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LOS CACICAZGOS DE LAMBAYEQUE

Son Señores de pueblos y de provincias estos que llaman Caciques


PEDRO PIZARRO

En todo el distrito de la ciudad de San Miguel y en todos los llanos del Perú
fueron los
Señores muy temidos y se servían con gran pompa, usaban músicos y trúhanes y tenían
muchas mujeres hermosas: y cuando el Señor comía por grandeza se juntaba mucha
gente y bebían sus brebajes, y de ordinario andaban en banquetes y convites".
ANTONIO DE HERRERA

Trujillo 1989
Rubén Vargas Ufarte SJ.

IN MEMORIAM

Modesto homenaje para un gran Maestro.


Índice de contenido
CONVENCIONES ......................................................................
....................................................................... 5
NOTAS PARA UNA
INTRODUCCION ......................................................................
................................. 6
CACICAZGO DE
COLLIQUE...........................................................................
............................................. 24
CACICAZGO DE
CHEPEN.............................................................................
............................................... 30
CACICAZGO DE
CHERREPE ..........................................................................
............................................ 33
CACICAZGO DE
ETEN ..............................................................................
................................................... 36
CACICAZGO DE
FERREÑAFE .........................................................................
.......................................... 37
CACICAZGO DE
ILLIMO ............................................................................
.................................................. 43
CACICAZGO DE
JAYANCA ...........................................................................
............................................... 45
CACICAZGO DE
JEQUETEPEQUE ......................................................................
...................................... 59
CACICAZGO DE
LAMBAYEQUE ........................................................................
....................................... 63
CACICAZGO DE
MOCUPE ............................................................................
............................................... 87
CACICAZGO DE
MONSEFU ...........................................................................
............................................. 89
CACICAZGO DE
MORO ..............................................................................
.................................................. 94
CACICAZGO DE
MOTUPE.............................................................................
.............................................. 97
CACICAZGO DE
OLMOS .............................................................................
................................................. 99
CACICAZGO DE
PACASMAYO..........................................................................
...................................... 101
CACICAZGO DE
PACORA ............................................................................
............................................ 103
CACICAZGO DE
REQUE .............................................................................
............................................. 108
CACICAZGO DE SAN PEDRO DE
LLOC ..............................................................................
................. 117
CACICAZGO DE TUCUME Y
MOCHUMI ...........................................................................
.................. 127
UBICACION DE LAS
FIRMAS ............................................................................
..................................... 130
CONVENCIONES
a.

ante

AAT

Archivo Arzobispal de Trujillo

ACRL

Archivo Carlos Rivadeneira, de Lambayeque

ADT

Archivo Departamental de Trujillo

AJT

Archivo de la notariá Jara, de Trujillo

AMII y Vil Arch. de los Marqueses de Herrera y Valle Hermoso (colec. particular).
ANP

Archivo Nacional Jel Peni (hoy Arch. Gral, de la Nación, en Lima).

Ant.

Antiguo, antigua

AVRL

Archivo Victor Rivadcneyra, de Lambayeque.

ACMS

Archivo Castillo Muro Sime, de 1 ambayeque.

Bib.Nac. Biblioteca Nacional de Lima.


cit.

citado

fol

folio

mss.

manuscrito

prot.

protocolo

Tits.

Titulos
To.

tomo
NOTAS PARA UNA INTRODUCCION
El cacicazgo, como gobierno jurisdiccional de vasallos dentro de un determinado
territorio, parece haber sido la única institución del arcaico mundo americano que
los
españoles mantuvieron, incorporándola a la nueva maquinaria administrativa indiana,
juzgando con evidente acierto que, fuera de estos mandos señoriales de la gleba, no
podía
contarse con otra mejor y más rápida vía para facilitar la cristianización y
continuar la
cobranza tributaria a los indios de acuerdo a sus viejas tradiciones locales.
Desde las conquistas iniciales en el Caribe, los peninsulares pudieron advertir —
quizás
con no poca sorpresa— que en el nuevo mundo la gente estaba organizada en dos
grandes
clases: Nobleza y Pueblo. Como en Europa. Con la particularidad que aquellos
plebeyos
ACEPTABAN CIEGAMENTE la sacralización de los aristócratas, y, por tanto, el mandato
o la mera indicación hecha por el sacralizado era una voz imposible de rehuir por
quien
no lo era.
La Corona fue ciñendo la institución cacical mediante un copioso aparato
legislativo, bien
experimentado y adaptado al Status indígena, mediante el cual se mantuvo en mucha
parte los antiguos privilegios, concediendo a la vez otros de naturaleza
occidental,
sujetando a estos jerarcas locales con deberes variotipicos sobre el mando
limitado, el
control tributario de sus gobernados, y, acentuadamente, la obligación de
ejemplarizar
los en ideas, uso y ética política.
Desconozco si en la bibliografía peruana hay un estudio extenso sobre tan
importante
figura del derecho Indiano, pues por su complejidad y la propia riqueza documental
que
ampara su historia, merece un equipo que lo haga. Obvio es lo imposible de tentar
el tema
en esta Introducción, porque debo únicamente exponer aquí y en línea muy general,
lo
que toca a los Cacicazgos del antiguo corregimiento de Saña o Lambayeque, de
acuerdo a
referencias de las fuentes consultadas.
La palabra "cacique" no pertenece a las antiguas lenguas prehispánicas de la costa,
sierra
o selva del Perú, y en su origen es caribe. La lengua mochica-lambayecana llama
"Filca" al
Señor, y en la runa simi, se dice "Curaca". Ni una ni otra de estas se lee en la
documentación oficial de la costa norte durante el Virreinato, sino la voz
"cacique",
universalizada ya en los papeles jurídicos y políticos desde las primeras fases de
la
colonización española post-colombina.
Ahora indicaremos parcialmente algunos de los privilegios y deberes de los
caciques,
para evocar el esplendor y las limitaciones en que vivieron estos personajes
costeños.
En su fuero aristocrático, tan fundamental y normativo en la época, la Corona de
hecho
los asimiló, como decía Solorzano y Pereira, "a los Duques, Condes y Marqueses y
Señores
de Vasallos de nuestra España". En otras palabras, les reconoció su naturaleza
nobiliaria
equiparándola en todo a la del Hidalgo, o sea a la figura tipo del estamento
histórico
peninsular. Tal es la razón porque los Caciques usaron el apelativo "Don"
(prohibido al
estado llano español), portaban armas, lucían caballos ("con silla y freno"),
escudos de
armas, extensas genealogías, casaban dentro de su clase elitista, y, en fin,
mantenían el
solemne culto de la honra y el respeto a los abuelos, tanto más ilustres cuanto más
antiguos.
Por ser Caciques gozaban de asiento especial en los tribunales donde se
substanciaban
sus causas; podían fundar imposiciones capellanicas a manera de los mayorazgos
españoles; y ascendían a los más altos cargos militares de las Milicias de
Naturales. Las
Reales Cédulas de 1557 y 1576, firmadas por Felipe II, acomodan jurídicamente la
Institución cacical al Estado Indiano: Al igual de los Títulos de Castilla y de los
Hidalgos,
los caciques estaban obligados a respetar al Rey, y gozaban de jurisdicción
especial,
debiendo con pública paternalidad regir a sus súbditos, a quienes en el caso de
ocuparlos
habría de pagárseles jornal. En suma, el mandatario indio debía ser el modelo
político de
su comunidad. Quedó prohibido al mestizo, no importando cuan alta fuera su
prosapia, el
asumir el mandato cacical, razón por la que generalmente los Señores Indianos no
casaban con españolas, librando así a sus hijos de perder el mando.
Por otro lado, tal como la nobleza española, los caciques estaban exentos de ir a
la cárcel
por deudas ni ser por esa razón embargados, salvo el caso de delito contra la Real
Hacienda al no haber cumplido con entregar los tributos que estaban a su cargo.
Los Alcaldes Indios no tenían jurisdicción en los litigios de los gobernantes, y
una
Superior Provisión del Lcdo. Castro, de 1565, ordenaba que dichos Alcaldes "no
conozcan
de los negocios de los caciques, sino que los remitan al corregidor". Este mismo,
tan solo
mediaba en los reclamos de menor cuantía, porque todo lo demás quedaba reservado
para la Real Audiencia de Lima, con apelación al Supremo Consejo de Indias, vale
decir al
Rey.
Citemos un privilegio más, entre los tantos que se quedan "en el tintero": Habla
una Sala
particular para Caciques en el Hospital de Santa Ana. la célebre fundación del
primer
arzobispo de Lima Don fray Jerónimo de Loaysa. Cuando en 1533 Francisco Pizarro
pasa
por las tierras lambayecanas existían en esos valles los siguientes Señoríos:
1. Motupe
2. Jayanca
3. Túcume
4. Cinto
5. Chuspo o Callanca
6. Collique
7. Jequetepeque.
De ellos, son evidentemente más antiguos los de Jayanca, Cinto y Jequetepeque;
sospechamos que, a manera de naciones, comprendían e su remota antigüedad
territorios
mucho más extensos que los de 1533, y una de las señales indiciarlas que invitan a
pensarlo es la extraordinaria presencia arqueológica que aún se puede observar en
cada
uno de dichos tres Señoríos.
Los Gobiernos de Motupe, Túcume, Chuspo y Saña-Chérrepe, aunque también
prehispánicos, parecen creados después, coetáneos a la égida incaica de la región,
desde
1470 a 1532, aproximadamente. De igual manera podrían haberlo sido los de
Ferreñafe,
Collique, Illimo y Moro-Chepén. Los estudios arqueológicos del futuro podrán quizás
definir la utilidad de estas hipótesis.
Producida la conquista española, hubo necesidad de dar rentas de Repartimiento y
Encomienda a los capitanes de la empresa, y, en cuanto a la región lambayecana,
pudo
verse en los comienzos que al aplicar la regla pizarrina de un Cacique a cada
Encomendero, el número de feudos indígenas era menor al de los favorecidos con la
merced. Pizarro empleó entonces dos medidas, no sabemos si de su invención o ya
usadas
en Panamá, más antes, en México: La primera fue adjudicar globalmente la renta
tributaria de un solo cacicazgo en favor de dos españoles distinguidos. Ejemplo de
esta
figura ocurrió en la primera Encomienda de Cinto. La segunda medida consistió en
separar de un Señorío tierras y vasallos más o menos suficientes para crear nuevo
cacicazgo y, por ende, una Encomienda y Repartimiento más.
Se puede ver esto en las dicotomías Jayanca-Pacora, Chuspo-Reque, Moro-Chepén,
etc. Por otro lado, hay en nuestro texto bastantes referencias útiles al estudio
etnohistórico de la arcaica sociedad regional, tarca de obvia trascendencia.
Quisiéramos
enfatizar algunas de ellas:
La clave administrativa de cada Señor se basaba en las Parcialidades, o sea las
unidades
de grupo, con que se colegiaba toda la población. La Parcialidad recuerda en algo
al Ayllu
serrano, aunque al parecer, no tenía entraña totémica sino, más bien, puramente
genealógica y funcional. Tan puede ser así, que en los documentos estadísticos y
tributarios de la costa (desde Piura hasta lima) durante la administración
virreynal no se
escribe Ayllu sino Parcialidad, a diferencia de la catalogación tributaria en la
sierra,
totalmente ayllal. Había, pues, una diferencia, no sé si de concepto o formal mal,
entonces
advertible, hoy perdida para siempre.
No empecé los cambios ideológicos y prácticos impuestos por la colonización a la
nobleza
indígena, esta mantuvo algunas notorias formas de vida heredadas de la vieja
sociedad
mochica. Así, es de notar la preocupación clasista al momento de casar entre las
dinastías
cacicales, buscando el enlace dentro de rangos iguales. Por lazo matrimonial de sus
jerarcas aparecen comunicados Cinto y Ferreñafe, Monsefú y Chepén, Jayanca y
Lambayeque, etc. El ejemplo más antiguo que hemos hallado de este patrón
prehistórico
de casamientos lambayecanos es la cacica Aptquen, de Collique, nacida hacia 1526,
testigo en cierta información donde declara ser pariente de los jerarcas de Monsefú
y
Rcque.
Con el tiempo, por ello ocurrían acumulaciones de poder, como el ostentado por la
Cacica
Doña Agustina Chamochumbi, quien hacia 1730, aduciendo mejores derechos, reclamaba
en la Real Audiencia de lima los gobiernos cacicales de Jequetepeque, San Pedro de
Lloc,
Chérrepé y Pueblo Nuevo. O el de los Llontop, Señores de Monsefú, que a fines del
siglo
XVIII también gozaban por herencia el cargo de Segundas Personas de Lambayeque.
Esta selección matrimonial era asimismo seguida entre la nobleza menor, compuesta
de
Señores Pachacas y Principales.
En las genealogías estudiadas aparecen, en varios lugares y épocas, mujeres, hijas
únicas
y herederas del solio. Se las llama Cacicas Principales, y de hecho son aceptadas
públicamente como tales. Pero NO GOBIERNAN, pues las funciones de Cacique
"GOBERNADOR" se reservan únicamente para el marido. Y esta norma bien puede
provenir de una mayor antigüedad, porque, además de estatutaria, era sin duda,
práctica
y política. Quizás convendría revisar al amparo de la hipótesis de trabajo la
figura
románticamente sostenida de las capullanas de la región de Piura, ya que solo tiene
de
amparo la cita no muy clara, de un cronista inicial. Pero, desde luego, este no es
el sitio
para discutirlo.
Se advierte en los súbditos, así como un rendido acatamiento a los legítimos
dinastas, por
abusivos que sean, un violento rechazo al pretendiente que con maña o colusión
oficiales
era impuesto en el mando. Los escándalos de esta última clase fueron notorios en
los
pueblos de Lambayeque, San Pedro de Lloc, Ferreñafe, etc. Entonces el legitimismo
viene
a ser para el pueblo la ancestral base de la sacralización de su señor, sin que la
edad obste;
como se puede observar en Cinto, cuando hacia 1542 pasa por ahí el Gobernador Vaca
de
Castro, y para saludarle se presenta el Cacique interino por minoridad de su
sobrino
carnal, llevando con toda majestad a este niño montado sobre sus hombros. A
diferencia
de la sierra, en la costa Nunca hubo lo que Huamán Poma llama "Caciques de merced",
como tradición de mando.
Sobre la modalidad para suceder en el solio durante la prehistoria aún no hay
suficiente
certeza, pues la Costa Norte sigue siendo un rico filón sin constante estudio, ni
revisión
de lo que se dice. El gobierno vicerreal reconocía al hijo primogénito, y en caso
de
minoridad por lo general ser vía en el interinato un tío carnal. Esta costumbre
venia de
España y se usaba en el medioevo peninsular: sin embargo, por un natural
paralelismo
también pudiera haber sido un sistema en las viejas etnias norcosteñas. Pero entre
aquellas y estas se había producido la invasión quechua, con el dominio absoluto
del Inca,
a cuya persona había de acudirse inmediatamente ocurrida una vacancia, y se estaba
a la
indicación de lo que el emperador escogiera y señalara desde el Cuzco, obrando
entonces
factores variopintos, uno de los cuales era la capacidad de mando de los inmediatos
deudos del difunto Señor. Desde los comienzos, el Consejo de Indias se interesó
mucho
por conocer los sistemas indígenas con que se reconocía las sucesiones señoriales,
y hay
una Real Cédula de 1538 ordenando informar al Rey sobre las costumbres existentes
en
las provincias del Perú acerca de las herencias cacicales.
Durante el Virreynato el procedimiento fue así en la costa:

1. Acta del fallecimiento del jerarca


2. Interinato del 2a. Persona, y si hay sucesor de menor edad, un tutor toma el
mando.
3. Reconocimiento provisional del heredero por el corregidor, entre tanto
ocurre el definitivo por el Virrey.
4. A la edad canónica (25 años) proclamación del cacique legítimo.
5. Ceremonia pública y solemne de toma de posesión del mando.

Si no hay heredero legítimo, y aparecen postulantes:


1. Solicita el postor a la Real Audiencia de Lima —por si o por apodera do— la
Provisión de Diligencias de Cacicazgo. Se establece un gobierno interino.
2. En plazo rutinario, exhibición de pruebas documentales.
3. Pruebas testimoniales: Informaciones de Testigos, una por cada parte.
Información de Testigos, y otra de Oficio, tomada notarialmente en secreto.
4. Remisión a la Audiencia de las Informaciones, acompañadas de una Carta con
la opinión del Corregidor sobre los pretendientes.
5. Sentencia Audiencial.
6. Titulo extendido por el Virrey.
7. Ceremonia de pública proclamación.
8. Toma del mando.

No pocas veces las pruebas resultaban oscuras, campeaba la maña abogadil o las
colusiones. Entonces, si alguno creía tener documentado su mejor derecho, podía
apelar
al Rey y pasaban los autos al Consejo de Indias en España. Los procesos pueden ser
seguidos en el texto, pormenorizados en los cacicazgos de Reque, San Pedro de Lloc
y,
sobre todo, Lambayeque.
A pesar de pertenecer a la prehistoria tardía de la Costa, los rastros de la
invasión
quechua son, por demás, escasos. En conjunto, esta oscuridad referencial parecería
indicar que, una vez obtenida la alianza de las etnias del litoral, y aceptada la
imposición
tributaria del modelo cuzqueño, los soldados y funcionarios del Inca siguieron su
camino,
dejando tan solo un mínimo cultural serrano, a través del control económico.
Hay, sin embargo, algunos indicios en las fuentes consultadas para el trabajo que
ahora
presentamos. Silos cuzqueños hilaron fino al no pretender cambiar o suprimir las
tradiciones regionales, fueron más rotundos en cuanto al botín de su conquista,
que, por
cierto, consistió tan solo, al parecer, en la organización decimal y tributaria de
la gleba.
Quizás no dejaron guarniciones ni asiento controlador, pues no existe, que sepamos,
rastro apreciable de la runa-simi en la onomástica, la toponimia, el apelativo de
facciones
o costumbres, de la región. Si descontáramos "Pucalá" (pucara) del valle de
Chiclayo, toda
la demás señalización geográfica es francamente mochica-Iambayecana. Se podría
agregar también "Callanca" y "Conchucos", ambos sitios entre Reque y Pátapo, pero
no
cabe duda que estos son meros nombres de mitimaes, de la época de Huayna Capac o
Atahualpa. En papeles lambayecanos del último tercio del siglo XVII, contrariando
el
título de descendientes de los Incas que se atribulan unos nobles Uchufán para
evitar el
pago de tributo, el Cacique 2a. Persona del pueblo, D. Sebastián Limo, les negó el
dicho, y
agregaba que en las tradiciones de la comunidad tan solo había el recuerdo de haber
casado el Inca (¿Tupac Inca Yupanqui?) "en su ley", con una hermana del Cacique de
Jayanca.
A Cabello le contaron en los valles al norte de Lambayeque que de la sierra habían
bajado
en tiempo inmemorial unas primeras gentes pobladoras; y el cronista local Rubiños y
Andrade recogía, si bien muy confusamente, la ascendencia de los famosos Puicunsoli
de
Jayanca, luego Señores de Pacora, hasta su tronco venido de Cajamarca, el casi
milico
Culloc Capac. Estos, y otros datos semejantes, deben ser calibrados muy cautamente,
porque podrían ser tan solo la magnificación leyendaria de la supuesta behetría a
comienzos del Horizonte Medio, o, más simplemente, los comienzos de la incaización,
en
el último tercio del siglo XV.
Más interesante parece el sufijo CHUMBI, que decoraba los nombres yungas de las
dinastías norcosteñas a la llegada de los españoles:

Moochco Chumbi

-para Cinto

Noyo Chumbi

- para Collique y Cinto


Chamo Chumbi

- para Jequetepeque

Farro Chumbi, Cosco Chumbi

- para el valle de Lambayeque

Quilloichumbi

- para Mocupe

Geoquel Chumbi

- para San Pedro de Lloc

Llontop Chumbi, Quesquem Chumbi

- para Monsefú

Chumbi (solo)

- para Íllimo (O. Cristóbal, en 1561)

También lo hemos hallado en otros nobilísimos linajes regionales, aunque sin mando
cacical: Tejo Chumbi, Sejuquel Chumbi, Caja Chumbi, Juica Chumbi, Pay Pay Chumbi,
aunque en este caso habría que considerar si podría, ser nombres de gente alta del
Inca,
mit-mak de privilegio.
El sufijo HUAMÁN, usado en los apellidos cacicales del área aproximadamente Chimú,
o
sea los valles de Trujillo y Chicama, es en tierras lambayecanas más que escaso:
Chumbi
Huamán y Xaxa Huamán, en Cinto y en casos meramente individuales.
Estas repeticiones nominales en los nombres de la más alta aristocracia de la
Costa,
CHUMBI en Lambayeque, HUAMAN en Trujillo, siendo como son términos runa-simi,
acoplados aun prefijo mochica o a uno chimú, no tendrían otra explicación que
haberse
dado a manera de condecoración muy particular a los Señores costeños que aceptaron
suavemente la conquista cuzqueña. Vale decir que los sufijos dinásticos no eran
patrón
desconocido en esta parte del litoral y ya se usaban antes del arribo de los Incas.
Así, entre
los reyezuelos de Jayanca, los Efquem SOLI y los Puicon SOLI; y en el cacicazgo de
Reque,
donde el mismo sufijo (SOLI) los des cuidados notarios del siglo XVII lo
escribieron
ZULA.
En las Crónicas se hace mención de cierta convocatoria del Inca Huáscar a los
Señores
costeños, a quienes reúne en el Cuzco con otros Cu racas de la sierra central, para
darles
a saber la traición de su hermano el príncipe Atahualpa. Cabello Balboa recogió la
noticia
de la guerra del régulo de Jayanca contra chimús e Incas, por el tiempo que Pizarro
llegaba
a Tumbes. Ambos datos sugieren el fidelismo al Inca Huáscar, si acaso la guerra de
los
Puicunsoli era contra los atahualpistas.
De igual manera, recordamos aquí la inicial oposición de algunos Pilca regionales a
Francisco Pizarro y su gente, que los llevó a asesinar a un jerarca del valle de
Lambayeque
y a otro del de Chuspo por haber salido éstos a darle la paz a los europeos.
Estas notas de Introducción al tema terminan con tres referencias en todo inéditas
y
escogidas por su indudable relación con la prehistoria tardía regional: Los
antecedentes
del Señorío de Jequetepeque, la sucesión del mítico Llapchilulli de Jayanca, y la
inmemorial inquina de los jerarcas norcosteños contra los de la sierra.
En el último tercio del siglo XV los quechuas del Inca se apoderan del área de
Jequetepeque e imponen un gobernante escogido entre la nobleza local. Se llamaba
Paynasaman. Su descendencia se mantuvo en el mando cacical hasta que la ilustre
raza
de los Chamochumbi lo recuperó mediando grandes litigios judiciales y a mérito de
provenir de los más antiguos Señores "contando desde el primero que fue conducido
de
Chimo". La sucesión de Paynasaman fue compensada con el cargo perpetuo de Caciques
Segunda Persona de ese Repartimiento y pasó a radicarse al pueblo de San Pedro de
Lloc
usando el apellido noble de Geoquelchumbi. Con el tiempo los Geoquelchumbi se han
perpetuado hasta el presente a través de las mejores familias de esa población.
La genealogía de los Caciques Principales de Jayanca es la única, entre las
estudiadas, que
tuvo el raro privilegio de ostentar por su tronco más remoto a una figura casi
legendaria,
el príncipe Llapchillulli, compañero de Naylamp, según la Crónica de Cabello de
Balboa.
Ese era el consenso general, y Cabello recogió la versión tanto de sus selectos
encuestados
en Lambayeque como del propio Cacique de Jayanca Don Francisco Puicun- soli
Efquemsoli, a quien describe "muy españolado. Vistese como noso tros. Sirvese de
españoles, con su vajilla de plata. Es rico y de buenas costumbres". La línea mayor
de su
descendencia enlazó matrimonialmente tantas veces con españoles que, de acuerdo a
la
ley de Felipe II, acabó perdiendo el goce del cacicazgo de sus antepasados. También
ha
quedado de estos Señores de Jayanca numerosa y distinguida sucesión a través de los
apellidos chiclayanos y ferreñafanos de Seña, Barreto de Castro, Salmdn y de la
Oliva.
Si los orígenes dinásticos, la sacralización, el indudable y subjetivo complejo de
"reyezuelo", entre otras particularidades, diferenciaban notoriamente en ethos y
pathos
a los Señores indígenas de la Costa Norte de sus coetáneos, los Curacas de la
Sierra, es
indudable que en el decurso de su historia social los intereses económicos y las
invasiones guerreras los mantuvieron aún más separados. Era patente la peculiar
atmosfera que rodeaba a la aristocracia del litoral, bien pronto percibida por los
ojos de
los conquistadores españoles, al punto de problematizar las vías de la inicial
comunicación administrativa. Duraba tal dificultad hasta los tiempos del Virrey Don
Francisco de Toledo, pues en una carta que desde el Cuzco eleva al Rey el 1 de
Marzo de
1572 dice como al llegar al Perú vino de Paita a Lima por tierra visitando
personalmente
los Repartimientos de los valles de Lambayeque "con cuidado de entender - agrega -
la
diferencia del gobierno de los indios yungas de los llanos a los serranos de esta
tierra”.
Pero además de las variantes sicologistas y de las tradiciones, también los
enfrento
muchas veces las rutinarias pequeñas guerras por el agua de las cabeceras de los
ríos, los
trueques impuestos, y, los pleitos más o menos territoriales; y, finalmente, la
conquista
del Inca, pues, aunque sagaz y conservadora en lo comunal no pudo serlo en lo
tributario,
porque impuso el modelo imperial, tan diferente a los usos de la Costa.
Esta falta de simpatías políticas separando a los jefes indígenas de ambas regiones
norteñas, costa y sierra, aunque ya obviamente atenuada, duraba subyacente hasta
los
tiempos del Presidente Lope Garda de Castro certificándose en ocasión que a
comienzos
de 1565 habiendo recibido Castro noticias de los ataques hechos en el sur por un
hermano de Sairi Tupac, decidió impedir cundiera en el Norte el posible alzamiento
general.
Para ello invitó a los Caciques Principales de la región Lambayecana a venir a la
ciudad
de Trujillo, y luego de tenerlos aquí los hizo aguardar bastante tiempo, sin darles
otra
explicación. Hasta que después de varios meses, mortificados e impacientes por la
demora y la lejanía de sus familias e intereses, firmaron el 25 de Abril de 1565 un
poder
al Lcdo. D. Lorenzo de Carvajal, Abogado de la real Audiencia de Lima, para que
diera a
conocer al Presidente su protesta,
"... atento a que nosotros - decían - somos yungas e a que estamos libres e sin
culpa e nunca
emos sido sabidores de la rebelión y que el Inga e yndios de la sierra tenían
ordenada e que
siempre an sido nuestros enemigos e que con ellos nunca emos tenido liga ni amistad
ni en el alzamiento que hicieron al tiempo que se alzaron en este Reyno nosotros no
les faborescimos ni tomamos armas contra su Magestad.."
"... Nosotros somos Señores naturales de los dhos nros, Yndios balles e tierras e
que emos
sucedido en nros. cacicados por linea recta que no ay memoria en contrario ni a las
calidades de nras personas y uso y exercicio de los dhos cacicados y trabaxo que en
ellos y
en serbicio de Dios nro Señor y de su Magd y bien y sustento de los naturales
ponemos..."
Lenta, gravemente, fueron pasando los Caciques Principales ante el notario Juan de
Mata
para firmar este importante documento, cuya parte alusiva hemos subrayado. Signaron
por este orden: Don Francisco, Señor de Jayanca; Don Alonso, de Ferreñafe; Don
Antonio,
de Cinto; Don Martin, de Lambayeque; Donjuán de Collique; Don Gonzalo, de Reque;
Don
Francisco, de Chuspo; Don Hernando, de Saña;y Don Lorenzo, de Chérrepe.
Tanta grandeza, a la que el inexorable paso de los siglos iba después a deshacer.
Considero un singular privilegio el haberla podido devolver a las páginas de la
Historia
lambayecana.
CACICAZGO DE CINTO
Entre los Señoríos indígenas prehistóricos que poblaban la región del actual
departamento de Lambayeque, sin duda era uno de los más principales el de Cinto (o
Cintu), cuyo ámbito jurisdiccional en tiempos inmemoriables, y hasta el año 1540 en
que
fue partido, comprendía "desde el pie de la sierra hasta el mar", incluyendo, como
veremos, las tierras con que después de aquella fecha se formara el cacicazgo de
Lambayeque. Esta noticia, y las más antiguas sobre el último Señor prehispánico de
Cinto,
las hemos tomado de una fuente documental inédita, que al efecto glosaremos.1
Los europeos españoles al pasar a través de Cinto rumbo a Cajamarca hallaron
gobernando ahí a MOOCHCO CHUMBI, cuyo poder feudal regía la extensa comarca situada
desde las primeras estribaciones andinas detrás de Chongoyape y bajando hasta el
mar
ocupaba el triángulo geográfico cuyo lado norte formaban los ríos de Taymi y
Lambayeque, y al lado Sur el de Reque. Esta señalización es, por supuesto, una
hipótesis
de trabajo para tentativamente interpretar la frase "desde el pie de la sierra
hasta el mar",
que está en documentos de 1568.
Francisco Pizarro pudo advertir a su paso la amplitud territorial sumamente poblada
del
Señorío de Cinto, razón que lo llevara (al momento de dar las Encomiendas y
Repartimientos dependientes de la recién fundada ciudad de Trujillo el año 1535) a
encapitar el Repartimiento recién creado de Cinto a dos personas pro-indiviso, los
capitanes Diego Verdejo y Diego de Vega, fundadores y primeros vecinos de la
flamante
ciudad.
Bajo tal condominio estuvo encomendado Cinto hasta 1539, cuando MOOCHCO CHUMBI
fue muerto en la hoguera por delitos, que, si los hubo, desconocemos. Ya habían
surgido
desavenencias entre Verdejo y Vega a causa del reparto anual de la renta tributaria
de los
indios, y para arreglarlo vino al año siguiente el Teniente de Gobernador de
Trujillo Diego
de Mora, quien amistando a ambos condóminos, de acuerdo con ellos y la autorización
de
Pizarro enviada desde Lima, dividió las tierras del Señorío y el número de los
indígenas
tributarios según sus parajes de poblamiento. En la partición --que parece haber
hecho
Mora como quien parte un pastel-- el lado hacia el mar quedó para Diego Verdejo,
creándose así y RECIEN el cacicazgo de Lambayeque, y la parte hacia el interior
para
Diego de Vega, con el propio nombre de Cinto.
El Cacique muerto había dejado heredero a un hijo en estado de niñez, por lo que
asumió
interinamente el señorío el Principal TAYMEXU, de quien no hay referencias, pues
tan
sólo se sabe que cuando pasó por ahí el Gobernador Vaca de Castro en 1542, Taymexu
se
le presentó cargando sobre sus hombros al niño Señor, gesto simbólico por el que
obtuvo
la confirmación de su interinato. Al llegar a su mayoría de edad poco antes de 1560
el
Cacique legitimo empezó a regir su dominio patrimonial después de una ceremonia
según
los antiguos ritos, en la cual el joven gobernante fue llevado hasta el Dúo, o sea
la silla
Real, por su tío D. Felipe, Cacique Principal del Repartimiento de Ferreñafe.
Se llamaba DON ANTONIO CHUMBI HUAMAN y de inmediato empezó a reclamar
judicialmente, primero ante el Corregidor y luego ante la Real Audiencia, toda la
parte de
Lambayeque que veinte años atrás le había sido cercenada a su herencia paterna.
Entre
1562 y 1564 hizo un viaje a Lima donde entabló acción legal pidiendo las tierras e
indios
de Lambayeque cuyo primer Cacique Principal era Don Martin Farrochumbi de quien
«aseguraban los autos no haber sido más que uno de los Pachacas menores o mandones
sujetos al difunto MOOCHCO CHUMBI.

De las Informaciones de testigos, actuadas en el importante pleito judicial de


1575,
procede esta nueva visión primordial para la historia de Lambayeque. D. Antonio
continuó gobernando algunos años más, aunque no hay otros datos de su periodo.
Tampoco se sabe el resultado de sus reclamos legales, pero consta que durante su
vida
no se resolvieron. Suponiendo una plena legitimidad de su parte en lo que litigaba,
habían
surgido motivos poderosos para no resolver a su favor, pues en los 25 años
transcurridos
desde la partición hecha por el Capitán Diego de Mora dos factores importantes
aparecieron en Lambayeque, necesarios de atender por la administración virreinal.
Uno
era el espléndido crecimiento económico que despuntaba ya en el industrioso pueblo
de
Lambayeque, fundado por las Reducciones inmediatas (1566-67), donde con este motivo
se juntaron varias Parcialidades demográficamente ricas: lo contrario de lo que
ocurría
en el Cacicazgo de Cinto. Y el otro factor era haberse dado por el Rey el
Repartimiento
lambayecano a los Barbarán, familia poderosa de mucha significación en la sociedad
de
su tiempo, y, por tanto, grandemente apadrinada 2
Por entonces, el repartimiento de Cinto había venido muy a menos, pues las
imparables
plagas, desconocidas para el indio, diezmaron feroz mente su población original.
Debido
al conjunto de causas de naturaleza económica y catequística, y de acuerdo a la
politica
Toledana (1566-67), una buena parte de los sobrevivientes de Cinto fue reinstalada
más
hacia el mar, para formar un núcleo mayor con las reliquias del repartimiento de
Collique,
por las mismas razones de despoblamiento sacadas de su paraje original. Esta junta
se
hizo en cierta parte del valle de Chiclaiaep, junto a un convento de frailes
franciscanos
que ya llevaba algún tiempo de establecido para cristianizar la región, dando así
origen al
nuevo pueblo de Chiclayo.
DON ANTONIO CHUMBI HUAMAN murió en fecha imprecisa, quedando el famoso pleito
muy empantanado. El heredero de Cinto fue un hijo en minoridad, a quien tutoró el
Cacique Segunda Persona Don Juan Bautista Chumbi Huamán, su tío carnal. Hacia 1590
éste continuaba el interinato y en su responsabilidad de gobernante viajó a
Trujillo a
proseguir la litis por la recuperación —ahora ya casi imposible— de Lambayeque. Hay
un poder que entonces extendiera desde aquella ciudad a los Pachacas de Cinto D.
Juan
Chichicol, D. Alonso Farro, Alonso Pituc, D. Francisco Saña y D. Domingo Injuc para
que lo
representasen "en un pleyto que el dho Repartimiento (de Cinto) y yo como tal
Gobernador —dice- y tutor del dho menor estamos con el Cacique y principales e
indios
del Repartimiento de Lambayeque sobre el señorío y cacicazgo" . 3
En los primeros años del siglo XVII Don ANTONIO XAXA HUAMAN, el heredero, había ya
asumido el mando de Cinto, y lo ejercía oficialmente como su Cacique Principal'
según
"puede verse en los autos de Residencia
del Corregidor Gabriel Doria 06091611) donde aparece acompañado de su tío, extutor
y Segunda Persona Don Juan
Bautista, y del Gobernador don Fernando Chusop. 4 El cacique estaba ya casado con
Doña
Isabel Siarsia, y ambos eran padrinos de numerosos bautizos chiclayanos hacia 1610.

Ya empezaba el cacicazgo de Cinto a ser conocido como "de Chiclayo", nombre con que
en
el siglo siguiente se generalizó, en tanto que los caciques de Collique, también
radicados
en Chiclayo, no perdieron su toponímico original.
Con más leyenda que seguridad repetidamente se ha escrito sobre el asiento de las
parcialidades de los Repartimientos de Cinto y Collique en el perímetro fundacional
del
viejo Chiclayo. Hace bastantes años recogimos ahí las referencias orales de
personas de
mucha edad y todas estaban de acuerdo en ubicar la parte de Cinto en el área hoy
comprendida por las manzanas que están entre las calles "S.L. González" (antigua de
"San
Sebastián"), "San José", "Lapoint" o del Teatro, y la avenida de "Pedro Ruiz". Las
tierras
de sembrío adjudicadas a la gente de Cinto después de su traslado a Chiclayo hacia
1567,
parecen haber estado en la zona rural de Picci hacia Pátapo.
En los últimos años del siglo XVII la población chiclayana de Cinto había
evidentemente
multiplicado, pues los libros parroquiales la distribuían repartida en las
parcialidades de
Cacique, Segunda, Cabel, Mexll, Chiclayo, Ponquichop, Raco, Chucuchol y Zuñi.
También
se sabe que, de estas según los padrones de la doctrina franciscana, hacia 1760 las
tres
últimas habían desaparecido y sus exiguos restos se empadronaron en las otras
restantes.
Por ahora es imposible seguir documentalmente el árbol cacical de Cinto, porque hay
lagunas difíciles de salvar. En el segundo tercio del XVII la dinastía gobernante
se
apellidaba Noyochumbi, familia que por juro de heredad gozaba también el título de
Segundas Personas de Collique.
Esto pudo haberse originado por enlaces matrimoniales entre parejas de ambas
dinastías.
Las Segundas Personas de Cinto prosiguieron saliendo de la familia Chumbi Huamán;
sin
embargo, cabe la hipótesis de un enlace de hembra heredera cacical de Cinto, con un
Noyochumbi; o también la posibilidad de haberse extinguido la línea heredera,
sustituyéndosela oficialmente por otra de pareja representativa en la sociedad
india.
Hacia 1648 DON DIEGO SANCHO NOYO CHUMBI es el Cacique Principal ("propietario") y
Gobernador. Fue dueño personal de las feraces tierras de Tulipe y durante su
gobierno
realizó algunos viajes a Lima.

