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norberto bobbio, nicola matteucci

y gianfranco pasquino

ABCDEFGHIJ
DICCIONARIO
DEFGHIJKLM
NÑOPOLÍTICA
QRSTUVWXYZ
abcdefghijklmn
ñopqrstuvwxyz
siglo
veintiuno
editores
DICCIONARIO DE POLÍTICA

bajo la dirección de
NORBERTO BOBBIO, NICOLA MATTEUCCI
y GIANFRANCO PASQUINO

nueva edición enteramente revisada y ampliada

redactores de la edición en español


JOSÉ ARICÓ, MARTÍ SOLER y JORGE TULA

traducción de
RAÚL CRISAFIO, ALFONSO GARCÍA, MIGUEL MARTÍ,
MARIANO MARTÍN y JORGE TULA
g   

s




siglo xxi editores, méxico siglo xxi editores, argentina


CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, GUATEMALA 4824, C 1425 BUP
04310 MÉXICO, DF BUENOS AIRES, ARGENTINA
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A lo largo de su vida intelectual Norberto Bobbio (1909-2004) participó en diversas
empresas colectivas de gran calado que no se conocen en español, entre ellas —sin
pretensiones de exhaustividad—, La storia delle idee politiche, economiche e sociali (a
cargo de Luigi Firpo), publicada por la Unione Tipografico-Editrice Torinese, en siete
volúmenes, cuya primera edición es de 1982; Il pensiero politico contemporaneo (a car-
go de Gian Mario Bravo y Silvia Rota Ghibaudi), publicado por Franco Angeli, en tres
volúmenes, que vio la luz en 1985. No obstante, la que ha quedado como la obra que
lleva su sello como curador y que, afortunadamente, sí se conoce en nuestro idioma
es, sin lugar a dudas, esta que el lector tiene en sus manos. Lo acompañaron en este
trabajo Nicola Matteucci (1926-2006) y Gianfranco Pasquino (1942-).
Matteucci fue un jurista y filósofo cuya formación intelectual tiene profundas raíces
liberales. Fue alumno y colaborador de Felice Battaglia. Trabajó, igualmente, con el
gran historiador Federico Chabod. Fue catedrático en las universidades de Ferrara y
Bolonia. Dirigió el Instituto Carlo Cattaneo y fue presidente de la Asociación de Cultura
y Política “Il Mulino”. Respecto del pensamiento liberal, Matteucci abrevó de la pro-
ducción teórica de uno de los pensadores italianos más destacados y que mantuvo
siempre una actitud opositora frente al fascismo, Benedetto Croce (1866-1952). En
relación con el pensamiento socialista Matteucci fue un profundo conocedor del pen-
samiento de Antonio Gramsci (1891-1937).
Un rasgo particular de su orientación en el campo de las ideas jurídicas y políticas
es su cercanía con la perspectiva norteamericana. No por casualidad estudió el consti-
tucionalismo de ese país así como la obra de Alexis de Tocqueville. Matteucci, precisa-
mente, tradujo a este autor al italiano.
Pasquino es un politólogo cuyo director de tesis fue, no por casualidad, Norberto
Bobbio. Luego se especializó en política comparada bajo la dirección de Giovanni
Sartori. Pasquino ha sido profesor en las universidades de Florencia, Harvard, UCLA,
Bolonia y Johns Hopkins. Fue editor del periódico Il Mulino y de la Rivista Italiana di
Scienza Politica. También incursionó en el plano de la política práctica: fue senador
entre 1983 y 1992 y de 1994 a 1996.
Y qué decir de Norberto Bobbio. Se le considera uno de los padres de la democracia
contemporánea. Su obra es amplísima en número y en calidad. Simplemente diremos
que se recibió en derecho y también en filosofía. Su maestro fue Gioele Solari (1872-
1952). Entre los libros más conocidos traducidos al español de Bobbio en materia po-
lítica se encuentran: El futuro de la democracia (México, Fondo de Cultura Económica,
1986); Liberalismo y democracia (México, Fondo de Cultura Económica, 1986); La teoría
de las formas de gobierno (México, Fondo de Cultura Económica, 1987); Estado, gobier-
no y sociedad (México, Fondo de Cultura Económica, 1989), y la Antología que lleva por
título Norberto Bobbio: el filósofo y la política (México, Fondo de Cultura Económica,
1996), todas ellas ediciones a cargo de José Fernández Santillán, el discípulo mexicano
más distinguido del maestro turinés.

[V]
VI

Fue una afortunada coincidencia que la aparición de estas obras en México cami-
nara de la mano con el proceso de democratización de nuestro país. De esta manera,
reflexión teórica y realización práctica se complementaron. Lectores de todas las orien-
taciones ideológicas recurrieron a las obras de este pensador piamontés para tomar en
cuenta que, de suyo, la democracia no pertenece a nadie en particular, sino que, más
bien, es un régimen que se construye con la participación de todas las fuerzas políticas
en un afán de tolerancia y mutua colaboración. Viene a cuento lo que François Guizot
escribió en 1849, y que parece haber sido redactado hoy: “Ésta es ahora la palabra
última y universal que todos buscan para apropiarse de ella como un talismán […] tal
es el poder de la palabra democracia. Ningún gobierno o partido se atreve a vivir sin
incorporarla en la propia bandera.”1 Pero, a mi parecer, le faltó agregar que los buenos
efectos de ese talismán no funcionan si no están reunidos todos los jugadores a su
alrededor. Ésa es la precondición de la democracia. Y es algo que, a fuerza de duras
experiencias, aprendimos en México. La política de los acuerdos tiene que llevarse a
cabo tras conversaciones y debates. Es decir, tras el reconocimiento recíproco entre los
actores políticos.
A fin de cuentas se trata de un proceso educativo de largo aliento en términos prác-
ticos y literarios. Bien lo decía Montesquieu: “En el gobierno republicano es en el que
se necesita de toda la fuerza de la educación.”2 Y lo sabía igualmente Bobbio quien
profesó siempre una vocación académica, es decir, educativa en las aulas y fuera de
ellas.
El motivo de echarse a cuestas la tarea de hacer un Diccionario de política no fue
otro que el de contribuir a la educación cívica del ciudadano, militantes y dirigentes de
partidos políticos así como de quienes ejercen un cargo público en cualquiera de los
tres poderes del Estado. Dotar a los interesados de una herramienta útil para la misión
que compete a cada persona en su calidad de interesado en los asuntos colectivos.
Elevar el nivel de la discusión y de las decisiones que atañen a la sociedad en su con-
junto. El insigne filósofo turinés estaba convencido de que la democracia sería mejor
si contaba con ciudadanos, funcionarios, jueces, magistrados, ministros, partidos y
representantes populares que tuviesen una mejor cultura política y jurídica.
El progreso de la democracia en buena parte se mide por el progreso del Estado de
derecho pero también por el avance educativo y cívico de gobernantes y gobernados.
Éste es el motivo de una edición como la que hoy ponemos a disposición de usted
amable lector.

HERIBERTO M. GALINDO QUIÑONES


Presidente de la Comisión Bicameral
del Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión

1
François Guizot, De la démocratie en France, Leipzig, 1849, p. 2.
2
Montesquieu, Del espíritu de las leyes, México, Porrúa, 2010, p. 33.
COMISIÓN BICAMERAL DEL SISTEMA DE BIBLIOTECAS
DEL CONGRESO DE LA UNIÓN LXII LEGISLATURA
agosto de 2012-agosto de 2015

DIP. HERIBERTO MANUEL GALINDO QUIÑONES


PRESIDENTE

DIP. FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL


SECRETARIO

DIP. MARCELO GARZA RUVALCABA


SECRETARIO

SEN. BRAULIO MANUEL FERNÁNDEZ AGUIRRE


INTEGRANTE

SEN. JUAN CARLOS ROMERO HICKS


INTEGRANTE

SEN. ADOLFO ROMERO LAINAS


INTEGRANTE

ROGELIO VIZCAÍNO ÁLVAREZ


SECRETARIO TÉCNICO
INTRODUCCION A LA PRIMERA EDICION

El lenguaje politico es notoriamente ambiguo. La mayor parte de los términos usados


en ci lenguaje politico tienen diversos significados. Esta variedad depende en algunos ca-
SOS del hecho de que muchos de estos términos han atravesado una larga sucesión de cam-
bios históricos —aigunas palabras fundamentales nos han sido trasmitidas por los escri-
tores griegos, como es el caso de 'democracia", 'aristocracia", 'déspota" y Ia misma
politica"—, en otros de Ia circunstancia de que no existe sino hasta ahora una ciencia
polItica lo suficientemente rigurosa como para poder lograr determinar e imponer de modo
univoco y universalmente aceptable el significado de las palabras más habitualmente em-
pleadas. La mayor parte de estas palabras derivan del lenguaje comün y conser4'an Ia fluidez
y Ia incerteza de sus confines. Tarnbién las palabras que han adquirido un significado
técnico a través de Ia elaboración de aquellos que usan el lenguaje politico con objetivo
teórico estan continuamente inmersas en el lenguaje de Ia lucha politica cotidiana, Ia cual
es combatida, conviene no olvidarlo, en gran parte con ci arma de Ia palabra, y padecen
variaciones y trasposiciones de sentido, intencionales y no intencionales, con frecuencia
relevantes. En ci lenguaje de Ia lucha politica cotidiana, palabras originariamente —o desde
tiempo inmemorial— técnicas, como "oligarquia". "tirania". dicatadura", y Ia misma
"democracia", son usadas coma palabras del lenguaje comün v pot to tanto de modo uni-
voco. Palabras más propiamente técnicas, como son todos los "ismos" dcl que es tan rico
ci lenguajc politico —"socialismo", "comunismo", "fascismo", "peronismo". "marxismo",
"leninismo", "stalinismo", etc.—, indican fenómenos históricos tan complejos, elabora.
clones doctrinarias tan controvertidas, que son susceptibles de las más diversas inter-
pretaciones.
Por to tanto el objetivo de este diccionario es ci de brindar a un lector no especializado,
at hombre culto, al estudiante de las escuelas medias superiores ' de Ia universidad, a
los lectores de los diarios y revistas politicas, a los que escuchan conferencias, discursos,
mitines, a quienes presencian debates televisivos, a todas estas personas, en fin. y a tra-
yes de Ia participación de expertos y de hombres politicos, ofrecemos una explicación v
una interpretación simple ,. tendencialmente conclusiva de los conceptos principales que
forman parte del universo del discurso politico. exponiendo Ia evolución histórica, anali.
zando ci uso actual. haciendo referenda a los conceptos afines o por ci contrarlo antitCti-
cos, indicando autores v obras más directamente vinculados a ellos.
Dado que ci universo del lenguaje politico no cs un universo cerrado, v comunica con
los universos contiguos, como los de Ia economia, de Ia sociologia, dcl derecho. Sc eflCofl-
trarán en este diccionario tamblCn palabras del lenguaje económica, coma "capitalismo".
o sociologico, como 'cluses". o jurIdico. como "codificación". El lector no cncontrará en
este caso ci tratamiento completo que puedc hallar bajo Ia misma voz en diccionarios res-
pectivamente económicos, sociologicos, juridicos, porque aquf han sido recogidas e ilus-
tradas con referenda a los aspectos más propiamente politicos del concepto. Pot lo de.
mds, a diferencia dc otras ciencias que tienen una más larga tradiciUn v una autonomia
reconocida y respetada. Ia ciencia politica, a pesar de sus antiguos origenes, no ha conse-
guido una completa autonomia, de manera que a ella han dada y continüan dando irnpor-
tantes contrihuciones tanto sociólogos coma juristas, tanto econornistas comu historia-
dorcs. No sc puede dejar dc notar que Ia distinta procedencia de los autores de las voces
[IX]
X INTRODUCCION A LA PRIMERA EDICION

repercute en una cierta desigualdad o desuniformidad de estilo y también de lenguaje.


Pero se trata de un inconveniente que consideramos, en ci estado actual del desarrollo
de los estudios politicos, inevitable.
Ninguno de los términos del lenguaje politico es ideologicamente neutral: cada uno de
ellos puede ser usado sobre Ia base de Ia orientación politica de quien lo utiliza para sus-
citar reacciones emotivas, para obtener aprobaciones o desaprobaciones de una cierta
conducta, en fin. para provocar consenso o disenso. En Ia medida en que se ha tratado
de evitar ci uso del lenguaje prescriptivo, Ia presunción del deber ser, y se ha preferido
la descripción de los diversos significados ideologicos en que un término es usado antes
que Ia imposicion de uno de ellos, es decir en tanto se ha tratado de hablar del modo más
neutral posible de palabras que por si mismas no son demasiado neutrales, no se puede
excluir que los autores de cada una de las voces, sobre todo de aquellas en cuya materia
más se agitan y más se han agitado las pasiones de las partes, hayan dejado traslucir sus
simpatias y sus antipatlas. La impasibilidad es una virtud dificil. Y cuando se Ia Ileva
a Ia extrema consecuencia de Ia distancia o, peor. de Ia indiferencia, deja de ser una virtud.
Como todos los diccionarios, también éste, que ha afrontado el tratamiento de una ma-
teria accidentada y de contornos confusos, sin tener tras si una tradición consolidada de
empresas analogas, no puede dejar de tener lagunas. La falta de palabras de la jerga poll-
tica cotidiana es intencional. Algunas lagunas son aparentes, ya que, por no multiplicar
inütilmente el nümero de las voces, materias afines son reunidas en una misma voz (en
cuyo caso ci lector, para encontrarlas, deberá hacer uso del indice analitico incorporado
al final de Ia obra). Otras lagunas dependen ciertamente del puro olvido: excusándonos,
deseamos encontrar lectores lo suficientemente atentos para darse cuenta y con un gra-
do de diligencia tal como para hacernoslo saber.
No obstante los defectos, que ci editor y los encargado.s son los primeros en no querer
escondur, consideramos que este diccionario, por ahora nuevo en su género en nuestro
pals, corresponda bastante bien a las condiciones de desarrollo de las ciencas sociales
en Italia. En este sentido se ha tratado, a través de Ia eiección de colaboradores de Ia más
diversa procedencia en cuanto a las disciplinas e ideologia. de ser un esp-io fiel y. tenien-
do en cuenta Ia exigencia de claridad conceptual tan profundamente sentida en estos años
de intenso, vivaz y siempre más vasto debate politico, poder satisfacer ci interés crecien-
te por los estudios politicos dentro y fuera de los centros de enseñanza.

LA DJRLCCIO
LISTA DE AUTORES

ALDO .(0STI, Unirersidad de Turin FABRIZIO BENCINI, Florencia


(internacionalismo) (burocratización)

MAtk0 AMBROSOU, Unit'ersidad de Turin GIORGIO BlANCH!, Turin


(bandidaje - censo - cuestión agraria- ludis- (casta - crimenes de guerra - chauvismo - ge-
mu) nocidio - neutralismo - reacción - revanchis-
mo)
ANNA ANFOSI, Universidad de Turin
(propiedad, 2a. parte) NORBERT() BOBBIO, Uni'ersidad de Turin
(ciencia politica - democracia - derecho - des-
JOSE ARICO, Universidad de Buenos Aires obediencia civil - despotismo - elites, leoria de
(marxismo latinoamericano - socialismo lati- las - lanatismo - gobierno mixto - legalidad -
noamericano) marxismo - oligarquia - pacifismo - paz - plu-
ralismo - politica - sociedad civil)
rUL lo ATTINA, Uniuer.cidad de Lazania
(agresión - alianza- appeasement - geopoliti- Lutu I30NANArF, Unirer5idad de Turin
ca - guerrilla - represalia - secesiOn) (bloques, politica de - disuasión - estrategia
y politica de armamentos- terrorismo poli-
IAN5I BM.LT BOZZO, Gënova tico)
(pensamiento social cristiano)
TIzIA\O iozzi, Uniuersi dad de Bolonia
ckI.o 14A1.L)1, IJuiversidad de Bolmzia (aislamiento - conservadurismo - convención -
(asilo. derecho de - autodeterminación - esta- despojo, sistema de - macartismo - mito poli-
do de sitio) tico - puritanismo)

CARLOS BARBF, Lnirersidac! de Turin LUCIANO BONET, Universidad de Turin


(golpe de estado) (anticomunismo - autocritica - castrismo -
desviacionismo)
DOMESICOBARILLARO. Univ ersidad de Roina (1I
(confesiones religiosas) (,UILLERMO IIONFIL BATALLA, Inslizuro Nacional de
Ant ropologia e Historia. tlëxico
STLI'.\() IJARTOLIXI, U?li%'ersidad i.It Florencia (indigenismo)
(degaullismo)
BRUXO BONGIOV ANN!. Univ ersidad de Turin
(,t ISF.PI'E I3ruEscHI. L',IiVL'rsidad de Roma (jacobinismo- maximalismo)
(comunismo)
ROBERI!.) B()NIXI. Universidad dc Bolonia
LORE ZC) BEDES(HI, Univt'rsidad de Urbino (dominado - polis - principado - republica ro-
(modernismo) man a)

su. A\t) HI.I I.R.M. I niversidai! tic Turin SFR(,D) H(P A. I iiircrsidad tie Turin
(antilascismo - aparato - etremimo - frente (fuer,.as armadas - p'licia - servicios de segu-
popular - hegemtinia ridadi
Ixu
XII LISTA DE AUTORES

KARL D. BRACHER, Universidad de Bonn %lAuRIzIO COTrA, Universidad de Siena


(nacionalsocialismo) (parlamento representaciôn poiltica)
-

Universidad de TurIn
GIAN MARIO BRAVO, HORACIO CRESPO, Universidad Autónoma dcl
(anarquismo blanquismo burguesia insu-
- - - Estado de Morelos, Mexico
rrección movimiento obrero)
- (agrarismo)

CAMILLO BREzZI,Universidad de Arezzo ROBERTO DALIMONTE, Universidad de Florencia


(intransigentismo) (decisiones colectivas espacio politico)
-

MARCO CAMMELLI, Universidad de Módena hALO DE SANDRE, Universidad de Padua


(autogobierno) (carisma)

ALESSANDRO CAVALLI, Universidad de Pa via Universidad de Bolonia


GIUSEPPE DE VERGOTTINI,
(clase estratificacion social interciasismo
- - - (constitución defensa ombudsman orden
- - -

movilidad social) püblico)

PAOLO CERI, Universidad de Turin Buenos Aires


ALBERTO DIAZ,
(proletariado) (panamericanismo revisionismo histórico)
-

Universidad de Siena
cLAUDI0 CEsA, PADLO FARNETI, Universidad de Turin
(romanticismo politico) (sociologia politica)

VINCENZO CESAREO, Universidad C'atólica de GUIDO FASSO, Universidad de Bolonia


Milan (iusnaturalismo)
(asociacionismo voluntario)
LILIANA FERRARI, Universidad de Parma
PAOLO COLUVA, Universidad de Bolonia (acción católica)
(comuna - feudalismo - imperio - monarquia-
pueblo señorios y principados)
- LORENZO FISCHER, Universidad de Turin
(meritocracia)
ENRICA coLLorri PISCHEL, Universidad de Bolonia
(maoismo) DOMENICO FISICHELLA, Universidad de Roma
(comportamiento electorial - tecnocracia)
ARTIRO COLOMBO, Universidad de Pa via
(radicalismo) LISA FOA, Roma
(bolchevismo - nihilismo ruso)
COMITE EDITORIAL, Mexico
(anarquismo latinoamericano - aprismo - bur- MASSIMO FOLLIS, Unive rsi dad de Turin
guesia nacional - caudillismo - chicano - libe- (autogestiOn - consejos obreros)
ralismo latinoamericano - radicalismo latino-
aniericano - socialdemocracia latinoamericana) GIORC,IO FREDDI, Universidad de Bolonia
(organizacion, teoria de Ia)
MIGUEL CONCHA MALO, L'ufversidad Nacional
,4ut6noma de Mexico FRANCO C.ARELLI, Universidad de Turin
(teologia de Ia Iiberación) (control social)

L4IRA CONTI, Mildn JEAN (,AIDEMET, Universi dad de Paris (II)


(politica y ecologia) (conciliat-ismo - galicanisrno)

A I %RIA (ONTI 000RISIO, Unii'ersidad de Roma Universidad de '16dena


(,LADI() (,EMi%,
(feminismo) (pkbiscito - releréndum)
LISTA DE ,WTORES XIII

A. MARIA GENTILI, Universi dad de Bolonia ALDO MAFFEY, Roma


(antropologia politica - apartheid - asimila- (fisiocracia - mercantilismo - utopia)
don - balcanizaciOn - colonialismo)
CRISTINA MARCHIARO CERCHIO, Turin
PIER PAOLO GIGUOLI, Uni'ersidad de Milan (fabianismo)
(burocracia)
FRANCESCO MARGIOTrA BROGUO. Universidad de
U!IBERTO GOKI, Umversidad de Florencia Florencia
(guerra) (estado y confesiones religiosas)
GUSIAVO GOZzI, Universidad de Bolonia CARLO MARLETTI, Universidad de Turin
(estado contemporáneo estructura- praxis
- - (intelectuales)
supraestructura)
EMANUELE MAROTTA. ('omo
EDOARDO GRENDI, Universidad de Génova (sistemas electorates)
(laborismo)
ALBERTO MAKRADI, Universi dad de Bolonia
CARW GUARNIERI, Universidad de Bolonia (sistema judicial)
(cesarismo cucstiOn meridional)
-

GIULIANO MARTIGNETTI, Turin


MAURILIO GLASCO. Universidad de Verona (nobleza - propiedad, Ia. parte)
(clericalismo - confesionalismo)
ALFIO MASTROI'AOLO, Universidad de Turin
LLDOVI(O INC ISA, Roma (cent rismo - clientelismo - mafia - profesiona-
(corporativismo - industrializacion - populis- lismo politico - transformismo)
mo)
NICOLA MATTEUCCI, Universidad de Bolonia
MASSIMO JASOS\I, Unirersidad de Bolonia (asamblea - bien comün - constitucionalismo -
(L- oncordato eclesiástico) contractualismo - derechos del hombre, Ia.
parte - liberalismo - opiniOn pOblica - pater-
ARTI. RO C. JEMOLO, Universidad de Roma nalismo - racismo - republica - resistencia -
(catolicismo liberal - guclfismo) soberania)

MIRELLA LARIZZA, Universidad de Turin JEAN-MARIE MAYER, Universidad de Ia Sorbona,


(falansterio - pauperismo) Paris
(partidos catOlicos y democracia cristiana)
LUCID LEVI. Unii'ersidad de Turi;i
(comunidad politica - confederación - etnia- PAOLO MENGOZZI, Universidad de Bolonia
federalismo - gobierno - legitimdad - mun- (derechos del hombre. 2a. parte)
dialismo- nacionalismo - regimen politico -
uni ficacion europea) ERNESTO MOLINARI, t'nive rsi dad de Bolonia
(teoria de juegos)
VIXcLNZO uppous, Universidad de Roma
(asamblea constituvente) LEO\ARDO MORLISO, L'piiversidad de Floreucia
(disensiOn - estabilidad politica - franquismo
SIMO LOMBARDIXI, [ni%'ersidad de Turin
(politica econOmica) rItco %IOSCO NI , L',iin'rsidad de Paria
(neutralidad)
FR\EsTO LOPEZ, Faculiad Laii,zoamericana dt'
Cie;zcias Sociales. .tkxzco RICARDO \L DELMAS. Bu'ios Aires
(ccpalismo - de'arrollismo - militarismo luti- (subimperialismo - t roisquismo latinoameri-
noamericano) cano)
XIV LISTA DE AUTORES

NINO 0LIVErrl RASON, Universidad de Padua CESARE PIANCIOLA, Turin


(bicameralismo - proceso legislativo) (enajenacion - socialismo)

MABEL OUVIERI BARBS, Universidad de Turin SERGIO PISTONE, Universidad de Turin


(caudillismo) (bonapartismo - historicismo - imperialismo -
interés nacional - maquiavelismo - policen-
FELIX E. OPPENHEIM, Universidad de Massachu- trismo - razOn de estado - relaciones interna-
setts en Amherst cionales)
(igualdad - justicia - libertad)
GIULIANO PONTARA, Universidad de Estocolmo
ANNA OPPO, Univcrsidad de Cagliari (gandhismo - no violencia - paz, investigaciOn
(partidos politicos - socialización politica) cientifica sobre Ia - utilitarismo)

CASSIO ORTEGATI, Pavia ALVARO PORTILLO, Universidad Autónoma Me-


(sociedad de masas) tropolitana-!ztapalapa Mexico
(comuna [y municipio] en latinoamérica)
SANDRO ORTONA, Turin
EMILE pOuLAT, Centre National de Ia Recherche
(antisemitismo)
Scientifique, Paris
(asociaciones patronales - conflicto - contra-
PIERO OSTELLINO, Mildn taciOn colectiva - organizaciones sindicales -
(contención - diplomacia - distension, no au- relaciones industriales - representaciOn obrera)
neamiento - satélite)
MARINO REGINI, Universidad de Mildn
CARLO LEOPOLDO OTTINO, Turin (huelga - neocorporativismo - sindicalismo)
(cuarto estado - separatismo)
GLORIA REGONINI, Universidad de Mildn
ANGELO PANEBIANCO, Universidad de Bolonia (estado benefactor o de bienestar)
(comunicaciOn politica)
SERCil0 RICOSSA, Universidad de Turin
GIANFRANCO PASOUINO, Univ ersi dad de Bolonia (liberalismo)
(abstencionismo - capacidad politica - con-
ductismo - conflicto - corrupción politica - GIUSEPPE RICUPERATI, Universidad de Turin
crisis - ejecutivo - eurocomunismo - formas (cosmopolitismo)
de gobierno - gobernabilidad - gobiernos so-
cialdemOcratas - grupos de presiOn - integra- FRANCESCO ROSSOLILLO, Universidad de Pa via
dOn - militarismo - modernizaciOn - movili- (naciOn)
zaciOn - movimiento politico - movimientos
sociales - oportunismo - partidocracia - qua- ErrORE ROTELLI, Universidad de Bolonia
lunquismo - revoluciOn - sistemas de partido - (antiguo regimen - regionalismo)
stanilismo - subdesarrollo - trotquismo - van-
guardia) FABIO ROVERSI-MONACO, Universidad de Bolonia
(descentralización y centralizaciOn)
ALESSANDRO PASSERIN DENTREVES, Universidad GIAN ENRICO RUSCONI, Universidad de Turin
de Turin
(capitalismo)
(filosofia de Ia politica)
EDDA SACCOMANI SALVADORI, Universidad de
GIORGIO PASTORI, Universidad Catôlica de Mildn TurIn
(administración pOblica) (fascismo)

ORAZIO '1 PETPA(CA, Universidad de Salerno LUIGI SALVATORELLI, Universidad de Turin


(liderazgo) (jurisdiccionalismo)
LISTA DE AUTORES xv

GIAcOMO SAN!. Universidad de Columbus. Ohio 11zIO TREU, Universidad de Pavia


(apatia - consenso- cooptación - cultura poll- (pam)
tica - participación politica - propaganda)
JORGE Th, Buenos Aires
SERG!O SCAMUZZI Universidad de Turin (reforma universitaria)
(Iormación social)
PIERANGELO SCHIERA, Universidad de Trento GIULIANO URBAN!. Universidad Bocconi de Mildn
(absolutismo - cameralismo - estado de poll- (politica comparada - sistema politico)
c'a - estado moderno - sociedad por capas [o
estamentosJ) GIANNI VArrIMO. Universi dad de Turin
(nihilismo)
D0MENICO SETTEMSRIN!, Universidad de Pisa
(leninismo - reformismo - revisionismo GUIDO VERRUCCI, Universidad de Salerno
socialdemocracia) (anticlericalismo - ateismo)
MARIO STOPPINO, Universidad de Pavia
(autoridad - autoritarismo - conformismo - CLAUDIO ZANGHI, Uniw,sidad de Mesina
dictadura - fuerza - ideologia - manipulación - (organización internacional)
poder - totalitarismo - violencia)
VALERIO ZANONE, Roma
OSCAR TERAN, Universidad de Buenos Aires (cogestion - cuarto poder - laicismo - represión
(positivismo latinoaznericano) - tolerancia)

SAFFO TESTONI BINETrI, Universidad de Bolonia GIOVASNA ZINCONE. Universidad de Turin


(doctrina - doctrinario - iluminismo - progreso - (fracciones)
voluntad general)
DANIW zow, Universidad de Sdsari
NICOLk TRANFAGLIA, Universidad de Turin
(liberalsocialismo) (personalismo)

RAUL TREJO DELARERE, Univ ersidad Nacional Auto- GIAMPAOLO ZUCCHINI, Universidad de Bolonia
norna de Mexico (aristocracia - demagogia - notables - oposi-
(sindicalismo latinoainericano) ción - tilnocracia)
absoIuthmo

I. EL AHSOLIJTISM() (OM() FORMA L.SPECIFI(A DE 0R(,A- de distinción y de especificaciOn a un fenó-


xIl%cIOs LWI. POUER. Surgido tal vez en ci siglo meno de por si genérico y metahistorico como
xviii, aunque difundido en Ia primera mitad ci del "poder".
del siglo xix, para indicar en los circulos Dc ahi Ia dobie tendencia a vincular estre-
liberales los aspcctos negativos de lo ilimita- charnente ci concepto en cucstiOn con una
do 'i pleno dcl poder monárquico, ci término- perspectiva eminentemenlc tipolOgica o
concepto a. se difundió desde entonces en est ructural, confundiendoio o asimilándolo
todos los lenguajes técnicos de Europa para con otro concepto, mucho más definido des-
indicar, bajo Ia apariencia de un 1en6meno de el punto de vista logico y de los conteni.
ünico o par lo menos unitario, ci caso en cues- dos. como era ci de "tirania", o bien a redu-
Lion o tamhién categorias distintus de Ia expe- cirlo a sinOnimo de Ia especificación histOri-
riencia politica, unas veces —y de mancra ca más precisa dcl gobierno arbitrario que es
predominante— can Ia condenu explicita a ci "despotismo", con sus insustituihies dc-
implicita de los métodos de los gobiernos mentos mágico-sacros y su absuluta falta de
autoritarias y en defensa de los principios reicrencias juridicas, en sentido occidental.
liberales, otras veces —con resultados igual- En ambos casos, peru sabre todo en ci segun-
mente eticaces, Si no cuantitativamente Si do (ya que en efecto también en ci piano un-
cualitativamente— baja Ia apariencia de que- güistico fuc donde se crearon los mayores
rer demostrar Ia inevitabilidad y Ia conve- equivocos, con Ia todavia no superada utili-
niencia, si no Ia necesidad, del sistema mono- zaciOn de los dos términos coma sinOflimOs
cratico y centralizado pura ci buen funciona- en las principales lenguas europcas), Sc tuvo
miento de una unidad polutica moderna. una ulterior consecuencia: Ia de proyectar ci
La fuerm polémica del término, presente a. hacia lit dimension, eminentemente con-
de.de su nicirnicnto y para nada atenuadu temporánca, dcl "totalitarismo".
par su coritradictoria dilusión, accicrO y acen- Es evideiite que sc trata, en todo caso, de
LuO su cxito, pero tambiên dio pie a no puos un concepta artificial. Tanto en sus significa-
equivocos sabre su esencia, Ilegando en un dos pokmkos como en los distintos signifi-
cicrtu momenta a hacer prohlcmática su uti- cados cientilicos utribuidos, ninguna de sus
iizaciOn dentro de los márgencs de exactitud deFiniciones pucdc dejar de aparecer y ser
sulk iefltes para garantizar Ia cientilicidad "externa", convencional N relativa, vaiorabie
requerida vu de"dc entunces tarnbién par Ia por Ia tan to sOlo en funciOn del grado de cia-
investigaCiOn historiogrtlica. ridad que puede introduciren Ia comprensiOn
La primeru generalizaciOn a Ia quc sc liego —en ci piano histórico y par consiguiente
incvitahkmcntc fue Ia de identificar ci con- también en ci categorial— de un aspecto
cepto de a. con ci de "poder arbitrario e iii- impri-scindible de Ia cxperiencia politica,
mitado". Si éste hubkt sido ci origen proba- coma es ci dcl poder.
ble dcl sieniticado del término, es evidente Si Sc quicre seguir este camino no se pue-
también quc se trataba de una acepcion que de por eso prescindir del serio intento de
sin lugar a duda era Otii en ci piano dcl deba- reducir el a. a una forma especifica de orga-
te politico e idcológico, peru quc era compie- nizaciOn del pader, caracteristica respecto de
tumente estéril a los fines de Ia invcstigaciOn otras; particularmente esta cspecificidad se
historico-poiitica y constitucional, desde ci dcbcrá captar a su vez en ci piano hbtOrico,
momenta que no añadIa nada en capacidad con respecto a una forma histOricamente
ABSOLLTTISMO

determinada de organización dcl poder. La los dos primeros), a pesar de sen de tipo reli-
perspectiva que se desprende de ahi es por gioso o sacro, son precisamente solo limites:
consiguientc, en prirnerisimo lugar. Ia o sea quc cumplen on papel ncgativo, pues no
historico-constitucional. En su interior, los representan Ia esencia del a., su contenido,
parámetros clasificatorius más obvios y üti- sino sOlo el término de comparación impres.
les son los que se refieren al espacio cultural cindible, el limite insuperable (en relaciOn
del Occidente europco, at periodo hist(rieo precisamente con Ia tirania). Pero en esa for-
de Ia edad moderna v a Ia forma institucio- ma. el a. es algo completamente distinto del
nat dcl estado moderno. La primera delimi- despot ismo, que en cambio encuentra en los
tación sirve, ante todo, para mantener Ia dis- elementos mAgko-sacros v religiosos su pro-
tancia con Ia experiencia oriental y eslava dcl pia identificación positivas su propia legiti-
despotismo césaro-papista. La segunda, para maciOn Oltimu.
diferenciar Ia organizacion "absolutista" del Sc trata entonces de un regimen politico
poder dcl anterior sistema politico feudal y constitucional (en ci sentido de que su funcio-
de Ia antigua socledad por capas (v.). La ter- namiento está, de cualquier manera, sorneti-
cera, finalmente, para senalar los timites con- do a limitaciones v normas prestablecidas),
cretos que asume históricamente ci a. coma no ai-bitrario (en cuanto que Ia voluntad del
forma" de poder. monarca noes ilimitada), v sabre todo de tipo
secular, profano. Con estas precisiones, Ia
ii. LA SOBERANIA. Desdc un punto de vista des- colovaciOn cspacio-cul tural, cronologica e ins-
criptivo, se puede partir de Ia definición de titucional dcl a. adquiere mayor crCdito v sig-
a. coma Ia forma de gobierno en que el deten- nificaciOn.
tador del poder to ejerce sin dependencia o Dando convencionalmente par descontado
control por parte de otras instancias, supe- ci tCrmino final dcl a. en Ia revoluciOn fran-
riores a inferiores. Cosi quc Cs complctamcn- cesa (aun cuando quede abierto todo ci pro-
te distinta que definirlo coma "sistema poli- blenia de Ia supervivencia de elementos abso-
tico en que Ia autoridad soberana no tienc lutistas en diversas partes de Ia Europa con-
Ilmites constitucionales", o también solo tinental), las opiniones son necesaniamente
como "sistema politico quc se concreta jon- opuestas en cuanto a su principio. Prcente,
dicamente en una farina de estado en que en gérmenes más o menus desarrolhidos
toda Ia autoridad (el poder legislativo y el eje- scgOn el estadio de desarrollo de las distin-
cutivo) está en manos de una sola persona, sin tas monarquius "nacionales" europeas, Va en
limites ni controles". El probtema decisivo es Ia fase de transiciOn dcl sistema feudal al csta-
el de los Ilmites: en relaciOn a él, el a. sc dife- do moderno, estO en concomitancia con Li
rencia de manera clara deJa tirania, por una afirmaciOn de estc ultimo de que el regimen
parte, y dcl despotismo césalo-papista, pur Ia absolutista se consolida plena y consciente-
otra. mente tanto en el nivel practico como en el
En primer lugar. Ia reducciOn, álida aun- teOrico. Aparte, piles, de Ia necesidad de ines-
que elemental, del principio fundamental del tigar los onigenes v los antecedentes ya des-
a. a Ia fOrmula 1e'ihu.s solutus, refenida at de ci cilo xiii, se Ic puede asignar tal vez
principe, implica autonomia sOlo respecto de razonablemenic, como edad peculiar si no
cualquier limite legal externo, cxccpciOn exclusiva, Ia que va del siglo xvi al xviii. Más
hecha de las normas impuestas par Ia Icy complicado es, en cambio, tratar de fijar, den-
natural a par Ia Icy divina; además, casi siem- tro de estos mánenes, su desarrollo hamo-
pre, implica autonornia respecto de las "lees gCneo en las distintas expericncias politkas
fundamentales" dcl reino: se trata, pues, tam- curopeas. en dondc, por ci contrario. se pre-
bién en sus teorizaciones más radicales, de sentO en epoczLs modos diferenciado'., dan-
una absolutez relativa a Ia gestión del poder, do origen a no pocos problemas iinportantes
ci cual en cambio implica limites intrinsecos, de recesiOn o de influjo de una experiencia
en especial constitucionales, en relaciOn con sobre Ia otra (basta considerar las diferencias
los valores y las creencias de Ia época. El a. mas gruesas existentes entre ci a. ingles, f ran-
no es, pues, una tirania. cCs v alemán).
En segundo lugar, estos limites (sobre todo Nos falta hablar, finalniente, dcl peligro
ABSOLUTISMO

relacionado con Ia cxcesiva identificación del nificado menos superficial a su misma raiz
a. con Ia forma histórica occidental moder- cii molOgica. El concepto legibus solutus
na dci estado. En primer lugar, porque sin denuncia inmediatamcnte que ci terreno en
duda han existido ejemplos ilustres de orga- que se asentO dcsde Ia Edad Media Ia obliga-
nizución estatal moderna en Occidente, des- ciOn polItica en Occidente fue ci juridico. Sin
viados totalmente en Ia hipótcsis absolutis- embargo, en ci ámbito en que operaba Ia gran
ta. En segundo lugar, porque ésta ha sido, de tradiciOn romana, mantenida con vida e inter-
una manera u otra, solo una hipOtesis reali- pretada por Ia iglesia, se produjo, a principios
zada a menudo en forma total, pero nunca de Ia edad moderna, una fisura revoluciona-
hasta el punto de excluir otras hipOtesis y na, en Ia medida en que Ia independencia res-
orientaciones, opuestas ocontrudictorias, de pecto de las Ieyes se convirtió muy pronto en
cuya dialéctica se deriva mOs bien una gran embiema de los nuevos prIncipes territoria-
parte del desarrollo constitucional subsi- Ics que aspiraban a conquistar y a consolidar
guiente. Si par lo tanto, en su primera fase, una posiciOn de autonomla en oposiciOn a las
ci moderno estado occidental fue sobre todo pretcnsiunes hcgemonicas imperiales y papa.
estado absoluto, y no ha sido Onicamente esto, les, por una parte, y a las señorfas locales, par
ci a. fue solo on elemento esencial del mismo Ia otra. En el fondo, este enfrentamiento refle-
al lado de otros: elemento caracteristico mas jaba, sin embargo, on importante cambio cul-
no exciusivo de Ia vicisitud constitucional tural, que se habia hecho posible y se habia
occidental, reducible en su esencia it los dos incrementado gracias al redescubrimiento dcl
principios fundamentales de Ia secularizaciOn derecho romano y a Ia inmensa obra de actua-
y de Ia racionalización de Ia politica y del lizaciOn e inlcrpretaciOn realizada con él par
poder. Dc tal proceso ci a. representO cierta- juristas laicos y eclesiásticos, por escuclas y
mente, en ci piano tcorjco como en el prácti- orientaciones que se fueron sucediendo en
co, una de las contribuciones mOs eficaces dcl toda Europa hastu el siglo xvii. Se trata de Ia
espiritu europeo, y desde este punto de vista oposiciOn progresiva al "buen derecho anti-
merece ser estudiado. guo", a Ia simple c indemo.strada apelaciOn
"a Dios y al derecho", a Ia conccpciOn —de
III. ASPIcTOJt RIDICO-WNSTITCCIOXAI.. Si esta hipO- cartctcr evidentemente acro del derecho dcl
tesis es rerdadera, ci a. se nos presenta, en principe-sacerdote, "encontrado" en Ia gran
su forma plena, como Ia conclusiOn de on masa de las normas (consetudinarias, natu-
acontecimiento prolongado que, a través de rales y divinas) existentes desde tiempo inme-
Ia imprescindible mcdiuciOn dcl cristianismo morial. En su lugar se reafirma, en cambio,
como doctrina y de Ia iglesia romana como Ia idea de un derecho "creado" par el princi-
instituciOn politica universal, conduce de los pe, de acuerdo con las necesidades dcl tiem-
origenes mágicos y sacros del poder a su fun- pay basado en las técnicas más actualizadas.
damentaciOn en términos de racionalidad y Un derecho, pues, concreto, adecuado aI obje-
eliciencia. Un buen testimonia de esto Ia da tivo, pero par eso mismo mutable y no obli-
Ia evoluciOn sufrida por el principia de legi- gatorio, dcl que puede librarse siempre ci
timación monirquica de Ia untigua inestidu- principe que lo creó. El principc proclamu
ra par gracia divina de lit rnonarquia consti- (hace que sus legistas proclamen) su indepen-
tucional del sigio xix: evoluciOn a lo largo de dencia respecto de este derecho, prueba cvi-
Ia cual sc pusa dc una justificaciOn conscien- dente de que t-sta nueva tendencia se orienta
temente religiosa (aunque cada vez menos ya conscientemente en direcciOn de Ia raclo-
mtgica) del poder, a una heroica y clasicista nalizaciOn e intensificaciOn del poder y de Ia
(reconrjcible en Ia presencia, entre 1460-1470 relaciOn fundamental en que se cjerce: Ia rela-
y 1760-1770, de alusiones ideolOgicus y pro- ción entre autoridad y sObditos.
paandistas de tipomitolOgico ala figuru del La fOrmula menck,nada se articula, en dcc-
principe), para Ilegar a unu predominante- to, en ci nivel IOgico, en do reivindicaciones
mente juridica y racional respecto de su ulteriores, retomadas una vez mas, aunque en
objeti a. un sentido completamente distinto, del anti-
La amplitud de Ia parabola en quc se cab- guo derecho romano, y que corresponden, en
ca ci absolutismo permite atrihuirle un sig- esencia, a Ia', lineas fundamentales del pro-
ABSOLtJTISMO

ceso de Iormación del estado moderno, a tra- de cualquier valoración religio.sa o por lo
yes de Ia consolidación de Ia autoridad en ci menos moral. Desde este puma de vista, vuel-
exterior y en el interior del "tcrritorio" en quc yen a incorporarse ciertamente en Ia historia
surge. La supremacia imperial y papal, par del a. como doctrina aun pcnsadorcs y movi-
una parte, y Ia participación de los poderes Inientos quc en una perspectiva estrictamente
locales (consilium), por Ia otra, constituyen tCcnica quedarian fuera de ella por Ia escasa
dos obstáculos que se interponen it Ia defini- atención prestada a los elementos juridico-
ción del poder monocrático dcl principe. Con- institucionales que convierten al a. en un
tra ci primero de ellos, este ültimo se procla- Ienomeno concretamente constitucional.
ma superiorern non recognoseens e impe razor Dejando a un lado los pasajes aislados a tra-
in regno sEw, negando cualquier forma de yes de los que se Ilevó a cabo Ia "desmorali-
dependencia tanto respecto del emperador zación" de Ia politica y que contribuyeron al
como respecto al pontifice. Contra el Segun- nacimiento del "espiritu laico" en una pers-
do, en concomitancia con Ia sustitución cada pcctiva predominantemente antitomista, uno
vcz más convincente del derecho "creado" en de los puntos de Ilegada de dicho proceso esti
lugar del "encontrado" y con Ia exigencia crc- representado, sin lugar it duda, por hi obra
ciente de establecer y mantener Ia paz terri- de Nicolás Maquiavelo. a pesar de Ia posicion
torial, se reafirma ci principio par el que quad equivoca que sostiene en relación con los dos
principi placuft legis habel vigorem. ext raordinarios fenómenos historico-politicos
A esta altura, Ia absolutez del poder monár- que SC estaban preparando a ilevando a cabo
quico se ha consumado en teoria, al no encon- ante sus ojos: ci estallido de Ia Reforma reli-
trar ya ci principe tImites al ejercicio de su giosa y Ia constitución dcl moderno estado
poder ni en ci exterior ni en ci interior del institucional. Dc hecho, Ia relaciOn tie Maquia-
naciente estado. Ya no es sübdito de ningu- velo con el a. lieva todavia de manera predo-
no y ha hecho sübditos a todos los que están minante Ia huclla de los esquemas tradicio-
debajo de CI. Sc ha delineudo, en suma, en .sus nales; el orden absoluto, opuesto al civil, es
rasgos esenciales, ci nuevo e indiscutible prin- pura Cl sinónimo de tirania, de podcr ilimita-
cipio de legitimidad del principe en el esta- do y sin control; par otra pane, su principe
do: el principio de Ia soberania. Ia summa legi- responde, aun con todas las cautehis v expli-
busque soluta poleslas, de Ia cual en ci ülti- caciunes de las condiciones necesarias, a
mo cuarto dcl siglo XVI Bodin podrã hacer dichu modelo, en función tie Ia Cmica cosa quc
una istematización teórica definitiva. en et fondo Ic inicresa: Ia erecciUn dcl poder
Si Ia rcducción dcl a. a sus rL{erenciasjuri- como momento central, si noes que ünico. dc
dicas agota el aspecto semántico dcl proble- Ia expericucia politica, Ia elaboracion de en-
ma y sirve para dc'.cribir gran parte de su his- terios y normas de comportamiento politico
tuna, no basta para delinear completamente medidos unjcamente en relacion Cun dichu
Ia mutuciôn profunda a Ia que, en cI ámbito objetivo. Ia elirninación de todocicmento quc
dc Ia experiencht politica occidental, el a. cmpañe Ia "pureza' de Ia rektciôn quc SC des-
corresponde. Entre los ,iglos XIII V XVI se lIe- prende de Ia obligacion politica formulada de
vo a cabo, en ciecto, pasando tambiCn a tra- manei-a rigurosa en SUS lerminos terrenalcs.
dcl filtro juridico y frente a problemáti- concretos, efcctivos, rcaks. El hechu de que,
easy convicciones muv enraizadas v compli- en realidad, las fOrmulas de Maquiavelo apa-
cadas, unit de las mavorcs revoluciones cul- rczcan historicamente demasiado rigidas
turales de que ha sido testigo ci Occidenie. circunsci itas, depeiide ünicamentc de Ia fuer-
te limitacion creuda par ILLS condiciones poli-
Si secularización
1%. ASPIXTO '('LI I ICO-kM. IOXL. ticas itulianas dc las que no pudu librarse v,
significa perdidu progre'.ia de los valores en parte, del significado mismo que, más o
religioso (cristianos) de Ia vida humana, en meno conscientenlenle. Ic atribuvó a su obra
todos sus aspectos, a. significa tambkn. y mayor, El Pthzcipe, quc constituvc precisa-
sobre todo, 'cparación de Ia politica respec- mente un tratado sobre cI poder y no sobre
to de Ia teologia y cunquista de autonomia de el estado.
Ia primera. dentro tie esquemas tie compren- Si se quicre demostrar Ia complcjidad y Ia
sión y de criterios de juicio independientes glohalidad .isumida por cI lenomeno de Ia
ABSOLUTISMO

ab.soiutización de Ia politica, en el que se da, si se considera que ci largo camino que


incorpora también el a. como acontecimien- ya habla recorrido Ia monarquia en pos de
to histórico, y dcl cual Maquiavelo fue cier- una administraciOn centralizada y racional
tamente su exponente más significativo, no del territorio unificado habia sufrido una
se puede descuidar Lampoco ci otro lilón a fisura y un retroceso sorprendentes, en nom-
través del cual se concretó Ia contribución bre de una oposición religiosa bajo Ia cual se
estrictamente religiosa (cristiana) a Ia sepa- ocuitaba una extraña mezcolanza dc antiguos
radon entre politica v moral, tanto a través intereses feudaies y nuevas —tai vez todavia
dci camino (que habia sido siempre caracte- no conscientes— necesidades burguesas, en
ristico de Ia uposición al tomismo dentro de pugna con las prerrogativas prevalecientes y
Ia iglesia) de Ia recuperaciOn de Ia otra dimen- las aspiraciones de Ia alta nobleza, de los
sión: precisamente Ia religiosa. Sc trata, natu- Grandes del reino. Es muy significativo que
ralmente, de Ia Reforma protestante, cuya Ia Victoria les haya correspondido a los poii-
contribucion al I ortalecimiento del poder liques, en nombre del nuevo principio (pole-
monárquico en su dimensiOn más institucio- micamente atribuido a el par sus enemigos),
nal es incuestionable, tanto en teoria coma de de "eslul, estal; police, police". En efecto, por
hecho, no solo en los territorios alemanes en primera vez habian vencido abiertamente al
que pudieron jugar también motivos históri- estado y Ia politica, encarnados, tanto ci una
cos contingentes. cino también en los princi- coma Ia otra, en Ia figura dcl principe, aun-
pales paises europeos, que desde hacia tiem- que habian sido reducidos a Ia unidad teóri-
pa se encaminaban a Ia concentradiOn y racio- Ca, por obra de Bodin, en ci principio de Ia
naiizaciOn monárquica (en primer lugar Ingia- IegitimaciOn de Ia soberania, summa legibus-
terra y Francia). que suluta potestas, expresado de manera sus-
Dc esta contribuciOn vale Ia pena recordar tancial en el "no [. - .] estar sujeto de ninguna
no .sólo ci tema de Ia no positividad de Ia vida manera a las Ordenes de otros y [en cI] poder
terrenal para ci más allá y Ia consiguiente des. dictar leyes a los sObditos y cancelar o anu-
vulorizaciOn de todo compromiso, aun poli- lar las palabras inütiics contenidas en ellas
tico. fuera de aquel —eminentemente oficial para sustituirlas par otras, cosa que no pue-
y de servicio— del principe, sino también el de hacer el que estO sujeto a las leycs o a per-
consiguiente y estrechisimo vinculo con Ia sonas quc ejerden poder sobre él" (Jean
obediencia dcl sObdito a Ia autoridad v, toda- Bodin, Los seis lihras del estado, I. i. cap. viii).
via más (par Ia modernidad y ci subsecuenic Ciertamente queda en pie Ia IimitaciOn de Ia
éxito de Ia justificación), Ia legitimacion dcl "Icy natural y divina", limitaciOn que, además
poder absoluto en términos de un mero dc ser dificil de sancionar, estaba muy lejos
bonum commune: entendido este Oltimo en de no tocar los problemas inherentes a los
un sentido evidentemente material, de segu- asuntos concretos del gobierno, cuya absoluta
ridad, paz, bienestar y orden. inderogabilidad Ic sirve más bien a Bodin
Son todos mat ivos (los maquiavélicos y los para reforzar Ia derogabilidad de las "leyes
relormados) que convergen fácilmente en las ordinarias" (ibid., citundo un pasaje de los
doctrinas pal iticas dcl a. de los siglos xvi al Decretales). Queda todavia ci Ifmite de las
xviii, sea en las de contenido más directa- "leyes que se refieren it Ia estructura misma
mente operativo y contingente reunidas con- del reino y de su ordenamiento fundamental",
fusamente baja ci genera literario (que no fue peru también éstas encuentran una explica-
mus que eso) de Ia Ilamada "rai.On de estado", dOn totalmente convincente en los términos
sea en aquelias que tenian un mOs evidente mismos del a., el cual be inserta mucho mOs
fundarnento teórico y sistemático de los gran- en Ia logica y en Ia fuerza interna del estado
des autores del a. coma Jean Bodin a Thomas que en Ia figura personal del monarca 'en
Hobbes. cuanto Cstas se hallan vincuiadas a Ia coro-
Los ,eis libros del esiado, de Bodin, repre- na y están unidas de manera inseparable con
sentan ciertamente cl proyecto más convin- ella" (ibid.). Habria, en realidad, un Oltimo
cente salido del movimiento de los poliziques, iimite que scria decisivo y pondria en juego
a lines del siglu xvi, en respuesta a una situa- el concepto mismo de soberania, si de veras
dOn interna francesa gravemente deteriora- fucra obligatorio: el que se deriva dcl jura-
ABSOLUTISMO

menlo hecho par ci principe de respetar las (algunas condiciones propias de las nuevas
"leyc.s civiles" o los "pactos" estipulados par tierras de ultramar, ci mismo derecho inter-
él con los sübditos (sobre todo, en concreto, nacional), cncontrO una aplicación por obra
con las asambleas de los estamentos). Es un de Hobbes, en Ia definiciOn tcórica dcl poder.
caso que Bodin abordu con una serie inter- de Ia soberani-a y dcl estado. Despucs de Ia
minable de distorsiones y clemplos histOricus. gran descripción que hahia hecho de él Bodin,
para rcsolvei-lo despucs definitivamcnte recu- se redujo a su esencia ültima de "animal arti-
rriendo a on expediente conclusorio (que no ficial". de 'autOmata": ni mãs ni menos "que
por casualidad ha sido aceptado recientemen- un hombre artificial aunquc de mayor esta-
Ic por Carl Schmitt como el verdadero rasgo tura v fuer-za que ci natural, para cuya pro-
distintivo dc Ia soberanla): Ia decision, en caso tecciOn y delensa fue concebido" (Thomas
de cxcepción, le corresponde de una manera Hobbes, Let'iutdn, "LntroducciOn").
u otra al principe, "segün Ia exigencia de cir- Dc esa manera, ci a. quc caracteriza el
cunstancias, tiempos a personas". Queda asi poder dcl estudo no es otra cosa que Ia pro-
estabiecido, de una vez par todas, que 'el pun- yecciOn de Ia absolutez natural dc Ia relacion
to más alto de Ia majestud soberana consiste exclusiva entre un hombre v otro, ci refugio
en dictar kves a los sUbditos, en general y en racional contra las consecuencius dcl mcvi-
particular, sin necesidad de contar con su table conflicto en quc viven los hombres den-
conseiitiiniento" (ibid.). tro dcl estado de naturalcza. La legitimaciOn
Mucho mãs pertinente v nitida es Ia argu- que sc desprende dc csto es Ia mâs radical quc
mcntación presentada, tres cuartos de siglo pueda concebirse, ya que finca sus rakes en
despucs. par Hobbes para apovar ci poder Ia naturaleza misma dcl hombre v en Ia ''ana-
absoluto. Y tamhién más inquietunte, vu quc logia de las pa.siones" propias de cada uno de
Ia mayor compiejidad dc los problcmas lo ellos. Asi, Hobbes Ileva I inalmenic a termino
obliga a abandonar ci nittodo sólido de Bodin Ia rev olucion de Maquiavelo, fincandu Ia abso-
y de los poliliqucs orientados it una funda- iutcz dc Ia politica en Ia absolutez del ham-
mentaciOn predominantcmentc funcional dcl brc v iundamcntando Ia hrutalidad necesaria
poder, en términos de cliciencia y de orden, dcl poder dentro del estado en Ia simple con-
recurriendo Unicaniente a Ia lógica abstrac- sideraciOn de que cste Oltimo es una crcación
ta e instrumentalniente neutral dcl derccho. artificial dcl hombre que recurrc it ella pura
En una situaciOn politica seguramente más moderar dentro de Ia historia Ia tragedia de
avanzuda, que ya habia sido testigo de Ia con- su destino de lupus. quc no pucdc ser mas que
solidaciOn dcl poder monárquico y quc esta- Ia muerte. El razonamiento es elemental: las
ba viviendo Ia áspera oposición por parte de pasiones del hombre (tan naturales coma
fucrzas mucho más homogéneas v consolida- nocivas) no son pecado rnicntras no hava una
das en Ia defcnsa de los nuevos intereses eco- 1ev que las prohiba; esta Icy debc establecer-
nómicos que las quc habIa habido en Fran- Sc, v para ello debe nombrarse una persona
cia durante ci siglo anterior, Hobbes se ye dotadu de autoridad. Injusticia, Icy v poder
obligado a seguir el ünico camino disponible son tres eslabones de Ia misma cadena loizi-
paru establecer ci nexo rota entre Ia sobera- en quc tiende it permitir, de una mancra arti-
nIa (Ia reivindicada en una forma tan decidi. ficial, que ci hombre sobreviva.
da y tradicional por Ia monarquiu Estuardo) En conclusiOn, también parn Hobbes, Ia
v ci derecho (el de los ccntros de poder local, esencia de Ia soberania radica en Ia absolu.
del parlamento que los agrupaba, de Ia ,'cn1rv tez v en Ia unicidad dcl poder, de manera que
que empezaba a expresarlos en el nivel de cIa- todas las voluntades individuaks de los horn-
ses)' para fundamentar una legitimidad real: bres Se reduzcan a una sola voluntad. "Esto
Ia admisión de un sistema jurIdico dotado dc Cs mã,s que un consentimiento 0 un acuerdo:
reconocimiento universal. Este ültimo vu Cs una unificaciOn real de todos cllos en una
existia en el derecho natural moderno que, misma persona, lograda par mcdio de un pac-
después de haber sido utilizado ventajo.sa. to de cada hombre con cada hombre [ ... ]"
mente en el transcurso dcl siglo xvi como (ibid., cap. xvii). El estado, de hombre artifi-
instrumento racional para resolver cuestio- cial, sc conviertc en dios mortal, "una perso-
nes anormales o completamente originaks na de cuvos :ictos se ha hecho autor cada uno
ABSOLUTISMO

de los individuos de una gran multitud, a tra- exactos (par más amplios y extensos que Sean,
yes de pactos reciprocos, con el fin de que coma en ci caso dc Hobbes) del poder y, par
pueda usar Ia Iueria y los inedios de todos consiguiente, en cierta forma, limitarlo, y par
ellos, segün lo considere oportuno, para su Ia otra, estahiecer y defender los ámbitos
paz y paru Ia defensa comün" (ibid.). (aunque fuera solamente ci dcl espacio inte-
El hecho de que Ia suberania Sc manifieste rior apolitico de Hobbes) de autonomIa e mdc-
par excelencia en Ia potestad legisiativa, se pendcncia individual.
deriva de Lis premisas mismas dcl discurso El a. politico dio, en rcalidad, en ci piano
de Hobbcs: solo ci derecho positivo es capaz constitucional concreto, respuestas muy uni-
de desenmarahar las pasioncs humanas e iateralcs a estos probleinas, sepurando des-
impedirlas positivamente (sancionándoias). mesuradamenie un polo del dualismo (ci aut
En esta forma, este Oltimo no es mOs que Ia ritario) dci otru; estabiecio, sin embargo, cI
necesaria propagación. artificial y racional, principio de Ia contraposición y par lo tanto
dci derecho natural, cuyas kves eran conti- Ia premisa necesuria para toda su posible
nuamente violadas, en ci estado de naturaic- rcglamentaciOn.
za, par las pasioncs. El cstudo hccho a seme- Esto permite. finalmente, establecer una
janza dcl hombrc, peru sicndo on cuasidios, indiscutible distinción de principio entre a.
expresa en ci fondo, segOn Hobbes, por enci- y totulitarismo, ya que esle Oltimo consiste
made Ia ahsolutez riolitica (caracteristica per- precisamentc en Ia total identificaciOn de
manente de todo ci a. politico), también Ia cada sujeto con ci enlero cuerpo politico orga-
absulutcz dcl hombrc, en sus pasiones y en nizado, pero mucho mOs con Ia organización
su heroismo. La grun ficciOn en que consiste misma dcl cuerpo. Cosa que, obviamente, pue-
(Ia abstracciOn dcl poder en una voluntad uni- de suceder en las dos direccione.s implicitas
licada artificialmente) es ci inst rumento en el dualismo autaridad-sUbdito: mediante
racional con ci quc ci hombre salva su pro- Ia desmesurada dimensiOn dcl polo autorita-
pia concretez, es decir, su vida. En ci estado, rio, que liega a abarcar en si todo aspccto y
el hombre se saiva, no sc pierdc. momenta de Ia vida individual, reducicndo lo
privado a un simple elemcnto cunstitutivo dc
V. M(JDhLO KIroI.A!: AFTORIDAD V StJBI)ITO ParadO- su misma estructura organizutiva, o bien
jicarncnte, Cstc Cs precisamcnte ci resuitado mediante Ia absolutizaciOn de Ia presencia
final al que conduce ci a. politico: Ia garan- individual, en una continua y global partici-
tia de Ia lihertad humana —de esa parte de paciOn del hombre en Ia politica. En ambos
libertad hurnana compatible con Ia apremian- casos, se tendria una absoluta politizacion de
tc neccsidad dc Ia politica—, ya reducida defi- Ia vida individual, en una perspectiva drama-
nitivamente a una esfera autOnoma dc rela- ticamcnte enajenante, a encantadoramente
ciones humanas, sin más justificaciones a liberadora. aunquc con ci mismo resultado
referencias de tipo trascendente. Dc Hobbes por lo menus en un punto: Ia iiberaciOn de Ia
en adelante, ci proceso de ampliacion y cofl- palitica de todo limite, su —precisamcnte-
solidaciijn de esta garantia se desarroliará totalizacion, y par consiguiente tambiCn Ia
dentro de Ia realidad efectiva dcl poder, yen pCrdida de su autonomia en nombre de una
rclación con Ia fuer,.a abstracta peru podero- hegemonia absolutzi sabre cuaiquier otro
sisima dcl estado. Los modelos quc vendrán aspectu de Ia vida humana, que Ia sujetaria
despues, tanto de tipo constitucionalista inevitablemente, dc nuevo, a elecciones y
como de tipo ubsolutista-ilustrado, si pieten- opciones perjudiciaics de tipo trascendente.
den Ilegur a los más modernos del estado de Ya se trate de un totalitarismo autoritario
dcrecho y del estado social, no podrn salir- y tecnocrático ode un totalitarismo democrá-
Sc de Ia rigida reiaciOn-sepuraciOn en quc ci tico y humanista, ciertamente los móduios
a. habIa fundamcntado Ia propia obligacion organizativos (pero ante todo cuiturales y
politica par media dcl recurso a Ia soberania: existenciales) en quc Cste se concrctaria,
Ia rclaciOn cntrc autoridad v sObdito. SOlo en scrian necesariamente distintos de aquelios
ci imbito dc cste dualismo y en Ia delimita- a que nos tenia acostumbrados Ia experien-
ciOn precisa de las respectivas competencias, cia constitucional occidental dc Ia edad
se puede, par una parte, corlocer los confines moderna. En todo caso, pues —par más
ABSTENCIONISMO

absurdo y presuntuoso que parezca reunir, en se mide comu el porcentaje de quienes, tenien-
ci piano de los contenidos, las dos posibles do todo ci derecho, no van a las urnas. Dis-
lineas de tendencia—, resulta neccsario tomar tinto es ci caso de quienes at votar dejan Ia
conciencia de las implicaciones y de las con- papeleta en blanco o Ia anulun de diversos
secuencias que éstas Ilevan consigo. en Ia con- modos con toda intención. Aunque tanto quie-
viccion, cada vez más probable. de que tal vez nes no comparecen ante las urnas como quie-
Ia edad del totalitarismo ya ha comenzado. nes no expresan un voto válido intentan mani-
festar disgusto o desconfianza, ambos fenó-
BIBLIOGRAFLA: P. Anderson, El estado absolutista menos deben juzgarse anailticamente como
(1974), Mexico, Siglo XXI, 1979; F. Hartung yR. distintos.
Mousnier, Quelques problèmes concernanis hi En general, las variables que inciden sobre
monarchic absolue, en Relaziom del X ('ongres- Ia disponibilidad en Ia participación politica
so Iniernazionale di Scienze Storiche. IV: Sioria en su sentido amplio influycn de manera posi-
niodenia, Florencia, Sansoni, 1955; W. Hubatsch, tiva tambi(n en Ia participación electoral. Al
Das Zeitalter des .4bsolugismus, 1600-1789, contrario, puede decirse quc los abstencionis-
Braunschweig. Westermann, 1965; K. Kaser, tas son, dcsde ci punto de vista sociologico,
Leià delI'assoluiisnw (1923). Florencia, Vallec- con poca diferencia de pals a pals y con pocas
chi, 1926; R. Mandrou. L'Europe "absoluiisie' excepciones (por ejemplo. Ia de los abstencio-
Rai.%ou ci raison d'Etat, 1649.1775, Paris, Fayard, nistas voluntarios y "determinados", como
1977: F. Meinecke. Lidea della ragion di Siazo los peronistas en Argentina las veces en que
nella 510 na mode ma (1924), Florencia, Sansoni, se sintieron discriminados o los radicales ita-
1967; A. Negri. .4ssolutismo. en Scienze politiche. lianos en las elecciones administrativas de
1: Statue polizica, Milan, Fcltrinelli, 1970; G. Oes- 1980 y 1981), un grupo de individuos con
treich, Probl&'ini di simuzizira dell 'assolutismo caracteristicas relativamente precisas: ante
europeo. en Lv Stalo modenio. I: Dal Medzoero todo, bajo nivel de instrucción; en segundo
all'eià modemna, acargode E. Rotelli y P. Schie- lugar, sexo femenino; en tercer lugar, de edad
ra, Bolonia, II Mulino, 1971; R. Schnur, Indii'i- avanzada o muy jóvencs. En igualdad de todas
dz.zalismo e assolutismo, Milan, Giuffrè, 1979: G. las demás variables, Ia instrucción o mejor
Tarello, Sioria della culiura giuridica moderna. dicho Ia faIth de un adecuado nivel de instruc-
1: Assolutistno e codifzcaztoie dcl dirzuo, Bob- cion, incide negativamente en Ia participacion
nia, II %lulino, 1976; C. Vivanti, Note per iziza dis- electoral. Sin embargo, se ha observado tam-
cussione still 'assoluti.si,w. en Qziadcrni di ras..cg- bien que si prescindiendo de su nivel de ins-
na sovietica: ,tiii del II! C'o,zve gnu degli .stonici trucción, un individuo empieza a participar
taliani e .cot'ietici, Roma, 1969: F. Walter, Euro- en las elecciones, por ejemplo por haber sido
pa tin Zeitalier des ilbsoluiismus, 16-1789, "movilizado" por un partido o por circuns-
Munich, Oldenburg. 1959. tancias excepcionales. como Ia guerra o Ia
depresion, es probable que siga "partici-
(eu RAX(,I.I.() SCHIERA] pando".
Las tasas de a. varian considerablemente
de un pals a otro y de una consulta electoral
a otra. Las tasas mas elevadas las encontra-
abtencIonismo mos, por to que respecta a los regimenes
democrático.en Estados Unidos: en las dcc-
Sc utiliza ci trmino esencialmente para defi- ciones presidenciales, ci a. superó en los años
nir Ia falta de participación en el acto de setenta ci 45 0 6; en las elecciones at Congreso
votar. Pero también puede ampliarse su sen- vota menos de Ia mitad de quienes tienen
tido hasta comprender Ia no participacion en derecho a ebb (aunquc con fuertes diferencias
todo un conjunto de actividades politicas, de uno a otro estado y de elección a eiecciôn).
pues en su forma màs tguda Ia no participa- Las tasa más bajas Se encuentran, en este
cion podria definirse como apatla, enajena- orden, en Australia, Hohtnda, Austria, Itabia
ción, etc. Como muchas de las variables yin- Bélgica y Ilegan a 5cr, para las elecciones
culadas con Ia çaarLicipaciOn electoral, ci a. cs politicas de Ia segunda pusgucria, inferiores
de fácil determinaciOn cuantitativa. Dc hecho, al 104o. En promedio, las tasas de a. en los
ABSTENCIONISMO

regImenes democráticos giran airededor del ciOn) escasamente interesados en Ia politica,


20%, pero ciertos sIntomas indican un lige. poco informados, "ineficaces", la tasa de a.
ro crecimiento en ci porcentaje de electores crecerá.
que desertan voluntaria y deliberadarnente de Por lo que respecta a las variables de gru-
las urnas. p0, pollticas y sistemáticas, se busca una
Las causas del a. son multiples. Importan- explicaciOn al eventual crecimiento del a.
tes, pero ciertamente no decisivas para expli- sobre todo en tres fenómenos: ante todo, en
car las altas tasas que se registran en algu- el tipo de consulta electoral; en segundo
nos paises, son las normas que regulan el jer- iugar, en Ia competitividad de las elecciones
cicio del derecho al voto. La poca o mucha (0 sea en Ia importancia de Ia puesta en jue-
facilidad de inscripción en las listas electo. go y en Ia incertidumbre del éxito); finalmen-
rales —en algunas casi automática, en otras te, en Ia naturaleza del sistemu partidista y
confiada al potenciai electoral— y Ia poca o de las organizaciones politicas (grado de pre-
mucha obligatoriedad del voto (en Australia, sencia y de asentamiento social).
por ejemplo, es obiigatorio; en ltalia, existe Los datos concuerdan si consideramos un
una sanción de carácter administrativo: Ia a. selectivo de los eiectores que votan en por-
inscripción 'no votó" en ci certificado de bue. centajes más altos cuando be trata de eieccio.
na conducta) inciden desde luego sobre ci por- nes consideradas muy importantes, y sobre
centaje de electores que van a las urnas. Por todo de elecciones politicas más que adminis.
otro lado, se ha observado que ni siquiera Ia trativas (en Estados Unidos más para las pre-
eliminaciôn de los requisitos más gravosos sidenciales que para ci Congreso; en Francia
hizo aumentar ci porcentaje de electores den. más en Ia segunda vueita que en Ia primera.
tro del contexto estadunidense. Habiando Tal es el caso en Italia, a lo que debe anadir-
ms en general, en cambio, se sabe que Ia se una participaciOn declinante, o sea una a.
expansion dci cuerpo electoral, por Ia razOn creciente para la consuitu por referendum
que sea (sufragio universal masculino, exten- (del 11.9% en 1974a1 18.8% en 1978 al 20.4%
siOn del voto a Ia mujer y a las minoria, dis- en 1981, con un crecimiento semejante de
minución del limite de edad), produce una cal- papeletas en blanco v nuias).
da dc Ia tasa de participaciOn ai insertar en La segunda causa sistemOticu del a., Ia fal-
el cuerpo electoral a individuos que aün no ta de competitividad de las elecciones, es más
tknen el hábito del vow. Pero, por lo comün. dificii de determinar. Con frecuencia los dcc-
superada Ia fae de "aprendizaje", las tasas tores pueden aducir Ia cscasa diferencia en
de a. tienden a disminuir rápidamente, aun- los programas de los partidos o en las posi.
que no en Estados Unidos. ciones de los candidatos coma causa de su fal-
Por lo tanto, algunos autores han buscado ta de participación (10 que sucede más aOn en
las causas dci a. en dos grupos de variables: los sistemas bipartidistas), incluso tomándolo
por un iado las variables individuaies, psico- en su sentido positivo: e' decir que Ia victo-
lOgicas; por el otro, las variables de grupo. ria de uno u otro no habrá de incidir negati-
politicas y sistemáticas. Para que no crezca vamente sobre sus preferencias, recursos
ci a. se necesita, si se ticne en mente el pri. expectativas. En cambio, un elevado nivel de
mer con junto de variables, que los nuevos encuentro politico v una fuerte diversidad
electores muestren interés por Ia actividad programática pueden hacer que disminuya el
poiitica, posean buena informacion polltica a., movilizando electores de otro modo no dis-
y consideren "eficaz" su grado de influencia ponibles (los casos de Italia y Francia pare-
sobre Ia' competencias electorales. Ya que cen Ilevar esta dirección; ci caso estaduniden-
sucede a menudo que los recién admitidos en Se, sobre d que disponemos de una maa de
Ia participacion electoral sean individuos datos incomparable. sigue el primer sentido).
(hombres excluidos antes pur su analfabetis. Finalmente. Ia explicacion que más comOn-
mo. mujeres quc carcccn de experiencia poll- mente se ofrece, y es probable que de una
tica anterior, minorias subordinadas —con Ia manera convincente, es que uhf donde los par-
sola excepción de los jOvenes en los años tidos están bien organizados, su presencia es
setenta, Va "auturnovilizados" pero quizá en penetrante y su actividad es multiple, Ia tasa
fase de reflujo v con un alto nivel de instruc- de a. permanece muy restringida; ahi donde
10 ACCION CATOLICA

los partidos están en crisis, su capacidad de demás, Ia gran masa de los abstencionistas
moviiizaciOn y captación dcl electorado se y de los electores fluctuantes queda a dispo-
desvanecc v ci a. crece, y crece aun más Si, siciOn de los liamados de los demagogos, que
como sucedió en Estados Unidos en los aios prometen hacer limpieza general v creur un
sesenta, su crisis se manifiesta a! mismo tiem- réginicn de verdadera participaciOn. La movi-
pa quc Ia ampliackn del electorudo potencial. lizuciUn hacia arriba de los abstencionistas,
Al no estar injertado en los circuitos de la en definitiva, Cs Ufl peligro real en situacio-
politica organizadu, este clectorado se refu- nes en las que Ia tasa de a. crezca sin solu-
gia rãpidamente en ci a. y si no se Ic recupe- ciOn de continuidad.
ra en ci curso del tiempo se volverá a. cróni•
co. Puesto que, en general, parece esperarse RIHLIOGkAIIA: K. Dittrich v L.N. Johansen, La
una reducción de Ia captación de los partidos partecipaiont' eleiwrale in Europa (1945-1978):
de masas y de las organizaciones politicas miii e realià, en Rit'isza lialianu di Scienza Poll-
inclinadas a Ia participación electoral. Ia ten- tica, x (agosto de 1980); A.T. Hadlcv, The empty
dencia futura más probable es un crecimien- pol1in' booth. Englewood Cliffs, Prentice.Hall,
to del abstencionismo. 1978: E.C. Ladd, Jr., Where have all the voters
Qué efectos tiene ci a. en ci funcioiiamicn- none?, Nueva York, Norton, 1978; A. Lancelot,
to de los regImenes dcmocrátkos? En primer I. 'absienrionnismc' electoral en France, Paris,
lugar, no son pocos aqucilos que sostkncn Cohn. 1963; Electoral participation, a cargo dc
que las altas tasas de a. constitu'.cn una des- R. Rose, Beverly Hills-Londres, Sage Publica-
legitimaciOn, real o potenciai, de los gober- tjons, 1980: R.E. Wonflngcr y S.J. Rosenstonc,
nantes. de Ia clase politica e incluso de las Who votes?, New Haven-Londres, Yale Univer-
propias estructuras democrticas. Si demo- sity Press, 1980.
cracia es participación de los eiudadanos, Ia
falta de participación dehilita Ia democracia. [(.IA\FRA's( (3 i',S(ji t\O
En segundo lugar, quien asume una visiOn
más destacada dci probkina de Ia legitimidad
de los regimenes dcrnocráticos subraya en acclón católica
cambio Ia necesidad de observar Ia "produc-
dUn" del regimen. Si los abstencionistus son El decreto dcl Conciiio Vaticano II 1posioli-
un grupo no sOlo soeiolOgicumeiite distinto cam actuostlatem, a propOsito de Ia a. catoli-
dcl que vuta, sino distinto en tCrminos de pre- ca, o bien de las "diversas formas de activi-
ferencias politicas, entonces su abstenciOn dad y de asociaciOn quc, manteniendo una
hará dificil (% no esencial) que his autorida- estrecha uniOn con Ia jerarquia, se han ocu-
des, los gobernantes, scan sensibles a las cxi- pado v se ocupan defines propiamente apas-
cncias inexpresadas. Por ello Ia producción tOiicos", recucrda Ia definiciUn comUn que se
kaisLitiva, Ia distribuciUn de recursos, Ia Ic atribuyó en el pasado: "colaboraciUn de los
selecciOn global dcl sistema prcmiarán a quie- laicos en ci apostolado jcrrquicu" (cap. 20).
nes purticipan en menoscabu de los absten- Se traza de Ufla I órrnula cuvos ori2enes se
cionistas, lo cual asumiriit aspectos de parti- remontan al pontiiicado de Pio XI (1922-1939).
cular travedad sj los abstencionistas perte- Aparece por primcra vcz, aunquc con tCrmi-
necen a grupas suciolOgicamente 'subprivi- nos ligeramente distintos ("participaciOn de
legiados". En parte es asi v en pane no, es los luicos en Ia misiUn propia de Ia Iglcsia"),
decir que los abstencionistas sOlo en parte en una carta dcl entonccs secretario de esta-
difieren (sobre tado en Estados Unidos) de do cardenal Ga-purri a los obispas italianos
aquellos que votan. dcl 2 de octubre de 1922. Integrada en su for-
Sin embarc',, perminece abierto ci proble- ma delinitiva en los estatutos de Ia a. czttóli-
mi de los rerimenes democráticos en los cua- Ct italiana de 1931, fue mantenida par los
Ic' un alto porcentale de los eleciores dcci- pontilices posteriores. Para captar su signi-
den no "molestarse" en influir en ci exito de ficado es necesaria tener en cuenta el contex-
las competencias electoraks. Dc hecho, esca- to doctrinal en que madurO, enfrsandu en pri-
samente puede pensarse que ci sistemu en mer lugar Ia acepciOn dcl tCrmino "aposto-
conjunto no se yea "desieitimado". Par lo lado", el cual tienc una connotaciOn de pro-
ACCION CATOLICA

yecto total sobre ci hombre v sobre Ia socie- no Cs Ufl movimiento nacido de Ia iniciativa
dad: no se trata solamente de lievar de nuevo autónomu del laicado, sino una oranización
a Ia Ic al individuo que Sc hava ale jado de ella, promovida por Ia jerarquia v controluda
sino de recrear un oreanismo social informa- directamente por ella. Con Plo X se inician
do por Ia dourina de Ia iglesia católica en una serie de revisiones de estututos que van
todos sus niveles, incluido el ordenamiento acentuando poco a poco el carãctcr centrali-
civil v ci eeonómico. En esta perspectiva no zado, convirtiéndola en un instrumento düc-
hay distinción entre "religioso" y "politico": til que Ia iglesia puede utilizar en el ámbito
ambos pianos convergen en un modelo ideal de su estrategia general de "recristianiza-
dc sociedad jcrárquicamente estructurada en cion" de Ia sociedad. La a. católiea italiana
Ia que Ia iglesia —ci Pupa en primer lugar jun- adquiere con ello una lisonomia que Ia dife-
to con los obispos dependientes de l— tiene rencia sensiblemente, en el aspecto organ iza-
Ia iuncjón ordenadora ültima, reconocida tivo, de las existentes en otros pulses, sobre
como tal par el estado, quc conio consecuen- todo de Ia francesa, articulada en movimien-
cia recibe de ella su pi -opia legitimacion. Se tos especiaiizados dotados de amplia autono-
trata de unu concepciUn ampliamente difun- mIa. Por lo demás se ha de tener presente el
didzi en los arnhientes catOlicos europeos des- carácter de "modelo ejemplar" que ci papa-
de Ia primera mitad dci sigin xix, activada do atrihuva a Ia Ad (Acción CatOlica Italiana),
por Ia polemica ultramontant c intransigen- como Ia mejor realización del ideal de corn-
te contla ci liheralismo. El termino "acciOn promiso del laicado en relación con Ia igle-
catOlica" (o "acción de los catOiicos") empie- sia v con Ia sociedad. Al intervenir directa-
za a usarse, junto con ci de "movimiento cato- mente en Ia organizaciOn dcl Iaicado militunte
lico", a propósito de las oranizaciones de lai- y conceder un especial reconocimiento a una
cos militantes formadas en diversos pulses asociación especifica, Ia Santa Sede intenta-
europeos (entre los primeros. Francia, Béki- ha canalizur otros movimientos surgidos en
ca v las areas de lengua alemana) en ahierta ci zimbito católico, coma Ia democracia cris-
opusicion al estado liberal. En Italia cahe tiana de Murri, los cuales ponian parciulmen-
hacer referencia a todo un conjunto de aso- Ic en discusión su provecto de socicdad y rei-
ciaciones e instituciones que a partir de 1874 vindicaban un espacio uutónomo de decision
se integran en Ia Obra de los congresos. En para ci laicado en Ia sede poiltica. La defini-
los primeros añOs sesenta Ia revista de los ciOn que Plo XI dara de Ia a. catolica subra-
jesuitas La ('it'i!ià ('auolica elabora una deli- Va ci papel subalterno que tendrzi respecto de
nicion precisu dcl papel que tiene ci laicado Ia jerurquia, en cuyo apostolado "colabora"
militante en ci estado moderno: asciurar a Ia con carácter de mero ejecutor. En el marco
iglesia Ia tutela que los gobiernos liberales le dci acuerdo entre Ia iglesia v el fascismo, san-
nie2an, delenderla de sus ataques c influir cionado por los pactos de Let ran, Ia a. catOli-
con su acción en los diversos niveles de Ia ca se convierte en ambito de formaciOn de un
soiedad para lievarla de nuevo a su imagen personal capaz de influir en los diversos nive-
oriinaria de .societas christia,za. La interven- les dcl estado. Con Ia restauración de Ia demo-
dan politica es UflO de los multiples instru- cracia, al final de Ia segunda guerra mundial,
memos de los quc Ia "accion catolica' tiene Ia a. catolica no se lirnitará a proporcionar
ci derecho v ci deher de servirsc, obedecien- cuadros ai partido católico v a asegurarle su
do a las indicaciones de Ia jerurquia; este máximo apovo electoral, sino que ejercerá Ia
dercchc,, par Ia que respecta a ltaiia, fue limi- IunciOn de instrumento de presiOn sobre el
tado en cuanto a Ia participación de los catO- mi'.mu.
licos en las elecciones politicas. con elfin de Durante ci pontilicado de Plo XII no cam-
hacer mas eficai Ia protesta contra Ia anexion bia Cl marco de referencia tradicional. aun-
de Ia, estados pontificios, concluida con Ia que c afirme Ia naturaleza puramente reli-
toma de Roma en 1870. El termino de "a. cató- giosa dc Ia misiOn de Ia a. católica: Ia pers-
lica" se asignu en Italia a una oreanizacion pectiva sigue siendo ci retorno de Ia sociedad
particular creada por Plo X v que sustituó a Ia imagen unitaria de Ia sociezas christiana,
a Ia Obra de los congresos despuiS de su diso- para lo cual Ia iglesia usarã como instrumen-
iuciün (1903). Su succsora, Ia "a. catolica", vu to principal Ia gestión directa del poder poll-
IN ADMINISTRACION PUBLICA

tico por parte de los católicos. El pontifica- para el ejercicio del gobierno mismo y, por
do de Juan XXIII y el Concilio Vaticano II otra parte, a las actividades de actuación de
marcan un cambio dc rumbo decisivo en lo las finalidadcs pObiicas, como las senalan ]as
que respecta a las lineas del planteamiento ieyes y los actos de gobierno, en forma de pre-
pastoral. El tema de Ia "opción religiosa", que eisa disciplina jurIdica de las actividades eco- -

ha pasado a ser central en la a. católica pos- nOmicas y sociales o en Ia form-a especifica


conciliar, representa un distanciamiento res- de cumplimiento de intervenciones en ci mun-
pecto de Ia concepción del apostolado antes do real (trabajos, senvicios, etc.) ode compor-
mencionada y un parcial reconocimiento de tamientos técnico-materiales, asi como el con-
Ia autonomia de Ia acción politica respecto de trol de Ia actuacion de esas finalidades (sal-
los principios que determinan Ia experiencia vo los controles de carácter politico y juris-
del cristiano. La cuestión de Ia concreción y diccional).
de Ia relación que pueda haber entre Ia per- En Jo variedad de las actividades adminis-
sistencia de formas de intervención y de pre- trativas (distinguiendo entre éstas, como mere-
sencia tipicas del pasado y ci nacimiento de cedoras de una consideración especial, las
una nueva concepción de Ia "a. católica" per- actividades de gobierno), pueden senalarse
manece abierta. dos atributos comunes: en primer lugar, el de
ser actividades dependientes o subordinadas
BIBLIOGRAFIA. G. Candeloro, Ii movirnenlo ca Ito- a otras (y par éstas controladas) que determi-
lico in Italia, Roma, Editori Riuniti, 1972; G. de nan s' especifican las finalidades par realizar
Rosa, Storia del movimento cattolico in Italia (actividades poiiticas a soberanas y de gobier-
dalla restaurazione all'età giolitziana,Ban, Later- n(j); en segundo lugar, ci de ser ejecutivas, en
za. 1966; F. Magri, L4. cattolica in lialia, Roma, ci doble significado de cumplir una elecciOn
La Fiaccola, 1953. 2 vois.; G. Miccoli, Clzie.su e o una norma precedente y de ejecutar Ia nor-
sociezà in Italia dal Conciiio Vaticuno 1(1870) al ma interviniendo para Ia satisfacción final de
Pontificazo di Giovanni XXI!!, en Sioria d'!ta- intereses y fines ya señalados.
ha, vol. v: I document,, I. H, Turin, Einaudi, Estos atnibutos condujeron a Ia identilica-
1973, pp. 1493-1548; G. Poggi, Ii clero di ri5erva, ciOn de Ia a. pOblica esencialmente coma fun-
Milan. Feltrinelli, 1963; Vanios, La presenza dOn, vale decir como act ividad-objetivo (con-
sociale del PC! e della DC, Bolonia, II Mulino, dicionada par un objetio), y como organiza-
1968. ción, es decir como acti'idad dirigida a ase-
gurar Ia distribuciOn y Ia coordinacion del
[uLIANA FERRAkI] trabajo para una finalidad colectiva.

II. LAS ESTRCCTIK.AS ADMISISTRATIVAS.Desde ci


momento en que las exigencias de distribu-
admlnistraclón pübllca cion y coordinación dcl trabajo administra-
tivo asumieron un relieve y una dimension
Con el térmi-
I. LAS ACIVIDADES .%D1INISTRAT1VAS. cada vez may's en el curso de Ia expenien-
no ',t. pübiica" se intenta designar en un sen- cia de los ordenamientos estatales modernos
tido amplio ci conjunto de las actividades y contemporáncos, tales coma para dar lugar
directamente preordenadas para Ia concreta al nacimiento y al desarrollo de estructuras
persecuciön de las tareas y de los fines que adecuadas, ci termino a. pblica indica, des-
Se consideran de intcrs publico o comün en de el punto de ista de los individuos, el corn-
una colectividad o en un ordenamiento plejo de las estructuras que. aun encontrán-
estatal. dose en posiciOn diversamente subordinada
Desde ci punto de vista de las actividades, respecto de las estructuras politicas y de
Ia nocion de a. püblica corresponde, par lo gobierno, representan una realidad oraaniza-
tanto, a una gama muv extendida de acciones tiva difcrente de éstas.
que intcresan a Ia calectividad estatal que. Para Ia mayor partc de los estudiosos, stas
par un lado, comprende a las actividades de representan mãs bien el nasgo caractenistico
gobierno que desarrollan poderes de decision de los estados modernos v contemporâneos
v de mando, y aquellas de inmediato auxilio expresando, casi fisicamente, Ia pnesencia de
ADMINISTRACION PUBLICA 13

los mismos en el piano subjetivo. Una carac- don histôrica como en Ia comparación de las
teristica normal de estas estructuras es Ia pre- distintas experiencias nacionales.
sencia de un personal elegidu por Ia posesión Podrá verse, en particular, cOmo las vi-
de competencias técnicas v empleado de cisitudes de Ia a. püblica siguen paso a paso
manera profesional y continua (cuerpos buro- las de las formas del estado y del gobierno,
cráticos). actuando como manifestaciOn especifica,
Sin embargo, es correcto advertir que Ia a. pero no menos esencial, del orden v de los
publica no puede reducirse, como a veces ocu- equilibrios que se crearon en los distintos
rre, a Ia semblanza de las estructuras; en ef cc- momentos. Igualmente se podra comprobar,
to, esto no permite dar razón compieta del especialmente para Ia época actual. Ia copre-
fenomeno administrativo pübiico tat como se sencia de distintos tipos de a. ptiblica dentro
delinea desde ci punto de vista histórico y de Ia misma colectividad estatal.
comparado, especialmente si Sc tiene en cuen- Con relaciOn a cada tipo de administración
ta que no siempre es posible encontrar estruc- es posible hacer resaltar, por una pane, has-
turas de carácter burocrático para el desarro- ta que punto las instituciones politicas v de
Ilo de las actividades .tdministrativas y que gobierno ban sido fuertes y al mismo tiempo
frecuentemente hay cuntinuidad o una par- capaces de realizar o de hacer realizar los pro-
cial identidad en las estructuras de gobierno pios objet ivos y, por otra parte, hasta qué
v de administración. punto Ia a. püblica (en el doble aspecto estruc-
tural y funcional) respondiO a estos objetivos
III. PROI3LE%IA AD\1!NISTRATIVO Y TIPOS DF M)MISISTkA- y fue efkiente en alcanzarlos. Dentro de esta
nox La variedad de las tareas a las que pue- relaciOn que ye en una posiciOn de reciproca
de dirigirse Ia obra administrativa y Ia vane- cornplemeniariedad y, al mismo tiempo, de
dad de las actividades en Ias quc puede mani- contrapusicion las funciones politicas v de
festarsc, aconsejan asumir ci punto de vista gobicrno y Ia administrativa, se ubica una de
más amplio de Ia administraciôn como acti- las problcmáticas vitales más complejas y en
vidad u corno función necesaria. a Ia par con gran parte irresuelia de nuestros dius. Esto
Ia politica y dc gobierno. en todoordenamien- es particularmente visible donde las estruc-
to general o especial. turas bunucráticus se han extendido (v actual-
Se trata mts propiamente de cunsiderar mente esto es Ia regla). porque en Ia real idad
como dato constante de toda culectiidud efectiva Ia relacion institucional de dependen-
estatal (como de todo grupo soci.tl organi/a- cia que las caructeriza piiede presentar valen-
do) Ia existencia de un problema .idministra- cias, si no opuestas, ampliamente diveren-
tivo, que encuentra o puede encontrar solu- tes respecto de las constituidas.
cionCs diferente,aun en ci piano organizati- Los respectivos papeles de las estructurus
vu, con relacion a Ia variacion (además de bu politicas y de las adrninistrenivas tienden a
dilerentes caracteres sociales, económicu' s trastocarse o a configurarse segün un equili-
euiturales de un pals) de lOs tres principaics bnio sustancizilmente alterado. Por esto Ia
componentes seilalados de cada sistema: el temãtica ulterior, sutilmente sociulogica, quc
tipo de instituciones politicas v de gobierno analiza Ia a. publicuen los dilerentes contex-
s..istentes; Lt relaciun que se iflstaUra entre to institucionalec v segün los distintos tipos:
estas y Ia a. publica. v las finalidades asurni- Ia dcl papel politico desarroliadu de hecho
das como lareas o fines de interés publico. por las estructunas burocráticas.
El exarnen de los modos en Ius quc se ha
entrentado v tratado de resolver Flusitivalnen- iv. LtwIIxIsTRAc!Ox-soREj(AxIA P.tra esquema-
Ic ci prohiemi administr.itivo. siempre que tizar sumaniamente cuáic tipos de .tdminis-
se lo realice teniendo pre'.entes Las tres prin- traciOn asumieron mayor importancia en el
cipaks variables señaiadas, que en cierto probierna de las forma% de estadu v de gobier-
modo hosquejan Jos demento , fundamen- no modernas v contempori'aieas. refiriéndo-
tales dcl fenumeno adminibtrutivo publico se particularmt'nte a Ia expeniencia italiana
—ci elemento institucional, el oIganh?.ativo V y sin Ia pretension de ilustrat en u ..inuIa-
ci funcional— permite senalai distintus tipos nidad histUrica las vari:ts administradunes
de a. publica, tanto en ci cursu de Ia evolu- nacionales, convendra antes que nada anali-
14 ADMINISTRACION PUBLICA

zar Ia formación de las grandes monarquias administración y ci del ordenamiento gene-


de Ia Europa continental. ral: esto vale sobre todo respecto de las expe-
Con ci surgimiento y desarrollo de estas riencias estatales de Europa continental. Por
instituciones de gobierno monocrático y abso- ci contrario, Ia experiencia anglosajona se
luto se realiza, como es notorio, un tipo de caructeriza por una rest ringidu irea de ucti-
administraciOn que en un cierto sentido vidades propiamente .soberanas y por una
representa las condiciones necesarias para general subordinación de las actividades
que los nuevos poderes politicos puedan afir- pOblicus a las normus de derecho comOn, ade-
marse, estabilizarse y mantenerse. En conse- mãs dcl respeto y de Ia utilizaciOii de los pode-
cuencia, Ia actuacion administrativu está res politicos locales para las tareas de admi-
esencialmente orientada hacia Ia adquisicion nistraciOn.
de los medios indispensables parn Ia conser- Por lo tanto. Ia organizaciOn administrati-
vación y el refuerzo del poder real asi consti- vu del estado absoluto no asume caracterIs-
tuido: piènsese, en esta perspectiva, que los ticas estructurales autonomas respecto de las
primeros sectores administrativos que se de Ia autoridad soberana sino que se presen-
desarrollan son ci militar v ci financiero v ta mAs bien como un aparato dc personas iigu-
quc, contemporáneamente, se asiste al pro- das por vInculos de subordinaciOn interna y
gresivo monopolio de Ia función jurisdiccio- privada con ci soberano o, como también se
nal en Ia persona del soherano. La organiza- dijo, como organización o administración pri-
don de gobierno real tiende además a arti- 'ada de las soberanias.
cularse y difundirse de maneru uniforme en A Ia falta de verdaderos caracteres aut000-
el territoria, mediante In creación de estruc- mos estructurales, por otra pane tipicos de
turas de administraciOn periferica, cuyos res- un periodo en el que no existe una distinciOn
ponsabics estin vinculados por una relaciOn subjetiva de las funciones pOblicas, corres-
de mandato o de representación al gobierno ponde una centralizución que dehe valorar-
central, mientras sc degradan a funciones SC antes que nuda en el pIano politico. El pro-
administrativas aquellas propias dcl gobier- blema administrativo se resuelve a través de
no autOnomo local, especialmente urbano. In homogcneidad institucional-pol itica entre
Con relaciOn a estos fines bzisicos y a estas los gobernantes y ci personal de Ia adminis-
modalidades de desarrollo, In actuación admi- tración, dada In naturaleza de las tareas par
nistrativa se presenta como coparticipaciOn realizar, ci modesto relieve de los recursos y
en ci cjcrcicio de Ia autoridad soberanzt o de Ia prcparaciOn técnica especifica exigida
como autoridad sobcranzt delegada. Y en rela- y Ia consecuente limitada necesidad de recu-
ción con tstos Ia a. pOblica se confunde con rrir a estructuras burocráticas.
In actividud y In potestad de gobierno: ésta es
una caracteristica que tendrá una notable V. LDtiSisTPAC1"1\-EtPKISA. Dc Ia transforma-
influencia sabre ci desenvolvirniento ulterior dOn de estas premisas ligadas entre ci den-
del fenOmeno administrativo pOblico. van, dcsde antec dcl advenimiento dcl esta-
El elemento institucional aparece como do de derecho constitucional, impurtantes
prevalente respecto dcl organizatio y dcl fun- modificacione- quc ilevan a Ia progresiva e
cional; e4o Oltimos se resumen y sc compe- impetuosa afirmaciOri dcl clemento organiza-
netran en L formula unitaria dci servicio a! tivo, aun en ci trnhito dcl pianteamiento on-
rey (0 a In corona). Pero sOlo aparentemente ginaniamente consolidado.
esta fOrmula contradice Ia presentaciOn de Ia Con In umpliaciOi de las tareas pOblicas en
admini t raciOn coma soherania deIcada: In eI campo de la intersenciones infruestructu-
dobk faz del poder (hacia ci exterior) s del rales v de los servicio sociales v en ci de las
servicio (en ci interior) contribuye mãs bien actividades cconOmicas de base —tipica fcnO-
it re',altar Ia sinularidad de Ia posiciOn ora- meno de aquella variantc del estado absolu-
nizativa que Ia a. püblica asume respecto de to que Cs el e"tado de policia—. surgen las
Ia organizaciOn dcl poder politico de obkr- caractcristic,.ts de unu administraciOn due-
no v, luego, de toda Ia cumunithsd. Particular- rente destinada a Ia consecuciOn de lines de
mente, se produce una neta distinciOn entre intcrts coiectivo. que exigc estructuras pro-
las reglas dcl ordenamiento propia de Ia pias estables, con personal empleado prof e-
ADMINISTRACION PURLICA 15

sionalmente y técnicamente calificado. Por El momento de contacto entre los dos cam-
esto el surgimiento de formas de organización posseparados de Ia administracion y de Ia
autónoma regidas por normas propias y cri- sociedad se expresa en ci acto administrati-
terios de acción internos (especialmente en el vo, que fija en concreto y unilateralmente ci
campo contabie y financiero) y encargadas de interés dcl estado-persona, dentro de los ilmi-
Ia realización de determinados objetivos de tes de discrecionalidad que Ia iegislacion con-
carácter productivo: las empresas. A Ia admi- siente, sin que, por otra parte, los remedios
nistración coparticipe del gobierno y emana- jurisdiccionales introducidos puedan ufrecer
ción de Ia autoridad soberana se yuxtaponc correctivos eficaces y satisfactorios para Ia
Ia administraciOn-empresa, un modelo orga- tutela del mismo interés pOblico que deben
nizativo sobre cuvo interés para las actuales satisfacer.
perspectivas de Ia a. püblica ilamaron opor - En consecuencia, deviene absolutamente
tunamente Ia atención muchos estudiosos. prevaleciente Ia faz organizativa de Ia admi-
Efectivamente, ese modelo organizativo nistración que, mientras asume car acteres
comportaba Ia ruptura de Ia continuidad estructurales propios, conserva y refuerza los
estructural entre ci gobierno y Ia udministra- vinculos de dependencia de ésta respecto de
don y daba un relieve separado a las respon- In dirigencia politica, de modo tal que se pue-
sabilidades decisionales propias del gobier- de decir que Ia administraciOn noes más que
no v a las de actuación y gestiOn organizati- el aparato dcl gobierno. En efecto, las estruc-
a de las mismas. Coa que habria podido ase- turas se van ordenando segOn el modelo
gurar un notable electu clarificador en ci ministerial y dentro de cada ministerio se
mornento en que administrar, como otras fun- articulan favoreciendo Ia direcciOn y el con-
clones püblicas, entrO en el sistema dcl esta- trol cotidiano sobre las actividades adminis-
do cc,nstitucionai con gobierno parlamenta- trativas por parte de los responsables politi-
rio. Por ci contrario, ci mudelo de Ia cos. Es notorio que dentro de las estructuras
administraciOn-empresa se dejO de lado sobre rninisteriales (centrales v periféricas) Ia dis-
Ia base de In afirmada necesidad de someter, tribuciOn dcl trahajo administrativo se rca-
a través de Ia instituciOn tie Ia responsabili- liia progrcsivamcnte mediante Ia formación
dad ministerial, todo ci funcionamiento del de un orden graduado de competencias inter-
aparato estatal al control del parlainento. nas, desde Ia más general it Ia más especIfi-
Ca, orden que significa para Ia competencia
VI: LA ADMI'IsTkACION-ALTORIDD Y L ORGANIZACIO\ degrado superior (V para su titular) Ia posi-
JLRAkQCICA. Con ci advenimiento de los regi- bilidad de intervenciôn v de sustltución en ci
menes cunstitucionales, Ia a. se subordinó a ejercidio de Ia competencia dc grado inferior.
lit Icy v fue ubicada dentro dcl liamado poder Al mismo tiempo, Lis distintas competen-
ejecutivu ectatal, peru esto no fue más que dias se determinan de manera tal quc a cada
dane un carãctcr formalmente actual a lo que una de elLis Ic corresponde el cumplimiento
era un ondcn conceptual v prãctico preexk- o In preparadiOn de una o más nctividade tic
tente. Los nuevos principios y las fluevas dis- ejecudion normativa. La consecuencia es que
posicionc institucionales actuaron ekctiva- se elimina de ese niodo cualquier relaciOn de
mente no en ci sentido de ki transformaciOn responsabilidad dirceta entre ci personal
sino en ci entido dc Ia limitación y del con- encargado A. los lines de Ia organización. Dis-
trol desde ci exterior de in acción administra- ciplinando unilormemente hi actividud o ci
Liv a. Esta Se reelamentaba con base en los egn1ento de actiridad asignado a cada uni-
intereses, las tareas por realizar y ci ámbito dad organhzativa, se garantiza, par otra par-
de us pusibilidudes de intenejidon, de carc- Ic, un ficil control v un..t cOmoda posibilidad
ter e'pecific.imcnte unilateral y autoriturio. de transmitir vez par vez las Ordenes y las
Sin cmhtro. perrnanecc ieiialrnente confiu- dircccione dcl vértide.
ri.tdi coma manilcstacitin de jutoridad tlei'-
lath anicntc circLlflscrit.,) ptra In ',atisl accion It L &RtsIs 1* [A ORGAXIZACIOX JERRQ11C.A La
de Io, intcrcses propios dcl sujeto titul.ir de urganizaCir'n ministerial de caráCter jerárqui-
Ia sobcrania (Va no ci principe '.ifiu el ente co, accntuando los aspectos de unidad v de
cstado. - regularidad formal de Li acciOn administra-
16 ADMINISTRACION PUBUCA

tia, se mueve en una reIacion de equilibrio politico), ni se realizaron en el nivel local


relativo con las tarea% de orden y disciplina aquellas formas de autogobierno ode autoad-
inherentes a Ia administración segün Ia con- ministraciOn, propias dcl orden ingles, por las
cepciorl dominante del estado liberal. Dcl mis- cuales las funciones estatales en Ia periferia
mo modo representa tambkn Ia negación de se delegan a órganos clectivos. En ninguno de
estas exigencias si se tiene en cuenta Ia car- los dos casos se habrian podido restablecer
ga de poiiticidad inducida que consiente. las condiciones para un control politico más
Mientras se asume que Ia a. püblica debe incisivo y una relaciOn de responsabilidad
desarrollarse de mancra imparcial, cumplien- más directa entre administradores y adminis-
do las elecciones contenidas en las leves, trados.
resulta. por ci contrario, organ i7ada de mane- Pore! contrario. es notorio que se asiste a
ra tal que Ia hace fácilmcnte permeable a ius una progresiva ahsorciOn en Ia Orbita estatal
interferencias partidistas. Esta cornradicción de las actividades administrativas de interés
profunda no tardará en surgir y colocará, a local de los municipios s' de las provincias (a
veces en terminos dramáticos, el problemu de los que se ks suprimió Ia misma autonomia
Ia separación de Ia esfera politica de Ia admi- politica en ci periodo taseista).
nistrativa. Sin embargo, si se preseinde dcl Sucesismente, Ia transformación de las
aspecto de Ia tutela jurisdiccional, no se tarea.s administrativas, con-,ecuentes a Ia afir-
alcanzarán, por lo menDs en algunos paises, macion dcl estado social, afectará radical-
rnás que soluciones parciales e impropias res- mente los mismos presupuestus sobre los que
pecto de las causas de londo de las que par- se sostenia Ia organhiaciOn jerárquica de tipo
tia el problema. tradicional, exigiendo lat calibraciOn de las
Cuando deberia haberse dado un orden estructuras y de las mudalidades de acción
diferente, respectivamente. a las e,tructuras con relaciOn a las nuevas tareas para Ia pres-
de gobierno (v de inmediatu ziuxilio al mismo) taciOn de los servicios socialcs v Ia gestiOn de
va las de administración. zitrihuvendo a estas las uctividades econOmicas, adcinás de Ia
ültimas una autónoma V pre'cisa contigura- soluciOn integrada de los prohIern's dc desa-
don (piensese en los Ilamados órganos y agen- rrollo de Ia sociedad y tie Ia ekctiva conse-
cias independientes que se cncuentran en los cucion de los resultados eonomico-sociales
urdenamientos estadunidenses y suecos). SC exigidos.
logrO, por el contrario, solo Ia concesiOn. a Frente a esto, las estructuras existentes no
favor del cuerpo burcicrcitico. de garantias se muestran capaces de una adaptaciOn lIe-
respecto de Ia diri'encizi politica y de privi- xibk v tempestia. s Ia acclOn administrati-
lcgios respecto de Ia generalidad de los tra- Va, continuandu su arLiculaciOn sobre .tctos
hajadores ..ubordinados, sin eiiminztr de las y competcncias puntuaks. se complicu exce-
v, tructurab ci carc1cr unit oi -rne v jerzirquico. sivamente desde ci punto de vista del proce-
La introducciOn de arai1ti..s dcl estado dimiento S tiene decto, parali,antes sobre Ia
par los empicados. el crecimientu numeri- vida dcl pais. Dc ese modu. lu quc debia ser
co dcl cuerro huroratico y. en e'eneral, Ia un tipo de oranizuciOn que acguraha corres-
nivor ltier ilcanz'da e'te respecto de pundencia ci iciencia ,tdministrativa tcrmi-
ki cL e politic.i (incluso por los ervicio que na .iendo Un flIeetIljsIn() que funciona segün
Ic, prestaba con fines elcetorales o de parti- reglas Va mu superadas segun crilerio- de
dot, reprcscnt.m f;tctorcs que contrihuven a autodefensa v de autoperpetuacion dcsvincu-
agraar las condicic,ae de pr:etc irrespon- lados dcl contexto viu de Ia acciOn y de las
sahilidad de cada uno de b , eolnponentes y directivas del aihierno.
de Li organhiaciOn en su con jun10 V it conver-
hr cn cado vez má lfibil ci c(Jntrol politico viii, LAADMIIs1I.w:\ i'c.', IVILSY L'. Ls;s A Ia
htsia reducirlo a terminus puram:nte ficti- crisis de Ia organizaciOn administrativa tra-
cio , , ayudando poco o nad,t o Li imp.trciali- dicional no lc skuiO, hasta i.,l mumento, k
dad de Ia acciOn administrativa. creaciOn de un modebo o tie un tipo alternuti-
Arcguese a esto quc no se constituycron vo dc administraciOn La tendencia actual,
centros .jutónomos de ¶'ohk-rno re'ional v encaminada desde hace basttntc tiempo. cs
local (pur una distribucion vertical dcl poder mas bjen hacja Ia ruptura de Li unidad dcl Ms-
ADMINISTRCIN PUBLICA 17

tema administrativo v su sustitucion por una dci modo de ser de las estructuras burocrá-
pluralidad de tipos de administración. inclui- ticas sino buscando tambi(n las soluciones en
dos en U interior de un mismo ordeiiamknto. Un rcplanteo sobrc el papel y d modo de con-
La primera tendencia alternativa senalable, I igurarse de Ia administraciOn respecto de las
porque posec una vasta gama de manilesta- instituciones politicas y de gobierno y, par
cion..ys cunercias, es Ia Ilamada fuga de Ia otra parte, respecto dc las instituciones y
ori.anhiaeion ministerial. Permaiieciendo estructuras sociales en cuanto tales. Dada Ia
inmutuhk Ia unidad del poder politico v de variedad de las actividades udministrativas
gohierno, dentro dcl árca de Ia administra- quc comprenden distintos momentos funcio-
ciOn estatal, desde los inicios dcl sighi, se afir- nales, desde los de gohierno (V de inmediato
ma cada vez mas ampliumente ci empieo de auxilio al mismo) hasta los de prestacion de
entes y de empresas autonomas .i inedida qie utilidades y de servicios especificos, cada uno
se Ic agregan nuevos campos de ace ion a Ia conlicurahle distintamcnte segUn una relu-
intervenciorl pOblica y .surgen nuevas exigen- cion de complementariedad reciproca, se pre-
cias de promociOn operatia en los distintos senta Ia exigencia de dar a los diveisos
sectores ecunOmico-sociales. Par otra parte. momentos funcionales una adecuada expre-
Ia orgunizaciun interna de estas estructurus sian, incluso en el pIano organizativo, que ten-
no se diferencia sustancialmente de 1a minis- ga en cuenta las caracteristicas v los requisi-
terial. dc Ia cual reproducen las principaks tos pecuiiarcs decada unoen un ordenamien-
disfuncionalidades sin asegurar las ventajas to democrOtico.
deseadas respecto de una mayor correspon- Estu conlleva un cambio radical en cl modo
dencia pulitica o a una mayor eficiencia orga- de concehir y de planteur las tareas adminis-
fliiativu. trativas que, valorizando sus diversos aspec-
La utilizaciOn de estructuras alternativas tos o mamentos funcionales, pci -mite colocar-
se .imnplia (v con estu se canvierte en part icu- las en una relaciOn inmediata con las tareas
larniente sinif icativo) con ci empico de for- por realizar v con las instituciones politicas
mas organizativas propias dcl mundo ecoimO- y st,cjales, en un cuadro constante de inter-
mica y crnpresa rial privado (particularmen- dependencia entre las elecciunes y los resul-
te, las sociedades par acciones con part icipa- tadus.
Ciofl o de carcter pmblicu); primero p.ira los Par esto Sc asiste a un proceso de separa-
grandes sectares ecunOmicos de base, v lue- dOn que afecta Ia a. piThiica: par una parte
go (conlo sucede en lo Ultimos tiempos) para Sc trata de reconstruir las estrucluras dc
.ictiviclades tccnolOgicamente sofisticadas a gobierno (tanto en el centro coma en Ia pen-
complejas desde el punto de vist. organita- fenia) en el directo imbito de responsahilidad
thu (informãtica, ttcnicas e intenenciones de de las instituciones politicas y, par otra, se
programaciOn organizativa, territorizil v ecu- trzita de dan vida a estructuras de gestiOn en
nOmica, etc.). Estu, par otra pane, determi- ci directo ámbito de responsabilidad de las
flu en el cuadro dominado par una or'anixa- jnstituciones y las farmaciones sociales.
ciOn ministerial todavia operante con las For- Segun esta tendencia el conjunto de Ia'- acti-
mas setialadas, junto a una mayor simplici- vidades administrativas deberia repartirse a
dad v upurtunidad de Ia intervención, ulteria- Ia largu de todo ci arco de Li organiiaciOn
res e igualmente graves prohienkis respecto politico-social ', el prablema administrativo
de Ia organ icidad de Ia acciOn pOblica en su da Li impresiOn de que debe resolverse a tra-
con junta y de his posibilidades de direec iOn vis de Ia superaciOn de las estructuras huro-
•contr()l real sabre Ia misnia par porte del crtieas (mnini-teriales o no). en Ia prefigura-
gubierno, del parlumento N . de Ia colecti idad ciOn de dos diferentes tipas de administra-
en eneral. cion: Ia administnaciOn politica, inserta en las
nuevas estructuras de gobierno. y Li adminis-
IX 1A IOLITICA V L% NOU.P.AVACIIA Lración social, correspondiente it las estruc-
Los desarrollos de esa tendencia relevaron Luras de gestiOn, expresiOn dcl autogobierno
poco :i pucu Ia necesidad de hacer frente al de I.As cokctividades ternitoriales v persona-
prubiema :tdministrativo con unu vision más les openantes dentro de Ia colectividad
amplia dc carzicter global: no sOlo respectu nacional.
18 ADMINISTRACION PUBLICA

Para que esto pueda realizarse, el primer pianos de actividades, tanto privadas como
momento funcional que hay que revaiorar y pObiicas, también los otros momentos de la
restructurar, como ya Se seflaló, parece ser acción administrativa sc caracterizan de
el de gobierno. en Ia doble direcciOn de rom- manera peculiar y pierden su carácter de
per su tradicional carácter unitario v centra- actuaciOn imperativa de normas (y por lo tan-
lizado y de suministrarie adecuadas modali- to estrictamente pOblicas), convirtiéndose en
dades de explicaciones. Desde ci primer punto actividades ejecutivas de tareas programadas,
de vista resalta particularmente Ia regiona- dirigidas al cumplimiento de servicios y de
lización, en cuanto proceso comün en acto en prestaciones o a Ia promoción, al reequilibrio
toda Europa, o por Ia distribución de los y. como en ci pasado, a Ia precisa regulacion
poderes del estado o por Ia coordinación de de actividades cconómicas y sociales. Lo que
los poderes locales (retomando por lo tanto deberia postular un cmpleo más amplio de
en forma actualizada Ia formula de los esta- instrumentos privados y una mayor simpli-
dos federales que tienden a asumir caracte- ficación en ci piano de los procedimientos
res afines a los regionalizados); desde ci (salvo cuando sea neccsario garantizar las cxi-
segundo punto de vista, resalta ei método de gencias del contrario) yen ci de los controics
Ia programaciOn. (no afectando éstos a los actos singulares sino
Ya que las leyes tienden cada vez más a fijar a Ia actividad o a la gestiOn en su conjunto).
los Oltimos objetivos y a dejar necesariamente Todo esto tienc también importantes impli-
Un amplio espacio a Ia acción ejecutiva, a ésta caciones explicativas: en particular, se deli-
le corresponde sustanciaImente determinar flea Ia exigencia de dar vida a estructuras de
las propias modalidades de intervención en gestión con un relieve separado respecto de
ci espacio y en ci tiempo, fijando o, mejor aOn, las de programaciOn, y por lo tanto con cen-
"proyectando" concretamente las tareas por tros de dirección v de responsabilidad pro-
desarroilar. Por io tanto los programas y los pios. Además. esas estructuras de gestiOn,
planes se convierten en ci momento principal reorganizandosc paralelamente a las de
de Ia acciOn de gobicnio. Estos ya no asegu- gobierno segOn criterios de articulaciOn terri-
ran, como era propio dci ado administrati- torial, pueden ser incorporadas cómodamen-
vo tradicional, Ia discriminación entre aut teen Ia Orbita de los poderes locales (más pre-
ridad y libertad, afirmando ci interés de los cisamente dcl autogobierno local) v permitir
sujetos y de los entes ptblicos respecto de los aun ci control sistemático, si no hasta la mis-
intereses privados, sino que establecen los cr1- ma administración social (par parte de las
terios y los instrumentos para ci cumplimien- diversas formaciones sociales intercsadas) dc
to de las tareas comunes de reievancia social, las actividades y de los servicios prestados.
arbitrando y mediando de ese modo en una En ese sentido sc debe recordar ci proeso,
pluralidad de intereses colectivos. Dc aqul Ia todavia en curso, de transformación de Ia
exigencia particular (que esti presente repe- administración escolar, sanitaria, asistencial
tidamente en las leyes) de dar una amplia y de prevision desde los modelos de organi-
importancia en los procedimicntos a Ia fase zación sectorial v vertical a los modelos de
de formación de los programas, con ci obje- organizacion territorial v horizontal (distri-
tivo de favorecer Ia participación de esos inte- tos escolares, unidades sanitarias locales, uni-
reses y dc permitir una adecuada pondera- dades locales de servicios sociales); pero tam-
ción de los mismos por parte de Ia a. püblica. bién pueden ponerse de relieve tendencias
Además, los programas representan ci aniiogas en los campos de intervenciOn eco-
parámetro en ci que se cotejan v pueden cola- nOmica (por ejemplo, agricultura).
borar distintos centros de gobierno autOno- Pero Ia formacion de las dos firuras de Ia
mos entre si y operantes en distintos niseles administraciOn politica y social no produce
y dimensiones territoriales y bajo diversas solamente Ia superaciOn de la unidad y de Ia
responsabilidades politicas (coma es ci caso uniformidad dcl sistema administrativo (con
de los estados con autonomias reionales). las consecuentes posibilidades de utilizar
esquenias organizativos diferenciados y mul-
X. LA ADM1N1STRACUN SOCIAL Y L.A GESTION DI-. l.A PRO- tiples ccntros de participaciOn politica y
GRAMACION. En un sistema de programas y de social, especialmente de carácter local), sino
AGRARISMO 19

que conileva también una transformaciôn sig- 1968; F. Heady, L'administraiion publique:
nificativa del papel del cuerpo burocrático recueil de textes, Paris, Instituts Beige et Fran-
que, como portador de autoridad y guardian çais des Sciences Administratives, 1971; institut
de las leyes, asume diversas connotaciones de d'Administration, Evolution de Ia fonction publi-
acuerdo con las estructuras en las que está que et exigences de formation, Bruselas, Univer-
ubicado. Mientras tanto, en la administración site dc Bruxelles, 1968; C. Langrod (comp.), Tra-
politica se realiza un equilibrio distinto entre tado de ciencia administrativa (1966), AlcaliL de
Ia dirección polItica y ci personal profesional, Henares, ENAP, 1977; F.M. Marx (comp.), Verwal-
desde el momento en que Ia realización por lung: Eine einfuhrende Darstellung, Berlin, Dunc-
programas postula un intercambio recIpro- ker und Humblot, 1965; F.M. Marx, El esiado
co entre ci aporte de los técnicos para formu- administrativo, Alcaiá de Henares, ENAP, 19752;
tar las elecciones politicas y Ia dirección, y Revue Internationale des Sciences Adminisira-
el impulso de los politicos para orientar Ia lives, 1-2. 1971 (nümcro dedicado a Ia adminis-
labor de los técnicos (de tal forma que en Ia traciOn italiana); P.Self, Administrative theories
formación de las decisiones politico- and politics: an inquiry into the structure and pro- -

administrativas ci personal profesional se cess of modern government, Londres, Allen and


convierte sobre todo en un participante); en Unwin, 1971; V.A. Thompson, Bureaucracy and
cambio, en ci caso de las estructuras de ges- innovation, Tuscaloosa, University of Alabama
tion, el personal profesional asume Ia respon- Press, 1969.
sabilidad de las actividades programadas y
de su gestión, en una relación directa entre [GIORGIO PASTORI]

Ia estructura administrativa y el conjunto


social de usuarios, es decir sobre Ia base de
un constante control y estimulo por parte de agrarismo
los grupos y de las formaciunes sociales para
Ia eficaz e idónea consecución de los resulta- Corriente politica e ideolOgica, de gran sig.
dos prefijados. En ambos casos, ci burócra- nificaciOn en distintas etapas del desarrollo
ta parece ser un especialista capaz de utili- de Ia revolución mexicana, constituida en fun-
zar ci aporte de otras disciplinas y de las tec- ciOn de Ia lucha por las reivindicaciones cam-
nicas de organización para contribuir a Ia for- pesinas, especialmente aquellas referidas a Ia
maciOn de las decisiones programáticas (pro- conservación, recuperaciOn y reparto de Ia
pias de las estructuras politicas dc gobierno) tierra de las comunidades agrarias. El a. cons-
o para proveer a Ia conducción integrada de tituye un elemento sustantivo de Ia ideologla
las actividadcs de gestiOn, segün las actuates oficial mexicana y el grado de cumplimiento
tendencias de desarrollo de Ia administraciOn de distintos aspectos de sus postulados pro-
pOblica. gramáticos es con siderado como un paráme-
tro importante de Ia politica efectivizada por
BIJ3LIOGRAFIA:F. Benvenuti, Pubblica amministra- sus sucesivos regimenes presidenciales en
zione e diritto amminisirazivo, en Jus, 1957; F. relación con lit legitimidad reclamada por
Bensenuti, La scienza dell'amministrazione come cada uno de elios como herederos del gran
sislema, en Problemi della pubblica amministra- movimiento revolucionario de La segunda
zu)flc. Boionia, 1958, vol. i; B. Chapman, The pro- dCcada del siglo, del periodo cardenista de
fesion of government: the public service in Euro- 1934-1940 y como ejecutores dinámicos del
pe. Londres, Allen § Unwin, 1959; J. C. Charles- programa nacional y popular plasmado en lii
worth (comp.), Theory and practice of public Constitución de 1917. Por otra parte, secto-
administration: scope, objectives and methods, res criticos o disidentes de las politicas guber-
Filadelfia, American Academy of Political and namentales respecto de las cuestiones agra.
Social Science, 1968; P. Gasparri, La scienza rias y campesinas reclamaron en distintos
deli 'wninini.strazione: considerazioni introduiti- periodos y en Ia actualidad ser los auténtiLos
te. Padua. CEDAM, 1959; M.S. Gitnnini, Diritto representantes de esta corriente hi'.tOrica,
umminisrrazivo, Milan, Giuffrè. 1970, vol. i; F. manifestando que ella fuetraicionada o dis-
Had, Pubblica ammini.czrazione: prospenive di torsionada en distintos grados y matices por
analisi comparaza (1966), Bolonia, Ii Mulino, los sectores detentadores del poder estatal.
20 AGRARISMO

La base efectiva del a. en Ia revoiución que carecen de ella. Los terratenientes que se
mexicana fue Ia poderosa movilización y opusieran a Ia revoiuciOn, siempre de acuer-
lucha de los campesinos que especiulmente do con ci Plan, perderian a travCs de Ia nacio-
en sus dos grandes expresiones, villismo y nalización dci con junto de sus propiedades y
zapatismo, constituyeron Ia forma medular con las dos terceras partes que de otro modo
de Ia purticipación de las grandes masas hubicran conservado se indemnizaria a las
populares en ci movimiento armudo iniciado vie! imas de Ia guerra y pensionarla a las viu-
en 1910. Particularmente Ia rebeiión de los das y huCrfanos de los combatientes revolu-
campesinos de Morelos, acaudillada por Emi- cionarios caidos. Finalmente se convocaba a
liano Zapata, extendida rápidamente a otrus Ia reorganizaciOn dcl pals iuego dci triunfo
rcgioncs dci sur y centro de Mcxico, fue expre- arinado mediante ia reuniOn de una junta de
sión de reinvidicaciones agrarias de larga tra- jefes revolucionarios a nivel nacional. lo quc
dición y desde ci punto de vista de Ia auton constituyO un antccedente de Ia reuniOn de
mización poiltica e idcológica respecto de otras Ia Soberana Convención de Aguascalientes a
fuerzas participantes en el movimiento, ci gra- finales de 1914. En visperas de Ia derrota de
do de fundamentación programático y Ia cohe- Huerta, el zapatismo exigiO que ias disposi-
rencia y persistencia de su accionar. colistitu- clones dcl Plan de Ayala fuescn elevadas a Ia
yen ci hito referencial fundamental para las dis- categoria constitucional.
tintas vertientes dcl a. mexicano. Resulta significativo Ia moderaciOn dci Plan
La primera postuiaciOn revolucionaria res- dc Avala respecto de Ia gran propiedad, mode-
pecto del probiema agrario fue efectuada, sin ración que caracterizaria el zapatismo en
embargo, en ci Plan de San Luis Potosi pr todo su primer periodo, hasta Ia etapa del
clamado por Madero ci 5 de octubre de 1910; enfrentamiento con el constitucionalismo
su articulo tercero manifiestL Ia necesidad de carrancista. En cambiu, adquiere singular
reparar los despojos de tierras de campesi- importancia tanto para In historia especifica
nos pobres e indigenas afectados por Ia Ley del zapatismo como para las vertientes radi-
de DesamortiLacion de 1856, en favor de calcs dci a. Ia Lay Agraria de Ia Soberana Con-
terratenientes. Estu promesa resultó signifi- vención dictada en Cuernavaca ci 22 de octu-
cat iva para reafirmar ci apoyo otorgado at bre de 1915, cuando en esta asambica sola-
maderismo por grupos campesinos rebetados mcntc militaban los representantes zapatis-
contra ci regimen purfirista, de los cuales ci las, habiCndose retirado otras fracciones y
más importante resuitO ser ci dirigido por especialmente ci viliismo. La Icy referida, que
Zapata. Derrocado Diaz, y frente a las vacua- tuvo curno principal inspirador al ministro de
clones e incongruencias de Madero, especial- Agricultura dci gobierno convencionista
mcntc en to referido a las promesas agrarias. Manuel Palafox, destaca notablemente de los
ci zapatismo retomó las armas y fundamen- docurnentos anteriores por consagrar clara-
to su actitud en to que ha pasado a 5cr consi- mente Ia inaiicnabilidad a perpctuidad de Ia
derado ci documento liminar dcl agrarismo propicdad territorial de las comunidadcs y
mexicano, ci Plan de Aaia, firmado por Zapa- pueblos campesinos, hi autonomia de éstos
ta y otros jefes campesinos ci 28 de noviem- respecto de su uso, el derecho a hi restituciOn
bre de 1911. En Ci, además de confirmar las dc las tierras dcspojadas, Ia capacidad legal
definiciones generak'. dcl Plan de San Luis de todas las tituiacioncs anteriores a 1856
y desconocer a Madero por traicionar los con- (Leves de Desamortii.aciOn) tanto comunales
tenidos de Ia rev oiuciOn, ci documento plan- corno individuales, ci derecho fundamental de
tea Ia restituciOn a sus duenos legitimos de todo mcxicano a cultivar una parcela, Li obli-
las tierras, aguas y montes despojadas por los gación de Ia naciOn de atcnder debidamente
terratenientes tanto a comunidades como a a esta necesidad y a cxpropiar con ese fin toda
individuos, v fundamcntado en Ia faita de tie- la ticrra quc excedicsc los limites de exten-
rras de Ia mavoria de los campesinos deter- siOn que Ia propia Icy fijaba con todo detaik
mimi Ia necesidad de expropiar un tercio de segOn calidad v uso de los prcdios, Ia nacio-
Ia superficic de los latifundios existentes, pre- nali,.aciOn confiscatoria de Ia propiedad de
via Ia indemnización a sus propictarios, con los enemiizos dc hi revolucion, tamhicn cia-
elfin de dotar con esa tierra a los pobiados ramcnte especificados en ci texto legai, Ia pro-
AGRARISMO 21

piedad de Ia naciOn respecto de aguas y mon- Ia division y adjudicación privada de los terre-
tes. Ia creaciOn de departamentos federales nos comunales en In tradiciOn de las leyes de
espcciale.s para ci riego, el crédito rural y In desamortización de 1856. Aunque se vislum-
educaciOn e investigaciOn agricola, Ia existen- bra In intención de fomentar el surgimiento
cia de tribunales agrarios especiales y In de una clase de pequeños propietarios rura-
facultad de gestión de toda In reforma agra- les acomodados, es válida Ia opinion de uno
na depositada en manos de los municipios y de los más importantes analistas del a. mcxi-
Ia autoridad federal cxcluyendo In participa- cano (Jesus Silva Herzog) de que el triunfo de
ción de los gobiernos estatales. El conjunto Villa y In aplicaciOn de SUS ideas agranistas
de las reivindicaciones campesinas y de In hubieran dejado más o menus intacto el lati-
probiemática del a. apareció tematizada en fundio en el pals.
este documento y con soluciones de neto La disposiciOn más importante para el futu-
carácter radical, muchus de las cuales se ro desarrollo institucional del a. provino del
incorporaron a Ia IegislaciOn posterior. La on- constitucionalismo carrancista. La Icy del 6
ginalidad mayor de Ia icy convencionista, y de enero de 1915 firmada por Carranza en
ci elemento que no fue considerado nunca Veracruz, aunque dictada por necesidades
posteriormente en ci transcurso de Ia refor- tácticas de Ia lucha contra Ia Convencion
ma agraria, fue Ia autonomia otorgada a los dominada par las fuerzas campesinas, cons-
municipios y a todas las instancias locales tituyó cl documento de mayor trasccndcncia
para plantear, resolver y administrar su pro- en el futuro porque ordenó básicamente toda
pia problemática agrariat. Esta referencia al In estructura jurIdica y administrativa con Ia
poder campesino local debe ser cunsiderada que se Ilevaria a caho Ia neforma agraria. La
como el rasgo mãs fundamental dcl a. zapa- Icy establecia Ia caducidad de cualquier pro-
tista. piedad de terrenos efectuada contra los inte-
El villismo, aunque tamblén con fuerte base reses de pueblos o comunidades campesinas
catmpesina, no alcanzo Ia organicidad del a partir de In Ley de DesamortizaciOn del 25
zapatismo respecto de las propuestas agraris- de junio dc 1856 (Ly Lerdo) o en base a dis-
tas, caracterizándose por una fuerte mdcli- posiciones de Ia Secretaria de Fomento u otra
niciOn programática. SOlo dcspues de las dependencia federal posteriores de I de
derrotas de Cclaya a manos de Obregón. Villa diciembre de 1876, considerada In fecha inau-
expidiO una Ley Agraria firmada en Leon el gural del porfiniato. Estas disposiciones eran
24 de mayo de 1916 por Ia cual, y contrastan- In efectivii.aciOn concreta dcl postulado agra-
do fuertemente con Ins disposiciones zapatis- rio del Plan maderista de San Luis. La inno-
tas, dejaba Ia resoluciOn de Ia cuestiOn agra- vaciOn radical consistiO en In consagraciOn
ri.t a los gohiernos de los estados, s in otor- dcl pnincipin de dotaciOn de tierrus a pueblos
gar ninguna atribuciOn a los pueblos y comu- y comunidades que canecieran de ellas
nidades y asignando funckines secundarias al mediante Ia expropiaciOn de los latifundios
poder federal. Esta determinaciOn era alta- colindantes y Ia estructuraciOn del apanato
mente incongruente, ya que el poder estatal administrativo y los procedimientos legales
y especIficamente los gobernadores hablan para Ilevar adelante estLs adjudicaciones de
sido los mayores agentes dcl despojo de tie- tierras. Se creaba Ia Comisión Nacional Agra-
rras a comunidades y campesinos pobres en na en ci nivel federal, las comisiones locales
favor de los terratenientes durante ci porfi- en cada estado y los comités particulares eje-
nato. y Ia práctica dcmostraria que seria en cutivos en cada pueblo o comunidad que mi-
c-e escjlOn del poder donde mayores difkul- ciara un trámite de tierras o ..tguas. Trámite,
tudes tcndrhtn las realizaciones atruristas y ya fuese de restitución de tierras despojadas
donde los antiuos hacendados o las cornien- o de dotación de tierras nuevas, que debenia
tes neolatifundistas lograrian mayor peso. La sen atendido en el nivel estatal por los comi-
Icy villista estublecia Ia necesidad de fraccio- tés locales, y asesorado pun Ia comisiOn local
nar los grandes latifundios, pagando Ia agraria que ci gobernador de In entidad dis-
correspundiente indemni.'aciOn a los dueños, pondnia provisionalmente. Todo el expediente
marcaba un limite du veinticinco hectáreas pasania luego a Ia instancizt federal, senia revi-
a los adquirentes de esus fracciones v exigia sado pun In ComisiOn Nacional Agraria y en
22 AGLtRISMO

base a su dictamen ci presidente de La Repü- agraristas de Ia revoluciôn hubo que esperar


blica resoiveria en definitiva, aceptando, a su derrocamiento y a Ia asunción al poder
modificando o rechazando Ia resoiución del de Alvaro Obregon, quien habia recibido ci
gobernador. Salvo cuestiones de detalle ci apoyo de los sectores zapatistas más impor-
procedimiento ha regido todo ci ciclo de desa- tantes sobrevivientes ai asesinato de su jefe
rrolio de La reforma agraria mexicana. La en abril de 1919, iiderados por Genovevo de
diferencia fundamental con los postulados Ia 0, Gildardo Magana y Antonio DIaz Soto
zapatistas recogidos en Ia Ley de Ia Conven- y Gama. Este ültimo fundó en 1920 ci Parti-
ción radican en dos puntos; ci primero: de do Nacional Agrarista como expresión orgá-
acuerdo a la Icy carrancista ci reconocimiento nica de esta convergencia, organización que
de los despojos territoriales se restringia al se fusionarfa con otros ai crcarse ci Partido
periodo posterior a Ia desamortización de Nacionai Revoiucionario, actualmente Revo-
1856, lo que concedia legitimidad a gran par- iucionario Institucionai, en 1929. El obrego-
te de Ia propiedad latifundista constituida en nismo en el poder comenzó ci reparto agra-
ci periodo colonial o republicano, mientras rio especiaimente en los estados dci centro
que ci zapatismo reconocIa Ia tituiación pri- sur de Ia repüblica, donde existia una muy
mordial de origen colonial y ralces prehispa- fuerte base campesina zapatista. Consoiidó
nicas en muchas ocasiones como base para también las instituciones federales dedicadas
reclamar restituciones de tierras; segundo: a Ia reforma v sus puestos fucron ocupados
institula Ia dependencia a las distintas instan- generaimente par zapatistas destacados. El
cias gubernamentales y csencialmente del periodo de Calics siguió con ci rcparto que
poder federal de toda Ia operación del rcpar- se vio detenido notoriamente por los gobicr-
to agrario, arma politica que resulto funda- nos posteriores.
mental para Ia efcctivización dci control y Ia Una etapa decisiva en ci desarrollo de Ia
manipulación de las masas campesinas, en efectivizaciôn de Ia reforma ugraria y demis
lugar de Ia autonomfa local administrativa y aspectos dci programa agrarista fue ci sexe-
también poiitica preconizada por el movi- nio del general Lãzaro Cárdcnas, de 1934 a
miento suriano. 1940. En éi se viviô ci apogeo de Ia distribu-
Reunido ci Congreso Constituyente en Que- don de tierras, alcanz.indose en ci periodo
rtaro en 1917, las ideas agraristas se impu- más de dieciocho miiboncs de hectárcas repar-
sieron deddidamente en ci contenido dci arti- tidas a un millón de campesinos, Ia que sig-
culo 27 de Ia nueva Constitución, a pesar de nificó un monto similar a Ia efectuado par
Ia oposición del conservadurismo carrancis- tados los gobiernos revolucionarios anterio-
ta. Sc cievo ajerarquia constitucional io dis- res. Pero adcmã, se alentaron experiencias (be
puesto en Ia Icy dcl 6 de enero de 1915, esta- produccion colectiva campesim en ejidos
bieciéndose adcmãs Ia propiedad primordial muv importantcc, tales coma Los de Ia comar-
de Ia nación obre las tierras N. aguas, ci dere- ca iaguncra (Durdngo-Coahuiia), que coioca-
cho a Ia expropiuciôn de latifundios v data- ron Ia práctica agrarista en un escalOn supe-
cion de tierras a pueblos y comunidade'., Ia rior a lo practicado anteriormente. Estas
re.tricciOn dci acceso a Ia propicdad par par- experiencias, sin embargo, Sc vieron afecta-
te de extranjeros asi como de corporaciones das en u continuidad en sexenios posterio-
reIiiosas, sociedades de beneficencia y anó- res al combinarse dificltades internj' con
nima, Ia garantia de Ia existencia de propie- indiferencia v hastt ho' tilidad de aleuno , sec-
dad comunal de tierras, montes y .guas. Ei tore. oficiales. Cirdena , atendió tambiéri los
articulo 27 (Ic Ia ConstituciOn constituyó Ia aspecto' vinculado.. con Ia organizJciOn dci
base juridica más importante de La reforma crédito agrfcoia a los ejidos y a los pequenos
agraria yel fundamento dci .istema de tenen- propietarios de escasos recursos. Politica-
cia y explotación de Ia tierra vigente en Méxi- mente impulsO Ia constituciOn de Ia Confede-
co hasta Ia actuaiidad. ración Nacionai Campesina (cxc) en 1938 v Ia
Pese a la legisiación estabkcida bajo su ereaciOn dcl sector campesino en ci Partido
mandato, Carranza no activó ci desarrollo de de Ia RcvoluciOn Mexicana (hov i1).
las transformacione agrarias. Para un eke- Aunque proseguidu en los sexenios paste-
tivo inicio de cumpiimiento de los principios riores Ia esencial dci reparto agrario fue con-
AGRESION 23

sumado por Cârdenas. Los problemas más agraria en Mexico, Mexico, El Caballito, 1983;
significativos abordados pore! a. en los ülti- F. Gonzalez Roa, El aspecto agrario de la Revo-
mos tiempos cstán vinculados más que con luciOn mexicana, Mexico, 1919; G. Magana, Etni-
Ia creación de nuevos ejidos o ampiiación de 11am., Zapata y el agrarisrno en Mexico, Mexico,
Ia dotación de tierras de los ya existentes, con 1952; J. Silva Herzog, El agrarismo mexicano y
las cuestiones relativas a Ia organización la reforma agrana: e.xposicion y cthica,Mexico,
intcrna y a Ia productividad, particularmen- Fondo de Cultura Económica, 1959.
te criticas en ci campo mexicano a partir del
acelerado incremento demográfico y los pro- [Hocio citaspo]
blemas productivos especialmente en el sec-
tor de cultivos de temporal. El acento va reca-
yendo, en Ia reflexión y la temática del a., en
los problemas de coIectivización dcl esfuer-
agreslón
zo de producción, capacitaciôn tecnoIogica,
equipamiento y mecanización, creditos,
comercialización, etc., cuya resolución permi- El término a., que surgió para indicar actos
ta al sector ejidal producir excedentes de de violencia armada de un estado contra otro,
magnitud y sostenerse frente a las acusacio- es usado hoy en un sentido muy ampiio, con
nes cada vez mãs reiteradas respecto de Ia referencia no solo a un ataque militar sino a
ineficiencia productiva y demagogia polilica cualquier intcrvenciOn "impropia" de un esta-
que efectüan los adversarios del a., general- do que perjudica a otro. Dc todos modos ci
mente portavoces de los intereses del capita- término tiene una connotaciOn negativa, por
lismo privado en ci agro. ]o cual se usa para indicar las actividades de
Como corriente orgánica, polItica e ideoló- un estado enemigo, jamOs del propio. Al tipo
gica, ci a. ha producido una vasta reflexión de a. clásica, es decir ci cruce de las fronte-
teórica y práctica sobre si mismo, su histo- ras dc un estado por parte de las fuerzas
na y los probiemas, tanto generales como par- armadas de otro estado, Sc agregaron otras
ticulares, que se derivan de su programa. Se formas de a., indicadas a vcccs con ci térmi-
considera un producto de Ia peculiar histo- no de a. indirecta, como es ci case dcl apoyo
na dci campesinado mexicano, recogiendo Ia a los rebeides de una guerra civil en un esta-
tradiciOn comunitaria dci calpulli náhuati, do extranjero, In subversiOn, Ia propaganda
idealizándola, y las iuchas ugrarias que Cons- (por ejemplo, ia incitaciOn a Ia sediciOn
tituyen una enorme tradiciOn a lo largo de Ia mediante Ia radio), ci espionaje, Ia explora-
colonia y ci sigio xix. Esta peculiaridad atri- ción aérea y por medio de satélites, Ia pene-
buida ai desarroilo histórico nacional permi- tración econóinica.
ti6 al a. mexicano amoidarse claramente al En ci derecho internacional se encuentran
nacionalismo populista que constituye Ia muchas tentativas de definir Ia a. internacia-
principal vertiente ideoiOgica progresista dc nal con elfin de distinguiria de io actos leg!.
Ia i-evoiución mexicana, y no hacerlo de mane- times de autodefensa. Algunos estudiosos tra-
ra pasiva sino en forma activamente consti- taron de componer listas de actos de a., pero
tuyente. Adema.s, ci a. siempre se ha caracte- en todo c.so resuitaron incompictas; otros,
riado, aun en sus mornentos de mayor dcsa. como Quincy Wright. creen más Otil ci e.stu-
rrolio politico. por unu gran vaguedad en dio de aigunas crisis contemporáneas que
cuanto a definiciciacs de proyecto nztcional configu ran los caracteres de Ia a. con Ia fina-
quc supereri las condiciones especificas del lidad de formuiar generaiizaciones obre las
ambito campecino y las cuestiones relativas caractenisticas comunes. Muchos estudiosos
it Ia cue.tiOn agraria. Dsde este punto de vis- hun lIedo a Ia conclusiOn, sin embargo, de
ta ci a. mexicano participa claramente de las que una definicion de Ia a. es técnica v poilti-
caracteristicas iimitaciones que otros mciv!- camcntc imposibie; Hers afirma que Cs OS-
mientos politicos de sino similar han teni- ble reconocer Ia a. solo cuando ci estado que
do en otras panes dcl mundo. Ia sufre se declara victima de ésta.
En realidad, Si sc exciuye ci probiema de
RIBI.I(JGEi.AFIi. .'. Diaz Soto v Gama, La clIestioH Ia definiciOn juridica de Ia agresiOn interna-
24 AISLACIONISMO

cional —a Ia que está conectada Ia aserción rales, accede a considerar coma menos urgen-
de Ia violación de los derechos de on estudo- tes los cornpromi.sos de politica exterior y,
ci anulisis de Ia a. no ha asumido un relieve por lo tanto, a valuar criticamente las conse-
autónomo en ci estudio de las relaciones poll- cuencias.
ticas entre los estados. En ci análisis politi- Los principules casos de a. en Ia edad
co internacional, en efecto, Ia a. está consi- modernu atanen al JapOn de 1636 a 1868. a
derada sólocomo una modalidad temporal de Estados Unidos y, con muchas reservas, a
las relaciones entre dos estados: una fase dc Gran Bretaña en ci periodo de 1822 a princi-
on proceso más amplio de relaciones conflic- pbs dcl siglo xx. Es preciso observur que en
tivas que no amerita por si misma mayor todos estos casos ci a. se refiere esencialmen-
atención. Solo J. Galtung ha cnfrentado expli- te it Ia esfeia polItica. El propio JapOn, que
citamente al argumento, dandu una explica- representa ci caso de aislamiento politico y
dOn it partir de Ia teoria estructuralista y de cultural más rIgido, mantuvo relaciones
procesos conflictivos atraidos por desequili- comerciales con los holandeses. El "esplén.
brios de rango entre los estados con dimen- dido aislamiento" británico fue, sin más, una
siones distintas. caiculada linea de acciOn, dirigida a mante-
ncr Ia supi-emacia británica en Europa por ci
BIBLIOGRAFIA: J. Galtung, A structural theory of predominio maritimo v comercial, más que
afi'gression, en Journal of Pt act Research, 2, 1 %4; par una influencia politica directa. Estados
J. H. Herz. International politics in the atomic Unidos ocupa una posiciOn intermedia entre
age, Nueva York, Columbia University Press, ci a. japonés y el aislamiento inglés, y de él
1965; 0. Wright, The nature of conflict, en The nos ocuparemos en particular, porque se tm-
Western Political Quarterly, 2, 1951. ta del caso de a. quc ha tenido una influencia
mayor en Ia politica seguida durante ci siglo
[nixo A rrINA] xx.
Un unálisis del a. estadunidensc permite
distinguir con todu ciaridad Ia trama contra-
aislacionismo dictoria dc motivos politicos y econOmicos
que en el se resumen. Sus origenes coma prác.
El a. no Cs simplemente una linca de politica tica politica deben verse en ]a neutralidad
exterior que busca evitar, en determinadas perseguida en forma realista par George Wash-
circunstancias, compromisos politicos con ci ington durante las guerras europeas provo-
exterior; tampoco Cs una situaciOn pasiva de cadas par Ia Revolución francesa y teoriza-
aislamiento en Ia que un estado Ilega a encon- da en su mensaje de despedida (1796) sobre
trarse en virtud de alianzas que Ic sun adver- Ia base de una total iiicompatibilidad entre
sas creadas por otros estados. Ni siquiera los intereses estadunidenses v los dc las
debe corifundirse ci a. con ci ncutrtiismo, ci potencias curopeas. Su cuntenidu teórico, in
cual Sc dirige a Ia preservaciOn de Ia indepen- embargo, deriva subre todo de Ia "idea de
dencia v la integridud de una naciOn circun- misiOn", desarrolLdu a principios dcl siglo
dada por VCCiflOs más poderosos —comu ci xix coma una verdadera ideologia nacional
caso de Suiza—. y, hasta cierto punto, tam- propia. segOn Ia cu: I Estados Unidos estuba
poco con una politica de aislamiento cultu- de'tinado par Dios it n1utrar al mundu que
ral —coma ci de Ia China imperial—, lo cual un pueblo nueo e incorrupto podia vivir en
hace que posca aspectos teóricos que hacn libertad v con justicia. Corolario de semejante
de éi casi una ideologia: consiste en una acti- idea era que sOlo manteniéndosc inmunes a
tud pulitica en Ia que se coloca voluntaria- todo contacto con los corruptos podrian los
mente on estado y quc no deriva dc Ia necesi- norteamericanos .cr cilos mismos. Peru senle-
dad inipuesta par un situaciOn de peliro. jnte ideologia contridecia los intereses de
Adcm,iis,cn Ia practica, se baa en una situa- Estado Unidos, que tendia a Ia conquista y
ción de ai'.lamicnto geográfico que. aun sin colonizaciOn de Ia porciOn forte de America
ser su matriz, es uno de sus prerrcqui'itos y estaba dutado de una cconomia en rapido
fundamentales. El aiIamiento '.eografico, al desarrollo. El a. de Ia mision americana"
asegurar Ia integridad de los confines flttU- debiO por consiguiente piegarse ante una rca-
AISLACIONISMO 25

lidad expansionista, aunque sin abandonar Ia enorme fuerza de su capitalismo, en un


sus rasgos teoricos originales y defendiendo, dominic económico sobre Europa, justifica-
en Ia posible, In práctica polItica aislacionis- do par Ia tesis de que Ia esfera económica pro-
ta, a fin de no poner en peligro uno de los mueve Ia paz y Ia civilización y, por lo tanto,
hitos de Ia identidad nacional. está acorde con Ia "misiOn americana". El
Esta contradicción, fuente de los más rele- empuje del imperialismo informal estaduni-
vantes rasgo.s de falsa conciencia de Ia poll- dense, que tenia una influencia pesadamen-
tica estadunidense, se revela en las interpre- te conservadora sobre las vicisitudes politi-
taciones dadas sucesivamente a In Doctrina cas europeas, y Ia contradiccion entre esta
Monroe (1823), un documento diplomático función de dominio y el rechazo de asumir un
sabre todo defcnsivo con ci que Estados Uni- liderazgo politico han sido, segOn muchos his.
dos se oponia a cualquier injerencia europea toriadores, causas importantes de In deses-
en los asuntos de las dos Americas. La inter- tabilización internacional de los aflos treinta.
pretación expansionista de In "idea de Desde Ia segunda guerra mundial, el a. nor-
misión" —entendida coma "destino manifies- teamericano ha sido claramente superado
to" de los norteamericanos y por consiguiente como fenómeno politico, pero su influencia
su derecho absoluto para ocupar Norteamé- cultural continua haciCndose sentir. El anti-
rica— aplicada a In Doctrina Monroe condu- comunismo, que esti en Ia base de Ia justifi-
jo a arrebatarle a Mexico vastos territorios cación del liderazgo occidental asumido en
(1846-1848). Desde 1898, año en que Estados los años cuarenta, de hecho se ha insertado
Unidos venció a España y puso fin a su domi- en In "idea de misión" como objetivo prima-
nio colonial sobre Cuba y Filipinas, Ia Dcc- rio de Ia vocación libertadora v liberadora de
trina Monroe sirvió para reivindicar una esfe- Estados Unidos, que asi ha podido ver en su
ra de influencia exclusiva en el Caribe v por acción hacia el exterior noun compromiso en
lo tanto el derecho de intervención en los el mundo de los intereses iniernacionales con
asuntos internos de los paises del area. Las fines de una politica propia de potencia, sino
teorias puestas al dia sobre Ia "misión ame- Ia defensa, históricamente necesaria, del üni-
ricana" coma misión activa de defensa del Co sistema politico y económico con un valor
progreso y de In democracia, aparecidas hace universal. Por paradójico que parezca, se pue-
dos siglos, no ocultan el hecho de que el capi- de hablar aqui de un neoaislacionismo nor-
talismo norteamericano, al alcanzar un alto teamericano a partir de Ia segunda guerra
grado de madurez interna, empezaba a cons- mundial, casi una proyección a escala mun-
truirse una esfera de influencia en ci exterior dial del a. precedente —del que son un sinto-
v se servia por un lado de Ia Doctrina Mon- ma los constantes Ilamamientos de Ia dere-
roe coma de un arma ofensiva en el continen- cha estadunidense a una rigida politica mili-
te americano y par el otro del tradicional a. tar que salvaguarde al modelo norteamerica-
como de un arma defensiva en el enfrenta- no sin ;ransitar por los intrincados compro-
miento entre las potencius europeas. misos de Ia polltica internacional. Hablar de
La contradicciôn entrc a., como ideologia neoaislacionismo es posible, pero solo dentro
nacional y fenómeno politico, v expansionis- de un analisis del imperLtlismo estaduniden-
mo surgió dcfinitivamente después de Ia pri- se, del que el neoaislacionismo representa Li
mera guerrt mundial, cuando los estaduni. falsa conciencia, V dentro de un análi.si, de
denses, quc habian aceptado In intcrvención las modificaciones politicas v culturales inter-
en Ia guerra como parte de u misión de na. dc Estados Unidos, que en los ültimos
dcfen.a de los pueblos democr.'itico' contra veinte años han 11ev ado a rechazar toda "idea
el ataque de las naciones reaccionaria, se de mi.ión".
negaron a adherirse it Ia Sociedad de Nacio-
nes v e retiraroti it una poicion de e'.trecho BWLUXkAFlA S. Adler, The isolaiio,ii.i impulc.
a. politico que durU hata Ia cgunda guerra 11 iw'nneth-centu r% rcaciiun, Londre.., Ahelard-
mundial. Dc hccho, Estadus Unidos HerO ade- Schurnan, 1957; F. Gilbert, To the /Griw'l1
Linte .ti mi..niij tiempcl una politica precisa de adtlrc's.c: icka3 of early .4merieau foreiin polici,
expansiun cumercial V sobre todo fintnciera Princeton, Princeton Univeritv Pre..s, 1961; N.
que en lo anus veinte e tradujo, a causa de A. Gracbner, The new isolatiun,sm. :1 .:udv ui
26 ALIANZA

politics and foreign policy since 1950, Nueva dado, esa forma particular de cooperación
York, Ronald Press, 1956; G. Kolko, Le radici eco- que es una a. y no otras formas de coopera-
nomiche della politica csrera amcricana (1968). ción a de asociación. Un tratado de a. se sus-
Turin, Einaudi, 1970; C.P. Parrini, Heir to empi- cribe cuando los intereses comunes de varios
r. United States economic diplomacy, 1916-1923. estados no pueden procurarse más que con
Pittsburgh, Pittsburgh University Press, 1969; D. Ia estipulación del mismo.
Perkins, Hisioria de la Doctrina Monroe (1955), Dignas de más atenciOn son las hipotesis de
Buenos Aires, EUDEBA, 1971. G. Liska y D. Edwards. Más bien que ser crea-
das para algo, las a. surgen, segün Liska, con-
[riziANo BONAZZI] tra alguien o algo. Examinando casos histó-
ricos y contemporaneos, Ilega a Ia conclusion
de que las a. son Ia consecuencia de conflic-
allanza tos contra adversarios cornunes, que incluso
pueden ocultar temporalmente los conflictos
i. DEHNIcION Y TWos DE ALIANZA. Las a. son las for- entre los aliudos. El sistema de los estados se
mas de cooperación más estrecha entre los subdivide en tantas alianzas como sean las
estados: vinculan Ia acción de los mismos en consecuencias de los distintos tipos de con-
las circunstancias y en los modos previstos flictos que subsisten en el nivel global, regio-
par el acuerdo o el tratado que las instituye. nal e interno. El conflicto este-oestc en ci sis-
El termino a. se usa también para indicar las tema global actual y el conflicto entre Bor-
relaciones entre los estados caracterizadas bones y Habsburgos en el sistema global euro-
por una colaboracion prolongada durante un peo de aquella época polarizaron en ambos
largo periodo de tiempo, aunque no esté for- casos, par ejemplo, el sistema internacional
malizada en un acuerdo escrito. Pero en este airededor de dos grandes alianzas. Cuando Un
caso Cs mas correcto habhtr de alineamiento conflicto global divide dos potencias a dos
[alignment]. Una a., por el contrario, se carac- grupos de potencias, las a. ratifican una pola-
teriza par un compromiso, en materia politi- rización a existente; cuando, par el contra-
ca o militar, que vario estados asumen para rio, dos grandes conilictos dividen tres o más
Ia proteccion o ]a realizackin de sus intere- potencias, las a. desempenan un papel más
ses; el comprunhiso se formaliza con Ia firma importante. También los conflictos menores
de un acuerdo a tratado, y puede instituirse ticnen frecuentemente gran importancia en
también una organizacion temporal para Ia Ia definiciOn del cuadro de las a.; sin embar-
realizaciOn de los compromisos asumidos. go, en los sistemas regionales In distribuciOn
Las a. pueden ser bilaterales a multilatera- natural de las a. puede ser influida par Ia dis-
les, secretas a abiertas, tempurales a perma- tribuciOn que produce el conflicto global.
nentes, generales a limitadac; pueden servir Pero Ia adhesiOn de un estado a una a. depen-
a intereses idmticos o complementarios, o de en cran medida de los conflictos internos;
basarse Ln intereses ünicamente ideologico. el equilibria interno de las fuerzas tiene mOs
importancia, segOn Liska, que las amenazas
II. ORIr,ESLS Iii. LASALIANZAS. Muchus consideran y las presiOflCs externas.
a Ia comun iOn de intereses como condiciOn La hipotesis de D. Edard% sabre el origen
necesIriu p..tra Ia existencia de una alianza. de las a. se aplica a las trandes . después de
Los intereses pueden ser id:nticos 0 suscep- Ia segundzi guerru mundial. El etudioso nor-
tibks de tra!Istormarse en idénticos durante teamericano parte de un examen del Pacto de
Ia i. Ls intcresc, iniciilmente no identicos. Varsovia. Este pacto se originO en tres facto-
deben permitir una convergencL de acción: res concurrentes: el cambio del status qio
esta coner'encia tiene mayores probabilida- militar (remi litarizaciOn de Alemania Occi-
dcs de r iljz:trse en Ia a. cuando bsicamen- dental), ci dse de Ia potencia dominante de
te ma- que un solo inheres h:v un rupo de asegurarse posiciones de fuerza frente al
intereses que pueden ser idénticos. dikren- idversario comün en presencia de una dccli-
Le,, a, inicia!menie, inclu.o contrastantes. naciOn de los aliados tradicionales (debilidad
Peru Ia comunión de interescs no explica de los estados europeos cercunos de Ia UPSS)
por qué los estados elijen, en un momento v Ia voluntad de Ia potencia dominante de
ALIANZA 27

reforzar ci propio influjo sobre sus aliados te mayor su propia fuerza aliándose con un
(disminución del control soviético sobre las estado más fuerte; éste, por su parte, utiliza
republicas populares curopeas despues de Ia Ia ocasiOn para extender su esfera de influen-
muerte de Stalin). Edwards encuentra tam- cia y sus recursos potenciales. Pero esto es
bién estos factores en el origen de Ia OTAN, de cierto solo cuando existe una amenaza de un
Ia SEATO. de Ia a. (ya anulada) entre China y tercer estado; de otra manera ci estado débil
La UniOn Soviética, y de las "relaciones espe- puede temer Ia perdida de Ia propia identi-
ciales" entre Estados Unidos y Gran Breta- dad entrando en una a. y ci fuerte teme el exa-
ña. Dc Ia observaciOn de Ia presencia de deter- gerado aumento de sus compromisos.
minados lactores en el origen de distintas a.
y de Ia comprobaciOn dcl papel desempena- GRANDE7aA DE LAS ALIANZAS. LA TEORIA DEW. RIKER.
do por una sola potencia "dominante". Muchos opinan que ci refuerzo de las posicio-
Edwards Ilega a Ia conclusion de que las teo- nes politicas y militares de un estado depen-
rias tradicionales sobrevaloran Ia funciOn de de de Ia amplitud de Ia a.: cuanto más alto es
los intereses en los origenes de las a., y detec- ci nOmero de los estados miembros, mayor
ta que éstas tienen un notable influjo sobre es ci incremento de Ia potencia de cada esta-
Ia libertad y Ia politica de los estados miem- do. La politica de a. realizada por Estados
bros. En realidad, casi todos los estudiosos, Unidos bajo Eisenhower es el ejemplo concre-
más quc observar cuáles son los factores to de esta concepción. W. Piker, partiendo dcl
determinantes que se encuentran en el origen modelo del juego con suma cero (que él con-
de cualquier a., examinaron preferentemen- sidera ci (knico válido paru emender Ia poll-
te los motivos que con mayor frecuencia esti- tica), afirma, por el contrario, que las a. debe-
mulan a los estados a entrar en una a., vale ri an tender a ser lo más reducidas posibles.
decir, en sustancia, las ventajas que un esta- Su teoria de las coaliciones se apoya en tres
do trata de asegurarse. La tesis sobre Ia cual principios deducidos dcl modelo del juego con
estos estudiosos basan su pianteumiento es suma cero: el principio de medida, segOn ci
que ci nucimiento de las a. no puede explicar- cuai los estados, cuando poseen una perfec-
se (V por lo tanto, preverse) sobre Ia base de ta información, tienden a formar Ia más
algunas reglas o principios sino que depen- pequena coaiiciOn vencedora paru dividir con
de solamente de Ia discrecionalidad de los ci menor nOmero posible de aliados ci botin
t-stado',: un estado decide entrar en una a. des- de Ia victoria; ci pthicipio t'slrate,'ico. 'egOn
pue' de analizar discrecionalmente Ia situa- ci cual en sistemas en IoN que funciona el prin-
don presente V de asegurarse que In entrada cipio de medida los participantes en las ülti-
en Ia a. Ic permitiria alcanzar determinados mas fases de las negociaciones en las quc se
objetivos que no podria lograr de otra manifiesta más de una coaliciOn vencedora
manera. deberán eiegir una -.ola coaliciOn, y el princi-
pio de desequilthrio, por ci cual los sistemas
III. OBJETIVOS DE Los ESTADOS MIEMBROs Tre' son en los que funcionan los principios susodi-
en in przXcticu los objctivos 0 intereses, varia- chos son inevitablemente inestahles a causa
damente correlativos e independiente, que de Ia tendencia de io adores mavores a
un estado persiguc en una a.: in seguridad, Ia recompensar cada vez más a los actores
c.tahilidad y Ia influencia. Una a. ofrece, para menores que son esenciales en Ia coalición
esos fine's. ventajas politicas i' militares. Un minima vencedora. Tal tendencia 1km, poco
esiado se siente màs fuerte con ci açoyo diplo- a paco, z. Ia declinaciOn de los actores princi-
mätico de sus aliados: con éste puede proio- pales.
car o impedir una revisiOn "pacifica" de In
confkuración existente. Una 3. es también Un 1iCTO1ES DL LOHES )N. TEKiIINOS LAS ALIA\ZAS
factor de potencia militar: ci cstad icnte que Una vez fot'mada, ci exito de una a. depende
puede bnsar'.e en otras fuerz:is, no propias, de la cohesion e intcgraciOl que los miembros
como instrumentos de disuasiOn v de defensa. des.rroIlan entre elio. Los factores de cohe-
El aumento de Ia propia fuerzaa través de sión de una a. son varios, v si hien hay quien
una a. io buscan lanto los estados poderosos sostiene que una generalizaciOn referente a
como los cstados dbiIes. El cstado débil sien- éstos Cs inütil porque tales factores no cstán
28 ALIANZA

presentes necesariamente en todas las a. y, limitaciones que surgen de una alianza.


donde están presentes, están variadamente Una a., efectivamente, es casi siempre una
combinados. algunas proposiciones genera- fuente de limitaciones para los e.stados miem-
les sobre los mismos pueden formularse bros, los cuales las aceptan solo como precio
correctamente. inevitable de la resistencia at adversario; ese
El factor ideologico es de gran importan- precio se siente especialmente cuando ci
cia en las a.; donde no está presente to pro- adversario trata de erosionar Ia cohesion de
mueven los lideres de Ia coalición porque es los aliados con tácticas particulares (coma
igualmente ütil en tiempo de paz como en ofrecimientos secretos de ventajas a algunos
tiempo de guerra. Hacia el exterior. Ia ideo- miembros). No solo una a. sino tambien Ia
logia tiene Ia función de desmoralizar al estabilidad del sistema internacional puede
adversario y forma parte de Ia guerra psico- comprometerse cuando un estado considera
logica; hacia ci interior, refuerza las reiacio. excesivo el peso de las limitaciones que Ia pre-
nes entre los aliados creando Ia conviccion de sencia en Ia a. impone a sus intereses.
Ia utilidad de unir los propios recursos y Finalmente. una a. deberia cesar cuando se
superar eventuales divergencias. alcanzan los objetivos por los cuales habla
El éxito de una a. depende también del tipo surgido, pero pueden ser numerosos los moti-
de consuitas intercambiadas entre los miem- %os que provocan Ia ruptura antes de que se
bros. En a. caracterizadas par Ia igualdad y logre elfin previsto. Habitualmente Ia causa
Ia solidaridad entre los miembros, las consul. debe buscarse en Ia insatisfacciOn de uno o
tas resultan eficaces; en caso contrario Ia obli. más aliados, provocada par Ia percepción de
gaciôn de recurrir a consuitas generales fren- una di.sparidad entre los compromisos asu-
te a cualquier eventualidud disminuye Ia eli. midas y las limitaciones que se soportan, de
ciencla militar de Ia a. y ci influjo quc los una parte, y los propios fines y ambiciones,
miembros preeminentes pueden ejercitar de otra.
sobre estados externos.
Las capacidades materiales de los varios VI. ALIANzA y PROLIFERACION NCCLFAR Un tema
miembros influyen de diversas maneras en Ia muy discutido en las obras mcts recicntes es
vida de una it. Una atcnción particular se pres- el de las relaciones entre proliferaciOn
ta a las capacidades de los estados "gulas", nuclear y vida de las a. Es un tema sumamen-
que deberian aumentar ccintinuamente para te complejo, que no aclaran suficientemente
asegurar ci éxito de Ia coaliciOn. Pero un crc- las experiencias hasta ahora ofrecidas par el
cimiento preponderante de las capacidades desarrollo de los zirsenales de algunas poten-
de un estado no fuvorece Ia cohesion de Ia a. cias medianas v sobre el cual, par esta razOn,
porque habitualmente no corresponde a los se pueden plantear solamente algunas hipO-
intereses de los otros aliados; lo mismo pue. tesis. Es previsible, por ejemplo, que hi difu-
de dccirse dc Ia decadencia de las cap..tcida. sión de las armas nucleares provocar no tan-
des de un aliado. For el contra rio, un balan- to una disminuciOn de los vinculos de las a.
ceado crecimiento de las capacidades de los coma una revisiOn de ésto. Ms que renun-
distintos aliados, que permita Ia realizacion ciar a SUS compromisos respecto de un alia-
de los objetivos de Ia alianza, incrementa Ia do quc consigue un potencial militar nuclear
cohesiOn. (renuncia que significarla perder un aliado),
Es evidente por si mismoque Ia vida de unu Ia potencia "guia" de Ia a., que ya posee las
. está condicionada par Ia politica interna de armas nucleares, preferirii tcncr presente los
cada miembro. La inestabilidad interri, con intereses dcl aliado, adaptando a tstos sus
frecuentes cambios de aobierno. es un factor propios compromisos; y es CstO, probable-
de desintegr.iciOn dadu que lit oposiciOn tien- mente, to que Ia potencia mediana que consi-
de a cambiar Ia politica de a. dcl gobkrno pre- zuiO ci armamcnto nuclear se proporlia alcan-
cedente. La relaciOn enire gohierrio v oposi- zar: "hacer sentir su voz", aumentar su prcs-
don influve decisivametite sabre Ia cohesion tigio v acrecentar su potencial politico-
de la a. en las que participan estados politi- rnilitar.
camente inestahle.s; sLo, en efecto, se En consecuencia, Ia prolikraciOn nuclear
demuestran menus dispuestos a aceptar las no deberia 5cr, coma algunos sostienen, elfin
ANARQUISMO 29

de Ia era de las a., como no lo fueron las dos orden juridico (Ia Icy): a cstos motivos se les
organizaciones internacionales de Ia Sociedad agrega el genérico impulso a Ia libertad que
de las Naciones y de las Naciones Unidas, las angina los apelativos de libertanismo atribui-
cuales deberlun garantizar a los estados por dos al movimiento, y de libertarios, otorga-
medio de un sistema de seguridad colectiva do a los adherentes. Una vez precisados estos
que habria convcrtido en inütiles las a. El Ira. datos, por a. se entiende el movimiento quc
caso de ese sistema, a causa de Ia logica bipo- asigna tanto al hombre individual como a Ia
lar que impusieron las dos superpotencias, colectividad el derecho de usufructo de toda
impulso a los estados a ver en las a. un intru- libertad, sin limites de normas, de espacio y
mento todavia váiido para Ia propia segu- de tiempo, fuera de los confines que surgen
ridad. de Ia misma existencia del individuo: vale
decir Ia libertad de actuar sin ser "oprimidos"
HIBIJOGRAFIA: D. Edwards. Andlisis de la politica por ninguna autonidad, encontrando Onica-
iuternacional(1969), Mexico. Paidos; 0. Holsti, mente los obstáculos que Ia naturaleza opo-
P. Hopmann vi. Sullivan, Units' and disintej'ra- ne, es decir Ia "opiniOn". ci "sentido comOn",
tion in international alliancc's: co;npa rative stu- Ia voluntad de toda Ia comunidad, a los que
dies, Nuea York, Wiley, 1973; G. Liska, Nations el individuo, sin tener que someterse, y por
in alliance. Baltimore. Johns Hopkins. 1968; W. lo tanto sin constricciones, se adecua en vim-
Riker. The theory of political coalitions. New tud de un acto de Ia voluntad libre. Esta defi-
Haven, Yale University Press, 1967. niciOn genénica, distintamente valorada por
los diferentes pensadores y movimientos
[FL LVIO ATTIXA] adherentes al a., puede sintetizarse en las
palabras que ci unarquista SCbastien Faure
escribiO en los afios de 1920 de nuestro siglo
en Ia Encyclopedic anarchiste: 'La doctrina
anarquismo anárquica se resume en una sola pulabra:
libemtad."
I. DEl INICION GEAFIRAL.. Es imposible dar una
definiciOn completamente precisa de a., por. II. NACIMII-.NTO V PRIMER DE5RROLLO DEL AStROUIS-
que el ideal dcsignudo con este tCrmino, aun- ito. El espiritu libertario, vale dccii' el anhe-
que ha evolucionado notablemente en ci tiern- lo de in lihertad absoluta, es propio de toda
pu, .icmprc se manifesto y se manifiesta más época histOrica: incluso se puede aseveram que
que como algo cumplido v elaborado, como el a. se presento, si bien con aspectos hetero-
umi aspirución, un ültimo objetivo al cual géneos, vu en Ia antigüedad ckisicu. acompa-
referirse llcnándolo de sienificados v de con- ñando de varios modos su desammollo socio-
tenidos distintos, segun ci punto de vista des- cultural. Sc observan tres fommas diferencia.
de el cual se lo observe. El término a., al que das de Ia presentaciOn del fenómeno: a] en pri-
frecuentemente se asimila el de "anarquia". mer lugar está Ia manifcstación de un a. en
tiene un origen preciso en el griego sin gohier- un nivel pumamente intelectual en autores de
no: por tal razón con éste se ha identificado excepcionai o de minimo relieve, que critica-
siempre una sociedad libre de todo dominio ron Ia automidud politica de su tiempo v
politico autoritario, en Ia cual ci hombre minaron Ia eventualidad de construir sock-
habria podido afirmarse sOlo en virtud de Ia dades antiautoritarias a par lo menos no auto-
prupia acciOn ejercida libremente en un con- rit.trias: frccuentemcntc. pero no siempl-e.
textu sociopolitico en ci que todos deberiun Ia presentacion de concepciones libertamias
ser icualmente libres. A. sienifico, por esta coincidiO con propuestas genéricamcnte deli-
raion, libcraciOn de todo puder superior, fue. nibles como utOpicas: h] en segundo lugar, Ia
sC este de orden ideologico (religion, doctri- aspiración anárquica se vinculó a afirmacio-
flus politicas, etc.) o de orden politico (estruc- nes de tono más o meno vagamente meligio-
tura administrativa jerarquizada), a de orden so: SC inciuve en este mbito todas lits llama-
social (pertenencia it uni cluse o casta deter- das milenaristas it una sociedad perfecta, en
minada. o de orden econornico (pi opiedad de In cual In mcdiaciOn cntre lo humano y lo din-
los medios dc producciOn) o, tinalmente. de no no habmia necesitadu particulame'. superes-
30 ANARQUISMO

tructuras autoritarias sino que, eliminadas caracteristicas, pero siempre acompanada de


