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Profesor de Derecho Penal
de las Universidades de Chile, Diego Portales y Central.
Ministro de la Corte Suprema

DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
TOMO II

NOCIONES FUNDAMENTALES
DE LA TEORÍA DEL DELITO
J ! ACiiOAWJAÍlOVATcUr)

GUSTAVO BALMACEDA H.

© MARIO GARRIDO MONTT

© EDITORIAL JURÍDICA DE CHILE


Av. Ricardo Lyon 946, Santiago
Inscripción N" 83,624

Se terminó de reimprimir esta primera edición


de 1.000 ejemplares en el mes de abril de 1997
IMPRESORES: Salesianos S. A.
IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE
ISBN 956-10-1002-X
EDITORIAL JURÍDICA DE CHILE
•'T<tiu;7 -,-: tíPC: CAPITULO I

TEORÍA DEL DELITO

GUSTAVO BALMACEDA H.

EXPLICACIÓN PRELIMINAR 1. NOCIONES GENERALES. NECESIDAD DE CONTAR


" CON UNA TEORÍA DEL DELITO.
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL
Este libro se ha reeditado en circunstancias que se terminaba de redactar
un texto que viene a complementarlo y que en conjunto con el presente
Cuando se inicia el estudio de la teoría del delito, se plantea como primera
tratan de toda la Parte General del Derecho Penal. Sin embargo, dada la
cuestión la de comprender por qué es necesaria una teoría en relación al
urgencia y los requerimientos de la reedición de "Nociones Fundamen- delito. La respuesta no es simple. Es imprescindible, para entenderlo,
tales", no fue posible hacer una redistribución de sus diversos capítulos, contar con una comprensión global y profundizada del D.P., y, de otro
lo que habría sido necesario en atención a que el análisis de la teoría del lado, los principios fundamentales y generales de tal teoría deben ser
delito debería hacerse a continuación de las explicaciones sobre lo que enseñados al iniciar esta rama del derecho; de no hacerlo así, la legislación
es el derecho penal y sus límites, de la ley penal y su evolución histórica, penal aparece como un conjunto de normas casuísticamente reunidas y
materias que junto con las circunstancias modificatorias de la responsa- arbitrariamente concebidas. Se intentará, no obstante, ofrecer alguna ex-
bilidad penal y las consecuencias del delito, se comentan en el libro com- plicación, lo que resulta más fácil si se distingue entre dos nociones:
plementario, que próximamente se publicará. derecho penal y ciencia penal.
No obstante, se consideró con la Casa Editorial que si bien una me- El^D^., ateniéndose a la definición de Von Liszt, que en lo fundamen-
tal sigue vigente, es el "conjunto de reglas jurídicas establecidas por el
dida como la antes señalada habría sido aconsejable, no resultaba esen-
Estado, que asocian al crimen como hecho, la pena como legítima conse-
cial para la edición independiente de ambos textos. Al así hacerse, se logra
cuencia".^
mantener en un solo tomo la Teoría General del Delito, lo que permite En otros términos, es un conjunto de preceptos legales y principios
con su lectura tener una visión global de esa materiíu De allí que se deci- jurídicos que limitan la facultad de castigar del Estado, precisando cuáles
dió reeditar como tomo segundo el presente y como primero su comple- son los comportamientosrnerecedores de sanción y la pena o medida de
mento, en definitiva ambos textos en conjunto comprenden en su seguridad que en cada caso es posible aplicar.^ Ciencia penal es aquella que
integridad la denominada Parte General del Derecho Penal. Qene como oljjeto de^su estudio a este conjuntojle^ normas y conao fin
Se espera, en un futuro próximo, ofrecer la parte especial. hacer de ellas un sistema coherente, determinando los valores cuya protec-
ción persigue, en qué forma lo hace y con qué limitaciones para lograr una
sociedad humanizada. Derecho penal y ciencia penal, de consiguiente, no
son la misma cosa; el derecho es el "objeto" estudiado, la ciencia es la que

VonUszt, Tratado de Derecho Penal, l,p. 5.


Véase la referencia a los distintos c o n c e p t o s o definiciones del d e r e c h o p e n a l q u e
.MMOim f e n u n c i a Sáinz C a n t e r o e n Lecciones, I, p p . 6 y 7.
«nv

NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO T E O R Í A DEL DELITO

se ocupa de tal estudio con un método propio, epistemológicamente tica jurídica en esta ocasión, sino determinar su alcance en la teoría del
adecuado a tal efecto. Del mismo modo que el astrónomo está ante el cielo, delito. El derecho penal no interesaría si se considerara como simple
y el físico y el químico ante la naturaleza, el jurista está ante el derecho conjunto de normas o reglas con vigencia formal independiente; en ver-
positivo tratando de extraer su secreto, el principio que aparentemente dad interesa en cuanto involucra siempre una experiencia jurídica, esto es,
esconde, nos dice Paoli.* en cuanto conducta del hombre vinculada a una descripción legal referida
La ciencia que estudia el derecho se denomina dogmática jurídica,* a valores o intereses apreciados por la sociedad. En el fondo, la teoría del
cuyo objetivo es lograr un conjunto de conocimientos sobre la estructura delito pretendecomplementar en una unidad coherente tres planos dis-
del delito y los valores que considera para calificarlos de tales a través del tintos que integran coetáneamente lajnociojtLJuridica del delito: a)*el
análisis del derecho penal objetivo, cumplierido un método predetermina- comportamiento humano, ya que en el mundo de la naturaleza el hombre
do. La teoría del delito es su consecuencia,. y su actuar —que cóñstitíuye el ser— es un suceso más junto a las cosas_y
Por vía de ejemplo, en el Código Penal se hace referencia al "dolo" eventos que en él se desarrollan y, como éstos, el comportamiento puede
únicamente en el art. 2°, pero en ninguna de sus disposiciones se señala ser analizlido objetivamente; b) los mandatos o prohibiciones que estable-
en qué consiste, en qué elemento del delito incide, si admdte categorías; es cen las normas penales dirigidos al hombre y que sólo a él se refieren¡,_que
la dogmática penal la que se ha ocupado de precisar esa noción como de constituyen el mundo normativo —un deber ser—, y cj la j.preciación
determinar su trascendencia. axiológica de tal comportamiento en su dimensión humana correcta fren-
te a los valores recogidos y considerados idealmente por la normajiue
La noción de delito ^stablecjda por el C.P. es neutra en cuanto a su constituye la antijuridicidad y la culpabilidad.
naturaleza misma, y puede —de hecho así ha ocurrido— ser considerado Del planteamiento y dilucidación de esas materias nos ocuparemos a
como un efecto o resultado (la muerte de un ser humano) o como un" continuación con fines didácticos expositivos, que faciliten su compren-
comportamiento del hombre (la actividad desarrollada por una persona sión y permitan, mediante la lectura de otras obras y trabajos donde
_para matar a otra). AmbaTs son valederas; aún más, la segunda altemáFiva extensamente se tratan sus alternativas doctrinarias, ampliar esta compleja
puede considerar al delito a su vez como un comportamiento que infringe temática.
una norma prohibitiva o como una conducta socialmente relevante. Cada
En todo caso, cuando hacemos referencia al delito como evento
matiz va acompañado de consecuencias distintas. Hoy, la doctrina estima
jurídico, proponemos el examen de la legislación como experiencia histó-
que se han exagerado las discusiones sobre el tema y que, en esencia, con
rica social y criminológicamente fundamentada, al margen de criterios
cualquiera de tales concepciones se puede llegar a soluciones satisfactorias;
positivistas objetivos. El derecho penal debe ser entendido vinculadq^l
la diferencia incide en aspectos no fundamentales (Roxin, Jescheck, Baci-
hombre concreto, actual, en su experiencia temporal y vital. La finalidad
galupo, etc.). Se afirma que los elementos del delito, conforme a las
del derecho es asegurar la posibilidad de la realización dePser humano
diversas doctrinas, son lo mismo; las disidencias se refieren al lugar donde
garantizando su seguridad, armonizando su propia y personal existencia
de ben ubicarse..
en las circunstancias históricas y temporales que le ha correspondido vivir."^
Subsisten, en todo caso, amplias discusiones sobre tales materias, a De consiguiente, la normativa penal constituye un instrumento que debe
veces enconadas. Suficiente es revisar el libro de Eduardo Novoa Monreal, ser interpretado y aplicado por el jurista con criterio progresivo, teniendo
Causalismo y Finalismo en Derecho Penal. en mente que si bien el hombre tiene capacidad para comprender racio-
Interesa resaltar que la ciencia del derecho penal, o sea la dogmática nalmente el mundo en que vive, no siempre está en condiciones o es capaz
jurídica, es un método que trata de explicar, en forma racional, las leyes de adecuar su comportamiento a ese conocimiento racional, y ello porque
penales, con el objetivo de encontrar soluciones prácticas, no contradicto- es humano precisamente. La dogmática jurídica y la ley penal son los
rias, a casos que no aparecen clarificados en ellas.^ No obstante las dudas medios con que cuenta el juristaVéñ particular el tribunal, para encontrar
que se plantean sobre el destino de la dogmática penal,^ es un hecho que la norma justa para resolver en la sentencia la situación problemática real
resulta fundamental para poder comprender y aplicar las leyes punitivas que se somete a la decisión.
vigentes, que subsisten, se promueven y perfeccionan en todos los países
del mundo. La cuestión no es, entonces, entrar a discutir sobre la dogmá-

Sáinz C a n t e r o , Lecciones, I, p . 6 1 .
^ Cabral, Compendio de D. Penal, p . 22.
C r e u s , Carlos, Ideas Penales Contemporáneas, p . 123.
^ G i m b e m a t O r d e i g , E n r i q u e , ¿Tiene Futuro la Dogmática Jurídico-Penal?, en Problemas
Actuales de las Ciencias Penales, p . 4 9 5 . Saffaroni, citado ñ o r Creiis/H^vit n Q«^
10 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEORÍA DEL DELITO 11

Santiago Mir Puig expresa que la ley penal crea un marco que la dogmática
.O jurídica no puede sobrepasar, pero este marco viene determinado por el
sentido posible áe los preceptos legales, los que constituyen un dogma para
La noción delito puede apreciarse desde diversas posiciones: ética, jurídi- el intérprete, y en el interior de tal marco la doctrina tiene cierta libertad:
ca, sociológica, antropológica, etc., perspectivas estas desde las que ha sido "Cuanto más generales son los principios a considerar, menos inequívoca-
estudiado durante el presente siglo. mente vienen impuestos por los preceptos del derecho positivo. La aplica-
Sociológicamente el delito es un "hecho" de relevancia social; la ción de tales principios habrá de depender, entonces, de las premisas
sociología criminal pretende determinar lo que desde el punto de vista 3e valorativas, filosóficas y políticas, de que parte la doctrina en cada momen-
la comunidad corresponde calificar como tal, qué causas lo provocan, to histórico-cultural". Mir Puig concluye que la evolución histórica del
cuáles son sus consecuencias y los sistenias de defensa social. concepto delito refleja fielmente la evolución más general de las ideas; así,
El delito también puede ser estudiado como comportamiento del ser el positivismo, el neokantismo y el objetivismo lógico han repercutido en
humano, donde lo que interesa determinar es la razón o motivación del su noción.^" Otro tanto sostienen autores de reconocida solvencia, como
por qué un hombre delinque, las características del ente delincuente y qué Jescheck; no obstante, hay criterios distintos, como el enunciado por
debería hacerse para evitar que lo sea. Considera y analiza el delito en Bacigalupo, siguiendo a Naucke, que expresa que la teoría del delito "no
cuanto obra individual de un hombre y no como evento social. Ambas adquiere su legitimidad porque se le deduce de la ley, sino del hecho de
formas de estudiarlo dan vida a conceptos diversos del que nos da su que permite una aplicación racional de la misma".^^
noción jurídica y fueron sostenidos por autores de mucha influencia en Dejaremos de lado, por ahora, comentar las distintas posiciones de la
este siglo, como Enrique Ferri en el ámbito sociológico.. César Lombroso y doctrina en relación a la noción "delito", para enunciar con objetivos
Rafael Garófalo, en el antropológico. Tales planteamientos, que pretendie- didácticos aquella que cuenta con respaldo dogmático en el C.P. y en la
ron desplazar el derecho penal, no lo lograron y eso dio origen a una que coinciden mayoritariamente los estudiosos nacionales.^^
interdisciplina que se denomina criminología, fundamental para la inter-
pretación y perfeccionamiento de esta rama del derecho.
El concepto que interesa precisar es el de delito como hecho jurídico,* 2 . 1 . s u NOCIÓN EN EL SISTEMA PENAL NAaONAL
lo que sólo puede lograrse del corijunto de preceptos positivos yjiejQS
principios que lo informan. Así, es posible determinar los caracteres gene-
rales que debe cumplir una conducta para calificarla como delito, lo que En nuestro país se acepta que hay dos nociones sobre el delitp, ambas de
puede alcanzarse con criterio jusnaturalista, como lo hizo Carrara, quien carácter formal, no substancial, que pretenden precisar qué condiciones
se independizó de un sistema positivo legal concreto, fundamentándose deben darse en un evento para calificarlo como delito, sin pronunciarse
en un orden captado por la razón y afincado en la ley moral-jurídica, sobre lo que es intrínsecamente. Una de esas nociones es de índole legal y
ordenamiento perenne y previo a todos los sistemas jurídicos específicos la otra es sistemática.
existentes; "por lo tanto —dice Carrara—, el derecho debe tener vida y
criterios preexistentes; a los pareceres de los legisladores humanos, crite-
rios infalibles, constantes e independientes de los caprichos de esos legis- ..- ' a) Noción lepal '. „
ladores y de la utilidad ávidamente codiciada por ellos" (Prefacio a la 5^
edición de su Programa). Creemos que esto es sólo relativamente posible, Es habitual que el Código Penal de cada país se inicie con una definición
atendida la falibilidad del ser humano. de lo que entiende como delito; así lo hacen la mayor parte de los
La tendencia actual es construir una teoría del delito partiendo del americanos y también los europeos. El C.P. nacional hizo otro tanto,
sistema jurídico de cada país, pero dejando de lado el purismo positivista trasladando a su texto la definición del art. 1° del C.P. español de 1 8 4 8 . ^
en cuanto considera a la ley como única fuente del derecho penal, y ello a r t 1° de nuestro C.P. dice: "Es delito toda acción u omisión voluntaria
porque el precepto legal normalmente no tiene un sentido unívoco; al penada por la ley„'ljel sentido de este concepto no siempre ha_sido inter-
contrario, admite interpretaciones múltiples, entre las cuales el intérprete pretado con Igual criterio. Ño obstante lo explícito que parece ser la
debe escoger,^ De modo que los principios doctrinarios tienen participa- afirmación del legislador, autores como Novoa (Curso, t. I, p. 229) _y_
ción, junto con la ley, en la formación de una teoría del concepto de delito. Etcheberry (P.P., t. I, pp. 116 y ss.), limitan su alcance al delito doloso y

^ Sobre el derecho penal de "hechos" y de "autor", véase a Polaino, D.P., I, pp. 60 y ss. ^^ Mir Puig, D.P., p. 88
^ Es suficiente recordar que con el mismo C.P. Eduardo Novoa estructura una concepción ^^ Bacigalupo, Manual, p. 68.
natural causalista del delito, entretanto que Enrique Cury lo hace con criterio finalista. Sobre ese punto consúltese Mario Verdugo, Código Penal Concordancial, I, pp. 9 y ss.
12 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEORÍA DEL DELITO 18

excluyen al culposo, al q u e haría referencia en el art. 2^, q u e distingue ción que de este hecho efectúa el art.197 inciso 2° del C.P.; matar a otro,
e ^ l T e j ^ d o l o j la culpa^De m o d o q u e el art. 1° se referiría ú n i c a m e n t e al porque queda comprendido en el art. 391 N- 2° del mismo Código. Así, el
delito doloso. Piensa en forma diferente E. Cury (D.P., I, p p . 252 y 253), en cíjmportamiento humano se alza como el elemento substancjaljdel delito
¿u^nto — c o m o n o s o t r o s — sostiene q u e en el art. 1° se da u n c o n c e p t o y podra serlo únicamente cuando se adecúa a una descripción legal previa,
genérico d e delito, q u e abarca sujjosibüidad d o o sea, cuando tiene la cualidad de ser típico.
La circunstancia de que un comportamiento sea típico es insuficiente
aún para calificarlo de delito; debe, además, ser objeto de otras dos
íj^ b) Noción sistemática valoraciones: si es antijurídico y si su autor es culpable, Será antijurídico
k . ^ cuando realmente haya lesionado el bien jurídico objeto de la protección
Se trata de un concepto que se puede calificar de sistemático didáctico, pehal, ó lo haya puesto en peligro y, aun en este caso, siempre que el
porque resulta eficaz para el análisis del derecho positivo al recoger los derecho no haya permitido excepcionalmente al sujeto realizar ese acto
elementos que la doctrina mayoritariamente estima como inherente al típico. Establecida la antijuridicidad del comportamiento, viene una se-
delito y que la cátedra emplea en su descripción. gunda valoración, que consiste en establecer si corresponde reprochaFtol
El concepto sistemático se expresa en los siguientes términos: delito es conducta a su autor, lo que constituye la culpabilidad. Eljuicio de culpabi-
una acción u omisiónTtípica, anti|uridica y culpable.'^ Parece una frase lidad se hace apreciando si el sujeto poseía capacidad para comprender lo
simple, pero es consecuencia de una larga evolución del pensamiento que estaba ejecutando y para determinar su actuar conforme a esa com-
jurídico-penal, que está muy lejos de agotarse y que es objeto de constante prensión; además, si tenía tal capacidad, debe establecerse si al realizar el
revisión. Kecho tuvo conciencia de su ilicitud y, finalmente, si en las condiciones
En la noción sistemática y también en la legal queda en claro que el concretas en que estuvo era posible que se le exigiera un comportamiento
elenieñto substancial deX delito es la conducta humana, que puede adoptar diverso y conforme a derecho. ~
dos formas fundamentales: acción y ornisión. En realidad, antijuridicidad y culpabilidad son las grandes categorías
Acción es la actividad externa de una persona dirigida por su voluntad valorativas del delito, en las cuales se han ido distribuyendo una diversidad
a un objetivo determinado (finalidad). Omisión es la no ejecución por una de elementos del mismo, como se verá al estudiarlas en particular.
persona de aquéllo que tenía la obligación de realizar, estando en condi- La trascendencia que se reconozca a una u otra de esas categorías,
ciones de poder hacerlo. como la distribución entre ellas de los distintos elementos, es lo que en
En el derecho penal nacional está fuera de discusión que la conducta buena parte marca las diferencias conceptuales de las tendencias y doctri-
es elemento esencial delHelTto, a pesar de que este punto pueda ser objeto nas que se ocupan del análisis del hecho punible.'^
dé~duda en otras legislaciones. La_Constitución establece en el art. 19 Ñ- 3° De modo que la acción u omisión debe primeramente calzar en un
inciso final que "ninguna ley podrXesEiblecer penas sin^üeTTa conducta tipo penal, que es la descripción que de él hace la ley positiva; constatada
que se sanciona esté expresamente descrita en ella". El mandato de la esa subsunción, se analiza si el comportamiento es antijurídico, si se
Constitución obliga al legislador; sólo puede sancionar con penas conduc- encuentra en contradicción con el ordenamiento jurídico. Ello ocurrirá
tas" y no hechos, como lo expresaba el primitivo art. 11 de la Constitución cuando realmente ha puesto en peligro o lesionado el bien protegido por
del año 1925. En esta forma secorisagra el principio de la legalidad, las normas legales y siempre que excepcionalmente no concurra una
específicainente el de la tipicidad, al exigir la descripción de la conducta causal de justificación, que es una norma permisiva de la comisión de un
como requisito previo a la determinación de su pena. hecho típico.
J^^^onducta para ser delito tiene que adecuarse a la descripción que Una breve explicación del concepto de bien jurídico podría expresarse
hace la ley de tal comportarniento, lo que constituye_el tipo penal. Única- en los siguientes términos: son ciertos intereses socialmente relevantes,
mente pueden ser calificadas de delitos las acciones u omisiones típicas, valores quelá^sociedad mira con particular aprecio, y por ello el derecho
aquellas que tienen la cualidad de subsumirse en una descripción legal. sé preocupa dé protegerlos en forma preeminente, como la vida, lapropie-
Falsificar un cheque puede ser un delito porque encuadra en la descrip- dad, el honor, la libertad, la fe pública^ etc^Estos bienes son objeto de
protección generalmente en relación a determinados atentados, como la
vida en contra de los ataques de terceros, pero cuando es el mismo sujeto
13 Véase
párrafo 12. 3-c. quien atenta en su contra, como el suicida, el legislador penal no lo castiga,
^* Con o sin variantes, la doctrina nacional recoge esta noción; así Labatut, D.P., I, p. 74; aunque se frustre su intento. La propiedad es protegida penalmente de su
Novoa, Curso, I, p. 224; Etcheberry, D.P., I, p. 118; Cury, D.P., I, p. 203. Otro tanto sucede con posible pérdida por actividad de terceros que emplean medios clandesti-
la doctrina extranjera: Bacigalupo, Lirteamimios, p. 20; Bustos, Manual, Parte Gral., p. 148;
Muñoz Conde, Teoría del Delito, p. 5; Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 220; Gómez Benítez,
Teoría, p. 91; Mir Puig, D.P., p. 91; Jescheck, Tratado, I, pp. 267 y 268; Wessels, D.P., p. 20;
Baumann, Conceptos Fundamentales, p. 39. ' Cfr. Muñoz Conde, Teoría, p. 3.
14 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DEL DELITO tíT,^ TEORÍA DEL DELITO 15

nos (en el h u r t o ) , o fuerza en las cosas, o violencia, o intimidación en las Para q u e el Estado p u e d a exigir q u e sus subditos cumplan con los
personas (en los robos), o ciertos e n g a ñ o s (en la estafa); p e r o respecto d e m a n d a t o s o prohibiciones q u e i m p o n e , d e b e al m e n o s garantizarles que
los a t e n t a d o s a la p r o p i e d a d q u e se c o n c r e t e n en otras formas, n o hay actuarán en situaciones d o n d e se dé u n m í n i m o de normalidad.
protección p e n a l . ^ bien el legislador anipara estosjnJgre.ses_socLaJinente Estas explicaciones p r e t e n d e n ofrecer u n p a n o r a m a elemental de la
apreciados, en d e t e r m i n a d a s circunstancias p e r m i t e su lesión: p r o h i b e noción sistemática del delito, c o m o c o m p o r t a m i e n t o típico, antijurídico y
matar, p e r o permite h a c e r l o p a r a salvar la vida p r o p i a o la d e u n tercero culpable. A continuación se señalará el f u n d a m e n t o dogmático d e tal
(art. 10 N° 4°); n o se p u e d e d a ñ a r la p r o p i e d a d ajena, salvo si se trata d e concepción, d e su respaldo en la ley p e n a l positiva. L u e g o se h a r á u n
evitar u n mal superior al perjuicio q u e se causa (art. 10 N° 7°); éstas son, e s q u e m a d e la evolución q u e h a sufrido la noción d e delito en el tiempo
j u n t o a otras, las llamadas causales de justificación, n o r m a s permisivas'de hasta llegar a la fórmula c o m e n t a d a .
la comisión d e actos típicos q u e integran el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o penal.
De m a n e r a q u e n o es suficiente establecer q u e u n comportamientcTes
típico p a r a concluir q u e es antijurídico (ja^tipicidad es sólo indicio d e la 2.2. FUNDAMENTO DOGMÁTICO DEL CONCEPTO "DELITO"
antijuridicidad); se d e b e establecer si lesionó el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o o
si lo p u s o en peligro y si estaba o n o p e r m i t i d o , en el caso concreto, causar
esos efectos, lo q u e n o r m a l m e n t e se d e t e r m i n a investigando si c o n c u r r í a El c o n c e p t o sistemático antes señalado tiene respaldo en la legislación
o n o u n a causal d e justificación. penal positiva. En efecto, el art. 1° del C.P. se inicia afirmando q u e el delito
Al c o m p r o b a r q u e el c o m p o r t a m i e n t o es típico j antijurídico, se está es "toda acción u omisiói}", e l e m e n t o material o substancial recogido e n la
ante lo q u e se d e n o m i n a el INJUSTO PENAL; autores c o m o J u a n Bustos voz c o n d u c t a q u e se h a e m p l e a d o , y q u e algunos r e d u c e n al t é r m i n o
sostienen q u e "el delito n o es sino lo injusto p a r a el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o , "acción", p e r o o t o r g á n d o l e u n sentido más amplio del q u e le es natural,
su c o n t e n i d o está d a d o p o r la tipicidad y la antijuridicidad";^^ la culpabili- comprensivo también d e la omisión. En la doctrina nacional hay a c u e r d o
dad, d e consiguiente, a su j u i c i o n o integraría el injusto, p o r q u e sólo es en q u e acción y omisión constituyen la base del delito, así Novoa (Curso, I,
necesaria p a r a r e p r o c h a r ese injusto al autor. p: 230), Etcheberrj^ (¿).^., 1, p p . 118 y 119), (Jury {D.P., I, p . 204), Cousiño
El tercer e l e m e n t o de la n o c i ó n delito, n o obstante, es la culpabilidad, (D.P., I, p . 337).
q u e consiste en vincular el c o m p o r t a m i e n t o realizado p o r el sujeto con sus La exigencia de q u e la c o n d u c t a d e b e estar previamente descrita p o r
características y condiciones personales. P r i m e r a m e n t e h a d e examinarse la leyólo q u e constituye^el^priricipio d e tipicidad, r e s p o n d e a u n m a n d a t o
si el sujeto tenía capacidad p e n a l en el instante de obrar, o sea, si tenía constitucional en tal sentido. El art. 19 N - 3" inciso tinal de la Constitución
aptitud a d e c u a d a p a r a c o m p r e n d e r la significación d e su actuar y p a r a Poliüca es imperativo al declarar q u é " n i n g u n a ley p o d r á establecer p e n a s
Heterminarse conforme a tal c o n o c i m i e n t o , lo q u e constituye la imputabi- sin q u e la c o n d u c t a q u e se sanciona esté e x p r e s a m e n t e descrita en ellaj', y
n a a d r E s t a b l e c i d o q u e el a u t o r es imputable, se pasa a estudiar si en el el C.P. al establecer en el art. 1° q u e delito es u n a acción u omisión p e n a d a ,
m o m e n t o d e actuar tuvo conciencia d e la ilicitud d e su acto, lo q u e se está implícitamente c o n s a g r a n d o q u e tiene q u e estar descrita, pues de o t r o
satisface con u n a c o m p r e n s i ó n potencial, situación q u e explicitaremos m o d o n o p o d r í a distinguirse a q u é c o m p o r t a m i e n t o c o r r e s p o n d e n las
más a d e l a n t e y, finalmente, si en la situación concreta en q u e se encontra- diversas sanciones q u e establece.
ba p o d í a o n o o b r a r en u n a forma distinta?í)e m o d o q u e la culpabilidad La n o c i ó n d e antijuridicidad se explica tanto p o r la exigencia q u e hace
se integra con la imputabilidad, con la conciencia d e la antijuridicidad y el arL 1° de u n c o m p o r t a m i e n t o sancionado c o m o tal para q u e exista
COTÍ la inexigibilidad d e otra conducta. Esta última condición se identifica delito, c u a n t o también p o r otras disposiciones del mismo C.P. q u e autori-
también con la posibilidad d e q u e el a u t o r haya p o d i d o motivarse con £an realizar en d e t e r m i n a d o s casos u n o d e esos mismos c o m p o r t a m i e n t o s ,
n o r m a l i d a d , esto es, q u e n o haya enfi-entado circunstancias excepcionales o sea u n acto típico, d e d o n d e se d e s p r e n d e q u e la tipicidad aisladamente
c u a n d o ejecutó el acto típico; si así ocurriera, el legislador n o le reprocha- es insuficiente p a r a c o n t o r m a r u n delito, bien p u e d e existir u n a n o r m a
ría su c o m p o r t a m i e n t o , c o m o sucede c u a n d o obra impulsado p o r u n permisiva q u e jusüfique en la situación concreta la realización de ese
m i e d o insuperable, o violentado p o r u n a fuerza m o r a l d e la misma inten- acto'
sidad o p o r estar obligado a obedecer. El sistema j u r í d i c o n o p u e d e Hay c o m p o r t a m i e n t o s descritos c o m o típicos que n o son sancionados
i m p o n e r a los seres h u m a n o s c o m p o r t a m i e n t o s heroicos; lo corriente es p o r la ley, p o r q u e d e m a n e r a excepcional el legislador en d e t e r m i n a d a s
que el h o m b r e m e d i o n o logre superar el m i e d o irresistible, d e suerte q u e circunstancias p e r m i t e realizarlos. Esto sucede con las d e n o m i n a d a s cau-
si c o m e t e u n delito en tales circunstancias, su c o n d u c t a n o es r e p r o c h a b l e , sales d e justificación, q u e son permisivas de la comisión de actos típicos, los
p o r q u e su motivación n o h a sido n o r m a l . que n o son antijurídicos al estar permitidos p o r el d e r e c h o . Así se despren-

^^ Bustos, Manual, p. 181. J! q prr^ t Etcheberry, D.P., I, pp. 119 y 120


16 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO |k. TEORÍA DEL DELITO 17

de del art. 10 N*" 4°, 5- y 6°, que autoriza a aquel que actúa en legítima abstiene de reprimir con pena el incumplimiento de sus mandatos y
defensa de su persona o derechos o de los de un tercero para cometer actos prohibiciones, no reprocha penalmente al sujeto por la infracción al
típicos dirigidos a repeler la agresión; otro tanto sucede con los N"* 7° y 10 ordenamiento cuando lo ha hecho en circunstancias de excepción, diver-
de la referida disposición. De modo que aceces, a pesar de ser típico un sas a aquellas que como presupuestos mínimos tuvo en cuenta para exigir
comportamiento, el derecho no lo castiga porque autoriza su ejecución, tal respeto.
geneTalmente por falta de interés del titular del derecho protegido, o
^Jorqué el acto típico importa el legítimo ejercicio de un derecho, o porque
sFlejecufa para amparar un derecho más relevante. Respecto de la exigen-
cía de la culpabilidad como tercer elemento del delito, no obstante la 2.3. RESENA HISTÓRICA DE LA EVOLUCIÓN DE LA N O a O N
aisparidad de opiniones, hay numerosas en el sentido de que así lo MS1 L M A 1ICÁ DEL DELITO
consagra la detinición legal en la palabra "voluntaria".
Pensamos que es así en razón de que con la palabra "voluntaria" se está
Es recomendable para quien inicia el estudio de la teoría del delito, que
aludiendo al conocimiento de la ilicitud de la conducta.^" Un electo, la
vuelva posteriormente a leer este párrafo, en atención a que es poco
acción por naturaleza es voluntaria, responde a una volición del s u j e t o ; ^
probable que alcance a comprenderlo en plenitud en esta oportunidad;
falta la voluntad no hay acción; de consiguiente, cuando el art. 1° expresa
pero al estudiarlo en esta primera etapa logrará una visión panorámica de
que la acción tiene que ser "Voluntaria", esta expresión no alude al aspecto
las alternativas conceptuales que ofrece la teoría del delito.
volitivo de la acción, porque sería redundante, sino al conocimiento de la
ilicitudj.aLsaber que se está obrando en contra de la norma prohibitiva, y La evolución que se abordará en grandes líneas se limita al análisis del
en ello consiste la conciencia de la aiitijuri¿icidad, que es elemento que delito desde un ángulo científico normativo, dirigido a satisfacer la inquie-
integra la.culpabilidad- tud de los penalistas de precisar su concepto en el ámbito jurídico, hacien-
De modo que cuando en el inc. 2° del art. 1° se establece la presunción do distinción entre las nociones: acción, tipicidad, antijuridicidad y cul-
de voluntariedad de las acciones u omisiones, a no ser que conste lo pabilidad. Nociones que no nacieron todas al mismo tiempo, sino que se
contrario, en realidad lo que se presume es el conocimiento de la ilicitud fueron formando progresivamente junto con el desarrollo del derecho
de la acción u omisión, presunción de orden legal que admite prueba en penal. El estructurar una teoría del delito con los conceptos científico-
contrario.'^ La culpabilidad se integra por la imputabilidad, o sea la sistemáticos indicados es relativamente reciente, y su evolución permite
capacidad penal, a la cual alude el arL ION™ 1°, 2^ y 3°, que requiere en el distinguir tres períodos: a) el de la concepción clásica del delito; \>^e\
autor mente sana y desarrollo adecuado de la personalidad, pues el loco o 5£2íMS£2¡i£] ^^ finalista.
demente, los menores de 16 años, son inimputables y, por ende, inculpa-
bles penalmente; como los mayores de 16 años y menores de 18 que hayan
obrado sin discernimiento. Integra también la culpabilidad la exigibilidad a) La tendencia clásica y el delito (causalismo naturalista)
de otra conducta o la motivación normal, y por ello el arL 10 N- 9- declara
exento de culpabilidad al que ha ejecutado un acto típico y antijurídico Sin que constituya una afirmación de carácter absoluto, en el pasado el
violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo insupera- delito se consideró en una casuística no siempre sistematizada y que no
ble. Aquel que realiza una acción en tales condiciones no obra en situación obedecía a criterios valorativos de carácter apriorístico al hecho mismo. El
normal; esos incentivos pueden presionar su voluntad. El legislador no desarrollo que alcanzó el análisis científico de las ciencias empíricas, que
reclama comportamientos valerosos de los ciudadanos; la ley parte del estudiaban el mundo natural con criterios racionales, vinculando los fenó-
presupuesto de que los mandatos y prohibiciones que establece están menos con sus causas y determinando sus consecuencias, logró un notorio
dirigidos a reglar situaciones que el individuo puede respetar en circuns- progreso en el desarrollo de la ciencia. El derecho penal no pudo ignorar
tancias normales. Ante alternativas que escapan a tal marco, el derecho se elj>rogreso alcanzado por las ciencias naturaley^ju^rnetodología^jjtras^
dó éstasalanálisis del déllfóíomoTíñetodxTiiiternáticoracional. Laconcep-
?«••
a ó n clasícáToFéUécé a taTposicTon"rCá^ en Italia; Von Liszt. Feuerbacli.
Beling, en Alemania). Este nuevo procedimiento de análisisjurídico-penál
'* Cfr. Cury, D.P., II, p. 70. Autores como Labatut {D.P., I, pp. 114 y ss.), Novoa {Curso, I,
p. 230) y Etcheberry {D.P.,\, p. 119), siguiendo una tradición representada por los primeros
responde a una evolución político-conceptual del rol de esta rama del
comentadores del C.P., como Fuensalida (Concordancias, I, pp. 7y 8) y Fernández, identifican derecho en el Estado Moderno, como garantízador de la libertad del
la palabra "voluntaria" con el elemento "dolo", que según ellos integraría la culpabilidad, individuo frente al poder acumulado por aquél, limitando mediante la ley
aunque los dos primeros autores lo hacen con diversos matices conceptuales. penal su facultad de castigar. La norma punitiva tiene naturaleza asegura-
Autores como Novoa y Etcheberry, que estiman que la palabra "voluntaria" SE iDENTincA dora de la libertad del hombre: si el sujeto no incurre en una conducta
CON EL DOLO, disienten del criterio señalado y sostienen que el inc. 2° del arL 1 ° establece una
presunción de culpabilidad, como se explicará en capítulos posteriores.
p r e v i a m e n t e descrita p o r la ley, n o p u e d e ser casüeado. 1.a concención
18 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEORÍA DEL DELITO 19

clásica del delito se alza, así, como uno de los fundamentos de más valor de carácteLpsíquico entre el hechQ.^jjUÍeií.Jajcausa (voluntad dirigida al
de un estado de derecho. La ley penal no es un instrumento para cimentar delito, o descuido o imprudencia).
elpoder del Estado; al contrario, su objetivo es limitarlo frente al indi^- En resumen, para la visión clásica la acción es el núcleo del delito, pero
por acción entiende el movimiento realizado por el sujeto y el cambio en
La visión clásica del delito distingue entre acción, tipicidad, antijuridi- el mundo exterior (el resultado) que ese movimiento provoca, existiendo
cidad y culpabilidad, pero otorga a la acción un lugar predominante en entre ambos —^actuar o movimiento y resultado— una relación de causali-
relación a los otros elementos, por su naturaleza material, extema, percep- dad. El movimiento y su vinculación con el resultado están desprovistos de
jible en el mundo real. La conducta se alza como núcleo central del delito; todo elemento subjetivo; el actuar se considera como un fenómeno físico
los demás elementos, tipicidad, antijuridicidad v culpabilidad, son simples que conforme a las leyes naturales de la causalidad provoca el resultado,
características o modalidades de la accionT en igual forma que el desbordamiento de un río se vincula con el anega-
Para el causalismo naturalista, acción es un movimiento voluntario del miento de una casa habitación. El comportamiento objetivamente valora-
cuerpo que causa un resultado, una modificación en el mundo material. do se adecúa al tipo penal, que no es otra cosa que la descripción de un
La voluntariedad a que se alude es la necesaria para ordenar el movimiento actuar sin considerar su subjetividad. Si calza en tal descripción, es típicala.
(recoger el brazo, apretar el gatillo). Los aspectos volitivos del por que se conducta y corresponde continuar con el análisis —siempre en forma
hizo la actividad se separan del concepto de acción, que queda circunscrita objetiva— de si tal acción típica se contrapone a los mandatos o prohibi-
al movimiento y su resultado, extremos que deben estar vinculados causal- ciones del derecho, que en definitiva consiste en averiguar si no concurre
mente. Así, la metodología clásica se mantiene en un plano fenoménico: una norma que autoriza realizar el acto típico; en otros términos, si hay o
la acción es un acontecimiento material más en el mundo natural. no una causal de justificación (el sujeto lesionó a un tercero —hecho
La tipicidad constituye una característica de la acción: coincide con Ja típico—, pero lo hizo en legítima defensa, la ley permite defenderse). Si el
conducta descrita por la norma legal. Tipo es la descripción externa, comportamiento está en esa situación de contradicción, se cumple con el
objetiva, de la conducta, realizada por la norma positiva, independiente de" segundo elemento, o sea la acción es antiiurídica. .Según esta visión del
toao elemento valorativo o subjetivo. Según esta visión, el tipo homicidio delito, el que una conducta sea típica es "indiciarío" de que es antijurídica.
es matar a otro, de modo que sería acción típica de homicidio tanto la del porque hay conductas típicas que no son antijüridjcas,. Constatadas la
cirujano que interviene al paciente para salvarle la vida, pero que muere tipicidad y la antijuridicidad, procede el análisis del tercer elemento del
en el quirófano, como la del criminal que, con el fin de matar, con un delito, la culpabilidad; o sea, de la parte subjetiva del comportamiento, que
puñal abre el vientre de su víctima. El propósito que tuvo uno u otro para no integra la noción de acción, pero sí de la culpabilidad, que puede ser
obrar en tal forma no interesa en esta fase del análisis y no integra la acción dolosa o culposa. La culpabilidad es, por lo tanto, de riaturaleza psicológi-
ni el tipo; los elementos subjetivos quedan fuera. ca, depende de que se haya causado voluntariamente el resultado p par
negligencia o imprudencia y sin quererlo. En esencia, es un nexo de índole
La antijuridicidad es una apreciación objetiva de esa conducta frente subjetiva, psíquica, que vincula al autor con el hecho producido.
al derecho. ~ ' ' '
Esta noción del delito es la que en buena parte se ha mantenido en
Establecida la tipicidad de la conducta, ésta será antijurídica si se
nuestro país por los tribunales, es práctica y de fácil captación. En el campo
encuentra en una situación de contradicción con el derecho, con los
doctrinario a nivel internacional, tuvo plena vigencia en las últimas déca-
mandatos o prohibiciones que establece. SejTata_de_un juicio de valor de
das del siglo pasado y en las primeras del que está en curso. Distingue dos
la conducta en relación con lo autorizado por el derecho, de carácter
planos en el d e l i t o ^ jobjetivo^|^onde sU^
objetivo, dejando de lado todos los aspectos subjetivos y —como se ha
precisado— considerando la acción sólo en su plano externo, material. ^ u e ^ s a su vez valorada objetivamente en su tipicidad y antijuridicidad,j^
el "subjetivo", de naturaleza psicológica, constituido por el quereráel resul-
Es en la culpabilidad donde se insertan las circunstancias subjetivas tado o por la negligencia o imprudencia que lo provoca; as^ se conforman las
según el pensamiento clásico, porque la culpabilidad es de naturalezáT dos jpósTBllidádes de culpabilidad: la dc^^fayjbjculposa^
"psicológica": el querer causar el resultado es voluntad mala, dirigida al
delito (dolo), o el haber causado el resultado injusto y previsible, por
descuido o imprudencia (culpa). Son las dos formas que puede adoptar la
culpabilidad, conforme a esta tendencia. Ambas presuponen que el sujeto b) La tendencia neoclásica y el delito (causalismo valorativo)
ha tenido capacidad, o sea un desarrollo de su personalidad adecuado para
comprender Isi naturaleza del comportamiento que realiza, lo que constituye Uno de los principales exponentes de esta tendencia es el gran penalista
la imputabiüdad. Sólo el que es imputable (capaz para los efectos penales) alemán Edmundo Mezger. Sus adherentes siguen la corriente filosófica
puede incurrir en dolo o culpa. La culpabilidad no es un reproche, nojgs neokantiana de la Escuela Sudoccidental de-Alemania^.que incorpórala
un juicio de valor que vincula el acto a su autor, sino aue es una relación poción de "valor" a los elementos del delito, hasta esa énnca rnnsirlpraHri<:
20 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEOIUA DEL DELITO 21

sólo en su aspecto naturalístico. Los neokantianos respetan la estructura la norma penal. M mismo tiempo, la tipicidad, de ratio cognoscendi de la
del delito precisada por los clásicos, pero la modifican en su alcancc^Se. antijuridicidad, de constituir un simple indicio de eUa, se alza como la
abandona la visión de la acción como noción de carácter material, como ántijuridicidad misma: lo típico es antijurídico. Conforme este criterio, se
movimiento corporal causador de resultados, y se le incorporan los ele- verá más adelante que el tipo se integra por dos clases de elementos: los
mentos volitivos que le son inherentes; de mero movimiento se convierte positivos y los "negativos del tipo". Esta corriente abre las puertas a las
en conducta humana integrada con su subjetividad. denominadas causales supralegales de justiñcación.
_La ttptadad deia de ser ratio coenoscendi (indicio) de la antijuridicidad La culpabilidad sufre variaciones en cuanto a su naturaleza. El dolo y
y se transforma en su ratio essendi (esencia); la antijundicidad pierde su la culpa continúan integrándola, pero como presupuestos necesarios para
naturaleza formal de contradicción del hecho con la norma y se proyecta "reprochar el comportamiento a su autor, transformándose así la culpabili-
a un plano substancial: hay antijuridicidad cuando hay lesión o peligro de dad en un juicio de reproche (teoría de la culpabilidad normativa). La
lesión de un bien juridico. La culpabilidad, de vinculación psicológica del culpabilidad, de consiguiente, no es una relación psicológica entre el acto
sujeto con su hecho, se transforma en un juicio valorativo: es el reproche y el sujeto, como afirmaban los clásicos, que castigaban al individuo por
que se nace al sujeto por haber actuado en forma contraria al derecho haber querido el resultado —dolo-— o por haberlo causado por descuido
•pudiendoTiaberlo evitado; pasa a ser una noción normativa. o imprudencia —culpa—, sino que es un juicio de valor. Al autor se le
~~ La áccfón para los clásicos era un simple movimiento corporal, equiva- reprueba su acto y se le responsabiliza del mismo porque pudiendo no
lente en el mundo fenomenológico a cualquier evento natural, como el haberlo ejecutado y, por lo tanto, haber respetado los mandatos o prohi-
movimiento de las aguas de un río o el caer de una piedra. Los neoclásicos biciones impuestos por el derecho, los infringió y no se motivó por la
£onsideran la acción, enlejíanto actividad human^a, como el cambio proy(> norma. No se le inculpa porque quiso el acto, sino porque pudo haber
cado en el mundo externo del individuo por su voluntad. La acción se evitado realizarlo. Así se abren las puertas a las llamadas causales de
conforma tanto por la subjetividad —^voluntariedad interna— como por la inculpabilidad por no exigibilidad de otra conducta: el náufrago sabe que
objetividad del movimiento externo; de simple suceso físico de índole el tablón al cual se aferra otro náufrago, no le pertenece, p e r o a n t e el
fenoménica se constituye en comportamiento humano, aunque sigue peligro, se lo arrebata para salvar su propia vida; no parece que fuera
comprendiendo en ella el resultado. No abandona su sentido de actividad posible exigirle en tales circunstancias que respetara la propiedad ajena;
Hél hombre provocadora de modificaciones en el mundo real. tal comportamiento, jurídicamente al menos, no podría reprochársele.
En la tipicidad se constata la existencia, a su vez, de ciertos elementos Se objeta a la corriente clásica la estructura de su teoría del delito,
que no son meramente descriptivos, en los que no se había reparado con porque no da una explicación válida para la omisión, toda vez que en ella
anterioridad: los denominados elementos normativos de orden valorativo se atribuye a una persona un resultado, a pesar de no haber realizado
y los elementoTsubjetivos del tipo, a los cuales aludimos precedentemente. movimiento corporal alguno que pueda conectarse causalmente con
La descripción de una conducta exige, a veces, para su adecuada determi- aquél, conforme a los principios naturalistas. Además, si bien los neoclási-
nación, incorporar circunstancias que deben ser objeto de una valoración; cos modificaron atinadamente la noción de culpabilidad, que se constituye
hemos citado el art. 432 del Código Penal, que al describir el hurto y el enjuicio de reproche del hecho a su autor, siguen integrando la culpabili-
robo señala que la cosa mueble sobre la cual recae la acción de apodera- dad con el dolo y la culpa, nociones psicológicas que también —como se
miento debe ser "ajena", y la ajenidad es una cualidad de la cosa que debe verá— consideran en el tipo.
ser apreciada conforme a normas, pues n o se desprende del objeto mismo;
necesariamente hay que determinar si la cosa es propia o de un tercero o
no ha tenido nunca dueño, o lo tuvo y fue abandonada. El art. 432, además, j,,-,-,., c) El finalismo
exige que la apropiación se haga "con ánimo de lucrarse", ánimo que no
es algo material, es un elemento de índole "subjetiva", es una tendencia o I¿^loc(iTnaJinaljsta adquiere trascendencia en la segunda mitad del siglo
un estado anímico especial. Son los neoclásicos los que tienen el mérito de XX, y su exponente máximo es Hans Welzel. que podría calificarse como
haber hecho notar que en el tipo penal se insertan con frecuencia elemen- su creador. Sus seguidores pretenden desprender el derecho penal de una
tos que no son descriptivos —como lo sostenían los clásicos—. sino de orientación preeminentemente abstracta^° para asentarlo en realidades
TTálUialelajIoTuiativa o subjetiva. -'>''c^y^'/(Í;.;,^VN:,,.; AÍ. UÍI.» •' :. : - / ^ que el derecho no crea, sino que recoge porque preexisten a él, las que el
La anii|uridicidad según los'neoclásicos no se agota er^ la contradic- legislador no puede alterar en su esencia y circunstancias. Son las denomi-
ción entre efTiechoUpico y el ordenamiento jurídico, que constituye la nadas "realidadesobjetívas". El derecho penal no se estructura en abstrac-
denominada antijuridicidad formal. Requiere además de la lesión del bien
jurídico protegido con la creacÍCTi del delito o su puesta en peligro. En
esencia, la antijuridicidad es de naturaleza substancial, existe cuando hay Los neoclásicos parten del presupuesto de que el mundo real o natural no tiene un
una real lesión o se ha colocado en situación de riesgo el bien que arripara orden; es la razón humana la que lo ordena abstractamente.
. T #-,«3 JAMJAa OVAT?tJ0

22 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEORÍA DEL DELITO '• ^'' 23

to, sino en base a la verdadera naturaleza de los objetos reglados (natura- mente; el juicio de desvalor frente al ordenamiento jurídico se refiere tanto
leza de las cosas). La ley debe respetar la identidad ontológica de aquello al comportamiento externo como a la finalidad —elemento subjetivo—
que somete a reglas. A saber, la acción humana es una noción que no crea del sujeto. Por ello se habla de "injusto personal", porque el comporta-
el derecho; por el contrario, le preexiste y como tal debe respetarla en su miento es contrario a derecho en relación a un autor determinado, es
estructura e identidad. antijurídico para aquel que ejecutó el acto con una voluntariedad particu-
TT noción de acción conforme a la tendencia clásica es de orden lar. E l n m m o hechorealizajdbporotro
fenoménico, un movimiento corporal que provoca un resultado en el justmcado, de modo que la antijuridicidad es personal. Cuando un indivi-
mundo exterior; este concepto deja de lado todo lo subjetivo que le es duo quiere matar a otro y, al encontrarlo en un lugar solitario, lleva a efecto
inherente, o sea la voluntad que dispuso ese movimiento, y la finalidad su designio, realiza una conducta antijurídica a pesar de que en la materia-
perseguida por el sujeto activo; en general, descarta la parte interna, lidad, considerando ese actuar con criterio objetivo, podría darse una
mental del actuar humano. En el finalisrno sucede lo contrario._sólo es, situación de defensa personal, porque la víctima estaba esperándolo allí
"acción" el comportamiento del hombre dirigido por la voluntad para precisamente para ultimarlo, y había iniciado la acción cuando el victima-
alcanzar un obietivo predeterminado o, en palabras más precisas y como rio disparó primero, ignorando tal circunstancia.
lo señala Welzel: es el ejercicio de la actividad final.^^ La acción, por Conforme a la doctrina clásica, el comportamiento sería jurídico, por
naturaleza, es una actividad final: esto es, actividad dirigida por la voluntad cuanto objetivamente se obró en legítima defensa; para los finalistas,
del hombre al logro de una meta, un resultado dado. No se trata de un antijurídico, por cuanto se analiza el comportamiento en forma unitaria,
mero movimiento corporal, pues mientras duerme el ser humano se donde lo objetivo y lo subjetivo se valoran como un todo; en la hipótesis el
mueve, pero no "acciona"; cuando es objeto de determinados incentivos sujeto no se defiende, quiere matar. La antijuridicidad enriquece así.su
ejecuta movimientos reflejos, pero eso no es acción. naturaleza, pues no sólo comprende el desvalor del resultado, como
A la acción pertenece la voluntad de concretar el efecto prohibido (el sucedía antes, sino también el desvalor de la acción. El tipo penal, ademas,
resultado), lo que constituye la denominada "finalidad". El movimiento vuelve a ser indicio de la antijuridicidad (ratio cognoscendi) y no ratio essendi
corporal y la voluntad de alcanzar un objetivo previsto (finalidad) que de ella. "^ "^
dispone ese movimiento, conforman un todo unitario que constituye la Lajtaturaleza de la culpabilidad es diversa para los finalistas^Manüe:
acción, donde el resultado no forma parte de ella, sino que es su conse- nenju^jiocion ele juicio de reproche del hecho a su autor porque pudo
cuencia. El legislador no podría cercenar del concepto natural de acción actuar de una manera distinta; pero sustraen de ella los componentes
—según esta tendencia— su parte subjetiva, como en el hecho lo hacen los psicológicos que los clásicos y los neoclásicos le reconocían. El dolo y la
causalistas; tampoco podría agregarle arbitrariamente el resultado, que es culpa dejan de ubicárseTnTá culpabilidad y pasan al tipo penal como tipo
algo independiente o separado de la acción, como lo hacían los causalistas. subjetivo. La culpabilidad para el tinalismo se conforma por su presupues-
El tipo penal, para los finalistas, es la descripción de la acción en el to, que es la imputabilidad —capacidad delictual—, por la conciencia de
senüdo propuesto, más el resultado. Jt^ero para esta corriente doctrinaria a antijuridicidad y por la exigibilidad de otra conducta (motivación nor-
el tipo no es de naturaleza exclusivamente objetiva; en él se pueden nal). La culpabilidad entonces es un triple
triple juicio
[uicio de valor de
_ _la
_ _acción
^^_ , -
clistinguir dos planos: el objetivo, conformado por el obrar externo del típica y antijurídica en rplarión a su au\nr: si tenía rapariHad para rom-
"gtrjgto más el resultado, y el subjeüvo, conformado a su vez por la parte, prender la naturaleza de su acto, si tenía conocimiento de que tal acto era
intelectual y volitiva, o sea la hnaliaaa, como también por los denorninados contrario a la ley (conciencia de la antijuridicidad) y, finalmente, si en las
"elementos subjetivos del injusto, que, como se ha señalado anteriormente, circunstancias concretas que enfrentaba podía exigírsele un comporta-,
consisten en ciertos presupuestos anímicos especiales o móviles específicos miento distinto que no infringjiera el mandato o prohibición de actuar que
del sujeto activo. el derecho le imponía. La culpabilidad —al igual que los neoclásicos— la
Los finalistas identifican la noción de dolo con la de finalidad. La fundan en la libertad del ser humano (libre albedrío).
finalidad es el dolo, voluntad dé~c"óñcrétar lá~acción y de lograr el resulta- La evolución recién anotada ha sido planteada en términos muy
do, dolo que —como se ve— integra el tipo y no la culpabilidad. Los generales, pero corresponde a un esquema sintetizado con fines didácti-
TüLlsalistas, al marginar del concepto de acción toda su parte subjetiva, la cos, y por ello susceptible de múltiples reparos.
que trasladaban a la culpabilidad, tenían que insertar el dolo en la culpa- En el siglo pasado (XIX) es dudoso que se haya tenido una visión
bilidad. diferenciadora de los elementos tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad.
La antijuridicidad sigue^jeiidQ un juicio de desvalor de la conducta, Podría afirmarse que el único elemento del cual es ostensible que se tenía
pero no sólo de su parte externa, fenoménica, sino considerada integral- claridad conceptual era la culpabilidad. Desde la Edad Media —debido al
esfuerzo de los canonistas— se aspiraba a encontrar un fundamento entre
el hecho y su autor, pues el castigo que se le imponía era porque moral-
^^ Welzel, ElNumo Sistema del Derecho Penal, p. 25.
mente se encontraba vinculado con el hecho, lo que autores como Carrara
GUSTAVO BALMACEDA H. GUSTAVO BALMACEDA H.

24 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO TEORÍA DEL DELITO 2S

d e n o m i n a b a n la fuerza moral, y que aludía a la p a r t e subjetiva del sujeto y el injusto típico v la culpabilidad; n o c o m o se estima en esta obra, q u e
a su capacidad delictiva. Distinguir c o m o e l e m e n t o del delito a la culpabi- p a r t i e n d o d e u n a c o n c e p c i ó n dualistai]wcíto a las n o r m a s m a n d a t o —seaiT
lidad abrió el c a m i n o q u e posibilitó la g r a d u a c i ó n d e la sanción: a mayor imperativas o prohibiüvas—, hay reglas permisivas i n d e p e n d i e n t e s d e
culpa, mayor p e n a . La culpabilidad se alzó c o m o la p i e d r a a n g u l a r del aquellas), la tipicidad y la antijundicidad son dos valoraciones dilerenciá-
d e r e c h o penal d u r a n t e siglos, constituía el a n t e c e d e n t e y f u n d a m e n t o d e bles, d e fhanera q u e el delito es u n c o m p o r t a m i e n t o típico, antijuridico'y
la p u n i c i ó n del h e c h o . culpable^.
Fue Von Liszt el q u e al iniciarse esta centuria y siguiendo el pensamien-
to del filosofo del d e r e c h o Rudolf von liiering diferenció culpabilidad y
anüjuridicidad, e hizo posible calificar d e injusto u n hecíio, i n d e p e n d i e n - 2.4. LA PUNIBILIDAD ,ES UN ELEMENTO DEL DFXITO?
t e m e n t e d é líTposición m o r a l del sujeto q u e lo realizó, r e c u r r i e n d o a "" CONDICIÓN OBJETIVA üE PUNIBlLIbAI!),
criterios objetivos, lo q u e primitivamente ofrecía dificultades. ' EXCUSALEGALAbsoLU'ioklA ~
L u e g o Beling da u n i m p o r t a n t e paso al precisar, a principios del siglo.
q u e la tipicidad es u n e l e m e n t o del delito. Considera al tipo p e n a l c o m o el
conjunto d e características objetivas esenciales de la figura delictiva. La En el m e d i o nacional se h a generalizado el criterio -^-acertado^^dfe q u e la

í
noción tipo p e n a l perfecciona a su vez el principio d e la reserva o legalidad punibilidad, o sea la posibilidad d e aplicación de la sanción penal, es
e n u n c i a d o p o r F e u e r b a c h , e n el s e n t i d o / l e q u e sin "tipo" p e n a l n o hay "consecuencia" d e q u e u n h e c h o se califique c o m o delito; p e r o q u e la
delito. punibilidad n o es e l e m e n t o dei delito.
N o obstante, la distinción e n t r e tipicidad y antiiuridicidad_,ba sido y Tal posición n o es,unánim££nja_dk>£üúna^Jw^ q u e consideran
sigue siendo objeto d e controversia, a u n en nuestros días, según se tenga a la punibilidad c o m o u n e l e m e n t o más del delito, e n t r e ellos Sáinz
u n a noción monista o dualista d e las n o r m a s . Autores c o m o Mezger o C a n t e r o en España, Luis C. Cabra! en Argentina, p o r designar algunos.
S á u e r consideran q u e la valoración del injusto es u n a sola y p o r ello Esta corriente doctrinaria sostienejjue d e b e ^ l i f i c a r s e c o m o e l e m e n t o del
definen el delito c o m o la acción "típicamente antijurídica"; p a r a esos delito todo lo que constituye p r e s u p u e s t o d e la p e n a .
autores lo esencial e n m a t e r i a p e n a l es el injusto tipificado, c o n c e p t o ines- Este sector doctrinario estima q u e en las categorías d e los elementos
cindible. Así, el tipo p e n a l se alza c o m o ratio essendi d e la antijuridicidad: lo del delito, a d e m á s d e la tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, d e b e
que es típico es siempre antijurídico, Claus Roxin, Santiago Mir Puig, agregarse el d e su "punibilidad", y ello p o r q u e existen situaciones en que
Gimbernat, e n t r e otros, se inclinan p o r n o diferenciar la tipicidad d e la c u m p l i é n d o s e las d e m á s condiciones aludidas, el h e c h o n o p u e d e castigar-
antijuridicidad, p e r o f u n d a m e n t á n d o s e en que el tipo penal está i n t e g r a d o se. EstíLAUXejle cjuajad_o n o se dan las circunstancias q u e hacen posible
al m i s m o t i e m p o p o r e l e m e n t o s positivos y negativos. Los e l e m e n t o s i m p o n e r la p e n a , q u e p u e d e n ser negativas —la n o c o n c u r r e n c i a d e
positivos son los q u e el legislador describe n o r m a l m e n t e en toda figura excusas legales absolutorias—y positivas, c o m o fas d e n o m i n a d a s condicio-
penal; j u n t o a ellos se e n c u e n t r a n otros elementos d e naturaleza negativa, nes objetivas de punibilidad y las condiciones d e procesabilidad. O c u r r e
que se d e s p r e n d e n de reglas permisivas establecidas p o r la ley p e n a l , que a u n q u e el h e c h o es típico, antijurídico y culpable, diversas razones
d e n o m i n a d a s causales d e justificación. hacen q u e el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o d e t e r m i n e q u e la p e n a n o resulta
El delito d e lesiones está descrito en el art. 397 y consiste en herir, "necesaria", lo que sucede c u a n d o n o se d a u n a circunstancia positiva o
golpear o maltratar a otro; n o obstante, el art. 10 N° 4° autoriza a realizar c u a n d o se da u n a negativa.JPor vía de ejemplo se p u e d e citar el delito de
tales acciones c u a n d o son el m e d i o r a c i o n a l m e n t e necesario para repeler h u r t o e n t r e d e t e r m i n a d o s parientes o e n t r e cónyuges, q u e son sustraccio-
u n a agresión ilegítima n o provocada, n o r m a permisiva q u e constituye u n a B.??.que c u m p l e n con todas las condiciones señaladas por^éllirE 432 del
causal d e justificación. C o n f o r m e al criterio d e los autores citados, esta Código Penal para calificarlos c o m o delito; sin e m b a r g o , e l sujetó vincula-
causal se i n c o r p o r a r í a al tipo delito d e lesiones c o m o e l e m e n t o negativo. d o p a r e n t a l m e n t e o p o r matrimonioTib p u e d e ser castigado, porque^erTsu
Delito d e lesiones sería e n t o n c e s maltratar, herir o lesionar a otro, siempre favor c o n c u r r e la excusa legal absolutoria establecida en el art. 4 8 9 , l | ü e ' l o
que n o se actúe en legítima defensa; la acción d e maltratar o h e r i r sería el libera d e p e n a . O t r a situación se d a con el q u e presta ayuda al suicida fiara
tipo po^itivo,*la n o existencia" d e u n a agresión ilegítima y d e las d e m á s que p o n g a t é r m i n o a su vida, c o n d u c t a q u e r e ú n e las condiciones d e
causales d e justificación constituirían el tipo negativo. Los q u e así piensan tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad requeridas para conformar el
delito d e auxilio al suicidio descrito en el arL 393 del Código Penal, p e r o
se^efieren al "tipo total", c o m o u n a u n i d a d d o n d e j u r í d i c a m e n t e existe
SI n o se p r o d u c e la m u e r t e del suicida n o es posible i m p o n e r sanción al
^ ó l o u n a _ y a l o r a d ó n p e n a l (tesis monista), en la cual se i n c o r p o r a n tanto
cooperador; la m u e r t e es u n a "condición objetiva d e punibilidad" q u e d e
jos e l e m e n t o s positivos q u e c o n f o r m a n el injusto ( n o r m a s prohibitivas^o
n o producirse, h a c e innecesaria la imposición d e la p e n a . Se p u e d e aludir
i m p e r a ü v á i ) , c o m o aquellos negativos q u e lo excluyen (causales dejustifi-
también a los delitos vinculados con la quiebra del fallido, d o n d e n o es
^cacíorf, qiíe~son noriíiaTjíérmisivas).
posible iniciar acción p e n a l en c o n t r a del a u t o r mientras n o sea d e c l a r a d o
Cnteríos comojTseriaradb'^íñtegran el delito sólo con dos elementos:
26 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
TEORÍA DEL DELITO 27

en quiebra. Por ejemplo, si un comerciante dilapida sus bienes y por ello auxilio para quitarse la vida (art. 393), o la indeterminación del autor de
cae en insolvencia, esa conducta constituye un delito, pero ese delito no la muertél) de las lesiones en la riña (arts. 392,402 y 403), entre otros casos.
puede ser objeto de proceso penal si el dilapidador no es declarado en Aunque nos parece discutible, se han clasificado estas condiciones, distin-
quiebra; esta declaración previa constituye una "condición de procesabili- guiendo aquéllas que son necesarias para imponer pena de aquellas en
dad". que, siendo punible el acto, su concurrencia agrava la sanción.
Dar una ubicación a las condiciones de punibilidad es un problema de
naturaleza sistemática. Juan Bustos, citando a Stratenwerth y Schmidháu-
ser, comenta que estas condiciones tan extrañas en la teoría del delito se
diferencian de los elementos (tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad) "en
que ellas no dicen con el merecimiento de la pena", como sucede con
aquéllos, sino con la necesidad de la sanción, de modo que tendrían "un
carácter exclusivamente político criminal, desde una consideración de la
finalidad de la pena".^
La distinción entre elementos del tipoy elementos de punibilidad del
delito ofrece interés, entre otros rubros, respecto del error, como se
comprenderá más adelante, pues el error de los elementos del tipo trae
"aparejada consecuencias penales, en tanto no se acepta que el error en las
condiciones de punibilidad tenga trascendencia.
De forma que, en definitiva, las condiciones de punibilidad no son
elenTentosderHelitoT^síño^cTe la punibilidad. Y si bien es cierto que sin
pena no hay delito, ello no significa que la pena o su posibilidad forme
parte de sus elementos; la pena es su consecuencia generalmente necesa-
ria, como ya se ha señalado: concurriendo una excusa legal absolutoria o
no concurriendo una condición objetiva de punibilidad, aunque el hecho
sea delito no puede castigarse.
-^te^ Por excusa lesal absolutoria se entienden determinadas circunstancias o
condiciones de índole personal, comprendidas en la descripción de la
figura penal, que no forman parte de la acción y. por lo tanto, del tipo,
pero que si concurren excluyen la aplicación de la pena de un hecho
típico, antijurídico y culpable. Esta exclusión de pena se explica únicamen-
te porque para la protección del bien jurídico el legislador no estima
necesaria la aplicación de la sanción, tal ocurre con el parentesco en el caso
de los delitos de daño, estafa, hurto, según el art. 489, o el caso del
encubrimiento de pariente consagrado en el art. 17 inc. final. Podría
también mencionarse el pago del cheque conforme al art. 22 del D.F.L.
N° 707, que refundió el texto de la Ley sobre Cuentas Corrientes Ban carias
y Cheques.
.V-Las condiciones objetivas de punibilidad taLinhién son circunstancias ajenas
a la acción y a la culpabilidad, pero que deben concurrir para que el hecho
üpjco,^ntijuridico y culpable, puecla ser obieto de sanción penal.Sucede
lo contrario con estas condiciones de lo que ocurre con las excusas legales
absolutorias, pues si aquéllas concurren se hace posible la pena, en tanto
con las excusasse excluye. Entre las condiciones objetivas de punibilidad
se menciona la muerte del suicida~para__£oder_ca¿tigar al que le prestó

^ Bustos, Manual, p. 137.


:^r.

CAPITULO II
^ ^ ^ ^ ^
LA ACCIÓN <f\f^ <^o. *" * 9 " ^ ^
t^^ff-i. J

RNTOS DEL
3. LOS ELEMENTOS DFT. nFT
D E Uf fTO
O ^ ^V^ilXÍ oL CÍA J^K

Delito es u n c o m p o r t a m i e n t o del h o m b r e (acción u omisión), típico",


antijurídico y culpable. A estos elementos, algunos sectores doctrinarios
agregan "punible", criterio q u e n o se c o m p a r t e en esta obra. Las condicio-
nes de punibilidad de u n h e c h o n o están c o m p r e n d i d a s e n t r e los elemen-
tos del delito.

3 . L SU ELEMENTO SUBSTANQAL: EL COMPOR'IAMIENTO HUMANO

En el delito el e l e m e n t o substancial es la acción u omisión. Estaafirmación


se controvierte h o y en día. Se afirma q u e el c o n c e p t o fundamental y
vinculante p a r a el injusto n o es la acción sino el bien jurídico, y el p r i m e r
aspecto a considerar d e n t r o del J j i j u s t o _ t o £ n ^ la acción sino la
tipicidad.^* C o n f o r m e a este criterio, el e l e m e n t o fundamental del delito
es el bien j u r í d i c o y n o la acción, y ésta n o constituye ni su p r i m e r aspecto,
p o r q u e lo es la tipicidad. Esta corriente d e p e n s a m i e n t o sostiene q u e
Radbruch dejó en claro la imposibilidad de asimilar la noción d e omisión
a la acción, y c o m o ambas son formas d e c o m e t e r delito, la acción aparece-
ría sólo c o m o u n a d e sus posibilidadeT ''~~~~~
j i ^ o t r o ' a a o . ^ n los delitos d e ^ c x i ó n el injusto n o está d e t e r m i n a d o ,
por ésta, sino p o r el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o ; e j este bien el qiie d e t e r m i n a
en c o n c r e t o q u e acción es la prohibida^ A i ^ c u a l q u i e r a acción q u e lo
IggJOfe, sino las acciones dpicas (las descritas p o r la ley), q u e son las únicas
q u e interesan al d e r e c h o penal, c u a n d o el resultado le es atribuible objeti^
vamente.^^ De m a n e r a que lo relevante serían el bien jurídico y la tipicidad.

^ Bustos, Manual, pp. 145-146; Gómez Benítez, TarriaJurídica delDeíto, p. 91.


Gómez Benítez, Teoría, p. 91.
30 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAACaÓN SI

Si bien tal tipo de aseveraciones puede contar con algún fundamento La circunstancia de que el elemento inaterial del delito es un compor-
lógico teórico de valor, la conclusión que de ello se pretende colegir es tamiento del ser humano, permite afirmar que el derecho penal nacional
relativamente verdadera. Por mucho Que se extreme el análisis, aparece es de "acto" y no de "autor", se impone pena a un sujeto por lo que iiace,
como realidad inevitable que el comportamiento humano final es ej no por lo que es. Un comportamiento puede ser materia de una descrip-
elemento substancial del delito, del irijusto penalmente relevante;" la ción, lo que constituye el tipo penal, en tanto que el modo de ser de una
circunstancia de que para distinguir o seleccionar esos comportamientos persona es materia difícil de describir con precisión; generalmente se
ha de estarse a los bienes jurídicos lesionados o puestos en peligro, y de llegaría —si así se hiciera— al plano de la ambigüedad, y el derecho penal,
que por razones garantistas en un Estado de derecho es imprescindible como limitador del poder punitivo del Estado, debe ser lo más preciso
que previamente se tengan que describir por la ley esas conductas para posible.
poder calificarlas como delitos (tipicidad), no modifica un ápice la natura- El "comportami«itQ^ qiiftintgresa al derecho penal es el del hombre,
leza ónüca del injusto: a saber, comportamiento del hombre merecedor de sea que realmente haya ejecutado algo o que no lo haya realizado cuando
sanción. Siempre el delito es una conducta humana vinculada a la acción se esperaba de él qué lo llevara a cabo; a estas modalidades deLcomporta-
o se castiga al autor por realizar algo que supo se concretaría en un miento alude el arL 1° cuando se refiere a la."acción.u^omisión^jJD
resultado prohibido (delito de acción) o se castiga por wo haber realizado descartarse, de consiguiente,Jos meros pensamientos, y las resoluciones
algo que tenia el deber de ejecutar (delito de omisión) o por haber delictivas no exteriorizadas en hechos, menos aún las inclinaciones o
realizado una actividad peligrosa sin el cuidado debido (delito culposoj? disposiciones anímicas.^' Siendo^ necesariamente_el delito un comporta-
Cosa distinta, aunque no secundaria, es considerar si en materia penal miento del hombre, no pueden serlo los hechos provocaHos por fenóme-
necesariamente se debe partir de una noción naturalista del comporta- nos naturales o por animales no manipulados por él.^**"
miento humano o si se requiere una noción jurídica.
Este punto se enfi-enta con un problema jusfilosófico que no corres-
ponde tratar por ahora, no obstante su importancia; lo que interesa 3 . 2 . LAS DIVERSAS CONCEPaONES D E L A A C a O N
resaltar es que el comportamiento es elemento substancial del delito, cuyo
alcance hay que precisar para los efectos jurídico-penales.^^
En el derecho penal nacional deben descartarse las teorías que no Históricamente se han planteado diversas concepciones sobre lo que es
reconocen a la conducta humana categoría de elemento substancial del acción, que es útil tener en cuenta, porque repercuten en la estructura
delito, por cuanto el art. 1° se inicia diciendo que el delito es una conducta sistemática del delito. Se esbozarán las tresnocignes que, con variantes, se
del hombre ("acción u omisión") y la Constitución Política en el art. mantienen en la polémica: la causal, la final y la social.
19 N- 3- margina toda posible duda sobre el punto, al expresar que "nin-
SH?¿JSLEfídrí..§SÍS.UfiCi£r penas sin_que^a con¿MCi(a que ¿g_ sane ion a esté...".
a) Concepción causal

2^ Cfr. Muñoz Conde, Teoría, p. 9.


Con criterios de orden naturalístico, empleados por las ciencias naturales,
^ Como se anunció, hay corrientes del pensamiento penal que afirman que la acción no se considera a la acción como un suceso o un evento mas en el mundo de
es el elemento substancial del delito. Así lo hace Gómez Benítez (TeoríaJurídica delDetto, la naturaleza.
p. 91), que define el delito como "la realización antijurídicay culpable de un tipo penal"; aquí Autores como Von Liszt, Beling, RadbruchjJiniénez_de_AsúajGu¿lo
se suprime la acción o aparece pospuesta. "Acción" sería una noción que sirve a las ciencias
naturales, pero no a la jurídica, porque no es un concepto valorativo. Sostener que alguien
Calón, Eduardo Novoa, conciben la acción como un movimiento corporal,
ha ejecutado una acción resultaría irrelevante para el derecho penal, aunque tal acción se dispuesto por la voluntad, que proveyó un jcambio en el mundo circundan-
encuentre descrita por un tipo, porque lo que en verdad interesa es la "acción típica", que es te. Esta alteración del mundo exterior se produce conforme a las leyes
algo diverso a la acción descrita por el tipo. "Acción típica" es aquella que además de calzar físicas de la causalidad. El movimiento corporal se constituve en causa del
en la descrita por la ley, es "imputable objetivamente a un autor". resultado, que es el cambio en el mundo externo perceptible por los
El elemento básico del delito sería la imputación de una acción, o de una acción y su senüdos; el movimiento da origen a un proceso causal que se concreta en
resultado descritos en el tipo, a su autor, atribución que se hace objetivamente, entendiendo
por esto la "pertenencia de un hecho descrito en el tipo a su autor". "La nota definitoria básica aquél. La voluntad que integra la acción es aquella necesaria para hacer el
de la imputación es la posibilidad objetiva de producir o evitar una acción, o una acción y su movimiento que le da a éste carácter de espontáneo, y permite diterenciar-
resultado." Por ello hay acción —según esta tesis— en la muerte provocada en estado de lo del provocado por una fuerza física extraña al su]eto. U contenicio deTa
inconsciencia (en esta hipótesis nosotros sostenemos que no hay acción, como se explicará
más adelante), porque calza en el tipo homicidio, descrito en el art 391, sin perjuicio de que
no sea imputable a su autor, porque éste objetivamente no ha tenido posibilidad de producir
o evitar tal suceso dada su falta de conciencia; si bien habría acción, no se está ante una acción Cerezo Mir, Cuno, p. 261.
típica, p o r n o ser objetivamenteaíribuible. Muñoz Conde, Teoría, p. 10.
32 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAACaON 33

voluntad, o sea si se quería o no alcanzar el resultado, la finalidad con la b) Noción finalista de la acción
cual se^hizo el movimiento, queda al margen de este concepto de acción!
tíl que dispara un revolver y lesiona a un tercero, realiza la "acción" de Los causalistas mantienen criterios prejurídicos para explicar la acción,
lesionar si quiso disparar el arma, sin que tenga importancia que haya recurriendo a los que son propios de las ciencias naturales, que los llevan
querido o no herir a la víctima, pues la finalidad por la que apretó el gatillo a equiparar el hacer del hombre con los sucesos fácticos del mundo
no forma parte de la acción; según esta concepción, ese aspecto subjetivo material, regido por las leyes de causalidad. Este camino, metodológica-
integra la culpabilidad- mente equivocado, lo corrigen los finalistas, sin abandonar la concepción
Conforme al causalismo, la acción puede ser un simple movimiento de la acción como realidad prejurídica. La acción continúa siendo un
corporal en los delitos de mera actividad o un movimiento corporal y un elemento que el derecho no crea, que le es anterior y al cual el legislador
resultado en los delitos materiales. En este último caso la acción se integra y la ley solo pueden reconocer como realidad objetiva, sin ninguna altera-
con el movimiento del cuerpo, voluntario en el sentido explicado, con el ción. jLl padre del tinallsmo es Hans Welzel, cuyo pensamiento ha sido
mSttó2o logrado y con la mnculación causal de ese movimiento con ese desarrollado por numerosos penalistas, como Reinhart Maurach y Armin
resultado. Eljcontenid^de la voluntad, vale decir el objetivo perseguido o Kaufmann, entre otros. Esta corriente doctrinaria se separa del causalismo
finalidad del movimiento, no forma parte de la acción, integra la culpabi- naturalista y sostiene que la acción no es causal, sino final.
liHad. l a acción se satisface con lo que se ha denominado impulso de Los hombres no actúan de modo ciego, pues prevén o, por lo menos,
voluntad, o sea la inervación necesaria para disponer el movimiento corpo- están en condiciones de prever las consecuencias de su actuar; accionar es
ral.^^ provocar o dirigir procesos causales hacia metas concebidas con antela-
La acción, como noción causal, está prácticamente superada en la ción. El hombre es capaz de predeterminar las consecuencias y efectos de
actualidad; se vio que era imposible identificar la actividad humana con un su actuar dentro de ciertos márgenes. Es la finalidad la que da carácter al
fenómeno natural de índole mecanicista, toda vez que el actuar del hom- comportamiento, no la causalidad, que es ciega, en cuanto no predetermi-
bre se caracteriza por una voluntad con contenido, con finalidad. El ser na efectos, sino que meramente los provoca. De allí la famosa frase de
humano realiza movimientos en base a objetivos, lo que permite diferen- Welzel: la finalidad es vidente, la causalidad es ciega.'^
ciarlos de los ejecutados por los animales; aquéllos se hacen con fines Según esta concepción, la acción se estructura en dos planos: uno de
predeterminados, éstos instintivamente. naturaleza subjetiva, interna, pues se desarrolla en la mente del sujeto y lo
La visión causalista enfrenta dificultades para explicar la omisión. integran la finalidad perseguida, la selección de la forma y medios de
Resulta aventurado considerar criterios causales naturalísticos para vincu- alcanzarla, el conocimiento de los efectos concomitantes no perseguidos
lar un resultado con un sujeto que no ha hecho nada. Radbruch decía que con la ejecución, y la resolución de concretar la actividad. El otro plano es
poción y omisión son dos nociones contrapuestas. Esta es unaTcrítica el externo, que consiste en la ejecución del plan antes indicado en el
relativamente válida, salvo en cuanto se pretenda encontrar una noción mundo material. La acción tinalista se integra con la parte subjetiva que
omnicomprensiva de todas las posibilidades de comisión del delito, tanto desechan los causalistas y se agota con la actividad material realizada para
de la acción misma como de la omisión, y en uno y otro caso del hecho lograr la meta propuesta. El^esultado y los efectos concomitantes son ajenos
doloso y del culposo, tarea esta si se quiere inútil. a la acción, son su consecuencia, pero no la integran como sucede con los
La omisión es una institución distinta de la acción y se rige por causalistas.
principios que le son propios. Lo que en verdad sucede, es que los criterios Welzel define la acción como el "ejercicio de la actividad final" o
naturalistas de acción fracasan porque no permiten explicar ni ordenar conducta humana dirigida "conscientemente en función del fin"," o sea,
adecuadamente los distintos elementos del delito —como la antíjuridici- por la voluntad hacia un determinado resultado.
dad y la culpabilidad— y porque parten de un presupuesto de orden La acción no ha sido creada por el derecho, es una noción con
empírico-filosófico discutible, como es el de la causalidad natural-Desco- naturaleza propia y le preexiste. Si la acción comprende la finalidad, si
noce los elementos subjetivos del tipo y no puede explicar satisfactoria- forma parte de ella el objetivo perseguido por el_sujeto, cjuiere decir^iue
mente las etapas imperfectas de ejecuaón del delito, como la tentativa y la no puede ese contenido de voluntad sacarse del concepto de acciónj[^
trustración, y no reconoce la posibilidad de la acción con sujeto múltiple trasladarse a la culpabilidad, porque es la esencia del comportamiento
~como realidad ob|etiva. ——. humano. Como se verá más adelante, el dolo es voluntad de concreción y
no otra cosa; de consiguiente, dolo y finalidad son conceptos sinónimos.
Esta concepción llevó al finalismo a trasladar el dolo desde la culpabilidad

^ Welzel, Do-echo Penal, p . 5 3 .


V o n Liszt, Tratado, II, p p . 285 y ss. Welzel, El Nuevo Sistema del Derecho Penal p p . 25 v ss.
34 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAACaÓN
m
ajjipo penal, que consiste en la descripción que hace la ley de la conducta toda omisión no conscienteja todo hecho culposo individual de acción u
proliibida. omision"7'
_ge_obieta a la noción de acción final su imposibilidad de expücar
adecuadamente el delito culposo, donde elresültado provocado escapad
l a finalidad de la acuviaaa realizada por el suieto, lo que llevó a Welzel a c) Noción social de la acción
reestudia£.su dpctrma y recüticarla. El resultado muerte de un peatón,
causado por la acción de un conductor de un automóvil que iba a exceso Para autores como Engisch, Maihofer, Jakobs_j[¿ste con variantes) y Jej-
de velocidad, no queda comprendido en la finalidad de su conducción, check, el derecho no puede coniiderar la acción exclusivamente con
que era llegar a tiempo al aeropuerto; en este caso la muerte es meramente criterios naturalistas u ontológicos prejurídicos. Es insuficiente por ello la
causal, queda fiíera de su voluntad de realización. Otro tanto sucede en el concepción de la acción entendida como actividad humana que provoca
delito de omisión, en particular en aquellos denominados de olvido, cambios en el mundo exterior como consecuencia de las leyes que rigen la
donde no existe la finalidad de no cumplir con la actividad ordenada o de naturaleza (causalismo) o de la finalidad que la dirige (finalismo): lo que
provocar un resultado injusto. interesa al derecho no son los efectos materiales mismos que provoca una
Welzel responde a estas críticas sosteniendo que en los delitos culposos acüvidad numana, sino en cuanto dichos efectos tienen trascendencia
hay una acción final, pero en ella la finalidad es irrelevante al derecho, no social. La acción es tal, entonces, en cuanto actividad del hpmbre valorada
así la forma de realización de esa acción; esta última, o sea el modo en que en su vinculación con la realidad social.^ Para Engisch acción_es^"produc-
se lleva a cabo, sí es trascendente al derecho, porque se concretó en la ción mediante un acto voluntario de consecuencias previsibles socialmente
lesión de bienes jurídicos valiosos. En el caso del sujeto que conduce su relevantes", y para Maihofer es "todo comportamiento objetivamente do-
vehículo con rapidez con el objetivo de no perder el avión, realizó una minable con dirección a un resultado social objetivamente previsible"7^^
actividad que en sí no es injusta, pero lo es la forma como la llevó a cabo, Cerezo^MiFcomínta que conforme este criterio se renuncia a considerar
sin emplear el cuidado debido para evitar el atropellamiento y lesión del la voluntariedad como elemento de la acción, la que estaría integrada pon
peatón. un elemento intelectual, comistente en la jjosibilidad objetiva de represen^
En el delito de omisión, Welzel responde que el sujeto no hace uso de tación del resultado; un elemento voluntario, la posibilidad de dirigir el
su posibilidad realizadora final; a saber, pudiendo realizar la acción orde- comportamiento (finalidad potencial); un elemento objetivo, esto es un
nada por la ley o esperada por el ordenamiento jurídico, no hace uso de criterio de lo posible al hombre, y un elemento social, consecuencias que
'tal posibilidad, no emplea su potencialidad finalista.^ Armin Kaufinanñ repercutan en las demás personas o en la comunidad, o sea un resultado
"hace notar que la omisión no es "no acción" a secas;^es no_acciónLCon socialmente relevante.
capacidad^ posibilidad de accionar, y es en esta última condición —^la Se objeta esta tesis porque más que una noción de acción, lo que hace
capacidad y posibilidad de accionar del sujeto— donde acción y omisión •r - ^ - y - I Ir jl • I 1 I, ..1. i • I I " " '

cuentan con un elemento común. En el primer caso, teniendo capacidad es consagrar la doctrina_de^ la^mputaaon objetiva del resultado, que en
dé accionar, acciona; en el segundo, teniendo también capacidad de esencia tendría raigarnbre causalista vinculada a la causalidad adecuada.
accionar, no lo hace. Para Kaufinanñ, conducta es la actividad o pasividad En el hecho, lo determinarite en la noción de acción social sería sü
corporal comprendidas en la capacidad de dirección finalista de la volun- concepción objetiva que margina la voluntariedad del contenido de la
tad^»2 acción permitiendo atribuir un resultado a un sujeto, pero no da una
Sectores^ doctrinarios discuten iiul.ecesidad,o_conveniencia del con- ^^^¥^£^Ú2Il.:^^í^^:J^^Sím^SI3-AS^^ ^S^^P^' ^" '-^y^ estructura, como lo
cepto de acción como noción prejurídica. Gimbernaty Bockelmann —en- precisan los finalistas, son fundamentales los aspectos volitivos.^ Si un
tre otros— analizan la teoría del delito sin el concepto de acción. Con- individuo lanza una piedra en determinada dirección y lesiona a un
sideran que la "acción" no tendría otro rol que "establecer el mínimo de transeúnte, esa lesión puede atribuirse al sujeto, porque dirigió libremente
elementos que determinan la relevancia de un comportamiento humano su actuar, porque era previsible la posibilidad de golpear al peatón y
para el derecho penal"; sobre todo respecto de la imputación, porque el porque la lesión inferida tiene trascendencia social y se vincula causalmen-
injusto penal sólo puede consistir en comportamiento que sirva de base a te con el lanzamiento de la piedra. Pero esta aseveración no precisa si el
una posible afirmación de culpabilidad. Bacigalupo, siguiendo a Jakobs, sujeto activo pretendía lesionar a la víctima, o lesionar a otra persona y por
sostien^ que desde este^pujito de yisJ^ es un comportamiento error lo confundió con aquélla, o si lanzó la piedra para probar sus fuerzas.
exterior evitabl£"^^_una_^^nducta que pudo el autor evitar si se hubiera
nio^^ad'o para ello; piensa que esa noción alcanza a "todo actuar final,, a
" Bacigalupo, Manual, pp. 91-92.
'•'jescheck, Tratado, I, p. 296.
'^ Citado por Cerezo Mir, Curso, I, p. 273. í , > 1 í^
'^ Citado por Cerezo Mir, Curso, I, p. 270 " i íai^.*-;«^ f Mí -
36 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ACaON S7

etc. La noción de acción —al desvincularla de la subjetividad del sujelp— (el doloso) o como un hacer sin el cuidado debido (el culposo), o como
j i g determina en que consiste su actuar. un no hacer la actividad esperada (la omisión), siempre que esos compor-
El objetivo principal de esta teoría es la unificación del concepto de tamientos alcancen trascendencia social. Existen también sectores doctri-
acción, que permite comprender en ella a la acción, a la omisión y a la falB^ narios que niegan importancia a la acción como elemento del delito,
del cuidado debido. iSÍo tendría otra finalidad; sus consecuencias en otros"' reconocen únicamente al bien jurídico y al tipo penal como sus elementos
aspectos de la teoría del delito no ofi-ecen relieve. Puede definirse la acción fundamentales; criterio este que podría sintetizarse en la noción señalada
desde esta perspectiva como unjomportamienU) humano sqdalmente relevan- porjakobs.
te.wr- Pensamos que el derecho penal tiene como fin concreto ser instru-
Gómez Benítez señala que en los delitos dolosos el comportamiento mento fundamental de~ññaÍTtencion del ordenamiento jurídico-social jen
humano socialmente relevante consiste en el ejercicio de la actividad final; nuestra época, no obstante fas voces que se alzan en diversos sectores en el
en los imprudentes por comisión, en la causación de un resultado con sentido de^bolir esta rama del derecho. En tanto se estructure un derecFo
posibilidad de dirigir un proceso causal; en los delitos omisivos, en la penal con el Código vigente, que en su artículo 1° define al delito como
inactividad fi-ente a la reacción esperada.*® Esta_concepción de la acción "acción u omisión", la conducta del hombre es elemento fundamental y
cuenta con corrientes causalistas y finalistas, su creación persigue tener substancial de] cielito,'*^ Dado que el citado art. 1° y el art. 492 distinguen
una noción unitaria del comportamientojurídico penalrnente trascenden- entre acción y omisión, crear nociones globalizadoras de ambas posibilida-
ie. des de comportamiento no es urgente ni imprescindible, fslo obstante, es
interesante nacer notar que tal tendencia podría contar con un respaldo
.Sejobserva a esta posición que en definitiva lleva a confundir accióp constitucional en la actualidad; la Carta Fundamental de 1980, en el art.
con tipicidad; la relevancia social del hecho se deduce de la üpicidad, o sea
19 N° 3" inc. final, expresa: "Ninguna ley podrá establecer penas sin que la
porj;star descrita por la ley como delito. De allí que autores como Gómez
conducta que se sanciona...'*; la noción "conducta" debe entenderse,gue
Benitez^^, Gousiño Mac-Iver^ y Bustos,'*^ entre otros, sosTengan que la
integra las distintas posibilidades.
acción no es el elemento fundamental del delito, sino la üpicidad, aunque
Liousino pnoriza el Dienjundico. ——— Se hace imperativo para los efectos penales determinar c u a n d o j e
habla de acción, quejes logu£^ej|ebe_entender por tal, y ésa es labor de
la dogmática nacional. Así lo han hecho autores nacionales, como Eduardo
Novoa, que adhiere a una concepción causalista;** Cury a una finalista;*'*
3 . 3 . LA ACCIÓN YEL DERECHO PENAL NACIONAL
fW<,(»vJW • vTo otro tanto Etcheberry, que mantiene esta posición con algunas particu-
laridades;*^ Cousiño basa su visión del delito en lo que denomina "hecho
humano" y traslada el problema de la acción (comisión) y de la omisión
Las tres posiciones de la acción comentadas corresponden a las diversas
(no-misión) al tipo penal.**
concepciones que el derecho penal puede tener de la conducta del hom-

I bre. La causalista la considera como un evento físico más en el mundo de


la naturaleza, junto a los otros sucesos o fenómenos que se observan en él,
que debe ser apreciado de acuerdo a las leyes que reglan la naturaleza (esta
tendencia evolucionó con el causalismo valoratívo). Los finalistas la esti-
Autores como Novoa pretendieron —quizás siguiendo a Mezger—
referirse a la noción de "conducta" o de "comportamiento" para compren-
der tanto la acción como la omisión (inacción),^^ lo que es acertado,j)u^
si el derecho penal se ocupa de establecer la punibilidad, no de hechoso
man como un comportamiento humano y no como un fenómeno natural, _de resultados sino de comportamientos del hombre, para los efectos
lo que significa reconocerle una identidad propia donde la voluntariedad penales hay comportamiento relevante socialmente tanto cuando el siijeto
es inescindible de la actividad material. La conducta humana se caracteri- realiza la acción prohibida como cuando no efectúa la esperada (omisión),
za, según esta concepción, por ser una actividad externa dirigida por la que, como se ha adelantado, no consiste en un mero no hacer algo, sino
voluntad a fines determinados por el sujeto. Los que adhieren a la concep- en no hacer, püdieñdo, la acción que se espera que el sujeto realice.
ción social piensan que la noción de acción es de naturaleza normativa, La búsqueda de conceptos omnicomprensivos de la acción y de la
necesaria para el derecho y omnicomprensiva de las variadas formas de omisión, como del actuar doloso y culposo, parece algo secundario. Es una
conducta que interesan al ordenamiento jurídico, como un hacer finalista realidad que al analizar la teoría del delito se trata separadamente el tipo

^ Novoa, Curso, I, p. 265; Etcheberry, D.P., I, p. 125.


"jescheck, Tratado, I, p. 296. *' Novoa, Curso, I, p. 276.
'^ Gómez Benítez, Teoría, p. 89. Vi..- ** Cury, D.P., I, p. 219. ' " ' ' ":''"'"""
'^ Gómez Elenítez, Teoría, p. 91. ^ Etcheberry, D.P., I, pp. 125 y ss.
Cousiño, Derecho Penal Chileno, I, pp. 326 y ss. ^ Cousiño, D.P., I, pp. 325 y ss.-429 y ss.
*' Bustos, Manual, pp. 163 y ss. Novoa. Curso. L nn 97fi v ss ^'
S8 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEOMA DEL DELITO lAACaÓN S9

de acción y de omisión, como el doloso y el culposo, y ello porque tienen inherentes al asalto, como sería lesionar a los vigilantes del banco si
características diversas y los principios aplicables a uno no lo son al otro; pretenden impedir la acción (efecto concomitante no perseguido).
valga hacer reíerencia al de la causalidad natural que rige en los delitos (^La fase objetiva o externa está conformada por la realización de la
materiales de acción, pero que es inaplicable al de omisión; o a la finalidad, actividacTmateriaí acordada para concretar el plan. Las simples palabras
que constituye un elemento subjetivo que caracteriza al comportamiento pueden constituir esta etapa externa o material, siempre que ellas sean el
doloso, pero no sucede otro tanto con el culposo. La acción y la omisión medio apto seleccionado por el sujeto para llevar a cabo el delito (decirle
son categorías de conductas humanas que tienen su propia identidad y al no vidente cuya muerte se pretende, que entre al ascensor, en circuns-
3eben ser objeto de tratamiento jurídico independiente, sin perjuicio del tancias de que por falla mecánica éste está detenido varios pisos más
presupuesto, insoslayable a nuestro juicio, de que no son meras creaciones, abajo).
sino realidades objetiva^preexi^entes^al derej:hc^yjLH?_élt?^debe respetar 41_Fmahd^d_es,_yoluntad_¿e_xQllCT^^ de
eiJTii estructura fuñdarnental. La omisión existe en el mundo social; así, la "dolo", que es voluntad de concretar el tipo, y tipo es descripción d e j a
falta de cuidado de los padres respecto del recién nacido, no cumplir con conducta prohibida.
ciertas formalidades, son realidades no creadas por el derecho, que sólo j5)_/T-¿ función de la^cción no es otra que_^sfablgceii¿ljnuiimo de
las recoge en su normativa cuando alcanzan relevancia social trascendente. elementos gue determina Jlajelevancia de un comportamiento humano
No estaría de más agregar que en el ámbito de la realidad social resulta para el derecho penal. "®1Sin perjuicio de ello, el legislador puede optar,
discutible distinguir lo objetivo de lo normativo, porque esa realidad se para calificar como injusto tal comportamiento, en dar relevancia a su
conforma siempre por valoraciones. relación causal ñátürálista'~cón el resultado, o a ía estructura final de la
Reconocer a la acción y a la omisión calidad de realidades preexisten- conducta^o a la tendencia o estado anímico de su autor. El juicio de valor
tes al derecho no es óbice que para los efectos penales le corresponda al que conforme a la norma fundamenta la ilicitud de la conducta, correspon-
derecho precisar y escoger cuáles son las acciones que le interesan, con qué de entonces a un juicio de valor que precede a la norma jurídica.
características y modalidades, y desde ese instante se transforman en :)í^ 6) Como lo expresa Jakobs, en definitiva la noción de acción para el
nociones luridico-normativas. No puede el C.P. considerar, por lo tanto, derecho es un comportamiento que el sujeto podría haber evitadoji se hubiera
otra noción de^acxión que ncLsea,la. de acción final. Los comentarios motivado para ello, y es evitable cuando el autor podía dirigirlo finalmente^
precedentes deb^n entenderse en el siguiente sentido; Hacia un oDienvo escogido por el mismo. Esta noción resulta comprensiva
Ty~5Ioh^razones valederas para circunscribir el concepto de acción de todas las conductas jurídicamente relevantes: asi alcanza tanto a la
al de una actividad individual. Social y jurídicajnente existen tanto la acción dolosa, a la culposa, como a la omisión. Se puede afirmar que a lá
accíon^individual como la de sujeto múltiple^^El C.P. reconoce esta norma jurídico-penal deben interesarle exclusivamente aquellas activida-
realidad en el art. 15, en particular en el N- 3° de esta disposición, como des que una persona puede realizar o dejar de realizar (omitir), pero no
"eiTlá'déscripción de las distintas figuras del Libro II, donde normalmente aquellas que está en la absoluta imposibilidad de evitar o de hacer, toda vez
émpleaTuriá forma neutra en cuanto al sujeto activo empleando expresio- que el concepto de acción y de omisión interesa al derecho penal en
nes c o m o ^ l que..." de carácter genérico indeterminado. cuanto sirve de fundamento a un juicio de culpabilidad para su autor; de
2) La acción —tanto individual como de sujeto múltiple— no se aquellos comportamientos que no tuvo la alternativa de realizar o de evitar
integra con el resultado o efecto de ella, que es algo distinto e indepen- resulta impropio responsabilizarlo. Por ello quedan al margen de atribu-
diente de aquélla. «. ción penal los denominados casos de "ausencia de acción", como los
3) En la acción se distinguen dos fases, u n a subjetiva —la finalidad—, movimientos reflejos o los realizados en estados de inconsciencia, a los que
que comprende: se aludirá más adelante,^ o de "ausencia de omisión".
a) la meta que pretende lograr el sujeto al realizar la acción; b) la
selección de los medios necesarios para alcanzar esta meta; c) la aceptación
"Se los efectos concomitantes de la acción, no perseguidos pero inherentes 3.4. SUJETO DE LA ACCIÓN
a su realización, y d) la decisión de concretar la actividad que se requiere (INDIVIDUAL, MÚLTIPLE, PERSONAS TURÍDICAS)
para alcanzar el objetivo. La mera divagación sobre cómo lograr una
determinada cantidad de dinero o de asaltar un banco, no es finalidad en
El suieto de la acción es siempre un ser humano-la.posibilidad de que una
el sentido que interesa. Hay finalidad cuando el delincuente decide asaltar
persona jurídica sea sujeto de acción es asunto discutido. Quedan descar-
una institución financiera determinada, conforme a un plan de ejecución
escogido y aceptando los posibles resultados no deseados por él, pero

Véase Garrido. Eiaias de Eiecución. DD. 16 V .SS. ' Bacigalupo, Manual, pp. 91-92.
40 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAACaÓN 41

lados como sujetos, de consiguiente, los animales y las fuerzas de la cüfittas actividades del ser humano, a las que tienen la característica de ser
naturaleza. voluntarias y finales. v
Tratándose de personas naturales, la acción puede tener un suigtp Los actos realizados sin voluntad, mejor dicho sin finalidad, no son
individual o un sujeto colectivo, aunque autores como Muñoz Conde no acción, y, por lo tanto, tampoco pueden ser delito. Es lo que se denomina
acepten esta última posibilidad.^^ Lo normal sería que cada acción tuviera falta o ausencia de acción, concepto que puede extenderse a la omisión,
un sujeto individual, perojurídicay sociabnente puede darse la alternativa como ausencia de omisión en su caso, toda vez que ésta no existe si el sujeto
de una sola acción realizada por varias personas naturales, lo que da lugar no está en la posibilidad de realizar la acción mandada o esperada por el
alalicción de sujeto niúltiple. J^^ajiociónde acción es neutra en cuanto al ordenamiento jurídico. Se dan tres situaciones en que se presenta dicha
sujieto," pues sus elementos son finalidad y actividad externa dirigida^a ausencia: f®V^ áiW-*» \r, ^
concr^^"esa finalida.dfeIIo_puede darse con urTüídívíduó o coiTvarios.. La
circuristancia de que más de una persona intervenga en la realización de
un delito, no signitlca que se esté ante una acción de sujeto múltiple; puede ^ V . h - ^ " t ) Vis absoluta '' - A Wl Ck^^^C^f^^ "
ciarse una situación de intervención delictiva que no significa otra cosa que ¥
acciones individuales que, en conjunto, concretan un delito. Para que Se denomina tal a la fuerzaTOatena¿j;^-física-—irresisüble que obliga a un
exista una sola acción con sujeto múltiple se requiere que los intervinientes sujeto_amoverse provocando con ello un efecto injusto. Tiene que cumplir
tengan una tmálidad única y común a cada uno de ellos y que se hayan dos condiciones: 1) ser externa al sujeto, debe corresponder a un tercero
dividido el trabajo necesario para concretarla: finalidad única y común y o a una fuerza natural (aunque algunos discuten esto último"). v 2) la fuerza
división del trabajo son las características de la acción de sujeto múltiple. física debe ser de tal intensidad que no pueda ser resistida por aquel sobre
Ño ha de confundirse esta modalidad de acción con la situación en que quien recae; en el hecho lo convierte en un mero instrumento, como
varios sujetos, con objetivos individuales y propios de cada uno, realizan sucede con el que recibe un violentísimo empujón que lo hace caer sobre
acciones independientes que importan en la materialidad colaboración a un niño a quien lesiona. En esa situación no ha mediado de parte del sujeto
la ejecución de un hecho determinado,^^ lo que puede dar origen a la voluntad para efectuar el movimiento, ni menos la finalidad de golpear al
llamada autoría accesoria^' y también a la participación (instigación y niño, de manera que no hubo acción de lesionar.
complicidad). ' ' ' ' Se ha pensado que la fuerza física estaría reglada en el art. ION- 9°,
Se presenta el problema de si una persona jurídica puede ser sujeto de pero en realidad no es asi; la tuerza irresistible que esta disposición regla
una acción pára^fectospenales. Amplios secloresdoctrinarios no aceptan es de ordenmoral, denominada'Vz^ compulsiv4^ciue constituye a veces una
esa posibilidad, materia que se analizarj^en^ej_tiggj)erial.*' causal de inculpabilidad, pero no comprende la vis absoluta.^^
La vis absoluta üene poca importancia en materia de acción, pues las
situaciones que se plantean son muy rebuscadas; pero sí puede tenerla en
3.5 AUSENCIA DE ACCIÓN el caso de la omisión, como sucede cuando se maniata a un guardavía para
inmovilizarlo durante su turno. En todos estos casos, .guien acciona es el
que usa la fuerza; el comportamiento de la persona forzada carece de
La acción es el elemento substancial del delito doloso, según se ha señala- trascendencia, ya que en el hecno^^eJeJnstmnx&iUadi^ como dice Mau-
do en los párrafos precedentes, y por tal ha de entenderse en su noción rach, es "el brazo prolongado del sujeto activo de la fuerza".^
final, o sea como movimiento corporal ordenado por la voluntad con un El N° 12 del art. 10 comprende esta situación,^' pues el precepto se
objetivo predeterminado. Se circunscribe así el concepto de acción sólo a jefiere al sujeto que incurre en omisión por causa insuperable y lo exime
de responsabilidad, que importa una alusión a la vis absoluta, el que
enfrenta uria^causa insuperable no incurre en omisión propiamente tal.
^^ Muñoz Conde, Teoría, p. 15.
^^ Véase al efecto Garrido, Etapas de Ejecución del Delito, pp. 16 y ss. b) Los movimientos reflejos
Lo vinculado a la autoría y a la participación corresponde estudiarlo fuera de ios
elementos del delito aquí tratados. Pero para una mejor comprensión daremos el siguiente
ejemplo de autoría accesoria: un dependiente de una tienda, con el objeto de apropiarse de §l9P '^l^s los que realiza el honibre^ por _m£enj;iyps externos que son
mercaderías, las saca de los anaqueles donde se guardan y las esconde en otro lugar del local transmitidos por su sistema nervioso directamente a los centros motores.
para llevarlas cuando la ocasión se presente; otro dependiente, que lo ha visto, se aprovecha
de lo realizado por aquél y adelantándose se las lleva para sí. El primer dependiente es autor 'í8í-'.*; « j
de tentativa de hurto, el segundo de hurto consumado; la actividad del primero facilita la del ' Infra párrafo 79-A. "'"
segundo y su autoría es accesoria. ' Maurach, Tratado, II, p. 282.
*•'Infra párrafo 6. ¿'6-16 .ijí: ;!•- 57
Infra párrafo 56.
42 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAACaÓN 43

sin intervención de la voluntad; no constituye acción, porque en ellos la concepciones aceptadas. Por correcta que fuera técnicamente, podría no
voluntariedad no participa. Los actos defensivos, las convulsiones de un responder a los requerimientos de la cultura jurídica y se transformaría en
enfermo epiléptico, son movimientos reflejos. No deben confundirse con un excelente esfiíerzo lógico sin posibilidades de factibilidad.
estos actos los denominados de corto circuito, que corresponden a reaccio- Existe tendencia, en numerosas obras de indudable valor, a minimizar
nes inmediatas en que la voluntad actúa con extrema rapidez, como la el concepto de acción como elemento fiíndamental del delito. Se afirma
bofetada que responde a la ofensa grave. que distintas figuras se satisfacen con la simple posibilidad de voluntad
final, pero que no requieren de voluntad actuante, como sucedería en los
delitos denominados de olvido y en otros que se explican con la actio liberae
c) Los estados de inconsciencia in causa.
Además, en los delitos de omisión el movimiento corporal inherente
Como la acción requiere de voluntad final, cuando se está en estado de a la noción de acción no ofrece ninguna significación y los delitos de
inconsciencia, aquélla no puede concurrir.^Los actos realizados durante el comisión por omisión adquieren significación, no por poner en actividad
suemj^en estado de embriaguez patológica, por el sonámbulo, no son un curso causal, sino por no interrumpir una cadena causal ya en desarro-
acciones. Pero como bien señala Muñoz Conde,^ pueden tener relevancia llo, en la cual el sujeto no ha intervenido.^^J)e modo_que_la acción no se
cuando el estado de inconsciencia ha sido provocado por el propio sujeto referiría a todasjasjfctpcna? de delito, sino exclusivamente a los de accióny,
y para cometer el delito {actio liberae in causa), donde el actuar precedente, aun en estel:aso, su pap£l^ería muy relativo, pues interesaría para deter-
el de provocación de tal estado en forma voluntaria para cometer el delito Iñínar eTínjusto pero^no lajiulpabilidad; aún más, en la determinación del
(drogarse para lesionar a un tercero), adquiere importancia, situación ala injusto —el objejo ojmateria prohibida— tiene un papel restringido^pues
que se aludirá más adelante.^^ interesa la acci^n_únicainente en cuanto típica, o sea por estar descrita y
' Entre estas situaciones se discute si los actos ejecutados durante un afectar aThiemjurídicpprQtegido, de donde resultaría que la tipicidad_y_el
estado de hipnosis quedan o no comprendidos entre los estados sin bien jurídico son los elementos relevantes.^' En la culpabilidad sostienen
conciencia. Hay opinión mayoritaria en el sentido de que, salvo afecciones que la acción no tiene rol alguno, porque aquélla no es un reproche a la
"psíquicas, el hipnotizado no queda privado totalmente de voluntad; se acción, sino al sujeto en cuanto a su capacidad de actuar,^ sobre si pudo
estima que resiste la ejecución de actos que van contra sus personales o no exigírsele un comportamiento distinto (al náufrago que se está
inclinaciones o sentimientos; si cometiera un crimen en tal circunstancia, ahogando no podrá reprochársele que arrebate el tablón salvavidas que
obraría coñiorrne a sus tendencias, y no sólo obedeciendo al hipnotizador. tiene un tercero). Por razones didácticas y en pro del progreso del derecho
En esta alternativa hay acción porque existe voluntad, aunque su imputa- nacional se debe tener cautela en el análisis de nuestras instituciones para
bilidad podría quedar eliminada, o por lo menos disminuida: la orden del lograr la aplicación de conceptos actualizados de esta rama jurídica. La
^hipnoüzadoF'seHa^üna' fuerza que podría •—según el caso— calificarse noción de "acción" está demasiado incorporada a nuestra práctica penal y
como irresistible conforme al art. 10 N° 9-.^ Criterios análogos se aplican desgraciadamente, con criterios causales naturalistas. Incorporar princi-
"aTas'pérsónas narcotizadas^^ pios causal-valorativos y finalistas será un progreso.
Autores como Gimbemat, Gómez Benítez, Bustos, califican estas cir- El C.P. en el art. 1° precisa que la "acción" y la "omisión" son dos
cunstancias como ausencia de tipicidad y no como falta de acción. Si se elementos del delito; al definirlo toda "acción u omisión...", ambos institu-
aprecian estas situaciones conforme a la teoría del delito que ellos susten- tos constituyen el fundamento básico del delito. Para efectos sistemáticos
tan, resulta comprensible, pues dan preeminencia al tipo penal como deben separarse los conceptos de delitos de acción y de omisión, aunque
elemento fundamental del delito, donde la acción pasa a ser una simple ontológicamente se unifiquen en cuanto comportamiento humano penal-
categoría del tipo, de modo que cuando no hay acción, desaparece el mente relevante, que comprende a una y a otra.^^
tipo."
En sendas situaciones —delitos de acción y de omisión--^;_j£„^n,
también las alternativas de dolo (voluntad final) y culpa (falta del cuidgdp
3.6. LA A C a Ó N COMO NÚCLEO SUBSTANCIAL DEL DEUTO
debido).

El actual estado de madurez jurídico-penal nacional obliga a ser cauto en


En la hipótesis de un niño que es lesionado por un vehículo al cruzar intempestivamen-
la estructuración de una teoría del delito que se aleje en demasía de las te la calle cuando corría tras su pelota, la institutriz que lo cuidaba no ha provocado el curso
causal en que se infiere la lesión, ni ha intervenido en él; se le atribuyen las lesiones porque
^^ Muñoz Conde, Teorüi, p. 18. '"fringió su deber de cuidado al no impedir que el menor cruzara la calzada.
5^ Infra párrafo 75-2-a. Bustos, Manual, p. 168; Girnbemat, Introducción, pp. SS y ss.
"^ Cfr. Cerezo Mir, Curso, I, p. 292; Cury, D.P., I, p. 225. ^ Bustos, Manual, p. 168.
^^ Bustos, Mamial, p. 220; Gómez Benítez, Teoría, pp. 109 y ss. ®^ Cfr. Novoa, Curro, I, p. 265.
44 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CAPITULO III

Por comportamiento penalmente relevante se entenderá en lo sucesi- EL DFXITO DOLOSO


_vo al finalista, a la actividad que el hombre desarrolla o que pudo desarro-
llar para lograr un fin determinado^ Toda actividad ejecutada por el
Hombre que no cumpla con la modalidad de ser final queda al margen del
derecho penal. Así, la conducta finalista se alza como un límite del tipo
penal, que no puede describir como delito una actividad en que su autor
rio esté en situación de dirigirlo finalmente. "Sólo la conducta finalista
aparece como específicamente humana y puede ser objeto de valoración
jurídica —dice Cerezo Mir—. Una conducta no finalista (como los movi-
mientos corporales del que sufi-e un ataque epiléptico, los movimientos
reflejos en sentido estricto, los movimientos durante el sueño —piénsese
en el sonámbulo) no puede ser considerada entonces como conducta
humana." ^ jLa acción final es, por lo tanto, Ja primera alternativa del
comportamiento humano périáL
La otra alternativa es la "omisión", que según las expresiones de Armin
Kaufmann^Tío accionar existiendo posibifidad real deTíácéfloT^s la no
ejecuci3iÍTrpor^er sujeto dé una actividad ordenada o esperada que estaba 4. EL TIPO PENAL Y IA TIPICIDAD
en la posibilidad final de ejecutar. Se tratará la omisión en forma separada
y más adelante.^' A continuación se comentarán, como elementos del
delito, el tipo penal, la antijuridicidad y la culpabilidad en, los hechos de En un inicio, particularmente en el siglo pasado, por tipo penal se entendía
acción dolosos. el conjunto de elementos subjetivos o internos y objetivos O extetiua&_al
sujeto, de ío que constituye el hecho a castigar; tipo y figura delictiva eran
una misma cosa.^^ Esta noción varió con el tiempo; ahora se distinguen los
conceptos delito y tipo penal, no obstante la ardua discusión que existe
sobre los componentes del primero.
Se habla de tipo de delito, tipo de injusto, tipo total, tipo de ga^^SÍÍ^'
tipo sistemático.^^

4 . 1 . CONCEPTO HE TIPO YTIPIdDAD

Tipo es la descripción hecha por la ley penal del comportamiento humano


socialmente relevante y prohibido (acción u omisión), en su fase subjeTiva
y objetiva.
En nuestro país, autores como Cury definen al tipo como el conjunto
de características objetivas y subjetivas que constituyen la materia de la
prohibición para cada delito.'"
.-,1 Al^nunciai^el concepto^dj^ tipo_penal^JiaJhecho refe^^ que
normalmente se califica como tipo sistemático, a la descripción de la conduc-
ta prohibida. El denominado tipo garantía se vincula con el principio de la
legalidad, presupone la comprensión de todos los presupuestos requeridos
para la imposición de pena, idea más amplia que la sistemática, pero que

«'^^\ Sáinz Cantero, Lecciones, II, p. 274.


' Cerezo Mir, Curso, I, p. 278. Ver entre otros a Bacigalupo, Principios deD.P., pp. 26-27.
' Infra párrafos 51 y ss. 70
Cury, D.P., I, p. 229.
46 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DEUTO DOLOSO 47

resulta útil para resolver distintas situacionesqueplantea el análisis del en el tipo estaban los elementos objetivos del delito, marginando de él la
¿Slilfíj,finü-e_eTIós el error. parte subjetiva del actuar. Beling adhería a la corriente causal-naturalista
El enunciado que se ha hecho del tipo penal importa adoptar posición en su concepción del delito, consideraba a la acción como un movimiento
en varios aspectos objeto de controversia, tal como el de la naturaleza del corporal que provocaba cambios en el mundo externo. Su noción de tipo
delito, el iter criminis, la participación, el error. La teoría del delito puede comprendía los elementos objetivos o materiales extemos de la acción,
partir de dos premisas distintas: a) el delito es infracción deUñ deber etico dejaba fuera la parte subjetiva (dolo y culpa) que integraba la culpabilidad.
social, donde la idea dé tipo sé cumple y satisface con la infracción del Conforme este sistema, la fase externa material de la acción —tipo penal
mandato de la norma penal, o b) consiste en la lesión o puesta en peligro según Beling— era el objeto de valoración de la antijuridicidad, y la parte
de un bien jurídico, vale decir un interés sociaímente relevante, caso en el subjetiva (dolo y culpa) se apreciaba en la culpabilidad. Simplificando el
cual es insuficiente para calificar de típica la conducta, la mera infracción esquema, la parte fáctica u objetiva del delito constituía el tipo penal y era
delanorma.'^ lo único que se valoraba en la antijuridicidad, la parte volitiva se apreciaba
Algunos autores agregan que el hecho debe, además, ser imputable en la culpabilidad. De manera que en el delito de homicidio, el tipo penal
,objetiya,mente a su autor. ^ Satisface los requerimientos sistemáticos el comprende únicamente la descripción de la fase material de provocar la
concepto señalado en la letra a): delito es infracción de un deber ético muerte de un tercero, se excluye a la parte subjetiva, o sea si era o no
social fundamentalmente, así lo consideran autores como Zaffaroni, Cury, necesario que se quisiese causar esa muerte, puede así el tipo comprender
Muñoz Conde. el caso fortuito. El aspecto subjetivo, que quedaba fuera del tipo, confor-
maba el otro elemento del delito: la culpabilidad. Establecido que el
comportamiento objetivamente considerado se adecuaba al tipo, se pasaba
a determinar si era antijurídico. La antijuridicidad se refería exclusivamen-
4 . 2 . TIPO Y TIPICIDAD NO SON NOCIONES ANÁLOGAS
te a la parte externa del comportamiento; la fase subjetiva no se conside-
raba en esa valoración, g ; - í -
En resumen, el método de análisis del delito es simple: su elemento
Tipo penal es la descripción del comportamiento prohibido que hace la substancial y material es la acción, los demás son adjetivizaciones. La
ley, descripción que es general, abstracta y conceptual; los tipos se descri- acción, como movimiento corporal voluntario causalmente provocador
ben en la parte especial del C.P., entre otros, en el art. 391 que prohibe del resultado, debe ser objeto de análisis objetivamente: si encuadra en la
matar, en el art. 482 que prohibe apropiarse de cosa mueble ajena, etc. De descripción legal, es típica; si además lesiona un bien jurídico, es antijurí-
no emplearse este sistema, debería recurrirse a una casuística abrumadora. dica. De consiguiente, el proceso de análisis de:l injusto penal es objetivo
'n£icidadjes la coincidencia de una conducta concreta, real, con el esque- valorativo, sin considerar los aspectos volitivos, que seaprecian en 1^ c^l^
maaBstractó contenido en el tipo penal. Tipicidad^s una característica o pabilidad. ——, ~ —
cualidad de la conducta que la hace adecuarse, subsumirse al tipo. Son Enunciada la doctrina del tipo por Beling^ autores^^omo Max Ernst
cosas diferentes por lo tanto tipo penal y conducta típica; ésta es la ^ a y e r constataron que el injusto penal no era de naturaleza objetiva, era
realizada en un momento dado por una persona determinada. El upo es más que un simple evento en el mundo del ser (de la realidad material),
una abstracción, el comportamiento es un suceso ocurrido en el mundo pues lo integraban elementos valorativos como los elementos normativos
material. El tipo delito de lesiones según el art. 397 consiste en herir, y elementos subjetivos del injusto, que le resultaban imprescindibleSj.Así
golpear o maltratar a otro, se trata de una descripción abstracta; la conduc- sucede con la ajenidad de la cosa mueble en el delito de hurto; la ajenidad
ta que calza en aquel tipo es el comportamiento real de golpear a Pedro, no es algo externo, qué se pueda apreciar con los sentidos, sino que debe
que puede revestir múltiples formas, pero que se adecuará al tipo si en valorarse, hay que apreciar si una cosa es propia o ajena; otro tanto ocurre
esencia consistió en golpear, herir o maltratar de hecho a un tercero, en con el concepto "menor", "funcionario público", etc., que frecuentemente
esta última alternativa se dirá que es típica. contienen las descripciones legales. D(e_otro lado, el tipo recurre a veces a
El art. 59 del primitivo C. Penal alemán, que en parte recogió el art. 16 elementos subjetivos para describir un^a_jConducta^^
del actual, es la disposición que al tratar el error aludía a "la presencia de delito de hurto y robó Xárr432), que alude al ánimo "de lljcro^^o en el
circunstancias de hecho que pertenecen al tipo legal...". Este precepto rapto (art. 358), donde se debe actuar "cjon mrasjdeshoneMa^liúrcuns;-
motivó a Beling, a principios de siglo, a distinguir entre tipo y figura penal; tancia esta de najt^uraJbza.^ub|etivajj^ al fuero interno del
sujeto. " ~ ~ "^ ~ ——
Otros autores, como JamesJ^kildschmidt, Bertold Freudenthal, mani-
Comparten tal posición autores como Mir Puig, D.P,, pp. 89 y ss.; Polaino, D.P., I, í£5feE20.Xeseryas_en_r^ación a la naturaleza meramente psicológica de la
pp. 266 y ss.; Bustos, Manual, pp. 50 y ss. culpabilidad^consideraron que era'?é"índole valorativa, porque consistía
72 Gómez Benítez, Teoría Jurídica, pp. 91-92.
48 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 49

en u n juicio d e r e p r o c h e , d o n d e la culpa y el dolo, j u n t o con la imputabi- lariza el principio d e legalidad en c u a n t o la ley n o sólo d e b e establecer cuál
lidad y la motivación n o r m a l , constituían sus elementos. es el delito, sino q u e , p o r m a n d a t o constitucional (art. 19 N - 3°), la
Se constató así q u e c o s tipos n o se_podían explicar sólo con e l e m e n t o s c o n d u c t a en q u e consiste d e b e estar "expresamente descrita en ella". El
objetivos, pues también lo integraban e l e m e n t o s d e j i a t u r a l e z a noi-mativa principio d e tipicidad exige q u e la c o n d u c t a sea precisada en sus circuns-
valorativa y subjetiva (elementos subjetivos del tipo). Esto fue el paso tancias p o r el texto respectivo; esto implica tres consecuencias, con obvia
teórico necesario p a r a que los finalistas trasladaran el dolo y la culpa d é l a trascendencia garantizadora:
Culpabilidad al tipo p e n a l . ^ e l i n g , el a ñ o 1930, reestructuró su teoría e hizo i) De los múltiples c o m p o r t a m i e n t o s antijurídicos q u e p u e d e n existir,
díiereñcia~^ntr^H~tTpo del delito y el "delito tipo" (leitbild), e s q u e m a sólo constituyen delitos aquellos q u e están e x p r e s a m e n t e descritos p o r u n a
abstracto q u e n o se e n c u e n t r a en la ley, p e r o q u e se d e s p r e n d e d e la misma ley penal. Los restantes, a u n q u e sean contrarios al d e r e c h o , n o constituyen
y pasa a constituir la idea rectora d e u n conjunto d e delitos. En definitiva, delito; e n consecuencia, la función del tipo p e n a l es seleccionar e n t r e los
radicalizó la objetividad del tipo c e r c e n á n d o l e t o d o e l e m e n t o normativo o c o m p o r t a m i e n t o s injustos aquel que constituirá delito.
subjetivo. ii) El Estado p u e d e i m p o n e r sanción penal exclusivamente a la con-
La última concepción de Beling n o tuvo acogida en la doctrina, p e r o ducta que se e n c u e n t r a descrita en u n tipo penal; si la actividad d e u n a
su a p o r t e sobre la n o c i ó n d e tipo c o m o e l e m e n t o del delito pasó a adquirir persona n o calza en esas descripciones, p o r perjudicial q u e sea y a pesar d e
carta d e c i u d a d a n í a e n el d e r e c h o p e n a l a nivel universal, a u n q u e n o en su ser antijurídica, n o p u e d e ser castigada p e n a l m e n t e .
concepción original d e e s q u e m a abstracto y n e u t r o valorativamente. iii) El tipo p e n a l tiene u n a función motivadora preventiva e n relación
P a r a ^ e l i n g l a circunstancia de q u e u n a c o n d u c t a fuera típica n o tenía a los m i e m b r o s de la sociedad; al señalarles cuáles son los c o m p o r t a m i e n -
significación alguna en relación a la antijuridicidad (segundo e l e m e n t o tos prohibidos, los i n d u c e a abstenerse de realizarlos. . .•
del delito); p a r a él, eUrpojio.significaba licitud o ilicitud, era absolutameji-
te n e u t r o . La doctrina n o h a a c e p t a d o esta n o c i ó n n o c o m p r o m e t i d a y MU
¿ o n s i d e r a a la tipicidad c o m o indicio de la antijuridicidad (ratio cognoscen- b) Función sistemática
di), a u n q u e algunos prefieren u n criterio más e x t r e m o : lo típico «sanüju-
ñ'dico (ratio essendi). O sea, la circunstancia de q u e u n c o m p o r t a m i e n t o Para facilitar la c o m p r e n s i ó n d e la función del tipo conviene insistir en dos
"concreto se a d e c u é a u n tipo penal, involucra —según la t e n d e n c i a a que aspectos: el objeto q u e describe el tipo y la diferencia q u e hay e n t r e tipo y
se a d h i e r a — q u e p o r el h e c h o d e ser típica, hay ya u n indicio d e su antíjuridicidad.
antijuridicidad, q u e d e b e r á establecerse en definitiva analizando si concu- El delito es u n c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o q u e c u m p l e las característi-
rre o n o u n a causal d e justificación; si n o c o n c u r r e se confirma su antijuri- cas de ser típico, antijurídico y culpable. El tipo penal es descripción d e u n
dicidad. O t r o s sectores — g e n e r a l m e n t e los que califican a las causales de c o m p o r t a m i e n t o del h o m b r e ; ése es su objeto y esencia, n o la descripción
justificación c o m o e l e m e n t o s negativos del tipo— sostienen q u e la c o n d u c - de u n efecto o d e u n resultado. Si el delito es u n a c o n d u c t a descrita p o r el
ta por ser típica es antijurídica. Dé m o d o q u e mayoritariamente se piensa tipo, n o es u n evento instantáneo acaecido en u n m o m e n t o y lugar; al
que la tipicidad d e u n a c o n d u c t a tiene significación respecto del injusto y contrario, s u p o n e u n proceso, es u n devenir conductual y n o la descripción
n o es — c o m o decía Beling— u n e l e m e n t o valorativamente n e u t r o en de u n movimiento, d e m o d o q u e el tipo es f u n d a m e n t a l m e n t e el e s q u e m a
c u a n t o a la antijuridicidad. de u n a c o n d u c t a q u e se desarrolla en u n tiempo d e t e r m i n a d o ; es labor d e
la teoría del delito precisar desde c u á n d o y hasta c u á n d o ese comporta-
m i e n t o es relevante p a r a el d e r e c h o penal.
4.3. FUNaONES DEL TIPO PENAL T i p o y antijuridicidad son n o c i o n e s distintas; ambas son cualidades o
características que d e b e cumplir la c o n d u c t a para ser delictiva. T i p o es la
descripción abstracta d e u n c o m p o r t a m i e n t o ; antijuridicidad es u n juicio
La teoría del tipo e n e l d e r e c h o p e n a l n o c o r r e s p o n d e a simples imBeraü- de valor del c o m p o r t a m i e n t o típico c o n c r e t o . Tipicidad es u n a cualidad de
vos lógícosTtiene u n a tripIeTüñcíoñ: a) d e garantía; b) sistemática, y c) u n a conducta, que consiste en adecuarse a la descripción típica; antíjuridi-
motivaJora. cidad es la constatación d e n o estar a u t o r i z a d o o p e r m i t i d o p o r el ordena-
m i e n t o j u r í d i c o el c o m p o r t a m i e n t o típico e n la forma y circunstancias en
que se llevó a cabo. Esto último se d e t e r m i n a e x a m i n a n d o si c o n c u r r e en
a) Función de garantía el caso c o n c r e t o u n a causal d e justificación, estas causales están constitui-
das p o r circunstancias en las cuales el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o excepcional-
El principio d e la reserva o d e la legalidad e n u n c i a d o p o r F e u e r b a c h tiene m e n t e autoriza la ejecución d e u n acto típico. P u e d e , d e consiguiente,
u n doble alcance: n o hay delito sin ley q u e lo establezca y n o hay p e n a sin h a b e r c o m p o r t a m i e n t o s típicos q u e n o son antijurídicos. El vecino q u e
lev a u e la d e t e r m i n e (nullum crimen, nulla poena sine lege). El tipo particu- violenta la p u e r t a d e la casa ajena cuyos m o r a d o r e s están ausentes p a r a
50 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

extinguir en ella un amago de incendio, incurre en violación de morada y


daños, ambas conductas típicas, pero como el mal causado es menor que
aquel que se pretendió evitar —el incendio de la vivienda—, se está ante
una situación que constituye un estado de necesidad que legitima su
r EL DELITO DOLOSO

5. TIPO Y ADECUACIÓN SOCIAL. EL PRINCIPIO DE LA


IRRELEVANCIA
; 51

comportamiento conforme al art. ION- 7°, que autoriza a realizar acciones El gran penalista alemán Hans Welzel'^ planteó que aquellas conductas
como la señalada. De consiguiente, el acto, si bien es típico, no es antijurí- que se mantienen dentro del orden social histórico normal de una socie-
dico. dad, aunque formalmente queden comprendidos en una descripción
Sin perjuicio de que los conceptos tipicidad y antijuridicidad sean típica, están excluidas del tipo penal. No serían típicas—por ejemplo—las
distintos, el primero es indicio del segundo. La circunstancia de ser típica pequeñas dádivas entregadas a los funcionarios públicos, que podrían ser
una conducta significa desde luego que se contrapone a la norma prohibi- casos de cohecho, las privaciones de libertad irrelevantes, las lesiones
tiva; la tipicidad es antinormatíva, o sea, el acto es contrario a la norma mínimas que se infieren durante el boxeo, etc.
prohibitiva o imperativa y —por ello— es en principio antijurídica, anüju- Estas actividades, que son histórica y normalmente aceptadas social-
ridicidad que se constata con la comprobación de que no concurre ningu- mente, carecen de relevancia penal. Puede sostenerse que el principio de
na causal de justificación. De modo que el tipo cumple con una función adecuación social es un criterio interpretativo de todos los tipos penales:
sistemática; si la conducta es típica (antinormativa), ello es indicio de su "si la conducta es formalmente coincidente con la descrita en el tipo, pero
contrariedad con el ordenamiento jurídico (ratio cognoscendi de la antijuri- es socialmente adecuada, no es típica".'^ Esta tesis ha sido recibida con
dicidad). La función recién señalada presupone aceptar que las causales muchas reservas; se afirma que confunde dos cosas, lo social y lo jurídico,
de justificación no forman parte del tipo, el que está integrado únicamente que lo social no podrá derogar de hecho el precepto jurídico, cuando más
por elementos positivos y presupone también que dichas causales se vincu- sería posible considerar el principio como criterio de interpretación res-
lan con la antijuridicidad. Hay sectores de la doctrina que integran el tipo trictiva de tipos redactados con amplitud y que extiendan demasiado la
penal con elementos positivos y negativos; los negativos corresponderían a prohibición; en general, los autores se inclinan por su rechazo.''^ Otro
las circunstancias denominadas causales de justificación, que en el caso de sector controvierte el principio por ser atentatorio a la seguridadjurídica,''^
concurrir excluirían, no la antijuridicidad, sino la tipicidad. Esta última y algunos —como Gómez Benítez—, compartiendo tales reservas, piensan
corriente doctrinaria sostiene que el acto, por ser típico, «siempre antiju- que como criterio interpretativo debe ser sustituido por el de la actuación
rídico (la tipicidad es ratio essendi de la antijuridicidad). conformes con el deber objetivo de cuidado,'^^ al que se hará referencia
Mayoritariamente la doctrina reconoce que el tipo penal tiene sólo los más adelante.^*' Existen opiniones, sin embargo, que piensan que la "signi-
elementos positivos que le son inherentes, y excluyen las causales de ficación social" es un primer criterio para "determinar la atribución de un
justificación como elementos negativos, toda vez que dicen relación con la comportamiento al tipo", el que puede quedar excluido porque no es
antíjuridicidad. De manera que la tipicidad del comportamiento se consi- valorativamente significativo socialmente o porque lo es en forma mínima;
dera, generalmente, indiciarla de su antijuridicidad: es suficiente que un justifican el criterio de la adecuación cuando se aprecia desde el bien
actuar humano sea típico para que desde ya tenga caracteres de ser jurídico y en relación a la repercusión del comportamiento en la socie-
antijurídico.'^ Deberá continuarse el análisis para constatar tal caracterís- dad; así, no se conformaría el tipo de delito de lesiones en las heridas
tica, que en la praxis queda descartada si se comprueba que ha concurrido causadas por el cirujano mientras opera, porque el bien jurídico salud no
una circunstancia que lo justifique; de no concurrir una causal de esa resulta afectado por una actividad dirigida precisamente a conservarla.
naturaleza, se ratifica el desvalor del acto y su contrariedad con el derecho.
En resumen, la función sistemática de la tipicidad es ser indiciaria de la antijuri-
dicidad.