Un cuarto de siglo después rige en Cinto DON NICOLAS NOYO CHUMBI, quien
acompañado de Don Lorenzo Mateo Noyo Chumbi, cacique Principal de Collique, firman
un Poder en el Asiento de Chiclayo el 28 de Marzo de 1670 ante Bernabé Rentero 5 ,
solicitando a fray Domingo Alvarez, Procurador General de la Orden franciscana en
Lima,
les obtuviera "cualesquiera Provisiones Reales, Excecutorias, Citatorias,
Compulsatorias.
Recetorías y otros recaudos y despachos que convengan y sean útiles para el alivio
y la
conservación de los indios".
Posteriormente, Doña JOSEFA CHUMBI HUAMAN aparece con el doble cargo de Cacica
Principal de Cinto y de San Miguel de Farcape, pequeño poblado cercano a Chiclayo,
en
las tierras de Picci, donde pudo haber estado el inmemorial asiento preincaico de
los
Señores de Cinto, pero en aquellos días, Farcape era apenas sitio de una pachaquia
o ayllu
particular.
La doble Cacica fue casada con D. Antonio Carrillo, español criollo de origen
portugués
cuya familia llevaba tiempo establecida en el pueblo 6. Carrillo no ejerció el
mando pues
siendo europeo se lo prohibían las Ordenanzas. Es de creer que el Gobierno de Lima
atendiera a Cinto con la interinidad de un indio noble y capaz. El hijo mayor de la
cacica
fue DON FRANCISCO SOLANO CARRILLO NOYO CHUMBI, siguiente Cacique Principal y
Gobernador de Cinto y de Farcape. No tuvo obstáculo para subir al solio de su
herencia
materna, aunque sus derechos procedían de su condición de mestizo. Se le halla
ejerciendo ya en 1705 7 y continuaba en al mando unos veinticinco años, más tarde
cuando tenía el grado militar de Maestro de Campo General de las Milicias de
Naturales. Contrajo enlace en la iglesia franciscana de Chiclayo el 4 de junio de
1708 con
Da. Manuela Gallo, india noble "de la parte de Collique", en la que hubo
descendencia. Se
desconoce la fecha de su muerte 8

Hubo por lo menos dos hijos de esta unión: Lorenzo, bautizado el 10 de Enero de
1716 y
muerto en minoridad; y Maria Josefa, en quien continúa la sucesión dinástica. DOÑA
MARIA JOSEFA CARRILLO NOYO CHUMBI XACHA- HUAMAN (sic), Cacica Principal de
Cinto y de San Miguel de Farcape, fue en sus días conocida oficial y públicamente
con el
apelativo de "la Cacica del pueblo de Chiclayo". En las extensas tierras de su
propiedad
patrimonial hacia cultivar buenas chacras de arroz y de maíz, y en sus pastizales
se
mantenían vacas y carneros de Castilla suyos y por cientos. Doña Maria Josefa hizo
una
real vida de princesa regional. Respetada en todo el corregimiento de Saña, a ella
acudían
las gentes atraídas por su munificente caridad. Su casa de morada en la plaza de
Chiclayo,
estaba alhajada con esplendidos muebles, usaba vajilla de plata labrada, y
servíanla
numerosos esclavos negros.
No ejerció el gobierno directamente, dejándolo —como era costumbre en tales casos—
en las manos de su marido DON FRANCISCO POLICARPO LLONTOP CHUMBI LIMO, hijo,
hermano, tío y padre de Caciques Principales del Repartimiento de Monsefú y
Segundas
Personas del pueblo de Lambayeque. Este personaje había enviudado en primeras
nupcias de su sobrina carnal Doña Rosa Llontop Chumbi Limo, y luego de su nueva
boda
vino a ser Cacique Gobernador de Cinto y Maestre de Campo General de las Milicias
de
Naturales; falleció antes de Da. Maria Josefa, que le siguió sin larga viudedad,
pues a los
setentaiseis años perdió la vida el 17 de febrero de 1776, habiendo sido sepultada
en la
iglesia de Chiclayo, en la bóveda de los caciques, sus antepasados.
Sobrevivieron tres hijos de la pareja: D. Pedro de la Paz, nacido primogénito, D.
Lucas y
D. Juan Capistrano.
DON PEDRO DE LA PAZ LLONTOP CHUMBI LIMO NOYO CHUMBI, Cacique Principal y
Gobernador del Repartimiento de Cinto, ya en 1780. Siguió hasta el 5 de marzo de
1791
cuando fallece viudo y sin hijos.
Un expediente corrido bajo su gobierno permite saber que Don Pedro de la Paz era
dueño de una Capilla "en el ángulo diestro" de la iglesia de Chiclayo, heredada de
sus
antepasados Carrillo ('caballeros europeos") quienes la fundaran y construyeran en
el
siglo anterior, destinándola al culto del Santísimo Sacramento y del Señor
Crucificado.
Los Patrones de la Capilla gozaban el privilegio de poderla abrir libremente sin
depender
de los padres Guardianes del convento franciscano, cuya era la parroquia. [9].
Tras la muerte de D. Pedro de la Paz fue reconocido por el Gobierno de Lima como
sucesor
su hermano segundo, DON LUCAS LLONTOP CHUMBI LIMO, de quien no hay muchos
datos sin embargo de haber usa do el mando. Figura en papeles judiciales de 1795.
Al
morir dejó un hijo niño, asumiendo interinamente el cacicazgo el hermano del
difunto
llamado Don Juan Capistrano Llontop Chumbi Limo, que recibió las aguas del bautismo
el
14 de Enero de 1741, y antes del interinato fue por muchos años Procurador General
de
su Común. Sirvió el encargo cacical (hasta que pudo hacerlo en propiedad su
sobrino) y
finó el 22 de diciembre de 1822. En la partida de defunción se dice que D. Juan
Capistrano
era de 81 años, viudo, con sucesión y pobre. El último Cacique Principal de Cinto y
de San
Miguel de Farcape fue DON LUIS LLONTOP CHUMBI LIMO, hijo legitimo del difunto
Cacique Don Pedro de la Paz. Habiendo cumplido la edad legal tomó posesión de su
mando y estaba ya ejerciendo a mediados de 1813. De su vida pública sabemos que
anduvo interesado en los tratos del comercio, pues en 1816 en compañía de su tío
don
Juan Capistrano negociaba gruesas cantidades de jabón para los mercados de Lima y
Chile.

Notas
1 AHM y VH: Papeles de los Moni. Copia fragm. de los autos del Cacique de Cinto
reclamando las
tierras de Lambayeque, 1568.
2 La litis parece haber tenido episodios muy accidentados, con casos dramáticos.
Por una parte
demandaba D. Antonio, unido a su Encomendera Da. Juana de Figueroa, viuda de Diego
de Vega;
y por el otro, se defendía el Encomendero de Lambayeque Pedro de Barbarán. La madre
de éste,
la ilustre María de Lezcano, y su tío Juan de Villafranca Lezcano tentaron a Da.
Juana de Figueroa,
ofreciéndole mil pesos de oro si se retiraba de la querella. Los testigos de la
parte de Barbarán
dijeron que Da. Juana habría aceptado si se le daba 1,500, pero el Encomendero de
Lambayeque
se opuso al acuerdo violentamente. Entre tanto un es clavo de éste acuchilló al
cacique D. Antonio
fugando a Trujillo y refugiándose en la Iglesia de San Agustín. El agraviado se
querelló del ataque
atribuyéndolo a una conjura de Barbarán, el negro Bartolomé, el Cacique del valle
de Lambayeque
D. Gabriel "y Cartagena y otros muchos que dezia estaban culpados". Vino de Lima la
orden para
apresar al Encomendero y la Audiencia autorizó a su Procurador Alonso Cajo para
levantar el
cargo mediante una Información de testigos (Lima 14 VIII 1565): ADT Expdts. Cabildo
leg. 77
cuad. 1252. Autos in conclusos.
3 Trujillo 23 III 1590 a. Antonio de Vega. fol. 94. Tres días después D. Juan
Bautista firma una
Carta de Obligación a D. Felipe de Lazcano por 200 pesos, que le eran necesarios
para la litis. En
el pueblo de Chiclayo residía por esos años una Da. Ángela Cañaña, titulada Cacica
Principal de
Cinto, posible viuda del difunto D. Antonio, quizás madre.
4 de D. Antonio el Mozo. Estaba casada con Don Antonio súcula, y como tal se cita
en el testamento
de su nieto extendido ahí el 28 IV 1598 ante testigos a falta de escribano: AVRL
Testimonio de
cabeza y cláusula obtenido por su descendiente Miguel Súcuta, Lambayeque 1763. ANP
Residencia cit., fol. 868.
5 AVRL.
6 La familia Carrillo la fundó en Chiclayo hacia 1635 el Capitán D. Jerónimo
Carrillo, natural de
Lisboa, en el reino de Portugal, hijo leg. de Diego Carrillo de la Barrera y de
María de la Barrera.
En la Iglesia del pueblo casó el 1 IV de aquel año con Da. María Rodríguez Cejuela.
Conozco dos
hijos de este enlace: el presbítero Ledo. D. Francisco Carrillo de la Barrera y D.
Antonio, que fue
el marido de la Cacica de Cinto.
7 ANP. Escritura de Obligación: el Cacique y su padre, Capitán D. Antonio Carrillo,
préstamo al
presbítero lambayecano Dr. D. Francisco de Peralta, por 1,500 pesos, en Lima 1 ll
1705 a.Josef
Mexia de Estela.
8 Hace bastantes años tuve ocasión de ver unos documentos de la hacienda "Chacupe",
en poder
de D. Teodomiro Pérez, vecino de Chiclayo, en los cuales se citaba incidentalmente
al Cacique D.
Francisco Carrillo como hijo legítimo de Da. MARIA MARGARITA NOYO CHUMBI
SACSAGUAMAN,
cacica fallecida en 1704. Este dato debió ser un error escriturario, pues las
copias proceden de
1780. La madre consta que fue otra. El copista pudo confundir a la abuela dándola
por madre, o
sea que el nombre apuntado correspondería más bien a la mujer del Cacique D.
Nicolás Noyo
Chumbi.
9 Arch. Jara de Trujillo, leg. 431: Información levantada en Chiclayo 11 I 1788.
CACICAZGO DE COLLIQUE
El asiento prehispánico del Señorío de Collique estuvo en el valle de Saña, y su
centro
capital en un paraje entre las haciendas de "Cayalti" y "Pampagrande", al que los
españoles llamaron "la Ramada". así figura en las Crónicas, por ser una pascana de
tránsito y avituallamiento sobre el camino del Inca, rumbo a Tumbes o a Lima. Hacia
1566
ó 1567, la Ordenanza de Reducciones extrajo a las gentes de Collique paja
transportarlas
al valle de Chiclaiaep, donde, en conjunto con otras del antiguo Señorio de Cinto;
compusieron la población fundacional del pueblo indio de Chiclayo.
En el siglo XVII las parcialidades chiclayanas de originarios de Collique eran: del
Cacique,
Segunda Persona, Tunquez, Ñique, Pololo, Eten, Cochucapa, Coscochumbi y Palmache,
según se registran en los viejos libros parroquiales de Chiclayo. Estas
parcialidades
fueron disminuyendo demográficamente durante los siglos posteriores. En la Crónica
de
Cristóbal de Mena se cuenta que, a mediados de 1532, al pasar la hueste
conquistadora
de Pizarro por las tierras lambayecanas, luego de cruzar a nado un rio grande,
llegaron al
pueblo llamado Collique. Ahí encontraron a un indio recién llegado de Cajamarca,
quien
les dijo "que auia dexado con el Atabalipa al Cacique Señor de aquel pue blo". Este
se
llamaba CHANDA HUAMAN [1]. No hay noticia posterior del reyezuelo prehispánico de
Collique, y pensamos pudiera haber perecido como tantos otros aristócratas
indígenas en
el sangriento desbarate de la prisión de Atahualpa. Hacia 1558 el Cacique Principal
de
Collique era DON JUAN. Su nombre está en la lista de Señores de vasallos, obligados
en
1563 por el Virrey Conde de Nieva a enviar cuotas de indios para la obra primaria
de
la fundación de la villa de Saña. El Señor de Collique contribuía con treinta
súbditos
turnables [2]
Veinte años después litigaban en la Real Audiencia por el cacicazgo un DON PEDRO
IZMA,
"Cacique propietario del Repartimiento de Collique", y Don Pedro Peimal, indio
noble.
IZMA dio un Poder en Lima el 28 de abril de 1583 ante Marcos Franco de Esquivel
para
que el Protector de Naturales del Virreynato lo representase en la demanda.
Incidentalmente aparece el año 1596 en calidad de Cacica de Collique Doña Maria
Apten,
declarante en cierta información de testigos habida en unos autos por el cacicazgo
de
Reque; decía tener 70 años de edad y estar emparentada con los caciques de Monsefú
y
de Reque Quizás fuera consorte de gobernante. La vaguedad y notoria escasez de las
fuentes tocantes a esta época hace sumamente difícil pesquisar referencias sobre el
problema de las genealogías cacicales norperuanas, en general. Entre 1608 y 1617 —
año
de su muerte — DON JUAN QUESQUEN, también llamado DON JUAN COLLIQUE, gobierna
este Repartimiento. En 1610 la Real Justicia lo tuvo preso en Saña, y sus chacras
embargadas, por no haber entregado a la Real Hacienda los tributos de sus indios.
Tenía
en contra un saldo abierto de 407 pesos en dinero, 45 piezas de ropa y 37 fanegas
de maíz,
todos tributos ya cobrados y recibidos. Sacaron al Cacique de tan apretada
situación sus
vasallos D. Diego Noyo Chumbi, Segunda Persona del cacicazgo, un homónimo D. Juan
Quesquem, D. Diego Pecho, D. Pedro Cochucapa, D. Diego Chupan, Juan Seden, Juan
Tallcum, D. Die go Uzlloc, Francisco Llamo, Diego Cochee,Diego Llezpen, Lucas
Yoquen,
Juan Fanu, Juan Chimoy y Diego Farro, indios Principales y ladinos, que
solidariamente se
comprometieron a responder por el déficit de su Señor natural, mediante escritura
pública hecha en el pueblo de Chiclayo 19 de Diciembre de 1610 ante Gabriel de
Palacios
[4].

Quesquén dejó por hija y heredera a Doña Marra Quespich, mujer legitima del Cacique
Principal de Cinto, y muerta trágicamente. Sea por haber sido esta dama hija única,
o por
matrimonio de otra hija, el mando de los de Collique en Chiclayo pasó a los Noyo
Chumbi,
familia que gozaba desde la época toledana el cargo vinculado de Segundas Personas
del
Repartimiento. Más adelante se tratará de esta ilustre familia yunga de Chiclayo.
El caso es que la Segunda Persona DON DIEGO NOYO CHUMBI pleiteó el Cacicazgo
Principal ante la Real Audiencia de Lima. Se ignora sobre qué razones, quizás fuera
nieto
del finado Quesquén. Debió tener motivos suficientes pues en la litis venció a su
contendor D. Juan Quepce Huamán, y por sentencia expedida el 14 de junio de 1623 se
le
adjudicó el gobierno de Collique, recibiendo su título de cacique Principal y
Gobernador
confirmado por el Virrey Marqués de Guadalcazar. La investidura oficial ante el
pueblo
chiclayano demoró hasta el 1 1 de Enero de 1628; entonces se hizo la tradicional
gran
ceremonia pública en la plaza estando presente el corregidor D. Garcia de Valverde
Mercado [5] .
El nuevo Cacique Don Diego era hijo legítimo de Don Cristóbal Chullón y de Doña
Juan
Ñoquen Cax. Fue casado tres veces: la primera con. doña Clara Faycha, en la que
hubo a
Doña Juana Ñoquen Caxj (sic) homónima de su abuela paterna [6]. La segunda boda fue
con
doña Mónica Isquich, que lo hizo padre de:
1. Diego Sancho, el mayor
2. Juan, bautizado en 1619
3. Diego Pascual, que lo fue en 1622.
Estos tres niños fueron llevados a la pila por sus padrinos Maestre de Campo D.
Sancho
Marañón y Da. Maria de Barbarán, su mujer. Encomenderos del Repartimiento. En el
tercer casamiento Don Diego desposó el año 1626 a doña Inés Siarsia, india noble,
hija
legitima del adversario judicial don Juan Quepce Huamán y de doña Catalina Pachfill
[7] .
Sucedió a don Diego su hijo mayor DON DIEGO SANCHO NOYO CHUMBI, bautizado el 10
de agosto de 1614. Era ya Cacique Principal y Gobernador de Collique antes de 1638,
año
en que contaba veinticuatro de edad. Con ese título doble figura en la escritura
por la que
contratara en Trujillo al maestro Sillero Juan Bautista, indio súbdito suyo (nacido
en el
asiento de Collique), para que le hiciera "una silla de brida de cordoban negro y
las
guarniciones blancas con su coraza y sobrecoraza y coxinillo del dho cordobán
dándole
el Cacique el fuste", obra primorosa cuyo precio era 35 patacones [8]
Durante su largo gobierno (por más de veinticuatro años continuos) Don Diego Sancho
hizo algunos viajes a Trujillo y a Lima, remplazándole en tales casos e
interinamente Don
Nicolás Noyo Chumbi [9].

Fue hombre muy capaz y en quien las comunidades indígenas del corregimiento de Saña
confiaron enteramente. Un ejemplo del gran crédito que se le tuvo se muestra a
mediados
del siglo cuando surgiera en 1656 la crisis provocada por los dueños de las
estancias
ganaderas establecidas en los alrededores de Chiclayo, quienes suspendieron el pago
diario de dos reales y la comida a los mitayos pastores, cuidadores de los ganados.
Con la
suspensión se rompía una costumbre centenaria. Las comunidades de Cinto, Reque y
Monsefú, de donde se proveía la ayuda pastoril reclamaron ante el Virrey dando al
Cacique de Collique poderes plenos con que debatir la situación. D. Diego para
activarla
queja fue a Lima y por sus peleadas y lucidas intervenciones obtuvo una Provisión
del
Gobierno ordenando volvieran las cosas a su anterior costumbre bajo fuertes multas
a los
contraventores [10].
Por muerte de este jerarca heredó el solio DON LORENZO MATEO NOYO CHUMBI, nuevo
Cacique Principal y Gobernador de Collique con título confirmado por el Virrey. Una
total
falta de referencias de su persona impide saber el fundamento de su derecho
cacical. Solo
se conoce que hacia 1663 el simbólico sueldo anual del cargo que investía era 48
pesos,
pagadero por semestres vencidos, según la Tasa [11].
En esos tiempos aparece ya unido al de Collique el Cacicazgo de Eten, doble
gobierno que
mantendrá la familia Noyochumbi hasta el final de la época española.
Desde fines del siglo XVII y comienzos del XVIII y hasta llegar al año 1712 pasará
casi
medio siglo en completa oscuridad referencial. Durante el último año el dinasta en
ejercicio era DON CRISTOBAL NOYO CHUMBI, Cacique Principal y Gobernador de
Collique, del que apenas hay una tenue noticia, y es la de estar casado con Doña
Maria
Estefanía de la Rosa Limo, natural del pueblo de Lambayeque, de la poderosa familia
de
los Limo, Segundas Personas de aquel Repartimiento. Les nacieron:
1. Doña Maria Eulalia, la hija mayor, heredera del titulo cacical.
2. Doña Bárbara, "Cacica" desposada en la iglesia de Chiclayo el 30 de Octubre
de 1712 por Don Bernardo Cochucape, indio noble, hijo legitimo de don
Francisco Cochucape y Da. Maria Margarita Quepuy.
DOÑA MARIA EULALIA NOYO CHUMBI COCHUCAPE (sic) a su tiempo fue Cacica principal
de los Repartimientos de Collique y Eten. Esta ilustre señora casó en la iglesia
del pueblo
el 6 de octubre de 1728 con Don Juan Manuel Temoche Farrochumbi, vástago de los
Caciques Principales de Lambayeque. Hubo sucesión en los siguientes hijos:
1. Don Manuel Ascencio, primogénito, y
2. Don Juan Manuel Temoche Noyo Chumbi, Cobrador de los Rea les Tributos
hacia 1750 [12].
Temoche fue Gobernador del Cacicazgo por su matrimonio, más habiendo quedado viudo
recibió de Lima el nombramiento de Cacique Principal interino. Era Sargento Mayor
de
las Milicias de Naturales. Al final de su ejercicio tuvo el mando del cacicazgo de
Picci,
pequeño asiento cercano a Chiclayo, que, a nuestro ver, no era sino el de San
Miguel de
Farcape. Este nuevo Gobierno pudo haberlo conseguido a título personal, quizás un
nuevo
matrimonio de Temoche. así parece, pues cuando, en razón de haber alcanzado la edad
precisa, su hijo y heredero legítimo de Collique y Eten los invistió, Temoche padre
hubo
de dejarlos, más continuó aprovechando Picci hasta su muerte ocurrida el 11 de
marzo
de 1781. Desde un año antes, su hijo había sido reconocido y proclamado legal y
públicamente Cacique Principal y Gobernador de Collique y Eten. Se llamó DON MANUEL
ASENCIO TEMOCHE NOYO CHUMBI, y duró en el mando hasta bien entrado el siglo XIX
[13]. Sensible es no conocer algo más de su biografía.
Los varones primogénitos de la familia NOYO CHUMBI, de tan notoria figuración en
los
cacicazgos de Cinto y Collique, tuvieron el privilegia do cargo de Caciques Segunda
Persona de Collique desde muy temprano, y por razones de matrimonio ocuparon
sucesivamente los Cacicazgos en propiedad de ambos Repartimientos, con sus
agregados
de Farcape y Eten.
Don Diego Noyo Chumbi fue Segunda Persona de Collique más de treinta años, hasta su
elevación a Cacique Principal. La Segunda Persona pasó a su hijo Don Diego Sancho
Noyochumbi, y de este a su heredero primogénito Don Juan Julio Noyo Chumbi. En 1660
Don Juan Julio man tuvo fuerte litis ante la Real Audiencia de Lima contra Doña
Maria de
la Trinidad Noyo Chumbi, por entonces detentadora ilegitima del alto cargo. Pudo
aquel
probar sus derechos mediante informaciones de testigos idóneos, indios nobles y
ancianos de Collique, quienes declararon en Lambayeque 24 de septiembre de aquel
año
ante el Corregidor de Saña Pérez del Castillo, probándose la inadecuada genealogía
de la
contendora dominan te, pues doña Maria de la Trinidad, aunque era hija legitima de
Cristóbal Suplia Noyo Chumbi, éste, a su vez, solo era "hijo bastardo" (no dice de
quién,
más presumimos que del viejo don Diego, difunto): Da. Maria de la Trinidad era
también
nieta de don Francisco Ispill, quien tuvo licencia del Virrey Conde de Chinchón
para
entrar de Segunda Persona de Collique, si bien con derechos falseados. Las
respuestas de
dichos testigos las traducía un indio "intérprete de la lengua yunga" (Arch.
Colegio Nac.
de San José: Títulos de San Pedro Nolasco de Rafán).
Pasó la Segundía a Don Francisco Nicolás Noyo Chumbi, casado con doña Inés Chanta
Quesquén, padres de:
1. Don Josef Ñoño (sic) Chumbi, Cacique Segunda Persona de Collique, marido
de Da. Maria Josefa Chumbi Iluamán, hija de los Caciques del Repartimiento
de Cinto. Casaron en la iglesia de Chiclayo 23 de febrero de 1716.
2. Don Nicolás Ñoño (sic) Chumbi, desposó el 14 de Julio de 1720 a doña Bartola
Cuchio Chiclayo (De ambos nació doña Bernarda, mujer legitima en 1742 de
don Miguel Limo Falem).
3. Doña Maria Manuela Noyochumbi Chanta, que dio su mano el 6 de febrero de
1724 a don Josef Diaz Enec.
El Segunda Don Francisco Nicolás, padre de los tres vástagos anterio res, falleció
de 48
años de edad en 1715.
Estos personajes varían indistintamente sus firmas (ñoño Chumbi, Noyochumbi). En el
siglo XVIII cambian según los casos: don Esteban, marido de doña Maria Severina de
Aguirre (padres de don Gabriel del Rosario Noyochumbi, de boda en 1721 con la
motupana doña Lucia de la Cruz). Doña Rafaela Noyochumbi, madrina de confirmación
en 1697. Don Josef Esteban Noyochumbi, Gobernador de Collique en 1719. Doña Maria,
mujer legitima de don Juan Quepuy (con descendencia adulta hacia 1748). Doña
Manuela
Noyochumbi, en 1763. Da. Julia, nieta legitima del Segunda Persona don Juan Julio,
vecina
en 1778. En 1825 era Alcalde del pueblo de Jayanca don Juan Samamé Noyochumbi
(ACMS).

Notas
1 Expediente del Cacicazgo de Cinto, Papeles de Farcape, 1565 (Colee, particular).
2 Rev. del Arch. Nacional del Perú, To. 1.
3 ANP protoc. cit.
4 ADT protoc. cit. Los firmantes son quince, quizás cabezas de posibles quince
parcialidades
entonces comprendidas en el Repartimiento.
5 ANP Derecho Indígena, IV, cuad. 122.
6 Esta hija Juana casó en la iglesia de Chiclayo el 25 VII 1622 con don Diego
Quesquem, indio
noble de la parcialidad del Cacique, hijo leg. de don Juan Bautista Tarman y de
doña María Pachfill.
A la boda asistieron como testigos el Encomendero Marañón "y todo el pueblo".
7 Arch. parroq. de Chiclayo, libros de Collique.
8 Escritura de Concierto: Trujillo 13 VIII 1638 a. Paz.
9 ANP Judicial Civil, leg. 7. 23
10 AVRL.
11 AVRL Escritura de Pago, Saña 8 VIII 1663 a. Juan Alvarez.
12 Don Juan Manuel Temoche Noyo Chumbi, hijo segundo, casó en la iglesia del pueblo
de
Ferreñafe el 5 VII 1746 con doña María Enríquez Temoche, su deuda, hija leg. de don
Manuel
Temoche y de doña María Justa Jacinta Asencio. Ambos novios contaban dieciséis años
de edad y
hubo de dispensarles el tercer grado de consanguinidad "por el privilegio que
tienen los indios".
13 Arch. Carlos Rivadeneira, en Lambayeque.
CACICAZGO DE CHEPEN
San Sebastián de Chepén hasta mediados del siglo XIX perteneció al departamento de
Lambayeque. Hay pocas referencias de sus antiguos Señores, y el pueblo fue creado
durante las Reducciones del Virrey Toledo.
Por las fechas, parece haber sido el primer Cacique DON FRANCISCO CHEPEN. Hemos
visto su firma en algunos documentos como "don Francisco PISBIL", más aquel
apellido
con que casi siempre aparece citado y que también firmaba pudo ser el de origen
toponímico pues la mayor parte de veces usaba "Chepén". Por otro lado, vale saberse
que
según informaciones de testigos levantadas en el pueblo de Chepén el año 1794 [1],
el
verdadero fonema del nombre fue ACHEPEN o GUACHEPEN, deformado posteriormente
por el uso barbarizado.
El 12 de Septiembre de 1573 dicho Cacique (firmando PISBIL) dio un poder en
Trujillo a
Sebastián Ruiz, corredor de la ciudad, para ciertas representaciones generales
[1a], y al
día siguiente otro para cobros [2]. En ambos usa el título de Cacique Principal del
pueblo
de Chepén, encomienda de Diego de Galdo Arellano.

Consta que este jerarca fue muy religioso y por su piedad ha pasado a la leyenda
regional,
pues siendo gran devoto de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe le hizo a
porfía
numerosas donaciones de chacras y ricos objetos para el culto, depositados en el
convento de dicho Santuario.
Cuenta el cronista Fray Antonio de la Calancha en su célebre "Crónica Moralizada"
que
Don Francisco solía muchas veces acompañar la liturgia de la festividad mayor de la
Virgen, cantando los oficios desde el coro de la iglesia guadalupana. No se sabe si
dejó
sucesión.
Hacia 1611 un DON MARCOS DE CISNEROS es el Cacique Principal y Gobernador de
Chepén y de Moro [3] Y en 1645, lo es DON DIEGO TENORIO[4].
En el siglo XVIII pasó el gobierno por alianzas matrimoniales a otras familias del
corregimiento. Así en 1762 era Cacique Principal y Gobernador "propietario" el
Maestre
de Campo DON JOSEF JUSTO TEMOCHE, Lambayecano, hijo legítimo de Don Juan
Bernardino Temoche (vástago de la familia cacical de Catacaos, en Piura) y de Da.
Josefa
de la Cruz Farrochumbi, Cacica Principal de Lambayeque[5].

No parece haber durado mucho en Chepén D. Josef Justo pues dos años más tarde lo
hallamos ejerciendo de Cacique Principal y Gobernador en su pueblo ancestral de
Catacaos. Hacia 1784 mandaba en Chepén DON APOLINARIO LLONTO, deudo muy
inmediato de los Señores Principales del pueblo de Monsefú.
Se ignora quiénes continuaron en el mando. Al desaparecer los Cacicazgos por
decreto
del General Simón Bolívar las comunidades de los pueblos de indios fueron regidas
por
municipios propios. Así en el pueblo de Chepén el año 1825 era la figura principal
don
Jerónimo Farro "Alcalde de Peruanos"[6].

Notas
1 ANP Autos de la entrega de la iglesia conventual de Guadalupe al Cura secular,
1794
1a ADT protoc. Muñoz Ternero fol. 461 y 462.
2 ADT: Poder para cobrar tributos, el Cap. Diego de Galdo Arellano, Encomendero de
Chepén y
Tecapa, a D. Francisco Chepén, Cacique Principal de id.: Trujillo 3 II 1587 a. Juan
de Mata (fol. 35).
3 ANP Censos.
4 ADT Poder general ante Pedro de Viera Gutiérrez, Trujillo 1645 (fol. 317v). El
poderdante no
sabe escribir.
5 ANP Derecho Indígena, XXIII. cuad. 667.
6 ADT protoc. Núñez del Arco, Trujillo 1825 fol. 20 8v.
CACICAZGO DE CHERREPE
La comarca Saña-Chérrepe parece haber sido el asiento de una importante etnia
prehistórica, cuyas reliquias fueron agrupadas en Reducción hacia 1567 junto del
litoral,
donde se estableció el puerto de Chérrepe, por donde fluyera el importante trafico
colonial de la ciudad de Saña.
Una referencia casi legendaria trae el nombre de DON FRANCISCO, Señor del Valle,
que al
parecer fue hacia 1533 el primer indio noble bautizado [1].
Con más seguridad se sabe de DON CRISTOBAL, Cacique Principal del valle de Chérrepe
hacia 1555, a quien acompañaban en la administración sus Mandones CUINAMO ("que en
lengua de español se dize Don Juan"), ALLASINAMO ("que en lengua de español se dize
Don Hernando") y PALL POC ("que en lengua de español se dize Don Andrés") [2]. Esta
referencia podría indicar un conjunto poblacional de tres parcialidades de
tributarios.
Posteriormente, rigen Chérrepe en 1567 DON PEDRO CHERREPE, encomendado en
Francisco Pérez Lezcano; y DON MATEO, en 1585. Este último fue gran defensor de sus
derechos y de los indios de sumando.
En 1580, aprovechando que visitaba oficialmente Guadalupe en calidad de Juez el
Alcalde
Ordinario de la ciudad de Trujillo capitán Pedro González de Ayala, Don Mateo
presentó
ante él dos querellas contra los ganaderos españoles comarcanos Pedro de Morales, a
quien acusaba de haber edificado su Estancia en tierras de los naturales
cherrepanos,
yendo así contra las Ordenanzas Reales; y un Cristóbal Chiquero, criandero ("en
tierras
mías y de mis yndios", dice el Cacique) con el agravante de tener sus manadas cerca
de la
acequia principal de regadío.

El Alcalde atendió de inmediato las quejas iniciando el proceso el 7 de Julio y


después de
oír a las partes y testigos expidió sentencia a la primera denuncia:
"mandó e mandaba que se le notifique al dho Pedro de Morales para que dentro de
veinte
días primeros siguientes que corran y se cuenten desde la notificación de este Auto
quite
y levante las estancias que tiene en este dho valle entre los dhos naturales y en
sus tierras
y acequias y se vaya a vivir a pueblo de españoles so pena de doscientos pesos para
la
cámara de Su Magestad y destierro desde dho valle por quatro años precisos demás de
lo
qual pasado el dho término y no lo cumpliendo enviara alguazil con dias y salario a
su
costa para que se execute en el la dha pena y le prenda por inobediente a los
mandamientos de la Justicia y mude las dhas estancias".
Las causas invocadas por el cacique eran notoriamente justas, y le ayudaron contra
Chiquero algunos testigos españoles muy idóneos [3].
En diciembre de 1585 D. Gaspar Quenochique, "Cacique del pueblo de Cherrepe"
(¿interino o mandón principal?) hizo donación ante notario en favor de doña Mariana
de
Lezcano dándole una de las dos partes que tenía en la explotación de un tesoro por
excavar en la huaca de Chanchpiña ("ques en el dho valle de Cherrepe"); y otra
media
parte obsequiaba también a Mateo de Lazcano. En consecuencia, los nuevos socios de
dicha huaquería (no emplean este término, por supuesto) habrían de repartirse los
costos
con los demás dueños de las otras partes de la empresa" [4].
En los primeros años del siglo XVII gobiernan el Cacicazgo DON ANDRES AZABACHE, en
1609, y desde esa fecha hasta 1619, DON ALONSO FLORES [6].
En 1693 rige DON JOSE CHAMO CHUMBI, Cacique Principal "del Pueblo Nuevo de
Chérrepe", buen ganadero y agricultor, miembro de la familia cacical de
Jequetepeque.
Tenía negocios con los frailes agustinos de Guadalupe, de quienes acostumbraba
alquilar
manadas de ganado menor, por el multiplico. Fue arrendatario de la estancia de
Nocoto
(o Nocotón), situada junto a la de Charcapa, en los términos de la villa de Saña
[7].
Don José fue casado con Doña Agustina de Cisneros, habiéndoles nacido Tomás y
Agustina, que siguen.
El primogénito DON TOMAS CHAMOCHUMBI ("CHAMOC CHUMBI"), contrajo matrimonio
con otra Doña Agustina de Cisneros que parece no haberle dado sucesión, pues a la
muerte de Don Tomás el gobierno de Chérrepe y Pueblo Nuevo fue solicitado al Virrey
por su hermana DOÑA AGUSTINA CHAMO CHUMBI DE CISNEROS (sic), mujer legitima de
Don Santiago de Pineda Ispich Huamán. En el memorial de sus derechos aludía Doña
Agustina a la falta de descendencia masculina por parte de su difunto padre y de su
tío
carnal Don Carlos Esteban Chamochumbi, Cacique Principal de Jequetepeque y de San
Pedro de Lloc, por lo que le tocaban los cuatro gobiernos. Probó bien sus derechos,
sin
embargo, de lo cual el Virrey Marqués de Castelfuerte le concedió tan sólo título
de
Chérrepe y Pueblo Nuevo [8].

Notas
1 AJT Expdts., leg. 424.
2 ACRL Autos ante la Real Justicia de Saña, el Procurador General D. Dalmacio Pérez
de
Losada con la familia León y Rivera, sobre si las bodegas del puerto de Chérrepe
pertenecían o nó al Rey, 1729.
3 ADT Cabildo, leg. 77, cuad. 1258. Expediente inconcluso.
4 ADT protoc. Antonio de Vega, Trujillo 1585 fol. 462.
6 Escritura de Poder a Baltazar del Campo: Trujillo XII 1619 a.Martínez de Escobar
7 AVRL.— Nocoto fue alquilada en 15 XI 1696 a.Tomás de Rivera, por cuatro años V 50
pesos anuales.
8 Estos datos proceden del Título de Doña Francisca, documento trunco del que
conozco
solo el primer folio. La fecha hubo de ser anterior a 1734, cuando Pineda Ispich
Huaman
gobernaba ya como Cacique consorte.
CACICAZGO DE ETEN
El pueblo costero de la Magdalena de Eten procede de una bastante rara fundación
prehispánica, ocurrida posiblemente hacia el segundo tercio del siglo XVI. Los
pobladores
contaban ya en el siglo XVII siguiente que sus ancestros desembarcaron en esa costa
al
amanecer de cierto día, que esto significa el topónimo AETIN (amanecer) de una
lengua
al parecer no mochica lambayecana sino más bien Chimú.
En los libros parroquiales los indios etenanos están agrupados, desde su Reducción,
en
las siguientes parcialidades: Cacique (en 1688 '"Cacica"), del Rey, Eten,
Hamaqueros y
Alcabaleros.
Nada se sabe de los más antiguos Señores. En la Crónica o Historial de los Curas de
Mórrope, escrita por el Ledo. D. Justo Modesto de Rubiños y Andrade hacia 1782, se
relata
que, aprovechando una Orden del Emperador Carlos V por la cual los indios podrían
trasladarse a vivir donde mejor les conviniera, "muchas familias de Eten
malcontentas
con su Cacique (...) se agregaron a Mórrope" [1]
Mediando el siglo XVII el gobierno del pueblo ya estaba unido al del Repartimiento
de
Collique. Así, en 1663 DON LORENZO MATEO NOYO CHUMBI era Cacique Principal y
Gobernador de ambas etnias.

Notas
1 Revista Histórica (Lima), X, p. 300
CACICAZGO DE FERREÑAFE
El Firruñap prehispánico estaba, según se sospecha, junto al Cerro de Arena, camino
del
actual Chongoyape. Su topónimo, hasta hoy imposible de etimologizar, tiene que
hacer,
sin duda, con la lengua mochica lambayecana.
Durante las Reducciones fundadoras de pueblos del año 1567, los pobladores del
Señorío
de Firruñap hubieron de dejar la extensa y desarticulada forma de vivir que
inmemorialmente llevaban a lo largo de la ensenada entre Batangrande y las tomas
del
Racarumi, para cambiarla instalándose en un punto donde hoy se ven tan solo algunos
paredones conocidos con el nombre de Ferreñafe Viejo. Los feroces aluviones
aparecidos
luego acabaron con este primer pueblo, obligando a la gente a trasladarse a un
sitio más
seguro donde se volvió a fundar la población. Es la que hasta hoy existe.
Hacia mediados del siglo XVII el vecindario indígena de Ferreñafe se distribuía en
las
parcialidades dé Segunda, La Chanamé, Cerquem, Losfac, Siensiec, Chiclaief o
Chiclaef,
Carpinteros, Pescadores y Yanaconas.
El Señor Principal más antiguo de esa región fue DON FELIPE, Cacique gobernante
hacia
1558, ya bautizado [1]. Pienso sea el mismo que, con nombre cambiado, aparece en la
Visita hecha a la comarca seis años antes por el Corregidor de Trujillo Hernando de
Cabrera y el escribano Pedro del Campo; documento trunco, en que por la evidente
prisa
de su redacción el copista equivoca bastantes personas y lugares [2].
A Don Felipe siguió en el mando su hijo DON ALONSO, cuyo apellido gentilicio era
CAPLLAN o CAPLLOC, gobernante de Ferreñafe ya hacia 1559.