éstas, habria podido verificarse inmediata- Ia negación absoluta del presente social, que
mente; c] en fin, ambas manifestaciones, inte- asume un significado de ruptura revolucio-
lectualistas o fideistas, se confrontaron en naria (más todavia, Ia negatividad pura será
movimientos efectivos de tipo social, en gene- a veces ci Onico componente evidenciado), el
ral insurreccionales, que en algunas ocasio- a. acoge nuevas formas de elaboración teOri-
nes historicas coagularon multiples fuerzas ca y de aplicaciOn práctica que se acentOan
sociales, especialmente del mundo agricola, cada vez más con ci pasar de los años. En ci
en una forma de protesta colectiva contesta- campo dcl debate doctrinal, ci momento de
dora de las autoridades polIticas y de las partida de un verdadero "pensamiento anár-
estructuras sociales existentes. Baste pensar quico" puede fijarse a fines del siglo xviii, en
en las repetidas y frecuentes revueltas medie- una obra famosa y popular, a pesar de ser
vales de los campesinos ingleses para ilegar complicada y abstrusa: Enquiry concerning
hasta las afirmaciones decididamente liber- political justice de William Godwin, en Ia cual
tarias del movimiento de los cavadores [dig- los temas que serán tipicos de todo el a., ci
gers] en Ia revoiución del siglo XVII, o en las rechazo de Ia autoridad gubernamental y de
revueltas de los campesinos alemanes guia- Ia icy, se ubican en una dinámica dominuda
dos por Thomas Münzer, que se rebelaron a por Ia razOn y por un justo equilibrio entre
los principes, o a las numerosas expresiones necesidad y voluntad, que desembocan en Ia
extremas de los movimientos anabaptistas. exigencia de una total libertad ético-politica,
Ls concepciones libertarias desembocaron realizable solamente en un regimen de abju-
irrevocablemente en el mundo politico solo raciOn de Ia propiedad privada y por lo tanto
en ci siglo XVIII, como primera forma de reac- comunitario. Interpretados de varios modos
dOn yal mismo tiempo de conjunciOn respec- y elaborados uiteriormente, estos principios
to del racionalismo iiustrado, provocando y .suministran ci punto de partida para ci desa-
ampliando Ia discusiOn sobre ci concepto de rrolio posterior de toda Ia corriente ideal que,
autoridad: ésta —y el ejemplo ilustrado es ci en el proseguirse dcl tiempo, se remite al a.
del propio Rousseau— es admitida en el cam- comunista, al cual varios pensadores o sim-
p0 politico, pero luego es circunscrita y, en pies propagandistas agregarán paso a paso
Oltimo caso, rechazada en ci piano individual. fluevos elementos. Si en Godwin ci a. todavia
La contradicción ideal insita en esa relaciOn no se presenta Comb una concepciOn comple-
se mantiene intacta, si bien traducida en un ta en si misma, en ci curso dcl siglo XIX
piano de lucha politica efectiva durante Ia adquiere una organicidad tai, como expresiOn
revolución francesa, en Ia cual ci grupo de los y punto de encuentro de un debate ideal, que
jacobinos, que afirmaba con mayor fuerza los halla en Ia realidad social una inmediata
principios de Ia autoridad y de Ia centraliza- correspondencia y se presenta en todo caso
ciOn, via surgir de su misnlo seflo fuerzas con- coma a. politico, social, y solo raramente
testatarias libertarias, como por ejemplo los mantiene intei-a Ia caracterizaciOn exclusi-
enrages, los enfurecidos o, va en ci fin del va o prevalentemente ética que predominaba
ciclo revolucionario, algunos conspicuos en su primera presentación histOrica. En esta
exponentes de Ia conspiraciOn babouvista por tarea y evolución en Ia que participan pensa-
Ia igualdad. dares, politicos y "organizadores" diferentes
entre sI coma —citando solo a los principa-
III. LA L% OLLCION HIsTC)kIC' DEL.VROUISM0Con Ia les— Proudhon y Bakunin, Stirner y Malates-
reoIuciOn francesa y con el desarrollo indus- ta, Kropotkin y Toistoi, etc., se configuran
trial nace y se afirma un a. al que se Ic puede alguna, divisiones fundamentales cuyos
dar ci apelativo de moderno", y que está pre- momentos de di.sensión, a pesar de los mien-
'.ente todavia en ci debate politico de nues- tOs a cte propOsito, no se eliminaron nunca.
tra poca. Una primera indicaciOn de Cste La escisiOn hásica es entre a. individuaiista
cambio es Ia afirmaciOn dcl término anarquia v a. comunista. El primero, que tiene como
en un sentido positivo quc se contraponc al fundador a Max Stirner, apova todo sabre ci
uso, casi exclusivo hasta ese momento, en ci individuo quc, a través de su "egoismo" y Ia
sentido de caos, de desorden. Con dichas fuerza que de ésLe resuita, se afirma a si mis-
ANARQU1SMO 31

mo y a su libertad solamente en una condi- frente a los problemas actuaies. Pueden seña-
ción existencial totalmente desprovista de larse tres subcategorlas que se refieren res-
cualquier componente autoritario, en contra- pectivamente a: a] los objetivos, que pueden
posición, pero también en equilibrio, con ser i] negativos, o bien u] constructivos; b] los
todas las otras fuerzas y egoismos de los otros medios; c] las tácticas.
individuos, unicos en su obrar, en vista del
ültimo objetivo: Ia realización completa del a, i] Objetivos negafivos. Estos son sin dudo
Yo en una sociedad no organizada e indepen- los frutos criticamente más elaborados, pre-
diente de cualquier vinculo superior. El a. sentes en todo tiempo del a., y pueden cen-
comunista, que en efecto representa histOri- trarse en Ia negaciôn que ci a. efectOa de A]
camente un paso adelante respecto del mdi- Ia autoridad, B] ci estado, C] Ia icy.
vidualista, ye, por el contrario, Ia piena rca- A] El a. rechaza toda autoridad, en cuanto
lizaciOn del Yo solo en Ia sociedad donde cada señala en ella Ia fuente de los males del horn-
individuo sena inducido a sacrificar una par- bre: Ia autoridad que se rechaza es tanto Ia
te de Ia libertad personal, precisamente Ia sobrehurnana como Ia humana. Encabeza Ia
cconOmica, en beneficio de Ia libertad social: serie Ia autoridad divina, es decir ci poder
esta ültima puede aicanzarse en una organi- sobrenatural del que se hace descender toda
zación comunitaria de los medios de produc- otra facultad de mando, que se niega no tan-
ciOn y del trabajo, y en una subdivisiOn tam- to como consecuencia de un razonamiento
bién cuniOn de los productos ("a cada uno filosófico sino simplemente porque es un
segün sus propias necesidades"), aun saiva- poder y como tal condicionante del hombre
guardando en ésta los principios fundamen- en sus elecciones y en sus acciones volunta-
tales del a., vale decir el ejercicio de las más rias: como coroiario nace el rechazo de toda
arnplias libertades, tanto para ci individuo religion, en cuanto ideologia, "noble menti-
como para ci conjunto de los individuos en ra" justificadoi-a de una arbitrariedad que se
una sociedad. Como subcategoria de a. comu- ejercita con intenciones represivas y con
nista, o estadio más atrasado, se puede con- resultados que escapan del mundo moral para
siderar al colectivista (teorizado por Bakunin asumir estructuras terrenas y coercitivas en
y afirmado especialmente en Espafla), que Ia vida del individuo y en Ia de Ia comunidad.
propone el comuniturismo del trabajo y de Ia Históricamente dependiente de Ia autoridad
pruducción. con Ia cotocación en comOn de divina, pero asumiendo una plena autonomia
todos los medios necesarios para ésta. pero en epocas modernas contemporáneas, está Ia
dejando a cada uno ci gobierno individual de autoridad politica, identificada con los que
los resultados del trabajo personal. En ci cua- tienen en las manos Ia gestion del poder poli-
dro de las corrientes seflaladas, se atraviesan tico y que se expresa en los vertices del
y se interponen otras subdivi.sones, que acen- gobierno y, descendiendo hacia niveles cada
tüan más o menos los aspectos sociales (con vez más bajos, en todas las apariciones del
netos vi nculos con ci mundo del trabajo y en poder en escala nacional, que forman Ia
particular con ci proletariado) 0 privilegian estructura dcl est-ado, Cs decir en las institu-
los módulos ideal-politicos, es decir los temas ciones. La autoridad politica, expresión de Ia
relativos al estado, al gobierno o, mãs gene- autoridad o del poder económico segOn Li
ricamente, a Ia autoridad. Todas estas interpretacion del a. de algOn modo vincula-
corrientes, que por cierto no deben acogerse do con ci análisis marxista, es Li causa pri-
con rigidez esqucmática sino examinándolas migenia de in opresiOn del hombre en ci esta-
en :;u: relaciones reciprocas y en su dcv enir do de sociedad, y como tal debe ser combat i-
histOrico, plasmaron ci sustrato dentro del do en ci piano ideal y en los hechos. Dc aqui
cual se ha movido ci mundo que, hasta flues- nace Ia firrne oposiciOn del a. a todo poder
tros dias, se ha remitido al anarquismo. politico organizado, institucional o olunta-
riamente, coma Cs ci caso de Ia asuciación
Sc pueden exa-
IV OFIJI-TIVOS. iLDIOS Y TACTIc%s. pulitica por exeelencLi, el partido, mientras
minar los momentos de mayor atenciUn e que algunas corrientes admitirOn Ia organi-
intervenciOn del a. deducitndoIos tanto de su zación sindical en un piano horizontal. En
presentaciOn histOrica como de su conducta efecto. en Ia organización politica ci indivi-
32 ANARQUISMO

duo —a causa de una coercion o de un pro- que los fuertes emplean contra los débiies o,
plo acto voluntario— cede una parte de liber- para las corrientes dci a. social, los ricos con-
tad a beneficio de Ia colectividad, v asi coma tra los pobres, los capitaiistas contra los pro-
en un nivel superior se rechaza cuaiquier con- letarios. Esto no quiere decir que ci a. recha-
cepción contractualista, en un nivel más bajo cc cuaiquier defensa del organismo social
tampoco se admiten las tesis asociacionistas, existentc; en efecto, admite formas de juris-
con Ia ünica excepciOn de las mutualistas, dicciOn libres v espontáneas que surgen de las
para las cuales el individuo no se priva de mismas exigencias de situaciones concretas
nada que Ic pertenezca sino que en una espe- y que deben interpretarse como verdaderas
cie de donaciOn cede a Ia comunidad aigo que intervenciones terapiuticas frente a los males
tiende, por ci contrario, a exaltar su libertad sociales Y que tienen par objeto Ia "curación"
de individuo. de dichos males y no su persecuciOn o
Vinculado con Ia conducta senaiada del condena.
a. frente a Ia autoridad, está su rechazo dcl
estado. Este, en toda su organización a, ii] Objezivos posilivos 0 consIructivos.
piramidai-burocrática, es ci órgano represi- stos parten de dos presupuestos: en primer
vo por excelencia que priva al individuo de lugar, de toda Ia critica negativa respecto del
toda libertad otorgandose ünicamente a si mundo existente ya senaiada; en segundo
mismo Ia capacidad de actuar y, sobre todo, lugar, de ia camprobaciOn de que si ci horn-
Ia posibilidad de definir dicha libertad impa- bre dcbc vivir sin estado y piwde vivir sin
niendo una serie de "obligaciones" y de corn- gobierno, debe también desarroilar su exis-
portamientos a los que ci individuo no pue- tencia en cualquier sociedad, dando lugar a
de escapar V que por Ia tanto ci a. se propone Ia aceptación conceptual de ésta y, consecuen-
combatir. En cuanto Organo de reprcsiOn temente, a Ia posibilidad de referirse a una
pura, ci estado es visto par ci a. con una capa- futura "sociedad anárquica". Esta nueva
cidad de intervcnción global en Ia vida de sociedad tiene coma fundumcnto y como Oni-
cada individuo, en su acciOn econOmica, en cu condiciOn esenciai Ia liberaciOn dcl mdi-
su existencia social coma asi también en su viduo de cualquier imposiciOn externa en ci
misma capacidad de desarrolia etico e mdc- nivel individual y social: el Onico vInculo que
pendiente. El estado no es sOlo causa de todo todavia candiciona ci comportamiento indi-
ci mai social: es también ci productor del vidual es ia "opiniOn", vale decir Ia actitud
orden económico existente y, en hi época —iguaimcnte libre y autOnoma— de todas las
moderna, dcl capitalismo; este Oltimo puede otras m6nadas que constituyen in sociedad.
sobrevivir solo porquc se apova en Ia base En un marco de este tipo pueden surgir todas
poiitico-organizativu que Ic sUministran ias aquclias I ormas de vida social arganizada,
estructuras cstataies. Dc ese modo ci a. (par quc con una contradicciOn sOlo aparente han
ejcrnpio en Ia intcrpretaciOn de Bakunin y de sido definidas coma "organi/acioncs" anár-
sus epigonos) invierte completamente ci aná- quicas v que afcctan: A] ci campo econOrni-
iisis marxistu de Ia relaciOn existente entre co, B] ci campo social.
ias estructuras económicas V ias huperestruc- A] Sc presentan diversas propuestas dc una
turas politicas. nuevu estructuraciOn cconómica quc general-
Finaimente, coma consccuencia de su mente Sc refieren a una Ce.stiOfl comunitaria
act itud hacia ci estado, hi anarquia condena o comunista de Ia sociedad: se puede afirmar
hi 1ev, vale decir toda torma de lciislaciOn, que todi, están basadas en ci ekrnentu coo-
en cuzinto expresiOn prOctici de una volun- perati%o, Cs decir en Ia libre asociaciOn de
tad de represiOn de Ia mquina estatal. La icy individuos para fines productivos ode distri-
es ci instrurnento de opresión dcl quc se sir- buciOn de los bienes producidos, con Ia cli-
e Ia organizaciOn politica dcl presente para minaciOn de toda direcciOn autaritaria a tra-
coartar especificamente las libertades quc Ia v,s de Ia instauracion de una autogcstión des-
autoridad, coma tal, reprime enéricamente. de abaju, determinando en consecuencia los
La ieyisIación sc rechaza, en consecuencia, objethos comunes e indicando los medios tee-
como forma de contcnción de una condiciOn flicas (necesariamente 'autaritarias") para
social de libertad y coma media de en1año lograr dichas fines concretos. Dc Ia I orma
ANAROIJISMO 33

cooperativa originaria, de base, se pasa a simples comités de correspondencia. El dato


construcciones cada vez más amplias a tra- organizativo tuvo siempre en el a. una expli-
yes de figuras sucesivas y mayormente arti- cita referencia social, muy distinto por ejem-
culadas de federación. plo del que propone el marxismo; en electo
BJ La base social de Ia organización anár- el a. se remitiO a las masas, jamás a Ia clase;
quica, paralela a Ia cconómica, está construi- mucho menos aOn a In close obrera, conside-
da, segün las corrientes, por el mismo mdi- rada una verdadera y propia aristocracia
viduo o por el nücleo familiar: éstos, unidos incapaz de querer obtener Ia propia libertad
en un cierto territorio geografico y con inte- porque está ya integrada en el "sistema" y es
reses y actividades colectivas y afines. cons- usuaria de numerosos privilegios; si en cam-
tituyen Ia comuna [Ia commune ]. dentro de Ia bio al lumpenproletariado de Ins ciudades y
cual todos son iguales y las decisiones se asu- sobrc todo del campo, que vive en los márge-
men por iniciativa de todos, en una especie nes de Ia sociedad burguesa y en condiciones
de democracia directa que es, sin embargo de miseria material y moral y por lo tanto lis-
incompleta porque no posee Ia institución de los a sublevarse contra las estructuras del
Ia representación (aun en sus formas más poder. OrganizaciOn y propaganda, unidas o
delegadas). La union de las comunas da lugar separadas segOn las interpretaciones, son las
a Ia federaciOn, en ci ámbito de Ia cual las bases necesarias para las tres formas de
relaciones de mediación son analogas, y asi acciOn anárquicas que caracterizaron todo el
se tiene, cada vez en una escala geografica movimiento y que .suscitaron In atenciOn teó-
más amplia. Ia federaciOn de las federaciones, rica: A] Ia educacion; B] Ia rebeliOn; C] Ia revo-
hasta alcanzar In meta ideal, es dccir Ia fede- luciOn.
raciOn anárquica universal, una especie de A] En In sociedad autorilaria In educación
objetivo final al cual aspira como una meta representa Ia primera forma de intervenciOn
de deseable (más que posibic) realización. Si represiva sobre el hombre: es Iogico, por lo
éstos son los aspectos positivos generaics dcl tanto, que el a. haya tratato de recoger todos
a., entendidos como proyectos de soluciOn aquelioi elementos libertarios aplicables pri-
global de los probkmus de In humanidad, es mero al niflo y luego al adulto, en coridicio-
oportuno observar que ci a. propone tambkn nes de formar ética y culturalmente al horn-
una serie completa de objetivos intermedios brc, pero sin constrenir su mnteligencia y su
que pueden ilamarse, impropiamente, de espiritu dentro de esquemas fijos estabieci-
acciOn social v que son siempre de realizaciOn dos a priori. La educaciOn y, más genérica-
inmediata o de persecuciOn a corto plaza: mente. toda Ia pedagogia Iibcrtaria trataron
pero estos ültimos coinciden más bien con los de construir una e.scuela libre de vinculos con
medios, a travs de los cuales ci mismo a. Ia sociedad represiva y capaz de contribuir
piensa realizarse. a Ia creaciOn de on hombre sin inhibiciones
haciu si mismo que actuase frente a Ia sock-
b] Los medios. Son muy diferentes, si bien his- dad libre de cuaiquicr esquema impuesto.
tóricamente tuvierori una notable interdepen- Pero Ia cducaciOn, entendida no ya como un
dencia entre ellos. Incluso apoyándose en pre- elemento de formación individual 5mb como
supuestos antiorganizativos, una amplia par- on vcrdadero proceso de difusiOn de ideas
te dcl a. (con el auspicio de Enrico Malates- anãrquicas en Ia sociedad, reprcsentó uno de
ta) acogiO In posibilidad de Ia orgunilaciOn los mayores momentos de intcrscnciOn dcl a.
coma fundamento p'ra el progreso y Ia difu- que, especialmente en sus expresiones paci-
siOn de las mismas doctrinas anárquicas, que fistas basadas en ci concepto de amor y de no
debe agregarse a Ia propag.tnda tradicional violenca (fue ci caso de Lev Toistoi), conce-
(a a Ia especifica, pero rechazada par muchos, dió amplisimo espacio a todas aquellas moti-
ilamada "dc" y "con los hechos") y que debe vaciones que de aiguna manera implicaban Ia
usarse cor ci respeto de determinados vincu- posibilidad o Ia necesidad de dar una libre
los libertarios, como par ejemplo ci Ilamado formaciOn al nina o, más ampliamente, al
a Ia autogestiOn desde abajo a Ia sustituciOn hombre que vive en una sociedad: nackron
de los Organos dirigentes centrales (como inciuso concepciones que recibieron Ia deno-
comités centrales o consejos dircctivos) con min.tción de "cducacioni.smo" porque justa-
34 ANARQUISMO

mente en el factor educativo encontraban ci niente ideal, y más que poll tica, puramente
principio y elfin de su acción. intelectual y abstracta, imaginable en todo
Una caracterIstica del a. que se manifies- momento, siempre lista a desencadenarse,
ta en su exterioridad violenta o por lo menos pero jamás manifiesta si no en Ia reducida
no pacifica, es el fenómcno de Ia rebelión (cer- configuracion de Ia rebeliOn o de Ia insu-
cano, pero no necesariamente conectado, al rrección.
fenomeno paralelo de Ia insurrección): Ia
rebelión es Ia manifestación imprevista yvio- Ls tácticas. HistOricamcnte ci a. hizo
lenta. Ia mayor parte de las veces en forma palanca sobre algunos momentos tácticos de
irracional. de una acción destructiva contra intervención que originaron verdaderas teo-
ci orden constituido. Dichas acciones, justa- rizaciones que puede sintetizarse asi: A]
mente por Ia impuisividad y por Ia falta de voluntarismo; B] espontaneismo; Cl extremis-
organicidad con que se producen, pueden mo; D] asambleismo y movimentismo. Se
incluso obtener un exito inmediato, es decir, observa que dichos componentes se manifes-
como sucede en ci caso de Ia insurrección taron casi siempre unitariamente o por lo
(pero a Ia cual precede una respectiva icon- mcnos vinculados v entrecruzados entre elios,
zación), pueden originar Ia revolución verda- en cuanto contribulan todos juntos a formar
dera: pero Ia mayorIa de Iasveces tiene solo el fcnómeno al que se Ic puede asignar ci nom-
un fin destructivo inmediato y su presenta- bre de "acción" liberturia.
ción coincide con su misma desapariciOn, en El a., rechazando In conciencia de clase
cuanto tienden a eliminarse al mismo tiem- marxiana, basa su tesis de intervención poll-
po a si mismas y al opositor autoritario con- tica Onicamente en Ia libre elección indivi-
tra quien se levantan. Las rebeliones liberta- dual; en consecuencia. en Ia voluntad de cada
rias, frecuentes en todas las épocas histOri- individuo: las varius voluntades se unifican
cas, raramente han sido "productivas" para por una especie de "espiritu vital". de pasión
ci movimiento y por ci contrario suscitaron colectiva, ernotiva y racional al mismo tiem-
con mucki frecuencia rcacciones contra- pa, que amalgamando las intenciones dc
rias que han ido dañinas para todo el anar- acciOn de los individuos v gcnerando un corn-
quismo. portamiento colectivo abre ufla perspectiva
La forma más orgánica de intervenciOn de actos comunc.s.
antiautoritania es seguranlente Ia revoluciOn, Las voluntades individuales. unificadas
predicada v propagada par numerosos pen- corno se ha dicho, se caructerizan en un modo
sadores y multiples movimientos y grupos social y revolucionarianiente antiautoritario
anOrquicos que vieron en ella Ia posibilidad espontáncamente: el impulso a Ia destrucciOn
de rescate de Ia oprcsiOn autoritaria. Se tra- (o "aIc'ria" de in destrucciOri, c'un Baku-
ta de una contradicciOn intimu de todo ci ni, que es propia dcl individuo. comporta
antiautoritarismo, porquc Ia revolucion por espontánearncnte Ia tent,.itiva destructiva v
Si nlISfl) Cs seituramente autonitaria, inten- revolucioriaria que, put- Ia (unto, no exige una
tando obtener con Ia fuerz.t lo que Ia razOn. iara v particular predisposiciOn sino que
Ia opinion y ci consenso no pudieron procu- nace natural y sin esfucrzo par el Nolo hecho
rar: en efecto, ci a. tuvo conciericia de esa con- de que en cI presenic existe In autoridad. El
tradicciOn y el concepto enunciado de revo- espontaneismo, pues, para ci a. está en Ia base
lucion (derribamknto de Li .iutoridad para Ia de todo movimiento v de cualquier eventua-
instauración de Ia nueva condición ideai coin- lidad de accion: ista ticne una razOn de ser
cidió con ci de rebd iOn, mtnteniendo las solo cuando emarta de exicencias sociales,
caracteristicas de Ia inmediatez v de Ia inipa- politicas 0 simplemente intelectuales, tan sen-
ciencia revolucionaria, para las cuales los tidas coma para manifestarse fuera de Ni mis-
fines deben aicanzarse inmediatamente y los mas, An necesidud de una estructura que
objetivos de hi transformaciOn social pucdcn determine sus ubjetios o de una direcciOn
realizarse en ci brevisimo urco de In que guie su camino. La organizaciOn senalu-
revoiuciOn.reruelta. Es evidcnte ci elemento du, aceptada par alguno'- antiautoritarios. tic-
utopico dc tal concepción revolucionaria, por ne sOlo Ia finalidad de facilitar ci desarrollo
lo cual ésta fue, y Cs, más que cfectiva. pura- de Ins ekeciones nacidas espuntOnearnente o,
ANAROUISMO 35

a lo sumo, coordinarlas hacia ei objetivo liber- movimiento antiautoritario, comprobada his-


tario final. tOrica y teOricamcntc por ci mismo Bakunin
Las propuestas de rcbelión espontaneis- y por todos sus seguidores hasta nuestra epo-
tas obligan ai movimiento anárquico, tunto en ca. Bakunin, aun actuando en las organizacio-
el campo social como en ci terreno politico, nes oficiales dcl proletariado (Ia I Internacio-
a proponerse siempre objetivos que van más nal), en elias y sobre elias introdujo siempre
aliá del presente, que superan Ia realidad no nOcleos dc "fidciisimos", de elites, caracte-
por una construcción futura que parte de ésta rizados por ci sectarismo y por ci sigiio, que
sino por una subversion en ci porvenir que tcnfan Ia finalidad de definir Ia linea de acción
logre Ia aboliciOn de lo que existe, sustituido de las mismas organizaciones y, más general-
por una nada antiautoritaria que devienc ci mente, de todo ci movimiento autoritario.
todo de Ia racionalidad anárquica. Son pro-
pius del a. las multiples elecciones extremis- V. at. ANAKOCISSIO ACTUAL El a., dcspués de Ia
tas destructoras de las condiciones presentes, váiida elaboraciOn de los años Oltimos del
independientemente de Ia efectiva gestión de sigio XIX y los comienzos del xx, y dci poste-
éstas y en forma autónomu de Ia posibilidad rior brote de acciOn del periodo de Ia guerra
de cumplir en ci piano prcictico lo quc sc afir- civil espanola (1936-1939), tuvo una revivifi-
ma "extremistamente" en ci piano teOrico: caciOn en los anus de 1960: frente a las doc-
sirvan de ejemplo las tesis sostenidas por los trinas prevalentemente sociales del pasado,
hermanos Cohn-Bendit en Ext remismo, reme- ci nuevo a. renovO en parte Ia tcmática con-
div de la enfermcdad senil del coniunismo, testataria y antiautoritaria, asumiendo tonos
1968. más e.sfumados respecto del rcchazo de los
Para ci a. es ci mismo "movimiento" cntes jerárquicos organizados (ci estado, Ia
espontáneo ci que crea las condiciones del Icy, ci gobierno), y precisando otros objetivos
ulterior progreso dcl ideal que se quiere afir- de Ia propia polémica antiautoritaria (las
mar: ci movimentismo constituye una mane- idcoiogIas sociales, Ia burocracia, Ia sociedad
ra de priviicgiar a Ia acciOn por si misma, ci dc consumo). A Ia lucha habitual contra toda
remitirse a todo lo que sucediO concretamen- forma de represiOn violentu, agregO aquella
te apuntando no a un objetivo inmediato, con- contra Ia reprcsiOn psicoideologica de las
creto, sino a Ia reaiizaciOn sübita de una fina- sociedades de masus, en las cualcs ci hombre
lidad abstractu. A pesar de Ia conexiOn exis- está enajenado (segOn Ia interpretaciOn del
tente con Ia reaiidtd y ci propOsito ultra- nuevo iibcrtarismo) ya no frente al propio tra-
rrevolucionario, ci movimentismo esconde, bajo y al capital sino frente a si mismo, estan-
efectivamente, tentativas meramente insu- do privado de Ia propia conciencia y de Ia pro-
rreccionaies, con Ia continua persecuciOn pia capacidad de elegir libremente los obje-
de nuevas ucciones locales, espontáneas o por Los de sus mismos intcrescs. El a. senaló en
ci estilo. El movimiento se sostiene y se orga- estos hechos los nuevos vinculos opresores
niza a través de Ia utilizaciOn del instrumen- dcl hombre y, sin ir más allá en Ia introspec-
to asamblear. El aszirnbleismo, en teoria, cs dOn, simpiemente los ha rechazado con los
Ia forma democrática perfecta que concede mismos instrumentos con los que en ci pusa-
al individuo v a lit totalidad ci modo de expre- do habia negado ci estado y ci gobierno. En
sar complctamcnte las propias capucidades su rechazo, ci a. no tuvo Cxito hastu ahoru,
.in imponerse sobre Ia , opiniones y la aIo- probando con esto su verdadera esencia, seña-
raciones de los otro',. En Ia realidad histOri- lada por Marx y por Engels hacia 171-1872,
ca v suciolOgicza es un intrumento capaz de y real irmada más tarde por Lenin en 1917-
funcionar sOlo cuando hay un grupo pcque- 1920: vale decir, 5cr un movimiento de rebe-
no de dirigentes, unu elite (mejor si oculta). lion en Ia perspectiva inmediata; por una par-
en condiciones de preordenar y programar te, cxpresiOn de las exigencias utOpicas y, por
los trabajos de Ia asamblea, vale decir de for- Ia otra, dc Ia condiciOn de enajenaciOn del
zar las opiniones de los demt- s de inducir mundo intelectual pequenoburgues en las
a Ia "base" a aceptar lo quc hava preordena- sociedades más evolucionadas, extraños a los
do Ia misma Oite. Esta e,c icriamente, otra grandes conflictos sociales del neocapitalis-
de las contradicciones intestinas de todo ci mu. peru al mismo tiempo participes de los
36 ANARQLJISMO LATINOAMERICANO

mismos, o sea una capa disponible para cual- Opladen, Westdeutscher Verlag, 1969: E. Santa-
quier solución emancipadora y extremista- relli. Ii socialismo anarchico in Italia. Milan, Fel-
mente ultrarrevolucionaria asi como, tam- trinelli, 1959; G. Woodcock, El anarquisrno
bién y al contrario, para cualquier interven- (1963), Barcelona, Ariel.
don restauradora tendiente al retorno a un
pasado mitico, que por otra parte coincide [ClAN MARIO BRAVO]
con el futuro utópico del antiautoritarisnio
total, como es, por ejemplo, el ilustrado por
Herbert Marcuse. Perdiendo su caracteriza-
cion social, el a. cumpliO una elección cuali-
anarqulsmo latinoamericano
tativamente importante: de teoria tipica de
palses atrasados y de clases explotadas se I. CONSIDF.RACIONES CWNERALES. Al contrario del
convirtió más genéricamente en Ia expresiOn socialismo latinoamericano (v.) (en cuanto
de los "parias", de los "desclasados" intelec- expresión politica de Ia clase obreru organi-
tuales y de todas las otras clases de Ia socie- zada en partido politico autonómo), que fue
dad altamente industrializada, unidos contin- una realidad sobre todo "rioplatense". el a.,
gentemente por Ia lucha contra las nuevas for- a Ia par de lograr una presencia permanente
mas autoritarias del mundo moderno, iden- en Uruguay y Argentina, desde comienzos de
tificadas más con el poder politico quc sos- este siglo consiguió implantarse con relativa
tiene los estados y los gobiernos, o incluso con fuerza en Brasil, Mexico, Chile y Peru. El gra-
las mismas "instituciones" de éstos, que con do de difusiOn alcanzado por el a. en Amen-
las instituciones, los entes o las personas que ca Latina obedece a una serie de razones aUn
detentan ci poder económico. no abordadas suficientemente, pues es una
historia apenas en proceso de reconstrucción.
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1872-1892, Roma, Editori Riuniti, 1973; P. Ansart, tanto Ia busqueda de una resoluciOn positi-
Marx y ci anarquismo (1969). Barcelona. Barral, va de Ia cuestiUn social cuanto Ia expresiOn
1972; H. Anon. El anarquismo (1971). Buenos directa de un subversismo espontáneo de las
Aires, Paidos; Bakunin cent snni dopo, Milan, masas, lo cual hace quc su historia sea de más
Edizioni Antistato, 1977; L. Bettirii, Biblio,rafia dificil reconstrucción en Ia medida en que se
dell'anarchismo, Florencia, C.P. Editrice, 1972; inscribe como un capitulo dentro de Ia más
L. Bettini, Anarchici e anarchia nel niondo cot,- amplia y complicada histonia de las clases
temporaneo, Turin, Fundazionc L Einaudi, 1971; subalternas, esa histonia disgregada y episó-
G.M. Bravo (comp.), Gli anarchici, Turin, UTLT. dicu por naturaleza, scgün lo expresa
1971, vol. I; G.M. Bravo. L'anarchisnw, en Sin- Gramsci.
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cargo de L. Firpo, Turin, UTET, 1972. vol. v; M. de un subproktariado —que desconocia Ia
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chis,nw., Oitcn-Friburgo, Valter-Veriag, 1972; 0. en no puas partes de fenómenos de .scrvi-
Rammstedi (comp.). A na rchisrnus: Grundtt'xie dumbre, en fin, ci desprecio mis absoluto por
zur Thcorw mid Praxis der Gewalt, Culonia- Ia condiciun humana, todo estu, mas que Ia
ANARQUISMO LATINOAMERIANO 37

extension de Ia explotaciOn capitalista, con- y sindicalistas se desarrollen en sus comien-


vierte el a. en una reacciOn diriamos natural zos con mayor intensidad dentro del movi-
contra esta situaciOn. La reacciOn inmediata miento obrero en formaciOn, lo que. por otro
contra el "desorden social" impuesto por las lado, limitO Ia posterior expansiOn del soda-
oligarquia.s gobernantes tendIa a expresarse lismo de filiaciOn marxista y contribuyO a que
en doctrinas libertarias que basaban Ia posi- en su interior se fortalecieran las tendencias
bilidad de liberaciOn humana en Ia elimina- más moderadas y reformistas.
don fisica de toda Ia estructura autoritaria Pero hubo otro fenOmeno que intervino
y opresiva. Las expectativas puestas en una para facilitar esta gran difusiOn a Ia que alu-
resoluciOn catastrOfica e inmediata del pre- dimos: su capacidad de atracciOn de Ia inte-
sente no podian sino descartar cualquier lectualidad de origen pequenoburgues. En
estrategia que se propusiese objetivos futu. America Latina ci a. tuvo Ia posibilidad de
ros conseguibles en el largo piazo. La reden. reclutar a los intelectuales avanzados de las
ción humana sOlo será posible, decian, silos primeras décadas del siglo, y en especial a
hombres —a través de Ia violencia revolu- aquellos formados aI margen de Ia instituciOn
cionaria, por otra pane generalmente Cs- universitaria y del ámbito acadCmico, cada
pontánea y viciada de infantilismo y de. vez más propensos a sensibilizarse por Ia
sesperaciOn— estaban ya dispuestos a rebe. "cuestiOn social" que irrumpiaen Ia realidad
larse contra esas nuevas sociedades naciona- continental.
les que. no podia ser de otra maneru, apare.
clan como Ia causa de todos los males. ARGCNTINA. En este pals el a. se incrustó pro-
En un continente con estas caracteristicas, fundamente no sOlo en las masas trabajado-
los sectores sociales populares a los que esta- ras pauperizadas de Buenos Aires sino tam-
ban dcstinadas las doctrinas libertarias no bién en eI interior del pals. A través de una
podian dejar de sentirse profundamente fas. multiplicidad de grupos organizados a lo lar-
cinados. A esos proletarios y artesanos de Ia go de todo el territorio logrO desarrollar una
ciudad y del campo, a los campesinos pobres. actividad cotidiana y permanente de forma-
a Ia juventud intelectual pequeñobuigucsa. SC ciOn idcologica y cultural, distribuyo una
les podia aplicar sin ninguna exagcraciOn imponente cantidad de propaganda cscrita y
aquellas apreciaciones de Bakunin respecto dcsde 1904 publicó uno de los pocos cotidia-
del ambiente anarquista italiano de los años nos con que contO el movimiento anarquista
sesenta en el sentido de que constituian 'una en el mundo. Pero si Cste es un dato que mues-
juventud ardiente y enérgica, con frecuencia tra a las claras el grado de desarrollo del a.
desposeida, sin carrera y sin salidas, Ia cual en ci pals más austral del continente, más
[ ... ] no está moral ni intelectualmente notable e impresionante aCm fue ci Cxito
exhausta como Ia juventud burguesa de los alcanzado al lograr una r.3sici6n hegemoni-
demás paises. Esta juventud Sc precipita hoy ca en Ia federaciOn obrera nacional más
—decia— de cabeza en el socialismo revolu- importante y una de las expresiones más
cionario, en el socialismo que acepta por ente- potente y original de Ia capacidad de organi-
ro nuestro programa". zaciOn y de lucha de los trabajadores argen-
El aisiamiento que padeclan los trabajado- tinos, esto es Ia FederaciOri Obrera Regional
res respecto de Ia sociedad global, a lo que Argentina (FoIA), adoptada como ejemplo por
habia que sumar ]a ausencia o en ci mejor de todo ci sindicalismo anarquista del continen-
los casos Ia debilidad de las instituciones de te. Más aCm, Ia peculiaridad dcl camino segui-
Ia democracia burguesa para incorporarlos do por Ia FORA se preservO también en Ia
al sistema de poder. facilitaron Ia difusiOn de Internacional Anarco Sindicalista (AlT) y Sc Ia
aquellas corrientes que desconfiaban de Ia "puede ver como un aporte del a. argentino
conveniencia de participar, por parte de los al sector anarquista mundial". Cabe decir que
trabajadores, en las luchas politicas y electo- Ia corriente anarquista partidaria de Ia orga-
rales. Y scrá precisamentc ci apoliticismo nización, es decir aquellos clrculos adictos
natural de las clases subalterna, que contri- por principio al uso de las esferas organiza-
buian a consolidar, lo quc coadyuvara con tivas permanentes para su actividad y que se
mayor Iuerza a que las corrientes libertarias esmeraban en integrarse en los sindicatos
38 ANARQUISMO LATINOAMERICANO

obreros, fue Ia corricnte ideologica y politi- ras como Alberto Ghiraldo, Florencio San-
Ca hegemonica en ci movimiento obrero chez, Rodolfo Gonzalez Pacheco, Elias Castel-
argentino, y también latinoamericano, duran- nuovo, etc., brillaron con luz propia y le die-
te las primeras décadas de este siglo. ron al a. un irresistible poder de captación de
En un pals donde Ia corriente inmigratoria Ia juventud intelectual iconoclasta. GiIimOn
(segün ci censo de 1895 habia en todo ci pals dirá que en "Argentina F...] ci nOmero de
458 490 obreros extranjeros y 747 008 obre- anarquistas supera en mucho al que hay en
ros de origen argentino, mientras que en Bue- las naciones europeas, hasta prescindiendo de
nos Aires Ia poblacion extranjera alcanzaba Ia proporción de habitantes que tiene ci pals"
el 52%) imprimio fuertemente su sello en ci y que "ci que ha visto Ia enorme cantidad de
estilo de vida y en donde su gravitación en los trabajudores que asisten en Buenos Aires a
gremios era más que perceptible. Ia critica las conferencias publicas [ ... ] y se encuentra
romántica y violenta a Ia vez de las institu- en Paris en un acto semejante, no sale de su
ciones "sagradas" de Ia socicdad burguesa asombro".
encontraba campo propiclo en una masa de Es posibie entender ahora Ia extensi lite-
trabajadores que eran verdaderos parias rutura anarquista quc se publicaba y que se
expulsados de sus aldeas de lialia o de Espa- exportaba a otros paises. Max Nettlau expre-
ña por Ia miseria endémica, Ia opresión terra- sara que Ia capital argentina era un centro
teniente y Ia prepotencia dcl estado. Pero no editorial anarquista tan importante que en
sOlo eso: rotos los vInculos con Ia comunidad 1900 se Ilegaron a editar "tantos folletos y
y Ia familia, en una tierra extraña donde no libros de propaganda coma en Barcelona,
era fácil evitar ci desarraigo. estos nuevos máximo centro mundial". Sin embargo, ci
habitantes argentinos no podian dejar de sen- nivel teOrico y politico no estaba a Ia altura
tirse atraidos por esa nueva comunidad basa- de su grado de difusiOn. Abad de Santillán
da en el re.spcto mutuo, en Ia fraternidad y afirmará al respecto que "se han divulgado
Ia igualdad ofrecidas por los idearios socia- ideas, pero no se ha pensado; ci movimiento
listas y colectivistas, en esas verdaderas argentino fue un vehiculo excelente, pero no
comunas estructuradas sobre Ia base de Ia ha ofrecido al mundo mucho de original". No
solidaridad y que tenian como finalidad no obstante, para hacer ju'.ticia, convendria
solo Ia defensa de los intereses profesionaks decir que esa ausencia de "original idad " no
sino tamhién Ia dc integrarios cultural y puede ser imputable sOlo al bajo nivel inte-
socialmente en su condición de "pueblo lectual de sus propagandistas sino también
trabajador", Cs decir de seres humanos des- a Ia circunstancia de quc ci movimiento anar-
poseldos de sus bienes, y par lo tanto, exclui- quista se expande en Argentina en momentos
dos de Ia civilidad burguesa. Era una forma en que se inicia su parãlisis intelectual en ci
de conformar una verdadera cultura de opo- piano mundial. Esta falta de originalidad tcó-
sición, capaz de mantener vivo ci rechazo vio- rica del movimiento anarquista argentino
lento del capitalismo e incOiume Ia Fe apasio- habria que buscarla, empero, no tanto en Ia
nada en Ia siempre prOxima e inmediata revo- crisis dci a. mundial cuanto en las caracteris-
iuciOn social. ticas propius del movimiento obrero en ger-
En Argentina, iniciarse en las letras "casi men y de su organización cxprcsiv-a. Aun
era como iniciarse en Ia anarquia". Con esa cuando en Argentina las ciases trabajadoras
frase reflejábase fielmente ci grado de adhe- tenian un peso muv fuerte en las primeras
sión que habian logrado las ideas libertarias décadas del siglo, Ia hetcrogcneidad de su
por parte de Ia intekctualidad y ci clima cul- composiciOn nacional era tan grande, ci peso
tural que se vivia. especialmente en Ia capi- de Ia inmieraciOn extranjera era de tal impor-
tal argentina, a Ia vueita dcl siglo. Es cierto tancia que. puradOjii:an,ente, en ci acto mis-
que Ia presencia en ci Rio de Ia Plata de do', mu de reafirmarse coma clase obrera se vcda-
de las figuras internacionalmente más desta- ban a si mismas Ia comprcnsiOn teOrica de su
cadas dcl a. internacional, como lo Fueron condiciOn de "cluse nacional". Excluidas obje-
Enrico Malatesta v Pietro Gun, contribuvó a tivamente del sistema institucional de poder,
crear esa atmósfera cultural tan favorable en su propia fuer7a numérka las arrastraba aI
los medios intelectuales portenos, pero figu- quid pro quo teOrico e ideoiógico de que Ia
ANAROUISMO LATINOAMERICANO 39

conquista de una conciencia "obrera" solo estas luchas Ia que hacia caso omiso de Ia
podia ser hecha a expensas de Ia posibilidad necesidad de un aparato burocrático centra-
de pensar teOrica y prácticamente los cami- lizador, to cual explica, entre otras cosas,
nos que podian conducir a una transforma- cOmo en las dos primeras décadas del siglo
dOn revolucionaria de Ia sociedad argentina. se produjeran grandes movimientos de lucha
Una doctrina como Ia anarquista, que funda- orientados por un movimiento que se oponia
menta su análisis de Ia explotaciOn y de Ia a Ia existencia de funcionarios sindicales y
lucha de clases en principios abstractos de que debatia apusionadamente en sus congre-
justicia, carecia de los instrumentos necesa- sos sobre Ia conveniencia o no de que sus din-
rios para superar Ia limitaciOn constitutiva gentes recibieran sueldos por parte del sin-
de Ia clase obrera argentina y elaborar una dicato. Esta concepciOn de Ia lucha obrera
teoria de Ia revoluciOn basada en el análisis permite Ia aparicion de un tipo de agitador
concreto del carácter de Ia lucha de clases y completamente distinto del clásico dirigente
de Ia naturaleza del estado argentino. Si en socialista: noun militante que trabaja duran-
Ia teoria el movimiento anarquista apuntaba te Iargo tiempo en su fábrica o en su barrio
solo retOricamente a Ia destrucciOn del poder sino un tipo de agitador que nada dentro de
capitalista, en los hechos su esfuerzo estaba Ia corriente de las luchas proletanias, que se
puesto casi exclusivamente en Ia dcfensa de desplaza por todo eI pais o ci contincnte, que
los intereses corporativos de Ia clase obrera tiene una intuiciOn muy aguda para percibir
yen Ia exigencia de una plena libertad de fun- los signos dcl conflicto latente prOximo a esta-
cionamiento de sus organizaciones profesio- lIar, en fin, quc no reconoce fronteras nacio-
nales. Y es precisamente aqui, en Ia práctica nales para lievar adelante su voluntad de
cotidiana de Ia defensa de las reivindicacio- lucha y su fidelidad a Ia causa de los explo-
nes obreras, donde hay que descubrir su er- tados.
dadera originalidad, que no estaba, to repe-
Limos, en Ia teoria sino en Ia forma de conju- PERU. En Peru, at igual que en Mexico, el
garla con Ia práctica. movimiento anarquista rccorrerá un camino
El mérito dcl anarcosindicalismo, es decir diferente y tendrá una significacion tcOni-
de aquella corriente favorable a Ia organiza- Ca y polItica distinta. Con condiciones eco-
ciOn sindical, consiste en haber intentado exi- nOmico-sociales y una base social diferen-
tosamente organizur a los trabujadores a par- tes, los análisis acerca dci carácter de Ia revo-
tir de sus caracterislicas intrinsecas, deriva- luciOn tendrán rasgos que lo distinguen cIa-
das de su condición de proictariado inmigran- ramente. Es que no sOlo Ia presencia de Ia
te. La FORA fue un verdadero crisol donde se inmigración cxtranjera en Ia composiciOn de
fundieron una diversidad de nacionalidades, las capas trabajadoras fue decididamente
fundamentalmente latinas y eslavas, que menor sino, ya sc sabe, en estos paises es posi-
constitulan una masa trabajadora extrema- ble registrar Ia existencia de un extenso mun-
danientc mOvii y desprovista de cualquier do rural de campesinos indigenas somctidos
tipo de calificaciOn técnica. Y Ia ros;, a tnt- a las oligarquias locales y sedientos dc tierras.
;es de Ia unificaciOn en orgunizaciones gre- Y .scrán precisamente estos factores los que
miales por principio "absolutamente autOrio- contribuyeron a cierta nacionalizaciOn del
mas en su ;ida interior y de relacion", con- cosmopolitismo obrerista de las ideas liber-
trihuyO, por un lado, a establecer un vinculo tarias.
clasista entre un proletariado rural y semiur- La ideologia anurquista adquirira una posi.
bano que no podia encontrar en Ia fábrica ci don hcgemanica en el proictariado peruano
punto de conccntraciOn de In voluntad obre- en las fuses inicialcs del desarrollo dcl movi-
ra sobre Ia que basa el marxismo Ia superio- miento obrero. Postulando Ia necesidad de
ridtd de Ia estrategia v de Ia acciOn socialis- abolir Ia cxplotaciOn econOmica a travCs de
ta v, por ci otro, y cumo corisecuencia de esto, una lucha contra ci estado, hasta lograr su
creO condiciones para que Ia extrcma movi- extinciOn, y ci cuestionamiento de Ia rctigio-
lidad de ese proletariado luera un clemento sidad y del poder de Ia iglesia, ci a. no pudo
decisivo en Ia "comunicatividad". Y fue pre- formular una táctica adecuada. Sin practicar
cisamente ci alto urado de comunicaciOn de el terrorismo y sin una exaltaciOn de Ia vio-
40 ANARQUISMO LATINOAMERICANO

lcncia a ultranza, ci a. peruano terminó corn- tan con ci nombre". Su convicción de que en
binándose con ci sindicaiismo en Ia creencia Latinoamérica "no hay una simple cuestión
de que las organizaciones gremiales eran ci obrera, sino un vastisimo problema social, no
ünico instrumento de liberación auténtica hay guerra de antropofagos entre clases y cia-
para el proletariado y de que los partidos poli- ses, sino un generoso trabajo de emancipa-
ticos constitulan Ia negacion de Ia organiza- ción hurnana", lo llevô a afirmar que Ia revo-
ción proletaria y Ia pérdida de su autonomla. iución ofrece "ci triple carácter de religiosa,
Esta concepción anarcosindicalista coadyu- politica y social". Preconizando Ia alianza
vó al perfiiamiento de una incipiente concien- entre intelectuales y obreros, pero descon-
cia de clase, pero, a Ia par, no instrumentó fiando de toda acción estrictarnente politica,
medio alguno para evitar Ia separación de concebirá a Ia revolución coma una transfor-
obreros y artesanos por un lado, y de los inte- macion radical en Ia vida asociativa de los
lectuales par el otro. A través de La Protesia. hombres, precedida par cierto de una vasta
Ia expresiôn periodistica que reflejó con labor en ci terreno de las ideas, si se quiere
mayor iucidez las concepciones anarcosindi- de una especie de reforma intelectual y moral.
calistus, y durante los quince años de su cir- Evolucionar en el sentido de Ia más amplia
culacion (1911-1926), se registraron. es cier- libertad del individuo, prefiriendo las refor-
to, y no podia ser de otra miera, aquellos mas sociales a las transformaciones politi-
ternas tan caros al a., esto es, los problemas cas": con éstas, sus propias palabras, se pue-
dc Ia abolición dcl estado, de Ia oI-ganización de sintetizar su programa de lucha. Un pro-
laboral y ci cuestionamiento de los socialis- grama que. dirá Mariátegui, no supo interpre-
tas, pero, paralelamente, y éste es el rasgo dis- tar al pueblo ni legarle alga concreto a las
tintivo al que aludiamos, Ia cuestión indige- generaciones venideras. Si esto es cierto,
na aparecia abordada con una sorprendente habrá que buscar en su desconocirniento de
insistencia. Sin embargo, y como sucediO tam- Ia economia y de Ia polItica, en su cultura cir-
bién en otros lados, ante In carencia de pr cunscrita al ámhito de Ia filosofia y de Ia lite-
puestas concretas para alcanzar los objetivos ratura las causas par las cuales Gonzalez Pra-
que Sc proponian, los anarcosindicalistas tcr- da 'no consiguió nunca set un realista". Pero
minaron en Ia inoperancia politica. El fin de tambien importan otras consideraciones: en
Ia "hegemonia anarcosindicalista —segun to paises dominados por ci colonialismo en Ia
epresan Burga y Ftores Galindo— planteó cultura y en In vida nacional, y par lo tanto,
para ci movimiento urbano popular Ia alter- envueltos en una obstinada lucha par su afir-
nativa aprismo (r.) a comunismo". maciOn y su autonomia, Ia relaciOn entre lite.
Resulta imposible hablar dcl a. peruano sin ratura y politica es tan estrecha que no son
registrar y destacar Ia figura de Manuel Gon- sino dos faccias de una Onica y misma labor.
zález Prada (1848-1918). A Ia vez que fue Ia En atlas palabras: hacer literatura es, de
expresiOn cultural más talentosa que el a. todas mancras, una forma de hacer politica.
tuvo en ci continente dejó, en gran parte como Habiendo dejado a otros Ia tarea de crear
consecuencia de esto, un sello imborrable en ci socialismo peruano, adhiriéndose al leja-
Ia historia del movimiento reolucionai10 de no v abstracto utopismo de Kropotkin, pro-
su pals. En sus propuestas doctrinarias —reu- nunciándose par los bakuninistas en Ia pole-
nidas en ci volumen titulado La anarqwa—, mica que Cstos mantuvieron con los marsis-
es cierto que muchas veces ten ido par las tas, Gonzalez Prada, sin embargo, podra pen-
ideas anarquistas ya difundidas, es posibte sar, antes que nadie. que In cuestiOn iiidige-
detectar un esfuerzo por pensar de manera na, más que filantropica v cultural. es
autónoma Ia realidad peruana y1atinome fundamentalmente econórnica v agraria, que
ricana. Esta.s sociedades nuevas, decia, sin ci problcma dcl indio es sencillamente el pro-
tradiciories fuertemente arraigadas, son pro- blema de Ia ticrma, en fin. que no habrä revo-
picias para que germine todo lo nuevo y pam lución socialista alguna en ci Peru mientras
que aflore un sentimiento de rebeldia contra no scan los propios indios løs relizadores de
todo poder y autoridad, y Cs por eto por lo su liberaciOn social. Tesis quc, desde su voca-
que "muchos peruanos son anarquistas sin ciOn marxista. V con ci complemento "prole-
saberlo; profesan Ia doctrina, pero se asus. tario" indispensable. Mariátegui desarrolla-
ANARQUISMO LATINOAMERICANO 41

rá con mayor profundidad. enfrentarse con un obstáculo que condicionO


No pudiendo ser iii programa ni doctrina, ci desarrollo autónomo e independiente de
Gonzalez Prada fue no obstante Ia conciencia una organizaciOn de clase de los trabajado-
dcl Peru. res: ci profundo desnivel existente entre los
trabajadores industriales y las capas semiar-
xico. El a. mexicano también recibió el tesanales urbanas, por una parte, y Ia pobla-
influjo de corrientes anarquistas europeas, ciOn campesina, por Ia otra. A excepciOn de
especialmente espanota, pero éste se inscri- los obreros mineros y ferroviarios, ci prole-
bió. en un grado solo comparable al Peru, den- tariado industrial citadino no dejaba de con-
tro del original proceso de desarrollo de Méxi- formar una "aristocracia obrera" de traba-
co. Es por esto por lo que si se hace uso de jadores calificados separados respecto de Ia
un concepto simplista de a., es decir como gran masa del subproletariado rural y
oposicion violenta y a ultranza de toda for- semiurbano por un abismo de cuitura y de
made gobierno y como manifestaciOn extre- capacidad adquisitiva.
ma de individualismo, no se podrá compren- En ia historia dci movimiento obrero mcxi-
der el grado de incidencia que tuvo en Ia his- cano, el porfirismo divide dos periodos neta-
toria de los "movimientos de las clases obre- mente diferenciados en lo que respecta a Ia
ras urbanas v rurales" ni se estará en condi- organizaciOn sindical y politica de los traba-
ciones de "medir su impacto en ci desarrollo jadores. El primero de ellos seria el compren-
de Ia naciOn". Si su inserciOn dentro del movi- dido entre mediados del siglo pasado y los
miento agrario tuvo mucho que ver con ci res- Oltimos afios de Ia decada de 1880 y cuya
cate de los valores, tradiciones y aspiracio- caracteristica principal es ci predominio de
nes campesinas, su desarrollo se debe en gran Ia orientación "mutualista" en las incipien-
parte a esa contribucion doctrinaria que tes y a Ia vez débiles asociaciones obreras.
intentaba modificar Ia naturaleza del agraris- Grupos de exiliados que difunden las doctri-
mo mexicano, de levantamiento profundo. nas sociales europeas, una secciOn de Ia I
pero relativamente inarticulado que era, a Internacional con predominio bakuninista,
movimiento fortalecido no sin cierta coheren- proliferacion de un periodismo "social", con-
cia por una concepciOn campesina del mun- formarán un cuadro más o menos similar al
do futuro. Manteniendo ciertos patrones tra- de otros paises latinoamericanos, pero tam-
dicionales de Ia vida campesina, los agraris- bién —y éste es un rasgo distintivo— una cier-
tas anarquistas propugnuban con mayor gra- ta facilidad de penetraciOn de los ideales
do de articulación las autonomias locales, Ia libertarios y socialistas en ci horizonte ideo-
rccuperaciOn y redistribución de las tierras lOgico de las rebeliones campesinas de Ia
por los municipios libres y Ia erradicaciOn de época.
Ia corrupciOn pulitica en ci nivel local y naci El proceo de constitución dcl movimien-
nal. Paralelamente, Ia inserciOn y desarrollo to obrero, que arrastraba objetivamente a los
de las concepciones anarquistas en ci mcvi- trabajadores a romper con una tradición
miento obrero urbano ira a Ia par de las modi- mutuaiista, suscitaba un conjunto de proble-
ficaciones que se iran produciendo con ci pro- mas nuevos para cuva soluciOn las diversas
ceso de industriaIización que tiene sus inicios tendencias ideolOgicas existentes ofrecian,
en Ia segunda mitad dci siglo pasado. El IOgicamente, caminos diferentes. "Una larga
nümero sin precedentes de trabajadores pugna se establecia —dice Gaston Garcia Can-
urbanos que trajo aparejado Ia aparición dcl tu- entre los reprcsentantcs obreros para
sistema de fâbricas de producción de bienes, fijar Ia tendencia definitiva de las agrupacio-
todos eiios de origen rural y atraidos por Ia nes: lucha politica o abstención, mutualismo
movilidad social que Ia expansion de Ia eco- o cooperativismo, oposiciOn a los empresarios
nomia parecla of recer. no dejO de intensifi- o colaboracion estrecha entre ci capital y ci
car las desigualdades va e\istentes V causar trabajo."
Ia desesperanza entre quienes creian poder Pero Ia dictadura porfirista habria de pro-
mejorr su nivel de vida con Ia emigración a ducir modificaciones económicas v sociales
Ia ciudad. quc determinarán que ci inovilniento ubreio
El movimiento obrero mexicano debió entre en una nueva etapa. La protesta cam-
42 ANAROUISMO LATINOAMERICANO

pesina que exigia Ia restitución de las tierras defendian con un programa de lucha el res-
que perteneclan a las comunidades y que les tabiecimiento de Ia democracia y Ia erradi-
fueran despojadas por parte de los hacenda- cación de Ia corrupción mediante una tácti-
dos y de las companias norteamcricanas, Ia ca y forma de lucha que apuntaba fundamen-
superexplotación a que los industriales some- talmente a lograr mediante Ia propaganda y
tian a una masa de trabajadores debilitada Ia educacion civ ica una fuerte corriente de
por el permanente flujo a las ciudades de opinion capaz de desplazar electoralmente al
campesinos famélicos y desocupados. Ia cri- candidata oficial, en 1906, y como resultado
sis de los sectores artesanales derivada del de su reorganizaciOn interna, el PLAi se da un
incremento de Ia industrialización crearon nuevo prograrna, esta vez orientado hacia Ia
una situación de larvada crisis social ante Ia transformaciOn rev olucionaria del estado
cual Ia clase obrera de reciente formación mexicano: más que un gobierno corrupto lo
tuvo que buscar formas organizativas, publi- que habia que destruir, decian, era todo el sis-
cas o secretas, que Ic permitieran luchar con tema. Sc formulaba asi, desde ci punto de vis-
éxito por sus reivindicaciones. ta de las propuestas, el contenido social de
Sastres y sombrereros amenazados por Ia una rcvolucióri radical democrática, y se pro-
creciente industria textil primero, tipografos pugnaba, en lo referente a las formas de
y canteros que padccian el terrible impacto lucha, una acción violenta y decisiva de las
dcl linotipo y de Ia industria moderna del masas populares. Esta revoluciOn, politica y
cemento después, integraron las filas dc los social a Ia vez, debia ser ci resultado de un
artesanos que constituyeron para los anar- proceso de masas donde ci pueblo en armas
quistas y para Ia clase obrera urbana un tide- debia conquistar ci poder dc manos de las cIa-
razgo fundamental. Para todos ellos el coo- ses dominantes. La revoluciOn, si querla ser
perativismo constitula La respuesta idónea tat, debia alcanzar el nivel de una "revolución
para Ia amenaza que ci sistema de fábricas popular". Este sesgo decididamente antica-
traia aparejada, hombres que siempre habian pitalista y antimperialista del PLM coincide
trabajado con las manos y que se preciaban con ci surgimiento de nuevas organizaciones
de su destreza e independencia. Y ci anarco- sindicales y con el ciclo de huelgas y de
sindicalismo será quien refieje su reacción revueltas acaecidas durante 1906-1908. Pocos
posterior ante el sistema fabril impiantado. años después, el estallido de Ia revolución y
A pesar de las derrotas sufridas, los anarquis- Ia insurrecciOn maderista condujo al grupo
tas fueron gestorcs de cambios importantes magonista a piantear un nuevo deslindc poli-
para las clases trabajadoras durante ci perio- tico de todas aquciias fuerzas que, coma las
do 1860-1931. Aunque sus programas carecie- de Madero, no se pruponian una transforma-
ran de exito, John M. Hart dice quc "sus obje- ciOn radical de las cstructuras sociales, pero
tivos —tal y como fueron expresados de las a las que Ia 1-esistencia porfirista obligo a
piataformas de La Social, La Internacional, adoptar ci camino de Ia violencia propugna-
La Casa del Obrero Mundial Ia CGT— poli- do desde años atrás par ci magonismo. A par-
tizaron considerablemente a Ia clase obrera tir de ese momenta aparece con nitidez Ia
mexicana". filiaciOn ideologica anarquista adoptadu en
Si Mexico fue un centro de difusiOn de las 1908 y que par "razones de táctica" mantu-
doctrinas anarcosindicalistas con caracteris- vicron en secreto.
ticas muv peculiares, en mucha medida esto El control dcl proce..0 revolucionario logra-
se debió a Ia labur de Ricardo Flares Magón do por el sector moderado condujo paulati-
(1873-1922) y del grupo de intelectuales namente al aislamiento v luego a Ia desinte-
nucleados en torno al periOdico Regeieracióu, graciOn del grupo magonista, cada vez más
quienes representaron una corrierite politica reducido al pequeño nümero de fieles que
e ideolOgica radical democrática, fuertemente acompañaron hastu ci final de sus dias, en
influida por ci a., que tendiO finaimente a una cárcei norteamericana, a Flares MagOn.
identificarse con ci movimiento obrero y con Siempre un paso más adelante que las fuer-
el agrarismo (v.) de Zapata. Si en un primer zas comprometidas en ci proceso revolucio-
momento, a travCs dci Partido Liberal Mcxi- naria, el magonismo cumplió un papel de
cano (pLt), dcl quc fucron cofundadures, decisiva importancia en Ia radicaIizaciOn crc-
ANAROLISMO LATINOAMERICANO 43

ciente de Ia revolución. Cuando ésta se detu- relativamcnte intenso grado de concentra-


vo, plasmando en Ia Constitución de 1917 las don, ci proletariado brasiieno se encontraba
banderas de lucha prociamadas por ci progra- aisiado respecto de Ia sociedad global y no
ma de 1906 del iii, ya antes el magonismo encontraba sino en sus circulos gremiales y
habta radicalizado nuevamente sus posicio- cuiturales Ia forma de relucionarse con un
nes en el nuevo programa de 1911, que rei- medio "adverso" y Ia posibilidad dc soportar
vindicaba Ia destruccion dcl poder capitalis- Ia presiOn de una sociedad que los descono-
ta y Ia creación de unu sociedad igualitaria cia en su condiciOn de ciudadanos. Influidos
basada en las comunidudes indIgenas de Ia por las ideas anticapitalistas traidas de Euro-
tierra y en Ia colectivizaciOn obrera de las pa, los trabajadores inmigrantes encontraron
fábricas y los talleres. ExpresiOn fidedigna, en los ideales libertarios y socialistas los prin-
con todas sus virtudes y sus defectos, dc Ia cipios ideologicos sobre los cuales fundaron
ideologla de Ia politica dcl ala auténticamen- sus órganos de expresiOn cultural y politica
te revolucionaria de Ia revoluciôn de 1910- y sus instrumentos de combate y de vida ciu-
1917, ci magonismo sucumbió cuando fueron dadana, pero sin dejar de mostrar una inca-
derrotados los dos grandes Ilderes de Ia rebe- pacidad manifiesta, del proletariado en gene-
lion agrarista: Francisco Villa y Emiliano ral y de las tendencias anarquistas y socia-
Zapata. Defensores a uitranza de Ia revolu- listas, para dar origen a orgnizaciones obre-
cion agraria, los magonistas se fueron despla- ras estables y de caráctcr nacional.
zando hacia un populismo que los Ilevaba a Hasta Ia década de 1920 ci intento de con-
confiar en una supuesta dependencia de Ia formar un movimiento obrero organizado fue
ciudad respecto dcl campo v a menospreciar, una empresa fundamentalmente anarquista.
o a no estimar en su justo valor, las luchas En 1906, por iniciativa de Ia FederaciOn Obre-
reivindicativas v politicas de los trabajado- ra Regional de Rio de Janeiro, y con una con-
res urbanos. Al no comprender quc habia quc vocatoria a otras federaciones regionales, se
partir precisamente de las reivindicaciones realizó un congreso donde se pianteO la nece-
sindicaks "refurinistas" para poder alcanzar sidad de una táctica conjunta para defender
ci grado de homogencidad de clase a partir las rcivindicacioncs de clase y, por primera
dcl cual adquiriera significado concrcto Ia vcz, se conforma ci escenario de una prime-
lucha por Ia autonomia e independencia poli- ra confrontacjOn a cscala nacionai de las dos
tica dci proletariado urbano, los magonistas corrientes ideologicas predominantes en ci
dejaron de lado Ia lucha reivindicativa obre- movimiento obrero brasileno. Mientras los
ra v hasta po.spusieron sus consignas tradi- socialistas intentaban transformar al movi-
cionales. No advirtieron, en suma, que para miento en Ia base de sustentaciOn de un nue-
poder visualizar Ia necesidad histOrica de su vo partido politico, los anarquistas se opon-
alianza con ci campesinado revolucionario, drán intransigentemente a esta propuesta,
los trabajadores urbanos debian clespojarse reclamando a su vez Ia fundación de una Con-
de todo prejuicio o de toda incrustaciOn sin- fedcración Obrera Brasilena (coB) con las
dicalista quc contribuyera a cristalizarlo en caracteristicas de una organizaciOn sindical
Ia objetiva función de "aristocracia obrera" "apolitica" y sobre Ia base de Ia concepción
en que habia venido a colocarlo las modali. de un sindicalismo revolucionario sostenido
dade'. asumidas por ci desarrollo capitalista. en Ia autosuficiencia de las sociedades dc
resistencia económicu. Las resoluciones adop-
En Brtsil, la ca'.i "prematura" precen- tadas por el congreso reflejaron ci claro pre-
cia de concepciones mutuali'tas v socialistas dominio alcanzado por Ia corriente anarquis-
románticas en ci forte del pais dio pa.o, en ta, que desde ese momento en adelante será
la, inicios de Ia década de 1890, a Ia confron- por muchos años Ia corriente hegemonica en
tación ideolOgicu entre anarquistas v socia- el interior dcl movimiento sindical de Brasil.
listas en ci seno dcl movimiento obrero dcl No obstantc Ia permanencia de las luchas
centro v sur brasileño, que se hubia tran'for- obreras reivindicativas, Ia COB, formuda lue-
mado, con ci proceso de expansiOn industrial, go del conreso, no logrO estructurarse como
en ci centro dinamizador del conjunto dcl un verdadero centro dirigente s hacia 1912
rnovimknto obrero de Ia época. A pesar dcl dejó prácticamente de existir. Un año después
44 ANTICLERICALISMO

se reorganizará en respuesta a un congreso món, Hechosy comenrarios, Buenos Aires, 1911;


"oficial" que intentO instrumentar poll tica- J. Godio. Historia del movimienlo obrero latinoa-
mente al movimiento obrero e insistirá en Ia mericano. 1: Anarquislas y socialistas (1850-1918),
necesidad de mantener el carácter "apoliti- Mexico. Nucva Imagen, 1980; J.M. Hart, Elanur-
co" de Ia COB, pues Ia emancipación de los quismo y Ia clase obrera mexicana (1860-1931)
trabajadores debia ser obra de los trabajado- (1978), Mexico, Siglo XXI. 1980; G. Haupt. Miii-
res mismos y "sOlo tendrian valor real las con- (ants sociaux-démocrares allemands au BrCsil
quistas alcanzadas por su propio esfuerzo y (1893-1896). en I.e Mouvement Social, nOm. 84,
nunca por Ia intervención de terceros, que es julio-septiembre de 1973; S. Marotta, El movi-
enervante y perjudicial". miento sindical urgent mo, Buenos Aires, Lacio.
Con motivo de Ia inminencia de Ia primera 960-1961 • 2 vols.; L. Martins Rodrigues, La cIa-
guerra mundial, los anarquistas se suman a se obrera en el Brasil, Buenos Aires, Centro Edi-
las iniciativas del movimiento obrero contra tor de America Latina, 1969: J. Oddone, Gremia-
Ia guerra y realizan en 1915 un Congreso lismo prvkrario argeuzino. Buenos Aires, La Van-
Internacional por Ia Paz, en uno de cuyos guardia, 1949; I. Oved, El anarquismo y ci movi-
manifiestos indicaban que los obreros debian miento obrero en Argentina, Mexico, Siglo XXI,
responder a Ia guerra can una huelga gene- 1978.
ral revolucionaria. La actividad de los parti-
darios de Ia paz prosiguió incansablemente [c0MITE EDITORIAL]
durante el año siguiente para eclosionar en
1917 en oportunidad en que Ia decision del
gobierno de Brasil de participar militarmen-
te desata una ola de huelgas en Ia que Ia pro- anticlericalismo
testa contra Ia guerra se vincula estrechamen-
te con una enérgica agitaciOn contra Ia cares- Con este término se designa generalmente un
tia de Ia vida. Dc filiaciOn doctrinaria esen- conjunto de ideas y de comportamientos pole-
cialmente anarcosindicalista. Ia lucha contra micos respecto al clero catOlico, al clericalls-
Ia guerra y por Ia emancipaciOn social del pro- ma (v.), al confeslonallsmo(v.), a lo quc se con-
letariado en las que se hablan fogueado los sidera tendencia del poder eclesiástico a sacar
llevO a identificarse rápidamente con los obje- Ia religion de su Ombito propio para invadir
tivos de Ia revoluciOn de octubre, a Ia que vie- y dominar el ámbito de Ia sociedad civil y del
ron desde el primer momento como el "er- estado; posiciOn polCmica que se extiende
dadero inicio de Ia grande y sonada revolu- también a grupos. partidos, gobiernos e mdi-
ción social internacional". Es de esta direc- viduos que apoyan dicha tendencia.
don revolucionaria de los trabajadores bra- Como actitud critica contra Ia corrupciOn
silenos de donde habrá de surgir pocos años y los vicios, Ia hipocrcsia y Ia ambiciOn, Ia pre-
dcspués el Partido Comunis'a de Brasil. potencia y Ia intolerancia del orden sacerdo-
tal, acusado de traicionar y distorsionar los
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co, Siglu XXI, 1960; G. Garcia Cantü, El socia- un a. que se manifiesta domo fenOmeno rela-
lisno en Mexico, Mexico, Era, 1969; E.G Gili- tivamente de masa, especialmente en palses
ANTICLERICALISMO 45

de predominio catOlico, como Francia, Bélgi- el ciericalismo en Ia escuela, pianteando Ia


Ca, Italia, España y Portugal, asi coma en bataila por una enseñanza libre de la influen-
muchos paises latinoamericanos, y con cier- cia del clero e inspirada en principios racio-
tas Formas antirromanas y antipapistas en nales y cientificos. Ha dirigido especialmen-
Inglaterra y en Aiemania; a. que justifica y te su polémica contra ci clero regular, y en
sostiene una tendencia a Ia laicizaciOn del especial contra los jesuitas, por constituir,
estado y de Ia sociedad, de las costumbres y más que ci clero secular, un cuerpo separa-
de Ia mentalidad. Las principales fuentes cul- do dentro del estado, y al mismo tiempo pre-
turales de las que emana son Ia IlustraciOn sente subliminalmente en toda Ia sociedad;
y ci filantropismo racionalista, el hegelianis- finalmente, ha demandado Ia aboliciOn de
mo, ci positivismo evolucionista y ci positi- Ordenes y congregaciones religiosas, asi como
vismo materialista. Ia expropiación de sus propiedades.
Si los términos anticlerical y a., casi al mis- Sobre todo en un primer momento, las pus1-
mo tiempo y en correspondencia a los térmi- ciones anticlericales no se indentifican con Ia
nos opuestos clerical y clericalismo, al prin. irreligiosidad a ci ateismo (V.), sino que se
cipio en su forma adjetivada, aparecen en el refieren predominantemente a una orienta-
ienguaje politico entre 1850 y 1870, al acen- ciOn deista; progresivamente, en Ia medida en
tuarse ia oposiciOn al catolicismo integrista, que el a. liberal fue superado por ci democra-
infaiibilista y temporalista, en Ia época con- tico y radical, surgen cada vez más posicio-
temporánea dicho fenOmeno nace algunos nes implicita o explicitamente ateas. La pole-
decenios ames, como rechazo de toda inter- mica contra Ia religion y Ia iglesia catOlica se
ferencia de Ia igiesia y de Ia religion en Ia vida refiere a menudo, par autCntica simpatia a
pOblica y como afirmaciOn de una necesaria por Ia necesidad de tener en cuenta las con-
separación entre poiItica y religiOn, entre vicciones de las masas populares, al cristia-
estado e iglesia, reduciendo a Ia iglesia al nismo primitivo, democrático e igualitario. Si
derecho cornOn y Ia religion a hecho privado, en ci piano de las ideas se acaba par afectar
segOn Ia inspiraciOn dci individualismo libe- ci mismo ámbito de Ia religion, de sus prin-
ral; como defensa de los valores de libertad cipios morales v sobrenaturales, en ci piano
de conciencia y de autonomia moral que politico ci a. se configura como lalclsmo (v.),
emergen fuera dci ámbito religioso. Sobre a sea coma un movimienta dirigido, en casi
estos temas y otros derivados, ci a. moviliza, todas sus tendencias, a un estado plenamen-
en los pafses y periodos mencionados, te laico, frente al cual sean absolutamente
amplias corrientcs de opiniOn pOblica liberal libres e iguales todos los cultos y profcsiones
v democrática, suscita tendencias radicales de ideas. Sin embargo, en algunos paises y
quc Se inspiran en los principios del libre pen- momentos,el logro de este objetivo compor-
.samiento, encuentra un activo centro de mi- to formas duras de lucha y de intervenciOn
ciativa en Ia masoneria; se expresa con una del estado repecto de Ia iIesia, coma baja
ideologia positiva. Sc convierte en pasiOn y en los gobiernos Waldeck-Rousseau y Combes en
auténtica Fe, inciuso con ribetes de fanatis- Ia Francia de Ia Tercera Republica y tal vez,
moe intolerancia. Ocupa amplios espacios en coma en ci tiernpo del Kuirurkampf en la Ale-
Ia prensa diana v periOdica, d4 lugar a una mania de Bismarck, ci a. llevO a formas de
literatura critica vivaz v a una literatura de control de Ia organización eciesiástica y a per-
divuigacion popular, se manifiesta en poesias secucione que no lenian nada de liberaics.
v canciones, en el teatro. en Ia novela popu- En ci trascurso dcl siglo xix, de un a. deis-
lar, anima innurnerables discusiones parla- Ia de los liberales se paso al a. agnOstico a
mentarias. En algunos paises, como Francia ateo de las democráticos y radicales y al a.
v Alemania, el a. ha acusado en muchas oca- abierta v combatiamente atco de los anar-
siones a los ckricales v a Ia igksia, organi- quistas v socialistas. ExistiO también un a. de
mu intcrnacional, de perseguir intereses con- origcn protestante, vinculado a las luchas por
trarios a lo nacionales a incluso de atentar el laicismo del estado, v un a. catOlico, de
contra Li independencia dcl pals. En todos los izquierda v de derecha. El a. fue propio de Ia
paises, el a. ha encontrado un terreno de aristocracia en cI ,lncic;i Regirne, se difundio
enfrentamiento particularmente äspero con ampliamente enire Ia burguesia después de
ANTICOMUtUSMO

Ia revolución de 1789 y de las revoluciones siásticos, Ia supresión de los gastos del culto
decimonónicas y finalmente entre Ia clase dentro del presupuesto del estado, Ia prece-
obrera, mientras que a finales del siglo XIX y dencia del matrimonio civil respecto al reli-
principios del xx una parte de Ia burguesla gioso, el divorcio, Ia abrogacion del artIculo
se acercaba de nuevo a Ia iglesia y a Ia reli- primero del Estatuto y In plena libertad de
gión. El a. ha logrado en parte sus objetivos conciencia. La movilización, las iniciativas y
de laicización del estado y de Ia sociedad, en las agitaciones anticlenicales Ilegan a su cenit
medida diversa segün los paises. Su declina- en el periodo de In izquierda; mientras que
ción, a partir del periodo posterior a Ia pri- cada vez más, entre finales dcl siglo xix y
mera guerra mundial, es Ia consecuencia de principios del xx, se manifiesta el abandono
Ia obtención de resultados, pero también de del a. y del laicismo por parte de In clase din-
las transformaciones verificadas en el mun- gente y de Ia burguesia conservadora, éstos
do católico y en Ia iglesia, debidas en parte se convierten en bandera de lucha de los
al mismo a., por su innegable función de pun- movimientos de oposición y, en el periodo de
ficaciön respecto al hecho religioso, it una dis- Giolitti, en clemento de unificación de los
minución de los contrastes entre Ia iglesia y "bloques populares" de republicanos, radica-
algunos estados europeos en función del anti- les y socialistas. El a. italiano consigue resul-
socialismo o anticomunismo y al surgimien- tados menos incisivos que el de otros paises
to de problemas nacionales y sociales, lo cual y ya en el periodo anterior a in primera gue-
ha contribuido a que pase a ocupar un Segun- rra mundial se va preparando un compromi-
do piano. so entre estado e iglesia a fin de ampliar las
En Italia el a. se vinculó estrechamente con bases conservadoras del propio estado (v.
In lucha por Ia unidad nacional y por lo tan- también lalcismo, separatismo).
to con Ia destrucción del poder temporal de
los papas. En un primer momento esta pre- HIBLIOGKAFIA: A. Erba, L'esprit Iaique en Belgiqzie
sente en Ia batalla que sostienen las corrien- sous le gouvernernent liberal doctrinaire (1857-
tes liberales y democráticas para Ia crcación 1870) d'après les brochures politiqzic.c, Lovaina,
de un estado laico en ci Piamonte. Después 1967; L'anticlericalismo nel Risorgi,nenzo (1530-
de Ia unidad alimenta especialmente algunas 1670). .rntologla a cargo de G. Peçe y M. Themelly,
corrientes progresistas de Ia clase politica asi Manduria, Lacaita, 1966; R. Rt.mond, L'anticlC-
como sus iniciativas de cducación popular, el ricalisme en France de 1815 a nos jour, Paris,
movimiento del libre pensamiento y Ia mas Fayard, 1976; T. Tomasi, L 'idea laica nell 'Italia
neria, y después sucesivamente diversas contemporanea, Florencia, La Nuova Italia, 1971;
corrientes politicas de oposiciOn: republica- G. Verueci, L'Izalia laica prima e dopo l'unità,
nas v radicales, internacionalistas anarquis- 1846-1876. Autickricalismo, lthero pensicro c
tas y socialista',. Junto a inspiraciones cuitu- afeismo ;iella socielà italiana, Ban, Laterza, 1981.
rales centroeuropeas, está presente de mane-
ra muy viva Ia oricntaeión positivista lombar- [c,uiDo VERUCCI]
da encabezada por Romagnosi-Cattaneo-
Ferrari. En el periodo de In derecha históri-
Ca, ci a. alcanza algunos de sus objetivos con
Ia institución dcl matrimonio civil, In liqui- anticomunismo
daciUn del eje ecicsistico, Ia abolición de Ia
exenciOn dcl scr icio militar pard los clerios Si qui'.iéramos propurcionar una definiciOn
y In supre'.ión de in'. facultades de teolouia. Iexicogrãfica, deberia entenderse coma es
Después, con el advenimiento dc In ilquier- obvio nI a. como Ia oposiciOrl it Ia ideologia
da, logra in'.tituir ci juramento civil, establece v a los objetivos cumunista",, s pue'.to que
parcialmente In eneñanza laica obliatorin, exi.ten fuerza, sociales v formaciones poll-
In repreión de lo abusos del clero y In posi- ticas antifascistas, anticapitalistas, ,tnticleni-
bilidad de In cremación de cadzvcres. Sin ctIes, etc., iguzilmente existirian in'. anticomu-
embztreo no se yen satisfecha, en In Italia nistas. En rcalidad, desde In revolución de
liberal, otras demanda , más avanzadas del a., octubre en adelante, ci comunismo entrO en
coma In expropiación total de los bienes ecle- escenu no solo como movimiento organizado
ANTICOMUNISMO 47

y difundido por todo el mundo sino también cuencia se coioca en posiciones de extrema
como alternativa poiitica real a los regime- izquierda.
nes tradicionales. Asi, el a. ha asumido nece- Si ci a. Cs pucs dificilmente definibic en ci
sariamente valores mucho más profundos piano ideologico, en ci piano más especifica-
que una simple oposición de principios, aun- mente politico se entiende coma Ia convicciOn
que contenida dentro de Ia dialectica politi- de que no son posibles alianzas estratégicas
ca interna e internacional normal. (más ahlá de posibles momentos tácticos) con
Por el lado comunista, ci a. ha sido defini- los partidos y los estados comunistas. Esto
do por aigunos como una "ideologi a negati- no desemboca necesariamente en actitudes
va" (en términos poiémicos, se trata del ha- represivas en ci interior y agresivas en ci exte-
mado a. visceral, es decir basado en la oposi- rior: pero aun tratãndose de la estrategia de
ciOn global at comunismo y no en Ia adhesion con! run laciOn a se trate de Ia coexistencia
positiva a valores elegidos autonómamente); pacifica, ambas surgen de la comprobaciOn
para otros, es Ia "ideologia de Ia burguesia de una incompatibiiidad de fonda con ci cam-
en crisis" (esto es, una formula politica para P0 opuesto, de hi faitu de conciliabilidad de
sahir dcl paso en ci momento en que las tra- los respectivos valores e intereses, aun si esto
dicionales se han mostrado ineficaces para se mantiene dentro de las reglas de Ia demo-
controlar las tensiones sociales). Dc manera cracia piurahista y de las normuks relaciones
más exphicita, Togliatti escribia que ser anti- entre los estados.
comunista "significa [ ... ] dividir resuelta- Como puede verse, ci a. interior y aquel sur-
mente a Ia humanidad en dos campos, y con- gido de las relaciones entre ios estados estan
siderar [ ... ] al de los comunistas [ ... ] coma profundamente vinculados. Para comprender
ci campo de quienes ya no son hombres, par mejor cOma se desarroiian, es coriveniente sin
haber renegado de los valores sustanciales de embargo tener bien ciaras ambas esferas.
Ia civilización humana y haberlos atropella- a] En el pIano interno, ci a. extremo Cs des-
do". Sin embargo, se trata de definiciones de iuego ci de tipo fascista y reaccionario en
genéricas y limitativas, siendo el a. un fenO- general. que se traduce en hi sistemOtica
meno complejo, ideologico y politico a Ia vez, represiOn de ha oposición comunista (v par lo
explicable por lo demás a Ia Iuz dci momen- tanto Cs normal que sea tachadu de comunis-
to histOrico, de las condiciones de cada pals, ta cualquier oposición de base popular).
de las diversas matrices ideales y poiiticas en En los regimenes democráticos, es preciso
que se inspira. (Además, en ci nümero de distinguir ios pases en los que no existe una
Rinascita citado en Ia bibliografia, se distin- oposición comunista de importancia de aque-
gue entre a. de tipo clerical, fascista, nazi lbs en los que si existe. En ci primer caso,
hitleriano y "ci norteamericano, que es ci más al a. puede encontrárseic más bien coma corn-
reciente. Luego hay variantes de tipo social ponente de fonda de Ia cultura potitica difun-
y de tipo democrático".) dida, y tiene aqui una importante función de
En Ia tradición de La III Internacionai, ya integraciOn sociopolitica v de legitimación del
que los intereses orgánicos del proletariado sistema (por ejemplo, mediante Ia incondicio-
y de las capas progresistas se identifican nal aceptaciOn de ha propia forma de vida).
estrechamente con Ia linea de los partidos Par ella tiene una notable eficacia de preven-
comunistas. Ia oposición a ésta se define de ciOn 0 aisiamiento en Ia confruntación con
manera automática coma oposición a los pri- posibies movirnientos de oposiciôn quc pos-
meros, y en cuanto tal asume a los ojos de los tulan, aun de manera Lwneral. ci marxismo y
comunistas caracteres inequivocos "dc dere- ha, tradiciones comunistas.
cha". En reaiidad, ci a. no e necesariamente En cambio, en ci cuso de paises en los que
de derechas: aunque existe ci de tipo clerical, Ia pre.sencia comunita es fuerte, v constitu-
reaccionario, fascista, etc., también puede ins- ye una aiternativa potencial 0 por lo mismo
pirare en los principios liberales o, en Ia igualmente un clernento de constante dialéc-
izquierda, en los de Ia socialdemocr.tcia. En tica v de control sabre Ia gestiOn del poder,
los üitimos años ha habido inciuo una rca- las posibiiidadcs de encontrar en ha sociedad
nudaciOn dci a. radical libcrtario, quc con fre- civil ci conscnsu para una politica de choque
48 ANTIFASCISMO

son evidentemente muy reducidas, si no es al coexistencia pacffica. La vitalidad del a., sin
precio de fuertes desgarramientos sociales. embargo, es inversamente proporcional a Ia
El respeto de las reglas de Ia democracia estabilidad de las relaciones hegemonicas en
impone por ello confrontaciones con Ia opo- el nivel mundial. Puesto que éstas están cada
sición comunista sobre Ia base de programas vez más entrampadas por los procesos de
y de realizaciones concretas, buscando asi eli- emancipaciOn politica de los palses subdesa-
minar los motivos que estarlan en Ia base de rrollados, por Ia progresiva escasez de las
la adhesion y del voto a los partidos comu- materias primas y de los recursos energéti-
nistas. En Ia formaciOn de coaliciones, el a. cos y por Ia presencia de fuertes tensiones
se vuelve ci criterio de discriminación: por un sociales en los propios paises occidentales, en
lado las fuerzas no dispuestas a Ia colabora- consecuencia no se puede excluir una perma-
ciOn con los comunistas (el Ilamado prejuicio nente vocaciOn del liderazgo occidental (Esta-
anticomunista), por el otro los comunistas y dos Unidos) por ese a. agresivo abiertamente
los demás opositores eventuales de extrema practicado en los años cincuenta y sesenta
izquierda. (Corea, America Latina, Vietnam, papel de Ia
Si bien muchos politologos sostienen que OTAN en Europa, etc.). Por su lado, tambiCn Ia
un sistema politico de tipo occidental no pue- Union Soviética se mueve entre las tensiones
de funcionar en presencia de un fuerte des- internacionales con una estrategia sustancial-
pliegue comunista (sistemas "polarizados" o mente antimperialista, de donde el antisovie-
"centrIfugos"), actüa sin embargo un proce- tismo, y por lo tanto ci a., saca un sustento
so efectivo de integraciOn de los partidos objetivo.
comuni stas ocddentales (v. eurocomunismo)
en los sistemas pluralistas, con lo que queda SIULIOGRAFIA: W.F. Buckley, Jr. (compj, Ameri-
superado el a. tradicional, que por lo demás can conena:ive thought in the twentieth cen-
ya no tendria el consenso de los sectores de tuy, Indianapolis, Bobbs-Merrill, 1970; Inchiesta
Ia sociedad civil no comunistas. uhi'unticumzonsmo, en Rinascita, xi, nüms. 8-9,
b] En ci piano internacional, el a. es el cri- 1954; M. Margiocco, Stati Uniri e PCI, Ban, Later-
terio inspirador de una politica de amplitud za, 1981.
planetaria cuvos objetivos son al mismo hem-
p0: 1] Ia contención de Ia influencia de los [LuclANo HONET]
estados socialistas y 21 Ia intervención en los
asuntos internos de los paises con elfin de
prevenir o reprimir los movimientos de ins-
piracion cornunbta (o que se presume que lo antifascismo
son).
Ambas directrices de acción están entreki- I. LOS COMPONENTES HISTORICOS DEL ANTIFASCISMO Y
zadas, v definen al a. con relaciOn al anti.u. sis FASLS. Al tCrmino a. se Ic du preferente-
vies'ismo. En otras palabras, una politica exte- mente un significado abarcador de todas las
rior antisoviética no e dictada necesariamen- tendencias ideales, lo.s movimientos espontá-
te pore! a. mientras que Un regimen sustan- neos u organizados s lo regimenes politicos
cial o tendencialniente anticomunista no que histOricamente ejercitarun o ejercitan
practica de maneru sistemática el a. en las una oposición a las tcndeneias, movimientos.
relaciones internacionales. Por ejemplo, Chi- ,-eaimenes caracterizahies como fascistas.
na popular es de'.de luegu antkovictica, pero Una intcrpretación dcl a. coma fenOmeno
no en nombre del a.. aunque si de los princi- iel 'ivamente unitario presupone una inter-
pios comuni"t:ts; en ci lado upuesto, muchos pretación generalizante dcl kiscismo; presu-
estados ár.tbes y africanos, quc con frecuen- pane quc 'lascismo" se convierta en urn, cute-
cia tienen culturas politicas nacionaltv, diii- L'uria ,iharcadora de muvimientos v ieimc-
cilmente conciliabics con ci comunismu, son ne' con comunes caracteristicr, distintivus,
en cambio fi!oso iCtico en politica exterior. quc actüan en un ãmbitu europea o mundial
A partir de los :iiiu. 60, ci frente dcl a. ha v difuiididos a Ia Iaru de un area cronakiui-
motrado una di'rninuciOn pruel'esiva en sU Co que e extiende desde elfin de Ia primera
agresividad, moviendose htcia reLiciunes de ?uerrL mundial ha'st.i nuestros dia'..
\NTIFASCISMO 49

Por otru pane, no falta quien asigna fascis- iel a., aquella entre cia. comunista y ci res-
mc, nazismo, franquismo, salazarismo, per to del a. y encauzar una gradual unificacion
nismo, etc., a diversos cstadios dcl desairo- operativa sobre contenidos p3llticos demo-
Ito eeonómico y politico, partiendo desde una cráticos.
comprensible reacción contra el uso genri- Sobre una interpretaciOn superestructural
CO C indiscriminado del término "fascismo' del fascismo, visto como dictadura y como
y. contemporaneuniente, buscando una expli- enfermedad moral que interrumpe ci curso
cación a las similitudes entre ci fascismo del camino de Ia libertad, se alinea ci compo-
europeo v algunos movimientos v regimenes nentc liberal del a.: los fascismos son las
iberoamericanos y del tercer mundo. Final- expiusiones imprevistas e irracionales de
mente, sobre todo antes del advenimiento al fuerzas demoniacas que se encarnan en par-
poder del nacionalsocialismo, hubo quien qui- -. idos y en regimenes despOticos
so ver en ci fascismo un fenómeno circuns- lJna sintesis entre estas dosposiciones Ia
crito a Italia: de hecho también en estos casos intenta una tercera corriente interpretativa,
ci a. se convierte en una categoria referibie ue someramente puede definirse como
ünicamente a Ia oposición o a algunos movi- dcmocrático-radical: ésta ye en ci fascismo I
mientos o regimenes históricos especificos, explosion virulenta de gérmenes latentes en
geografica y cronologicarncnte delimitados. algunas sociedades nacionales, imputables
Sin embargo, si existe entre los estudiosos más o menos detcrministicamente a sus
un acuerdo relativo sobre las realidades poli- estructuras trudicionalmente autoritarias a
ticas caracterizables como fascistas, no pue- las formas antidemocráticas con las que se
de decirse Ia mismo respecto de Ia que las efectuó Ia unificacion nacional de algunos pui-
señala como tales. Justamente Ia interpreta- ses, a Ia debilidud crOnica de las institucio-
don de Jo que es organico en ci fascismo. más nes reprcsentativas. Esta Oltima interpreta-
allá de sus aspectos contingentes ' de sus cion, aunque noes insensible a los probiemas
manifetucknes exteriore, es Ia que diferen- estnucturules y a law% matrices de clase dcl las-
ciO ci a. en sus distintos componentes y 10 con- cismo, tiende a cunsiderarlo corno un fenO-
virtiO en un movimiento articulado y politi- menu patolOgico (iguai a Ia posiciOn liberal)
camente eontradictorio. más bien que fisiolOgico (como los comunis-
Dc las tres interpretadiones "clásicas" del tas). Para radicales y liberales, surgen aqul
fa,.cisrnc., se originan, en electo. distintos corn- soluciones y politicas táctica y estratégica-
portamientos y orientaciones. Para los mar- mente divergentes. par to menus en una pri-
dstas dcl Comintern, el fascismo es Ia forma mena fase, de las de los comunistas: Ia socie-
neccaria que Ia dictadura de Ia burguesia dad capitalista debe mantenerse, pero deben
ume en Ia fuse imperialista dcl capitalismo: reformarse sus estructuras politicas en un
Ia misiOn del fascismo es Ia de destruir las sentidu Iiberaldemocrático. A lo sumo es posi-
oranizaciones del movimiento obrero y ci ble, mediante Ia intervenciOn reguladora del
mismo estado de los soviets, cuva defensa se estado en el sislema económico, reducir las
ueIe asi un objetivo preminente dcl a. De descompensaciones estructurales y en conse-
Ia identificaciOn de fascismo y capitalismo cuencia los conflictos que han sido Ia causa
derivu Ia contextual iaad y Ia identidad entre desencadenadora dcl fascismo.
iucha antifa'U'ta y lucha anticapitalicta. Siio La fase de mayor divergencia estratégica y
ci desarrotlo dcl .*nãliis marxista hasta ci táctica entre el bloque liberal-radical y ci blo-
reconu.:imierlto de que Cl fascismo es solo una quc comunista refleja un momento en ci cual
d ]as po'.ihie formu'. de Ia dictudura bur- el peligro fascista no .e ha revelado aün en
auc'-, con niticho Ia mas reaccionaria y tirzi- todo su alcance mundial. Dc a. en esta fase
nic, .tunque no privadt de un apoyo de Ia Se puede hablar esencialmente para Italia y
rna'.a (ejeniplar en c'ta (iptica c' ci .inaiisis Ia contradicciOn entre fascismo y a. actüa
dcl Li-cl-mo mu-suliniano corn') "réimen débilmente en el nivel internacional, supera-
re.ici.ji.rjo de masas" llcvado a cabo par ditampliamentc par Ia oposiciOn entre comu-
ToiLtt1i), suinaniente distinta de Ia democra- nismo y anticomunismo. E.ta ültima antite-
cli. pirlztiiientarii s -ubi'e tudo no inevitable, i-, recorre Ia formaciOn antif:tci'.ta y lo divi-
permitirz resolver Ia contradicción principal 6. su interior: para los coinunistas Ia luchu
50 ANTIFASCISMO

contra ci fascismo implica no solo a las fuer- orianizativa, el a. internoorZaniza Ia movili-


zas liberates sino a Ia propia sc.ciaidcmocru- zación popular y Ia lucha de resistencia en los
cia, tacliada de "sccialfa.scista". que dcl rgi- paise.s ocupados. La resistencia europea. en
men fascista constituirian un sostén y una sus distintas formas nacionales de masa y de
reserva. Por Ia otra pane. comunismo y las- elite, es ci proseguimiento del a. militante con
cismo, los "extremos bestiales" de Ia polémi- el mCtodo de Ia lucha armada. Con Csta, el a.
ca de Roseili, no son müs que species distin- se convirtió en un movimiento politico-militar
tas de un mismo genus: Ia dictadura totalita- relativamente unitario y operante en un nivel
na. Por eta razun deben combatirse igual- mundial: ci cleavage fascismo-a. se super-
mente, en lot ma proporciunal a su inciden- puso completamente, aunque solo de ma-
cia historica. nera provisional, at dcl comunismo-antico-
El advenimiento de Hitler at poder ileva a munismo.
primer pIano, incluso en el nivel internacio-
nal, Ia contradicciOn entre fascismo v antifas- II. El ANTIFAS( ISO ITAIlANO. El nacimiento de
cismo. Las nuevas dimerisiones del peligro una oposición espontánea at fascismo es con-
fascista determinan un cambio de ttctica en temporanea, en Itulia, a las pnimeras violen-
Ia Internacional comunista (y de Ia URSS que cias de las bandas fascistas: las masas traba-
inspira sus directivas): se aisla al fascismo jadoras se alinean en defensa de sus urgani-
como ci enemigo principal y se buscan for- 7aciones ecunómicas y politicas, y solo Ia
mas de unidad de acciOn con las demás luer- acciOn combinada entre las bandas fascistas
zas antifascistas. ceri los socialistas en primer y ci aparalu represivo del estado liberal con-
lugar. Las politicas dcl frente Onico y del siguen doblegarlas, sumándose a esto las
frcnte popular (t'.) contra et fascismo y carencias de Ia dirección politica. En este sen-
Ia guerra. pant Ia detensa de las liber- tido es ejemplar Ia tentativa de organizar, con
tades democraticas, ponc en movimiento un el movimiento de los Anditi del Popolo, Ia
proceso de agregacion del a., si bien en Ia per- autodelensa popular armada contra las ban-
manencia de Ia identidad politica e ideológi- das fascistas que fracasa debido a Ia descon-
ca de cada uno de sus componentes, quc tie- I ianza de los partidos v a sus divisiones.
ne sus primeras manifestaciones en ci frente En el frente de las instituciones partidarias
popular frances y en ci espanol. Sobre todo y sindicales ci a. italiano comienza a delinear-
es Ia iucrra de España Ia prueba general de e como movimiento con una fisonomla pro- -

Ia nueva fase del a. internacional: en las Bni- pia. a pesar de que perduraran los contras-
adas Internacionales que acudieron a corn- tes internos. sOlo mucho tiempo despucs de
batir por Ia RepOblica Espanola se realiza cur Ia Marcha sobre Roma: es ci deiito Matteotti
primera vez Ia acciOn unitaria dcl a. democrá- ci quc liquida las Oltimas ilusiones normali-
tico, cornunista, socialista, anárquico (aunque zadoras que hasta ci molrento habian alimen-
no An trztgicas laceraciones). tado casi todos los sectores politicos contra-
Si lit agresiridad fascista y nazi y el cam- rios a Mussolini. El Aventino marca ci
bio del movimiento cumunista Ic permiten at momento de Ia ruptura completa e irrevoca-
a. un salto cualitativo. Ia seunda guerra mun- ble entre cl fascismo y los partidos democrá-
dial Ic permite alcanzar una dimension de ticos v socialistas, si bien todavia en ci ámbi-
masas en nunrosos paises ccupados par los to de Ia Ieaiidad liberal. Pero v a en eta fase
ejCrcitos hitlerianos. En ci cmpu dci a. se difcrcncia netamente Ia pusicion dcl par-
entran las democracias occidentales, cuyo tido comunista, que ve en el fascismo un ins-
comportamiento ambiuo v de appeacment trumento dOcil de Ia burauesia en función
(v.) en ci enfrentamiento con el rCimen hide- antiobrer:t, destinado a dejar el lugar a una
riano habian de hccho permitido v favored- coalicion contrarrevolueicaaria basada en Ia
doe1 ascensu no necesariamente obliado. El sc.cialdemocracia. Por eso los comunistes con-
a. tradicional actOa desde ci interior para traponen al Aventino legalista Ia propuesta
impedir nuevos comprorniso v capituLcio- de Ia hucIa 'eneral. dcl .tntiparlamcnto. de
nes contribuvendo a determinar Ia intransi- Ia movilizaciOn de las masas.
encia tin.sl. En un nivel distinto, en una sin- Con las levs excepcionales (1926) se abre
tonia de ideale. si bien no politico- una nueva lase del a. italiano. Se diferencian
ANTIFASCISMO 51

dos componentes: ci compz,nente clandestino, ra de Benedetto Croce: en su escuela se for-


de la conspiraciôn en ci pats, pr lo menus ma toda una generaciOn dc intelectuales anti-
hasta 1929 d, matrix exclusivamente comu- fascistas, que en parte confiuirOn en ci a. miii-
nista y solo a continuaciOn auxiliado por Ia tante. También las universidades son centros
organizaciOn socialista-liberai "Giustizia e de resistencia moral y de reheiión cultural,
Liberta". y ci compnente de la emigracion, donde maduran ios fermentos destinados a
o del destierro, coma lue ilamado: en sucesi- desembocar en unu oposiciOn abierta de gran
vas oleadas abandonan Italia un gran nOme- parte de Ia inteiectualidad. No debe uividar-
ro dc cuadras politicos socialistas, comunis- se que tambiCn ci movimiento catOlico Lien-
Las, populares, liberales, dcmucrOticos, anar- de a afirmar con Ia AcciOn Catolica y con In
quistas, republicanos, además de una ingen- Fec! una autonomia idel propia, aumique difu-
te masa de ciudadanus protagonistas de Ia sa y prudente.
resistencia espontunea a las bandas lascistas Las directivas del Comintern imponen a los
y obligados a Ia ernigraciOn para sustraerse cornunistas italianos que no participen en ci
a las persecuciones del regimen. que fue ci primer organismo unitario del a.
En Francia, Suiza, ingiaterra. UniOn Sovié- en ci exterior: In Concentrazione Antifascis-
tica y Estados Unidos se reconstituyen los ta (1927) que reOne en Francia a! Partido
partidos politicos italianos y se forman gru- SocLlista (dividido todavia en las fracciones
pus y organizaciones antifascistas cuya acti- maxiniaiista y unitaria, peru próximo a Ia reu-
vidad politica consiste esenciaimente en una nificaciOn). los republicanos v los miembros
campana propagandista contra ci regimen de In 'Lega dci Diritti deli'Uomo' (organiza-
mussoliniano por media de material impre- ciOn unitaria calcada sobre su hermana fran-
so, publicaciones periUdicas, dem'istraciones, cesa). Es necesario esperar ci camhio del VII
etc. y de una acción de solidaridad en Ia con- Congreso de In Internacional Comunista para
frontaciOn de los desterrados. registrar un nuevo curso de las relaciones
En Italia Ia ucciOn clandestina se organiza entre los comunistas y ci resto del a. militan-
airededor de nOcleos antifascistas presentes te que se traduce en ci Pacto de unidad de
en las cárceies v en las localidades de depor- acciOn (renovado varias veces despuCs de
taciOn y sabre todo en las arganizaciones 1934) entre los socialistas y los comunistas.
comunistas en las Iábricas y en todo ci term-i- El a. itaiiano se encuentra unido en el frente
torio, sin excluir aiunas acciones ejempla- de España, donde obtiene, en Guadalajara, Ia
res de los anarquistas a de los militantes de primera victoria militar.
"Giustizia e Liberta". La unidad dc acciOn antifascista se extien-
A esta actividad apasionada y vaiiente, peru de durante In segunda guerra mundial a todas
tambiCn caótica, improvisada, carente de los partidos antifascistas que se reconstruye-
medios y de perspectivas, ci fascismo respon- ron en Itulia. Surge ci Comitato de Liberuzio-
de con los arrestos, ci confinamiento, las con- ne Nazionaie (cix), organismo que guia Ia
denas del Tribunal Especial, con Ia actividad lucha de iiberaciOn nacional y que tiene su
de su poiicia secreta, In ov. con In provoca- brazo militar en ci Corpo Volontari delia
ciOn y ci asesinato politico dentro y fuera de Libertà. La insurrecciOn de las principales
Italia. coma Ia prueban los casos de Amendo- ciudades del norte es ci momenta cuiminan-
Ia, Gobetti, Gramsci, Rasseili v de centenares te de esta lucha que signa ci triunfo del a. y
de antifascistas. cierra una Ease histOrica.
El a. miiitante, sin embargo, sigue profun-
d.mente dividido, además de en cuestiones Ili EL ANTIFACISMQ DE LA SF.GUSDA POSGUEPRA A
doctrinaics, de analisis y de estrategia, en ci !4UESTRO, DIAs. La derrota dci nazifascismo
modelo de acción a ejecutar: si debc luchar- separa dcl Irente antifacista todas aquellas
e en ci exterior o sobre todo en Italia, si se fuerzas politiczts cuyo objetivo era Ia elimi-
debe recurrir a una acciOn de masas a de nación de Ia dictadura y ci restablecimiento
cOpula. del parlamentarismo y de las libertades poll-
Junta a csta oposiciOn directamente poll- ticas en ci marco de las viejas reiacioncs
tka, en Italia se caioca una oposiciOn cultu- sociales. Este hincapiC se ye lavorecido pore!
ral que tiene su polo de atracciOn en In figu- surgimiento de Ia guerra fria entre los bio.
.2 ANTIGL'O REGIMEN

ques que repropone Ia antitesis comunismo- tercera generación antifascista. de formaciOn


anticomunismo como Ia principal. obrera y estudiantil, aunque por otra parte
La consecuencia es, en ci piano interno, Ia dividida en dos hipOtesis estratégicas: el corn-
derrota de Ia tentativa socialcomunista de ponente ligado a los partidos de Ia izquierda
continuar sirviendose dcl a. como de una for- histOrica busca Ia disgregación del bloque
mu/a politica sobre cuya base edificar un régi. rcaccionario que sustenta al neofascismo rei-
men de democracia progresiva. Sin embargo, vindicando un conjunto de reformas econO-
aun en los años sucesivos el a. sigue siendo micas y poilticas con elfin de atacar sus bases
uno de los fundamentos de Ia estrategia de sociales; Ia parte más radical del nuevo a. opo-
los comunislas italianos: si el fascismo es ci ne Ia necesidad de In autodefensa y de in cons-
fruto del injerto de las nuevas formas de Ia trucciOn en ci pals de una aiternativa rcvolu-
expiotación capitulista v monopolista sobre cionaria que hubrá de madurar en las luchas
ci tradicional terreno de Ia explotación y de sociales antiinstitucionales.
Ia opresiOn feudal. Ia revoluciOn aniifaxcisia
coincide con Ia transformación dcmocrática BIBLl(RAE1A: P. Alatri (comp.), L 'apuifascismo ha-
de las estructuras que geiieraron ci fascismo Ijano, Roma, Editori Riuniti, 1961; G. Amendo-
y que amenazan continuamente su retorno. Ia, La lucha antifaseista (1967), Barcelona, Laia;
En ci veintenio de los cincuenta v los se- G. Arnendola, Intt'rvisia sull'antifascismo, Ban,
senta, no obstante. Ia opciOn antifascista Laterza, 1976; N. Bobbio, Democrazia e ditiadu-
toma un papel politicamente marginal, aun ra, en Polizica e eultura. Turin, Elnaudi, 1955; S.
cuando ci a. italiano parece recuperar una Colarizzi (comp.), L 'Ito/ia antifascista dal 1922 a!
funcion y una capacidad autOnoma de movi- 1940, Ban. Luterza. 1976; E. Collotti (comp.),
lización con ocasión del intento de dar Iuar L 'anti/ascismo in flu/ia t' in Europa. 1922-1939,
a un gobierno clérico-fascista dirigido por Turin, Locschcr, 1975; R. de Felice, Faseismo: sus
Tambroni. En las sangrientas demostraciones iPlterprelaciones (1970), Mexico, PaidOs; A. Guros-
de julio de 1960 una segunda generación ant i- ci, Sioria dci fuoriusciti, Ban, L.tterza, 1953; G.
fascista (los "jOvenes de las mallas rayadas") Quazza (comp.), Fascismo e auifaeisnw nell/ta-
se une a los veteranos del a. y Ia resistencia. /ia repubblicana. Turin, Stampatori, 1976.
La "trama negra" que construvO ci fascis.
mo no parece haber sido ext irpada por corn- [sILvAso BhI.IJ(;NIJ
pieto de Ia realidad italiana. Vuelve a tomar
presencia a Ia vuelta de los anos setenta, en
respuesta a los impulsos modernizantes v
democratizadores expresados por Ia parte antiguo regimen
obrera y estudiantil a fines dcl decenio. El
rebasamiento fascista presenta entonces un I. EL "DESCUBkIMINT0 DEL ANTIGLO RLuI\EN'. Se
triple rostro: un rostro legalista y de buen entiende por "a. regimen" un cierto modo de
muchacho que obtiene un consistente séqui- 5cr que caracterizO al ectado y a Ia sociedad
to electoral en las eleccionc adminictrativas en Francia durante un periodo dcl que resul-
parciales de 1971; un rostro subversivo y ta bastante definido ci término final, pero no
populista que alimenta, sobre todo en ci sur. ci término iniciab. En efecto, mientra' se cob-
como en Reggio Calabria, un carácter de ca generaimente ci primero en los años 1789-
masa, y finalmente ci .specto de los atenta- 1791, el serundo es objeto de distintas inter-
dos terroristas y de las matanzas masivas, que pretaciones, sin excluir unu, bastante recien-
constituye Ia forma prevaleciente del neofas. Ic, que asume Ia fecha de 1748 (Behrens,
cismo de los afios setenta y del que son ejem- 1969). Sin embargo, Ia opiniOn clOsica. quc en
pbs Piazza Fontana, en Brescia, y en Italicus, definitiva, es tambiCn Ia más ütil para corn-
en Bolonia. El a. italiano logra contraponer prender ci a. regimen, lo cokea it fines dci
a esta articulaciOn de Ia acción neofascista Medievo, y más precisamente entre Ia guerra
una moviiizaciOn constante en defensu de las de los cicn años v las guerras de religion.
instituciones v una acción capilar V tenaz revi- Lu .tpariciOn de Ia definiciOn de a. regimen
rada a aisiar v encauzar ci movimiento sub. como eapaz de identilicar ci modo de 5cr de
versivo. En estas circunstancias surge una Ia socicdad v el estado en Fruncia en ci perio-
ANTIGL2() RLGRIEN 53

do indicado es pOstuma o, por to menus, con- men no cstá estrictamente ligada al carActer
temporánea con Ia desaparicion de ese modo monirquico del gobierno (por otra parte, en
de ser de Ia sociedad y del estudo, es decir, ci siglo xix existirán reyes todavia). En
del a. regimen. Apenas se afirmó el nuevo segundo lugar Ia nación. idea extiaña at a.
"regimen", contraponiCndo.se at "viejo" y regimen, a por lo menos confusa e identifi-
superándolo, este ültimo resulto definido por cada con Ia persona y las funciones reales, sc
Ia confrontación. afirma coma diferente y separada del monar-
La verificaciOn de ese fenOmeno, quc por ca: SI Luis XIV habia proclamado: "La nación
otra parte no es singular ya que .se presentó no se corporiza en Francia, reside toda en Ia
en otras circunstancias, sugiere que para deli- persona del rey'; si Luis XV habia reafirmu-
nir el a. regimen se parta justamente del "des- do den años más tarde (3 de marzo de 1766):
cubrimiento" que en ci momento de su fin "Los derechos y los intereses de Ia naciOn, de
hicieron los contemporáneos. los que se osa hacer un cuerpo separado del
monarca, están necesariamente unidos con
II. LA DRFIM1( ION DEl. ANTI(1.O RE(ilMEN DADA P0k LOS los mios y no reposan mãs quc en mis manos";
CONSTITCYRSTES DR 1789-1791. Los contempu- Ia declaración de los derechos del hombre y
ráneos a los que conviene relerirse son los dcl ciudadano (26 de agosto de 1789) alirma.
mismos protagonistas de los sucesos, es decir par ci contrarlo, que ci principio de toda sobe-
los constiluventes, quienes procedieron a Ia rania reside esencialmente en Ia naciOn y que
obra juridica de demolicion dcl viejo regimen ningün cuerpo, ningirin individuo, puede ejer-
y de construcción del nuevo. citar autoridad que no emane expresamente
La definción de a. regimen, dada implicita- de Ia misma (art. 3). Finalmente. ci hecho de
mente por los constituventes. se aprehende que Ia Asamblea Nacional se dé como finuli-
a través de tres momcntos de Ia revolución dad Ia iijaciOn de Ia ConstituciOn del reino,
que se relIc jan en scndos documentos o gru- quc cree un comitC de constituciOn, se pro-
pos de documentos: los de junio de 1789, los dame Asamblea Nacional Constituyente y se
de agosto-septiembre de 1789 y Ia Constitu- dedique a lo que será Ia Constitución de 1791.
cion de 1791. implica que ci a. regimen no tenia constitu-
El primero de esos momentos se produce ción, entendiéndose por tat no Ia constitución
cuando, transcurridas scis semanas desde Ia consuctudinaria y las Ieyes fundamentaics del
reunion de los estados generates en Versalies reino sino un claro, sólido, incontestable texto
(5 de mayo), los diputados del Tercer Estado legislativo, dictado por Ia nación o por sus
declaran que representan por lo menos el mandatarios sobre Ia base de ciertos princi-
966 de Ia nación y afirman que Ia denomi- pios como Ia sobcranIa nacional, los derechos
nación de Asamblea Nacional es Ia Onica que naturales. Ia igualdad de nacimiento de los
les coriesponde (17 de junio). El mismo dia ciudadanos, Ia separación de los poderes.
de Ia declaración con Ia cual Ia asamblea defi- La segunda fase está representada par los
ne ilegales los impuestos reales, aunque con- decretos emanados entre el 4y ci 11 de agos-
sintiendo por razones de estado que se conti- to de 1789, con los cuales la Asamblea Cons-
nüe percibiendolos, se inicia invocando ci tituvente "destruyO completamente" lo que
poder que Ia naciOn ejercita "bajo los aupi- constitula uno de los fundamentos del a. rCgi-
cios de un monarca". Y tres dias más tarde men v que los corlstituyentes definian corrien-
(juramento del Jeu de Paume) Ia Asamblea temente como ci "regimen feudal". El conic-
Nacional afirma haber sido Ilamada "para nido de esos decretos demuestra qué eosi
lij.tr Ia constituciOn dcl reino. realizar Ia rege- aparecia a Ia vista de ellos coma el "regimen
neraciOn dcl orden pOblico v mantener los feudal" y por to tanto tambiCn eI a. regimen:
verdaderos principios dc L monarquIa'. toda huella de servidumbre personal, todos
Dc estos textos suren algunos elementos los derechoc feudales (o señoriales), los diez-
importantes. Antcs que nada, coma Ia confir- mos de todo tipo, Ia venalidad y Ia heredita-
man tambiCn los testimonios y los cahier.c de riedad de los oficios, los privilegios pecunia-
doiéauces, el principio monárquicu. Ia perso- rios en materia de imposiciones fiscales, Ia
na v Ia instituciOn del rev no están en discu- desigualdad de nucimiento y de cupacidad
sion v, en consecuencia, Ia nociOn de a. régi- juridica en los empleos. Por ci contraria no
54 ANTIGUO RG1MEN

son impugnudos ni ci rev. que Cs definido ix de su IILsloire dc' Ia 1wz,'zie francai.sc, regis-
como 'ci restaurador de Ia iihcrtad france- trandu ci problema dci nacimiento de un tér-
sa", ni ci carácter cristiano y catóiico del mino cua fortuna habia sido tan grande,
regimen. escribirá: "Uii regimen era un orden, una
Dos años mãs tarde, el preámbulo de Ia regla, por ejemplo una regia de salud; era
Constitución, jurada por el rey el 14 de sep. tambiCn un modo de administracionl ... )
tiembre de 1791, resumirá en forma solem- Nada más natural que ci nombre Se apikase
ne las caracteristicas del regimen que se aca- al sistema secular de gohierno en Francia. La
ba de destruir: un regimen feudal del cual, sin osadia era Ia de aeregarle el epiteto ancien.
embargo, se conservaha ci respeto de Ia pro- Se iba -a ciegas. Los decretos de Ia Constitu-
piedad y de Ia monarquia; un regimen ecie- verne dicen frecuentemente 'Ic régime prCcé-
siá.stico, o ligado a Ia igiesia, del cual se con- dent'. Se encuentra tambien 'Ic régime
servaba ci respeto por Ia religion; un regimen ancien'. '%ieux régime', peru rOpidamente pre-
de venalidad v hereditariedad de los oficios, valeciO 'ancien régime' v se convirtiu en una
dci cual no se conservaba nada: un regimen frase hecha."
de desigualdad de nz.icimiento y de privilegios, Por ci cuntrario, no parece ser dudoso cuOl
del cual no se conservaba nada. A estos dc- era ci significado dci tCrmino en eI momento
mentos, ya adquiridos coma se ha vista en en ci que apareciO y se difundiO. Tocqueville
1789, se integraban tres nuevas "condenas": responde nuevamenle: "l.a revoluciOn Iran-
Ia du las corporacioncs de profesiones, artes cesa no tuvo par objeto sOlo cambiar un
y oficios, que excedian del derecho comün, de gobierno 'ancien' sinu ci de abolir in forma
La libertad individual, dc Ia libertad de Ira- 'ancienne' de Ia sociedad" (i. 2). El a. regimen
bajo; Ia de los robs i-eiigiosos, juzgados con- era. por lu tanto, una fornia del estado (v.
trarios al derecho natui-aI, v sobre todo Ia de absolutismo), pero era tarnhiCn una forma de
Ia nobieza, objeto de una durisima impugna- Ia sociedad, una sociedad con sus poderes, sus
dOn y colocada asi entre los cumponentes tradkiones, sus costumbres, sus usos, SUS
esenciales dci Viejo regimen. mentalidudes y SUS instituciunes.

III. SAC1MIENTO DEL ThRMINO AXTICCO REGIEN. IV. LAS CONDII'IONES DE LA SUI'EILCIO\ DEL ANTIGLO
Contemporáneamente a los SUCCSOS expues- PGIMEN. Sin embargo. Ia definiciOn de a.
tos anteriormente se verifica ci nacimiento, regimen que se dio hasta ci momenta, basán-
póstumo, del termino "a. regimen". Pero prc- dose en los textos de los canstituventes, es
cisamente en quC fechu? Tc.cqueviile ofrece. insuficiente e inadecuada por lo menos por
indirectamente, una soluciOn, aili donde cob- una doble orden de razones. For una parte.
ca el tCrmino en boca de Mirabcau refiriCn- porque presupone que una soCiedad y un esta-
dose a 1790: "No habia pasado un año desde do, como Ia sociedad V ci estado sucintamen-
ci inicio de h revoluciOn y Mirabeau escribia te delineados, puedan efectivamente ser
al rey: 'Comparad ci nuevo estado de cosas invertidos y anulados v consecuentcmente
can ci Antiguo RCgimcn[ ... .... (L1ucie,s Rgi- (por Io que aqui nos concierne) definidos solo
me el Ia Revolution, I. i, c.p. 2). par obra de algunos pocus aetos normativos
En realidad, para una precisa respuesta comprendidos en ci breve cspacio de algunos
seria nccesario un anãlisis minucioso de Ia meses; cosa que es absoIutamentL' imposible.
inmensa producciOn legisiativa de Ia Asam- Por otr:i parte. porque presupone que en Ia
blea Constituyente, al que seria necesario visiOn y en La aetividad de los constituventes
agregar un anáii.is dcl vcabulario periodi, no existian confusic.'cs y anacrc iismos. cosa
tico. epistolar, corriente, etc. Mientraz tanto igualmente inextcta.
se puede decir que. aunque SC habk de a. regi- Par Ia quc SC ref iere al primer aspecto, hay
men incluso en una brochure beau jolaise de que mencionar una serie de procesos, es decir
origen nobiliario de 1788, es desde 1790 que una erie de lentas pero decisivas novedades
Ia expresioli comienza a difundirse para ser referibics cronologicamente a los años que
luego rápidamentc adoptada, utilizada y van entre 1750 v 1850, que sort lo opuesto del
transferida tal cual en las len'uas extrunje- a. regimen, quc coniribuven a determinar inc-
ras. Asi es como Ferdinand Brunot, en ci t. xorabiemente su fin y a definirlo. Sin In pre-
ANTIGUO REGIMEN 55

tension de establecer un orden de priorida- rios. de los cualcs janiás se habia eliminado
des, êstos se pueden sintetizar como: ui Ia ace- ninguno.
ieraciOn de los transpoues. que dan lugar a Dc aqui deriva Ia importancia que en Ia
Ia facilidad de los intcrcambios, Ia disminu- definición de a. rcginlcn tiene Ia indagacion
don dcl costo de los mismos iransportes, una historiografica, tantu cuando tocu aspectos
cierta unificaciOn econOmica de las regiones; peculiares de Ia sociedad y dci estado coma
bJ industrializaciOn. iniciada a fines del siglo cuando trata de abrazar el fenomeno en una
xviii y triunfante en Ia mitad del siglo xix, a vision de conjuntu. Peru aun queriendo limi-
quizás un poco más tarde. que susirLie a Ia tarse a las reconstrucciunes más generales.
producciOn agricola, a los terralenientes y a como es inevitable aqul. nos encuntramos
los titulares de Ia renta inmobiiiaria de Ia frente a una histuriografia ya conspicua que
preeminencia que habian cjercidu hasta hunde sus rafces en Ia segunda mitad del siglo
entonces; cJ Ia instituciOn y Ia dii usiOn de uflt xix. En efecto. es de 1856 Ia prirnera edición
sólida red bancaria; d] unificaciOn linguisti- de Ia famosa obra de Alexis de Tucqueville,
ca del pals: e] Ia instauracion y Ia aceptaciOn L'.4ncien Regime ci Ia Ri'oluiic,n. absoluta-
del servicio militai-: 1] Ia uniiicación juridica mente tendiente a demostrar Ia continuidad
del pals, Ia verdadera obia de Ia revuluciOn, entre uno y otra. yes de 1876 Ia primera cdi-
culminada en ci Codigo Napoleon; gJ Ia unifi- ciOn de ia obra antitocquevilliana, sin duda
cación administrativa del rcino, intentada ya discutible peru de tudas maneras importan-
par Ia munarquia. con Ia instiluciOn de los te, de Hyppolite Tame, Les origines de la Fran-
intendentes (es Ia famusa iecciOn de Tocque- ce contemporaine, t. i, L'Ancien Régime.
ville), y luego cumplida par Ia Constituyente. Mencionaremos sOlo (y brevemente) las
par el Consulado y pur ci Imperia y simboii- tesis mãs recientes y significativas, comen-
zadu por los prelectus; hi L Ilamada revolu- zando por Ia de Pages, que tiene del a. régi-
don demogiafica, determinada par Ia lenta men una concepciUn dualista que resulta de
disminuciOn de Ia mortalidad y por ci rOpi- Ia cuntrapusiciOn del estadu con Ia sociedad.
do crecimienlo de Ia fecundidad; ii ci adveni- Para Pages. Ia munarquia dcl a. regimen habia
miento, si no del ateismo. par Ia menos de una nacido de las guerras civiles que afligieron a
cierta indiferencia religiosa. Francia durante Ia segunda mitad del siglo
XVI y que cumpliO con Enrique IV, con Luis
V. LA INTERPRLTACION HISTOKIC.rRAFICA DLI. AXTIGLO XIII y Richelicu, con Luis XIV, una obra con-
REGI1EN. Por lo quc se refiere al segundo siderable, tanto coma para corresponder a
aspecto, es necesaria precisar que dentru de uno de los periodos más brillantes de Ia his-
las causas de las confusiones" en las que tuna frances-a. Pew, si bien desarrollo una
pudieron caer los constituyentes, no distin- funciOn nacional, no supo dar una base nacio-
guiendo, par ejemplo. entre 'nobleza", cues- nal a su auturidud; quedO prisionera del pasa-
tiOn de sangre. y ci "señurio', cuestiOn esen- di,; conservei el viejo carácter de unu monar-
cialmente territori.l, a si no entre este Olti- qula personal y se desarrollO desvirtuando las
mu. entendido coma modo de explotación de instituciones que podrian haberia sostenido;
Ia tierra, y Ia "feudalidad" entendida coma comctió ci error de creer que a un gobierno
con junta de vinculos de hambre a hombre en Ic basta con ser fuerte. Las instituciones
ci ãmbito de una sccicdad militar (M. Bloch), administrativas creudas par Luis XIV y Col-
está el hechu de quc ci a. regimen. si bien apa- bert aumentaron ulteriormente Ia fuerza del
rece definida v claro en relaciOn con su pader, pero no asociaron Ia nación a éste. Asi,
"muerte legal" v en relaciOn con io que Ia ha frente a Ia saciedad que se habia transforma-
seguidu, considerado en si misma no lo resul- do. Ia monarqula dcl a. regimen, aislada. fue
ta igualmente. La "confusion" que distingula incapaz de transformarse con aquella y que-
ala. rCgimen.v contra la cual los canstituyen- dO condenada.
tes reaccionaron en nambre de Ia RuzOn y de Dualista, peru en sentido opuesto, es decir
las Luces, derivaba de su misma naturalczzi. en ci sentida de In contrapusiciOn de Ia socie-
El a. rimen, en efecto, no era más que ci dad al estado, es también la concepción de
resultado de un conjunto de ciementos, gene- Sagnac, para quien Ia importancia de Ia for-
ralmente seculares, a veces iniluso milena- ma dcl regimen politico ha sida exagerada. D
56 ANTISEMITISMO

los dos principales motores de Ia evolución significado de Ia palabra ("hostilidad contra


histórica, Ia sociedad v el esiadu, los historia- los hebreos"), en ci campo histOrico ci tCrmi-
dores privilegiaron al segundo porque en Ia no hv .sido, v Ia es todavia, aplicado a fenO-
época que les toco vivir se manifestaba con menus sustancialmente diversos. En efecto.
gran potencia. Por el contrario, en Ia Francia no pueden considerarse en modo unitarlo el
del a. regimen Ia sociedad fue siempre muy a. antiguo y medieval v ci a. moderno, que se
viva. Par esta razón se dehe insistir en su eva- desarrolla en Ia segunda mitad del siglo xix
Iución durante dos sigios, etapa par elapa. relacionado con ci surgimiento del naciona-
para comprobur en qué medida bajo ci rCgi- lismo; v deben colocarse tambiCn aparte las
men de Ia monarquia absoluta Ia sociedad corrientes antisemitas surgidas en La segun
supo actuar sobie el estado, más hien que ci da posguerra en aigunos paises, como La URSS
estado sabre Ia sociedad. y los estados arabes..inculados a israel con
Pero más allá de las distintas interpretacio- relacioncs de hostilidad. Efectivamente, se
nes historiograficas que sedan dcl a. régi men, trata de fenOmenos muv diferentes que par-
es ilcito preguntarse qué cosa sinitica aiin ten de causas economicas v sociales muv leja-
para nosotros. A esta pregunta respondio ci mis entre si, por lo quc, más que de a. seria
historiador frances Robert Mandrou colocan- correclo habiar, en ci curso de la historia, de
do ci acento sobre los efectos enganosos de anlisemilismos. La tentativa de considerar al
ciertas connotaciones de La sociedad moder- a. como un fenOmeno unitario, una categoria
na coma el mejoramienlo del tenor de vida universal, en realidad no puede rnás que lie-
v ci retroceso de los signos exteriores de Ia var a conclusiones ahistóricas v aberrantes,
desigualdad social. sto5, efectivamente, disi- como si fuera inherente al mismo czIrcter de
mularon ci dato esencial que esta represen- Los hebreos algOn factor que determina su
tado por Ia permanencia de las condiciones persecuciOn, o quc pese sabre elios coma una
sociales jerárquicas, hasta hoy presente, de "maldicion", o ideas similares.
las cuales justamente ci a. regimen suminis- Una vez estabiecido esto no puede, sin
tro los modelos. embargo, escapar a Ia observacion del histo.
riador el hecho de que si distintas cornunida-
BIBLIOGRAFIA C.B.A. Bchrens, I. 'Aucien Regina, des en distintas regiones, Cpocas y circuns-
Paris, Flammarion. 1969; P. Goubert, El Auiiguo tancias socioeconômicas desarrollaron movi-
Regimen (1969 y 1973). Buenos Aires-Madrid. mientos de hostilidad siempre hacia un mis-
Siglo XXI, 1971-1979.2 vols. R. Mandrou. Fran- mo pueblo, debe de todos niodos haber cxis-
cia en los siglos XVII v XVIII (1967), Barcelona. tido algun factor unificante. inherente a Ia
Labor, 1973; H. MCthivier, L.lncie,, Régime, condiciOn de los hebreos, capaz de explicar
Paris, PUF, 1961, G. Pages, La monarchie Ia convergencia sobre ellos de odios y perse-
d'4nci.0 R9ginit tn France, d- Henri lV Louis cuciones de diversa indule. Eliminadas las
XIV, Paris, Colin, 1928. explicaciones de orden religioso o gcnCrica-
mente soeiologico este factor hov se entoca
[ETrORE ROTFLLI] en Ia particular ubicación económica —y, en
consecuencia, social— de Los hebreos en el
curso de Ia historia. Como observa A. Léor
antimperialismo. V. RAD1CALISMO LATINO. en su ensayo sobre ia cuestion hebraica, jun.
AMERICANO to a Ia tradicional duplicidad de Ia condicion
judia —pueblo y religion—, debe considerar-
se un tercer factor: el hecho de haber sido los
hebreos, durante muchus sitlos, tambien una
antisemitismo ciase social; primero de comerciantes, de
comerciantes v usureros mas tarde. Este I eno-
I.00!'CEPTOYDEFiNlCV\ El concepto de a. pue- meno, de un pueblo que es ai mismo tiempo
de parecer suficientemente clara como para una clase social, no es ciertamente ünicu en
hacer superflua una definicion ulterior. En Ia historia de Ia humanidad: basta pensar, por
realidad, i bien en sentido puramente un- ejemplo, ci papel de burguesia urbana de los
güistico no pueden subsistir dudas sabre ci alemanes en los paises eslavos y bálticos. o
ANTISEMITISMO S7

Ia ubicación actual de los parsis en Ia India, Ia UniOn Soviética posrevolucionaria en el


para char casos más cercanos al hebreo, o Ia marco de Ia campana antirreligiosa general
función comercial de los chinos en el sudes- dirigida tambiCn contra otras confesiones.
te asiático o de los sirios y libaneses en diver- Del mismo modo no pueden considerarsc
sas regiones del Africa o de Ia America meri- como antisemitas aquellas posiciones —como
dional. La ubicacion histórica de los hebreos Ia oposición a Ia politica israelita, o al movi-
como pueblo explica, par una parte. Ia ire- miento sionista— que, manteniendose en el
cuencia de los conflictos v persecuciones terreno de Ia critica politica, están dotadas.
superficialmente atribuidos a faciores religio. por esta razOn s' prescindiendo de cualquier
SOS U ocasionales, pero en realidad derivados juicio sabre su validez, de aquella "legitimi-
de ciectivos contrastes de intereses en ci cam- dad" moral que les falta a los fenomeno,s abe-
P0 económico; y par otra parte, L6rno en Ia rrantes v repugnantes del a. y dcl racismo.
Europa de los siglos xix-xx. aunque hayan
decaido los motivos de conflicto económico II. EL ANTISEMITISMO HASTA EL S1GLO XIX.Querien.
real. Ia posiciOn de los hebreos corno compo- do delinir una periodización de Ia historia del
nente histOricamente "no asimilado" de Ia a., ésta debe sobre todo dividirse en dos gran-
sociedad se presta muv bien para su utiliza- des fases principales. La primera, que va des-
ción como ohjetio desviantc de tensiones de Ia Edad Antigua hasta el siglo xix. est
sociales derivadas de muy diferentes v corn- caracterizada por el hecho de que el a. tiene
plejos I adores. sus raices en Ia particular posiciOn socioeco-
El a. no puede, en consecuencia, conside- nômica de los hebreas. que se presentan en
rarse un fenOmeno histórico unitario, a Ia sociedad, coma va Se indicO, dotados de un
menos que no se limite Ia validez del térmi- particular papel económico o, de todos
no al a. en sentido propio, vale decir a aquel modos, de una colocaciOn bastante precisa.
particular movimiento, surgido en Ia segun- La segunda. que comprende a grandes rasgos
da mitad del siglo xix v que culminO en las ci periodo 1850-1950, se desarrolla por clean-
persecuciones hitlerianas, que presenta pre- trario en los paises occidentales en ci peria-
cisas connotaciones V claros vinculos con do de Ia rápida asimilaciOn econOmica v
otros fenomenos histOricos contemporáneos social de los hebreos v Ilega al apice cuando
(nacionalism, imperialismo. etc.). Cualquier éstos va son Un componente perlectamente
extension arbitraria del concepto no puede integrado de Ia sociedad. Si estas son las
llevar mas que a errores de interpretuciOn v caracteristicas de londo de Ia posiciOn hebrai-
distorsiones de perspectiva. Por otra pane, ca en las dos grandes lases de Ia historia dcl
cuán poco clara es tudavia hoy el preciso sig- a., otra diferencia entre las dos Cpocas está
nificado del termino a. se vio en los Oltimos dada por Ia superestructui'a ideológica (0
años, despucs de Ia guerra árabe-israeli de "cultural", Si de cultura puede hablarse en
1967, cuando en muchas fuentes de informa- este casoi de Ia que se reviste ci a. en los dos
cion, incluso hebreas, se asistiO a trecuentes periodos: en el primero. a partir del siglo iv
casos de confusion —quizás interesada- d. L ., el a. se cubic generalmente con motiva-
entre conceptos sustancialmente diteren les ciones religiosas; en el segundo, el aspecto
coma el a., eI antisionismo y Ia oposicion a mãs relevante es el ètnico v racial.
Ia linea politica del gobierno israeli. Contrariamente a una opinion muv dilun-
Es necesario aclarar aqul, justamente part dida. Ia dispersion de los hebreos comcnzO
dirimir esta confusion. que debe entenderse mucho antes de Ia caida de Jerusalen (70 d.
por a. solo Ia hostilidad dirigida especifica- e ; va muchos siglos antes de nuestra era,
mente contra los hebreos entendidos como nUcleos de comerciantes hebreos se instala-
comunidad lobaI, en sus connotaciones etni- non en los mavores cent ros unbanos del impe-
cas de pueblo o de religion; mas no pueden rio persa. En el siglo i d. c., en LL Cpoca de Ia
considerarse como manifestaciones de a.. par dest rucciOn del Templo, flonecientes comuni-
ejemplo. Ia lucha economica que en el Medic- dades se encuent ran Va en numenosas ciuda-
vo condujo Ufl unico banquero cristiano con- des, sobre todo en Roma v Alejandnia. Dedi-
tra un banqucro hebrea. o Ia tentativa de cadas preierentemente al comercio, estas
desalentar a Ia religion hebrea electuada por cornunidades cumplen una importante fun-
5$ ANTISEMITISMO

dOn económica; por esto son no solamente Mesias y en Ia acusaciOn de "deicidio" que
toleradas sino que frecuentemente estân pror comienza a dirigii-se contra los hebreos. Tam.
tegidas por las autoridades imperiales. En bién ci cristianismo es receptor del antiguo
Roma v en las principales ciudades de Occi- desprecio de las clases superiures romanas
dente, el a. se dilunde poco, incluso porque por las profesiones niercantiles. Sin embar-
Ia naturaleza tolerante dcl paganismo y Ia go, a pesar del absoluto predominio ideolO-
estructura multinacional dci imperio impiden gico de Ia iIesia, los siglos de Ia decadencia
ci n.cimiento de hostiiiddes de tipo religiu- dcl imperio romano y del alto Medievo son
so o racial. Aunque poco frecuentes en un para los hebreos una época de desarrollo y
nivel de masa, actitudes de antipatia ode des- de prosperidad. Las comunidades hebraicas
preciu hacia los hebreos a veces aparecen, sin son discriminadas, pero al misnio tietnpo tole-
embargo. entre las clases superiores y en los radas y —dentro de ciertos Iiniites— prow-
sectores intelectuales. Se trata de un a. que gidas de los abusos mediante una precisa
tiene sus raices en las anhiguas tradiciones reglamentacion juridica. A diferencia de los
agriculas de Ia sociedad romana y en ci con- paganos —para los cuales se intenta una asi-
secuente desprecio por las actividades mer- iniiaciOn rOpida—, a los hebreos se les per-
cantiles: desprecio que, a su vez, nace de un mite conservar SUS costumbres v religion;
antagoriismo econOmico más profundo entre mientras que Ia Irccuente repeticiOn de las
los productores de bienes y los comerciantes, normas opresivas mãs ásperas hace suponer
que por un lado se apropian de una parte de que su apiicaciOn era generalmente blanda.
estos bienes pero al mismo tiempo son nece- En efecto, Ia desapariciOn casi total de Ia eco-
sarios a la sociedad v por esta razOn inelimi- nomia de mercado v ci repliegue hacia ci auto-
nables. Tamhién ia actitud "nackrnalista" de consumo convierteil en sumamente impurtan-
los hebreos y su proselitismo —dilerencián- te Ia funciOn cumercial de los hebreos en Ia
dose de ios otros pueblos asimilados en ci época feudal: en los tiempos de Cariomagno,
imperlo, que de este üitimo se reconocen sOb. ci comercio entre Oriente y Occidente lo
ditos y mantienen Ia propia religion sin tra- monopolizan casi totalmente los hebreos (y
tar de extenderla a otros— es chocante para en esta épuca se registra efectivarnente para
Ia mentalidad cosmopolita de los romanos, ellos ci máximo de prosperidad). Siendo los
suscitando reacciones de hostilidad. Parcial- Onicos que disponen de reservas monetarias,
mente distinta es Ia siluación en las regiones pueden comenzar a asociar a Ia actividad dcl
helenizadas de Oriente, y esencialmente en intercambiu Ia del empréstito; en modo tal
Alejandria. donde Ia protecciOn acordada por que en poco ti mpo su presencia se conside-
ci gobierno imperial a Ia comunidad hebrai- ra indispensable en todo Ia Europa occiden-
ca determina reiterados movimientos antise- tal. Por esta razOn, ci a. se difunde poco
mitas dL rn;ib amplias proporcioncs. duranw todo cI alto Medievo: algunos episo-
En el siglo iv d. c.• ci cristianismo se con- dios nacen del deseo de los nobles de apro-
vierte en Ia religion oficial del imperio. La piarse de Ia nqueza de los hebreos o por otras
actitud tolcrante del pagarlismo cede Aora causas ocasionales.
el lugar a una politica Osperamente confesio- Con el siglo xii. Ia situaciOn económica
nat, tendiente a hi afirmación forzada de Ia comienza a cambiar. Primero en Flandes y en
reliiOn de esiado; se multiplican las leycs y Italia, luego en los otros paises. reflorecen las
las disposiciones tendientes .i Ia discrimina- actividades comerciales; los hebreos pierden
cion de aquellos que profesan otras conlesio- ci monopulio dci comercio europeo y son relc-
nes. Se coluca a los hebreos en posiciOn de gados a los márgenes. No siendo ya indispen-
absoluta inferioridad juridica v se les priva sable a In sociedad como en los siglos prece-
de todo derecho civil, v con ese estatus per- dentes, su posición suE re un brusco empeo-
manecerán durante todo ci Medievo v Ia edad ramiento; Ia antigua hostilidad latente en Ia
moderna. hasta Ia emancipación. El a. asume, nobleza. quc ye en los hebreos a los que se
justamente en esta època, uno de sus compo- apropian de una parte de sus bienes, ahora
nentes idcológicos fundamentales: ci religio- puede despiegarse completamente: ésta es Ia
so. basado en Ia aversion por Ia "obstinaciOn" causa de Ia multiplicaciOn de los actus de
hebraica en no reconocer ci advenimientu dcl saqueo y despojo seOoriles en esta época. Con-
ANTISIMITISMO

LeInporancam,nte se desarrollan nuevos anta- de Nápoles en ci periodo 1510-1541, de los


gonismus: Ia burguesia naciente presiona estados pontificios —con Ia excepción de
para lograr Ia cumpleta eliminación de los Roma v de Ancona— en 1569 y más tarde en
hebreos del cumercio; las cru,.adas, que sig- 1593). Solamente en Akmania v tn Italia SCj)-
nan para esta clase una impurtante etapa de tentrional pueden permanecer conspicuos
desarrollu, constituven al mismo Liempo Ia nücleos de hebreos.
primera gran manifestación del a. medieval. Peru su situaciôn econOmica v juridica
Ale jados progresivamente del gran trá[ico empeora notablemente: relegados —salvo
internacional, los hebreos dehen retirarse at pocas excepciones— al pequeño comercio y
pequcño comercio, y sobre todo a Ia usura. al empeño con los esLratos nias pubres de Ia
Lu quc antes era sóio una act ividad comple- pobiación, segregados en los guetos que se
mentaria, .se convierte ahora en una de las instituven en esa éçoca. los hebreos que per-
principales luentes de subsistencia, y mien- manecieron en Occidente vivirán hasta ci
tras en los siglos de Ia alta Edad Media los siglo xtw en condiciones de miseria y degra-
préstamos hebraicos se Jest inaban en grun dación, mientras Ia forzada separaciOn de Ia
parte al financiamiento del rey y de Ia noble- comunidad cristiana, in rcstauración religio-
za. ahora se desarrolla ci pequeño préstamo, sa intentada par Ia cant rarreforma y In obra
concedidu a los campesinos y a Ia plebe cita- de numerosos frailes predicadorcs contribu-
dma. Este hecho Ileva al rápido deterioro de en al enriquecimiento de nuevos ternas en
las relaciones entre los hebreos y el pueblo, ci repertorio de los lugares comunes antise-
que e erróneamente en ellos Ia causa de Ia mitas.
propia miseria; especialmente en Alemania se Pero, comb se via, Ia mayor purte de los
radica en esa época en Ia mentalidad popu- hebreos debe dejar Europa occidental a con-
lar un tenaz a., que explica par qué en 1348- tinuación de las expulsiones. Sc convierten en
1350, durante Ia cpidernia de Ia peste negra, principales metas de emigración aqueIios pai-
los hebreos, acusados de envenenar los po7os, ses donde ci ieudaiismo todavia se consera,
fuerun victimas de matanzas v de persecucio- a donde ci dcsarroilo comercial aün no ha
ncs feroces. En conflicto con todas Las clases penetrado: vale decir Turquia. Rusia y sobre
sociales, los hebreos viven durante los ülti- todo Polonia. Aqui los hebreos pueden reto-
mos anus de Ia Edad Media uno de los pea- mar sus antiguas funciones mercantiles Y
res momentos de su historia: en Italia Ia situa- financieras y alcaniar un buen grado de segu-
ciôn parece mcnos mala que en otras partes, ridad v de prosperidad: los estratos burgue-
pero también aqui se muitiplican las restric- ses, que dan apenas los primcros pasos, no
ciones v las medidas discriminatorias. La son capaccs de constituir un nücleo antago-
oblieación de lkvar una contraseña, dispues- nico; las tentativas de Ia noblezzt de sustraer-
La va para tc1os los inficles" en los paises se con Ia iolencia a las pasadas deudas finan-
islámicos. In decreta para los hebreos ci IV cieras que Ia ligan a los prestadores de dine-
Concilio Lateranense de 1215 y es efectiva- ro son frenadas por Ia corona, que protege a
mentc adoptado en los estados italianos en ci los hebreos aI ver en ellos una importante
siglo xv. fuente de ingresos; las relaciones económicas
Luego dc haber sido alejados del gran entre ci pueblo y los hebreos todavia son esca-
cumercio, los hebreos yen empeorar ulterior. sas. sta es La causa de que el a. tenga en In
mente su situación con el desarrollo de las Polonia de los siglos xiv.xvl un carActer solo
actividades hanc.irias (siglos xiv-xv). Marl- ocasional v cpisodico.
nadus tambien de Ia act ividad prestamista, La situación comienza a empeorar en ci
pierden en efecto toda funcion económica siglo xvu, cuando ci c.tpitaiismo inicia su
especifica: su presencia no parece mãs justi- penetraciOn en Europa oriental, mientras se
ficadt ante los ojos de los monarcas, que debilita ci poder real dejanda a los hebreos
decretan Ia expulsion de estos de muchoc pal- expuestos a los vejãmenes de La nobleza. En
ses de Europa (de Inglaterra en 1290, de Fran- esa época, muchos hebreos abandonan Ia acti-
cia en 1306 v luego en 1394, de España en vidad independiente v se convierten en admi-
1492; en Italia los hehrtss son alejados de nistradores de los bienes de los nobles; peru
Sicilia de Cerdena en 1492: de todo ci reino de esta forma chocan con los campesinos que
ANTISEMITISMO

yen en ellos ci instrumento de su explotacion un estado de permanente inseguridad: entre


por parte de los terratenientes. El a. adquie- los estratos inferiores (urtesanos, pequenos
re entonces nueva fuerza V virulencia al tieni- comerciantes) son numerosos los casos de
P0 que las condiciones econOmicas de los proletarizacion o de desclasamiento econOmi-
hebreos se hacen cada vez mãs precarias co y social. En estas circunstancias. Ia intro-
como resultado de Ia crisis general de Ia socie- ducciOn en ci mercado del trabajo de los
dad polaca y de Ia expulsion de las activida- hebreos —dedicados tradicionalmente a pro-
des comerciales v prestamistas que. a seme- fesiones de tipo pequenohurgués—, que se
janza de lo que habia ocurrido en Ia Europa realiza a través de Ia asimilaciOn de las comu-
occidental algunos siglos antes, comienza a nidades hebraicas de Occidente y Ia contem-
veriuicarse en concomitancia con Ia decaden- poránea v numerosa emigraciOn de Europa
cia del feudalismo. En el siglo xix, abando- oriental, es sentida por Ia pequena burguesia
nando una Polonia ya en ruinas, numerosos como un nuevo ataque peligroso para ci pro-
hebreos retornan aOccidente: los seguiráutra pia estatus; se crea asi un terreno Fértil para
consistente corriente dc emigrantes prove- el desarrollo del a., gracias también al hecho
nientes de Ia Rusia zarista. Las comunidades de que las nuevas teorias del nadonafismo (V.)
de Austria, Francia. Alemania v Estados Uni- v del racismo, al afirmar Ia naturaleza étni-
dos adquieren asi, rápidamente, una nueva ca (y no territorial) de La comunidad nacional,
dimension e importancia, creando las condi. permiten Ia consideraciOn de los hebreos
ciones para ci nacimiento del a. moderno. como un cuerpo extraño y potencialmente eli-
minable. En realidad, las posiciones antise-
III EL ANrIsEMITIsM0 MODERNO En Ia segunda mitas de Ia pequena burguesia no nacen de
mitad del siglo XIX los hebreos de Europa una clara vision de Ia real situación econOmi-
occidental se encuent ran en una condiciOn Ca: al temor inmediato de una competencia
absolutumente diferente a lade Los siglos pre- profesional se agregan consideraciones irra-
cedentes. Emancipados en ci piano juridico. cionales, ilusorias esperanz.ts de senalar en
gozan ahora de los mismos derechos de los un enemigo debil v fácilmente suprimible las
otros ciudadanosv tienen Ia posibilidad de causas de Ia propia situaciOn precaria v de
acceder a cualquier profesion. Dc hecho. un conseguir de este modo relativamente simple
ampiio porcentaje de ellos se dedica a activi- un iniposible rescate. Si bien potencialmen-
dades comerciales —donde Ia presencia te dispuesta a! a., Ia pequena burguesia noes
hebraica es todavia consistente, especialmen- capaz, por sus mismas caracteristicas, de
teen Austria yen Alemania-- o intelectuales; orgunizar autOnomamente accioncs consis-
pero no monopolizan ninguna profesiOn. Los tentes en este sentidu. Peru en este punto
hebreos no cumplen función econOmica espe- entran en juego otras fuerzas soiales: los gru-
cifica y exclusiva alguna; ya no son un pueblo- pus dirigentes politicos e industriales &nás
clase; no puede hablarse. a propOsito de esa extremistas comprenden Ia importancia que
época, de reales contradicciones econOmicas puede tener el a. coma objetivo desviante pam
entre los hebreos —entendidos como cuerpo las tensiones de las clases pequenoburguesas
general— v alguna clase o sector de Ia socie- y, potencialmente, también del proletariado:
dad. Pero puradOjicamente, justamente en ci par esa razOn se esfuerzan por apovarlo y
momento en que todo antagonismo se ha anu- generalizarlo. Encuentran a su lado una
lado, Ia falta de una especifica función en Ia columna de intelectuales quc, condicionados
economia h.tce que los hebreos ya no sean ellos mismos par Ia propia situaciOn de inse-
absolutamente necesarios en Ia sociedad: su guridad ' precariedud y por ci temor de Ia
eliminaciOn, que en los siglos del Medievo o 'competencia" hebraica, se prestan a sumi-
en Ia Polunia feudal habria sido impensable, nistrar una cubertura "cultural" al movimien-
ahora puede proponerse '. discutirse de mane- to antisemita.
ra concreta. En Ia edad del progreso técnico y del posi-
El a. modet-no nace v se desarrolla coma rivismo, par otra parte, esa cobertura ya no
fenOmeno pequcnoburgués. El crecimientu de puede ser de tipa religioso a irracionalista.
La gran industria v las recurrentes crisis eco- El a. se cubre por eso con atuendos "cientifi-
nómicas cokcaron a Ia pequena burquesia en Cos' las teorlas dcl racismo (rj elaboradas
ANTISEMITISMO 61

par von Treitschke, Gobineau, Chamberlain sido el "capitalismo hebreo internacional" ci


y por numerusos epigonos, se prestan bien verdadero artifice de Ia derrota. En estas cir-
para ser utilizadas como sostén teórico. Con cunstancius, el naciente partido nacionalso-
estos fundamentos socioeconómicos y cul- cialista, guiado par Hitler desde 1921, entien-
turules" ci a. se desarrolla en Alemania des- de Ia importancia de unir su propia suerte al
pues de Ia crisis económica de 1873, para lie- ascenso del movimiento antisemita. Con ci
gar a su apice en 1880-1881; desde entonces. eclecticismo demagogico que distingue a
sin embargo, su importancia disminuve dia todos los movimientos fuscistas, Hitler esti-
a dia, aunque permanece coma un sentimien- mula los sentimientos antisemitas de las
to latente en ci ánimo de niuchos alemanes. masus alemanas dirigiêndose tanto a los
También en Austria, donde las ideas antise- estratos superiures (a los que hace vislumbrar
mitas son parte inlegranle dcl propio prora- Ia equivalencia entre hebraismo, marxismo y
ma dci partido social cristiano, dcspués de Ia materialismo, mci uso recordando Ia presen-
ascención al gobierno de este ültimo (1895) se cia de numerosos hebreos entre los principa-
asiste a una rnoderación del a., y también en les teóricos v act ivistas del movimiento comu-
Francia, después de las tensiones suscitadas nista) como al proletariado (explotando ci
a fines dci siglo por ci caso Drevius, ci a. vuel- impulsci tendencialmente anticapitalista de
ye a asumir una posición completamente mar- esta clase social para desviurla contra Ia "plu-
ginal. En los anus precedentes a Ia explosion tocracia hebraica', favorecido en esto par Ia
de Ia primera guerra mundial, el a. ha perdi- persistencia en ci pueblo de Ia antigua ima-
do va mucha importancia en Ia escena politi- gcn de los hebreos coma los detentadores del
ca de Ia Europa occidental v no parece cons- poder del dinero) y a Ia pequeña burguesia.
tituir de ninguna manera una amenaza. Dis- a Ia busqueda de cualquier ideal en ci cual
tinta, par ci contrario, es Ia situaciOn en los poder creer nuevamente. El nazismo obtiene
pulses de Ia Europa oriental (Rusia. Polonia, asi esa vastedad de consensos que explica su
Rumania), donde las nuevas teorlas del "rucis- rapida ascensiOn. v el a. se convierle, luego
ma cientifico" pueden insertarse sabre un de Ia toma del poder, en norma de 1ev en Ale-
fondo de a. popular todavia ampliamente mania. Las eandiciones de los hebreos se
difundido. La incompleta penetraciOn del agravan cada vez mäs: con Ia explosion de Ia
capitalismo en esas regiones s' ci fuerte espi- segunda guerra mundial y Ia expansiOn de las
ritu nacional (en sentido étnico) de las pobla- Iuerzas armadas nazis comienza ci exterrni-
ciones eslavas v balcánicas mantienen a los nio sistemitico de las comunidades hebrai-
hebreos efectivamente en posicion separadu cas de Europa.
permitiendo Ia supervivencia de formas de a. En ci periodo entre las dos guerras, luera
heredadas sin solución de continuidad desde de Alemania el a. no alcanza en ningOn pals
los siglos precedentes. En Rusia, ademas, el europeo dimensiones de masa; solo en Polo-
gobierno zurista fomenta conscientemente ci nia, HungrIa y Rumania ci peso de tradicio-
a. como instrumento de desviación de las nes, vigorizadas par Ia penetración de las
masas populares de sus reales problemas. ideas del fascismo alemán, determina una
Después de 1918 una crisis gravisima se cierta difusion. En Ia misma Italia ci a.
abate sobre Alemania. El rencor de las clases adquiere importancia solamente con las Ieyes
medias desquiciadas v de los ambientes miii- raciales de 1938, como consecuencia de las
tares desocupudos y humillados busca de relaciones más estrechas con Ia Alemania
alguna manera un desahogo; millones de per- hitIeriana; pero. a pesar de los esfuerzos de
sonas. par tantos años confiudas en Ia inen- Ia propaganda fascista, no logra difundirse
cibilidad de las armas alemanas, no pueden entre Ia poblacion, que permanece completa-
ahora convencerse de Ia derrota. Se abre mente extruña —.cuando no hostil— a las tea-
camino, poco a poco. Ia absurda sospecha de rias racistas.
que Ia guerra no sc habria perdido par deme- Distinta es Ia situación en Estados Unidos,
rito dcl ejército nacional sino por oscuras con- donde una consistente inmigraciOn crea e.n los
juras internas e internacionales: las iatentes años precedentes a la primera guerra mun-
tradiciones antisemitas del pueblo aleman dial Ia mawr comunidad hebrea dcl mundo.
reflorecen para acreditar Ia idea de que habia Coma reaccion a tal inmigracion, sentimien-
e2 ANTISEMITISMO

tos antisernitas Sc difunden bastante amplia- hebreos), ademas del recuerdo de las perse-
mente entre In poblacion, a seme)anza, por cuciones hitlerianas, hace que inciuso en las
otra purte. de lo quc sucede frente a otras zonas donde estn rnás difundidos prejuicios
comunidades nacionale.s. que encuentran las de cipo racista —coma en algunas ciudades
mismas dificultades de ubicaciOn en Ia socie- del forte respcto de los meridionales— ci a.
dad norteamericana. Si bien no alcztnia ci ra- esté prácticarnentc ausente, y más bien gocen
do de dramaticidad de la situacion alemana, de una cierca simpatia, al igual que ci escado
el a. ejercita una cierta influencia sobre ci de Israel. La .Aparición ocasional de escritos
mercado del trabalo, donde los hebreos o publicaciones antisemitas —por parte de
sufren irecuente discriminación; los periodos elementos de Ia extrema derecha— Cs desa-
de mayor viruiencia son los curresporidien- probada por In amplia mayoria de Ia opiniOn
tes a 1920-1924, cuando ci mismo Ku-Klux- pübiica.
Klan incluve Ia lucha antijudia en sus progra- Entre los paises de Europa occidental, las
mas y lienry Ford desencadena en sus Orga- mavores cornunidades hebreas se encuentran
nos de prensa una violenta campana antise- en Francia y en Gran Bretaña. Aqui ci anáii-
mita, y los años sucesivos a Ia gran crisis de sis sobre ci a. se coloca en dos pianos: en un
1929, como consecuencia dcl pánico que se nivei de masa los prejuicios antijudios toda-
habia difundido entre las ciases medias v de via no desaparecieion completamente, peru
una cierta penetración de las ideas propaga- no constituyen un probkma real; ci a. activo
das por pequenos grupos naiifacistas. Pero —en Italia— lo sostienen sOlo pequcnos gru-
In acentuaciOn tic persecuciones en Alemania pos de ext rema derecha, peru obtienen poco
asestará un duro golpe al a., acaparando a consentimicnto v más bien reciben In desa.
favor de los hebreos iran parte de Ia opinion probaciOn de Ia poblaciOn. Los impuisos
publica norteamericana. racistas todavia bien presentes en In sociedad
Respecto del a. europeo y norteamericano, europea encuentran efectivamente un más
debe considerarse coma un fenOmeno distin- facil desahogo dirigiendose contra los inmi-
to Ia supresiOn de Ia cultura yiddish en Ia grantes extranjeros, espcialmente árabes (en
UniOn Soviética de los años cuarenta, despues Francia) y africanos, indios y caribeños (en
del pujante desarrollo de los quince años pre- lnglaterra); los mismos grupos de derecha
cedentes. En In base de las medidas tomadas consideran actualmente más "provechoso"
no solo contra los hebreos sino tambkn con. dirigir las propias campañas nacionalistas y
cra otros pueblos —como los calmucos, km i-acistas contra estos ultimos antes que con-
tártaros de Crimea y los alemanes del Volga-- tra los hebreos. Incluso en Estados Unidos las
no hay en efecto contradicciones de natura- tendencias racistas cc dirigen preferentemen-
leza económica sino mãs bien consideracio- te no contra éstos sino contra los negros y los
nes de 'seguridad poiftica" que, sin embar- puertorriqueños, mucho más expuestos a Ia
go, revelan —en In vision de Ia "responsabi- hostilidad de Ia pobiaciOn por su posicion
lidad colectiva" de los pueblos— escrechos social. Sin embargo. In amplia difusiOn de Ia
vinculos con Ia nientalidad dcl nacionalismo mentulidad racista logra tambin que eI a.,
europeo. La inclusiOn de los hebreos en Ia us- aunque sin ulcunzar habitualmente dimensio-
ta de los pueblos "potencialmente subversi- nes de verdadera y prupia dramaticidad, sea
vos" se h.A ampliado con Ia sospecha suscita- bastante radicado, especialmente en Nueva
da en ci circulo dirigente staliniano por las York, donde tienc cu .sede Ia más importance
"tendenciab cosmopolitus" de los hebreos y comunidad hebrea del mundo.
por los supuestos vinculos de estoc con En In UniOn Soviética los órganos de pren-
ambientes 3ccidcntales. sa desarrollan una activa y frecuentemente
violenta campaña contra ci sionismo v eI
iv. EL AXTISESIITISMO HCn En ltalia ci a. es hov gobierno isrr l ita, preocupanduse constante-
on fenOmeno socialmente poco relevance: ci mente de distinguir In propia posición del a.,
escaso nOmero de hebreos, su perfecta asimi- at que se condena decididamente. Sin embar-
lación en Ia eructura económica nacional (. go, en ci nivel de masa. esa distinción no cc
Ia consecuente eumpleta ausencia de grupos igualmente fâcil y evidente, incluso porque
sociales o profesionaIe' especilicamente los hebreos, en los estados multinacionales
ANTROPOLO(;IA POLITICA 63

del este europea, han sido siempre conside. pus de nazis exiliados on In inmediata posgue-
rados como nación (en sentida étnico). Par rra, ci a. tampoco arraigó en In publación.
otra parte, In tradicional nicntalidad antise-
mita no ha sido completaniente extirpada, v BIBLIOGRAFIA: U. Cat faz, L 'awise,nh:is,na iial,an,
esto no solo por las profundas raices histori- solto ii fascismo, Florencia. La Nuovu Italia,
cas que ci a. ticne en toda Europa oriental 1975; V. Colorni, Gil ebrei nd .cislema del di rig-
sino tamblen cumo consecuencia de Ia perma- 10 Cornune ilalianu /inu al/a prima ernancipazio-
nencia en Ia sociedad soviética de Lensiones ne, Milan, Giuffri, 1956; R. de Felice, Storia deg!i
y desequilibrios sociales todavia no comple- ebrci italiani sotlu ii fascismo. Turin. Einaudi,
tamente resucitos v de In inacabadu realiza. 1972 2 ; A.M. di Nola, .4niisemigjsmo in italia,
dOn de Ia democracia scjaiista en un nivel 1962-1972, Florencia, Valiecchi, 1973; A. Leon, El
gencralizado. Por eso se verificztn todavia on rnarxismo v la cueslió,i judia (1946), Mexico, J.
Ia UniOn Soviética ocasionales episodios de Pablos. 1976; K. Mars v otros, Ii marxism,, e la
a., reprimidos tie manera a veces deniasiado queslione chraica, antologia a cargo de M .Mas-
blanda por las ztutoridades —especialmente sara, Milan, Teti, 1972; G. Mavda, Ebref 50gb
locales—, quizá todvia influidas por sospe- Salo: la persecuzbone aulise,nhra, 194.3-1945.
chas respeclo del "iriternacionalismo" Milan. Felt rinelli, 1978: L. Poliakov, Hisgoria del
hebreo. anhi.se,nilismo. 1: be Cristo a los jzidIos tie la corie
En los paises árabes —v, por extensiOn, on (I 955); 2: be Malunna a los ,narranos (1969): 3:
aigun estado airicano— ci conflicta con Israel El sigh'i tie las luces (1968); 4: La enIancrpaciOJl
determinó Ia apariciOn de uctitudes antisemi- 'la reaeciOn racisgci; 5: La Europa suicida, Bar-
tas, tanto on un nivel popular como oficial, celona, Muchnik; E. Saracini, Breve .clor,a degli
generalmente no de tipo racial. La situación ehrei e dell 'anticemilismo. M ilari. Mondadorj,
de extrema tensiOn politica v Ia escasa inlor- 1977.
maciOn de las masas hace que, en efecto, Ia
distinciOn entre hebreos (coma pueblo) e [SANDRO ORTONA]
Israel (como estado) sea escasamente adver-
tida, incluso porque parece evidente In soli-
daridad con Israel de las comunidades
hebreas de Ia diaspora. El recurso a argumen- antropologla politica
taciones antisemitas coma instrumentos de
propaganda por pane de las organizaciones I DEFINICION V OBJETIVOS D E LA DISCIPLINA La a.
Orabcs v pakstinas se explica tambiên con Ia politica es una e.specializaciOn tardia de ]a a.
inmadurcz politica v Ia lalta de una clara social. La investigaciOn antrupologica siem-
visiOn de clase de algunus organizaciones, que pre habia considerado el hecho politico como
se traduce, par otra parte, también en otros un sistenia de reluciones denivado v conse-
metodos de lucha (coma el terrorisnio). cuentemente lo hahia tomado solo marginal-
En Sudafrica, pals racista por excelencia, mente en consideracion. Del examen de las
donde viven màs de lCO CC3 hebreos, Ia situa- estructuras sociales naciO recientemente el
ciOn de estos ültimos es bastante buena, a inheres que privilegia el estudio de los siste-
pesar de las simpatias proalemanas de mas politicos primitivos. Como disciplina In
muchus Afrikaners durante ci ültimo conflic- a. politica quiere reconocer y examinar empi-
to mundial v Ia posición declaradamente anti- ricamenle Ia naturaleza de los sistemas y de
semita asumida par el partido nacionalista on las combinaciones politicas, con elfin de des-
ese mi.mo periodo. En efecto. después de Ia cubrir cuáles sun en realidad los principios
subida al podcr de los nacionalistas, razones que regulan las relaciones intennas v exter.
de politica interna (aversiOn pore! a. de bue. nas de los miembros de las comunidades poll-
na pane de Ia opiniOn publica. cumpenetra- ticas diferentes de aquellas quc nos son mãs
cion de los hebreos on In burguesia urbana lamiliares. La a. politica rechaza tanto Ia fib-
di, raza blanca) Y exterior (amistad con Israel) sofia politit-a como Ia ciencia çolitica tradi-
sugirieron ci abandono de cualquier tenati. cionales. confinadas dentro de SUS perspec-
va de discriminciOn antist'rnita. En America tivas "euroccntlicas". La a. politica no quie-
Latina, a pesar tie In actividad de algunos gru- re elaborar abstracciones sino estudiar las
M
. ANTROPOLOGIA POLITICA

instituciones politicas con on mtodo cienti- politica es ci norteamericano R. H. Lowie (The


fico que sea induct ivo y comparativo al mis- origin of the state, 1927). La investigacion
mo tiempo y que, en primer lugar, tienda a sobre los orIgenes del estado y Ia utilizaciOn
explicar las uniformidades y las diferencias de categorias "occidentales" mantienen a esta
entre las mismas instituciones y Ia interde- disciplina en embriOn dentro de su caràcter
pendencia de éstas con las otras formas de etnocéntrico: Lowie emplea ci término poll.
organizaciófl social. tico para designar el conj unto de las funcio-
La a. pa1 itica se coloea en una posicion pole- nes legisiativas, ejecutivas y judiciales, lo que
mica frente a Ia mayor parte de las teorias lo conduce a privilegiar Ia existencia y ci
politicas centradas en ci concepto de estado carácter del gobierno central. Sin embargo,
y basadas en una noción unilateral del gobier- Lowie da un paso ms respecto de Maine y
no de las sociedades humanas. Primer obje- Morgan porque demuestra Ia posibilidad de
tivo de Ia a. poiltica es Ia definición cie politi- formas de pasaje desde Ia organizaciOn paren-
cidad, Va no vinculada sOlo a las sociedades tal a Ia organización territorial: estos dos
Ilamadas históricas o a Ia presencia de un tipos no son exciusivos uno del otro. Pero ci
aparato estatal que pueda abarcar Ia gran verdadero nacimiento de Ia moderna a. poll-
diversidad de formas politicas en ci mundo. tica se produjo en los aflos de 1930 y debido
Las obras de a. politica proponen luego cia. a las investigaciones conducidas en ci marco
sificaciones de las distintas formas de orga- de Ia a. aplicada. Esas investigaciones reci-
nizaciOn politica que permiten Ia racionaliza- bieron on impulso de las exigencias cognos-
ción y por lo tan to Ia comparación de los dis- citivas de Ia politica colonial británica de
tintos sislemas. Finaimente, esta disciplina ha administración "indirecta" y del descubri-
in tentado redefinir nociones fundamentales miento de que en ci continente africano con-
como: poder, autoridad, acciOn politica, tinuaban su exislencia y funcionamiento sis-
acción administrativa, legitimidad, legalidad, temas politicos "tradicionales". cuando en
sistema politico, gobierno, para convertirlas todo ci resto del mundo los sistemas del mis-
en universalmente aplicabies. Esto responde ma tipo estaban desaparecicndo rapidamen-
a Ia ambicion final de Ia a. politica de propo- te. La serie de investigaciones que en primer
nerse como una verdadera ciencia compara. lugar se ocuparon del estudio de los sistemas
tiva de gobierno que puede ilegar a confron. politicos tradicionales en Africa, combinan
tar sistemãticamente sociedades diferentes los métodos de trabajo sistemâtico de cam-
disponiendo de un esquema analitico y utiii. po de Maiinowski con Ia perspectiva sociolO-
zando categorias que sean adecuadas a to- gica funcional de Durkheim asumida por
das las formas de organización politica en Radcliffe-Brown. Estos colocan ci acento en
todas las épocas. ci análisis del sistema politico, del cual desta-
can las diferencias estructurales y Ia extre-
IL IIISTORIA DE LA ANTROPOLOGtA POLITICA Los pri. ma variedad de formas.
meros estudios de a. que se ocuparon del El texto que confiere estatuto cientifico a
hecho politico lo hicieron de manera indirec- Ia a. politica se intitula African political
ta: Sir Henry Maine (Ancient law. 1861) y L. systems, una serie de ensayos de distintos
H. Morgan (Ancient society. 1887) elaboraron autores publicado en 1940 par M. Fortes v E.
teorias sobre Ia evoluciOn politica de Ia huma. E. Evans-Pritchard, con una introduccion de
nidad. Ellos proporen una primera distinciOn Cstos y otra de Radcliffe-Brown. En esta obra
que aOn es actual: las socicdades basadas en se distingue entre "sociedades estatales" y
Ia organizaciôn de parentesco se diferencian "sociedades sin estado". Aunque esquemãti-
de aquellas fundadas en Ia territorialidad. Sin ca y frecuentemente criticada, esta clasifica-
embargo. tal distincion permanece especula. don es un progreso en tanto ci hecho politi-
tiva en Ia medida en que se basa más en una co ya nose exclue de aquellas sc:iedades que
concepción de Ia evolución históricu que en no poseen instituciories especificas y especia-
una información precisa concerniente a Ia lizadas. Esta serie de estudio abrio ci cami-
estructura general de las Ilamadas scicieda- no a muchas investigaciones monograficas y
des primitivas". Uno de los primeros en a obras de análisis comparativo y, consecuen-
abordar de manera explicita on tema de a. temente, a un articulado debate teOrico y
ANTROPOLOGIA POLJTICA 65

metodologico. Las investigaciones de a. poll- oficial de los sistemas con las contradiccio-
tica, sobre todo aquellas realizadas por anti-u- nes reveladas en su funcionamiento, pero sin
pologos africanistas en las que se anaiiian los construir on modelo; mientras quc los antro-
sistemas estatales no occidentales y Ia natu- pOlogos de Ia segunda corriente, prefiriendo
raleza del gobierno y de Ia politica en esos examinar los microcosmos politicos, antes
tipos de sociedad llamadas "sin estado" en los que nada toman los actores, los comporta-
que no existen 0 existen en nümero exiguo ins- mientos coma prueba de una formalización
tituciones y funciones especializados de tipo implicita. Los primeros parten de Ia totalidad
politico y se profundiza el examen de las y de Ia tearia del sistema, mientras que los
structuras de parentesco ' de los modelos segundos Ia reconstruyen a partir de las prác-
de rclaciOn que las sostiencn, prmitieion uiia ticas v de las interacciones individuales y
nuevu y mas funcional deliniitación del Ambi- colectivas. La segunda corriente es tanto una
to politico v Liii senalamiento más exacto de reaccion al funcionalismo coma a Ia vision
sus aspectos. hisiorizunte y global de los .sistemas sociales
La a. politica de los años treinta y cuaren- (F. G. Baillev, M. Swartz, R. Nicholas). Algu-
ta era par delinición funcionalista. En este nos temas permiten conectar a las dos
cuadro teórico Ia politica se definia de mane- corrientes: son aquellos que consideran al sis-
ra unilateral: el mantenimiento del orden y tema politico como el espacio de relaciones
de Ia cohesion social. La pulitica estaba al ser- asimétricas de compcticiOn y decooperacion
vicio del con junta de Ia organizaciOn, jamás y que analizan las relaciones entre los grupos
en Ia perspectiva de una estratificaciOn no en términos de estrategia, de manipulacion
igualitaria de los grupos. En este sentido Ia v de contestaciOn.
primera a. politica es muv formal y presenta
descripciones de normas politicas de funcio- III DEFINICION OF. POLFFICII)AI> Y 1 IPOLL'..IA OF. LAS FOR-
namiento y no de comportamiento real. Es MAsDEC)RGAN1zAcIONPOUTI(A. El primer proble-
sOlo a partir de los años cincuenta que nue- ma de Ia a. politica es el de definir ci ámbito
vas corrientes teOricas sustituven al forma- de Ia politicidad. Maine y Morgan dieron par-
lismo de esta a. polItica. ticular importancia al criterio territorial.
Noes causal que los antropologus de Ia pos- Radcliffe-Brown y Schapera (Government and
guerra se hayan dedicado sabre todo al estu- politics in in ha! societies, 1956) reformularon
dio de los conflictos sociales y politicos: elfin el problema demostrando que también las
del mundo colonial impone su dinámica his. sociedades más simples tienen alguna base
tOrica a Ia teoria (M. Gluckman y C. Balan- territorial: no hay por lo tanto incompatibi-
dier), mientras en Estados Unidos Ia reacciOn lidad entre el principio de parentesco y ci
antiluncionaiista v unticulturalista toma Ia principio territorial, como por otra parte
forma de un neoevolucionismo que analiza habia ya destacado Lowie. Las diferencias
tanto las sociedades antiguas como las socie- consisten en ci tipo de conceptuaiizaciOn de
dades contemporáneas (M. Sahlins, M. Fried, las relaciones politicas que en algunos casos
L. Krader, E. Service, E. Wolf). La segunda pueden expresarse en términos de parentes-
corriente corresporide a Ia mutación estruc- co o segOn otros modelos, los cuales. en con-
turalista del antiguo funcionalismo (E. Leach, secuencia, oscurecen las relaciones territoria-
J. Pouillon) y el análisis de un sistema politi- les que siempre existen. En Ia introducciOn
co coma sistema de acciOn politica, coma pro- a African political svste?ns, Radcliffe-Brown
ceso. En este caso Ia a. politica privilegia ci propane definir coma sistema politico "aque-
análisis de los casos, Ia interacciOn en ci seno Ila parte de La organizaciOn global de una
de microcomunidades v construye modelos sociedad que se ocupa de Ia conservaciOn o
que tienen en cuenta Ia dimension individual. de Ia creaciOn de un orden social, en una
Se aplica Ia teorl a de los juegos a de Ia deci- estructura territorial, a través del ejercicio
siOn para formalizar comportamientos reales. organizado de una autoridad coercitiva que
Las dos corrientes se contraponen seaUn el pase a través de Ia utilización, o Ia posibili-
nivel de análisis clegido; los antropOlogos de dad de utilizaciOn, de Ia fuerza".
Ia primera corriente defienden una visiOn glo- Esta dcfinición coloca el acento sobre el
bal de La sociedad confrontan Ia dcfiniciOn mantenimiento del orden de los valores comu-
66 ANTROPOLOGIA POIiTlC,

nes de integración, equilihrio v continuidrtd: tos conl lictos y ciertas lormas de rebeiión no
acciOn polutica es todo aqucilo que tiende al son vehiculos de desintegracion del sistema
mantenimiento de este orden y ci sisterna sine quc concurren para mantener el orden
politico es visto no come una parte concreta- social.
mente distiniuida dcl sistema social sine mãs Remit ièndose al analisis funcionalista, For-
bien come on aspecto funcional dcl sistema tes v Evans-Pritchard sostienen que sOlo los
social global: funciones dc conscrvación. de estados tienen Un sistema deohierno. peru
decisiOn V LIV direccion de los negocios pOhli- tuda sociedad, sin exclusiOn, tiene on siste-
cos. El sistemu politico funciona per medic ma politico v éste opera en el interior de un
de grupos y relaciones sociales. sin embargo, tejido territorial. Ellos distinguen tres tipos
no es necesarie que tstas sean organi/aelo de sisternu politico: en primer lugar las socie-
nes de gohierno o estatales. Asi come los dades de dimensiones exiguas, en las quc
cientificos politicos conskieran que no pueden inclusu Ia unidad politica de mas taslas
eritenderse adecuadarnente los sistemas poli- dinierisiones abarca on grupo de personas
ticos de las sociedades occiden tales o moder- que cstán unidas entre Si per vinculos de
nas limitándosc al estudio de Ins crganiacio- parentesco, de tal manera que las iclaciones
nes formales de gobierno, del mismo mode peliticas coiiiciden coil las de parentesco; en
los antropOlogos luncionalistas concluven segundo iugar, ha s' sociedades cuva estruc-
que Ia ausencia de esas organizaciones no tura de descendencia es el marco del sistema
debe interpretirse come ausencia de institu- politico. si bien hahiendo un precise ordena-
ciones V procesos politicos. La tendencia iniento entre los dos cada uno pernianece
dominante hahia sido, come dice L. A. FaDers separado V autonomo en su esfera: en tereer
(Bunru bureaucracy, 1956), pensar que Ia lugar hay sociedades en las que una organi-
"cosa polItica' correspondiera no a institu- zaciOn administrativa es ci cuadro de Ia
ciones particulares (y per instiwcioncs aqul estructura politica. Los tipos de sociedades
se entiende un modelo de comportarniento pueden sintetizarse en dos: estados centrali-
que un grupo considera lusto v correcto: una zudos con instituciones administrativas v
norma de conducta) sine a especiales v con- judiciaies especializadas (state societies) v
cretas unidades sociaks, en general a las que sociedades sin estado (ciutekss cocicues),
les competia el use legitimo de In fuerza ode estas Oltimas basadas en el linaje v carentes
las sunciones a fin de mantener ci orden social de las instilucinnes susodichas. Esta dicoto-
—el 'gobierno" eel "estado". Las sociedades mia ha side objeto de innumerahies criticas.
"primitivas" frecuentemente no poseen uni- Sc puso de relieve que no en todas las socie-
dades sociales especializadas per to que es dades "sin estado" el linaje segmentario
dificil distin-Uir entre los aspectos y los pape- representaba Ia base exclusiva de organiza-
les politicos, economicos v religiosos. Dc aqul don politica; en muchas de esas. tal base Ia
lu utilidad de definir "instituciones politicas" represeiitahan grupos per edad, u otras aso-
simplemente a las normas que gohiernan ci ciaciones de diverse tipo: cI linaje tamhién tie-
uso legitimo dcl poder v no a las unidades ne su importaneia en las sociedades estata-
sociales a las que tales normas se aplican. les. A. Southall, en su libro sabre los aIur (Alur
Fallers, inspirándose en los tipos ideales de socierv: a study in processes and types of domi-
Weber, examina la naturaleza de Ia autoridad nation, 1954), definio como estados segmen-
en los sistemas africanos tradicionales v cob- tarios aquellos sistemas en los cuales Ia sobe.
ca el acento en los conflictos que producen rania territorial del centre es reconocida, aun-
ci paso de un sistema de autoridad "pat rime- que frccuentemente pueda ser solo de tipo
nial" a un sistema "burocrático" creadu per ritual v los centres perifericos en realidad
Ia introducción de las instituciones adminis- scan poco o nada controlados. Lucy Mair usa
trativas coloniales. Otros, en primer lugar como criterio de diferenciacion el grade de
Gluckman (Politics, law and ritual in tribal concentraciOn del puder, s' por lo tanto dis-
societies. 1965), se ocuparon de Ia confiictua- tinguc' entre ""ohierno minima". "gobierno
lidad. Gluckman, inspiránchse en in teoria dcl difundido" v "siobierno estatul" (Primintc
conflicto sodal de Sinmcl. elaborO Ia teuria got'enImeIlt. 1962). S. M. Eisenstadt da qu i
de los "equilibrios oscilantes" en los que cier- zas Ia delinicion mas cabal, mante'niendo aun
As EKOPOI.O(lA roii I l(.