' ' Hay autores a quienes esta conclusión les ofrece reservas. Estiman que la situación es
clara respecto de causales tales como la legítima defensa y el estado de necesidad, pero ello
no es así en hipótesis como el ejercicio legítimo de un derecho o el cumplimiento de un deber, ^^ H. Welzel, El Nuevo Sistema del Derecho Penal, pp, 53 y ss.
donde no sólo resulta insostenible la antijuridicidad, sino también la tipicidad. Es suficiente ^^ Gómez Benítez, Teoría, p. 165.
pensar en el soldado que mata al enemigo durante la batalla, o en el gendarme que cum- ^^ Muñoz Conde, Teoría, pp. 43-44.
pliendo la sentencia de muerte dispara contra el condenado (Luis Cabral, Compendio, p. 103). ^ Cerezo Mir, Curso, I, p. 320.
¿Podrían calificarse de típicos tales actos y concluir que sólo están justificados por el sistema?
''* Cfr. Cury, D.P., I, p. 231; Bustos, Manual, p. 185; Etcheberry, D.P., I, p. 167; Novoa, Curso,
I, p. 310. I ^GómezBenítez, Tamo, p. 165.
Infra, párrafo 38.
Bustos, Mantíal, p. 219.
•'" ' > ' •
EL D E U r O DOLOSO 53
52 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

mente el tipo se satisface cumpliendo tal cometido; pero en ciertas situa-


6. LA ESTRUCTURA DEL TIPO PENAL DOLOSO
ciones, para estimar agotado el delito, exige, además, que la acción se
concrete en un resultado. En tal alternativa, ese efecto pasa a integrar el
En este capítulo corresponde hacer referencia a la estructura de tipo tipo penal junto con la relación de causalidad que debe existir entre la
doloso de acción; en su oportunidad se analizarán la omisión y el delito actividad humana y ese resultado.
culposo (cuasidelito). La descripción de la conducta debe ser precisa, genérica y esquemáti-
Se distinguen dos Jagg^sjfimdamejatales en el tipo: la objetiva y la ca. Ha de evitar caer en casuismos que siempre resultan insuficientes, pero
subjetiva. al mismo tiempo ha de ser comprensiva de los elementos fundamentales
Se vio que tipo penal es la descripción de un comportamiento del que individualicen esa conducta. Entre esos elementos se distinguen los
hombre, al que a veces el legislador le agrega, para estimarlo consumado descriptivos y los normativos.
o perfecto, el resultado en que normalmente se concreta toda acción en el Elementos descriptivos del tipo son los susceptibles de ser captados por
mundo material; la esencia del tipo lo constituye el comportamiento los sentidos, es suficiente tener conocimiento de su identidad, no requie-
humano. ren de un razonamiento o valoración para aprehenderlos; así sucede en el
.Siencio^JÍ£oJajlescn£ción_dejin¿^^^ art. 361, cuando se refiere a una "mujer", o en el art. 432, a una "cosa", o
dos fases: una interna o subjetiva y otra extema u objetiva. Al tratar la en el art. 333, a "postes" y "alambres", etc.; para saber lo que son estos
acción se precisa que su alcance para los efectos penales es la de acción elementos basta con conocerlos.
final, lo que significa que sólo es tal el comportamiento dirigido a alcanzar Elementos normativos son aquellos no susceptibles de ser captados por
una meta u objetivo, para lo cual se realiza una actividad externa corporal nuestros sentidos, sino espiritualmente; tienen que ser "comprendidos",
o material. Ello hace que en la estructura del tipo penal se haga distingo porque llevan implícito un juicio de valor, como la "buena fama" exigida
entre fase subjetiva y objetiva, toda vez que se trata de un esquema para la mujer por el art. 358, el de "empleado público" del art. 193 o la
abstracto del comportamiento. El tipo penaLs&táxonforniado, de consi- "ajenidad" del art. 432. Los sentidos no pueden captar tales circunstancias
guiente, por el tipo objetivo y el tipo subjetivo. que son producto de un juicio de valor. Los elementos normativos se
~~" El tipo objetivo es la descripción objetiva de la actividad humana, subclasifican en normativos culturales y jurídicos, según exijan para su
externa o material -^-generalmente de naturaleza corporal— que efectúa apreciación un fundamento empírico cultural, tal el caso de la "buena
el siijeto para concretar el objetivo que tiene en mente, o seá~c[e~Ia fama", o el de "honestidad" del art. 366, o de "doncellez" del art. 363; o
finalidad._Se margina de esta fase el proceso interno o volitivo de la requieran de una valoración jurídica, como los ya aludidos de "ajenidad",
actividad respectiva. """ ~~ ~~~ "empleado público", "documento privado", etc.
"p5s"eIementos descriptivos de naturaleza objetiva del tipo, que a veces No deben confundirse los elementos normativojurídicos con mencio-
se extiende también a la descripdón_d£jjjQ__resuLtadQj>^eíecto,in.tegiaELgl nes que a veces se expresan en algunos tipos que se refieren a la juridici-
tipo objetivo. dad; así el art. 141, cuando dice "sin derecho"; únicamente en casos
Estos elementos son: la acción, la relación causal, el resultado y a veces excepcionales están vinculadas a la tipicidad.
ciertas características especiales del autor. Como bien señala Cury,^^ los elementos analizados adquieren carácter
El tipo subjetivo comprende la descripción de las exigencias volitivas, normativo desde que se incorporan al tipo, porque todos tienen que ser
que dicen con la voluntariedad d^ la acción (finalidad) y a veces—cuando objeto de valoración, por simples que sean en su tenor: "hombre" o
eltipo_las contiene— referencias a determinados estados anímicos o mujer", mencionados en diversos tipos, se refieren al concepto que de
tendencias del sujeto que han de concurrir en su ejecución. En otros ellos tiene el derecho, y no al hombre o mujer como entes antropológicos;
términos, el tipo subjetivo está integrado portel doloJy_los denominados otro tanto sucede con la noción de "cosa" empleada por el art. 432, que ha
elementos subjetivos del tipo. de ser apreciada jurídicamente para los efectos penales.

7. EL TIPO OBJETIVO EN EL DELITO DOLOSO DE ACCIÓN 8. PRIMER ELEMENTO DEL TIPO OBJETIVO:
LA ACCIÓN (EL VERBO RECTOR; MODALIDADES)
Esta fase comprende, como se expresó en los párrafos anteriores, a la
acción material, el resultado, la relación de causalidad que vincula a Por mandato constitucional (art. 19 N- 3^) se debe describir la conducta
ambos, y en casos excepcionales, ciertas características inherentes al sujeto que es objeto de sanción. La ley cumple generalmente este cometido
activo (en los tipos denominados especiales). El delito en esencia es
comportamiento humano; por ello, el tipo penal se limita a seleccionar •CuTy,D.P.,l,p. 248.
determinadas conductas y a describirlas como injustos penales, y normal-
54 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 55

empleando una forma verbal —el verbo rector—, que pasa a constituir lo distingue entre delitos materiales o de resultado y de mera actividad. En
que se denomina núcleo del tipo, que hace referencia a la parte objetiva estos últimos el tipo se satisface con la realización de la acción descrita, caso
del actuar prohibido. El art. 391 expresa "el que mate a otro..."; el art. 180, de la injuria en el art. 416, donde es suficiente proferir la expresión o
el que "falsificare el sello del Estado..."; el art. 457, "al que... ocupare una ejecutar la acción ofensiva. En el delito material o de resultado, para que
cosa inmueble...", etc. Es insuficiente, en todo caso, la mera mención de el tipo se dé es necesario que se produzca un efecto Tnatena/independiente
una acción, porque lo que se sanciona son acciones con determinadas de la acción realizada, pero vinculado causalmente con aquélla, como
modalidades, sea por su forma de ejecución, el momento o las circunstan- sucede en el hurto, donde hay un apoderamiento de la cosa mueble, y ésta
cias en que se lleva a cabo, por el objeto sobre el cual recae, etc. El tipo debe ser sacada de la esfera de resguardo de la víctima (arL 432), o con el
contiene frecuentemente referencias a esas modalidades; por ejemplo, el aborto, donde además de las maniobras abortivas dirigidas a interrumpir
infanticidio no consiste en matar a un recién nacido; conforme al art. 394 el embarazo, debe provocarse la muerte del feto.
su muerte debe llevarse a cabo dentro de las 48 horas después del parto y
ha de ser causada por personas determinadas, como el padre o madre o
sus ascendientes legítimos o ilegítimos. La acción requiere de un sujeto que 8.2. EL SUJETO ACTIVO DE LA ACCIÓN
ejecuta la actividad; esta persona no integra la acción, es quien la realiza.,
pero puede ser imprescindible para el análisis del tipo. También la acción
requiere de un sujeto pasivo, el titular del bien jurídico afectado por la Es tal quien realiza toda o una parte de la acción descrita por el tipo. Sólo
actividad injusta. El objeto material de la acción es aquella persona o cosa puede serlo un individuo de la especie humana, sea hombre o mujer; la
sobre la cual recae la actividad, o sea la especie concreta sustraída en el generalidad de los tipos son neutros en cuanto al sujeto, no se hacen
hurto y en el robo, el dinero estafado, la persona lesionada. Estas circuns- requerimientos particulares a su respecto en cuanto a edad, sexo o número
tancias, a saber sujeto activo, pasivo, objeto material, tiempo, lugar de comisión, y de ellos. Así sucede en los delitos de hurto, robo, lesiones y en la mayor
las demás que puede exigir la ley, constituyen las denominadas modalidades parte de los descritos por las leyes penales. Por excepción el tipo penal
de la acciórfi^ o características del tipo.** restringe la posibilidad de ejecución a determinados individuos, como se
hace en los arts. 246 y siguiente (violación de secretos), caso en que
únicamente los empleados públicos son sindicados como posibles autores;
8.1. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS CONFORME A LA ACQON DESCRITA otro tanto ocurre en el a r t 364, donde él se puede cometer por determi-
POR EL TIPO nados parientes. Estas hipótesis constituyen los denominados tipos especiar
les, que requieren de un sujeto calificado, y la calidad especial que deben
cumplir es un elemento deltipo objetivo, lo que tiene trascendencia para
Los tipos admiten clasificación según la acción que describan; pueden los efectos del error.*^ Excepcionalmente, también el tipo puede requerir
requerir de una sola o de varias, el tipo puede agotarse con la mera para conformarse que sus autores sean necesariamente varias personas; es
realización de la acción o exigir, además, la producción de un resultado. el caso, entre otros, del art. 292, sobre asociaciones ilícitas, o los arts. 121 y
Por el número de acciones se clasifican en tipos simple y compuesto. siguientes, que sancionan los delitos de alzamiento en contra del gobierno.
Es simple cuando su descripción alude a una sola acción; es compuesto
cuando comprende dos o más acciones, cada una punible independiente-
mente. El tipo compuesto se subclasifica a su vez en complejo y de hipótesis
8 . 3 . LAS PERSONAS JURÍDICAS COMO POSIBLES SUJETOS DE ACCIÓN PENAL
múltiple. Es complejo cuando está conformado por dos o más acciones
punibles que deben concurrir copulativamente para que se dé, como
sucede en el art. 433 con el robo con homicidio, donde tiene que haber Se discute si un ente jurídico puede ser sujeto activo de un hecho delictivo.
una acción de apropiación junto a otra de provocación de muerte. Es de Debe precisarse, desde luego, la diferencia que existe en reconocer que la
hipótesis múltiple cuando el tipo acepta la posibilidad de acciones distin- persona jurídica conforme a la normativa propia del derecho privado
tas, pero la ejecución de cualquiera de ellas lo perfecciona, como ocurre puede accionar, lo que llevó a Von Liszt a sostener que "quien puede
con el delito de lesiones en el arL 397, donde la acción puede consistir en concluir contratos, puede concluir también contratos fraudulentos o usu-
herir, golpear o maltratar de obra; en el art. 457 la acción puede ser ocupar rarios , de la situación de si es susceptible de ser sujeto de delito para los
un inmueble o usurpar un derecho. Según se exija o no un resultado, se erectos punitivos. Cabe preguntarse si estas personas pueden accionar en

^'Cury,Z).P.,I,p. 237. gg Sáinz Cantero, Lecciones, II, p. 288; Cerezo Mir, Curso, p. 333.
Bustos, Manual, p. 196; Sáinz Cantero, Lecciones, p. 267. Citado por Mir Puig, D.P., p. 139.
56 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
EL DELITO DOLOSO S7

el sentido y alcance que a la expresión se le h a d a d o respecto del injusto rios y órganos ejecutivos. Además, aceptar q u e p u e d e n ser sujetos activos
penal. de delito llevaría o b l i g a d a m e n t e a aceptar también q u e p u e d e n ser sujetos
En el d e r e c h o r o m a n o se rechazaba tal posibilidad; en la Edad Media de u n a legítima defensa o d e un estado d e necesidad, lo que p o r lo antes
se a c e p t ó q u e las personas jurídicas fueran sujetos de delito, criterio q u e señalado resulta incompatible;
varió en el siglo XVIII con la teoría de la ficción d e Savigny, q u e sostuvo b) La culpabilidad se asienta en la libertad para accionar y en la
que estos entes eran meras creaciones d e la ley, q u e carecían d e existencia posibilidad d e t e n e r c o n c i e n c i a d e la antijuridicidad d e la acción delic-
real, d e m o d o q u e quienes respondían eran las personas naturales q u e las
tiva; aceptar la responsabilidad penal de las personas jurídicas importaría
r e p r e s e n t a b a n . En el siglo XIX, en su s e g u n d a mitad, Gierke p l a n t e ó la
reconocer q u e c u e n t a n con u n atributo i n h e r e n t e a la personalidad h u m a -
teoría d e la realidad d e las personas jurídicas, a las q u e reconoció voluntad
na,®^ y
propia e i n d e p e n d i e n t e d e la d e las personas naturales q u e la integraban,
de m a n e r a q u e p o d í a n actuar c r i m i n a l m e n t e y r e s p o n d e r p o r tales actos. c) La pena, en c u a n t o a su finalidad y función, carecería de sentido a
N o obstante, en n u e s t r o país, al igual q u e sucede en España, n o se su respecto. Si la sanción penal se concibe c o m o u n a retribución, c o m o u n
r e c o n o c e , en principio, la responsabilidad d e u n a p e r s o n a jurídica. El C. castigo, u n e n t e j u r í d i c o n o padece, en el h e c h o quienes sufrirían serían las
de P r o c e d i m i e n t o Penal así lo establece en el art. 39: "La responsabilidad personas naturales que lo c o m p o n e n , piénsese en el p e q u e ñ o accionista
penal sólo p u e d e hacerse efectiva en las personas naturales. Por las perso- de un b a n c o disuelto p o r malos manejos d e sus directivos.^ Si se r e c o n o c e
nas jurídicas r e s p o n d e n los q u e hayan intervenido en el acto p u n i b l e , sin z la p e n a naturaleza preventiva especial, d e resocialización, sería inefectiva
perjuicio d e la responsabilidad civil q u e afecte a la corporación en cuyo en este caso, p o r q u e n o se p u e d e concebir que tales sujetos tengan
nombre hubieren obrado." "conductas" peligrosas o antisociales, q u e n o hay q u e identificar con la de
Implícitamente el p r e c e p t o acepta q u e u n a persona j u r í d i c a p u e d e sus directivos, que p u e d e n e n m e n d a r s e m e d i a n t e la reeducación; ello hace
realizar u n a acción delictiva; lo q u e dispone es q u e p o r ella r e s p o n d e n dudosa también la idea de imponerles medidas d e seguridad, a u n q u e
p e n a l m e n t e las personas naturales que intervinieron en tal actividad. parte de la doctrina las r e c o m i e n d a . C o n las m o d e r n a s tendencias del
Criterio discutible, p u e s conforme a la legislación penal nacional los entes d e r e c h o penal, dirigidas a despenalizar en lo posible parte de los injustos
jurídicos n o p o d r í a n estar en tal posibilidad p o r motivos de índole sistemá- actualmente punibles, c o m o concreción fáctica del principio ultima ratio,
tica. La generalidad d e los delitos establecidos en la legislación, particu- parece evidente q u e n o es necesaria la sanción "penal" p o r actos contrarios
l a r m e n t e en el C.P., p r e s u p o n e n q u e los autores d e los h e c h o s q u e al o r d e n a m i e n t o legal de las personas jurídicas, q u e p r i n c i p a l m e n t e dirán
describen son seres h u m a n o s ; suficiente es analizar su Libro II, d o n d e la con el p a t r i m o n i o o la fe pública. Para prevenirlos y sancionarlos existe u n a
estructura d e los tipos penales alude a c o m p o r t a m i e n t o s d e u n a p e r s o n a amplia gama d e recursos q u e ofrecen otras ramas del d e r e c h o .
natural; así, se refieren "al q u e " o "el q u e " (arts. 180, 193, 197, 342, 390, Países sajones, c o m o Inglaterra y Estados Unidos, tienen criterios
etc.); y el Libro I, d o n d e las reglas de aplicación general, c o m o las eximen- distintos; en ellos n o r m a l m e n t e se establece la responsabilidad p e n a l de
tes, a t e n u a n t e s y agravantes, la naturaleza d e las penas q u e i m p o n e , etc.®'', los entes jurídicos. En Chile, excepcionalmente, algunas leyes especiales
llevan a igual conclusión. Cada vez q u e se h a p r e t e n d i d o establecer la i m p o n e n sanciones a estas personas p o r h e c h o s delictivos; así la ley q u e fija
responsabilidad d e estas personas, la ley lo h a señalado expresamente,*® de n o r m a s p a r a la defensa d e la libre c o m p e t e n c i a (D. L. N - 211 d e 22 d e
m o d o q u e a u n q u e n o existiera el art. 39 del C. d e P r o c e d i m i e n t o Penal, n o diciembre de 1973), en su art. 3° establece la posibilidad d e disponer su
sería posible atribuirles u n delito, p o r q u e sus c o m p o r t a m i e n t o s n o queda- disolución c u a n d o h a n i n c u r r i d o en los delitos q u e señala.^'
rían c o m p r e n d i d o s en los tipos penales, q u e siempre se refieren a personas N o obstante, la discusión d e este p u n t o sigue siendo preocupación de
naturales. la doctrina; tanto e n Alemania c o m o en España se considera q u e d e b e
A nivel general se esgrimen diversos a r g u m e n t o s p a r a rechazar la reglarse en alguna forma la problemática q u e provoca la delincuencia de
posibilidad d e q u e estas personas sean sujetos d e acción delictiva: las personas jurídicas y es objeto d e estudio.
a) La naturaleza d e estos entes jurídicos h a c e difícil concebir q u e su R e s u m i e n d o : el sujeto activo de la acción n o r m a l m e n t e se identifica
acción calce con la n o c i ó n d e acción final, q u e p r e s u p o n e procesos voliti- con el sujeto activo del delito (lo q u e n o sucede con el sujeto pasivo), y
vos vinculados con la finalidad q u e n o son i n h e r e n t e s a su estructura y q u e d e b e ser siempre u n a persona, h o m b r e o mujer. La n o r m a general es q u e
n o d e b e n confundirse con los d e los individuos q u e integran sus directo- cualquier individuo p u e d e c o m e t e r u n delito c o m ú n , p e r o excepcional-

^'' P o r e j e m p l o , los arts. 5°, 6=, 10 N ° M ^ 2^, 4 ^ 9^; arL 11 N°» 4=, 5=, 6=; a r t 12 N ° ' 6«, 1 1 ; M a u r a c h , Tratado, I, p . 142; Mir Puijr, D.P., p . 142.
arts. 13, 17 N ° ' 4=, 3 3 , 36, 38, 8 1 , etc. "^Cury./)./>.. I, p . 4 3 .
yi T
^*V. gr., el D. L. N= 2 1 1 , d e 1973, q u e establece n o r m a s sobre la defensa d e la libre La responsabilidad d e las p e r s o n a s j u r í d i c a s h a sido e s t u d i a d a c o n gran a m p l i t u d e n la
competencia. o b r a d e Luis Gracia M a r t i n , El Actuar m Lugar de Otm m Dmcho PenaL
T'
58 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 59

mente se requiere que cumpla con determinadas cualidades (sujeto califi- mente se realiza la actividad delictiva, es una noción normativa que no
cado) en los delitos especiales. siempre coincide exactamente con algo propio del mundo natural, porque
La persona jurídica, en principio, no es sujeto del delito. El sujeto el tipo penal le agrega a veces cualidades de orden valorativo, como sucede
activo del delito no integra el tipo penal, no forma parte de la descripción en el hurto y robo, donde es una cosa "mueble" y "ajena" (art. 432), o en
legal, pero sí forma parte del tipo penal la cualidad o calidad que debe el rapto, que se refiere a una mujer de "buena fama" (art. 358), de modo
tener tratándose de un delito especial. que la noción "objeto de la acción" no escapa a una concepción normativa.
Jurídicamente corresponde distinguir entre los conceptos "sujeto pa-
sivo del delito", "sujeto pasivo de la acción", "objeto de la acción" y "bien
8.4. EL SUJETO PASIVO DE LA A C a Ó N jurídico protegido" por el delito, lo que se puede precisar con el siguiente
ejemplo: el mandadero ayuda a la dueña de casa con el transporte del bolso
de compras y, en tales circunstancias, el ladrón se lo arrebata, lo que
El sujeto pasivo de la acción es la persona sobre la cual recae la actividad configura el denominado robo por sorpresa (arL 436 inc. 2°). El sujeto
típica. En el caso del robo por sorpresa, el sujeto pasivo de la acción es el pasivo de la acción es el mandadero, el objeto material de la acción es el
cargador a quien el delincuente arrebata la maleta del pasajero, pero el bolso con las compras, el sujeto pasivo del delito es la dueña de casa
cargador no es el sujeto pasivo del delito, lo es el pasajero dueño de la especie, I propietaria del bolso, el bien jurídico afectado es el derecho de propiedad
porque es el titular del bien jurídico lesionado o puesto en peligro. El que la mujer tenía sobre esa mercadería.
sujeto pasivo del delito no siempre es una persona determinada; la noción
de sujeto pasivo es amplia, comprende a las personasjurídicas, a la familia,
al Estado, a la sociedad toda, etc. En la parte especial del C.P. se agrupan 8.6. EL TIEMPO, LUGAR YMODALIDADES DE IA ACCIÓN
los delitos considerando al sujeto pasivo en delitos contra la familia
(Libro II, Tít. VII), contra el Estado (Libro II, Títs. I y II), contra las per-
sonas (Libro II, Tít. VIII), aunque no siempre son exactas las denomina- Además de los señalados, son modalidades de la acción el tiempo en que
ciones en tal sentido. ésta se ejecuta, su forma de perpetración y el Zugar donde se concreta. En
El sujeto pasivo de la acción y el sujeto pasivo del delito no forman principio, no siempre tales circunstancias tienen importancia para el tipo
parte del tipo penal: el primero es la persona sobre la que materialmente objetivo; por ello, sólo de modo excepcional la ley las considera. Pero en
recae o se ejerce la acción, pero no la integra; el sujeto pasivo del delito es determinadas situaciones ofrecen interés; así en el infanticidio (art 394),
el detentador del bien jurídico afectado; en numerosos delitos resulta donde la muerte tiene que provocarse dentro de las 48 horas después del
complejo individualizarlo y tampoco conforma el tipo. parto; en el homicidio calificado (art 391 N- 1°), en que el medio emplea-
do ha de ser el veneno; en el a r t 439 inc. 2°, donde el delincuente debe
proceder por sorpresa en el apoderamiento de la especie mueble. El lugar
adquiere trascendencia en el tipo abandono de niños, donde se considera
8 . 5 . OliJKTO DE LA ACCIÓN" TÍPICA
si se concretó en lugar solitario o no (arts. 346 y 349); en el robo con fuerza
ofrece trascendencia el lugar, según sea habitado o no (arts. 440, 442 y
Es tal la persona o cosa sobre la cual recae la acción. Cuando se trata de 443).
una persona, normalmente coincide con el sujeto pasivo de la acción. El
objeto de la acción es, por lo tanto, aquello que corresponde al mundo
material externo al sujeto activo sobre lo que físicamente se ejerce la 9. EL RESULTADO DE LA ACCIÓN PENAL
actividad delictiva, como el reloj o el dinero sustraído en el caso del hurto; (SEGUNDO ELEMENTO DEL TIPO OBJETIVO)
puede fácticamente coincidir con el sujeto pasivo del delitp en hechos
como el delito de lesiones, donde el objeto material es el cuerpo de la
víctima, y ésta es —a su vez— la titular del bien jurídico salud afectado por El tipo está integrado por la acción, a la cual ya se ha hecho referencia y
la acción. En todo caso, jurídicamente corresponde distinguir ambas cali- señalado sus modalidades. Corresponde precisar ahora la noción "resulta-
dades. do de la acción", como segundo elemento del tipo objetivo.
El objeto de la acción debe diferenciarse también del "bien jurídico" No todos los delitos requieren de un resultado para estimarlos consu-
u "objeto jurídico" del delito: se denomina "bien jurídico" al interés, mados. En aquellos en que el tipo lo exige se debe entender por tal el
relación o derecho valioso que con la creación del delito se trata de efecto que la actividad provoca, o sea la modificación que se produce en el
proteger, como la propiedad, la libertad sexual, la vida y demás análogos. rnundo material, en el tiempo y en el espacio, diversa al cambio que es
El "objeto de la acción", o sea la persona o cosa sobre la que material- inrierente a la simple ejecución de la acción; debe ser el efecto precisamen-
60 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 61

te considerado por el tipo penal. Como es obvio, toda actividad del hombre Suficiente es recordar los paradigmas de cátedra de los individuos que
es en sí un cambio en el mundo de la naturaleza, pero unas producen, apuñalan a la víctima, cada uno con objetivo de lesionarla, heridas que
además, otras alteraciones que recaen en un tercero o en una cosa, y esto aisladamente consideradas no son mortales, pero en conjunto son aptas
es lo que se denomina resultado. Así, cuando un sujeto dispara un arma, esa para provocar el deceso. ¿Puede atribuirse este resultado a la acción
actividad significa ya una modificación de la realidad natural, pero cuando individual de uno y otro? Otro caso es el del sujeto que lesiona levemente
se habla de resultado de la acción no se alude a ese efecto, sino a uno en la nariz a su contrincante que sangra abundantemente, debido a lo cual
distinto a la acción misma, como sería la lesión o muerte de otra persona se dirige a la posta en un vehículo de alquiler que es chocado, a consecuen-
a consecuencia del disparo: esa muerte o lesión para los efectos penales es cia de lo cual fallece el lesionado: ¿es atribuible esa muerte a la bofetada
el resultado de la acción. Ofrece interés para el derecho sólo en cuanto es que provocó la lesión nasal? En los delitos de omisión impropia (de
considerado por la descripción típica, y no debe confundirse con el bien comisión por omisión) no existe una causalidad natural, cuando más
jurídico protegido. Toda figura penal tiene como objetivo la protección de podría sostenerse la existencia de una causalidad normativa, o mejor de
un bien jurídico —interés socialmente valioso, como el honor, el patrimo- una imputación objetiva; en esencia, en esa hipótesis no se plantea un
nio, la vida, etc.—, pero cuando el tipo hace referencia al resultado de la problema de causalidad de orden fenoménico, pues desde esta perspectiva
acción, se trata de la consecuencia que en la realidad natural provoca el resulta imposible atribuir al descuido de la institutriz el atropellamiento
comportamiento del sujeto activo. Que el tipo penal incorpore el resultado del niño que cruza la calle siguiendo a su perro mascota: materialmente
tiene importancia, en estos delitos la doctrina no discute que se den la ella no ha causado ese resultado. „,
tentativa y la frustración y son los que normalmente admiten como medio
de comisión a la omisión^^ (no alimentar al recién nacido para provocar
su deceso).
1 0 . 1 . RELACIÓN DE CAUSALIDAD E IMl'UIACIÓX OliJl-TIVA
Se debe diferenciar el resultado que consiste en la lesión del bien
jurídico y que recae sobre el "objeto de protección" del delito, del resulta-
do en sentido estricto al que estamos haciendo referencia, que es el efecto El derecho penal ha incorporado criterios dirigidos a establecer objetiva-
de la acción, que recae sobre el "objeto de la acción" que, como se señaló, mente cuándo corresponde atribuir un resultado concreto a una acción.^'*
es la persona o cosa sobre la cual se ejerce la actividad humana.^' En la actualidad, no obstante la controversia doctrinaria, la unanimidad
El resultado de la acción, para que tenga trascendencia jurídico-penal, concuerda en que deben emplearse dos recursos al efecto: a) el estableci-
requiere de dos condiciones : que haya sido considerado por la descripción miento de una relación de causalidad entre el resultado y la acción u
típica —los efectos o consecuencias de la actividad no aludidos por la omisión, y b) la aplicación de ciertos principios de índole normativa que
descripción resultan penalmente ininteresantes—; como segunda condi- permitan atribuir objetivamente el resultado a esa acción, lo que se deno-
ción, debe estar causalmenteconecX2iáo o vinculado con la acción. mina teoría de la imputación objetiva. Históricamente la "imputación objeti-
Los tipos penales que requieren, además de la acción, de la produc- va" es consecuencia de la evolución de un conjunto de principios de
ción de un resultado, se denominan delitos materiales o de resultado, en corrección introducidos a la causalidad natural para superar los problemas
contraposición a los formales, en que el tipo se satisface con la simple que suscitaba su aplicación; entre ellos, el de la causa adecuada, la humana,
ejecución de la conducta descrita. la relevante, y otros. La imputación objetiva no elimina de consiguiente la
causalidad, parte del presupuesto de que ya se ha establecido una relación
de esa naturaleza entre el comportamiento humano y el resultado; consta-
10. LA CAUSALIDAD tada esa vinculación, trata de precisar cuándo ese resultado se puede
(TERCER ELEMENTO DEL TIPO OBJETIVO) atribuir al comportamiento que lo ha causado, con criterio objetivo y sólo
para los efectos jurídico-penales. La doctrina concluyó que la amplitud
absurda de una relación entre acción y resultado, conforme a una ley
La relación de causalidad es el tercer elemento del tipo objetivo, necesario natural, no podría seguir sirviendo de pauta: deberían separarse los proce-
únicamente en los delitos denominados de lesión o materiales; es en ellos sos causales irrelevantes para el injusto, con ayuda de criterios adicionales,
donde se plantea el problema de establecer cuándo el suceso acaecido en eliminando así los sucesos anormales.^^ De modo que la imputación obje-
la realidad material es posible atribuirlo a una acción realizada por una tiva constituye un juicio de valor del tribunal que, basado en principios
persona. El problema es aparentemente simple, pero ofrece complejidad. normativos, le permiten atribuir objetivamente un resultado a una acción.

^^ Sáinz Cantero, Lecciones, II, p. 55.


• Cfr. Cerezo Mir, Curso, I, p. 322; Sáinz Cantero, Lecáones, II, p. 245. Struenser, Eberhard, Atribución Objetiva e Imprudencia (Conferencia en el Instituto de
Bacigalupo, Principios, p. 43. Ciencias Penales, 1989).
62 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 63

habiéndose establecido previamente que ese resultado fue causado mate- y están excluidos de su posible responsabilidad.^® Lo no causado por el
rialmente por tal acción. La imputación objetiva se alza entonces como un comportamiento del sujeto es atípico, en relación a ese comportamiento.
medio delimitador de la causalidad natural en los delitos de acción, y ello No es posible negar la trascendencia de la causalidad, debido a que la
porque no todo efecto provocado por una conducta puede, desde la conducta humana, mirada desde una perspectiva fenoménica, es un suceso
perspectiva del derecho penal, atribuirse a la actividad que la causa; un más en el mundo material al que pueden aplicársele en parte muchas de
ejemplo aclarará la diferencia: en un cruce de calles, el automóvil de Pedro sus leyes. Aun cuando su campo de aplicación es limitado,^ constituye un
enfrenta luz roja de "pare", por la vía perpendicular viene otro vehículo presupuesto que el derecho no debe por ahora desconocer. De modo que
conducido por Juan, que tiene luz verde de "vía libre"; Pedro no detiene si bien los actos causados por un comportamiento traen aparejadas conse-
su automóvil y choca al de Juan, que sufre serios daños y su acompañante cuencias para su autor, no toda causación de un efecto involucra respon-
resulta lesionado. Considerando como simple fenómeno el suceso, los dos sabilidad penal; sólo un número limitado de estos actos es creador de tal
vehículos son causa de las lesiones y daños, necesariamente se requería de responsabilidad.^"*'
ambos para que la colisión se produjera: si Pedro continúa su marcha sin
respetar la luz de detención y no se cruza el auto de Juan, no hay daños ni
lesiones; pero esta constatación no le dice mucho al derecho. Determinado 1 0 . 3 . TEORÍAS SOBRE LA RELAQÓN DE CAUSALIDAD
que Pedro y Juan son causas de la colisión, recién nace el problema de
establecer a cuál de los dos —o a ambos— corresponde jurídicamente
atribuirle el accidente; una valoración objetiva de la situación señala que Numerosas son las teorías que han pretendido dar una respuesta adecuada
el automovilista que atraviesa un cruce con luz roja de detención crea un a la posibilidad de vincular objetivamente un resultado a una acción. Se
riesgo cuya consecuencia debe asumir, de modo que a aquel que no se distinguen dos grandes tendencias, una que se basa en principios de orden
detuvo ante la luz "pare" corresponjdería imputarle los daños y lesiones natural empleados por las ciencias experimentales (tendencias generaliza-
objetivamente en cuanto interesa al derecho. Efectuado este análisis, no es doras); que afirman la equivalencia de todas las condiciones que concreta-
posible aún "responsabilizar" a Pedro de la lesión y los daños; se requiere mente concurren en la producción de un resultado (de la conditio sine qua
luego apreciar las circunstancias concretas por las cuales Pedro no se non), y otra que manteniéndose en principios naturalísticos —que en
detuvo en el momento oportuno: si su vehículo —por ejemplo— sufrió materia de causalidad son ineludibles— incorpora e integra sus sistemas
una falla mecánica imprevisible, se trataría de un caso fortuito (art. 10 con valoraciones tendientes a distinguir, entre las variadas condicionantes
de un evento, aquella que desde la perspectiva del derecho aparece como
A continuación se analizarán someramente la causalidad y la imputa- más relevante (tendencias individualizadoras).
ción objetiva, sucesivamente, insistiendo en que el problema de la causali- La primera tendencia (generalizadora) no hace diferencia entre causa
dad interesa en los delitos de resultado, no en los restantes, lo que limita y condición, porque todas las condiciones concurrentes son igualmente
buena parte de su aplicación. La situación de la denominada imputación importantes para provocar el resultado que en la realidad material se
objetiva podría ser más compleja; hay autores, como Armin Kaufmann, que produjo. Las tendencias individualizadoras separan del conjunto de con-
manifiestan sus reservas sobre su utilidad como criterio general en los diciones a aquella que ofrece mayor trascendencia para la producción del
delitos dolosos,^ lo que, de aceptarse, restringiría su aplicación únicamen- resultado y la califican como causa del mismo, o sea, distinguen entre causa
te al delito culposo. y condición.

10.2. LA RELAaÓN DE CAUSALIDAD ES UN ELEMENTO DEL TIPO OBJETIVO Y 10.3.1. Equivalencia de todas las condiáones ("conditio sine qua non")
CONSTITUYE UN LÍMITE DE LA RESPONSABILIDAD

Es una ley de la naturaleza reconocida por las ciencias empíricas, el


La relación de causalidad forma parte del tipo penal, no de la antijuridici- derecho se limitó a recogerla y aplicarla a la teoría del delito; no es, de
dad ni de la teoría de la acción;®' marca el límite mínimo de la responsabir consiguiente, un principio de índole normativo. Sostiene que todo evento
lidad penal. Al sujeto activo sólo podrán atribuírsele las consecuencias de es consecuencia del conjunto de condiciones que materialmente concu-
su actuar siempre que se encuentren vinculadas causalmente con ese
actuar; los efectos que escapan a dicha relación no pueden serle atribuidos

«-.tAl . Cobo-Vives, Derecho Penal, I-II, p. 417.


Kaufmann, Armin ¿Atribución Objetiva en el Delito Doloso? Cfr. Cury, D.P., p. 242.
^^ Cfr. Gómez Benítez, Teoría, pp. 172 y ss. Bacigalupo, Mcmiial, p. 95. ,#:,;i na ¿WÍÜÍÍO ñ t^'. i»^. .. &jji4j..fiiy,^ ,jü*i iii»'
64 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 65

rren a su producción; por lo tanto, todas esas condiciones son equivalentes herida inferida a la víctima por su agresor, de su muerte posterior, aunque
en importancia y necesidad para que el suceso se dé en la forma que en la dicha lesión haya sido una condición del resultado fatal. i\-.^
realidad se produjo. b) Supresión acumulativa. La teoría de la equivalencia y su sistema de
Por ende, no es posible distinguir entre causay condición. Las distintas supresión hipotética fracasa también cuando concurren dos o más condi-
condiciones han sido igualmente necesarias para producir el hecho y, por ciones en forma coetánea, en alternativas donde cada una podía alcanzar
ello, todas y cada una han sido sus causas. el efecto producido. Si Juan y Diego, separadamente cada uno, vierten una
Para determinar si una condición es causa del resultado se recurre al dosis mortal de veneno en la bebida de Pedro, que fallece al ingerirla, al
sistema de la supresión mental hipotética: si al eliminar mentalmente la suprimirse mentalmente la conducta de Juan o la de Diego, el resultado
condición desaparece también el efecto, significa que es causa del mismo. muerte subsiste, y no desaparece como correspondería según la regla de
En el paradigma de la herida superficial inferida al hemofílico que muere supresión mental hipotética. En esta hipótesis deben suprimirse las dos
por anemia, al suprimir idealmente la herida desaparece el deceso; la condiciones, la conducta de Juan y Diego; al obrar así se constata que el
herida se constituye así como causa de la muerte, sin perjuicio de que siga resultado muerte desaparece, constituyendo la acción de cada uno causa
siendo causa también la hemofilia de la víctima, pero para este efecto y por del deceso. Welzel sostiene que en estos casos, si suprimida una u otra
ahora no tiene importancia. Puede calificarse al que infirió la herida como condicionante —pero no ambas— el resultado subsiste, las dos son causas
causa de la muerte, porque la regla se complementa con el principio de del mismo. La fórmula sería la siguiente: "Si diversas condiciones pueden
que "quien es causa de la causa, es causa del mal causado". ser suprimidas in mente en forma alternativa sin que el resultado desapa-
En síntesis, se considera causa de un efecto toda condición que concu- rezca, pero no así acumulativamente, cada una de ellas es causal para el
rre en su generación, siempre que al ser suprimida mentalmente en forma resultado".i02
hipotética, haga desaparecer ese efecto. Juan dispara una pistola que hiere La tesis de la equivalencia es blanco de múltiples críticas; como se ha
a Pedro; al suprimir mentalmente el disparo se elimina la herida de Pedro: anotado, extendería en extremo la causalidad y, en esencia, se funda en la
de consiguiente, el disparo efectuado por Juan es causa de la lesión sufrida afirmación previa de una vinculación material, pues si no se sabe que un
por Pedro. tiro de revólver puede causar la muerte de una persona, sería imposible
colegir que el balazo fue la causa de su deceso mediante el sistema de la
-Criterios correctores de la teoría supresión hipotética, o sea la tesis "no es apta para investigarla, existencia
de la causalidad."'*'*
El método de la supresión hipotética plantea más de algún problema, Las críticas se han extendido más allá de la teoría misma, y se dirigen
porque extiende la causalidad en forma insospechada.'"^ Al aplicarlo con por algunos autores a la causalidad en sí, que consideran como algo inútil
estrictez en el ejemplo analizado, podría llegar a afirmarse que el armero al derecho penal, que no enriquece ni beneficia la teoría del tipo. Pensa-
que fabricó la pistola también es causa de lesión, y aun el minero que mos, no obstante, que esta doctrina permite una primera distinción entre
extrajo el metal con el que se fabricó. De modo que fue necesario incorpo- lo que es atípico y lo que es típico. Si se determina con un análisis lógico
rarle diversos correctivos, entre ellos el llamado "prohibición del retroce- naturalístico, como es el de la causalidad, que no hay vinculación entre el
so" y de la "supresión acumulativa". ' , . 'w comportamiento de una persona y un resultado injusto, se descarta toda
posibilidad de la adecuación típica de ese comportamiento.
a) Prohibición del retroceso. El no retroceso pretende superar el problema que
plantea la concurrencia de condiciones posteriores e independientes al
acto del sujeto que en definitiva son los que provocan el resultado perse-
guido; así Juan dispara a Pedro con el fin de matarlo, pero le provoca una 10.3.2. La doctrina de la causa adecuada
simple lesión; sin embargo, al ser trasladado al hospital en una ambulancia,
por una falla mecánica este vehículo se da vuelta provocando su muerte. Mantiene los principios naturalistas de la doctrina de la equivalencia, pero
La prohibición del retroceso obliga a considerar el hecho producido en incorpora nociones valorativas como correctivos de sus excesos. Afirma
concreto, sin indagar hacia atrás, en el tiempo. En el ejemplo propuesto la que SI bien todo efecto es consecuencia de un conjunto de condiciones, no
muerte es consecuencia de un accidente de tránsito y no corresponde todas ellas pueden calificarse de causas, ya que no tienen la misma trascen-
considerar las condiciones precedentes. En esta forma se independiza la

Welzel, D.P., p p . 68-69; c o n a m p l i t u d trata el t e m a Jiménez d e Asúa e n su Tratado, III,


PP-434yss. ff f j
101 Bacigalupo, Prinápios, p . 46.
Mir Puig, Causatidad e Imputación Objetivct, e n Estudios Penales^ p . I I I .
66 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 67

dencia; sólo lo es aquella que conforme a la experiencia general, normalmente ción de que tal lesión era adecuada o no para provocar el resultado sólo
produce ese resultado. Un golpe de puño, conforme a un juicio de expe- será posible recurriendo a aspectos subjetivos del sujeto activo —si sabía o
riencia, no es adecuado para provocar la muerte, de modo que si al no el poder letal de su acto—y, con ello, pierde la calidad de juicio objetivo
esquivarlo la víctima, se tropieza y muere por el traumatismo encefalocra- material la determinación de la causalidad y se transforma en un problema
neano que sufrió al caer, su fallecimiento no puede atribuirse a la bofetada. de previsibilidad del sujeto. Si conocía la anomalía de la víctima que hacía
Es el tribunal el que, con el procedimiento de prognosis postuma, realiza eficaz el medio usado, la causa sería adecuada; en caso contrario, no. Así,
el examen de las circunstancias del hecho y determina su causa. Este es uno la relación causal, que es el elemento del tipo objetivo, pasa a depender del
de los puntos débiles de la doctrina, que si bien supera los extremos a que tipo subjetivo.
llega la de la equivalencia, enfrenta otros no menos delicados. A saber: En el fondo, como señalan Cerezo Mir y Gimbemat, no es una teoría
a) No establece propiamente un principio de causalidad, en el sentido propiamente causal, es una tesis de la causalidad jurídico-penalmente
naturalístico de la expresión, sino que crea un sistema integrado por jui- relevante, que hace depender la existencia de la relación causal de la
cios de valor, de naturaleza normativa, fundamentados en criterios de previsibilidad del resultado.'"®
probabilidad objetivay en el conocimiento de las leyes naturales que rigen El fundador de esta teoría fue el médico Von Kries, y ha tenido
un suceso, que permiten establecer si un resultado ha sido o no consecuen- seguidores como Maurach, Cuello Calón, y en Chile, Alvaro Bunster.
cia de un comportamiento.'"^ Más que un juicio de causalidad es un juicio
de idoneidad de la conducta para provocar el resultado.
b) Las posiciones desde las que corresponde hacer la valoración de la
10.3.3. La tesis de la causa jurídicamente relevante
causalidad son disímiles. Se puede colocar el juez en la situación del sujeto
activo en el momento en que los hechos ocurrieron, o en la de un hombre
medio (el buen padre de familia), o en la de un experto en pleno En general, estas teorías parten del principio de que una causalidad
conocimiento de las circunstancias (el médico sabe que una herida super- lógico-naturalista, si bien establece una vinculación de índole fenoménica,
ficial puede ser mortal para un hemofílico, lo que un hombre inculto no determina una ligazón entre el comportamiento y su efecto jurídico-pe-
noTmalmente ignorará)."* Las consecuencias de tales posiciones pueden nalmente trascendente. Estiman que lo interesante es precisar cuándo un
ser claramente diversas; y quedan sujetas a la perspectiva desde la cual se resultado descrito por el tipo puede atribuirse a la acción adecuada a ese
observa la situación: la causalidad deja de ser una relación objetiva y pasa mismo tipo.
a ser particularmente relativa.
La causalidad como noción empírica, por lo tanto, se abandona y se
c) La mayor dificultad que enfrenta la teoría de la adecuación es con proyecta al de la responsabilidad penal del sujeto por su acto. El estableci-
los cursos causales improbables o irregulares. Cuando un sujeto con el miento de que una conducta conforme a las leyes de la naturaleza es causa
objetivo de eliminar a su acompañante, en un día de tormenta, le reco- de un resultado, no dice mucho al derecho penal, pues esa conducta será
mienda que se proteja bajo el único árbol del lugar, donde frecuentemente considerada como causa relevante penalmente hablando cuando, corres-
caen rayos, esperando que uno de ellos le provoque la muerte, si realmente pondiendo a la causalidad natural, quede además comprendida en el tipo
así sucede,'"^ se crea una situación problemática. Otro tanto pasa con el penal. Así, se afirma que la causalidad será diversa en el tipo doloso y en el
individuo que para evitar que una teja que se ha desprendido del techo culposo. En el doloso la constatación de la causalidad natural es relevante
caiga sobre la cabeza de una persona, la socorre obligándola a moverse del cuando la conducta típica —o sea ya adecuada a la descrita por la ley tanto
lugar, pero ello hace que la teja le fracture el hombro. Tanto con la teoría objetiva como subjetivamente— aparece como antecedente del resultado
de la equivalencia como con la de la adecuación habría causalidad: la típico. En el delito culposo lo será cuando el resultado injusto haya estado
acción sería la causa de la fractura, aunque con esa actividad se trató de en la posibilidad objetiva de ser previsto; sólo en esa alternativa podrá
evitar la muerte de la víctima. Vinculadas con esto están las hipótesis en atribuirse el resultado a la falta de cuidado en la ejecución de la acción que
que el sujeto puede tener conocimiento de estas situaciones anormales, lo provocó.'"^ Mezger es uno de los que desarrollaron la tesis expuesta;
como sucede con el que sabe de la hemofilia que afecta a su víctima y, por como se verá más adelante, podría considerarse el paso previo a la doctrina
ello, se limita a herirla levemente para provocar su deceso. La determina- de la imputaron objetiva, que desplazó del campo meramente fenoménico
el problema de atribuibilidad del resultado de la acción, y lo trasladó al

^°^ M a u r a c h , Tratado, I, p . 235.


'"^ Sáinz C a n t e r o , Lecciones, 11, p. 250.
^'^ Cabral, Compendio, p . 250. ^ Cerezo Mir, Curso, I, p . 290.
^'" G ó m e z Benítez, Teoría, p . 282. ••'•/•i .•..•4>
^ Cerezo Mir, Curso, I, p p . 290-291.
68 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
r EL DELTTO DOLOSO 69

campo normativo, como cuestión de adecuación al tipo según algunos, y


de la antijuridicidad según otros.^^" respecto de hechos injustos. El primer criterio limitador del ámbito de la
responsabilidad es el de la causalidad; nadie puede responder por aquello
que no ha causado con su actuar. Pero si bien el señalado es el principio
general, hay que reconocer al mismo tiempo que no todo evento es
1 0 . 4 . P R E a S I O N E S SOBRE L J \ CAUSALIDAD atribuible a un comportamiento con el cual está causalmente vinculado,
EN RELACIÓN AL T I P O OBJETIVO
con "la constatación de esta relación fáctica aún no se ha dicho si esta
relación es significativa para el derecho".^^^ Buena parte de las doctrinas
Es una realidad que el problema de la causalidad se exageró en el pasado, individualizadoras de la causalidad se dirigen a establecer criterios que
pero ello no quiere decir que haya dejado de ser relevante para la determi- permitan distinguir qué hechos son los susceptibles de atribución. Estas
nación de la tipicidad. Por otra parte, parece imprescindible, manteniendo teorías abrieron paso en las últimas décadas al nacimiento y formación del
criterios objetivos, complementarla con conceptos valorativo-normativos, conjunto de principios que integran la denominada "imputación objetiva".
toda vez que establecer que una acción es causa de un resultado desde una Richard Honig, el año 1936, basado en la doctrina de la imputación de
perspectiva fenoménica, no es determinante. Lo que interesa al derecho Hegel, fue el primero que habría hecho la distinción entre causalidad e
es la posibilidad de atribuir objetivamente un efecto injusto al comporta- imputación objetiva, idea que Claus Roxin recogió en la década de 1970 y
miento de una persona. Para lograrlo, aparte de la causalidad natural, debe han desarrollado en la actualidad diversos tratadistas.^ ^^
recurrirse a principios normativos de imputación objetiva, a los que se
aludirá en el párrafo siguiente. Un ejemplo permitirá aclarar los concep-
tos: Pedro quiere matar al hijo de Juan y le dispara, pero Juan que está 10..5.1. Noción de imputación objetiva
cerca se interpone en el curso de la bala para proteger a su hijo y resulta
herido: el disparo de Pedro es causa de la lesión de Juan, pero otra cosa es
que a Pedro le sea objetivamente atribuible esa lesión a que Juan volunta- La teoría de la imputación objetiva consiste en un conjunto de principios
riamente se expuso. de naturaleza normativa dirigidos a establecer cuándo un resultado causa-
A pesar de lo señalado, la causalidad natural presenta utilidad, pues do por el comportamiento de un sujeto puede objetivamente atribuírsele.
descartada la existencia de una relación de orden fenoménico entre la Los problemas que plantea la imputación objetiva son materia del tipo
actividad y el resultado, el tipo objetivo queda también descartado y hace objetivo, en el hecho aparecen como reglas limitadoras de la causalidad
inútil continuar el análisis de la posible concurrencia de los demás elemen- natural que se satisface con la doctrina de la equivalencia de todas las
tos del delito. Por ello pensamos que en el plano de la tipicidad, la condiciones; no obstante, las reglas de la imputación tienen naturaleza
causalidad natural, en particular la equivalencia de todas las condiciones, normativa y, por ende, no son producto de principios causales.^'^
satisface los requerimientos de la teoría del dehto, con las restricciones o
limitaciones a que se hizo oportuna referencia.
10.5.2. Principales criterios que conforman la teoría

1 0 . 5 . T E O R Í A D E LA I M P U T A a Ó N OBJETIVA
No es simple precisarlos, porque es una teoría en elaboración, que aún
encuentra detractores.^^* Existe una diversidad de principios en juego,
En el capítulo anterior se expresó que la teoría de la causalidad tenía rol pero como fundamentales se pueden señalar los siguientes: a) es imputa-
limitado y sólo servía como sustento muy general, para lo que en definitiva ble sólo la creación de un riesgo jurídicamente no permitido que concreta
interesa al derecho penal, que es la determinación de la responsabilidad el resultado típico o el aumento del peligro cuando el riesgo está permiti-
do, todo dentro del área de protección de la norma; b) no es imputable
objetivamente el resultado lesión de un bien jurídico ya expuesto a un
A u t o r e s c o m o Bustos sostienen q u e es cuestión d e antijuridicidad: "La i m p u t a c i ó n del
r e s u l t a d o n o p u e d e ser u n aspecto d e la tipicidad, ni c o n c e p t u a l ni sistemáticamente, sino sólo
d e la antijuridicidad, en c u a n t o a q u í e n t r a n a j u g a r todas las otras valoraciones q u e r e c o g e el
bien j u r í d i c o d e s d e el o r d e n a m i e n t o e n su c o n j u n t o " (Manual, p. 200 y e n La Imputación Roxin, Problemas Básicos, p . 128;Jescheck, Tratado, I, p . 389; Mir Puig, D.P., p. 189; Sáinz
Objetiva, p . 35). Lo estiman c o m o p r o b l e m a d e la tipicidad a u t o r e s c o m o G i m b e m a t , Delitos C a n t e r o , Lecciones, II, p p . 255-256; Bustos, La Imputación Objetiva, p p . 65 y ss.
112
Calificados por el Resultado y Causalidad, p p . 9 9 y ss.; Mir Puig, D.P., p . 189; G ó m e z Benítez, Mir Puig, £)./>., p . 189.
Teoría, p . 186; Bacigalupo, Manual, p . 99; M u ñ o z C o n d e , Teoría, p . 24 ( a u n q u e lo analiza al Mir Puig, Causalidad e Imputación Objetiva, e n Estudios Penales, p p . 111 y ss.
estudiar la a c c i ó n ) . K a u f m a n n , A r m i n e n relación al delito d e acción doloso, p o n e en d u d a su utilidad
(¿Atribución Objetiva en el Delito Doloso?, t r a d u c c i ó n d e J o a q u í n Cuello).
70 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 71

peligro independiente del creado por la acción del sujeto activo, y c) el a un bien protegido, comportamiento evitador que en el hecho causa un
principio de la adecuación.^^^ resultado típico de menor gravedad. Para granearlo se recurrirá al clásico
ejemplo de aquel que trata de desviar el golpe mortal que un tercero dirige
al cráneo de la víctima, golpe que al ser desviado da en el brazo de esta
a) Es imputable sólo la creación de un riesgo jurídicamente no permitido o el última y la lesiona. Causalmente la lesión en el brazo es consecuencia de
aumento del peligro inherente a un riesgo autorizado, que concreta el resultado la acción evitadora, pero este resultado no puede ser imputado a quien
típico. Aquí se comprende una doble posibilidad. La primera hace atribui- desvió el golpe con el objetivo de evitar o disminuir el peligro real más
bles sólo los resultados jurídicamente desaprobados, a aquel que con su grave (lamuerte).
comportamiento creó el peligro de su producción. En el caso de quien en
la esperanza de que un rayo mate a su compañero le recomienda durante Actividades dirigidas objetivamente a disminuir el riesgo no permiten
la tormenta que se proteja bajo un árbol, en conocimiento de que los atribuir al que las realiza el efecto típico de menor gravedad en que se
árboles pueden atraer los rayos, lo que efectivamente sucede provocando concretan.
la muerte de su acompañante, tal resultado no puede atribuirse al que dio
i! íi el consejo porque recomendar a alguien guarecerse bajo un árbol durante ii) Cuando el riesgo que conlleva la actividad del sujeto habría sobre-
una tormenta no es un riesgo prohibido. Una recomendación como la venido en todo caso o con alta probabilidad por una situación de peligro
señalada no es clasificable como creadora de un riesgo con relevancia anterior o coetánea que afectaba a la víctima, la posibilidad de atribuirle el
penal; lo mismo sucede si se recomienda a un tercero que cada vez que resultado prohibido es discutible, en particular en los delitos de acción
viaje lo haga por vía aérea, en la esperanza de que fallezca en un accidente, dolosos. Por ejemplo, el socio de Pedro coloca en el café que se servirá éste
lo que realmente a la postre le provoca la muerte. una dosis mortal de veneno para provocarle la muerte; pero el criado que
se lo va a llevar, con el mismo fin coloca, a su vez, una dosis mortal de otro
tóxico. Pedro fallece a consecuencia del café que ingiere: ¿esa muerte les
La segunda posibilidad del principio enunciado es que el resultado es atribuible a ambos o sólo al socio?
desaprobado y típico, consecuencia de la realización de una acción peli-
grosa permitída, no le es atribuible a quien lo realiza, a menos que haya El anestesista inyecta al paciente novocaína y le causa la muerte, en
aumentado el riesgo permitido. El transporte aéreo es una actividad peli- circunstancias que el cirujano había prescrito otra substancia, que también
grosa autorizada, siempre que al practicarla se respeten las normas que la habría provocado el deceso: ¿podría atribuirse esta muerte al anestesista?
reglan, o sea no se aumenten los riesgos inherentes: si en esas condiciones ¿Se puede imputar la muerte del caballo gravemente lesionado en un
se produce un accidente, el resultado típico —muerte o lesión— no podrá accidente carretero, al transeúnte que para aliviar sus sufrimientos le da el
imputarse al aviador. Por ejemplo, una tormenta imprevisible provoca tiro de gracia que provoca su inmediato deceso? Para analizar esas situacio-
fallas en los controles del avión que obligan a un aterrizaje forzoso y nes habría que distinguir entre aquellos resultados desaprobados que
algunos pasajeros resultan lesionados; no se podrán atribuir las lesiones a habrían sobrevenido coetáneamente tanto por el riesgo que ya enfrentaba
la conducta del capitán de la nave, a pesar que ha sido su acción la que las el bien protegido como por la posterior acción peligrosa, de aquellos
causó. resultados que sólo fueron adelantados por dicha acción:
—La primera hipótesis se presenta cuando el resultado desaprobado
b) Inimpulabilidad objetiva del resultado lesión de un bien habría sobrevenido por la situación de peligro que afectaba a la víctima en
jurídico ya expuesto a un peligro la misma oportunidad en que lo provocó la actividad peligrosa posterior,
aunque esta última no se hubiera llevado a cabo. Estas situaciones corres-
ponden a los ejemplos del criado y del anestesista antes enunciados, o sea
No es imputable objetivamente el resultado lesivo de un bien jurídico que a los denominados "cursos causales hipotéticos"."^ La simple alternativa
ya estaba expuesto a un peligro, si la acción del sujeto se limitó a disminuir- de que el hecho típico habría tenido lugar también por causas distintas a
lo o es de tal naturaleza que aunque no se hubiera realizado la actividad, la actividad del sujeto, no afecta a su atribuibilidad, de modo que a quien
el efecto en todo caso habría sobrevenido. En esta hipótesis se pueden dar realizo la acción posterior peligrosa —el criado y el anestesista— le es
varias alternativas, pero sólo se hará referencia a dos de ellas: imputable objetivamente el resultado. No obstante, sectores de la doctrina
i) No es atribuible un resultado lesivo a la persona que realiza una distinguen: si el resultado desaprobado se hubiera producido inetntablemen-
actividad de naturaleza evitadora o aminoradora del peligro que afectaba e ^y no sólo probablemente—, aunque no se hubiera realizado la acción.

Jescheck, Tratado, I, p . 389.


' Bustos, La Imputación Objetiva, p . 72.
72 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 7»,

no sería atribuible a quien la llevó a cabo, porque el fin de la norma es la dida en el ámbito de posibilidades del plan delictivo: está dentro de las
evitación de resultados susceptibles de impedir, pero si ello es imposible alternativas fatales correspondientes a la caída desde un puente, morir por
objetivamente, no serían atribuibles (v. gr., la hipótesis del anestesista antes el golpe o por ahogamiento. No ocurre otro tanto si excepcionalmente las
indicada) .^^' aguas en esos instantes estuvieran envenenadas y al caer e ingerirlas la
víctima, fallece intoxicada: esta forma de morir queda fuera del contenido
—Cuando la acción riesgosa adelanta un resultado prohibido que de la acción realizada por el autor. La norma que prohibe la acción de
otros peligros necesariamente provocarían, obliga a ciertas distinciones. Si lanzar a otro desde un puente con el fin de matarlo, no se extiende en su
el bien jurídico es la vida o la integridad corporal, el resultado desaprobado ámbito, a que el deceso se produzca, no por la caída o el ahogamiento, sino
siempre será atribuible, como acontece con el enfermo incurable y mori- por envenenamiento.
bundo: si un tercero momentos antes de que se produzca el deceso natural
Más evidente resulta lo expuesto, en la hipótesis de quien suministra
lo mata por piedad de un disparo, comete homicidio, porque la vida es
veneno a una persona con el objetivo de matarla, pero ésta al darse cuenta
protegida por el sistema sin reparar en su intensidad o duración. No
de lo que sucede, corre apresuradamente a la farmacia en busca de un
sucedería otro tanto con otra clase de bienes, como el patrimonio; así, el
tercero que dispara al caballo cuya próxima muerte es segura por haber antídoto y al cruzar la calzada muere atropellada por un vehículo: su
sido atropellado, para liberarlo de sufrimientos inútiles, su propietario no deceso no puede atribuirse a la acción del envenenador.
podrá imputarle esa muerte. La protección de la propiedad no tiene la
misma intensidad que la de vida o la integridad corporal de las personas.'^®
11. ELEMENTOS DEL TIPO REFERENTES AL SUJETO ACTIVO
(SUJETOS CALIFICADOS, DELITOS ESPECIALES
c) El principio de la adecuación •, PROPIOS E IMPROPIOS) ,

Y\ resultado que no es adecuado al tipo penal, no corresponde atribuirlo se ha señalado que el sujeto de la acción no es elemento del tipo; la ley
al realizador de la acción peligrosa. Este principio se puede expresar en penal no requiere, como criterio general, que el sujeto cumpla con deter-
otra forma: si el resultado escapa al ámbito de protección de la norma minadas condiciones para serlo; cualquier individuo de la especie humana
penal, no puede imputarse objetivamente al comportamiento descrito por es apto para concretar un delito. Excepcionalmente, determinados tipos
el tipo. Esto ocurre cuando, a pesar de que el sujeto ha vulnerado la norma penales imponen características específicas a quienes pueden ser sus auto-
que prohibe realizar la acción, el riesgo jurídicamente desaprobado por res, los que se conocen como sujetos calificados; tal es el caso de los delitos
ella no se realiza en el resultado, pero éste se produce por otros riesgos a que pueden ser cometidos sólo por funcionarios públicos, como sucede
los cuales el ámbito protector de esa norma no se extiende. Al individuo con las malversaciones (art. 233), o por miembros de los tribunales de
que con el objetivo de matar sólo alcanza a herir levemente a la víctima, justicia o abogados, en la prevaricación (arts. 223 y ss.). Estos delitos se
que fallece a consecuencia del choque del vehículo en que es transportada denominan especiales, y entre ellos se distinguen dos categorías: propios, en
al hospital, no se le puede imputar ese resultado. Otro tanto sucede si los cuales no existe una figura paralela para los sujetos no calificados (el
atendida en el hospital, fallece posteriormente a causa de un tratamiento caso de la prevaricación), e impropios, que tienen un correlato para el sujeto
médico inadecuado. .5 . no calificado —como el parricidio (art. 390), que de no existir el vínculo
La frase de Honing es expresiva en esta materia: "es imputable aquel parental es homicidio simple (art. 391)—. Normalmente, estas figuras
resultado que puede ser pensado como colocado conforme al objetivo", importan la transgresión de deberes que afectan exclusivamente a sujetos
según el plan del autor.^^^ Si el resultado es adecuado al proyecto del autor, determinados, y por ello su infracción es reprimida con más estrictez que
aunque no coincida exactamente con él, le es atribuible; al contrario, si son en el caso del simple particular. Como importan la transgresión de un
circunstancias extraordinarias las que lo provocan, no lo será.'"" Al que comportamiento específico para sujetos que cumplan —a su vez— con
lanza desde un puente a su enemigo con el objeto de que se ahogue al caer cualidades expresamente consideradas por el tipo, esas cualidades o condi-
al río, y fallece antes al golpear su cráneo con un poste del puente, esa aones ser juez en la prevaricación, empleado público en la malversa-
muerte le es imputable, porque la variación del resultado queda cómpren- ción forman parte del tipo objetivo. Esto tiene trascendencia en el error y
en la participación criminal, como se verá en su oportunidad.'^^

llí-lis Bacigalupo, Manual, p . 101.


" 8 Bustos, Manual, p . 200.
^ ^ Bacigalupo, Manual, p . 101 (M <j.í,«tetet Cerezo Mir, Curso, I, p p . 3 3 3 y HA.
74 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 75

12. EL TIPO SUBJETIVO EN LOS DEUTOS DOLOSOS 1 2 . 1 . EL DOLO Y SU CONCEPTO


DE ACCIÓN122

Dolo es la conciencia (o conocimiento) y voluntad de realizar el tipo


El tipo penal es en esencia la descripción de un comportamiento del objetivo de un delito.^^*
hombre, pero no de cualquier comportamiento, sólo de aquéllos denomi- En nuestro país, Enrique Cury,^^'* aunque con terminología diversa, en
nados finales, o sea de la actividad realizada con el objeto de alcanzar metas esencia acepta la misma noción sobre el dolo; otro tanto sucede con Luis
concretas previamente representadas. Por ello, la parte subjetiva del tipo Cousiño.^^^ Etcheberry,^^ que tiene una concepción personal sobre el
coincide con la fase subjetiva de la acción, si bien sólo en cuanto interesa punto, le reconoce otra connotación; cosa igual hace E. Novoa.'^'
al tipo penal, a la descripción legal. El dolo consiste en saber el sujeto lo que va a ejecutar y en querer
La circunstancia de que únicamente los comportamientos voluntarios hacerlo, por ello se identifica con la noción de finalidad que se expuso al
finales del hombre sean los que tienen relevancia penal, consagra un analizar el concepto de acción: dolo es "finalidad dirigida a la realización
principio medular para el derecho penal: comprende exclusivamente los del tipo objetivo".^^^ El aspecto interno, subjetivo de la acción, es una
actos previsibles. Para querer algo, para alcanzar un objetivo, es previo noción libre de toda valoración, el dolo se integra —como la finalidad—
"preverlo", representarse la posibilidad de lograrlo, y en determinadas con el mero conocer la actividad que se desarrolla y querer llevarla a cabo;
modalidades del tipo, la posibilidad de evitarlo. La exigencia de que para no exige el conocimiento o conciencia de que obra bien o mal, de que
que exista tipo penal debe darse la posibilidad de que el resultado sea aquello que ejecutará está o no permitido; este último conocimiento el
previsible, deja al margen del delito todas aquellas actividades del ser derecho lo valora, pero no como integrante del dolo, sino de la culpabili-
humano que se concretan en resultados que están fiíera de aquel marco, dad.
fiíera de su previsión y control; son los denominados casos fortuitos. La Para que el dolo exista no se requiere que el hechor comprenda la
materia que preocupa al derecho penal es el comportamiento de conse- criminalidad de su acto (conciencia de la antijuridicidad); por ello, un
cuencias previsibles, no los demás. menor y un inimputable pueden obrar dolosamente: se exige que conoz-
Los actos con resultados previsibles pueden, a su vez, agruparse en dos can su acción, pero no que conozcan su ilicitud. De modo que el dolo es
grandes categorías: aquellos en que además de ser previsibles sus efectos, neutro valorativamente; el juicio de valor que el autor tenga de su acción
el sujeto los "quería", contaba con ellos al realizar la acción, que constitu- no interesa porque el dolo "es sólo voluntad de acción orientada a la
yen los actos dolosos; y aquellos que no obstante ser previsibles sus conse- realización del tipo" penal.^^ Tampoco el comportamiento doloso signifi-
cuencias, el sujeto, al realizar la acción, no las previo o no contaba con que ca responsabilidad; un enfermo mental puede obrar dolosamente —en el
el efecto se produjera, que son los actos culposos. Un ejemplo facilitará la sentido de que puede querer matar—, pero no es responsable. El dolo,
comprensión. Acto doloso: Juan quiere matar a Pedro y Diego y para libre valorativamente, no supone un juicio de culpabilidad.'^
lograrlo les lanza una granada, en este caso Juan prevé la muerte de Pedro Las tendencias causal, naturalista y val orativa no comparten los puntos
y Diego y realiza la acción para alcanzar ese efecto. Acto culposo: Juan de vista señalados. No ubican el dolo en el tipo penal, sino en la culpabili-
quiere hacer explotar la granada, y lo hace en un lugar que cree solitario, dad, y ello porque agregan en su noción un elemento valorativo, la
sin reparar que están Pedro y Diego conversando, los que sufren heridas conciencia del sujeto activo de que obra en forma contraria a derecho, de
con la explosión, aquí lo que faltó es cuidado en la realización de la la iücitud de su actividad. El dolo en la noción causal naturalista no es
actividad, ya que por su desidia no se dio cuenta de la presencia de los que entonces una noción libre valorativamente, se trataría de una voluntad
resultaron lesionados. A continuación se tratará el elemento subjetivo en mala, el sujeto debe saber que obra injustamente, tiene conciencia de la
el delito doloso de acción. antijuridicidad de su acción.''' Por ello, primitivamente, se hacía diferen-
El tipo subjetivo doloso está integrado por el dolo y los elementos
subjetivos del tipo (también se denominan subjetivos del injusto). Dolo y
elementos subjetivos del tipo son conceptos distintos: el dolo es imprescin-
dible en los delitos de acción, los elementos subjetivos del injusto no Cfr. Muñoz Conde, Teoría, p. 55; Mir Fuig, D.P., p. 197; Cerezo Mir, Curso, I, p. 38;
Ujmez Benítez, Teoría, p. 205;Jescheck, Tratado, I, p. 398; Welzel, D.P., p. 95.
siempre son necesarios. ;^^Cury,aP..I.p.249. > -P • • -P
J2g'^"s'ño, D.P., I, p. 544.
127 Etcheberry, D.P., I, p. 206, trata el dolo como forma de culpabilidad.
ijgNovoa, Curío.I, pp. 496yss. «•''
Maurach, D.í>., I, p. 303.
^^^ Sobre la problemática general del elemento subjetivo puede consultarse Los Elementos 1,0 Welzel, £».i^,p. 95. «iH ,o «%:*-..IK'Í H ' . i t,n-f VM S '
Subjetivos del Delito, de José Luis Diez Ripollés, Valencia, 1990, y Los Elementos Subjetivos del tipo ^j^ Maurach, D.P., I, p. 305.
Legal, de Sergio Politoff, Ed, Jurídica de Chile, 1965. Con distintos matices, adhieren a esa noción: Labatut, D.P., I, p. 114; Novoa, Curso, 1,
76 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

cía entre dolo malo y dolo natural; este último correspondería a la noción
neutral desde el punto de vista normativo a que se ha adherido.
Un aspecto también discutido en el dolo es la amplitud del conoci-
miento que requiere o qué elementos del delito debe comprender. Para el
r EL DELITO DOLOSO

miento debe comprender también las circunstancias especiales del autor


o de la víctima, cuando son elementos del tipo, como la calidad de
empleado público en el delito funcionario, o de recién nacido en el
' KM

infanticidio. Es importante el conocimiento de los elementos normativos,


concepto de dolo que se mantiene en esta obra, es suficiente el conoci- y valorarlos conforme a las alternativas situacionales concretas que se
miento de los elementos objetivos "positivos" del tipo (acción, resultado y presenten. Si se analiza el elemento honestidad (art. 366), por ejemplo, no
vinculación causal), pero aquellos que participan de la tesis de los elemen- es lo mismo que la profesora se desvista en la playa frente a sus alumnos, a
tos negativos del tipo lo integran, además, con el conocimiento de que en que lo haga en la sala de clases.^^^ El conocimiento es fundamental.
el hecho no concurran circunstancias objetivas que constituyan una causal El conocimiento exigido en el dolo, aparte de ser real y cierto, ha de
de justificación. Así, el dolo del que lesiona a una persona no se satisfaría ser actual, y no potencial. Si el sujeto activo estuvo en la posibilidad de saber
con saber que la lesiona, sino que debería también saber que no concurren que en su actividad concurrían los elementos del tipo objetivo, pero en la
circunstancias que objetivamente constituyan una legítima defensa, por realidad al ejecutarla lo ignoraba, no actuó dolosamente. La simple posi-
ejemplo.^*^ bilidad de conocer (conocimiento potencial) no satisface el dolo, se exige
un conocimiento real en el momento de actuar. Lo expresado debe ser
bien comprendido, no se pretende que el individuo que realiza una
actividad tenga que estar pensando permanentemente en todas sus cir-
1 2 . 2 . ELEMENTOS O MOMENTOS DEL DOLO
cunstancias materiales; "quien dispara a otro —dice Bustos—tieneconcien-
cia de que es de noche, que está en una casa ajena, que la víctima es un
El dolo en su gestación requiere de dos momentos: uno de orden intelec- inválido, etc.; pero al momento de disparar no está pensando en ello (o por
tual, el conocimiento de lo que se va a hacer, y otro de naturaleza volitiva, lo menos no puede estar pensando en ello) y eso no quiere decir que falte
consistente en el querer realizarlo.^^^ dolo". La noción de actualidad es omnicomprensiva de aquello en que se
Por ello se distinguen dos categorías de elementos en el dolo: el ha pensado antes o se piensa en el momento de actuar, como también de
aquello que está supuesto en lo subjetivo, en el inconsciente vinculado al
cognoscitivo y el volitivo; para que exista debe copulativamente el sujeto
actuar. ^^
tener conocimiento de los elementos del tipo objetivo (o sea de la acción
a realizar descrita por el tipo y el resultado en que debe concretarse) y de
la voluntad de concretar el tipo (de realizar la acción en cuestión y lograr
el resultado en su caso). Cualquiera de estos elementos que esté ausente b) El elemento voluntad del dolo (momento volitivo)
elimina la posibilidad de que el dolo exista.
El segundo elemento del dolo es la voluntad de concreción del tipo
'•.'• • ' .'>' 'f; Kvv r.) t .'ilfií * . • - (.
objetivo. Se señaló que por finalidad se entendía no sólo el saber lo que se
• • ' a) El elemento cognoscitivo (intelectual) pretendía, sino la decisión de concretarlo. A esto se hace referencia en el
dolo, a esa voluntad de realizar la actividad típica, que se extiende a la
Se exige que el sujeto activo conozca todas las características materiales que decisión de lograr el objetivo, de emplear los medios escogidos y de llevarlo a
conforman la acción descrita por el tipo objetivo, tanto las descriptivas cabo en todas sus etapas en la forma prevista. Dolo es voluntad de concreción,
como las normativas. Deberá saber, de consiguiente, cuál es la actividad no sólo de iniciar algo o de intentarlo. La voluntad es de realizar íntegra-
que desarrollará (naturaleza, forma y medios de ejecución), el curso causal mente lo pensado.
que se pondrá en desarrollo y los efectos que provocará. Así, en el delito Estas nociones requieren de explicación. Se hace referencia a la
de violación el sujeto debe saber que yace con una mujer menor de doce voluntad realizadora conforme al sistema y medios predeterminados por
años de edad, o privada de sentido; en el delito de hurto, que se apropia el sujeto, pues no es lo mismo que alguien quiera apropiarse subrepticia-
de una cosa mueble que es ajena.^*"* No integran este conocimiento los mente de las joyas guardadas en una propiedad, a que se lleve a cabo esa
elementos inherentes a la antijuridicidad o a la culpabilidad. El conoci- apropiación provocando su incendio, o matando a sus moradores.
Querer el resultado del tipo —o sea de la acción típica— no involucra
que el actor aspira a eso, que su intención sea precisamente alcanzarlo, que
p. 509; Etcheberry, D.P., I, pp. 208-209; Cabral, Compendio, p. 177; Soler, D.P., II, pp. 99 y ss.;
esa sea su meta; es suficiente que sepa que si se realiza la acción el resultado
Antolisei, Manual, p. 254; R. Núñez, D.P., II, p. 69; Bettiol, D.P., pp. 383 y ss.

^'-^ Mir Puig, D.P., Parte Gral., p. 198


^ " Gómez Benítez, Teoría, p. 55. 136 ^ " " ° ^ ' Manual, I, p. 209.
Muñoz Conde, Teoría, p. 55. Bustos, Manual, I, p. 176. Mí.t ;<|,on).«J <iiMI tariiíK^ *''
78 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DEUrO DOLOSO
m
se producirá. Aquel que desea probar un arma, y sabe como altamente coincidencia entre la voluntad del sujeto —lo que quería lograr— y el
probable que al disparar va a herir a personas que están cerca, persigue efecto alcanzado.
probar un arma y no matar o lesionar, pero al conocer con seguridad que En el dolo directo no tiene trascendencia el conocimiento del autor
con su acción alguien resultará herido o muerto, jurídicamente quiere sobre la mayor o menor probabilidad que tenía su acción de plasmarse en
también este resultado, aunque en su íntimo lo deplore. Querer, como tal resultado. Si el sujeto quería apoderarse del reloj, aunque haya sabido
elemento del dolo, no se equipara a desear o a tener "intención"; esto que era mínima la alternativa de que lo lograra, el dolo siempre existe. Se
último supone la pretensión de alcanzar precisamente ese resultado, lo piensa que el legislador exige esta clase de dolo cuando emplea términos
que no es necesario en el dolo. como "maliciosamente" (arts. 342 y 395), "a sabiendas" (art. 375), de
Los móviles tampoco son comprendidos por el dolo, normalmente no "propósito", o semejantes.^** Lo que se requiere es que el tipo exija una
forman parte de él. Los móviles son las razones o motivos por los cuales el equivalencia entre la intencionalidad del autor y el resultado de la acción.
sujeto pretende algo, sean racionales o anímicos. Por ello es más preciso La mayor o menor posibilidad con que el sujeto se represente el éxito de
definir el dolo como conocimiento y voluntad de realizar el tipo,^*'donde su acción es algo secundario.^*^
queda al margen desear un resultado, el tener la intención de lograrkí o
los motivos de tal decisión. Dolo es voluntad de concreción, y en el No siempre lo pretendido por el autor coincide con el resultado de la
"querer" —en el sentido expresado— se comprende no sólo lo^ue se acción; puede que el efecto que provoque no sea exactamente el deseado
persigue realmente, sino los efectos o consecuencias concomitáTntes típicas por aquél, sino un medio de alcanzar otro objetivo lícito o ilícito o un
inherentes, o sea aquellos que con elevado nivel de probabilidad sobreven- efecto concomitante. Estas hipótesis son las que dan origen a las clases de
drán al llevar a cabo la acción, deseados o no, como se desprende del dolo que se comentarán a continuación: el "de consecuencias seguras" y el
paradigma antes anotado. Querer y desear son nociones distintas, aunque "eventual". La diferencia que hay entre estas dos especies de dolo incide
generalmente coincidan en la realidad. Otro tanto sucede con los medios en el elemento intelectual, en "cómo" se representa al sujeto el efecto
usados: el repetido ejemplo del sujeto que para eliminar a una mujer le típico.
envía con un niño un ramo de flores con un explosivo que al recibirlo
estallará, sabe que es muy posible que el menor también morirá, pero
como quiere emplear ese medio de comisión, jurídicamente quiere tanto
12.3.2. Dolo de consecuencias seguras, indirecto o de segundo grado
esa muerte como la de la mujer.

El sujeto no persigue el resultado que se representa como necesario o


1 2 . 3 . CLASII-Ky^CIÓN DEL DOLO como inevitable consecuencia de la acción que realizará para alcanzar el
objetivo que verdaderamente pretende. Se sabe que este no desear carece
de relevancia, ya que desde el punto de vista jurídico "quiere" concretar el
El dolo admite clasificación. Se distingue entre directo (o de primer tipo. Lo que caracteriza el dolo indirecto es que el sujeto se representa el
grado), indirecto (de consecuencia segura o de segundo grado) y eventual. erecto típico no deseado como inevitablemente aparejado a la consecución
Esta clasificación depende de la coincidencia de la intención del sujeto del fin que persigue, como un plus inseparable de éste. En el dolo indirecto
(aquello que precisamente persigue) con el resultado y, secundariamente, üene que existir alta probabilidad de que sobrevendrá la consecuencia no
de la mayor o menor seguridad que existe en cuanto a la concreción de deseada. El pistolero que persigue matar a un individuo que se protege
este último a consecuencia de la acción. detrás de un cristal valioso, sabe que inevitablemente romperá el cristal si
aprieta el gatillo, aunque no desee destrozarlo.^**' Para los efectos del dolo
quiere" matar y "quiere" dañar el cristal.
/^ \ 12.3.1. Dolo directo o de primer grado

Hay dolo directo cuando la intención del sujeto, aquello que pretendía,
coincide con el resultado de la acción realizada: perseguía apropiarse del 138r» . . ' ' •
reloj de la víctima y con su actividad lo logra. En este caso hay esa de la C ^^ criterios discrepantes en este aspecto, pues se estima que conforme al pensamiento
^^ omisión Redactora, el término "malicia" que en algunas disposiciones se emplea
DP Tn K^'' ^^— *^ vincula con la antijuridicidad y no con el dolo (véase a Etcheberry,
l^CÚry.D./>..I,p.263.
137 Cerezo Mir, Curso, p. 338. Muñoz Conde, Teoría, p. 58. 4£d
80 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R Í A DEL DEUTO EL DELITO DOLOSO &

•- . . • : , , > ' • 12.3.3. Dolo eventual asimilarlo a la culpa, a la imprudencia temeraria.^'*^ Esta tesis no ha
progresado en la doctrina nacional, donde mayoritariamente se considera
que es una forma de dolo y, de consiguiente, si concurre en un acto hay
Esta categoría de dolo ha sido siempre controvertida. Su noción más tipo penal doloso.^'*' La jurisprudencia reiteradamente lo ha consagra-
acertada es la que se fundamenta en el pensamiento de Armin Kaufmann: do.i*4
hay dolo eventual cuando el sujeto, si bien no persigue el resultado ilícito, Amplios sectores de la doctrina tienen reservas respecto del dolo
se lo representa como mera posibilidad de su acción, no obstante la lleva a eventual, que, en esencia, califican de culpa y no de dolo, al que únicamen-
cabo sin adoptar medidas para evitarlo. Algunos estiman que se da este te para efectos de su penalidad se asimilaría al dolo.''*^ Autores como
dolo cuando el sujeto se representa el efecto típico, y mantiene una actitud Gimbernat, basados en la ambigüedad de la distinción, sostienen que el
de indiferencia para con tal posibilidad. Es la situación del terrorista que "único criterio válido para determinar lo que ha de reprimirse como dolo
tiene orden de colocar un explosivo en un monumento determinado y lo que ha de castigarse como imprudencia es el de la gravedad de la
ubicado en una plaza, que se representa la posibilidad de lesionar a actitud del autor frente al resultado, y de ahí también que el dolo eventual
personas que pudieran estar cerca, pero ello no lo inhibe para cumplir con —por el desprecio que sugiere para bienes jurídico-penalmente protegi-
su misión. Si al estallar el explosivo resulta lesionado un transeúnte, esa dos— debe ser incluido en la primera categoría".^''*
lesión debe atribuírsele a dolo eventual. El problema doctrinario se ha suscitado en cuanto a la naturaleza del
Su actitud es de que "pase lo que pase, hago lo que pretendo hacer". dolo eventual. La doctrina ha considerado diversos criterios que se pueden
Se diferencia del dolo de consecuencias seguras, donde el hechor reunir en dos grandes tendencias: la de la voluntariedad y la de la representa-
tiene la certidumbre de que el resultado típico se concretará al realizar la ción. Estas corrientes doctrinarias tratan de explicar por qué se hace
acción, porque en el dolo eventual el sujeto se representa como una simple diferencia entre dolo eventual y culpa consciente, pues ambos tienen las
probabilidad —no como algo cierto— la ocurrencia del efecto típico ante siguientes características comunes: a) tanto en el dolo eventual como en la
el cual queda indiferente. A ese conductor, que sabiendo su escasa habili- culpa consciente no se persigue el resultado típico, y b) en sendos casos el
dad en el manejo, circula a alta velocidad por la carretera concurrida con resultado ha sido previsto como posible. Útil es adelantar que en la culpa
indiferencia frente a la posibilidad de que pueda atropellar a alguien, si nunca se acepta el resultado, el que siempre es previsible; puede suceder que
efectivamente embiste a un peatón, la lesión o muerte que cause le es el sujeto en la realidad no se lo represente (culpa consciente), o que
atribuible a dolo eventual. previéndolo confíe en que no sobrevendrá y lo rechaza como posibilidad
El problema del dolo eventual radica en diferenciarlo de la culpa (culpa inconsciente).
consciente. En esta clase de culpa —llamada también con representa-
ción— hay previsión de la posibilidad de que se concrete el resultado típico
al ejecutar la acción, pero la posición psicológica del sujeto es diversa a la a) Doctrina de la voluntariedad o del consentimiento
del que actúa con dolo eventual; en la culpa nunca el que actúa queda
indiferente ante la eventualidad de un resultado típico, siempre lo rechaza, Entiende que hay dolo cuando, ante la posibilidad de que el resultado
confía en que no sobrevendrá, pero esta actitud anímica debe ir acompaña- sobrevenga con la ejecución de la acción, el sujeto consiente en él (por ello
da de un comportamiento externo compatible, el sujeto debe adoptar una se denomina del consentimiento). El planteamiento práctico es el siguien-
conducta evitadora de la posibilidad del peligro previsto. te: en la alternativa de realizar una acción que tiene la posibilidad de
producir un efecto injusto, al hechor debe preguntarse si frente a la
seguridad de que el evento ilícito se va a provocar se abstendría o no de
12.3.4. Teorías sobre la naturaleza del dolo eventual actuar. Si la respuesta es positiva, o sea, que ante la certidumbre de que el
resultado injusto acaecería se habría abstenido de actuar, no hay dolo;
cuando la respuesta es negativa, vale decir, que en todo caso realizaría la
El dolo eventual es un tema que preocupa a la doctrina;^'*' en nuestro país, acción, hay dolo, porque significa que consiente en el resultado. Así, el
autores como Labatut pensaban que no correspondía sancionarlo como
dolo, pues no calzaría en tal noción construida —a su concepto— en torno
a la idea de la voluntad a que alude el arL 1°; por ello .se inclinaba por
145 ' ' ^ ' ^ ' ' DP-' P- 118; Novoa e x p r e s a q u e la solución es d u d o s a ; Curso, I, p . 523.
144 Etcheberry, D.P., II, p p . 216-217; Cury, D.P., I, p p . 265 y ss.
l 4 5 ^ ^ ' ' d u g o , Código Penal, Concordancias, I, p . 2 1 .
Véase Rodríguez M u ñ o z , t r a d u c c i ó n del Tratado de D.P. d e E. Mezger, notas d e l t. II,
^^' Véase J i m é n e z d e Asúa, Tratado, V, p p . 574 y ss.; s o b r e d o l o eventual e n especial, pp- 146 ^ " • ' ^"5to«. Manual, p . 184.
G i m b e r n a t , Introducción, p . 46. iomsiii'Vfm. í»
626 y ss.
82 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO
m
campesino que cuando quiere rozar la maleza de un potrero mediante el siempre voluntarias. Esto ha creado una gama de doctrinas sobre la defini-
fuego, le avisan oportunamente que es posible que haya niños jugando en ción de lo que es delito, sobre el dolo y su posible presunción y sobre la
él y, no obstante, corre el riesgo prendiendo el fuego y lesiona a un menor, antijuridicidad.^'*^
actúa con dolo eventual si al representarse tal consecuencia como segura Se puede afirmar que la exigencia de nuestra ley penal consiste en que
no se habría abstenido de su acción, pues en este caso estaría consintiendo para que exista un delito tiene que darse el elemento subjetivo "dolo" por
en el resultado que prevé como simple posibilidad. mandato expreso del art. 2- en relación con el art. 490. El legislador para
referirse al elemento subjetivo del tipo no ha empleado la expresión "dolo"
en su sentido técnico jurídico, pues usa también términos como "malicia"
b) La teoría de la representación o de la probabilidad (arts. 221, 224 N^ 4^, etc.), "a sabiendas" (arts. 212, 223 N^ P , 224 N^ 2^,
etc.); prácticamente no emplea la palabra "dolo".
Esta tesis consistió en un primer tiempo en distinguir entre la menor y Existe cierto acuerdo en que la aparente sinonimia "dolo" y "malicia"
mayor probabilidad con la que el sujeto se habría representado el resulta- que se hace en el art. 2° no es tal, tanto por aspectos lexicográficos, pues la
do. Si lo hubiera previsto con alta probabilidad de ocurrencia y no se conjunción o es alternativa y no equiparativa, como porque en varias
abstuvo de actuar, habría dolo; en caso contrario, culpa. Esta fórmula hacía disposiciones se emplea el término "malicia" en sentido limitativo del
difícil distinguir entre dolo eventual y culpa consciente, puesto que la elemento subjetivo al dolo directo, y en otras oportunidades se refiere a la
diferencia quedaba reducida al grado de posibilidades con que se había expresión en su alcance genérico, comprensivo de la voluntariedad del
representado el sujeto el resultado, límite ambiguo y sutil. La fórmula ha resultado y del conocimiento de la ilicitud de la acción (o sea de la
sido objeto de rectificaciones que le han otorgado cierta preferencia en la conciencia de la antijuridicidad). Así se desprende del art. 490, donde
doctrina, al agregársele un elemento volitivo. No se trata ya de la mayor o precisa el concepto de delito culposo, señalando que es tal el hecho "en
menor posibilidad con que se represente el efecto injusto, sino de la que si mediara malicia constituiría delito", de lo que se colige por
posición subjetiva del sujeto en relación a esa representación. Si a pesar de algunos que no sólo comprende el resultado sino el conocimiento de su
conocer la alternativa de que su actuar concretará el resultado típico el ilicitud.150
sujeto queda en una posición de indiferencia—no en relación al resultado, En otros términos, la ley penal no emplea en sentido técnico único las
sino en relación a la acción—, hay dolo, o sea si decide llevar a cabo la palabras malicia, de propósito, u otras semejantes; su alcance debe ser
acción a pesar del peligro. Actúa con culpa consciente en caso contrario, objeto de un análisis sistemático. Lo señalado se plantea con palabras tales
esto es si a pesar de representarse el evento, confía en que no sobreven- como el término "circunstancias" usado en los arts. 11 y siguientes, 62 y
drá.^*^ En resumen, si el hechor realiza la actividad que se concreta en la siguientes, o con la voz "aborto" en los arts. 342 y siguientes que tienen que
lesión de un bien jurídico habiendo previamente previsto el resultado ser interpretadas en cada caso para establecer su alcance normativo.
como probable, representación que lo deja impertérrito en cuanto a su Se ha pretendido identificar la voz "voluntaria" con la noción de dolo,
deseo de actuar —lo que no quiere decir que acepte el efecto—, hay dolo en especial en el art. 1°,^^^ pero tal posición resulta desvirtuada, de un lado,
eventual. Si actuó confiando en que la lesión no se produciría, hay culpa por el alcance de la expresión "acción" que conlleva en su parte subjetiva
consciente. la voluntariedad, tanto en su noción normativa como en su noción onto-
logica prejurídica. De modo que hablar de acción voluntaria es una tautolo-
gía; de otro lado, al vincularla con el inc. 2° mismo del art. 1°, que presume
12.3.5. El dolo y el Código Penal voluntarias las acciones penadas por la ley, se llegaría a la conclusión
O'bsolutamente inaceptable, jurídica Y moralmente, de que el legislador entra
a presumir uno de los elementos trascendentes de la acción: su finalidad
El C.P. usa excepcionalmente^'*^ la palabra "dolo" en el art. 2° para diferen- (o sea el dolo),^^^ JQ ^^g ^g contrapone a lo preceptuado en los arts. 108 y
ciar la conducta constitutiva de delito de la de cuasidelito (delito atribuible 109 del C.P.P. Por otra parte, resulta obvio que si la Constitución Política
a culpa) y emplea expresiones que se han prestado a diversas interpreta- de la República en el art. 19 N- 3° es terminante en prohibir que se
ciones: "Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia..." son presuma de derecho la responsabilidad penal, parece inarmónico que a su
delitos; son cuasidelitos si se cometen con culpa. De otro lado, el art. 1'
define el delito como una acción u omisión 'Voluntaria" y, además, en su
inc. 2° presume que las acciones u omisiones penadas por la ley se reputan 149 „ ,. _
150 r í ™ " ° ' ^•^•' I- P- '^46; Etcheberry, D.P., I, p p . 206 y ss.; Labatut, D.P., I, p . 118.
151 p •^°''doba-Rodríguez, Comentarios, I, p . 2 3 ; Cury, D.P., I, p . 252.
En ese s e n t i d o , N o v o a , Curso, I, p . 749; Labatut, D.P., I, p . 118; C o u s i ñ o , D.P., I, p . 746;
' M i r P u i g , D.P., p . 205. Etcheberry,
152
D.P., I, p . 215. H H H
* V e r d u g o , Código Penal, Concordanaas, I, p 27 Ail Fuensalida, Concordancias, I, p . 6S; Etcheberry, D.P., I. p. 219; Novoa, D.P., I, p . 754.
84 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO V:M
85

vez el ordenamiento jurídico incorpore como principio general penal la La circunstancia de que estos elementos no formen parte del dolo
presunción legal del dolo en el comportamiento típico. tiene su explicación en la naturaleza de lo que se ha definido como dolo,
En realidad, la palabra 'Voluntaria"^^* empleada por el art. 1- alude a que se satisface con el conocimiento de la conducta típica a realizar y con la
la conciencia de la antijuridicidad, lo que resulta congruente en un estado voluntad de concretarla. Es casi imposible concebir que el hechor se pueda
de derecho. Toda persona, inclusive aquella que ha realizado una actividad representar su propio móvil deshonesto, que es un estado anímico que se
típica, tiene la obligación social de tener conocimiento de aquello que está tiene o se siente, y que no depende de la voluntad.
prohibido por la ley, a menos que pruebe lo contrario (algo semejante a La identidad de estos elementos descarta la posibilidad del tipo culpo-
presumir al conocimiento de la ley, en otro sentido). Las necesidades so con elementos subjetivos del injusto. No es pensable la forma impruden-
sistemáticas obligan a entender la voz voluntaria "no como querer del te de aparición de estas conductas,!^'' lo que se explica porque la per-
resultado, sino como voluntad referida —opuesta— a la norma, ya a la tenencia de los elementos subjetivos al tipo se debe a que sin su concurren-
prohibitiva del hecho típico (en las conductas dolosas), ya a la del deber cia la acción de que se trata pierde trascendencia penal. Así sucede con el
de cuidado."^^* ya indicado ánimo de lucro en el apoderamiento de la especie sustraída:
El dolo en el art. 1° se desprende del concepto de acción y omisión —^y de no estar presente en la acción, ésta deja de tener significación penal,
no de la voz voluntaria—, en cuanto finalidad entendida como elemento podrá ser injusta para el derecho, pero queda fuera de la órbita penal por
común a ambas, aunque con diversos roles, pues finalidad es conocimiento no ser típica, o cuando más podría conformar un tipo penal diferente.^^
y voluntad de realización, y en esto consiste el dolo; el término "voluntaria" De consiguiente, los elementos subjetivos del tipo sólo se dan en delitos
se debe vincular a la conciencia o conocimiento de contravenir la norma, dolosos; como precisan de una proyección psíquica especial, conforman
lo que incide en la culpabilidad del hecho, pero no en el dolo.^^^ generalmente los denominados delitos de intención, delitos de trascen-
dencia interna y delitos de expresión.^^^
-HHiff i, -i: Ello lleva a clasificar los elementos subjetivos del tipo—que al decir de
u,' .>, - 1 2 . 4 . LOS ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL INJUSTO Santiago Mir Puig, serían "todos aquellos requisitos de carácter subjetivo
distintos del dolo que el tipo exige, además de éste, para su realización,"^^
Además del dolo, que es elemento imprescindible del tipo subjetivo, el lo que implícitamente deja fuera al delito culposo— en distintos grupos:
legislador agrega a veces otros elementos de naturaleza anímica; pueden
consistir en máviles o tendencias que no integran el dolo y respecto del cual ir - a) De tendencia interna trascendente
son independientes, sin perjuicio de que especifiquen la subjetividad del
agente, como sucede con el ánimo de lucro exigido por el arL 432 en Son aquellos tipos que requieren, además del dolo, de unTOWÍZa cumplir
relación al robo y al hurto, donde el dolo está constituido por la voluntad que va más lejos de la simple ejecución de la acción típica, como sucede
de apoderarse de la especie, pero para que el delito exista ese apodera- con el delito de hurto en el art. 432, donde el dolo consiste en el conoci-
miento debe hacerse con un ánimo particular: el de lucrar; por ello no es miento y voluntad de apoderarse de una cosa ajena, pero que requiere de
típica la acción del acreedor que se apodera de una cosa de su deudor para un plus subjetivo: el ánimo de lucro, que involucra un objetivo a lograr
hacerse pago con ella, a menos que emplee violencia (art 494 N- 20), después de concretar el tipo, toda vez que ese ánimo que consiste en
porque si bien hay voluntad de apoderarse, no hay ánimo de lucrar, sino aspirar a aumentar el patrimonio propio, alcanzar una ganancia, se refiere
de pagarse.^^ Otro tanto ocurre con el delito descrito en el art. 358, que a un hecho independiente y posterior a la consumación del delito, que se
sanciona el rapto "con miras deshonestas", donde el dolo está conformado satisface con la sola existencia del móvil en el momento del apoderamien-
por la voluntad de concretar el rapto, pero para que la figura penal se dé, to. ^
debe haber en el sujeto, además, un móvil específico: las "miras deshones-
tas", que no integran el dolo, sino que constituyen un elemento subjetivo
especial y necesario para la existencia del tipo. b) De tendencia interna intensificada

^s os tipos no exigen que el sujeto persiga un efecto posterior a la ejecu-


^^' Sobre los alcances y alternativas de la "voluntad" en Isis aci.ioncS, véase el trabajo de
Miguel Polaino, La Voluntariedad de las Acciones Punibles, publicado en Libro Homenaje al
lon e la acción, como acontece en el caso anterior, sino que es necesario
Profesor José Antón Oneca, Salamanca, 1982.
^^^ Córdoba-Rodríguez, CoTnmtarios, p. 24; opinión contraria expresa Cousiño, D.P., I,
p. 751. 158 r . ^^mez Benítez, Teoría, p. 238; Mir Puig, D.P., p. 219; Cobo-Vives, D.P., I-II, p. 409.
^^^ Consúltese sobre las distintas opiniones en la doctrina nacional a Mario Verdugo, l59^""P"íg.O-^-P-218. 8 F , .F
Código Penal, Concordancias, I, pp. 10-11. - ^ .• • 160 p^^'^Vives, D.P., I-II, pU09.
^°® MirPuig, D.P., p. 217. .. .q ,| .jajjp&k-swi»,- abiítóí ••: MirPuig, D.p..p. 217.
86 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO mí

que a la actividad que describen le otorgue un sentido especial, una parte de los comportamientos del hombre. Por ser el derecho penal ultima
dirección subjetiva determinada, como sucede en el art. 366, donde el ratio, sólo excepcionalmentedescribe acciones u omisiones como constitutivas
tocamiento abusivo de la víctima tiene que ser hecho con un móvil desho- de delito; ello explica que respecto de las restantes, que son casi todas, falta
nesto, lascivo. la tipicidad. La expresión "ausencia de tipicidad" se refiere a los casos en
Este móvil permitiría diferenciar un delito de abuso deshonesto, con que aparentemente un comportamiento podría adecuarse a una descripción
el tocamiento médico, por ejemplo.^^^ penal, a pesar de que realmente no queda subsumido en ella. Y esto tiene
razón de ser en la doble función del tipo: fundamentadordel injusto penal,
porque sin tipo no hay delito, y garantizador o limitador del campo de lo
c) Subjetivos de expresión punible, fuera del tipo no hay actos penalmente relevantes.^^^
Establecer si un hecho es típico o no, requiere de un estudio que no
Se menciona una tercera clase de estos elementos subjetivos del tipo, los se limita a su materialidad objetiva, y ello porque el análisis es de índole
subjetivos de expresión, que importan el conocimiento del sujeto de la false- valorativo-normativcL Las descripciones que hace el legislador en los tipos
dad de su declaración, necesario, entre otros delitos, en el de calumnia, no son conjuntos de circunstancias/ádicaj únicamente, su esencia está en
que consiste en atribuir a una persona un delito pesquisable de oficio falso. el contenido axiológico que poseen y que otorga sentido a esas circunstancias.
Requiere que el hecho atribuido sea falso, pero, además, como elemento Precisar la tipicidad de un hecho importa un estudio teleológico. Las
subjetivo, saber el sujeto activo su falsedad. La mera realidad de que el descripciones de la ley penal tienen un contenido valorativo que algunos
hecho no corresponde a la verdad es insuficiente; otro tanto ocurre con el autores pretenden deducir exclusivamente del bien jurídico a cuya protec-
delito de falso testimonio (arts. 206 y ss.). Es discutible la exactitud de la ción tienden, pero el tipo tiene también un sentido éticojurídico en sí, que
distinción de este grupo de elementos subjetivos, pues bien podría estimar- no es dable excluir. Las posiciones tajantes que se mantienen sobre el
se que el conocimiento de la falsedad es integrante del dolo, y así lo punto resultan un tanto excesivas.
pensamos, porque la falsedad en la mayor parte de estos casos es un La ausencia de tipicidad se puede presentar en dos alternativas: a) por
elemento normativo del tipo objetivo que, como tal, necesariamente debe exclusión de la "dimensión lógico-valorativa" del tipo por ser el comporta-
ser abarcado por el conocimiento inherente al dolo (elemento cognosciti- miento socialmente adecuado,'^* y b) por la ausencia de cualquiera de los
vo). elementos objetivos o subjetivos del tipo.
Los elementos subjetivos del dolo presentan dos funciones de innegable
importancia en materia penal: son constitutivos del tipo y tienen unn función
de garantía. A saber, determinadas descripciones típicas serían peligrosa- 1 3 . 1 . ATIPICIDAD P O R ESTAR S O C I A L M E N T E ADECUADA LA C O N D U C T A
mente imprecisas si no se recurriera a estos elementos subjetivos que las ; < ; : 1. O P O R N O SER LESIVA DE U N BIEN J U R Í D I C O ; . i ; ; : h r¡
limitan; así sucede con el delito de hurto, donde no cualquier apodera-
miento de una cosa ajena constituye delito; tiene que concurrir el ánimo
de lucrar, de aumentar ilegítimamente el patrimonio. Junto con dar vida El tipo describe comportamientos que el Estado considera socialmente
al tipo penal, el referido elemento se alza como una garantía, ya que limita lesivos y que afectan a determinados intereses valiosos (bienes jurídicos).
la facultad punitiva, pues todo apoderamiento que no esté motivado por De consiguiente, la conducta, aunque encuadre en una descripción legal
ese ánimo escapa al marco de lo reprimible penalmente como delito de penal, no puede ser considerada típica si la sociedad normalmente la
hurto. acepta; pues los hechos habitualmente tolerados no pueden ser socialmen-
te lesivos o, por lo menos, la comunidad acepta correr el riesgo que ellos
provocan. Welzel da los ejemplos del varón casado que tiene relación con
su mujer tuberculosa en la esperanza de que quede embarazada y fallezca
13. LAATIPICIDAD (AUSENCIA DE TIPICIDAD) a consecuencia de ello, o del pariente que induce al otro del cual es
neredero para que viaje frecuentemente en avión, ya que podría morir en
un accidente y así recibiría su herencia. En estos casos, si se cumplieran las
La tipicidad es la primera característica que debe cumplir el comporta- expectativas, se habría realizado una actividad dirigida específicamente a
miento humano para determinar si es o no delito; si falta, se descarta de provocar el resultado fatal que se podría adecuar en el tipo delito de
inmediato toda posibilidad de que una conducta pueda calificarse de omicidio; pero, de otro lado, no resulta posible calificar de típico el hecho
delictiva. Cuando se hace referencia a las causas de atipicidad, puede
parecer una impropiedad, pues de hecho falta la tipicidad en la mayor

j Cfr. Cobo-Vives, D.P., M I , p . 457; Bustos, Manual, I, p. 219; Cury, D.P., I, p. 3 0 1 .


' Bustos, Manual, I, p . 212. Welzel, ElNuevo Sistema, p . 5 3 .
88 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 89

de que un cónyuge realice la cópula para tener hijos, porque esa conducta nado en el art. 494 N° 10, que se refiere al profesional médico que incurre
es algo socialmente aceptado, aunque el otro cónyuge esté enfermo; otro en descuido culpable en el ejercicio de su profesión sin causar daño a las
tanto sucede con la recomendación que se hace a terceros para que viajen personas. Este tipo falta describe un comportamiento que normalmente
por vía aérea. El tipo penal describe acciones que se refieren a la vida social, no es punible; lo general es que los simples descuidos en que incurre un
pero sólo a las que son inadecuadas a una vida social ordenada.^^^'^ "La profesional sin causar daño no se sancionen penalmente, pero al médico
teoría de la adecuación social entiende que aquellas acciones que entran el legislador le exige mayor acuciosidad en el desempeño de su profesión.
por completo dentro del marco del orden colectivo que ha llegado a ser No obstante, e indudablemente, no podrá conformar el tipo penal en
normal en un momento histórico determinado, no pueden realizar ningún tipo referencia cualquier descuido del facultativo; así, llegar atrasado a su
de delito."^^* Por ello, no son típicas las lesiones de poca intensidad que se consulta podría calificarse como descuido en el ejercicio de su actividad
sufi-en en deportes cuando se cumplen las reglas mínimas del deber de médica, pero tal atraso n o ameritaría subsumirlo en el art. 494. Será
cuidado, como sucede en el boxeo, el fiitbol, o los peligros inherentes de cuestión del juez, de consiguiente, entrar a determinar cuándo un descui-
la conducción de vehículos motorizados, aéreos y semejantes, siempre do configurará el delito falta del art. 496, pues el no ser diligente —en este
también que se cumplan los requisitos mínimos del deber de cuidado caso no ser puntual— no es una conducta socialmente inadecuada por
exigido. Tampoco son típicas las conductas que no lesionan o colocan en regla general. Al tribunal le corresponderá hacer la valoración de la
peligro un bien jurídico en concreto, de modo que no constituyen una antinormatividad del comportamiento para establecer su conformidad al
transgresión a la norma penal,^^^ como ocurre con los pequeños obsequios tipo.
a ciertos servidores públicos que se acostumbran en fechas determinadas.
Otro tanto acontece con la denominada tentativa irreal o ridicula, como
intentar dañar por embrujamiento.^^ La adecuación social y la falta de
1 3 . 2 . ATIPICIDAD POR AUSENCIA DE ELEMENTOS OBJETIVOS
lesividad mayoritañamente se consideran como excluyentes del tipo penal, O SUBJETIVOS DEL TIPO
porque constituyen principios teleológicos de interpretación de las nor-
mas penales (así Bacigalupo, Jescheck, entre otros) y no son causales de
justificación. Sectores doctrinarios han querido encuadrar estos casos en Se ha señalado que el tipo está conformado por un conjunto de elementos,
causales de justificación, como el ejercicio legítimo de un derecho, pero objetivos y subjetivos, de modo que cualquiera que de ellos falte no se dará
no siempre es posible explicar con tales causales situaciones que conforme el tipo penal. Así sucede cuando no hay acción, o cuando no se establece
a los principios interpretativos señalados quedan excluidos. el vínculo causal, o está ausente el objeto material de la acción o el sujeto
Generalmente, en estas hipótesis no sólo no hay un peligro contra un de ella; otro tanto pasa si no hay dolo o culpa, o falta un elemento subjetivo
bien jurídico valioso, sino que no hay una "conducta" típica, aunque haya del tipo.
existido voluntad delictiva; ya que no puede concluirse que esa voluntad No obstante lo anotado, hay situaciones de atipicidad que es útil
delictiva se exteriorizó realmente. En derecho penal por exteriorizar se comerftar; entre ellas, la del caso fortuito, el consentimiento de la víctima,
entiende realizar actividades que tengan valorativamente una realidad y se menciona también a la vis absoluta (fuerza física irresistible). En esta
objetiva al vincularlas con lo subjetivo, aunque sea de modo remoto, lo que ultima hipótesis lo que hay es ausencia de acdón y, al faltar ésta, tampoco
en los paradigmas comentados no se da. puede haber tipicidad.i^^

—Adecuación social y tipos abiertos -• " • t


1 3 . 3 . EL CASO FORTUITO
Tipos abiertos son aquellos en que normalmente la conducta descrita es
socialmente adecuada, pero el tipo penal la sanciona únicamente en
situaciones de especial desvalor; como señala Bacigalupo, "excepcional- art. 10 N- 8- exime de responsabilidad al "que con ocasión de ejecutar
mente un comportamiento adecuado al tipo es socialmente no adecua-
un acto licito, con la debida diligencia, causa un mal por mero accidente",
do, "le?
t-sta disposición establece la atipicidad del caso fortuito, vale decir de la
Tal situación se da —entre muchas otras— con el delito falta sancio- esion de un bien jurídico protegido penalmente, causada por un sujeto
que realiza una actividad con el cuidado esperado: la provocada por mero

163-A w e l z e l , El Nuevo Sistema, p . 5 3 . Los términos en que se consagra la impunibilidad del caso fortuito
^^''Jescheck, Tratado, I, p . 341.
^^^ Cobo-Vives, D.P., M I , p . 457.
^^'^ M a u r a c h , D.P., II, p . 195. 168 1o¡ :ó:t
^^'' Bacigalupo, Manual, p p . 116-117. Su pra párrafo 3.5-a).
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90 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO '• i ^ gj

plantean un problema, porque se refiere únicamente a la ejecución de un 1 3 . 4 . EL CUASIDEUTO ES UN HECHO ATÍPICO, SALVO QUE ESTÉ
EXPRESAMENTE SANCIONADO POR LA LEY
"acto lícito", de modo que los actos injustos (ilícitos) que causan un mal
accidentalmente serían delito, lo que daría pie a sostener que el principio
del versan in re illiciia tiene acogida en nuestro sistema. Esta situación se El cuasidelito es un delito culposo (art. 2°); en general, la culpa no se
hace más compleja con el art. 71, que dispone que al no concurrir la castiga penalmente, de modo que el comportamiento lesivo de bienes
totalidad de los requisitos del art. ION- 8°, se debe observar lo dispuesto jurídicos ocasionado por culpa del sujeto activo es atípico, y ello por
por el art. 490, esto es, las disposiciones relativas al cuasidelito. De modo mandato del art. 10 N- 13 en relación con el art. 4°. El hecho atribuible a
que la lesión o muerte provocada por mero accidente con ocasión de culpa se pena excepcionalmente.^'^
realizar un hecho antijurídico con la diligencia debida, si bien no podría
castigarse como doloso, sí podría castigarse a título de culpa, como cuasi-
delito de lesión o de homicidio, respectivamente.
1 3 . 5 . EL CONSENTIMIENTO DE LA VÍCTIMA
Alfredo Etcheberry^^^ y Enrique Cury^'" expresan que esta conclusión
es inadmisible —y están en lo cierto—, pues importa aceptar que tanto las
consecuencias previsibles como las imprevisibles serían atribuibles al reali- En nuestro país se ha considerado el consentimiento de la víctima como
zador del acto injusto, por lo menos a título de culpa. Las razones que una causal de justificación;'^' no obstante, parte de la doctrina se inclina a
respaldan este rechazo son las siguientes: calificarla de causal de atípicidad, entre ellos Bustos.'''* Para este autor el
i) El art. 71 se limita a disponer que si no se cumplen todas las comportamiento consentido es una vinculación social significativa, ligada
condiciones del art. 10 N- 8° se "observará" lo dispuesto en el art. 490, lo al transcurso histórico del comportamiento humano y, como tal, dice
que significa que se podrá aplicar tal precepto siempre que se den los relación con el ámbito situacional fijado por el tipo, se trataría de un
presupuestos en ella establecidos, vale decir, que concurra imprudencia desvalor del acto, no del resultado.
temeraria y, además, que el hecho constituya un crimen o simple delito Los Códigos Penales recogen el consentimiento de la víctima como
contra las personas si hubiese sido cometido con dolo. De no ser así, no causal de atipicidad, en general, tratándose de bienes disponibles —entre
podrá aplicarse el art. 490, ni calificar como delito culposo el referido otros—, el patrimonio, la sexualidad; así ocurre en el delito de hurto (art
comportamiento y su resultado. 432), de rapto (art. 358), de violación de morada (art 144), donde el
consentimiento de la víctima margina el tipo penal. En otros casos obraría
ii) El art. 71 tiene por objeto hacer inaplicable, en la hipótesis del art. como una circunstancia de atenuación, por ejemplo el aborto consentido
10 N° 8°, lo prevenido en el art. 11 N- 1°. No es posible considerar como por la mujer, que se sanciona con una pena menor (art 342 N- 3°). En
causal de atenuación de la responsabilidad a la no concurrencia de todas general, cuando se trata de bienes jurídicos considerados como no dispo-
las condiciones requeridas por el art. 10 N- 8° para la exención de la nibles —la vida, la integridad corporal—, sólo excepcionalmente se estima
responsabilidad; ello supondría el reconocimiento del principio del versari podría constituir una causal de justificación (la dación de órganos, la
(el que realiza un acto antijurídico responde a título de dolo de todas las cirugía estética) .1'^
consecuencias —^y no de culpa—, aun de las totalmente imprevisibles). Entre los penalistas nacionales, Luis Cousiño estima que el consenti-
iii) El art. 492 inc. 1- resultaría inaplicable al interpretar el art. 71 en miento puede ser causal de justificación, pero también de atipicidad.
la forma criticada. La primera disposición citada sanciona al que "con Piensa que elimina la tipicidad cuando la descripción de la ley penal alude
infracción de los reglamentos y por mera imprudencia o negligencia al consentimiento como uno de los elementos del tipo, sea en forma
ejecutare un hecho o incurriere en una omisión que, a mediar malicia, expresa o tácita; tácita sería en la violación (art 361 N-1°), en la revelación
constituiría un crimen o un simple delito contra las personas". La infrac- de secretos (arts. 246 y 247). En los demás casos constituye una justificante
ción de reglamento es un hecho antijurídico (ilícito), de modo que el mal siempre que se trate de bienes disponibles por el titular y que sea él quien
que se cause en tal circunstancia debería sancionarse conforme con lo ^u^aquiescencia.l'^^ Criterio más o menos análogo tiene Eduardo No-
dispuesto por el art. 490; estaría de más el art. 492 inc. 1°, lo que es voa. 177
absurdo.^'^
172 T j .
173 párrafos 34 y ss.
174 ^^^' •-^^atut, D.P., I, p . 135; Etcheberry, D.P., I, p . 168; Cury, D.P., I, p . 321.
Etcheberry, EID.P. en la Jurisprudencia, II, pp. 80-81. 175 ^"*'°*- Manual, p. 194.
170 Cury, D.P., I, p. 293. 176 ^^^' ' ^ ' " « ^ ^ Benítez, Teoría, p . 422.
Sobre este punto véase el estudio de Córdoba y Rodríguez, en Comentarios al Código jy^ Cousiño, a p . , II, p. 515.
Penal, I, p. 606. Novoa, Curio, I, pp. 410-412.
92 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO í ^ ' ;i-, ' gg

Para q u e el c o n s e n t i m i e n t o d e la víctima o p e r e es insuficiente su solo 13.6.1. Evolución del concepto del error. Errores de hecho y de derecho
consentimiento; se requiere, además, q u e el a u t o r o b r e en c o n o c i m i e n t o
de la voluntad del sujeto pasivo.^''^
Primitivamente, y hasta principios de siglo, e n el d e r e c h o p e n a l se distin-
guía, c o m o se hacía e n materia civil, e n t r e error d e fiecho, q u e recaía sobre
13.6. EL ERROR. ERRORES DE TIPO YDEPROHIBiaÓN las circunstancias materiales del delito, o sea sobre sus e l e m e n t o s fácticos,
y error de derecho, q u e recaía sobre el c o n o c i m i e n t o de la ley, esto es si
existía o n o prohibición de ejecutar la acción o sobre n o r m a s positivas que
Entre las causales d e atipicidad se señaló q u e está el error, p o r q u e c u a n d o dijeran relación con su justificación. C o m o en materia civil el error de
el sujeto activo incurre e n error, su acción, q u e a p a r e n t e m e n t e e n c u a d r a d e r e c h o era irrelevante (arts. 8°, 706 inc. 3° y 1452 C.C.), tal principio se
en la descripción legal, p u e d e ser atípica. Esto sucede sólo c u a n d o i n c u r r e extendía al d e r e c h o penal, d e m o d o que sólo se aceptaba q u e el de h e c h o
en el d e n o m i n a d o error de tipo. A continuación se h a r á referencia a lo q u e podía tener consecuencias. La clasificación del e r r o r en d e h e c h o y de
se e n t i e n d e p o r error y sus clases. d e r e c h o , q u e a p a r e n t e m e n t e es clara, hizo crisis c u a n d o se detectaron los
En materia penal, el c o n c e p t o de "error" c o m p r e n d e también el de elementos normativos del tipo, p a r t i c u l a r m e n t e los de naturaleza jurídica,
ignorancia, a u n q u e sean nociones distintas. como la "ajenidad" de la especie sustraída en el delito h u r t o o la calidad de
Ignorancia es carecer de c o n o c i m i e n t o sobre u n a cosa o situación; en "empleado público" en materia d e malversación, q u e hicieron imposible
el error se tiene conocimiento, p e r o es equivocado, n o c o r r e s p o n d e a la establecer u n a separación tajante e n t r e circunstancias d e h e c h o y d e
realidad. Ignorar es n o saber, errar es conocer mal. Para los efectos d e r e c h o en materia penal, lo q u e movió a los causalistas valorativos a
penales, ambas posibilidades se e q u i p a r a n . distinguir en el error aquel q u e recae sobre la ley penal de aquel que recae
Se acepta mayoritariamente q u e hay dos clases d e error: el d e tipoy el en leyes n o penales q u e se vinculan con el tipo, a c e p t á n d o s e q u e el error
de prohibición. que recaía en estas últimas p o d í a asimilarse en sus consecuencias al error
Error de tipo es el q u e recae sobre los elementos objetivos del tipo, de h e c h o . El q u e se a p o d e r a d e u n a especie p o r q u e cree q u e es suya (tomar
sean descriptivos (cosas, armas) o normativos (ajeno, e m p l e a d o público, la maleta equivocada en el a e r o p u e r t o ) i n c u r r e en u n error de h e c h o ,
d o c u m e n t o ) ; el d e s c o n o c i m i e n t o o error sobre la existencia de algunos de a u n q u e diga relación con el d e r e c h o d e d o m i n i o , lo q u e p e r m i t e superar
esos elementos excluye el dolo^''^ y p o r lo tanto el tipo p u e d e q u e d a r el p r o b l e m a del error en relación a los e l e m e n t o s normativos del tipo.
excluido. Error de prohibición es el que recae sobre la licitud de la En realidad, la distinción entre error de d e r e c h o y d e h e c h o es casi
actividad desarrollada, es ignorar q u e se obra en forma contraria a dere- impracticable; e n definitiva, todos los e l e m e n t o s del u p o son objeto d e
cho, es n o saber q u e se está contraviniendo el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o . El valoración j u r í d i c a y p o d r í a n i m p o r t a r error d e d e r e c h o ; suficiente es
error de tipo, c o m o recae sobre sus elementos objetivos o sus circunstan- m e n c i o n a r el c o n c e p t o d e cosa, d e d o c u m e n t o público (art. 193), instru-
cias (sujeto activo, pasivo, acción, resultado, n e x o causal), se alza c o m o el m e n t o privado (art. 197), etc.'®' El u p o n o r m a l m e n t e tiene elementos de
aspecto negativo del e l e m e n t o cognitivo del d o l o , ' * ' y p o r ello r e p e r c u t e h e c h o y d e d e r e c h o (los normativos), q u e d e b e n ser tratados en igual
en el tipo, p u d i e n d o excluirlo; de allí q u e se trate c o m o causal d e atipici- forma en cuanto a sus repercusiones.'®^
dad. El error d e prohibición, p o r recaer sobre la licitud o ilicitud del acto,
dice con el injusto y con la antijuridicidad, y r e p e r c u t e en la culpabilidad,
pues quien tiene u n equivocado c o n c e p t o respecto d e la licitud de su
actuar, carece d e conciencia de la antijuridicidad, que, c o m o se dirá más 13.6.2. El error de tipo
adelante, es u n e l e m e n t o de la culpabilidad; d e m o d o que el e r r o r de
prohibición n o se tratará en esta parte, sino al analizar la culpabilidad, ya El error de tipo p a r t e del principio d e q u e el d o l o requiere del conocimien-
que excluye ésta o la atenúa. to de los e l e m e n t o s que c o n f o r m a n el tipo objetivo; si se carece del
conocimiento d e u n o o d e todos esos elementos al realizar la acción
objetivamente típica, se i n c u r r e en e r r o r y el dolo q u e d a excluido. Si el
error se produjo p o r falta de cuidado (negligencia o i m p r u d e n c i a ) , queda-

^^^ El c o n s e n t i m i e n t o d e la víctima se desarrolla e n t r e las causales d e justificación, infra


181
p á r r a f o 27. Cfr. Cury, D.P., I, p . 257; Bustos, Manual, p . 296; Miguel Soto, Sistema del Error Evitable
^'^ M u ñ o z C o n d e , T a m a , p p . 60-61. '^"^°^'^áón,p.'sfi.
,, 180 Bacigalupo, Manual, p . 108. Mir Puig, D.P., p . 209.
94 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL D E U r O DOLOSO 95

rá subsistente la culpa, y si ésta es castigada por la ley, habrá cuasidelito.^^' ocurrir que aunque excluya el dolo, a veces puede quedar subsistente la
En su oportunidad se señaló que el dolo se integra por dos elementos: el culpa.'*^ Para poder determinar cuándo sucede una u otra cosa, debe
conocimiento y la voluntad de concretar el tipo; el conocimiento se refiere distinguirse si el error era vencible o invenáble.
a los elementos del tipo objetivo, a saber la acción que en realidad se está El error es vencible CManáo el sujeto estaba en condiciones de evitarlo
realizando y sus modalidades, el resultado que se alcanzará con la misma y si hubiese empleado el cuidado debido, o sea cuando le era posible
el nexo causal existente entre ese resultado y la actividad desarrollada. Es preverlo y no lo hizo. En esta hipótesis, si bien el dolo queda excluido, no
en este conocimiento donde el sujeto incurre en error y ello tiene reper- lo queda la culpa; de consiguiente, el hecho constituirá un cuasidelito
cusión, o puede tenerla, en el tipo al excluir el dolo. Si el sujeto ignora o cuando la culpa es punible, y tendrá que responder el sujeto en tal calidad.
tiene un falso concepto acerca de lo que hizo, de cómo se iba a desarrollar Incurre en error invencible la persona que no estaba en condición de
esa actividad o de sus consecuencias, no podría darse el dolo. En el hecho, evitarlo, cuando estaba fuera de su posibilidad de previsión. En este caso
el sujeto que incurre en error de esta clase no quiere realizar el tipo que en no responde ni de dolo ni de culpa, quedan ambos excluidos. La distinción
la materialidad concreta, por ello no obra con el dolo exigido por la figura entre evitable e inevitable, en definitiva, se vincula con la posibilidad de
penal. evitación del error de parte del sujeto.
En otros términos, el sujeto, al realizar la acción, "ignora o cree Los señalados son los efectos generales del error de tipo, pero corres-
erróneamente que no concurre en su conducta un elemento del tipo";'^"* ponde analizar algunas circunstancias especiales que se plantean. Entre
de consiguiente, no puede haber dolo, queda excluido, sin perjuicio de ellas, las siguientes:
que subsista la culpa si por su imprudencia o negligencia incurre en el
error. a) El error en el curso causal
El error de tipo a que se ha hecho referencia es en favor del sujeto activo;
pero existe también el denominado error al revés o en contra del sujeto, que
En los delitos de resultado, aquellos en que la acción del sujeto debe
se da cuando éste quiere realizar un acto típico y por error realiza uno de
concretarse en un efecto diverso a la actividad misma por él desarrollada,
menor gravedad o uno atípico. Se da en la tentativa y en el delito frustrado,
es necesario que tenga conocimiento de las alternativas del curso que
donde por una equivocada apreciación de los hechos el delincuente que seguirá su actuar. Tal conocimiento debe referirse a lo esencial, no se
quiere cometer un delito, fracasa; no obstante, debe responder por su extiende al de las circunstancias irrelevantes, de poca trascendencia. Nin-
tentativa (Juan, enojado con su socio, con el objetivo de lesionarlo le gún proceso causal, por cuidadosa que haya sido su previsión, coincide
dispara un balazo, pero no apunta bien y no lo hiere: comete delito exactamente con lo esperado por el autor, y ello es así por los permanentes
frustrado de lesiones punible). Es una situación inversa a la del error de imponderables que rigen toda actividad humana. Hay error en el curso
tipo, donde el sujeto no pretende cometer un delito y por error comete causal cuando quien realiza la acción tiene prevista una manera dada de
uno, o cuando queriendo cometer uno de menor gravedad, incurre en alcanzar el resultado que persigue, pero éste se concreta en la realidad por
uno de mayor gravedad (quería provocar el aborto de la embarazada, pero una vía distinta, al sufrir una modificación el curso previsto. Para que el
maniobra equivocadamente y causa su muerte). derecho penal considere estas desviaciones es necesario que sean de cierta
importancia; por ello se distingue entre errores de índole esencial y no
esencial Cuando conforme a la representación del sujeto el efecto quedaba
13.6.3. Consecuencias del error de tipo luera de aquello que estaba en el ámbito de posibilidades de su acción, su
error excluye el dolo, porque se está ante un error esencial; no sucede otro
tanto con las desviaciones inesenciales, que no lo excluyen. Esta última
situación se puede graficar con el tradicional paradigma del sujeto que
Se debe hacer diferencia entre error de tipo esencialy no esencial. El primero
quiere provocar la muerte de otro mediante su ahogamiento por inmer-
es el que recae sobre los elementos del tipo, sobre aquellos que fundamen-
tan su existencia. Cuando recae sobre otras circunstancias se califica de no lon, y para ello lo lanza al río desde un puente, y la víctima, en lugar de
esencial y por lo tanto intrascendente para los efectos penales. La regla ecer al caer en el agua, muere instantes antes al golpear su cráneo una
general es que el error sobre algún elemento esencial del tipo trae como ga de la estructura del puente. Aquí la desviación del curso es inesencial,
consecuencia la exclusión del dolo, pero no siempre de la culpa. Puede porque esta alternativa estaba dentro del ámbito de lo previsible; por ello
autor responderá de esa muerte a título de dolo. Las desviaciones
"esenciales de la causalidad no excluyen el dolo.