Está citado con el nombre de DON ALONSO FIRRINAFE entre los testigos de cierta
Información solicitada por los indios del Repartimiento de Moro [3]. En 1564
contribuía
a las primaras edificaciones de la villa de Saña, con una cuota semestral de 20
indios
peones turnables, como le ordenaba la Provisión del Presidente Lope Garcia de
Castro.
En el año 1576 contaba Don Alonso cuarentiocho años de edad y alcanzó a vivir algún
tiempo más, pues figura de cincuenticuatro como testigo en el Juicio de Residencia
del
corregidor capitán Francisco de Coronado. Algunas noticias sobre su vida privada,
sus
negocios y enredos pueden hallarse en la Visita de Ferreñafe de 1568, ya publicada
[4].
En buena parte del siglo XVII no hubo Cacique Principal en el Repartimiento de
Ferreñafe,
y hacia 1639 solo hay Gobernador, un Don Diego Falem. Este, acompañado del Segunda
Persona Don Pedro Diaz La Chanamé y de los Pachacas Principales don Jacinto La
Chanamé, don Felipe Piclloy, don Diego Serquen y don Felipe Santiago, firman todos
una
escritura pública en la villa de Saña el 5 de marzo ante Francisco de Mendoza,
obligándose
a pagar cierta cantidad de pesos por concepto de tributos que se debían de tiempo
atrás
al Encomendero [5].
Hay pocos datos coetáneos y llevan a sospechar que la dinastía propietaria del
cacicazgo
ferreñafano pudiera haberse extinguido en sus líneas de varón, porque
inesperadamente
el mando cacical pasa a los Caciques Principales del pueblo de Lambayeque
terminando
el siglo XVII, quizás debido a alguna importante alianza matrimonial por ahora
desconocida. Durante los seculares pleitos por el mando cacical de Lambayeque entre
las
nobles familias de Temoches y Faysos (más adelante explicados), el de Ferreñafe irá
siempre unido al del triunfador lambayecano de turno.
En 1693 el Virrey expidió el título ferreñafano a DON JOSEF BERNARDINO TEMOCHE
FARROCHUMBI, (poseedor del de Lambayeque) tras un litigio reivindicatorio ventilado
en los estrados de la Real Audiencia de Lima, en el que Temoche pudo probar su
mejor
derecho por ser hijo de Doña Josefa de la Cruz y nieto de Doña Maria Farrochumbi
[6]. Es
obvio que los derechos al gobierno de Ferreñafe le venían por el apellido
Farrochumbi,
que asimismo ostentaban sus contendores los Fayso.

En los dares y tomares de tan famosas como largas peleas judiciales, tocó a DON
AGUSTIN
DE LA ROSA FAISO FARROCHUMBI subir al mando ferroñafano desde 1714 hasta 1747,
después del despojo de los Temoche por sentencia audiencial.
A Don Agustín le heredó el doble gobierno de Ferreñafe y Lambayeque su hijo DON
JUAN
NICOLAS FAYSO FARROCHUMBI por título del Virrey firmado en 1750.

Los pobladores ferreñafanos no quisieron aceptar a Don Juan Nicolás y lo


demostraron
escandalosamente en la ceremonia de su pública proclamación, al punto de
frustrarla. El
Informe del caso elevado al Virrey, describe la protesta del pueblo:
"(El Cacique Fayso) acompañado del Corregidor y otras distinguidas personas de la
provincia se constituyeron en Ferriñafe con una Compañía de Infantería de los
Pardos y Mestizos de aquel pueblo y convocó a los Indios a una ramada que con la
mejor disposición se previno en la plaza para el acto, y se le dio principio
leyendo el
Titulo librado al dho Don Juan Nicolás, a que estuvieron atentos hasta el final y
luego
que lo oyeron en voz tumultuaria respondió el pueblo con esta expresión No conviene
mi Señor y al mismo tiempo empezaron a arrojar varias piedras a la ramada: El
Corregidor dio orden entonces a los soldados para que sin hacerles ofensa
contuviesen a los Indios con las armas pero estos continuando siempre con las
piedras se retiraron a la Iglesia y revueltos los soldados a la dha ramada o teatro
donde se hallaba el Corregidor al poco rato con algarada y grita volvieron a salir
los
Indios en tropel de la Iglesia reforzados de la munición villana que sin duda
tenían
allí a prevención y hecha una sublevación formal descargaron tan espesa multitud de
piedras que se hicieron irresistibles y obligaron al Corregidor a que se retirase
desamparando la ramada a la que pegaron fuego dejando mal herido a un negro su
esclavo, y finalmente no tuvo efecto la posesión" [7].
Hubo de esperarse que pasara un prudente tiempo más, para que el propietario befado
pudiera asumir públicamente el cargo, como era la costumbre legal. Al cabo, parece
que
este Fayso supo ganarse el respeto de sus súbditos porque gobernó sin otra
oposición
hasta su fallecimiento.
Le heredó su hijo DON FELICIANO FAYSO FARROCHUMBI, cuya proclamación en 1765
tampoco fue tranquila, pues al presentarlo a los ferreñafanos el Corregidor D.
Carlos Vigil
Ramirez de Miranda, hubo otro intento de asonada. Vigil teniendo en cuenta los
aprietos
que sufriera su antecesor en igual circunstancia con el anterior difunto Cacique,
había
escrito antes al virrey el 15 de Marzo consultándole las medidas a tomar si se
repetía esta
vez el escandaloso rechazo de los ferreñafanos, y explicándole su deseo de
amedrentarlos
poniéndoles de aviso una horca en la plaza del pueblo, "pero si a pesar de esto —
dice—
aun hacen resistencia, de lo que percibo algún movimiento con apoyo de varias
personas
así mixtas como españoles entre quienes no falta uno que otro clérigo, será
necesario
escarmentarlos". Vigil pedía al Gobierno de Lima consejo para actuar sin ultraje de
la Real
Justicia por parte de
"... un pueblo el más numeroso de la Provincia que tiene por hábito ser tumultuoso,
lo que
ha manifestado en varias ocasiones queriendo matar al Protector. Cajeros y otras
personas, y donde no hay tropa militar que dé fuerza al brazo del Corregidor" [8].
De nada sirvieron las precauciones y durezas del Corregidor Vigil, pues consta que
hubo
sus bullas; y, repitiéndose lo ya ocurrido a su padre treinticinco años antes, Don
Feliciano
también hubo de soportar una indecorosa postergación de su investidura, aunque
pasando días pudo al fin recibirla de acuerdo a la Ordenanza [9].

Tras su muerte los derechos de Ferreñafe y Lambayeque pasaron a su tío carnal y


cuñado,
DON PEDRO FAYSO FARROCHUMBI, que hubo de litigarlos contra el opositor Temoche.
Fayso era un aristócrata lambayecano. Comisario General de las Milicias de
Naturales, con
una notoria figuración en la defensa del litoral lambayecano en circunstancias "de
enemigos y piratas (cuando) se temían invasiones".
En su pleito con Temoche D. Pedro llegó a perder el cacicazgo de Lambayeque, pero
retuvo el de Ferreñafe por Sentencia dada en Lima el 3 de agosto de 1780.
Demostrando
ser más cauto que sus deudos los dos Caciques precedentes, tan pronto supo del
fallo se
apresuró a pedir al Corregidor con anticipación suficiente las garantías que
necesitaba
para su proclamación ferreñafana. Pero el Destino que gustaba atormentar a los
Faysos
hizo demorar la firma vicerreal del Título hasta dieciséis años más tarde, el 8 de
Marzo
de 1796 [10].

Notas
2 Arch. particular. Entre los errores más saltantes de tan antigua fuente está el
de signar a Melchor
de Osorno como Encomendero de FEFILPO, topónimo nunca antes señalado en vez de
Ferreñafe,
y llamar al Cacique DON MIGUEL (?), A "los menores de Juan Roldán" se les hace
Encomenderos
del Repartimiento de FINAFAREFE (Ferreñafe?), siéndolo legítimamente del de Illimo.
Y al raro
Finafarefe se le adjudica por Cacique a EILLIMO.
4 "Historia y Cultura", Lima. No. 9, Lima 1977.
5 AVRL.
6 ANP protoc. Luque, Lima 1771, fol. 710.
7 Antigua Bibl. Nac. de Lima, To. 191 de Mss., fol. 166
8 Id.Id.Id. fol. 167v.
9 D. Feliciano amparaba sus derechos a Ferreñafe "como heredero de Don Ignacio
Segunda Tufiño (?) último Cacique que fue de dho pueblo quien en su testamento le
declaraba por legítimo sucesor": ANP protoc. Luque, Lima 1771, fol. 717v.
10 Antigua Bibl. Nac. de Lima, To. 191 Mss., folio. 160. Los documentos están regis
trados
en el catálogo del Pe. Rubén Vargas Ugarte S.J. en Manuscritos Peruanos, III, p.l
90, pero
con foliatura errada pues corrían de fs; 160 a 181.
CACICAZGO DE ILLIMO
Illimo es uno de los pueblos inmediatos al norte de Lambayeque. Su antigüedad no es
menos remota que la de sus vecinos; son cortas e inconexas las referencias acerca
de sus
antiguos Señores jurisdiccionales, y no hay rastro alguno de su prehistoria.
Durante la
época española fue Repartimiento de poca renta y escasa población.
Hacia 1561 DON CRISTOBAL CHUMBI era Cacique Principal y Gobernador del valle de
Illimo y Raco (sic), cuya Encomienda estaba dada a la familia Roldán Dávila, de
Trujillo.
Ese año el Cacique estaba envuelto en unas demandas y pleitos antela Real Audiencia
de
Lima. Como el Derecho Indiano consideraba las acciones legales de los indios,
semejantes
a las de personas en menor edad, Don Cristóbal hubo de procurarse un curador que le
representara judicialmente, y este fue un Diego de Ortega, nombrado para ese efecto
el
15 de Diciembre de aquel año por el Corregidor de Trujillo Sánchez de Merlo [1].
Tres años más tarde, otro jerarca interino o propietario gobierna Illimo. Es DON
DIEGO,
considerado en la Provisión del Presidente Lope Garcia de Castro para enviar ayuda
de
15 illimanos turnables apeonar en las edificaciones iniciales de la recién fundada
villa de
Santiago de Miraflores del valle de Saña.
Medio siglo después hallamos otro Cacique Principal y Gobernador, DON FRANCISCO DE
MENDOZA CHUMBI HUAMAN, quien hacia 1616 ejercía con título confirmado por el
Virrey [2].

Posteriormente, en 1639 parece estar el solio de lllimo vacante. El 5 de marzo de


aquel
año el Repartimiento de lllimo habiendo demorado la entrega de tributos atrasados
se
obliga a cancelarlos ¿i la Real Hacienda.
Tal se vé en una Carta de Obligación ante el escribano Francisco de Mendoza [3]
firmando
solidariamente el Gobernador Don Diego Charrante y los Pachacas don Pablo Canop,
don
Francisco Calansec, don Francisco Tocto y don Diego Mollup.
Lustros van lustros vienen, nos damos con DON JUAN BAUTISTA CALANSEQUE, Cacique
propietario, declarado cesante al cargo por la Real Audiencia de Lima en razón de
"impedimento", habiéndose nombrado sucesor el 31 de Mayo de 1674 a DON PEDRO
FARRO con la particularidad de "interino"" [4]. Este fue uno de los tres indios
nobles
propuestos para el cargo por el Corregidor de Saña. Consta que seguía ejerciendo en
1682.
Por ese tiempo puso demanda al cacicazgo de lllimo don Francisco de Paz Mincha
Charrante, habiendo llevado su pretensión hasta la Real Audiencia de Lima.
Reclamaba
por derechos de sangre, pues su padre DON FRANCISCO MINCHA, y su abuelo —el
Gobernador Don Diego Charrante, de 1639— habían gozado el Título "en propiedad".
Aducía también ser hijo mayor y nieto mayor de éstos.
A fines del siglo XVII seguía establecido el gobierno interino del pueblo, esta vez
en manos
del Segunda Persona Don Luis de la Cruz, cuya mujer legitima se llama en los
documentos
"Doña Matea". Así aparecen ambos en la partida matrimonial de su hijo don Andrés de
la
Cruz, que en la iglesia de Lambayeque desposa el 14 de febrero de 1691 a Doña Rosa
Francisca Minollulli.
Los MINCHA ascendieron al cargo principal y en el primer tercio del siglo XVIII lo
ejercía
DON ANDRES MINCHA. Con su cargo de Cacique Principal (mas no Gobernador) asiste, al
lado de su mujer Doña Francisca Ramos Minollulli Huicop, al matrimonio de su hija
Doña
Antonia Nicolasa
Mincha, bendecido en la iglesia del pueblo de Lambayeque el 7 de mayo de 1726. El
novio
era Domingo de Vertiz, mestizo residente en la ciudad de Saña, hijo de Pedro de
Vértiz y
de Maria (sic) [5].

Notas

1 Escritura de Poder: Diego de Arteaga a Francisco de Zamudio: Trujillo 23 XII


1561 a. Juan de Mata.

2 ANP Derecho Indígena, IV, cuad. 72.

3 AVRL.

4 ANP Derecho Indígena, Vil, cuad. 146.

5 Arch. parroq. Lambayeque: 1er. Lib. Matr. Indios 1692-1836 fol. 70.
CACICAZGO DE JAYANCA
El actual distrito de Jayanca es el centro de una de las más ricas zonas
arqueológicas de
la costa Norte peruana, con abundantes ruinas de edificios, pirámides, canales,
tumbas y
caminos, a la vez que de infinitos objetos extraídos del subsuelo por la inveterada
huaquearía, los cuales re presentan en mucho lo mejor de la cerámica y metalurgia
áurea
de su pre historia tardía.
Todo indica haber sido esa comarca un centro polar de la Cultura "Lambayeque"
(siglo X
de.C.).
Después de la conquista española, el Repartimiento de Jayanca a finales del siglo
XVI vino
a ser quizás el más poblado, con sus mil quinientos indios tributarios; hasta la
aparición
de las plagas diezmadoras de la población indígena en todo el territorio, con las
que la
esplendidez demográfica de ese valle acabó para siempre.
La genealogía de los antiguos Señores de este valle empieza casi con rasgos de
leyenda.
Cuando hacia 1580 el cronista Cabello Balboa pasa por ahí y recoge datos para su
futura
"Miscelánea Antártica", los viejos lugareños le cuentan sobre el origen de este
pequeño
reino:
"LAPCHILLULLI hombre principal de quien (hizo) mucho caudal el Señor Naylamp tanto
por ser valeroso quanto por ser maestro en labrar ropas de plumería... se apartó
con
mucha compaña que le quiso seguir y hallando asiento a su gusto en el valle llamado
Jayanca se pobló en él, y allí permaneció su generación y propsapia" [1]
Esta preciosa referencia del cronista hace ver que los Señores-Reyes de Jayanca se
tenían
por descendientes de un príncipe compañero del mítico Naylamp, versión oficial y
pública, subsistente en toda su fuerza hasta ser recogida hacia 1580 por Cabello
Balboa,
por la que puede aceptarse que la dinastía cacical no fue trastornada ni por la
invasión de
los Chimú Trujillanos ni por la siguiente de los quechuas del Cuzco.
Hacia 1470—1480 el Señor de Jayanca fue llevado preso al Cuzco por los Generales y
tíos
de Túpac Inca Yupanqui. Estos habían bajado con sus soldados desde Cajamarca a la
costa
de los llanos,
"sin hallar en todos ellos quien se les opusiese, solo se dice que venidos estos
capitanes
con su exercito a la tierra y provincia de los Jayancas fueron a traición y sobre
siguro
asaltados de unos indios barbaros que vivían a las faldas de la sierra llamados
Penachies
y mataron algunos de los del Cusco de lo qual los dos capitanes Yngas se graviaron
mucho
y assi prendieron a el Cacique de Jayanca sospechando auer sido hecha por orden
suya
aquella fealdad y torpeza, y preso fue llevado al Cusco y alla estuvo muchos años
hasta
que (se) comprobo la inocencia que en aquella maldad el tuvo, y habiendo ydo un su
hijo
a el Cusco a solo ver a su padre y ayudarle en su justicia, se la dio el Topa Ynga
sacandolo
de la prisión, y de alli a pocos dias murió el viejo y muerto y embalsamado mando
el Ynga
que lo llevasen a Jayanca publicando que era vivo hasta meter por orden y mandado
suyo
a su hijo en la posesion del Señorio, y ansi fue hecho y hasta nuestros dias tienen
sus
descendientes el mando y govierno de Jayanca" [2]
El hijo y heredero del Señor de Jayanca muerto en el Cuzco estaba rigiendo su valle
cuando pasaron por ahí el Gobernador Francisco Pizarro y sus hombres el año 1533.
Se
llamaba CAXUSOLI y para entonces contaba ya mucha edad. De él dice Cabello Balboa,
"acauaua de concluyr ciertas guerras con los Tucumes, gentes que se auia(n) hecho a
la
debocion de los del Chimo, enemigos capitales de Caxusoli" [3]
Supo éste recibir con gran esplendidez a los españoles, pues la deportación y
muerte de
su progenitor en la prisión cuzqueña no habrían sido olvidadas. Pizarro descansó
pocos
días en Jayanca, y hasta él llegaron allí de grado (o citados a junta) los señores
de los valles
vecinos en son de paz y amistad, luego de lo cual los extraños hombres blancos
continuaron su viaje hacia Cajamarca.
A CAXUSOLI el Mozo le sucedió en el mando DON FRANCISCO, Cacique Principal
bautizado, a quien conoció el Cronista fray Reginaldo de Lizárraga en 1560, y lo
describe
así:
"El gobernador (del cacicazgo) es muy españolado. Vistese como nosotros. Sirvese de
españoles, con su vajilla de plata. Es rico y de buenas costumbres" [4]
Parece que también a él alude Pedro Cieza de León cuando pasó por ahí unos veinte
años
antes:
"(el valle es hermoso y fresco) tiene de ancho quatro leguas... y fue en los
tiempos pasados
muy poblado como los demás y habia en el grandes aposentos y depositos de los
Señores
principales en los quales estauan sus mayordomos mayores... Los Señores naturales
de
es tos valles fueron muy estimados y acatados por sus subditos: todavia lo son los
que
han quedado y están acompañados y muy servidos de mujeres y criados y tiene
porteros
y sus guardas. De este valle se va al de Tucume" [5].
Don Francisco Caxusoli en el conjunto de Caciques lambayecanos de su tiempo gozaba
sin
duda una preferencia jerárquica muy notoria, y admitido algo así como primus inter
pares,
privilegiado por una antigua situación rutinariamente acatada. Se nota esto cuando
a
principios de 1565, ante la eventualidad de una sublevación general de los indios
en el
Virrey- nato el Presidente Lope Garcia de Castro, para prevenirla a tiempo en
cuanto al
Norte, hace reunir en la ciudad de Trujillo a todos los Caciques de la región de
Lambayeque; obvio fue que para hacerlos vigilar y observar por el Corregidor. Los
caciques estaban sumamente molestos por sentirse inactivos, retenidos tan lejos de
sus
patrias y vasallos, y habiendo transcurrido unos meses de tan injusta como inútil
convocatoria, sin habérseles dado explicación alguna, al terminar el mes de abril
protestaron publicamente ante notario. Se conservan dos actas sucesivas de este
acto de
protesta, siendo en ambas el primero de los firmantes el Cacique de Jayanca,
siguiéndole
en orden los Señores de Lambayeque, Ferreñafe, Jequetepeque, Moro, Cinto, Collique,
Licapa, Chicama, Saña y Cherrepe, es decir lo más granado de la aristocracia
indígena
lambayecana.
En 1567 vuelve a estar en Trujillo don Francisco, acompañado del Gobernador del
Repartimiento jayancano D. Juan Caxusoli, su hermano[6].
No parece haber vivido mucho más. En Julio del año que seguía, el Encomendero de
Jayanca Alonso Carrasco lo citará incidentalmente dándolo por muerto: "el dho
cacique,
agrega, era buen christiano temeroso de Dios y nunca a nadie hizo fuerza en cosa
alguna"
[7].
Heredó al difunto su primogénito y homónimo, DON FRANCISCO PUICUNSOLI (el Mozo),
nacido por el año 1553 [8] , y a partir de quien la familia cacical empieza a usar
ese apellido,
a la moda española. En aquel tiempo, todos los Repartimientos lambayecanos hubieron
de soportar las trágicas consecuencias del aluvión de 1578, un desastre general que
entonces destrozó la economía agrícola de la costa norte afectando muy dura mente a
la
población de los naturales.
Los daños sufridos en Jayanca fueron terribles. En la Información probatoria del
desastre
levantada en ese pueblo el 6 de mayo de 1580 ante el Comisionado de la Real
Audiencia
de Lima que vino para pesquisar el fenómeno y sus consecuencias [9], consta la
cuota de
sacrificio del Cacique: se perdieron ahogadas más de quinientas cabezas de su
ganado
menor, sin enumerar otros daños y lesiones. También se patentiza de como Don
Francisco
ayudó a su gente después del sismo: "... el Cacique de este pueblo —repiten
contestes los
testigos— viendo que los Indios no podian pagar su tributo empeñó su baxilla de
plata y
las joyas de su mujer y pagó por ello ochocientos pesos".
Entre 1579 y 1585 Don Francisco estuvo por varias oportunidades residiendo en la
ciudad de Trujillo: En una ocasión, vendiendo al mercader Juan González un lote de
200
capuces pintados, a 4 pesos 4 reales pieza, con que pagó la adquisición de 740
cabezas de
ganado cabrío y ovejuno, para entregar los capuces a futuro dos meses más tarde de
la
fecha [10] ;en otra, dando Poder al vecino Blas Xuárez para cobrar en su nombre
deudas
por pagarle, de "pesos de oro, joyas, ganados, caballos, mulas , mercadurías, ropa
de la
tierra y otras cosas", y, asimismo, para representarle ante Su Magestad, sus Reales
Consejos, Alcaldes de Corte y otras Justicias, en las demandas que ocurrieran [11].
A fines de 1585 el cacique, también en Trujillo, extiende sendos Poderes a favor de
Gaspar
de Castellanos y Juan de Barbarán, a Castellanos para que lo represente ante la
Audiencia
de Lima en la causa contra el capitán Pedro de Silva y consortes "sobre la guaca y
tesoro
de Motupe", o sea el huaqueo legal en que parece haber llevado la peor parte el
Cacique,
socio de la empresa; y a Barbarán, para pedir en su nombre al Virrey Conde del
Villar "
que las estancias de ganado que nuebamente se an puesto y poblado en el valle de
Jayanca
se manden quitar por el mucho daño y per juicio que hacen a los naturales en sus
tierras
y sementeras" [12].
Durante las ausencias de Don Francisco le reemplazaba en las funciones cacicales
del
pueblo su hermano el gobernador de Jayanca y Segunda Persona Don Juan Caxosoli
Cononseque. Así, hasta que vino el tiempo de morir, que alcanzó a don Francisco
acabando el siglo [13].
El Cacique, había sido casado dos veces. La primera con Doña ANA LA ÑIPO TANCUM,
hija
de Don Martin Farrochumbi "el Petrucio", Cacique Principal de Lambayeque; nieta,
por
tanto, de COSCO CHUMBI, príncipe Real que de acuerdo a la versión de Cabello
Balboa,
gobernó esa región, antes que entraran los españoles. De esta primera boda
nacieron:
1. Don Francisco (Puicunsoli) Farrochumbi, el Mozo, tronco de los posteriores
Temoche Farrochumbi, Caciques Principales de Lambayeque [14]
2. Don Pedro Cosco Chumbi, homónimo de su ilutre bisabuelo materno.
El segundo matrimonio del Cacique Don Francisco Puicunsoli fue con Da. Isabel
González,
una de las hijas del capitán Pedro de Osorio, español nacido en la villa de
Tornavacas de
Plasencia, dueño de tierras entre Motupe y Jayanca 13. Don Francisco y doña Isabel
procrearon a:
3. Francisca Puicunsoli Osorio, a la que más adelante encontraremos.
Hacia 1616 gobierna el Repartimiento como Cacique Principal DON PEDRO
COSCOCHUMBI, hijo del primer matrimonio del Cacique difunto. Continuaba siéndolo en
1620 [16], y de su ejercicio no quedan rastros interesantes.
Debió fallecer sin sucesión, porque luego de su deceso el alto cargo familiar,
confirmado
por el Superior Gobierno de Lima, pasa a su hermana DOÑA FRANCISCA PUICUNSOLI
OSORIO. Como tal Cacica Principal de Jayanca por juro de heredad, está registrada
en los
árboles genealógicos de los Temoche lambayecanos [17] y de los Mármaro, sus
descendientes [18] que pretendieron y parece obtuvieron el solio jayancano.
Desde antes de 1610 Doña Francisca había sido desposada por el español Alonso
Rodríguez, natural de Salamanca [19]. En tal año el corregidor de Saña D. Bartolomé
de
Villavisencio registró en su Visita oficial de Jayanca a dicha Señora como Cacica
del
pueblo. De su matrimonio con Rodríguez nacieron:
1. Doña Jerónimo, que sigue.
2. Doña Maria Magdalena Rodríguez Puicunsoli, "Cacica" revisitada en 1684
según el árbol de los Mármaro, mujer legitima ya unos treinta años antes del
Cacique de Mochumi.
3. Don Lorenzo Rodríguez Puicunsoli, muerto sin descendencia.
4. Ana Maria Rodríguez Puicunsoli, que dio su mano al capitán Bernardo de
Porras —según indica el testamento de su hermano mayor—, connubio que,
según el citado árbol de los Mármaro, no tuvo hijos.
Después que finara Doña Francisca ascendió al mando de Jayanca su hijo mayor DON
JERONIMO RODRIGUEZ PUICUNSOLI, siguiente Cacique Principal y Gobernador del
pueblo, nacido ahí y titulado poco antes de 1630, con la confirmación del Virrey.
Durante
su gobierno invistió y ejerció también el mando de los pueblos de Pacora y Mórrope,
cuyos derechos y circunstancias no hemos podido averiguar, aunque es fácil
presuponerlos si se recuerda que Mórrope provino de Pacora y ésta desde la
Conquista
fue separada de Jayanca por los españoles para crear ahí otra Encomienda. En todo
caso,
y sin duda, los derechos de D. Jerónimo a aquellos dos pueblos fueron de sangre.
Entre sus bienes propios tenia bastantes tierras patrimoniales en el valle, unas
heredadas
y otras por compra, además de una Tina de hacer jabón en su Estancia de San Juan de
Collique, cerca a Saña. En esa ciudad pasaba temporadas con su familia, y sus casas
estaban situadas en una calle céntrica, vecina a la Iglesia de San Agustín.
No fue hombre quieto en su gobierno. Le hallamos en Trujillo el año 1644, dos más
tarde
en Saña, y en Lambayeque en 1647, preparando un viaje para Lima [20].
Hacia 1653 sostuvo una pendencia con su cura Lcdo. D. Lucas Ramírez de Arellano, al
que
denunció estando en el pueblo el Bachiller D. Juan López de Saavedra, Cura de
Mochumi
y Visitador General de la provincia por encargo del Obispo. Ante él presentó el
Cacique
furibundas acusaciones, capitulándolo de mal doctrinero y peor administrador de las
rentas de la parroquia y del hospital de indios, yendo aún más allá al decir que
Ramírez
de Arellano comía carne durante los días de prohibición, incluyendo Jueves y
Viernes
Santos, agregando que por ello "era tenido por sospechoso de la fé" [21].
El Visitador admitió la querella pero para darle procedimiento el Cacique deberla
previamente depositar 4,000 pesos de fianza en plazo de veinticuatro horas. La
medida
era para salvaguardar al acusado de posibles daños y perjuicios, caso de no ser
cierta la
acusación. Protestó Don Jerónimo amparándose en la excepción que para tales
circunstancias beneficiaba a los caciques e indios, pero no se le aceptó "atento a
que don
Gerónimo es español y persona de caudal y en quien se puede ejecutar las penas del
Derecho en satisfacción de la calumnia que resultare de los capítulos que no
probase".
Siendo imposible al cacique reunir los 4,000 pesos en tan breve tiempo, no le quedó
otra
salida sino desistirse de la demanda.
Se conoce una disposición testamentaria tomada por este D. Jerónimo Rodríguez
Puicunsoli en el pueblo de Mochumi el 7 de Septiembre de 1654 ante Bernabc Rentero
[22],
escribano traído desde Lambayeque para el efecto. Dispuso en tal última voluntad se
le
sepultase en la capilla de Nuestra Señora de la iglesia de Jayanca, donde estaba el
enterramiento de su familia; encargó muchas misas y sufragios, bulas por su alma,
misas
gregorianas por las almas suya y de sus padres; una misa cantada el día de la
Transfiguración del Señor, su gran devoción. Para todo ello creaba una renta o
censo
sobre sus casas de vivienda. En el documento señala el nacimiento salmanticense de
su
padre Alonso Rodríguez, y declara tocar la sucesión del cacicazgo de Jayanca a su
hijo
mayor y su descendencia, recomendando en todo caso se prefiriese siempre el varón a
la
hembra.
Termina sus disposiciones finales el Cacique enumerando las tierras cacicales:
Lampatef
("por otro nombre La Leche"), Efulop, Molotum, Pucufani, Pelque, Lenfame, Foclup y
Carlincap, todas heredadas de su madre la cacica Doña francisca y de sus abuelos.
Era
asimismo dueño de 26,000 mazos de tabaco y 850 quintales de jabón, listos para su
venta
en Lima, donde los guardaba un Antonio de Peralta, su compadre y apoderado. Además,
le pertenecían más de 17,000 cabezas de ganado mayor y menor, pasteando en las
invernas de la Estancia de Sicán.
Al momento de testar quedaba su esposa en estado de preñez y con tres hijas
legitimas
de su matrimonio.
D. Jerónimo fue, sin duda, hombre poderoso en su tiempo. Favorecíale ante la
sociedad
indígena del corregimiento, y ni decirlo que en particular ante sus súbditos, la
estirpe
prácticamente Real de su sangre como descendiente de Llapchillulli, el compañero
del
mítico Naylamp; y ante la sociedad española, por tener tanta carga de sangre
peninsular,
pues el padre era natural de la ciudad de Salamanca, y por el lado de su madre, la
Cacica
doña Francisca, don Jerónimo era nieto de Doña Isabel González, a su vez hija de
otro
chapetón, el capitán Osorio, como ya hemos visto. Esta última circunstancia fue
aludida
en su contra cuando sus denuncias contra el cura Ramírez de Arellano.
Con tan copioso "blanqueado" europeizante creemos explicarnos la causa por la que
al
ocurrir su muerte los descendientes se vieron privados del ejercicio del gobierno
cacical,
pues a un mestizaje tan notoriamente hispanizado se oponían inflexibles las
Ordenanzas
Reales [23].
A favor del difunto Cacique podríamos señalar que, pese a su densa sangre goda,
ello no
le impidió
luchar tenaz y repetidamente en defensa de los pobladores jayancanos, sus
súbditos, sin considerar si los contrincantes eran
españoles o criollos, clérigos o
funcionarios. Sobre todo, encaminó sus esfuerzos continuos a la incesante brega por
las
aguas de regadío, sustento fundamental de su pueblo, línea de combate en que se
mantuvo sin desmayos toda vez que malos jueces las distribuían a su antojo, o
cuando los
robos de los derechos indígenas se practicaban por las vecinas comunidades de
naturales
o algún sembrador particular.
Varios de estos casos de defensa bien peleada han recogido en sus interesantes
opúsculos
el investigador alemán Enrique Brüning. Quizás el más característico, a mi ver, sea
el
ocurrido en 1643, cuando hallándose en Jayanca el Dr. D. Pedro de Meneses, Juez de
Composición y Remensura de Tierras para Trujillo y Saña, este funcionario para
favorecer
a algunos vecinos comarcanos no indios sacó a remate público cincuentidos fanegadas
de
tierras útiles, por un valor de 620 pesos. El área rematada se midió en la parte
que
posteriormente se conociera con el nombre de Paraje de la Horca.
El Cacique Don Jerónimo enfrentó la almoneda de estas tierras amparándose en el
privilegio de su cargo y se presentó ante el Visitador Meneses para pedir, y luego
obtener,
por vía de retracto las tierras en favor del Común de Jayanca; y nó porque a sus
indios les
faltara donde sembrar, sino en la previsión del daño y perjuicio que resultarían
para los
jayancanos la utilización del agua en los nuevos posibles cultivos, si la propiedad
quedaba
en manos agenas [24].
Este notable prócer mestizo debió morir poco antes de 1680. Había casado con Doña
Maria Carrasco Escudero, nacida en Jayanca e hija legitima de Melchor Carrasco y
Maria
Camacho. La novia llevó al matrimonio algunos bienes regalados por su abuela doña
Isabel Carrasco, con los que fundó un vínculo de capellanía para sus descendientes
[25] . El
Cacique apoderó a su mujer para que por él extendiera el testamento, en virtud de
lo cual
cumplió Da. Maria en Saña el 16 de enero de 1681 ante Antonio de Rivera [26]. De
ambos
nacieron:

1. Don Juan Rodríguez Puicunsoli y Carrasco, vecino de Saña, dueño de la mitad


del trapiche azucarero "San Juan de la Punta", en el salitral de Sonto [27] .No
parece haber dejado sucesión.
2. Don Félix Salvador Rodriguez-Puicunsoli y Carrasco, presbítero, amercedado
por su madre para la congrua de su profesión eclesiástica con una capellanía
colativa sobre las tierras de Sonto, casas de beneficiar azúcar y ocho esclavos,
fundación hecha en Saña el 11 de Marzo de 1680, ante Antonio de Rivera. La
obligación capellánica era rezar ochenta misas anuales por el alma de la
fundadora y su marido.
3. Doña Jerónima, de quien no hay noticias.
4. Francisca de San José, monja profesa de velo negro en el monasterio limeño
de las Descalzas de San José.
5. Doña Maria Josefa [28]
6. Doña Petronila. En 1670 contaba 7 años de edad y no hay otro rastro suyo.
Tras la muerte de Don Jerónimo Rodríguez Puiconsoli el cacicazgo de Jayanca por
razones
legales y administrativas, ya citadas, pasa a sus sobrinos, los hijos de su hermana
Doña
Maria Magdalena, que le seguía en edad y en el orden sucesorio, según se ve en el
árbol
genealógico presentado por don Eugenio Victorio Temoche Farrochumbi en los litigios
del cacicazgo de Lambayeque [29] , croquis que coincide con el publicado por
Enrique
Brünning, aunque este último procede de otras fuentes [30].
En 1653-1654 Doña Maria Magdalena Rodríguez Puiconsoli aparece ya casada con el
Cacique Principal de Mochumi. Vivió ella largos años, pues en la Revisita de 1684
aparece
inscrita como "Cacica" de Jayanca. En el árbol copiado por Brünning dicha señora
está
señalada por mujer legitima de Don Pedro Mármaro, indio noble, y se la dice
"sucedió (a
Don Jerónimo su hermano) en el cacicazgo hasta su muerte". En ese croquis están
filiados
con ella tres hijos suyos:
1. Don Juan Elias Mármaro Puiconsoli (al que dá por muerto sin hijos el árbol de
los Temoche. y en el Brünning está como hijo mayor, casado con "Doña Marta",
"revisitado hijo de Cacica", y padre de Don Martin Mármaro Puiconsoli (sic),
por el que continuaba la sucesión [31]).
2. Doña Juana Feliciana Mármaro Puiconsoli, dio su mano a Don José Ezequiel
Minollulli.
3. Doña Maria Trinidad, soltera.
En la pesquisa que seguimos, la documentación no pocas veces se torna confusa,
presentándose maliciosamente ambigua según que así convenga a los litigantes. Es un
fenómeno historiográfico universal. Sin embargó, no hay prueba de haber actuado
para
estos casos ADMINISTRATIVAMENTE en plan de Cacica Doña Maria Magdalena
Rodríguez Puiconsoli; por el contrario, consta que sus descendientes Mármaro
hubieron
de litigar el gobierno de Jayanca ante la Real Audiencia de Lima, con resultados
aparentemente negativos.
Al empezar el siglo XVIII DON JORGE DE SANTA MARIA MINO LLULLI XECFUIN era
Cacique Principal y Gobernador de los pueblos de Jayanca y Mórrope. Si bien su
apellido
paterno (Minollulli) pertenecía a uno de los más ilustres y nobles clanes del
pueblo de
Lambayeque, se ve claro que el mando de Jayanca le venía por la sangre de su madre
(o
abuela) Doña Juana Feliciana Mármaro Puicunsoli. En agosto de 1701 le hallamos en
la
ciudad de Trujillo. cobrando ciertos censos anuales a favor de sus súbditos
jayancanos [32]
. Continuaba ejerciendo hacia 1726, y era también Cacique Pachaca Principal de la
Parcialidad lambayecana de ÑAM.

Un cuarto de siglo más tarde el Cacique Principal era DON LOREN ZO CUSUSOLI [33],
casado
con Doña Maria Thiro. Ambos hacían bautizar a su hija Doña Lorenza, a los diez
meses de
edad, en la iglesia del pueblo de Lambayeque el 13 de Abril de 1751.
Notas

1 Cabello Balboa, Miscelánea Antártica, edición de Lima 1951, pág. 329.

2 Ibid., págs. 331-332.

3 Ibid., pág. 468.

4 Lizárraga, Descripción y Población de las Indias, "edición de Lima 1908, pág.


15.

5 Cieza de León, La Crónica General del Perú, edición de Madrid 1924, pág.
212.

6 ADT Carta de Poder en Trujillo 3 XII 1 567 a.Antonio de Vega. Ambos


hermanos la dan a Miguel Ruiz, Procurador de la Real Audiencia de Lima, para
contradecir la demanda del indio Principal don Pedro Falquen "que es natural
del dho Repartimiento y nuestro sujeto y la definisión sea contra (ilegible)
indio Principal de la Encomienda de Juan Roldán Dauila que pretende tener
derecho a el diziendo serle sujeto”

7 AJT.

8 Ibid.: Residencia de los Alcaldes Ordinarios de la villa de Saña, 1576. Actúa


en los autos el Cacique de Jayanca, declaran Jo 23 años de edad.