Ia dicotomia hasica. Clasifica las sociedades E. R. Leach (Political systems in highland


"sin estado" segUn las formas de estructura Burma, 1954) eiabora un método estructura-
I ista dinámico, evidenciando Ia cstabiiidad
politicamente imjrtanteS: linaje segmenta-
rio, grupoS de edad, asociaciones, consejos de relativa de los equilibrios sociopoliticos, los
aidea. Los estatlos cciitraiizados estãn dividi- ajustes variables de Ia cuitura v ci ambiente.
Leach alerta contra Ia estaticidad de los sis-
dos en tres categorias: aqudkis en los que los
temas estrUctLiralCs, los cuales no dan cuen-
gi-Upos de descendencia son unidades impor-
ta de una realidad que no tiene siempre un
tantes de acción pulitica; aquellos en los que
carácter coherente. El estudia de Leach con-
existen grupos de etiad v aquellos en los CLIU-
trihuvO a un cambio en los estudios de a. poli-
les UeflCfl importancia otros tipos de aso-
tica: ci casi moflopolit) funcionalista, domina-
ciación.
do por el influjo de Durkheim, hahia coloca-
M. G. Smith trató de relormular nociones
do hasta ese momento ci acent', en los equi Ii-
y conCepto, trasladando ci aceflto tie las fun- brios estructurales, las unilormidades cultu-
CiOfles a los aspectoS de Ia accioll politica: Ia
acción politica se define como un aspecto de raics. las I o rmas de cohesion. La nueva
tendencia de Ia a. politica toma en conside-
Ia acción de Ia cual Ia otra cara es Ia acción
administrutiva: las accioncs administrativas raciOn los cunflictus. las contradicciones
soti las dirigidas hacia Ia organizaciófl y Ia internas Y externas al sistema y quiere ser
realizacián de poilticas a programus de tambiéri una superación dc Ia tendencia a Ira-
zar una simple dicotomia entre supuestos sis-
accián. Las ace jones politicas
ci nivel decisional, es decir que son acciones temas "primitivos v Ia sitLiaciOn contempo-
ránea coma se presenta, completado el pro-
dci proceso gubernativo tendientes a mode -
ceso de dcscolonizaciOn, luego de varios años
lar c influir las decisiones en los negodos
püblicos a a ejercitar poder sabre éstos. Par de experiencia poiltica autonoma. En este sen-
Ia tanto, Ia acción politica es par su natura- tido Ia a. politica puede dar una contribuciófl
a Ia ciencia politica justamente en ci estudio
ieza "segmentaria", par que se expresa a Ira-
de los procesos de camhio social, moderniza'
és de Ia mediaciOn de grupos y de per sonas
en competencia; inversaniente. Ia aCCIOn ciOn, integraciOn nacional; Ia estructura glo-
bal de los nuevos estados independientes,
administrativa es "jerãrquica" en Ia medida
tomada v adaptada de modelos occidentales,
en que organiza los distintos grados de reglas
rigidas. La autoridad es jcrárquica", no asi SC convierte progresivamente en menos sig-

ci poder que, par ci contraria, es inherente- nificativa en su interior, y para enterider ci


funcionamiento y Ia transformuciOfl deben
mente "segmentario" al estar compUesto par
individuos y grupos que compiten par ci con- estudiarse las reales interacciones de grupos
trol de los negocios püblicos. En ei proceso étnica v culturalmcntc diversos que coexis-
gubernativoestán presentes tantocl aspecto ten con distintos grados de cooperaciófl y con-
politico coma ci aspectu administrativo de Ia flicto.
acciôn: ci resultado es que los sistemaS poli- Un primer acercamiento a tales problemas
ticos se distinguen por su variaciOn en el gra- se realizó en Political power and the distribu-
do de diferenciaciôn a en ei modo de asocia- tion of power (1965). y en una serie de obras
don de estos dos Ordenes de acción. Sc mus recientes que pueden considerarse inter -
disciplinarias porque combinan Ia busqueda
podria, en consecuendia, constitUir una serie
tipoiogica de las combinaciones entre acciOfl en ci campo de Ia a. con Ia metodologia de Ia
administrati a v acciOn pal itica. ciencia politica norteameriCafla.
Los antropologos e structuralistas conside- 1959,
ran Ia poiiticidad baja ci aspecto de rciacio- IV (O\Ci.1SION Easton, en un articulo de
sostenia que a los estudios de a. politica les
nes formales que rcvelan las reiaciones de
pader realrnente constituido entre los indii- faltaba una clara oricntaciófl teorica respec-
duos v los grupos: las estructUraS poiiticas, to de Ia politica y que esto en gran parte se
coma toda estrutura scciai, sun sistemas debia ai hecho de que los an t ro61OgOs tienen
La tendencia a ver las instituciofleS politicas
abstractos que manifiestan los principios que
ui,en a los elernentos constitUtiU de Ia sucic- y su luncionamiento como variables indc-pen-
dientes que interesan sobre todo par ci influjo
(lad tiolil it a concreta.
66 APARATO

que ejercen sobre otras instituciones y fun- derecizo Y ritual en lu sociedad tribal (1965),
clones de Ia sociedad de Ia que lorman par- Madrid. Akal, 1978; L.P. Muir, El gobiernu pri-
te. Eastori Ilega incluso a negarque Ia a. poll- milivo (1962), Buenos Aires. Amorrortu, 1977; J.
tica exista como disciplina porque le falta Schapera, Government and politics in tribal
básicamcnte Ia conceptualización de los prin- socielie.s, Londres. 1956; M.G. Smith, Govern-
cipales atributos del sistema politico y un men! in Zazzau, Londres, 1960.
enfoque más dinámico que estahlezca una
tipologia ba.sada en las estructuras de apoyo, [ANNA MARIA (;ESTILI)
en Ia diferenciación de los papeles y en ci pr
ceso de toma de decisiones v resolución de los
conflictos. Sobre Ia linea de las crIticas de
aparato
Easton se mueve gran parte de Ia investiga-
don de a. politica actual (Aidan Southhall). I. APARA lOS 1* PART1I)O V PROFESIONAUSMO POLiTICO.
Sin embargo, las criticas de Easton tienen El aparatu de un partido es el con junto de las
fundamento en Ia medida en que Ia a. politi- personas V organizaciones con tunciones
Cu SC presenta más como Un proyecto en cur- directivas y ejecutivus que desempenan una
so de realizacion que como un ambito ya cons- actividad profesional permiten su funclo-
tituido. namiento continuado.
Balandier (A. pohtzca, 1969) resalta que a La Iormaciôn de los a. en los partidus poli-
pesar del largo camino de sistematizaciOn ticos, segUn Ia clásica lecciUn weberiana, es
metodologica y conceptual todavia por reco- el producto de Ia democrat izaciOn dcl suira.
rrer, Ia a. polItica "ocupa una posiciOn cen- giu y de Ia consiguiente profesionalizacion de
tral, y esto en Ia mcdida en que lees permit i- Ia actividad politica, v marca Ia ampliación
do comprender Ia politica en su diversidad y a las asociaciones privadas y voluntarias de
poner las condiciones para un estudlo corn- Ia tendencia a Ia organizaciOn burocratica
parado mâs amplio. Ademis. Ia a. politica manifestada en el nivel estatal con el adveni-
ubligó a Ia descentralizaciOn en Ia rnedida en miento del absolutismo.
que universalizó Ia reflexión extendiendola En el momento en que. con Ia afirmaciOn
hasta las bandas pigmeas y amerindias con dcl poder de Ia burguesia, surgen los parti-
poder minimo v quebro Ia larga fascinaciOn dos politicos, solo se puede hablar de a. en
ejercida por el estado sobre los teOricos de sentido impropio, con referencia a las funcio-
Ia politiciclad." La a. politica ejerciO luegu una nes eleL-torales desarrolhidas por los comités
función práctica quc contribuyO a modificar de notables que constituyeron el fragil esque-
las imágenes comunes quc caracterizan las leto dcl partido premoderno. Personas dota-
sociedades tomadas en consideraciOn por los das de prestigio y de honurabilidad social, y
antropOlogos, incluidas las ideologias por lo tanto influventes. actuando por de fue-
mediante las cuales las sociedades tradicio. ra de Ia palestra parlarnentaria, asurnen Ia
nales se explican ellas mismas, y en Oltimo tarea de Ia selecciOn v sostenimiento de los
análisis Ia a. politica originO un debate mew- candidatos a las elecciones, poniendose a dis-
dologico y teOrico que iluminO los limites tan- posiciOn de los partidos como agentes dcc-
to del análisis funcional como del análisis torales: propietarios de tierras e hidalgos en
estructural e impulsO Ia busqueda de teorias ci campo; burgomaestres, jueces, notarios,
y modelos que tengan en cuenta Ia mutacion abogados, rnaestros, pärrocos en Ia ciudad.
y el desarrollo, y finalmente las inversiones Su acciun reviste un carácter ocasional v dile-
del desarrollo v de los procesos de desinte- tunic v no estO directamente remunerada por
graciOn. el partido; son bastunte débiles las cohesio-
nes horizontales entre los diversos circulus
BWLIIXKAFIA: G. Balandier, Antropoloi,'ia polizica de notables v los contactos verticales con el
(1969), Barcelona, Roma, 1969; D. Easton, Poli- centro, que se estrechan sOlo con ocasiOn de
tical anthropology, en Biennial Review of Anthro- las carnpañas electorales. Un ejercicio conti-
pology, a caru de B. Siegel, 1959; M. Fortes v flUo y especializado de Ia actividad politica
F.E. Evans.Pritchard (comps.), .4/rica,, political solo existe en el parlarnento y en el j,erio-
s',sgerns Londres, 1940; M. Gluckrnan, Politic a, dismo.
APARATO (19

Esta versiOn "débil" de los a. de partido alejando el centro de poder de las cámaras al
declina contextualmenic al tiempo que se sistema de partido. La democracia parlamen-
amplian los derechos electorales de las cia- tuna evoluciona asi o hien hacia formas pie-
ses inferiores y con Ia necesidad, par parte biscitarias, en las quc ci liderazgo pertenece
de los partidos, de conquistar su adhesion a a quienes se han apoyado en las "máquinas"
base de programas nacionales orgánicos y de part ida, a bien hacia lormas burocrOticas
coherentes. Las nuevas exigencias de cohe- de democracia sin cabeza, dominada par apa-
siOn, de control, de disciplina provocadas por ratos de politicos de profesión sin carisma y
Ia ampliación dcl sufragio determinan Ia evo- sin cualidades.
iuciOn de los a. de partido desde las pioneras
acociaciones de notables ha.sta las modernas II. FISIOLOGIA Y PATOLCGIA DE LOS APARATOS. MICIIELS.
mãquinas politicas". La creciente raciona- LENIN. r .MscI. A Ia par de los anáiisis webe-
iizaciOn de las técnicas electorale.s hace que, rianos, Robert Michels, en su estudio sabre
en Ia estructura interna de Ins partidos y en los partidos obreros de masa de pnincipios de
primer lugar de los partidos de base proleta- sigio, suministra una interpretaciOn de Ia
na, urja ci recurso a Ia organización burocrá- etioiogia y dcl funcionamiento de los a. de las
tica. Ia que determina Ia sustituciOn del poli- organizaciones obreras que ya es clãsica.
tico diletante par ci politico tie pro lesion, que La complejidad creciente de las funciones
vive no tanto por Ia politica sino de Ia politi- que ci partido moderno dehe realizar deter-
Ca, en el sentido de que se dedica a ella coti- mina de inmediato Ia sustitución del hombre
dianamente convirtiéndola en Ia propia fuen- de confianza de los tiempos heroicos de Ia
te de sostén y en Ia oporiunidad principal de organización, o dcl funcionario ecasional que
avance social. Funcionarios pagados sustitu- no trabaja de tiempo completo, por el funcia-
yen parcial o completamente a los hombres nario de profesion que consagra al partido
representativos, aquellos notables a quienes toda su actividad, especializandose en una de
se consignaba antes las funciones electorales, las ramas en que se articula ci trabajo politi-
los delegados que daban su trabajo de mane- co. En el interior de csta burocracia profesio-
ra ocasional o en forma voluntaria. nal, seleccionada sabre Ia base de Ia practi-
Par otra parte, se hace indispensable, sobre ca cotidiana a formada en las escuelas que el
todo en los part idos de clase, poder contar partido organiza, equipada con capacidad
con Ia contribuciOn de todos los miembros polItica, competencia técnica, devociOn y leal-
para financiar las campanas electorales y sos- tad a Ia causa, las funciones se estructuran
tener las candidaturas obreras. Necesidades segOn una compleja jerarquia que converge
administrativas y oportunidades politico- en un centro de gravedad capaz de hacer fren-
organizativas concurren pues a incrcmentar tea las exigencias de Ia lucha politica. Se for-
ci numero de aquellos para quienes Ia activi- ma un grupo de jefes, dotados de cualidades
dad partidista constituve Ia profesiOn prin- "demagógicas" y de capacidades técnico-
cipal a nica: a los diputados y a los perio- administrativas. Su misma experiencia y
distas hacen costado funcionarios, cantabies, especializacion los hace indispensables y par
escribientes. Para siempre sertn las cualida- io mismo inamovibles de los cargos alcanza-
des de estos burOcratas las que determinarán dos; Ia confianza y Ia devoción de las masas
ci éxito del partido, par lo que este tiende a refuerza tanto su poder que los congresos que
transformurse en una empresa en Ia que el debcrian elegirlos asumen Ia funcion de
poder está en manos de quienes Ic proporcio- meros ritos celebratorios. El Iiderazgo con-
nan trabajo con asiduidad. Se trata del mode- centra en sus manos todo eI poder organiza-
Ia del Pa rteiappa rat cuyo ejemplo más ilus- tivo y financiero y se uduefla de los canales
tre es Ia socialdemocracia alemana de Ia epa- internos de comunicaciOn del partido. Ade-
ca guillermina, clásica organización obrera más desarrolla una psicologia consiguiente,
de funcionarios ajustada para actuar con efi- basada en Ia conciencia de su propia indis-
cacia en Ia palestra politico-electoral. pensabilidad, que los Ileva a identificar Ia
La consolidación del fenOmeno de los apa- voluntad colectiva del partido con su propia
ratos de partido tiene entre sus efectos el de voluntad. Se ha constituido asi una verdad.-
modificar Ia estructura del parlamentarismo, ra casta oIiarquica, que no se identifica con
70 APARATO

ci a. en su totalidad, peru quc constituye el masas, ci rasgo dc uniOn entre centro y pen-
estrato superior y dominarite dc éste. La cr- lena, entrc Ia close v su esiado mayor urga-
dadera burocracia de partido, los sectores nizado. Este modo de entender Ia organhza-
medios y bajos dcl a.. se adecuan a las dcci- ciOn profcsional se apoya en una vision pecu-
siones del grupo dirigente y sostienen su liar de Ia reiaciOn enine partido y classc gar-
selecciOn. dee, entre dircecion v espontaneidad. La poll-
El a. de partidu entendido de esta mancra, tica Cs praxis cientificamente fLindawentada
de Michels en adelante, está considerado v en cuanto tal requicre e.specialización. La
como ci locus dcl proceso de distorsiOn de los espontaneidad no necesita de profesionali-
fines propio de toda organhzación politica dad, pero ci partido, conocedor de las lcvcs
cuinpieja. Una vez superada Ia tase de Ia con- de muvimiento de Ia historia, quiere actuar
solidación organiiativa, en electo, Ia finalidad con dicacia en Ia crecieiiieconipkjidad social
latente de tudo a. viene a ser Ia superviven- con vistas a los fines rcvolucionarios a los que
cia y ci refuerzo dc Ia organhiacion y Ia per- ticndc, debe conlian en los cuadrus de base,
petuaciOui dc las dites que Ia guian. Es dora intermcdios v supcniurcs, conoccdores y dis-
que ci dominio de los politicos de profesion cipliiiados, adiestiados polo operar en los
no se Limito a ejercer sus etectos ddetcreos diversos sectures en los que Se articula Ia
en ci campo de Ia democracia de partido, sino lucha politico. El obreru revolucionario de
que condiciona las sdecciunes paliticos en su vanguardia dehe con'ertirsc en un rei'olucio-
sentidu eshitico y cunservador; ci a. deseon- nario profesionul , que ret ibc de Ia orgariiza-
I ía de toda innovaciOn estrategica. de todo ciun los medios necesal -ios para su suhsistcn-
cambio que pudicra omcnazar Ia pusiciOn cia, preparado palo vivir una doble existen-
cunsolidoda tie sus miembrus, en todos los cia. legal y clandcstino, pruvislo dc una voca-
nieles: propende al radio de acción politico cion de carrera. insensible a los valores it
restringido. se identifica siempre con las dcci- los cebos dcl sistema. Bajo una red de tales
siones del estublisl:;;ient internu contra todo i-cvolucionanios profesionales ha de estructu-
critica, contra toda herejia, condiciona su rarsc 'antcs que nada y piincipalmcnte" Ia
inteligencia politico it causas de dciensa cur- organizaciun ,evolucioihriu. Pucu irnporto su
porativa y de solidaridud de capas. origcn social, siempre cuando at. epten v rca-
La conjugaciOn michelsiuna entre Ia farina- Iicen ci programu dcl pactido, decidido por
don de los a. de par tido v Ia pcnnancncia de los organisnios dirige'ntcs que 1-epresentan Ia
tendencias burucrãticas v uiigarquicas, tam- autoridad de Ia mavunia, Ia subordinaciOn de
bién y sobre todo par Ia que hace a los parti- las partes al todo. Al Lipu de a. pensado y lie-
dos democrático-scciulistas organizados con vado a who par Lenin v retomado por los par.
base en principios de solidaridad e igualdad, tidos cumunislas de todo el mundo lo carac-
inspira Ia mayor porte de los análisis sucesi- tenizan Ia niida cent ralizaciOn tic las instan-
vamente dedicados al ienOmeno de Ia soda- cias y Ia féri-ea disciplina turmalizada en ci
logia politica, y quc respetan su juicio de fun- sistema dci ceniralismu dernocraticu. Este
do: ci a. constituye un diafragma, una váivu- burucratismo" opuesto al 'democratismo'
Ia de "nido de golondrina" que vuelve las de los partidos burgueses es para Lenin, ci
comunicaciones interitas de Ia orgtnizacion principio organizativo de Ia socialdemocra-
monodireccionales y restringe al flujo dcl cia rev oluciunania opuesto ol principio orga-
poder a deslizarse de arriba abajo y no vice- nizativo de los opurtunistas".
versa. En ci modciu leninista, en buena porte
A esta concepciOn del aparatu coma instru- dctcrminado por las condiciunes de Ia Iucha
mento de Ia oligarquia, dci conformismo s. dci politica bajo Ia autoeracia zarista, el a. coin-
ahogo de las instancias dcmocrãticas se Ic cide en gran medida eon ci partido, hasta casi
contraçne especularmente L woria kninista sobreponersele. En su interior, ci estadu
del pirtido y de Ia organización que consti- mayor se distinue de los cuadros interme-
tuye ci principio en ci que se inspiran los par- dio v de base en razon de su maor conoci-
tidos cumunistas adhcridos a Ia tercera Inter- miento tcOrico capacidad politico, par su
naciunal. Para Lenin ci a. es ci instrumento suprior conuiabilidad v hahilidad oraniza-
de demanda y de promockrn de Ia accion de tivu. La jeiarquia que sc estabkce en ci es una
APARATO 71

emanación orgãnica de Ia democracia de par- ill TIPOLOGIA 1W LOS APARAroS EL EMPRESARIO DE IA


tidu y de Ia dura seiccción a hi iargti de Ia POLITI(A Y F.I.EUSiJIISARIO. En ci interior del
lucha. lenOmenu de los a. Ia sociologia clásica dis-
Gramsci retoma esta concepciun, aceptan- tingue dos tipos principales: Ia niáquina poll.
do el princip'i de organizaciOn o ci sistema lica, en sus diversas versiones, hasta llcgar
que deriva de èste, aunque en ci interior de a las iiguras empresariales, segOn Ia fOrmu-
un modulo en ci cual varian. respecto del la weberiana, y los a. funcionariales de los
modelo bolch.vique, las diniensiones V ci peso partidos europeus, en primer lugar de los par-
del elemento profesional, adaptado a Ia rca- tidos obreros, a su vei distintos segOn los sub-
lidad de Ia guerra de posiciones que se corn- ipo.s socialdernOcrata y comunista.
bate en Occidente. El partido gramsciano se Arnbo.s Lipos de a. están en maims tie espe-
articula en ti-cs estratos: en Ia base de Ia pirá- ciaiistas y de proiesioiiales, peru en el primer
mide est Ia masa de los hombres comunes, caso se trata de "einpresarios de Ia politica",
disciplinados v tides. militantes no proiesio- coma ci election ac;iI ingles o ci buss nortea-
nales deseosos de organizacion y tie directi- mericano; en ci otro dc empicados pagados
vas pur no estar dotados de capacidades crea- de Ia organizacion. Ambos, aun presentando
tivas aulonomas. En ci èrtice, los ilderes fun- caracteristicas dulerenciaies hastante claras
cionan coma inst rumento cohesivu principal, en i-aiim de las linalidades por las que histO-
disc iplinando y centralizatido tuerzas de otro ricamente se han constituido —Ia cumpeten-
modo incrtes y dispersas v haciêndolas pull- cia electoral y ci acaparamiento de empleos
ticarnente eticaces, a fuerza de hahilidad y de en un ctso. Ia moviluzacion de las masas con
carisma. Entre estos dos cstrato.s tctüa Un fines revalucionarios en ci otro—, acaban por
elemento media que camunica Ia base v ci vér- desarroilar ' funciones Iatcntes" convergen-
tice, poniendo en movimiento al mecanisma tes, tie inteii-aciOn social s politica tie las cIa-
entero. Grupo dirigente y cuadro intermcdio ses subaltemnas, de reducciOn dci conflicto,
furman ci a. en sentidu amplio; ci estrato de seiecciOn de Ia clase politica nacional y
intcrmedio, lauficialidad subalterna, es el a. local y, sobre todo, como sc ha visto, tie auto-
cn sentido estrecho, que fune como elemen- rreproduccion.
to disciplinador de Ia base, en contacto coti- La "miquina". en su tipica versiOn estadu-
diana con ésta y con Ia ciase, peru que impi- nidense descrita por los iniciudures tie Ia
de por otro lado a los lideres desviarse en las sociologia dcl part ido politico, ye prevalecer
fases criticas de Ia lucha pulitica. Reviste, ade- en su interior, pur lo menus hasta Ia antegue-
mâs, una tunción esenciai en ci I uncionamien- ri-a, Ia figura del boss, un empresario pu/ui-
to fisiolOgico del partido, aunque no Sc ocul- co, como lo define Max Wehcr en su célebrc
te que es el estrato más expuesto a degenera- ensavo sobre La politica coma pro jesiOn, más
clones patologicas, por cuanto es ci elcmcn- tarde retomado por todos los estudiosos del
to más consuetudinario y menus innovador, I enomeno del part ida-a. La "máquina" CS Ufl
que puede estatuirse en grupo soiidario organismo con base local predispuesto para
"emancipándose" de las tunciones para las Ia conquista, ci mantenimiento y Ia gestiOn
que ha sido de1eado; que en suma puede del poder en Ia épca de Ia politica de masas.
burocratizarse. No por ello ci a. alimenta El boss es su animador y organizador, esa
necesariamenre, par icy del hierro. una voca- peculiar figura de prolesionista-empresario
cion burocrática s' oiigarquica: no se trata politico que actüa en el mercado electoral,
pucs, coma hace Michels, de negar sus fun- cumbinando los factores de Ia produccion de
clones en nombre de un igualitarismo formal, poder, los vutos, los recursos, las organiza-
pero si de hacer que sus miembros, directi- ciones. Se considera como agente de compra-
vos y tuncionarios, sean seleccionados demo- yenta del voto, para lo que usa favores y pro-
cráticamente v realicen una interacción con teccion coma mercancias de intercambio; pro-
Ia base, evitandu que Sc cristalice en division porciona al candidato los vows que controla
social Ia diisiOn técnica del trabajo tie Ia que mediante un sistema ramificado de relacio-
ci a. es ci pruducto. nes personalcs; proporciona los medios finan-
cicro.s con diversos métodos, hasta liegar a
los lirnites tie Ia le'aIidad; mantiene el con-
72 APARATO

trol y el pat ronazgo de los empleos en su sec- dos burgueses, estã concebido y funciona en
tor y los distiibuye en razón de Ia obra pres- vistas a Ia lucha parlamentaria y a La movili-
tada para ci partido o de compensaciones en zaciOn cultural v electoral de las clases popu-
dinero, valiéndose del rico botin de preben- lares, ci a. comunista estâ dispuesto en fun-
das y de empleos publicos que el spoils sy.sz em ción de Ia agitación del proletariado y de Ia
pone a disposicion del candidato victorioso conquista del poder. Esto explica Ia mayor
en las elecciones. Aun siendo un politico de rigidez y disciplina, ci control férreo al que
profcsión y desempenando indiscutiblemen- subordina las articulaciones parlamentarias
te funciones püblicas en Ia sociedad estadu- del partido. Ia relaciOn autoritaria que man-
nidense, ci boss no es un funcionario y rara- tiene con Ia base. los mecanismos de coopta-
mente es un hombre publico: actüa comUn- dOn que regulan sus formaciones y ci recam-
mente tras bambalinas, no se Ic reconoce en bio. Alit donde el partido está en ci poder, los
Ia organización. no esta impulsado por nm- apparainiki se convierten en su esqueleto a
gun ideal politico, es indiferente al bien pübli- través de Ia ocupación de los papeles funda-
co, y ünicamente está motivado por el poder mentales dcl sistema politico-administrativo
y por Ia ganancia. v ci control frreo de los cargos de gobierno
Una version distinta de Ia "máquina" Cs Ia de Ia economia v de Ia sociedad, hasta el pun-
inglesa. En Inglaterra, antes de 1868. Ia orga- to de presentarse, segOn algunos autores.
nizaciOn de partido está compuesta en su como una nueva clase privilegiada.
mitad por una asociaciOn de notables y en Ia El modelo dcl partido de fieles o del parti-
otra por profesionistas pagados y por empre- do de combate delineado por Selznick o por
sarios politicos. Junto al lider de partido Duverger no parece hoy, sin embargo, descri-
actOa el whip, a quien Ic compete el mante- bir adecuadamente Ia realidad actual de los
nimiento de Ia disciplina parlamentaria y que partidos comunistas de masa de Ia Europa
dispone del control de los empleos. A esta occidental. Si los a. de politicos de profesion
figura se Ic juntan. en Ia periferia, antes que continOan manteniendo una posición esencial
nada delegados que prestan gratuitamente su en Ia economia de Ia organizaciOn, su papel
accionar, y después el election agent que aparece sin embargo en su fase de redefini-
desempeña funciones de organizador elec- don. Bien cierto es que Ia parte esencial de
toral. Ia gestiOn poIItico-administrativa del partido
La democratizaciOn dcl sistema electoral esta en sus manos, pero en absoluto es una
conduce, después de esa fecha, al desarrollo coincidencia entre a. e instancias directivas,
del sistema del caucus. que se difundió a to- en las que encuentran lugar numerosos cua-
dos los paises desde Birmingham. El caucus dros no profesionales a semiprofesionales.
es un a. capilarmente ramificado en Ia base, Por io demás, aumentan, par un lado, ci peso
con tareas de intcrvención sobrc los ckctores. de Ia base, v por el otro Ia autonomia v ci
cuyo funcionamiento exige Un nOmero cons- poder de veto de los grupos pariamentarios,
picuo de funcionarios de tiempo completo. de los administradores locales. de los sindi-
Este organismo adquiere superioridad fácil- calistas, de los miembros del "sistema exte-
mente frente a las organizziciones preceden- rior" de las organizadiones de masa.
tes, determinando una rigida centralizaciOn En conclusiOn. parece realista observar que
del poder en manos del jefe de partido, como incluso en los partidos comunistas de masa
lo documenta ejemplarmente ci caso de aclOa un policentrismo que redimcnsiona ten-
Gladstone. dencialmente el poder autocrático de los a..
Los a. de los partidos europeos de masa de y que éstos se encaminan a convertirse en
tipo continental se basan. como se ha visto. componentes importantes mas no prevale-
en Ia figura del funcionario. politico o técni- cientes en los nuevos órdenes poliarquicos
co, pagado por Ia organización gracias a las hacia los que confluven incluso las organiza-
cuotas aportadas por los adherentes. Al tipo clones comunistas.
socialdemOcrata se le contrapone ci tipo
comunista, construido sobre el modelo del M. Djilas. La nueva clase (1957).
B1BI.10XiRAE1A -
partido bolchevique. Mientras que el a. socia- Buenos Mres. Sudamericana; M. Duverger. Lu
lista, y con mayor razOn los a. de los part i- parzidos polz'ikm (1955). Mexico. Fondo de Cul-
APARTHEID 73

tura Económica, 1957: L. Faenza, Part ito e appa- acceso a los derechos y al puder social y
Tab. Bolunia, Cappelli, 1965: A. Gramsci, Nolas politico.
sobre Maqufavelo. sobre politica y sobre el esta-
do ,noderno (1952). Mexico, J. Pablos, 1975: V.I. II. RMcESHISTORKASI)EI.APARTHEID. El a. se con-
Lenin, Qué liacer? (1902). Madrid, Fundamen- vierte en politica oficial del gobierno sudafri-
tos, 1975; R. Micheis, Los partidos politicos, Bue- cano a partir de 1948, cuando accede al poder
nos Aires, Amorrortu, 1969, 2 vols.; R. Michels, el partido de los nacionahistas boer (afrika-
Los partidos politicos: an esiudio sociologico de ncr), el Nationalist Parts (sp), guiado por
las tendencias oligdrquicas de Ia democracia Malan, que se opone a las tendencias integra-
moderna (1912), Buenos Aires, Amorrortu, cionistas atribuidas al partido del primer
1972 2 : M. Ostrogorski, La démocratie et l'orga- ministro Smuts.
nisation des partis politiques. Paris. Calman- Las raices dcl a. están. sin embargo, en ci
Levi, 1904; G. Roth, La socialdernocrazia nellu desarrohlo histOrico de Ia sociedad .sudafnica-
Gerrnania imperiali', Ban. Laterza, 1971: P. Selz- na. Lallegada(h692)v Ia expansion europeas,
nick. Vie traverse: slrazegia e tattica del coma- a partir de Ia peninsula del Cabo do Buena
nismo. Bolonia. Cappelli, 1954: J.L. Seurin. La Esperanza, significaron Ia casi total ehimina-
structure interne des partis politiques américains, ción do las poblaciones autóctonas, mientras
Paris, Cohn. 1953: M. Weber. El trahajo intelec que las poblaciones de agricultores baniü
tual corny profesiOn (1921). Barcelona. Brugue- tuvieron que sufrir a continuaciOn del gran
ra, 1983: M. Weber. Econornia vsociedad(1922, trek (ci éxodo do Ia colonia dcl Cabo hacia ci
1964). a cargo dci. Winckelmann. Mexico, Fon- noroeste, iniciadoen 1837) Ia enajenación de
do de Cultura Economica, 1964. 2 vols.; M. las ticrras tribales y toda una serie de restric-
Weber Escritos politicos, a cargo do J. AricO, ciones quo significaron el fin de Ia propia
Mexico, Folios, 1982, 2 vols. autonom Ia.
La instiluciOn de Ia esclavitud, introduci-
fsii.v.o BELLIGNI] da en Sudáfrica para subvenir a las crecien-
tes necesidades de fuerza de trabujo, fue uno
de los clementos fundamentales para deter-
minar Ia creación do uria estructura socioe-
apartheid conOmica de clase basada en el color v en las
caracteristicas raciales. Incluso los asiáticos,
I U. APMTFIEID (OW) .SIs!EMA SUUAI. En len'iva en gran parte inmigrados como fuerza de tra-
afrikaans, a. significa "separacion" y en su bajo desde el subcontinente indlo a partir de
acopcion más comün puede traducirse como mediados del sigio xtx. aun no siendo escha-
"identidad separada" y designa Ia politica ofi- vos. sufrieron medidas discriminatorias que
cml dcl gobierno sudafricano pun In quo res- hirnitaron sus dercchos de ciudadania, resi-
pecta a los derechos sociales y politicos v a dencia y movimiento.
las relaciones entre los diversos grupos racia- En los origenes del a. aparecen tanto los
les en el interior de Ia Union. El a. no puede conceptos en los que se inspira ha poblacion
traducirse simplemente como "racismo" o afrikaner (quc constitu e las dos terceras par-
"discrimivación racial", sino que es un sis- tes de Ia poblacion blanca) como Ia necesidad
tema social, económico V politico- de apropiarse de los recursos económicos y
constitucional que se funda en principios teo- en primis de controlar ha fuerza de trabajo
ricos y en una legislacion ad hoc. En ci siste- indigena. Los air] kaner se consideran una ver-
ma de a. Ia diferenciación corresponde a Ia dadera nuciOn (yolk) en Ia cual es fundamen-
deiiniciOn de grupos ruciales diversos y a su tal Ia doctrina de Ia desigualdad v separación
desarrollo separado. por ho que es lo opues- entne las razas, predicada por Ia Iglesia Refor-
to do asimilaciOn v do integracion. En termi- mada Holandesa a Ia que pertenecen en su
nos politicos, a. significa el mantenimiento de mavunia. El gran trek tuvo origen a causa de
Ia supremacia do una aristocracia blanca los fundamentales choques cntre los afrika-
basada en una rigida Jerarquia de castas ncr y Ia administracion inglesa, en particu-
raciales para Ia quo oxiste una correlaeion lar acerca de Ia legislacion quo ahohia Ia escha-
directa entre color do Ia pici ' posibilidad do vitud v pareciu dinigirse a iaoneccr una len-
74 AP,\RTHEID

ta integracion de las franjas más evoluciona- ción africana con elfin de que no se pusiera
das de Ia pobktcion de color. La expansion en peligro Ia supremacia blanca (baasskap).
hacia nuevas tierras, que no tuvo luar sin Los africanos, más que nunca indispensables
gucrras y duras represiones, IlevO a Ia crea- para Ia expansiOn econOmica, y a pesar de Ia
ciOn de Natal (que será anexado a Ia Colonia constituciUn de Ia UniOn Sudafricana (1910),
del Cabo en 1845) v en 1852 v 1854 de dos continOan siendo tratados coma sObditos
rcpübl icas independientes, Ia South Afrikan coloniales y con derechos limitados.
Republic (Transvaal) y ci Orange Free State. El sistema de los "bantu homeland", llama-
En las republicas boers se adopio una poilti- do comOnmentc "bantustan", a bien de
1.
ca racial rigida: ci principio gula fundamen- reservas", fue congelado definitivamente par
tal era que en las relaciones entre curopeos una Icy de 1913 (Native Land Act) que prohi-
y africanos (designados con ci término de bia a los africanos comprar tierras e inmue-
'nativos" u'bantües'), no podia haher igual- bles en el territorio reservado a los blancos.
dad ni en el estado ni en Ia iglesia. La posi- Los bantustan constilulan sOlo ci 7% del tern-
don de los grupos raciales no blancos esta- torio nacional. porcentaje elevado al 13.7%
ha gobernada por Ia estructura base de Ia ecu- en 1936; las reservas reales de mano de obra
nomIa de las repühlicas: Ia posesiOn de Ia tie- para las zonas mineras e industriales, sabre-
rra, pilar del derecho de ciudadania, estaba pobladas y subdesarrolladas, serán transfor-
reservadu a los biancos; los africanos eran madas más tarde, bajo ci gobiernu de Ver-
considerados extranjeros y taierados solo woerd, en ocho 'homelands" (territorios
coma luerza de trabajo subordinada. Los gru- nacionales).
0S trihales autoctonos fueron asi privados
de las tierras propias y reducidos a Ia servi- UI. RAICES TEORK AS DEL APARTHEID. El a. se desa-
dumbre. rrolla segUn dos direcciones: Ia legislaciOn de
En definitiva, las etapas fundamentales de discriminación racial que perfecciona, a par-
Ia lormaciOn del nacionalismo boer, en con- hr de 1948, y sistematiza una situaciOn pree-
traposiciOn relativa con Ia actitud de Ia pohia- xistente v se organ iza en una verdadcra inge-
dOn blanca de ascendencia inglesa, han sido nienia institucional v en una planificaciOn
determinadas par Ia lucha par controlar Ia autoritania tanto de los comportamientos
tierra v Ia fuerza de trabajo: desde Ia destruc- coma de los establecimientos y del desnrro-
don v servidumbi-e de los hotentotes dcl Cabo llo territorial y politico separado (sistema de
hasta las diierencias con las auturidades los "homeland',.
inlesas acerca del tratamiento de los siervos La discriminaciOn, asi coma Ia segregaciOn,
v las guerras con las poblaciunes xhosa, zulO se hahian practicado desde cI siglo xvii. Con
ysotho por Ia posesión de las tierras más pro- Ia ConstituciOn de Ia UniOn de Sudáfrica, Ia
ductivas v hasta Ia alianza entre extrcmistas South Africa Act (31 de mayo dc 19I01, Sc aim-
nacionalistas boers v sindicalpopulistas para maba que sOlo Ia poblacion de ascendencia
eliminar Ia competencia de los trabajadores europea podia ser elegida y elegir miembros
africanos en el mercado de trabajo durante del Parlamento.
Ia gran depresiOn de los años treinta. alianza El prindipio de Ia segregaciOn ibu más lejos
que fue el origen del partido nacionalista que que las instituciones hotentotas deseadas par
en 194S alcanza el munopolio del gobierno. ci doctor Philips. misionero de Ia London Mis-
El descubrimiento y Ia explotacion de impo- sionary Society en 1819. La seregaciOn se
n..ntes riquezas mincras (diamantes y oro), el entendia aqui en el sentido cristiana de Ia
paso tambien de una economia prevalecien. necesidad de proteger a los autóctonos de Ia
temente agricola a una economia minera e iniluencia de lo blancos, y de aqui nace en
industrial, Ia rápid, expansion de las zonas Ia Cobonia del Cabo Ia politica de las reser-
urbanas con Ia emigraciOn de fucrza de tra- vas. Con Ia creaciOn de Ia UniOn, basada en
bajo. Ia aceleracion dcl proceso de destriba- ci principio del mantenimiento de Ia supre.
lizaciOri y de proletarizacion estuvieron acom macia blanca, Ia politica de las reservas cam-
panados de hechc par un cambio rapido v fun- bia de significado v se uebve sabre todo un
damental de Ia estructura social del pals N , a media para institucionalizar Ia separaciOn
Ia ez de un control continua sabre Ia pobla- cntre las razas '.' para asegurar el control ceo-
APARTHEID 75

nómico y social de los obreros neros. obli. diversos grupos étnicos, y estas zonas debe-
gados a simplemente sobreivir hasta quc Ia nan desarrollarse como unidades socioeco-
economia blanca tiene necesidad de ellos. nOmicas distintas y separadas.
La clase dirigente sudafricana sc divide Bajo ci -obicrno de Verwoerd los "hantus-
grosso x;wdo entre los sostenedores de Ia tan' dcfinidos como "homelands", jun10 U sus
seregaciOn total territorial v politica v aque- funciones económicas de reserva y más tar-
lbs quc, sabre todo a partir de los anus trein- de de descarga de mano de obra, adquirieron
Ia con Ia industrializa ion dcl pals, sostienen Ia I unción politica de coartada para Ia pniva-
que ci a. con el mantenimiento del bantustun cion, impuesta a los africanos divididos en
no puede sostener Ia reproducciOn de Ia mano "naciones", de todos los derechos politicos y
de ubra, pox que las industri..ts requieren obre- civiles en Ia zona reservada a los blancos. o
ros de un mayor nivel de calificaciOn, por lo sea c-n cI 8746 del pals, zona en Ia que Sc
quc entonces era necesariu acluar en favor de encuenran todas las riquezas naturales. las
una liherali-,ackxn. aunque fuera parcial, del minas las industnias, los lugares de trabajo,
sistema. las ciudades. Los "bantu" estáil obligados a
ser ciudadanos de SUS propios "homeland",
iv. IAIIJLITICADF.LAPARTHEIP. Despuès de 1948 Ia lugares solos donde gozan de derechos poli-
situacion de subordinaciOn juridica v social ticos y donde pueden desarrollar, segun ci
de ks no hiancos se institucionalizO deliniti- gohierno. sus propias tradiciones culturales
vamenle: fueron aholidos derechos civiles v tribales. En los anus setenta esta politica tue
politicos que todavia existian en Ia provincia perteccionada: los "homeland' adquirieron
del Cabu: se codifica Ia harrera racial, hasta el derecho de accedcr a Ia indepcndencia. Asi
entonces definida más que por las leves por se vuelven "independientes" el Txanskei en
las costumbres v que admitia exccpciones; Se 1976, Bophuta-Tswana en 1977 y mOs tarde
introduce Ia clasiticaciOn de toda Ia pobiaciOn Venda. Las independencias de ternitorios pau-
segQn su grtipo racial, inscrito en ci docurnen- pérrimos. parcelizados en cniidades ternito-
to de identidad: sc prohiben los matrimonios niales divididas (Buphuta-Tsvana esta cam-
o las uniones rnixtas: Sc introducc Ia segre- puesto por 19 tragmentos dispersos en tres
gackm en las oficinas püblicas, en los medios de las cuatro provincias sudafricanas), no tie-
de transporte, etc.: se asiguun a cada grupo nc-n otro significado que el perleccionamien-
étnicu barrios habitaciunales o 7,uetos (group to dcl diseño de enajenacion total de los afri-
areas) en Ia ciudad. El a., al consolidarse como c-anus de Ia Sudafnica blunca, manteniendo-
sistema, se reformula tambien como ideolo- los coma fucrza de trabaiu totalmente depen-
gia al rechazar las anhiguas identificacion.s diente. Los africanos obligados a tomar In ciu-
inspit-adas par ci conccpto de desigualdad", dadania de los "homeland" segün ia ctnia de
para dcfinirse como un sistema d 'desarro- pertenencia, con base en criteri(,s de dificil
lb separado" inserto en ci concepto de 'due- aplicaciOn dado el nivel y Ia profundidad de
rcncia" v acuña el eslogan "separados pero I-a destribalización de una sociedad como Ia
iguales". La supremacia blanca quiere con sudafricana ya profundamente industrializa-
este nuevo vestido idcologico volverse acep- da, son asi desnacionalizados, se vuclven ciu-
table sobre Ia base de una compleja teoria for- dadanos extranjerus, privados definitiv amen-
mulada por ci South Africzrn Bureau for tc de todo derecho (pur ejemplo. de residen-
Racial Affairs y de las recomendaciu- cia, servicios sociales. escuelas).
nes expresas de Ia Tonilinson Commission. El La comunidad internacional ha condenado
a. sc estructuraria asi sobre las relaciones de el intento dc romper Ia unidad territorial de
hecho existcntes entre los diversos grupos Sudàlrica v dc privar a sus ciudadanos. Ia
raciales de Ia Union —caracterizada por inte- mavoria, de todo derecho. Tanto las Nacio-
gración geugrifica v sobre todo econOmica. nes Unidas corno Ia Organizacion de Ia Uni-
por Ia diersidad de estabilidad numel - ica dad Airicana han votado resuluciones de con-
cnn-c los diversos rupos etnicos, pot las due' dena, v todos los estados miembros han
rencias raciales, tIc cultura, de ciiIizacion. rechaiado cualquier reconocimientu de los
La dilerencia prcsupondria Ia cxistenia de presunttxs nueos estados.
zonas separadas a las quc estan ligados los
76 APATIA

V FVOLUCION DE LA I.E(.ISLACION DEL APARTHEID. A Nuova Italia, 1979; M. Legassick, Legislation,


partir de 1974, a Ia busca de un apoyo inter- ideologv and economy in post-1948 South Africa,
nacional, siempre rechazado a causa de Ia ins- en Journal of .Southrn African Studics, I, 1974:
titucionalizacion, caso ünico, de Ia discrimi- Kuper, Race. class and power, Londres, Duck-
nación racial que priva a Ia mavoria de los worth, 1974; R. Lefort, Suddfrica: historia de irna
más elementales derechos politicos v soda- crisis (1977), Mexico, Siglo XXI, 1978; N.J. Rhoo-
les, el gobierno sudafricano ha intentado bus- die y H.J. Venter, Apartheid: a socio-econornic
car nuevas formulas que permitan al regimen exposition of the origin and development of the
borrar Ia imagen de una dictadura de Ia raza apartheid idea, Amsterdam, Dc Bussy, 1960; P.L.
blanca sobre las otras. Los provectos, sin van den Berghe, South Africa: a stuciv in conflict.
embargo, se inscriben todos en Ia tradiciOn Berkeley, University of California Press, 1967;
del "desarrollo separado". Un proyecto de Wilson y L. Thompson (coords.). Oxford his-
ref orma constitucional surgió en el transcur- tory of South Africa, Londres, Oxford University
so de 1977. pero aün no hu sido discutido. En Press. 1969-1971.
ci se afirma que los a ricanos pueden ejercer
los propios derechos legislativos y Ia propia [tNA MARIA GENTILI]
autonomia administrativa en ci ámbito de los
"homeland": en el restante 87% del pals no
son más que trabajadores huespedes": Ia
apatia
gente de color y los asiãticos que no puedan
tener un "homeland" porque no tienen tern-
torio tribal propio obtendr(tn cierta partici- El término a. indica un estado de indiferen-
pación en ci gobierno de los asuntos comu- cia, extrañamiento, pasividad y falta de inte-
nes. La elaboraciôn de este nuevo modelo rés respecto de los fenómenos politicos. Es
constitucional extremadamente complejo un comportamiento frecuentemente dictado
requiere Ia revision y Ia modernizacion de por ci sentimiento de enajenaclOn (V.). Las ins-
tode, el aparato de planificación del a. El man- tituciones politicas y las otras manifestacio-
tenimiento de las instituciones racialmente nes de Ia vida politica ocupan en ci horizonte
separadas, Ia desnacionalizaciOn de los afri- psicolOgico del apático una posiciOn mu)' pen-
canos. Ia transferencia del poder del parla- fCrica. No es nunca protagonista activo de los
menLo al ejecutivo con Ia consiguiente reduc- sucesos politicos sino que los sigue como un
ciOn del papel de Ia oposiciOn, no dan a entre- espectador pasivo y. más frecuentemente, los
ver ninguna posibilidad real que pueda con- ignora del todo. La a. politica es companera
siderarse una soluciOn gradualista v pacifi- de lo que podria Ilamarse una baja receptivi-
ca que ponga fin a Ia discriminaciOn y al dad respecto de los estimulos politicos de
conflicto intcrracial, que ha estallado con cualquier tipo. v —frecuentemente, pero no
mayor violencia a partir de las revueltas de siempre— de un nivel de informaciOn sobre
los guetos en 1976. los fenomenos politicos sumamente bajo.
La protesta de los estudiantes y de los obre- Las investigaciones sobre el comportamien-
ros africanos no ha tenido otra respuesta que to politico demostraron que ci fenOmcno es
Ia más dura e intransigente represión, que ha muv difundido incluso en las modernac socie-
golpeado incluso a organizaciones modera- dades industriales de tipo avanzado, aunque
das, mientras que las reformas legislativas y caracterizan por los altos niveles de ins-
los proyectos de reestructuración constitucio- trucciOn y par Ia difusión capilar de ]as comu-
nal indican no un aflojamiento del a. sino su nicaciones de masa. El fenOmeno se presen-
modcrnizaciOn en ci sentido de puesta en acto ta tanto en regImenes de tipo democrático
de un mecanismo más de acuerdo con las cxi- como en los sistemas autoritarios y totalita-
gencias de Ia economia v de Ia sociedad con- rios. v esto a pesar de Ia existencia de meca-
temporáneas, siempre en Ia linea dcl mante- nismos competitivos que, directa o indirec-
nimiento de Ia supremacia blanca. tamente, estimulan Ia participacion dcl publi-
co en los primeros v Ia existencia de meca-
Rilti ILM1A R. Firt, Rgieeai coloniali dcli Afri. nismos de movilizacion v de encuadramien-
ca ausrrale, en Storia dell,lfrica, Florencia, La to de las masas desde arniba en los segundos.
APPEASEMENT-APRISM() 77

Todo hace pensar que los porcentajes de a. nabie porque representa una aquiescencia a
son mayores en las sociedades tradicionales una politica imperiaiista. En efecto, ci corn-
ahora encaminadas a Ia madernización: cier- promiso como táctica dipiomatica tiene sen-
tamente era asi en los sistemas autocráticos tido sOlo entre adversarios que aceptan Ia dis.
del pasado antes de Ia introducción de ran- tribuciOn de poder existente; de otra manera
des estratos del püblico en Ia vida politica. favorece a una potencia imperialista. Una
Los factores vinculados a Ia a. son multi- poiitica de a. de una parte presupone una poll-
pies: junto a ciertas propiedades estructura- tica imperialista de Ia otra.
les del sistema politico (visibilidad, acceso, La acusaciOn de a. se dirigiO recientemen-
etc.) se deben considerar ciertas caracteris- te a los gobiernos de las grandes potencias en
ticas dc Ia cultura politica. Ia presencia a Ia ci periodo de Ia guerra fri a. Cuaiquier con-
ausencia de rasgos culturales o subcultura- cesión para liegar a un acuerdo durante las
les que premian o desaniman ci interés por negociaciones dipiomáticas puede, efectiva-
los tenómenos politicos. Otros factores de mente, considerarse negativamente y clasifi-
orden sociologico y psicologico —que sin carse como a. por parte de Ia oposición guber-
embargo parecen variar bastante de sistema nativa interna, por aliados descontentos o par
a sistema— parecen igualmente relevantes. los mismos adversarios.
En un sistema politico caracterizado por Contraria a Ia de a. es Ia polltica de conten-
una difundida a. los márgenes de maniobra ciOn, es decir Ia resistencia sin compromisos
de las elites son muv superiores. Sin embar- Irente a una politica imperialista, dispuesta
go, debe recordarse que justamente esta a hacer compromisos solo en direcciOn del
difundida indiferencia repi esenta un obstd- slant quo.
culo muy serio cuando ci aicance de metas
socioeconónhlcas presupone ci compromiso y RrnLIOGRAIIA H. Morgenthau. Politics among
Ia motivaciOn de amplios estratos de Ia pobia- nations. Nueva York. Knopf. 1968: A.L. Rowse.
don. Desde ci punto de vista de Ia dinámica Appeasement: a studs in political decline, Nue-
interna dci sistema v dci equiiibrio de las va York, Norton, 1961; A.J.P. Taylor, La guerra
fuerzas politicas, debe notarse, finaimente, planeada (1961). Barcelona. Nauta. 1969.
que Ia existencia de grandes estratos de apá-
ticos constituye una reserva no despreciable [FuI.tlo ArrisA]
de potenciales participantes que las elites,
tanto dci gobierno como de Ia oposicion, pue-
den esforzarse por atraer y movilizar, en Ia
tentativa de reforzar cada uno su posiciOn o aprismo
de inverlir Ia relaciOn de fuerzas existentes.
I cONsIDERAcIoNESoEE'ALEs. El término desig-
[(.R(OIO SANI] na a una corriente politica de vasta resonan-
cia continental surgida del proceso de radi-
calizaciOn de lus capas medias que caracte-
appeasement rizó Ia vida politica de America Latina en los
aflos veinte. Representa Ia expresión más
Termino dificil de traducir en espanol; podria avanzada e ideobogicamente coherente de esas
utilizzirse Ia palabra aqwesceucza; una aquies- formaciones politicas r.dicaIes 0 "progresis-
cencia que implica también algunas concesio- las", que ya desde fines del siglo pasado cvi-
nes a los objetivos de un antagonista. Un denciaban Ia presencia de un lento pero mm-
ejemplo de a. indicado por muchos estudio- terrumpido proceso de fracturaciOn del bbo-
SOS CS ci acuerdo, en Ia Conferencia de que oligarquico sabre el que se sustentó Ia
Munich de 1938. en base al cuai Chamberlain contruccion de las formaciones estatales, v ci
v Duladier aceptaron Ia ocupaciOn de una par- desplazamiento de Ia izquierda burguesa
te de Chccosiovaquia par parte dc Ia Alema. hacia Ia conquista de un espacio politico v cul-
nia nazi. a c4mbio de una simple promesa de tural propio, de un nuevo bloque de poder que
paz par parte de Hitler. hacia residir en Ia incorporaciOn de las masas
Segun Morgenthau. ci a. es siempre conde- populares a Ia vida politica nacional las bases
7$ APRISM()

de su legitimaciOn. En tai sent ido puede afir- go, debe recordarse que por In menus duran-
marse que solo a partir de Ia experiencia del te los años treinta, quc fucron precisamente
APRA los partidos ralitkos populares o radi- Ins de Ia cunstituciOn mtts acahada de las for-
caics N. radicall.mo hdInomerIcano) pree- mulaciones teóricas del APRA y de Ia puhlica-
xistentcS o constituidos luego de ella alcan- dOn de in obra fundamental de Hava de Ia
zaron una importancia continental basada en Torre, El aniimpethdismo v el .4PRA (1936).
gran parte en Ia capacidad dci APRA v de su el a. pretendiO ser una auténtica recreaciOfl
fundador, ci peruano Victor Ratl Hava de Ia histOrica de marxismo en condiciones diver-
Torre, de ofrecer a part idos hasta ese enton- sas de las europeas.
ces carentes de un cuerpo de doctrina más o Mediante una propuesta ideologicapoll-
menos coherente una inteligente elaboración tica habilmente construida v seriamente fun-
teOrica aitcriiati%a al capitalismo y al socia- dada. Cl APRA lograba of recer al conjunto de
lismo. La influencia decisiva del pensamien- for macjones tadicales s progresistas latinoa-
to dcl APItA —que no obstante sus ambiciones mericanas una ideologia que, a Ia vez que rei-
de expansion continental sOlo en el PerO logro vindicuba Ia autonornia integral dcl subeon-
constituirse coma un partido politco de pro- tinente y de sus naciones, asignaha a las capas
[undas rakes iiacionales— sobre ci pensa- medias un papel excepcionaimente dinámico,
miento politico y social v sobre las organiza- v por tanto. una funciOn de Iiderazgo en ci blo-
ciones de las clases medias Iatinoamericana.s que de fuer,.as populares quc propugnaha
se debe al hecho de que ofrecia un camino construir. La alianza intercla.sista asi Iogra•
prupia al dilema que Ia crisis económica v da tendria Ia virtud de sustituir ci papel de
moral dcl capitalismo, y las condiciones esas dos clases sociales fundamentales cuva
cxccpcionales en que sc desarroliaba In expe- fuerza propia fundaba en Europa in posihili-
riencia del octubre ruso. planteaba al mun- dad de Ia alternativa capitalista o socrilista.
do laccrado de In primera pasguerra. Eludien- La debilidad estructural dci proletariada lati-
do los costos econOmicos, sociales y politicos noamericanO, que convert ía en una utopia
comprometidos por ambas opciones. ci inOtil y peligrosa a las tentativas comunistas
APRA intentaba mostrar en que condiciones de formar partidos de "clase", era suplida por
era posible instalar en America Latina una In conformaciOn de un nuevo sujeto revolu-
democracia social avanzada, en una perspec- cionurio capaz de arrastrar tras de si a todas
(ira de transformaciones socialistas fuuras. las clr'ses populares en Ia lucha contra ci capi-
El pensamiento dcl ApRA, quc pretendia fun- tal extranjero s por Ia nacionalizaciOn de Ia
dar su propia ratOn de ser en el reconocimien- tierra y de Ia gran industriu. A su vLz, solo
to de Latinoamérica coma Un "espacio- una fuerza de tai magnitud podria estar en
tiempo" diferenciado con sus propias lcyes condiciones de alcanzar esa unidad polItica
generales de transformaciOn — y que par lo y social del continente. convertida por el APRA
mismo se cJificaba a si mismo conic "indoa- en el supuesto inderogable de una efectiva
mericano" para mar car su distanciamicnto liberaciOn nacional de cada una de las repü-
del paradigma 'eurocéntrico"—. destacaba Ia blicas americanas.
singularidad de America Latina v de su desa-
rrollo histórico propio, de ningun. manera ii ORIGESESDELAPRA A diferencia de otras For-
aproximable al de los paises europeos. Dc tal macjones pollticas carcteristicas del radica-
modo, a Ia rez que mostraba In impsibilidad lismo latinoaniericano. ci APRA tiene como
de alcanzar un desarrollo independi.nte de origen puntual ci movimiento de Ia reform-
las economias latinoamericanas a travCs de univer-itarl-. (V.) que sacudiO al continente
Ia profundizaciOn de las formas capitalistas dcsdc 1918 hasta mediadris las anos veinte
tipicas. rechazaba In alternativa propuesta cuando lo que comenzó sicndo una transfor -
par ci marxismo "europeizante" de los par- maciOn educativa se postulO como una nue-
tidos comunistas de Ia regiOn çr su congé- va agregaciOn politica con prayectos de trans-
nita incapacidad de admitir formas diversas formaciones politicas y sociales. Cuando en
de Ia evoiución de las sociedades quc no I uc- 919 los estudiantes peruanos iniciaron en
ran las esquematicamente establecidas por In Lirna un movimiento con exigencias simila-
Comintern para otras realidades. Sin embar - res a las de Ia Universidad de COrdoba encon-
APRISMO 79

traron en el obierno de Augusto Leguia un ca. Aun aplastada. La iornada del 23 de mayo
ceo favorable. LLegado al poder en 1919 a tra- revelO, como afirma Mariátegui, "ci aicance
vs de unas clecciones aseguradas pr el ejcr- social e ideokico dcl acereamiento de Ia van-
cilo contra el irente conservador reagrupa- guardia estudiantil a las clases trabajadoras.
do en tomb al Partido Civilista, Legula favo- En esa fecha tuvo su bautizo histOrico Ia nue-
redO ci movimicnto estudiantil con ci propo- s'a generaciófl".
sito de apoyarse en éi para destruir el poder Expulsadu del PerO, Haya de In Torre via-
de un mundo académicu favorable at Parti- ja a Mexico invitado ofieialmente pun ci
do Civilista. La Federación de Estudiantes del gobierno de ese pals N. el 7 de mayo de 1924
Peru, de Ia que Haya de Ia Torre se habia con- funda aIli Ia Alianza Popular Rcvolucionaria
vertido en su dirigente maximo, obtuvo con Americana (o Aplu), como una organizaciOn
ci apoyo de Laguia In modifkaciOn de los esta- de extension continental que se proponla reu-
tutos de las instituciones de cnseñanza v Ia fir en un Onico bioque ci conjunto de fuer-
consagraCK)n de las dos exigencias fundamen- zas que, desde 1918 en adelante. hablan lucha-
tales de Ia Relornia Universitaria: La docen- do por La reforma urtiversitaria v por In exten-
cia libre v Ia participaciOn de los estudiantes siOn de sus pustulados a los demás sectores
en In gestiUn de In universidad. En 1920, v populares. La plataforma pulitica del APRA
corny prolongaciOn hacia Ia sociedad del estaba inspirada en un ideal "americanista"
movimiento reformista, se forma en Lima In bastante genérico que Haya sintetizó en cm-
Universidad Popular Gonzalez Prada con Ia Co puntos para una acción comün en ci nivel
finalidad dc impartir cultura general y espe- continental: 11 acciOn contra ci imperialismo
cialización a Ia ciase obrera. Siguiendo ci yanqui; 21 por In unidad politica de In AmCt i-
ejemplo de institudiones similares surgidas ca Latina; 31 por In nacionalizaciOn de tierras
de Ia inicialiva de los socialistas en Argenti- e industrias; 41 por Ia internacionalizaciOn del
na. In urcación de Ia Liniversidad Popular en Canal de Panama; 51 por Ia solidaridad eon
Liwa, v de una instituciOn semejante en La tudos Los pueblos v clases oprimidas dcl mun-
Habana, most raba In tendencia dcl movimien- do. Para lievar a cabo esta piataforma era
to estudiantil a buscar el encuentro con el necesario constituir Un amplio movimiento
mundo de las clases subalternas movilizadas —y no un part ido— de caráeter antimperia-
por las secuelas econOmicas derivadas de In lista, un verdadero "frente ünico internacio-
guerru. El despiazamiento de Leguia hacia nal de trabajadores manuales e inteiectuales,
una alianza cada sez más estrecha con los con un programa de acción politica". La fasc
estratos conservadores de Ia sociedad perua- inicial dcl APSA coincidia con ci momento de
na y con el imperialismo norteamericano y el expansion del movi miento revolucionario chi-
abandono de las formas liberales por un auto- no y con In estrategia más flexible inaugura-
ritarismo represivo conduju a una ruptura da por ci V Congreso de Ia Internacional
con ese bloque de fuerzas çpu!ares que hege- Comunista con resJcto a In burju ia naclo-
monizado por ci movimiento estudiantil esta- nal (t'.), lo cual conducia directamente a esti-
ba en proceso de gestación. En 1923, Ia dcci- mulara los movirnientos politicos interclasis-
slot'. dcl presidente Leguia de consagrar ci tas. Si en China In Internacional favorecia Ia
pals aI "Sagrado CurazOn de Jesus" motiva alianza de los comunistas con ci Kuomintang.
un fuerte pronuncianhientO estudiantil que Un movimiento que se proponia repetir In mis-
con el apoyo de buena parte de los trabaja- ma experiencia del Kuomintang en America
dores urbanos realiza ci 23 de mayo de 1923 Latina debia ser considerado con simpatia. Es
una manifestacion callejera duramente aplas- pur eso pot lo que en un comienzo los comu-
tada pur ci gobierno. Todo terminó con In nistas se aproximaron a Haya de Ia Torrc
muerte de dos manifestantes. muhos heridos atraidos por el hecho de que, desde el punto
gran cantidad de detenidos. Hava de ia de vista ideolOgico. el %j'RA se presentaba
Torre fue expulsado dcl pals, iniciando asi un como Ia "interpretacion marxista de Amen-
periplo latinoamericano v eurupeu que lo pan- ca Latina". s ademOs porque desde el punto
dna en contactu con Ia revolución mexicana. de vista estratCgicO y politico aparecia como
los paises capitalistas europeos y Ia experien- una proyecciOn exacla de In orientaciOn dada
cia del laborismo ingks, v Ia Union Sos téti- par In Internacional a los partidos comunis.
NO APRISMO

tas de los paises dependientes v coloniales. lograda tan rOpidamente entre las capas
Sin embargo. el acuerdo del APRA con los medias, ci a. se lanzará a Ia conquista del
comunistas ya en 1927 habia practicamcnte movimiento obrero, del que acabara final-
desaparecido. Después de una visita a Ia mente pur desalo jar a los cumunistas ya en
Union Soviética en 1925. Haya de Ia Torre se los primeros años de Ia década de los treinta.
trasladO a Europa. En 1927 participO en elI
Congreso Antimperialista de Bruselas donde M. LA DO(TRIWA APRISTA. Es por esos años cuan-
se produjo ci primer enfrentamiento, y lue- do Hava de Ia Turre completa Ia formulaciOn
go Ia ruptura, entre apristas v comunistas. En de su duct rina concebida por su fundador
1928, regresado a Mexico, decidiO fundar ci como una adaptación de las enseñanzas de
Partido Nacionalista Libertador como secciOn arx a las condiciones particulares de AmC-
peruana del APRA. Esta decisiOn unilateral de rica Latina y del PerO. En 1936 publica su
Haya de Ia Torre, que en el fondo violaba los obra fundamental, El antimperialisma - el
principios frentistas" sobre los que sc basO APRA, elaborada desde aflos antes al ealor de
su proyecto inicial, determinO Ia agudizaciOn su disputa con los comunistas. A partir de Ia
de los conflictos que oponian a comunistas aceptación del esquema tan caro al marxis-
y apristas, y a los distintos grupos naciona- mode Ia II y Ill Internacional de Ia imposibi-
les de estos ültimos entre si. Mariategui, que lidad de saltus y reordenamientos en las eta-
hasta ese momento v a diferencia de los comu- pas histOricas, Haya dc Ia Torre trata de ima-
nistas latinuamericanos habia colaborado con ginar en qué condiciones diferenciadas de
el APRA compartiendo gran parte de sus obje- Europa puede darse en ci Peru ese desarrollo
tivos, rechazO Ia transformación del movi- y agotamiento del eapitalismo sin ci cual no
miento en partido v apresuró el reagrupa- podria nunca alcanzarse una restructuraciOn
miento de los socialistas en un partido poli- socialista de Ia sociedad. Lu imposihilidad de
tico propio fundado ese mismo año en Limu repetir ci camino europea derivaba del hecho
con ci nombre de Partido Socialista del Peru. de que si bien para aquClla el imperiulismo
Desde 1928 hasta 1931, y babel liderazgo era su etapa final de desarrollo, para America
de Mariátegui, se asiste a una reorganizaciOn Latina, en cambio. el capitalismo sOlo podia
del movimiento politico y sindical con el naci- ser un producto de Ia expansiOn imperialista.
miento de Ia ConfederaciOn General de Tra- El imperialismo tenia asf Ia particularidad
hajadores, que desplaza Ia influencia anarco- especifica de iniciar a nuestros pueblos en Ia
sindicalista hasta ese momento predominante era capitalista, y par io tanto, no podia ser
en el interior del movimiento obrero, y luego considerado como un fenOmeno meramente
de Ia muerte de Mariátegui —acaecida el 16 negativo. Es verdad que provocaba Ia depen-
de abril de 1930— Ia transformacion no dencia nacional y Ia subordinaciOn a los cen-
deseada por éste del partido socialista en tros internacionales, peru en Ia medida que
comunista. Al mismo tiempo, los partidarios aportaba los capitales y una tecnologia mrjder-
de Haa se reagrupaban, y cuando en 1930 un na podia ser utilizado en funciOn de un pro-
goipe de estado depone al dictador Leguia v vecto de transformaciOn modelado en térmi-
ubre un curto periodo de libertades politicas, nos de un capitalismo de estado. En Ia medida
forman en ci PerO el Partido Aprista Perua- que ci imperialismo oprimia a un con junto de
no (PAP), que extiende rpidamente su clases de las quc las clases medias eran las
influencia entre los sectores juveniles de las más perjudicadas, estu opresiOn de carácter
capas medias protagonistas del movimiento nacional permitia Ia formaciOn de un bloque
de Ia Reforma. sólido de poder capaz de oturgar a un estadu
Tanto par su programa como por su orga- antimjriaiista Ia suficiente fuerza coma para
nización, Ia extensiOn molecular a toda Ia obligar al capital extranjero a someterse aI
sociedad civil de sus instituciones, Ia discipli- control ectatal. Peru en las condiciones de
na interna, ci nOmero de sus militantes, sus fragmentacion econOmica, social v palitica
simbolos partidarios, ci PAP habrá de 5cr por de IndoamCrica —segun ci calificativo privi-
mucho tiempo el Onico partido de masa en ci legiado par Hava—, un estado antimperialista
Peru, capaz de actuar en niveles naciunales, sOlo podria sostenerse v avanzar si lagraha
locales y de barrio. A partir de Ia he:crnunia concitar el apovo cconOmico v politico de los
APRISMO 81

pueblos latinoameiicanos. Para esto era preci- ducciOn y de Ia distribuc iOn de Ia riqueza por
sa una acción ci .ntinental que no solo derrota- parte del estado antimperialista. Ia naciona-
ra al imperialisrro sino también a sus bases lizaciOn progresiva de los sectores econOmi-
de sustentaciól en las sociedades nacioniles cos fundamentales y ci condicionamiento a
constituidas por las economias feudales a se- las necesidades del desarroilo nacionul de las
mifeudales. Tat como afirmaban los comunis- inversiones extranjeras. Preocupado por
tas, en las condiciones particulares de America encontrar un fundamento filosOfico general
Latina el imperialismo solo podria ser derro- para estas propuestas estratégicas. Haya creO
tado a traves de Ia Iormación de un frente una teoria propia, a Ia que llamO del "espacio-
unico de trabajadores manuales e intelectua- tiempo histOrico", en Ia que intentO trasladar
les que representaban a las ciases oprimidas al piano de Ia sociedad los principios de Ia
de Ia poblacion: pequeños comerciantes e in- relatividad establecidos por Einstein. SegOn
dustriales, profesionales e intelectuales, pro- esta teoria, el espacio histórico es Ia escena
letariado urbano y rural y campesinado. Has- sobre Ia cual se dcsenvuelve Ia vida de los pue-
ta aqul, Haya de Ia Torre se sigue moviendo blos, mientra.s que el tiempo histOrico repre-
en el interior de las claboraciunes estrttCgicas senta el estadio de desarrollo econOmico, poli-
de Ia Comintern. Lo que lv diferencia y lo tico y cultural como resulta determinado por
aparta violentamente es su negativa a conce- las formas de produccion y par ci desarrollo
der al proletariado una funciOn de dirección social. El capitalismo puede asi asumir una
en este proceso. Ni par su antigucdad ni por funciOn diferente .segün sea ci espacio histó-
su experiencia ni par su densidad y extension rico en el que esté involucrado; Ia historia se
numérica ni par su situaciOn objetiva el prole- evidencia no coma un proceso Onico, sino
tariudo latinoamericano está en condiciones, como una diversidad de procesos, aunque en
segün Haya de Ia Torre, de alcanzar esa clara OItima instancia con una direccional Onica.
conciencia de cluse requerida par las objeti- Con lo cual Haya de Ia Torre conclula par rea-
vos dc transformación. En cuanto al campesi- firmar ese mismo paradigma eurocCntrico de
nado, no tiene en modo alguno Ia preparación Ia ortodoxia marxista cuyo aparente recha-
suticiente para gobernar. SOlo una alianza de zo rnutivO Ia bOsqueda de una formulacion
estos sectores con las capas medias, que son doctrinaria autOnoma. Su doctrina quedaba
las más profundamente antimperialistas. en reducida, asi, a Ia explicitaciOn de las pro-
Ia medida en que el imperialismo las coloca puestas diferenciadas que en las condiciones
ante Ia disyuntiva de ser aplastadas, sienten particulares del PerO y de toda America Lati-
plenamente Ia opresiOn nacional, son más nu- na permitia a esa direcciOn Onica imporierse
merosas que ci proictariudo y no eran igno- en definitiva.
rantes comae1 campesinado, podia asegurar
las condiciones necesarias para ci triunfo del IV EL PKOGRA%IA PoLrrIco DEL APPIsMO. Mantenien-
nuevo bloque de poder y Ia instauración dcl do los cinco puntos de su propuesta inicial,
estado antimperialistu. En ültima instancia, y el PAP fijó en 1931 un programa minimo con
sin plena conciencia de ello, Haya de Ia Torre vistas a las clecciones presidenciales de ese
venla a reflotar esa idea tan cara a los movi- mismo año. En dicho programa se planteaba
mientos dcmocráticus y radicales de un proce- un conjunto de reformas estructurales y poll-
so de transformacion cuya gulu corresponde ticas que, aunque avanzadas, significaban de
indiscutibiemente a Ia clase de los cultos. hecho un Paso atrOs respecto de las anterio-
El lc.gro de Ia independencia econOmica era, res posiciones ideolOgicas, en particular
par tunto, para Haya de Ia Torre, Ia primera sobre el tema del antimperialismo. Las espe-
y fundamental etapa a recorrer par los pue- ranzas todavia mantenidas en 1929 de una
blos indoamericanos. Pero este objetivo no extensiOn continental del movimiento cedian
requeria, como pi-egonaban los comunistas. su lugar a una perspectiva más naciorial basa-
de Ia aboliciOn del sistema capitalista, par da ya no en Ia destrucciOn del imperialismo,
cuanto Cste coma tat no existia todavia entre sino en su control y contenciOn, yen Ia moder-
nosotros, sino con Ia creaciOn en ci propio nizaciOn del sistema económico y social.
intel ior dcl capitalismo d un capitalismo Las elecciones dieron Ia victoria al coman-
independiente basado en ci control de Ia pro- dante Sanchez Cerro, udversario de Haya y
APRISMO

candidato de una conjuncion de fuerzas de do por Ia Iraseologia revolucionaria del cr


corte nacionalista, peru el .%PPA desconoció reaccione en 1962 anulando las elecciones
los resultados electorates por considerarlos presidenciales que habian arrojado una dudo-
fraudulentos. Al resistir violentan,ente at nui- sa victoria de Haya de Ia Torre. Las nuevas
vu gobierno, ci APHA es colocada fuera de La ekcciones dieron ci triunfo al reformista
icy despue.a de una cruenta rebelión militar Belaünde, apoyado par Ia democracia cristia-
Desde 1932 y hasta 1945, excepto un breve na y los comunistas. La prolongada involu-
intervalo, os apristas encahezaron una seric cion dcl APRA. comenzada desde treinta anus
de frustrados levantamientos armados, a Ia antes, concluia con Ia atianza parlamentaria
vez que desplegaron una audaz e intermiten- con el mismo general Odria que en in década
te actividad ciandestina que les permitio del treinta se habia caracterizudo par Ia dure-
alcanzar una indiscutida hegemonia entre las za con Ia que Ia persiguió, con Ia finalidad de
capas medias y desplazar a Los comunistas de bloquear ci programa moderadamente refor-
las organizaciones obreras: en primer lugar, mista de Belaünde Terry. Es también par esos
de los sindicatos rurales del forte, que des- años cuando Ia izquierda juvenil abandonó ci
de 1931 hastael presenteconstituyen su bas- partido paz-a crear el APRA rebelde, luego
tión fundamental, y lueo de los sindicatos reconstituido como Movimiento de Izquierda
industriuks. Este priodo de afirmación del Revolucionaria que a mediados de los sesen-
APRA como una gran Iuerza politica de inasas ta protagoniza un intento frustrado de
coincide tumbién con Ia paulatina aproxima- implantación de una guerrilla. Maniatado por
cion de Haya a los Etados Unidos que cut- Ia oposición parlamentaria del APRA y de los
mina en los afios 1939-1940 con Ia reconcilia- grupos conservadores, BelaUnde Terry se ye
ción con Ia politica de 'buena vecindad" ins- impedido de Ilevar :idelante las reformas pro-
trumentada çr In administraciórz Roosevelt. met idas v en 1968 es desalu judo del poder por
En los años cuarenta C! APRA aparece for- un golpe militur progresista que, no obstan-
mando parte de una coalición de fuerzas te ser un irredu&-tible adversario del Ai'RA,
empenadas en lograr Ia instalación de un aplicará un prograrna de reformas en buena
gobierno constitucional que asegurara el parte scmej..tnte al que ésta habla planteado
orden politico y el desarrollo económico. En en 1931.
Las elecciones de 1945 se impone ci candida- La reimplantación de un gobierno consti-
to del frente, José Lui-, Bustamante y Rive- tucional con el triunfo en las elecciones pre-
ro, quien gobierna hasta 1948 con ci apoyo dcl sidenciales d 1980 de Belaünde Term ya
tz'z, aho en que e produce un golpe de esta- faliecido, el 3 de nosto de 1979. Haya de Ia
do que depone al presidente coristitucional. Torre, nzostró In presencia de un AP.A debi-
Se inicia asi Ia dictadura del general Odria Litado fucriemente por sus corrientes inter-
que ilegaliza y per'igue at AI'HA, obligando a nas. una de las cuales, encabezada por Arman-
Haya de Ia Torre a asilarse en Ia embajada do Villanueva, intenta recontituir al vie Jo
de Colombia, desde 1949 hasta 1954. p.rtico en torno a las propuetas de reformas
Durante los años de In 'uerra fria, y bajo r.dicales de inicio de los trcinta, abandonan-
condiciones internas de prolongada persecu- do el anticomunismo visceral de su lider
cióa. ci Az'RA atenüa cada vez más ci radica- maximo v renovando mdc'. Ins estructuras
limo de su programa a Ia vex que Haya se partidarias, con el propósito de recomponer
transform.i en un campeón dcl unticoznunis- un arco de alianzas con uni izquierda soda-
ma. El triunfo en 1956 de Ia candidatura dc lista quc, en ci Pcn dc lo , uhcnta, aparece
Manuel Prado devuelc al APRA su ietalidad coma una tendcnci:i politica relevante no obs-
yes a partir de ete momenta cuando su pro- tante Ia relativa hetcrcaeneidad de SUS
grama de acciôn vuelve a -er modificado con corrientes cc'ri'.tituventes.
Ia finalidad de atenuar aün má- su vocación
antimperialista, de acentuar ci unticomunis- HIHL1r2cuFIA: J. Basadre. Historic de Ia Repzfbli-
may de prescntare ante ci pai' cornj un par- cc del Pt'rzi, 1822-1923, Lima, Editoru Universi-
tido de reformas rrodcradas. Sin embargo, u tuna, 1968-1969; J. Cotler, Clases, estado v naciOn
ereciente moderatismo no cvita quc los rcce- cii ci Pcrti, Lim, lntituto de Estudio'. Pruanos,
los de un ej.rcito hi'toricamente sensibiliza- 1978; V.R. Hava de La Torre, El antimperialismo
ARISTGCRACIA-ASa\MBLEA 83

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Szoria dell'America Larina, a cargo de Marcello embargo, tanto parn PIatOn como para Aris-
Carmagnani, vol. vi de It mondo conrempora- tóteles, y es una constante de todo el pensa-
neo, Florencia, La Nuova ltaiia, 1979. miento politico griego, los dristoi, justamen-
te porque son moral e intelectualmente los
[cosirrE EDITORIAL] mejores, no pueden dejar de ser aquellos que
pertenecen a las clases más elevadas de Ia
sociedad en cuanto agathOi, de buena fami-
liii. nobles y, por educuciOn, propiamente los
arLtccracia
buenos contrapuestos a los kakOi, los mama-
cidos, los malvados. Ia plcbe. En definitiva,
Ariszokratia, literalmente "gobierno de los se puede ver, sobre todo en AristOteles. una
mejores", es una de las tres formas. clásicas contraposiciOn ntrt ricos y pobres: clas
de gobierno y precisamente aquClia en Ia cual aristocrática y clase popular. Asi ci valor
ci poder (kralos = dominio, mando) lo ejer- etico-pedagOgico se identifica con una preci-
cen los dristoi, los mejores, que no equivalen sa situación económico-sccial y de esto pode-
necesariamente a Ia casta de los nobles, si mos derivar ci otro 5i"nificado, hoy más
bien los -egundos nrmalmente se han iden- comOn, de a. entendido como grupo privile-
tificado con los primeros. giado par derecho de sangre (v. ncbh.).
Las de1inicione' más clásicas de a., enten-
dida como forma de gobierno. las encoutra- [o1Ar.''Aow ZUCCHHO]
mos en Plat6n y en Aristóteles, pero yzi en el
siglo v . c. es a Hercdoto que se rcmonta, en
el logos fripolitikOs. o lid de las politicas (Las
Historias, Ii. 80-83). Ia primera clasificación armamentos V. ESTRATEGIA Y AR.MAME'TOS
historicamente documentada de Ia teorfa de
Ia tripartición de las formas de gobierno (de
una, de pcos, de muchos) que tendrá tanta
asamblea
fortuna ri ci pcnsamkmto antittuo y no solo
en uquOl. Sin embargo, relevamos que junto
a Ia monarquia y a Ia democracia (pero Hero- El tCrmino a. se usa genéricamente pam mdi-
doto usa todavia ci término isonomla, igual- car cuulquier reuniOn de varias personas con
dad de tcdos los ciudidanos deLinte de Ia Icy) elfin d discutir v deliberar sobre cue'.tiones
en ci lOgos tripoli:ikOs mâs que ee a. se habla comune'..
de oiigarqufa. es decir de aquella forma de Mientra', que en el derecho privado indica
gobierno que ;ri-toteles coisidera como una Ia reuniOn de todas las per'.onas intcresada'
dc:,viaciOn de Ia V i.. çrquc en Ia oligarqula directasneiiteen Ia soluciOn de los problemas
los fos gobiernan en ci inheres de los ricos comunes (a. c': sccios. de accionistas, de con-
84 ASAMBLE

dóminos), en ci derecho püblico indica ci cuer- un acto que emana directamente del pueblo,
P0 representativo de todo ente colectivo. Por se somete a un referendum con ci objeto de
to tanto se usa este término para indicar el comprobar silo realizado por los constituyen-
cuerpo legislativo, los consejos comunales, tes corresponde a no al mandato recibido (v.
provinciales y regionales o, respecto del pasa- tambien asamblea constltuyente).
do, el arengo, el cvrnizio, el parlamento, Ia dic- Por regimen de a. se entiende un sistema
ta, aunque en todos los casos se trata de un politico en que todos los poderes están con-
uso traslaticio. Solo Francia usO varias veces centrados en una a., como expresiOn de Ia
este termino para indicar el órgano represen- voiuntad popular, con Ia impiicita exclusion
tativo de Ia naciOn (Asamblea Nacional, 1789; del principio de Ia separación de poderes. Dc
Asamblea Legislativa, 1791; Asamblea Nacio- hecho, mientras que ci regimen parlamenta-
nal, 1875, para indicar Ia reunion de las dos rio con su sistema de pesos y contrapesos Ic
camaras); tumbién en Ia historia colonial permite una relativa autonomia al poder eje-
inglesa se uso el término a. para indicar los cutivo, responsable si ante Ia a. pero dotado
Organos representativos de las colonias ame- de una unidad propia para expresar Ia orien-
ricanas. Encontramos nuevamente Ia expre- tación politica del gobierno, en el regimen de
siOn en ci derecho internacional para indicar a. ci momento ejecutivo se realiza a travCs de
ci Organo en que están representados los una pluralidad de comitCs instituidos por Ia
gobiernos de cusi todas las naciones (Ia Asam- a. y controlados directamente par ella. El pro-
blea General de las Naciones Unidas), yen el ceso Iegislatfvo está concentrado en Ia a., sin
derecho eclesiástico cuando, de acuerdo con iniciativa por parte dcl gobierno, Ia cual actOa
Ia nueva liturgia, se destaca el papel de los privilegiando ci criterio mayoritario a los
fieles, al lado del saterdotc, en Ia elaboraciOn limites impuestos par Ia constituciOn.
de Ia misa. Mientras tanto se tiende a limitar Ia auto-
En ci vocabulario politico ci término a. apa- nomia del poder judicial, en cuanto cuerpo
rece técnicamente con tres significados dis- separado que actOa en vista de intereses par-
tintos: a. ccinstituyente. para diferenciarla de ticularistas, para someterlo a un mayor con-
Ia a. legislativa o parlamento: regimen de a., trol democrático y popular. Tipoiogicamen.
para distinguirlo del regimen parlamentario te, esta forma de organización del poder es
en sentido estricto; Ia a. pra contraponerla Ia expresiOn dc una democracia populista.
a Ia rcpresentación. Mientras que los sostenedores del regimen de
La nociOn de a. constituyente surge a fines a. yen en CI Ia real izaciOn de una mayor demo-
del siglo xviii con Ia revolución norteameri- cracia, los adversarios señalan cómo condu-
cana y Ia francesa, aun cuando tiene antece- ce por un lado a Ia abolición de Ia distinciOn
dentes en los pariamentos-convencion de Ia entre una mayoria (que gobierna) y una mino-
historia inglesa. La a. constituvente es elegi- na (que controla) y al peligro de Ia instaura-
da para tareas precisas y limitadas en el tiem- ciOn de una tiranla de Ia mavoria, que no
po, está investida del mandato de redactar encuentra ningün limite ni freno para Ia
una constitución que contenga una serie de expresiOn de su voluntad y, por otro, a dcci-
normas juridicas ligadas orgánicamente entre siones apresuradas, contradictorias y confu-
Si para regular el funcionamiento de los prin- sas, que van acorn pañadas de Ia paralisis del
cipales Organos del estado v para consagrar momento ejecutivo.
los derechos de los ciudadanos. Por tanto, ci Finalmente, ci tCrmino a. sC usa para valo-
poder constituyente es Ufl podcr superior al rizar una instituciön basada en Ia democra-
poder legisiativo, siendo precisamente Ia cia directa (Ia a. de los obreros, de los estu-
constituciOn ci acto que, al instaurar ci diantes, etc.)como Ia Unica sede dci verdade-
gobierno, lo rige y lo limita. Pero es un poder ro poder de decision que se contrapone tan-
excepcional que se otorga sOlo en ci momen- to a las representaciones clegidas como a las
to de Ia fundación del estado, al que SC Ic han burocracias que administran las fucrzas
sustraldo todas las funciuneN esp%xificamerite sociales. La apciaciOn a Ia a.. par lo menos
politicas, como Ia zictividad lcislativa v ci como instancia de control obre ci proceso
control del ejecutivo. Muy a menudo, para decisional o como modo de realizar una
destacar precisamente quc Ia constituciOn es mayor participacion, sirve para impedir las
.'iSAMBLEA CONSTITUYE1TE 85

degeneraciones de tipo parlamentarista ode La a. constituyente es precisamente una de


tipo burocrático. y los procesos de tipo oil- las formas en que se manifiesta el poder cons-
gárquico, quc terminan por dcsconoccr o no tituyente. De Ia naturaleta de Ia función cons-
entender las necesidades reales de Ia base; tituyente, cuyo ejercicio representa Ia activi-
pero si se lieva a sus Oltimas consecuencias, dad especifica de Ia a., aunque no siempre Ia
con Ia negación de toda forma de organiza- ünica, se derivan sus dos caracteristicas:
dOn y de orientación politica, conduce a extraordinaria y temporal. La a. constituyente
vaciar ci movimiento y a condenarlo a Ia nuli- es en efecto un Organo extraordinario en
dad politica; de otro modo premia solo a las cuanto que ci ejercicio de Ia función consti-
minorias intensas y dinámicas, para obtener tuyente sOlo puede verificarse una sola vez en
ventaja ante Ia mayoria apática. Ia vida de un estado, ya que un nuevo ejerci-
do de Ia misma da origen a un nuevo orde-
(5 ItOI.A MATrEL (Ci] namiento. La a. constituyente es tamblén un
órgano temporal: está destinada a disolver-
se al entrar en vigor Ia nueva constituciOn,
quedando eventualmente con vida después de
asamblea constituyente cumplirse dicho evento Onicamente para
desarroilar tareas particulares necesarias
I. LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y EL PODER CONSTITLT. para Ia realización concreta del nuevo orde-
YENTE. Con Ia expresiOn a. constituyente se namiento.
designa un órgano colegial, representativo,
extraordinario y temporal, que está investi- ii. ORIGENES HISTORICOS. El supuesto ideologico
do de La tarea de elaborur Ia cunstituciOn del de Ia instituciOn estA contenido en Ia doctri-
estado, de establecer —en otras palabras- na del constltuclonaiismo (v.) y en especial en
las reglas fundamentales del ordenamiento los desarrollos de orientaciOn democrática
juridico estatal. que esta Otima ha dado a las teorIas iusnatu-
Se trata del poder constituyente, cuya exis- ralistas del siglo xviii Dicha doctrina, par-
tencia radica en una "voluntad primaria" en tiendo de Ia hipOtesis del origen contractua-
el sentido de que "solo de si misma y nunca lLsta del estado, vela en éste un orgunismo
de otra fuente deduce su limitacion y Ia nor- creado par ci consenso voluntario de los horn-
ma de su acción". Dicha voluntad, en cuanto bres libres e iguales por naturaleza. Identifi-
que es capaz de ordenar y reducir a Ia uni- cada Ia fuente de los poderes del estado en
dad toda Ia serie de relaciones sociales, da Ia voluntad de todos los componentes de Ia
vida a Ia organizaciOn juridica estatal en los comunidad, se deducian importantes conse-
casos de formaciOn originaria, cuando en un cuencias. El pueblo debia participar en Ia
determinado territorio se forma por prime- determinaciOn de las reglas fundamentales de
ra vez un estado y tambiôn cuando un orde- Ia organizaciOn estatal; luego dichas norma.s
namiento soberano sustituye a otro (Ilamada deblan fijarse en un documento que consti-
formaciOn derivuda). Se puede afirmar, pues, tuyera, par asi decirlo, Ia realizaciOn histOri-
que toda nueva formación estatal Ilega a Ia ca del mitico "contrato social". Sin embargo
existendia necesariamente a través del ejer- en los estados modernos Ia idea de la partici-
cicio de un poder constituvente. Dicho poder paciOn de todo ci pueblo en Ia elaboraciOn de
debe contarse entre las fuentes de producción dicho acto resultaba irrealizable en muchos
del derechu objetivo. Es fuente de producciOn aspectos. Dc esta imposibilidad objetiva se
de las normas constitucionales, en cuyo caso deducia —en ccte sentido se orienta ci pen-
estis ultimas cc crean a partir de "hechos nor- samiento de Sieyè. y de Rousseau— Ia nece-
-,

mativos", a sea de hechos que tienen en si sidad de investir con Ia funciOn constituycn
mismos Ia razOn de su propia validez ode su te un órgano representativo, cuya acciOn se
propia juridicidad, Va que no Ia derivan de habria podido someter al tamiz de una con-
otros ordenamientos. sulta popular posterior.
El poder constituvente es, además, absolu- Las primeras manifestaciones de Ia a. cons-
tamente libre en cuanto al fin y a las formas tituvente se encuentran en Ia historia de las
a truvés de las que se eerce. colonias inglesas de Norteamérica, durante
14" ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Ia época de su oposicion y de su separacion tos y partidos rusos, desde los liberales has-
delinitiva de Ia Gran Bretaña. Por meclio de ta Ia corriente bolchevique de Ia sociaidemo-
In rcsolución dcl 10 dc mayo dc 1776, que cracia. Lenin 1u un intransigente paitidario
antecede no solo cronoiOgica sino también de Ia convocatoria de Ia a., incluso en ci perio-
logicamente a In DLddraciOn de Independen- do entre febrero y octubre de 1917. Tanto que
cia, ci congreso invito a las coionias despro- los primeros decretos del poder bolchevique
vistas de gobiernos eficientes a darse a si mis- sobre Ia paz y sobre Ia tierra se emitieron a
mas en forma autOnoma una organización titulo provisional en espera de su ratific'ciOn
politica estabic. El documento no hablaba de por Ia a. constituyente. 8sta se reuniO ci 18
constiluciones escritas, pero se interpretO en de enero de 1918, después de unas elecciones
este sentido, y basándosc, pues, en él, los dis- que —desarroiladas sobre Ia base de listas
tintos estados establecieron para si mismos Formadas en ci periodo del gobierno Kerens-
cartas constitucionaies propiamente dichas. Li— dieron luz al surgimiento de los social-
Algunos de estos textus fueron elaborados por revolucionarios como primera fuerza poilti-
asambleas que cumplian también Ia funciOn ca del pals. Habiendo rechazado Ia a. Ia rati-
legislativa ordinaria. otros, en cambio, por ficación de los actos del poder boichevique,
asambleas elegidas expresamente con ci Oni- Lenin tomó Ia decisiOn de invalidar a Ia pro-
co objeto de ejercer Ia I unciOn constituyen- pia a., aduciendo que las listas electorales Va
te. En esta diferenciaciOn de órganos se pue- no refiejaban las relaciones de fuerza reates,
de ver confirmada poi primera vez, aunque y que, sobre todo, el proletariado industrial,
dc manera implicita, Ia distinciOn, enuncia- Ia ciase más progresista de Ia sociedad (cuyo
da más tarde por Sieyès, entre ci poder cons- voto se habia inclinado por mavorla hacia los
tituyente que crea Ia constituciOn y los pode- boicheviques), no podia someterse a Ia volun-
res constituidos que encuentran en ci prime- tad de ciases y grupas sociales rrenos progre-
ro su origen y que deben ejercerse respetan- sistas o di rectamente cant rarrevolucionarios.
do las reIas constitucionaks. En ese punto los hok'hcviques sostuvieron
Más adelante, In misma constitución fede- que eI poder revolucionario, pliesto a conso-
ral de los Estados Unidos de America fue obra Iidar un sistema de "democracia proietaria",
de una convención extraordinaria compues- no podia convivir con un sisterna demc':ráti-
ta por los representantes de los cstados de Ia co-pariamentario, del que Ia a, era una insti-
Confederución. tución tipica.
A Ia vueita de pcos afios LL experiencia nor-
teamericana tuvo sus scguidore también en W. TIPOLOGIA DE LA 1NSTITLCION. A pesar de ejer-
Europa. La prirnera a. constituvente de este cer Ia misma funciOn, las a. constituyentes
con tinente fue, en efecto, Ia Asamblea Nacio- pueden presentar una considerable diversi-
nal francesa de 1789. Han sido Iueo mus dad de caracteristica' especifica...
numerosas las constituyentes convocada La iniciativa que nrca Ia .pertura del pro-
to largo de los siglos xix y xx. En enerai be cedimiento constituyente siempre es en een-
puede decir que por medio de Ia instituciOn cia obra de los rupos politicos dominzintes
de Ia a. constituyente han liegado a Ia exis- en ese momento histórico particular. En cam-
tencia las cartas constitucionales de los bio, dcsde un punto de vista formal, Ia deci-
modernos estados democráticos. sión constituyente puede tomarla un Organo
Mención particular amerita, a este respec- del ordenamiento anterior (par ejemplo, In
to, el papel que en Ia historia rusa tuvo Ia convocatoria de Ia convenciOn par parte de
demanda de convocatorizi de un.t a. constitu- Ia AambIea lei'1ativa francesa en 1792,
yente par parte de las fuerzas antizaristas mientras quc Cs controvertida Ia valoraciOn
ante de octubre de 1917 v de ahi, en cI perk,- de Ia convenciOn de Filadeifia par parte del
do inmediatamente posterior. su convocato- conireso norteamericanu en 1787. acerca de
na y su resolución. Ia cual una duet rina autorizada sostiefle que
Li idt•a de que ci nacimiento de Ia demo- esa convenciOn fue ct,nvoeada solo para un
cracia en Rusia despue de Ia caida del zaris- revisiOn de Li cunstitución preexistente qut'
mo deberia haber pasado por Ia obra de una entunces se autoelevo a cunvención contitu-
a. constituyente era comOn a los movimien- vente) o hien un órgano rc'oIucionario quc.
ASAMBLE\ CONSTITLJYENTE 47

por to general, toma el nombre de "gobierno de las leyes de aprobación de los tratados
provisional" (ci gobierno provisional español internacionales, que deberian ser discutidas
de 1931, los gobiernos provisionales trance- por Ia asambica"). La funciOn ejecutiva, en
ses de 1848, 1870 y del periodo 1944-1945)0. cambio, siempre estuvo contiada a un órga-
finaimente, un sujeto ajeno al estado o un no más restringido, considerado ordinaria-
estado extranjero (Ia iniciativa del estado mentecomo "gobierno provisional', respon-
inglés para Ia convocaciOn de una Convención sable politicamente ante Ia a. a Ia que pudi,.
Nacional iriandesa en 1917). corresponderle también Ia tarea de eieir al
En Ia gran mayorla de los casos, Ia a. cons- presidente (por ejemplo, Ia a. constituyente
tituvente es un örgano elegido expresamen- irancesa de 1945 que estaba destinada a dc-
te para elaborar Ia nueva carla constitucio- gir ci presidente y a aprobar Ia composiciOn
nal (las asambleas nacionales francesas de y el programa del gobierno provisional).
1945 ',' de 1946. Ia constituyente italiana de Pasando al examen de Ia actividad retativa
1946), peru tanthién puede estar tormada por a Ia tormación de Ia nueva constitucion, Ia pri-
un órgano colegial ya existente. Puede suce- mera tarea de Ia a. consiste en Ilegar a Ia for-
der, precisamente, que el mismo organo de rnulaciOn de un provecto preliminar que cons-
Ia iniciativa sea ci que asuma Ia función cons- tituya Ia base sobre Ia que se deberá desarro-
tituvente. Los ejemplos nos los proporciona lIar Ia discusion. Dicha tarea puede cumplir-
Ia historia constitucional francesa: los esta- se con Ia simple adopción de un proyecto pre-
dos generates que se prodamaron en ,sam- parado de antemano por diversos sujetos que
blea Nacional ci 17 de junio de I789y ci sena- pueden actuar por iniciativa propia (el pro-
do conservador que a pesar de ser un órgano yecto presentado par los delegados de Virgi-
regido por Ia con stitución napoleonica dcl año nia en Ia Convencion de Filadelfia). 0 por
viii, preparO, en el mumento de Ia restaura- encargo (ci proyecto preparado por ci juris-
ción borhónica, Ia constitución del 6 de abril ta Preuss para Ia asamblea de Weimar por
de 1814 que, sin embargo, quedo sin efecto. encargo del gobiemo provisional. cI Consejo
En estos casos Ia a., a pesar de estar consti- de los Comisarios del Pueblo). Aunque con
tuida como Urgano "ordinario", previslo por mayor frecuencia ci proyecto es obra de orga-
ci ordenamiento anterior, conserva siempre nos internos de Ia misma constituyente (comi-
ci caráctcr de cxtraordinaria, deducléndolo tCs o comisiones) formados de manera que
directamente de Ia titularidad de Ia función ref lejen las orientaciones politicas de Ia a.
constituycntc. Este es ci sistema que siguió Ia a. constitu-
Respecto de Ia actividad de Ia a., aparte de yente italiana de 1946.
las actividades preliminares o de autorgani- Una vex discutida y aceptada por Ia a., Ia
zación (designacion del presidente, adopción nueva constituciOn puede entrar en vigor en
de un regiamento interno, decision sobre Ia virtud de Ia sola ddiberaciOn de aqulla odes-
publicidad que se dará a los trabajos), se pue- PUéS de una consulta popular subsecuente
de establecer una distinciOn ya sea que cum- (referendum o plebiscito). Por lo que respec-
pta Onicamente ci trabajo de Ia eiaboraciOn ta a estos dos distintos sistemas, cube seña-
de Ia nueva constituciOn ya sea quc ejerza lar que por el principio de Ia soberania popu-
también otras funciones. La a. constituyen. lar, con base en ci cual todos los ciudadanos
te. dentro del ordenamiento provisional del son titulares del poder soberuno y tienen ci
estado, puede ser titular de Ia función legis- derecho de participar en su ejercicio, parece
lativa ordinaria y de Ia funciOn de dirccciOn consecuencia lOgica considerar necesaria Ia
politica. El ejcrcicio de Ia actividad legislati. intervenciOn del pueblo. En estos términos sc
va se conE ía unas veces de manera total a Ia expresa Rousseau. Por el contrario, bastaria
a. (por ejcmplo, Ia Asamblea Nacional Iran- solamente Ia dcliberaciOn del Organo repre-
cesa de 1789). otras veces Sc circunscribe a sentativo para abarcar todo el camp de Ia
algunos temas en particular (cease en Itulia actividad constituyente, iempre que parta
ci D. L. Lt. del 16 de marzo de 1946. n. 98, dcl principio de Ia soberanla nacional, con
en base at cual "se delegaba ci poder legisia- base en Ia cual el poder reside completamen.
tivo, salvo Ia materia constitucional, at gobki - te en un cntc impersonal que trasciende a los
no, con excepciôn de las leyes electorales v ciudadanos. Sieyes, at referirse a Ia funciOn
88 'iSILO, DERECHO DE

constituyente, afirma que los representantes los que han creado Ia constituciOn, dichos
actüan en lugar de Ia nación y que su volun- actos no pueden instaurar un nuevo ordena-
tad comün es Ia de Ia nación misma. Sin miento. Deben limitarse a modificar los deta-
embargo. Ia experiencia histórica se inspira, lies y a hacer anadiduras al texto constitucio-
segün parece, en motivos de oportunidad poll- nal vigente para adaptarlo a las exigencias
tica mãs que en ci desarrollo riguroso de los que Se han presentado histOricamente. Pare-
principios doctrinales. cc exadto, pues, definir ci poder de revision
En los casos de Ia formacion de un estado como un poder constitucional en sentido
federal por Ia union de varios estados sobe- impropio, ya que debe ejercerse en un ámbi-
ranos, surge el problema de si es necesaria to circunscrito.
una manifcstación de Ia voluntad de estos Sin embargo, Ia actividad de revisiOn pue-
ültimos destinada a aceptar Ia nueva consti- de rebasar los limites explicitos e implicitos
tución. La praxis a este respecto no es unifor- que se Ic han impuesto, modificando los prin-
me. Unas veces se ha contado con Ia acepta- cipios fundamentales que sirven de base al
don previa —corno en el caso del acuerdo ordenamiento y que Ia caracterizan. En ese
entre Rusia, Ucrania, Rusia Blanca y Trans- caso, se tiene un ejercicio propiamente dicho
caucasia, en 1922—, otras veces, con una rail- del poder constituyente y las a. de revisión
ficación subsecuente. En esta segunda hipó- se deben considerar como 'órganos constitu-
tesis se puede incluir Ia ratificacion de Ia yentes".
constituciOn federal norteamericana por par-
te de las convenciones elegidas expresamen- BIBLIOGRAFIA; P. Barile, Potere costituente, en
te en cada uno de los estados de Ia Confede- Novissirno digesro, xiii. Turin. UTET, 1966; J.A.
ración, a pesar de que la naturaleza de dicho Jumeson, Constitutional conventions, Chicago,
acto sea discutible desde el punto de vista Callaghan, 1887; C. Mortati, La ('ostituenie,
doctrinal. Roma, Darsena, 1945, y en Raccolta di scritti,
Finaimente, por lo que respecta al poder de Milan, Giuffre, 1972; F. Pierandrei. ('ostituente
revision, cabe senalar que por lo general lo (assemblea), en Novissimo digesto, iv, Turin,
ejercen Organos de legisiacion ordinaria tan- UTET, 1959.
to en un regimen de constitUciOn flexible, en
que se sigue ci normal procedimiento legis- [vINcEwzo LIPI'OiiS]
lativo, como en un regimen de constitución
rlgida que se caracteriza por Ia previsiOn de
un procedimiento particular. Sin embargo, ci
ejercicio del poder de revisiOn puede formar asilo, derecho de
parte también de la competencia de a. espe-
ciales. Asi, el articulo v de Ia ConstituciOn L OKI(.ENES V EVOLUCION DEL DERECHO DE ASILO. La
norteamericana prevé que las enmiendas al instituciOn dcl asilo tiene orirenes muv remo-
texto constitucional pueden 5cr propuestas no tos, encontrándose rastros de ella en las civi-
sOlo por las dos cámaras con una mayoria de lizuciones más antiguas: en su origen y hasta
dos tercios 5mb tambiCn por una convenciOn ci siglo xviii encontro una aplicacion casi
convocada a solicitud de las dos terceras coristante como institución fundamentalmen-
partes de las legislaturas de los estados te religiosa ligada al principio de Ia inviola.
miembros. bilidad de los lugares sagrados. Durante el
Las a. de revisiOn, ya sean Cstas los Orga- siglo pasado ci a. se laicith para convertirse
nos de legislacion ordinuria o bien Organos más claramente en objeto de normas juridi-
especiale, no pueden incluirse en el concep- cas con una funciOn precisa de protecciOn de
to de a. constituyente por ci carácter mismo los perseguidos politicos, y sobre todo en
de Ia actividad que dcsempenan. En realidad, conexión con ci proceso mencionudo es que
ci poder de revisiOn es, en todo caso, un poder se puede habiar de un derecho de a. El a. se
constituido, es decir previsto y regido por Ia divide en "territorial" v "extraterritorial",
constitudiOn. Aun cuando a travs de su ejer- segOn quc ea concebido par un estado en su
cicio se lievan a cabo actos de carácter cons- propio territurio o bien en Ia sede de una lega-
titucional. que tienen Ia misma eficacia que don o en un barco detenido en las costas (en
ASILO. DERECHO DE 89

este caso el a. está garantizado en ci propio cho a buscar asilo, y a disfrutar de ci, en cual-
territorio del estado a cuya jurisdicciOn inten- quier pals". A esta afirmaciOn se remite Ia
ta sustracrse ci individuo). Se hahla además Deciaración '.obre ci asilo territorial adopta-
de a. "neutral" cuando éste, en tiempo de gue- da por Ia misma asamblea general ci 16 de
rra, se concede a tropas o naves de estados diciembre de 1967, Ia cual, entre otras cosas,
beligerantes, mediante ci respeto de determi- afirma (art. I) que las personas que tengan
nadas condiciones, en ci territorio de un esta. derecho a asilo no podrán ser rechazadas ni.
do neutral. El a. extraterritorial, o "diploma- una vez ingresadas, podrán ser expuisadac a
tico", tiene un ampilo uso en los paises de otro estado donde se les pueda hacer victimas
America Latina, donde se ha vuelto objeto de de persecuciones poilticas; Ia deciaración con-
costumbres precisas. tiene además (art. 2) Ia recomendación a todos
Asi, pues, ci término a. indica Ia protección los estados miembros de prestar asistencia,
que un estado acuerda t un individuo que dit-ectamente o por medio de Ia acciOn de las
busca refugio en su territorio o en un lugar Naciones Unidas, a aquel estado que se
fuera de su territorio. El derecho de a., en con- encuentre en dificultades por ci hecho de
secuencia, se entiende como ci derecho de un haber concedido a. politico. Estas deciaracio-
estado de acordar tai protección: derecho, por nes tienen un valor programático (de modo
lo tanto, que se dirige al estado y no al mdi- especial, en ci piano de Ia codificación. por
viduo, en virtud del ejercicio de Ia propia Ia Comisión de derecho internacionai, quc tie-
soberanla y con Ia ünica reserva de limites ne ci deber de estudiar una convención uni-
eventuaies que derivan de convenciones de las versal sabre ci a. territorial): no obligan, por
que forma parte. Esto no quita que en algu. si mismas, directamente a los estados miem-
nas constituciones recientes de Ia primera y bras de las Naciones Unidas; sin embargo, tie-
de Ia segunda posguerra (por ejemplo. Cons- nen una notable iniiuencia, aunque sea dL
titucion mexicana de 1917. art. 15; Constitu- orden psicologico, sabre ci comportamiento
don cubana de 1940. art. 31; Constitución bra- de su órganos de gobierno y de sus jueces.
siiena de 1946. art. 141; Constitución italia.
na de 1947. art. 10; Constitución de Ia Repü. II. LIMITACIONES DEL DERECII) DC ASILO, EXTRADICION.
blica Federal Alemana de 1949. art. 16, etc.) TERRORISMO. El derecho de a., como se ha
haya sido sancionado expresamente un dere- dicho, puede verse limitado, en ci piano con-
cho constitucionai de a. politico. vencional, por tratados en materia de extra-
DespuCs de Ia segunda guerra mundial se dición. Se trata de acuerdos internacionaics,
desarroiió una acción con miras a Ia afirma- por Ia general bilateraies y aigunas veces mui-
don del derecho de a. como derecho funda- tilaterales (por ejemplo Ia Convención euro-
mental de Ia persona humana. Dicho movi- pea de extradiciOn del 13 de diciembre de
miento ha dado lugar tanto a Ia firma de con- 1957, estipulada pant los estados miembros
venciones como a Ia adopción de otros actus del Consejo de Europa), con los cuales los
no directamente obiiimtorios. estados se comprometen reciprocamente a
En ci piano de los pactos han sido adopta- entregarse uno a otro individuos perseguidos
dos: Ia Convención de Ginebra del 28 de julio en ci otro estado por delitos contempktdos en
de 1951, ci estatuto de Ia cisi (Organizacion los propios acuerdos.
Internacionai de Refugiados), otros actos Es caracteristica de estos tratados Ia ten-
internacionales relacionados con ci Alto dencia, en ccrisideración propia de Ia institu-
Comisionado de la', N.iciones Unidas para los ciOn del a. —y asimismo de acuerdu con los
Refutiados v las dos convenciofle'. de Cara- principios expresados en los ordenamientos
cas entre estado americanos del 28 dc mar- internas. aun en ci piano constitucionai—, a
zo de 1954. exeluir los delitos politicos en general del
En ci piano no convencionai, Ia Asamblea nOmero de los delitos por los que se prevé Ia
General de Ia OrganizaciOn de las Naciones extradiciOn. Sc trata de una tendencia, no de
Unidas, ad adoptar ci 10 de diciembre de 1948 una regla constante v rigidamente aplicada.
Ia Declaración universal de los derechos del Antes bien ha sufridu un progresivo debilita-
hombre. aiirmó en ci art. 14, par. 1. que "en miento muv dii undido par efccto dci funcio-
caso de persecucion. toda persona tienc dcre- namiento de un mecanismo de autodefensa
A.SILO. DERICHO DE

de In sociedad at enfrentarse at fcnomeno dcl neo. Ejemplos del primer tipo de enfoque son
terrorismo, que ha producido sus efectos de las numerosas iniciatisas tendientes a Ia
inmediato en ci piano interno yen seguida en represión de Ia pirateria aérea (consenciones
ci internacional. de Tokio de 1963. de La Haya de 1970 y de
La primera excepción a La no extradibilidad Montreal de 1971) y a In protecc iOn de los
del responsable de un delito politico, en ci pia- agentes diplomáticos y consulares (conven-
no de los ordenamientos internos, fue contem- cion de his Naciones Unidas de 1973 sobre Ia
plada en In ley belga del 22 de marzo de 1856. prevenciOn s' Ia represión de delitos contra
que "despoiitizó" a los asesinos v a los aten- personas internacionalmente protegidas). En
tados contra los jefes de estado extranjeros. ci piano regional, en cuyo nivel se acuerda In
La excepcion fuc bien pronto rccogida In ConvcnciOn de Washington, adoptada en 1971
numerosos tratados de extradición (entre en ci ámbito de Ia Organización de Estados
otros, aquellos que Estados Unidos concluyó Americanos (y que todavia no entra en vigor),
en 1888 con Bélgica, en 1895 con Rusia, en merece una atencion particular La Convención
1898 con Brasil yen 1901 con Dinamarca) has- europea para Ia represiOn del terrorismo, cIa-
t' volverse casi de general apiicación, preci- borada y adoptaua ci 27 de enero de 1977 en
samente con Ia denominación de "cláusula ci ámbito del Conseo de Europa. Esta con-
beka". Una influencia análuga alcanzó más vención prescribe que, para fines de extradi-
tarde In revisiOn ccntenida en ci cOdigo ruma- dOn, no pucdcn considerarse como delitos
no de 1927. segiTh Ia cual los actos de terro- politicos, además de los delitos de piraterla
rismo no son par to comün considerados deli- aérea We los que se hace relerencia explicita
tos politicos; también ésta ha sido recogida en las convenciones de La Haya y de Mon-
por no pocos tratados de extradición (por treal), los cometidos contra personas interna-
ejemplo, los acuerdos concluidos por Ruma- cionaimente protegidas, ci rapto, ci secues-
nia con Portugal y Espaii). tro de personas, Ia toma de rehenes, los deli-
Junto a estas evoluciones determinadas en tos que implican Ia utilizaciOn de bombas,
ci ambito estatal y en ci ámbito de las rela- granadas, armas de I uego automáticas, etc..
ciones bilaterales, deben rc'istrarse, desde ci ci intento de cometer los antedichos delitos
siglo pasado, iniciativas de organizaciones o Ia complicidad con ellos (art. I); por to
internacionales, gubernativas o no, que bus- demac, se deja en libertad a ios estados miem-
can impedir Ia impunidad del terrorista expa- bros de aplicar ci mismo regimen a una seric
triado. Ash. ci Instituto de Derecho Interna- más amplia de otros delitos anâlogos (art. 2).
cional, en su sesiOn de Ginebra c!e 1892, cxciu- La ConvenciOn europea, como lan, demás
so que pudieran 5cr considerados como poll- convenciones en materia de terrorismo, en
tico' "los delitos clirigidos it minar las bases sustancia es un tratado de ext radiciOn. aun
de cuaiquier organizaciOn social. y Ia Conk- cuando su aplicaciOn queda subordinada a las
rcnci intern.,cional para Ia unificación di diposiciones tCcnicas vigentes en Ia materL.
derechu penal, celebrada en Varsovia en 1935, El fundamento juridico de Ia cxtradiciOn seth
afirmO en una resoiución que los actoc terro- entonce', un tratado de extradiciOn o cual-
ristas no deben 5cr considerudos dcl itos poli- quier otro instrumento juridico idOneo para
ticos. Se lievaron a cabo diversos intento, realamentar Ia matcriz; Ia Consención euro-
desde L. épcca de Ia Sociedad de Naciones, pea no hace mts que ampliar el campo de los
por traducir estos intentos en normas vincu- delitos por Los cuales se prevC Ia extradiciOn.
lames. Lo primeros éxitOs en este sentido se Todos los instrumntoscitados —de los que
hicieron esperar, in embarco, hasta In sceun- contienen In "cláusula belga" a Ia Convcnción
da posguerra, cuando. dejando de lado de europe— constituyen, como ya se rcfiriO,
manera realista Ia idea de una convención que una iimitación de distinta intensidad dcl dere-
diera ctra en ci piano mundial al problemat cho de a.; esta caracteristica los hace sujetos
dcl terrorismo en lorma tzlobal, se manifestO de critica por pane de ls defensores más
una decidida tendencia a buscar solucione , denodados de esta instituciOn. En particular,
parciales, por un lado persiguiendo ciertos In ConvenciOn europea. a pesar de las ciáu-
tipos de actos, por ci otro enfrentando ci pro- sulas de saivaguarda en ella contenidas, ha
biema en un piano mas integrado v homoe- suscitado reacciones decididamente negati-
ASIMILACION 91

vs, ha-.ta ci punto de que se habla del fin del LXII, fasc. 2-3, 1979, pp. 303 sq.; N.C. Ronning,
derecho de a. v de tendencias a poner en dis- Diplomatic as lwn: legal norms and political rea-
cuskin principios de durecho humanitario hoy lily in Latin rlflWYiCQfl relations. La Haya, Nijhff,
universalmente consolidados. Junto a estas 1965; N.C. Ronning, Derecho v politica en Ia
reacciones se registran los comentarios de diplomacia inrerarnericana, Mexico, IJTEHA; I.A.
quienes, partiendo del supuesto de que Ia Con- Shearer. Extradition in international law, Man-
vención sea un instrumento necesario (aun- chester, Manchester University Press (Nueva
que ciertamente no suficiente) de lucha con- York, Oceana), 1971; G. Tosi, I.e convenzfonE nut!.
tra ci terrorismo en un espacio determinado tilarerali europee di estradizione e di assislenza
(como es ci de Ia Europa occidental), hacen giudizia via in tnateria penale. Roma, Pem, 1969;
notar que los derchos quc &hen sr prote- T. Veiter v W. Braumulier (comps.), .4si'lrecht a/s
gidos no son sOio aquellos de Las personas Menschenrecl,r, Viena, 1969
acusadas o condenadas por actos de violen-
ci:, sino tambien —Si no sobre todo— aque- [c.itLo BALD!]
lbs de todas Ins victimas —aun potenciales-
de tales actos; ci a., institución fundamental
para Ia proteccion de los derechos del horn-
bre, no debe transformarse en garantia de asimllación
imptinidad para aquellos que, aunque sea en
nombre de ideales politicos, atropellan otros La a. en términos politicos designa Ia teorfa
derechos fundamentales, entre elios el dere- que sirve de base a los sistemas coloniales
cho a Ia vida. frances y portugu6s.
Cualquiera que sea Ia tesis que tie quiera La politica colonial de La a. reclamaba Ia
abrazar, es innegable que ci derecho de a. identidad entre Ia colonia y Ia madre patria.
tiende a sufrir, sobre todo en los Ciltimob vilos, Tomaba sus principios constitutivos del enfo-
profundas t ransformaciones, reflelo del cam- que universalista de Ia sociedad humana pro-
bio de Ins exirencias v de las caracteri'.ticas plo de Ia cultura europea y de Ia doctrina de
de una sociedad prolundamente alteradr en Ia ir, ualdad de todos los hombres, expiesada
su estructura respecto de Ia época histôrica por Ia rev olución francesa. En Ia teorla de Ia
en Ia que h instituciOn dcl a. encontró su pri- a. Se distinguen dos lineas de pensamiento:
mera afirmación. Ia primera sostenla Ia a. total, personal, de
los pueblos sometidos a Ia dominación colo-
BIht.I(RAEi:C. Basiouni, International £'xlradi. nial. La a. total, basándose en el principlo de
lion and %torld public order, Leiden. Sijihoff Ia i'ualdzid de todos los hombres, sostenia
(Nuea York. Oceana), 1974; S.D. Bedi, Exiradi- quc no existian diferencias que no pudieran
lion in international law and practice. Rotter. superarse con Ia instrucción y Ia acción de Ia
dam, Bronder Off'.et, 1966; L. Bole'ta- "misión civilizadora" de Ia cultura europea
Koziebrodzki, Le droit d'asile, Leiden, Sijthoff, y cristiana, considerada como superior. La a.
1962: P.M. Du:y. La position francaise en mali- total exigla para ci sübdito colonial eI mimo
red iis,le dip/oman que, en ,lnnuaire Francais de trato resen'ado a un ciudadano de Ia madre
Droit International, xxii, 1976. pp. 743 .; F. patria con todos los derechos y deberes inhe-
Francioni. Asilo diploma lico: con rribuio allo sw- rentes a dicho estado. La segunda linea de
diu del/c consuetudini locali nt'l dirirto i,zler,n- pensarniento juzgaba imposible Ia a. total y
iuuale, Mikin. Giuffrè, 1973: L.C. Green, The se declaraba a favor de una a. parcial, de tipo
rid:: of asvin';: in international law, en Law and administratio, politico v econOmico, entre La
society. Leiden, Sijtl- 1f. 1975:2 lmernazionale cobonia y In madre patria.
i'tsyl-C'olloquiwn, Ganni.'ch.Parienkirchen. 1954, La polltica de ... adoptada por las potencias
Coloni,:, C. Hevmanns, 1965; F. Leduc, L'asilL' coboniales —Francia Portugal— se apeô en
territorial: ('on frrence de.% .Va:ions L'uies (Gt'u- general a esta scunda acepción del término.
t't', jaireh'r 1977), en :tnnuaire Francais de Droit Dicha politica de a. se define como gradua-
lnlern.tional. xxiii, 1977. pp. 221 .; F. Mosco- lis y selectiva. En los territorios africanos
ni. La ('omt',:im:e europea per la repressione dcl administrados por Francia. por ejempki, solo
lcrroris,Ho. en Ritista de Din Ito lute rna:icn:ale. se apiico una politica de a. total en lac Qua-
92 ASOCIACIONES PATRON\LES

Ire Communes de Senegal; en las demás par- tituyen por si mismus en sujeto organizado
tes, para poder gozar del privilegio de Ia ciu- ii en coalición frente a sus propios depen-
dadania francesa era necesario demostrar dientes.
que se tenian estos atributos: conocimiento Otro factor determinante es Ia enorme hete-
profundo de Ia lengua francesa, religion cris- rogeneidad de los intereses, incluso sindica-
tiana, buen nivel de instrucciOn y buena con- les, de las diversas empresas, segün se trate
ducta. de empresas multinacionales, de grtndes
El mecanismo de a. de las colonias portu- monopolios o de empresas pequefias y media-
guesas era parecido. Hasta el comienzo de Ia nas que operan en un mercado competitivo.
guerrilla en Angola(1961) se adquiria el esta- Las vicisitudes y las polémicas que han mar-
tus de assimilado por media de tin complica- cado la historia reciente de las asociaciones
do procedimiento legal. Para que se concedie- patronales de ha industria italiana, por ejem-
ra, se requeria un profundo cunocimiento de plo (distanciamiento de las empresas de par-
Ia lengua portuguesa, se debia gozar de un ticipación estatal, contrastes entre las posi-
ingreso cie cierto nivel y se debIan dar prue- clones mantenidus por las empresas de los
bas de ser catOlico y de tener un "buen carác- sectores en expansiOn y expuestas a Ia corn-
ter". La grun mayoria de los africanos no petencia internacional y las de las empresas
podia, por lo tanto, adquirir el estatus de asi- que producen para el mercado interno, etc.),
milado. Sin embargo, en 1961. Portugal abu- se explican precisamente a partir de Ia diver-
ho las diferencias entre assimilados e indige- sidad, y tal vez de Ia contraposición. de los
nos y les concediO a todos Ia ciudadanla por- intereses de referenda.
tuguesa. Por todas estas razones los estudios y las
investigaciones, como ci ya clásico informe
[ANNA \IAKIA GENTILI] Donovan sobre el sistema de relaciones indus-
triales británico, han servido aI menos para
poner en evidencia Ia debihidad de las asocia-
ciones patronales, medida segün ha capacidad
asociaciones patronales para imponer lineas comunes de conducta a
las empresas afiliadas: dada Ia exiguidad de
I. LI'IITES DEL ASOCIAUONISMO I'ATRONAL. Desde un las posibles sanciones, pueden obrar de hecho
punto de vista formal, juridico, las asociacio- independientemente de las directivas estable-
nes sindicales de los empresarios son análo- cidas por has propias asociaciones cuando ello
gas a las asociaciones sindicales de los tra- les parezca más conveniente.
bajadores dependientes (v. organizaclone
sindicales): en el sistema de relaciones indus- II. oRk.ENEs Y ESTRICTLRAS DE LAS ASOCIACIOMES
triales itahiano, por ejemplo, las unas y las PATRONALES. Históricamcnte Ia exigendia de
otra'- on asociacicncs de derecho privado y aociación surge sea para protegerse de ha
gozan igualmente de Ia libertad de organiza- intervendión de los gobiernos en rnateria de
ciOn sindical. En ambos casos se tratt de "sin- legishacion social y econOmica, sea para defen-
dicatos". derse ante ha acciOn organizada de los sindi-
Sin embargo, de hecho, teniendo en cuen- catos de trabajadores (Baglioni,1974). En
ta Ia amplitud de las funciones efectivamen- ambos casos Sc trata de reacciones defensi-
te desempeñadas en rclación con cus miem- as ante puibleN amenazas a ha libertad
bros. ]a relevancia de las asociaciones patro- empresarial: el primer objetivo suscitará ci
nales parece bastante menor respecto a Ia de surgimiento de organizaciones nacionahes
los sindicatos de trabajadores. Esto se debe (para establecer relaciones y ejercer presio-
en primer lugar a ha divera nccesidad estruc- nes sabre los gobiernos); el segundo deman-
tural de organizarse con elfin de proteger los dará oIuciones organizativas paraleIa a las
propios intereses colectivos que tienen, par de los sindicatos de trabajadores (Ia corres-
su lado, los trabajadores dependientes, y las poridencia de los nivehes organizativos respec-
empresas, por el suyo, en un sistema social tiros es un requisito del desarrollo de Lt con-
en ci que estas ültimas detentan el derecho trataciOn cohectiva) (Clegg. I 976).
a Ia iniciativa econOmica y en el que se cons- En Italia, por ejemplo, las asociaciones
ASOC.IACIONISMO VOLUNTARIO 93

empresariales están articuladas en estructu- de tal situación da a su vez impulso a las


ras territoriales v de categorias, como suce- exigencias de coordinar las decisiones de
de en los sindicatos de trabajadores (v. orga- los particulares, activando. a través de in-
nizaclones sindicales). Pero por otro lado exis- novaciones organizativas y cambio de din-
ten diferencias de fondo: en ci caso de las genIes. Ia importancia asociativa. Es proba-
empresas pueden afiliarse a una u otra de las ble quc en dicha situaciOn se intensifiquen
estructuras, segün lo que más les convenga; los esfuerzus por parte de las asociaciones
mientras que los trabajadores inscritos en las para estabilizar ci aumento de socios (por
organizaciones confedcradas pertenecen ejemplo, ofreciendo nuevos espacios para Ia
necesariamente a ambas lineas organizativas. discusiOn y confrontación entre empresas
Además, en ci nivel nacionai, las asociaciones en materia sindical o multiplicando los
de empresarios no se integran en una conle- servicios de consulta v de asistencia a los
deración unitaria, sino en varias confedera- miembros).
ciones, divididas segun los sectores económi-
cos en los que operan las empresas o segün BIBLIOGRAF1A G. Baglioni, L 'ideologia della borg-
otros criterios como el tamaño, Ia pertenen- hesia industriale nelI'Iialia libe tale, Turin, Einau-
cia ai sector püblico de Ia economia o a di, 1974; A. Collidâ, L. de Carlini, G. Mossetto,
empresas municipalizadas, etc. Estos rasgos R. Stefanelli, L.a politica del padronaso italiano,
muest ran cómo se ha desarrollado ci asocia- Ban, Dc Donato, 1972; H. Clegg, Sindacazo e con-
cionismo patronal: de modo multiforme v zrazzazione cdllezth (1916), Milan, F. Angli,
segün los diversos intereses que han ido sur- 1980; Royal Commission on Trade Unions and
giendo. Employers' Associations, Research Papers, 1-10
(Donovan Report), Londres, HMSO, 1968; P. Ruga.
In. RNCIOPtS DE LAS ASOCIACIONES SINDICALE.S DE lion, ('on findustria, en Storia d'Izalia, Florencia,
i.os IMPRESARIOS. Las funciones que desem- Ia Nuova Italia, 1978, I, pp. 137-153.
penan las asociaciones pat ronales se pueden
subdividir en funciones de asistencia y con- [IDA REGALIA]
sulta (técnicu, sindical, legal) a los afiliados,
de representación de los miembros en Ia
contratación co!ectiv.t yen las controversias
que no se resuelven en Ia empresa, de tutela asoclaclonismo voluntarlo
de los intereses de los asociados en los con-
tactos y tratos con ci gobierno y los poderes I. NATURALEZA V Ft scioss Las asociaciones
publicos. voluntarias consisten en grupos formales,
La preponderancia de una u otra función constituidos libremente, en los que se ingre-
dependerá de Ia situación de las aelacio- sa por cleccion propia, y que persiguen inte-
nes industriales en un momenlo dado, pero reses mutuos s' personales u objetivos colec-
naturalmente es siempre posible una acci6n tivos. El fundamento de esta configuracion
autónoma de cada empre--i en particular particular de grupo social es siempre norma-
(buscando asistencia propia. contratando tivo, en ci sentido de que se tratu de una enti-
en lo posible dentro de Ia misma empre- dad organizada de individuos ligados entre si
st, ejerciendo presiones directas, o a tra- por un conjunto de reglas rcconocidas y corn-
de otros canates, sobre los poderes p(i- partidas, que definen las tareas, los poderes
blicos). y los procedimientos de los participantes con
La cxperiencia italiana del periodo pos- base en determinados modelos de comporta-
terior a Ia segunda guerra mundial parece miento aprobados oficialmente.
indicar que en los periodos de expansion Todo a. dispone, pues, de una e'.tructura
(milaro econOmico. reactivación de los formal cent rada en rcIacione de tipo secun-
años setenta) aumenta Ia propensiOn de las dario, junto con Ia cual sub'iste una informal
empres4s ma, dinániicas a Ia autonomia que surge de Ia interacciOn espontáneu de pen-
de las propias asociaciones: mientras que sonalidades v subgrupos existentes en su inte-
par 0110 lado U rcforzamiento de los sindi. rior. centrada en relaciones de tipo primario.
cabs de trabajadores que puede denivar Las asociaciones difieren ampliamente
94 ASOCIACIONISMO VOLUNT'tRIO

unas de otras por lo que respecta al rado de como entidades que equiiibrun ci poder cen-
organización, a los criterios más 0 menos tral y como instrumento para Ia comprensiOn
fuertemente selectivos de reclutamiento de de los procesos sociales y politicos.
sus miembros, al nivel mas o menos elevado La funciOn 'mediadora" de las asociaciones
de compromiso personal que exigen a los par- vuluntarias, al estabiecer un vinculo concrc-
ticipantes, a Ia especilicidad o a la difusivi- to entre Ia sociedad y ci individuo, les propor-
dad de los objetivos que han de alcanzarse. ciona a los miembros una serie de satisfac-
Generalmente las asociaciones voluntarias ciones psicologicas y un equiiibrio que Ic pue-
se clasifican de acuerdo con las funciones de permitir a Ia persona en particular un
principaics que desempenan o con ci interés mayor conocimiento del propio papel dentro
predominante por el que surgen: se tienen, del ãmbito de Ia mts vasta sociedad. Dicha
por lo tanto, asociaciones cuiturales, recrea- interpretación es sostenida, entre otros, por
liv as, religiosas, profesionales, económicas, Mannheim, que encuentra en los grupos dc-
politicas, etcetera. gidos libremente uno de las medios principa-
Aunque los fines efectivos no siempre les para ci progreso del desarrollo individual.
corresponden a los fines oficiales, puede suce-
der, de hecho, que una asociación surja des- II. LA DIFUSLON DEL ASCcIACIONISMO LUNTAKIO. La
dcci principio para real izar objetivos distin- difusiOn del a. voluntario constituye una de
tos de los declarados, 0 que posteriormente las manifestaciones relevantes de Ia sociedad
los socios introduzcan finalidades secunda- moderna, cada vez más compleja y cada vez
rias que con el tiempo alteran sinificativa- más caracterizada par Ia muitiplicaciOn de las
mente 0 cambian por compieto lo que Ia aso- relaciones de interdependencia entre sus
ciación se proponia conseuir en el momen- miembros, que se yen inducidos a ocupar al
to de su constitución. Dc ai Ia necesidad de mismo tiempa varias posiciones scciales
identificar, para el coriocimiento efectivo de (fenOmeno de Ia pluricolccaciOn).
estas agrupaciones. no solo las funciones Las causas más relevantes que han deter-
manifiestas sino también las latentes. minado el desarrollo del fenOmeno asociati-
Par.. lograr sus propios objetivos, cualquier vo se encuentran en ci proceso de industria-
..sociación voluntaria debe garantizar, a tra- lización y de urbanizaciOn y en Ia in..taura-
yes de una serie de incentivos y gratificacio- ciOn de reimenes democráticos.
nes, Ia participaciOn y Ia lealtad de los pro- Hubo un tiempo en que Ia comunidad, Ia
pios adeptos, debe poseer un sistema eficiente iglesia y la familia patriarcal tenian Ia posi-
de comunic...ciOn interna y debe ejercer un bilidad de ..atisfacer exigencias fundamenta-
control sobre las ictividades desarrollada. les como las de Ia seguridad personal, ci con-
Para Ia consecución de sus objetivos, trol de In realidad circunstante, L automa-
muchas ascciaciones, a meida que se nifestaciOn y L acciOn colectiva para alcan-
amplIan y se vuelven más complicadas, tien- zar determinadas metas.
den a dar mayor relevancia al propio apara- Las transformacione., cc:iales y sobre todu
to oranizativo que a Ia intervenciOn de los Ia revoluciOn industrial redujeron considera-
ditintos participantes. blemente Ia capacidad de e-t,..s etructuras
Aun cuando alguna'. acoiaciones Sean p.r- tradicionales para hacer frente it e.ta 'erie
ticuLrmente difusivas, es decir plurifuncio- de exigench.s y, por lo mimo, urgieron nue-
r.aie,, no abarc'n nunca Ia toiIidad de las vas estructuras, especialmente las .isccLtti-
rckcicncs quc contituycn Ia vida ntra d vas, capace & lkaar nece-,idades tanto de
Ia comunidad: preciamente dentro de Ia sec- tipo instrumental como de tipo expresivo.
torialidad intrinseca de cualquier asc:iacióri, Ascciaciones de todri tipa satisfacen Ia nece-
aun hi que abarca más, se capt su diferen- sid.d de COrn..tII1a humuna; asociaciones
ciaciOn re.pecto de Ia comunid d, de acuer- económico-sindic..iles, ,i-,C :iaciones corr rcia-
do con Ia corocida teorizacióri de TOnnies. les, asociacione, de ocorro mutuo, coopera-
En términos de I:. relación individuo- tivas de productores y de con sumidores per-
e,tado, las asociaciones voluntarias e con- miten iticanzar Ia seguridad prcnal. ume-
sider.tn esnciaks para el m:nteniuiiciiLu de rosos tipos de asociacioncs ,oci.aks, politicas
una democracia sustancial, ya que se Lolcan y económicas no sOlo ayudan a comprender
\SOCI.'iCIONISMO VOLt N ARIO 95

Ia dinámica social sino también aseuran a respecto a los Estados Unidos de America se
los propios miembros su intervención en ci encuentran en Ia deliberada represión de las
control de estas ultimas. formas asociativas por parte del gobierno,
El establecimiento de rezlmenes democrá- preocupado y temeroso de Ia existencia de
ticos ha 'ido otro acontecimiento decisivo fuerzas que podian serie hostiles, en Ia tradi-
paira el surZimiento y el desarrollo de las aso- don liberal unida e.strechamente a in liber-
ciaciones voluntarias, es mãs: representa una tad individual, en la tradiciOn católica, en ci
condieión indispensable para que puedan fuerte gobiernu central que cumpie muchas
existir. Dumazedier afirma que las asociacio- funciones que en los Estados Unidos de Amé-
nes voluntaria, nacieron de Ia democracia y rica se han dejado a los gobiemnos locales y
Tocqueville sostiene que Ia democracia se a los ciudadanos en particular.
desarrollô en gman parte debido a elias. Las
asociaciones voluntarias existen de hecho en Ut IA PARTICIPACION Uno de los temas rnás pro-
todas las sociedades democrticas, aunque ci lundizaidos respecto del a. voluntario es ci que
papel que desempenan pueda ser distinto v se refiere a las camacteristicas cuantitativas
más o menus impurtante, e invaden todos los 'cuaIitativas de Ia participación: considere-
sectores de Ia vida social desde los económi- mos algunus de los aspectos Inns frecuentes
cos hasta los politicos, desde los espirituales y significativos.
hasta los intelectuales, desde los recreativos En primer lugar. Ia participaciOn en las aso-
hasta los culiurales. ciaciunes voluntarias organizadas formal-
Si es cierto que una de las diferencias que mente —como se ha senalado— vamia COnsi-
existen entre Ia elpoca medieval y Ia época derablemente de un pais a utro v, de acuerdo
moderna consiste precisamente en ci aumen- con un anlisis comparativo, se deduce cia-
to de los grupos con intereses especializados ramente que los paises nOrdicos de America
y con actividades diversificadas, también Cs de Europa presentan ci porcentaje más alto
cierto que no en todas las sociedades contem- de participaciOn: de acuerdo con las estima-
poráneas se les reconoce una considerable y ciones que datan de 1960, en los Estados Uni-
hasta decisiva imprtancia. Es ci caso eviden- dos i, ira alrcdcdor dci 35-55% (xciuidos los
te de Ia sc.ciedad totalitaria, en Ia quc las uru- 'indicatos) v en Suiza es dcl 519 ,6 (cxc luidos
paciones vol untarias, nun cuando existen, no también los sindicatos), contra, por ejempio,
poeen prácticamente ninün poder, ya que ci solo 4% de los habitantes de una ciudad de
éte, par reLi. enerai, está concentrado en Ia India.
ci estado, o en un partido o tarnbién en un ru- En s er.undo ivar, Ia parlicipacion en las
Pu muy restrinido de personas que contro- asociaciones voluntarius ornaniiadas formal-
Ian al estado. La supresion de Ia libertad de mente vamia, en ci ámbito de Ia misma comu-
asociación e, vn realidad unas de las prime- nidad. de acuerdo con los diferentes estratos
ras iniciativas de los remmenes autoritarios. sociales a los que pertenecen los habitantes,
En los Estados Unidos de America yen Sui- y precisatmente los que ocupan las pusiciones
za, por ejemplo, ci a. no ha encontrado obs- suciales ma- elevadas participan en mayor
taculos de orden leislativo. que en cambio medida que los que ocupan las pociciones
ha tenido que superar en Francia s tambien menos elevadas. Hay que atiadir también que
en Italia, en donde ci derecho de asociación in importancia relativamente escasa de las
fue suprimido durante el fascismo. ztcciaciones voluntarias formales, corno
Si Tocqueville va haia captado ci nexo fuent de contacto scinl para Ia mayor par-
entre Ia expanión del a. voluntario v el rCi- te de los tmabajadore, resulta todavia mac
men politico, numeroso cstudlosos han pro- evidente Si Se considera no sOlo Ia pertenen-
fundizado aün mts v de manera mas .istemá- cia sino tarnbién Ia participacion efectiva en
tWa esta rei,ción. Entre estos recordamos, las actividade, asociativas. Ectasafirmrtcio-
pr ejemplo. a Ro.c, que partiendo de In corn- nes encuentran su cunfirmaciOn en los resul-
puración dcl contexto trances con ci nortea- tados de numerosas investigaciones especifi-
mericanu ilea a Ia conciuiOn de que las cau- cas y sobre Ia cumunidad.
sas del mnor d-.arroilo V por consiguiente Pareer flue existe tambiCn una tendencia
de Ia menor relevancia dcl a. en Francia curl con base en Ia cual Ia participacion en aso-
9b ATEISMO

ciaciones voluntarias depende todavia de Ia ateismO


posición social, en ci sentido de que los que
forman parte de los estratos sociales superio-
res, a través de los años, tienden a aumentar Con este término se designa una actitud teO-
Ia participación, mientras que los que perte- rica y practica de negacion de Ia existencia
necen a los estratos sociales inferiores, a no sOlo de un Dios trascendente personal, sino
medida que crecen en edad, se inclinan a dis- de cualquier carácter religioso y sagrado de
minuir su participacion en asociaciones Ia vida y de Ia realidad. Tal negación puede
voluntarias. manifestarse explicitamente, incluso polemi-
En vinculacion con una ültima relación par- camente, expresándose frecuentemente en Ia
ticularmente significativa —Ia que existe elaboraciOn de ideas y doctrinas, en Ia cons-
entre Ia participación en las asociaciones titución de tendencias y movimientos, en Ia
voluntarias y las actividades politicas—, se producciOn de costumbres s' mentalidades,
pueden captar, finalmente, los tres relieves que no dan relevancia efectiva a Ia divinidad
esenciales siguientes, que en cierta manera ni revelan una influencia determinante de los
es correcto generalizar asi: elementos religiosos. Sin embargo, en el
los quc pertenecen a asociaciones tam- transcurso de los siglos, motivos teistas y reli-
bién apoliticas. en que los inscritos tienen giosos y motivos ateos a menudo se han mez-
derecho de voto, participan en las consultas clado estrechamente y se han entrecruzado;
electorales más que los que no forman parte asimismo Ia Ic religiosa ha sobrevivido o
de grupos formales voluntarios; emergido de nuevo dentro de orientaciones
los inscritos en partidos v circulos poli- de pensamiento o de conducta práctica que
ticos son al mismo tiempo miembros de otras en diversos aspectos no le daban una justif i-
organizaciones en proporción mayor que los caciOn coherente.
inscritos en otros grupos de asociaciones; Con tales caracteristicas el a. se ha afirma-
Ia pertenencia a una asociación politica do especialmente en Europa, en ci mundo
ejerce un "efecto catalizador" sobre Ia parti- antiguo, esporádicamente en Ia edad media
cipación en otras actividades organizadas; en y ampliamente en ci mundo moderno y con-
efecto. los resultados de aigunas investigacio- temporaneo, ya sea en ci piano cultural y fib-
nes ponen en evidencia que las personas que sofico, ya sea en el politico y social. Su afir-
se han adherido en un primer momento a una maciOn está vinculada al racionalismo, a] sub-
asociaciOn no politica, se han inscrito en un jetivismo, ala exaltación de una ciencia auto-
seundo momento en otras asociaciones, con noma de todo condicionamiento metal i-.ico,
menor frecuericia que los que se han adheri- a una economia ligada a las exigencias e idea-
do desde el principio a una organización les de los grupos burgueses ernergentes, en
politica. un lento pero progresivo proceso de laiciza-
ciOn de Ia sociedad y dcl estado. Ha ido difun-
BIBLKXiRAFIA J. Dumaedier v C. Guinchat, ,lssa- diéndose v adqui riendo relevancia considera-
ciation.% rolontaires el de loisir: essai bihliogra- ble a partir del ocaso de Ia Edad Media y aun
piziqiw. en Ce, it ro Socia!e, vii. 10, 1952; M. Hausk- del surgimiento de Ia civilizaciOn humanista-
necht, The joiners: a sociological description of renacentista, y de manera cada vez más
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iirchives luternanonales de Sociologie de Ia coo- de religion sOlo en Paris exictian alrededor de
peration, 4. 1938; A.M. Rose, Theory and method cincuenta mil ateos; a finales dcl Aglo xvii
in the social sCienCeS, Minneapolis, University of Pierre Bayk sostenIa Ia posibilidad de In exis-
Minnesota Pres. 1954. tencia de unit sociedad formada por ateos; a
finales del xviii Condorcet auspiciaba el
[iscI.\zo (E'.A!FO] advenimiento de una poct en Ia que todos
los hombres fueran libres y no reconocieran
otro amo que su propia razOn.
En Ia época contemporánea el a. ha adqui-
ATEISMO 97

rido dimensiones enormes: se han desarrolla- un amplio y constante retraso respecto a Ia


do corrientes culturales y filosOficas que han de Ia cultura" (Galasso). En efecto, en los
ilevado a sus consecuencias extremas las ten- siglos xix y xx han surgido y se han consoli-
dencias racionalistas, inmanentistas y antro- dado tendencias y fuerzas politico-sociales de
pocéntricas; a lo largo del siglo xix se han inspiraciOn cristiana y catOlica que han inten-
constituido movimientos polItico-sociales tado conciliar los valores religiosos con los
capaces de arrastrar tras de si grandes masas. del liberulismo, Ia democracia y el socialis-
como el liberalismo, Ia democracia, el anar- mo. El peso ejercido por estas tendencias y
quismo, el socialismo, con Un earácter arre- fuerzas, Ia persistente influencia de Ia ètica
ligioso a antirreligioso; Ia rcvolucion indus- religiusa y cristiana en paises protestantes y
trial y Ia expansiOn del capitalismo, ci surgi- catOlicos, las preocupaciones conservadoras
miento de Ia "cuestiOn social", han creado de las clases dirigentes de algunos estados
mentalidad, esperanzas y objetivos de bienes- europeos, que las han llevado a acercarse de
tar individual y colectivo carentes por lo gene- nuevo a Ia iglesia y a Ia religion, han provo-
ral de cualquier connotación religiosa, pro- cado una limitaciOn o disminucion dcl carác-
duciendo Ia práctica descristianizaciOn de ter laico de dichos estados, en algunos de los
amplios estratos de Ia poblaciOn, tanto bur- cuales, por ejemplo en Ia lialia liberal, por lo
guesa como obrera; los estados laicos conso- general ci a. ha sido más bien toicrado en ci
lidados después de Ia RevoluciOn francesa, piano institucional y juridico, sin Ilegar a ser
basándose en un fundamento extraño a toda efectivamente reconocido (Cardia). La dccii-
concepciOn teologica y con una autonomia naciOn del anticlericalismo (v.) y de ciertas
plena respecto de Ia iglesia, atribuyéndose formas de a. militante no restringió sin
nuevas prerrogutivas y funciones en campos embargo, en el siglo xx, las dimensiones del
tradicionalmente reservados a Ia iglesia, a., presente en el carácter arreligioso de gran
como Ia escuela, Ia asistencia, etc., contribu- parte de Ia cultura, Ia vida privada y pOblica
yeron a reducir en gran escala ci area de y en los movimientos politico-sociales. El
influencia de Ia religion. El liberalismo, en nacionalismo, ci fascismo, ci nazismo han
sus diversas tendencias, combatiO a Ia igle- exaltado principios distintos y opuestos res-
sia y al catolicismo en cuanto estaban estruc- pecto a los de Ia religion y de las iglesias cris-
turalmente vinculados a Ia vieja sociedad aris- tianas; el fascismo y ci nazismo, sobre todo
tocrática del Ancien Régime; el movimiento el primero, han intentado utilizar la religion
democnitico y radical compromctió general- como instrumen turn regni, en ci ámbito de
mente a Ia misma religion en su lucha por Ia ideologias y dc regimenes totalitarios que Ic
soberania popular, por una sociedad funda- asignaban un papel práctico y subordinado.
da en Ia iguaidad y en Ia justicia; ci anarquis- El comunismo también surgió con caracteris-
mo dirigio una lucha frontal contra Ia religion ticas ateas, aunque intentaba subordinar Ia
y contrd Ia iglesia, consideradas como soporte cuestiOn religiosa a las exigencias de Ia lucha
y consagraciOn del autoritarismo del estado; de clases. Tales caracteristicas se reflejan en
ci socialismo de inspiraciOn marxista, aun gran parte en Ia Iegalizacion que se dio en
sosteniendo el carácter prioritario de Ia lucha Rusia, donde Ia concreta praxis politica anti-
por Ia emancipaciOn econOmica dcl proleta- rreligiosa del partido bolchevique condicio-
riado, detcrminante de toda on-a emancipa- nO fuertemente Ia organizaciOn del estado
dOn, y aun preocupado en no dividir al mis- soviético: en ci ámbito de un regimen sepa-
mo proletariado por cuestiones religiosas, d ratista y de laicizaciOn institucional, cnalgu-
hecho se ha configurado como un movimien- nos aspectos formales analoga a Ia de los sta-
to dirigido a liberar a Ia humanidad incluso dos liberales decimonOnicos, Ia libertad reli-
de Ia "aIinaciOn" i-eligiosa. Todos estos movi- giosa se sometiO a limitaciones y de hecho se
mientos se han presentado a menudo como restringió al ejercicio dcl culto.
portadores de aiores aiternos respecto de Ia El proceso de laicizaciOri de Ia sociedad y
religiOn, de una nueva concepciOn dcl mun- del estado, quc, especialmente en los tiempos
do y de Ia sida, de una nueva moral. recientes, ha involucrado a los movimientos
Sin embargo es cierto quc "Ia IaicizaciOn poll tico-sociales, con una tendencia a recono-
dcl estado y de Ia sociedad politica presenta cer un pluralismo incluso interno, con auto-
98 AUTOCRlTIC\

nomia respecto a premisas ideologicas rigi- causas, analizar Ia situación que lo generó,
das, ha Ilevado cada vez más a considerar Ia estudiar atentamente los medios para corre-
profesion religiosa como una cuestión priva- girlo" (Lenin, El ext remismo). En esta acep-
da, rebatiendo su influencia en Ia vida pübli- dan puede observarse que In a., más ablá de
ca, que es cada vez menor. Mientras que Ia las denominaciones, ha de ser practicada por
sociedad contemporánea se presenta cada vez teda organizaciOn politica. En realidad, lo que
más secularizada en sw, estructuras, en sus caracteriza a Ia a. como practica tipica de las
orientaciones y conductas, persisten sin organizaciones marxista-leninistas no es solo
embargo, o renacen, formas nuevas, minori- el recurso a ella de manera metOdica, insis-
tarias pero signilicativas, de expresion reli- tente, constante en todo nivel de Ia vida de
giosa, inciuso fuera del ámbito de las iglesias. partido (las conclusiones politicas, al igual
que las cientificas, deben someterse a verifi-
SIBLIOGRAFIA: S. Acquaviva. L 'ecclisi del sacro caciOn continua), sino sobrc todo ci hecho de
nella società indusiriale, Milan, Comunità, 1971; que en sustancia representa Ia ampliacion a
G. Cardia, Aleismo e liberia religiosa nell'ordi- Ia prãctica del metodo critico dialéctico de
narnenlo giuridico. nella scuola, nell informazio- origen marxiano. Ejemplar en tal entido es
ne dall'Unita ai giorni nosiri, Ban, Dc Dunato, Ia insistencia de los comunistas chinos sobre
1973; A. Del Noce, II pmblerna dell'ateismo. Bob- ci método de Ia crftica y a., entendidas como
nia, II Mulino, 1964; C. Galasso, Mw, en Enci- dos momentos indisolubles del trabajo con-
clopedia. ii, Turin. Einaudi, 1977, pp. 3-31. tinuo de redefiniciOn de los análisis teOricos
y de las directivas politicas. ("Tenemos en
[Gulno VERCCCI] nuestras manos el anna marxista-leninista de
Ia crItica v de Ia autocritica. Seamos capaces
de desembarazarnos de un estilo erróneo de
autocracia. V. D1CTADURA. ii trabajo y de conservar el bueno": Mao, Rela-
don a! Comité Central, 5 de marzo de 1949.)
La aplicacion constante y difundida a todo
ci partido de este método de trabajo tiene
autocrItica grandes implicaciones pedagogicas ("ya que
solo asi pueden forman.se verdaderos cuadros
Aunque ci término haya entrado al lenguaje y verdaderos dirigentes del partido": Swim,
comün, y expresiones como "hacer Ia a." sean Principios del knini.smo), y de cohesiOn inter-
hoy de uso casi proverbial, Ia a. en sentido na entre los militantes, por Ia costumbre de
propio es sin embargo una przictica caracte- discutir y criticar libremente y de reconocen
ristica de ]as organizaciones histónicas del pOblicamente los propios errones. ("Es un ras-
movimiento obrero, en particular de los par- o fundamental, que nos distingue de los
tidos comunistas marxista-leninistas, que demás partidos: In práctica consciente de Ia
hunde sus raices culturates en Ia propia ideo- autocniticu": Mao, Sobre Ia contradiccion.)
loIa del movimiento obrero (por ejemplo, el b] En el sentido rnds espL'difico del térmi-
principio de que "Ia verdad es revoluciona- no, Ia a. es aquel acto preciso (ecrito, discur-
na", en contraposición a Ia "hipocreia bun- so, etc.) con el que un miembro del pantido
guesa"), pero que encuentri, una realización 0 Ufl onanismo colectivo reconocen los pro-
completa en Ia definicion leninli.ta de Ia poll- pbs errores, o culpas, de manera oficial y
tica como ciencia. rdativamente institucionaliada, publica, en
La definición de a., sin embargo, supone las sedes cempetentes, cerrando asi una fase
una distinción de tipo preliminar entre a] un de disensión y de lucha politica y reafirman-
u.sO rnás general dcl términu, que se utiene al do Ia unidad interna.
método de trabajo y de reflexión del partido, Como puede observarse, el part ido de tipo
y b] un uso rnás cspecifico, que a su vez Sc atie- mtrxista-leninista, regido por el centralismo
ne a los modos de rcsolución de los conflic- democrático e inspirado, en su fae stalinia-
tos internos a eI. na, en ci principio del monolitismo, no pue-
a] En grne,?ul, Ia a. cs Ia práctica de "iccu- de tolenar cI conflicto interno permancntc v
nocer abiertamente un error, descubrir sus organizadu: In obra de constante discusiOn'.
AtJTODETERMIACION

persuasion cs aqul decisiva para los Fines de siOn In capacidad que poblaciones suficien.
Ia unidad. Si cstos intentos fracasan, y per- temente definidas desde ci pun to de vista ètni-
mancec Ia discnsión, ci individuo dcbc subor- coo cultural ticncn para disponer de si mis-
dinarse en delinitiva a sus instancias (célula, mas y ci derecho que un pueblo tiene en un
sección, etc.), cada instancia a su superior, Ia estado de elegirse Ia forma de gobierno. Se
minoria a Ia mayoria, por disciplina de parti- puede distinguir, pues, un aspecto de orden
do. De ahi que Ia a., sea fruto de Ia persua- internacional, que consiste en ci derecho de
sión real o de Ia accptación de Ia disciplina un pueblo a no ser sometido a Ia soberania
de partido, es ci testimonio sea como lucre de on determinado estado contra su voluntad
de Ia reencontrada unidad, vuelta tanto al y de separarse de un estado al que no quiere
interior como al exterior dcl partido. estar sujeto (derecho de indepndencia poll-
Naturalmente. en presencia de disensiones tica), y un aspecto de orden interno, que con-
particularmente graves que, además de minar siste en ci derecho de eada pueblo a escoger
su unidad, comprometan Ia propia identidad para si Ia forma de obierno que prefiere.
del partido, más que Ia intima conviccián de Aunque no faltan alusiones a on sentido de
quien se hace a., es importante que Ia a. ocu- soherania nacional aun en tpocas anteriores,
rru, como sanción de Ia conformación (por lo se suele identificar los orlgenes doctrinales
rnenos olicialmente) del conflicto. La prácti- del principio de a. en Ia teoria de Ia sobera-
ca ha sufrido aqul históricamente degenera- nia popular de Rousseau y en su concepciOn
ciones prolund3s: ciertas a. del periodo sta- de Ia nación como un ado voluntario. Las pri-
liniano. en Ia URSS y en los paises del este, meras enunciaciones del principio de a. se tie-
pareceria quc miran más a reafirmar formal- nen en Ia revoiuciOn francesa. En Ia relaciOn
mente ci monolitismo del partido que a bus- preparada pr Merlin de Douai, encargado
car una compatibilidad autentica fundada en por Ia constituyente de estudiar el prohiema
Ia discusión y en Ia persuasion. de Alsacia(3I de octubre de 1790) se dice: "El
Esta práctica instrumental de Ia a. Ia ha asi- pueblo aisaciano se ha unido al pueblo I ran-
milado a Ia abjuracidn de Ia tradición católi- cés porque lo ha querido: su voiuntad Onica-
Ca. En efecto, las analogias existen. y derivan mente y no ci Tratado de Münster, ha iegiti-
de las analoglas entre dos instituciones: ci mado, pues, Ia union." La "Declaration du
partido orden (Duverer). o .ea de tipo droit des gens" sometida a Ia ConvenciOn
"monástico", y Ia i glesia (y en general las reli- (aunque no aprobada por Csta) cI 23 de abril
iones fuertemente institucionalizadas y de 1795, redactada por ci abate Gregoire con
jerarquizadas). Pero debe decirse, más allá del elfin de exponer "los principios de justicia
uso politico que se haya hecho de ella histO- eterna que deben guiar a las naciones en sus
ricamente, que Ia a. formal de Ia que estamos rclacioncs reciprocas". afirmaba, entre otras
hablando aclara su funciOn en las confronta. cosas, Ia inviolabilidad de la soberania inter-
cione de toda Ia organi-zaciOn, mOs que en ci nacional, declaraba que el atentado contra Ia
individuo que Ia hace. En este sentido, Ia a. libertad de una naciOn constituye un atenta-
(a Ia abjuraciOn), dada con escasa convicción do contra Ia libertad de todas y proclamaba
hacia los argumentos adoptados pero con pie. ci derecho de cada pueblo a organizar y cam-
na adhesion al principio de Ia salvaguarda de biar libremente su pi-Opia forma de gobierno.
Ia unidad interna, no puede ser expeditiva- Precedentemente, Ia revoluciOn norteame-
mente definida como una degeneraciOn de Ia ricana también hizo una contribuciOn a Ia
propia práctica. dectrina de Ia a. "Consideremos como eviden-
tes estas verdades —afirmaban los colonos
[Luc!o E)NET] norteamericanos en Ia DeclaraciOn de mdc-
pendencia—, de que todos los hombres han
sido creados ivaIes y han sido dotados por
el Creador de ciertos derechos inalienables,
autodetcrmlnación entre los cuales está Ia vida, Ia libertad. la
consecución de Ia felicidad; de que, para ase-
5I,'tIL'I-.J :F1 EEk'I\O Y (iRI(.E\F..S L: Tr'I5IJS urar estos derechos, se instituyen entre los
Generalmente se entiende por a. o autodeci- hombres gobiernos que reciben sus justos
ICt) AUTODETERMINACION

poderes del consenso de sus gobernados; de durante ci siglo XIX Sc realizaron en todas
que, cada vez que una forma de gobierno con- partes de Europa movimientos de insurrec-
duce a destruir estos objetivos, el pueblo tie- ción que condujeron a In independencia de
ne derecho de cambiarla ode abolirla, insti- Grecia, de Rumania, de Bulgaria y de Servia
tuyendo otro gobierno bajo principios y con y a Ia unificación de Italia y Alemania (para
una organización de poderes que le permiten una discusiOn más profundu del concepto
tener mayores probabilidades de asegurar Ia controvertido de nución, v. nactOn y naclona-
seguridad y Ia felicidad." lismo).
II. PRINCIPIO DC AUTODETERMINA(I()N Y I'RINCII'IO DC III. EL PLEBISCIT0( Otto INSTRLMI-N1() DC AITODETF.R•
AUTORIDAD. Con Ia revolución fiancesa, el eon- MIscION Uno de los instrumentos con que se
cepto de estado patrimonial se sustituye con puede Ilevar a Ia practica ci deseo de perLe-
ci de soberania de Ia nación. El ciudadano (yu necer a Ia nación es ci plebiscito convocado
no el sübdito) adquiere cada vez mãs Ia con- entre los habitantes de un territorio en ci que
ciencia de pertenecer a un determinado gru- Ia trunsferencia o no del territorio a otro esta-
po social; conciencia que, al hacerse colecti- do debe depender del resultado dcl mismo.
Va, encuentra su expresión en ci concepto de La práctica de los plcbiscitos se remonta, en
nacionalidad. esencia, a Ia revolucion francesa (piebiscito
Mancini trató precisamente de atribuirle del Condado de Venisa v de Aviiión en 1791;
un valor juridico a Ia naciorialidad, sostenien- de Saboya, de Mulhouse, de Hainaut v de
do que los verdaderos sujetos del derecho Renania en 1792), nun cuando no faltan ejem-
internacional son las naciones, obra de Dios plus anteriores y se utilizo ampliamente en
y entidades naturales, y no los estados, enti- Italia durante el Risorgimento, para darles
dades arbitrarias y artificiales. Dicha doctri- una consagraciOn popular a las anexiones a
na tuvo un considerable valor politico, sobre Ia monarquia sabovana.
todo en Ia época históricu en que fue formu- En ci pasado hubo plebiscitos aun indepen-
lada (1851), en cuanto que afirmaba precisa- dientemente de cualquier tratado internacio-
mente como principio ideal de justicia Ia cxi- nal que los previera (par ejemplo, los de Ia
gencia de Ia formación de estados que tuvie- Emilia, los de Toscana, los de las Marcus y
ran como base una unidad nacional y no un los de UmbrIa en 1860 y de Roma en 1870);
fragmento de nación o partes de naciones. en Ia práctica más reciente. el plebiscito Sc
Al consolidurse ci principio de Ia a. como ha previsto frecuentemente en los acuerdos
principio de acción politica, también las doc- internacionales que a menudo controlan las
trinus filosóficas hicieron una buena contri- modatidades de su realizacion. En los ültimos
bución en ci periodo subsiguiente. Un argu- años se han lievado a cabo numerosos plcbis-
mento importante fue aportado par el concep- citos bajo los auspicios v algunas veces baja
to kantiano de Ia autonomia del individuo y el control de las Naciones Unidas, especial.
de Ia libertad como condición de autonomia. mente en relaciôn con el proceso de descolo-
Otros argumentos fueron aportados por Ia nizaciOn.
Vision fichteana dcl estado corno condiciOn de A pesar de su frecuente utilizaciOn, ci pie-
Ia libertad dcl hombre y por Ia idea de Her- biscito ha despertado, sobre todo en el pasa-
der de que ci género humano fue dividido par do, no pocus criticas, aun por las "intrigas"
Dios en diversas agrupaciones nacionales, a que ha dado lugar; muchos escritores libe-
cada una de las cuales tiene una misiOn par- rales han negado que sea ci instrumento más
ticular que cumplir. Schleiermacher. como udecuado para expresar y poner en práctica
también Herder, basaba Ia distinciOn entre el principio de Ia auioderminución de los pue-
las distintas naciones en Ia lenua, en el caric- blos en cuanto que se trata de un ado instan-
ter, en In historia v en Ia cultura. Las nacio- taneo v aislado, sugerido rnás a menudo por
nes deberian constituirse en c.stadossobera- las pasiones 0 impuesto par iucrzas externas.
nos para conservar su propia individualidad
y para hacer su propia contribuciOn (preor- IV DI: [A SOCIF:DI) 1W XA( lOSES . LA oxu El prin-
denada por Dios) al género humano. cipio de Ia libre determinacion de los pueblos
Bujo el impulso de las ideas naciunalistas. constituye uno de los temas ideolOgicos pro-
AUTODETERMINACION I0I

clamados con más rigor y eficucia par Ia mcnte Ia doctrina internacionalista, al tener
Alianza durante Ia primera guerra mundial. en cuenta esencialmente el aspecto interna-
.sobrc todo gracias al influjo del presidente cional de Ia a., sostienc que ci derechu de a.
norteamericuno Wilson. Sc incluyó en los dos dcbe serle reconocido a los pueblos someti-
primeros proyectos del estatuto de Ia Socie- dos a dominacion colonial, a regimen racial
dad de Naciones, peru no encontró cabida en o a dominación extranjera. Incluso se llega a
ci texto final, iimitándose en esto a servir de reconocer este derecho a los pueblos que se
inspiracion at sistema de los mandatos. La encuent ran sometidos a un gobierno no repre-
aplicación del principio enunciado con tanto sentativo, entendiendose coma tal "no solo a
hincapie se vio comprometida par considera- un gobierno racista, sino tambiCn al gobier.
clones de carácter estratégico y económico: no que tenga de hecho a uno de los pueblos
se dieron cuenta de que Ia fármula de Wilson quc componen Ia comunidad subyugado en
dc las "reorganizaciones territoriales" corn- una posición de dependencia".
prometia Ia seguridad y ci equilibrio interna- Esta acepciOn del concepto de representa-
cionales. Contrariamente a las expectativas, tividad no puede ser compartida. Con Ia ayu-
ci principio de Ia libre determinación de los da de los documentos antes citudos, y de otros
pueblos resuitó inadecuado para servir de más, es posible dane un significado mucho
base a una paz duradera. Es más, ci mismo mOs extenso, IlegAndose por lo tanto a
principio se convirtió, en Ia politica de Hitler. ampliar Ia faja de los titulares del derecho de
en ci principal instrumento para Ia satisfac- a. Se trata en realidad de un derecho univer-
ción de ambiciones territoriales que condu- sal: Ia a., en su doble acepciOn de derecho
jeron a Ia segunda guerra mundial. interno e internacional, debe asegurar a todo
A pesar de csto, en ci transcurso de este pueblo Ia propia soberania interna, las fun-
conflicto Sc apeió una vez más al principio de damentales libcrtades constitucionales, sin
Ia a. En Ia Carta del Atlántico (14 de agosto las cuaics Ia soberania internacional del esta-
de 1941). en Ia Declaracin de las Naciones do noes nada. Es un derecho que no se agota
Unidas (I de enero de 1942) y también en Ia con Ia adquisicion de Ia independencia, sino
Conferencia de Yalta (10 de febrero de 1945) que acornpana Ia vida de todo pueblo. NingOn
sc afirmó que no debia ocurrir ninguna modi. gobierno, se esconda tras ci color que sea o
ficación territorial sin ci consentimiento de se inspire en Ia ideologia que sea, nazca de
las poblaciones interesadas. El principio de un pruceso revolucionarlo o por Ia descolo-
Ia a. fue reafirmado expresamente en Ia Car- nizaciôn, o bien hunda sus raices en tradicio-
ta de las Nacione.s Unidas, que considero .su nes democráticas y constitucionales antiguas
respeto como uno de los fines principales de o recientes, puede, sobre Ia base de sus men-
Ia organización y Ia incluyó entre los criterios tos pasados, pretender seguir excluido de un
que inspiran las disposiciones que dedica a cotidiano "control de idoneidad" y excluir al
Ia promociOn de los derechos dci hombre, a pueblo ad quc gobierna del nOmero de los titu-
los territorios no autónomos y a los territo- lanes del derecho de a. En este sentido, y de
noB bajo administración fiduciaria. Diversas manera extremadarnente clara, ze expresa
resoluciones de Ia Asamblea General han entre otras Ia DeclaraciOn universal de los
remachado sucesivamente este principio: derechos de los pueblos de Argelia, Ia cual
cntre otras Ia declaración sabre Ia concesión afirma que todo pueblo (sin distinción) tiene
de Ia indepcndencia a los paises y pueblos derecho a un regimen dcmocrático, represen-
coloniales (Res. 1514-XV dcl 14 de diciembre tativo del conjunto de los ciudadanos, capaz
de 1960) y Ia declaración relativa a los prin- de ztsegurar ci respeto efectivo de los dere-
cipios de derechu i'nternacionai que concier- chos dcl hombre y de las libertades funda-
nen a las relaciones amistosas y Ia coopera- mentales para todos (art. 7).
dOn entre los estados de conformidad con ci Todo esto no impide que, de hecho, ci prin.
estatuto de las Naciones Unidas (Res. 2625- cipio de a. haya sido invocado sobre todo para
XXV dcl 24 de octubre de 1970). sostener Ia independencia de los pueblos
sometidos a dominación colonial, a regimen
V LNIVLISALIDAD IJU. NINCIPIO DL AUTODETERINA- racial a a dorninaciOn etranjera.
UCJN. SI ucuOx . LÀ DESCOLONIZACION. General. Dentro del tema de Ia descolonizaciOn, en
102 AUTODETERMINACION

particular. las Naciones Unidas han empren- scan gravemente pisotcados, es un deber que
dido iniciativas de divcrso.s tipos, dirigidas a incumbe a todos los miembros de Ia comuni-
obtener Ia aplicación dcl principio en cues- dad intcrnacional" (art. 30, Declaraci'on de
tión: Ia Asamblea General ha instituido un Argelia), a cuya solidaridad todos los pueblos
Comité para Ia descolonización (omité de los tienen derecho (punto 3 de In Declaración
17, convertido después en el de los 24) y ha sobre Ia eliminación dcl apartheid, adoptada
recomendado una y otra vez a los estados en 1976 par el seminario internacional orga-
miembros de Ia Ortanización, y a las institu- nizado par el Comité Especial de Ia ost' con-
clones especiali.adas, que se abstengan de tra el apartheid).
prestar usistencia a los estados que practican Par lo demás, serb hastante grave ampliar
una pulitica colonial; Ia propia Asainblea el campo de aplicación dcl alt. 51 de In hipó-
General, en Ia Declaración sobre las relacio- tesis de .ttaque armado, a In que ha sido rigi-
nes amistosas, alirma: "todo estado tiene el damente ligado, a Li general v gcnér'ica hipo-
deber de abstenerse del recurso a cualquier tesis de agresión ode usa de Ia fuerza, a direc-
medida cuercitiva apta para privar a los pue- tamente al comportamiento contrario a los
blos bajo dominación colonial de su derecho tines y a los principios de Ia Carta. Extender
de autodeterininarse, de su libertad v de su Ia aplicacion de Ia antedicha dispusición a las
independencia. Cuando reaccionen o resistan luchas par Ia a. de los pueblos dana Iuz ver-
a una medida co.rcitiva en el t.'jercicio de su de a una escalada dcl recurso al usa de Ia fuer-
derecho a autodeterminarse, dichos pueblos za v a un pruceso de agotamiento dci siste-
tienen ci derecho de buscar y recibir un apo- ma entero de seguridad colectivu al que se dio
yo conforme a los fines y a los principios de 'ida en Ia Carla. La legitimación de Ia inter-
Ia Carta de las Naciones Unida'.." vención armada de un estado no directamente
interesado en Ia lucha de liberacicn seria, des-
VI. AUTODETERMINAcI0' % DI RIi( HO DL t(ESIST} \( IA. pués de todo, peligrosa, pUCS podnia truer con-
Todos los instrumentos internacionales, v sigo una fuerte injerencin de Ia potencia
entre cilos en primer lugar las declaraciones extranjera en Ia vida del nuevo estado o en
de Ia Asamblea General de las Naciones Uni- Ia conducta del nuevo gobierno, en el cuso de
das, reconocen —como ci documento citado resultados positivos de las hostilidudes y,
poco antes— al pueblo que lucha por Ia pro- sobre todo, podria constituir Ia premisa v Ia
phi a. un derecho de resistencia que, en ülti- just ificacion para una intervención de una
ma instancia, puede explicarse mediante el potencia extranjera en los asuntos internos
recurso al usa de Li fuerza en aplicaciön del de un estado, en defensa de grupos rebeldes
derecho de legitima defensa. Al interpretar (reaks o imaginario. espontãneos U oportu-
los actos en cuestión, par lo comün se valora namente oreanizados), cuvo derecho a Ia a.
su paridad con ci art. 51 de Ia Carta de las fuera inexistente o, por lo menos. discutible.
Naciones Unidas. para Ilegar a reconocer. Tal es lo que nos enseüa Ia historia reciente.
sobre Ia base de esta disposiciün, un derecho, El derecho de usar Ia fuerza debe ser reco-
si no un deber, de intervención al lado de los nocido pues sOlo a los pueblos que en prime-
pueblos oprimidos. para todos los miembros ra instancia luchan por Ia propia a. Pero estC
de las Nacicines Unid. derecho Cs en cierto mudo limitado. en el Sen.
En realidad, lejos de liacer referenda expli- tido de que no puede considerarse licito el
cita a las disposiciones ..trgumentadas, las di'.- recuro a cualquier acto de viokncia, sobre
tin t..ts decluraciones se limitan a rcconocer a todo si vu dirioido contra victimas inOcCntes.
los pueblos en cucstión un derecho "a buscar Por ella no Cs pudbie compartir Ia tesis segOn
y recibiravuda. de conlormidad con lOs fines L cual Ia actividad terrorista llevada a cabo
y principio-. de Ia Carla" (asi Ia Declaración par individuos o par grupos de individuos que
sobre las relacione'. ami'to'.a , y el art. 7 de luchan par Ia a. pueda considerarse un con-
Ia Re'.. 3314-XXUC dcl 14 de diciembre de traterror, un ado dc legitima defensa, una
1974, relativa a Li definiciOn de agresión) a resistencia actia ante el opresor. que usti-
a afirmar, todavia en forma mäs geniYrica, que [lean s kgitim-an los medios utilizados. Aun
"ci restablecimiento de los derechos funda- cuando el prapio terronisnlo sea el unico ins-
mentales de un pueblo, en el momento en que trumento et'icaz pam contraponerse a un ene-
MJTOGESTION 103