^^' M u ñ o z C o n d e , Teoría, p p . 61-62. 185


Cfr., en g e n e r a l , Cury, D.P., I, p . 257; Soto, Siste?na del Error, p p . 336 y <
^^* Cerezo Mir, Curso, p . 34. em
96 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO 97

Existe un sector doctrinario que vincula esta clase de error con la persona nel objecto). Aquí debe distinguirse si el objeto de la acción es o no
imputación objetiva: estiman que con ella se superan esos problemas. En intercambiable, sin que el tipo penal varíe. En principio, rige la misma
el fondo, cuando el delincuente pretende realizar una actividad que debe regla antes indicada, el error es inesencial: si el autor quería lesionar a
concretarse en un peligro material, debe representarse la posibilidad de Pedro, pero lesiona a Juan al confundirlo con aquél, en definitiva se ha
que el comportamiento lo abarque en su potencialidad causal, de modo lesionado a un hombre y eso es lo que sanciona el tipo delito de lesiones.
que si el peligro que en la realidad provocó su actuar no estaba compren- De modo que cuando los objetos sobre los que recae la acción descrita por
dido en tal posibilidad, habrá incurrido en un error esencial; ello significa, el tipo son intercambiables, los errores carecen de interés en cuanto a sus
en el plano de la imputación objetiva, que tampoco le será atribuible, consecuencias.^*' Pero el problema su suscita cuando conforme al tipo
siempre que desde una perspectiva situacional objetiva, ese peligro no haya dicha intercambiabilidad no es posible, como acontece con algunos delitos
quedado abarcado por la conducta. especiales; v. gr., el individuo que queriendo matar a su padre, mata a un
Mir Puig, al referirse al error en el curso causal, distingue entre aquella tercero al confundirlo con aquél. Aquí se plantea la interrogante de si hay
desviación que excluye la posibilidad de imputación objetiva del resultado delito doloso de parricidio o de homicidio, o se trata de un concurso entre
"por ruptura de la necesaria relación de riesgo del mismo con la conducta", un delito de homicidio culposo —la muerte de Juan— y una tentativa
como sucede —expresa— cuando el que quiere matar, sólo hiere, y la dolosa de parricidio. En nuestra legislación, la solución la da el inciso final
víctima muere por accidente que sufre la ambulancia que lo transporta. En del arL 1° antes referido: el sujeto debe ser castigado como autor de
este caso no podría atribuirse a la herida causada la muerte de la víctima, homicidio simple.^^ Puede suceder que el sujeto queriendo matar a su
con base en los principios que rigen la atribuibilidad objetiva. padre, por error lo confunde con su madre; aquí el error es irrelevante,
La desviación será irrelevante, sostiene Mir Puig, si el resultado puede pues se trata de dos personas que para los efectos del tipo aparecen como
atribuirse objetivamente a la conducta del sujeto, como ocurre cuando intercambiables, reúnen las mismas condiciones de calificación: el autor
quiere causar la muerte de otro mediante el empleo dé cianuro y por error deberá responder de parricidio. Se puede dar una hipótesis distinta si se
lo hace empleando arsénico.^^^ está ante una confusión de objetos de diversa naturaleza. El autor confun-
de a su enemigo con un maniquí que a la distancia se le asemeja y le dispara
dañándolo; aquí hay una tentativa inidónea de delito de lesiones al enemi-
b) El error en la persona go, en concurso con un cuasidelito de daños al maniquí, no punible.'*^
Solución distinta tiene la situación a que alude Cury,^^ de aquel que
La persona, como norma general, no integra el tipo penal; por ello, el en la obscuridad confunde a Rosa, una mujer mayor de edad, con la cual
error a su respecto no repercute en el tipo penal; no obstante, a veces acordó tener relaciones sexjuales, con Margarita, una menor de doce años,
puede tener trascendencia. Corresponde distinguir entre el simple sujeto que sin decir nada consiente en la vinculación camal; la solución plantea-
pasivo del delito y cuando, además, ese sujeto es el objeto de la acción, o da por Cury es la justa: el error excluye el dolo de violación (se comete
sea cuando la actividad del actor recae materialmente sobre la corporeidad violación cuando se yace con una menor de doce años aunque consienta),
física de la víctima. • • •• . en atención a que el error recayó en el objeto de la acción —la mujer—, el
sujeto creyó estar con Rosa. No sucede lo mismo si queriendo violar a Rosa,
i) Si el error incide en la persona del sujeto pasivo, como él no integra la confunde con Juana y la viola; aquí el error en cuanto a la persona no
el tipo no tiene trascendencia; así, si el delincuente pretende sustraer el excluye el dolo, quería violar a una mujer y la violó. La diferencia, en todos
automóvil de Pedro, pero por error se apodera del de Juan, que tiene las estos casos, radica en el error que recae en el objeto de la acción: en el
mismas características que el otro, responde a título de dolo por la sustrac- primero el sujeto cree tener una vinculación atípica, y por error en cuanto
ción del vehículo, ya que se apropió de un automóvil ajeno. El principio se al objeto, incurre en una típica, lo que margina el dolo; en el segundo tiene
consagra expresamente en el art. 1- en su inc. final, con la modalidad de el propósito de realizar una acción típica, sólo incurre en error en cuanto
que las circunstancias no conocidas por el delincuente que agravarían su al objeto sobre el que recae la acción, que es de carácter inesencial.
responsabilidad no se tomarán en cuenta, pero sí las que la atenúan. La norma general es, entonces, que el error en cuanto a la persona del
ii) La situación puede variar cuando la persona es el objeto material
de la acción, como sucede con delitos como el homicidio, las lesiones o la
igg^acigalupo, Manua/,p. l i o . .. - -.. "
violación, donde la actividad delictiva tiene necesariamente que recaer Al referirse a la aberratio idus, Cury alude a una diversidad de siaiaciones que pueden
físicamente sobre la corporeidad de la víctima, de manera directa (error tn D "'^'^^^ ^n estos casos, si bien los resuelve en forma distinta a la que aquí se estima como
fj^ ™ente, esto es aplicando el art. 1= inc. final. Cury cree inaplicable esta última norma
'^•^g'gí.PP-260-261).
190 ^ " " ° * ' Manual, p. 305.
' Mir Puig, D.P., p . 214. **^ í>»««*»i<- ,iJíí><'-';í?^ .<^ , i , ' » - Ü .'vfJíí Cury,D.P.,I,p. 258. a
98 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DOLOSO <m
sujeto pasivo es irrelevante para los efectos del tipo, a menos que dicho distinta; se estima que cuando se produce una desviación del nexo causal,
error afecte a uno de sus elementos, como pasa cuando el sujeto pasivo es se da un concurso ideal entre un delito consumado atribuible a culpa (en
al mismo tiempo el objeto material de la acción, y además se exige una el ejemplo, las lesiones de Diego) con un delito frustrado doloso (el de
condición especial de calificación para ser sujeto pasivo (parentesco, mi- lesiones a Francisco). En nuestro país, así lo sostiene Eduardo Novoa, que
noridad de edad, ser funcionario público, etc.). estima que el art. 1° inc. final sólo se refiere al error en la persona, por los
comentarios del Acta N° 115 de la Comisión Redactora, como por la frase
de la disposición "no se tomarán en consideración las circunstancias no
c) El error en el golpe ("aberratio ictus") conocidas del delincuente...", lo que involucraría un error en la persona
de la víctima y no una forma torpe de operar.^^^ Igual piensa Enrique Cury,
Se produce cuando el sujeto se equivoca en el curso causal que previo quien afirma que el art. 1° inc. final no comprende la aberratio ictus y
seguiría su acción (dispara contra Juan, yerra y lesiona a Pedro). La concluye que en este último caso habría un concurso ideal entre un delito
aberratio ictus no debe confundirse con el error in personae; en este último intentado doloso y uno consumado atribuible a culpa.'^*
el sujeto confunde a una persona con otra, mientras que en la aberratio no
incurre en error en cuanto a la víctima —aun en el caso de que sea objeto
de la acción—; aquí dirige su actividad precisamente en contra de la d) El "dolus generalis"
víctima u objeto escogido, pero al desviarse la dirección de la misma
lesiona a otra persona o a un objeto distinto. Como la aberratio ictus es un Esta situación se vincula con el error en el curso causal. Se trata de un
error en el curso causal, la regla general será que si no es esencial, resultará resultado injusto que se produce mediante una secuela de actos que,
intrascendente para los efectos del dolo y, por ello, para el tipo penal. Si el mirados desde el plan del sujeto, pretendían objetivos distintos; sólo el
sujeto quería herir a Francisco y por no apuntar bien hiere a Diego, que se primero tenía como fin consumarlo, los posteriores no. Sucede en el
encontraba cerca, su lesión constituye delito doloso de lesiones a Diego; conocido ejemplo del individuo que pretende matar a otro estrangulándo-
para el tipo es circunstancial quién es la persona, lo que requiere es que se lo, y cuando cree haberlo logrado, con la intención de simular un suicidio,
lesione a una persona.^^^ Los principios que rigen la atribuibilidad objetiva lo cuelga de una viga con una cuerda, y es esta acción la que en verdad
del resultado al sujeto, o sea la imputación objetiva, pueden hacer variar la provoca su muerte, pues la primera no lo había conseguido. En otros
situación. A saber, si el autor quería lesionar a Francisco y le dispara, pero términos, la muerte del sujeto se concreta con la actividad posterior, no
Diego en defensa de éste, que está a su lado, se atraviesa en la dirección y obstante que el autor creyó haberla alcanzado con la primera y el colga-
recibe el impacto, el acto voluntario por el cual Diego se hace herir para miento era un simple acto de ocultación.^^* Parte de la doctrina considera
impedir que el proyectil lesione a su amigo no puede atribuirse a quien que en esta hipótesis se da un concurso de tentativa de homicidio doloso,
dispara. La lesión de Diego no es susceptible de atribución objetiva a la en grado de frustrado, con un delito de homicidio consumado atribuible
acción de disparar, el autor responderá únicamente de lesiones frustradas a culpa.1^5 Otro sector sostiene que el error es inesencial y que se está ante
a Francisco. un proceso unitario donde el dolo del primer acto abarcaría la actividad
Conforme al criterio de la imputación objetiva, en el juicio de expe- posterior —dolus generalis—, de manera que existiría un delito doloso
riencia existe la posibilidad de que el peligro creado por la acción realizada único de homicidio.^^ Dejando de lado aspectos relativos al dolo, algunos
lesione un bien jurídico de otro titular, salvo casos excepcionales como el autores pretenden alcanzar igual solución por medio de los principios de
antes citado. Este es el criterio que a nuestro juicio se mantiene en la la imputación objetiva, pues el resultado muerte posterior quedaría en la
legislación nacional por el art. 1° inc. final, que sin hacer distingos de posibilidad de ser atribuido objetivamente a la actividad del sujeto, que
ninguna clase señala que el que comete un delito responderá de él aunque conlleva como inherente a ella peligros de esa naturaleza, aunque no
el mal recaiga sobre una persona distinta, sin perjuicio de que en tal hayan sido aprehendidos por su dolo.i^''
hipótesis no se consideren las circunstancias no conocidas por el sujeto
que agravarían su responsabilidad, pero sí las que la atenúen. Se trata de
un precepto inspirado en razones de política criminal que debe entender-
se, por lo tanto, en ese sentido. 192 v ,
No obstante, en la doctrina hay tendencia a interpretarlo en forma ig, Novoa, Curso, I. p. 582.
jg^ Cury, £>.f., I, pp. 260-261.
195 Cfr. Jescheck, Tratado, I, p. 429; Muñoz Conde, Teoría, p. 63.
1% Cfr. Cerezo Mir, Curso, I, p. 353; Cury, D.P., I, p. 262
^^^ Cfr. Etcheberry, D.P., III, pp. 51-52; Garrido, El Homicidio, p. 201; Bustos, Manual, p. de o 1 •, ^^^'' siempre que en el plan primero del autor haya estado comprendido el acto
111. La jurisprudencia se inclina por esta interpretación (Verdugo, Código Penal Concordan- o197
c u l •~"°'^ posterior! nD.P.,
t a c i ó n Dosteri<-.r- U ^p. Tni.xM,,^—^
103; Muñoz Conde, Teoría,
í - T- ' - _ p. ^o
63.
das, 1, p. 20). jescheck. Tratado, II, pp. 418 y 421.
C A P Í T U L O IV . ;
loo NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

LA ANTIJURIDICIDAD
'::•"? e) Acto p r e p a r a t o r i o q u e c o n s u m a el delito •. .,

Otra situación de error cuya solución ofrece dudas es la del sujeto q u e se


r e p r e s e n t a en forma equivocada el curso causal d e la actividad delictiva, y
al realizar u n acto p r e p a r a t o r i o de su ejecución, c o n s u m a el delito. El
m é d i c o q u e p r e t e n d e privar de la vida al paciente d u r a n t e la operación,
causa, sin p r o p o n é r s e l o , su deceso al aplicarle la anestesia. Bacigalupo
piensa q u e tal situación q u e d a resuelta con los principios de la imputación
objetiva, pues si la m u e r t e a consecuencia d e la anestesia objetivamente le
es atribuible al m é d i c o , d e b e r e s p o n d e r d e homicidio doloso, p o r q u e en
tal caso el resultado es a d e c u a d o a su acción.'^^

14. GENERALIDADES


i La anüjuridicidad es u n e l e m e n t o del delito cuya constatación d e b e llevar-
se a efecto, m e t o d o l ó g i c a m e n t e , después q u e se h a d e t e r m i n a d o el carácter
típico de u n c o m p o r t a m i e n t o .
El tipo penal es la descripción realizada p o r la ley penal de u n a
conducta lesiva o peligrosa para d e t e r m i n a d o s bienes socialmente valiosos.
Se refiere, de consiguiente, a conductas cuya realización se p r o h i b e en
forma general. P e r o el d e r e c h o , j u n t o con establecer prohibiciones de
m o d o i n d e t e r m i n a d o , se ve compelido a autorizar a veces la realización de
hechos que p r o h i b e ; así ocurre, entre otros casos, con la legítima defensa,
d o n d e se permite repeler el ataque realizando un acto típico, c o m o sería
golpear al agresor. De suerte q u e en el o r d e n a m i e n t o e n c o n t r a m o s distin-
tos órdenes d e normas, por u n lado las prohibitivas, tales c o m o las que
impiden matar, apropiarse de lo ajeno y demás semejantes; las imperativas,
que compelen al sujeto a realizar algo, c o m o cumplir con obligaciones
cívicas, auxiliar al q u e está en peligro, y las permisivas, q u e permiten en
determinadas circunstancias realizar actos prohibidos de m a n e r a general
por la n o r m a prohibitiva o a n o ejecutar lo o r d e n a d o por u n a n o r m a
imperativa. Las n o r m a s permisivas en la teoría del delito se d e n o m i n a n
causales de justificación. La antijuridicidad se d e t e r m i n a estableciendo si en
un c o m p o r t a m i e n t o q u e se e n c u a d r a en u n a descripción legal c o n c u r r e o
o una causal de justificación, si existe u n a n o r m a permisiva q u e excepcio-
nalmente autoriza su ^
ejecución.
-f'Oi'xr

15. TIPICIDAD Y ANTIJURIDICIDAD

a n t e la tipicidad c o m o la antijuridicidad son elementos diversos del


•' ' - .'
uto, y cada u n o tiene un desvalor p r o p i o que marca su evidente diferen-
»V jiiíW' • t i acto típico es antinormativoy el acto antijurídico es contrarío a derecho.
' Uaricraliino. ManuaL D. 112.
102 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEOMA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 103

La tipicidad es contradicción del acto con la n o r m a penal genérica y presenta en esta perspectiva c o m o f u n d a m e n t o n o r m a l y suficiente d e la
la antijuridicidad es contrariedad d e u n acto con el sistema considerado en antijuridicidad del acto, salvo q u e concurra u n a causal q u e lo justifique.^*'*'
su conjunto, c o m o u n todo. Este e n u n c i a d o se p u e d e granear con el m i s m o N o c o r r e s p o n d e averiguar la antijuridicidad de u n h e c h o típico; lo q u e
p a r a d i g m a antes a l u d i d o . El C.P. al describir el delito de homicidio en el hay q u e establecer es si c o n c u r r e u n a n o r m a permisiva que lo justifique
art. 391 está implícitamente consagrando la prohibición, sin distinción, d e (una causal de justificación).
matar a otra persona; la n o r m a general allí prevista impide privar de la vida
a t o d o ser h u m a n o , quien lo hace i n c u r r e en u n a conducta típica, lo que
significa q u e siempre se c o n t r a p o n e a la prohibición; p e r o el que sea
17. LA ANTIJURIDICIDAD C O M O N O C I Ó N UNITARIA EN EL
contraria a la prohibición n o significa q u e siempre infringe la "protección"
DERECHO
del bien j u r í d i c o , p o r q u e la ley permite a veces sacrificar u n a vida en p r o
de otros valores. De m o d o q u e en el instante en que se establece la
tipicidad del acto a ú n n o es posible afirmar que se está a n t e u n delito d e Si se tiene u n a concepción unitaria del d e r e c h o , n o hay u n a especial
homicidio, c o r r e s p o n d e previamente analizar si c o n c u r r e u n a n o r m a q u e antijuridicidad penal. La antijuridicidad es u n a sola para el o r d e n a m i e n t o
p e r m i t e en ese caso la m u e r t e ; así sucede c u a n d o se actúa en defensa d e la jurídico, de m o d o q u e aquello que para los efectos penales es antijurídico,
propia persona o derechos ante u n a agresión ilegítima. Tal acción sigue lo es también para el d e r e c h o civil, comercial, etc.,**'^ sin perjuicio d e q u e
siendo típica, p e r o p o r h a b e r u n a n o r m a q u e p e r m i t e la defensa, el sistema haya muchos actos antijurídicos que n o estén tipificados por la ley penal.
la justifica, sin dejar d e calificarla c o m o contraria a la n o r m a (o sea es Debe recordarse que p o r el principio de legalidad y el carácter fragmenta-
típica). La característica del acto d e ser contrario a la n o r m a tiene impor- rio de esta rama jurídica, sólo lo q u e u n a ley describe c o m o delito es típico,
tancia, p o r q u e — c o m o señaló Welzel— n o p u e d e equipararse la m u e r t e y ú n i c a m e n t e los actos típicos son los que d e b e n ser apreciados en su
causada a u n ser h u m a n o con la m u e r t e de u n a mosca: lo p r i m e r o , p o r ser anüjuridicidad. Las acciones contrarias a d e r e c h o constituyen u n a multi-
típico, tiene su p r o p i o desvalor, la contrariedad con la n o r m a ; lo segundo, plicidad, y tienen relevancia para otros efectos, p e r o en tanto n o sean
p o r ser atípico, n o tiene relevancia penal. El tipo valoraüvamente n o es recogidos por un tipo legal carecen de interés para los efectos delictivos.
neutral, i m p o r t a conculcación d e la n o r m a penal imperativa o prohibitiva. La teoría de la antijuridicidad tiene p o r objeto d e t e r m i n a r en qué
En c u a n t o típico u n c o m p o r t a m i e n t o sólo lesiona o p o n e en peligro u n casos y por qué razones el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o permite la ejecución de
bien valioso, p e r o n o infringe la concreta protección que ofrece el d e r e c h o un c o m p o r t a m i e n t o típico.
a ese bien; es la antijuridicidad la q u e viene a d e t e r m i n a r si tal lesión o
peligro constituye o n o esa infracción.^^ Si bien la vida h u m a n a es u n bien
valioso p a r a el d e r e c h o , en el caso del agresor ilegítimo el sistema n o la
p r o t e g e respecto del q u e defiende su propia vida o integridad; al contrario, 18. ANTIJURIDICIDAD E INJUSTO
justifica esa conducta.
No son conceptos sinónimos. Antijuridicidad es la característica de u n
hecho de ser contrario a d e r e c h o ; el injusto es precisamente el evento
antijurídico. La anüjuridicidad es un juicio d e valor q u e establece la
16. C O N C E P T O DE ANTIJURIDICIDAD posible relación de contradicción e n t r e el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o y u n
comportamiento; el injusto es ese c o m p o r t a m i e n t o ya valorado c o m o anti-
jurídico, algo sustantívo.202
Antijuridicidad es la constatación de q u e el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o n o
autoriza, en u n a situación específica, la ejecución de u n c o m p o r t a m i e n t o
típico; es la c o m p r o b a c i ó n de q u e u n acto p r o h i b i d o p o r la n o r m a penal
n o está excusado p o r u n a causal de justificación. El c o m p o r t a m i e n t o típico 19. RESEÑA SOBRE L ^ EVOLUCIÓN DEL C O N C E P T O DE
se presenta así c o m o indicio de la antijuridicidad {ratio cognoscendi). El ANTIJURIDICIDAD
análisis de la antijuridicidad se dirige a establecer si excepcionalmente la
ejecución de tal acto está autorizada p o r el d e r e c h o . La tipicidad se
n el siglo XIX la antijuridicidad n o era considerada c o m o u n e l e m e n t o
e delito, era su esencia misma. Para autores clásicos c o m o Carrara, "un

200 „ f - ,
^^' Para autores como Mir Puig, la relevancia de la tipicidad no incide en ser antinormati- 201 ^"^-Jescheck, Tratado, I, p. 443. .{:)-rt«£ríi;:. ^
va, sino en cuanto el hecho importa una lesión o puesta en peligro de un bien valioso {D-P-, sos ^^' Et'^heberry, D.P., I, pp. 161 y ss.; Cury, D.P., I, pp. 307 y ss.
p. 121). Welzel, D.P., p. 77;Jescheck, Tratado, I, p. 315; Cobo-Vives, D.P., II, p. 313.
104 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
LA ANTÍJURIDICIDAD 105

acto se convierte en delito sólo c u a n d o choca con la ley".^"* Delito equivalía por u n individuo q u e h a a c t u a d o con la voluntad que le es propia y, c u a n d o
a infracción d e ley, p a r a Feuerbach delito era la acción contra el d e r e c h o se requiere, con u n animus o estado psicológico que le es personal. Por ello
de otro.204 se habla de injusto personal, c o n c e p t o q u e n o se vincula con la culpabilidad,
La antijuridicidad c o m o e l e m e n t o del delito es consecuencia del que se refiere a la posibilidad d e q u e el sujeto haya o n o p o d i d o atenerse
análisis sistemático de los penalistas alemanes; los positivistas italianos n o a los m a n d a t o s o prohibiciones impuestos p o r la n o r m a ( c o m o sucede
dieron relieve a la antijuridicidad. Fue Beling quien en su ensayo Doctrina c u a n d o carece d e discernimiento, o está privado d e razón); esto último se
del Delito Tipo i n c o r p o r ó a la antijuridicidad c o m o u n o d e sus e l e m e n t o s y analiza u n a vez q u e se h a d e t e r m i n a d o la característica d e típica y antijurí-
p o r ello sostuvo q u e p a r a q u e exista delito la conducta d e b e ser "adecuada dica de la conducta.
a u n delito-tipo, antijurídica y culpable ",^°^ y, a su vez, Von Liszt distinguió
e n t r e antijuridicidad formal y material, explicando q u e esta última — a
diferencia d e la p r i m e r a — n o es contrariedad con la ley, sino contrariedad
con la sociedad (acto antisocial) .^^ 20. PROBLEMAS FUNDAMENTALES QUE PLANTEA LA
Los principios indicados c o r r e s p o n d í a n a criterios causalistas funda- ANTÍJURIDICIDAD
dos en u n a concepción dual del delito: lo objetivo (actividad corporal
e x t e m a y resultado) era a p r e c i a d o en la antijuridicidad; lo subjetivo, los
procesos i n t e r n o s del c o n o c i m i e n t o y la voluntad conformaban la culpabi- La evolución q u e h a t e n i d o la noción de antijuridicidad ofrece particular
lidad. El objeto d e la antijuridicidad era la fase material del h e c h o delictivo, connotación en algunos aspectos a los cuales ya se h a h e c h o alusión e n los
sin considerar la voluntad q u e lo había provocado. La antijuridicidad era párrafos precedentes:
objetiva p o r q u e se refería a lo objetivo. Se sabe q u e esta estructura dual a) Si el j u i c i o d e desvalor recae sobre el resultado o sobre la acción;
inició su crisis c u a n d o Max Ernst Mayer llamó la atención sobre los b) Naturaleza d e la antijuridicidad. La n o r m a penal c o m o n o r m a de
e l e m e n t o s subjetivos del tipo,^''^ circunstancias estas que hacían imposible valor o de determinación;
d e t e r m i n a r la tipicidad d e la c o n d u c t a si n o se recurría a ciertos elementos c) Antijuridicidad c o m o n o c i ó n formal o material, y
de naturaleza subjetiva considerados p o r el legislador al describir la figura d) Si el dolo y los elementos subjetivos q u e d a n o n o c o m p r e n d i d o s en
penal, d e m a n e r a q u e la materialidad de lo valorado en la antijuridicidad la apreciación d e la antijuridicidad.
e n t r ó en d u d a . Para los neokantianos (causalismo valorativo) el juicio d e
antijuridicidad n o p o d í a excluir elementos subjetivos q u e integraban la
figura. Principió a sostenerse, entonces, q u e la antijuridicidad consideraba a) Desvalor del resultado y dosvalor d e la acción
p r e e m i n e n t e m e n t e — p e r o n o a b s o l u t a m e n t e — lo objetivo, y su funda-
m e n t o n o sólo era u n a n o r m a d e valor, sino d e determinación.^°* De lo a n o t a d o se d e s p r e n d e q u e conforme a la tendencia clásica (causalis-
Así se facilitó la llegada del finalismo con la doctrina del injusto ta), el injusto está constituido particularmente p o r el resultado; la aprecia-
personal, q u e en definitiva extrajo de la culpabilidad el dolo y lo i n c o r p o r ó ción de la ilicitud del acto se refería a la concreción d e la c o n d u c t a en el
al tipo penal, los q u e j u n t o con los elementos subjetivos constituyen la fase m u n d o fenoménico, c o m p a r a n d o su resultado con el d e r e c h o (desvalor
subjetíva.^''^ De m o d o q u e el acto en su integridad, tanto en su parte del resultado); ello m a r c a b a el carácter objetivo de la antijuridicidad. La
subjetiva c o m o externa, es la materia valorada en la antíjuridicidad, sin que evolución del c o n c e p t o se proyectó a la constatación de que más q u e el
p o r ello p i e r d a su carácter de valoración objetiva, toda vez q u e la aprecia- r e s u l u d o , el d e r e c h o p o n d e r a b a la m a n e r a d e realizar la actividad lesiona-
ción se hace en base a principios generales. Lo q u e p e r d i ó — c o m o resulta dora, lo q u e llevó a los finalistas a sostener q u e la antijuridicidad se
obvio— es su impersonalidad, lo valorado, ya n o es el c o m p o r t a m i e n t o en asentaba en el desvalor de la acción y n o del resultado. Hoy en día, salvo
su externidad; lo que pasó a mensurarse es u n a c o n d u c t a h u m a n a que excepciones, mayoritariamente la doctrina sostiene q u e la antijuridicidad
r e s p o n d e a u n a voluntad particular de u n a p e r s o n a específica. Antijuridi- c o m p r e n d e el desvalor del acto y el desvalor del resultado. Suficiente es
cidad es la desaprobación q u e h a c e el d e r e c h o d e u n acto típico realizado de^d'^^'^ ^ " ^ '^ descripción d e los tipos penales, si bien se dirigen al a m p a r o
^e eterminados bienes jurídicos, esa protección se otorga sólo frente a
e e r m m a d a s formas d e a g r e d i d o s . La m o d a l i d a d d e comisión es trascen-
dentie para marcar la ilicitud d e hecho.^^o
^'" F e u e r b a c h , Tratado, párrafo 2 1 .
^"^ Carrara, Programa, I, párrafo 23.
^^ Beling, Doctrina, p . 27.
2"^ Von Liszt, Tratado, 11, p ..336.
^ S u p r a párrafo 2-c).
^^MírFmg,D.P.,p. 112.
^"^ S u p r a párrafo 2-c). desvaloVd 1 ™*^ '^" 8«^"*^'^'' ^ ^ ( ^ • ^ - '• P- 314); Etcheberry p a r e c e d a r preferencia al
a e la c o n d u c t a "en c u a n t o l e g a l m e n t e calificada c o m o d a ñ o s a " (D.P., I, p . 164).
106 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DEUTO LA ANTIJURIDICIDAD 107

b) Naturaleza de la antijuridicidad. La norma penal como norma de que está en lo cierto Kaufmann cuando expresa que la antijuridicidad se
valoración o de determinación puede fundar en una norma de valor, pero al mismo tiempo es inseparable
a su naturaleza la infracción al mandato o prohibición que está vinculado
El concepto de antijuridicidad como contrariedad del acto típico con el a la norma.^i*
derecho puede traducirse en consecuencias distintas según el criterio que
se tenga sobre la naturaleza de la norma penal, según se la califique como
c) Antijuridicidad formal y material
norma de valoración o de determinación. También conforme al criterio
que se tenga sobre las fuentes del derecho penal: si se restringen esas
fuentes al estricto ámbito de la ley positiva o se amplían al de los principios La doctrina ha hecho diferencia entre antijuridicidad/orwa/y material La
de índole prejurídicos. formal está constituida por la simple contradicción del comportamiento
Si el precepto penal se concibe como proposición de valoración objetiva típico y el derecho, o sea por su disconformidad con las órdenes o prohi-
de una actividad humana desde el ámbito social, se estaría ante principios biciones que imperativamente prescribe; sólo considera el desvalor del
valórico-jurídicos libres de todo contenido imperativo o prohibitivo y su acto. En la antijuridicidad material, la verdadera naturaleza del injusto
naturaleza equivaldría a la de una medida apta para apreciar si un compor- radica en el resultado del delito —no de la acción—, o sea en la lesión o
tamiento se ajusta o no al ordenamiento sistemático. La norma penal puesta en peligro del bien jurídico protegido, en el contraste del acto con
puede considerarse también como norma de determinación, o sea medio de los intereses sociales.^^^ De modo que antijuridicidad no es simple desobe-
diencia de la norma jurídica imperativa o prohibitiva, que se satisface con
molivaraX hombre para que observe una conducta acorde con determina-
la consideración del comportamiento únicamente en cuanto se contrapo-
dos valores, o bien para que se desenvuelva de una manera socialmente
ne con el sistema. Antijuridicidad material es la lesividad social del com-
adecuada que provea ordenadamente a su desarrollo individual y a su
portamiento, el riesgo que crea o concreta respecto de intereses apre-
participación en la comunidad.^'' Con este último alcance la norma penal
ciados como imprescindibles por la sociedad, como la vida, la propiedad,
se presenta como mandato (v. gr., el art. 494 N- 14, que ordena prestar la fe pública, etc.
auxilio al que se encuentra en peligro) o como prohibición (arts. 390 y ss.,
que prohiben matar a otro). No hay dos clases de antijuridicidad, la antijuridicidad es una sola y los
Concebida la norma penal como regla de naturaleza valorativa, la criterios señalados —formales y materiales— son distintas faces de una
antijuridicidad tendría carácter objetivo, consistiría en la apreciación del noción única. Buena parte de los delitos descritos por la ley penal no son
acto delictivo con criterios generales e impersonales que no considerarían considerados tales por sus efectos, por la lesión que causan en un bien
la posición subjetiva del sujeto que lo realizó. La antijuridicidad objetiva se jurídico, sino —^y en forma muy importante— por su particular forma de
constituye entonces como conjunto de valores que permiten mensurar un comisión?-^^ Los delitos contra la propiedad en el C.P. no protegen al
comportamiento dado frente al ordenamiento jurídico. Si la norma penal patrimonio de cualquier ataque o menoscabo, sino de algunas modalida-
des particulares de comisión de tales ataques, sean engaños determinados,
es de determinación, la antijuridicidad sería subjetiva; como el precepto
empleo de fuerza o violencia cuya naturaleza especialmente describe;
penal, está destinado a motivar al individuo, para apreciar su hecho
quedan fuera de ese espectro de figuras un gran número de comporta-
correspondería evaluar su conducta integralmente considerada, esto es, no
mientos, lesivos y antijurídicos también, pero no considerados como delic-
sólo su fase externa, sino también la subjetiva (dolo y elementos subjeti-
tivos penalmente.
vos) ; ese análisis permitiría establecer qué lo llevó a infringir el mandato.
Pero, como precisa Welzel, no hay por qué sostener en esta última alterna- De otro lado, hay conductas típicas que no son antijurídicas y, no
tiva que la antijuridicidad es subjetiva; "es un juicio de valor objetivo en tanto obstante, han causado una lesión a un interés valioso y protegido de modo
se pronuncia sobre la conducta típica a partir de un criterio general: el general por el sistema penal, como sucede —entre otros casos— con el
ordenamiento jurídico ";^^^ no hay razón para confundir el juicio de valo- estado de necesidad (art. 10 N^ 7°), donde se puede dañar la propiedad
ración —la antijuridicidad—, de naturaleza objetiva, con la materia u ajena para evitar un perjuicio más grave. De manera que la lesividad del
objeto valorado —la conducta—, que está integrada por elementos subje- comportamiento típico no aparece como el principal fundamento de la
tivos y objetivos.^^' Las dos posiciones comentadas son extremas; creemos antijuridicidad; como señala Jescheck, "la voluntad de la acción debe
constituir el elemento central de la antijuridicidad de un hecho, pues es la

2 " Cfr. Mir Puig, D.P., p. 107.


212 Welzel, D.P., p. 107. ^^^ Kaufmann, Temió, p. 389.
2 1 3' ICfr. Jescheck,
- Tratado,
- I, p. 325; opinan en contrario Cobo-Vives, para quienes la
antijuridicidad así captada no puede calificarse de objetiva, porque lo objetivo se halla fuera 216 '^^o-Vives, D.P., II, p. 306.
He Id í-r,nrií.nria del suieto. V la Voluntad está en la conciencia (D.P., 11, p. 311). Jescheck, Tratado, I, p. 322.
108 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 109

voluntad opuesta al imperativo del derecho lo que vulnera el mandato o no al finalismo— lo comprende; aún más, muchos consideramos que en
pohibición contenido en la norma".^'^ Lo sostenido no significa descono- esencia el injusto es voluntad rebelde ves^pecto de los mandatos o prohibicio-
cer la importancia del desvalor del resultado, pues tanto el bien jurídico nes establecidos por la norma penal.
lesionado o puesto en peligro como la intensidad del daño integran La opinión mayoritaria en la actualidad, sin perjuicio de las diversas
también el juicio de antijuridicidad.^^* tendencias enjuego, incorpora a la noción de tipo penal, o sea al objeto
Si bien planteamos la preeminencia del acto, particularmente de la valorado como contrario a derecho y que constituye el injusto penal:
voluntad, como ñindamento de la valoración, la lesión o el peligro causado —El tipo objetivo; a saber, el comportamiento externo del sujeto
es trascendente, es el mejor criterio con que cuenta el legislador para (acción material y el resultado); i'
establecer los tipos penales y también para que los tribunales interpreten
los mismos. Además, la denominada antijuridicidad material deja abierta —El tipo subjetivo, esto es, dolo y elementos subjetivos del tipo (volun-
una puerta para aceptar la existencia de causales de justificación suprale- tad de concreción y estados anímicos o tendencias cuando el tipo las
gales que para amplios sectores de opinión es una necesidad en el actual considera); ' ' Í
estado de la legislación penal. La posibilidad de causales supralegales no —Los denominados elementos subjetivos de la autoría. Hay, frecuen-
se contrapone con el principio de la reserva, que sólo impide establecer temente, tipos penales que imponen una prohibición o un mandato a
tipos penales distintos a los creados por la ley, pero esto no descarta la sujetos determinados, los que por sus específicas características poseen
alternativa del reconocimiento de causales excluyentes de la ilicitud de los deberes particulares, como ocurre con los miembros del Poder Judicial en
. 219 el delito de prevaricación (arts. 223 y ss.), o con los tutores y curadores en
mismos.'-
relación a los pupilos. Estos son los delitos denominados especiales, donde
el sujeto para poder serlo debe cumplir con particulares características,
d) Kl dolo y la antijuridicidad que pasan a integrar el tipo para los efectos de la antijuridicidad. Esta
modalidad tiene repercusión, a su vez, en la teoría del error: el error en
Es evidente que de acuerdo a la tendencia causalista, cuya concepción dual que incurre el sujeto en cuanto a su percepción de esas calidades especiales
del delito ubica el dolo en la culpabilidad, la antijuridicidad se limita a la —como creerse empleado público sin serlo en realidad— constituye error
parte objetiva del delito integrada por el comportamiento externo y el de tipo que margina el dolo cuando ha sido insuperable, y no error de
resultado; todo el perfil subjetivo del delito escapa a la antijuridicidad, prohibición.
porque los aspectos volitivos del hacer son valorados en la culpabilidad;
ésta se integra con la voluntad "mala", que se califica como dolo. Los
progresos del análisis sistemático de la teoría del delito hicieron variar el
criterio señalado, que culminó en el finalismo, que trasladó la parte 2L AUSENCIA DE ANTIJURIDICIDAD (CAUSALES DE
subjetiva de la acción desde la culpabilidad al tipo penal; este elemento del JUSTIFICACIÓN)
delito quedó conformado por la "acción", entendiéndola como noción
amplia comprensiva del actuar humano dirigido por la finalidad. Tal
concepción hacía imperativo incorporar al tipo penal lo volitivo y lo Verificar la ilicitud de un comportamiento típico —la tipicidad lo presenta
anímico del comportamiento, valorándolo frente a la ley penal como un como provisionalmente injusto porque es indicio de la antijuridicidad— se
todo; el dolo, de consiguiente, pasó a integrar el tipo, junto con el hacer logra cuando se constata que no hay una norma permisiva de ese compor-
externo y el resultado; el tipo así concebido es el objeto deljuicio de valor tamiento, o sea, que no concurre en el caso concreto una causal de
justificación. El problema teórico que plantean estas causales dice relación
en que consiste la antijuridicidad. Lo que se compara con el derecho no es
con la falta de acuerdo respecto de qué circunstancias son las que excluyen
una actividad del hombre en su aspecto material o externo, sino un
la antijuridicidad y cuáles la culpabilidad, sobre todo desde que se extendió
comportamiento del mismo, integrado por la voluntad que le es inherente.
a JUICIO de ilicitud a los elementos personales del sujeto, como es su
El injusto, según los clásicos, no se extendía al dolo; hoy en día —se siga o
voluntad y los denominados elementos subjetivos, que según se ha visto
integran el tipo penal y, por ende, el injusto. Existen también algunas
circunstancias que, según los casos, pueden excluir la antijuridicidad y la
2l''jescheck, Tratado, I, p. 320.
culpabilidad, como sucede, entre otras, con el estado de necesidad.
^^* Opinión diversa a la aquí sustentada expresan: Santiago Mir Puig, para quien la Otro punto controvertido es la naturaleza de las causales de justifica-

1
voluntariedad limita pero no funda la antijuridicidad, que sí lo hace la peligrosidad del r o n : existe una corriente doctrinaria que las califica como elementos
comportamiento prohibido (D.P., p. 115); Juan Bustos, que hace incidir la antijuridicidad en
el desvalor social del resultado (Manual, I, p. 187). egativos del tipo. No hay acuerdo, además, sobre el origen o fuente de las
^l^Jescheck. Tratado, I. p. 320. normas que excluyen la antijuridicidad.
lio NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R Í A DEL DEUTO • lAANTIJURIDICIDAD •' ' Ul

a) Causales de justificación y culpabilidad b) Causales de justificación y elementos negativos del tipo lü

Se adelantó en su oportunidad^^" que la culpabilidad es un juicio de valor Amplios sectores de la doctrina han recogido la noción del causalismo
del acto en relación a su autor; si corresponde o no reprocharle el compor- valorativo (tendencias neokantianas), y sostienen que en la antijuridicidad
tamiento porque estuvo en situación y condiciones de adecuarlo a los se valora el comportamiento del hombre, comprendiendo en él los aspec-
mandatos o prohibiciones de la norma penal. De modo que inculpabilidad tos subjetivos; ello significa que en definitiva se reprocha en el tipo penal
es la imposibilidad de reprochar un comportamiento típico e injusto a una conducta determinada y concreta, de modo que al calificarla de típica,
aquel que lo tuvo, porque no podía exigírsele que actuara en otra forma. esa apreciación en relación a su contrariedad con el derecho, debe ser
Formalmente se puede decir que hecho inculpable es aquel que siendo también definitiva y concreta. En otros términos, el juicio de valor del tipo
típico y antijurídico, no puede reprocharse al sujeto; mientras que hecho no tendría un carácter provisorio o indiciarlo, sino un carácter definitivo
justificado es el hecho típico que está conforme a derecho porque éste en {ratio essendi), porque en el tipo se incorporan todos los elementos inhe-
determinadas circunstancias lo autoriza. rentes al injusto, tanto los descritos por la figura específica (positivos),
El problema es precisamente el por qué ello es así, qué cartabón tiene como aquellos que excluyen la naturaleza de injusto del acto (elementos
el derecho para distinguir el acto típico conforme al ordenamiento jurídi- negativos del tipo), constituidos precisamente por las causales de justifica-
ción. El tipo estaría integrado, de consiguiente, por elementos positivos
co de aquel que no puede ser objeto de reproche. Según la tesis del injusto
—los señalados por la ley en cada caso—y los elementos negativos —aque-
personal, en ambas situaciones el juicio de valor tiene como objeto la
llos que si bien no están comprendidos en la descripción, excluyen la
voluntad del autor y los elementos subjetivos que son inherentes al tipo. La
antijuridicidad del acto—, o sea las causales de justificación; éstas dejarían
diferencia incide en cómo se valora esa voluntad; en el juicio de antijuridi-
de ser tales para incorporarse en el tipo penal como sus elementos negati-
cidad se le aprecia en cuanto posición de rebeldía en contra del derecho; vos. De manera que el delito de homicidio estaría conformado, además de
en la culpabilidad, en cuanto a cómo se formó. En la antijuridicidad interesa su fase positiva (matar a otro), por una fase negativa (siempre que no se
la direcciónáe la voluntad de atentar contra bienes jurídicos valiosos; en la mate en legítima defensa o en cumplimiento de un deber) .^^^
culpabilidad interesa cómo se gestó la decisión lesionadora.^^^ Aquel que
para evitar el incendio de una casa se apodera de la manguera de la Esta estructura pretende que todos los elementos que conforman el
vivienda vecina, dirige su voluntad a causar un mal, pero con el fin de evitar injusto ajuicio del legislador, esto es todos los que motivan la reprobación
uno mayor, lo que el derecho permite (art. 10 N° 7°); la dirección de la social de un acto, quedan incorporados en el tipo penal, que se alza como
voluntad del agente es esencial aquí para determinar si su acción está ratio essendi de la antijuridicidad. El delito no sería un acto "típico" y
permitida por el derecho. Pero cuando se trata del náufrago que arrebata "antijurídico", sino un acto "típicamente antijurídico".
el salvavidas que mantiene a flote a otro, también tiene la voluntad de La doctrina de los elementos negativos del tipo ofrece trascendencia
causar un mal para evitar otro mal, pero esto el derecho no lo autoriza práctica, aparte del meramente doctrinario, en materia de error, pues la
tratándose de bienes jurídicos de igual trascendencia, en la especie vida Ignorancia o equivocación de una causal de justificación constituiría error
por vida. La acción de apropiación en este caso es antijurídica, el problema de tipo, y si es insuperable, excluiría el dolo. Como se verá más adelante,
se proyecta a la culpabilidad, si es o no posible reprochar al sujeto esa el error que recae en una causal de justificación constituye error de
acción; aquí adquiere importancia cómo se formó la voluntad de apropia- prohibición, que puede excluir la culpabilidad,^^^ pero no el dolo y, como
ción. Corresponde averiguar si el sujeto podía libremente determinarse consecuencia, tampoco excluye el tipo y la antijuridicidad.
con sujeción al mandato que le ordenaba respetar la propiedad ajena o La doctrina no parece aconsejable y mayoritariamente se disiente de
estaba presionado por las circunstancias: el instinto de conservar su vida; ella con fundadas razones; suficiente es señalar que identificar el injusto
como realmente lo estaba, el derecho no le reprocha su actuar y se le con el acto típico importa, a su vez, confundir en un todo la norma
exculpa (art. 10 N° 9°). En la antijuridicidad se mensura la nocividad de la prohibitiva penal de carácter general, con la norma permisiva de carácter
voluntad frente al bien jurídico, en la culpabilidad esa misma voluntad se excepcional, cimentada en el sistema globalmente considerado: siempre
aprecia frente a la posibilidad o imposibilidad que tenía el sujeto de causar la muerte de otra persona está prohibido por la norma penal;
determinarse libremente. excepcionalmente hay normas en el ordenamiento jurídico que permiten

222 1
Participan d e esta tesis a u t o r e s c o m o G i m b e r n a t , Introducción, p. 53; Roxin, q u e habla
% ipo de injusto total, idea según la cual el desvalor legislativo está e x p r e s a d o e n el tipo
H al, lo q u e f u n d a m e n t a q u e las circunstancias excluyentes del injusto c o r r e s p o n d e n siste-
^2° Cobo-Vives, D.P., III, p. 2 1 . 2 ^ , ^ ' " e n t e a l t í p o (Teoría del Tipo Penal, pp. 274 y ss.). í
22^ J e s c h e c k , Tratado, I, p . 327. Infra párrafo 76.
LA ANTIJURIDICIDAD 113
112 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

hacerlo en casos especiales, y ese acto sigue siendo típico, antinormativo, das. La enumeración que hace el C.P. en el art. 10 no es exhaustiva, y no
aunque está justificado. Esto permite diferenciar —al decir de Welzel— la podría serlo por lo demás, ya que en el mismo Código Penal hay disposi-
muerte de una mosca, que es atípica porque no se contrapone con ningu- ciones en la parte especial que constituyen causales de justificación en
na norma prohibitiva, de la muerte causada al agresor en la legítima relación a una figura determinada, como la denominada exceptioveritatisen
defensa, que sigue siendo típica y contraria a la norma que prohibe matar el delito de la calumnia (art. 415), que justifica la atribución de un delito
a otro ser humano, aunque este comportamiento lo justifique el derecho. de acción pública cuando se acredita la verdad de su comisión; otro tanto
acontece en la injuria contra un empleado público sobre hechos concer-
nientes al ejercicio de su función (art. 420). Existen también causales en
c) Fuentes de las causales de justificación. Las causales supralegales. preceptos no penales, y en otro orden de fuentes del derecho, como los
Tendencias monistas y pluralistas tratados internacionales, las ordenanzas y reglamentos. Por eso se alude al
"carácter ilimitado de las fuentes" de estas justificantes, debido a la unidad
del derecho y a la imposibilidad, no sólo del legislador, sino de la doctrina,
No ha sido pacífico el tema de las causales supralegales dejustificación, que
de hacer un enunciado exhaustivo de todas ellas.^^^
se vincula con la posición monista o pluralista sobre sus principios funda-
mentales. El problema incide, de consiguiente, en establecer cuándo existe Los planteamientos expuestos están en armonía con la legislación
una norma permisiva que autoriza la realización de un acto típico que, por nacional. El art. 10 enumera un conjunto de causales de justificación que
ello, estaría justificado, lo que necesariamente debe hacerse con respaldo constituyen num^rus clausus; suficiente es considerar el N- 10 del artículo
en valores fundamentadores de su justificación. Las tendencias monistas y citado, que se refiere al que "obra en cumplimiento de un deber o en el
pluralistas tratan de precisar criterios sobre esta materia. La teoría monista ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo", disposición que
sostiene que existe un principio único del cual se infieren todas las justifi- deja un amplio margen para escoger las fuentes extralegales de una
cantes. Autores como Roxin y Graf zu Dohna estiman que es el interés justificante.
jurídico preponderante; otros, como Sauer, el obrar que beneficia rnás que Esta posición no se contrapone con el principio de la legalidad o de
daña.^2'* Las tendencias pluralistas afirman —y creo que están en lo cier- reserva, de modo que no se plantean reparos de orden sistemático para
to— que no hay un solo principio fundamentador, sino que son muchos y aceptar las causales de justificación extrapositivas. Piénsese en la tendencia
de muy diversa índole, que constituyen una multiplicidad de intereses en evolutiva acelerada que ofrece el derecho en nuestro días, con marcada
juego.^^^ El punto no ofrece mayor trascendencia práctica, se cree que la preferencia por mejorar la protección de la individualidad, como a facilitar
tendencia monista de encontrar una proposición abstracta que abarque en y asegurar las posibilidades de participación social del hombre, lo que
su integridad las justificantes reconocidas por el derecho, es una labor puede repercutir en una ampliación y renovación de los valores conside-
sistematizadora casi imposible de cumplir y de dudosa utilidad para la rados como fundamentales en el derecho de hoy, con la pertinente restric-
teoría del delito. En la realidad del devenir jurídico se constata la existencia ción del ámbito del injusto penal. En todo caso, las causas de justificación
de diversos principios que concurren de manera aislada o conjuntamente, extralegales siempre deben ser reglas de carácter general, aplicables a
según los casos que se presenten; el interés prevalente, como el de la todas las situaciones semejantes, y no de naturaleza exclusiva para eventos
necesidad, el de la falta de interés, y tantos otros, de modo que cada causal particulares.228
de justificación tiene particulares fundamentos, que pueden ser uno o
varios coetáneamente. Así sucede con la legítima defensa; si sólo se ponde-
ra el interés prevalente, no resulta explicada, pues en su caso no se exige d) Elementos subjetivos de las causales de justiticación ; -.i.
proporcionalidad entre el bien agredido y el lesionado para protegerlo (se
puede defender la propiedad atentando a la vida de quien la ataca). El bien El positivismo causalista no consideraba la existencia de elementos subje-
sacrificado en pro de la defensa puede ser mayor que el que se ampara. Lo tivos en las causales de justificación, porque excluía de la antijuridicidad,
que ocurre es que además del bien protegido, se protege también el como objeto de valoración, la parte subjetiva de la acción. El juicio de
ordenamiento jurídico; el derecho no puede ser sobrepasado por el acto antijuridicidad recaía sobre la parte externa del comportamiento, a la cual
ilícito.226 incorporaba el resultado. Como la antijuridicidad mensuraba la parte
Las posibles fuentes de las justificantes, en todo caso, no están limita- objetiva del tipo, las causales de justificación eran de naturaleza objetiva,
e manera que bastaba que se diera materialmente una situación de
eiensa frente a una agresión, para que la acción del agredido estuviera

22^Sauer, O-P., p . 101.


22^ Cfr. Mezger, Tratado, I, p. 409; Jescheck, Tratado, I, p . 443; Cerezo Mir, Curso, p . 402;
M u ñ o z C o n d e , Teoría, p. 93. 227-228
Jescheck, Tratado, I, p . 446.
22^ Cerezo Mir, Curso, p. 407; G ó m e z Benítez, Teoría, p . 285.
114 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 115

justificada, con independencia de que el sujeto hubiera pretendido o no presupuestos. Ello porque el error de los elementos objetivos de una
repeler el ataque; los aspectos subjetivos carecían de relieve para determi- justificante tiene trascendencia únicamente cuando en la realidad no ha
nar la ilicitud de la acción. concurrido el o alguno de esos elementos. El sujeto que por error en la
Tal criterio está prácticamente descartado en la doctrina, que mayori- captación o interpretación de los hechos cree que una casa se está incen-
tariamente estima que las causales de justificación requieren de una fase diando, y en base a tal creencia al tratar de impedirlo causa daño en la
subjetiva, del conocimiento por parte del sujeto de las circunstancias que propiedad ajena, en circunstancias de que en realidad el incendio existía,
lo conforman; como, por ejemplo, que conozca que es víctima de una pero él no estaba en condiciones de saberlo, está justificado en su actuar,
agresión en la legítima defensa y que actúe precisamente para repelerla; o porque su error no tiene importancia ante el hecho efectivo de que se
que enfrenta una situación de peligro que trata de evitar, en el estado de daban los elementos objetivos de un estado de necesidad y actuó con la
necesidad. Esta concepción resulta natural si se tiene una visión unitaria finalidad de evitarlo.^^1 ; .
de la acción conformante del tipo: Si el tipo penal tiene una fase objetiva
y otra subjetiva, y ambas conjuntamente se valoran en la antijuridicidad,
resulta obvio que la causal de justificación debe, a su vez, estar constituida e) El error y las causales de justificación
por una voluntad dirigida a hacer uso de la norma permisiva que autoriza
realizar el acto típico. En otros términos, el sujeto debe tener conocimien- Una causal de justificación requiere de dos categorías de elementos, unos
to de que se está defendiendo, de que hace uso de un derecho, de que subjetivos y otros objetivos, de modo que la ausencia de cualquiera de ellos
enfrenta un estado de necesidad, y de que su reacción responde a tales la excluyeP^ Los referidos presupuestos pueden no darse en la realidad,
situaciones. pero sí darse subjetivamente en la conciencia del autor del acto típico; esta
De suerte que el elemento subjetivo no se satisface con el simple situación nos enfrenta al problema del error y sus consecuencias en las
conocimiento de que concurren los componentes objetivos de la causal de causales de justificación, que ofrece distintas alternativas. Una la asimila al
justificación; el sujeto debe, además, actuar con el fin de defenderse, de error de tipo que excluiría el dolo; según otra, el acto sería típico y
evitar un peligro, pues la finalidad es inherente a la norma permisiva.^^^ antijurídico, pero el error repercutiría en la culpabilidad y se trataría como
Ese elemento subjetivo es independiente del animus que, además, error de prohibición, y una tercera lo considera como una categoría
pueda concurrir, sea de venganza, placer u otro, que normalmente no intermedia y lo explica como forma de exclusión de la atribuibilidad del
ofrece relevancia para la causal de justificación, siempre que el sujeto hecho (imputación objetiva), que significa una renuncia del Estado a impo-
limite su actuar al ámbito permitido por ella.^^° ner sanción por un acto típico y antijurídico,^^^ cimentada en criterios
En nuestro ordenamiento jurídico la exigencia del elemento subjetivo análogos a los de aquellos que tratan la situación como error de prohibi-
tiene respaldo sistemático positivo; suficiente es analizar el art. 10 para así ción que afecta a la culpabilidad.
concluirlo. Sus N°^ 4°, 5° y 6°, que se refieren a la legítima defensa, se A continuación se resumirán las distintas alternativas que pueden
inician con las expresiones: "El que obra en defensa..."; en el N° 7°, cuando darse, dejando de lado desde luego aquella que se refiere al caso del sujeto
se regla el estado de necesidad, se señala: "El que para evitar un mal..."; el que subjetivamente quiere realizar un hecho típico y antijurídico, pero que
N- 10: "El que obra en cumplimiento de un deber..."; El Código Penal parte objetivamente concreta un resultado permitido por el derecho; v. gr., Juan
del presupuesto de que el sujeto actúa siempre con la finalidad que en cada acompaña a su hermano y en el camino se cruza con Pedro, a quien quiere
caso indica, de modo que explícitamente está exigiendo una subjetividad casügar, y de inmediato lo ataca dejándolo malherido, acción que precisa-
particular e inherente a cada cual. Este elemento es independiente —co- mente evitó que Pedro matara a su hermano, en contra de quien en esos
mo se comentó en el párrafo anterior— del animus con que en tales momentos precisamente iniciaba una acción en tal sentido. Materialmente
situaciones pueda actuar el sujeto —vengarse, castigar—, estados anímicos actuó en legítima defensa de su hermano, aunque subjetivamente cometía
estos que generalmente carecen de interés jurídico-penal, salvo en situa- ^^ ^34^^''° ^"^ lesiones, hipótesis esta que se analizará en el párrafo siguien-
ciones puntuales, como sucede en la establecida en el N° 6° del art. 10,
donde si el que actúa en defensa de un extraño lo hace por "venganza, Con respecto al error pueden presentarse las siguientes alternativas en
resentimiento u otro motivo ilegítimo", su conducta no queda justificada. las causales de justificación:
Es útil distinguir entre la exigencia de que el sujeto conozca la concu- 1) El autor del acto típico subjetivamente actuó en el supuesto de que
rrencia de los elementos objetivos de la justificante cuando acciona, y el
hecho de que deba comprobar, antes de actuar, la existencia de esos
231
j j g j e s c h e c k , Tratado, I, p . 449.
^^^ M u ñ o z C o n d e , Teoría, p . 95.
^^^ Cfr. Cerezo Mir, Curso, p . 409; M u ñ o z C o n d e , Teoría, p . 94. JS4 ^^'^'galupo, Manual, p . 140.
2'° Cobo-Vives, D.P., III, p. 28. Infra párrafo 22.
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 117
116

su comportamiento se encontraba autorizado por una causal de justifica- también puede plantearse la alternativa de que el sujeto conscientemente se
ción inexistente, no reconocida por el ordenamiento jurídico. El íntimo exceda en la defensa, como pasaría si una vez que el agresor ha cesado en
amigo del moribundo, ante los reiterados r\iegos de éste, le suministra una su ataque o ha sido dominado, el agredido aprovecha para continuar con
droga que provoca su deceso para evitarle mayor sufrimiento, pensando su reacción, que se inició como defensiva, causándole lesiones. Aquí no se
que es lícito adelantar la muerte de un enfermo terminal que la solicita. enfrenta un caso de error, sino de exceso en la defensa, que puede
Aquí el autor supone la existencia de una norma permisiva inexistente, lo constituir una atenuante conforme al art. 11 N- 1°, pero no por una
que constituye un error de prohibición, el que se tratará al analizar la disminución de la culpabilidad, sino de la antijuridicidad, que es gradua-
culpabilidad. Su conducta es típica (dolosa) y antijurídica, pero su culpa- ble, como se ha señalado, situación que se comentará separadamente.^^
bilidad podrá quedar excluida o atenuada.
2) El sujeto realiza una actividad típica permitida por una causal de
justificación, pero pueden plantearse las siguientes alternativas: 22. EL AUTOR COMETE UN DELITO EN LA IGNORANCIA
DE QUE SU ACTO IMPORTA OBJETIVAMENTE
a) La justificante putativa. El autor equivocadamente da por existente
UNA CAUSAL DE JUSTIFICACIÓN
el supuesto básico de la justificante (la agresión en la legítima defensa, el
mal a evitar en el estado de necesidad), que en la realidad material no se
da: incurre en un error de prohibición cuya naturaleza y efectos se anali- El sujeto pretende realizar dolosamente una actividad típica y antijurídica,
zarán al tratar la culpabilidad.^*^ Su hecho es típico (doloso) y antijurídico, pero el resultado que concreta se encuadra objetivamente en una justifi-
su culpabilidad podrá excluirse o atenuarse. cante. El comportamiento es antijurídico por faltar el elemento subjetivo
b) La causal de justificación incompleta. Concurre en el acto la cir- propio de una causal de antijuridicidad, como resulta evidente en el
cunstancia básica requerida por la causal de justificación, pero falta alguno paradigma de los hermanos, uno de los cuales mata a su enemigo sin saber
de los demás requisitos no fundamentales de la misma, como sería la que éste pretendía, en esos momentos, matar a su vez a su hermano, de
necesidad racional del medio empleado para repeler la agresión en la modo que si bien en el hecho lo defendió, no actuó con el ánimo de
legítima defensa, o la inexistencia de otros medios practicables y menos defenderlo, sino de vengarse.
perjudiciales en el caso del estado de necesidad. Si se da una situación de Hay acuerdo en que estas situaciones además de típicas son antijurí-
error de piohibición debe ser tratada como tal.^^ En otro caso debe dicas, y la pregunta a contestar es cómo se castigarán. Existen tres posicio-
considerarse como justificante incompleta en la forma que se indicará en nes:
el párrafo pertinente.^*^ a) Aquellos que piensan que el desvalor de la acción es lo relevante en
c) El autor cree que su conducta se adecúa a los términos de una causal la antijuridicidad, extremando el concepto de norma de determinación
de justificación realmente vigente, pero que él extiende a un extremo no del precepto penal, consideran que se está ante un delito consumado
contemplado por la norma que la consagra; v. gr., el policía que en porque la acción se realizó en su integridad y se concretó el resultado
cumplimiento de la orden de aprehensión de un delincuente, allana el perseguido, cumpliéndose las condiciones del tipo penal respectivo.^^^
domicilio de un tercero sin contar con la autorización competente, en la b) Otra posición es la de aquellos que sin perjuicio de compartir el
creencia de que ello le está permitido. Situación que debe considerarse criterio de que la norma penal es de determinación, piensan que la
como error de prohibición. antijuridicidad secundariamente tiene carácter material, de manera que si
bien principalmente se debe valorar la acción, que en el ejemplo es
3) El exceso en lajustificante. Puede darse la situación de que el sujeto antijurídica, el resultado es también importante y en el paradigma objeti-
que realiza la acción típica autorizada por una causal de justificación se vamente ese resultado está conforme a derecho, toda vez que se permite
exceda en cuanto a lo que ésta permite ejecutar, como sucede si el que se atentar a la integridad físicay aun a la vida del agresor para evitar el ataque,
defiende de una agresión ilegítima recurre a medios más gravosos, que no e modo que en la especie no se daría la antijuridicidad material.
son los racionalmente necesarios, causando al agresor un daño o lesión rallando el resultado injusto, el hecho debe castigarse como tentativa
mayor que el adecuado para repeler su ataque (exceso en la defensa). Esta ^n grado de frustración, pues hay una acción típica y contraria a derecho,
hipótesis puede constituir una situación de error de prohibición que pero no un resultado jurídicamente injusto; la aplicación del principio de
deberá considerarse como tal cuando el exceso corresponde a una equivo- analogía bonam parte respecto del delito frustrado —donde conforme al
cada apreciación de los hechos, como sucede si el que se defiende cree que
dispara un arma de fogueo y en realidad se trata de una verdadera. Pero
2S8
Infrat
j5g—.. a párrafo 23.
n „ , 12
nota , '^^'•- M a u r a c h , Tratado, <I,<pt'. 370; 'Cerezo Mir, 'Curso, >
p. f413; Cobo-Vives,
' D.P.,
, III,
, p.> 63,
f t
235-23M37 j^f^^ p á r r a f o 2 3 .
I

118 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO


i l A ANTIJURIDICIDAD 119

art. 7° precisamente lo que debe faltar es el resultado del delito— tendría Si bien es cierto que la antíjuridicidad en su faise formal no es graduable, o
plena aplicación, sin que se comprometa el principio de la legalidad.^*" sea en cuanto se refiere a la situación de contradicción del comportamien-
El criterio señalado es el que correspondería seguir en nuestra legisla- to con el ordenamiento jurídico, que sólo puede ser positiva o negativa
ción, con mayor razón que en otras legislaciones, en atención a que en el —esto es existir o no tal contrariedad—, es perfectamente graduable en su
art. 7° se hace clara diferencia entre tentativa y frustración, lo que evidencia fase material, en cuanto a la entidad del daño o lesión que el acto debe
que el sistema nacional, considerando el desvalor del acto como elemento causar en el bien jurídico protegido por el delito. De manera que en estas
fundante de la antijuridicidad, no menosprecia el resultado, sino que hipótesis "debe estimarse concurrente la antijuridicidad en menor grado
al que correspondería de no haberse dado la causa de justificación."^^ Las
estima que cuando éste —exigiéndolo el tipo— no sobreviene, el injusto
cuestiones, por ejemplo, relativas a "la legítima defensa—plena o parcial—
disminuye, sin atender a la culpabilidad del autor.
no deben mezclarse con las concernientes a la culpabilidad —plena o
c) Una tercera tendencia es la que califica el hecho como tentativa
parcial— del que se defiende,"^"*^ y ello porque, como se ha señalado, no
inidónea—delito imposible—y por ello no punible, pues el delito no tenía se vinculan con un proceso anómalo en la formación de la voluntad
ninguna posibilidad de consumarse, porque el resultado provocado está defensiva, sino que dicen relación con la intensidad de la lesión causada a
permitido por el derecho.^^^ I: un bien jurídico valioso, cuestión propia de la antijuridicidad material: a
mayor lesión del bien jurídico, mayor sanción, y viceversa.
Lo antes comentado no significa —como se ha señalado— que no
23. CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN INCOMPLETAS Y EL EXCESO pueda darse una situación de error en el caso de exceso en las causales de
EN LA JUSTIFICANTE justificación o en el de las denominadas incompletas; ello es posible, pero
sólo en tal hipótesis se aplicarán las reglas relativas al error; lo normal en
la alternativa del llamado exceso en la defensa será que se trate de un
Para que pueda darse una causal de justificación incompleta o de exceso, asunto de graduación de la antijuridicidad material.
se requiere siempre —como se señaló precedentemente— que concurra
Puede suceder también en una justificante, en especial en la legítima
el elemento base de la justifican te. Las demás condiciones pueden faltar o
defensa o en el estado de necesidad, que el que reacciona defendiéndose
no cumplirse en plenitud, sea porque en el hecho no se dieron (eximente o protegiéndose actúe en un estado anímico de miedo irresistible o de
incompleta) o porque la reacción del agredido las sobrepasó (exceso en la fuerza insuperable; son situaciones perfectamente diferenciables y que
justificante). deberán tratarse conforme a los principios generales que reglan el miedo
Hay que distinguir las situaciones que pueden presentarse y cuyas y la fuerza (art. ION-9-).
soluciones son distintas: a) el que realiza la acción típica permitida no
Las situaciones y posiciones anotadas pueden tener aplicación en
incurre en error, como sería obrar a conciencia de que extralimita el
nuestra legislación positiva, pues el art. 11 N- 1° y el art. 73, cuando se
marco de las condiciones propias de la causal justificante o de que no refieren a la no concurrencia de los requisitos necesarios para conformar
concurran las necesarias; b) puede también incurrir en un error al apreciar las eximentes regladas en el art. 10, comprenden tanto situaciones que
los hechos que enfrenta, situación que constituye un error de prohibición dicen relación con la antijuridicidad como con la culpabilidad. La creencia
y que debe tratarse como tal y cuyas consecuencias se comentarán al tratar de que sólo la culpabilidad es graduable y no la antíjuridicidad es equivo-
la culpabilidad,^'*^ y c) finalmente es posible que se dé una situación en que cada.
el sujeto obre impulsado por el miedo insuperable o violentado por una
fuerza irresistible al realizar una actividad autorizada en principio por una
justificante.
Si no es el error el motivo por el cual la justificante no se da en 24. EL ART. 73 Y LAS JUSTIFICANTES INCOMPLETAS
plenitud, por ejemplo, si falta algún requisito —siempre que no sea el
basal— o se ha excedido del marco límite de ella, esa situación podrá
constituir una causal de atenuación de conformidad al art. 11 N° 1°, y t s útil transcribir el precepto para su mejor comprensión, que textualmen-
deberá regularse de acuerdo con el art. 73, no en razón de que disminuya te expresa: "Se aplicará asimismo la pena inferior en uno, dos o tres grados
la culpabilidad como se ha sostenido,^'*^ sino por su menor antijuridicidad. a^l mínimo de los señalados por la ley, cuando el hecho no fuere del todo
excusable por falta de alguno de los requisitos que se exigen para eximir
e responsabilidad criminal en los respectivos casos de que trata el artícu-
^'^° Cfr. Jescheck, Tratado, I, p . 448; Mir Puig en n o t a a la traducción d e la o b r a d e j e s c h e c k ,
257; M u ñ o z C o n d e , Teoría, p. 96. i,-«,v- t
^^^ Bacigalupo, Manual, p. 136. 244
^"2 Infra párrafo 75. - • • -' • , ,<KA-. 245 Jescheck, Tratado, I, p . 453.
G ó m e z Benítez, Teoría, p . 356. •ff Oiia
2^^ A.sí. a i r v . D.P.. 11. D. 105.
120 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

10 10, siempre q u e c o n c u r r a el mayor n ú m e r o d e ellos, i m p o n i é n d o l a en


4^ LA ANTIJURIDICIDAD

tenor literal d e los arts. 11 N° 1° y 73 n o p e r m i t e llegar a la conclusión


vm

el grado q u e el tribunal estime c o r r e s p o n d i e n t e , a t e n d i d o el n ú m e r o y criticada; conforme a la p r i m e r a disposición, es suficiente que falte u n solo
entidad d e los requisitos q u e falten o concurran". requisito p a r a q u e se c u m p l a el presupuesto que contiene ("no c o n c u r r e n
Esta n o r m a es d e carácter imperativo; parte afirmando "se aplicará...", todos los requisitos necesarios..."), d e m o d o que n o hace distinción sobre
d e m o d o q u e d e b e e n t e n d e r s e c o m o c o m p l e m e n t a r i a y explicativa del art. el p u n t o . De o t r o lado, el art. 73 requiere p a r a su imperativa aplicación q u e
11 N° 1-, disposición q u e califica c o m o circunstancias a t e n u a n t e s a "las falte "alguno d e los requisitos..., siempre q u e c o n c u r r a el mayor n ú m e r o
expresadas en el artículo anterior —se refiere a las eximentes—, c u a n d o de ellos", y c o m o es fundamental que c o n c u r r a el básico d e cada e x i m e n t e
n o c o n c u r r e n todos los requisitos necesarios p a r a eximir d e responsabili- —el q u e n u n c a p u e d e faltar—, p a r a aplicarlo d e b e r á necesariamente
dad en sus respectivos casos". Estas disposiciones obligan a considerar concurrir o t r o más, o sea p o r lo m e n o s dos; d e m a n e r a que, a t e n i é n d o s e
al tenor literal del p r e c e p t o , n u n c a p o d r á darse la situación d e q u e
c o m o circunstancias a t e n u a n t e s calificadas las situaciones en q u e n o se dan
concurra el mayor n ú m e r o d e requisitos, p u e s serían tres, precisamente los
todos los requisitos p r o p i o s de u n a d e las eximentes del art. 10, caso en el
exigidos en la legítima defensa y en el estado d e necesidad para eximir de
q u e necesariamente la p e n a d e b e r á bajarse en u n g r a d o p o r lo m e n o s , sin
responsabilidad; de consiguiente, ¿cuándo se dará la posibilidad d e reco-
perjuicio d e q u e , según el n ú m e r o y entidad d e los requisitos q u e falten o
rrer la amplísima extensión de tres grados q u e faculta el artículo en
c o n c u r r a n , se p u e d a reducir en dos o tres grados. La facultad conferida al
cuestión?
tribunal es sólo p a r a que p u e d a rebajar la p e n a en más de u n g r a d o , p e r o
siempre deberá reducirla, c o m o m í n i m o , en u n o . Esta regla n o rige para las Razones d e o r d e n sistemático obligan al intérprete a diferenciar la
eximentes d e los N"* 3° y 8° del art. 10, p o r c u a n t o los arts. 7l y 72 disponen a t e n u a n t e establecida en el N - 1° del art. 11 de las demás c o m p r e n d i d a s
otra forma de p r o c e d e r ; t a m p o c o p u e d e regir respecto d e los N*" 2° y 13, por el precepto, toda vez que cualquiera sea la intensidad o importancia
p o r la propia naturaleza d e estas eximentes.^''* De m o d o q u e la a t e n u a n t e de éstas carecen d e m é r i t o p a r a eximir d e responsabilidad p o r el h e c h o ,
del art. U N - 1°, p o r estar reglada en sus consecuencias en los arts. 71, 72 como sucede con las consagradas en el N" 1°; ello hace comprensible la
y 73, escapa a la normativa genérica d e las demás circunstancias modifica- liberal posición a d o p t a d a p o r el art. 73 de facultar al tribunal p a r a rebajar
torias d e responsabilidad q u e consagran los arts. 62 y siguientes.^'*' más de u n g r a d o la pena, atendidas las circunstancias concretas q u e se
presenten en la realidad. i'-^"' •
La distinción q u e u n tiempo hizo la j u r i s p r u d e n c i a , a b a n d o n a d a p o r
los tribunales mayoritariamente hoy e n día, q u e restringía la aplicación del A lo antes señalado d e b e agregarse q u e el art. 68 bis p e r m i t e al j u e z
art. 73 sólo a las eximentes q u e m a t e r i a l m e n t e se describían con requisi- calificar cualquiera de las a t e n u a n t e s del art. 11 y rebajar en u n grado la
t o s ^ ^ o q u e distinguían e n t r e aquellas q u e admitían o n o división intelec- pena; ello obliga a e n t e n d e r y c o m p r e n d e r q u e en el caso d e u n a e x i m e n t e
tual y aplicaban el art. 11 N - 1° a las q u e n o lo admitían,^*^ al t e n o r de los incompleta, dada su naturaleza, la rebaja de u n g r a d o tiene carácter
textos carece de f u n d a m e n t o , pues con ese criterio t a m p o c o p o d r í a apli- imperativo, c o m o lo dispone el art. 73. Razones de política criminal hacen
carse este artículo, p o r q u e también e m p l é a l a voz "requisitos" en la misma más evidente esta interpretación, p o r q u e n o p u e d e n equipararse en sus
forma y sentido q u e lo hace en el art. 73. consecuencias dos c o m p o r t a m i e n t o s d e naturaleza distinta; en el caso de
Carece d e sustento dogmático válido la afirmación tradicional de que lajustificante incompleta el sujeto actúa en el supuesto de que lo que hace
si el n ú m e r o de requisitos exigidos p o r la e x i m e n t e n o era el "mayor", n o está conforme a d e r e c h o , en tanto q u e aquel a quien benefician las
podía hacerse aplicación del art. 73, sino del art. 11 N - 1-, y en tal caso la atenuantes generales realiza u n acto contrario a d e r e c h o , o sea antijurídi-
e x i m e n t e conformaba sólo u n a circunstancia a t e n u a n t e que se regía por co: el p r i m e r o cree que n o delinque, el s e g u n d o sí. Esta posición aparece
las reglas d e los arts. 62 y siguientes. Los f u n d a m e n t o s q u e se dan d e o r d e n también más conforme con los principios d e justicia material.
semántico e histórico^^ son insuficientes p a r a dejar de m a n o los evidentes El art. 73 es aplicable a las distintas hipótesis q u e se h a n m e n c i o n a d o
alcances sistemáticos q u e fluyen d e la estructura d e la teoría del delito y la en el párrafo anterior; esto es, al error, al exceso y a las justificantes
interpretación interrelacionada d e los preceptos respectivos. En efecto, el putaüvas.251

2*« a r . Labatut, D.P.. I, p. 202; Etcheberry, D.P., II, p. 12; Cury, D.P., II, p. 106; Novoa,
Curio, II, pp. 21 y ss.
2*' En contra de lo sostenido, Cury, D.R.U, p. 107; Novoa, Curso, 11, p. 21; Labatut, D.P., 1.
p.203. tiples las constancias que dejó la Comisión que nunca han sido acogidas por los tribunales
^'^ Cury, D.P., II, p. 107. " ' p o r la doctrina. J H B P
2« Etcheberry, D.P., II, pp. 13 y ss.; Novoa, Curso, II, p. 19; Labatut, D.P., 1, p. 202.
2^" La Comisión Redactora dejó constancia en el Acta N=8 que el art 11 N° 1» era aplicable
Cfr. Soto, Sistema del error, p. 460.
sólo "a los casos en que haya circunstancias copulativas"; no obstante, debe recordarse que son
^ v>,/í.

I
i f / \ \ J J . , J Í .»T>.

122 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD


123
• 25. EFECTOS DE LAS CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN importar, aveces, un enriquecimiento sin causa para el titular del bien cuya
lesión se evitó. Cury piensa que en nuestro sistema es poco probable que
se dé tal situación, en atención a la reglamentación estricta que rige el
Una justificante siempre tiene consecuencias jurídicas, pero para su ade- estado de necesidad.^^* Según Etcheberry, el derecho de propiedad del
cuado análisis corresponde diferenciar las causales que cumplen todas las titular del bien sacrificado tiene limitaciones en nuestro sistema; una de
condiciones requeridas, de aquellas que hemos denominado "incomple- esas limitaciones es precisamente la de que puede ser sacrificado en pro de
tas", a las cuales ya se hizo referencia en el párrafo anterior. Lo que se la evitación de un peligro mayor;^^^ no obstante, reconoce que si el
explicará a continuación se refiere a las justificantes completas, o sea a las favorecido acrecienta su patrimonio como consecuencia de la lesión cau-
que cumplen con todas las exigencias para ellas establecidas por la ley. sada al bien del tercero, podría estar sujeto al pago de indemnización
Ha de tenerse en consideración que son normas permisivas, que únicamente en razón del enriquecimiento sin causa.
autorizan la ejecución de actos típicos cuando se dan ciertos presupuestos. En el Código Penal español (art. 20 regla 2^) existe, en relación al
De consiguiente, si bien la acción justificada sigue siendo típica, no es estado de necesidad, una norma especial que impone a las personas en
antijurídica en cuanto queda comprendida en el ámbito de la justificante; cuyo favor se haya precavido el mal, la obligación de "reparar el causado
en otros términos, en cuanto se repele la agresión ilegítima, o se supera el en proporción del beneficio que hubiere reportado".
peligro en el estado de necesidad, o se cumple con el deber jurídico y
demás situaciones semejantes, y sólo en lo que se refiere al ataque de
bienes jurídicos del titular que la causal autoriza. Así, en legítima defensa
únicamente se pueden lesionar bienes cuyo titular es el agresor, no los de 26. LAS CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN EN PARTICULAR
terceros; en el estado de necesidad, aquellos que son necesarios y útiles
para evitar el mal más grave; igual principio rige para las demás justifican-
Se acostumbra clasificar estas causales en dos grandes grupos; a) las
tes. En la parte que el acto típico autorizado excede ese ámbito o afecta fundadas en la ausencia de interés, constituidas por el consentimiento del
bienes no estrictamente considerados como lesionables por la causal, la titular del derecho protegido,^^^ y b) las que se fundan en el interés
acción, que ya es típica, será además antijurídica. preponderante, que, a su vez, se subclasifican en: 1) las que consisten en
Las consecuencias del acto típico justificado son las siguientes: la preservación de un derecho, donde se ubican la legítima defensa y el
a) Como se trata de un comportamiento autorizado por el derecho, estado de necesidad justificante, y 2) las dirigidas a la actuación de un
no puede aquel en contra de quien se dirige la acción permitida, defender- derecho, como son el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o
se de la misma; no hay legítima defensa en contra de una acción autorizada cargo y el cumplimiento de un deber.
por el sistema jurídico; Esta clasificación es discutible, pues presupone un criterio unitario en
b) La actividad del que induce a otro a defenderse, o del que colabora cuanto a la sustentación doctrinaria de las justificantes, aunque hay am-
con él, está justificada, aunque también sea típica; plios sectores de la doctrina que piensan que cada causal tiene un funda-
mento individual, que le es particular e inherente.
c) No corresponde entrar a examinar la posible culpabilidad del que
actúa favorecido por una causal de justificación, pues sólo se puede ser
culpable penalmente de los actos típicos y antijurídicos. Si falta la antíjuri-
dicidad, se hace irrelevante todo examen de la culpabilidad; 2V. EL CONSENTIMIENTO DEL TITULAR DEL BIEN JURÍDICO
d) El acto justificado por el ordenamiento penal, por el principio de .,, ; PROTEGIDO
la unidad del derecho, tampoco es antijurídico para el resto del derecho,
aun para los efectos civiles.^^^
Porn?,™''' ^^ naturaleza del consentimiento como causal de justificación
No obstante, este principio no es tan absoluto; algunos autores, como la de,, """ """"f"^ legislación no se encuentra reglado; su naturaleza sería
Luis Cousiño Mac-lver,^^^ estiman que en casos como el estado de necesi- una causal supralegal. En el país, autores como Enrique Cury estiman
dad, el daño provocado para evitar el mal mayor debería ser indemnizado,
pues de no ser así habría un desplazamiento del riesgo, del que lo enfrenta
a un tercero que no tendría ninguna vinculación con el peligro y podna 254 rx.
255 S " ? " ^ - ^ ' I - P - 3 3 2 . :. _. .
256^^'^^^^^rry,Z).i>.,i,p. 188.
'^omo \mmc¡nT"'°<r^^T° ^'^ '*'''^"'^" de la tesis de que el consentimiento de la víctima
5^2 Cfr. Bacigalupo, Manuaí, p. 121; Cury, D.P., II, p. 332. sacrificando ron ^-^ *"" '^ ausencia de interés, porque el que consiente puede hacerlo
^«tá en la .^'-°""^''="t<=mente su interés en aras de otro superior. Esüma que el fundamento
2 " Cousiño, D.P., II, p. 150. 'enuncia a la protección del derecho (Lecciones, II, p. 86).
GUSTAVO BALMACEDA H. GUSTAVO BALMACEDA H.

124 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANnjURIDICIDAD 125

que el consentimiento p u e d e conformar u n a causal d e justificación por- n o d e b e confundirse con el de enajenabilidad; es suficiente que sea sa-
que u n cuidadoso análisis d e la parte especial del C.P., e n base a la cúficabU?^^
naturaleza del bien j u r í d i c o , así permitiría concluirlo. Alfredo Etcheberry Para la determinación de si u n bien es o n o disponible hay q u e
expresa que p u e d e ser u n a justificante en aquellos delitos d o n d e el bien considerar los intereses e n j u e g o . La situación d e aquellos que se vinculan
j u r í d i c o p r o t e g i d o es disponible;^^'' o t r o t a n t o sostiene Luis C o u s i ñ o . ^ ^ particularmente con el sujeto individual es diversa a la situación d e los
Hay autores c o m o G ó m e z Benítez^^^ q u e afirman q u e d e "la p r o p i a bienes que dicen relación con el Estado o con la sociedad en su conjunto.
función de las causas d e jusüficación se d e d u c e la consustancial posibilidad Estos, p o r escapar a la tuición del individuo c o m o tal, q u e d a n fuera d e su
de la existencia d e causas d e jusüficación supralegales; eso sin t e n e r e n disponibilidad; e n t r e ellos, los que n o tienen u n sujeto d e t e r m i n a d o , c o m o
cuenta q u e , en t o d o caso, n o existe inconveniente, a n u e s t r o e n t e n d e r , la seguridad nacional o la salud pública. Se consideran c o m o bienes
p a r a la admisión d e causas de justificación análogas a las reguladas p o r el disponibles la p r o p i e d a d y el p a t r i m o n i o en general; hay otros bienes q u e
art. 8° (art. 10 en el C.P. nacional) en la m e d i d a q u e la analogía favorable estando muy vinculados a u n a p e r s o n a n o son disponibles, c o m o la p r o p i a
al reo está permitida en el d e r e c h o penal."^^ vida, la integridad corporal, la salud. La libertad es u n bien q u e d e b e
La doctrina distingue en materia d e consentimiento d e la víctima examinarse en cada caso; frente a la autoridad pública y al Estado n o es
e n t r e aquel q u e excluye la tipicidad y aquel q u e excluye la anüjuridicidad. bien disponible, en los demás casos p o d r í a serlo yjustificar el acto atenta-
Es causal de exclusión d e la tipicidad, c o m o se señaló en el párrafo torio.
respectivo,^^' c u a n d o el tipo p e n a l considera c o m o e l e m e n t o del mismo la En general, el análisis de la disponibilidad de u n bien p r o c e d e h a c e r l o
ausencia d e c o n s e n t i m i e n t o del afectado. En la violación d e m o r a d a ajena con cada tipo penal.^^^ La facultad d e disposición d e los bienes jurídicos
(art. 144) el tipo requiere que el autor actúe con la oposición del m o r a d o r , que el sistema r e c o n o c e al titular está limitada por el principio establecido
sea para entrar o p a r a p e r m a n e c e r en la m o r a d a . El h u r t o (art. 432) exige en el art. 5° d e la Constitución Política; las acciones lesivas de estos bienes
que la apropiación de la cosa ajena se lleve a efecto sin la voluntad del n o p o d r á n afectar — a u n con el c o n s e n t i m i e n t o de su titular— el á m b i t o
d u e ñ o ; en la violación (art. 361), q u e la cópula se lleve a efecto sin la de los derechos i n h e r e n t e s a la dignidad del ser h u m a n o . N u n c a el
consentimiento p u e d e llegar a la negación d e la libertad de la persona que
voluntad d e la mujer, e n t r e otros casos.
lo da.2W "^ ^
El c o n s e n t i m i e n t o es causal justificante c u a n d o las consecuencias del
delito r e q u i e r e n la lesión de un d e r e c h o disponible p o r el sujeto pasivo, En la actualidad, bienes jurídicos c o m o la vida, la integridad corporal,
c o m o p o d r í a suceder en el delito d e daños (arts. 484 y ss.); si éste se causa están siendo objeto d e r e p l a n t e a m i e n t o s en c u a n t o a su disponibilidad; se
con el a c u e r d o del d u e ñ o del bien, el acto p u e d e ser típico, p e r o n o esgrimen criterios dirigidos a r e c o n o c e r cierta posibilidad en tal sentido,
contrario a d e r e c h o , que permite al propietario disponer de su propiedad con motivo de lo que se d e n o m i n a m u e r t e digna, o p o r los trasplantes de
libremente, a u n destruirla. órganos, cambio d e sexo, cirugía estética. Esta temática ha d a d o lugar a
El c o n s e n t i m i e n t o p a r a q u e p u e d a alzarse c o m o justificante debe una cautelosa revisión de m u c h o s principios que hasta u n tiempo atrás
cumplir u n conjunto de condiciones que se vinculan con el bien j u r í d i c o parecían inmutables.
lesionado p o r el h e c h o típico o con la víctima. En relación al bien j u r í d i c o y al c o n s e n t i m i e n t o n o p r o c e d e hacer
^ distinciones respecto de la naturaleza del acto típico que lo lesiona o p o n e
en peligro: el c o n s e n t i m i e n t o de la víctima o p e r a tanto si se trata de u n
a) Condiciones que se refieren al bien j u r í d i c o delito doloso c o m o d e u n o culposo, en u n o d e acción c o m o en u n o de
omision.26S £] consentimiento n o presenta en esas alternativas modalida-
des especiales. .
Se distingue c u a n d o el c o n s e n t i m i e n t o d e la víctima se refiere al bien
objeto d e la protección, si éste es o n o disponible. Ú n i c a m e n t e respecto d e
los q u e son susceptibles d e disponibilidad por el sujeto pasivo el consenti-
m i e n t o operaría c o m o causal d e justificación. El c o n c e p t o d e disponibilidad b) Condiciones vinculadas con el titular del d e r e c h o lesionado

ara que sea eficaz el consentimiento, la p e r s o n a que lo da y las circuns-


ncias en q u e lo hace d e b e n cumplir ciertas características:

2 " Etcheberry, D.P.. I. p. 168. - ' '


^^® Cousiño, D.P., II, pp. 506 y ss., en especial p. 511. .. . -
263 ^"^heberry, D.P., I, p . 169.
^^ Gómez Benítez, Teoría, p. 421. 264Cury,£).p.j_p 321.
^^^ Autores como Gómez Benítez y Bacigalupo (Manual, p, 1S2) consideran al consenn-
miento como causal de atipicidad o de extinción de la responsabilidad. 265 ^'' b u s t o s . Manual, p . 195; Bacigalupo, Manual, p . 133.
Bustos, Manual, p . 195; Cerezo Mir, Curso, II, p . 99.
u, í *®'Supra párrafo IS-e). , ,
>V/JíU.

126 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 127

1) Se requiere que el sujeto pasivo que otorga el consentimiento cación del art. 10, como el estado de necesidad reglado en el N- 7°, según
comprenda aquello en que consiente, lo que presupone en él una capaci- las circunstancias.^^''
dad natural para captar el alcance que logra su manifestación de voluntad.
La capacidad exigida no es la requerida por el derecho civil, sino una
especial para los efectos penales que está determinada por el tipo de 28. LA LEGITIMA DEFENSA268
injusto de que se trate; así, la mujer mayor de doce años puede disponer
de su libertad sexual, pero carece de capacidad civil.
2) El consentimiento de la víctima debe ser otorgado libremente, no es En el Código Penal la legítima defensa ha sido reglada como una causal
válido el que se da coaccionado. Debe ser consciente, no producto de un eximente de responsabilidad en el art. 10 N°' 4-, 5- y 6°, disposiciones que
error; el titular del derecho ha de saber la magnitud y naturaleza de la aluden a la legítima defensa propia, de pariente y de extraño, respectiva-
lesión que a ese derecho le va a causar la actividad típica en que consiente. mente, todas las que, con algunas variantes, obedecen a los mismos princi-
El consentimiento puede ser dado en forma expresa o tácita;^^ ambos pios. En el país, autores como Etcheberry definen la legítima defensa
tienen valor, pero ha de ser otorgado personalmente; de modo excepcional —siguiendo a Soler— "como la reacción necesaria contra una agresión
podría exteriorizarse por medio de representante, dependiendo tal posibilidad injusta, actual y no provocada";^^^ Cury dice que obra en legítima defensa
de la naturaleza del bien jurídico; algunos son de índole tan personal que "quien ejecuta una acción típica, racionalmente necesaria, para repeler o
marginan toda posibilidad de representación, como sucede con la libertad impedir una agresión ilegítima, no provocada por él y dirigida en contra
sexual. de su persona o derechos o los de un tercero".^ "
3) El consentimiento debe darse antes de la consumación de la activi-
dad lesiva del bien jurídico; el prestado con posterioridad no tiene efecto
justificante; podrá ser un perdón, que en ciertos casos tiene poder libera-
2 8 . 1 . F U N D A M E N T O DE LA I N S T I T U C I Ó N
dor de la pena, como ocurre en el delito de violación, cuando el violador
contrae matrimonio con la ofendida, siempre que ésta consienta en ello
(art. 369). La facultad reconocida al hombre para defenderse en contra de las agre-
siones de que puede ser objeto tanto en su persona como en sus derechos,
c) El consentimiento presunto no tiene un fundamento único. Su fundamento es doble: el de la protec-
ción y el de la confirmación del derecho. Ambos intereses entran coetánea-
mente en juego y su adecuado equilibrio marca el límite del derecho de
La doctrina europea, sobre todo la alemana, ha dado valor al consenti- defensa.^^'
miento cuando quien debe otorgarlo está impedido de hacerlo o no es
posible reclamárselo. Se estima que en estas hipótesis ha de estarse a lo que El principio de la autoprotecáón—defensa individual— tiene razón en la
un tercero haría razonablemente si enfrentara una situación análoga a la prevención general, porque importa una advertencia a quienes pretenden
que sufre el titular del derecho; si se concluye que daría su consentimiento, violar los derechos ajenos de que serán repelidos; es una prevención para
debe presumirse que el titular del derecho, imposibilitado para expresarlo, que no se realicen acciones contrarias a derechos, expresada con carácter
también lo daría. Han de concurrir, en todo caso, las demás circunstancias general. Se descartó el primitivo criterio de que el sujeto tenía derecho a
que se han enunciado como necesarias para que el consentimiento tenga defenderse porque el Estado, ante la imposibilidad de otorgar protección
efecto justifícalo rio. a todas las personas, delegaba esta función en los titulares del derecho
atacado, criterio que habría hecho imposible la defensa si el ataque se
Se piensa que esta institución carece de rol en el ordenamiento
jurídico nacional, pues además de ser una tesis controvertible, las situacio-
nes que se solventarían con ella pueden serlo por otros medios reconoci-
dos por nuestro derecho positivo. En la intervención quirúrgica realizada
268 ^^' '^^- ^•^•' ^' P- ^2S; Cerezo Mir, Lecdones, II, p . 1 0 1 .
en personas que no han recuperado el conocimiento, por ejemplo, donde delnJ ^i ^^™^ '^^ analizado e x h a u s t i v a m e n t e p o r Diego M a n u e l Luzón Peña, Aspectos Esenciales
no podría pedírseles la autorización para operar, se estaría ante una
1982 R ^ ' - r ' ^ * " ^ " " ' ' ' ^ ^ ' ^ ' ^ ' ^ ' ° " ^ ' ^ ^ ' ^ ' ^ " " ' " ^ ^ ^ " ' ' ^ S ° ' ^ ' " ° ' ' ^ ^ ' ' ' ' ^ ^ * / ^ ' ^
situación de atipicidad si al realizar la intervención se cumplió con la lex P S' r ^' ^^^''^"°' '^^^^"^ ^'^fi^" y ^^'ón de Bienes de Terceros, Buenos Aires, 1970; Luis
artis; otras alternativas serían superables con las demás causales de justifi- 269^ ^ a Defensa Justa, B u e n o s Aires, 1949, e n t r e otras monografías sobre el p u n t o .
270 " < : h e b e r i y , D.P., I, p . 175.
j , j Cury, D.P., I, p, 323.
Princin- *^'°'^'^^ d o c t r i n a r i o s estiman q u e el f u n d a m e n t o d e esta causal, "no deriva d e algún
minim ^ " " P ' f ^ ' " ° ^^ " " a p l u r a l i d a d d e c o n s i d e r a c i o n e s d e m o r a l i d a d social", c o m o

' Cfr. Etcheberry, D.P., I, p. 171.


Á / <•«,-/• ' ^ ^^ "^^""^ P*'"'* '* sociedad en su c o n j u n t o , preservar d e r e c h o s básicos, etc. ( N i ñ o , La
S'amaDefensa,p.\8l),
128 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO • LA ANTIJURIDICIDAD -• 'i srxiM 129

realizaba en oportunidad en que el agredido podía recurrir a la autoridad 2 8 . 3 . QUÉ BIENES SON LOS QUE PUEDEN SER OBJETO DE DEFENSA . jta
solicitando protección, o necesariamente tal defensa debía calificarse co-
mo incompleta.
El art. 10 N- 4° señala que se encuentra exento de responsabilidad penal
Su otro fundamento es el de la confirmación del derecho o de la prevalen-
"el que obra en defensa de su persona o derechos, siempre que concurran las
cia del ordenamiento jurídico, pues no procede ceder ante el ilícito,
circunstancias...". El precepto permite concluir que no sólo los derechos
noción que tampoco puede exagerarse. Disparar —por ejemplo— a una
inherentes a la persona, como la vida, la integridad corporal, la salud, son
persona, porque se carece de otro medio para evitar que sustraiga una fruta
del árbol, no puede estimarse un acto autorizado por el principio de que defendibles, sino cualquier otro derecho, siempre que esté ligado a la persona,
no hay que ceder ante un ataque injusto. El adecuado equilibrio entre la como la propiedad, la libertad sexual, el honor, la libertad, etc., sean
defensa del ordenamientojurídico y la protección marca eljusto rol de esta propios, de parientes o de extraños.
institución. "El principio de autoprotección impone una necesaria sumi- La expresión "persona o derechos" se entiende en el sentido de que
sión de la reacción defensiva a una cierta proporción respecto al mal que los derechos deben estar vinculados a la persona, de modo que correspon-
se avecina, pero esa cierta dosis de proporcionalidad resulta compensada de únicamente a los individuales;^' pero no abarcaría los bienes colectivos
por el mayor margen de desproporción que permite el principio de o comunitarios, llamados también supraindividuales, como el orden eco-
defensa del derecho, puesto que éste confiere al defensor una especie de nómico, el medio ambiente, etc. La tendencia actual es reconocer la
poder supraindividual: al ejercer la legítima defensa no sólo defiende sus posibilidad de defensa de estos bienes, siempre que tengan un carácter
bienes o los de otro, sino también el ordenamiento jurídico; esto hace que individual en cuanto cualquier persona puede defender su propio derecho
el balance del interés jurídico se incline a su favor, incluso si lesiona un o el de otro a un ambiente sano, al consumo, etc.^* Puede ser de derechos
bien más valorable del que estaba puesto en peligro por el agresor".^''^ de personas naturales o de personas jurídicas, aun del Estado, aunque esta
La tesis del doble fundamento de la legítima defensa antes reseñada situación es más compleja.^'^
ha superado a los primitivos y generalmente únicos que se le reconocían, La ley no hace distinción en esa materia y la noción de "derechos"
como aquel que lo concebía como de índole punitiva, como un castigo debe interpretarse en cuanto aquellos que en cada época el ordenamiento
aplicado por el que se defendía al agresor por su pretensión de lesionar un jurídico va reconociendo al individuo.
bien ajeno; o aquel que lo hacía consistir en una manera de superar la Resulta discutible si una simple expectativa al derecho de usar un bien
imposibilidad del Estado de otorgar siempre y permanentemente protec- común es susceptible de defensa, como un lugar público para estacionarse,
ción a los integrantes de la sociedad, donde la actividad del que se defiende o en la fila de espera; también presenta dudas la defensa de los derechos
aparece como el ejercicio de una facultad parcialmente delegada en él. fundamentales constitucionales. Sobre los primeros se estima que no se
puede invocar una especie de facultad de reserva del lugar; se confiere una
simple posibilidad de ocuparlo, que los demás tienen en igual grado; las
expectativas no parecen ser defendibles. Los derechos constitucionales,
2 8 . 2 . REQUISITOS PARA QUE EL COMPORTAMIENTO TÍPICO DEFENSIVO SE
ENCUENTRE JUSTIFICADO como tienen carácter de derechos subjetivos frente al Estado, tampoco
podrían comprenderse entre los defendibles para estos efectos.^'^
Quedarían al margen de la legítima defensa, por no ser individuales,
Se requieren, conforme a lo señalado por elart. ION- 4°, tres condiciones bienes como el orden público en general, el ordenamiento constitucional,
para que la defensa se califique de legítima: a) agresión ilegítima; b) el sentido patriótico, etc.^''
necesidad racional del medio empleado para repelerla, y c) falta de
provocación suficiente de parte del que se defiende, condición esta última
que ofrece ciertas alternativas en el caso de la defensa de pariente y de un 2 8 . 4 . AGRFiíiÓN I L P : G Í T I M A
extraño.
Como cuestión previa al análisis de las referidas condiciones, se preci-
sará cuáles son los bienes jurídicos susceptibles de ser defendidos legítima- e exige que exisU una agresión, pero no cualquiera; tiene que ser
mente. egitima, lo que hace necesario analizar ambos conceptos. La existencia

274 ^^'"^ Cantero, Lecciones, II, pp. 338 y ss.


tn ^^' ^ " l e z Benítez, Teoría, p. 330; Cury, D.P, I, p. 325; Bustos, Mcmual, p. 207.
276 ™^°n Peña, Aspectos Esenciales, pp. 535-536.
j , , Bustos, Manual, p. 207.
^''^ Gómez Benítez, Teoría, p. 322. Bacigalupo, Manual, p. 124.
r\ -.
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORLV DEL DELLLO LA ANTIJURIDICIDAD 131
130

de una agresión es el elemento substancial fundamental de la legítima No obstante, hay opiniones en el sentido de que puede constituir la
defensa. Sin agresión no puede existir defensa. Agresión es cualquiera agresión tanto una acción como una omisión, dolosas o culposas.^*^ En
actividad humana que pone en peligro a una persona o a un bien jurídico Alemania, sectores mayoritarios de la doctrina también lo aceptan.^^^
defendible.^'® No se requiere que sea delito, se sabe que la noción de
antijuridicidad es más amplia que la de delito.
El peligro o lesión que autoriza la realización de un acto típico para 2 8 . 5 . CONDICIONES QUE DEBE CUMPLIR LA AGRESIÓN
repelerlo, debe corresponder siempre a una agresión injusta.
El concepto de agresión se identifica por lo tanto con una actividad
humana; no constituyen agresión, por no corresponder a una conducta del La agresión sólo puede corresponder a una actividad del hombre para dar
hombre, los fenómenos naturales o el ataque de animales y situaciones lugar a una defensa legítima y tiene que cumplir con ciertas características:
semejantes; en estas hipótesis puede operar el estado de necesidad como ser real, actual o inminente, ilegítima y no haber sido provocada.
justificante, pero no la legítima defensa, porque no constituyen agresión.
—Realidad de la agresión
Se controvierte en esta materia si la conducta humana en que debe
consistir la agresión se refiere sólo a la acción o también a la omisión, y se La agresión realmente debe haber sido tal, no puede hablarse de defensa
extiende tanto al comportamiento doloso como al culposo. Creemos que por ataques imaginarios o meramente temidos, pero no ocurridos.^^^ El
la agresión dice relación únicamente con los comportamientos activos, y problema podría presentarse en relación a la agresión futura, a aquella que
no con los omisivos; además, tienen que ser dolosos, dirigidos a poner en no se ha dado pero que se prevé como realidad en cuanto a que sobreven-
peligro o lesionar a una persona o sus derechos. No constituyen agresiónlRS drá. Aquí no se trataría de la defensa de una agresión,^®* sino de adoptar
omisiones, tanto propias como impropias, y los comportamientos atribui- posiciones preventivas que entre tanto no se proyecten al ámbito de
bles a culpa, ello porque etimológicamente la expresión agresión presupo- conductas típicas, constituyen meras precauciones. No podría justificarse
ne una actividad dirigida a lesionar, lo que no sucede cuando alguien no una acción típica preventiva frente al anuncio de una agresión a futuro que
hace lo que el ordenamiento jurídico le ordena o aquello que espera que aún no existe. Tal anuncio podría constituir el delito especial de amenaza
realice; menos si se trata de actividades llevadas a cabo sin el cuidado que conforma un ilícito típico en sí mismo (art. 296).
debido, o sea imprudente o negligentemente. Estas situaciones tampoco
requieren de la consolidación del derecho, pues desde una visión preven- —La actualidad o inminencia de la agresión
tiva no tiene efecto alguno pretender motivar al autor del acto imprudente
para que no actúe en esa forma mediante la amenaza de que puede ser No suscita duda que corresponde la defensa respecto de la agresión
objeto de una defensa legítima. Lo mismo ocurre en el caso de la omi- comenzada; pero puede adelantarse la actividad dirigida a repelerla cuan-
sión.^'^ De modo que no deberían considerarse como agresión situaciones do aparece como inminente, o sea inmediata; el sujeto no tiene por qué
tales como la del guardavía que se niega a accionar el complejo sistema que esperar que el ataque se concrete. Actual es agresión en desarrollo, inmi-
cambiará la aguja o de la madre que se niega a amamantar al recién nacido nente es aquella en que el agresor exterioriza materialmente su voluntad
y no hay otro tipo de alimento posible, no puede calificarse de defensa la de iniciar la agresión. Mientras subsista la agresión, es posible rechazarla,
actividad de un tercero que pretende obligarlos compulsivamente—revól- de manera que en el delito de secuestro, durante toda la privación de
ver en mano por ejemplo— a que realicen la acción omitida.^*" El que así libertad, la víctima puede defenderse legítimamente; y lo puede hacer en
actúa no obra en defensa de un tercero, sin perjuicio de que, según las tanto el ataque no se encuentre totalmente consumado.
circunstancias, su comportamiento pueda calzar en una situación de esta- Para algunos autores la inminencia justificaría las denominadas ofen-
do de necesidad exculpante (hipótesis todas de omisión). Otro tanto diculas, que son defensas predispuestas, mecánicas o de otra naturaleza,
sucede en el caso del ciclista distraído que por descuido desvía su vehículo como el vidrio partido en el borde superior del muro, las rejas terminadas
en dirección a las especies que tiene en el suelo el vendedor callejero: la en lanza, etc.;"°* pero en realidad esta defensa tiene un carácter simple-
acción que este último puede realizar destinada a detener al ciclista o mente preventivo, muy anterior a la posibilidad de una agresión, de modo
hacerle tomar el buen rumbo, constituiría un estado de necesidad, pero
no de legítima defensa (hipótesis de acción culposa).
Así, Etcheberry, D.P., I, p. 177; Bustos, Manual, p. 204; Córdoba-Rodríguez, Coméntanos,
I p p . 238yss. r t- 6
„g, Véase a Luzón Peña, Aspectos Esenciales, pp. 141 y ss.
^'^ Cfr. Luzón Peña, Aspectos Esenciales, p. 140. ^^^ Etcheberry, D.P., I, p. 178.
^'^ Cfr. Luzón Peña, Aspectos Esenciales, p. 179; Gómez Benítez, Teoría, p. 336. S85 '^^' ^°^°^' Curso, I, p. 359; Etcheberry, D.P., I, p. l78.
^^° Opina en contra, Santiago Niño, que considera que procede la legítima defensa en Cfr. Sáinz Cantero, Lecciones, 11, p. 345; Novoa, Curso, I, p. 372; Cury, en tanto no
i-i ti—1 Ae. n n n í - i m ! c i A n ilí^críf ¡ m a /7 fcrífi-mn Pififfntt^n r» 1 0.^ l . importen peligro a terceros (Z).P., I, p. 327).
132 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DEL DELITO

que en ellas no se da la alternativa de inminencia requerida por el art. 10


I LA ANTIJURIDICIDAD

legitima la agresión.^^^ Si la provocación no tiene el carácter de suficiente,


133

N- 42.286 Parte de la doctrina desvincula la ofendícula de la legítima puede darse la hipótesis de una legítima defensa incompleta, que atenúa
defensa, pero la justifica como el ejercicio legítimo de un derecho, o sea el injusto.
en virtud del art. 19 N° 24 de la Constitución, como sistema dirigido a
proteger la propiedad, lo que no es otra cosa que una forma de ejercer
legítimamente este derecho.^*' r , 2 8 . 7 . NECI-:SIIMDRACI()NA1,DKIADEKE,\SA
Lo que se permite es repeler los ataques que contraríen el derecho; no
se requiere, como lo exige la actual legislación española en la defensa de
la morada, que la agresión sea constitutiva de delito, basta que el ataque El N- 4- del art. 10, circunstancia segunda, exige que exista "necesidad
no esté permitido por el ordenamiento jurídico. De modo que la agresión racional del medio empleado para impedirla o repelerla" (a la agresión).
no necesita ser típica para ser tal. De otro lado, no es posible defenderse No se requiere proporcionalidad entre el ataque y la reacción; o entre el
respecto de los actos de la autoridad en el ejercicio de sus atribuciones, daño que se causa y el que se evita.^^^
porque aunque puedan calificarse de agresión, no son ilegítimos, de De lo que se trata es que exista una necesidad de defenderse, ello es
manera que el afectado no puede resistirse a la privación de la libertad esencial en la legítima defensa; ésta lo será mientras es el medio imprescin-
dispuesta por el tribunal competente que cumple el funcionario policial. dible para repeler la agresión, y en cuanto se limita a ese objetivo. No
Por otra parte, se acepta que proceda la defensa en contra de órdenes resulta necesaria la defensa frente al ataque de un niño o de un ciego, que
de la autoridad que sean injustas, porque quedan materialmente al mar- puede ser evitado, no es necesario repelerlo ejecutando un acto típico.
gen de lo permitido por la ley, sin perjuicio de que en cuanto a sus El legislador no se satisface con que exista necesidad de defenderse,
formalidades las cumpla.^^^ además exige que el medio empleado para repeler la agresión haya sido el
racionalmente necesa.no, lo que importa que entre los adecuados al efecto,
sea el menos lesivo de los que están al alcance de quien se defiende,
2 8 . 6 . FALTA DE PROVOCl\(:iÓN SUHCIENTE debiendo considerar para ello tanto las circunstancias personales como las
del hecho mismo.
Frente al ataque a puño de un hombre corpulento, el agredido puede
Provocar es irritar, estimular a otro de palabra o de obra, al extremo que
emplear una estaca o palo con la debida moderación ;^^ pero si el agredido
lo incline a adoptar una posición agresiva.^®^ Como condición general, la
es un niño, podría justificarse hasta el uso de un arma de fuego por este
agresión no debe haber sido provocada por la persona que realiza el acto
último.
típico defensivo; lo señalado rige tanto para la defensa propia, de pariente
como de extraño, aunque luego haremos notar algunas diferencias en El criterio para determinar la necesidad racional debe ser objetivo, o sea
relación a los dos últimos casos. La provocación es una noción más amplia apreciando la realidad de las circunstancias concurrentes, pero poniéndo-
que la de agredir; consiste en una conducta apta para inducir a que otro se en el lugar del sujeto que se defendió y en el momento de la agresión,
agreda.^^** El art. 10 N- 4° no excluye que pueda haber provocación en la sin perjuicio de descartar su mera aprensión o su excesiva imaginación.
legítima defensa, pero ésta no debe haber sido suficiente. La causal de La legítima defensa no es de naturaleza subsidiaria, de modo que
justificación no se dará en el caso de que haya mediado provocación cuando se habla de necesidad del medio empleado para repeler la agre-
suficiente, entendiendo por tal la adecuada para motivar la agresión. Algu- sión, no significa que corresponde defenderse sólo en el caso de que no se
nos estiman que "suficiente" quiere decir "proporcionada" a la agresión, cuente con otra alternativa para evitar el atropello, pues siempre se puede
concepto discutible por su abstracción.^^^ La provocación puede ser dolosa huir o renunciar a aquello que motiva la agresión, pero hacerlo es ceder
o culposa,^^2 y debe partir de quien se defiende.^^^ En todo caso, nunca ante la coacción, y a esto no se está obligado conforme al N° 4° del art.
iO. Precisamente la legítima defensa consiste en repeler la agresión, no
en evitarla. No obstante, la situación puede variar tratándose de la hipótesis
a que se aludirá a continuación.
2^** Cousiño, D.P., II, p. 442.
2^^ Cousiño, a P . , II, p. 283.
2^^ Cury, D.P., I, p. 324.
2^' Novoa, Curso, I, p. 867.
2^° Bustos, Manual, p. 209. 295 ^"^heberry, D.P., I, p. 181.
2^1 Cury, D.P., I, p. 325. 2gg ^ u s i ñ o , fl.P., II, p. 270
282 Bustos, Manual, p. 209. 297
; Novoa, Curso, I, p. 367.
2 ' ' Gómez Benítez, Teoría, p. 362. Lajurisprudencia ha acogido tal criterio; Verdugo, Código Penal, Concordancias, 1, p. 88.
134 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LAANTIJURIDICIDAD ' 135
2 8 . 8 . AGRESIÓN DE UN INIMPUTABLE 2 8 . 1 0 . DEFENSA DE TERCEROS

Se ha discutido si se puede considerar agresión el ataque de un menor o En los N°^ 5° y 6- del art. 10 se regla particularmente la hipótesis de defensa
un enfermo mental, y si la defensa es un medio legítimo de repelerla. de parientes y de extraños, respectivamente.
Existe opinión mayoritaria en el sentido de que corresponde calificar el ••si'-

ataque de un inimputable como agresión, pero en tal evento la defensa


pasa a ser subsidiaria; será un medio racionalmente necesario siempre que a) Defensa de parientes
no se pueda eludir ese ataque de manera diversa al uso de la defensa. La
huida aquí es una forma recomendable. De suerte que la defensa en estos El C.P. permite defender a determinados parientes consanguíneosyafines,
casos sólo es procedente ante la imposibilidad de evitar la agresión por como asimismo al cónyuge, de las agresiones ilegítimas de que sean objeto,
medios no defensivos. siempre que concurra la necesidad racional del medio empleado para
impedirla o repelerla. No se exige que la persona a quien se defiende no
haya provocado suficientemente al agresor; de modo que puede proteger-
2 8 . 9 . ASI'ECJTO SURJETIVO DE LA DEFF.NSA
se al pariente de un ataque que éste ha provocado, siempre que el defensor
no haya participado en tal provocación, lo que no obsta a que tenga
conocimiento de ella.
La doctrina considera de modo casi unánime que la defensa legítima
requiere en el caso concreto, además de que se dé objetivamente una
situación de agresión ilegítima, que subjetivamente también se haya reaccio- b) Defensa de extraños
nado por el agredido con la voluntad de repeler el ataque a su persona,
derechos o de los de un tercero. Autores como Welzel, Jescheck, Cobo, El N- 6° del art. 10 permite que se defienda a la persona o los derechos de
Vives, Mir Puig, Cerezo Mir, Bacigalupo, Bustos, entre muchos otros, un extraño, siempre que se cumplan los presupuestos de la existencia de
concuerdan en que la persona que se defiende debe cometer el acto típico una agresión ilegítima, que exista necesidad racional del medio empleado
con la voluntad de repeler la agresión. En el art. 10 N°* 4°, 5° y 6° es para repelerla y que el defensor no haya intervenido en la posible provo-
fundamental la misma exigencia: el que actúa defendiendo tiene que cación suficiente del agredido. Además, en este caso se requiere de un
hacerlo con esa voluntad. Podría ponerse en duda tal exigencia en aten- elemento negativo de naturaleza subjetiva: el de que el defensor no obre
ción a que el N- 6° del arL 10 hace especial referencia a la condición de "impulsado por venganza, resentimiento u otro motivo ilegítimo". Esta
que el tercero que actúa en defensa del extraño no debe hacerlo "impul- exigencia ha sido mirada con reservas en el medio nacional,^^ pero
sado por venganza, resentimiento u otro motivo ilegítimo", lo que podría autores como Cousiño piensan que aunque no se hubiera descrito debería
significar que no sería necesario que en las demás hipótesis, las de los N°' entenderse como necesaria.^'**'
4° y 5-, el defensor obrara con tal voluntad. Pero esta conclusión sería
equivocada, tanto porque, como se señaló en su oportunidad,^^ el C.P.
exige que el sujeto, en todos los numerandos antes indicados, obre "en 2 8 . 1 1 . LA LEGÍTIMA DEFENSA PRIVILEGIADA
defensa", lo que precisa el aspecto volitivo exigido por la norma, como por
la circunstancia de que el actuar en defensa no es impedimento de que se
El inciso segundo del N° 6° del artículo 10, recién modificado por la Ley
haga, además, con estados anímicos vindicaüvos o de naturaleza análoga.
N° 19.164, de 2 de septiembre del año de 1992, consagra la denominada
Estos últimos son elementos subjetivos que no se contraponen a la volun-
defensa privilegiada en los siguientes términos: "Se presumirá legalmente
tad de defender, lo que sucede es que en la hipótesis de la defensa de
que concurren las circunstancias previstas en este número y en los núme-
extraños no se justifica la intervención, según el C.P., si además de querer
ros 4- y 5° precedentes, cualquiera que sea el daño que se ocasione al
defender, impulsa al sujeto un móvil de la naturaleza de los señalados,
agresor, respecto de aquel que rechaza el escalamiento en los términos
criterio altamente discutible, pues no parece aconsejable esta exclusión en
indicados en el número 1° del artículo 440 de este Código, en una casa,
nuestra legislación positiva.
departamento u oficina habitada, o en sus dependencias, o, si es de noche,
^n un local comercial o industrial y del que impida o trate de impedir la

299
s o o ^ ' ' '^°voa, Curso, I, p. 373; Etcheberry, D.P., I, p. 183; Cury, D.P., I, p. 327
Supra párrafo 21-D. Cousiño, B.P., II, p. 310.
136 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 1S7

consumación de los delitos señalados en los artículos 141, 142, 361, 365 en la nocturnidad y durante el reposo, son estas últimas circunstancias las
inciso segundo, 390, 391, 433 y 436 de este Código". El artículo 440 N^ 1° que facilitan la actividad delictiva.
da el concepto de escalamiento al referirse al delito de robo con fuerza en La norma prescribe que en las situaciones a que se ha hecho referencia
las cosas en lugar habitado o destinado a la habitación o en sus dependen- se presume legalmente en favor del que rechaza el escalamiento o evita la
cias. Las últimas disposiciones citadas se refieren a los delitos de privación perpetración de los delitos que taxativamente enumera, que fue objeto de
de libertad ilegítima, la sustracción de menores, la violación sodomítica, el una agresión ilegítima, que hubo necesidad racional del medio empleado
parricidio, el homicidio calificado, el homicidio simple, los robos con para repelerla, que faltó la provocación suficiente y que el tercero que
violencia o intimidación en las personas y el robo por sorpresa. intemene no obró impulsado por venganza, resentimiento u otro motivo
La disposición plantea dos situaciones de hecho distintas, a saber: ilegítimo. Al precisar la norma que se trata de una presunción legal, elimina
a) El rechíizo al escalamiento en una casa, departamento u oficina las posibles reservas sobre si es o no aceptable la prueba en contrario de
habitados o en sus dependencias. Como la enumeración es estricta, el todas y cada una de las circunstancias que son objeto de presunción;
beneficio debe circunscribirse a los lugares allí señalados, siempre que estén situación que antes era discutida porque se decía: "Se entenderán que
habitadosen el momento de producirse el escalamiento; si no están habita- concurren...".'*'^ Había autores que sostenían que se trataba de una pre-
dos en esa oportunidad —^aunque estén destinados a la habitación— no se sunción de derecho;^* pero otros —como Novoa— afirmaban que se
da la situación allí descrita. En otros términos: tiene que estar ocupada por estaba frente a una simplemente legal.
una o más personas la casa, oficina o departamento, cuando se procede al Un punto en relación al cual también existía controversia era el
escalamiento. Ahora bien, por escalamiento debe entenderse la actividad referente a si la presunción se extendía a todas las circunstancias de la
del agresor señalada en el artículo 440 N° 1-, esto es entrar al lugar por vía causal de justificación o sólo a algunas de ellas; en la actualidad tal
no destinada al efecto o mediante efracción. Introducirse al lugar por una discusión podría haber perdido vigencia, el precepto es categórico al
ventana, saltando muros, por forado, etc., constituye escalamiento. El afirmar que todas las circunstancias se presumen. No obstante, tal afirma-
rechazo a esa invasión puede tener lugar tanto de día como de noche, toda vez ción merece explicación. Desde luego, para que se concluya que hubo
que el precepto en análisis no hace distinción. agresión ilegítima necesariamente deberá estar acreditada alguna de las
b) La segunda situación que comprende puede tener lugar exclusiva- circunstancias que presupone la disposición, esto es el escalamiento o la
mente en la noche, y consiste en rechazar: realización de cualquiera de los delitos cuya evitación se habría logrado o
i) el escalamiento de un local comercial o industrial, esté o no habita- procurado impedir. Establecido fehacientemente este hecho podrá esti-
do; marse que opera la presunción legal de que ese escalamiento o el comien-
ii) impedir, o tratar de impedir, la consumación de los delitos de zo —en grado de tentativa por lo menos— de la comisión del delito,
privación ilegítima de libertad, la sustracción de menores, cualquier tipo constituye agresión ilegítima; además, que no hubo provocación suficiente
de violación, un parricidio, un homicidio calificado o simple, un robo con ni que se obró —en su caso— impulsado por motivo ilegítimo. Lo que
intimidación, violencia o por sorpresa. distingue la legítima defensa privilegiada de la ordinaria es que la nueva
La expresión woc/i«puede suscitar duda y, conceptualmente, puede ser normativa ha eliminado la exigencia de la necesidad racional del medio
difícil precisar cuándo comienza y termina esa fase del día, lo que se empleado para repeler la agresión, la intensidad del daño que se cause
traducirá en cierta ambigüedad llegado el caso de tener que establecer en pasa a ser intrascendente. La posibilidad que otorga este precepto al que
determinadas hipótesis si un escalamiento o uno de los delitos ya indicados rechaza la agresión —cualquiera sea la entidad del derecho a proteger—
se ha llevado a efecto durante el día o la noche. Se ha entendido por noche, de atentaren contra de la vida del agresor, merece reparos y reservas, pues
habitualmente, el período que se inicia cuando el sol se oculta en el el artículo 19 N° 1° de la Constitución ampara la vida —sin distinguir si se
horizonte y termina cuando vuelve a salir; pero con posterioridad a esos trata de la de un ciudadano probo o de un delincuente— y, de otro lado,
momentos sobreviene el crepúsculoy el alba, que tienen una duración mas el artículo 5° del mismo texto impone al Estado cuando ejercita su sobera-
o menos prolongada, según la estación de que se trate y las condiciones nía, de limitar su acción en lo que dice relación con los derechos esenciales
climáticas reinantes, y es problemático que tales períodos puedan calificar-
se noche. Esta noción debe vincularse con la idea de obscuridad o tiniebla
y las horas destinadas al sueño, de suerte que precisar si un evento ha
El texto primitivo correspondía al inciso final del N= 4= del anículo 10, que decía: "Se
ocurrido de noche es cuestión que ha de ser valorada por el tribunal, entenderá que concurren estas tres circunstancias respecto de aquel que durante la noche
atendiendo a las prácticas o costumbres del lugar y a las circunstancias rechaza el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entrada de una casa o departa-
concurrentes,^^ pues lo que interesa en definitiva es establecer si se obro ciento habitado o de sus dependencias o del que impida o trate de impedir la consumación
e los delitos señalados en los artículos 433 y 436, cualquiera sea el daño que ocasionen al
agresor".
" " Así lo sostenían Cousiño (D.P., II, p. 312); Etcheberry {D.P., I, p. 181); Cury {D.P., I,
301
Cousiño, D.P., I, nota p. 107 y II, p. 321. P- 327),
1S8 NOCIONES FUNDAMENTALES DE l A TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 139

que emanan de la naturaleza humana, siendo el principal de ellos la vida; sucede cuando ha mediado provocación suficiente de parte de aquel que
el legislador siempre debería tenerlo presente. se defiende.
Pensamos que las opiniones que se inclinaban en el sentido de que no
todas las circunstancias requeridas por los números 4°, 5° y 6° del artículo
10 se presumían, han perdido vigencia,^'^ y ello tanto porque a todas se 29. EL ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE
refiere el precepto, como porque esa presunción es simplemente legal, lo
que permite a los afectados rendir las probanzas requeridas para desvir-
tuarlas, si fuere del caso. El legislador nacional no pudo menos que incorporar al ordenamiento
La legítima defensa privilegiada no es una institución de origen espa- jurídico reglado, una disposición que diera solución a los conflictos que se
ñol; la Comisión Redactora la recogió de la legislación belga, y si bien la crean entre intereses legítimos contrapuestos, cuando para salvar uno hay
doctrina la ha considerado con cierta desconfianza, el legislador en la que lesionar necesariamente otro. El art. 10 N° 7° libera de responsabilidad
última reforma le dio un énfasis discutible y, aparentemente, sin valorar en al que "para evitar un mal ejecuta un hecho que produzca daño en la
un análisis criminológico previo la conveniencia de tal posición. propiedad ajena, siempre que concurran las circunstancias" que allí mencio-
na. Esta norma fue recogida del Código español de 1848, y no ha sufrido
modificaciones; es una disposición de carácter restrictivo que limita el rol
del estado de necesidad justificante. En la legislación española el sentido
2 8 . 1 2 . EL EXCESO EN LA LEGÍTIMA DEHÍNSA;
LA DEFENSA PUTATIVA Y LA INCOMPLETA
de la disposición ha sido ampliado y su texto se ha modificado en forma
que en su actual redacción calza tanto la causal de justificación como
también la de exculpación.
Aunque ya se trató esta materia,*"^ en este apartado se aludirá someramen-
te al punto en relación específica a esta justifican te.
La defensa empleada para repeler una agresión puede considerarse 2 9 . 1 . CONCEFIOSGENERALlvS
excesiva en dos aspectos: , ,.
a) En cuanto a su extensión en la denominada defensa putativa. En Puede definirse, siguiendo a Jescheck, como "un estado de peligro actual
realidad puede no existir agresión y el sujeto sólo imaginarla y, de consi- para legítimos intereses que únicamente pueden conjurarse mediante la
guiente, procede a repeler en el hecho un ataque irreal, hipótesis que debe lesión de intereses legítimos ajenos"; los intereses que se protegen pueden
. resolverse con los principios del error. ser propios o ajenos.^'^
También puede darse una situación de exceso cuando se continúa con
Se distinguen dos especies de estado de necesidad: el justificante y el
una acción que inicialmente fue defensiva, pero que terminada la agresión
exculpante. El justifican te —llamado también objetivo—, según el concep-
no se paraliza. Según los casos, podría tratarse como eximente incompleta
to generalmente aceptado, se da cuando el conflicto se plantea entre
y aplicar el art. 11 N° 1°, porque en ese plus la acción no es defensiva. bienes jurídicos de diverso valor (el médico que viola la morada ajena para
b) En cuanto a la intensidad puede suceder que el que se defiende atender a la embarazada), y el exculpante —que incide en la no exigibili-
emplee un medio que no es racionalmente necesario para repeler la dad de otra conducta— se plantearía en la colisión de bienes de igual valor,
agresión. Puede obrar así conscientemente, lo que hará aplicable el art. 11 como sacrificar una vida para salvar otra.*°*
N- 1° según las circunstancias, de lo contrario, si hay error, como tal debe El N° 7° del art. 10 restringe el estado de necesidad justificante a la
tratarse. Así ocurre cuando el defensor usa equivocadamente un medio evitación de males de mayor entidad que el causado en la propiedad ajena
inadecuado al efecto (defenderse con un revólver verdadero que se creía para impedirlo, lo que ofrece dos aspectos de interés: la referida disposi-
de fogueo).*** ción regla únicamente el estado de necesidad como causal de justificación
A la legítima defensa incompleta le son aplicables los principios que se de una conducta típica, y en este estado de necesidad no se ponderan
indicaron en el párrafo 23, y se da cuando —al contrario del caso del bienes", sino que se valoran "males",^"^ noción esta última relativa, en que
exceso— falta alguno de los requisitos establecidos para su existencia. Así
S07,
3„gJ*íscheck, Tratado, I, p. 483.
'"* Novoa sostenía que todos los elementos de la justificante se presumían legalmente justificrnl^n'''^""' autores como Gimbemat, el estado de necesidad es siempre causal de
{Curso, I, pp. 374 y ss.); Etcheberry pensaba que acreditada la agresión se presumía la sene n a ' r ; T J ' " ^ ü ^^ ' ° " ' ^ ' " ° '^^ ' " ' * ^ ' ^ ^ ' ' ° ^^ *="'^<= ^q"<="°' q"*^ tienen igual valor,
necesidad y la falta de provocación suficiente {D.P., I, p. 182); Cury sólo la necesidad racional, sean FT7 7 'i^^""}''' --enuncia allí a amenazar con una pena el hecho, por las razones que
^•^^^t-studios de Derecho Penal, pp.lSS y ss.). r f~ M
no así las restantes (D.P., I, p. 328).
305-506 c . Cfr. Muñoz Conde, Teoría, pp. 106-107.
^xjríivií^í^ i/\i^r-o ur, L.^ I t v j K l A D t L UjtLJ TO TUHfíjíQAr LA ANTIJURIDICIDAD ,'.»•.'•> . 141

deben ser consideradas las características y modalidades tanto del mal que 2 9 . 4 . SITUACIÓN DE PELIGRO ,.
pretende evitarse como de los que se van a causar al evitarlo.
La característica del estado de necesidad justificante en el ordena-
miento jurídico nacional, es que autoriza la protección de intereses valio- Este elemento es fundamental en la justificante. Si no se enfrenta una
sos de cualquier naturaleza (vida, integridad corporal, patrimonio, etc.). situación de peligro o defensa, no es posible la existencia de la causal
Con ese objetivo se pueden cometer actos típicos siempre que provoquen aunque puedan concurrir las demás condiciones descritas por el art. 10
un mal de menor intensidad del que se pretende evitar, y que sólo recaigan N^72.
en la propiedad ajena. No sucede otro tanto con el estado de necesidad El peligro que se ha de evitar mediante la comisión de un hecho típico
exculpante, que no está reglado en la ley positiva, pero que se extiende al que puede recaer sobre la persona misma o sobre cualquiera de sus
sacrificio de intereses jurídicos de toda índole, aun de la vida, para evitar derechos, también puede referirse a la persona de un tercero o a los
un mal de igual entidad, realizando un acto típico; en este caso la actividad derechos de ésta; la norma penal exige que la actividad lesionadora se
salvadora no la justifica el derecho, es típica y antijurídica, pero se puede ejecute para "evitar un mal", lo que permite concluir que puede recaer en
liberar de culpabilidad al que la lleva a cabo, porque en esas circunstancias intereses personales o de extraños. Por ende, la vida, la integridad física, la
la normativa legal no está en condiciones de motivarlo adecuadamente propiedad, la libertad, etc., son bienes susceptibles de protección.
para que respete los mandatos o prohibiciones que establece con carácter El mal puede provenir de la acción de terceros (del incendiario que
general. El estado de necesidad justificante no se fundamenta exclusiva- prende fuego a la morada, lo que obliga a quien la habita a apoderarse de
mente en la protección del interés preponderante, toma en consideración la manguera del vecino para apagarlo), de fuerzas de la naturaleza (un
al mismo tiempo otros valores. De no ser así quedaría justificado privar de desborde de río que compele al que se encuentra en la ribera a salvarse
un riñon a una persona en contra de su voluntad, con el fin de salvar la usando de un bote ajeno), de fuerzas vivas, como el ataque de un animal.
vida de otra. No se considera únicamente el interés más valioso, sino El peligro puede tener origen en actos realizados por el propio sujeto que
también otros principios que aparecen como limitadores de esta causal, lo enfrenta, como sucedería con el campesino que roza su campo y se ve
entre ellos el estricto respeto a la dignidad humana,^'" que restringe el envuelto en las llamas que provocó y tiene que huir en el vehículo de un
ámbito del principio del interés preponderante. tercero para salvarse y solicitar ayuda.
El mal que se trata de evitar puede corresponder también a una
- 1 .?
agresión ilegítima quejustificaría una defensa legítima, cuando el agredido
2 9 . 2 . EL ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE YSU NOCIÓN eludiendo el ataque viola la morada de un extraño para protegerse.^^' Es
útil precisar que el peligro que se trata de impedir puede o no tener origen
en un acto ilícito. Esto marca una de las diferencias que presenta con la
Este párrafo se ocupará del estado de necesidad justificante reglamentado legítima defensa, donde la agresión que se repele debe ser siempre ilegíü-
en el art. ION- 7°, que puede definirse como la ejecución por una persona ma. Igualmente la situación de peligro puede corresponder a una actividad
de una acción típica para evitar un mal en ella misma, en sus derechos o anterior dolosa o culposa, sea del propio sujeto que la enfrenta o de un
en los de un tercero, provocando un mal de menor entidad en el patrimo- tercero. El suicida arrepentido que se apodera de la embarcación para
nio ajeno. salvarse después de haberse lanzado al río, ha provocado intencionalmente
la situación de peligro que sufre; el alpinista que por temeridad no hace
caso a las condiciones negativas del tiempo que le da el guía y tiene que
2 9 . 3 . CONDICIONES PARA QUE C O N S T I T U Í fracturar un refugio ajeno para protegerse, está en un estado de necesidad
UNA CAUSAL DEJUSTIFICACIÓN por su propia culpa. Ello explica por qué el C.P. no exige —como lo hizo
en la legítima defensa— que el mal no haya sido provocado por quien trata
de evitarlo. En todo caso, la doctrina nacional estima que cuando el sujeto,
La disposición antes citada requiere de tres condiciones de concurrencia dolosa o culposamente, crea la situación de peligro y cuenta con superarla
copulativa: a) realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar; lesionando el bien o derecho ajeno, no podrá invocar un estado de
b) que sea mayor que el causado para impedirlo, y c) que no haya otro necesidad, porque no se ha visto "forzado a sacrificar el bien ajeno, sino
medio practicable y menos perjudicial para lograrlo. que él mismo ha buscado esta situación."^^^ De modo que no hay estado
Es esencial, de consiguiente, que se enfrente una situación de peligro de necesidad justificante si el sujeto dolosa o culposamente crea el estado
para un interés jurídico, propio o ajeno.

