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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI DERECHO

“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

“Facultad de Ciencias Jurídicas, Empresariales y Pedagógicas”


Tema: La Tutela, la Curatela y el Curador Procesal.

Carrera:
Carrera: Escuela Profesional de Derecho

Materia:
Materia: Derecho Procesal Civil I.
:

Alumnos:
Alumnos: Walter Maquera Yucra.
Jordano André Vera Jesús.
Alberth Cesar Cune Jimenez.

Doctor:
Doctor: David Calizaya Pinto.

Moquegua - Perú

2018

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DEDICATORIA.
El presente trabajo

Está dedicado primeramente a Dios y luego

A todas las personas que nos han apoyado

Y han hecho posible que el trabajo se realice y se

Aportar con él, la mayor información posible gracias.

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ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN. ………………………………………………………………….4
LA TUTELA. ………………………………………………………………………..5
1. CONCEPTO DE TUTELA ……………………………………..…………5

2. CLASES DE TUTELA…………………………………………….……….8

A. TUTELA TESTAMENTARIA…………………………………………8
B. TUTELA LEGAL. ……………………………………………………..8
C. TUTELA DATIVA. ………………………………………….…………8
D. TUTELA ESPECIAL. ……………………………………….………...8

3. TERMINO DE CURATELA………………………………………….......12

LA CURATELA……………………………………………………………………12
1. CONCEPTO DE CURATELA……………………………………………12

2. CLASES DE CURATELA………………………………………………..13

A. LA CURATELA TÍPICA……………………………………………..13

B. LA CURATELA DE BIENES………………………………………..15

C. LA CURATELA ESPECIAL………………………………...………16

3. TERMINO DE LA CURATELA………………………………………….17
EL CURADOR PROCESAL……………………………………………………..18
1. CONCEPTO DE CURADOR PROCESAL…………………………….18

2. OBJETIVO DEL CURADOR PROCESAL……………………………..18

3. NECSIDAD DE REPRESENTACION PROCESAL…………………..19

CONCLUSIONES…………………………………………………………………20

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INTRODUCCIÓN.

En el presente trabajo hablaremos sobre la tutela, la curatela y el curador procesal. Nos


ocupamos de la diferencia entre tutela y curatela. Cuando una persona tiene limitadas sus
facultades de capacidad para regirse en todos los avatares de la vida debe ser sometido al
régimen de tutela o de curatela, dependiendo cada uno de ellos del régimen de capacidad
del sujeto, en el caso del curador procesal podemos diferenciarlo más fácil que el de la
tutela y la curatela; el curador procesal tiene por objeto evitar que determinados justiciables
queden en estado de indefensión, es decir, actúa generalmente en los procesos.
Pero ya sea de una manera u otra estas tres funciones están destinadas a la protección de
las personas incapaces, y es una acción razonable ya que los incapaces son también
personas y en nuestra constitución nos indica en el artículo 1 que la persona humana es el
fin supremo de la sociedad y del Estado.
Veremos las causas del porqué del nombramiento de un tutor, y esto para que mediante el
tutor pueda actuar la persona incapaz, las personas que pueden estar sujetas a un tutor,
esto para que no entremos en error y no solo por el simple hecho de que no pueda hacer
algo o simplemente sea flojo hay ciertas reglas y condiciones para que estas personas sean
nombradas incapaces y los impedimentos, hay impedimentos para los que quieran ser
tutores, no se necesita simplemente la voluntad de querer conllevar esa responsabilidad.

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LA TUTELA

1. Definición de Tutela.
La palabra tutela proviene del latín tutela. La tutela es la responsabilidad de cuidar
la persona y administrar los bienes de quienes no tienen capacidad para cuidarse a sí
mismos ni tienen a nadie que ejerza sobre ellos la patria potestad; o la responsabilidad de
administrar los bienes de quienes por ser pródigos o ebrios habituales no pueden
administrarlos.
Personas sujetas a tutela.
 Menores de edad no emancipados legalmente. Se entiende por menor de edad, todo ser
humano desde su nacimiento hasta los 18 años de edad.
 Locos o dementes aunque tengan intervalos lúcidos, y los sordomudos que no puedan
entender o comunicarse efectivamente por cualquier medio.
 Pródigos declarados tales mediante sentencia.
 El pródigo es el que gasta o disipa sus bienes sin medida ni razón.
 Ebrios habituales declarados tales mediante sentencia
 El ebrio habitual es el que hace uso de bebidas embriagantes al punto de que pierde la
capacidad para administrar sanamente sus bienes.
 Drogodependientes declarados tales mediante sentencia.

