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PERSONALIDAD
ENFOQUE HUMANISTA DE LA PERSONALIDAD.-
4. El humanista no busca encontrar leyes generales que rigen el comportamiento. Más bien
concede importancia al individuo, a lo excepcional y a lo impredecible.
TEORÍA HUMANISTA
Carl Rogers
CONCEPTOS
Yo: es el concepto de sí mismo. Está integrado, por una parte, por las percepciones del yo, y
por otra parte, por la percepción de las interacciones entre el yo y otros individuos, además de
vivencias, relacionadas a estas percepciones. El yo o concepto de sí mismo, encausará la
conducta y percepciones de la persona; es decir, influye en el modo en que el individuo percibe
el mundo externo. (Mischel,1990,p. 209)
Tendencia de Actualización: tendencia innata de crecimiento orgánico; es la fuerza que
enfatiza el crecimiento y mantención del organismo. (DiCaprio,1985,p. 355).
Tendencia a la Autoactualización: ligada a la tendencia de actualización innata e inherente
al yo, que promueve su expresión y evolución. (DiCaprio,1985,p. 355).
Valoración Organísmica: aptitud innata para elegir un curso de acción, mediante una cualidad
afectiva positiva o negativa. Depende de la tendencia de actualización, y es entorpecida por
las condiciones de valía. (DiCaprio,1985,p. 355).
Incongruencia: Rogers la define como divergencia entre el concepto del yo y las experiencias
reales del yo. El individuo que cae en incongruencia puede presentar tendencias a emociones
negativas, tiene un autoconcepto distorsionado e incompleto en relación con su personalidad.
(DiCaprio,1985,p. 328). Si establecemos un paralelo, este proceso de incongruencia, es
conocido como alienación, en la teoría de Karen Horney. (DiCaprio,1985,p. 332).
Condiciones de Valía: Exigencias requeridas para obtener respeto. Impulsa los valores de
la introyección. Estas condiciones obstruyen la realización del proceso de valoración orgánica.
(DiCaprio,1985,p. 355).
Introyección: integración de normas y valores externos, a nuestro concepto individual; es la
principal causa de incongruencia.
Respeto Positivo Condicional: aceptación e interés hacia un individuo, sólo si cumple con
las condiciones de valía. Favorece el proceso de incongruencia. (DiCaprio,1985,p. 355).
Respeto Positivo Incondicional: implica la total aceptación de y hacia un individuo, sin basarse
en el cumplimiento de las condiciones de valía. (DiCaprio,1985,p. 355).
Ansiedad: condición de tensión, producida por el sentimiento, no plenamente consciente, de
inconsistencia entre el concepto propio y una experiencia.(Mischel,1990,p. 211; DiCaprio,1985,p.
355).
Carl Rogers consideró que los seres humanos construyen su personalidad cuando se ponen al
servicio de metas positivas, es decir, cuando sus acciones están dirigidas a alcanzar logros que
tengan un componente benéfico (Morris & Maisto, 2005).
Para Rogers, la persona desde que nace viene con una serie de capacidades y potenciales los
cuales tiene que seguir cultivando a través de la adquisición de nuevas destrezas; esta capacidad
se ha denominado tendencia a la realización; por el contrario, cuando el individuo descuida el
potencial innato hay una tendencia a que se vuelva un ser rígido, defensivo y a menudo se siente
amenazado y ansioso.
La tendencia a progresar sólo puede operar en los casos en que las posibilidades han sido
percibidas con claridad y simbolizadas adecuadamente.
Este autor pensaba que cada persona vive y construye su personalidad a partir de ciertos
objetivos; y el objetivo más alto sería ser feliz, autorrealizarce. Está convencido que toda la
infelicidad de las personas proviene de no aceptarse como son y dejar que su personalidad se
vaya construyendo con trabas. Sólo cuando una persona se acepta a sí misma, pierde todos los
complejos de mostrarse tal y como es frente a los demás y frente a sí mismo puede realmente
realizarse.
De acuerdo con Rogers, los humanos nos encontramos en un estado de "ser y convertirnos en",
siempre estamos en camino de convertirnos en otra cosa diferente de lo que somos con el fin de
hacer nuestra vida más plena. Por eso es tan importante vivir en un ambiente que nos permita el
crecimiento personal, que no nos estanque ya definitivamente en una horma de ser, de pensar,
de sentir… etc. Solamente así es posible la realización como hombres y la felicidad.