mio mucho más fiierte y oranizado —como hoff, 1967; J.J. Lador-Lederer, International
sucede en las luchs de Iiberación— y por div group protection, Leiden, Sijthoff, 1968; A. Mb-
sea un mcdio d lucha dificil dc condenar, si ja de Ia Muela, La cmancipución de los pueblos
reconocemos Ia Ieitimidad del recurso al uso coloniales v el derecho inlernacional, Madrid,
de Ia fuerza en 'I ejercicio del derecho de a., Tecnos, 1968; A. Papisca, L Thte rvc'nto dde
Sc trata de medios de acción que deben ser Nazioni Unite nelle consultazioni popolari, Milan,
desterradus, sea cual lucre elfin perseguido. Giufir, 1969; A. Rigo Sureda, The evolution of
El limite entre actividades lIcitas y activi- the right of self-determination: a study of United
dades ilicitas puede trazarse en Función de los Nations practice, Leiden, Sijthofl, 1973; N. Ron-
medios empleados y de Ia personal idad de las zitti, I.e guerre di liberazione nazionale e il diritto
victimas de los actos terroristas. En esta pers- ,ntcrnazioaak', Pica, Pacini, 1974; M.A. Shukri,
pectiva se piantea iambién el estudiu sobre The concept of self-determination in the United
el terrorismo preparadu por ci secretario de Naiion.s, Damasco, Al Jadida 1965; J. Siotis, I.e
las Naciones Unidas, en ci que sobsei'a que droit de la guerre et les con/lits armés d'un carac-
incluso cuando el empleo de Ia fuerta etá jus- tEre non-international, Paris, Librairic Généra-
tificado moral y jurIdicamente, hay determi- Ic de Droit et de Jurisprudence, 1958; U.O. Umo-
nados medios que —como en toda forma de zu ri ke, Self-determination in international law,
conilicto humano— no deben ser utilizados; Hamben, Archon Books, 1972; P. Vergnaud,
Ia legitimidad de una causa no justifica ci L'ide de la natiunalité et de Ia libre dispo.cition
recurso a determinadas farmas de violencia, des peuples. Ginebra, Droz, 1955; Vismara, I.e
en especial contra los inocentes: "hay lImites Nazioni Unite per i terrilori dipendenti e per Ia
a lo que Ia comunidad internacional puede decolonizzazione , Pauda, cImA'.i, 1966; Yassin
tolerar s' acept..ar". ei-Ayouty, The United Nations and decoloniza-
Legitimo serb pues ci uso de Ia fuer,.a, y tion: the role of il/ ru-usia, La Haya, Nijhoff, 1971.
se consentiria ci recurso a Ia actividad terro-
rista, a condición de que éstos no se volvie- [CARLO BALDII
ran medios particulurmente violentos e inhu-
autoestLón
manos, o desproporcionados a los resuitados
esperados o de espera plausible.
El derecho a Ia a. de los pueblos está estre- I. In FI5I(I\ ESINCIAI.. Por a. en sentido amplio
chamente Iiado a los derechos de los mdlvi- debe entenderse on sistema de organización
duos, de los quc constituye un corolarlo; scria de las actividades sociales que se desarrolian
una fIa,rante contradicción luchar por Ia a. mediante Ia cooperación de muchus personas
con despreclo de los derechos fundamentales (actividades productivas, de servicio, adminis-
de Ia persona humana. trativas), para lo cual todos aquelios compro-
metidos en ellus toman directamente las deci-
siones relativas a su conduccion, con base en
RIHl.1ORA11A: G. Arangio-Ruiz, United Nations las atribuckrnes dci poder de decision dadas
declaration of friendly relations and the system a Ia colectividad y que define cada estructu-
of the sources of international law, La Hayu, Sijt- ra especifica de actividades (empresa, escue-
hoif & Noordhoft, 1979; P. Bergmann, Self. Ia, barrio, etc.). Aqui pueden reconocerse dos
dezcr,nip.-aion: the case of Czeklzoslovakia, 1968- determinaciones esenciales del concepto de
1969, Luuano-Bcllinzona, Grassi, 1972; S. a. Lu primera Se refiere a que se anula Ia dis-
Ca1ogeropou10-Strzti, Le droit des peuples a tinciOn entre quien tomu las decisiones y
disposer d'cux-mn,e. Bruelas, Bruvlant, 1973; quien las ejecuta. con referencia a las funcio-
A. Cassese v E. Jouve (compsj, Pour an droit de.s nes de toda .iquella actividad colectiva orga-
peuples, Puri, Beruer-Levr:tult, 1978; C. Curcio, nii.ada sobre Ia base dc Ia divisiOn dci truba-
.\'aione e az(tode( isfr,ne d'i popoli: due idee nella jo. La seundi Cs Ia autoriornia de decisiones
storia, Milan. Glut Ire, 1977; G.J. d, Lint, The Uni- de toda unidad de actividad, o sea quc Se supe-
ted .Vatiouc: the abhorrent misapplication v/the ra Ia intervL-ncion de voluntades ajenas a las
c'harieriu re'.spect of South !lfrica, ZwoiIe, Ticenk colectividades concretas para Ia definiciOn
Willint;, 1976; H.S. Johnson, Self-. 'etermination del procso dc dcisions.
within the community of nauon., Leiden, Siji. Con referenda a In vida cotidiana asocia-
104 AUTOGESTION

da. estas dos determinaciones califican el sig- constituyen prapuestas de organización de


nil icado de a. como principia elemental quc una sociedad posrevolucionaria segün esque-
modifica las relaciones sociales y personalcs mas dcl todo similarcs a Ia de Ia a. —aunquc
en ci sentido de Ia reapropiación del poder no definidas con este tsrmino, que aparece
de decision respecto de una determinada esfe- solo ocasionalmente en Ia literatura alema-
ra de actividades contra cualquier autaridad, na. En los años veinte y treinta, restringido
aunque esté legitimada por una delcgacion el espacia de propuesta de los consejos, pue-
precedente —como reulta de expresiones den reconucerse elementos importantes de Ia
tales coma "a. de las luch&s", "seminario, problematica de Ia a. en Ia critica tratsquis-
manifestacion, huelga de a.", etc. Con referen- ta at papel de La burocrucia en el sistema
cia at funcionamknto de un sistema social soviético.
global, especifican el significado de a. como Lu difusiOn del término a. en Ia cultura y
modelo de sociedad sociulista alterno at esta- en ci lenguaje politico data sOlo de los años
talista burocrático: par un lado al superar Ia cincuenta, después de que se introdujo en
logica autoritaria de Ia planificaciOn centra- Yugoslavia un sistema de orgunización eco-
lizada y Ia consiguiente apropiación del poder nOmica v estutal asi denominado. Esta expe-
social por parte de los aparatos burocrãticos, riencia llevO, por un lado, a especificar mejar
mediante Ia atribuciOn de una plena Iutono- Ia noción de a. en su nexo con un conjunto de
mia de gestiOn a las diversas unidades eco- mecanismos y procedimientos articulados
nómicas; por otro lado coma redefiniciOn del dentro de empresas y estructuras politico-
carãcter colectivista de Ia organizaciOn social, administrativas; por ci otro, a connotarla ya
tanto a través de Ia asignaciOn de las respon- no como propucsta "extremista" sino más
sabilidades y del poder de gestiOn a cada bien como soluciOn prãctica del problema de
colectivo de trabajo conio mediante Ia deses- Ia eficiencia y de Ia democracia de un siste-
tructuración del ordenamiento estatal en un ma socialista. Sin embargo, no se estableciO
sistema de autonomias locales que les ceda en el uso dcl término una acepciOn precisa en
el control directo de las condiciones de Ia sentido institucional (más que con referencia
reproducciOn social. at sistema de organización y representaciOn
por conselos de delegados) y su fortuna coin-
II. ORIGENES DELcOCEI'TO. La especificaciOn de cide ms bien con Ia difusiOn de una acepción
Ia matriz ideoiórica de Ia noción de a. consti- de a. coma principio muy general, cuyos
tuye —como veremos— un aspecto de Ia inter - supuestos y condiciones de reaiizacion no
pretación de su significado. Sin embargo, pue- quedan definidos de modo univoco, de don-
den reconocerse en ella elementos evidentes de Ia dificultud para circunscribir su proble-
de prefiguracion en ci pensamiento anarquis- mâtica de modo coherente.
ta (en particular en el concepto de democra-
cia industrial de Proudhon), en 1a concepcio- M. IA At TOGI sIlOS Ct"iO SISTF.MA DE ORGAS1ZMI0N
nes del sindicalismo revolucionario europeo EC0SOM1cA. Esta dificultad contempla de
y norteamericano y más aün en Ia idea de manera particular el significado de Ia a. como
au:o,'obierno industrial enunciada por los principio de organizaciOn económica, en pri-
socialistas gremialistas. El nacimiento de Ia mer lugar por algunas incertidumbres acer-
problemática de Ia a. puede asignarse en cam- ca de su especificidad. Una orientaciOn soCiO-
bio con más certidumbre con ocasión del IOgica muy difundida tiende de hecho a redu-
movimiento de los consejos obreros (t'j, cir La a. y Ia coicstiOn en Ia problemática Oni-
difundido por varios paises curopeos en Ia ca de Ia participaciOn obrera v de Ia demo-
primera posguerra —segün las posiciones de cracia industrial, con base en Ia consideraciOn
los grupos "extremistas" u "obreristas" en el de que ambo principios bucan restituir a
ámbito de los partidos socialistas v sucesiva- los trabajadore, el control sabre su situaciOn
mente de la Ill Internacional sabre el proble- de trabajo y para este fin proponen formas
ma de Ia "sociaiizacióri" de Ia economia. En an.Uogas de organizuciOn de tipo no volunta-
particular, la conccpciOn del "sistema de con- rio (cclnsejos y representaciunes de ddegadus
sejos" segün los escritos de K. Korsch v A. elegidos sabre Ia base de cadu empresa), aqul
Panne t:oe k v Ia gramsciana del "nuevo orden" opuestas at asoeiaciunism() sindical. Sin
AUTOGESTION 105

embargo, si este enfoque muestra Ia función orden económico y politico entero como con-
de inwgración de los trabajadores en ci sis- diciOn propia de su reaiización.
tema administrativo, comün a los dos prin- En sustandia, ci principio de Ia a. hace refe-
cipios, olvida Ia diferencia sustancial entre rencia simuitãnea a una particular modalidad
una propuesta de integración 'pasiva" y otra de organizaciOn del proceso de gestión en ci
"activa". Dc hecho, mientras que Ia cogestion interior de las empresas v, en el piano social
se propone una simple modijicaciOn del pro. más general, a una forma particular de orga-
ceso de decisiones de las empresas, median- nización colectiva, dando lugar a una conli-
te Ia inclusion de consultas con los dependien. guraciOn econOmica original. cuyo rusgo prin-
tes o formas de co-decisiOn con sus represen- cipal se reconoce en su referencia a princi-
tantes, hasta ilegar a Ia atribución a éstos de pios propios de filosofias económicas diver-
un poder autónomo con limites en algunos sas y aparentemente inconciliabies: por un
aspectos de las condiciones de trabajo (ser- lado, superar Ia apropiación privada del plus-
vicios sodales, ambiente, seguridad, etc.). Ia valor y por lo tanto Ia referencia del sistema
a. quiere realizar Ia socializacion del poder ai parámetro de In ganancia; pore! otro, man-
de gestión % utribuve a los trabajadores por tener Ia iibre iniciativa de las unidades eco-
medio de sus delegados un poder de delibe- nOmicas.
radOn sobre todas las decisiones relativas Esto es consecuencia de un preciso come-
n primer lugar las que cunciemen ai repar- tido ideolOgico, resumido muy esquemática-
to entre inversiOn y retribucion—, o sea que mente en Ia siguiente secuencia de conside-
Se propone justumente unu integracion "acti- raciones de principio: a] In superadión dci
Va" de los trabajadores en su empresa, lo que extrañumiento de los trabajadores respecto
implicu sea como lucre In superaciOn de In de los fines de su actividad —que constituve
propiedad capitalista de In misma. al fin Oitimo del proyecto socialista— sOlo es
Mãs cercano a In idea de a. es ci asociacio- posibie a condición de que: hi tengan el con-
nismo couperalivo, ya sea en terminus estruc- trol dire do sobre ci destino del pIusvaior por
turales o con referencia a Ia matriz ideolOgi- elios producido s esto requiere: c] no solo Ia
Ca de los dos principios. que Ilevarla de flue- eliminacion de In propiedad capitalista, 5mb
vu. por lo menus en parte. a In tendencia liber- incluso: d] Ia posibilidud de una plena auto-
lana dci movimiento socialista. No obstante, nomia de gestión de los distintos colectivos
mientras que ci usociadionismo cooperativo de trabajo. En Ia base de In propuestu de In
destacu In alternativa del irabajo asalariado a. está, por lo tan to, una teoria de Ia enajena-
en Ia redistribuciOn paritaria de In propiedad cion quc. aunque se In identifique con una
de los medios de producciOn entre todos lOs interpretaciOn "humanista" dcl pensamien-
miembros de una entidad económica, Ia a. to marxiano, dificilmente puede reducirse a
considera necesaria a su vez In redelinicion Ia pci spedtiva del matcriaIismo histórico, que
del papel v dcl puder de los trabajadores en concibe Ia condiciOn salarial como efecto de
ci proceso cconómico, p.Lra lo cual pone como una reiaciOn social de produccion, o sea en
condiciOn no ya In asundiOn generalizuda dcl el interior de In unidad contradictoria de tra-
estatus de propieturiu privado sino In supre- bajo v capital. Más coherentemente hará refe-
siOn de este v L adquisicion igualitaria del rencia a aquellas doctrinas sociales (yen par-
poder de gestiOn mediante un derecho indi- ticular al pensamiento de Proudhon) que, al
visible de usufructo sobre los medios de pro- promover In asunciOn de una entidad natural
ducciOn "sociales". En consecuencia, mien- dcl trabajo, fijan SUS raices en In sparación
tr.is que ci principio cooperativo acepta de de las tareas de gestiOn respectu de las de pro- -

hecho Ia lOica de los sistemas capitlistas, ducciOn. despues de Ia apropiaciOn par las
en cuvo ámbito puede encontrar ci espacio primeras de parte de una propiedad (sea pri-
part su realizacion, cI principio de Ia a.. aun- ada o estatal) que violaria en lo externo Ia
que se Ia piense cuino una acción en esc.tia intrinseca unid,.id del trabajo, reduciendo a
limituda v aunquc e.tc asociada por lo comOn los trabajadores a Ia condiciOn salarial cumo
al provectu de una transformaciOn gradual de simples ejeculores 'materiales" del mismo.
las ctruetura' suciuics. implka en tudo caso El sentido del proyecto de Ia a. correspunde-
una modilicacion mas o menus amplia del na a Ia exigencia de restituir a los trabajado-
10 AUTOGESTION

res el control general sobre su actividad pro- mentos tradicionales de politica crediticia)
pia, considerado como Ia caracteristica esen- pueden asegurar In efectiva realizaciOn de un
cial dcl sistcma artesanal, pcm en ci ámbito sisLma cconOmico admina.trado por traba-
de estructuras productivas de tipo industrial jadores, hasta reconrxcr quc Ia maximización
—o sea basadas en Ia cooperación y In divi- del ingreso para cada uno de sus micmbros
sión del trabajo—, y en esta perspectiva el debe ser consideradu como objetivo esencial
mismo principio de Ia auzonomia de los pro- de las empresas autogestiondas (i. Vanek).
ductores, que era Ia condicion de subsisten- Es evidente que estas divergencins implican
cia dcl sistema artesanal, seguiria siendo Ia en ültima instancia ai propio significado de
pieza chive, con el nuevo significado de dis- a. en cuanto forma especifica de organización
pan ibilidad "en comün" de los mdios de pro- econOmicu y social y en este sentido ponen en
ducción, aunque con poder "individual" sobre duda sus propios supuestos y fines. Dc hecho
Ia gestion de Ia act ividad colectiva. Dc hecho, se obsera, par un lado, que, en Li medida en
Ia actualidad de In propuesta de a. es reivin- que se p!anteen coma condiciones de un sis-
dicada en general desde una perspectiva ana- tema de a. critcrios de racionalidad indepen-
utica, recurrente en ci pensamiento social dientes de aqueiios expresados por las dcci-
contemporaneo. segün Li coal In contradic- siones autónomas de los coiectivos de traba-
ción Fundamental de las sociedades industria- Jo, se vuelve teóricamente injustificada y
les no consistiria tanto en In estructura de las prácticamente impi.sible In asunción de este
relaciones de propiedad cuanto en In de las principia como resolucion de In condicion de
relaciones de autoridad, quc ci proceso de enajenaciOn de los trabajadores. Pero, par
racionalización tecnolUgica ' orgunizativa ha otra parte, se objcta que Ia aceptación del
cristalizado cada vez más, condenando a In libre mercado coma medio de regulacion de
mayor parte de los trabaladores al extrana- las rehiciones entre Ins empresas autogestio-
miento de su trabajo y d..Lndo lugur en ci nivel nadus impiica de hecho In de Ia ganancia
social ms general a Ia constitución de un coma fuerza motora del sistema social, par
pader burocrático que impide toda participa- Ia que quedaria vinculada a los esquemas pro-
cion democrática ciectiva. pios del capitalismo.
Sin embargo, in traducción dc estas peticio-
nes de principia en un sistema concreto de W. LA AL'TOGFSTIO\ (OMO F'INCIPIO POLITICO.A In
organizaciOn cconómica constituve un probie- incierta definicion de los supuestos de Ia a.
ma todavia abierto para In teoria de in a. y como sistema de orgunizaciUn cconOmica Ic
ci objeto de un debate que en ci ültimo dccc- da contrapeso una evidencia mils clara de su
nio ha dada lugar a explicitas perspcctivds significado como principio politico. Mvitn-
sustancialmente divergentes. En ci centro dcl dose de in exiencia de lundamentar unn
problema está In concepción de In autonomia alternativa, tanto en ci formalismo abstracto
de gestión de Ia" unidades productivas mdi- de In democracia burgtisa coma en eI esqUe-
viduales, en sus implicaciones para ci funcio- ma autocrático de I ts llnmada.s "demccracias
namiento global dcl sistema econOmico. Algu- popuhires", los teOricos dc h a. han Ikgado
no intentan sustraer esta autoflomia a In a colocarse dentro de Ia comricntc dcl pensa-
referencia directa a los mecanismos de mer- miento democrático radical (de Roue.0 a
cado v In dcfinen en ci Ambito de sistemas de In actual sociologia critica). iIeando a pre-
pianificaciOn capaces de operar par flu jos de sentar de manerzt coherente estc principio de
informackin no sOlo en linea jerárquica, sino organización como In '.alucion dcl problemu
también hori,ontal, de modo de sinzzthir ci de Ia democracia .uwucial. El si'nificado
funcionamicnto dcl mercado; o bien, en tér- esencini de esta claboruciOri puede sintctizar-
mino" más liberaie, de esquemas dc progra- se en terminos formales coma: a) "alejamien-
maciOn "policentrica", capace de regular ci to" del puntu dc upovo dci problema de In
mercudo mediante una niatriz de conexiOn auwridad desde ci mornento de su ejercicio,
entre varios centros autOnomos de decisiOn. o sea dc lz' emunacion de Ordcnes vinculan-
En cambio otros Jsumcn que sOlo ci merca- tes, hasta aquei iogic&mente precedente dc In
do auzorregulado v Ia completa lihertad de mi- formaciOn de las decisiones, v hi resuiución
ciativa de las empresas (corregida par instru- del propio problema mediante Ia propuesta
A1'TOGESTION

de una "socializaciOn" de los procesos de dcci- observe que este sistema debe integrarse al
sión, hecha pusible por Ia atribución a cada principio de Ia imperatividad y de In revoca-
individuo de un r.oder de decision distinto en hihidad del mandato. La analogia sustancial
relaciOn con los diversos ámbitos concretos entre Ia idea de de,nocracia directa v ha de a.
de su vida asociada. puede encontrarse más bien en las imphica-
Puede calificar esta eoncepciOn, es preciso clones de Ia razón particular quc este princi-
distinguir a Ia a. de otros principius politicos pia busca estabiccer entre las cohectividades
—en particular ci wizogobieruo y Ia democra- el objeto de sus decisiones, con base en Ia
cia direcia— con los cuales ha sido confundi- comunidad de competencias e intereses crea-
du a menudo. En primer lugar, mientras que da por ha participacion en una misma .ictivi-
ci ámbito de significatividad convencional- dad social, que dejaria que cada quien toma-
mente asignado a estos ültimos tiene que ver ra parte efectivamente en Ia tormación de
con Ia organizaciOn polItico-territorial, o sea tales decisione, que fuera eventualmente
al estado, ci coneepto de a. concierne al con- dehegado para su ejecuciOn v que controlara
junto de las actividades sociales que compor- a Ia vez su aphicación cotidiana (por lo tanto,
tan una orunizacion cc,Ieciiva, y en primer que reahizara de hecho una fusion del momen-
lugar las econOmicas. Puede decirse más bien to ' legislativo" con el "ejecutivo"), indepen-
que el principio dcl auzogobienio. por 1mph- dientemente de Ia existencia de formas de
caci6n, entra de nuevo en Ia problemática de representaciOn v de Ia atribución de respon-
Ia a., en Ia medida en que su reahización subilidades delinidas.
requicre de una rest ructuraciOn del sistema En sintesis, In a. en cuanw principio poli-
politico en ci sentido de Ia descentralizacion tico puede definirse coma un mecanismo
administrativa v sobre todo de Ia abst rción representativo traspuesto en ci ámbito de las
de muchas de sus funciones en comunidades estructuras concretas de las diversas activi-
territoriales locales dotadas de una tuerte dades econOmico-sc:iales con elfin de asegu-
autonomla de decision. Sin embargo, es rar su funcionamiento y que proporciona una
importante desiacar que ci sistema institucio. sintesis importante en los niveles locales de
nal prefigurado por Ia idea de a. tiene en su comunidad. Por un lado, noes más que Ia aphi-
base caracteres opuestos a los dc Ia jerarquia caciOn a Ia esfera econOmico-social de prin-
funcional y de Li intencionalidad subjetivi cipios democraticos ya ejecutados en aquella
implicitos en Ia nociOn de "gobierno", carac- pohitica; par ci otro, queda cuhificada como
teres quc están bien mareados a su vez por una nueva forma de organizaciOn de todo ci
ha propia noción de "gestiOn" en sentido meta- contexto social, por cuanto asume has diver-
fórico y que en lcngutjc econOmico viene a sas activid.tdes sociales y sobre todo econO-
significar ha actividud de conducciOn cutidia- micas —y no ha posesiOn territorial— como
na de una empresa. 0 sea, coma sugiere Ia tar- estructura fundamental de Ia participaciOn en
niula de In "extinción dcl eslado" comOnmcn- ha vida asociada: o sea que compromete a ho.
te asociuda par sus teOricos it este principi P. individuos coma productores en ha unidades
ha a. quiere reabsorber Ia decisionalidad poli- econ6mica-4 v como consumidore , en ha uni-
tica en Ia "administraciOn de las cosas": en dad local; por otro iado, imphica también, en
otros términos, implict no solo Li de.cenira- SUS consecuencias extremas, Ia disolución dcl
lización, sino tambien una despolirización del v
poder econOmico politico v el funcionamien-
sistema. to de Ia estructuras sociales ünicamente a
En segundo lugir, in a. no puede asimilar- ti avs d. una auzuridad sa-izlizudu. Subre
se de inmediato a Ia nociOn de de,nocracia estas bases, el mantenimiento de un poder s
directu, va que ci mecanismo institucional de una orcaniiciOn estatal —en 'i contradic-
pre%isto p.trzt su accion, aun comprendiendo torio con ci principio de Li a.— es aceptado
instancia' de decisionahidad directa (asam- par los teóricos de ha a. en el esquema de un
bleas v divers.s torma de consulta de ha proceso de transiciOn y vuelto compatible con
base). hace referencia al sistema de ha repre- tal principio mediante Ia ideacion de sistemas
sentación mediante delegados (consejos de de representación "tuncional". a sea estruc-
secciofl. dc empresa. de distrito, comunaLs. turados con referci,cia a ha' diversa luncia-
etc.I. aun cuando Ia concepciOn mas radic.J nes sociahes desarrolladas dentro de Ia cohec-
'Os AUTOGESTION

tividad (productivas, de servicios, militures, método, sujeto por lo demts a frecuentes reto-
etcetera). ques institucionales: cuttru constituciones
federales de 1946 a 1974, más muchas otras
V ELCASOYUGOSLAVO. Segün Ia definiciOn ante- leyes fundamentales.
rior, que asume coma supuesto de In a. In La organizadiOn del sistema económico. que
superación de In propiedad privada de los —especialmente en los años sesenta— tuvo
medios de producción. los ejemplos de actua- una clara orientaciOn hacia Ia completa auto-
ciOn de este principio —en discrepancia con nomia de las empresas, dejando a Ia planifi-
Ia opinion de algunos autores que incluven en caciOn central y local coma simples instru-
él numerosas experiencias de cooperativas de mentos de politica fiscal y crediticia, se basa,
producción y en particular Ia de los kibbut- en el nivel de las unidades productivas, en el
zim israelIes— se reducen a muy pocus casus, principio de Ia separaciOn de los poderes de
relacionados precisamente con los regimenes gestion —fiados en una escala ascendente a
colectivistas (en Argelia, en 1963, aunque limi- órgtnos colegiados de decision— de aquellos
tados a las puras empresas agricolas; en Polo- de direcciou técnica v administrativa, defini-
nia, de 1956 a 1958y nuevamente en 1981, asi dos segün una estructura jerãrquica conven-
como en Checoslovaquia en 1968). de los que cional —desde el director de empresa hasta
sOlo ci vugoslavo identifica una experiencia los cuadros inferiures. La definiciOn del esta-
cumplida y duradera, asumidu por ello como tus del director respecto del poder colcctivo
inodelo paradigmático de sistema de auto- de los Organos de gestiOn v sabre todo Ia atri-
gestiOn. buciOn de éste a las diversas instancias cole-
Li instituciOn de Ia a. en In Republica Fede- giadas han sufrido con ci tiempo proiuiidas
rativa Socialista Yugoslava v ci pruceso cone- modilicaciones, conexas en una primera fase
xo de revisiOn ideolOgica y pulitica (cr1 tica del al proceso de liberalizaciOn de las empresas,
"socjalismo burocrático", posiciOn de "no ali- y más tarde Ilevadas a corregir .sus disfuncio-
neamiento" en el campo internacional) deben nes relativas. SegOn Ia ley de 1976, se Ic atri-
Ilevarnos de nuevo al problema de una eco- buye a las Organizaciones de base del traba-
nomia fuertemente atrasada, agravada par jo asociado (OOIR) —grupos de trabajadores
las condiciones desventajosas de intercambia articulados en el nivel de secciones de fabri-
impuestas par los paises dcl bloque socialis- caciOn y de servicios técnicos y administrati-
ta. En este sentido. el modelo de Ia a. —de vos— mediante un sistema progresivo de dde-
hecho inventado por los dirigentes vugosla- gacion del poder de opciOn sabre todas las
vos— fue justificado coma el media para con- cuestiones relativas a Ia conducciOn de In
seguir un desarrollo mãs rzipido del sistema empresa, mientras que ci poder de decision
económico y al mismo tiempo una emancipa- directo se atribuye, segOn Ia importancia de
ciOn inmediata de Ia condiciOn salarial: en las decisiones, a tres niveles de conscjos de
'.ustancia, segOn el registro oficial marxista- delegados (consejos de las diversas oou, de
leninista, para superzir los propios términos establecimiento, consejo de empresa): los dos
de Ia contradicciOn (imputada a In experien- primeros cxtraen de su seno los delegados
cia sovictica) entre supuestos materiales del que componen el Organo inmediatamente
socialismo (el "desarrollo de las fuerzas pro- superior, vinculados por un mandato impe-
ductivas") v modificaciones en tal sentido de rativo a representar en él los intereses de los
las relaciones de producciOn. Hasta mediados respectivos electores. El consejo de empresa
dc los años cincuenta. In reaiizacion de este define las pollticas generales, nombra y des-
modelo (Ia llamada "via vuroslava al soda- tituye al director —que asume mediante con-
lismo") 11ev 0 a través de una serie de relor- curso— v decide In tasa del ingreso que debe
mas institucionaks a Ia segregaciOn del ante- destinarse a las rctribuciones, cuvo reparto
rior sistema monoliuco de molde 'oviético v individual es establecido sin embaro en un
it Ia cstructuraciOn .de tres subsistemas nivel inferior, donde se decide también acer-
—convcncionalmente: economia, autonr,mias ca de las admisiones y despidos.
locales v partido— cuvas compkjas interac- La exiuencia de concilLLz Ia necesidad de
ciunes califican ci carzctcr particular de una recolnpusiciOn dc los intcress individua-
democracia 'participativa" asumido pur este les v locales (aguzada por las disparidades
AUTOGESTION 109

cconómicas entre las distintas reiones del mica y administrativo (teorizada como pro-
pals) con Ia posibilidad de su articulacion ceso de "deteriaro" del estudo) ha implicado
directa (intrinscca al funcionamiento mismo tambien una progresiva modificaciOn del
de Ia a.) ha lievudo precisamente al abando- estatus dcl partido unico y de las demas orga-
no progresivo de las decisiones jerãrquicas nizaciones reunidas en Ia Alianza socialista
v a Ia elaboración simultánea del modelo de (sindicato, asociaciOn de partidurios), tanto
Ia a . social, que marca Ia experiencia yugos- en el pIano institucional —donde ha sido reco-
lava, o sea a Ia generalizacion en Ia esfera nocido coma un poder menos difuso y mejor
administrativa de los principios esenciales de definido, jun10 al poder de los consejos de
Ia a. (autonomia de decisiones v representa- empresa y territoriales (asi desde 1974 exis-
don par delegados). Con ello, Ia reptThlica te en ci nivel de comunas y repOblicas un icr-
vugoslava ha venido asumiendo Ia configura- cer ('onsejo sociopolitico elegido de listas pre-
ciOn de un sistema articulado en una plurali- vias dadas par Ia Mianzu socialista)— como
dad de centros de decisiOn segOn ámbitos de en el piano organizativo. mediante Ia estruc-
competencias funcionales, definidas tanto par turaciOn de las diversas arganizaciones pa-
Ia dimensiOn teriitorial (comunas, repOblicas, Ilticas segOn el comOn principia de Ia dele-
federaciones) coma por Ia tccnico-productiva gaciOn progresiva. Sin embargo, diversos
v conectado en linea horizontal v vertical observadores han revelado que Ia prapia ar-
mediante el propio principio de Ia delegacion ticulación y creciente complejidad de los
progresiva con mandato imperativa, operan- mecanismos formales de Ia "democracia
te en las empresas. La comuna —cuva exten- participativa" han consentido que el partido
sión territorial corresponde it Ia provincia v su grupo dirigente conserven tie Izeclu; ci
italiana— constiluve Ia estructura portado- papel de variable independiente del sistema,
ra de este sistema, tanto par Ia amplitud de aunque legitimado par Ia necesidad funcio-
los poderes etronOmicos sobre las empresas nal de que Ia concertaciOn entre los distintos
que operan en su territorio y Ia consistencia intereses tenga un punto de referencia más
de las funciones de gohierno local atribuidas general.
a ella, coma porque es el trOmite, esencial
para Ia formación del sistema de Ia represen- VL LAS IXI'EKIENCIAS POSTERIORF.S. Los intentos
tacion I uncional de los intereses sabre los que posteriores inspirados en el principio de Ia
se rige ci entero orden juridico institucional. a. (en particular el polaco y el checoslovaco)
Dc hecho, el ordenamiento vugoslavo previ permiten precisar los tCrminos ms genera-
en cada uno de los tres niveles territoriales les de Ia problemOticu propia de Ia forma his-
una doble estructura de los órganos asam- tOricu segOn Ia cual se ha efectuado hasta aho-
bleistas v de gobierno con competencias fun- ru este sistema de organizaciOn econOmica,
cionalmente diferenciadas (econOmicas v comprendido el caso yugoslavo.
politico-administrativas) sabre Ia base de un Par un lado, resulta más evidente que esta
doble sistema de representaciOn, que integra problemOtica ha de Ilevar, más que a motivos
el principio de La representaciOn general de ideolOgicos. a Ia exigencia práctica de permi-
los ciudadanos con Ia de los trabajadores tir una autonomia sustancial de Ia gestiOn de
coma tales. Asi. Ia ConstituciOn de 1974 pre- Ia empresa, coma reacciOn a situaciones de
ye en el nivel de a comuna un Consejo del Ira- crisis económica y social. imputadas a expe-
bajo asociado, compuesto par delegados de riencias precedentes de planificación centra-
las diversas rjoi-K v de unidades análogas de lizada. En cste sentido, entra en Ia prohlemi-
trabajo en otros sectores v un ('onsejo de las tica más general de Ia descentrulizaciOn de Lis
comwiidades locales con delegados elegidos decisiones ecoflómicas, exigida en casi todos
sobre Ia base territorial en los diversos dis- los regimenes colectivistas par las insuficien-
tritos: estas consejas nombran a su vez a los cias del sistema, particularmente evidentes
delegados Ilamados a representarlos en las par el lado del consumo: de ahi que Ia ulte-
currespondientes c.imaras de las asambleas rior caracteristica, propia de La a., de unir
de las diversas republicas v asi sucesivamente aulunomia de las empresas v poder de deci-
para el parlamento federal. sion dc los consejas obreros se expliquc, en
Esta descentralizacion dcl sistema econ6- relación con Ia particular gravedad de Las
110 UTCGESTION

situaciones de crisis, como el medio pura insubordinación, que ya habia Ilevado al reco-
incentivar Ia productividad dcl trabajo y legi- n(,eimicntu oficial del sindicato independien-
timur que los ingresos obreros dependan de te Snlidarnosc, asi como Ia sucesiva idcntifi-
los rendimientos administrativos efectivoc. cación de esta reivindicación como ci objeti-
Sin embargo. par otto lado, Ia problcmãti- vo estratégico del nuevo sindicato, indican
ca de estus experiencias es inescindible de las que ci sistema de a. industrial instituido en
implicaciones politicas consiguientes al nexo el otoño de 1981, Si bien constituia en su
que estas reformas de las empresus institu- estructura formal una innovación institucio-
ye entre descentrulizaciôn v redistribución nal sin precedentes para un regimen de
del poder económico. De hecho. en Ia mcdi- social ismo real" (de hecho se atribuian a los
da en que tl poder se atribuye a Ins cone- consejos ubreros poderes muy amplios sobrc
Jo obrero- (v.) —o sea a los organismos no In 6esti6n de Ia empresa, incluso en materia
voluntarios y por lo tanto no directamente de nombramientos y revocaciones de los
controlables por las organizaciones politicas directores), representara de hecho un corn-
dominantes (partido v sindicato)—. queda promiso. destinado a abrir una posterior dia-
cuestionada Ia estructura que en el 'tmbito de léctica politica, que más bien habria implica-
los regimenes de partido unico apuntala ci do In distribución del poder real. Donde esa
monopolio del poder y se desarrolla una dAna- reforma hubiera quedado limitado al sistema
mica que implica más bien una modificacion de las empresas, Sc habria securamente tra-
de ctos sistemas pohticos. E'.to explica por ducido en un proceso conflictivo de 'control
qué esta conirontación entre las distinas obrero", organizado par ci sindicato indepen-
experiencias de a. resulta, coeteris pan bus, en diente. En cambio, donde los consejos obre-
una relaciôn inversa entre Ia autonomla de ros hubieran obtenido un reconocimiento en
gestiön atribuida a las empresus y los pode- ci nivel de In organización estatal segün el
res reconcidos a los consejos; por que Ia def i- esquema de In a. social yugoslava, en ci cual
nición de In estructura de estos organismos se inspiraban algunos dirigentes .sindicaies
(modalidades de elecciones, composición. para proponer una descentralización admi-
dimensiones. articulaciones, etc., asi coma nistrativa y Ia institución en todo nivel —in-
sus poderes frente a los dcl director de las cluycndo ci del parlamerito nacional— de una
empres:s, constituye ci nudo capital de estas seeunda cámura con competcncia en materia
experiencias y ci principio de su diferencia- de economia, de ahi habria derivado —al con-
ción formal; finalmente, de manera más mdi- trurio quc en ei caso yuguslavo— más que una
recta, pot qué su dinimiczi ha sido nmrcadu "despolitizacion".de Ia dialéctica social, una
—por In menos hasta boy— par Ia drjstica forma particular de piuralismo politico con
ahernativa entre un brutal o progresivo ago- ci poder dividido entre ci partido y In organi-
tamiento de las funciones autônomas de los zación de Solidarnosc.
corisejos (Polonia en 1958, Chxo , lovnqub v
en parte Argelia), a bien, drinde el partida üni- VII. Ls CR1TICs. Dada Ia fuerte impregnación
Co logro redefinir u propia función, un reco- ideologica de In ide: de :.., es oportuno exa-
nocimiento explicito de estos oranicmos en minar las critica- que se Ic han dirigido, dis-
ci nivel dcl sistemi politico administrativo tinguiendo —en lo u'ibIe— las dirigidas a las
(Yugoslavia). experiencias corcrctas, y en particular Ia
La experiencia potaca m6s reciente, que t.r - ugoslava, de aquella. dirigidu- al principio
niinô con d ulpe de estado militar de diciem- coma tai. L.•s primer..s cstn en -u mayoria
brede 1981, ilutracon clarid:tdexcepcionai orientadas a revelar, con divcras intcncic,nes
his implicaciones pliticas de Ia ejecuck.ri de politk.s, Ia incongruencia de algunos resul-
Ia a., incluso on relación con el sirnificado tadus de csta experiencia ya treintemiI resF --x-
particular de Jirmaci6n de Ia auzonamia poll- to de sus -upuesto- -.ocia1itas. Los lenóme-
zica de Ia cL se obrera asumido en aquel con- nos sobre los que ccntran esencialmente
lexto social v cultural dcl principio de In a. tales análici criticos .sOfl tanto Ia existcflcia
Lt amplia emergencia excepcionai de esta en In sociedad vuos1ava dc fuerte- repartos
propuesta coma reivindicación spontanea d injustos cii ls ingresos personalcs coma
Ia base obrera en el mbito de un proceso de sabre todo In diferencia entre los distintos
AUTOGESTION Ii

sectores pruductivos v entre las regiones del ble para ci principio de Ia a., esta misma cate-
pals, que fueron aumentundo con ci tiempo goria, iejos de ser Ia forma "natural" de Ia
(en 1978. en Eslovenia, ci inreso per capita produeción sccial, es ci resultado especifico
era casi seis veces mayor que en Kossovo), del modo de producción capitalista, en ci sen-
decequilibrios que lievuron a Ia tendencia evi- tido de que Ia separaciOn de los trabajadores
dentc de las empresas autogestionudas de del control de los medios de producción no
reproducir los esquemas de comportamien es m6s que el efecto de La separaciOn de las
to de las capitalistas (obtcnción de ganancias. empresas entre si. Aqul el limite de fonda dci
prácticas moriopolicas, evasiones iicaies. principio de Ia a. no consistiria tanto en ci
etc.). Dc manera más significativa. se ha hecho dc que su realización implica un siste-
observado que ci sistema vugosiavo de a. ha mu de reluciones económico-sociales defini-
ida enrcdándose en un circulo vicioso entre das par Ia Icy del valor trabajo. cuanto en ci
Ia necesidad par parte de los trabajadores de hccho de que, por Ia propia logica del princi-
un loro orientado hacia ci interés colectivo pio, impide toda posibiiidad de irausición del
(conciencia socialista) coma requisito para un sistema haciadiversas relaciones de produc-
reparto no egoista de los ütiles y Ia función ción par lo que Ia a. no seria más que un
de incentivo a Ia productividad asumida par intento ficticio de restituir a los trabajadores
las retribuciones; lo cual encontraria verifi- Ia propiedad sabre su trabajo, sancionando
caciOn en ci fracaso de Ia hüsqueda en ci nivel con ello de mancra definitiva Ia persistencia
de ingenieria social de un punto de equilibria tic relaciones sociales que ligan Li posiciOn
entre Ia exigencia de controlar ci comport:i- social de los individuos con ci trabajo desa-
miento de las empresas, con Ia finalidad de rrol lado.
un desarrolloequilibrado dci sistema, y lade
su autonomia coma condición propia de Ia BIRLIOGRFIA 1. Adites y E. Mann Borgese
participación de los trabajadores en Ia (camps.), Self-nianage;ueni: new thmenswns to
gestiófl. democracy. Santa B:i rbura-Oxford. -Clia
Estas consideraciones han sido desarroila- Press. 1975; P. Bcllusi. M. La Rosa v G. Peliic-
this siguicndo una rcpectiva de tipo librai ciari (comps.). Fahbrica c soci.tà; autoiCStio?W
en una critica de fondo dci propio principio e parlecipazione operaia in Europa, Milan. Ange-
de Ia a., que ha identificado u limite estruc- Ii. 1972; C. Bettelheim. Calculo eccpzómicoy for.
tural en Li imposibilidad de permitir Ia for- mas de propiedad (1970). Mexico. Siglo XXI.
macion de un sistema coherente de respon- 1972; R. Bicanic. La via ju'uslava a! socialismo
subilidades, vu que, coma demuestra Li expe- (1973). NApo1c.. Liguori. 1976; P. Blumberg,
ricncL. toda atenuaciun de Ia propiedad pri- Socioh'gia della partecipuz.ione opt'raia (1968).
ada acrecienta Ia preferencia por ci consu- Milan, Angeli. 1972; Y. Bourdet. Per iota teoria
mo corricntc en menoscabo dc Ia politico dell1uzostione (1970). Roma. Nuo
acumutación por inversiones inno% ativas; Edizioni Opraie, 1975; Y. Bourdet y otros. Los
limite quc, por otra parte, no quedaria corn- anarquistas y la au:oesti'in,Barcelona. Anagra-
pens.ido por Ia posibilidad de ecte principio ma. 1977; T.R. Burns, L.E. Karisson y V. Rus
de modificar Ia estructura de las relaciones (comps.). Work and poner the liberation of work
de trabajo, pues ci funcionamiento de las and the cut. ira! of political power. Loridres. Snize,
empresas requiere necesariamente y sea 1979; M. DruIoic. La democraia auto,estiIa
como lucre, como se ye por Ia propia expe- (1973). Rom, Editori Riuniti, 1978; A. Garand.
riencia yugoslava. de una jcrurquia ccial L 'atIiUift _stioa, 1 1 PItrpnL t l.conotizi1. tUittotla-
,

baida en Ia compctencia. Finaimente. !e. Paris. Frz:neo-Empire, 1974; S.P. Huntinton


muchas ohjciones e centrztn en ci propio sig- C.H. \Ioore (camps.). Authoritariau politics in
nificado socialista dcl principio de Ia a.. o sea modern societies. Nueva York. B sic Book'.
en su çrctcn'iOn d: con-.tituir tin c:imino para 1970; H. Lefcbvre, Loszato(1976). B.ri, Dedalo.
una cfectiva trun,formación en Cstc sentido 1976-1978. vols. 24; C.E. Lindbicm. Polizic e
de las relaciones cc.iale'. Las mas duras sur- ,nercato(1977). Milan, Etas Libri, 1979: J. Lojki-
gen de Ia consideraciOn de que, si Li autono- ne. La close absent. hqY (1986). Méxco. Siglo XXI,
mia cL-' las unidades prcdu:tivas. o sca Ia cate- 1988; A. M.snata, Economia di mercazo e plant-
oria de empresa, es un requisito indispensa- ficaioni' eullettivisra (1976). Florencia. Va lice-
112 AUTOGOBIERNO

chi, 1978; A. Meister. Ou va l'autogestion vougo.s. a los organismos de gobierno local. Esta rca-
lave?. Paris. Anthropos, 1970; A. Mei'.ter. Soda- lidad, simple en su conjunto, se complica
lismo v autogesuon. Barcelona, Nova Terra, cuando se pasa a un examen analitico de cada
1966 C. Pierre v L. Prairc. Plan et autoi'esiion, uno de los elementos que Ia componen. En el
Paris, Fiammarion, 1976; P. Rolle. Iuiroducción piano organizativo, par ejemplo, Ia adminis-
a Ia sociologia del ira ba jo (1971). Barcelona, Pla- traciOn estatal periferica estaba formuda por
neta, 1977; P. Rosavallon. ,lutogesiión (1975), entidades a las que se atribuia, o bien Ia per-
Madrid, Fundamentos; P. Santacroce, Transiio- sonalidad juridica (corporations). o una auto-
ne o nuova dependenza? L 1lgeria degli anni 70, nomia mOs limitada (quasi-corporations).
Turin. Rosenberg & Sellier. 1978; L. Tomasetta, Estas entidades, sin dejar de lormar parte de
PariicipaciOn v auiogesiión (1972). Buenos Aires, Ia administración estatal (y a este respecto,
Amorrortu, 1975; J. Vanek. Economia de parti- por lo tanto, eran organismos), desarrollaban,
cipaciOn (1970). Buenos Aires. Amorrortu, 1974. como hemos dicho, una gran cantidad de fun-
clones bajo el manda de sujetos determina-
[M.s.s1s10 FOLUS) dos, a través de eleccioncs. 'por Ia misma
comunidad de los udministrados y que, en ci
cjercicio de sus funcione, se caracterizuban
por su gran itidependencia del aparato
autogobierno central.

I DIVERSIDAD DE lOS SI(,SIFI( ADOS 1* Al TOc,OKIERM) II. APC1ES SORRE LA EV0LLCION HISTORICA DEL AUTO-
El termino a.. traducciOn del ingles selfgo- (jOBIERNO lNGus Vale Ia pena detener.se, aun-
rernmeut, tienc un significadu impreciso no que sea brevemente, en ci proceso histOrico
solo en los pulses del continente europeo sino que llevO, en Inglaterru. a Ia actual configu-
en Ia misma Inglaterra, donde ya se usa como radOn del gobierno local. Las tradicionales
equivalente de communal autonomy. Por lo unidades en que se subdivide este Oltimo son
tanto trataremos de examinar las causas que los condados, los burgos v las parroquias; y
han Ilevado al uso incorrecto del vocablo, lo sOlo en ci siglo xix las atribuciones respecti-
cual significa revisar Ia historia (angiosajo- 'as y las relaciones intercurrcntcs entre éstas
flu N. curopea continental) de Ia institución y ci poder central asumen cierto carácter sis-
senalando, para tcrminar, las uctuales pers- temOtico. Antes de Ia gran reforma del siglo
pectivas y tendencias. xix. las unidades de mayor importuncia eran
El a.. en Inglaterra. representó Ia formula los burgos v las parroquias, a los que se con-
organizativa en Ia que se inspiruban las rela- fiaba, en 1-a mavoria de los casos, las tareas
clones entre el aparato central y los poderes de asistencia v mantenimiento en materia de
locales (en qué medida esto pueda ser válido vialidad. A estas tareas acudian funcionarios
hov dia. Ia veremos lueao). En un nivel des- que eran elegidos par In asamblea de los ciu-
cripti% o, ci local government se inspira en el dadanos compuesta por todos los jefes de
sistema dcl a. par cuanto Sc Ileva a cabo a tra- familia, a solo par Ia elite formada por los
yes de una variedad de entes que ejercen sus mavorcs contribuventes (a esto se debe Ia dis-
propias funcianes con un gran margen de tinciOn entre sacristias abicrtas a cerradas).
independencia del gobierno central y son din- Este sistema presenta dilercntcs tipos de
gidos por sujetos que expresan directamen- carcncias, coma Ia total falta de uniformidad
te a Ia base interesada. Por otra parte, las y de coordinación entre las unidades de
compctencias ejercidas cubrian un amplio gobierno local, Ia diterencia en las maneras
espectro. tanto Cs asi quc, hasta hace algunos de encarar los impuestos. Ia dificultad de
decenios, ci aparato central tenia sOlo algu- encontrar sujetos dispuestos a cubrir los car-
na, atribuciones especiaks (coma las relacio- go-. administrutivos (quc son completamen-
nes diplomáticas, las colonias. Ia maneda, Ia te gratuitos).
dfeiis, el dominio manitimo v algunos tn- Pero estos jnconvenientcs Sc transfarman
butas indirectos), mientras que todo Ia demOs en autCnhicos motivos de crisis cuanda, con
(polichi, instrucciOn, sanidad, industria. Ia revoluciOn industrial, los problemas tecni-
comercio, agricultura v asistencialCOmpetia cos y sociales asumen tal importanciu que
ALJTOGOBIERMO 113

sobrepasan las limitadas posibilidades de las cionur satisiactorios estándares de uniturmi-


parroquias y los burgos. El fenómeno se dad. La unidad utilizada para este fin es el
expresa. respecto del gobierno local inglés, en condado, que hasta ese momento se habia
dos direcciones: par on lado, se manifiesta Ia ocupado sOlo de caminos de condado, direc-
tendencia de las unidades más pequeñas a ción de policia (que Ic fue confiada en 18501
unir los servicios (sabre todo en materia de y otorgamiento de licencias, v que se trans-
asistencia), par otro, aparecen nuevos tipos forma en el siglo xx en el primero y más
de organización coma los entes para los cami- importante ente local. El nuevo arreglo fue
nos con peaje (tirnipikes trusts) —nacidos a cunsagrado par Ia Local Government Act, en
causa del desarrollo dcl tráfico en los cami- 1888, y puede ser considerada Ia base del
nos y Ia ya evidente imposibilidad de que Ia actual sistema de gobierno local.
parroquia pueda hacer frente a los nuevos
problemas—, a los entes de mejoramiento III. IA REFOKMA 1W 1972 IN INGLATIu(RA- Cuanto
(irnprovenw ni conmlis.cious), orientados hacia hcmos visto hasta este momento puede con-
sectores como Ia iluminación, el asfalto, las siderarse cuando mucho como lo que corres-
cloacas y munidas dc una embrionaria fuer- ponde a Ia realidad del a. ingles hasta Ia
za de policia. segunda guerra mundial. Dc hecho, después
Peru Ia reforma más importante, puesto de terminada ésta surgen nuevos problemas
que encara por primera vez de una manera (o de una importanci.t nueva o mayor) que
diferente las relaciones entre las autoridades destacan Ia exigcncia de una incisiva obra de
centrales y las locales, es Ia introducida en reforma de todu el gobierno local.
1834 par el Pour Law Amendment Act. El pro- Además del ingreso decidido dcl estado en
blema de Ia asistencia suministrada par las el cumpo de Ia seguridad social y las nuevas
parroquias se habia agravado cada vez más F unciones inducidas sobre las organizaciones
por Ia insuliciencia de medios y par Ia ubso- de los poderes publicos por el desarrollo tec-
luta confusion creada par las diferencias de nolOgico, baste senalar, de manera resumida,
organizaciOn y disciplina entre las mismas dos elementos que abren y cierran el perio-
parroquias. Una comisiOn, creada par el do considerado, es decir Ia organizaciOn
gobierno central en 1832, examinO las condi- administrativa especial asumida en Inglate-
ciones, en materia de asistencia, que existian rra durante ci periodo bélicu (y Ia alteraciOn
en 300 parroquias, describiendo, en el infor- en el reparto de funciones que derivO de ella
me final, el estado de extrema confusiOn exis- mostrando al mismo tiempo Ia conveniencia
tente. Con base en estas obscrvaciónes se creO de las soluciones adoptadas tumbién para el
en Londres una ComisiOn para Ia Icy de los periodo de paz), par un lado, y las consecuen-
pobres que supliese al serviclo suministrado cias que derivaron en niveles locales de los
par las purroquias. Es un hecho importante, ritmus sostenidos de inflaciOn en el curso de
ya que representa el primer caso de injeren- los años setentu.
cia (formal) del poder central sabre los servi- En un sistema que, coma el que examina-
dos locales, y no sOlo esto, pues introduce un mos, fundu Ia autonomia impositiva local
tipo de autoridad central ad hoc, o sea fun- sobretodo en los impuestos en materia de
cional en un sector preciso y bien delimita- propiedad inmobiliaria, de hecho, Ia continua
do. El esquema esbozado en esta ocasiOn se y notable alza dcl valor de esta Oltima debi-
transforma muy pronto en modelo para Ia do a los ritmos de inflaciOn ha provocado ci
acciOn del poder central en otros sectores aumento de Ia base imponible y, en conse-
coma ci de los poderes municipales (Munici- cuencia, el empeoramiento de Ia imposiciOn
pal Corporations Act, en 1835). o Ia sanidad misma a causa de Ia progresividad de las
(Public Health Act, de 1848). Luego, cuando tasas alicuotas.
el primer gobierno liberal de Gladstone impo- El intento de los niveles locales de evitar,
ne a las parroquias que suministren a los ciu- menus en parte. Ia impopularidad consi-
dadanos las escuelas obligatorias (1876) y gra- guiente a tan acentuada presiOn, lievado a
tuitas (1891), ya es evidente Ia necesidad de cabo en primer lugar con Ia moderaciOn (tan-
lo'rar on nivel de unidad local mâs adecua- to en términ(s de tiempo como de estimaciOn)
do rcspecto de los medios apto para propor- de Ia revakiraciOn del valor de los inmuebies,
114 ALTOGOBIERNO

ha amortiguado de hecho en cierta medida ci igualmente necesaria: aquella del reordena-


impacto negativo sobre Ia pohlación. peru ella miento entre guhierno local y nivel inter-
ha impikado una mudiEicación profunda en media.
Ia composiciôn de las entradas linancieras de El incrementu cuanhitativo de los servkios
los niveles locales aumentando Ia importan- prestados a Ia colectividad v, mac todavia, su
cia del centro y de los medios erogados por transfurmaciOn (tanto en términos de estruc-
estos. turas predispuestas a su erogación como por
Asi, tales son algunos tan sOlo de los facto- el propio contenido de las prestaciones ofre-
res que provocaron Ia apertura de un largo cidas) han impuesto en los Oltimos treinta
debate sobre Ia reforma del ohierno local. años una exigencia objetiva de proveer a su
La elaboración cultural, politica e institu- reorganizaciOn colocando su gest ion (incluso
cional de esta Oltima fue en efecto bastante por razones de economias de escala) en un
prolongada si se considera que ci camino se nivel territorial mis amplio que el pract lea-
decidió ya en 1945 (constituciOn dc Ia comi- do anteriormente.
sión para el reordenamiento de los confines Esta dinOmica, comOn a Ia totaiidad de los
del gobierno local) v su conclusion tuvo lugar paises occidentales, ha provocado en Ingla-
en 1972 (Icy de reforma lanzada porel gobier- terra problemas absolutamente especificos
no conservador entonces a cargo), entrando por Ia falta tradicional de un nivcl interme-
en su fase operativa dos anus más tarde. dio entre gobierno local y conjunto de los
Ames de ilustrar los tnuinos de esta iefor- puderes centraks.
ma hay que senalar las directivas principa- Mientras que, de hecho, en los sistemas
les por las que se rigiO este debate, incluso federales se ha asistido a on potenciamiento
por Ia reproposición significativa en Ia legis- de las estructuras por estado o regiOn y en
lación de otros poises de algunas de las cues- los estados de adniinistraciOn del tipo fran-
tiones más relevantes a las que se enfrentO cés a Ia asignaciOn de tareas al prefecto o a
Inglaterra. articulaciones estatales dcscentralizudas del
La primera de ellas tiene que er con Ia rela- mismo nivel, en Inglaterra las exigencias de
don cntre las funcioties d.sempeñadas (o par ienovaciOu hacia unidades mOs amplias tan-
desempenar) por parte 'Ic los distintos ni'e- to en terminus de población corno de super-
les y Ia dimensiOn territorial de los correspon- Ficie no pudieron sostenerse en on nivel más
dientes niveles de gobierno. amplio y, en cunsecuencia, requirieron de una
Mientras que en Italia, en buena parte tam- reorganización del propio gobierno local.
bién en nuestra época, estos dos aspectos han Todo esto, aunque permite comprender con
sido considerados independientes entre Ni mayor precisiOn el sentido dcl debate man-
—lo mismo puede verificarse que Ia Consti- tenido en aquel pais v el significado de las
tuciOn prevé un procedimiento complejo para scicccioncs adoptadas con Ia reformzt dc 1972.
la variaciOn de las circunscripciones territo- subrava Ia intima correlaciOn y cI condicio-
riales de los entes locales. peru nada dice namiento reciproco que reorganiz.tn los entes
sobre Ia relaciOn entre nuevas dimensiones locales de base (pueblos): las funciones de Ia
de tal modo adquiridas v nueas funciones provincia v Ia reorganizaciOn de hi adminis-
que derivan de ella—, en Inglaterra Ia prime- traciOn perifCrica dcl estado se manifiestan
ra comisión constituida (aquella sobre los tambiCn en los demas sistemas v en part icu-
confines) abandonó los t rabajos declarando lar, como veremos, en el italiano.
que, sin enfrentar en su contexto Ia cuestiOn El tercer v Ultimo perfil sabre ci que hay
de las tareas v de las funciones asignadas al que detenerse ticne que ver con las cuestio-
zobierno local. el encargo no tenia ninguna nes que conciernen al sistema financiero del
posibilidad de ser Ilevado a buen fin. Dc tal gobierno local ingks. Ya se destacO el cam-
manera se reconocia una conexiOn inicial, bio inducido, en hi composiciOn de las entra-
necesaria, que debe considerarse coma dc- das, par el aumento de las funciones v de los
mento gula para toda interrcnciOn en Ia electos de hi accler$ciOn inflacionaria que
materia. hubo a partir de los añoc 1973-1974.
l.a segunda direct iva, no menos importan- SegOn datos recientes. Cs preciso añadir
te, pone en evidencia una conexiOn posterior, qtie Ins financiamientos asignados par el cen-
AUTOGOBIERNO 115

Ira son ho' en conjunto ci 4546 de las entra- En las zonas de alta concentración urbana
das globales del a. ingks y no falizin opinio- este esquema suire considerables variaciones.
nes favorables a Ia transformación dc todas Lantas que se habla de condados v dc distri-
las finanzas locales en finanzas "derivadas", tos "metropolitanos" (lo cual vale para seis
coma dirlainos, es decir fiadas a transferen- zonas: Ri rgmingham. Liverpool. Manchester,
cias dispuestas par ci gobierno y reducidas L.eeds, Sheffield y Newcastle), caracterizados
asi a Ia meru autonomia de gusto. Dc hecho por un reparto de funciones que privilegia,
las propuestas lavorables a Ia abolición inte- respecto del sistema ordinario, a los distri-
gral de Ia impasición local sobre Ia propiedad tos más que a los condados (de manera inver-
y a su suslitución por el producto (o tasa de sa. pues. respecto de Ins tendencias registra-
captación) que deriva de los impuestos guber- bles sobre ese tema especifico en Italia, don-
namentales ilevan a este resultudo (por los de Ia presencia de una zona metropolitana
motivos ya anotados). implica —al menos respecto de los proyectos
El aumento de las tareas confiadas a los de reforma actualmente en discusiOn en ci Se-
niveles locales, pues, en cierto modo se ye nado— una transferencia tendencial hacia Ia
"duplicado" por tendencias a Ia centraliza- provincia metropolitana de las tareas usual-
ciOn de Ia imposición y del cobro fiscal, scgün mente asignadas al municipio).
dinámicas que es posible encontrar también Evidentemente, es muy pronto pura trazar
en muchos otros paises y que, por Ia separa- balances con elfin de ira una reforma de por-
ción introducida entre cobra de los recursos te similar: par Ia que hace a cuanto sc ha
su utilizacin en particular por Ia quc hace observado, se puede afladir más bien que Ia
a los ser'icios, muestran inequivocamente Ia senalada exigencia de especificat sedes más
desapariciôn de las bases sabre las que habia amplias para Ia gestión de las funciones se ha
ida consolidándose históricamcnte el mode- traducido, en cuanto a Inglaterra, en una
Ia clásico de autogobierno. drástica simplificación de los anteriores nive-
Llegamos asi a las caracteristicas de Ia les de gobierno. reducidos. 51 SC excluyen las
reformat introducida en 1972. El nuevo siste- parroquins. a cerca de un tercio de las que
ma ingles comprende dos niveles de poderes: existian.
uno superior (condados) y uno inferior (dis-
tritos) extendidu par todo ci tcrritorio nacio- IV CONTENIDO DE AUT000RIERNO. El sistema del a.
nal (en especial Inglaterra y Gales); son excep- ingles, por lo tanto, resultado de una larga
ción Escocia, con Un regimen autónomo. y evolución histOrica, realizaba at mismo tiem-
Loridres. con un sistema institucional propio. pa una variedud de elementos a los que es
Los condados (47) tienen funciones prevalen- necesario examinar detenidamente uno por
tes en el sector de los servicios, tanto de tipo uno. destacando, desde ahora, que Ia falta de
personal coma real: a sea instrucción, salud, profundización en Ia complejidad de Ia expe-
asistencia, policia, hibliotecas, por un lado, riencia inglesa constituye el principal moti-
y vialidad principal, control del tránsito, vo de que el uso del término sea cada vez más
transportes püblicos y planificación de las parcial e impreciso. En efecto, si prestamos
estructuras, par el otro. atención al esquema del a. que hemos esbo-
Los distrjtos (333) intervienen sobre todo zado somerumente antes. advertimos Ia pre-
en Ia fuse de las tareas que atañen a Ia politi- sencia de clementos de descentralización
ca urbana y al territoria que podriamos IL- administrativa, de auto-administración y de
mar de "base' porque atañe a Ia gestión del democracia:
patrimonio inmobiliario (es necesario preci- descentralización administrativa: en ci sis-
sar que en Inglaterra un tercio de Ia propie- tema inglés. a los organismos periféricos les
dad edilicia nacional entera v cerca del 40o cstá rcscrvada una esfera de competencias
de las construcciones actuales Lon fines habi- que escapa a otros controles que no sean
tacionales pertenecen y son administrudos uquellos de tipo contable. Si a esto agregamos
par los entes locales). a Ia planificacion local Ia faita de una reiación jerárquica con ci apa-
v al control relacionado. a Ia vialidad local, rato central y Li limitada observancia de las
al scrvicio de limpkza urbana y al deportc y Ieves (cxcluycndo, par lo mismo, otros actos
al tiempo libre. normativos) comprobamos Ia presencia de
IIh .UTOGOBlER40

todos los indicios propio —como lo atesti- centro y periferia era, por otra parte. muy
guan los recientes estudios sobre el tema- diferente ya que se traducia, inclusive respec-
de Ia descentralización administrativa. to de Ia participación de los ciudadanos, en
Quc quede en claro, sin embargo, v éste es el problema de las autonomias locales y en
un elemento ampliamente descuidado par los Ia rciaciOn entre éstas y el aparato central
estudiosos del a., que se trata de descent rail- estatal. Dado ci sistema Ilamado binario.
zaciofl en C! znieriorde Ia administración esta- comOn a Ia mayor parte de estos paises (carac.
tal y que no tiene, por Ia misma razOn. nm- terizado por Ia contraposición a las entidades
guna reiación con Ia dcscentralización autár- locales territoriales de organismos estatales
quica; locales con funciones de control v de coordi-
auioadministración: los cargos di rectivos nación), las exigencias de democracia, de par -
de Ia entidad son confiados, en efecto, a per. ticipación y de descentralizaciOn, de los que
sonas elegidus directamente por los adminis- el a. es Ia expresiOn, no tenian otra posibili-
trados, de manera que en las mismas se aünan dad que ser remitidas a las entidades locales
Ia calificación de titular dcl organismo y de territoriales. Para estas Oltimas se reivindi-
representantes de Ia colectividad de Ia cual ca el a. sin darsc cuenla de que de tal mane-
son expresiófl; ra se hace referenda a los contenidos dcl mis-
democracia: en Inglaterra, La necesidad de mo pero se pierde ci carácter de fOrmula orga-
permitir Ia participación del pueblo en Ia nizadura interna dcl aparato estatal. El uso
determinación de Ia orientación politica fuc que se hace dcl término en los paises conti-
satisfecha no por medio de Ia creación o ci nentales. con el transcurso del tiempo va per-
reconocimiento de entidades separadas del diendo su precisiOn, va que, segün el caso, es
estado (como los municipios o las provincias), usado para referirse solamente a uno u otro
sino por medio de Ia participación de los ciu- de los diferentes elementos a los que. de
dadanos, segün el sistema dcl a., en los orga- manera zinizaria, sc relacionaba originalmen-
nismos de Ia administración estatal periferi- te. En clecto, a veces es usado con el signifi-
Ca. Por otra parte hay quc destacar que Ia ins- cado de autonomia local, o sea refiriendose
titución que estamos examinando no es, al a aquellas entidades que van unidas, necesa-
respecto, más que una de las expresiones dcl riamente, a un territorio y poblaciOn deter-
principio general no taxation withtnit repre- minados. y que se caractcrizan por Ia ampli-
sentation, en base al cual Ia pretension de las tud v vaguedad de los fines, para cuva conse-
autoridades pOblicas de Ia prestación patri- cuciOn toman detcrminaciones politicas autO-
monial del ciudadano no puede separarse de nomas que pueden incluso contrastar, dentro
Ia participación de este Oltimo en ci ejercicio de ciertos limites. con las dcl aparato estatal.
del poder. Dc todo lo expuesto resulta claro Otras veces ci término quiere expresar hipO-
cómo las aldeas municipales, las aldeas con- tesis dc dcsccntraIizaciOn administrativa (y
dales, los distritos urbanos, los distritos rura- entonces señala las modalidadcs con las que
les, etc., en los que se ha articulado el siste- se ejercen las funciones comprendidas en Ia
madel a. inglés aun en Ia variedad de elemen. esfera de determinados organismos ocntida-
tos comprendidos en el mismo, no aparecen des) v, por Oltimo, dc autarquia (entendida
como entidadcs locales diferentes al estado como Ia potestad, rcconocida a ciertas enti-
sino, en las materias que les han sido confia- dades, de ejercer actividades administrativas
das. coma "articulaciones de a. del estado". con ci mismo c.iracter y efectos que Ia
cstatal).
V. AFIRMACION DEL MTOGORIERSO ES LOS ORDE\- Lo que hcmos recordado hace cvidente Ia
UENTOS cONTISESTALES. Justamente este Olti- necesidad de rcstituir al termino su accpciOn
ma elemento es generalmente descuidadu, especifica urni vez que se havan seguido las
cuando. va desde los primeros anos del siglo lineas dc desarrollo histOrico v politico del a.
XIX, ci sistema del a. es propuesto coma En ci nivel juridico dcl fenOnieno que estamos
modelo para los ordenamientos continenta- examinando "flO es una pocicion juridica
les y SC insiere en Ia corriente de reacciOn al —como La autonomia. Ia autocctalia. Ia autztr-
centralismo napokOnico. La cxpericncia con- qula—, es tambien una ligura organizadora.
tinental en Ia cuestión de las relaciones entre como Ia autoadrninistracion . Para que fibs
AUTOGOBIERNO 117

entendamos bien, figura organizadora es Ia dcl estado liberal. Ia asunciOn, par parte del
noción que representa el modo (o los modos) aparato central, de cada vez mayores funcio-
con quc se regulan las relaciones organizati- nes, el ingreso de los poderes pOblicos a see-
vas entre sujetos juridicos (véase. por ejem- tores descuidados hasta entances, ha modi-
plo. Ia jerarquia, Ia subordinación. etc.). Por ficudo profundamente las relacianes de arga-
lo tanto, el a., tanto como Ia autoadministra- nización entre organismo., y entidades loca-
cion, es una de las maneras de ser de dichas les, par un lado, y estado aparato por el otro.
relaciones, de los tratos entre sujetos, preci- Si a esto se agregan las enurmes transfarma-
sando que mientras Ia primera es caracteris- ciones aportadas par Ia técnica, que ha
tica de los organismos locales y de las enti- impuesto. dada Ia mismu naturaleza de algu-
dades territoriales, Ia segunda encuentra ubi- nos servicios. Ia necesidad de una estrecha
cación preferentemente en el seno de los orga- coordinaciOn, se explica coma los organismos
nismos de base asociativa. Más allá de Ia cali- de a. han sido sometidos a cantroles impar-
ficación juridica queda clara, de tados modos, tantes y coma, a su lado, han sido creados
que a., especificamente, se refere a organis- organismos ligados al aparato central
mos locales insertos en Ia administración mediante una relaciOn de jerarquia.
estatal, caracterizados por persanalidad juri- Cambios tan importantes no podian dejar
dica o, sea coma sea, por una autonomia de de introducir tendencias completamente nue-
gcstiôn, no unidos par relación de jerarquia vas y, respecto de las situaciones anterior-
con el aparato central y regidos por funcio- mente descritas, de alguna manera opuestas.
narios de origen electiva expresados directa- En inglaterra las funciones anteriarmente
mente par Ia comunidad administrativu. desarrolladas par las corporations o quaico-
poraltons han sido transferidas en gran mcdi-
ACtUAL EVa-
VI. EL PRINCIPIO DEL AtJTO(.OBIEkM) Y SC da a organismos estatales locales dependien-
i.icios. Pasemos ahani a examinar en qué tes del aparato central y dirigidos par funcia-
medida el a. puede ser considerada, ain hay, narios insertos establemente en Ia adminis-
coma fOrmula válida de organizaciOn. Desde traciOn, mientras que los organismos estata-
este punto de vista puede decirse que Ia dccli- Ics de a. han suirido una evolución tal que
naciOn del a. siguc Ia declinaciOn del estado cada vez más los acerca a Ia figura de las enti-
liberal. Coma es sabida. a este Oltimo se Ic dades locales, no siendo ya portadores de inte-
confiaban solo aquelias funciones quc no reses estatales sino que tienden a Ia realiza-
podian ser ejecutadas más que por un apara- ción de objetivas propios. Esto explica por
to central (0 sea estadual). Fuera de este con- qué selfgovernment es un término de signifi-
junta de funciones (delensa, relacianes inter- cado ambivalente aun en los pulses unglosa-
nacionales, jurisdicciOn superior, etc.), las jones, pudiendo hay ser empieado para refe-
materias restantes eran confiadas principal- rirse tanto a fcnOmenos de auzonomla local
mente a las entidades u arganismos locales como a ejemplos de desceniralización estatal.
(las Ilamadas funcianes de policia en sentida Lu contraria sucede en los paises continen-
lato, tomando en cuenta quc en algunos cam- tales, donde eI aparato central tiende a con-
p05 que luego habian de asumir una impor- fiar, cada vez en mayor medida, servicios esta-
tancia fundamental (coma Ia economia) los tales a las entidades locales. De tal manera,
paderes publicos se encontraban casi total- dejandri de lada cualquier otra consideraciOn,
mente ausentes. termina desarrollando formas cercanas ai a.,
Ahrjra bien, tanto si el sistema Sc inspirara ya que las entidades locales, si bien siguen
en ci principio del a. (coma en los pulses siendo tales v no adquieren, par consiguien-
anglosajones), coma que se atuviera al siste- te, el carácter de Orgunos, tienen poder y fun-
ma binario (como los continentales), lo cier- ciones estatales que desempeñan a través de
to es quc de este estado de cosas se despren- sujetos elegidas por las mimos adminis-
dia una importancia especial de los poderes tradas.
locales, a los que, coma sa hemos menciana- Par estos motivas, como se ha senalado
do, correspondia naturalmente Ia mayor par- autorizadamente. "las dos grandes experien-
tc (par lo menos cuantitativarnente) de las cias dcl pasado, cI a. y el sistema binario,
actividadcs administrativas. La declinaciOn siguen actualmente di recciones convergentes,
118 AUTORI DAt)

tomando cada una elementos de Ia otra", "a." ha sido reinterpretada de diversas mane-
pudiendose observar "que en los paises anglo- ras v se ha utilizado también con significados
sajones los orzanismos locales, al ser despo- notoriamente diversos. Algunas veces se ha
seldos de los órganos autogobernados, sC con- negado, explicita o implicitamente, que exis-
vierten en organismos de autonomia, v que te el problema de identilicar Ia a. v de des-
en los paises continentales, al mismo tiempo cribir las relaciones entre a. v poder, sabre
que se introducen elementos de a., Ia autono- todo por parte de los quc han usado "poder"
mia también se ha ida reduciendo" (Gianni- y "a." como sinónimos. Sin embargo, Ia ten-
ni, 1948). dencia, en gran medida niãs general, es Ia de
distinguir el poder de Ia a., considerando a
R1HI.IOGRA1-'iA: A. Barbera. I.e :sl,luZtnn, dcl phi- esta ültima como una especie del genero
ralismo, Ban, Dc Donato, 1977: F. Bassanini, I.e "poder" o también, aunque más rara vez,
regioni Ira stato e comunilá. Bolonia, 1976; B. coma una simple fuente dcl poder.
Dente, Ii governo locale in lialia, en Il governo El primer niodo de en tender Ia a. como una
locale in Europa, nüm. especial de Quaderni di especie dcl poder, que se ha manifcstado
Siudi Regionali. viii, 1977; M.S. Giannini. ,liiio- sabre todo en Ia cslera de Ia ciencia de Ia
nomw locale e auzogoverno, en Il Corriere ilmmi- adininistración, es el de definiria como una
rnstratlro, 1948; F. Levi, Siudi sull'ammiuislru- relación de poder establecido e instituciona-
zione regionule e locale, Turin, Giappichelli. lizado en que los sübditos prestan obedien-
1978; P.G. Richards. The new local govermueni cia incondicional. En este sentido Sc tiene a.
system, Londres. Allen & Unwin, 1975; F.A. cuando el sujeto pasivo de Ia relaciôn de
Roversi Monaco, Pro fill giuridici dcl deceutra- poder adopta como critcrio de su propio corn-
menlo nella organizzazione ammi'liSiralit'U, poitamiento el mandato o Li orientación dcl
Padua, CEDAM. 1970; L.J. Sharpe, I1 deccuiru- sujeto activo, sin evaluar por su par te el con-
menlo in Gran Brelagua, en Il governo locale in tenido. La obcdiencia se basu unicamente en
Europa. nümero especial de Quadc'rui di Studi ci criterio formal de Ia recepción de un man-
Regionali. viii, 1977. dato o de una senal proveniente de una cier-
ta luente. A esta actitud del sujeto pasivo Ic
IMAKCO (AMMEI.I.i] puede corresponder una actitud particular
tambien en quien ejerce Ia a.: Cste trasmite
el mensaje sin dar razone, espera que se
autonomia. V. AUTOGOBIERNO: DESCENTRA- acepte incondicionalmente. Entendida de esta
manera. Ia a. se opone a Ia relación de poder
LIZACION.
basada en Ia persuasion. En esta ültima rela-
ciOn C expone argumentos a favor de Ia obli-
gación o de Ia conveniencia de una cierta con-
autonomia universitaria. V. REFORMA ducti;en Ia relación de autoridad, por ci con-
UN1VERStTARL. trario, C trasmite Un mensaje que contiene Ia
indicación de una cierta conducta, sin presen-
tar argumento alguno en su apovo. En Ia nela-
ciOn de persuasion R udopta Ia conducta suge-
autoridad rida por C porque acepta los argumentos pre-
sentados por C en su favor; en Ia nelacion de
I LA 3.L10.i[Mt) (O'1() OI)Ei I il3tI.i!4I..J. De'.de autoridad, en carnbio. R adopta Ia conducta
que los rurn:inos acuñaron Ia palabra aucio- indicada por C independientemente de cual-
ritas, en Ia tradiciOn cultural de Occidente hi quier razón que pueda eentualmente acon-
noción de a. constituve uno de los terminus searla o desaccinsejariu.
cruciales de Ia teoria politica, donde Sc Con esta prirnera dcfiniciOn de a., lo que
emplea en relación estrecha con Ia nociUn de cuenta Cs que R obedezca de modo incondi-
poder. La situación actual de los uos de este cional las directivas de C; peru no tiene impol'-
tCrmino es más bien compleja e intrincada. tancia, para identificar a Ia a.. cu:l ea el lun-
Mientras que gincralmenti se conserva su damento con base en el cual R adopta incon-
relación con ci concepto de poder. Ia palabra dicionalmente Ia directiva de C. v C pretende
AUTOR1DAD 119

obediencia incondicional. Este fundamento par lo meno.s dentro de ciertos limites, una
puede consistir en In legitirnidad del poder de obediencia incondicional— constituye uno de
C, .11 igual quc puede con,,istir en un condi- los fenómenos scjciales más difundidos Y más
cionamiento fundado en Ia violencia. David relevantes con los cuales pueda toparse on
Easton distingue ju.stumente entre "a. legiti- cientifico social. Prácticamente todas las rela-
ma" y "a. coercitiva". En una perspectiva clones de puder rnás persistentes y más
semejante. Armitai Etzioni ha propuesto una importantes son, en grado mayor o menor.
clasificación ar ticulada de las formas de a. y relacioncs de a.: el poder de los padres sabre
de organizaciOn, auiique no utilke Ia palabra los hijos en In familia; el del maestro sobre
"a." coma término dave. Distingue Lre.s tipos los alumnos en In escuela; el poder dcl jefe
de ruder: "coercitivo", basado en In aplica- de una iglesia sobre los fieles; el poder de on
don a in amenaza de sanciones fisicas, "remu- emprcsario sabre los trabajadores, ci de un
nerativo", basado en el control de los recur- jefe militar sobre los soldados, ci poder dcl
sos y de las compensaciones materiales. y gobierno sobre los ciudadanos de un estado.
"normativo", basado en Ia asignaciOn de los La estructura básica de cualquier tipo de
premios y dc los castigus simbOlicos, y tres organizacion, desde In de un campo de con-
tipos de orientaciOn de los subordinados cent radOn hasta In organizaciOn de una aso-
hacia el poder: "enajenado", que es intensa- ciación cultural, a Ia par que In estructura
mente negativo, "cakulador", negativo o posi- fundamental de on sistema politico tornado
tivo de intcnsidid moderada, y "moral", corno un todo, ha sido formada en buena par-
intensamente positivo. Combinando los tres te par relaciones de a. Noes de ext rañar pues
tipos de podcr y los tres tipos de orientaciOn que ci doncepto de a. ocupe on puesto de pri-
de los subordinados, Etzioni encuentra tres mer pIano en in teoria de In organizacion; ni
casos "congruentes" de a. y de organización tampuco el que se haya recurrido con bastan-
y varios otros casos "incongiuentes" a mix- te irccuencia al concepto de a. para definir
tos. Los tres casos conruentes son: Ia a. y sus el estado o Ia sociedad poiltica. También
respectivas organizaciones "coercitivas" recienternente, el politologo H. Eckstein pro-
(poder coercitivo y orientaciOn enajenada). Ia puso identificar Ia politica en las "e.structu-
a. y las organixaciones "utilitarias" (poder ras de a.", y definiO una estructura de a., a
remunerador y orientación calculadura), In a. su vex, coma "un cunjunto de relaciones asi-
y las organizaciones "nonnativas" (poder nor- métricas, entre miembros de una unidad
mativo y orientación moral). A estos distin- social ordenados de modo jerárquico, que tie-
tos tipos de a. y de organizaciOn están liga- ne por objeto in guia de In propia unidad
dos numerosos aspectos de Ia estructura ydel social". Dc hecho, Ia estratificación de Ia a.
funcionamiento de las organizadiones. James politica en Ia .sociedad es un fenOmeno tan
S. Coleman, p(.r su lado, ha distinguido hace persistente que a distintos nutores les pare-
poco entre sistemas de a. "separados", en los cc parte de Ia herencia biolOgica de In espe-
que los subordinados aceptan In a. para obte- cie (véase el ensayo de Fred. H. Wilihoite, Jr.,
ner ventajas etrinsecas, par ejemplo un sala- Primates and political authority: a biobehavic-
rio, y sistemas de a. "conjuntas", en-las quc Tal perspective, en American Political Scien-
los subordinados esperan beneficios (intrin- ce Review, vol. LXX, 1976, pp. 1110-1126).
secos) de su ejercicia, v entre sistemas de a. Hasta ahora se ha puesto el acento de mane-
"simples", en los que Ia a. Ia ejerce su deten- ra pronunciada, par on lado, en ci carácter
tador, v sistemas de a. "compleos", en los que jerárquico y, por el otro, en Ia estabilidad dc
son lugartenientes o agentes delegados por el In a. Peru es precisa observar, respecto del
detentador de In a. quienes Ia ejercen. Sabre primer punto. que Ia a., tal coma Ia hemos
In base de estas distinciones ha propuesto definido hasta aqui, aunque es una caracte-
algunds hipótesis interesantes sobre Ia esta- ristica particular de las estructuras jerárqui-
tica v sobre In dinámica de las relaciones de cas, no necesariamente presupone Ia existen-
autoridiid. cia de una tal estructura y tampoco de una
La a. tal como Ia hemos entendido hasta organización formal, sino que puede verificar-
ahora —como poder estable, continuador en Sc tambien en rdaciones informalcs dc poder.
ci tiempo, al que los subordinados prestan, Par ejemplu, C puede estar dispuesto a acep-
121) IiTORIDAD

tar incondicionalmente las Opiniones de R ser aceptadus en ci discurso de Ia ciencia, que


(escritor o periodista) en ci ámbito de elena se mantiene en ci piano de Ia descripciOn. Por
niateria. En cuanlo al segundo punto, hay quc io tanto, in exprcsiOn "podcr legitimo" debe
recordar el hecho de que toda a. "estabic" ha entenderse aqui en ci sentido de poder con-
sido formada en un determinado lapso. y sur- siderado legitimo par parte de los individuos
ge en un principio como una a. "emergente", 0 grupos que participan en Ia misma relaciOn
y quc acumula poco a poco un crdito y una de poder. En segundo lugar, se debe tener pre-
aceptación cada vez niás sOlidos v más sente que una evaluaciOn positiva del poder
amplios en ci ambicnte social dcl momento, puede referirse a diversos aspectos dci poder
hasta tr'nsforrnarse justamente en a. estabie, mismo: ci coiitenido dci mandato. o bien ci
o sea con un podcr continuado y cristaliza- modo o ci proedimientu con que se imparte
do. Dc hecho, entre a. estahk v a. emergente ci mandato, a finaimente Ia fuentc dc Ia que
se manifiestan ásperos conflictos, que cons- proviene ci mandato. El jukio dc valor que
tituyen una dimensiOn muv imporlante de Ia sirve de base a Ia crcencia en Ia iegitimidad
dinamica de un sistema politico (véase a este es ci uitimo que hemos mencionado: se refie-
propósito B. de Jouvenel, D. Ia politique pure. re a Ia fuente dcl poder, que puede encontr:tr-
Paris, 1963). seen difcrcntes niveles (v. iegltimidad) v que
establece por lo mismo ia tituLtridad dc Ia a.
H. LA At;ToR!DADC0MO PODER LE(ATIMO. La defini- En Ia esfera social a Ia que se refierc Ia a.,
don de Ia a. coino simple poder estabilizado, tiende a formarse Ia creencia de quc Ia a. tic-
al que se Ic presta una obediencia incondicio- tie ci "derecho" de mandar (0 de aigun modo
nada, les parece sin embargo demasiado de ejercer ci podcr) y que los que están some-
amplia a muchos politoiogos y socioiogos. Sc tidos ticncn ci "deher' de obedecerle (o de
afirma que tai definición contrasta con li-c- aigun modo de seguir sus directivas. Es cvi-
cuencia con los usos del icnguaje ordinario, dcnte que este "derecho" y cste "deher" pue-
dondc una expresiOn como "a. coercitiva" den eslar más o menos formaiizados, y puc-
parece contradictoria, v es ciararnente incom- de fundamentarse en Ia obligatoriedad tipi-
patible con In concepción tradicional de los ca de Ia esfera ètica, coma succde con los tres
gobernantes privados de a.: usurpadores, con- tipos de legitimidad individuaiizados par Mas
quistadores y "tiranos" en general. Dc don. Weber (t.. poder) o bien en una simple conve.
de Ia segunda y más comOn definición de a.. niencia. como puede suceder en ci caso de Ia
segOn Ia cual no todo poder estabiiiiado es a. basada en una compctencia particular.
a., sino sOlo aquel poder estabilizado en el que Combinando esta definición con Ia prime-
In disposicion a Ia obediencia de manera ra quc mencionamos, se puede dccir que en
incondicional Sc funda en Ia creencia en Ia in a. Ia aceptaciôn dcl poder como Iegitimo
legitimidad del poder. La a., en este segundo es lo que produce Ia actitud, más o menus
sentido, y de êste es dcl que nos ucuparemos estable a travôs dcl Licmpo. a Ia obcdiencia
de aqui en udelante, es el tipo de poder esta- incondicional a los mandatos o a las directi-
bilizado aI que Ilamamos "poder legitimo". vas que provienen de una determinada fuen-
La a. como poder legItimo presupone un jui- te. Naturalmente esto Sc cumple dentro de Ia
cia de valor positivo acerca dcl poder. A este esfera dc actividad a Li que se refiere Ia a.,
respecto cabe senaiar, en primer Iuar. que o a Ia esfera de Ia aceptaciOn dc Ia a. Es cvi-
ci juicio dci valor puede 5cr pronunciado por dente, en efecto, quc una relaciOn dc a. corno
cuenta del investigador, en cuyo caso nos cualquier ott-a relacion de poder Sc reliere a
encontramos en ci ámbito de Li filosofia a de urni cicrta csfera, quc pLiede scr ma o menos
Ia doctrina poiItica, o puede 5cr mencionado amplia V estar delimitada de un modo mas o
par ci investigador como emitido por horn- meno% expiicito o implicitu. Además, Ia dis-
bres comprornetidos en Ia relaciOn de i., en posicion a Ia obedencia incondicional, a pesar
cuvo caso estamos en ci ambito de los estu- de que puede ser durable, no Cs permanente.
dios politicos a sociologicos de orientaciOn Para quc In relaciOn dc a. pueda continuar.
empIrica. Todas las concepciones de in a. es neccsario quc dc vcz en cuandu se reafir-
como poder legitimo que entrañan un juicio me ostensiblcmcntc Ia cualidad dc Ia luente
de valor por pane dci investigador no pueden dci poder a Ia que se Ic atrihuvc ci aior que
AUTORIDAD 121

fundamenta Ia legitimidad. Par ejemplo. Ia dar, en efecto, que no sc dice que una comu-
continuidad de una reiación de a. ba..ada en nicaciOn es autorizada a causa de una cuali-
Ia ic'itimidad democrática cntrana Ia reno- dad intrinseca suva sino en relaciOn con Ia
vación dcl procedimiento electoral, y kL con- fuente de Ia que proviene, dcl mismo modo
tinuidad de una a. de un jefe religioso requic- quc esa fuente está sujeta a Ia evaluación de
re que de vez en cuando se ileve a cabo una aquellos a los que se diri,e Ia comunicación;
acción cxl raordinaria a milagrosa, que sir'a tan es asi que Ia misma opinion puede consi-
para conlirmar Ia creencia de que el jefe tie- derarse autorizada cuando es presentada por
ne Ia "gracia divina". Ticio v no ser considerada de hecho coma tal
Como veremos más adelante, a Ia concep- cuando es prescntada por Cavo. Si se inter-
cion de Ia a. como poder legitimo se puede preta de este modo, ci fenOmeno puesto de
remitir, por lo menus en parte. también una relieve por Fried rich puede expresarse de las
tercera dcfiniciOn de a. como especie del dos maneras si2uientes: en un sentido más
poder: aquellu que Ia identifica con ci poder simple, es Ia creencia de R en Ia capacidad
"formal" (ci poder como se crea que debe ejer- de C para elaborar en forma razonable sus
cerse en una eski-a social determinada) en comunicaciones (en ttrminos de los valores
contraposicion con ci poder informal peru compartidos por R); en un sentido más corn-
real (ci poder como se ejerce efectivamente plejo es una relaciOn en que R acepta el men-
en esa esfera social). La mismo puede decir- saje de C, no porque R reconoxca V evalOe
se tamhién de Ia concepción de Ia a. como positivamente las razones que justifican ci
tuente dcl poder, una vex que se hava corre- mensaje —y normalmente sin quc C formulc
gido de manera conveniente. Esta ültima con- esos razonamientos—, sino porque R cree que
cepcion ha sido sostenida sobre todo por Carl C es capaz de dar, en apovo de Ia comunica-
J. Friedrich, segün ci cual Ia a. no c's una rela- ciOn, razones convincentes para el (en térmi-
don entre hombres sino una cualidad parti- nos de los valores compartidos pur éI). Se ira-
cular de las comunicaciones —que pueden ser ta, en el segundo sentido. de un tipo particu-
mandatos, aunquc tambien consejos u opinlo- lar de relaciOn de autoridad entendido como
nes— que un individuo trasmite a otro. Esta poder legitimo, v, en el primero, de Ia creen-
cualidad cunsiste en ci hecho de que In comu- cia en in legitimidad que está en su funda-
nicación es susceptible de una elaboración men to.
razonada, no en lerminos de dcmostración
cientifica o matcmãtica sino de valores corn- III. FFI(A(IA V ESTAIIILIDAD DE LA AUTORIDAD. La a.
partidos por aquellos entre los que se verifi- definida como poder legitimo entrana, pues,
ca Ia trasmi'sión dcl mensaic. Esa cualidad par una parte, Ia aceptaciOn de Ia obligato-
hace que las comunicaciones sean dignas de riedad de Ia obediencia incondicional v, par
..tceptación a los ojos de aqutllos a Los que van Ia otra, la pretension a tai obligatoriedad o
dirigida'. Por lu tanto Ia a. noes una especie —Ia que eq lo mismo— al derecho de encon-
de relaciôii de poder. aunque puede ser una trar una obediencia incondicional. En este
fuente de poder: Ia capacidad que un hombre sentido se puede construir un tipo "puro" de
tienc de trasmitir comunicadiones suscepti- a.: una relación de poder basada exclusiva-
bks di, una elaboración razonada —en ci sen- mente en Ia creencia en Ia 1e.,itimidad. C basa
tido mencionado— constituve para ci una su propia pretension de encontrar obedien-
I uente de poder. cia ünicarncnte en In creencia en Ia legitimi-
La limitación de esta concepcion de Ia a. dad de su propio poder, v R se ve lkvado a
coniste en que, a menus que se hipostasic Ia pre-.tar obediencia Onicamenie por Ia creen-
rnzOn, Ia susceptibilidad de una elaboración cia en Ia Iegitimidad del poder de C. Sc trata
razonada no puede ser atribuida a una comu- de un "tipu ideal" que difIcilmente puede
nicaciôn considerada en si misma, sin'.) que encontrarse en Ia realidad, vu que normal-
debe referirse a Li capacidad de of reccr esa mente Ia crecncia en Ia legitimidad no es un
claboración pr parte dci que trasmite Ia fundamento cxclusivo dcl poder siflo solo una
comunicación y, sabre todu, al reconicimien- de su's bnses. El que detenta ci poder preten-
to que Los destinatarius de Ia comunicación de oijedicncia no sOlo a caua d. la kgitimi-
hacen de esa capacidad. Es conveniente recur- dad de su podcr sino tambièn. por ejemplo.
122 AUTORIDAD

basándose en su posibilidad de obligar o cas- detentadores del poder y, en consecuencia,


tigar, de halagar o premiar. Y, por otra par- una mayor estabilidad y eficacia dci poder.
te, In creencia on In icgitimidad dcl podcr, Una clase poiltica articulada on una plurali-
como motivación del que se adapta a una dad de grupos, que reconocen todos in legiti-
directiva ajena, va acompanada frecuente midad del regimen politico, da origen, en
mente de otras motivaciunes, como pueden igualdad de condiciones, a gobiernos más efi-
ser In del temor a un mal amenazado o In de caces y mas estables que los originados por
In persecución de su propio interCs. Sc trata, una clase poiltica en que una parte importan-
entonces, de relaciones de poder que adoptan tc no reconoce ci regimen como iegitimo.
solo en parte y en diversa medida Ia forma Por ci lado de In obediencia, a Ia creencia
dc rciaciones de a. Además, pucdc succdcr en In legitimidad Ic corresponde una actitud
tanihien que ci poder sea reconucido como de obediencia a un deher, v tiende a crear una
legitimo sOlo por pane de uno de los dos lados dispo.siciOn a obedecer incondicionalmente.
de In relación. En ese caso. Sc puede habiar En Ia medida en que In obediencia Sc convier-
tambien de a. cuando In creencia en Ia legiti- te en un deher. In reiaciOn de poder adquiere
midad dcl poder motiva Onicamente Ia obe- mayor eficacia: los mandatos son ejecutados
diencia, peru no cc puede decir to mismo rápidamente, sin que los detentadores del
cuando motiva soioei mandato. En esta Olti- poder tengan que recurnir (o de manera que
ma hipotesis, ci mandatu no consigue Ia obe- puedan recurrir en menor medida) a otros
diencia o in consigue pero de acucrdo con medios para ejercer ci poder, como Ia coer-
otras bases (temor a In fucrza, interés, etc.); cion, in satisfacción dc intcreses de los sOb-
en camhio, si ci que obedece to hace purque ditos o también a In persuasiOn. que entrañan
cree que es legitimoci poder, In relaciOn pue- mavores costos. Por otra parte, en In medida
de decirse que estã basada en Ia iegitimidad, en que se genera unit disposicion a obedecer.
ya sea que ci que m.nda comparta esa creen- el poder cc estahiliza, v esta estabiiidad es
cia o no In comparta. tanto mOs sOlida cuanto más incondicional es
La importancia peculiar de In creencia en Ia disposiciOn a obedecer, dentro de In esfe-
Ia legitimidad, que transforma ci prder en a., ra de aceptaciOn de Ia a. Y hay quc anadir que
consiste en ci hecho de que ésta tiende a con- existe tambien una relación indirecta entre
ferirk at poder elicncizt v estabilidad. Y esto, In creencia en In legitimidad del poder v In dis-
tanto dcl lado del mandato corno dci de Ia obe- posic iOn a obedecer: en una esferu sociai, en
diencia. Desde ci primer punto dc vista hay que cierto poder se acepta amplia e intensa-
que seaIar ante todo ci efecto psicoiOgico mente como legitimo, el que no io reconoce
que in fe en in legitimidad dci poder tiende como tat puede estar sujeto a considerables
a ejercer en ci que to detenta. Se ha dicho presiones Iatcrales —provenientes de los
aigunas veces que In pérdida de esa fees pre- demOs individuos o grupos sometidos a ccc
Iudio dcl dcrrumbe del poder. Sin dejarse ile- poder— que tienden a inducinlo a ohedecer
var por afirmaciones tan generates v perer.- por razones de conveniencia pr..ctica: para no
torias. Se puede useverar razonabiemente que ver perturbada su vida afectiva ode relacion.
Ia fe en In lcgitimidad del propio poder tien- en In familia, en las reiaciones de amistad, en
dc a dark ai mandato ciertas caracteristicas las de trabajo, etcetera.
(de convicciOn, de determinaciôn, de energia)
que contribuyen it su eficacizt. En segundo Iv AMBIGCEDADDELAAUTOSIDAD Ya hemos dicho
luar, In creencia en in legitimidad tiene un quc In creencia en In legitimidad constituye
cfecto relevante en In cohesiOn entre los mdi- normalmente una c!c la-s muchas bases de una
viduo' v grupos que detentan ci poder. El relacion de poder. Hay que anadir ahora que
hecho de que todos los individuos o grupos entre In creencia en In legitimidad y otras
que prticipnn en ci poder dentru de una orga- bases dcl poder pueden establecerse relacio-
nizaciOn compartan In creencia en Ia legiti- nes significativas. que alteran de manera sus-
midad dci podcr de In organizaciOn ponc limi- tuncial ci a lcanc e autUnomo de esa creencia
tes a los conflictos intcrno v proporciona con v Ic conficren a in a. un carácter peculiar de
trecuencia ci principiu para su soIución. Dc ambiguedad. Por un lado, In creencia en In
ahi se dcri'.a una cohesion mayor entrc los legitimidad puede dar origen, en pane, a In
AL'TORIDAD 123

utilización de otros medios para ejercer ci simple consecuencia psicoiogica, Ia dci padre
poder: por ejemplo, ci uso de Ia violencia. Par v dci hijo. en que generalmente se encuentra,
ci otro ludo, Ia creencia en Ia ieitimidad pue- por io menus dentro de ciertos iimites de
de constituir, a su vez, unt simple consecuen- tiernpo, una preponderancia de fucrza o una
cia psicologica de Ia existencia de un pader dependencia económica. En este caso, ci
fundado de hecho sobre otras bases. emplea de ia fuerzu (y ci condicionamiento
La violencia puede derivarse, en cierto gra- económico) más quc una derivación puede ser
do, de Ia creencia en Ia Iegitimidad del poder: Ia fuente de Ia creencia en Ia Ieitimidad dcl
Ia creencia de R en Ia Ieeitirnidad del poder poder del padre. Puede suceder, ciertamen-
de C legitima. a los ojos de R. v par lo tanto te, que el respeto y ci afecto Iegitimcn a los
Iaciiita ci empleo de Ia fuerza sabre R 1 o ojos del hijo ci poder del padre (incluvendo
también sabre ci mismo R. Primer caso: una ci de castigar); pero puede suceder también
intensa creelicia en Ia legitirnidad dci poder que ci poder efectivo de castigar dcl padre
politico, por parte de una minoria de Ia socie- provoque en el hijo un respeta v un afecto y,
dad. 1eitima v facilita ci empIeo de otros ins- par consiguiente, una creencia en Ia legitimi-
trumentos de poder, incluida Ia viokncia. dad que no son genuinos. Al hablar de creen-
sobre Ia mavoria, o bien, una creencia muv cia no genuina me refiero no sOlo y no tanto
difundida en Ia legitimidad del poder politi- al engano deliberado que puede presentarse
co legitima v facilita ci cmpleo de Ia vioien- en las relaciones de poder sino sabre todo al
cia sabre los pacos recaicitrantes. Segundo fenOrneno más imprtante del autaengano: no
caso: ci seguidor de un jek religioso, consi- a Ia falsedad consciente sino a Ia I alsa con-
derado coma representante de Ia divinidad, ciencia, que es ci nOcleo central del concep-
acepta como legitima Ia violencia empleada to de Ideologia (v.) en su significado de on-
en su contra v liega a iinponerseIa ci mismo gen marxista. En este sentido, aceptar que Ia
como cast igo de su conducta dcsviada. En creencia en Ia legitimidad tenga un curáctcr
todas estas hipótesis Ia legitimidad del poder ideologico, v en qué grado lo tenga, reviste
se traduce en Ia legitimidad de Ia vioiencia. una considerable importancia. Si ese grado
Dc ahi que esta ültima pierda. para quien Ia es muv elevado, no tendremos una relación
considera legitima, su car'tcter enajenante, v dc a. sino más bien una "falsa" a., puesta quc
de ahi también Ia posihie tendencia, para Ia creencia en Ia legitimidad no canstitu e un
quien la considera iegitim, a Ia colaboración fundamento real del poder. Esto explica por
—activa o pasiva— en su empico. En otras qué una situación de podcr. a Ia quc hasta
palabras, ci empico de Ia vioiencia se hace aer Ic correspondia una crecncia en Ia lcgi-
posible, en mior o menor rado, par Ia timidad, puede perder mãs o menus repenti-
creencia en In legitimidad que tranforma ci namente esa lcgitiniidad. Sc trata de una
poder en autoridad. Y convienc recordar que situaciOn de poder fundada pnincipalmente
esta reiacion entrecrc.ncia en Ia legitimidad en buses distintas, par ejemplo en Ia fuerza,
V violencia no es una curiosidad teOrica. El pero a Ia que, en cierto modo, hay que adap-
gi-ada v Ia intensidad can quc Ia fe ciega en tarse mientras aparezca coma inmodificaHe:
Un principia de legitimidad dcl poder puede de ahi surge Ia creencia en Ia legitimidad que
desencadenar Ia violenciu están escritos con tiene un carOcter preferentemente ideologi-
ictras indelebies en Ia historia dci hombre. Co. Sin embargo. esta legitimidad tiende a
Son test jeas de eiio las cacerias de brujas v deparecer muy pronto, una vex que Ia pre-
Io iinchamiento, de los excluidos v de ios ponclerancia dc Ia fueni.a desapaiece o Ia
ext raños, generados, en apavo de una deter- situación de poder empieza a aparecer con-
minada a., por los fanatismo politicos v reii- cretamente como modificable.
ioo de todas las épocas. Es testigo de ella Otros aspectos de ambiguedad de Ia a. pro-
Ia inmensa violencia que se desencadenó, en vienen del hecho de que ci titular dc ésta puc-
nue'tro siglo, par Ia creencia fanática en un de no disponer. en mayor a menor medida,
jefe v en una ideoiogia tritalitaria. dl poder efcctivo, v tambien del hecho de que
Por otra pane, podemos tomar coma ejem- los destinatanios de los mandatos pueden per.
plo de una reiacion de poder en que Ia ci cen- den Ia crccncia n ci principio de lcgitimidad
cia en Ia legititnidad puedc constituir una on que ci detentador dcl poder fundamenta
124 AUTORIDAD

su pretension de mandar. Sobrc ci primero destinatarios de los mandates deja de existir


de estos fenOmenos ha liamado Ia atenciOn Ia creencia en Ia legitimidad del poder. Esta
sobre todo Lasswdl, quien, al definir In a. desapariciOn de Ia creencia en Ia legitimidad
como "poderformal", afirma que "decir que puede producirse ya sea porque los sObditos
una persona tiene a. no significa que tenga dejan de creer que Ia fuente del podcr tenga
efectivamente poder, sino que Ia fOrmula poll- In cualidad que Ic atribuian antes (por ejem-
tica (o sea los simbolos politicos que dan legi- plo, no se "prueba" Ia legitimidad, o bien se
timidad al poder) Ic confiere poder, y que los In considera como 'ideologica"), ya sea por-
que se apegan a Ia formula esperan que Ia per- que los subordinados han abandonado ci viejo
sona tenga poder y consideran justo y correc- principio de legitimidad para abrazar uno
to ci 1150 que ésta hace dcl mismo. Por un lado, nuevo. En ambos casos In situaciOn es de ordi-
esta afirmaciOn contiene unu confusion entre nario altamente conflictiva: tanto los superb-
las dos nociones distintas de a. y Ia creencia res como los subordinados tienden a consi-
en in legitimidad del poder. Una cosa es mi derarse "traicionados" en sus expectativas S
juicio de valor, con el que considero legitimo en sus valores. La reluciOn de a. desapamece
ci mandato solo si proviene de una fuente entonces v, si permanece Ia pretensiOn de
determinada: a esa creencia Ic pucden corres- mandar, se establece una situación de auto-
ponder o no relaciones efectivas de poder. Y rltarismo (v.). En uno de sus posibles signifi-
otra cosa es ml conducta, con in que me adap- cados, el término "autoritarismo" deshma, en
to incondicionalmente a ciertas directivas efecto, una situaciOn en que las decisiones se
porque las considero legitimas tomando en toman desde Ia alto, sin Ia participación o ci
cuenta Ia fuente de in que provienen; se tra- consentimiento de los subordinados. En este
ta, en este caso, de una verdadera relacion de sentido es unit manifestaciOn de autoritaris-
poder, de un poder de In especie "a.". Por otro ma alcgai- un derecho a mandur que no se ape-
lade, sin embargo, Ia afirmación de Lasswell ya en las creencias de los sObditos, y es una
puede entenderse en el sentido de que ci titu- manifestaciOn de auloritarismo pretender
lar de cicrta a. puede no tener todo ci poder una obediencia incondicional cuando los
que ejerce aparentemente en Ia relaciOn de a. subordinados pretenden poner a discusiOn ci
Estas relaciones pueden cstar rodeadas de contenido de los distintos mandatos. Par Ia
otras relacianes de poder mucho más relevan- tanto, tiende a establecerse unit situaciOn de
tes v, en in imparticion de .sus mandatos, ci autoritarismo siemprc que los que detentan
titular de Ia a. puede estar condicionado de el poder lo consideran lcgitimo, pero no Cs
manera sustancial por otras relaciones de reconocido como tal per parte de los subor-
podcr que no son legitimas y que no se cono- dinados. Y esta situaciOn se acentOa cuando
cen ampliamente. Y, en In medida en que esto el detentador del poder rccurre a lit fuerza,
sucede, podemos decir que Ia a. sOlo es "apa- o a otros in.strumentos de poder, para lograr
rente", ya quc C. considerando que obedece Ia obediencia incondicional que Va no logra
al poder legitimo de A, obedece en cambio conscguir con Ia creencia cn In legitimidad.
—en mayor o menor grade—al poder no legi- Asi pues, si In a. como tipo puro constituye
timo de D. A este respecto, debemo. recordar Ia formd más plena de poder socialmente
todas las eminencias grises v todos los cen- rcconocido v aceptado come legitimo, en Ia
tros de poder que han dirigido desde basti- realidad de Ia sida social y politica Ia a. resul-
dores In representacion de Ia a. ilumiriada per ta a menudo contaminada y presenta, bajo
las luces del proscenio; asi como las transfor- diversos aspectos, una ambiguedad caracte-
macione de los regimenes politicos, en las ristica. Esta Oltima puede 5cr generadora de
cuales los cambios en In distribucion del violencia, en In medidit en que Ia crccncia de
poder efcctio han precedido a aquellas en las algunos en in legitimidad permite el empleo
crecncias en in legitimidad, por lo que ci régi- de Ia fuerza sobre los otras; puede ser 'fal-
men se vuelve más a menos formalista: el rev sa" en Ia medida en que In creencia en In legi-
aparece todavia coma ci titular exclusivo de timidad no es una fuentc sino una consecuen-
Ia a., mientru , que ci poder ha pasado hos en cia psicoiogica de In -,ituaciOn du poder que
alto grade al pariamcnto. sta trata de o.ultar a & deformar: puede ser
Liegamos finaimente al case en que en los solo "aparente" en La medida en que ci titu-
AUTORITARISMO 125

tar legitimo del poder no detenta el poder te, Ia disposiciOn a Ia obediencia celosa a los
efectivo, y puede transformarse en "autori- superiores y al respeto y a Ia adulaciOn de
tarismo" en Ia medida en que Ia legitimidad todos los que detentan Ia fuerza o el poder;
es objetada y Ia pretension del superior al por Ia otra, Ia disposicion a tratar con arro-
derecho de mandar se convierte, a los ojos de gancia y desprecio a los inferiores jerárqui-
los subordinados, en una pretension arbitra- cos v, en general, a todos los que están priva.
na de mandar. dos de fuerza o de poder. Las ideologias auto.
ritarias, finalmente, son ideologias que nie-
BnBuoc,RArIA: J.S. Coleman, Authority systems, en gan de una manera mOs o menos decidida Ia
Public Opinion Quarierh', vol. XLIV (1980), pp. igualdad de los hombres, ponen el mayor hin-
143-163; H. Eckstein, Authority patterns: a struc- capié en ci principio jerárquico, propugnan
tural basis for political inquirr, en American Poli- formas de regimenes autoriturios y a menu-
tical Science Review, vol. LXVII (1973), pp. 1142- do exaltan algunos elementos de Ia persona-
1161; T. Eschenburg, Dcll'autorità (1965), Bob- lidad autoritaria como si fueran virtudes.
nia, II Mulino, 1970; A. Etzioni, A comparative Una caracteristica del a., comün a los tres
analysis of complex organizat ions. Nueva York, niveles senalados, es el lugar central que ocu-
Free Press, 1961; C.J. Friedrich (comp.), Autho- pa el principio de autoridad (V.) y, por to mis-
thy, Cambridge, Harvard University Press. 1958: mo, Ia relaciOn entre mando apodictico y obe-
R. Senneti, Autoridad (1980), Madrid, Alianza, diencia incondicional. Aunque en este caso Ia
1983; H.E. Simon, Ii comporrame;z:o amminis- autoridad se toma en un sentido particular
trativo(1957), Bolonia, II Mulino, 1958; M. Stop- y restringido, ya que estO ligada con una
pino, Le tot-me del potere, Nápoles. Guida, 1974. estructura politica fuertemente jerOrquica,
basada a su vez en Ia concepciOn de Ia desi-
[aARIo STOPPINO] gualdad de los hombres y que excluye o redu-
ce al minimo Ia participacion de Ia base en
el poder e implica, de ordinario, una marca-
da uiiIizaciOn de los medios coercitivos. CIa-
autoritarismo ro está quc, por esta razOn, desde ci punto de
vista de los valores demucráticos, ci a. es una
I. PROI3LLMAS DC DEFINICION. El adjetivo "autori- manifestaciOn degenerativa de Ia autoridad,
tario" yet sustantivo "a." que se deriva de él una pretension y una imposiciOn de Ia obe-
se emplean sobre todo en tres contextos: Ia diencia que prescinde en gran parte del con-
estructura de los sistemas politicos, las dis- senso de los subordinados y restringe Ia liber-
posiciones psicolOgicas relacionadas con el tad. Mientras que, desde el punto de vista de
poder y las ideologlas politicas. En Ia tipolo- una orientaciOn autoritaria, el igualitarismo
gia de los sistemas politicos se suele Ilamar democratico es el que no es capaz de produ-
autoritarios a los regImenes que privilegian cir Ia "verdadera" autoridud. En este ültimo
el aspecto dcl mando y menosprecian de un sentido, diversos autores propugnaron, espe-
modo más o menos radical ci del consenso, cialmente en Ia Alemania de los años treinta.
concentrando ci poder politico en un hombre Ia doctrina del "estado autoritario". También
o en un solo órgano y restando valor a las ins- Ia "personalidad autoritaria" fue presentada,
tituciones representativas: de ahi Ia reducciOn en parte, de manera anticipada por el psicO-
a Ia minima expresiOn de Ia oposiciOn y de Ia logo nazi E. R. Jaensch, quien en 1938 descri-
autonomia de los subsistemas politicos y Ia biO un tipo psicologico notoriamente pared-
anulación o Ia sustancial eliminacióri de con- do, juzgãndolo de una manera más puitiva
tenido de los procedimientos y de las institu- quc negativa.
ciones destinadas a trasmitir Ia autoridad Existe, pucs, un comOn denominador en el
politica desde Ia base hasta lo alto. En senti- significado que asume ci término a. en los tres
do psicolOgico, se habla de personalidad auto. con textOs señalados. Sin embargo, noes nece-
ritaria para indicar un tipo de persorialidad sario adentrarse mucho en este sentido. Una
formada por diversos rasgus caracteristicos base de significado comOn no quiere decir
v ccnta.tda n Ia uniOn dc dos actitudi.s inti- identidad y ni siquiera coherencia de signifi-
mamente relacionadas entre 5i: por una par- cado. En cste caso hay que tener en cuenta
126 AITORITARISMO

ci hechu de que el "a." es uno de los cocep- Asi pues, una base de significado comün no
los que como ci de dictadura" y de "totali- quiere decir plena coherencia de signifkado.
tarismo" han sui-gido o se haii utilizado en Todavia es más importante destacar quc Ia
oposición at de "democrucia' , querindosc existencia de on fonda de shniuicado colnuri
COfl esto acentuar tanto Un parámetro anti- no conileva Ia necesidad de Ia copresencia (ac-
democrtico como el otro; además del hecho tual tie los tres niveles de a. Razonablemente
de que los confines de estos conceptos scan se puede suponer que exista una cierta con-
puco ciaros, y a menudu también inestablcs gruencia entre cilos; una personalidad auto-
en relaciun con los diversos contextos. En rital-ia, par ejemplo, se sentirá a gusto pro-
nuestro caso son relevantes sabre todo las bablemenle en una estructura de poder auto-
relaciones entre "a." N. totatitarismo (t'4, va ritariu y probablemente estari de acuerdo
que otras relaciones tienden a ser diver sas en con una ideologia autoritaria. Peru esto no
los tres niveles de a. mencionados. La aplica- significa que los tres aspectos dcl a. esten
ción más amplia del significado de a. se siempre v de manera necesaria presentes at
encuentra en los estudios sobre Ia personali- mismo tiempo. En qué grady y con qué fre-
dad v sabre las actitudes autoritarias. Aun cuencia los tres niveles de a. se presentan jun-
cuando el concepto de ' personalidad autori- tos a separados en las distintas situaciones
taria" Sc acunó originalmente para describir sociales, es una prcgunta cuva respuesta no
un sindrome psicoiogico de los individuos puede juzgarse de antemano a partir de las
"potencialmente fascistas", investigaciones definiciones, sino que debe detcrminarse
posteriores to han apticado también at a. de pacientemente par medio de Ia investigacion
izquierda v han buscado las actitudes auto- empirica. En principio, nada obsta para que
ritarias de las clases bajas del mismo modo se impongan creencias dcmucráticas con
que ci de las clases medias y alias. En gene- métudos autoritarios, a para que entre los
ral, este sector de Ia investigación no estable. jefes de un estado autoritario haa individuos
cc ninguna distinción entre a. y totalitarismo. que no se distingan par una personalidad
En ci campo de las ideulogias politicas, el area autoritania, a para quc en un regimen de
dcl significado de a. no está definida. Sin hecho autoritario se prcsente cxteriurmente
embargo, existe una tendencia significatia con una ideulogia democrat ica o con una ideo-
a limitar ci uso del termino para designar las logia totalitaria que ha perclido su carga pul-
ideologias en que Ia acentuaciOn dcl aspecto sara v se ha transformado en un simple ropa-
de Ia autoridad s de Ia estructura jerárquica je simbólico.
de Ia sociedad tiene una función concervado-
ra. En este sentido, lus ideolugias autoritarias U LAS mEowc.IAs AUTORITARIAS. Ya hemos dicho
son ideoiogIas de orden, v se distinguen de las que no existe una plena coherencia de signi-
que tienden a una transformación mäs a ficado entre el a. n el nivel dc ideolugia y ci
menos inteor.il de Ia sociedad, entre las que a. en el nivel de regimenes pohticos. La estruc-
habria que computar las idcologias totalita- tura más intima del pensamiento autoritario
rias. En reiación con los regimenes politicos, no corresponde a cualquier sistema autorita-
finalmente, el termino "a." Se utiliza con dos rio sino at tipo put-u de regimen auturitario
significados. El uno, inuy general, compren- conservador a de orden. En este sent Ida, el
de todos los sistemas no democráticos, inclu. pensamiento auturitariu no se limita a pro-
vendo los totalitarios; ci otro, más especifi- pugnar par una organización jerãrquica de Ia
Co, sc contrapne a! totalitat ismoy cumpren- sociedad politica sino que convierte a esta
de los sistemas no democráticos caracteriza- organizaciOn en el principio politico exclusi-
dos par un bajo grado de movilización v de vo pat-u conseguir Ia que be considera ci bien
penetracion de Ia sociedad. Este ültimo sig- supremo: ci orden. Sin un ordenamicnto rigi-
nificado se relaciona en pane con Ia nociOn damcrne jerárquico, Ia suicdad va fatalmente
de ideoloala autoritaria. Peru solo en parte, at encuentro dcl caDs a Ia desintegracion.
Ya que existen tanto regimenes auturitarios Toda Ia IilosofIa pulltica de Hobbes, par ejem-
de orden coma realmenes autunitarios enca- plo, puede interpretarsc coma una lilasolia
minados a Ia trans(.ormacion, aunquc sea autoritaria dcl orden. Aunqut es una tcol ia
limitada, de Ia sociedad. autoritaria singular en cierto modo anOma-
AUTORITARISMO 127

Ia, pucs pane de Ia aIirmación de Ia igualdad El pensamiento autoritario moderno es una


de los hombres v deduce con un método rigu- formaciOn de reacciOn en contra de Ia ideo-
rosamente racional Ia necesidad de Ia obe- logia liberal v democrática. La doctnina con-
diencia incondicional at soberano. Par el con- trarrevolucionaria de de Maistnc v de Bonald
trario, habiando en general, las doctrinas constituye Ia primera y más coherente formu-
autoritanias inodernas son doctrinas antirra- laciun. Más turde, con ci inexorable avance
cionalistas y antigualitarias, va que para ellas de Ia sociedad industrial v urbana, el a. esta-
ci ordenamiento deseado de Ia sociedad no es biecerá alianzas con ci liberalismo, se vesti-
una organizaciOn jcrárquica de funciones rá con un nacionalismo cada vez más vistoso
creadas par Ia razOn humana gino una orga- traturá de responder a Ia misma problemá-
nizacion de Jerarquias naturales, sancionadas tica socialista. No obstante, irimediatamente
par Ia voluntad de Dios y consolidadas por después de Ia revoiuciOn francesa. Ia socie-
ci tiempo y por Ia tradición, a impuest.ts de dad se puede encontrar aparentemente ante
manera inequivoca par su misma putencia v una disvuntiva: par un lzido, Ia prosecución
energia interna. Generalmcnte ci orden jerár- de las corrientes innovadoras; par otro, Ia pie-
quico que debe preservarse es ci del pasado, na restauraciOn del orden preburgués. Asi,
y se finca en Ia desigualdad natural de los Joseph dc Maistre (1753-1821) logra contra-
hombres. ponerle al iluminismo rcvolucionanio una
Es obvio quc ci probiema dcl orden es un doctrina que implica una inversion casi corn-
probiema general de cualquier sistema poli- pleta. Al racionalismo ilustrado le contrapo-
tico y, coma tal, no puede ser monopolio del ne un iriacionalismo radical: las cosas huma-
pensamiento autoritario. En muchas formu- nas son eI resultado de Ia concatenaciOn
laciones de Ia ideologla liberal y de Ia demo. imprevisible de innumerables circunstancias,
cratica se encuentra también, entre los demas halo las cuales se encuentra Ia providencia
principios, una corroboraciOn del aspecto de divina, y por esta razón ci hombre debe ser
Ia autoridad como agente del orden social. educado en los dogmas y en Ia fe. y no en ci
Pero to que caracteriza Ia ideologia autorita- ejercicio ilusonio de Ia nazOn; a Ia idea de pro-
na, además de Ia concepción de Ia desigual- greso Ic contrapone Ia de tradicion: el orden
dad de los hombres, es que ci orden ocupa social es una herencia de Ia historia pasada
todo el espectro de los valores politicos y ci que to ha consolidado y experimentado en ci
ordenamiento jerárquico que se desprende de transcurso del tiempo, y cuaiquier pretension
el abarca toda Ia técnica dc Ia organización dcl hombre par convertirse en legislador es
politica. Esta preocupación obsesiva por el perturbadora y desintegradora; a Ia concep-
orden explica también par qué el pensamiento ciOn de Ia igualdad de los hombres, contra-
autoritario no puede admitir que ci ordena- pone Ia de su desiguaidad que no puede supni-
miento jcrárquico sea un simple instrumen- mirse; a Ia tesis de Ia soberania popular, Ia
to temporal para Ilevar a cabo Ia transforma- de que todo poder viene de Dios; a los dere-
don parcial a integral de Ia sociedad (coma chos del ciudadano, el deber absoluto de obe-
sucede, por lo menos en Ia interpretaciOn diencia del sObdito. El orden del pensamien-
ideologica, en muchos sistemas :iutoritanios to contrarrevolucionario es nigurosamente
en vias de modernizaciOn v en los sistemas jerarquico. Coma escnibe el vizconde de
comunistas). Para Ia doctnina autoritaria, Ia Bonald (1754-1840), el poder del rev, absolu-
organizaciOn jerarquica de Ia sociedad to c indcpcndiente de los hombres. Cs Ia cau-
encuentra su propia justificaciOn en si mis- sa; sus ministros (Ia nobleza), que ejecutan su
ma, y su validez es perenne. Ademãs, el a., voluntad, son ci medio; Ia sociedad de los sub-
como ideologia dcl orden. también se distin- ditos, que obedecen, ci efecto.
cue claramente dcl totulitarismo lascista, por- Bonaid v de Maistre dan comienzo a uno de
que lo ünico que impone es Ia obediencia los pnincipale filones del pensamiento auto-
incondicional, aunque circunscrita al sUbdi- nitaria: ci catolico que. con ci paso del tiem-
to, v no Ia entrega total v ernusiasta dcl miem- pa. se enniquecerá con nueos elementos a
bro de Ia nuciOn ode Ia raza elegida. El orden asumirá tonos inéditos. Por ejemplo, .lrede-
jcrarquico dcl a. sigue e.scncialmente d mode-
• dor de Ia mitad del siglo xix, Juan Donoso
lo anterior a Ia revoluck,n industrial. Cortés (1809-I 853), frente al desarrollo cada
12$ ACTORITARISMO

vez más decidido dcl liberalismo y de Ia demo- sIa a Ia colaboracion; por Ia otra, el meollo
cracia v trente al desarrollo incipiente del de Ia doctrinu sigue siendo autoritanio, aun
socialismo, encuentra en Ia raiz de todas estas cuando Ia autoridad no se baszi vu en Ia volun-
corrientes un mismo pecado contra Dios, una tad de Dios slim en Ia historia v en su misma
misma nostalgia satánica por ci caos, v pro- polencia. El estado cs fuerza, tanto interna
nuncia profecias apocalIpticas sobre sus como externamente, v el primer deber de los
resultados finales, liegando a prever que Ia 'sObditos" es Ia obediencia. Lu mejor lorma
monarquia no será ya suficiente para restau- de gobierno es Ia monarquia hereditaria, que
rar el orden y que habrá que dar vida a una está de acuerdo con las desigualdades natu-
dictadura politica. Y entre el final del siglo rales de Ia sociedad, mientras que In demo-
XIX y principio dcl xx. ci marques René de Ia cracia contradice ci dato natural. El rev
Tour du Pin (1834-1924) les contrapone a los detentu el poder, dirige ci ejercito y Ia buro-
sindicatos socialistas una reexhumacion de cracia, v elige autOnomamente su gobierno.
las corporaciones de Ia Edad Media cristia- Sc trata dcl modelo de Ia monarquia consti-
na. que debian incluir a los propietarios, a los tucional prusiana, en que La funciOn del par-
dirigentes y a los trabajadores de cada ramo lamento y de los partidos —que acepta Treit-
industrial, conjurando asi Ia lucha de clase; schke—, es un poco más que consultiva. Esta
por otra parte, dice, tendrian una función con- estructura jerárquica del sistemu politico
sultiva de manera de no hacer mella en Ia reflepa y preserva las jerarquius naturales de
autoridad absoluta de Ia monarquia heredi- Ia sociedad civil, que encuentran en su %'érti-
taria. cc a Ia nubleza hereditaria, ci "estrato cmi-
El a. ha sido una caracteristica importan- nentemente politico", que tiene en sus manos
te y recurrente del pensamiento politico ale- La dirccciOn del estado; en el centro. Ia bur-
man del siglo xix, constituyendo primera- guesia, que desempeña un papel importante
mente una resistencia a Ia unificación nacio- en Ia vida cultural y material. pero que dege-
nal y a Ia industrialización, y luego acompa- nera cuundo pretende ocuparse orgullosa-
nándolas y guiandolas. MencionarC solo algu- mente de los asuntos pOblicos, y en Ia base,
nos autores cuvas ideas han tenido un peso Ia gran muititud de los trabajadores manua-
significativo aun en Ia politica práctica: ci ber- les. Entre Cstos, Treitschke tiene una predi-
nés Carl Ludwig Hallcr(1768-1854), que cons- IecciOn significativa por los campesinos, con-
truyo una teoria contrarrevolucionaria basa- servadores y apegados a Ia tradiciOn, y mira
da en Ia idealización del estado patrimonial con suspicacia a los obreros de Ia ciudad,
de Ia Edad Media y ejerciO gran infiujo en el inquietos y "particularmente sensibles a las
circulo politico de Federico Guillermo IV; ideas de subversion".
Friedrich Julius Stahl (1801-1861), que teori- Prosiguiendo con esta breve reseña de ejem-
zO Ia monarquia hereditaria legitima de dere- plus, se puede recordar, como caracterIstica
cho divino, contribuvendo a dar forma al pro- de Ia primera mitad dcl siglo xx. Ia doctrina
grama conservador de Ia monarquia de Pru- de Charles Maurras (1868-1952), que encabe-
sia que desembocO en Ia obra unificadora de zó ci movimiento de Ia extremu derecha de Ia
Bismarck, y Heinrich Treitschke(1834-1896), Action Fran caise en Ia Francia de Ia tercera
cuvas doctrinas se convi rtieron en una parte republica v tratO luego de convertir su pro-
integrante de Ia ideologia del imperio alemán pia forma de pen sar en Ia ideologia oficiul dcl
hasta Ia primera guerra mundial. regimen de PCtain. En cI contexto social en
El pensamiento de Treitschke es muy inte- quc Maurras operaba vu estaba acletantacla
resante porque en Cl se refleja Ia situaciOn de Ia industrializaciOn, Ia penetraciOn del esta-
un estado autoritario situado ante el proble- do en Ia sociedad era va notoria v Ia eficacia
ma de ilevar a cabo una fuerte movilizaciOn de Ia accion politica exigia un alto grado de
social para consolidar Ia unidad nacional y movilizacion. Todo esto repercute en los ras-
para dirigir desde lo alto La modernizaciOn. gus del pensamiento maurrasiano, que no fur-
Por una pane, se encuentra consecuentemen- man parte del a. tradicional, comcj el nacio-
te un marcado nacionalismo con claras vetas nalismo "inteiraI", el antisemitismu v el esti-
imperialistas, y una moderada acogida de las Io de acciOn politicu que propugnO. Peru, en
instancias liberales para empujar a Ia burgue- cunjunto, su doct rina es predominantemen.
AUTORITARISMO 129

te autoritaria. Maurras odia a los "bárbaros" una manera distinta. distinguiendo entre
dci interior, armadus de Ia palabra de orden ideologias con on alto grado e ideologias con
de Ia igualdad y de Ia libertad, y odia Ia demo- on baja gradu de articulación simbólica y con-
cracia, coma fuerza anarquica y destructura. ceptual. Peru sigue siendo cierto que las ideo-
La salvación de Francia está en Ia restaura- logias uutoritarias de hoy tienen un modesto
don de un orden que Ic devuelva Ia linfa vital nivel de elaboraciOn. Y esto, a su vex, depen-
a las "bellas dcsigualdades". El orden de Mau- de dcl hecho crucial de que Ia per.spectivu de
rras es necesariamcnte jerárquicu, y se encar- conservaciOn de un ordcn jerárquico estable-
no en una "monarquia tradicional, heredita- cido de una vex par todas, y ligado e.scncial-
na, antiparlamentaria y descent ral izada", mente al pasado preburgues, ha sido dejada
que tiene ci derecho a Ia obediencia incundi- inexorablemente a un lado, coma una antigua-
cional de los franceses. La descentralizaciUn ha inOtil, par un mundo que CSIá dominado,
dcl estado se hace posihic par el hecho de que de hecho o a través de las cxpectativas de los
Ia auturidad de Ia rnonarquia no puede hombres, par Ia industrializaciOn, par el urba-
derrumbarse, y entraña Ia autonomlu de las nismo y par Ia idea dcl progreso, a par lo
comunidades locales, y sabre todo un orde- menos de un cambio continua de Ia sociedad.
namiento corporativo dcl mismo tipo que ci Parece, pues, que Ia ideologia autoritaria
de La Tour du Pin. Los pilares fundamenta- no tiene futuro, o que, paru resurgir, debe
ics dci urden maurrasiano son también ci adaptarse a los nuevos tiempos y corrcgirse
ejército, del quc tenia un verdadero cuito, y de manera sustancial. Con ci alan de hacer
Ia iglesia catOlicu, no entendida a través de conjeturas, se puede pensar que en un mun-
su mensaje cristiano sino coma institución do industrializado no se podrá dcjar de unir
portadora del orden y de Ia jerarquia y, par Ia prcscrvaciOn dcl orden con una especie de
to tanto, dentro de Ia perspectiva de una reno- administraciOn del cambiu social, y que, en
vaciOn de Ia alianza del trono con el altar. este cambio de ruta, podrá apelar en parte aI
Ciertos aspectos dcl pensamiento de Mau- a. comteano y a on cierto filOn elitista que ha
rra, coma ci nacionalismo exasperado y el propugnado a soflado una elite de intelectua-
antisemitismo, anuncian claramente el fascis- les a de expeltos. La forma riiás probable es
ma. No obstante, ci a. noes totalitarismo las- tal vex Ia de una tecnocracia coherente y lIe-
cista, y. cuando converge con este y se trails. vada a sus Oltimas cunsccuencias.
forma en un simple elemento del mismo, pier-
de su naturaleza más intima. En Ia ideologia iii. PERSOSAI.IUAI) V Ac Ti FUThS AUTORITARIA.S.
fascista, ci pnincipio jcrárquico vu noes ci ins- Muchos aspectos de Ia personalidad autori-
trumento del ordcn sino ci instrumento de Ia taria ya se habian destacado en Ia descripciOn
movilizacion total de Ia naciOn par Ia trans- dcl "carácter autoritario" hecha par Erich
formaciOn de Ia socicdad y Ia lucha hacia ci Fromm en El miedo a la libertad (1941). El tex-
exterior. En este sentido, dentro del fascismo to fundamental, en este campo, sigue siendo
Ia ideologia autoritaria se extingue y se con- Ia monumental investigaciOn de Theodor W.
vierte en alga distinto. Adorno v de sus colaboradores, La persona-
Después de Ia .segunda guerra mundial y de lidad autorizaria, publicada en 1950. Esta
las consecuencias que se denivaron de ella. Ia indagacion trata de describir al individuo
ideologia autoritaria se encuentra frente a un potencialmente fascista cuya estructura de Ia
mundo va demasiado ajeno coma para poder personalidad es tal que lo hace particular.
echar raices profundas. No faltan regimenes mente sensible a Ia propaganda antidemorá-
autoritarios de tipu conservadur, peru es dill- tica. Los autores tratan, en efecto, de demos.
cii que encuentren su justificacion en una trar que el antisemitismo, que constituia ci
ideologia autoritaria cxpiicita y decidida. tema inicial de Ia investigaciOn, es un aspec-
Coma veremos un poco más adelante, Juan to de una ideoiogia más compleja caracteri-
Linz afirma que los actuales regimenes auto- zada entre otras cosas por ci conservaduris-
ritarios (incluvendu los cunscrvadoresj no se ma politico-economico, par una concepción
caracterizan par ideologias sino par simples etnoéfltrica s, mas en generd!, par una estruc-
"mcntalidades". Esta dilercnciaciOn es tal vcz tura autoritaria de Ia personalidad. En este
demasiado marcada, v podria formularse de marco, Ia personalidad autonituria se descri-
1.30 ,WTORITARISMO

be como un conjunto interrelacionado de ras- cupación obsesiva por el poder desde Ia rigi-
gos caracteristicos. Son cruciales las llama- dcx hasta ci conformismo.
das "sumisión" y "agrcsiôn" autoritarias: por El cstudio de 1950 se sometió a diversas cr1-
una parte. Ia creencia ciega en Ia autoridad ticas, relativas tanto al método adopiado
y Ia obediencia celosa a Ins superiores y, por como a ciertos resultados alcanzados. Entre
otra, ci desprecio a los inferiores y Ia dispo- las cr11 kas sabre el método recordaremos Ia
sición a atacar a las personas que Se conside- de quc Ia tendencia de los sujetos camina-
ran debiles y que se pueden aceptar social- dos a dar respuestas "altas", es decir a decla-
mente como victimas. Otros rasgos relevan- rarse de acuerdo con las proposiciones dcl
tes son Ia aguda sensibilidad por ci poder. Ia cuestionanin, podia haber dependido más quc
rigidez y el conformismo. La personalidad de una ekcción dc valor respecto dcl conic-
autoritaria tiende a pensar en términos de nido de Ia proposiciOn, de Ia propensión a no
poder, a reaccionar con gran intensidad ante disentir de una afirmacion ya fornrnlada: una
todos los aspectos de Ia realidad quc afectan propcnsión que puede referire especialmen-
(efectiva o imaginariamente) las rclaciones de te a los sujetos de baja ext rdcciôn social y con
dominio; es intolerante frente a Ia ambigue- Un bajo nivel de instrucción. Esta critica es
dad, se refugia en un orden cstructurado de relevante porquc las distintas escalas emplea-
manera elemental e inflexible, hace un uso das en Ia investigacion (las escalas de antise-
marcado de estereotipos en su forma de pen- mi tismo, de etnoceil t rismo. tie conservaduris-
sar '' de comportarse; es part icularmente sen- mo poIitico-econ(5mico v de tendencias anti-
sible al influjo de las fuerzas externas y tien- democraticas) Sc construveron todas de tal
de a aceptar supinamente todos los valores modo quc las respuestas "alias", o sea de con-
convencionales del grupo social al que per- senso mâs o menos acentuado respecto de las
tenece. Adorno y sus colaboradores añadie- proposiciones-test. constituveran una mcdi-
ron a éstos, otros rasgos distintos que aqui da directa de los parametros politicamente
podemos pasar por alto. "negativos": el antisemitismo, el etnocentris-
La interpretacion que Adorno y sus colabo- mo, el conservadunismo politico-economico
radores dieron de Ia personalidad autorita- y las tendencias antidemocráticas.
na es exquisitamente psicoanalitica. Una rela- Sc observó también que las proposiciones-
cion jerArquica v opresora entre padres e test refkjan dc una maneru marcada Ia posi-
hijos crea en el hijo una actitud muy intensa ción de izquierda moderada de los autores,
v profundamente ambivalente respecto de Ia de manera que no se detecta ci a. tout court,
autoridad. Por un lado, existe una fuerte dis- sino ünicamellte ci a. de tipo fascista. De
posición a Ia sumisión: por ci otro, podero- acuerdo con esta critica. Adorno v sus cola-
SOS impulsos hostiles y agresivos. Estos ülti- boradores cambianon Ia dicotomia prejuicio-
mos impulsos son, sin embargo, eliminados tolenancia par Ia derecha-izquierdt, con Ia
drásticamente porel supervó. V Ia ext raordi- consecuencia de ignorar totalmente los pre-
naria energia de los impuisos eliminados con- juicios asociaclos con las k!eologias de izquier-
tribue a hacer más ciega v absoluta Ia obe- da v, más en general, con el a. de izquierda.
diencia a Ia autoridud, se traduce en gran par- En efecto, se puede sostener que, con base en
te en Ia agresion contra los débiles v los infe- las propuestas dadas a los cuestionarios pre-
riores. Se trata, pues, de un mecanismo parados por Adorno y SUs colaboradores, una
mediante el cual el individuo trata inconscien- persona autoritinia de izquierda habria iota-
temente de superar sus conflictos interiores liiado verosimilmente un puntaje bajo, y par
profundos, que desencadenan los dinamimos tanto habria resuliado no autoritaria. Inves-
de Ia personalidad autoritaria: el individuo, tigaciones posteriore. Ilevadas a cuba por
para salvar su proplo equilibrio amenazado algunos de los colaboradures de Adorno. ira-
de raIz par impukos en conflicto. Se aferra tarun de corregir eta "tendenciosidad" de La
a todo lo que es fuerza y potencia y ataca todo personalidad autoritaria.
lo que es debilidad. A este dinamismo funda- Sin embargo. Ia critica más comün y más
mental e unen todos los demás rastos de Ia impurtante es tal ye, Ia que Sc refiere a Ia base
personalidad autoritaria: desd Ia tendencia esclusivamente psicuanalitica de Ia intcrprc-
a depender de fucrzas externas hasta Ia preo- tación de Ia personalidad autoritaria. Se ha
AL!TORITARISMO 131

observado que una interpretación más corn- los codigos morales convencionales, Ia pro-
pleta de este tipo de personalidad requiere pension a participar en campañas contra los
utia consideradón exhaustiva del ambienic extranjeros a las minorias étnicas 0 religio-
social, de las distintas situaciones y de los sas, Ia tendencia a apoyar partidos extremis-
diversos grupos que pueden influir en Ia per- tas, etc. Numerosas investigaciones han
sonalidad; ya que muchos de los fenOmenos demostrado que estas actitudes se encuentran
quc a primera vista aparecen coma factores presentes de una manera más marcada en las
de Ia personalidad, depües de un análisis más clases bajas. Lipset imputa esta correlaciOn
cuidadoso pueden no 'er rnás quc etecto de a Ia situaciOn social de Ia ciase trabajadora,
condiciones socialcs especificas. En esta caracterizadu par un bajo nivel de instruc-
dirección se ha ido delineanda, par parte de cion, por una baja participación en Ia vida de
vurio.s autores, una segunda explicación sobre los organismos politicos y de asociuciones
Ia formación de Ia personalidad autoritaria: voluntarias, prr las pocas lecturas v las esca-
Ia dcl Ilamado "a. cognitivo". Dc acuerdo con sas informaciones, par el aislamiento deriva-
este planteamiento, los rasgos de Ia persona- do del tipo de actividud desarrollada (un fac-
lidad autoritaria se basan simplemente en tor que uctüa en grado máximo en ci caso de
ciertas concepciones iie Ia realidad quc pre- los campesinos y también de otros trabajado-
dorninan en una determinada cultura o sub- res, coma los mineros), por Ia inseguridad
cuitura, que son aprendidas por el individuo econOmica y psicoiogica y por ci seilo auto-
a través del proccso tie sociaiización y que riturio de Ia vida familiar. Todos estos facto-
corresponden de una mancra más a menos res contrihuyen a formar una perspectiva
realista a las condiciones efectivas de vida mental pobre e indefensa, hecha de gran
dcntro de dicho anibiente social. En realidad, sugestionabilidad, de falta de un sentido del
estas dos interpretaciones de Ia personalidad pasado y del futuro, de incapacidad para
autoritaria no se excluven neccsariamente tener una concepcion compieja de las cosas,
entre si. Numerosas investigaciones empiri- de dii icultad para elevarse par encima de Ia
cas recientes parecen mostrar que en ciertas experiencia concreta y de falta de imagina-
situaciones o en ciertas clases sociales Sc dOn. Segün Lipset, en esta perspectiva debe
encuentran efectivamente muchos de los buscarse prccisamente Ia compleja base psi-
hechos mencionados par Ia teoria del "a. cog- colOgka dcl autoritarismo.
nitivo", mientras quc en atras situaciones y También a Ia tesis de Lipset se Ic han hecho
en otras ciases sociales Ia interpret-ación psi- diversas criticas, tanto dci método coma dc
coanaiitica conserva una mayor eficacia expli- intcrpretaciOn. En el piano del método, se ha
cativa. observado, par ejemplo, que en aigunas de las
Indudablemente, Ia tesis del "a. de Ia clase investigaciones utilizadas por Lipset ci modo
trabajadora", en Ia que ha puesto ci acento de calcular los porcentajes, que en ciertos
principalmente Seymour M. Lipset, se puede casos equiparaba las respuestas "no sé" con
Ilevar a una interpretación socioiogica, más las abiertamente intolerantes, era desfavora-
que psicoiôgica, de las actitudes autoritarius. ble a las ciases bajas, en las que habla mayor
Esta tesis no niega Ia existencia tie tendencias nümero de respuestas inciertas o falta de opi-
autoritarias en las clases elevadas y en las nión. Además, ci tipo de preguntas dirigidas
medias, pero sostiene que en Ia sociedad a los entrevistados favorecia a Ia ciase media,
moderna las clases más bajas se han conver- ya que estas preguntas se referlan a temas
tido poco a poco en Ia mayor reserva de acti- que podlan ser interesantes y comprensibles
tudes autoritarias. Par a. no se entiende, en a las personas de tal ciase, pero no en Ia mis-
esic caso, ci sindrome de Ia personalidad ma forma para los trabajadores. En ci piano
autoritaria en toda su complejidad .sino más de Ia interpretaciOn y en relaciOn especifica
bien una serie de actitudes individuales que con Ia clase obrera, se ha objetado, por ejem-
pueden referirsc a una disposición psicologi- plo, que habria que tomar en cuenta no sOlo
ca autoritaria: una baja sensibilidad por las Ia condiciOn de obrero sino también Ia pro-
libertades civiles, Ia intolerancia, una baja cedencia social del obrero; un intento par ree-
inclinación a sostener un sistema pluriparti- laborar los dator. en este sentido parece
dista. Ia intolcrancizt par las desdaciones de demostrar que el a. cc utribuye sabre todo a
132 AUTOItITARISMO

los obreros que provienen directamente dcl Iizaciôn social y de desarrollo politico (por
campo. También se notó que los estudios ejemplo. In Etiopla de Haile Selassie); los regi-
sobre el a. de In clase obrera debian tomar menes con un partido Unico n ci sentido
en cuenta Ia movilidad vertical, dadoquc hay efectivo v no formal de In expresión—, que
razones para considerar quc son autoritarios son los más numerosos (por clemplo, In UniOn
sobre todo los elemcntos quc descienden de SoviCtica), v, mucho más raros, los regimenes
In clase media hacia Ia obrera y que en cam- pluripartidistas en que los diversos partidos
bio son tolerantes los quc uscienden de Ia cia- están deacuerdo en no competir entre si, pro-
se obreru a In media. duciendo resultados funcionaies muy seme-
jantes a los dcl monopartidismo (por ejemplo,
1V REC.IMENES E INSTITUCIONES MTORITARIAS En Colombia).
sentido muy general, se habla de regimenes Sin embargo, en Ia clasificacion dc los regi-
autoritarios para indicar toda In clase de regi- menes politicos conternporáneos el concepto
menes antideniocráticos. La contraposición de a. a menudo no se utiliza para designar
entre a. y demucracia se refiere tanto a In todos los sjstemas ant idemocráticos sino Uni-
dirección en In que se trasmite Ia autoridad cumente una de sus subclases. En este sent i-
como ci grado de autonomia de los subsiste- do, se distingue entre a. y totalitarismo. A pro-
mas politicos (los partidos, los sindicatos y pOsito de esta distinciOn has' que decir, de
todos los grupos de presión en general). En manera preliminur, que mientras el uso
esta primera perspectiva los regimenes auto- estricto que se hace de "a." es Util y legitimo,
ritarios se caracterizan por Ia ausencia dcl ci USO amplio de "totalitarismo" conlleva
parlamento y de elecciones populares o, cuan- inconvenientes serios y ha sido criticado acre-
do estas instituciones quedan con vida. por mente. En i-calidad, lo que se contraponc a los
su reducción a meros procedimentos ceremo- regimenes autoritarios son todos los regime-
niales v por ci indiscutible predominio del nes monopartidistas con una clevada movili-
vértice ejecutivo. En In segunda perspectiva zaciOn politica. Remitimos de una u otra for-
los regimenes autoritarios se distinguen por ma a Ia vol totalltarismo para una discusiOn
In falta de Ia libertad de los subsistemas, tan- explicita de este punto. y aqul seguimos
to formal como efectiva, que es tipica de Ia hahiando, para cvi tar complicaciones, aunque
democracia. La oposicion politica es suprimi- con Ia cautela mencionada mãs arriha, dc
da o invalidada; el pluraiismo de los partidos, regimenes "totalitarios". Volvamos, pucs, a
prohibido o reducido a un simulacro sin mci- nuestra distinciOn, que puede reducirse al
dencia real; In autonomla de los demas gru- grado de penetraciOn v de movilización poll-
pos poilticamente relcvantes, destruida o tole- tica de Ia sociedad v a los instrumentos a los
rada mientras no perturbe In posicion de que recurre de una manera caracteristica In
poder dcl jefeo de Ia elite gobernante. En este elite gobernante. En los regimenes autorita-
sentido ci a. Cs una cutetzoria muv general que rios Ia penetrucion-movilizaciOn de In socie-
comprende gran parte de los regimenes poll- dad es limitada: entre ci estado y Ia sociedad
tIcos que conocemos, desde ci despotismo corre una linea divisoria más bien precisa.
oriental hastu ci imperio romano. desde las Mientras eI pluralismo partidista Cs suprimi-
tiranias griegas hasta los señorios italiunos. do por derecho ode hecho, muchos de los gru-
desde In moderna monarquia absoluta hasta pos de presiOn mas importantes conservan
Ia constitucional de tipo prusiano. desde los gran parte de su autonomia v. pur consiuien-
sistemas totalitarios hasta las oligarquias te. el gobierno cumpic par io menos en parte
modernizantes a tradicionales de los paises una funcion de árbitro en sus confrontacio-
en vias de desarrollo. Teniendo presentes solo nes v encuentra en ellos un limite a su pro-
los sistemas politicos actualmente existentes plo poder. El control de In educaciOn y de los
y concentrando Ia atención en ci papel que en medios de coinunicacion no rebasa tampoco
ellos tienen los partidos, Samuel P. Hunting- ciertos limites; a menudo se tolera tambien
tony Clement H. Moore han distinguido tres Ia oposicion siempre que no se manilieste de
formas de regimenes totalitarios: los que no manera abiciia v en publico. Para ulcanzar
tienen paitido, quc corresponden ordinaria- sus ohletivos, los gobiernos autoritarios pUe-
mente a niveles relativamente bajos de movi- den, par esta razOii, recurrir solo a los ins-
AUTORITARISMO '33

trumentos tradicionales del poder politico: el sentido de que el reclutamiento politico de


ejército, policia, maistratura, burocracia. los individuos provenientes de las diversas
Aun cuando existe un partido ünico, éste no fuerzas sociales no se basa en un principio
asume el papel crucial, tanto respecto del operante de representaciOn de dichas fuerzas
ejercicio del poder como respecto de Ia gula sociales sino en una selecciOn y cooptacion
ideologica, propia de los regimenes "totalita- desde Ia alto. El segundo punto destaca el
rios". En estos ültimos regimenes. Ia bajo grado de organización y de elaboraciOn
penetración- movilizacion de Ia sociedad es, conceptual de las teorias que justifican ci
en cambio, muy elevada: el estado, o mejor poder de los regImenes autoritarios y, por
dicho el aparato del poder, tiende a absorber consecuencia, su modesta dinámica propul-
a toda Ia sociedad. Se ha suprimido no solo siva. El tercer punto pane el acento en Ia
el pluralismo partidista sino también Ia auto- moderada participación de Ia poblacion en los
nomia de los grupos de presión, que son organismos politicos y parapoliticos, que
absorbidos par Ia estructura totalitaria del caracteriza a los regimenes autoritarios esta-
poder o están subordinados a ella. El poder bilizados, aun cuando en ciertas fases de su
politico gobierna directamente las activida- historia, v especialmente en las de su comien-
des econOmicas o las somete a sus propios zo, Ia moviIizacion pudo haber sido mucho
fines, monopoliza los medios de comunica- mayor. El cuarto punto, finalmente, pone de
cion masivos y las instituciones escolares, man ifiesto el hecho de que el poder del jefe
suprime las manifestaciones aun leves de cri- 0 de Ia elite gobernante se ejerce dentro de
tica a de oposición, trata de anular o de subor- limites bastante bien definidos, aun cuando
dinar las instituciones religiosas, penetra en no estén establecidos formalmente. Estos
todos los grupos sociales y hasta en Ia vida limites, evidentemente, están ligados con los
familiar. Este gran esfuerzo de penetración demas aspectos de los regimenes autoritarios:
y de movilizaciOn de Ia sociedad entraña una el pluralismo moderado, Ia falta de una ideo-
intensificación muy pronunciada de Ia pro- logia propulsiva. Ia limitada movilización, Ia
paganda y de Ia militarizaciOn. De ahi Ia ausencia de un partido de masa eficiente.
importancia central del partido ünico de El grado relativamente moderado de penc-
masa. portador de una ideologia fuertemen- tración en el contexto social de los regimenes
te dinámica, y en ciertos casos extremos autoritarios depende siempre del atraso más
extrana también una intensificaciOn muy o menos marcado de Ia estructura económi-
acentuada de Ia violencia: de ahi Ia importan- ca v social. Peru, en este contexto, Ia elite
cia, en estos casos extremos. de Ia policia gubernamental puede cumplir dos papeles
secreta y de los demás instrumentos de distintos: puede reforzar ci modesto grado de
terror. penetraciOn del sistema politico, eligiendo
El sociologo politico Juan Linz, que es el delibeiadamcnte una politica de movilizaciOn
autor que ha contribuido más a precisar Ia limitada, o bien, puede elegir una politica de
distinción entre a. s• "totalitarismo" en Ia tipo- movilizaciOn acentuada, que encuentra sus
logia de los sistemas politicos contempora- limites principalmente en las condiciones del
neos, propone esta definiciOn: "Los regime- ambiente. Con base en el distinto modo de
nes autoritarios son sistemas politicos con un acercarse a estos factores, G.A. Almond y G.B.
pluralismo politico limitado y no responsa- Powell distinguen, en el ámbito de los regi-
bie; sin una ideologia elaborada y propulsi- menes autoritarios, entre regimenes autori-
va (sino con las mentalidades caracLrIsticas); tarios de tipo cunservador, regimenes auto-
sin una movilización politica intensa o vasta ritarios en vias de modernizacion v regime-
(excepto en algunos momentos de su desarro- nes autoritarios premovilizados. Los regime-
110), yen los que un jefe (o tal vez un pequeño nes autoritarios conservadores, coma el de
grupo) ejerce ci poder dentro de limites que Franca y de Salazar (hoy ya derrocados), sur-
formalmente estan mal definidos pero que de gen a partir de sistemas politicos tradiciona.
hecho son fácilmente previsibks." El primer les sacudidos por una parcial modernizaciOn
punto se refiere al pluralismo politico: un plu- econOmica, social v politica, v tienden a limi-
ralismo limitado de hecho o de derecho, más tar Ia destrucción del orden tradicianal usan-
tolerado que reconocido, v no responsable. en do algunas de las t'cnicas modernas de orga-
134 AUTORITARISMO

nización, de propaganda y de poder. La pre- les y burócratas y por Un bajo grado de par-
sión por Ia movilización es por Ia tanto mUy ticipación politica. Falta una ideologia movi-
limitada: el regimen no busca entusiasmo o lizadora y un partido de masa; a menudo hay
apoyo, esta dispuesto a contentarse con Ia un partido ünico, que tiende a reducir Ia par-
aceptacion pasiva y tiende a desalentar ci ticipación; a veces hay pluralismo partidista,
adoctrinamiento ideologico s el activismo peru sin competencias electorales libres. Sc
politico. Los reginenes autovitarios en vias de trata del tipo de a. más difundido en ci siglo
,nodernizaciOn, que pueden encontrarse en xx: ejemplos son Brasil y Argentina en algu-
paises del Ilamado tercer mundo, surgen en nos periodos de su historia, Ia Espana de Pri-
sociedades que se caracterizan por una ma de Rivera s los primeros años del Portu-
modernización todavia muy dCbil y obstacu- gal de Salazar. 2] Los regimenes autoritarios
lizada por graves estrangulamientos sociales de esiatalismo orgdnico Se caracterizan por
y tienden a refurzar y hacer incisivo el poder un ordenamiento jerárquico de una plurali-
politico para superar los cuellos de botella en dad no competitiva de grupos que represen-
Ia senda del desarrollo. La presión por La tan diversos intereses y categorias ecunómi-
movilizacion es, por Ia tanto, mucho mãs fuer- cas S sociales, y por un cierto grado de movi-
Ic que en ios regimenes de tipo conservador; lización controlada de Ia población en furma
pero La fuerza de penetración del regimen es, "orgánica". También a veces existe un parti-
sin embargo, limitada por Ia consistencia de do ünico, con un papel más o menos relevan-
las fuerzas sociales conservadoras y tradicio- Ic, mientras que Ia perspectiva ideologica del
nales y porel atraso general de La estructura regimen csta dada par una version cualquie-
social v de Ia cultura politica. En esta situa- ra de corporativismo. Ejemplo tipico de esta-
ción, Ia Cute gobernante se esfuerza par intro- talismo orgánico es el Estado Nôvo portugues;
ducir instrumentos modernos de moviliza- peru tendencias corporativus se descubren
ción social, pero noes capaz de organizar un tambien en Ia Italia fascista, en Ia España
partido de masa verdaderamente eficiente. irunquista y en algunos paises de America
Estas dificultades con las que topa Ia elite Latina. 3] Los regimenes autoritarios de movi-
goberuante son todavIa mayores en los regi- Iización en pates posdemorrai:co.s se distin-
menes autorizarios prernovilizados, ya que el guen par eI grado reiativamente más eleva-
ambiente que los caracteriza es una sociedad do de Ia movilizaciOn politica, a los que
que todavia es casi enteramente tradicional, corresponde el papel más incisivo dcl parti-
tanto par Ia estructura social como par Ia cul- do Onico y de Ia ideologi.i dominante, y por
tura politica. En cierto sentido, estos regime- el grado relativamente más bajo dcl piuralis-
nes no son más que "meros accidentes histó- mu politico consentido. Se trata de los regi-
ricos, o sea sistemas en los que, a continua- menes llamados par Ia comin fascistas", 0
ción de Ia influencia dcl colonialisma y de Ia al menos de Ia mayor parte de clios: el caso
difusion de las ideas y de las actividades exis- más representativo es el fascismo italiano. 41
tentes en paises más desarrollados, se ha Los regimenes autoritarios de movilizacion
creado una Clite modernizadara y una estruc- posindependencia son el resultado de Ia lucha
tura politica diferenciada, mucho antes de anticolonial y de Ia conquista de Ia indepen-
que aquéllos hubieran sentido Ia necesidad o dencia nacional, especialmente difundidos en
ei impulso de desarrollar estas estructuras y ci continente africano. Están caracterizados
culturas par cuenta propia". Los enormes par ci surgimiento de un partido unico aün
obstáculos que Se oponen a Ia modcrnización, débil y no amparado en las formaciones para-
en casos coma Cstos. Se ejemplifican bien con militares tipicas de los regimenes fascistas,
las vicisitudes de Ia Ghana de Nkrumah. coil un liderazgo nacionztl a veces de carác-
Una tipologia de Los regimenes autoritarios ter carismático, con un componente idcoló-
contemporineos más minuciosa y articulada gico incierto v un bajo grado de participación
ha sido propuesta par Juan Linz. Prevé cinco politica. 51 Los regimenes autoritarios posto-
forma, principales y dos secundarias, para zalitarios estOn representados por los paises
un total de side tipos. I] Los regimenes auto- comunistas despues dci procesa de desesta-
ritarios hurcratico-miliiares estän caracte- linización. Son l resuitado combinado de las
rizados por una coalicián guiada par oficia- tendencias a Ia IurmaciOn de intereses en con-
AUTORITARISMO 13

flicto —y por lo tanto de on piuralismo limi- var Ia analogia muchu más adelante, preten-
tudo—, a una parcial despolitizaciün de Ia de demoeratizar las diversas instituciones
masa, it una alenuación dcl papel dcl part ido sociales, intruduciendo parlamentos y asam-
ünico y de Ia ideologia, a una hurocratización bleas con ci mãximo poder de decision en Ia
acentuada: tendencias que pioducen una escuela, en Ia Fábrica, en Ia iglesia, etc., y lla-
transformaciun conspicua y estahilizada dcl ma autoritarias a todas las instituciones que
precedente modelo totaiitario. A estus cinco no se estructuran de acucrdu con esos crite-
tipos principales de regimenes autoritarios rios. El blanco dcl ataquc de esta tendencia
Linz anade todavia ci caso de 61 el iota/hans- radical es, particularmente, Ia estructura
mu impe'rfccio, que con.stituye por to comUn jerárquica de las grandes unidades econOmi-
una fase transitoria de un sistema politico cas con temporáneas, respecto de las cuales
cuyo desarrollo hacia ci totalitaiismo ha sido Ia analogia con los regimenes politicos no
detenido, y quc tiende entonces a transfor- podria ncgarse, desde el momento en que son
marse en algun otro tipo dc regimen autori- las unicas instituciones sociales cupaces de
tario, v 7] el de Ia Ilamada demucracia racial: tomar decisiones del mismo alcance que el
ci dominjo autoritario de un grupo racial, que gobierno. Pun otru parte hay quien rechaza
sin embargo sc gobicrna en su seno con un esta extensiOn del significado de a. y defien-
sistema democrático, subre otro grupo racial de el pnincipio de Ia pluralidad de estructu-
quc represcnta Ia mayoria dc Ia pohlación ras de poder en las diversas instituciones,
(Sudfrica). afirmandu que una dii usion excesiva de los
En analogia con los regimenes politicos sc procedimientos democrático.s de origen poli.
ks puede atribuir ci caráctcr del a. a otrus tici, Ileva sOlo a desnaturalizar Ia fisonomia
instituciones sociates: lamiliures, escolares, especifica y a minar ei huen funcionamiento
religiosas, cconOmicas, etc. En este campo, ci de los divcrsos sectores institucionales. Se
cuncepto de a. se vuelve a convertir en algo afirma, por ejemplo, que en las instituciones
muy general y muy poco preciso, aunque cia- que se refieren a las reluciones entre adultos
ru estã quc tanto en los regimenes politicos y jOvenes, como Ia familia y Ia escuela, hay
cumo en las dcmás instituciones sociales Sc una desigualdad bãsica que no permite una
refiere it Ia estructura de las relaciones de plena analogia con ci sistema politico, o que
poder. Se podria decir que una institucin es Ia dcmucratizaciOn de las empresas cconOmi-
más autoritaria a medida que las relaciones cas les quitania su eficiencia.
de poder que Ia caracterizan se confian a man- Ludo con Ia respucsta radical o modera-
dos apodicticus y a umenazas de castigu, y da, que se da al primer problema, está ci tipo
tienden a excluir o a reducir al minimo Ia par- de solución dcl segundo problema que se
ticipación de Ia base en Ia toma de decisio- refiere a Ia conexión entre Ia democracia o
nes. Peru, si pucdc ser reiativamcntc Iácii el a. de las demás instituLiones sociales y Ia
poncrse de acuerdo, en general, subre los dernucracia o ci a. dci sistema politico. Para
parametros del a. de las instituciones, es los moderados, Ia conexiOn no existe o es
mucho más dii icil acordar sobre su uplicaciOn minima. Ni Izi organización jerárquica de Ia
concreta a tat o cual institución. En este cam- familia y de Ia unidad econOmica, ni tampo-
po, en efecto, resuitan claramente relevantes, co Ia estructura oligarquica de los partidos
más que en ningün otro, las orientaciones de mismos afectan Ia democracia. Ya que, si exis-
valor de las diversas corrientes. Cosa que se te una pluralidad de partidos que se dispu.
puede observar Iácilmentc considerando las tan ci poder de gobernar, periOdica y libre-
respuestas que de ordinario se dun a los dos mente, a travCs del voto, Ia oligarquia en ci
principales problemas que surgen en ci nivel de partido politico se convierte en demo-
sector. crucia en ci nivel del sistema en su conjunto.
El primer probiema se puede formular asi: En este marco, cierto grado de apatla politi-
hasta qué punto es lcgitima Ia analogia entre ca de las musas es compatible con Ia demo-
los conceptos de dcmocracia y a. en cuanto cracia s' hasta puede resultar Otil para su esta-
a los reaimencs politicos s los mismos con- bilidad. Para Ia posición radical, en cambio,
ceptos nivd dc las diversas instituciones Ia democracia de un sistema politico se mide
sutiales. Por una pane hay qulen tiende a lie- a travCs de Ia participación real de los ciuda-
136 AUTORITARISMO

danos en Ia iormacion de las decisiones y, en nes sociales Va que hace mãs estables los sis-
las democracius liberates actuates. Ia parti- temas politicos en los que Ia democraticidad
cipacion politica es decididamente insulicien- del gobierno se ye atenuada por una cierta
te, porque a los hombres no se les educa para "impurel.a".
esta participacion, que se refiere frecuente-
mente a problemas kjanos y abstractos.
mediante Ia oportunidad de participar en las BlBIJo;RAl1A: Para las ideologias autoritarias: J.
decisiones que les afectan mãs de cerca en su de Maistre, ('onsideraciones sabre Francia (1796),
experiencia concreta. En esta perspectiva. Ia Madrid, Rialp. 1955. y flu pape (1821); H. Treits-
conexión entre el a. o Ia democracia de las chke. Politik (1897): C. Maurras. Mis ideas pal:-
demas instituciones y el a. o Ia democracia tiras. Buenos Aires, Huemul, 1962. Para Ia per-
del sistema politico resulta muy estrecha. Un sonalidad v las actitudes autoritarias: T.W. Ador.
sistema politico deniocrático presupone una no. E. Frenkcl-Brunswick. D.J. Levinson v R.N.
sociedad democrática y, por esta razón, las Sanford. La personalità autoritaria (1950). Milan,
democracias liberates actuales deben some- omunità, 1973; R. Christie v M. Jahodu (camps.).
terse a una profunda transformación, en et Studies in the scope and method of "Autlwriia-
sentido de una marcada democratizacion dc nan personality". Glencoe, Free Press. 1954: R.F.
las instituciones sociales que. como las eco- Hamilton, L 'autonitarismo della clas.e ape raia.
nómicas, comprenden de manera mAs direc- en R. Campa (comp.). I. 'autonitarismo e Ia socie-
ta los intereses de los hombres que dia con ta''.ntL'mporanea, Roma. Nuova Antologia, 1969;
dia trabajan en ettas. S.M. Lipset, El hombre politico (1960). Buenos
En Ia teoria de Ia cstabitidad de los siste- Aires. Eudeha. Para los rcgimenes v las instil u-
mas politicos de Harry Eckstein está 1mph- ciones autoritarias: G.A. Almond y G.B.Powell,
cita una posiciôn intermedia respecto del pro- Politica comparada (1966). Buenos Aires, Paidos;
blema de Ia conexión. Dc acuerdo con este D. Collier (comp.). Tue new authoritarianism in
potitotogo, Ia estabilidad se apoya en Ia "con- I.atin America, Princeton, Princeton University
gruencia" entre el modelo de autoridad del Press, 1979; H. Eckstein, Division and cohesion
regimen politico y los modetos de autoridad in democracy. Princeton. Princeton University
vigentes en las instituciones sociales. En este Press, 1966: G. Germani. ,luioritarismo. fascis-
sentido, Ia estabitidad de Ia democracia ingle- moe classi .coeiali. Bolonia, II Mulino. 1975; S.P.
sa o de Ia noruega depende del hecho de que HuntinL'ton v C.H. Moore (camps.), Authoritarian
una dosificación análoga de democracia v politics in modern soeu.'lv, Nueva York, Basic
autoridad caracteriza tanto at gobierno como Books. 1970; J. Lini. An authoritarian regime:
a las instituciones sociales; el derrumbe de Spain, en E. Allardt e Y. Littunen (comps.). Clea-
Ia Repüblica de Weimar es imputable at cIa- vages. ideologies and party sYstems. Helsinki.
to contrastc cntre Ia organización democrá- Westermarck Society, 1964: J. Linz, Totalitarian
tica del gobierno y Ia estructura marcada- and authoritarian regimes, en F.I. Greenstein y
mente autoritaria de las instituciones soda- N.V. Polshy (comps.). Handbook of political
les. Sin embargo, en este caso, "congruencia" science. Reading. Addison-Wesley, 1975. vol. III:
no quiere decir siempre un pleno isomorfis- G. O'Donnell. .%lodernizaeiOn y autoritar ismo
mo sino mãs a menudo indica una semejan- (1973), Mexico, Paidôs, 1982.
za "gradual" más decidida en las institucio-
nes más cercanas at gobierno (partidos. gru- [1.Rlo STOPPl.iO]
pos de presion, asc:iacioncs votuntarias de
adultos), v cada vez menos significativa en las
instituciones más lejanas, como Ia familia, Ia
escuela y las empresas productivas. Es más. autoritarismo latinoamerlcano. t'. MILl-
segün Eckstein, no puede suprimirse el ele- TARISMO.
mento autoritario de las diversas institucio-
baicanlzaclón

B. es un términc, politico que signilica divi- independencia como unidades territoriales


dir una entidad continental, subcontinental separadas, por ejemplo Ruanda Urundi divi-
o regional en unidades politicamente separa- dido hov en dos estados: Ruanda y Burundi.
das y hostiles entre si. El termino b. tiene su Dc Ia misma manera, las guerras civiles de
origen en Ia fragmentacion en unidades poll- Katanga en el Congo y de Biafra en Nigeria
ticas diferenciadas de Ia region de los Balca- fueron denunciadas por los más autorizudos
nes, y particularmente en las condiciones pre- lldcrcs afnicanos como ulteriores intentos de
valecientes en las relaciones entre estos esta- balcanizar el Africa.
dos durante ci periodo de las guerras balcá-
nicas (1912-1913). [ANN.A MARIA GENTILI]
En el vocabulario politico contemporãneo
el término h. se usa para referirse a un pro-
ceso de descolonización y de accesu a Ia mdc- bandolerismo
pendencia de territorios africanos unidos
anteriormente bajo Ia misma administracion Entre las diversas acepciones que Ia palabra
colonial. A este proceso se ref iere cuando se ha tenido, en relaciOn con bandolero, a menu-
habia de Ia h. de Africa. La h. Cs una conse- do más allá del area semántica de bandido-
cuencia de Ia determinacion politica de las bandidismo, prevalece aquella que más estre-
potencias colon iales que veian en Ia fragmen- chamente se refiere a un contexto historico.
taciOn, y por consiguiente en Ia debilidad eco- La acción de bandas armadas que aclOan con-
nómica de los nuevos estados mndependientes, tra Ia autoridad constituida para cometer cr1-
el mcdio de perpetuar su dominio neocolo- menes contra Ia propiedad v las personas tie-
nial. Dc acuerdo con los lideres nacionalistas ne por lo comOn ci impulso de movimientos
africanos. Ia b. es el principal instrumento del politicos que se insieren sobre una situaciOn
neocolonialismo y se identifica con un nuevo de malestar social profundo. La debilidad del
tipo de imperialismo. La b. favoreció el neo- poder central, Ia explotación excesiva del
colonialismo porque los nuevos estudos mdc- campo v de las clases rurales por parte del
pendientes, demasiado débiles politica y eco- estado v de Ia nobleza fueron las condiciones
nOmicamente como para poder sobrevivir y particulares en las que el b. encontro terre-
progresar con sus propias fuerzas, se han no fecundo para su desarrollo en Europa en
transformado en estados satélites, formal- los siglos precedentes a Ia afirmación del esta-
mente independientes, peru en realidad liga- do burgués moderno y del sistema económi-
dos tinanciera v diplomaticamente a Ia cx co sabre el que Sc funda. Nombres como Flan.
potencia colonial hastu depender totalmente drin, Cartouche, los salteadores inmortaliza-
de ella. La b. dc Africa tuvo como consecuen- dos par Schiller. ci Passatore. no son más que
cia una mndependencia ilusoria. algunos de los más notables a medio camino
El término b. con estas caracteristicas nega- entre Ia historia v Ia levenda. Hay que decir
tivas se usa en los anus sesenta sobre todo también que el bandolero-bandido en algunos
para referirse a Ia desmembración dcl Afri- casos (tipico es el de Córcega) era sOlo aquel
ca Occidental Francesa en ocho estados (ade- que vivia en ci monte para sustraerse a Ia jus-
mas de CamerOn v Togo) v dcl Africa Ecuato- ticia del estado. aunque Ia comunidad de on-
rial Francesa en cuatro estados. Otros tern- gen no lo consideraba tal, sino sOlo Ia victi-
tonios anteriormente unidus obtuvieron su ma de una injusticia repentina.