Nombramiento de tutor.
Para el nombramiento de tutor se tiene que acudir ante un Juez Superior y debe participar
en el procedimiento un Procurador de Familia o un Fiscal. El Tribunal solo nombrará tutor
después de considerar toda la prueba y los mejores intereses de la persona que habrá de
someterse a tutela. A los fines de determinar quién debe ser el tutor, se toma en
consideración lo siguiente:
1. En el caso de menores de edad no emancipados
 Si el padre o la madre ha seleccionado un tutor por testamento. El tutor tiene que aceptar
y ser considerado un buen candidato por el Tribunal.
 Si no hay tutor testamentario, el Tribunal considerará a cualquiera de los abuelos o de
los hermanos de los menores, tomando siempre en consideración el mejor bienestar de
éstos.
 En el caso de huérfanos abandonados, o incapacitados, el Tribunal puede otorgar la
tutela a una institución destinada al cuido de éstos.

2. En el caso de personas declaradas por el Tribunal locos o dementes, sordomudos que


no puedan entender o comunicarse, pródigos, ebrios habituales o drogodependientes y,
como tales, incapaces de administrar sus bienes.
a. La tutela puede corresponder a:

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 el cónyuge
 el padre o la madre
 cualquiera de los hijos o de las hijas
 cualquiera de los abuelos o de las abuelas
 cualquiera de los hermanos o de las hermanas

b. En algunos de los casos anteriores el Tribunal puede disponer que el incapaz sea
internado o que reciba tratamiento en forma ambulatoria en su institución pública o privada
que pueda proveer para su rehabilitación
3. Cuando no haya tutor por testamento o no esté disponible ninguna de las personas a
quien puede corresponder la tutela por ley, o cuando la persona a quien correspondería la
tutela no reúna las cualidades necesarias, el Tribunal puede nombrar como tutor a una
persona particular de reconocida honradez que esté dispuesta a aceptar el cargo.
4. Si se trata de personas que reciban ayuda del Departamento de la Familia o beneficios
de la Administración Federal de Veteranos y se demuestra que no están capacitados para
administrar sus bienes, el Tribunal puede nombrarles un tutor especial.
Discernimiento de la tutela.
Para que el tutor entre en funciones, el cargo debe serle discernido. Este discernimiento,
concretamente, es el acto por el cual el juez inviste a una persona en el carácter de tutor.
Juramento.
Previo al discernimiento de la tutela, el tutor nombrado por el juez (tutela legítima o dativa),
o confirmado por el juez (tutela testamentaria), "debe asegurar bajo juramento el
buen desempeño de su administración". Sólo después de dicho juramento se realizará el
discernimiento de la tutela. Por cierto que si, por error procesal del juez, se omitiera el
juramento y se discerniera la tutela, este acto conservará su validez, y el tutor será
responsable de los perjuicios, que con sus actos cause a su pupilo, aunque no hubiese
prestado tal juramento.
Confirmación de la tutela.
Designado el tutor por el progenitor, el juez ante quien se presente el testamento o
la escritura pública, deberá confirmar esa tutela. Es decir, analizará tanto el aspecto de la
validez del testamento o de la escritura pública, como también la idoneidad del tutor para
ser designado; y para ello tendrá en cuenta todas las inhabilidades, además, hará
un análisis de la conducta y las calidades morales del tutor designado.
Y si a través de este análisis, llega a la conclusión de que resulta inconveniente para él
menor tal designación, no confirmará la tutela, pues lo que debe prevalecer en
esta materia es el interés del menor por encima de lo que fue la voluntad del progenitor.

Funciones del tutor.


