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-El catalizador obligatorios

Corría septiembre de 1984 cuando el gobierno alemán de la época, esquivando


una auténtica granizada de críticas, aprobaba la obligatoriedad del
catalizador para todos los coches nuevos con motor de gasolina. Aquella
decisión supuso el pistoletazo de salida para la preocupación por el medio
ambiente que hoy es norma generalizada en el mundo del automóvil. A día de
hoy, nadie concibe que un vehículo abandone la cadena de montaje sin
equipar algún tipo de sistema de limpieza de los gases de escape.

Ahora se habla de calentamiento global, con el CO2 como enemigo a batir.


Entonces, la expresión de moda era la “lluvia ácida” que quemaba los bosques,
pues eran los gases tóxicos de los tubos de escape los que suponían la mayor
amenaza. En Estados Unidos y Japón ya se empleaban catalizadores, pero el
gobierno alemán trajo su obligatoriedad al país y, por extensión, a toda Europa.

Los mayores aspavientos llegaron de los países vecinos (con España a la


cabeza), debido a la necesidad de tener que sustituir la gasolina normal por
otra sin plomo, so pena de ver peligrar la afluencia de turistas alemanes en
sus imponentes vehículos de turismo. Para calmar los ánimos, se acordó una
moratoria de cinco años. Finalmente, se pudo eliminar la vieja gasolina
aditivada con plomo, una de las peores formas de envenenamiento masivo que
haya conocido la sociedad humana.
Para aligerar el proceso de sustitución, el ejecutivo germano aprobó
ciertas ventajas fiscales para los coches catalizados. En España faltó, como
era de esperar, esa voluntad política. Y la posibilidad del españolito medio de
hacerse con un coche alemán de segunda mano a buen precio (eso sí, sin
catalizador) hizo el resto: nuestras carreteras se vieron invadidas por una
enorme flota de bemeuves, merches y audis que en su país de origen hubieran
acabado en el desguace. Todos los camiones cisterna europeos cargados con
gasolina plomada pusieron rumbo a la península ibérica.
Por fortuna, en estos 25 años se han acometido más normativas destinadas
a disminuir las emisiones de gases tóxicos de los coches con motor de
combustión interna. Además del catalizador de tres vías para los motores de
gasolina, los de gasoil equipan catalizadores de oxidación y filtros
antipartículas. Para 2014 llegará la norma Euro-6, que ayudará a hacer aún
menos sucia a la que posiblemente sea una de las últimas generaciones de
motores tradicionales.

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