' " Cury, D.P., I, p. 3S0.


Cfr. Cerezo Mir, Curso, p. 407. " ^ Etcheberry, D.P., I, p. 186; Cury, D.P., I, p. 329.

^ ^ ^ ^
142 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 143

de peligro contando con la lesión del bien ajeno para superarlo. Es útil b) Actualidad o inminencia del mal. Los peligros a futuro, como se señaló para
precisar que para estos efectos no puede calificarse como "mal" todo el caso de la agresión en la legítima defensa, no cuadran con el estado de
aquello que naturalmente se considera tal. Las voces "mal" o "bien" impor- necesidad; el mal debe estar actualmente sufriéndose para que el acto
tan una valoración desde un punto de vista moral, social, jurídico u otro. típico evitador se justifique o, por lo menos, debe encontrarse en situación
La posición más adecuada parece ser la de considerar con cierta amplitud de inmediatez en cuanto a su ocurrencia, o sea constituir un peligro seguro
el concepto. Conforme a principios que fluyen del ordenamiento jurídico, y próximo.
"no cabe estado de necesidad justificante para evitar un mal cuya produc-
ción la ley valora positivamente.^^^ Hay circunstancias, de consiguiente, c) Como tercera condición, el mal que debe prevenirse tiene que ser de mayor
donde el sistema social estima positivo que un sujeto sufra un mal o peligro, entidad que aquel que se causa en bienes de terceros, y ello se explica por la
de manera que éste no puede evitarlo invocando un estado de necesidad, razón de ser de esta causal de justificación, que es la de salvaguardar el
como se verá a continuación. interés preponderante. Se justifica sacrificar el patrimonio de un tercero con
el objetivo de evitar un mal de mayor gravedad. Se ampliarán estos concep-
tos en el párrafo siguiente, al hacer referencia a la actividad lesionadora
que puede llevar a cabo quien enfrenta la situación de peligro, para
2 9 . 5 . SITUAQÓN DE PELIGRO QUE EL SUJETO ESTÁ OBUGADO A SOPORTAR
evitarlo. , ...
Hay personas a quienes en determinadas circunstancias no se les permite
eludir correr ciertos peligros o sufrir una lesión en sus intereses y, por ello,
2 9 . 7 . EL COMPORTAMIENTO REALIZADO PARA EVITAR EL MAL MAYOR
no pueden invocar un estado de necesidad como causal de justificación.
Esto puede suceder con motivo de un mandato expreso de la ley, de su
profesión, actividad o de un acuerdo de voluntades. Cousiño se refiere al El estado de necesidad responde a la prevalencia del interés preponderante. Se
"deber" de aceptación del peligro;*'"* le ocurre al preso que debe soportar reconoce la posibilidad de ejecutar actos destinados a causar un mal menor
la privación de libertad, al militar que debe desactivar un campo minado, para evitar uno mayor, siempre que sea el único medio menos perjudicial
al médico que atiende a un paciente con una enfermedad altamente y practicable para tal objetivo. Lo señala expresamente el art. 10 N- 7°,
contagiosa. No podrán invocar un estado de necesidad para eludir el circunstancias segunda y tercera, de manera que el sistema jurídico autori-
peligro que sus respectivas calidades les imponen. za a cualquiera persona para realizar un acto típico, siempre que cumpla con
tres condiciones: a) el sacrificio debe recaer en la propiedad ajena; b) que
el perjuicio provocado tenga por objetivo evitar un mal de mayor entidad
2 9 . 6 . CONDICIONES QUE DEBE CUMPLIR EL MAL O PELIGRO CREADOR que el que se causa, y c) que no haya otro medio practicable y menos
DE LA NECESIDAD DE EVITARLO perjudicial para evitarlo.
a) El hecho típico realizado para evitar un mal, únicamente puede
consistir en sacrificar "la propiedad ajena" para que quede justificado. El
No es suficiente la existencia de un mal para justificar la ejecución de un mal que se trata de evitar puede ser de cualquiera naturaleza y afectar a la
acto típico lesionador de bienes de terceros; el mal o peligro debe cumplir vida, a la integridad corporal, a la libertad, etc.; pero el que se provoca para
con ciertas exigencias mínimas: ha de ser real, actual o inminente y mayor que evitarlo sólo puede recaer en la propiedad ajena. No puede sacrificarse la
el causado para evitarlo. salud, menos la vida de un tercero, ni su honor o su libertad, invocando
una situación de necesidad justificante. En definitiva, el daño que se
a) Realidad del mal. Debe tratarse de un mal objetivamente verdadero, real;
provoque podrá recaer sobre los bienes y la inviolabilidad de la morada,
los peligros meramente imaginados, aun con fundamento, son insuficien-
que es propiedad también,*'^ aunque, como bien señala Cousiño, es
tes para conformar el estado de necesidad. Un mal imaginario, supuesto,
suficiente hacer referencia a la propiedad ajena, concepto adecuadamente
podrá dar lugar a un estado de necesidad putativo, que corresponde tratar
amplio,*'^ siempre que se vincule con lo patrimonial, no con el derecho
según los principios que rigen el error, y no conforma una causal de
subjetivo.
justificación del acto típico realizado para evitarlo, pero sí podrá —según
las circunstancias— considerarse como causal de inculpabilidad por no b) Que el mal que provoca el acto típico realizado para superar una

I
exigibilidad de otro comportamiento o de atenuación de esa culpabilidad. situación de peligro, sea de menor gravedad que el que se enfrenta.

' " Mir Puig, D.P., p. 393, ;Cfr. Cury, £).P., I,p. 330.
"•*Cousiño,£)./'.,II,
•usiño, £)./>., II, p. 415.
4 ' Cousiño, D.P., II, p. 424.
^
144 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 145

El estado d e necesidad c o m o causal d e justificación (u objetivo) exige provocado c u a n d o es el único m e n o s perjudicial y viable d e ejecutar
que la p r o p i e d a d ajena sacrificada lo sea para superar u n peligro de mayor atendidas las circunstancias concretas que se p r e s e n t a r o n en la realidad.
gravedad; tratándose de bienes jurídicos de igual entidad, p u e d e darse el Esta condición confiere al estado de necesidad justificante carácter y
estado de necesidad exculpante, p e r o n o el justificante. naturaleza subsidiarios, a diferencia d e la legítima defensa, d o n d e p a r a
Se plantea la situación de d e t e r m i n a r en q u é casos la lesión de u n repeler la agresión es necesario el e m p l e o d e u n m e d i o racional, p e r o n o
interés j u r í d i c o tiene mayor gravedad que la d e otro; los criterios mera- requiere ser el m e n o s perjudicial.
m e n t e cuantitativos u objetivistas son insuficientes, y las más de las veces
inoperantes.
El estado de necesidad p r e s u p o n e la situación de riesgo d e u n interés 29.8. ASPECTO SU15JKTIVO DEL FSIADO DE NECESIDAD
j u r í d i c o valioso, y para q u e se dé necesariamente h a d e encontrarse,
además, en situación d e conflicto con otro bien.'^' Esto es lo q u e obliga a
Nos remitimos en esta materia a lo expuesto en los principios generales:^^"*
u n a inevitable valoración d e u n o y otro q u e permita establecer cuál es,
n o es suficiente que se d é u n a situación objetiva d e evitación d e u n mal
entre ambos, el sacrificable. Esta p o n d e r a c i ó n n o p u e d e tener un carácter
mayor, se r e q u i e r e q u e el sujeto haya realizado el acto típico con el fin d e
m e r a m e n t e matemático, d e b e fundamentarse en apreciaciones q u e res-
evitarlo; d e m a n e r a q u e subjetivamente el sujeto d e b e h a b e r a c t u a d o con
p o n d a n a valores reconocidos p o r el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o globalmente
esa voluntad. El art. 10 N° 7° ofrece amplio respaldo a esta tesis, p u e s
considerado;^!^ ^^j^ p u e d e servir de a n t e c e d e n t e , e n t r e otros, la Constitu-
e m p l e a las expresiones "el q u e /)ara evitar u n mal..."
ción, de cuyas disposiciones, en especial los arts. 5° y 19, se d e s p r e n d e u n a
v e r d a d e r a n o m e n c l a t u r a de intereses jurídicos. O t r o tanto sucede con la
parte especial del C.P., q u e a través d e la penalidad q u e establece en los
diversos ó r d e n e s de atentados, sea en contra de la p r o p i e d a d , en contra de 2 9 . 9 . DIFERENCIA ENTRE EL ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE
YLA LEGÍTIMA DEFENSA
las personas, o el o r d e n de la familia, etc., r e c o n o c e u n a escala d e valora-
ciones.^i^ "Lo decisivo será, sin embargo, n o la relación j e r á r q u i c a de
bienes, sino el merecimiento de protección de u n bien concreto en u n a deter-
Ambos institutos tienen el mismo f u n d a m e n t o : u n a situación de colisión
m i n a d a situación social".^^° De m o d o q u e esta valoración requiere la
de intereses q u e se resuelve con la primacía del interés p r e p o n d e r a n t e en
consideración, a d e m á s d e los bienes jurídicos mismos en conflicto, d e la
la contingencia d e q u e u n o d e ellos enfrente u n peligro o u n a lesión; p e r o ,
intensidad del ataque, las circunstancias del tercero cuyo patrimonio se
al mismo tiempo, tienen marcadas diferencias:
sacrifica, y especialmente las consideraciones ético-sociales q u e determi-
n a n el juicio desvalorativo en sociedad".^^^ Autores c o m o Muñoz C o n d e a) El objetivo de la legítima defensa es repeler u n a agresión, y agresión
expresan q u e n o se trata de u n a comparación de bienes, sino de establecer es un a t a q u e dirigido p o r u n a voluntad h u m a n a ; en el estado de necesidad
u n a "relación de adecuación", d o n d e el acto típico realizado frente al se evita un mal, de cualquiera naturaleza, sea obra h u m a n a o no, n o
peligro era o n o el m e d i o a d e c u a d o p a r a evitarlo;*^^ se podría precisar el requiere consistir en u n ataque; u n a nevazón inesperada, u n a tempestad,
socialmente adecuado.^^^ un m a r e m o t o , son f e n ó m e n o s naturales, p e r o q u e p u e d e n causar males
evitables m e d i a n t e estajustificante.
c) Q u e n o haya otro m e d i o practicable y m e n o s perjudicial para
evitarlo. E s t r e c h a m e n t e u n i d o al p u n t o anterior se e n c u e n t r a el enuncia- b) La reacción en la legítima defensa está dirigida a repeler la agresión
do. El C.P. n o se satisface con u n a apreciación d e entidad de males entre de u n tercero; en otros términos, el d e r e c h o p e r m i t e "reaccionar frente a
el provocado y el q u e se evitó, sino que, además, requiere que n o haya una p e r s o n a q u e a g r e d e antijurídicamente";*^^ n o sucede otro tanto en el
h a b i d o otro practicabley m e n o s perjudicial; p u e d e q u e con el criterio de la estado de necesidad, d o n d e la ley permite causar u n mal en bienes inde-
adecuación antes aludido se justifique el e m p l e o d e un m e d i o , p e r o n o p e n d i e n t e s a los que causan o provocan la situación d e peligro, y cuyo
basta conforme al art. I O N - 7°: n o d e b e existir otro que sea m e n o s dañoso d u e ñ o n o realiza n i n g u n a acción agresiva ni m e n o s antijurídica. En la
y posible de ejecutar atendidas las circunstancias. Sólo se justifica el mal legítima defensa la actividad defensiva se dirige precisamente en contra de
quien ataca ilegítimamente. En el estado d e necesidad la actividad evitado-
ra del mal mayor afecta a u n a p e r s o n a q u e n o h a tenido participación en
Sáinz Cantero, Lecáones, II, p. 356. el mal que se p r e t e n d e evitar. A diferencia d e lo q u e sucede en la legítima
" ^ Cerezo Mir, Curso, II, p. 21. defensa se trata de dos personas —el que p r e t e n d e impedir el mal de
" ^ Cobo-Vives, D.P., III, p. 81.
'^^ Bacigalupo, Manual, p. 129.
Sáinz Cantero, Lecciones, II, p. 358.
328
Muñoz Conde, Teoría, p. 109. Supra párrafo 21-D.
323 S25
Sobre el punto, en detalle, véase a Córdoba-Rodríguez, Comentarios, I, p. 291. Mir Puig,/)./>., p. 381. .:íSf . i j , . mi
146 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEOWA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 147

mayor gravedad y el q u e sufre el causado para evitarlo— q u e se e n c u e n t r a n de necesidad, o sea un mal real de mayor gravedad a evitar. Si esta
en igual situación ante el d e r e c h o , n i n g u n a h a c o m e t i d o u n a actividad condición n o se da, n o p u e d e configurarse la causal de justificación y
antijurídica.*^^ El c o m a n d a n t e de la aeronave q u e al fallar un m o t o r aligera g e n e r a l m e n t e t a m p o c o d e atenuación.
la nave lanzando el equipaje de los pasajeros al espacio, lesiona los dere- c) Se está ante un estado de necesidad putativo c u a n d o el mal actual o
chos de éstos sin q u e tengan intervención alguna en el percance q u e sufre i n m i n e n t e es imaginado, n o es real. Esta situación d e b e ser tratada confor-
la m á q u i n a q u e c o n d u c e , en tanto q u e el q u e repele el ataque del m a t ó n me a los principios del error, según haya sido superable o insuperable, lo
callejero g o l p e á n d o l o con u n bastón, hace recaer su acción defensiva que r e p e r c u t e en la culpabilidad c o m o circunstancia excluyente o ate-
d i r e c t a m e n t e sobre el agresor ilegítimo. n u a n t e d e ella p o r n o exigibilidad de otra conducta. ;
c) La circunstancia antes indicada señala otra diferencia, q u e es su
corolario. El q u e r e p e l e u n a agresión p u e d e causar u n m a l d e cualquier d) P u e d e darse u n a situación de exceso, c u a n d o el m e d i o e m p l e a d o p a r a
entidad, siempre q u e sea el m e d i o r a c i o n a l m e n t e necesario al efecto; en el evitar el mal n o h a sido el m e n o s perjudicial entre los practicables, lo q u e
estado d e necesidad sólo p u e d e causarse u n mal d e m e n o r gravedad en p u e d e o n o deberse a u n error. Si fue p o r error se tratará c o m o tal, de lo
contrario, si el e m p l e o del m e d i o es voluntario del sujeto, c o r r e s p o n d e r á
relación al q u e se p r e t e n d e impedir, y limitado exclusivamente al patrimo-
tratarlo c o m o causal d e justificación incompleta.
nio ajeno.
d) El m e d i o e m p l e a d o p a r a evitar el mal mayor en el estado de e) El hurto famélico constituye p a r a parte de la doctrina u n estado d e
necesidad d e b e ser el m e n o s perjudicial e n t r e los posibles d e emplear; es necesidad, a u n q u e se discute si en ese caso se darían las condiciones d e
u n recurso subsidiario, a falta de otros m e n o s dañinos. La legítima defensa realidad o i n m i n e n c i a del mal. Otros lo estiman c o m o u n a causal d e n o
n o exige q u e el m e d i o e m p l e a d o sea el m e n o s perjudicial, sólo q u e sea exigibilidad d e otra conducta, a t e n d i d o lo dispuesto p o r el art. 10 N° 9°
r a c i o n a l m e n t e necesario, de m a n e r a q u e n o es imperativo huir ante la —el h a m b r e p o d r í a constituir u n a fuerza irresistible— que repercutiría en
agresión, a pesar de q u e p o d r í a ser la forma m e n o s gravosa de evitarla. La la culpabilidad.*2'
legítima defensa n o es subsidiaria, el estado d e necesidad sí lo es.

29.11. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ESTADO DE NECESIDAD


29.10. SniJACIO.NLS RSPK(:IALKS VINCLIJVDAS
CON l'.L l-^TADO l)h NEC:RSIDAD
Entre los autores nacionales, mayoritariamente se estima q u e el q u e causa
un mal m e n o r p a r a evitar otro más grave, n o p u e d e r e s p o n d e r civilmente,
p o r q u e n o constituye u n ilícito su actuar; el d e r e c h o le permite realizar el
Se h a r á u n a breve referencia a ciertas situaciones q u e plantea el estado de acto típico, d e m o d o q u e ese c o m p o r t a m i e n t o carece d e relevancia p e n a l
necesidad: y civil.^28
a) El auxilio necesario. Las expresiones empleadas p o r el N - 7° del art. 10, En doctrina se plantea la posibilidad de q u e el sujeto q u e d a ñ ó la
implícitamente, al referirse en general a la evitación de u n mal, sin distin- propiedad ajena p a r a evitar u n mal mayor, j u n t o con p r o t e g e r u n interés
guir si d e b e sufrirlo el sujeto q u e trata de evitarlo o u n tercero, d a n cabida jurídico valioso, p u e d e también h a b e r o b t e n i d o u n provecho, lo q u e
a ambas alternativas. C u a n d o se evita el mal q u e afecta a intereses jurídicos involucraría u n e n r i q u e c i m i e n t o sin causa. Aquí resulta indiscutible q u e
de terceros q u e n o p e r t e n e c e n a aquel q u e lleva a cabo la actividad este p r o v e c h o adicional n o q u e d a cubierto p o r el estado d e necesidad, lo
evitadora, es lo q u e se d e n o m i n a auxilio necesario, q u e se rige p o r las reglas que p u e d e d a r m a r g e n a las acciones civiles q u e c o r r e s p o n d a n . U n a
comentadas. opinión disidente, en c u a n t o a la intrascendencia civil del estado de
b) La justificante incompleta. Si falta a l g u n o d e los requisitos señalados p o r necesidad, es la d e E d u a r d o Novoa, q u e estima q u e p o r principios de
el N° 7- del art. 10 —salvo el peligro a evitar— o si c o n c u r r e en forma equidad "y de u n a j u s t a distribución de los daños provocados p o r el peligro
parcial, c o m o p o r ejemplo q u e el m a l n o haya sido actual o i n m i n e n t e , de o r d e n natural, el titular del interés sacrificado d e b e r í a ser c o m p e n s a d o
a u n q u e sí haya existido, se p u e d e d a r la situación de u n estado de necesi- en relación al p r o v e c h o r e p o r t a d o p o r el q u e evitó sufrir el mal mayor".*29
dad i n c o m p l e t o q u e , según los casos, configura la a t e n u a n t e d e responsa-
bilidad establecida en el art. 11 N° 1° y la situación reglada en el art. 73,
según la c o n c u r r e n c i a d e los e l e m e n t o s conformantes. En t o d o caso, es
esencial p a r a su existencia q u e c o n c u r r a el requisito substancial del estado

558 ^^'¡'^^^^'•ry, £».P., I, p. 188, aunque con modalidades.


3S9 '^^' Etcheberry, D.P., 1, p. Ifcí; Cury, D.P., I, p. 332.
'2** Mir Puie. Z).P.. D. 381. : » • , Novoa, Curso, I, pp, 386-387.
148 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD ^'f'p.'sri'K 149

30. EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER persona, su cumplimiento constituye un imperativo cuya infracción podría
. *i .'.•'.•liJUi-, constituir delito, como sucede con el policía que debe aprehender al
delincuente in fragantí y se ve obligado a emplear la fuerza ante su
El N-10 del art. 10 libera de responsabilidad al que "obra en cumplimiento resistencia activa; este comportamiento es atípico y no se trata de que esté
de un deber...", circunstancia que mayoritariamente en el país se considera justificado. Diferente sería para algunos esta misma hipótesis si el policía
como actuación del derecho.^*" El mandato de obrar tiene que ser de se encuentra ante la resistencia pasiva del delincuente,'*'* donde podrá
naturaleza jurídica, aunque no necesariamente dispuesto por la ley; un justificadamente emplear la fuerza o la coacción necesaria y adecuada,
convenio internacional, un reglamento, una instrucción, pueden ser fuen- conductas típicas que en otras circunstancias podrían ser antijurídicas.
tes hábiles. Los casos de mayor interés de esta justificante son aquellos en Estos principios en todo caso no son absolutos, el cumplimiento del deber
que se plantean conflictos de deberes, que pueden ser de igual o de diverso nunca puede justificar un acto típico o marginar su tipicidad, si ese acto
rango; aunque no siempre que se cumpla con un deber tiene que darse constituye un atentado a la dignidad humana (Cerezo Mir, Curso, II, p. 48).
necesariamente una situación de conflicto.
Se produce un conflicto de deberes de distinto rango, por ejemplo,
cuando un policía que tiene que mantener el orden en la vía pública y
3 0 . 1 . NATURALEZAJURÍDICA DE LA CAUSAL DE EXPJMCIÓN
respetar al mismo tiempo la libertad y la integridad física de los transeún- DE RESPONSABILIDAD
tes, debe actuar en contra de un grupo de manifestantes que alteran ese
orden; el policía podrá coaccionar a sus integrantes para que circulen, y
aun maltratarlos si oponen resistencia, porque el deber de velar por el Mayoritariamente se concluye que el cumplimiento del deber es una causal
orden público en esta hipótesis tiene rango superior a los otros deberes. Al de justificación. Autores nacionales, como Novoa (Curso, I, p. 395), Cury
cumplir el primero infringe la norma general que prohibe coaccionar a {D.P., I, p. 335), Etcheberry (D.P., I, p. 170), así lo sostienen, como también
terceros (art. 494 N° 16) o maltratarlos (art. 494 N° 5°). La coacción o las autores españoles, entre ellos Cobo-Vives (D.P., III, p. 39), Sáinz Cantero
lesiones leves quedan justificadas porque prima el deber preponderante, (Lecciones, II, p. 338), Muñoz Conde (Teoría, p. 115), Córdoba-Rodríguez
que es el orden público. (Comentarios, I, p. 360). No obstante, Luis Cousiño,**^ Juan Bustos,**^
La situación puede ser diversa tratándose de deberes de igual jerar- piensan que algunas modalidades del cumplimiento del deber, que no
quía, como sucede en el caso del médico que en un accidente de carretera plantean conflicto, sino el cumplimiento de obligaciones muy individua-
se ve enfrentado a atender a una multiplicidad de heridos, todos con les, como sucede con el policía en relación a la aprehensión del delincuen-
lesiones que ponen en peligro sus vidas; al decidir atender a uno de ellos, te in fraganti, se tratan de situaciones en que está ausente la tipicidad.
inmediatamente incurriría en omisión en la atención de los restantes.^^^
Aquí, señalaJescheck, se trataría de una colisión de deberes de igual valor:
el autor resulta exculpado por la infracción del deber cuyo cumplimiento 3 0 . 2 . CONVENIENCIA DE MANTE.NER EL ART. 10 N° 10
ha omitido.*^^ En nuestra legislación la solución sería otra: no es cuestión
de que quede exculpado, sino que en este caso la actividad omitida —o sea
la no atención inmediata al resto de los pacientes— importaría un acto Se ha sostenido que esta norma sería superflua,**' en atención a que
atípico, porque el facultativo al tratar de salvar a cualquiera de los acciden- siempre que una norma no penal autoriza excepcionalmente la ejecución
tados, cumple a cabalidad con el deber que le impone su profesión o cargo, de un comportamiento penalmente prohibido, debería primar la norma
que es el de salvar vidas,**^ Sectores doctrinarios piensan que podría no penal de excepción, pues quien actúa en ejercicio de un deber jurídico
concurrir, en tales circunstancias, la causal establecida en el N° 12 del art. nunca podrá realizar un acto contrario a derecho al mismo tiempo; no
10; a saber, incurrir en una omisión encontrándose impedido por una obstante, se piensa que el art. 10 N- 10 es útil en cuanto soluciona
causa legítima. expresamente posibles conflictos entre leyes penales generales y no pena-
Se sostiene que lo normal será que el N° 10 se aplique en casos en que les especiales, dando prioridad en su aplicación a la no penal. A saber, si
en el legítimo cumplimiento de un deber de naturaleza legal —no moral— una ley no penal autoriza o manda a un funcionario o persona determina-
deba realizar actos típicos, pero en realidad ello será siempre excepcional, da la ejecución de un hecho, y una ley penal posterior prohibe en general
toda vez que tratándose de deberes impuestos individualmente a una

''Así, Etcheberry, D.P., I,p. 170, Cury, D P , I, p 353 3S5 ^"^heberry, D.P., I, p. 171.
' Bacigalupo, Manual, p. 130. jjgCousiño, D.P.,II,pp. 110y438.
^ lescheck. Tratado, p. 497. " j \ .1 X ^^^ Bustos, Manual, p. 225.
Bustos, Manual, p. 221. _ ^ -f 'Mñ qq Muñoz Conde, Teoría, pp. 115-116.
150 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO lA ANnjURIDICIDAD líSlí

el mismo describiéndolo como punible, podrían suscitarse dudas sobre la b) Que el que cumple el deber lo haga dentro de los límites que
vigencia del precepto civil y su posible derogación tácita, mientras que el corresponden y empleando el medio necesario.
art. 10 reconoce su vigencia, sin perjuicio del caso en que conste la clara Es insuficiente que se dé una situación de cumplimiento del deber
voluntad del legislador sobre su derogación. Otro tanto sucede cuando el para que juegue la causal de justificación. El que concreta ese cumplimien-
deber está impuesto por una norma no penal de rango inferior a la ley to debe, además, atenerse a los límites que el deber le impone, sin extrali-
penal. En situaciones como las indicadas, el N- 10 del art. 10 preceptúa sin mitarse; si el policía tiene facultad para aprehender a un sujeto, no queda
lugar a duda que el comportamiento ejecutado en cumplimiento de ese justificada su acción en cuanto procedió a un allanamiento no autorizado.
deber queda justificado, reconociendo la vigencia del precepto permisivo De otro lado, el acto típico debe ser el estrictamente necesario para el
que lo autoriza.*^ adecuado cumplimiento de la obligación o deber: el policía que detiene a
un sujeto, si éste opone resistencia, deberá emplear medios coactivos
—que en otras circunstancias podrían ser injustos— en cuanto sean exac-
3 0 . 3 . CONDiaONES QUE DEBEN CXJMPURSE PARA QUE SE DÉ tamente los requeridos para cumplir su cometido, y siempre que no cuente
LAJUSTIFICANTE con otros atípicos que pudiera haber empleado. En esta materia debe
tenerse en cuenta que se trata de una colisión de deberes donde se debe
infringir uno de ellos para poder satisfacer el otro, de modo que el
Son necesarias tanto condiciones objetivas como subjetivas. En el plano elemento necesidad estará siempre presente y, al mismo tiempo, constitu-
subjetivo es fundamental que el sujeto actúe con conciencia de que cumple ye su límite.
un deber, que realiza el acto típico sabiendo que es el medio necesario para Finalmente, es útil hacer notar que cuando se hace referencia al
dar cumplimiento a la obligación que pesa sobre él. cumplimiento del deber, queda excluido el cumplimiento de órdenes
El plano objetivo requiere la concurrencia de los siguientes requisitos: antijurídicas de los superiores, alternativa que se enmarca en otro instituto
a) que se trate del cumplimiento de una obligación de naturaleza jurídica, denominado obediencia debida y que se tratará más adelante, entre las
y b) que el acto típico realizado quede comprendido en los límites de lo causales de inculpabilidad por no exigibilidad de otra conducta.^^^
necesario para cumplir con el deber.
a) Debe tratarse de una obligación impuesta por el derecho: un sujeto
puede tener distintas clases de obligaciones que cumplir, de índole moral, 31. OBRAR EN EJERCICIO LEGÍTIMO DE UN DERECHO
social, religiosa, y de otro orden, pero éstas no quedan comprendidas en
el art. 10 N- 10, que sólo abarca las obligaciones o deberes de naturaleza
jurídica, sin perjuicio de que las mismas puedan tener su fuente en la El art. 10 N- 10, al hacer referencia al ejercicio de un derecho, distingue
Constitución, en la ley, en un reglamento o decreto. Entre los ejemplos esta situación del ejercicio de la autoridad, de un oficio o cargo. Estas
que se citan se alude a la obligación de los testigos de prestar declaraciones últimas situaciones conceptualmente ofrecen diferencias; se hará, por lo
en los tribunales, impuesta por el art. 189 del C. de P.P.,''^ donde pueden tanto, un tratamiento separado de ellas.
verse compelidos a declarar sobre hechos que repercutan en el honor de Se ha calificado como superfluo establecer como eximente el ejercicio
una persona. legítimo de un derecho, en atención a que hacer uso de un derecho no
El mandato legal tiene que ser específico e inmediato; a saber, el texto podrá constituir nunca un acto típico, y menos antijurídico. No obstante,
legal debe señalar cuál es la conducta mandada y a quién se la encomienda, la disposición resulta necesaria: lo que interesa para estos efectos no es la
como sucede con el verdugo en cuanto al cumplimiento de la pena de facultad del titular para hacer uso de su derecho, sino la forma o manera
muerte o con el policía en cuanto a la detención del delincuente in como en el evento concreto lo hace. Puede ejercitarse un derecho en
fraganti,*^ no obstante que situaciones como las indicadas bien podría forma legítima, como también puede ejercitarse de manera arbitraria; así
sostenerse que no constituyen casos de comportamientos típicos, pues sucede cuando una persona se hace justicia por sí misma, lo que en
ejecutar una sentencia nunca puede calificarse de acto típico. También la doctrina se denomina realización arbitraria del propio derecho.^^^ El legislador
aprehensión de un delincuente es situación que, con justa razón, se estima no podía menos de precisar, entonces, cuándo el ejercicio de un derecho
como conducta atípica.''*'

542
Infra párrafo 32.
"** Cfr. Mir Puig, D.P., p. 412. H 'i :(' -• Consúltese al efecto la interesante monografía de Miguel Bajo Fernández sobre el
''''Novoa, C«río, I, p.S95. .;,. : •••. ;. .1 . tema, donde analiza diversas maneras arbitrarias de realizar el derecho por su titular, que
' ^ Cury, D.P., I, p. 335; Etcheberry, D.P., I, p. 171; Cousiño, D.P., II, p. 439. plantean una interesante problemática (La Realización Arbitraria del Propio Derecho, Ed. Costas,
Madrid, 1976).
'*' Bustos, Manual, p. 221.
152 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 153

libera a su titular d e responsabilidad penal, si al hacerlo tiene que realizar c o m o u p o penal, y sabido es q u e el tipo constituye garantía en tanto sólo
actos que p o d r í a n adecuarse a u n tipo penal: d e allí q u e t a m p o c o sean es delito aquel c o m p o r t a m i e n t o que h a sido previamente descrito por la
criticables sus expresiones c u a n d o justifica exclusivamente aquellos com- ley c o m o típico. Esta situación ofrece la posibilidad al ütular d e u n d e r e c h o
p o r t a m i e n t o s que i m p o r t a n el ejercicio legítimo d e u n d e r e c h o . para hacerse justicia de p r o p i a m a n o . C o r r e s p o n d e negar tal eventualidad
en el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o nacional, p o r lo m e n o s el e m p l e o de la
violencia o d e la coacción con tal objetivo, p o r q u e hay disposiciones q u e
31.1. NATURALEZA DE LA. INSTITUCIÓN implícitamente lo descartan.
Entre aquellas n o r m a s se e n c u e n t r a n las del Libro III del C.P., q u e
describen los delitos faltas; así, el art. 494 en su N- 20 sanciona c o m o falta
Se sostiene mayoritariamente que constituye u n a justifican te en la doctrina al que con violencia se a p o d e r a r e d e u n a cosa p e r t e n e c i e n t e a su d e u d o r
nacional; al efecto se p u e d e citar a Novoa,^^ Cousiño,*'*^ Cury,^'*^ Etche- para hacerse p a g o con ella, disposición que, en c u a n t o nos interesa, d e b e
berry.**^ Hay t e n d e n c i a en la doctrina española p o r calificar esta causal c o m p l e m e n t a r s e con el N - 1 6 , que sanciona a su vez al q u e sin autorización
c o m o circunstancia excluyente d e la tipicidad, e n atención a q u e quien "impidiere a otro con violencia h a c e r lo q u e la ley n o p r o h i b e , o le
ejercita u n d e r e c h o realiza u n acto p e r m i t i d o p o r el sistema, de m o d o q u e compeliere a ejecutar lo q u e n o quiera". En a m b o s casos se p r o h i b e
n o p u e d e al m i s m o tiempo estar p r o h i b i d o . La realización legítima del implícitamente e m p l e a r la violencia o intimidación para obligar a otro a
d e r e c h o es u n acto atípico; de otro lado, su ejercicio abusivo n o p u e d e hacer lo q u e n o desea o p a r a pagarse sin la voluntad del d e u d o r . Confir-
justificarse p o r sí mismo. El que entra a su propia casa n o comete violación m a n d o el criterio señalado, d e que en n u e s t r o sistema es antijurídico el
de m o r a d a , el q u e sube a su a u t o y lo usa n o c o m e t e h u r t o : n o son ejercicio arbitrario del d e r e c h o , el art. 471 N - 1° castiga c o m o a u t o r de
actuaciones típicas y p o r tanto n o tienen p o r q u é justificarse. Desde este delito al d u e ñ o de u n a especie m u e b l e q u e la sustrae de quien la tiene
p u n t o d e vista, el art. I O N - 1 0 sería superfluo, n o h a b r í a para qué declarar legítimamente en su poder.^"^^ De m o d o q u e n o sólo es antijurídica esa
justificado p a r a el d e r e c h o penal aquello q u e otra n o r m a autoriza expre- forma de ejercer u n d e r e c h o c u a n d o se r e c u r r e a la fuerza, sino también
samente. El p r o b l e m a con el ejercicio de u n d e r e c h o surge en verdad c u a n d o n o se emplea, c o m o sucede en el p a r a d i g m a del art. 471 N - 1 ° , pues
c u a n d o su realización recae sobre bienes o d e r e c h o s ajenos, c o m o sucede existen vías jurisdiccionales para hacerlas efectivas. N o obstante, n o deja
con el d e r e c h o d e retención de bienes autorizado p o r la ley civil — e n t r e de ser paradójica la hipótesis c o m e n t a d a p o r Etcheberry, del a c r e e d o r q u e
otros, el o t o r g a d o al a r r e n d a d o r sobre los del arrendatario—, que p o d r í a sustrae al d e u d o r el d i n e r o q u e éste tiene en el bolsillo con el objeto de
configurar u n a apropiación indebida si n o estuviera e x p r e s a m e n t e permi- pagarse, quien d e b e r í a ser sancionado c o m o a u t o r del delito d e h u r t o , a
tido; el legislador autoriza específicamente, en muy particulares circuns- pesar de que si hubiese e m p l e a d o violencia sólo se le castigaría c o m o autor
tancias, realizar su d e r e c h o al titular del mismo m e d i a n t e la comisión de de falta conforme al art. 494 N° 20, en lugar d e sancionarlo c o m o autor de
actos típicos que afecten a derechos d e terceros, y son estos casos los que robo con violencia.^^'^
q u e d a r í a n justificados en su concreción.^'^^ Pero p u e d e n presentarse pro-
blemas con la realización arbitraria de u n d e r e c h o , como se explicará en
el párrafo siguiente.
31.3. EL RIESGO PERMITIDO

3 1.2. RFAUZACIÓN ARBITRARIA DEL PROPIO DERECHO. Los adelantos materiales en el área tecnológica, j u n t o con traer beneficios
HACERSEJUSTICIA POR SÍ MISMO ; ^ ;„ a la sociedad, h a n a u m e n t a d o en e x t r e m o los peligros q u e r o d e a n a sus
te
miembros. El tránsito vehicular, el transporte a é r e o y cósmico, los sistemas
de comunicación, en fin, prácticamente todos los medios e m p l e a d o s en el
Es principio general que el titular de u n d e r e c h o p u e d e ejercerlo libre-
m u n d o m o d e r n o , son actividades peligrosas q u e tienen que ser manipula-
m e n t e , siempre q u e lo h a g a sujetándose a los límites que él mismo le fija
das p o r personas con preparación o especialización técnica y atenerse a u n
en c u a n t o a su extensión y forma d e concretarlo. N o siempre la realización
n u m e r o variable d e reglas dirigidas precisamente a evitar al m á x i m o que
abusiva de u n d e r e c h o , sea en su extensión o en su forma, está descrita
el peligro q u e involucran se concrete. Si bien el simple uso o manejo de
los medios referidos constituye en sí u n peligro, el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o
'^^ Novoa, Curso, I, p. 396.
^^^ Cousiño, D.P., II, p. 442.
'^'^ Cury, D.P., I, p. 333. 349 ,
Cfr. Etcheberry, D.P., I, p. 172; Cury, D.P., I, p. 334; Novoa, Curso, I, p. 399; Cousiño,
'*^ Etcheberry, D.P., I, p. 171. D.P., II, p. 498.
'^^ Bacigalupo, Manual, p. 131. " ° Etcheberry, O.P., I, p. 172.

NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD
154 • •iü'r 155

no los prohibe, al contrario, los regla y muchas veces impone su uso, de a) Que el sujeto investido de autoridad, oficio o cargo tenga la obliga-
modo que a pesar de su peligrosidad en relación a determinados bienes ción de actuar. Que se le haya impuesto individualmente un deber, cuya
jurídicos protegidos, no son antijurídicos; más aún, no son típicos, salvo fuente puede ser la ley u otro orden de fuentes generadoras de obligacio-
que no se emplee el cuidado requerido en cada caso, o sea se incurra en nes, como el contrato (así el vigilante privado, el médico que atiende a un
culpa. Por esto la causal de exención de responsabilidad establecida en el paciente).
N- 8° del art. 10, a saber, el que con ocasión de ejecutar un acto lícito, con b) Que el sujeto actúe dentro del ámbito del cumplimiento del deber
la debida diligencia, causa un mal por mero accidente (caso fortuito), y la que se le impone y sólo en cuanto el acto típico aparece como necesario a
establecida en el N- 13, que exime de responsabilidad al que comete un ese efecto; si rebasa el área del cumplimiento de su obligación o no es
cuasidelito, salvo cuando está expresamente penado por la ley, no son imprescindible la actividad típica, no opera la causal de justificación.
causales de justificación, sino de atípicidad y se analizaron cuando se c) Subjetivamente e\ sujeto debe actuar con la voluntad de cumplir con
comentó dicha materia.*^' el deber que le impone la autoridad que inviste, la profesión que desarrolla
o el cargo que desempeña.
Esta justificante puede tener relevancia en relación a ciertas activida-
des, en particular a las que aludiremos a continuación.
.S2. EL EJERCICIO LEGITIMO DE UNA AUTORIDAD,
OFICIO O CARGO
3 2 . L LA FACULTAD DE CORREGIR QUE SE CONFIERE A ALGUNAS PERSONAS

Es una situación diversa a la del ejercicio de un derecho. Lo que el art. 10


N- 10 consagra en esta disposición debe ser entendido como una explica- Las leyes civiles normalmente reconocen, dentro del deber de crianza, la
ción del cumplimiento del deber, y no como el ejercicio de un derecho. facultad de enmendar el comportamiento de determinadas personas,
Principios elementales nos obligan a rechazar la posibilidad de legitimar particularmente menores; a saber: los padres respecto de los hijos, los
como ejercicio de un derecho a una actividad típica realizada en uso de tutores en relación a sus pupilos, los maestros con sus discípulos. La
una autoridad, de una profesión o cargo, aunque se lleve a cabo en el obligación puede tener su origen en vínculos de sangre, en la relación
ámbito de lo que en general son sus facultades. Sólo es concebible que ello parental, en el contrato (el caso del maestro, de la institutriz). Se ha
ocurra en el cumplimiento de un deber, de obligaciones que dichos roles sostenido que estas personas, por su autoridad o cargo, tendrían derecho
pueden imponer y, de consiguiente, deben regirse por la normativa del a castigar moderadamente a aquellos que están bajo su tuición. Pero
cumplimiento de un deber y no por la del ejercicio de un derecho. Principios parece indudable que la evolución cultural y los adelantos de la psicología
elementales de orden constitucional, en particular los arts. 5° y 19 de la y, en general, de la metodología educativa, descartan en plenitud todo
Carta Fundamental, obligan a rechazar conceptualmente la posibilidad de medio de coerción, intimidación y, mucho más, de violencia como camino
una actividad típica llevada a cabo en ejercicio de una autoridad, oficio o para tal efecto, salvo el caso que se dé una situación de legítima defensa o
cargo, como la realización de un derecho de ésta. Cuando más podrá justifi- de un estado de necesidad. Las vías físicas pueden conformar lesiones; las
carse la actividad típica realizada en cumplimiento de un deber que por privaciones de libertad, como los encierros, aun la intimidación, las ame-
sus funciones les imponga el ordenamiento jurídico, el que debe regirse nazas, hoy en día deben quedar descartadas absolutamente como recursos
por iguales principios que los señalados en el párrafo respectivo.^^^ "El educativos o correctivos.^^^ No obstante, hay opiniones disidentes, se afir-
oficio o cargo sólo tiene efecto justificante en la medida que impone un ma que ese tipo de correctivos, cuando no afectan a la salud y dadas las
deber específico al que lo desempeña",^^^ y se debe plantear en el ámbito circunstancias, aparecen como necesarios; si son aceptados en el ámbito
de casos de conflicto de intereses cuya ponderación ha de considerar no ético-social, quedarían justificados.^^^
sólo los bienes jurídicos enjuego, sino el conjunto de valores concurrentes;
la interpretación de esta justificante ha de ser restrictiva, dando primera
prioridad al respeto de los derechos inherentes al ser humano.^^"^ 3 2 . 2 . EL F..MPLKO l)h IA FUERZA POR LA AUTORIDAD
De consiguiente, el ejercicio legítimo de una autoridad, oficio o cargo
presupone las siguientes circunstancias: i • Como se ha señalado, la autoridad sólo puede justificar el empleo de
medios coercitivos típicos cuando son imprescindibles para cumplir con

'^' Supra párrafo 13.


'^2 Supra párrafo 30.
' Muñoz Conde, Teoría, p. 117.
'^' Bacigalupo, Manual, p. 131.
'^* Cerezo Mir, Curso, II, p. 50. ' Cerezo Mir, Curso, II, pp. 55-56.
..4,J.A.C
156 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA ANTIJURIDICIDAD 157

sus deberes. Q u e d a sujeta a las limitaciones propias del c u m p l i m i e n t o de c o n s e n t i m i e n t o será válido en c u a n t o el q u e lo da tenga c o n o c i m i e n t o
t o d o d e b e r , vale decir e m p l e a r la ñierza e n c u a n t o resulta necesaria previo d e la situación q u e d e b e enfrentar.
r a c i o n a l m e n t e y siempre q u e esté dirigida específicamente a dicho cumpli- El c o n s e n t i m i e n t o es esencial p a r a descartar la posible tipicidad del
m i e n t o . T o d o exceso d e b e q u e d a r descartado; es imperativo respetar los tratamiento; nadie p u e d e ser obligado a u n p r o c e d i m i e n t o m é d i c o , m e n o s
derechos fiíndamentales del individuo, sobre todo frente a la autoridad, aún si es peligroso. E x c e p c i o n a l m e n t e el Estado i m p o n e a las personas
aun del calificado c o m o d e l i n c u e n t e . El a r g u m e n t o q u e justifica la violen- tratamientos d e t e r m i n a d o s , c o m o sucede c u a n d o se enfrentan epidemias
cia p o r q u e se usaría contra sujetos q u e a su vez n o respetan los d e r e c h o s o cierto tipo d e e n f e r m e d a d e s de trascendencia social, c o m o el SIDA, la
fundamentales d e los demás, es r e p r o b a b l e n o sólo en el p l a n o jurídico, tuberculosis y otras análogas.
sino también en el ético, p u e s equivaldría en parte a reinstaurar la feliz- Si el tratamiento curativo n o c u m p l e con la Ux artis, o n o se dio la
m e n t e descartada ley del tallón. El c o n c e p t o de necesidad racional d e b e información necesaria o se efectuó sin el c o n s e n t i m i e n t o del afectado,
fundarse para estos efectos en u n a a d e c u a d a comparación e n t r e el mal q u e p o d r á constituir u n a actividad típica, y p a r a d e t e r m i n a r si constituye o n o
se inferirá y la naturaleza del h e c h o q u e motiva el deber. La m u e r t e d e la delito c o r r e s p o n d e r á analizar su posible antijuridicidad y culpabilidad; la
persona afectada d e b e n e c e s a r i a m e n t e q u e d a r al m a r g e n de estajustifican- última p u e d e q u e d a r excluida p o r u n estado d e necesidad exculpante.
te. T o d o lo expuesto es sin perjuicio d e u n a situación d e legítima defensa, N o obstante, p a r a sectores doctrinarios la actividad médica n o r m a l
que d e b e r á ser analizada conforme a los principios q u e reglan dicha conformaría tipos penales, q u e n o serían antijurídicos c u a n d o c u m p l e n
causal. La vida y la integridad corporal n o están al arbitrio de la autoridad. con las condiciones comentadas; en otros términos, el ejercicio d e la
profesión m é d i c a p o d r í a constituir, a veces, u n a actividad típica, p e r o n o
sería antijurídica en esos casos p o r la causal de justificación del art. 10 N -
'•m
3 2 . 3 . EL EJERCICIO DE LA ACTIVIDAD MÉDICA 10.*^^ Esta situación se plantearía respecto de tratamientos médicos cuyo
objetivo n o se dirige a sanar a u n a persona, c o m o sucede con el caso del
que d o n a u n riñon, o de la cirugía plástica (salvo la hipótesis de u n a
Los adelantos d e la medicina y la multiplicidad de posibilidades que ofrece deformidad e x t r e m a ) , situaciones q u e p o d r í a n considerarse típicas, p e r o
h a n colocado a esta actividad en u n a situación compleja en c u a n t o a su justificadas si se realizan con fines altruistas y con el c o n s e n t i m i e n t o del
proyección en el área penal. afectado.*®**
Es tendencia mayoritaria considerar q u e la actividad m é d i c a que se
desarrolla sujeta a los m á r g e n e s d e la lex artis es atípica,^^' lo q u e deja de
lado lo relativo a su posible antijuridicidad para los efectos penales. El 3 2 . 4 . LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
cirujano que hace u n a incisión n o lesiona, sino que o p e r a a u n paciente:
el tipo lesiones q u e d a descartado tanto objetiva c o m o subjetivamente;*^^ la
adecuación social c o m o n o r m a interpretativa limitadora del á m b i t o de Se h a sostenido q u e las lesiones o d a ñ o s inferidos en la actividad deportiva
aplicación d e los tipos penales confirma ese criterio. N a d i e asimila la q u e d a r í a n justificados p o r el ejercicio legítimo d e un d e r e c h o , y en el caso
actividad m é d i c a — q u e va en p r o de la salud— con la descripción q u e hace del profesional, del ejercicio legítimo de u n a profesión, p e r o p e n s a m o s
la ley penal del delito de lesiones, de a t e n t a d o a la salud o contra la vida; que n u n c a la actividad deportiva puede justificar un a t e n t a d o a la salud o a
por lo demás, sabido es q u e todo el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o provee a la la vida, pues en esencia ella tiene p o r objeto precisamente u n mejor
incentivación d e la actividad m é d i c a y su uso masivo p o r la c o m u n i d a d , lo desarrollo del c u e r p o h u m a n o y p o r naturaleza va en p r o d e la salud y de
que descarta n o sólo su posible antijuridicidad, sino precisamente su la vida.
tipicidad, siempre q u e se conforme a la lex artis. En esta actividad se distingue e n t r e d e p o r t e s violentos y n o violentos;
El tratamiento curativo, para que constituya u n a actividad atípica, los q u e exigen destreza ú n i c a m e n t e , c o m o el golf, fútbol, tenis entre otros,
d e b e cumplir con exigencias q u e p o r tradición se h a n i n c o r p o r a d o a la y aquellos q u e p o r sus características r e q u i e r e n el e m p l e o de fuerza física
d e n o m i n a d a kx artis, y ellas son el consentimiento del paciente y la adecuada en contra del contrincante, que constituyen u n a lid, c o m o el boxeo, el
información q u e d e b e suministrarle el facultativo sobre la trascendencia del karate y d e m á s análogos. En los n o violentos d e b e descartarse de m o d o
tratamiento y sus consecuencias. El m é d i c o d e b e señalar al afectado todos absoluto la idea de q u e los c o m p o r t a m i e n t o s típicos p u e d e n q u e d a r justi-
los a n t e c e d e n t e s del respectivo tratamiento, sus posibilidades y peligros. El ncados p o r tratarse d e u n a actividad deportiva, pues su ejercicio se sujeta
a reglas q u e al ser respetadas evitan tal posibilidad, d e m a n e r a q u e si se

' ^ ' Cfr. Grisolía-Bustos-Politoff, Delitos Contra el Individuo en sus Condiciones Físicas, p. 257;
Cury, Z).P.,I, p. 334;Cousiño, D.P., II, pp. 467yss. , ,_ • _^ Entre otros, Etcheberry, D.P., I, p. 174; Novoa, Curso, I, p 405.
'^* Mir Puig, D.P., p. 426; Cerezo Mir, Curso, p. 61. '''"'• 'i'-i ''-' '' Cfr. Cerezo Mir, Curso, II, p. 63.
158 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO lA ANTIJURIDICIDAD 159
p r o d u c e algún a t e n t a d o a la integridad física —^y m u c h o más a la vida—, La imposibilidad de cumplir con el d e b e r de obrar, esto es con el
d e b e ser a p r e c i a d o conforme a las reglas generales. P u e d e constituir, m a n d a t o i m p u e s t o al sujeto, c u a n d o se d e b e a causa insuperable n o
tratándose de d e p o r t e s n o violentos, u n h e c h o fortuito, u n delito culposo constituye omisión en el sentido penal. Para omitir se requiere que se esté
o u n delito doloso; se trataría entonces d e problemas d e tipicidad, n o d e en la posibilidad d e actuar; c u a n d o se enfrenta u n i m p e d i m e n t o insupera-
justificación. ble eso n o ocurre, d e m o d o q u e j u r í d i c a m e n t e n o p u e d e estimarse q u e hay
La práctica d e d e p o r t e s violentos conlleva la posibilidad d e causar omisión y, p o r ello, en tal caso faltaría la tipicidad.*^*
lesiones o daños a la salud p o r la naturaleza de la actividad, p e r o si se h a n Situación distinta es la del sujeto q u e p o r causa legítima n o realiza la
respetado las reglas que la rigen, n o serían típicos, en c u a n t o n o sobrepa- acción m a n d a d a o que d e él se espera. Aquí el sujeto estuvo en condiciones
sen u n a m e d i a n a intensidad. T r a t á n d o s e de lesiones gravísimas o que de actuar, p e r o se abstuvo de h a c e r l o p o r razones q u e el d e r e c h o califica
causen la m u e r t e de u n o d e los c o n t e n d o r e s , d e b e n q u e d a r sujetas a las c o m o justas. G e n e r a l m e n t e la omisión p o r causa legítima se rige p o r el
reglas generales. Los deportes están permitidos p o r el o r d e n a m i e n t o principio del conflicto de intereses, d o n d e p r i m a el p r e p o n d e r a n t e . En el
j u r í d i c o y la sociedad los acepta c o m o actividades beneficiosas p a r a sus paradigma del m é d i c o q u e d e b e a t e n d e r al mismo tiempo a varios pacien-
miembros; son c o m p o r t a m i e n t o s socialmente adecuados; el d e t r i m e n t o tes cuya vida peligra, los intereses serían iguales en su valor, de m o d o q u e
físico q u e p u e d a n causar d e n t r o d e los límites antes indicados c o r r e s p o n d e esos principios n o operarían; n o obstante, el facultativo al escoger a t e n d e r
calificarlos c o m o c o m p o r t a m i e n t o s atípleos, de m o d o q u e excluyen la a u n o y dejar de a t e n d e r a los restantes, n o i n c u r r e en omisión en relación
tipicidad, n o la antijuridicidad.^^ Si se sobrepasa lo q u e la práctica acepta a éstos, desde u n a perspectivajurídico-penal, p o r cuanto la obligación del
c o m o a d e c u a d o a la actividad deportiva, la lesión causada d e b e ser apre- m é d i c o es velar p o r la vida y la salud d e los pacientes, y al obrar a t e n d i e n d o
ciada conforme a los principios generales, o sea p r o c e d e d e t e r m i n a r si es a u n o de ellos c u m p l e con ese imperativo de actuar; si está c u m p l i e n d o con
típica, antijurídica y culpable. ese deber, n o es posible que, c o e t á n e a m e n t e , esté i n c u r r i e n d o en omisión
En la doctrina nacional la tendencia mayoritaria es considerar q u e las respecto de ese mismo deber. Hay situaciones d o n d e el interés p r e p o n d e -
lesiones naturales o i n h e r e n t e s a cada actividad deportiva serían típicas, rante n o rige, c o m o señala Cousiño; tal sucede con la omisión de socorro
p e r o q u e d a r í a n justificadas p o r el art. 10 N - 10, o sea p o r constituir el sancionada en el art. 494 N- 14, d o n d e i m p o n e la obligación de socorrer a
ejercicio legítimo d e u n derecho,*^^ y tratándose del d e p o r t e profesional, aquel q u e e n c u e n t r a a u n a p e r s o n a en despoblado, mal herida o en peligro
por el legítimo ejercicio de u n oficio. de perecer, siempre que "pudiere hacerlo sin d e t r i m e n t o propio". El
Para calificar d e atípicas o d e justificadas las lesiones causadas en la principio de la p r e p o n d e r a n c i a aparece aquí en plano secundario, el
actividad del d e p o r t e , se parte del p r e s u p u e s t o de que los que en ella d e t r i m e n t o p r o p i o p u e d e ser de m e n o r trascendencia q u e la vida o la salud
participan lo hacen voluntariamente: el consentimiento es u n e l e m e n t o de la p e r s o n a a la cual hay q u e ayudar;^^^ v. gr., el b u e n n a d a d o r resfriado
cofundante d e la exención de la responsabilidad. que para evitar u n a posible n e u m o n í a n o salva a la persona que se está
En definitiva, p a r a q u e las lesiones en el d e p o r t e eximan de responsa- a h o g a n d o en un lago aislado y solitario.
bilidad d e b e n cumplirse las siguientes condiciones: a) q u e el que participa El que incurre en omisión p o r causa legítima realiza el tipo omisivo,
lo haga voluntariamente; b) q u e se respeten las reglas propias de la p e r o su c o n d u c t a está p e r m i t i d a p o r el o r d e n a m i e n t o jurídico; está justifi-
actividad, y c) q u e los resultados n o sobrepasen los límites n o r m a l m e n t e cada por el art. 10 N° 12. Si la omisión se d e b e a causa insuperable, n o hay
permitidos e i n h e r e n t e s a la actividad específica d e q u e se trate.*^^ omisión en verdad, y el c o m p o r t a m i e n t o es atípico.

33. INCURRIR EN OMISIÓN POR CAUSA LEGITIMA


O INSUPERABLE (ART. 10 N^ 12)

El C.P. establece u n a causal de exención de responsabilidad penal que


contiene dos alternativas en relación a la omisión: incurrir en omisión por
causa legítima, que constituye u n a justificante, o incurrir en omisión por
causa insuperable, d o n d e faltaría el tipo.

'^' Cfr., en lo esencial, Cousiño, D.P., III, pp. 528 y ss.


'*^2 Así, Novoa, Cur^o, 1, p. 406; Etcheberry, D.P., I, pp. 172-173; Cury, D.P., I, p. 334.
'*^' Etcheberry, D.P., I, p. 173.
1 '*** Cfr. Cousiño, D.P., II, p. 465.
'^' Cousiño, D.P., 11, p, 448.
CAPITULO V

EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA


(El cuasidelito)

34. CONCEPTOS GENERALES

Como noción general, puede decirse que incurre en culpa aquel que
ejecuta un acto típico al infringir el deber de ciudadano que le es exi-
gible.^^ En los capítulos anteriores se ha hecho referencia a la tipicidad y
antijuridicidad del delito doloso; en el presente se tratará el delito culposo,
de cuya consideración en forma particular el C.P. se ocupa en los arts. 2°,
4° y 10 N- 13, que consagran como regla general su impunibilidad, salvo
que de modo excepcional la ley los sancione. Los tipos que penaliza el le-
gislador normalmente son dolosos; sólo en contados casos impone pena a
tipos culposos.
En los delitos imprudentes o culposos el concepto de accióny de omisión
es el mismo que corresponde al delito doloso. La diferencia que se observa
en los tipos culposos es que en ellos la finalidad de la acción, su objetivo,
resulta irrelevante. Si el conductor de un automóvil pretende dirigirse a un
cine, al aeropuerto o simplemente deambula para distraerse, su objetivo no
interesa; sin embargo, sí importa Informa como se lleva a cabo esa acción
de conducción y, a veces, la consecuencia o resultado en que se concreta.
Si el conductor lo hace a exceso de velocidad y por ello atropella a un
peatón que tenía derecho a cruzar la calzada, ese modo de conducir y ese
resultado que no estaba comprendido en la finalidad del sujeto, le otorgan
trascendencia penal. La ausencia en estos comportamientos de finalidad
referida al tipo —esto es, de dolo— hace que su tratamiento penal sea
menos riguroso que el del delito doloso.*^''
El contenido del injusto en el delito culposo está en la disconformidad
del cuidado esperado por el ordenamiento jurídico en relación a la ejecu-

^'^ Cobo-Vives. D.P., III, p. 174.


"*' Maurach, Tratado, II, p. 217.
162 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA 163

ción de una actividad peligrosa y el realmente empleado al llevarlo a cabo. como una situación excepcional; Hegel no se preocupó de él, sólo lo hizo
La substancia del hecho culposo es no emplear el cuidado debido en el del doloso.*''
cumplimiento del deber o en la realización de una acción creadora de La doctrina causal naturalista consideró, siempre, que el tipo y la
riesgos; lo que se desvalora es la acción u omisión: el desvalor del resultado antijuridicidad tenían iguales características en el delito doloso y en el
tiene una connotación esencialmente delimitadora, porque permite dis- culposo. La diferencia entre uno y otro se producía en la culpabilidad, cuya
tinguir aquellos comportamientos que interesan al derecho penal de naturaleza era psicológica, que consistía en la vinculación subjetiva entre
aquellos que son irrelevantes.*^ Conducir a exceso de velocidad, si no se el acto y su autor, que podía ser a título de dolo o de culpa. Como esa
concreta en una lesión o muerte de un ser humano, en la legislación vinculación era propia de la voluntariedad, llevó a algunos causalistas,
nacional es un comportamiento atípico, y por ello queda al margen de la como Kohlrausch, a equiparar la culpa consciente y el dolo, porque en
ley penal; no así si provoca alguno de los resultados preindicados. ambos había, por lo menos, representación del resultado injusto y, a la vez,
Es importante resaltar que la culpa, como el dolo, no es —como a sostener que la culpa inconsciente, donde no hay ninguna relación de
frecuentemente se sostiene— una forma de culpabilidad; al contrario, voluntariedad porque en ella no ha existido representación del resultado,
integra un tipo penal especial que corresponde a una conducta punible de debía quedar excluida del derecho penal.*'^
una estructura peculiar tanto en lo que dice relación con el injusto como El causalismo valorativo pretendió encontrar en la culpa un sustrato
con la culpabilidad.*^® El injusto plantea la cuestión de cuál es el cuidado voluntarista al concebir la culpabilidad como un juicio de reproche, sin
objetivamente esperado del sujeto en la situación de peligro que enfrentó, abandonar su esencia volitiva; por ello, Mezger retrotrae la voluntariedad
y la culpabilidad, si ese cuidado le era exigible atendidas las circunstancias de la culpa a un momento anterior a aquel en que se ejecutó el acto,
concretas en que actuó.*'" porque en ese momento existió una actividad consciente.*'* Así, al conduc-
tor que atropella a un tercero por no contar su vehículo con un buen
sistema de frenos, se le reprocha el atropello por su conducta anterior
35. ASPECTOS RELEVANTES DE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA voluntaria, esto es, cuando en conocimiento de esa falla mecánica, cons-
DEL DELITO CULPOSO cientemente se abstuvo de repararla.
En definitiva, el problema de fondo radica en precisar cuál es en
substancia el contenido de la culpa; por razones de su posición psicológica
Se podría decir que el delito culposo es un acontecimiento de nuestro sobre la culpabilidad, los causalistas tenían necesariamente que vincular la
siglo, consecuencia de la irrupción en la actividad humana de la mecani- culpa con la voluntad, pero como esto es casi imposible, surgieron serias
zación como cuestión cotidiana e imprescindible. La universalización y críticas en contra de su concepción. Entre esos críticos están Exner y
manifestación del empleo de recursos técnico-científicos que caracterizan Engisch, quienes desde perspectivas distintas sostienen que la culpa no es
a nuestra época —a saber, la electrificación, la electrónica, el transporte otra cosa que la falta de cuidado en la realización de una actividad dada,
terrestre y aéreo, el empleo de energía atómica, por citar algunos—, junto el contenido de la culpa es ése y no un asunto de voluntariedad. Así toma
con facilitar y ampliar el campo de posibilidades del hombre, ha aumenta- cuerpo la noción de que culpa es no emplear el cuidado objetivamente
do en extremo los riesgos de las actividades que a diario debe enfrentar Cn adecuado a las circunstancias en que se obra. Para Exner esta negligencia
su hogar, en los deportes, en la actividad laboral, la atención de su salud y tiene su raíz en el sentimiento del sujeto hacia determinados bienes
prácticamente en todos los aspectos de su vida. Este fenómeno del presen- jurídicos: cuando los siente como valiosos, pondrá cuidado y preocupación
te siglo obliga al ordenamiento jurídico a exigir un cuidado mínimo al en no lesionarlos; en caso contrario, su desinterés podrá llevarlo a tratarlos
hombre en la realización de actividades creadoras de riesgos para proteger con descuido. Engisch estima que el sujeto, de modo consciente o incons-
bienesjurídicos que, primitivamente, lo normal era que resultaran lesiona- ciente, tiene una inquietud en relación a lo» peligros que importan las
dos sólo por comportamientos dolosos. La falta del debido cuidado pasó a relaciones sociales, que exigen que mantenga un cuidado objetivo: la culpa
constituir una de las mayores fuentes creadoras de delito, con característi- consistiría en la ausencia de ese interés, que arrastraría al sujeto a no poner
cas, en cuanto a su estructura, distintas al delito doloso, lo que marcó la la diligencia debida en el momento y circunstancias concretas. Este autor,
escisión del concepto unitario del injusto penal. en su tesis del año 1930, destacó que entre la causalidad natural y la
El derecho natural, como señala Welzel, consideraba al delito culpable culpabilidad, que eran los elementos del delito culposo que se conside-
raban por los causalistas, había un tercer momento, el de la ausencia del

'^* Welzel, El Nuevo Sistema, p. 69.


^^ Cfr. Welzel, D.P., p p . 182 y ss.; M a u r a c h , Tratado, II, p p . 226 y ss.;Jescheck, Tratado, 11, J- Welzel, D.P., p. 182.
p. 777; Roxin, Problemas Básicos, p p . 149 y ss. ' ^ Bustos, Manual, p p . 229-230.
'™ J e s c h e c k , Tratado, 11, p . 777. ' ' Mezger, Tratado, II, p . 192.
164 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA •-->! 165

cuidado objetivo (cuidado externo),*''^ que integraba la antijuridicidad. dirigida por el autor a la obtención del resultado en que se concreta, en el
Según Engisch, no puede ser antijurídica una conducta ajustada a la norma culposo el autor realiza una acción que no está dirigida al resultado en que
de cuidado."^ se concreta, de manera que falta la coincidencia de lo subjetivo con lo
El causalismo valorativo —como se señaló precedentemente— no objetivo, coincidencia que en el hecho doloso debe darse. La esencia de la
modificó la naturaleza que los causalistas naturalistas le reconocían a la conducta culposa es la falta del cuidado jurídicamente esperado en el compor-
culpa, de nexo psicológico entre el hecho y su autor. Lo que logra el tamiento, consiste en la infracción de la norma de cuidado, que en el
causalismo valorativo es reemplíizar el concepto de "culpabilidad", que Código Penal se denomina como imprudencia (arts. 490 y 492) o negligencia
sigue estando integrado por el dolo o la culpa, pero que deja de ser un (arts. 491 y 492). El cuidado exigido es aquel que el ordenamiento social
vínculo de orden volitivo entre el acto y quien lo ejecuta, para transformar- requiere para la realización de acciones provocadoras de peligro; es de
se en un juicio de reproche de ese acto a su realizador (doctrina normativa naturaleza objetiva el cuidado que en general debe tenerse al llevar a cabo
compleja de la culpabilidad). En el hecho atribuible a culpa, la culpabili- comportamientos que importen riesgos para terceros o para los bienes
dad consiste en el reproche que se hace al sujeto, porque estuvo en la jurídicos; no es aquel cuidado individual que podría poner un sujeto en
posibilidad de haber evitado su ocurrencia si hubiese sido cuidadoso, si particular, pues esto dice con la culpabilidad.
hubiese empleado la diligencia necesaria. Esta noción facilitó el camino El tipo delito culposo tiene, como sucede con el tipo doloso, dos
para que el finalismo superara las críticas que se hacían al concepto
voluntarista de la culpa, considerándola ahora como la falta del cuidado 4 planos o fases: el subjetivo y el objetivo. Para algunos autores, la fcise
subjetiva no tendría relevancia, porque no interesa la finalidad de la
que objetivamente debía haberse observado en la realización del hecho. acción, que, como se ha señalado, queda al margen del tipo al no abarcar
Es el finalismo el que corta el nudo gordiano de la culpabilidad y el resultado logrado en la materialidad por el comportamiento. No obstan-
traslada definitivamente el dolo y la culpa —que integraban la culpabilidad te, también es necesario el tipo subjetivo si se quiere mantener un concep-
como fundamento del juicio de reproche— al tipo penal"^ como su fase to unitario de la acción en la teoría del delito.
subjetiva, y para mantener la noción unitaria del delito, afirman que la
acción, tanto en el hecho doloso como en el culposo, es la misma: la acción
final, si bien observada desde distintos puntos de vista. Mientras los delitos
dolosos comprenden la acción final en la medida que su voluntad está 37. TIPO SUBJETIVO EN EL DELITO CULPOSO
dirigida a la realización de resultados típicos, en los tipos culposos la acción
final no interesa en cuanto al objetivo que se perseguía con su realización, Como en todo tipo de acción, se requiere de un elemento positivo, que es
sino en cuanto al modo de su ejecución —o sea por la falta de cuidado con la voluntad de realizarla acción, al margen de su significación típica (el que
que se ejecutó^, que se tradujo en consecuencias lesivas para bienes examina un arma de fuego quiere sólo conocerla e imponerse de su
jurídicos protegidos por el derecho.'^' De modo que el finalismo rec ge e estructura o mecanismo, e ignora que se le escapará un tiro); además,
incorpora así la noción de falta de cuidado objetivo en la ejecución de la requiere de un elemento negativo: no querer concretar el hecho típico (en
acción como elemento del tipo del delito culposo, y no de la culpabilidad. Tal la hipótesis del revólver, no matar o herir a alguien, o dañar un bien
posición permite a la doctrina finalista diferenciar en el cuasidelito la jurídico ajeno).
tipicidad, la antijuridicidad y la culpabilidad. La culpabilidad en el delito
culposo consiste en la posibilidad que tuvo individualmente el sujeto en el
momento correcto, de emplear el cuidado debido inherente a la ejecución
de la acción peligrosa. , - ; , 38. EL TIPO OBJETIVO EN EL DELITO DE ACCIÓN CULPOSO

El elemento fundamental del tipo objetivo es lai falta del cuidado debido, sin
36. EL TIPO EN EL DELITO CULPOSO perjuicio de que deban cumplirse los demás elementos que el tipo puede
requerir como necesarios, así los especiales de la autoría, pues determina-
Es útil diferenciar claramente el tipo doloso del tipo culposo. En el párrafo dos delitos culposos sólo pueden cometerlos algunos sujetos calificados,
anterior se hizo notar que en el delito doloso la acción del sujeto está como la malversación culposa, donde se exige en el autor la calidad de
funcionario público (art. 234), o en la prevaricación culposa, la de ser
funcionario judicial (arts. 224 N- 1° y 225). También sucede que el tipo
requiere a veces de la producción de un resultado. En este último caso, el
"^Welzel,Z).P„p. 183.
'^'MirPuig, Z).P.,p. 229. resultado necesariamente deberá ser atribuible objetivamente a la falta de
'^^Supra párrafo 2c). cuidado (imputación objetiva), como ocurre con los cuasidelitos reglados
' " Welzel, D.P., pp. 184-185. en el art. 490, en especial el homicidio culposo o las lesiones culposas.
166 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIBLE A CULPA 167

Como el elemento fundamental del delito culposo es la no observancia Hay autores que se inclinan por vincular el cuidado requerido con el
del cuidado debido, a continuación se analizarán los aspectos relevantes sujeto individual, con su capacidad o destreza personal; no podría exigirse,
de este elemento. según ellos, el mismo deber de diligencia al conductor corriente que al
Es útil referirse a tres situaciones relacionadas con el deber de cuida- campeón de carrera automovilística, al cirujano medio que al cirujano
do: a) la naturaleza de la norma que impone el deber y la ubicación excepcional. Se piensa que debe equipararse la situación del que tiene
sistemática de su infracción considerada como elemento del delito; b) el conocimientos especiales con el que posee destreza; si este último no la
riesgo permitido por el ordenamiento jurídico, y c) en qué consiste la emplea, incurrirá en un comportamiento típico.'^^
infracción al deber de cuidado. En síntesis, la norma de cuidado debe determinarse con criterio
objetivo, apreciando las circunstancias de hecho concretas y los conoci-
mientos especiales del sujeto, no así su destreza.
3 8 . 1 . NATURALEZA DE LA NORMA DE CUIDADO La ubicación sistemática de la infracción de la norma de cuidado es el
tipo penal, no la antijuridicidad ni, menos aún, la culpabilidad. De modo
que la imprudencia y la negligencia a que se refiere el C.P. son un
Excepcionalmente la ley penal determina, para casos específicos, el cuida- elemento del tipo objetivo del delito culposo y no constituyen una forma
do que debe tenerse, particularmente en el tráfico vehicular, en que entre de culpabilidad. El sujeto que no ha infringido la norma de cuidado, que
otras exigencias señala límites de velocidad, pistas de circulación, formas ha mantenido la diligencia exigida, aunque pueda lesionar un bien jurídi-
de enfrentar los cruces de calles o caminos, etc. Normalmente, no obstan- co, no realiza un acto típico. Sectores doctrinarios estiman que la observan-
te, no precisa la norma de cuidado, la que debe deducirse del ordenamien- cia del cuidado exigido es una causal de justificación, lo que presupone
to jurídico y, sobre todo, de la situación concreta que se analiza. En cada que el comportamiento realizado respetando dicho deber sería típico,
suceso, atendidas sus circunstancias, corresponderá determinar cuál era el posición ésta que resulta difícil de comprender. No se ve la razón —por
deber de cuidado a mantener, delicada labor que le corresponde al tribu- ejemplo— para calificar como típica y antinormativa la conducta del
nal. automovilista que atraviesa el cruce a velocidad prudente y con luz de paso
Suscita controversia el principio que deberá tenerse en cuenta al a su favor, si es embestido por otro vehículo que continúa su marcha sin
efecto, si se funda en una norma genéralo en una individual, que considere respetar su derecho de vía; su actuar —según tal criterio— sólo estaría
las circunstancias particulares del sujeto que intervino en el hecho. La justificado por concurrir la causal de haber respetado el deber de cuidado,
tendencia doctrinaria mayoritaria se inclina por una valoración objetiva, cuando en realidad no ha infringido ninguna norma penal.
empleando como medida la diligencia que hubiera tenido un hombre
normal, consciente y prudente en tales circunstancias,'^* al margen de las
condiciones de destreza individuales del realizador de la acción. La medida 3 8 . 2 . EL RIESGO PERMITIDO
del cuidado esperado por el ordenamiento será la del hombre medio, pero
también se considerarán al efecto los posibles conocimientos especiales —no
la destreza— que tal sujeto haya poseído. En una colisión de tránsito, se No toda lesión o peligro de lesión de un bien jurídico es constitutivo de un
apreciarían los comportamientos de los conductores, considerando el que tipo culposo. La estructura normativa corresponde a una realidad social, y
tendría un conductor medio en esas mismas circunstancias, aunque uno si ésta autoriza múltiples actividades creadoras de riesgo, no puede aquélla
de los que hayan intervenido sea un as del volante; su d«iír«za individual no prohibirlas. Y dichas actividades son autorizadas porque al compararlas
influirá en el nivel de exigencias que el ordenamiento esperaba de un con los beneficios que reportan, los riesgos resultan sucundarios; ello ha
conductor en el tráfico vehicular. Distinta es la situación del químico permitido el auge del tránsito y tráfico marítimo, aéreo y terrestre por
investigador que manipula una substancia altamente peligrosa, en relación medio de vehículos, el empleo de energía eléctrica y nuclear, el aprovecha-
a la forma en que lo haría una persona sin los conocimientos especiales de miento de elementos que se encuentran en la profundidad de la corteza
aquél; la exigencia de cuidado del primero es mayor que la del segundo, terrestre y una infinidad de actividades altamente peligrosas. Se sabe —por
no porque sea más diestro, sino porque tiene un mayor conocimiento de los ejemplo— el índice de mortalidad que se produce a consecuencia del
hechos y sus circunstancias (cfr. Jescheck, Kaufmann, Muñoz Conde, tratamiento quirúrgico, del tránsito vehicular y, no obstante, esas activida-
Cury). des no se prohiben. Lo que espera la sociedad es evitar al máximo la
concreción de esos riesgos; para ello es necesario que se cumpla con
determinados cuidados. Cumplidos esos presupuestos, permite que se

"^Jescheck, Tratado, II, pp. 111-11%; ello sin perjuicio de que en la culpabilidad se
aprecien las condiciones y circunstancias individuales. Cfr. Bacigalupo, Manual, p. 215; Mir Puig, D.P., p. 233; Cobo-Vives. D.P.. IIl. o. 183.
168 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

creen, y aun se concreten, ciertos peligros; suficiente es recordar los pilotos


de prueba, de vuelos espaciales, o los experimentos atómicos. De modo
J EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA

exista culpa. Para que la haya tiene que encontrarse en una doble situa-
ción:
169

que el sistema acepta la realización de acciones en sí peligrosas, dentro de


a) Ha de tener la obligación de prever el riesgo (deber interno o
ciertos límites y siempre que se emplee en su ejecución el cuidado debido.
subjetivo de cuidado). Es obligación de quien realiza una actividad peligro-
Si a consecuencia de ellas se lesiona algún bien jurídico, esa lesión es
sa advertir los riesgos que su ejecución involucra; si no se da esa previsión,
atípica, porque queda comprendida dentro del riesgo permitido por la
resulta más grave el descuido del realizador, pues no tuvo la diligencia de
sociedad. Lo demuestra el conocido paradigma de Engisch del conductor
representarse las posibles consecuencias de su actuar (infracción del deber
de un vehículo que respeta su vía de circulación, la velocidad y demás
de cuidado interno). El cumplimiento de esta obligación es lo que da
reglas de tránsito, pero que al tomar una curva adecuadamente choca con
origen a la denominada culpa inconsciente, en contraposición a la que se da
otro vehículo que venía en sentido contrario a exceso de velocidad y le
cuando hay representación del riesgo, denominada culpa consciente, caso en
invade su pista de circulación. El conductor cuidadoso sabe que hay
el que debe haber confiado en que el peligro no se concretará.
automovilistas imprudentes, que en una curva puede ocurrir la situación
descrita, pero se trata de un riesgo permitido para el que conduce con b) La segunda obligación del ejecutor de una actividad riesgosa es la
prudencia, y no podría sostenerse que ha incurrido en un comportamiento de adoptar un comportamiento conforme al cuidado requerido por la
típico, aunque desde una visión causal naturalista "causó" la colisión y creó norma (deber objetivo de cuidado),^'* que se manifiesta en la siguiente
el riesgo, pues de no haber estado en ese lugar el hecho no se habría forma:
producido.*^ 1) Se debe abstener de realizar acciones peligrosas que sobrepasan el
La noción de riesgo permitido presupone el principio de confianza, que riesgo permitido. El ordenamiento permite la conducción de vehículos
precisamente consiste en que los demás respeten, a su vez, la norma de motorizados en la ciudad, pero sólo a aquellos que tengan la habilidad
cuidado. "El que obra sin tener en cuenta que otros pueden hacerlo en requerida; el que no la tiene, no debe conducir;
forma descuidada no infringe el deber de cuidado";^^ de otra manera no 2) Como tal acción constituye un riesgo permitido, el sujeto autoriza-
podría un peatón transitar tranquilamente por la vereda, pues debería do puede ejecutarla con la obligación de emplear la prudencia necesaria.
estar atento para evitar ser atropellado por un vehículo que por mala De suerte que la atipicidad de su comportamiento no se pierde aun en el
maniobra se sale de la calzada, o que su cabeza sea golpeada por el caso de que su vehículo choque con otro que viniendo en sentido contrario
macetero de un balcón que descuidadamente riega su dueño (cfr. Welzel, se cargue a la izquierda y resulten lesionados; sólo la conducta de este
D. P., p. 183;Jescheck, Tratado, II, p. 802). ^. último es típica,*®^ y
3) Existe el deber de informarse adecuadamente en forma previa. Un
conductor que usa un vehículo que no ha manejado con anterioridad,
3 8 . 3 . EN QUÉ CONSISTE LA INFRACaÓN DEL DEBER DE CUIDADO
deberá informarse con antelación de sus características, de otro modo
aumentará el riesgo sobre el límite autorizado. El médico, por ejemplo,
Para que exista infracción del cuidado debido es fundamental que el riesgo antes de operar, deberá realizar los exámenes de laboratorio pertinentes
que debe precaverse sea susceptible deprevisióny evitación.*®^ No interesa al para informarse de las condiciones del paciente.
efecto que el sujeto se lo haya o no representado, lo que importa es la En definitiva, la infracción del cumplimiento de las obligaciones antes
posibilidad áe su representación y evitación. Si el peligro era imprevisible o señaladas, es lo que en esencia constituye la infracción del deber de
siendo previsible era inevitable, se estará aníe un caso fortuito. De modo cuidado.
que la imprudencia o falta de cuidado no es una cuestión psicológica, sino
que es de índole normativa; no incide sólo en la posibilidad de previsión
del riesgo, sino en la infracción del deber de representárselo y de evitar su 39. LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO
concreción.^'
Si bien para que exista infracción de cuidado el riesgo debe ser Se señaló como tercer elemento en el delito culposo por acción, que si el
previsible, evitable por el sujeto, esto es insuficiente para que —a su vez— tipo requiere de un resultado, éste ha de encontrarse normativamente
vinculado a la falta de cuidado, de manera que objetivamente pueda, atribuir-
se a la infracción de tal deber.
'*° Mir Puig, D.P., p. 229.
^^ Bacigalupo, Manual, p. 215
^^ Cerezo Mir, Curso, p. 387 ^^ Cobo-Vives, D.P., III, p. 189.
'^' Cobo-Vives, D.P., III, p 189. •••i- '^^ Cobo-Vives. D.P.. III. o. 180.
170 NOCIONfES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA 171

Esta vinculación se cumplirá si por lo menos concurren dos condicio- Pero como bien señala Bacigalupo, el punto no ofrece mayor trascen-
nes: a) el resultado y la inobservancia del cuidado deben estar relacionados dencia práctica,'^ lo que no impide que la tendencia de la doctrina
causalmente, lo que puede determinarse aplicando los principios de la reciente considere que el cuasidelito no sólo es desvalor de la acción, sino
teoría de la equivalencia de todas las condiciones (condilio sine qua non), y que también es lesión al bien jurídico protegido.'^^
b) que ese resultado corresponda precisamente al riesgo que la acción creó
al infringir la norma que impone la obligación de cuidado (vinculación de
riesgo).
40. LA ANTIJURIDICIDAD Y LA CULPABILIDAD EN EL DELITO
Este segundo requisito permite descartar los resultados que no tienen
CULPOSO
conexión con la observancia del deber de cuidado, como sucede si condu-
ciendo un automóvil a exceso de velocidad se atropeUa a un suicida que se
lanza sorpresivamente delante del vehículo; como señala Mir Puig, "la
La antijuridicidad en el hecho culposo es diferenciable de su tipicidad, al
prohibición de la velocidad excesiva no se dirigía a evitar el atropello del
igual que sucede en el tipo doloso. En la praxis consiste en la no concu-
suicida".*^ Queda asimismo descartada la posibilidad de imputar objetiva-
rrencia de una causal de justificación y, de consiguiente, de concurrir una
mente el resultado a la acción imprudente, cuando el mismo resultado se
justificante el tipo culposo no es antijurídico. No corresponde hacer
hubiera concretado también con una conducta no negligente, lo que
distingos entre las causales; según las circunstancias, cualquiera de ellas
queda en evidencia en el conocido ejemplo del anestesista que en lugar de
puede concurrir. Así, quien repeliendo una agresión ilegítima dispara su
aplicar novocaína, que era el medicamento prescrito para el paciente, le
arma de fuego y lo hace imprudentemente hiriendo a un tercero ajeno a
suministra por descuido cocaína, provocando su muerte, deceso que tam-
la situación, si bien incurre en cuasidelito de lesiones, tal acción puede
bién habría sobrevenido si inyecta novocaína, por sus particulares caracte-
quedar justificada si disparar en tales circunstancias era el medio racional-
rísticas. En esta hipótesis, aunque se hubiera observado el cuidado debido
mente necesario.
(comportamiento alternativo), el resultado igualmente se habría causa-
La culpabilidad en el delito culposo incide principalmente en la
do.^8^ determinación de si era o no posible obligar al sujeto que, en las circuns-
Se discute si en la atribución objetiva del resultado es necesario tener tancias concretas que enfrentó, respetara las exigencias del deber de
la seguridad de que al observarse el cuidado exigido aquél no habría cuidado.^^2
sobrevenido,*** o es suficiente la posibilidad de que así hubiera ocurrido.
Nunca podrá existir la certeza categórica de la primera alternativa, de
modo que la segunda cumple las condiciones propias del sistema norma-
tivo, que parte de hipótesis probables. Lo anotado lleva a sostener a 41. EL DELITO CULPOSO EN EL CÓDIGO PENAL
algunos autores que si la imprudencia aumenta considerablemente el
peligro, el resultado es atribuible a esa imprudencia.^^
En el sistema nacional no existe una figura genérica o abierta de delito
Sectores de la doctrina piensan que el resultado en el delito culposo
culposo (numerus apertus). No hay un tipo penal que sancione cualquier
es una condición objetiva de punibilidad, y no un elemento del tipo
comportamiento atribuible a culpa; al contrario, se sigue el sistema de
objetivo, porque lo desvalorado es la acción imprudente y no el resultado,
describir figuras concretas de delitos culposos. El principio general en la
al extremo de que su producción no tiene consecuencia en la gravedad del
legislación nacional es que el hecho atribuible a culpa no es punible (arts.
hecho, la pena siempre es la misma. Este criterio tiene un discutible y 4° y 10 N- 13), salvo que esté expresamente sancionado (numerus clausus).
dudoso respaldo dogmático, por el tratamiento que el hecho culposo tiene Sin perjuicio de ello, el legislador considera algunas figuras que constitu-
en la legislación nacional, en particular en el Título X del Libro II del C.P. yen tipos abiertos; son descripciones más o menos genéricas de impruden-
En efecto, allí se sancionan los comportamientos imprudentes únicamente cia que afectan determinados bienes jurídicos. Eso sucede en los arts. 490
cuando causan un resultado lesivo; de otro lado, aumenta el desvalor de la y 492, donde pueden coexistir en un solo acto imprudente una o varias
acción cuando el-daño es más grave. muertes con o sin una o varias lesiones, y viceversa. La doctrina nacional
mayoritariamente considera como un crimen culpae (un solo delito de culpa

'86MirPuig, D.P.,p. 238.


'8'cfr. Bacigalupo, Manual, p. 216; Mir Puig, D.P., p. 238; Muñoz Conde, Tecría, p. 74; Bacigalupo, Manual, p. 217.
Bustos, Man-ual, p. 239. En tal sentido, aunque con fundatnentación diversa, Bustos, Manual, p. 238; Mir Puig,
O. P., p. 235.
'^^ Roxin, ProiÍCTmjs, pp. 174-175. iií-^ Í .i i
EL DELITO ATRIBUIRLE A CULPA
172 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

c i a d e l a d i l i g e n c i a m á s e l e m e n t a l ' ^ y se e q u i p a r a r í a al c o n c e p t o civil d e
aunque con resultado múltiple) ,'^^ a diferencia de opiniones minoritarias
c u l p a l a t a , n o o b s e r v a r l o q u e e n el c a s o c o n c r e t o h u b i e s e r e s u l t a d o
que piensan que hay tantos cuasidelitos como muertes o lesiones se pro-
evidente a cualquiera.'^''
vocan (cada uno constituye crimina culposa), que deben sancionarse como
un concurso ideal, conforme al art. 75.*** EÍ problema dependerá de la
concepción que se tenga del delito culposo;'*^ si lo que se desvalora es la
•: b) Mera imprudencia o negligencia (art. 491)
acción o el resultado. Pero si bien la esencia del cuasidelito es la inobser-
vancia del deber de cuidado, ello no significa que el resultado no sea
cofundante de la sanción; la falta de cuidado alcanza relieve penal si el Es la culpa que sigue en grado, en escala descendente de intensidad, a la
resultado lesión se da, pero siempre habrá un solo delito culposo, al temeraria. Se identifica con la falta de cuidado que el hombre medio
margen de si esa inobservancia se concreta en uno o varios efectos lesivos. emplea en la actividad que desarrolla, es más que una falta de diligencia
La entidad del perjuicio provocado podrá considerarse para los efectos elemental. Corresponde a actividades creadoras de riesgos que exigen de
señalados en el art. 69, o sea la regulación de la pena en el caso concreto, quien las realiza mayor acuciosidad y se equipararía a la culpa leve civil. Se
a mayor daño mayor pena, en los límites de su extensión. ha dicho que "conceptualmente representa una fórmula residual que
Excepcionalmente y de modo independiente a los cuasidelitos regla- comprende todas las hipótesis de imprudencia..., en que no concurra
dos de manera general, en el Libro II, Título X (arts. 490 y ss.), se describen temeridad",**® concepto que resulta discutible.
algunos tipos culposos que no cuentan con su correlato doloso; entre otros
se pueden citar los contenidos en los arts. 224 W P , 228 inc. 2^, 229, 234,
243 inc. 2^ 302, 329, 333 y 337 inc. 2^. c) Mera imprudencia o negligencia con infracción de reglamento
(art. 492)

No es una forma especial de falta de cuidado; es una culpa de la misma


42. ESPF.CIKS DE CULPA CONSIDERADAS intensidad antes señalada, en la cual concurre, además, la infracción de
'• ,,, _ , POR EL CÓDIGO PENAL una norma reglamentaria.
La regla general del art. 490 es que se castigan sólo los hechos que, si
En los arts. 490 y siguientes se establece la punibilidad del hecho ejecutado mediara dolo, constituirían crímenes o simples delitos contra las personas,
con imprudencia temeraria en el evento de que "si mediara malicia, cuando en ellos se incurre en una falta grosera del cuidado debido, pues
constituiría un crimen o un simple delito contra las personas". Los preci- requieren de imprudencia temeraria. Esta norma ha sido interpretada por
tados artículos se ocupan de describir otras formas culposas. Del conjunto la doctrina nacional y la jurisprudencia en el sentido que comprende,
de disposiciones se desprende que el C.P. considera distintos grados de exclusivamente, los tipos penales descritos en el Título VIII del Libro II del
intensidad de la infracción del deber de cuidado; a saber: a) imprudencia C.P. bajo el epígrafe "Crímenes y simples delitos contra las personas", y
temeraria; b) negligencia culpable, y c) mera imprudencia o negligencia tampoco todos los allí reglados. En definitiva, haría referencia sólo a los
con infracción del reglamento. Estas denominaciones corresponden a los homicidios y a las lesiones. De consiguiente, quedan descartadas figuras
términos empleados por los arts. 490, 491 y 492, respectivamente. como la calumnia, la injuria y el duelo. Los hechos que constituyen meras
faltas también están excluidos, porque el art. 490 limita su alcance a los
crímenes y simples delitos.
a) Imprudencia temeraria (arL 490) .-.• La mera negligencia o imprudencia es castigada en el art. 491 en el
caso de los profesionales del área de la salud, como los médicos, cirujanos,
Es el grado de mayor intensidad de culpa susceptible de sanción. Es la dentistas (flebotomianos) o matronas, por ser sus actividades altamente
omisión de aquel cuidado que puede exigirse a las personas menos diligen- riesgosas. Se les exige a los que las ejercen un mayor cuidado, siempre
tes al realizar una actividad creadora de riesgos; consiste en la inobservan- que se trate de actividades propias de sus respectivos oficios. Este grado
de culpa se denomina por sectores de la doctrina como impericia.'** El inc.
2- del art. 491 extiende esta culpa al dueño de animales feroces que por
'^' Etcheberry, D.P., I, 224; Cury, D.P., I, pp. 296-297; Cousiño, D.P., I, p. 840.
'^^ Novoa podría llegar a tal conclusión porque estima que lo castigado es la infracción del
deber de cuidado en relación a cada bien jurídico lesionado; a su juicio, no se sanciona la
' ^ Cfr. Mir Puig, D.P., p. 226; Muñoz Conde, Teoría, p. 176.
inobservancia del deber de cuidado en sí, sino en cuanto afecta a un bien jurídico específico
'^^ Muñoz Conde, Teoría, p. 176.
(CtíT-ío, I,p. 529).
Jescheck, Tratado, II, p. 783.
'^^ Una síntesis de las diversas concepciones en la literatura nacional, en Código Penal,
' ^ Etcheberry, D.P., I, p. 222; Novoa, Curso, I, p. 545.
174 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIBLE A CULPA 175

descuido de su parte causan daño a las personas. La mera negligencia con se representa el peligro, no está en condiciones de adoptar las medidas de
infracción de reglamento se castiga en el art. 492, siempre que se ejecute seguridad adecuadas al llevar a cabo la actividad creadora del riesgo, Pero
un hecho o se incurra en una omisión que, a mediar malicia, constituiría sistemáticamente la gravedad de la culpa no está subordinada a la repre-
un crimen o un simple delito contra las personas. En otros términos, a sentación del peligro creado.*°^
diferencia del tipo del art. 490, que exige imprudencia temeraria, cuando
hay infracción de reglamento es suficiente que, aparte de la infracción, se
haya incurrido además en mera imprudencia o negligencia. Al hacer 45. LAS LIMITACIONES SISTEMÁTICAS DE LA INTERPRETACIÓN
referencia a la infracción de reglamento implícitamente se comprende la DE LOS TIPOS ABIERTOS DESCRITOS EN LOS ARTS. 490 Y 492
de ley o de la Constitución. Las infracciones de ley o de reglamento pueden
ser dolosas o culposas, y deben estar causalmente conectadas con el resulta-
do prohibido. El art. 492 sanciona especialmente la conducción culpable No obstante la fórmula empleada por los arts. 490 y 492, que sancionan,
de vehículos de tracción mecánica o animal y consagra algunas presuncio- en general, al que por descuido ejecutare un hecho, o incurriere en una
nes de responsabilidad, que no corresponde analizar en esta parte sino al omisión que, si mediara malicia, constituiría un crimen o simple delito
estudiar los delitos en especial. contra las personas, como autor de un cuasidelito, la doctrina nacional por
vía interpretativa ha limitado su aplicación exclusivamente a las figuras
penales dolosas descritas en el Título VIII del Libro II como "Crímenes y
43. IMPRUDENCIA Y NEGLIGENCIA NO SON CONCEPTOS simples delitos contra las personas", y no a todas ellas, sino al homicidio y
••:;—;.•••-••••• •-' •''.^ DIFERENTES •' . • - • — ? " « ' , - • • - a las lesiones. Para restringir el sentido de las normas en referencia se han
tenido en cuenta los siguientes principios:'*"'
a) En aquellos tipos dolosos que requieren de elementos subjetivos
Se piensa que imprudencia consistiría en afrontar un riesgo, situación que del injusto, no puede darse la forma culposa, precisamente porque en los
normalmente se da en las acciones y no en las omisiones; por negligencia cuasidelitos falta toda subjetividad dirigida al injusto. Ello permite excluir
se entiende falta de actividad, lo que podría suplirse con mayor actuación. los delitos de calumnia e injuria (arts. 412 y 416) en su alternativa culposa,
Pero la doctrina mayoritarlamente concluye que no es posible establecer pues tradicionalmente en ellos la jurisprudencia entiende que debe con-
una categórica diferencia entre ambas nociones; son expresiones distintas currir el ánimo de ofender.
para aludir a situaciones análogas.**'^
b) Tampoco es concebible la culpa en los tipos que requieren el
llamado dolo reduplicado; en el parricidio, por ejemplo, el autor no sólo
debe querer matar a u n a persona viva, además debe querer matarla porque
44. CULPA CONSCIENTE Y CULPA INCONSCIENTE
es su pariente o cónyuge. La intencionalidad que exigen margina la
alternativa de culpa.
La doctrina clasifica la culpa en consciente e inconsciente. Esta clasificación c) El tipo penal, al describir la conducta, emplea a veces los términos
no ofrece mayor interés en el derecho positivo, salvo en cuanto permite "de propósito" o "maliciosamente"; tal exigencia implícitamente descarta
establecer una mejor delimitación entre el dolo y la culpa. la hipótesis de culpa, pues la figura exige una determinada dirección
En la culpa consciente el sujeto se representa el mal o riesgo que subjetiva imposible de concebir en el hecho culposo; es el caso de los
enfrenta al realizar la acción, pero confiaen que no se concretará el peligro. delitos de castración y de mutilación de los arts. 395 y 396.
Esta posición psicológica de confianza es precisamente lo que diferencia
la culpa consciente del dolo eventual, donde el sujeto ante la posibilidad
del riesgo, que también se representa, adopta una posición de indiferen-
cia; su estado psicológico es de que pase lo que pase, igualmente actuará. 46. CUASIDELITO CON RESULTADO MÚLTIPLE
Culpa y dolo son conceptos diversos: la culpa supone siempre la no
existencia de dolo, la presencia de éste excluye la culpa.^' En párrafo anterior*"^ se aludió a la situación que se plantea según se
Hay culpa inconsciente cuando una persona no prevé el riesgo, siendo considere el desvalor de la acción o del resultado y sus repercusiones en la
previsible, lo que podría revestir más gravedad, pues si el sujeto ni siquiera determinación de la sanción en el caso de que una infracción al deber de

^^ Autores nacionales como Labatut (D.P., I, p. 120), Etcheberry (D.P., I, p. 222), Novoa ^^ Bacigalupo, ManuaA p. 219.
(Curso, I, p. 544), estíman que son distintas modalidades de culpa. Gimbernat, Introducción, p. 122.
*°1 Cobo-Vives, D.P., III, p. 174. ^ * Supra párrafo 39. •v''.<-j , 4 •*/!
176 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO ATRIBUIBLE A CULPA 177

cuidado concrete diversos resultados. Esto sucede frecuentemente en los 48. EL DELITO PRETERINTENCIONAL
accidentes de tránsito, en que pueden fallecer varias personas y otros
tantos resultar lesionados. En esta alternativa corresponde aplicar la pena
por un solo cuasidelito, y no por tantos como lesiones o muertes se Hay situaciones donde la actividad delictiva dirigida al logro de un resulta-
causaron; adoptar esta última posición importaría un concurso ideal de do se concreta en otro no perseguido por el ejecutor, a veces de más
cuasidelitos que haría procedente aplicar el art. 75. Compartimos plena- gravedad y que puede ser previsto. Etcheberry menciona las lesiones
mente lo afirmado por Bacigalupo: "Si tipo penal es la descripción de la dolosas de menor gravedad que se concretan en lesiones de mayor grave-
conducta prohibida por la norma, entonces prohibido sólo puede ser dad o en un aborto, o en la muerte de la víctima, y también el aborto doloso
comportarse sin cuidado, pero no causar un resultado",*"^ y si es así, no seguido de muerte."**" En esta hipótesis el acto único del delincuente es
pueden constituir varios cuasidelitos la causación de resultados múltiples. ejecutado con dolo, pero provoca un resultado que puede atribuirse a su
No obstante, en la doctrina española hay amplios sectores que sostienen culpa, por cuanto siendo previsible, el sujeto no se lo representó o habién-
que en estas hipótesis hay varios tipos culposos, porque no existiría —en dolo previsto confió en que no sobrevendría. Tales situaciones no están
España— un crimen culpae, sino que la culpa sería cñmina culposa, o sea regladas por el C.P. y plantean dudas sobre la forma de apreciarlas; en ellas
habría tantos delitos cuantas lesiones provoca la infracción del deber de concurren coetáneamente dolo y culpa; dolo respecto de las lesiones o del
cuidado.'*^ aborto perseguido, y culpa en cuanto al resultado más grave alcanzado. El
legislador en algunas ocasiones consideró expresamente la posibilidad de
un efecto más grave atribuible a culpa; así en los arts. 474 inc. 1°, 475 N- 1°
y 479, donde se precisa la pena pertinente.
47. CULPA E "ITER CRLMINIS". Se puede decir que "obra preterintencionalmente quien, con ocasión
CULPA Y PARTICIPACIÓN de ejecutar dolosamente una acción típica, causa culposamente un resul-
tado típico más grave "."^^ Esta definición evidencia que en el hecho se dan
dos figuras penales distintas, una de naturaleza dolosa y otra de índole
Situaciones como las señaladas en el subtítulo corresponde tratarlas al culposa. El resultado de mayor gravedad debe recaer sobre un bien jurídico
hacer referencia a las etapas de ejecución del delito y al analizar las formas único para ambasfiguraso en otro de naturaleza análoga. El segundo efecto
de intervención de sus realizadores. Pero es conveniente, para redondear o resultado debe emerger como consecuencia de una misma cadena causal,
conceptos en relación al delito culposo, destacar que la doctrina mayorita- por ello, como bien señala Cousiño, no hay delito preterintencional en el
riamente estima que en la praxis no es posible que se dé la tentativa en un que lanza una piedra para destruir una vitrina, pero en lugar de hacerlo,
cuasidelito. En el delito doloso intentado es elemento fundamental y hiere a un transeúnte. Aquí habría un concurso entre tentativa de delito
determinante la subjetividad del comportarhiento, la existencia de un dolo de daños doloso y consumado de lesiones culposo.''"^ Tanto la doctrina
dirigido a concretar el tipo, lo que no sucede en el cuasidelito. Si existe nacional como los tribunales han optado por considerar a la preterinten-
voluntad dirigida a alcanzar el evento injusto, hay delito doloso, nunca ción como un concurso ideal de delitos, cuya sanción debe determinarse,
culposo. conforme lo indica el art. 75, con la pena mayor asignada al delito más
El hecho culposo debe estar consumado para constituir delito, sin grave. De modo que al delincuente que con la intención de lesionar hiere
consumación no hay acto típico. Tampoco hay participación ni coautoría a la víctima, lesiones que en definitiva le causan la muerte, se le impondrá
en esta clase de hechos, y ello porque el deber de cuidado —como todo una pena única correspondiente al hecho más grave, esto es la mayor
deber— es de carácter personal. Sólo se puede infringir el deber propio; aplicable a la lesión dolosa o al homicidio culposo. Se considera delito más
si en un mismo hecho varios sujetos incurren en tal inobservancia, cada grave aquel al que la ley impone pena más alta.
uno responde de su particular infracción, de manera que no procede la Se cita como caso de preterintencionalidad el aborto violento descrito
coautoría, que presupone concierto previo, ni la complicidad, que requie- por el art. 343, pero en verdad se trata de un tipo especial que sobrepasa
re colaboración para alcanzar el resultado prohibido. Tampoco puede el concepto de preterintencionalidad, por cuanto no sólo castiga el cuasi-
haber inducción. , delito, sino también el aborto violento provocado con dolo eventual.
La doctrina ha discutido la solución que se debe dar a los casos de
preterintencionalidad o ultraintencionalidad, como también se denomi-

Bacigalupo, Lineamientos, p . 139.


••*** G i m b e r n a t , Introducción, p . 121; Cobo-Vives, D.P., III, p . 187; Carlos M. R o m e o Casabo- ^ Etcheberry, D.P., I, p . 226.
na, Los DeUtos Culposos en la Reforma Penal (Revista d e Ciencias Penales, 1987-1989, T. XXXIX, *"* Cury, D.P., I, p . 300.
N = 2 ) , p . 32. " ^ Cousiño, D.P., I, p p . 554 y 555. ,OÍ<UP'>; iKT.Ü.f ! •'/ :!.1
178 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITG ATRIBUIBLE A CULPA 179

na; se piensa q u e debía sancionarse con la p e n a c o r r e s p o n d i e n t e al resul- la posibilidad d e representación del resultado más lesivo. P e r o otro sector
tado más grave, y c o m o la acción realizada es d e naturaleza dolosa, se afirma q u e q u e d a n resabios d e esos tipos e n el Código,'**^ e n t r e los cuales
atribuiría a d o l o ese resultado, lo q u e importaría r e c o n o c e r el principio del se citan el secuestro con resultado d e grave d a ñ o descrito en el art. 141 inc.
versan in re illicita, r e p u d i a d o universalmente. O t r o sector se inclina p o r 3°; la aplicación de t o r m e n t o con resultado d e m u e r t e o lesiones (art. 150);
aplicar la p e n a q u e c o r r e s p o n d e al h e c h o culposo, p o r q u e en la materiali- el delito de i n c e n d i o con explosiones, c u a n d o éstas provocan la m u e r t e d e
dad es el q u e se dio, p e r o significaría ignorar q u e la acción se realizó c o n terceros (art. 474); situaciones todas en q u e el efecto más grave bien p u d o
dolo p o r el d e l i n c u e n t e en c u a n t o al propósito d e m e n o r gravedad perse- ser totalmente imprevisible y, n o obstante, se carga al autor d e la acción.
guido. La d o b l e valoración del h e c h o , q u e distingue e n t r e lo p e r s e g u i d o Para q u e la p e n a más grave se aplique en estos casos, el resultado lesivo
por el d e l i n c u e n t e , atribuible a dolo, y el resultado más grave n o previsto, provocado d e b e estar en situación de ser i m p u t a d o objetivamente al autor.
imputable a culpa, es objeto d e crítica p o r q u e , siendo u n a sola la posición D e b e r á estar c o n e c t a d o causalmente con el c o m p o r t a m i e n t o d e a q u é l y
psicológica del sujeto, se califica c o e t á n e a m e n t e c o m o dolo y culpa. En q u e d a r c o m p r e n d i d o en la esfera de protección d e la n o r m a , p u e s si
realidad, esta última observación es relativa; se trata d e la valoración d e dos h u b i e r a sobrevenido en t o d o caso, n o podría atribuirse al sujeto. Por
situaciones distintas: doloso es lo p r e t e n d i d o p o r el realizador d e la acción, ejemplo, Cury sostiene q u e d e b e sancionarse sólo c o m o m a n e j o e n estado
y la culpa incide e n la falta d e cuidado q u e puso al ejecutar esa acción q u e de ebriedad al c o n d u c t o r ebrio que arrolla al transeúnte q u e se lanza sobre
se materializó en u n resultado más grave. De m a n e r a q u e n o se aprecia su vehículo, p o r c u a n t o su ebriedad n o estaría en relación d e causalidad
d o b l e m e n t e u n a m i s m a situación, sino dos distintas, n o h a b i e n d o p o r ello con la m u e r t e (art. 121 Ley de Alcoholes), toda vez q u e ésta se habría
violación del principio non bis in idem^^^ p r o d u c i d o aun sin la ebriedad.'*'® • f..)

49. D E U T O S C A L i n C A D O S P O R EL RESULTADO 50. EL PRINCIPIO DEL "VERSARI IN RE ILLICITA"

Es aspiración del d e r e c h o penal m o d e r n o q u e la responsabilidad tenga A u n q u e sistemáticamente n o es el lugar a d e c u a d o , se acostumbra vincular


siempre f u n d a m e n t o en el dolo o en la culpa, c o m o límite inferior d e el principio del versan in re illicita con el delito preterintencional y los
aquélla, lo q u e constituye el principio de la culpabilidad. N o d e b e sancio- calificados p o r el resultado. El principio en cuestión significa que el sujeto
narse a n a d i e p o r u n h e c h o q u e n o se p u e d e atribuir a su d o l o o a su culpa. q u e realiza u n a actividad injusta — n o r e q u i e r e ser típica, es suficiente q u e
N o obstante, subsisten algunas figuras q u e escapan a tal principio, y sea contraria a d e r e c h o — r e s p o n d e a título d e dolo d e todos los efectos o
establecen u n a responsabilidad p o r el resultado, siempre q u e exista u n consecuencias típicas que provoque. Así, el c o n d u c t o r q u e guía su vehículo
n e x o causal e n t r e ese resultado y la acción. Lo q u e se d e n o m i n a responsa- contra el tránsito y atrepella a u n a persona, r e s p o n d e r í a de esa m u e r t e
bilidad objetiva, d o n d e al m a r g e n d e q u e exista dolo o culpa, el h e c h o se como dolosa, o sea c o m o a u t o r de homicidio, a u n q u e manejar contra el
atribuye al sujeto p o r la m e r a circunstancia d e estar c o n e c t a d o causalmen- tránsito n o sea u n h e c h o delictivo e i m p o r t e la contravención de u n a
te con su actuar.'*^^ Se trata d e tipos penales descritos p o r el legislador, n o r m a de tránsito, de índole infraccional. Con mayor razón, si comete u n
d o n d e el d o l o es necesario, p e r o en q u e se provoca u n resultado más grave delito, se le i m p u t a r í a c o m o doloso t o d o lo q u e sea consecuencia d e su
que el c o m p r e n d i d o p o r ese dolo, resultado q u e p u e d e n o h a b e r sido actuar, a u n d e lo accidental. Es obvio q u e u n d e r e c h o penal garantista q u e
previsto y también h a b e r sido imprevisible. Si ese efecto más grave sobre- respete los d e r e c h o s fundamentales del ser h u m a n o n o p u e d e asentarse
viene, se a u m e n t a la p e n a con q u e se r e p r i m e el delito; i m p o r t a r e c o n o c e r en principio semejante. H a sido u n a l u c h a p e r m a n e n t e d e la doctrina p o r
el principio del versan.*^^ eliminar todo tipo penal q u e subsista en las legislaciones y que d e alguna
La d o c t r i n a nacional discute si los delitos calificados p o r el resultado m a n e r a consagre tal principio, a u n q u e sea indirectamente. Ello explica la
subsisten e n n u e s t r a legislación; autores c o m o Novoa'*'* y Cousiño'*'* tra- posición de penalistas nacionales c o m o Novoa y Cousiño, q u e se niegan a
tan d e explicar su inexistencia p o r q u e estiman que en las figuras q u e se reconocer la posible existencia d e delitos calificados p o r el resultado en el
m e n c i o n a n c o m o tales d e b e exigirse — p o r lo m e n o s — q u e haya existido d e r e c h o penal positivo del país.*'^
N o obstante, se h a p r e t e n d i d o e n c o n t r a r respaldo dogmático en el
Código Penal al principio del versan e n el art. 10 N° 8°, q u e exime d e

'^^° Cfr. Novoa, Curso, I, p. 557; Etcheberry, D.P., 1, p. 226; Cury, D.P., I, p. 301.
* " Cfr. Etcheberry, D.P., I, p. 228; Cury, D.P., I, p. 297.
^^^ Cobo-Vives, D.P., III, p. 203. *^^ Cfr. Etcheberry, D.P., I, p. 227; Cury, D.P., I, p. 298.
* " Novoa, Ctirso, I, p. 557. ^"* Cury, D.P., I, p. 298.
4 1 Supra
7 , ' párrafo ^49.
Cousiño. D.P.. I. D. 559. En el mismo sentido. Vivían BuUemore (apuntes de clases).
180 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO '.IvlrlJ C A P I T U L O VI »i

responsabilidad p e n a l a aquel q u e "con ocasión d e ejecutar u n acto lícito, EL DELITO DE OMISIÓN


con la d e b i d a diligencia, causa u n mal p o r m e r o accidente". Esta disposi- M. ' /I
ción se vincula con el art. 71, q u e expresa q u e de n o c o n c u r r i r "todos los
requisitos q u e se exigen en el caso del n ú m e r o 8° del artículo 10 p a r a
eximir d e responsabilidad, se observará lo dispuesto en el artículo 490".
Autores c o m o R a i m u n d o del Río'*'® y G. Labatuf*'^ sostenían q u e la exen-
ción d e responsabilidad p o r la acción ejecutada con la d e b i d a diligencia,
se restringía a los actos lícitos; si se cometía u n o ilícito, a u n con el mayor
cuidado, según el p r i m e r a u t o r debía castigarse c o m o un cuasidelito si
afectaba a las personas, Labatut pensaba q u e a título d e dolo. La tesis en
cuestión n o c u e n t a con el respaldo d e la doctrina, p o r q u e a d h e r i r a tal
conclusión i m p o r t a aceptar e n el h e c h o el principio del versarL Se estima
que si el resultado más grave se hubiese causado con dolo, n o sería
aplicable el art. 490, sino el tipo doloso p e r t i n e n t e : si n o hay culpa, n o
p u e d e aplicarse el art. 490, c o m o lo expresa el referido arL 71, p o r q u e el
h e c h o n o es típico. De m o d o q u e la referencia del art. 71 al arL 490 sólo es
valedera en c u a n t o el q u e ejecuta el acto lícito incurre en culpa e, induda- 5 1 . C O N C E P T O S (iENERALES
b l e m e n t e , c u a n d o la lesión r e c a e sobre las personas."*^ Lo señalado se ve ••• • , . !}• íj".'' ,'! >•; ' i , ! . -" •

avalado p o r el h e c h o d e q u e el art. 492 sanciona c o m o cuasidelito la m e r a


i m p r u d e n c i a o negligencia con infracción d e r e g l a m e n t o , y c o m o bien El art. 1° define el delito c o m o u n a acción u OTretsíon voluntaria p e n a d a p o r
señala Cury, n o obstante q u e la violación jde u n a n o r m a reglamentaria le la ley. Esta sabia disposición p e r m i t e dejar de lado lo relativo a si p u e d e
da carácter d e ilicitud a la c o n d u c t a , según el referido art. 492 subsiste la c o m p r e n d e r s e en el c o n c e p t o d e acción la omisión y a esa angustiosa
culpa.^^l b ú s q u e d a d e u n a noción comprensiva d e ambas alternativas. En el d e r e c h o
Debe, p o r consiguiente, descartarse a b s o l u t a m e n t e el principio del nacional hay tipos penales d e acción y de omisión. El art. 1° d e b e comple-
versari en n u e s t r a legislación p e n a l . Son respetables, p o r e n d e , los esfuer- mentarse con lo q u e dispone el art. 492, que se refiere a los cuasidelitos,
zos d e los profesores Novoa y Cousiño, q u e p r e t e n d e n descartar toda d o n d e se alude a los delitos d e omisión en contra de las personas (homici-
posibilidad d e delitos calificados p o r el resultado en el o r d e n a m i e n t o dios, mutilaciones, lesiones), n o obstante q u e el Título VIII del Libro II n o
penal del país. ;• j . • ,•• :•.•••• • ' Í - J . describe n i n g u n o de esa naturaleza; d e consiguiente, r e c o n o c e implícita-
m e n t e q u e los delitos descritos c o m o d e acción en c o n t r a d e las personas,
p u e d e n ser ejecutados p o r omisión (omisión i m p r o p i a ) . De m o d o q u e en
n u e s t r o sistema existen tanto los delitos d e omisión i m p r o p i a c o m o los
propios de omisión.