Debe dar protección y cuidados a la persona del menor, para lo cual tiene facultades
de dirección, de corrección, de exigencia sobre la conducta personal de éste, similares a
las de los padres; debe administrar y cuidar los bienes del menor, y es además su
representante legítimo.

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Caracteres de la tutela.
De acuerdo con lo que ya dijimos, la tutela es una función supletoria, pues opera cuando el
menor no tiene padres en ejercicio de la patria potestad. Además es unipersonal, ya que lo
puede ser ejercida por una sola persona.

Se trata de una función personalísima e inexcusable.

Esta una función que debe ser ejercida personalmente, según lo expresa el citado, por más
que el tutor pueda designar mandatarios para realizar determinados actos, y, sobre todo,
para la representación en juicio del menor.
Control del juez y del Ministerio de menores.
El ejercicio de la tutela se halla, permanentemente, bajo control del juez, ya que los
menores que carecen de padres, o cuyos progenitores han perdido la patria potestad o su
ejercicio "quedarán bajo el patronato del Estado nacional o provincial" y este patronato es
ejercido a través de los jueces.
El tutor debe ser una persona física.
La razón de ser de la tutela exige que ésta se encomiende a personas físicas, y no
a sociedades o establecimientos de beneficencia.
Incapacidad para ser tutor.
En principio todas las personas mayores de edad pueden ser tutores. Sin embargo, negarse
o excusarse de tal posibilidad en determinados supuestos que podemos agrupar del
siguiente modo:
a. Por razones físicas o psíquicas. No pueden ser tutores el mudo y los privados de
razón.

b. Por razones que no permiten asegurar una buena administración. Los que no tienen
domicilio en el país, los fallidos mientras no hayan satisfecho a sus acreedores, los que
tienen que desarrollar, por largo tiempo, un trabajo fuera del país, los que
prestan servicios en las fuerzas armadas (incluso los profesionales médicos agregados a
tal servicio), los que hubiesen hecho profesión religiosa.
c. Por razones morales. Los que no tienen un trabajo o medios de subsistencia conocidos,
los que son de mala conducta notoria, los que hubieren malversado bienes de otro menor
o hubieran sido removidos de otra tutela, los condenados a pena infamante, los parientes
que no pidieron tutor para el menor que no lo tenía, los que hubieren sido privados de la
patria potestad de sus hijos.

d. Por oposición de intereses. Quienes tengan pleitos con el menor o sean acreedores o
deudores de éste.

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Casos en que los padres están privados de la administración.


En casos en que los padres conservan el ejercicio de la patria potestad, pero están privados
de la administración de los bienes de los hijos, también corresponderá designar tutor
especial para tales funciones; tal sucederá cuando, entre otros supuestos, se dona o deja
por testamento un bien al menor, con la condición de que no sea administrado por los
padres. Si uno de los padres se encuentra en alguna de las situaciones descriptas y por
ello privado de la administración, ésta se concentra en el otro; sólo si ambos están privados
de la administración, se nombra tutor especial para ello.

2. Clases de tutela.

A. Tutela testamentaria.
Los padres, en ejercicio de las facultades que le concede la patria potestad, pueden
designar tutor para sus hijos, para que ejerza este cargo después de su fallecimiento; tal
designación puede hacerla cada uno de los padres, en su testamento o en escritura pública.
Si cada uno de ellos, en actos separados, ha designado tutor, se nombrará como tal, al
elegido por el progenitor que ha muerto en último término.

B. Tutela legal.
Si los padres no hubiesen elegido tutor, o el designado no fuera confirmado por el juez, o
posteriormente falleciera o fuera removido del cargo, el juez deberá nombrar a alguno de
los parientes, o sea, los abuelos, tíos, hermanos o medio hermanos del menor, sin distinción
de sexos.
Obviamente, entre estos parientes, el juez elegirá al que resulte más idóneo para atender
al menor y a sus intereses económicos.