9 Bibl. Nac. de Lima, Mss. A534.

10 Escritura de Venta: Trujillo 15 IX 1580 a.Vega.

11 Escritura de Poder: Trujillo 30 XII 1581 a.Vega.

12 Escrituras de Poder: Trujillo 22 XI y 2 XII a.Vega.


13 Escritura de Poder, El Alcalde Ordinario de la ciudad de Trujillo Francisco
de Barbarán a Juan Hurtado de Zárate, para que pueda comprarle en el pueblo
de Jayanca "e en otras qualesquier partes quelesquiera ganados de vacas y
yeguas” que han quedado por fin y muerte del Cacique de dicho pueblo:
Trujillo 18 XII 1591 a. Antonio de Vega.

14 En los ruidosos pleitos por el cacicazgo de Lambayeque -estudiados en su


lugar- Ios Temoche presentaron el año 1764 la prueba genealógica de su
ascendencia hasta COSCOCHUMBI, pero en el árbol de antepasados el
dibujante erró equivocándose en el nombre del quinto abuelo Don Francisco
Puicunsoli cambiándolo por el de Don Lorenzo Puicunsoli, que fue un
posterior Cacique, de Jayanca, error aprovechado por sus rivales los Fayso,
pues con ello dilataron por muchos años las litis.

15 Osorio testó en Jayanca 25 IV 1559 a.testigos, dejando por herederos a sus


hijos Cristóbal Osorio, Catalina de Jerez, Isabel González (casada con el
Cacique Puicunsoli), Francisca y María Osorio. Yernos del testador además de
Don Francisco fueron Alonso de fuentes y Alonso de Figueredo, vecinos de
Piura. AJT leg. 259, autos de sucesión.

16 ANP Derecho Indígena IV, cuad. 72.

17 Antigua Bibl. Nac. de Lima: Miscelánea. Perú 1809-1839. "Informe


Sustancial sobre el Cacicazgo de Lambayeque etc., folleto virreinal sin fecha
de impresión, en 4°, con el alegato de D. Eugenio Victorio Temoche
Farrochumbi.

18 Enrique Brúning: Estudios Monográficos del Depto. de Lambayeque.


Fascículo III, JAYANCA, Chiclayo 1922, pag. 68.

19 ADT Poder que la Cacica (nombrada como Da. Francisca Osorio) dá a su


marido Alonso Rodríguez, en Jayanca 23 VII 1610 ante Gabriel de Palacios
(leg. 82). La poderdante no sabía escribir.

20 Poder general: Trujillo 5 XI 1644 a. Viera Gutiérrez; y paps. AVRL.

21 Colec. particular.

22 Testimonio coetáneo arch. particular.

23 Recopilación de Leyes de Indias, Lib. IV tit. 7 ley 6: Réales Cédulas de Felipe


II de 11 de Enero y 5 III 1576 mandando "que los mestizos no puedan ser
Caciques y si algunos lo fueren sean luego removidos de los cacicazgos”

24 E. Bruning, ob.cit., fase.III, JAYANCA, p.23.

25 Doña María dio Poder para testar a su marido en la hacienda "San Juan de
Collique" (Saña) 15 IV 1670 a. Bernabe Rentero: Ordenaba ser sepultada en la
capilla de dicha hacienda. Ella sobrevivió muchos años a su cónyuge.

26 Arch. Arzobispal de Lima: Apelaciones de Trujillo siglo XIX, compulsa de


los autos de D. Antonio Yacarini para obtener la capellanía Carrasco sobre las
haciendas de Sangana, San Francisco de Miraflores y San Juan de Mochumí
vacante por muerte del presbítero D. Gemente de Seña.

27 La otra mitad era de Da. Tomasa de Saavedra Cabero.

28 Doña María Josefa Rodríguez Puicunsoli y Carrasco nació' en Saña y fue


desposada en la parroquia del Sagrario de Lima 8 VII 1660 (Tomo V fol.55)
por D. Félix de San Martin Iñiguez, natural de la ciudad de Avila de los
Caballeros, en España, hijo leg. de Francisco de San Martín Iñiquez y de Da.
Antonia González de Avila y Moxica. Bendijo la boda el Lcdo. D.Juan López de
Saavedra, cura de Jayanca y padrino bautismal de la novia. San Martin Iñiquez
avecindaba en Saña y en 1670 fue Escribano del Cabildo., y luego Capitán,
Comisario General de la Caballería y Alguacil Mayor del Santo Oficio de la
Inquisición hacia 1680. Del enlace con la señora Rodríguez Puicunsoli quedó
distinguida sucesión, prolongada hasta hoy por los apellidos Seña, Barreto de
Castro, Salmón y de la Oliva, antepasados de las familias Quiñones y Arbulú de
la ciudad de Chiclayo.

29 Vide nota 17, en ob. cit., fol.42.

30 E. Brünning, ob.cit., fase. JAYANCA, pag.68.

31 Ibid. Don Martín Mármaro casó con doña Juana Marca y fue hijo de ambos
Don Juan de la Cruz Puicunsoli (sic), padre legítimo, a su vez, en doña
Magdalena N., de doña María Urbana Puicunsoli (sic), mujer legítima de
Fernando Llamas, con descendencia.

32 ADT protoc. Cortijo Quero, Trujillo 1701, fo.320.


CACICAZGO DE JEQUETEPEQUE
Hemos incluido en el presente estudio de los cacicazgos lambayecanos a los pueblos
de
Jequetepeque y San Pedro de Lloc porque durante el Virreynato integraron el antiguo
corregimiento de Saña. La evidencia arqueológica indica que durante la prehistoria
tardía
de la costa Norte el límite sur de la Cultura "Lambayeque" llegaba, precisamente
hasta
San Pedro, cuya pampa desértica representaba la frontera natural con la etnia del
valle
de Chicama y sus tradiciones.
Pocos, pero valiosos datos sobre los antiguos Señores de esta zona hemos hallado al
revisar los Títulos del cacicazgo de San Pedro de Lloc donde están transcritas
varias
Provisiones Superiores muy antiguas [1].
Los conquistadores quechuas siguiendo la política sagaz que empleaban en sus
guerras
de expansión, luego de dominar la zona de Jequetepe que colocaron en el gobierno
local
a PAYNASAMAN, un aristócrata lugareño, de sangre yunga como lo indica su nombre;
éste
tuvo tres hijos:
COLLAQUEUI, heredero del poder, muerto sin descendencia; SEJUQUELCHUMBI
(llamado en otro documento TEJUCHUMBI), quien en su tiempo, siendo Gobernador,
recibió a los primeros españoles, y a su muerte tampoco dejó prole; y DON DIEGO
PAYPAYCHUMBI, Cacique bautizado por los frailes doctrineros recién llegados al
valle, el
cual a la muerte de su hermano no pudo acceder al trono por hallarse en minoridad,
siendo remplazado interinamente por MAJO HUAMAN, "indio extraño a quien ahorcaron
los indios de Xequetepeque"
Sucedieron a Majo Huamán otros caciques encargados, y ya en el último tercio del
siglo
XVI uno de éstos, DON CARLOS CHABAY CHUMBl, ejerció algunos años, dejando a su
muerte por sucesor a DON CARLOS CHAMOCHUMBI, su hijo legítimo y primogénito. Fue
éste Cacique Principal y Gobernador de Jequetepeque desde fines del siglo XVI hasta
comienzos del XVII, y tuvo por legitima mujer a Da. Leonor Centeno, hija de Diego
Yumbo
y Luisa Magdalena [1a].
En los pleitos que después siguieron para ventilar la sucesión al Señorío, Don
Carlos
Chamochumbi fue tachado por no descender de PAYNASAMAN. Vale decir, sin embargo,
que no era un advenedizo, pues en los testimonios conque testificaron a su favor
otros
indios nobles se le reconocía como legitimo sucesor de los verdaderos Señores de
Jequetepeque "contando desde el primero que fue conducido de Chimo" [1b].
Hacia 1615 Don Carlos fue querellado en la Real Audiencia de Lima por DON DIEGO
CAJOCHUMBI, quien reclamaba el solio por ser hijo legítimo y mayor del tercer
vástago
de PAYNASAMAN, el Don Diego Paypaychumbi ya citado, que había fallecido sin llegar
al
mando. El reclamante era, pues, nieto del príncipe jequetepecano impuesto por los
Incas.
La litis fue larga y, entre tanto, Don Carlos continuó ejerciendo hasta 1639, por
lo
menos [1]. Posteriormente a esta fecha los contendores parecen haberse avenido
porque
sin haber fallecido Don Carlos entró al gobierno el querellante Don Diego: "El
cacicazgo
lo hubo pacíficamente y de el lo heredó DON FRANCISCO JULCA CHUMBI su hijo". Con
los
cuales, padre e hijo, el cacicazgo volvió a la línea de PAYNASAMAN.
A Don Francisco le sigue su hijo DON DIEGO PAY PAY CHUMBI, con Título del Gobierno
de Lima, al igual que lo obtuvieran en su tiempo el padre y abuelo, extendiendo su
régimen en paz hasta comienzos de 1652, cuando fue demandado ante la Real Audiencia
por el hijo del eliminado Cacique Don Carlos Chamochumbi, llamado también DON
CARLOS ESTEBAN CHAMOCHUMBI.
Tras unos pocos meses de pelea judicial este Don Carlos obtuvo sentencia favorable
y
Titulo dado por el Virrey Conde de Salvatierra. La proclamación pública y oficial
se hizo
en la plaza del pueblo de San Pedro de Lloc "en la ramada donde se enseña la
doctrina
junto a la Iglesia". Ahí el Domingo 30 de Junio, en presencia del Teniente de
Corregidor D.
Gaspar de Luna, los agustinos fray Alonso de Aliaga, prior del convento, fray
Esteban Diaz,
el Cacique despojado D. Diego y numerosos indios Principales, amén de vecinos
españoles
y criollos, recibió Don Carlos Esteban los documentos e insignias legales de
Cacique
Principal de Jequetepeque.
La ceremonia no acabó sin algún escándalo, pues en el tradicional momento del
desfile de
los Mandones de Parcialidades para jurar acatamiento al nuevo Señor, el excacique
Don
Diego Pay Paychumbi Poemape con ostensible protesta se negó a hacerlo. Con él
también
rehusaron sus hermanos Don Jerónimo Poemape y Don Pedro Pañasaman,
contradiciendo el acto a vivas voces, y clamando Don Diego por haber sido obligado
a
asistir en calidad de Segunda Persona, siendo según él, legitimo Cacique Principal.
Para
acallarlos, tuvo la autoridad que ponerlos presos, llevándose les a la ciudad de
Saña, desde
cuya cárcel y por manos del Protector de Naturales elevaron al Corregidor de la
provincia
su queja. En ella Don Diego insistía en sus antiquísimos derechos como descendiente
de
PAYNASAMAN. La proclamación del Cacique D. Carlos Esteban no procedía por haber una
querella entablada en Lima contra su persona. Decía D. Diego haber sido "derribado"
sin
tener en cuenta los treintiseis años de continua posesión que pasara en su propio
gobierno.
No hubo respuesta. Tres días después, los presos, apremiados por su miserable
situación,
aceptaron la realidad, comprometiéndose a reconocer y obedecer al nuevo Cacique. El
6
de julio salieron de la cárcel dirigiéndose luego a su pueblo.
En efecto, la posesión de Chamochumbi habla quedado suspendida y la litis continuó
en
Lima por cuatro años más, hasta que se dio sentencia favorable a Don Carlos
Esteban. El
Titulo signado por el Virrey Conde de Salvatierra es del 7 de Octubre de 1655. Hubo
de
repetirse la ceremonia pública de Toma de Posesión el 27 de Abril siguiente, esta
vez en
el pueblo de Jequetepeque y ante el Juez Comisionado D. Fernando de Arce, sin que
entonces hubiera conato alguno de oposición. Chamochumi fue sentado en la silla
cacical,
y sus indios "llegaron a sus pies incando la rodilla en tierra haciendo sumisión y
dándole
la obediencia prefiriéndose los Principales todos unánimes y conformes". A los tres
días
se repitió el acto consagratorio en el pueblo de San Pedro de Lloc sin alteraciones
y ante
el mismo Juez Comisionado.
El nuevo Cacique no tenía aún edad canónica para gobernar por lo que, entre tanto,
rigió
interinamente lajurisdicción su tio Don Felipe Chamochumi; más, a su tiempo Don
Carlos
Esteban se posesionó del solio, condecorándosele a la vez como Maestre de Campo de
aquellas Milicias de Naturales. Transcurrió su ejercicio por más de un cuarto de
siglo, y
hallándose viejo y achacoso el año 1783 pidió al Virrey que le diera un Gobernador
adlatere, escogido en una terna compuesta por Don Lucas de Rivera, Cacique Segunda
Persona del pueblo y Cobrador de la gruesa dé los tributos, Don Andrés Lloco y Don
Juan
Felipe. El Informe del Protector General pretirió a Rivera nombrándosele el 12 de
noviembre, si bien su pública recepción demoró hasta el 9 de Febrero del año
siguiente.
Presidió su instalación el Sargento Mayor D. Juan Bautista de Vizcarrondo y Aldape,
vecino de Saña y Juez de Cajas del Partido de Guadalupe.
Rivera era hijo legitimo del penúltimo cacique, despojado por el actual, aquel Don
Diego
Paypaychumbi, representante de la vieja dinastía de PAYNASAMAN. El azar juntaba las
cabezas de las dos familias tradicionalmente opositoras, para manejar ahora el
mando
del Repartimiento.
Pudo haber sido égida de paz, pero se vé que los viejos resentimientos latían
subyacentes.
En 1690 el enfermo Cacique Principal Don Carlos Esteban se dio maña para empujar a
los
indios sampedranos a ponerle Causa de Capítulos a Rivera, pidiendo que se le
quitase el
cargo de Cobrador de los Reales Tributos [3]. Falló la maniobra y por el contrario
Rivera
obtuvo del Virrey una Provisión de 19 de Junio del año siguiente confirmándole en
todos
sus poderes y privilegios.
Don Carlos Esteban Chamochumbi murió en Jequetepeque hacia 1700, dejando por única
heredera a su hija DOÑA MANUELA CHAMO CHUMBI, Cacica Principal pero nó
Gobernadora porque nunca casó. Esta pequeña crisis y el progresivo descaecimiento
del
pueblo produjeron un desmedro del que nunca pudo recobrarse Jequetepeque.
Entre tanto, el vecino pueblo de San Pedro de Lloc iba adquiriendo más categoría.
Ahí
tenía su residencia la importante familia GEOQUELCHUMBI, en cuyos miembros venía
siendo ya costumbre ejercer el Cargo de Caciques Segunda Persona del Repartimiento
de
Jequetepeque. En es tos tiempos, la administración virreynal advirtió el notable
desarrollo de San Pedro y para no enervar la vida económica y social de la
provincia a
consecuencia de la agonia de Jequetepeque y el surgimiento sampedrano, se empezó a
dar a los Geoquelchumbi los trabajos propios del Cacicazgo Principal, aunque
socapados
bajo su cargo de Segundas Personas.
La última noticia de los Señores propietarios del solio jequetepecano procede de
1797,
cuando se titulaba Cacique Principal DON FRANCISCO FELIPE CHAMOCHUMBI, pese a
que el párroco del lugar, con quien es taba enemistado, le negaba tal rango. Era
Cacique
Segunda Persona únicamente del pueblo Don Vicente Carrasco Chamochumbi" [4].

Notas

1 Títulos del Cacicazgo de San Pedro de Lloc (colec. part.).

1a Luisa Magdalena testo cnTnijillo 15 IX 1626 a. Obregón: Era natural de


Huanuco, india solarera de Trujillo, En 1577 la hija del Cacique y la Centeno,
Da. Juana Centeno, vivía con sus padres, en menor edad aún. (ADT Entrega de
Negro, Trujillo 18 III 1639 a. Andrés de Obregón).

1b Tits. del Cacicazgo cit.(2) AVRL Obligación, Saña 15 X 1639 a.Feo. de


Mendoza.

3 Don Carlos Esteban pretendía asumir la cobranza, y para avalarlo certificó


ser dueño de considerables bienes raíces, y entre ellos una cría de muías, un
ingenio de arroz y tierras de panllevar con aperos y ganados, cuyo valor total
sobrepasaba el de la tributación.

4 ANP Judicial Criminal, leg.7: Autos entre un indio tributario de Jequetepeque


y su cura Dr. D.Francisco Javier Nicasio de los Reyes 1797. D.Francisco Felipe
era hijo leg. de D. Francisco Chamochumbi y de Da. Francisca Andrea (sic).
Hacia 1755 se titulaba Principal de los pueblos de Lambayeque y
Jequetepeque. En cierta oportunidad aludió a tierras que le dejara su
bisabuelo D. Felipe Chamochumbi (ADT protoc. López Collado 779 fol. 80).
Por un tiempo sostuvo litigio por las tierras de PUSQUE, a mérito de unos
derechos heredados de sus padres, contendiendo con D. Alejo y Da. Juana
Manuela Chayhuac, hijos leg. de Da. Juana Tito Ynca. (AAT Causas leg. 28).
CACICAZGO DE LAMBAYEQUE
El pueblo de Lambayeque se fundó dentro del programa de las Reducciones, en ocasión
que el Juez comisionado Oidor González de Cuenca en sitio aparente y entre los años
1566
y 1568, puso ahí a doce parcialidades de indígenas jurisdiccionales, hasta entonces
desperdigados por el litoral y el valle de su nombre.
Antes de terminar el siglo XVI, la población había crecido tanto que se hizo
necesaria la
creación de una doble, luego cuádruple, parroquia cural para atenderla. A mediados
de la
centuria siguiente radicaban en Lambayeque las parcialidades de Cacique, Segunda
Persona, Ñam, Corñam, Fil, Nonchec, Jacapuc (luego Jacap), Xieccloc, Enec, Huicop,
Huerta, Buyap, Ciamcocec, Inop, Collocsil, Chamlobo, Yéncala, Efquem, Olleros, Alca
baleros, Chicheros, Liseros, Plateros y Yanaconas, todas de origen local, a las que
habría
de agregárseles la de Forasteros.
Debido al empeño e industria de sus pobladores la creciente importancia de la
economía
del pueblo fue reconocida a través del tiempo; así el cronista Vásquez de Espinosa,
en
1628, y el Virrey Gil de Taboada, en 1 796, citan a Lambayeque con la frase
coincidente
de "el pueblo rico".
Hacia 1582 pasó por la población el sacerdote Miguel Cabello Balboa, y recopilando
datos
para su futura "Miscelánea Antártica" obtuvo de boca de indios ancianos y nobles la
hermosa leyenda sobre los orígenes prehistóricos de esa comunidad, expuesta en la
saga
de Naylamp: En época muy antigua había llegado a las playas que hoy son de la
caleta San
José un grupo de balsas trayendo a NAYLAMP, personaje principesco, acompañado de
una
pequeña corte de concubinas y guerreros, y procedente de una misteriosa región "de
la
parte suprema" del Perú.
La mujer de este príncipe se llamaba CETERNI. Desembarcaron y fundaron un Señorío
regional que, a su tiempo, heredó CIUM, el mayor de la prole de Naylamp. Fue
"Segundo
Señor de estos valles". De su cónyuge ZOLZOLÑI y de sus otras mujeres le nacieron
doce
hijos varones, quienes, a su vez, cada uno de ellos fue tronco de numerosas
familias. Los
sucesivos herederos dinásticos de CIUM se llamaron ESCUÑAIN, MASCUY, CUNTIPALLEC,
ALLASCUNTI, NOFAN NECH, MULUMUSLAN, LLAMECOLL, LAMTAPUC, ACUNTA y
FEMPELLEC, un total de diez gobernantes del Señorío.
Al último, FEMPELLEC, lo sedujo el demonio en figura de una bella mujer, y por este
sacrilegio, habiendo sobrevenido un terrible diluvio con que iba a destruirse toda
la
comarca, los sacerdotes optaron por hundir a su maldecido Señor en el mar, donde
murió
y con él la línea mayor de los descendientes del mítico Naylamp.
Luego, se produjo la invasión de la gente venida del país de Chimo, el famoso
ChimoCapac, conquistador de la costa desde Paramonga hasta Tumbes. Por su orden se
construyeron algunos presidios en la provincia, y puso para administrar los nuevos
vasallos lambayecanos a funcionarios ve nidos de Chan Chan, el más importante de
los
cuales fue PONGMASSA, un supuesto fundador de la línea regente que reemplazara a la
de Naylamp.
Desde Pognassa y pasando quizás el poder de padre a hijo, gobiernan la provincia
PALLESMASSA, OXA, en cuyo tiempo ocurre la conquista incaica de Cajamarca, y
LLEMPISAN. Después, CIPROMARCA, hermano del anterior, y FALLEMPISAN, también su
hermano.
Luego, EFQUEMPISAN y SECFUNPISAN, coetáneos a la conquista española de la región.
Según Cabello Balboa los últimos Señores duraban con vida muy poco tiempo debido a
los fuertes ayunos que soportaban ritualmente antes de subir al mando.
Hasta aquí la información procede del cronista Miguel Cabello Balboa [1].
El problema se presenta al intentar reconstruir específicamente la li nea de los
posteriores Caciques Principales, tratando de entroncarla con los citados jerarcas
prehispánicos. A tenor de una nueva documentación [2] la pesquisa ha hallado
ciertas
notables diferencias con la última parte de la Crónica de Cabello Balboa, siendo la
principal el saber que a la llegada de los españoles (1533) las parcialidades
instaladas en
la propia comarca de Lambayeque pertenecían al Señorío de Cinto; y que Don Martin,
primer Cacique Principal del Repartimiento de Lambayeque conformado por Francisco
Pizarro, antes de la entrada de los españoles era tan solo uno de los mandones
vasallos
del señor de Cinto.
No cabe en este estudio la crítica de puntos tan enredados. Limitémonos a seguir la
sucesión cacical de acuerdo con lo aceptado oficialmente en el largo período del
virreynato.
Estudiando los Informes presentados en el siglo XVIII durante los seculares pleitos
por el
cacicazgo de Lambayeque entre las familias de Faiso y Temoche, se ve de inmediato
que,
si bien discrepan en cuanto al mejor derecho, ambas partes están de acuerdo en
señalar
a un FALEMPISAN como el último gobernante prehispánico de la región; y de él unos y
otros pretendientes arrancan su genealogía.
Debe decirse para mayor claridad que Cabello pudo confundir los nombres de los
últimos
dinastas de su lista, y entonces, FALEMPISAN, registrado como el antepenúltimo
Señor
en la redacción final de la crónica, debería bajar al sitio de SECFUNPISAN, y éste
subir al
lugar de aquél. Es una hipótesis de trabajo.
Los documentos básicos para el estudio son de naturaleza jurídica, y en buena parte
han
sido utilizados por otros investigadores:
1. Real Cédula de Madrid 15 de Julio de 1787, para que la Audiencia de Lima
pronuncie sentencia de Revista en la causa de don Pedro Fayso Farrochumbi;
y árbol genealógico dibujado a tres tintas en el siglo XVIII. Publicados por el
Pe. Rubén Vargas Ugarte SJ. [3].
2. Autos de don Juan Nicolás Fayso Farrochumbi contra don Eugenio Victorio
Temoche Farrochumbi, 1762-1765. (En ANP Derecho Indigena, leg. XIII, cuad.
310). Los estudia Maria Rostworowski en su importante libro “Curacas y
Sucesiones: Costa Norte” Lima 1961.
3. Alegación presentada por el doctor D. Pedro de Loaysa Coco a nombre de don
Felipe Farrochumbi, nieto de doña Marcela Antonia Farrochumbi, Lima
(Antigua Bibl. Nac. de Lima: Alegaciones Jurídicas ante la Real Audiencia
1698-1712, Tomo 190 Mss., fol.42).
4. "Informe / sustancial sobre / el Cacicazgo / de / Lambayeque, / del que se
halla / en posesión / Don Eugenio Victorio / Temoche Farrochumbi /
Puicunsoli" Impreso limeño sin fecha, en cuarto, de 41 páginas, con dos
árboles genealógicos plegables (Antigua Bibl. Nac. de Lima, tomo de folletos
con título en el lomo de "Miscelánea / 1809-1839").
En la prueba genealógica las partes litigantes coinciden en reconocer a
FALEMPINCIAL
(identificado por Vargas Ugarte con el FALEMPINCIAN de Cabello Balboa) "Cacique
Gentil
del pueblo de Ñampagic llamado Lambayeque por los españoles". Su gobierno parece
desenvolverse a mediados del de Huayna Capac, alcanzando al Inca Huascar, a quien
FALEMPINCIAL conoció personalmente en el Cuzco.
Cita Cabello Balboa la convocatoria de Huáscar a una reunión general de Señores y
Curacas en su capital cuzqueña para prevenirles sobre la declarada inobediencia de
su
hermano Atahualpa, ya rebelde en Quito. Entre los asistentes estuvo el Señor de
Lambayeque" [4] y ahí en el Cuzco encontró a su deuda, la princesa Chestan Xecfuin,
venida
años antes des de sus lares norcosteños acompañando la comitiva fúnebre de la momia
de Huayna Cápac: Chestan Xecfuin se hallaba radicada como dama de servicio en el
palacio de la emperatriz viuda Mama Ragua Ocllo.
Hubo amores entre ambos primos y habiéndola preñado volvió con ella FALEMPINCIAL
a su pueblo costeño, naciéndoles en el camino el hijo llamado COSCOCHUMBI "por el
lugar
de su engendramiento" [5].
FALEMPINCIAL (o FALEMPINCIAN) gobernó su pueblo un corto tiempo más, muriendo
en la plenitud de la edad, quizás en combate durante la guerra atahualpista, pues
como
se sabe, el Inca Huáscar reparaba sus ejércitos con gente costeña. Quedaron de él
cinco
hijos varones: EFUICHUMBI, CHALAN, SOLTANTA, ATLOC y COSCOCHUMBI, habidos en
diferentes madres, y este es el orden en que aparecen pintados sus nombres en el
árbol
de los Faysos glosado por Vargas Ugarte, documento no impugnado por sus contendores
los Temoche [6].
El hijo mayor EFUICHUMBI (según dicho árbol) o XECFUIN PISAN, nombre más puro y
lambayecano recogido por Cabello Balboa en el siglo XVI, sucedió a su padre "y
gobernó
siendo Gentil sin question alguna". Cabello dice que este príncipe hizo matar a sus
hermanos CHALAN SOLTANTA y ATLOC “por alzarse el con toda la hacienda y herencia"
salvándose del crimen y por milagro el hermano menor COSCOCHUMBI. Quizás
podríamos preferir la interpretación de la masacre como un acto anticuzqueño si se
considera la época tan critica que atravesaban los Señoríos regionales con el Inca
Huáscar, entonces a pique de caer, y Atahualpa casi triunfante en todo el norte del
Tahuantinsuyo. No se comprende el triple asesinato por sola la herencia puesto que,
además de la vigente ley de la primogenitura, quedaban hijos de los asesinados.
Consta la
descendencia de éstos en Lambayeque aún en el siglo XVIII, y aparece apuntada en el
árbol dibujado de los Faysos.
El fratricida EFUICHUMBI tuvo también una trágica muerte, y se la dieron algunos
indios
que le asaltaron en el campo, cuando iba a Jayanca a recibir en amistad a Francisco
Pizarro. Le golpearon "maltratándolo, quebrándole las piernas y brazos", "y con
todo este
daño recibido —dice Cabello Balboa— prosiguió su camino y al cabo le pegaron fuego
en
el mismo toldo en que dormía y allí se quemó”.
La versión discrepa de los testimonios presentados en los largos juicios por el
cacicazgo
del pueblo, donde el ataque y el asesinato no aparecen cometidos contra EFUICHUMBI
sino contra su hijo CHUCULLULLI "hijo legítimo de EFUICHUMBI (que) sucedió en el
cacicazgo por muerte de su padre, y por haber recibido a los Españoles
Conquistadores
siendo Cacique Gentil lo mataron los Caciques compatriotas de valles"[7].
Los Temoche posteriores no impugnaron a CHUCULLULLI, a pesar que la hija de éste
Doña Ana Cocras venía a ser la ascendiente de los Faysos: con ello se prueba hasta
cierto
grado la existencia y gobierno de CHUCULLULLI, que fue breve, al parecer,
quedándole
dos hijos: Doña Ana Coras, legitima, y el bastardo don Diego de Azabache, ambos en
minoridad.
Retrocediendo a los cinco hijos de FALEMPINCIAL, el menor COSCOCHUMBI sobrevivió a
sus cuatro hermanos. La madre fue la princesa Chestan Xecfuin, que durante una
época
de su vida residiera en el Cuzco, ya se dijo, en el palacio de la emperatriz viuda
del Inca
Huayna Cápac.
COSCOCHUMBI, según Cabello, "reciuio y siruio a los Españoles con mucho amor y fue
el
primero que en estos valles reciuio el agua del baptismo". Durante la minoridad de
sus
sobrinos, los hijos de CHUCULLULLI, tomó posesión del gobierno y se bautizó con el
nombre de DON PEDRO COSCOCHUMBI. Hizose tan fervoroso cristiano que en su tiempo
era tenido por "el primer perseguidor de sus falsos sacerdotes y hechiceros".
En doña Maria Cucul tuvo un hijo legitimo llamado Don Martin, futuro gobernante.
Hacia
1552 estaba ya muerto después de haber ejercido veinte años, lapso absolutamente
desconocido en la historia lambayecana por falta de fuentes [8]. Luego de su
definitiva
ausencia y por la minoridad de su hijo, tuvo el mando del Repartimiento un Don
Diego [9],
quizás Don Diego Azabache, hijo bastardo del difunto.
DON MARTIN FARROCHUMBI, hijo de COSCOCHUMBI, fue Cacique Principal y
Gobernador del Repartimiento y pueblo de Lambayeque reconocido por el Gobierno
vicerreal después de la separación de las tierras y parcialidades que antes habían
pertenecido al Señorío de Cinto. Esta viene a ser la tesis principal del Cacique de
Cinto en
el largo pleito judicial que mantuvo para recobrar lo que a la fuerza se le habría
segregado
desde 1540 [10].
Como es natural en los procesos del siglo siguiente los Faysos le proclamaban su
antepasado y en su árbol genealógico le llaman "Primer Cristiano". Cabello Balboa
dice
que era "hombre muy amigo de la verdad christiana y favorecedor de la Yglesia". En
los
más antiguos documentos se le apoda "el Petrucio", quizás en alusión diminutiva a
Pedro,
su padre.
Hay referencias suyas como gobernante en el año 1561 y 1564; la primera siendo
testigo
de Información en su pueblo el 21 de Octubre: no sabe firmar y tiene 25 años de
edad,
según declara ante el Corregidor Gonzalo Ruiz Pardo [11] ; otra, estando en
Trujillo el 27
de Enero de 1 564, al dar un poder general a Francisco Nieto [12].
Durante su ejercicio la población del pueblo de Lambayeque fue empadronada por el
Visitador Juan de Oses el 4 de Enero de 1572, repitiéndolo el corregidor Juan de
Monrroy
del 8 al 29 de Noviembre de 1 578. En este último control demográfico el Cacique
Don
Martin aparece enlistado con sus dos hijas legitimas doña Ana y doña Juana Noquem,
habidas en doña Leonor Planel, más dos hijos bastardos llamados don Gonzalo
Quisquís
y don Francisco Siccha [13].
En su tiempo ocurrió la catástrofe devastadora de la comarca a con secuencia del
terrible
aluvión de 1578, trayendo abajo los pueblos de In dios del corregimiento que eran
los
primeros núcleos fundacionales de las Reducciones. Todo quedó destrozado y luego
sobrevino una gran pobreza y hambruna. El propio don Martin, una vez que cesó el
sismo
y se compusieron las acequias, trató de recuperarse sin alcanzarlo pues de la
chacra en
que sembrara dos fanegadas de semilla de maíz, no pudo recoger ni un grano, porque
las
sucesivas plagas de grillos y ratones se comieron integra la producción. Para
alimentarse
con su familia Don Martin hubo de ir a comprar el grano hasta Callanca (cerca de
Reque),
"y por ello empeño sus platos de plata". En el desastre perdió también una chacra
muy
extensa de algodón y se murieron muchas de sus ovejas" [14].
A partir de Don Martin se empieza a usar el nombre FARROCHUMBI como el propio de la
dinastía lambayecana. Tras haber regido a sus indios algo más de un cuarto de
siglo, finó
este Cacique hacia 1583, habiendo sido el año anterior uno de los testigos
declarantes en
la Residencia del Corregidor capitán Francisco de Coronado, con 50 años de edad. Le
sucedió en el cargo DON GONZALO QUISQUIS (hijo bastardo del difunto según la
Revista
de 1578) [15], el cual tuvo un ejercicio gubernativo bastante agitado, pues a los
comienzos
su tío carnal Don Diego de Azabache (al parecer, hijo concubinario de CHUCULLULLI)
le
entabló un reclamo legal por el solio. Azabache ya había sido gobernante interino
en
1552. La litis siguió por varios años, obligando a Don Gonzalo a viajar a Lima para
culminarla. En abril de 1590 estando de paso por Trujillo [16] certificó en el
juicio de
Residencia de los Oficiales Reales.
Al siguiente, Don Gonzalo fue elegido Prioste de la cofradía de la Limpia
Concepción en
su pueblo de Lambayeque, y por tal desempeño el 15 de Marzo de 1594, estando de
paso
por el pueblo el Arzobispo de Lima le concedió una licencia para consolidar la
limosna de
12 pesos anuales destinados a misas de sufragio por las almas de los cofrades
difuntos, y
lo restante de las limosnas quedarían retenidas en dicha hermandad.
Por entonces la Real Audiencia de Lima le confirmó en el cacicazgo mediante una
sentencia de Revista, quedando asi excluido su tio Azabache y otros dos
pretendientes,
don Marcelo Minollulli y don Francisco Supoltanta. Mas Azabache no se desanimó y al
empezar el año 1600 volvió a entablar en Lima una nueva causa de Capítulos.
La lectura de sus actuados puede servirnos para otear un poco la vida económica de
estos
nobles dinastas. Habiendo venido al pueblo el Juez Comisionado D. Jerónimo Dávila a
recoger las pruebas de las partes, comenzó decretando el embargo preventivo de los
bienes del Cacique Don Gonzalo mandándolos depositar en el vecino don Garcia de
Somorrostro. Su inventario es del 22 de Septiembre:

En la Estancia de Súcute, 300 cabezas de ganado cabrío y ovejuno, 608 ovejas


y 40 cabritos.

En Chiclayo, 1886 cabezas de cabrío y ovejuno, 580 cabras y 120 cabritos.

En la estancia de Mórrope, 90 reses, 70 yeguas, y 1 garañón, 5 mulas y 5


machos.

En el pueblo de Lambayeque, las casas grandes principales y "altas" de la


morada del Cacique, en la esquina de la plaza [17]; tres casas más y una huerta
a la salida para Ferreñafe; un solar y una huerta con arboleda frutal "a la salida
junto al molino Viejo".

Al costado de la estancia de Chumán, una chacra y tierras de panllevar, con


área de diez fanegadas.

Un molino de agua.

55 botijas de grasa "en la tienda de la casa del Cacique", 5 fanegas de


garbanzos y varias menudencias más.