El ser humano es básicamente activo y si las condiciones son favorables intentaremos desarrollar
nuestras potencialidades al máximo; cuando no se da este desarrollo el individuo entra en una
crisis y se convierte en un ser problemático e infeliz.
Los aspectos específicos del crecimiento humano varían de persona a persona; no todos harán
exactamente las mismas cosas cuando las condiciones sean propicias para la realización.
La noción de yo o autoconcepto es tan importante en la psicología de Rogers que a su teoría se
la suele llamar "teoría del yo". La forma en la que una persona se ve a sí misma es el factor más
importante para predecir la conducta futura, porque junto con un autoconcepto realista hay una
percepción realista sobre la realidad externa y la situación en la que el individuo está. Rogers
afirma que el yo y la personalidad nacen de la experiencia, y que por ende, nos transformamos
en participantes y observadores de la experiencia organísmica.[1]
La valoración organísmica sería una característica de un individuo integral; abierto a su
experiencia, lo que le permitiría fundamentar su comportamiento en los datos percibidos en una
situación. Estos datos: exigencias sensoriales, sus complejas necesidades personales,
recuerdos de alguna situación previa, percepción, entre otros, le permitirán a todo su organismo
y a su consciencia participante, evaluar la situación. Luego de esta complicada labor ,analizaría
y descubriría la conducta que debería tomar, tratando al mismo tiempo, de satisfacer todas sus
necesidades. Por lo tanto, el individuo debe incorporar sensaciones, memoria, aprendizaje previo
y condiciones viscerales, en el proceso de toma de una decisión con respecto de una curso de
acción. (Maddi,1972,p.281).
El autoconcepto se forma a partir de las experiencias (internas y externas) que tenemos a lo
largo de nuestra vida. En un primer momento (cuando somos bebés) las experiencias que
podemos tener son únicamente internas pero a medida que nos vamos desarrollando, la
tendencia a la mejora lleva al niño a establecer interacciones con otras personas y cosas,
ampliándose su autoconcepto.
Hay que comprender que el yo es un concepto fluido y cambiante; no tenemos una personalidad
fijada de antemano, sino que vamos cambiando a medida que nuestras experiencias internas y
externas cambian.
Lo fundamental es comprender que aprendemos avernos en la forma en que otros nos ven. Este
hecho puede causar ciertos conflictos en el desarrollo de nuestra personalidad. Puede ocurrir
que las experiencias internas (sentimientos, deseos, ideas, valores) entrenen colisión con la
experiencia externa de la valoración y aceptación de los otros; por ejemplo, que algo que de
forma interna vivimos con alegría y satisfacción, es valorado de forma negativa por los que nos
rodean. En este caso se produce un conflicto y os lanzamos a la búsqueda de una posible
conciliación; a través de las solución es encontradas se decide gran parte de nuestra
personalidad.
Un concepto que se acopla a lo anteriormente dicho es el de las condiciones de valía pueden
ocasionar una deformación del concepto del yo y favorece la incongruencia entre el yo real y el
concepto de yo. Están siempre presentes y en muchas situaciones se consideran señal de buen
ajuste. Es decir, tratando de amoldarse a las condiciones de valía, un individuo puede obviar su
espontaneidad y deseos personales, y restringirse a un patrón que puede no corresponder a su
verdadera naturaleza; limitando el funcionamiento de su personalidad. (DiCaprio,1985,p. 330).
Según Rogers, la incorporación de los valores y patrones de los padres, si son incoherentes con
la propia experiencia interna puede perjudicar al individuo. La persona que pierde contacto con
la experiencia interna tiene más probabilidades de desarrollar rasgos como ansiedad y hostilidad.
Los pensamientos, sentimientos y acciones que otras personas significativas aprueban (y que
finalmente aprobaron los mismos individuos para conservar la consideración positiva y la
autoconsideración) pueden ser tan diferentes de las experiencias internas que se genera una
distancia entre el autoconcepto y la experiencia interna básica: tenemos una consideración de
nosotros mismos que no se corresponde con cómo nos sentimos. Esta situación es poco
saludable y origina que la persona funcione de una manera restringida e ineficaz y que
experimente tensión y ansiedad.
Lo ideal sería que, en principio, las experiencias internas fueran del todo valoradas por quienes
nos rodean; a esto Rogers lo llamó consideración positiva incondicional. Se produce cuando una
persona percibe que todas sus experiencias del yo (sentimientos, pensamientos, sensaciones,
etc.) son merecedoras de la consideración positiva por parte de otras personas significativas; en
otras palabras, no se imponen condiciones de valía a esa persona.