C. Tutela dativa.
Si no existe ninguno de los parientes o si el juez encuentra que ninguno de ellos es idóneo
para ejercer el cargo, será él quien directamente designará el tutor.
El juez no podrá nombrar a los que fueren deudores, acreedores o socios suyos, ni a sus
parientes dentro del cuarto grado, ni a sus amigos íntimos, ni a los parientes de éstos hasta
el cuarto grado, ni tampoco a las personas que tuviesen algunas de esas vinculaciones con
otros miembros de los tribunales de la misma jurisdicción donde actúa el juez que hace el
nombramiento.

D. Tutela especial.
Esta tutela se establece para un acto o un negocio especialmente determinado. Es así que
se designará tutor especial al menor, aun estando bajo patria potestad, cuando sus
intereses estés en oposición con los de sus padres o al menor que tiene tutor, cuando sus
intereses económicos están opuestos a los del tutor, o a los de otro pupilo de su tutor.
Cuando el tutor es designado para actuar en juicio en representación del menor, toma el
nombre de tutor ad litem.

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Fianza.
Por regla general, excepto que se le haya relevado de dicha obligación en el caso de la
tutela testamentaria o que así lo disponga la ley como excepción, los tutores deben prestar
una fianza para garantizar la buena administración de los bienes de la persona tutelada. El
tutor es responsable de los daños que cause por el incumplimiento de los deberes.

Registro de Tutelas.
Para que un tutor pueda comenzar a ejercer la tutela, su nombramiento tiene que inscribirse
en un Registro de Tutelas que está bajo el cuidado del Secretario del Tribunal.
Deberes del Tutor
1. Representar al tutelado.
2.
3. Alimentar y educar al tutelado.
4. Procurar que el tutelado adquiera o recobre su capacidad.
5. Hacer inventario de todos los bienes del tutelado.
6. Solicitar autoridad judicial para todo lo que requiere el Código Civil que así se haga.
7. Administrar los intereses del tutelado como un buen padre de familia.
8. Dar cuenta de su administración al concluir la tutela.

Guarda del menor.


El tutor tiene el derecho y el deber de ejercer la guarda del menor, es decir tener consigo al
pupilo, viviendo en su misma casa.
Sólo se prevé el desmembramiento de la guarda en el caso del menor que
recibe alimentos de un pariente, quien entonces puede solicitar al juez que aquél viva con
él y pueda encargarse, asimismo, de su educación.
Educación y alimentos.
El tutor no está obligado a suministrar de su propio peculio, lo necesario para educación y
alimentos del pupilo, pues para tales gastos se aplicarán las rentas necesarias de los
bienes del menor.

Incluso, si las rentas no alcanzaren, el juez puede autorizar al tutor para que emplee parte
del capital en alimentos y educación. Si el pupilo no tuviere bienes, el tutor, con autorización
del juez, demandará por alimentos para el pupilo a los parientes de éste. Y si no hubiere
parientes en condiciones de suministrar alimentos, el tutor podrá, con autorización judicial,
contratar el aprendizaje de un oficio (con consentimiento del menor), y también, "ponerlo en
otra casa", lo que significa que podrá colocarlo en casa de un tercero, o, en última instancia,
en un establecimiento público o privado de beneficencia que asuma la guarda del menor y,
por tanto, los gastos de educación y alimentos.
Obligación de llevar cuentas.
El tutor está obligado a llevar cuentas documentadas de las rentas que percibe el menor y
de los gastos que hace en beneficio de éste.

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Inventario y avalúo de los bienes del pupilo.