Don Diego Azabache no contento con empezar un nuevo batifondo leguleyo echó más
leña
al fuego, acusando a su sobrino de ocultar "mucha cantidad de oro y plata", noticia
que
llevó al Juez a extender el embargo sobre el menaje casero del Cacique:
"una caxa de cedro de mediano tamaño nueba y en ella seis piezas de ropa, manta y
camisetas de algodón, nebros y nuebos. Otra caxa de zedro mas grande y en ella lo
que
sigue: seis juegos de ropa de algodón manta y camiseta nueba las dos moradas y una
blanca y tres pardas, una talega con quinze guarniciones de lana de colores para
mantas,
tres paños de lana hilada de diferentes colores. Item dos caxuelas pequeñas
mayores. Otra
caxa mediana de zedro bacia. E no se hallo mas en el dho aposento y casa otra cossa
que
fuesse de monto".
El juez Dávila ordenó también el apresamiento de Don Gonzalo dándole su casa por
cárcel. Un vecino español, Diego de Mestanza, otorgó fianzas por el acusado, y
otro, Alonso
de Mingolla, las aumentó, compro metiéndose "en tal manera que dentro de quarenta
dias
cumplidos se presentarla (el Cacique) por preso por la dha causa en la carzel de
Corthe
de la ciudad de los Reyes" [18].
Al cabo, el alto tribunal volvió a desautorizar al descontento Azabache, porque Don
Gonzalo continuó su gobierno en paz, hasta finar en 1625, tras haber completado
treintidós años de mando. El nuevo jerarca fue su hijo DON MARTIN FARROCHUMBI. Tan
solo se sabe que "sucedió en el Cacicazgo sin question", según apunta el tan citado
árbol
de los Faysos. Debió haber nacido hacia 1578 [19] y consta su unión legitima con
Doña
Luisa Cocex, que le hizo padre de un hijo varón y cuatro hijas, de-las que no hay
rastros.
Don Gonzalo vivía sus últimos días, quizás inválido o decrépito, cuando dicho hijo
Don
Martin le reemplazó. En diciembre de 1621 por la notoria inoperancia del viejo
Cacique
hubo de hacerse el cambio, habiendo informado el Corregidor al Virrey que dicho
heredero era apto, hábil y capaz, y tenía hijos legítimos [20]. En 1625 ya
gobernaba Don
Martin, contando entonces 47 años de edad.
Le sucedió su hijo legitimo DON PEDRO FARROCHUMBI, Cacique Principal y Gobernador
de los Repartimientos de Lambayeque y de Ferreñafe. Como su abuelo don Gonzalo,
también parece haber caído Don Pedro en decrepitud o incapacidad, pues en la última
parte de su vida le reemplazaba interinamente el indio Principal don Diego
Bernardino.
En noviembre de 1645 Don Pedro firmó su testamento ante Nicolás Martin, Escribano
del
Cabildo de Naturales, declarando que de su mujer doña Lucia Turen no había logrado
descendencia. Murió a poco y de inmediato comenzaron los famosos pleitos por la
sucesión del cacicazgo, cuyas seculares y complejas tramas trataremos de resumir a
continuación.
Al día siguiente de la muerte del Cacique Don Pedro Farrochumbi, se presentó ante
el
Teniente de Corregidor un indio noble llamado Don Francisco Larco, primo hermano
del
difunto y nieto materno de Don Gonzalo, el Cacique de 1593 a 1625 [21] y,
exhibiendo el
testamento del recién finado Don Pedro en atención a que éste ahí le declaraba
sucesor
pidió el gobierno del pueblo. La autoridad local se lo dio con carácter interino,
sin
perjuicio de tercero, y concediéndole un plazo de seis meses para traer la
confirmación
del Virrey.
Larco no pudo avanzar lo menor porque en contradictoria demanda aparecieron a
disputarle judicialmente Doña Mariana Farrochumbi (tronco de los futuros Temoche),
Don Andrés de Azabache (descendiente de D. Diego Azabache, el de los pleitos de
1583),
“y otros".
De tales pretendientes nos interesa la primera, porque después de litigar
bravamente a
lo largo de dos años, obtuvo el cacicazgo. La genealogía de DOÑA MARIANA
FARROCHUMBI era como sigue: COSCOCHUMBI, quinto hijo de FALEMPINCIAL, fue
padre de DON MARTIN FARROCHUMBI
"El Petrucio" (al que seguiremos llamando EL
VIEJO, según le nombran los documentos coetáneos), y este en su legitima mujer doña
Leonor Planel hubo por hija a Doña Ana la Ñipo Tancum (sic), bautizada hacia 1 573
[22].
Estando muy joven Doña Ana fue tomada en matrimonio por el Cacique Principal de
Jayanca Don Francisco Puicunsoli, entonces viudo, radicándose con él en dicho
pueblo.
Entre los hijos que tuvieron les nació DON MARTIN FARROCHUMBI El Mozo (así llamado
para diferenciarlo de su homónimo e ilustre abuelo materno) bautizado en la iglesia
de
Lambayeque el 25 de Julio de 1610, a los nueve días de nacido. Cuando tuvo edad
aparente su abogado en Lima Dr. D. Francisco de Valenzuela logró del Virrey el
reconocimiento de sus derechos preferenciales; y estando su padre para morir,
obtuvo
en su favor la Provisión Ordinaria de Diligencias de Cacicazgo, lo que hemos
expuesto más
atrás.
Para explicarnos por qué no figura Don Martín entre los contendores, judiciales
contra
Don Francisco Larco, sino en vez de él su hija, no hallamos otra circunstancia sino
la de
una enfermedad mortal, pues Don Martin testa en Lambayeque el
27 de mayo de
1648 ante Martin de Torres y luego fallece dejando por única hija y heredera a la
antecitada DOÑA MARIANA FARROCHUMBI, habida en su matrimonio con Doña
Francisca de Carvajal.
Dicha DOÑA MARIANA FARROCHUMBI PUICUNSOLI, además de tener tan notoria
herencia de sangre, reunía para su pretensión todos los requisitos legales, por
estar
casada con Don Pedro Quepce, indio noble del piurano pueblo de Colán. Asi que
fácilmente obtuvo a su favor el Titulo lambayecano, firmándoselo el Virrey Conde de
Salvatierra en Lima el 19 de Diciembre de 1650; y aunque los demás contendores
suplicaron de la adjudicación la Real Audiencia por su sentencia de Vista y Revista
la
confirmó en 1654.
Breve fue el goce del triunfo porque la Cacica falleció ocho meses más tarde,
recibiendo
sepultura con la mortaja franciscana en la bóveda de los Caciques, Capilla de las
Animas
de la iglesia de Lambayeque, el 2 de Agosto de 1655 [23]. El Cacique viudo Quepce
continuó
ejerciendo y mantuvo al pueblo en paz mientras crecían sus hijos. Hacia 1663 consta
se
le pagaba en las Cajas Reales de Saña su sueldo simbólico de 229 pesos 6 reales
semestrales [24]. La sucesión de la pareja fué:
1. Don Nicolás, muerto niño.
2. Doña Josefa, que sigue.
Puede dudarse si esta DOÑA JOSEFA DE LA CRUZ (QUEPCE) FARROCHUMBI fue Cacica
Principal de Lambayeque por haber quedado única heredera de sus padres. En los
litigios
que mantuvieron posterior mente sus descendientes los Temoche proclamaban estos
que, si lo fue, y con Títulos expedidos por el Superior Gobierno de Lima; en tanto
que sus
rivales los Faysos lo negaron siempre. No hemos visto documento alguno de la época,
en
que se afirme o niegue la situación cacical de Doña Josefa de la Cruz. Consta que
su padre
la casó con otro noble piurano, Don Juan Bernardino Temoche (el apellido era Themo
Cha,
de lengua Sec), miembro de la familia de gobernantes de Catacaos; y que ambos
cónyuges
procrearon tres hijos:
1. Don Josef Bernardino, primogénito.
2. Don Gaspar Bernardino Temoche Farrochumbi, Alférez de Milicias de
Naturales, Alcalde Ordinario del pueblo de Lambayeque en 1698, Maestre de
Campo y Pachaca Principal en 1737.
3. Don Josef Justo Temoche Farrochumbi, Maestre de Campo de las Milicias de
Naturales del corregimiento de Saña, Cacique Principal del Repartimiento de
Chepén en 1762, y de Catacaos en 1764, Gobernador interino de Lambayeque
durante la minoridad de su sobrino carnal Don Victorio Eugenio Temoche.
Además, nacieron dos hijas mujeres cuyos nombres desconocemos

[25]

El hijo mayor, DON JOSEF BERNARDINO TEMOCHE FARRO CHUMBI, se educó en Lima
asistiendo al Colegio del Príncipe, donde estudiaba hacia 1685 [26]. Habiéndole
llegado su
tiempo oportuno recibió pública y oficialmente la investidura de Cacique Principal
y
Gobernador de Lambayeque en la plaza pública del pueblo el 3 de enero de 1687,
rodeado
de sus Pachacas, indios nobles y súbditos comarcanos.
En 1693 culminó con éxito el pleito judicial que sostenía por el cacicazgo de
Ferreñafe,
herencia cuyos derechos no hemos podido averiguar. De esta manera, agregando los
patrimonios heredados en Piura, Don Josef Bernardino fue conocido en su época, y
durante los años de esplendor de su poder, como Cacique Principal de los
Repartimientos
de Lambayeque, Ferreñafe, Catacaos y La Muñuela.
Consta haber sido un hombre notable, muy celoso de sus fueros nobiliarios y gran
defensor de los indios vasallos.

Hacia 1697 sostenía una querella contra el Dr. D. Gabriel de Alvarado, cura de una
de las
parroquias de Lambayeque, a causa de abusos; y en 1708 otra con los Jesuitas de
Trujillo,
dueños de la estancia de Picci, a quienes acusaba de alterar los linderos y
propiciar daños
al ganado de los lambayecanos [27].
Durante veinte y cuatro años más o menos pacíficos y rutinarios D. Juan Bernardino
condujo el gobierno de sus dos Cacicazgos, y habían ya transcurrido más de
cincuenta con
los Temoche en el solio, cuando sucedió un hecho insólito. En 1708 se presentó
judicialmente a disputarle el mando de Lambayeque un rival, aduciendo tener pruebas
sensacionales a su favor. Se llamaba Don Agustin Fayso Farrochumbi y reclamaba para
él
un preferente derecho dinástico. Fayso entabló su querella ante la Real Audiencia
de
Lima, buscando para su defensa a uno de los mejores letrados de la capital, el Dr.
D. Pedro
de Loaysa Coco.
La genealogía exhibida por Fayso Farrochumbi era la siguiente: El antiguo Cacique
Principal Don Pedro Farrochumbi, fallecido tras testar el año 1645, Si había dejado
sucesión, invalidándose la declaración final del testador de no haber tenido hijos.
Ponía
de lado toda la copiosa papelería tramitada durante las litis de 1645-1654, y ahora
aparecía el difunto Don Pedro como procreador "en su legitima mujer". Doña Maía
Siarcia,
de dos hijas, llamadas Doña Marcela Antonia y Doña Juana, las que por haber quedado
muy niñas a la muerte de su padre no pudieron apersonarse a su herencia. La mayor,
Marcela Antonia, casó posteriormente con Don Valentín Uchufán, descendiente de los
Incas, naciéndoles por hija Doña Petronila Uchufán Farrochumbi. Esta dió a su mano
al
Pachaca Don Pedro Fayso, con quien tuvo en 1680 al actual pretendiente Don Agustin
Fayso Farrochumbi.
El Cacique Temoche contestó la demanda denunciando la falsedad de la partida de
bautismo de Doña Marcela Antonia y amparándose en el juramento notarial de testigos
notables del pueblo. Por su parte, Fayso exhibió una copia certificada de otro
testamento
del Cacique muerto Don Pedro Farrochumbi, al parecer otorgado en 1648, y tachó de
impuestas las declaraciones testificales presentados por Temoche, acusándolo de
haber
ocultado los libros parroquiales y alterado la tranquilidad del vecindario
conjuntas en su
casa para exhortar a los indios "ya con apremios o con amenazas a que no declarasen
a
favor del que litiga".
Según Fayso, el Cacicazgo le venía como directo descendiente de CHUCULLULLI, cuya
raza era absolutamente preferencial a la de Temoche, porque si bien éste descendía
también del arcaico Don Martin Farro chumbi, el Petrucio, que fuera Cacique
Principal en
el siglo XVI, este Petrucio solo había gobernado como consorte de Doña Ana Cocras,
hija
de CHUCULLULLI, única sangre que importaba el caso, y nó la de Doña Leonor Planel,
segunda mujer legítima del Petrucio, de quien dimanaban los Temoche.
Por otro lado, el jurista Dr. Loaysa Coco, abogado de Fayso, invocaba la doctrina
de Juan
de Solórzano Pereira en su Política Indiana donde al tratar de las sucesiones
cacicales se
decía que los varones excluyen a las hembras, aunque fueren las más remotas,
argumento
con que muy claramente Loaysa Coco señalaba a Doña Mariana Farrochumbi y a Doña
Josefa de la Cruz Farrochumbi, o sea la abuela materna y la madre del Cacique
Temoche [28].
El resultado de este juicio contradictorio fue sorprendente. Por sentencia de
Revista el
alto tribunal limeño el 26 de octubre de 1714 sentó por bueno y probado el derecho
preferencial de DON AGUSTIN FAYSO FARROCHUMBI, reconociéndole propietario de los
gobiernos de Lambayeque y Ferreñafe, a mérito de lo cual el Virrey Obispo fray
Diego
Ladrón de Guevara el 14 de enero siguiente le firmó los Titulos.
Tres meses más tarde se realizó en la plaza de Lambayeque la pública proclamación
del
vencedor, "en la ramada que haze de cárcel de dho pueblo", presidiendo el acto el
Corregidor D. Francisco de la Maza Bustamante ante un crecido número de gente.

Los resultados del proceso son una patente muestra de cómo un abogado experto puede
cambiar el día en noche si sabe aprovecharse de los titubeos o descuidos de la
parte
contraria. De inmediato se vé la lentitud de Temoche y su mal asesoramiento, porque
si
al empezar la litis él hubiera opuesto la excepción de cosa juzgada amparándose en
la
sentencia expedida en 1654 a favor de su abuela doña Mariana Farrochumbi, el asunto
no habría tenido para más. Aunque Fayso se hubiera respaldado en las influencias
extrajudiciales de los enemigos del Cacique Temoche (como años más tarde los
descendientes de éste insinuaron en otra litis no menos famosa), si, además, al
inesperado testamento de 1647 exhibido por el Dr. Loaysa, cuya fecha estaba
gritando su
falsedad, se confrontara el legítimo de 1645 (archivado en los autos corridos
tiempo atrás
por el Pachaca Larco) todo el aparato legalista de Fayso se habría venido al suelo.
Dá la
impresión de que nadie recordaba ya ese documento.
Los despojados Temoche no pasaron la vergüenza de quedarse en Lambayeque y se
retiraron a su originaria Catacaos, en Piura. Don Josef Bernardino mantuvo rango
porque
a poco pudo consolarse de la pérdida de su gobierno lambayecano casándose con Doña
Josefa de la Chira, Cacica Principal de aquel valle, su parienta, y volviendo a
tener así
mando y jurisdicción territorial a su cargo. De esta boda le nacieron dos hijos:
1. Don Carlos, que sigue.
2. Don Juan Manuel Temoche Farrochumbi Puicunsoli de la Chira (sic), futuro
marido de la Cacica heredera del gobierno de Collique, donde ejerció de
Cacique consorte hacia 1728.
DON CARLOS TEMOCHE FARROCHUMBI después de la muerte de su padre fué Cacique
Principal de Catacaos, y celebró sus nupcias con Doña Mauricia Carhuachinchay,
Cacica
Principal del pueblo de Ayabaca, señora de probada condición "mestiza", en la que
hubo
por hijos:
1. Don Eugenio Victorio Temoche Farrochumbi (sic), a quien hallaremos más
adelante.
2. Don Nicolás Bernardino Temoche Carhuachinchay [29].
Desde su sitial cataquense Don Carlos se propuso actualizar sus derechos de sangre
a los
cacicazgos de Lambayeque y Ferreñafe, y para ello abrió un nuevo juicio contra los
Faysos, en los estrados de la Audiencia de Lima.
Durante la "expatriación" de los Temoche el Cacique Don Agustin Fayso Farrochumbi
continuó gobernando en paz a los indios lambayecanos, y se había casado con Doña
Maria
Pascuala Teño, logrando en ella dos hijos:
1. Don Juan Nicolás Fayso Farrochumbi.
2. Don Pedro Fayso Farrochumbi.
Tras una corta viudedad Don Agustín volvió a sacramentar unas segundas nupcias con
Clara Luem, de la Parcialidad de Forasteros, viuda de Don Francisco Alejo Injuc. La
ceremonia se bendijo en la iglesia lambayecana el 20 de marzo de 1728.
Transcurrieron unos lustros más, y sintiendo aproximarse la hora de su muerte, al
cabo
de veintiocho años de ejercer el doble gobierno de Lambayeque y Ferreñafe, Fayso
hizo
testamento el 30 de Octubre de 1742 ante el escribano D.Domingo de Cossio Morante,
designando albacea al General D.Juan Bonifacio de Gastelú y Pereda, importante
vecino
del lugar. Fue un documento rutinario y común. Más seis meses después, acosado Don
Agustín por las presiones de su conciencia y los ruegos de sus directores
espirituales, fray
Nicolás de Carranza, franciscano, y el párroco Dr. D. Juan Francisco de Soraluce,
amplió
su última voluntad con un Codicilo sensacional, donde por estar a la muerte —como
dice—declaró la necesidad de devolver los cacicazgos que detentaba tantos años, a
los
Temoche, sus legítimos y honrados dueños, a quienes se los quitara con mañas y
falsedades de que ahora se arrepentía amargamente. Agregaba el Cacique Fayso la
petición que hacia tanto a Dios como a sus propios hijos de perdonarle, no obstante
de
dejar a estos así burlados y engañados, y jurando además la irrevocabilidad de su
declaración sin tener en cuenta documento alguno posterior que él mismo pudiera
hacer,
"y si lo hiciere ha de tener dho documento el Salmo Atendite populi mei a la letra
inserto” [30].
A poco finó el ilustre codicilante, saliendo del cacicazgo tan espectacularmente
como
entrara tantos años antes.
Don Carlos Temoche de la Chira ya había fallecido en Lima, durante su prosecución
reivindicatoria. Continuó la litis su tío carnal y apoderado Don Justo Temoche
Farrochumbi, tutor y curador de los hijos del difunto habidos con la Cacica de
Ayabaca. El
hijo mayor de Fayso, don Juan Nico lás, desconoció ei codicilo paterno, y sin que
le
detuviera el estar casado con una Temoche [31], empezó a defenderse tenazmente.
Así pasaron siete años más. La victima de estas escandalosas pendencias por el
poder
local, era en realidad la población indígena de Lambayeque, a la cual tanto tiempo
de
intrigas y demandas había separado en una doble y revuelta bandería. Empezaban a
darse
casos de evidente desobediencia a los caciques interinos nombrados por la Real
Justicia
y, por otro lado, la situación económica de las familias contendoras se deterioraba
cada
vez más, por los viajes a Lima, gastos de letrados y apoderados e in finitas
gratificaciones
para los agentes intermediarios.
Hasta que el bando de los Faysps buscó la paz, porque el heredero Don Nicolás Fayso
Farrochumbi era hombre "de un genio pacífico y extraño a todo lo que es inquietud",
y los
Temoches se allanaron en finar sus demandas, asunto que vio con buenos ojos el
gobierno
de Lima. El 3 de diciembre de 1749 las partes firmaron un acuerdo salomónico ante
el
escribano D. Sebastián de Polo Ardanaz, por cuyo tenor se puso en manos de Don
Eugenio
Victorio Temoche Farrochumbi el cacicazgo de Lambayeque, y en las de Don Nicolás
Fayso Farrochumbi el de Ferreñafe. Con ello se dividían uno y otro todas las
tierras y
pastos cacicales de dicho pueblo [32].
Este trato fue examinado durante algunos meses por los asesores del Virrey y
dándolo
por bueno el Superior Gobierno firmó los Titulos correspondientes. El de Ferreñafe
para
Don Nicolás es de 20 de Noviembre de 1750.
Así regresaron los Temoches a Lambayeque. recibiéndolos el sincero regocijo
popular.
Don Eugenio Victorio estaba aún niño y lo tutoraba su tio abuelo Don Justo Josef
Temoche
Farrochumbi, quien fue nombrado Cacique interino. No pasó lo mismo en Ferreñafe,
donde la tumultuosa oposición del pueblo frustró el recibimiento oficial de Fayso
como
Cacique, obligando a postergarlo hasta mejor oportunidad.
Se conoce el testamento de Don Juan Nicolás Fayso, extendido sien do Cacique
Principal
de Ferreñafe ("con Titulo del Real y Superior Gobierno") en Lambayeque el 28 de
Abril
de 1756 ante el escribano Polo (fol. 108). Estaba enfermo en cama y pedía se le
enterrase
en la iglesia "en la sepultura que está para los caciques de este pueblo". Su
difunto padre
Don Agustin se habia mantenido hasta el final de su vida rigiendo los dos
cacicazgos, y
por un codicilo ante Cossio Morante "declaró que el cacicazgo Principal de este
pueblo de
Lambayeque pertenecía a los herederos de Don Josef Bernardino Temoche, difunto, y
el
Cacicazgo Principal del pueblo de Ferreñafe me pertenecía a mi" —dice el testador—.
Agregaba haber seguido pleito sobre esto en la Real Audiencia con los herederos de
D.Josef Bernardino, gastando en ello "cantidad de pesos". Por la intervención de
personas
de respeto y para servir a Dios se re partió con los Temoche los cacicazgos,
estando las
partes de acuerdo en que de las tierras cacicales de Ferreñafe gozara el testador y
sus
herederos por mitad "que son doce fanegadas cada uno", arreglo confirmado por la
Real
Audiencia y cuyos términos se habían mantenido hasta la fecha, por lo cual Don Juan
Nicolás indicaba a sus herederos se sujetaran al dicho compromiso. Señalaba por
bienes
propios su casa en la calle de San Roque, frente a la de su hermana Doña Ana
Florencia
Fayso, y un solar en la calle que atravesando de la de Mercaderes para la de Tres
Cruces
hacia es quina con la dicha Calle Real de Mercaderes, donde él fabricaba cinco
tiendas.
Tenía bajo arriendo los ganados pertenecientes a la cofradía de Nuestra Señora
establecida en la iglesia del pueblo.
Como datos curiosos del testamento de D. Juan Nicolás vale puntualizar las deudas a
su
cuñado Don Gaspar Valeriano Llontop Chumbi Limo, Cacique Principal del pueblo de
Monsefú (500 pesos); el encargo de cobrar el tributo a dieciocho indios de su
cacicazgo
ferreñafano, avecindados en el pueblo de Chiclayo; y el reclamo al Maestro Platero
Alexo
Prieto de una espuela de plata piña, para cuya obra le diera 4 marcos de plata.
Otro
Maestro Platero, Manuel Ruiz, le estaba haciendo una cabeza de bastón [33].
Durante el gobierno interino del tío del heredero Temoche, los Faysos volvieron a
conspirar. DON EUGENIO VICTORIO TEMOCHE FARROCHUMBI alcanzó su mayoría de
edad y el 10 de febrero de 1762 el Virrey le firmó los despachos correspondientes a
su
cargo. Estos llegaron al pueblo el 10 de diciembre de aquel año, y habiendo
convocado la
autoridad para la ceremonia pública de proclamación, al día siguiente se
presentaron los
Faysos al Corregidor solicitando se suspendiera el acto por haberse descubierto
nuevos
documentos probatorios de su derecho. Siendo éste uno de los casos contemplados por
la Ordenanza, hubo de dárseles gusto.
Quien encabezaba la maniobra dilatoria era Don Pedro Fayso Farrochumbi, verdadero
hombre fuerte de su familia, hermano menor del Cacique de Ferreñafe Don Juan
Nicolás,
y, contrariamente a la Índole pacifica de éste, la tenía aquel ambiciosa y audaz.
No puede
dudarse que se impuso a su hermano mayor y a su sobrino Don Feliciano, porque
habiéndoles sugestionado se embarcó con ellos en esta nueva aventura litigante
[34], y
obtuvo amplios poderes para manejarla. No era Don Pedro uno de los tantos
aristócratas
indios sin personalidad ni empuje, pues ya había sido en 1729 Alcalde Ordinario del
pueblo y ahora ostentaba el alto cargo de Coronel y Teniente General de Caballería
en el
Regimiento de Naturales de la provincia. Por otra parte, había desposado a Doña
Maria
Dionisia Fayso Farrochumbi,. su sobrina carnal, segunda hija de su hermano el
Cacique
de Ferreñafe Don Juan Nicolás. Ya teman una. hija de esta boda, a la que bautizaron
con
el nombre de Doña Antonia Fayso Farrochumbi.
D. Pedro se instaló en Lima luego de haber sacado de su hermano y suegro Don Juan
Nicolás una formal renuncia del Cacicazgo de Ferreñafe y de los derechos al de
Lambayeque en favor de sus hijos Don Feliciano y Doña Maria Dionisia, documento que
se firmara ahí el 16 de noviembre de 1763 ante Jerónimo de Portalanza.
La estupenda novedad de los flamantes documentos "hallados" por los Fayso consistía
en
negar a Don MARTIN FARROCHUMBI EL MOZO (tatarabuelo del actual querellado Don
Eugenio Victorio Temoche Farro chumbi) el ser hijo de Doña Ana la NipoTamcum! De
esa
manera los Temoche no tenían sangre de DON MARTIN FARROCHUMBI EL VIEJO (el
Petrucio) y, por tanto, nada que ver con el solio de Lambayeque.
A tiempo que estas cosas sucedían, el heredero Don Eugenio Victorio estaba, a su
vez,
metido en otra litis en la Audiencia de Lima peleando el Cacicazgo de Jayanca,
pretendiéndolo por su sangre Puicunsoli, que recibía desde el padre de DON MARTIN
FARROCHUMBI EL MOZO, sin duda un legítimo PUICUNSOLI. Sea por lo intrincado de las
antiguas genealogías indígenas o por otra causa, Don Eugenio Victorio cometió el
error
de saltarse un par de generaciones al presentar su árbol de ascendientes. A esto
hemos
aludido en el estudio del cacicazgo de Jayanca y de tal equivocación se
aprovecharon los
Fayso para apretarle.
El 5 de agosto de 1764 la Audiencia de Lima sentenció en grado de Vista dando el
cacicazgo de Ferreñafe para don Feliciano Fayso Farrochumbi, y reservando el de
Lambayeque para ser resuelto por el Real y Supremo Consejo de Indias en España, lo
que
tan solo ocurrió nueve años más tarde. El más alto tribunal del reino en materia de
Justicia
para el mundo americano, por sentencia confirmatoria dada en Madrid 3 de Ju-" lio
de
1773 se pronunció a favor de Don Eugenio Victorio. Llegó la nueva a Lima y el
Virrey Amat
firmó en favor de Temoche su Titulo de Cacique Principal y Gobernador en propiedad
del
solio de sus abuelos. Cuando al fin pudo ser reconocido públicamente en su pueblo
como
tal, la ceremonia se desenvolvió "con la mayor aclamación y aplauso".
Quedaron definitivamente derrotados los inquietos Fayso. Sin embargo, pese a ser
controvertibles sus opciones al solio lambayecano, es indudable que tenían
ascendiente
sobre buena parte de la nobleza indígena regional, pues a ella pertenecían por
todas sus
líneas familiares. En tanto que los Temoche nó, porque si bien dinásticamente
representaban la sucesión de los leyendarios príncipes prehispánicos de la comarca,
el
acatamiento de los indios no pudo ser de total veneración, intima, de raíz casi
mágica
como si fueran sus verdaderos Señores naturales, porque la acusación de
"extranjeros"
con que reiteradamente les tildan los escritos judiciales de los Fayso no era del
todo
equivocada. Véase al triunfante Cacique Don Victorio Eugenio: su padre era hijo de
un
Temocha Quepce, ambos apellidos de Colán y Catacaos, y de una Chira, asimismo
piurana;
y su madre, la Carhuachinchay, era mestiza quechua de Ayabaca. La sangre
lambayecana
le llegaba por su lejana tatarabuela Doña Mariana Farrochumbi.

Hasta 1783 hubo paz en el pueblo bajo el gobierno de Temoche. Por lo menos no hemos
hallado noticias de crisis o alteraciones, ni de aluviones. Al cabo de ese lapso
Don
Feliciano Fayso Farrochumbi murió en su cacicazgo de Ferreñafe, al parecer sin
descendencia. Inesperadamente, vuelve a salir a luz la treja figura del tío carnal
y cuñado
del difunto, el Don Pedro Fayso Farrochumbi, quien, tentando la última aventura de
su
vida, reabre juicio reivindicatorio por el gobierno de Lambayeque, en nombre de los
derechos de su mujer.
Pidió más, solicitando del Visitador General D. Jorge de Escobedo y Alarcón anulase
la
reposición de Temoche, y excusándose de no poder presentar los abultados
testimonios
que necesitaba exhibir por impedírselo su situación económica terminaba su pedido
impetrando directamente al Rey de España.
Y tuvo relativo éxito, porque Carlos III envió al Virrey del Perú una Cédula
fechada en
Madrid 15 de Julio de 1787 para que la Real Audiencia de Lima se pronunciara en
sentencia de Revista, sin que la detuviese el Real Despacho de 3 de Julio de 1773
[35]. No
hemos obtenido más noticias sobre este último proceso. En la Biblioteca Nacional de
Lima
hay un expediente iniciado por Don Pedro Fayso Farrochumbi en 9 de enero de 1777,
autollamándose "Cacique de Lambayeque y de Ferreñafe" y pidiendo se le expidiera un
informe sobre la Revisita de su cacicazgo, en relación a las pretensiones de Don
Pedro
Collpa, que se decía su propietario. Entonces, y más tarde, en su última aparición
de 1783,
el indesmayable pretendiente no tuvo éxito definitivo.
Don Eugenio Victorio Temoche falleció al cerrarse el siglo XVIII después de haber
testado
el b de mayo de 1 794 ante el escribano Manuel Gómez de Guevara [36]. Dejaba el
gobierno
a su hijo Don Josef Dámaso, habido en el matrimonio que contrajo con su prima Doña
Maria Ignacia Temoche. Al hijo y heredero le recordaba, en cláusula especial, que
moría
siendo Cacique Principal y Gobernador de Lambayeque, así como sus antepasados lo
habían sido de Catacaos y Ayabaca. Resto último de la gran fortuna patrimonial —ya
disipada en los infinitos procesos judiciales—era la hacienda "Copacabana", con dos
trapiches de moler caña. Finalmente, nombraba de albacea al presbítero D. Antonio
Bernabé de Tejada.
No le sobrevivió mucho su empecinado contendor Don Pedro Fayso, pero éste si pisó
el
siglo XIX. pues habiendo testado en Lima 20 de octubre de 1803 ante Josef de Angulo
duró
un poco más. y ya el 23 de enero de 1804 estaba difunto, y su albacea y paisano D.
Francisco Prieto barbarán actuaba como tal. En su última disposición Don Pedro
porfiaba
en titularse con su mujer Caciques de Lambayeque y Ferreñafe, ordenan do su
entierro
en la iglesia limeña de San Francisco de Paula. Ahí deben hallarse sus restos.
Hay un Poder del albacea Prieto al presbítero lambayecano D. Josef Manuel de la
Oliva
Navarrete, para que a nombre de su tutorada Doña Antonia Faysoy Fayso, la hija
huérfana
de Don Pedro, tomara posesión del cacicazgo de Ferreñafe. Ignoramos qué ocurrió con
esta dama.
Volvamos a la familia gobernante. El sucesor DON JOSEF DAMASO TEMOCHE y TEMOCHE
continuó sosteniendo el procedimiento litigioso contra el anciano y rebelde
pariente Don
Pedro Fayso que estaba ya. puede decirse, con un pie en la sepultura. Por lo
inconcluso
del pleito acostumbraba firmar cautelosamente los escritos como "Sucesor legitimo
del
cacicazgo de dho pueblo" "Cacique sucesor del pueblo de Lambayeque", expresiones a
que no se atrevía ya Fayso [37]. Vivía D. Josef Dámaso al lado de su tio Don Josef
Temoche
Collpa y éste le ayudaba en los trámites judiciales.

Al final obtuvo sentencia favorable expedida por la Real Audiencia, y el 15 de


Enero de
1804 fue proclamado y recibido públicamente en la plaza del pueblo como Cacique
Principal y Gobernador, habiéndole presentado a sus súbditos el Juez Real
Subdelegado [38]. El nuevo mandatario tenia cuarenta años de edad. Ejerció tan solo
cinco,.más, pues una súbita enfermedad le privó de la vida el 9 de Agosto de 1809,
siendo
sepultado en el cementerio de la parroquia de San Roque con sepelio suntuoso y
grandes
muestras de dolor. Acompañaron sus restos seis sacerdotes con sobrepellices, cantos
en
veinticuatro pozas o paradas. Vigilia y Misa de Diáconos, según se lee en su
partida de
defunción.
El difunto D. Josef Dámaso era dueño de las tierras de Sialupe, a tres leguas del
pueblo.
De su ejercicio cacical únicamente hemos logrado un Ínfimo rastro, el dejado por un
acto,
a nuestros ojos actuales, propio de la crueldad administrativa de la época, y fue
que, a
mediados de 1804, pocos meses después de su ingreso al mando, Don Josef Dámaso hizo
sacar con alguaciles a un indio de su modesta habitación, y amarradas las manos a
la cola
de un caballo se le llevó al rollo de la plaza del pueblo donde el infeliz fue
azotado y
trasquilado [39], sin que hoy conozcamos por qué causa.
He visto hasta dos partidas de defunción de este Cacique [40], y aunque en una se
apunta
que no testó, la otra dice que sí y ante el escribano Dapelo, habiendo sido su
albacea Don
Apolinario Huerta Temoche. El finado había desposado a su prima Doña Justa Viviana
Temoche, que lo hizo padre de:
1. Maria Josefa, entonces de 20 años.
2. Don Victorino, de trece.
3. Doña Ignacia, de nueve años.
4. Uno por nacer.
Esta prole vivía en medio de estrecheces económicas al acabar la época virreynal,
y,
lastimosamente, su situación se agravó en los siguientes años republicanos. Se sabe
que
la hija menor de Doña Maria Josefa fue bautizada el 20 de abril de 1788, habiéndola
apadrinado el Cacique Principal Don Victorino Temoche y Doña Maria Ignacia Temoche.
Antes de 1816 estaba ya casada con D. Gregorio Rodríguez, enviudando a poco.
De su padre Don Josef Dámaso esta dama heredó cortos bienes, siendo el más
interesante
la pequeña hacienda de Copacabana, supongo que como porcionaria, pues tenía otros
hermanos. Los montes de dicho fundo lindaban con Tumán. En enero de 1820 Doña Maria
Josefa, apellidándose India Principal y Cacica de Lambayeque, recurre al Protector
interino de Naturales del Partido D. Blas de Viamonte, para quejarse de los dueños
de
Tumán por el abuso que cometían en sus pastos de "Copacabana", perjudicándola en
sus
cortos intereses, y los de sus dos hermanos menores. "Los bienes de mi difunto
padre —
decía la peticionaria— se hallan confundidos y acabados, y lo que pretendo es
sacarlos a
la luz para ver si podemos percibir alguna cosa" [41].
La pasión de poder, obsesión de sus antepasados, redujo a cenizas la fortuna
familiar,
quemándola en litigios que duraron más de doscientos años judiciales.