52. N O C I Ó N DE OMISIÓN PARA LOS EFECTOS JURÍDICO-PENALES

Se p u e d e definir a la omisión c o m o "la n o ejecución d e u n obrar esperado por


el o r d e n a m i e n t o jurídico-penal".*^^ El expresado es u n c o n c e p t o d e natu-
raleza n o r m a t i v o j u r í d i c a y n o d e índole naturalística. Es posible tener u n a
noción de este último carácter, p e r o el q u e nos interesa es el normativo
p o r q u e es el relevante. Hay omisión p a r a los efectos del delito sólo c u a n d o
0,4<í>. existe u n a n o r m a con trascendencia p e n a l q u e i m p o n g a a u n a p e r s o n a la
obligación de realizar una actividad dada o evitar la concreción de un peligro
determinado. Esto n o significa q u e la omisión en su naturaleza normativa sea
*^*R. d e l R í o , £fe7n«nto, p . 201. ~
^^^Labatut,Z).i^, I , p . 125. ' ' ' ' -<>'-• ' - •' . . . . . . i » . , . . » ,
^2" Novoa, Curso, I, p . 5 5 1 ; Etcheberry, D.P., I, p . 229; Cury, D.P., I, p p . 292-293.
•'^l Cury, D.P., I, p . 293. *22 Cobo-Vives, D.P., I-II, p . 393. jisCSíSii^afe
182 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

creación exclusiva del derecho; en el ámbito extrajurídico punitivo tam-


bién hay omisión; el no cumplimiento de deberes impuestos por el orde-
namiento social, la ética, el contrato, son omisiones, pero no con efectos
I EL DELITO DE OMISIÓN

De modo que el delito de omisión importa la violación de una norma


preceptiva. "Todos los delitos de omisión, sean propios o impropios...,
constituyen infracción de normas preceptivas".'*^^ La norma general es que
183

jurídicos relevantes penalmente. Se llega a sostener aun que la existencia en derecho penal priman las normas prohibitivas, y que sólo por excepción
de una omisión prejurídica no sería necesaria para que se diera una existen las imperativas.*^
omisión jurídico-penal.'*^' El deber, la obligación de actuar, normalmente no se encuentra
El finalismo ha pretendido encontrar un elemento unificador de indicado en la norma penal, sino que lo presupone, lo cual no impide que
orden naturalístico de la acción y la omisión en la noción de "conducta", en múltiples ocasiones precise ese deber. Ese mandato, explícito o implíci-
entendiendo ésta como comportamiento final. Sería la finalidad el ele- to, impone el deber de actuar en una forma dada, como sucede cuando
mento uniñcador de estos extremos —acción y omisión—, porque así prescribe que cumplida una edad determinada, corresponde inscribirse en
como la acción es ejercitar la actividad finalista, la omisión es no hacer los registros de reclutamiento para prestar servicios y recibir instrucción
aquello que se tenía el poder final de llevar a cabo. "En realidad, acción y militar, o que cuando una persona esté inscrita en los registros electorales
omisión de una acción son dos subclases independientes dentro de la debe votar si se convoca a elecciones. La circunstancia de que se haya
conducta susceptible de ser regida por la voluntad final".*^* En la misma contraído la obligación y de que no se realice la actuación correspondiente
línea de pensamiento, Armin Kaufinann definía la omisión como la no es algo diferente a omitir, por cuanto para que exista omisión deben
acción con posibilidad concreta de acción.*^^ Pero esta visión unificadora concurrir las circunstancias fácücas que coloquen al sujeto ante el impera-
mediante la finalidad es controvertida por amplios sectores de la doctrina; tivo del cumplimiento de ese deber; así, en las hipótesis propuestas,
suficiente es mencionar a Gallas, que piensa que para el enjuiciamiento cumplir la edad requerida, haberse realmente convocado a la elección. En
jurídico, un no hacer sólo se convertiría en omisión —y en conducta— ciertos casos es más complejo determinar cuándo se incurre en omisión
cuando se vincula con una acción ordenada por el sistema jurídico, "de para los efectos penales, sobre todo en los delitos de omisión impropios: la
modo que la valoración jurídica precede lógicamente al de la calificación madre no omite penalmente por el simple hecho de no alimentar o abrigar
como conducta, y no a la inversa",'*^^ de lo que colige que los delitos de a su hijo menor, sino cuando ese no hacer atenta contra la salud o la vida
acción y de omisión no pueden someterse a un denominador común, antes misma del niño. La omisión a su deber de crianza adquiere trascendencia
de llegar al ámbito del injusto. penal cuando llega a tal extremo, no antes.
En nuestro sistema, si bien puede tener importancia teórica el esñierzo
realizado por las doctrinas unificadoras de la acción y la omisión, la
diferencia entre ambos institutos tiene un respaldo dogmático en el art. 1°, 53. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS DE OMISIÓN
donde explícitamente se tratan como distintas formas de presentación del
delito, lo que se corrobora con las demás disposiciones del Código Penal y
de la legislación nacional, que hace frecuentemente alusión de modo Es preciso distinguir gntre_d^grandes grupos de delitos djjjomisi^ón, los
expreso a la omisión, separadamente de la acción.
Omisión, en todo caso, no es un simple no hacer algo, es no hacer delitos de omisión propiamente tales y de comisión por omisión.
aquello que se tiene el deber jurídico de realizar, pudiendo hacerlo; presupo-
ne la existencia previa de una acción mandada o esperada por el ordena-
miento jurídico. 5 3 . 1 . PROPIOS E IMPROPIOS
Corresponde diferenciar la noción de omisión con la de obligación;
esta última es preexistente a la omisión. Las vinculaciones sociales y el
derecho, en general, imponen al individuo diversos deberes, que en LgJJistindórventre^unay otra especi^ dic^ relación con la circunstancia de
relación a los jurídicos, tienen su fuente en las normas de mandato, estar^ijiojdescrito_el £es£ectjvo^ tipo penal. Son delitos propios de omisión
imperativas; la infracción a estos mandatos requiere —^a veces— de una
sanción^^^ para asegurar su cumplimiento.

^^Jescheck, Tratado, II, p . 828.


Novoa c o m e n t a q u e "estas n o r m a s d e m a n d a t o a u m e n t a n c o n s i d e r a b l e m e n t e en nú-
^2S Mir Puig, D.P., p . 253. m e r o a m e d i d a q u e se van r e c o n o c i e n d o al Estado nuevas funciones q u e c u m p l i r d e n t r o d e
*24 Welzel, D.P., p . 277, la vida social". Es inevitable q u e en u n Estado d e b i e n e s t a r o u n o social p r o v o q u e el na-
•"^^ Citado p o r Cerezo Mir, Curso, I, p . 279. c i m i e n t o d e m u c h a s más n o r m a s d e esa clase q u e en u n Estado g e n d a r m e , p r o p i o d e u n a
^26 Gallas, La Teoría, p p . 19-21. c o n c e p c i ó n m á s liberal-individualista del Estado. Este a u t o r c r e e en la c o n v e n i e n c i a y m a n -
Novoa, Fundamentos de los Delitos de Omisión, p p . 36-37. t e n c i ó n d e los delitos d e omisión (Fundamentos de los Delitos de Omisión, p . 38).
184 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ,» EL DELITO DE OMISIÓN 185

aquellos que están explícitamente descritos como tales por la ley; en este de un efecto injusto.'**^ En el C.P. existen numerosos delitos propios de
grupo se comprenden tanto dehtosjju^ reguieren de ja producción de un omisión, v. gr. los arts. 134, 224 N°» 3^ 4^ y 5^ 226, 229, 237, 238, 257, 281,
resíütado que el sujeto d^Bía'évitar, como aquellos que no requieren de un 355, 496 N° 2^; como también hay delitos de acción con posibilidad de
resüTtado^Podrían citarse, entre los que requieren de efectos, los^descrítos comisión por omisión, como los descritos en los arts. 233, 234, 239, 243,
en los arts. 233, 234, 239; el primero alude al funcionario público que 390, 391, 398, etc. f-t; ,y^i,A"im fCí.v.i - - < . : « ? : ' ; . o ^ í •;
tememio a su cargo caudales públicos consintiere en que terceros los
sustraigan. Entrejosj}ue n^requieren resultados están los descritos enjos
arts. 224 N*" 3-, 4° y 5-, 237 y 494 N- 13, y muchos obrósTÉrdeí^rt
494 N- 13 sanciona como autor de falta al que encontrare a un menor 54. LA TIPICIDAD DEL DELITO DE OMISIÓN
abandonado o perdido y no lo recogiere o lo entregare a su familia. El del
art. 233 exige de un efecto material: la sustracción de caudales; el delito
Para una mejor comprensión de la estructura del tipo penal en los delitos
falta del art. 494 N- 13, la simple desobediencia de la norma preceptiva.
de omisión, se hace necesario distinguir entre los propios y los impropios
Ambas alternativas constituirían delitos propios de omisión por estar des-
(restringiendo el alcance de estos últimos a los de comisión por omisión)
critos por el C.P. Por lo tanto, el delito de omisión impropio es aquel que
y haciendo referencia en cada caso al tipo subjetivo y objetivo.
estando descrito comojie_acción,Ja jgy nada dice en cuanto a su posibili-
dad de perpetrarse por omisión, pero que su especial estructura admite
también esa posibilidad. Generalmente se trata de delitos de resSlTado.'que
puede el autor cometerlos absteniéndose de realizar una acción que de él 5 4 . 1 . ELEMENTOS DEL TIPO EN EL DEUTO PROPIO DE OMISIÓN
se espera, dejando de cumplir una norma imperativa o preceptiva, conclu-
sión a la que se llega por interpretación del tipo penal pertinente.**" Así,
el delito de homicidio consiste en matar a otro; la descripción es de Se comentará el tipo objetivo y luego el subjetivo.
carácter comisivo, importa una acción, pero por vía interpretativa se
concluye que también se puede matar mediante la no evitación del efecto
muerte que acarreará un curso causal en que el sujeto activo no ha tenido a) El tipo objetivo
•lifX
intervención, como sucede con el lazarillo que se abstiene de impedir al
ciego a quien cuida que siga avanzando cuando está frente al acantilado. Como consiste en no realizar la actividad ordenada (desobediencia de una
Se ha sostenido que esta clasificación respondería a la naturaleza de la norma imperativa), para que se dé el tipo objetivo se deben cumplir estas
norma infringida: el delito propio de omisión a una norma imperativa y el tres circunstancias: 1) que se concrete en la realidad la situación de hecho
de omisión impropia a una norma prohibitiva, en el ejemplo del ciego, a o de derecho que impone la obligación de realizar la actividad de que se
la que prohibe matar; pero esta posición es motivo de reservas, pues no trata; 2) que en la materialidad no se realice la actividad ordenada, y 3) que
podría infringirse una norma que impide un hacer mediante, precisamen- el sujeto haya estado en posibilidad de ejecutarla, posibilidad que scv
te, la abstención de parte del sujeto de una actividad. Crítica relativa, por apreciará considerando las circunstancias individuales de la persona en la
cuanto los tipos deben entenderse en su alcance teleológico y no objetivo cual recae la obligación, con criterio objetivo y teniendo como baremo la
material. ,, ,, • ., capacidad de un individuo normal en iguales circunstancias. Así, en el
delito falta descrito en el art. 494 N° 13, que impone la obligación del que
encuentra a un menor de siete años perdido o abandonado de recogerlo
5 3 . 2 . DELITO DE OMISIÓN PROPIAMENTE TAL y entregarlo a su padre o de ponerlo en un lugar seguro, dando cuenta a
Y DE COMISIÓN POR OMISIÓN la autoridad, para que el tipo objetivo se dé, debe precisamente hallar a un
menor de esa edad en las condiciones allí descritas; en ese momento el
sujeto contrae el deber de recogerlo y ponerlo a disposición de sus padres
Si bien normalmente se asimila esta clasificación a la anterior, los funda- o en un lugar seguro, avisando a la autoridad; el tipo objetivo se da al omitir
mentos de la distinción no son los mismos. El delito de omisión propia- adoptar esas medidas. Pero ello es insuficiente aún; se requiere, además.
mente tal se consuma por un mero no hacer la actividad ordenada,
entretanto que los de comisión por omisión consisten en no evitar un
resultado típico; en éstos la omisión consiste en no impedir la producción
Para autores como Bacigalupo, que pretende encontrar un criterio unitario en el tipo
penal a través de la acción, omitir un delito de omisión impropia es "un hacer que no está
determinado". Sostiene que la omisión es algo, justamente la acción cumplida verdade-
' Bacigalupo, Manual, p. 226. ramente en vez de la mandada (DelitosImpropios deOmisión, pp. 72-74).
186 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DE OMISIÓN '.'PiOC- 187

que cuando el sujeto encontró al menor, haya estado en condiciones de vía interpretativa se homologa a la actividad productora del resultado
cumplir con lo dispuesto por la ley, pues si estaba herido o impedido de típico, que sí está descrita por el legislador.*^^
moverse, es indudable que objetivamente no existía la posibilidad de Los elementos que integran la tipicidad de los delitos de omisión
auxilio; otro tanto sucede si la imposibilidad era absoluta para cualquiera impropios son los mismos que se precisaron en el caso de los propios de
persona normal por las circunstancias fácticas que rodearon el encuentro. omisión, a saber: a) que se dé la situación de hecho de peligro de un bien
jurídico que le crea al sujeto la obligación de ejecutar una actividad
destinada a evitarlo (en el caso de los padres, que esté en peligro la vida o
b) El tipo subjetivo salud del hijo, que les impone el cumplimiento de la obligación de cuidar-
lo, inherente al deber de crianza); b) que no se lleve a cabo la acción
En el delito propio de omisión se pueden dar las figuras dolosa y culposa, destinada a evitar el riesgo (en el ejemplo, que no se alimente al niño o no
esta última siempre que el tipo lo permita. De modo que los principios que se le abrigue), y c) que el sujeto haya estado, en el caso específico, en
se señalaron en relación al dolo y a la culpa en los delitos de acción rigen situación de realizar la actividad que de él se esperaba (que la madre se
para estos tipos. haya encontrado en la posibilidad de alimentar o abrigar al menor). En
El dolo presenta en la omisión ciertas modalidades que le son propias. estos delitos de omisión impropia se requiere, además de los señalados, de
En el delito de acción se señaló que el dolo requiere de un elemento otro elemento: d) la producción del resultado típico que la acción omitida
cognitivo y de uno volitivo, porque consiste en el conocimiento de la pudo evitar (en el ejemplo, la muerte del hijo o el detrimento de su salud).
acción a realizar, y en la voluntad de llevarlo a cabo; pues bien, en el delito Pero el problema de la tipicidad es más complejo en estos delitos, por
propio de omisión el dolo se satisface con el elemento cognitivo, no se cuanto dos de sus elementos ofrecen modalidades que precisan un análisis
exige el volitivo. El dolo en la omisión propia se integra por: 1) el conoci- más pormenorizado: el signado con la letra b), o sea la no realización de
miento que tiene el sujeto de la situación que lo obliga a realizar la acción; la acción ordenada, donde hay que establecer quién es el obligado a
2) saber cuál es la acción que se espera de él, y 3) que está en condiciones cumplir con el comportamiento evitador del peligro, y lo son únicamente
de cumplirla. No se precisa la voluntad de concretar el tipo omisivo, que aquellos que se encuentran en situación de garantizadores de un bien
quiera no realizar la acción; basta con el conocimiento preindicado, ade- jurídico (posición de garante); y el signado con la letra d), o sea la
más del hecho de omitir la ejecución de la actividad que de él se espera producción de un resultado típico, donde se requiere vincular ese resulta-
(por ello se ha llegado a denominar "cuasidolo"). Es suficiente que el do con la omisión del sujeto que tenía la posición de garante. En otros
ciudadano sepa que se ha convocado a elección presidencial, que le términos, la posibilidad de imputar objetivamente ese resultado a la omisión;
corresponde votar y que está en situación de hacerlo, para que haya dolo primitivamente se hablaba de relación de causalidad, que en el caso de la
en su actuar si no sufi-aga; no es necesario que, además, no quiera votar. omisión no es posible, porque desde una perspectiva naturalista, el no
Puede darse también la alternativa de culpa en la omisión propia: 1) hacer nada, nada puede causar.
cuando por falta de cuidado no se adquiere el conocimiento de la situación
que lo obligaría a actuar (por mala apreciación de los hechos, por ejem-
plo), y 2) cuando cumple con su obligación, pero sin la diligencia que le a) La posición de garante
era exigible, o los medios que emplea son inadecuados o defectuosos. En
el caso de la omisión de socorro sancionada por el art. 494 N-14, el autor La obligación de realizar actividades dirigidas a evitar el peligro que afecta
encuentra en despoblado a la persona herida, maltratada o en peligro de a un bien jurídico, no pesa sobre todos los miembros de la sociedad, sino
perecer y a la cual debe ayudar, pero omite hacerlo porque cree que está sobre determinadas personas que contraen tal obligación, cuyo origen
en condiciones de valerse por sí misma o que no corre peligro, o la socorre, puede tener diversas fuentes, las que son objeto de controversia en doctri-
pero lo hace con torpeza extrema considerando las condiciones en que na. Interesa no confundir la denominada "posición de garante" con la
actúa. obligación genérica de velar por ciertos bienes apreciados por el ordena-
miento normativo. Se entiende que se encuentra en posición de garante
la persona que en el evento del peligro que afecta a un bien está obligada
5 4 . 2 . TIPICIDAD DE LOS DELITOS DE OMISIÓN IMPROPIA a actuar. Así, la instiLutriz tiene el deber de proteger a los niños cuyo
cuidado se le encomienda, pero sólo se encontrará en concreta posición
de garante cuando los menores enfrenten un peligro, así cuando al sacar-
Se ha expresado que el delito de omisión impropia es aquel en que lo los a pasear ha de impedir que crucen una calle de alto tránsito vehicular
omitido es la ejecución de una acción evitadora de un resultado injusto
abarcado por un delito de comisión. Esta infracción del deber de ejecutar
la acción no se encuentra expresada por la ley —tipificada— y sólo por la Baciealupo. Manual, D. 226.
188 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
EL DELITO DE OMISIÓN 189

o se caigan al río corren toso, pues debe evitar los riesgos que afecten a sus to por no recibir atención oportuna. La vigencia del hacer precedente es
vidas o integridad física. El deber de evitación —como deber genérico— es un muy controvertida en doctrina*'^ y no parece que en el sistema nacional
elemento de la antijuridicidad porque incide en aspectos normativos. Si se
tenga cabida. Entre otras razones, porque, como bien señalan Bustos,
incurre en error al respecto, ese error es de prohibición (la niñera que
Grisolía, PolitofF, el art. 11 N- 7° dispone que la reparación con celo del
ignora que debe evitar que los menores se accidenten), porque importa
daño o procurar evitar sus consecuencias posteriores constituye una cir-
ausencia de la conciencia de la obligación que la afectaba; al contrario, los
cunstancia de atenuación de la responsabilidad"*^ y no el cumplimiento de
errores que recaen en el cumplimiento de la obligación inherente a la
posición de garante dicen relación con elementos del tipo. Tal sería creer un deber; además, tipos particulares establecidos en el C.P., como el de los
que el río no ofrece peligro en el ejemplo de la institutriz antes propuesto, arts. 352, 492 y otros análogos, se contraponen a la posibilidad de que en
pues incide en aspectos de hecho de la descripción legal. nuestro ordenamiento la posición de garante tenga como fuente el hacer
precedente, toda vez que en las situaciones regladas en esas normas, si el
Existen dos caminos para determinar la existencia de los deberes de resultado fuera muerte, correspondería imponer al omitente la sanción
evitación del peligro (posición de garante). Uno de índole/or7?taZw/a, que del homicidio doloso; sin embargo, la ley no sigue tal criterio y los sanciona
se satisface limitando y precisando tales deberes como trascendentes para como tipos especiales. Al conductor que atrepella a un transeúnte y luego
el derecho penal, que ha sido el tradicional, y otro material, que según huye sin prestarle ayuda, si fallece posteriormente el lesionado por falta de
Armin Kaufmann —su creador— pretende establecer el contenido subs- auxilio oportuno, se le castiga como autor del delito culposo de homicidio,
tancial que motiva los diferentes criterios que los fundamentan,*'* deno- pero no de un homicidio doloso por omisión.
minado criterio de las funciones. La comunidad de peligra cuando dos o más personas realizan en conjun-
Tradicionalmente se emplea el sistema formal, que reconoce como to una actividad creadora de riesgos, por principios éticos tales como la
fuentes de la posición de garante a la ley, al contrato, al hacer precedente solidaridad y lealtad, se crea entre ellas el deber de auxiliarse mutuamente
y a la comunidad de peligro."^^"^ frente a la posibilidad de un peligro. Se presenta normalmente una hipó-
La ley, particularmente la no penal, impone frecuentemente a perso- tesis de esta naturaleza en actividades como el andinismo en equipo, en un
nas vinculadas por una relación natural, funciones de protección de ciertos safari. Este principio merece serias reservas, sobre todo en el medio na-
bienesjurídicos, como sucede entre padres e hijos, derivados del deber de cional.'**^
crianza, entre cónyuges en cuanto deben ayudarse mutuamente y otros
análogos. Tal vínculo crea en ellos la obligación de impedir los peligros
que puedan afectar a la vida o integridad física del titular de tales derechos, b) La posición de garante según el criterio de las funciones - »
pasan a deberles protección.
El contrato es una fuente importante de la posición de garante; por Mayoritariamente la doctrina se inclina por reconocer las distintas situa-
ejemplo, las convenciones laborales o de otro orden imponen que, dentro ciones creadoras de la posición de garante considerando su naturaleza
de ciertos límites, terceros contraigan la obligación de proteger al contra- substancial (teoría de las funciones) y las agrupa en dos órdenes: a) aque-
tante respecto de determinados riesgos comprendidos en el ámbito del llas que tienen como fuente la protección de un bien jurídico determina-
acuerdo de voluntades. La enfermera del paciente adquiere el deber de do, y b) aquellas que corresponden a la obligación de controlar una fuente
velar por la seguridad de éste en cuanto se refiere con el mal que padece; de peligro en particular.'*^ Entre las primeras se comprenden la vincula-
el transportista, de evitar los peligros propios del traslado del pasajero; ción de familia o de matrimonio, la comunidad de peligro y la asunción
fuera de tales límites no existe ese deber, pues la impedición del riesgo se voluntaria de una función de protección. Entre las segundas, la obligación
refiere exclusivamente a aquellos inherentes a la función comprendida en de controlar una determinada fuente de peligro, se comprenden: i) el
el convenio. hacer precedente (la injerencia); ii) el deber de control de la posibilidad
de peligro que se produce en el ámbito del dominio, y iii) la responsabili-
El hacer precedente peligroso obliga a quien ha creado el peligro, a dad por la conducta de terceros.
impedir que su concreción dañe bienesjurídicos de terceros. El agricultor Los peligros creados en el ámbito del dominio aluden a los que se
que quema rastrojos o malezas tiene el deber de impedir que el fuego generan en el interior de esa área, como el deber del propietario de
perjudique la propiedad ajena; el conductor que al atropellar a un peatón
lo lesiona, debe socorrerlo para solventar los peligros a que queda expues-

^ " Etcheberry, D.P., I, p . 144; Novoa, Curso, I, p . 345.


•"^ Bustos-Grisolía-Politoff, D.P., Parte Especial, I, p . 76. Critica el argumento Cury, D.P.,
" ' J e s r h e í k, Tratado, II, p 855, G ó m e z Benito?, Teoría, p 592 II, p . 304.
•"^ E n t r e los a u t o r e s nacionales, suficiente es citar a Novoa, Curso, I, p . 345; E t c h e b e n y , *'^ Etcheberry, D.P., I, p . 144; Cury, D.P., II, p . 306.
D.P., I, p . 144; Cury, D.P., II, p . 304. ^'* Tesrhprk TrntyiAn TT r.r> R í í v ss • Mir Puicr D.P. n. 265: C ó m e z Benítez. Temía. D. 600.
190 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DE OMISIÓN 191

instalaciones o maquinarias, quien debe precaver y evitar los respectivos no como cuestión de causalidad natural —que no puede existir—, sino
riesgos que las mismas pueden traer aparejados para terceros. como criterio normativo: si agregada mentalmente la acción omitida el
El deber de garantizar la conducta de terceros parte del entendido de resultado podría haberse evitado, como probabilidad cierta,**' se cumple
que la comunidad confía en que aquel que tiene autoridad sobre determi- el primer paso para imputar ese resultado a la omisión, pero para la
nadas personas, o que se encuentran bajo su cuidado, debe ejercer, a su imputación se requiere más, la mera evitabilidad no es suficiente.
vez, control sobre éstas para impedir que realicen acciones que importen Establecida la causalidad hipotética, ha de verificarse si el resultado
lesiones de bienes jurídicos ajenos. Así, los profesores han de evitar que sus concretamente acaecido calza en el ámbito de protección de la norma que
alumnos incurran en acciones punibles, pues aquéllos adquieren en rela- impone el deber de cuidado y la omisión puede equipararse para tal efecto
ción a las actividades riesgosas de éstos la posición de garantes. a la acción descrita en el tipo penal respectivo. La lesión del bien jurídico
Parte de la doctrina estima que situaciones como las recién menciona- amparado por el tipo puede ser consecuencia de un riesgo que queda
das, en particular las dos últimas, extienden el ámbito de la obligación fuera del deber de cuidado del sujeto en posición de garante (el médico
evitadora de riesgos a extremos poco recomendables, al ampliar la posibi- se encuentra en posición de garante del paciente, pero no puede respon-
lidad de imputar conductas omisivas a título de dolo, en desmedro de la der del riesgo de colisión del vehículo en que lo hace transportar para los
posibilidad de atribuir tales comportamientos a sus autores a título de efectos de efectuarle un examen en otro establecimiento), y aun quedando
culpa.*^^ el riesgo en el marco del deber de cuidado, la lesión del bien jurídico
puede ser consecuencia de procesos causales diversos, cuyos efectos no son
atribuibles objetivamente al que tiene la responsabilidad de garante; a
c) La imputación objetiva del resultado a la omisión del saber, al cuidador de los leones le corresponde preocuparse de evitar que
comportamiento esperado éstos ataquen al niño que se metió en la jaula donde se encuentran, pero
mientras lo hace no puede atribuírsele la lesión que sufre el menor que en
Uno de los problemas que suscitan los delitos de omisión impropia con su huida cae de dicha jaula que se encuentra a cierta altura del suelo.***
resultado, es precisamente la manera de vincular ese resultado a la omi- En resumen, para imputar objetivamente un resultado a una omisión,
sión. En los delitos de acción no existe inconveniente para establecer la ha de darse una doble condición: a) la de la causalidad hipotética entre el
relación entre el comportamiento y el resultado mediante la relación de no hacer y el resultado, y b) ese resultado ha de estar comprendido en el
causalidad, noción de índole naturalista y propia de las ciencias físicas. ámbito de protección de la norma que impone el deber de evitación y ser
Pero el problema se plantea con la omisión: cómo es posible atribuir un consecuencia de su infracción. En el fondo, esta exigencia importa estable-
determinado efecto material a un no hacer, la premisa de que quien nada cer que "la omisión corresponda a la realización del tipo legal mediante un
hace nada causa, lo impide. Lo que sucede en realidad es que no se está hacer";**^ se trata de una cuestión de equivalencia —no de identidad—
ante un problema de causalidad, que es de orden fenoménico, sino de que se constatará cuando la omisión realice de algún modo la forma del
atribuibilidad, de imputación, que es de índole jurídica, y consiste en tipo material de acción.**® También en los delitos de acción que requieren
establecer cuándo se puede atribuir un resultado a la inactividad de una de un resultado, no sólo interesa su producción por el actuar del sujeto,
persona en particular. Ello es posible recurriendo a criterios normativos, sino que exigen, además, que se desarrolle en una forma determinada la
no de carácter naturalista, pues las normas no prohiben ni mandan causa- comisión del hecho, y si no se cumple no hay tipo penal.
ciones.*^ La imputación objetiva de los delitos de comisión por omisión
—omisión impropia— se funda en un juicio de valor objetivo sobre la
posibilidad de que la acción omitida por quien está en posición de garante 55. LA ANTyURIDICIDAD EN LOS DELITOS DE OMISIÓN J;
de un bien jurídico determinado, habría evitado el resultado prohibido
que afecta a ese bien, por lo menos haberlo disminuido.'**^ Este juicio es
hipotético, de probabilidades; lo que interesa no es la certeza de su No ofrece esta materia particularidades diversas a lo expuesto en relación
evitación, sino la simple posibilidad.**^ Por ese motivo se habla de causali- al delito de acción. De modo que lo allí comentado**' rige en estas figuras.
dad hipotética, y el baremo de la supresión mental hipotética empleado por
la teoría de la conditio sine qua non puede homologarse en la especie, pero
Autores como Gómez Benítez sostienen que la imputación depende de la "certeza —no
de la hipótesis de la alta probabilidad— de que la acción omitida habría disminuido el riesgo
de la producción del resultado" (Teoría, p. 603). Otro tanto hace Torio López, Aspectos Po-
439 , lítico-Criminales, en Rev. Internacional de D.P., vol. 55, p. 629 (3° - 4° trimestres, 1984).
440,
Bacigalupo, Aíanuai, p. 23L -' **^ Bustos, Manual, p. 250.
^^^ Torio López, Aspectos Político-Criminales del Delito de Comisión por Omisión, en Rev. In- *** Jescheck, D.P., II, p. 865.
ternacional de D.P., vol. 55, p. 620 (3° - 4° trimestres, 1984). ^^Cury.D.Í»., II,p. 311.
442,_ _t _._ ^ . , „ „K=„^- Supra párrafos 14 y ss.
192 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO EL DELITO DE OMISIÓN 193

La antíjuridicidad debe cumplir sus dos fases, la formal y la material; no impedimento material no susceptible de superación por el sujeto*^'"' que
sólo ha de existir una situación de contradicción entre el incumplimiento lo imposibilita para realizar la acción que de él se espera; en estos casos no
del deber impuesto por la norma con el ordenamiento jurídico, sino que existe omisión en su noción normativa y constituye una causal de atipici-
también —en especial en los de omisión impropia— ha de existir una dad y no de inculpabilidad,**^ y ello porque jurídicamente para que haya
lesión o peligro en relación al bien jurídico protegido por el tipo penal. omisión debe existir la posibilidad material de poder cumplir. No son
En la praxis se verifica la antijuridicidad de una omisión cuando no hipótesis diversas la omisión por causa insuperable y la ausencia de omi-
concurre ninguna norma permisiva, o sea una causal de justificación; las sión. Tal alternativa se da, por ejemplo, cuando el sujeto se encuentra en
analizadas en el párrafo pertinente pueden operar también en este caso. la imposibilidad material de realizar la acción ordenada, como sucede con
La legítima defensa, el estado de necesidad, pueden ser circunstancias que el ciudadano que se encuentra aislado en un lugar a consecuencia de una
justifiquen el incumplimiento de una norma preceptiva. En la doctrina inundación que le impide absolutamente dirigirse a la mesa de votación,
nacional se ha sostenido que la causal del art. 10 N° 12 sería omnicompren- caso en que no se puede hablar de omisión. Ocurre otro tanto en la
siva de las diversas causales de justificación,*^ pero estimamos que no es situación de aquel que estando en condiciones de cumplir con la obliga-
así. La referida disposición constituye causal de justificación en cuanto ción, sufre impedimentos insuperables para él al tratar de cumplirla, como
establece una exención de responsabilidad para el que "incurre en alguna se encontraría el que al venir viajando el día de la votación, el tren en que
lo hace sufre retrasos que le impiden llegar al horario normal y no cuenta
omisión hallándose impedido por causa legítima", pero no así cuando
con otro medio de movilización apto al efecto; en esta hipótesis el viajero
exime también de responsabilidad al que omite por "causa insuperable",
se ha enfrentado a una causa insuperable para él en las condiciones
pues, como se hará notar en el párrafo siguiente, en esta parte el precepto
concretas en que se encontraba, donde en la materialidad no ha incurrido
establece una causal de atipicidad.
en omisión, porque realmente no ha estado en la posibilidad de realizar el
De manera que el N° 12 del art. 10 no consagra una causal que abarque acto esperado. Corresponde distinguir, de consiguiente, entre aquel que
las demás justificantes que se consagran en dicho artículo, que son aplica- estaba en la imposibilidad —por cualquier causa fáctica— de realizar la
bles a la omisión, toda vez que tales causales no distinguen entre acción y acción esperada, de aquel que estando en tal posibilidad no lo hizo
omisión, salvo situaciones como la reglada en el N- 10, que exime de impulsado por una fuerza moral irresistible u otra circunstancia análoga
responsabilidad al que cumple un deber, que supone —normalmente— que no le permitió determinarse libremente; en el primer caso no hay
un comportamiento activo y también una situación de conflicto de intere- omisión (art. 10 N° 12), en el segundo sí, pero no puede reprochársele al
ses. Suficiente es recordar el caso del policía que deja de cumplir una sujeto esa omisión, porque no le era exigible otro comportamiento (art. 10
orden de citación con el objeto de aprehender a un ladrón in fraganti; su N^9^).
conducta no queda justificada por la norma del N-10 (cumplimiento del
deber), porque lo que debe explicarse aquí es la razón por la cual omitió Sectores doctrinarios estiman que la causal de atipicidad del art. 10
la citación, y ello sólo es posible con el N- 12, esto es la existencia de una N° 12 podría abarcar, respecto de la omisión, las hipótesis establecidas en
causa legítima. la causal de inculpabilidad del N- 9° del art. 10, o sea obrar violentado por
, " í - I. •_'.' ••••• I ' una fuerza irresistible o impulsado por un miedo insuperable, en atención
a que esta disposición se referiría únicamente a actitudes positivas. La
afirmación no se puede compartir: normativa y semánticamente se puede
56. LA CULPABILIDAD EN LA OMISIÓN obrar omitiendo, y se puede omitir impulsado por el miedo. La causal del
N° 12 tiene su rol propio, distinto al que tiene la del N- 9°, que también es
aplicable a la omisión cuando se cumplen los presupuestos que requié-
Son aplicables a los delitos omisivos los principios generales que se comen- relo
tarán en el título respectivo sobre la culpabilidad. Es iítil aclarar que el art.
ION- 12 cuando alude al que omite por "causa" insuperable, se refiere a
condiciones de índole material, y establece una circunstancia especial de
atipicidad por ausencia de omisión; pero no consagra una causal de
inculpabilidad para la omisión fundada en la no exigibilidad de otra
conducta, como se sostiene por sectores doctrinarios. En realidad, esa
disposición asimila la omisión por causa insuperable a la "ausencia de " Respalda tal criterio la afirmación de Francisco Pacheco en el sentido de que la
norma del Código español se limitaba a los impedimentos materiales (Comentarios, I, p. 178) y
omisión", o sea emplea la voz "causa" en sentido fenoménico, como la Comisión Redactora —que respetaba la opinión de Pacheco— trasladó la disposición del
referido Código al nacional sin ningún comentario (Sesión N° 7). .,

i ••^^ Cfr. Cousiño, D.P., II, p. 446.


""^"NO concuerda con lo señalado Cury (D.P., II, p. S i l ) ; criterio distinto tiene Novoa
(Curso, I, pp. 283-284).
CAPITULO VII

LA CULPABILIDAD*
,(\. í

57. NOCIONES GENERALES

La culpabilidad es el tercer elemento del delito, elemento relativamente


nuevo en la historia del derecho penal, pues sólo con Merkel y Binding se
logra purificar el concepto y denominaciones distintas que antes tenía;
recuérdese a Carrara, que se refería a la fuerza moral del delito.*^^ En el
siglo XIX y en los inicios del presente —con Frank, creador de la doctrina
normativa— principia un análisis más acabado de este elemento del delito,
, ;5"í ' -í aunque siempre es motivo de controversia. En la actualidad, no obstante
las distintas posiciones, hay casi unanimidad en cuanto a que sin culpabili-
dad no puede imponerse pena.
La concurrencia de la tipicidad y de la antijuridicidad determina el
carácter delictivo de un hecho, pero no permite sancionar al sujeto que
aparece como su autor, a menos que pueda personalmente reprochársele
ese comportamiento, y esto exige, no analizar el hecho, sino el sujeto en
sus condiciones particulares. Culpabilidad es reproche del acto a su autor.
Desde tal punto de vista podría decirse que "culpabilidad es el reproche
personal que se dirige al autor por la realización de un hecho típicamente
antijurídico".*^^
Es útil dejar sentado desde luego que la noción de culpabilidad morai
hay que marginarla de la culpabilidad penal. La estructura de todas las
instituciones de derecho está integrada por principios éticos, pero es
sabido que el derecho y la moral tienen independencia. La norma ética
—como lo sostenía Kant— tiene su fundamento en presupuestos aceptados

* Encontrándose en edición e s a obra, se publicó el libro del profesor Luis Cousiño


M.-I., Derecho Penal Chileno, III, La Culpabilidad en el Hecho Injusto. Este completo estudio
trata exhaustivamente el tema (Ed. Jurídica de Chile, 1992).

I Carrara, Programa, I, párrafos I y ss.


•'^^ C o h n - V i v p s n P TTI r, Qfi
LA CULPABIUDAD 197
196 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

internamente por el hombre, mientras que la norma jurídica la establece como fundamentos de la atribución subjetiva de un delito a un sujeto, lo
un órgano o entidad desde fuera de él: es heterónoma, y la norma moral que en el fondo es un asunto de política criminal. Podrán consistir en
es autónoma."^^' exigencias de naturaleza moral, de seguridad pública, de finalidad de la
pena, etc.^^^ La culpabilidad formal responde a la pregunta ¿qué elemen-
tos integran la culpabilidad?; y la material, ¿debido a qué razones esos
elementos son necesarios para castigar al autor?"*^ Hay dos tendencias
58. CONCEPTO DE CULPABILIDAD COMO ELEMENTO sobre la culpabilidad: la que gira en torno al hecho individual (culpabili-
DEL DELITO dad por el acto), "en que se contemplan sólo aquellos factores de la actitud
interna jurídicamente censurable que se manifiestan de forma inmediata
en la acción típica", y la denominada culpabilidad de autor, donde eljuicio
Es correcta la noción de culpabilidad que la identifica con el reproche que de reproche nace por la vida del sujeto, se amplía a la "total personalidad
se hace al autor por haber realizado una acción típica y antijurídica a pesar del autor y su desarrollo".^^^
de que podría haber actuado de otra manera.*^ En el hecho, la culpabili-
La primera, la culpabilidad por el hecho, se funda en el principio
dad está constituida por un conjunto de circunstancias que permiten
filosófico de libre albedrío; el hombre como ser libre puede escoger entre
castigar a un sujeto por la realización de un comportamiento típico.
distintas posibilidades de comportamiento, de manera que responde por
No siempre es punible la ejecución de una actividad ü'pica y antijurídi- su acto, por lo que ha hecho, no por su modo de ser. Los que adhieren a la
ca; la tipicidad y la antijuridicidad son características que debe cumplir el culpabilidad de autor, que la identifican con el modo de vida del sujeto,
hecho para ser delito. Pero para imponer sanción al sujeto que la ejecuta parten de criterios deterministas; el acto delictivo aparece como conse-
se requiere, además, que ese sujeto cumpla con algunas condiciones que cuencia de su personalidad y de sus circunstancias. El individuo adopta
son las que lo hacen a él —individualmente— merecedor de la pena. De posiciones o comportamientos que repercuten en su subconsciente, que
modo que no se castiga al autor por la simple ejecución de un hecho, sino con posterioridad lo harán reaccionar, en situaciones determinadas, con
cuando lo realiza en determinadas circunstancias. comportamientos típicos; se le reprocha el acto realizado por ser conse-
El problema de la culpabilidad radica en establecer cuáles son las cuencia de su personalidad defectuosa, por haber llegado a ser lo que es,
condiciones que determinan que a un sujeto corresponde imponerle por su inclinación adquirida a rebelarse, circunstancial o permanente-
castigo por su acto típico y antijurídico. En este punto las opiniones mente, en contra de los mandatos o prohibiciones (por ello se sanciona al
discrepan; algunos se satisfacen con la constatación de una vinculación reincidente, o delitos que requieren habitualidad, etc.).
psicológica entre el sujeto y el acto; otro sector, con la valoración del sujeto
Una u otra visión repercute en el concepto que se debe tener sobre la
en relación a su acto, o sea la conciben como un juicio de reproche.
naturaleza de la pena. En la culpabilidad por el hecho, ésta es retributiva;
Además, hay serias discrepancias en cuanto al contenido material de lo que
es la culpabilidad, cuestión íntimamente vinculada con la concepción que en la culpabilidad de autor es preventivo-especial.*^
se tenga de los fines de la pena. La legislación nacional mantiene el principio de la responsabilidad
por el acto, pero recoge en parte criterios propios de la culpabilidad de
autor, entre otras disposiciones en el art. 12 N™ 14,15 y 16, que consideran
sucesos y comportamientos realizados por el sujeto en el pasado, aparte de
59. CULPABILIDAD MATERIAL Y FORMAL. CULPABIUDAD aquel por el cual debe responder en el momento que se le procesa; no otra
POR EL HECHO Y CULPABILIDAD DE AUTOR cosa es tener en cuenta la reincidencia como circunstancia de agravación
de la responsabilidad. Autores como E. Cury'*^^ adhieren a la crítica de
Maurach,*^ que estima que estas instituciones conllevan el peligro de
Se distinguen dos aspectos en la culpabilidad: e\ formal y el material Cul- conducir a una responsabilidad de autor.
pabilidad formal es el conjunto de circunstancias anímicas específicas que,
en una determinada época o período, el ordenamiento jurídico establece
como presupuestos de la atribuibilidad de un hecho a su autor; en tanto
que la culpabilidad material corresponde a los postulados en virtud de los
cuales las referidas circunstancias anímicas han sido tomadas en cuenta
J e s c h e c k , Tratado, I, p . 580.
^ Cerezo Mir, Curso, p . 465.
' j e s c h e c k , Tratado, I, p . 5 8 1 .
Bacigalupo, Manual, p. 148.
•'^' Cobo-Vives, D.P., III, p . 100. ' Cury, D.P., II, p . 24.
" M a u r a c h , Tratado, II, p p . 83-84. ^t-c q ,J ,OWMI '\ ÁI
G i m b e m a r . Introducción, n fi^í
198 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO LA CULPABILIDAD 199

60. LA CULPABIUDAD COMO FUNDAMENTO, ELEMENTO aquel que actúa por motivos religiosos, filosóficos, políticos, alternativas
REGULADOR Y FIN DE LA PENA donde el acto —a sus ojos— no es reprobable. No obstante, en la actuali-
dad se alzan voces en el sentido de que fundamentándose la estructura de
un Estado democrático en el principio de la tolerancia, sería aconsejable
La culpabilidad se alza en el derecho penal moderno como su pilar que, sin perjuicio de mantener la responsabilidad de los delincuentes por
fundamental. El Estado encuentra limitado el ejercicio de su facultad de convicción, se investiguen formas de sanción especial que marginen al
castigar en este principio: no puede imponer sanción si no hay culpa y esa máximo los alcances negativos de las penas comunes.'*^*
sanción ha de ser la adecuada a esa culpabilidad. Se parte del principio de La concepción de culpabilidad en el alcance que se ha señalado ha
que la responsabilidad penal es individual del sujeto que responde del acto sido materia de críticas, por cuanto parte de un presupuesto no compro-
típico e injusto personalmente, y sólo en cuanto es culpable y únicamente bado y que no es posible demostrar: el libre albedrío del ser humano.
hasta el extremo de esa culpabilidad. Lo que significa que es especialmente Nadie puede garantizar que el hombre se autodetermina o, al contrario,
graduable.'^^ que es determinado. El libre albedrío y el determinismo son posiciones
La culpabilidad es entonces fundamento de la pena. Conforme al existenciales que constituyen hipótesis por las cuales puede optarse inte-
criterio clásico, el Estado puede sancionar a sus subditos porque siendo lectualmente, pero hasta el momento quedan fuera de lo demostrable. Se
libres, pudiendo determinarse a su albedrío, escogen realizar actos típicos estima peligroso construir un derecho penal fundado en una premisa de
e injustos. Se les castiga porque son personalmente responsables de un tal naturaleza. Las críticas que esta situación ha motivado desde tiempo
acto realizado de propia decisión, lo que presupone que son racionalmen- atrás, han llevado a algunos autores a sostener que la culpabilidad está en
te normales, que han alcanzado madurez para ejercitar su libertad y crisis, y se hacen esfuerzos dirigidos a fundamentarla de otra manera. Así
determinarse conforme a ella. Esto permite eximir de culpabilidad a los ha ido adquiriendo relevancia la tesis de la culpabilidad vinculada a la
que carecen de capacidad —como el loco o demente— y a los que no han motivación (que algunos autores denominan culpabilidad preventiva).
logrado el desarrollo adecuado de su personalidad —los menores de Otros han llegado a desconocerle validez como elemento del delito y
edad—; en general, a todos los que han obrado sin libertad. La pena se sustento de la pena, transformando su rol al de una simple circunstancia
impone al que es culpable —^al que actúa en libertad—; al que no puede reguladora de la sanción.
ejercer su libertad —el inculpable— no puede castigársele; para estos Omitiremos hacer referencia a tales doctrinas por ahora. Para efectos
últimos el Estado cuenta con las medidas de seguridad (el sistema de duplo didácticos se estima adecuado señalar la evolución histórica de la noción
binario o de doble vía: pena y medida de seguridad). de culpabilidad como elemento del delito en su alcance tradicional, que
Como la pena se impone al sujeto porque no hizo un uso adecuado de es el indicado en las explicaciones precedentes.
su libertad, se constituye en una retribución^ en un castigo que la sociedad
le impone por el mal causado. Se alza así la culpabilidad como fundamento
de la pena y como su reguladora. A mayor mal, mayor culpabilidad y, por
lo tanto, mayor castigo. En la comisión de un homicidio hay mayor 61. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CULPABILIDAD
culpabilidad que en la de un simple hurto, por ello tiene también una COMO ELEMENTO DEL DELITO
sanción más grave. Su naturaleza y monto quedan entregados a criterios
histórico-culturales; ello explica las sanciones capitales, corporales y priva- Se pueden distinguir tres teorías sobre la culpabilidad, que corresponden,
tivas de libertad y su duración, extremas en el pasado, morigeradas con el
en general, a la evolución que ha tenido en el tiempo: la psicológica, la
tiempo y muchas eliminadas en la actualidad. Una vez que la noción de
normativa y la finalista.
culpabilidad jurídico-penal se independizó de la de culpabilidad moral, se
puede afirmar que no hay una culpabilidad en sí, sólo existe en cuanto
corresponde a un acto típico injusto;'**^ no se requiere que el sujeto se a) Teoría psicológica
sienta culpable, porque se trata de una responsabilidad —si bien perso-
nal— de índole jurídico-penal. Esta concepción permite sancionar a los
denominados delincuentes por convicción,^* que normalmente no se Se ha precisado que la noción de culpabilidad involucra un juicio de reproche
arrepienten de sus acciones y no se estiman culpables, como sucede con del acto a su autor; pero esta concepción es relativamente nueva. Durante
el siglo XIX y principios del actual, se consideró como una vinculación de
naturaleza psicológica entre el hecho y el sujeto; respaldados en los prin-

Véase a Gómez Benítez, Teoría, pp. 443 y ss.


*2 Mir Puig, D.P., p. 465.
^^' Así,Jescheck, Tratado, I, p. 624. ' Cury, D.P., II. p. 20. •'5.ii.
200 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA CULPABILIDAD 201

cipios causal-naturalistas que la concepción clásica empleaba en el análisis encontrado en circunstancias normales (las circunstancias concomitan-
del delito, los clásicos estimaban que la voluntad del realizador del hecho tes) ; en otros términos, que en el momento de actuar no haya estado en
es causa de éste (así Von Liszt, Radbruch, Mayer, Finger). La voluntad pasa condiciones de excepción que lo impulsaran a actuar en la forma que lo
a ser causa del acto, siempre que concurra dolo o culpa, hipótesis en que la hizo (no se está —por ejemplo— en circunstancias normales cuando un
culpabilidad se agota. Existirían dos formas de culpabilidad: la dolosa y la sujeto durante una función de teatro trata de salir del local en llamas). Esta
culposa, que por su naturaleza no son reducibles a un género unitario.''*^ doctrina es enriquecida por Goldschmidt, el que afirmó que la norma
En el dolo el sujeto se representa el hecho y, además, lo quiere; en la culpa jurídica conlleva una obligación, la de que el sujeto se motive conforme a
no se lo representa y no lo quiere. Tanto el dolo como la culpa no admiten la misma; el juicio de reproche es posible cuando la persona, pudiendo
graduación en la doctrina clásica y son dos formas de culpabilidad que no motivarse por la norma de deber, no lo hace y —al contrario— la contra-
cuentan con un elemento común unificador: hay o no hay dolo, hay o no viene (motivación normal). Freudenthal decanta este principio estable-
hay culpa, no se conciben estados intermedios. Hoy en día una caracterís- ciendo que el acto será reprochable sólo en cuanto pudo exigirse a su
tica de la culpabilidad es su mayor o menor intensidad, y para muchos realizador un comportamiento diverso a aquel con el cual contravino la
sectores la imputabilidad es un presupuesto de la culpabilidad, y no uno prohibición (el principio de la no exigibilidad de otra conducta). De
de sus elementos. La doctrina clásica o causal-naturalista se abandonó manera que a aquel que al actuar típicamente lo hizo impulsado por una
principalmente porque no pudo explicar satisfactoriamente determinados fuerza irresistible, no podría habérsele exigido que en tales circunstancias
eventos en que a pesar de concurrir el dolo, no había culpabilidad, como mantuviera un comportamiento conforme a derecho.'*^
sucede en el estado de necesidad exculpante; tampoco le fue posible La doctrina normativa compleja, en consecuencia, mantiene los prin-
diferenciar el dolo de la culpa consciente, pues en ambos casos hay cipios causalistas en cuanto a la estructura general de la culpabilidad, pero
representación del resultado. Menos podía explicar la naturaleza de la los enriquece y cambia en su perspectiva, al precisar que consiste en una
vinculación causal-psicológica que existía entre el sujeto y su hecho en el valoración del comportamiento del autor, y no en un vínculo psicológico;
caso de la culpa, donde aquél no quiere provocar el resultado típico. y el reproche que importa se funda en la circunstancia de haber realizado
un acto típico y antijurídico, en circunstancias de que estaba en condicio-
nes de obrar conforme a derecho. La culpabilidad, de una relación de
'•• b) Teoría normativa compleja . . ,; índole naturalista, se transforma en un juicio de valor.
Quien dio estructura y divulgación a la teoría normativa compleja de
Las críticas de la doctrina psicológica de la culpabilidad tuvieron su fuente la culpabilidad fue Edmundo Mezger. Para dicho autor la culpabilidad está
principal en el neokantismo, que abandonó los criterios puramente cau- integrada por los siguientes elementos: la imputabilidad, que hace al sujeto
salistas de naturaleza empírica al incorporar nociones de valor en la teoría capaz desde el punto de vista penal; en segundo término, una vinculación
del delito. Esta nueva tendencia encuentra un elemento unitario de la de naturaleza psicológica del sujeto con su acto, que puede adoptar dos
culpabilidad, la que deja de ser una mera relación psicológica entre acto modalidades: dolo o culpa, el primero integrado por la conciencia de la
típico y autor y se transforma en un juicio de reproche del acto a ese autor. ilicitud de la acción, y ambas dan lugar a las dos clases de culpabilidad
Los principales creadores de esta teoría fueron Reinhard von Frank, existentes. El tercer elemento lo integra un conjunto de circunstancias que
James Goldschmidt y Berthold Freudenthal; su mejor pregonero fue Ed- engloba bajo la idea genérica de que no deben concurrir causas de
mundo Mezger, cuya obra, al ser traducida al español, tuvo gran repercu- exclusión de la culpabilidad.*^'
sión en los países de habla hispana. Se critica la doctrina normativa compleja porque incorpora a la culpa-
Frank establece que la culpabilidad es más que un nexo de índole bilidad elementos de naturaleza heterogénea, sean de índole personal o
subjetiva, que en esencia consiste en un juicio de valor del hecho respecto individual, como psicológicos y valorativos. Pero su mérito incide en que
de su ejecutor, frente a las circunstancias concretas en que actuó, que logró formar un concepto unitario, que terminó de ser—como lo estimaba
permiten reprochárselo. Para hacer el reproche se requiere que concurran la teoría psicológica— una noción dual —dolosa o culposa—, sin que
varias condiciones. Primero, que ese autor haya tenido una capacidad mediara conexión entre ambas modalidades y sin posibilidad de graduar-
suficiente para los efectos penales (imputabilidad); segundo, que haya las, toda vez que, o se respondía a título de dolo o de culpa, formas
actuado con dolo o culpa: el dolo se integra con la conciencia de la ilicitud irreductibles e invariables en intensidad; el dolo era único y la culpa
de la acción. Frank sostiene que esos elementos son aún insuficientes para también. La tesis normativa compleja, al unificar la noción de culpabilidad
el reproche; exige un tercero, que el autor al realizar el hecho se haya

4«6-,
' Véase a Mir Puig, D.P., p . 467; Cury, D.P., II, p . 9; Bustos, Manual, p p . 358-359; Sáinz
•^^ntóro, Lecciones, III, p p . 5 y ss. :«
•"*^ Cobo-Vives, D.P., III, p . 101. Mezger, D.P., Libro de estudio. Parte GraL, p p . 1 9 9 y s s .
202 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 20S

en la idea de un juicio de reproche, si bien creó una noción un tanto —dolo y culpa— no la integra, porque pertenece al tipo penal, como su
híbrida, porque teniendo una concepción esencialmente valorativa de la fase subjetiva.'"*'
culpabilidad, mantuvo en ella aspectos psicológicos (el dolo y la culpa), El mérito de haber dado coherencia a la teoría normativa pura de la
permitió la posibilidad de su graduación; ya que el reproche podía ser culpabilidad es de Welzel; fue el primero que trasladó el dolo y la culpa al
mayor o menor, reconoció que podía haber mayor o menor responsabili- tipo penal, lo que la descargó de todo elemento psicológico y depuró su
dad en el hecho y, por lo tanto, regular la pena conforme a tal intensidad. naturaleza de juicio de valor que fundamenta el reproche; la culpabilidad
La concepción finalista decantará su contenido, como se indicará a es una cualidad.*'^ La conducta típica y antijurídica queda constituida por
continuación, alcanzándose una concepción más depurada de la culpabi- el conjunto de particularidades que hacen que la acción aparezca como
lidad, que mayoritariamente se mantiene en la actualidad.^*® indebida normativamente, mientras que la culpabilidad es el conjunto de
características que la hace reprochable.^'^
En una breve síntesis, la teoría normativa pura se puede resumir en los
c) Teoría normativa pura (o valorativa o finalista) de la culpabilidad siguientes postulados:
a) El elemento substancial del reproche en que consiste la culpabili-
dad está constituido por la posibilidad de exigir al sujeto, en las circunstan-
Conforme a la teoría normativa compleja, como se expresa en el párrafo cias concretas que enfrentó, que se comportara en forma diversa a aquella
anterior, el dolo y la culpa dejaron de ser especies diversas de culpabilidad, típica y antijurídica en que lo hizo.
como lo concebía la teoría psicológica causal; la culpabilidad como noción b) La noción de culpabilidad no está integrada por elementos psicoló-
unitaria, consiste en un juicio de reproche del acto a su autor, donde el gicos tales como el dolo y la culpa (la voluntad de realizar el acto o el
dolo y la culpa son parte de sus elementos. La referida visión hizo factible realizarlo con falta de cuidado); estos últimos son elementos del tipo
que el finalismo trasladara el dolo y la culpa de la culpabilidad al tipo penal; la culpabilidad es un juicio de valor del hecho típico y antijurídico
penal. en relación a su autor. Este juicio de reproche no requiere que el sujeto se
Así, el dolo y la culpa se integraron al tipo como su fase subjetiva; la sienta culpable, no integra la culpabilidad el elemento subjetivo de sentirse
culpabilidad, si bien siguió siendo un juicio de reproche, éste se aprecia a sí mismo responsable por el acto realizado.
sobre la base de la imputabilidad, de la conciencia de la antijuridicidad y c) No hay pena sin culpabilidad, la pena no puede imponerse al que
de la exigibilidad de otra conducta (o motivación normal), todos elemen- no es culpable, y la culpabilidad, sin perjuicio de ser elemento del delito,
tos valorativos. La imputabilidad se refiere a una apreciación de la posibi- es regulador de la sanción: a menor o mayor culpabilidad, menor o mayor
lidad de motivación del sujeto, de su capacidad para comprender los pena.
mandatos y prohibiciones normativos y de conducirse en consecuencia; la
conciencia de la antijuridicidad es el conocimiento potencial del autor, en
el caso concreto, de la ilicitud de su acción; y la exigibilidad de otra
conducta incide en la apreciación de si el autor estaba en condiciones de 62. OTRAS POSTURAS EN RELACIÓN A LA NATURALEZA DE LA
adecuar su actuar a la norma en la realidad del momento y circunstancias CULPABILIDAD O EN CUANTO A SU NECESIDAD COMO
en que llevó a cabo la acción típica.'**^ ELEMENTO DEL DELITO
Las teorías psicológicay normativa compleja observan metodología análo-
ga en cuanto al objeto motivo de la valoración: ambas consideran el hecho En esta obra se adhiere a los principios sostenidos por la teoría normativa
en su integridad, pero separan su fase externa o material de su fase pura, pero es útil destacar que la culpabilidad es uno de los temas más
psicológica o interna; valoran en la antijuridicidad exclusivamente el acto controvertidos en el derecho penal y el concepto no cuenta con una
externo, y la fase psicológica o subjetiva en la culpabilidad. El finalismo adhesión definitiva en cuanto a su esencia y papel en la teoría del delito.
(teoría normativa pura) emplea un sistema distinto: en la antijuridicidad La principal crítica que se hace a la culpabilidad en su noción normativa
aprecia el acto como comportamiento humano, como un todo único en su consiste en que se sustenta en un presupuesto no comprobable y, para
externidad y subjetividad (dolo y culpa), y la culpabilidad queda circuns- muchos, equivocado: identificarla con la circunstancia de que se puede
crita a la valoración de si corresponde o no reprochar ese acto a su autor. reprochar a un sujeto un comportamiento porque ha podido comportarse
La noción de culpabilidad se especifica comojuicio de valor, lo psicológico en forma distinta a la prohibida por la ley penal, lo que significa que se da

Lo señalado no significa que se haya logrado un consenso; en realidad sigue siendo un


tema ampliamente controvertido todo lo relacionado con la culpabilidad.
Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 9. ., J 470
Cobo-Vives, D.P., III, p. 105.
Welzel, EL Nuevo Sistema, p. 80.
^Jescheck, Tratado, I, p. 579.
204 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD i80S>

por sentado su libre albedrío, la libertad del ser humano, presupuesto que proche a que se refiere la teoría normativa se funda, en realidad, en
no es susceptible de comprobación.'*'^ El positivismo italiano de fines del condiciones de naturaleza genérica, que benefician a cualquier individuo
siglo pasado y principios del presente, hizo auto de fe de una posición que se encuentre en tales circunstancias, al margen de su potencial perso-
filosófica antagónica, lo que le permitió sostener que quien cometía un nal. No se trata entonces de un reproche al individuo, sino de ciertas
hecho delictivo era un ser anormal y sólo restaba someterlo a tratamiento condiciones que permiten atribuir a una persona cualquiera un hecho,
(reeducarlo o redeterminarlo) o marginarlo de la sociedad (colonias cuando aquéllas se dan. Al sustituir el concepto de reproche personal por
penales) .*'* el de atribuibilidad, se logra explicar la circunstancia de que al sujeto, aun
Se ha estimado por varios autores que fundamentar el derecho penal siendo inculpable, como los menores o los enfermos mentales, pueda
en una premisa no verificable, como el libre albedrío, le resta legitimidad.'"^ atribuírsele —^y no reprochársele— el hecho, y ser objeto de medidas de
Podrían señalarse tres posturas diversas en tomo a la noción de seguridad. Aquí se impone la medida, no en razón del reproche jurídico,
culpabilidad normativa: que no puede hacérsele por su calidad de inimputable, sino porque se le
1) Los que rechazan la noción de culpabilidad como elemento del puede atribuir el hecho típico y antijurídico. Según Maurach, una exacta
delito y como regulador de la pena, sostienen que puede explicarse la identificación del concepto de culpabilidad con el de reproche personal,
sanción penal sin recurrir al concepto de culpabilidad, fundamentándola no puede fundamentarse en el criterio del hombre medio como en la
en la necesidad de la sanción. Esta tendencia respalda su posición, aparte práctica sucede, sino en las características individuales de cada uno, lo que
del reparo que se hace a la culpabilidad en el sentido de la imposibilidad se traduciría "en exigirse más a los firmes y sabios que a los que se
de acreditar la libertad del ser humano, en la circunstancia de que aun en encuentren por debajo del término medio".'*'''
el evento en que pudiera establecerse tal certeza, rara vez sería viable Con diversos matices, autores como Gimbernat, Luzón Peña, Muñoz
probar, en el caso concreto, que el sujeto estuvo en la situación de obrar Conde, Mir Puig, Bustos, pretenden dejar de lado el problema del libre
de otra manera. albedrío y afincan la substancia de la culpabilidad en la posibilidad de
Además, piensan que al concebir la culpabilidad en la forma criticada, motivación del sujeto, porque vive en comunidad y socialmente debe
se le reconoce un marcado matiz moralizante. La pena aparece así como responder por sus actos.
un castigo expiatorio, impuesto al condenado por haber obrado mal, •? ;• I! • ' . i j - í í - •» ' " • • ••)•.-
cuando se trata de una cuestión de naturaleza normativa y no ética.
2) Otra postura es la de los que consideran la noción de culpabilidad
63. LA MOTIVACIÓN COMO ELEMENTO SUBSTANCIAL ^
como necesaria, pero le restan el carácter de elemento del delito y presu-
puesto de la sanción, para proyectarla al papel de simple elemento regula- DE LA CULPABILIDAD
dor de la pena. Conciben a la culpabilidad como medida del castigo; así
Roxin, aunque después varió su criterio, y Mir Puig. El fundamento prin- Un amplio sector de la doctrina, recogiendo la tesis finalista, pero superan-
cipal que se esgrime incide en el hecho de que el derecho penal no do las críticas que se dirigen a la teoría de culpabilidad identificada con la
siempre exige, para reaccionar contra el injusto penal, que el acto sea noción de reproche al autor, la conciben como posibilidad de motivación
reprochable a su autor; a veces se satisface con su mera peligrosidad; tal del sujeto por la norma. Desde esta perspectiva, la culpabilidad se explica
sucede cuando aplica medidas de seguridad.^'^ y justifica por la motivacionalidad del ser humano. Se presupone que las
3) Un tercer grupo lo conforman los autores que mantienen la culpa- normas penales ejercen influencias sobre las personas, por su propia
bilidad como elemento del delito, con carácter de presupuesto regulador naturaleza, para desanimarlas a incurrir en los comportamientos que
de la pena, reconociéndole otros fundamentos. prohiben, o sea cumplen una. función motivadora de conductas adecuadas
Citaremos entre ellos a Maurach, que propone reemplazar la noción en todos aquellos que conforman la sociedad. Se concreta así el papel
reproche personal, en la culpabilidad, por el de atribuibiüdad, porque el preventivo especial de la sanción penal, al evitar que el sujeto delinca,
primer concepto involucraría una reprobación de carácter exclusivo a la proyectando la culpabilidad al campo de los fines de la pena. La pena
persona concreta por sus particulares características; sin embargo, el re- pierde su naturaleza retributiva, que para Kant era su única justificación, y
adquiere naturaleza utilitaria, se transforma en una amarga necesidad que
debe emplearse con mucha ponderación por el Estado y por los tribunales,
Q u i n t a n o RipoUés, Compendio, I, p. 199. no en forma arbitraria o exagerada,'*^ pues sobrepasados ciertos límites,
474
E. G ó m e z , EnriqueFerri, p p . 188 y ss. Igual posición m a n t e n í a n L o m b r o s o y Garófalo. se hace inefectiva.
*'^ Cfr. Mir Puig, D.P., p. 472; M u ñ o z C o n d e , Teoría, p . 130; G i m b e r n a t , Introducción, p . 69,
y ¿ Tiene un Futuro la Dogmática Jurídico-Penal?, p u b l i c a d o en F^bLemas Actuales, p . 498; Roxin,
F^oblemas Básicos, p. 200; Bustos, Manual, p . 323.
"•^^ Mir Puig, D.P., p p . 474 y ss., y ElPrínápio de la Culpabilidad como Límite de la Pena (ElPoder M a u r a c h , Tratado, II, p p . 11 y ss.
Penal del Estado. H o m e n a j e a H i l d e Kaufmann, p p . 365 y ss.). G ó m e z Benítez, Temía, p. 450.
206 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DEL DELITO LACULPABIUDAD 207

Esta concepción de la culpabilidad^^^ repercute en la construcción del Estas tendencias doctrinarias sustituyen la noción de culpabilidad
delito, ya que la imputabilidad se identifica como posibilidad o capacidad como juicio de reproche, que en última instancia importa una valoración
de motivación y las causales de inimpulabiüdad (demencia, minoría de de orden moral, de ser bueno o malo porque el hombre nace libre y puede
edad) y de no exigibilidad (como el miedo insuperable, el cumplimiento escoger serlo, para convertirla en un "juicio de imputación subjetiva",
de órdenes ilegítimas) se transforman en circunstancias de impunibilidad, como lo denomina Gómez Benítez, esto es, un conjunto de condiciones
en sus casos la sanción penal se hace innecesaria, por no cumplir el que correspondería considerar para emitir un juicio particularizado de
objetivo preventivo especial que le es inherente, de motivar a las personas desvalor de un comportamiento típico, considerando las específicas carac-
en el sentido de que se abstengan de incurrir en comportamientos prohi- terísticas de una persona. Se pretende reemplazar el juicio de reproche en
bidos. que actualmente consiste, por un puro juicio de imputación; se trataría de
Esta concepción mantiene la característica de la culpabilidad de ser una "objetivización utilitaria de la relación de sociedad con el delincuen-
limitadora y reguladora de la pena, pero pierde el carácter de ser su te", erradicando todojuicio moral de desvalor respecto de la delincuencia.
fiandamento; la culpabilidad deja de ser imputación subjetixiay se transfor- Responsabilizar al autor por su hecho y enrostrárselo socialmente sería una
ma en imputación objetiva, en el sentido de que la sanción no se gradúa por función de organización social; "el reproche de culpabilidad se comporta
la mayor o menor culpabilidad del sujeto, sino por su efectividad en la —más que como garantía del individuo— como principio de organización
función motivadora de no realización futura del hecho prohibido. social".^^ La pena no es retribución según esta visión, es prevención.
No obstante lo expuesto, hoy en día vuelve a reivindicarse la noción de
culpabilidad como elemento del delito y se le reconocen nuevamente
naturaleza e identidad propias, no dependientes de los fines de la pena. 64. LA CULPABILIDAD Y LA DOCTRINA NACIONAL
Así Roxin, que inicialmente siguió el camino señalado,'**" ha variado
su concepción. Estima que la responsabilidad está constituida tanto por la
culpabilidad como por los criterios preventivos; la culpabilidad es condi- En el país hay consenso de que la culpabilidad es un elemento del delito,
ción necesaria, pero no suficiente, de la responsabilidad penal, y expresa pero en cuanto a la naturaleza que se le reconoce existen diferencias.
que no está determinada ni siquiera indirectamente por los fines de la Eduardo Novoa, en su Curso de Derecho Penal, donde sostiene una posición
pena, sino que tiene un contenido propio; la enüende como la realización normativa compleja, distingue cuatro elementos del delito: la conducta, la
dolosa o culposa de un acto injusto. Juan Bustos concibe la culpabilidad tipicidad, la antijuridicidad y la culpabilidad, esta última integrada por el
como un elemento del delito, pero se separa de la tendencia normativa y dolo y la culpa. Sostiene que la culpabilidad tiene doble contenido: uno de
rechaza su naturaleza de juicio de reprobación de un comportamiento a hecho, constituido por el conocimiento de la norma y el comportamiento
su autor fundado en que tuvo posibilidad de actuar de otro modo; piensa que la contraría, y otro de orden axiológico, constituido por un juicio
que debe desvincularse de la culpabilidad todo matiz eticista, menos normativo: el reproche que surge por la constatación de la contradicción
relacionarla con el libre albedrío o el determinismo, porque no es una que existe entre el mandato jurídico con la situación fáctica misma y la
cuestión moral ni de índole filosófica, sino normativa. La culpabilidad se forma como fue captada por el sujeto.*®^ Criterio análogo mantiene Alfre-
sustentaría en el concepto de responsabilidad. "Al plantear que culpabilidad do Etcheberry, que define a la culpabilidad como "la reprochabilidad de
es responsabilidad, necesariamente hay que descender al individuo con- una acción típicamente antijurídica, determinada por el conocimiento, el
creto y, por tanto, se trata de examinar al sujeto responsable en esa ánimo y la libertad de su autor".^*'* Ambos autores parten del presupuesto
actuación".^*' de que el hombre es libre y tiene la posibilidad de escoger entre diversas
Responsabilidad y exigibilidad —para Bustos— serían dos términos alternativas.
unidos indisolublemente; el hombre responde de su comportamiento por Enrique Cury se aparta de la concepción normativa compleja de la
la conciencia de él, "pero esa conciencia está dada socialmente, y por ello culpabilidad mantenida por los autores antes citados y recoge la teoría
responde la sociedad toda. El sujeto responsable, al igual que lo injusto, no normativa pura, propia de la doctrina finalista, a la que adhiere: considera
es una categoría simplemente individual, sino social en primer término, y a la culpabilidad como juicio de valor del acto típico y antijurídico en
por ello mismo crítica, en constante revisión en sus bases". El hombre relación a su autor, quien estaba en condiciones de sujetarse a los manda-
respondería por la conciencia que tiene de su comportamiento. tos y prohibiciones del derecho.'**^

El pensamiento de autores como Niklas Luhman, y Gunther Jakobs ha influenciado


esta tendencia doctrinaria (Bustos, Manual, pp. 318 y ss.). ^^2 Gómez Benítez, Teoría, pp. 453-454.
Roxin, Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurícUco-penales. Problemas '^^ Novoa, Curso, I, pp. 479 y ss.
Básicos, pp. 200 y ss. ^"^ Etcheberry, D.P., I, p. 196.
'^'^ Bustos. Manual D. 376. ''**^Cury.£).P..lI,p. 1.
208 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA CULPABILIDAD '^T.*f H"
209

65. ESTRUCTURA DE LA CULPABIUDAD presupuesto, "la naturaleza hace al h o m b r e inteligente y libre" y en princi-
(SUS ELEMENTOS) pio los seres actuarían en esa forma.''*^
Se afirma q u e las doctrinas q u e se satisfacen con la libertad de deter-
minación c o m o f u n d a m e n t o d e la imputabilidad (concepción clásica)
Sin perjuicio de las discrepancias doctrinarias sobre el p u n t o , existe cierto resultan en la actualidad insuficientes y se sustentan en u n a premisa
consenso p a r a señalar q u e la culpabilidad se estructura en base a tres indemostrada e indemostrable. P o r ello el f u n d a m e n t o d e b e r í a sacarse de
elementos: la imputabilidad, la conciencia d e la antijuridicidad y la exigi- ese m a r c o sin dejar d e desconocer la facultad cognitiva y volitiva del
bilidad d e otra conducta."^®^ h o m b r e . Ambas facultades están condicionadas p o r factores d e gran varie-
La imputabilidad c o r r e s p o n d e a l o q u e podría d e n o m i n a r s e capacidad dad, psíquicos, anímicos, sociales, políticos, educacionales y otros q u e son
penal, q u e consistiría en la aptitud del sujeto p a r a c o m p r e n d e r la trascen- consecuencia de la vida en c o m u n i d a d del ser h u m a n o . Los condiciona-
dencia jurídica de su actuar y de p o d e r determinarse conforme a esa mientos a n o t a d o s d e b e n vincularse con la influencia del e n t o r n o , lo q u e
comprensión. crea en el individuo u n a m a n e r a d e asimilar el o r d e n a m i e n t o normativo y
La conciencia d e la antijuridicidad consiste en la posibilidad d e com- de motivarse por él; esto último sería lo q u e constituye la imputabilidad: la
p r e n d e r q u e tiene el sujeto imputable, en la situación concreta en que actúa, capacidad d e motivación del individuo conforme a sus propias condicio-
la licitud o ilicitud d e su c o m p o r t a m i e n t o . nantes y a las del e n t o r n o social en q u e se desarrolla c o m o persona. El q u e
carece d e tal aptitud o c u a n d o la misma n o h a alcanzado el desarrollo
La exigibilidad d e u n a c o n d u c t a conforme a d e r e c h o (motivación
a d e c u a d o , es inimputable. N o se trataría, de consiguiente, sólo d e u n a
normal) implica la posibilidad d e p o d e r exigir a u n a persona el respeto y
cuestión de libertad y d e c o n o c i m i e n t o , * ^ debería partirse de la noción del
sujeción a los m a n d a t o s o prohibiciones normativos, en las circunstancias
h o m b r e c o m o actor social; "la perspectiva d e la imputabilidad es antes q u e
reales en q u e le c o r r e s p o n d i ó actuar.
n a d a social concreta" y d e p e n d e d e u n a concepción dada de la sociedad
Si falta cualquiera d e los presupuestos de la culpabilidad, n o será del Estado."'^^ De forma que n o es q u e existan h o m b r e s racionales e
posible r e p r o c h a r al a u t o r el c o m p o r t a m i e n t o típico y antijurídico en que irracionales ontológicamente; en el p l a n o existencial, el inimputable n o es
h a incurrido. irracional, sino q u e el d e r e c h o vigente considera q u e n o posee la raciona-
lidad d o m i n a n t e que la ley t o m a en c u e n t a p a r a la atribución de las penas.
El inimputable piensa d e u n m o d o distinto al c o m ú n , p e r o piensa, siente,
66. I A IMPUTABILIDAD Y SU C O N C E F I O valora y actúa. La estructura de su acción es la misma que la del imputable
(acción final socio-valorativa), p e r o los contenidos d e valor son diferentes
y p o r esto sus finalidades dan lugar a u n sentido m u c h a s veces i n c o m p r e n -
Analizada desde el á m b i t o semántico, la expresión imputabilidad significa sible para el h o m b r e c o m ú n (que se rige p o r los patrones de la cultura
"atribuibilidad", o sea las diversas condiciones que d e b e cumplir u n sujeto d o m i n a n t e , oficial o h e g e m ó n i c a ) , de n i n g u n a m a n e r a a u n sin sentido. De
p a r a ser susceptible d e reproche;*^' p e r o si bien esa n o c i ó n c o r r e s p o n d e a suerte q u e al d e t e r m i n a r la imputabilidad, la ley considera "la capacidad
la idea, presenta u n aspecto formal d e lo q u e es imputabilidad, c u a n d o lo de comprensión d e la ilicitud del h e c h o q u e d e p e n d e del o r d e n a m i e n t o
que interesa es su n o c i ó n substancial. C o n distintas expresiones, la mayor jurídico, o sea lo q u e se rige p o r criterios p r e p o n d e r a n t e s de valoración
parte de los autores c o n c u e r d a n en q u e este último sentido se t r a d u c e en acogidos p o r el d e r e c h o positivo, que j u s t o p o r q u e éste los acoge se
el siguiente c o n c e p t o : "capacidad d e conocer q u e es injusto y de actuar convierten en valores hegemónicos".'*^^ Criterios c o m o los indicados par-
conforme a tal comprensión".'*** ten de u n a visión crítica del c o n c e p t o normativo d e imputabilidad, que es
El c o n c e p t o normativo de imputabilidad parte del e n t e n d i d o de que el q u e se sigue en esta o b r a y q u e tiene naturaleza ético-substancial. Para
el h o m b r e p u e d e actuar con libertad e i m p o r t a a d h e r i r al principio de esos críticos, esta concepción es s i m p l e m e n t e u n a categoría jurídico-for-
libre albedrío. Etcheberry afirma q u e nuestra legislación penal parte de tal mal, criterio q u e aquí n o se c o m p a r t e , p o r q u e los valores éticos que
constituyen su sustrato, n o p u e d e n tildarse de formales.
La doctrina mayoritaria nacional, c o m o se señaló p r e c e d e n t e m e n t e ,
Hay algunas opiniones diversas en este punto, sobre todo respecto al concepto de la
imputabilidad y de la conciencia de la antijuridicidad; al efecto puede leerse el interesante
trabajo de Jaime Naquira sobre la materia (La Imputabilidad, en Revista de Qencias Penales, Etcheberry, D.P., 1, p. 197. Comparten el mismo principio Cury, D.P., II, p. 19; Novoa,
T. XXXVIII, 1982-1986). Curso, I, p. 449; Naquira, opus cit., pp. 7-9.
490,
Una noción en tal sentido se puede encontrar en Soler, D.P., II, pp. 38-89; Etcheberry, "'491]
*" Muñoz Conde, Teoría, pp. 139-140.
£l.P., I, p. 197. • Bustos, Montiai p. 332. •'• ' - - " ' -i*-'»''''*
492,
***** Cfr. Cobo-Vives, D.P., III, p. 118; Bustos, Manual, p. 330; Cury, D.P., II, p. 22; Welzel, • Los párrafos transcritos y conceptos expresados corresponden a Juan Fernández C&-
CP., p. 216; BelinK, £sffu«n<x D. 31. rrasquiUa. Oer«íAoPma¿/«ndam«nte4 II, pp. 231-232.
210 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

asienta el criterio de la imputabilidad en dos circunstancias: a) la normali-


I LACULPABIUDAD •¡^Ol'JOl*

al vincularlo con el de "hecho punible", necesariamente debe entenderse


211

dad de las facultades psíquicas de las personas en el plano intelectual, que en el sentido de que el reo interviene en un hecho que conocía como
permite comprender o captar la licitud o ilicitud del actuar, y b) la aptitud punible, lo que presupone capacidad de comprensión.
o capacidad de adecuar ese actuar a la comprensión que adquiere del En resumen, es la ley la que establece quiénes son imputables por el
mismo. Imputabilidad es capacidad intelectual —de comprensión y voliti- sistema de señalar aquellos que considera inimputables, de modo que al
va— de dirigir sus comportamientos conforme a ese conocimiento. Impu- primer concepto se llega a contrario sensu.
tabilidad es, en esencia, facultad de motivación del sujeto conforme a la norma.''^^
La ley parte del entendido de que la generalidad de las personas son
imputables, o sea tienen las capacidades a que se ha hecho referencia, y
que sólo excepcionalmente carecen de ella, de modo que la inimputabilidad 68. LA CONCIENCIA DE LA ANTIJURIDICIDAD
es la que debe constatarse y establecerse, no la imputabilidad.
Todo sujeto que ejecuta un acto típico e injusto en principio es
El segundo elemento de la culpabilidad es la conciencia del autor del
imputable, a menos que conste lo contrario.
injusto típico de que su acción es contraria a la norma.
Este conocimiento los clásicos lo exigían en el dolo, que era "voluntad
mala"; además del conocimiento y de la decisión de concretar el tipo, el
67. SUSTENTO DOGMÁTICO DE LA IMPUTABILIDAD autor debía tener conciencia de que obraba contraviniendo el ordena-
miento jurídico. Como se expresó al iniciar el estudio de la culpabilidad,
en esta obra se adhiere a la tesis normativa estricta o finalista, que trasladó
En el C.P. no se alude a la imputabilidad y no se da un concepto de ella, el dolo y la culpa al tipo como elementos subjetivos, separando de su
pero su exigencia como elemento de la culpabilidad se desprende de varias noción la conciencia de la ilicitud, que se mantiene en la culpabilidad,
de sus disposiciones. El art. 10 en su N" 1° declara exentos de responsabi- conformando su segundo elemento.
lidad penal a los locos o dementes y a los privados totalmente de razón por
causas independientes a su voluntad; en el N° 2^ señala que los menores El sustrato dogmático de esta posición depende del alcance que se dé
de cierta edad —16 años— se encuentran en igual condición, y otro tanto al término "voluntaria" empleado por el art. I-; como se explicó en un
ocurre con el mayor de 16 años y menor de 18, a menos que se declare que párrafo anterior,'*^ ese alcance quedaría satisfecho si se aceptara que sería
obró con discernimiento (art. ION-3°). Con esta normativa, implícitamen- el conocimiento de que se obra en contravención al derecho. El que mantie-
te el ordenamiento jurídico reconoce que hay personas inimputables ne relaciones sexuales con una menor de doce años, "quiere" tener la
porque carecen de facultades intelectuales o volitivas normales; las han vinculación carnal, y no es necesario que también "quiera" trasgredir la
perdido temporalmente o no han alcanzado el desarrollo adecuado. norma que lo prohibe, es suficiente que tenga conciencia de que con esa
De otro lado, el art. 1° del C.P., al definir el delito como toda acción u conducta la trasgrede.
omisión 'Voluntaria", alude a la culpabilidad.''^'* La expresión voluntaria no
se refiere a los aspectos volitivos de la acción, como se señaló en su
oportunidad; no es concebible jurídicamente hablar de acción si se margi- 69. EN QUÉ CONSISTE LA CONCIENCIA DE LA ANTIJURIDICIDAD
na su fase subjetiva. La voluntad es un concepto ínsito a la naturaleza de la
acción. Por lo tanto, la voz voluntaria empleada por el art. 1- sólo puede
referirse a la voluntad de violar la norma, a la conciencia de la antijuridici- Debe diferenciarse lo que es conciencia de la antijuridicidad de lo que es
dad;'*^^ tal conciencia para los efectos jurídico-penales puede tenerla úni- conocimiento" conformante del dolo. Ha de recordarse que el aspecto
camente aquel que cuenta con capacidad de comprensión; en otros tér- cognoscitivo en el dolo se satisface con el conocimiento de los elementos
minos, un imputable. objetivos del tipo penal, esto es, en el hecho concreto el autor debe saber
Refuerza lo expresado el C.P.P. Su art. 456 bis impide al tribunal que se está matando a una persona en el delito de homicidio, que se está
imponer sanción si no ha adquirido la convicción por los medios de prueba apropiando de una especie mueble ajena en el delito de hurto. La concien-
legales de que realmente se ha cometido un hecho punible "y que en él ha cia de la antijuridicidad es un conocimiento distinto, dice relación con la
correspondido al reo una participación culpable", concepto este úlümo que ilicitud del actuar. El que se defiende quiere, con el objetívo de repeler la
agresión ilegítima, lesionar al atacante (actúa con dolo), pero sabe tam-

*"' Muñoz Conde, Teoría, p. 140.


^^^ Cfr. Córdoba-Rodríguez, Comentarios, I, p. 22, y nota al D. P. de Maurach, II, pp- 11-12.
*^^Cfr.Curv.D.P..\.v.25i. _ ' Supra párrafo 67.
212 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
• " LA CULPABILIDAD ; ,;/v. glS

bien que el sistema jurídico le permite hacerlo, carece de la conciencia de 71. LA CONCIENCIA DE LA ILICITUD PUEDE SER PARCIAL
la ilicitud de su actuar.
Respecto de la naturaleza misma del conocimiento en cuestión no hay
unidad de opiniones, pero en el ámbito nacional se estima que no se Se puede tener conciencia de la contrariedad de una parte del hecho con
refiere al conocimiento del preceptojurídico ni a la punibilidad del hecho; el derecho y no del resto, lo que puede suceder también en los casos de
es suficiente que el autor sepa que su comportamiento se contradice con concurso ideal.^^ Así, el sujeto que tiene relación sexual con una menor
el orden comunitario, o sea que está prohibido por el sistema. No se refiere de doce años en la ignorancia de que se trata de su hermana ilegítima, su
a la antijuridicidad formal únicamente sino a la material; a saber, que se conciencia diría relación con la violación (art. 361), pero no con el incesto
lesiona o pone en peligro un bien jurídico protegido, y este conocimiento (art. 364).
al modo del profano, del hombre común.*^'
Autores como Bacigalupo sostienen que el conocimiento exigido es el
de la punibilidad, el de la existencia de amenaza penal, aunque concreta-
72. CONCIENCIA DE LA ILICITUD E IMPUTABILIDAD
mente se ignore cuál es la sanción.*^^
Bustos expresa que la conciencia requerida no importa "conocimien-
to" de la ilicitud. Hace diferencia entre el "conocimiento" y la "conciencia"; Se ha considerado que en esencia no hay diferencia entre imputabilidad,
esta última es consecuencia del aprendizaje social, de la evolución histórica que es aptitud del sujeto para comprender lo que es contrario a derecho,
de un pueblo, está constituida por valores en los que se cree.*^ La con- y la conciencia de la ilicitud, puesto que en el fondo se trata de la
ciencia de la ilicitud diría relación con el evento en concreto y con las "posibilidad de dicha conciencia", la que no existe tanto en el inimputable
particularidades de su autor, al cual conforme a su imputabilidad será o no como en el imputable que no tuvo tal alternativa. Pero en realidad son dos
posible exigir una determinada comprensión de la antijuridicidad. nociones distintas: imputabilidad es capacidad de tener conciencia en el
No debe confundirse la conciencia de la ilicitud del hecho con el de sentido normativo; en tanto que establecer si el sujeto que está en posesión
su inmoralidad o antisociabilidad; son ideas conceptualmente independienr de dicha aptitud, en el evento particular, ha tenido o no esa conciencia
tes. Sobre este punto existe acuerdo en la doctrina. pudiendo tenerla, es algo diverso. Precisamente esto último es lo que
interesa determinar al analizar la culpabilidad una vez establecido que el
sujeto es imputable.^^
10. MOMENTO EN QUE SE DEBE TENER CONCIENCIA
DE LA lUCITUD
73. LA EXIGIBILIDAD DE OTRO COMPORTAMIENTO
(LA NORMALIDAD DE LA MOTIVACIÓN)
No se exige que el individuo que incurre en el comportamiento típico
tenga un conocimiento de la antijuridicidad anterior o coetáneo al mo-
mento en que lo llevó a cabo. El tercer elemento que integra la culpabilidad es la posibilidad de exigir al
No es fundamental una conciencia actual, sí debe existir, como míni- autor de un acto típico y antijurídico, un comportamiento diverso al que
mo, un conocimiento potencial, latente en el autor, en relación a la ilicitud; tuvo, o sea una conducta ajustada a derecho. Es posible tal exigencia^ólo
es suficiente que haya tenido la posibilidad de adquirirlo, aunque en cuando ese autor hubiese estado en situación de que pudiera motivarse
definitiva lo haya ignorado. De manera que hay conciencia tanto si el sujeto conforme a la norma. Si no podía exigírselST^n súTaio, una coñcTucta
conocía la ilicitud de su actuar, como si lo ignoraba en circunstancias que diversa a la qué tüvoTío corresponde reprocharle la misma. El legislador
pudo haberlo sabido. En este último caso, su culpabilidad quedará dismi- no puede imponer a los legislados, en forma imperativa, conductas heroi-
nuida, pues de su parte habría un error vencible que atenúa la responsabi- cas o extraordinarias: la ley se dicta para regular relaciones dentro de
lidad; se sabe que la culpabilidad es particularmente graduable.^*^ niveles de normalidady considerando las posibilidades de reacción del
hombre medio.^''^~~
La condición en comentario fue iri^corporada como elemento de la
culpabilidad por los neokantianos, en la teoría normativa compleja, cuyos
497
J e s c h e c k , D.P., I, p . 624.
' Bacigalupo, Manual, p. 335. En el m i s m o sentido, Vivían BuUemore (notas d e sus
clases) " ' j e s c h e c k , Traíodo, I, p . 624.
499 Bustos, Manual, p. 3S5.
^"2 Cfr. M a u r a c h , D.P., II, p p . 9 7 y ss.; Cobo-Vives, D.P., III, p . 265.
' G ó m e z Benítez, Teoría, p. 486. • >-''TÍ!¿Í^' -. ^ ° ' M u ñ o z C o n d e . Teoría, o. 164.
w

214 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO LA CULPABILIDAD Ifé

sustentadores eran causalistas. Sectores doctrinarios han criticado este integran la culpabilidad; a saber, imputabilidad, conciencia de la anüjuri-
elemeríto"comcrreSn5I(ricausalista de la teoría del delito; ajuicio de esos dicidad y exigibilidad de otro comportapiiento. Como todos estos elemen-
críticos es innecesario, porque quedaría abarcado por la imputabilidad o tos son en principio graduables, si alguno de ellos no concurre, o con-
la conciencia de la antijuridicidad.^* No obstante, otro amplio sector de curriendo no lo hace en plenitud, la responsabilidad se puede atenuar. Se
la doctrina se inclina por mantener la exigibilidad; suficiente es citar a Mir señaló al iniciar el estudio de la culpabilidad que es un elemento del delito
Puig {D.P., p. 474, Sáinz Cantero {Lecciones, II, p. 95), Cobo-Vives {D.P., III, que admite atenuación conforme a la intensidad del reproche, de manera
p. 265), Etcheberry {D.P., I, p. 235), Cury {D.P, II, p. 73), Naquira {La que puede quedar tanto excluida como disminuida.
Imputabilidad, en R.C.P., t. XXXVIII, p. 6), Novoa {Curso, I, pp. 561 y ss.). La categoría de cada uno de los elementos que integran la culpabili-
El cuestionamiento de la exigibilidad de otra conducta como tercer dad obliga a que el estudio de ella tenga un ordenamiento preciso; si no
elemento de la culpabilidad podría ser razonable, pues la imputabilidady concurre la imputabilidad, no procede analizar la conciencia de la antiju-
la conciencia de la antíjuridicidad serían sus únicos componentes, con ridicidad —ésta presupone capacidad en el sujeto^; si no se tiene concien-
ellos queda íntegramente conformada. La no exigibilidad tiene naturaleza cia de la antijuridicidad, sería irregular que la ley exigiera a una persona
negativa, se trata de ciertas circunstancias que, de concurrir, liberan del una conducta distinta.
reproche, o, como dicen algunos autores, dispensan de él.^^ Puede suceder que el primer elemento que compone la culpabilidad
Enjgljj.P. no se encuentran preceptos que categóricamente requieran concurra parcialmente, como por ejemplo cuando el sujeto actúa con una
jX)mo elemento de la culpabilidad la exigibilidad de una conducta confor- imputabilidad disminuida; ello es insuficiente para interrumpir el análisis,
me a derecho, pero una interpretación sistemática del mismo, cual lo no puede descartarse que haya incurrido en error, lo que repercutirá en la
^stieneti; autores como Novoa, Etcheberry y Cury, entre otros, obligad conciencia de la ilicitud; puede también el sujeto enfrentar condiciones
llegar^ tal C£)ncjusión^^ el art. 10, que establece Tas" circunstancias que excepcionales que le impidan motivarse por la norma, lo que no hace
eximen de responsabilidad; algunas de ellas tienen fundamento en la posible esperar de su parte una conducta conforme a derecho.
imposibilidad del sujeto de motivarse conforme a la norma al enfrentarse Las circunstancias que excluyen o modifican la culpabilidad se deno-
á determinadas situaciones, como las descritas en el N- 9°, esto es obrar minan causales de inculpabilidad y se han clasificado en tres grupos: a) de
violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo msupera- inimputabilidad; b) error de prohibición, que excluye la conciencia de la
ble; o el art. 226, que regla situaciones donde el autor se ve oBTígado a ilicitud, y c) la inexigibilidad de otra conducta.
obedecer una orden del superior jerárquico. La mujer que cuando se inicia
un incendio en el cinematógrafo huye aterrorizada pasando a llevar a
niños, a los cuales lesiona, tiene capacidad penal, pues es imputable, tiene 75. LAS CAUSALES DE INIMPUTABILIDAD
conciencia de que no puede lesionar a menores, pero no se puede esperar
que motive su comportamiento conforme a esa conciencia, por cuanto
normalmente un incendio provoca pánico, en tales circunstancias las Más adecuado es referirse a la ausencia de imputabilidad, toda vez que el
personas no logran controlarse y, entonces, no es posible "exigirles" un principio general es que en el sistema nacional se presupone la imputabi-
comportamiento diverso. lidad; su ausencia es la excepción, y los casos en que falta están expre-
samente enunciados por la ley: 1) la enajenación mental (art. ION- 1°);
2) el trastorno mental transitorio (art. 10 N° 1°); 3) la menor edad
ORCUNSTANCIAS QUE EXCLUYEN LA CULPABILIDAD (art. 10N°^2°y3-).
Se han clasificado estas causales atendiendo a su origen: las dos pri-
meras lo tienen en el trastorno mental, permanente o temporal, y la
74. CONCEPTOS GENERALES tercera en el desarrollo mental insuficiente.^*'*
Las legislaciones tienen distintos sistemas para regular las causales de
inimputabilidad. No señalan en general cuáles son los imputables, sino
La posibilidad de reprochar al autor un acto típico y antijurídico, puede
que establecen el principio de que la capacidad penal es un atributo de
quedar excluida por la ausencia de cualquiera de los elementos que
todas las personas, salvo aquellas que expresamente declara como carentes
de capacidad; los fundamentos que toman en cuenta son diversos. Se
pueden distinguir tres sistemas: el biológico o psiquiátrico, el psicológico
P l a n t e a n c o n c e p c i o n e s diversas G i m b e r n a t , q u e rechaza la teoría n o r m a t i v a d e la y un criterio mixto. < - .„ .
c u l p a b i l i d a d (Introducción, p . 69); G ó m e z Benítez, q u e i n t e g r a la culpabilidad c o n la i m p u -
tabilidad y la c o n c i e n c i a d e la antijuridicidad (Teoría, p . 491); Bacigalupo, c o n la posibilidad
d e c o n o c i m i e n t o y d e motivación (Manual, p . 153).
Rnn _ _ ^ . _ _ ' Curv. D . P . II n ^4
LACULPABIUDAD 217
216 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

El sistema psiquiátrico corresponde al criterio clásico, que hace una afectan a la "lucidez", pues si obró en un "intervalo lúcido" es imputable.
enumeración expresa de las afecciones, enfermedades y estados en que la Lucidez es claridad de razonamiento, de modo que la expresión locura o
imputabilidad queda excluida. Conforme a un amplio sector de la doctri- demencia alude a los enfermos mentales que carecen de claridad en su
na, sería el seguido por la legislación nacional,^' que se refiere especial- razón ojuicio.^*'^
mente a la locura o demencia y a la menor edad. El criterio psicológico Esta interpretación se confirma con lo que en la actualidad señala el
prefiere no aludir a situaciones puntuales, se inclina por una formulación C. de P.P. en sus artículos 682 y siguientes, bajo el título de "Medidas
general sustentada en los efectos psicológicos que debe presentar el sujeto, aplicables a los enajenados mentales", donde no emplea las expresiones
que repercuten en su posibilidad de comprensión de los hechos y de "loco" o "demente", sino las de "enajenado mental", cuyo sentido obvio
determinarse en concordancia. alude al que se encuentra perturbado en su razón, fuera de sí. Por lo
Un tercer sistema es el denominado mixto, que precisando los casos demás, este criterio queda en evidencia en los arts. 686 y 687 del referido
concretos en que hay ausencia de imputabilidad, exige, además, que se Código, disposiciones que reiteradamente precisan que en el caso de que
causen alteraciones psicológicas que repercutan en la comprensión y el enfermo mental "recupere la razón" cesarán en su vigencia las medidas
posibilidad de determinación del individuo. Este método permitiría mayor que dispone para tales enfermos, de donde se colige que enajenación
amplitud en la aplicación de los principios y, por ende, del efectivo mental para los efectos jurídico-penales significa privación de razón,^^^ y
establecimiento en el caso específico de la existencia de la capacidad penal que las voces "locura" o "demencia" deben identificarse con "enajenación
o su ausencia. mental" según el art. 81 del C.P. en relación con los arts. 682 y siguientes
Se ha criticado a los tribunales por haber interpretado con demasiada del C. de P.P.
amplitud la normativa sobre esta materia, pero tal posición podría deberse
a que el C.P. emplea términos que no tienen sentido claro en psiquiatría
I Locura o demencia no deben entenderse, de consiguiente, como
expresiones médico-psiquiátricas, sino en su sentido normativo, que puede
enunciarse como una "amplia alteración de las facultades intelectivas y
—loco o demente—, lo que permitiría entender que pretendió hacer
referencia a personas que en el sentir social se muestren desadaptadas, volitivas de una persona, de cierta intensidad y carácter más o menos
carentes de facultades psíquicas, intelectuales y volitivas adecuadas para permanente",^'' omnicomprensivas tanto del enfermo mental patológico
motivarse por la norma penal, lo que en definitiva es lo que constituye la propiamente tal, como del que sufre cualquiera afección que le provoque
inimputabilidad según la doctrina.^**^ los efectos psíquicos recién indicados.^'^
Sobre la conveniencia de que el alcance de las palabras empleadas por
el legislador sea el normativo, es interesante señalar lo que expresa Muñoz
Conde haciendo referencia al C.P. español: "Con ello se deja en la más
7.5.1. IJ\ LOCURA O DEMENCIA*
absoluta libertad al juez para poder calificar como enajenado todas aque-
llas manifestaciones psicopáticas y defectos o alteraciones del proceso de
El art. 10 N° 1° señala que está exento de responsabilidad penal "el loco o socialización, relevantes en el orden a la determinación de la imputabili-
demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido..." Como se dad de un individuo".^'^
expresó en el párrafo anterior, no hay en psiquiatría afecciones que calcen
en tales expresiones, lo que obliga a precisar cuál es su alcance normativo
a) Las enfermedades mentales
penal, el que podría inferirse de la frase "a no ser que haya obrado en un
intervalo lúcido". Loco o demente son voces que en su alcance natural se
refieren a los enfermos de la mente, pero tampoco es posible extenderlas oolo enunciaremos esta materia por corresponder a medicina legal; es útil,
a todos ellos, ya que existe un amplio espectro de afecciones mentales que en todo caso, señalar que de acuerdo a las conclusiones antes indicadas,
no siempre alcanzan trascendencia penal. Al hacer un cuidadoso análisis no todo enfermo mental es inimputable.
de la disposición y su contexto, su sentido queda reducido exclusivamente Lo será exclusivamente aquel que por su afección queda privado en
a los enfermos que sufren anomalías de orden patológico o psicológico que forma ostensible de las facultades intelectivas o volitivas. Enfermedad mental

Véase la a b u n d a n t e J u r i s p r u d e n c i a sobre la m a t e r i a e n V e r d u g o , Código Penal, Con-


'^'*"j=naai, I , p p . 7 6 y s s .
5°^ Labatut, D.P., I, p. 151; Novoa, Curso, I, p. 275; Etcheberry, D.P., I, p. 198; Cury, D.P., 11,
^^^ Etcheberry, D.P., I, p . 199.
p. 31.
^''«Naquira, LaImputabiUdad, en R.C.P., t. XXXVIII, p p . 21-22. 512 ^^'^' ^ ^ ' " ^ C a n t e r o , Lecciones, III, p . 34.
* E s t a n d o en impresión este libro salió a la p u b l i c i d a d el i n t e r e s a n t e trabajo del profesor En g e n e r a l , c o n f o r m e Etcheberry, D.P., I, p. 199; Cury, D.P., \l, p p . 35-36. Restringe m á s
Osvaldo R o m o ?., Medicina LegaL Elementos de Ciencia Forense (Ed. J u r í d i c a d e Chile, 1992), q u e l í ™ ' " ° Novoa (Curso, 1, p . 4 5 6 ) , q u e c o n s i d e r a sólo las afecciones patológicas.
. ^^r.^^^ A^ M u ñ o z C o n d e , Teoría, p . 150.
218 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA CULPABILIDAD 219

es un proceso patológico o morboso que trae como resultado una intensa obstante que en apariencia los síntomas desaparezcan. Esto adquiere
alteración de la personalidad del paciente, con cierta permanencia.
Las enfermedades mentales que la doctrina y la jurisprudencia acep-
tan como posibles causales de inimputabilidad son las siguientes:
En el grupo de los denominados trastornos funcionales, que genérica-
mente se conocen como psicosis, las más frecuentes son la paranoia, la
1' particular relieve en el caso de los epilépticos, respecto a los períodos
comprendidos entre uno y otro ataque.

c) Situación del loco o demente en la legislación nacional


esquizofrenia o demencia precoz, la locura maníaco-depresiva (denomina-
da también locura circular) y la oligofrenia. Estas enfermedades, como son En la actualidad el C.P. dejó de reglamentar la situación del loco o
de naturaleza progresiva o evolutiva, para que el que las sufre se considere demente; en el art. 10 N~ 1° se limita a declararlo exento de responsabili-
inimputable deben haber alcanzado cierto grado de desarrollo; de no ser dad penal, salvo el caso de que haya obrado en un intervalo lúcido, y el art.
así, sólo atenúan la imputabilidad. Por ejemplo, en las oligofrenias (retraso 81 establece que si después de cometido el delito el sujeto cayere en locura
mental), sólo los grados de imbecilidad e idiotez, en que la persona logra o demencia, se aplicarán las normas del Código de Procedimiento Penal,
un desarrollo mental no superior al de un niño de unos seis o siete años aludiendo a las establecidas en los arts. 682 y siguientes.^'®
en el primer caso y de unos dos años en el segundo, constituyen causales De modo que todo lo relativo a la situación del loco o demente quedó
de incapacidad penal plena (inimputabilidad); no así tratándose del débil reglado por el C.P.P., en su Libro IV, Título III, arts. 682 y siguientes. Para
mental, cuyo desarrollo psíquico es de un menor de entre ocho y once comentar estas normas es útil señalar que en ellas se distingue entre el loco
años, que disminuye la imputabilidad, pero no la elimina (art. 10 N- 1° en o demente "peligroso" y el "no peligroso", y entre el "curable" y el "incura-
relación con el art. 11 N° 1°) y configura una eximente incompleta (art. ble".
73). Se considera enajenado mental "peligroso" (art. 688 C.P.P.) a "aquel
Existen las llamadas afecciones mentales, que son simples alteraciones que como consecuencia de su enfermedad pueda atentar contra sí mismo
de la personalidad, conocidas con la denominación genérica de psicopatías, o contra otras personas, según prognosis médico legal". Todo informe
entre las cuales están las personalidades esquizoides, paranoides, la locura psiquiátrico que se evalúe deberá hacer constar esta circunstancia (art. 689
moral. El criterio mayoritario de la doctrina y de la jurisprudencia es no C.P.P.). Los enfermos que no cumplan tales características serán conside-
reconocerlas como causales de inimputabilidad,^''' sin perjuicio de que rados "no peligrosos".
puedan atenuarla (arts. 11 N° l°y 73) como eximente incompleta. Respecto de la distinción entre "curable" e "incurable", no tratándose
Otra anormalidad psíquica es la neurosis, que consiste en situaciones de un problema de orden legal, queda sujeto a lo que dictaminen los
de conflicto del sujeto consigo mismo o con el mundo circundante, que lo especialistas médicos; por ello, el art. 689 del C.P.P. dispone que todo
presionan emotivamente, provocando los estados de angustia cuyo origen informe psiquiátrico debe dejar constancia de la situación del procesado
no siempre logra determinar; frecuentemente llegan a causarle efectos en cuanto a su posible recuperación, además de su peligrosidad.
orgánicos, como parálisis, ahogos u otros. Las neurosis no siempre afectan
a la aptitud razonadora y, por ello, no repercuten en la imputabilidad, sin i) Medidas que pueden adoptarse en relación al loco o demente , :• -
perjuicio de que al alcanzar intensidad puedan provocar efectos psíquicos
En nuestra legislación se establecen dos clases de medidas que puede
que constituyan pérdida o privación temporal de la razón,^'^ pero no
adoptar el tribunal respecto de un enajenado mental, que tienen el carác-
locura o demencia.
ter de medidas de protección o de seguridad: 1) la de internación, y 2) la
de custodia y tratamiento.
b) El intervalo lúcido La medida de seguridad de "internación" está reglada en los arts. 691
y 693 del C.P.P.; debe cumplirse en un establecimiento destinado a enfer-
mos mentales y conforme a las instrucciones que imparta el juez; su
El Código Penal consagra la posibilidad de que el loco o demente sea duración depende de las circunstancias que la hicieron necesaria, cuando
imputable para los efectos penales cuando comete el acto típico en un estas cesen termina aquélla. Pero esa internación no podrá durar un
"intervalo lúcido". Acepta que estos enfermos puedan recobrar momentá- periodo superior a aquel que corresponde al de la duración de la pena
neamente la razón, lo que desde una perspectiva psiquiátrica es discutible, privativa o restrictiva de libertad impuesta por la sentencia o de la que
porque el que sufre una afección psíquica, aunque temporalmente no probablemente le correspondería sufrir, que para esos efectos se conside-
evidencie signos de su mal, es un paciente cuyo estado es permanente, no rará el mínimo prescrito por la ley al delito o delitos por los cuales se le ha

^ " Cfr. Novoa, Curso, I, p. 463; Etcheberry, D.P., I, pp. 199-200; Cury, D.P., II, pp. 36-37. El C.P. fue modificado por la Ley N= 18.857, publicada el 6 de diciembre de 1989, que
.^'^ Bustos, Aíanuoí, p. 341. pnmio la normativa que contenía sobre el tratamiento del loco o demente.
220 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 221

procesado. En todo caso, aunque el sujeto haya cumplido el período de —Enajenación mental que sobreviene con posterioridad a la comisión del acto típico
internación, si su libertad constituye un riesgo, debe ser puesto a disposi- e injusto (art. 81 del C.P. en relación con los arts. 409 N° 3°, 684 y siguientes
ción de la autoridad sanitaria. del C.P.P.).
La medida de seguridad de custodia y tratamiento (art. 692 C.P.P.) Aquí el hechor comete el acto típico e injusto encontrándose sano
consiste en entregar al enfermo a su familia, a su guardador o a una mentalmente; su locura o demencia sobreviene con posterioridad; corres-
institución pública o privada de socorro o beneficencia para que lo someta ponde distinguir al efecto si cae en demencia antes o después de dictarse
a tratamiento, el que puede ser controlado por el juez con informes "sentencia condenatoria de término" (art. 684 inc. final C.P.P.):
periódicos. El tribunal está facultado también para exigir fianza de que se 1) La enajenación mental sobreviene antes de dictarse sentencia de
cumplirán las condiciones que él imponga. término condenatoria. El tribunal debe continuar la tramitación de la
En todo caso, la entrega de un enfermo a disposición "definitiva" de la causa hasta su terminación. Esta es la regla general, sea que el proceso se
autoridad sanitaria, pone término al control y responsabilidad de las encuentre en la etapa de sumario, plenario o posterior.
autoridades judiciales y penitenciarias. La autoridad sanitaria no puede Si el proceso está en la etapa de sumario, necesariamente el juez debe
negarse a recibir al procesado cuya libertad ha sido declarada como continuar con su tramitación hasta cerrarlo (art. 684 inc. 1° C.P.P.). Si no
peligrosa, y el afectado no podrá permanecer en ningún establecimiento corresponde sobreseer el proceso por alguna de las causas generales
penitenciario o carcelario (art. 694 C.P.P.). enumeradas en el art. 409 del C.P.P., el tribunal deberá decidir si sobresee
o no la causa conforme a lo que dispone el artículo recién citado en su
ii) Situación del loco o demente en relación al delito N° 3°. Para pronunciarse sobre el punto deberá considerar "la naturaleza
del delito y la de la enfermedad", para lo cual puede pedir informe médico
Corresponde diferenciar la situación del autor que se encontraba en tal legal. Si la enajenación sobreviene cuando la causa se encuentra en estado
estado al cometer el delito de aquel que cae en locura o demencia después de plenario o luego de terminado éste y antes de dictarse sentencia de
de haberlo cometido. término, aplicará igual procedimiento (inc. 2° del art. 684 C.P.P.). Según
—Locura o demencia anterior o coetánea a la comisión del hecho (art. 10 N° 1 - del lo que decida el juez, pueden darse estas posibilidades:
C.P. en relación con los arts. 408 N^ 4^^, 421* y 682 del C.P.P.). Respecto • Si resuelve no continuar con el procedimiento, deben —a su vez—
del hechor que al tiempo de cometer el acto típico e injusto estaba loco o distinguirse dos alternativas (art. 686 C.P.P.):
demente, se pueden presentar cuatro alternativas: —Que el enfermo sea incurable: se dicta sobreseimiento definitivo
1) Si es absuelto o sobreseído por un motivo distinto al N- 1° del art. 10, conforme al art. 408 N° 4°, y se pone a disposición de la autoridad sanitaria
debe distinguirse si su libertad constituye o no un peligro para la sociedad: si su libertad es peligrosa; en caso contrario se le deja en libertad (art. 686
si es peligrosa, debe ser puesto a disposición de la autoridad sanitaria; si no inc. F C.P.P.);
lo es, debe ser dejado en libertad (art. 683 C.P.P.); —Que el enfermo sea recuperable: se sobresee temporalmente a su
2) Si es sobreseído o absuelto precisamente por ser enajenado mental, respecto conforme al art. 409 N- 3°, entretanto recobra la razón. Pero al
como lo dispone el art. 408 N- 4° del C.P.P. de modo imperativo, y su procesado se le internará en un establecimiento para enfermos mentales
libertad constituye un peligro, el tribunal, como medida de seguridad y si su libertad se considera peligrosa o cuando no siéndolo la pena probable
protección, debe disponer su internación en un establecimiento para mínima no será inferior a cinco años y un día de privación o restricción de
enfermos mentales (art. 682 inc. 1° C.P.P.); libertad. En los demás casos se entrega el procesado a su familia o a la
entidad adecuada bajo fianza de custodia y tratamiento (art. 686 inc. 2°
3) Si el tribunal tiene que sobreseer la causa o absolver al sujeto en la
C.P.P.).
forma señalada en el N- 2°, o sea por la causal establecida en el art. 10 N° 1°,
conforme al art. 408 N° 4° del C.P.P., y su libertad no constituye un peligro, • Si el tribunal dispone que debe continuar el procedimiento, éste ha
pero requiere de un tratamiento, debe ser entregado bajo fianza de de adelantarse por todas las etapas que correspondan, pudiendo presen-
custodia a su familia o alguna institución, como lo dispone el art. 692 del tarse dos alternativas:
C.P.P. (art. 682 inc. 2^ C.P.P.), y —Si resulta absuelto el enfermo, se hará aplicación de las reglas
4) Si en las mismas condiciones antes señaladas es sobreseído o absuel- señaladas en el párrafo c) b) 1; en otras palabras, lo que disponen los arts.
to y su enfermedad ha desaparecido o no requiere de tratamiento, corres- 682 y 683 del C.P.P.;
ponde que se le deje en libertad sin condiciones (art. 682 inc. final C.P.P.). Si es condenado por sentencia de término, el tribunal debe dictar
una resolución fundada para que no se cumpla la pena restrictiva o
privativa de libertad si es incurable, o para que se suspenda su cumplimien-
to si es curable (art. 687 C.P.P.).
* Nota. Si bien el art. 421 del C.P.P. fije modificado por la Ley N= 18.857, se omitió salvar Cuando el sentenciado es incurable, el juez debe adoptar, además, las
la referencia que hace al art. 10 N= 1= del C.P.; en la actualidad su texto es equívoco en su
alcance.
siguientes medidas: si su libertad constituye un riesgo, debe ser puesto a
222 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA CULPABILIDAD •'~!f:m 2S3'

disposición d e la autoridad sanitaria; si n o constituye u n riesgo, p e r o h a Este p r e c e p t o se agregó p o r la Comisión Redactora p e n s a n d o particu-
sido objeto d e u n a sanción d e privación o restricción d e libertad o d e varias larmente e n el q u e actúa en estado d e ebriedad.
que en conjunto sumen más d e cinco años, h a de ser e n t r e g a d o bajo fianza En el á m b i t o nacional se estima q u e p a r a q u e c o n c u r r a esta causal de
de custodia y tratamiento; en los demás casos se le p o n d r á en libertad. inimputabilidad d e b e n reunirse las siguientes condiciones:
Si el c o n d e n a d o es r e c u p e r a b l e en su enfermedad, la p e n a q u e d a en
a) H a n d e p e r d e r s e las facultades intelectuales y volitivas, esto es la
suspenso en c u a n t o a su cumplimiento, p e r o el tribunal d e b e r á a d o p t a r las
aptitud d e c o n o c e r o c o m p r e n d e r y la d e obrar de a c u e r d o a tal c o m p r e n -
siguientes medidas: si su libertad constituye u n peligro o la sanción q u e se
sión; n o r m a t i v a m e n t e la palabra "razón" d e b e equipararse a la expresión
le h a impuesto, o el conjunto de ellas, es superior a cinco años d e restric-
'juicio", interpretación q u e en la situación en c o m e n t a r i o resulta valedera;
ción o privación d e libertad, d e b e ser i n t e r n a d o en u n establecimiento
p a r a enfermos mentales; en los demás casos será e n t r e g a d o bajo fianza d e b) La p é r d i d a del p o d e r r a z o n a d o r d e b e ser total; si sólo es parcial, se
custodia y t r a t a m i e n t o (art. 687 inc. 2° C.P.P.). daría un estado d e imputabilidad disminuida (arts. 11 N° 1-y 73);
Sin perjuicio de lo señalado, en el m o m e n t o en q u e el c o n d e n a d o c) La ausencia d e razón d e b e tener c o m o causa circunstancias ajenas 3L
r e c u p e r e la razón, d e b e r á cumplir la sentencia condenatoria, siempre q u e la voluntad del afectado, y su origen p u e d e ser doloso, culposo o fortuito.
la p e n a n o haya prescrito; en t o d o caso c o r r e s p o n d e i m p u t a r a ese cumpli- Así se p r e t e n d i ó impedir toda posibilidad de q u e el ebrio p u d i e r a calificar-
m i e n t o el t i e m p o q u e estuvo privado de razón (art. 687 inc. final C.P.P.). se c o m o inimputable.^^' La ebriedad plantea, n o obstante, algunas com-
plejidades q u e el p r e c e p t o n o resuelve en forma adecuada, salvo en
2) La locura o d e m e n c i a sobreviene después d e dictada la sentencia
relación con la actio liberae in causcu
c o n d e n a t o r i a d e t é r m i n o . El tribunal, en resolución fundada, declarará
que n o c o r r e s p o n d e cumplir la c o n d e n a o suspenderá su ejecución con- En las hipótesis de p é r d i d a total d e la razón q u e d a n c o m p r e n d i d a s
forme a las reglas indicadas en el párrafo 1. b ) , o sea aplicará lo prescrito distintas causas en c u a n t o a su fuente. U n a impresión intensa, u n trauma-
en el a r t 687 del C.P.P., t e n i e n d o en c u e n t a si es o n o recuperable. tismo violento, substancias químicas c o m o los fármacos, el licor, los aluci-
nógenos, p u e d e n ser causas de ese estado. Indistintamente p u e d e n tam-
iii) Destino de la acción civil derivada de un delito cometido por un bién ser sus fuentes circunstancias e n d ó g e n a s o exógenas; lo trascendente
loco o demente es que la p é r d i d a d e razón n o tenga su origen en la propia voluntad del
sujeto.
Si la acción n o había sido i n t e n t a d a en el proceso criminal, d e b e r á inter-
ponerse a n t e el j u z g a d o civil; si se había d e d u c i d o en el proceso criminal,
ésta d e b e c o n t i n u a r hasta q u e se dicte sentencia resolviendo la d e m a n d a a) La "actio liberae in causa" ( p r e o r d e n a c i ó n delictiva)
civil y se cumpla lo o r d e n a d o en ella (art. 695 C.P.P.).
El autor de u n a actividad típica p o d r í a evadir su calidad d e imputable,
iv) Autoridad a quien le corresponde el control de los establecimientos especiales y creándose artificialmente u n estado d e p é r d i d a total y t e m p o r a l d e la razón
carcelarios donde se encuentran enajenados mentales en forma dolosa o culposa. Sería dolosa c u a n d o sabiendo que u n determi-
n a d o alucinógeno le provoca impulsos violentos, lo ingiere precisamente
Es el ministerio público el q u e tiene tal deber; los fiscales de las Cortes para atacar a u n tercero. Sería culposa si en iguales circunstancias, al
respectivas d e b e n efectuar visitas a dichos establecimientos p o r lo m e n o s mgerir la droga n o prevé tal resultado. Acciones c o m o las señaladas se
cada tres meses; ellos también son los q u e d e b e n , d e oficio o a petición de d e n o m i n a n libres e n su causa, p u e s el a u t o r al m o m e n t o d e ejecutar la
parte, solicitar las medidas judiciales y administrativas dirigidas a evitar acción se crea u n estado de inimputabilidad. Es posible responsabilizar d e
t o d o error, abuso o deficiencia (art. 696 C.P.P.). su h e c h o a sujetos c o m o el del paradigma, r e c u r r i e n d o al sistema d e
retrotraer el dolo del tipo o la culpa al m o m e n t o en que su a u t o r se colocó
en estado d e irresponsabilidad penal, c o n s i d e r a n d o su actuar c o m o u n
75.2. lA PRIVACIÓN TEMPORAL TOTAL DE LA RAZÓN todo, lo q u e p e r m i t e atribuir el resultado típico a dolo o culpa, pues al
POR CA.VSAS INDEPENDIENTES DE LA VOLUNTAD iniciar su actividad era imputable. En este caso la privación transitoria d e
razón se convierte en u n m e d i o d e comisión del delito.

El C.P. considera inimputable n o sólo al loco o d e m e n t e , sino también al


q u e "por cualquier causa i n d e p e n d i e n t e d e su voluntad, se halla privado
totalmente de razón", circunstancia que al vincularla con el c o n c e p t o d e
517 .
locura o d e m e n c i a permite concluir q u e c o m p r e n d e la p é r d i d a d e las jgy ^'^^^ de la Comisión Redactora, sesiones N"" 5 (7-V-1870), 8 (17-V-1870) y 120 (21-III-
facultades psíquicas en íormR ternporaL
226 NOCIONES FUNDAMENTALES DELATEORIADEL DELITO LACULPABIUDAD 227

n o r m a específica fue reemplazada p o r u n a de mayor amplitud, q u e consi- La legislación nacional en materia d e imputabilidad del m e n o r h a
d e r a la alteración d e la facultad de percepción desde el n a c i m i e n t o o desde a d h e r i d o al sistema psicológico, estableciendo u n a edad m í n i m a para ser
la infancia del sujeto c o m o causal general d e inimputabilidad (art. 8° imputable, y u n p e r í o d o i n t e r m e d i o en q u e la capacidad p e n a l d e p e n d e
de su discernimiento.
Si bien el C.P. n o alude al s o r d o m u d o , es i n d i c i a d o q u e el art. 349 del
C.P.P., tratándose d e inculpados o encausados s o r d o m u d o s o q u e tengan
más de setenta a ñ o s d e edad, cualquiera sea la penalidad del delito d e q u e a) Edad m í n i m a
se trate, o r d e n a imperativamente q u e el tribunal d e b e solicitar u n e x a m e n
mental, lo que indicaría u n a d u d a q u e tendría e n principio, siempre, el El art. 10 N° 2^ declara, de derecho, q u e se e n c u e n t r a e x e n t o d e res-
o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o respecto d e la imputabilidad de tales personas. ponsabilidad "el m e n o r de dieciséis años." C u a n d o el a u t o r e n el m o m e n t o
En el caso del hipnotizado, hay opiniones en el sentido de q u e están de comisión del h e c h o n o tiene la edad indicada, es inimputable. Interesa
privados d e razón.^^^ O t r o s estiman que d e b e distinguirse e n t r e aquel cuya precisar q u e se considera p a r a d e t e r m i n a r la edad la época del delito,
voluntad es d o m i n a d a en plenitud d e aquel q u e sólo es sugestionado; en aquella q u e tenía el m e n o r el día e n q u e agotó la actividad personal q u e a
este caso prefieren desplazar el p r o b l e m a d e la imputabilidad al del error, él le c o r r e s p o n d í a realizar en el delito; si en esa fecha n o había c u m p l i d o
sea de tipo o p r o h i b i c i ó n . ^ ^ Autores c o m o Novoa concluyen que corres- la edad m í n i m a — o sea 16 años—, a u n q u e el h e c h o se haya c o n s u m a d o
p o n d e analizar cada situación particular.^^^ con posterioridad, se estima inimputable. En u n homicidio el m e n o r es
O t r o aspecto discutido es el del paroxismo emocional, situación e n inimputable si infirió la h e r i d a mortal antes de cumplir la e d a d necesaria,
q u e u n a p e r s o n a es objeto de u n a emoción tan intensa, q u e le causa u n a u n q u e el fallecimiento d e la víctima haya sobrevenido con posterioridad
estado de e x t r e m a exaltación.^^* Las opiniones son disímiles en la materia, a la fecha en que cumplió 16 años.
p e r o se acepta en principio q u e estados c o m o el señalado p u e d e n tener tal
gravedad q u e priven m o m e n t á n e a m e n t e de razón a quien los sufre.^^^
b) Edad i n t e r m e d i a (discernimiento)
ui.
75.3. LA MKNOR líDAD En el N - 3° del art. 10 declara inimputable "al mayor d e dieciséis años y
m e n o r d e dieciocho, a n o ser q u e conste q u e h a o b r a d o con discernimien-
to".
Es práctica de todas las legislaciones establecer u n a edad m í n i m a en q u e La n o r m a transcrita consagra el principio d e que el m e n o r d e 18 años
se m a r g i n a a u n a p e r s o n a d e la posibilidad d e r e s p o n d e r p e n a l m e n t e . Esta cumplidos es i n i m p u t a b l e . La excepción es q u e n o lo sea, lo que sucede
causal es la única q u e en la culpabilidad n o a d m i t e graduación; se es o n o c u a n d o h a o b r a d o con "discernimiento".
m e n o r de edad para los efectos de la imputabilidad. En general, las Sobre lo q u e se e n t i e n d e p o r discernimiento existen opiniones dispa-
legislaciones siguen el criterio d e n o m i n a d o biológico, q u e establece u n a res. Se p u e d e n señalar dos tendencias: la psicológica o intelectual y la de
edad d e t e r m i n a d a desde la cual se es imputable, y otro d e n o m i n a d o política criminal o d e la peligrosidad.
psicológico, q u e considera las circunstancias personales d e u n sujeto para La tendencia intelectual considera q u e u n m e n o r h a o b r a d o con discer-
establecer si h a a d q u i r i d o m a d u r e z psíquica o aptitud para discernir, sin nimiento c u a n d o tiene u n desarrollo psicológico que le p e r m i t e distinguir
perjuicio d e q u e se establezca u n a edad que, para todos los efectos penales, la licitud o ilicitud d e su actuar, tesis q u e tiene acogida mayoritaria en la
d e d e r e c h o se p r e s u m e q u e n o se es responsable p o r carecer del desarrollo doctrina nacional.^^^
mental a d e c u a d o . La tendencia de la política cñminal sostiene que el discernimiento d e b e
Algunas tendencias descartan el p r o b l e m a de la imputabilidad del identificarse con la posibilidad de rehabilitación del m e n o r ; en otros
m e n o r c o m o e l e m e n t o de la responsabilidad y lo proyectan al d e la política términos, si se califica c o m o peligroso y sin probabilidad de reeducación,
criminal, en c u a n t o a la conveniencia en el á m b i t o práctico judicial de se declara q u e o b r ó con discernimiento.
excluirlo d e la reacción estatal punitiva. La praxisjudicial m a n t i e n e u n a posición mixta: considera la capacidad
intelectual del m e n o r para c o m p r e n d e r la trascendencia jurídica de su
conducta, c o m o sus posibilidades d e readaptación, criterio que, n o obstan-
521 Etcheberry, D.P., I, p . 203. r.i;¿.*»'*
522 Cury,Z).P„ 11, p p . 48-49. , . : ^ h •
52' Novoa, Curso, I, p . 472.
52^ Novoa, Curso, I, p . 480.
525 Véanse al efecto Novoa, Curso, I, p . 480; Cury, D.P., II, p . 49; G ó m e z Benítez, Teoría, Novoa, Curso, I, p. 488; Etcheberry, D.P., I, pp. 205-206; Antonio Rascuñan, Resporv-
pp. 467 y ss. . . - . sabiUdad Penal del Menor, V, I, p . 199.
228 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 229

te las críticas de ciertos sectores, satisface los requerimientos de política adecuado a un establecimiento especial de educación, y d) entregarlo al
criminal por ahora.^^" cuidado de alguna persona que se preste para ello, a fin de que viva con su
familia, quedando en este caso sujeto también a la libertad vigilada.
Si el menor es imputable, vale decir cuando se declara por sentencia
c) Cómo y quién se pronuncia sobre el discernimiento firme que obró con discernimiento, el juzgado del crimen respectivo es el
competente para conocer su situación; pero si llega a condenarlo, debe
Le corresponde pronunciarse sobre el discernimiento de un mayor de aplicar lo dispuesto por el art. 72 inc. 1° del C.P., esto es "se le impondrá la
dieciséis años y menor de dieciocho al juez de letras de menores, de modo pena inferior en grado al mínimo de los señalados por la ley".
que el juzgado del crimen debe poner al menor inculpado a disposición
de aquel tribunal con los antecedentes del caso, y éste, antes de resolver,
solicitará informe al Consejo Técnico de Menores o a alguno de sus
miembros. La resolución que pronuncie declarando que obró con discer- 76. CAUSALES QUE EXCLUYEN LA CONCIENCIA DE LA
ANTIJURIDICIDAD. EL ERROR DE PROHIBICIÓN
nimiento es apelable y del recurso conoce la Corte de Apelaciones que
corresponda. La resolución que declare que un menor obró sin discerni-
miento en un delito que merezca pena aflictiva, debe necesariamente ser Se ha precisado cuáles son las causales que excluyen la impulabilidad, y se
elevada en consulta a la referida Corte, que la conoce en cuenta, previa expresó que —^a su vez— existían causales que excluían el segundo elemen-
vista del fiscal (art. 28 de la Ley N-16.618, que fija el texto definitivo de la to de la culpabilidad, la conciencia de la antijuridicidad, lo que sucede
Ley de Menores). cuando erróneamente se estima que se obra conforme a derecho: aquí el
Ejecutoriada la sentencia que declara que el menor obró con discerni- sujeto tiene un equivocado concepto de la licitud de su acción, lo que se
miento, se comunica al juzgado del crimen para que continúe conociendo denomina error de prohibición.
de la causa; en caso contrario, el tribunal de menores retiene al menor
inculpado que queda a su disposición, y pide los antecedentes respectivos
al juzgado del crimen para hacerse cargo de su conocimiento.
7 6 . 1 . CONCEPTO DEL ERROR DE PROHIBiaÓN

d) Situación jurídico-penal del menor


Como noción fundamental, se puede afirmar que incurre en esta clase de
error aquel sujeto que cree estar obrando conforme a derecho, aunque en
Hay que distinguir la situación del menor inimputable, o sea del menor de
realidad realiza una acción típica y antijurídica, o sea, aquel que tiene un
16 años o mayor de esa edad declarado sin discernimiento, de la del mayor
falso concepto de la licitud de su actuar, no necesariamente de su punibi-
de 16 y menor de 18 años cumplidos que obró con discernimiento, que es
lidad,^^* La naturaleza del error impide al Estado reprochar el comporta-
imputable.
miento de la persona que lleva a cabo una actividad en la convicción de
Respecto del inimputable, el juzgado del crimen es incompetente y
que lo hace sin contravenir el ordenamiento jurídico: no se le puede
debe así declararlo y ponerlo a disposición del juzgado de menores que
inculpar por ese hecho, o su culpabilidad se atenúa, según los casos. No se
corresponda para que se avoque el conocimiento del caso y resuelva a su
trata de un error que incide en el conocimiento de la ley, sino de la
respecto. El único tribunal competente para conocer de los crímenes,
convicción o creencia del sujeto de lo que para él constituye la "normativi-
simples delitos y faltas atribuidas a un menor, conforme al art. 26 N- 8° en
dad"; esta clase de error debe desvincularse de la noción "ignorancia de la
relación con el art. 28 de la Ley N° 16.618, que fijó el texto refundido de
ley (error de derecho), se refiere al ordenamiento, a lo que el sujeto
la Ley de Menores, es el juzgado de esa especialidad. Esta normativa, por
piensa de buena fe que el "derecho" —y no el precepto legal— prohibe o
ser específica, prefiere en su aplicación a la del C.P.P., que en su art. 408
permite. Esto significa distinguir entre "ley" y "derecho".^^^ Se sostiene que
N~ 4° dispone que se debe sobreseer definitivamente la causa si el procesa-
esta conciencia corresponde a la de la anüjuridicidad material —no la
do está exento de responsabilidad conforme al art. 10 del C.P.
^'^sSf^—' '^"'•'•«^sponde al conocimiento del profano de la materia jurídi-
El juez de menores puede imponer al menor en situación irregular ca
alguna de las medidas que se señalan en el art. 29 del texto citado: a)
devolverlo a sus padres o guardadores previa amonestación; b) someterlo
al régimen de libertad vigilada; c) confiarlo por el tiempo que estime
529 ^*<^'g3lupo. Manual, p. 154.
630 '^'^-Vives, D.P., III, pp. 248-250.
Jescheck, Tratado, I, p. 624.
230 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPAEIUDAD 2S1

7 6 . 2 . EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ERROR DE PROHIBICIÓN reunión y recoge el paraguas que cree le pertenece y es uno ajeno; el error
de prohibición incide en la antijuridicidad, o sea en la licitud de la
conducta. El sujeto incurre en este error cuando realiza una actividad
En nuestro país, hasta mediados del siglo, no se reconoció trascendencia ignorando que está prohibida por el derecho, cree que es una actividad
penal al error que actualmente se denomina como error "de prohibición". que está permitida, pero no lo está. No tiene conciencia de la antijuridici-
Se adhería a los criterios que sobre el punto se mantenían por la doctrina dad de su conducta: Juan mantiene relaciones camales con una mujer
europea el siglo pasado, en especial por los civilistas, que negaban valor, privada de razón, ignorando que el ordenamientojurídico lo prohibe;
en cuanto a sus posibles consecuencias liberatorias, al error que recaía en incurre en error de prohibición porque carece de conciencia de la ilicitud
materia de "derecho". Ese sistema es, por lo demás, el consagrado en los de su comportamiento, aunque sabe que se trata de una dama mentalmen-
arts. 8-, 706 y 1452 del C.C. nacional, el primero de los cuales establece la te enferma o deficiente. No sucede lo mismo en el caso antes indicado, de
imposibilidad de alegar la ignorancia de la ley; el segundo, que el error de Pedro, que recoge el que cree que es su paraguas; él sabe que está
derecho hace presumir la mala fe, y el tercero, que el consentimiento no prohibido apropiarse de lo ajeno, conoce la norma, el error incide en el
se vicia por el error.^*^ objeto material sobre el que recae su acto, confunde una especie ajena con
Era el período en que se distinguía entre error de hechoy de derecha, el la propia, incurre en un error de tipo. Como expresa la sentencia de un
primero recaía sobre aspectos materiales del delito, o sea sobre los hechos tribunal alemán, "el error sobre la anüjuridicidad afecta al estar prohibido
que constituían primitivamente el tipo conforme a la tesis causal naturalis- de la acción típica. El autor sabe lo que hace, pero supone erróneamente
ta. El error de derecho se vinculaba al conocimiento de la ley, a la que está permitido".^** De modo que en el error de prohibición el sujeto
juridicidad formal del comportamiento. Según esta concepción, al error se sabe perfectamente la acción que realiza y el resultado de ella; en lo que se
le reconocía importancia penal únicamente cuando recaía sobre los he- equivoca es sobre la significación jurídica de su acto, en cuya licitud cree,
chos materiales que conformaban el tipo. pero que en la realidad está prohibido.
La afirmación de que el error de derecho no tenía consecuencias La doctrina, en forma unánime, ha susütuido la clasificación de error
penales se hizo insostenible cuando se distinguieron los elementos norma- de hecho y de derecho por la de error de tipo y de prohibición, que no
tivos áe\ tipo, o sea aquellos que requieren una valoración jurídica, a pesar coinciden exactamente. Al mismo tiempo, ha aceptado que el error de
de que integran el tipo objetivo, tales como la ajenidad de la cosa (art. 432), prohibición puede tener consecuencias jurídicas, abandonando la tesis
la calidad de público de un instrumento (arts. 193 y ss.), etc. Para superar civilista sobre la ignorancia de la ley. Ello se debe a que en la actualidad
esa dificultad, la tendencia causal-valorativa distinguió entre ley penal y no presumir que la ley es conocida es sostener una falsedad, puesto que aun
penal, y como generalmente eran estas últimas las que decían relación con para los especialistas eso no es posible; como también que no se trata del
los elementos normativos del tipo, plantearon la tesis de que cuando el conocimiento del precepto legal, sino del de la normatividad, del conoci-
error o la ignorancia de la ley se refería a una de índole no penal, debía ser miento de lo permitido o prohibido por el sistema; sobre lo que el sujeto
tratado en la misma forma que el error de hecho: la presunción del de buena fe cree vigente. Esa conciencia queda al margen de toda presun-
conocimiento del hecho crea una presunción juris tantum, que podría ción. De otro lado, si bien todos los habitantes deben respetar la ley, ello
quedar desvirtuada por la buena fe del que actúa.^^^ no impide la posibilidad de error sobre su vigencia, o respecto de su
El evidente avance que en el curso del siglo se ha logrado en el análisis mterpretación, o de su sentido o amplitud. Sólo puede sancionarse penal-
de la teoría del delito, llevó a la conclusión de que sistemáticamente la mente el incumplimiento de una ley cuando ella ha sido comprendida por
distinción entre error de hecho y de derecho es artificial, pues, en substan- el sujeto; si no lo ha sido o su comprensión fue defectuosa, no tendrá
cia, todo error en materia de delito es de derecho, por cuanto incide en la conciencia de la ilicitud del actuar y no corresponderá reprochárselo o el
valoración de los hechos. Éstos, al ser considerados por el tipo, se convier- reproche será menos intenso, pues su culpabilidad aparecerá atenuada.
ten en objetos del ordenamientojurídico, los que hay que apreciar norma- Otra interpretación importaría aceptar la responsabilidad objetiva.^*^
tivamente, por elementales o simples que parezcan. En definitiva, la refe- La doctrina ya no discute la clasificación del error en error de tipo y
rida clasificación ha sido superada por la de error de tipo y error de de prohibición, como tampoco su relevanciajurídico-penal; las disidencias
prohibición, como se explicó cuando se trató el error de tipo.^'* El error de surgen respecto de cuáles serían las situaciones en que debe reputarse que
tipo recae en los elementos del tipo objetivo: Pedro se retira de una iiay error de prohibición y qué consecuencias acarrearía en el caso concre-
to.