II .7i
13$ BICAMERALISMO

En Italia, el b. tuvo dos momentos de nota- para definir aquellas actividades criminales
ble importancia: durunte las guerras napoleo- en las que a veces se sobrepasaba el b. tradi-
nicas (sobre todo Ia rcacción contra Ia repO- cional (por ejemplu, ci secuestro con elfin de
blica partenopea de 1799) y el posterior a Ia extorsionar, ci abigeato).
union del reino de las Dos Sicilias a Ia monar-
qula saboyana. Si ci b. en Ia Italia central y BIBLIOGRAFIA. F. de Felice, Socieza meridionale e
septentrionul se vinculaba más bien con las brij,'anzaggio ndllIzalia po.sI uniiaria, en Rivista
maniobras legitimistas dc los soberanos Siorica del Socialisnw, VIII, 1965; A. de Jaco
depuestos por Napoleon. en Ia Italia meridio- (camp.), 11 brianzaggio meridionale: cronaca we-
nal revelaba más claramente su aspecto cia- dita dell'uniià d'Italia, Roma, Editori Riuniti,
sista. Liberales y honibres honrados sostene- 1969; E.J. Hobsbawm, Bandidos (1969), Barce-
dores de Ia republica partenopea primeru y lona. Arid, 1976; E.J. Hobsbawm, Reheldes pri-
de Ia monarquia saboyana dcspués y del nue- mizivos (1959), Barcelona, Arid; F. Molfese, Sw-
vo orden unitario eran tambien usurpadores na del hniganzaggio dopo l'uniza, Milan, Feltri-
de los bienes comunales y de los antiguos nelli, 1964; P. Soccio, (inita e bnigan1ag'io. Nápo-
derechus comunes, desatando de este modo les, ESI, 1969: P.J. Vanderwuod, Desorden Y pro-
un ataque contra Ia parte más pobre de Ia greso: bandidos, policiasdesa rrullo nzexicano
poblaciOn agraria. Este resentimiento de cia- (1981), Mexico, Siglo XXI, 1986.
se es explotado oportunamente por los agen-
tes borbOnicos, más cercanos a Ia situación [MACRO AMBROSOLIJ
ioc;l que no Ia nueva clase filo-sabovana v
liberal, que mediante eficaces promesas de
nuevas cotizaciones de los bienes movilizaban
a Ia poblacion del campo contra las nuevas bicameralismo
instituciones del reino de Italia. La dura
represiOn que siguió (1860-1865) denuncia los i. socios. En ci lenguajc comün se suele unir
limites de Ia politica saboyana de unificaciOn el concepto de b. a Ia existencia de parlamen-
de Ia peninsula y de Ia nueva carga fiscal quc tos constituidos por dos asambleas o cáma-
pesaba sobre las provincias meridionales. La ras (Ilamados por ella 'hicamerales") y dis-
lucha contra ci b. se vuelve un momenta de tinguirlos por un ludu del monocameralismo
agregación social y de divisiOn en grupos de v par ci otro del pluricameralismo, que res-
Ia sociedad meridional entre sostenedores v pectivamente se ref ieren a parlamentos for-
opositores del nuevo orden politico y econó- mados por una ünica asamblea (monocame-
mico. Dc esta division pueden depender las rales) v por más de dos asambleas (plurica-
sucesivas fracturas entre fascistas y antifas- merales). En estos terminus Ia expresiOn b.
cistas locales v las actuales clicntclas poll- refleja Ia forma dc ser de cierto tipo de par -
ticas. lamento en un determinado momento histO-
El lenguaje politico más reciente ha olvida- rico. sin por Ia demás ilustrar las razones'
do b." coma palabra de uso comOn y ha pre- por las que los parlamentos en cuestiOn son
ferido bandido-bandidismo para marcar Ia de tal tipo y no de otro. A este praposito es
acciOn de los grupos clandestinos, cuando preciso observar que, en todo ordenamiento
éstos dirigen su acción contra un poder poli- positivo. Ia elecciOri de un parlamento mono-
tico quc carece de legitimaciOn popular (Ia cameral, bicameral a pluricameral se ileva a
republica social italiana) al que Sc contrap- cabo (a fue Ilevada a cabo) con Ia mir de
nia Ia imaen del bandolero negro. Actual- satisfacer exigc-ncias concretas; en especial,
mente se habla de criminalidad politica para para que estas exigencias resulten plcnamen-
identificar Ia acciOn de aquellos grupos que te satisfechus v ci b. se manifieste coma fenO-
buscan desericadenar una revuelta popular menu dinámico no basta Ia mera existencia
contra las instituciones que tienen fuerte apo- de dos cámaras; en cambia, sucede que sus
vu. Las formas ms modernas de delincuen- voluntades confluvan en una sula. Por otra
cia, organizadas segOn las reglas dc Ia ganan- parte. Ia confluencia de las voluntades de dos
cia capitalista, han hecho que sea dcl todu cámaras pucde ser suficiente para aprubar
obsoleto ci usa de bandolerismo-bandidismo algunus actus de purlamentos pluricamerales
BICAMERALISMO 139

dando vida, en sustancia, a una forma anó- senado expresa, sin ci concurso de Ia otra
mala de b.: asi, en ci parlamento pentacame- cãmara, advices y consents vinculantes para
ral vugosiavo, organizado por Ia Constitución ci ejecutivo. en Ia ratificación de tratados
de 1963 (constitución que permaneció vigen- internacionales. en las nóminas de Iosjueces
te con varias enmienda.s, incluso relacionadas de In Suprema Corte y de otros funcionarios
con ci tema que estamos examinando), una federales; en Aiemania federal, ci Bundesrag.
cámara federal hacia de gozne en Ia produc. v no ci Bundesrat, elige al canciller federal
ción legislativa mientras quc las otras cuatro (art. 63. I. ii, de Ia Grundgesetz) y puede
se aiternaban (art. 173 const.), de modo que expresarle su desconfianza, eligiendo por
las leves erun aprobadas pot dos asambleas mayoria de sus miembros un sucesor (art. 67).
con iguaies poderes: Ia mencionada (Ia más En cuanto al Oltimo punto, ejemplos signifi-
ampliamente representativa) y otra asamblea cat ivos de Ia hipotesis a] están representados
designada de vez en vez por su competencia por ci presidium del soviet supremo de Ia
en Ia maleria (Camara de asuntos económi- URSS, en ci intervalo entre las sesiones del
cos, art. 174 const.; Cãmara de Ia instrucción propiu Soviet, en ci sentido del art. 119 de in
'de Ia cuIturi. art. 175 const.; Cámarade los constituciOn de 1977, actualmente vigente;
aSUnLOS sociales v de salud, art. 176 const.; por Ia comisión comOn que. en Alemania fede-
Cámara de los asuntos politicos y organiza- ral, puede tomar ci puesto de las cámaras par-
tivos. art. 177 const.). lamentarias, aunque solo a continuaciOn de
Por lo contrario, ci b. no tiene modo de Ia proclamacion del "estado de excepción" v
manifestarse en los parlamentos bicamerales: "si Ia situaci&i requiere de una acción no due-
II ni cuando las dos cámaras actian en una ribie" (arts. 115-a, ii; 115-c, i). Por Ia hipote-
ünica sesión: 2] ni cuando determinadas fun- SIS b] se limita a Ilamar Ia atención: sobre ci
ciones se Ic atribuven a una asamblea y no con jerence committee formado por miembros
a Ia otra: 31 ni cuando un ôrgano intercame- de las dos cámaras en ci congreso de Estados
rai restringido: a] sustituye temporalmente a Unidos para buscar una fOrmula de compro-
las cámaras, o hi se utiliza para resolver las miso, cuando dichas asambleas no logran ci
divergencias entre las cãmaras. acuerdo sobre detcrininado tcxto nor inativo:
En cuanto al punto 1], considérese que Ia tal como. en Ia comisiOn mixta paritania que,
Ieiislación italiana —cuva elección bicame- en Francia, interviene en ocasiones anáiogas,
ral eslá sancionada en el art. 55, i const., en ci sentido dcl art. 45 const.
segun ci cual: "ci Parlumento se compone de Puede concluirse. pues, que ci b. se tunda
Ia Camara de diputados y del Senado de Ia en ci supuesto de Ia existencia de (por lo
Republica' Sc apoyu en ci "Parlamento en menos) dos cámaras parlamentarias, que
sesión conjunta" para los iguientes cometi- constituven, en sentido amplio, un parlamen-
dos constitucionales: etecciones y juramcnto to (por lo menos) bicameral. Este Parlamen-
del presidente de Ia Repüblica (arts. 83, 91): to. por lo dem.is, en ci desarrollo de sus fun-
elecciones de un tercio de los miembro'. del ciones, no siempre se amolda al b. Sin embar-
Conscjo superior de Ia magistratura (art. 104) go, parece dificil concebir un Parlamento
de on tercio de los miembros de Ia Corte bicameral cuvas ramas no actOen nunca de
constitucional (art. 135, I); acusación contra concierto: Ia experiencia concreta, por ci con-
ci presidente de Ia Repübiica (art. 90)o ci pre- trario, muestra que donde hay un parlamen-
sidente del Consejo de ministros o los minis- to bicameral ci b. brota en una u otra forma;
tros (alt. 96): compilacion dcl listado de ciu- ci problema SC evita pun ello al elegir ci b. a
dadanos dci que Se saca a suertes los 16 iue- apiicar.
Ces adjuntos de Ia Cone constitucional que
solo intcnicr.en cuando ci oranismo e reu- II, IIICAMERAUS'tI) PEMFECTO 0 ISTEGKAL Y BICAMERA•
ne para juzgur acerca de las acu'aciones pro- El b. Sc explica en
LIsMc)IMPERFECTOOLLMITADO.
movidas por ci Pariamento Cart. 135, viij. En Su inte2ridad tanto cuando al ejercer deter-
cuanto al punto 21 Cs preciso recordar que: minadas funciones las dos cámaras tienen
en Gran Bret.tña Ia Camara de los comunes. poderes L'uales como cuando los poderes,
V no Ia de los lures. confiere v revoca Ia con- aunque diversos. son complementarios (esto
Iiania en ci eubierno: en Estdos Unidos. ci sucede, por ejemplo, cuando en aigunos pal-
140 SICAMERALISMO

ses ambas cámaras participan en ci procedi- aiternativa digna de tomarse en cuenta. La


miento dcl impeachment: una —Ia cámara ba- experiencia más reciente, Ia yugoslava den-
ja— expresa Ia acusación. y Ia otra —Ia alta- trade Ia Constitución de 1963. en Ia que, por
se constituye en Corte superior de justicia otra parte, ci pluricameralismo enteraba,
para actos contrarios a los intereses genera- como se ha dicho, solo una pane de las acti-
les del estado cometidos por personalidades vidades parlamentarias, se dio por termina-
politicas en ci ejercicio de sus funciones). Este da en poco más de una dCcada: Ia Constitu-
es el b. perfecto a integral, al que algunos con- dOn de 1974, al optar por el b, establece de
sideran ci ünico b. verdadero. hecho en ci art. 284 que: "los derechos y los
El principio bicameral se manifiesta en for- deberes de Ia asamblea de Ia RSFJ se ejerci-
ma atenuada cuando las dos cámaras tienen tan en Ia cámara federal y en Ia câmara de
atribuciones parcialmente diferentes. Este, ci las republicas y de las provincias, de confor-
b. imperfecto o limitado, es ci que pane del midad con las normas de esta ConstituciOn".
supuesto de que par lo menus algunas de las Siempre queda abierta Ia alternativa entre
funciones dci parlamento —concretamente, Ia elección monocameral —que obviamente
Ia legislativa— se basan en Ia confluencia de exciuve in limine el b.— v Ia bicameral —que
las voluntades de ambas asambleas. aun permite Ia experimentaciOn y Ia aceptacion
cuando luego una de ellas termine por pre- de toda forma y matiz de b. En sintesis, entre
valecer. En este ültimo caso. Ia cámara que los argumenlos en favor del b. pueden recor-
tiene poderes más limitados debe ser capaz darse los siguientes:
de manifestar una voluntad autónoma (a fal- ci b. es un elemento Otil en los estados
ta de Ia cual no se puede hablar ni siquiera descentralizados, de manera senaiada en los
de b. en forma atenuada). Esto significa en federales, contribuyendo a distinguirlo, por
relación con las caracteristicas estructurales un lado, de Ia confederaciOn de estados y, por
de las dos asambleas, que Ia composición de ci otro, de los estados centralizados: lo cual
una cámara no debe estar totalmente contro- sucede si una cámara representa al pueblo en
lada y gobernadt por Ia voluntad de Ia otra. su totalidad y constituye un ciemento de
La elección bicameral recoge como corola- garantia de Ia unidad dci estado, mientras que
rio que pueden existir divergencias entre las la otra está estructurada de munena que vigile
dos cámaras. Para resolverlas, ciertos orde- Ia existencia juridica de las entidades tern-
namientos excluycn voluntariamente cual- toriales autOnomo-autárquicas del propio
quier normativa, considerando que dichas estado (estados miembros, Lander, etcetera);
divergencias podrian ser superadas con ci ci b. contribuye ai mejoramiento técni-
tiempo y en ci transcurso de Ia discusion; Co de Ia iegislacion. El dobie examen a que
otros ordenamientos han estabiecido que los se somete un proyecto de icy permite reali-
conflictos se terminan en ci âmbito de Ia pro- zar una prueba de resistencia en ci tiempo v
pia cámara (par ejemplo, atribuyendo a Ia un control de meritos. Para Ia corisecuciOn de
voluntad de una asamblea prevalencia sobre estos fines se puede aplicar el principio bica-
Ia de otra, a disponiendo de antemano comi- meral, tanto integralmente como en forma
tes mixtos); otros más han considerado el atenuada. Sin embargo, parece aconsejabie ci
recurso a instrumentos que no depcnden de recurso al b. imperfecto. con tal que Ia cáma-
Ia voluntad de las cámaras (par ejemplo, ci ra que tiene podere% más limitados (que pue-
referendum popular). den ser, par ejemplo, poderes de control o de
%Cto) esté compuesta por miembros particu-
III. EL BICAMERAUSWJ COMO PSOBLEMA DE DECIS!OES Iarmente calificados desde ci punto de vista
TcxIcAsvPoLtncAs ZPor qué adoptar ci siste- técnico y menos ligados a intereses politicos;
ma bicameral en lugar dcl monocameral a ci b. constituve una garantia para Ia soil-
pluricameral? Y adcmás, r por qué escoger dez (s- Ia continuidad) del ordenamiento, asi
una forma deb. can preferencia a las demás? coma para Ia estabilidad de Ia orientación
El pluricameralismo, rechazado general- politica general. Dos cámaras —especialmen-
mentc por Ia teoria V rara vez adoptado por te 'i son iguales en cuanto a las competencias
Ia experiencia constitucicjnai dc los ordena- son ekgidas en momentos y con critenios
mientos modernos, no parece constituir una dii erentes— representan, en una forma mOs
BICAMERALISMO 141

completa que una sola asamble,i, las fuerzas dirigirse a una segunda cámura como Orga-
puliticas del pals. El concurso de las dos no de consulta y de reflexión del gobierno
voluntades permite, pues, adecuar mejor las cuando existen otros Organos, diferentes de
normas a las exigencias de evolución dcl orde- una asamblea parlamentaria, que son más
namiento v Ilevar a Ia práctica funciones de adecuados para cumplir estas funciones;
estimulo y control reciprocos; c] en particular, Ia perpetuaciôn de parla-
d] el b. permite un control más atento v mentus bicamerales compuestos por una
minucioso dcl ejecutivo. La afirmación —que cániara electiva y una no electiva no parece
obviamente se refiere a los ordenamientos en justificarse en los ordenamientos democráti-
los que ci gobierno es responsable ante ci par- cos. Para apoyar esta afirmación algunos ban
lamento— cs ucogida con cierta reserva y cau- presentado las siguientes hipótesis (que los
ida. El control es máximo cuando el b. es inte- defensores del b. consideran. equivocadamen-
gral v el gobierno debe gozar de Ia confianza te, simplistas): o Ia voluntad de Ia cámara no
de ambas cámaras. Pero i.contribuye en gra- electiva está de acuerdo con Ia de Ia cämara
do máximo a Ia estabilidad del gobierno? electiva . entonces Ia cámara no electiva es
Sobre este punto hay divergencia de opinio- inOtil, a no està de ucuerdo y ernonces es noci-
nes: no pocus de los defensores de Ia solución va, va que el sistema representativo actual se
bicameral se inclinan por un b. atcnuado, en basa en Ia voluntad popular.
el que una cãmara tiene poder de control v
Ia otra es ôrgano de consulta del ejecutivo. IV. EL RICA'4lERALISMO EN LA F.XPERIENCIA cONSTITU-
En cambio, estos son los argumentos más CIONAL. El debate sobre el tema de Ia 'funcio-
significativos en favor de Ia decision mono- nalidad" del b. proporciona elementos Utiles
cameral: a cada uno de los ordenamientos positivos en
a] ordinariamente, dehido a Ia organización cuanto a Ia disciplina de las formas y de los
interna de las asambleas parlamentarias, los modos de actuación de las técnicas organiza-
provectos de 1ev se evaiüan en comisiones tivas bicamerales (desde el b. perfecto it aquel
antes de someterse a Ia asamblea. Por tanto, atenuado al máximo), pero probablemente
en el mismo ãmbito de una cámara se some- carczca de influencia para Ia solución del pro-
ten a un doble examen, suticiente pat-a garan- blema preliminar: el de si ci parlamento debe
tizur el control formal del ado. Un doble exa- estar constituido por una o pot- dos cámaras.
men no es necesariamente on examen dupli- Hay en dia Ia elecciOn de Ia dobie cámara, alli
cado. Cada camaro puede presumir que el donde no est anclada en Ia tradiciOn (divi-
proyedto ha sido o va a ser examinado con Ia sión por estados), corresponde al intento de
adecuada ponderacion por Ia otra cámara. Lu conferir eficiencia autOnama a grupos soda-
responsabilidad de Ia Icy, repurtida entre las les heterogéneos, de niodo que mientras que
dos cámuras, significu, en este caso, menor una cámara representa al pueblo. entendido
responsabilidad. El desacuerdo entre las como totalidad indistinta, v resulta elegidu
asambleas —especialmente cuando cstán en por ci conjunto de los ciudadanos. Ia otra
una posición de absoluta igualdad— puede intenta ofrecer una protección particular o
conducir a un punto muerto v degenerar en bien a diversas categorias de intereses (cul-
un compromiso, haciendo que Ia 1ev no sea turales, econOmicos, sindicales. etc.) o bien a
congruente con las exigencias del momento: entidades descentralizadas, sean estados
hi en cuanto al objetivu de estabilidad del miembros del estado federal o entes territo-
zobiernu, debe rcchaiarse Ia soluciOn bicame- riales con una autonomia garantizda en los
ral. En su formu integral tiene un efecto nega- estados en los que. sin cer reducible a Ia tipo-
tivo —lo recunocen aun los defensores del logia del estudu federal, se amoldan a los prin-
b.—, puesto que Ia existencia de dos centros cipios de Ia descentralizaciOn. Es interesan-
de control aumenta las casiones de crisis; tc observar que el intento del que se ha habla-
además, si en las dos cámaras se tienen mayo- do hunde sus propias raices en los principios
rias opuestus, Ia act ividad del gobierno puc- de Ia demucracia occidental. No es por aca-
de resultar imposihle. Peru —dicen los adver- so que los estados que se amuldan a tales prin-
sarius dcl h.— hay que rechazar tainbien sus cipios son por lo general hicameraks; sun
tormas mas utenuadas. En efecto, jpura que excepciUn aquellos muv pcqueños (Andorra.
42 BICAMERALISMO

Liechtenstein, Luxemburgo y Monaco, par Nacional V par ci Senado—, adopta ci b. en


ejemplo, ban optado siempre par ci monoca- forma atenuada. Dc hecho, en los casos más
meralismo) y, en las üiiimas décadas. inclu- controvertidos y delicados, Ia voluntad de Ia
so algunos estados de mayores dimensiones asamblea (elegida par sufragio directo, mien-
(asi Dinamarca, con Ia constitución de 1953. tras que Ia eiecciOn del senado es indirecta)
estabIeció: "El Folkezing está constituido par termina par prevalecer. Asi: ci gobierno es
una asamblea ünica" [art. 281 v Suecia, con respansable ante ci parlamento", o sea ante
In constituciOn de 1975. precisO: 'El Riksdag sus dos ramas (art. 20 const.), pero sOlo Ia
está compuesto por una cámara" [cap. iii, asamblea "pane en causa Ia responsabilidad
art. 1, ii]). A su vez, los estudos socialistas, del gobierno mediante Ia votación de una
seguramente en virtud de sus principios bási- motion de censure" (art. 49, ii const.), mien-
cos, tienden al monocameralismo, recono- tras que ci senado, bajo peticiOn del primer
ciendo Ia oportunidad de subdividir ci paria- ministro. debe limitarse a una declaraciOn de
mento en dos ramas sOlo para dar particular politica general (art. 49, v constj; ambas
reconocimiento a entidades territoriales des- cãmaras aprueban Ia 1ev, pero, en caso de con-
cent ralizadas (asi sucede en Ia URSS y en troversias que no pued.in resolverse de otra
Yugoslavia). manera, a peticiOn del gobierno, Ia decisiOn
Pasemos ahara a considerar algun ejemplo definitiva es remitida a ia asamblea.
significativo, en ci que se observe que Ia (ide- El b. tiene un papel particularmente signi-
lidad a las instituciones es tin elemento carac- (icativo en In experiencia constitucional de los
terizador del desarrollo constitucional: asi el F.stados Unidos de Norteamérica. En Ia situa-
Reino Unido, en donde tuvo su origen remo- ciOn original, Ia constituciOn establecia que
to ci b. En sus inicios, ci principio bicameral los representantes fucran elegidos cada dos
fue adoptado en lorma practicamente inte- anus en colegios uninominales y que su flume-
gral: lores y comunes, aunque con atribucio- ro, en cada entidad estatal, debia ser propor-
nes diferentes —como en ci citado procedi- cional nI de los ciudadanos ahi residentes. En
miento del impeachment—, se encontraban cumbio los senadores dehian ser dos por esta-
en posiciones de paridad en ci ejercicio de las do, y elegidos par ci pariamento estatal (sobre
principales potestades pariamentarias. pero este punto: an. 1, sec. ill const.). La evoluciOn
a partir de 1832 (reforma de Ia representaciOn del pals modificO progresivamente hi natura-
politica) Ia situaciOn cambiO gradualmente. leza dcl b., pero ci factor determinante fue ci
La responsabiiidad de las funciorics de direc- cambio de criterio de designacion de los
dOn y de control politico y Ia actividad nor- miembros del senado: ya no fueron elegidos
mativa ms importante se concentraron en por ci parlamento estatal, sino que (segOn )a
los comunes, como órgano representativo de enmiend.t xvii; Ia fueron por ci pueblo. El
Ia voluntad popular. La cámara de los lures. senado elegido par ci pueblo ipuede conside-
sin facultades ni siquiera tormales (Parlia- rarse hoy todavia coma una "cámai-a de los
ment Acts de 1911 y 1949), o sea degradada estados"? Hay que dudar de eIIo. El b. esta-
al rango de cámara de ref IexiOn, corre ci peli- dunidense, caracterizado por Ia sustancial
gro de una completa atrofia. Si en ci Reino i'uaIdad de las cámaras en ci cjercicio de Ia
Unido sigue existiendo el b., en Ia actual for- Iunción legislativa (Ia iniciativa de las leves
ma iravemente atenuada, esto sucede sabre financieras es respon.ahilidad Onica de los
todo porque las instituciones —v entre elias representantes, peru los senadores pueden
Ia cárnara de los lores tienen una gran fuer- rforrnu1ar ci proveetu cii caso de enmienda)
z.. simbólica que impide, a par lo menus (re- en su manife-tación de poderes distintos
na, toda modificaciOn formal de ordena- aunque coordinados en caso de impeachment,
mknto. e rnanifiesta mãs coma tcnica organizativa
En Francia, Ia ekcciOn entre ci b. (en las que coma garantia de Ia forma federal del
diversas formas) v ci monocamcralismo ha estado: prueba dc ello senla que no sOlo es
sido objeto de acJoradas discusiones y ha bicameral ci congreso del estado federal, ino
dada lugar a un alternarse de sistemas mon que. irnitando su "moddo", tienen dos cama-
camerales v bicamcr:iks. El actual parhnncii- i as también los parktmntos (kgi.slt.tures) de
to frances ompuesto par Ia Asamblea Ia gran mayonia de los estados miembros.
BICAMELARISMO 143

Como se vio, Ia ley fundamental de Ia Ale- dad de órganos separados. las dos cámaras
mania occidental atribuye Ia calificación de tienen iguales poderes: pero ci soviet se reü-
federal a Ia repüblica alemana; este carácter ne en diversas ocasiones con juntamente a
surge con extrema claridad sea del modo en —corno recordamos— confia las funciones de
que el parlamento se subdivide en dos ramas, las asambleas al propio presidium.
sea de Ia actuución dcl b. Dc todos modos, es En italia, ci b. —expenimentudo en forma
preciso observar que una cmara, el Bundes- atenuada con el estatuto albertino— se ha lie-
lag, es elegida por el pueblo segün el proce- vado a Ia práctica con Ia constitución repu-
dimiento siguiente: tiene derecho al vow blicana vigente. La cámara de diputados y ci
quien ha cumplido los dieciocho aflos de edad senado se encuentran en una posicion de
v Ia 1ev electoral preve quc se exprese dos absoluta igualdad juridica, tienen competen-
veces: Ia mitad de los miembros de Ia cáma- cias idénticas v —despues de Ia entrada en
ra es elegida de hecho en colegios uninomi- vigor de Ia Icy constitucional del 9 de febre-
nales. mientras que Ia otra mitad lo es en cole- rode 1963, n. 2— igual duraciOn (cinco años).
gios plurinominales. sobre Ia base de listas Las diferencias se refieren a Ia composi-
de partido. En cambio, Ia otra ctmara, el Bun- ción: Ia cámara de diputados es sujeto de eicc-
desrat, estâ cumpuesta par miembros de los ciOn; ci senado está compuesto, además de los
gobiernos de los Lander que los noinbran y miembros ele1idos, por cinco senadores nom-
los destituven (art. 51, i const.); todo Land brados de por vida par ci Ide del estado v par
puede tener de tres a cinco vows, segün los los cx presidentes de Ia Republica, que son
hahitantes, v puede enviar tantos niiembros miembros par derecho. Los electores de Ia
al Bundesrat cuantos sean sus vows, pero cámara son todos los ciudadanos mayores de
éstos pueden expresarse solo unitariamente edad —o sea, segün Ia 1ev del 8 de marzo de
(art. 51, ii. iii). La cãmara representativa del 1975, n. 39, quienes tengan mas de dieciocho
pueblo —corno decia— es Ia ünica que ejerce años de edad—, los eiegibles son los quc han
el control politico del ejecutivo; normalmen- alcanzado Ia edad de veinticinco años. Para
te, pue.s, cuando uctüa de concierto con Ia otra ci electorado activo v pasivo dcl senado se
camara, Ia voluntad que expresa prevalece requiere una edad mas avanzada: vcinticin-
sabre Ia dcl Bimdesrat (tul sucede comünmen- co y cuarenta anus, respectivamente. El
te en Ia formación de las leves). Sin embar- numero de diputados es el doble que eI de los
go. Ia "cámara de los estados" es Ia que se senadores elegidos: los sistemas electorules
impone en los casos excepcionales; por ejem- adoptados son: eI sistema de listas en concur-
plo, cuando ha sido deciarado ci "estado de so. para Ia cámara; una combinaciOn entre eI
emenzencia Ie2islativa", un provecto de Icy sistema uninominal v el de las listas, con base
rechai.ado por el Bwideszag puede entrar en regional, para el senado.
vigor con Ia sola aprobacion del Bwzdccrat. En cuanto a los conflictos, stos sO!o pue-
Lu constituciOn sovietica de 1977 acoge ci den eliminarse con el uso dci poder presiden-
principio bicameral, estabieciendo que ambas cial de disolver an'bas o una de las cámaras.
cmaras dcl soviet supremu de Ia URSS —ci La division del parlamento italiano en dos
soviet de Ia Union y ci soviet de las naciona- ramas paritarias no ha producido las yenta-
lidades— ten ian ci mismo nUmero de diputa- jas para el desarrolio democrático del pais
dos (750). La primera cámara está destinada que esperaba ci constituycnte. En este senti-
a representar proparcionalmente a los habi- do, Ia doctrina más reciente. a Ia Iuz de Ia
tames de todas las republicas fedeiadas. y Ia eperiencia cuncreta, ha adelantado una .eric
otra cstã constituida de modo quc cada repü- de propuestas que modifican este sistema
blica federada tenga un nümero igual de dipu- bicameral. Parece evidcnte que Ia diversidad
tados (32), peru atribuvendo una cierta repre- de composición no es suficiente para t-vitar
sentación tumbiën a los entes territoriales que Ia'. do cámara' operen de niodo indife-
autónonio. quc a su vex estan comprendidos renciado. El nümero de lus senadores nomi-
dentro de la' diversas republicas federadas nados v de derecho es dcmaiado exiguo para
(Ia mior pane de los ente menores perle- tener relieve, Ia' diferencias de edad para el
ncccn.' Ia republica ru-a. qtw par Ia tanto tie- ckctorado activu v pasi%o v los distintos sis-
ne el mayor nümero de dipulados. En su cali- temas adoptados para las dos asambleas no
144 BIEN COMUN

han influido hasta ahora de manera sustan- sassina, Ii bicanwrulis,na imperfetia a lirnitato
cial en Ia decision de los electores, por lo que nelk coStitfl.i0 Hi eaniempuranee. en Rassegna
laF dos cOmaras constituyen en Ia prãctica di Diiiuo Pubblicu, 1959, pp. 207-334; A.A. Cer-
una el dobie de Ia otra. El b., entendido en este vati, Parlamento e funzioiw legislativa, en Ativa-
sent ido. convierte a Ia asamblea que actOa en lita e anuazione della ('o.siiiuziune, Ban, Later-
segundo lugar en una cámara de reflexiOn, za, 1979: M. Cotta, 11 prablerna dcl bicameralis-
peru que entorpece los trabajos y multiplica mo-monocameralismo net quadra di an anali.si
los tiempos técnicos sin que logre mejorar ci strullu ral-funzionale del Pa rlarnento, en Rivisia
contenido de las decisiones. El panorama de Italiana di Scienza Politica, Bolonia, II Muiino.
las propuestas de modificaciOn que se discu- 1971; G. Ferrara, Bicanieralismo e riforme dcl
te actualmente es bastante amplio. Algunos parlainenia, en Demacrazia e Dirilto, 1981; G.
(G.U. Rescigno. Labriola) consideran al b. Ferrari. Problem i nuo%'i del uuot'o Pa rlame'nto
coma un factor recesivo para ci desarrollo hicamerale, en Anuuario di Dirifla C'mnparaiu e
democrático: en su opiniOn Ia modificaciOn di Siudi Legi.slatit't, 1949, pp. 205-263: C.J. Frie-
del sistema deberla consistir, si no en La aba- dric h, Gubierno conszifucional y democracia
IiciOn dci b., par lo menus en su atenuaciOn (1968), Madrid, Instituto de Estudios Politicos,
en furma anaioga a Ia experimentada en otros 1972: C. Guarino, lie! .sisiemu bicurnerak, en Stu-
paises, por ejemplo en ci Reino Unido; otros, di Senesi, 1953. LXV (3a. serie), pp. 207-23 1; S.
sin liegar a estas tesis extremas. sostienen no Lahriola. Parlamengu, isliluzioni, democrazia, en
obstante Ia necesidad de diferenciar en mayor Parlamentu. i.ctiiuZioui, demucrazia, Milan, (jiuf-
medida las cámaras, sea por lo que concier- Ire. 1980; A. Manzeiia. Ii parlamentu, Bolonia,
ne a Ia defensa de los intereses, sea por lo que 11 Mulino, 1977; E. Modica, II ruccordo camera-
hace a sus funciones (Barile, Cervati, Spag- Senaio net "bicamerahsmoparitario", en Ii par-
na Musso). En especial, se ha retomado Ia lamento: analisi e proposle di riforma, cuader-
idea, que Ia asamblea constituvente no quie- no nUm. 2 de Democrazia e Dirino, Roma, Edi-
re aprobar peru que en Ia nueva realidad tori Riuniti, 1978; C. Negri, Bicameralismo, en
regional parece de viva aetuaiidad. segOn Ia Enciclopedia del diriuo, vol. v, 1959; N. Occhio-
cual ci senado deberia ser una "cámara de las cupo, La "canwra dde Regioni",Milftn, Giuffrc.
regiones" (Occhiocupo) que se parezca en cier- 1975: G.U. Rescigno, Curio di diritto pubblico.
to mudo a las "cárnaras de Los estados" de los Boloniu, Zanichelli, 1979: E. Spagna Musso, Bica-
ordenamientos federaies (a este respecto meralismo e riforma dcl parlamenia, en Parla-
parece particularmente sugerente ci ejemplo menlo, istituZioni, democrazia. Milan, Giuf Ire,
de Ia Aiemanit federal): se ha adelantado pues 1980: L. Sturiese, La ens: del bica,nera!ismo in
Ia sugerencia de atribuir a las dos cámaras lnghilierra, Milan. Glut Ire, 1966; S. Tosi, Dint-
funciones diferenciadas (a una Ia legisiativa, to purlameniare. Milan, Giuffre, 1974.
a Ia otra Ia de dircccion y control): aiguien ha
objetado sin embarqo que no sirve "desem- [xIso OLIVETTI]
parejar las funciones" de las cámaras (Man-
zeiia): en cambio. debe facilitarse ci procedi-
miento, haciendo un uso màs atento de las
comisiones bicamerales, sin que par lo demás
se salte ci iImite dcl voto separado de cada
blen comün
asambica, tanto en el ejercicio de las funcio-
nes legisiativus comj par Lu que hace a con- El concepto de b. comOn es propio dcl pen-
ferir a revocar Ia coniianza en ci aubierno. samiento politico catOlico y, particularmen-
te, de Ia escolástica en sus diversas encarna-
RIBLIOC.RAFIA P. Airno, Bicamerali5nw e regiuni. ciones desde santo Tomás hasta Jacques
Milan, Ediziuni di Comunita, 1977: A. B.trbera, Maritain, v sine de base a Ia doctrina social
Oltre it bicameralismo. en De;nocrazia e Din Ito. de Ia iglesia, basada en Ia solidaridad.
1981; P. Barile y C. Macchitelia, I nodi della cos- El b. comin Cs, al mismo tiempo, el princi-
tiluziune, Turin, Einaudi, 1979; P. Biscaretti di pio que da lurma a Ia sociedad v elfin al que
Ruflia v G. Crespi Reghizzi. Lrj co1i1uzion.. .covi.- sta deb tendcr, dede ci punto d vista natu-
uca del 1977, Milan, (iiullre, 1979; M. Bun Val- ral v temporal: concierne a Ia k-licidad natu-
HLANQU ISMO I4

liii y per consiguiente al valor politico por cc, dc hecho, no trasciende ci hien pri.ado,
excelencia, aunque siempre subordinado it Ia Va que Cs también un hien del individuo, y se
moral. El b. comUn se distingue del bien mdi- alcanza mediante ci mercade o, mas bien, ias
vidual v del bien pUblico. Mientras que el bien finanzas pubiicas (v. teorla de Ia' decisione
pübiico Cs Ufl bien de todos en cuanto que cOIectiva.). Per su lado, ci neocontractualis-
están unidos, ci b. comün es de los individuos mu niuestra coma debe dcducirse dci contra-
en cuanto que son miembros de un estado; es to social un concepto universal de juslicia, un
un valor comün que los individuos pueden b. cornuil, que consiste en Ia rnaximización de
perseguir solo de mancra con junta, en Ia con- las condiciones minimas del individuo, o
cordia. Además, en relación con ci bien indi- cOrno deben rcformuiarse las regias dci jue-
vidual, ci b. comün no es simplemente su go, con elfin de tener una acciOn no compe.
suma, ni tampoco lo niega: Sc situa come su titiva, sino cooperativa, que maximice, jun10
veritkación o sintesis armónica, partiendo de con los intcre.ses individuales, ci bien colec-
Ia di.stincion entre ci individue, que está tivo, quc es algo distinto de Ia simple .suma
suboidinado a Ia cornunidad, Ia persona que de los intercses individualcs ft. contractua-
queda como verdadero y Ultimo fin. Toda Ia Iismoj.
actividad del estado, desde Ia politica hasta Finaimente, ci concepto de b. cornOn mdi-
Ia económica, debe dirigirse a Ia realización ca una exigencia propia de toda cornunidad
de una situación en que los ciudadanos pue- organizuda, puesta ciaramente de manifies-
dan desarrollar sus cualidades personales v to par Ia ciencia poiitica: sin un minima de
los individuos, impotentes por si solos, deben cuitura honiogenea y comUn y sin un minimo
solidariarnente perseuir juntos este fin dc consenso sobre los valores Oltimos de Ia
comün. comunidad v sobi-e las regias de Ia coexisten-
El concepto de h. comun presenta analogias cia, Ia sociedad corre pcligro de desintegrar-
con ci de voluntad general, aun cuando aquél sc y de encontrar Ia propia integraciOn social
es objetivista mientra.s que este es subjetivis- Onicamente en Ia fuerza. El b. comOn repre-
La, precisamente por ci mismo modo de corn- senta asi ci rnáximo intento par lograr una
portarse frente a los bienes individuales 0 a integraciOn social basada en ci consenso, aun
las voluntades particulares: tanto ci b. cornün cuando este concepto, elaborado para socie-
como Ia voluntad general representan Ia dades agricolas v sacras, no se adapte bien
voluntad moral de los individuos. a las sociedades industrializadas y desacru-
Los dos conceptos encuentran las mismus lizadas.
dificult;ides en ci nivel de Ia práctica: como
no es posible comprobar empiricamente [NIcoIA MATTEUCCI)
quién es ci portavoz de Ia voluntad general,
pudiendo ser Ia voluntad de Ia mayoria üni-
camente Ia voiuntad de todos, asi es dificil
saber quiên es ci intérprete del b. comün: o
blanquismo
Ia es ci magisteria de Ia iglesia, y por Ic mis-
mu una estructura burocrática portadora dcl Dentro dci marco dci movirniento obrera v
carismu, a son los ciudadanos que, por el con- socialista, ci b. es Ia corriente que ha teori-
trario, luchan y entran en contraste entre .si, zado Ia insurrecciOn, violenta e imprevista,
precisamente por las diversas interprctacio- de una elite de militantes coma ci Onico rnedio
nes del b. comUn a del fin al que debe enca- posibic para pasar a Ia revolución propiamen-
minarse Ia sociedad hurnana. te dicha, anteponiendo el momento de Ia orga-
El concepto de b. comUn ha vuelto recien- nizaciOn de un grupo restringido y cerrado
temente al escenario con ci anâlisis económi- de dirigenies al dci desarrollo "en amplitud".
co de los bienes colectivos o publicos y con A proposito dcl b. se puede hublar, pues, de
las concepciones dci neocontractuali.smu. Son acción revolucionaria" de una minoria, que
hienes pUblicos aquellos que generan yenta- deberá dar Iugar, despues del evento insurrec-
jas indivisibles en favor de todos, por Ia que cional, a Ia reaiizaciOn de un socialismo (o de
ci plaer dc un individuo no sustra nada al un cornunismo), que en realidad no se preci-
placer dc los dcmás individuos: ci bien pübli- sO nunca si no en Ia configuraciOn de un sis-
146 BLANOL!ISMO

tema contrario al burgués-capitalisia. La nista era Ia de un "centralismo despiadado",


corriente se angina en ci pensamiento y sabre cuyo "pnincipia vital" era "ci relevo claro y
todo en Ia actividad poiltica de Louis-Auguste Ia separaciOn de Ia tropa organizada de los
Blanqui y, después de Ia Comuna de Paris y revolucionarios declarados v activos dcl
de Ia mucrte dci agitador(1882), en lade sus medio, èl mismo revolucionariamente act ivo
seguidores franceses, reunidos en ci Partido pero no organizado, que Ia circunda", v ade-
Socialista Revolucionario, y que desemboca- más, por ci otro lado, 'ia rigida disciplina,
ron más tarde, en 1905, en ci Partido Soda- decisiva y determinante, de ias instancias cen-
lista Unificado; se puede encontrar otra base tralcs en todas las manilestaciones vitales de
dcl b. en ci revolucionarismo babouvistu, pro- las organizaciones locales del partido".
plo de toda Ia primera mitud dcl siglo xix Dc hecho, ci pensamicnto de Lenin no fue
I rancés, en ci que confiuyen instancias igua- "blanquista" v Lenin nechazó siempre ci h.,
litarias y clasistas unidas a las tradiciones haciendo evidentes SUS carencias en ci pIano
revolucionarias del jacobinismo radical. de Ia propuesta organizativa y Ia inanidad del
Todos estos elementos dieron lugar al fcnó- proecto de insurrección revolucionaria. Pre-
menu revoiucionario empezado par Blanqui. cisamenic en este argumento, frente al tema
pero que sobrepasa Ia figura de éste presen- de Ia insurrecciOn, en los dias inmediatamen-
tando caracteristicas generalizadoras. Ic precedentes a Ia rcvolución de octubre (en
Muchas veces. especialmente despuës de El Pplarxis?no v la insurreeciOn, de septiembre
1872, Marx y Engels intervinieron con acen- de 1917), reconfirma las bases teonicas de Ia
tos criticos sabre ci fenómeno, dando luz a diferenciacion entre marxismo, revoluciOn v
los peligros implicitos de dogmatismo y de b. Dice a este propósito: "Para alcanzar ci Cxi-
clausura veleidosa en Ia consideración de los to, Ia insunrecciOn debe apovarse no en un
movimientos populares v revolucionarios complot, no en un partido, sino en Ia clase
efectivos (sabre todo Engeis, en ci escrito de progresista. Esto en primer lugar. La insu-
1874 sabre ci Programa de los blauquistas pr(.- rrecciOn debe apourse en el ianzamiento
lagos de Ia ('omuna). revolucionario del pueblo. Esto en segundo
Al b. y a sus impiicaciones, valoradas más lugar. La insurrecciOn debe explotar aquel
bien en sentido negativo, se han referido paulo crItico de Ia historia de Ia revolución
muchas veces, más tarde, Lenin y Rosa ascendente, que es ci momento en ci que Ia
Luxemburg. El primero, especialmente en los actividad de las I ilas más avanzadas del pue-
escritos en los cuales pianteaba con mayor blo es maxima y mãs fuertes son las mdcci-
fuerza Ia cuestión de Ia necesidad de Ia cen- siones en las filas de los enemigos v en las
traiización en ci partido de ciase del proleta- filas de los amigos dëhiles, dudosos c indeci-
riado y acentuaba los aspectos organizativos sos de la revoluciOn. Esto en tercer lugar. He
respecto de los movimientistas para Ia pers- aqul ias tres condiciones que, en el registro
pectiva revolucionaria. sostenla Ia ciaridad dcl problcma de Ia insurrecciOn. distinguen
del anáiisis y Ia visiOn de ciase frente al 'jaco- al marxismo del blanquismo."
binismo blanquista" impilcito en muchos Par b. se entiende actualmente un modo de
componentes, aun en ci "opontunista". dcl comportamiento politico que, sin salir dci
movimiento obrero (asi en Un paso adelanre ámbito dcl movimiento obrero v conserván-
y dos at rds, de 1904). Al contrario, en especial dose en unu persepectiva ciasista de Ia iucha
acerca dci priviiegio acordado en ci momen- de clase, privilegia, frente ai movimiento de
to de Ia organizaciOn y ci "uitracentraiismo". Ia organizaciOn publica V partidista, ci secta-
R. Luxemburg descubria en ci provecto d risnia, es decir la organizaciOn de una mino-
Lenin un animus blanquista, a jacobino- na predominantemente intelectual que. a tra-
blanquista, que '.a no hacia de apovo sabre %Cs de un acto de violencia, induce a las masas
Ia acciOn directa de clase de las masas obre- a Ia insurrección, primero, v iuco a Ia revo-
ras, sino que se dirigia dci todo a Ia elite inte- iuciOn. Dicha minoria uitrarrevolucionaria,
iectual, a'rupada sectariamentc (en Proble- para sobrevivir, debe asumir necesariamen-
mas de organizaciOn de la socialdemocracia te tintes extremista'., que tienden a alejuria
rusa dc 1904). Más aün, R. Luxmbur2 esta- cadu vex mãs de los objet ivos concretos v rca-
blecia poiémicamente que Ia concepción ieni- listas de Ia lucha de clase obrera v a acercar-
BLOQUES. POLITICA DE 147

Ia a una veleidaci pequcnohurguesa. Final- frente a un enemigo comun. La politica de b.


mente, otra caracteristica dci h. es Ia propues- encuentra, puc.s, su origen en Ia idea misma
ta de Ia dictadura revoluciunaria, que se due- dc aiianza; peru, mientras que Ia alianza se
rencia mucho de Ia dictadura del proletaria- deriva solo de una estipulación basada en las
do, en cuanto que en ella se funde de manera regia.s del derecho internacional y presupo-
contradictoria Ia dictadura tipu robespierria- ne que los contratantes participancn ella en
no, como fuerza centralizadora dci poder, y un piano de iguaidad, ci h. no se avala con nm-
Ia concepción bakuniniana segun Ia cual Ia gun reconocimiento formal y se caracteriza
estructura politica del presente dehe ser eli- por una estructura jerárquica.
minada por Ia intervencián consciente de on El término b. hace alusiOn a un periodo his-
pcqucño grupo dc revol ucionarios conocedo- tOrico particular: Ia politica de b. nace a fines
res de Ia necesidad de realizar los fines liber- de Ia segunda guerra mundial como conse-
tarios propuestos. Estos objetivos, en con jun- cuencia del orden particular asumido por el
to, dan como resultado una dictadura popu- sistema politico internacional. Al final de Ia
lar, no "de Ia ciase" sino para beneficio de Ia guerra se imponen en el escenario politico
misma, o más genéricumente para heneficia mundial dos estados mucho mâs podcrosos
de todo el pueblo. que —scgüri se cree— no quc los demás (Estados Unidos y Ia Union
ha participado en Ia lucha Cinicamente por fal- Soviética), que, en sus relaciones, pasan de
ta de educaciOn: Ia tarea de los verdaderos una posiciOn de colaboración contingente a
revolucionarios consiste, pues, por una par. una oposiciOn absoluta, en cuanto prototipos
te, en "instruir" a dicho pueblo y. por Ia otra, de dos sistemas ideologicos opuestos e irre-
en "armarlo" paru hacer que se convierta en conciliables. El acta de nacimiento de Ia po1i-
coparticipe de Ia insurrección y esta ültima tica de b. puede encontrarse en las celebres
no sea reprimida inmediatamente, como suce- palabras de W. Churchill, en el discurso de
de en realidad históricamente en el caso de Fulton (5 de marzo de 1946), que dio cumien-
Ia célebre sublevacion de 1839 con el intento zo al clima de Ia "guerra fria": "desde Stet-
(fracasado inmediatamente) de un golpe de tin en el Báltico hasta Trieste en el Adriáti-
estado y que fue determinante para Ia direc- co, ha caido sabre el continente europeo una
cion que asumió posteriormente ci bian- cortina dc hierro". A partir de Ia tcrminación
quismo. de Ia guerra surgio una situaciOn en que Euro-
pa, que habia sido tradicionalmente ci centro
RIBLIO(,RAFIA S. Bernstein. Blanqui y el blanquis- de Ia politica mundial, se vio prácticamente
mo (1970), Madrid. Siglo XXI, 1975; G.M. Bra. sometida a una subdivision en Ia que podria
vo, Iiistoria dcl socialismo, 1789-1848(1976), Bar- definirse como dos esferas de influencia, si
celona, Arid, 1976; M. Raléa, L'zdée de révohi- no fuera porque precisamente Ia necesidad de
lion dans les doctrines sucialistes, Paris, Jous'c defenderse de las temidas miras expansionis-
et Cie., 1923; A.B. Spitzer, The revolutionary theo- tas de los estados de Ia parte opuesta deter-
ries of LA. Blanqui, Nueva York, Columbia Uni- minO un movimiento de agrupación que dio
s'ersitv Press, 1957. origen a los b. Dado que Ia estructura de los
b. era una estructura de hecho, se desarro-
[ClAN MARIO BRAVO] 116, con elfin de crear una red de integración
entre los diversos estados que se adhirieron
a ella, una politica de alianzas, colectivas o
bilaterales. Tal es ci caso, en ci b. accidental,
bloques, poiltica de de Ia organizaciOn que da vida al Plan Marsh-
all y al Pacto del Atlántico (0TAN), y en ci b.
I '.'APcOHiSTOicO Cuando en ci lenguaje poli- oriental, a Ia Cominform y a los pacto de
tico contemporánco se habla de b., se entien- aiianza bilatcrales entre Ia Union Soviética y
de un particular orden estructural de las rela- los diversos e.stados orientales. En 1955. Ia
ciones politicas internacionales, en que diver- estipulaciOn del Pacto de Varsovia aproxima-
sos estados, que de ordinario se encuentran rá Ia estructura dci b. oriental a Ia occiden-
unidos geográficamente a que son afines cul- tal. Además, coma puede comprobarse por Ia
turalmente, se asocian de hecho para hacer naturaleza de los pactos citados, las colum-
148 BLOQLES, POLITI(A DE

nas sabre las que se yergue Ia integración den- por Ia atm, que muestran cómu interviene el
Lro dci b. son Ia co!aboración económica y Ia lider, aunquc con técnicas diversas, pam
proteccion rniiittr. imponer (v garantizar) el respeto de las regla.s
I undamentaks dcl subsisterna. La têcnica
Aunquc les falte
ii. IisTRUC1(RA 1)1: 1.05 BWI Es. politica a Ia que recurre el lidci' en estos casos
una c'UHSIEIUL'imI formal, no sc puede decir es esencialmente Ia de Ia iniimidaeión (v.
que ci b. de los estados no Lenga Un principio disuaslón).
de orden, que to aproxima en ciertos aspec- La politica quc estos b. ponen de manifies-
los al sistema nacional. La estructura del b. to cstã estrechamente ligada al ciima de los
(que puede definirsc también coma un "sub- anus en que se angina: Ia época de Ia "gue-
sistema", si se tienc en cucnta el contexto mas nra fria" se caractcriza par una tension extre-
vasto dcl sistema internacional general) se mada entre los b. (que lermina par I avorceer
basa ünicamente en los hechos y no en ci dere- Ia integraciön dentro de cada h.), que al pare-
cho, aunque su perrnanencia v Ia Fijeza de los cer dehe dar origen a una tercera guerra mun-
papeics de varius participantes termina par dial. Peru con Ia muerte de Stalin v Ia deses-
crear una red de expectativas que, salvo raras talinización, Ia guerra fria se dehiiitu. hacien-
exccpciones, no son desatendidas. El h. se rige do ver que Ia lagica de los h. apuestos entre
por una configuraciôn de relaciones entre los si resulta obsokta. La superaciUn de los I,.
miembros practicanlente jciarquiea. en Ia deberia rcalizarsc, entonces, it través dc Ia
que ci lider cumple, en las reLiciones can los constitución de una comunidad planetaria
miembros sometidos, una funckjn anaioga a unica, de acuerda i-on los idcaks expresados
Ia de In autoridad de los sistemas politicos por organizaciones como Ia ost.. Este desa-
internos. La habiiitación del lider para asu- rrollo deberia hacerse posible, en el clima de
mir Ia parte de ztutoridad se deriva de Ia supe- Ia thsteusu),z, mediantc ci establecimiento de
rioridad (balo cualquier aspecto) en sus rela- relaciones economicas v politicas entre los b.
ciones con los demas; tambien asume ci cui- v no ünicarnente dentro de las b. mismos. Sin
dada v Ia proteccion de los intereses de las embargo, los indicios indudables de una supe-
"sübditos". como un soherano dcl "estado- ración, aunque sea parcial, de Ia politica de
policia". Visto desde el exterior, ci hecho de los b. pueden reducirse, aparte dcl (o en lugar
que ci con junto de los estados organizados de del) surgimiento deexigencias de integración
esta munera se confhure como un h., se debe mundial, al cambio ideoiogico ocurrido en las
a Ia integraciOn econômica, a Ia protección rclaciones entre los h.: si Ia guerra entre dos
miiitar, a in homogeneidad politica v a In b. incompatibies entre Si no habia estallado
comunicación cultural. Peru va que esta at final del conflicto mLlndial, se debia üni-
estructura parece ser sustancialrnentc camentc a que los dos lideres habian acepta-
impuesta (o sobrepuesta) a Ia realidad corn- do una treaua, sin ilmite, aunque provisional.
puesta par estados tradicionaks y culturales Un campromiso constitucional propiamente
frecuentemente desiguales, dentro del b. pue- dicho cansagraba Ia estructuma bipolar del
de ilegar a perturbarse el orden jerárquico sistema internacional, aunque dicha estruc-
debido a los intentos destructivos de alguno tura rcsuitaba precaria par el reconocimien-
de los sujetos. La falta de una reglamentacion to de In roluntad monopolista de ambas par-
formal de las relaciones permiridas a los tes. El encuentro final parecia haberse retar-
diversos estados ies deja, por otra parte. Ia dada ünicamer.te pur Ia presencia "modera-
aparente libertad de manifestar una posicion dora" de los armanlentos termonucleares. Sin
autónoma. Sin embargo, precisamente en ci embargo, al tcrminar Ia década de los cm-
momento en que estalla Ia crisis, determina- cuenta, Ia Union Soviética (v con ella los esta-
da por una acción cóntraria a lo alores dcl dos de su b.) repudia Ia doctrina marxista-
b., es cuando se puede descubrir de Ia mane- leninista de Ia inevitabilidad de La guerra v
ra más clara ci surgimiento de in estructura termina par ni-ceder a In iogica dcl codomi-
autoritaria. Tal es ci caso de episodios como nit) intemnacional con los Estados l..'nidos. La
el de Hungria (1956) a de Checoslovaqüia critica de "scialimperiaIismo" que una porte
(1968), por una parte, y esencialniente del gau- dcl inuimiento comunista Ic hacc a In Union
lli.smo en Francia durante los 'anus sescnta. Soviitica sc debe a esta evolucion.
BLOQUES. POLITIC A DE 149

Si en ci nivel de las relaciones entre los sub- habria tenido una reaiizaciOn histOrica. Por
sistemas Ia polit lea de los h. parece ir en deca- mac que Ia tipok,gia de Kaplan represente,
dencia eicctivamente, no se puede, sin embar- hoy par hay, ci resuitado teorico mac refina-
go, decir quc cc hayan climinado las conse- do, no cc puede dejar de señaiar quc precisu-
cuencias est ruct urules quc caracterizaron Ia mente sus tipos mac importantes cc reducen
forrnación de los b. Ninguno de ellos ha sufri- ni más ni menos que a variantcs dci princi-
do ni sufre en su interior innovaciones sus- plo del equiiibrio internacional, quc cc tan
tanciales, puesto que Ia ccl ructura jerárqui- general coma para poder adoptarse coma
ca no se ha visto afectada en Ia mac minima caracteristica de un ordcnamicnto particular
par ci camhio ocurrido cntrc los h., tanto mac dcl sistema internacional, en cuanto que ci
que ci paso de los años ha contribuido a acer- objLtivo de los estados no cccl equilihrio sino
carse a una etapa de institucionalización de Ia conquistu de un poder mayor. SegUn H.
las reiadoncs entre los participantes de cada Morgenthau. Ia lorma del sistema, despues de
bloque. haherse inspirado arnpliamente en cI equili-
brua del poder, se encuentra en una etapa de
III TI-aRIAS SOBRF LA POLIlItA ITh lOS BL()OIES El hipolaridad, en que Ia reducciOn de los acm-
estudio de Ia politica de los h. conduce al pro- res principales a sOlo dos es una consecuen-
blema más amplio de Ia forma del sistema cia sustancial de Ia apariciOn de las armas ter-
internacional, que representa Ufla de los monucleares. S. Hoflmann describe, en cam-
temas I undanientaics dc Ia ciencia dc Ia poii- blo, ci orden de los sistemas internacionalec
tica internacional, va que de Ia conceptuali- con base en Ia distinciOn entre sistemas mode-
zación que cc Ic dé cc derivan consecuencias rudos (caracterizados por ci equilibria de
irnportantes en el piano del anáiisis empiri- poderv par Ia multipolaridad, que permiten
CO V en ci dc las prescripciones. El objetivo prevenir a limitar las guerras, debido a Ia
al quc debe correspondcr un orden especial relativa parálisis reciproca que Sc deriva de
del si.stcma internacional cc ci de Ia cancer- ella) y sistemas revolucionarios caracteriza-
vación (o del logro) de Ia paz, que pucdc ace- dos pot Ia infiexibilidad de las aiianzas, par
mearse, en reiación con ci concepto de sic- Ia bipolaridad y par un alto grado de inesta-
tema, a Ia situación particular dcl sistema que hilidad). Interpretando Ia realidad del actual
cc define como de equilibrio: Ia desaparicion sistema internacional con base en esta distin-
dc éstc conduciria a Ia crisis y par consiguien- dOn, Hoff mann concluye diciendo que si Ia
te ul conflicto. El equilibria depende, a su vez, estructura cc esencialmente Ia bipolar-
del modo en que cc distribuya ci poder inter- rcvoiucionaria-inestabie, despues de veinte
nacional: podr-àn, pues, estar en equiiibrio, años de funcionamiento no se puede negar
tanto una situación de monopolio (el imperio que Sc hayan infiltrado elementos de mode-
mundial o sislernu jerdrquieo) como una situa- radon. sabre todo gracias a Ia función para-
dOn de atomizaciOn de los centros de poder iizadora de las armas termonucleares. Y ya
(Ia anarquia internacional o sistcma de unit que con Ia superaciOn par io menos parcial
veto). Sin embargo, ninguno de estos dos de Ia politica de los b. tiende a resurgir ci
modeios ha tenido una verdadera realizaciOn prindipio de Ia nacionaiidad, eI actual siste•
en ci piano histórico: mac interesanle será, ma internacional está destinado a asumir Ia
pues. ci modelo que dé cuentas de sistemas forma policnirica, que se distingue de equi-
que cc caructericen par ci surgimiento de dos librio de poder debido a Ia permanencia, con
potencias hegemónicas, par lo mcnos. M. A. aspcctos innovadores, de un orden multijerár-
Kaplan ha Ilegado a Ia reglamentacion de seis quico, en que, a pesar de existir todavia Ia
órdencs particulares del sistema internacio- figura del estado-guia, cc Ileva a cabo una des-
nai. Además de los dos ya senalado, c I siste- ceniralización regional que permite Ia auto-
ma dci equi!ibrio de poder, ci sistema bipo- nomia de acciOn a los diversos subsistemas,
lar rigido V elaslic(, V ci sLctema universal. no ideologicos, sino iionaIes. Sin embargo,
Kaplan pane especial atenciOn en ci equilibrio tampoco este orden, no obstante ia reformu-
de poder, dcl que ha scñalado tamhién seis IaciOn conceptual, va más ailá de Ia consagra-
rcgIas dc funcionamiento: éste set Ia ci Unico, dOn de Ia estructura jcrárquica tipica del b.
junto con ci sistema bipolar clástico, quc tradicionai. Recordemos finalmente Ia pod-
15(1 BOLUHEVISMO

cion adoptada por J. W. Burton, segün ci cual, marxista, ci proletariado fabril. En 1898 se
ya que los estados-gula se yen aplastados lunda en ci congreso de Minsk ci partido
paralizados par su excesivo poder (termonu- socialdcmOcrata, quc reagrupa varios circu-
clear), Ia ünica aiternativa esturia represcfl- los y nOcleos obreros formudos en los años
tada par el sistema de Ia no aiineación, que precedentes. Ames de Ia ala de La industria-
permitiria evitar, gracias a unu revaioración IizaciOn de finales de siglo. Ia clase obrera no
de Ia soberania nacional, los peligros de Ia solamente era exigua numericamente sino
lucha por ci poder en Ia era nuclear. que conservaba un fuerte vinculo con Ia tic-
Como se ye, pues, a pesar de que ci princi- rra y con las costumbrcs de Ia vida cam-
plo constitutivo de los b. ha sido sometido a pesina.
diversas revisiones criticas y está sufriendo La agitaciOn obrera, que se intensifica a
modificaciones aun a nivel de los hechos gra- partir de 1890-1892, proporcionO a una par-
cias a Ia atcnuación de Ia tension ideologica te de los intelcctualcs revolucionarios el apo-
di, los dos b. tradicionales, todavia no es pusi- '.'o necesario para Ia aplicaciOn en Rusiu de
ble considerarlo superado, a pesar de que esul Ia teoria y del análisis marxistas. Esto suce-
en decadencia, sin quc sea posible, hay par diO coma es obvio dentro de los limites
boy, entrever los supuestos de una nueva sis- impuestos por un r&gimen autocrático que no
tematizaciOn de las relaciones de paderentrc permitia las organizaciones obreras —los sin-
los estados. dkatos fueron legalmente reconocidos sola-
mente en 1906— ni los partidos politicos.
BIBLIOGRAFIA H. Bull, The anarchical society: a Unidos par ci rechazo hacia otras corrien-
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gio?Is: peace us war?, Nueva Yoi k, McGraw-H ill, so vci-dadcro después del constitutivo, se dcii-
1973. neO un profundo rompimiento. Mientras que
el programa politico general v los objetivos
[Lulci I3ONASATE] finales dci partido —Ia revoluciOn y Ia con-
quista del poder par parte dcl proletariado-
contaron con el voto casi unánime de los 57
delegados, las divcrgencias resultaron irre-
boichevismo conciliables en un problema aparentcmente
secundario: Ia organizaciOn dcl partido. Sc
El termino (del ruso bolshinsivá, mayoria) enfrentaban dos posiciones: Ia de Lenin, que
indica Ia linea politica y organizativa impucs- qucria reervar ci carácter de miembro dci
ta por Lenin al Partido Obrero SocialdemO- partido exclusivamcntc a los que aportaban
crata de Rusia (t'ostJR) en ci congreso de 103. una "participacion personal a una de sus
SOlo en las Oltimas décadas dcl siglo xix organizacionc'.". v Ia dc Marto. que propo-
aparcció en Ia Rusia zarista —pals de indus- nia una fOrmuia menus rigida, Ia "colabora-
trializacibn tardia repecto de Europa occi- dOn personal regular". Esta divergcncia ter-
dental— una fuerza soiaI capaz de dar vida minolOgica escondia en realidad doc concep-
a un partido rcvolucionario de orientaciOn clones bastante distintas sabre Ia que debe-
BOL(H EVISM() 151

na ser Ia estructura de un partido revolucio- que en otras panes habia desempeflado Ia


nario: una oiganización [armada par burguesia y en donde era necesario saltarse
militantes de profesion de tiempo completo, algunas fases intermedias que en Occidente
v por tanto limitada numéricamente pero habian sido marcadas por Ia revoluciOn libe-
compacta y disciplinada; o bien un partido ral. Por otro lado el b. aparece como Ia
con vinculos más elásticos y flexibles, abler- corriente socialdemOcrata que mOs directa-
to a simpatizantes y colaboradores. En el con- mente se vincula con Ia tradiciOn rusa del
greso Ia propuesta de Mártov tuvo 28 vows populismo utopista y del jacohinismo cons-
a favor, 22 en contra y una abstencion. En Ia pirativo, ubicándose de esta manera en un
votación posterior, concerniente a las eleccio- terreno extraño a Ia teoria politica del mar-
nes del cornité de redacción del Iskra y del xismo.
comité central, los leninistas obtuvieron en Después dcl congreso de 1903, las dos fac-
camhio Ia mayoria. A partir de esta votación ciones, bokhevique y menchevique, coexistie-
nacicron los terminus que definirian en aquel ron en un marco de polemicas más o menos
momenta las dos corrientes de Ia socialdemo- ásperas, que se alternaban con intentos de
cracia rusa: boicheviques y mendieviques, acercamiento. ContribuyO en parte a atenuar
mayoria v minoria. las divergencias Ia rcvoluciOn de 1905, Ia cual
En 1903 Lenin no habia elaborado todavia hizo surgir en Ia escena politica rusa una nue-
Ia estrategia que se materializo después en Ia vu onganización. el soviet. ExpresiOn di recta
revolución de Octubre. Sin embargo Ia impor- de las luchas obreras, el soviet ponia en dis-
tancia pnioritaria que tenia para êl desde un cusiOn yu sea Ia tesis bolchevique sabre Ia
principio el problema organizativo —Ia cons- incapacidad del proletariado para organizan-
trucción de un partido homogeneo, centrali- se autOnomamente sin Ia ayuda de una fuer-
zado y altamente disciplinado— paso a ser za externa, ya sean las tesis mencheviques
desde aquel momento una caracteristica espe- acerca de Ia impcisibilidad de una aceleración
cifica del b.; caracteristica que resultaria, a de Ia lucha pollticu a causa del retraso de
Ia luz de los hechos posteriores, no sOlo esen- Rusia. Por consiguiente, ambas facciones des-
cial para sobrevivir en cundiciunes de clan- plazaron en partc sus planteamientos inicia-
destinidad, sino también para dotarse de ins- les para hacer posible Ia convocatoria en 1906
trumcntos de acciOn, intervenciOn y movili- de un congreso de reunificación. Pero dcspués
zaciOn obrera —el partido estuvo compues- del fracaso de Ia revolución y con el reflujo
to par mucho tiempo por intelectuales v del movimiento, a his viejas divergencias se
pequenoburgueses— y permitir finaimcnte anadieron nuevos motivos de polémica, den-
una fusion entre organizaciOn y movimiento vados de Ia diversa interpretaciOn de aconte-
espontáneo de las masas, que explotO casi cimientos vinculados con Ia busqueda de una
inesperadamente en fcbrcro de 1917 para aba- Iinea de acción en un momenta en que, con
tir al zarismo. A grandes rasgos sc cumpliO las elecciones de Ia Duma y Ia legalizaciOn de
el proyecto que Lenin habia elaborado a prin- los sindicatos, se abnian algunos espacios de
cipios de siglo: un partido depositario de Ia actividad politica legal.
conciencia de clase, capaz de proporcionar Al contrario de los mencheviques. que ten-
programas, estrategias, tãcticas e instrumen- dian a orientarse hacia modelos de Ia social-
Los organizativos a un proletariado que par democracia europea, los bolcheviques concen-
si solo estaba destinado a malgastar sus ener- traron sus principales esfuerzos en Ia orga-
glas en acciones reivindicativas a en revuel- nizaciOn clandestina, en medio de dificulta-
tas sin resultados politicos. des debidas a Ia represiOn, a Ia dispersion del
Baja un cierto punto de vista, el b. puede movimiento y a las ásperas polémicas y
ser considerado tal coma se del iniO en Ia his- luchas internas que afectaban a Ia propia fac-
toniografia oficial y en gran parte hagiogra- ciOn. A pesar de las teonizaciones sobre Ia
fica de Ia UniOn Soviética: una aplicaciOn necesaria homogeneidad dcl partido revolu-
creativa dcl marxismo a las condiciones espe- cionario, el b. no era un cuerpo monolitico,
cIlicas de un pais retrasado. Un pais a cuyo sino que tuvo una vida articulada en diver-
pruletariado le tocaba desempeñar el papel sas cornientes, grupos y publicaciones, al
de factor de modernizaciOn politica v social menus hasta el momenta en que fueron expre-
N2 I3OLU lIE VISM()

samente prohibidus las facciones en 1921. A dad. Ia incapacidad y Ia ineliciencia total del
purtir de 1910 sc planco Ia teanudaciOn de las regimen: un vacio de poder en el que pudo
agitaciones uhrcras v estudiantiles, y los bul- penet tar el movimienlo revolucionariu.
cheviques decidierun entunces Ilevar a cabo Las fuerzas politicas no estaban pi-epara-
un cambio de rumbo politico y organizativo. das ante Ia imprevista precipitacion de los
En Ia conlerencia convocada en Praga en enc- acontecimientos. Fueron una vez más los
rude 1912 transtormaron su facciOn en par- soviets los que duminaron Ia escena politica
tido, sancionando asi ci viejo V vu consolida- instaurando ci "poder paralelo" que caracte-
do rompimientu de Ia socialdemucracia rusa. rizO el periudo comprendido entre febrero v
La amplitud que luvo pocus años despues octubre. Por un lado, una serie de gohiernos
ci nrnvimieflto revoiLicionarlo de masas ha provisionules que reagrupaban baju diersas
inducido a menudo a sobrevalorar Ia Iuerza fOrm ui as it Ii he tales, socialist as -
y Ia cupacidad de influencia que teflian en revolucionarios v mencheviqucs v quc inten-
aquel per judo las formaciones socialdemocra- taban dirigir un pals dorninado por insurrec-
las. y en especial los bolcheviques. Se trata- clones obreras, revueltus campesinas ' moti-
ba en realidad de unos pocos millares de mill- nes militares; por ci otro lado, una niiriada
tantes. guiados por grupos dirigentes que de t-onsejos de obreros, suldados N. campesi-
vivian en su mavuria en Ia emigracion, lejus nos, representados en el soviet de Petrogra-
del teatro de los acuntecirnienlos v con esca- do. Los boicheviques no estaban más prepa-
sa posibiludad de verilicar las teorias en Ia rados que las otras fuerzas politicas para din-
realidad. gir v canalizar Ia rebeliOn de las masas. Sin
Solo después de Ia IundaciOn del estado embargo ellos, sobre todo despues dci regre-
sovietico, muchos de aquellos análisis v leo- so de Lenin en abril, se declar-arun pot corn-
rizaciones resultaron ser aproximativos V Sjfl pleto de pane del movimiento popular inter-
mucha correspondencia con Ia realidad. El pretando sus aspiraciones rnás radicales: con-
retraso de Rusia, negado o infravalorado en trol obrero, tin de Ia guerra, distrihucion de
Ia fuse de acciOn i-evoiucionaria, parecia las lien-as. Y sobre todo se prepararon inili-
poner obstáculos insuperables a Ia construe- tarmentc poniendo en marcha las milicias
ciOn del nuevo estado. obreras y organizando a los soldados. Su
En los anus que precedicron inmediutarnen- estrategia excluia decididamente una solu-
te al estallidu de Ia guerra mundial. se con- don democratica parlamentaria v ponia en
sumO en Rusia una timida y fragil experien- el orden del dia In revoluciOn proIccaria soda-
cia constitucional, iniciada en octubre de lista. Todo estaba listo para el asalto al Pala-
1905. Ia cual no habia logrado desmanteiar do de Invierno.
Ia autocracia zarista n desembocar en Ia Una soluciOn tipicamenle militar de Ia gran
creación de instituciones replesentativas. Sc crisis de 1917, quc paso a ser ci modelo por
diluyeron asi las hipOtesis. cultivadas tam- excelencia de revolueiOn socialista en Ia his-
bien en parte por los bokheviques, de que ci turin dcl movimiento obrero. En Ia Rusia de
proceso revolucionario debia enmarcarse por aquella época pudo lograrse con exito en ci
un cierto periodo histórico dentro de un sis- trascurso de una noche par el estado de diso-
temu democrático burgués, Va fuera por el luciun al que habian Ilegado los aparatos poli-
impuiso de las luchas obreras, o bajo Ia direc- ticos v miiitares del regimen. por Ia debilidad
ción del proletariado v de los campesinos de las Iuerzas sociales v politicas que propo-
pobres, segOn Ia formula de Lenin. Dc hecho nian alternativas distintas v tambien par Ia
etaba operando un proceso de progresiva aba concentracion del poder en Peirogrado
radicalizacion de las agitaciones sociales, v Moscu.
especialmente en los centros obreros. Fueron
sobre todo los boicheviques, que habian aco- HIBLIO5AFIA. N. Berdiaeft. Les sources ci it' s ens
gido con mucha desconfianLa las ref ormas do cmnrnunisme russe. Paris. Gallimard. 1951:
zaristas, los que supieron captar v expresar P. BroLi. Sioria del Purmo C'oirnmisia del/i RSS
esta tendencia. La guerra constituvo un fac- 0963,. Milan. Sugar, I9b: E.H. Carr. 1.11 ret-u/u-
tor más de aceleración de los acontecimien- clan boic1ziiqut. 191 7I V23 119501. Madrid, Mian-
tos, y sobre todo puso en evidencia Ia debili- za, 1972: E.H. Carr. 1917: ooles v dL'cpIft'% 11*9h
HONA PA RT IS Mt I

Barcelona. Anagrama, 1970: V.I. Lenin, Qzu tructura politica, en Ia quc ha sido desauto-
Izucer?, en Obras co;,zpleia. v. Madrid. Akal. rizado ciectivamente ci organo —el parlanien-
1976, pp. 351 ss.: M. Malia, Cumprendre Ia rvu- to— medianteel cuai seexpresael podcrpoii-
lotion ru.se, Paris. Scull. 1980; J. Mãrtov. BoI- tico de Ia ciase dominantc. Por otra parte, esta
ceisnu mondiule ( 19191, Turin, Einaudi, 1980: ionna tie gohicrno tiene sus raices en una
J. Mártov-F Dan. Sioria del/a soc,aldenn,era.ia situacion eritica dc Ia sociedad civil, cuvas
russa (1921. Milan. Feltrinelli. 1973; R.Medve- caracteristicas lundamentaics son dos: ante
dcv. La rnoluzione d 'Oitobrt' era i nelu ha bile?. todo, ci confiicto de ciase con ci proietania-
Rorna. Editori Riuniti. 1976: M. Reiman, La rico- do se ha vuelto tan agudo que Ia clase domi-
lzIzirJuL' rhi..ca dul 23 Iehbrain a! 25 otwhre (1967 I. nante se ye obligada, para garantizar Ia super -
Ban. Laterza, 1969: A. Rosenberg. H,sturia del vivencia dci orden burgues. a ceder su poder
hoklievisnioil932). Mexico. Cuadernos de Pasa- politico a un dictador capaz con su 'carisina"
do Presence 70. I977. Y con los insirumentos de on despotismo Va
no t radicionai —u sea. no I undado en Ia suce-
lI.ISA FO.] skrn iegitirna— de traer de nuevo a Ia disci-
plina a Ia ciase dominada. En segundo lugar.
Ia dictadura bonapartista puede gobcrnar
mientras cuente con ci apovo directo de una
bonapartismo ciasc que no coincide ni eon Ia hurguesia
dominantc ni con ci pruietariado V quc. en ci
Esta expresion ticne, en ci icnguaje historico- caso cspecitico de NapoleOn 111, es Ia ciase de
politico, on signil icadu distinto segun se relic- los campesinus pequeAos linopietarios..uvos
ra a L politica interna o a Ia politica cxtCriur. inteleses no son corno los del pnoietaniado
v aun asi eadu Uflo de los dos signiricados no respecic) de los de Ia clase dominante. Dc esta
debe enienderse como cxci usivo respecto del dct'inicion del b. muchos autores, quc son en-
lit no. ticos mâs o menos duros de Ia tesis marxia-
Pana ci primer signilicado. alin ai de cesa- na acerca del estado corno instrumento Lie Ia
rismo (t.). dehe referirse quien Jo detina ai ciase dorninante, han acogido desarioliado
escniti) de Marx El 18 brumarui de Lui.s Bairn- sobre todo ci concepto de que Ia dictadura
paHe (que anaiiza ci goipe tie estado de Luis honapartista (o cesarista) constituvc ci desen-
Napoleon del 2 de diciembre dc 1851) v en lace inevitable Lie situaciunes de anarquia v
aigunos iragmentos de los escritos de Engeis de desurden debidas a una exasperada con-
(en particular El origen tie la fainilia, de la iiictividad entre las clases o los cstamentos
propu'dad prit-ada v del e.czado). Para los fun- o los grupos corporativos en los que cc arti-
dadores dcl materiaiisrno historico ci b. t's Ia cula Ia sociedad civil. Para los marxistas orto-
lorma de gobierno en Ia quc queda desauto- doxos. Ia dcl inicion de Marx v Engel.s del ii.
rizado ci poder legisiativo, o sea ci pariarnen- se voivio en los anus veinte v treinta de este
to. quc en ci estado dernocrático representa- .sigIo ci principal tundamento teOrico de Ia
tivo creado por Ia burguesia es por io comun inierpretaciOn marxista del fascLsmo.
ci poder primario, v en Ia que se reaiiza Ia Aparte de que, con ref erencia a cicrta ton-
subordinacion de todo poder ai cecutivo made gobierno. Ia expresión b. se utiiice tam-
guiadu pot una gran personaiidad carismá- hien (subre todo hoyt para indicar una poiiti-
tica. que se coioca corno representanle directo ca exterior expansionista. Ia cual. mac aiiâ de
de Ia nacion, gar ante dcl orden puhiicu y arbi- estos ubjetivos expansionktas especificos,
Iro imparciai I rente a los inteteses ctmlrarios persigue a cicncia cierta ci objet ivo de Ia con-
de las ciases. En reaiidad, Ia autononiia del soiidaciOn de determinado regimen Iv par Ia
poder bonapartista respeew de Ia clase bur- tanto de los intcreses de los grupos en el
guesa doininante es para Marx y Engeis pura dominantesi contra las impugnaciones radi-
apariencia. si Sc considera ci contenido con- cales de las que es ohieto en ci interior dcl
creto dc Ia politica cjecutada pur tai puder. cstadu relativo. Esta puictica mira o bien a
Ia cuai coincide con los intereses c unomicos relurzar a los grupu' dorninantes con ci pres-
susianciaies tic Ia elase dorninante Peru esta tigiu qut dcri :t tIc los exitos en ci piano inter-
autonumla t's real en ci nivei de Ia superes- ciacional. haciciidu quc sos reh indicaciunes
I S4 BURGUESIA

aparczcan como lactures de dehilit.tmierito de ducciOn v. por lu mismo, que encicrru en si


las capacidades delensivas v ofensivas dcl ci podei' econornico v politico: se conti-apune
estado en ci plant) internacional Ic. reiacl al proleturiadu, que carece de dichos medios
nes Internaclonalesi. La expresiOn b. asi v posee ünlcamcrltc su Iucrza de trahajo.
enteridida ha sidu usada en particular por los Dentro de esta dciiniciOn surgen numero-
grandes historiadures alcinanes contempora- sas distinciones. En ciccto, no solo Ia clase
neos. como F. Meiiiecke, L. Dehio v F. Fischer, puede diridirse en varias subclases, que lor-
para cunti ihuir a explicar In politica exterior man erdaderos cuerpos por si mismos (grail
de Ia Alemania guillermina v de Ia nazi, v se h.. h. media, h. intelectual, pequena h.). que
ha ueItu de uso general para indicar todo vhen v actuan en cundiciones dc hecho dilL,-
tenonieno de politica exterior expansionista rentes, sino tambiên se comprueha que en el
cntendida cumu ãlvula de escape hacia el cuncepto se entrecruzan caracteristicas due-
exterior ile las tensiones internas de Un esla- i'enciadas, no ünicanien[e ecofloillico-
iii,. Entre el h. asi entendido v el h. entendi- p01 ii icas, sino tamhiôn suciales. psicologicas.
do scgün Ia primera acepciUn hay un nexo, religiosas. para las que los limites que deli-
que surge va con Marx v Engels. El desputis- ilen ci terminu resultan I lexihies v no onsti-
mu que caracteriza al poder honapartista. no tuidus de manera rigida. Sin embargo, a pesar
solo hace mac luril una politica de tipo expan- de que es dii icil establecer dicho signilicadu
sionista. va que no e.sta irenado por mecanis- dentru de los limites estrictus, es cierto que
mus internos de control liberal y democráti- en Ia sociedad capitalista Ic pertenecen social.
co. sift) que por su naturaiezzi se ye lleutdo mente a In h. las peculiaridades de predomi
i unt politica de este genero. puesto que Un nio econOmicu, o hien intelectual-prol esional
sistema desputico produce inevitahiemente ejercido directamente a travês de Ia acti idad
luertes tenslofles intei'nas, por las quc se bus- personal de los distintos individuos v para
ca una valvula de escape hacia ci exterior pre- heneiicio exclusivo de intercses egoistas,
cisamente con una politica de prestigio v dc iricorporados, sin embargo, en un contexto V
aventuras rnilitares. en una dinamica generalizados. El concepto
de h. es de tal nianera omnicomprensivu V
[sikc.io 1 . 151) )\ i•j totalizanie que encierra en si tanto unu cate-
guria ecunomica. que puede precisarse innie-
diatainente coniu un con junto de atnihutos,
positivos . negaLivos, qLie cuntrihuven a ilus-
burguesia trar una o varias panes de In susudicha tota-
lidad: se puede, pues, hahiur de espiritu hur-
I t)I-.FI5i( mx El termino h. no es UflIVOCO V SC gués, de mentalidad burguesa, de ante bur-
puedeii dur por lo menos dos definiciones gues. etc. hasta Ilegar al "modo de vida" hur-
alternativas (si no es que mas) del concepti,. gues, a las tradiciones hurguesas, a Ia demo-
En un primer sentido, que ha perdido gran cracia burguesa v linalmente a Ia "historia"
pane de su validez si SC reticre a In socicdad hurguesa o de Ia hurguesia.
actual. Ia h. es un estrato social intermedio En Ia simbiosis de ci-ase social v de catego-
entre Ia aristucracia v Ia nobieza, detentado- na espiritual se ha identilicado Ia mOs alta
ms hereditanias dcl puder v de Ia riqueza ecu- razón de ser de Ia consolidacion de in h.: es
nômica. v ci proletariado, formado pun los evidente quc esta Liene un origen mucho más
asaLtriados v mas gcncricamcntv por lus tra- complcjo v articulado. que solo puede confi-
hajadores manuales (las clases subalternas" gurarse en una dinämica del desarrollo dcl
dc Gramsci). En un sntido mas rico V más capitalismo en Ia epoca moderna. V sin
actual, a Ia luz de los acuntecimientos histó- cmhargo es ciertu que, cuando se quiere des-
ricos de Ia poca contemporanea. de Ia revo- cubrir cuál es su pusiciOn economica en el
luciän industrial, dc In politica de 1789 v de mundo actual, no se puede prescindir de
In social todavia en curso, se puede dar una tc,das las implicaciones psicoIOgica, religio-
segunda detiniciun, que responde mas a Ia sa,cuIturales. no solo ubjetivas sinu tamhién
realidad de hut. La h. e. entonces. Ia clase sLibjetivas, que acompañan esta situaciun.
que detenta glohalmente los medius dc pro- Piueha de ello es ci interes deniustradu por
BIRGUESIA 155

Ia dcl inicián del concepto, en tormas verda- tcrizado par Ia nueva organización racional
deramente diferentes, pur investigadores dcl trabajo, éste es exaltado como I undamen-
coma Sombart v Weber en Alemania, Croce to de Ia existencia social y de hi vida religio-
y Chabod en Italia, todos los cuales, sin sa, en cuanto que produce Ia riqueza mate-
embargo, de manera critica o a travts de una rial (o sea el "signu" dci éxito humano) y Ia
aceptación parcial, se han referido a Ia teori- riqueza moral de cada uno de los ciudadanos
zación marxiana. (o sea Ia paz del alma). Dc acuerdo con lo que
ha propuesto Weber, es sobre todo In "ética
ii. LA BtR(,tES1A COMO 1 '1k(.ORiA ESPIRITIAL On- protestante" Ia que ha aportado los elemen-
ginariamente ci termino b., que tiene su pro- tos y las condiciones para ci saitu hacia ade-
pia tuente en ci latin medieval hurgensi.c. mdi- lame, es decir para el triunto de una nueva
ca ci habitante del burgo, de Ia ciudad Se tie- ciase y Ia sustitución por ésta de las ciases
nen pues derivados en las distintas lenguas: anteriormente dominantes. El autor alemin
ci Burger en Alemania y ci mets reciente bour- ha identificado los presupuestos de esta èti-
getfis en Francia, que se convierte en apelati- ca (v. La ëlica proteslante y el espiritu del capi-
vu de usa comün despus de Ia revoiución tal,s,m,) en las auirmaciones pronunciadas
trancesa. Pasando de Ia época medieval a Ia por Benjamin Franklin ai final de Ia primera
niuderna. ci primitivu habitantc de Ia ciudad mitad del siglo xviii. y concretamente: recur-
adquicre una configuración tipica de clase: se dad que el tiempo es oro", recordad que ci
alit ma como urtesano, coma comerciante, crdito es oro", ' recordad que ci oro, par su
coma pequeño y mediano propietario de Ia naturaleza, es fecundo v productivo" v, final-
tierra o de inmuebles, como repi-esentante de mente. "recordad que quien paga puntual-
Ia 1ev v , finaimente, como "capitalista". A tra- mente es el dueño de Ia balsa de cada uno".
yes del burgues v su clase de pei-tcnencia. Ia Revisando par Ia tanto todas las antiguas non-
h., se Ileva a cabo Ia acumuiaciOn originaria mas de compoitarniento económico-sociai
dcl capital. que en los paises inás evoluciona- catolico v más genéricamente cristiano, cam
dos de Europa occidental permitira. en ci cur- hiando totalmente ci concepto de usura, Ia
so dci siglo x iii. ci despeguc de Ia revoiución nueva ética impone a los hombres Ia obliga-
industrial. ciOn de 'hacer dinero": Franklin mismu es el
El proceso que ye cOmo ci mundo burgues que identifica en Ia acumulacion de dinero Ia
se contrapone con una determinaciOn violcnta senal de benevolencia divina, cuando cita el
a las estructuras anticuadas de origen feudal versiculo dc Ia Biblia: "Si ves a un hombre
que dominaban en Europa, en un regimen que que sobresule en su profesion, es señal de quc
despues de Ia revolucion se define inmedia- puede presentarse ante los reves." Siguien-
tarnente como ancien. es mucho mãs profun- do las huellas de esta concepcion, segün
do v está basado en Ia economia. Se tienen, Weber, se desarrollO La riqueza, se ampliaron
sin embargo, muchos intentos de definir a Ia las ciudades, se difundiO ci comercio, naciO
protagonista de este proceso, a Ia b., como una nueva industria artesanal: los capitales
categona espiritual, movida en su forma de que en el pasasdo, o en los paises de religion
actuar no tanto por motivaciones de orden catOlica, seguian estando inmovilizados en Ia
econômico, que tendrán más tarde una con- agricuitura. entran en cambio en circulacion
secuente ilustracion teorica en las doctrinas v se acrecientan cada vez más, "elevándose"
liberales. sino mas bien condicionada par un de Ia tierra al cielo para gloria de Ia divini-
cicrto tipu de mentalidad religiosa, de Ic en dad v para ci biencstar del hombre bendeci-
algunos valores" tipicos. como Ia parsimo- do por Dios.
nia. ci espiritu de grupu si bien en Ia salva- Semejante a Ia de Weber, aunque con menu-
guardia de un solido individualismo. el rigi- res concesiones ai elemento religioso. es Ia
do puritanismo v Ia estricta observancia de hipotesis presentada v discutida por Sombart
nurmas tanto eticas coma comerciaks, no en sus estudios i v. El hurgucs v .4pogeo dcl
tanto escritas coma incorporadas en las con- capizalino). El autor pune de manifiestu
vcnciones. coma ci espiritu dci capitalismo se difunde
En Ia epua de Ia incipiente constitucion v tanto en virtud de Ia raciomjidad de Ia b.
consoiidaciUn dcl capitalismo burgucs. arac- como por el alan de esta de obtener cada vez
l5s BURGUESIA

mayores riquezas: Ia primera industriali,t- mu ci concepto económico de burgues, cuan-


ción nace por Un acto de volUntad, reali-,ado do este, usando las rnisrnas palabras del filO-
en vistas a obtencr una ganancia Ia mãs ran- solo, "designa al poseedor de los instrumen-
de posible, junta con Ia sensibilidad innova- Los de produccion, a sea del capital, en con-
dora propia de todos los precursores. Los traposición con el proletario a asalariado".
empresarios burgueses, opina Sombart, par. En esta forma aparece, pues, dentro de sus
ten todos "de abajo" y se elevan al rango de confines estructurales e institucionales, Ia
"empresarios capitalistas" precisamente en clase revolucionaria que, al consolidarse len-
virtud de "su espiritu burgués", como resul- tamente a traves de los siglos, encuentra su
tado de una seleccián efectuada en ci ámbito propia conlirmaciOn politica en 1789, cuan-
dcl artesanada citadino. La conceptualizaciOn do conquista precisamente los derechos de
de este "sello hurguts" se debe a Ia "metodi- orden politico, que anteriormente Ic hahian
cidad". a Ia "racionalidad" v, finaimente, a sido quitados artificiosamente par Ia perma-
Ia "orientación hacia un fin". El hurguës, en nencia de superestructuras feudales en una
su alan de convertirse en empresario capita- sociedad que ya habia eliminado el I eudalis-
lista, manifiesta sobre todo dos virtudes fun- mo en su esencia: con los acontecimientos
damentales: I] tener Ic en los contratos; 21 Ia revolucionarios, Ia h. demuestra que tiene Ia
parsimonia unida al sentido comün. capacidad de asumir Ia responsabilidad dcl
Croce ha refutado ampliamente las que se poder politico, derribando de él Ia anticuada
decian ser las definiciones espirituales de Ia aristocracia y declar.indo de Ia manera rnás
b., rehusando emender por b. una concepción clara querer dirigirlo.
de vida, un modo de ser reliqioso o filosOf i- El predominia de Ia h. en el siglo xix aun
co, una "personalidad espiritual integra" y su cuando permanece en ci campo económico,
correspundencia con una "época histOrica en sin embargo, par más "justo a injusto" que
quc dicha formación espiritual domina a pre- pueda parecer este hecho (para usar los tr-
domina". Para Croce, como también para los minos propuestos par el Diciionairc politiquc
observadores más modernos, de debe par Ia de Pagnerre desde 1848), se proclama v"con-
tanto volver a una valoración de Ia b. coma sagra" precisamente en las instituciones poli-
categoria social. "en sentido económico", sea ticas. Estas ültimas se caracterizan, aunque
para poder senalar en su verdcidad tanto las en formas que evolucionan v se transforman
raices sociales de clase del fcnómeno, sea con ci tiempo, por ci regimen pariamentaria,
para poder analizar sus condiciones en ci pre- par ci sufragia que, a pesar de los distintos
sente. obstãcuios encontrados, tiende a volverse uni-
versal, y finalmente par Ia vinculación e inter-
III HIkbUE5IA Y I(oNoMlA A pesar de todos los dependencia continua de intereses materia-
intentos de elaboración al respecto, aun dc les v de poder politico. En otras palabi as, si
aquellos que se refieren a las conclusiones a ci regimen parlamentario es ci que caracte-
las que se ha Ilegado, es dii icil dejar de corn- riza al dominio de Ia b., be debe decir tambiCn
probar que, par Ia menos en lo que respecta quc Ia relevancia politica de ésta seguirã sien-
a Ia época contemporãnea, posterior a Ia revo- do tal mientras, en cuanto clase, subsista
lución francesa, el concepto de b. dehe enten- como elemento social de primer piano, basan-
derse sobre todo como categoria social, que do su prupia luerza en Ia estructura econó-
tiene su propia raiz exciusivamente en el mica. Desde ci campo económico, pasando
mundo de Ia economia, a no ser que se quie- par eI politico, su consolidación se dilata y
ra etectuar una distorsiOn a proposito de .su se transfiere a todos los demás sectores de Ia
efectiva funcion revolucionaria respecto de vida social: par esto ella, en cuanto clase, tra-
este mismu mundo. Ya Croce habia podido ta de encerrar en Si misma las necesidades y
demostrar. a c'te propOsito, que si para k tendencias de Ia sociedad entera, de identif i-
epoca medieval se pudo considerar legitimo carse con ésta en su globalidad. de presentar-
ci conceplo 'juridico" de burgues, que desig- se corno un "absoiuto" que, par propia cucn-
na al ciudadano del burco v al miembro de ta. una vez alcanzada Ia per[ecciOn interna,
Un "eciada" del ordenamiento politico. tam- sigue permaneciendo coma tal v no es capaz
hiên para Ia època contemporanca es kgiti- de cambiar ni en ci tiempo ni en ci espacio.
BURGIESIA 157

Para corroborar Ia validcz de este absoluto cura, al pocta, al cientifico en sus obreros asa-
no es necesaria udentrurse en Ia busqueda de lariados.'
los origenes espirituales de su consoiidaciôn La b. se ha cunsolidado económicanlente ai
sino que basta analizar ci comportarnicnto de convertirse en clase empresarial c industrial:
Ia b., su fuerza v su hegemonia, es decir su han nacido industrias poderosas en los sec-
capacidad de generalizacion económica v poll- tores mus diversos de Ia producción, v ha
tica en ci presente, su prcdominio, que, por logrado caracterizar con su actividad conti-
prirnera vez en Ia historia, al aparecer en ci nua ci mundo contemporáneo. Sc ha conver-
escenario, no pertenece a los hombres por tido en Ia clase capitalista por excelencia que
separado sino a Ia clase. porque correspon- solo administra en ci piano linanciero a en
de a las necesidades de una época. ci nivel empresarial las riquezas de Ia sock-
dad desarrollada. La b. ha dado con esto un
I LA I51FkI'th1A(1ON NIAKxIsrA. Frente a cste enui-me salto reoiucionario: peru este pro-
analisis, ciertamente fascinante aun cuando ccso no puedc tener fin nunca, v para sobre-
sirva para justificar un poder ejercido a lo lar- vivir Ia b. debe continuar revolucionándose
go de casi dos sigios v que tiende a perpetuar- a si misma, vale decir los instrumentos de
Sc eternarnente, se encuentra Ia observac - ion producciOn, las "relaciones de produccion. v
rnarxista, en ciertos aspectos analoga, pero par Ia tanto todo ci conjunto de las relacio-
que va rnás aliá tanto en poner de manifiesto nes sociales". Superando dialécticamente las
Ia importancia revolucionaria de Ia h. misina, vie jas ciases de Ia socicdad. Ia b. se ha pre-
como en valorar las posibilidades objetivas sentado como sintesis, aunque Ia salida final
de su superaciOn. no ha sido un nuevo modo de producir o de
Precisamente examinando Ia evoiución de concebir las reiaciones sociales sino más bien
Ia h.. Marx y Engels (y en general toda Ia inter. esto se ha manifestado en ci resuitado nega-
pretacion encahezada par cilos) han podido dor tanto del pre.sentc como dcl pasado, es
mostrar su consolidacion revolucionaria v decir en el proletariado: 'En Ia misrna mcdi-
destructiva de todo ci pasado. Un elemento da en que se desarrolia Ia b., vale decir ci capi-
hasico de Ia valoración murxi.sta es ci de Ia tal, se desarrolla también ci proletariado. Ia
lucha de clase a bien ci análisis histórico rca- clase de los obreros modernos.'
lizado a Ia luz de Ia evolucion del proceso pro- Disponiendo de los medios de producciOn
ductivo. La b. aicanza de esta manera su pie- materiaies, Ia b. se ha impuesto tambien espi-
na exaltución v resulta 'el producto de un lar- ritualmenie, y sus "ideas dominantes" no han
go proceso de desarrollo, de una scrie de con- sido otra cosa que Ia cxpresiOn ideal 'dc las
vulsionamientos en los modos dc producción relaciones materiales dominantes". Cs decir
y en ci comercio". Las condiciones ambien- las relaciones dominantes tomadas coma
tales favorabies. una notoria capacidad ideas". Este proceso, quc empczO con Ia ilus-
empresarial unida a conocimientos tecnicos traciOn, ha encontrado una confirmaciOn en
v profesionales, una buena disponibilidad de todo el siglo xviii. en Ia revoluciOn francesa
capitales acumulados con anterioridad, Ia v finalmente Ia propia exaltación en ci sigio
aceptacion de Ia libre competencia como lac- xix Cultura, politica, vida social y en gene-
tar determinante de Ia produccion, v por lo ral toda manilestaciOn intelectual han teni-
(ama Ia consolidaciôn dci hombre, han hecho do coma punto de referenda el modo de vida
tic Ia b. Ia clase dominante de Ia epoca moder- hurgués: ci ahsolutu politico representado par
na: este hecho se ha podido realizar, sin ci liberalismo burgu& aI que se ha hecho alu-
embargo, no solo transformando v hacienda siOn. se ha extendido a todos los campos de
progresar decididamente ci mundo de Ia eco- Ia sociedad v a todos los momentos de Ia vida
nomia sino tambien trastocando toda Ia dci hombre, v par consiguiente ha contado
estructura etica Y cultural, tipica de largos con interpretes v apologistas. Pero esto sin
periodos historicos. Marx v Engels escriben tomar en cuenta Ia cant radiccion insita en Ia
quc: La b. ha despo judo de su aureola a todas b. en cuanto calegoria social y en Ia teoriza-
las actividades que anteriorniente cran con- dOn liberal de su existencia politica, puesta
sideradas dignas de vcneracion de respeto. en cvidciiciu par Marx. El proletariado, en su
I-la t ranslorinado al medico, al )urista, ul calidad de elasc politica, ha propuesto. en
15 BURGUESIA

efecto. nuevos modos de vida y de cultura, que "nuevos", entre los que se ha consolidado
han constituido v representan una ruptura (como ya habia sucedido en el pasado) coma
revolucionaria con ci pasado v el presente fuerza nacional dominante y capaz de absor-
hurgueses". ber en si misma las sacudidas del desarrollo,
El mismo poder politico dentro del estado a el paso de condiciones de atraso absoluto
representativo, en nombre y por cuenta de Ia a condiciones de atraso relativo: esto, a pesar
h., ha generado alternativas internas autóno- de las contradicciones internas y externus
mas de administración desde abajo, cuya agudizadas, quc se manifiestan especialmente
corroboración histórica puede haber presen- en todos los pulses del Ilamado tercer mundo.
tado fracasos o momentos de grave deficien- En Ia actualidad, Ia b. no se presenta cier-
cia, pero que en todo caso sirven para signi- tamente coma un nücleo compacto, no obs-
ficar nuevas concepciones no solo sobre el tante que las caracterizaciones de clase ten-
estado sino más genericamente sabre Ia poll- gan siempre una unidad, que hace que el con-
tica. Todo esto ha surgido de Ia revolución cepto mismo mantenga integro su contenido
hurguesa, que fue Ia primera en provocar Ia ideal, va sea que se interprete positiva a nega-
concesión formal de las libertades politicas thamente. Sc tiene, en primer lugar, una
a todos los hombres, pero que no fue capaz inversion de Ia tendencia en Ia relaciOn que
de sustanciar estas libertades en un contex- cxiste entre economla y politica.
to social que pudiera garantizar su ejercicio La pequcña burguesia, en efecto, a pesar de
efectivo. proletarizarse cada vez más, tanto desdc un
La interpretación marxista, modificada, punto de vista cconOmico coma desde uno
actualizada v transformada de diversas mane- social, par una compleja serie de motivacio-
ras, sirve de base a las valoraciones de Ia b. nes psicosociolOgicas y par una especie de
de gran parte de Ia época moderna: no siem- reacciOn contra Ia sociedad, en Ia que ha teni-
pre se ha tratado de análisis alternativos o do y tiene cada vez menos poderes —divididos
sustitutivos, V tal vez estos se havan adentra- entre los competidores más aguerridos e
do mats bien en Ia husqueda de puntos de con- informados coma son, par una parte, ci pro-
ciliación que en los de ruptura a de contras- letariado y, par otra, ci gran capital—, ha
Ic, pero ciertamente se trata de valoraciones adquirido rasgos sociales cada vez mãs autO-
que no tienen su fundamento en sintesis abs- nomos v originales. En casi todos los paises
tractas sino más bien en Ia realidad de las de Occidente sirven actualmente coma base
relaciones de cluse v de las condiciones socia- de su comportamiento politico actitudes irra-
les de Ia b. misma. cionales y ext remistas, de reacciOn en contra
de una sociedad masiva que ya no concede
V LA BURGUESIA EN LA SOCIEDADACTUAI. En Ia épo- nada al individuo "pequenoburgues", ci que
ca reciente, sobre todo después de Ia agita- por lo tanto encuentra su propia seguridad
ción provocada par Ia reafirmación del socia- y un modo de imponerse a en Ia subversion
lismo y del movimiento obrero a escala mun- de derecha —de ahi Ia adhesiOn de muchos
dial, lab. como clase v en todos sus multiples grupos comerciales, artesanales, de bajo
elementos ha tratado de reaccionar en térmi- empleo ptThlico y privado, a movimientos fas-
nos en cierto modo originales contra los ala- cistas o similares— o bien piensa que se pue-
ques que Ic dirigian el proletariado v sus de emancipar de su propia condición de ena-
manifestaciones organizativas. Dc posiciones jenaciOn aceptando el revolucionarismo abs-
que un tiempo fueron meramente defensivas tracto de Ia subversiOn de izquierda en Ia que
ha pasado frecuentemente a Ia ofensiva. reac- el extremismo es entendido coma" remedlo"
cionando unas veces con la autorrenovaciôn contra Ia "senilidad" de las relaciones socia-
interna. otras veces con Ia violencia y Ia fuer- les del mundo moderno. Sc trata evidente-
za. El hecho es que, habiendo ocupado firme- mente, en este segundo caso, de una b. sobre
mente el poder a lo largo del siglo xix ha todo intelectual, que no encuentra una sali-
mantenido sus posiciones hegemonicas (a pro- da propia en Ia sociedad de alto desarrollo
gresistas a canservadoras) en gran parte dcl industrial, asumiendo una posiciOn anáioga
hemisferio occidental, v ha lugrado también a Ia del .subproletariado en relacion con ci
extender su proplo ml lujo a paises v pueblos praletariado.
BURGI)ESIA 159

Con criterios más tradicionales se pueden Benedetto Croce definiO coma "mediocridad"
valorar Ia mediana y gran h., que todavia se hurguesa ("aquello que no es ni demasiado
pueden identificar coma ci grupo dirigente alto ni demasiado bajo" en el "sentir. en las
del capitalismo quc mantiene en sus manos costumbres, en Ia forma de pensar"). Dc este
todo ci ambiente cultural v Ia base misma, modo, Ia misma composiciOn sociologica de
financiern v social, de Ia industria capitalis- Ia clase que recibe ci nombre genérico de "b."
ta. Sólidamente detentadora, segün aigunos. ha sufrido cambios fundamentales. Lo que no
de Ia estruetura economica de Ia sociedad ha cambiado es el hecho de que esta cluse
occidental, Ia ntediana y alta b. gufan tamhién administra en primera persona a en forma
Ia politica, directamente o a través de clases indirecta ci poder de Ia sociedad capitalista
dirigentes que Son SU manifestación inmedia- industrial v que por consiguiente subsisten
ta. Al recuperar Ia función revolucionaria todavia las relaciones (y las "Iuchas") de cia-
ejercida en los prinleros Liempos de su exis- se dentro de Ia niisma sociedad, vu definidas
tencia politica, Ia nuevu (asi puede definirse) histOrica ' teöricamente por Marx v por
h. presenta una flexihilidad mayor quc otros Engels v que se sustancian precisamente en
muchos grupos sociales —por ejemplo. que ci conflicto permanentc entre Ia b., entendi-
Ia pequeña b.—, demostrando que sabe adap- da genérica a gbobalmente, par una parte, v
tarse mejor a los esquemas dinámicos del neo- el proletariado par otra.
capitalismo, a cuva consolidacion ha contri-
buido ella misma. Dc ahi Ia aceptación si no BIBLIOGRAFIA. N. Berdiavev. Dc l'cspru bourgeois.
es que hasta Ia propuestu de una politica Neuchatel, Delachaux et Niestlé. 1949: A. Borio.
moderadamente ref ormista. de una adquisi- Rorghesia e proletariuto, en Critica Sociale.
ción diak,ctica de Ia realidad dcl movimien- xxxvui, 18, Milan, 1946; A. Caracciolo, !.'eia
to obrero, de un anticonformismo v a veces della horghesia e delie rivoluzione. xt'iii-xix sec'o-
también de una introspeccion critica que lo, Bolonia, II Mulino. 1979: F. Chabod. Borghe-
hacen que Ia acción directiva de Ia yes pzbii- sia. en Enciciopedia Iraliana. vu, R.oma, 1930; B.
ca dirigida par Ia nueva b. en los palses mãs Croce, (in equi%'ocu coneelto storico: ia horghe-
desarrollado.s sea homognea con el desarro- sia, en La Cri:iea. xxvi, Burl. 1928; G. de Ruggie-
llo no solo econOmico sino social, v que se Ic ro. Sioria dcl iiht'ralis,no europeo, Burl. Later-
puedu dar ci calificativo de "proresista". za, 1945: A. Fanfani. Origini deliospiriiv capita-
En formt paralela, se puede interpretar Ia listico in lialia. Milan, 1933: A. Garosci. Sal con-
misma politica como una forma actualizada cYtto di borghesia: t'erifica storica di an saggio
v disfrazada de represiôn. y hasta como una croeia no, en tliscellanza Walter Maturi. Turin,
verdadera "manipulacion de las masas" lie- Giappichelli. 1966; B. Groethuvsen, Origini dcliv
vada a cabo pare! que detenta Ia administra- spirito borgllesL' in Francia (1927), Turin Einau-
clan efectiva dcl poder. En efecto, se puede di, 1949; E.J. Habsbawm. Las revoluciones bar-
observar que estos terminos no son contra- guesas. 1789-1848(1962), Barcelona, Labor, 1978.
dictorios entre sf sino que responden a Ia rca- 2 vols.; Ch. Morazé. El apogeo de hi burguesia:
lidad abigarrada de actitudes de una clase siglo xix (1957, Barcelona. Labor: R. Pernoud,
que trata de consolidarse cada vez más en un Origenes tie ia hurgziesia (1969), Buenos Aires,
mundo dominado por ci progreso cientifico Fabril: N. Quilici. Origiue. srolgimenio e iusuf-
y tecnologico v, en consecuencia, por una con- ficienza delia borghesia italiana. Ferrara, 1932:
centraciOn v especializacion del poder cada W. Sombart. El burgues (1913. Madrid. Mianza.
ez muvores, frente a las fuerzas que tratan, 1972: W. Sombart. ,lpogeo dcl capitalismo (1922).
por ci contrario. de desceniralizarbo v tras- Mexico, Fondo de Cultura Economica, 1946: A.
tocarbo o por lo menos de condicionarlo des- Thicrrv. Es.cai sur lizisioire de la formation ci des
de Ia base. progres du tiers L'tat. Paris. Gamier. 1864: A. TiIg-
En vista de las consideraciones hechas ante- her. .tlarxismo. '.oeiaiis,,zo. borghesia. Bolonia,
riormente. se debe señalar que ha cambiado M. Boni. 1c'8; M. Wither. La drica protetan1e
profundamente ci modo de emender ci "espi- ci esp:ritu dci capiialismo 119051. Barcelona,
ritu". Ia "mcntalidad" y Ia "cultura" bur2uc- Roma. 1962.
ses, v ha cambiado tamhicn dt manera dcci-
siva Ia farina particular de prcsentarse que [iI.\ M'.RiO BRMO]
lbo B1'k61ESIA NACIONAI.

pseian de hecho ci cant roi del sector pruduc-


burguesia nacional tivo de las materias prirnas quienes promo-
vieron, dicen, Ia lucha por Ia independencia
i tnisiuos Aunque frecuentemente utiliza- con ci objetivo de adueflarse del control poli-
do en Ia Iiteratura sociologica v politica lati- tico y estatal. Pero hasta qué punto, enton-
noarnericana, ci concepto b. nacional otrece ces, teniendo en cuenta ci significado mera-
dificuitades toda vez que se quiere dar de el mente politico o formal de Ia independencia,
una definiciôn piecisa. Si con éI se quierc podia ser ésta comparada con Ia.s revolucio-
designar en cérminos generales a aquellas nes burguesas europeas? Dc Ia poca unifor-
fucrzas sociales que han propugnado e mien- midad de estos grupos habia a las claras Ia
tado ilevar a cuba unu politica de comercia diversidad de intereses v de propuestas que
exterior independiente respecto de los paises se manifiesta una vex que conquistan ci poder
metropolitanos, en especial de Estados Uni- politico. Mientras un sector propugnaba un
dos, se ti-atai-ia en todo caso de saber hasta desarroilo autonomo a travCs de un modeio
que punto estas fuer,.as pueden ser correctu- que podriamos designar como bismarckiano
mente identificadas con una categoria inter- o bonapartista, otro, en cambio, hacienda
pretativa tradicional coma Ia de b. nacional. suvos los principios librecambistas, buscaba
La que si no se puede dejar de registrar es Ia vincularse a las nuevas metrOpolis.
dificultad que presentan los esquemas clási- Quienes se oponen a esta posiciOn sostie-
cos de Ia division de Ia sociedad en clases para neri que una correcta apiicacion dc las cate-
explicar los cambios que se produjeron y que gorias marxistas solo permite hablar de Ia
se están praduciendo en Ia cstratificacion existencia de una America Latina capitalista,
social de America Latina. No otra es Ia razOn % consiguientemente de una clase burguesa,
dc que, en particular, ci concepto de I',. nacio- mucho tiempo despues del siglo xv,
nal, usado en analogia con Ia experiencia de Para Ia mayoriu de los historiadores mar-
aquellos paises occidentales que fueron los xistzis Ia formaciOn de una clase burguesa,
primeros en realizar una revoluciOn indus- con rasgos distintivos respecto dc Ia oiigar-
trial, se preseiite en toda su ambiguedad. Dc quica, corre paraicla con Ia expansiOn del
todas mancias, v a partir del desarrolio del capitalismo monupolista ingies. Con ci pro-
capital monopolico U oligopOlico, que incur- ceso de consoiidaciOn de un sistema de divi-
pora cada vez mâs intensamente a Ia gran skrn internacional dcl trabajo bajo Ia hegemo-
burguesia auiOctona a Ia hegemonia de los nia de los paises industriales que tiene sus mi-
capitales internacionales, ci concepto b. cios en ci siglo xix. los paises iatinoamerica-
nacional es generalmente utilizado para nus asumen ci papel de exportadores de mate-
designar a Ia mediana v pequefia burguesia rias primas, Io que permitio que a Ia par de
industrial. Ia oiigarquia, que cc.ntrolaba ci sector produc-
tivo, v de los randes comerciantes, se desa-
II i\ I FAEDE\TES HIS16RI(Os La mencionada rrollara un sector dc burcuesia industrial,
amhiguedad del concepto tiene que ver con esto es de propietarios de industrias dedica-
las dificultades para definir ci ripo de lorma- das a Ia transformaciOn de materias primas
don economico-social que se consolida en Ia locales, sin olvidar a las pequeñas y media-
America Latina poscolonial. La determina- nas empresas, con tecnologia y capitales limi-
ción del momenta en quc ci modo de produc- tados, orientadas hacia Ia producciOn dc
cion capitalista adquieie forma en Ia parte medios de consumo que carecian tie interés
sur del cuntinente ha dividido a los historia- para los exprtadores europeos. Par otro
dores marxistas. Para algunos de estos (A. lado. el aumento de las exportadiones hahia
Gunder Frank y L. Vitztie, par ejemplo) Ia exis- dada lugar al surgimiento de sectores com-
tencia indubitable de un sector de "burgue- plementarios —transporte V comercio, par
sia criolla" integrada par ganaderos, grandes ejemplo— cuva mano de obra constituia ci
comerciantes, hacendados v propietarios dc principal cliente de las empresas industria-
minas perrnite hablar de Ia existencia de una Ics nuevas. Dc cuaiquier manera, y a pesar de
sociedad capitalista a partir dcl 1500. quc Ia industria no depcndia ncccsariamcn-
Habrian sido precisamenic estus grupo que te de los pruduLtos destinados a Ia expurla-
BL:RGUEsIA NACIONAL 161

don, su subordinución respecto del comcrcio consideraciones el problema de Ia alianza de


exterior resulta evidente en Ia mcdida en que Ia clase obrera con los otros estratos socia-
de él provenian los ingresos de sus potencia- Ics v Ia relaciOn del partido comunista con las
les consumidores. La consecuente debilidad otras organizaciones, Ia ic inicia el trata-
estructural de esta nueva burguesIt indus- miento de Ia problemática latinoamenicana a
trial Ic impidio oponerse con éxito a Ia poll- purtir de 1920. en oportunidad en que en su
tica librecambista de un estado oligárquico H Congreso se elaboran las primeras tesis
renuente, claro cstá, a otorgarle cualquier sabre Ia "cuestiOn nacional y colonial'. El
medida proteccionista que Ic permitiera su reduccionismo de que hacia gala en sus aná-
consolidacion y su crecimiento y dejándola, lisis de las estructuras econOmicus y de cIa-
por lo tanto, sujeta a los peligros de Ia corn- ses Ia IlevO a considerar a los pulses latinoa-
petencia de las manufacturas europeas. Las mericanos coma predorninantemente ugrico-
caracteristicas de este proceso encuentrun su las y, por lo tanto, a las grandes masas cam-
explkaciOn, segun nurnerosos historiadores, pesinas coma principales aliados de Ia clase
solo remitiéndose a los ongenes sociales de obrera, dejando de lado cualquier intento de
los nuevos grupos industriules: éstos estarlan detectar Ia existencia dentio de las clasc.s
conformados a bien por los productores de dominantes de sectores con intereses contra-
materias primas, que se encargan ellos mis- pue.stos, v a no interrogarse sabre Ia supues-
mos de su transformaciOn, o bien por aque- ta hornogeneidad y uniforrnidad de sus yin-
lbs sectores provenientes de Ia emigraciOn culaciones con el imperialismo.
europea que par su falta de asimilaciOn a Ia En 1923, un ano después de Ia realizaciOn
sociedztd criolla carecian de canales de pre- del IV Congreso, se lbamaba a los obreros y
siOn politica efectiva. campesinos a aliarse en contra de Ia burgue-
Ni Ia primera fase dcl proceso de industria- slzi de todos los estados arnenicanos en Ia
lizaciOn latinoarnericana, ni Ia segunda, es medida en que está "en primera lila' en Ia
decir Ia que se inicia con posterioridad a Ia reacción contra cI proletariado, y lucha a Ia
primera guerra mundial y más especialmen- vcz contra Ia burguesia y contra el imperia-
te a partir de Ia crisis de 1929, podrán ser lismo. Sin embargo, pocos años despues, en
comprendidas cabalmente con Ia utilizaciOn el VI Pleno de Ia ic. America Latina será
de ese ambiguo y a Ia vex contradictorio con- designada como Ia China del Extremo Occi-
cepto de b. nacional. En otras palabras: Ia on- dente, en circunstancias en que se habia dcci-
ginalidad de este proceso descurta Ia utiliza- dido trasplantar Ia táctica experimentuda en
dOn de modelos clá.sicos toda vex que preten- aquel pals oriental dcl "bloquc de las cuatro
de ser aprehendido. clases" y sin que sea para nada ci resultado
de un nuevo v más certero anãlisis de Ia
III B1 R(,LESIA NACIONAL V PROPU E.STAS POLITICAS La estructura de clases de esta zona del conti-
debilidad de las propuestas politicas que nente que pudiera arrojar Iuz respecto de las
toman como punto de partidu Ia existendia de b. nacionales y de los movimientos revolucio-
una burguesia industrial consolidada en Ia nanios pequenoburgueses.
parte sur del continente amenicano no hacen Na pasará mucho tiempo para que se pro-
5mb confirmar Ia endeblez a el mal usa del duzca un nuevo gino. En el VI Congreso rea-
concepto de b. nacional. lizado en 1928 se volviO a los esquemas pro-
1. Claramente condicionado par los esque- puestos en el IV Congreso. La experiencia chi-
mas de Ia Internacional Comunista que, sobre na csti nuevamcnte presente. El estado
Ia base de Ia divisiOn entre pal ses coloniales democratico-burguCs de Ia revotucion colo-
y semicoloniales (v en donde Ia cuestiOn colo- nial aparecia ahora como una breve fase de
nial era generalizada a partir de Ia experien- transición. El informe de Humbert-Droz,
cia de los pueblos arientales), pretendia cons- encargado de redactar las tesis sobre Amen-
truir unu tipologia abarcadora de los distin- ca Latina, expresa con claridad esta "nueva"
tos pulses, los anáiisis marxistas de las cia- propuesta cuando vincula el concepto de b.
ses sociales o.scilaron al compAs de los vaive- nacional al desarrollo industrial y sostiene
nes politicos quc alcetaran a Ia organizaciOn quc Ia imposihilidad de un desaaiollo autO-
cornunista mnternacional. Privile2iando en sus namo e independiente de Cste conlleva Ia in-
162 BURGIESIA NACIONAL

existencia de un sector burgues nacional. En nes instalaron las primeras empresas indus-
consecuencia. Ia burguesia aparecia indefec- triales. Para desarrollar este nuevo tipo de
tiblemente incluida en el campo de Ia contra- actividad coadyuvaba Ia pasiciOn social mar-
rrcvoiuciOn. Pero esta vex Ia pequena hurgue- ginal que ocupaban respecto dc Ia sociedad
sia —que habia desempeñado on papel des- criolla. En on segundo momenta. esto es a
tacado en Ia reoiución mexicana—, aunquc partir de 1930. Ia intervención del estado en
sin ninguna consideración sobre su naturu- Ia economia a través de una politica de tan-
leza, aparecia, junto con ci campesinado, fas preferenciales. facilidad crediticia, etc.,
acompanando al proletariado en Ia Iucha con- permitio en aigunos paises ci surgimiento de
tra ci imperialismo. Poco importó las apela- una nueva clase de capitalistas que, en aigu-
ciones a Ia singuiaridad latinoamericana nos casos, pravenian de los sectores medios
expresada por aigunos delegadcs de esos pal- altos v, en otros. estos empresarios descen-
ses. La conferencia de los partidos comunis- dian de Ia gran oligarquia. Todo esto en medio
tas iatinoamericanos realizada en Buenos de Ia gran crisis de 1929 cuyas consecuencias
Aires en 1929, seguramente ayudada por Ia para los paises sudamericanos se manifies-
profundidad de Ia crisis mundial desatada ese tan, entre otras cosas, en una brusca caida de
año V que parecia exacerbar las contradiccio- Ia capacidad de importaciones, unu reduccion
nes de ciase, sepulto delinitivamente Ia con- mãs que significativa de las exportaciones y
signa dcl frente unico. practicamente Ia clausura de los canales de
"La ofensiva dcl fascismo y las tareas de Ia financiamiento internacional. La necesidad de
Internacional Comunista en Ia lucha por Ia sustituir los bienes que hasta ese momenta
unidad de Ia ciase obrera contra ci fascismo", se adquirian en ci exterior necesuriamente
tema de discusión principal en ci VU Congre- estimuió. en aquellos paises en donde existian
so de Ia ic realizado en Moscü en 1935, reve- pequenas empresas dedicadas a Ia produc-
laba. otra vez, Ia posición central de Ia pro- dOn de bienes de consumo corrientes, Ia
blemática del frente unico. La intensificación expansion del sector industrial orientado
de Ia ofensiva iniperialista profundizaba las hacia el mercado interno.
contradicciones entre Ia burguesia colonial A partir de esta interpretacion del proceso
y Ia burguesia imperialista y diversos secto- de industrializaciOn latinoamericano el cepa-
res de Ia burguesia local. Se realiza esta vex lismo (v.), con su propucsta de crecimiento
una distinción no solo en ci seno de las bur- hacia adentro en ci quc Ia demanda interna
guesias nacionales sino tambkn en ci ámbi- funcione como motor dinámico del desarro-
to de los diversos imperialismos, pues a este lb. consideraha viable translormar en un
Oltinio respecto cabe recordar que Ia guerra fenOmeno estructural los tenOmenos covun-
era considerada "justa" en Ia medida en que turales de Ia industrializaciOn sustitutiva de
se combatia contra ci fascismo. importaciones v de Ia diversificaciOn del sis-
2. Aigunos años despues un grupo de sociO- tema productivo. A tal efecto, v coma ünica
logos y de economistas pertenecientes a Ia forma de superar eI progresivo deterioro de
ComisiOn Económica para America Latina los tCrminos de intercamhio respecto de los
(cEI'AL) aborthrá desde una perspectiva lati- productos primarios y los consecuentes dese-
noamericana ci feriOmeno de Ia b. nacional de quilibrios que traia aparejado, existia un solo
una manera tal que habrã de influir intensa- camino: promover una industrializacion cuvo
mente a intelectuales v politicos de esa parte progreso tecnologico se difundieru, a partir
dcl continente. del sector ecundario, a otros scctores, en
SegOn esta concepciOn, v en lo que respec- especial el primario. Sin embargo. esa indus-
Ia al surgimiento y dearrollo de Ia burgue- trialización orientada hacia Ia satisfacciOn de
sia industrial latinoamericana, habria que una demanda existente de bienes requeria.
distinguir dos momenta,. En ci primero de para su expansiOn. de una ampliacian dcl
elios, hasta Ia crisis de 1929, Ia iniciativa mercado interno, pero tambiCn de nueva tee-
empresarial dependla fundamentalmente de nolotua, maquinaria. inaterias primas. etc.,
Ia emigraciOn europca, pues ma, que pequ- toda vex que necesitaba intensificar su pro-
005 artesanos locaic fUel Oil conicrciantes, ducciOn. Si de lo que se trataba era de pasar
capitalistas otécnicos de origen europeo quic- a un estado superior de desarrollo autosos-
BLRGUES1A NACIONAL 163

tenido y de autosuficiencia en ci sector de bie- concepción y de sus propuestas. Basta pen-


nes de capital, para tal ckcto Ia (EPAI. propo- sar en Ia permanencia e intensilicación del
nia, bien quc tran.sitoriamente. Ia utilización deterioro de los términos de intercambio. Sin
de créditos extranjeros y Ia implantacián de dejar de indicar que las medidas propugna-
ciertas medidas proteccionistas, sin olvidar das par Prebisch, cuando fueron aceptadas
Ia sugerencia a los gobiernos de adopLar poli- por los gobiernos nacionales. permanecieron
ticas de pianificaciOn (no concebidas como circunscritas en su aplicacion a los aspectos
sustitutas dcl mercado sinu como un mcdio técnicos formales e institucionales adminis-
para dar eficacia a su operaciOn) y de integra- trativos, sin llegara formar parte integrante
ciOn de los mercados regionales. Todo esto de una politica cconOmica. Peru ipodia el vie-
será posible, convienc insistir, a través dci Jo estado ser el instrumento adecuado para
estado en cuantu impulsor % gestur de Ia el desarrollo cconOmico pregonado v. a Ia par,
industrializaciOn y ci desarrollo a través de los industrialcs Iatinoamericano.s convertir-
una conducciOn consciente y deliherada, lo se en una verdadera burguesia?
cual equivale a suponer Ia posesiOn de un alto 3. Para los teOricos de Ia "independencia"
grado de autunomia respecto de los grupos Ia hurguesia latinoamericana carecla de Ia
sociales. capacidad innuvadora s' revolucionaria pro-
Octavio Rodriguez afirma quc Ia propues- pias de Ia hurguesia de aquelios paises con
ta de industrializaciOn cepalina contempla Ia una antigua industrializaciOn, v por lu tanto,
modilicaciOn de Ia propiedad latifundista de no estaba en condiciones de resolver los pro-
Ia tierra y de las restantes condiciones de pro- blemas planteados por el subdesarrollo.
piedad y tenencia reluciunadas con ella, pro- Haciendo usa de un esquema interpretati-
pone un desarrollode tipo nacional sin dejar vo que no modificaba en su sustancia ci uti-
de indicar Ia necesidad de regular y someter lizado par Ia cEPA!. para Ia reconstrucciOn dcl
a control Ia participacion del capital extran- proceso de industrial ización, los "dependen-
jero y, por ültimo, favorece Ia modificaciOn tistas" acuerdan Ia exigencia en ciertos pal.
de Ia estructura dcl comercio internacional ses latinoamericanos (Argentina, Brasil, Méxi-
a través de Ia büsqueda de una inserciOn mOs co, Chile, Uruguay, Colombia) de un merca-
Yenta josa de Ia perileria en Ia divisiOn inter- do nacional ya estructurado y de un sector
nacional del trabajo. "Coma se aprecia —di- industrial cuyo proceso productivo se orga-
ce RodrIguez—, implIcitamentc Ia referida niza "sobre Ia base de relaciones capitalis-
propuesta supone Ia existencia de ciertos gru- tas". Es en este momenta y en esta situación
pos sociales y, en lincas gencrales, da priori- cuando adviene Ia crisis de 1929 que, entre
dad a los intereses de algunos de ellos. Aun otras cosas, y debido al aislamiento obliga-
cuando se plantea que sean excluyentes, des- do respecto de los centros imperiales, dio
taca y privilegia los intereses industriales lugar al proceso de sustituciOn de importa-
nacionales, respecto a los de atros grupos ciones. Esto permitiO Ia consolidaciOn, en las
capitalistas. Entre éstos se pueden senalar los décadas del treinta y del cuarenta, de una b.
intereses vinculados a Ia gran propiedad agra- nacional que, a través de regimenes de tipo
na, al comercio de exportaciOn e importaciOn populistas pretendio Ilevar a cabo Ia "revo-
que resulta dcl esquema tradicional de Ia divi- IuciOn burguesa", meta ésta que no alcanzó
sion internacional del trabajo, y al capital a cumplirse en razOn de las inclinaciones de
extranjero (tanto ci comercial. como ci dedi- Ia burguesia industrial a estabiecer compro-
cado a Ia producciOn primaria o a Ia indus- misos con Ia vieja oligarquia, sin que ésta per-
tria interna)." Pocas páginas antes, cuando diera su hegemonia. En consecuencia, Ia
lude a las lirnitaciones de los aportes leOn- reforma agraria, par ejemplo, quedo para
cos de Ia cui.. destaca que éstos no canside- tiempas mejores. Con una cxcepciOn: Mexico.
ran ni analizan las relaciones sociales que Y precisamente el sector externo de Ia eco-
están en Ia base del proceso de industrializa- nomia, productor de las divisas que Se nece-
ciOn v do las transformaciones de estructura sitaban para Ia adquisiciOn de los bienes de
que ci mencionado proceso lleva consigo. capital, continüo siendo necesario para ci
Los acontecimientos de los Oltimos veinte desarrollo de Ia industria. BOsquese alli par -
anus han mostrado las limitaciones de esta te dcl motivo que impuisaba a Ia burguesia
164 BL,RGUIstA NACIONAL

a entrar en compromisos con los sectores oil- sibilidad de las otras fracciones burguesas de
gárquicos. A to que hay quc agregar, segün imponer su hegemonia, tiende a intensificar
las concepelones dependentistas. que Ia su relativa autonomia politica e institucional
industrialización latinoamericana no creaba v liega incluso a asumir directamente ci
Ia propia dernanda sino que apenas satisi a- poder. La presencia de este sector v Ia de
cia Ia ya existente en lo quc respecta a los hie- aquellos sectorcs locales de los oligopolios
nes de uso. Por otro lado, a pesar de Ia inter- internacionales y de los empresarios locales
vención del estado en lo que respecta a Ia vinculados a ellos, esto es de Ia denominada
creación de una infraestructura que posibi- burguesia internacional izada. torna pertinen-
tile ci desarrollo de Ia empresa capitalista. Ia te Ia pregunla acerca de Ia posibilidad de exis-
industria de bienes de consumo siguió depen- tencia dc un espaclo para ci denominado
diendo dcl exterior. v no sOlo de Ia exporta- emprcsariado nacional. Dejando de lado ci
cion de maquinarias sino también de male- origen de los capitales invertidos, y teniendo
rius primas. La insuficiencia en Ia disponibi- en cuenta el proceso de internacionalizacion
lidad de divisas que dcv mo de La crisis dcl sec- de los mercados internos, por b. nacional aca-
tor externo, y habida cuenta de Ia necesidad so pueda simplemente entenderse esa frac-
de satisfacer —a través del abaratamiento de ción de Ia burguesia, integrada por empresu-
los productos— las necesidades generadas rios nacionales v extranjeros, que pretende
por ci desarrollo de Ia economia, motivó que mantener "las relaciones sociales v produc-
en los años cincuenta sc recurriese a los capi- tivas que renuevan ci estado v ci sistema
tales norteamericanos como forma de conse- nacional" V. a su vex. sostener las formas
guir Ia tecnologia avanzada que se necesita- nacionales a los efectos de "reproducir ci
ba, tecnoiogia ésta que ya habia devenido modo de produccion capitalista".
obsoleta en los paises metropolitunos. La
ofensiva "neoimperialista" —que se manifes- HIBI.l(RAFIA: J. Aricó. La Terra Iniernarionale.
to en Ia instaiaciOn de sucursales de firmas en 1 proia);zisii della rn'oluzimze in America
norteamericanas Y en Ia consiguiente acele- Latina. vol. ii, Milan, ui. 1973; C.S. A,sadourian
radon del proceso de monopolii.aciOn v de y otros. Modos de produecion en .4mtrieu Laii-
desnacionalización— sacudiO intensamentc a na, Mexico. Cuadernos tie Pasado y Presente 40,
las b. nacionales hasta el extremo de hacer- 1973; S. Bagu. Economia de Ia sociedad colonial.
las abandonar todo provecto reformador y de Buenos Aires. El Atenco, 1949; V. Bambirra. El
desarrollo econOmico autOnomo. cupiiali.ono dependienie laiinoamerieano. Mtxi-
La desarticulaciOn de aquellos sectores a co. Siglo XXI, 1974; F.H. Cardoso v E. Falctto,
los que se designaba con el nombre genérico Dependeneia v desa rrollo en A niëriciz I.aiina.
de b. nacional v su incorporaciOn a un siste- M exico. Siglo XXI. 1969; F.H. Cardoso. Ideolo-
ma de alianza de nuevo tipo fue percibida por gius dc Ia burguesia industrial en sociedades
alguno.s dependentistas como una tendencia depeudienies Ari,e,zii,ia v Bracili. Mexico, Siglo
de Ia burguesia orientada hacia Ia sobreex- XXI. 1971; M. Carmagnani, Formacion V crisis
plotación de La clase obrera v hacia Ia implan- de un sisiei;ia feudal. Appierica Lazina dcl siglo
tación de una politica subimperialista (Bra- n.j a nue.ctros thus. Mexico. Siglo XXI, 1976; A.G.
sit), razón por Ia cual Se Ia IlegO a considerar Frank. L'apiialis;nv v subdesarrollo en America
como "ci enemigo inmediato de Ia IiberaciOn Latina. Mexico. Siglo XXI, 1970; C. Furtado. La
nacional". ecunonna latinoamericana: furmacion Izistorica
Resulta imposibie dejar de aludir a ese otro sprob!enzu.c c-miiemporaneus. Mexico. Siglo XXI.
fenOmeno que Se produjo a partir de Ia expan- 19762: E. Galeano. Las re,iac ahierius de Am ciri.
sión del sector pcibiico en Ia economia: el sur- t- a Latina. Mexico. Siglo XXI. 1971: T. Halperin
gimiento de lo que se ha denominado como Dunehi. Historia cuilreinpora?Ieu tie Aitierwa Lati-
"burgue'.ia de estado", esto eN un etrato de nu. Madrid, Alianza. 1972; H. Jaguaribe v otros.
burocracia técnico-profesional de nuevo tipu La dependencia politico-tcmunnica de Aineric'i
que controla politicamente ci aparato produc- Latina. Mexico, Siclo XXI. 1970: R.M. Marini.
tivo estatal y quc. scgun Anibal Ouijano, cons- Subdesurrollo v ret'olueion. Mexico. Sielo XX!.
lituye, junto con las fucrzas armadas, un sec- 1969; D. Riheiro. El dilema de Anzriea Laiin.
tor de autoridad intermedia quc. ante Ia impu- Mexico. Siglo XXI. 1971; E. Scarzanella. Thu.
BUROCRACIA 165

j,'hesie nazionaii, en Storia deli 'America Latina. una percepciOn clara dc los peligros internos
vol. vi de Ii mondo conlemporaneo, a cargo de de Ia existencia de on aparato fuertc y con-
M. Carmagnani, Florencia, L Nuovu Italia, 1979; centrado: ad, R. Micheis, hasãndose en ci caso
R. Schlesinger, La Iniernacionul Crimunisia yel del purtido socialdemOcrata alemãn, sostie-
problema colonial, Mexico, Cuaderno.s de Pusa- nc que toda organización implica una oligar-
do v Presente 52, 1974; 0. Sunkel y P. Paz, El cub- quia; alrededor de los mismos anus (1904), R.
desarrollo laitnoamericuno y ia leoria del desa- Luxemburg entró en polémica con Lenin acu-
rroiio, Mexico, Siglo XXI, 1970. sándolo de sofocar Ia espontaneidad revolu-
cionaria de Ia clase obrera con una ferrea
K OMITF. EDITORIAL] organizaciOn burocrática dci partido. Más
tarde. Trotski criticó cI aparato del partido
comunista bolchcviquc, afirmando quc ame-
nazaba transformarse en un estrato privile-
burocracia giado dentro de Ia sociedad socialista. Estos
mismos temas pueden encontrarse en Ia pole-
I AMIJI(,IEDAD DEl. TERMINO. El tCrmino b. fue mica de Ia nueva izquierda que identificu en
acunado por primera vez hacia Ia mitad dci ci burocratismo y en el dirigismo centraliza-
siglo Xviii por Un economista fisiocrático. do ci verdadero enemigo del socialismo. En
Vincent de Gournay, para designar ci puder Ia tradiciOn marxista, pues, los conceptos de
del cuerpo de funcionarios y empleados de Ia b., burocratismo y burocratizaciOn Sc usan
administración estatal constituido para sobrc todo para indicar Ia progresiva rigidez
(areas especiali7adas bajo Ia monarquia abso- del aparato del pai-tido y dci estado a expen-
tutu v dependiente del soberano. Basta con- sax de las exigencias de democracia de Ia base
siderar Ia polemica I isiocrática contra Ia con- N. aparato; burocratización).
centración admini.strativa y ci absolutismo En ci transcursu del siglo xix xc perfila,
para darse cuenta de que ci termino nació con sin embargo, otra concepción de Ia b. que
una fuerte connotación negativa. Con este sig- emplea ci tCrmino en scntido técnico y no
nificado fue acogido, al principio dcl siglo polCmico. Sc trata dcl conjunto de estudios
xix, en algunos diccionarios, y empleado por juridicos y de ciencia de Ia administraciOn
algunos novelistas como Baizac, y xc difun- alemanes que versan sobre cl Bureausyslem,
dió muy pronto en muchos paises europeos ci nuevo aparato administrativo prusiano
en los que fue usado de mancra polCmica por organizado monocrática y genericamente que,
liberales y radicales para atacar ci formalis- a principios del siglo xix, sustituye los viejos
mo, Ia altaneria y ci espiritu de cuerpo de Ia cuerpos administrativos colegiados. El hin-
administración ptbiica en los regimenes auto- capié de estas obras es normativo y se refie-
ritarios, especialmente en Akmania. Este uso re especialmente a Ia especificaciOn precisa
del término es también ci que Sc institucio- de las tareas. a Ia atribución de esferas de
nalizó más en el lenguaje comün y Ilego has- competencia bien delimitadas y a los criterios
ta nuestros dias para referirse criticamente de admisiOn ',' de carrera. Para esta tradiciOn
a Ia proiiferacion de normas y regiamentos, técnico-juridica ci concepto de b. designa una
al ritualismo, a Ia faita de iniciativa, al des- teorla v una práctica de Ia administraciOn
perdicio de recursos, en una palabra al infiujo publica que cc considera Ia max eficiente
de las grandes organizaciones püblicas y pri- posible.
vadas. Estas tres accpciones del tCrmino —disfun-
Una segunda acepción, iguaimente negati- cionalidad organizativa, antidemocraticidad
'a, es Ia que dcsarrolló ci pensamiento mar- de los aparatos de partido y estatales, técni-
xista. Aunque Marx se ocupo solo marginal- ca de Ia administraciOn pOblica—, xc han uni-
mente de Ia cuestiOn, sus seguidores, al do en el vocabulario de las ciencias sociales
encontrarse frente a Ia tarea de construir ci modernas para dar s'ida a una extraordina-
partido y ci estudo socialistas, cc vieron obli- na proliferacion conceptual. Recientemente
gados a prestar mayor atenciOn a los proble- un autor ha encontrado hasta siete concep-
mas oreanizativos. Esptcialmentc los que tos modernos de b. (Aibrow, 1970, pp. 113-
provenian de un modelo sindicalicta tuvieron 143, y ante esta ambi guedad dcl tCrmino
166 BUROCRACIA

algunos investigadorcs se han preguntado si estos modelos, de casos históricos particula-


no cs más oportuno considerar el vocablo b. res. Es Otil seguir esta triple perspectiva para
coma un ejemplo de formulaciones inciertus exponer Ia concepciOn weber iana de Ia buro-
de las ciencias sociales primitivas y descar- cracia.
tarlo del léxico cientifico moderno. Sc pue- A] La burocracia corny concepzo. Es bastan-
de, sin embargo, evitar una conclusion pesi- te paradOjico que Ia definiciOn dci concepto
mista de esta especie si tomamos como pun- de b., convertida luego en objcio de lurgas dis-
to de referenda hi conceptualizacion dada par cusiones par parte de politologos y sociOlo-
Max Weber, que considera a Ia b. como una gos. reprcsentc el aspecto menos original de
variante moderna y especifica de las soluciu- todo ci estudio weberiano, en cuanto quc
nes dadas al problema general de Ia adminis- todos sus elementos pueden encontrarse en
tración. Ia ciencia de Ia administraciOn alemana de Ia
época. Sintéticarnente, las caructeristicas de
II. LACoNcEprLAI.IzAcIOs WEHIRIA!.A. Lu concep- Ia b. pura Weber son las siguientes:
tualizaciOn weberiana de Ia b. se encuadra I] El prerrequisito de una organizaciOn
dentro de su anilisis de los tipos de dominio burocratica cstã constituido par Ia existen-
(Herrschajt). Los dos elementos esenciules de cia de reglas abstractas a [as que están liga-
esta tipologia son Ia legitimidad y ci aparato dos el detentador (o los detentadores) del
administrativo: Weber, en efecto. sostiene que poder, el aparato administrativo v los domi-
todo poder trata de despertar v fomentar Ia nados. Dc ahi que las Ordenes se legitimen
fe en su propia legitimitad v que todo poder sOlo en Ia medida en que quien las emite no
se manifiesta y funciona coma administra- se sale del ordenamiento juridico impersonal
ciOn" (Weber, 1922). Por lo tanto, establece del que recibe su poder de dominia y. en for-
una distinciOn entre ci dominio legitimo v el ma simétrica, que Ia obediencia sOlo es obli-
no legitimo y. dentro del primero, entre donii- gatoria dentro de los limites lijados por dicho
nio carismático, tradicional y legal- ordenamiento.
burocrático. El dominio carismático está legi- 2] Con base en este principio general de legi-
timado por ci reconocimiento de los poderes timidad, una organizaciOn burocrOtica se
y de las cualidades excepcionales dci jcfe. y caracteriza par relaciones de autoridad entre
su aparato consiste tIpicamentc en ci grupo posiciones ordenadas sistematic-amente en un
de su.s "discipulos", es decir de los individuos modo jerárquico. par esferas de competencia
elegidos par ci jefe entre los miembros de Ia claramente definidas, por una clevada divi-
comunidad (v. carisma). Lu legitimidad del siOn del trabajo y por una clara separución
dominio tradicional está constituida por Ia entre persona y oficio, en ci sentido de que
creencia en reglas y poderes antiguos, tradi- los funcionarios y los empleados no poseen
ciunales e inmutables, mientras quc su apa- a titulo personal los recursos administrativos,
rato puede adoptar formas tradicionales o de los que mas bien deben rendir cuentas, ni
feudaies. El dominio legal se caracteriza, des- pueden apropiarse del oficiu. Además, las fun-
de el punto de vista de Ia legitimidad. por Ia ciones administrativas se ejercen de manera
existencia de normas formales v abstractas continuada v basándose en documentos
y. desd el punto de vista del aparato. por Ia escritos.
de un cuerpo administrativo burocrático. 31 El personal empleado par una estructu-
Weber define, pue, Ia b. coma Ia estructura ra administrativa burocrática Cs tipicamen-
administrativa de Ia que se vale ci tipo más te librc, cs tornado bajo coritrato, v en vii tud
puro de dominio legal. de calificaciones tecnicas especifica, SC Ic
El estudio weberiano de los "tipus ideales" compensa con un cstipendio fijo en dinero,
de dominio incluve tres distintos niveles de tiene una carrera regular N . 'onsidera ci pro-
anáih.i's (Roth, 19701: el primero consiste en pio trabajo coma una ocupaciOn de tiempo
Ia formulacion de conceptos claramente deft- completo.
nidos; ci ,ecundo. en Ia construcciOn de mode. Webcr esta perfectamente consciente de
los sacados de fenOmenos hitoricos semejan- que esta serie de caracteristicas no pueden
tes desde ci punto de vista empirico; el terce- eflContfaise con mayor a menor aproxima-
ro, en Ia expticaciOn especificu, a partir de clan en los casos histOricos cuncretus v que
BUROCRACIA 167

par tanto no representa fielmente sino que En Ia construcción dcl modelo burocráti-
simplifica y exaera Ia realidad empirica. Sin co, Weher adopta ci siguiente procedimien-
embargo, esta simplificación v exageración to. En primer lugar considera algunos presu-
son necesarias 1,ara lograr una clara concep- puestos históricamente importantes para ci
tuulización. Desde este punto de vista. Ia deli- surgirniento y Ia consolidacion de aparatos
nicián de b. adquiere su pleno significudo solo burociaticus. E'.tus se reducen sustancial-
cuando se Ia compara con otros tipos de admi- mente a tres: Ia existencia de un sistema de
nistración en una amplia perspectiva bistó- racionalidad legal, el desarrollo de una eco-
rica. Par ejemplo. Weber cant rapone varias nomia monetaria y Ia expansiOn cualitativa
veces ci sistema burocrOtico, que él cunside- y cuantitativa de las tareas administrativas.
rat propio del estado moderno, con ci patri- La laita de una de estas condiciones no sig-
monial. En este ültimo los funcionarios no se nifica que no se pueda ya hablar de b. sino
reclutan con base en un cant rato sino que son que identifica más bien una IInea de desarro-
tipicamente esclavos o clientes del que deten- Ito del sistema burocrático distinta de Ia de
ta ci poder y, en lugar de contar con una retri- Ia b. moderna. Por ejemplo, se han desarro-
bución fija, se yen cumpensados con bend i- Ilado organizaciones burocráticas aun en
cios en especie a en dinero; las tareas admi- ausencia de una economia monetania, como
nistrativas no se asignan con base en crite- to demuestran los casos dcl antiguo Egipto,
rios relativos a las esferas de competencia de Ia China posfeudal y de los imperios roma-
impersonales y a jerarquias racionales 5mb no y bizantino. Se trata, sin embargo, de sis-
que se otorgan. en parte. siguiendo Ia tradi- temas burocráticos intrinsecamente inesta-
ción y en parte. ci arhitria del soberano; Ia bles: en efecto, en Ia medida en que los fun-
distinciOn entre persona y oficio no existe, en cionarios se yen compensados en especie y no
cuanto que todos los medios de administra- en dinero. Ia regularidad de su ret nibuciOn se
ciOn se consideran pane del patrimonio per- vuelve problcmática y ellos intentan apropiar-
sonal del que detenta ci poder; finalmente, las sc dc las fuente.s de impuestos y de ingresos
lunciones administrativas no tienden a ejer- del sistema. Esta tendcncia conduce a una
cerse de manera continuada. A Ia luz de seme- centralización dcl aparato burocrãtico y, en
jantes distinciones, el concepto de b. revela ültimo análisis, a su transformaciOn en una
.su propia utilidad: éste, como los demás tipos estructura patrimonial.
ideales de los aparatos de dominio, sirve para En segundo lugar. Webcr destaca los prin-
identificar de mancra muy general las carac- cipales efectos de Ia b. moderna. El primero
teristicas administrativas de un vasto perio- consiste en Ia concentrac iOn de los medios de
do histOrico y para estatblecer un punto de vis- administracion y de gestiOn en manos de los
ta indispensable para el análi.sis empirico de que detentan el poder. Este fenOmeno se yen-
casos concretos. En este sentido, también Ia fica en todus las organizaciones de grandes
multicitada afirmaciOn weberiana de que Ia dimensiones: en Ia empresa capitalista, en el
administraciOn burocrática es, ceteris pan- ejército, en los partidos y en el estado, en Ia
bus, técnicarnente superior a todas las demás, universidad. El análisis de Marx sabre Ia
es vãlida s6lo en Ia medida en que Ia b. es corn- separaciOn dci trabajador de los medios de
parada con los aparatos tipicos del dominio pnoduccion no es para Weber más que un
tradicional y carismâtico. ejemplo de este proceso general de concen-
13] La burocracia coma modelo histOrico. traciOn. El segundo efecto de Ia b. moderna
Weber no se limita a vnunciar de manera esta- es Ia nivelaciOn de las diferencias sciaIcs quc
tica las caracteristicas dcl tipo de dominio resulta del ejercicio de Ia autoridad confor-
legal-burocraltico sino que construye con eltas me a relas abstractas e iguales para todos
Un modelo dinámico. Este modelo especifica y de Ia exclusiOn de consideraciones perso-
cOmo casos empiricamente semejantes, que nalistas en el reclutamiento de los funciona-
entrun dentro del tipo ideal de b., funcionan rios. Esta tendencia niveladora estâ ligada a
baja determinadas condiciones y explicitan un importante cambio en ci sistema escolar.
una gama de variaciones que inctuyen las ten- Mientras que ci ideal educativo de una admi-
dencias hacia utia mayor estabilidad a hacia nistración compuesta de notables es Ia del
Ia translormaciOn a declinaciOn. "hombre culto" formadri con estudios de tipo
168 BUROCRACIA

clásico, el ideal educativo de Ia b. es ci "exper- tas, Weber sostiene que ci estado moderno,
to" formado por media de un entrenamiento independientemente de su regimen politico,
técnico-cientifico y cuya competencia esta no puede prescindir de Ia b.: Ia Onica alter-
certificada por Ia superación de los exáme- nativa que tienc en Ia administracion pObii-
nes especializados. CU CS ci diletantismo. Esto tiene considerables
En tercer lugar. finalmente. Weber consi- implicaciones para ci ejerciciO del poder. En
dera los conflictos potenciales inherentes a un sistema de dominio Iegal-burocrático no
un sistema de dominio legal-burocratico. Ic basta al Iidcr con derrotar a los demOs lide-
Estos conciernen tanto al principio de legiti- res en Ia contienda electoral sino que debe
midad como a Ia relaciOn entre ci aparato también supervisar Ia actuaciOn de Ia b. en
ci que detenta ci poder. El principio de legi- cuvas manos estO ci ejcrcicio cotidiano de Ia
timidad de un sistema de autoridad legal con- autoridad. El control de lab. ha vuelto parti-
tiene una tension interna entre justicia for- cularmente dificil ci hecho de quc ei que
mal y justicia sustancial que, en el nivel de detenta ci poder se encuentra en Ia posición
Ia estructura social, se concreta en Ia relación de un diletante en comparación con ci funcio-
compleja entre b. v democrucia de masa. Par nario que puede explotar Ia propia competen-
lo que respecta a Ia igualdad de los ciudadu- cia técnica y aprovechar ci secreto de oficio
nos ante Ia 1ev v al reclutamicnto del cuerpo para rechazar las inspeccionesv los contro-
burocrático con criterios universalistas en les. Previendo Ia posibie, aunque ilegitima.
lugar de utilizar para ello los de adscripciOn. expansion del poder burocrOtico, Weber sos-
existe una afinidad entre b. y valores demo- tuvo que Ia b. sigue siendo compatible con un
cráticos. En este sentido. Weber sostiene que sistcma de autonidad legal solo cuando Ia for-
Ia b. es un inevitable Fenómeno colateral de mulación de las Ieyes y Ia supervision de su
Ia democracia de masa. Sin embargo, estos aplicaciOn siguen siendo prerrogativas reales
criterios de igualdad formal pueden produ- de los politicos: si ci aparato burocrOtico
cir resultados ambiguos desde ci punto de vis- logra usurpar el proceso politico y iegislati-
ta de Ia igualdad sustancial. En efecto, Ia Va, se debera hablar de un proceso de buro-
selección de funcionarios par mcdio de en- cratización que ha rcbasado los Ilinites del
terios objetivos puede hacer que surja una sistema de dominio legal y ha transformado
casta privilegiada con bases meritocráticas; Ia estructura. (Weber, 1918.)
por otro lado, Ia igualdad de todo ciudadano Para Weber, las caracteristicas tipicas del
ante Ia icy entrana Ia irrelevancia de criterios lider politico son diametraimente opuestas a
sustanciales de equidad. Es posible, por Ia las del burOcrata. stc es responsabie solo de
tanto, que las fuerzas sociales que se inspi- Ia eficaz ejecuciOn de las Ordenes y debe
ran en los ideales democráticos requieran Ia subordinar sus opiniones politicas a su sen-
ampliacion dcl acceso a los oficios, Ilegando tido dcl deber de oficio; aquei Cs un hombre
• proponcr que se siga el método electivo, auii de partido que lucha par ci poder, que debe
• expensas dci requisito de Ia preparación manifestar capacidades creativas v asumir
especializada, y Ia introducciOn de criterios responsabilidades personales par iniciativa
sustanciales en Ia administraciOn de Ia justi- politica propia. En ci fonda, en una democra-
cia. A su vez, estas exigencias tienden a 5cr cia de masa, el control dcl IIder polItico sabre
rechazadas par Ia b. que, por motivo mate- Ia b. estatal vde pantido se hace posibie pnin-
riales e ideales, está ligada a los estindares cipaimenic gracius a su capacidad "canismO-
de la justicia formal. tica" de obtener un esito electoral en condi-
SegOn Weber, Ia tens ion entre just icia for- ciones de sufra'zio universal. Pero aun esta
mal y sustancial es un dilema que no puede tendenciu, si sc Ileva al extremo, puede tenen
eliminarse en un sistema de dominio legal: coma resultado una modificaciOn dcl sistema
cuando se modifica este dificil equilibria, en de dominio legal burocratico: ci carisma dcl
un sentido a en otro, ci sistema de dominio iidcr puede transformar una democrucia pie-
legal se ye sometido a transformaciones. biscitania en un regimen cesarista y, en Oh-
El segundo conflicto se refiere a In relaciOn ma instancia, totalitario.
entre liderazgo politico y aparato administra- Concluvendo: Lis tensiones v ci potencial
tivo. En polemica con socialistas y anarquis- conflictivo en los dos nivdes de Ia iegitimi-
BUROCRACIA 169

dad y dcl aparato hacen que el equilibrio del Ia totalidad de los altos funcionarios provie-
sistema legal burocrático sea intrinsecamente ne de familias de Ia clase media superior. Esta
inestable v esté expuesto a tendencias cans- homogeneidad social de las elites administra-
máticas Y neopatrimoniales. Livas, reforzada por los vinculos culturales y
C] Teorlas seczilares de la burocracia. La de amistad personal producidos por las ins-
existencia de precondiciones historicas que tituciones especial izadas en Ia preparación de
pueden ser satisfechas o no v Ia combina- los funcionarios como las Grandes Ecoles en
don de los conflictos y de las tensioncs a las Francia (Suleiman, 1974) 0 algunas universi-
que nos hemos referido hacen que ci proceso dades privadas en los pulses anglosajones,
de burocrati-,aciOn no sea ni unilineal ni irre- tienden a reforzar Ia conciencia de grupo de
versible: "Se debe observar siempre en qué di- los altos funcionarios. A este propOsito, Ia cia-
recciOn especIfica avanza Ia burocratización ye variable purece estar constituida por Ia
en cada caso histórko particular' (Weber, estructura del sistema escolar: en los lugares
1922). Estas explicaciones histOricas especifi- en que es abierto .' tiende a modificar el sis-
cas, a las que por su amplio akance se les ha tema preexistente de estratificación es posi-
dada ci nombre de "teonias seculares" (Roth, ble encontrar una cierta movilidad social en
1970) y que iogicamente parten del modelo es- el vCrtice del personal administrativo (éste
bozado anteriormente, son numerosas en Ia parece ser ci caso de los palses escandinavos);
obra de Weber: se refieren. por ejemplo. a Ia b. de otro modo este puede convertirse en un
patrimonial china, al surgimiento V Ia conso- grupo cerrado que se uutorreproduce. El sis-
lidaciOn del apal-ato burocrático estatal en tema escolar tiene tambiCn un cierto influjo
Ia Europa continental, al distinto desarrollo en las dimensiones del aparato burocrático:
de Ia administracion estatal en Inglaterra. en efecto. cuando Ia afiuencia de diplomados
Lu exposiciOn v valoraciOn dc estos análisis y titulados al mercado de trabajo es superior
sobrepasa los lirnites de esta voz. a Ia demanda de Ia economla, Ia administra-
cion estatal se convierte en Ia salida rnás fre-
M. ALGL SOS PROBI.EMAS I)E LS 13('RO( RACIAS PUBLICAS cuente de este excedente intelectual. Coma se
MODERNAS. El estudia weberiano de Ia b.. a ha sostenido a propósito de Italia (Svlos-
pesar de haber sido elaborado hace más de Labini, 1976) v de ott-os paises, esto provoca
sesenta años v estar ligado, por consiguien- una "patologica" expansion de Ia b, especial-
te, en ciertos aspectos, a Ia situaciOn politica mente en los niveles medio-bajos.
de los primeros unos del siglo, ha registrado Aunque metodologicamente no sea correc-
algunos problemas cruciales que después han to inferir conclusiones automáticas relativas
sido objeto de numerosos análisis. En ci cam- a Ia acción de los funcionarios partiendo de
P0 de Ia b. pubiica, los temas abordados con su origen social, sin embargo esto tiene impli-
mas frecuencia por Ia literatura recicntc se caciones significativas respecto del control
refieren a Ia composiciOn social de Ia b., a las politico de Ia b. Por ejemplo, se ha sostenido
causus que influyen en Ia naturaleza y Ia que ci buen funcionamiento del sistema admi-
extensiOn de su poder, a sus relaciones con nistrativo británico se deriva del hecho de que
los grupos de interés v, finalmente, a su efi- miembros del gobierno v altos funcionarios
cacia administrativa. provienen de Ia misma clase social y tienen,
Ya hemos senalado que los criterios men- por lo tanto, opiniones semejantes acerca de
tocráticos de reclutamiento tienen Ia yenta- importantes problemas politicos (Kingsley,
ja de cxcluir cualidades adscriptivas e inte- 1944). Sin embargo, más que Ia clase de on-
reses politicos del proceso de selección del gen de los funcionarios, hay otras dos varia-
peron1 administrativo. Sin embargo, tienen bles quc parecen influir en ci grado de auto-
también Ia desventaja de reflejar Ia desigual nomia respecto dcl control politico de los apa-
distribucion social de las °r jrtunidades favo- ratos udministrativos modernos. La pnimera
reciendo a los grupos social v culturalmente se ref iere a Ia medida en que un codigo de eti-
mas aventajados. Diversos estudios sobre Ia ca profesional que destaque Ia neutralidad
composicion social de Ia b. en los paises politica de Ia b. sea efectivamente a.imiludo
andosajones v en lit Europa continental han por los luncionarios; Ia segunda se iefiei e al
Ilegado a Ia conclusiOn unanime de que casi grado de legitimidad v estabilidad dcl siste-
170 BUROCRACIA

ma politico. En los luares en que el codigo lado Selznick (1949. Ia tendencia de las
de ética ha sido aceptado genuinamente por estructuras administrutivas a asegurarse el
Is b. y es alta Is esLabilidad del orden politi- consenso y Ia cuoperaciOn de los grupos socia-
co, el control del aparato administrativo no les más fuertes en las propias areas de ape-
presenta problemas particulares; en caso con- raciOn, corre el riesgo de una radical aunque
trario, Ia b. tiende a extender su poder y a latente transformación de los fines programá-
imponerse como un cuerpo independiente ticos para los que se habian creado original-
frente a Ia autoridad poll tica. Los casos de mente estas estructuras.
Inglaterra y de Francia ilustran estas dos El análisis de las relaciones entre b. y gru-
posiciones opuestas. En Inglaterra, Ia neutra- pos de interés ha Ilevado tambien a muchos
lidad politica del civil service v el fuerte gra- investigadores ha reformular el problema de
do de legitimidad del sistema politico ha Ia eficiencia administrativa. Esta ya no con-
garantizado las buenas relaciones entre Is b. siste en Ia aplicaciOn rigida e imparcial de las
ci gobierno, aun, contra lo que suponian órdenes por parte del burOcrata sino en su
algunos, con Ia Ilegada al poder del partido receptividad de los fines sociales y politicos
laborista en Ia inmediata posguerra. En cam- del sistema; en un regimen politico pluralis-
bio en Francia Is insistencia subre Ia lealtad Lu, esto implica una mayor ductilidad de Ia
de Ia b. hacia ci partido en ci gobierno alentó acciOn administrativa y una más amplia dis-
Ia formación de claras actitudes politicas ponibilidad de Ia b. a Ia contrataciOn y al corn-
entre los altos funcionarios v Ia tradición promiso con los diversos grupos sociales.
establecida por ci regimen los ilevó a asumir Implicita o explicitamente —afirmaciones de
un papel politico independiente. La consi- este tipo suenan como criticas para Ia clara
guiente desconfianza del poder politico fran- distinciOn weberiana cntre polItica y adminis-
cés en Ia neutralidad de Ia b. se ilustra muv traciOn— se sostiene, en cfecto, que mientras
bien con Is institución, existente tambien en esta distinciOn tenia sentido en una estructu-
otros paises con tradiciones politicas pareci- ra social v que Is actividad politica era una
das, del cabinet ministeriel, a sea de un cuer- prerrogativa de un restringido circulo de
p0 de tipo "patrimonial" formado por estre- notables, resulta menus ilustrativa en el esta-
chos colaboradores personales del ministru do contemporáneo, en el que Ia proliferación
que actüa como intermediario entre éste '' los paralela de las funciones administrativas y de
funcionarios de carrera y controia Is lid apli- los grupos de interCs ha desplazado Ia sede
cación de las directivas politicas. de numerosas decisiones politicas cada vez
Unido al problema dci control politico está mãs lejos del gobierno prupiumente dicho.
ci de las relaciones entre Ia b. y los grupos
de inheres (v. grupos de preston). El incremen- IV EL MODELO BIROCRATICO Y EL ANALISIS DE LAS
to de Ia intervención del estado en Ia "socie- ORGANILAcI0NES Si Ia conccptuaciOn weberia-
dad civil" ha impiicado una descentralización na de Ia b. sigue siendo. de una manera u otra,
administrativa junto con una delegacion de muy ütil cuando se aplica, en una perspecti-
actividades propiamente politicas a los admi- va histOrico-comparada, a sistemas politicos
nistradores. Estos ultimos. por utra parte, de dimcnsiones considerables, so poder ana-
han experimentado Ia necesidad, con elfin de litico disminuye en el análisis microsocial de
adquirir Ia informaciOn necesaria, de estable- las organizaciones. Dc hecho, cierto nümeru
cer reiaciones de cooperación y de legitimar de trabajos teOricamente orientados en una
Is propia acción, de cuinunicar c interactuar persptctiva funcionalista v metcdologicamen-
más con los grupos relevantes de interés que te fincados en ci estudio del caso Ic han hecho
poco a poco han ido aumentando en nümero severas criticas ft., par ejemplo. Blau. 1957;
como resultado de Is expansion del proceso Crozier, 1963; Guuldncr, 1954; Selznick, 1949;
de democratizaciOn v de Ia más eficaz orga- Stinchcombe, 19591. En sintesis, estas criti-
nizaciOn politica de los ciudadanas (Ehrmann, cas pueden reducirse a dos pun Los fundamen-
1961: Bendix. 1968). A Ia larga, sin embar2o, tale'.. El primero es que el análisis seheria-
estas relaciones pueden dar origen a fenome- no no of rece una descripción empiricamente
nos de tipo clkntclar qut cvitan ci control dcl cuidadcisa de las estructulas organizativas.
poder poiitico central. Ademãs coma ha seña- Sabre todo, los elementos dcl tipo ideal se
BUROCRAC1, 171

sitüan en diversos niveles de generalidad: politico que era, estuviera perfectamente al


algunos, como el uso de personal especiali- corriente de los procesus informales que
zado, los pagus en ckctivo y Li deliniciOn con- intervenian en las organizaciones, no se preo-
tractural de las tareas, son propios dcl gem i s cupO par estudiar sistemáticamente este pro-
de las administraciones racionales; otros, blema en cuanto que no estaba interesado en
como el sistema jeràrquico, Ia presencia de construir una teoria general de los fenome-
un amplio cuerpo administrativo y Ia conti- nos organizativos. El debate cientufico sobre
nuidad de operaciones caracterizan Ia espe- el concepto weberiano de b. es, pues, un resul-
cie de las adrninistracioncs propiamente tado menus fecundo de lo que se hubiera podi-
burocriticas en cuanto opuesta a Ia de las do esperar.
administraciones profesionales. Esta confu- En estos ültimos unos, sin embargo, el
sión entre b. y profesionalismo existe tambien divorcio entre ci análisis macrosocial de La b.
dentro del concepto weberiano de autoridad y Ia teoria de las organizaciones está resul-
que se basa al mismo tiempo en Ia jerarquIa tando menos claro con ventaja reciproca de
(b.) yen Ia competencia (profesionalismo). El las dos orientaciones de estudio. Esto se des-
segundo grupo de criticas dirigidus a Weber prende de dos nuevas tendencias de Ia socio-
sostiene que su tipo ideal es una mezcla mdc- logia de Ia organ izaciOn (Cf. Perrow. 1972). La
bida de un esquema conceptual —las carac- primera consiste en volver a prestar atenciOn,
teristicas quc definen Ia b.— v de una serk despues de un cierto periodo de desinterés,
de hipOtesis —Ia atirmación de que Ia b. maxi- a las estructuras furmales v a las normas
miza Ia eficiencia or2anizativa. Por el lado organizativas como elenlentos que delimitan
contrariu a esta afirmaciOn se ha sostenido Ia arena en Ia que se libra Ia lucha par el
que Ia adhesion de los funcionarios a las nor- poder de los grupos internos de Ia organiza-
mas burocráticas be transforma fácilmente en ción: esta perspectiva presenta afinidades
ritualismo; que Ia jerarquia. Ia especialización sustanciales con ci análisis weheriano de los
y Ia centralizacion tienden a distorsionar Ia contlictos que ocurren dentro del sistema
informaciOn y por lo tanto a hacer más diii- legal-burocratico. La segunda tendencia con-
cilia correcta toma de decisiones (Wiienskv, siste en conceptualizar Ia relaciôn entre orga-
1967); que Ia determinacion unilateral de Ia nización v ambiente, que ya no prevalece des-
conducta administrativa por parte de los de ci punto de vista de Ia organización, des-
superiores limita Ia capacidad de iniciativa tacando, en una visiOn funcionalista, los
de los demás miembros de Ia ortanización; mecanismos de sobrevivencia v de adapta-
que ci modelo weberiano es demasiado meca- cion, sino tambien, v sobre todo, desde eI pun-
flicbta para ser eficiente en situaciones que to de vista de las consecuencias de Ia acción
requieren una alta capacidad de ductilidad y organizativa de Ia sociedad. También esta
de adaptacion; que, finalmcnte, Weber no ha orientución porece estar en consonancia con
tornado en cuenta los aspectos informales de ci interés weberiano por Los efectos cultura-
las organizaciones y que, por lo tanto, no ha les v sociales de los aparatos de dominio.
sabido prever las disfunciones burocrãticas.
En realidad, estos argumentos parecen mâs BIBLIOGItAFIA.M. Albrow, La burocrazia (1970),
ütiies por todo lo que nos enseñan sobre el Bolonia, II Mulino. 1973; R. Bendix. Bureaucrac'.',
comportamiento organizutivo que como ana- en Encyclopedia of social sciences. Nueva York,
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tienden a reificar ci tipo ideal de b., a pesar cracia en la sociedad mode ma 0957). Buenos
de las repetidas advertencias metodoiogicas Aires, PaidOs. 2a. ed.; M. Crozier. El fenomeno
dc Weber a este propOito. En segundo lugar. burocrdzico (1963), Bueno'. Aires, Amorrortu,
Ic atribuven al sociologo aiemãn una posición 1969; H. Ehrmann, Les groups d'iutërèi el Ia
de caracter normativo quc no tenia. olvidan- bureazgt-ratje dans les democraties occidenra it's.
do, en gran pane. que su atirmaciOn relativa en Revive Frazçais' de Science Politique. XI, sep-
a Ia supenioridad tecnica de Ia b. Sc referLi tiembrc de 1961: A. Gouldncr, Modeili di bury-
a los aparatos tradicionales v carismáticos. crazia a:iendale (1954). MiLin, Etas Libri, 1970:
En tercer lugar, dcscuidan ci hcho dc quc, J.D. Kingskv. R'prcscuaiivc burL'aucrucv.
por mas que Weber. como agudo obsen ador ellu Spnin's. Antioch, 1944; C. Perro. Ana-
172 BUROCRATIZACION

lisis de Ia orga;zizacion: enfoque soeu,logico A pesar de que ci fenómeno de Ia h. se con-


(1972), Mexico CECSA, 1972; G. Roth. ía prospet- sidera como un mal tipicamente moderno,
tiva slorico-conlparara in Max Webcr. en Rasseg- debido a las crecientes tendencias en esta
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Pianificazione regionale e parlecipazione demo- ráneas, podemos considerarlo, sin embargo,
cratica (1949), Milan. Angeli, 1974; A. Stinchcom- como un problema que ha existido siempre.
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sociali, Ban. Laterza, 1974; M. Weber, Parlainen- poder de Ia burocracia fue limitado durante
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1982; M. Weber, Economia v sociedad (1922, dinado a las clases dominantes. A pesar de
19641, Mexico, Fondo de Cultura Económica, que en los estados capitalistas el proceso de
1964. 2 vols.; H.L. Wilensky. Organizational intel- b. ha ido aumentando, nose debe pensar, sin
ligence. Nueva York, Basic Books, 1967. embargo, en una vinculaciOn mecánica entre
el desarrollo capitalista y el aumento del peso
[PIER PAOL() GIGLIOLI] de Ia burocracia: los ejemplos de Ia Inglate-
rra y Ia Alemania del siglo pasado lo demues-
tran ampliamente. Es más, Si SC considera el
caso de Ia Rusia prerrevolucionania se obser-
burocratlzaclón va que el subdesarrollo de los elementos feu-
dales y de los capitalistas habia robustecido
I. LA IICROCRATIZACION COMO FENOMENO HISTORICO extremadamente el poder burocrático. Con Ia
GLOBAL Y Los ORIGENES DE Sc DESARROLLO. El ter- derrota del capitalismo, este poder en lugar
mino indica una degeneracion de Ia estruc- de disminuir mãs bien aumentO, reforzándo-
tura v de las funciones de los aparatos buro- se, como un reflejo de Ia transición entre dos
cráticos, degeneracion que, segün algunos sistemas socioeconómicos diversos y como
autores, habia sido identificada en Ia formu- consecuencia de Ia postracion fisica v politi-
laciOn conceptual dcl fenómeno burocrático ca de todas las clases sociales en lucha.
realizada por Weber (v. burocracia). Si man- En el momento actual comprobamos que ci
tenemos firmes como caracteristicas distin- dominio de Ia burocracia se ha extendido a
tivas de una burocracia tipico-ideal Ia racio- todas las formaciones sociales y a todos los
nalidad, Ia centralización de Ia autoridad y sistemas politicos: los estados capitalistas
Ia impersonalidad de los mandatos (0 sea, In desarrollados, aun aquellos que habian expe-
adherencia a normas precisas v reglamentos), nimentado una b. muv limitada (como Esta-
podemos decir que Ia b. entrafla el adveni- dos Unidos e Inelaterra), han sufrido un pesa-
miento de elementos de no racionalidad, de do proceso involutivo, sobre todo con el pre-
fraccionamiento de Ia autonidad y de "desper- dominio del capitalismo monopolista; en los
sonalización" de los mandatos. B. significa palses subdesarroliados, en que Ia burguesia
proliferacion de organismos sin vinculación es numCricamente débil y tiene un escaso
con las exigenciasgeneraIes de funcionalidad, peso social, Ia burocracia asume dimensiones
acentuación de los aspectos formales y de considerables y constituye Ia base de Ia con-
manera de proceder en detrimento de los solidacion de Ia burguesla naclonal (v.). Tam-
aspeCtOS sustanciales con Ia consecuente len- bién en este caso el estrato burocrãtico sine
titud de las actividadesv Ia reduccion de las a los intereses de Ia clase dominante v pro-
tareas cumplidas. Ia supervivencia v Ia elefan- rnueve el desarrollo del capitalismo a cuyo
tiasis de oranismos que no responden Va a destino está ligada su misma existencia.
una funciUn ci ectiva v, en definitiva, el triunfo Finalmente, el proceso de b. ha invadido
dc Ia nrganizacion —Ia burociacia— sobre tambien el movimiento obrero, sus organiza-
sus fines. clones (partidos, sindicatos, etc.) v los mi.smos
BUROCRATIZACIOX 173

estados que ha construido ci proletariado en Luxemhurg a quien Ic iocö encontrarse por


defensa de vus intereses. En ci origen de este primera vcz con un proceso de b. venccdor: ci
fenOmeno Sc encuentra el problema del apa- del sindicato y de Ia socialdemocrucia
raw y de los funcionarios que to componen. alemana.
Tanto el uno como los otros son indispensa- En su anáIisis, Luxemburg coiige los dc-
bles, aunque Ia actitud de estos ültimos mentos esenciales de una teoria de Ia dege-
resiente inevitablemente ci influjo dcl neraciOn reformista del movimiento obrero.
ambiente social en que se encuentran traba- La revoiucionaria poiaca formulO una tcarla
jando: se crea, de este modo. Ia tendencia a del oportunismo fundada en Ia contradicciOn
considerar Ia actividad desarrollada y Ia orga- dialéctica entre luchas parciales y meta final.
nización misma no vu como medios para inherente a todo partido socialista en Ia socie-
alcanzar un objetivo sino como fines indepen- dad burguesa. Presentó los conceptos de con-
dientes. Una actitud de este género no puede servadurismo de uparato y de fetichismo de
evidcntemente ser destruida por ei desco de Ia organización, llevando estos aspectos al
mantener los privilegios obtenidos; más bien, terreno histOrico del que habian salido: ci
esta voluntad genera Ia tendencia por parte periodo de crecimicnto pacifico del capitalis-
de los funcionarios de las organizacioncs mo curopeo a fines del siglo xix. Luxemhurg
obreras a integrarse cada vez más orgánica- subruvO Ia peligrosa uniOn entre estos aspec-
mente en Ia sociedad existente y a considerar tos y Ia b. dcl movimiento obrero que acen-
su nuevo estatus social como perfectamente tüa Ia separación entre dirigentes y masas,
natural. Esto hacc que ci proceso de b.. tan- haciendo a los primeros autOnomos de las
to desde ci punto de vista de Ia organizaciOn segundas.
como desdc ci punto dc vista psicoiogico. se En cuanto a Lenin, para explicar Ia evolu-
arraigue cada vex más. anulando 0 neutrali- cion oportunista v burocrOtica de Ia social-
zando los tines v los entendimientos iniciales. democracia, se basO en un análisis de Engels
Robert Micheis se habia dado cuenta de sobre Ia integración de Ia clase obrera ingie-
estas tendcncias, pero no habia Ilegado a La sa, considerada como fruto de Ia prosperidud
conclusion de que a Ia b. no se Ic oponen obs- económica del Reino Unido, extendiéndola a
tacuios; análogamente, en época más recien- todos los paises capitaiistas avanzados: en
tc. B. Rizzi sostuvo que Ia tendencia a Ia b. ellos, afirmaba Lenin, Ia expansion imperia-
cs incontenibic. Los autores marxistas, en lista sustituve al monopoiio industrial como
camhio. Sc han esforzado, aparte de analizar fuente de plusganancias v de acumuiaciOn de
ci ienómeno, por buscar los medios con que riquczas. Estas plusganuncias confieren a Ia
combatir esto, rechazando Ia conccpción fata- burguesia los medios para integrar politica-
usia segün Ia cuai es inevitable una degene- mente aI proletariado, mediante una serie de
raciOn completa. concesiones económicas adecuudameiite dosi-
ficadas. Estas concesiones tienen ci propOsi-
II. l.A BtROCRATIZACIOX OH. MOVIMIEXTO OBREI(() ES to dc satisfacer sectores suficientemente
EL PESSAMIEXTO 1* LOS TEOKICOS MARXISTAS. A grandes dc Ia clase, con elfin de paralizar al
fines del siglo pasado. Kuutskv ponia at fin movimiento obrero, aunque siguiendo su
de su libro Los origenes del crisrianisnzo una compatibilidad perfccta con Ia expansion del
pregunta inquietante: Zno habrá aventurado sistema. Segun Lenin, ci crecimiento pacifi-
ci movimicnto obrero caer en un proceso de co del movimiento obrero en las condiciones
b. analogo al sufrido par Ia igicsia catoiica de Ia expansiOn imperialista genera una buro-
después de su ascenso at podcr? La respues- cracia obrera conservudor.i. Esta burocracia,
La de Kautskv era que ci paralelo seria correc- quc constituve ci nücleo del aparato perma-
to si Ia clasc obrera hubicra liegado at poder nente dcl partido socialista v del movimien-
en una fuse dc caida de las fuerzas producti- to sindical. es, en si misma, desde ci punto de
vas, como sucedió con Ia iglesia catolica. Peru, risti social, una fracción de Ia aristocracia
pueslo quc se afirmaba comunmenic que La obrera. En otros termhios. Ia burocracia obre-
rev olucion socialistu habria dc triunfar en ra es ci portavoz politico de Ia aristocracia
pulse'. capit.iistas Lk's.Ir ruliad(,'..e! pdiro ohi CIa. v node Ia gran masa dcl proletariado.
dc h. no habia ik concretarse. Fue a R.
174 BUROCRATIZACION

Ill LAS RAICLS LW LA BUROCRA IIZA( ION EN LOS ESTA tema de producción socialista necesita, paru
D(JSOBRF.KOS En el periodo histórico actual, Ia su plena realizaciOn, un gran desarrollo de las
manifestacion mãs mucroscópica v, en I uerzas productivas: sOlo gracias a Ia abun-
muchos aspectos, max desconcertante de las dancia será posible, en realidad, eliminar las
tendencias a Ia b. está dada indudahiemente diferenciaciones v las desigualdades que sir-
por la invoiucion sutrida por los estados yen de base a lax tendencias a lab. El mismo
colectivistas. Si los factorex que han favore- nivel de desarrollo alcanzado actualmente por
cido ci poder de Ia burocracia están ligados las Iuerzas productivas en los paises capita-
at sistema capitalista, una revolución soda- listas más avanzados es insuficiente para per-
lista, por los objetivos que Se propone, habria mitir Ia superaciOn inmediata de toda dispu-
dehido derribur ci dominio burocratico v sus- ridad social; con mayor razOn, pues, podemos
tituir Ia administracion de las cosas por el darnos cuenta de los obstáculos relativos a
gobierno de las personas. La extinción del este problema encontrados por los paises que
estado. Ia ubolición de In economia moneta• hasta ahora han eliminado ci capitalismo; pal-
na, del mercado, la elininación del ejército ses que, como sabemos, tienen todos una base
de profesiOn v Ia supresion de un estratu de económica escasamente desarrollada.
luncionarios dedicado exciusivamente a Además. contrariamente a lo quc sostenian
tareas administrativas, habria eliminado para los clásicos del marxismo, Ia primera revo-
simpre Ia burocracia. luciOn socialista quedo aislada par largo tiem-
Los análisis de Marx, Engels y Lenin al res- po, sin que haya sido seguida, en ci corto pla-
pecto son numerosos y no pueden someterse zo, par perturbaciones victoriosas en otros
a Ia acusación de haher prestado escasa aten- pulses, y esto ha impcdido que las luchas
ción al problema. Sin embargo, en el primer suciales se mitiguen; es max, Ia amenaza de
pais en que se ha eliminado ci capitalismo no intervenciones militares externas ha hecho
sok, no xc ha cumplido nada de Jo que xc hahia que una pane importante del ingreso nacio-
previsto sino que hasta ci estado se ha refor- nal se haya destinado (tanto en Ia URSS como
Lado enormemenle'. Ia burocracia ha adqu- en los demis estados de economia colectivis-
rido un poder absoluto. Para un conocimien- La) a los armamentos y al mantenimiento de
to adecuado del fenómeno es necesario iden- un ejército permanente. que constituye un
tilicar los factores que han hecho posible este importante factor de bunocratización.
proceso involutivo ' evidenciar las caracte- En ci caso de Ia UniOn Soviética han teni-
risticas que distinguen Ia burocracia de los do un papel fundamental muchos otros fac-
estados colectivistas de Ia de los otros siste- tones, tanto subjetivos coma objetivos. Un dc-
max socieconón,icos. En relación con este menLo decisivo fue, sin lugar a dudas, Ia cre-
punto xc debe senalar que Ia burocracia en ciente pasividad politica del proletaniado,
los estados colectivistas, aunque depende de dehida a diversas nazones histOricas: par un
lax nuevas bases económico-sociaies de Ia lado, Ia guerra civil destruyo fisicamente gran
sociedad, distorsiona e impide el desarrollo parte de Ia vanguardia revolucionaria, por ci
de las fuenzas productivas, y además, a dife- otro, lax condiciones de pobreza extrema en
rencia de Ia que sucede en los pulses capita- que xc encontrO ci pueblo ruso hicieron que
listas, ha ulcanzado una autonomia tal que Ia se preocupase, ante todo v casi de manera
libera del control de Ia clase que ha hecho Ia exclusiva. por resolver los problemas dc cada
revolucion, es decir del proletaniado. dia. Además, Ia revoluciOn en los otros pal-
Por Jo que respecta a lox factores de b. que ses xc encaminaba a Ia derrota, v eslo cneaba
son inevitables en Ia fase de transición, debe- desaliento v desilusiOn.
mos recordar lax superrivencias capitalistas La interacciOn de todos estos factores v las
v ci insuticiente nivel de desariollo de las luchas de I r4cciones internas dentrodel par-
fuerzas productivas: al dia siguiente de Ia Vic- tido buichevique explican cOma el proceso
toria de Ia revolución socialista, ci nuevo degenenativo no encont rO graves obstáculos:
modo de produccion xc encuentra irente al ci aparato del partido se habia integmado
sistema de distribucion que sigue siendo bur- .iempre con el del estado (cuva buroracia xc
gué. Con base en Ia cioctrina inarxista esto habia, por otra parte, reforzado considerable-
xc aplica por Ia consideraciOn de que ci xis- mente) hasta identificarse ampliamerite con
BUROCRATIZACION 175