Notas
1 Miguel Cabello Balboa, Miscelánea Antartica, Lima 195 1, pags. 327-330.
2 Véase la nota 1 del Cacicazgo de Cinto.
3 Rubén Vargas Ugarte S.J., Los mochicas y el cacicazgo de Lambayeque, en Actas del
XXVII
Congreso de Americanistas, Lima 1942, II, p. 475.
4 En la Miscelánea Cabello se confunde y dice que a la muerte de FALLENPISAN “Vino
después de este a tener mando EFQUEMPISAN" (Cap.XVII); y más adelante escribe:
"EFQUEMPISAN... por otro nombre.FALEN PISAN” (Cap. XXVII).
5 Ob. cit., p. 418.
6 La signatura de esta pieza en la Ant. Bibl. Nac. de Lima era To. 0017 Mss.,
fol.4. El árbol,
pintado a tres colores en doble folio vertical, traía en la base a FALEM PINCIAL
echado,
con bigote y barba, y de su vientre salían las líneas de sus cinco hijos. Era obra
curiosa
que reproducimos en esquema sin su ingenuo trazo y colores por ser documento
desaparecido. Es copia del año 1940.
7 Vargas Ugarte, Actas cit., pag. 480.
8 Los papeles notariales de Trujillo empiezan en 1560 y los de Lambayeque a me
diados
del siglo XVIL
9 Visita del corregidor de Trujillo Hernando de Cabrera, 1552.
10 En el reclamo del Señor de Cinto se alude al cacique difunto de la parcialidad
de
Lambayeque PECCHOLLULLI "que por otro nombre se llamaba CUSCO CHUMBP” Esto
parecería una prueba contradictoria a lo incomprensiblemente sostenido por sus
descendientes los Temoche en el siglo XVIII, al decir que COSCO CHUMBI “no fue
Cacique
en la época de su Gentilidad".
11 ADT Corregimiento, Causa Ordinaria, leg. 147, cuad. 12.
12 ADT protoc. Juan de Mata, Trujillo 1564 fol.3.
13 Parte de estas Visitas corren en los pleitos del cacicazgo y en el folleto de
los Te- moche.
14 BNL Mss. A-534, fols. 228v., 236v. y 241v.
14 BNL Mss. A-534, fols. 228v., 236v. y 241v.
15 Pudiera también haber nacido de un enlace al uso prehispánico, sea por la alta
calidad
de la madre Da.Ana Cocras, hija de CHUCULLULLI, y por tanto sobrina en tercer grado
del
Cacique difunto; cuanto por el respeto que el vecindario le tuvo. Sus descendientes
los
Faysos sostuvieron con evidente razón que Don Martih y Doña Ana fueron casados "en
su
ley", y que solo a la muerte de la cónyuge el Cacique contrajo segundas nupcias por
la
iglesia con doña Leonor Planel. Si así fue, nada extraño habría sido que el
primogénito
Don Gonzalo al fallecer su progenitor asumiera el alto cargo y luego fuera
reconocido en
propiedad por el Superior Gobierno de Lima.
16 ANF Residencias.- Al testificar Don Gonzalo declara una edad de 37 años y ser
"Principal de Lambayeque de camino para Lima para el pleyto del cacicazgo de dicho
pueblo".
17 Estas casas principales lindaban "con la Iglesia Mayor calle en medio y asimismo
con
el Tambo calle en medio". A la muerte de Don Gonzalo se vendieron a Juan de Buiza,
que
las traspasó a D.Juan de Barbarán Lezcano, Encomendero del Repartimiento. Por
escritura de 30 x 1612 a.Morales Melgarejo, Barbaran les echó un Censo (ADT protoc.
Morales Melgarejo, año cit., fol. 139v).
18 ANP Registros sueltos del escribano Grados de Licera, Lima 1601-1604 fol.426.
19 Informe substancial etc. pag. 31.
20 En un alegado de los Faysos de 1709 se dice equivocadamente que Don Martin era
Cacique en el año 1593.
21 “.. Ayer murió mi primo el Cacique Don Pedro sin hijos que lo hereden como es
notorio
y consta de su testamento que presento el Cacicazgo me toca y pido se me adjudique
etc.
"Informe substancial" cit., fol.3.
22 Id., citada en la Revisita de 1578, de Monrroy.
23 AVRL Fé de muerte expedida en la fecha por el escribano Bernabé Rentero a pedido
Don Pedro, el viudo, Gobernador del pueblo, Don Sebastian Limo, Cacique Segunda
Persona, Alcalde Ordinario, y Don Andrés de Ortega Lluncon, Pachaca Principal y
Alcalde
Ordinario. Testificaron los presbíteros Ledo. D. Antonio Arias Tinoco y D. Nicolás
Churrón.
24 AVRL escritura de Pago, Lambayeque 2 VIII 1663 a.Juan Alvarez.— La Cacica doña
Mariana por ser tal cobraba de la Real Caja 114 ps. 3 Rls. al semestre en III 1655
(ACMS).
25 Hay nudos genealógicos que no se ha podido desatar. así; por ejemplo, Doña María
Barbóla (sic), viuda de Don Pedro Coscochumbi, en compañía de su segundo marido Don
Jacinto Themocha (sic), dan Poder a Don Diego Bernardino (sic), "nuestro padre”,
Pachaca Principal de este pueblo y Escribano de Naturales de el, para ciertos
cobros;
Lambayeque 29 VII 1655 a.Bernabé Rentero (ACMS).
26 Revista Inca, Lima 1923, vol. I, No. 4, p.809.
27 "Testimonio del deslinde y Vista de Ojos que se hizo de las tierras y pastos
pertenecientes al pueblo de Lambayeque y Chiclayo del Partido de Saña, de resultas
de la
Causa que siguió el Colegio de la Compañía de Jesús de la Ciud. de Truxillo con el
Lzdo.
Dn.Julián Ternero y Dn. José Bernardino Temoche, sobre las tierras nombradas
Chuman,
Sonto y Picse, 1710". (Arch. particular).
28 Antigua Bibl.Nac. de Lima, To.190 Mas. "Alegaciones Jurídicas etc.", fol.42.
29 Don Nicolás Bernardino y su leg. mujer y deuda Doña Josefa Temoche, fueron
padres
del lambayecano Don Ventura de tales apellidos, radicado en Lima, Maestro de
Botoneros
y Cordoneros en 1786. Según el testamento que firmara ese año a. Castañeda, de dos
sucesivos matrimonios que contrajera con Da.Juana María de Espinosa y Da.María de
Loyola no había tenido hijos.
30 ANP Derecho Indígena XIII, cuad. 330, fol. 11.
31 Doña Mari'a del Carmen Temoche Minollulli hija leg. de D. Gaspar Temoche y de
Da.
María Minollulli. La boda Fayso-Temoche se hizo en 1728 (arch. parroq. de
Lambayeque:
1er. lib.matr. Indios 1692-1836 fol.2). Les nacieron siete hijos, sobreviviendo
tres: 1) D.
Feliciano, 2) D. Juan Crisóstomo y 3) Da.María Dionisia.
32 En sus "Curacazgos y Sucesiones: Costa Norte" la distinguida etnohistoriadora
María
Rotsworowski de Diez Canseco señala que la transacción fue" decidida por una junta
de
notables indios de Lambayeque, figura jurídica quizás arcaica en la tradición
mochicalambayecana. Influyeron también en el pacto Da. Maná del Carmen Temoche,
mujer de
Fayso, y el presbítero D. Manuel Jose de Rubiños y Andrade.
33 Años más tarde Don Juan Nicolás Fayso Farrochumbi hizo un segundo testamento el
25 IV 1783 ante D. Jose'Vásquez Meletidez (fol. 130v) que no firmó por estar ya
ciego. Al
matrimonio con la Temoche declara no haber aportado bien alguno. Tuvieron 8 hijos,
todos muertos salvo Da. María Dionisia ("en quien tengo renunciado los derechos del
cacicazgo"). De su hijo Don Feliciano había quedado Miguel, vástago natural. La
deuda
con su cuñado Llontop seguía pendiente de cancelar. Enumera las joyas de su mujer,
en
las que hay anillos y pulseras de corales grandes con sus cuentas de oro, zarcillos
de
esmeraldas con sus perlas grandes, etc.). De su padre heredó cuatro acequias de
tierras
en el paraje de Chacay (sic), lindantes con las acequias de Nochec y Ciancocec,
junto al rió
viejo de Pilloc. Co mo heredero de Don Solano Cristóbal Fayso recibió las tierras
de
Chuncala, y otras en el cholocal llamadas Racaxan, provenientes de su bisabuela
Doña
Magda lana Llamo. Sus ropas; 4 camisas de bretaña, 2 cheleques (sic), 2 chupas, 2
calzo
nes blancos, otros 3 de terciopelo negro y de Imperiosa, 1 casaca de terciopelo
carmesicon ojales de oro, otra de brocato azul, otra de terciopelo negro, 4 pares
de medias
de seda, 2 blancas y 2 negras.
34 Don Feliciano Fayso Farrochumbi "Cacique de Lambayeque y de Ferreñafe" dá Poder
a su tio Don Pedro, para que corra el pleito pues "ambos cacicazgos han seguido una
suerte infeliz para sus legítimos sucesores", Lima 29 V 1763 a.Miguel de Aedo.
35 Vargas Ugarte reproduce texto de la real Cédula. Vida ob. cit., Actas del XXVII
Congreso
de Americanistas, II, p.479.
36 AVRL.
37 ANP Consulado, leg. 177 cuad. 5782.
38 AVRL. Consta que ese día.hubo un breve alboroto de oposición popular al
recibimiento.
39 ANP Consulado, leg. y cuad. cit.
40 ANP Consulado, leg. y cuad. cit.
41 ACMS Autos de queja cit., Lambayeque 1820.
CACICAZGO DE MOCUPE
El pueblo de Mocupe (Mocup) fue establecido por la Ordenanza de Reducciones durante
el lapso 1566-1568. Ahí se reunieron las parcialidades de indios que vivian
repartidos en
el valle de Saña y aledaños, razón por la que a sus Señores en la época virreynal
se les
llamaba también Caciques de Saña, sin ser por ello un doble gobierno.
El Repartimiento y Encomienda de Mocupe tuvo poca renta tributaria, pues la
despoblación de sus naturales agudizó con más fuerza que en otros valles. A
mediados
del siglo XVII la tributación de los mocupanos prácticamente carecía de importancia
y
poco después desaparecieron sus Encomenderos.
En 1564 DON FERNANDO QUILLOY CHUMBI, Cacique y Gobernador del valle de Saña,
hubo de concurrir con una cuota turnable de 30 indios de su vasallaje, para ayudar
a
levantar las primeras edificaciones en la recién fundada villa de Santiago de
Miraflores,
de acuerdo a la provisión ad-hoc del Presidente Lope Garcia de Castro [1].
En unas Informaciones faccionadas el año siguiente en favor de los derechos del
Cacique
de Cinto sobre las tierras e indios de Lambayeque, Don Fernando actúa declarando
como
testigo, de más de treinta años de edad: Recordaba, dice, haber sido "pequeño"
cuando
entraron los españoles en 1533.
Debió fallecer a mediados de 1572, porque en 21 de agosto la Real Justicia nombra a
Domingo Ortiz como Curador "de la Cacica de Saña" [2]. Hijo, hermano o sobrino del
difunto sucedió en el solio mocupano y hacia 1612 figura el nombre de un nuevo DON
FERNANDO QUILLOY CHUMBl, Cacique Principal, en los autos de Residencia del
Corregidor capitán Gabriel Doria. En otro documento se le nombra "DON HERNANDO
SACHAY CHUMBI".
No se puede seguir el orden dinástico de los Señores de Mocup por ausencia de
fuentes
confiables. En 1646 DONJUAN QUILLOY CHUMBI sigue siendo el Cacique Principal y
Gobernador. En virtud de tal daba entonces en arriendo a dos vecinos de la villa de
Saña
las tierras de Moñolipe [3]. En 1679 gobernaba el pueblo y Repartimiento DONJUAN
VALENTIN QUILLOY CHUMBI; y, empezando el siglo XVIII, en 1702 se corrían ante la
Justicia de Saña unos autos por pago de pesos [4], aludiéndose incidentalmente a
los
herederos del difunto Cacique Principal DON ALONSO DE ESCOBEDO QUILLOY CHUMBI.
Al terminar esa centuria el jerarca es DON ISIDRO QUILLOY CHUMBI, nacido en el
pueblo
de Jequetepeque, gobernante en 1797, alcanzando a vivir hasta 29 de Junio de 1819,
fecha
del deceso en su pueblo natal [5]. Estaba viudo de doña Baltazara Asencio.

Notas
1 Revista del Archivo Nacional del Perú, To.I.
2 ANP Autos del Corregidor Coronado, Saña 1592, fol. 159.
3 Los arrendatarios eran Luis Gutiérrez Muñoz y Diego García de Paredes, por
escritura
ante Juan de Arrióla (AVRL).
4 AVRL.
5 Arch. parroquial de Pacasmayo, 1er. Lib. Defunciones de Jequetepeque y San José
17761864, partida No. 502.
CACICAZGO DE MONSEFU
Primitivamente llamado de Chuspo o Callanca, parece haber sido uno de los grandes
Señoríos prehispánicos de la región lambayecana, con un área compuesta por las
actuales
de los distritos de Reque, Monsefú y Eten.
Los arqueólogos creen ver en los restos arquitectónicos del cerro grande de
Callanca
(franqueables a poca distancia del camino carretero entre Reque y Chiclayo) los
antiguos
palacios de aquellos Señores inmemoriales.
Después de la conquista española Francisco Pizarro separó de Callanca toda una
parte
territorial para formar el nuevo Cacicazgo de Reque, y su Encomienda y
Repartimiento
correspondientes. Al finalizar el siglo XVI Callanca fue abandonado y sus
pobladores
pasaron a vivir en el paraje de Omonhifue o Monsefú, cambiándose así el nombre
jurisdiccional.
Durante el siglo XVIII poblaban Monsefú las parcialidades de Cacique, Segunda,
Guzmán
y Forasteros de Chiclayo.
Hacia 1552 el Cacique Principal de Callanca y valle de Chuspo era Don ALONSO [1].
Posiblemente, fue el jefe local que vio pasar a la hueste de Pizarro rumbo a
Cajamarca.
Consta su mando todavía en 1564, al concurrir con una cuota de 30 indios peones y
turnables para el levantamiento de las primeras edificaciones en la villa de Saña.
Diez años después regía dicho Señorío un nuevo Cacique Principal llamado DON
FRANCISCO IHUAMAN MAYO [2], cuyos apellidos quechuas no nos pueden confundir, ya
que desde la dominación Inca de la costa las familias dinásticas adoptaron la moda
de
usar apelativos cuzqueños, en una u otra forma.

Sobre estos Señores gobernantes de Monsefú hay valiosas noticias en el pleito


judicial
ventilado en 1594 por la posesión del cacicazgo de Reque, donde una de las partes
era
DON FRANCISCO LLONTOP, "Cacique Principal del pueblo de Reque y Monsebú, hijo de
QUESQUENCHUMBI, el gobernante que recibió en su Comarca a los primeros españoles;
estaba vivo, aunque muy viejo, hacia 1563. QUESQUENCHUMBI fue Señor de Callanca por
herencia dinástica de sus padres CUN CU CHUMBI y XOYEN CATELE, "Señores de
Callanca,
Chuspo, Omonsebu y Reque" [3].
El mando de Don Francisco Llontop es además interesante de señalar, porque a partir
de
él sucederán en el solio monsefuano sus descendientes usando ya sin variantes el
apellido
Llontop, hasta nuestros días. Hay rastros de un viaje a Trujillo de Don Francisco
el año
1586. El 2 de junio en dicha ciudad extendía un Poder como "Cacique Principal del
pueblo
de Callanca", al procurador de causas Antonio de Faría, para representarlo en
litigios
tocantes a varios asuntos civiles y criminales pendientes" [4].
Heredó el Titulo y ejercicio su hijo DON JUAN LLONTOP, testigo en el Juicio de
Residencia
del corregidor de Chiclayo capitán Gabriel Doria, en 1609. También consta que
cuatro
años más tarde residía temporal mente en Trujillo, donde el 25 de febrero de 1613,
y
acompañado por D.Pedro Agustín Chanta, Segunda Persona de Callanca y "Monsebú", D.
Pedro Ason, Alcalde de dicho pueblo, y su cura Alonso de Cuevas, reciben de la Real
Justicia el legado testamentario de mil ovejas de Castilla que les dejara el
difunto
presbítero Padre Francisco García de Miranda, para el hospital de su comunidad [5].

Luego de esta última fecha transcurrirán cuarenta años sin que tenga más otras
noticias,
hasta 1654 cuando DON JOSEPH LLONTOP CHUMBI era Cacique Principal y Gobernador
del Repartimiento de Monsefú y Callanca, casado con Doña Margarita Limo, hija
legítima
del Cacique Segunda Persona del pueblo de Lambayeque, según se ve en el reclamo
presentado al Obispo de la diócesis contra su cura párroco, al que acusaba de
haberles
quitado cincuenta fanegadas "junto al cerro de Callanca" donación de su difunto
párroco
D. Juan de Vargas Orejón, por cuya generosidad y amor a los indios también habían
recibido otras cincuenta fanegadas para el hospital del pueblo de Monsefú [6].
Don José fue padre de:
1. Don Baltazar, que sigue; y
2. Don Francisco Policarpo Llontop Chumbi Limo.
El hijo primogénito continuó la dinastía en el solio. DON BALTA ZAR LLONTOP
acostumbraba presentarse como Cacique Principal y Gobernador de "Chuspo, Callanca y
Monsefú". Por su abuelo materno recibió también en herencia el Cacicazgo Segunda
Persona del pueblo de Lambayeque. Fue, por tanto, un poderoso régulo dentro de la
provincia de Saña hasta su muerte ocurrida en 1707. Desde dieciséis años había
casado
con Doña Jacinta Chamochumbi, natural de Pueblo Nuevo, sobrina huérfana del Cacique
Principal de Chérrepe, naciéndoles una sola hija, que sigue.
DOÑA ROSA LLONTOP CHUMBI LIMO, dueña de cuatro gobiernos cuya administración le
estaba vedado ejercer, los mandos cacicales de Monsefú y Segunda Persona de
Lambayeque, heredados de su padre, y, por su madre, los de los pueblos y
Repartimientos
de Chepén y Tecapa. De todos ellos tuvo títulos otorgados legalmente a su favor por
el
Virrey, y habiendo casado con su tío carnal Don Francisco Policarpo Llontop Chumbi,
fue
este consorte quien, por Ordenanza, condujo públicamente tan extensa
responsabilidad.
De los hijos que tuvieron se conoce al mayor, DON GASPAR VALE RIANO DE ARELLANO
LLONTOP, cuyo apellido español procede sin duda de su padrino de pila. Fue Cacique
Principal y Gobernador de Monsefú, Chepén y Tecapa, y Segunda Persona de Lambayeque
como nieto de la familia Limo. Tuvo por legítima mujer a Doña Ana Florencia Fayso
Farrochumbi, de la poderosa familia cacical lambayecana de los Faysos, hermana, por
tanto, de Don Juan Nicolás Fayso y Teño, Cacique Principal de Ferreñafe, a quien
hemos
visto en los estudios de Ferreñafe y Lambayeque.
Don Gaspar Llontop tuvo nueve hijos en Da. Ana Florencia; habiendo perdido tres de
menor edad, los otros seis sobrevivientes fueron, a su vez, troncos de numerosa
descendencia: Don Apolinario Antonio, Don Andrés Avelino, Doña Micaela, Doña Rosa,
Doña Gregoria y Doña Eugenia Llontop Fayso Farrochumbi, todos vivos hacia 1759.
En su calidad de Cacique Principal Don Gaspar recibía semestralmente un sueldo
simbólico de las Reales Cajas del corregimiento: 3 pesos 2 Reales por su gobierno
de
Monsefú, y 27 pesos 3 Reales por Segunda Persona de Lambayeque [7]. En noviembre de
1759 perdió la vida siendo sepultado en la parte destinada a los Caciques en la
iglesia
parroquial.
Heredó el mando su primogénito DON APOLINARIO ANTONIO LLONTOP CHUMBI LIMO
FAYSO FARROCHUMBI, nacido hacia 1742. Ejerció el cuádruple gobierno de Monsefú, con
Chepén y Tecapa, y la Segunda Persona de Lambayeque, con títulos confirmados por el
Virrey Conde de Superunda, su fecha Lima 28 de mayo de 1760. Este régulo se decía
"descendiente de la sangre Real de los Incas", mas no hemos podido saber a través
de cuál
de sus nobilísimos apellidos. Las ceremonias públicas de su presentación oficial se
hicieron el 18 de octubre del siguiente año en Monsefú, en Lambayeque el 25 del
mismo
mes, y en Chepén el 7 de Enero de 1762 [8].

Don Apolinario Antonio vivió cuarenticuatro años más, gobernando su vasta área
dinástica en gran paz. El 9 de agosto de 1806 finó ante el dolor sincero de sus
súbditos,
recibiendo sepultura en la iglesia monsefuana. Aunque casara con Doña Maria de las
Nieves Suñe Noyochumbi, no tuvo sucesión [9].
El Gobierno de Lima buscó para suceder en el solio a un hermano entero del Cacique
difunto, DON ANDRES AVELINO LLONTOP CHUMBI LIMO, y aunque consta que lo asumió
nada se sabe de su gestión.

Había tenido por padrinos bautismales a sus tíos Don Juan Nicolás Fayso Farochumbi
y
Doña Maria del Carmen Temoche, Caciques Principales de Lambayeque. Parece que no
casó. En 1806, apoco de empezar su gobierno, salió a disputárselo judicialmente
Donjuán
Gabriel Llontop Efio [10] hijo natural de su hermano el Cacique difunto. Ignoramos
el final
de esta impertinente litis.

Notas
1 Visita del Corregidor de Trujillo Hernando de Cabrera al valle de Túcume, 1552
(colec,
particular).
2 AJT Juicio de Residencia de los Alcaldes de la villa de Saña, 1576.
3 ANP Derecho Indígena, leg. III, cuad. 39.
4 ADT protoc. Juan de Mata, Trujillo 1586. fol. 214v.
5 ADT, protoc. Morales Melgarejo, Trujillo 1613 fols. 54 y 178v.
6 AAT.
7 ANP. Real Hacienda.
8 Don Apolinario (o Apolinar) en sus documentos oficiales se nombra "Cacique
Principal
y Gobernador de Monsefú, Callanca, Chepén, Guadalupe, Tecapa, Moro, La Trinidad y
Segunda Persona de Lambayeque".
9 Hay un testamento de Don Apolinario hecho en Monsefú 4 VII 1806 a. Bartolomé
Dapelo. Ahí declara sus hijos naturales: 1)Don Juan Gabriel 2) Don Hermenegildo 3)
Don
Manuel 4) Don Pedro 5) Doña Isabel, casada con Justo Carrillo, y 6) Don José Ramos
Llontop.
10 El sexto hijo Ramos Llontop fue eclesiástico, y tras seguir Latinidad en
Lambayeque
presbítero en Trujillo el año 1812. En su expediente de tonsura se hace constar que
es
"indio noble". Todos heredaron a su padre el Cacique, y se repartieron las salinas
"situadas cerca del mar" y la casa junto a la iglesia del pueblo. Uno de ellos, Don
José
Manuel Llontop Efio, hacia 1855 era dueño de tierras en Callanca, lindando con la
acequia
grande; y otro, Don Pedro, ya difunto, también tenía tierras en Callanca que
pasaron a sus
herederos. En ellas trabajaba D.Higinio Capuñay, yerno del Don José Manuel (ADT
Escritura de deudo, Trujillo 19 X1 185 5 a.Ortega fol.571). En el testamento de su
padre
es citado D. Gabriel con el feo reproche de ingrato por haberle faltado el respeto
al
"desairarle" en público, sin embargo, de lo cual le concedió su perdón. D. Gabriel
Llontop
ocupó en el pueblo "cargos de la mayor distinción" como Alcalde del Cabildo y
Recaudador de los Reales Tributos. Hallándose enfermo extendió testamento en el
pueblo
5 IV 1829 a. Don Juan Crisóstomo Pisfil, Alcalde del Distrito. Para entonces el
testador se
hallaba aún soltero más con prole habida en Doña Bárbara Laynez bajo palabra de
matrimonio: 1) Don Manuel Llontop Laynez 2) Don Antonio 3) Doña Catalina Manuela,
mujer legítima de D. Jose-Policarpo Castro, y en 2as. nup. de D. Juan Flores, y 4)
Don Josef
Ramos Llontop y Lainez, el primogénito. Además, tenía otros hijos en distintas
mujeres,
cuyos nombres confiaba al albacea e hijo mayor Don Josef. A todos les deja el
remanente
y legados en su casa, trapiche, etc., y en las deudas por cobrar a muchas personas
(ACMS).
CACICAZGO DE MORO
En la nebulosa donde está sumida la prehistoria tardía de los valles de Chepén,
Guadalupe
y Pacasmayo permanecerá quizás para siempre sin saberse cuántos y cuáles fueron
(¿fue?) los Señoritos ahí establecidos. Lo único posible de exhumar y reconstruir,
relativamente, corresponde a la Arqueología y es la cultura material de-sus
habitantes
preincaicos.
Algo hemos conseguido respecto del cacicazgo de Jequetepeque, y bastante del de San
Pedro de Lloc en el siglo XVIII. Más, quedan muy débiles huellas de otros gobiernos
locales, desconocidos casi por entero. así, el de Tecapa, cuyo Señor en 1560 era
DON
PEDRO, hermano del difunto Don Diego Quispe y hombre de 30 años de edad [1]; y los
propios caciques de Pacasmayo, cuyos más que escasos datos describiremos adelante.
Entre estos gobiernos del valle se hallaba el de Moro; su bastante corta
jurisdicción se
extendía entre los pueblos de Chepén y Guadalupe. Después de la Conquista española
los
pocos pobladores que tuvo no alcanzaron a constituir con sus tributos una renta
apreciable, y por ello fue inútil mantener su Encomienda, que cesó definitivamente
ya a
comienzos del siglo XVII.
Hacia 1576 vivia DON ALONSO DE MORALES, "Cacique y Señor Principal del valle de
Moro"
hombre entonces de 50 años y capaz de saber firmar [2].
DON GARCIA PILCO HUAMAN, Cacique Principal (en otro documento Gobernador) del
Repartimiento de Moro, estando en Trujillo en 1578 vende una partida de 800 cabras
al
vecino Alonso Diaz. El mismo año se presenta al Corregidor solicitando tenerse
cuidado
de invertir en fincas seguras el legado de 1100 pesos que a sus indios les tenían
hecho
por manda testamentaria sus Encomenderos difuntos Francisco Luis de Alcántara y Da.
Ana Chacón, su mujer. El pedido recibió inmediata atención de parte de la autoridad
[3].
Don Garcia era casado con Doña Juana Chumpi, y en ella tuvo un solo hijo, Juan,
cuyo
rastro se ha perdido. Hizo su testamento en el pueblo de Pisopón 20 de junio de
1582,
ante testigos [4], señalando por albacea al Cacique Principal del pueblo de Chepén.
Esta
última voluntad de Pilco permite conocer en algo las formas de vida de los
aristócratas
cacicales de la Costa relativamente acomodados, como se nota en la lista de bienes
del
Señor de Moro, detalladamente expuesta en ese documento:

Ocho piezas de ropa, labradas, nuevas, con sus gajas de colores.

Otra pieza pintada, nueva.

Dos piezas de mujer, blancas, nuevas.


Cinco piezas de hombre, dos leonadas y dos coloreadas y una blanca.

Tres varas de tafetán leonado claro, cosido a manera de Iliclla.

Dos colchones de ropa de la tierra, pintados, vacíos.


"Uno como antoxo esmaltado de oro".

Ocho mates de plata de beber.

Tres pares de cocos de plata de beber, el un par de plata baja.

Unos plumajes.

Una estancia en este valle en un Asiento llamado Chulé, de reses

vacunas, machos y hembras, chicos y grandes: 36 cabezas.

Una cementera de maíz de tres acequias.

Arcabuz con todo su aderezo.

Dos sillas, estradiota y gineta.

Dos pretales de cascabeles.

Dos trompetas de México (sic).

Dos candeleros de azófar.

Una estancia de ovejas y cabras en este valle, en el Asiento de Izo: 870 cabezas.

El Cacique" declaraba deudas a Catalina Izlla por dos piernas de manteles, y a


Isabel
Maquioc dos pesos por otras tantas. Ordenaba repartir al Principal Pucala y a sus
indios
veinte fanegas de maíz por el daño que sus bueyes le habían hecho.
Estas disposiciones se hicieron en presencia de sus Principales Don Francisco
Checfuy,
Don Juan Machi y Diego Facllo, como testigos. Don Garcia pidió se le sepultara en
la iglesia
del pueblo de Guadalupe ("el Asiento de Namalo") y en la parte donde lo estaba su
madre,
fuera de la Capilla Mayor.
Tras el fallecimiento del Cacique sus bienes salieron a pública almoneda, para con
su
producto poder cancelar las deudas. En la anotación de los Ítems rematados hay
nuevos
detalles interesantes:

"Una manta pintada de negro y blanco y otra leonada de colchones"

Una hamaca de junco pintada, vieja.

Un plumaje colorado y amarillo y gargotas (?).

Piezas de ropa (manta y camiseta) pintadas, moradas, amarillas, coloradas y


anaranjadas.

Las trompetas de México, adquiridas por Don Mateo.

"Ocho cocos de plata yunga", pesan 6 marcos y 3 onzas, las adquiere el Pe.
Subprior agustino a 4 pesos 5 tomines el marco.

Una pieza de ropa, pintada, "de labores grandes", con su camiseta.

Un toldo colorado de manta, 3 pesos 1 tomin, y otro blanco de manta.

Una manta listada nueva.

Dos hierros "de sacar haba a caballos": 8 Rls.

El arcabuz y su aderezo, lo adquiere Alonso Diaz en 36 pesos.

Dos piezas de ropa "una morada pintada y la otra blanca pintada":

8 pesos 5 tomines.

Se paga a Juan Chacquerref, de Tecapa, 3 pesos por "un carnero de la tierra".

El remate se realizó en el Asiento de Nra. Sra. de Guadalupe el 7 de agosto de


1582, ante
numeroso concurso de personas.
Al año siguiente el nuevo Cacique Principal del pueblo de Moro DON PEDRO CUZCO
CACHAY estando en Trujillo el 31 de Julio requirió del Corregidor se les
reconstruyera su
acequia principal, pues "el dilubio que bino ahora cinco o seis años nos la robo y
desbarato
—dice— e deshizo los mampuestos y fortalezas que nros. antepasados con su pujanza
abian
fecho".
En esta oportunidad acompañaban a su Cacique el Gobernador de Moró Don Miguel
Vilcas, Don Alonso Chumbi Huamán, Don Francisco Yub, Don Juan Yapchi, Juan Efquen,
Principales, y otros indios. Todos a la vez manifestaron al Corregidor Ulloa la
pobreza del
Repartimiento y su Ínfima población tributaria.

Notas
1 AJT Inventarios del difunto D. Diego Quispe, Tecapa lo. X 1560 (leg. 415).
2 AJT, nota tomada en 1963: Cuentas de la chacra de Francisco Luis de Alcántara,
Trujillo 1576-1577 fol. 37v (leg.208).
3 ADT Trujillo 22 VI 1578 a. Pedro de los Ríos. Id. 13 VIII 1578 a. Pedro de los
Ríos.
4 ADT Corregimiento, leg. 154, cuad. 204.
CACICAZGO DE MOTUPE
El pueblo de San Julián de Motupe fue creado durante la ejecución de las
Reducciones
ordenadas por el Virrey don Francisco de Toledo, en el lapso 1570 – 1572.
Sus antecedentes prehispánicos dan a esta comarca la importante situación que
suelen
tener las fronteras culturales, porque si de un lado recibe las influencias de la
tradición
sechurana, debido a su vecindad con Olmos, por otro lado, Motupe es el punto
extremo
hasta donde se habló la lengua mochica-lambayecana.
El Inca Garcilaso le llama "Motux” entre los valles norcosteños. La administración
virreynal lo incluyó en el área del corregimiento de Piura, aunque ya a fines del
siglo XVIII
hubo de pasársele al de Saña o Lambayeque, por ser ésta su natural gravitación
social y
económica.
Durante el Virreynato los pobladores indios vivieron empadronados en las
Parcialidades
de Cacique, Segunda, Chotox, Sonolipc y Salineros.
Hacia 1580 DON JUAN SONOLIP es el Cacique Principal del Repartimiento de Motupe.
Aparece en los Autos de la Visita del Corregidor Coronado [1], querellándose contra
su
Encomendero Lucas Ramirez de Arellano por "los tratamientos a los indios".
Casi veinte años más tarde, 1582 [2], rige Motupe DON HERNANDO SAUCHULCHUM,
Principal y Gobernador del Repartimiento. Así es nombrado en la escritura de
arrendamiento a Damián de Bustamante de "tres fanegas de pansembrar", de su
propiedad, situadas a la salida de la villa de Saña, en el camino al santuario de
Guadalupe.
El pacto se hizo ante Francisco Gutiérrez de Azcurra y por seis años, a veinte
reales
anuales.
En unos papeles de Real Hacienda correspondientes al año 1638 [3] se alude a DONA
FRANCISCA CAXOSOLI, Cacica Principal del pueblo, seguramente por juro de heredad,
asistida por el Cacique Gobernador DON JUAN EFOUEM.
A fines del siglo XVII gobernaba DON PEDRO CAXOSOLI. Su viuda se llamó Doña Maria
de
Paz, natural de Mochumi, hija legitima de Don Martin de Paz y de Doña Juana
Pascuala.
Tras la muerte de Caxosoli Doña Maria y la hija de ambos. Doña Juana Vicenta,
pasaron a
Trujillo donde solicitaron recogerse en el Monasterio de Santa Clara la Real. En
esa ciudad
ambas señoras el 5 de Febrero de 1710 [4] dieron un Poder al capitán Don Andrés de
Saavedra, vecino de Motupe, para cobrar por ellas "los arrendamientos de las
suertes de
tierras que hubieren quedado en la jurisdicción de dicho pueblo de Motupe por fin y
muerte del dho su marido y padre", y dar bajo arriendo los lotes que aún no lo
tenían.
El 1°. de septiembre siguiente Doña Maria volvió a contraer nupcias trujillanas con
Andrés de Saavedra, lambayecano, hijo del Capitán D. Francisco Ordóñez de Saavedra
y
de Isabel Rodríguez [5].
La Doña Juana Pascuala, hija del Cacique de Motupe, venida con su madre a Trujillo,
bien
pudiera ser (por error escriturario) una DOÑA JUANA VICENTA, que en su partida
matrimonial se titula "Cacica Principal del pueblo de Motupe en Piura". Esta había
casado
con Don José de la Cruz Chayhuac, natural de Mansiche y Gobernador de las Armas de
los
Naturales. El novio era miembro de la familia cacical de ese pueblo. No alcanzó
descendencia [6]. En el testamento de Don José de la Cruz el año 1754 éste enumera
los
bienes propios que la Cacica de Motupe trajo al matrimonio: dos negros esclavos,
que
luego tuvieron prole, una varilla de plata, seis pares de zarcillos de oro y plata,
dos
cadenas de oro: una gruesa y otra delgada, con relicarios de oro y perlas, dos
sortijas de
diamantes, otras dos de esmeraldas, con más otras joyas de manillas y brazaletes, y
una
casa con su huerta, comprada en el barrio de la Cruz Colorada de la ciudad [7].
No cabe duda que mientras estas damas vivían aquí, habría Caciques Gobernadores
conduciendo al pueblo motupano. Porque el periodo que [ falta una página ]

Notas
1 ANP Residencia cit., Saña 1581, fol. 59.
2 ANP Censos.
3 AVRL.
4 ADT
5 Parroq del Sagrario de Trujillo, lib. de Mixtos 1619-1753, fol. 101v.
6 Trujillo 11 VIII 1754 a.F.J. de León, fol. 343.
7 Pudo haber casado una primera vez Doña Juana Pascuala? Una "Juana Paula Cacica
del
Pueblo de Motupe", mujer legítima de Don José-Maje, originario de Mansiche, figura
en el
bautismo del hijo de ambos, Francisco de Boija, en II 1743.
CACICAZGO DE OLMOS
Los pueblos de Motupe y de Olmos estuvieron incluidos en la jurisdicción de la
ciudad de
Piura durante los siglos XVL y XVII y buena parte del XVIIL El pase de Olmos a la
provincia
de Lambayeque ocurrió en las postrimerías del régimen virreynal.
No hemos hallado rastros de los Señores de Olmos cuyo ejercicio transcurriera
entre 1533 y 1625. Este último año el Cacique Principal y Gobernador del
Repartimiento
de Olmos fue DON JUAN TANCUM.

Por entonces ese jerarca se encontraba en la ciudad de Trujillo, donde extendió una
fianza
notarial a favor de un indio súbdito suyo, arriero cuya recua hacia el viaje
comercial
rutinario a Lima [1]. Continuaba rigiendo el pueblo de Santo Domingo de Olmos hacia
1632, y en tal fecha contaba cuarentisiete años de edad.
Treinta más tarde el Cacique Principal olmano era DON LUCAS TANCUM, posible hijo
del
anterior, casado con Doña Francisca Ignacia de Carvajal Chaullavilcca y Manchipula,
hija
del Cacique Principal del puerto del Callao [2]. No se sabe si hubieron prole.
Hay referencias muy aisladas. En 1670 desempeña el alto cargo de Olmos DON
FRANCISCO MATIN; en 1679 DON GABRIEL TANCUM, y en 1705 DON PEDRO USLLON [3].
Cerca del pueblo existía un pequeño núcleo urbano con el nombre de San Francisco de
Copis, cabeza de un antiguo Repartimiento piurano, pobrísimo y casi despoblado. Era
su
Cacique en 1679 DON GONZALO FONQUEM. En la centuria siguiente los gobiernos de
Olmos y de Copis se encapitaron en una sola persona, posiblemente por alguna
alianza
matrimonial.
En el hospital de Santa Ana de Lima hizo testamento el 10 de enero de 1768 DON
ESTEBAN GUAMBOS, Cacique Principal y Gobernador de Olmos y Copis [4]. Estaba muy
enfermo y extendió su última voluntad ante el portero del establecimiento, quien
tenía
autorización para ello cuando los indios hospitalizados se hallaran en trance de
muerte.
El Cacique Guambos era natural de Olmos, hijo legítimo de Don Gregorio Guambos y de
Doña Maria Jesús Callaipoma, ya difuntos; tenia por legitima mujer a Doña Cecilia
Efío
Minollulli, india noble lambayecana; por no tener prole dejó heredera universal a
su
hermana entera y mayor, Doña Bruna Guambos Efío, dándole en manda cinco gobiernos:
el de Olmos y Copis, heredado de su padre, cuyo Título encargaba a Doña Bruna lo
sacara
prontamente; y los de Salas, Penachi y Cañaris, de su herencia materna, por
entonces en
litigio con Doña Ludgarda Carhuaraico, en los estrados de la Real Audiencia de
Lima.
Finalmente, hacia recuerdo de sus otras dos hermanas enteras. Doña Catalina y Doña
Matilde Guambos Efio, aún solteras.

Notas
1 ADT Escritura de Fianza, Trujillo 3 X 1625 a. Bernal (fol. 696).
2 Doña Francisca de Carvajal Chaullavilca y Manchipula vivía en 1662 en el pueblo
de La
Magdalena, de Lima, donde tenía sus casas propias, y era dueña de otras en el
Callao y
tierras en Maranga y Cacahuasi. Ella había heredado los derechos al cacicazgo del
Callao
por muerte de su padre Don Pedro Manchipula Carvajal, y los trasmitió a su hijo de
primer
matrimonio —con Don Jesús de Boija Manchipula— llamado Don Juan. Doña Francisca
fué Benefactora del Beaterío de Copacabana para indias nobles, con cuantiosas
donaciones. (ANP Judicial Civil, expdte. Villagómez, Lima 1692).
3 Arch. Arzobispal de Lima, Apelac. de Trujillo.— Guía Comercial del Depto. De
Lambayeque etc., Chiclayo 1936, pag. 24.
4 Arch. Beneficencia de Lima: Papeles del Hospital de Santa Ana, protoc. de
testamentos
de Indios, siglo XVIII, sin foliatura.
CACICAZGO DE PACASMAYO
En los escasos documentos trujillanos del siglo XVI el Cacicazgo de Pacasmayo
aparece
con un área confusa y, en realidad, quedamos con las siguientes interrogaciones: 1)
fue
una unidad independiente de gobierno al igual de los cacicazgos que venimos
historiando? 2) ó parte antigua del cacicazgo de Jequetepeque?. 3) acaso el núcleo
arcaico
del que procedió en la época española el área del cacicazgo de San Pedro de Lloc?.
En los primeros años se cita al Repartimiento y Encomienda "de Pacasmayo", pero a
causa
de la progresiva decadencia tributaria en que fue cayendo dejó de usarse este
nombre
hasta desaparecer como Señorío en el siglo XVII.
Hacia 1567 DONJUAN AGOAGUAMAN, "Cacique y Señor Principal del Repartimiento y
valle de Pacasmayo", estando unos meses en la ciudad de Trujillo, dio Poder a Don
Pedro,
su sobrino, a Luis Hernández, y a un Procurador de la Real Audiencia de Lima, para
que
lo representasen en las litis que por entonces sostenía. La escritura es de 28 de
agosto
firmando en vez del poderdante su curador Luis González, porque aquel no sabía
escribir.
Las pendencias judiciales de AGOAGUAMAN eran con DON JUAN POEMAPE "Cacique del
Repartimiento de Pacasmayo", y se basaban según Donjuán en el motivo siguiente:
"al tiempo que el doctor Cuenca visito el dho Repartimiento dio un mandamiento para
aue el dho don Juan Poemape le obedeciese y rrespetase como a tal Cacique Principal
y le
acudiese con el servicio que el dho Oidor le señaló que le diese en la Tasa que del
dho
Repartimiento hizo".
Poemape se había negado a cumplir nada de lo decretado, por lo cual los indios
estaban
divididos en bandos y diferencias "como cosa de behetria".
Notificado Poemape con esta acusación, replicó
"diziendo que no se deuia fazer cosa alguna de lo pedido por la parte contraria
antes le
auia de responder el dho mandamiento dado por el Oydor en que mando que obedeciese
el dho don Joan Poemape a Agoaguaman por quanto el era Cacique de
Pacasmayo Principal y CACIQUE DE POR SI QUE NUNCA JAMAS FUE SÚBJETO AL DHO
PARTE CONTRARIA NI A SUS PASADOS ANTES FUERON CACIOUES MAS PRINCIPALES
EL Y SUS PASADOS QUE NO LOS CACIQUES DE XEQUETEPEOUE POR SER COMO ERAN
DIFERENTES PARCIALIDADES LAS UNAS DE LAS OTRAS E QUE SIEMPRE SE
GOBERNARON DE POR SI Y OUE SI ALGUNOS OBEDECIAN A LOS OTROS ERAN LOS DE
XEQUETEPEOUE A LOS DE PACASMAYO como constaba e parecia por la probanza que
tenia presentada e otra mayor que haría siendo necesario" (el subrayado es
nuestro).
El Dr. Cuenca hizo por su parte una minuciosa pesquisa sobre el particular, y a
mérito de
ella y tras el examen de los documentos presentados por los contendores Real
Audiencia
por auto dado en lima 10 de febrero de 1568, determinó.
"QUE EL DHO DON JOAN POEMAPE NI SUS INDIOS NO SEAN OBLIGADOS A DAR
SERVICIO AL DHO DON JOAN AGOGUAMAN" (subrayado nuestro).
Todo lo anterior está sobrecartado en la Provision Real enviada por la Audiencia al
Corregidor de la ciudad de Trujillo 18 de febrero siguiente.
Vale decir que AGOAGUAMAN aparece citado en la Sentencia con el título de Cacique
Principal de Jequetepeque. No quedó quieto por la decisión audiencial y el 9 de
agosto del
año siguiente repitió su querella ante la Real Justicia de Trujillo, reclamando la
sujeción
que POEMAPE le debia, y acusándolo de haber obtenido la sentencia favorable
valiéndose
de falsas informaciones y testigos cohechados. Del tenor de la protesta que
presentara al
Corregidor su apoderado Gaspar Zuazo, se desprende que AGOAGUAMAN había tenido
ya antes una litis parecida con los Principales Totero, Yengle y Xalat.
En esta nueva querella contra POEMAPE le delataba así:
"se ha sentado y sienta en dúo siendo prohibido a los tales principales y Mandones,
lo cual
ha hecho y haze en menosprecio de dho su Cacique yendo contra la obediencia que
debe
(...) y contra lo que su Magestad tiene mandado acerca de que no aya mas de una
cabeza
principal en cada repartimiento a ouien tiene mandado obedezcan los Principales y
Mandones e yndios de los tales Repartimientos a los cuales dhos Caciques les
pertenece
e incumbe la dignidad de los dos asientos" [1].