Sin embargo aunque esta debería ser la tendencia general de los padres y educadores, Rogers
aceptaba que no debe ser absoluta. Es decir, no es aconsejable valorar todos los deseos,
pensamientos, sensaciones y sentimientos ya que podría darse el caso, por ejemplo que unos
padres promocionasen las experiencias internas tendentes a la agresividad. Por ejemplo, puede
ser mal visto golpear a otra persona; pero la persona que golpea y el deseo de golpear, pueden
aceptarse. De esta manera, se conserva la consideración positiva incondicional.
Si los sentimientos hacia experiencias reales son incongruentes con el valor de la introyección,
con la finalidad de mantener el concepto propio, el individuo debe rechazar o deformar sus
verdaderos sentimientos para ser verosímil. Si en alguna ocasión las defensas decaen, el
individuo experimentará sus sentimientos verdaderos, resultando un estado de ansiedad.
Desarrollo y función de la personalidad se ven restringidos, ya que el individuo no puede moverse
libremente cuando su concepción del conocimiento propio no se aproxima a la realidad.
(DiCaprio,1985,p. 329).
Por otra parte cuando Rogers habla de conflicto entre el individuo y su contexto social, se
embarca en el concepto de defensa o deformación de la fuerza central, la tendencia a la
autoactualización. El conflicto no es inevitable y se define vida ideal como un proceso de
trascender a la sociedad. Las características que un individuo debe desarrollar son la
espontaneidad, autoconfianza, individualidad, apertura a la experiencia, imaginación y profundo
autoconocimiento. (Maddi,1972,p.151-153).
Finalmente se puede agregar que si bien Rogers no parece destacar los constructos
estructurales de la personalidad, prefiriendo dedicar su atención a los cambios y desarrollo de la
personalidad, dos de aquellos (elementos) son de importancia fundamental para su teoría y se
puede considerar la base sobre la que se asienta toda ella (personalidad): son el organismo y el
sí mismo.[2]
ENFOQUE SOCIOCULTURAL DE LA PERSONALIDAD
El ser humano no puede existir ni experimentar su propio desarrollo como una persona aislada,
para su desarrollo tiene una gran importancia las interacciones con los adultos portadores de
todos los mensajes de la cultura. La contribución del entorno social (es decir el aprendizaje) tiene
un carácter constructor como por ejemplo en el caso de la adquisición de la lengua, en el proceso
de adquisición, este instrumento se convierte en parte integrante de las estructuras psíquicas del
individuo, el lenguaje de origen social opera en interacción con otras funciones mentales como
por ejemplo el pensamiento y de este da origen al pensamiento verbal. Vygotsky nos dice sobre
las relaciones entre desarrollo y aprendizaje en lo relativo a la adquisición del lenguaje de cómo
resultado el primer modelo del desarrollo el cual significa que es un proceso natural de desarrollo,
el aprendizaje se presenta como un medio que fortalece, pone a disposición los instrumentos
creados por la cultura que amplían las posibilidades naturales del individuo y reestructura las
funciones mentales. Sin dudarlo Vygotsky expone que la cultura es un papel fundamental en el
desarrollo individual de las personas, el conjunto de adquisiciones de la cultura, tiene por objeto
controlar los procesos mentales y el comportamiento del hombre, se trata de los diferentes
instrumentos y técnicas que el hombre asimila y orienta hacia si mismo para influir en sus propias
funciones mentales, entonces este crea un sistema de estímulos artificiales y exteriores.
Entonces el desarrollo del hombre no se reduce únicamente a los cambios que acontecen en el
interior de las personas.
La teoría de Vygotsky le da mucha importancia a la educación ya que para el no es un modo
alguno exterior al desarrollo, la escuela es por consiguiente el lugar mismo de la psicología, ya
que es el lugar mismo de los aprendizajes y de las génesis de las funciones psíquicas, el uso de
esta teoría ayuda a comprender mejor los fenómenos educativos y sobre todo el papel que
desempeñan en el desarrollo. Incluye el “desarrollo artificial” es decir sobre el desarrollo
sociocultural de las funciones cognoscitivas, las técnicas interiores disponen a las personas y a
grupos sociales elaborar parámetros mediante los cuales unos y otros podrán compararse entre
sí.