éi, con Ia consecuencia de que In lucha en con- dad. que encontramos en Ia UniOn Soviética,
trade Ia revoiución que estaba sul riendo ib de conciliar las exigencias de Ia planilicaciOn
en contra de sus mismos intereses. v del desarrolio econOmico óptimo con los
intereses niateniales especificos de In huro-
IV. LAS CONSECUENCIAS DL LA BUROCRATIZA(ION iLA cracia. Ademãs, cosa desconocida hasta hay,
BUROCRACIA COMO CASTA 0 COMa CLASE S0CIAL En In nos encontraremos en presencia de una cia-
perspectiva aqui adoptada, ci análisis de Milo- Sc dominante que carece de Ia capacidad de
van Djilas sabre In formación en ci interior reproducirse mediante ci funcionamiento del
de los estados obreros de una verdadera cia- sistema socio-econonuco tal COO SC presen-
se nueva' de funcionarios de partido debe ta. En los estados colectivistas, en efecto, las
corregirse en ci sentido dcl surgimiento de psiciones de puderv de privilegin están liga-
una "casta" que como tal no tiene In propie- das esencialmente a funciones particulares v
dad de los mcdios de producciOn. Por lo tan- dependen de decisiones politicas. no de una
to. Ia sustituciOn de este esirato social a su funciOn e-specIfica del proceso social de pro-
trastocamiento serán consecuencia de una ducciOn. Sin duda existen clementos que
rcvolución pohieu v no social. impulsan ci surgimiento potencial de una cia-
No se trata evidentcmentc de una cuestion Se dominante. pero par un ludo boy son sOlo
terminolOgica, sino de un prohiema politico tendencias ique para lograr un salto de call-
sustancial. La rcvoluciOn antiburocrática tie- dad deberian chocar crrn ohstáculos nada
ne definicion politica porque Ia estructura indiferentes); par ci otro, esta clase duminan-
econOmica permanece fundamentalmente te no senia una "nuca clase", sino Ia antigua
inmutable; en efecto. permanecerán tanto Ia clase capitalistu, basada en Ia propiedad pri-
supresiOn de Ia propiedad privada de los vada de los medios de producciOn.
medios de producciOn. Ia planificaciOn cen- La teori a de In burocracia coma nueia cia-
tralizada v ci rnonopoiio del comercio exte- Sc explotadora puede, par to taito. sostener-
nor coma In lorma especifica de ipropiaciOn se coherentemente sOlo si se sostiene que esos
del plus-producto social. Lo que si cambiania sectores de Ia ciasc obrera (Ia burocracia
radicalmente es ci funcionarnienro del siste- obrera v Ia aristocracia obrera) v de In inteli-
ma, no Ia estructura econOmica del propio sis- guentsia (Ia pequena burguesia y los funcio-
tema. Si se observa en cambio que In huro- nurios estatales de los grados más altos) eran
cracia sea una nueva "clase dominante", ésta potenctal;nenie una nueva clase dominante
senia expresiOn de un moda de produccion incluso ames de tomar ci poder. o sea antes
cuyo "trastocamiento" dejaria imacta Ia de In - revoluciOn". Obviamente, una hipOte-
estructura económica hásica. No sOlo eso: par sis de este tipo implica inevitablcmente una
primeru vez en Ia historia tendremos una modilicaciOn radical dcl anIisis histórico
"clase dominante" que no existia como ciase adoptado hasta ho', adcmás de Ia revisiOn
antes de Ilegar al poder. En realidad, investi- compieta de un modo de ver Ia histonia ente-
gadores que se remiten al marxismo, coma ra de estc siglo. Ciertamente que, en abstrac-
Sweez, observan que Ia "nueva clase explo- to. In "nueva clase" podria ser progresista
tadora" se desarrolla a partir de his condicio- ante Ia clase capitalista, o sea que podria
nes creadas por Ia propia revolución. Sin tener una reiación con In burguesia semejante
embargo, queda el hecho de que los trastor- a aquella que ésta tuva en un tiempo con Ia
flos sociales pueden modificar las relaciones anistocracia semifeudal durante Ia revoluciOn
de produccion pero no crearlas de Ia nada. hurguesa. Pero zcuides serian entonces ci
Además. Ia tesis de In burocracia coma clase papel. In función las tarcas de Ia clase obre-
dominante Ileva a topar con utras dos para- ra? Evidentemente, Ia propia idea de revolu-
dojas: asistiremoi. cosa que nunca habia suce- qOn socialista v de conquista del poder par
dido ames. a un comportamiento general v a parte de In clase obrera deberia ser rev isada
una persecuciun de intereses privados par par completo; deberia admitirse que ai capi-
parte de una clase dominante que contrasta talismo seguirá histOnicamente no ci socialis-
con las necesidades v In logica interna del sis- mo, osca una sociedad sin clases, sino una
tema socio-economico existente. sociedad tudavia dividida en clases, aunque
Esto queda demostrado por Ia imposibili- si progresist1 respccto del capitalismo. Las
l7e BUROCRATIZACION

revolucione., se realizan historicamente, si no ci autor, mac que gracias a Ia burocracia, Ia


hay no habria habido revoluciones proleta- cual imponia a las masas Ia coercion dcl ira-
rias, degeneradas o deformadas burocrática- baja para industrializar al pais. Dc tal modo.
mente, sino "revolucione.s burocráticas". En Ia burocracia es considerada cumo inevitable
otras palabras, todo esto significaria que una y par Iv tanlo pro,'rcsisra. Se vuelve reaccio-
sociedad poscapitalista, pero no socialista, naria solo cuando Ia necesidad de una indus-
tenth-ia Ia posibilidad de hacer completar a trialización intensiva" es sustituida por Ia
las fuerzas productivas un desarrollo prodi- posibilidad de Ia industriaiizaciOn "extensi-
gioso y, en ültimo análisis, de liberar a Ia Va". Par su iado, los marxistas ciásicos recha-
humanidad entera. zan esta explicaciOn objetivista, considerán-
Las implicaciones logicas, y dialecticas, de dola fatalista, v observon que ci ienOmeno
tal razonamiento son evidentes: si adoptamos debe explicarse con base en Ia diuléctica de
ci marco conceptual del marxismo ciásico, las los factores objetivos y sub jelivos, mostran-
ciases, inciuso las dominantes, son inevita- do Ia relativu autonomia de estos Oltimos. En
bles, por Ia menos para una parte de su exis- otros tCrminos, en ci case de Ia UniOn SoviC-
tencia historica. Esto es, son instrumentos tica, ohservan que una reacción politicamente
indispensabics de Ia organización social. Por correcta de Ia vanguardia del proietariado
Ia tanto, si se considera a Ia burocracia sovié- habria podido determinar una modificaciOn
tica como una clase dominante, progresista en ci marco tanto internacional coma nacio-
respecto de Ia burguesia, esto significa que nai de las fuerzus sociaIes y puliticas, que
ha desempeñado, por io menos temporaimen- habria evitado Ia toma dci poder par pane de
te, on papel indispensable y progresista en Ia Ia burocracia. Esta, nacida de una contra rre-
sociedad soviética. En otros terminus, ha sido volucion polz ticci victoriosa, semejunte a Ia del
"históricamente necesaria". En formas diver- termidor durante Ia revoiuciOn franccsa, ha
sas han ilegado a tales conciusiones teóricos ido afirmándose como estrato social autOno-
de orientaciones muv distintas entre si. A este mo. Sin embargo, esta autonomia esta limi-
respecto, tenemos los casos opuestos de M. tada por ci modo de producción del cual se
Schachtman y de J. Burnham, por un lade, v generO Ia burocracia y en ci cual se insiere.
de J. Kuron y K. Modzelewski, por ci otro; Par ella tiene interCs, par una parte, en man-
estos ültimos introdujeron, en su aná!isis, una tener ci sistema de producciOn que hace posi-
dii erencia cualitativa entre burocracia poli- bles sus privilegios v .su propia existencia, Y
tica central v tecnocracia, consideradas coma por Ia otra, para mantener su poder. Ia buro-
clases distintas; además, asignan a Ia buru- cracia debe impedir Ia poiitizución del pro-
cracia un tin de ciase, Ia producciôn par Ia letariado s' Ia expansiOn de Ia rcvoiuciOn
produccion", v tienden a analizar ci fenóme- internacionaI. Dc aqui Ia busqueda de un
no burocrutico desde una perspectiva sabre modus viveudi con ci sistema capitalista y Ia
todo nacional, dejando en segundo piano ci voluntad de mantener a toda Costa ci slafu
papel internacional de Ia burocracia. A pesar quo. Sin embargo, senia equivocado conside-
de ella, su definición de Ia burocracia coma rar ci comportamiento de Ia buracracia coma
clase está insertada en el marco de un anili- alga univoco, mecánica, determinado exciu-
sis marxista, v esto hace Ia diferencia con las sivamente par sus interescs de estrato social
estudiosos marxistas "ciásicos" más termino- privilegiado. Muchas tamas de posiciOn, de
iOgico, que sustanciaies. Algo semejante pue- hecho. be son dictadas par condiciones histO-
dc decirse dcl análisis terminado reciente- ricas ubjctivas; se-trata de comprender que,
mente par ci investigador aiemán democrá- a causa de su naturaleza social, estã obliga-
tico R. Bahro en su libro La alwrnariva. da a comportarse de manera contradictoria,
Hablando con Ia verdad, en CI Bahro rechuza hasta a pasar de un ext remo al otro. SOlo asi
Ia tesis de Ia "nueva ciase", peru afirma que cc comprenden las vueltas de Ia politica de
Ia toma dcl poder par parte de los boichevi- Stalin s' las de sus sucesores.
que en Rusia no podia Ilevar a ninguna otra
estructura social detcrminada si flU a Ia hay V EL IR(JCESO LiE BI kOCKATIZACIUS EN LAS .SOLILDA-
eistnt". En otras palabras. Ia acumulación DES DL IKANSILION ACTIALES. ALc.1NOS PKOBLEMAS
so.iaiista primitiva no podia reaiizarse, segun KIERTos. Dc Ia experiencia histOrka recien-
BC ROCRATIZACI(M. 177

te se saca lacilmente que los indicios antes scs que han ahatido al capitalismo; por to
.señalados no s'rn simples pcticiunes de prin- demás, estos pioccsos han asumido formas
cipio. sinu medidas concretas que dchcn scr divcrsas dc las que caracterizaron a Ia URSS.
aplicadas inev tahiernente si se qukre corn- Par ejcrnplo, los estados obreros dcl csti' dc
batir con elicacia Ia hurocratización. Europa surgieron a continuaciOn de Un lena-
Aparentemente, algunos acontecimientos mt-no dc usimilación cstructural, después dc
parecen contradecir los anAlisis de los teOri- que Ia presencia del ejército rojo, en el mar-
cos maristas sobre Ia h., peru en realidad co de los acuerdos de Yalta, hizo posiblc Ia
tales acontecimientos pueden comprendersc práctica destrucciOn de las antiguas clases
v explicarse con Ia metodologia de intcrpre- dominantes. En ausencia de grandes movi-
tacion rnarxista de Ia realidad histOrku v mientos de masa, los nuevos rcgImclles csta-
social. En otras palabras. par Ia experiencia ban destinados a sufrir dcsde ci iniciu una
se comprueba que Ia I aita de una democra- prolunda dcformaciOn burocrãtica, al preva-
cia socialista real es causa y efecto de Ia b., lecer de una dirccciOn inipuesta desde ci exte-
Y quc pucde ponerse rernedio a é.sta sOlo si rior y escasamente independiente de Ia URSS.
se introducen medidas coma las que se mdi- Yugoslavia y China representaron dos
can en ci partgrato preccdente. vuriantes signilicativas: en ambos paises Ia
Peru vcamos zihora ci lenomeno de Ia h. tal instauracion dc on estado obreru se logro por
coma lo analizo Trotski hace cuarenta años via revolucionaria. En Yugoslavia ci proceso
y cOmo sc manifiesta hoy, dentro de Ia reali- de b. ha sido el resuitado di, Ia combinación
dad actual de los estados obreros cuntempo- de eIcmentos analogos a los existentes en Ia
ráneus. En sus escritos de los años treinta ci URSS de los años veinte y de los condiciona-
revoiucionario ruso habla subrayado ci carac- mientos suf ridos par el grupo dirigente en el
ter histuricamente excepcional del IenOmena periodo stalinista y en los primeros años de
de degencracion hurocrática dcl estado obre- vida del nuevo estado. En China, a pesar de
ro sovietico y habia sacado a Iuz los factores Ia e.specificidad de las condiciones en que se
quc Ia habian determinado. Sc esforth en dci i- desarrollO ci proceso rcvolucionario y Ia
fir una tipologia de Ia sociedad de transiciOn amplia autonomia de éste, se produju igual-
burratizada, pero insistia en lit precaricdad merne, desde ci inicio, una delorrnaciOn buro-
de Ia dorninaciOn de Ia casta burocrática: al crática que tuvo como consecuencia Ia expro-
poco tiempo habria habido una restauraciOn piaciOn politica de las masas y Ia cristaliza-
del capitalismo a se habria restablecido Ia dOn de un estrato socialmente privilegiado.
democracia socialista mediante una revolu- Esto demuestra que no son accidentales las
ción politica de las masas obreras y campe- tendencias señaladas por los estudiosos mar-
sinas. xistas dcl fcnOmeno burocrático. Además,
A casi media siglo de distancia. comproba- como se ha scñalado, ci fcnOmeno Se ha gene-
mus que no sOlo Ia hurocracia ha podido man- ralizado; Ia explicaciOn es doble: par un lado,
tener su poder par un periodu mãs largo de los pztises en los que ci capitalismo ha sido
lo que Trotski pudo prever, sino que además abatidu, con Ia excepciOn parcial de Checos-
se han impuesto regimenes burocráticos en lovaquia y de Alemania dernocrãtica, partie-
una serie de paises. ron de condiciones de atraso analugas a las
En verdad, los problemas planteados por de Ia URSS (a quiz. más graves), con un peso
Trotski en sus escritus no contemplan un pro- especifico de Ia clase obrera muy limitado y
biema de "tiempo", sino las tcndcncias fun- un nivcl técnico-cultural del todo insuficien-
damentales de desarrollu del mundo cuntem- tc. Par ci otro, silos nuevos estados obreros
puráneo. Actualmente, ci probiema de las ten- no sc han encontrado aislados en un mundo
dencias de (undo de nuestro siglo son v siguen capitalista, sin embargo no ha habido ningu-
siendo aquéllas pianteados por ci autor hace na revoluciOn victoriosa en un pals industrial-
cuarenta anus, aunque las previsiones tempo- mente avanzado. Con ubjetividad, tal cosa ha
rales has an demustrada estar equiocadas. lugado en favor de Ia casta burocrática de Ia
Par lo demás, queda ci hecho ee que los pro- CRSS, que ha podido seguir ejerciendo su
cesos de b. SL han verilicado. anque en mcdi- daminia, aunque de mancrus diversas.
da cualitutivamente distinta, en todos los pai- Esto puede ayudar a comprender par qué,
I7 BUROCRATIZACION

en Ia propia Union Soviéiica, Ia burocracia no mente en Ia medida en que, par asi decirlo,
ha desaparecido a pesar de c 1 ue hayan decai- cc funcional a Ia normalizacion de un siste-
do los factores qtie estuvieron en ci origen de ma burocratizado.
Ia b. Quienes avanzaron Ia hipotesis de una Si todo csto cc Ia consecuencia de Ia falta
posible refot-ma o autorreforma dc Ia buro- de una democracia socialista real, fenOmcnos
cracii en un contexto politico, económico que estarlan presentes tamhien en una socie-
cultural nuevo, del interior del pals e inter- dad no burocratizada acumen, en ci marco de
nacional, han sido desmentidos por los un proceso involutivo, aspectos de extrema
hechos. En realidad, estos autures, incluido gravedad. Tomemos ci ejemplo del partido
Deutscher, tenian una concep..lón mecanicis- ünico. En un estado obrero existe, en gene-
ta del problema. Dc hecho suponian que ci ral. Ia exigencia de asegurar una unidad poll-
fenomeno burocrático podia superarse en vir- tica capaz dc contrarrestar las tendencias
tud de una logica intcrna de deterioro, ape- centrifugas inevitabks estimuladas par Ia
nas inierrumpida Ia aeciOn de los factores que existcncia dc residuos de Ia vieJa sociedad,
lo habian originado. Por ci contrario, cuan- por Ia persistencia, por todo un periodo, de
do una realidad se cristaliza, en todos los dos clases distintas (obrerus y campesinos)
niveles, en una %'asta escala y por todo un area de estratos sociales menores, par eventuales
de tiempo. adquiere una autonomia propia. presiones internacionales, par las propias
Por este motivo, es impensable quc un estra- contradicciones tipicus de una sociedad de
to social dominante, cambiado ci contexto en transiciOn. Esta unidad, en un proceso "nor-
ci que pudo imponerse. rcconozca que ya no mal", debe ser ci resuitado de una dialéctica
tiene una función historica (admitiendo que multiple y urticulada. de Ia que los órganos
Ia tuviera alguna vez) v cc retire en buen centrales de una democracia socialista insti-
orden. Su tendencia serA más bien Ia de defen- tucionali,ada son Ia culminación (mientras
der con todos los medios las propias posicio- que al partido de vanguardia Ic espera una
nec de hegemonla politica y de privilegio ecu- funciOn de iniciutia politica c- de toma de
nomico y social. conciencia teUrica. subordinada, par lo
Naturalmente. esto nc obsta pat-a que en ci demás, a Ia soberanla de las instituciones
interior de las castas burocráticas en el poder democrático-revoIu:inarias, expresiOn de Ia
se manifiesten dilerencias v conflictos igual- entcra socicdad). A fulta de semejante estruc-
mente profundos. En üitimo análisis, esto tura v de semejantcs mecanismos, cc ci par-
depende dcl hech' de que en los estados obre- tido, por lo demas integrado compietamente
ros surgido hasta hoy cc hayan entretejido en ci aparato estatal, ci que debe tungir como
v se entretejan contradicciones tipicas de Ia elemento unficador, como cemento de las
cociedad de transkión entre ci capitalismo v estructuras tanto economicas coma politicas,
ci socialismo, y contradiccioncs inducidas par con Ia subordinacion a 0 de todas las dcms
Ia b. En Lt imposibilidad de modificar las pri- instancias. El monolitisnia en ci partido está
mcras, las castas dominantes de cada pals SC impueslo pot- Ia propia Iogica. Dc hccho, si
en con'.treiiidas a actuar scgün las segund.ts. en ci partido existiera una efectiva vida demo-
buscando saluciones parcialcs o paliativos crãtica, las difercncias v las contradicciones
con revisiones -.ectoriales y temporaks. Asi dc Ia sociedad acabarian par manifestarse en
se tienen aCcfltUaciofles inestables de ia dcc- su sCno, con ci peligro para Ia dominación
ciones econOmicas y poiltico-administrativis, burorttica Insito en toda lorma de democra-
con occilaciones cntrc Ia afirrnacion o Ia lea- cia socialista. Ju5to par ello Ia casta dominan-
fit-maciOn del centralismo y Ia admisión de tc no puede admitir una diakctica democrá-
Ia necesidad de unt descentralizaciOn, mãs o tica ni siquieru en ci partido. Con ello cc con-
menos proriunciada; de tal manera, ilamados sigue una extremada enajenación poiitica de
a Ia vcrificaciOn del mercado contra los exce- las masas ci auzamiento de Ia contradic-
SOS de una gestiOn hipercentralizada se alter- ción entre estas ültimas y quienes dirigen
nan con nuevos controles administrativos efectivumente eI estado v Ia economia. En los
riidos para contr.istar las tendencias centri- periodos de normalidud, esta contradicción
fugas que casi inevitablemente se desarrollan. cc traducc en maniicstacionc.c dc apatia,
Y esta oscilaciOn pucde continuar indefinida- como una esterili,aciOn del potencial creador
BUROCRATIZACION 179

de los productores: en los momento de crisis, Bulzoni, 1975; Contro ii hurocransmo 14,10 bat-
explota en conflictos abiertos par Ia distribu- zaglia dec'isita (1967), Milan. Feltrinelli, 1968; 1.
cion del ingreso y par ci poder de decision Dcutscher, Lenin: los años de formaciOn (1970),
ecunómico v politico. En otros terminus, Mtxico, Era; M. Djilas. La nueva clase (1957).
mientras que en una sociedad de transiciôn Buenos Aires, Sudamericana; P. Frank, G.
no hurucratizada ci factor subjetivo, repre- Novack y E. Mandel, Key problems of the Iran-
sentado por Ia dirección consciente o autodi- sizion from capitalism to socialism, Nueva York,
rección, actüa como factor esencial de Ia Pathfinder Press, 1969; E. Germain (comp.). l.a
superaciOn de las contradicciones heredadas butocrazia (1969), Roma, Samunã e Savdli, 1969;
de Ia vieja sociedad y de las propias de Ia nue Kardeij, Burocrazia e elasse operaia (1968),
'a, en una sociedad burocratizada el factor Roma, Editori Riuniti, 1969; K. Modzelewski v
subjetivo es herido a su vez por contradiccio- J. Kuron, RevoluciOn politica u poder buroerrJ-
nes y actüa cuntradictoridmente. Si par un tico. I: Poltmia (1965), COrdoba. Ediciones Pasa-
(ado Ia burocracia surge y puede ejercer su do v Presentc. 1971; V.I. Lenin, (in paso adelan-
hegemonia en ci marco de una economia Ic, dos pasos a zrOs (1904). en Obras completas,
colectivista, par ci otro, burOcratas individua- vii, Madrid, Aka!, 1976; V.I. Lenin, Estado v
les o sectores de ellos tienden a cristalizar y revolucion (1917), en Obras completas, xxvii,
a acrecentar sus privilegios en formas que Madrid, Akal, 1976; R. Luxemburg. Huelga de
implican una dinámica de restauraciOn del masa.s, partido y sindicatos (1906), Mexico, Cua-
capitalismo. La burocracia, como tai, debe demos de Pasado y Piesente, 1978; E. Mandei
combatir sin embargo toda tendencia restau- (comp.), Fifty years of world revolution, Nueva
racionista porque mina las bases estructura- York, Merit, 1968; E. Mandel, Teoria rnarxisla
ies de su dominaciOn; io mismo que debe corn- deleslado(1969). Barcelona, Anagrama; K. Marx.
batir tendencias eventuales que empujan a La gucrra civil en Francia (1871), en K. Marx
sus sectores a cerrar filas con las masas, Engels, Obras escogidas en Ires lotnos, ii. Mos-
sobre todo en época de crisis, purque esto cü, Progreso, 1979; K. Marx, Critica del progra-
pone en peligro su hegemonia politica. Estas ma de Gotha (1875), en K. Marx y F. Engels,
con tradicciones producen heridas profundas Obras cscogidas en I rcs lomos, iii, MoscO, Pio
en Ia casta dominante, debilitándola ante sus greso. 190; R. Michels, Los parridos politicos:
adversarios, v sobre todo marcando su suer- an estudio sociolOico de las tendencias oligdr-
te. Suerte que, sin embargo, no podra más que quicas de la democracia inoderna (1912), Buenos
ser determinada pur una acciOn consciente Aires, Amorrortu, 19722; P. Naville, Burocrazia
del conjunto de los productures, y no desde e rivoluzione (1972), Milan, Jaca Book, 1973; C.
luego por fenOmenos de deterioro progresi- Rakovskij. 1 pericoli professional, del potere
vo o, sin más, de autoeliminaciOn. (1928), Roma. Samonà e Savelli. 1967; B. Rizzi.
Ii coilcuivismo burccra:ico (1939), Imola, Galcati,
BIRuoC,RAFIA: R. Bahro. Par un comunismo 1967; L.D. Trotski. La revolución iraicionada
democrdtico (1977), Barcelona, Fontamara, 1981; (1936), Barcelona, Fontamara, 1976; M. Weber.
W. Bienkow.ski, Bzirocrazia e potere socialista Econotnia y sociedad (1922,1964). Mexico. Fon-
(1968), Ban, Laterza, 1970; J. Burnham, Ret olu- do de Cuitura EconOmica, 1964.
don de los dire dares (1940), Buenos Aires, Suda-
mericana; A. Chitarin, Sulla Ira nsizione, Roma, [FABP.Izlo BENCINI]
cameralismo

I SI(;NIFI(AI) NiLiIIcO.cONSTIflC. I()NAL LJI.LTERMIML tilican intern.tmente, peru que son uniluiera-
Hablar de c. significa abordar en términos les v por lu mismo insuf Icienws pant of recer
directos una pane conspicua de Ia realidad una explicacion global dcl knorneno que se
pollika aiemana dcl siglo xviii Con este ter- está analizando. Sc trata, en primer lugar, del
mino se pretende referirse a un compkjo con- intento de encontrar a los fundadures dcl pen-
lunto de interacciones entre ciertas actitude samiento cconomico moderno en aquellos
politico-institucionales precisas. correspon- autores politicos que fueron los prinleros en
dientcs a Ia fase central de Ia formaciôn del abordar los problemas dcl estado en térmi-
estado modernu alemán (v. estado de poilcia) nos tinancieros V. pun consiguientc, politico-
v a ciertas formas igualmente especificas de economicos, va sea que se ocupasen de los
especulación polItka, elahoradas IULIV a inipuestos, Va sea que pusieran ci acento en
menudo con fines directamente uperativos ci tema dcl desarrollo del comercio. Se Ira-
que responden siempre de una U otra mane- ta, en segundo lugar. de Ia tendencia a des-
ra a problemas reaks que ci nuevo ordena- cuhnir los origenes de Ia ciencia de Ia admi-
miento constitucional v social ha ido gene- nistraciOn en las primeras recomendaciones
rando. acerca del aparatu burocratico hechas a los
Dc esta premisa se deriva una consecuen- principes territoriaks alemanes por parte de
cia inmediata cuva deiimitación es ütil para expertos, más teoricos que praclicos, a par-
dar una definicion correcta del debate histo- hr dcl final del siglo xvi v durante los siglos
riogrâlico que se ha desarroliado hasta aho- Xvii y xviii.
ra sobre ci c. La vinculación del pensamien- Aunque son Utiles en Ia esfera de Ia histo-
to camcrulista con premisas v condiciones na del pensamiento econOmico y en Ia del
constitucionales muv precisas obliga. de pensamiento administ rutivo. respectivamen-
hecho, a restringir Ia investigación a un mar- te. estas perspectivas resultan engañusas para
co cronoiogico delimitado a esferas territo- el que pretende dedicar su propia atencion al
riales igualmente especificas (precisamentc c. como fenomeno historico completo. A tal
a aquellas en las que se realizan de hecho fin es indispensable, en efecto. que éste
estas condiciones). Esto permite atrihuirle al encuentre su propia justificación internumen-
c. un signilicado teenico plausible. detiniti- te y no sOlo en relacion con Ia histonia poste-
vo sin diluirlo en una uccpción que por ser rior de otras disciplinas.
demasiado comprensiva terminaria privando- Las caracterlsticas tipicus del c. se pueden
lo de sus autenticas peculariedades y de su rcsumir, en esencia. en una sola. de Ia que
vaIidez como instrumento de comprensión dependen todas las demás: Ia globalidad dcl
histórica. enfoquc dado a los diversos temas de Ia expe-
Esta ucepciôn mac amplia que se Ia ha dado riencia politica, cuva recunstruccion teurico-
a menudo al c. es in que Sc podria definir sin- unitaria hay que buscar en una corresponden-
téticamente como una "concepcion adminis- cia no ocasiunal con Ia compatibilidad y Ia
trativa" del estado, desarroliada en Alemania unidad de Ia forma de estado que Sc consoli-
(y de modo correspondiente, aunque no auto- do en ..tlgunos territorios alernanes: ci esta-
nomo, en otros paises europeos) entre lines do de policia. Ekmentos de ciencia de Ia
del siglo xvi y ci final del XVII. A su vez. ésta adniinistracion. de economia, de ciencia de
ha sido cstudiada de manera altcrnativa dcs- Ins Iinanias, dc tecnica agraria o manutactu-
de dos puntos de vista diferentes, que se jus- rena. concurren junIo, en su unidud. para

II $0]
C'iMERAL1SMO IS'

constituir ci nucico dcl pensarniento camera- lidad fragmentaria dcl estado de estamentos
lista, en ci que no solo encuentran su totali- a dci estado patrimonial y no Ia integrada y
i.ación o acercamiento sino una fusion arti- compacta del estado toud (Gesarnislaul) abso-
culada que sirve de base a su pretensiOn de iutista moderno; Ia reconstrucciOn que ilevan
ser Ia nueva ciencia del estadu. a cabo de esta realidad todavia es ocasional,
desmenuzada, no sistemOtica y. sabre todo,
Ii ()4( tIS.TE DEI.ISIITA(IOX. (RONOII)(,R A N LW no corresponde de manera consciente a un
A este requisito de
&ONTI\It)(), IWI. ( AMhRALIS%IO criterio de explicacion unitania de los hechos
Ia globalidad de Ia comprensiOn teOrica —quc que se reficren al estado y a Ia politica. Dc
no casuatmente corresponde, hay que repe- acuerdo con ci rapido esquemu deiineado
tub, a Ia globalidad de Ia experiencia cons- anteriormente, estos autores quedan fuera del
titucional dcl estado de policia—, no respon- c. punque preceden al Ombito cronoiOgico en
den ciertamente las obras de todos los auto- ci quc este Oltimo puede subsistir, ambiente
res que desde fines del siglo xvi hasta fines que refleja Ia fase politico-constitucional del
dcl xvii acompañan Ia acciOn dci principe estado de policia aiemOn.
presentándosc como punto de apoyo dcl nue- Otros autores .se incorporan en ci tronco
vu orden politico del estado territorial unita- central dcl c. ya que se consideran coma sus
rio y centralizado. Melchior von Osse, Rein- exponentes de pnimenisimo nivel: los grandes
king, Con ring y ci mismo Seckendorff se nos economistas austriacos de fines dci siglo xvii
presentan coma clarus preludius de una rca- y principios del xviii, como Becher, Hornigk
lidad en movimiento, aunque su posiciOn es y Schroeder. Para Cstos no existe Ia cuestiOn
demasiadu hibrida: no es casual que en su del ámbito cronobogico (en esos años Prusia
mayorIa Ic habien al principe, dcl que son o se estaba organizando coma Gesamrsiaai,
aspirtn ser eminentes consejeros, y sc din- baja Ia guia del gran elector y de Federico
jan a él para dane consejus, en un contexto Guiilermo; es mOs, precisamente Prusia cons-
que se refiere más al "ante de gobernar" que tituyc a menudo ci blanco de algunas de sus
a Ia "cienci-.i del estado". Las obras dcl pri- cniticas mOs agudas). No falta en ellos tam-
mero y dcl Oitimo de los autores citados, poco un preciso señaiamiento de intereses
coma las de todos los demOs (ci Pu!iiischcr modernos, aun cuando estén concentrados en
Tesiarneni de Meichior von Osse y ci Fürsien- los temas econOmicos, ni el conocimicnto y
Siaai de Veit Ludwig von Seckendorff) relic- Ia capacidad para tratarlos de manera unita-
jan en su contenido y en ci titulo Ia antigua na y sistemOtica. Peru les falta Ia vinculaciOn
actitud, medieval tardia y de Ia primera edad con Ia praxis constitucional dci estado cen-
moderna, de "espejos de los principes" que tralizado y global. Su punto de referencia cs
reflejan Ia fase de formación del estado terri- Austria, quc por csc entonces pasa par uno
torial. Concentran su atenciOn en Ia figura del de los momentos mOs bajos de su historia
prIncipe, presentando las propuestas innova- moderna, pnivada ya de toda competencia y
doras en ci campo de las finanzas o de Ia hasta de Ia simple pretension imperial, pero
administraciOn como consejos dados al prin- que todavia no tiene en su interior un orde-
cipe v no como fruto de un estudio o de una namiento de estado territorial y, por lo mis-
reconstrucciOn sistemática de Ia realidad mu, es incapaz de prestar el mOs insignifican-
politica. te apoyo a una politica econOmica de cual-
A pesar, pues, de que estos autores ponian quier tipo, y mucho menos a una politica mer-
a menudo su obra al servicio de principes ace- cantilista (de intervención constante hacia ci
rrimamentc empeñados en Ia obra de Ia cons- interior y hacia el exterior), coma Ia defendi-
trucciOn dcl estado moderno, y aunque sus da por nuestros autores. Estos Oltimos teo-
intereses v sus intervenciones se orientaban rizaron, pucs, de una manera admirable, y
mOs a estimular v a apovar Ia centraiizaciOn que rara vez se puede encontrar ea Ia produc-
estatal. que no diferia de Ia que mOs adelan- ciOn mcrcantiiistu de otros paises, excepción
Ic seria caracteristica dcl pensamiento came- hecha tal '.'ez de Italia, los pnincipios de Ia doc-
ralista, no pueden considerarse propiamen- tnina económica corniente en esa Cpoca, pero
te coma cameralistas. La realidad politica que no lograron o no supieton transformar sus
vi% era v cstudian taida% ía correspunde a hi rei- teonias en especulaciOn "politica" en tanto
182 CAMERALISM()

fueron incapaces o no pudicron aplicarlas a te se hahian concentr ado siempre en Ia per-


una realidad politica adecuada. sona misma dcl principe autocrtico, se orien-
Por esta rathn lucron más mercantilistas taban ya a una vinculación más expiicita v
que cameralistas (atraidos con más (recuen- directa, en nombre de una participaciOn
cia par ci aspecto económico-financiero del comOn. articulada peru unitaria, con un disc-
fcnórncno politico quc por Ia globalidad dcl no sisternático v previsibie de Ia vida del
mismo), peru sobre todo fueron mercantilis- estado.
tas ' imperiaies" en una época en que ci impe- A este carnhiu de Ia realid,id politica v
rio Va no exist ía 0 par to menos no era capaz social Ic corresponde, on ci piano dcl pensa-
de cumplir las tareas dc propulsion y de con- miento ' tanihien en parte en ci de lit praxis,
trot sobre Ia politica económica de Austria, Ia experiencia carneralista, que encuentra en
que par su parte no se habia ordenado corn- Ia arnbiguedad de Ia situación en que se on-
pletarnente como estado territorial. gina las inevitabies incertidumbres y condi-
ciones (entre to viejo v lo nuevo) que Ia curac-
M. EL CAME RALISMO Y El. (;F..s4u1.s144r I'RIJSIASO DE terizan. Ya no es sufkiente ci estudiu secto-
IA PRIMEK.A MITAD DEL SIGU) XVIII Mient ras tanto. rial dcl problema financiero que, al estar iiga-
en Prusia se estaba tievando a cabo un rãpi- do a Ia persona dcl prIncipe. SC reducia me-
do proceso de racionalizuciOn del estado. Des- itablemente a on mero fiscalismo (de Ia
pues de Ia victoriosa hataila dci gran elector luri cii seize Siene rlire ratur y de Ia Akzisenszriez
contra los estamentos territoriaics, gracias a del siglo XVII); va no era suficiente ci interés
Ia creaciOn del ejercito estabk, a Ia gestiOn demostrado por Ia adrninistraciOri y Ia exigen-
directa de una parte conspicua de Ia imposi- cia genCrica de buenos funcionarios y de bue-
ción (sobre todo de Ia indirecta) v a Ia mci- nas practicas burocráticas (como on Secken-
piente organizaciOn de unit burocracia pro- dorfi): no hastaba más Ia simple aceptacion
lesional v centraiizada (que tenIa su origen de las teorias mercantilistas, desligada de las
precisamente on dos sectores dependientes decisiones precisas en ci campo politico
directamente del principe, dcl ejército y de (como on los mercantilistas austriaco-
los impuestos indirectos), ci setundo gran imperiales). Todo esto scguIa siendo impor-
Hohenzoiiern, ci rey Federico Guiiiermo I, tante, y adquiria cada vex mãs ililportancia,
estaba en visperas de emprender un paso ulte- peru dentro de aquclla visiOn unitaria con que
rior en ia fusion de las diversas actividades se trataha de Iiar cntre silas diversas par-
del estado dentro de una estructura unitaria tes del mosaico, haciendo por otro lado que
encabezada par un Organo central (ci General- fueran funcionaks al mismo diseño unitario
Direktorium, instituido en 1723) v, hablando de Ia vida del estado en que se inspiraba Ia
mas en general, on Oltima instancia, por ci praxis constitucional que sC obscrva en ci
principc mismo que desde ci exterior guiaba momento.
y dirigia las deci.-Joneb de este Oltimo (régi- El c. fue Ia respuesta a ellor una respuesta
men de gobierno señalado como "Regierung desarrollada dentro de los lirnites precisos de
aus dem Kabinett"). La situaciOn Constituclo- tiempo v con referencias prOcticas obligadas.
nat era, pues, Ia adecuada para que airededor Una respuesta naturaimente deficiente en
de Ia figura dci principe be fuera cristalizan- muchos aspectus v contradictoria, pero
do una estructura institucional unitaria v cen- autCntica v, sobre todo, funcional. Unit res-
tralizada, dependiente de éi pero provista puesta que facilitO, on r'tlernania, ci paso dci
potencialmente de dinamica y justificación arte de gobernar a las modernas ciencias dci
propias. Asi, al inheres priv ado dci principe estado.
(entendido tambien on su aspecto pubtico, El tCrmino c. se reluciona de manera cvi-
poiitico-rciigioso de monarca, dcl que gobier- dente con ia instituciOn caracteri'.tica del
na) se contraponia un interés rnás ampiio, c-tado patrimonial y dci periodo de Ia iucha
ma% genCrico, más indiferenciado pero tarn- dci principe contra las fuerias intermedia
bién más necesitado de una justificaciOn obje- v locales on Ia fase central dci estado por
tiva v sistemãtica: precisamente ci dci poder eapas: Ia "cãmara". Organo privudo de gobier-
institucional dci estado. Adernás, las diversas no en que ci principe, avudado por expertos
actividades dcl gobierno que tradicionaimen- dependientes dccl v fieIes a el, dirigia SU'. pro-
CAMERALISMO 183

pius asuntos. Sin embargo, de manera más manifiesto ci alcance "instituciciital" real que
directa, ci c. refleja un momento todavia pos- tuvo ci c. desde su nacimiento. La enseñanza
terior, es decir el momento en que Ia expan- especifica de las "ciencias camerales, econó-
siófl de las tareas y de los poderes dcl princi- micas y de policia" se consideraba en efecto
pe, que va superando progresivamente las coma un instrumento indispensable para per-
resistencias de las capas, Ileva a una contra- mitir Ia formacion de funcionarios expertos,
posicion, dentro de Ia actividad del estado, modernos y preparados. de "echten Camera-
entre los asuntos "camerales" y los "contri- listen" precisamente, que supieran responder
bucionales". Los primeros senalan Ia premi- dignamente a las exigencias dcl nuevo esta-
su —sobre todo en ci campo financieru, aun- do en sustitución de los ya superados juris-
que también en ci campo administrativo— de las. Coma se ye, las razones de Ia vinculación
Ia posición del principe en vista a Ia consti- establecidu desde ci principio entrc ci c. y Ia
tucion del Gesumlsiaar y los segundos desta- forma históricu del estado de policia en Pru-
can Ia persistencia de una estructura descen- sia no están ausentes ni en ci piano de las jus-
tralizada y articulada del poder basada en Ia tificaciones teóricas y de Ia historia dcl pen-
participacion de las clases territoriales en los samiento ni en ci de las aplicacioncs practi-
principales asuntos del gobierno y ci predo- cas y de Ia historia constitucional.
minio de Ia antigua sociedad par capas o esta- Pero Zen qué se concretó de hecho Ia expe-
mentos sobre ci estado moderno centraliza- riencia cameralista? Sustancialmcnte en Ia
do e institucional. Estos no son, en realidad, respuestu teórica, de cspcculación poiltica, a
más que los términos fundamentales del con- las instancias concretas por media de las cua-
flicto constitucional que se está desarrollan- les ella misma se expresaba. Desde Ia obra de
do entre ci siglo XVII y el xviii en los princi- los primeros profesores de Halle y Francfort
pales estados territoriales alemanes. El hecho dci Oder, Gasser y Dithmar, hasta, solo trein-
de que en Prusia dicho conflicto se haya ta años más tarde, Ia dcl ültimo exponente del
resuelto en favor de Ia instancia "cameral" c. académico. Zincke, se asiste, en efecto, a
en Ia forma que se describió anteriormente un rapidisimo proceso dc sistematización y
de manera sucinta, constituye Ia expiicación organización conceptual del complejo y con-
más simple de por qué el c. tuvo su origen mcts fuso tema "cameral". El hilo conductor de
genuino en Prusia, en media de Ia obra de con- esta invetigaciOn no fue tanto Ia introducción
centración y racionaiización de Ia máquina de temas nuevos, Ia propuesta de soluciones
del estado prusiano lievada a cabo por Fede- originales. Ia apertura de nuevos campos de
rico Guillermo I. investigaciOn, 5mb Ia adopciOn de una pers-
Existe, par otra parte, una fecha exacta que pectiva no empleada nunca hasta entonces:
debe tomarse como fecha de nacimiento del Ia que tiende a Ia unificaciOn de las distintas
c. en sentido propio: 1727, ano en que ci rey ramas "técnicas" dcl pensamiento politico
de Prusia instituyó en las universidades de moderno (economia, ciencia de Ia administra-
Halle y de Francfort del Oder las primeras ciOn, ciencia de las finanzas, tecnoiogias pr
cátedras de "ciencias camerales". ductivas, etc.) en un cuerpo integrado y con
Esto permite poner de manifiesto una sentido propio, par medio del cual se tratO de
caracteristica peculiar del fenómeno que esta- dar una explicacion "mectnica", desde ci inte-
mos estudiando: su oficialidad, que se mani- rior, del funcionamiento de Ia cosa püblica,
fiesta precisarnente en una reiaciOn de depen- tomándola a esta ültima en su dimensiOn his-
dencia institucional (a través de Ia cnseñan- tOrica concreta dci estado de pulicia, centra-
La univer'.itaria especifica) con el estado, del lizado y unitario, cada vex más institucional
quc constituye Ia expresión histórica. Asi, • superior a Ia figura del soberano, coma se
pucs, para los fines de una dcfinición má.s pre- realizo en Prusia durante Ia primera mitad
CIsa de c. v de su distinción con movimientos del siglo xviii.
que Ia han precedido (preparado) o seguido No sin razOn, entre los diversos sectores
(disuelto), éste debe senaiarse propiamenle que componlan las ciencias camerales, ci de
coma "c. académico". Ia ciencia de policia fue ci que asumiO ci papel
Los motivos mismos de Ia iniciativa dcl rev dav, de punto de apovo de todo ci sistema,
de Prusia sin-en, una vez más, para poner de de momento sintético de Ia compleja situa-
184 CAMERALISMO

don que habia puesto en movimienlo el naci- de una descentralizacion en órganos cada vex
miento del estado moderno. Usando curno más unitarios pero va diversificados y en acti-
punto de apoyo Ia ciencia de policia y a tra- vidades que, partiendu cada vex mus del vér-
yes de un frágil equilibrio entre Ia ciencia de tice, seguian canales separados en nombre de
las finanzas y Ia ciencia económica (en su Ia exigencia técnica v funcional de hacer cada
dimension tanto privada como pOblica). Ia vez más eficiente Ia administracion de on
ciencia cameralista en su con junto se convir- estado cuya estructura y dimensiOn unitaria
tio, en Ia obra de Zincke, en Ia verdadera doc- fundamentales ya no se ponian en discusión
trina del cstado de policia prusiano de Ia Cpu- (ni tampoco se segula defendiendo). A Ia sepa-
ca, dcl que no dio ya Ia conceptualizaciOn abs- radon de Ia justicia a partir de Ia adminis-
tracta y metafisica (ya sea que Csta se desa- tradiOn se añadiO, pues, muy pronto, Ia sub-
rrolle en tCrminos teocrático-escolásticos o en divisiOn dcl "General-Direktoriuni" en una
los más recientes del derecho natural racio- seiie de departamentos, a cada uno de los cua-
nalista) sinu Ia cxplicación en t.rminos de les Ic competia un aspedto de las distintas
fuerj.as concretas, empiricamente observa- actividades del estado. A Ia exigencia de dar
bles y teóricamente mensurables: una expli- una explicaciOn unitaria e integrada del esta-
cación "cientifica", en otras palabras. do en su conjunto, basándose en Ia actividad
La historia del c. "acadCmico" es demasia- de policia, verdadera columna que sostenia
do breve; pero no purque se havan elimina- toda Ia estructura del estado alemán en una
do las cOtedras carneralistas de las universi- fase muy precisa de su histoi-ia, Ia SUstitUVe
dades alemanas (que más bien aumentaron en Ia exigencia de hacer cada vex mãs expeditas
nümero y perduraron hasta Ia mitad del siglo . funcionales las distintas actividades de un
xix) sino porque dejó de existir ci significa- estado que va ha encontrado por otro cami-
do peculiar de Ia ciencia cameralista como no su propia justificaciOn. Al estado de poll-
ciencia global del estado. 8sta no pudo. en cia Ia va sustituvendo ci estado de derecho.
ekcto, resistir el esfuerzo de especial izaciOn Prueba de ella es Ia gran legislacion ilustra-
al quc fueron sometidas tambiCn, y sobre da" que completara, despuCs de su muerte,
todo, las divcrsas ramas tCcnicas que actua- Ia obra de Federico el Grande.
ban en su interior, cada una de las cuales Dentro de su breedad. Ia historia del c.
recorriO de manera autOnoma el camino de refleja csta profunda transformacion, y al
su propia transformación en ciencia. El inten- adapturse al nuevo curso v a las nuevas cxi-
to apasionado de formr una ciencia unita- gencias deja de existir, no obstante que siga
na dcl estado, capaz de comprender y expli- apareciendo su etiqueta en los libros y en las
car todas las mOltiples actividades de este cthedras universitarias. Justi —considerado
ültimo, fuc seguido por Ia proliferaciOn de el inas grande de los cameralistas alema-
numcrosas cicncias dcl estado, diferentes fles—, Sonnenfels v todos los que vinieron
entre si, cada una de las cuales se limito a pro- despuCs de ellos va no son cameralistas en
fundizar un aspecto de Ia antigua disciplina sentido estricto: en ellos ya ha adquirido
unitaria. importancia determinante el interCs por dis-
Esto correspondio, por otra parte. como ciplinar. Este ultimo se concentra todavia de
debia 5cr, a un cambio preciso de ordena- preferencia en Ia ciencia de pulicia a Ia que
miento constitucional. que Se produjo en Pru- va no se Ia considera. sin embargo. corno
sia en Ia segunda mitad dcl siglo xviii. des- momenta sintCtico de toda Ia experiencia
puCs de Ia Ilegada de Federico el Grande, v cameralista (junto con Ia economia v Ia den-
en Austria, durante el mismo periodo. des- cia de las finanias) inu cumo momento pri-
puCs de las reformas de Maria Teresa, que SC vilegiado, autOrlomu, de lacompleja vida del
sirvicron dcl camino recorrido mientras tantu estado, coma momento dignu va de estudio,
por el estado prusianu. Este cambio cunsis- aun prescindiendo de los demãs aspedtos de
tiO en un reforzamiento ulterior del ap.tratu Ia misma, ya sea que SC profundice como
estatal, aunqte va no en el sent ido de una cen- "pulitica economica" o comu - ciencio de Ia
tralización de las funcione. v de las activida- administracion" o como verdadero "den echo
ds en nombre de Ia exigeIcia politica dc yen- du pulicia" cii sentido moderno, el camino
cer las resistencias locales sino en el sentidu emprendidu en esta furma es ya completa-
$5
CAPITALISMO I

mente distinto; el c. académico, como exigen- c. es sOlo un elemento, en cuanto designa ci


cia exhaustiva de una ingenieria social, ha subsisteina econOmico.
dejado de existir. Puede (v pudria) existir solo Una segunda acepción de capitalismu, en
en relaciOn con una forma de organización de cambio, se ref iere a Ia sociedad en su conjun-
Ia vida pOblica, mecánica, integrada y corn- to como formacion social, histOricamente
pacta como ci estado de policla. calificada de manera determinante por su
modo de producción. C. designa entonces una
HIBIJ(;RArIA. J. Bruckner. Staazswissenschaf ten, "relaciOn social" general.
Kameralh,mus jitid .Vaiurrechi: ein Beitrag zur La misma historia del concepto de c. osci-
Geschichte der polizichen Wisst'n.schafi in Dents- Ia entre estas dos acepciones. No se trata de
chiand des staten 17. und fruhen Jo Jahrhunderzs, una controversia nominalista, negociable a
Munich, Beck, 1977; G.F. Miglio. Le origini della través de on acuerdo entre investigadores,
.j1_ dellammi;iistrazimie, en Atti deli con- sino de una cuestiOn de identificacion dcl
egno di siudi di scienza de'll'amminiszrazioue. mundo moderno v contemporáneo, que ha
Milan. Giullre, 1956; P. Schiera, DeIl'arie di implicado y sigue implicando Ia identidad y
govenlo alk .ccienzt' dello .c1izi,: ii cameralismo Ia ideoli)gia de amplios grupos sociales.
C l'assoluiismo tedesco, Milan, Giultre, 1968; La distinciOn entre acepciOn restringida v
A.W. Small, The cwneralisi.: the pioneers of Ger- acepciOn amplia de c. se ha establecido aqul
man social polity. Chicago. Franklin, 1909 (facs. sOlo corno punto de part ida destinado a rela-
1968); K. Zielenzigcr. Die alien deutsclzeu Kame- tivizarse en ci transcursu de las argumenta-
ralisitn: ein &'itrag zur Gesehielite der Nationa- ciones siguientes, las cuales se veran desde
Ii,kono,nie und zion Problem des Merkan:ilis- Ufla Optica soeiolOgica V politolOgica, sin per-
mus, Jena, Fischer, 1913. der de vista Ia economia.
Para empezar, dehernc,s determinar mejur
[I'IER%'Ew SCHIERAI Ia peculiaridad del c. corno con junto de con-
ductas individuale.s v colectivas referentes a
Ia produccion, distrihucion v consumu de bie-
nes. Si bien dicha peculiai-idad ha sido y con-
capas, socledad por. V. SOCIEDAD P0k tinüa siendo ubjetu de controversia histOri-
(APAS Ca, cultural, sociol6ric.4, podernos enurnerar
algunos rasgus que distinguen al c. de otros
modos histUricos de produccion. Estos son:
a] propiedad privada de los medios dc produc-
capitalismo ciön, para cuva activaciOn es necesaria Ia pre-
sencia de un trabajo asalariado formalmen-
I EL PRORLF\IA DR LA DEFINICIOS. En el árnbito te libre; b] sistema de mercado basado en Ia
cultural medio a] término c. Se le atribuven iniciativa v Ia empresa privada, no necesaria-
connotaciones v contenidos mus diveros, mente personal; c] procesos de racionaliza-
reducibles sin embargo a dos grandes acep- ciOn de los procedimientos directos e indirec-
ciunes. Una primera acepciOn restringida de tos para Ia valorización del capital y la explo-
c. designa unt torma particular, histórica- taciOn de las oportunidades de mercado con
mente especificada, de actuación económica, fines de ganancia.
o bien un motto de produccion en sentido es- Junto a Ia racionalizaciOn técnico-
tricto o un subsistema econórnico. Tal subsis- productiva, administrativa, cientifica, direc-
tema está considerado corno parte de un siste- tarnente promovida por ci capital, está ope-
ma social v plitico mâ amplio v global. para rando una racionalizaciOn en toda Ia "conduc-
designar :11 cual no se considera ignificati- ta vital" individual v colectiva. Esta raciona-
vu u opor tunu recurrir al termino de c. Sc pre- lización o modernizacion politica culmina en
here usar deliiiiciuncs derivudas dci proce- Ia formacion del sistema politico liberal, que
so histurico de Ia industrializacion v moder- histOricamente coexkte con ci capitalismo.
nizaciun politico-social. En etc sentido se No es posibic establecer un orden de prio-
habla dc ocicdad industrial, socicdad liberal- ridad entre estos clementos caracteristicos
democraiica o siiciedad glubal. de Ia que ci del c. Cunstituven una constelaciOn de tacto-
IS(' CAPITALISMO

res iogica y geneticamente vinculados entre coincide con Ia gran crisis de los años trein-
si, que pueden dar tugar a modelos interpre- ta. La actividad teOrica, literaria v politica de
lativos diersos, segün ci peso yet valor atri- John Maynard Keynes y sus consecuencias
buidos a cada uno de eilos. Un modelci que da prácticas absorben Ia atención cientifica par
un valor fundamental a Ia rciación trabajo aigunos decenios después de Ia segunda gue-
asalariado-capital (segün Ia tradición marxis- rra mundial. Y con el sur gimiento de las limi-
La) lieva a lecturas y diagnosticos de Ia dma- taciones del kevnesismo se Are una nueva
mica capitalista muy distintos de los mode- etapa, articulada alrededor de Ia forma "cor-
los construidos con base en Ia prioridad de porativa" dcl capitalismo.
los procesos de racionatización de las opera-
ciones (segiTh Ia tradición weberiana). Ii ELCAPITALISMOEN F!ANAENISMARXISTA. El aná-
Sin embar10 existe acuerdo en considerar lisis crItico dcl c. lievado a cabo por Karl
que dichos elementos no pueden circunscri- Marx no es ci primero en orden cronoiogico,
hirse a un simple subsistema económico. Nm- pero histOricamente ha sido ci más eficaz.
guno de ellos (ni tan solo ci sistema de mer- Sigue teniendo un valor ejemplar por Ia pers-
cado) puede existir sin factores contextuales picacia con que son enunciados los elemen-
extraeconómicos, ya sean imputables a puras tos constitutivos y al mismo tiempu contra-
relaciones de fuerza o de poder o a presupues- dictorios del c. Sin embargo tal perspicacia
Los culturaies más profundos. critica no se traduce inmediatamente en un
Aislar en el proceso capitalista un conjun- diagnostico de Ia efectiva dinimica de desa-
to de hechos puramente econOmicos es cier- rrollo del c. Este desfase entre Ia fucrza dcl
tamente legitimo en el pIano de abstracciOn análisis critico y Ia incapacidad de predicciOn
cientifica y de operatividad de Ia acciOn eco- desempenará un papel paralizante sobre Ia
nómica. Peru es una operación reductiva, si instancia polItica que guia a los movimientos
se considera ci c. como fenOmeno social, poll- inspirados en ci marxismo.
tico, histórico. Por otro lado es insuficiente La cuestiOn no resuelta de Ia Ilamada "cri-
limitarse a deciarar que ci c. es una "relaciOn sis del c.", que es parte integrante dcl mar-
social" si no se establecen ulteriormente Ia xismo histOrico, demuestra par un lado Ia
naturaleza v los términos de tat reIacion, exactitud de ciertos anáIisis marxistas, pero
manteniendo Ia distinciOn analitica entre los par ci otro una falta de comprensión del sen-
diversos subsistemas v su recomposición en tido y dirccciOn de las transformaciones inter-
Ia unidad funcional del sistema-sociedad. nas del propio capitalismo.
Sin pretender entender todos los temas de Especialmente probiemat ica ha resultado
diseusiOn sobre el c. de los OItimos cicn anos Ia categthla de "contradicciOn" —verdadera
(al contraria, exciuvendo expresamente Ia lite- piedra angular de Ia construcciOn conceptual
ratura económica especializada) podemos dis- marxista— a través de Ia cual el final inevi-
tinguir algunas grandes etapas importantes table del c. se ant icipa Iogicamcnte coma una
para ia definiciOn y redefinición del c. enten- "necesidad natural".
dido como sistema global o sociedad. Para Marx el c. se funda en Ia relación entre
La primera etapa está idealmente compren- trabajo asalariado y capital. y mz's exacta-
dida entre el análisis critico de Karl Marx v mente en Ia valoraciOn del c:ipital a través del
los trabajos histOrico-sociolOgicos de Ia escue- plusvalor arrancado ai trahajador. "El traba-
Ia alemana, consideradu v-a clãsica, de Wer- jo es Ia suctancia y Ia medida inmanente de
ner Sombart, Ferdinand TUnnies, Ernst los valores, pero él mismo no tiene valor algu-
Troe1tch v sabre todo Max Weber. La secun- no." 0 mejor dicho, ci trabajo pierdc su valor
dd etapa es Ia prosecuciOn v revision dcl aná- apenas entra en el mercado de los productos
Ibis marxista y de las doctrinas liberale% cIa- capitalistas, convirtiéndose éI mismo en mer-
sicas. a Ia luz de los cambios sufridos por el cancia.
c. entre finales del siglo xix 1920. A titulo El c. consiste pues en un modo de produc-
indicativo cabe seitalar a Rudolf Hilterding cion basado en Ia extracción de plusvaior a
por un lado v A Joseph Schumpeter par ei través del plustrabajo del obrero que es
otro, cuya producciOn inaugura ci niomento "explutado" al ser obligado a vender "libre-
crucial del gran repensamiento criticu que mente" su fuerza de trabajo at poseedor de
CAPITALISMO 187

dinero v de medios de producción. "El pro. La intenciOn del materialismo histOrico


ceso capitalista de produccion. considerado radica en concebir "como proceso de histo-
en su interdependencia o como proceso de na natural el desarrollo de Ia formaciOn
reproducción. pues, no sOlo produce mercan- econOmico-scial". Con otras palabras, Ia ins-
cias, no sOlo produce piusvalor, sino quc pro. tancia cientifica de Ia definiciOn marxistu de
duce y reproduce Ia relación capitalista mis- c. se sostiene o cae al establecer "Ia Icy eco-
ma: por un Ldo el capitalista, por Ia on -a ci nómica que rige ci movimiento de Ia sociedad
asalariado" (como escribe Marx en ci libro moderna". No cabe duda de que Marx habia
primero de El capital). En este texto se enun- detectado las antinomias que estttn en Ia base
cia ciaramente el nexo necesario entre las de Ia dinámica dcl C.: peru atribuyO a su con-
reelas dcl mercado econOmico ' Ia estructu- ceptualizacion un rigor IOgico (sobre todo a
ra de Ia sociedad capitalista. Con esta Opticd través de Ia forma de Ia contradicciOn) que
se entiende Ia primacia de Ia acciOn econOmi- no está en condiciones de captar Ia marcha
ca sobre cualquier otra forma c instituciona- efectiva, histOrica, del c. como sistema global
lización de Ia acciOn social. y comu "civilización".
En especial Ia dimensiOn politica de Ia rela-
don capitalista está ya comprendida en Ia III t-.1. (AP1TU.ISMO F.N FL ANALISIS WEBERIAXU. El
especifica obiigaciOn v necesidad que carac- estimulo para Ia actualizacion del concepto
teriza a Ia yenta de fuerza de trabajo por parte de c. en las ciencias histOrico-sociaies de prin-
del obrero. Se trata de una obiigaciOn ejerci- cipios del siglo xx Euc dado por el reto del
da no sobre esciavos, sino sobre hombres juri- marxismo, convertido en doctrina oficiai del
dicamente libres, sobre ciudadanos. Sin las movimiento obrero, y por Ia "cuestiOn social".
libertades but-guesas no existe un capitalis- que explotO poniendo en dificultades al mun-
mu moderno. do ideologico v politico liberal.
La potencia histórica del c. moderno con- Los autores que se distinguen por un tra-
siste en proporcionar una base de leitima- tamiento sistematico del c. son Werner Som-
dOn universal, encarnada finalmcnte en el bart y Max Weber. Ambos sustituven el
estado liberal, a una relaciOn de dependencia nOcieo esencial marxistn de Ia relaciOn
econOmica. El sisterna capitalista se legitima capital-trabajo por una investigaciOn de
en términos de funciOn, node dominio direc- esquemas de conducta individual y cokctiva
to. El dominio a través de Ia economia asu- asignables al proceso histOrico de racionali-
me Ia forma de Ia dependencia funcional. Pero zación de todos los ámbitos de vida que carac-
aqul se encuentra precisamente —para teriza a Occidente.
Marx— Ia contradicciOn del c. La relaciOn n-a- A Sombart se Ic debe Ia expresiOn afortu-
bajo asalariado-capital (a bien Ia lev del valor nada de "espiritu dcl capitalismo" para desig-
que está en Ia base de Ia vaioración del capi- nar Ia suma de las actitudes psicologicas y
tal) es ci principio rcvolucionario del c., pero culturales que marcan el nacimiento del c.
es al mismo tiempo su destino mortal. moderno —Ia Gcsinnuug. Ia orientación etico-
La historicidad del c. es otro componente intelectual que Sc identifica con ci individua-
esencial de Ia concepciOn marxista. El carác- lismo v con ci principio de adquisicion v par
ter de mercancia que asume el trabajo v el tanto con el racionalismo econOmico.
capitalismo como producciOn de mercancias La contribuciOn de Max Weber a una defi-
no es un descubrirniento de Marx. Era una niciOn del c. se ubica en ci marco de dos cues-
adquisicion cientifica v critica de sus maes- tiones: los origenes dcl c. moderno, o bien Los
tros burcueses: Smith v Ricardo. Sin embar- requisitos cultura!es que permiten ci surgi-
goéstos habian inorado ci carácter históri- miento y el desarrollo del c., v Ia cuestiôn de
co, v por tanto transitorio. de un tal sistema Ia especificidad del c. c.ccidental mederno res-
de pruduccion. Marx dice que si Ricardo cree pecto a on-os modos de producciOn histori-
que Ia forma de mercancia es indiferente, esto cos fuera dcl ámbito occidental.
se deriva de su hipOtesis de que el modo bur- En La ërica prate1aure Y el espiri:u del capi-
gues de producciOn es absoluto v por tanto talis?n(, de Weber, Ia ética calvinista. en vir-
un modu de pruducción sin detcrrninacion tud de Ia idea de Beruj(profcsiOn como voca-
especifica precisa. cion), se ye coma el factor decisivo para Ia
'$8 CAPITALISMO

difusión de una conducta de vida ascetico- del capitalismo", tenemos que buscarla en los
racional que es Ufl presupuesto del espiritu procesos de racionalizaciOn y uptimizacion de
capitalista moderno. las oportunidades de mercado —comprendi-
La conducta de vida. Ia coherencia con las do el mercado de trabajo libre.
propias convicciones y creencias. es para La relación de trabajo asalariado como tal
Weber motivo de una acción uutónoma res- y los rasgos coercitivos insertos en Ia orga-
pecto al simple cálculo económico y a Ia pre- nización capitulista del trabajo (disciplina de
sion dcl puro poder. Asi pues, a partir del fábrica, necesidad impostergztble de yenta de
siglo xi, en las areas geograficas afectadas I uerza de trabajo) no constituven en cuanto
por Ia Relurma prutestante se instaura una tales Ia esencia del c. sta consiste más hien
'inculación precisa entre credo religioso, con- en Ia explotaciOn racional de las reglas del
ducta moral dc vida y comportamiento ceo- intercambio en general —de las que ci inter-
nömico, definible como "racional" en un sen. cambio de fuerza de trabajo por salario es
tido capitalista. El nücleo central de dicho solamente un aspecto. Para Weber Ia coerciOn
vinculo está dado por Ia revaloración del tra- inherente a Ia yenta de fuerza de trabajo es
bajo v de Ia profesion cn dave de 'oeación y un aspecto de Ia "voluntad de trabajo", que
signo de elección divina. hace posible una logica del intercambio.
La ascética intramundana opera con ener- El mercado es Ia trasposiciOn ecunomica de
gia contra toda forma de goce, lujo, desper- Ia incesante lucha entre los hombres. Li ceo-
dicio o exhihición de riqueza, con Ia consi- nomia racional esta orientada hacia los pre-
guiente reduccion de los consumos y el cios en dinero, que a su yea se forman en el
correspondiente ahorro de dinero v bienes. mercado con Ia lucha de intereses. "Sin una
disponibles para una acumulacion y una rein- valoraciOn en precios rnonetarios —o sea sin
version de tipo capitalista. Una riqueza asi aquella lucha— no es posible cálculo alguno."
entendida, como premio a Ia cuidadosa admi- La lagica del cálculo formal capitalista estO
nistraciOn de los bienes concedidos por Dios, por tanto vinculada —a travCs dcl mercado
creO Li mentalidad que a Ia larga pondrá en libre— a Ia lOgica de Ia Iucha de intereses.
acciOn los mecanismos de Ia economia capi- Donde no existe liberada Ia lucha no puede
talista. haber cálculo racional.
Naturalmente —señala Weber— el c. con Lo que para Marx era una cadena de cle-
el Liempo perdiO toda motivación religiosa: Ia mentos en contradicciOn (trubajo-mercancia-
auto-disciplina a.scética fue su.tituida por Ia dinero), pasa a ser para Weber Li dinámica
disciplina externa del trabajo de fábrica o de vital de Ia econonTia racional capitalista. El
oficina. La codicia de bienes materiales vuelve potencial de crisis interna del c. no consiste
a ser ci mOvil del comportamiento económico. en una presunta contradicciOn de sus elemen-
El c. para Weber —y para todos los que tos, sino en Ia virtual extinciOn de su dinámi-
siguen su orientaciOn cientifica— es Ia dimen- ca por obra de un poder burocrático. Weber
siOn cconómica de un comportamiento más no preconiza Ia abolición del mercado, que
profundo y peculiar de corte raciunalista. del para ci es garantia de cálculo racional v de
que forman parte los difundidos procesos de autonomia de los sujetos: una extinción del
racionalización burocrático-admini',trativa v mercado presentaria el despotismo puro y
iuridica que culminan en el estado moderno simple del podcr burocrãtico.
occidental.
Si el C. Cs Ia vertiente económica del racio- Di APUXTES SOhFF. LACE ES1ON DE LOS Oki(,F.NES DEL
nali4mo, reproduce en A mismo las caracte- (APITLIS'!) I tE SC Ak14.ANOLE.La investigación
risticas propias de Ia ratio —control v domi- historioarafica contemporánea acerca de los
nio de los medios respecto al fin, a trivcs dcl origenes dcl c. ha progresado mucho respec-
cálculo. Ia generalizaciOn. Ia previsiOn. La to a las indicaciones de los clásicos v cuenta
acciOn capitalbta es un cjercicio pacifico de con una documentaciOn sistemática e innova-
un poder de disposiciOri puesto en .tCciOn dora que ha abierto nuevos horizontes (bas-
racionalmente para obtener benefickis a tra- te senalar Io estudios sobrc c. v civilizaciOn
ye'. de Ia hãbil explotaciOn de las covunturas material de F. Braudel).
dcl mercado. Si queremos hablar de "esencia La :'ran disc usiOn sobre Ia rclaciOn histO-
CAPITALISMO 189

rica entre protestantismo y origenes del capi- Ia base del cambio técnico, realiza su propio,
talismo (desde los viejos estudios de R. Taw- especifico proceso de produccion, fundado en
nev a las más recientes contrihuciones reco- Ia unidad colectiva de producción de gran
piladas por ejemplo por S.N. Eisenstadt v P. escala. Ia I abrica, con bo que se consuma el
Besnard) ofrece un marco muv diversificado divorcio final entre el productor v su propie-
que, aunque no Ilega a falsifkar las tesis dad sobre los medios de producciOn [ ... ] y se
wcberianas, provuca una revisiün de Ia pro- establece una relación simple V directa entre
blemãtict que evita caer en .simplificaciones. capitalista y obreros asalariados."
El c. del siglo XVI se repropone en dave de La primera industrialización se produce
ecunornia rnundo (I. Wallerstein), en el senti- simultáneamente con una serie de fenOmenos
do de un sistema económico que progresa en que no podemos suhvalorar: aumento de ]a
cuantu no se encierra en un sistema politico poblacion, exodo más o menus forzada de
honiogeneo en el nivel curopeo c internacio- masas campesinas hacia los centros urbanos,
nal (humogcneidad naciunal en Ia heteroc- primeros fenOmenos de urbanizacion con una
neidad internacional). rapida transformacion de Ia estratificacion
La organizacion capitalista dispone sus social tradicional, formaciOn del proletaria-
recursos econömicos en un campo de batalla do obrero urbano. creciente compromiso dcl
mas amplio del quc podrian controlar cada aparato estatal va sea en torma represiva 0
una de las instituciones politicas en particu- proteccionista 0 garante.
lar. Asi, en una Europa de frontcras fluidas Este es tambiën el per iudo cläsico del libe-
dcl siglo xvi, se crea una "economia mundo' rLtlismo, como doctrina economica y practi-
que acoge en su seno sistemas politicos diver- ca politica, tan fuerte v eficaz quc Ilega a iden-
sos V concentra progresivamente empi-esas v tificarse con Ia idea de que el c. consiste en
rique,a en manos privadas, prescindiendo de Ia igualdad de los ciudadanos, Ia libertad y
banderas nacionales. En esta Optica el protes- Ia funcion meramente administrativu del esta-
tantismo aparece simplemente como Ia reli- do. La ideologia liberal v liberalista esconde
gion de las areas dirigentes v centrales de este por completo el momento de coercion impli-
sistema, mientras que Ia religion catolica que- cito en el mercado libre dcl trabajo v en Ia
da relegada a las areas perifericas'. semipe- concepción individualista dcl estado. Dc
rifericas. hecho en los estratos crecientes de Ia pobla-
Sin subvaluar Ia contribuciOn detenninante cion obrera urbana se genera progresivamen-
que aportU el proteccionismo estatal directo te un sentido de distanciamiento con respec-
e indirecto, sobre todo en In ëpoca mercanti- to a tal estado. Desde finales del siglo xix
lista, no cabc duda de que el arranque defi- nacen y se refuerzan las grandes organizacio-
nitivo del c. se produce en coincidencia con nes proletarias para las que 'capitalismo" es
Ia Ilamada revolución industrial. sla tienc sinónimo de sociedad inhumana e injusta. El
lugar primero en Inglaterra en Ia segunda sistema capitalista, asentado en sus estruc-
mitad del siglo xviii. en Francia v Estados turas económicas de fonda, gane sus batallas
Unidos a partir de los primeros decenios del contra los sectores retrasados precapitalistas
siglo xix v en Alemania s6lu en Ia segunda v tuvo que afrontar v racionalizar una prime-
mitad del mismo siglo. ra transformaciOn real.
En su clásico Esizidios sabre el desarrullo
del capitalisno (194) Maurice Dobb sinteti- V TE1AS DEL CAPITAUS1O ORGAIiA:) . Entre las
za cta I ase de Ia siguicnte mancra: 'La revo- deliniciones acunadas en In primera rintc-
luciOn industrial representO el momento de na dcl siglo xx, v retamadas en los años
transicion de una I n.e primitiva y todavia setenta, para seflalar los cambios de estruc-
inmadura del capitalismo —en Ia quc el rgi- tura v de funcionamiento del c., encontramos
men de Ia pequena producciOn precapitalis- Ia de 'capitalismo organizado".
ta estaba slendo impregnado por el capital, Mas aIIá de los significados atribuidos en
subordinado a el. despojado de su indepen- diversas ocasiones a Rudolf Hilt erding v a
dencia como forma de econumia, pero en Ia otros investigadores, pudernus obset-var en
que aun no habia sido translormado torma sintetica los siguientes fcnomenos:
enteramente—, a una tase en que el c.. sobre a] proccsos de concentraciOn econumica en
190 CAPITALIS%IO

furma de monopolios, oligopolio.s y carteles, afirmación de Ia politica coyuntural anticicli-


con Ia correspondiente extinción virtual de Ia ca se pudo hablar de capitalismo organizado
competencia y del mercado en sentido libe- desarrollado" (H.A. Winkler).
ral: b] desplazamiento del poder real, en for- Al proceso dc concentraciOn de las grandes
ma de poder de influencia, fuera dcl marco empresas, a Ia organizaciOn cada vez más rigi-
politico institucional, en favor de fuerzas eco- da de los mercados de bienes, de capitales y
nómicas y sociales, cuya presión se revela ef I- del trabajo, se anade Ia sistelnáticu interven-
caz en los momentos criticos de decision poll- ciOn del estado en Ia economia. Los confines
tica: c] proceso de concentración econOmica entre sector privado y sector pOblico son cada
acompanado de una organizaciOn paralela de vez más confusos. Los sistemas económicos
masa de los trabajadores dependientes, con "mixtos" se caracterizan por Ia presencia
notables consecuencias en ci sistema de estatal directa (a través de Ia empresa pObli-
reprcsentación, especialmente en Ia relaciOn ca) e indirecta (a través de institutos de copar-
entre sindicatos y partidos; dl el estado Se ticipación y de control estatal); ya no se pue-
corresponsabiliza de manera creciente en Ia den considerar fcnOmenos anOmalos o tIpicos
gestión econOmica, no tanto con Ia creación de economias ret rasadas respecto a los mode-
de sectores económicos directamente contro- los del c. avanzado segOn los estándares libe-
lados por él, sino sobre todo con Ia amplia- rales clásicos.
dOn dcl gaslo püblico y el peso determinan- Teniendo presente Ia experiencia norteame-
te para toda Ia economia de su politica credi- ricana, convencionalmente considerada hos-
ucla y fiscal v de las estrategias coyuntura- til a todu estatización, se tiende a generaiizar
les en general; el el estado asume el papel de un esquema interpretativo de tres sectores:
garante en el proceso de institucionalizaciOn un sector privado de bienes de consumo
de los conflictos laborales, especialmente del abierto a Ia competencia en sentido tradicio-
conflicto industrial entre las grandes organi- nal, pero marginal y dependiente en cuanto
zaciones sindicales y patronale, Ilegando a a recursos materiales y energéticos prima-
una especie de intervencionismo social que rios; estos Oitimos. junto con utras mercan-
convierte Ia funciOn estatal de arbitraje (cual- cias de amplio consumo, forman parte de un
quiera que sea su figura institucional) en uno mercado gobernado por oligopolios, que tale-
de los elementos decisivos del c. organizado. ran sóio un modesto "competitive fringe"; un
Estas indicaciones generales son suficien- tercer sector de producciOn es de exciusivo
tes para delinear un proceso quc resulta cvi- uso estatal, con altIsima inversion financie-
dente en todos los sistemas capitalistas en el ra s- tecnologica (sector espacial, de armamen-
periodo comprendido entre las dos guerras. tos no convencionaies, etcj en ci que las
No tiene Ia menor importancia investigar por empresas —sin imprtar si son privadas o p0-
qu6 con base cn dichos procesos dc auto- blicas— actOan sin ninguna autonomia. En
organizaciOn capitalista, el movimiento socia- este sector monopolico y estatizado, asi como
lista (R. Hilferding) haya deducido errónea- en el que estO regulado por los oligopolios,
menue una anticipaciOn del principio socia- predominan cmpresas e industrias de alta
lista de planificacion. intensidad de capital, mientras que en ci sec-
Técnicamcnte muchas de las caructeristi- tor competitivo actOan empresas e industrias
cas anteriormente indicadas hacen su apari- de alta intensidzid de trabajo. En el tercer sec-
don durante Ia primera guerra mundial v c tor los progresos tecnoiOgicos son relativa-
rcfuci ziin en los anus sucesivos. Pero es sola- mente rápidos, con iigmediatos reflejos pro-
mente en los años treinta, en el contexto de ductivos, mientras que en el sector competi-
Ia gran crisis de 1929, que Sc configuran gra- tivo tradicional son más bien lentos
duaimente en una erie de medidas encami- mcdittos.
nadas a Ia reetabi1izaci6n de una nueva fae Estas observaciones tienen aquI sOlo valor
capitalicta. "Solo en los años treinta, bajo el indicativo de Ia pérdida progresiva de Ia fun-
si2no de In recesiOn de las teorLis kevnesia- ciOn central reguladura dci mercado en ci c.
nas, Ia pulitica estatal covuntural pudo desa- contemp'n0neo, que se integra a Ia acciOn
rrollarse para conrtirsc en el m.dio clási- esiatal o sta Ia sustituvu.
co de Ia lucha econOmica. Solo despues de Ia Esto no significa que a Ia disminuida fun-
CAPITALISMO 191

don dcl mercado deba corresponder por par- tales, aunque act ualmente Sc presente en tér-
te del estado una planificación programada. minos muy diversos de los del marxismo his-
El estado contemporáneo se limita a menu- tóricu. Toda Ia cuestión de Ia crisis del c. des-
do a imitar las regias tradicionales del iner- de ci punto de vista marxista se nos aparece
cado, manteniendo las condiciones de su hay marcada con ci signo de Ia controversia
reproducción. (cf. los textos recopilados por L. Colletti en
Por lo dcmás, también en Ia fase liberal del El rnarxismo ye! "derrumbe" dcl capitalis,no
c. el estado habia garantizado Ia reproducción y por C. Napoleoni en El futuro del capita-
y ci funcionamiento del sistema económico, lismo).
cumpliendo unas tareas bien predisas: defen- Sin embargo. Ia idea de Ia crisis del c. como
sa de los derechos privados de Ia empresa y crisis de toda Ia civiiización burguesa no es
adecuaciOn dcl aparato legislativo a las nece- exciusiva de los mo'imientos de oposición
sidades expresadas sucesivamente par el social v poiltica. Ha pasado a ser un motivo
desarroilo tconómico; delensa de Ia fuerza de de autocritica de Ia cuItura liberal-burguesa,
trabajo contra Ia logica de expiotacion capi- quc cuimina en los anus veinte y treinta. Na
talista indiscriminada (legislaciones sociales se trata solo de modas literarias, fiiosOficas
v en general creaciOn de infraestructuras o de publicidad.
para Ia reproduccion de Ia fuerza de trabajo En ci Handtt'örterbuch der Soziologic de
(como transportes, escolarización, urbanis- 1931 (bajo Ia dirección de Alfred Vierkandi.
mo, etc6ter.). que recopila las contribuciones de los cienti-
Estas funciones las encontramus enorme- ficos sociales más eminentes de su tiempo,,
mente ampliadas y perfeccionadas en Ia el "estilo de vida" capitaiista se presenla
acciOn del estado co!ltemporáneo. Actualmen- como un modelo neativo, sinOnimo de des-
te Ia importancia de las infraestructuras trucción de todo valor auténtico, que susti-
materiales y no materiales (investigación cien- tuye Ia calidad por Ia cantidad, expresión de
tifica) ha liegado a ser decisiva, asi como el fuertes sensaciones epidérmicas, obsesiOn
apovo contra Ia competencia internacional por el éxito, consumismo desenfrenado, cul-
(para esconder el papel de los gastos impro- to a Ia violencia —un conjunto de untivalores
ductivos, como los armamentos). Además ci en contr.tposiciOn a un idealizado mundo pre-
estado tiene Ia oportunidad de hacer notar su capitalista.
presencia directa en ramas económicas vita- Un diagnostico critico de tales dimensiones
les y Ia posibilidad de dirigir inversiones o puede estar ai mismo tiempo al servicio de
facilitarlas en areas olvidadas por ci capita- posiciones prácticas Y politicas progresistas
lismo priv ado. Todo ello se traduce en impe- o de posiciories nihilistas, irracionalistas o
rativos contrastantes, que marcan los confi- reaccionarias, incluso de carácter fascista.
nes dentro de los que se muew ci sistema En realidad en Ia tcmática de Ia crisis dcl
capitalista de regimen democrático: nccesi- c. como crisis cultural v de civilizacion coe-
dad de crecimiento económico, estabilidad de xisten elementos diversos, ya sea desde el
Ia moneda. intervención v preención de cri- punto de vista analitico o desde el punto de
sis coy unturales. balanza de pago.. etc. —pe- vista evaluativo. Además de una latente nos-
ro tambiên necesidad de pleno empleo, defen- talgia de un mundo precapitalista. supuesta-
sa de los grupos desfavorecidos, estrategias mente armonizado en un universo de valores
de reducciOn de las desigualdades sociales, compartidos, existen fenOmenos que Se impu-
puliticas fiscaics cficaccs y equitativas. etc. tan distinta y separadamente al industrialis-
La "crisis" del c. contemporaneo tiene su mo, a Ia ecuIarizacion, a Ia modcrnizaciOn
expresión en Ia incapacidad de afrontar al sociil v politica. Si bien no seria incorrecto
mismo tiempo estos imperttivos. agrupur baja el nombre dec. tocos estos feno-
meno (y por tanto llamar "crisis del c." a u
vi TE1As DI. LA CRISIS DLL CA'ITAusO. Desde patologia comOn), desde ci punto de vista ana-
que el capit.tlismo sc idcntiticó como ci fac- litico es necesario mantener imputaciones
tor calificativo de nuestra civilización se está causales distint..ts. Lu, fenómenos de disfun-
hablando de su crisis. La doctrina mar.sista cion v las patologias sociaks vinculadas al
ha hecho de ella uno de sus temas fundamen- desarrollo técnico-industrial no son deduci-
192 CAPITALISM()

bles de Ia estructura capitalista en cuanto tal, do Ia dompensaci6n a clases y a grupos, a


sino que se encuentran también en sistemas cambio de Ia pasividad en los procesos de for-
declaradamente anticapitalistas. maciOn de Ia voluntaci politica. Disuelta Ia
Muchos análisis de Ia crisis del c. conten'- identidad de las clases v fragmentada su con-
poráneo desplazan ci eje desde Ia estructura ciencia, ci c. avanzado se mueve dentro de una
económica a Ia sociocuitural. concentrando crisis dcl sistema, pero no ataca las causas
Ia atencion en probiemas de integración de fondo. Dc este modo se encuentra siempre
social v de consenso. Motivaciones, expecta- expuesto a nuevas formas de crisis económi-
tivas, frustraciones individuales y colectivas; ca ciclica, crisis de racionalidad administra-
incompatibilidad s eclecticismo de ideologIa tiva, crisis de motivaciOn v de legitimaciOn.
v valores; pérdida de sentido, secularización En especial Ia crisis de legitimacion se pro-
v regreso a lo sagrado; privacidad de los inte- duce "en ci momento en que las pretensiones
reses en contra del bien comün —iiidicado- de compensaciOn de acuerdo con ci sistema
res que dificilmente se pueden integrar (V aumentan con más rapidcz quc el con junto de
menos cuantificar) en esquemas de conduc- valores disponibles, o cuando se generan
ta univocos. Dc todos modos tales conductas expectativas impusibles de satisiacer con
no se pueden deducir de Ia contradicción de compensaciones conformes al sistema". Esta
principio entre capital y trabajo, v solo se pue- crisis, que es más bicn carencia o deficit de
den establecer a partir de un profundo cam- legitimacion, da lugar a patologias sociales
bio en Ia estratificaciOn tradicional, con Ia sicmpre nuevas y nunca resueltas del todo.
consiguiente inversion de las expectativas. La
misma lucha de clases se lleva cada vez mas VII TEMAS DEL CAPITAI.IS%IO (ORIVRATIVO. Otra
al terreno del presupuesto del estado v del opt ica para recomponer los indicadores cen-
emplea de los recursos publicos ante las trales y criticos del c. contemporãneo nos Ia
demandas sociales. of recen los modelos "corporativos". TambiCn
Con lenguajes diversos, udemas de opcio- ellos arrancan de Ia multiforme presencia del
nes pohticas diversas, autores de inspiraciOn estado y dcl sector pOblico en los procesos
liberal v de inspiraciOn marxista afrontan económicos, que alteru los equilibrios tradi-
estos temas con un pie en Ia acumulaciOn cionales entre Ia acción econOmica Y Ia acciOn
otro en Ia legiiimacion. La crisis del c. se politica. Tal presencia sin embargo no ilega
expresa entonces para unos en forma de "con- a introducir clementos de una racionalidad
tradicciones culturales del c." (Daniel Bell) v distinta (como Ia "plunificaciOn" por ejem-
para otros en una cadena de patologias entre plo), sino que simpiemente instaura un "inter-
las quc Ia "crisis de Iegitimacion" es Ia figu- cambio politico" entre los grandes protago-
ra más fuerte (Habermas). SegOn este Oltimo nistas organizados del sistema. En dicho
autor, el c. contcmporaneo se sustrac al resul- intercambio se trata sobre "bienes" quc no
tado fatal de una verdadera v propia crisis del eran formalmente neociabIes en Ia IOgica del
sistema gracias al papel determinante del mercado capitalista tradicional —o sea los ha-
estado. con Ia expan'.ión dcl aparato adminis- mados "bienes de autoridad" que se referian
trzttivo, In soluciOn quasi polftica de los con- al consenso con el sistema politico. Ia auto-
flictos salariales, con compromisos que tie- disciplinzt en ci tritbajo. etcetera.
nen Ia virtud de inmunizar al centro de los Los modelos del "c. corporativo" estable-
conflictos de cla.e, descargando los costos de cen el nOcleo de este intercambio en una rela-
los inismos subre Ia periferia o disolviendo- ción especial que se constituyc entre los gran-
los de manera anOnima en todo el sistema des protagonistas del proceso capitalista:
(inflación. crisis permanente de las finanzas empresarios, sindicatos v estudo. En tCrmi-
estatales, sistemáticos desequilibrios salaria- nos maximalistas estos tres actores sociales
les en perjuicio de lo- grupos sociales más se declaran positivamente interesados en una
débiles). gestiOrl quasi cohegiada del desarrolio, asig-
Al mismo tiempo se reiliza de forma pro- nandu al estado el papel de arante politico.
gramada una depoIitizacion difundida halo En terminos minimalistas los tres actores
el sino dt. Ia demracia de masas. La ünica adiiiitcii Ia iiecesidad nc2ativa dc no hacer
base de leizitimacion dcl sistema sigue sien- opciones unilaterales, que al golpear a una de
CAPITALISM() 193

las dos partes amcnazaria Ia cstabilidad Io- caracterizado par algunas constantes quc
hal del sistema. Sobre esta escala de máximo pueden ser identificadas. Peru en su funcio-
a minimo en cuanto a corporativismo existen namicnto concreto dan lugar a un conjunto
muchas variantes —desde Ia acciOn concer- complejo y mudable de combinaciones, que
tadu" alemana a los intentos de pacto social integra tambien factores "no capitalistas"
inglés hasta ci rechazu formal de todo acuer- (sobre tudo de naturalcza cultural), que son
do aun en condiciones de corporutivismo ras- insustituibles para ci mantenimiento del mis-
t rero. ma sistcma.
En ci c. corporativo se instaura una pecu- Esta constatacion no estzi en contra del
liar relacion entre politica y economia, que hecho de quc Ia relación trabajo-capital siga
reproduce una logica de mercado sui gene ris. siendo Ia rciaciOn central del c. Sin embar-
Los hienes ncgociados no son solamentc sala- go, estu importancia no parece ser resoluti-
rios, ocupación, productividad, inversiones, va ni para liegar a una definición inequivo-
etc., sino tamhién tormas dc icaltad y dc con- ca, exhaustiva y cunclusiva dcl c. en ci nivei
senso politico. Dc esta manera ci corporati- analiticu, ni para proponer, en ci nivel prác-
vismo puede tunciunar comu canal de legiti- tico y politico, soluciones seguras para Ia opti-
maciOn de on sistema capitalista modificado rnización de los recursos dci c. o pura Ia
de hecho en algunos de sus mecanismos dcci- corrección de sus distorsiones —escondien-
sionales. En una perspectiva histórica pucde do las perspectivas de su superaciOn. El c.,
ser un factor impurtante de uquella "arqui- predsamente parque es una "relaciOn social"
tectura dc Ia estabilidad" que está presentc en continuo dinamismo, demanda una cons-
—a pesar de todos los sintomas de crisis— en tante rcdcfiniciOn de sus clementos, o al
los sistemas capitalistas contcmporáncos y menus de su articulaciOn concreta, Ia cual es
que tue anticipada en los anus veinte cuando una sola cosa con ci modo de funcionar de Las
se hablaba de ' refundamentaciOn de Ia Euro- suciedades contcmporãneas.
pa burguesa" (C.S. Muier).
El corporativismu es cvidentemente uno de BIBLIokAFlA. P.H. Baran y P.M. Sweezy, El capi-
los modelos pusibles de rcalización, y por tan- tal monopoh.siu (1966), Mexico, Siglo XXI, 1968;
to de interpretación, de Ia relucion entre mer- D. Bell y R. Boudon, Contradicciooe.s culiuraie
cado y poiItica del c. Es aplicable en ciertos dcl capilalismo, Madrid, Alianza, 1977; Pruiestan-
sistemus y no en otros. Par ejemplo, Ch. Lind- ticme ci capitalisme, a cargo de P. Besnard, Paris,
blom, examinando el c. norteamericano, cons- Cohn, 1970; F. Braudel, C'ivilización material,
tutu más bien Ia pasiciOn privilegiada dcl "sis- economi a v eapitalismo, .siglo.s XV-X VIII (1967),
tema de empresas" respccto ai sistema demo- Madrid, Aiianza, 1984; Lt' ori.':n: dcl capizalis-
cratico decontrol, llumadu par él "poliarqui- tno, a cargo dc A. Cavalli, Turin, Lueschcr, 1973;
co". Los mismos empresarios se convicrtcn El marxismo y ci dcrrumbc dcl capizalismo
de hecho en una especie de funcionarios (1970). a caru de L. Colletti, Mexico. Siglo XXI,
pOblicos, sustrayendo dcl control democrá- 1978; State and economy in contemporary Ca pi-
tico importantes decisiones. En este caso las talism, a cargo de C. Crouch, Londres, Croom
reglas del intercambio politico están neta- Helm, 1979; M. Dobh, Esiudios sobre el desarro-
mente en favor de las empresas capitalistas Ila dcl capitalismo (1946), Mexico. Siglo XXI,
y en contra de los utros grupos sociales. 1971; The protestant ethic and modernization, a
Para definir correctamente Ia relación cargo de S.N. Eisenstadt, Nueva York, Basic
cntie mercadocupitali'.ta y pfilitica demorá- Bwks, 1968; J.K. Gaibraith, b, scciedadopultnla
tica es necesario mantcner abiertas diversas (1958), Barcelona, Arid, 1973; L. Gallino, capi.
estrategias conceptuale. Muchos análisis tra- zalismo, en Dizionario di sociologia, Turin. UTET,
dicionales, tanto en ci campo marxista como 1978; J. Habermus, Prohiemas de legitimacin en
en ci liberal-burgués, tienen Ia pretensiOn o ci capitalismo tardlo (1973), Buenos 'i res, Amo-
Ia ilusiOn de establecer Ia "esencia" Was rrortu, 1975; F.A. von Hayek, Ii capitaiismo e gli
Wesenj del c. —como el punto de apovo de storici 0954j, Turin, Einaudi, 1967; Rudolf Hil-
Arquimcdes, entendido o removido el cual se fcrding, El capital /inwlciero (1910), Madrid, icc-
entenderia o cambiaria radicalmente Ia nos, 1973; M. Kahcki, Ensayos t scogidos sobrc
estructura del sistema. Ciertamente ci c. está dzndmica de Ia economia capitalista (1971), MCxi-
'94 (ARISMA

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blum, Polilica t' mt'rt ala (1977), Milan. Etas Libri, dad que poseen de manera extraurdinaria.
1979; C.S. Maicr, l.a rifmidazionc deli 'Europa Estas dotes excepcionales se imponen en
horglu'se(1975), Ban. Dc Donato, 1979; K. Marx, cuanto tales para anunciar v realizar una
El capital (1867. 1885. 1894), Mtxico, Siglo XXI. rnisie nde tipu religioso, politico. bClicu. I ilan-
1975, 1976, 1981; C. Napoleoni, El fuinro delcapi. trOpicu. etc. Los quc reconocen este don recu-
iahsmo (1970). Mexico, Siglu XXI, 1978; C. Offe, nocen tambien el proplu deber de seguir al
l.a stato nel capitahsmu ,naturu (1972), Milan. jete carismatico. al que obedecen —de acuer-
Etas Libri. 1977; K. Pulanvi. I.e 'rande tras (or - do con las reglas que Cl dicta— en tuerza de
tnathine (1944), Turin. Ejnaudj, 1974; N. Poulant- Ia credihilidad propia dcl c. mismoen vir-
zas, La.c dases cue ia/es en ci eaptlaiLcnlo actual tud de cons t ricc iones v cákulos. La auturi-
(1974), Mexico, Siglo XXI, 1976: J. Schumpeter, dad dci c. tiace v permanece. ademas. c uan-
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Gotinga. %'andenhueek u. Ruprechi. 1974. do de especificar las condiciones tipicas dcl
nacimknto de takx pruccsos.
[(.IAS i5Rt('() RUSIO\t] En los casos en que si, han situado en pri-
mer pIano el lider v ci pIano de 'aivacián pro-
puesto par ci. Ia gemcsis dci fencimeno se rela-
cardenismo. V. V,RARIS\10: POPLLISMO. ciona con temores colectio% de pueblos ente-
ros. de minorias reiiiosas o Ctnicas enteras,
estados de in'.euridad radical v de ansia
cneraliiada, v ci c,tri'.nlatico Cs cunsidera-
carisma do coma una respuesta a estas situaciones.
Sc Ic acepta como portavoz de Ia nueva segu-
I. EL COCIU'TO CLASII,O bE CAIsMA El concepto ridad lundanentui. de Ia esperanza. dcl fin
sociologio clasico de c. fue formuLdo pur del sutrimiento, ..tun cuandu este ultimo pue-
Max Weber para identifkar una forma par. da. en ca.os extremo'., manifestar'.e en tCr-
ticular de pc-dcr. minos apocalipticus, de destruccion coma
En esta primera conceptualizacion se ana- entidad social y coma muerte lisica.
liza Ia existencia de lideres cuva autoridad se Estos tenômenox estan aociados con con-
basa no en ci c.tthcter sacio de una tradicioji dicione% dc falta dv modertiisaciun pulitica
ni en Ia legalidad o racionalidad de una fun- ecunomica, v con resultados de tipo totalita-
(kISMA

v dictatori.tl.
i . it, dc valores-riormas hásicas que inspiran s
En las sociedades modernizadas, muv arti- rigen ci comportamientu de Ia colectividud.
culadas y comptejas, se ha comprohudu. sin Con referencia a Ia conceptualizacion wehe-
embargo, qu' los ienómenos carismâtkos riana, se pueden descubrir dos tipos funda-
apareccn can mãs frecuencia a travis de gru- meniales de dinzimica: Ia rucionalizaciOn y Ia
pus v rnuvirnientos.s surten en ambientes conversion. La primera se 11ev a a cuba a Ira-
product ivos Y reproduc t has delirnizathLs, sub- yes de una diferenciación progresiva de fun-
culturas, inst ituciones que regulan sectores clones, para Ia quc se desarrollan mudelos de
de Ia sociedad. Dichos fenomenus ernergen de base dci sisteina mediunte regias v tCcnicas
estos con ci (ibjeto de plantear de muncra más especializadas y aplicadas a sectores
carismatica alternativas radicales que no se sociales mas limitados, con innovaciones for-
limitan al propio ámhito o institución, va que mules e Inst rumentales.
purten de Ia existencia de cundiciones parti- Lu conversiOn, en cambjo. se hasa en una
culares de dcs.daptaciOn, de suirimiento, de translormaciOn interior, en una rest ructura-
insatisfucciun que, sin embargo, no se presen- dOn de los valores básicas y de todos los corn-
tan par si mismas coil frecuencia en Ia socie- portamientas currespondientes, par una fe
dad coma para que puedan considerarse par- rividu coma don y coma deber, vocaciOn que
te de las fascs normales del desarrollo de las se distingue radicalmente del comportamien-
cant radicciones suciales. Teniendo en cuen- to conformista. La conversiOn tiende a difun-
ta que ci hecho carismãtico en sj es siempre clii- una conciencia de los vulores y una pra-
imprevisihie, dentro de esta perspectiva las xis aiternativa respecta de los fines, de las
precondiciones mencionadas, menos ruido- normas, de las gratificacione.s y de las opor-
sas, e presentan con dilerente amplitud en tunidades ofrecidas por las creencia.s domi-
puntos numerosos y diversos de las estruc- nan U's.
turas, con mayor I recuencia de Jo que se .supu-
flu en las primeras teorizaciones. IV kEIEVANcIA PRA(TICA Y 1EIJRI(A i)k LOS FEN'S1E.
Para delimitar estus tesis es conveniente so'. (.ARJSMATICOS DE (kUPO Ref i riéndonos a esta
senalar, sin embargo, que en Ia ética-práctica logica de conversiOn, es posible reconsiderar
del hienestar de las sociedades neocapitalis- los knOmenos curismáticos a purtir del gru-
tas existen tendencias sistemâticas a Ia desa- pa que vive una experiencia cokctiva de fe y
cralización V al "con.sumo", que apanen resis- de conversiOn de tipo carismático antes que
tencia a Ia dii usion y a Ia duraciOn de los esti- a partir de los lideres reconocidos como dota-
mulus carismaticos. dos dc c. La fisonomia de estos tipos particu-
lares de comportamiento colectivo señala
lii t-.l (.AMHIO SOCIAL RClONALiZACi(N V (OSVF.P5l')N aI"unos movimientos soJales o también expe-
Colocando en el centro de los I enómenos riencius de grupo más limitadas, quc se pre-
carismãticos un tipo de reiación de autoridad sentan explicitamente coma forma de socie-
basada de manera predominante en el lider. dad nueva, en estado naciente. Estos proce-
ci análisis histórico ha utilizadu estas concep- sos colectivos, de origen politico, religiosa,
tos principalmente para ci estudia de estadis- artistica, de contracultura, etc., que en Ia ülti-
las, lideres religiosos, nacionuks, militares, mu década se han multiplicado y difundido
de sus cualidades v reuIizacione (par ejem- particularmcnte en las sacicdades neocapita-
plo Jesucristo, Gandhi, Lenin, Ataturk, Chur- listas occidcntaies, se presentan en cuanto
chill, Dc Gulie, Nkrum.th. asscr). Recien- grupo coma alternativa institucional, ética,
tes estudius sobre los procesos de cambio instrumental; esto puede suceder tambiCn a
social v sobre ci papei de los muvimientos partir de experiencias de contradicciones par-
sociules, de los fenOmenos de corn porlarnien- ticulares del sistema de producciOn y de
to colectivo, comprobabies en ci interior v en poder, dc las que se pasa a contestar radical-
ci arien de los cambios mismos, han ampliu- mente los valores s las contradicciones pri-
do considerablemente esta perspectiva. marias. El poder que ci grupo reivindica be
Los cambios con tanto más radicales cuan- hasa en los valares que Cl crea y propone, en
to ma% se cucstiona U tipa de legitimaciOn, una Ic s' una praxis nuevas, vividas coma alga
0 modo de distribuciOn dcl puder, ci sistcma radicaimente distinto respecto a las "demã.s",
196 (ARISM

cuva eficacia se trata de demostrar activa- •:iásieas, y en ci fonda cstereotipadas, de


mente, aunque sea en un sentido simbóiico de lamosos Ides carismáticos, que con toda
ruptura v de reconstrucción radicales. El gru- razón sc han desmitificado para analizar su
pa carismaticc) se presenta a si inismo más vinculucion co-creativa con ci grupo que ha
que a su lukruzo intcrno (que puede también reconocido su autoridad.
no ser carismático en ci sent ida personal dci
termina) como marco de referencia y colec- iox Para garan-
VI l.A KEI.A(lfl\ C ARlSlAl\STIT('(
tividad de pertenencia nuevos. En este sent i- tizar Ia continuidztd de Ia experiencia cans-
do inmediato, proporciona n ci piano mat ica es nccesaria una icgitimación de algu-
psicológico— a los distintos miembros Ia nos niecanismos de transmisión dcl c., de
defensa social y Ia seguridad psiquica profun- organilaeiUn de Ia autoridad v de las funcio-
da necesarias para reconstruir v desarroiiar nes de Ia nueva institución que se pretende
Ia identidad de los individuos, negada en su consolidar. Sc han identificado —sabre todo
forma preexistente v sustituida por Ia conver- en ci estudia de movimientos ligados a on
sión. En esta ilnea, por lo tanto, no se desta- lider carismático— algunos modos con que
ca Ia relación de autoridad, entre los ci c. se extiende a otros v logia sobrevivir. El
sc'uidores-fieIes y ci jefe-profeta, como on vincuio de pare;zle.cro, v sobre toda Ia desccn-
acto de pasividad de seguidores unidos por dencia con derecho it Ia udqziisicitin Iwredi-
ci deh,r, sino ci papel activo de todos los tuna, ha sido una de las lormas mãs difundi-
micmbros del grupo en ci proceso de creación das de perpetuar ci c. El canlaelo con ci per-
colectiva de valores, realizados en Ia praxis sonaje carismático es otra modalidad tipica
comün. de transmisiôn dci c. La forma más importan-
tc, v quc puede formalizarse mejor, es sin
El. I IDEK %kIsIATlU) DESTRO on. (,Rt:P0. En eshi embargo, ci hecho de conferir ci c. par profe-
perspectiva se ubica Ia figura del ide earls- sian. El ejemplo historico de Ia igicsia eatóli-
mático. Dc hecho, frecuentemente éste no Sc ca se presenta coma ci caso clãsico dc estc
encuentra en realidad en los origenes dci tipo de instiiucionaiizaciOn. A pesar de Ia teo-
movimiento; primero es Ufl miembro entre rica contradictoriedad entre el carãctcr per-
otros, v soio gradu.tlmente desarrolla capa- sonal del c. v ci carácter formal dc Ia institu-
cidades, una persuasividad de exito que lie- don, esta forma de trasniisiOn hace que coin.
van it que se Ic reconozea como Ilder dotado cidan los dos terminos, sumando Ia fucrza de
de dones extraordinarios para encarnar Ia los dos tipos distintos de autoridad que se
misión dcl movimiento. Interiormente puede relacionan con éi: Ia autoridad legal, burocrá-
desarroilar contradicciones tales que provo- tica. v Ia autoridad par don cxcepcional. La
quen desmembramientos en ci movimiento institucion iegitimada dc csta manera Ikga
originario, hasta ci punto de dar lugar it un a tener una potencia interna decontrol social
nuevo grupo formado par los que reconocen una capacidad de continuidad elcvadisimas.
su c. como garantia de una verdad y eficacia La distinción de estas formas es Otil para
superiores. Si ci movimiento se difunde descomponer de manera correcta ci proceso
logra adquirir un poder legitimo aun fuera del de kgitiniaeion y de organizaciOn del hecho
grupo de seguidores dando vida a un nuevo carismOtico concreto, que sin embargo sigue
sistema social. ci c. Sc consolida sobre flue- estando basado en Ia persistencia de Ia fe v
vas bases, apovadas en el poder directo V c0fl- de Ia praxis del grupo. En ci análisis de Ia
dicionante ejercido aun sobre los que interior- estructuración funcional respecto del fin, en
mente no reconocerian de otra forma ci c. Por los terminus aco'.tumbrados dc Ia p'.icologia
esto, en ci análisis de estos fenomcnos es con- dc Ia organizaciOn. hay que tomar en cuenta
veniente, de ordinario. distinguir Ia% situacio- que aqudia asume una rigidez de reglas dis-
nes en que ci c. coincide con ci poder formal, tinta en rehieión con los tipos de conflietos
en una nación o en una colectividad vasta, de interno% v externos que ci grupo debe
Ia , fases a través de las quc ha nacido v se afrontar.
ha consolidado.
Estis proposiciones son válidas metodoió- HiBi I(.KAlI. F. Alberuni. Altivipirento e
gicamente subre todo irente a las imágcnes ne, Boionia, II Mulino, 1981; E. Shils,Charisniu.
1ASTRISM() 197

order and status, en American Sociological predravidicas). Aunque no se conocian en los


Review, xxx, 1965: R.C. Tucker. The theory of untiguos himnos vedas, las cuatro apurecen
charisniatic leadership, en L)aelahis, veranu de en un himno tardio dci Rig Veda: brahrnana,
196: M. Weber, Feonomia v sociedad (1922, los sacerdotes; kshatrivu, los guerreros; vu is!,-
1964), Mexico, Fonda de Cultura EconOrnica, a, los agricultores y los mercaderes; sudra,
1964 2 . los trabajadores más humildes y los siervos.
El nUmeru dec. se ha multiplicado sin mcdi-
[ITAW Ok SANI)RE] da a Iravés de los siglos y ha constituido Ia
estructura de todu Ia sociedad de Ia India. Las
religiones universalistas como ci budismo y
casta (dcl espanol y portugues casla, ' lina- ci isiamismo no han podido erradicarla. Solo
c . , derivado del adjetivo latino caslus, el proceso de modern izaciOn, que todavia se
"puro"). está realizandu, Ia ha pucstu en crisis.
En otrus partes del mundo se pueden
Grupo social cerrado, que se reproduce endó- encontrar sistemas de c. en lorma menus
genamente Y cuvos miembrus lievan una vida cumpleja: en Africa oriental (somalics. galas,
social distinta v. dentro de lo posibic, sepa- masai). en Ruanda. en Madagascar, en Gam-
rada del resto de Ia suciedad. El I enOmeno de bia, en Ia Pulinesia, en Ia America precolom-
las c. ha estado y está todavia presente en hina. En estos üitimos casos se encuentra una
numerosas sociedades premudernas. Tiene divisiOn dicotOmica y conflictiva de Ia sock-
una relev.tncia poiltica porque normalmente dad entre una c. noble (sucerdotes, guerreros.
en una sociedad en que están presentes una pastures), caructerizada racialmente, y ci vul-
o varias C. el poder politico y los privilegios go, ordinariamente dedicado a trabajos arte-
sociales estan distribuido.s en relación C(Jfl Ia sanaies considerados tradicionalmente coma
pertenencia (a no pertenencia) de los indivi- impuros (herreros, tejedores, alfareros, car-
duos a una de ellas. En ci urigen de las c. se pinteros).
encuentran frecuentemente diferencius racia- En Ia historia de Ia Europa medieval y
les, peru tambien ci desarroilo de luertes difc- moderna, Ia nobleza tuvo caracteristicas de
rencias sociales dentro de comunidade.s étni- C., Cs decir de grupo tendencialmente cerra-
camente homogéneas. Muy a menudo las c. do, endogamico, con tunciones especificas y
se caracterizan par las funciones sociales que hcrcditarias (Ia actividad militar a funciona-
sus miembros cumplen, en forma hereditaria na) y era Ilamada frecuentemente c. aristo-
o exciusiva. En el antiguo Egipto, par ejem- crática o nobiliuria (v. nobleza).
plo, existIan grupos sociales que pudian cIa-
sificarse coma c., y que se caracterizahan pur [(.;oRciIo SIANCHI]
funciones sociales cspccificas: los sacerdotes,
los guerreros, los mercaderes y los artesanos;
entre los hebreos, los miembros de Ia tribu
de Levi cumplian de manera exciusiva Ia fun-
castrismo
ciOn sacerdatal; en Ia antigua Grecia los ascie-
piades, que remontahan sus origenes al rey Con el tCrmi-
I CASTIIS\1O V 1AkXlSMrJLkNlNlS9O.
Esculapio, constituian una c. sacerdatul que no c. noes posible identificar un conjunto de
trasmitia de generaciôn en generación los proposiciones ideolOgicas y teôricas capaces
secretos dcl arte de Ia medicina. de constituir un cuerpo orgánico quc pueda
El pals donde se ha desarrollado mets el sis- relenirse especificamente a Fidel Castro: los
tema social de las c. ha sido ciertamente Ia aspectos más relevantes de Ia personalidad
India. En ésta, parece indiscutible, aun juz- y de Ia obra del lider cubano no deben bus-
gando par ci nomhrc local dada a las c. (var- carse, coma es sabido, en su "doctrina", o pro-
na colorj, que éstas tuvicrun un origen ducción teórica, que es objetivamente esca-
raci.ii. La division en c. fue impuesta, seeQn sa, cuanto en su excepcionai historia poiitica.
parece, por anus, cunquistadores de Ia India, Desde el punto de vista de Ia teorla
para manteael las distancias con las pobla- marxista-kninista v revolucionaria, lo que
ciones preexistentes sometidas (dravidicas v caracteriza ci pensamiento dc Castro es su
198 (ASTRISMO

evolución progresiva y constanle dcsde las nit icados particulares segOn Ia Ease del pro-
primelas posiciones democrático-radicalcs ceso revolucionario al que se ret icren: Ia con-
hasta un marxisino-ieninisrno cuyas peculia- quista dci poder, las transfurmuciones estiuc-
ridatles continüan, por to menus hasta Ia %ueI- turaics preparadas o Ia consiruccion de un
Lu de los primeros anus setenta: pragmatis- nuevo sistema politico. Sedehera distinguir,
mu, crnpiria y eciecticismo (tanlo que se han por lo tantu, por separado, ci c: a] cumu for-
identil icado. de vez en cuando, ciementos de ma tic lucha ret'olucumuaria; hi como imuidelo
pupulismu, caudillismo, jacohinisino. tic constrzwcion (IL'! socialismo; C] como rt'.i.
etcetera). lilt.' H ioliiico.
Flistoricamente to que Sc llama c. es una
acciun i-evolucionaria cmplrica % consecuen- in-voi.i
II Ii I. '.STRiSM() (OSlo IORMA IM. 1(1 hA
te que se encontro con ci marxismu durante SIA Precisarnente en virtud de Ia experiencia
su carnino" (Dcbrav). En otras palabras, ci c. cuhana. cuando se habla de g uerra do' 'zu'rni-
es Ia via cuharia al socialismo, v en ci térini- I/ac no se ret ierc uno a una simple tccnka
no Sc sintetilan ciertos aspectus peculiares militar sino a una lorma de lucha (ai -mada)
dcl procesu i•c ol ucionar io cubaiio nwdiante Ievolucu)naria cuvo fin es pucs. Ia conquis-
un trahaju de análisis v de abstracciun a pus- La dcl poder politico. En eteeto, historicamcn-
tenon, que tal vez ha ido mas allá de los acon- te Ia guerra de guerrillas siempre se adopto
tecimientos cuhanos reales v de las misnias como tOctica defensiva part icularmente cii-
intenciones e interpretaciones de sus prota- caz para contrarrestar a un adversario dota-
gonistas. El c. ha asumido de cste modo vain- do de medios y iuerzas prepunderantes, tan-
res particulares, va que quiia se ha querido to si era tin invusor extranjero comi, Si era ci
hacer de Cuba Un mudelo para apovar tesis mismo poder central (guerras de resistencia,
polcmicas en reLicion con Ia ortodoxia revo- luchas anticoioniales, nu imientos ceparatis-
iucionuriu de los pailidos comunistas oticia- las, revueltas campesinas endcrnicas, bando-
les. Es conveniente, pues, recordar quc Ia lerismo, etc.). El c., en cambio. en esta prime-
revolucion cubana se consolida precisamen- ra acepciOn, sc coiivicrtc en sinonimu de guc-
teen los años en quc cntran en crisis prulun- na revulucionania pur ci puder, realitada de
da Ia concepciOn del esiado-guia y las reiacio- .icucido con una táctica guerrilicra.
nes tradicionales entre los partidos comunis- Pew ci verdadero elemento dc nuvedad dcl
tas (Ia ruptura definitiva efltic Chiiia Ia c. consiste en una cosa muv distinta. Si con-
Union Sovietica, por ejemplo, corresponde a ligura de hecho un tipo intermedio entre los
19630., hablando más en izeneral, dentro de otros dos modelos revolucionarius histórica-
Ia propia ii.quierda. mente triuntantes (ci hoichevique de Li insu-
Al mismo tiempo se asiste, por lo demás en rrecezou v ci chino de Ia i'ucrra dcl pueblo),
pokmica con los partidus comunistas, a Ia de unu u otra lornia se ubica objet ivamente
vuelta a tematicas revolucionarias V 'tercer- denti-o de las concepciones revolucionarias
mundistas" en Occidente, por las que ci éxi- ciasicas, para las que Ia lucha no puede dejar
to de Ia revoluciOn cuhana represento un cvi- de ser armada. Asi, Ia estrategia de los jeics
dente puntu de referencias especialmente cubanos tomaba en cuenta ambos modelos.
(pero no Onicamente) como modelo aplicabie en ci sentido de que Ia accion militar debia
a los paises subdesarrollados v coloniales. No ir acumpañada de manera estable por ci
hay que sorprenderse, pues, de que los carac- impulso insurrecional en las ciudades, mien-
tcrs cvolutivos de Ia expericncia cubana Iras que Ia guerra de guerrillas, al consolidar-
hayan resultado para algunos tan nucos que se, evolucionaha progresivamente hacia Ia
no sOlo estaban fuera de Ia ortodoxia 5mb que rucrra del pueblo: las circunstancias (actua-
iban en contra de Ia misma. y que. por consi- tes (part icuhirmente Ia rapidez de los aeon-
guiente, se usaban también con forzamientos tecimientos) son las que explican de munera
polémicos en ci debate al que hemos hecho sustancial por qué todo Cstu no se lleO a cabo
aiusiôn. de manera completa. La crdadera novedad
Despues de estas premisas hay que preci- dcl modelo cubano do'hc huscarse. por l) tan-
sar mjor quc d trmino c.. en cUanto 5mb- to. en utra parte.
nimo de vIa cubana al socialismo, asumc sig- Lu que Ic perniite it Rcis E)ehrav hablar de
(A.STRISM() 199

rvolnewn en la rec,Iucw,: es en realidad ci En ci trun.scurso del proceso militar Ia van-


hecho de que en las eperiencias anteriores guardia se consolidaru politicamente y se con-
el proceso revol lcionario siempre hahia teni- vertira en verdadero dirigente dci muvimien-
do una orientaciorl politica porobra del par- to global. Al mismo tiempo par media de Ia
tido (marxista-Lninista) comb vanguardia '. propaganda armada de las lormaciones gue-
orien taciOn dci nu,vimiento global. rrilleras V coma consecuencia de las ref ormas
De acuerdo con esta tradición. Ia piedra economicas v suciales realizadus en las zonas
angular de Ia teurla revolucionuria modernu !iheruda.s, se cicvarü Ia conciencia de las
es Ia orientaciOn politicu dci partido. al quc masus.
hahizt que suhordinar las mismas operacio- Sc trata en buena medida dc teurizaciones
ncs militares: Para hacer In revoiución es a poslerlori, de raeioriitlizaciuiics de Ia expe-
necesaria un part do revoiucionario" (Mao riencia cane reta, que resienten tanto el s'olun-
Zcdontt). F.l fuerte caracter de rupturu dci tarismo forzado operado par los castristas al
c. radica enhances en ci hecho de que, Ia gue- iniciarse In guerrilla como Ia pokmica hacia
rra de guerrillas, al privilegiar decididamen- has formaciones politicas tradicionales, en
te ci aspecto militar, parece no requerir (V en particular ci partido comunista. Par lo demãs,
cicrto motto hasta rechasar) unit orgunizacion ci contraste que ha puntuado toda Ia lase gue-
politica destacada y dirigtnte respecto de Ia rrilkra de Ia revoiución cubana entre sierra
estructura militar. (los guerrillerus de Ia montana) v ilano (las
La vanguardia de Ia revolucion ya no es ci organrzaciunes puliticas de Ia ciudad) no
partido sino Ia guerrilla misma, por ci solo recaiu sabre aspectos tacticus a militares.
hecho de haher empunado las armas La sirin más bien sabre Ia hegemonia misma de
lamosa (ruse de Castro sintetiza muv hien Ia revolución, y se praiongo mãs alizi de Ia con-
esta concepcion: Quicn harü Ia revolucion quista del potter.
en America Latina? e Ou lCn? El pueblo, los Sea como lucre, Ia estrategia resuitO yen-
revolucionarios, con a sin partido" (las cur- ccdora. v Ia consecuencia más inmediata es
sivas son nuestras). que parece aplicahie a todas las situaciones
La revolución no es. pues, un largo proce- que, por encima de las contingencias parti-
so en quc Ia abra puciente v de largo plaza culares, las condiciones de miseria y opresián
de organización y cducación politica desern- de las masas populares (en Ultimo análisis,
haca en el lcvantamiento armada: sus condi- campesinas) están al mismo nivel que los
clones, par el contraria. 'están determinadas cuhanos en visperas de Ia revoiución, o sea
por el hambre dcl pueblo, par Ia reacciOn prãcticamente en grdn parte de los paises sub-
I rente a es;.i hambre, par ci terror desenca- desarrollado,,,v ciertamente en casi todos los
denado para retardar Ia reacción popular v paises de America Latina.
par Ia ola de odia creada por Ia reprcsión" En realidad, Ia "expurtabilidad" mecánica
(Che Guevara). Las masas, pues, par sus mis- del c. ha quedado desmentida por los hechos,
mas condicicines de miseria v opresión están a partir del fracaso de Ia uventura boiiviana
ohjetivamente dispuestas a Ia revolucion: r. Es de Guevara. Se puede percibir, sin embargo,
indispensable Ia candición sub jetiva dcl par- ci eco v Ia concientizaciOn palitica de los revo-
tido revoiucionario? No: o siempre es nece- lucionarios de use continente, y del tercer
sario esperar que sc den todas las condicio- mundo.
nes para In revoiución: Ia hoguera de Ia insu- El exito dcl c. en Occidentc, donde es
rrecciOn puede crearlas" (Che Gucvaraj. La impensuble una rcvoiuciOn guerrillcra, tiene
que se requiere no es, par Ia tanta, Ia organi- desde luego un fundamento distinto, y resi-
zación V Ia orientación politica, sino un ejem- de justamente en ci valor de ruptura de los
pia cone reto. es decir encender un foco gue- esquemas consolidados más que en su apli-
rrillera, par parte de un pequeña grupo arma- cabilidad. La revolucion euhana coincide con
da, su mantcnimiento, v encender otras el rescate en Occidente de temáticas revolu-
hogueras en otras partes del pals (precisa- cionaria.s tuertemente vinculadas, par un
mente se trata de Ia teoria foqui.sia). Esto es lado, a una dimension internacionalista y
'uficientc para que ci incendiv se piopague antimperiaiista, v. par el otro, aI aumento de
coma reguera de polvora. los movimientos que se colacaban "a Ia
2(X) CASTRISMO

izquierda" de los partidos comunistas aun en na, ci campo de los estados socialistas (V SU
las situaciones nacionaics. En este contexto, puteucia industrial) ha Ilegado ha ser tal que
Ia influencia dcl c. ha sido mucho mäs pro- hace imposibk translerir a nivei de Ia coupe-
funda de to que se piensa: Las teorias de Ia radon internaciunalista muchos de los pro-
Uccimi ejemplar v dcl de:uuador .ot'iul soste- blemas que Ia I:RSSV China debieron resolver
nidas por muchos de los movimientos jáve- (W si solos.
nes extiaparlainentarios. bien visto lucron ci Además de estas circunstancias de hecho
cquivaknte bastunte preciso de Ia [curia (que de una u utra fornm inducen a acoger con
foquisla. Y, aun cuando las matrices cuitura- rescra todos los esquemas interpretativos
les sean distintas, los grupos terroristas excesivamcnte riidos, hay que precisar que
actuales sostienen pusiciunes muy similares, las condiciones de Ia isia antes de Ia revolu-
tanto si ohedecen a Ia exigencia del partido ciOn no eran las del subdesarrollo agricola en
comumsia combaiwnie coma a Ia práctica de ci sentido tradicional del términu (Iatifundio
Ia violeneza ,iropa,'ada. por un ludo v masas campesinas en condicio-
nes icudaics por el otro).
UI. EL CA.STRISI()U)M() 1OIWL() OF (ONSTRUCC ION 1*1. Lu plantaciOn de azücar, estructura dorni-
sOCIALISIO. El sociulismo en Cuba apuntu, por nante de Ia econunlia cubana, es en realidad
to menos en Ia primera Ease. Ia propiamente una gran empresa agricola y ai mismo tiem-
castrista, at desarrollo de Ia agricultura mas pa una industria medianu de transformaciUn,
bien que aI de Ia industria, coma sucediO en va que nurmalmente encontramos, al lado de
cambio tanto en Rusia coma en China, v en Ia pluntación, el injenio, o sea Ia refineria. La
los demãs pulses socialistas industrialmente afra. par otra purte. no consiste simplemente
atrasados (aunque con marcuda especitici- en eI corte de Ia cañu sino en un conjunto de
dad). Estu elección resulta tanto más novedo- trubajos que culminan con Ia rcfinaciOn. El
sa respecto de los modelos pasados, sabre problema real de Ia ecunomla cubana no era,
todo si se toma en cuenta que Ia dominación por Ia tanto, ci clásico de Ia reforma agraria
colonial e imperialista habIa ubligado de unu que otorga Ia tierra a los campesinos, alián-
manera rigida a Ia isla a jna economia agri- dubs asj con Ia clase obrera, insertándolos
cola de monocuitivo (caña de azücar); preci- en ci procesode movilizaciOn reoIucionaria,
samente par esto, ci primer objet ivo dcbiO para cxtraer luego del campo el excedente
haber sido, con mayor razón, Ia autosuficien- necesario para Ia indust rializaciOn.
cia económica, cuyo presupuesto era preci- El prublema de Cuba era ci de Li adminis-
samente Ia industrialización. traciOn socialista de Ia red de grandes empre-
Sin seguir los diversos filones de un deba- sas agricoias y de Ia creación simultánea de
te que por su complejidad trasciende decidi- una estructura industrial para sostener Ia
damente ci caso cubano en particular (que actividad econOmica de mayor relieve. ade-
abarca. en realidad. Ia problematica más mãs de otras zonas agricolas con cultivos
general de todos los paises "subdesarroila- diversificados c intensivos para los requeri-
dos" quc se aprestan, o Sc aprcstarán. a reco- mientos de primera necesidad (hortalizas,
rrer ci camino de Ia independencia nacionall, came. fruta. kche, etc.). todu esto obvianien-
es oportuno, sin embargo, aclarar algunos te dentro de un marco general de esfuerzo
aspectos del problema, no destacados nunca concentrado en las infruest ructuras sociales
de manera suficiente, An los que se pierden (escuelas, hospitales, etc.. Si estas son las
decididamente los terminus reales de Ia dis- decisioncs dctciminantcs dubde el punto de
CUsiófl, sobre todo si e trata de un observa- vista estructural. una industria bâsica auto-
dor occidental. noma es un objetivo que se ubica necesaria-
En primer lugar, Cuba Cs un pequeño pals mente en ci largo pluzo.
que no dispone en general de recursos natu- Las consecuenciac de estas dcc isiones ecu-
rale.s que justifiquen una industrialización nOmicas, se ha señalado en un nicI critko.
forzada de acuerdo con los modelos del pusa- son esencialmente dos. En primer lugar, ci
do que hemos mencionado. En segundo lugar. sostnimiento social del regimen socialista
por 1:1 hecho de que Cuba estuvo totalmente queda contiado a las masas campsinac (que
aislada durante largo tiempo en Amtrica Lati- se suponen par definicion mas atrasadas res-
CASTRISMO 201

pecto de Ia clase ubrera v de las capas urba. estructuras poilticas v de gobierno del pals,
nas). En segundo lugar. Ia renuncia a Ia auto- ha hecho que se observe que nos encontramus
suficiencia lundada en una base industrial aqul con un tipico ejernpio de regimen politi-
autUnoma true coma consecuencia empu jar co con un poder (legItimo) carisrndiico.
a Cuba dentro de una esfera de influencia, Por Ia quc concierne directamente a Ia per-
haciéndoia tributaria dci campo socialista sonaiidad de Fidel Castro, con su costumbre
tanto en to que se refiere a los productos de recorrer Ia isia de un lado a otro, mezcián-
industriales coma a Ia yenta de azücar (el dose con Ia gente y maritenicndo con todos
embargo dci azücar cubano produjo una dialogos impredecihies e improvisados, ha
situacián de monopuiio de Ia demanda por adoptado un estiio de vida que tiene bien poco
por pane de los pulses dci esict. de "hierático" (piCnsese a Ia inversa en ci esti-
Sobre ci primer punto. Va hemos explica- lo de Stalin o Mao). Su misma oratonia. it Ia
do cómo Ia estratificaciOn de ciase en Cuba que se cita siempre coma ejemplo de aclitu-
se caracteriza par Ia presencia de obreros des carismáticas, en realidad es lo opuesto.
agricoias. a los quc ci c. ha apuntado para Segün ci tipo ideal webeniano. el esqucma de
meterios plenamente en ci procesu revolucio- razonamiento del jefe carismatico es pro len-
nat-jo y de udrninistraciUn socialista de las co, o sea que se traduce en re't-elaciones segün
estruturas econUmicas (en este sentido. Ia Ia formula (podniamos decir): 'Està escrito.
zafru siempre tuvo ci caracter de una mot iii- pero vo os digo..
zacion social de musa, mas quc de unu activi- En cambio, Ia oratoria de Castro, sin des-
dad econUmica estaciunal). cuidar ninguna de las astucias dci comediante
Sobre ci segundo puma, sigue siendo 'er- de nacimiento, es sin embargo siempre nigu-
dadero, indudabiemente, que se ha estabie- rosamente didáctica s pedagogica, v se hasa
cido una dependencia bastante notoriu de Ia en argumentaciones presentadas de manera
URSS. En ci piano econOmico esto resuita racional, sin basarse en el principio de auto-
muv clara. a part in del lracaso dci proyecto ridad sino que tiene corno I in Ia persuasion
de asegurarse Ia autosuficiencia linanciera (Ia f,Lmosa "Autocnitica" dci 26 de julio de
mediante ci incrcmento progresivu de las 1910 es ejemplar en este sentido).
exportuciunes de azUcar. La perduraciOn de Dc modo mãs general, dehemos preguntar-
las dilicultades econOmicus, v Ia imposibili- nos, no obstante. si ci regimen cubano no ha
dad de responder a las demandas sociales pri- favorecido una reiacion de tipo carismOtico
vilegiando los incentivus morales respecto de en Ia gestion del poder. 0 Si en otra palabras
los mare riales, v manteniendo artificiosamen- ha sido favorecido en Cuba un culto de Ia per-
Ic on clima de permanente moviiización revo- sonalidad, entendido coma exaitación de dc-
iucionaria, terminó por incidit- inevitabiemen- mentos canjsmátjcos en In relación con los
te sobre Ia autonomia politica del regimen, gobernados. Sin entrar en Ia discusión de si,
inciuso porque ci fracaso de las guerrillas v en que medida, Ia categorla dci poder cans-
de los experimentos democráticos (como ci mático sea sin más aplicable a Ia realidad con-
chileno) ha perpetuado ei ferreo aisiamknto temporanea, Ia respuesta at interrogante es
at que Sc ha visto obligada Ia isla. Dc este dcl todo negativa.
modo, ci papel autonomo reivindicado por ci Mientras que Ia relacion carismatica se
grupu dirigente en ci primer decenio, v Ia define por su imnediaiez. 5' por Ia dirección
aspiraciOn a convertirse en ci estadu guia de (de urriba abajo), los mavores esfuerzos del
los pulses no alineados. SL han rcdimcn'.iona- equipo dirigente cubano se han dirigido en
do progresivamente. La historia de Cuba a cambio a crear estructuras de agregación y
este respecto no Cs Va historia dci c.. siflo de de organizaciOn de Ia sociedad civil (partido,
un regimen comunista para todos los efectos. sindicato, cominCs de da'fensa revolucio;zaria,
etc.i. de modo de crear al misma tiempo nive-
IV EL(sTRISWCOMVRF.GIMES POLITI(O. La atrac- les intermedios entrc sociedad y estado. con
don personal de Fidel Castro, y ci papd pree- ellos niveics de autonomia v de relaciOn dia-
minente cjercido par ci en Ia primera deca- lectica nespecto dci poder central. Por lo
da de Ia rcoiucion cuhana Ijuslamente Ia dcnias, tambien en Cuba ha succdidu lo que
decada dci c.i. junto con Ia precariedad de las Weber va habia señaladrj coma tendencia
202 (Al OLICISMO LIBERAL

intrinseca de Ia autoridad carismática: Ia de tos frecuentes entre Ia Santa Sede v los esta-
agotarse y par Ia tanto institucionalizarse. dos, excepto en ci caso de cisma. Ia obedien-
Despues de Ia prirnera tase de consolidaciOn cia a los preceptos dcl soberano constituia un
del regimen, muy confiada en ci empirismo deber de curOcter relit"ioso; ci evasor de
v en Ia movilización ideoiogica, ci sistema impuestos, ci contrabandista, ci que acuña-
politico se ha ajustado, no sin problemas, a ba monedu tulsa. estaban en pecado; tumhien
los sólidos esquema de las democracias popu- lo estaba ci que desacreditaha en un discur-
lares. Por lo dernás. Ia propia figura de Fidel so al monarca; ci cont esor debia negar Ia
Castro ha ida redimensionandose progresiva- absoluciOn al penitente que no denunciara a
mente en relación con el constante ref uerzo los enemigos del rev v a sus complices. El
de Ia gestiôn colectivu dcl poder v del tejido rebeide contra ci scberano (sometido sola-
conectivo politico de Ia sociedad civil. mente al juicio de Dios), aunque solo lo fuc-
ra de pensamiento y no de ubra, era un
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historic, de ha reoluciOn cuba na (1968), Mexico. te don Carlos y contra los constitucionalistas.
Era: Varios autores, Le radicc sloriche delia nra- Ia reina Isabel v Ia regente Cristina) 5' aque-
lz.zonc cuhana, en Ideologie, nüms. 5.6. 1968. lbs que piensan que toda forma politica pue-
de ser aceptable par un catOlico mientrus se
fI.UCIAMJ BOSI11 rcspete Ia libertud dc Ia iglesia v ci poder de
su magisteria, sosteniendo que seria imposi-
ble o contraproducente retorn;'r a los viejos
cirdenamientos.
catollcismo liberal Para no confundir los tiempos, cube dedr
que para ci catc)Iico liberal dcl 51gb :x el
El termino c. liberal es un tCrmino decimo- estado no solamente no debe usurpar los
nónico, sin corrcspandcncia can periodos derechos de Ia iglesia, sino que debe mante-
anteriores, si hien ci de 'católico liberal" ha ncr Ia inspiracion cri.stiana en su IegislaciOn:
podido ser tal vez usado (no por los contem- por ejemplo, considerar ci matrimonlo mdi-
poráneos sino por los narradores de nuestro soluble, a aun me jar, dejar que Ia iglcsiz* Ia
tiempo) para indicar sacerdotes o laicos "de cciebre v lo regule; ci adulterlo debe ser cas-
mangu ancha", antitesis de los escrupulosos, tiado, asi coma Ia bLislemia; pero par otro
iempre temerosos de estar en pecado v que lado ci estado puede asegurar iguaidad de
ponen en el mismrj piano cualquier infracci(5n dercchos a los miembros de otras confesio-
a los preceptos rcligiosos, sea cual furc su nes reliaiosas e iriciuso a los incrCdulos.
importanciz. Especialmente en Beigica los catOlicos lihe-
El c. liberal Sc deline.. en Francia, Italia v rales aceptaron de buena gana una cunstitu-
BClica, con derivacione'. en Espana v en ción que establecia Ia separacion de iglesia
America Latinu, despuCs de Ia revolucion y estado. dejando cspacio para Ia libre corn-
francesa, coma un catolicismo que no solo petencia entre católicos S su'. contrarios
accpta. sino quc prupugna. formas de gobier- (veanse coma simbolos las univcrsidadcs de
no liherales v no cree en Ia conveniencia de Lovaina v de Bruselasi. En Francia se consi-
una alianza entre trono v altar. dcro coma tal al padrc Lacordairc, irente a
En ci ancien régime, a pesar de los conflic- los integristas intransigt.-ntes. en su aposo a
C AU Diii .iSMO 201

los inovimientos nacionales. caudillismo


En Italia ci c. liberal se centrO en Ia cues-
lion del poder temporal, con su deseo de que
ci papa renunciase al mismo para poder cons- Se puede definir ci c. latinoamericano desde
tiluir Ia unidad nacional; su fiura más emi- dos perspectivas sustancialmente distintas,
nente lue el padre Carlo Passaglia, ortodoxo a sea que se lo considere dentro de un espa-
en cuestiones religiosas, defensor del dogma cio temporal determinado, o conlo una ten-
de Ia Inmaculada ConcepciOn. Se considera dencia implicita al desarrollo politico del con-
exponente dcl c. liberal italiano a Alessandro tinente al sur del rio Bravo. El c., en Ia pri-
Manzoni e inciuso a Cesare Cantü, lenaz opo- mera perspectiva, seria un periodo histOrico
sitor dcl matrimonio civil. v a Stelano Jaci- situado cntre elfin de las guerras de indepen-
ni, ministro de Vittorio Emmanuele II lid dencia (1810-1825) y ci surgimiento de los
it Cavour. aunque contrario at traslado de Ia estados nacionales en Ia segunda mitad del
capital a Rorna en las discusiones parlamen- siglo xix. Esta concepcion considera que Ia
tarias de 1871. En cambio no sc considera posterior politica de Izombres fuertes. aun
catolico liberal a Marco Minghetti, expand- conservando rasgos propios de esta etapa,
te dcl liberalismo y ejecutor del programa de representa fenOmenos sociales radicalmente
Cavour, at mismo tiempo que catOlico fer- distintos. En Ia segunda perspectiva el eje del
viente. análisis esta puesto sabre Ia figura del cau-
Las gradaciones posibles son mOltiples, dillo al que se considera como una expresion
dentro de un elero y de un laicado que nunca tipica v comün de los pueblos de America
pudieron con juntar a todos Los catolicos, divi- Latina mis aIlá de Ia determinada situación
didos siemprc en dos grupos: los nostálgicos historica a Ia que pertenece. Dc esta forma
de los vie jos regimenes y Ins fautores de las se salta por sabre las etapas histOricas espe-
instituciones liherales. existicndo ademas cificas para, en un grado alto dc generalidad,
aquellos quc solo SC preocupahan de su prac- estahlccer correlaciones que prescinden del
tica religiosa, desinteresándosc de los aeon- canibio cualitat ivo afirmando impl icitamcn-
tecimientos politicos. para los cuales ni los IC Ia existencia de sustratos historicos más
heehos de 1860-1861 (reducción de los esta- a menos permanentes como, por ejemplo, ci
dos pontificios it Ia region del Lazio) ni Ia paralelismo quc se establece en Ia Argentina
toma de Roma constituyeron un trauma. entre los gohiernos de Rosas v Perón.
El termino se puede aplicar a lo sacerdo- Nos atendremos pues particularmente al
tes patriotas v moderados deseosos de una primer punto de vista v consideraremos al c..
cooperacian entre estado e itzicsia, en el prio- caracteri,ado por La presencia compleja del
do final del siglo xix. Sin embargo no puede Izomhrt' fuerte. como ci sistema social propia
aplicarse a los modernistas (los seguidures de dc los paiscs de habla espanola de Latinna-
Murri no son precisamente liberale.$) ni ade- merica durante Ia primera mitad dcl siglo
cuarse al rtgimen fascista, va que entre Ia xix. Desglosaremos sucintamente los aspec-
minoria del clero antifascista se pueden tos econOmicos. cociales v politicos del perio-
encunt rar catOl icos integristas Y elernentos do caudiblista. y, en un segundo momenta.
dispuestos a colaborar con los soialistas. Por expondremos criticamente ins distinias inter-
ijempIo. dam Luigi Sturzo se sitOa en Ia anti- prctaciones del c., para I inalizar eshozando
tesis de Ia politica liberal. un tipo de interpretacion coniprensiva del
El t1minu de católieo liberal ha rcsurr.i- fcnomeno en su globalidad.
do después dcl adenimiento de Ia RepObli- Al termino de In guerra de independencia los
ca, aplicandose imprupiamente al católico paises de HispanoamCrica presentan on cu-
que se compurta como tat en su ida religio- dro diferenciado v compiejo: mientras ci
sa, pero que rechaza las advertcncias de Ia impacto del proceso revolucionaria en las
jerarquia eclesiastica cuando esta Ic indica jonas centrales dci imperio colonial. como
que debe votar por ci partido que tutela los Peru Mexico. produjo daños economicos
intereses dt' Ia ilesia. sustanciales, como Ia destruccion it travCs de
luchas proIongada d ls bkncs inmubks
(ARTt RO CARLO JEIOL a] ]a posterior luga de los capitabes espanules.
204 CAL'DILLISMO

en las areas secundarias, coma Buenos Aires entre los sectores exportadores, favorables a
v Valparaiso, el impacto negativo fue mucho Ia Iibertad de comcrcio, y los productores de
menor, v posteriurmente el desarrollu de manufacturas coloniales. En Argentina es
estas zonas se vmcul6 a Ia expansion del desde esta Optica quc pucde entenderse Ia
comercio ingles esencialmente a partir de Ia dicotomia entre ci federalismo de las provin-
reforma horbonica. En estos ültimos paises. cuts, vinculadas a Ia producción colonial, v ci
por Ia tanto, fue decisiva Ia apertura dcl libre cent ialismo de un Buenos Aires cuyo auge se
comerciO con inglaterru pues perrnitiO que los fundaba en sus vinculos comerciales estre-
productores locales obtuvieran mejores pre- chos con Gran Bretafla. En Mexico este fenO-
cios par sus productos al ser eliminada Ia fun- menu encontró su expresiOn en Lucas Ala-
cion de los intermediarios españoles bend i- man, quien reactivO Ia industria textil
ciarios dcl monupolia cumercial, desarrollán- mediante Ia creaciOn del Banco de Asia.
dose en consecuencia ci sector exportador de La penetración ingiesa caracteristica de Ia
Ia economia. Todo Ia contrario ocurrió en las primera mitad del siglo pusado determinO un
areas tradicionalmente atadas a Ia produc- tipo de vinculaciOn especifica con Ia oiigar-
don minera, coma fueron las del alto y baja quit dominante. En este lapso las inversiones
Peru v las de Mexico. La reactivación de Ia directas del capital ingles no fueron de impor-
producción minera en Ia época posrevoiucio- tancia; las companias integradas con Ia fina-
naria exigla Ia inversion de sumas considera- lidad de explotar Ia riqueza mineral iracasa-
bles de capital. lo cual resultaba prácticamen- ron después de lit crisis de 1825. Las relacio-
te imposible en on periodo caracterizado pre- nes con las metrOpolis no influyeron sobre Ia
cisamente por Ia escasez de capitales dispo- producciOn s', por consiguiente. dejaron intuc-
nibles. Esta diferenciacion explica ci distin- tos los modos de produccion coloniales y las
to tipo de desarrollo de ambas zonas y sus estructuras sociales correspondientes. Al fin
consecuentes historias especificas. de Ia dominacion espanola fueron los criollos
En aquellos paises donde el sector expor- quienes ocuparon el venice de Ia eseula social
tador se desarrollO de UflZL manera sustancial, v los sectores propietarios terratenientes Sc
se consolido paraklamente Ia oligarquta impusicron coma ci cicrnento más tuerte. Las
exportadora. Ia que, apovandose en los recur- grandes propiedades, vu se trate de las
SOS fiscales que Ic brindaba ci comercio. pudo haciendas o las eslancias, tipicas del sistema
I inanciar Ia constituciOn de on gobierno cen- colonial, sobrevivieron al corte independen-
tralizado v poderoso. Argentina con Rosas tista, v se expandieron de acuerdo a las mci-
Chile con Portales certifican este proceso uni- taciones del mercado externo, sin que este
ficador que se prcduce ames que en otras cambia de mercado implicase una crisis del
naciones donde Ia crisis de los sectores expor - sistema productivo. La que si implico lue lit
tadores redujo los ingresos fiscaics favore- decisiva hegemonia del sector de los terrate-
ciendo asi Ia dispersiOn del poder y Ia forma- nientes.
ciOn consecuente de gobiernos débiles y dis- En los paises con densa poblacion mndige-
per.sos. Se comprende, por lo [unto, que en ci na, coma Mexico, Peru y Bolivia, Ia situaciOn
segundo tipo de paises fuera más arduo el v funciOn de Ia misma siguiO siendo esencial-
surgimiento de un gobierno autocrático. que, mente lit misma. Una pane continuO desem-
coma expresiOn de una oligarquia dominan- penándose coma mano de obra en las hacien-
te, pudiera imponer su hegemonia a los gru- das v en las minas, prestando servicios tipi-
pos rivales; asi. Ia que caractcrizO a estos pal- camente feudales; mientras que otra partc de
ses fue el reforzamiento ce los poderes regio- lit pobiacion indigena 'iguio ocupando Ia tie-
nales. rra comunitaria al maruen d'l mercudo mane-
Es conocido también el efecto que produ- tario e integritndo nücleos casi auto.suficien-
jeron en los mercados reionales los produc- tes. Para el mestizo, contrariamente, se abrie-
[Os importados, fund.mentaimente de ingla- ron unit .seriedc poibilidades que Ic fucilita-
terra; al saturar los mercados produjeron unit ban su ascenso en Ia escala social, vu sea dedi-
profunda crisis en Ia industria artesanal cãndose ai camcrcio a imegrando las Was de
manufactureta desarioliada en Ia epca colo- los nuevos ejércitos, sirvicndo ya sea coma
nial. Este hecho produjo el enfrentamiento intermediarios, en ci primer caso, a coma un
CAUDILLISMO 205

ekmenio decisivo para mantener ci nuevo expresaban Ia desintegracion de Ia sociedad


equilibrio social a través de Ia fuerza de las posrevolucionaria. Esta etapa no fue homo-
armas, en ci segundo. génea; en algunos pulses, v ci caso de Chile
La formación de los ejércitos republicanos, es ci ejemplo tipico, Ia etapa caudillista Fue
como consecuencia directa de Ia guerra de breve, mientras que par ejemplo en Peru.
independencia. incidió decisivumente en Ia Mexico, Ecuadorv Bolivia se prolongo hasta
estructura de poderde Ia sociedad latinoame- Ia segundu mitad dci siglo pasado. Con Ia
ricanu posrevolucionaria. Si bien ci manteni- excepción relevante de Ia anticipada centra-
miento de los ejércitos constituyó una cat-ga lizacion del poder en Chile, en general pode-
pesada que debia ser financiada por los mos decir que ci periodo del c. finaliza, con
gobiernos recien constituidos, a su vez esos las necesarias precisiones en cada caso par-
ejércitos eran Ia ünica garantia que tenian las ticular, en Ia segunda mitad del siglo pasa-
ciases dominantes para contener Ia presibn do. Este periodo se caracteriza por las inver-
ejercida por las Iueria.s populares que hahian siones directas del capitalismo inglCs, ya sea
atravesado por ia guerra de Ia independencia. mediante crCditos a los gobiernos latinoame-
Esta funcion se puede comprobar con máxi- ricanos o mediante Ia construcción de ferro-
ma claridad en Mexico, e incluso en enezue- carriles, las que producen una mutación pro-
Ia, donde al menos inicialmente ci movimien- funda del sistema en su conjunto; ante todo,
to de Iiberación independentista se caracte- porque reforzaron con sus créditos los apu-
rii.o por ci levantamiento de sectores popu- ratos dcl estado de los nuevos gobiernos, mdc-
lures con programas reivindicativos de un pendizandolos en una considerable medida de
neto contenido social. No obstante set-ia equi- sus luentes de ingresos consuctudinarias; lue-
vocudo pensar que ci ejércitu era ci unico go, porque estos capitales, sabre Ia base de
cuerpo armado de las nacientes repübiicas: las nuevas necesidades de ias metrOpolis en
paralelamente al ejército fucron surgiendo relacion con los productos exportables de
una amplia constelación dc milicias regiona- HispanoamCrica, consolidaron definitivamen-
ks que eran organiz.tdas pur los terrutenien- te a Ia oligarquia exportadora de los diversos
tes con Ia finalidad de defender sus intereses. paises. Ia cual en algunos casos asumiO ci con-
Entre ambas fuerzas, ci ejCrcito central v las trol directo del gobierno a bien lo usO para
milicius re2ionales, se estableció una retucion ilevar adelante sus propios intereses de cia-
de rivulidad asentada en Ia diversidad de inte- se. Dc tal suerte se moditicO completamente
reses que las fundaban. el panorama social de los nuevos pulses. pro-
Ei proceso revolucionario fragmento ci duciendo transformaciones econOmicas,
area colonial espanolu en una multiplicidad sociales v politicas esenciales.
de unidades politicas independientes. Este En este marco de análisis general es posible
hecho es fundamental para ci análisis de Ia ubicar ci problcma dcl c. v tratar de desen-
sociedad americana posterior a Ia indepen- trañar su sentido mediante ci anáiisis de las
dencia. Mientras que en Ia etupa colonial Ia diversas v distintas respuestas dadas at
dominación se basaba en Ia fuerza directa del m ismo.
pals colonizador, ahora. en Ia etapa republi- Para Ia historiogralia tradicional (como es
cana, se trata de alianzas entre Ia clase domi- el caso de Alberdi v Alvarez), asi como para
nante en los nuevos pulses indeperidientes v cierta literatura contemporánea sobre el tema
soberanos. v las metropolis extranjeras. La (par ejemplo para Chevalier y Lambert entre
clase dominante que controla ci poder en d otros). ci surgimiento de Ia anarquia pal itica
interior de Ia economia latinoamericana pusa del c. SC debio esencialmente al vaclo de
a 5cr una variable esencial para todo análi- poder creado put Ia destrueciOn del imperio
sb de esta etupa. colonial: al no existir en los herederos natu-
Decisivo para nuestro tema es ci hecho de rates dcl poder. que eran los criollos. ningu-
que apenas finalizada Ia guerra de liberaciOn na experiencia politica se desarrolló sin tro-
los palses americanos que hahian sido cob- piezos Ia anarquia. Esta explicacion no es
nias españolas atravesaron Un periodo más satistuctoria pues ci c. SC manifiesta coma
o menus largo de lucius intestina,c1ractc- una expresiOn directa dcl puder regional que
ri,adas par la apuriciOn de caudillos que Sc enfrenta a ott-os grupos de poder en defen-
206 CAUIMLLISMO

sa de sus intercses v sin poder imponer su casu argentino.


suprernacia sobre los otros. Este aspecto del Otras inlerpretadiones sostienen que ade-
problema lievó a ciertos teUricos e historia- müs dc una persunalidad carismát lea ci cau-
dores a considerar este periodo coma seme- ditto dehe poder contar con una amptia red
jante at medievo europeo v como una repeti- de relaciones (Zurrilla) y de una luente de
dan del esquema politico feudal. En tal con- recursos econOnhicos considerable S perma-
texto los caudillos habrian sido auténticos nente (Diaz). Y esto por razones obvias, va que
soberanos en sus dominios, los que lunciona- Li fidelidad de las tropas tue proporcional a
nan corno sus propios feudos. Ia capacidad del caudillo para mantenerlas
Esta interpretaciOn no es confirmada por satisfechas. Asi, los caudillos que controlaron
el análisis de las relaciones econórnicas v las tuentes principales de las rentas —queen
sociales dci periodo en cuestión. Ante todo ci general proenian dcl comercio— fueron a Ia
c. no debe verse como un elemento desinte- iarga quienes se impusieron a los grupos riva-
grador de to social, sino, mzis bien, como un tes estableciendo su hegemonia.
centro de atraccion a cuva alrededor se unen Entre las propuestas más váiidas, inciuso
los sectores de Ia sociedad posrevolucionaria. hasta hoy. respecto al origen del c. dehemos
Es en esle sentido quc Gino Germani habla ubicar Ia realizada por Sarmiento en su
de una autocracia unit icadora posterior a Ia Facundo. Para Sarmiento no se trata de cir-
guerra de Ia independencia. El caudillo, en cunscrihirse a tat individualidad de los prso-
una sociedad ainenazada interna v externa- najeya se trate de Rosas ode Facundo, sino
mente por Ia dispersion, aparece, tal como de ubicar ci fenómeno en el panorama tanto
sostkne Vailenitla Lanz, coma Ia ünca fuer- geogrâfico coma historico que lo genera. Asi
zu capaz de conservarel orderi social. Con lo ei regimen de propiedad agraria, las grandes
quc Sc vuelve evidente ci cambio de Optica, estancias, estä dominado por ci paisaje de Ia
pues en lugar de considerar al caudilla coma pampa. de Ia gran extension abierta dedica-
un clementu negatiso de disgregacion social. da a Ia explotacian rudimentaria de Ia gana-
se to considera en su positividad como un deria v donde ci ejercicio de Ia vioiencia se
guardian dcl oiden. ha convertido en una lorma de vida. Es este
Generalmente los caudillos. y el caso argen- campo extremadamenie fCrtil el que genera
tino es paiadigmático, pertenecian a Ia clase el 'auchv en sus diversas formas, y ci gaucho
de los grandes propietarios terratenientes. es uno de los elementos constitutivos dci c.
CornOnmente los caudillos argentinos, cumo Peru el c. implica otro elemento, un elemen-
to ha demostrado Ruben H. Zorrillu, pertene- to anta'Onico esenciat, y Cste es Ia ciudad. Dc
clan a Ia oligarquia de su regiOn de orien, alli Ia conocida formula sarmientina de "civi-
s gozaban además del apoyu de esta ciase IizaciOn a barbarie'. Mientras el campo es el
para ejercer ci poder par cuanto su funciOn tugar de asentamiento de Ia tradiciOn catOii-
politica era Ia defensa de los intereses de .su ca dogmatica de España, Ia ciudad es ci cen-
clase. Las ciases ropulares, por su parte, si tro desde el cual se expande Ia Iuz del racio-
bien participaron en las luchas del caudillo, nalismo eUrupeo. Mientras el aisiamiento pro-
nunca fueron representada- por Cste en sus plo dci campo generakt anarquia y Ia tirania.
intereses de clase. En otras paiabras, ci cau- Ia concentraciOn urbana engendra el orden y
ditto no fue ni ci representante ni ci detensor Ia democracia. La lineulidad de este esquema
de ninguna causa popular. Las movilizaclo- es complejizada par Sarmientri, ya que en el
nes de los sectores populares eran reaiizadas transcurso de su acciOn ci caudillo que ilega
por los caudillos para dirimir entre silos pro a dominar tanto Ia ciudad coma a los otros
blema , rolilicos que surgian. Par esta razOn caudiilos de Ia provincia, sin quererlo pane
el autor citado precedentemente distingue las bases para Ia futura urganización nacio-
entre ci 'populi-mo oiigarquico" del peria- nat, s '.anciona .tSj, paradôjicamente. Ia supre-
do caudillista del siglo pasaido, ci populis- macia de Ia ciudad sabre el campo. El lime-
mo burgues" de nuestro siglo. En ete senti- rario descrito, especilico de Argentina, ref Ic-
do deberia comprobarse si en utras zonas de ja, '.in embargo, ci itnerario seguido par
Amtrica Latina Ia extraccion y Ia funcion otros palses de America Latina.
'.uciai del caudilio guardan similitud con ci Noes casual, entonces, que un autur coma
CAUDILLISMO 207

Bunge sosten2a que ci carácter dcl c. no es menus ci grado de dependencia. La primera


ni anarquico ni retrOgrado. v que considere mitad del siglo pasado conternplo esta lucha:
cornu Formas lipkas dcl c. a Rosas, que encar- ci "pail ido americano" representaba los ink--
na In intransigencia de los gobiernos teocrá- reses de las pruvincias v defendia li indus-
ticos, y a Porlirio Diaz quc encarna In mate- tria indigena tradicional, contra In politica
riaiización del orden v ci progreso. pro europca de los expurtadores. El c., ya se
La tipologia de Sarmiento, su distincion tratara de Rosas en Argentina, Juárez en
orgánica entre In ciudad y ci campo, ha dado Mexico v LOpez en Paraguay. representaba In
origen a un debate que aün continua en nues- resistencia dcl espiritu americano a ser domi-
tros dias. Con distintos terminos se sigut' nado por ci espiritu. Las costumbres v ci
hahiandode un sector moderiiov deotro Ira- comercio europeo.
dicional, vale decir de In dicotomia sarmien- Esta interpretación, al iguai que In prime-
tina cntre In ciudad v ci campo. Este esque- ra que hemos mencionado, peca por su exce-
ma c(intinua vigenic. con las adecuaciones del si'.o esquemalismo. Tanto el partido europeo
caso, en las Leorias desarrollistus, ya que éstas como ci partido arnericano, como se expresa
pustulan Ia uniersalidad de las etapas de Frank, estahan de auerdo en ci recunoci-
desarrollo v extraen sus niodelos de las socie- miento del papel a descmpcnar por ci corner-
dades más desart-olladas: en los paises sub- do ingles: sus diferencias deben ubicarse mâs
desarroiladus los sectores rurales funcionan bien como disensionts internas en ci mismo
de una manera feudal al margen dcl sector bloque dominante. F.sta ciuro que ci c. no fue
moderno u capitalista. En este contexto ci c. In expresion politica de un sisterna ile tipo feu-
Cs In expresion politica de un orden económi- dal europeo ni de uti rtginIcl1 capitalista puro.
Co arcaico V reaccionario. Es evidente quc desde Ia epoca de In colonia
En oposiciOn a las Icorias desarrollistas ci desarroilo de An érica el LIVO estredarnen-
surgiO In teoria de In "dependencia" que cii- te ligado al desariollo dci capidismo mun-
tico a fondo k lesis dualista de los primeros. dial. También es ciertu que el tipo dc produc-
Pura los dependentistas Ia sociedad iatinoa- cion americana, incluso en In prirnera mitad
mericana fue desde ci principio, dcsde sus on- del sigio pasadu. tue de tipo feudal, v esto no
genes coloniales, parte integrante dcl sislema significa talta de vinculos con ci comercio
capitalista. Su visiOn del problema es radical- internacional, sino tudo La contrario: el desa-
mente distinta a Ia de quiene yen una Amë- rrollo de las areas coloniales dependiO en
rica cerrada sobre si misma; ellos sostienen, gran pane de sus inculos con ci exterior, fun-
por ci contrario, que se tratO siempre. en un damentalmente en sus exportaciones mincras
mayor o menor grado. de una sociedad abier- v de productos tropicales. Y ci crecirniento
ta v dependiente de los fa (ores cxternos, v del sector cxportador dependiO estrechamen-
que fuc precisamente esta dependencia In que te de estos sectorcs externos. Es en este sen.
tencró ci subdesarrollo, no ünicamente divi- tido que es posible sosk-ncr que ci c. dci siglo
diendo en ci piano internacional a los paises xix refieja, en un nivel politico, los vinculos
cnti-e pubres v ricos, sino generando una divi- de dependencia que existian en ci nivel ceo-
sion semejante. en ci interior de ctda pals flOrniCo entre las rciioncs. La iucha caudillis-
dependiente entre Ia ciudad v ci campo. Uno La fue, sin duda alguna, una lucha entre regio-
de los represenlantes mas notorios de esta nes, pero "dc oligarcas que aspiraban al con-
con icnte interpretatia. A. Gunder Frank. trol de los mecanismos necesarios para domi-
afirma que In tensiOn fundamental dci perio- nar In totalidad dcl sisterna", como sostiene
do ctudiilista hispanoamericano no fuc ci Antonio F. Mitre. El hundimiento dcl sistema
producto de una lucha entre sktemas opues- colonial implico ci crecimiento y el fortaicci-
los idel leudalismo rural contra ci capitalis- miento de Ia uligarquia exportadora. vincu-
mu urbanoj. slilu de grupos antagonicos por lada comercialmente con ci capitalismo
su pusición fi-ente a un mismo sistema de ingle'. v este hccho tuvo comu consecucncia
explotacioii, ci c:ipitalista; de una parte ubi- una fuerte presion sobre In cstructura ecoflo-
ca a los sectores aliados con los intereses dcl mica de tipo I eudl propia de In colonia,
capitalismo ingks, v de Ia otra al "partidu crcando por consiguiente tensione' ptenciaI-
americano" que trataba de disminuir a! menic disruptivas en ci interior del sistema.
208 ('ENSO

El c. surge coma I ruto de estas tensiones y dadanos: on medio para conocer con bastan-
coma instrumento social capaz precisamen- te aproximación los recursos dcl estado,
tc dc canaliar estas tensiones vulviendo de sabre todo con fines impositivos. El dobic sig-
esta manera posibie Ia articuiaciOn del ante- nificado de Ia palabra latina census explica
rior orden de tipo feudal con ci nuevo mer- muv bien Ia dualidad del hecho censal: ci con-
cado capitalista, todo esto realizado ya en ci trol de los bienes poseidos (acto de censar) y
escenario de palses que gozabun de sobera- Ia posiciOn social respecto de los mismos (c.).
nia e independencia. Al caer cada vez más en desuso esta práctica
desde Ia epoca de las guerras civiles, a causa
R1BLI(X.KAFIA. F.H. Cardoso v E. Faletto. Depen. de las nuevas formas sociales que Se iban for-
clenciu v desarrollo en America l.ativa, MCxivo, mando, Ia misma palabra census LcrminO par
Siglo XXI, 1969: F. Diaz, C'audiilos ' cacique. perder su significado original durante Ia épo-
Mexico. El Colegio de Mexico. 1972; T. Dos San- ca feudal, pasando a significar en cambio el
tas, La crisis de la teoria dcl desarmllo v las rela- impuesto particular quc. en especie a en dine-
cione's de dependencia en America Latina, en H. ro, Ic correspondia al señor feudal par Ia con-
.Jaguuribe y otros. La dependencia politico- cesion de una tierra en feudo. En su especifi-
econom ice de .-%;nCnca Latina, Mexico Siglo XXI, caciun de census capilis seguIan indicando Ia
1970; A.G. Frank, Capiialismo v subdesarroilo en enumeracicin de las personas que por necesi-
America Lazina, Mexico, Siglo XXI. 1970: G. Ger- dades de recaudacicin realizaban de manera
m.ini. Populismo ' cant radicciones de cia.se en muy irregular los estadcis feudales (el "cen-
Launoamerua. Mexico. Era, 1971: T. Halperin so de Ia sal", par ejemplo). DespuCs de Ia cal-
Donghi, Historia contemporanea de America La ii- da del antiguo regimen v de Ia constitucicin
via, Madrid, Aiianza, 1972: E. Krnuze, C'audillos de los regimenes burgueses, las divisiones
cultzi rales en la revolución mexicana, Mixico. sociales ya no se produjeron con base en el
Sigia XXI, 1976: E. Laclau, Politica e ideoiogw nacimiento, noble, burgues a campecino, sino
en la leone ma rxisla: capitalismu, fascismo, con base en Ia pertenencia a una cierta clase
popzihsmo, Mexico, Siglo XXI, 1978; A. Mitre. de ingreso. La nueva sociedad burguesa se iba
('audillismo, en Ii niondo conternporaneo, vol. constituyendo sabre bases censales, quc más
vi: Storia deil'America Lazina, a cargo de M. facilmente Sc podian adaptar a las necesida-
Carmagnani, Florencki, La Nuov-a Italia, 1979. des del desarrallo econcimico. La sancicin poll-
M. ,\IUrner, ('audillas v militares en la evolución tica de este sistema ilego a truvCs de Ia for-
Inspanvamencana, en Journal of Inter-American macion de un sistema parlamentario repre-
Studies, nOm. 2, 1960; L.A. Sanchez, Historic sentativo que exclula de las elecciones s', por
general de America, Madrid, Rodas, 1972; A. consiguiente, de Ia posibilidad de contar con
Villegac. Antolnia del pensarniento social y poli- una representaciOn politica a todos los que
tico de America Latina, Washington, Union Pana- no alcanzaban cierto c. El c. electoral era el
mericana, 1964: A. Villega , . Reformismoy revo- importe del impuesto necesario para ser con-
luciOn en ci pcnsamiento latinoanwnicano, Méxi- siderado elector. Este sistema Sc zeneralizci
co. Sigio XXI, 1972: E.J. Wolf v E. Hansen, ('an- durante el siglo xix en todos los paises de hi
dillo politics, en ('omparative Studies in Society esfera de influencia europea. En Italia el sis-
and History, nUm. I, 1967: A. Zorrilla, Ext racciôn tema censal tuvo su primera versiOn durade-
social de los caudillos: 1810-1880. Buenos Aires, ra en ci estatuto albertino de 1848, quedan-
La Pkvade. 1972. do sin alteraciones aun después de Ia forma-
dOn del reify (los electores eran cerca de
[coslirE EDITOKIAI. 620 000). Después se am p116 el 22 de enero de
1882, exigiendo Ia instrucciOn elemental obli-
gatoria ci c. anual de 19.80 liras (los electo-
rec aumentaron a dos millones). Seria muv
censo Lrgo seguir todas las variaciones de Ia legis-
lacii,n correspondiente: basta recordar que a
Ya en el anhiguo Egipto v en las regicines de partir dci 30 de jun10 de 1912 se concedió ci
Oriente Sc usaban sistemas para conocr Ia suiragia a toda Ia poblacicin de scxo mascu-
cantidad de los bienes poseidos par los ciu- lino mayor de 30 anus (8 700 000 eleciciresi,
CENTRISMO 209

y finalmente al 16 de diciembre de 1918 se hasta ci más reciente de "progreso sin aven-


reconoció el derecho de vow a todos los varc turas", se encuentra con mucha frecuencia,
nes mayores de edad. Despuès de las rest nc- a lo large de todo on siglu de nuestra vida
clones fascistas, con el ru del 15 de lebrero politica, una sOhida vetu centrista.
de 1948 se restableciO ci sistema proporcio-
nal correcto, instituyendo 31 colegios electo- H. EL (ENTRISMO COMO FORMULA DL GORIERNO. No
rtles, concediendo ci derecho de vote a toda obstunte, ci USO dcl término c. no se limita a
Ia poblacion mayor de edad, masculina y eso solamente. Entre los muchos casos que
femenina. Un sistema electoral censul gene- han existido, recordamos quc baja este nom-
ralmente sigue ampliando sus limites a medi- bre se encierra actualmente Ia fOrmula par-
da que aumenta Ia conciencia politica de los ticular de coal icion entre cuatro partidus: Ia
grupos y de las clases sociales, y no represen- Demucracia Cristiana, el Partido Liberal, ci
tu más que una etapa hacia el sufragio uni- Partido Socialista Dcrnocrático y ci Partido
versal, conquistado par Ia mayor parte de los Republicano, que collstituye Ia mayoria en
paises occidentales a principios del siglo xx. que se apoyaron los gobiernos de Ia posgue-
nra hasta ci comienzo de Ia década de los
[MAURO AMUKOSOL.I] sesenta, en que se formO ci centro izquierda.
El c. luc ideado por Dc Gasperi para excluir
dcl gobierno a Ia extrema izquicrda, a los
comuni.stas y socialistas ligados por ci pacto
centrismo de unidad de acciOn, y a Ia extrema derecha,
neotascista y monárquica.
I IL LENTRISM0 EN (,LNEKAI. C. se deriva obvia- El ciclo del c. die corn ienzo con La victoria
mente de centro. En Ilneus generales, ci cen- electoral de Ia dernocracia cristiana en las
tro, scgün Ia vision geomtrica tradicional de consultas dcl 18 de abril de 1948, cuando ésta
La politica, quc Se basa en Ia dicotomia aicanzO ci 48.5% de los votos, y Ia mayoria
"cambio-conservaciOn", es Ia posiciOn inter- absoiuta de los asientos en ci parlamento. A
media por antonomasia (V. espaclo politico). pesar de quc tenia Ia posibilidad de dar vida
Cuando ci grado de polarizciOn entre ]a' par- a un gobierno monocular rnuyoritario, Dc
tes que se enfrentan en una lucha de posicio- Ga.speri prefiriO aliarse con los otros parti-
nes es tan elevado que pone en peligro Ia exis- dos menores de centre para equilibrar, ade-
tencia uisica de ambos, surgen las agrupacio- más de las posiciones parlamentanias de los
nes, i.ts coaliciones, las corrientes, los parti- extremes, las eventuales veleidades autoritu-
dos de centro y las actitudes y las politicas rias, integristas y clericales que podian pre-
centristas. Los motivos que determinan ci c. sentarse en el interior dc su mismo partido.
presuponen todos una dificultad de elccción; La tarca de los gobieinos centristas de Ia
en cierto mode pueden esquematizarse de Ia primera legisiutura republicana consistiO en
siguiente manera: se es centrista porque se poner en marcha Ia reconstrucción de Ia pos-
considera que las dos posiciones que se ape- guerra y también ci restablecimiento de Ia
flen entre si presentan elementos positives autoridad tradicional del estado, ai.slando las
tan fuertes que justifican una sintesis o una izquierdas y las derechas precisamente con
mediacion, o porquc Sc considera que ambos elfin de asegurar Ia sobrevivencia del siste-
contendientes están equivocados, en cuyo ma demucrático parlamentaria, para lo cual
case ci camino corrccto consiste en situarse los modcradus consideraban csencial Ia Vic-
en ci centre, es decir, per encima de las par- toria de uno de los dos extremos. Después de
tes. Desde el punto de vista valorativo, no hay los gobiennos dcl comite de LiberaciOn Nacio-
duda de que el c. corresponde al moderantis- nal. los gobiernos centnistas Ilevaron a cabo
mu, vu que mientras para los centristas in Ia quc algunos han liamado Ia "restauraciOn",
,nedio e.sz 1 irlu.s, para los opositores externos rectableciendo Ia exclusiOn —a través de los
c. Cs sinOnimo de indecisiOn, de inmovilismo, partidos que las representaban más directa-
de opurtunismo, etc. Pasando al case de ha- mente, Pu y isi— de las fuerzas populares
ha, se pucdc decir que en uste sentido, desde que Ia Itaiia liberal y Ia Italia fascistu, aun-
ci lema de Giolitti "ni reacciOn, ni revoluciOn" que con sistemas diversos, habia tratado,
210 UENTkIS1O

siempre de manera cuidadosa, dc mantener pretaciones anteriores del sistema de parti-


al murgen de In vida politica nacional. dos en Francia, hipotesis que pueden agrupar-
Ademas de esto, el c., en cuanto solución se esencialmente en dos tesis básicas. La pri-
moderada, le perrnitió a Ia democricia ens- mera auirma que ci sistema frances está orga-
tiana asumirel papel tie partido hegcmonico nizado de acuerdo con un esquema duaiista;
dentro del sistema italiano, coma partido de Ia otra considera que dicho sistema se carac-
coalición no solo de los grupos de extracciOn teriza por una multiplicidad coniusa. Para
catoiica sino tambien de una grain parte de Duverger, no obstante Ia aparente relevancia
los descciidientes de Ia que con toda razón se de Ia separaciOn derecha-izquicrda, In lucha
puede liamar ci "partido de los notables" libe- politica no se desarroila con base en esta con-
rales. El resultadu de esta hegemonia no pudo traposiciOn sino mOs bien, baja Ia enonme
ser mas que In estabiIiiaciOn dcl sistema mavonia de los regirnenes, Directorio, Primer
sabre bases modcradas. que los opositores Imperio. Monarquia de Julio. Segundo Impe-
acusaron de inm'jvilismo, de clausura a cual- i-io, Tercera, Cuaria Quinta Republicas. In
quier propósito relormador y a toda partici- politica francesa quedo determinada por las
paciOn popular. Precisamente en ci intento de agrupaciones centristas, es decir par una
hacer frente a este impasse, se ilego al ocaso amplia area en Ia que confluian los modera-
del c. como fOrmula de gobierno, puestu que dos de las dos posiciones tradicionales v en
en su lugar sedio vida al centro-izquierda. en euro seno se pudieron dan oscilaciones, aun-
que el partido sociauista, independizado de los que solo de una amplitud moderaida.
comunistas, tomaba el lugar dci elemento La fisonomia del c. frances está formada,
liberal. Pero tamhién In nueva coauición, por pues, par ci predominio de los moderados de
ci intrinseco moderantismo que viciaba a In derecha y de izquierda, que temen, dada In
democracia cristiana, terminó reduciéndose aspereza de los antagonismos politicos. ser
Onicamente a una iimitada ampliacion dc las superados y eliminados en ci momento en quc
fuentes de legitimaciOn del gobierno, tantu una de las alas extremas tenga In oportuni-
que en In uctualidad zran pane de In prensa, dad de gohernar. Queda par aliadir que, en
recordando In expcnicncia de los años cm- sus escritus mas nccidntc.s, Duverger termi-
cuenta. los acusa con mucha irecuencia de na aplicando ci c. a todos los sistemas, inclu-
"neocentrismo". vendo los que define al mismo tiempo coma
dual istas: en este caso, ci c. se usa para desig-
III. EL (ETKISo COMO 1OD0 HE FtM.IONAMIENT() nar ci predominio de los moderados dentro
DEL S!STF.MA DE psTmos. Hemos expuesto has- de cada una de las dos posiciones antagonis-
ta aquI dos usos corrientes, sabre todo en ci las. tomadas par separado v excIu endo cual-
medio periodistico. del término quc estamos quier posibilidad de alianza entre eilos.
estudiando: coma sinOnirra de muderantismo Peru pasemos a Sartori. que no habla tan-
y como fOrmula politica que desempeno un to dec. sino de sistemas de partidos cuyo fun-
papel dave en Ia reciente historia de Italia. cionamiento se base en ci centro. En su dis-
Sin embargo. podemos encontrar un uso dci curso no entra ni siquicra ci tCrmino c. Más
término c. tambien en Ia literatura de socio- bien distingue ios sistemus de partidos euro-
logia politica y de ciencia politica. En esle peos v anglosajones entre pluralismo simple,
campo, ci c. estã relacionado can un conies- o bipartidismo, piuralisma moderado, tipico
to muy especifico, es decir con ci sistema de de los paes eseandinavos v de las pequeñas
los partidos. La dcripciOn quc sc k aproxi- democracias continntaie, v plurauismo
ma mãs es In quc se derivu de una investiga- extremo, refiriCndose, en este Uitimo caso, a
cion amplIsima dedicada a ls sistemus de Ia Francia de In Cuarta RepUbiica. a In Ale-
partido, que liega a nirci mundial, realizada mania de Weimar v a Ia Italia contemporá-
par Giovanni Sartori (1966), aunque nose pue- flea. En dicha tipologia ci criterio numCrico
de negar que Maurice Duverger hava habia- se acopia con ci anaiitico (v. slstema de par-
do anteriormcnte de c. (1964), aunque sOlo tldo). En este trabajo nos interesa exciusiva-
refiriindose al contcxto frances. mente ci caso dci piunalisino extremo. llama-
Par Ia que concierne a Duverger. hay que do tambien piuraiismo pulaniiado, es decir ci
recordar que parte del rechazo de las inter- de kis sisternas que presentan una multipli-
( IPAIJSM() 211

cid.id de partido.entre los que prevaiccen, Latina (uErsL), organismo dependiente de las
a nivel gubernarnental, los dcl centro. En este Naciones Unidas, fundado en 1948. Las valo-
üliimo ámbito es donde se verifica cualquier raciones de Ia CEPAI. han tenido en ci desarro-
torma de camhio de gubierno. Mientras los lb económico, v espec ialinente en los proble
sistemas hipartidistas presentan una roiaciOn mas vinculados con ci desarrollo econOrnico
compleLt entre los dos part idos dave, yen los de America Latina, a suterna central. Y en
sisternas con un multipartidismo inoderado estc sentido Ia corriente cepalina ha hccho un
se Furman, pot-cl contrarlo, coaliciones alter- aporte verdadcramente original y .surnamen-
nativas, en ci caso dci muitipartidismo extre- te importante para el avance de Ia teoria eco-
mu ci camhio se limita a una rotacion margi- nOmica en materia de desarrollo.
intl entre los part idos menores, ilamados una Su punto de part ida es Ia concepción de que
v (itra vez por los part idos mavores a desem- el desarroilo es un problema que pertenece
penar ci papel dc coparticipes. Micntra.s sea al ámhito de un sistema econOmico mundial.
posihie. ci part ido dcl centro de mayor peso Ubicado en esc contexto el desarrollf, resulia
trataril de dorninar el escenarlo, tratandu, con un proceso a! que Ia desigualdad Ic es inhe-
Ia colahoracion de los otros elementos de Ia rente. Dicho de otra manera, ci desarrollo dcl
coalicion, de conceder ci minima espaclo a los sistema econcmico mundial es di, naturale-
partidos extremistas, que, por su actitud de i.0 bipolar. Relaciuna a economias caracteri-
rechazo o dc oposición radical, Sartori los zahles como cemrale.s con economias carac-
define como antisistema. Entre las caracte- terizables como periftricas, segün un movi-
risticus negativas de los sistemas en cucstión. miento que perpctüa las diferencias entre
hay dos quc vale Ia pena char: Ia ineficiencia arnhas. 0 sea que ci desarrollo, tornado como
v Ia inestahilidad. proceso a escala mundial, muestra que entre
los paises desarrollados y los subdesarrolia-
BlWJOf,RAFIA. M. Duverger. 1. 'èternel marais: dos se produce una brecha que, lejos de ir
es.sai stir le ceutrisme francais, en Revue Fran- cerrindose COfl ci tiempo. Sc accntüa. Dc lo
çaise (IC Science Poliiique, vol. xiv, febrero de quc se desprendc que lo que afecta a Ia pen-
1964; M. Duscrgr, Socioh,gia politica, Barcelo- lena no es Ia ausencia de desatiollo sino on
na, Arid, 1968: G. Giolitti. Memoriedella mia vita modo cspecihco de desarrollarse o, como sue-
(1922). Milan. Garzariti, 1967; A. Mastropaolo. len conccptualizar los cepalinos, una forma
Heziom. en Ii mondo (-ontemporaneo: storia peculiar de irse subdesarrollando.
ditalia, a cargo de N. Tranfaglia, Florencia, La Los centros poseen una estructura econó-
Nuova Italia, 1978, vol. i: G. Sartori, European mica diversificada e integrada, mientras que
political parties: the ease of polarized pluralism. Ia estructura econórnica periférica es especia-
Cfl POliti( a! parties and political development, t lizada y dual. Especializada por cuanto exis-
cargo de J. LaPalombara y M. Weiner, Prince- te en ellas un sector unilateralmente desarro-
ton, Princeton University Press, 1966: G. Sarto- ilado dedicado a actividades primario-
ri, Partidos ' sistemas de partidos. I: Marco para exportadoras. Dual porque coexisten en su
an and!isis (1976). Madrid, Aiianza; A. Tasca. El interior tecnologias de alta productividad jun-
nacimiento del fasthrno (1950), Barcelona, Arid, to a formas arcaicas, a bien a sectores tecno-
1969. iogicamente retrasado.s. Sobre esta diferen-
ciaciOn estructural se asienta una diferencia-
[Al.FIo NIASTROPA01.01 ción funcional que se expresa en las pautas
clásicas de Ia division internacional del tra-
bajo. A los centros les cabe Ia funciOn de pro-
centro. V. ESPACIO POLITICO ducir v exportar manufacturas. mientras que
Ia periferia se especializa en Ia producciOn y
en k exportacion de materias primas y all-
memos.
cepalismo En ci piano del comercio internacional las
difcrencias de estructuras v funciones dan
La e.presion c. designa Ia producciôn teóri- como resuitado lo que los eepalinos Ilaman
ca de Ia Comisión Económica para America ci deterioro de los terminus de iniercambio.
212 CEPALISMO