El tutor, antes de que se entreguen los bienes del pupilo, tras el discernimiento de las tutela,
debe hacer inventario y avalúo de aquéllos, para, recién después, entrar en su
administración. Este inventario y avalúo no será necesario si ya se hubiese hecho
judicialmente.
Los padres, al designar tutor en testamento o escritura, no pueden eximirlo de la obligación
de hacer inventario de los bienes.
En caso de que el inventario no hubiere sido hecho por el tutor en el plazo señalado por el
juez, podrá ser removido de su cargo.
Ampliación del inventario. Si con posterioridad a la entrega de los bienes al tutor, el
pupilo adquiriese nuevos bienes por sucesión o cualquier otro título, aquél deberá
inventariarlos por medio de una ampliación del inventario anterior.
Depósito del dinero del pupilo.
Las rentas del menor, hasta la suma que anualmente fije el juez, deben estar destinadas a
la atención de los gastos de alimentación y educación del pupilo. En la medida de las
posibilidades económicas del menor, esto es, de la magnitud de las rentas, la suma que el
juez autorice para gastos, comprenderá una mayor extensión de rubros, abarcando todo lo
que hace a esparcimiento, veraneos, perfeccionamiento en diverso aspectos culturales
según las inclinaciones del menor, incluso viajes.
Los sobrantes de las rentas del menor, por encima de las sumas anualmente autorizadas
por el juez, deben ser depositados a interés por el tutor en instituciones bancarias o ser
invertidas en la adquisición de inmuebles, con autorización judicial. Los depósitos sólo
podrán ser extraídos con la autorización judicial.
Reglas generales en materia de administración.
El tutor debe administrar los intereses del menor como un buen padre de familia, y es
responsable de todo perjuicio que resulte de la falta de cumplimiento de sus deberes.
Rendición de cuentas.
El tutor está obligado a rendir cuentas, debiendo respaldar éstas en los asientos
y documentos que debe conservar para ello, tanto a la finalización de la tutela, como
durante ésta si lo solicita el ministerio de menores o si lo solicita el menor mismo, si es
mayor de dieciocho años.

Rendición de cuentas parcial.


Independientemente de la rendición de cuentas general a la que hemos aludido, puede
exigirse una rendición de cuentas referida a un negocio determinado, p.ej., si el juez autoriza
al tutor a realizar determinadas enajenaciones, simultáneamente exigirá que rinda cuentas
de lo actuado.

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Gastos que hizo el tutor.

Se le pagarán al tutor todos los gastos debidamente hechos, aunque en definitiva no


hubiese resultado de ello utilidad al menor. Se le reconocen los gastos hechos, si fueron
prudentes y razonables, aunque en definitiva no hayan sido útiles: p.ej., gastos hechos en
ropas y útiles costosos, para usar en determinada actividad, y que luego el pupilo no puede
utilizar por una enfermedad invalidante o fallecimiento.
Los gastos que el tutor hizo con su propio dinero, le serán reembolsados, siempre que se
encuadren en el criterio de razonabilidad.

Responsabilidad del tutor.


El responsable frente al pupilo de todo perjuicio que resulte para él por una falta en el
cumplimiento de sus deberes.

Para la determinación de estos perjuicios, el paso previo para analizar la evolución general
de la administración desarrollada por el tutor, será la rendición de cuentas.

Convenios entre el tutor y el pupilo sobre la rendición de cuentas.


Ningún convenio celebrado mientras dura la tutela, sobre las cuentas que el tutor debe
rendir, tiene validez. Sólo lo tendrá el que firme el ex pupilo después que ha llegado a la
mayoría de edad, y siempre que haya transcurrido un mes desde que el tutor presentó sus
cuentas.

Entrega de los bienes.


Cuando termina la tutela, el que fue pupilo tiene derecho a exigir de inmediato que se le
entreguen los bienes que están en manos del tutor, sin esperar a que sean rendidas o
aprobadas las cuentas, y sin que pueda el tutor demorar la entrega de los bienes invocando
la existencia de eventuales saldos a su favor.
Gratuidad de la tutela y retribución al tutor.

La regla es que la tutela se desempeña gratuitamente. Sólo si el pupilo tiene bienes que
producen frutos civiles y naturales, el tutor tendrá derecho a una retribución equivalente a
la décima parte de los frutos líquidos de los bienes del menor.
Si dichas rentas líquidas fueren suficientes para los alimentos y educación del pupilo, el
juez podrá disponer que, proporcionalmente, se disminuya la décima que se reconoce al
tutor, y, aún, que no le sea abonada.
Si el tutor o sus descendientes contraen matrimonio con el menor antes de fenecer la tutela
y aprobarse las cuentas de su administración, aquél perderá derecho a cobrar la asignación.
También perderá el derecho a la retribución si fuere removido de la tutela por culpa grave.