El ser humano, por naturaleza, es una criatura gregaria. Vivimos en sociedad por muchas
razones. Unas teorías sostienen que el hombre vive en sociedad por instinto, así como las avejas
y los monos. Otras argumentan que la vida social es un acomodo racional del hombre para
asegurar la supervivencia de la especie compartiendo tareas y bienes. Otros entienden que el
óptimo desarrollo del individuo ocurre en el compartir de las experiencias de toda la sociedad.
Aún otros teóricos sostienen que por nuestra naturaleza afectiva, la intimidad en las relaciones
humanas es fundamental al bienestar del hombre. Sean correctas una o todas estas
aseveraciones correctas, la realidad es que el hombre necesita de la sociedad y la sociedad
necesita del hombre.
El nacimiento de un bebé es un acontecimiento de impacto. A partir de su llegada, habrá una
interacción dinámica continua entre él/ella y su familia, donde ya nadie será el mismo de antes
porque uno ha de tener un impacto, para siempre en la vida del otro. Así como se da la mutua
interdependencia entre el individuo y su familia, así también se da la relación entre el individuo y
la sociedad.
Estudiaremos en esta unidad la formación de la personalidad de los seres humano. Sabemos
que su desarrollo ocurre dentro de un entorno sociocultural, y por ello, toma los matices de la
manera de pensar, de sentir y de actuar practicados por el grupo. De ahí que podemos concurrir
con Savoy cuando dijo "no hay nada en el hombre que no tenga la impronta de lo social".
Sociedad es vida organizada en grupo. Se refiere a un grupo de personas, que comparten un
territorio, tienen establecidas normas, leyes y procedimientos para el comportamiento colectivo;
comparten una cultura, y realizan la mayoría de sus actividades y relaciones dentro de esa
sociedad.
Cultura son el conjunto complejo de conocimientos, creencias, costumbres por las cuales se
identifica un grupo social. La cultura refleja la historia y el legado de sus antepasados, el lenguaje
y los estilos de comunicación, las ideas acerca de moral, derechos, valor, las expresiones
artísticas y cualquier otro hábito y capacidades adquiridas por el hombre como miembro de la
sociedad. La cultura refleja la historia de un pueblo y es la base que solidariza a unos con otros.
El Proceso de socialización es el medio por el cual la sociedad enseña a sus miembros la cultura
y las destrezas que necesita para funcionar de manera adaptativa dentro de esa sociedad. A
través del proceso de socialización el niño aprende las destrezas necesarias para la vida
independiente, las costumbres y gustos de pueblo, los controles y disciplina, las conductas
propias para su identidad sexual, en fin, adquiere la personalidad que le distinguirá como
individuo y como miembro de esa sociedad.
Este proceso ocurre en forma espontánea, en la interacción diaria con la familia, los amigos, la
iglesia, la escuela, los medios de comunicación, y todo el entorno social. Los medios para lograr
el aprendizaje de la cultura durante los primeros años son: el modelo que proveen los padres, la
comunicación o enseñanza verbal, los medios de crianza y disciplina, los juguetes, el juego, los
refuerzos y castigos que recibe el niño por su conducta, TV, deportes, música.
Al ego se le necesita dar mayor influencia en el desarrollo de la personalidad, así como a los
determinantes sociales y culturales. El criterio del desarrollo de la personalidad que consistía
principalmente en la maduración del ego conforme la persona enfrenta las principales tareas de
la vida. Estas tareas son el resultado de cambios personales y sociales. El terapeuta detecta
estas creencias y sus repercusiones sobre los intentos de solución fallidos, las presenta a las
familias como hipótesis y sugiere tareas o actividades fuera de la sesión para su modificación.
Normalmente apareces "resistencias" antes de estas tareas.
Los problemas del ego cambian con los diversos periodos de la vida de una persona, el ego sufre
una crisis a lo largo de la vida. El éxito o el fracaso del ego al enfrentarse con las principales
tareas de la vida tienen profundos efectos en las fuerzas del ego y en toda la orientación a la
vida que tenga la persona, así es como podemos decir que la persona entra al mundo social
y cultural es donde verdaderamente enfrenta una lucha dentro ámbito social porque la
personalidad es donde tiene su máxima expresión ya dentro de la sociedad se juegan diferentes
roles y a través de sus efectos tanto positivos como negativos se va fortaleciendo la estructura
del individuo y su actuar dentro de la sociedad.
Bibliografía
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