^'^ Etcheberry, reconociendo lo anacrónico del sistema, sostiene en su D.P. que, con-
forme a la normativa nacional, el desconocimiento de la ley no tiene relieve penal (I, pp. 233
yss.).
*'^ Muñoz Conde, Teoría, p. 248. iWüéi : Cv ,U^ . i «> > jjjjescheck, Tratado, I, p. 627.
Siinra n á r r a f o 1 ^ fl. - ,^y'xú '.\ i > UÍ;^Í::V's ^ Busto.s, Manual, p. 347; Cury, D.P., II, p. 62.
232 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 2SS

7 6 . 3 . SITUAaONES QUE SE CALIFICAN COMO CONFORMANTES La teoría del error es materia que está en permanente revisión, por sus
DE UN ERROR DE PROHIBICIÓN repercusiones en casi todos los aspectos de la teoría del delito, a pesar de
que el análisis y desarrollo de sus principios han alcanzado magnitud en la
Hay error de prohibición en dos casos; uno de ellos no es discutido, el otro segunda mitad de este siglo. Hay otras posiciones sobre las posibles fuentes
sí, en particular en cuanto a sus repercusiones jurídicas. del error, algunos extienden su ámbito. Así, los que mencionan como
Una hipótesis consistiría en que el sujeto parte de la creencia de que cuarto elemento del delito a los requisitos de punibilidad, piensan que
su comportamiento no contraviene al derecho, cree en la licitud de su incurrir en error respecto de una excusa legal absolutoria o de una
conducta. Tal sería la situación del único hijo del campesino que por tener condición objetiva de punibilidad, daría lugar a un error de prohibición;^'''
esa calidad cree estar liberado de la obligación de cumplir con el llamado de otro lado, aquellos que en el tipo incorporan las causales de justificación
al servicio militar. como sus elementos negativos y se refieren al injusto tipificado, tienen que
El segundo caso se refiere al error que recae en las causales de concluir que el error que recae en una causal de jusüficación constituye un
justificación; pueden presentarse estas situaciones: error de tipo y no de prohibición.^^
a) El autor sabe que realiza una acción típica, pero cree que una norma
se lo permite, piensa que lo favorece una causal de justificación que en
realidad no está consagrada. Como la madre que estima que está permitido 7 6 . 4 . CONSECUENQAS DEL ERROR DE PROHIBiaÓN
evitar los sufrimientos del hijo moribundo y provoca su muerte por piedad.
Sabe esa mujer que la ley prohibe matar a otro, pero equivocadamente
supone que excepcionalmente se permite privar de la vida por motivos Se distinguen dos grandes tendencias respecto de los efectos que provoca
piadosos; el error de prohibición: la doctrina del dolo y la de la culpabilidad, cada
b) El realizador de la acción típica estima que concurren las circunstan- una con su variante. Estas tendencias responden a su vez a la posición que
cias de hecho conformantes de una causal de justificación, que en la realidad se adopte sobre la culpabilidad.^^® Si el dolo conforma la culpabilidad, la
no se dan. El que lesiona a una persona golpeándola violentamente, conciencia de la antijuridicidad normalmente lo integra (teoría normativa
porque erradamente creyó que iba a ser atacado, sabe que está lesionando compleja); si el dolo es elemento subjetivo del tipo penal, la conciencia de
a un tercero y que esa acción es típica; tiene conocimiento de que la ley lo la antijuridicidad se separa del dolo y se incorpora a la culpabilidad (teoría
autoriza para repeler una agresión ilegítima, pero incurre en error al normativa pura). El error que afecta a la conciencia de la antijuridicidad:
suponer que se da el presupuesto de hecho de la justificante: en este conforme a la primera tendencia, excluye el dolo; según la segunda,
ejemplo, una agresión inexistente en la realidad, y repercute en la culpabilidad.
c) El individuo que lleva a cabo la actividad típica sabiendo que lo es, Por los principios que se desprenden de la legislación positiva penal,
pero piensa que obra conforme a derecho porque lo favorece una causal se puede concluir que las consecuencias del error de prohibición en el
de justificación que efectivamente está considerada por el ordenamiento sistema nacional es el que corresponde a la tesis normativa extrema de la
jurídico, pero que él extiende equivocadamente en su alcance a extremos culpabilidad. Se señalará primero cuáles son esas consecuencias y, en
que el legislador no comprendió. Ese sujeto no ignora que su acción es seguida, su fundamento sistemático.
típica, también conoce que existe causal que justifica en determinados
casos tal actividad; su error consiste en considerar que se extiende a
situaciones que no quedan abarcadas por la causal. Así sucede con el que a) Teoría normativa pura o extrema de la culpabilidad
piensa que para proteger su propiedad de una agresión ilegítima, puede
recurrir a cualquier medio, y no sólo al racionalmente necesario; o el que Para la teoría normativa extrema de la culpabilidad, el error de prohibi-
para enfrentar un real estado de necesidad, causa lesiones a terceros ción repercute en la culpabilidad; al desconocer el sujeto que la acción es
creyendo que es lícito hacerlo en este caso aunque, como se sabe, sólo está contraria a derecho, no puede tener conciencia de su ilicitud o antijuridi-
permitido dañar la propiedad ajena. cidad, conciencia que constituye el segundo elemento de la culpabilidad;
Las fuentes antes indicadas de error de prohibición demuestran que su ausencia impide el juicio de reproche en que consiste la culpabilidad.
su noción no coincide con el denominado error "de derecho", pues en las iJe modo que el error de prohibición, según sea su naturaleza, puede
dos últimas hipótesis sucede que el concepto equivocado del sujeto recae excluir la culpabilidad o puede atenuarla; para determinarlo es previo
sobre circunstancias que más dicen con los hechos que con el derecho, y,
no obstante, el mismo repercute en la prohibición; mayoritariamente la
doctrina la califica como error de tipo, y no de prohibición.^^ 537 D • ,
5jg oacigalupo, Monuat p. \ 54; Delito y Punibilidad, pp. I39yss.
^^^ Muñoz Conde, Teoría, p. 42.
Cobo-Vives, D.P., III, p. 252.
234 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD •mm:K 2SS

distinguir entre error invencible (o insuperable) y vencible (o superable). transeúnte que le pide un cigarrillo, a quien confunde con un delincuente
Esta calificación, en la situación real y concreta, dependerá de si puede o que cree la atacará, si ese transeúnte se defiende, esa defensa no sería
no excusarse el error: si con el cuidado adecuado fue posible evitarlo (por legítima, porque conforme ese criterio la agresión que se trata de repeler
ello se habla también de error evitable o inevitable), se trata de un error no puede calificarse de antijurídica.
vencible; si no era susceptible de evitación al emplear el cuidado adecuado, La tesis normativa limitada de la culpabilidad es perfectamente com-
el error es invencible. patible con la doctrina que integra el tipo penal con elementos negativos,
El error invencible excluye la culpabilidad, porque el autor del acto además de los positivos que le son propios (tipo global). Los negativos
típico e injusto estaba en la imposibilidad de tener conciencia de la ilicitud estarían constituidos precisamente por la no concurrencia de causales de
de su acto. El juez del pueblo de difícil acceso y sin medios de comunica- justificación. Al integrar las justificantes el tipo penal como elementos
ción que somete a privación de libertad a un inculpado por un delito que negativos, los errores que se produzcan respecto de ellas repercutirían en
ese mismo día la ley ha derogado como tal, lo que viene a conocer ese el tipo, y como se sabe, el error de tipo margina el dolo. De no aceptarse
magistrado poco tiempo después, cuando llega a su poder el Diario Oficial, la tesis de los elementos negativos del tipo, resulta difícil explicar esta
ha incurrido en un acto típico y antijurídico que no le es reprochable, variante de la teoría de la culpabilidad normativa, a menos que se recurra
porque no tuvo conciencia de la antijuridicidad de la orden que impartía a valoraciones axiológicas de las distintas clases de error, como se ha
y carecía de los medios para evitar su ignorancia. El acto es típico y expresado en el párrafo anterior, complementadas con la interpretación
antijurídico, pero no culpable. analógica de situaciones semejantes.
El error vencible no excluye la culpabilidad, y como el hecho es típico Otros sectores doctrinarios piensan que al error que recae en los
y antijurídico, su autor es merecedor de sanción penal, pero permite a hechos conformantes de una causal de justificación, corresponde darle un
veces atenuar la culpabilidad.^^ No obstante los criterios disímiles, se está tratamiento distinto que el que se da al error de prohibición, porque
ante un error vencible cuando el sujeto ha tenido la posibilidad de prever presenta un menor desvalor que este último, lo que explicaría su trata-
que está contraviniendo el derecho y no realiza todo lo adecuado y a su miento especial.^'*'
alcance para adquirir el conocimiento o aclarar sus posibles dudas, antes
de actuar, o sea falta a su deber de información, que es una forma del deber
de cuidado.^''' b) La legislación nacional y la teoría normativa pura
El sujeto que lesiona a otro pensando que rechaza una agresión -1 - de la culpabilidad
ilegítima inexistente, pero que estimó inminente fundamentado en meras
aprensiones, responde del delito de lesiones. Esta clase de error —el Nuestra legislación penal no contiene norma alguna que haga referencia
vencible— puede, según los casos, atenuar la responsabilidad. al error, como sucede en legislaciones como la de España (art. 6° bis a) del
Una variante de esta doctrina es la llamada "teoría normativa limitada C-P.) y el Código de Alemania (arts. 16 y 17), entre otras. De modo que
de la culpabilidad", que comparte el criterio recién señalado, salvo si el sólo por vía de la sistemática jurídica se pueden determinar los criterios
error recae sobre las circunstancias de hecho de una causal dejustificación, que deben seguirse al respecto, y cuáles son las soluciones más adecuadas.
situación que asimila en cuanto a sus efectos al error de tipo al considerar Hay normas en el C.P. que de manera categórica aluden al error, lo que
que incidiría en los hechos y no en la conciencia de la licitud de la demuestra que no ignoró la institución y, por lo tanto, es explicable su
conducta.^''^ De consiguiente, según esta tendencia quedan excluidos el necesaria consideración. A saber, el C.P. en los arts. 224 y 226 sanciona con
dolo y la culpa si el error es insuperable, o el dolo únicamente cuando no pena atenuada al miembro del tribunal colegiado o unipersonal y al
lo es. Como consecuencia secundaria, el acto del que incurre en error no íuncionario que desempeñe el ministerio público, cuando por ignorancia
sería típico ni antijurídico, haciendo imposible la legítima defensa en su ^nexcusable dictare sentencia manifiestamente injusta en causa criminal o
contra, lo que resulta una demasía. De modo que si una persona timorata, civil, respectivamente. Para los efectos del error, la ignorancia es equivalen-
que de noche y en un lugar solitario dispara en contra de un trasnochado te al conocimiento equivocado, de suerte que conforme a esos preceptos,
el eiTor de los funcionarios judiciales que recae en el derecho, no obstante
• « ( . •
la obligación que pesa sobre ellos de aplicar la ley, constituye delito
únicamente cuando es "inexcusable", o sea, para que haya delito se requie-
5^ Véasejescheck, Tratado, II, p. 628.
^''^ Cfr. Bustos, Manual, p. 352; Bacigalupo, Manual, p. 156. re e un error más grave que el vencible, y aun en esta alternativa se exige,
^*^ Pero en este aspecto la tesis es discutible, toda vez que si bien el error puede recaer en emas, que la sentencia sea "manifiestamente" injusta. En términos sim-
circunstancias Tácticas (una persona cree que el niño le apunta con un arma de fuego, cuando P es, se reconoce en esas disposiciones que el error de derecho tiene
es una pistola lanza agua), tampoco recae sobre elementos objetivos del tipo (o sea en la
actividad que él desarrolla para repeler lo que cree es un arma de fuego, como disparar
primero para herir al menor), sino sobre circunstancias ajenas al tipo; de consiguiente, no
habría por qué asimilar ese error al de tipo. Consúltese al efecto a Cury, D.P., II, pp. 65-67.
!l; 2S6 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 2S7

trascendencia penal. Por otra parte, si se acepta que la voz "voluntaria" diferencia: esta última se satisface con un conocimiento potencial, en tanto
empleada por el art. 1° se vincula con la conciencia de la antijuridicidad, que la primera exige un conocimiento actual: que al momento de ejecutar
parece evidente que el sujeto que incurre en error al creer en la licitud del el acto se haya tenido la conciencia de su antijuridicidad, porque el dolo
acto, no puede haber tenido conciencia, o haber sabido o sentido que al no se satisface con un poder saber, sino con un saber real y actual.
realizarlo estaba infringiendo la normativa vigente. Esta tesis se comple- Las consecuencias del error de prohibición según esta doctrina son
menta en su alcance con el inc. 2° del art. 1-, que presume esa "voluntarie- diversas según sea la naturaleza del error: si es o no superable o vencible.
dad" —^presunción simplemente legal—, lo que permite admitir que el Si es invencible, descarta el dolo y la culpa, de modo que el hecho deja de
conocimiento de la antijuridicidad, si bien se presume, admite prueba en ser típico; si el error es superable, excluye al dolo pero subsiste la culpa, de
contrario, se puede desvirtuar acreditando error o ignorancia. Esta cir- manera que el hecho puede ser constitutivo de un delito culposo. Confor-
cunstancia demostraría que el error en materia de derecho es distinto en me a esta tesis, siempre el error de prohibición desplaza al dolo, pero
su tratamiento que el error en materia civil, donde la ley se presume de además desplazará a la culpa cuando ha sido insuperable por el autor.
derecho conocida, lo que margina toda posibilidad de prueba en contra- Entre las críticas de índole sistemática, una de las principales que se
rio; no obstante, aun en este caso esa presunción no puede extenderse a hacen a esta doctrina incide en la circunstancia de que el delito culposo
la vigencia, ni al sentido o alcance de esa ley. sólo se sanciona excepcionalmente conforme a los arts. 4° y 10 N- 13, de
Si no se acepta la tesis del significado de la expresión "voluntaria" del suerte que buena parte de los hechos, si no todos, en que el sujeto no tuvo
art. 1-, hay cierto acuerdo en estimar que "conocimiento" y "conciencia" conciencia de su ilicitud al momento de perpetrarlos, aunque hubiese
son nociones con repercusiones distintas.^*^ Conciencia importa creencia podido superar esa falta de conciencia empleando una mínima diligencia,
en valores, en normas o principios; lo que se presume conocido por el quedarían libres de sanción, pues siempre esta ignorancia o error excluye
derecho civil es la "ley", y bien se sabe que la ley puede estar en contradic- el dolo, y la culpa se pena por excepción, de manera que el hecho no sería
ción con creencias o valores concretos en una sociedad. En realidad, típico.^"**
conciencia de la ilicitud de un acto es algo diverso al conocimiento de la Se ha pretendido mejorar esos principios con la denominada teoría
ley que sanciona la ejecución de ese acto.^'*^ limitada del dolo (en contraposición a la teoría recién expuesta, denomi-
Además, el art. 11 N° 1° dispone que si no concurren en el caso todos nada estricta). Aquí se reconoce que en circunstancias especiales, el dolo
los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad conforme al a r t puede subsistir aunque no se haya tenido conciencia actual de la antijuri-
10 —que trata las causales de exención de responsabilidad—, tal circuns- dicidad, pero sí potencial, tratándose del error evitable. Aún más, en
tancia se considerará como una causal de atenuación de esa responsabili- situaciones donde el autor incurre en una evidente "ceguerajurídica", en
dad, de modo que si por error evitable alguien realiza un acto típico en la que el error es tan "grosero" que resulta inexplicable e inaceptable, el
creencia de que concurre alguno de los elementos de una eximente que hecho se castigaría como doloso; en otros términos, en este caso el error
en la materialidad no se da, su comportamiento es típico y antijurídico, no excluiría el dolo.^'*^ Ello importa que los errores de esta clase en la
pero su responsabilidad puede atenuarse. En otros términos, el error de práctica se equipararían en sus efectos al dolo, lo que importa diluir la
derecho en este caso atenúa el reproche, lo que evidencia que para los naturaleza óntica del dolo y la culpa: dolo es voluntad de concreción con
efectos penales tal error tiene trascendencia, y afecta a la culpabilidad del conocimiento, culpa es falta de cuidado con posibilidad de conocimiento;
delito. son dos institutos distintos. En el dolo el conocimiento de los elementos
objetivos del tipo debe ser actual, o sea ha de tenerse concretamente en el
momento de la acción; en la culpa es suficiente un conocimiento potencial
c) La teoría del dolo (estricta y limitada) ,, ,.
de ellos, que el sujeto que incurre en la falta de cuidado haya podido
conocerlos si hubiera sido diligente.
En su oportunidad se señaló que esta teoría presupone que la conciencia La teoría limitada del dolo pretendió superar las críticas que se hacían
de la antijuridicidad integra el dolo; por lo mismo, se vincula tanto con la a la teoría extrema del dolo, toda vez que ésta, al aceptar que el error
denominada tendencia psicológica como con la normativa compleja de la vencible sobre la licitud o sobre las causales de justificación excluía el dolo
culpabilidad. Esta teoría exige también el conocimiento de la ilicitud del pero no la culpa, acepta que puede haber una culpa juris. Para dar respaldo
comportamiento, como lo requiere la doctrina normativa pura, con una sistemático a tal posición, la teoría limitada distingue en el dolo dos clases
de conocimientos: el de los hechos —que debe ser actual— y el del
Véanse en este aspecto los comentarios que hace Bustos, Manual, pp. 347-348.
derecho —que se satisface con el conocimiento potencial—. Si se incurría
^^^ En esta obra, parte importante de la fundamentación dogmática del error de pro-
hibición ha seguido de cerca los comentarios de Córdoba en El Conocimiento de la Antiju-
ridicidad en la Teoría delDeUto; doctrina al parecer también acogida por Cury en D.P., 11, pp- 69 ° ^ Cfr. Muñoz Conde, Teoría, p. 253; Cury, D.P., II, p. 65.
y ss. ^*'' Cury, D.P.. II, p. 67.
238 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA CULPABILIDAD 239

en error en cuanto al derecho, se excluía el dolo, pero podía entonces te por el derecho penal. Autores como Bettiol y Scarano piensan que el
subsistir la culpa, porque el conocimiento del derecho podría haberlo legislador, al recoger el principio en los casos concretos que consagra
tenido tratándose del error vencible. Esta concepción no parece aceptable, como causales de no exigibilidad, lo incorpora como fundamento sistemá-
por cuanto el dolo y la culpa tienen estructuras e identidades distintas, y tico, el que puede emplearse en situaciones no expresamente regladas,
no es posible hablar de una culpa de derecho, que sería una ficción aplicándolo por analogía bonam parte. En el sistema nacional ello sería
jurídica-^"*® posible en atención a que los preceptos constitucionales no lo impiden.
c) Autores alemanes, como Henkel, seguido luego por Mezger, sostie-
nen que el principio de no exigibilidad tiene naturaleza reguladora —no
normativa—, tanto para el legislador como para el juez, no sólo en cuanto
77. LAS CAUSALES DE INEXIGIBIUDAD DE OTRA CONDUCTA
a la culpabilidad, sino también respecto de la tipicidad y de la antijuridici-
dad. Sería principio regulativo, y no normativo, porque no importa una
El tercer elemento de la culpabilidad lo conforma la posibilidad de que se regla de cómo apreciar, sino que constituye un criterio rector que permite
pueda exigir al autor un comportamiento conforme a derecho. En su al creador de la ley, y a quien la aplica, determinar los marcos de referencia
oportunidad se explicó que el legislador parte del presupuesto de que a de las distintas instituciones. Esto puede suceder en relación a las diversas
una persona imputable que tiene conciencia sobre la trascendencia jurídi- eximentes, al fijar los límites de la legítima defensa, o del estado de
ca de su comportamiento, por el hecho de vivir en una sociedad dada se le necesidad, por ejemplo. Esta corriente de pensamiento cree que el princi-
puede exigir que tenga conductas adecuadas a lo que el ordenamiento pio de la no exigibilidad sobrepasa el campo del derecho penal y es un
declara como justo, como lícito. Al mismo tiempo se indicó que esta instrumento útil para las diversas ramas del derecho, así la civil, la adminis-
exigencia es comprensible siempre que los individuos enfrenten situacicn trativa, etc 549
nes que puedan calificarse como alternativas normales de vida; si tales
circunstancias varían en extremo en un momento determinado, resulta
ineficaz el derecho penal como medio motivador de comportamientos 79. LAS CAUSALES DE NO EXIGIBILIDAD DEL C.P.
lícitos y, por ello, también la punibilidad de tales conductas. - ' • \ . '

En el C.P., el art. 10 N° 9° consagra dos circunstancias eximentes de


responsabilidad fundamentadas en el principio de no exigibilidad: a) el
78. NATURALEZA DEL PRINCIPIO DE I A INEXIGIRILIDAD miedo insuperable, y b) la fuerza irresistible, que para algunos son formas de
presentación del estado de necesidad exculpante. Además, en nuestro
sistema penal se puede mencionar como tercera causal la obediencia debida.
Se pueden distinguir varios criterios sobre la naturaleza de la inexigibilidad
Hay autores que incluyen entre estas causales al encubrimiento de pariente
de otra conducta: a) aquellos que la consideran como una causa supralegal
(art. 17 inc. final), pero para amplios sectores de la doctrina, esa circuns-
de inculpabilidad, o b) como principio subentendido en el sistema penal,
tancia es una excusa legal absolutoria, o sea una condición negativa de
fundamentador de causales de inculpabilidad concretamente en él regla-
punibilidad y, por ello, no se analizará en esta oportunidad.^^
mentadas, y c) como un principio de naturaleza reguladora en el sistema
penal. Se considera que la inexigibilidad no se funda en ausencia de capaci-
dad, o sea en una inimputabilidad temporal, el sujeto conserva su capaci-
a) La no exigibilidad de otra conducta constituiría un criterio que no
dad para motivarse por la norma. Lo que sucede con estas causales es que
requiere consagración legislativa, puesto que es un instrumento de adap-
se dan circunstancias que hacen que el proceso motivador no tendría un
tación de la ley al caso concreto: sería suficiente que el sujeto probara que
curso normal: en otros términos, hay capacidad de motivación, pero el
en una situación dada no estuvo en condiciones de respetar los mandatos
proceso motivador es el que sigue cauces anormales al encontrar un
o prohibiciones del ordenamiento, para que no pudiera culpársele por
contramotivo" al que el derecho reconoce virtud de enervar sus órdenes
ello. Esta tendencia fue sostenida por autores como Goldschmidtyjiménez
o prohibiciones.^^! Se trataría de contramotivos de relevanciajurídica que
de Asúa. La principal crítica que se le hace es la inseguridad jurídica que
involucra, pues no existirían normas definidas que establecieran la culpa-
bilidad. Eji este párrafo se siguieron en parte las explicaciones de Sáinz Cantero, Lecciones, III,
b) La no exigibilidad como principio implícito en el ordenamiento, PP. 101 y ss.
fundamentador de causales de inculpabilidad recogidas excepcionalmen- Véase Garrido, Etapas de Ejecución, p. 438; la consideran causal de inexigibilidad Etche-
berr|, D.P., II, p. 78; Cury, D.P., II, pp. 78-79; Novoa, Curso, I, p. 607.
Muñoz Conde, Teoría, p. 266. En el mismo sentido, Cury, D.P., II, p. 77, aunque pone
^'^ Bustos. ManuaL D. 349. PI acento en aspectos de naturaleza psicológica más que normativos.
Ir
240 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

hacen que el afectado no se encuentre obligado a mantener una conducta


I LACULPABIUDAD 241

Lo relevante es que la fuerza se dirige a la mente del sujeto, y puede


conforme a derecho. ser moral o material, siempre que se dirija a decidirlo a la ejecución del
comportamiento típico; en todo caso, la fuerza material en esta hipótesis
es algo diferente a la que constituye vis absoluta. Así, el que es torturado
7 9 . 1 . l A FUERZA IRRIvSISTIBLE físicamente para que falsifique un documento obra violentado por fuerza
irresistible, en la misma forma que si se le amenaza con matar a su hija si
no lo hace: ambas hipótesis constituyen casos de vis compulsiva. No sucede
El art. 10 N- 9- expresa que está exento de responsabilidad "el que obra otro tanto cuando un individuo toma la mano de una persona, y con fuerza
violentado por una fuerza irresistible..." Existe cierto consenso en el senti- física se la hace mover para que haga la alteración del documento, pues
do de que la fuerza a que se refiere el legislador es la "vis compulsiva". No esto es vis absoluta.
alude el precepto a la "vis absoluta", que es la fuerza física que transforma
al sujeto en instrumento; cuando la fuerza material es absoluta, no obliga
a una persona a hacer lo que no quiere, sino que la convierte en un objeto, b) Condiciones necesarias para que la fuerza
no existe acción de su parte y, de consiguiente,- no puede hablarse de tenga carácter exculpante
culpabilidad.^^^
Los argumentos fundamentales que van en pro de lo antes señalado, Debe reunir por lo menos tres características: a) ser de naturaleza compul-
a los cuales Cury se refiere extensamente y con acierto,^^* inciden, entre siva; b) ser actual o inminente, y c) que alcance una intensidad determina-
otros, en que las voces "violencia" e "intimidación" son frecuentemente da.
equiparadas en el C.P.,^^^ de modo que el sentido del término "violencia"
es válido tanto para la fuerza física como para la moral, lo que está de 1) Que la fuerza sea compulsiva. Puede ser de naturaleza humana o fenomé-
acuerdo, por lo demás, con el alcance obvio de la palabra. La frase "el que nica, esto es, debido a actividad de terceros o a fenómenos naturales. Un
otra violentado por una fuerza...", dice relación con una actividad, un aluvión, un incendio, un terremoto o cualquier otra circunstancia análoga
comportamiento realizado por el sujeto presionado por una fuerza. Así, el puede constituir la fuerza provocadora de una reacción en el sujeto impo-
que es lanzado con gran energía física sobre otra persona a la que lesiona, sibilitado de resistir: el náufrago que pelea la tabla de salvación impulsado
no "obra". Además, no resultaría razonable la disposición si considerara por el instinto de conservación está favorecido por dicha eximente. Puede
—como lo hace— al miedo insuperable como causal de exención de tratarse de coacciones que otras personas ejerzan sobre el sujeto, enten-
responsabilidad, y no a la fuerza moral irresistible. En este último caso diendo por coacción la amenaza de ejercer fuerza física en su contra o en
existe igual motivo y quizás mayor para catalogarlo como de inexigibilidad, otras personas vinculadas al coaccionado. Se señaló que no sólo quedan
situación que no modificaría un ápice el que en el art. 11 N°* 3°, 4° y 5° se comprendidos los impulsos exógenos, sino también aquellos que provie-
hayan considerado un grupo de circunstancias que, teniendo vinculación nen del afectado: una crisis psicológica intensa y sorpresiva, un mal físico
con la fuerza moral, sean calificadas como atenuantes (las denominadas grave, etc.
pasionales). En resumen, aquí se comprende en parte el denominado estado de
necesidad exculpante, y al cual se hizo alusión al analizarlo como causal de
justificación.^* El estado de necesidad gira en torno a la colisión de
a) (Concepto de fuerza mtereses; el ordenamiento jurídico ampara al interés preponderante en el
art ION- 7-, que consiste en la evitación de un peligro o de un mal mayor,
De modo que la causal de excusabilidad del art. 10 N" 9° se refiere sólo a provocando al efecto un mal menor en la propiedad ajena. Pues bien, en
la llamada vis compulsiva,^^^ o sea a un incentivo exógeno o endógeno de el estado de necesidad el C.P. autoriza la causación de un mal, o sea
cualquier naturaleza que repercute en la psiquis del afectado, con tal justifica esa actividad típica. En el caso de la fuerza irresistible reglada en
intensidad —aunque sin anular su facultad volitiva— que lo compele a la el Ne 9° exculpa al realizador de un acto típico y antijurídico por no ser
realización del acto típico. exigible en tales circunstancias un comportamiento conforme a derecho.
La actividad típica que realiza para proteger un bien de igual o mayor valor
al que sacrifica es ilíáta y no queda restringida al limitado ámbito de la
^^^ Opinan en sentido diverso Fuensalida y Novoa, para quienes la eximente se refiere a la propiedad ajena, como sucede en el estado de necesidad; puede recaer
fuerza física (Concordancias, I, p. 61, y Curso, I, p. 279, respectivamente). sobre bienesjurídicos de cualquier naturaleza.
^"Cury, D.P.,II,p. 80.
^^^ Etcheberry, con amplitud, D.P., III, p. 296.
^^^ Cfr. Fernández, Pedro, D.P., p. 96; Labatut, D.P., I, p. 143; Etcheberry, D.P., I, p. 258;
n,.™ n P TT r> B9 ' Supra, párrafo 29.
242 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LACULPABIUDAD 24S

Aquel que escapa del edificio en llamas y al hacerlo lesiona a los que el grado de privar al sujeto de sus facultades psíquicas, pues de así ocurrir,
se cruzan en su carrera al huir, podría quedar exculpado por la inexigibi- se encontraría en una situación de privación total de razón temporal,
lidad de otro comportamiento. reglado por el N^ P del art. 10.
En cuanto a la moralidad de la fuerza que impulsa a actuar al sujeto
debe mantenerse un criterio relativo, mejor dicho neutro. La fuerza debe
apreciarse en el caso concreto, en la realidad que enfrenta el que la sufre. a) Naturaleza del miedo -
La circunstancia de que en el art. 11 se consideren el impulso de venganza
(N- 4°) y el arrebato y obcecación (N- 5-) como circunstancias de atenua- El C.P. no hace distinción respecto del origen que puede tener el miedo
ción, no es índice que permita concluir que en el N- 9- del art. 10 sólo se que sufre una persona; su fuente pueden ser la actividad humana, fenóme-
comprenden fuerzas éticamente valorables; lo que debe íipreciarse es si en nos naturales o las meras circunstancias. La conducta de personas agresivas
la sociedad de que se trata son socialmente apreciadas.^^ o peligrosas puede provocar miedo, como también una tormenta intensa
2) La filena debe ser actual,^^ no ha de corresponder a costumbres, hábitos en la montaña, un temporal en el mar o el ataque de un animal feroz. La
o a la educación adquirida por el afectado; ha de consistir en estímulos que naturaleza del miedo no ofrece relevancia, siempre que alcance la intensi-
recibe en un momento determinado y que le causan como efecto impulsos dad adecuada.
que no puede controlar.
3) La fuerza que ha de impulsar al sujeto debe tener intensidad suficiente para que
b) Condiciones para que el miedo tenga calidad de exculpante
éste la sienta irresistible. Las inhibiciones del autor y sus posibilidades motiva-
doras conforme a la normativa jurídica deben resultar seriamente afecta-
das. No se trata de que la fuerza llegue a privarlo temporalmente de su Se requieren dos condiciones para ello: 1) que el miedo sea insuperable, y
poder razonador, por cuanto en esta hipótesis no opera la eximente en 2) que el sujeto no tenga la obligación de soportarlo.
comentario, sino la del N° 1° del art. 10. En todo caso, como bien señala
Etcheberry, para invocar la fuerza como eximente, el sujeto no áe¿ehaber 1) La insuperabilidad del miedo ha de considerarse en términos nor-
estado obligado a resistirla.^^^ Por ejemplo, el médico que debe atender a mativos; como se ha precisado, debe alcanzar intensidad, pero no inhibir
un enfermo afectado por un mal altamente contagioso, el militar que debe la voluntad del que lo sufre. Por miedo insuperable debe entenderse aquel
enfrentar al enemigo, tienen la obligación de dominar sus aprensiones o que permite no exigirle a\ que lo sufre un comportamiento diverso;^^ un
el instinto de conservación: las señaladas son situaciones inherentes a los miedo que lo presione psicológicamente, de modo que una persona
riesgos propios de sus actividades. normal no pueda vencerlo en las condiciones que enfrentó el afectado.
El carácter subjetivo de la exculpante es inevitable dada la naturaleza
del miedo, que es un estado anímico y puede corresponder tanto a una
7 9 . 2 . EL MIEDO INSUPERABLE
I realidad material como a la simple imaginación del sujeto, hipótesis esta
última donde se podría dar un caso de error, al que corresponde dar el
tratamiento de tal. La mensuración de la intensidad del miedo debe
El C.P. en el art. 10 N- 9° libera de responsabilidad al que obra "impulsado hacerse con criterio objetivo, apreciando la conducta del sujeto a través del
por un miedo insuperable". Por miedo se entiende "un estado emocional comportamiento del hombre medio, cómo reaccionaría normalmente una
de mayor o menor intensidad producido por el temor fundado de un mal persona corriente en igualdad de condiciones, lo que permite excluir de
efectivo, grave e inminente, que sobrecoge el espíritu, núblala inteligencia la inexigibilidad al individuo timorato o aprensivo en exceso.
y domina la voluntad".^*^ En España, la doctrina consagra como principio que el mal que se
El miedo es un estado emotivo que debe distinguirse del simple cause sea menor que aquel que provoca el miedo, pero éste es un baremo
"temor", aprensión o inquietud; estas últimas posiciones psicológicas pue- relativo. La gravedad del mal debe apreciarse con criterio objetivo, pero
den calificarse como normales en un estado de ánimo tranquilo.^' De otro con los ojos del sujeto que sufre el estado emotivo, pues si bien la vida para
lado, el miedo, si bien es un estado emocional intenso, no debe alcanzar cualquier persona vale más que la integridad física, el perder una pierna
puede provocar tal miedo que para evitarlo se llegue a matar.*^
La insuperabilidad del miedo conlleva su actualidad. La inexigibilidad
" ^ En sentido diferente, Cury, D.P., II, p. 82.
^^^Cfr. Cury, D.P., II,p. 83.
^^^ Etcheberry, D.P., I, p. 238.
^^ Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 112.
á 565 ^ ^ - ' V ' ^ e s , D.P., III, p. 281.
Mir Puicr. D.P.. n. f,%9
LAGULPABIUDAD ;-*••!!:. « M 245
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
244
liberar al subordinado de responsabilidad por el cumplimiento de órdenes
de otro comportamiento queda limitada a las alternativas que enfrenta de su superior, en el Código de Justicia Militar, arts. 335 y 214 respecto de
aquel que en el momento de actuar sufre el estado emotivo; la actualidad las Fuerzas Armadas y de Carabineros, y en el art. 226 del C.P. para los
se refiere al instante en que el sujeto realiza el acto típico. funcionarios judiciales. El pensamiento de la Comisión Redactora en
cuanto a que la obligación de obedecer que tendría el subordinado está
2) Que la persona que sufra el miedo no esté obligada a dominarlo. Vale incorporada en la justificante del N° 10 del art 10, al declarar exento de
la misma observación que se hizo en relación a la fuerza irresistible; hay responsabilidad al que cumple con el deber, no corresponde en verdad a
individuos que por su cargo o la función que realizan están obligados a la realidad jurídica. El subordinado cumple con su obligación sólo cuando
dominar determinados tipos de miedo. El preso no puede invocar el miedo acata las órdenes lícitas, pero no así cuando realiza actos injustos, aunque
al encierro para agredir a su carcelero; el bombero tiene que dominar el lo haga obedeciendo órdenes de su superior; de no ser así, dicha orden
temor que en un momento le pueda provocar el fuego, pues sus funciones podría quedar justificadapoT su cumplimiento,^^ porque la antijuridicidad
o estados le imponen el gravamen de tener que sufrirlo y vencerlo. Ello, en lo es para todos o para ninguno: si el hecho es lícito para el subordinado,
todo caso, dentro de los límites propios e ínsitos a la actividad o estado de también lo sería para el que ordenó su ejecución.
que se trate.

a) Concepto • , , ,,• -
c) Atenuación de la culpabilidad si el miedo no alcanza el grado de
,,,.^. insuperable o la fuerza de irresistible
"El subordinado que ejecuta un mandato vinculante actúa, puesto que está
obligado a obedecer con arreglo a derecho, aunque el contenido de aquél
La culpabilidad es por naturaleza graduable, de modo que las causas que contradiga el ordenamiento jurídico". Se sostiene que "la eximente de
la excluyen en principio también lo son. La fuerza y el miedo son suscep- obediencia debida ampara, en principio, toda acción u omisión típica
tibles de valoración en cuanto a su intensidad; el que no logren el grado realizada en virtud de un deber jurídico de obediencia", el que no sólo
requerido para hacer inexigible otra conducta, no es óbice para que diría relación con los de carácter público, administrativo o militar, sino
puedan atenuar el reproche, lo que permite, según las circunstancias del también con el que tiene su origen en las relaciones laborales o en la
hecho, adecuarlas al art. 73 en relación con el art. 11 N* 1°. familia.^^' El deber de obediencia del subordinado nace de todo mandato
vinculante.^^ La voz "mandato" importa orden que cumplir y —paralela-
mente— la afirmación de que el subordinado actúa con arreglo a derecho,
7 9 . 3 . l A 015IÍD1ENCIA DEUIDA o sea jurídicamente, cuando cumple la orden, porque el sistema se lo
impone; el cumplimiento seríajusto, sin embargo no lo sería el acto mismo
cumplido, que conservaría su condición de antijurídico. Este dualismo
En la legislación penal no existe, a nivel general, una circunstancia eximen- conceptual, de licitud para el que cumple y de ilicitud del hecho mismo,
te fundamentada en la obediencia debida, concepto éste por demás equí- es lo que plantea una seria controversia;^®^ mayoritariamente se estima que
voco en su alcance, lo que inclina a Cury a emplear la denominación de en realidad lo que sucede es que la obediencia no es una causal de
cumplimiento de órdenes antijurídicas,^* denominación que también justificación, sino de inexigibilidad, porque al subordinado no se le puede
ofrece más de algún inconveniente. El C.P. de España cuenta con una exigir otra conducta y, por ende, tampoco se le puede inculpar por el acto
disposición expresa sobre la obediencia liberadora de responsabilidad, en que realiza, que es típico y antijurídico. No se estaría, de consiguiente, ante
el art. 8° N- 12, que subsiste a pesar de las reformas, cuyo tenor es el una justificante, sino ante una causal de inculpabilidad conforme a la
siguiente: "el que obra en virtud de obediencia debida", está exento de opinión mayoritaria de la doctrina nacional.^"* Esta última posición resulta
responsabilidad. En nuestro sistema, sólo podrían invocarse las causales
del art. ION- 9°, esto es la fuerza o el miedo. La Comisión Redactora, a
insinuación de su miembro Sr. Ábalos, no incorporó un precepto como el
que existía en el Código español, porque partió del presupuesto de que el 5g, Cfr. Etcheberry, ftP., I, p . 239; Cury, Z).P., II, p p . 88-89. ''
jgg Cerezo Mir, Curso, II, p . 66. : ; : ; . : ii
subordinado debía siempre cumplir las órdenes del superior como un jggjescheck, Tratado, I, p . 676.
medio de asegurar el buen funcionamiento de la organización estatal.^^ Véanse las convincentes razones d e Etcheberry p a r a descartar la posibilidad d e tal
De manera excepcional nuestro ordenamiento coge el principio de ^U3Mad(D.P..l,p.241).
Cfr. Novoa, Curso, I, p . 420; Etcheberry, D.P., 1, p p . 241-242; Cury, D.P., II, p . 90. Los
Í^P^"^?!^ '^^P^no'es c o n t r o v i e r t e n el t e m a ; así, Sáinz C a n t e r o , Lecciones, III, p . 112; Cobo-Vives,
• •' UI, p. 284, se inclinan p o r calificar la o b e d i e n c i a c o m o causal d e n o exigibilidad; Mir
: .amV'íTí' Si L/P., p. 437; G ó m e z Benítez, Teoría, p . 4 1 5 , la c o n s i d e r a n c o m o causal d e justificación.
564 rs,i-u n P II n. 86.
LA CULPABIUDAD ' f'iZiO^.
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
246

más adecuada al sistema chileno, pues permite a los terceros defenderse Las de naturaleza objetiva son las siguientes:
legítimamente en contra del cumplimiento de una orden ilícita, que 1) Es necesaria la existencia de una relación de subordinación en una
podría constituir una agresión ilegítima si el subordinado pretende llevarla estructura jerárquica con vigencia jurídica valedera; no puede invocarse
a cabo; de no ser así, a los afectados sólo les restaría invocar un estado de como tal la subordinación que existe en la banda de delincuentes en
necesidad exculpante, lo que según la normativa del C.P. es altamente relación a la jefatura de la misma; -j'
discutible, a menos que calce en alguna de las situaciones del art. 10 N- 9° 2) La orden impartida debe quedar dentro del ámbito de las funciones
(fuerza irresistible o miedo insuperable). que crea la relación jurídica de subordinación y siempre que cumpla con
las formalidades que le sean propias en cuanto a su extensión y comunica-
ción;
b) Sistemas de obediencia 3) Que no aparezca manifiestamente como ilícita, que su contrariedad
con el derecho no sea evidente, pues de no ser así podría entrabarse la
Se acostumbra distinguir diversos tipos de obediencia, atendiendo a la administración al quedar el subalterno facultado para no acatar la orden
mayor estrictez en cuanto a la forma como el subalterno está obligado a por la simple duda que se le pueda plantear sobre su legalidad.
someterse a la orden del superior. No ofrecen mayor relieve dichas distin-
Este principio se desprende de los casos reglados en el derecho
ciones porque en el hecho toda situación relativa a la obediencia queda
positivo, como el art. 226, que señala que losjuecesy los fiscales no pueden
sujeta a la normativa que rige la administración, donde prima el principio
negarse a cumplir las órdenes de sus superiores, "a menos de ser etnderUe-
de que el subordinado debe cumplir las órdenes que recibe de su superior
7?z«?itecontrariasalasleyes". Otro tanto sucede con el art. 335 del C. deJ.M.,
jerárquico, sea en los estatutos respectivos de carácter general o especial,
que se refiere a "la orden (que) tienda notoriamente a. la perpetración de un
los que llegan en determinados casos a imponer sanciones penales al
delito". De manera que si la orden en apariencia es legítima tanto substan-
infractor. Tal circunstancia crea en la administración e institucionalidad
cial como formalmente, su cumplimiento por el subalterno queda ampa-
en general, un ambiente de sometimiento del inferior hacia el superior en
rado por la causal de inculpabilidad.
jerarquía, que cree que al realizarlo que se le ordena cumple con su deber.
Normalmente se reconocen como excepciones al principio de obediencia, En el aspecto subjetivo también han de concurrir ciertas condiciones
las órdenes evidentemente injustas o que quedan fuera de la órbita de la para que opere la causal: el ánimo y conciencia del subordinado de que
vinculación que se forma entre el que manda y el que debe obedecer. En está cumpliendo una orden legítima, que no es típica ni contraria a
los demás casos el subordinado piensa que cumpliendo las órdenes que- derecho.^^ De modo que no concurrirá el elemento subjetivo y, por lo
recibe, su comportamiento se enmarca dentro de la licitud. tanto, no operará la causal, si el subordinado realiza el acto por su cuenta
y no en el cumplimiento preciso de la orden, o cuando cumpliéndola tenga
No obstante lo señalado, se hace referencia a dos formas de obedien-
conciencia de que se trata de una orden antijurídica, como también
cia: la absoluta y la relativa. La relativa permite al subordinado obedecer cuando incurra en imprudencia temeraria (art. 490) al no captar la ilega-
sólo las órdenes lícitas, las que quedan dentro del campo que abarca su lidad de la orden, que pudo y debió haber reparado.^'^
subordinación; las demás no está obligado a cumplirlas, más aún, no debe
En el cumplimiento de una orden antijurídica puede darse de parte
ejecutarlas, pues al hacerlo incurre en un acto típico y antijurídico. El del subalterno una situación de error <\ue deberá ser tratado como tal. Así
sistema recién consignado es el que constituye la regla general en nuestro sucede si estima que es legítimo tanto substancial como formalmente el
ordenamiento jurídico. mandato que recibe, no siéndolo, o que su superior está facultado para
La obediencia a¿)5o/i¿íaprocede cuando el subordinado tiene la obliga- ordenar la realización de un acto típico y antijurídico. No operará esta
ción de cumplir toda orden que recibe de su superior en la esfera a que causal cuando el sujeto que cumple la orden con conciencia de su ilicitud,
está sometido, aunque sea antijurídica. Se habla de obediencia ciega cuan- actúa coercionado por su superior, amenazándolo para que la lleve a
do no tiene facultad para examinar su posible ilicitud, y de reflexiva cuando efecto;^ ^ aquí podría darse la situación reglada en el N- 9° del art. 10, o
puede examinarla; si aparece como claramente antijurídica, la representa- sea la fuerza irresistible o el miedo insuperable, según el caso.
rá a su superior, quien si insiste en que la cumpla se hace personalmente Ha de tenerse en cuenta que el subordinado debe cumplir la orden,
responsable, y si bien el subordinado debe ejecutarla, queda —a su vez— aunque tenga conciencia de su ilegitimidad, cuando está sujeto a un deber de
liberado de responsabilidad. ODediencia absoluta ciega, y cuando es reflexiva sólo podrá representarla

c) Condiciones para que opere la causal 5'i <-


5^ l-erezo Mir, Curso, 11, p. 78.
Para que opere la causal de falta de exigibilidad, la doctrina exige q u e se 5Í3 ^"*'°s. Manual, p. 224.
Cury,A/>,ii,p. 93.
248 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CAPITULO VIII

al s u p e r i o r c o m o c o n t r a r i a a d e r e c h o , p e r o si é s t e insiste e n su e j e c u c i ó n , CONDICIONES DE PUNIBILIDAD.


d e b e r á acatarla: en ambos casos el responsable es el superior que la dio. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS
En los arts. 226 del C.P. y 335 del C. d e Justicia Militar se establece la
obligación del subordinado de r e p r e s e n t a r la orden al superior, para
q u e d a r exculpado de responsabilidad al cumplirla.^'^

80. CONDICIONES DE PUNIBILIDAD (OBJETIVAS DE


PUNIBILIDAD, DE PROCESABILIDAD Y EXCUSAS LEGALES
ABSOLUTORIAS)*

Se señaló en su o p o r t u n i d a d q u e en ocasiones, siendo la c o n d u c t a del


sujeto típica, antijurídica y culpable, n o era posible la aplicación de la
pena,^'^ en atención a ciertas circunstancias q u e excluían la posibilidad d e
imponerla (excusas legales absolutorias), o a la n o concurrencia d e otras
que d e t e r m i n a d a m e n t e exige la ley p a r a h a c e r factible su imposición
(condiciones objetivas d e punibilidad y condiciones de procesabilidad).
Estas circunstancias n o integran el tipo penal p o r q u e son ajenas al
c o m p o r t a m i e n t o mismo; el tipo se limita a describir la c o n d u c t a p r o h i b i d a
únicamente, sin perjuicio de que la figura p e n a l exija q u e se c u m p l a n otros
supuestos para q u e se p u e d a aplicar r e a l m e n t e la sanción. P o r ello se
afirma que esas condiciones n o constituyen e l e m e n t o s que se vinculen con
el merecimiento d e la pena, sino con la necesidad d e la misma; razones d e
política criminal p u e d e n aconsejar n o aplicarla.^^ Es lo que sucede c u a n d o
se presenta u n a excusa legal absolutoria, o c u a n d o n o c o n c u r r e una
i|»;
condición objetiva de punibilidad o u n a d e procesabilidad.

^'* El Estatuto Administrativo (Ley N^ 18.834, de 1989) contiene dos disposiciones que se a) Condición objetiva de punibilidad
refieren a la obediencia de los funcionarios públicos: los arts. 55 letra f) y 56. La primera
disposición impone la obligación a cada funcionario de "obedecer las órdenes impartidas por
el superiorjerárquico", y la segunda prescribe que "si el funcionario estimare ilegal una orden
i-s aquella q u e n o q u e d a sujeta a la voluntad del actor, sino a las fuerzas d e
deberá representarla por escrito, y si el superior la reitera en igual forma, aquél deberá a naturaleza o a la voluntad de terceros, p e r o que n e c e s a r i a m e n t e d e b e
cumplirla, quedando exento de toda responsabilidad, la cual recaerá por entero en el
superior que hubiere insistido en la orden". Estas disposiciones sientan el principio de la
obediencia reflexiva en la administración pública, pero estimamos que se refieren a las j '^^'^lentemente se ha publicado una interesante monografía sobre el tema: Estudio
órdenes ilegales que no disponen la ejecución de un acto típico, o sea de un delito, pues en J^^'^'^'^o fogmático sobre las llamadas condiónrf-: nhipii-,,^,
liciones objetivas de ^« t^,^ih:uj„jde A^
punibilidad, O—:„
Borja »Í
Mapelli n: ^-Í»-- —
Caifare-
este último caso, aunque insista el superior, el funcionario subordinado no debe cumplir la na. 575
Madrid, 1990.
orden; la obediencia debida en materia administrativa no puede extenderse a la ejecución de 575 ^"Pra. párrafo 2-d).
Bustos, Aíanua4 p. 251.
250 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORM. DEL DELITO CONDICIONES DE PUNIBILIDAD. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS 251

concurrir para que pueda imponerse pena al hecho típico, antijurídico y c) Excusas legales absolutorias
culpable. Tal sucede con la muerte del suicida en el delito de auxilio al
suicidio (art. 393), donde la conducta del que presta la cooperación a la Son circunstancias de carácter excepcional y personal que tienen la cuali-
persona que pretende poner término a sus días, conociendo la naturaleza dad de excluir la imposición de la pena, aunque el comportamiento del
y alcance de su auxilio, es típica y antijurídica, pero no es posible castigarla sujeto sea típico, antijurídico y culpable; pueden ser de diversa índole y
si no sobreviene la muerte del suicida. El efecto "muerte del suicida" procedencia como también estar previstas en el precepto que describe el
constituye una condición objetiva de punibilidad, por cuanto se trata de tipo penal o en una disposición especial diversa (Creus, D.P., p. 218). Entre
un hecho ajeno al hacer mismo del cooperador, que depende exclusiva- las más citadas de estas excusas se puede mencionar la consagrada en el
mente de la voluntad de aquel que pretende poner término a sus días. La art. 489, que libera de sanción penal a los parientes que en él se enumeran
cooperación prestada al suicida cuyo intento de quitarse la vida se frustra, y a los cónyuges, por los hurtos, defraudaciones y daños que recíprocamen-
si bien es una actividad típica, antijurídica y culpable, no es punible. te se causen; el referido precepto los declara exentos de responsabilidad
Lo recién señalado permite afirmar que las condiciones objetivas de penal por tales hechos, sin perjuicio de la responsabilidad civil que puede
punibilidad no requieren ser abarcadas por el dolo, cuyos aspectos cogni- afectarles, que se mantiene vigente. Esta excusa libera únicamente al
tivo y volitivo se refieren específicamente a la concreción de la conducta pariente o cónyuge pero no así a los "extraños que participaren en el
delito".
típica; en el ejemplo del auxilio al suicidio se ha visto que la muerte
subsiguiente es algo independiente a la acción descrita. Puede el autor del Parte de la doctrina, entre ellos Cury (D.P., II, p. 96), considera al
encubrimiento de pariente (art. 17 inc. final) —encubrimiento que no es

¡
auxilio "desear" o "esperar" la muerte de quien aspira a poner término a
su vida, pero esa pretensión no constituye el "querer" —en su alcance punible— como causal de no exigibilidad de otra conducU, que excluye la
jurídico penal— inherente al dolo, que importa un objetivo cuya concre- culpabilidad; no obstante, creemos que cumple con todas las característi-
ción queda sujeta a la voluntad del autor, lo que no sucede en la hipótesis cas de una excusa legal absolutoria, en atención a que opera "siempre", sin
del auxilio. atender a las circunstancias concretas en que el hecho sucedió, circunstan-
La doctrina no siempre está de acuerdo en calificar como condición cias que sí deben considerarse tratándose de causales de inexigibilidad
objetiva de punibilidad a todas las circunstancias que se mencionan como (Cfr. Bustos, Manual, p. 252).
tales; se ha llegado a sostener que se ha exagerado el número de ellas.^^^ Aun cuando su naturaleza se discute, pueden calificarse como excusas
Pero respecto de algunas no hay dudas, como sucede con el efecto "muerte absolutorias: el perdón de la ofendida en los delitos de violación, estupro
del suicida" en el delito de auxilio, o del "daño o entorpecimiento" del y rapto (art. 369); el pago del documento en el delito denominado giro
servicio público para que pueda aplicarse la pena más grave en el caso de doloso de cheque (art. 22 de la Ley de Cuentas Corrientes Ranearlas y
la malversación a que se refiere el art. 235. Cheques), situación que permite sobreseer definitivamente el procedi-
miento si el procesado o condenado paga el valor del documento, los
intereses corrientes y las costas; la exención de responsabilidad penal por
b) (Condición do procosabilidad las opiniones y votos que emitan los senadores y diputados en el desempe-
ño de sus cargos, en sesiones de sala o comisión (art. 58 de la Constitución
Es un presupuesto procesal que debe darse previamente para que sea Política). Estas exenciones no encuentran otra fundamentación que la
posible ejercitar la acción penal en relación a determinados delitos. Al inutilidad de la aplicación de la sanción.
igual que las condiciones de punibilidad, son independientes de la volun- Las excusas legales absolutorias constituyen el reverso de la medalla de
tad del autor, y sólo una vez cumplidas se puede iniciar el proceso criminal, las condiciones objetivas de punibilidad. A saber, estas últimas deben
de modo que son presupuestos necesarios para ejercer válidamente la concurrir para que la pena pueda imponerse; las excusas legales —^al
acción penal respectiva. La más citada de estas condiciones es la declara- contrario— al presentarse en el caso concreto impiden la aplicación de la
ción en quiebra del fallido, sin la cual no es posible pesquisar los delitos pena.5 8 Ambas tendrían fundamento en "razón de estricta utilidad en
relacionados con las quiebras (arts. 218 y ss. de la Ley de Quiebras); otro relación al bien jurídico protegido" (Bustos, Manual, pp. 252 y 255).
tanto sucede con la denuncia de la ofendida o de sus parientes inmediatos
en los delitos de violación y rapto (art. 19 del C.P.P.). Los tribunales del 81. CIASIFICACIÓN DE LOS DELITOS. GENERALIDADES
crimen no pueden investigar hechos como los indicados si previamente no
han sido denunciados por las personas indicadas. No es materia que tenga particular relevancia en la teoría del delito, pero
es el hecho que por la diversa conformación de los üpos punibles, su

' Creiis. D_P.. n. 278. Cury, D.P., I, p. 299.


252 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONDICIONES DE PUNIBIUDAD. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS 25S

distinta naturaleza, sujetos que intervienen, consecuencias que producen, 8 1 . 2 . POR LA INTENSIDAD DEL ATAQUE AL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO
^ (DE LESIÓN YDEPEU ORO)
penalidad que se les impone, acciones que de ellos emanan, la doctrina^^^
ha realizado una —si se quiere abundante— clasificación de los delitos.
Esta materia debería tratarse al analizar la tipicidad, pero se ha creído Desde este punto de vista se distinguen los delitos de lesión y los de peligro;
preferible hacerlo en esta oportunidad, una vez conocidos los distintos estos últimos se subclasifican, a su vez, en de peligro concreto y de peligro
elementos que conforman la noción del hecho punible, porque se posibi- abstracto.
lita una mejor comprensión de su trascendencia. La clasificación de los Hay autores que relacionan esta clasificación con la consumación del
delitos permite precisar las características y modalidades de cada tipo tipo respectivo, pero creemos que es más exacta su vinculación con el
penal, y puede hacerse considerando varios puntos de vista. grado de afectación que el tipo supone con el objeto jurídico que prote-
gg_583
Delito de lesión es aquel que para su perfeccionamiento, o sea su
8 1 . 1 . ATENDIENDO A LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA LA consumación, exige que realmente se produzca la lesión o menoscabo del
CONSUMACIÓN DEL DEUTO (DE RESULTADO O MATERIAL Y FORMAL bien jurídico que está destinado a proteger, como sucede con las defrau-
O DE SIMPLE ACTIVIDAD)
daciones y estafas sancionadas en los arts. 467 y siguientes, donde el hecho,
para que se consume, tiene que provocar una pérdida o disminución del
Delito material es aquel que por exigencias de la descripción típica re- patrimonio del tercero afectado.
quiere, para consumarse, además de la realización de la acción o de Delito de peligro es aquel que se satisface con la creación de un riesgo
incurrir en la omisión en que consiste, de la producción de un efecto de lesión para el bien jurídico que se pretende amparar con la creación de
material determinado, diverso al actuar u omitir. En estas figuras, para que la figura penal, no siendo necesaria la producción de la lesión. Tal es el
se estimen consumadas, es necesario que el proceso causal puesto en caso del delito de abandono de niños (arts. 346 y ss.), donde es suficiente
marcha por el sujeto, o la no interrupción de aquel que estaba en curso el abandono, aunque el mismo no produzca daño que pueda afectar la vida
(omisión), produzca el resultado injusto previsto por la descripción típica. o salud del menor; basta el riesgo creado. En igual situación se encuentran
Parte importante de los delitos de más corriente ejecución son materiales los tipos penales del art. 180 (falsificación del sello del Estado) y la tenencia
o de resultado, el hurto y el robo (art. 432), las mutilaciones y lesiones (arts. de armas sin autorización legal (arts. 9- y 13 de la Ley N- 17.798, sobre
395 y ss.), los homicidios (arts. 390 y ss.). control de armas).
Delitos de mera actividad o formales son aquellos que se consuman con Los delitos de peligro concreto se caracterizan porque la conducta debe
la estricta y sola realización de la acción en que consisten o por incurrir en realmente haber creado un efectivo riesgo para el bien jurídico protegido,
la omisión respectiva. Tal sucede, entre otras hipótesis, con el delito de como sucede con el delito descrito en el art. 475, que sanciona el incendio
abusos deshonestos (art. 366), sodomía (art 365), falso testimonio (arL provocado en lugares donde hay personas, pues las mismas deben haber
sido puestas en real peligro. Los delitos de peligro abstracto no requieren
206).
la verificación de si la acción estuvo en la real posibilidad de lesionar al bien
Autores como Maurach^®° y Zaffaroni,^^^ han criticado esta clasifica-
objeto de protección. Haya o no creado un riesgo, la conducta se estima
ción sosteniendo que todo delito tiene resultado; porque si bien sucede a
en sí misma peligrosa, y por ello su prohibición se conmina con una
veces que el tipo se limita a describir la acción, ineludiblemente todo
sanción penal, como ocurre con la tenencia, fabricación o posesión de
comportamiento se concreta en un efecto material o físico.
llaves falsas y, en general, de instrumentos destinados normalmente a la
Se ha sostenido también que los delitos de mera actividad son de difícil
comisión del delito de robo, figura castigada por el art. 445; o el delito
diferenciación con los de peligro abstracto,^^^ a los que se aludirá a
descrito en el arL 404, que sanciona la provocación a duelo. Al contrario,
continuación, y ello es efectivo, ya que en ambos el tipo se satisface con la
para que el comportamiento sea típico en el delito de peligro concreto se
mera ejecución de la acción prohibida. La diferencia está en el punto de
debe establecer que el bien protegido estuvo en efectivo riesgo; en tanto
vista que se tiene en cuenta para calificarlos de tales: en los de mera
que en el delito de peligro abstracto eso no es necesario: la conducta
actividad es la no producción de un resultado, en los otros la peligrosidad
prohibida, haya o no creado un peligro, es en sí misma punible.
del comportamiento para un determinado bien jurídico.
Se miran con gran reserva estos tipos penales, que no corresponden a
la concepción de un derecho penal protector de bienes jurídicos; en el
hecho se proyectarían a una prohibición de conductas por mera disposi-
^"^ Maurach, D.P., I, p. 276.
^^ Maurach, D.P., I, p. 276.
^^^ Zaffaroni, Manual, p. 330.
^ ° ^ RarÍCTaliinn MnniiaL n. R6. Cury, D.P., I, p. 240.
254 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

ción de la autoridad del Estado. Hay tendencia en la doctrina a considerar


f CONDICIONES DE PUNIBILIDAD. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS 255

por ello inadecuada la denominación de comisión por omisión; en reali-


que el delito de peligro siempre debe entenderse en el sentido de peligro dad son verdaderos delitos de omisión.^*^
real, concreto, y que afecte a un bien jurídico determinado. De no haber
producción de peligro no habría tipicidad.^^^
8 1 . 4 . SEGÚN EL SUJETO DE LAACCIÓN (DELITOS COMUNES, ESPEQALES YDE
PROPIA MANO; UNISUBJETIVOS YPLURISUBJETIVOS)
8 1 . 3 . SEGÚN LA FORMA DE PRESENTACIÓN DEL COMPORTAMIENTO
DEL SUJETO ACTIVO DEL DELITO (DE ACCIÓN YDE OMISIÓN)
Ciertos tipos penales tienen alguna exigencia en relación a la calidad o
circunstancias particulares que debe cumplir el sujeto activo. Lo que
Las figuras penales pueden manifestarse en su exterioridad de dos mane- normalmente es indiferente en la generalidad de los tipos. Esto último es
ras: a través de una conducta activa o pasiva. No cualquier delito acepta lo frecuente, como también que en la comisión de un hecho delictivo no
ambas modalidades de presentación; a veces exigen un comportamiento sea necesaria la concurrencia de más de una persona para que el tipo
activo, y otras uno meramente pasivo. Desde esta perspectiva pueden pueda darse; no obstante, hay figuras en que por exigencia de su descrip-
clasificarse los tipos en delitos de acción y de omisión. Clasificación que se ción legal debe intervenir más de una persona, lo que permite clasificar los
desprende del art. 1°, que al definir el delito señala esas dos posibilidades. delitos en:
Delito de acción es aquel cuya descripción típica requiere que el sujeto a) Comunes, especiales y d£ propia mano, y
lleve a cabo una actividad material o externa. Esta clasificación se enraiza b) Unisubjetivos(individuales) y plurisubjetivos (o de concurrenáa necesaria).
en la naturaleza de la norma infringida: normalmente el delito de acción
exige la infracción de una norma prohibitiva; por vía de ejemplo, el art.
432 prohibe apropiarse de las cosas muebles ajenas, y para hacerlo hay que a) Delitos comunes, especiales y de propia mano
apoderarse de un bien de otra persona.
El delito de omisión consiste en no realizar la acción que el ordenamien- Esta clasificación dice relación con la calidad de las personas que pueden
to jurídico espera de una persona en una situación dada. No se trata ser sus autores. Lo normal es que los delitos puedan cometerse indistinta-
—como resulta obvio— de un mero no hacer nada, sino de no llevar a mente por cualquier persona y, por ello, generalmente su descripción
cabo, pudiendo hacerlo, aquello que se "debe" realizar en un momento y comienza con palabras como "el que", "quien" o semejantes. En otras
circunstancia concretos. De consiguiente, el tipo de omisión presupone un oportunidades ello no es así, se limita el ámbito de los posibles autores a
mandato, una norma que obliga a un sujeto a cumplir con una actividad un grupo especial de personas sobre las cuales pesan deberes u obligacio-
cuando se presentan circunstancias específicas (arts. 257, 282, 495 N° 19, nes cuyo adecuado cumplimiento la sociedad tiene particular interés en
entre muchos otros). Se trata de una noción particularmente normativa. mantener, tal ocurre en el caso de los magistrados y de los funcionarios
Los delitos de omisión se subclasifican en propios e impropios. públicos, como también respecto a determinados profesionales. Ello da
Son delitos propios de omisión los que se describen como tales expresa- origen a la distinción entre delito común y especial.
mente por la ley; caso característico en nuestro sistema es el denominado Delito común (indiferenciado) es aquel en que el tipo penal no hace
omisión de socorro (art. 494 N° 14). Otras figuras de omisión propia son exigencia particular en cuanto a la persona del sujeto, que puede ser mujer
las sancionadas en los arts. 156 inc. 2°, 252, 253, etc. u hombre, tener o no una función o calidad especial. Es lo que sucede con
Delitos impropios de omisión son los que no están descritos por la ley, la generalidad de los tipos penales; suficiente es mencionar el hurto y el
pero que a través de la vía interpretativa de los delitos que han sido robo (art. 432), los engaños (arts. 467 y ss.), etc.
descritos como de acción, se concluye que pueden consumarse mediante Delito especial es aquel en que el tipo exige para su concreción que el
el incumplimiento de un deber de actuar. Nadie podría desconocer la sujeto que realiza la conducta descrita cumpla condiciones específicas.
posibilidad de provocar la muerte de otro mediante un no hacer aquello Si éstas no se dan en el sujeto activo, el hecho deja de ser típico o pasa
que se debe: la enfermera que no coloca la inyección de insuUna en el a constituir un tipo distinto. Estas características pueden ser de orden
momento adecuado al paciente diabético, la madre que no alimenta al natural o jurídico.
recién nacido y demás situaciones análogas. Esto sucede en general en Hay ciertos tipos que exigen en el sujeto una cahdad jurídica determi-
todas aquellas descripciones típicas en que lo prohibido es la producción nada, como sucede con la prolongación indebida de la función pública,
de un efecto injusto determinado, así matar, lesionar, dañar, etc. Resulta donde el sujeto tiene que haber sido empleado público; la prevaricación.

685
^^•^ Rusfns. ManuaL r>. 165. mi'' Cfr. Bustos. Manual, D. 245; Sáinz Cantero, Lecciones. III. D. 293.
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONDICIONES DE PUNIBIUDAD. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS
255 257

que p r e s u p o n e la calidad de juez (art. 223), y la bigamia (art. 382) la d e suficiente la intervención d e u n a sola voluntad delictiva (se d e n o m i n a
también monosubjetíva), lo q u e n o impide —^a su vez— la posibilidad d e
estar casado.
ser realizado e n coautoría, c o m o sucede con la estafa (art. 468), que p u e d e
En otros casos el sujeto d e b e ser u n a p e r s o n a d e t e r m i n a d a en c u a n t o
ser consecuencia d e u n a sola voluntad ( u n a sola persona) o d e varias.
a su naturaleza; el art. 344 exige ser mujer para sancionar a aquella q u e
Plurisubjetiva es la figura q u e p o r razones del tipo requiere la interac-
causa su p r o p i o aborto; la calidad d e varón es necesaria en el estupro d e
ción d e varias voluntades — m á s d e u n a — para q u e p u e d a consumarse, sea
u n a doncella (art. 363) y en la sodomía (art. 365). c o m o sujeto activo o pasivo; así acontece con la sublevación (arts. 126y ss.),

é
Se subclasifican e n especiales propios e impropios. Los ^o/«05 consisten e n la asociación ilícita (arts. 292 y s.). ,
un tipo ú n i c o cuyo autor p u e d e ser exclusivamente u n sujeto calificado, o
sea q u e cumpla las cualidades requeridas p o r la figura penal, q u e n o
cuenta con u n equivalente e n u n delito c o m ú n . Tal acontece c o n el delito
81.5. CLASinCAaÓN CONFORME A LA GRAVEDAD DEL DELITO:
de prevaricación (arts. 223 y ss), q u e sólo p u e d e cometerlo u n m i e m b r o
FALTAS, SIMPLES DEUTOS Y CRÍMENES (ART. 3=)
del P o d e r Judicial y q u e n o tiene u n a figura base c o m ú n d e la q u e p u e d a
ser autor u n a p e r s o n a q u e n o tenga esa calidad.
Los impropios son delitos q u e c u e n t a n con u n tipo p e n a l c o m ú n base, Esta clasificación tiene su f u n d a m e n t o en la gravedad del h e c h o y sus
que p u e d e ser realizado p o r cualquiera persona; p e r o c u a n d o interviene distintas categorías q u e d a n determinadas por las penas q u e les correspon-
c o m o autor u n sujeto calificado (intraneus) el m i s m o h e c h o d a lugar a u n a den; para ello d e b e estarse a la escala señalada p o r el art. 2 1 .
figura diferente, que n o r m a l m e n t e se r e p r i m e con sanción más grave; esta Faltas son delitos d e importancia o m o n t o m e n o r . Debe diferenciarse
figura constituye el delito especial. El homicidio p u e d e ser c o n s u m a d o p o r la falta penal d e la infraccional o administrativa; esta última consiste en la
cualquier individuo sin q u e d e b a cumplir con características específicas;
p e r o si el que lo lleva a cabo es el p a d r e , m a d r e o cónyuge d e la víctima, o
u n o d e los parientes e n u m e r a d o s p o r el art. 390, constituye parricidio
m infracción d e reglamentos administrativos o d e n o r m a s especiales. En
general, conforme al art. 2 1 , al delito falta le c o r r e s p o n d e n penas d e
prisión (de 1 a 60 días) o d e multa.
(delito especial i m p r o p i o ) . O c u r r e otro tanto c o n el h u r t o (art. 432): si su Los simples delitos n o tienen diferencia substancial con los crímenes,
autor es u n funcionario público y se trata d e los fondos q u e están a su salvo su inferior gravedad o trascendencia en c u a n t o al injusto (art. 3°).
cargo, i n c u r r e en malversación d e caudales públicos (art. 233). Los delitos La escala señalada en el art. 21 e n u m e r a , e n t r e otras penas q u e
especiales impropios, e n el h e c h o , son tipos privilegiados o agravados, c o r r e s p o n d e n a u n simple delito, las siguientes:
d o n d e el d e b e r específico que afecta al sujeto calificado n o es el fundamen-
to substancial del tipo, sino u n plus del desvalor del acto, q u e agrava la
infracción d e la n o r m a prohibitiva q u e afecta a la generalidad d e las
m El destierro, q u e es exclusivo para los simples delitos.
Reclusión y presidio m e n o r e s ( d e 61 días a 5 años).
personas; e x c e p c i o n a l m e n t e p u e d e n disminuirla en los delitos privilegia- Confinamiento, e x t r a ñ a m i e n t o y relegación m e n o r e s (de 61 días a 5
dos. Así, la prohibición d e m a t a r a otro está dirigida a todos los h o m b r e s , años).
p e r o c u a n d o , a d e m á s d e matar, esa m u e r t e se causa a u n pariente, el
desvalor d e la c o n d u c t a ofrece u n mayor m e n o s p r e c i o social, u n a mayor Los crímenes son tipos penales d e m á x i m a gravedad, y sus sanciones son
trascendencia, y p u e d e d a r origen a u n parricidio (art. 390). las más rigurosas. Las principales penas q u e les c o r r e s p o n d e n son las d e
Delitos de propia mano son aquellos d o n d e el tipo p e n a l describe u n a privación y restricción d e libertad mayores, o sea desde 5 años y 1 día a 20
c o n d u c t a que, dadas sus características o naturaleza, sólo p u e d e ser reali- años; las d e presidio, reclusión o relegación perpetuas y la d e m u e r t e .
zada m e d i a n t e u n a actividad corporal del p r o p i o sujeto, d e u n a actividad
personalísima, c o m o sucede en el adulterio, la violación, el abuso desho-
nesto. 8 1 . 6 . DISTINQÓN DE LOS DELITOS SEGÚN EL ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO
(DELITOS DOLOSOS YCULPOSOS O CUASIDELITOS)

. b) Delitos unisubjetivos y plurisubjetivos


(de sujeto individual o p l u r a l ) . El Código Penal, e n el art. 2°, distingue dos clases d e injustos: delitos y
cuasidelitos, según q u e el h e c h o haya sido c u m p l i d o con dolo o culpa. El
El u p o e n ciertas figuras penales r e q u i e r e para su realización la necesaria arL 4° agrega q u e los cuasidelitos se clasifican en la misma forma q u e los
intervención d e más d e u n a voluntad (o p e r s o n a ) , lo que n o d e b e confun- delitos: crímenes y simples cuasidelitos. Se p u e d e afirmar q u e n o hay
dirse con la coautoría ni con participación, p u e s son cosas i n d e p e n d i e n t e s , cuasidelito d e falta para los efectos precisados p o r el art. 490, sin perjuicio
ya q u e e n u n delito plurisubjetivo p u e d e darse la participación. Unisubjetivo de q u e b u e n a p a r t e d e los delitos faltas descritos en el Libro III son
atribuibles a culpa. La clasificación q u e establece el_art. 2° entre delito
258 NOCIONES FUNDAMENTALES DEIATEORÍADEL DELITO CONDICIONES DE PUNIBIUDAD. CLASIFICACIÓN DE LOS DEUTOS 259
^ '
doloso y culposo alcanza hoy particular interés, d e b i d o a q u e la estructura la consumación d e la acción misma, lo q u e permite q u e se clasifiquen los
sistemática d e ambas clases d e figuras es distinta. Se h a considerado c o m o delitos en instantáneos, permanentes y de estado.
tipo i n t e r m e d i o el d e n o m i n a d o delito preterintencional, p e r o para la Instantáneas son las figuras q u e describen acciones que, d a d a su natu-
opinión mayoritaria n o hay tal: allí se d a u n concurso d e delitos, u n o raleza, su ejecución p u e d e ser breve o p r o l o n g a d a en el tiempo, p e r o cuya
doloso y o t r o culposo; n o h a b r í a u n injusto típico único. consumación se p r o d u c e e n u n ú n i c o instante, y j u n t o c o n ello esa ejecu-
ción se termina. Sucede e n gran p a r t e de los tipos penales; así el homicidio,
el h u r t o , etc., d o n d e la acción d e m a t a r o d e a p o d e r a m i e n t o , respectiva-
81.7. CLASinCAaÓN D E L O S DELITOS CONFORME A LA ACCIÓN m e n t e , p u e d e tener mayor o m e n o r duración, p e r o la consumación del
A QUE DAN ORIGEN delito se p r o d u c e en u n m o m e n t o d e t e r m i n a d o : c u a n d o sobreviene la
(DE ACCIÓN PÚBLICA, PRIVADA YMIXTA) m u e r t e o se p r o d u c e el a p o d e r a m i e n t o d e lo ajeno, y con ello se agota esa
acción.

Según la acción procesal a q u e d a n lugar, los delitos se clasifican en tres Es permanente u n delito cuya acción p u e d e consumarse en cualquier
grupos: m o m e n t o , p e r o q u e p o r voluntad del a u t o r es posible m a n t e n e r su ejecu-
ción en el tiempo, d e m o d o q u e el delito c o n t i n ú e e n constante estado d e
De acción pública, q u e constituye la regla general; son los q u e p u e d e n
consumación. Tal o c u r r e en el secuestro (art. 141) y, e n general, c o n las
perseguirse d e oficio p o r la autoridad y cuya acción p u e d e ser ejercida p o r
privaciones ilegítimas d e libertad, d o n d e el h e c h o se perfecciona c u a n d o
cualquiera p e r s o n a capaz, a m e n o s q u e tenga u n a prohibición (arts. 11 y
u n a p e r s o n a es privada d e su libertad arbitrariamente, p e r o mientras
15C.P.P.). continúa ese estado, el delito se sigue c o n s u m a n d o instante a instante y d e
De acción privada son los q u e sólo d e b e n investigarse y sancionarse a m a n e r a p e r m a n e n t e . Q u e d a sujeto a la voluntad del autor el p o n e r térmi-
r e q u e r i m i e n t o del ofendido o d e su r e p r e s e n t a n t e . Están señalados en el n o al estado d e consumación.
art. 18 del C.P.P.; e n t r e ellos el estupro, el adulterio, la calumnia y la
Delito de estado (o instantáneo d e efectos p e r m a n e n t e s ) es aquel q u e
injuria.
si bien se c o n s u m a e n u n solo instante, su consumación crea u n a nueva
De acción mixta, d e n o m i n a c i ó n p o c o feliz, pues en realidad son d e
situación o estado q u e d u r a en el t i e m p o al margen d e la voluntad del
acción pública con modalidades. P u e d e n perseguirse a r e q u e r i m i e n t o del
autor, c o m o sucede con el delito d e bigamia. El delito d e "estado" n o d e b e
ofendido; es suficiente q u e lo solicite, n o necesita querellarse c o m o se
confundirse con el " p e r m a n e n t e " , p o r q u e en éste el estado d e consuma-
exige e n los d e acción privada. Basta c o n d e n u n c i a r l o al tribunal, el q u e
ción, u n a vez p r o d u c i d o , c o n t i n ú a en el t i e m p o siempre q u e la acción q u e
actuará d e oficio y c o m o si fuera d e acción pública. Son tales, según el art.
lo h a provocado se m a n t e n g a e n constante ejecución, t o d o ello a voluntad
19 del C.P.P., la violación y el r a p t o . P u e d e n perseguirse también a reque-
del sujeto activo, lo q u e n o sucede e n el delito d e estado, q u e si bien crea
rimiento del Ministerio Público (art. 19). El p e r d ó n del ofendido n o
una nueva situación, ésta n o d e p e n d e d e la voluntad del autor. El delito
extingue la responsabilidad en los delitos d e acción pública y mixta; p e r o
p e r m a n e n t e d e b e diferenciarse también del d e n o m i n a d o delito "conti-
sí en los d e acción privada (art. 9 3 N= 5° C.P,). En los d e acción mixta el
nuado",^*' q u e consiste en u n a pluralidad d e acciones realizadas p o r u n
p e r d ó n extingue la responsabilidad c u a n d o se d a antes de iniciar la acción.
sujeto único, cada u n a d e las cuales considerada i n d e p e n d i e n t e m e n t e
cumple con las condiciones necesarias p a r a tipificar u n delito, p e r o que e n
8 1 . 8 . EN RELACIÓN AL TIEMPO DE LA CONSUMACIÓN
conjunto constituyen u n o solo p o r q u e se e n c u e n t r a n ideológicamente
(DELITO INSTANTÁNEO, DE ESTADO, HABITUAL, CONTINUADO) conectadas. C o r r e s p o n d e distinguirlo igualmente del d e n o m i n a d o delito
habitual, cuya característica es la d e q u e su injusto n o consiste en u n acto
aislado, sino en la repetición d e esos actos q u e individualmente n o confor-
C o m o bien señala Creus,^^ el t i e m p o tiene interés para el tipo p e n a l man u n ilícito típico, p e r o sí su reiteración, q u e viene a demostrar u n a
c u a n d o en alguna forma, sea expresa o implícita, requiere que la actividad tendencia o inclinación del sujeto en tal sentido, d e u n a costumbre en su
se realice en u n a o p o r t u n i d a d o época d e t e r m i n a d a (explícita en el actuar, que es lo desvalorado p o r el legislador (facilitar la prostitución, arL
infanticidio, p u e s el a r t 394 señala q u e la m u e r t e del recién nacido d e b e
provocarse d e n t r o d e las 48 h o r a s siguientes al parto; implícita en los arts. La diferencia e n t r e delito p e r m a n e n t e , c o n t i n u a d o e instantáneo
206 y siguientes, q u e aluden al falso testimonio p r e s t a d o d u r a n t e el j u i c i o tiene trascendencia p a r a los efectos — e n t r e otros— d e la prescripción d e
o p r o c e s o ) . P e r o en lo q u e aquí interesa, el t i e m p o ofrece importancia en la acción penal, pues en el delito p e r m a n e n t e se c u e n t a desde q u e se p o n e

' Creus. Man.-u.aL DD. 188-189. Infra, párrafo 106.


260 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
CAPITULO IX ' • ' *

término a la actividad en que consista y en el continuado desde que se ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO
realiza el último acto típico. También repercute en la participación: en el
permanente y en el continuado pueden intervenir autores y cómplices
entretanto el delito se está consumando, o sea mientras se mantenga la
acción ejecutiva, lo que no puede suceder en el delito instantáneo.

,13
I

82. ETAPAS INTERNA Y EXTERNA. ACTOS PREPARATORIOS


Y DE EJECUCIÓN

Es históricamente tradicional en la doctrina que aplicando criterios de


índole naturalístico, se distingan en la ejecución del delito dos etapas: una
interna o subjetiva y otra externa u objetiva.^^* Conforme a esos criterios el
hecho punible se forma primero en la mente de su autor y luego se realiza
en el mundo material. La fase interna comprende la "ideación", "delibera-
ción" y "resolución" delictiva. La externa, que sigue en el tiempo a la
anterior, comprende los actos "preparatorios"; los de "ejecución" y "consu-
mación",^*^ que se creen susceptibles de diferenciar objetivamente, aun-
que hay reconocimiento unánime de que en la realidad esa distinción es
compleja y ambigua, aun recurriendo a criterios objetivos y subjetivos en
conjunto.
La fase interna ocurrirá en el cerebro del sujeto (elabora en su mente
planes y fines), período regido por el principio cogitationem poena nemo
patilur, queda al margen del derecho penal, no es punible, "las ideas no
delinquen ".5^
La etapa de preparación comienza en el momento en que el autor
exterioriza su voluntad delictiva realizando actos materiales dirigidos a
facilitar la ejecución del hecho, actividad normalmente no punible. La fase
de ejecución del delito se caracterizapor el aprovechamiento de los medios
obtenidos en la etapa de preparación para el cumplimiento del plan
ejecuüvo del hecho.^^i

Entre tantos otros, se p u e d e n citar a Etcheberry, D.P., II, p. 42; Mir Puig, D.P., p . 278;
Sustos, Manual, p . 267; G i m b e r n a t , Introducáón, p. 107; Cobo-Vives, D.P., III, p . 295; M u ñ o z
C o n d e , Teoría, p p . 294 y ss.
Sáinz C a n t e r o , Lecáones, III, p . 147.
590
u:A-r J i m é n e z d e Asúa, Tratado, VII, p . 229.
\ 591
262 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEOMA DEL DELITO

El derecho penal es una ciencia práctica —calificación ésta que podría


tildarse de contradictoria— que requiere de normas aprensibles fáctica-
I ETAPAS DE CONCREaON DEL DELITO

acto tendiente a su concreción se constituye en acto de iniciación del


delito, en comienzo de su ejecución, aunque no siempre punible. Sólo
26S

mente, que permitan una regulación clara del comportamiento humano tienen significación jurídico-penal los que son "directos", porque ellos sí
en sus consecuencias punitivas, lo que está lejos de lograrse con el esquema constituyen tentativa (art. 7°).
recién señalado; en el hecho no es posible distinguir entre etapa interna y
extema en el sentido antes enunciado, tanto en el ámbito material como
en el temporal. Sucede que la fase de ideación incorpora frecuentemente 83. FUNDAMENTOS DE LA PUNIBILIDAD DE LOS ACTOS QUE
la búsqueda de medios, lo que se hace antes de adoptar una resolución • PRECEDEN A LA CONSUMACIÓN DEL DEUTO
definitiva con trascendencia jurídico-penal. Las simples pretensiones que
pueden llevar a una deliberación y búsqueda de medios, no son decisiones
para estos efectos; las diversas fases no se concretan en forma tan categóri- Se debe partir de la premisa que el comportamiento descrito por el tipo
ca y ordenada en el comportamiento humano. Lo que interesa es distin- puede castigarse sólo cuando cumple con todas las exigencias subjetivas y
guir —en el ámbito del derecho— cuando hay "decisión de concretar el objetivas que el mismo señala, lo que significa que el hecho se encuentra
"consumado". Existe hurto cuando el delincuente se apodera de la especie
delito" (dolo), de cuando aún no lo hay. Si para el derecho hay "decisión",
mueble ajena y la hace suya. Antes hay únicamente ejecución de activida-
los actos posteriores dirigidos a concretarla serán siempre de ejecución,
des dirigidas a ese objetivo; de modo que hay hurto cuando con el objeto
pero estos úlümos únicamente merecen sanción cuando cumplen la carac-
de apropiarse de una cosa, el autor la sustrae de la esfera de custodia de la
terística de ser "directos" (art. 7°), los restantes normalmente no son
víctima. Sin embargo, la circunstancia de que no se consume el hecho no
típicos. El problema es establecer cuándo hay decisión, voluntad de con- significa que no puedan castigarse los actos dirigidos a ese objetivo y que
cretar el tipo, o sea cuándo hay dolo y cuándo, para los efectos del derecho, no lo logran.
comienza la ejecución en el mundo material de la acción u omisión
punible. Es conveniente desde luego precisar que la tentativa no consiste
En verdad, diferenciar jurídicamente actos preparatorios y ejecutivos, solamente en la realización incompleta de la acción o de la no producción
es inútil e impracticable en la mayor parte de los casos. Es suficiente que la del resultado; es una noción más amplia que incide en la no consumación
ley penal describa un comportamiento para que éste sea típico y constituya del delito, lo que es diverso. En efecto, puede haber tentativa aunque se
ejecute toda la acción, pero el delito no se consuma por la ausencia del
delito, sin que ofrezca interés que pueda ser calificado de preparatorio o
objeto atacado (tratar de provocar el aborto de una mujer no embarazada,
ejecutivo, o de resolución manifestada, conforme a valoraciones parajurí-
falta aquí el producto de la concepción), porque la acción carecía de
dicas.
aptitud para consumar el hecho (pretender envenenar con agua azucara-
En principio, los actos anteriores a la resolución delictiva no son da a una persona sana), situaciones que técnicamente se denominan
sancionables, salvo contadas excepciones, como la conspiración, la propo- tentativas inidóneas.^^^
sición, la instigación y la complicidad; pero tampoco pueden calificarse de
preparatorios, ni mucho menos de resoluciones manifestadas, porque no Para explicar el porqué debe ser sancionada la tentativa de consuma-
lo son. Algunos comportamientos descritos por los tipos penales son ción de un delito existen distintas teorías que se enunciarán a continua-
punibles no obstante que no correspondan a una resolución delictiva en ción^^^ y que se agrupan en objetivas, subjetivas y mixtas. Éstas tienen
un sentido determinado, salvo la de realizar la conducta de que se trate o importancia porque permiten adoptar posición respecto de la denomina-
que conste que perseguía la ejecución de una actividad dirigida en contra da tentativa inidónea, sobre si corresponda o no penarla.
de un bien jurídico que es objeto de protección por el derecho penal, lo
que se observa en ciertos delitos de peligro, como los que se sancionan en a) Teorías objetivas o clásicas
los arts. 445 y 481. Lo que sucede con estos tipos penales es que los
comportamientos que prohibe presentan especial desvalor social, y por
ello se les describe como delitos, y si lo son no pueden calificarse de Parten del supuesto que los comportamientos típicos merecen castigo
resoluciones manifestadas o de actos preparatorios de hechos injustos, exclusivamente cuando lesionan o ponen en peligro un bien jurídico
porque son injustos típicos. digno de protección; es el resultado en que se materializa la conducta lo
que determina su penalización.
Antes de adoptar la resolución delictiva que le interesa al derecho,
Si la lesión se produce, el hecho está consumado y merece todo el rigor
pueden darse momentos de ideación, planificación, búsqueda de medios
aptos, proposición, conspiración, donde concurren, a veces en forma
coetánea, actividades internas y externas, que no son preparatorias, y que Véanse al efecto a Welzel, D.P., p. 260; J e s c h e c k , Tratado, 11, p. 700; Mir Puig, D.P.,
si lo fueran en términos naturalísticos, no interesan al derecho penal. Una P' 27^9; Cury, Tentativa, p p . 31 y ss.; Bustos, Manual, p. 267.
Infra. oárrafn 84
264 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 265

de la pena; si sólo se puso en peligro el bien protegido, como sucede con voluntad rebelde del delincuente, como lo hace la teoría subjetiva, limita
el delito intentado, también el comportamiento se pena, pero con una su penalidad a la hipótesis en que, además, esa conducta provoque una
sanción menor. Si la conducta no provoca ningún riesgo, no puede casti- conmoción en el ordenamiento jurídico, en cuanto a la sensación de
garse; es la lesión o peligro del bien jurídico lo determinante. seguridad existente en la comunidad. Es una tesis ecléctica, donde la
Corolarios de esta posición son los siguientes: tentativa se pena por ser voluntad rebelde, pero donde el merecimiento de
1° Si bien subjetivamente el hecho consumado y el intentado son la sanción queda sujeta a circunstancias objetivas, como la provocación de
análogos, o sea el dolo en ambos es igual,^^* la pena es distinta para el una pérdida de la confianza en la efectividad del orden normativo.
consumado, porque ha dañado el interés protegido por la norma, interés La doctrina se traduce en consecuencias de interés que permiten
que en el delito intentado sólo ha corrido peligro; esto es, suministra establecer principios objetivos para diferenciar los actos de ejecución
elementos para diferenciar el castigo de una misma voluntad delictiva, punibles de los no punibles, basándose en sus efectos en la comunidad (su
pero objetivada en formas distintas. mayor o menor conmoción); esta misma circunstancia permite regular la
2° Hace posible diferenciar la pena correspondiente al delito frustrado pena del acto intentado y hace innecesario castigar la tentativa irreal y la
de la que correspondería al intentado propiamente tal, pues en el primer supersticiosa porque no crean desconfianza o no provocan verdadera
caso el bien jurídico corre un peligro mayor que en el segundo. conmoción. Esa doctrina sí puede servir de fundamento para la sanción de
3° La tentativa inidónea absoluta no es punible, por cuanto no significa la tentativa absolutamente inidónea (delito imposible), que es una exte-
el más mínimo riesgo para el bien jurídico protegido. Tampoco lo serían riorización de una voluntad rebelde y crea una alteración en el orde-
los actos denominados preparatorios. namiento.

b) Teorías subjetivas 84. TENTATIVA, FRUSTRACIÓN Y CONSUMACIÓN


DEL DELITO
Reconocen en general que en la tentativa falta la lesión del interés jurídico
protegido, pero afirman que lo castigado es la conducta en sí misma, en
cuanto importa una rebelión contra el orden normativo; es la voluntad Sobre este rubro existen distintos criterios, que generalmente se repiten
contraria al derecho lo que se castiga, y tanto en el delito consumado como en el tiempo, sin que en la realidad jurídica y práctica tengan un respaldo
en el intentado esa voluntad es la misma. Esta es la doctrina del positivismo verdadero. Se distinguen entre delito consumado y las etapas anteriores, y
italiano, que valora el animus necandi del sujeto en lugar del resultado, que en estas últimas, los denominados actos preparatorios y los actos de ejecu-
V. Bury llevó a los tribunales del imperio alemán y que exacerbó la Escuela ción.
de Kiel, la que se pronunció por el derecho penal del autor: no se castiga Los actos de ejecución son los que conformarían la tentativa y la
el acto peligroso, sino al individuo peligroso para el Estado. frustración; que normalmente son punibles. Los actos preparatorios son
Sus consecuencias son obvias: permite extender el ámbito de lo puni- aquellos realizados para concretar la resolución delictiva, pero que no
ble a cualquier comportamiento dirigido al delito, porque evidencia una alcanzan a conformar una tentativa, porque no pueden calificarse como
voluntad rebelde, posibilita igualar la sanción del delito intentado y la del actividades ejecutivas. Entre éstos, algunos autores mencionan la proposi-
consumado; la lesión del bien protegido aparece como secundaria, además ción y la conspiración; se podrían agregar la instigación y algunas formas
permite que la tentativa inidónea absoluta pueda castigarse, toda vez que de complicidad. Esta estructura no corresponde a la realidad jurídica
conforme a ella desaparece toda diferencia entre la tentativa idónea y la nacional e importa equívocos conceptuales. En verdad, la distinción entre
inidónea; en ambas formas el sujeto inicia la acción y la consumación no actos preparatorios y ejecutivos, que desde una perspectiva naturalística es
sobreviene por causas ajenas a su voluntad. imposible concebir, resulta artificiosa e inútil. Lo que interesajurídicamen-
te es precisar qué actos que no logran consumar el tipo y han sido
realizados con el objetivo de concretarlo, son punibles y cuáles no; los
c) Teorías mixtas - •"'•.. punibles son actos de tentativa. En síntesis, lo que hay que determinar es
qué actividad realizada por el autor del hecho punible constituye tentativa,
Esta tendencia ha sido planteada por autores como Welzel,^^^ y con más tenga o no naturaleza de acto preparatorio o ejecutivo, que es algo secun-
énfasis por Jescheck,^^ que afincando la punición de la tentativa en la dario. La "instigación" no puede calificarse como acto preparatorio, por-
que es actividad desarrollada con anterioridad al momento en que en el
sujeto activo se forma la resolución delictiva, como se verá más adelante;^^'
^"^^ Bacigalupo, Manual, p .167.
55^ Welzel, D.P., p . 266. ;>Ui SÍ».11«q .snlrt! '
í r . - . ^ í ' ^ Cid \r
266 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELFEO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 267

la conspiración y la proposición —que algunos desacertadamente denomi- autor no alcanzó a realizar aquello que personalmente y conforme a su
nan como resoluciones manifestadas—^^* son estadios previos a la coauto- plan debía ejecutar, le quedaron actos por hacer.
ría y están dirigidos precisamente a formar el concierto de voluntades Tanto el delito intentado, frustrado como el consumado tienen en
inherente a esa modalidad de comisión del delito. Por ello la conspiración común que en todos ellos para que existan, debe el autor iniciar la
y la proposición serán analizadas después de la coautoría;^^ se puede ejecución del hecho. El consumado se diferencia del intentado y frustrado
adelantar que en nuestra legislación se sancionan por excepción (art. 8°), en que en el primero el resultado prohibido se produce, lo que nunca
a diferencia de lo que ocurre en la legislación española, donde son puede suceder en el intentado propiamente tal y en el frustrado.
comportamientos punibles en general (art. 4° C.P. de España). Para distinguir si un delito alcanzó sólo la etapa de la tentativa o de la
El estudio que se inicia persigue establecer desde cuándo y hasta frustración —en ambos casos, como se precisó, nunca puede darse el
cuándo ofrece interés para la ley penal el comportamiento humano. El resultado típico— debe examinarse si la acción que personalmente hubo
tipo penal, como se ha señalado en otros párrafos, es la descripción de un de realizar el sujeto está o no terminada. La tentativa propiamente tal es
proceso conductual, más o menos complejo y prolongado temporalmente. acción inconclusa, la frustración es acción terminada pero sin el resultado
No es una instantánea, es toda una actividad desarrollada en el tiempo, tipico esperado; de consiguiente, el delito frustrado puede presentarse
complementada, a veces, con el proceso causal que provoca y con el únicamente en los delitos denominados materiales o de resultado.
resultado en que se concreta.
Delito "consumado" es aquel que cumple con todas las condiciones
subjetivas y objetivas enumeradas por la figura penal, aquel en que se da,
en su integridad, el proceso conductual y material descrito por el tipo 85. NATURALEZA DE LAS ETAPAS DE TENTATIVA
Y FRUSTRACIÓN
respectivo.
La doctrina —particularmente la alemana— hace diferencia entre
tipo "consumado" y "agotado"; en éste no sólo se cumple el proceso El art. 7° del Código Penal define lo que es una y otra:
descrito por la ley, se llega más allá; en definitiva, se concreta la aspiración Hay tentativa cuando el "culpable da principio a la ejecución del
del autor presupuesta por el tipo y que aquel debe perseguir, aunque no crimen o simple delito por hechos directos, pero faltan uno o más para su
se exige que se materialice para consumar el delito.^*^ En el delito de hurto complemento".
o de robo (art. 432) se requiere que el apoderamiento de la cosa mueble Hay delito frustrado (sea crimen o simple delito) "cuando el delincuente
se haga con ánimo de lucro, de suerte que, para que el tipo pertinente se pone de su parte todo lo necesario para que el crimen o simple delito se
dé, es indispensable que el autor se haya apropiado del bien para obtener consume y esto no se verifica por causas independientes de su voluntad".
un enriquecimiento, o sea para alcanzar una utilidad o ganancia, pero el Las diferencias que la legislación establece entre consumadóny tentativa
delito se consuma con la simple apropiación de la cosa, no es necesario que o frustración, como entre tentativa de delito, en sentido estricto, y delito
el sujeto haya alcanzado el beneficio, suficiente es que haya obrado con el frustrado, coinciden con las señaladas en el párrafo anterior.
animus. El delito se "agotará" cuando, además, se ha logrado ese lucro. Por Como no se trata de tipos independientes, sino de distintas etapas de
ello se castiga al encubridor, pues su intervención facilita ese logro. ejecución de un único típo,^*'' en el plano subjetivo no existen diferencias
En nuestro sistema la distinción entre delito consumado y agotado no entre tentativa, frustración y consumación; en los tres estadios ejecutivos
ofrece importancia, pero sí la tiene diferenciar el delito intentado del se requiere el mismo dolo. Las diferencias surgen en el plano objetivo. Para
frustrado. En efecto, si se adhiere al derecho penal de acto, y se parte del que exista delito consumado debe haberse concretado no sólo la acción en
presupuesto de que no se considera injusto y punible el resultado en sí plenitud, sino también el resultado típico (así, en el delito de homicidio
mismo, sino una actividad humana que lesiona o pone en peligro un bien no es suficiente haber disparado el arma en contra de la víctima, debe
jurídico, entendiendo tal la actividad en su concepción final, se concluye causarse su muerte). En el delito intentado y en el frustrado es fundamen-
que lo desvalorado por el derecho es la acción. Ese desvalor no puede ser tal que el resultado típico no se haya producido, y ello por causas indepen-
igual en el caso de la actividad terminada que cuando queda inconclusa, y dientes a la voluntad del autor. Esto último es fundamental, pues si la no
en eso radica precisamente la diferencia entre frustración y tentativa producción de ese resultado se debe a la voluntad del sujeto activo, no
propiamente tal: la primera corresponde a un comportamiento personal habrá delito, como se señalará cuando se analicen el desistimiento y el
terminado por el sujeto activo, la segunda a una actividad incompleta, el arrepentimiento.^°2

^*® Cfr. Bacigalupo, Manual, p. 164; J i m é n e z d e Asúa, Tratado, VII, p . 2 6 1 .


^^^Infra, párrafo 100. gjj^Cfr. C r e u s . D . / ' . , p . 4 3 1 .
ETAPAS DE CONCREaÓN DEL DELITO 269
268 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

una acción que, como tal, presenta un desarrollo prolongado en el tiempo,


De acuerdo al art. 7°, la etapa de la tentativa se diferencia de la de que admite etapas; la tentativa y la frustración son esas etapas. En algunos
frustración, según haya terminado o no el autor la actividad personal que casos, excepcionales, la ley describe comportamientos que jurídicamente
conforme a su plan debía ejecutar para concretar el delito. Como se ha no admiten gradación en su ejecución, por la naturaleza de la actividad
dicho, en ambos casos el resultado no puede darse, pero habrá tentativa típica queda a veces marginada la posibilidad de su parcialización en actos
cuando el sujeto ha alcanzado a realizar una parte de la actividad que le de tentativa o frustración, pues su ejecución, por llevarse a cabo en un solo
correspondía desarrollar, y tuvo que interrumpir su continuación, o sea acto, importa en sí su consumación, como sucede en la injuria (art. 416).
"faltan uno o más (actos) para su complemento", y esta interrupción se
produce por causas ajenas a su voluntad (el homicida apunta con el arma
y va a gatillar, cuando un tercero se la arrebata: aquí al sujeto le faltó
apretar el gatillo y efectuar el disparo para terminar su actividad personal). 86. LA ESTRUCTURA DEL DELITO INTENTADO
Hay delito frustrado cuando el autor realiza toda la actividad personal que
-sh
le correspondía llevar a cabo, pero el resultado no se concreta por razones
independientes a su voluntad (en el mismo ejemplo anterior, el homicida Se ha señalado la diferencia que existe entre el delito frustrado y la
tentativa de delito, pero lo que se analizará a continuación corresponde a
apunta, dispara y la víctima, advertida a tiempo, efectúa una maniobra de
ambas etapas de ejecución.
protección evitando ser alcanzado por la bala: en esta hipótesis el delin-
cuente ha agotado su actividad personal, pero el resultado muerte no
sobrevino). De consiguiente, hay tentativa de crimen o simple delito cuan-
do el o los autores dolosamente han iniciado la ejecución de la acción 8 6 . 1 . FASE SUBJETIVA DEL DELITO INTENTADO (DOLO, CULPA)
típica, pero no logran terminar la actividad material personal que ésta
supone: faltan uno o más actos para terminarla, que no logran ejecutar por
causas independientes de su voluntad. El elemento subjetivo en el delito intentado no ofrece modalidades espe-
Hay simple delito o crimen frustrado cuando el sujeto activo realiza ciales. El dolo del delito consumado es el mismo que el del delito intenta-
dolosamente la totalidad de la actividad delictiva que personalmente le do: o sea, el conocimiento de los elementos objetivos del tipo y la voluntad
correspondía ejecutar, pero el curso causal que pone en movimiento no se de concretarlo. También deben concurrir los elementos subjetivos del
concreta en el resultado típico perseguido por razones ajenas a su voluntad injusto que requieren ciertos tipos para que pueda haber tentativa o
(el delincuente coloca la bomba en la construcción que pretende destruir, frustración, como sucede con el ánimo de lucro en el hurto y robo. Se ha
conecta el sistema de relojería y se retira del lugar esperando la explosión, disentido sobre si el dolo eventual satisface o no los requerimientos pro-
que no se produce porque falla el sistema de relojería o porque un guardia pios del delito intentado (aquel en que el sujeto se representa el efecto
la descubre y desactiva). prohibido como mera posibilidad, pero frente a esa posibilidad queda en
En nuestra legislación son punibles exclusivamente la tentativa y la una posición de indiferencia). No se divisa obstáculo para la existencia de
frustración de un crimen o de un simple delito, no así de una falta; por tentativa o frustración con dolo eventual;™* no obstante, autores —como
mandato del art. 9° las faltas se castigan cuando están consumadas. Así se Cury— piensan que en la tentativa necesariamente se requeriría del dolo
explica por qué el art. 7°, cuando se refiere a esas etapas de ejecución directo,^^ porque estas etapas de ejecución se caracterizan, precisamente,
por la finalidad de concretar el tipo; no podría haber tentativa —de
imperfectas, precisa que debe tratarse de crímenes o simples delitos,
consiguiente— cuando se está únicamente ante una mera posibilidad del
excluyendo a las faltas. ,,,
resultado injusto. La doctrina mayoritariamente acepta que puede darse
—El delito intentado como tipo subordinado en la tentativa del dolo eventual.™^ El delincuente que coloca una carga
explosiva en el auto de la víctima, con el objetivo de destruir el vehículo,
Algunos autores, Cury entre otros, califican a la tentativa y a la frustración pero prevé al hacerlo la posibilidad de que la explosión se produzca
como üpos subordinados del tipo consumado. estando su propietario en él, si la víctima efectivamente se sube al automó-
Esta terminología se presta a equívocos porque da la imagen de un tipo vil pero se percata a tiempo del peligro y desactiva la bomba, habrá
especial diverso: por un lado el consumado y por el otro el intentado. homicidio frustrado a título de dolo eventual, además del delito de daño
En realidad el tipo es uno solo, pero como es la descripción de un proceso, frustrado.
el legislador —para los efectos de regular su penalidad— distingue entre
tentativa, frustración y consumación. El tipo es único: la descripción de
605 '^^'^' '^°'*'°^' Curso, II, p. 143; Muñoz Conde, Teoría, p. 185;Jescheck, Tratado, II, p. 703.
»n. ^"^y. Tentativa, p. 97; Creus, D.P., p. 437.
-•=.,',•. , « r j i > ^fC^ ' Bacigalupo, Manual, pp. 167-168; Creus, D.P., p. 437.
270 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE C O N C R E a O N DEL DELITO 271

I
La culpa n o es posible en la tentativa; d e b e descartarse u n a hipótesis a) Teorías objetivas
culposa, p u e s el q u e actúa sin el cuidado debido, n o persigue c o m e t e r u n
delito, lo q u e es esencial a la t e n t a t i v a . ^ ' I g u a l m e n t e n o p u e d e h a b e r Parten del p r e s u p u e s t o q u e previamente d e b e determinarse la finalidad
tentativa de u n cuasidelito, q u e se castiga sólo en c u a n t o consumado, n u n c a perseguida p o r el a u t o r —su dolo—, q u e señalará el delito q u e p r e t e n d í a
en el g r a d o d e intentado o frustrado. Algunos teóricos lo conciben, p e r o cometer. En seguida c o r r e s p o n d e analizar si lo realizado p o r el sujeto
conforme a la m a n e r a c o m o aquí se h a tratado el tipo, n o es posible. p u e d e calificarse c o m o acto ejecutivo o preparatorio d e ese delito, p e r o
Se sostiene p o r algunos autores q u e el dolo en el delito i n t e n t a d o es prescindiendo del referido propósito.
diverso del necesario para el delito c o n s u m a d o ; en la consumación la Para este efecto los objetivistas, u n a vez precisado el propósito d e
voluntad delictiva persevera hasta su plena realización, mientras q u e esto sujeto, que p e r m i t e conocer el delito q u e p r e t e n d í a cometer, dejan d e lado
n u n c a p u e d e suceder e n el i n t e n t a d o , d o n d e la consumación n o se da. la voluntad del a u t o r y analizan lo q u e habría realizado en la materialidad,
Según dichos autores, esa voluntad n o se daría, en especial respecto d e la pues es el acto en sí mismo, c o m o suceso causal, el q u e t e n d r á la aptitud
tentativa p r o p i a m e n t e tal, d o n d e le q u e d a al sujeto actividad p o r realizar, de evidenciar si p e r t e n e c e al tipo p e n a l cuya concreción perseguía el autor.
y cuya voluntariedad n o habría p o d i d o manifestarse fácticamente en rela- Se sabe q u e el sujeto quería falsificar u n cheque; d e t e r m i n a d o ello,
ción a los actos omitidos. La misma constituiría u n e l e m e n t o subjetivo del c o r r e s p o n d e establecer si t o m a r el d o c u m e n t o y tratar de imitar la escritura
tipo —^y n o dolo—, pues consistiría en u n a simple pretensión, u n a aspira- es u n acto d e ejecución p r o p i o del tipo falsificación d e i n s t r u m e n t o
ción o móvil, o sea u n animu^^ necesario p a r a q u e se d é la tentativa. privado. La valoración d e u n acto se h a c e con criterio "objetivo", conside-
La tesis resulta inadecuada, toda vez q u e el dolo en el delito i n t e n t a d o r a n d o la experiencia general. La diversidad surge respecto d e los criterios
requiere de u n a voluntad dirigida o la consumación del delito c u a n d o el a considerar. ,:
sujeto inicia su ejecución, o sea u n a voluntad igual a la del delito consuma- Entre los más relevantes se p u e d e n m e n c i o n a r los siguientes:
do, pues n o h a b r í a dolo si hubiese voluntad ú n i c a m e n t e para iniciar el Y\ formal, de Beling, para quien hay acto de ejecución c u a n d o ese acto
h e c h o y n o p a r a c o n s u m a r l o . ^ ^ Sin e m b a r g o , según la tesis criticada, el queda c o m p r e n d i d o en la actividad descrita p o r el verbo rector del tipo,
dolo quedaría satisfecho en la tentativa con la sola voluntad d e ejecutar el e n t e n d i e n d o esa noción en el alcance q u e tiene en el lenguaje natural. Esta
acto de iniciación del delito, lo q u e parece inadmisible. determinación n o se h a c e c o n s i d e r a n d o la situación concreta; el análisis se
debe hacer en abstracto y de m a n e r a general, m e d i a n t e el e x a m e n d e la
estructura del tipo. Sólo h a b r á tentativa, p o r lo tanto, desde que se comien-
, 86.2. FASE OBJETIVA DEL TIPO TENTATIVA (ACTOS DE EJECUCIÓN) za a violar la n o r m a penal, c o r r e s p o n d i e n d o d e t e r m i n a r ese comienzo en
cada clase de delito, en abstracto. El c o n c e p t o de tentativa es u n o m i s m o
para cada tipo p e n a l y se infiere de la acción que describe, e n t e n d i é n d o l a
El Código Penal describe la fase objetiva c u a n d o e n el art. 7°, para que haya en su sentido natural.
tentativa, alude a la necesidad d e "dar principio a la ejecución del crimen
El sistema fue criticado p o r q u e restringe el c a m p o de la tentativa,
o simple delito p o r h e c h o s directos". Sobre el alcance d e estas expresiones
a p r o x i m á n d o l o en e x t r e m o al de la consumación. Suficiente es considerar
se h a n formado diversas tendencias: unas estiman q u e para d e t e r m i n a r si
que según este sistema h a b r á tentativa d e homicidio sólo c u a n d o se prin-
hay tentativa se d e b e diferenciar e n t r e actos "preparatorios" y actos "ejecu-
cipia a dar m u e r t e , o sea c u a n d o el arma o i n s t r u m e n t o es e m p l e a d o en
tivos" del delito; y otras prefieren desentenderse d e esa tradición sistemá-
contra de la víctima, dejando c o m o acto preparatorio b u e n a parte d e
tica, d e origen francés —commencement d'exécution—, y r e c u r r e n a criterios
actividades q u e son acreedoras de sanción.
de naturaleza normativa q u e p e r m i t e n establecer c u á n d o se inicia la
Admitirían tentativa ú n i c a m e n t e los tipos q u e importan procesos com-
ejecución del delito para efectosjurídico-penales. Lo q u e interesa precisar plejos.
es q u é actos realizados con el objetivo de concretar la resolución delictiva
Formal material. Frank corrigió la doctrina de Beling, con el objeto d e
son m e r e c e d o r e s de sanción penal, sean o n o ejecutivos.
salvar las críticas q u e se le hicieron, a m p l i a n d o la noción d e acto ejecutivo
Las doctrinas q u e p r e t e n d e n diferenciar e n t r e actos preparatorios y a aquellos q u e sin ser tales, p o r su necesaria unión con la acción típica,
ejecutivos h a n fracasado al n o tener éxito en señalar criterios j u r í d i c a m e n - aparecían, según la concepción natural d e la actividad, c o m o incorporados
te válidos a ese efecto. Por ello, analizarlas en detalle es algo inútil; se a esa acción ( p o n e r v e n e n o en la copa d e la víctima n o es matar, p e r o es
enunciarán las principales, r e u n i é n d o l a s en dos g r a n d e s grupos: las obje- algo tan i n h e r e n t e a la acción de envenenar, q u e quedaría c o m p r e n d i d o
tivas y las subjetivas. en ella c o m o su comienzo de ejecución).
H u b o autores q u e c o m p l e m e n t a r o n la doctrina d e Frank, con la del
peligro, q u e parte del principio de que es acto de tentativa aquel q u e está
^"^Jescheck, Tratado, II, p . 704.
™^ E n t r e otros Cury, Tentativa, p. 94.
en situación de p r o x i m i d a d temporal y espacial con el resultado, o sea
^"^ WP17P1. n.P.. n. 262: C r e m . D.P.. a. 437. cuando el bien p r o t e g i d o h a sufrido u n riesgo inmediato. Aquí se observa
272 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 273

u n cambio en relación a la teoría de Beling, pues se analiza el caso manera de principiar & realizar la acción previamente propuesta conforme
concreto, mientras q u e Beling p r e t e n d í a precisar la tentativa en forma al plan del autor.
abstracta y general. Esta doctrina tiene u n a variante (limitadamente subjetiva u objetiva
Temía de Currara (objetiva impropia). Se incluye también e n t r e las doctri- individual) q u e si bien r e c u r r e al propósito del delincuente y a la previa
nas objetivas la sostenida p o r Carrara en su p r i m e r a época, q u e distinguía determinación d e su plan, u n a vez que los conoce, objetivamente y c o m o
e n t r e la naturaleza unívoca y equívoca del acto. Los actos unívocos son tercero imparcial, e x a m i n a el c o m p o r t a m i e n t o i n c o m p l e t o del sujeto p a r a
aquellos q u e c o n d u c e n p o r su naturaleza a u n resultado criminoso. Estos establecer si q u e d a o n o c o m p r e n d i d o d e n t r o del tipo penal respectivo: si
serían actos ejecutivos y d e consiguiente constituirían tentativa. así sucede, se trata d e u n acto ejecutivo; en caso contrario, es p r e p a r a t o r i o .
Son m e r a m e n t e preparatorios los actos equívocos, los que al conside-
rarlos en su objetividad p u e d e n o n o estar dirigidos al resultado típico.
86.3. EL COMIENZO DE LA EJECUCIÓN DEL DEUTO EN EL CÓDIGO PENAL
Esta doctrina p u e d e ser objeto de serios reparos, p o r q u e los actos
unívocos son casi inexistentes; en relación a los equívocos, para catalogar
a algunos d e ellos c o m o tentativa se subjetiviza la doctrina al recurrir al Los principios q u e se e n u n c i a r á n son aplicables tanto a la tentativa pro-
propósito del autor, p u e s distingue e n t r e actos relativa y absolutamente piamente tal c o m o al delito frustrado; p a r a q u e se d é cualquiera d e esas
equívocos. Absolutamente equívocos son los que a u n mirados con las demás dos alternativas d e b e el sujeto c o m e n z a r la ejecución del delito. Se h a
circunstancias c o n c u r r e n t e s n o d e m u e s t r a n n a d a en relación al delito señalado que la diferencia e n t r e tentativa y frustración d e p e n d e d e si el
( c o m p r a r u n a r m a , hacer u n p l a n o de las oficinas de la entidad financiera autor ha t e r m i n a d o o n o la actividad personal q u e d e b e r í a h a b e r realizado.
que se p r e t e n d e asaltar). Relativamente equívocos son los q u e mirados en su Si n o alcanzó a t e r m i n a r la acción hay tentativa, esto es faltaría parte de su
contexto d e m u e s t r a n que constituyen tentativa de delito, c o m o entrar actividad, le q u e d a r í a n algunos actos p o r realizar; al contrario, si t e r m i n ó
subrepticiamente a la casa ajena con las bolsas adecuadas para recoger el todo lo que le c o r r e s p o n d í a ejecutar p e r o el resultado n o se p r o d u c e , sea
botín q u e se e n c u e n t r a en ella. p o r q u e el curso causal q u e puso en actividad es defectuoso o p o r q u e
Carrara a b a n d o n ó esta tesis y la reemplazó p o r la del ataque a la esfera terceros lo i n t e r r u m p i e r o n , hay delito frustrado.
jurídica de la víctima, que califica c o m o tentativa a los ataques q u e alcanzan Para establecer si se c o m e n z ó o n o la ejecución del delito, resulta inútil
al sujeto pasivo d e la acción delictiva, o sea la p e r s o n a o cosa en contra de toda referencia sobre si se está o n o a n t e u n acto p r e p a r a t o r i o o ejecutivo.
la cual se dirige. Los actos q u e q u e d a n en la esfera del sujeto n o son No obstante lo señalado, la doctrina nacional conserva tal criterio. Así, el
tentativa (mirar u observar el lugar d o n d e se p e n e t r a r á p a r a cometer el profesor Etcheberry e n u m e r a varios principios que p e r m i t e n diferenciar
delito); n o obstante, c o m o se h a dicho, en n u e s t r o país tuvo inmensa un acto m e r a m e n t e p r e p a r a t o r i o — q u e q u e d a r í a fuera d e la tentativa— d e
influencia el p r i m e r criterio d e Carrara, q u e h a sido difundido p o r la un acto de ejecución, q u e importaría tentativa, principios q u e en definitiva
cátedra y acogido p o r la j u r i s p r u d e n c i a . lo que precisan es c u á n d o ese acto i m p o r t a u n comienzo d e la ejecución
del delito y c u á n d o n o y, luego, se pasa a calificar al s e g u n d o c o m o
b) Teorías subjetivas ' ' preparatorio. El profesor Cury también distingue e n t r e actos preparatorios
(que n o constituirían tentativa) y ejecutivos (que sí la constituirían),
La d e n o m i n a c i ó n p u e d e resultar discutible, p e r o se e m p l e a para p o n e r aplicando al efecto principios propios d e la teoría subjetiva limitada.
énfasis en c u a n t o estas teorías consideran la finalidad del agente c o m o Debe a b a n d o n a r s e la diferenciación e n t r e ambas clases d e actos en
a n t e c e d e n t e de valor p a r a diferenciar el acto p r e p a r a t o r i o del ejecutivo. relación al delito i n t e n t a d o , institución q u e n o tiene sustento en la comi-
Para lograrlo, r e c u r r e n a la visión del sujeto q u e actúa, estableciendo sión de actos ejecutivos, p o r q u e p u e d e h a b e r tentativa de delito con actos
previamente cuál era su propósito y el plan q u e tenía en m e n t e concretar; que se califican c o m o preparatorios. Esta afirmación se sustenta en los
precisados estos aspectos, pasan a indagar si conforme a dicho plan la siguientes razonamientos:
actividad desarrollada p o r el sujeto q u e d a o n o c o m p r e n d i d a en la acción La ley, c o m o lo expresa Cury, en p a r t e alguna alude a los actos
descrita p o r el tipo. Si la c o m p r e n d e , hay tentativa; en caso contrario, n o preparatorios ni los c o n t r a p o n e a los ejecutivos.
(doctrina subjetiva e x t r e m a ) . ^ ," 1^ realidad natural —lo señala Etcheberry— n o existen u n a
Se critica esta corriente p o r q u e con ella cualquier acto — a u n aquellos ^a egoría especial d e actos p r e p a r a t o r i o s y otra d e actos ejecutivos, p u e s
que en forma natural se consideran c o m o m e r a m e n t e preparatorios ^o^ os subjetivamente tienden al resultado y objetivamente n i n g u n o lo
p o d r í a ser calificado de tentativa, y e x t e n d e r su alcance a toda exterioriza- d e ? " ^ ' ^ ^ 'consiguiente, n o tiene p o r q u é i m p o n e r s e tal distinción al
ción d e la voluntad delictiva. Esta crítica es exagerada, p o r q u e n o se
considera acto ejecutivo a toda exteriorización d e voluntad, sino sólo a ~ ^ ^ . *^-P- se d e s e n t i e n d e de la referida clasificación y en múltiples
aquella q u e i m p o r t a en el caso concreto iniciar la ejecución del delito; vale am'^'^"'^^'^^^ ^^"'ciona actos d e simple preparación, c o m o sucede con el
decir, d e b e aoreciarse si corresDonde a u n a decisión dolosa, v si importa u n a tor q u e suministra m e d i o s d e ejecución íart. 15 N*^ 3^"). o la colaboración
274 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 275

del cómplice con actos "anteriores" a la ejecución del delito (art. 16), o la Esto n a d a tiene q u e ver con m a r g i n a r los actos preparatorios, c o m o lo
conspiración y proposición para c o m e t e r u n crimen o simple delito (art. estima J i m é n e z d e Asúa; la n o r m a n o circunscribe los actos "directos" a los
8-); t o d o ello sin contar n u m e r o s a s figuras penales d o n d e se castiga "ejecutivos". Lo q u e exige es otra cosa.
e x p r e s a m e n t e la simple preparación d e actos delictivos (arts. 124,181,187, El acto t e n d r á la calidad de directo c u a n d o cumple con dos condicio-
etc.). nes, q u e se d e s p r e n d e n del alcance semántico d e la palabra en cuestión.
El C.P. da solución sistemática al p r o b l e m a en diversas disposiciones, Directo significa aquello que "se e n c a m i n a d e r e c h a m e n t e a u n objetivo o
en particular el art. 1° en relación con los artículos 15 y 16. Carece d e mira", lo q u e encierra en este caso u n a doble cualidad:
consistencia la afirmación d e q u e el art. 7° hace referencia a los actos i) El acto d e b e dirigirse r e c t a m e n t e a la ejecución del delito, y
ejecutivos en el inc. 3° al expresar "cuando el culpable da principio a la ii) D e b e ser apto o i d ó n e o para lograrlo.
ejecución del crimen o simple delito p o r hechos directos..." Este p r e c e p t o
en p a r t e alguna alude a "actos ejecutivos", lo que exige es que se principie i) El acto debe dirigirse rectamente a la ejecución del delito. • _/
la ejecución del delito, n o c i ó n más amplia y que d e b e ser i n t e r p r e t a d a El acto, conforme al plan y circunstancias concurrentes, d e b e aparecer
conforme a principios sistemáticos y n o de índole naturalística o histórica. categóricamente e n c a m i n a d o a la ejecución del h e c h o ; h a de manifestar
Del t e n o r del art.7- se d e s p r e n d e q u e d e b e n c o n c u r r i r dos requisitos con nitidez q u e está dirigido a la ejecución del delito. Esta apreciación es
para q u e exista delito intentado: a) que el culpable haya d a d o principio a de orden objetivo; p a r a hacerla el tribunal tiene que ponerse en el lugar
la ejecución del crimen o simple delito, y b) q u e lo haga p o r hechos de un tercero imparcial y analizar la situación en u n a perspectiva ex ante
directos. (Cfr. Córdoba-Rodríguez, Comentarios, II, p . 220). i; i RÍ:

ii) El acto debe ser idóneo para concretar el tipo.


a) Q u e el autor principie a ejecutar el delito La actividad realizada p o r el sujeto d e b e tener potencialidad causal p a r a
alcanzar el efecto o resultado esperado; éste es el alcance en q u e se h a
Dar principio a la ejecución no es pensar en realizar el delito, analizar la empleado la voz idónea. En el delito i n t e n t a d o la acción ejecutada siempre
posibilidad d e cometerlo, indagar sobre los posibles medios a emplear, ni es causalmente i n o p e r a n t e , p o r q u e es de su esencia q u e el h e c h o n o se
proveerse d e esos medios o probarlos; n i n g u n o d e tales c o m p o r t a m i e n t o s consume; lo que se exige es q u e el acto tenga u n a aptitud causal "poten-
es consecuencia d e u n a "resolución delictiva". De suerte que sólo se cial", lo q u e se establecerá con un juicio d e experiencia, a u n q u e en el
considerará q u e se inicia la ejecución del delito c u a n d o existe la determina- h e c h o haya fracasado c o m o causa. Esta apreciación d e b e hacerse conside-
ción del sujeto de cometerlo, c u a n d o el dolo está formado en la m e n t e del r a n d o el plan del sujeto y la forma c o m o tenía p e n s a d o actuar, p e r o con
autor, c u a n d o hay voluntad d e concretar el h e c h o injusto en u n a forma criterio objetivo sobre la posibilidad d e las consecuencias d e su acción, sin
d a d a y conforme a u n plan p r e d e t e r m i n a d o . De consiguiente, las fases tomar en c u e n t a las circunstancias extraordinarias; pues si se hiciera con
anteriores, internas o n o , p u e s las externas q u e n o sean consecuencia de los ojos del autor, siempre tendría el acto aptitud p a r a alcanzar el resultado
u n dolo ya f o r m a d o constituyen también meros deseos o aspiraciones, n o
son punibles. Para q u e p u e d a existir tentativa el sujeto d e b e realizar actos
que exterioricen esa d e t e r m i n a c i ó n —su d o l o — hacia el delito, actos que
i injusto.
El que dispara en contra de la víctima i g n o r a n d o q u e ésta usa u n
chaleco a p r u e b a d e balas c o m e t e tentativa, a u n q u e u n disparo en esas
d e b e n estar —a su vez— dirigidos a su concreción.
condiciones es evidentemente un m e d i o n o a p t o para matar, p e r o el
El análisis antes indicado d e b e hacerse con los ojos del sujeto. C u a n d o
conforme a su plan y a la visión q u e tenía de la realidad c i r c u n d a n t e en el
m o m e n t o de realizar el acto, ese acto constituía para él u n principiar la
comisión del delito, hay tentativa. Lo sostenido es consecuencia d e las
é chaleco es algo excepcional, u n balazo objetivamente es a d e c u a d o para
provocar la m u e r t e .
Se vincula la idoneidad del acto con la exigencia d e q u e sea directo,
p o r q u e aquel q u e n o lo sea, n o p u e d e —en n i n g ú n caso— dirigirse
expresiones usadas p o r el art. 7°: "cuando el culpable da principio...",
d e r e c h a m e n t e a la ejecución del delito, c o n s i d e r a d o ese acto con objetivi-
"cuando el d e l i n c u e n t e p o n e de su parte t o d o lo necesario...", es su
dad. Se trata d e u n juicio de previsibilidad objetiva considerando el plan
voluntad, su visión la q u e prima.
del autor.
Sectores d e la doctrina vinculan la idoneidad del m e d i o e m p l e a d o
b) Q u e los h e c h o s ejecutados sean "directos" en relación a la para p e r p e t r a r el delito con la antijuridicidad; en algunas hipótesis la
concreción del delito midoneidad es tan absoluta, tan categórica, q u e a u n q u e la punición d e la
tentativa n o se f u n d a m e n t a en el peligro corrido p o r el bien a m p a r a d o
Esto limita el c o n c e p t o d e tentativa. N o se inicia la realización del h e c h o (antijuridicidad material), sucede a veces q u e en la realidad natural el
con cualquiera actividad exteriorizada p o r el a u t o r p a r a cometerlo, d e b e delito i n t e n t a d o n u n c a h a constituido u n riesgo para ese bien. Hay alter-
tratarse d e u n a actividad q u e "directamente" se vincule con su concreción. nativas d o n d e es tan evidente q u e n o sólo n o h a corrido peligro el bien

'i'V-^^ ^T.-^
376 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE C O N C R E a O N DEL DEUTO 277

j u r í d i c o p r o t e g i d o , sino q u e a d e m á s t a m p o c o a p a r e c e q u e el o r d e n a m i e n - e n t r e los directos, la e n t r e g a del a r m a sí q u e d a c o m p r e n d i d a , p o r q u e en


to normativo general haya sido afectado. Esto sucede con la llamada la realidad fáctica ese suministrar la pistola es p a r t e d e la actividad r e q u e -
"tentativa ridicula", p o r q u e a la ley n o le c o r r e s p o n d e sancionar la tontera rida para q u e el s e g u n d o sujeto p r o c e d a a disparar en contra d e la víctima.
o i n g e n u i d a d extrema: q u e r e r e n v e n e n a r a u n a p e r s o n a con gotas d e a g u a Al cumplir su c o m e t i d o el p r i m e r d e l i n c u e n t e , materializó la p o r c i ó n d e
es algo torpe y, p o r ello, imposible. C o m p o r t a m i e n t o s c o m o éste n o actividad q u e d e a c u e r d o al concierto a p o r t a a la ejecución del delito; p o r
atenían al o r d e n a m i e n t o , p o r lo m e n o s con seriedad.^^" Pensamos que la ello es autor y n o cómplice.
i d o n e i d a d en la tentativa se vincula con la tipicidad: n o es posible calificar Debe diferenciarse la actividad q u e constituye u n a m a n e r a directa d e
de directo el acto i n i d ó n e o . iniciar la comisión del h e c h o (y q u e d a la calidad d e a u t o r a quien la
ejecuta), d e la q u e consiste en u n a m e r a colaboración a la ejecución del
h e c h o (que da lugar a la c o m p l i c i d a d ) . Esta última n o significa h a b e r
87. LA TENTATIVA EN EL DELITO C O M E T I D O P O R A U T O R c o m e n z a d o esa realización y, p o r ello, t a m p o c o p u e d e ser tentativa. Sólo
Ú N I C O Y EN COAUTORÍA el autor p u e d e iniciar la comisión del delito (aun en el caso d e la autoría
mediata); el cómplice colabora a la actividad del autor, y conforme al a r t
16 esa cooperación p u e d e realizarla con actos anteriores a la ejecución. En
Es útil h a c e r diferencia e n t r e la acción d e sujeto singular y la d e sujeto este supuesto la actividad del cómplice se presta "antes" de q u e se d é
plural, a lo q u e se hizo alusión al estudiar la teoría d e la acción, materia comienzo a la ejecución ( c o m o sería facilitar la pistola sin previo concier-
que se ampliará al c o m e n t a r la autoría y la coautoría. Ambas situaciones to); esta actividad es "accesoria" a la del a u t o r y q u e d a a ella subordinada.
tienen naturaleza ó n ü c a diversa, a u n q u e la m a n e r a de analizar el acto Si el autor n o inicia la ejecución del delito, los actos del cómplice n o son
i n t e n t a d o es igual en u n a y otra alternativa, p e r o las consecuencias que se punibles; son atípleos.
derivan son distintas según se trate d e la actividad realizada p o r u n sujeto
único o d e la realizada p o r varios individuos en coautoría, o sea concerta-
dos previamente, lo q u e significa q u e a d o p t a r o n la resolución delictiva en 88. OBJECIÓN A LA DOCTRINA NACIONAL MAYORITARIA
c o m ú n , elaboraron el plan de acción y se distribuyeron la actividad q u e
cada u n a desarrollaría t e n d i e n t e a concretar el objetivo perseguido p o r
todos. La tendencia de la doctrina nacional es considerar que proveerse d e los
En la hipótesis de u n autor singular, los actos con que se inicia la medios d e ejecución y d e m á s actividades análogas constituyen simple
ejecución d e u n h e c h o ilícito se calificarán d e tentativa según c u m p l a n o preparación p a r a delinquir. El f u n d a m e n t o d e esta o p i n i ó n se afinca en
n o las dos condiciones señaladas: tener la cualidad de ser directos a la apreciaciones d e í n d o l e naturalística, q u e hacen diferencia e n t r e actos
comisión del delito y ser idóneos para ese efecto. De m o d o q u e en el preparatorios y ejecutivos y de corrientes doctrinarias q u e consideran el
homicidio, c o m p r a r u n arma, adiestrarse en su uso, n o son conductas q u e p r o b l e m a e n abstracto o r e c u r r i e n d o a principios extranormativos. P e r o la
signifiquen c o m e n z a r la ejecución de ese delito, tanto p o r q u e n o se dirigen aplicación de tales criterios se traduce en soluciones q u e —a veces—
d e r e c h a m e n t e a cometerlo — c o n f o r m e al alcance que se h a señalado a la parecen lindar en el absurdo. Se sostiene, p o r vía de ejemplo, que si dos
palabra "directos"— c u a n t o p o r q u e t a m p o c o aparecen c o m o idóneos para personas deciden matar a u n a mujer y p a r a lograrlo optan obsequiarle u n a
matar a otro. caja de chocolates e n v e n e n a d o s , obligándose u n o a adquirirlos, inyectarles
En la acción del sujeto plural n o sucede otro tanto. Yello p o r q u e la ley la substancia letal y luego entregárselos al otro para q u e los lleve a la
consideró e x p r e s a m e n t e , en elart. 15 N° 3°, al q u e "concertado" suministra víctima, sólo h a b r á tentativa c u a n d o este último trata d e cumplir su come-
medios para la ejecución del h e c h o , calificándolo de autor. C u a n d o dos tido, o sea e n t r e g a r el obsequio; de m a n e r a que la preparación del confite
sujetos se p o n e n d e a c u e r d o p a r a matar a un tercero, y aquel q u e está en y la e n t r e g a efectuada p o r el p r i m e r sujeto sería u n acto p r e p a r a t o r i o , p e r o
condiciones se c o m p r o m e t e a conseguir u n a pistola y entregársela al n o ejecutivo;^^^ p o r lo tanto, tales actividades n o constituirían tentativa y
s e g u n d o con las m u n i c i o n e s del caso, siendo este último el q u e disparará no serían punibles si el s e g u n d o n o intenta entregar el regalo; solamente
en contra de la víctima p o r q u e tiene b u e n a p u n t e r í a , hay un plan y hay esta actividad sería iniciar la ejecución del delito. Sin e m b a r g o , aceptan
también distribución del trabajo a realizar. Aquí ese "matar a o t r o " es u n a que si n o existe a c u e r d o e n t r e los sujetos, el que a d q u i e r e y e n v e n e n a los
acción q u e conforme a lo proyectado p o r los dos delincuentes consiste en chocolates, por el solo h e c h o d e entregar la caja al s e g u n d o para que los
q u e u n o provea al otro del a r m a y q u e éste dispare. Si bien actos c o m o la haga llegar a la víctima, n o c o m e t e ú n i c a m e n t e tentativa, sino delito
b ú s q u e d a de la pistola, la c o m p r a d e la misma, n o q u e d a n c o m p r e n d i d o s frustrado de homicidio si p o r cualquiera razón el e n c a r g a d o de la entrega

víi-íl
^^^ Córdoba-Rodríguez, Comentarios, II, p. 22; Jiménez de Asúa, Tratado, VII, pp. 705 y ss. Cfr. Cury, Tentativa, p. 71.