Esta FormuiaciOn. en su sentido simple, sig- los Irutos del progreso técnico se refucrzan
nifica We ci poder de compra de bienes indus- mutuamente. En esto reside ci dinamismo
triulcs por pirtc de una unidad de bienes —muchas veces se Ic ha criticado erróneu-
priririo-i.xportadores cac a to largo dcl tiem- Imntc par Ia quc no es: cstatica— de Ia con-
po. Tal mecanismo —que contr:tria las pre- ccpciOn centro-periferia mediada por Ia teo-
visiones que los economistas clásicos y neo- rización sobre ci deterioro de los términos de
clásicos establecieron respecto dcl comercio intercambio: ci desai-rollo es concebido como
internacional y de su papel de homogeneiza- desigual en ci sentido de que tanto Ia concen-
dor del crecimicnto de los distintos paises y tr.ición de los frutos del progreso técnico
de su disponibilidad de bienes y servicios- coma Ia diferenciación estructural entre
se lunda en ci hecho de quc los paises centra- umbos pubs dcl sistema son inherentes a
Ics Sc apre),iau de Ia mayor pane de los jru- aquel y se refuerzan rediprocanlente.
los dcl progreso lécnieo. Por estu cxpresión La intcrprctaciôn del proceso de industra-
Ia corriente cepalina entiende el avunce den- Iizacion de los pulses latinoamericanos cons-
tifico y tecnologico v sus aplicaciones a Ia pro- tituye. junto a las vu mencionadas cancepciOn
ducciOn, lo que redunda en ci incremento de centro-periferia v teoria del deterioro de los
Ia productividad. El incremento en Ia produc- terminus dcl intercambio. Ia tercera idea bási-
tividad de los cent ros no se refleja, como ca dcl primer periodo doctrinario cepalino,
debiera, en un descenso de los precios dc los comprendido entre 1948y 1955. A este respec-
bienes industriales sino en un incremcnto dcl to las tesis tIc Ia (IPAI. destacanun temprana-
ingreso real medio, mayor en aquellos que en mente cuestioncs tales como Ia peculianidad
Ia periferia. 1v quc significa, también, que los de Ia industrializaciOn por sustitudión de
paises centrales disponen de una mayor importaciones tipicas dc America Latina y Ia
riqueza material. COnio es posible que los insuficiencia en terminus dc acumulaciUn que
cent ros se apropien de Ia mayor purte de los se desprendia de su posicion perifenica, que
frutos del progreso técnico? Sucede, a gran- fueron luego moneda corriente en los anäli-
des rasgos. Ia siguiente: al en hi produccion sis sohne el tema.
manufacturcra Ia productividad crece a una A purtir de este con junto de ideas que cons-
tasa más alta que en Li producchin de bienes tituven ci corpus fundamental de Ia produc-
primario-exportadores; bi ci incremento de Ia ción tcóricu cepalina, Ia W'AI. abnio un deba-
productividad deberia trasladarse a los pre- te en tomb it Ia necesidad dc una pollika deli-
cios de los bienes industriales a tr.ivês dcl des- berudu y especifica de industnialización.
censo dcl valor unitario de stos; ci tal movi- capaz de promover Ia acumulación v el desa-
miento it Ia baja nose produce pues en los pai- nrollo en Ia retión. Y al mEmo tiempo, en su
ses cent rules se combinan, por un Edo, Ia pee- calidad de organismo supranacional de onien-
sion reivindicutiva dcl sector trahajador para tacion y consulta. genero una senic de redo-
mantener sus niveles de salario v, por otro. mendacioncs dc politica ecunómica cuvos
Ia defensa del sector empresarial de su tasa tópicos concernian a Ia planilicacion del desa-
de ganancia, todo lo cual incide para que los mrollo, Ia protecck,n del mercado interior, Ia
precios de los productos industriales no dis- integración Izttinoamricana. el financiamien-
minuvan: d] los pulses periféricos. par el con- to extemno, etcetera. Esta faceta de Ia activi-
trario. se caracterizan porque tiende a gene- dad de Ia cIP.L. quc para ci periodo que esta-
rarse en dos un exceso de mano de obra en mos considerando encuentra en su panticipa-
la producción primaria, que presiona de dOn en Ia eIuboración de Ia Alianza puma ci
manera continua sobre los salarios pagudos Progneso (r. desarrofllsmo) su exponente nias
en este rubro y sobre los precios de dicha pro- alto. tambiCn debe ser englobada par Ia desig-
duccion. Disponibilidad v usufructo del pro- naciOn "cepalismo".
grew técnico v deterioro de los términos del Entre 1955 v 1963 Ia corriente cepalina. al
intercambia están, pues. Intimamente vincu- amparo del marco teórico desarrollado en Ia
lados. La diferenciaciun estructural entre cen- etapa precedente, profundizO ci análisis de bo
tro y periferia es Ia que determina Ia dileren- quc denumino los ohstdciilo.s estruciurules a!
ciación funcional. Y, al mismo tiempo. Ia due- desarrol!o. Por un Edo ataco las duesUones
renciación estructural v Ia concentraciOn de contenidas en el concepto tIe eszrang:,la,;zk'u-
(ISARI.SMO 213

to exierno: los desequilibrios de las balanzas establecido en Ia ant igua Roma par Cayo Julio
de pago de los paises latinoamericanos, Ia César. La idea de un fuerte poder quc pudie-
asistencia exterior, etc. Par otro, centró su ra desligarse dc los intereses de Ins grupos
atención sobre los obsidculos inlernos al desa- y de los individuos particulares gracias it un
rrollo latinoamericano: el suhemplco, Ia dis- estrecho vinculo con el ejército con el objeto
trihuciôn regresiva dcl ingreso, Ia margina- de articular una politict cquilibrada que res-
lidad, entre otros problemas. En este perio- pondiera más a los intereses globales de In
do diveisas investigadores de Ia (EPAI. desa- comunidad, se vuelve a presentar muchas
rrollaron trahajo.s sobre Ia inflación, pero en veces en In literatura medieval y moderna.
tanto Ia hicieron a titulo personal es dudoso En sentido moderno, ci término se ha usa-
poder considerarla coma una elaboraciOn ins- do para designar los rcgimenes establecidos
tit uc ion a I. en Francia por los dos Bonaparte, a pesar de
Desde 1963 en adelante Ia procluccion tcó- que las condiciones históricas eran profun-
rica de In (1PM. no tuvu mayor significación. damente distintas de las que caracterizaron
SOlo a mediados de Ia década de 1970 su pre- el antiguo c. SegUn Marx, se trataba en efec-
sidente y, sin duda, principal inspirador, Raül to dc una "analogia hisiOrica superficial", ya
Prebisch, comenzO a publicar una serie de que no se tomaba en cuenta con Ia atenciOn
articulos de carácter autocritico y renovador dehida que, en In antigua Roma, Ia lucha entre
con In intencion, quiiá, de poner al din Ia doc- las clases se desarrollaba dentro de una mino-
trina. na privilegiada (Los ciudadanos libres), mien-
Criticada con ligereza por sectores de In tras que con ci desarrollu de Ia sociedad
izquierda latinoamericana que veian en In industrial moderna ci campo de In lucha se
CEPAL un desmedido afán de desarroilo capi- ampliO hasta abarcar prãcticamente a toda
talista para In regiOn, y tambien por sectorcs Ia sociedad. Para los dos regimenes napoleó-
de derecha que tendieron a considerarla coma nicos seria més oportuno usur el término
un "caballo de Troya" de posiciones izquier- bonapartismo (v.).
distas, sus elaboraciones estan lejos de con- No obstante esto, el tCrmino c. corriO con
lormar un hibrido. Aquello que con el tiem- más suerte y fue retomado con atenciOn par
po sc dio en Ilamar el pensamiento de Ia Gramsci. En una rUbrica de su.s Nota.s sobre
(ii'AI. con stituye uno de los aportes mãs vigo- Maquiavelo, se llama cesarista "una situaciOn
rosc,s y originales a In problemática dcl desa- en que las fuerzas en lucha se equilibran de
rroilo latinoamericano. manera catustrOfica, es decir se equilibran de
manera que La continuaciOn de In lucha solo
BIRLI(j(,RAFIA. F.H. Cardoso, La originalidad de la puede emprenderse con Ia destrucciOn red-
copia: la ('EP,lL v la idea de desarrollo,en Revisia proca" (Gramsci, 1966). Ahora bien, el c.
de Ia CEPIIL, segundo semcstre de 1977: R. Pre- expresa una "soluciOn arbitral, confiada a
bisch, El desarmilo economico latinoamericanu una gran personalidad, de una situaciOn
v algunos de 5its princrpales problema.s (1949), en historico-politica caracterizada por un equi-
Bole tin Econóniico de dllnêrica Latina, vol. vii, librio de fuerzas con una perspectiva catas-
nUm. 1. febrero de 1962; R. Prcbisch, Hacia una trOfica", que adopta cada vez, de acucrdo con
dinärnica dcl deco rrollo laiinoamericano, Méxi- Las condiciones histOricas, un determinado
co. Fondo de Cultura EconOmica, 1963; 0. Rodri- significado politico, más o menos progresis-
guez, La leoria del subdesarrollo de Ia CEPAL, ta. El mismo Gramsci distingue entre el c. de
Mexico, Siglo XXI, 1980. NapoleOn I que tiene un carácter pro gresista
en cuanto quc consolida un nuevo tipo de
[ERNESTO LOPEZ) e.stado, del de NapoleOn III que, por ci con-
trario, es regresivo porque no representa nm-
guna ruptura con el pasado sino más bien una
evolucion dcl viejo tipo.
cesarismo Los acontecimientos del final del siglo xix
y de Ia primera mitad del siglo xx introduje-
I Isis, pi ISM(, I IlIs1i.1Is\Io El termi- ron el usa de dos conceptos que muchos han
no c. tiene su origen histOrico en ci regimen relacionado a menudo con el de C.: ci bisrnarc-
214 CISkISMO

kis,no v ci /asds,;zo. Se trata, de una inane! a dcsuirollados", tic on modelo tic desarrollo
u otra, de fenómcnos notoriamente diversus tie tipo neohismarckiano. En este modelo se
entre si. Para Saitta, Ia caractcrIstiea que dis- rcfucrza ci papel dci estado de mancra que
tinguc ci tasci.srnu de un r(gimen bonupartis- pueda proteger ci mercado nacional de Ia
ta es ci hecho de que ci fascismo "surge y Sc penetración de empresas extranjeras v quc
realiza sOlo donde existen las condiciones pueda ejercer una funciOn mediadora entre
para ci paso dci antiguo regimen de base mdi- los distintos antagonismos, acekrando ci
viduaiista al nuevo regimen de masa". El las- desarroilu dcl pals. En esta lormu Sc lacilita
cismo iria acompanado, entonces, de Ia pre- Ia formation v ci desarroilu de una burgue-
senda de organizaciones de masa que tienden sia naclonal (tj. Inmediatamente esta Oitima
a quitark ai estado un nOmero cada vez ticnde a tomar para si Ia administracion dcl
mayor tie funcioncs. En este sentido sc podria poder poiitku inaugLirando tie cstc modo un
So.stencr tarnhkn que ci fascismo no es otra regimen democrat ieo-Iepresental ivo de tipo
cosa que ci t. propio de las sociedades capi- eiásieo.
talistas desarroiludas, cosa quc por io demás En este Ohtimo puntu se puede decir que
parece hither sido Ia opinion de Gramsci, aun- seria más eorrccto relerir cste lenOincno his-
que titi vez es mãs OtiI cunscrvar cicrta espe- marckiano a los momentos iniciaks dcl desa-
cifkidad para ci terinino c. ref iriCndoio par- rrolho tie unit sociedad en que ciertas fuerzas
ticuiarmenie a sit uuciones sociaies caracte- soeiaies no se han desurrollado todavia tie
rizadas par ci hecho de habersc creado, aun- mancra total. Emplcando una termmnoiogia tie
que por motivos diversos, cierto equiiihrio tipo marxista, sc puede decir que corrcspon-
entre ias fuerzas politicas v sociaies en cues- tic a una Ease de Iraii.siciu;i en que, ai pasar
tión. Por esto, a diferencia de Ia que sucede unit socictiad de Ia dominueiñn tie un modo
en los reginiencs lascistas, ninguna tie estas dc produceiun a Ia de at ru, coexisten en lit
fuerzas se encueiitra nunca completainente nhisma situaciOn concreta chases v grupos
derrotada en ci juego politico quc se desarro- .suciaies caracteristicos tic epocas dilerentes.
ha en un estado cesarista. En este sent Ida, En este sentido, ci regimen de Bismarck Cs
segOn Grarnsci, todo gohierno fruto tie una tipico de una sociedud en transicion del Ecu-
coaliciOn entre varias fucrias tiene un grado daiismo ai capitalismo, mientras quc ci mode-
iniciai dc c. que puede desarrohlarse hasta lo neabismarckiano de Jtguaribe se reliere,
alcanzar las formas mas plenas, car.tcteriia- en cainhio. a ios pulses que debcn ufrontar ci
das por ha figura heroicu dci ieEe carismál ko. proceso de transition tic on estado tic depcn-
Más intercsantc es Ia reiaciOn con ci "his- dencia colonial o neucoluniai a unit sitUaciofl
marckismo". A primera vista los dos fenOme- de mayor autonomia e independencia. El c.
nos parecen ser bustante semejantes entre si. en sentido propio parcee más bien caracteris-
Indudabiemente tambiCn ci hismarckismo se tico tie sociedadcs quc va han dcspicgado de
caracteriza par una relativa autonomla dci manera suficicntc SUS poteiiciaiidades'. que,
estado frente a las luerzas sociaics v, en este par lo mismo, tienen una ai-ticulaciOn tic cia-
sentido, es sin más también una lorma de c. ses sociaics que podcmos definir a grandes
Pero hay que senalar que historicamcnte ci rasgos coma moderna.
réimen de Bismarck opero en una situaciOn
de transición hacia una sociedad industrial ii u ss oH. CESARISMO Par Ia quc rcspecta a
moderna. en que par eso mismo no se habian Ia identificacióri de las causas que pucden lie-
desarroliado todavia de manera suficienic var al regimen cesarista es utii referise una
fuerzas sociales fundamentales como Ia bur- vet más a has considcracioncs tie Gramsci,
guesia y ci proletariado (Nicos Poulantzas. segün ci cual ha causa general puede encon-
1971). trarse gencralmente en una situacion de equi-
Dc todas maneras, el conccpto ha sido ree- libria entrc t-lase v grupus suciales upuestus
xaminado y ha recibido una nueva formula- entre si. Esta situaciUn puede estar provoca-
ción en los ültimos tiempos en una forma inte- da por causas de naturaleza muv difcrente.
resante por pane dci sociOlogo brasileño Ante tudu, ha quc scnaiar que ci antagonis-
Helio Jaguaribe. Para Jaguaribc se puede mo entre los grupos no I lene normalmcntc un
habiar, rcspecto de los paises ilamados "sub- caracler absuluto tal quc no permita en dcr-
UiSARISM() 215

to momento que las dos fuerzas, anteriormen- pohitica en que va perdiendo peso poco a poco
Ic antagOnicas. Ileguen en cierta lorma it Ufl una importante serie de poderes intermedios,
acuerdo, supertndo as) Ia contradiccion uhicados entre el estudo v ci individuo, con
anterior. ci consiguiente aumento dcl poder estatal.
Un ejemplo clásico de esta situaciOn pue- En clecto, ci mismo desarrollo de Ia socie-
de ser, a grandes rasgos, ci de Ia lucha entre dad occidental es Cl que entraña on proceso
Ia hurguesia v Ia aristocracia durante Ia fase de atomizaciOn y de creciente influjo dcl csta-
de transición at capitalismo. Situaciones de do en Ia vida de los ciudadanos. Aqui e.s don-
equilibria puede haherias incluso en una tase de hay que buscar Ia genesis del fenomeno
de transiciOn at socialismo. A este respecto cesarista moderno, quc par estos motivos pre-
surge espontánea Ia relerencia at stalinismo, cisamente es on clernento presente, segOn
surgido justumente en on cofltexto falto de Toequeville, tanto en Li democracia plebisci-
proletariado v de una burguesia desarrolla- taria como en el socialisnio.
da v caracterizado en carnhio par Ia presen- Par lo que respecta, en camhio, a ios acele-
cia de una clase numerosa de campesinos, en radores que Ic permiten at praceso encontrdr
parcial analogia con Ia Francia dcl siglo pasa- una salida correcta, es Otil empicar a este pro-
do (Stawar, 1973). posito ci concepto gramsciano de crisis orgd-
En segundo lugar, Ia situackin de equiiibrio uica. Esta Oltima se da cuando en una orga-
puede deherse a causas momentãneas. De nizaciOn se crean a diferentes niveles graves
hcchoes frecuente que una fuerza, a pesar de contrastes entre representantes Y represen-
ser predominante en on determinado conccp- tudos.
to, pueda dividirse en facciones discordantes Tanihien Weher destaca las causas dcl c. en
entre si. Al hacer esto permite que otra luer- las tendencias generales de democratizaciOn,
za, de menor importancia aunque mAs corn- y huroeratizaciOn, de Ia .sociedad moderna.
pacta. desafie ci poder tradicional. Finuimen- Pero para Weber las tendencias cesaristas,
te, una situaciôn de equiiibrio puede verse sabre todo dentro de una estructura institu-
tarnbiên favorecida por las relacianes que se cional dc tipo liberaldemocrático, dan lugar
estahiecen dentro del bloquc de poder dorni- ala indispensable funciOn de controlar el cre-
name: entre los grupos principales de las cia- ciente poder de Ia huracracia. Descartada por
ses dominuntes y las liarnadas F uerzas auxi- inadecuada Ia hipotesis e Ia elecciOn direc-
hares que cstãn sornetidas at infiujo hegerno- ta de los hurOcratas, y dado par descontado
iiwo. En este caso, hay que tener presente que eI inevitable aumento de Ia importancia de Ia
un cambio de uhicación de las fuerzas auxi- democracia, fruto del proceso más general de
hares puede modificar Ia relación entre las de racionalizaciUn iniciado parel capitalismo
fuerzas fundarnentales en cuestiOn. Grarnsci maderno, ha Onica soluciOn viene a ser Ia pre-
define, de manera global, una situación favo- sencia de un lider —un presidente elegido por
rable al c., diciendo que "cuando Ia tuerza el pueblo a on jefe parlamentario triunfador
progresista A lucha contra Ia luerza regresi- en las elecciones—, "hombre de confianza de
a ii. puede darse ci caso de que no solo A las rn'sas" v por ella capaz de dominar a los
'enza a B 0 U venza a A, sino también que no funcianarias burocráticos v de lirnitar su
enzan fli a A ni a y que se debiliten recipro- pader. En resumen, ci C. se presenta coma una
:arnente, V una tercera I uerza c intervenga exigencia quc tiende a expresarse hay inclu-
desde ci exterior sometiendo to que queda de so en las democracias parlamentarias, y que
v de B" (Gramsci, 1966. equivale en el nivel politico al papel del
Desde Un punta 'Ic vista rnás propiamente ernpresario capitalista.
politico, uno de los principales factores que Desde este punto de vista, por lo tanto, ci
tavorecen ci suraimiento v Ia afirmaciOn de c. —que para Marx habia surgido de nuevo
regirnenes de tipo cesarista es, segin Tocque- sabre todo en Ia estructura social de Ia Fran-
yule. el predominia cada vez rnás grande de cia del siglu xix— se convierte en una carac-
Ia suciedad sabre ci individuo v ha consohida- teristica permanente, aunque variable, de Ia
cion de Ia saciedad de masas v del fenOmeno sociedad moderna.
politico correspondiente: Ia democracia tota- En elecio, en ciertos momentos los grupos
litaria. Sc trata de un modelo de organi/aciOn sociahes pueden ale jarse de sus partidos tra-
210 CESiRISM()

dicionales, que a partir de ese momento dejan sometió a un pkbiscito ci 28 de septiembre


de ser reconocidos coma expresion de su clase de 1958" (Ducks). En ci segundo tipo pueden
o grupo social. Cuando se dun estas crisis de incluirse muchos dc los regimenes modernos
represerltación, se abren a Ia situaciOn inme- del tercer mundo. En este contexto, un Fuer-
diata diferentes salidas, encarnadas frecuen- te poder estatal promueve "desde lo alto" ci
temente por jefes carismaticos. Este tipo de desarrollo de unu sociedad moderna y Ia for-
crisis es sabre todo. dentro de Ia terminolo- maciOn de los correspondientes grupos y cIa-
gia grumsciana, unu crisis de hegemonia de ses, aunque sin identilicarse nunca comple-
Ia ciase dirigcnte. tamente con ninguno de ellos de manera par-
Frecuentemente este tipo de crisis se ticular. Consideramos como ejemplos concre-
resuelve por medio dc In restauraciôn de las tos el Egipto de Nasser (v Sadat) v Ia Argelia
fuerzas politicas que restablecen una relación de Bumedién. En ci caso dcl regimen dcl gene-
eficaz entre representantes y representados: ral PerOn en Argentina, los aspectos "neobis-
Ia manifestación externa de este proccso con- marckianos" aparecen más atenuados. En
siste urdinariamente en In formación de nue- efecto, a pesar de uhicarse on un contesto
vos purtidos o coaliciones de parlidos y ci des- considerado coma no tutalmente "desarrolla-
fasamiento v Ia disolución de alms. Esta solu- do", el regimen peronista no contribuvO de
ción puede ser insuficiente cuando Ia crisis manera determinante a Ia formaciOn de una
sea un aspecto de Ia Va conocida situación de estructura de clases relativamente moderna,
equilibrio csldtici. En este caso Ia restructu- por Ia sencilla razOn de que Csta, en gran par-
ración de las fuerias politicas debe ser mucho te, Va existia o estaba en I ormaciOn cuando
más radical y puede Ilevarse a cabo con cxi- se constituvO ci i-êgimen. Tal vcz por estos
to par media de un regimen cesarista. motivos ci peronismo (r.) Sc Iimito a Ia clasi-
ca tunciOn de "arbitraje" que parece ser pro-
W. ELcEs.RisMo..cn:.L. A esta ahura se puede pia de todos los matices de cesarismo.
emender por c. un regimen politico caracte-
rizado por In presencia de un jde y por un RIRLiOGRAEiA I. Cerveili, "Cesarisino" C
fuerte aparato estatal —par lo menus en corn- flS;flO' a proposilo di Heinrich ion Svhel. :lle-
paración con ci resto de Ia socicdad—, que xis de racquet-ilk e ,tlax Wither, on La Culiura,
logra gozar de una considerable autonomia x, 1972, pp. 337-391; A. Dansette, Louis Napo-
Frente a todus las fuerzas sociaks. Para Trots- leon a la coit qutk' dii ,iouiotr. Paris, Hachette,
ki, por ejemplo —en cuva Cpoca se augurara 1961; J. Ducks, Dc Vapokon III a Dc Gaulle,
Ia caida de Ia "handa bonapartista stalinia- Paris, Editions Suckles. 1961: A. Grarnsci, Notas
na"— In existencia dcl bonapartismo "COfl5S- .sohrL .'daquiut'e!o, cohn' politiciz v sabre el i'sta-
te on esto: apovindose en In lucha de dos cam- do i,zoderno (1966), MCxicu, Juan Pahlos, 1975;
pos, con unu dictadura burocrática-militar. H. Jaguaribe. Dccarrollo cconei,nico v dt'surroilo
salva Ia nación." Asi, el poder cesarista pue- politico (196$). Buenos Aires. Eudeba, 19722; L.
de servir de mediador, a traws de sus pro- Mangoni, Cesarispno. honapa rfl.s,no i' fa_ccismo,
pbs instruinentos, entre los intereses opues- en Siidi Szoric-i. xvii, 1976, nUm. 3, pp. 41-61: K.
los de las fuerzus sociales, aun sin atacar nun- Marx, El dii'ciocl:o bruinaria ik Lui. Bonaparte
ca de manera total los de los grupos quc gozan 11652), on K. Mars v F. Engels, Obns escogidas
de una posición dominante on Ia estructura en zrcc winos. Mocü. Progreso, 1980, t. t: N.
social, pero cunsolidandi,, Si acaso, ci poder. Poulantias. Poder politico v claes ociales en ci
En este scntido, Ia epoca moderna presenta esiado capitalista (196a). Mexico, Siglo XXI, 1969;
también aigunos ejemploi de c. puro a en su A. Sajita, Dol faei.sm,, alia resi.ctcnZa, Fiorencia.
variante ncohismurckiana. Puede considerar- Li Nuova ltaiia, 1961; A. Stawar, Liheri .cagi
se perteneciente al primer tipo el gaullkmo, ,1aJr.tsti (1961), Florencia. La Nuova hulk, 1973;
quc se introduju en un contexto histUrico 1k. L. Trotskij. &r,t;: 1929-!93i. Turin, Einuudi,
node iradiciones cesaristas coma ci Iranci - s: 1962.
"Corno Luis Bonaparte contó con Ia adhesion
dci pueblo de Francia cuando trató de kgiti- [CARLO c,t A5X ILRII
mar con un pkbiscito su golpe de cstndo dcl
2 de diciembre de 1851. tambien Dc G.tulic se
CESAROPAPISMO 217

cesaropapismo tituida Ia unidad religiosa de occidente, Car-


lomagno reivindica para si Ia tarea no sOlo de
"defender con las armas" a Ia iglesia de sus
Con el término c. se indica un .sistema de rela- enemigos externos, sino también Ia de "for-
ciones entre estado e iglcsk& en las quc ci jefe tificarla en su interior con un mayor conoci-
del estado, considerando que es de su corn- miento de Ia fe catolica" (carta al papa Leon
petencia regular Ia doctrina, Ia disciplina y III, 796), dejando sOlo al pontifice ci deber de
Ia organizacion de Ia socielas fideliurn, ejer- rezar por las victorias del emperador. Sobre
cc poderes tradicionalmente reservados a Ia esta base vuelve a revivir un sistema de rela-
suprema autoridad religiosa, unificando (al ciones entre estado e iglesia en las que los
menos como tendencia) en su propia perso- emperadores francos se apropian de nuevo
na las funciones de imperalor y de pontifex. los poderes que ejercian los emperadores
Dc ello deriva un rasgo caracteristico dcl sis- romanos en los campos lcgislativo, adminis-
tema cesaropapista: Ia subordinaciOn de Ia trativo y judicial.
iglesia al estado, que liega a alcanzar niveles El supuesto esencial del modcio cesaropa-
tan altos que induce a considerar Ia primera pista viene a menos con Ia decadencia del
como un Organo del segundo. imperio y Ia IormaciOn de los estados nacio-
En Ia raiz dcl c. está Ia idea, predominante naics: cada soberano, en efecto, pretende con-
en ci mundo romano, de que Ia religion inte- trolar Ia actividad de las iglesias nacionales,
resa en primer lugar a Ia colectividad, y en peru no puede pretender controlar a Ia igle-
forma secundaria al individuo: en esta pers- sia universal. Sin embargo, podemos encon-
pectiva religiOns' politicauparecen comodos trar rasgos cesaropapistas en Ia acciOn de
entidades inseparables, hasta el punto de que algun emperador o rey (Felipe ci Hermoso,
ci his sacrwn es considerado una parte inte- Luis de Baviera) v en las construcciones LeO-
grante del his publiewn y ci jele del estado ricas de algun escritor (especialmente en el
es también jefe de Ia iglesia. Defeusorpacis de Marsilio de Padua), pero los
Esta concepción —a pesar de que Cs direc- intentos dc Ia autoridad estatal para interfe-
tamente contraria al principio judeo<ristiano rir en los inrerna corporis de Ia iglesia asu-
que atribuve a Ia religion una importancia men una nueva configuracion, dando vida a
primordial en lo personal, vinculada it Ia salus un sistema distinto dc relaciones entre los dos
auhnarum de cada individuo— se establece poderes (r. jurisdlccionalismo). Un carOcter
en ci edicto de Teodosio, que proclama el cris- cesaropapista adquiere, despues de Ia refor-
tianismo religion de estado y, aunque some- ma anglicana, ci sistema inglés de relaciones
tida a ásperas criticas por parte de los ponti- entre ci estado v Ia iglesia, pero los poderes
fices v de los padres de Ia iglesia, determina del soberano —que mantiene todavia hov ci
el modelo de relaciones entre estado e igle- titulo de upre;ie governor de Ia igiesia de In-
sia vigente hasta Ia caida dcl Imperlo roma- glaterra— han sido sucesisamente lirnitados,
no de occidente (476) v de oriente (1453). En primero por ci parlamento y más reciente-
cste sisterna —que representa Ia expresiOn mente por los organismus eclesiásticos, redu-
histOrica más completa dcl c.— ci emperador ciéndose en definitisa a bien poca cosa. Masur
sigue haciendo valer respecto al cristianismo resistcneia ha demostrado en cumbio ci sis-
los mismos poderes que antiguamente ejcr- tema cesaropapista en Europa oriental, dun-
cia respectO a los cultos paanos. Pruciama dc se clejO sentir mas fuertemente Ia experien-
por tanto leycs canónicts y corrobora los cia de Ia igleia bizantina: en Rusia los zares
decretus de los concilios ecumenicos; convo- mantuvieron siempre una posición predomi-
ca lo tribunaks eclesiisticos v determina su nante en Ia gula dc Ia igksia ortodoxa.
competeri.ia: vigila Ia aplicaciOn exacta de las
le es cannicas. Ia administracion correcta BIBLIO!,RAFIA P.R. Coleman Norton, Rwnan .ta-
de los bkncs de Ia iglesia v provee en muchos Ic and Christian church. A. collection of le,'a1
ca.os ci nombramiento de cargos eclesisti- documents io,t. D. 535, Londres, !i, 1966; S.Z.
Cos (entre dlos de los obipos). Los empera- Ehkr Y J.B. Morral, Hisiorhi de las relaciones
dures dcl Sacro imperlo romano se inspir.in tntre ielesiu ve'siado. Barcelona. Riztlp. 196; H.
tambien en un mudelo cesaropupista. Recons- Jedin, La chie.sa Ira orie,,tc c occidente. en Sb-
218 CIE.JCIA POLITICA

na della chiesa, Milan, Jaca Book, 1978, vol. iii; aplicar, en Ia medida de lo pusible, ci anáii-
H. Ruhner, Chiesa e slruuura pohuica nel crisuia- sis dcl tenOmcno politico —o sea en Ia mcdi-
ne.czmupnmiuivo, Milan, Jaca Book, 1979; F. Rut- da en que Ia materia Ia permite, peru siem-
tini, Relaioni ira yilaio C c/iic.sa, Bolonia, II Mull- pre con ci mayor rigor— Ia metodologia de
no, 1974. las ciencias empiricus (sobre todo Ia quc
resulta de Ia elaboraciOn v de Ia cudificac ion
LsILvIo rERRARI] etectuada poria I ilosofia neopositiista). Más
brevemente. "c. politica" en sentido estricto
ytecnicc, designa a Ia "ciencia empirica de Ia
polItica". a a Ia "ciencia de Ia politica" con-
ciencia politica ducida segOn Ia metudologia de Ia ciencia
empirica mas desarrollada. como en ci ca-so
I ( II\t ]A I'Ll! Hit A I S SF5! II)!) .M}'Ltu 'i 1:5 SF51115) de Ia fisica, de Ia biologia, etc. Cuando hay
LSiRklu Lu expresuon 'c. politica" puede ser se habla de desarrollu dc Ia c. politica se hace
usada en on sentido ampiio v no técnico para referenda a las tentativas orientadas, con
denutar cualquicr estudio de los ienámenos mayor o menur éxilo peru quc inten tan obte-
y de las estructuras politicus, conducido con ncr una gradual acurnulaciOn de resultados,
sistematicidad y con rigor, apovado en un a promover ci estudio de Ia politica hasta
amplio v agudu examen de los hechos, expues- alcan,ar ci nivel de ciencia empirica (riguro-
to con argumentus racionales. En esta acep- samente entendidat.
don ci Lérmino "ciencia" es adoptado en su En este sent ido mas especilico de "ciencia",
signilicadu tradicional corno opuesto a "api- lac. politica se distingue cada vex más de toda
niOn" donde "ocupurse cientilicamente de husqueda dirigida no vu a descrihir y a corn
politica" signifka no ahandonar.se a Ia creen- prender aquello que Cs sino a delinear, y par
cia del vulgo, no Iani.ar juicios sobre Ia base Ia tunto a prescribir, Ia que debe ser, büsque-
de datos no atinados, remitirse a Ia prueba da apropiada a Ia que se sucle ahora dar
de los hechos. En este sentido Ia expresiOn no cornunmente ci nombre de "I ilusolia politi-
es nueva, pues ha sido ampliamente usada en ca'. Si se aceptit esta distinciOn, en Ia abra
ci siglu pasado, especiaimente en Alemania; de los clásicos dcl pensamiento politico resul-
no resulta superiiuo recordar que los célebres ta muy dilicil senaIar lo que pertenece a Ia
Principios de filosofia del derecho de 1-legel ciencia v Ia que pertenece a Ia filosof ía; por
1821 tienen como subtitulo Ciencia delesia- ci contrario. los "politologos" conternporá-
do (Siaaust'issenscha ff1 en coin pendio. Una neos tienden a caracterizar su propia obra
importante tradiciOn de "ciencia del estado" coma "cientifica" en cuantu pane el acento
se desarrolia en Alemania en Ia primera mitad sabre lo que Ia distingue de Ia filosolia. Si
dcl sigia pasudo par obra de estudiosos de Ia bien no es oportunu detenersc en ci concep-
organixaciOn estatal We Ia administraciôn to de "lilusofia pulitica", en cuanto distinta
püblica) como Robert von Mohl v Lorenz von de Ia c. politica, conviene par Ia menus adver-
Stein. En Francia y en Italia Ia expresión c. tir que entramos nuevamente a Ia nociOn de
politica tenia mayor amplitud, coma Ia filosofia politica coma cstudio orientado
demucstra Ia cekhre coiecciOn de obras ita- deontologicumente, tanto en las construccio-
lianus v extranjeras dirigida por Attilia Bru- nes rucionales de Ia rcpüblica ideal, que han
nialti bajo ci titulo de "Biblioteca de scienie dado vida al filcin de Ia "utopia", corno a las
politiche". donde e publicó un ensayo sobre idealizaciones o racionalizaciones de un tipo
Le sett'Hze poliuiche Hello stato inodernu (vol. de regimen posible a ya existente, caracteris-
i 1884. pp. 9-741. tico de Ia obra de los clásicos del pensamien-
En un sentido más estricto S por lo LintO to politico moderno (como Hobbes, Locke,
mas técnico en cuanto cubre un area bastan- Rousseau, Kant, Hegel). Más que sabre Ia dis-
te bien delimitda de estudius especializadu tincicin dc provecciOn utopista e idealizante
s en pane insitucionalizados, con cultures vanuiisis empirico. Sartori especilica Ia due-
vinculadus entre si que se reconocen "polito- lencia entre I ilosolia politica . c. pulitica en
logos". Ia expresión c. politica indica una Ia taita de uperatividad ode aplicahilidad de
orientacion de los estudios que se propufle Ia primera, donde 'lu lilosulia noes I ... ] un
CIENCIA POLITICA 219

pensar para apikar, un pen sar en función de ma taxativa por dos autores que más que ci
Ia traductibilidad de In idea en ci hecho', resto pueden ser considerados, a mi parecer,
mientras que In ciencia 'es tear in que remi- como los iniciadores de Inc. politica muder-
Ic a In investigaciön [. 1, traducción de Ia Leo- na: Ludwig Gumpiowic-i, cuva obra Die oio-
na en prãctica", en suma un "provectar para logisclw Staaz.idee data de 1892, y Gactano
intervenir"(Sartuni. 1972). Se podria objetar Mosca, que pubiicO Ia primera edición de los
que, en cuanto a Ia operatividad, no cstü dichu Elementi di scienza pulilica en 1896.
que los ideales hayan sido. en Ia historia de En nuestro siglo ci desarroilo de Ia c. poll-
los cambius politicos. menos "operativos" que tka sigue de cerca Ia .suerte de las ciencias
los consejos de los ingenieros" sociales. .sociaies v soporta su influjo a sea porque uti-
liza ci modo de aproxirnarse al analisis dcl
ii (ARA( ILkI S DE L.A CIESL IA POi.ITL( A (ONrEMPORA. lenomenu puli nec) (0 apptoach) o hien porque
\IA La constitucián de Ia c. politica en den- have suvu ci uso de ciertas tccnicas de inves-
cia enipirica en tan to empresa colectiva y acu- tiguciOn. El pals en el cual In c. pulitica como
mulutiva es reciente, pudiendo ser eunside- ciencia empirica ha sido eultivada con mayor
iadas ubras de c. politica —al menus en par- intensidad. Estados Unidos, ha sido justarnen-
te v en su inspiración fundamental v también te ci Iugar en ci que las ciencias sociales han
en ci sentido restringido N técnico de in pala- tenido en los ültimos años un mayor dcsarro-
bra— aigunas ohms dásicas cairo las tie Aris- ha. Con respcctu al approach, se ha realiza-
tUteles. Maquiavelo, Montesquieu. Tucque i- do con particular intensidad en los tiltimos
lie, en In medida que cikis tienden a Ia formu- vcintc anus (aunque su inicia puede remitir-
Iación de tipologias, de generalizuciones, de se al articulo de Charles E.Me rniam, 'The
teonlas generales, de lees, todas éstas rela- pleseni state of the studs' of politics'. que es
tivas a los fenómcnos politicos. fundadas en de 1921) ci paso dci punto de vista institucio-
ci estudio de Ia historia, o sea sobre anãlisis nal (que reflejaba todaia In tradicional
fact ualcs. main, juridica de los estudios politicos) al
Es verdad par utro lado que in c. politica punto de vista conductista", segun el cual
coma dkciplina v como institucion nace en el elemento simple que dehe presidir todo
Ia segunda mitad dcl siglo pasado: ella repre- estudio de Ia pulitica que pretenda hacer un
senta un momento v una determinaciun espe- legitimo v fecundo usa de In metodologia de
cifica del desarrollo de las ciencias sociales, las ciencias empinicas es ci comportamiento
que ha caracterizada precisamente ci prugre- de los individuos v de ios grupos que actüan
so cientifico dcl siglo xix y ha tenido sus poiiticamentc, cual es por ejemplo ci voto. In
expresiones mãs rdevantes e influyentes en pant icipación en in vida de un partido, Ia bus-
ci pusitivismo de Saint-Simon v Comte, en el queda de una clientela electoral, In fonrnación
marxismo v en el darwinismo social. En cuan- dcl proceso de decisiOn a los mOs diversos
to momenta v determinaciOn especifica del niveles. Rcspecto de Ia técnica de investiga-
desarrollo de las ciencias sociales, ci naci- ciOn se produce un pasaje tambin decisivo
miento de Ia c. politica moderna se produce dci uso exclusivo de Ia recolecciOn de datos
a I raves de Ia separackrn de los estudios poli- de Ia docLlmentaciOn historica. del cual se han
ticos rt'specto de In inatriz tradicional dci valido los estudiosos politicos del pasado, des-
derecho ten particular dcl derecho publico. de AnistOteles hasta Maquiavelov desde Man-
No conviene en efecto olvidar que in filoso- tesquicu hasta Muscu, al emplco cada vez más
ha politicu moderna dede Hobbes hasta frecuente (ruelto posible por io demás por Ia
Kant se presenta como una porte, v solo coma Lentati%a conductista de In observacion direc-
una parte, del trutamiento dci derecho natu- tao de campo a tmavés de ia tecnica, tomada
ral, en Ia quc ci estado aparece como un ente de In sociologia. de La investigaciOn par son-
jurtdico, creado a través de un ado luridico deo u pun entrevista. Dc todo esto ha resulta-
Icomo el cant ratu a los cofltratos. que se cons- do un enunme aunientu de los datos a dispo-
tituven en fundamento de lcgitimidadp v, una sidUn del incstigador quc requiere a su vei,
vci instituidu, creador el nusmo de dereehu para quc puedan Sen mane jables par lo tantu
tel derechu pu.itivo. Esta separat ion de Ia para SU prohicua uuili,acion. del usodrccicn-
maui! juiidka Cs e idente esta dicha en fur- it' de metodos eunntitatios. La cada vez mas
220 CIENCIA POLlTIC\

amplia utilizacion de los métodos cuantitati- vienc añadir que cada una de las nuevas espe-
vos en las ciencias sociatles, y por reflejo en cies de datos resulta paulatinamente conse-
Ia C. politica, tantas veces solicitada v no siem- guibles en un mayor nümero de paises. En
pre I ructikra en los hechos, y ante los cam- otras palabras: Ia ampliacion intensiva de los
bios producidos en ci objeto mismo de Ia datos sc realiza simultáneamente con Ia
investigación, apare como inevitable; lo quc ampiiacion extensiva.
no significa que sea. o deba devenir, exciusi- El rápido crecimiento extensivo de datos ha
va y exhaustiva. hecho posihie una cada vex más amplia corn-
paración entre regimenes de los más diver-
En confron-
iii. SI 'S CONDICIONEs DE 1)F.SARROI.Lo sos paises, estimulando los estudios de poll-
tación con los estudios politicos del pasado tica comparada, tanto como para inducir a
ci estado prcsentc de Ia c. politica se carac- algunos a idcntilicar sic et simpliciter Ia c.
Let iza por Ia disponihilidad de un nünicro de pulItica contemporánea en su especificidad.
datos incomparableinente mayor que aque- o sea en Ia diferencia que Ia distingue de dis-
lbs de los cuales podian hacer uso los estu- ciplinas afines v dc los estudios politicos del
diosos del pasado. Además del camhioen las pasado, con Ia politica comparada. En reali-
formas de aproximaciOn y de Ia introducción dad Ia pout lea comparada noes una novedad:
de nuevas tecnicas de investigación, ci crc- ci estudio factual del fenómeno politico, que
ciente numero de datos depende tambien de se remonta con raión a AristOtcies, ha cornen-
Ia extension gradual de los intereses de los zado con Ia comparackin entre distintas cons-
polilologos rnãs allá de Ia zona de las nacio- tituciones griegas. El Espril des lois de Man-
nes europeas a de infiuencia europczt, en ci tesquieu nació de un gran intento par 'corn-
tiempo (civilizacion primitiva, mundo orien- parar" entre si ci mayor numero posible de
tal. civilización precolombina) y en el espa- regimenes de todas las partes del mundo. En
cio (las Ilamadas naciones del tercer mundo). realidad Ia que resutta nuevo es, corno se
En oportunidad de considerar las institucio- decia. Ia cantidad de datos a disposicion; pero
nes de Mtxico, India v China. Mosca habia se trata de una diferencia cuantitativa, no
puesto ya de relieve Ia escasa importancia dcl cualitativa. Es probable que ci particular
análisis de Maqujavebo en Ia medida en quc relieve otorgado a Ia politicu comparada par
hahia logrado sus datos ünicamente de Ia his- algunos de los más destacados politobogos de
tori.t romana v de .tlgunas naciones europeas estos ültimos aflos dcpenda tambien de I-a cir-
de su tiempo. La ampliación de los horizon- cunstancia de habcr erróneamente aislado de
tes cuiturales de los politologos de boy por entre los otros métodos de que se sirve Ia cien-
encima de los limites tradicionales de Ia cien- cia politica, cuales son, juzgados coherente-
cia europea permitiria devolver a Mosca Ia mente, el método experimental. ci método his-
misma critic:i quc él habia hecho a Maquia- tórico V ci método estadistico, Un presunto
velo. Karl Deutsch enumera nueve especies método comparativo" qut- tendria el mono-
de datos desarrollados par los politologos en polio precisamente de Ia politica comparada.
los ultimos años a puestos a su disposición: Dc hecho un metodo comparativo no existe:
sabre dites, sabre las opiniones de las masas, Ia comparación es uno de los procedimientos
sobre ci comportamiento del voto de los elec- elementales y necesarios de toda investiga-
tores v de los miembros dcl puriamento, los ción que pretcnda devenir cientifica. El que
Ilamados datos agregtdos obtenidos a través estudia ci sistema politico italiano, par ejem-
Ie estadisticas relevantes para ci e.tudio de plo, se '-irve hztbitualmente de IacomparaciOn
los fenómenos politicos, datos históricos, cuando trata de analizar Ia diferencia. diga-
datos producidos par otras ciencias sc,ciales mos. entre ci parlamento de hay y ci de ayer.
sabre las candiciones y los efectos de las El hãbito linguistico de designar "polItica
comunicaciones, datos secundarios derivadas comparada" al estudio que conironta institu-
de flUevas procedimientos analiticos, mate- ciones de distintos paiscs no impide quc ci
miticos v estadisticos v de programas de procedimiento usado sea idéntico al que se
computadoras. Parn darse cuenta de Ia real emplea cuando se quiere destacar las seme-
entidad de los nuLvos datos de que pueden janzas y las difercncias entre dos institucio-
disponer en Ia actualidad los paiitólogos. con- nes del mismu pais en una determinada
CIENCIA POLITICA 221

dimension histórica. Esto valida Ia compara- te proiiferaciOn de los estudios sobre ci "desa-
dOn incluso si Jo que hace, a causa de un cier- rrolio politico": Ia hipotesis es que a un deter-
to uso linguistico consolidado, no se llama minado estadio de desarrollo econOmico-
"politica comparada". Por otra parte el estu- social corresponde un determinado estadio tie
dioso de politica comparada no se limita en deszarrollo politico, de donde se suca Ia con-
modo alguno a emplear el procedimiento de secuencia (prescriptiva) respecto de Ia impo-
Ia comparziciOn a Ia confrontaciOri de los regf- sibilidad o de Ia inoportunidad de aceierar el
menes de los distintus paises, pues hace uso desarrollo politico si éstc no vu acompanadu
sin retaceos también dcl método histórico v de una corrcspondicnte aceleraciOn de desa-
dcl metodo estadistico. En otras palabras: Ia rrollo económico. Respecto de Ia regularidad
politica comparada no solo no tiene Ia exclu- o uniformidad, Ia c. politica parece hasta aho-
sividad de Ia comparaciOn (en ci sentido de ra dispuesta a dar mayor crédito a aquella
que solo los politologos comparatistas hacen que ha originado a Ia teoria de Ia clase politi-
comparaciones) sino quc tampoco se identi- ca o de las elites, v que afirma que en todo
fica con ella (en el sentido de que los po!itO- regimen, sin importar su formula politica".
logos comparatistas hacen soiwnente compa- siempre es una minoria organizada, o un
raciones). nOmero restringido de estas minorias que
luchan entre si, Ia que gobierna. En su estu-
IV. LAS I'RINCIPALES OI'ERAL lOSES DE LA CIENCIA P0U. dio sobre los partidos Robert Michels ha dc-
I It A La creciente acumulaciOn de datos per- vado esta regularidad a Ia categoria de 1ev (Ia
mite it Ia c. politica contemporãnea Ia posi- liamada "1ev de hierro de Ia oligarquia").
bilidad de proceder con mayor rigor en el Marx v Engels, v tambiCn Lenin, formularon
cumplimientu de las operaciones v en ci logro Ieyes de tendencia en lo que se refiere a Ia gra-
de los resultados que son propios de Ia den- dual extinciOn del estado en el llamado "esta-
cia empirica: clasificackrn, formulación de do de transiciOn", partiendo de Ia hipótesis
generalizaciones v consecuente formación de de que el aparato estatal es necesario mien-
conceptos generales, determinaciOn de leyes, tras dure Ia divisiOn de Ia sociedad en clases
por lo menus de leves estadisticas o probabi- antagOnicas. Si por "teoria" se entiende, en
listicas, de lees de tendencia, de regularidad uno de sus multiples significados, un con jun-
o uniformidad, eluboracion (o propuesta) de to de proposiciones (sin que tengan neccsa-
teoria. riamente el estatus de pruposiciones empiri-
Como ejemplo de clasificaciOn se pueden cas) en reiaciOn entre si para formar una red
citar las numerosas tentativas recientes por coherente de conceptos, que sirvan de orien-
perfeccionar Ia tipologia de los regimenes tacion para it explicaciOn (v para Ia previsiOn)
politicos que durante sigios permaneciera en un campu bastante amplio, una de las teo-
ancluda en Ia clasificación aristotilica dc las rias más aceptadas, o pur lo menus discuti-
tres formas puras v de las tres correspondien- das. entre los politologos, es Ia "sistemática"
tes formas impuras de gobierno. Un ejemplo ('enerul i'stem theory) propuesta por David
va clásico de clasificacion es Ia triparticion Easton, v segOn Ia cual Ia vida politicu en su
weberiana de Ia forma de poder legitimo (tra- conjunto debe ser considerada coma un pro-
dicional. legal v carismático). todavia en uso, ceso de inputs (demandas) que provienen del
aunque sea susceptible de una mayor articu- ambiente externo (econOmico, religioso, natu-
lacion. Un procedimiento tipico de gcneraii- ral, ctcl v que Se transforman en outputs (res-
zacion es Cl que ha cunducido it Ia formula- puestas), como son las decisiones politicas a
ciOn dcl concepto dc poder, v que Irecuente- todos los niveles. quc a su vez retroactüan
mente es considerado comu el concepto uni- sobre el ambiente circundante provocando
ficador de tdos los fenOmenos que cacn en nuevas demandas, v asi sucesivamente.
el campo de Ia politica (en ci sent ido de que
se considera como fenOmeno politico a aquel V. tXPLItAtIO\ES N pEvIsIoNEsA través de esta
en el que Sc encuentra on elerncnto que remite serie de operaciones que van desde Ia ciasifi-
al conceptu de poder). Un ejemplo bastante caciun a Ia lurmulacion de generalizaciones.
tecundi de hiputesis. aunque esw lejos dc ser de unilormidad, de leves de tendencia de
verilicada, es aquci quc ha presidido Ia recien- tcoiia —uperaciunes qut- Ia acumulacian crc-
222 CIENCli\ Polil1CA

ciente de datos torna siempre más fecunda, dir queen las ciencias sociaks, quc tienen por
pero en general siempre más dificil—, Ia c. objeto comportamientos humunos, es decir
pelitica persigue su ob1etivo, que es el pro- un ser quc es capaz de reacciones emotivas
pie de toda bOsqueda que umbiciona el reco- ', de ekcciones racionales, se verilica ci dohk
not imiento dci estatus de ciencia (empirica), fenOmeno bien conocido de Ia previsiOn que
esto es de explicar v no solamente describir se autodestruve (profecia verdadera que no
los ictiornenos que tkne par objetu. El eflor- se reali-za) o que Sc autosatisface (prolecia lal-
me nümiro de datos de que puede disponer sa que Sc realiza). En su actual fasc de desa-
ci estudioso de los hechos politicos. unido al rrollo In c. politica cstá hien kjos de poder
uso de los mtodos cuantitativos que Ic per- hacer previsiones cientifica. Loquc no impi-
miten dominarlos v poder servirse de ellos de quc aigunos estudiosos de Ia cosa politica
con cada vez mayor rapidcz, ha pueslo en cri- busquen ext rapolar cicrtus previsiones, si
sis et tipu de e.xpiicaciOn predominante en las hien a medias, de las conclusiones una v otra
ciencias soc-iaies tradicionalcs y artesanales, vex alcaniadas. La tendencia a hacer previ-
que estaba fundado en Ia husqueda de uno o siones es tan irresistible que un grupo de estu-
de pucos "factores", v ha alentado a los inves- diosos de Ia politica encabezados por Ber-
tigadores a tener en cuenta una notable plu- trand de Jouvenel esta ciaborando de hace
ralidad de variables significativus cuyas inte- algunos años a esta porte un programa de
rreiaeiones pueden ser analizadas confiando investigaciOn sobre los Ilamados "futuribies".
en ci cáiculo estadistico. El estadio presente La diferencia entrc Ia utopia dc ayer v ci futu-
de Ia c. politica. caracterizado por Ia dilusiOn ribie de hay estriba en que ci provecto utopi-
de Ia têenkt dci anàlisis con muchas varia- Co está construido de una mancra indepen-
bles (mulliva ,late analviq representu, res- diente de his lincas de tendencia del desarro-
pecto dcl objetivo principal de toda büsque- I lo social y par lo tanto de su mayor o menor
da que Sc quicra prescntar como ciencia, a sea grado de realizaciOn, mientras que ci luturi-
con respecto a una explicaciOn, más que nada ble es ci c-on junto de aquella que puede acae-
un momenta critico, a en ci mejor de los casos cer si se realizan determinadas condiciunes;
reconstructivo, peru tudavia no ci cspeiado noes ci futuro imposibic (i tampao ci nece-
momenta constructivo e innovativo. Las expli- sario) sine el luturo posibk. El futurible es
caciones tradicionales son refutadas par su ci producto tipico de Ia actitud cientifica I ren-
carâcter simplista en Ia medida quc no tienen teal mundo. en especial frente al mundo his-
en cuenta Ia multiplicidad de factores que tOrico, mientras que Ia utopia es el producto
interactüan, pero, precisamente como conse- tipico de Ia imaginacion filosofica.
cuencia de esta recunocida multiplicidad, ci
proceso explicativo deviene siempre más VI DIFICULTADEs PROPIAS DE LA (TIE%CIA POLITICA.
compiejo y sus resuitados aparecen al menus Todo lo quc se ha dicho hasta ahora sabre las
hasta ahorzt siempre más inciertos. A medi- tentativas que se realizan para acercar los
d.A que aumenta el nümcro de correlaciones, cstudios politicos al modele de las ciencias
Ia interpretaciOn de elias, de Ia que dcpende empiricas no debe esconder las enormes y
Ia credibilidad de unt explicacion, resuita pecuiiares dificultades quc cc interponcn a Ia
cada vez más compleja. consecuciOn del objetivo. En io que respecta
El pruceso de explicación está estrecha- a Ia clasificación de Ia ciencia con base en Ia
men te cunectado con ci de previsi(5n, aunque complejidad crccknte, Ia c. politica ocupu
sea pusibie una explicaciOn que no permita uno de los Oltimos puestos: en cuanta cI sis-
Ia previsiOn s una prevision no fundada en tema politico es un subsistema respecto del
una explicaciOn: se explica eneraImente para sistema so,.ial enerai, Ia c. politica presupo-
prever. La prevision cs ci principal objet ire nc Ia ciencia general de Ia sociedad (un parti-
prictico de Ia ciencia (asi come Ia expiicación do politico, antes de ser una asociaciOn poli-
es ci principal objetivu tcórico). Dcsgraciada- tica, es una asociación); en cuanto quc ci sub-
mente, cuando ci prcsa de explicaciOn es sistema politico tiene Ia funciOn primaria de
incompleto no se puede hablar de pre isión permitir Ia estabiIizaciOn y ci desarrollo de
cicntilica sine en ci melor de los casos de con- un determinado subsistema econOmico, y Ia
jetura a, pear aün, de profecia. Sc puede aña- coexistencia o intearuci€,n dcl subsistenia ceo-
CIENCIA POUTKA 223

nómico con determinados subsistemas cultu- el hombre es Ufl animal ideulogico, quc se sir-
raics (de los cuales Cl principal es Ia iglesia ye dc valores vigentes en ci sistema cultural
o lac iglesias), Ia c. politica no puede prescin- en que está inscrto para racionalizar su pro-
dir de Ia ciencia econômica mientras que ésta pio comportamiento, que hace uso de moti-
si puede desechar a aquella (es Ia misma rela- vaciones distintas de las reales a los efectos
ción que existc entre fisica y biologla); tam- de justificarse ode obtener consenso, v de aili
poco puede presciridir de los subsistemas cul- Ia importancia que usume en Ia investigaciön
turales (considerese Ia importancia que tie- social v politica Ia tarea de develamiento de
ne para los estudios de politica, por ejemplo, lo quc esta oculto, estu es ci análisis y Ia cr1-
ci problema de los "intelectuales" v de las tica dc Ia ideologia.
ideoIogias).
La C. politica es además una disciplina his- vii EL I'kOBLE1A liE LA AVAWRAC ION Si una forma
tórica, o sea una forma de saber cuvo objeto de saber está más cercana at ideal-limite de
sc desarroila en ci tiempo v esta en continua Ia cientilicidad cuanto más logra eliminar Ia
transforinación: lo quc hace imposible de intrusiOn dc juicios de valor (Ia ilamada "uva-
hecho uno de los procedimientos fundamen- loraciOn"), Ia c. politica está ciertamente entrc
tales que permite a los I isicos y a los biólo- aquellas ciencias en que Ia avaloraciOn se pre-
gos Ia verificación o falsificación de sus pro- senta como más dificil de lograr. Cuando se
Pius hipoiesis, esto es Ia experimentación. No habla dc avaioraciOn no se hacc referencia ni
se puedc reproducir una revucita dc camp- a Ia valoraciOn quc preside Ia elección del
sinus en ci Iahuratorio par razones más que argumento par estudiar (eleccian que puede
obvias, entre las cuales Ia más significativa depender muv bien tambien de una preicren-
es Ia siguiente: una vez reproducida. no serlu cia politica) ni a Ia valoraciOn quc el investi-
mas una revuelta (picnsese en Ia rclaciOn gador puede sacar de los resultados de Ia
entre una acckm escénica, quc se puede repe- investiaaciOn a los fines de reforzar a debili-
tir indefinidamente, y Ia realidad rcprescn- tar un determinado programa politico (en eso
tadu: ci Hamlet de Shakespeare no es ci prin- consiste Ia funcion critica a prescriptivu a Ia
cipe de Dinamarca realmeute vivido). que Ia c. pulitica no puede renunciar). Sc hacL
En fin, Ia c. politica, en cuanto ciencia del aqui referencia a Ia suspension de los propios
hombre, dcl comportamiento humano, tiene juicios dc valor durante Ia investigaciOn purl
en cumuli con todus las otras ciencias hurna- evitar de esu manera ser influida v perder
nas dificultades especificas que derivan de objet ividad, Es necesario tcncr sicmprc pie-
aigunas caracteristicas de Ia acciôn humana, sente Ia distinción entre Ia cicncia coma ope-
de las cu.ties tres son purticularmente reie- ración humana social, quc en cuanto tal es
vantes: a] ci hombre es Ufl animal wleologico asumida v utilizada para objetivos sociaies,
quc cumple acciones yse Arve de cosas üti- Y los proecdimicntos prescritos para ci mejor
Ics para ci logro defines no siempre declara- cumplimiento de csta operación, ernie los
dos v frccuentcmente inconscientes: se pue- cuaics ocupa un puesto importante Ia absten-
de asignar un significado a Ia accion huma- cion de juicios de valor. La avaloraciOn, que
na solo si SC logra conocer elfin. de donde Ia es garanti.t de objetividad (solo ci cartcter de
importuncia que tiene en ci cstudio de Ia objetividad asegura a Ia ciencia su caracte-
accion humana ci conocimiento de las moti- ristica funciOn social, es perfectamente com-
vaciolics (ninguna ciencia social, v par to tan- patible con ci compromiso etico v politico res-
to tamuo Ia c. pulitica, puede pre.cindir dcl peeto dci argumento previamente elcgido a
apoite de Ia psicologia); b] ci hombre es Un de los resultado. de Ia investigacion, que
animal sinzhulicu que se comunica can sus garantiza Ia relevancia de Ia empresa cienti-
semc!aflLcs mediante smbolos (ci ms impur- uica. El peligro de que una investigaciOn en
tunic de los cuales es ci lcnua jet: el conoci- Ia que ci investigadar cstá demasiudu empe-
miento dcl hacer humanu requiere ci desci- ñado carezca de objetividad no es nienos gra-
framiento e intcrprctacion de estos simbolos, ve que el peligi'o inverso, esto es quc una
cuvo shmificado es casi siempre incierto, a investiguciun pert ectamente objetivu carezca
vees innoto v reconstructibk sOlo por con- de rekancia (coma pudria ser una irivestiga-
jetura (las lenguas muertas u priinitias); ci clan sobre ci color de las medias de los dipu-
224 CIENCIA POLITICA

tados italianos de Ia tercera legislatura). Es HIBLIOGRAI IA. Sabre ci objeto, ci mëtudu v los
realmente deplorable Ia confusion, como ya fines de Ia ciencia polizica: it design for political
se hizo notar, entre objetividad e indiferen- science: scope, objectives, and methods, Filadel-
cia: Ia objetiidad es un requisito esencial de flu, American Academy of Political and Social
Ia ciencia; Ia indiferencia es una actitud - Sciences, 1966; U. Cerroni. Jiziroduccioual pen-
no provechosa para Li buena investigación .samieHto politico (1967), Mexico. Siglo XXI. 1967;
cientitica— del hombre de ciencia. J.C. Charlesworth. Teorie e metodi in scienza
La avaloraciOn, como canon (uno de los politica (1967), Bolonia, II Mulino, 1971; M.
cánones) de Ia investigación que pretenda ser Duverger. MEtodos de las ciencias sociules (1959).
objetica, no excluye, como se ha dicho. Ia fun- Barcelona, Arid, 1967; H.D. Lasswell, Elfuzuro
ción práctica (o prescriptiva) de Ia investiga- de la ciencia polizica (1964), Madrid, Tecnos,
cion misma a través de Ia utilizaciOn de los 1971; N. Matteucci, La sciezaza politica. en La
resultados alcanzados. Asi, Ia c. politica tan- scicuze umane in ha/ia, Bolonia, II Mulino, 1971;
to más cumple su I unciOn práctica cuando E.J. Meehan, The theor and method of political
más objetiva es: el desurrollo de las ciencias analysis, Hamewood, Dorsey, 1965; J. Meynaud.
sociales en general (comenzando por Ia eco- Jut roducción a Ia ctencia poittica (1959), Madrid,
nomia y terminando por Ia c. politica) está Tecnos, 1971; G. Sartori, 41/a rice rca della socio-
estrechamente conectado con Ia convicciOn de logia poistica, en Rassegna izaliana di Sociulogia.
que el conocimiento cientifico del sistema ix, 1968: G. Sartori, La .scw;,za p0/inca. en Sw-
social general v de los subsistemas que lo na dc/ic idec po!itkhe, economic/n.' e sociaii, din-
componen, v de sus relaciones, justamente en gida por L. Firpo, Turin, LiLT, 1972, vol. vi; G.
cuanto objetivas, prestan un servicio Util a Ia Sartori, Polizica: lO,ica y mêtodo en las ciencias
acciOn politica v contribuven a Ia realización sociales (1979), Mexico, Fondo de Cultura Eco-
de una sociedad "mãs justa": piénsese en Ia nómica, 1984; G. Sartori (camp.), iln:oiogia di
función práctica que ha venido asumiendo scienza politica, Bolonia, LI Mulino, 1970 (en par-
desde huce más de un siglo el socialismo ticular Mezudi, approcci e teorie, con una intro-
"cientifico" v en Ia conexiOn entre su funciOn ducc ion de G. Urbani); V. van Dyke, Ciencia poll-
plactica v su (proclamada) cientificidad. El zica: on andlisis filosófico (1960). Madrid, Tecnos,
desurrollo real de Ia c. politica está guiadu 1971; H.V. Wiseman, Politics: the master scien-
más o menos conscientemente por el ideal de ce, Londres. Routledge and Kegan Paul, 1969.
una politica cientif lea, es decir de una acción Sabre la situación de Ia ciencia politica cmi los
politica fundada en ci conocimiento cada vez principales pase.%: 0. Stammer (camp.). Poiitis-
más riguroso de las leycs objetivas del desa- c/ic Forschuui, Colonia, Westdcutscher. 1960:
rrollo de Ia sociedad y por lo tanto no aban- para Eszados linidos: A. Somit y J. Tanenhaus.
donada al cuso o a Ia intuiciOn de los investi- The development of political science, Boston.
gadores politicos. En Ia lucha contra todu fal- AIIvn and Bacon. 1967; en .scntido cnilico: B.
sificación ideológica dc las móviles reales de Crick. The .4 men can science of politics: its ori-
Ia accion humana, en su concepción "reulis- gins and conditions, Berkeley. Unisrsitv of Cali-
ta" aenerul del hacer humano. Ia c. politica fornia Press, 1959; para Framicia: La .scie;icepoli-
mice ella misma en un contexto social e ideo- tique, en Revue de i'Enseigne,nent Supéricur.
logico bien especifico donde se vu abriendo 1965. nüm. 4; para Izalia: N. Bobbia, Saggi so/la
paMi el ideal de Ia politica corny ciencia, es scienzapohtica in Ito/ia, Ban, Laterza, 1969; N.
decir de una politica no ideologizada. En con- Bohbio, Teonia e nicerca politica in Ito/ia. en Il
secuencia, Ia tarei mfts tirgente y al mismo Paliticu, xxv. 1961; A. Spreifico. Studi pa/hid
tiempo también mas comprometida en lo que e scieuza politica in Italia, en ,lnniwnio Politico
respecta a esta fase de 14 c. politica c.s Ia de Izalia,zo, Milan, 1964.
sonieter a análisis v. eentuaImcnte, de poner
en cuestiOn Ia propia ideologia de Ia pulitica [OP.BERTO WJL415i01
cientifica, examinando su significudo histo-
rico v actual, poniendo de reliee los limites
v las condiciones de practicabilidad. en tin. cludad-estado. v. POLlS.
indicando las eventuales lineas de desarrolhi.
CI.ASI 225

clase nor dcl concepto scnala que solo las desigual-


dades sociales que se reproducen al pasar de
una generación a otra dan origen a Ia forma-
I (OSSIDERA(IOSL.S I,cIROIM (1ORIAS Y DEfINI(IOS ciOn de c. Podemos, en efecto, imaginarnos
DIL(ONCEPTO. A pesar de que es dificil, si no una sociedad fuertementc no igualitaria pero
imposible, encontrar una definición dci trmi- no clasisia, o sea una sociedad en que cada
no c. social que cuente con el consenso de los individuo lenga las mismas probabilidades
investigadores que pertcnecen a las diversas que todos los demás para alcanzar una posi-
tradiciones poilticas e intelectuales, todos ciOn social, prescindiendo de Ia condición
están de acuerdo en sostener que las C. soda- social de Ia familia de origen. Imaginemos.
le.s son una consccuendia de las desigualda- para poner un ejemplo, una sociedad en que
des sociales. Esto permite ya hacer una deli- haya 30% de campesinos, 40% de obreros,
mitación rigurosu de los fenómenos quc 20% de empleados y 10% de propietarios y
entran en ci ámbito de aplicaciOn dcl concep- dirigentes, y supongamos que estu distribu-
to dec. en cuanto: 11 permite excluir todo lo dOn no se modifica sustancialmente a lo lar-
que lorma parte de Ia categoria de las desi- go de una generaciOn. En esta sociedad no
gualdades naturales; 2] se reliere ünicamen- existirán c. Si cada hijo de obrero, campesi-
te a las desigualdades que no son casuales y no, cmpleudo u dirigente tiene 10% de pro-
se manifiestan de manera sistcmática y babilidades de Ilegar it ser dirigente o propie-
estructurada. Esto no excluye, sin embargo, tario y, por ci contrario, cada hijo de propie-
quc haya desigualdades naturales que adquie- tario o dirigente tiene 70% de probabilidades
ren una relevancia social y sc transforman, de Ilegar a ser obrero o campesino o, en otras
por consiguiente. en desigualdades sociales. palabras. de cada 100 hijos dc propietarios
Las diferencias entre hombres y mujeres, o dirigentes sOlo 10 tienen Ia posibilidad de
entre jóvenes y viejos, entre individuos per- ocupar una posiciOn social equivulente a Ia
tenecientes a distintas razas, se convierten en dcl padre. Claro esti que una sociedad de este
diferencias sociales cuando una sociedad tipo, que Ilevara a cabo una movilidad per-
toma estas diferencias como criterios para Ia fecta, no seria de por si una sociedad iguali-
asignaciOn de los individuos a las diferentes tuna, pues a las diferentes funciones les
funciones sociales y se convierten en desigual- correspunderian, en teonia, recompensas dife-
dades .sociales cuando estas funciones se ubi- renciules incluso muy elevudas, y a pesar de
can en diversos niveics dentro de Ia jerarquia que ci acceso a las difcrentes funciones seria
social. En este sentido, se trata de desigual- igual para todos, esta sociedad habria reali-
dades sociules en ci pleno sentido del térmi- zado lo que a menudo se llama igualdad de
no ya que se pueden concebir, y tumbien los puntos de partida. Cuando se habla de
encontrar frecucntemente en Ia historia, tipos sociedad meritocrática se refiere uno en gene-
de sociedad para los que las diferencias de ral a una sociedad que se aproxima lo más
sexo, raza y generación no son, o no son en posible al modelo de movilidad perfecta.
ci mismo sentido, criterios para Ia asignación Sin embargo, dado que una sociedad de este
de los individuos a las funciones sociales. El tipu no se ha presentado nunca en Ia histo-
recurso al adjetivo natural reviste en estos na, i debemos decirque todas las sociedades
casos una función idcolOgica vu que tiene por conocidas a través de Ia historia han sido
oheto considerar como 'naturales', v pur lo suciedades clasistas o sociedades dec.? Esto,
tunto inevitabks e inmodificables, algunas sin mas, es posible, v en Ia literatura socioló-
curucteristicas que dependen. en camhio, de aica es frecuente un uso muv extendido, pre-
Ia estructura de Ia sociedad. cisamente en este sentido, dcl concepto de c.
Una vez aclarado que Ia aplicaciOn del con- Muchos autores, sin embargo, concuerdan en
ceptu de c. Se ubica dentro del ámbito defini- limitar ci campo de aplicabilidad dcl concepto
do pur las desigualdades sociules, se ha iie- a aquellzis sociedades en las que las desigual-
gado con esto üniczlmente a una primera dades sociales no son sancionadas por Ia icy.
determinación dcl cunceptu en cuanto que no Cuando se dice que todos los ciudadanos son
todas las dcsigualdades sociules dan origen iguaks ante Ia Icy, o bien que ciertos derechos
a Ia formacion deL. Ltia especificacián ulte- les curresponden a tudos, sin exccpción de
226 CLASI

sexo, religion, raza y condiciones L'LOflOflhiCUS coincide in rcvol uciOn democ rOtico-burguesa
y sociales, ciertamcntc no quiere decir que con el nacimiento dci capitalismo, es eviden-
con esto havan desaparecido de hecho las ic quc de una u otra For ma se trata de dos
desigualdades sociales sino solo quc éstas no aspectos dcl mismo proceso de cambio social
tienen ya ningün reconocimienlo formal den- que han afectado, aunque con una gman diver-
tro del sistema dc normas de una determina- sidad de formas v de tiempos, a grun parte
da sociedad. dcl géncro humano; sc tmata, en esencia, del
Esto quiere dccii que nose puede pertenc- proceso mcdiantc cI cual in relaciOn de los
cer a una C. par derecho sino sOlo de hecho, homhres con In tierra, entendida coma instru-
y que el nacimiento noes on criterio suficien- mento de producciOn, ha dejado de scr ci en-
te para formar parte de una c. social. En este terio Fundamental de asignaciOn de las fun-
sentido el concepto de c. se diferencia del con- ciones sociales, por io que se puede decir que
cepto de eusla y dcl concepto de orden a esla- ci surgimiento de Ia sociedad de c. coincide
do. La pertenencia a una casla se determina con Ia declinacion de las socicdades basadas
exclusivamente por ci nacimiento v sc exciu- en Ia agricuIturz. Dc ahi se deniva quc Ia pri-
ye por principio ci paso de una casta a otra, mcra c., en ci sentido riguroso dcl têrmino,
y cuando se presenta constituve una violacion en asomarse al honizonti' dc Ia historia hava
de Ia 1ev tradicional. Igualmente, se pertenc- sido Ia c. hurguesa; ésta, al mismo liempo que
ce a un orden o estado, como por ejemplo los sostiene los vaiores igualitzirios v reivindica-
tipicos de in época feudal, principaimente por ba los derechos de ciudadania con base en Ia
nacimiento. aun cuando ci paso de un orden naturaleza universalista, abstracta y fungible
a otro no sOlo no se cxcluya sino que aigunas dcl dinero. ha rota el orden fundado en los
veces sea frecuente. En este caso. sin embar- "estados". transiorma Ia ticrra en capital v,
go. ei paso no guarda ninguna relaciOn con par consiguiente, Ia aristocracia terratcnicnte
Ia adquisicion de un requisito formal, por en Ia c. de los propietarius del suelo, los sier-
ejemplo Ia investidura por partc del munar- sos de Ia glcha en Ia c. de los campesinos v.
ca o in adquisicion de un titulo ode una paten- finalmente, da origen a Ia c. ohrera coma con-
te de nobleza. Tambitn las c., com.i hemos vis- secucncia directa de Ia consolidaciOn de Ia
to, se reproducen de gencraciOn en genera- rcvoluciOn industrial. En efecto, ci concepta
ciOn. par consiguiente, ci nacimicnto repre- de c. se iniradujo coma instrumento analiti-
senta siempre ci criteria principal de perte- co por pane de los investigadores que obser-
nencia y ci mecanismo fundamental de van Ia revolucion industrial pala interpretar
reclutamiento, aunque no existe ninguna nor- las transformacioncs sociales que Ilevahan a
ma formal que sancione ci nacimiento como Ia formaciOn dci proktariado industrial. El
criteria de pertenencia o que establezca los con.eplo dec. implica, pues, dos aspectos que
requisi Los para. pasar dc una c. a atm. En ci no son incompatiblcs cntre si. pero que a
caso de una sociedad de c. no existc ninn menudo son dc'.tacados de clistinta mancra
obst.tculo formal para cl paso de una c. a aim. par los divcisus autores: desde Un punto de
precisamente porquc las c. son agrupaciones vista tconico, coma hcmos visto, ci concepto
de hecho cuva existencia no sOlo no es rcco- de c. sirvc para identilicar las agrupuciones
nocida sino que en cierto sentido es negada de hecho que surtcn en LL estructura de las
explicitamente en ci ordenamienlo juridico de desigualdades sociaie, v desdc un punto de
Ia socjedad. Podemus decir, pues, quc ia, c. vista histOrico sirve para identificur los suje-
son agrupacionec quc urgcn de Ia ctFLictU- los dL I cuiso dc In histuria, es decir la Cflhi-
ra de las desicualdades sociales en una ocie- dades cuiectivas que se prcscntnn coma arti-
dad quc reconoce quc todo , lüs huinbrcs. a fices dcl dcenir de In sociedad.
mejor dicho iodo los ciudadan',, on formal-
mente iguaies ante Ia Icy. Este Ottimo
Ii LA TR(ji.t DL L4s (LAsEs I N MARX.
En sentido estricto, pue. se pucdc hablar aspecto aparccc dc manera particularmente
dec. sociaie ünicamente dcspus de las revo- clara en in teoria de las c. de Marx, al que Ic
luciones democrático-hurguesus dci siglo xix debemos ci primer estudio explicito del feno-
y a partil dcl Ilacilnielito de las cociedades meno v In prime ma claboraciOn teOrica dcl
capitaii...ta. Aunque en muchos pauses no eunceplo. P.&mn Marx, las c. on Ia manifesta-
(LAS E 227

don dcl modo de produccion de Ia sociedad ciOn que ocupan las c. en ci proceso produc-
en ci sentido de que ci modo de produccion tivo. Las c. constituyen, pues, un .sistema de
mismo se define par las relaciones quc inter- relaciones en que cada c. presupone Ia exis-
vienen entre las c. sociaks y estas relaciones tencia de otra u otras c.: no puede habcr bur-
dependen de Ia relación de las c. con los ins- guesia sin proletariado, y viceversa. AsI, pues,
trumentos de producción. En una sociedad en mkntras que Ia existencia de las c. se basa,
que ci mudo de producción capitalista domi- segOn Marx, en Ia diversa posición que los
na indudablemente en estado puro, las c. se hombres ocupan en ci proceso productivo, ci
reducen, en esencia, a dos: Ia burguesia, corn- antagonismo de c. es un fenómeno que se ubi-
puesta por los propietarios de los medios de ca en un nivel politico; estos dos niveles están
produccion, y ci proktariado, compuesto por intimamente unidos entre si, aunque no coin-
los que al no disponer de medios de produc- ciden. La distinta ubicación respecto de los
dOn, deben vender en el mercado su fuerza nstrumentos productivos hace que los inte-
de trabujo. Ninguna sociedad histOrica pre- reses de una c. sean distintos y opuestos a los
senta en un momento dado el dominio indu- intereses de Ia otra; en el caso puro del modo
dable de un modo de producciOn en su for- de producción capitalista, esto significa que
ma pura sino una combinación de clernentos lo que resuita ventajoso para Ia burguesia se
residuales de los modos de producciOn ante- vuelve desventajoso para el proletariado, y
riores, de ekmentos de aquel que predomi- quc Ia ganancia no es otra cosa que una par-
na en ese momenta histOrico o de elementos te dcl producto sustraida a los productores
que anticipan Ia formaciOn dcl método de pro- directos, algo que falta en Ia justa paga de los
ducciOn que todavia no se ha realizado. La obreros. sta es In base econOmica del anta-
presencia simultanea de distinto.s modos de gonismo de los intereses de c., pero este anta-
producción en una misma sociedad, en una gonismo adquiere un significado politico Oni-
epoca histOrica dada, recibe de Marx ci nom- camente en ci caso de que ci conflicto se des-
bre de jormacion social; mientras que el con- place de Ia oposiciOn entre cada uno de los
cepto de modo de producir se concibe coma obreros por separado y cada uno de los capi-
correspondieiite al nivel del ariálisis tcOrico talistas par separado, o entre los obrcros de
de Ia'.. grandes transformaciones socialcs, el una labrica y ci patron de Ia misma, y se con-
de formacion social se ubica en ci nivel del viertc en un conflicto gencralizado que tien-
anáiisis histOrico. En ci primer caso, el aná- de a entrentar a todos las capitalistas, Ia bur-
lisis de his c. dentro de Ia sociedad capitalis- guesia, con todos los trabajadores, ci prole-
ta tiende hacia un modelo dicotOmico que tariado. El momento de Ia agregaciOn a tra-
considera Ia existenci a de dos c. antagOnicas, yes de Ia organizaciOn politica de los intere-
Ia burguesia y ci proletariado: en ci segundo ses de todas los que son colocados por el
caso tendremos una pluralidad de c. a de proceso productivo en una misma posiciOn de
agrupaciones dentro de las c. (par ejemplo, dominio a subordinaciOn es ci momento efec-
una burguesia financiera, comercial, indus- tivo en que se constituye Ia c.; "los individuos
trial, un proletariado y un subproletariado, —escriben Marx y Engels en La ideologia a-
campesinos independientes v peones agrico- lemana— forman una C. solo en ci caso en que
las, etc.) y el antagonismo dominante se arti- estCn empenados en una lucha comOn contra
culará en varios antagonismos particulares otra c.". Pero si Ia lucha entre dos c. —sigue
abriendo un espacio a Ia formaciOn de allan- diciendo Marx— es una lucha politica y las
tas entre las distintas c. y entre una c. v las c. son alga que se ubica en cI nivel politico
partes disidentes de Ia c. antagónica. de Ia vida social, solo en este nivel los indivi-
El hecho, pucs, de que Marx hable unas duos que componen de hecho una c. recono-
veces de dos c. antagónicas y otras veces de cen Ia comunidad de su' intereses ode su des-
una piuralidad de c. se puede explicar hacien- tino y se dan cuenta de Ia diversidad funda-
da alusión a los distintos niveles en que pue- mental v del irreductible antagonismo de
de ubicarse ci análisis de lUs C.; sin embargo, estos intereses frente a los de Ia c. opuesta.
en cada caso cada una de las C. SC define por La ideuzidad de los inlereses no Cs suficiente
las nlacionus qu Ia unen con las dmás c. para cimentar Ia cxistencia de una c. a menus
v estas relaciones dependen de Ia diversa pusi- que, sobre Ia base de esta identidad, surja una
22s CI.ASF.

comunidad, una asociación u organización tinada a trastocar el dominio y a crear las pre-
politica y it menos que se forme una concien- misas de una sociedad sin c., o Sea de una
cia de c. Una c. con conciencia de c. es una sociedad en que las reiaciones sociales dejen
c. para si (fur ski:) peru, en cambio, cuando de ser relaciones de explotación y de domi-
no se consolida esta conciencia de c.. Ia c. nación. Para Marx, pues, las c. son los suje-
sigue siendu una mera c. en si (an sich), inca- tos del devenir de Ia historia, que ya no es Li
paz de manifestar reivindicaciones politicas historia de una sociedad atomisticamente
cuiectivas. concebida como el resultado de una infinidad
El paso de Ia c. en si a Ia c. para SI no es de acciones individuales sino una historia en
automático ni necesario. Lit identidad de los que los actores son precisamente las c., o sea
intereses, es decir Ia identidad de Ia ubicación entidades colectivas. En conclusion, para
en ci proceso product ivo, no garantiza Ia for- Marx, ci concepto de c. proporciona los ins-
macion de Ia conciencia de c., ci momento trumentos pat-a analizar las relaciones entre
subjetivo no constituve el mero retiejo de Ia lenOmenos econOmicos, politicos y culturules
situaciOn objetiva de c. Los campesinos fran- dentro dcl marco de un modelo dialético del
ceses, cuya situaciOn de c. fue analizada por devenir de Ia sociedad v de una teoria dcl cur-
Marx en Las luchas de clases en Francia y en so de Ia historia.
El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, no
lograran nunca alcaniar Ia conciencia de Ia La
III. CLASES V CAPAS EN F.I. ANALISIS Dli MAX WEBER.
identidad de sus intereses v, por lo mismo, teoria de Marx es sin más el punto de refe-
actuar como c., puesto que las condiciones de rencia indispensable para determinar ci uso
produccion los aislan unos de otros y los que Sc Ic da aI concepto dc c., a más de un
ponen en contacto directo y cotidiano de fami- siglo de distancia, tanto en ci lenguaje de las
liaridad con ci patron. Por ci contrario, Ia ciencias sociales como en ci lenguaje politi-
gran fabrica capitalista producida por ci co corriente. No sOlo porque los investigado-
incontenible proceso de concentración del res quc se apoyan en Marx han Ilevado ade-
capital of rcce las condiciones más favorables lante Ia elaboracion dcl concepto y de Ia teo-
para ci surgimiento de Ia conciencia de clase. na social que se basa en ci —basta pensar,
En general, se puede decir que Ia concien- por citur un ejemplo, en las obras de Bujarin
cia de c. tiende a formarse mis fácilmente en y de Lukács— sino tambien porque los inves-
donde son ma ores los ohstãcuios para Ia tigadores que se apartan dci uso marxiano del
penetracion en Ia c. subordinadu dc las ideas concepto de c. siempre htcen aIusiOn al mis-
de Ia c. dominante. Para Marx, Ia c. que domi- mo para poner de manifiesto en una forma
na ci mundo de Ia producciOn es también Ia mejor las caracteristicas alternativas de su
que domina en ci nivel politico y Ia que pro- elaboraciOn conceptual.
duce las ideas cuituralmente dominantes. El intento más importante —sobre todo por
Estas tienden, sin embargo, a presentar on ci influjo que tuvo en Ia sociologia contem-
marco armonioso y no contradictorio de Ia porzinea— de utilizar ci concepto dcc. en una
realidad social, y cuando las c. subalternas perspectiva diversa de Ia de Marx, debe atni-
las hacen suyas produccn una "faisa concien- buirsele a Max Weber. Marx no dio nunca una
cia" de Ia situación dec., cuva función Va no definiciOn explicita del concepto de c. a pesar
consiste en hacer progresar ci curso de Li his- de que construyO sobre éI todu su teoria de
toria siflO en detenerlo; Sc tratu concretamen- Ia sociedad s de Ia historia. Veber en cam-
tc de ideologias. La burguesia ha cumplido su bio io define claramente pero limita su alL-an-
propia función dcc. revolucionaria al luchar cc teOrico a Ia descripciOn de un ámbito muy
contra ci orden feudal y Ia c. que dominaba restrin'ido de fenumetios. Weber pane, en
en este Oltimo, pero una vez que se consolidó efecto, de Ia definición estrictamente econO-
su propio poder v se desarrollaron las poten- mica del concepto de c.; con base en ésta for-
cialidades del modo capitalistt de produc- man pane de una c. tudos los que estOn cola-
don, abandonO su papel revolucionario y se cados en Ia misma siluacith: dL' mercado, es
convirtio más bien en un ohiculu en Ia sen- decir que tiencn las mismas posibilidades
da dcl progrcso. Sin embargo. Ia buiguesia objetivas de acceso a los bicnes limitados, dis-
no puede dejar de producir Ia c. que esta dcs- ponibies en ci mercado. Los tactores quc
(!ASF. 229

influyen en Ia situación de mercadu, y par lo mentos que definen los términos de Ia lucha
tantu de c., son de naturaleza muy variuda: de clases.
sin embargo. tambkn Weber, corno Marx. Dc Ia dicho hasta aqul se deduce que no fal-
reconoce que Ia c. de los propietarios goza de tan, en las concepciones weberiana y marxia-
ventajas particulares en Ia competencia por na dc his c., notables aspectos de convergen-
el acceso a los bienes. Peru Ia propiedad no cia; par ejemplo, Ia distinción entre c. y acciOn
es Ia base de Ia division de Ia sociedad en c. comunitaria basada en Ia situación de c.
sino Onicamenic una fuente frecuente de pri- corresponde ampliamente a Ia distinción mar-
vilegios y discriminaciones en el mercado. Dc xiana entre c. en si y c. para si. El elemento
este planteamiento se derivan dos consecuen- sustancial de divergencia entre las dos con-
cias: I] que no se puede hablar dec. más que cepciones consiste en que para Marx Ia c. se
en las sociedades en que se han desarrollado ubica coma elemento central del análi.sis de
formas de economia de mercado; 21 que las Ins relaciones entre Ia cconOmico, Ia politico,
c. en cuanto tales son puros y simples agre- lo social y Ia cultural y las lineas dec. consti-
gados sociales que no necesariamente dan on- tuyen por lo mismo divergencias sobre las
gen a Ia formación de grupos sociales efec- que se debe analizar Ia estructura de Ia socie-
tivos. dad y su dinamica: en cambio pant Weber Ia
La primera consecuencia señala que las c. c. sOlo adquiere importancia dcntro del orde-
no tienen coma base Ia division social del tra- namiento econOmico, y las divergencias de c.
baja sino Ia existencia de una situación corn- no corresponden necesariamente a las que se
petitiva de mercado; Ia division entre patri- presentan dentro del ordenamiento politico
cios, plebeyos y esciavos en las sociedades y del ordenamiento social. Esta es Ia razón
antiguas noes fruto de una divisiOn en c. pre- par Ia que junto con el concepto de c. apare-
cisamente porque las relaciones que se esta- cen los conceptos de capa a estatus (en ale-
blecen entre elias no son relaciones de mer- man, Stand) y de partido.
cado. La segunda consecuencia indica que El grupo de estatus comprende a todos los
tampoco en el caso en quc Ia identidad de Ia que gozan de un honor a prestigio social par-
situación de mercado determina una identi- ticular y se caracterizan por un estilo parti-
dad de intereses de c., éstos no son suficien- cular de vida, par ci modo dc comportarse,
tes para scrvir de base a Ia unidad de Ia c. par los modelos particulares de consumo, de
coma grupo social. Basándose en Ia identidad vestir, de habitaciOn, por los matrimonias que
de los intereses es posible que los individuos realizan, por el tipo de relaciones sociales que
se comporten todos de manera semejante e sostienen, par In profesión que ejercen, par
identicu sin quc esto implique ni una acciOn los gustos, par Ia instrucciOn recibida, etcé-
ni una organizaciOn comün; se trata, en este tera. A diferencia de las c., los grupas de esta-
caso, dentro del lenguaje weberiano, de una tus constituyen siempre comunidades pues-
mera acción de masa. La c. se puede conver- to que no se definen con base en una caracte-
tir en Ia base de una acciOn colectiva o comu- rIstica objetiva y formal (Ia situaciOn de mer-
nitaria, coma dice Weber, sOlo cuando se de- cado) sino con base en una forma especifica
sarrolla un sentimiento comunitario de inte- de actuar, en un modo de percibirse a si mis-
reses o de destino y cuando este sentimiento mos y de ser percibidos par los demás. Es
alimenta una acción comOn en defensa de obvio que el ordenamiento par c. y ci orde-
estos intereses. En este caso puede haber namiento par capas están iigados entre si,
luchas dec. como las que libraron en Ia Anti- peru el elemento caracteristico es precisa-
guedad los campesinos y Los artesanos deu- mente cI hecha de que no necesariamente
dares y sus acreedores (Ia Onica forma pro- coinciden sina que más bien pertenecen con
piamente dicha de mercado en el mundo anti- frecuencia a Ia misma capa individuos de c.
guo). en Ia Edad Media las productores de bie- distintas y viceversa. A La capa de los burO-
nes alimenticios de los campus v los consu- cratas, par ejemplo, regularmente pertenecen
midores de las ciudades, y en Ia época individuos cuya pasiciOn en términos de
moderna las dadores de trabajo y los traba- poder adquisitivo y de autoridad resulta cia-
jadores. El precio dcl dinero. ci precia del gra- ramente diferenciadu. Es impartante senalar
no v el salario son, en estos ejempias, los ele- quc Ia pertcnencia a un grupa de estatus 0
230 (IASI

capa depende de Ia posibilidad de disponer teorla de las c. sociales se transforma en Ia


de alguna caracteristica distintiva cuyo acce- [curia de las relaciones entre estas tres dimen-
so tiende a estar monopoIiado y restringido siones de Ia estraficación social. En efecto. en
por los que pertenecen a Ia misma capa. Las Ia sociologia contemporánea, y en el iengua-
capas tienden a diferenciarse de acuerdo con je comOn, se tiende muy a menudo a confun-
Ia dificultad de adquirir Ia caracteristica dis- dir c. con estrato, sabre todo en relaciOn con
tintiva de Ia capa; cuando solo puede adqui- Ia necesidad de identificar indicadores empi-
rirse por nacimiento o par herencia tendre- ricos de Ia estructura de c. y de analizar Ia
mos una capa absolutamente cerrada, en cuvo estructura misma con base en sus dimensio-
caso podremos hablar de casta. En todo caso, nes fundamentales. Resulta ciaro que cuan-
existen reglas que establecen los cr1 terios de do las distintas dimensiones se definen a tra-
pertenencia y de admisiOn que pueden ser de yes de Ia selecciOn de indicadores graduabies,
naturaleza formal. es decir sancionadas por las c. usi identificadas resuitan tales sOlo en
el ordenamiento juridico (par ejemplo, ci ci sentido lOgico de Ia palabra, mas no en el
ordenamiento feudal, los estatutos de las cor- sentido que ci tCrmino liene en Ia tradiciOn
poraciones), a bien informal, coma el usa de sociolOgica. Si, por ejemplo, queremos divi-
un cierto lenguaje o de un acento particular, dir Ia pohlación italiana sabre Ia base del
Ia aceptación de normas establecidas de gus- ingreso familiar, del prestigio que acompafia
to, de estilo, que en general solo pueden Ia condiciOn profesional del jefe de familia,
adquirirse despues de un largo entrenamien- del nivel de instrucciOn a de cuaiquier otro
to, o precisamente a [raves del ambiente fami- indicador, y si encontrumos, par lo tanto, un
liar en ci que se ha nacido. procedimiento estadist ico para combinar
El concepto de capa abarca, pues, una esfe- estas distintas medidas en un indice sintCti-
ra muy vasta de fenómenos, desde las castas co, identificaremos sin mäs algunas c., pero
de Ia India hasta las Urdenes y las corpora- éstas no podrán considerarse coma colecti-
ciones medievales, desde los grupos y las vidades concretas porque tanto el nümero
minorius Ctnicas hasta ci clero, los militares coma el modo en quc se construycron depen-
y los grandes grupos profcsionalcs de las de de nuestras selecciones arbitrarias que tie-
sociedades modernas; abarcu en general nen que i-er mucho más con Ia idea que tene-
todas las situaciones en que Ia poiciOn social mos o que queremos dar de Ia estructura
de un individuo no puede predecirse con toda social que con Ia estructura misma. Cuando,
seguridad tomando en cuenta ci monto de Ia par ejemplo. Hollingshead v Redlich estudian
riqueza dc que dispone, es decir, en terminus Ia relaciOn entre c. sociales y enfermedades
weberianos. tomando en cuenta su posicion men tales en una comunidad de In Costa atlán-
de clase. tica de Estados Unidos, a cuando Lloyd War-
Juntu con Ia distinciOn eli c. y capas. Weber ner analiza el sistema de estatus en una serie
establece finalmente Ia distinciOn en purtidos dc comunidades umericanas. las c. que iden-
politicos. Estos son asociaciones voluntarias tifican corresponden a una definiciOn mera-
cuyo fin es Ia conquista a Ia conservaciOn del mente nominalista del concepto y por ende
poder. v que pueden surgir con base en inte- seria mãs upropiado hablar en estos casos de
reses de c. o de capas, aunque no es ruro el estratos socialcs.
caso de partido-, interclasistus y el caso en En escncia, para identificar una c. social no
que sus mienibros no se identifican con unu basta con aislar las caracterIsticas que son
capa particular. comunes a los inicmbros dc In c. sinu quc Cs
En conclusiOn. Weber analiza Ia etructu- r.ccesario además er si sabre In base de estas
ra de las desigualdades sociales con base en caracteristicas los individuos manifiestan un
tres dimensiones: Ia riqueza, ci prestigio y el sentimiento de comunidad y solidaridad.
poder. Estas dimensiones son obviamente comparten un destino comOn y una comOn
intcrdependientes, aunque tambièn parciul- conccpciOn dc Ia sociedad, se reconocen a si
mente independientes una de otra. mi-.mos coma iguales v it los quc no pertcne-
cen a Ia c. como distintos. En ci nieI de In
IV. L% UTILIZAC10S DEl. CoScEPTo DE CLAsh IX LA in%estigaciOn empirica se han ciaburtdu
sC.ClOWGAcO%Th1k'OKA Con Weber. pues. Ia varias metodologias pal-a captar esta dimen-
CI.SE 231

sion subjetiva que, awi a Ia luz de Ia teoria sino también el hecho de que las c. constitu-
marxiana, resulta constitutiva del concepto yen un sistema y, por eso mismo, cada c. en
mismo de c. social. En particular, se han lie- particular puede definirse sOlo en relaciOn
vado a cabo estudios sobre La autoidentifica- con las demOs. Pero las relaciones que se esta-
don dcc. pidiendo a los individuos que se ubi- blecen entre las c. las define y determina el
caran ellos mismos en una serie de categorias sistema de c. en una sociedad; son esencial-
de c. proporcionadas por Los investigadores. mente relaciones de poder y son precisamente
En 1949, por ejemplo, Centers preguntaba a las relaciones de poder que noes posible cap-
sus entrevistados si creian pertcnecer a Ia c. tar a través de una cunccpción nominalista
superior, medid, obrera o inferior. Otros estu- de Ia estructura de c. Dc hecho se pueden
dios, en cambio, no trataron de captar ci construir estratos de acuerdo con Ia distribu-
modo en que los individuos se ubican en Ia cion de ciertos valores sociales (riqueza, pres-
estructura dcc. tal como Ia habian construi- tigio, instrucciOn, etc.), pero resulta dificil
do de antemano los investigadores sino como cunstruir estratos de acuerdo con el grado en
La percibIan directamente los sujetos mismos. quc se distribuye ci poder en una suciedad.
Se trata en este caso de aislar La imagen que El poder es un valor particular no sOlo por-
los individuos se han formado de Ia sociedad que determina Ia distribuciOn de todos los
y ponerla en relaciOn con ci lugar que ellos demOs valores sino mOs bien porque dada que
mismos se asignan dentro de Ia estructura de se ejerce sobre todos Los hombres hay algu-
c. determinada de esa manera. nos que Lu tienen y hay otros que los sopor-
Ossowski di.stingue, a este propOsitu, tres tan y, por consiguiente, es dificil considerar-
posibles categorlas para clasificar las distin- lo como un recurso que se distribuye entre
tas imágenes dc Ia estructura de C.: concep- todos los ciudadanos, aunquc sea en forma
clones dicotOmicas, esquemas de graduacion dcsigual. Sc trata, en otras palabras, de un
y concepciones funcionales. Una concepciOn valor cuya suma resulta igual a cero.
dicotOmica refleja una imagen de Ia sociedad Si Lu que hemos dicho hasta aqul es cierto,
claramente dividida en dos c. opucstas o anta- o sea que el poder es un valor que suma cero
thnicas; un esquema de graduación refleja cn y deteiinina Ia distribuciOn de los demOs valo-
cambio una imagen de ki suciedad en que Las ressociales, podemos decir que las relacio-
diversas posiciones sociales se ordenan con nes de c. son esencialmente relaciones de
base en ci grado en que participan en Ia dis- poder y, por lo mismo, que ci concepto de
tribuciOn de algun elementu o valor cumOn; poder presenta un aspecto unificador para
Ia concepciOn funcional, finalmente, refleja identificar de manera sintética Ia estructura-
una imagen integrada de Ia sociedad en que dOn de las desigualdadessociales.
Las distintas c. se diferencian Onicamente en
reiaciOn con In diversidad dcl modu en quc BIBLI&,RAFIA R. Arun. La lucha dc ciases (1964),
contribuyen a Ia vida de Ia sociedad y a su Barcelona, Scix Barral. 1966; R. Bendix y S.M.
progreso. Las concepciones dicotOmicas, Upset, Ciase, staiusypoder(l953), Madrid, Eura-
como se deduce también de las investigacio- mérica. 1972-1973, 3 vols.; R. Benitez Zenteno
nes re.ilizadas en Alemania (Popitz). Francia (cuord.), Las clases sociales en America Latina:
(Willener), Gran Bretaña (Booth) C Italia prohiemas de concepzuahzaciOn, Mexico, Siglo
(Pagani), tienden a prevalecer entre los que XXI, 1973; T. Bottomore, Las clases en Ia socie-
se ubican en Ia c. obrera; los esquemas gra- dad ,nodenza (1948). Buenos Aires, Siglo XX; M.
duales sun tipicus, en cambio, de los que SC Castells, La lucha da class cn c;,ik. Buenos
consideran pertenecientes a Ia c. media; mien- Aires, Siglo XXI, 1971; R. Duhrendorf, Las cia-
ti-as que las concepJones funcio,ales tienden se.s sociaies y su con flicto en la sociedad indus-
a reflejar Ia ideologia dc las c. dominantes. lnafl 1957). Madrid, Ri.ilp, 1974; 1. FernAndezde
La frecuente confusiOn entre estrato social Castro y A. Guytrc. Cla.ses .ricia!es en España en
y cluse social—el prirnero puro y simple agre- ci umbral de los uño.s 70, Madrid. Siglo XXI,
gadu estadktico; La scunda, en cumbio, colec- 1974; L. Ciallinu, Levoluzione della strutlura de
tividad concreta— no ha llevzido sin embar- cla.s.se in lialia, en Quaderni di Saciologia, xix,
go a descuidar ilnicamente Ia importancia dc 1970, nüm. 2; 1. Giddcns, La estnictura de cia-
Ia dimension subjetiva de Ia estructura de c. ses en las sociedades avauzadas (1973), Madrid,
22 CLERICAl .ISMO

Alianza; N. Laurin-Frenette, Las ieorias funcio- nar las opciones v las orientaciones, utilizan-
nahstas de las clases sociales: sociologla e ideo- do como instrurnento de intervención at dc-
logia burguesas (1975). Madrid, Siglo XXI, 1976; ro v a sus organizaciones laicas, que dirigen
G. Lukãcs, Historia y consciencia de clase (1923), de este modo sus actividades hacia fines para
Barcelona. Grijalbo, 1978; T.H. Marshall, Citta- los que no han sido creadas. El c. concierne
dinanza e classe sociale (1963), Turin, LJThT, 1976; pues no tanto a las relaciones entre estado e
K. Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 iglesia, considerados como cntidades autóno-
a 1850(1850). en K. Marx y F. Engels, Obras esco mas e independientes, sino más bien a las
gidas en tres tornos, Moscü, Progreso. 1980, t. I; relaciones entre iglesia y sociedad civil. El c.
S. Ossowski, Esirticturu de clases y conciencia es casi siempre una consecuencia de Ia for-
social (1965), Barcelona, Roma, 1969; M. Pad, maciOn en las iglesias de una casta dirigente
Mercato del lavoro e classi sociali in Italia. Bob- que se considera dcpositania y ãrbitro dc todo
nia, II Mulino, 1973; M. Paci (comp.), Imrnagine poder y autoridad, ' a menudo indica una
della società e coscien:a di classe, Padua, Mar- actitud que afecta tambien al interior de las
silio, 1969; M. Paci (comp.), C'apitalismo e classi mismas iglesias, cuando los ckrigos conside.
sociali in Italia, Bolonia, II Mulino, 1978; A. Paga- ran tener el derechu de intervenir en el ámbi-
ni, L 'Immagine della .ctrflttura di classi ne'lla to de los correligionarios laicos o subalternos,
popolazione italiana, en Quaderni di Sociolagia, solo por ser los detentadores dcl poder.
xix, 1970, nüm. 2; F. Parkin, Orden politico y El adjetivo "clerical" es de origen intrae-
dcsigualdadcs dc close (1971), Madrid. Debate, clesiOstico; durante muchos siglos ha indica-
1978; V.M. Perez Diaz, Pueblos y clases sociales do simplemente to que era propio del clero.
en el canpo espanol, Madrid, Siglo XXI, 1974; Solamente despus de Ia revoluciOn france-
A. Pichieri (comp.), Le classi sociali in Izalia 1870. sa, y precisarnente hacia mediados del siglo
1970, Turin, Locschcr, 1974; A. Pizzorno, I sog- xix, asuine on significado polémico (parece
gelli del pluralismo: classi, partili, sindacati. que e.ste tCrmino se usO por primera vex con
Bolonia, II Mulino, 1980; N. Poulantzas. Poder este sentido en 1848) y entra en el lenguaje
polItico y clases sociales en el esiado capizalista comOn junto con el tCrmino antagOnico y
(1968), Mexico, Siglo XXI, 1969; J.A. Schumpe- especular de anticlerical. Pocos años despuCs
ter, Imperialismo y clases sociales (1953). Madrid. será sustantivado y ci tCrmino clerical acaba-
Tecnos, 1965; R. Stavenhagcn, Las clases socia- rá por indicar una categoria de personas bien
les en las sociedades agrarias, Mexico, Siglo XXI, identificada: en Francia, aquelbos católicos
1969; P. Svlos-Labini, Saggia sulle classi sociali, que demuestran de diversas maneras ser fau-
Ban, Later-ia, 1974; M. Weber, Econornia v socie- tores del ancien regime; en Italia, en ci Pia-
dad(1922. 1964), Mexico, FondodeCultura Eco- monte primero, los catOlicos especialmente
nómica, 1964, 2 vols.; E.O. Wright, Clase, crisi.c preocupados por defender las prerrogat ivas
y estado (197S). Madrid, Siglo XXI. 1983. de Ia iglesia v los derechos dci papa, en neta
distinciOn respecto a los catOlicus liberales (V.
[ALESSANDRO CAVAI II] catoilcismo liberal) v despuCs de 1870 todos
los que se hicieron paladines de Ia reconquis-
ta dcl poder temporal por parte dcl papa. En
este Oltinio sentido, en ciertas ocasiones se
clericalismo acababa pur identificar a los clericaks con
los catOlicos en su conjunto.
Se trata de uno de aqudllos tCrmino, cuva Los dos tCrminos, c. y ant iclericalismo, hm
definición está estrechamente vinculada al tenido una historia v una sucrte comOn; tam-
contexto histórico.politico en el que se usa, biCn en cuanto a su uso, a sea en las relacio.
habiendo sufrido modificaciones y transfor- nes conflictivas entre iglcia v sociedad civil.
macjones que corren ci riesgo de caer en una Va sea incluso dentro de Ia misma de Ia ide-
cierta ambiguedad y dificultades de compren- sia, especialmente Ia iglesia caiólica (princi-
sión. Actualmente se usa paru indicar Ia con- pal objetivo de los odios anticlenicales, pero
ducta de una iglesia institucional que preten- tambien pan 5cr Ia más difundida en los pal-
de intervenir en los ámbitos de Ia '.ocicdad ses en quc nace V Sc des*i rolla ci tCrmino).
civil que no le son propios. a fin de dctermi- Entre los advensanios de Ia igksia. el uso de
ULERIC'AIJSMO 233

este término no es univoco: para los libera- otros dos vocablos, que a menudo se confun-
ks y los fautores de Ia separación entre esta- den entre si: laicidad y lalcismo (v.).
do e iglesia, ci término, en su significado pole- En un cierto mornento todas las iglesias
mico. tiene sobre todo una connotación pasan a ser minoritarias, aunque sigan estan-
antinstitucional más que antieclesiástica, do prcsentes en contextos geograficos y cul-
estando casi siempre ausente ci aspecto ant I- turales en los que antes ejercian su propia
rreligioso. Sálo graduaimente, al pasar este hegemonia. ml situación produjo una men-
tCrmino al vocabulario del radicalismo y del talidad, difundida todavia en Ia actuaiidad,
movimiento obrero, ci anticlericalismo (v.), propensa a sostener que, como ünica deposi-
término especulativo respecto del c., indica- tuna de Ia verdad, Ia iglesia y su clase din-
rá un movimiento de lucha no sOlo contra las gente tienen ci derecho de intervenir en todos
injerencias de Ia iglesia, sino tambiCn contra los problemas. La evolución más reciente de
ci sentimiento religioso. No se ha de olvidar Ia iglesia catOiica ha Ilevado a dicha clase din-
que también dentro de Ia iglesia, e igualmen- gente a ernitir documentos en los cuales dicha
te desde mediados del siglo xix, nacen movi- mentalidad parece superada, pero no siem-
mientos y tendencias antickricales, quc tie- prc resulta ser asi en los hechos. El retorno
nen sus ralces ya sea en grupos que no se con- de tentaciones clericales provoca el retorno
sideran explIcitamente de origen cutólico, va de las oposicioncs, y Cstas son herederas de
sea en grupos o personas que actOan e inten- tradiciones diversas: desde Ia tolerancia, que
tan permanecer dentro de Ia iglesia. Precisa- se manifiesta hoy con ci Ilamado a Ia laicidad
mente mientras ci termino asumia, en ci (término más aconsejable que laicismo), has-
movimiento obrero, connotaciones antirreli- ta Ia intolerancia y los prejuicios. que se mani-
giosas, algunos católicos militantes, iogica- fiest-jn con un retorno a verdaderas formas
mente sin ci consenhimiento de Ia iglesia de anticlericaiismo.
jerârquica, y a menudo con su expilcita desa- Dc sen un fenomeno eclesiàstico, el c. se
probacion, se hacian promotores y defenso- convirtió en fenOmeno politico, para ser hoy
res de un catolicismo anticlerical. más bien un fenomeno cultural, en el senti-
Esto llevara, en épocas más recientes, a Ia do mAs amplio del término. El encuentro
formación de neologismos que a su vez no entre culturas divcrsas ha quitado a las igle-
estarán exentos de ambiguedad: baste seña- sias cI monopolio sobre el saber, y por tanto
lar por cjcmpio ci tCrmino desclericalización, les ha quitado el poder. Los diversos proce-
usado tal vez para indicar Ia tendencia den- sos de secularización han acabado por intro-
tro de Ia igiesia a dar espacio v poder a los ducir dentro de las iglesias problematicas y
laicos. acabando con el monopolio del clero; crisis antes desconocidas. Aun siendo una ten-
otras veces, en ámbito cxtra-catolico, indica tación latente. y no siempre superada, pare-
el esfuerzo par oponerse a toda forma de inje- cc que ci c. ha perdido hoy su espacio, en una
rencia de Ia iglesia en Ia sociedad civil; otras sociedad que no solo ha dejado de sen sagra-
veces, finalmente, seri usado como sinónimo da, sino que es tendencialmente plunalista.
de secularización, con un significado no ecle-
siástico. sino socioiogico. BIBLKGRAFlA: R. Berardi, 'Vie ricale" e "clericalis-
Las vicisitudes del c. están en Ia práctica nb" negli ultinzi cenhi anni, en Ii .1fuiino, ix,
vinculadas a Ia actitud dcl mundo catOlico: abril de 1960; Clenicaiisrno e anrickricalisrno, en
Ia formación y radicalización de las actitudes Enciciopedia filosofica, Florencia, Sansoni, 1967;
de intransigencia genera formas de antick- G. Miccoli, La questionc della laicità nel prue-
ricalismu, que a u ve se cargan de connota- so storico mode mo, en Bozze 79, ii, diciembre de
ciones diversa. Pero al mismo tiempo. en Ia 1979; R. Murri, l.a politica cle'ricalt' e la demo-
reiación entre las dos tendencias, se inserta crazia, Roma, Società Nazionale di Cultura, 1908;
otro término que va cambiando gradualmente P. Scoppola. Laithnzo e anticlericalismo, en C'lzie-
sus contenidos: ci término laico, también de so e reiigiosità in Iralia dopo l'unitO (1861-187),
origen eclesiástico, recoge Ia herencia posi- Milan. Viti e Pensiero, 1973; 'arios. Laicità. pro-
tiva dcl anticlericalismo, v sera usado dentro hlen,i e prospeztive. \lildn. Vitae Pensiero. 1977.
de Ia iglesia asi corny en las ideologias que
se Ic contraponen. Este a su vez generara ["Al 1(11.11) (,CASCO]
234 CLIENTELISMO

cli entelismo tuida prácticamente par Ia asociaeiOn de


varias comunidades familiares (res publica),
comunidad que en cuanto tail no tenia Ia posi-
Para comprcnder ci uso quc actualmente se bilidad de asegurar —como de heeho sucediO
Ic da di termino c. en las ciencias y en lit socio- en Ia casi totalidad de las saciedades tradi-
logia politicas. probablemente sea ütil partir cionales, organizadas todas ellas mãs o menos
de kos, señalando, aunque sea brevemenic, del mismo modo— una tutcia eficax de los
las c-lien telas v los clienies de las sociedades propios miembros, tutela que recula, pucs, en
tradwionak's y, de manera particular, Ia clien- las estructuras iamiliares que de esta mane-
ida romana que no sOlo Ic dio nombre al fenO- ra ilegaban a adquirir una importancia pre-
menu sino que indudabiemente es el ejemplo ponderunte: los siervos libertos y los extran-
más conucido: en Roma, por clientela se jeros de reciente inmigraciOn en Ia ciudad no
cntendIa una relaciOn entre sujctos de esta- encontraban soiuciOn más adecuuda quc Ia de
tus diverso que se entablaba al margen de Ia buscar Ia protección de las personas impor-
comunidad familiar, aunque dentro de su tantes dccxi racción gentilicia que poselan Ia
Orbita; reiacion de dependencia económica y tierra y cumplian las funciones politicas cen-
politica, al mismo Liempo, que ilegaba a estar trales ofreciendo a cambio sus propios ser-
sancionada en el mismo campo religioso, vicios.
entre un individuo de rango más elevado Peru dejando a on lado ci mundo romanu,
pairoms) que protegia a sus propios clien- las estructuras clientelares son un fenOmeno
tes. los defendla en los juicios, testificaba en difundido aun dentro dc las dem:is socieda-
su favor, les asignaba una tierra de su pro- des tradicionales: en cuanto tales han sido
piedad para el cuitivo v un ganado para quc objeto de estudio esencialmente por pane de
lo criaran, v uno a varius clienies que eran los ant ropologos. Terminus como clieniela y
individuos que gozuban dcl status liberiatis, c. no pueden. sin embargo, onsiderarse por
en general sienos libertos o cxtrtnjeros inmi- esto como patrimonio exclusivo dc Ia inves-
grantes, quc a cambio no sOlo se mostraban tigacion antropologica: partiendo de lo dicho
sumisos y dcl erentes sina quc obcdccian )' hasta ahora, no es dii icil Ilegar al usa quc Sc
avudaban de diversas mancras al paironus. les ha dada a los mismos terminus en Ia cien-
dcl endiéndolu con las armas, testificando en cia politica, usa que sc encuentra en primer
su favor en los tribunaks v prestãndoie ayu- lugar en las investiguciones sabre Ia moder-
da aun en ci nivel financiero cuando asi lo nizucion politica y sabre aqucllas realidades
requerian las circunstancias. sociales que cstán a cahalla entre Ia tradiciOn
Partiendo de esa descripcion, por mzis y lit modernidad, en que por una parte el
somera que sea, no debe resultar dificil del i- modu capitalista de producir y par Ia otra Ia
fir las relaciones de clientela como fenOme- organizuciOn politicu mudcriia cinienLada en
nos tipicos de una sociedad tradicional coma un aparato politico-administrativo centrali-
Ia romana en que, no sOlo en los Liempris más zado han penetrado, pero no han lagradu, sin
antiguos dc Ia Repüblica, sino tambien en una embargo, trastocar compktamente las relu-
epoca'mas t.trdia, v a pesar de las umpliacio- ciones sociales tradicionales y ci sistema poli-
nes territoriales v dcl desarrollo de una ecu- tico preexistente. A pesar de que el impacto
nomia mercuntil, eguia prevaleciendo una con las estructurus del mundo moderno ata-
ecunumia n.ttural cerrada orientada más a Ia CO Ia red de vinculaciones clienteiarcs v a
producciôn para ci consumo que para ci inter- pesar de que Ia relaciones dt. depcndenLiu
carnbio. En esta cLsc de sociedades Ia orga- personal se abolieron formalmente, tienden,
nizacion politica SC puede reducir en primer sin embargo, a obrcvi ir y i adaptrse, tan-
lugar a Ia comunidad domsticu —que ade- to frente a Ia administracion centrauizadi
m:-. de ser Ia estructura econOmica funda- eom(j frente a las estructuras dc Ia sociedad
mental en que se lievaba a cabo el cultivo de politica (elecciones, partidos. parlamentos)
Ia tierra. era tambien un microcosmos politi- can Ia dii crencia fundamental de que, mien-
co autunurno. gobernado v protegido por el tras que en Ia sociedad premoderna los sb-
paier familiu.s-- sOlo en una segunda instan- temas clientelares formaban verdaderos
cia a una comunidad pulitica cstatal consti- micrusistemas autOrlomos, salvo raras excep-
('LIENTELISMO 235

ciones en que sobreviven cumo tales y se pre- linanciamientos, licencias, etc.). Es impurtan-
sentan corno alternativa al sistema politico te senalar quc esta lorma de c. —a semejan-
estaiai (v. mafla),y tienden a unirse e integrar - za del tradicional— no tiene como resuitado
se en una posicion subordinada con ci siste- una forma de conseuso institucionalizado
ma politico moderno: on ejempio clásico es sino más bien una red de fidelidades perso-
el pariido 1e "uotabk '—no notables en sen- nales que pasa tanto a través de un uso per-
tidu genericu, sino como propietarios dcl sue- sonal por parte de Ia ciase politica de los
lo—. encaheiados, como los señores de casa" recursos estatales como. partiendo de éstos,
prernodernos, por una red de relaciones clien- aunque en terminus más mediatos, a travCs
telares que ahora se transforma, sin embar- de Ia apropiaciOn de recursos "civiles" autO-
go, en estructuras de acceso v contacto con nornos.
ci sistema politico. Especialmente en Ia épu- Sc pucde hablar de clieniela y de c. fuera
ca del .sufragio restringido —aunque no lal- de las formaciones sociales atrasadus o en
tan ejemplos posteriores a Ia introducciOn dcl transiciOn: nos relerimos en este caso a los
sulragio universal—, ci notable, al que le esta- fenómenos descritos en ci anhiisis del hossis-
ba reservada de hechoo de derecho una rela- ma y de Ia mac/tine politics en un cuntexto
ciôn privilegiada con ci puder politico, lunge como el de los estadunidenses que, si bien pre-
como elemento de empalme de éste con Ia senta en determinados sectores (areas subur-
suciedad civil y con los propios ciicntes a los banas, inmigrados, negros, etc.) caracteristi-
que les sigue dando protccción y ayuda en las cas de desagregacion social parccidas a las
relaciones con un poder a menudo distante de las areas en vias de desarrollo, quc como
v hostil. a cambio, ahora, de consensos dcc- tales justilican fenOrnenos de tipo clientelar,
toraics. presenta, sin embargo, tambiCn un c. difun-
El partido dt' "notubk ", que acabamos de dido a cscula nacional, que puede rcducirse
describir, tipico de las lormaciones sociales a Ia fragmentacion de Ia sociedad civil en una
en vias de desarrollo, no abarca sin embargo pluralidad de grupos de interCs en competen-
toda Ia gama de fenómenos a los que se apli- cia reciproca, que paradójicamente encuen-
ca ci téi mino c. Rcprcscnta mãs bien un lazo Iran, en una singular dispunibilidad de recur-
de union con ci c. ligado a Ia diiusión de Ia sos, lo que, por un ladu, no los ohlia a una
organizaciOn politica moderna, especialmente rest ructuración en terminus de clase, aunque
a Ia de los partidos de musa. Refiriéndonos sea kjana, de acuerdo con ci modelo de los
sOlo a estos ültimos (aunque ci discurso pue- partidos europeos (vCase C. W. Mills, While-
de aplicarsc también a Ia burocracia moder- collar, Nueva York, 1951, sobre las diferen-
n,.t), no h.ly duda de quc su acercamiento Con cias entre partidos norteamericanos y parti-
Ia sociedad civil es en principio contraria a dos curopeos) v, por otro, les permite coexis-
Ia clicntclar, basindosc en vinculos horizon- tir. En cuanto a estos recursus, Ia pane que
tales de clase o de intereses, a los que SC Ics proviene del sector publico o controlada
proporciona una agregación politica. ante pObiicamente —excepciOn hecha de los gru-
todo en los mismos contextos en que se habia pus mas grandes de podcr dentro de Ia socie-
planteado el partido de "notables", en ci que dad civil que son capaces de imponer sus pro-
ci desarrollo determina procesos de desagre- pias decisiones a Ia clase politica— se asigna
gaciOn social a mcnudo macroscOpicos, en el en tCrminos rigurosamente clicntelares que
que los partidos v i:is estruetura politicas tienen mucho en comün con eI c. de las zonas
muderna'. '.c imponen "desde lo tho", 'in U atrasada'., descrito anteriormente, v que
apoo de un adecuado proceso de muviliza- como tales entrañan Iorma de adquisiciOn
don politica. en lugar dci c. que tiende a eon- de con'.enso par mediu de un intercambio ,
sulidar un estilu dicntelur en que están inte- pur cunsiguicnte, tambien IenOmenos de per-
rc'.ados por cncima Lie iu ciudadancm, no tan- sonaiizacion del poder sumamcntc evidentc..
to ios notables tradicionales sino los puiiti' Pacando ahora a Europa, aunque con flu
cos de profesiOn, quc oirecen a cambio de pocas diferencias, tambiCn ahi sc encuentra
letitimacion v sosten (consensus ekcturaics) un c. con no pocus puntos de contacto con ci
toda clase dc reeui sos publicos dc lus quc quc acabarnos de descrihir, aunque afecta
pueden dispuner (cargos v empleus pubiicos. solo a un sector infls rest ringido de Ia estruc-
236 COGESTION

tura social formado por lo.s estratos interme- ziano, Clienielismo e sistema politico: ii caso
dios, excepcion hecha dc las situaciones en dcll'Iialia, Milan, Angeli, 1980; A. Pizzorno. Iceti
que estos estratos se yen prácticamente obli- mcdi nei meccanismi dcl con senso. en F.L. CavaL-
gados por las relaciones entre las dos cluses za y S.R. Graubard (comps.), II c-a.su italiano,
capitalistas dirigentes —relaciones que pre- Milan, GarLanti, 1974, 2 vois.
yen una institucionalizoción del conflicto
entre estas dos ciases y que, como en ci caso [AI.FI() %IASTKOPAOI(J]
británico, permiten ci desarrollo de on siste-
ma bipolar de partidos— a convertirse en
gran parte en ci séquito de masa de los part i- cogestlón
dos de inspiración burguesa. Podemos seña-
lar ci problema solo en términos sumamente I. PARTtCII'AtR5 Y (O(ESTIO\ En las sociedades
esqucmaticos: en donde las ciases subordina- industriales gobernadas segün los urdena-
das gozan de una ciudadania politica incom- mientos democráticos se plantea el problema
picta y sus partidos se consideran como —u de instituir derechos de participaciOn no sOlo
obligados a convertirse en— partidos anti- para ci ciudadano como miembro de Ia comu-
sistema" (de lo que resulta on modelo muy nidad politica sino tamhién para ci trabaja-
distinto de hegemonia cupitalista), los estra- dor como miembro de Ia comunidad econO-
tos intermedios se yen estimulados para tra- mica. Dentro de Ia empresa, el capital v el tra-
ducir Ia disgregacion de ciase que los carac- bajo son considerados, en una concepciOn dc
teriza en una fragmentacion politica que es democracia participativa, como clementos
directamente proporcional a Ia relevancia de complementarios en Ia vida empresarial, dis-
sus consensos por Ia estabilidad dcl sistema pensadores de dignidad y de respunsabilidad
politico. ZC6mo responden los partidos bur- paritarias. aunque orientadas en otro senti-
gueses "con vocaciOn mayoritaria" a estas do. Por lo tanto, tal como se garantiza al
tendencias centrifugas? Nos parece que se Ic accionista ]a posibilidad de participar en Ia
puede contraponer al empleo de recursos sim- administraciOn del capital, asi se sostiene que
bOlicos, o sea a Ia bOsqueda de una restruc- debe ser dada al trabajador Ia posihilidad de
turaciOn politica a través del recurso a sim- participar en Ia gestiOn de Ia empresa.
bolos que pueden definirse genéricamente La participaciOn de los trabajadores en Ia
como defensivos" (anticomunismo, naciona- gestiOn de Ia empresa puede Ilevarse a cabo
lismo o cualquier otro ismo), ci empleo de dc diferentes maneras v a distintos niveles;
recursos mucho más materiales cuya falta de Ia c. propiamente dicha constituye ci grado
intereses homogCneos se suple, como en Ia más avanzado en ci marco del sistema capi-
political machine (veanse los casos de Ia talista. Los diferentes grados de part icipaciOn
democracia cristiana, que pasa de ser un par- en Ia gestiOn pueden, en efecto, ser clasifica-
tido rdigioso v en parte de notables en senti- dos en ci siguientc orden: a] Ia informacion
do tradicional, pero tambkn en gran parte a los trabajadores para analizar las eieccio-
basado en ci liamado anticomunista de 1948, nes hechas por Ia direcciOn empresarial; hi
a Ia situaciOn denunciada actualmente por Ia informaciOn reciproca entre Ia dirección
todos v, en Francia, ci paso del degaullismo y los trabajadores a travCs de Ia discusión; c]
de Ia grandeural de los 'barones"), por medio los mCtodos de conulta preventiva v no obli-
de formas de incentivaciOn individualista o gatoria; d] Ia consulta obligatoria a los tra-
corporativa que, sin prever ninguna agrega- bajadores para .inalizar cierta decisiones
dOn orgnica de intereses en on marco poli- empresariales quc puede asumir formas de
tico, realizan un intcrcumbio de tipo clara- negociación v de control hasta liegar al dere.
mente clientelar entre los consensos electo- cho de veto; ella codeciszón, en que las dcci-
rales de los individuos o de los grupos y los siones Sc toman de comün acuerdo entre las
recursos que el estado pone a disposiciOn del dos partes. En ci penültimo arado, que podria
personal partidista. liamarse de cooperación, Ia consuita recipro-
ca tiene lugar en ci momenta de las delibera-
BIHLIO.P1 IAL. Gra,iano (cump.), Clienrelr.nio . ciones programãticas; en ci ültimo grado, que
mu1amL'l1u politico. Milan, Aneli, 1974; L. Gra- Cs ci de Ia c., ci acuerdo reciproco tiene lugar
(OGESI ION 237

inciuso en ci momenta de las decisiones efec- de Ia oricntacion dcl sindicalismo revoiucio-


tivas. En algunos paises Ia participaciOn de naria sustentado entonces por los socialistas.
los trabajadores en Ia gestion, por medio de El fascismo sc enfrentó al problema de Ia
las organizacianes sindicales, se encuentra c. en los ültimos meses dcl regimen, par
restringida a sectores especificos, tales coma medio dci decreto legisiativo dci 12 de febre-
las actividades sociales; en otros paises (v. § rode 1944 sobre Ia socialización de las empre-
Ill), se dan, por ci contrario, ejcmplos de c. sas. El decreto institula el consejo de gestión,
aplicada a toda Ia actividad empresarial. compuesto par representantes de los traba-
El problema de Ia c. es distinto y diferente jadores, en ci marco de un ordenamiento cor-
a! problema (más amplic) y diferenciado) de porativo que cuiminaba en Ia figura del "jefc
Ia participación de los trabajadores en Ia pro- de Ia empresa". Mientras tanto. algunas L'Iau-
piedad v/a en las utilidades de Ia empresa. sums de participación habian sido acordadas
Ambos problemas afrecen, sin embargo, cone- entre industriales y trabajadores en ci primer
xiones directas; Ia c. induce fácilmente a los acuerdo para Ia institución de las comisiones
trabajadores a querer participar en los resul- internas, estipulado entre Mazzini y Buozzi
tados econOmicos de Ia empresa que coges- en Rama ci 2 de septiembre de 1943. Luego
tionan v. a Ia inversa, los trabajadores que dc Ia liberaciUn, Ia cxperiencia de los ci
participan en los resultados económicos de empresariales llevó a Ia presentación de un
Ia empresa son inducidos a reivindicar con- provecto de Icy gubernamental (Morandi-
troles v corresponsabilidades en In gestiOn. D'Aragona) para el reconocimicnto juridico
de los consejos de gestion que, por otra par-
II TENDhNUASA IACOGESTION EN ITAUA. "Con elfin te, no tuvo mayor Cxita que su predecesor gio-
de lograr Ia elevacion econômica y social dcl littiano. Los succsivos avances de Ia Icgisla-
trahajo, v en armonia con las exigencias de dun dcl trahaji y de Ia contralaciôn sindical
Ia producción —establece ci art. 46 de In cons- llcraron a refuerzos sustanciales de los dere-
titución italiana— Ia repOblica reconoce ci chos de los trabajadores en sus lugares de tra-
dcrccho de los trubajadores a colaborar, bajo. pero segün direcciones v procesos due-
scizün las modalickides v dentro de los lirni- rentes a los dc Ia cogestión.
tes establecidos por las leves, en In gestiôn de
las empresa." Tal como otras normas esta- iii LA iuii, .smtutv. ALEIANA Las formas más
blecidzis par In constitución en ci sector de desai'rolladas y significativas de c. en las
las "relaciones económicas", este urticulo cmpresas Se aplican en Alemania occidental,
programático ha encontrado escasas aplica- La c. paritaria se pmactica solo en las indus-
clones. La participación en Li gestiOn fue, en trias carbosiderurgicas, mientras que en los
Italia, una instancia especialmente activa en demás sectorcs In c. se da en tormas atenua-
los años que mcdiaron cntre elfin de in pri- das v ci poder de In reprcscntacion de los
mera guerra mundial y ci advenimiento del dcpendientes es minoritario; sin embargo,
fascismo. Coma introduccion a una investi- desde hace algunos años tiene lugar una
gaciOn sobre ci control obrero en las indus- acción poiitica v sindical para Ia extension de
trias. Luigi Einaudi escribia, en ci Corriere una efectiva c. a todos los sectorcs indus-
della Sera del 16 de septiembre de 1920. que triales.
Ia aspiración dcl trabajador "a sentirse due- La c. en Ins industrias del carbOn v dcl ace-
no de su trabajo" "es In traducción, en Ia ro es una herencia de Ia ocupaciOn posbéli-
industria, de un principio admitido en ci ca. La mayor pane de estas industrias se
gohierno politico de los pueblos modernos". encuentra conccntrada en ci Ruhr, que fue
Luego de Ia ruptura de las negociaciones re- confiado al control inglés. Las autoridades
pecto de los consejos de gestiôn entre indus- britanicas de ocupaciOn, en su intento de
triales v sindicatos,eI $ de febi'ero de 1921 democratizar" las grandes indutrLis mine-
Giolitti presentU it In cámara un proecto Lie Ins v metalOrgicas que habian sostenido aI
1ev sabre ci "control de las industrias par par- nn/.isrno obtenidu prov echo de In produc-
te tie los trabajadores quc a elLis pertc.'necen". don heliea. iiamaron a una reprcsentaciOn
El pruyccto tic 1ev Gioliui no logro iiiiiguna obrema para que particil)asc cii Ins decisiones
repercusion parlameiitaria a causa. tambiin, relativas a tales empresas. TambiCn par Ia
2s COLONIALISMO

influencia ejercidu por unu comisiôn consul- Por otra parte, hay que tener presente que
thu. en Ia que prevalecian economistas de Ia Ia c. no persigue ci ub1tivo de Ia trunsleren-
escuela de Frihurgo, se llego. en 1951. a Ia cia de los poderes cmpresariales a los traha-
aprobación de Ia Icy federal sobre Ia Mithes- jadores, como sucede en ci cuso de Ia aut
ti?zmun (codecisión) de los trabajadores en gestlón (v.) y ha sido intentado en ci pasado
los consejos de administración de las indus- con los consejos obreros (v.)
trias dci carbOn, del hierro y del acero. Las La extensiOn de las experiencias de c. se ye
principales caracteristicas de Ia Icy son: ci difkultada par dos motivos: mientras que Ia
carãcter paritario del conseio de administra- mavoria de los empresarios Ia considera un
don, compuesto par un iguul nümero de peligroso debilitamiento de su propio poder
representantes del capital v del personal, más de decisiOn, los sindicatos se hullan divididos
un miembro eterno nombrado de comtin entre ci provecta de valcr.se de las oportuni-
acuerdo entre las dos partes: Ia presencia en dades que ofrece Ia c. y el considerar incom-
Ia direcciOn empresarial, junto a los directo- patible a Ia c. con funciOn conflictiva e impug-
res encargados de las partes técnicas y eco- nudora del sindicalismo. Escoger ci camino
nOmicas, de un director dcl trabajo (Arheits- de Ia c. significa escoger preliminarmente a
direkior) designado par ci personal. En 1952 favor de Ia corresponsabilidud de Ia integra-
fue aprohada una segunda 1ev que !lacLL ciOn en ci sistema y contra Ia impugnaciOn
extensiva Ia c. a todas las demás empr. .as, radical del mismo: esto explica tamhkn el
peru en formas atenudas y con deberes con- poco éxito obtenido por ci intento de exten-
sultivos. En 1972 Ia Milbeslimmung fue ins- der del mundo obrero al estudiantil el razo-
titucionalizada en el estatuto de fábrica que namiento sabre Ia cogestiOn.
entro en vigor bajo ci gobierno del socialde
mócratu W. Brandt. BIHLKX;RAFIA: F. Bloch-Lainé v F. Perroux, La for-
En conjunto. Ia experiencia uiemana ha macion de dccisio,rcs en la empresa (1968), Bi I-
demostrado que Ia c. no es inconciliable con bao, Deusto, 1971: H.A. Clegg. Una nueva demo-
las exigencias product ivas ni con Ia economia cracia indu.cirial (1960). Barcelona. Hispano-
de rncrcado, por lo rncnos en un sistema capi- Europea. 1966; R. Dahrendorl, Las clase.s socia-
talista en que los sindicatos estén dispuestos le.c v so con Ilicic, en la stcie dad industrial (1957),
a asumir un papel más cooperativo que con- Madrid, Riaip, 19702: M. Demonque y J.Y.
flictivo. Porotra parte, ésta ha mostrado sus Eichcnberger. La participation, Paris. France-
propios iir.,itcs, entre los cuales se destaca Ia Empire, 1968; W. Garcin, C'oge.ctión v participa-
tendencia de los representantes a burocrati- cion en las empresas de los paises del Mercado
zare y a atenuar los contactos con ci ambien- Com,i,z (1968). Madrid, R.E, 1970.
te del que provienen. Examinando las relacio-
ne,. entre los trabajadores v sus representan- [VAi.iKic, 7ANosI1
tes en los consejos de administraciOn de las
empresas cogestionadas. Dahrendorf conclu-
yo que los conflictos industriales seguirán
subsistiendo hasta que no se vislumbre una
colonialismo
posihilidad de coordinur las empresas de otra
furma que no sea por medio de Ia autoridad. I DF.Fi\RIOs. C. es Ia doctrina v Ia practica ins-
titucional v p'Iitica de Ia coionizaciOn. Aun-
omos ?.IsEs. La c., tal como
IV. EXPERIEN(.IAs 1 quc colonizaciOn cs dl proceso de expansiOn
fuera definida en ci § I, es una forma de de conquista de colonia... Ia sumisiOn par
encuentro entre capital v trabujo que tiene medio dcl USO dc Ia Iuerza a de Ia superiori-
ivar dentro de Ia empresa. Por lo tanto, es dad eco.Omica de territorios habitados por
inadecuada Ia exten',iOn dcl termino a formas pobiacione distintas de las de Ia potencia
de ctioperaciOn que tienen lugar en ci nivel colonial. c. define mãs propiamente Ia orga-
macrocconOmico, corno los consejos econOmi- nizaciOn de sistema, de domiflia.
dOs v sociales paritarios que tienen especial Colonizaciones ha habido en todas las épo-
importancia en ci ordenamknto nacional bel- cas Igistoricas v. considerando Ia naturaieza
ga v ci hoiandés. v los fines del c., diversos hun sido los siste-
COLONIALISMO 239

mas de dominio colonial. En ci uso comün c. Has primas de Ia metropoli, mientras que Ia
signifka Ia dominacion institucionalizada de sociedztd se administra con los métodos que
un estado sabre pueblos pertenecientes a clvi- permitan Ia expiotaciOn de Ia fuerza de tra-
lizaciones dis ntas s' lejanas: se hahla en este bajo a baja precio y que al mismo tiempo con-
caso de c. ion ii. La segunda guerra mundil troicn ci mantenimicnto de un equilibria que
y ci nuevo ord i internacional que surgiO de no per-mita Ia ruptura de las leves v del orden
ella señaian ci inal dc los sistemas colania- impuesto.
les formaics, u sea reconocidos como legIti- El terminoc. se utiliza ademis en otios con-
mos par Ia comunidad iriternacional. Muchos textos muv variados: puede significar segre-
paises, aun no estando gobernados por esta- gación v desigualdad inst itucionalizudas
dos extranjeros, independk-n!es en Ia forma, como las que hay por ejempin en el regimen
han sido par aigun periodo de su historia con- de apartheid (v.) en Africa del sur. Algunos
sidcrados objeto de c. informal (Persia, Alga- estudiosos sostienen en efecto que ci regimen
nistán s China, par ejemplo), a sea sujetos a racista sudafricano no es rnás que un regimen
una dominaciOn de facia. El termino ,ieoco- colonial de c. interim.
lonialismo empieza a aparece en Ia literatu- Muchos intelectuales africanos habian pues
ra en los anos cincuenta para definir las for- de autocolonialismo para definir el proceso
mas dc depcndcncia cconOmka, social, poll- de subordinación a Ia cultura occidental que
tica y cultural a las que son sornetidos los pal- conforma en gran parte Ia toma de concien-
ses cx coloniales a aquellos que en Ia época cia nacionalista dc las ciases medias en los
se aprcstaban a accedcr a Ia independencia. pulses cx coloniales.
El neocolonialismo se ha catacterizado hov,
más que por ci dominio politico esclusi ode ii (OLOSIAI.l.SMO USA PERIODIZA(iOS. El e. ha teni-
una metrópoli sobre sw, ex posesiones cob- do formas, contenidos v consccuencias diver-
niales, por ci dominia dcl mercado capitalis- sas scgOn las necesidades de Ia expansiOn de
Ia internacional sobre paise productorcs de los paises europeos en ci mundo. Existe una
materias prinlas, privados de est ructuras intcraccion precisa entre ci desarroilo propio
industriules integradas, dependicntcs finan- de Europa N . Ia colonizaciOn. Las aportacio-
cicra v tecnologicamente, gobernados par cia- nes dcl c., en sus diversas formas, contrihu-
ses poilticas condicionadas fuerternente por yen modificar progresivamente las estruc-
Ia estructura de Ia dependencia económica. tunas ccanOmicas de los paises europeos, al
A menudo se usa c. coma sinónimo de impe- igual que actOa, transformOndoias profunda-
rialismo, cuando que en realidad no es más mente, sobre las sociedades colonizadas.
quc una dc his krmas que ci imFerialismo ha Podemos distinguir un primer periodo en
asumido en ci curso de Ia historiu. El c., en el que ci c. cstti determinado par Ia expansion
Ia época de Ia expansion imperialista rnás dcl cornercio en ci mundo, hasta cerca de Ia
avanzada, a fines dci siglo xix. alcanzo for- mitad dci siio xii, con ci predominio dc
mas v contenidos más compiejos que en las Portugal v de España, Ia fundaciOn de bases
eptcus precedente.. en las costas de los continentes extraeuro-
La necesidad de ampliar las fuentes de peos. in expbotaciOn de las minas de oro s de
materias prima. mincrales % agricolas, en plain, ci comercio de los tejidos hindOec' dc
favor dcl dcsarrolio industrial de los paises las especias orientales.
eurupeos, determinO no sOlo ci reparto del Asi, pues, ci c. moderno tuvo su principio
resto del mundo .tufl no colonizado, sino en los via jes de exploraciOn de lo portugue-
sabre todo Ia ortianizacion de formas estata- ses que habrian de Ilevar al deccubrimiento
les colonialcs cuso fin era Ia estructuraciOn de Ia via marilinit d': las Indias. El doble obje-
de cida pals colonial en sentido económico tivo perseguido par Portugal era extender Ia
v social funcianal para una expiotacion mãs cruzwkt contra el Islam v estabiecer un Ira-
racional de los recursos. lico directo, Va no mediado por itaIianosv
Los limites de los palses coloni,ados son árabcs, con ci oriente prductor de especias.
definidos seun Ia,. intereses dc las potencias El objetivo esencial son las Indias v Ia posi-
coloniales,v se ortaniza Ia economla con ci bilidad de Ia expiotaciOn de SU riquezas. Par
fin de responder a las necesidades de mate- ci camino se lundan bases sobrc Ia costa at ni-
240 COLONIAI.ISMO

cana, de donde se inicia ci comercio del oro de darse por concluidu Ia primeru fase colo-
y de los esclavos. A mediados del siglo xvi. nial. con Ia indcpendeneia de Ia casi totalidad
Portugal controlu todo el oceano Indico, tie- de las colonias umericanas, Ia potencia ingk--
ne bases comerciales importanles en las sa sigue expandiendose de Ia India a Austra-
Indias y, más tarde. con Ia conquista de lia, a Sudáfrica y a Ia fundación de bases en
Macau, penelrará al sur de los mares de Ia ci Africa occidental. Es Ia Cpoca del libre
China. comercio que suhraya Ia superioridad de las
Con ci descubrimiento de America y el tra- manufacturas inglesas. Y de Ia aboliciOn for-
tado de Tordesillas (1494) —segün el cual el mal dci tráfieo de eselavos —que continiiu por
ocCano Atlántico quedaba dividido en dos lo que respecta al Africa oriental hasia fines
zonas de influencia: una cspanola y otra por- de La segunda mitad del siglo v sOlo pierde
tuguesa. estando Ia linea de demarcación peso con Ia conclusiOn de Ia guerra civil forte-
constituida por una linea meridiana que pasa- americana— que ya no responde a las nece-
ba a 370 milks marinas al oestc de las islas sidades de Ia expansion del capitalismo indus-
de Cabo Verde— tarnhkn ci Nuevo Mundo se trial. Se abre Ia Cpoca de promociOn del
abre a Ia conquista. comercio Ilamado "legitimo" (para distinguir-
La conquista de las Americas tendrá sobre lo dcl comercio de seres humano,conside-
las sociedades colon izadas —expuestas a una rado ilegItimo hoy) que contemplu Ia expan-
explotación intensa primero de las minas y siOn de Ia gama de productos requeridos por
despuCs en las pluntaciones— un efecto los centros industriales. Aumentan los inte-
devastador. Sociedades entera.s son destrui- reses mineros y agricolas de las empresas
das, y no solo politicamente, tambien bioló- comerciales europeas; se constituyen compa-
gicamente. ñias privadas y concesionadas que obtienen
A los portugueses y espanoles siguieron los derechos para explotar los recursos de inmen-
holandeses, ingleses v franceses. Entre todas sos territorios. Sc desarrolla de esta mane-
las potencias comerciales surge a fines del ra, incluso donde Ia colunizuciOn xc limitaba
siglo xvii Inglaterra, que extiende sus pose- a Ia presencia de puestos comerciales, Ia pene-
siones por tudos los continentes. tración hacia el interior asistida militarmente
La colonizaciOn cx más bien, en esta fase. y seguida por Ia constituciOn de estructuras
sobre todo expansiOn del comercio. Peru, administrativas.
mientras que en Asia v Africa prevalecen las
bases comerciules. America va cubriCndose Iii. 1I.WLoNIAI.isM00%1OSiSTE1A. En Ia segunda
de colonias en pusesiOn, en las que xc desa- mitad del siglo xix se asiste a una verdadera
rrollan producciones para Ia exportaciOn competencia entre lax grandes potencias
hacia el centro metropolitano (azücar, por europeas para ampliar ci area de influencia
ejeinplo) basadas en el sistema de las planta- de las propias empresas comerciales nacio-
clones esclavistas. A partir del siglo xvii el nales en Asia y en ci continente africano. El
continente africano xc vuelve Ia region que reparto de Africa que sigue al congreso de
proporciona esclavos para Ia expansiOn de los Berlin (1884-1885) abre una nueva Cpoca dcl
tráficos curopeos. La acumulaciOn de rique- c. con Ia constitueión de estados orgunizados
zas en Europa, y sobre todo en Inglaterra gra- con elfin de permitir una explotaciOri max cli-
cias a su superiuridad maritima v comercial ciente de los recursos de lox paises y de lax
a su eficiente organizaciOn estatal más avan- poblaciones dominudas. La busqueda de Ia
zada, permite hacia fines dcl siglo xviii el ganancia ya no xc limita a empresas privadas
desarrollo en amplia escala de Ia producciOn 0 a compañias, 5mb que xc convierte en una
manulucturera y da entradu a Ia revoluciOn politica nacional perseguida por los estados
industrial, transformandu definitivamente los europeox, linanciada con londus publicos.
terminus de Ia economia mundial. Inglaterra, avudada por Ia conformuciOn de uparatos
primer pals en realizar Ia revoiuciOn indus- udministrativos y politicos ad hoc. Desde ci
trial, mantendrt Ia supremacia y par lo tan- punto de vista econOmico, del comercio dt
to el monopolio, incluso colonial, hasta casi extracciOn o de intercambio, xc pusa it Ia pro-
fines dcl sielo xix. mociOn de producción dc materias primax
Si en Ia primera dCcada del si g lo xix pue- agricolas (oleuginosas, algodon. cacao. caiC,
COI.OMIALISMO 241

té, etc.) y a Ia explotación de los recursos dad de crear estructuras de dominio totales
minerales con el empleo tie notables inversio- para organizar Ia explotaciOn sistemática de
nes de capital. los recursos. El c. se vuelve una "necesidad
El c. se convierte en ci método de organi- histórica" para Ia expansiOn del capitalismo
zación de Ia producción basado en Ia explo- y se estructura como sistema: las sociedades
tación de una fuerza de trabajo privada de colonizadas. sea cual fuere su situación for-
derechos politicos y sociales en el ámbito dcl mal (colonias. protectorados), serán desde Ia
estado colonial, v de conquista de mercados conquista sometidas y transformadas profun-
monopolistas tanto para los productos indus- damente. Toda Ia economia, las infraestruc-
triales europeos como para las inversiones de turas fisicas y administativas serán dedica-
capital. das a Ia producciOn para Ia exportaciOn. Los
El continente africano se reparte entre las sistemas sociopoliticos preexistentes serán
potencias que ya gozaban de areas de influen- destruidos o modeludos para ser usados en
cia econOmica y politica. Los ingleses reivin- funciones dcl mantenimiento del orden
dican los territorios en los que ya actuaban colonial.
las compania.s (Royal Niger Company en Nige- La primera guerra mundial, con Ia derrota
ria, British East Africa Company en Kenia; de Alemania v Turquia, implica una iiueva
British South Africa Company en Rodesia y subdivision de las posesiones coloniales entre
Niasaland), o en los que ya existian intereses las potencias venceduras. Las colonias de las
consol idados de empresas comerciales priva- potencias derrotadas fueron gobernadas bajo
das inglesas. Los franceses extendieron los el control internacional.
dominios propios de las zonas costeras del El articulo 22 del Pacto de Ia Sociedad de
Africa occidental y ecuatorial; los alemanes, Naciones declaraba que aquellos territorios
por medio de una serie de tratados, logran eran considerados "mandatos" controlados
crearse un imperio, aunque de menor exten- por una comisiOn permanente ad hoc. Se dis-
sión, tanto en Africa occidental (Togo. Came- tinguiun tres tipos tie mandatos segOn Ia
rein) como en Ia oriental (Tanganica con los mayor o menor autonomia concedida: los
anexados Ruanda y Urundi) o en ci hemisfe- mandatos A (Siria, Libano, Transjordania,
rio sur (Africa del suroeste, actual Namibia). Palestina) cuya independencia se prevela en
La conquista colonial sucede a través de breve; los mandatos B (CamerOn, Togo, Tan-
acciones militares y de tratados, y es un pro- gaflica, Ruanda Urundi) que habian de admi-
ceso largo y complejo que en algunos casos nistrarse como colonias y serian repartidas
puede considerarse concluido solo en las pri- entre Inglaterra. Francia y Belgica, todavia
meras décadas del siglo xx. no incorporados a otras posesiones colonia-
Existe un complejo debate historiografico les; los mandatos C (islas dcl Pacifico y el Afri-
.sobre las razones dcl reparto que da inicio a ca sudoccidental) sobre los que no sc ponla
esta fase del c. Algunos historiadores consi- Iimites a las potencias mandatarias.
deran al c. de fines del siglo XIX como Ia El sistema de los mandatos —para permi-
expresiOn del nacionalismo de los estados tir on ejercicio efectivo de los espacios de
europeos y del consiguiente desarrollo de las autonomia considerudos—, por ser poco ef i-
rivalidades internacionales. Otros especifican caz, dada Ia debilidad tie Ia Sociedad de
las causas en ci complejo juego diplomático Naciones, representa Ia primera brecha en ci
y sobre todo en Ia politica de Bismarck que sistema colonial. En los años transcurridos
desaf ía a los equilibrios establecidos. Cierto entre las dos guerras, Ia expansiOn de Ia ccc
que en Ia base del reparto está ci fin de Ia nomla de exportacion y los cambios sociales
supremacia econOmica y politica de Inglate- que fueron su consecuencia tuvieron reflejos
rra v Ia presentaciOn en el proscenio de poten- politicos en Ia constituciOn en muchos tern-
cias industriales en competencia a Ia busca torios coloniales de grupos v movimientos de
de fuentes seguras de materias primas y de un carácter bastante militante que reclaman
mercados. Sin embargo esto no explica por desde luego Ia IiberalizaciOn de los sistemas
qué fue neccsario establecer c. formales y coloniales, aunque toclavia no Ia independen.
csiructurados. D be analizarse Ia distinta cia. Seguirán toda una sync du reformas
cualidad dci c. contcmporáneo en Ia necesi- administrativas y constitucionales diseñadas
242 (:0I.ONIALISMO

para mantener d poder y Ia estabilidad de los Ia historia politica dcl mundo contemporá-
cstados coloniale.s. neo, Ia independencia ha sido conquistada con
En este periodo no hay nuevos episodios de Ia lucha armada de libcración nacional. El c.
conquista colonial, con Ia excepcion del régi- en Argelia, Vietnam, Angola, Mozambique,
men fascista italiano. que, con una sangrien- Guinea Bissau, Zimbabwe, terminO como sis-
La guerra, incorpora por unos años a Etiopla tema después de luchas armadas dl pueblo
a sus posesiones en Africa oriental (Eritrea en las que al nacionalismo se anadian deman-
y Somalia). das de redenciOn social, no sOlo de liberaciOn
La crisis del c. formal iniciada como se ha dcl c. formal, sino de todo ci sistema de explo-
dicho en Ins aflos treinta habia de volverse taciOn de las quc ci c. solo es una de las
más aguda después de Ia segunda guerra formas.
mundial. Las potencias coloniales, prontas a
reconocer Ia inevitabilidad de las resolucio- El c. contempora-
IV P(fl.ITI(Ai AD'.1lISTRA(1ON.
nes de las luchas nacionalistas de un pals neo se ha dado como estado con formas admi-
como Ia India, no consideraban que Ia mayo- nistrativas diferenciadas y complejas. Estruc-
na de los demás territorios eStuvieran tura articulada de organización y explotacion
"maduros" para Ia independencia. En Ia de los recursos, sobre todo de reclutamiento
segunda posguerra las principales potencias y control de Ia Iuerza de trabajo que bajo
coloniales intentaron on principio, no ya des- varios sistemas de producciOn representaba
colonizar, sino reincorporar y reconstruir los realmentc Ia riqueza productiva principal de
sistemas coloniales con elfin de estructurar las colonias, el estado se perfecciona como
Ia economia de exportaciOn para que contri- sistema administ rativo principalmente y
buyera a Ia reconstrucciOn europea y salva- antes que nada on las colonias de las poten-
guardar los mercados monopolistas de Ia cias más avanzadas: Inglaterra y Francia. La
competencia de las trasnacionales. En este experiencia colonial alemana es demasiado
periodo es cuando se inician reformas al esta- breve para adquirir fuerza. El c. purtugués
do colonial que tienden a fuvorecer Ia forma- es cntre todos el más antiguo. pero un con-
cion o consolidaciOn dc las clases medias loca- trol efectivo sobre Ia totalidad de los territo-
les aliadas al proyecto de mantenimiento del rios coloniales solo In intentarã Portugal con
slatu quo colonial. Ia constituciOn del Esiado nóvo dc Salazar en
Se desprecia a Ia fuerza explosiva del nacio- Ins años treinta.
nalismo, de las luchas politicas y más tarde En las colonias de poblamiento inglés se
armadas de liberaciOn. desarrollan formas de autogobierno, que sin
El c. en Ia nueva situaciOn internacional embargo permanecerthi por largo tiempo
demostraba ser no un sistema de estabilidad, limitadas a Ia poblaciOn de origen eunopeo.
sino un sistcma recorrido por peligrosas El respo;:sihle government distinguia entre
advertencias revolucionarias. Las potencias inteneses imperiales bajo el control cxclusi-
coloniales Se'. ieron constreñidas a formular vo del gobernador y, por lo tanto, del gobier-
una restructuraciOn económica, financiera, no met ropolitano e inteneses coloniales bajo
administrativa y politica para "preparar" a Ia jurisdicciOn de un L'abinete elegido por los
los paises que eran dependientes de ellos a Ia colonos. Los primeros en obtener un gobier-
independencia, con elfin de mantener vincu- no respon sable lueron Canada y Nueva Esco-
los especiales, privilegiados. La descoloniza- cia; mOs tarde. antes de 1872, alcanzo a Ia
ción que se desarrolla en los años cincuenta colonia dcl Cabo. :t Natal a Nuevzt Zelanda,
es un proceso on gran parte negociado de v en 1923 a Rodesia dcl Sur. El principio
compromisos, de luchas politicas que tendr.in scgün el cual los no europeos no eran capa-
resultados desiguales. Sin embargo, en gene- ces de hacen luncionar un sistema parlamen-
ral puede decirse quc los estados poscolonizt- tanlo es abandonado pancialmente cuando en
les sitzuen manteniendo en su estructura ras- 1919 las pro'.incias indias obtienen una for -
gos consistentes del antigun colonialismo. La ma de gobierno rcsponsable. El gobicrno rcs-
descoloniz.ición no ha sido tan solo un pro- punsable desemboca on Ia constitucion di.' los
ceso negociado; on algunos casos notables, dominios o bien de comunidades autOnomas
que tuvieron una influencia fundamental on dentro dcl imperio bnitanicu, iguales por posi.
COLONIAl ISMO 243

ción jurIdica, no suhordinados uno al otro, produccion y de los flujos de Fuerza de tra-
unidos por Ia cumün fidelidad a Ia corona y bajo. Donde no habia fueron creados jefes tn-
libremente asociados cn el Commonwealth bales; aquellos reacios a colaborai cran sus-
britãnico. El estatuto de Westminster (1931) tituidos. La ideologia colonial inglesa preten-
Iiberó a los dominios de Ia supremacia par- de que con este sislema los africanos scan
lamentaria británica completando el proce- gobernados con las instituciones mejor adap-
so de autonomia. tadas y conocidas por cllos. En Ia realidad,
La India estaba dividida en dos regiones: los .sistemas Ilamados tradicionales quedabun
Ia India británica, gobernada directamente, reducidos a formas desnudus de toda sustun-
v los estados indios que mantenian formal- cia, ya que las funciones que se les pedian
mente las estrucIurts tradicionales de puder, eran las de servir a las exigencias dc Ia ecu-
sometidas sin embargo a Ia supervision bri- nomia colonial. El c. como sociedad funcio-
tánica. naha por In tanto en dos csferas distintas: Ia
Las otras colonias v los protectorados, asi moderna de Ia administraciOn europea y In
como los mandatos (con Ia constitución de las tribal, completamente aparte, de los africa-
Naciones Unidas "territorios bajo tutela"), nos a los que se mantenia separados incluso
presentaban una gran variedad de estatus de Ia politica de mantenimiento del sistema
juridkos, aun cuando Ia práctica administra- de indirect nile.
tiva, teniendoen cuenta las particularidades El .sistema fue reformándose gradualmen-
de cada territorio, fuera en grun pane unifor- Le. peru en sustancia solo en los años cincuen-
mc. Donde era posible, Ia administraciOn de ta, cuando de las autoridades indigenas desig-
sello ingles buscaba tomur como modelos los nadas se pasa a Ia eleccion aunque sea con-
pnincipados indios, o bien de establecer una trolada de autoridades locales. Pero éste es
especie de supervision de las administracio- el resultado de profundas transformaciones
nes indigenas locales. El sistemu administra- de Ia sociedad afnicana y dc Ia aparición de
tivo liamado de indirect rule, o sea de gobier- estratos de poblaciOn con cierto nivel de csco-
non administración indirecta elaborado para Iarización, de Ia afirmaciOn en algunos casos
Africa por Lord Lugard —primer gobernador de una pcquena hurguesia y de una clase
de Nigeria como estado colonial después de media profesional y, en los campus, de culti-
Ia amalgamation de 1914-1916—, no signifi- vadores con acceso aI mencado de las expor-
caba el mantenimiento de las autonomlas taciones.
locales, sino su utilizaciOn con fines de una El c. frances se caractcrizO por sistemas
mãs eficiente y menus costosa administra- fuertemente centralizados. La ideologia de
ciOn. "La polltica del gobierno —afirma base define como fin del c. Ia asimilación. En
Lugard en ci Report on amalgamation (A.H.M. Ia realidad, uun reconociendo rara vez a las
Kirk-Greene [comp.], Lugard and the amalga- colonias on estatus trudicional, el sistema
mation of Nigeria: a documentary record, Lon- frances usa las autoridades locales, definidas
dres, 1968)— es que estos jefes gobiernen a de diversa manera —desde las politicas has-
sus propios pueblos no como gobernantes ta las religiosas (véase el ejemplo de Ia pode-
independientes, sino dependientes." El siste- rosa confraternidad musulmana de los moros
ma de gobierno por medio del uso de las auto- del Senegal) y hasta las económicas (grandes
nidades indigenas se definia comrj un "expe- comerciantes)— coma auxiliares de Ia cob-
diente" necesario dada la escasez de medius nizaciOn.
a disposiciOn de las administraciones colonia- La diferencia fundamental entre los dos
les y Ia dificultad de haliar personal adminis- principales tipos de c., ci frances y el inglCs,
trativo para territonios tan vastos. Además, estâ en eI diverso alcance en ci desarrolbo de
permitia controlar de manera más eficiente las colonias. En el sistema ingles no se pre-
poblaciones muv distintas entre si utilizan- tende desarrollar con ci c. ninguna misiOn
do sus propias instituciones tribales. El sis- civ ilizadora si no es Ia de introducir Ia ec
tema, definido pues como indirecto, intervie- nomia de mercado, ni se considera que los
ne en Lis sociedades trihales, cambiando sus pueblos coloniales puedan obtener ventajas
limites, dcfiniëndolos y adaptándolos a las de fonmas de gobierno semejantes a las que
exigencias de restrucluraciOn y control de Ia están en uso en Ia metrópoli. El "buen gobier-
244 COLONIAI.ISMO

no' colonial inglés se hzisa en ci mantenimien- nacionales que crearon en los paiscs subde-
to formal de las instituciones autóctonas o sarroliados subsidiarias para Ia produccion
bien en su uso funcional para los fines de Ia de mcrcancias estandar, las cuales, más que
colonización. El c. ingles coexiste pucs con responder a las necesidades del mercado
una amplia gama de sistemas y estructurus interno, servIan sobre todo al mercado de
politicas e idcologicas. par Ia que parece res- exportuciOn.
petuoso de Ia tradición. Sin embargo, será Ia incluso desde ci punto de vista industrial,
introduccion de Ia economia capitalista jun- los pulses cx coloniales siguen produciendo
ta con Ia supervision administrativa Ia quc aquello que no consumen v consumiendo lo
transformará fundamentalmente estructuras que no producen.
v sistemas tradicionales y de ahi las autori- La hercncia politica del c. continua en los
dades colonialcs deberán tener en cuenta Ia paises cx coloniulcs: ci estado colonial era
forma en que demuest ran las reformas cons- tipicarnenic un estado administrativo autori-
titucionales v administrativas que acompa- tario; los estados poscoloniaies independien-
nun al desarrollo de Ia sociedad colonial de ics tuvieron que lograr Ia transformaciOn de
los años treinta hasta Ia independenclu. El sis- las instituciones heredadas, o bien hacerlas
tema colonial frances, en teoria, se presenta funcionar de manera democráticu, de modo
como portador de Ia inissimz civilisa (rice que de hacer que ci proceso de construcción de
habia de eliminar cualquier estructura de Ia nación fuera el proceso dc IormaciOn de
poder tradicional, nivelando a toda Ia socie- una sociedad civil y no más bien un proceso
dad en un desarrollo lineal definido por una impuesto par Ia dirigencia politica, claramen-
administración centralizada y uniforme con te autoritario.
ci apoyo de un sistema educativo del todo Dicho esto debe ugregarse que Ia descolo-
semcjantc al de Ia madre patria. En realidad nización ha dado resultados de Ia más dispa-
esto no sOlo no es posible (v. aslmlladón), sino res, y las experiencias de gestión de los nue-
que ni siquiera es compartido par Ia prácti- vos estados independientes, con más de veinte
ca econOmica y politica de Ia administraciOn anus, han cambiado notublemente las situa-
colonial. ciones heredadus. aunque no sea más que des-
de ci punto de vista de los mavorcs conoci-
V. CONcRSIONES. A pesar de Ia diversidad de mientos acerca de Ia hercncia dejada por ci
formas v de sistemas, ci c. tiene consecuen- colonialismo.
cias muy semejantes en todos los puises cob-
niales. Es ci c. ci que determino Ia estructu- BIBLIOGRAFIA S. Amin, L 4frique de l'ouest blo-
ra cconómica de los paiscs productores de queë: economic pub tlque tie la culomsa non. 1880-
materias primas con una fuerza de trabajo 1970. Paris, Minuit, 1971; H. Brunschwig, .tliti
que vive en los limitcs de Ia subsistencia. Ha e realià dc'li'unperzalismo coloniale francese,
sido ci estado colonial v más tarde los modos 1871-1914 (1960). Bobonia. CappeIli, 1964; C.
y los tiempos de Ia descolonización quien pre- Coquery-Vidrovitch, La misc en dependence de
dispuso las estructuras institucionales N. poll- 1,%frique noire: essai tie pCriodisation. 1880-1970,
ticas que caracterizaron a los nuevos estados en Caiziers dEtndesAfricains, nüms. 61-62, 1977,
independientes. El c. dio Ia impronta de los pp. 7-58; D.K. Ficidhouse, Los imperios colonia-
modelos culturales y sobre todo de los siste- les desde ci si,i,'lo xviii (1965). en Historia ziniver-
mas de instrucción escolar en todo nivel, N. salSiglo XXI, t. 19. Mexico, Siglo XXI. 1984: D.K.
modelo los gustos y los modos de vida de las Ficldhouse, Economia e imperio: Ia expubiOn tie
clases medias emergentes. Europa 1830-1914(1973), Mexico. Siglo XXI. 1978:
La herencia del c. fue pues de economias Lord Haiicv. :%n :1!ri can snn'ev, Londres. Oxford
"extrovertidas", o sea, para decirlo con ci eco- University Pres, 1957; H. Jalfe. Dci iribalismu
nomista Samir Amin, vueltas hacia Ia expor- at socialismo: hisioria de 10 economia politico
taciOn y no hacia Ia crcaciOn de un mercado africaua(i971), Mexico, SiIo XXI, 1976; A. Mat-
interno. El proceso de industrializacion siue telart. Mulnnaciouaks V siste;PtaS de C0flhInica-
el mismo camino: sc iniciO solo despuCs de Ia cion: los apara (u.s ideobii,'itos dcl imperialisnio
segunda guerra mundial, y en Ia mayor par - (1976), Mexico, SiIu XXI. 1977; J.-L. Mice.
te de los casos mediante Ia acción de trans- I. 'imperiaiismo colomole ito/non, dal 1870 ui no_s.
COMPORTAMIENT() ELECTORAL 245

lvi giorni, Milan, Rizzoli, 1977; W.J. Momrnsen. una entrevista posterior al voto, pant verifi-
La poca del imperiah.smo 1885-1918 (1969). en car si en In casilla electoral se han manifes-
Histvria universal Sigh, XXI. t. 28. Méico, Siglo tado desviaciones respecto de las tendencias
XXI, 1971: J.-P. Ndiaye, La juveniud afrkana presentadas anteriormente) con In misma
frenie a! imperialisma (1971). Mexico. Siglo XXI. muestra de entrevistados. El elemento de
2973; R. Owen y B. Sutciiffe, Studi sulla few-ia novedad introducido por los anáiisis que estu-
dell'smperialismo (1972). Turin, Einaudi, 1977; R. dian directamente al individuo consiste en el
Zahar. Culouial,smo y enajenaclön (1969), MCxi- reconocimiento de In percepción subjetivt
co. Siglo XXI, 1970. como elemento constitutivo de Ia conducta
politica. En otras palabras, éste es en gran
[ANSA MARIA (F.P4TIIiJ parte el resultado de las respuestas subjeti-
vas a In realidad externa, tal coma se perci-
be. A Ia dimension objetiva xc Ic añade como
nivel de investigaciOn Ia dimension subjetivu.
comportamiento electoral El supuesto consiste en que para comprobar,
por ejemplo, las correlaciones entrc ci corn-
I OCFINICIOX V METODOS DE ANALISIS Por c. electo- portamiento del voto y el estatus socioeconO-
ral se entiende ci proceso de formaciOn y de mico de un individuo noes suficiente con yen-
manifcstación de las preferencias individua- hear los indicadores objetivos de ese estatus
ics respccto de ]as alternativas politicas some- —en concreto, los niveles de instrucciOn, ocu-
tidas al tamiz dcl voto. El estudio del c. elec- paciOn e ingreso— sino que se requiere ade-
toral se desarrollO histOricamente siguiendo max tomar en cucnta In percepción que tiene
dos directrices fundamentales, In primera ci sujeto de su propio estatus socioeconOmi-
teniendo como unidad de análisis el agrega- co. En realidad, no siempre coinciden los nive-
do (o sea on cierto conjunto de votos), Ia les objetivos y Ia percepción subjetiva con
segunda el individuo. Cada una de las dos consecuencias significativas en materia de
lineas de investigaciOn empleO y sigue comportamiento. Coma es evidente, en este
empleando técnicas y metodos especilicus, segundo enfoque el planteamiento metodolô-
aun cuando —obviamente— se pueden encon- gico de fondo pertenece al area de Ia psicolo-
trar investigaciones que integran varias meto- gia social.
dologlas. El análisi.s del c. electoral sub spe-
cie de agregado se desenvuelve en particular II. CLASES SOCIALES V COMPORTAMIENTO ELECTORAL.
dentro del ámbito de un enfoque ecolOgico- El vow constituye el momento sine qua non
comparativo, que utiliza predominantemen- del proceso democrâtico de las decisiones
te métodos e instrumentos de tipo: 11 politicas. Naturalmente, Ia importancia espe-
estadistico-demografico. 2] histórico, y 3] cifica de este momento puede variar de acuer-
geografico-cartogthfico. En estc caso ci pro- do con el marco institucional en que está corn-
cedimiento consiste en relacionar los votos de prendido el vow, sobre todo en reiaciOn con
varios partidos de una cierta area, más o Ia variedad de sistemas electorales adoptados
menos vasta, con algunas caracteristicas (v. sistemas electorales). Por otra parte, una
—demograficas, histOricas, económicas, so- vez explicado esto, el supuesto de partida
ciales— de esa area. El objetivo de Ia investi- sigue siendo váiido, lo cual explica Ia tenden-
gaciOn consiste, en general, en descubrir Ia cia creciente de Ia literatura a encuadrar los
funciOn de esas caracteristicas, a de algunas estudios sobre ci c. electoral dentro del sec-
de ellas, respecto dcl comportamiento del tor de competencia de Ia ciencia politica, aun
voto en ci area que se está examinando. cuando se utilicen constantemente las apor-
El estudio del c. electoral que considera taciones —metodologicas y de apreciaciOn-
como unidad de análisis el individuo utiliza de otras disciplinas. Como summa divisio, el
esencialmente dos técnicas: ci sondeo de opi- análisis del c. electoral comprende dos gran-
niOn y ci panel. Este Oltimo consiste en una des areas de obscrvaciOn: Ia manifestación del
serie de entrevistas repetidas a través dci voto v Ia abstenciOn del voto. TainbiCn Ia abs-
tiempo (ordinariamente durante Ia campana tenciOn es, en realidad, una modalidad del
electoral, aunque algunus veces tambiCn con comportamiento.
246 (OMPORTAMIENTO EI.ECTORAL