Notas
1 Antigua notaría Jara, Trujillo 1965: Expdts. leg. No. 415. Provision Real cit.
CACICAZGO DE PACORA
Antes de fundarse como pueblo y Encomienda inmediatamente después de la Conquista
española. Pacora había formado parte del pequeño reino o Señorío de Jayanca. Hacia
1548 era su Encomendero el Capitán Diego Gutiérrez, vecino fundador de la ciudad de
San Miguel de Piura, cuya era la jurisdicción.
Por ese tiempo regía Pacora FACOLLAPE, hermano del Cacique Principal de Jayanca
PUICUNSOLI, y gobernaba los indios de las siguientes parcialidades: Pacora,
Chamacos,
Muxu, Salapa y Obxen [1].
En el Curioso Memorial de los Curas de Mórrope y Pacora del presbítero D. Justo
Modesto
de Rubiños y Andrade (1780) [2] se atribuye la fundación inmemorial de Pacora y
Mórrope
al curaca CULLOC CAPAC, "que bajó del Cuzco el año 1125 de orden de Manco Capac
(sic)
con los demás curacas que poblaron estas costas". La noticia contiene un
incongruente
arcaísmo, si se toma en cuenta el desarrollo de la conquista incaica de esta parte
de la
Costa Norte, mas no lo vamos a discutir aquí.
De acuerdo a lo contado por los indios ancianos de su curato el cronista Rubiños
describe
la hermosa leyenda:
"... CULLOC CAPAC tuvo un nieto llamado LLUNCO CAPAC, el que fue sorprendido en
Pacora y desterrado a su origen en el Cuzco por YUPAC SOLI que baxó de Caxamarca de
orden de su monarca y se apoderó de Mórrope y Pacora. De este YUPAC SOLI era quinto
nieto CUSU SOLI, Cacique de Pacora, y CAXU SOLI, Cacique de Morrope".
La pelea entre ambos aristócratas indios (de evidente origen quechua) parece
coetánea
de la guerra entre el Inca Huáscar y su hermano Atahualpa. Por otro lado, el sufijo
SOLI
no es runa-simi. Su uso dinástico indicaría alianzas matrimoniales de los cuzqueños
con
mujeres lugareñas, de la familia de los reyezuelos de Jayanca.
El relato de Rubiños y Andrade es valioso y merece dedicarle una investigación
cuidadosa. Tan solo importa aquí poner de manifiesto que a la llegada de los
europeos
españoles, el Señor de Jayanca era un CUXU SOLI de quien dimanaron los posteriores
PUICUNSOLI, gobernantes durante el Virreynato.
Resumiendo, Pacora perteneció en la prehistoria al reino de Jayanca; los españoles
lo
separaron para crear con sus indios habitantes una Encomienda y Repartimiento más.
Su
tradicional jefe político, otrora delegado del Señor de Jayanca, hubo de
convertirse en un
Cacique Principal, de asiento en el pueblo surgido por las Reducciones del Virrey
Toledo.
A mediados del siglo XVII, por alianza o herencia, el gobierno Pacorano volvió a la
dinastía
de Jayanca. Así en 1663, DONA JERONIMA RODRIGUEZ PUICUNSOLI era su Cacica
Principal por haber heredado de su padre DON JERONIMO RODRIGUEZ PUICUNSOLI el
triple gobierno de los pueblos de Jayanca, Pacora y Mórrope. A Da. Jerónima sucede
DON
CRISTOBAL CUSUSOLI, Cacique Principal y Gobernador de Pacora; y a éste, su hija
DONA
CATALINA CUSUSOLI, cuyo testamento es del 19 de septiembre de 1687 [3]. Ahí
declaraba
estar viuda de Don Pedro Quesquem y haber tenido con el cuatro hijas legitimas: 1)
Doña
Agustina, que sigue 2) Doña Maria, desposada por Diego de Silva (padres de Juan
Bautista) 3) Otra hija cuyo nombre no se pone en el texto escriturario, ya casada
con un
indio noble (padres de Pedro Quescum), y 4) Otra, asimismo no enlistada, residente
en el
pueblo de Olmos al lado de su marido Diego Ñoto.
Doña Catalina dejó entre sus bienes algunas tierras situadas entre los cerros de
Asana y
Terum y la huaquilla de Pitibili, que pasaron a ser administradas por el albacea
Don
Domingo Cususoli, Cacique Segunda Persona de Pacora.
La hija primogénita de la testadora se llamó DONA AGUSTINA CUSUSOLI (sic), y consta
que algún tiempo antes del fallecimiento de su madre ya se había hecho cargo del
Cacicazgo. Fue casada con "Don Sebastián" y en los últimos años de su vida, aunque
Cacica
Principal del pueblo vivía muy ajustadamente, viuda ya y pobre. Se sabe que, en
1699,
estando ahí de Visita Oficial el licenciado D. Juan Yáñez de Godoy Pizarro de la
Rúa, Cura
y Vicario de Monsefú, le solicitó algún socorro:
"suplico a Vuesa Merced —decía en su escrito— como a tan cristianísimo señor, que
en
las Ordenanzas dispónese que se les de a los Caciques y Cacicas un viejo y una
vieja y una
china para su servicio, condoliéndose Vuesa Merced que soy una pobre mujer,
Huérfana
de padre y madre y no tener a quien volver los ojos; y también advierto a Vuesa
Merced
que los Alcaldes y Oficiales se dentran en mi casa sin atención y miramiento, y
asimismo
el Fiscal de este pueblo (al que) por un sobrino mío se le ha hablado dos o tres
veces (...)
y por esto me lo trata de palabra y malas obras, siendo así que son Indios de mis
ayllos”
El Visitador atendió esta suplica ordenando:
"Los Alcaldes de este pueblo por ninguna razón y pretexto dejaran de dar(le) las
indias
de servicio que mandan las Ordenanzas y guardándole todas las honras que debe gozar
como tal Cacica, pena de que serán castigados, ni menos sé entren en su casa sin
causa
legitima y con toda atención, con apercibimiento de que se les dará cien azotes y
quitado
el pelo".
La situación de la Cacica no mejoró pese a las disposiciones que dejara el Juez
eclesiástico.
En febrero del siguiente año, habiendo venido a Pacora otro Visitador, licenciado
D. José
de la Parra Enriquez de Guzmán, la pobre señora volvió a repetir su petición para
que,
por lo menos, se le atendiera su desventura dándole una india viuda y una china de
servicio "para poder tener —decía— siquiera un poco de agua, pues son grandes las
necesidades que paso". Hubo una nueva conminación del Juez visitante, a los
abusivos
Alcaldes indios.
Doña Agustina estando ya muy enferma otorgó su testamento en Pacora el 16 de Agosto
de 1713 ante José Sánchez, Escribano de Naturales, sirviendo de testigo Don Jorge.,
de
Santa María Minollulli, Cacique Principal de Jayanca [4]. Quiso la testadora se le
sepultase
en la iglesia del pueblo, y que su sepelio se hiciera con música, pozas y vigilias
rituales. Lo
principal de los bienes que dejaba eran las tierras de Chocotuc al lado del
salitral de Poma.
Le sobrevivieron tres hijos legítimos: 1) Doña Manuela, hija mayor, a quien señaló
como
heredera del Cacicazgo, 2) Don Francisco Solano y 3) Doña Hilaria Cususoli (sic).
La primera estaba casada con persona que desconocemos, y en ésos días había perdido
su única hija Doña Juana. Parece haber fallecido también a poco pues su hermano DON
FRANCISCO SOLANO CUSUSOLI entró al gobierno ejerciéndolo bajo el título de Cacique
Principal y Gobernador. Este mandón vivía en 1762, año de su testamento labrado en
Lambayeque el 19 de Febrero por ante Sebastián de Polo. El documento merece alguna
glosa. En el describe el Cacique, prolijamente, su genealogía: Era hijo de Doña
Agustina
Cususoli, nieto de Doña Catalina Cususoli y bisnieto de Don Pedro Nuque Cususoli
(sic),
todos los cuales en su tiempo habían sido caciques "absolutos" del pueblo y
Repartimiento de Pacora por derecho hereditario de sangre. El testador era dueño de
“las tierras que cogen desde el cerro Sotoro y Sanep y ban bajando los linderos,
entran en
la Tembladera, y de ahi bajan a la huaca de Poma nombrada PILACFAMICQUE, y bajan a
otra huaca nombrada CHENCHUNAMICQUE, y de ahí bajan al monte grande nombrado
SELLUNTUSI, y de ahí bajan a la huaca nombrada Cabeza de Vaca, y de ahí bajan
lindando
con las tierras de Illimo a un lugar que se nombra un cerro llamado SEOSCUTE, y de
ahi
bajan a la huaca que está en el mismo camino de Illimo llamada la acequia La Vida,
y de
ahí baja a un cerrillo que está en medio del rio nombrado CHALÑANCUP", extensión
que,
según decía, "en mirando a las tierras de Poma no hay más dueño después de Dios que
yo".
D. Francisco Solano termina el texto de su última voluntad
encargan do a su hijo y heredero viajar a Lima para sacar los
papeles de la familia del empeño en que por 50 pesos los
dejara su abuelo en el archivo del Cabildo, cuando estuvo en
la capital a seguir un pleito ante la Real Audiencia, que ganó;
y luego de recuperados estos papeles, habría de guardarlos
"para sus hijos y nietos que tuviese", pues así era su
voluntad.

Del matrimonio de Don Francisco Solano con Doña Petronila de la Cruz Corñam nació
DON LORENZO CUSUSOLI, siguiente Cacique Principal y Gobernador de Pacora. Hacia
1771 ejercía el mando a la vez que litigaba defendiéndose de Don Eugenio Victorio
Temoche Farrochumbi, titular del pueblo de Lambayeque y pretendiente al de Pacora
por
los derechos de sangre que derivaba de sus abuelos Puicunsoli. Aquel año Don Lochos
de
sangre que derivaba de sus abuelos Puicunsoli. Aquel año Don Lorenzo había
enviudado
de Da. Maria Toro, "mestiza", en la que hubo por único hijo a Don Baltazar. Poco
después
contrajo nuevas nupcias con Da. Isabel Carrillo que le sobrevivió sin darle más
prole. Don
Lorenzo perdió la vida en Lambayeque el 30 de enero de 1776, a los cincuenta años
de
edad.
DON BALTAZAR CUSUSOLI, hijo único y heredero del anterior, vino al mundo en el
pueblo
de Pacora el 10 de Enero de 1752, bautizándole a los cinco días de nacido, con los
padrinos Manuel Gómez de Silva y Da. Petronila Niño Ladrón de Guevara, vecinos
españoles.
En Enero de 1777 D. Baltazar tramitó la Provisión ordinaria de Diligencias de
Cacicazgo
ante el corregidor de Saña, acompañándose de una Probanza donde sirvieron de
testigos
doce indios nobles. El virrey le extendió el título de Pacora el 5 de Abril de
1779.
Nuestra pesquisa se detiene porque nos confunde lo descrito en el antecitado
Memorial
de los Curas de Mórrope y Pacora, del Dr. Rubiños y Andrade (1780) pues asegura el
autor
—párroco de ambos pueblos—haberse extinguido "la raza de los Cusu Soli". Rara
noticia,
porque diez años más tarde, en 1792, gobernaba Pacora como Cacique Principal DON
GASPAR CUSUSOLI, cuyo ejercicio consta en el reclamo que elevara al Virrey sobre
ciertos
privilegios que le amparaban y no se cumplían pese a estar legislados en numerosas
Cédulas Reales.
"Es constante —decía en su escrito Don Gaspar— que los Caciques se les señalaban
las
tierras para cultivarlas según la costumbre del pueblo (de Pacora) desde su
primitiva
reducción (...) también les es concedido que las siembras y cosechas que executasen
en
aquellas las deben hacer los indios de su reducción dándoles a estos de comer y
beber el
tiempo que fueren ocupados en esta operación. Si el Cacique tuviera ganado tiene
por
privilegio dos indios de los Reservados para guarda de ellos y dos muchachos que no
hayan llegado a la edad de tributar. Si el Cacique fuere casado tiene a mas de lo
asignado
dos indias viejas sin sospecha, para el servicios de su mujer. A todos los quales
después
del buen trato y de darles de comer y de beber les ha de dar un bestido de abasca y
en su
defecto seis pesos en cada seis meses, que es el término que deben alternarse, a
menos
que voluntariamente quieran seguir en el servicio con el mismo goce, teniendose por
entendido que desde el acto en que se casen los muchachos o cumplan la edad de
tributar
quedan libres de esta obligación y entran en su lugar otros".
El reclamo [5] sufrió demoras en ser atendido, y entretanto, el Marqués de Osorno
el 19
de agosto de 1796 puso su firma vicerreal al título de Pacora para Don Gaspar. La
Ceremonia pública de proclamación se hizo en la plaza del pueblo el 11 de junio del
siguiente año. Recién en diciembre de 1800 pudo el Cacique obtener las tierras de
labrantío que en virtud de su cargo le tocaban, señalándoselas la Real Justicia en
el paraje
de Tembladera.

El 25 de agosto tomó posesión de ellas y en nombre del Rey se las dio el


Subdelegado del
Partido de Lambayeque. Hubo en esa ocasión la rutinaria pero pintoresca ceremonia:
El
Subdelegado condujo al Cacique de la mano hasta en medio del terreno “haciendole
arrancar yerbas, tirar terrazgos y revolcarse en el suelo, diciendo en altas e
inteligibles
voces Posesion, Posesion, Posesion".
Don Gaspar hubo en su legitima mujer Doña Antonia López Limo varios hijos y
falleció
bajo de testamento otorgado en 1814. En la parroquia de Lambayeque se bautizaron
los
siguientes:
1. José León Cususoli López, de 2 días el 13 IV 1794. Fue miembro del Cabildo
Independiente.
2. José Manuel, de 5 días, el 12 IV 1798.
3. José Francisco, de 4 días, el 4 IV 1801.
4. Estefanía, que fue de 14 años en 8 VI 1807.
Hemos visto un curioso expediente tramitado ese año en Lambayeque ante el
Subdelegado del Partido por María Natividad Rubiños (en quien el Cacique había
tenido
una hija natural llamada Francisca Cususoli). La Señora Rubiños reclamaba para su
hija
el quinto de los bienes del difunto. Este, según la Rubiños era conocido también
por el
sobrenombre de "MOCARRO". En la partida bautismal de la niña, inscrita en la
parroquia
el año 1790, aparecen ambos padres como "mulatos libres", tilde negroide que hizo
contestar la demanda a la viuda del Cacique, indignada por la ofensa a la memoria
del
difunto.
Defendiéndola replico proclamando haber sido este "indio noble" y Cacique
Principal.
Hizo más Da. Antonia, pues no paró hasta conseguir del Virrey Avilés una Provisión
Superior fechada el 22 de Julio de 1816, que declaraba al incidente ser "Caso de
Corte",
en cuya situación la Cacica solo podía ser querellada y juzgada ante la Real
Audiencia de
Lima [6].

Notas
1 Visita de Pacora por el Ledo, de la Gama, 1 540.
2 Revista Histórica (Lima), tomo X.
3 ANP Derecho Indígena, XXI, cuad. 560.
4 Ibid.
5 ANP Derecho Indígena, XXI, cuad. 560.
6 ACMS. — La hija natural del Cácique firmaba "Fca. de Paula Cususoli y Mocarro
alias
Copquedo".
CACICAZGO DE REQUE
El área de Reque pertenecía al Señorío de Callanca, en el valle de Chuspo, y,
habiéndola
encontrado los españoles con suficiente población para ser una Encomienda y
Repartimiento, la separaron hacia 1540, dándole el correspondiente Cacique
Principal.
Sobre los antiguos Señores indígenas hay una importante documentación corrida entre
1570 y 1595 [1], cuyo extracto es como sigue.
En "tiempos de Guascar Ynga y Atabaliba", por delegación del Señor de Callanca,
administraba la parte recana un SAPQUEN ZULA, Principal de la parcialidad de
REQUEP,
nombre ayllal que adoptaría en el futuro dicho pueblo. Murió ese Principal dejando
por
herederos a sus hijos Chafo Zula y Chancum Zula, habidos en Tachum Cata, su mujer;
y a
Efquem Zula, habido en otra madre. Este último nació hacia 1515 y a la muerte de su
progenitor vivía en minoridad.
Por la desaparición de Sapquen Zula, el Señor de Callanca envió a su propio hijo
XANCOLL
CHUMBI a reemplazarle en la administración de ese anexo. Durante su ejercicio
desembarcaron los españoles en Tumbes con Francisco Pizarro, sorprendente novedad
que conmovía toda la costa norte, sumiendo a sus régulos en tensiones
contradictorias.
Los testigos de una Información hecha en el año 1570, —dos indios nobles—
declararon
que XANCOLL CHUMBI fue hasta Piura a conocer a los barbados extranjeros, al igual
que
lo hicieron otros Señores de los valles lambayecanos. Pensamos no pasaría más allá
de
Jayanca pues consta haberse reunido allí para parlamentar con Pizarro en son de
paz.
De vuelta a su gobierno de Reque, Xancoll Chumbi hizo matar "a primos y hermanos de
SAPQUEN ZULA, y aun hijo de este. Chafo Zula", escapando por milagro de la masacre
el
menor hijo EFQUEM ZULA, al que a tiempo pudieron esconder los indios Principales de
Requep. Estos poco después acabaron con el criminal así por su odiosa tiranía como
"por
haber recibido a los españoles". Según testimonio de ancianos testificantes en 1570
el
asesinato de XANCOLL CHUMBI se cometió "como a ora de Vísperas" y este testigo —
declara uno de ellos— sabe que habían querido matadle otras dos veces, pero por
tener
unos perros no le mataron pero que en la tercera vez sí y le enterraron en un pozo"
[2].
Después de tan oscura venganza vino a Reque para averiguar los hechos el Alcalde
Ordinario de Trujillo, capitan Francisco Luis de Alcántara y pesquisando a los
asesinos de
Xancoll Chumbi los apresó e hizo quemar en el sitio llamado Car Ca Mo.
Los mismos informantes viejos contaron de XANCOLL CHUMBI haber procreado un hijo
en una hermosa india de Cinto llamada Chat Chat, posteriormente bautizada con el
nombre de Doña Ana Pechum. Tras el asesinato del padre quedó el niño de un año de
edad. Se llamado Don Diego Chimoy, y por su niñez, hubo de reemplazarle en el cargo
interinamente su tío Pocam Chumbi, aunque por corto tiempo pues el Encomendero
impuso a la fuerza a otro cacique, un Edeco "que había sido cocinero en tiempo de
los
Ingas" [3] y cuya inepcia le hizo desaparecer muy pronto. Entonces, los nobles de
la
parcialidad de Requep aprovechando la confusión alzaron por su Señor a DON MARTIN
EFQUEM ZULA, el heredero de la rama legitima, único hijo varón de SAPOUEM ZULA,
aquel príncipe sobreviviente de los asesinatos perpetrados años atrás por XANCOLL
CHUMBI contra los varones de aquella dinastía señorial [4].
Don Martin fue así Cacique Principal y Gobernador de Reque, el primero de la línea
propiamente recana, y se mantuvo en el mando algo más de treinta años. Había casado
"en su ley" con Chup Chup, bautizada con el nombre de Doña Isabel Nuque, en la que
no
tuvo hijos; pero si en otra india noble. Doña Elvira Ella, que le hizo padre de Don
Gabriel
Martin.
El anterior Don Martin Efquem Zula durante su minoridad había sido reemplazado por
su tío Don Gonzalo Minllón.
Debe recordarse que por entonces el otro pretendiente D. Diego Chimoy (Hijo de
Xancoll
Chumbi) tenía ya edad legal para ejercer y, por tanto, no tardó en reclamar el
Cacicazgo.
El Virrey autorizó los autos de reconocimiento y el 14 de mayo de 1552 se faccionó
en
Reque una Información de Testigos en favor de Chimoy, autorizando el Teniente de
Corregidor Capitán Diego de Villanueva. El Encomendero del Repartimiento se
apersonó
extrañamente interesado en el caso, y manu-militari puso de lado al interino tío
Minllón
quitándole “las insignias de Cacique como son las trompetas y taberna", para
favorecer
las pretensiones de Chimoy. Minllón se resignó a esperar la llegada del nuevo
Virrey D.
Francisco de Toledo, quien le oyó, dándole Provisión fechada en Huaura 13 de
noviembre
de 1464 para que le devolviesen las insignias. Y nada más pudo conseguir Minllón
pues
enfermó gravemente en esos días, "y dizen que murió de enojo de lo suso dho" [5].
El DON DIEGO CHIMOY al llegar a su mayoría de edad asumió Reque como su Cacique
Principal y Gobernador, siendo proclamado sin oposición aparente. Le apoyaron sus
poderosos deudos de Callanca y aún el Encomendero del Repartimiento, quien como
testigo en la litis declaró ser Chimoy "hombre de razón". Duró su mando algo más de
treinta años. Casó con la viuda de EFQUEM ZULA, Doña Isabel Nuque, que no le dio
hijos.
Habiendo enfermado mortalmente Chimoy firmó una declaración jurada en Collique 28
de Septiembre de 1592 ante el escribano Juan Vallejo de Tapia, en la cual confesaba
estar
presionado por su conciencia y que en verdad el cacicazgo de Reque tocaba a Don
Gabriel
Martin, el hijo de EFQUEM ZULA. Este joven ya estaba apto con edad suficiente y
desempeñaba por entonces la alcaldía de su pueblo [6].
Después de la muerte del cacique Chimoy aparecen tres pretensores para sustituirle,
enredándose los tres en un litigio que sube de la instancia del Corregidor hasta la
Real
Audiencia de Lima, y cuyos rasgos más interesantes trataremos de exponer a
continuación.
El primero de los optantes al mando de Reque era dicho Don Gabriel Martin, señalado
en el testamento del difunto cacique Chimoy; solicitó y obtuvo del Virrey la
Provisión
Ordinaria de Cacicazgo, o sea la apertura de la rutinaria investigación sobre los
derechos
a la sucesión cacical. Martin pidió se hicieran las averiguaciones legales ante
Corregidor
de Saña y no el de Chiclayo, a quien acusaba de ser su capital enemigo. El Virrey
accedió
a ello el 17 de septiembre de 1593, aunque por la súbita muerte de aquel
funcionario
hubo de tramitarse los autos ante el capitán Francisco de Olmos Pizarro, corregidor
de
Chimo y Chicama.
El segundo pretendiente fue don Diego Quesquem, hijo del difunto Cacique Chimoy y
de
Doña Inés May. No era hijo legítimo y estaba casado con la hija del Cacique
Principal de
Saña.
El tercer y último candidato fue Don Francisco Llontop, Cacique Principal y
Gobernador
de Callanca y Omonsebu (sic). Fundamentaba su derecho en la antigua sujeción de
Reque
a Callanca y a ser sobrino carnal de XANCOLL CHUMBI, o sea primo hermano del finado
Don Diego Chimoy.
Las tres partes produjeron sendas Informaciones de testigos, en las cuales,
separando el
interés compromisiario del momento, puede hallarse bastante información
etnohistórica.
En la Información a favor de D. Gabriel Martin levantada en el pueblo de San
Francisco de
Chiclayo el 13 de enero de 1596 ante el corregidor Olmos Pizarro, testificaron:
1. Doña Maria Atpen, "Cacica del pueblo de Collique". Tenía 70 años de edad y
declaró a través del traductor Juan Inop, indio ladino en la lengua española.
Dijo que estando muy joven conoció a SAPQUEM ZULA y a EFQUEM ZULA. Este
la hospedaba cuando ella iba a Reque, recibiéndola "como Cacica y Señora".
Hizo constar su parentesco con Martin y con Llontop.
2. Don Juan Supu Soltanta, (así firma), Principal del pueblo de Lambayeque, 80
años de edad. Testificó a favor de Don Gabriel Martin, cuyo padre había sido
gobernador de Reque desde "Guascar y Atabalipa" (fol. 62v). El hermano de
XANCOLL CHUMBI, llamado Quizu, fue con EFQUEM ZULA a dar la obediencia
a los españoles. Este último era ya cacique "quando fue Francisco Hernández
Jirón hacia Quito" (sic) "y así le dio aviamiento y obediencia en nombre de su
Majestad".
3. Cristóbal Ullco, natural del pueblo de Eten. Cuando llegaron los españoles
tenía 30 años de edad posibles.
4. Miguel Map Cap, de Eten, 80 años de edad. Dijo que XANCOLL CHUMBI vino
de Callanca a Reque y mató algunos caciques, hermanos y primos hermanos
de SAPQUEN ZULA, porque se le oponían.
5. Don Pedro Taman, Principal del pueblo de Collique "que es dos leguas del dho
pueblo de Reque" (fol. 67). Su edad, 80 años.
6. Juan Yu Pan, de Eten, 70 años de edad. Conoce Chuspu "que es un pueblo que
por otro nombre llaman Callanca".
7. Don Fernando En Sialer, Principal del pueblo de Lambayeque, ladino y capaz
de firmar.
8. Gonzalo Ullon, de Eten. Conoció a ZAPQUEN ZULA "cano y muy viejo y le vido
morir y enterrar en sus ydolos" (fol. 71), después de haber señalado por su
heredero e hijo a EFQUEM ZULA, entonces niño de seis años de edad.
Presenció el asesinato de XANCOLL CHUMBI.
9. Lucas Cuñán, de Eten, y con 90 años de edad. Vió a EFOUEM ZULA recibir a los
españoles y de como les dio abastecimientos y otras cosas.
La Información presentada por Llontop, Cacique Principal de Callanca, también se
hizo
en Chiclayo diez días después de la antecitada. En ella declaran:
1. Don Juan Chuy Cuf, principal del pueblo de Chiclayo "dos leguas de Reque", su
edad 90 años, poco más o menos. Dijo que los cuatro hijos de CUN CU CHUMBI
estaban vivos a la entrada de los españoles.
2. Don Francisco Nobel, originario del pueblo de Lambayeque y de 80 años.
XANCOLL CHUMBI fue Cacique de los tres pueblos por ser el hijo mayor, y
"quando se redujo Callanca en forma de pueblo" entró a gobernarlo el
segundo hermano llamado QUIZU CHUMBE.
3. Diego Chequem, de Lambayeque, edad 90 años.
4. Don Gabriel Map, asimismo de Lambayeque.
5. Juan Lechec, de igual naturaleza y 70 años de edad.
6. Yaipun (sic), ídem, 70 años de edad.
7. Bartolomé Farro, de Lambayeque, edad 76 años.
8. Yan Cul, natural de Chiclayo, 80 años.
La probanza de Don Diego Quesquem, fue rendida como las anteriores también en
Chiclayo al subsiguiente día de la última y por ante dichos corregidor y notario,
registra
las declaraciones de:
1. Francisco Tinciec, natural de Callanca, de 130 años de edad. "Este testigo sabe
que el dho XANCOL CHUMBI fue a la ciudad de Piura donde estaban los
españoles y pidió (para su) Encomendero a Miguel de Velasco" (fol. 28v). A la
fecha aún vivía la mujer de XANCOL CHUMBI llamada Ana Pecnu; EFQUEM
ZULA caso al uso antiguo con Isabel Nuqui, aunque hubo a Don Gabriel Martin
en una india llamada Ella. "A la séptima pregunta dijo este testigo que como
dho tiene el dho EFQUEM ZULA era FILCA que es vocablo yunga y en Castilla
quiere decir Señor... y que el nombre de EFQUEM ZULA quiere decir chacarero
y mozo de chacaras" (fol. 127).
2. Alonso Llumo, de Callanca y con más de 100 años.
3. Pedro Chuncuch, natural del pueblo de Omonscbu (sic), edad de 96 años.
4. Juan Poc, de Monsebú, 90 años de edad.
5. Juan Chucu, natural de Collique, 70 años.
6. Diego Cucale, natural de Chiclayo, 70 años.
Un tiempo antes de correrse estas Probanzas Don Gabriel Martin había ido hasta
Trujillo
donde el 17 de Octubre de 1595 obtuvo una declaración notarial de la Señora Ana de
Velasco, viuda del Encomendero de Reque Salvador Vásquez (hija y heredera de
Michael
de Velasco, primer poseedor de aquella Encomienda) sobre que su difunto marido
Vásquez puso en el mando de Reque al anterior Cacique Don Diego Chimoy por ser es
te
"indio de razón".
Continuando la prosecución de las pruebas, el 1 de febrero siguiente Martin había
logrado
otra Información con testigos españoles en la villa de Saña, hecha en presencia del
teniente de Corregidor Melchor de Osorno y el escribano Antonio Ramirez Galindo. En
ella se tomaron los dichos siguientes:
1. Hernán Garcia, morador de la villa, de 56 años de edad. Había vivido cuarenta
años junto al pueblo de Reque, Vió a EFQUEM ZULA ejerciendo de Cacique
Titular "y como tal en los demás pueblos que serán todos tres que se llamauan
Reque y Aro y Maina subjetos a el y asi deuajo de su mano los tenia" (foL 81
v).
Asimismo, declaro haber habido anteriormente un pre-postulante más al
cacicazgo, Don Alonso Noquem, cuyos derechos hallaron correctos el Juez
Visitador doctor Cuenca y el corregidor Juan de Oses. El hijo de Noquem, fue
casado con una hermana de Don Gabriel Martin llamada Isabel, pero el único
vástago de esta unión murió siendo niño.
2. Luis de Atienza, vecino de la ciudad de Trujillo, de 57 años de edad. Dijo que
EFQUEM ZULA había muerto hacia quince años.
3. Juan de Velasco, vecino de Saña, sobrino del primer Encomendero de Reque
Michael de Velasco, y su compañero durante mucho tiempo. Tenía 70 años de
edad.
4. Magdalena de Olarte, hija de Martín de Olarte, antiguo Encomendero de
Reque. A la sazón estaba casada con Diego de Atienza y tenia 40 años de edad,
poco más o menos.
5. Catalina de Aguayo, hija del difunto Encomendero de Reque Salvador Vásquez,
mujer legitima de Lucas Ramirez de Arellano, y de 36 años de edad.
Volviendo al orden procesal, después de las Probanzas hechas en Chiclayo el
corregidor
Olmos Pizarro mandó levantar una más, la de Oficio, pesquisa secreta hecha en ese
pueblo
el 3 de febrero. Para ella se escogieron testigos indios que no estuvieran
comprometidos
con los litigantes. El corregidor ordenó a los Alcaldes de Collique y de Chiclayo y
al cacique
de Lambayeque le enviasen "de los mas ancianos y principales que hubiere", y lo más
privada y secretamente que se pudiera.
Estos nuevos testimonios de indios son, quizá, los más importantes del proceso por
su
contenido histórico:
1. Don Pedro Cochucapa, natural de Collique y Principal, de 85 años de edad.
"Dijo este testigo que sabe y tiene noticia que en el tiempo de los Ingas en
muriendo que muria el cacique se juntaban los del tal pueblo a tratar qual les
parecia que fuese cacique y luego con lo que alli se acordaba iban al Inga a que
nombrase cacique como ahora se acude al Virrey y que el que venia nombrado
por el Inga ese se tenia y obedecia por cacique y a aquel obedecían y
respetaban los indios y esto se usaba hasta el tiempo que los españoles
binieron a esta tierra y que las dhas elecciones se hacian sin tener atención al
hijo del cacique que hauia muerto ni a otro pariente suyo aunque algunas
veces benian nombrados por caciques los hijos u hermanos del muerto pero
no porque fuese su heredero forzoso sino por boluntad de los indios del
pueblo y del Inga y esto lo sabe este testigo que se usaba en el dho pueblo de
rreque y en los demás comarcanos y esto responde" (foL 152 V).
Al cacique Chimoy le bido que se sentaua en la taberna con los yndios
particulares". El declarante opina a favor de Don Gabriel Martin.
2. Don Agustin Puy Cun, Principal del pueblo de Chiclayo, edad 76 años, repite
en parte lo anterior: "... en muriendo el cacique principal sejuntauan los yndios
y principales del pueblo y todos juntos hacian cabildo y elegian al cacique y
electo lo ynbiaban para que le confirmase el Inga y en confirmándole el Inga
aquel era tenido y nombrado por cacique". Tambieh opinó por Don Gabriel
Martin, como legítimo.
3. Don Gonzalo Cerquen, Principal y Pachaca de Chiclayo, 60 años de edad.
Depuso que "el Inga nombraua al que le parecia que era el mas suficiente de
aquella casta y unas beces benia nombrado el hermano y otras el hijo (...) y
que después que los españoles entraron en esta tierra sabe que el marques
don Francisco Pizarro como fue encomendando los Repartimientos les fue
poniendo caciques a cada uno y despues de esto el testigo sabe que en
muriendo aquellos caciques que nombro el marques los encomenderos los iba
nombrando como iban faltando y este testigo sabe que este orden se guardo
en el dho pueblo de rreque y en los demás comarcanos hasta que vinieron las
Visitas del doctor quenca y Juan de Ozes" (fol. 155v). El declarante vio a
Chimoy antes que fuera cacique, acompañando a EFQUEM ZULA, sirviehdole
de encargado para "sacar chicha para dar de beber a los Principales del dho
pueblo".
4. Don Gonzalo Ques Ouen, Principal del pueblo de Chiclayo, y de 85 años de
edad, mas o menos. Sobre el nacimiento del difunto cacique Chimoy declara
que XANCOLL CHUMBI hizo que le llevaran "algunas indias hermosas" y eligió
a Chat Chat, de Cinto, haciéndola conducir a unas tierras llamadas Car Ca Mo
"donde tuvo quenta con ella" procreando a Chimoy.
5. Martin Ef Quen, de Collique, y 76 años. Dijo que después de la muerte de
Francisco Pizarro cuando desaparecía algún cacique gobernante los indios de
su pueblo iban a donde su Encomendero y le pedian por Señor al previamente
elegido. XANCOLL CHUMBI tuvo sus casas de morada en Car Ca Mo.
6. Don Martin Quepen, natural de Lambayeque y pariente de Don Gonzalo
Farrochumbi, cacique de su pueblo. Tiene 85 años de edad. En la elección de
los caciques prehispanicos lo que se miraba era la eficiencia (fol. 160v). Con
la Visita del doctor Cuenca se regularizó el procedimiento para las sucesiones
cacicales. Opina a favor de Don Gabriel Martin.
El expediente glosado termina con esta última testificación, pasando después todo
lo
actuado a la Real Audiencia con una carta o Informe del corregidor fechada en
Chiclayo
al final del mes. En ella el funcionario dá por mejor derecho tradicional al de don
Francisco Llontop, cacique de Callanca y Monsefú, pues era evidente -y nadie lo
negabala antigua sujeción de Reque a Callanca. Pero Llontop ya tenía mando cacical
y, por otro
lado, al haber nacido fuera de Reque “no le respetaran ahi". Sobre el pretendiente
Quesquem dice el Informe que no era hábil para el cargo pues solo tenía 27 años de
edad
y le gustaba la borrachera. En resumen, la opinión del corregidor se inclinaba a
Don
Gabriel Martin por ser nieto de EFQUEM ZULA, Señor Natural de Reque ("el qual tenia
sus
Principales y hamaqueros, como los tienen los Caciques"); y además era ladino, muy
capaz de leer y escribir, no se embriagaba y con la útil edad de 40 años [7].
La sentencia de esta causa demoro unos cinco años más, favoreciendo al tan bien
visto
DON GABRIEL MARTIN YENCAN [8], ejecutoriandole en Abril de 1601. No ha quedado
rastros de la vida y obra de este Cacique de Reque, si descartamos haberle
encontrado un
año antes asistiendo en Trujillo en compañía de su hermano Tuan Martin, “Mestizo”,
comprando mercaderías a Juan de Ayaste por valor de 110 pesos.
Parece haber sido un hijo suyo el siguiente mandón del pueblo DON GARCIA MARTIN,
Cacique Principal y Gobernador ahí en 1627. En Febrero de ese año desde Trujillo
envió
un Poder a don Gabriel de Chaves, su hermano, y don Juan Puycum, su sobrino,
residentes
en Lima, para recoger de la Secretaria del Virreynato el título de Gobernador del
Pueblo [10].

Por una escritura de 1670 [11] se sabe de DON GABRIEL MARTIN, era Cacique Principal
y
Gobernador de Reque. Entonces reclamaba ciertos censos de su mujer, Doña Barbola de
Cisneros, impuestos en casas de la villa de Saña, y heredados por ella de Don
Marcos, Don
Félix y Don Nicolás Cisneros. Este apellido corresponde a los Caciques Principales
de
Chepén en el primer tercio del XVII.
No se ha encontrado más referencias de otros Caciques Principales de Reque en el
Virreynato, lo que hace pensar que quizás se extinguió la línea mayor de la
dinastía
cacical, desde mediados del siglo XVII, pues a partir de entonces ejercen el
gobierno los
Caciques Segundas Personas. Así; don Francisco Chala en 1668, don Pascual Mateos de
la
Carrera en 1670-1692 [12], y don Domingo Minllón en 1717.

