Está en la página 1de 15

TABLA PERIODICA DE LOS ELEMENTOS QUINICOS

1.- HISTORIA

Los seres humanos siempre hemos estado tentados a encontrar una explicación a
la complejidad de la materia que nos rodea. Al principio se pensaba que los
elementos de toda materia se resumían al agua, tierra, fuego y aire. Sin embargo
al cabo del tiempo y gracias a la mejora de las técnicas de experimentación física
y química, nos dimos cuenta de que la materia es en realidad más compleja de lo
que parece. Los químicos del siglo XIX encontraron entonces la necesidad de
ordenar los nuevos elementos descubiertos. La primera manera, la más natural,
fue la de clasificarlos por masas atómicas, pero esta clasificación no reflejaba las
diferencias y similitudes entre los elementos. Muchas más clasificaciones fueron
adoptadas antes de llegar a la tabla periódica que es utilizada en nuestros días.

Desde la antigüedad, los hombres se han preguntado de qué están hechas las
cosas. El primero del que tenemos noticias fue un pensador griego, Tales de
Mileto, quien en el siglo VII antes de Cristo, afirmó que todo estaba constituido a
partir de agua, que enrareciéndose o solidificándose formaba todas las sustancias
conocidas. Con posterioridad, otros pensadores griegos supusieron que la
sustancia primigenia era otra. Así, Anaxímenes, en al siglo VI a. C. creía que era
el aire y Heráclito el fuego.

En el siglo V, Empédocles reunió las teorías de sus predecesores y propuso no


una, sino cuatro sustancias primordiales, los cuatro elementos: Aire, agua, tierra y
fuego. La unión de estos cuatro elementos, en distinta proporción, daba lugar a la
vasta variedad de sustancias distintas que se presentan en la naturaleza.

Aristóteles, añadió a estos cuatro elementos un quinto: el quinto elemento, el éter


o quintaesencia, que formaba las estrellas, mientras que los otros cuatro formaban
las sustancias terrestres. Tras la muerte de Aristóteles, gracias a las conquistas de
Alejandro Magno, sus ideas se propagaron por todo el mundo conocido, desde
España, en occidente, hasta la India, en el oriente. La mezcla de las teorías de
Aristóteles con los conocimientos prácticos de los pueblos conquistados hicieron
surgir una nueva idea: La alquimia.

Cuando se fundían ciertas piedras con carbón, las piedras se convertían en


metales, al calentar arena y caliza se formaba vidrio y similarmente muchas
sustancias se transformaban en otras. Los alquimistas suponían que puesto que
todas las sustancias estaban formadas por los cuatro elementos de Empédocles,
se podría, a partir de cualquier sustancia, cambiar su composición y convertirla en
oro, el más valioso de los metales de la antigüedad. Durante siglos, los alquimistas
intentaron encontrar, evidentemente en vano, una sustancia, la piedra filosofal,
que transformaba las sustancias que tocaba en oro, y a la que atribuían
propiedades maravillosas y mágicas.

Las conquistas árabes del siglo VII y VIII pusieron en contacto a éste pueblo con
las ideas alquimistas, que adoptaron y expandieron por el mundo, y cuando
Europa, tras la caída del imperio romano cayó en la incultura, fueron los árabes,
gracias a sus conquistas en España e Italia, los que difundieron en ella la cultura
clásica. El más importante alquimista árabe fue Yabir (también conocido como
Geber) funcionario de Harún al-Raschid (el califa de Las mil y una noches) y de su
visir Jafar (el conocido malvado de la película de Disney). Geber añadió dos
nuevos elementos a la lista: el mercurio y el azufre. La mezcla de ambos, en
distintas proporciones, originaba todos los metales. Fueron los árabes los que
llamaron a la piedra filosofal al-iksir y de ahí deriva la palabra elixir.

Aunque los esfuerzos de los alquimistas eran vanos, su trabajo no lo fue.


Descubrieron el antimonio, el bismuto, el zinc, los, ácidos fuertes, las bases o
álcalis (palabra que también deriva del árabe), y cientos de compuestos químicos.
El último gran alquimista, en el siglo XVI, Theophrastus Bombastus von
Hohenheim, más conocido como Paracelso, natural de suiza, introdujo un nuevo
elemento, la sal.

¿Qué es la Tabla Periodica?

La tabla periódica de los elementos clasifica, organiza y distribuye los distintos


elementos químicos conforme a sus propiedades y características. Su función
principal es establecer un orden específico agrupando elementos.