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Prohibiciones al Tutor.
El tutor no puede:
1. Donar o renunciar cosas o derechos del tutelado.
2. Cobrar los créditos que le correspondan sin previa autorización del Tribunal.
3. Comprar los bienes del tutelado.

3. Terminación de la Tutela.
La tutela concluye:
1. Cuando el menor de edad alcance los 18 años de edad.
2. Cuando el menor de edad se emancipe legalmente.
3. Cuando el tutelado sea adoptado.
4. Cuando cese la causa que motivó la tutela.
5. También porque el tutor sea removido por el Tribunal por no cumplir bien con los
deberes del cargo.

La Curatela

1. Concepto de Curatela.

Al igual que la tutela la institución jurídica de la curatela es una creación del


Derecho Romano, recepcionada por nuestra legislación.

La Curatela en la legislación Peruana está contemplada en el C.C (Código


Civil) en el Capítulo Segundo, Título II, Sección Cuarta, del Libro III Arts. 564°
al 618°.

Art 564° “Están sujetas a curatela las personas a que se refieren los artículos
43, incisos 2, 44, incisos 2 a 8.”

El artículo 43, inciso 2 nos dice que: son absolutamente incapaces los que
por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento.

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Y el artículo 44 nos hace referencia a los incapaces relativos tales como:


Los mayores de dieciséis años y menores de 18 años de edad, Los
retardados mentales, los ebrios habituales, los toxicómanos y los que sufren
pena de interdicción civil.

La curatela se diferencia de la curatela con la tutela y la patria potestad, en


que estas últimas tienen por finalidad de prestar amparo al hombre en su
primera entapa de vida cuando hemos sido absoluta o relativamente
incapaces; en tanto la curatela busca proteger a quienes adolecen de una
suerte de incapacidad accidental, que sufren solo determinadas personas y
resultan impedidos de ejercer sus derechos y de cumplir sus obligaciones; a
decir del tratadista Héctor Cornejo Chávez.

“La Curatela es una figura protectora del incapaz no amparado – en general


o por determinado caso – por la patria potestad ni por la tutela, o de persona
capaz circunstancialmente impedida, en cuya virtud se provee a la custodia
y manejo de los bienes o intereses de dicha eventualmente a la persona y
defensa de la misma persona y al restablecimiento de su salud o normalidad”
(Cornejo, 1968)
Entonces la Curatela es una institución de Derecho Familiar cuyo fin radica
en el cuidado de la persona y bienes de los mayores de edad, que sean
incapaces.

2. Clases de Curatela.
Tenemos tres clases de curatela:
Curatela típica, Curatela de Bienes y Curatela Especial.

a) La Curatela Típica.
En la Curatela típica es instituida para los mayores de 18 años de edad
privados de discernimiento, tales como: los sordomudos, los ciegos
sordos y ciego mudo que no pueden expresar su voluntad de manera
indubitable; los pródigos; Los que incurren en mala gestión, los ebrios
habituales, los toxicómanos, los que sufren pena que lleva anexa la
interdicción civil o inhabilitación.
Pero antes de designarles un curador a cualquier de estas personas que
establece la ley en el Artículo 564° tenemos que respetar los que nos
dice el Artículo 556° “Requisitos indispensables para la Curatela”

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“No se puede nombrar curadores para los incapaces sin que preceda
declaración judicial de interdicción, salvo en el caso del inciso 8 del
artículo 44.”
1. Quienes pueden ser curadores legales.

Además el Arts. 569°, establece quienes pueden ser curadores para


el caso de curadores legales y lo hace en el orden de prelación
siguiente:

 El cónyuge no separado judicialmente.

 Los padres.

 los descendientes, prefiriéndose el más próximo al más remoto


y en igualdad de grado, al más idóneo.

 los abuelos y demás ascendientes, regulándose la designación


conforme al inciso anterior.
 los hermanos.

2. Atribuciones del curador inmerso dentro de la curatela típica.


El curador en general inmerso en la curatela típica, tiene las siguientes
atribuciones:
 Cuidar la salud física y mental del mayor de 18 años.

 Internarlo en un establecimiento adecuado para su


restablecimiento, requiriendo autorización judicial para
hacerlo.