Notas
1 ANP Derecho Indígena, leg. 43 cuad. 39. Esta es la signatura moderna que trae
María
Rostworovvski de Diez Canseco en su libro Curacas y Sucesiones: Costa Norte (Lima
1961) donde hace importantes comentarios críticos sobre el Señorío de Reque y glosa
dichas Informaciones (pags. 11-23 y 63-126).
2 Ibid. Mss. cit., fols. 7 Iv y 164.
3 El nombre de EDECO no parece mochica-lambayecano y quizás fue equivocación del
escribano que lo apuntó. Pudo ser, más bien, ESIQUE, pues en una Provisión de Tasa
de
la Encomienda de Reque, fechada en Lima 15 III 1550 y firmada por el Ilmo, fray
Jerónimo
de Loayza, Arzobispo de Lima, el Oidor Cuenca y fray Agustín de Santo Tomás,
encargados
por el Presidente Gasea para hacer la Tasa General del Perú, se lee: "... A vos
ESIOUE
Cacique del repartimiento de Reque etc.". (Antigua Bibl. Nac. de Lima, To. 0014 de
Mss.,
fol. 227).
4 Ibid. fol. 20.
5 En los papeles del Cacicazgo de Cinto, de 1565, Minllón figura con su verdadero
nombre
indígena: MIN LLUF, y con su edad, de 6 a 7 años a la entrada de los conquistadores
españoles.
6 ANP Mss. cit., fol. 20.
7 María Rostworowski ha publicado el texto íntegro de los interrogatorios de las
probanzas, gran parte de las testificaciones y el parecer del corregidor. Vide ob.
cit. pags.
63-126.
8 Con este nombre completo está en un documento de 1604 (AVRL).
9 ADT Escritura de Obligación, Trujillo 13 VI 1600 ante Velásquez Verdugo (fol.
120v).
10 ADT Trujillo 1 II 1627 a. Andrés de Obregón.
11 AVRL.
12 Don Pascual Mateos de la Carrera fue dueño de una importante recua de mulas con
que trajinaba a Lima llevando mercaderías bajo contratos de alquiler. En Trujillo
el 15 V
1687 a. Cortijo Quero (fol. 249) se concierta con el capitán Pedro García de la
Torre para
llevarle a la capital en Julio sus 50 mulas cargadas de azúcar y géneros de los
valles. El
precio era 14 pesos por cada mula y carga de 14 arrobas. Si ocurrieran averías en
los ríos
de Santa y Barranca las pagaría el conductor, y si demoraba alguna de las partes,
sufriría
multa de 10 pesos por día de retraso.
CACICAZGO DE SAN PEDRO DE LLOC
En el estudio sobre el cacicazgo de Jequetepeque se hizo notar el de caimiento de
ese
pueblo desde los últimos años del siglo XVII, en tanto que paralelamente crecía en
importancia el de San Pedro de Lloc, donde tenía su residencia habitual el Cacique
Segunda Persona del Repartimiento.
Las razones de este fenómeno fueron varias y cuando en la siguiente centuria hizo
crisis
el notorio desnivel, la situación de dos caras, era así: por un lado, Jequetepeque
se
despobló y sus indios empobrecieron, y por el otro, San Pedro de Lloc —ultimo
pueblo
del corregimiento de Saña en viaje a Trujillo y Urna— fue alcanzando un notorio
poder
comercial y demográfico.
El gobierno de Lima aprovechando la transformación, pues favorecía la importante
área
económica regional, empezó a dar una paulatina mayor jerarquía al Cacique Segunda
Persona de San Pedro de Lloc. Así fue como antes de mediar la centuria este cargo
alcanzó
a ser tan ejecutivo como el de Cacique Principal, para todo el Partido.
Las parcialidades agrupadas en San Pedro desde su fundación eran las de Lloc,
Pescadores, Yengle, Totero, Xalata, Channa y Moradores.
En San Pedro de Lloc tenía su residencia la ilustre familia GEOQUELCHUMBI, cuyos
miembros varones gozaban por juro de heredad el cargo de Caciques Segundas Personas
del repartimiento [1], y pertenecían a la más arcaica aristocracia provinciana por
ser
legitima y directamente descendientes de PAYNASAMAN, aquel Régulo puesto por los
Incas para gobernar el valle después que los cuzqueños se apoderaron de el. Los
Señores
originales de apellido CHAMOCHUMBI volvieron al mando después (véase
JEQUETEPEQUE), obligando a los descendientes de PAYNASAMAN, a establecerse en el
paraje de LLOC, ya no Caciques Principales sino gobernando en calidad de Segundas
Personas.
AI finalizar el siglo XVII muere en el pueblo de Jequetepeque Don Carlos Esteban
Chamo
Chumbi, Cacique Principal, y por no haber dejado hijo varón ni hija mujer casada,
el Virrey
hubo de reemplazarlo en cuanto a Gobernador con el Segunda Persona DON LUCAS DE
RIVERA POEMAPE, sampedrano, hijo legítimo y primogénito de DON DIEGO PAY PAY
CHUMBI, aquel Cacique despojado en 1652. Don Lucas era por entonces Maestre de
Campo de las Milicias Naturales y Cobrador de la gruesa tributaria del
Repartimiento.
A partir de esa fecha (y hasta la entrada de la República) los Geoquelchumbi
continuarán
siendo Segundas Personas y Gobernadores del Cacicazgo.
Rivera Poémape siguió ejerciendo casi veinte años más, y al final, viejo y
achacoso, puso
a sus hijos en el cargo, a manera de cogobernadores. Con el empieza a usarse
dinásticamente el nombre de GEOQUELCHUMBI [2]. Se sabe que Rivera estuvo casado dos
veces. Conocemos el nombre de su primea mujer. Doña Maria Ana Flores, en la que
hubo
a:

Don Alonso, que sigue.


Doña Rosa.

Doña Antonia Geoquelchumbi.

Habiendo fallecido el Cacique el año 1719, su hijo mayor y heredero DON ALONSO
GEOQUELCHUMBI POEMAPE DE CASTRO solicitó al Virrey se abrieran las rutinarias
Diligencias de Cacicazgo, que comenzaron a efectuarse el 22 de abril del siguiente
año.
Entre tanto, el mando fue asumido interinamente por otro hijo del difunto, Don
Diego
Chirinos Geoquelchumbi Poemape, de acuerdo a la costumbre [3].
Inició el procedimiento uan Información de Testigos tomada en San Pedro de Lloc el
11
de noviembre ante el escribano de Saña D. Antonio de Rivera. Los doce
deponentes [4] estuvieron contestes en señalar a Don Alonso como el único y
legítimo
heredero del Gobernador Rivera. Esto mismo opinó el Corregidor en su Informe final,
indicando la falta de hijo varón del difunto D. Carlos Chamochumbi (último Cacique
Principal de Jequetepeque) al cual solo sobreviviera una hija mujer. Doña Manuela,
aún
niña. Era, pues, conveniente dar la Gobernación a Don Alonso Geoquelchumbi; pese a
que
—decía el funcionario español— "el Repartimiento es uno y el oficio separado".
Aceptó este criterio el Virrey y Don Alonso fue proclamado públicamente en la plaza
de
su pueblo el 21 de noviembre de 1721, concurriendo al solemne acto las autoridades,
eclesiásticos, nobleza indígena y numeroso pueblo. Durante la ceremonia hubo
algunas
bullas, pues al momento que el Factor de la Real Hacienda (que presidia) requirió a
los
presentes al reconocimiento y obediencia para el nuevo cacique, fue interrumpido
por la
gritería de una parte de los indios;
"Se levantó una voz que parescia de muchos, que dijo estas palabras Ovedecemos si
lo
manda su Excelencia pero no lo conviene, no lo conviene, y el Señor Factor les
volvió a
requerir no fueran inobedientes a los mandatos Superiores y que si tenian motivos
justos
para que dho don Alonso no fuesse Cacique lo dixesen alli o lo representasen al
Real
Gobierno, y volviose a oir la voz de no lo conviene no lo con viene y
inmediatamente se
(roto) aceleradamente y en tropel muchos yndios (roto) y parquis pero no obstante
quedaron en ella otros mu (roto) cipales el dho Don Francisco Erigido Chayhuaque.
(roto)
Ordinario, Don Diego Pnelipe, Donjuán (roto) Don Pedro Nicolás y Don Juan Fhelipe
Lioco
los quales (roto; voluntad se llegaron al dho don Alonso y le dieron la obediencia
y
abrazaron y acataron como a tal su Cacique y 10 mismo otros muchos yndios
particulares" [5].

El gobierno de Don
(Geoquelchumbi
Alonso
Poemape) de Castro
duró diecinueve años sin mayor oposición. Había desposado a su parienta Doña
Petrona
de Rivera, que le dio dos hijos:
1. Don Antonio
2. Doña Lorenza de Castro y Rivera, nacida en San Pedro, mujer legítima del
español Manuel de Esteves, hacendado de Chafán [6]. Con numerosa y
distinguida sucesión.
Debe decirse que, desde años antes al nombramiento, Don Alonso por su esfuerzo
había
sabido reunir una fortuna bastante sólida para el lugar y su tiempo, pues además de
la
legitima paterna, era dueño de varias chacras, y en el pueblo tenia propias dos
casas y un
molino ("situado a espaldas de las tierras cacicales"). Consta que asimismo
comerciaba
intensamente dentro y fuera de la jurisdicción [7]. El 8 de diciembre de 1729 fue
nombrado
Maestre de Campo de los Naturales.
Don Alonso falleció el 25 de Junio de 1739 y la división y partición de sus bienes
se hizo
a los dos meses ante el Corregidor de Saña. El hijo mayor del finado, DON ANTONIO
GEOQUELCHUMBI POEMAPE DE CASTRO pidió a tiempo la Provisión de Diligencias de
Cacicazgo, autorizándolas el Virrey el 8 de noviembre siguiente.
Estando así, se produjo una desavenencia entre corregidor y pretendiente, surgiendo
unas demoras desagradables. El General D. Domingo Navarrete, entonces gobernante de
la extensa provincia de Saña, por alguna razón —justa o no— había cobrado ojeriza
al
heredero del cacicazgo de San Pedro de Lloc, demostrándoselo tan notoriamente que
este
hubo de quejarse al propio Virrey. Sus razones fueron convincentes y el 17 de
Noviembre
ganó un Superior Decreto por el cual Navarrete quedada prohibido de ocuparse en los
asuntos de Don Antonio, siendo en ello reemplazado por el Teniente General D.
Manuel
José de Rubinos y Andrade.
Parece no haber sido suficiente para suavizar las antipatías del corregidor, pues
más duro
se volvió contra Geoquelchumui reabriendo un juicio sobre los bienes del cacique
difunto,
y sacando a público remate cuarenta mulas de la masa hereditaria. Don Antonio
nuevamente impetró al Gobierno de Lima haciendo constar que, si bien en su
condición
de cacique estaba obligado a recurrir a su corregidor, en el caso actual
consideraba a
Navarrete "su enemigo mortal" y por tanto quedaba peligrosamente en manos de dicho
funcionario para las venganzas de que hubiera antojo. A la vez pidió el Cacique una
licencia para ventilar las operaciones del Tributo de sus pueblos ante el Juez
Oficial Real
o el Teniente de Corregidor, y no ante su perseguidor.
Los petitorios de Geoquelchumbi fueron favorecidos en Lima con los informes del
Oidor
Fiscal de Naturales y del Protector General de indios quienes hicieron mención que
bajo
otras circunstancias ya se había autorizado tal cambio "por igual causa" a otros.
El
Marqués de Villagarcía el 11 de mayo de 1740 accedió a lo solicitado. El General
Navarrete hizo toda vía una leve resistencia a 10 decretado, tildando a su Teniente
General Rudiños y Andrade de proteger y amparar al Cacique "en todos sus enredos y
quimeras " pero un nuevo y definitivo auto vicerreal le conminó a obedecer bajo
pena de
multa y otros castigos.
Entre tanto la proclamación pública de dicho DON ANTONIO GEOQUELCHUMBI
POEMAPE DE CASTRO ya se había producido. El 28 de Junio de aquel año estando en las
casas del Cabildo del pueblo en presencia de Rubiños y Andrade, los padres
agustinos fray
bernardino Gil de la Torre, cura de Jequetepeque, y fray Juan de Cáceres, cura de
San
Pedro de Lloc, el Alcalde de Campo Don Juan silvestre, el Alcalde del puerto Don
Pedro
Baltazar, numerosos indios nobles y muchas otras personas, tras leerse en altas
voces el
Titulo de su nombramiento el General Rubiños y Andrade tomo de la mano a Don
Antonio
"y lo llevé —dice el Acta— y sente en el asiento de liana que para este efecto
estaba
prevenido en dhas Casas de Cabildo sobre una alfombra en señal de posesión del
cacicazgo Segunda Persona de este dho pueblo y del de Jequetepeque y de Gobernador
de
ellos en nombre de Su Majestad (...) y unánimes y conformes todos juntos y cada uno
de
por si se llegaron a él y le dieron la obediencia y abrazaron".
Si recordamos que el verdadero mando activo del cacicazgo (reserva do a los
caciques
Principales) lo ejecutaba el Segunda Persona de San Pedro de Lloc, se verá porque
Don
Antonio por consenso publico fue tenido como el Cacique "Principal" de facto, pues,
no
obstante jurar como Segunda Persona, aparece en muchas escrituras de su tiempo bajo
el título de "Cacique Principal y Gobernador", sin que por ello nos confundamos. En
realidad, era Cacique Segunda Persona por derecho de sangre, y, a la vez un
encargado
Cacique Principal. Don Antonio tuvo como su padre un notable espíritu de empresa,
cuyo
éxito le procuro' esclavos, tierras de la branza y recuas mulares para el trajín
comercial
de Lima y de Paita. Antes de enemistarse con el corregidor Navarrete y a mérito de
antiguos privilegios de su familia, obtuvo una Inhibitoria de seis meses para sus
pleitos
judiciales, pudiendo con ella recurrir directamente a los tribunales de Lima sin
las
instancias locales, amén de poder usar al Teniente de Corregidor del valle de
Pacasmayo
como Juez en sus causas personales.

De su matrimonio con Doña Petrona González Don Antonio logró por hijos a:

Don Alejo, el mayor.

Don Ambrosio Geoquelchumbi de Castro, Principal de la parcialidad de


Pescadores y Alcalde Ordinario del pueblo en 1798. Había desposado en la
iglesia parroquial el 3 de Julio de 1770 a Do ña Maria Marta de Leyva [8].

No hay noticias del ejercicio de Don Antonio, que vino a morir el 31 de mayo de
1749. El
23 de junio se efectuó la facción de los inventarios y su tasación, parte de lo
cual
trascribimos por su curiosidad:

Lomillos guarnecidos (roto) una hevilla en la baticola de (roto) herrajes de


fierro: 40 ps.

(roto) tribos de palo muy usado (roto) un par de espuelas de plata con
cantoneras de lo mismo.

Freno mular(r) y dos caballares, el uno con copas de plata y el otro con una
sola copa.

Tres arrobas y quince libs. de fierro (de "quatro pedazos de platina")

Una lampa de fierro usada.

Un hacha de id.

Una escopeta con llave, española.

Un par de pistoletes con llaves, españolas: 20 ps.

Un espadín con puño y guarnición de plata, contera y gancho de lo mismo: 12


ps.

Un capote de paño azul de Castilla, bordado de hilo de plata: 40 ps.

Una casaca "a lo militar" de paño negro, forrada en sargalete, con botones de
cerda: 20 ps.

Otra casaca "a lo militar" de piñuela de lama, forrada en sargaleta, con botones
y ojales de seda. Una casaqueta de montar, de camellón musgo, forrada en
sargalete azul, con botones de hilo de plata.

Otra casaqueta de montar, de camellón de color canela, forrada en sargalete


nacar,con ojales y botones de hilo y plata.

Una chupa de persiana amarilla, forrada en chorleta con ojales y botones de


hilo de plata.

Otra chupa de persiana color de concho de vino forrada en crea, con ojales y
botones de hilo de plata.

Una jáquima de cordobán con 48 piezas de plata en que se incluyen las


hevillas: 16 ps.

Un jaquimón de suela con (r) hevillas, 4 cantoneras y 4 pasadores de plata y


una argolla de id. Un par de estribos guarnecidos todos de plata. Una puerta
nueva de tablas, sin marcos ni umbrales.

La parte de la casa paterna, donde murió.

Dos alfalfares: uno inmediato al pueblo, y otro en el paraje nombrado Potioni


y hay otro en el paraje de Jatanca, ya perdido del todo.

Un arrozal, ya rastrillado y venteado, de 20 fanegas, con el diezmo y la primicia


ya pagados (el arroz en cascara cuesta 9 y medio reales fanega).

El ganado del difunto se recogió en diecinueve días, pues estaba repartido por los
montes,
la pampa y la playa:

Una yegua blanca, con dos crias: 20 ps.

Otra, "serrana", mosqueada, bruta, con tres potrancas: 25 ps.

Otra, de raza, con su cria: 20 ps.

Otra, zaina, con un caballito prieto de 6 meses, de raza.

Otra, castaña, de la pampa, con los pies blancos y lista en la frente, y tres
crias.

Otra, hermana de la anterior, de raza, castaña, con pies y mano derecha blanca
y lista en la frente, con dos crias.

Otra, overa, de la pampa, con potranquita.

Otra lambayecana, con una mulita colorada de 8 meses.

Dos más de raza.

Una potranca rabicana, negra.

Otra, entrepelada, color moro, pie blanco y lista en la frente, con dos crias.

Un potro hechor de burras, prieto y pie blanco, con una estrella en la trente,
aguililla.

4 vacas con sus terneros.

Una mula colorada, de la silla del difunto.

Tres bueyes (dos hacen yunta).

23 cabras madres con 4 cabrones de edad y 4 chivatos "que no son de saca".

51 cabrillas de un año.

21 de seis meses.

20 chivatillos de seis meses.

14 de cuatro meses.

29 cabrillas de tres meses.

12 borregas "que no son de saca", con un borrego y un carnero padre


2 borricos hechores de yeguas, 2 burros ordinarios, y 4 burras [9].

La minoridad legal del heredero dejado por D. Antonio despertó las pretensiones de
un
indio noble llamado Don Francisco Xavier (Lloco) cuyos supuestos derechos basaba en
que tanto su bisabuelo Don Jerónimo Lloco, con su abuelo Don Andrés Lloco y su
padre
Don Nicolás Lloco habían sido Pachacas Principales Cobradores de los Reales
Tributos, y,
a su vez, los antepasados de estos se habían desempeñado antiguamente en el cargo
de
Caciques Principales de San Pedro de Lloc, de acuerdo a la tradición oral del
pueblo.
Haciendo mérito de lo dicho Don Francisco Xavier solicito del Virrey se le
extendiera la
Provisión de Diligencias de Cacicazgo.
El heredero Don Alejo solo tenía 20 años y le faltaban 5 para su mayoría de edad,
pero no
obstante cuestionó de inmediato el reclamo de Lloco, aduciendo que éste no podía
pedir
nada. Sin embargo, pensamos, algún fundamento pudo tener Lloco, cuyo apellido (que
dio
origen al nombre del pueblo) parece representar una tradición de mando sanpedrana
muy antigua. Habria sido interesante conocer las pruebas presentadas por esta
parte.
Vino luego el tramite cacical para D. Francisco Xavier Lloco, asistiendo el nuevo
corregidor de Saña D. Gabriel Delgado, el Protector de Naturales del corregimiento
D.
Francisco de Perea y Santoyo, el escribano de turno y el General Rubiños y Andrade,
tutor
del heredero Geoquelchumbi. Su primer auto fue nombrar a Feliciano y Diego
Pairasaman
para servir de "interpretes" a los indios declarantes, disposición rutinaria en las
contenciones de indios, casi por entero inútil, como en estos actuados, porque
todos los
testigos eran hispanohablantes. Los testigos presentados por Lloco declararon el 10
de
diciembre de 1754:

Bernabé Suárez, originario y de 73 años. No conoció al bisabuelo del que lo


presenta, pero sí a D. Carlos Esteban Chamochumbi, antiguo Cacique Principal
—como lo habían sido sus antepasados— "contando desde el primero que
disen fue conducido de Chimo" (resaltado nuestro). El pueblo reconocía al
menor Don Alejo Geoquelchumbi "por lexitimo heredero del cacicazgo (y) lo
veneran como a su cacique y le están asistiendo y haciendo chacras para su
manutención". Agregó: "en este dho cacicazgo como en todos los demás de la
provincia de Saña heredan y subseden las hembras a falta de varones como
siempre se a observado".

Francisco Velasquez, de 64 años.

Gabriel de los Santos, de 53.


Francisco Guillermo, de 30 años.

Joaquin Flores, Procurador del Común, edad de 50 años. Agregó diciendo que
los antecesores de Don Jerónimo Lloco, bisabuelo del pretendiente, habían
sido Caciques del pueblo.

Don Diego Chirinos de Rivera Poemape, principal, 73 años de edad, hijo del
difunto Cacique Don Lucas, antecitado, al que oyó decir que los Lloco
descendían de Caciques del pueblo.
Es sorprendente que ninguno de estos testigos negaran a los CHAMO CHUMBI y a los
GEOQUELCHUMBI, ni se pronunciaran en momento alguno a favor de Lloco, cuya
vaguedad genealógica y falta de prueba categórica dejaban sin base a sus
pretensiones.
Mas, nos queda alguna duda si pudieran haber sido relativamente justas. Dos días
después se produjo la Información de los testigos de Don Alejo:

Don Diego de (roto), 60 años de edad. Declara sobre los GEOQUELCHUMBI:


"esta línea segunda entró a la posesión a falta de la primera en la Tasa en que
son incorporados todos".

Pablo Martínez Yengle, Principal y Pachaca cobrador de las parcialidades de


Yengle y Pescadores, edad 53 años.

Francisco Pablo Pairasaman, de 45 años. 130

Don Pedro Norberto, de 50.

Gregorio Amaya, de 50 años.

Juan de los Santos, de 51.

Cerró el proceso la Información de Oficio, con los siguientes manifestantes:


Don Eusebio de los Rios, vecino español, de óGaños.

Lorenzo Isla, de 60.

Isidro Isla, de 53. Ambos indios originarios.

Eusebio Flores, de 46.

Juan Jerónimo de Espinosa, de 44.

Valentín Isla, de 49. Los últimos tres, indios originarios y ladinos.

Todos se pronunciaron a favor del heredero legítimo. El Titulo de Cacique Segunda


Persona y Gobernador de Repartimiento de San Pedro de Lloc y Jequetepeque para DON
ALEJO GEOQUELCHUMBI POEMAPE DE CASTRO (más conocido en su tiempo por "Don
Alexo de Castro") se expidió en Lima el 3 de junio de 1756; y fue recibido y
obedecido por
el corregidor Delgado en Lambayeque el 7 del siguiente mes. La ceremonia de
instalación
y público acatamiento en San Pedro fue el 11 de junio ante el propio Corregidor
Delgado,
asistiendo concordes al acto, entre otros indios nobles, Don Salvador Chamochumbi,
representante de los Pachacas de Jequetepeque, y el propio vencido opositor Don
Francisco Xavier Iloco.
El gobierno de Don Alejo duró más de cuarenta años. Un rasgo de su espíritu le
lleva a
guardar con gran apego las fórmulas protocolares de su rango, que por entonces
empezaban a desaparecer. Así se ve en la acusación que hizo el año 1802 ante el
Intendente de Trujillo, quejándose de los Alcaldes indios de San Pedro,
inobedientes a la
obligación de ir sacarle de su morada los Domingos y días festivos para acompañarlo
a
oír la Misa y la doctrina en la Huayrona, poniendo de lado una costumbre
inmemorial.
Asimismo, denunciaba al Intendente las mortificaciones constantes en el área de las
veinticinco fanegadas de tierras que se daban a los caciques ("señaladas por la
Tasa para
el beneficio de chacras") y ya trabajadas por él, para remedio de cuyo problema
pedía un
deslinde y mensura inmediatos.

Notas
1 San Pedro de Lloc, Pucasmayo y Jequetepeque.
2 Tits. Cacicazgo de S. Pedro dé Lloc, 1756 (colec. particular).
3 Pudo ser éste algún hijo mayor y no legítimo del difunto Don Lucas. Vivía en
1754.
4 D.Diego Ramírez, Alcalde del Pueblo, edad de 40 años; Principal D. Juan Martin,
de 60,
Pedro de la Rosa, originario de Eten, radicado en San Pedro hacia 60 años; Jerónimo
Ramírez, edad de 65, D. Lorenzo Bartolomé, de 50; Principal D. Diego Ramírez,
homónimo
del primer testigo, de 70 años; Principal Agustín Ponciano; Procurador del Común D.
Juan
Ramírez, de 54, el Principal Andrés de la Concepción, de 47; Principal D. Pedro
Nicolás, y
el Regidor del Cabildo D. Josef Arias, de 50.
5 Paps. del cacicazgo de San Pedro de Lloc cit.
6 D. Manuel de Esteves por su testamento hecho el 30 I 1777 en Lambayeque ante
Manuel
Gómez de Guevara, declaró haber tenido con Doña Lorenza de Castro nueve hijos e
hijas.
Con el tiempo las descendencias de estos constituyeron las familias más
distinguidas de
la región.
7 Tómese por ejemplo de su actividad comercial la compra de 60 mulas de carga que
en
enero de 1727 hizo en Trujillo al Maestre de Campo D. Roque de Tejeda, por 1,500
pesos
que pagaría en fletes llevándole al vendedor azúcar a Lima (ADT protocolo San Román
fol. 32v).
8 Don Ambrosio Geoquelchumbi, segundo hijo del Cacique D. Antonio, se querelló en
1777 contra fray Agustín Delgado, Cura coadjutor de San Pedro de Lloc, acusándole
de
haberle cortado las trenzas el Domingo 13 de abril estando arrodillado en la
iglesia
oyendo misa "en la banca donde se sientan los Naturales Principales". Este
incidente es
curioso por tratarse, en el fondo, de una costumbre muy antigua en los indios de la
Costa
Norte: Se acercó, fray Delgado asperjándolos de agua bendita, más deteniéndose ante
Don
Ambrosio y tomándolo de los cabellos sorpresivamente los trasquiló con una tijera.
Don
Antonio dice que traía los cabellos destrenzados más de la mitad por estar aún
convaleciente de unas fiebres y para que no le diera "algún aire por la cabeza" que
le
hiciera recaer. Agrega que fray Delgado había tenido diferencias con su hermano el
Cacique Principal y Gobernador Don Alejo. En el incidente declara el Indio
Principal Don
Félix Lloc, que pudo meter la mano y así evitarle a Geoquelchumbi el total
trasquile. Según
su dicho el cura pasó asperjando, y le echó mano al cabello de Geoquelchumbi
diciendo:
"Estas son desvergüenzas, así no se viene al templo", etc. (AAT, Causas leg. 26).
9 ACMS.
CACICAZGO DE TUCUME Y MOCHUMI
Estos dos pueblos se hallan inmediatos al norte de la ciudad de Lambayeque muy
cercanos el uno al otro. Constituyen una importante área arqueológica, aun sin el
estudio
que merece, no obstante suponer la sede de un Señorío prehispánico notable.
Hacia 1567 las Reducciones toledanas establecieron las dos poblaciones, uniéndolas
bajo
el mando de un solo Cacique. En el siguiente siglo las parcialidades de Túcume eran
Purisec, Cencec, Esquic, Pachesufu, Martin, Huseros y Tintoreros; y las de Mochumi:
Cetuc, Calancec, Ñarmo, Cosca, Cuyabal, Terrenol, Sipna, Segunda Persona, Olleros y
Pescadores.
Al momento de la Conquista española el Señor local de esa parte se llamaba
CONOAQUE,
nombre con que figura en la Cédula de Pizarro el año 1536 otorgando la Encomienda
de
Túcume a Juan Roldan Dávila, Vecino y fundador de Trujillo [1]. Roldan murió tres
años
después, pasando en 1541 la Encomienda por merced de Pizarro a Francisco de
Zamudio,
en cuya cédula se habla de DON HERNANDO, "Señor de dho valle". Quizás ambos nombres
correspondan al mismo reculo, antes y después de haber sido bautizado.
En 1548 el Presidente don Pedro de la Gasca confirmo el Repartimiento a Zamudio,
aludiéndose en el documento al Cacique Principal DON FRANCISCO, cuyo apellido, a
estar
por otros papeles coetáneos, era CHEMPEN o CHOMPEN [2].

Fue uno de los caciques regionales que en 1564, cumpliendo una Provisión del
Presidente
Lope García de Castro envió cuota de indios peones para el levantamiento inicial de
la
recién fundada villa de Saña. A Don Francisco le correspondió dar veinte indios
turnables,
como es sabido.
En ese tiempo uno de sus Principales llamado Don Fernando Efquic le acusó al
Corregidor
de Trujillo por haberle usurpado algunas tierras y chacras ("que son mias propias —
decia
Efquic— y siempre fueron de mis padres y predecesores"). Además —prosigue el
acusador— solía el Cacique utilizar a la fuerza los servicios de setenta indios
pertenecientes a la parcialidad cuyo mandón era Efquic, sacándolos del Asiento de
Terrenole, don de residían. Asimismo, delataba al Cacique por haber expulsado
violenta
mente a Don Hernando, padre del denunciante, a quien los indios de Terrenole
servían y
tributaban por costumbre inmemorial, sin contradicción alguna. Nadie se atrevía a
protestar por tales abusos de Don Francisco ("por ser el muy temido y entre todos
los
yndios persona poderosa"). El propio expulsado Don Hernando a pesar de ser Pachaca
y
Principal callo por tener "gran miedo del dho don Franc°”. El reclamante Efquic,
sucesor
de su padre en la principalía desde hacía 5 años, había osado pedir su justicia;
pero ahora
cierto pariente del Cacique, nombrarlo CAPUMIRREF, también dueño de chacras y
tierras,
le estorbaba el ejercicio del mando de su pachaquia. Por tanto, Efquic unía a sus
denuncias
la petición para que se le restituyese las tierras y sus vasallos, y los indios
intrusos
salieran del paraje de Terrenole [3].
En esos años, los pueblos de Túcume y Mochumi hubieron de reunirse bajo un único
mando cacical" [4]. Don Francisco aumenta notoriamente su poder con este incremento
de
súbditos, tierras, pastos y aguas. Consta haber gozado de casa puesta en cada uno
de los
dos pueblos, donde acostumbraba residir y administrar justicia, pasando en cada
casa
seis meses del año [5]. En 1571 habiendo envejecido o enfermado, se hizo acompañar
por
un Cacique suplente. Parece haber vivido poco tiempo más, hasta finar sin prole.
Para remplazarle el Virrey nombró Cacique Principal y Gobernador a DON JUAN PANZUL
MINCHAMALCA, el último asistente del cacique difunto, y hacia 1576 aquel regia
ambos
pueblos en propiedad. Ese año hizo bautizar a un hijo con el nombre de Marcos
Solee,
muerto pocos meses después.
En unos autos judiciales de 1580 se hace mención incidental de DON JUAN. No hay más
noticias. Muere en 1602 dejando heredero de dieciocho años de edad, por lo que
asumió
interinamente el mando el Segunda Persona Don Pedro Ñarmo.
A su tiempo legal, sube al solio el nuevo Cacique Principal y Gobernador de Túcume
y
Mochumi llamado DON FRANCISCO MINCHA MALCA. En 1615, estando ausente del
pueblo, lo reemplaza momentáneamente el Segunda Don Félix Mincha [6]. Sabemos de su
existencia hasta 1620. En su legitima mujer Doña Maria Queschum hubo prole, de la
cual
un hijo llamado Don Gaspar fue cristianizado el año 1605.

No se ha podido hacer la línea de la continuidad dinástica. En 1648 el Cacique


Principal y
Gobernador de ambos pueblos era DON FELIPE MINCHA, y el Segunda Persona Don
Lorenzo Inqui. Aquel tuvo una hija (cuyo nombre no hemos hallado) reconocida Cacica
Principal, viva en 1652 y casada con un Don Pedro Nicolao Caxo Soli, de la familia
cacical
de Pacora. Hacia 1658 el doble Cacique Principal y Gobernador era DON NICOLAS JOSE
MINCHA a quien otra documentación cita con el apellido MINCHAYA.
En los papeles genealógicos de los famosos PUICUNSOLI de Jayanca aparece registrada
en 1684 Doña Maria Magdalena Rodríguez Puicunsoli, casada "con el Cacique Principal
de Muchumi". Hay pruebas del matrimonio de esta Señora con un Ñarmo y del enlace
quedaron hijos de tal apellido.
Antes de ella y hacia 1674, Doña Lucia Caxosoli, viuda del Cacique Segunda Persona
de
Mórrope, había casado nuevamente con Don Fran cisco Terrenol, hijo del Cacique
mochumano.
Entre los siglos XVII y XVIII vivió DOÑA MARGARITA MINCHA, Cacica Principal
propietaria de Túcume y Mochumi, desposada por Don Juan Chumbi Huamán, de la
familia de las Segundas Personas de Chiclayo. Tuvieron por hijos a: 1) Don Diego
Faustino
Mincha Chumbi, nacido en Mochumí Cacique Segunda Persona de Cinto, cuyo matrimonio
con Doña Tomasa Chiclayo Lachos se bendijo en la iglesia del pueblo de Chiclayo el
16 de
febrero de 1716. 2) Doña María Josefa Chumbi Huamán, también mochumana, mujer
legitima de Don Sebastián Limo, Cacique Segunda Persona del pueblo de Lambayeque,
casados en Chiclayo el año 1716.

Notas
1 Fr. Antonio de la Calancha, Coronica Moralizada de la Orden de San Agustín, etc.,
Barcelona 1638, p. 344
2 AVRL y ANP.
3 ADT Corregimiento-Residencia- leg. 275, cuad. 3460.
4 En un juicio de acreedores contra el Encomendero Lorenzo Zamudio de Mendoza
substanciado en Trujillo el año 1566 aparece un Don Francisco Mincha, "cacique de
Túcume": AJT leg. 269.
5 AAT Autos entre los curas de Tucume y Mochumi, 1659.
6 ANP Derecho Indígena IV, cuad. 72, fol. 30 y 71.
UBICACION DE LAS FIRMAS
Cinto:
Antonio (1565): Paps. Farcape, arch. particular
Antonio (1574): Protoc. Muñoz Ternero, Trujillo 1574, f. 462v
Diego Sancho Noyochumbi (1648): Arch. particular.
Francisco Solano Carrillo Noyochumbi (1719): id.
Luis Llontop Chumbi Limo (1813): Id.
Collique:
Juan Ouesquem (1601): ANP protoc. Grados de Licera, Lima 1601, f. 442v.
Diego Sancho Noyochumbi (1638): Protc. Feo. de Paz, Trujillo 1638, f. 316.
Chepén:
Francisco (1587): ADT Mata 1587 f. 216
Justo Temoche (1764): ANP Derecho Indig. XIII, cuad. 317, f. 89v.
Chérrepe:
Mateo (1580): AJT leg. 396
Santiago: AJT leg. 859
Ferreñafe:
Alonso (1576): Arch. particular
Agustin Fayso: ANP Der. Indigena XIII, cuad. 310, f. 33v.
Feliciano Fayso (1765): Id., f. 115v
Juan Nicolás Fayso (1763): Id., f.7v
Illimo:
Francisco de Mendoza (1620): ANP Dr. Indigena, IV, cuad. 72, f.76
Jayanca:
Francisco (1567): ADT Vega 1567 s.f.
Francisco Puicunsoli (1576); ADT Rios 1576 s.f.
Pedro Coscochumbi (1620) ANP Dr. Indigena IV, cuad. 72, f.69
Jerónimo Rodríguez Puicunsoli (1658): ANP protoc.
Frndz. de la Cruz, Lima 1658, f. 1326
Jorge de Sta. Maria Minollulli (1712): ACMS
Lambayeque:
Martin (1574): ADT, Residencia Alcalde de Saña, 15 76.
Gonzalo Farrochumbi (1590): ADT Vega 1590 f.313v.
Josef Bernardino Temoche (1700): Arch. particular
Eugenio Victorio Temoche (1762): ANP Dr. Indígena Xlll, cuad. 310, f. 79v
Pedro Fayso (1771): ANP protoc. Luque, Lima 1771, f. 720 V.
Josef Dámaso Temoche (1804): Arch. particular
Mocupe:
Fernando Ouilloychu.nbi (1565): Arch. particular
Monsefú:
Francisco (1576): ADT, Residencia Alcaldes de Saña, 1576.
Francisco Llontop (1594): ANP Dcr. Indigena 111, cuad. 39/ f.45.
Juan Llontop (1613); ADT Morales Melgarejo, Trujillo 1613, f..L78v.
Baltazar Llontop (1697): AJT leg. 416
Apolinario Antonio Llontop (1760): ANP Der. Indigena XXlll, la. ptc., cuad. 667,
f.l
Andrés Avelino Llontop (1807): If., f.60
Mórrope:
Jerónimo Cajosoli (1639): ANP Dr. Indigena V., cuad. 102, s.f.
Pacora:
Gaspar Cususoli (1800): ANP Der. Indigena XXI, cuad. 560, s.f.
Olmos:
Juan Tancum (1625): ADT protoc. Bemal, Trujillo 1625, f. 69 6v.
Reque:
Gabriel Martin (1601): ANP Der. Indigena 111, cuad. 39, f.42
Garcia Martin (1627): ADT protoc.

Obregón, Trujillo 1627, f.335

San Pedro de Lloc:


Antonio Geoquelchumbi (1742): AJT leg. 370
Alejo Geoquelchumbi (1774): ADT, protoc. del Solar, Trujillo 1774, f. 619
Alonso de Castro (1790): Colee, particular.
Túcume y Mochumi:
Francisco Chempen (1570): AJT, leg. 219
Francisco Mincha (1620): ANP Der. Indigena IV, cuad. 72, f.71
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