Suele atribuirse la tabla a Dmitri Mendeléyev, quien ordenó los elementos


basándose en las propiedades químicas de los elementos.

Antes de ver la tabla periodica, veamos que información nos da de cada elemento
que la forma:
2.- ESTRUCTURA.

La tabla periódica actual consta de 119 elementos como este, que son los que
hasta el día de hoy, se conocen. Ahora veamos como se agrupan todos estos
elementos para tener un orden.

¿Cómo se Agrupan los Elementos?

En horizontal se ordenan de menor a mayor número atómico (cantidad de


protones que tiene en el núcleo el átomo del elemento).

Las Filas (en horizontal) de los elementos se llaman periodos. Los elementos que
componen una misma fila tienen propiedades diferentes pero masas parecidas.
Todos los elementos de un período tienen el mismo número de orbitales. Los
electrones de un átomo que tengan la misma energía se dice que están en el
mismo orbital de energía. Estos niveles de energía es lo que se conoce como
orbital. Si quieres saber más sobre esto visita el siguiente enlace: Configuración
Electrónica de Los Elementos. Como ves en la tabla periódica hay 7 periodos.

Las Columnas (en vertical) se agrupan en columnas los elementos que tienen
propiedades parecidas. Las Columnas se llaman Grupos o Familias de la tabla
Periodica. Todos los elementos de un mismo grupos de la tabla periódica tienen la
misma valencia o número de electrones en su última capa (Grupo IA o 1, valencia
1) y por lo tanto tienen propiedades parecidas. Pincha en el enlace anterior para
saber más sobre las familias. En la tabla periódica hay 18 Familias.
El número atómico de cada elemento es el que viene en la parte de arriba. Muy
importante, por ejemplo para hacer cálculos con los moles.

2.1.- LAS FAMILIAS DE COMPUESTOS

Básicamente la tabla periódica está conformada y estructurada por dos secciones,


la familia de compuestos, también conocida como grupos, y los períodos, los
cuales indican los niveles de energía que posee el compuesto.

Las familias de elementos se forman por compuestos con características similares,


en la tabla periódica pueden encontrarse como las columnas verticales en la tabla
periódica, estas pueden verse de dos maneras dentro de la tabla periódica.

La primera de ellas es en forma de ocho grupos elementales clasificados con


letras entre la A y la B, la A son los compuestos representativos y la B son los
compuestos de transición.

De igual forma la segunda manera es con familias enumeradas entre el número


uno y el número dieciocho, todo esto de acuerdo a sus configuraciones
electrónicas, por lo que leer la tabla periódica se hace muy sencillo.

Las familias de compuestos son las siguientes:

1-(1-A) metales alcalinos,

2-(2A) metales alcalinotérreos,


3-(3B) Escandio,

4-(4B) Titanio,

5-(5B) Vanadio,

6-(6B) Cromo,

7-(7B) Manganeso,

8-(8B) Hierro,

9-(8B) Cobalto,

10-(8B) Níquel.

11-(1B) Cobre,

12-(2B) Zinc,

13-(3A) Terreos,

14-(4 A) Carbonoideos,

15-(5 A) Nitrogenoideos,

16-(6 A) Calcógenos,

17-(7 A) Halógenos,

18-(8 A) Gases nobles.

2.2.- LOS PERIODOS DE LOS COMPUESTOS.

La estructuración de la tabla periódica de compuestos químicos: Los períodos de


los compuestos.

Los períodos se constituyen de un total de siete líneas horizontales, el número que


posea el período será igual al número de energía que posea dicho compuesto o
átomo, se les denomina haciendo uso de números árabes y con letras
mayúsculas.

Como para dar un ejemplo, K(1), L(2), y siguiendo esta secuencia de manera
sucesiva hasta alcanzar la Q(7), siendo este el último de los períodos contenidos
dentro de la tabla periódica.
Así es como se estructura la tabla periódica de compuestos químicos, la verdad es
que es sumamente sencilla y fácil de utilizar, si te gustó esta información,
compártela, nunca sabes a quién le será útil.

3.- ORGANIZACION.

Tabla periódica de donde se deducen las valencias de elementos químicos como


el nitrógeno.

Puede observarse que el pastel de la tabla periódica posee varios colores. Cada
color asocia elementos con propiedades químicas similares. Hay columnas
anaranjadas, amarillas, azules, moradas; casillas verdes, y una diagonal de color
verde manzana.