 Representarlo y asistirlo, según el grado de incapacidad, en


sus negocios.

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b) Curatela de Bienes.

Se establece cuando un patrimonio o parte de él queda desprotegido


sin persona alguna que ejerza su administración, es nombrado por el
juez del lugar donde se encuentre la mayor parte de los bienes.

La curatela de los bienes específicamente se establece para cuidar


los bienes de las siguientes personas:

1. Para los Bienes del ausente o del desaparecido.

Se da cuando la persona se ausenta o ha desaparecido


ignorándose su paradero, interinamente se le designa curador,
aplicando lo que se señala en los artículos 569° y 573°, y si no
hubiera ninguno de estos posibles curadores el juez designara un
curador procesal.

2. De los Bienes del Póstumo.

Se refiere a los bienes que le corresponderían al que está por


nacer serán encargados a un curador, en los casos de fallecimiento
del padre y estando destituida la madre de la patria potestad y
viceversa.
Se puede dar a solicitud de cualquier interesado legítimo o por
parte del Ministerio Publico.

3. De Bienes Dados en Usufructo.

Procede cuando el usufructuario no cuenta con las garantías


legales a que está obligado, en este caso es el juez quien designa
al curador a solicitud del propietario de los bienes dados en
usufructo.

4. De Bienes cuyo cuidado no incumbe a nadie.

Previsto en el Art. 599° nos señala que se instituye la curatela en


los siguientes casos:

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Cuando son inciertos los derechos de los sucesores.

Cuando un comité o asociación no siguiera funcionando y en el


estatuto no se hubiera previsto alguna medida de solución.

Y cuando una persona no sea capaz de administrar por sí mismo


su propio patrimonio o de elegir mandatario, sin que proceda el
nombramiento de curador.

c) Curatela Especial.

Es aquella en la que el sujeto a pesar tener padres, tutor o curador


que lo representen, inclusive puede ser persona capaz, pero por
razones circunstanciales transitorias, de carácter especial sus bienes
no están protegidos adecuadamente.

El Artículo. 606° del C.C (Código Civil) enumera los casos que se
nombra curador especial:

1. Los intereses de los hijos están en oposición a los de los


padres que ejerzan su patria potestad.

2. Los hijos adquieran bines cuya administración no


corresponda a sus padres.

3. Los padres pierden la administración de los bienes de sus


hijos.

4. Los menores o incapaces tengan bienes lejos de su domicilio


que no puedan ser convenientemente administrados por el tutor
o curador.

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3. Termino de Curatela.
En la curatela típica se termina por:

A. Muerte del incapaz.

B. Por concluir la incapacidad (la persona incapaz se rehabilita y


deja sin efecto la interdicción civil).

C. Cuando no habría necesidad de nombrar a otro curador por


innecesario.

También se da cuando la curatela termina pero la incapacidad del curado se


mantiene y es necesario nombrar a otro curador.

Cuando fallece el curador.


Al aceptar la renuncia.
Al declararse en quiebra.
Por renuncia.

La Curatela de Bienes y la Curatela Especia terminan al extinguirse o


desaparezcan las causas que la determinaron.

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EL CURADOR PROCESAL

1. Concepto de Curador Procesal.


Es quien cuida de “algo” (entendiéndose como una persona que para el derecho viene a
fungir como protector de una determinada cosa perteneciente a otra persona”.
También es denominado Curador “ad litem” quien es la persona designada por el juez para
seguir el proceso y defender los derechos de un menor de un ausente o del sometido e
interdicción civil

El artículo 61 del Código Procesal Civil prescribe que el curador procesal es un abogado
nombrado por el Juez a pedido de interesado, que interviene en el proceso en los siguientes
casos:

a) Cuando no sea posible emplazar válidamente al demandado por ser


indeterminado, incierto o con domicilio o residencia ignorado, según lo
dispuesto por el artículo 435.

b) Cuando no se pueda establecer o se suspenda la relación procesal por


incapacidad de la parte o de su representante legal.

c) Cuando exista falta, ausencia o impedimento del representante del incapaz,


según lo dispuesto por el artículo 66.

d) Cuando no comparece el sucesor procesal, en los casos que así


corresponda, según lo dispuesto por el artículo 108º.

e) Concluye la actuación del curador procesal si la parte o su representante


legal comparecen al haber adquirido o recuperado su capacidad procesal.

f) El artículo 66 del Código acotado señala que, en caso de falta, ausencia o


impedimento del representante del incapaz, se aplican las siguientes reglas:

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1. Cuando el incapaz relativo no tenga representante legal o éste


estuviera ausente y surja la necesidad de comparecer en un proceso,
lo expondrá así al Juez para que le designe curador procesal o
confirme al designado por él, si lo considera idóneo.