^ ^ ^
278 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 279

no la cumple y la víctima no recibe el presente letal o no lo consume. De el hecho de que en la tentativa desistida no habría el dolo —o sea la
suerte que el comportamiento más peligroso, como es el concierto entre voluntad de concreción— inherente a la tentativa punible, porque en esta
dos personas para privar de la vida a otra, que aunan sus voluntades y última el elemento subjetivo se conformaría por la voluntad de realización
acciones para cometer el homicidio, recibiría un tratamiento por la ley que concurre respecto de la actividad ya ejecutada, y por la voluntad de
penal más benigno que cuando actúa una sola. La misma actividad: prepa- continuar ejecutando la actividad que falta por realizar, voluntad que debe
rar los chocolates con el veneno y encargar a otra persona que los entre- subsistir como tendencia dirigida hacia el logro del resultado, y en la
gue, en un caso es tentativa (concretamente homicidio frustrado) y en el tentativa abandonada precisamente esto último es lo que faltaría,^^"^ toda
otro una conducta irrelevante para el derecho penal, lo que es incompren- vez que aquí el sujeto no quiere continuar con la comisión del hecho.
sible tanto desde una perspectiva normativa como de justicia material. Juan Bustos estima que en la tentativa propiamente tal el desistimiento
es una causal de atipicidad, pero explica tal situación porque lo realizado
por el sujeto no puede ser desvalorado y por ello no puede ser típico al no
89. EL DESISTIMIENTO DEL DELITO INTENTADO. relacionarse esa actividad con el bien jurídico, ya que el sujeto no estaba
SU CONCEPTO en disposición de realizar el hecho, esto es la atipicidad proviene desde el
bien jurídico que determina el injusto. En el delito frustrado habría
Lo que se expondrá a continuación vale tanto para la tentativa propiamen- tipicidad de la acción, pero el desistimiento activo excluye a la antijuridici-
te tal como para el delito frustrado, salvo las diferencias que en cada caso dad porque el resultado desaparece por la voluntad del sujeto, de manera
se indicarán. que no sería posible atribuirlo objetivamente a su acto.^^^
El desistimiento es la cesación voluntaria, de parte del sujeto, de la No se puede compartir la idea de que en la tentativa el desistimiento
realización de la acción que ya había iniciado (desistimiento propiamente tenga un rol excluyente de la tipicidad, como se sostiene; tampoco que sea
tal); puede asimismo el desistimiento consistir en que el autor impida la excluyente de la culpabilidad, como a su vez se piensa por otros, pues antes
consumación del hecho por la acción ya realizada por él (desistimiento del desistimiento los actos realizados por el autor son típicos y culpables;
eficaz o arrepentimiento). El desistimiento libera de pena al sujeto por lo no se ve cómo un acto posterior —como es el desistimiento— podría
ya hecho, salvo que la parte de acción llevada a cabo hasta el momento del desplazar esa tipicidad o culpabilidad que ya existía legalmente.^^^ Por otra
desistimiento constituya por sí misma un delito autónomo (el homicida parte, aceptar la atipicidad de la tentativa desistida, importaría aceptar
alcanzó a herir a su víctima, pero al verla tan indefensa, abandona su también que la tentativa en sí constituye un tipo independiente al tipo
propósito de matarla; en esta hipótesis no podrá castigarse la tentativa de consumado, criterio que no se comparte en esta obra, donde se presupone
homicidio, pero sí las lesiones que el autor materialmente infirió). que el tipo es único, y la tentativa y la frustración constituyen realización
parcial de ese tipo único.
Etcheberry califica al desistimiento como causal de extinción de res-
ponsabilidad penal y disiente de opiniones como la sustentada por Cuello
,^, ,,^ 8 9 . 1 . NATURALEZA JURÍDICA DEL DESISTIMIENTO ,',./.
Calón y Quintano Ripollés, que la consideran una excusa legal absolutoria,
porque de ser así ésta impediría el nacimiento de la responsabilidad,
No existe uniformidad de criterios sobre la naturaleza de este instituto, mientras que en la especie únicamente le pone término.^^'
pero es importante determinarla, por cuanto de la identidad que se le Existe tendencia hoy en día a calificar el desistimiento como una
reconozca dependerán sus efectos o consecuencias. circunstancia personal que tiene efecto marginador de la pena, no con
Varios autores españoles,^*^ y algunos nacionales, sostienen que el fundamento en la teoría del delito, porque desde esa perspectiva no se
desistimiento es una causal de atipicidad; Eduardo Novoa lo califica como puede explicar, sino por razones de política criminal, ya que la sanción
elemento negativo del tipo, o sea un elemento que necesariamente no dejaría de tener justificación desde la perspectiva de la prevención espe-
debe concurrir para que se pueda calificar de tentativa una actividad cial, como también de la general; además, el autor se hace merecedor del
determinada.^^* E. Cury, en principio, comparte el criterio de que el perdón de la pena que corresponde a su acto —el ya realizado—, por haber
desistimiento voluntario margina la tentativa, lo que está en armonía con regresado al campo del derecho por su propia voluntad.^^*
la concepción que tiene de esta etapa de ejecución, como tipo indepen-
diente, pero subordinado al consumado. Además, fundamenta su tesis en
^ C u r y , a P . , II,p. 212.
^ Bustos, Manual, pp. 274 y 276.
^^^ Rodríguez Muñoz, nota en la traducción del Tratado, de Mezger, II, p. 270; Córdoba ^ Zaffaroni, Tratado, IV, p. 482.
Roda, nota en la traducción del Tratado, de Maurach, II, pp. 361-362. ' Etcheberry, D.P., II, p. 9.
613 E. Novoa, El proceso degeneración del delito, p. 49. ^'jescheck. Tratado, II, p. 738.

Í Í O . 1/9 \ l-n
280 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELiTO 281

Se ha abandonado la idea planteada por Feuerbach, quien sostenía puede adoptar el delincuente frente a su delito: desistirseáe continuar con
que el perdón de la sanción al sujeto que se desistía de la comisión del la acción cuya realización comenzó o arrepentirse áe la ejecución que ya
delito era "un puente de plata" que el legislador le tendía para estimular ejecutó y terminó, pero que aún no ha alcanzado a consumar el delito por
su arrepentimiento, pues de no ser así, el delincuente que sabe que aunque no haber provocado el efecto esperado. Por ello se analizarán separada-
se desista de su propósito delictivo será castigado, podría tratar de perseve- mente el desistimiento y el arrepentimiento, denominado también desisti-
rar en él. En realidad, hoy se considera que el autor que inicia la comisión miento activo. El desistimiento procede en la tentativa propiamente tal; el
del injusto penal no tiene en mente la posible promesa de un perdón, e arrepentimiento en el delito frustrado.
incluso a veces ignora totalmente la existencia de esa posibilidad.
Adherir a uno u otro de los sistemas enunciados tiene importancia. Si
el desistimiento trae como efecto la atipicidad de lo realizado, se trataría
de una circunstancia que beneficiaría no sólo al que se desiste, sino a todos 8 9 . 3 , EL DESISTIMIENTO EN LA TENTATIVA PROPIAMENTE TAL
(INACABADA)
los intervinientes, aun cuando éstos no se hayan desistido; en tanto que al
considerarlo como circunstancia personal que excluye la pena porque ésta
no responde a sus presupuestos —prevención general y especial—, única-
mente beneficiará al que abandona la acción, pero lo realizado sigue Desistirse es abandonar espontáneamente la actividad típica mientras aún
siendo típico y antijurídico, de modo que subsiste la responsabilidad de los está en la etapa de ejecución; el sujeto, de propia voluntad, interrumpe la
partícipes. •- continuación de la actividad personal que él requiere realizar para que se
verifique el hecho. De suerte que sólo puede haber desistimiento cuando
el delito, para consumarse, es susceptible de una actividad fraccionable en
el tiempo (el malhechor escala la reja que protege la casa donde pretende
8 9 . 2 . RESPALDO SISTEM/VnCO DKI. DESISTIMIENTO COMO robar, pero una vez que la ha salvado, se desiste de cometer el delito y
EXCLUYENTE DE I A l'ENA
vuelve a salir sin sustraer bien alguno).
En aquellos delitos que se consuman con la realización de un solo acto,
En la legislación nacional el art. 1° inc. 2°, al señalar lo que entiende como que no está en la posibilidad de fraccionarse, como sucede en el caso de la
delito frustrado, exige que, a pesar de los esfuerzos que haga el autor para injuria, no es concebible que el delincuente pueda desistirse.
consumar el delito, "esto no se verifica por causas independientes de su
voluntad". El C P . no hizo exigencia análoga cuando en el inc. 3° del art.
7° precisa el concepto de tentativa propiamente tal; no obstante, se infiere
que si es el propio realizador del hecho quien suspende la ejecución por 8 9 . 4 . CONDICIONES Q I ; E D E B E Rl'.L'MR EL DF.SISTIMIENTO
su voluntad, o sea abandona la continuación de la actividad que inició, el
resultado será el mismo: no puede imponérsele pena. No deja de sorpren-
i . _,!,.- EN LA TENTATIVA INACABADA

der queelC.P. español de 1848, que emplearon como fuente los miembros
de la Comisión Redactora y que hacía referencia a la libre voluntad del Deben cumplirse tres condiciones: a) que se abandone la ejecución en
sujeto en el caso de la tentativa, no haya sido seguido al redactar la forma oportuna; b) que tal abandono sea espontáneo, y c) que sea defini-
disposición del Código nacional, que consagra un texto diferente. Pero la tivo. . , . , ' •
jurisprudencia y la doctrina han sido uniformes en entender que el desis-
timiento voluntario del sujeto activo tiene iguales consecuencias, tanto en
la tentativa como en el delito frustrado,^'^ en especial porque si el legisla- a) Abandono oportuno de la acción
dor determinó expresamente que cuando por voluntad del autor el hecho
no se consuma, aunque haya realizado toda la acción que al efecto debía Es fundamental en el desistimiento que el sujeto activo abandone la
cumplir, no se le impondrá sanción por lo realizado, con mayor razón no realización de la acción que ha iniciado; hay abandono cuando el sujeto
será punible la situación del que abandona voluntariamente la realización cesa subjetiva y objetivamente en su actividad, quedando otros actos que
de la acción durante su ejecución, o sea antes de que la haya terminado. realizar por el mismo para poner término a la ejecución. Por lo tanto, este
De modo que corresponde diferenciar dos posibles actitudes que abandono debe analizarse considerando la visión que el autor tenía de su
actuar, incluido el plan por él concebido, como también las condiciones
fácticas, reales existentes. Para que haya desistimiento, jurídicamente libe-
®^* Novoa hace interesantes argumentaciones en relación a este punto en su Curso, II, rador de pena, debe existir coincidencia entre la subjetividad del que se
pp. 159-160, para fundamentar el referido criterio. arrepiente y la situación objetiva producida.

!(>«
282 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO ETAPAS DE CONCREOON DEL DELITO 28S

El principio a seguir en esta materia consiste en q u e la voluntaria b) Debe ser e s p o n t á n e o (voluntario)


interrupción d e la ejecución del h e c h o d e b e constituir, en la realidad
material, el i m p e d i m e n t o d e su consumación.®^ Se h a preferido e m p l e a r la voz " e s p o n t á n e o " en lugar d e "voluntario", para
Si el sujeto a b a n d o n a la acción c u a n d o cree q u e c o n s u m ó el h e c h o , precisar mejor la noción, pues c u a n d o el delincuente a b a n d o n a la conti-
p e r o fácticamente esto n o sucedió (el h o m i c i d a aprieta el gatillo d e la nuación d e la acción iniciada p o r q u e la policía se acerca, lo hace también
pistola varias veces y al ver caer a su víctima, piensa que la mató, a u n q u e voluntariamente, p e r o esta dejación de la ejecución n o importa u n desisti-
sólo la hirió levemente, p o r lo q u e deja d e disparar y se da a la fuga), ese m i e n t o liberador d e p e n a . El sentido q u e d e b e darse a la exigencia d e q u e
a b a n d o n o es irrelevante p a r a la punibilidad de la tentativa d e homicidio. el a b a n d o n o sea voluntario lo ilustra la fórmula e m p l e a d a p o r Frank. Si el
De otro lado, si el m i s m o d e l i n c u e n t e dispara contra la víctima q u e sujeto se dice: n o deseo llegar al final, a u n q u e p o d r í a lograrlo, el desisti-
p e r m a n e c e en pie sin dar muestras d e estar herida, y aquél, luego de creer m i e n t o es voluntario; es involuntario c u a n d o piensa: a u n q u e deseo conti-
que e r r ó el tiro, se a r r e p i e n t e y a b a n d o n a el lugar, p e r o en realidad la n u a r con la acción, n o es posible q u e alcance mi objetivo. De m o d o que el
víctima resultó h e r i d a d e m u e r t e falleciendo horas después, ese a b a n d o n o a b a n d o n o será e s p o n t á n e o si el sujeto está en la posibilidad d e escoger con
es irrelevante y el sujeto d e b e ser c o n d e n a d o c o m o autor d e homicidio cierta libertad e n t r e c o n t i n u a r o n o con la ejecución. Se critica la fórmula
c o n s u m a d o . La forma o plan c o m o el sujeto proyectó la realización de su de Frank p o r q u e n o es muy precisa; de ahí q u e parte d e la doctrina r e c u r r e
acción tiene importancia también p a r a d e t e r m i n a r si hay o n o tentativa a otros criterios valorativos p a r a d e t e r m i n a r si el desistimiento es o n o
desistida. Si u n individuo, con el objetivo d e matar a u n tercero, le dispara, liberador, f u n d a m e n t á n d o l o en la necesidad d e la p e n a o en la supresión
t e n i e n d o previsto que si falla el tiro a continuación y de i n m e d i a t o emplea- del desvalor del acto con motivo del a b a n d o n o de la acción.®^^ El desisti-
rá u n a daga, p e r o luego de errar el disparo se a r r e p i e n t e y a b a n d o n a su m i e n t o se p u e d e calificar de e s p o n t á n e o a u n q u e n o esté respaldado por
acción, a u n q u e estaba en condiciones d e e m p l e a r el puñal, se h a desistido fines altruistas o p o r motivos éticos; p u e d e r e s p o n d e r al m i e d o , a los ruegos
de su tentativa p o r q u e suspendió la acción sin terminarla en la forma c o m o de la víctima o a cualquier otra circunstancia, siempre q u e el realizador
la había proyectado. esté en condiciones d e continuar con la acción con posibilidades de éxito.
Hay que distinguir en el desistimiento e n t r e el delito con autor único
del c o m e t i d o en coautoría. En el d e sujeto único es suficiente q u e el autor
cese en la ejecución del h e c h o delictivo; o sea, el simple a b a n d o n o consti- c) Debe ser definitivo
tuye desistimiento. En el delito c o m e t i d o en coautoría también hay desis-
timiento c u a n d o todos los intervinientes se desisten. Pero n o sucede otro Para e n t e n d e r q u e existe desistimiento de p a r t e del sujeto, d e b e subjetiva-
tanto c u a n d o sólo u n o o algunos de ellos se a r r e p i e n t e n ; aquí el m e r o m e n t e tener la voluntad de a b a n d o n a r d e m a n e r a definitiva la ejecución
a b a n d o n o n o es suficiente. Si u n o d e los coautores ya h a ejecutado la parte del delito. La suspensión de su realización p a r a continuarla en u n a mejor
de la actividad q u e en la división del trabajo le correspondía y con poste- o p o r t u n i d a d n o es desistimiento. La señalada es tendencia mayoritaria,
rioridad se a r r e p i e n t e d e su intervención, p a r a q u e su nueva posición a u n q u e hay opiniones disidentes.®^^
frente al delito tenga consecuencia j u r í d i c a liberadora de p e n a debe,
además, evitar que el h e c h o se consuma; o sea, en este caso c o r r e s p o n d e
aplicar los principios q u e se analizarán al tratar el a r r e p e n t i m i e n t o en el 89.5. F.I, DKSISTIMIENTO (ARREPENTIMIENTO)
delito frustrado (desistimiento activo), o p o r lo m e n o s lograr la anulación EN El. DELITO FRi;SrR/\DO
de su aporte.^^^ (TEN TAIIVA AGMJADA)
Lo recién señalado e n c u e n t r a respaldo en el art. 8°, toda vez q u e en el
caso de la conspiración y de la proposición — q u e son etapas previas a la Tiene lugar en relación al delito frustrado, c u a n d o el sujeto h a realizado
coautoría—, para el a r r e p e n t i m i e n t o del p r o p o n e n t e o de u n o de los en su totalidad la actividad personal q u e le correspondía llevar a cabo para
conspiradores es insuficiente el m e r o a b a n d o n o del plan delictivo; requie- que el h e c h o se consumara, o sea c u a n d o termina con su acción, p e r o ésta
re, además, que realice acciones dirigidas precisamente a evitar la consu- requiere p a r a perfeccionar el delito — a d e m á s d e la acción— el desarrollo
mación del delito proyectado. Si esto es así respecto del conspirador y del de u n proceso causal posterior o de la intervención de terceros para que
p r o p o n e n t e , con mayor f u n d a m e n t o lo será para u n o de los correalizado- el resultado se verifique (el delincuente logró colocar el explosivo en el
res del h e c h o .

632 Véase a Muñoz Conde, Teoría, p. 191; Bustos, Manual, p. 275.


""Creus, £).P., p. 441. "^^ Bacigalupo, Manual, p. 176; Creus, D.P., p. 440; Novoa, Curso, II, p. 433. En contra,
''^ijescheck, Tratado, II, p. 749. Cury, D.P., II, p. 215; Sáinz Cantero, Lecciones, II, p. 171; Muñoz Conde, Teoría, p. 191.

u ~U,D rí
284 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
ETAPAS DE C O N C R E a O N DEL DELITO 28S

automóvil de la víctima, con lo cual su actividad personal se termina, pero se arrepiente, pero al no contar con un antídoto, llama al médico para que
para consumar el atentado falta que ésta se suba y haga funcionar el se lo suministre).
contacto que la hará explotar). Aquí el sujeto ha puesto de su parte todo
lo necesario para que el delito se verifique, pero faltan sucesos que no
dependen de su voluntad para que logre el objetivo típico (que la víctima b) La no producción del resultado debe ser por voluntad del sujeto
se suba al vehículo y opere el contacto); la diferencia que existe entre esta
situación y la de desistimiento en la tentativa, incide en que en este último No obstante que objetivamente el sujeto ha impedido el resultado, tam-
caso la acción necesariamente debe estar en su etapa de realización, no bién subjetivamente debe tener la voluntad de lograr ese efecto. En este
puede haberse terminado cuando aquél se desiste. En el delito frustrado punto reproducimos lo expresado sobre la espontaneidad del desistimien-
está terminada, de consiguiente no se trata de abandonarla, sino de que se to de la tentativa y lo señalado en los capítulos anteriores en cuanto a que
evite, en alguna forma, que provoque el resultado que se perseguía al en el ámbito penal lo objetivo y lo subjetivo del actuar humano deben ser
llevarla a cabo (en el ejemplo antes indicado: que la bomba explote y coincidentes para que tenga trascendencia jurídica.
provoque la muerte). Por ello es ineludible, para que haya desistimiento En el arrepentimiento ello es valedero. Pueden darse situaciones en
eficaz, que el sujeto ejecute una actividad evitadora de la consumación. que la conducta posterior del sujeto evite materialmente el resultado que
El desistimiento activo no se satisface con la simple posición subjetiva perseguía con su actividad típica anterior, pero esa evitación no tendrá
de arrepentimiento, sino que requiere que objetivamente, o sea en la consecuencias liberadoras de pena precisamente por no contar con la
realidad material, se ejecute una actividad tendiente a impedir el resultado subjetividad necesaria para ello. En la hipótesis del homicida que envene-
y que esto se logre. , i (,_,^, ,, na a su víctima, al constatar que los efectos de la pócima son lentos, le
Por lo tanto, el desistimiento tiene consecuencia liberadora de pena suministra otra substancia letal, que cree más efectiva, pero en el nerviosis-
únicamente cuando cumple con dos condiciones: a) que el realizador de mo la confunde con una que es un antídoto que precisamente salva su vida;
la acción logre que el resultado de ella no se produzca, y b) que la actividad no puede en esta situación hablarse de arrepentimiento, porque no lo ha
evitadora se realice por su voluntaria iniciativa. habido subjetivamente, aunque en la materialidad su comportamiento
evitó la muerte. Aquí hay homicidio frustrado punible.

a) Impedir la producción del resultado c) Acción evitadora que en sí es constitutiva de delito

Como en el delito frustrado el delincuente ha puesto de su parte todo lo El sujeto que se arrepiente puede realizar una acción típica dirigida a
necesario para que el hecho se consume, esto es ha terminado su actividad impedir la producción del resultado de una conducta típica anterior; en
personal, para que su arrepentimiento sea eficaz jurídicamente, debe otros términos, la acción evitadora puede ser en sí misma un delito. Tal
realmente evitar el resultado de su actividad típica. actividad impeditiva por el hecho de ser delictiva no pierde su caracterís-
La conducta del sujeto dirigida a evitar el efecto puede concretarse en tica liberadora de la sanción que correspondería al resultado típico evita-
dos posibilidades: 1) evitar efectivamente el resultado típico, lo que trae do. Vale como desistimiento eficaz, sin perjuicio de que quien la realiza
como corolario la no punibilidad de la realización del acto típico, y 2) no responda independientemente por esta nueva actividad también típica. V.
tiene éxito en impedir el resultado, el que sobreviene a pesar de la g., el individuo que pretendiendo atentar contra la vida de los espectado-
acüvidad evitadora. En esta alternativa la conducta típica es punible, pero res de una gesta deportiva, coloca bajo las graderías de un estadio un
el comportamiento evitador puede conformar la causal de atenuación de poderoso explosivo con un sistema retardado de relojería, pero luego de
responsabilidad establecida en el art. 11 N° 7-, haber procurado con celo cumplido su cometido se arrepiente, entra nuevamente al recinto y la
reparar el mal causado. Igual sucede si con posterioridad a la consumación desactiva, teniendo para ello que lesionar a un guardia que trata de
del delito, el sujeto se arrepiente y trata de evitar las consecuencias del impedir su reingreso al lugar, queda liberado de pena en relación a la
hecho: este arrepentimiento tardío puede conformar la causal de atenua- colocación de la bomba; pero responde por el atentado consumado en
ción de responsabilidad ya indicada. contra del vigilante.
La actividad de impedición del resultado puede ser realizada tanto
personalmente por el sujeto activo (luego de haber engañado a la víctima,
que ingiere el veneno que le preparó, se arrepiente y le suministra un 90. TENTATIVA CALIFICADA
antídoto que evita su muerte), como por terceros a requerimiento del
propio delincuente. Lo fundamental es que el efecto injusto sea impedido Puede ocurrir, tanto en el delito frustrado como en la tentativa propiamen-
por iniciativa del autor (el mismo ejemplo anterior del envenenador que te tal, que lo realizado por el sujeto hasta el momento de desistirse, por si
^
286 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO I ETAPAS DE C O N C R E a Ó N DEL DELITO 287

solo configure un delito diverso al que el autor pretendía cometer (quería no y activo. La norma ofrece reparos, no tanto porque exige delación, sino
matar y pide auxilio médico para su víctima ya lesionada de mediana por su naturaleza restrictiva, ya que no reconoce otras formas más amplias
gravedad; quería sustraer y penetra en lugar habitado —morada—, arre- y flexibles de concretar este desistimiento.
pintiéndose luego, lo que constituiría violación de morada). En estos casos
se acepta que por el delito en relación al cual se desistió no hay sanción,
pero respecto de la actividad ya desarrollada y que por sí misma es típica, 92. LA TENTATIVA DE FALTA NO ES PUNIBLE
responde penalmente. Tales situaciones constituyen lo que en doctrina se
denomina tentativa calificada.
Hay hipótesis en que la ley describe conductas que importan una El art. 9° del C.P. expresa que las faltas sólo se castigan cuando están
simple tentativa, como sucede con los delitos descritos en los arts. 169 y consumadas. A contrario sensu, no es punible la falta intentada porque la ley
177, que sancionan respectivamente la tentativa de moneda falsa y la no la considera típica, debido a la insignificancia del desvalor de una
tentativa de falsificación de estampillas. realización parcial del hecho constitutivo de falta.

91. EL DESISTIMIE>rrO DEL DELITO PROPUESTO Y DEL QUE ES 93. CRITICAS A LA DIFERENCIACIÓN ENTRE TENTATIVA Y
CONSECUENCIA DE UNA CONSPIRACIÓN DEUTO FRUSTRADO

El inc. final del art. 8° establece una circunstancia personal de impunibili- Se ha criticado muy abiertamente en nuestro medio la distinción entre
dad en relación a la conspiración y a la proposición, cuando uno de los tentativa y delito frustrado,^^^ lo que no es del todo justo si se tiene una
concertados se desiste de la ejecución del delito. concepción del delito como acción. Desde una perspectiva causalista dicha
Esta disposición ha sido objeto de diversas críticas. Podría repararse su distinción carece de fundamento —ello es obvio—, porque en este sistema
carácter un tanto restrictivo y porque induce a la delación, pero tiene un lo que interesa es el resultado o la lesión del bien jurídico concreto; de
alcance bien preciso. suerte que diferenciar una actividad terminada de aquella que sólo habría
sido iniciada, aparece como algo inoperante.
En qué consiste No sucede otro tanto al considerar el delito como acción; aquí podría
decirse que el resultado aparece como un plus que la ley considera para el
Una vez que se ha logrado el concierto para cometer un delito determina- solo efecto de regular la sanción. El desvalor de la acción comenzada, pero
do o se ha aceptado la proposición para cometerlo, en otros términos, que ha sido abandonada antes de terminar (tentativa propiamente tal), es
cuando la conspiración o la proposición no sólo están consumadas sino diferenciable de la conducta que ha sido terminada en su ejecución,
que han tenido éxito en cuanto a lograr su objetivo (la proposición se aunque no se alcance el resultado perseguido (delito frustrado). Sin
consuma por el solo hecho de hacerse), el C.P. libera de sanción a embargo, esta última conducta terminada, que constituye delito frustrado,
cualquiera de los intervinientes siempre que se desista de la comisión del carece de diferencia con la que consuma el delito, o sea con la que logra
delito que se procederá a realizar como consecuencia del acuerdo previo. el resultado perseguido, pues es exactamente igual tanto en el plano
No se trata de un desistimiento de la conspiración o de la proposición, lo subjetivo como objetivo. En realidad, la diferencia dice relación con cir-
que no puede hacerse en esta etapa —porque ellas ya se consumaron—, cunstancias accidentales ajenas a la voluntad y actividad del sujeto; depen-
sino de un desistimiento del delito que como resultado de aquéllas se va a de de si el resultado se alcanzó o no. Como lo sancionado es la conducta
concretar después. Sin embargo, este desistimiento activo del delito a de una persona, o sea la acción dirigida a un fin determinado, no se
ejecutar libera de la sanción por la conspiración o la proposición. Si no divisaría razón para castigar el delito consumado y el frustrado con sancio-
existiera el inc. final del art. 8°, el desistimiento posterior del que intervino nes diferentes, pero esa posición sí encuentra explicación desde la perspec-
en la conspiración o en la proposición podría liberarlo de sanción por el tiva del bien jurídico protegido. En el delito consumado sufre un real
delito a perpetrar, pero no de la pena por la conspiración y la proposición, detrimento, en el frustrado únicamente ha corrido un peligro. En España,
que ya estarían consumadas. a pesar de las críticas de la doctrina y de las diversas reformas de que ha
Para que opere la liberación de pena, el sujeto debe cumplir con dos
exigencias: 1) denunciar ante la autoridad el plan y sus circunstancias, y 2)
hacerlo oportunamente, esto es, antes de comenzar su ejecución y de que se inicie el
procedimiento judicial por la conspiración o proposición (no por el delito a cometer). ®^* Cury, D.P., II, p . 207; Labatut, D.P., I, p . 181; Novoa, Curso, 11, p . 141; Etcheberry, D.P.,
El desistimiento, por lo tanto, debe ser voluntario, en tiempo oportu- 11, p. 46.

I 1 --1 . I
288 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELPTO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DELITO 289

sido objeto la legislación penal, su Código n o h a a b a n d o n a d o la distinción N o está d e más precisar q u e n o p r o c e d e q u e se apliquen los principios
e n t r e tentativa, frustración y consumación, lo q u e n o deja d e ser significa- i n h e r e n t e s al delito doloso d e acción, al delito culposo o al d e omisión,
tivo. pues sus estructuras son distintas, lo que i m p i d e recurrir a la analogía; sin
perjuicio d e que, a d e m á s , en la especie sería analogía malam parte, p o r q u e
llevaría a la creación d e injustos penales n o previstos en la ley, contravi-
n i e n d o la prohibición q u e consagra el art. 19 N° 3° d e la Constitución
94. EL D E U T O C U L P O S O (CUASIDELITO), LA OMISIÓN Política.^25
Y EL "ITER CRIMINIS"

Se a d e l a n t ó en otra o p o r t u n i d a d que a t e n d i d a su p r o p i a naturaleza, en 95. TENTATIVA INIDÓNEA (ERROR DE T I P O AL REVÉS,


n i n g u n a d e estas formas d e presentación del delito eran posibles la tenta- D E L I T O IMPOSIBLE Y PUTATIVO)
tiva ni la frustración. La tentativa exige c o m e n z a r a ejecutar u n a actividad
q u e la voluntad del sujeto (dolo) dirige hacia u n objetivo injusto, el q u e n o
se alcanza sea p o r q u e n o se logra t e r m i n a r esa actividad o n o se p r o d u c e El p r o b l e m a q u e plantea la tentativa —al decir de M a u r a c h — es el límite
el resultado e s p e r a d o . Para la tentativa son esenciales el dolo y u n a acción de su punición, pues el desvalor del delito i n t e n t a d o n o siempre es
susceptible de fraccionarse en su concreción. semejante según las alternativas q u e se d e n . N o parece m e r e c e r el m i s m o
El delito culposo n o a d m i t e dolo, d e suerte q u e es inconcebible q u e trato intentar provocar el a b o r t o d e u n a mujer q u e está embarazada, q u e
p u e d a darse u n a p r e d e t e r m i n a c i ó n del sujeto hacia el resultado injusto, p r e t e n d e r lo mismo en relación a u n a mujer que el a u t o r cree embarazada,
que permita calificar u n a actividad p o r él realizada c o m o acto p r e p a r a t o r i o p e r o q u e r e a l m e n t e n o lo está. En ambas hipótesis la voluntad delictiva es
o de comienzo d e ejecución, circunstancia q u e — c o m o se h a s e ñ a l a d o — la misma, la actividad material desarrollada también; p e r o en la p r i m e r a
es fundamental en la tentativa. La característica d e t e r m i n a n t e del cuaside- —en el d e la e m b a r a z a d a — h a corrido u n peligro real la vida incipiente
lito es la "culpa", q u e consiste en la falta del cuidado q u e el o r d e n a m i e n t o del q u e está p o r nacer; e n t r e t a n t o q u e en la s e g u n d a — e n el d e la mujer
j u r í d i c o requiere c o m o m í n i m o c u a n d o u n a p e r s o n a realiza u n a actividad n o e m b a r a z a d a — n o h a sufrido n i n g ú n riesgo el bien j u r í d i c o vida, p o r q u e
creadora de riesgos (peligrosa); de m a n e r a q u e en el delito culposo n o hay n o existía. C u a n d o el m e d i o e m p l e a d o p o r el autor p a r a c o m e t e r el delito
alternativa: si la p e r s o n a e m p l e ó el c u i d a d o exigido e n la actividad q u e es totalmente i n a d e c u a d o p a r a lesionar o p o n e r en peligro el bien j u r í d i c o
llevó a cabo, n o hay acto típico; si n o se cumplió con el referido cuidado, atacado o c u a n d o este bien u objeto n o existe, se está ante u n a tentativa
hay culpa y delito culposo consumado. a b s o l u t a m e n t e inidónea, lo q u e constituye el d e n o m i n a d o delito imposi-
En delito d e omisión sucede o t r o tanto: n o es susceptible d e concre- ble. Los dos ejemplos antes indicados c o r r e s p o n d e n a las dos alternativas
tarse en forma parcial; se sabe q u e omitir es infringir u n m a n d a t o d e obrar, de esta clase d e tentativa, que mayoritariamente se considera n o puni-
q u e p u e d e ser doloso. En la omisión dolosa, ese e l e m e n t o subjetivo tiene ble.«^26
características propias q u e p e r m i t e n diferenciarlo del d o l o del delito de Si c o r r e s p o n d e o n o aplicar sanción a t o d o delito q u e se intente, sea
acción; p o r ello se h a llegado a d e n o m i n a r l o "cuasidolo". En la omisión el que constituya u n a tentativa i d ó n e a o inidónea, d e p e n d e de la doctrina
dolo se satisface con el c o n o c i m i e n t o d e las circunstancias fácticas creado- que sobre la naturaleza del delito i n t e n t a d o se tenga.^^'' Si se a d h i e r e a las
ras d e la obligación de actuar del sujeto o d e evitar u n resultado típico; n o teorías objetivas, n o es p u n i b l e la iniciación de la ejecución d e u n delito
exige voluntariedad, es innecesario "querer" n o cumplir el m a n d a t o d e que carece d e toda posibilidad v e r d a d e r a d e lesionar o p o n e r e n peligro el
actuar. Si n o se exige u n a voluntad dirigida a la concreción del injusto, n o bien j u r í d i c o p r o t e g i d o p o r el tipo: se sancionan los actos p o r sus efectos
p u e d e n existir actos preparatorios o d e comienzo d e ejecución. C u m p l i d a nocivos, n o el acto en sí mismo. Ello lleva a distinguir e n t r e tentativa
en la o p o r t u n i d a d a d e c u a d a la obligación, n o hay acto típico; al contrario, "idónea" e "inidónea"; esta última g e n e r a l m e n t e se castiga. Si, al contrario,
si agotada la o p o r t u n i d a d n o se c u m p l e con el deber, hay omisión consu- se c o m p a r t e n los principios d e las tendencias subjetivas, toda tentativa d e
m a d a . N o p u e d e h a b e r tentativa d e omisión, m e n o s omisión frustrada. A ejecución d e u n delito es punible, p o r q u e estas tendencias exacerban el
saber, la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares castiga desvalor de la acción en d e s m e d r o del resultado, o sea de su posible
al c i u d a d a n o inscrito q u e n o emite su voto u n a vez q u e se h a convocado a nocividad respecto del bien a m p a r a d o ; sostienen q u e lo q u e se castiga es
u n a elección (Ley N° 18.700, art. 139); e n t r e t a n t o la mesa r e c e p t o r a la c o n d u c t a del h o m b r e en c u a n t o i m p o r t a u n a posición d e rebeldía en
funcione, el elector p u e d e sufragar y nadie osaría afirmar que, a m e d i d a
q u e pasa la h o r a , "comienza" a omitir. Si vota, a u n q u e sea en los últimos
instantes, n o i n c u r r e en omisión; sólo omite c u a n d o pierde la posibilidad 625 Cfr. Bustos, Manual, pp. 321-322.
de votar, lo q u e sucederá u n a vez q u e se cierra la mesa; p e r o en este caso
' Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 164.
hay omisión c o n s u m a d a , n o se divisan otras alternativas. Supra, párrafo 84.
1 f-, 1 iixv
290 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEOIUA DEL DELITO ETAPAS DE CONCRECIÓN DEL DEUTO 291

contra del ordenamiento jurídico, y no de las posibles consecuencias de error: supone la concurrencia de un elemento del tipo —sea descriptivo o
esa conducta. De modo que según esta tendencia la tentativa es acreedora normativo— que en la realidad no se da; en la tentativa relativamente
de la sanción sea o no idónea para poner en peligro los bienes protegidos inidónea se produce la misma situación y por eso es punible.
por el derecho penal. En concreto: no hace diferencia entre ambas clases Queda comprendida en la absolutamente inidónea la denominada
de tentativas. Frente a las posiciones antagónicas de las teorías objetivas y tentativa ridicula, irreal o supersticiosa,^^ que consiste en pretender cometer
subjetivas surgen las tendencias "mixtas", que visualizan la situación desde el delito por medios que para cualquier observador carecen totalmente de
una perspectiva distinta: si es o no necesaria la pena en todos los casos de posibilidad causal para lograr la consumación, como son las oraciones, la
tentativa, en atención a que la sanción no siempre cumpliría los objetivos magia, amuletos o sistemas análogos. Tal sucede —^por vía de ejemplo—
propios de la prevención general o especial con ella perseguidos, o porque cuando se aspira provocar males físicos a una persona enterrando agujas
la realización de tales conductas no alcanza a provocar una pérdida de la en su fotografía o en muñecos, o pretender matar con una pistola descar-
convicción de la sociedad, respecto de la validez del ordenamiento jurídico gada. Estos medios son absolutamente ineptos para consumar el delito; en
(tesis de la impresión). Estas últimas tendencias se inclinan por castigar la lugar de poner en peligro la salud o crear una impresión de inseguridad
tentativa inidónea porque provoca esa impresión de pérdida, salvo en el en el sistema, normalmente causan lástima o compasión.^***
caso de la irreal.^^®

9 5 . 2 . LA TENTATIVA Y l A INIDONEIDAD DEL SUJETO EN EL DEUTO ESPECIAL


9 5 . 1 . IXIDONF.IDAD AKSOLIJTA YREI^TIVA

Delito especial es aquel que puede ser ejecutado sólo por la persona que
La inidoneidad de la tentativa puede ser de dos clases: absoluta o relativa. cumpla con las cualidades particulares que el tipo señala; así sucede
Es absoluta cuando los medios empleados por el autor son totalmente —entre otras figuras— con la prevaricación (arts. 223 y ss.), que puede
inadecuados para lograr la consumación del delito (pretender hacer abor- cometerla únicamente un funcionario judicial o un abogado; la malversa-
tar con una infusión de té) o cuando el bien objeto del ataque es inexisten- ción de caudales públicos (arts. 233 y ss.), cuyo autor requiere tener la
te en la realidad (pretender matar a una persona que ya falleció). Las calidad de empleado público. Se discute arduamente por la doctrina si es
hipótesis de tentativa absolutamente inidóneas constituyen el denominado posible la tentativa inidónea de un delito especial, vale decir de aquellos
delito imposible, y ello porque desde que se comienza la acción queda que requieren un sujeto calificado; si hay tentativa de delito especial
descartada toda posibilidad de consumación del hecho. Esta tentativa es cuando quien comienza la ejecución del hecho es un sujeto que no cumple
atípica y no punible conforme al art. 7, porque los actos en que consiste con la calidad requerida (¿comete tentativa de prevaricación quien cree
nunca pueden calificarse de hechos directos. ser magistrado, sin serlo, y lleva a cabo la actividad típica respectiva?).
Hay inidoneidad relativa cuando los medios que ha usado el sujeto
activo, siendo intrínsecamente aptos para alcanzar la consumación del Las opiniones se dividen en dos direcciones:
delito, no lo son en el momento de actuar por las circunstancias concretas a) Los que consideran que la calidad de sujeto calificado es un ele-
concurrentes (disparar un balazo al sujeto que está protegido por un mento del tipo penal. Se sabe que cuando un sujeto se equivoca y da por
chaleco antibala). Se da también la inidoneidad relativa cuando existiendo supuesta al iniciar la comisión de un delito la concurrencia de un elemento
el objeto de la agresión, por circunstancias accidentales no se encuentra del tipo, que en verdad está ausente, incurre en un error de tipo al revés y,
en el lugar del ataque (se dispara para herir a una persona mientras por lo tanto, comete tentativa inidónea punible. De consiguiente, si el
duerme en su lecho, en circunstancias que ésta lo acaba de abandonar).
Esta tentativa es punible porque en su caso existían los elementos funda-
mentales requeridos por el tipo: el medio apto en sí mismo para lograr el
I autor supone que tiene la calidad exigida por la figura sin tenerla (cree ser
funcionario público pero el sujeto aún no ha sido legalmente nombrado),
y ejecuta la acción descrita en un delito especial con esa supuesta calidad,
resultado, como el objeto material en contra del cual se dirige el ataque, incurrirá en un error sobre un elemento del tipo y, por ello, en tentativa
sin perjuicio de que el hecho se frustre porque el autor incurre en error punible. Un sector de la doctrina distingue entre la calidad especial exigida
(error de tipo al revés) al creer que se daban, en el momento y circunstan-
cias de actuar, la idoneidad del medio o la presencia del objeto agredido,
lo que no era así. En toda tentativa punible el sujeto cae en esta clase de
i y el deber particular que esa calidad involucra.^'^ Por ejemplo, una perso-
na puede creer que es funcionario público a pesar de que no lo es

^^^ Córdoba-Rodríguez, Comentarios, II, p. 225; Jescheck, Tratado, II, pp. 728-725; Cury,
i •^^^ Sáinz Cantero, Ucdones, III, p. 166; Mir Puig, D.P., p. 297.
" " Maurach. Tratado, II, p. 195.
D.P., n, p. 226. ..::, 1 ,- .,,.
I ^Jescheck, Tratado, II, p. 732.
I ir,,.
ETAPAS DE CONCREaÓN DEL DELITO 293
292 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

realmente y, por ello, supone que tiene las obligaciones de tal; también menor de 12 años, cuando en verdad es mayor —arL 361 N- 3°—, cree
puede suceder que una persona, siendo funcionario público, piense equi- yacer con una menor y no existe tal menor).
vocadamente que le empece determinada obligación que en realidad no Tanto el delito putativo como el delito imposible (tentativa absoluta-
es inherente al cargo que desempeña. Conforme a esta doctrina, la calidad mente inidónea) no son punibles.
especial sería elemento del tipo, no así el deber que de ella podría derivar; No obstante lo señalado, respecto de la identidad de uno y otro delito
este último constituiría un elemento de la antijuridicidad; sólo la equivo- —imposible y putativo— existen opiniones distintas. Algunos circunscri-
cación de la calidad especial exigida por la figura importaría error de tipo ben el delito imposible únicamente a la inidoneidad del medio de comi-
al revés y constituiría tentativa inidónea punible; no así el que tiene sión, descartando la falta del objeto y de los elementos especiales del sujeto
efectivamente la calidad en cuestión y cree, equivocadamente, que por tal activo. Afirman que cuando no concurre desde que se inicia la acción
razón le afecta una obligación que no le empece. En este caso habría un cualquier elemento del tipo —aparte de la inidoneidad del medio emplea-
error de prohibición y, por ello, un delito putativo o imaginario no do—, lo que falta es tipicidad, se trataría de un comportamiento atípico y
punible.®^^ no de tentativa inidónea o delito imposible, por cuanto para que exista
tentativa se requiere que haya comienzo de ejecución y falte el resultado.
b) También se estima por algunos tratadistas que la calidad especial Únicamente es la acción la que se puede comenzar a ejecutar; los demás
requerida por el autor de un delito no es elemento del tipo, porque éste elementos del tipo deben darse, no pueden "ejecutarse". Si la acción se
es la descripción de una acción, y el sujeto, si bien ejecuta esa acción, no termina de realizar, pero no se da la consumación por ausencia de otro
forma parte de ella. Piensan que es un elemento de la antijuridicidad, ya elemento del tipo, no puede haber tentativa, porque ésta gira en torno a
que se trata de prohibiciones o deberes que el derecho impondría a una la iniciación de la acción y aquí la misma se ha terminado.^'"* En la hipótesis
persona en razón de un estado, función, profesión o cargo. Si el autor de aquel que pretendiendo cometer el delito de hurto se apodera de una

I
inidóneo supone que le empecen esas prohibiciones u obligaciones, incu- cosa propia, la acción ha sido realizada en su integridad y se ha logrado lo
rre en error de prohibición al revés, porque tiene un concepto equivocado perseguido —apoderarse de la cosa—, pero el delito no se consuma
de lo que el ordenamiento jurídico ordena o prohibe; de modo que porque falta el elemento "ajenidad" de esa cosa, requerido por el tipo
únicamente imagina cometer un delito, o sea se trata de un delito putati- hurto.^'^ En el sistema nacional este criterio no sería aceptable, porque el
yQ 6SS jrj gjj magistrado que solicita favores especiales a una procesada, sin art. 7- no hace depender la tentativa de la falta de resultado, sino de la no
saber que días antes se puso término a sus funciones, no incurre en consumación del delito, y esto puede suceder por la inidoneidad del medio
prevaricación (art. 223 N- 3°), pues cuando actúa ya es un particular, y empleado o por la ausencia de cualquier otro elemento del tipo, pues el
éstos no tienen prohibido requerir a una procesada. Su conducta es una inc. 3° de la disposición citada expresa —en relación al delito frustrado—
prevaricación imaginaria, un delito putativo y por lo tanto impune. que el autor debe haber puesto de su parte "todo lo necesario para que el
crimen o simple delito se consumey esto no se verifica por causas indepen-
dientes de su voluntad".^*^
9 5 . 3 . DELITO IMPOSIBLE Y DELITO PUTATIVO. SUS ALTERNATIVAS Al delito putativo también se le atribuye una naturaleza distinta a la
señalada precedentemente. Se estima que el delito putativo existe no sólo
cuando hay un errado concepto de la ilicitud de la conducta (error de
Son institutos distintos uno y otro. El delito putativo es un delito imaginado prohibición al revés), sino también cuando se incurre en error de tipo al
por el sujeto que cree realizar un acto injusto contrario a derecho, en revés, al dar por concurrentes elementos del tipo que no existen.
circunstancias que no existe tai contrariedad. Incurre en un error de
De modo que habría delito putaüvo o imaginario si el sujeto supone
prohibición al revés: actúa con pleno conocimiento de los elementos
que su acción es apta para cometer el hecho a pesar de ser absolutamente
objetivos de su acción, sabe claramente lo que en la materialidad hace, su
inidónea al efecto (pretender matar con maleficios), o dirige su actuar en
confusión incide en la valoración que hace de ese acto, lo supone ilícito contra de un objeto inexistente (disparar con el fin de matar, en contra de
siendo que no lo es. En esencia, üene un errado concepto de la antijuridi- una persona muerta), o cree tener las cualidades exigidas al autor del
cidad de su conducta. El delito imposible o tentativa inidónea absoluta es delito especial (el estado civil de casado validamente en el delito de
una situación diversa; cuando el sujeto actúa cree que concurre un elemen- bigamia). En otros términos, podría darse —según esta visión— delito
to del tipo penal que en la realidad no existe, sea porque el medio
empleado es totalmente inadecuado o porque no hay objeto que agredir
(el sujeto que cree que la mujer con la cual üene relaciones voluntarias es
"''Jiménez de Asúa, Tratado, VII, pp. 780 y ss,; Núñez, D.P., II, p. 339; Zaffaroni, Trata-
do, IV, pp. 214-215 y 469; Sauer, D.P., p. 174.
6S5
Bacigalupo, Manual, p. 173.
'''^Jescheck, Tratado, II, p. 732. 6S6
Cfr. Bacigalupo, Manual, p. 173; Cury, D.P., II, p. 225. • q ' l ,
* " Cfr. Welzel, D.P., p. 209; Bacigalupo, Manual, p. 172.

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294 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DEUTO CAPITULO X

putativo indistintamente c u a n d o se incurre en u n error de prohibición al LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS


revés o e n u n error d e tipo al revés, salvo si este e r r o r recae en la idoneidad EN EL DELITO
de la acción, lo q u e sería delito imposible. De suerte q u e siempre que el
sujeto imagine equivocadamente q u e h a cometido u n delito p o r q u e n o h a
sido ilícito su actuar o p o r la total ausencia d e u n e l e m e n t o exigido p o r el
tipo objetivo, sea descriptivo o normativo, se estaría a n t e u n delito putati-
vo.^^' Tal criterio n o siempre se c o m p a r t e , p o r c u a n t o el delito putativo
sólo se daría en el caso del e r r o r d e prohibición al revés (el q u e recae sobre
la ilicitud de la c o n d u c t a ) ; las demás hipótesis (las de error d e tipo al revés)
constituirían delito imposible (tentativa absolutamente i n i d ó n e a ) ; ^ ^ n o
p r o c e d e r í a h o m o l o g a r en u n todo único circunstancias de índole tan
distinta.

96. PLANTEAMIENTO DE LA SITUACIÓN

En la comisión de u n delito p u e d e n intervenir u n a o varias personas;


c u a n d o son varias se habla d e concurso de personas.
Si actúa u n a sola —^y nadie m á s — en la comisión del h e c h o delictivo
(caso elemental y, p o r ello, también casi siempre excepcional), n o se
plantean mayores problemas: esa p e r s o n a es la a u t o r a y se le p u e d e
i m p o n e r la p e n a p e r t i n e n t e .
C u a n d o c o n c u r r e n más de u n a persona, la situación adquiere comple-
jidad y hay que d e t e r m i n a r si todos los q u e intervienen m e r e c e n ser
sancionados c o m o autores o c o r r e s p o n d e hacer diferencias. El concurso
de personas en el delito d a origen a varias posibilidades:
1) Coautoría: q u e se presenta exclusivamente en la acción única de sujeto
múltiple.
2) Autorías accesorias: c u a n d o varias personas, sin a c u e r d o previo y de m o d o
i n d e p e n d i e n t e , realizan acciones que objetivamente se c o m p l e m e n t a n
para concretar el delito.
3) Partidpación: q u e son personas que sin ser autores intervienen con
acciones que al c o m p l e m e n t a r la del a u t o r o de los autores, sea p o r actos
anteriores, coetáneos o posteriores, p e r m i t e n q u e el delito se agote. La
participación presenta diversas formas:
a) La instigación o inducción: actividad anterior a la ejecución del delito
dirigida a crear en u n a p e r s o n a la resolución delictiva. Se sanciona sólo
c u a n d o se comienza la ejecución del h e c h o p o r el inducido, y el C.P. la
considera c o m o u n a especie de autoría;
b) La complicidad, acción de colaboración del autor, anterior o simul-
tánea a la ejecución del delito, q u e se presta sin concierto previo;
^'^Así lo consideran Bustos, Manual, p. 321; Creus, D.P. , pp. 446 y ss.; Zaffaroni, Trata- c) El encubrimiento, q u e es colaboración a los autores o cómplices con
do, IV, pp. 467-468. posterioridad a la ejecución del delito, sin q u e haya h a b i d o concierto
' Cfr. Cury, D.P., II, pp. 221 y ss. previo a su ejecución.

v iIll ]
296 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO
LA AUrORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO 297

La autoría puede ser inmediata y mediata. La inmediata es aquella en


que el sujeto realiza por sí mismo la actividad material necesaria para Códigos Penales aludirían exclusivamente al autor único, de manera que
cometer el hecho delictivo. La autoría mediata consiste en ejecutar un la coautoría sería una forma de extensión del tipo penal, donde siempre
podría distinguirse un autor principal.
delito mediante una perSona que sirve de instrumento material de comi-
sión (el delincuente que se vale de personas inimputables para perpetrar No se comparte tal criterio porque los tipos son neutros en cuanto al
el delito, o del que emplea con engaño a alguien para que realice la sujeto; su autor puede ser una o varias personas, siempre que realicen la
actividad típica, sin que ésta capte o comprenda el verdadero alcance de lo acción descrita, y no tiene relevancia la actividad material misma que
que hace). La autoría mediata, en nuestro sistema, no ofrece mayores ejecuten. Para estos efectos interesa el concepto normativo de "realización",
problemas y tiene igual tratamiento que la autoría inmediata, siempre que que debe precisarse a través de una interpretación sistemática de la parte
en el análisis se empleen criterios normativos y no causales. general del Código Penal, en particular de los arts. 14 y siguientes; aquella
Se discute si el encubrimiento es una forma de participación o no; la noción es más importante y distinta que la de ejecución material. Las
disposiciones generales aludidas no extienden ni restringen las de la parte
tendencia mayoritaria estima que no lo es, en atención a que corresponde
especial, sino que las explican y las complementan, determinando su
a una actuación posterior a la comisión del delito; no obstante, el art. 14
exacto sentido.
considera al encubrimiento como una forma de participar, lo que tendría
explicación si se acepta la idea del delito agolado, pues el encubrimiento Hablar de criterios extensivos o restrictivos es lastre o resabio de
tiende generalmente al agotamiento del hecho. visiones fenoménicas del delito, de índole causal naturalista. Una noción
En algunas legislaciones más modernas —como sucede en España— globalizadora de los preceptos penales permite concluir que el concepto
el encubrimiento es tratado como un delito particular. Se puede señalar de normativo de acción conlleva la posibilidad de intervención de una o de
lege ferenda, que la instigación y el encubrimiento son actividades que más personas, y en este último caso el derecho puede valorar de manera
deberían conformar tipos independientes, porque no son formas de reali- diferente esas intervenciones (como autor, coautor o cómplice).
zación de la acción típica. El instigador o inductor actúa antes de que Lo recién expresado dice relación únicamente con el delito doloso de

I
comience la ejecución del hecho, porque su objetivo es formar en otro acción. Hoy se acepta que no existe una noción unitaria del delito: tanto
individuo la resolución delictiva; el inductor no persigue cometer él el el doloso como el culposo tienen estructuras típicas distintas, lo que
delito, sino que el inducido lo realice tanto subjetiva como objetivamente. repercute en el iter criminis de cada uno y en la autoría y la participación.
A su vez, el encubridor actúa cuando la conducta típica está terminada, sea No hay tentativa ni delito frustrado culposo; tampoco en él son posibles la
en grado de tentativa, frustración o consumación; interviene después de coautoría y la complicidad.
que el autor, y el cómplice en su caso, han puesto término a su actuar
típico, esto es con posterioridad al momento en que el hecho quedó
consumado, frustrado o intentado.
La intervención de más de una persona en un delito puede correspon- 97. IA AUTORÍA
der a una exigencia del tipo; por ello se hace diferencia entre la concurren-
cia necesaria, situación en la cual por razón de la descripción típica es
Cuando una sola persona interviene en la ejecución de un delito, no se
imprescindible la intervención de a lo menos dos personas para la comi- presentan problemas técnicos para concluir quién es el autor: autor es el
sión del hecho (asociación ilícita, art. 292; el adulterio, art. 375; la sodomía, sujeto que adoptó la resolución delictivay la concretó en la realidad fáctica.
art. 365), y la concurrencia eventual, cuando el tipo puede realizarse indistin- El problema se suscita cuando interviene en esa ejecución más de una
tamente por una o por más personas, posibilidad esta última que se da en persona; aquí cabe preguntarse si todos los que concurren en el hecho
la casi generalidad de los delitos. deben ser calificados como autores o noy, en este último caso, qué criterios
La naturaleza de la participación —comprendiendo en el término a la se emplearán para establecer los que son autores o cómplices y los que no
complicidad, el encubrimiento y la instigación— es la de una actividad tienen esa calidad. Como la autoría tiene carácter fundamentador de la
accesoria, pues necesariamente requiere la actividad de un autor y a ésta existencia de los cómplices, instigadores y encubridores, la doctrina tiene
queda subordinada, sin perjuicio de que el encubrimiento y la instigación que precisar las características del autor para los efectos normativos pena-
debieran ser figuras penales independientes y autónomas. les, sin sujeción al alcance semántico o naturalista del término, pues de lo
Por lo tanto, en nuestro sistema si no hay autoría de delito no puede que se trata es establecer uno de los elementos básicos de la responsabili-
haber complicidad, encubrimiento ni instigación; lo accesorio está a la dad por el acto típico injusto, cuestión de naturaleza estrictamente jurídi-
suerte de lo principal. ca.
No obstante, no debe exagerarse el concepto de subordinación antes
señalado; se ha llegado a extender a la coautoría en relación con la autoría Los distintos criterios existentes se reunirán en cuatro grandes tenden-
individual. Se afirma que los tipos acuñados en la parte especial de los cias: 1) teoría subjetiva causal; 2) objetiva formal; 3) del dominio del hecho
(objetiva-final), y 4) normativa.
\ ÍAiÜ
298 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO 299

98. DOCTRINAS TENDIENTES A PRECISAR sucede que el realizador material carezca de él, lo que obligaría en esta
LA NOCIÓN DE AUTOR última hipótesis a calificarlo como cómplice. Fue muy comentado en su
üempo el caso de las dos hermanas, una de las cuales procedió a matar al
hijo recién nacido de la otra, ahogándolo en una bañera, con el consenti-
Se procederá a analizar las principales que existen sobre el punto. miento de la que era madre; un tribunal alemán, a principio del siglo,
calificó como cómplice de esa muerte a la hermana que ahogó al niño,
porque carecía de interés en su deceso, a pesar de ser la autora material.
9 8 . 1 . TEORÍA SUBJETIVA-CAi;SAI.

9 8 . 2 . TEORÍA FORMAL (OBJETIVA-FORMAL)


Tiene un concepto extensivo de lo que es autor, de índole naturalista, que
el derecho pasa a limitar a determinadas personas. Parte la concepción
causal de la premisa de que autor es aquel que ha puesto alguna de las Su sostenedor fue Von Beling, que a su vez fue creador de la doctrina del
condiciones provocadoras del resultado prohibido. Como para el causal tipo penal, en la que centró toda la estructura de la teoría del delito. Su
naturalismo todas las condiciones son equivalentes y el resultado típico es tesis sobre la autoría se funda en los principios causales naturalistas, que
consecuencia de un conjunto de ellas, cada una igualmente trascendente pretenden encontrar criterios objetivos que la determinen, y para lograrlo
para provocarlo, cualquiera que haya puesto una de esas condiciones es recurre a su noción de tipo: son autores aquellos que ejecutan el todo
autor. Como esta noción extendería en extremo el alcance de la autoría, aparte de la acción contenida en el verbo rector del tipo penal. Los demás
la ley penal pasa a limitarla con la complicidad. Cómplice es aquel que son comportamientos accesorios, sea de instigación o de complicidad. '
colabora en la ejecución del hecho, o sea ayuda al autor a realizar su Esta tesis resulta tan restrictiva de la noción del autor, que los delin-
actividad delictiva. Esta doctrina diferencia al autor del cómplice a pesar cuentes más peligrosos quedarían excluidos de su limitado ámbito, como
de que la actividad de éstos es también condicionante del resultado, de sucede con el autor intelectual, aquel que planifica la ejecución, o el jefe
modo que objetivamente ambas conductas son equivalentes. El legislador de la banda, los que generalmente no llevan a cabo ninguna de las
restringe así el concepto de autor sólo a aquellos que habiendo sido actividades descritas por el tipo penal, sujetos que pasarían a ser meros
condición del efecto injusto, no son cómplices. Este sistema tuvo el mérito instigadores. La tesis tampoco puede explicar la autoría mediata, toda vez
de crear un concepto unitario de la autoría, valedero tanto para el delito que esta clase de autor no realiza materialmente parte del tipo; quien lo
doloso como para el culposo. hace es el instrumento humano.
Una de las críticas que se hacen a esta teoría radica en que junto con
ampliar en exceso la noción del autor, la convierte en una actividad de
índole residual, porque en definitiva es autor el que ha puesto una condi-
9 8 . 3 . TEORÍA DM. DOMINIO DEI. HIÍCIIO
ción del resultado siempre que no sea cómplice o instigador. Además
(OBJKTIVA-SLT5JET1VA U OBJETIVA KIN'AI.)
elimina toda diferencia objetiva entre autoría y complicidad y traslada la
diferencia al plano subjetivo, como se explicará a continuación.
Como en el plano material —según se ha analizado— no es posible Esta tesis es restrictiva de la noción de autor, y pretende sustentarse en
distinguir al autor del cómplice, esta doctrina lo hace en el plano subjetivo, criterios objetivos. Recurre a la acción descrita por el tipo, lo que es
según la posición psicológica del sujeto. Es autor el que actúa con ánimo correcto, pero la analiza con un principio valoratívoparajurídico: el dominio
de tal, y se estima que lo tiene aquel que considera la ejecución del delito del hecho. Aquel sujeto que interviene en la ejecución del hecho y tiene el
como hecho propio, concepto que los tribunales alemanes precisaron en el dominio de la acción, es autor. Ese dominio consiste en tener "las riendas"
sentido de que quien tiene interés personal en el hecho típico lo considera de la acción, o sea poder iniciarla, interrumpirla o suspenderla; "es el
como propio y, de consiguiente, es autor. doloso tener en las manos el curso del suceso", de suerte que aquel que
Los referidos criterios han sido motivo de reserva, sobre todo porque cuenta con el objetivo y real control de la acción, y que sabe que lo tiene,
lo sustentan los causalistas, que aspiran a analizar el delito como un hecho es autor.^'^
natural, y sin embargo se ven obligados a recurrir a lo subjetivo —el En la doctrina nacional tiene amplia acogida esta tesis de origen
animus— como único elemento diferenciador de la autoría y la complici-
dad. Por otra parte, esta doctrina al caracterizar a la autoría por el interés
que tiene el sujeto que interviene en la comisión del hecho típico, da lugar
a situaciones ambiguas, y aun absurdas; ese interés puede tenerlo, a veces,
alguien que no ha tomado parte en la ejecución del delito, y también ' Welzel, £)./'., pp. HSyss.


300 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

germano,^"*** a pesar de que no es efectiva para resolver los problemas de la


autoría y carece de todo respaldo dogmático en la legislación nacional,
porque en ella no existe la noción de cómplice necesario que hay en España
(art. 14 N- 3° del Código español), que es la institución que obligó a la
I ;.iita¿íatt:
LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO

9 8 . 4 . TEORÍA NORMATIVA DE l A A C a Ó N

Por nuestra parte, estimamos que al considerar como inherente al derecho


penal la noción finalista de la acción, necesariamente debe concluirse que
doctrina de ese país a darle acogida.
el criterio para determinar quién es autor radica en la acción misma en los
El dominio del hecho es una noción vaga e imprecisa y por ello podría
delitos dolosos. Si el tipo es descripción de una acción, el sujeto que realiza
servir para todo. Los simples colaboradores del hecho, como el denomina-
esa acción es su autor. Acción es la actividad finalista, o sea el "actuar del
do "loro", también tienen el dominio del mismo porque pueden interrum-
hombre dirigido hacia una meta o propósito preconcebido". De consi-
pirlo dando una falsa alarma a los ejecutores o denunciando el delito a la
guiente, autor es aquel que tiene el propósito típico (finalidad) y realiza
autoridad. Es una afirmación de autoridad decir que el autor mediato (el
los actos tendientes a la concreción de ese propósito.
que manda al niño que se introduzca por la ventana y substraiga una
No se requieren otros elementos fuera de aquellos que son inherentes
especie) tiene el dominio de la acción, cuando quien la tiene en la realidad
a la acción misma en su concepción normativa. Lo que es válido tanto para
es el menor; la doctrina pretende explicar esta alternativa sustituyendo la
la autoría única como para la coautoría; esta última es consecuencia de una
noción dominio del acto por el dominio de la voluntad.
única acción con sujeto plural, o sea se caracteriza por una finalidad
En el caso del individuo que para matar a otro le manda chocolates
común al grupo y por la división del trabajo entre los intervinientes,
envenenados con un mensajero que ignora la letalidad del encargo, no
destinado a concretar esa finalidad. Todo aquel que participa de la finali-
puede sostenerse que conserva el dominio del hecho después que entregó
dad y toma parte en la división del trabajo es coautor. La circunstancia de
el presente mortal. El dominio del hecho puede ser una consecuencia de la
que esas personas puedan tener el dominio del hecho es una mera conse-
autoría, pero no es elemento que la determine.
cuencia de su calidad de autor; no es ese dominio el que les da tal calidad.
Por lo demás, se reconoce que no es posible dar una definición general
Por lo demás, el jefe de banda —objetivamente— no siempre tiene el
del dominio del hecho^'*^ y que en cada caso concreto hay que determinar-
dominio de la acción; si dirige a distancia, quienes tienen el dominio son
lo, lo que demuestra que se trata de un criterio valorativo poco aprehensi-
los ejecutores directos, inmediatos, y no aquél.
ble; esto se reconoce bajo diversos subterfugios, tales como el de que es "un
Corresponde separar conceptualmente la noción normativa de autor
principio ejecutivo" con carácter de "concepto abierto",^'*^ el que en todo
y la de realizador material del hecho. Hay autores no ejecutores como hay
caso hay que complementar con las características especiales del autor,
ejecutores de la actividad que no son autores, lo que sucede con la persona
como lo son los denominados elementos de la autoría (calidad funciona-
que sirve de instrumento inocente en la autoría mediata (el niño que saca
ría, por ejemplo) y los elementos subjetivos del tipo (el ánimo de lucro del
la billetera del paleto colgado en el vestuario y se la entrega al delincuente
hurto). La doctrina del dominio del hecho ha terminado definitivamente
que con engaños logra que así lo haga, no es autor; sí lo es el adulto que es
con la noción unitaria de autor de la tesis causal subjetiva y formal objetiva.
quien posee la finalidad de apropiarse de lo ajeno, empleando como
El principio "del dominio" sólo es aplicable al autor del delito de acción
instrumento al menor).
doloso, pero no lo es al autor del delito de omisión ni del delito culposo,
La diferencia entre el autor y el cómplice sigue siendo compleja, pero
que se rigen por el criterio de la infracción del deber y de la imputación
también lo es en la tesis del dominio del hecho; no obstante, la tesis
objetiva. En el hecho atribuible a culpa es autor el que realiza la actividad
normativa tiene un fundamento ontológico concreto y claro: el cómplice
peligrosa sin el cuidado debido; si ese comportamiento se traduce en un
no participa de la finalidad del autor, ni está concertado en el caso de la
resultado lesivo para un bien jurídico de tercero, debe además ese resulta-
coautoría. Se limita a colaborar para que el autor o autores logren su
do haber sido "causado" por la falta de cuidado y serle atribuible; aquí
objetivo, realizando acciones complementarias, o sea auxiliares de la ac-
carece de toda vigencia el dominio de la acción.
ción principal realizada por aquéllos.
Pensamos que la referida doctrina no es otra cosa que un inteligente
juego conceptual que traslada la cuestión de quién es autor al de quién Se independiza así, ampliamente, la noción de autor y la de cómplice:
tiene el dominio del acto, noción inaprehensible y que requiere ser es autor todo aquel que tiene la finalidad típica y realiza una actividad para
complementada con otros criterios tratándose de los delitos especiales y de concretarla o participa de la que es común y de la división del trabajo
propia mano, aun en los delitos dolosos. destinado a cumplirla; es cómplice quien no tiene esa finalidad, pero sí la
de colaborar con el autor o coautores antes o durante la ejecución del
hecho.^''* El aporte material de cada interviniente es irrelevante para su

^^ Bustos, Manual, p. 285; Cury, D.P., II, p. 234; S. Yáñez, Problemas básicos de la autoría, en
Revista de Ciencias Penales, t. XXXIV, N= 1. La crítica que se hace a la tesis causal subjetiva no es en esencia justa; es válida
1
641' Bacigalupo, Manual, pp. 185-186. Únicamente en cuanto pretendiendo analizar el delito con una visión fenoménica material,
^'^ Maurach, D.P., II, p. M3. diferencia el autor del cómplice sólo por aspectos subjetivos y no objetivos.
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302 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO SOS

calificación de autor o cómplice, puede aportar mucho o poco material- 99. LA AUTORÍA Y LA PARTICIPACIÓN EN EL CÓDIGO PENAL
mente, ello no es lo decisivo.^^
En legislaciones europeas, como sucede en España, se enfrenta un
problema que no existe en la nuestra: la del cómplice necesario o autor La doctrina nacional, al igual que la doctrina europea, mayoritariamente
Secundario, que es aquel que coopera a la comisión del delito haciendo un presupone que la noción de autor se desprende de los diversos tipos
aporte sin el cual no podría haberse perpetrado (arL 14 N- 3° del C.P. penales. Se afirma que el tipo penal, siendo una descripción de comporta-
español), noción que ha obligado a optar por discutibles concepciones que mientos unipersonales, de modo implícito está señalando que quien reali-
permitan contar con una doctrina de la autoría que la comprenda (quien za la actividad por él descrita es autor. De suerte que el art. 15 no tiene por
coopera con un acto sin el cual el delito no podría cometerse, tiene el objeto precisar quién es autor, sino extender el alcance de esa noción a
dominio de la acción). personas que en realidad no lo son y, por ello, se inicia con las expresiones:
Resumiendo: se pueden distinguir dos órdenes de tendencias en el "Se consideran autores", porque en realidad los que allí se mencionan no
análisis de la autoría y de la participación. Las tendencias "extensivas" de lo serían, sólo se asimilan a los autores para los efectos punitivos (así Novoa,
la noción de autor (doctrina causal-subjetiva) y las "restrictivas (doctrina Etcheberry, Cury, Sergio Yáñez, Grisolía). El art. 15, según esta tesis,
formal-objetiva y del dominio del hecho). Al mismo tiempo hay tendencias extendería el concepto de autor para los casos de coautoría (N- 1°), de
unitarias (causal-subjetiva y formal-objetiva) y no unitarias (del dominio inducción (N^ 2^) y de complicidad (N^ 3^).
del hecho u objetiva-subjetiva). No se puede compartir este criterio, como en otra oportunidad se ha
Tales tendencias son consecuencia de la evolución del derecho penal, adelantado; los tipos penales no se refieren a comportamientos uniperso-
que en la actualidad aspira a incorporar principios garantizadores de la nales; son descripciones neutras que comprenden tanto la actuación indi-
personalidad individual frente a un estado moderno omnipoderoso. Así se vidual como la de sujeto múltiple. Lo que pretende el art. 15 es explicar
explica que la doctrina causal-subjetiva (que calificaba de autor a todo —no extender ni restringir— lo que se entiende por autor para los efectos
aquel que hubiere puesto una condición del resultado) no tuvo reparo en normativos, y ello es imprescindible en una legislación de índole garanti-
el pasado en extender en extremo el concepto de autor. Por ello se limitó zadora, toda vez que la voz "autor" puede tener una multiplicidad de
tal noción con la doctrina formal-objetiva, que aceptando el substrato sentidos desde una perspectiva semántica. Así, cuando se hace referencia
causalista, restringió la autoría sólo al realizador del todo o parte de la a quien hizo un libro determinado, se puede atribuir a quien ideó su
actividad descrita por el tipo. Esta tesis cayó en el otro extremo: restringió contenido, que no siempre es quien lo escribió; puede atribuirse a este
en demasía la autoría, dejando fuera a comportamientos que claramente último, al que determinó su diagramación y formato, y aun a aquel que
debían estar abarcados. Así se alzó la doctrina del dominio del hecho, que materialmente lo imprimió. Todos son autores del resultado "libro" según
pretende dar al concepto de autor una justa dimensión: son tales única- el ángulo desde donde se observe la situación. De consiguiente, si un
mente los que, además de ejecutar la actividad típica, tienen el real precepto alude al "autor", deberá especificar a quién se refiere; en el
dominio de ella tanto subjetiva como objetivamente. De modo que son ámbito del delito esto es indispensable, ya que puede considerarse tal al
autores aquellos que verdaderamente cuentan con el poder de ejecución que ideó su ejecución, al que la encomendó a un tercero, o al que junto
del hecho. con otros intervino parcialmente en su realización fáctica, o al que la
Algunas de estas mismas doctrinas tienen la característica de ofrecer concretó ignorando el alcance y sentido de lo que realizaba, que pudo ser
una noción unitaria de la autoría, y otras de escindirla. La tendencia instrumento de un tercero. ¿Todos quedan comprendidos cuando el art.
unitaria propone un mismo y único concepto de autor valedero para las 391 castiga al que mate a otro, o cuando el art. 432 se refiere al que se
diversas formas de presentación del delito, tanto para el de acción como apropia de cosa mueble ajena? El art. 15 pretende responder esas interro-
para el de omisión, doloso o culposo; así lo hacen las doctrinas causal-sub- gantes precisando —^para el derecho penal— que se considera autor tanto
jetiva y formal-objetiva. También hay una tendencia que diversifica el al que promueve un proceso causal dirigido a la comisión del hecho típico,
concepto de autor creando uno específico y distinto para cada modalidad como a aquel que impide que se interrumpa un proceso en desarrollo en
de presentación del hecho delictivo, como lo plantea la doctrina objetiva- el que no tiene intervención (N- 1-); que lo es también quien induce o
final, según la cual en el delito de acción doloso es autor quien tiene el real fuerza a otro a ejecutar el hecho (N- 2°) y aquel que concertado con
y efectivo dominio del acto, y en el culposo, el que no emplea el cuidado terceros participa en la actividad necesaria para ejecutarlo (N° 3°).
esperado en la realización de la acción peligrosa, siéndole imputable Se analizará la autoría distinguiendo las siguientes situaciones: a) la
objetivamente el resultado típico. autoría individual, que puede revestir las modalidades de directa, indirectay
mediata; b) la autoría de sujeto múltiple o colectivo (coautoría, art. 15 N- 3°),
y c) los autores accesorios o complementarios.
Se trata con a m p l i t u d esta materia en Etapas de Ejecución delDeüto. Auímay Participaáón, Las demás formas de intervención en el delito constituyen participa-
d e M. G a r r i d o . ción, que en un sentido impropio comprendería la inducción, la complici-
(]<^ n
*
LA A U T O R Í A Y E L C O N C X I R S O D E PERSONAS EN EL DEUTO 805
304 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

dad y el e n c u b r i m i e n t o . Hay a c u e r d o en la doctrina en c u a n t o a q u e el formas de realización p i e r d e trascendencia, pues también la d e p r o p i a


e n c u b r i m i e n t o n o es u n a forma de participación en el delito, en lo q u e m a n o i m p o r t a d e s e n c a d e n a r un proceso causal dirigido.
c o n c o r d a m o s , p o r q u e el e n c u b r i d o r actúa c u a n d o el c o m p o r t a m i e n t o
típico está t e r m i n a d o , sea en g r a d o de tentativa, frustración o consuma-
ción. O t r o tanto sucede con la inducción o instigación: el c o m p o r t a m i e n t o 99.2. LA N O a ONDE AUTOR INDIVIDUAL (ART. 15N=1=)
del q u e instiga a o t r o termina c u a n d o forma en éste la resolución delictiva.
De consiguiente, t a n t o el e n c u b r i d o r c o m o el i n d u c t o r actúan fuera del
ámbito de ejecución del delito; así c o m o el e n c u b r i d o r actúa después q u e El N - 1° del art. 15 expresa q u e se r e p u t a n autores a los q u e "toman p a r t e
el h e c h o se t e r m i n ó o i n t e r r u m p i ó en su ejecución, el inductor actúa antes en la ejecución del h e c h o , sea de m a n e r a inmediata y directa, sea impidien-
de q u e se principie a realizar. Ambas hipótesis, en verdad, deberían do o p r o c u r a n d o i m p e d i r q u e se evite". Este p r e c e p t o c o m p l e m e n t a y
constituir tipos penales especiales; la participación está c o n f o r m a d a única- d e t e r m i n a la noción d e a u t o r q u e p u e d e deducirse del tipo, q u e — c o m o
m e n t e por la complicidad. se h a d i c h o — es n e u t r a , se refiere tanto al autor singular c o m o a los
coautores. La disposición m e r e c e comentarios:

99.1. LAAUTORÍAINDIVIDUAL (ART. 15 N» 1») a) Alcance de las expresiones


' ' í "tomar parte en la ejecución del h e c h o "
El art. 15 N - 1- se refiere a la autoría individual, noción q u e n o se
c o n t r a p o n e a la d e coautoría. El N° 1° del art. 15, en esencia, hace N o d e b e inducir a equivocación q u e el artículo se refiera en plural a "los
referencia al a u t o r en general y, en especial, al individual, o p o r lo m e n o s que...", pues si se observa el N° 2° del art. 15 vuelve a referirse a "los q u e
da u n c o n c e p t o aplicable p r e f e r e n t e m e n t e a esa clase de autor; c o m p r e n - fuerzan o inducen...", o sea e m p l e a el plural de m a n e r a i n d e t e r m i n a d a , n o
de tanto la autoría inmediata, c u a n t o también lo que la doctrina e u r o p e a en el sentido d e que n e c e s a r i a m e n t e d e b e n ser múltiples, de n o ser así en
califica c o m o autoría mediata. la inducción, para q u e existiera, d e b e r í a n intervenir varios instigadores y
Lo recién e n u n c i a d o n o es opinión compartida p o r la doctrina nacio- n o u n o solo. El uso d e la voz plural d e la disposición n o i m p o n e la
nal, la q u e estima q u e el art. 15 se refiere ú n i c a m e n t e a la coautoría, mejor concurrencia d e varios sujetos: p u e d e n ser u n o o más, indistintamente.
dicho a la c o n c u r r e n c i a d e varios sujetos a los cuales se considera autores. Por " h e c h o " h a d e c o m p r e n d e r s e la situación fáctica global: el resulta-
Argumentación q u e se afinca en las expresiones empleadas: "toman parte do y las circunstancias concomitantes. Así en u n incendio, la casa o
en la ejecución del hecho"; se cree que al hablar d e "ejecución" la n o r m a sementera q u e m a d a , los materiales empleados, el m o m e n t o en q u e se
alude a la actividad desarrollada p o r seres h u m a n o s , q u e son los únicos q u e actuó, las personas o bienes q u e resultaron afectados, etc. En t o d o ese
p u e d e n "ejecutar" algo, ya que los h e c h o s de la naturaleza suceden, p e r o "suceso" o "acontecimiento", la actividad del delincuente es u n e l e m e n t o
n o se ejecutan. Por otra parte, se afirma q u e al sostener que el autor más —si bien d e t e r m i n a n t e — q u e integra el "hecho"; de a h í lo c o m p r e n -
singular estaría descrito en el N - 1 ° , e n el h e c h o se está m a r g i n a n d o d e este sible q u e aluda a "tomar p a r t e " en su ejecución. En t o d o caso, la ley
g r u p o al realizador u n i p e r s o n a l de p r o p i a m a n o , p o r q u e este autor n o atribuye ese suceso en su integridad al delincuente, c o m o su obra, su
toma parte en la ejecución, sino que la lleva a cabo í n t e g r a m e n t e . Ambas "ejecución", su "hecho", lo q u e tiene vigencia tanto para el autor c o m o
a r g u m e n t a c i o n e s p u e d e n responderse: n o se sostiene q u e la noción d e para el coautor.
autor único "sólo" se d e s p r e n d e del N - 1° del art. 15, sino que preferente- Tomar parte en la ejecución es, d e consiguiente, realizar una acción que
m e n t e tiende a explicar el c o n c e p t o de autor único, que d e b e deducirse desencadena o dirige un proceso causal para lograr un resultado dado, o no realizar
de u n a interpretación sistemática del conjunto de disposiciones del C.P. algo que se debe ejecutar para impedir que un proceso causal, susceptible de lesionar
Por otra parte, el análisis m e r a m e n t e gramatical de los vocablos empleados un bien jurídico, siga su curso.
p o r u n p r e c e p t o legal es c o n o c i d a m e n t e insuficiente para precisar el Este t o m a r p a r t e en la ejecución n o d e b e e n t e n d e r s e circunscrito al
sentido d e u n instituto j u r í d i c o — c o m o lo es la autoría—, el que d e b e aspecto material del actuar, sino q u e en el sentido normativo final, esto es,
alcanzarse con u n análisis sistemático del conjunto d e n o r m a s penales. El con propósito d e concreción, con objetivos q u e dirigen la actividad a
tomar parte en la ejecución q u e señala el art. 15 N - 1° significa que u n a vez realizar. C o m o se trata d e u n actuar del h o m b r e , la p a r t e o fase material
que u n ser h u m a n o interviene en u n proceso causal, dirigiéndolo en el del "tomar p a r t e en la ejecución", se d e b e integrar con la fase subjetiva d e
sentido descrito p o r el tipo penal, este sujeto —según la ley— hace suyo ese actuar. La actividad material q u e realiza el sujeto carece d e sentido si
todo el h e c h o y se e n t i e n d e "ejecutado" p o r él, pasa a ser su autor. Además, se la escinde d e su fase interna, volitiva, q u e es la que en verdad impulsa a
con la noción normativa d e acción final, mayoritariamente aceptada p o r la primera. La actividad material del autor p u e d e ser mínima, p e r o consti-
la doctrina, la distinción e n t r e ejecución d e propia m a n o y las restantes tuirá u n a forma d e t o m a r parte en la ejecución del h e c h o c u a n d o provoca

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S06 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORLV DEL DELITO LA. AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO 307

o dirige un proceso causal que se concreta en el resultado injusto previsto El alcance del término "inmediato" del art. 15 es de no interposición
por ese autor (una palabra —como decir "avance"— es suficiente para entre el autor y su hecho de una persona con conciencia de la naturaleza
provocar la muerte en el caso del no vidente que pide lo orienten cuando injusta de ese hecho; interposición que sí es exigida en el N° 2° del art. 15,
está frente al precipicio). porque el ejecutor material por inducción actúa como intermediador
consciente entre el inductor y el acto típico.
El autor del N- 1° debe accionar como sujeto único del designio
b) Formas de tomar parte en la ejecución
criminal; si emplea una persona como instrumento, ésta no puede conocer
o participar de aquel designio, el que sólo radica en quien lo emplea como
El art. 15 N- 1° reconoce dos modalidades de ejecución: 1) "sea de una un medio de ejecución. La inmediatez a que se refiere el N- 1° del art, 15
manera inmediata y directa", y 2) "sea impidiendo o procurando impedir es de índole intelectual, excluye la existencia de toda persona que cons-
que se evite". La disposición ha de ser interpretada, en su primera hipóte- ciente del injusto se interponga entre el hecho y su autor, lo que sucede
sis, en el sentido de que el sujeto, personalmente, debe realizar la actividad exclusivamente cuando se induce o se fuerza a otro; porque el inducido o
descrita por el tipo, y, en la segunda, que el sujeto debe actuar evitando forzado actúa con un dolo que le es propio.
que se impida la ejecución del hecho típico. Habitualmente se ilustra esta
última modalidad con el "loro" o "campana", que avisa a los delincuentes ii) Autoría indirecta (segunda parte del N- 1- del art. 15: "sea impidiendo o
que están dentro de la casa cuando se acerca la policía, para que huyan, procurando impedir que se evite"). El sujeto para lograr la concreción de
ejemplo que no parece corresponder al verdadero alcance del precepto, su designio delictivo, en esta modalidad de autoría, recurre a un proceso
por las razones que se indicarán a continuación. Las dos formas de ejecu- causal que él no ha provocado ni ha dirigido en un sentido determinado.
ción señaladas en el N° 1 - del art. 15 dan lugar, a su vez, a dos modalidades Simplemente el proceso se le ha presentado como propicio y su actividad
de autoría individual: directa o indirecta. consiste en evitar que terceros lo interfieran impidiendo que concrete la
lesión del bien jurídico protegido.
i) Autoría directa. El N° 1° del art. 15 se ocupó de esta forma de ser autor El proceso causal que aprovecha en su beneficio —que hace suyo el
cuando se refiere al que toma parte en la ejecución del hecho de manera directa, autor— puede corresponder a u n o desarrollado por la naturaleza o fuerzas
lo que consiste en que el sujeto provoque —ponga en movimiento— un físicas accidentalmente (cuando se produce una inundación que hace
proceso causal tendiente a concretar su finalidad, o dirija uno ya en peligrar la vida de una persona a la cual el autor pretende matar, situación
desarrollo hacia ese objetivo. Quien persigue provocar un incendio deberá que aprovecha para lograr su propósito impidiendo que aquellos que
encender una fogata que, a su vez, hará arder el inmueble; aquí inicia un tratan de rescatarla inicien o continúen la acción de salvamento); como
proceso. Puede también aprovechar la fogata encendida por unos niños también puede corresponder a un proceso causal iniciado por el hombre,
que jugaban, y desviar el fuego hacia el inmueble cuyo siniestro pretende; no necesariamente con fines delictivos (por descuido, el portero de un
en esta hipótesis se limita a modificar el curso de un proceso causal. edificio de departamentos provoca un incendio, en uno de los cuales
La expresión "directa" no significa que el delincuente emplee sus reside el enemigo del autor; si éste, cuando aquél va a ser salvado por
propias manos en la ejecución del hecho, sino que el proceso causal haya terceros, entraba la acción con el objeto de que su enemigo muera, y tiene
sido provocado o dirigido por él en el sentido del injusto típico, para éxito, es autor del homicidio).
alcanzar el objetivo delictivo. Puede emplear su propio cuerpo u órganos, Este precepto del N- 1° del art. 15 no comprende la actividad delictiva
y también valerse de medios vivos o físicos, como personas, animales comúnmente llamada "loro" o "campana", o del que sujeta a la víctima para
amaestrados o instrumentos. De suerte que el sujeto está en condiciones que otro le substraiga el dinero, porque estas formas de intervenir en el
de actuar por sí mismo o emplear a una persona inocente como instrumen- delito, cuando hay acuerdo previo, se encuentran regladas en el N- 3° del
to o artefactos o ingenios que concreten su propósito, y siempre para los art. 15, o sea quedan comprendidos en los que concertados para su
efectos normativos será un autor directo, comprendido en el N-1°, prime- ejecución facilitan los medios. Si no hay concierto previo pueden constituir
ra parte, del art. 15, porque el tomar parte ha de entenderse en su alcance complicidad (art. 16).
"subj e tivo-obj e tivo ". La hipótesis en estudio comprende también los procesos causales
El N° 1- exige que la intervención del autor sea "inmediata"; el sentido iniciados por el hombre con el fin de cometer un delito, que el autor
de esta expresión no ha sido muy clarificada por la doctrina nacional, pero descrito en la segunda parte del N- 1° del art. 15 aprovecha en pro de su
parece evidente que no se vincula con lo que penalistas europeos denomi- propósito: Juan ve que el enemigo mortal de Pedro penetra a la casa de
nan "autoría mediata" y que estudiosos nacionales, que la han analizado, éste con el fin de ultimarlo; escucha los gritos de Pedro, que hacen al
consideran como noción innecesaria en el sistema jurídico del país.^^^
mediato como categoría imprescindible de la ley penal chilena, en Revista Chilena d e D e r e c h o , vol.
' E n esta o b r a se c o m p a r t e ese criterio; o p i n a e n s e n t i d o diverso Cury (El concito del autor 12, N ' 1 , 1 9 8 5 ) .

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^^^^^

308 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R Í A DEL DEUTO


LA. AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO S09

policía c e r c a n o acudir en su defensa, p e r o c o m o J u a n desea la m u e r t e d e


Se h a c e referencia, e n t r e otros casos, al a u t o r m e d i a t o que se encon-
Pedro, i m p i d e q u e el policía se acerque y lo desvía a otra dirección. Al
traría en u n a relación d e j e r a r q u í a superior con el s u b o r d i n a d o ejecutor,
impedir J u a n q u e se evite el homicidio d e Pedro, h a c e suya la acción del que estaría obligado a cumplir la o r d e n q u e recibe de realizar la acción
homicida y pasa a ser "autor" (no coautor) d e dicha m u e r t e , en la misma típica ilícita; p e r o a q u í n o siempre se trata de u n a autoría mediata, gene-
forma c o m o lo es el homicida. Según la doctrina del d o m i n i o del h e c h o , r a l m e n t e hay u n realizador doloso y u n inductor. Este p r o b l e m a p u e d e
J u a n sería cómplice. vincularse con la obediencia debida en algunas alternativas.
En síntesis: autor indirecto es aquel que, para lograr su objetivo delictivo,
se aprovecha de u n proceso causal en desarrollo q u e él n o h a provocado,
i m p i d i e n d o o t r a t a n d o d e impedir que se evite, p u e s al así hacerlo logrará
ver c o n c r e t a d o su designio. Ese proceso cau.sal p u e d e ser d e origen h u m a - 99.4. LAAUTORÍA EN EL CUASIDELITO
n o o natural, delictivo o n o .
La noción del N - 1° del art. 15, q u e precisa el c o n c e p t o d e a u t o r individual,
es p l e n a m e n t e aplicable al cuasidelito, p u e s los arts. 490 y 492 se refieren
99.3. lAAUTORÍAMI'lDIATA al q u e "ejecutare u n h e c h o " , en la idea antes expresada d e t o m a r p a r t e e n
su ejecución, pues la acción u omisión n u n c a lo realizan í n t e g r a m e n t e ; esas
conductas dan origen a u n proceso causal o n o i n t e r r u m p e n u n o en
En la doctrina nacional se h a i n c o r p o r a d o la noción d e a u t o r m e d i a t o q u e
desarrollo, lo q u e provoca o se concreta en u n resultado típico.
se cree n o tendría espacio en la legislación positiva, p o r q u e n o calzaría en
En el cuasidelito —delito atribuible a culpa— la acción realizada p o r
n i n g u n a de las formas q u e el C.P. describe, idea que n o compartimos.
el sujeto n o se dirige al resultado injusto q u e causó, sino a otro, general-
Por a u t o r mediato — d e n t r o de la a m b i g ü e d a d que existe sobre el
m e n t e atípico, p e r o al n o e m p l e a r en su ejecución el cuidado d e b i d o —el
exacto alcance d e la n o c i ó n — se e n t i e n d e aquel q u e utilizando c o m o
que el o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o exige—, se le atribuye ese resultado en
i n s t r u m e n t o a otra persona, realiza el h e c h o delictivo (el ladrón q u e
calidad d e a u t o r (por n o c o n d u c i r a la velocidad reglamentaria y respetan-
haciéndose pasar p o r h u é s p e d del hotel, encarga al groom q u e le traiga el
d o las reglas d e tránsito vehicular, la p e r s o n a q u e va a buscar a u n familiar
reloj de o r o q u e se e n c u e n t r a en u n a de las habitaciones, pieza valiosa d e
a la estación, causa la m u e r t e d e u n p e a t ó n p o r atropellamien to, efecto este
p r o p i e d a d de u n t e r c e r o ) .
último q u e n o perseguía y a u n rechazaba, p e r o q u e se vincula causal y
Es frecuente que se identifique — i m p r o p i a m e n t e — al autor m e d i a t o
objetivamente con su actuar p o r n o h a b e r m a n i o b r a d o con el c u i d a d o
con el "instigador" o con el p r o p o n e n t e d e u n delito, en el alcance q u e
exigido).
tiene esta actividad en el art. 8°, lo q u e provoca más de alguna confusión
Aquí también el a u t o r t o m ó parte en la ejecución del h e c h o , de
conceptual y de análisis; situaciones que se c o m e n t a r á n en su oportuni-
m a n e r a i n m e d i a t a y directa, p e r o concebida esa intervención en sentido
dad.64«
normativo, c o m o atribución objetiva d e ese resultado a su falta d e diligen-
En el N° 1° del art. 15 q u e d a c o m p r e n d i d o el autor mediato, p o r q u e
cia.
toma p a r t e directa e i n m e d i a t a en la ejecución del h e c h o e m p l e a n d o al
efecto u n i n s t r u m e n t o h u m a n o ; su forma de c o m e t e r el h e c h o es recu-
r r i e n d o a otra p e r s o n a p a r a q u e c o n s u m e su designio, de igual m o d o que
si e m p l e a r a u n artefacto o u n animal, a u n q u e el símil sea antipático. 99.5. LOS QUE FUERZAN O INDUCEN DIRECTAMENTE
A OTRO A EJECUTARLO
El a u t o r m e d i a t o e m p l e a a o t r o sujeto c o m o "medio" d e ejecución, d e
m o d o q u e este sujeto ignore lo q u e r e a l m e n t e está realizando o va a
realizar. Actúa e n g a ñ a d o en c u a n t o a la naturaleza d e su quehacer, o
Las expresiones empleadas p o r el p r e c e p t o p u e d e n prestarse a equívocos,
carece d e la capacidad p a r a c o m p r e n d e r l o , p o r sus condiciones personales
ya que se refieren a los que fuerzan o i n d u c e n a otro, p e r o el art. 15 N° 2°
o circunstanciales (usar a u n d e m e n t e , a u n m e n o r o a u n a p e r s o n a
considera s i m p l e m e n t e la inducción, q u e si bien es u n a modalidad única
aterrorizada). En casos excepcionales p u e d e darse la hipótesis d e u n
de participar en el delito, p u e d e revestir dos formas: r e c u r r i e n d o a medios
i n s t r u m e n t o doloso, p e r o si bien el i n s t r u m e n t o actúa con dolo, su volun-
intelectuales o e m p l e a n d o la fuerza; esta última c o m p r e n d e , aparte d e la
tad n o está dirigida al objetivo v e r d a d e r o del proceso causal en q u e actúa,
física, a la moral, sin perjuicio de precisar desde luego que en el N" 2° sólo
y q u e sí lo sabe y persigue el a u t o r mediato, de m o d o que el instrumenta-
se c o m p r e n d e a la moral. En ambas modalidades, el inductor o forzador
lizado siempre está en la ignorancia del v e r d a d e r o sentido de su actuar.
g e n e r a en otra p e r s o n a la voluntad delictiva, de m a n e r a que ésta actúe
d o l o s a m e n t e : al c o m p l e m e n t a r s e a m b o s c o m p o r t a m i e n t o s , el del instiga-
dor y el del instigado, se p r o d u c e el delito.
' Infra párrafo 99.5 a) y c). La exigencia d e q u e sea directa la inducción s u p o n e que la misma se
^ I
310 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R I A DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEUTO Sil

dirija derechamente a convencer al instigado respecto de la comisión del voluntad y la convierte en un simple "medio" o instrumento de ejecución
delito. Por lo tanto, quedan al margen las insinuaciones o los meros (empujar violentamente a una persona sobre otra, que cae al precipicio y
consejos. muere), y vis compulsiva, que es la fuerza física (sobre el cuerpo) o moral
El que induce y el inducido actúan con dolos independientes, aunque (sobre la mente) empleada en contra de una persona para obligarla a
en el mismo sentido. El instigado quiere él concretar el tipo, el instigador adoptar una resolución delictiva. Someter a tortura a un sujeto con el
quiere que el inducido lo cometa; no son coautores. Se mencionan en el objetivo de obligarlo a realizar una acción determinada —como inculpar
N^ 2° dos modalidades: de un delito a un inocente—, es fuerza física; o amenazarlo con maltratar
a su hija para obligarlo a realizar esa misma acción, es fuerza moral, y
ambos son casos de vis compulsiva y constituyen inducción.
a) La inducción por medios intelectuales Sólo la vis compulsiva es la que se comprende en el art. 15 N- 2°; la vis
absoluta encuadra en el N- 1- del art. 15, ya que quien es empleado como
Consiste en hacer nacer en otro, mediante la persuasión, la resolución de medio o instrumento para cometer un delito no actúa, actúa quien lo usa,
ejecutar un hecho delictivo. Aquí no se emplea fuerza física o moral, sino en autoría directa e inmediata. En la vis absoluta hay un solo autor: el que
que se trata de convencer, de inclinar en determinado sentido la voluntad emplea la violencia.
de otro. Es algo totalmente diverso al denominado "concierto previo" (arL En la vis compulsiva hay dos autores: el ejecutor material y el que
15 N- 3°), donde lo que se pretende es armonizar voluntades, uniñcarlas emplea la fuerza. Este último según nuestra legislación, sería instigador y
para ejecutar en conjunto un delito, en tanto que en la inducción lo que autor mediato (en el sentido que fluye del art. 15), en contraposición al
se hace es convencer a otro, mediante la persuasión, para que ese otro se inmediato, tratado en el N- 1- del art. 15.^'*' No obstante, esta afirmación
decida a cometerlo. No se pretende armonizar voluntades o formar un respecto de la vis compulsiva no era unánime, Etcheberry en sus primeras
dolo común. El dolo del inductor es preciso: lograr en otra persona la obras estimaba que el N- 2° del art. 15 comprendía la vis absoluta, pero
formación de la resolución delictiva: el inductor mismo no tiene el propó- varió su criterio en la segunda edición de su Derecho Penal.^^
sito de cometer el delito, quiere el delito ejecutado por el inducido, pero Debe advertirse que si la fuerza empleada en estos casos alcanzara el
no intervenir él en esa ejecución. grado de irresistible, se plantearía una situación de inculpabilidad para el
Para que esta modalidad de inducción sea penalizada deben concurrir inducido (art. 10 N° 9°). Puede no haber inducción, pero sí autoría
tres condiciones: mediata, cuando el instigador convierte al sujeto inducido en un simple
1) Que el inductor actúe dolosamente, o sea con el propósito concre- instrumento, alternativa que calza en el N- 1° del art. 15 y constituiría una
to de que el inducido o instigado adopte la decisión de cometer el delito autoría directa con instrumento humano. En las dos hipótesis del N- 2° del
de que se trata. Quedan al margen las insinuaciones, los consejos o meras art. 15, hay a su vez dos sujetos activos: el inductor o forzador y el instigado.
aspiraciones. La instigación debe ser en relación a un hecho determinado. La citada disposición califica como autor al inductor, pero ya se ha comen-
2) Que la inducción haya sido decisiva para que el instigado realice el tado que técnicamente no lo es, es un partícipe accesorio. No está de más
delito. insistir en que ambos sujetos nunca son coautores; sistemáticamente el
El inducido debe realizar el hecho precisamente porque ha sido instigado es el único autor.
instigado, pues si estaba decidido con anterioridad o adoptó la resolución
al margen de la instigación, no hay inducción. > A
3) El hecho debe haberse principiado a cometer por el inducido; por c) La inducción y la autoría mediata
lo menos debe haber alcanzado al grado de tentativa. De no ser así, no se
castiga la inducción por el principio de la accesoriedad, pues la instigación Son dos instituciones diversas. El inductor quiere que otra persona cometa
es dependiente de la ejecución del hecho por el inducido. un delito determinado, y para ello realiza acciones tendientes a convencer-
La inducción es para ejecutar un hecho típico y antijurídico, de modo lo de que adopte la resolución de cometerlo (no lo engaña, lo convence);
que no hay inducción de inducción, y siempre es para cometer un delito, o sea el inductor no tiene interés en participar él mismo en el delito, ni pretende
se dirige al autor, no hay inducción para la complicidad.

El autor mediato en doctrina es aquel sujeto que emplea como instrumento de la


b) El que fuerza a otro directamente a la ejecución del hecho comisión de un delito a una persona que normalmente ignora el alcance de lo que hace (véase
párrafo 99.3), y es un instituto distinto a la inducción, que consiste en convencer a otro para
que realice un delito con conciencia de lo que hace, para que actúe dolosamente. No
Una persona puede inducir a otra a cometer un delito empleando la obstante, el legislador nacional parece entender que la inducción es una autoría mediata, y
fuerza. Se sabe que la fuerza puede ser de dos clases: xÁs absoluta, que para así concluirlo es suficiente comparar la redacción de los N°' 1' y 2° del art. 15.
consiste en la fuerza física ejercida sobre una persona, que anula su ^''* Véase Etcheberry, D.P., II, pp. 68 y 69, y Parüápación Criminal, p. 24. „,„,„.„^, „ „ ..
í / 7^^.
SI 2 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO l A AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO 31S

tener intervención en su ejecución. Si bien la inducción puede dar origen Las condiciones para que existan coautores, son las siguientes: a) debe
a un pacto, como la entrega de una recompensa en dinero o de otra preceder concierto entre los intervinientes, y b) los concertados deben
especie, este acuerdo no importa el concierto a que se refiere el N° 3-, cuyo intervenir en la ejecución suministrando medios de ejecución o presen-
alcance se explicará más adelante (en general, concierto significa formar ciando esa ejecución.
entre varias personas una finalidad —dolo— única y común para realizar
una actividad en conjunto, aportando medios o respaldo moral). En la
autoría mediata el sujeto que es usado como "instrumento" no sabe que a) Existencia de concierto previo
está cometiendo un delito o simplemente no tiene discernimiento (impu- ("concertados para su ejecución") ,, . .
tabilidad) para comprender la trascendencia de su acto (emplear a meno-
res ignorantes del verdadero alcance de lo que hacen). El autor mediato, Estos términos deben entenderse en su exacta dimensión: concierto es
en el alcance y sentido que le reconoce la doctrina europea —^no en el que unificar propósitos, alcanzar una finalidad única para los confabulados, es
se desprende del C.P.—, es un autor único, y está comprendido en el N - 1 - armonizar metas logrando una sola y común a todos los que intervienen
del art. 15, primera parte, como autor directo (el sujeto que para matar a en el concierto. Supone alcanzar una triple unidad: unidad de propósito;
su enemigo se aprovecha del cazador miope a quien le pide que le dispare unidad de resolución para concretarlo y unidad de plan para llevarlo a la
cuando a la distancia se asemeja a una pieza de caza). práctica.
Este concierto puede logjrarse en forma lenta o súbita, casi instantá-
V^í-,},1' neamente. No requiere que sea expreso, pero sí categórico, pues hay
d) La situación del agente provocador concierto cuando dos presos en celdas separadas se ponen de acuerdo a
través de golpes cuyo significado, dadas las circunstancias, es claro (Mau-
Con la inducción se vincula una situación éticamente reprobable, a la cual rach, Tratado, II, p. 333). La forma concreta de lograrlo es la conspiración
en algunas oportunidades recurrirían los organismos policiales, sin perjui- y la proposición (art. 8°).^*^ Concierto no equivale al hecho de que varias
cio de que también lo hagan grupos subversivos: el agente provocador. personas tengan dolos análogos o iguales; el concierto supone un solo dolo
El agente provocador es aquel individuo que incita a otro (lo provoca) común a todos los concertados, el que cada uno no puede modificar.
a la comisión de un delito, pero que sólo persigue se dé comienzo a su Puede haber dolos análogos en dos o más personas; así sucede cuando
ejecución por el inducido, para luego impedir su consumación y, al mismo distintos sujetos tratan de sustraer, cada uno por su lado y al mismo tiempo,
tiempo, en esa forma descubrir al delincuente. a la misma víctima. Esto no es concierto; para que éste exista debe haber
Las consecuencias de esta forma de actuar se discuten en doctrina. una resolución común y una finalidad única para todos, la que comparten
Unánimemente se critica en su aspecto moral; no obstante, su empleo es y de la cual se sienten responsables individualmente pero como integrantes
más frecuente de lo que podría esperarse. Se estima —en general— que del grupo. El concierto importa finalidad común, no finalidades iguales o
careciendo el agente provocador de "dolo de consumación", no podría semejantes, porque éstas siguen siendo particulares.
castigársele porque su comportamiento sería atípico; el instigador, para ser
tal, debe tener dolo de consumación (ejemplo de agente provocador: el
policía que simula ser comerciante en droga y propone al elaborador de la b) Los coautores deben intervenir en la ejecución del hecho
misma que le entregue una partida, para poder denunciarlo).
Es fundamental que, además de tener una resolución y finalidad común,
los coautores intervengan en la ejecución del plan delictivo, o sea que
9 9 . 6 . LA COAUTORÍA (ART. 15 N^* 3=) YSUS ELF.MK.NTOS
participen en la concreción del tipo. Esta intervención puede ser de triple
naturaleza: 1) moral; 2) intelectual, y 3) material.