Nótese que las casillas de las columnas del medio son de color grisáceos, por lo
que todos esos elementos deben tener algo en común, y es que son metales de
transición con orbitales d semillenos.

Del mismo modo, los elementos de las casillas moradas, aunque pasan de
sustancias gaseosas, de un líquido rojizo y hasta sólidos negro morado (el yodo) y
plateado grisáceo (astato), son sus propiedades químicas las que los hacen
congéneres. Estas propiedades están regidas por las estructuras electrónicas de
sus átomos.

La organización y estructura de la tabla periódica no es arbitraria, sino que


obedece una serie de propiedades periódicas y patrones de valores determinados
para los elementos. Por ejemplo, si el carácter metálico disminuye de izquierda a
derecha de la tabla, no puede esperarse un elemento metálico en la esquina
superior derecha.

3.1.- Períodos

Los elementos se ordenan en filas o períodos dependiendo del nivel energético de


sus orbitales. Antes del período 4, cuando los elementos se sucedían en orden
creciente de la masa atómica, se encontraba que por cada ocho de ellos las
propiedades químicas volvían a repetirse (ley de las octavas, de John Newlands).

Los metales de transición se colaban con otros elementos no metálicos, como el


azufre y el fósforo. Por esta razón, fue vital la entrada de la física cuántica y el de
las configuraciones electrónicas para el entendimiento de las tablas periódicas
modernas.

Los orbitales de una capa energética se van llenando de electrones (y los núcleos
de protones y neutrones), a medida que se desplaza a lo largo de un período. Esta
capa energética va de la mano con el tamaño o radio atómico; por lo tanto, los
elementos de los períodos superiores son más pequeños que aquellos que se
encuentran abajo.

El H y el He se encuentran en el primer (período) nivel energético; la primera fila


de casillas grisáceas, en el cuarto período; y la fila de casillas anaranjadas, en el
sexto período. Nótese que, aunque esta última aparenta estar en el supuesto
noveno período, en realidad pertenece al sexto, justo después de la casilla
amarilla de Ba.

3.2.- Grupos

Recorriendo un período se encuentra que la masa, el número de protones y de


electrones aumentan. En una misma columna o grupo, aunque varíen la masa y
los protones, el número de electrones de la capa de valencia es el mismo.

Por ejemplo, en la primera columna o grupo, el H tiene un solo electrón en el


orbital 1s1, al igual que el Li (2s1), el sodio (3s1), el potasio (4s1) y así hasta el
francio (7s1). Ese número 1 denota que estos elementos apenas poseen un
electrón valencia, y por lo tanto, pertenecen al grupo 1 (IA). Cada elemento está
en períodos diferentes.

Sin contar al hidrógeno, de casilla verde, los elementos debajo de él son de


casillas anaranjadas y se les llaman metales alcalinos. Una casilla más a la
derecha en cualquier período, se encuentra el grupo o la columna 2; es decir, sus
elementos tienen dos electrones de valencia.

Pero al moverse un paso más a la derecha, sin los conocimientos de los orbitales
d, se llega al grupo del boro (B) o grupo 13 (IIIA); en lugar del grupo 3 (IIIB) o del
escandio (Sc). Tomando en consideración el llenado de los orbitales d, se empieza
a recorrer los períodos de las casillas grisáceas: los metales de transición.

Números de protones vs electrones de valencia

Al estudiar la tabla periódica puede surgir una confusión entre el número atómico
Z o número de protones totales en el núcleo, y la cantidad de electrones de
valencia. Por ejemplo, el carbono tiene un Z=6, es decir, tiene seis protones y por
lo tanto seis electrones (de lo contrario no podría ser un átomo con carga neutra).

Pero, de esos seis electrones, cuatro son de valencia. Por esa razón su
configuración electrónica es [He]2s22p2. [He] denota los dos electrones 1s2 de la
capa cerrada, y teóricamente no participan en la formación de enlaces químicos.

Asimismo, debido a que el carbono tiene cuatro electrones de valencia,


“convenientemente” se ubica en el grupo 14 (IVA) de la tabla periódica.

Los elementos por debajo del carbono (Si, Ge, Sn, Pb y Fl) poseen números
atómicos (y masas atómicas) más superiores; pero todos tienen en común los
cuatro electrones de valencia. Esto es clave para el entendimiento de por qué un
elemento pertenece a un grupo y no a otro.