2. Cuando la demanda se dirija contra un incapaz que carece de


representante o éste se halle ausente, el Juez le nombrará un
curador procesal o confirmará el propuesto por el incapaz relativo, si
lo considera idóneo.

3. El Juez nombrará curador procesal para el incapaz que pretenda


demandar a su representante legal, o que sea demandado por éste,
o confirmará el propuesto por el relativamente incapaz, si fuera
idóneo.

4. También se procederá al nombramiento de curador procesal cuando


el Juez advierta la aparición de un conflicto de intereses entre el
incapaz y su representante legal, o confirmará el propuesto por el
incapaz relativo.

2. OBJETIVO DEL CURADOR PROCESAL


Vemos que la institución de la curaduría procesal tiene por objeto evitar que
determinados justiciables queden en estado de indefensión, garantizándoles el
fundamental derecho al debido proceso. Prueba de ello es que uno de los pocos
casos en que procede la consulta contra las resoluciones de primera instancia que
no son apeladas es el de la decisión final recaída en el proceso donde la parte
perdedora estuvo representada por un curador procesal

3. NECESIDAD DE LA REPRESENTACIÓN PROCESAL. -


Las personas naturales que no tienen el libre ejercicio de sus derechos, comparecen
al proceso representados según dispongan las leyes pertinentes. Podríamos definir
a la representación procesal como una relación jurídica de obligatorio o voluntario
en virtud de la cual una persona llamada representante, actuando dentro de
los límites de su poder, realiza actos en nombre de otro llamado representado,
haciendo recaer sobre ésta los efectos jurídicos emergentes de su gestión.
Podemos encontrar las siguientes modalidades de representación:

a. Representación obligada. - La representación obligada es aquella en


la que la parte material carece de capacidad procesal, por lo que es

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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI DERECHO

necesario nombrar un representante. En ese sentido, la norma positiva


auxilia a aquellos sujetos de derecho que tienen limitaciones o impedimentos
para actuar directamente en un proceso. Por ejemplo, el caso de un
interdicto, quien es representado por su curador.
Dentro de la representación obligada podemos encontrar a la representación
legal, en virtud de la cual la ley dispone la forma de representación (tutor,
curador, procurador, padres, gerente, etc.); o la representación judicial en la
que es el juez quien decide cuando la persona deba ser representada en el
proceso, tratándose en este caso del curador procesal.

b. Representación voluntaria. - En cuanto a este tipo de representación,


podemos decir que a pesar de que una persona cuenta con capacidad para
participar, por razones personales o de conveniencia, decide facultar a otra
persona para que lo represente en el proceso.
Dentro de este tipo de representación vamos a encontrar al apoderado
judicial, el mismo que puede ser designado por escritura pública o por acta
ante el juez.

CONCLUSIONES.

 Podemos concluir que son necesarias estas representaciones ya que las personas
incapaces, son propensas a cometer errores en sus acciones, voluntaria o
involuntariamente. Tenemos en el caso de nombrar a un tutor diversas formas de
representación ya que no por el simple hecho de ser el tutor puede hacer lo que se
le venga en gana como derrochar su dinero o abusar del incapaz.

 También podemos concluir que no siempre se le puede dar confidencialidad a un


tutor, ya que esta trata con un incapaz y siendo ese el caso este podría hacer cosas
indebidas como tratos que el incapaz no es capaz de realizar u opinar.

 No se le puede obligar a una persona a ser tutor, esta es voluntaria, se debe ver si
esta es capaz de ser nombrado tutor.

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