El C.P. expresa que se consideran autores a "los que, concertados para su


ejecución, facilitan los medios con que se lleva a efecto el hecho o lo ^•'^ Para autores como Novoa (Curso, II, p. 127), Etchebeny, (D.P., II, p. 43) y Cury, (D.P.,
II, p. 203), constituyen actos preparatorios punibles, afirmación que no puede compartirse
presencian sin tomar parte inmediata en él". La esencia de la coautoría porque se sustenta en una noción inapropiada de lo que corresponde calificar como acto
radica en que cada uno de los que intervienen debe estar previamente preparatorio para los efectos normativos. A saber, el acto preparatorio supone la existencia de
concertado y participar fácticamente en el hecho común a todos, cualquiera una resolución delictiva, y tales actos se dirigirían a preparar su ejecución; lo realizado antes
sea la actividad material que desarrolla para concretarlo. Esto diferencia a de que exista resolución puede corresponder a meras aspiraciones o deseos, pero jurídica-
la coautoría de la simple autoría —en ésta el autor realiza un hecho propio—, mente no son actos de preparación. La conspiración persigue formar una decisión delictiva;
la proposición es una resolución sujeta a la condición de encontrar adherentes; de modo que
como también la diferencia de la complicidad, donde el sujeto se limita a en ambas situaciones aún no existe "resolución delictiva". Siendo así, no es posible calificar
colaborar en el hecho ajeno. - - ., • , tales actividades como actos preparatorios de un delito que todavía no está decidido subjeti-
3,14 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA A U T O R I A Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO SIS

1) Moral: Consiste en haberse concertado y sin participar en la ejecu- el "loro" las posee: es suficiente que dé la alarma para que la realización
ción del hecho, presenciarlo (segunda parte del N- 3° del art. 15), lo que del delito se suspenda.
involucra un respaldo moral a los realizadores materiales. :

2) Intelectual: El concertado puede que no intervenga en la ejecución c) Coautoría, cuasidelito y delitos de omisión
física del hecho, pero sí en la confección del plan y su dirección; que se
mantenga en una posición de supervisión, meramente intelectual, ello es Dadas las características antes señaladas de la coautoría, debe descartarse
suficiente para que sea coautor, por cuanto el N° 3- se refiere a "facilitar su posibilidad en el cuasidelito (tampoco puede haber instigación o com-
los medios" sin hacer distingos entre medios materiales e intelectuales. Por plicidad). En el cuasidelito sólo hay autores; no puede concebirse en él un
eso el jefe de la banda, su cerebro, queda comprendido. concierto previo y la división del trabajo. La obligación de emplear el
cuidado exigido para realizar una actividad creadora de riesgos es personal
3) Facilitar los medios con que se ejecuta el hecho: Es una noción amplia, e individual, cada cual infringe su particular deber.
comprende cualquier aporte que realice uno de los concertados en cum- Tampoco puede haber coautoría en la omisión, donde el delito con-
plimiento de la división de trabajo preacordada en el plan común, o siste en no hacer aquello que por mandato debe realizar una persona; es
subentendida en él. Cuando varias personas realizan un delito, todos son no cumplir con un deber. Esta infracción es siempre de naturaleza indivi-
ejecutores, su aporte individual constituye, en el hecho, un simple medio dual, no puede ser solidaria para varios sujetos, cada uno infringe su propia
de ejecución. Además de los actos de consumación, aquí se comprenden y particular obligación de hacer lo exigido (aunque varios jóvenes se
conductas tales como facilitar el arma o los instrumentos empleados, concierten para no inscribirse en el cantón de reclutamiento, cada uno
también las labores de vigilancia y aseguramiento para que el delito se lleve infringe su particular deber de hacerlo). Esto rige tanto para la omisión
a cabo en la forma acordada. De consiguiente, el "loro", si se ha concertado propia como para la impropia.
para la ejecución y se le asigna la referida labor, es coautor.
Amplios sectores de la doctrina sostienen que la conducta del "loro"
quedaría comprendida en la segunda parte del N° 1° del art. 15 (los que
impiden o procuran impedir que el delito se evite), pero es inadecuada 100. LA CONSPIRACIÓN Y LA PROPOSICIÓN COMO FORMAS DE
esta interpretación, porque el "loro" no "evita" que se impida el delito, sino LOGRAR EL CONCIERTO PREVIO EN LA COAUTORÍA
que asegura su realización, o sea aporta un medio de ejecución inherente
al hecho conforme al plan. Las acciones de "evitación" pueden realizarlas
El concierto requerido por el N- 3° del art. 15 para la coautoría, sólo se
exclusivamente terceros no concertados para ejecutar el delito, nunca los
puede alcanzar a través de la "conspiración" o de la "proposición".
ejecutores del mismo, pues éstos siempre son realizadores de la acción
La proposición y la conspiración son dos instituciones que no han sido
delictiva cualquiera sea la actividad que lleven a cabo conforme al plan. De
objeto de un adecuado tratamiento sistemático. A ellas se refiere el art. 8°
suerte que el sentido que se da habitualmente por la doctrina al referido
del C.P., donde se consagra el principio general de su no punibilidad, a
precepto no corresponde al verdadero, que se señaló al analizar el N-1°.
La actividad de los concertados tendiente a vencer la resistencia de la diferencia de la legislación española, donde el principio es al revés: lo
víctima, no son acciones dirigidas a evitar que el delito se impida, sino a normal es su castigo.
concretarlo. El denominado "loro", que da el silbido ante la llegada del Hay conspiración "cuando dos o más personas se conciertan para la
policía para disimular o silenciar la actividad o permitir la oportuna huida, ejecución de un crimen o simple delito" (ejemplo: el art. 125 sanciona la
no hace otra cosa que llevar a cabo una actividad de ejecución prevista, conspiración para alzarse contra el gobierno).
pero no trata de evitar que el delito se impida; en puridad, cumple su parte Hay proposición "cuando el que ha resuelto cometer un crimen o simple
en la división del trabajo antes acordada. delito, propone su ejecución a otra u otras personas" (ejemplo: la provoca-
ción a duelo, art. 404).
Según la teoría del "dominio del hecho" (objetiva-final), el "loro" y los
que suministran los medios no tienen el "dominio del hecho", que radica-
ría en los realizadores de actos consumativos y, por ello, no serían autores
1 0 0 . 1 . NATURALEZA DE LA PROPOSiaÓN Y DE LA CONSPIRACIÓN: SUS
sino cómplices. Pero este "tener el dominio" aparece como algo muy sui DIFERENCIAS CON LA INSTIGAOÓN Y LA AUTORÍA MEDIATA
géneris, porque si es el tener las riendas del hecho, podría estimarse que

Muchos han estimado que se trata de figuras con plena identidad típica
vamente y, mucho menos, de "resoluciones manifesadas". Por ello, el legislador las declaró (Carrara). En realidad, estas actividades tienen vigencia únicamente en las
impunes como principio general.
I//.-) I acciones de sujeto múltiple (coautoría).
LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO 317
316 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

son etapas anteriores tanto a la decisión como a la realización del hecho,


En los delitos perpetrados por autor singular (sin perjuicio de que y precisamente están dirigidas a que se forme la voluntad colectiva para
puedan participar cómplices y aun instigadores) deben descartarse la
ejecutarlo.
proposición y la conspiración; porque el autor único obra individual y
personalmente o con instrumento humano en el caso de la autoría media-
ta.
1 0 0 . 3 . LA CONSPIRACIÓN (ART.8»)
Lo afirmado obliga a precisar desde luego que no deben confundirse
ambas instituciones con la inducción (esta última es, por naturaleza,
diversa tanto a la proposición como a la conspiración), y tampoco han de El C.P. dice que "existe conspiración cuando dos o más personas se
confundirse con la autoría mediata. conciertan para la ejecución del crimen o simple delito".
La inducción es la creación en otra persona, a través del convencimien- De modo que se requieren dos condiciones:
to, de la decisión de cometer un delito. El instigador no quiere él ejecutar- 1) El concierto de dos o más personas. Concertarse es armonizar ideas
lo, sino que lo lleve a cabo el instigado, que lo hará en la forma que este y metas tendientes a alcanzar una comunidad de objetivos, que se concrete
mismo determine. La instigación es un comportamiento ajeno y extraño a en una resolución común, única a todos. En la conspiración, ninguno de
la ejecución del upo, en realidad es una acción con identidad propia que los confabulados ha decidido con anticipación la comisión de un delito,
—como la de encubrimiento— debería sancionarse de manera indepen- sino que a través del concierto pretenden lograr una decisión única común
diente; no obstante, el C.P. en el art. 15 N° 2° la califica como autoría. al grupo. La pueden alcanzar por cualquier medio de comunicación, aun
La conspiración y la proposición son etapas de desarrollo necesarias por simples gestos; tampoco requieren estar reunidos.
para la acción delictiva de sujeto plural. En la coautoría —acción de sujeto 2) El concierto debe tener como finalidad la comisión de un crimen
plural— tiene que haber precedido, para la formación de la voluntad o simple delito. Las faltas quedan excluidas; si existe concierto para come-
colectiva, una conspiración o una proposición, pues no hay otro modo de ter una falta, esa conducta no se puede penar porque es atípica.
alcanzar un acuerdo (concierto) entre dos o más personas. La conspira-
ción es la forma de armonizar y unificar criterios sobre qué delito, cómo y
en qué circunstancias los coautores lo realizarán. La proposición es la a) El dolo en la conspiración
única manera que tiene quien está decidido a concretar un hecho que no
quiere o no puede llevar a cabo individualmente, de buscar adherentes,
proponiendo a otros su realización conjuntamente con él. El dolo en la conspiración es un tema muy discutido, pero se satisface con
La conspiración y la proposición exigen que sean todos correalizado- la voluntad de concertarse, de armonizar criterios para adoptar una reso-
res del hecho objeto del acuerdo, mediante la división del trabajo; en la lución común tendiente a la ejecución de un crimen o simple delito. No
instigación el inductor no quiere ser correalizador del delito que induce a se exige —como algunos piensan— que los conspiradores tengan el dolo
ejecutar, sólo quiere que el inducido o los inducidos sean los autores, pero del delito que en definitiva determinen realizar. Una cosa es el dolo de la
no él. La inducción es convencimiento sin engaño. conspiración y otra el del delito que, de mediar acuerdo, los concertados
En la autoría mediata hay un autor único, aunque emplea a otra cometerán con posterioridad.
persona como medio o instrumento para la comisión del delito. El indivi-
duo instrumentalizado, o carece de capacidad para tener conciencia de la
antijuridicidad del acto (inimputable), o pudiendo tenerla no la adquiere, b) La acción de los que intervienen en la conspiración es individual
porque es engañado en cuanto a la verdadera naturaleza del acto que
realiza (incurre en error). El autor mediato no propone la comisión de un Los conspiradores son autores individuales del delito de conspiración; no
delito ni se concierta con otro para su ejecución; simplemente él lo realiza son coautores, porque la acción de cada uno de ellos es independiente.
usando a un tercero como su instrumento. Distinto es que luego de concertados decidan ejecutar el que fue materia
de concierto; éste será cometido en coautoría, porque a eso se dirige la
conspiración, a realizar un delito en conjunto.
1 0 0 . 2 . EN LA. CONSPIRACIÓN Y EN LA PROPOSICIÓN QUEDAN
EXCLUIDOS LOS INDUCTORES Y LOS CÓMPUCES
c) Consumación de la conspiración
>'>S'I'l 'ib, • • i>;
En efecto, la inducción, conforme al art. 15 N- 2°, y la complicidad, Se requiere, para que se consume la conspiración, que se logre el concier-
conforme al art. 16, se refieren a actividades conducentes a la "realización to; es suficiente que se alcance a formar la resolución delictiva, aunque
del hecho", lo que nunca sucede en la conspiración y la proposición, que
I í I / ^
318 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO S19

luego n o se c o m i e n c e la ejecución del h e c h o a c o r d a d o . La conspiración se genéricos a delinquir n o constimyen proposición. O t r o t a n t o o c u r r e con


p e n a sólo c u a n d o está consumada; n o hay tentativa ni frustración p u n i b l e los simples consejos.
de conspiración, p o r q u e se trata d e u n delito d e m e r a actividad y d e
peligro. El peligro se p r o d u c e p o r el a c u e r d o d e voluntades para delinquir; La proposición o invitación h a d e dirigirse a u n tercero p a r a que
si n o se logra, o sea n o se c o n s u m a la conspiración, n o p u e d e p e n a r s e ese intervenga e n la ejecución del delito c o m o autor. N o hay "proposición" d e
h e c h o p o r q u e sería sancionar el peligro (la posibilidad del concierto) d e complicidad, p o r q u e el cómplice n o es ejecutor del delito; es colaborador,
un peligro (el concierto alcanzado). coopera ú n i c a m e n t e .

b) La consumación de la proposición
100.4. LA PROPOSICIÓN

Se c o n s u m a p o r el solo h e c h o d e q u e la proposición se efectúe; n o r e q u i e r e


C o n c e p t o : "...se verifica c u a n d o el q u e h a resuelto c o m e t e r u n crimen o u n que sea aceptada p o r el invitado. La situación es distinta en la conspira-
simple delito, p r o p o n e su ejecución a otra u otras personas" (art. 8°). ción, q u e p a r a consumarse es necesario q u e se forme el concierto; en la
Se señaló q u e la proposición o p e r a ú n i c a m e n t e c u a n d o se trata d e la proposición — s i e n d o u n delito d e peligro— se concreta p o r el solo h e c h o
ejecución d e u n delito d e sujeto múltiple (coautoría). N o p u e d e h a b e r de que aquel q u e está decidido a c o m e t e r u n h e c h o injusto, b u s q u e
coautoría si n o hay previamente conspiración o proposición. a d h e r e n t e s a su plan.
La diferencia q u e existe e n t r e la conspiración y la proposición incide
en q u e en esta última hay u n a p e r s o n a "decidida", que ya a d o p t ó la
resolución d e c o m e t e r u n delito en coautoría con otra u otras personas a c) Situación d e la p e r s o n a a quien se hace la proposición : ,
las q u e invita, mientras q u e en la conspiración nadie está decidido a
cometer u n delito, sino q u e precisamente el concierto tiene c o m o objetivo Si n o la acepta, n o hay cuestión d e q u e carece de responsabilidad, p e r o si
alcanzar esa resolución, q u e será c o m ú n al g r u p o . la acepta, se constituye en autor del delito de proposición; lo q u e se
La resolución delictiva del p r o p o n e n t e , si bien condicionada, o sea d e s p r e n d e del desistimiento que se regla en el inc. final del art. 8°, que
sujeta a la posibilidad d e q u e e n c u e n t r e a d h e r e n t e s , está a d o p t a d a , y el exige para liberar d e sanción p o r la proposición al q u e se a r r e p i e n t e d e la
p r o p o n e n t e n o p r e t e n d e discutirla con otros, c o m o sucede en la conspira- ejecución del delito, q u e d e n u n c i e a la autoridad el plan y sus circunstan-
ción. El p r o p o n e n t e busca a d h e r e n t e s a u n a resolución suya, para la cias, lo q u e es aplicable al a c e p t a n t e .
ejecución d e u n h e c h o q u e ya d e t e r m i n ó .

d) N o hay relación de progresión e n t r e la conspiración


a) Condiciones de la proposición ,, y la proposición

Son dos las condiciones: u n a subjetiva, q u e el p r o p o n e n t e esté decidido a Algunos penalistas afirman q u e la proposición p u e d e ser u n a etapa previa
ejecutar u n crimen o simple delito, y otra objetiva, q u e p r o p o n g a su a la conspiración,^^ y que si acepta la proposición se pasaría a la fase d e
ejecución a u n tercero. conspirar. N o hay tal; son dos cosas distintas: las dos instituciones tienen
naturaleza diversa, c o m o se h a visto.
1) Que el proponente esté resuelto a ejecutar un crimen o simple delito: La
decisión o resolución del p r o p o n e n t e d e b e ser firme, a u n q u e condiciona-
da a que e n c u e n t r e a d h e r e n t e ; dirigida a la ejecución d e u n crimen o
lOL LA AUTORÍA ACCESORIA (COMPLEMENTARIA)
simple delito, y c o m p r e n d i e n d o en la misma el q u e r e r intervenir en su
ejecución, c o m o fluye d e las expresiones "el q u e h a resuelto cometer...",
empleadas p o r el arL 8°. Según Welzel, es la "cooperación d e varios en la producción de u n resulta-
d o sin e n t e n d i m i e n t o previo".^^' Aquí se observa la conveniencia de deter-
2) Debe proponer la ejecución a un tercero o a varios: Lo esencial en este minar c u á n d o se es autor y c u á n d o se es coautor o cómplice, p u e s p u e d e
caso es q u e la proposición se haga en forma concreta, para la ejecución d e
un h e c h o d e t e r m i n a d o (no abarca proposiciones de o r d e n genérico o
i n d e t e r m i n a d o , c o m o sucede en la asociación ilícita, arL 292), y tiene q u e
^^^ Así Etcheberry (D.P., II. p. 45) y Cury (D.P., II, p. 204).
ser h e c h a a p e r s o n a individualizada, determinada; los meros llamados **5'Welzel, D.P., p. 117.

^' 1 n
320 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DEL DELITO
LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEUTO sm~
concurrir más de una persona en la comisión de un hecho y ser todos Se satisface la complicidad con la circunstancia de que el hecho de que
autores al mismo tiempo, y no coautores ni cómplices. De ahí la conve- se trate sea típico y antijurídico; no se requiere que el autor sea culpable
niencia del N- 1° del art. 15, que precisa una noción genérica de autor,
(accesoriedad media).
aplicable preferentemente a la autoría singular, pero también extensiva a
la coautoría. Ejemplos: Pedro sabe que Juan hará estallar un avión de
pasajeros durante el vuelo, Pedro quiere matar a su padre y le regala un a) Condiciones de la complicidad
pasaje para ese vuelo; tanto Juan como Pedro son autores de la muerte del
padre, pero no coautores. Situación más compleja se presenta cuando el La complicidad —para existir— requiere que concurran tres condiciones:
delincuente coloca una dosis de veneno insuficiente en la taza de café de a) que el sujeto n o sea autor; b) que haya realizado una actividad de
la víctima, y otro, poco después y sin saber lo sucedido, que también colaboración a la del autor, sea antes o durante la ejecución del hecho, y
pretende matar a la víctima, coloca el resto de la dosis que encontró c) que esa colaboración la haya tomado en cuenta el autor. ¡i;
abandonada; así, ambos provocan el deceso por los dos perseguido. Cada
porción era insuficiente para matar, pero al juntarlas adquieren poder i) Que no sea autor. El cómplice no puede haber realizado un acto propio
letal. En este caso no puede hablarse de coautoría; son autores singulares del autor; esto podría considerarse como una exigencia superflua, pero
y cada uno responde por su hecho: el primero en colocar el veneno sería debe entenderse en cuanto al dolo del sujeto, en cuanto a la finalidad que
autor de tentativa, el segundo de delito consumado de homicidio, pues guía su actuar. La diferencia entre autor y cómplice no radica en la
colocó veneno con ese fin y objetivamente en las circunstancias concretas naturaleza objetiva de la actividad realizada, sino en la subjetividad que
su actividad tenía poder letal. Esta solución es discutida, pues autores como impulsa la acción de uno y otro. El autor realiza una actividad tendiente a
Maurach, consideran que el segundo sujeto también es autor de tentativa, concretar el designio injusto; su actuar está dirigido a materializar el
toda vez que su acción aisladamente observada era inidónea para alcanzar propósito o meta que precisamente la ley penal trata de impedir al sancio-
el resultado muerte.^^^ En todo caso, ambos sujetos son autores de su nar esa conducta. El cómplice no participa de ese designio: podrá conocer-
propio e individual hecho, no son coautores, sin perjuicio de que al lo, pero no es su objetivo; ése es el objetivo del autor.
complementarse sus acciones hayan alcanzado el resultado que cada uno Lo que el cómplice persigue es auxiliar al autor para que éste alcance
independientemente perseguía. su propósito. El dolo del cómplice consiste en colaborar con el autor:
puede conocer su objetivo injusto, pero no participa de él; desde el
instante que lo hace suyo, deja de ser cómplice y pasa a ser autor o
coautor .^^^
102. EL CÓMPLICE
Se puede dar el caso de que un individuo, con el fin de provocar un
incendio, prepara los elementos inflamables, los instala en el lugar adecua-
Están definidos en el art. 16 como "los que, no hallándose comprendidos do, coloca la mecha que producirá la combustión, saca el fósforo para
en el artículo anterior (o sea el que se refiere a los autores), cooperan a la prenderla, pero es interrumpido por los pasos de alguien que se acerca,
ejecución del hecho por actos anteriores o simultáneos". debido a lo cual se esconde; a su vez, el que se acerca, al encontrar todos
El cómplice es el que coopera dolosamente a la ejecución del hecho estos implementos preparados, decide provocar el incendio, prende el
ajeno y que, de consiguiente, actúa con un dolo que le es propio, pues su fósforo y hace arder la mecha. ¿Es cómplice el primer sujeto de la acción
finalidad es que el autor alcance su designio criminal. del segundo?, pues sin estar concertado suministró los medios —objetiva-
El Código se refiere al cómplice con una noción residual: los que no mente considerado el hecho— para que el segundo cometiera el delito de
son autores pero realizan acciones dirigidas al delito, son cómplices; los incendio, y en ambos hay convergencia de voluntades. Sin embargo, no
califica de tales por exclusión. hay complicidad, porque el primer incendiario no pretendía colaborar,
Se ha hecho referencia en los párrafos anteriores a los comportamien- sino incendiar. Se trata de autorías accesorias, pues la actividad de ambos
tos calificados como principales, los del autor y del coautor; la complicidad sujetos se ha complementado. El primero es autor de tentativa, el segundo
es un comportamiento accesorio, es un caso de participación en el delito, de delito consumado de incendio.
al igual que la inducción. Se califica de comportamiento accesorio, porque ii) Debe realizar una actividad con anterioridad o en forma simultánea a la
para que exista tiene que contar con un autor. La complicidad siempre es comisión del hecho, que objetivamente importe una colaboración del actuar del autor.
una conducta de complementación a la de un autor: si no hay autor de un
delito, no puede haber complicidad.
^^' Por ello concordamos sólo con la primera parte de la definición que el profesor Cury
da de la complicidad, como "cooperación consciente (dolosa) a la tarea que se sabe y quiere
^^^ Maurach, Tratado, II, pp. 348-349. común" (D.P., II, p. 255), pues este concepto corresponde al de coautor; el cómplice colabora
al hacer de otro, no actúa en una obra común. i—- .
322 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO S2S

El cómplice d e b e realizar cualquier acto —su identidad n o interesa, siem- plan ni d e la división del trabajo; si se c u m p l e n en él estas condiciones, su
pre q u e n o sea el consumativo del h e c h o — que i m p o r t e u n a ayuda o c o n d u c t a n o es de colaboración, sino d e facilitar medios previo concierto,
auxilio a la actividad del autor. D e b e prestarse antes o duranlela. ejecución y d e b e calificarse c o m o autor.
del delito, n u n c a después, p o r q u e esta última c o n d u c t a c o r r e s p o n d e a la La colaboración p u e d e ser material o intelectual, c o m o aconsejar,
del e n c u b r i d o r . N o tiene relevancia la entidad d e la colaboración: p u e d e indicar las m o d a l i d a d e s de vigilancia y seguridad, informar sobre la com-
ser esencial o n o , d e t e r m i n a n t e o n o del delito. Hay u n a diferencia clara binación d e la caja fuerte; éstas son conductas constitutivas d e complici-
con el c o n c e p t o q u e se da en el Código español, d o n d e al cómplice q u e dad. T a m b i é n se p u e d e c o o p e r a r o m i t i e n d o hacer algo a que se está
aporta algo sin lo cual n o se habría p o d i d o c o m e t e r el delito, es calificado obligado (el vigilante d e la fábrica q u e al ver a los ladrones a c t u a n d o , da
c o m o a u t o r (el d e n o m i n a d o cómplice necesario). Según esta última n o - vuelta la espalda y n o cumple con su d e b e r ) .
ción, quien facilita la ganzúa especial a u n tercero para q u e cometa el Con la doctrina del d o m i n i o del h e c h o se piensa q u e los autores del
delito d e robo, sin saber c o n c r e t a m e n t e c u á n d o , q u é objetos se substrae- N- 3° del art. 15 son cómplices, a m e n o s q u e sean los autores intelectuales;
rán, quién será la víctima, es autor p o r q u e su a p o r t e resulta esencial p a r a según esa visión, facilitar medios d e comisión e s t a n d o c o n c e r t a d o n o es
el r o b o , e n t r e t a n t o q u e para nosotros es cómplice. Será autor ú n i c a m e n t e autoría, p o r q u e el individuo q u e los presta carece del d o m i n i o del he-
si h a m e d i a d o concierto previo, en el sentido q u e n o r m a t i v a m e n t e se le h a cho.654
d a d o a la expresión concierto.

iii) La acción de colaboración ha de ser considerada por el autor. Es insuficiente c) Punibilidad de la complicidad
la simple realización d e la actividad de cooperación en favor del autor para
calificar d e cómplice del delito a quien la lleva a cabo; además, d e b e ser Al cómplice se sanciona en los crímenes y simples delitos con la p e n a
t o m a d a en c u e n t a p o r ese autor, e m p l e á n d o l a r e a l m e n t e o, p o r lo m e n o s , c o r r e s p o n d i e n t e al a u t o r del injusto típico c o n s u m a d o , frustrado o en
sirviéndole c o m o u n e l e m e n t o q u e lo haya d e t e r m i n a d o a c o n t i n u a r o grado de tentativa, rebajada en u n g r a d o al m í n i m o de la respectiva
concretar el delito. De m o d o q u e es cómplice el sujeto q u e facilita u n p u ñ a l sanción (arts. 5 1 , 52 y 53); ello siempre q u e la complicidad n o tenga u n a
a quien p r e t e n d e m a t a r a u n a persona, el que c o m o i n s t r u m e n t o alterna- p e n a especial (art. 55).
tivo se provee d e u n a pistola, a r m a q u e en definitiva, y dadas las circuns- Las reglas antes indicadas n o se aplican en el caso de las faltas q u e se
tancias q u e enfrentó, e m p l e a p a r a c o m e t e r el delito; p u e s a u n q u e n o castigan conforme al art. 498 con u n a sanción q u e n o p u e d e exceder de la
e m p l e ó la daga, la consideró al realizar la acción delictiva. mitad de aquella q u e c o r r e s p o n d e a los autores.
Al contrario, n o es cómplice la criada q u e , en c o n o c i m i e n t o de q u e su
a m a n t e p r e t e n d e sustraer la platería d e la casa d o n d e presta servicios, de
propia iniciativa y para facilitarle la entrada, deja abierta la p u e r t a de
acceso; p e r o el ladrón — p o r razones d e seguridad— siempre tenía planea- 103. EL ENCUBRLMIEXTO
d o p e n e t r a r a la casa p o r el patio trasero, p o r q u e era m e n o s probable q u e
lo s o r p r e n d i e r a n , y así lo h a c e a p r o p i á n d o s e d e los objetos q u e apetecía.
El e n c u b r i d o r es la p e r s o n a cuya intervención en el delito se p r o d u c e con
En esta hipótesis la colaboración d e la criada n o fue tomada en cuenta en
posterioridad a su consumación. Es u n interviniente q u e presenta diversas
n i n g ú n m o m e n t o p o r el autor.
características de interés, p e r o que a q u í sólo se tratará en forma elemental.

b) Alcances en t o r n o a la complicidad
1 0 3 . 1 . CONCEPTO Y SUS CONDICIONF.S

N o hay complicidad d e complicidad; esto se d e s p r e n d e del art. 16, q u e se


refiere a la cooperación a la ejecución del h e c h o , o sea a la comisión del El art. l 7 dice q u e "son e n c u b r i d o r e s los q u e con c o n o c i m i e n t o d e lá
delito, y n o d e la cooperación a la cooperación. perpetración d e u n crimen o de u n simple delito o d e los actos ejecutados
N o p u e d e h a b e r u n a complicidad imputable a culpa; la complicidad para llevarlo a cabo, sin h a b e r t e n i d o participación en él c o m o autores ni
es siempre dolosa, r e q u i e r e de u n a voluntad dirigida a prestar ayuda a la c o m o cómplices, intervienen, con posterioridad a su ejecución", realizan-
actividad del autor, lo q u e descarta la posibilidad d e i m p r u d e n c i a o negli- d o alguna de,las c o n d u c t a s q u e indica.
gencia. En general, n o hay participación en los cuasidelitos.
En el m o m e n t o e n q u e a q u e l q u e colabora c o n c u r r e e n el c o n c i e r t o
de voluntades d e los autores, deja d e ser cómplice y se convierte en
coautor; el cómplice n o p u e d e participar d e la finalidad del autor, ni del *'5^AsíCury,D.P.,n,p. 256. ^<-<f«i"» 1 .-• I''

/ / X
324 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R I A DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO S25

De la referida definición se d e s p r e n d e n las siguientes condiciones 103.1.8. Que se trate de encubrir un crimen o un simple delito
c o m o necesarias a t o d o e n c u b r i m i e n t o : a) c o n o c i m i e n t o del h e c h o ; b) n o
ser autor ni cómplice; c) intervención posterior a la ejecución; d) q u e la
actividad desarrollada sea a l g u n a d e las q u e precisa el C.P., y e) d e b e N o hay e n c u b r i m i e n t o de delito/aZía; en esta clase d e delitos la actividad
tratarse d e u n crimen o simple delito. de encubrir n o es p u n i b l e .

103.1.4. Que la intervención posterior consista en alguna


103.1.1. Conocimiento del hecho de las señaladas por el art. 17

La exigencia del c o n o c i m i e n t o se relaciona con el dolo, circunscribiéndo- Estas son: 1) el a p r o v e c h a m i e n t o o receptación; 2) el favorecimiento, q u e
lo al "directo". La condición d e que se "conozca" la perpetración del delito p u e d e tener dos modalidades: real o personal. El favorecimiento personal
o d e los h e c h o s q u e i m p o r t a r o n su ejecución, restringe ese e l e m e n t o p u e d e — a su vez— revestir dos formas: ocasional y habitual.
subjetivo ú n i c a m e n t e al directo.
Hay autores^^^ que sostienen que el e n c u b r i m i e n t o se satisface con el
dolo eventual, p e r o resulta n o ser así, p o r q u e lo q u e se exige es q u e el a) El a p r o v e c h a m i e n t o ., ;
sujeto tenga el claro y positivo c o n o c i m i e n t o d e q u e se h a ejecutado el
h e c h o delictivo y de q u e su actividad favorecerá a sus ejecutores o a a l g u n o P u e d e revestir dos formas y están señaladas en el N° 1° del art. 17:
de ellos en la forma señalada en el art. 17. La m e r a sospecha o la d u d a aprovechándose p o r sí mismo d e los efectos del delito, lo q u e se d e n o m i n a
q u e d a n descartadas y, p o r e n d e , el dolo eventual; n o r m a l m e n t e e n situa- receptación, o faciliUr a los delincuentes los medios para q u e ellos se
ciones análogas al e n c u b r i m i e n t o , c u a n d o se h a q u e r i d o aceptar el d o l o aprovechen (auxilio c o m p l e m e n t a r i o ) .
eventual, el C.P. lo h a señalado e x p r e s a m e n t e , c o m o sucede con el art. 454. La receptaáón o a p r o v e c h a m i e n t o personal importa q u e el p r o p i o
El c o n o c i m i e n t o q u e se r e q u i e r e n o es del h e c h o con todas sus circunstan- e n c u b r i d o r usufructe d e los efectos del delito, y ello p u e d e ocurrir con el
cias, suficiente es q u e el sujeto tenga u n conocimiento d e sus elementos a c u e r d o de los autores o p o r acción unilateral del e n c u b r i d o r (opina en
esenciales; p u e d e ignorar aspectos accidentales, c o m o la forma de p e r p e - contra Cury, D.P., II, p . 263; c o n c u e r d a Etcheberry, D.P., II, p . 75).
tración, los medios empleados, o algunas d e sus consecuencias, salvo que Debe precisarse q u e n o hay e n c u b r i m i e n t o del encubridor, d e m o d o
éstas sean d e t e r m i n a n t e s del delito; en todo caso, r e s p o n d e r á sólo d e q u e el q u e a d q u i e r e las especies substraídas al reducidor n o i n c u r r e en
aquello q u e c o n o c e c o m o materia del encjabrimiento que presta, y n o p o r e n c u b r i m i e n t o . T a m p o c o es p u n i b l e la d e n o m i n a d a receptación sustituti-
lo que r e a l m e n t e p u e d a haberse realizado. va, o sea c u a n d o recibe u n tercero el d i n e r o u otros objetos o beneficios
Este c o n o c i m i e n t o h a d e tenerlo antes de ejecutar la acción de encu- que logró el autor al negociar los efectos del delito, puesto q u e p o r efectos
brimiento, n o d e s p u é s d e q u e la haya iniciado o prestado, pues un d o l o se e n t i e n d e n las cosas mismas obtenidas con la realización del acto típico,
íiíéie^uení resulta i m p r o c e d e n t e . p e r o n o aquellas que con su p r o d u c t o se obtuvieron.^^
Facilitar los medios para q u e los delincuentes se aprovechen de los
efectos del delito, o sea el auxilio complementario, es la otra modalidad del
103.1.2. No haber sido autor ni cómplice a p r o v e c h a m i e n t o constitutiva d e e n c u b r i m i e n t o , siempre q u e el auxilio
sea efectivo.
P u e d e revestir dos formas: material o intelectual. Facilitar el transporte
Si h a tenido alguna de estas calidades n o p u e d e ser encubridor, el art. 17 de las especies es tan válido c o m o convencer a u n tercero para que
es explícito; p o r ello se dice q u e el e n c u b r i m i e n t o es subsidiario, son a d q u i e r a la especie q u e el a u t o r le ofrece, asegurándole su b u e n a proce-
e n c u b r i d o r e s aquellos intervinientes q u e n o son autores o cómplices. N o dencia. Los meros consejos u opiniones n o constituyen acciones d e favore-
hay a u t o e n c u b r i m i e n t o , p o r q u e la autoría y la complicidad c o n s u m e n cimiento. Sólo p u e d e favorecerse a los autores y cómplices, n o hay favore-
(principio d e la consunción) las conductas descritas en el art. 17 q u e llevan cimiento p u n i b l e si se ayuda a u n e n c u b r i d o r .
a cabo los ejecutores o colaboradores en la comisión del delito.

•*" Entre ellos, Etcheberry (D.P., 11, p. 75) y Cury (D.P., II, p. 260). «6 Cfr. Etcheberry (D.P., II, p. 76); en contra, Labatut (D.P., I, pp. 196-197).

1 LN -^
•IPT

326 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DEUTO l A AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEUTO S27

.^,.••l •»« ' b) El favorecimiento j. ' ; • ; •;,< brimiento es tal si el sujeto ha protegido o acogido en forma repetida a los
malhechores, o por lo menos lo ha hecho una vez con la predisposición de
Puede tener dos modalidades: real o personal. hacerlo como una actividad corriente.
Por malhechor debe comprenderse a aquel que se dedica normalmen-
i) Favorecimiento real. Está descrito en el N" 2° del art. 17: "Ocultando o te a la comisión de delitos.
inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumentos del crimen o simple
delito para impedir su descubrimiento". Lajurisprudencia ha limitado esta
forma de actuar sólo al ocultamiento del delito y excluye al ocultamiento 1 0 3 . 2 . CONCURSO EN EL ENCUBRIMIENTO
del delincuente; situación que quedaría comprendida en el N- 3° del arL
17.
Por cuerpo del delito se entiende aquello sobre lo que recae la Cuando un sujeto realiza al mismo tiempo varias actividades calificadas
actividad delictiva, como el cadáver en el homicidio, la moneda falsa, el cada una como constitutiva de encubrimiento, se está ante conductas que
documento falsificado. Se estima que el ocultamiento posterior al descu- remachan su calificación como un único injusto, y ello porque en esencia
brimiento del hecho no sería encubrimiento, criterio discutible. no es una forma de participación, sino una actividad con características
que la particularizan como ilícito independiente, y donde podría darse una
ii) Favorecimiento personal. Puede ser de dos clases: ocasional y habitual. unidad por continuidad. Se trata de un delito no autónomo, accesorio al
—Favorecimiento personal ocasional. Se describe en el N- 3- del art. 17 hecho encubierto.^^^
como el auxilio prestado "albergando, ocultando o proporcionando la
fuga al culpable". Antes de la modificación de este precepto, esta forma de
favorecimiento se castigaba sólo excepcionalmente, esto es cuando se 1 0 3 . 3 . EL ENCUBRIMIENTO DE PARIENTE (EXCUSA LEGAL ABSOLUTORIA DEL
hacía con abuso de función pública por el encubridor o cuando el encu- ART. 17 INC. FINAL) ^i . ...
bierto era responsable de delitos gravísimos, o era conocido como autor
habitual de otros crímenes o simples delitos.
Hoy en día, albergar u ocultar al delincuente o facilitarle la huida son En la disposición citada se declara exentos de castigo a los encubridores
conductas sancionadas en todo caso. que lo son de sus cónyuges, parientes legítimos o por consanguinidad o
La penalidad del favorecimiento personal debe ser la general que afinidad en toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado
corresponde al encubrimiento, o sea correspondiente al autor rebajada en inclusive, como de sus padres o hijos naturales o ilegítimos reconocidos.
dos grados. Desgraciadamente, cuando se modificó el art. 17 por la Ley Esta liberación de castigo constituye una excusa legal absolutoria,^^
N- 19.077, no se rectificó a su vez el art. 52, que en su inc. 2° continúa por cuanto el hecho es típico, antijurídico y culpable, pero por reizones
refiriéndose al texto primitivo, esto es al art. 17 N- 3° circunstancia primera superiores de política criminal, ya que en la especie la pena aparece como
(abuso de autoridad pública), hoy inexistente: subsiste una pena para una no necesaria, no se aplica.^^
conducta fantasma. Esta excusa tiene una salvedad, a la que alude la frase final del art. 17:
—Favorecimiento personal habitual. El art. 17 N- 4° describe las siguientes "con sólo la excepción de los que se hallaren comprendidos en el número
hipótesis: 1° de este artículo". De modo que la liberación de sanción en favor de los
i) Acoger, receptar o proteger habitualmente a malhechores sabien- familiares antes enumerados, no opera cuando ellos han sido los que se
do que lo son, aunque se ignore concretamente los delitos que hayan aprovecharon por sí mismos del producto del delito o facilitaron a los
cometido; delincuentes los medios para hacerlo.
ni
ii) Facilitar habitualmente medios para que los delincuentes se reú-
nan, para que oculten sus armas o efectos; o suministrarles auxilios o
noticias para que se salven. 1 0 3 . 4 . SANCIÓN DEL ENCUBRIMIENTO
Este tipo de encubrimiento es ajeno a la noción de participación, pues
aquí el encubridor no tiene intervención en el delito cometido por la
persona a quien protege, y aun no se exige siquiera que sepa de cuáles La regla general es que al encubridor se le castiga con una pena inferior
delitos es responsable. Por ello el art. 52 lo sanciona con una pena preestable- en dos grados a la preceptuada por la ley para el autor del crimen o simple
cida e independiente, sin vinculación con la correspondiente a algún otro
delito (presidio menor en cualquiera de sus grados). ^^"^ Mir Puig, D.P., p. 354.
En realidad, lo que esta disposición establece es una figura especial, un ^^^ Cfr. Córdoba-Rodríguez (Comentarios, I, p. 944) y Bustos (Manual, pp. 253 y 298).
tipo penal autónomo, donde la característica es la habitualidad. El encu- ^'^^ Autores como Etcheberry (D.P., II, p. 78), Cury (D.P., II, p. 85), Novoa (Curso, II, pp.

LÍ~\Á l¡
328 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DEUTO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEIJTO 329

delito consumado, frustrado o intentado. El encubrimiento de una falta no El instigador quiere que el autor cometa personalmente el delito y el
es punible. Excepcionalmente el encubrimiento tiene una sanción inde- cómplice sólo quiere cooperar a la actividad del autor.^^
pendiente a la de los delitos con los cuales puede relacionarse; tal sucede
con la situación reglada en el art. 17 N- 4-, que le impone la señalada en
b) Principio de la accesoriedad
el art. 52.*^
Sin perjuicio de las reglas generales sobre la penalidad antes reseña-
das, si una ley impone una sanción particular a un encubrimiento determi- La accesoriedad supone algo que complementa o accede a otra cosa que
nado, dicha sanción tiene aplicación preferente (art. 55). es principal. En materia de delito y de concurso de personas, los autores
constituyen lo principal, su actividad marca la ilicitud, lo injusto. De
consiguiente, los comportamientos que acceden a la conducta del autor
tienen el carácter de accesorios, lo que sucede con la complicidad y la
104. PRINCIPIOS REGULADORES DE LA PARTICIPACIÓN
inducción, salvo si conforman tipos autónomos. Se ha afirmado que, aun
•íTOrfíEíC t í i ; íilCy-i 'iKír:SiiBtíC') üí: itAíi en la coautoría, habría que distinguir una actividad principal —la del
Una vez explicadas las posibles formas de intervención del sujeto activo en "verdadero autor"—y conductas accesorias—la de los demás coautores—,
el delito, se enunciarán los principios que se mencionan generalmente criterio que es incompatible con una exacta comprensión de la noción
como reguladores de la relación jurídica que se produce entre autores y sistemática de coautoría, donde la actividad de cada uno de los realizadores
partícipes (inductores y cómplices). Ellos son los siguientes: 1) de conver- es jurídicamente equivalente.
gencia; 2) de exterioridad; 3) de comunicabilidad, y 4) de accesoriedad. El principio de la accesoriedad tiene importancia en cuanto requiere
que el hecho sea delito para el autor —por lo menos en grado de tentati-
, ¡^ti va— para que, a su vez, pueda castigarse al cómplice y al inductor. El
a) Principio de la convergencia problema se suscita en tomo a qué criterio se tendrá para este efecto, o sea
si es suficiente para sancionar a los parü'cipes accesorios que el hecho tenga
Este principio se señala como curiosidad, pues dada la forma como se ha la calidad de típico, o debe también ser antijurídico o, aun más, culpable.
analizado el tema de la participación, resulta del todo improcedente. En A esto se responde con tres posiciones diversas: la accesoriedad máxima,
realidad produce cierta confusión cuando se pretende precisar y distinguir media y mínima; incluso se agrega la hiperaccesoriedad.
:.•,• . k | j i - a t a i i
las situaciones y relaciones que se crean en caso de haber varios autores
singulares de un solo hecho (autoría accesoria), coautores y cómplices. Accesoriedad mínima: Se exige que el hecho calce en el tipo, o sea tenga
Según ese principio, todos los que intervienen en la comisión de un la calidad de típico, para que se pueda sancionar a los cómplices, inducto-
delito, para ser tales, deben tener un dolo común, o sea sus voluntades res y encubridores; aunque no sea antijurídico y culpable. _. u i
deben estar dirigidas a la realización "conjunta" del hecho.^^ Este princi- Accesoriedad media: Es suficiente que el hecho tenga la calidad de típico
pio, así enunciado, hace imposible centrar en bases sólidas la diferencia y antijurídico para que pueda sancionarse a los partícipes, aunque el autor
existente entre coautoría y autorías complementarias o accesorias, entre carezca de culpabilidad.
autoría y complicidad, que tendría que limitarse exclusivamente a las
características objetivas de la actividad de las distintas categorías de inter- Accesoriedad máxima: El hecho debe ser típico, antijurídico y culpable
vinientes, lo que sistemáticamente es imposible. El propósito común —uni- para que se pueda sancionar a los parü'cipes; si falta la culpabilidad no hay
dad de dolo— es propio de la coautoría; los autores complementarios delito, y como los comportamientos de los partícipes son accesorios, deben
actúan con su propio dolo (no hay convergencia), y los instigadores y seguir la suerte del actuar principal, que no es punible.
cómplices también; la voluntad de éstos no es convergente con la del autor.
Hiperaccesoriedad: Conforme a esta posición, no sólo el hecho debe
cumplir con las cualidades de ser típico, antijurídico y culpable, para que
288-289), Cobo-Vives (D.P., III, p. 350), Sáinz Cantero (Lecciones, III, p. 208), la califican como pueda castigarse a los partícipes, además deben concurrir las "condiciones
causal de inculpabilidad por no exigibilidad de otra conducta. Muñoz Conde estima que
constituye un puente entre las causales de inculpabilidad y las legales absolutorias (Teoría, p.
167).
^ ^ En este aspecto, el problema de la convergencia aparece mejor comprendido por
^° La referencia que el inc. 2° del art 52 hace al art 17 N° 3°, circunstancia primera, que Novoa, que sólo exige en el partícipe el conocimiento de que su actuación personal tiende al
por error no modificó la Ley N° 19.077, es inaplicable dada la actual redacción del "N- 3" del hecho punible (Curso, II, p. 172). En verdad, es suficiente que el partícipe sepa que colabora
art. 17. en un hecho punible, aunque ignore del mismo las circunstancias, lo que no involucra
**'^iAsíEtcheberry(P.P., II,p. e n y C u r y f A P . , l l , p . 235), ..,.„., ..,,-
I convergencia de voluntades. , i.yisuvj ¡lu
330 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO SSl

objetivas" de punibilidad exigidas por el tipo, o no concurrir las "excusas cada sujeto que interviene en el delito responde de su propio dolo (si el
legales absolutorias". Si en el país se hiciera aplicación de este criterio, en sujeto sabe que interviene en la muerte del padre de la persona con la que
los delitos de hurto, daños y estafas entre parientes (art. 489), el cómplice delinque, o que malversa fondos porque colabora en la acción que en tal
o instigador no podría sancionarse. sentido realiza un empleado público, tiene dolo de parricidio en el primer
caso y de malversación en el segundo, aunque no tenga la calidad de hijo
En nuestro país es suficiente la exigencia de la accesoriedad media, o de empleado público).
pues así se desprende de los arts. 15 y 16, que aluden a la ejecución del Para una mejor exposición es necesario distinguir dos situaciones: la
"hecho" y no del delito, y de lo dispuesto por los arts. 72 y 456 bis N° 5°, de las circunstancias atenuantes y agravantes propiamente tales (en gene-
que sancionan a los demás sujetos aunque intervengan en el hecho con ral las de los arts. 11,12 y 13) y la de las circunstancias personales del sujeto,
inimputables, que pueden tener la calidad de autores exentos de culpabi- que son elementos del delito comprendidos en su descripción (situación
lidad y, a pesar de ello, correspondería castigar a los participantes, sean que se presenta en los delitos calificados y especiales).
cómplices o encubridores. En cuanto a las circunstancias atenuantes y agravantes propiamente
Alfi-edo Etcheberry estima que en el caso de los encubridores corres- tales, o sea las denominadas circunstancias modificatorias de responsabili-
ponde aplicar el criterio de la accesoriedad máxima, por cuanto allí se dad, el C.P. regló la situación en el art. 64. En esta disposición se clasifican
habla de encubrir el crimen o simple delito y no de hechos como lo hacen dichas circunstancias en personales y materiales.
los arts. 15 y 16,^^* a lo que se responde que el empleo de esas expresiones Circunstancias personales (subjetivas) son aquellas que consisten "en la
tiene importancia sólo para marginar las faltas del encubrimiento, no es disposición moral del delincuente, en sus relaciones particulares con el
pertinente darle otro alcance.^^* ofendido o en otra causa personal". Las materiales (objetivas) son las que
consisten "en la ejecución material del hecho o en los medios empleados
para realizarlo".
c) Principio de la exterioridad Las personalesaifectsm sólo al autor en quien concurren, no se comuni-
can a los demás intervinientes; las materiales afectan a todos aquellos que
Según este principio, sólo es punible la actividad desarrollada por los tuvieron conocimiento de ellas antes o en el momento de ejecutar el delito:
"partícipes" cuando el autor ha dado comienzo a la ejecución del delito. se pueden comunicar. Del art. 64 no se desprende un problema de
Los "instigadores" y los "cómplices" generalmente realizan su actividad comunicabilidad de circunstancias, sino el principio de que cada uno
antes de que se inicie la ejecución del delito por el autor; por lo tanto, esos responde de su propio injusto. En todo caso, es útil hacer ciertas precisio-
comportamientos —por ser accesorios— serán punibles únicamente si el nes sobre el alcance de esta disposición:
autor ha exteriorizado su voluntad delictiva, lo que sucederá cuando, por a) Está dirigida expresa y categóricamente a las circunstancias modi-
lo menos, su actuar haya alcanzado el grado de tentativa. ficatorias de responsabilidad penal denominadas atenuantes y agravantes,
y no a otras circunstancias, menos aún a elementos del tipo. Esto no sólo
es así porque textualmente lo dispone el art. 64, sino porque, además, en
d) Principio de la comunicabilidad el art. 63 se lee literalmente que dejan de ser circunstancias modificatorias
aquellas que por sí solas constituyen un delito o han sido comprendidas al
Su enunciado ha sido objeto de amplio debate en cuanto a su alcance y describirlo, como también las que sean tan inherentes al mismo, que sin
aplicación, lo que demuestra que no puede constituir un "principio", sino su concurrencia no hubiera podido cometerse (en el delito de violación la
un asunto en extremo discutible. diferencia del sexo y fuerza; art. 12 N° 6°).
El principio que en verdad existe es el de la incomunicabilidad,^^ que b) De consiguiente, no corresponde aplicar el art. 64 cuando se trata
se puede resumir en los siguientes términos: no se extienden a los coauto- de circunstancias que el tipo penal contiene para describir la acción que
res ni a los partícipes las calidades personales ni los elementos subjetivos castiga (el parentesco en el parricidio, art. 390; la calidad de empleado
del tipo —que ellos no cumplan—, que estén comprendidos en la descrip- público en la malversación, art. 283, y en el fraude, art. 239).
ción del delito y que sólo se den en alguno de los autores o coautores. De modo que el principio general debe ser el de la incomunicabilidad
Esta sería la regla general (así el parentesco en las lesiones, art. 400). de las circunstancias, pero con las modalidades que se pasan a indicar:
Pero este principio queda limitado —a su vez— por el que establece que a) En cuanto a las circunstancias atenuantes y agravantes, entendien-
do como tales las que se describen en los arts. 11, 12 y 13 y demás
disposiciones especiales del C.P., se rigen por el art. 64 en relación con el
art. 63.
**' Etcheberry, D.P., II, p, 64.
--
•*«*Cury,íl.P., II,p. 289.
b) Respecto de los elementos subjetivos y circunstancias personales
^^ Cfr. Cury, D.R, II, p. 240. comprendidas por el tipo penal en su descripción particular, no es aplica-
332 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DEUTO
LA AUTORÍA Y EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELEFO SSS

ble la norma contenida en el art. 64; aquí se aplican los principios estudia-
en el cual deberían responder por malversación y prevaricación. De no ser
dos en relación al tipo penal, en particular su fase subjetiva en cuanto cada
así —o sea cuando no media ese dolo—, las calificaciones de hurto o
cual responde de su propio "injusto", que es personal, lo que permite la
apropiación indebida o estafa y de impunibilidad en la prevaricación son
división del hecho único para imputarlo a los autores y partícipes a títulos
correctas.
diversos. Esto no es posible en la coautoría: la imputación es única al Novoa, partiendo del principio de la indivisibilidad del título de la
conjunto, como un todo, con sus circunstancias y modalidades típicas, imputación ("unidad del hecho realizado en conjunto"), afirma que los
porque el hecho es común. El cómplice y el instigador, de consiguiente, elementos del tipo se comunican a los demás participantes aunque no
responderán del tipo penal en que hayan intervenido tanto objetiva como reúnan las condiciones.^^
subjetivamente; el instigador por el hecho que instigó, y el cómplice por
aquél en que colaboró, considerando su subjetividad, o sea el dolo de su
particular acción de inducción o de colaboración. Si su actividad se dirigió
a cooperar en un parricidio, será cómplice de parricidio: si sólo lo fue de
homicidio —por ignorar el vínculo de parentesco—, será cómplice de un
homicidio. No son equivalentes las conductas del extraño que ayuda a un
hijo a matar a su padre y del que presta igual colaboración para matar a un
tercero: en la primera conducta hay un mayor desvalor, criterio que vale
para la generalidad de las figuras calificadas y especiales.
En la doctrina hay opiniones encontradas sobre esta materia. Etche-
berry^^^ extiende la aplicación del principio que consagra el art. 64 de
incomunicabilidad de las circunstancias personales a las hipótesis en que
la figura penal contiene en su descripción típica una circunstancia de
agravación o atenuación, y para distinguirlas de los demás elementos del
delito aconseja "suprimir mentalmente la circunstancia que se analiza: si la
descripción legal, separada hipotéticamente de tal circunstancia, sigue
constituyendo un delito (aunque sea a otro título), quiere decir que se
trata sólo de una agravante que se ha incorporado a la figura"; al contrario,
si sin esa circunstancia deja de existir un delito, quiere decir que no es una
agravante, sino la esencia misma del delito, caso en el cual no regiría el art.
64, y la circunstancia en cuestión no se comunicaría. Francisco Grisolía
participa de la opinión de que la noción "circunstancias" del art. 64
comprende aquéllas descritas por el tipo, y de consiguiente las circunstan-
cias personales serían incomunicables; pero ofrece una visión particular
sobre esta materia (Revista de Ciencias Penales, t. XXXIV, 1976, p. 3).
Cury se inclina por la absoluta incomunicabilidad (incomunicabilidad
extrema) de los elementos subjetivos y calidades personales que integran
el tipo delictivo, de modo que "quien concurre con el funcionario público
a sustraer los fondos públicos o particulares que éste tiene a su cargo, no
es coautor de malversación de caudales públicos, sino de hurto, apropia-
ción indebida o estafa..."; "quien coopera o induce a un miembro de los
tribunales de justicia para que a sabiendas falle contra ley expresa y vigente
en causa criminal o civil, ha de quedar impune".^' Opinión que no
compartimos en tanto, como se señaló precedentemente, los particulares
(exlraneus) hayan intervenido subjetivamente, esto es, con pleno conoci-
miento de las circunstancias y voluntad de participar en tales delitos, caso

• Etcheberry, D.P., II, p. 66.


'Cury,D.P., II.p. 240.
'^'^^ Novoa, Curso, II, p. 241.

W^ í ir?
CAPITULO XI

f CONCURSO DE DELITOS
(UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES)
CONCURSO APARENTE DE LEYES

105. CONCEPTOS GENERALES

Uno de los problemas de más compleja solución se presenta cuando hay


que determinar si la actividad que lesiona o pone en peligro bienes
jurídicos protegidos es una sola acción o son varias, y si en ambos casos
constituye uno o varios delitos. Los casos más elementales los conforman
la realización de una sola acción que lesiona un solo bien jurídico, la que
da lugar a un delito (el sujeto dispara y mata a su víctima); o cuando el
mismo sujeto realiza varias acciones y cada una de ellas lesiona un bien
jurídico diverso e independiente (hoy provoca la muerte de una persona,
mañana sustrae bienes de otra y luego falsifica un documento privado en
perjuicio de terceros). En el primer caso hay unidad de delito, en el
segundo concurso real o "material" de delitos.
Pueden darse otras alternativas más complejas. Una acción única
puede afectar coetáneamente a dos o más bienes jurídicos, caso en el cual
se está ante un concurso ideal (el individuo que viola a la mujer que sabe
casada: atenta a su libertad sexual y al matrimonio por el adulterio).
También ocurre que una pluralidad de acciones realizadas sucesivamente
constituyen un solo delito continuado.
Las posibilidades no se limitan a las alternativas preindicadas; sucede
que una vez que se ha determinado la existencia de un solo hecho o acción,
éste aparentementeconñgure al mismo tiempo distintos tipos penales (el uso
de un documento falso en perjuicio de terceros que podría adecuarse al
tipo establecido en el art. 197, esto es uso malicioso de documento falso, y
a alguno de los tipos de engaño descritos en los arts. 467 y ss.), no obstante
que en verdad esa conducta conforma un solo tipo penal, y no dos. En
realidad no se trata de una situación de concurrencia de figuras penales,
sino de interpretación de los tipos y adecuación del hecho a los mismos.
Aquí no hay concurso; estas hipótesis dan origen a un "conflicto" de leyes

\ Jí7 - )
3S6 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES).. SS7

penales, pues sólo una de ellas es aplicable, situación que impropiamente hipótesis de unidad jurídica es el delito "permanente", aquel en que su
se denomina concurso aparente. estado de consumación se mantiene en el tiempo entretanto el sujeto
persevere en su actividad consumativa; la mantención de ese estado queda
sujeta a la voluntad del autor (art. 141, secuestro; art. 457, usurpación). No
106. ASPECTOS DEL PROBLEMA debe confundirse con los denominados delitos "de estado" o de efectos
(UNIDAD NATURAL Y JURÍDICA) permanentes, que se consuman en un solo momento, pero que al hacerlo
crean un estado de cosas que subsiste en el tiempo; entre otros la bigamia
(art. 382).
A continuación se tratarán los verdaderos concursos, esto es el realy el ideal; También la doctrina nacional considera como caso de unidad jurídica
también se aludirá al delito continuado y al delito masa; en el párrafo final el delito continuado, pero hay aiJtores que lo califican como un concurso
se analizará el concurso aparente, que debería comentarse metodológica- específico, que denominan de continuidad.
mente junto con las reglas de interpretación de la ley penal. Los criterios de unidad natural deberían descartarse; la doctrina los
Uno de los primeros puntos a resolver en esta materia es determinar considera con reserva por su ambigüedad. A nuestro juicio, el concepto
cuándo existe una sola acción y cuándo hay varias; algunos autores hablan normativo de acción final plantea una noción relativa de lo que ha de
de un solo hecho o hechos múltiples. Acción y hecho no son conceptos entenderse por acción, pues la finalidad del realizador abrazará una
equivalentes; la identificación del injusto penal con un hecho depende de multiplicidad de acciones, cada una de las cuales individualmente conside-
la concepción que se tenga de la naturaleza del delito. En esta obra se rada puede ser calificada de tal, pero que a los ojos del sujeto constituyen
afirma que el delito es acción u omisión; por ello se estima que el concurso parcialidades de lo que en verdad persigue con su ejecución, que aprecia
es de acciones.^® Al efecto se sostiene que habría una unidad natural de como un todo (el que pretende asaltar una institución financiera puede
acciones y una unidadjurídica. Se entiende que hay unidad natural cuando llevar a cabo múltiples acciones, como encerrar a los empleados, hacer
la conducta está constituida objetivamente, en la materialidad, por varias volar una caja de seguridad, pero desde su visión lo que comete es un
actividades, que valoradas desde el propósito o finalidad del autor, confor- robo). De modo que el concepto final y normativo de acción hace inútil el
man una sola acción^'" (dar varias puñaladas a la víctima para provocarle de unidad natural.
la muerte, o en una misma oportunidad hacer varios viajes al interior de la Si bien el criterio de unidad jurídica tampoco satisface plenamente los
casa donde se están substrayendo especies para cargarlas en un vehículo y requerimientos de la problemática que suscita esta materia, parece ser
huir). —por ahora— el mejor sistema que permite enfrentar las situaciones de
Hay unidad jurídica cuando una serie de actos son valorados como una dudas que se plantean.
unidad por el respectivo tipo penal.^'^ Podrían mencionarse entre estos Dos principios ofrecen especial interés para determinar la unidad o
casos de unidad los "delitos complejos", que exigen, para que la figura se pluralidad de acciones. El primero está constituido por el ámbito de
conforme, la concurrencia de más de una acción, las que aisladamente protección de la norma que precisa el sentido del tipo, esto es, el o los
consideradas constituyen cada una un delito; la unión es aquí consecuen- bienes jurídicos hacia los cuales extiende la protección, qué modalidades
cia de las exigencias del tipo. Así el robo con violencia (art. 341) integrado de ataque considera y si ese ataque y lesión colman el tipo. El segundo
por el apoderamiento de especie ajena y el maltrato, lesión y aun muerte elemento es la naturaleza de la acción concreta de que se trata, conforme
de una persona, acciones estas que separadamente conforman un tipo a la finalidad que la dirige y orienta.
independiente, pero que el precepto citado unifica en uno único.®^^ Otra El ámbito de protección de la norma permite precisar si el delito, al
amparar un bien jurídico determinado, se colma o no con su lesión o
puesta en peligro, atendida la naturaleza de ese bien y del ataque de que
fue objeto.
^^ Autores como Etcheberry {D.P., II, p. 78), Cury {D.P., II, p. 271), Mir Puig {D.P., p. Tratándose, por ejemplo, de bienes jurídicos personalísimos e indivi-
590) y Bustos {Manual, p. 300), entre otros, aluden a "unidad de hecho"; no así Bacigalupo duales (como la vida, la integridad corporal), los tipos penales establecidos
{Manual, p. 244),Jescheck {Tratado, II, p. 994) y Maurach {Tratado, II, p. 410), que emplean
el concepto "unidad de acción". para su protección, normalmente se satisfacen y colman con el atentado a
Etcheberry parece adherir a este criterio; define a la unidad natural como el "compor- una vida o a MW cuerpo humano. El delito de homicidio vela por la
tamiento humano, dirigido conscientemente por la voluntad con miras a un fin" {D.P., II, p. existencia de cada persona, de modo que provocar la muerte cumple en
79). Cury da un concepto levemente diferente; expresa que la unidad natural de acción h a d e plenitud ese tipo penal; constituye también jurídicamente una sola acción.
ser tanto física como psíquica (objetiva y subjetiva). El autor ha de obrar por lo tanto con la
finalidad de realizar sólo una vez el tipo de injusto correspondiente y exteriorizar su propósito
en un contexto unitario (D.í"., II, p. 271).
"'Jescheck, Trafcjíio, II, p. 997. ' " ' ' ' " ' lo califica como "un caso especial de regulación de la concurrencia", que por regla general
^^ Opina que el delito complejo no es una hipótesis de unidad jurídica, Bacigalupo, que constituirá un concurso real {Manual, pp. 245 y 251).
CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES)... 339
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO

Ello hace comprensible que normativamente un acto material único pue- exclusivamente con el delito doloso en cuanto .su esfera de protección se
da concretar varios tipos penales. Aquel que con una granada, o con un refiera a bienes jurídicos personales (vida, integridad física, honor). En
balazo mata a varias personas, y era lo que pretendía, comete tantos delitos tales casos el tipo penal se satisface —y sobre todo se colma— con la lesión
a un bien jurídico individualmente considerado (o sea, una vida, un
de homicidio como muertes provoca. Cada una de esas muertes conforma,
cuerpo humano); si se lesiona otra vida, otro cuerpo, otro honor, por
separadamente, un delito de homicidio, cumple subjetiva y objetivamente
razón del tipo y naturaleza de la acción que describe, habrá otro delito,
las exigencias típicas respectivas. El tipo homicidio no puede ser, al mismo
pues el tipo se agota con el atentado al bien que individualmente corres-
tiempo, omnicomprensivo de más de una muerte. Lo recién señalado se
ponde a cada víctima. En el hecho culposo la situación es distinta: si el
aplica asimismo a delitos como el de lesiones o mutilaciones. Las muertes conductor de un vehículo de locomoción infringe el deber de cuidado al
en cuestión constituyen un concurso material o real —no ideal— de sobrepasar los límites de velocidad permitidos, incurre en una impruden-
delitos; por lo demás, materialmente también hay varios resultados. cia única y, de consiguiente, la multiplicidad de lesiones que provoca al
Pero con otros tipos penales no se presenta la misma situación; por vía chocar con otro vehículo no modifica la unidad del hecho imprudente:
de ejemplo, aquellos que protegen el patrimonio. Una acción delictiva conducir a exceso de velocidad.
puede afectar a distintos patrimonios y, sin embargo, tratarse de una sola
Es útil anotar que si bien el problema de los concursos fundamental-
acción y delito (el cuatrero que se apodera de varias cabezas de ganado que
mente radica en la determinación de la pena, no puede afirmarse que sea
pastan en un potrero, que pertenecen a distintos dueños, realiza un delito
una mera cuestión de punición, de política criminal. Está vinculado tam-
de hurto o robo y una acción, aunque lesione varios patrimonios).
bién con la teoría del delito; la estructura que se le reconozca a éste
Puede suceder también que un acto delictivo único, al lesionar un bien repercutirá severamente en las posiciones que se adopten sobre el punto.
jurídico, al mismo tiempo e ineludiblemente afecte a otro de distinta
naturaleza (la violación de la hermana, atenta a la libertad sexual y a la
familia). Aquí existe una sola actividad material, que encuadra coetánea-
mente en distintos tipos penales (violación e incesto), situación que cons- 107. EL DELITO CONTINUADO
tituye un concurso ideal.
La naturaleza de la actividad determinada por la finalidad que la
Hay delito continuado "cuando un sujeto, en ejecución de un plan precon-
impulsa puede explicar si hay unidad o pluralidad de acciones, como se
cebido o aprovechando idéntica ocasión, realiza una pluralidad de accio-
señalará a continuación:
nes u omisiones homogéneas, en distintos tiempos pero en análogas
a) La realización repetida e inmediata de la actividad descrita por un
condiciones, con las que infringe el mismo o semejante precepto penal".^'*
tipo penal. Cuando se golpea con un bastón varias veces a un tercero,
Esta figura tiene origen en la doctrina y, en particular, en lajurisprudencia.
aunque cada golpe individualmente considerado conforma el tipo delito
Fueron los prácticos quienes por razones humanitarias y para evitar penas
de lesiones, atendidos el objetivo que impulsa al autor —a atentar contra
excesivas lo crearon. Esta forma de presentación del delito ha respondido
la integridad física de la víctima— y la forma escogida de ejecución de ese
también a una cuestión práctica procesal; resulta complejo —y a veces
objetivo, hace que los actos parciales pierdan relevancia típica individual y
imposible— establecer en los procesos que investigan estos hechos la
pasen a constituir en conjunto un hecho único.
oportunidad y circunstancias concretas en que se llevaron a cabo las
b) La realización progresiva del tipo, esto es cuando un individuo acciones delictivas múltiples que realizan los autores a través del tiempo: la
pretendiendo robar en una propiedad ejecuta en forma parcializada en el fecha de cada comisión, su forma de operar, etc. Piénsese en un cajero que
tiempo distintas actividades dirigidas a ese objetivo, un día abre un forado periódicamente se apropia de dineros de la institución en que trabaja,
en el muro exterior, otro sustrae la llave de la caja de seguridad y, con durante muchos años, recurriendo a distintos ardides que ya ha olvidado
posterioridad, se apodera de las especies deseadas. La finalidad delictiva al ser sorprendido.
unifica todas esas acciones.
c) Una sola actividad con resultado múltiple. En la hipótesis antes Se considera que tales situaciones constituyen una de las hipótesis de
señalada del que lanza una granada a un grupo de personas provocando unidad jurídica de acciones, la que ha sido incorporada por el Código
la muerte de los que lo integran, no realiza una acción si el sujeto perseguía Penal de España, en el art. 69 bis. En Chile es una institución que no ha
esos resultados; su acto material único fue una forma de provocar aquellas tenido consagración legal, pero es objeto de aplicación frecuente por los
muertes, de consiguiente hay tantos delitos como muertes se causaron, tribunales, por vía de interpretación de los tipos penales. En la praxis
porque el medio de ejecución normalmente es indiferente para la califica- judicial ya no se discute, lo que no impide que su estructura sistemática aún
ción jurídica de la actividad, que en la especie era la de causar más de una sea imprecisa. En el campo doctrinario sigue encontrando resistencia.^ *
muerte. Si esto se logró con una o varias actividades físicas, carece de
trascendencia, es la finalidad de la actividad la que determina la naturaleza ^ " Sáinz C a n t e r o , Lecciones, III, p . 225.
"^^ E. Novoa, El delito continuado en Chile, un fetiche jurídico, en Revista d e Ciencias Penales,
de ésta. Es fundamental tener en cuenta que lo anotado dice relación
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES)... 341

El delito continuado requiere elementos objetivos y subjetivos para su haber continuidad en los delitos plurisubjetivos, como el robo con violen-
configuración. Se parte del presupuesto que siempre el sujeto activo debe cia, pues aquí si bien secundariamente está afectada la vida o la integridad
ser único, sean una o varias personas, sin perjuicio de que los realizadores personal (la protección principal se dirige al patrimonio), las acciones
de las diversas acciones puedan desempeñar en ellas roles distintos: auto- respectivas —al lesionar esos bienes personales— marginan la unidad de
res en unas, cómplices en otras. continuidad. Se presenta cierta ambigüedad, quizá, para determinar cuan-
do proceda calificar un bien jurídico como personal; ello será materia de
análisis en la situación concreta considerando la naturaleza del mismo y,
a) Condiciones objetivas sobre todo, que afecte a la persona en cuanto a su calidad de humano.
Bustos, tratando de precisar la noción, expresa: "El criterio básico será
1) Está constituido por varias acciones u omisiones que, aisladamente conside- siempre si hay una afección directa a la mantención y desarrollo de la
radas, cada una conforma un delito. El delito continuado puede consistir personalidad de otro".^'^
tanto en acciones como en omisiones, siempre que sean múltiples y Se acepta, sin embargo, que puede existir continuidad en atentados en
configuren en plenitud un tipo independiente cada una. Estas acciones contra de bienes personales, cuando su titular es un mismo sujeto pasi-
deben haber sido realizadas separadamente desde el punto de vista tempo- vo,^"' lo que podría tener particular importancia en delitos de índole
ral, tiene que haber un lapso entre una y otra, que no puede ser demasiado sexual repetidos en contra de la misma víctima.
prolongado, lo que debe vincularse íntimamente con la naturaleza de las
acciones u omisiones de que se trate. 4) Unidad o diversidad de sujetos pasivos. Hay acuerdo mayoritario en el
Se estima mayoritariamente que la separación prolongada entre una sentido de que no se requiere que el sujeto pasivo sea una persona o ente
acción u omisión y otra, margina la unidad de continuidad, principio que, único; pueden ser distintos. En todo caso, esta diversidad de sujetos pasivos
en todo caso, debe ser apreciado prudencialmente. en el delito continuado no es posible tratándose de atentados en contra de
Las diversas acciones pueden haber alcanzado grados distintos de bienesjurídicos personales, donde, además, sólo excepcionalmente pueda
ejecución: estar consumadas unas, frustradas otras o haber sido meramen- haber relación de continuidad, como se ha señalado en el número prece-
te intentadas.^'^ dente.
2) La norma jurídica violada ha de ser igual o semejante. Las distintas
acciones u omisiones deben atentar contra intereses jurídicos iguales o de b) Condiciones subjefivas
la misma naturaleza.
Puede suscitar duda la índole de la semejanza exigida; hay relativo
Para que exista continuidad entre distintas acciones típicas que permita
acuerdo en el sentido de que si bien no es fundamental que sea violada la
considerarlas en su conjunto como una unidad, debe darse una conexión
misma norma concreta, se puede atentar contra normas diferentes que
de naturaleza subjetiva (ideológica) entre ellas. Las opiniones varían en
teniendo características análogas y correspondiendo a tipos penales distin-
relación a este punto; tradicionalmente se acepta que el autor ha de actuar
tos, éstos —a su vez— correspondan a un tipo básico único. De modo que
con un dolo común; criterios más amplios estiman que las diversas accio-
podría existir continuidad entre el giro doloso de cheque y la estafa; entre
nes deben estar comprendidas en un plan global, donde cada una de las
la falsedad de documento privado y de instrumento público.
acciones típicas particulares corresponda a una realización fragmentada
3) Los bienes jurídicos afectados no deben ser personalísimos. Hay numerosas de una actividad de más envergadura.^^ Se ha llegado a pensar que para
acciones prohibidas con la finalidad de amparar bienes altamente perso- la existencia de continuidad no debe ser posible realizar en un solo acto el
nales, como la libertad sexual, la vida y otros; la acción dirigida a atacar hecho en la situación concreta de que se trate, sino que necesariamente su
bienes de esa clase, junto con satisfacer el tipo respectivo, lo colman, de ejecución debería fragmentarse,®'^ posición que resulta un tanto extrema
manera que no puede haber un delito doloso continuado de homicidio. Si (ejemplo: el campesino que requiere de cuatro sacos de semilla, y en la
un sujeto provoca el deceso de dos o más personas en oportunidades imposibilidad material de transportarlos en una ocasión única, va sacando
distintas, como cada vida está protegida individualmente, al atentar contra en distintos días un saco de por vez). En verdad, la continuidad se satisface
cada una de ellas se comete un delito y el tipo queda agotado, colmado con con el dolo global; suficiente es que conforme a un proyecto general del
cada muerte; la continuidad no es concebible. Por ello tampoco puede

t. XXIII, N^ 2, año 1964; Jescheck, Tratado, II, p. 1001; Córdoba-Rodríguez, Comeniarios, II, p. *>'"' Bustos, Manual, p. 349.
325.

J
*''' Bacigalupo, Manual, pp. 246-247.
**^^ Etcheberry, ÍI.P., II, P-81.
'^''^ Etcheberry, D.P., II, p. 81. 679 Cury, D.P., II, p 278.

to-\ Lií7^
S42 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD V PLURALIDAD DE ACCIONES).. S4S

autor, decida la ejecución de una serie de actos típicos para alcanzar tal posición p o d r í a t e n e r respaldo al considerar q u e principio análogo se
determinados logros, aunque no enfrente una verdadera "necesidad" de consagra en el art. 509 inc. 2^ del C.P.P.
obrar en esa forma.
También puede existir continuidad de acciones por igualdad en la
motivación. Esto sucedería cuando el sujeto, sin que sus actividades delicti- 108. EL D E L I T O MASA
vas respondan a un plan genérico, son consecuencia de iguales motivacio-
nes (el empleado de confianza que en cada oportunidad que enfrenta una
necesidad que no está en condiciones de cubrir con sus ingresos, se Los grandes fraudes ocurridos en la segunda mitad de este siglo fueron su
apodera de una suma de dinero de la caja de su empleador; o el aficionado principal fuente de origen, sobre todo en la actividad financiera bancaria,
a las bebidas alcohólicas, que en las ocasiones que se exhiben muestras de en la cual, mediante el apoderamiento de pequeñas sumas de dinero de
licor en el exterior de los negocios del ramo, se tienta y se apodera de unas un sinnúmero de personas indeterminadas, que actúan como depositantes
botellas). o inversionistas, se han provocado defraudaciones de importante cuantía.
Los dos criterios indicados recibieron consagración legislativa en paí- Esto llevó a los tribunales —en especial en España— a crear la figura
ses que han incorporado como institución a su derecho positivo el delito denominada "delito masa", cuya característica es que el sujeto pasivo está
continuado. El código de España así lo hizo en su art. 69, disposición que constituido por un amplio grupo de personas que indeterminadamente
se refiere expresamente "al que en ejecución de un plan preconcebido o resultan afectadas; por ello se hace referencia a un "sujeto pasivo masa".
aprovechando idéntica ocasión..." Las características de este tipo penal serían las siguientes:
a) Una multiplicidad de acciones o una acción —cada una confor-
mante de un delito— que lesione bienesjurídicos análogos pertenecientes
c) Tratamiento del delito continuado en la legislación nacional a un número indeterminado de personas. La expresión multiplicidad de
acciones puede prestarse a equívocos, pero se usa en su sentido normativo
En el país no se ha reglamentado el delito continuado, y tampoco el art. 75 final; puede tratarse de un solo acto material del sujeto activo que en el
le es aplicable, porque comprende exclusivamente el concurso medial y el hecho se dirija a causar los perjuicios señalados a una multitud de indivi-
concurso ideal. El tratamiento del delito continuado no debe ofrecer duos no especificados, lo que jurídicamente podría constituir una plurali-
diferencias con el de las restantes figuras penales siempre que se acepte el dad de acciones. Algunos autores limitan el perjuicio exclusivamente al
criterio de la unidad jurídica, conforme al cual habría uno solo,^^°y no una patrimonio,^*^ por cuanto el origen de la figura se encuentra en los
pluralidad. De modo que siendo un hecho se castigará como tal. grandes fraudes de la época, pero no parecería que necesariamente debie-
La situación descrita en el art. 451 no constituye un delito conünuado, ra restringirse a ese ámbito;
porque en las dos hipótesis a que se refiere —reiteración de hurtos a una b) Que el hecho tenga gravedad o trascendencia social, más allá del
misma persona o en una misma casa a distintas personas—, el legislador simple perjuicio al bien jurídico individual;
reconoce que se trata de varios delitos y no de uno como lo es el delito c) Que entre las víctimas no exista vinculación; es característica de
continuado. La referida disposición lo que hace es establecer el sistema de esta forma delictiva que los afectados no estén ligados entre sí y, no
la absorción de penas en casos de reiteración de hurtos.^^l obstante, sufren perjuicios análogos.
La manera de castigar el delito conünuado podría suscitar duda Sáinz Cantero da el siguiente concepto de delito masa: "Es una institu-
cuando alguna de las acciones que lo configuran hubiera alcanzado una ción de creación jurisprudencial que, en el marco de los delitos patrimo-
etapa de ejecución distinta (unas acciones se consumaron y otras alcanza- niales, se presenta cuando uno o varios sujetos, mediante una sola acción
ron la etapa de tentativa); también podría suceder que en algunas de ellas o por varias acciones que, consideradas aisladamente, constituirían cada
concurrieran circunstancias que agravaran o que atenuaran la responsabi- una de ellas un delito o falta, pone en ejecución un designio criminoso
lidad, sin que tales modalidades se extendieran a las demás acciones. La
solución más adecuada sería considerar precisamente aquella actividad
que aisladamente ofreciera más gravedad como cartabón del conjunto;^*^ que no se puede compartir tanto porque el delito continuado no tiene fundamento en una
"necesidad" de realización fraccionada del tipo, como porque sería realizar una interpreta-
ción analógica inahm parte de] referido arL 75, lo que se contrapone al principio de la reserva
^^° Cfr. Cury, D.P., II, p. 280; Etcheberry, D.P., II, p. 82; Novoa, Curso, II, p. 489. consagrado en el art. 19 N- 3° de la Constitución, toda vez que el citado art. 75 obligaría al
®^^Cfr. Bacigalupo, Manual, p. 248; Jescheck, Tratado, II, p. 1004; Maurach, Tratado, II, tribunal a sancionar el delito con la pena mayor correspondiente al hecho más grave, cuando
p. 436. al calificarlo como un solo delito no existe inconveniente para que se recorra la pena en toda
®*^ Hay autores como Cury {D.P., II, p. 280), que creen que la sanción debe regularse su extensión.
conforme al art. 75, al homologar el delito continuado con el concurso ideal, porque el
primero importaría un "fraccionamiento necesario" de la ejecución del hecho, concepción ^^' Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 235.
( f\ - , f-^
NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES)... 34S

Único encaminado a defraudar a una masa de personas cuyos componen- c) No debe existir sentencia condenatoria ejecutoriada respecto de los delitos.
tes individuales, en principio indeterminados, no están unidos entre sí por Ninguna de las diversas conductas delictivas debe haber sido objeto de
vínculos jurídicos". ^^ sentencia condenatoria firme. Esto es lo que diferencia al concurso real de
En España esta figura penal se ha reglamentado como una especie de la reincidencia, que se denomina propia cuando la pena impuesta al delito
delito continuado, criterio recibido con reservas por la doctrina, porque el por sentencia firme se ha cumplido, e impropia cuando esa sanción no lo
delito masa no tendría siempre la característica de estar integrado por ha sido. De manera que no existe concurso real tratándose de delitos sobre
acciones múltiples continuadas: podría perfeccionarse con una sola activi- los cuales recayó sentencia.
dad; lo esencial es que los afectados sean una multitud de individuos
indeterminados.^^ Algunos autores estiman que su estructuración debería
sustentarse en la continuidad de las acciones, porque en verdad se trataría 1 0 9 . 2 . LA PENALIDAD DEL CONCURSO REAL
de un concurso real en que es dudoso establecer la unidad de las diversas
actividades que lo conformarían.^®^
El sistema del Código Penal que tiene vigencia general, es el de la acumu-
lación material de todas las penas; ello no es óbice para que incorpore
otros sistemas en carácter subsidiario o excepcional, como el de la acumu-
109. CONCURSO RE/\L O MATERIAL lación jurídica (asperación) y el de la absorción de la pena. Estos últimos
sistemas consagran el principio de humanización de las sanciones, porque
Se señaló que normalmente una acción conformaba un solo delito, y están dirigidos a evitar la imposición de castigos imposibles de cumplir en
excepcionalmente más de uno, situación esta última que se denomina la realidad, porque podrían exceder a veces la vida probable del sentencia-
concurso ideal. Cuando se trata de varias acciones independientes entre sí do, o porque resultan exagerados.
realizadas por una persona, esas actividades pueden conformar más de un
delito, y tal situación da lugar al denominado concurso real o material.
Hay concurso material o real de delitos cuando un mismo sujeto ha a) Acumulación material de penas
realizado dos o más acciones que constituyen, a su vez, uno o más delitos
independientes no conectados entre sí y sin que en relación a ninguno se Consiste en imponer las penas que corresponden a los diversos delitos que
haya dictado sentencia condenatoria. En expresiones más simples, consiste se atribuyen al sujeto, o sea aplicárselas todas.
en una pluralidad de infracciones penales cometidas por un mismo sujeto Este es el principio que consagra el sistemajurídico penal nacional con
y sin que respecto de ninguna de ellas se haya dictado sentencia condena- carácter general en el art. 74, que da las siguientes pautas:
toria firme. 1) Al culpable de dos o más delitos, sean crímenes, simples delitos o
faltas, se le aplican todas las penas correspondientes a cada uno de ellos;
2) Las penas debe cumplirlas el sentenciado al mismo tiempo, siem-
109.1. .SUS CONDICIONES , , pre que sea posible, o no resulte ilusorio en relación a alguna de ellas;
3) Si no es aplicable el sistema señalado, las penas serán satisfechas
sucesivamente, principiando por la más grave; siempre y en forma previa
Sus elementos fundamentales son los siguientes: las privativas de libertad (presidio, reclusión, prisión), y luego las restricti-
a) Unidad del sujeto activo. Es esencial que una misma o unas mismas vas de libertad (confinamiento, extrañamiento, relegación y destierro).
personas hayan realizado las diversas acciones delictivas, sin perjuicio de
que su intervención pueda corresponder a formas distintas de participa-
ción: autor en unos, en otros cómplice o encubridor. ' b) Acumulación jurídica de penas (asperación) ' •' •'<i
b) Pluralidad de acciones. Se debe tratar de más de una acción delictiva,
constitutiva cada una de un delito independiente, no conectados material Cuando el delincuente es responsable de reiteración de delitos de la
ni jurídicamente, ni en relación de continuidad. Pueden ser de análoga misma especie (sean crímenes, simples delitos o faltas), es posible acumu-
naturaleza (varios hurtos) o distinta naturaleza (robo-violación-homici- lar las sanciones en la forma que establece el art. 509 del C.P.P. Se
dio); de igual o distinta gravedad (crímenes, simples delitos o faltas). entienden delitos de la misma especie, para este solo efecto, según el inc.
final del art. 509, aquellos que están sancionados en el mismo título del
684 Código Penal o de la ley que los describe; así deben entenderse las
Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 235.
685
Bustos, Manual, p. 350.
expresiones "penados en un mismo título", pues sólo se pueden sancionar
686
Bacigalupo, Manual, p. 249. los comportamientos que han sido descritos previamente como delito. El

m
346 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORL\ DEL DELITO
CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES).. 347

sistema ha sido muy criticado porque permite la acumulación de penas, de


llamado también concurso ideal impropio.^^ La noción de necesidad
delitos tan disímiles como la injuria y el homicidio (que están en el Título
debe evaluarse en el caso concreto, apreciando todas las circunstancias
VIII del C.P.) y no considera de la misma especie el aborto y el infanticidio
(el aborto está tratado en el Título VII). concurrentes; sectores doctrinarios estiman, sin embargo, que deben con-
siderarse exclusivamente las condiciones inherentes a los tipos penales en
El art. 509 del C.P.P. hace los siguientes distingos: • - juego. Así, en el delito de uso malicioso de documento falso es "necesario"
1) Si los delitos por su naturaleza pueden considerarse como uno solo que previamente se falsifique. La práctica judicial se inclina por el primer
(todos son hurtos de cuantías análogas, o lesiones, u homicidios simples o sistema. Esta vinculación de necesidad, por depender del plan del autor,
siendo iguales alcanzan distintos niveles de ejecución, etc.), se les aplicará se acostumbra denominarla "conexión ideológica". Si al aplicar este proce-
la pena como si fueran uno solo, aumentándola en uno, dos o tres gra- dimiento resulta una sanción más grave de la que corresponde si se
dos;68^ acumulan materialmente las penas, surge la interrogante de si se podría
2) Si por la naturaleza de los delitos no pueden estimarse como uno aplicar este último (el del art. 74), en lugar del reglado en el art. 75. Se
solo (robos y hurtos, injuria y homicidio), se impondrá la correspondiente afirma que no sería posible por cuanto esta disposición no contiene una
al delito que, con las circunstancias del caso, tenga asignada pena mayor, regla en tal sentido, como la tiene el art. 509 del C.P.P., que explícitamente
aumentándola en uno, dos o tres grados, según el número de delitos. Para lo señala. No obstante, parte de la doctrina y de la práctica judicial así lo
estos efectos se entiende por pena mayor aquella que concretamente acepta por el telos del precepto,^^^ ya que su finalidad es imponer sancio-
debería aplicarse a la situación, no la abstracta señalada por la ley; nes menos rigurosas al delincuente, y no más graves; de modo que si su
3) El mismo art. 509 agrega que si de seguirse este sistema resultare aplicación no logra tal propósito, debe estarse al sistema general de
una sanción más grave que la que correspondería según el art. 74 del C.P., acumulación material del art. 74. Autores como Novoa critican la norma
el tribunal podrá aplicar esta última disposición, o sea acumular material- del art. 75 y no ven justificación para la aplicación de una pena única a
mente las penas. La jurisprudencia ha entendido que esta forma verbal delitos independientes.^*'
"podrá" no importa una facultad, sino una obligación para el tribunal, de , ¿¿.

manera que debe aplicar el sistema más benigno. ii) Regla para la reiteración de hurtos (art. 451). Si se comete por una misma
El sistema del art. 509 del C.P.P. sólo se considera cuando resulta más persona más de un hurto en una misma casa a distintas personas, o a una
favorable para el delincuente; de no ser así, se aplica el art. 74 del C.P. misma persona en cualquier lugar, conforme al precepto citado se suman los
valores de todos los objetos substraídos y se aplica la pena pertinente en su
grado superior, como si fueran un solo delito todos los cometidos; aplicar
c) Absorción de penas la pena en su grado superior se podrá siempre —indudablemente— que
se trate de una con varios grados, pues no se trata de aumentar la sanción
en un grado; sino de imponerla en su grado más alto.
Nuestra legislación tiene dos hipótesis de esta forma de determinar la
pena, que consiste en aplicar la correspondiente al hecho más grave como
sanción única, sanción que absorbe o consume la correspondiente al otro
110. CONCURSO IDEAL DE DELITOS . . .
u otros delitos. Aquí se impone la pena más grave sin aumentarla como en
el caso de la acumulación jurídica. Las hipótesis son las siguientes:
' • • - 1 10.1. CONCfFlO '• ' •'-'"!
i) Concurso medial. Este sistema está establecido en el art. 75 del C.P., y
consiste en imponer una sola pena, la mayor correspondiente al delito más
Hay concurso ideal cuando una acción o un conjunto de acciones unita-
grave de los cometidos, siempre que se trate de un concurso real donde
riamente consideradas cumplen las exigencias de dos o más figuras pena-
uno de los delitos cometidos sea el medio "necesario" para cometer el otro.

^^* Autores, entre ellos Novoa (Curso, II, p. 266), emplean la denominación de concurso
®^' Es equivocada la interpretación que se hace de esta disposición, en cuanto tratándose "ideal impropio" al referirse al "concurso medial"; se ha preferido esta última denominación
de delitos en contra del patrimonio, deberían sumarse los valores de las distintas infracciones, porque corresponde a la naturaleza de la institución y corta toda posible confusión, pues en
y ello porque cuando así lo ha dispuesto el legislador, lo ha señalado expresamente, como verdad es un concurso real de delitos que se relacionan ideológicamente en sentido de medio
sucede en el art. 451 del C.P., que se analizará al hacer referencia a la absorción de penas. a fin, con la modalidad de que reciben un tratamiento para los efectos de su punibilidad igual
Trasladar o extender el sistema descrito por el arL 451 al señalado por el art. 509 del C.P.P. al de aquellos que concurren en concurso ideal. Por otra parte, la doctrina hoy en día
es darle un alcance que no lo tiene, recurriendo a la vía analógica, que la doctrinay la práctica mayoritariamente designa estas hipótesis como concurso medial (véase Mir Puig, Bacigalupo,
rechazan, particularmente en este caso porque perjudica al procesado y entra en pugna con Sáinz Cantero).

í
el art. 19 N^ 3= de la Constitución. '^^ Cury, D.P., II, p. 204.
6«« Novoa, Curío, II, p. 256. . .q .U'CK....^ :, ; ' • anííJ íñtóf . ! « » . í f / I A I - «f,.•. .•
1 í. ,r-i - .
348 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURALIDAD DE ACCIONES)... S49

les; en otros términos, constituye coetáneamente dos o más delitos dis- trata de atentados sucesivos a una misma persona, podría darse la posibili-
tintos. Se considera también que se da este concurso, por la mayoría de los dad, en algunas hipótesis de un delito continuado, pero nunca de un
autores,^^' cuando una acción única da lugar a más de un delito de igual concurso ideal.
naturaleza al mismo tiempo, lo que ha permitido clasificar el concurso 2) Hay una razón de texto, aparte del fundamento sistemático antes
ideal en homogéneo y heterogéneo. señalado. El art. 75 habla de que se impondrá la pena mayor asignada al
delito más grave, o sea parte del entendido de que los delitos que confor-
man el concurso son de distinta gravedad, lo que descartaría la posibilidad
de que se trata de una repetición de iguales delitos. En esta alternativa,
1 1 0 . 2 . CIASES DE CONCURSO IDEAl.
salvo situación excepcional, habría un concurso real y no material; el
concepto de unidad es valorativo.
Se distingue entre concurso homogéneo y heterogéneo; parte de la doctri-
na menciona un tercer grupo, que se conoce como unidad de acción por
efecto de abrazadera.^^ b) Concurso heterogéneo

Cuando la acción única o las acciones unitariamente consideradas confi-


a) Concurso homogéneo guran al mismo tiempo dos o más delitos de distinta clase o naturaleza, se
da un concurso heterogéneo: aborto seguido de muerte de la embaraza-
Se presenta cuando son iguales los delitos que conformaría la acción única. da,^^^ lesionar a un magistrado en ejercicio de sus funciones; con un
La acción tiene que dar lugar, al mismo tiempo, a varios tipos penales de disparo herir a una persona y destrozar una pieza de colección valiosa, etc.
la misma especie, como sucede cuando se mata a más de una persona con La doctrina discute si este concurso se extiende al caso en que un
una granada, o cuando con una sola expresión se ofende a un grupo de hecho, siendo típico, está parcialmente comprendido en otro más amplio,
individuos. Se dijo con anterioridad que esta clase de concurso no es ideal, como sucede con la estafa perpetrada mediante una falsificación de un
sino material o real, porque en los ejemplos recién mencionados el bien documento público, donde el engaño en que consiste la falsedad queda
jurídico afectado es de índole altamente personal, de manera que si bien abarcado por el inherente a la estafa. Como en la estafa el tipo requiere
el acto material es único, normativamente hay varias acciones típicas, y ello que se cause un perjuicio en el patrimonio de la víctima, que no es
por dos razones: elemento del tipo de falsedad documental, hay opiniones en el sentido de
1) El sentido de los tipos de que se trata. La situación de posible que se estaría en una hipótesis de concurso medial, reglado en el art. 75;
concurso ideal homogéneo se da generalmente con tipos penales que por pero se considera también que el medial requiere de un concurso real, que
sus características se consuman con la lesión de un bien jurídico único de en la especie no se daría.
un solo sujeto pasivo, como el homicidio, las lesiones, la injuria, etc. El tipo
se satisface y, sobre todo, se colma, con la lesión o el peligro de lesión del
bien personalísimo protegido: en el homicidio, con la muerte de una c) Unidad por efecto de abrazadera
persona; en las lesiones, con el daño corporal o de la salud de una sola
persona; otro tanto pasa en la injuria, etc. Si la conducta delictiva va En la actualidad la doctrina estima que cuando concurren dos delitos, y
dirigida a provocar la muerte (o lesión, o deshonor), no de una, sino de cada uno de ellos se encuentra en concurso ideal con una tercera figura
dos o más personas, jurídicamente no hay una sola acción, hay tantas como delictiva, la que hace de abrazadera de ambos, se da un concurso ideal.^^'^
finalidades de provocar esos efectos concurren o impulsan esa conducta. Esta clase de unidad ideal nunca procedería si uno de los tipos abraza-
La forma de lograrlo, sea por un solo acto, actos sucesivos o independien- dos fuera de más gravedad que el que sirve de abrazadera, lo que normal-
tes, es absolutamente inocua, el tipo penal en tales casos queda agotado mente sucede en la praxis.^^*
con una sola lesión (una muerte en el homicidio, el tipo penal no acepta
dos o más muertes).
En el concurso homogéneo hay varia acciones, tantas como finalidades
típicas existan y bienes jurídicos personales resultan afectados. Cuando se
*®' Esta es una hipótesis de concurso ideal discutible; se trata de un concurso real de
aborto doloso y homicidio culposo que debería sancionarse según el art. 74. En este paradig-
ma hay dos acciones (o hechos) claramente distintas: la actividad dolosa dirigida a atacar el
feto y la falta de cuidado con que se realizó esa actividad, que provocó la muerte de la mujer.
^^^ Entre ellos, Etcheberry {D.P., II, p. 88) y Cury {D.P., II, p. 285).
^'^ Sáinz Cantero, Lecciones, III, p. 218.
^^ Lo tratan, entre otros autores, Welzel (D. P., p. 318), Jescheck (Tratado, II, p. 1014),
^^^ Jescheck, Tra/arfo, II, p. 1015. . ^ - j n , - ,.
Mir Puig {D.P., p. 600), Sáinz Cantero (Lecciones, III, p. 214).
( ,. ^ ^
350 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA T E O R Í A DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURAUDAD DE ACCIONES)..

1 1 0 . 3 . P R E S U P U E S T O S Q U E SE REQUIEREN PARA EL C O N C U R S O IDEAL 1 1 0 . 4 . T R A T A M I E N T O DEL C O N C U R S O IDEAL

D e b e n cumplirse las siguientes condiciones: Se h a dicho q u e p r o c e d e , c o n f o r m e al sistema d e absorción d e p e n a s q u e


consagra el arL 75, aplicar la p e n a mayor asignada al delito más grave. Por
a) Que el autor o coautores sean los mismos. Vale decir, d e b e c o r r e s p o n d e r el
delito más grave se d e b e e n t e n d e r aquel q u e tiene la sanción más elevada
acto a u n mismo sujeto, q u e p u e d e ser u n a o varias personas; esto es obvio
e n t r e los distintos tipos penales e n j u e g o . Si esa p e n a tiene diversos grados,
en atención a q u e se trata d e u n a sola acción.
se i m p o n d r á el más alto (si es presidio m e n o r en cualquiera d e sus grados,
b) Unidad de acción. La noción de acción — c o m o se señaló en su oportu- c o r r e s p o n d e r á la d e presidio m e n o r en su g r a d o m á x i m o ) . Pero si la
nidad—^'^ es esencialmente relativa, p u e d e estar integrada p o r varias sanción es u n a sola —sin grados—, el tribunal aplicará esa p e n a p u d i e n d o
actividades q u e se unifican p o r el propósito o finalidad q u e las impulsa. En recorrerla en toda su extensión. Si la p e n a del delito más grave es la d e
la mayor parte de los casos señalados c o m o de concurso ideal, hay plurali- m u e r t e , p o d r á en su lugar i m p o n e r la de presidio p e r p e t u o .
dad de acciones, cada u n a d e las cuales conforma u n tipo penal i n d e p e n -
diente; en p u r i d a d , son casos de concurso real, q u e el causalismo tuvo q u e
calificar c o m o ideal. C o n c u e r d o con Cury c u a n d o sostiene q u e en el 111. C O N C U R S O APARENTE DE LEYES PENALES.
concurso ideal existen dos o más finalidades perfectamente diferenciables, CONCEPTO
las cuales, si bien se manifiestan e x t e r n a m e n t e con apariencia unitaria, e n
realidad dan vida a distintas acciones.^^^ Se trata de varias acciones, cuya
forma d e exteriorización y concreción es única, lo q u e n o afecta a sus La d e n o m i n a c i ó n es equívoca, p o r q u e en esta situación n o existe u n
particulares e i n d e p e n d i e n t e s identidades. concurso; lo q u e se enfrenta es u n p r o b l e m a d e interpretación d e leyes
Lo q u e s o r p r e n d e , c o m o indica Etcheberry,^^* es q u e h a b i e n d o en el penales a n t e casos concretos, q u e se p r o d u c e p o r q u e el injusto c o n t e n i d o
fondo diversos delitos, se castigan en forma más benigna q u e el concurso en u n tipo a p a r e c e c o m p r e n d i d o también en otro u otros tipos, q u e se
real o material. Esto h a llevado a más d e alguien a sostener q u e d e b e r í a e n c u e n t r a n e n t r e sí en u n a relación particular, sea de especialidad, d e
a b a n d o n a r s e por las legislaciones el concurso ideal. N o sería valedera esta consunción o d e subsidiariedad.^^ Son hipótesis en las cuales u n h e c h o
observación, c o m o lo señalaba Pacheco, en las hipótesis en q u e n o p u e d e delictivo, a p a r e n t e m e n t e , p o d r í a adecuarse en distintas figuras penales,
concebirse la realización de u n delito sin q u e al m i s m o tiempo resulte p e r o q u e en realidad, a t e n d i d a la naturaleza d e su injusto, lo es en u n a sola
realizado el otro, únicos casos que deberían constituir concurso ideal (la de ellas, q u e d a n d o las demás totalmente desplazadas.^"^
violación de u n a mujer casada lleva implícito el adulterio, esos hechos n o
p u e d e n separarse). Tratándose de acciones indivisibles, su penalidad d e b e
ser única, en la misma forma que se p r o c e d e con el delito necesario para 111.1. DIFKRFNCIA CON I.OS OTROS CONCL'RSOS
c o m e t e r o t r o a q u e alude el art. 75.

c) La acción debe ser objeto de pluralidad de valoración jurídica. La acción única Ciertamente, con el concurso real o material es imposible confundirlo, p o r
d e b e ser objeto de valoración jurídica múltiple, de encuadrarse al mismo c u a n t o en éste es fundamental la concurrencia de varias acciones y cada
tiempo en diversos tipos penales o en u n mismo tipo más de u n a vez. Da u n a d e ellas conforma u n delito igual o distinto; en otros términos, en el
origen a la h e t e r o g e n e i d a d , c u a n d o la acción al mismo tiempo constituye concurso real hay varios delitos i n d e p e n d i e n t e s . En el concurso a p a r e n t e
dos o más delitos diversos, y a la h o m o g e n e i d a d , c u a n d o concreta el mismo de leyes hay u n a actividad delictiva; esta circunstancia lo haría más asimi-
delito penal más de u n a vez: con u n a sola palabra se ofende a distintas lable al concurso ideal, d o n d e se da a su vez u n a única actividad, p e r o la
personas. Los diversos tipos en q u e se e n c u a d r a "la acción" n o d e b e n diferencia e n t r e u n o y o t r o radica en q u e en el ideal ese c o m p o r t a m i e n t o
rechazarse e n t r e sí, u n o n o descarta o margina al otro. único constituye c o e t á n e a m e n t e dos o más tipos penales que subsisten
limpiamente, sin rechazarse e n t r e sí, mientras q u e en el concurso aparen-
te, a u n c u a n d o hay también u n c o m p o r t a m i e n t o único, éste d e b e subsu-
mirse en u n solo tipo penal, si bien en apariencia aparecen otros tipos
c o m p r e n d i é n d o l o : al abarcarlo u n o , los restantes q u e d a n marginados.
' í
' S u p r a párrafo 106.
' C u r y , D.P., n , p . 285. ®^ Bacigalupo, Manual, p . 239.
* Etcheberry, D.P., II, p. 87. '"*' Bustos, Manual, p. 8 1 .
(iO^^v- I i
S52 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DELITO CONCURSO DE DELITOS (UNIDAD Y PLURAUDAD DE ACCIONES)... S5S

f 1 1 1 . 2 . P R I N C I P I O S Q U E RIGEN E L C O N C U R S O A P A R E N T E duelas punibles que ya han sido descritas por otros tipos penales, de modo
que esa actividad pasa a quedar aparentemente comprendida en dos o más
figuras típicas al mismo tiempo; no obstante que debe serlo sólo por la
Como se ha precisado con anterioridad, se trata de una materia vinculada primera, en atención a que el desvalor de la segunda queda consumido por
estrechamente con la interpretación de la ley. Por ello el derecho ha aquélla. De consiguiente corresponde aplicar el primer tipo únicamente,
establecido un conjunto de principios que facilitan la solución de los para mantener la unidad de lo injusto. Se puede plantear esa posibilidad
posibles encuadramientos de un hecho único en leyes penales distintas: con el delito de robo con fuerza en las cosas; al castigarlo, la ley también
a) el de la especialidad; b) el de la subsidiariedad; c) el de la consunción, considera la violación de morada si se trata de lugar habitado, los daños
y d) el de accesoriedad, denominado también de la alternativa. No obstan- inferidos si se han roto ventanas o forzado puertas, de modo que no
te, como lo hizo notar Alfredo Etcheberry, son dos los que satisfacen todos procede imponer sanción independiente por el delito de daños ni de
los requerimientos que las situaciones plantean: el de la especialidad y el
violación de morada; el robo consume el desvalor de aquellas acciones. En
de la consunción.'"^
esencia se trata de la aplicación del principio non bis in idem.
La consunción no debe confundirse con la especialidad; en ésta la
a) Principio de la especialidad descripción de un delito comprende la conducta descrita a su vez por otra
figura, pero con agregados que la especifican. En la especialidad, lo que se
hace es un análisis lógico de los tipos enjuego; se trata de la comparación
Hay relación de especialidad entre dos normas cuando una de ellas descri- inteligente de dos o más normas establecidas en textos legales. La consun-
be el mismo hecho que la otra, pero en forma más particularizada; debe ción es algo distinto: incide en la apreciación de los valores amparados por
existir entre ambas una relación de género a especie, que naturalmente los tipos, es una cuestión axiológica, el desvalor del acto, o sea de la lesión
impide que puedan concurrir coetáneamente en un mismo hecho. La jurídica considerada por un tipo, comprende o absorbe aveces al conside-
determinación de esta relación se logra por un proceso de naturaleza rado por el otro. El C.P. al describir el delito de homicidio no alude ni hace
lógico-jurídica; la norma especial prefiere en su aplicación en el caso con- referencia al delito de lesiones; no obstante, a aquel que causa diversas
creto a la de carácter general. Esta clase de relación se produce entre los heridas a la víctima para quitarle la vida y, en definitiva, al no lograrlo, la
delitos calificados (parricidio) y su delito base (homicidio). En la muerte estrangula, no se le sanciona por las lesiones que infirió antes de matar,
dolosa causada a un pariente, el tipo parricidio debe preferir al homicidio porque quedan consumidas en el desvalor de la acción de matar.
por ser aquel una figura especial que se refiere precisamente a ese caso. Se El principio se desprende de preceptos como el art. 63, en cuanto no
observa algo análogo en la estafa (que es causar un perjuicio a terceros considera como agravantes aquellas circunstancias que el tipo penal con-
empleando engaño) con respecto al delito de uso malicioso de instrumen- templa al describir el hecho, o que constituye por sí mismo un delito, o son
to privado falso que afecta a la fe pública y está tratado en párrafo diverso tan inherentes a la comisión del hecho, que no podría haberse cometido
al de la estafa. El uso malicioso se sanciona cuando causa perjuicio a sin su concurrencia.
terceros; tanto en éste como en la estafa debe haber engaño, pero en el uso Son numerosos los ejemplos en que este principio tiene aplicación. En
malicioso el engaño es de naturaleza específica: sólo puede llevarse a cabo el iter crímenes, caso en el que la etapa de ejecución más desarrollada
con un instrumento falso; por ello prefiere en su aplicación a la estafa, que absorbe a las menos desarrolladas, así la frustración consume a la tentativa
acepta cualquier otro ardid. No se da en estas situaciones un concurso y a ambas la consumación. En la participación, la autoría consume a la
ideal, sino un concurso aparente, donde el principio de la especialidad complicidad y la complicidad al encubrimiento. En general, las formas más
supera el problema. graves absorben las de menor gravedad, por ello la conducta del delito de
El principio señalado no está establecido de manera explícita en el resultado consume la del delito de peligro; los actos posteriores al delito
C.P.; pero sí lo está en otras leyes, como el C.C., arts. N° 4°, 13 y 20."^^ son absorbidos por los de consumación.
Estos dos principios —el de especialidad y de consunción— permiten
•AKfu'l ÍK Jl'i solucionar todas las situaciones, no obstante también se citan los que se
b) Principio de la consunción indican a continuación.

Ofrece más complejidad que el anterior: la ley penal, al describir un


comportamiento prohibido, puede —con esa descripción— abarcar con- c) Principio de la subsidiariedad

Se refiere a aquellos casos en que una ley, expresa o tácitamente, dispone


701 Etcheberry, D.P., II, p. 89. que corresponde aplicarla exclusivamente cuando no hay otra norma
^"2 Etcheberry, D.P., II, p. 90; Cury, D.P., II, p. 292. referente al caso. Se trata de preceptos de carácter subsidiarios, que por
354 NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DEL DEUTO
BIBLIOGRAFÍA
m a n d a t o legal sólo se aplican en ausencia d e u n a n o r m a genérica, c o m ú n í •>•,!?'»!/,í':.Vi'-' t'-f:'»/ H"~ fn-í--r-<;' '• -•." ;»»ÍI'^» • *^"'*',i. •!•:
o específica. Constituyen aplicación expresa del principio d e la especiali-
dad c u a n d o se refiere a u n a n o r m a e n particular, o del principio d e la
consunción c u a n d o alude e n forma genérica a otras disposiciones legales.

; d) Principio d e la alternativa (o d e la accesoriedad)

Es u n principio en obsolescencia y la doctrina lo h a ido a b a n d o n a n d o , p o r


cuanto, e n definitiva, es aplicación del principio d e la especialidad o d e la
consunción. Se plantea e n situaciones en q u e el legislador considera u n a
misma c o n d u c t a c o n criterios valorativos distintos, e n más d e u n a n o r m a
penal. C u a n d o tal situación se da, si la p e n a es la misma, el principio
establece q u e se p u e d e aplicar a ese h e c h o cualquiera d e las n o r m a s e n
j u e g o , q u e d a n d o — i n d u d a b l e m e n t e — desde ese m o m e n t o excluida la
otra u otras.^°^ Si los preceptos r e p r i m e n el hecho, con penas distintas,
d e b e r á aplicarse aquel q u e establece la p e n a d e mayor gravedad. Se ANTOLISEI, FRANCESCO, Manual de Derecho Penal, Parte General, Traducción de
m e n c i o n a n e n t r e estas situaciones las lesiones del art. 397 (herir, golpear Juan del Rosal y Ángel Torio, Buenos Aires, 1960.
o maltratar) q u e c o m p r e n d e tres formas diferentes d e infringir el m i s m o
p r e c e p t o ( o sea, d e lesionar), p e r o si se h i e r e y a d e m á s se maltrata, se BACIGALUPO, ENRIQUE, Lineamientos de la Teoría delDelito, Buenos Aires, 1978.
i n c u r r e e n u n a sola infracción del p r e c e p t o , y p o r ello d e b e r á aplicarse u n a Principios de Derecho Penal Español. El hecho punible, Madrid, 1984. Delitos Impro-
pios de Omisión, Buenos Aires, 1970. Delito y Punibilidad, Madrid, 1983. Manual
sola pena; o el caso del art. 11 eje la Ley N - 1 7 , 7 9 8 , sobre control d e armas,
de Derecho Penal, Parte General, Bogotá, 1989.
y el art. 450 del Código Penal, q u e sancionan el p o r t e d e armas.
El principio d e la alternativa n o p a r e c e esencial; c o m o es fácil reparar, BAUMANN, JURGEN, Conceptos Fundamentales y Sistema, Traducción de C.A. Finzi,
los p r o b l e m a s q u e suscitan hipótesis c o m o las antes planteadas, p u e d e n ser Buenos Aires, 1981.
superados c o n el principio d e la especialidad o d e la consunción.^*''* BEONG, ERNST VON, Esquema de Derecho Penal, Traducción de Sebastián Soler,
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b) N o c i ó n sistemática 12
SOLER, SEBASTL\N, Derecho Penal Argentino, B u e n o s Aires, 1951. .. 2.2 F u n d a m e n t o d o g m á t i c o del c o n c e p t o "delito" 15
S O T O P I Ñ E I R O , MIGUEL, Sistema del Error Evitable de Prohibición en ¡os Detitos 2.3 R e s e ñ a histórica d e la noción sistemática del delito 17
Dolosos de Acción en el Código Penal Chileno, Tesis d e G r a d o , Santiago, 1985. a) La t e n d e n c i a clásica y el delito (causalismo naturalista) . . . . 17
b) La t e n d e n c i a neoclásica y el delito (causalismo valorativo) 19
T O R I O LÓPEZ, ÁNGEL, Aspectos Político Criminales del Delito de Comisión por Omi- c) El fmalismo 21
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B u e n o s Aires, 1987. b) Noción finalista d e la acción 33
c) N o c i ó n social d e la acción 35
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a) Vis absoluta 41
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b) Los m o v i m i e n t o s reflejos 41
B u e n o s Aires, 1980.
c) Los estados d e inconsciencia 42
3.6 La acción c o m o niicleo substancial del delito 42
CAPITULO III ,.; , ' ? ;V 12.3.3 Dolo eventual 80
EL D E L I T O D O L O S O • i! 1 12.3.4 Teoría sobre la naturaleza del dolo eventual 80
,; a) Doctrina de la voluntariedad o del consentimiento 81
4. El tipo penal y la tipicidad 45 b) Teoría de la representación o de la probabilidad 82
4.1 Concepto de tipo y tipicidad 45 12.3.5 El dolo y el Código Penal 82
4.2. Tipo y tipicidad no son nociones análogas 46 12.4 Los elementos subjetivos del injusto 84
4.3 Funciones del tipo penal 48 a) De tendencia interna trascendente 85
a) Función de garantía 48 . b) De tendencia interna intensificada 85
b) Función sistemática 49 c) Subjetivos de expresión 86
5. Tipo y adecuación social. El principio de la irrelevancia 51 13. La atipicidad (ausencia de tipicidad) 86
6. La estructura del tipo penal doloso 52 13.1 Atipicidad por estar socialmente adecuada la conducta o por no
•^7. El tipo objetivo en el delito doloso de acción 52 ser lesiva de un bien jurídico 87
^¡8. Primer elemento del tipo objetivo: la acción (El verbo rector; — Adecuación social y tipos abiertos 88
modalidades) 53 13.2 Atipicidad por ausencia de elementos objetivos o subjetivos del
8.1 Clasificación de los delitos conforme a la acción descrita por el tipo 89
;,. tipo 54 13.3 El caso fortuito 89
8.2 El sujeto activo de la acción 55 13.4 El cuasidelito es un hecho atípico salvo que esté expresamente
8.3 Las personas jurídicas como posibles sujetos de acción penal 55 sancionado por la ley 91
8.4 El sujeto pasivo de la acción 58 13.5 El consentimiento de la víctima 91
8.5 Objeto de la acción típica 58 13.6 El error. Errores de tipo y de prohibición 92
8.6 El tiempo, lugar y modalidades de la acción 59 13.6.1 Evolución del concepto del error. Error de hecho y de
í 9. El resultado de la acción penal (segundo elemento del tipo objetivo) 59 derecho 93
C 10. La causalidad (tercer elemento del tipo objetivo) 60 13.6.2 El error de tipo 93
10.1 Relación de causalidad e imputación objetiva 61 13.6.3 Consecuencias del error de tipo 94
;í í; 10.2 La relación de causalidad es un elemento del tipo objetivo y a) El error en el curso causal 95
. ' ' constituye un límite de la responsabilidad 62 , b) El error en la persona 96
10.3 Teorías sobre la relación de causalidad 63 c) El error en el golpe (aberratio idus) 98
10.3.1 Equivalencia de todas las condiciones (conditio sirte qua d) El dolus generalis 99
' • non) 63 e) Acto preparatorio que consuma el delito 100
' — Criterios correctores de la teoría 64
10.3.2 La doctrina de la causa adecuada 65
- 10.3.3 La tesis de la causa jurídicamente relevante 67 CAPITULO IV
10.4 Precisiones sobre la causalidad en relación al tipo objetivo . . 68 LA A N T I J U R I D I C I D A D ^[t
' - 10.5 Teoría de la imputación objetiva 68
10.5.1 Noción de imputación objetiva 69 14. Generalidades 101
'~ 10.5.2 Principales criterios que conforman la teoría 69 15. Tipicidad y antijuridicidad 101
a) Es imputable sólo la creación de un riesgo jurídica- 16. Concepto de antijuridicidad 102
mente no permitido o el aumento del peligro inhe- 17. La antijuridicidad como noción unitaria en el derecho 103
rente a un riesgo autorizado 70 18. Antijuridicidad e injusto 103
b) Inimputabilidad objetiva del resultado lesión de un 19. Reseña sobre la evolución del concepto de antijuridicidad 103
'"• bien jurídico ya expuesto a un peligro 70 20. Problemas fundamentales que plantea la antijuridicidad 105
c) El principio de la adecuación 72 a) Desvalor del resultado y des valor de la acción 105
11. Elementos del tipo referentes al sujeto activo (sujetos calificados, , b) Naturaleza de la antijuridicidad. La norma penal como norma
delitos especiales propios e impropios) 73 de valoración o de determinación 106
12. El tipo subjetivo en los delitos dolosos de acción 74 c) Antijuridicidad formal y material 107
12.1 El dolo y su concepto 75 d) El dolo y la antijuridicidad 108
'•' 12.2 Elementos o momentos del dolo 76 21. Ausencia de antijuridicidad (causales de justificación) 109
'' a) El elemento cognoscitivo (intelectual) 76 a) Causales de justificación y culpabilidad 110
•i b) El elemento voluntad del dolo (momento volitivo) 77 b) Causales de justificación y elementos negativos del tipo 111
: !: 12.3 Clasificación del dolo 78 c) Fuentes de las causales de justificación. Las causales supralega-

1
!i 12.3.1 Dolo directo o de primer grado 78 les. Tendencias monistas y pluralistas 112
12.3.2 Dolo de consecuencias seguras, indirecto o de segundo d) Elementos subjetivos de las causales de justificación 113
'i'" grado 79 e) El error y las causales de justificación 115
22. El autor comete un delito en la ignorancia de que su acto importa 31. Obrar en ejercicio legítimo de un derecho 151
objetivamente una causal de justificación 117 31.1 Naturaleza de la institución 152
23. Causales de justificación incompletas y el exceso en la justificante 118 31.2 Realización arbitraria del propio derecho. Hacerse justicia por
24. El art. 73 y las justificantes incompletas 119 sí mismo 152
25. Efectos de las causales de justificación 122 31.3 El riesgo permitido 153
26. Las causales de justificación en particular 123 32. El ejercicio legítimo de una autoridad, oficio o cargo 154
27. El consentimiento del titular del bien jurídico protegido 123 32.1 La facultad de corregir que se confiere a algunas personas 155
a) Condiciones que se refieren al bien jurídico 124 32.2 El empleo de la fuerza por la autoridad 155
b) Condiciones vinculadas con el titular del derecho lesionado 125 32.3 El ejercicio de la actividad médica 156
c) El consentimiento presunto 126 32.4 La actividad deportiva 157
28. La legítima defensa 127 33. Incurrir en omisión por causa legítima o insuperable (art. 10 N" 12) 158
28.1 Fundamento de la institución 127
28.2 Requisitos para que el comportamiento típico defensivo se en- CAPITULO V
cuentre justificado 128
28.3 Qué bienes son los que pueden ser objeto de defensa 129 EL D E L I T O A T R I B U I R L E A C U L P A (EL C U A S I D E L I T O ) ^; •
28.4 Agresión ilegítima 129
28.5 Condiciones que debe cumplir la agresión 131 34. Conceptos generales 161
28.6 Falta de provocación suficiente 132 35. Aspectos relevantes de la evolución histórica del delito culposo . . . 162
28.7 Necesidad racional de la defensa 133 36. El tipo en el delito culposo 164
28.8 Agresión de un inimputable 134 37. Tipo subjetivo en el delito culposo 165
28.9 Aspecto subjetivo de la defensa 134 38. El tipo objetivo en el delito de acción culposo 165
28.10 Defensa de terceros 135 38.1 Naturaleza de la norma de cuidado 166
a) Defensa de parientes 135 38.2 El riesgo permitido 167
b) Defensa de extraños 135 38.3 En qué consiste la infracción del deber de cuidado 168
28.11 La legítima defensa privilegiada 135 39. La imputación objetiva del resultado 169
28.12 El exceso en la legítima defensa; la defensa putativa y la 40. La antijuridicidad y la culpabilidad en el delito culposo 171
incompleta 138 41. El delito culposo en el Código Penal 171
29. El estado de necesidad justificante 139 42. Especies de culpa consideradas por el Código Penal 172
29.1 Conceptos generales 139 a) Imprudencia temeraria (art. 490) 172
29.2 El estado de necesidad justificante y su noción 140 b) Mera imprudencia o negligencia (art. 491) 173
29.3 Condiciones para que constituya una causal de justificación 140 c) Mera imprudencia o negligencia con infracción de reglamento
29.4 Situación de peligro 141 (art. 492) 173
29.5 Situación de peligro que el sujeto está obligado a soportar .. 142 43. Imprudencia y negligencia no son conceptos diferentes 174
29.6 Condiciones que debe cumplir el mal o peligro creador de la 44. Culpa consciente y culpa inconsciente 174
necesidad de evitarlo 142 45. Las limitaciones sistemáticas de la interpretación de los tipos abiertos
a) Realidad del mal 142 descritos en los arts. 490 y 492 175
b) Actualidad o inminencia del mal 143 46. Cuasidelito con resultado miíltiple 175
c) El mal debe ser mayor que el que se causa 143 47. Culpa e iter criminis. Culpa y participación 176
29.7 El comportamiento realizado para evitar el mal mayor 143 48. El delito preterintencional 177
29.8 Aspecto subjetivo del estado de necesidad 145 49. Delitos calificados por el resultado 178
29.9 Diferencia entre el estado de necesidad justificante y la legítima 50. El principio del versari in re ülicita 179
defensa 145
29.10 Situaciones especiales vinculadas con el estado de necesidad 146
a) Auxilio necesario 146 C A P I T U L O VI •• ;.',
b) Justificante incompleta 146 EL D E L I T O DE O M I S I Ó N
c) Estado de necesidad putativo 147
d) Exceso en el estado de necesidad 147 51. Conceptos generales 181
e) El hurto famélico como estado de necesidad 147 52. Noción de omisión para los efectos jurídico-penales 181
29.11 Responsabilidad civil en el estado de necesidad 147 53. Clasificación de los delitos de omisión 183
30. El cumplimiento del deber 148 53.1 Propios e impropios 183
30.1 Naturalezajurídica de la causal de exención de responsabilidad 149 53.2 Delito de omisión propiamente tal y de comisión por omisión 184
30.2 Conveniencia de mantener el art. 10 N° 10 149 54. La tipicidad del delito de omisión 185
30.3 Condiciones que deben cumplirse para que se dé la justificante 150 54.1 Elementos del tipo en el delito propio de omisión 185
V;; ; a) El tipo objetivo 185 — Enajenación mental que sobreviene con posteriori-
b) El tipo subjetivo 186 dad a la comisión del acto típico
54.2 Tipicidad de los delitos de omisión impropia 186 e injusto 221
a) La posición de garante 187 iii) Destino de la acción civil derivada de un delito cometi-
b) La posición de garante segiin el criterio de las funciones. 189 do por un loco o demente 222
c) La imputación objetiva del resultado a la omisión del com- iv) Autoridad a quien le corresponde el control de los
portamiento esperado 190 ' establecimientos especiales y carcelarios donde se en-
55. La antijuridicidad en los delitos de omisión 191 cuentran enajenados mentales 222
56. La culpabilidad en la omisión 192 75.2 La privación temporal total de la razón por causas independien-
tes de la voluntad 222
a) La actio liberae in causa (preordenación delictiva) 223
CAPITULO VII
b) Situaciones especiales de privación de razón (la embriaguez y
LA C U L P A B I L I D A D la droga) 224
c) El sordomudo, el hipnotizado, el paroxismo emocional y la
57. Nociones generales 195 privación total de la razón 225
58. Concepto de culpabilidad como elemento del delito 196 75.3 La menor edad 226
59. Culpabilidad material y formal. Culpabilidad por el hecho y culpabili- a) Edad mínima 227
dad de autor 196 b) Edad intermedia (discernimiento) 227
60. La culpabilidad como fundamento, elemento regulador y fin de la c) Cómo y quién se pronuncia sobre el discernimiento 228
pena 198 d) Situación jurídico-penal del menor 228
61. Evolución histórica de la culpabilidad como elemento del delito .. 199 76. Causales que excluyen la conciencia de la antijuridicidad. El error de
a) Teoría psicológica 199 prohibición 229
.i b) Teoría normativa compleja 200 76.1 Concepto del error de prohibición 229
c) T e o r í a n o r m a t i v a p u r a (o valorativa o finalista) de la 76.2 Evolución histórica del error de prohibición 230
culpabilidad 202 76.3 Situaciones que se califican como conformantes de un error de
62. Otras posturas en relación a la naturaleza de la culpabilidad o en prohibición 232 \
cuanto a su necesidad como elemento del delito 203 76.4 Consecuencias del error de prohibición 233
63. La motivación como elemento substancial de la culpabilidad 205 a) Teoría normativa pura o extrema de la culpabilidad . . . . 233
64. La culpabilidad y la doctrina nacional 207 b) La legislación nacional y la teoría normativa pura de la
65. Estructura de la culpabilidad (sus elementos) 208 culpabilidad 235
66. La imputabilidad y su concepto 208 c) La teoría del dolo (estricta y limitada) 236
67. Sustento dogmático de la imputabilidad 210 77. Las causales de inexigibilidad de otra conducta 238
68. La conciencia de la antijuridicidad 211 78. Naturaleza del principio de la inexigibilidad 238
69. En qué consiste la conciencia de la antijuridicidad 211 79! Las causales de no exigibilidad del C.P 239
70. Momento en que se debe tener conciencia de la ilicitud 212 79.1 La fuerza irresistible 240
71. La conciencia de la ilicitud puede ser parcial 213 a) Concepto de fuerza 240
72. Conciencia de la ilicitud e imputabilidad 213 b) Condiciones necesarias para que la fuerza tenga carácter
73. La exigibilidad de otro comportamiento (la normalidad de la exculpante 241
->í , motivación) 213 79.2 El miedo insuperable 242
a) Naturaleza del miedo 243
Circunstancias que excluyen la culpabilidad 214 b) Condiciones para que el miedo tenga calidad de exculpante 243
c) Atenuación de la culpabilidad si el miedo no alcanza el grado
74. Conceptos generales 214 de insuperable o la fuerza de irresistible 244
75. Las causales de inimputabilidad 215 79.3 La obediencia debida 244
75.1 La locura o demencia 216 a) Concepto 245
a) Las enfermedades mentales 217 b) Sistemas de obediencia 246
;, , b) El intervalo lúcido 218 c) Condiciones para que opere la causal 246
•,, \ c) Situación del loco o demente en la legislación nacional . . 219
i) Medidas que pueden adoptarse en relación al loco o
demente :,... 219
<, ii) Situación del loco o demente en relación al delito . . 220
— Locura o demencia anterior o coetánea a la comi-
sión del hecho 220
CAPITULO VIII . 87 La tentativa en el delito cometido por autor único y en coautoría 276
C O N D I C I O N E S DE P U N I B I L I D A D . C L A S I F I C A C I Ó N DE . 88. Objeción a la doctrina nacional mayoritaria 277
LOS D E L I T O S 89. El desistimiento del delito intentado. Su concepto 278
89.1 Naturaleza jurídica del desistimiento 278
80. Condiciones de punibilidad , 249 89.2 Respaldo sistemático del desistimiento como excluyeme de la
a) Condición objetiva de punibilidad 249 pena 280
b) Condición de procesabilidad 250 89.3 El desistimiento en la tentativa propiamente tal (inacabada) 281
c) Excusas legales absolutorias 251 89.4 Condiciones que debe reunir el desistimiento en la tentativa
81. Clasificación de los delitos. Generalidades 251 inacabada 281
81.1 Atendiendo a las condiciones necesarias para la consumación : a) Abandono oportuno de la acción 281
del delito (de resultado o material y formal o de simple b) Debe ser espontáneo (voluntario) 283
actividad) 252 c) Debe ser definitivo 283
81.2 Por la intensidad del ataque al bienjurídico protegido (de lesión 89.5 El desistimiento (arrepentimiento) en el delito frustrado (tenta-
y de peligro) 253 tiva acabada) 283
81.3 Según la forma de presentación del comportamiento del sujeto . , a) Impedir la producción del resultado 284
: activo del delito (de acción y de omisión) 254 b) La no producción del resultado debe ser por voluntad del
81.4 Según el sujeto de la acción (delitos comunes, especiales y de sujeto 285
propia mano; unisubjetivos y plurisubjetivos) 255 c) Acción evitadora que en sí es constitutiva de delito 285
-.i;;. a) Delitos comunes, especiales y de propia mano 255 90. Tentativa calificada 285
b) Delitos unisubjetivos y plurisubjetivos 256 91. El desistimiento del delito propuesto y del que es consecuencia de una
81.5 Clasificación conforme a la gravedad del delito; faltas, simples conspiración 286
delitos y crímenes 257 92. La tentativa de falta no es punible ^ 287
81.6 Distinción de los delitos según el elemento subjetivo del tipo 93. Críticas a la diferenciación entre tentadva y delito frustrado 287
; (delitos dolosos y culposos o cuasidelitos) 257 94. El delito culposo (cuasidelito), la omisión y el iter criminis 288
81.7 Clasificación de los delitos conforme a la acción a que dan 95. Tentativa inidónea (error de tipo al revés; delito imposible y
origen (de acción pública, privada y mixta) 258 putativo) 289
81.8 En relación al tiempo de consumación (delito instantáneo, de 95.1 Inidoneidad absoluta y relativa 290
•( estado, habitual, continuado) 258 95.2 La tentativa y la inidoneidad del sujeto en el delito especial. 291
95.3 Delito imposible y delito putativo. Sus alternativas 292
CAPITULO IX •. '
ETAPAS DE C O N C R E C I Ó N DEL DELI l O • CAPITULO X
LA A U T O R Í A Y E L C O N C U R S O D E P E R S O N A S E N E L DE-
82. Etapas interna y externa. Actos preparatorios y de ejecución 261 LITO
83. Fundamentos de la punibilidad de los actos que preceden a la consu-
mación del delito 263 96. Planteamiento de la situación 295
a) Teorías objetivas o clásicas 263 97. La autoría 297
b) Teorías subjetivas 264 98. Doctrinas tendientes a precisar la noción de autor 298
c) Teorías mixtas 264 98.1 Teoría subjetiva-causal 298
84. Tentativa, frustración y consumación del delito 265 98.2 Teoría formal (objetiva-formal) 299
85. Naturaleza de las etapas de tentativa y frustración 267 98.3 Teoría del dominio del hecho (objetiva-subjetiva u objetiva
— El delito intentado como tipo subordinado 268 final) 299
86. La estructura del delito intentado 269 98.4 Teoría normativa de la acción 301
86.1 Fase subjetiva del delito intentado (dolo, culpa) 269 99. La autoría y la participación en el Código Penal 303
86.2 Fase objetiva del tipo tentativa (actos de ejecución) 270 99.1 La autoría individual (art. 15 N° 1) 304
a) Teorías objetivas 271 99.2 La noción de autor individual 305
b) Teorías subjetivas 272 a) Alcance de las expresiones "tomar parte en la ejecución del
86.3 El comienzo de la ejecución del delito en el Código Penal . . 273 hecho" 305
a) Que el autor principie a ejecutar el delito 274 b) Formas de tomar parte en la ejecución 306
b) Que los hechos ejecutados sean "directos" en relación a la i. Autoría directa 306
concreción del delito 274 ii. Autoría indirecta 307
i. El acto debe dirigirse rectamente a la ejecución del delito 275 99.3 La autoría mediata 308
ii. El acto debe ser idóneo para concretar el tipo 275 99.4 La autoría en el cuasidelito 309
99.5 Los que fuerzan o inducen directamente a otro a ejecutarlo 309 103.3 El encubrimiento de pariente 327
a) La inducción por medios intelectuales 310 103.4 Sanción del encubrimiento 327
b) El que fuerza a otro directamente a la ejecución del hecho 310 104. Principios reguladores de la participación 328
c) La inducción y la autoría mediata 311 a) Principio de la convergencia 328
d) La situación del agente provocador 312 b) Principio de la accesoriedad 329
99.6 La coautoría (art. 15 N° 3°) y sus elementos 312 c) Principio de la exterioridad 330
a) Existencia de concierto previo 313 d) • Principio de la comunicabilidad 330
b) Los coautores deben intervenir en la ejecución del hecho 313
c) Coautoría, cuasidelito y delito de omisión 315 CAPITULO XI
100 La conspiración y la proposición como formas de lograr el concierto C O N C U R S O DE D E L I T O S ( U N I D A D Y P L U R A L I D A D
pi evio en la coautoría 315 DE A C C I O N E S )
100.1 Naturaleza de la proposición y de la conspiración; sus diferen-
cias con la instigación y la autoría mediata 315 C O N C U R S O A P A R E N T E D E LEYES
100.2 En la conspiración y en la proposición quedan excluidos los
105. Conceptos generales 335
inductores y los cómplices 316
106. Aspectos del problema (unidad natural y jurídica) 336
100.3 La conspiración 317
107. El delito continuado 339
a) El dolo en la conspiración 317
a) Condiciones objetivas 340
b) La acción de los que intervienen en la conspiración es
b) Condiciones subjetivas 341
individual 317
c) Tratamiento del delito continuado en la legislación nacional 342
c) Consumación de la conspiración 317
108. El delito masa 343
100.4 La proposición 318
109. Concurso real o material 344
a) Condiciones de la proposición 318 109.1 Sus condiciones 344
b) La consumación de la proposición 319
109.2 La penalidad del concurso real 345
c) Situación de la persona a quien se hace la proposición. 319 a) Acumulación material de penas 345
d) No hay relación de progresión entre la conspiración y la b) Acumulación jurídica de penas (asperación) 345
proposición 319
c) Absorción de penas 346
101 La autoría accesoria (complementaria) 319 i. Concurso medial 346
102 El cómplice 320 ii. Regla para la reiteración de hurtos (art. 451) . . . . 347
a) Condición de la complicidad: 321 110. Concurso ideal de delitos 347
i. Que no sea autor 321 110.1 Concepto 347
• ii. Debe realizar una actividad con anterioridad o en forma 110.2 Clases de concurso ideal 348
simultánea a la comisión del hecho, que objetivamente a) Concurso homogéneo 348
importe una colaboración al actuar del autor 321 b) Concurso heterogéneo 349
iii. La acción de colaboración ha de ser considerada por el c) Unidad por efecto de abrazadera 349
autor 322 110.3 Presupuestos que se requieren para el concurso ideal 350
b) Alcances en torno a la complicidad 322 110.4 Tratamiento del concurso ideal 351
c) Punibihdad de la complicidad 323 111. Concurso aparente de leyes penales. Concepto 351
103 El encubrimiento 323 111.1 Diferencias con los otros concursos 351
103.1 Concepto y sus condiciones 323 111.2 Principios que rigen el concurso aparente 352
103.1.1 Conocimiento del hecho 324 a) Principio de la especialidad 352
103.1.2 No haber sido autor ni cómplice 324 b) Principio de la consunción 352
lA! 103.1.3 Que se trate de encubrir un crimen o un simple c) Principio de la subsidiariedad 353
delito 325 d) Principio de la alternativa 354
103.1.4 Que la intervención posterior consista en alguna de BIBLIOGRAFÍA 355
las señaladas por el art. 17 325
a) El aprovechamiento 325
b) El favorecimiento 326
i. Favorecimiento real 326
ii. Favorecimiento personal 326
— Favorecimiento personal ocasional 326
— Favorecimiento personal habitual 326
103.2 Concurso en el encubrimiento 327

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