3.3.- Elementos de la tabla periódica

Bloque s

Como acaba de explicarse, los grupos 1 y 2 se caracterizan por tener uno o dos
electrones en orbitales s. Estos orbitales son de geometría esférica, y a medida
que se desciende por cualquiera de estos grupos, los elementos van adquiriendo
capas las cuales incrementan el tamaño de sus átomos.
Por presentar fuertes tendencias en sus propiedades químicas y modos de
reaccionar, a estos elementos se les organiza como el bloque s. Por lo tanto, los
metales alcalinos y los metales alcalinotérreos pertenecen a este bloque. La
configuración electrónica de los elementos de este bloque es ns (1s, 2s, etc.).

Aunque el elemento helio esté en el extremo superior derecho de la tabla, su


configuración electrónica es 1s2 y pertenece por tanto a este bloque.

Bloque p

A diferencia del bloque s, los elementos de este bloque presentan orbitales s


completamente llenos, mientras que sus orbitales p continúan llenándose con
electrones. Las configuraciones electrónicas de los elementos pertenecientes a
este bloque son del tipo ns2np1-6 (los orbitales p pueden tener uno o hasta seis
electrones para llenarse).

Entonces, ¿en qué parte de la tabla periódica se encuentra este bloque? A la


derecha: las casillas verdes, moradas y azules; es decir, los elementos no
metálicos y los metales pesados, como el bismuto (Bi) y el plomo (Pb).

Empezando por el boro, con configuración electrónica ns2np1, el carbono a su


derecha adiciona otro electrón: 2s22p2. Seguidamente, las configuraciones
electrónicas de los demás elementos del período 2 del bloque p son: 2s22p3
(nitrógeno), 2s22p4 (oxígeno), 2s22p5 (flúor) y 2s22p6 (neón).

Si se baja a los períodos inferiores, se tendrá el nivel energético 3: 3s23p1-6, y así


sucesivamente hasta el final del bloque p.

Nótese que lo más importante de este bloque es que, a partir del período 4, sus
elementos tienen los orbitales d completamente llenos (casillas azules en adelante
a la derecha). En resumen: el bloque s está a la izquierda de la tabla periódica, y
el bloque p, a la derecha.

Elementos representativos

¿Cuáles son los elementos representativos? Son aquellos que por un lado pierde
fácilmente electrones, o por el otro, los ganan para completar el octeto de
valencia. En otras palabras: son los elementos de los bloques s y p.

Sus grupos se distinguían de los demás mediante una letra A al final. Así, había
ocho grupos: del IA al VIIIA. Pero actualmente, el sistema de numeración utilizado
en las tablas periódicas modernas es el arábico, del 1 al 18, incluyendo los
metales de transición.
Por esa razón el grupo del boro puede ser el IIIA, o 13 (3+10); el grupo del
carbono, IVA o 14; y el de los gases nobles, el último a la derecha de la tabla,
VIIIA o 18.

3.4.- Metales de transición

Los metales de transición son todos los elementos de las casillas grisáceas. A lo
largo de sus períodos, se van llenando sus orbitales d, los cuales son cinco y
pueden por lo tanto tener diez electrones. Como deben tener diez electrones para
llenar dichos orbitales, entonces debe haber diez grupos o columnas.

A cada uno de estos grupos en el viejo sistema de numeración se le designaba


con números romanos y una letra B al final. El primer grupo, el del escandio, era el
IIIB (3), el del hierro, cobalto y níquel VIIIB por tener reactividades muy parecidas
(8, 9 y 10), y el de zinc IIB (12).

Como puede apreciarse, es mucho más sencillo reconocer los grupos por
números arábicos que utilizando los números romanos.

3.5.- Metales de transición interna

A partir del período 6 de la tabla periódica, los orbitales f empiezan a estar


energéticamente disponibles. Estos deben llenarse primero que los orbitales d; y
por lo tanto, sus elementos usualmente se colocan aparte para no alargar
demasiado la tabla.

Los dos últimos períodos, el anaranjado y el grisáceo, son los metales de


transición interna, también llamados lantánidos (tierras raras) y actínidos. Son
siete orbitales f, los cuales necesitan catorce electrones para llenar, y por lo tanto,
debe haber catorce grupos.

Si se suman estos grupos a la tabla periódica, habrá 32 en total (18 + 14) y se


tendrá una versión “alargada”:

La fila rosado claro corresponde a los lantanoides, mientras que la fila rosado
oscuro los actinoides. El lantano, La con Z=57, el actinio, Ac con Z=89, y todo el
bloque f pertenecen al mismo grupo del escandio. ¿Por qué? Porque el escandio
tiene un orbital nd1, el cual está presente en el resto de los lantanoides y
actinoides.

El La y el Ac tienen configuraciones de valencia 5d16s2 y 6d17s2. Conforme se


desplaza a la derecha por ambas filas, los orbitales 4f y 5f empiezan a llenarse.
Una vez llenos, se llega a los elementos lutecio, Lu, y laurencio, Lr.
3.6.- Metales y no metales

Dejando atrás el pastel de la tabla periódica, resulta más conveniente recurrir a la


de la imagen superior, aun en su forma alargada. Por el momento la gran mayoría
de los elementos mencionados han sido metales.

A temperatura ambiente, todos los metales son sustancias sólidas (excepto el


mercurio, que es líquido) de color grisáceo plateado (a excepción del cobre y del
oro). Asimismo, suelen ser duros y brillantes; aunque los del bloque s son blandos
y frágiles. Estos elementos se caracterizan por su facilidad de perder electrones y
formar cationes M+.

En el caso de los lantanoides, pierden los tres electrones 5d16s2 para convertirse
en cationes trivalentes M3+ (como el La3+). El cerio, por su parte, es capaz de
perder cuatro electrones (Ce4+).

Por otro lado, los elementos no metálicos componen la menor parte de la tabla
periódica. Son gases o sólidos con átomos enlazados covalentemente (como el
azufre y el fósforo). Todos se ubican en el bloque p; más precisamente, en la parte
alta de éste, pues descendiendo a los períodos inferiores aumenta el carácter
metálico (Bi, Pb, Po).

Además, los no metales en lugar de perder electrones, los gana. Así, forman
aniones X– con diferentes cargas negativas: -1 para los halógenos (grupo 17), y -2
para los calcógenos (grupo 16, el del oxígeno).

3.7.- Familias metálicas

Dentro de los metales existe una clasificación interna para diferenciarlos entre sí:

-Los metales del grupo 1 son los alcalinos

-Grupo 2, metales alcalinotérreos (Sr. Becambara)

-Grupo 3 (IIIB) familia del escandio. Esta familia está conformada por el escandio,
cabezal del grupo, del itrio Y, del lantano, actinio, y todos los lantanoides y
actinoides.

-Grupo 4 (IVB), familia del titanio: Ti, Zr (circonio), Hf (hafnio) y Rf (rutherfordio).


¿Cuántos electrones de valencia tienen? La respuesta está en su grupo.

-Grupo 5 (VB), familia del vanadio. Grupo 6 (VIB), familia del cromo. Y así
sucesivamente hasta la familia del zinc, grupo 12 (IIB).
3.8.- Metaloides

El carácter metálico aumenta de derecha a izquierda, y de arriba hacia abajo.


Pero, ¿cuál es la frontera entre estos dos tipos de elementos químicos? Dicha
frontera está compuesta por elementos conocidos como metaloides, los cuales
poseen características tanto de metales como de no metales.

Los metaloides pueden apreciarse en la tabla periódica en la “escalera” que


empieza con el boro, y termina en el elemento radiactivo astato. Estos elementos
son:

-B: boro

-Silicio: Si

-Ge: germanio

-As: arsénico

-Sb: antimonio

-Te: telurio

-At: astato

Cada uno de estos siete elementos exhibe propiedades intermedias, las cuales
varían de acuerdo al entorno químico o la temperatura. Una de estas propiedades
es la semiconducción, es decir, los metaloides son semiconductores.

Gases

En las condiciones terrestres, los elementos gaseosos son aquellos no metales


livianos, como el nitrógeno, oxígeno y el flúor. Asimismo, el cloro, el hidrógeno y
los gases nobles entran en esta clasificación. De todos ellos, los más
emblemáticos son los gases nobles, por su baja tendencia a reaccionar y
comportarse como átomos libres.

Estos últimos se encuentra en el grupo 18 de la tabla periódica y son:

-Helio, He
-Neón, Ne

-Argón, Ar

-kriptón, Kr

-Xenón, Xe

-Radón, Rn

-Y el más reciente de todos, el gas noble sintético oganesón, Og.

Todos los gases nobles tienen en común la configuración de valencia ns2np6; es


decir, tienen completo el octeto de valencia.

Estados de agregación de los elementos a otras temperaturas

Los elementos están en estado sólido, líquido o gaseoso dependiendo de la


temperatura y la fuerza de sus interacciones. Si la temperatura de la Tierra se
enfriara hasta rondar el cero absoluto (0K), entonces todos los elementos se
congelarían; a excepción, del helio, el cual condensaría.

A esta temperatura extrema, el resto de los gases se encontrarían en forma de


hielo.

En el otro extremo, si la temperatura fuera de 6000K aproximadamente, “todos” los


elementos se encontrarían en estado gaseoso. En estas condiciones, literalmente
podrían observarse nubes de oro, de plata, de plomo y otros metales.

Usos y aplicaciones

La tabla periódica por sí sola siempre ha sido y será, una herramienta de consulta
de los símbolos, masas atómicas, estructuras y otras propiedades de los
elementos. Es de enorme utilidad a la hora de realizar cálculos estequiométricos,
los cuales están a la orden del día en muchas labores dentro y fuera del
laboratorio.

No sólo eso, sino que además la tabla periódica permite comparar los elementos
de un mismo grupo o período. Así, se puede predecir cómo serán ciertos
compuestos de los elementos.

Predicción de las fórmulas de los óxidos

Por ejemplo, para los óxidos de los metales alcalinos, por tener un solo electrón de
valencia, y por lo tanto una valencia de +1, se espera que la fórmula de sus óxidos
sea del tipo M2O. Esto se comprueba con el óxido de hidrógeno, el agua, H2O.
También con los óxidos de sodio, Na2O, y de potasio, K2O.

Para los demás grupos, sus óxidos deben tener fórmula general M2On, donde n
es igual al número de grupo (si el elemento es del bloque p, se calcula n-10). Así,
el carbono, que pertenece al grupo 14, forma CO2 (C2O4/2); el azufre, del grupo
16, SO3 (S2O6/2); y el nitrógeno, del grupo 15, N2O5.

No obstante, esto no aplica para los metales de transición. Esto se debe a que, el
hierro, aunque pertenezca al grupo 8, no puede perder 8 electrones sino 2 o 3. Por
lo tanto, en lugar de memorizar las fórmulas, es más importante atender a las
valencias de cada elemento.

3.9.- Valencias de los elementos

Las tabla periódicas (algunas) muestran las valencias posibles para cada
elemento. Conociendo estas, se puede estimar por adelantado la nomenclatura de
un compuesto y su fórmula química. Las valencias, como se mencionó
anteriormente, se relacionan con el número de grupo; aunque no aplica para todos
los grupos.

Las valencias dependen más de la estructura electrónica de los átomos, y de


cuáles electrones realmente pueden perder o ganar.

Al conocer el número de electrones de valencia, se puede igualmente iniciar con la


estructura de Lewis de un compuesto a partir de esta información. La tabla
periódica por lo tanto, permite a estudiantes y profesionales bosquejar estructuras
y dar paso a un sondeo de las posibles geometrías y estructuras moleculares.

Tablas periódicas digitales

Hoy en día la tecnología ha permitido que las tablas periódicas sean más
versátiles y aporten mayor información al alcance de todo el mundo. Varias de
ellas traen ilustraciones llamativas de cada elemento, además de un breve
resumen de sus principales usos.

El modo en que se interactúa con ellas agiliza su comprensión y estudio. La tabla


periódica debe ser una herramienta que resulte agradable a la vista, de fácil
exploración, y el método más efectivo para conocer sus elementos químicos es
recorrerla de períodos a grupos.
4.- IMPORTANCIA DE LA TABLA PERIODICA.
Actualmente, la tabla periódica es el instrumento de organización más importante
de la química debido a las detalladas relaciones de sus elementos. Su uso es
imprescindible tanto para estudiantes y docentes como para investigadores y
muchos profesionales dedicados a la rama de la química e ingeniería.

Con tan solo mirar la tabla periódica, se obtiene una cantidad e información
inmensa de manera rápida y eficaz, como por ejemplo:

– El litio (Li), el berilio (Be) y el boro (B) conducen la electricidad.

– El litio es un metal alcalino, el berilio es un metal alcalinotérreo y el boro es no


metal.

– El litio es el mejor conductor de los tres nombrados, seguido por el berilio y, por
último, el boro (semiconductor).

Así, mediante la ubicación de estos elementos en la tabla periódica se puede


concluir instantáneamente su tendencia a la conductividad eléctrica.

También podría gustarte