El prohkma de fonda respecto de Ia mani- menus permitc dos tipos de respuestas. una
fcstaciün del vow consiste en Ia identificaciOn "de izquicrda" y una "burguesa"— quc de
de los factores, motivacioncs o causas que otras variables que intervienen en Ia misma.
inducen al elector a ckgir una determinada El segundo orden de consideraciones sobrc
alternativa politico-partidista. Para emender- Ia explicaciOn clasista puede resumirse en dos
no.en estc caso Ia pregunta es: Por qué observaciones. Ante todo, en los sistemas poli-
vota ci elector y cómo vota?" ticos occidentales altos porcentajes de traba-
Una primera tesis relaciona ci c. dcl voto jadores industriaIcs dependientes no votan
con Ia situación de clase del actor politico. Dc por Ia izquierda sinu que prcfieren los parti-
ordinario, esta tesis sc articula en dos posi- dos burgucses, conservuclores, o en cierw
clones principaics: al ci elector vota basándo- modo intcrclasistas. Existcn. adcmás, siste-
seen su .ituación de clase: hi rota por parti- mas democraticos —valga pant todos ci ejcm-
dos 'dc clase'. Luego, ci coroiario Cs, en par- plo de Estados Unidos— en que no cxisten ni
ticular. quc los que pertenecen a Ia ciase tra- siquicra partidos de clase. Ciertamcntc tam-
bajadora dan un rota de izquierda, v que esto bién respecto de Estados Unidos es posibie
constituve una respuesta a necesidades de clasificar como dc iiquierda ci Partido DemO-
clase. crata, v como dc dcrccha ci Partidu Republi-
A Ia explicación "clasista" del c. dcl voto cano. Sin embargo, accptando csto, en rigor
—propuesta con variantes más 0 menos ate- de términos, sc dcberia dcducir dc ahi Ia atri-
nuadas, pero que siempre puedcn reducirse huciOn de una ctiqueta dc izqukrda al vow,
a una logica de dcterminacion causal— sc Ic tradicional v fuerternentc dcmocrãtico, dc
hacen dos órdencs de consideraciones. El pri- numcrosos estados dcl "profundo sur", voto
mero es de carácter conceptual v afecta Ia gcnerado histOricamente par inipulsos de
ambiguedad dc Ia noción de clase. Con mucha caracter racial.
frecuencia csta noeión se coniunde, en ef cc-
to. con el estatus sociueconômico dcl elector. III. PIARALIIMI) DE FAC1(IRFS OH. VUTI) v si 'TRADL&-
Sin embargo, ci análisis dci estatus de los (- los polITRA. La ultima consideraciun sirvc
miembros de Ia comunidad nos proporciona muy bien para introducir ci discurso acerca
ci mapa de Ia cstratilicacion social de esa del segundo grupo de interpretaciones teóri-
comunidad y no (U todavia no) ci mapa de su cas del c. electoral, que pueden rcsumirse en
divisiOn en clases. Por ci contrario, para que los siguientes terminos. Si Ia tcsis clasistu es
se pueda hablur corrcctanicntc dc roth de cia- de tipo detcrminista, Ia hipotesis altcrnaiiva
sees necesurio que Ia nocion de clase se refic- pretcndc apoyarse en una IOgica condicional
ra y comprenda otras condiciones psicocul- y probabilista. En otras palabras, a difercn-
turales de pertenencia a Ia clase: desde i:i per - cia dc In tendencia a reducir las motivacio-
cepción hasta Ia idcntificacion y hasta Ia con- nes dcl voto al patron clasista, en ci caso pie-
cicnciu de ciase. Lu importante es que muchas sente se postula Ia cxistcncia de una plurali-
investigaciones sobre ci c. dcl voto quc pEe- dad de factores que concurren en ci proceso
sumen de motivarlo en términos de clasc, dc claboraciOn de las decisioncs clectorales.
demuestran en realidad, cuando mucho. Ia Los principales factorcs mencionados en Ia
funciOn del estatus soioeconOmico en ci pro- iitcratura son: ciase, religiOn, diferenciacio-
ceso electoral. Por otra parte. ci estatus no fles étfiicas v raciales, estatUs socioeconOmi-
es ni siquiera un dato homogénco, sobre todo co. lugar de residencia. Puede decirse que
en las sociedades industri:iles avanzadas. No cada unu de estos factorcs cunstituye una pre-
rara vcz existe incoherencia entre los indica- condiciOn dci c. del voto. Sin embargo, para
dores de estatus de un mismo individuo, en que cstas prccondiciones resuitcn operantes.
ci sentido de que i éste es clasificabk en un Cs nccesario ci cumpiimiento de una condi-
estrato social subordinado en cuanto a su ocu- don adicionul, de carãctei mãs general: los
pación, puede considerase de "clase media" investigadores dcl Michigan Survey Research
si se toma en cuenta su ingreso. Tai Cs ci caso Center hablan a este propOsito de un proce-
del asi liamado hibrido de estatus, en cuva sode "traducciOn pal it ca" (political transla-
reiación Ia respuesta electoral depcnderá pro- lwPs). La formula pretcnde significar quc los
bablemente menos dcl estatus —quc par lo factorcs antcs inencionados no son, per se e
COMPORTAMIENTO ELECTORAl. 247

ipso faclo, aspectos del proceso electoral. Se propia pertenencia a Ia clase obrera y Ia pro-
convierten en tales, precisamente, cuando pia Ic religiosa. Ante Ia existencia de dos par-
existen otros lactores que los canalizan v los tidos, uno de apelaciOn clasista y otro de ape-
utilizan las instancias dentro del proceso poll- laciOn religiosa, es muy probable que ese elec-
tico: los partidos y las organhl.aciones sindi- tor —sin darse cuenta de que lkva a cabo una
cales son esencialmente los instrumentos de elección— se refugic en Ia abstención.
esta traducción politica. Se debe lamar en cuenta además que Ia
En este marco, evidentementecomplejo, no intensidad noes un data constante en el 11cm-
existen prioridades absolutas entre los facto- p0: puede crecer o decrecer. Ahora bien, de
res, prepoliticos y politicos, que condicionan los dos momento.s, ci dcl decrecimiento pure-
el c. electoral. El problema consiste en encon- cc ser el más significativo respecto dci c. eiec-
trar, caso par caso. Ia intensidad de Ins dlvi- tordl, ya sea par motivos estructurales, ya sea
siones existentes en un determinado contex- por motivos psicoiOgkos. Claro está quc ci
to sociopolitico. Es probable, en efecto. que voW puede cunstituir en eiccto ab inilio una
ci voto sea resultado de una ruptura que se respuesta a un problema percibido como par-
percibe coma Ia más intenso en un momento tkularmentc intenso. Sin embargo, parece
histórico especIfico. Dc este modo, en un area igualmente demostrado que el elector sigue
poblada par una minoria étnica, ci voto esta- a menudo votando por el mismu partido aun
rá orientudo predominantemente por motivos cuando haya desaparecido Ia condiciOn que
étnicos, siempre que Ia linea de division étni- Ia hahia inducido a Ia elecciOn inicial. Los
ca sea percibida con el máximo de intensidad motivos estructurales de esa conducta deben
respecto de los demás problemas de Ia comu- encontrarse en Ia naturaieza del partido poli-
nidad. Esta Ultima cláusula confirma el tico moderno. Este se caracterizu, par un
supuesto acerca de Ia inexistencia de automa- lado, por una dimensiOn organizativa que
tismos y primogeniturus irreversibles entre constituve por si misma un vehiculo de con-
los factores condicionantes del c. electoral. trol electoral; por ci iado contruria tiende a
En qué sentido? En el sentido de que ni autoperpetuarse, par encima del deterioro de
siquiera Ia relaciOn entre factores prepoliti- las razones de partida. En cuanto a los moti-
cos v I acores politicos es de tipo unidirec- vos psicoIOgicos, varias investigaciones han
cional. Siguiendo con el ejemplo del voto étni- pucsto en evidencia: a] quc en ci elector mcdio
co, no se puede decir que siempre y de mane- tiende a establecerse un mecanismo de iden-
ra necesaria el partido de una minorla etni- tificaciOn con una imagen de partido; b] que
cu sea producto de un probiema "étnico" esa identiiicaciOn actüa coma un factor de
intenso. Igualmente plausible es Ia hipOtcsis decisiOn electoral constante a través del tiem-
contraria de que ci partida es ci que les con- pa yes más fuerte que los estimulos y los tér-
fiere intensidad y prafundidad a las diferen- minos evocados en las distintas conticndas
cias étnicas. Hablando más en general, no ekctorales. Además, Ia imagen del partido (o,
todos los sistemas que comprenden grupos zilgunas veces, una más alta imagen de ten-
étnicos diversos presentan partidos de tipo dencia) al parecer es susceptible de trasmi-
étnico; par otra parte, no todas los partidos siOn par generaciones dentro de Ia esfera de
que se apoyan en esos tipos están siempre dis- los procesos de socializaciOn politica. y hay
puestos a reconocer (o a conferir) el máximo algunos que interpretan Ia persistencia de
de intensidad al problema de las diferencias una misma Iineu electoral en ciertas areas
étnicas. Y todo esto Se refleja en ci piano de poiltico-culturalcs prccisamcnte como una
los c. electoraks. supervivencia, algunas veces secular, de una
Un aspecto que has' que aclarar consiste en determinada imagen de partida, o de ten-
que no siempre el elector percibe un factor dencia.
como predominante respecto de los demás.
Puede estar sometido al estimulo de varios IV IDENTIFICACIOS DE PARTIDO V VOTO FLI(1CANTE.
I actores heterogenos iguaimente intensos, En teoria se discute sobre Ia nuciOn de iden-
siendo de este mado blanco de presiones tilicuciOn de partida (parlv identification). El
opucstas (cross prc.ssurcs). Es clásico el caso debate no se refkre tanto a una cuestiOn dt
del elector que siente can igual intensidad Ia método. por Ia menos en ci sentido que está
24 COMPORTAMIENTO ELECTORAl.

aceptado umpliamente de que esa nocion mon man de Ia cuitura anglosajona, de tal
constituve un instrumento de investigación manera que ci hombre todo razOn e intereses
que enriqueceel bagaje teórico de que dispo- generales de Ia democracia continental tiene
ne ci análisis electoral. El contraste se refie- poco que compartir con Ia poblacion ingiesa,
re predominantemente a una cuestión de call- cuya "estupidez" —en Ia opinion de Walter
dad y afecta Ia tasa porcentual de "electores Bagehot— constituye Ia base de Ia solidez del
identificados" con los sistemas democráticos regimen politico de Ia isla. La advertencia cs
modernos. Este porcentaje estã Intimamen- importante, me parece, porque avuda a dis-
te ligado con ci porcentaje de los electores tinguir, en materia de relaciones entre resul-
"fluctuantes", ya que si estos son más flume- tados de los análisis electorales v antropolo-
rosos los votantes identificados son menos gla democrática, entre problemas verdaderos
numerosos, y viceversa. La determinacion de y problemas que, en cambio, no son tales des-
las dimensiones del electorado fluctuante de el punto de vista critico.
adquiere al parecer un significado particular V. ABSTENCIONI5MO. Como se dijo anteriormen-
en el análisis del c. electoral porque algunos te, Ia abstención electoral puede ser ci resul-
consideran, aunque ci punto es discutido, que tado de una situación de cross pressure. Aun-
Ia fluctuación es resultado de una participa- que esta situaciOn dista mucho de agotar el
don más activa y más consciente del mdlvi- nOmero de las condiciones que pueden exis-
duo en Ia elecciOn del voto. En tanto que un hr airededor de una uctitud de apatiu electo-
elector que se identifica responde a una IOgi- ral. En primer lugar, hay que recordar, en
ca de "voto de conformidad", ci fluctuante efecto, un conjunto de factores de abstencio-
resuita más sensible a las motivaciones de nismo que no tienen significado politico: des-
"intereses" o de "racionalidad": como tat, de las enfermedades hasta Ia edad avanzada
adaptu Ia preferencia dcl voto a los temas que v las dilicultades logisticas pura alcanzar una
van presentando las distintas campañas elec- casilla. Además, exisic toda una serie dc fac-
torates antes que plegarse at llamado precons- tores que tienen significado politico, aunque
tituido de Ia identificación. con frecuencia de signo distinto. Dc este
Estas hipótcsis de interpretacion revelan modo, el mayor grado de apatia de los jove-
frecuentemente una preocupaciOn: Ia preocu- nes (sobre todo de los que tienen derecho al
pacion de que los resultados de los estudios voto par primera vex) respecto de las perso-
electorales entren en conflicto con Ia imagen nas de edad media, puede sobrentenderse
tanto de Ia democracia como de las cualida- coma una carencia de orientación sobre pro-
des exigidas at horny dernocraticus para ci biemus politicos. Peru existe tambien ci abs-
buen funcionamiento dcl sistema politico tencionismo de los que —cualquiera que sea
correspondiente. Dc ahi los interrogantes su edad— no se han ocupado nunca de politi-
como éstc: icuAl es ci optimum para la demo- ca; las mujeres que no votan segOn pai ccc for-
cracia? ZEs ci elector fiuctuante, racional man una pane amplia de esta categonia. Tam-
pero inestable, o es ci elector quc se identifi- biCn Ia apatia puede manifestur el disgusto
Ca, estabie por conformkta (consigo mismo, por Ia politica. En este caso no se trata tanto
antes que con los demás)? 0. también, i tai vex del desintcrCs cx tunc sino del rechazo cx
son necesarios los dos tipos para ci sistema nunc-. Están tambiCn los que. al desertar de
democrAtico? Y en ese caso, icudl es Ia dis- las urnas, manifiestan un sentimiento de
tribuciOn porcentual Optima entre los dos vacuidad y de inutilidad de su propia parti-
tipos? cipaciOn: tanto si vow como si no, he aqui cI
En el presente vocabio es suficiente haber razonumiento, ci sistema seguirá funcionan-
senalado Ia preocupación N . los interrogantes do de Ia misma manera.
que dc ella se derivan. Por Ia demá, Ia lite- El probiema más rclevante subvacente en
ratura dista mucho de haber dado respues- cI tenómeno del abstencionismo electoral es
tas exhuustivas al respecto. Bastara anadir el dc su interpretaciOn respecto de Ia estabi-
aqui unu advertencia: no existe un modelo lidad de las estructura politicas democráti-
antropologico unico en Ia democracia. HistO- cas. Frecuentemente se considera que Ia apa-
ricamente, ci citoven de Ia tradiciOn france- tia electoral dcscrnboca dc hecho en un con-
sa tiene caracteristicas mus distintas del corn- senso tácito acerca del sistema politico de
COMINA 249

sus 'regias del juego", y por to tanto opera Jr.. The responsible electorate, Cambridge. Har-
como factor de estabilidad. Esta hipotesis es vard University Press. 1966; R.S. Mime y H.C.
plausible, pero solo bajo ciertas condiciones. Mackenzie. Straight fight. Londres. Hansard
Se puede aplicar de manera más especifica Society, 1954: N.H. Nie, S. Verba y J.R. Petro-
a los sistemas democráticos que se caracte- cik, The changing American voter. Cambridge.
rizan por una cuitura poiitica homogenea (v. Harvard University Press, 1976: J.C. Pierce y J.L.
cultura politIcal. Por ci contrario, cuando se Sullivan (comps.), The electorate reconsidered,
manifiesta en sistemas democráticos con cul- Londres y Beverly Hills. Sage, 1980; G. Sani y
tura poiitica heterogenea v fragmentada, ci G. Sartori, Frammeutazione, pola rizzazione e
abstencionismo electoral se interpreta prin- cleavages: democrazie facili e difficili. en Rivis-
cipalmente como una manifestaciOn de disen- ta Italiana di Scienza Politica. via, 3, 1978; G.
timiento o. en cierta forma, como un eiemento Sivini (comp.). Ii comportamento elettorale, Bob-
capaz de agravar en concreto Ia estabiiidad nia. II Mulino, 1967.
del sistema. Sin decir que algunas veces Ia
ausencia en las urnas expresa una decision [DostEsico FISI(H Et.LA]
polItica precisa y una orientaciOn de hostili-
dad consciente contra ci regimen, ci caso es
que puede presentarse en relación con ci sis-
tema democrOtico restaurado después de un
comuna
interinato autocrático, por obra de los soste-
nedores dcl derrotado regimen autocrOtico. I. OKIGISALIDAD Oh LA COW 5A ITAUANA PODERES EPIS-
Forma parte de esta hipOtesis Ia experiencia COPALES V (OSTIMI3RE (ITADINA En Ia Italia
argentina posperonista. en Ia que. para cier- medieval, Ia comunidad citadina representa
tas eiecciones, las centrales sindicales de ins- con toda probabilidad Ia más alta y original
piración peronista invitaron con éxito a sus instancia de agregaciOn politica jamás produ-
propios miembros a negar ci voto a todos los cida en Ia realidad italiana, a tal grado que
partidos en contienda. caracterizO de manera duradera —tanto posi-
tiva como ncgativamente— todas las manifes-
BIHUOGRAFIA R.R. Afford. Partand society: the taciones v evoluciones posteriores y ha con-
A nglo.A;nerzcui democracies. Chicago. Rand servado hasta ci dia de hoy, junto con ci nom-
McNally, 1963: D.E. Apter(comp.). Ideology and bre, por lo menos algunas de las funciones
discontent, Nueva York. Free Press. 1964; M. lundamentales. En efecto. Ia c. v Ia ciudad.
Barbagli. P. Corbetta, A. Parisi v H.M.A. Scha- originaimente distintas, se compenetraron
der, Flu idita elettorale e classi sociali in Italia: tan profundumente que se convirtieron, en ci
1968-1976, Bolonia, II Mulino, 1979; B.R. Berei- mismo lenguaje corriente, casi en sinOnimos
son. P.F. Lazarsfcld s W.N. McPhcc, Voting, Chi- todavia La primera constituye un instrumen-
cago. University of Chicago Press, 1954: 1. Bud- to de gestiOn administrativa de Ia segunda.
ge. I. Crewe V D. Fariie (eomps.). Part ideutif i- Ciertamente Ia c. medieval —aun teniendo
cation and beyond: representations of voting and tambiCn manifestaciones ' ruraIes' '- fue cmi-
party competition. Londres v Nueva York. 1976; nentemente fenOmeno citadino y, en conse-
A. Cmpbcl1, Ph. E. Converse, W.E. Miller v D.E. cuencia, fue tipica s principalmente italiana.
Stokes, The American voter. Nueva York, Wiley, dada Ia función fundamental que tuvo v con-
1960; A. Ctmpbeli v otros, Elections and the poli- servo siempre Ia ciudad en este pais: que es
tzcalordcr. Nueva York, Wiley, 1966: Ph. E. Con- como decir que Ia c. tuvo en Italia sus mis
verse, The dina,nic of part support: cohort- grandes manifestaciones % su mzis compieto
analyzing party identification, Londres v Beverly desenvolvimiento v que, al mismo tiempo. Ia
Hills. Sage, 1976: G. di Paima. .4pathvandparti- c. adquirio entre nosotros funciones v tareas
cipatiun: mass politics in ttestern society. Nue- que Ia di..tinguen claramente de Ia c. de otros
va York, Free Press, 1970: W.H. Flanigan, Poli- paises europeos.
tical hehaior of the Americaz electorate. Bos- Las funciones de Ia c. citadina en Italia se
ton. Allvn and B.tcon. 196$: P. Gonzáles Casano- pueden resumir tal vez en:
a lccrd.). Las t It CCIOULS n .kxico: evolucio,, a] creaciOn de nuevas estructuras y pude-
pt'rspt'cflvus. Mexico. Sigh; XXI. 1985; V.0. Kc res politicos urbanos;
250 COMUNA

bi reoranización del territoria provincial La auturidad politica (ci conde) residia des-
(corn ilalus); de hacia tiempo fuera de Ia ciudad, coma tam-
ci creación de un nuevo sistema producti- bién I ucra de Ia ciudad residian los polos
vo capaz de sostener un desarrollo intensisi- principales del sistcma fraccionado s' descom-
mo v autorreproducirse. puesto de los dinastas feudales a titulares con
Se puede decir, par el contrario, que estas titulo feudal de derecho sobre las tierras que
funciones laltaron total 0 parcialmente o no se contrapunian dentro del antiguo y unita-
se desarrollaron de una manera tan marca- rio comirazus. Como jefe de Ia ciudad feuda-
du y coherente en las c. extraitalianas. lizada, el 'ice-comes (ci vizconde) representa-
Segun parece esto Sc deriva precisamente ba, cuando lo habla, el poder dcl dinasta o del
del mamento generador: piensese lo que se consorcia de dinustas a los que él sustituIa.
piense de Ia tortuosa (e inveterada) cuestión Pero, coma es sabido, habia en las ciuda-
de Los origenes de Ia c. lo cierto es que ésta des italianas au-a poder, exquisitamente cita-
encontro en Italia, en ci mamento de su apa- dino v capaz —fuera de los periodus de gran
rición, una red bien formada de ciudades ani- tension (lucha de las investiduras)— de repre-
madas par una vida altomedieval propia y sentar un nexo natural con ci earnilalus: se
caracterizada de algün modo por un cierto trata obviamente del obispo que, a diferen-
proceso de continuidad con las experiencias cia de las auturidades temporales, no aban-
ramano-tardias. donO nunca Ia ciudad como sede lundamen-
En realidad esto parece muy cierto: sin caer tal y residencia practicamente exclusiva. Aho-
en las exageraciones de tantos sostenedores ra bien, a partir de Otón I en adelante, ci obis-
de Ia ilamada "teoria de Ia continuidad", usa- pose via ampliamente favorecido par ci poder
da muchas veces par los historiadores del imperial, que sOlo veia en Ia función episco-
derechu y de Ia economia, rcsulia clara que, pal un poder local no heredable y no transte-
aun despues de Ia violenta sacudida dc las rible por parte del titular.
invasiones germanas de los siglos v y VI, Con Ia era otoniana empezo de este modo
siguiO existiendo cierto grado de s'ida urba- ci proceso de "comitatización" del episcopus
na que se trasmitió en el interior de los gru- sobrc una sola ciudad, proceso del que tene-
pus urbanos italianos de origen romano, a mos par Ia menus una veintena de testimo-
pesar de estar maltrechos y debilitados. nios seguros. El obispo se convertia en ci
La ,intigua ciudad romana, con Ia que se "conde" de Ia ciudad, en el representante
habia reproducidu Ia urbe V su modelo social local del poder imperial y regio v, en conse-
y constitucional en casi toda Ia peninsula, cuencia, en titular dcl poder estatal sobre el
cuvo control se habia asegurado a través de centro urbuno, contraponiondose al "conde-
Ia propagacion de Ia red urbana, segula ape- conde", o sea al antiguo magistrado (ya feu-
rando, pues, en cierto modo, en medio de las dalizado) de todo ci cornizatus. La ciudad se
tempestades de Ia antigucdad tardia y de Ia convertia, de este modo, a partir de Ia segun-
alta Edad Media. Y en esta estructura, aun- da mitad del siglo x y los siguientes, en una
que estaba debilitada, fue donde se estable- especie de distrito autOnomo, más o menus
cio, a partir dcl siglo x, el proceso genético separado administrativa y politicamente del
de Ia co;nmunilas citadina. territorio provincial en Ia medidu en que
Sin lugar a dudas, a partir de Ia más remo- resultaran ms o menos elevados los poderes
ta edad germánica y sabre todo después de trasmitidos aI obispo y en Ia medida en que
Ia feudalización de Ia sociedad militar esta- resultara más cficaz, coricreta (V posible) su
blecida entre los skzlos Viii V IX, el papel de aplicacion.
Ia ciudad se habta reduci& mucho: al formar La ciudad, en esos siglos, se habia separa-
parte ella misma de Ia campina. Va no fungia do del comitazus, con una base distinta, aun-
prácticamente coma centro de organización que node uflu manera igualmente clara e me-
administrativa y politica territorial, v sus quivoca: habrá que mencionar obviamente
antiguas funciones de mercado habian sido aqui Ia formaciOn de las usanzas citadinas,
parcialmente desplazadas aunque no total- Ia I ormaciOn de un derecho propio de los
mente) par Ia dominante presencia del siste- habitantes de cada uno de los centros urba-
ma econOmico curtense v natural. nos, derivadu de Ia prugresiva fusiOn de gru
(OMUNA 251

pos germanicos y grupos romanus (siendo sis, un fenOmeno feudal, a pesar de estar cnn-
estos ültimos la mayoria) que convivian en ci quecido par su propia logica fundamental-
mismo centro. mente antifeudal. Realidad genética. ésta, que
Esquematicemos: mientras que en In cam- nus permite superar los obstáculos funda-
piña se vivia siempre con el derecho germñ- mentales para Ia comprcnsiOn y Ia clasifica-
nico (las clases altas en general)o con ci dere- ciOn del fenomeno comunal.
cho romano "vulgarizdo" (el ciero, los cam- A causa de In práctica sucesoria feudal,
pesinos), en las ciudades los distintos grupos more longobardico, par Ia que, en el feudo ita-
sociales de diversa extracción nacional iban ijano, se admitia a Ia sucesión pro quota a
encontrando su propio camino de unificaciOn todus los hijos e hijas del dinasta desapare-
juridica (en Ia progresiva fusion de 'lumbar- cido, s aplicandose rigidamente (v arbitraria-
dos" y romanos"), formando en diversos mente) también a los bienes feudales ci régi-
asuntos usanzas juridicas comunes, baja ci men de Ia sucesión legitima germánica, suce-
influjo simultOneo de elementos del derecho dIa que ci poder relacionado con los derechos
germánico (especialmente longobardo) y feudales sobre Ia tierra (funciones fiscales,
lomano. pagos en especie, prestaciones personales,
La ciudad se distingula de Ia campina N. casi etc.) se iba dispersando progresivamcnte en
se oponia a Ia misma: aunque ci proceso de muchas manos v en muchos niveics en poder.
formación de las costumbres se presenta cier- En esencia, iajerarquia feudal se multiplica-
tamente coma una simple proyecciOn exter- ba y se ampliaba cada vex más, admitiendo
na, normativa, de un proceso que afecta direc- ai usufructo de los estipendios feudales mill-
tamcnte Ia conformacion de Ia comuna. tares a más grupos nuevos de posibles suce-
sores.
II. FRA(,EsTA(IO DEL FEL'C) I.05GOBRDO. EL ISO- Esta situaciOn se rcconociO tamhién legal-
CIACIONISMO VOLUNIARLO OF. Los SECt .Wfl .WILITFS. mente a partir de 1037, cuando Conrado II,
Este proceso parte seguramente de lejos, de al promulgar en Milan el famoso Edicuim de
Ia superaciOn de las ciudades de los conflic- beneficiis y al rutificar Ia prãclica del dere-
tos y de las tcnsioncs de origen nacional. El cho de sucesiOn tambicn para los bencficios
proceso —quc se manifiesta en Ia formacion menores, ratificaba de hecho todas las suce-
de un populus unitario en las diversas ciuda- siones y las dispersiones ocurridas en perjui-
des antes que en las campiñas yen usos comu- cia de los intereses de una recuperaciOn sis-
nes separados. consiguientes— se refuerza temática dcl feudo pun parte de los seniores,
luego con ci desarrollo de los poderes comi- primi milite.s 0 capitanel coma se Ilamaban
tales del obispo sobrc Ia ciudad, poderes que los randes feudatarios (r. feudalismo.
crean evidentemente una distinciOn s una sal- En realidad Conrado II no fijO —ni podia
vaguardia para las realidades citadinas frente fijar— un verdadero derecho de sucesión en
a las rcalidades feudales campesinas domi- ci feudo. La premisa insustituibie dcl siste-
nantes. ma era Ia de que. a In muerte del usufructua-
Sin embargo todo esto noes suficiente para rio (.cub-assus, valvasor, secundus miles, etc.),
Ia forniaciOn de Ia c. (por ci mismo hecho de ci feudo debia volver in capite al titular: pero
quc, aunquc estamos seguros de Ia preminen- obligando, can Ia 1ev del 1037, al senior a reen-
cia episcopal sobre Ia ciudad italiana en los feudar inmediatamente el benejiciwn al hijo
siglos x v xi, no en todas partes los obispos dcl vasallo difunto (salvo casos gravisimos y
estaban investidos exprcsamente dcl comira- realmente excepcionaies). de hecho privaba
Iris): se requeria una causa más profunda v al senior de todo coder de rescate sabre ci
especifica. miles. efectuaba una sucesiOn sustancial del
Ahura bien. Cs muv logico pensar que ia c. hijo (ode los hijos) al padre v de manera con-
citadina —a pesar de que esto suene parado- junta' sustancial usia erdadera enajenaciOn
iico— no nace de algo sustancialmente distin- tácita del feudo militar en cuestiOn.
to sino de una nueva organilacion que be ha La gran fcudulidad, fragmentada y debili-
llevado a cabo en las Oltimas gradas. inferio- tada. va no era capax —al final dcl siglo xi v
res. de Ia suciedad feudal: v que en sintesis, a principios del siglo siguiente— de contro-
Ia c. es en si misma, en ci momento de su gnc- Ian los miles de hilos que dependian de ella:
252 COMUNA

hilos que iban en busca de nuevas y peligro- El consortium de los scczrndi milizes, comu
sas formas de agregación. La primera forma fenOmeno toduvIa por completo feudal, debiO
de reagregación, ci primer momento del pro- convertirse en un hecho urbano, citadino, por
ceso de comunalización debió presentarse en Ia importancia decisiva que tuvo para Ia
Ia ciudad cuando grupos de s ecundi miIi'es estructura social y Ia organizaciOn del poder,
residentes en Ia misma y tuteiados por el abri- cuando los nücleos feudales se unieron con
go episcopal debieron unirse para Ia tutela los grupos nacientes de Ia burguesia corner-
solidaria (consortium, communanlia, corn pa,'- cial urbana: los noturios, los jueces, los mer-
na. etc.) de los propios intereses dentro del caderes y los cambistas, célulus bâsicas de Ia
corn: lalu.s v al mismo tiempo para Ia tutela sociedad citadina. se asociaron en Ia conju-
de los bienes de Ia iglesia citadina. amenaza- ratio o simplemente ex facto al grupo feudal
dos cuda vez más por Ia devastadora necesi- dominante que habia obtenido o trataba de
dad de tierras de los grandes dinastas. obtener ci control de Ia ciudad.
El rigido sistema vertical e individualista Expulsando o englobando al represcntan-
de tipo feudal se desmoronaba v en cierto te del conde laico —cuando lo habia— o al
pun to de Ia cadena (bastante bajo) lo sustitula conde mismo y estabIeciéndose de una mane-
un sistema horizontal y colectivo de gestion; ra más vigorosa como sustitutos del gobier-
esta primera ruptura, que era una ruptura no episcopal con ci que habiun cooperado has-
contenida totalmente dentro del mundo feu- ta ese momento, el grupo feudal produciu Ia
dal, campesino, debió tenet muy pronto con- coincidencia entre communizas, commune y
secuencias importantisimas y generalizadas. cit'izas que debia ser irreversible. La c. adqui-
Pot dos razones: a] ante todo porque Ia tran- na ci control de Ia ciudad: como fruto de Ia
siciOn del sistema fragmentario al asociacio- union de dinastas v burRenses Y por lo tanto
nista por parte de los secundi miii tes que ya como truto de Ia uniOn entre ci capital inmo-
no temian ser despojados de su feudo (gran- biliario y el incipiente capital mOvil, se daba
de o pequeño) por ci dorninus debió produ- a si misma formas institucionules adecuadas
cirse con bastante rapidez y difundirse bus- pant regir Ia realidad autOnoma citadina. que
tante en los diversos centros; b] en segundo desde hacia mucho ticmpci era diferente y
lugar, v de manera fundamental, porque este estaba aislada del comizazus. Se puede decir
proceso de ruptura se produjo en Ia ciudad, que al formarse Ia c., Ia relación residual que
se apovó en fuerzas citadinas, se agregó inme- circulaba a través de los secundi milites entre
diatamente o casi inmediatamente con fuer- Ia ciudad v el campo, se destrula en el nivel
zas no feudales. burguesas, cuya expansion institucional (para restablecerse, sin embar-
favoreciO. multiplicando de este modo cu pro- go, en el nivel de gestion de poder).
pio poder de ruptura. Al principio de su gran trayectoria (como
tambitn posteniormente) Ia instituciOn comu-
III. LA PRIMERA COMU%A UAMADA ARISTOCRATICA nal adoleció de escasa cohesiOn interna: tan-
0 cosuis' Establecidas estas consideracio- to entre ci grupo feudal s' ci grupo burgues
nes mãs generales, nos parecen, como a gran como dentro de los distintos grupos. La sos-
parte de Ia doctrina dominante, secundarias pecha que embarga a los con jurazores o, rnás
las explicaciones sobre el momento genético senciilamente, a los comunalistas, se pane de
preciso de Ia c. citadina: porque de este modo, manifiesto inmediatumente a través de las
Va sea que se piense en Ia con juralio, en Ia formas organizativas, aunque esquemáticus,
con juru, o sea en Ia asciaciOn jurada v volun- que se dieron a si mismos: formas quc fue-
tuna de secundi milizes y burgenses (como run Ia arenga a asamblea de todras los miem-
Volpej, o (como Goetz) que se ponga el acen- bros de Ia c. v ci coleuiu consular, grupo din-
to sobre todo en Ia formación de una especie gente todavia con carácter de asamblea y
de consortium entre dinastts colaboradores constituido por tantos miembros como
dcl obispo-conde en Ia administración de Ia nücleos iban apareciendo en Ia communizas.
ciudad, es evidente que ci dato que empapa Ciertamente toda Ia primera c. fue testigo,
todo es Ia actitud distinta v decidida de los tanto dentro del coiegio consular coma de
grupos feudales menores que vivian en las wdos los Organos dirigentes, de Ia primacia
ciudades u que eran conurbanos. dcl elemento feudal. Por lo menus hasta Ia paz
('OMUNA 253

de Constanza (1183) fueron tan grandes pri- palabra todo el conjunto de los dominios
meramente Ia amenaza señorial del condado agranios se unió par medio de pactos preci-
v luego Ia amenaza imperial que ascguraron SOS de suhmissio y de entrega a Ia c. citadina.
de manera estable el predominio del elemen- Dc este modo se obligo a los dinastas a qui-
to militar en Ia c.. sobre el nücleo feudal que tar las cargas y los gravámenes fiscales. a
era ci ünico capaz de oponer resistencia, limitar sus propios ejércitos, a hospedar guar-
afrontar y vencer a campo abierto las análo- niciones comunates, a pagar impuestos y has-
gas milicias feudales de los condes y izcon- ta jurar por Ia c. con Ia obligacion de residir
des y, más tarde. Ia gran caballeria feudal ger- por un determinado periodo dcl año dentro
mánica (Legnano). de Ia ciudad.
Por esto, al referirse a Ia primera c. (a c. Dc esta manera las iglesias locales, las aba-
consular), se habla también perfectamente de dias con beneficios feudales, debieron reco-
c. aristocrática o feudal. El nücleo burgués nocer Ia tuitio y Ia protectio de Ia c., pagar gra-
creciU y prosperó al abrigo de los muros y de vámenes e impuestos a Ia c., permitir ci libre
Ia espada de los secundi milites y se fue expan- tránsito por sus propias tierras a las mercan-
diendo y desarrollando prodigiosamente. cias, al comercio y a In actividad empresarial
Para crecer necesitaba, sin embargo, el con- de los comunalistas. Dc este modo tambkn
trol por pane del condado de sus propios las conformaciones locales semiautOnomas
abastecimientos de viveres y de materias pri- debieron jurar en bloque Ia fidelitas a Ia c.,
mas dcl condado, y de romper, por consi- pagan impuestos, proporcionar viveres y horn-
guiente, el cerco de Ia campina, cerco que bres. soportar Ia protecciOn de Ia c. que revi-
mientras existió limitó Ia expansion citadina saba y aprobaba los eventuales estatutos.
en diversas partes de Europa. Todos los dominios campesinos fueron
Sin embargo los bienes feudules que a una hegemonizados de este modo, por Ia buena o
distancia más a menos considerable de Ia ciu- por Ia mala, par las abundantes fuerzas de Ia
dad conservaban los secundi mutes en Ia pro- c., fucnzas que no encontraron limites más
vincia. en realidad representaban ab on gene, que en los impulsos convergentes de las c.
como natural trampolin de Ianzamiento en el citadinas limitrofes: de ahi surgieron luego
ternitorio circundante. Ia diferencia básica las durisimas luchas y rivalidades intercomu-
entre Ia c. italiana v Ia c. ultramontana. La nales. Se trató, globalmente, de un esfuerzo
ciudad ya poseia, en ci condado, derechos fis- prolongado, articulado, imponente, no exen-
cales, pontajes, peales, derechos de foro v dis- to de retrocesos: de un esfuerzo que lievO a
tintas inmunidades: Ia gestiOn comunal v uni- cabo precisamente Ia restructuraciOn del
taria de estos derechos hizo quc rcpresenta- antiguo comilalus prefeudal v feudal alrede-
ran ci punto de partida de Ia operación fun- dor de Ia c. y que fue testigo de Ia utilización
damental que fue precisamente Ia conquista sistemática por pante de Ia ciudad de formas
del condado y par tanto Ia restructuraciOn, feudales para su propio cnecimiento.
bajo Ia dirección comunal, de Ia antigua uni- En todo esto hay una linea de continuidad:
dad territorial de Ia provincia. dcl mismo modo que Ia c. nos panece haber
surgido en Ia ciudad de una agregacion de
IV LA (ONQt 15Th DEL COND'tIX) V LA SIPERPOSICION estructuras feudales distinta, también en ci
Una res-
PERMANEXTE DE LA CILDAD SUBRE EL CA1PO. campo Ia utilizacion de los dominios feuda-
tructuración precisamente bajo Ia c. citadi- les v no su suprcsión fue precisamente In quc
na: esta es otra caracteristica fundamental de permitio in nueva dominación territorial.
in realidad comunal italiana. En ci periodo de Como SC ha dicho, debido, en efecto, al feno-
Ia gestiOn aristocrática —a grandes rasgos. meno que se conoce con el nombre de "fcu-
diri..tmos. de In segunda mitad del siglo xii- dalismo comunal". los antiguos dominios feu-
ci grupo dinigente quc Va controlaba Ia ciu- dales no fueron suprimidos, salvo en aquellos
dad e empcnO sistematicamente en ci some- casos en que repre'entaban una amenaza
timiento de los dominios provinciales limitro- mortal para In nueva organizaciOn urbana. En
les: dinasta. feudales "randes, medianos v eneral se limitô a condicionarias y a vi2ilar-
pequeños. teudalidades ccicsiásticas. comu- las de cerca, ohtnicndo dc este modo el resul-
nidades auIônomas v semiautonomas, en una tado de utilizailas para controlar todas las
254 CONKNA

estructuras campesinas, vecinales o eclesiás. Dicta de Roncaglia (1158); este órgano mdi-
ticas que ya estaban englohadas dentro de las vidual, impuesto par encima v por fuera dci
relaciones feudales. colegio consular, que paco a poco reuniO en
Sc trataba. sin embargo, de un control deci. silos poderes de gobierno sabre Ia c. ' Ia ciu-
didamente subalternante: ésta es Ia caracte- dad (v por lo tanto sabre ci condado), empe-
ristica bäsica, se ha dicho, de Ia comunidad so a aparecer en forma sistemOtica, aunque
italiana. La de mantener siempre todos los como forma alternativa de los cOnsules, a par-
dominios rurales, cualquiera que sea Ia for- hr de los primeros anus del siglo xii.
ma en que se definan a puedan dcfinirse, todo Sc trata de un magistrado ünico, elegido
ci mundo campesino, fuera de Ia ciudad v no par tiempo definido —un año, seis meses-
sOlo formalmente. De hecho el mundo rural. par Ia c. entre los miembros de las familias
sujeto a Ia c., dcbiO servir a Ia ciudad coma Icudales a burguesas de otros centros citadi-
area de abastecimiento de bienes v de mana nos, centros que sin embargo seguian una
de obra a hajo Costa y at mismo tiempo coma acción politica sustancialmente cercana a Ia
mercado para todas las mercanclas citadimLs de Ia c. que los nombraba, a sea quc tenian
que no estaban destinadas al consumo urba- intereses económicos y tcndencias ideates
no o a Ia exportaciOn. compiementarias entre si. Es evidente de este
Pero no se les permitió nunca a estos domi- modo el rccurso a un elemento ajeno, en cier-
nios, a estos hombres de condado, entrar en to modo super panes y no comprometido en
Ia c.. jurar Ia c.; no se les admitio nunca en las conflictos politicos que se de.sarrollahan
el grupo dirigenie citadino v en su amplia o en Ia ciudad que Ia hospedaba.
rest ringida base popular; cualquiera que haya Parecia hastante simplista v en aiguna for-
sido en esos siglos el tipo de regimen citadi- ma endeble acudir a un magistrado externo
no, nose puso nunca en discusión de manera para garantizar Ia imparcialidad dcl poder
sustancial esta rigida oposiciOn y sometimien- comunal en los conflictos internos; pero, por
to del campo a Ia ciudad. Del mismo modo se Ia que sabemos, ci sistema Iogro funcionar
limito rigidamente y con normas precisas en con notable eficacia durante un largo perio-
el estatuta comunal, Ia urhanización de los do. Señal evidente de que por encima de los
campesinos. rodeándolos de tantas limitacio- hallazgos de mera tCcnicaconstitucional exis-
nes y precauciones que Ia hicieron prâctica- tia toda'1a un equilibria sustancial entre las
mente imposibie. La ciudad ratificO con nor- partes en conflicto, equilihrio que Ia aOn débil
mas su control sobre ci campo. defensa del podestà era suficiente para ase-
Esta situuciOn fue estable, tanto temporal gurar.
como geograficamente, v caracterizo las Una de las partes no podia dejar de ser ci
manifestaciones comunales ital jan35, repre- viejo. orgulloso e intransigente grupo feudal
sentando ci primeio de los limites que ci orde- militar, que habia fundado Ia C. y Ia hahia can-
namiento comunal urbana fue incapaz de ducido a los éxitos dcl comilatus y de Ia lucha
superar. contract imperio de Barbarroja. Este grupo,
aunque se reforzaba continuamente con los
v ELGOHIEKN0DELIODFsT4. Conquistado el con- rucleos más sobresalientes de Ia vieja burgue-
dada v concluida victoriosamente Ia lucha con sia citadina, seria cada vez más hostigado e
el resto del mundo feudal italiano v germá- impedido en Ia gestiOn dcl poder par parte de
nico (el imperio), se iniciO para Ia c. un peria- las exkencias crecientes de Ia nueva burgue-
do de grandes transformaciones intei nas. sia empresarial v mercantil que tenia poca
Este Cs SU segundo periodo Ilamado de podes- importncia en ci viejo paclo comunal pero
ta, que coincidiO con ci pleno desarrollo de que, por ci contrario, iba creciendo dia a dia
los instrumentos productivos v comerciales en fuerza, riqueza, actividad v nümero.
acumulados par decenios en Ia c. citadina. Se trataba de los grupos que habian crea-
En ci podec:a sc ha pretendido encontrar doo estaban creando toda un sistema produc-
recientcmentc (Cassandro) Ia prmanencia V tivo nuevo y original, que no se contentaban
Ia "comunalizaciOn" dcl Organo de gobierno con ci control dci territorio pros incial, de Ia
impuesto par el imperio a Ia c., en ci turbia producciOn, del comercia y de las in'ersiones
periodo de Ia precaria tregua que siguiu a Ia locales, sino que ponian sus miras más lejos,
COMUNA 255

cbn aspiruciones a on gran comercio regio- meno sc acentuO a lo largo del siglo XIII a
nal, suprarregional o hasta europeo. Para los medida que sc fue desenvolviendo ci proceso
mercaderes florentinos, para los banqueros organizativo, afectando poco a poco a los gru-
genocses, para los comerciantes de telas pos de Ia burguesia menor o minima (artesa-
boioñeses el reto va no era solo ci control dc mis, tenderos, etcetera).
espacios limitados: el reto era. como es sahi- Sc trata de aqueiias fuerzas que Sc agrupa-
do, ci comercio mundial. ban en las ciudades medievales halo el nom-
Ahora bien, todo indica que esos nuevos bre de "pueblo" v que casi en todos los cen-
grupos mercantiles y empresariaies empeza- tros se fueron organizando en commune
ron a fiorecer precisamente hacia el final del populi, va sea incluvendo a los grandes gnu-
siglo xH v principios del siglo xiii: de tal pos burgueses "magnaticios" a separándose
manera que ci gobierno dcl podesrà sc ics pre- de Cstos. Evidcntemente en aquellos lugares
sentO como una garantia suficientc que les en quc ci proceso de organización dc todos
of recia Ia vieja c., coma un posible media para los grupos no privilegiados v no incorpora-
condicionar, a de algun modo para no verse dos a Ia direcciOn de ia c. Sc desarroliO amplia
limitados, por ci siempre restringido gobier- y compietamente, se produjo un desarrollo
no citadino. En sintesis, ei podesra como régi- antagónico de luerzas antimagnaticius que no
men de compromiso. podian ser absorbidas par Ia c. regida pot ci
Ciertamente seria tanthien correcto obje- podesta; en los lugares en que ci populus. par
lane a este punto de vista que. mientras ci relativo atraso dcl dcsarrolio económico
vemos Ia transformaciOn de c. consular a c. local, no puda alcanzar una base sOlida v corn-
"podcstaril" prácticamcnte en todos los cen- pacta de organizacion. Ia ruptura no I ue tan
tros, no todos hospedaban en realidad grupos clara v no se lormO un contrapoder vet-
de burguesia capitalista tan fuertes que se dadero.
propusieran objetivos tan ambiciosos. Y que, Fuc de hecho ci populus, dcsirroilado por
en una palabra, si determinados grupos bur- las "arIes" apovadas par las propias compa-
gueses de ciertas ciudades (Milan. Fiorencia, ñias territoriales de "armas", quien dio vida
Bolonia, Venecia, etc.) podian proponerse pro- a una verdadera c. antagónica (r. señorios y
gresivamente objetivos tan ambiciosos, no era principados) organizada de manera paraieia
éste ci caso de los grupos análogos de los cen- yen competencia con Ia c. tradicional citadi-
tros que màs tarde se liamaron o resultaron na. El commune populi tcnia, como es sabi.
ser "menores" (desdc Modena hasta Lodi, des- do. un consilium general dcl "pueblo" para-
de Lucca hasta Ferrara, etcetera). lelo al gran cunsejo general de Ia c., un consi-
Pcro, en nuestra opiniOn, ci hecho esta en hum a una credentia ancianorum, paralela ai
que bajo el váiido abrigo del poder feudal- consejo i-cstningido v dinigido por un capita-
citadino. se I ormO una ambiciosa v capaz bur- nt'us populi designado v ciegido con criterios
guesia empresarial en todos los centros de Ia afines v similanes a aquellos con los que Ia
Italia media v superior (caso distinto del Mez- c. feudal alto burguesa segula escogiendo su
zogiorno, donde los grandes dominios dinás. propio podesta.
ticos junta con Ia corona bloquearon para En aquellos lugares en que esta diarquia
siempre ci desarrollo citadino) v en todas par- alcanzO formas artkuladas y complejas, se
tes se opuso a los vie jos grupos dirigentes: produjo Ia ruptura de Ia vieja estructura cita-
oposicion que se resolrió. sin destruir ci pacto dma comunal con Ia superposicion violenta
comunai, pIccisamcnlc con Ia introduccion sabre cila de Ia nueva organizaciOn citadina
sistemática de re g imen dcl podesrà. de clase. Superposicion que no significO nun-
Ca disoiucion; aunque en esta contraposiciOn
VI EL 011t.VF poarLI V LA COMUSA SEORIAL El estable v permanente fuera uno de los más
equilibria logrado de este modo entre los gru- graves motivos de debilitamiento del mundo
pos burgueses v ci viejo grupo feudal citadi- con'unal en su con junto.
no sc rornpió casi en todas parics debido al Dc cualquici- modo. Ia cierto Cs que ci desa-
progrcsivo v rapido desarrallo de los prime- rroiio pleno de Ia organizaciOn popular coin-
ros v de '.us potentes orgaflhzaciones de of i- cidio con los periodos mas duros v despiada-
cios (urk'.. corporaciones. Ms aun, ci kno- dos de choques internos en Ia ciudad. Frente
256 COMUNA

al avance del populus, los viejos grupos de financiera, jurisdicciOn superior sobre Ia
patricios, cuando no fueron vencidos en blo- ciudad— de ordinario junto con el nombra-
que, se dividieron, apovandose los unos en Ia miento del podestà o con Ia superposición de
organización popular y los otros atacándola un órgano principesco de control. Además,
abiertamente o aiineándose con partes de Ia pretendio y obtuvo el derecho dc revisio y
misma; hasta que Ia facciOn predominante approbazio slaluturum para controlar de cer-
expulso a Ia derrotada e institucionalizó dura- ca todos los aspectos de Ia reglamentacion
mente su poder, imponiendo en diversas for- citadina.
mas, aunque siempre con plenos "poderes", Bajo estas formas —que con todo no ocui-
a su jefe en el gobierno de Ia ciudad (domi- taban Ia sistemática intromisiOn del princi-
nus, señor). pe en Ia vida municipal— Ia vieja estructura
Esto abrió el camino a un progresivo perio- de Ia c. citadino-popular se conservO como
do de endurecimiento del sistema de gobier- forma de gestión administrativa de Ia ciudad
no citadino quc dio origen a Ia formación de y del teriitorio mantcniendose las antiguas
nuevos tipos de realidades institucionales ya cont rapusiciones. Siguio durante mucho tiem-
mencionadas (v. seflorios y principados). En po sin cambiar hasta el final del siglo xviii en
ci ámbito de estus formas y del ordenamien- que los acontecimientos revoluciunarios fue-
to progresivamente monocrático y principes- ron Ia causa de Ia destrucciOn violenta de las
co que Ic sucedió. Ia c. no perdio sin embar- viejas estructuras municipalistas comunales
go su identidad. v de In introducción de otros instrumentos
Basàndose en el surgimiento de los grupos mas uniformes ' modernos de gohierno
citadinos victoriosos y de sus señores v en ci citadino.
proceso progresivo de organizaciOn de distin-
tos dominios urbanos alrededor dcl dominus Vii IA (OMUNA EXTRAITALIANA. RAScLJS (ENERALES.
de una de éstas (ciudades dominantes: los Vis- Solo desde el punto de vista nominal es af in
conti en Milan como centro organizador de el proceso de formacion de Ia c. en areas
toda Ia Lomburdia, los Medici en Florencia regionales extraitalianas (particularmente en
para Ia Toscana. Ia oligarquia veneciana para Ia Francia mediterránea y en Ia Francia dcl
todo ci Véneto) se fue constituvendo Ia novi- norte, en Flandes, en arandes reparticiones
sima figura del estado territorial, en ci que alemanas y en Inglaterra). A pesar de que se
se Ic reconocia Ia primacia a un-a determina- puedu y se deba considerar arbitr-aria esta
da ciudad, en virtud de Ia función dominan- comparación unitaria de las experiencias ita-
te de su burguesla v de su populus en rela- Iianas v de las que no lo son, dadas las pro-
ción con las otras burguesias y con los gru- fundisimas diferencias que, contra toda hipo-
pos populares citadinos. tesis simplista atenuante, existen cntre una
Sin embargo, en ésta. Ia base del poder ya zona y otra v dentro de las zonas mismas,
no dependia tampoco, salvo de manera for- sigue en pie ci hecho de quc las divergencias
mal y cada vez en menor grado, de las anti- entre ci primer sector y, en general, el area
guas instituciones comunaies feudal- mediterránea v todas las otras zonas, nacen
burguesas o populares, las que siguieron directamerite dcl momento genetico.
viviendo, en cambio, tanto en las ciudades Como se seflaló más arriba, en Italia (y, aho-
dominantes" como en todos los centros ra se puede afiadir, en Ia Francia mediterra-
"dominados", como órganos que Va no ase- nea' Ia antigua ciudad romana habia conser-
uraban Ia autonomia politica sino ccIusi- vado cusi en todas SUS partes una vida pro-
vamente Ia autonomia administrativa de Ia pia y una realidad autOnoma en ci corazOn
ciudad. mismo del periodo feudal: sabre Ia restruc-
Siguieron existiendo los viejos Organos turacion de esta vida y de fuerzas quc esta-
(cónsules. podesià), las formas de asamblea ban al mismo tiempo en ci interior del siste-
(consejos), los Organos técnicos (mas.saro, gas- ma feudal se consolidO el primer nOcleo gene-
zaldo, etc.), y tambien permanecieron, aunquc tico de Ia c. La situaciOn de las zonas no mcdi-
cada vez más cristalizados e "inmOviles", los Lcrráneas v especialmente de las tierras ger -
estatutos citadinos: el principe sc rcservO mánicas es dikrcnte, va que en cHas Ia ciudad
algunos poderes —defensa, administraciOn era una realidad parcial a totalmente ausen-
COMUNA 257

te y ci proceso de Ia c. se derivó necesariamen- de comcrciantcs y pequenos empresarius que,


Ic de un proceso dc nueva organización no debiendo realizar su propia dcfcnsa, ase-
urbana. gurada par ci poder dinisticu y senonial, se
Multiples y diversas, aunque siempre ye obligada a establecer para Si misma reglas
inciertas, fucron las causas por las que el pr de conducta comercial, de tutela junisdiccio-
ceso se desarralló y generalizó casi en toda nal, de mutuu socorro, de respeto comün.
Europa durante el periodo feudal tardio. mi- - Tamhién aqul se presenta una asociación
cizindose en anus que ciertamente están muy horizontal, abiertu, que se modificu a si mis-
adentru del siglo x; debilitamiento de los ma, a difcrencia del regimen jerárquico rigi-
choques feudaks, cese de las grandes invasio- do, vertical y estabiecido hasta ahi par Ia
nes externas, reflorecimientu demográfico y estructura agrariu-I eudal prevaleciente.
recuperaciOn cconómica general. Lu cierto es Pero ci hecho de que Ia c. exista separada
que Sc puede señaiar casi en todas partes Ia del mundo feudal y no logre incorporar en si
revitalizaciun dc las vie jas ciudades de origen misma eIemcntos sustanciaks portadores de
romanu, acompanada, sobre todo en el nor- las viejas estructuras dirigentes conileva las
te, par un prolongado proceso de creaciOn de diferencias mcncionadas antcriormente res-
nuevos centros urbanos de modestas o modes- pectu de las expeniencias italianas muchu más
tisimas proporciones, peru animados de vida articuladas y completas. La c. exti-aitaliana
propia en abierta contradicción con las carac- —apartc, y en parte, expenencias de tipo pro-
terIsticas petrificadas del sistema Eundiario venzai, ilamenco, hanseático— se caracteri-
curtense. za, esencialmente, par a] Ia no identificación
Economia de intercambio contra economia entre civilas y c. En este caso, Ia c. siguc sien-
de estancamiento, reutilizaciOn dcl dincro do siempre una expeniencia particular den-
contra ci viejo truequc en especk, acentua- trade Ia nueva ciudad, quc solo rara vex logra
da division del trabajo en lugar dci sistema asumir Ia direcciOn de todos los nucleus cita-
indiferenciado de produccion precedente. dinos viejos y nuevos. La c. es una urganiza-
Evidentisimo fue ci proceso de recuperación cion privada de los grupos burgue.scs, que Ic
dcl intercambio, quc requerla nucvos lugares arranca al señor eclesiástico a laico un pre-
de deposito y de aimacenaje junta con nue- ciso estatus privilegiado, que obticne y amplia
vos centros fijos de eontrataciOn y de yenta. prugresivamente su propia uutunomIa y su
En Francia y en Alemania, Ia nueva ciudad corrcspondiente autogestiOn, pero que casi
naciO de este modo también por exigencias nunca logra librar dc manera sustancial a
comerciales, se formó alrededor dcl nuevo toda Ia ciudad del control feudal. Al que tam-
mercado. de Ia lena regional o general, en los hin ella misma debe seguir sometida.
puntos de intersección y dcsemhocadura dcl Del mismo modo: b] Ia c. no italiana no asu-
comercio local y continental. me nunca el control del vastisimo comilatus.
Sc trata de una ciudad de dimensiones El campo es para los comunalistas un lugar
modestas, que surge al pie y casi a Ia sombra de intercambio, una zona de recolecciOn de
del castillo, de Ia I ortaleza feudal, coma mercancias y de ventas de manufacturas,
suburbia, ciudad nueva somctida al vieju cen- pero no es nunca un dominio sometido poll-
tro fortificado del poder dinástico. Un nuevo tica v jerárquicamente a ellos mismos. Los
nücleo citadino, circundado, sometido al viejo dominios feudales y semifeudales campesinos
nucleo feudal, pero, a diferencia de éste, ani- siguen estando sustancialmente baja ci con-
mado par tensiones, idealcs v contrastes acor- trol del comes y dci marchio, que más bien
des con las nuevas exigencias que se iban pre- tienden a desarrollar de unt manera más
sentando. En una palabra, una nueva ciudad. completa su propio poder, liegando muy
El nuevo grupo de residentes no puede recu- pronto. pan Ia menos en Alemania, a una
rrir paru su propia organización a las viejas autentica semisoberania territorial.
estructuras jerárquicas, simplistas y rigidas: En consecuencia. Ia c. de estas vastisimas
se trata de un grupo de iguales, de hambres área:c] no sufne transformaciones institu-
libres a que rapidamente se convicrten en cionales luera de un cierto nivel y de su seno
tales. no logra salir nunca un dominio señorial. Es
La c. nace de este modo coma asociaciun v sigue siendo un Organo para Ia administra-
25$ )Mt;NA

cion de Ia justicia ünicumcnte para sus miem- el de los grandes ccntros costeros de Alema-
bros, un cuerpo colegiado judicial (.ccahina- nia, de las ciudades de Ia Hansa comercial v
to) quc con mucha frecuencia coincide in tutu niaritima, centrus que conscrvan hasta Ia
con ci organo dirigente de Ia c. misma. El Edad Mudema Ia funciOn y el estatus de "ciu-
dinasta autoriza y controla al mismo liempo dades libres". o sea, de ciudades que no están
esa funciOn, a través incluso del nombramien- sujetas al control feudal.
to dcl jefe del cuerpo colegiado judicial y Se trata sin embargo, con toda seguridad,
comunal, nombramiento que se produce, de de excepciones que no son muy numerosas,
acuerdo con las fucrzas respectiva, unas siendo Ia regla Ia de las c. de ciudades viejas
veces dcpendiendo de designaciones de Ia v nuevas que, después de una seric frecuen-
communitas, otrs veces, en cambio, por libre temente compleja de vicisitudcs bélicas y poli-
elecciOn del dominus mismo. fleas, se incorporaron de un modo perfecto
Este ültimo se resen'a, en general, los pode- y completo a los grandes señorios terratenien-
res de designacion del Burgmeister, del mai- tes, desarrollando una funciOn autOnoma,
re. del major de toda Ia ciudad. asignandole muv activa, peru en gran medida subordina-
competencias y funciones dentro de los limi- da. No se produjo, por ci contrario. Ia I rag-
tes predeterminados por ci espacio ya con- mentaciOn total dcl territorio como sucediO
quistado dentro del area urbana por el gru- en Italia: fenOmeno que se convertiria luego
po privilegidado de burgueses, que de este en Un obstaculo gravisimo para Ia reconstruc-
modo sOlo es un grupo eniergente que se une ción de ordenamientos estatales de amplia
al lado de los demus para dominar Ia socie- envergadura regional a nacional -
dad (nobleza, clero) peru sin poderla dirigir,
ni temporal ni parcialmente. BIBLIOGRAFIA J. Alvarez Junco, l.a Comuna en
Es tan cierto esto We con mucha Irecuen- E.cpaia. Madrid, Siglo XXI, 1971: E. Besta, II
cia el gran dinasta territorial torna por si mis- diritto pubblico itaiwno dagli inizi del secolo
mo Ia iniciativa de Ia fundaciOn de una o decinioprinto aila seconda ?,zetà dci st'eoio dcci-
varias ciudades con Ia correspondiente con- moquinto. Paduu, (EDAM, 1929; P. Brancoli-
cesión de un estatus privilegiado para los Busdraghi, La formazione siorica dcl feudo torn-
mercaderes y para los burgueses capaces de hardo cimie diritto rt'ale. en Quaderni di Studi
realizar una actividad empresarial, con Ia Senesi. II. Milan, Giulfre, 1965; P. Brezzi, I
concesión de Ia plena libertad para todos los connn,i cutadini lialiani: oriine e primitit'a cos-
que vayan a establecerse ahi (Siudtluft maclit i,tl.z,one (secoii XXII), Milan. isi, sI (peru 1940):
frei. "ci aire de Ia ciudad da Ia libertad", dice de Vereottini, Origini c sviluppo slorico della
una antigua formula) con Ia garantia de corniiaIinanza, en .Scntii di sun-ia del din Ito ira-
amplios privilegios, entre los que cuenta ci de liarni, a cargo de G. Rossi. I Seminario giuridi-
jurar Ia comuna. co deII'Unicrsità di Bologna. LXXIV, 1. Milan,
Después de asegurar - limitar ci fenómc- Giuffrc. 1977: G. de Vergottini, lrzi e "popolo"
no comunal el dinasta, el principe. es ci que nella prima ineta dcl %ecolo xlii. en op. cit.; G.
más tarde lo promueve y lo lomenta, con Dilcher, Die Enistehung der Lurnhardischen
miras al robustecimiento v a Ia expansion dc Stadiktnnrnune. Eine ret-h tsgeschicluiiclie L'ntcr-
su propio poderio personal: las tierras de .cuclii,n,', Ajien, &-ientia. 1967; E. Ennen, Storia
expansion germánica del este, expuestas a Ia della citra itiedievale (1972), Ban. Laterza. 1975:
continua presiOn eslava esthn sembradas de J. (kiutier Dalch, lihioria urbana Lie Leon v Cas-
ciudadcs dc nueva creaciOn dinástico-fcudal. tWa en la Edad .Uedia (siglos iv-.nu, Madrid.
Prueba evidente de Ia completa sujeciOn de Siglo XXI. 1979: W. Goetz. Le urii,'ini dci cumu-
los dominios comunales a los Landesherren ni italiani (1944). en Archicio FISt. 3. Milan. Giul-
y de su capacidad paru desempciar una fun- fré, 1965: L.A. Kotelnikuva, .tiondo couzadino e
cion dentro del nuevo mundo feudo-burgues. citta in Italia dal'xi al sit secoki: dalle fume
Naturalmente se presentan casos diversos, ddl'.lialia cePuraic e .seuenrrionak (1967). Bob-
casos de ciudades francesas. flamencas. ger- nia. II Mulino, 1975; L. Mumlord. La chddad en
mánicas que han Ilegado a una autonomia Ia li,.ioria (1961). Buenos Aires, Nuea Vision:
mucho más prccisa v más amplia: un ejem- Pirenrie. Las c,udad. d, lii Edad ti. 11a (1971).
plo casi escolar dc estos dominios Cs tambièn Madrid. AIi.rnza. 1972: H. PI.mitz. Die deutsche
(OMt'NA IY Mt!NICIPI(J, EN AMERIUA LATINA 259

Stud: im Miueiaiier: %'on der Rornerzeii hi.s zu acasiones no habian superado ci ncoiitico.
deni Zuf:kampfen, (raz-CoIonia, BUhlau. 1954: Aun cuando Ia civilizaciOn precoiombina
J.L. Romcro. La revolue,ou burgutsa end mun- tuvo gran influencia sabre Ia posterior loca-
do feudal, Mexjco. Siglo XXI, 1967; J.R. Rome- lización de los centros urbanos su impacto
ro, ('risis v orde'n en ci intindo ft'udobur'zaé-,, sabre las estructuras internas urhanas cx
Mexico, Siglo XXI, 1980; V. Rutenhurg, Popolo muy reducida.
C ?floViflleflhi popolari neii'Itaiia dci 3E0 e dci El sistema de ciudades hasta hoy vigente
(1 958). Bolonia, Ii Mulino. 1971; P. Torclli, (1,i tiene su origen concreto, tanto en su expre-
cornEd ne cilia clino in lerritono a econonna agri- sión I isica coma en divcrsas modalidades cul-
cola: I. Disirihuzione delia proprieza, st'iiuppo turales y politicas, en las ciudades coloniales.
agruolo. contratli agrari, Mantua, Accademia Las sucesivas rupturas y cambios quc se suce-
Virgiliana, 1930: II. tirnnini e cla.ssi al polere, a den hasta nuesta Cpoca contemporánea no
caru de V. Colorni, Mantua, Accadeinia Virgi clausuran absolutamente a Ia ciudad de Ia
liana. 1952; G. Volpe. Questioni fondarneniul, colonia, coma en su momenta Csta Ia hiza con
suil'orzgzne e svolginwnio dci comuni iiaiiani (see. el poblamiento urbana precolombino.
V.XIV), en .%h'di() Fvo italiano, Fiorencia. S.tflS(,- En ci largo proceso de colonización hispá-
ni, 196 12 ; G. Volpe, Studi sidle isliluzioui cornu- nica Ia ciudad desempcñará un pupei medu-
naii a Pisa, Fiorencin, Sansoni, 19702. iar, siendo prácticamente ci centro irradia-
dor de Ia coionización. Dc hecho, Ia sumisión
[I'AoI.o ( (iI.tJVAl de las culturas indigenax y Ia aprapiación de
los nuevus territorios xc inscribira en una
canstante fundaciOn de ciudades.
Camprender adecuadamente ci pen ii de los
comuna (y municipio) en america
poblados en el Nuevo Munda, remite al tipo
latina de ciudad que habitaban, conocian y admitian
los conquistadores. Par esos tiempos, en Ia
I IA HFRI\( IA IBr.RI( A. Al habiar de America peninsula ibérica se podian distinguir más o
Latina se alude a tado un 'imbito territorial menus nitidamente dos realidades; al norte,
culturalmente distinguible en Ia amplia zona en donde ci cunstante paso de los peregrinos
dcl continente que fuc conquistada par Espa- y cierta vida comercial permitió desarroliar
ña y Portugal; con ella se remarca una espe- un tipo de ciudad "transpirenaico", a sea del
cificidad respecto de America dcl Norte cuya tipo de las comunas del norte italiano y del
colonización se produjo par Inglaterra. No sun de Francia; en el sur, Ia lucha contra el
obstante impurtantes simiiitudes ambas pro- Islam marco una realidad muy diferente que
cesos adquieren manifestaciones lo suficien- en su expresión urbana tuvo coma caracteris-
temente propias coma para distinguirlos max ticas más salientes Ia sujeción al poder cen-
omenos radicaimente. tral de Ia corona de Castiiia, una economia
La historia del poblamiento en America predominantemente agropastonil antes que
Latina se remonta a variox si2los antes de Ia mercantil y una cierta militarización de cos-
conquista. Las cuituras indigenas habian tumbres que en ci pIano etico encontraron su
aicanzado Ia etapa urbana en el continente mejor formulaciOn en ci tomismo.
americana en ciertas zonas, tales coma el alti- La poiitica del gobierno colonial se nutria
piano de Mexico. Guatemala, ci altiplana de un pragmatismo filosófico moral de fuer-
peruano-boliviano s' Ia costa norte v central te acento tomista que intenta reconciliar los
dci Peru. Centras coma Tenochtitlan, capital principias cristianos de justicia con Ia dura
del imperio aiteca. Chan Chan centro del realidad de Ia conquista y Ia explotaciOn, y
imperio chimü, y Cuzca, capital del imperio con Ia diversidad y obstinación de los inmen-
incaico atestiguan Ia importancia de estas SOS imperias del Nuevo Mundo. Al respecto,
civilizacionex urbanas. El ilarecimiento de en Ia obra La polizica indiana de Juan SolOr-
estas culturas no fue uniforme ni xc extendiO zano (1648) Se sostiene que lax "repOblicas"
a tadi el continente; Ia mayor parte de éste de españoles v de indios debian formar un
se haliaha despablada en ci momenta de Ia solo cuej pa mistico, cuvas miembros fueran
conquista, o habitada par indigenas que en designados gohernantes v gobernados de
2() COML'NA tY MUNICIPIOi EN AMERICA LATIN

acuerdo con su capacidad; dci mismo modo En estas circunstuncias es que se observan
se asignarian los diversos giros y profesiones instituciones urbanas de primer orden, coma
en Ia agricultura, comercio. artes mecánicas, ci municipio, pero con una naturaleza due-
profesiones liberales y magistratura. rente respecto de Ia comuna. Se trata anOlo-
En su pensamiento politico, Ia tarca de san- gamente del gobierno de Ia ciudad, pero a
to Tomás fue reconciliar las cOflVIcCiOflCS de nombre de Ia corona, a su scrvicio y a veces
Ia vida civil con las que concernian a Ia sal- dependiendo de su nombramiento. Las allan-
vación personal. Observó que ci orden de Ia zas intermunicipales. las Ilamadas "herman-
comunidad politica, Ia ciudad cristiana, habla dades" derivan en milicias de apoyo a los
sido inventado en gran parte par ci arte designios regios, en iugar de mecanismos de
(industria), pero que sus principios se encon- defensa de Ia autonomia municipal. Estas
traban en Ia naturalezu humana. serian las tradiciones municipales iheras que
En ci caso especifico de Ia lorma urbana. orientarian los patrones de poblamiento en
ci De re,'i;;zine principum de Santo Tomãs el Nuevo Mundo, que fueron las que se torja-
infiuvó directamente en los tratados cspano- ron durante Ia reconquista, no las quc se fil-
les de Francesc Eiximenis v dcl ohispo Rodri- traron a traves de los Pirineos.
go Sanchez de Arévalo, y a través de cstos üiti- Es en este contexto que se desenvuelve Ia
mos en las ordenanzas de colonización de empresa de Ia conquista. No obstante, estas
Indias. tradiciones comienzan a tener especificacion
La sociologia polItica tomista se habia for- en su impiantacion en suelo americana.
jado para un marco urbana —un marco pre- Juridicamente, ci nuevo territorio fornia
hurgués— en ci que las molivaciones dcl parte dcl patrimonio dc Ia corona en donde
"individualismo" estahan subordinadas al radica Ia soberania; por ello su ocupaciOn se
servicia püblico v a Ia unidad social o e-orpo- hace a nomhre de los reyes de España s a las
rativismo. Este marco duct rinario envolvera nuevas autoridades sOlo les compete adminis-
a Ia tension registrada entre io local v lo uni- trar en forma delegada y otorgar posesiones
versal, muv presente en Ia ciudad ibérica de en calidad de concesiones. Esta es Ia esencia
Ia Reconquista que en su manifestación ame- del pacto colonial.
ricana cede ante Ia idea de lo universal, expre- El municipio. o cabildo, desempeña un
sión del imperio en expansiOn. papel de primer orden en cstc proccso, sin ser
Esta idea de ciudad contrasta significativa- Ia principal autoridad colonial. Va que se halla
mente con Ia comunidad local pactada en Ia par debajo de virreves v gobernadores.
Nueva Inglaterra. Mu, Ia Onica relaciOn Audicncias o capi tan las gcnerales, entre otras
"natural" era Ia de padres e hijos; cualquier cosas, gozali de Ia utribuciOn econOmicu
otra relaciOn era voluntaria v dependia de un socialmente estratégica de dotar de tierras a
acuerdo o compromiso mutuo entre las dos los colonos.
partes interesadas. La comunidad era conce- Estos tributos formales poco pueden escla-
bida como un recipientc de una serie tie rela- recer acerca de su real contenido, si no se
ciones binarias y no de grupos corporados o especifica Ia funciOn histOrica de Ia ciudad
de castas; ci colectivo no preexistia ni trus- colonial y las caracteristicas del poblamien-
cendia las obligaciones contractuales de sus to que se promueve. A diferencia de Ia ciudad
miembros. En tanto que Ia congregación care- europea, cuvo surgimiento v desarrollo se
cia de identidad propia, cada conciencia pri- produce en contra v a pesar del campo feu-
vada sobrcllcvaba ci "vinculo de matrimonio' dal, su homologa americana serã el punto de
entre Dios y Ia comunidad. part ida para Ia apropiación del campo v su
En Ia Espana de Ia reconquista se vivio Ia explotación. Se da ci extraño fenOmeno de
extrana paradola en debiles relaciones feuda- colonizadores que traen una imagen urbana
les sin prosperidad mercantil, pero con una de Ia forma de vivir v radicar, pero cuvos
significativa importancia de las ciudades. objetivos son lanzarse a Ia posesion de las
Esta relevancia cumplia fines militares, poli- riquezas naturales que los nuevos territorios
ticos v religiosos. antes que antifeudalcs. les olrccen. La permanencia en Ia ciudad par
como simultáneamente ocurria en otros pun- Ia gcneral solo es transitoria y se debe al
tos de Europa. temor a Ia incertidumbre respecto dc las tie-
COMt;NA (Y MUNICIPIO) EN AMERICA LATINA 2ts I

rras con indigenas hostiles o en si mismas Ella explica Ia frecuencia con que eran ahan-
naturalmente hostiles. donados los sitios que se habian elegido para
Esta caracteristica hará que sea on esfuer- construir ciudades, como es ci caso extremo
zo permanente de los administradores cola- de Buenos Aires en 1588, cuyo cabildo enviô
niales evitar que las ciudades se vacien. a su procurador a Madrid con Ia intención de
Esfuerzo muchas veces infructuoso. ya que conseguir un mejor destino de Ia ciudad a tra-
Ia marcha al campo se halla motivada por yes de una represcntacion permanente en Ia
otras razones, además del afán de riqueza. La carte.
rigida jerarquia estamentaria proveniente de El peso dcfinitorio de esta estructura poll-
Ia metrOpoli tiende a reproducirse en las flue- tica fundante Ilega a expresarse hasta en Ia
vas ciudades, con toda su secuela de desigual- forma fisica de las ciududes. El tan difundi-
dades; por tanto, Ia forma de evadir esta jerar- do esquema de ordenamiento de Ia ciudad en
quia es ir hacia donde es más dificil repro- forma de damero con una plaza central, con-
ducirla: los territorios despoblados o poco sagrado legalmente coma Ia forma obligato-
habitados. Tal vez ci ejemplo paradigmatico na de las ciudades que se fundan. I ue codif i-
de esta actitud del colonizador, mezcia de cado por Felipe lien Ia Icy de 1573. Sean cua-
alan de riquezas y fuga plebeya hacia un les fueren sus orIgenes. Ia caracteristica dis-
orden más democratico, sea Ia bandeira por- tintivu del pIano en tablero fue Ia subordina-
Luguesa, en donde ci grupo colonizador adop- cion de las calles a Ia voluntad central, Ia
ta un comportamiento nómade aunque sin plaza, en donde se erigen los locales del poder
abandonar sus pautas urbanas que las repro- püblico y Ia iglesia.
duce en ci interior de Ia comitiva.
Lu gestión politica de Ia ciudad colonial II ESTRUCTURA Y Al RIUCU IDNES DEL Mt;NRII'Io Cow-
habrá de recaer sobre ci municipio. La diver- NIAI..Las lunciones de los cabildos consistian
sidad de situaciones que vive ci Nuevo Mun- en cuidar y supervisar las obras publicas, Ia
do hace dificil las generalizaciones, no ohs- vigilancia de los lugares püblicos, ci control
tante hallarse éstas generalizadas en las leyes de pesas y medidas y de los abastos, y a Ia vez
de indias. El diferente interés politico y ecu- ejercer funciones de vigilancia y control en
nOmico que despertaron los nuevos territo- ci resto de sujunisdicción, Ia que con frecuen-
rios fueron moldeando sus perfiles. En lineas cia era muy vasta pues contaba con un radio
generales, es factible diferenciar las zonus de varias leguas con centro en Ia ciudad cabe-
que par sus riquezas naturales (minerales a cera municipal.
frutos de Ia tierra) o por Ia existencia de En ci momenta de Ia coriquista, las nocio-
poblaciunes indigenas sometidas, cultural. nes del derecho romano de derechos püblico
mente desarrolladas y par consecuencia muy y privado ya estaban siendo consoiidadas en
aptas para su explotación, de aquellas otras Ia peninsula ibCrica. Como tales se trasiadan
areas con escaso interés económico a mera- al Nuevo Mundo y gozan de inmediata difu-
mente con importancia militar. También des- sión. Se aceptabu asi Ia division entre bienes
tacan las diferencias entre ci municipio de Ia pOblicos y propios del cabildo, nociones cohe-
America portuguesa y ci de Hispanoamérica; rentes con los anteriores conceptos del dere-
en el primer caso, los inferiores recursos de cho romano; los bienes pOblicos eran las pla-
Ia corona portuguesa y Ia inexistencia de las zas, calles, abastos, mercados, etc., de estric-
riquezas más inmediatamente ambicionadas to uso publico par parte de Ia comunidad,
hicieron posible una actividad municipal más imprescriptibles e inalienables; Los bienes
independiente que en Ia America espanola. propios eran arrendados para su explotacion
En Ia ciudad latinoamericana Ia estructu- a los particulares.
ra politica precedió a Ia económica. A Ia luz Conviene tener presente que Ia vida urba-
de Ia historia urbana europea este nuevo tipo na en Ia colonia estaba fuertemente corpora-
de ciudad tiene algo de artificial, ya que se tivizada; las reiaciones mercantiles y artesa-
asienta en un vasto continente donde las rutas nales estaban sujetas a férreos cánones de
comerciales y las economias regianales no dificil transgresión. El principal pratagonis-
habian aün adquirido rasgos permanentes, Ia ta en ci control, promoción e iniciativa del
cual duraria mucho tiempo en producirse. con junta de estas actividades fue ci cabildo.
262 COML.NA (Y MUNICIPIO) EN AMERICA LATINA

La ciudad colonial prácticamente no conocc corona o por sus representantes inmediatos,


Ia fiuidez de las comunas europeas, en las que los virreyes, gohernadores y Ia audiencia. Las
ci sentido de su existencia y ci perfil de Los elecciones para estos puestos sOlo sc realiza-
tipos humanos quc las hahitan está dado por ron excepcionalmente, y donde se dieron
ci libre comercio. Las ciudades coloniales, reflejaban Ia poca importancia de Ia ciudad
hasta lines dcl siglo xviii. con las relormas en cuestiOn. Con ci tiempo empezO a difun-
borbónicas, solo se relacionan con un merca- dirse Ia practica de Ia yenta en subasta de
do transoceánico, ci de Scvilla; esto no signi- estos cargos, lo que los alejó definitivumente
fica que luera plenamente rigido pues ci con- de una legitima representaciOn. No obstante,
trabando fue una practica relativamente por su carácter de autoridades intermedias,
constante en varias ciudades dcl imperio. par- Fucron ci espaclo quc los criollos americanos
ticularmente las de su periferia forte y sur. ocuparon con más frecuencia; precisamente
Las relaciones intermunicipales, al principio Ia yenta pubiica de estos cargos puso en cri-
levemerite toleradas, fueron progresivamen- sis csta accesihilidad por parte de los criullos,
te prohibidas, al iimitarse a Ia relaciOn uni- gcnerando un gran malestar par ello.
lateral dcl municipio con Ia corona. Dentro dc este amplio marco de atribucio-
Esta suma de funciones era elercida en los nes dcl cabildo colonial, destaca su funciOn
cabildos por un alcalde mayor nombrado de administrador de los Pocitos y Ia AlhOndi-
directamente por ci reY con atribuciones muy ga. En ci primer caso, se trataba de un fonda
orientadas a Ia vigilancia y control de las de alimentos y semilias con objeto dc proveer
encomiendas y en general con funciones de a Ia comunidad en caso de desastre a escasez;
protección de las comunidades indigenas de Ia Alhondiga, a cargo dci fiel ejecutor, hacla
posibles abusos por parte de espanoles a crio- las veces de un mercado municipal en donde
lbs. Puede afirmarse que se trata de una ins- se controlaban los precios al consumidor, pre-
titución de fortaleciiniento del poder central viamente Fijados par ci cabildo, v se perseguia
de Ia corona, en oposiciOn a los feudos crea- todo tipo de prácticas especulativas v de aca-
dos a partir de las capituiaciones a los pri- paramiento de los ulimentos.
meros conquistadores. Formalmente, subsist io una inst ituciOn
Los alcaldes ordinarios eran nombrados municipal, de gran arraigo en ci municipio
por ci rey, ci virrev o Ia audiencia. Sus fun- espanol, que fue ci cabildo abierto. Sc trata-
clones eran mediar en asuntos entre españo- ha dc una asamblea de toda Ia comunidad
les en primera instancia. en pleitos cntre (aunque con rest ricciones censitarias) en un
españoies e indios v en prestar auxilio a los verdadero ejercicio de dernocraciu directa. En
jueces eclesiasticos; su nümcro oscilaba entre ci municipio de Ia cobonia esta instituciofl
uno o dos. estuvo relegada a pequeños poblados rurales,
Los regidores sc cncargaban de administrai y en algunos casos su mayor auge fue duran-
Ia ciudad, Ia poiicla, los abastos, las licencias te ci proceso politico de Ia independencia.
a mercaderes, Ia saiud pibiica y todos los pro- El municipio colonial poo a nada tiene que
biemas de caricter urbano. Sus facultudes ver con Ia comuna europeu; recoge Ia heren-
eran esencialmente ejecutivas v legisiativas cia dcl municipio español de Ia Reconquista,
en las materias senaiadas. El nümero de regi- que dc par si era bien difercnte a Ia comuna.
dores osciló entre cuatro y veinte, en funcion En el Nuevo Mundo Ia ciudad es una prolon-
de Ia importancia de Ia ciudad. gación patrimonial de Ia corona antes que un
Junto a estos cargos habia un secretario reducto autOnomo estatutariamcntc consa-
escribano del cabildo con funciones notaria- grado.
les, un alguacil mayor para ci cuidado de pri-
siones y de Ia seguridad publica, un fiel dc- IlL LL M5ICIPlOi'OS(OW5I.4L Durante Ia prime-
cutor, encargado dcl control de pesas v mcdi- ra etapa de Ia independencia, los cabildos
das y un procurador del cabildo para su decempeilaron un papel de primer ordcn. Pro-
representación. ducida Ia invasiOn napoleonica a España y Ia
Todos estos cargos, que en Espafla fueron abdkacion de Fernando VII. ci reino queda
durante algun tiempa de eleccion popular, en acefalo. Ante estu sur en los cabiidos coma
America eran provistos directamente par Ia Ia institucion que retoma el poder cn ausen-
COMLNKA(. ION POUTK 263

cia de Ia corona, fundamentandoesta decision Elbo da lugar a un incremento demografico


en ci hecho de que. producida Ia intcrrupciOn de las ciudades expresado fundamentalmen-
del pacto de soberania entre los pueblos y ci te en cinturones de miseria, foco de multiples
rev, ésta se retrotrae al cahildo en tanto ci y graves probknias urbanos (vivienda, trans-
más inmediato representante del pueblo. porte, infraestructura, equipamiento, etc.).
Por cierto que ésta fue Ia doctrina justifi- Los gobiernos municipales, formalmenie aOn
cadora de un movimiento al principio mãs 0 responsabics de Ia administración de las ciu-
menos ciego y luego plenamente consciente dades, cada vex son más impotentes para ejer-
de emancipación por parte de las colonias. cer su iunciOn. Disminuidos en sus atribucio-
Además, en Ia medida que los impulsures de nes, y en ci proceso de adaptación a su nue-
Ia insurgencia antiespanola fueron los crio- vo papel de administradores de una sociedad
lbs jmericanos, y no on movimiento plehe- urbana de relaciones sociales capitalistas,
vu, Ia institución más I unciunai it sus desig- han perdido ci papel protagonico que tuvo en
nios tue el cahildo. Ia sociedad corporutiva que Ia vio nacer. Dc
Producida Ia independencia, Ia estructura Ia ciudad colonial, cabeza de puente de Ia con-
del gobierno municipal no sufriO importan- quista politica, econOmica y espiritual, some-
tes variaciones. Los cambios se estaban pro- tida a Ia fuerza centrifuga de un territorio a
duciendo en Ia sociedad colonial. Ia cual, con conocer y dominar, Ia ciudad contemporánea
posterioridad a su desintegracion, sumiO a los atrae hombres y riquezas, sin ofrecerles
territorios americanos en varias décudas de mucho a los primeros y exportando buena
crisis económica, luchas civiles e inestubili- parte de las segundas.
dad politica. ParadOjicamente, en esta casi Pese a ello, en Ia ideologia politica de los
caOtica situaciOn que expresaba ci reacomo- pueblos latinoamericanos se preserva un sen-
do de una sociedad de más de tres siglos de timiento de aceptación del gobierno munici-
vida, el gobierno municipal tue una de las pal y cierta conciencia de su fortalecimiento
pocas instituciones que preservarun su fun- en aras de unu redistribuciOn del poder que
cionamiento y cierto grado de eficacia. las propias constituciones nacionales se han
No obstante, debe anotarse quc Ia creaciOn encargado de mantener.
de los nuevos estados nacionales comenzó a
restarle competencia y atrihuciones que fue- BIBL1CX.KAFIA: L. Benévolo, JJi.seño de Ia ciudad:
ron absorbidas por los nuevos poderes cons- 4. El arte y Ia ciudad mode ma del siglo XV at
tituidos. Es quc. lundamentalmente, Ia nueva siglu XVIII, Barcelona, G.Giii, 1975; M. Castells,
institucionalidad refiejaba una radical modi- La cue.slión urbana, Mexico. Siglo XXI, 1974; T.
ficaciOn de las relaciones sociales. Halperin Donghi, Hiswria conzempordnea de
Si bien Ia dependencia de nuevas met rOpo. Amënc-a Latina, Madrid, Alianza, 1969; R.M. Mor-
lis en sustancia se prcscrvaba, adquiria una se, Las ciudadu.s ialinuamLricanas: I. Ant...'cdcn-
modalidad absolutarnente dikrente. Dc ser Ia ze.s, y 2. Desarrollo hisiórico, Mexico, Sep.seten.
prolongacion patrimonial de Ia corona espa. Las, 1973; J. Ots Capdequi, El regimen munici-
ñola se pasaba a Ia independencia politica pal latinoamericano en ci perwdo colonial: con-
Iragmentada en varios nuevos estados, aun- cejos y ciudades, Valencia, 1937; J.L. Romero,
que ello no inhibiera Ia fuerte dependencia LaiinoamCrica: las ciudades y las ideas, Mexico,
comercial v financiera que se contraia con las Siglo XXI, 1976.
nuevas metropolis europeas.
El cobierno municipal subsiste hasta ci pie- [ALvAao PoTiLL0]
sente, si hien es victima de una crisis cada vez
mâs definitoria. El patrOn de desarrollo
dependknte de America Latina condujo, entre
otras cosas, a Ia urbanización acelerada en
comunlcación politica
al"unas de las 2.randes ciudades de Ia red
urbana oriinaria de Ia colonia. Este proce- I thFisi( 1(35 1 tiE5TAtiO5ESINTERPkE1ATIVAS. La
so, que pane de Ia miraciOn campo-ciudad, c. puede delinirse como el conjunto de los
tiansiorma it esta Ultima en un vcrtcdero men sajes quc circulan en ci interior de un sis-
huinano cuva IOgica productiva no absorbe. tema politicii y que condicionan su entera
264 COML'NI(AC ION POIITICA

actividad, desde Ia formación de las deman- mismo.s son determinantes para Ia formaciOn
das hasta los procesos de conversion a las res• de las actitudes de Ia opiniOn publica y, por
puestas del propio sistema. MctafOricamen- lo tanto, para el tipo de presiones ejercidas
te. Ia c. puede concebirse como "el sistema por esta ultima sobre los centros de decisiOn
nervioso" de toda unidad politica. Tres orien- dcl sistema politico. Las diferencias ms rele-
taciones principales se han desarrollado en vantes de los flujos dcc.. segün Richard Fagen
materia dec. politica. La primera orientaciOn, (1966), están relacionados principaimente con
elaborada por Ia escuela estructural- el tipo de regimen politico. En los regimenes
funcionalista, es Ia que trata a Ia c. como un democrOricos, Ia c. tiende a ser continua entre
aspecto importante aunque no esencial para Ia Cute y Ia opiniOn pOblica. Los mensajes par-
Ia comprensiOn de los procesos politicos. La ten de Ia elite a las masas con objeto de soli-
segunda orientaciOn es justamente Ia de aque- citar el apovo, coma de las masas a Ia chIc,
lbs autores que aplican modelos cibernéticos aunque con mayor dificultad, a traCs de mül-
al estudio de Ia politica v que, por lo tanto. Liples canales que trasmiten Ia demanda poll-
hacen de Ia c. Ia unidad de anãlisis capital de tica. En los regimenes autoritarios ci Ilujo de
su teoria. Finalmente, Ia tercera orientación, c. es continuo entre las elites y los circulos
que por un lado se conecta con las investiga- gobernantes. Y es igualmentc continuo entre
ciones de sociolinguistica y por el otro a Ia Ia elite y Ia masa de los ciudadanos, en tanto
sociologia de las comunicaciones de masa, es que son escasos los canales quc trasmiten los
el de aquellas teorias que Sc concentran en mensajes en direcciOn opuesta. En los regi-
los efectos de un acceso desigual a los recur- menes totalitarios, finalmente. Ia caracteris-
SOS de Ia c. sobre Ia distribuciOn dcl poder tica principal consiste en Ia compacta canti-
polItico entre los distintos grupos organi- dad de c. que fluye desde Ia Cute hasta las
zados. masas. Todos los aparatos humanos y tec-
nolOgicos controlados por los lideres se
II. LA COMUNICACION POLITICA (OMO FUXCION DL cmpkan para obtener ci máximo de apovo
lNPUT Y St INFLIJO SOME LA OPINION PLBLICA. Des- popular v Ia maxima eficiencia. El esfuerzo
de ci punto de vista dcl análisis estructural- es continuo. cohercnte v eiicaz. Naturalmen-
funcional en Ia versiOn de Almond, por ejem- te hay otros flujos importantes: verticalmcn-
plo, Ia c. politica se toma como una funciOn tc (desde Ia base hasta ci vCrtice) bajo Ia for-
de input cuyo desenvolvimiento constituve un ma de informaciones y de criticas moderadas
requisito necesario para ci desarrollo de v. horizontalmente, entre Ia Cute y los centros
todas las actividades relevantes del sistema de decision en Ia forma tipica de todos los sis-
politico. Bajo esta perspectiva, sine, del mis- temas burocraticos complejos. Pero el flujo
mo modo que todas las demás funciones, parzi dominante es el descendente" (Fagen. 1966).
lograr los fines de conservucióu y adapraciOn
del sistema politico. Entendida de esta mane- iii I.ATLoRIAnLIAsCoMuxICcIONEs. La c. politi-
ra Ia c. politica está implicita en todas las for- ca, entendida como instrumento analitico, se
mas de contacto humano. Los contactos per. ubica sin embargo sobre todo en el centro de
sonales informales representan ci vehiculo una teorIa ad hoc: Ia teoria de las comunica-
más comOn. Como lo han puesto de relieve los ciones. A Ia luz de este esquema interpretati-
que estudian Ia formaciOn de Ia opiniOn pObbi. vo particular de los fenOmcnos politicos, Ia
Ca, este tipo de canales de c. (especialmente politica SC entiende como el con junto de pro-
ci canal particular constituido pur los lideres cesos dc dirección v de coordinaciOn de las
de opinion) es esencial en Ia trasmisiOn de los actividades que e desarrollan dentro dcl sis-
mensajes a los miembros del sistema politi. tema social para Ia consecución de los fines
Co V, en consecuencia, en Ia formacion dc las a los que tiende el sistema. El proceso de
opiniones politicos. decision.makiug representa por tanto el
En los sistemas politicos modernos Ia c. aspecto más importante. La c. politica es,
politica pasa además a través de canales espe- pues. para Ia cihernetica, el con jun10 de ;;ieu-
cializados: los medios de c. masiva. La cali- sajcs que pci-mite Ia lormaciOn de deciskuws
dad de los mass ,ndia, cI tipo dc mcnsajs politicus. SegOn este Concepto dcc. cualquier
trasmitidos, Ia frecuencia de los mensajes sistema caracterizado "por un grado relevan-
cOMUICAC1ON POLITICA 265

te de organización, de c. y de control, inde- co no puede, sin embargo, detenerse en este


pendientemente de Ia diversidad de los pro- punto. El modelo expuesto hasta aqui es en
cesos particulares de trasmisión de los men- efecto una representación estática de tipo
sajes y de los modos en que se desarrollan sus E—R (estimulo-respuesta) incapaz de explicar
funciones" (K. W. Deutsch, 1972), se concibe los fenómenos de cambio del sistema politi-
como una red de ewnunicaciones o mejor co. El concepto de retroalimentacion (nega-
dicho como una red de aprendiaje. Dc este tiva a positiva) es el instrumento analitico cIa-
modo se entiende también el sistema politico. ye proporcionado por Ia teoria de las c. para
Un modelo de c. en su forma más simplifi- comprender Ia dinámica del praeso politico.
cada está compuesto por un conjunto de dis- La ret roalinientación negaziva se refiere a
positivos receptores a traves de los que se los pracesos por medio de las que Ilegan ai
trasmiterl las informaciones del ambiente centro de decisiones las informaciones sobre
externo (input) v a Ins que competen ademas las consecuencias de sus decisiones anterio-
las operaciones de selección de las infornia- res, Ic permiten evaluar si estas decisiones lo
clones v de interprelacion de acuerdo con un acercaron o alejaron de los objetivos propues-
cödigo apropiado, oconjunto de reglas inter- tos y Ic permiten modificar, en consecuencia,
prctativas, quc varIa de un sistema a otro su propia comportamiento. El proceso de
que depende de los valores dominantes, de Ia ret roal imentaciOn negat iva representa. pues,
calidad v del tipo de canales de c. y, sobre paru el sistema politico un instrumento de
todo, de los fines que ci sistema politico tra- control sobre el ambiente externo. Coma dice
ta de alcanzar. Posterior mente, Ia informa- Dt,utsch, La ret roalimentaciOn negativa "es ci
don tratada de este modo Ilega al centro de control del comportamiento en cada paso y
decisiones que Ia compara con los datos ante- en cada etapa, de acuerdo can los resultados
riormente memorizados: valores, expectati- reales de Ia etapa anterior y no de acuerdo
'as, recuerdo de experiencias seme jante, etc. con las buenas intenciones" (Deutsch, 1970).
Después de este proceso sigue ci acto funda- Al funcionamiento de los procesos de
mental para Ia vida del sistema politico: Ia retroalimentaciOn negativa estãn estrecha-
decision. mente unidos los conceptos de carga, de t'tur-
Desde ci punto de vista de Ia tearia de Ia do, de ventaja, de an:ic-ipaciOn. La cargo mdi-
c.. Ia decision se concibe coma una manifes- ca Ia velocidad v Ia cantidad dcl cambio pro-
taciOn del poder politico. El poder politico es, ducido en Ia posición del objetivo que está
esencialmente, el media que permite a Ia persiguiendo ci sistema. El retardo es ci espa-
'oluntad del centro de decisiones Ilevar a Ia cia temporal que separa ci momenta en que
práctica las decisiones suscitadas por in infor. se pane en práctica una dierta acciOn ,ci
macion externa. momento en que Ia informacion sobre las con-
En particular, esta perspectiva perniite. de secuencias de Ia acción fluve nuevamentc al
acuerdo con su teórico mac importante, Karl centro de decisiones. La venlaja es Ia canti-
Deutsch, una redefiniciOn en términos proba- dad de cambio introducida efectivamente par
bilisticos del poder politico ilevando a cabo Ia acción del sistema. La anricipaciOn indica,
una distinciôn entre ci poder bruto v ci poder finaimente, Ia capacidad de identificar Ia posi-
;zero. El pader bruto es 'la probabilidad que ciOn exacta del objetivo en movimiento en el
tiene un sistema de realizar su propio progra- momento en que Ia decision se transforma en
ma interno imponiendo una determinada can- acciOn.
tidad de cambios en el ambiente". El poder Dcutsch observa en particular que 'las pro-
neto, en cambio, se deriva del poder bruto habilidades de éxito en Ia persecuciOn del
"como Ia diferencia entre Ia probabilidad de objetivo son siempre inversamente proporcio-
estos cambios impuestos al mundo externo nales al grado de carga y al de retardo. Has-
v Ia probabilidad de otra cantidad critica o ta dierto punta se pueden correiacionar posi-
relevante de cambios que se producen en Ia tivamente con Ia medida de Ia ventaja, aun-
estrudtura interna" (Deutsch, 1972). que cuando Ia ventaja aicanza altos niveles
estu rclaciOn puede invertirse, v se correla-
iv rk: 1505 OF SF IKIMIIMF\I CIO\ \F(.%IIV. Y cionan siempre positivamcntc con Ia mcdida
PostTIA. La interpretacion del proceso puliti- dc Ia anticipacion" (Deutsch. 19721. Desde cI
266 COMUN1CACION POLlTIC

punto de vista de Ia teoria de las c. un fun- nes desde el ambiente externo provuca una
cionamiento defectuoso del proceso de retroa- redefinicion de los objetivos dcl sistema.
limentación Ia principal razón de Ia ineficien-
cia (entendida como incapacidad de producir V. LOS FLUJOS DE COMUNICACION POL.ITICA ENTRE LOS
decisiones politicas aptas para favorecer Ia SUBSISTEMAS POLITI(OS. El funcionamiento y Ia
consecución de los objetivos) de muchos sis- naturaleza misma de los canales de c. con los
temas politicos. que están ligados los procesos de retroalimen-
La ret roaiiinentaciOn posiziva es un proce- tación dependen, segOn Fagen (1966), de cua-
so opuesto al descrito anteriormente. En este tro tipos distintos de factores: I] económicos;
caso Ia informacion sobre las consecuencias 2] socioculturales; 3] politicos; 4] históricos.
de una decision politica anterior provoca un El nivel de desarrollo econOmico influye de
reforzamiento en el comportamiento del sis- diversas maneras en Ia c. politica; sobre todo
tema en Ia misma direcciOn. Las situaciones determina Ia mayor o menor difusiOn de los
conflictivas se pueden explicar generalmen- mass media. En las sociedades tradicionales,
teen términos de retroalirnentaciOn positiva en que no existen medios de c. vlasiva a son
(0 retroacciOn amplificadura). En estos termi- escasos s' predominan los contactos cara 0 Ca-
nus se pueden explicar igualmente los fenO- ra, los procesos de retroalimentaciOn presen-
menos de derrumbe y de cambio de los siste- tan diferencias significativas, por ejemplo en
mas politicos. El punto crucial que hay que términos de "tiempo" necesario para los ajus-
verificar, a este propOsito, es si Ia secuencia tes impuestos par las nuevas informaciones
de los reforzamientos del comportamiento, respecto de las sociedades modernas, en que
provocados por Ia retroalimentaciOn positi- tanto las masas como las elites estãn expues-
Va, es creciente o decreciente. En el primer tas constantemente al influjo de los mass
caso "Ia reacciOn total está destinadu a crc- media. Dcl mismo modo, por Jo que se refie-
cer mientras no rebase los limites del siste- re a los factores socioculturalcs, el nivel de
ma y termina en alguna forma de derrumbe" alfabetizaciOn, el grado de instrucciOn, el tipo
(Dcutsch. 1972): Ia reacciOn se puede configu- de cultura politica entranan diferencias sig-
rar como un pruceso de escalation. En el nificativas en los canales de c., en Ia estruc-
segundo caso estaremos, en cambio. en pre- tura de los mensajes, etc. La mecãnica de los
sencia de un proceso de de-escalation, desde procesos de c. politica saria tambiCn segün
el momento en que todo reforzamiento pos- silos medios de c. están controlados directa-
terior dcl comportamiento será más peque- mente par Ia elite a si SUS ad'ersarios tienen
no que el anterior yel sistema ienderã a acer- Ia posiblidad de formular criticas pOblicas
carse a su máximo nivel de prestuciones v de capaces de influir en Ia opiniOn pOblica y, par
eficiencia. eso mismo. de provocur reacciones par par-
La ietioaliincntación e,.,adcmás, un con- te de Ia elite. Finalmente, Ia mccánica de los
cepto fundamental para comprender los fenO- procesos de c. sufre ci influjo de las tradicio-
menus de cambio de los sistemas politicos. El nes histOricas de Ia sociedad; varia, por ejem-
cambio es provocado generalmente por una plo, en los paises recientemente independiza-
retroalimentación liamada ca,nbianie de dos, dependiendo de si Ia red de c. existente
mira, o sea de un fenOmeno de retroacciOn es todavia La creada por Ia potencia colonial
que interviene modificando los fines persegui- o no. o dependiendo, par ejemplo, de si las
dos por un cierto sistema politico hasta un "reglas del juego" estabkcidas histOricamen
cicrto momcnto de su historia. Esto puedc te, quc presiden los contactos entre las diver-
suceder, va ea porque el objetivo persegui sas estructuras politicas en un sistema poli-
do anteriormente Ne ha alcanzado v el siste- tico modernu, Sc prolongan en el tiempo o se
ma politico debe orientarse en busca de un sustituyen par otras reglas.
nuevo fin. Va sea porque ha habido cambius SegOn Fagen, Jo que hay que comprobar
en los valores dcl sistema, en Ia estructura de para evaluar Ia eficiencia de los sistemas poli-
sus canales dec. a en los elementos cunstitu- ticos es si Ia red dcc. es funcional al sistema
tivos dcl centro de decisiones. En este caso politico, particularmente si Ia mecánica de los
es precisamente el pIoeso de retivalimenta- procesos de coinunica-ciOn que Sc ilevun a
ciOn el que al hacer fluir nuevas informatia- cuba dentro de los subsistemas que se consi-
COMUNICACION POLITICA 267

deran corno unidades independientes de c. gración y del conflicto en las sociedades de


faciiitan u obstaculizan ci funcionamiento de capitalismo avanzado son el producto de Ia
cada subsistema y del sistema politico en su combinación de un desarrollo diferenciado de
conjunto. Para comprobarlo es necesario no los sistemas linguisticos y de las capacidades
solo evaluar Ia distribuciOn v el tipo de cana- cognitivas de los diversos grupos sociales
les dcc. existentes dentro de cada uno de los —que favorecen La articulaciOn de ciertas
subsistemas sino también tomar en cuenta el demandas y Ia exclusiOn de otras— con una
hecho de que cada subsistema tiende a estar manipuiaciOn centralizada de los mensajes
más condicionado en su actividad por ciertas politicos. El punto de partida de Mueller es
c. que por otras, es decir es necesario tomar ci papel de los sistemas linguisticos en Ia
en cuenta ci tipo de especializac'iOu de luc sub- determinaciOn de las formas de Ia c. politica
sisteinas. %, por este medio, del proceso politico más
En segundo lugar, hay que analizar las general en cualquier sociedad. Existe una
caracteristicas de las rt'laciones entre los escrecha relaciOn entre ci tipo de lenguaje que
diversos subsistemas, va que ci modo v Ia ire- los individuos internalizan en los procesos de
cuencia en que Ia c. atraviesa los confines de socializaciOn y las capacidades cognitivas que
los subsistemas contribuven a determinar las aquel tipo de lenguaje consiente en desarro-
caracteristicas del sistema politico en su con- liar: solo silas capacidades linguisticas y cog-
junto. En parte esto está ligado al grado de nitivas de un individuo están suficientemen-
cuniwl y de coordinaciön que posee ci sub- te desarroiladas será capaz Cste de.compio-
515 ZL'ma de las decisiune's en relación con los meterse elicazmente en Ia c. politica. Peru una
demâs subsistemas, porque "todos los siste- comunicacion efectiva, a u vez, para selo
mas politicos pueden concebirse como siste- realmente, requiere ser suficientemente libre
mas que poseen estructuras más o menos ade- de disturbios y de distorsiones.
cuadas de c.-coordinación-control que las La tesis de Mueller es que en las socieda-
unen entre si y a veces no logran unir los sub- des de capitalismo avanzado, en las que se
sistemas" (Fagen. 1966). Los grupos étnicos concentra su análisis. ci mantenimiento de
o tribales rcprcscntan frecuenternente un fuertes desigualdades politicas (de acccso y
ejemplo de subsistemas en que Ia c. interna control del poder politico) se debe a Ia impo-
circula con facilidad, pel-o en los que. al mis- sibiiidadiincapacidad de los grupos desprivi-
mo tiempo. Ia c. del exterior sOlo logra pene- legiados de comprometerse en una C. politi-
trar con dii icultades v, por lo general, a tra- ca ci icaz a causu de Ia operaciOn de un con-
yes de dispositivos receptores que contribu- junto de mecanismos de distorsiOn. Mueller
yen a distorsionarla y a trasmitir una "ima- examina tres tipos de c. distorsionada: direc-
gen" deformada a los miembros del subsis- tamente manipulada, bloqueada, indirecta-
tema. Cuando esto sucede, los procesos de mente manipulada.
retroalimentaciOn reciben un influjo negati- El primer caso es el de los regimenes tota-
vu, se reduce al minimo Ia capacidad de con- litarios en los que tanto ci sistema de comu-
trol y de coordinaciOn por parte del subsis- nicación de masa como las politicas educati-
tema de las decisiones, con consecuencias vas dcl gubierno están completamente per.
daninas para el funcionamiento de todo ci sis- meadas v subordinadas a Ia propaganda. El
tema politico, incluyendu Ia capacidad de per- segundo caso, el de Ia c. bloqueada, es más
seguir SUs fines fundamentales. complejo v se realiza principalmente en los
procesos de socializacion primaria. Aqul Sc
VI, LA M%IPL LAUOS DE LA cOMUIcCIOs. Un enfo- realiza una diferenciaciOn crucial entre los
que distinto del que aqui examinamos es el individuos segün su pertenencia de clase: ci
de los autores que Se concentran en los efec- ambiente social en el que sucede Ia socializa-
Los de Ia manipulación de los sistemas de c. dOn preside al desarrollo dcl sistema linguic-
politica uperantes entre las diversas socieda- tico v, en consecuencia, de las capacidades
des por obra de grupos puliticaniente privi- conitivas de los indiriduos. Como lu han
kgiados. Ina de las formulaciones más aca- demostrado diversas in estigaciones empiri-
badas dc esta apertura tue desarrollada p)r cas, existc una estrazifltacimi social ii,l kPI-
Mueller. Para este las cundiciones de Ia inte- guaje. por Ia que ci lenguaje se hace nienos
2e' COMUNIDAD POLITICA

rico v menus articulado segün que baja más tecnologia moderna de las c. politicas con
Ia pirámide social. Esto predispone a Ia inte- fines de defensa del slaizi quo.
riorización de valores diversos en conexión
con diferencias de codigo linguistico y de BIBLIOGRAFIA; K.W. Deutsch, Los nervios del
capacidad cognitiva: mayor predisposicion a obierno (1964), Mexico. PaidOs: K.W. Deuisch,
Ia aceptacián de Ia autoridad, at conformis- ,lndlisis de las relaciones inieruacionales, MCxi-
mo de grupo, etc. (eterodirección) en las cia- co, Paidos; R.R. Fagen, Politica v cornunicacióu
sea inferiores, mayor predisposicion at desa- (1966), Mexico, Paidós; C. Mueller. The politics
rrollo de una personalidad más autónoma y of communication, Londres-Nueva York, Oxford
más centrada en si misma (autodirección) en University Press, 1973; L. Pye, Evolución poilti-
las ciases medio-altas. La estructura de los ca y comunicacióu de masas (1963), Buenos Aires,
valores tiende pues a adherir a Ia estructura Troquel. 1969.
de los sistemas Iinguisticos, desigualmente
desarrollados, y de esta forma a reforzar y a [As.rLo PANEBIASCO]
reproducir las desigualdades económicas y
politicas lundamentales.
El tercer tipo de distorsián se debe a una
manipulación indirecta de Ia c. de masa por
comunidad politica
obra del gobierno y de los grupos privados
que lo controlan. En las sociedades de capi- La c. politica es el grupo social con base terri-
talismo avanzado esta manipulación implica torial que reOne a los individuos ligados par
el tratamiento de los diversos problemas cr1 Ia divisiOn del trabajo politico. En su articu-
los términos de una "paraideologia" cientis- laciOn más simple y general. Ia divisiOn de las
ta (Habermas) que reduce las cuestiones de funciones politicas está definida por Ia dis-
Ia distribución del poder a problemas técni- tinciOn entre gobernantes y gobernados: su
cos de maximización de Ia eficiencia mediante conjunto constituye Ia c. politica. Para cons-
un lenguaje centrado exclusivamente en los truir una c. politica distinta es suficiente, por
medios más que en los fines (en los términos to tanto, un asentamiento humano sobre un
de Weber, con un paso definitivo de Ia racio- determinado territorio en que el manteni-
nalidad sustancial a Ia racionalidad formal). miento de relaciones ordenadas entre los
Recuperando una tesis lanzada primero por miembros del grupo está garantizado por un
Mannheim sobre el papel de los intelectuales, poder mediante el uso de Ia fuerza o ]a ame-
y acercándonos a las teorizaciones más naza de recurrir a Ia misma. La expresión c.
recientes sobre Ia "nueva clase" (Daniel Bell, politica define, pues, un aspecto del estado:
Alvin Gouldner), Mueller observa que mien- su base humana y territorial, el area en que
tras se asiste hov a Ia integracion politica de ci aparato de fuerza cuyo monopolio detenta
las clases inferiores, en particular del prole- ci gobierno puede ejercerse libremente. Sin
tariado industrial, ahora ganado para Ia cau- embargo, hay que precisar que Ia c. estutal
sa del status quo, Ia oposición, en los paises no es más que una manifestaciOn histOrica de
de capitalismo maduro, con un sistema dis- Ia organizaciOn politica de Ia sociedad (Ia más
torsionado de c. politica .sGbre el que se gober- evolucionada y compleja). de Ia cual, par
naria toda Ia estructura del dominio, puede ejemplo, Ia organizaciOn urbana s' feudal
'enir solo dcl "estrato cultural". de aquella constituyen importantes antecedentes.
area dc profc.sionistas de Ia c. cuyo papel poli- La c. politica cs a menudo objeto de scnti-
tico se ha ensanchado ho' sea por el desarro- mientos de pertenencia s' de fidelidad par par-
Ho de Ia instrucciOn o par Ia expansiOn de los te de .sus propios miembros. Cuando las
medios de c. de masa Esencialmente. segOn dimensiones de Ia c. politica coinciden más
Mueller, ha de atribuirse el rechazo de este o menos con Ia extenciOn de las relaciones
estrato cultural a legitimar ideolOgicamente ordinarias de Ia vida cotidiana (como en Ia
las nuevas formas de dominio a Ia crisis de ciudad-estado griega), el sentido de pertenen-
autoridad de que sufren los regimenes poli- cia a aquella tiende a confundirse con eI sen-
ticos uccidentales y su incapacidad para tido de apego a Ia c. natural. es decir at gru-
extraer un provecho compkto dcl uso de Ia 0 cuva vinculaciOn fundamental está cons-
(()MUNIDAD POLITI('A 269

tituida por relaciones personales que se esta- grupos mâs vastos que el clan. En cambio, en
blecen entre sus componentes y se mantienen una sociedad en que ci modo de producciOn
aun sin Ia acción dcl puder politico. En cam- es de tipo industrial, con concentraciOn de
bio cuando las dimensiones de Ia c. politica grandes masas obreras en las fábricas, alre-
no permiten Ia formación de relaciones per- dedor de las que se Furman grandes ciudades,
sonales entre todos SUS miembros, el sentido Ia division del trabajo se hace tan compleja
de fidelidad a Ia misma nace de Ia interven- que resulta posible organizar grupos huma-
ción del poder politico. Tal es el caso del esta- nos en espacios de las dimensiones de los
do nacional. que tiende a poner Ia uniformi- estados nacionales, y mucho más vastos aOn.
dad de lengua y de costumbres a todos los Es cierto que en épocas anteriores a Ia for-
miembros de Ia c. politica y mantiene su macion de Ia sociedad industrial moderna se
poder gracias a Ia representación ideologica pudieron construir grandes imperios, como
(ideológica porque esa uniformidad no es nun- el romano, pero su cohesiOn se basaba en rela-
ca completa) ya que los miembros de Ia c. poli- clones de sujeciOn y no en Ia participaciOn
tica tienen Ia misma lengua ' las mismas cos- politica de todos los ciudadanos, como suce-
tumbres. La intensidad del sentimiento nacio- dc en ci estado moderno. Después del ocaso
nal estará, entonces, en función de dos facto- de Ia ciudad-estado, en que Ia extensiOn del
res: Ia extension de los vinculos entre los mdi- comportamiento de Ia vida comQn coincidla
viduos v el poder (nümero de los individuos con el area en que operaba ci poder politico
incluidos efectivamente) y su profundidad supremo. solo Ia conducta de una pequena
(cantidad de actividades humanas incluidas). parte de Ia poblaciOn (mercaderes, burcicra-
Los cambios quc se producen en ci sistema tas, etc.) estaba unificada por encima de Ia c.
politico afectan mãs a menudo a Ia estructu- de estrutura agraria, donde se desarrollaba
ra dcl gobierno v algunas veces del regimen, Ia vida del hombre comün, v estaba ligada al
en cambio las modificaciones de Ia estructu- poder central. SOlo con Ia formución del esta-
ra de Ia c. politica tienen un carãcter excep- do nacional moderno un nümero cada vez
cional. Las formas mãs frecuentes de esas mayor de formas de conducta se unificO en
modificaciones son Ia unificación de dos o espacios cada vez más vastos, se vinculO con
más c. politicas, el desmembramiento de una ci estado y permitiO. con Ia democracia repre-
c. politica en dos o mOs entidades autOnomas, sentativa, Ia ampliaciOn del area de gobier-
Ia anexiOn de una parte de una c. politica a no libre. Pero esta forma de organizaciOn poli-
otra. ticu encontrO en Ia dimensiOn su propio limite
En los terminus muv generales de Ia con- v los conflictos internacionales que se den-
cepciOn materialista de Ia historia correspon- varon de Ia misma crearon estados cerrados
diente a las relaciones entre sociedad civil v v belicosos.
estado se puede afirmar que la evolución del El estudio de las bases histórico-sociales de
modo de produccion tiende a multiplicar e Ia c. politica nos ofrece, pues, un cniterio gene-
intensificar constantemente las relaciones ralisimo que nos permite explicar no sOlo las
sociales y a unificarlas en areas cada vez más razones de Ia ampIiacion de las dimensiones
vastas, v que en cada etapa de esa evoluciOn de Ia c. politica sino también de Ia disolusiOn
las dimensiones de Ia c. polltica se amplian de estados demasiado vastos para mantener-
desde Ia ciudad a Ia region, a Ia nacion, al con- se en un espacio no integrado suficientemente
tinente. El grado de desarrollo de Ia division desde ci punto de vista social. Pero asi como
social del trabajo establece el tipo de relacion no han existido nunca (v no existen todavia)
exitente entre los hombres, su grado de las condiciones sociales para crear una c. poll-
dependencia reciproca v los limites en que es tica de dimensiones mundiales. el mundo está
posible organizar grupos humanos. Por ejem- dividido en una pluralidad de estados. Esta
plo, en una sc'ciedad en que los hombres viven pluralidad deterniina Ia anarquia internacio-
de I-a caza v dc Ia pesca, Ia dimensiOn de Ia nal, ci antagonismo entre los estados y Ia con-
c. politica no puede rebasar el nivel del clan, siguiente adaptacion de las estructuras esta-
o sea del grupo de cazadores v de pescado- tales a las necesidadec de esta lucha. Funda-
res. A ese nivel de desarrollo de Ia pruduec iOn ment-almente por esta raiOn las estructuras
no '.e pueden lormar ni tener vida autunonia dcl estado se presentan como un factor rela-
270 COMUN ISMO

tivamente autonomo de Ia determinacion de estado cuidará de su alimentaciOn y edu-


los acontecimientos históricos de In c. politi- caciOn.
ca respecto del desarrollo dcl modo de pro- Sc ha de tener en cuenta, sin embargo, que
ducciOn. Por consiguiente, serã necesario con- al elaborar este modelo. PlatOn no se refiere
cebir el grado de integración social de una a ha totalidad dci pueblo, sino solamente a las
determinada zona geogrfica como una con- clases superiores o dirigentes del estado: los
diciOn necesaria, pero no suficiente, para for- guerreros y los guardianes. En cambio, para
mar una c. polItica. El proceso de ampliacion las clases inferiores —o sea para los que se
de las dimensiones de Ia c. poiltica está con- dedican a Ia agricuitura, a los oficios munua-
dicionado siempre por Ia situación de poder, les y al comercio— prevé Ia ordenacion eco-
o sea por el ordenamiento complejo de las nOmica y familiar tradicional. Como scnala
relaciones de poder, que pueden facilitar, obs- Gomperz, en Ia Republic a no se trata en abso-
taculizar y aigunas veces impedir ese proce- luto de Ia cmancipaciOn de estos ültimos
so. La distribuciOn desigual del poder politi- estralos, a los cuales solamente k-s incumbe
co en el mundo determina relaciones de pre- ia obligacion de proporcionar a las clases
dominio v de dependencia entre los estados. superiores los medios de subsistencia, man-
Dc tal manera que las estructuras politicas teniendo con ellas una reiaciOn de rigurosa
de los estados más pequeflos no son re'.ulta- dependencia.
do de un desarrollo autónomo sino de Ia Es en ci ámbito de Ia civilizaciOn cristiana
dependencia ecunOmica y poiltica respecto de donde florecen los primeros ideales comunis-
las grandes potencias. De ahi se deduce que tas dirigidos ya no a particulares grupos o cIa-
una c. politica es una c. de destino sOlo cuan- ses de Ia poblacion, sino a todos los hombres.
do expresa completamente ci proceso histó- En los Evangelios no faltan episodios en los
rico, es dccir si tiene las dimensiones nece- que Ia riqueza es considerada mala en si mis-
sarias pant conirolar el desarrollo econOmi- ma (Marco, 6, 19-21) y se proclama a los
co v para garanlizar In defensa de sus ciuda- pobres como los tnicos que podrán entrar en
danos. Dc esle modo los estados que no son ci Reino de Dios (Lucas, 6, 20); de forma aná-
capaces de adapiar Ia dimensiOn de In c. poll- loga en Marcos (10, 21-25) se afirma que es
tica a Ia de los probiemas de politica econó- necesario deshacerse de todo lo que se pusee
mica, exterior y militar que deben afrontar y darlo a los pobres, porque "es más LaciI para
pierden In funciOn de guia politica v entran un camello pasar por el ojo de una aguja que
en decadencia. para un rico entrar en el reino de Dios".
Es cierto que en Ia sistematizaciOn pauli-
[LUCIO LEVI] na estos motivos de critica social propios dcl
cristiani.smo originario se encuentran nota-
blcmente atenuados y enfriados: "cada uno
permanezca en hi condiciOn que ci Señor Ic
comunismo ha asignado" —se k-c en I Corinrios, 7, 20-24-
v el esciavo no debe buscar cambiar su pro-
I. LOS O1rLES DEL IDEAL CO\ICNISTA: I'L-%TN Y EL pio estado, porque "ante el Mesias todo escia-
COMLNIS\1O FxAxGEuco. Se suele atribuir it Phi- vo es un hombre libre y todo hombre libre un
ton In primera formulación orgánica de un esclavo"; v en E/esio.s, 6, 5-8, se proclama:
ideal politico comunista. En Ia Repüblica, en "Esclavos, obedeced a vuestros amos con
efecto, donde sc traza ci modelo de una socie- devociOn y temor, v servidles con solicitud,
dad ideal, Pla tOn prev In supresión de la pro- como Si se tratara dcl mismo Señor v no de
piedad privada, a fin de que desaparezca todo hombres." Sin embargo. ci ideal de Ia Vida en
conflicto entre el interés privado v el del esta- comün. vivida en Ia pobreza y en Ia caridad,
do. Al mkmo tiempo se plantea In upresión actUa fuertemente en el cristianismo de los
de In familia, a fin de que los afectos priva- primero.s siglos, encontrando una expresión
dos no hugan disminuir Ia devociOn por el concreta en las Ordenes monásticas v en for-
bien publico. Los acoplamientos de los sexos muIacionc' doctrinales como Ia de san
deben sea temporaks v los hijos deben per- Ambrosio: "Ia naturaleza ha dispuesto todo
maneccr desconocidos para los padres: el en comun, para cI uso de todos; In usurpac iOn
COMUNISMO 271

ha creado ci derecho privado". Estos ideates rras entran a trabajar como asalariados, en
y posiciones, al mundanizarse Ia iglesia y at condiciones terribles, en las nuevas manufac-
identificarse poco a poco con los ordenamien- tureras; otra parte se convierten en bandas
tos sociales y politicos dominantes, pasan a de vagabundos famélicos, dedicados a Ia rapi-
ser patrimonio de Ia espiritualidad popular ña y at saqueo: una gravisima calamidad
y de los movimientos heréticos: asi los cáta- social, que las autoridades afrontan con ener-
ros (siglos xii y xlii) exaltan Ia pobreza y Ia gia y dureza inflexibles.
castidad. proclaman Ia necesidad de poner En este marco se ha dc considerar Ia Uto-
todas las cosas en comün y de vivir del pro- pia (1516)dc Moro, Ia cual contiene Ia siguien-
pio trabajo; dcl mismo modo los valdenses te afirmaciOn: "Me parece que allã donde rige
repudian Ia propiedad privada. Tamhién en Ia propiedad privada, donde el dinero es Ia
Ia predicacion de Joaquin da Fiore (siglo xii) medida dc todas las COSUS, es muy dificil que
y en su profecia de un adwnimiento inminen- se Ilegue a establecer un regimen politico fun-
te dcl reino dcl Espiritu Santo, estn presen- dado en Ia justicia v en Ia prosperidad." En
tes los ideates de pobreza 'de castidad, de efecto. en Ia isla de Utopia Ia propiedad pri-
fraternidad y de comuniOn universales, aban- vada y el dinero son abolidos v todos los bie-
donando de una vez las luchas por to mio y nes inmuebles (tierras, materias primas, talle-
to tuyo. Influencias joaquinistas operan des- res, etc.) pertenecen at estado. Los ciudada-
pués sobre los franciscanos intransigentes nos son equitativamente trabajadores y fell-
que proclaman Ia prohibición de poseer, v ces: cada uno de elks no trabaja más de seis
sobre el movimierno comunista de fray Dul- horas al dia, a sea Ia suficiente para satisfa-
cino (1304-1307). cer las necesidades de todos. porque en Uto-
Pero Ia vinculación entre espiritualidad pia no has' ociosos que tengan que ser man-
cristiana v reivindicaciones sociales de Ion- tenidos par los demás. Cada familia es libre
do comunista no cstá presente solamente en de tomar del fonda comOn los bienes necesa-
toda In edad media, sino que llega hasta Ia rios; esto no aumenta el consumo, porque en
época moderna: baste mencionar ci papel Utopia no existen los lujos v nadie tiene inte-
dcsempenado por los anabaptistas en las gue- rés en acumular bienes de sobia cuando se
rras campesinas (1524-1525) v en Ia predica- sabe que nunca faltara lo necesaria.
ción de Thomas Münzer por un regreso a Ia Ademãs. Moro provee a Utopia de un orde-
comunión v a Ia igualdad del cristianismo on- namiento politico v administrativo de tipo
ginario. declaradamente democrático, par el que
todos los cargos referentes a Ia aplicaciOn de
Ii. UTOPIAS (OMUNISTAS DL LA EDAD 1ODERNA: 1ORO las leves son electivos, mientras que los asun-
CAMI'ANELL. No por casualidad las primeras los econOmicos v sociales (duraciOn dcl Ira-
grandes utopias comunistas. formuladas por baja v su distnibuciOn, cantidad y calidad de
eminentes pensadores, aparecen en los sigios Ia produccion, etc.) se confian a una asamblea
xvi v xvii, o sea en una época que asiste a Ia elegida por todos los utopistas. Sin embargo
progresiva decadencia de los modos de pro- en Utopia no queda abolida Ia esclavitud: a
ducción v de vida preburgueses v a Ia afirma- los esclavos —constituidos par ciudadanos
don de las clases burguesas. Y tampoco es culpables de delitos que han de purgar con
casual que Ia primera gran utopia de los 11cm- un periodo de servidumbre, par prisioneros
pos modernos —que par lo demás dará su de guerra. etc.— se les asigna los trabajos más
nombre a todas las demás— sea obra de un humildes y repugnantes.
inglés. Tomás Mono (1478-1535). En Inglate- La convicciOn de que Si el trabajo se regu-
rra, en efecto, va en ci siglo XV se produce Ia racionalmente, v sc produce no para el pro-
una profunda t ransformación econOmico-so- echo v enniquecimiento de los particulares
cial: comunidades rurales enteras son expul- sino enorma inmediata para las necesidades
sadas de las tict-rab que cultivaban desde de Ia coniunidad usIa tendrã bienes en abun.
tiempos inmemoriales, v son convert idas en d-ancia, está tambiCn presente en Ia obra dcl
pastizales para las oejas. a fin de proporcio- iraile Tommaso Campanella (1568-1639). En
nar Ia lana a las manulactureras textiks. Par- La Ciiidad del So! (publicada coma obra pus-
Ic de estos campesinos espulsados de Sus tie- tumu en 16431 el autor describe una isla de
272 COMUNISMO

ordenamiento comunista, donde no existen apenas un año y sus promotores se dispersan


ociosos y en Ia que cuatro horas de trabajo rápidamente. La doctrina del movimienLo se
para cada habitante son más que suficientes puede reconstruir a través de los opOsculos
para las exigencias de Ia comunidad, y don- de su principal exponente, Gerard Winstan-
de Ia producciôn y distribución de bienes son Icy. Mientras que los niveladores sostienen
atendidas por las autoridades estatales. Ade- que Ia ley natural se expresa en una serie de
más. Campanella prevé Ia abolición de Ia derechos naturales, entre los que el derecho
lamilia porque solo de este modo será aboli- de propiedad es uno de los mãs importantes,
da también Ia propiedad privada. Dc manera los zapadores en camhio entienden Ia Icy
analoga a lo que sucede en Ia Reptiblica de natural coma Ia afirmación de un derecho
PlatOn, los acoplamientos entre sexos son pla- comün a los medios de subsistencia. Por eso
nificados por las autoridades estatales, las propugnan Ia aboliciOn de Ia propiedad pri-
cuales atenderán también Ia educación de los vada —fuente de todas his injusticias y de
niños. El jefe del estado es elegido par sufra- todos los males— y sabre todo de su expre-
gio universal y él nombra después a sus pro- siOn más significativu: Ia propiedad de Ia tie-
pios colaboradores y ministros. rra. La tierra, dada por Dios a todos los horn-
bres en comOn, debe cultivarse en comün, de
III. IDEALES COMUNISTAS EN LA REVOLt (ION IN(,I.ESA. modo que cada uno pueda alcanzar sus pro-
En Ia edad moderna, los ideales comunistas ductos de acuerdo con sus propias necesi-
no fueron propugnados .solamente par cmi- dade.s.
nentes personalidades individuales y par pen-
sadores de oficio, sino quc emergieron tam- IV. LA REVOLLCION F}&ANCESA Y EL RABUVISMO.
bien del seno de los grandes movimientos INFLUENUA DE ROUSSEAU Y DL SIORELLY. Los idea-
revolucionarios populares. Este es el caso de les comunistas emergen también en el seno
los "verdaderos niveladores" que constituven de Ia gran re'olución francesa, encontrando
el ala izquierda de los "niveladores", a sea del en el movirniento babuvista una expresiOn no
movimiento radical democrãtico surgido de sOlo teOrica y literaria, sino también concre-
1647 a 1650 entre las filas del ejército de ta politicarnente.
Cromwell. Con pulabras de Sabine, se puede En Ia formación de Francois-NoeI Babeuf
decir que mientras que los niveladores son un (1760-1797) ejerciO una influencia determinan-
primer ejemplo de democracia burguesa radi- te Ia obra de Rousseau y de Morelly. Es cier-
cal con objetivos esencialmente politicos to que Rousseau, a diferencia de Morelly. no
(soberania popular expresada por el sufragio habia predicado el comunismo de bienes (aun.
universal masculino, parlamento, republica, que el Pro vecio de constiluci(in para C'órcega
tolerancia religiosa, etc.). los "verdaderos prevela una amplia socializaciOn de Ia propie-
niveladores" o "zapadores" pueden ser con- dud. contrastando con Ia preferencia expre-
siderados mets bien los primeros representan- sada en otras obras par Ia pequena propiedad
tes dcl comunismo "utópico", par el hecho de independiente: "Lejos de desear un estado
que considerun todas las reformas politicas pobre, prefiero par el contrario que éste
como superficiales si no se pone remedio a pasea todo. v que los individuos se repartan
las desigualdades del sistema econOmico. en comün Ia riquezu en proporciOn a su tra-
Mientras que los niveladores son sabre todo bajo"): sin embargo, en el Discurso sobre el
una expresiOn de Ia pequena burguesia, los origen y fundamentos de la desigualdad entre
zapadores pertenecen a grupos reducidos a los hombres, Rousseau consideraba que Ia
Ia completa miseria. Unos y otros parten más institución de Ia propiedad privada era el
a menos de las mismas premisas a principios punto culminante de un procesa fatal de dege-
ideales (los derechos naturales, pero Ilegan neraciOn que habia alejado a los hombres del
a consecuencias muv diversas. estado natural estableciendo las premisas
Los zapadores hacen su primera apariciOn para un inicuo contrato social, engaño real
en 1649 cuando un grupa de ellos empieza a v verdadero orquestado par los ricos, del cual
cultivar tierras de propiedad pOblica We aqui habian surgido Ia", sociedades civiles
U nombre dt: zapadori.:s) para distilbuir Ia modernas.
pruduccion a los pobres. El experimento dura Tarnhién Morell considerO Ia propiedad
(OMUNISMO 273

privada como el urigen de todos los males babuvista Sc articule esencialmente segün for-
("Quitad Ia propiedad ciega y el depravado mas econOmicas artesanales más que en for-
interés que Ia acompaña... y ya no habrá más mas industriales, insistiendo más en Ia debi-
pasiones furiosas, ni acciones feroces, ni lidad y ci estancamiento de las fuerzas pro-
nociones o ideas sobre el mai moral"); más ductivas quc en su expansiOn y su desarrollo.
radicalmente que Rousseau. Morelly auspicia- Sin embargo, es evidente Ia grun impartan-
ba Ia supresión de Ia propiedad privada. La cia del pragrama de Babeuf y de sus compa-
sociedad perkcta se configuraba a los ojos de ñeros (Antonelle, Buonarroti, Darthé, Felix
Morelly como una sociedad planificada inte- Lepeletier, Sylvain Maréchal): no se trata de
gralmente, en In cual todos los ciudadanos lie- una mera expresión doctrinuria, sino que con
varian los prupios productos a los almacenes Ia "Conjura de los iguales" entra en Ia histo-
püblicos, los cuales los distribuirian a su vez na politica. Además aporta a Ia tradicion
segün las necesidades. comunista dos ideas muy importantes, des-
Una planificacion análoga exist ía en Ia esfe- tinadas a desarroliarse posteriormente: Ia ins-
ra intelectual y espiritual. La comunidad esta- tauración de Ia democracia directa y el con-
bieceria ci nümero de aquellos que se dedi- trol de Ia minorIa ilustrada. En Ia concepción
carian a las ciencias y a las artes y no se debia de Babeuf y de Buonarroti, en efecto, el cuer-
enseñar otra I ilosof ía moral sino Ia que cons- pa legislativo debe estar sometido a un rigu-
tituye Ia base de las leyes. "Existirá una espe- roso control por parte del pueblo y con dere-
cie de codigo püblico de todas las ciencias, al cho de veto; en Ia práctica el poder legislati-
que no añadirá nunca nada en lo concernien- vo, aunque elegido por ei pueblo, tiene soIa-
te a Ia metaflsica y a Ia ética más aIIá de los mente ci derecho de proponer las Ieyes, mien-
límites prescritos por las leyes; se anadirán tras que Ia decisiOn definitiva es solo del
solamente los descubrimientos físicos, mate- mismo pueblo. Por otro lado, segOn Babeuf
máticos y mecánicos confirmados por Ia expe- y Buonarroti, Ia gran mayoria del pueblo se
riencia y por Ia razOn." encuentra lejos del camino del bien y de Ia vir-
Todas estas ideas las volvemos a encontrar tud, ofuscada por los intereses particulares
en el Mauifesic dcs pkbéicns (1795) de Babeuf, y enganada por tcda clase de reaccionarios
donde se prociama que, puesto que Ia propie- e intrigantes. Dc aquí eI deber insustituible
dad privuda introduce Ia desigualdad, y por de una minoria ilustrada de lievar a cabo Ia
otro lado Ia "Icy agraria" —o sea Ia division revoluciOn: "Esta difIcil tarea compete sola-
de Ia propiedad de Ia tierra en partes igua- mente a algunos ciudadanos sabios y valien-
les— no podria durar más que un din ("al dia tes, que, profundamente impregnados de
siguiente de establecerse apareceria de nue- amor par el pals y par Ia humanidad, han ana-
vo Ia desigualdad"), queda solamente un cami- lizado a fondo las causas de los males pObli-
no a seguir: "instaurar Ia administraciOn cos, se han liberado de los prejuicios y de los
comün; suprimir Ia propiedad privada; des- vicios propios de su Cpoca y han superado Ia
tinar cada hombre a Ia profesiOn que cono- mentalidad de los contemporOneos..." A pro-
ce, segün su talento; obligarlo a depositar ci pOsito del papel y de las tareas de tai mino-
I ruto en especie en el almacen comün; crear na ilustrada. Babeuf habla de "dictadura de
una adminictracion sencilla de las subsisten- Ia insurrecciOn", queriendo significar que los
cias, Ia cual, registrando a todos los indivi- revolucionanios no deben dudar en adoptar
duos y todas las cosas, hara que estas Oltimas medidas politicas extremas para garantizar
se repartan con Ia más estricta igualdad". el Cxito de Ia propia empresa. He aquí el pri-
Coma ha señalado C. Lefebvre, el progra- mer germen de una idea que tendrá capital
ma de Babeuf es esencialmente un comunis- importancia en Ia concepciOn de Marx y de
ma distributivo, aunque apunta tal vez Ia Engels.
necesidzid de una organización colectiva en el
trahajo de Ia tierra. Además, coma ha puesto S FOURIER. OWEN. CABET Y lOS sANsrMoNlAxos. Las
de relieve Soboul, las condiciones dc Ia epa- escuelas socialistas y comunistas que flore-
Ca. N. en primer lugar ci baja grado de conccn- cieron en ci periodo que transcurre entre ci
Lración capitalista y Ia inexistencia de una final de Ia revoluciOn francesa y 1848, se dis-
producciOn en masa, hacen que el programa tinguen netamente dcl programa de Babeuf
274 COMUNISM()

por Ia diversa manera de concebir ci paso de funcionarios encargados de elaborar planes


Ia vieja a Ia nueva sociedad: un paso que no de producción anual. Cada ciudadano da a Ia
es violento sino pacifico, o sea confiando esen- colectividad una cantidad igual de trabajo, y
cialmente en Ia fuerza de Ia conviccion y en retira de un almacén pübiico Ic necesario
ci ejemplo de nuevas comunidades urmOnicas para Ia propia vida.
fundamenttdas en Ia cooperacion y en Ia Incluso Cabet, en definitiva, a pesar de su
union fraterna de sus componentes. actitud de fondo tan ser era y rIgida (tiene sus
Charles Fourier (1772-1837) teoriza los reservas respecto it Ia prensa y no admite los
famosos falansterios: pequenas comunidades part idos politicos), tiene, como Fourier y
no afectadas par Ia competencia y por ci chu. Owen, una concepcion esencialmente evolu-
que de inlereses, en las cuales los individuos cionista: Ia nueva suciedad debe realizarse no
ileran una vida comunitaria y ejecutan con- a través de Ia revoiuciOn, sino a través de Ia
juntamente cuaiquier trabajo. Dentro de tales educaciOn, Ia convicciOn y ci eJemplo.
comunidades sustancialmente autárquicas (ci Respecto a todos estos autores, Ia escuela
comercio con ci exterior debe reducirse at de Saint-Simon representa un importante
minimo), los trabajadores superan incluso Ia paso hacia adelante: integra estrechamente
esciavitud de In division del trabajo, pasan- los ideales socialistas y comunistas con Ia
do periOdicamente de una a otra ocupaciOn, organizaciOn industrial del mundo moderno.
y ello no segün una decision tomada desde lo Hablamos de "escuela sansimoniana" porque
alto, sino basándosc en una libre elccción. El en Ia obra de Saint-Simon no existen rasgos
trubajo pierde asI todo carácter coactivo y se antagOnicos entre obreros y empresarios. has-
convierte en algo gratificante como ci juego ta ci punto que se indkan indistintamente con
de los niños. una sola palabra: los indusiriales. A algunos
La concepcion de Robert Owen (1771-1858) seguidores de Saint-Simon (sobre todo a
presenta algunas analogias con Ia de Fourier. Bazard y a Leroux) les compete Ia tarea de
En efecto, también Owen proyecta comunas retomar algunas de las formulaciones funda-
o aldeas fundadas en In cooperaciOn, consti- mentales del maestro, mntegrandolas dentro
tuidas por desocupados a los que serán asig- de un esquema sociopolitico netamente cIa-
nados lutes de terreno para cultivar. Estas sista. El acento se pone en ci contrasle entre
comunas son pues fundamentalmente agrko- propiedad privada y funcionamiento Optimo
las, aunque Owen no excluye determinadas dcl sistema industrial: porquc mientras Ia
actividades industriales. gran industria está en condiciones de produ-
Además, las comunas se intercambiarOn los dr una cantidad enorme de riqueza. In orga-
productos excedentes. y ello permitira supe- nización social fundada en Ia propiedad pri-
rar la economia de mercado. (Owen intentO vada de los medios de producciOn hace que
Ilevar a In práctica sus propios provcctos, y las ventajas de In industrializaciOn las gccen
en 1825 fundó en Estados Unidos In colonia solamente unos pocus. Dc aqui Ia firme con-
de New Harmony; sus seguidores fundaron dena, par parte de los sansimonianos más
otras similares. Sin embargo algunos años radicaies, de Ia "cxplotacion del hombre por
dcspuês tales experimentos fracasaron.) ci hombre" (urmulación que sera retomada
Si Fourier y Owen fundaron sus proyectos al pie de Ia letra par Marx y Engels). Afirma
de regeneración de In sociedad en pequeñas Bazard: "Si ci !énero humano se está movien-
comunidades, Etienne Cabet (1788-1856) pro- do hacia una situaeiOn en Ia que todos los
yecta en cambio una orgunizuciOn a escala individuo, scran valorados cgOn su capaci-
nacional. Adcmás, d es rk!urosamente comu- did v remunerados segOn su trabajo, Cs CVI-
nista, va que, a diferencia de Fourier y de dente que el derecho de propiedad, tal como
Owen, cxcluye cunlquier forma de propiedad ahora subsiste. debe 5cr abolido, porque, al
personal, par minima que sea. En su imagi- dar a una cierta clase de individuos Ia posi-
naria Icaria, Cabet prevé Ia supresión no óio bilidad de vivir dci trabajo de otros v en corn-
de todas las diferencia. sociales, 5mb también pieta pasividad. dlo perpetüa In explotacion
de las diferencias en ci modo de vestirse. Los de una porte dcl pueblo. Ia más ütil, Ia que
medios de producciOn deben 5cr propiedad trabaja y produce, en favor d- los que sola-
comOn de In colectivid4d, Ia cual clige a los mente consumen." Sc trata pues de transfe-
COM1'IS51(.) 275

rir al estado, translormado en asociaciOn de bajus precios de sus mercancias han sido Ia
trabajadores, aquel derecho de herencia que artilieria pesada con Ia que ha ahatido todas
constituye ci fundamento de Ia propiedad pri- las murallas chinas.
vada, de inodo que Ia tierra y ci capital se con- Con Ia creación dcl mercado mundial, Ia
viertun verdaderamente en instrumentos de hurguesia ha convertido en cosmopolitas Ia
trabajo de los productores. producción y ci consumo de todos los palses;
ha aniquilado las antiguas industrias nacio-
VI. h1 (01OUSIS%1O \1ARXISTA. La concepcion nales y las ha sustituido con nuevas indus-
comunista de Marx (1818-1883) y de Engels trias, las cuales ya no trabajan con materias
(1820-1895) estt también estrechamente yin- primas propias, sino con materias primas
culada a Ia organización industrial dcl mun- procedentes de las más remotas regiones, y
do moderno; más aün, es su pieza fundamen- cuyos productos ya no se consumen solamen-
tal. En cfccto, una de las caracteristicas fun- teen un pals, sino en todos los paises del mun-
damentales de Ia cuncepción marxista es Ia do. Con ello termina todo aislamiento local
de no pronunciar ninguna condena moral de o nacional y empieza un tráfico universal, una
Ia burguesia, sino más bien celebra y exalta, dependencia universal de las naciones entre
con tonos ditirámbicos, su función histórica. Si.
Esto aparece bien evidente en ci Manifiesio Sin embargo Ia burguesia, que ha suscita-
del Partido cornunisla (1848), donde se afir- do como par encanto tan potentes medios de
ma que existe una diferencia fundamental producción y de intercambio, sc parece al
entre Ia burguesia y las clases preburguesas brujo que no logra ya dominar los poderes
que han dominada en los ültimos siglos: mien- ocultos que ha evocado. Las modernas fuer-
tras que Ia condición de existencia de las cia- zas productivas se rebelan contra las moder-
ses preburguesas era Ia conservación inmu- nas relaciones de producción y contra aque-
table dcl ant iguo modo de producciôn. Ia hur- Ilas relaciones de propiedad que representan
guesia, en cambio, no puede existir sin revo- Ia condición de existencia de Ia burguesia y
lucionar continuamente los instrumentos de de su poder, que condenan a Ia gran mayoria
producción, y par tanto las relaciones de pro- de Ia población a una extrema indigencia y
ducción y todo el conjunto de relaciones a una progresiva exclusion de los beneficios
sociales. Esta acción incesante desintegra ya de Ia enorme riqueza material producida.
sea las estables y oxidadas condiciones de Este contraste se ponc de manifiesto en las
vida, ya sea las opiniones e ideas tradiciona- crisis comerciales, que con sus reincidencias
les, y las nuevas ideas envejecen antes de periOdicas amenazan cada vez más Ia existen-
haber consolidado su estructura. cia de toda Ia sociedad burguesa. En las cri-
Además, Ia burguesia ha demostrado por sis se produce una epidemia social que en
primera vez hasta dónde puede Ilegar Ia acti- cualquier otra épc.ca hubiera parecido tin con-
idad humana, ha creado mayores maravillas trasentido: Ia epidemia de Ia plusproducciOn.
que las pirãmides de Egipto, los acueductos Las fuerzas productivas han llegado a ser
rmanos o las catedrales gOticas; ha hechu demasiado poderosas, y las relaciones bur-
mayores expediciones que las migraciones de guesas demasiado estrechas para poder cana-
los pueblos o las Cruzadas. Ha modificado Ia lizar las riquezas producidas.
faz del mundo en una medida que no tiene La burguesia supera las crisis destruyen-
precedentes en las historia humana. Ha rca- do por un lado de manera forzada una gran
lizado par primera vez una verdadera y real cantidad de fuerzas productivas y conquistan-
unificación del género humano y ha creado do par otro Iado nuevos mercados o explotan-
un mundo a su propia imagen y semejanza. do más intensamente los mercados ya exis-
La necesidad de salidas cada vez más amplias tentes. Sin embargo, de este modo prepara
para sus productos Ia ha 11ev ado hasta los crisis mzLs amplias y más violentas, reducien-
ültimos confines del globo terrestre. Mejoran- do al mismo tiempo lOS medios para preve-
do rapidamente todos los instrumentos de fir crisis futuras. Las armas con las que yen-
produccion, haciendo cada vez mas ágiles las do aI feudalismo se vuelven ahora contra ella
comunicaciones ha integrado dentro de Ia v Ia ilevan inevitablemente a Ia decadcncia y
civilización a las naciones más primitivas. Los a Ia muerte.
276 COMUNISMO

sta es, a grandes rasgos. Ia parabola pre- las mismas medidas coercitivas se aplicarán
sentada en ci Manifiesto a proposito de Ia fun- en un area rest ringida y solo por un cierto
cion historica de Ia burguesia. La sentencia tiempo. Por todo lo dicho Marx planteO siem-
que se pronuncia contra dicha clase no tiene pre una critica firme y decidida de las con-
pues nada de moraiista ni está fundamenta- cepciones jacobino-bianquistas: para él Ia
da en una opcion de tipo ético, o sea en un revoluciOn proletania puede realizar una
"deber ser, sino que se ye como el resulta- transformación comunista de Ia sociedad sOlo
do inevitable de un proceso objet ivo. de orden cuando ci desarrollo capitalista haya aican-
material-social, en todo Y pOT todo similiar a zado su propia cimu; todo intento de acele-
un proceso de historia nacional. rar arbitrariamente los tiempos de Ia revolu-
El análisis marxista del desarrollo burgues cion Ilevaria solamente al fracaso o a Ia adop-
quedaria sin embargo en gran manera incom- cion de medidas terronistas cuda vex más gra-
pieto Si 110 Se tuviera en cuenta el esquema ves, que terminarian por dcsnaturalizar Ia
dicotómico (basado sulamente en dos ciases misma revoiucion.
sociales) que constituye uno de sus eiemen- También bajo otro punto de vista un desa-
tos más esenciales. Segün Marx, el capitalis- rrolio capitalista plenamente realizado cons-
mo, en su ascenso, aniquila progresivamen- tituye ci presupuesto esencial de Ia cuncep-
te a los grupos intermedios y los proletariza: ción marxista: segün Marx, solamente Ia gran
el nümero de los obreros tiende pues a industria realiza el enorme aumento de Ia
aumentar de modo constante y en ci periodu riqueza social que puede hacer posihk Ia apli-
final del desarrollo cupitalista se enfrentarãn caciOn de Ia siguiente reglu: de cada uno
solamente dos clases: burguesia y proleta- segün las propia.s capacidades, a cada uno
riado. segün las propias necesidades.
Este es un punto capital de Ia teorla mar- Se ha de tener en cuenta a este respecto que
xista: si en efecto, como Marx da por descon- Marx revisa una caracteristica negativa de Ia
tado, Ia clase burguesa se distingue de las pre- literatura socialista y comunista precedente
cedentes clases dominantes porque no está en en ci punto en que ésta propugna 'un asce-
condiciones de asegurar a sus esclavos ni tan tismo universal y una burda tendencia a igua-
solo Ia existencia dentro de los ilmites de Ia lar todo". Este tema. Va desarrollado en los
esclavitud, ya que está obligada a dejarlos Manuscritos econOmico-filosoficos de 1844,
caer en una situación tal que tendria que all- esti presente en todas las obras de Marx has-
mentarios en vez de ser alimentada por ellos; ta lkgar a Ia Crizica del Prograrna dL' Goiha:
y Si es igualmente cierto que Ia clase obrera ci derecho igualitario burgués es nivelador en
está destinada a convertirse en Ia gran mayo- abstracto, porque aplica a todos los hombres
na de Ia poblacion, a causa de Ia proletariza- Ia misma medida, sin tener en cuenta sus dife-
cion de los grupos intermedios. entonces Ia rencias fisicas, familiares, intelectuales, etc.
expropiaciOn de los expropiadores serã un En hi sociedad comunista el estrecho derecho
hecho absolutamente necesario e inevitable. burgués serO superado, y cada uno dará segOn
"Todos los movimientos existentes hasta Ia sus propias capacidades y recibir-á segün las
actualidad —se lee en ci Manifiesto— han sido propias necesidades. Para alcanzar Cste obje-
movimientos de minorias o en ci interés de tivo es sin embargo necesario que las fuerzas
minorias. El movimiento proletario es ci productivas Ileguen a su máximo desarrollo
movimiento independiente de una ingente v las fuentes de Ia riqueza social fluvan con
mayorla en inters de esa ingente mayoria." toda su pknitud.
Este cnrácter ampliumente mavoritario del
movimiento proletario asegura, segün Marx, VII. KAL'TsKY Y li 11OLEMICA (OX LOS BOL( HEVIQUES.
que Ia revoluciOn socialista y 1a Ease sucei- La critica dirigida por Kautskv a Lenin y a
va de 'dictadura del proletariado", aunque los bolcheviques par haber "forzado" el pro-
estén caracterizadas por rnedidas violentas y ceso histOrico. quemandu arbitraniamente las
coercitivas (a fin de destruir Ia máquina hur- etapas, v pciniendo en marcha ci pro.eso revo-
tuesa estabkcida, instrumento de Ia dictadu- Iucionario en un pais retrasado, es una criti-
ra de Ia burguesia: t'. marxI.mo), serán apo- ca fiel a Ia inspiración más profunda dcl mar-
yadas por la gran mayoria de Ia poblaciOn, v xismu. Segun Kautskv. cuanto más capitalista
(X)NCILIARISMO 277

y dcmocrático es un estado, tanto más se taciOn pariamentaria y segün las rcglas de


encuentra cerca del socialismo: ya sea porque una sociedad pluralista, y estableciendo el
una industria capitalista altamente desarro- marco esencial y no sustituible en ci que se
Ilada significa alta productividad, trabajo pondrá en marcha hasta su conclusiOn un
socializado, proletariado numeroso, a porque proceso de transformaciOn socialista y comu-
en un estado democrático ci proletariado está nista de Ia sociedad.
mejor organizado y capacitado. Para ver los diversos procesos dcl movi-
Los boicheviques, por el contrario. tienen. miento comunista a partir de Ia revolucion
segün Kautsky, una concepción esencialmen- rusa y de Ia Tercera Internacional hasta flues-
te jacobino-blanquista de hi dictadura del pro- tros dias, v. las siguientes voces: leninismo,
letariado, concepción que se pone de mani- stailnismo, trotskismo, maoismo, eurocomu-
fiesto en ci hecho de apoyar su proyecto revo- nismo.
lucionario no sobre un desarrollo adecuado
en io cconómico-industrial y en lo politico, BIBLIOGRAFIA: Hisioria del socialismo, 1789-1848
sino en un voluntarismo abstracto. El poder (1970), a cargo de Gian Mario Bravo, Barcelona,
de los bolchcviques se configura asi necesa- Arid, 1976; G.D.H. Cole. Histuria delpensamien-
riamente coma una dictadura de minoria, que 10 socialista, vol. I: Los precursores, 1789-1850
desembocará inevitablemente en un regimen (1955). Mexico, Fonda de Cultura Económica,
fundado en medios de control de tipo buro- 1964; Purilanessimo e liberia. Dibattiti e libelli,
crático y policiaco. a cargo de V. Gabrieii, Turin, Einaudi, 1956; K.
Para Kautsky, en cambio, Ia dictadura del Korsch, Karl Marx (1938), Barcelona, Arid, 1975;
proletariado debc Ilegar como consecuencia G. Lichtheim, Origenes del socialismo (1969), Bar-
de Ia conquista de Ia mayoria parlamentaria: celona, Anagrama, 1970; G. Lichtheim, El mar-
tal mayorla no debe suprimir ni limitar las xismo (1969). Barcelona, Anagrama, 1971; R.
libertades civiles y politicas, debe verificar Mondolfo, comunismo, en Enciclopedia italiana,
periodicamente las bases del propia consen- Roma, Lstituto Enciclopedia ltaIiana, 1929, vol.
so mediante elecciones libres, y solo ha de xl; M.L. Salvadori. Kautsky e la rivoluzione
recurrir a medios coercitivos contra aquellos socialisia, 1880-1938, MuOn, Feltrinclli, 1976; D.
movimientos y grupos minoritarios que even- Settembrini. Due ipolesi peril socialismo in Marx
tualmente se opongan con violencia al gobier- ed Engels, Ban, Latcrza, 1973; J.L. Talmon,
no legal de Ia mayorfa socialista. De esta Mesianismo politico (1960), Mexico, Aguilar,
manera Kautsky retoma y profundiza Ia ins- 1969; J.L. Talmon, Los origenes de la democra-
piraciOn antijacobina y antiblanquista (v. cia totalitaria (1952). Mexico, Aguilar, 1956; E.
blanquismo) del pensamiento de Marx, con Troeltsch, Die Soziallehren der chrisilichen Kir-
una importante innovaciOn: mientras que chen und Gruppen (1912), Florencia, La Nuova
Marx sostuvo siempre coma algo necesario Ia Italia, 1941-1969.
superaciOn de In democracia representativa
a delegada, sustituyendola por una democra- [clusEprE BEDESCHI]
cia directa, Kautsky sostiene en cambio que
la democracia representativa es Un instru-
mento fundamental que se debe potenciar y
no sc ha de sustituir con elementos de demo- conc1iarIsmo
cracia directa o participativa.
Criticada ásperamente par Lenin y los bol- En su acepciOn mOs estricta el c.
t. DEFINICION.
cheviques, asi coma par todos los partidos se puede definir como una doctrina eclesio-
que apelan al leninismo, Ia conccpciOn del logica que, en Occidente, afirma Ia superio-
reneado" Kautsky be tomará coma una ridad del concilio general respecto al papa.
especie de revancha historica varios decenios Sin embargo, Ia medida de tal superionidad,
despuCs, cuando algunos partidos comunis- los casos en los que se aplica, los titulos en
tas de Europa occidental guardaran sus dis- los que se fundamenta, s' han entendida de
tancias respecto al leninismo y a Ia CRSS, manera muv diversa. Si par una parte Ia doc-
reclainando uu riguroso respelo de las liber- trina conciliarista llego a su apogeo entre
tades civiles y politicas, en una libre confrori- 1378 y 1512, a, "Si se preficre" (Black, What
27$ (ONCJLIARISM()

was conciliarism?, 213), ent re mediados del papa y sacar las consecuencias juridicas de
siglo xii y Ia Reforma, par otra también es este hecho? El papa Gelasio, en 495, habla
cierto que las relaciones entre los conciiios afirmado que ci papa no podia ser juzgado
y ci papa se han entendido de modos muy par nadie, y esta doctrina reaparece en los
diversos desde los tiempos del Africa de san Dictatus papac. Pero Un texio atribuido a san
Cipriano hasta Ia epoca contemporánea. Aqui Bonifacio, reproducido en 1140 en ci decreto
no tomaremos en consideración más que el de Graciano, introduce una reserva: "salvo en
c. en sent ido estricto, ci que florecio durante ci caso de herejia" (Dist. xi, c. 6). Esta doe-
Ia "crisis conciliar" de los sigios xiv-xv. trina fue aprobada por Inocencio III (1198-
1216) y desarrollada par los canonistas dci
ii. PREMIsAS. Tres son las premisas que deben siglo xiii. Es sobre esta base que los Colon-
estabiecersc: Ia complejidad de las relaciones na, en 1297, apelan al concilio contra Bonifa-
papa-conciiio; Ia jurisdicción sobre un papa cio VIII, acusándoio de herejia; ci mismo
herético; las doctrinas de Marsiiio de Padua argumento lo retoma en 1303 Guiliermo de
y de Guillermo de Ockham sobre Ia constitu- Nogaret, en rciaciôn con ci conflicto entre
ción de Ia igiesia. Felipe ci Hermoso y Bonifacio VIII. A su vez,
a] Relaciones papa-concilio. En ci trascurso recurriendo a las formuiaciones de Felipe ci
dcl primer milcnio los concilios, incluso los Hermoso, Luis ci Bávaro apela en 1324 al con-
concilios generales, no se presentan como cilio en contra de Juan XXII.
órganos de gobierno pontificio; ni tampoco c] La nuera filosofia politica: Marsilio de
las decisiones conciliares buscaron siempre Padua (127511280 - 1343) v Guillermo de Ock-
obtener ci aval de Ia autoridad romana. En ham (1295/1300 - 134911350). Ambos bajo Ia
991 ci conciiio de San Basilio afirmaba Ia influencia de Ia filosofia poiftica de AristOte-
superioridad de los cánones conciliares sobre les, ci profesor de Ia Faculté des Arts dc Paris
las decretales y ci eco de dicha tesis ilega has- y ci franciscano de Oxford proponen doetri-
ta finales del siglo xi con ho de Chartres. nas eclesioiógieas que, aunque distintas en
Por otro lado ci papado no goaba siempre diversos puntos, tienen en comUn Ia caracte-
de Ia autoridad nccesaria para imponer las ristica de poncr en discusión Ia autoridad
propias opciones y las relaciones en Ire Roma pontificia. Guillermo Durand ci Joven, en un
y las iglesias locales no eran lo suficientemen- escrito elaborado para ci concilio dc Vienne
te agiies para permitir un estrecho control de 1311 (ci Dc modo generalis concilii cele.
pontificio sobre los concilios. brandi) propugnaba una limitación dc Ia
Una nueva actitud se manifiesta a partir de potestad dcl pontIficL' v un reforzamiento de
Ia contundente afirmación de Ia autoridad las funciones del concilio. Es dentro del con-
romana: los Diclatus papae, que expresan Ia cilia general, que debe reunirse ai menos cada
doctrina de Gregorio VII (1073-1086) y de sus diez años, que ci papa ejerce el poder legisla-
más estrechos colaboradores, que deciaran tivo. Marsilio expresa en ci Defensor pads
que "sóio ci papa puede convocar concilios (1324) Ia concepción segün Ia cual, tanto en
generaies y ningün sinodo pucde considerar- Ia igiesia como en ci ámbito civil. Ia autori-
se váiido sin ci consentimiento pontiuicio". dad reside en ci pueblo. En Ia iglesia, los fie-
Roma se aferrará siempre a esta doctrina. Los ies Ia delegan al conciiio general. Al contra-
progresos de Ia monarquia pontificia, cada rio de Marsiiio, Ockham no niega ci origen
vez is acentuados desde finales del siglo xi divino del primado romano. La doctrina
hasta los pontificados de Avigncri (1305-1378), expresada en su Dialogus (Ca. 1343) es mãs
no pudieron evitar ci surgimiento de protes- sutii, más matizada, til vcz dificil de for-
las y criticas. Entre êstas se afirma también mular.
ci conciiiarismo. Sin proclamar Ia superioridad dcl concilio,
bi La jurisdicción sabre un papa Iiertrfca. Tal quiere iiberarse de Ia autoridad pontificia.
cuestión, que podria parecer simplemente Con Ia doctrina tradicionai, atribuve al con-
una hipótesis escohi'.tica, aporta un nuevo cilia ci derecho de juzgar a un papa herético,
argumento a ios que sostienen Ia superiori- pero reconoce Ia misma potestad al coiegio
dad conciliar. iQui6n sino ci concilio general cardenalicio, o inciuso al obispo dcl lugar de
podria pronunciarse sobre ia herejia de un residencia eventual dc un papa herético. Y si
('ONCILIARISMO 279

par un lado pone en duda Ia infalibilidad pon- cosa", Conrado distingue Ia iglesia universal
tificia, no por ello está más seguro de Ia dci (con gregazu, uidelium) de Ia igksia romuna,
conciiio a de cualquier otro órgano eclesiai. constituida por ci papa y ci colegio cardena-
Ockham, como Marsilio, considera Ia iglesia ucla. Noes pusible atribuir Ia infalihilidad a
mucho más como una congregario fidehum cste colegio, ya que ello cquivaldriu a colocar-
que como una sociedad jerârquica, con un Ia par encima de los apO.stoles. cuya Ic vino
papa coma jefe supremo. No estando en con- a menos en el momento de Ia Pasión. Por el
diciones de ejercer par si mismos su pates- contrario, Ia iglesia universal, de Ia que Cris-
tad, los licks Is delegan al concilio. to es Ia cabeza, no puede equivocarse.
Convergian asi a favor del movinhiento con- Utilizando los anáiisis de Ockham, Cunra-
ciliar las reservas respecta a un papado cada do afirma quc a Ia iglesia universal Ic carres-
vez más dominante, Ia dotrina canónica que ponde ci pader y que está representada par
atribuia al concilia Ia jurisdicción sobre un el concilio general. Un año después otro teó-
papa herético v las nuevas concepciones logo parisiense. Enrique de Langenstein, en
sobre Ia saciedad eciesiastica. Aello se ha de una Epislola concilii pacis, que tuvo una
anaclir que las exigencias financicras de los amplia difusiOn, propugna a su vez Ia apela-
papas avioneses, el modo en que éstos dis- dOn al concilio. Este puede ser convocado par
ponian libremente de los beneficio.s eclesiás- el emperador sin Ia intervención del papa en
ticos en favor de sus lamiliares, a pesar de cuatro casa.s: herejia del papa, muerte de
ser putrimonio de las igiesia.s locales; ci ha- todos los cardenales dcspués de Ia del papa,
mado, continuamente repetido desde finales error de Fe por paite del papa y de todo ci
del siglo xiii, en pro de una "reforma de Ia colegio cardenaiicio, privac iOn de libertad de
iglesia en Ia cabeza y en los miembros", indu- los cardenales por mala voluntad o tirania de
cia a muchos espiritus a ver en el concilio el aquclios que se niegan a elegir un papa.
Unico órgano capaz de poner orden en Ia La acogida que recibieron dichas tesis fue
iglesia. sin embargo maderada. En el concilio de Pisa
(1409), el conciliarisma representO una posi-
Ill ELCISMA OF. IA 1GLESIA LOS REMEDIOS NEC E.SARIOS. ción minoritaria.
En 1378 las dos clecciones, de Urbano VI y
de Ciemente VII, dividen a Ia cristiandad. Se A partir de fina-
IV. DESARROLLO OF. IA I)OCTRINA.
produce el cisma en Ia igiesia y desde su mis- les del siglo xiv y en los primeros decenios
ma cabeza. ZC6mo poner fin a dicha situa- dcl xv los que propugnaban Ia superioridad
don? Este dramático incidente permitirá al dcl concihio se hacen más numerosos y más
c. manifestarse can toda su potencialidad. Las insistentes. En 1398, en su comentario a las
ideas formuladas par Juan de Paris, Guiller- Decretales, el jurista perusino Baldo degli
mo Durand, Marsilio y Ockham acerca del Ubaidi no ye otra saiuciOn para resolver ci cis-
lugar del concilio en Ia iglesia, asi coma las ma que el concilio general. La argumentación
doctrinas canOnicas relativas al juicio sobre ha desarrolla diez años más tarde su alumno
un papa herético, ofrecian en efecto Ia posi- Francesco Zabarella, obispo de Florencia. Su
bilidad de terminar con el cisma bicéfalo que Tractalus de sc/i ismaze per imperatorem
pronto seria tricéfalo. Scria propio dcl con- tollendo (1408) afirrna Ia plenitud del poder
cilia gestionar y restablecer Ia paz y Ia uni- del conciiio, en cuanta éste reprcsenta a Ia
dad. Esta tesis fue sostenida par las cuatra iglesia considerada coma comunidad de los
facultades de Ia Universidad de Paris el 20 de F ides. Es en Ia comunidad que reside el padei.
mayo de 1380, expresada par uno de sus La autoridad del papa sOlo se justifica cuan-
maestros, Conrado de Gelnhausen,en una car- do administra bien. Atafle a Ia comunidad
ta a Carlos VI (Episiola concordiae, mayo de expresar el juicio sabre el cumphimiento de
1380). Se puede cansiderar dicha carta coma tal condiciOn. En duanto a Ia superioridad del
ci primer gran manifiesta del c. Mientras que concilio general sabre el papa. Zabarella Ia
las canonistas clá'icos coma UguciOn (Sum- admite en dos casas: en cuestiones de fe y en
ma ad D. 93, c. 24) elaboraban una teoria todo Ia que concierne al "estatuta de Ia igle-
scgün Ia cual "Ia iglesia de Ia ciudad de Roma sia univel sal". Si el papa o los cardenaks no
y Ia iglesia del mundo entero eran una sola pueden o no quieren convocar el concilio, ata-
280 CONCILIARISMO

ne al emperador convocarlo, en cuanto repre- bros", instaura un control de las finanzas pun-
sentante dcl pueblo cristiano, ya que 'a él Ic tificias. Durante ci conciiio, en 1417. Pierre
ha sido delegado el poder sobre todo ci mun- d'Ailiv rcdactó su Traciatus de ecciesiac, eon-
do". En Francia Pierre d'Ailly —que serã can- cliii gewraiis, rornani ponlificis et cardina-
ciller de Ia Universidad, limosnero de Carlos hum auetorilaze, en el que iimita Ia monar-
VI y cardenal en 1412— desde 1380 fue un fir- quia pontificia por mediu de Ia aristocracia
me partidario dcl c. Con ocasión del concilio del colegio de cardenales y de Ia base más
de Pisa, otro universitario parisiense, Juan amplia (a veces se dice impropiamente más
Gerson, en ci Dc imitate ecciesiastica (1409), democrática) del concilio gencr,sl, que repre-
reconocia el derecho de Ia igiesia universal senta a Ia comunidad de los fieles. También
reunida en concilio a deponer al papa. Sin en Constanza. Gerson revisa su obra princi-
embargo ci concilio de Pisa se refirió simple- pal. ci Dc poleslate ecciesiastica ci engine
mente a Ia antigua teoria canónica del juicio iuris (1417), en Ia que propone como el régi-
por parte del concilio acerca de un papa here- men óptimo para Ia iglesia una polizia mixta
tico cuando ci 5 de junio de 1409 depuso a los con tres componentes: Ia realeza de MoisCs.
dos papas rivales, en cuanto "cismáticos... Ia aristocracia de los setentidOs ancianos y Ia
herCticos notorios". El 26 de junio los carde- participaciOn del pueblo. En cuanto al conci-
nales eligieron a Alejandro V. pero ya que los ho, puede reunirse en caso de muerte (natu-
dos papas depuestos continuaron conservan- ral o juridica) dci papa o en el caso de que Cste
do seguidores, ci cisma se convirtió en tn- se niegue injustificadamente a convocarlo.
cefalo.
VI NUEVOS DOCUMENTOS cONCILIAkI5TAS. Si es cier-
V. EL CONCILIARISI() EN EL C()NCILIO DE CONSTANZA to que el concilio de Constanza corresponde,
1414•I41M. Por voluntad del emperador germa- por efecto de sus decretos, al apogeo dcl c.,
no Segismundo, a fin de resolver el cisma, esta doctnina continua activa después de
pero convocado por Juan XXIII, sucesor de 1415, aunque sin duda va a desaparecer una
Alejandro V en 1410, el concilio de Constan- de las razones de Ia apclación al concilio. El
za hace pasar el c. de un debate doctrinal a concihio de Constanza pone fin ul cisma tn-
una aplicación jurIdica. Los teologos france- céfalo con Ia destitucion de Juan XXIII (29
ses partidarios de Ia doctrina conciliar. Pie- de mayo de 1417), con Ia ubdicación de Gre-
rre d'Aill), Juan Gerson y Guillermo Fillas- gorio XII, Ia deposicion de Benedicto XIII (26
tre, desempeflaron un papel preponderante de julio) y Ia elección de Martin V (Ii de
en dicho concilio, casi siempre en función de noviembre de 1417), ci cual reconstituye Ia
moderadores. No es ahora el momento de unidad de Ia iglesia.
detallar las discusiones sobre Ia resolución La superionidad del concilio habia sido pro-
del cisma, las condenas de Wycliff y Hus, las clamada con violencia hacia 1410 par Dietrich
medidas dirigidas a una reforma de Ia igle- von Niem en su Dc mode uniendi ac reforman-
ski, sino que nos limitaremos a considerar las di Ecciesian, in conciiio wziversali. Como dis-
sesiones cuarta y quinta (30 de marzo y 6 de cipulo de Mansilio. Dietnich niegt al papa el
abril de 1415). Los decretos promulgados en denecho de convocar y de presidir ci conci-
tales sesiones declarun que ci concilio gene- ho. o de cualquier definicion .jcerca del esta-
ral, ya que representa a Ia iglesia militante do en el que -e encuenina Ia iglesia. "El con-
recibe su poder dire'tamente de Cristo. Se duo puede limitar ci poder dcl papa. ya que
prociama la superioridad del concilio sobre nepresenta a Ia iglesia universal. Puede dc-
el papa en lo concerniente a Ia Fe y a fines de gin al papa o deponerlo"
Ia "reforma de Ia iglesia en su cabeza y en sus Esta concepción demc.nática dcl poden.
miembros" (decreto "Haec sancta svnodus"). trasposición de Ia doltrina LristotMica del
La sesión trigesimonona (9 de octubre de estado a Ia constituciOn de Ia iglesia, Ia ol-
1417), medianteelcanon "Frequens". estable- veremos a encontrar, con menos virulencia,
cc Ia reunion de un concilio general cada diez en el Dc concordia catholica libri ires de Nico-
ahos, mientras que Ia sesiOn cuadragesimo- las de Cusu (1433).
tercera (21 de marzo de 1418). sobre Ia "relor- Puco mas tande, el ultimo de los grandes
ma de Li iglesia en u cabeza v en sus miem- canonistas del medievo, Nicolás Tudeschi, ila-
CONCILIARISMO 261

mado ci Panormitano, sin poner en duda el a un papa herético o cismático, es retomada


origen divino del poder pontificio, deciara que par los grandcs teologos Torquemada. Cave-
la igiesia universal ha recibido también el tano, SuArez y Beiarmino. La misma arma del
poder de Dios, y todavia un poder más gran- concilio será invocada pot los reformadores
de, ya que todo ci poder eciesiástico reside del siglo xvi. Aunque, a decir verdad, des-
en Ia iglesia lam quam in funda!nenlo". Pedro pués del conciiio de Basilea, Ia doctrina de Ia
ha recibido tat poder solo como "ci principal superioridad del concilio va siendo abando-
ministro". El concilio, que representa a Ia nada. Solo en Francia ci gahicanismo Ia pro-
igiesia, recibe de ella Ia propia potestad. ciama cntre sus iibertades". El segundo de
los cuatro artk-ulos de 1682, redactados par
EL( ONCIIJARISMO EN ELC.ONC1UO DE BASILEMI43I- Bossuct, afirma todavia ci valor de los decre-
14371.En las tumultuosas reuniones del con- tos de las scsioncs cuarta y quinta de Cons-
duo de Basilea, que acabaron por desacredi- tanza. Las diversas interpretacioncs dcl c.,
tar a dicha asamblea, se sostuvo todavid con propuestas par catolicos, protestantes y teó-
gran vigor ci c. Eugenio IV se opuso a éi en ricos dci parlamentarismo, fuerzan tal vez ci
una lucha dificil, que tat vez Ia ikvO a pac- sentido y ci alcance de textos concebidos por
tar. Sin embargo en 1437 fue atacado viulen- una sociedad distinta, peru son sin embargo
tamente por parte del Panurmitano y ci con- un testimonbo de Ia importancia de esta doc-
cilio Ia depuso en 1439. Andrés Escobar irma.
(Gubernaculu;n coneiliorum, 1435) y Juan
Aifonso de Segovia (Gesia concilii Basiliensis) INTERI'RF.TACIONES. Descuidada hasta tiem-
permanecieron ficies a las tesis de Marsilio pos recientes, Ia historia de losconciiios y lit
y de Ockham, mientras que otros concilia- reflcxión sobre Ia importandia de los mismos
ristas", desiiusionados del conciiio —coma ci en Ia vida de Ia iglesia han sido estimuladas
cardenal iegado Giuiiano Cesarini, Eneas Sil- par ci acontecimiento dcl Concilio Vaticano
vio (ci futuro Plo II) v Antonio de Resellis- II. Sc ha dedicado un interés especial a las
se udherian a Ia monarquia pontificia. Nico- doctrinas medievales del poder (en Ia igiesia
las de Cusa, a pesar de sus tesis en ci Dc con- ' en Ia sociedad civil) y 4 los cscritos de los
cordia, tambièn se acercó a Ia posición de siglos xiv y xv sobre las relaciones entre ci
Eugenio IV. papa v ci concilio. Dc aqui Ia abundante lite-
ratura rcciente sabre ci "c.". Más aliO de los
Etqiuuo. El conciiio de Ferrara-Florencia minuciosos análisis de las teorias antiguas,
(1438-1442) condenó las doctrina.s de Basilea podemos también encontrar nuevas formula-
v cuaiquier componenda con ci conciliarismo. ciones. Dc aqul las diferentes posiciones entre
La hula "Etsi non dubitemus" (20 de abrii de autores. Algunos yen en ci c. un movimiento
1441) condcna Ia tcsis conciliarista. Para doctrinal que anuncia Ia ccicsiologla reforma-
Eugenio IV. Ia autoridad del conciiio deriva da, v de aqul ci interés demostrado par cier-
dcl papa. Una nueva generación de canonis- tos historiadores protestantes. Par ei contra-
tas y teologoc. Ia mavoria itaiianOs v espano- rio, ci hecho de que los teOricos conciliaris-
les, defenderân Ia monarquia pontificia. Con tas havan puesto en duda ci poder absoluto
Ia buia "Execrabilis". Plo II prohibe las ape- del papa y su infaiibiiidad, los cuaies scrán
lacioncs al conciiio (enero de 1460). Sixto IV proclamados ciamorosamente por ci Conci-
anuia los decretos de Con'tanza. En ci conci- ho Vaticano I v por numerosas declaraciones
ho Latcrano de 1512, las tesis dc Cayctano a del magisterio en ci siglo xix y a principios
favor de una munarquia pontificia omnipo- del xx, no podia dejar de suscitar criticas y
tente triunfan. Después de habcr sido citada desconfianza par parte de muchos historia-
en ci Titulo I dc Ia "Pra2mãtica Sancion de dores católicos, que subrayan Ia ineficacia
Brujas", Ia ductrina conciliarista dcsaparc- practica y ci I racaso consiruiente del c. Es
cc en ci concordato de 1516. sintomãtico al respecto que ni el Dk'tionuui-
Sin embaro estos rcchazos v condenaciu- re de rheologie catholique ni ci Diciiomiaire
nes no acaharán con ci c. La antiva doctri- de droir canonique havan incluidu Ia voz "c.'.
na canónica, par Ia quc Sc reconuc al conci- Y, por otro iado, en ci 1.exikon für Theologie
ho general Ia capacidad de juzgar depuner und Kirche Ia voi 'Konziiiarismus' (H.
282 CONCILIARISMO

Jedin), rica en referencias, es por to demás 1969; C'oncilium constanciense 1414-1418, a car-
demasiado breve para intentar un análisis go de R. Bàumer. Darmstadt. 1977, t. xi, p. 426;
doctrinal. W. Brand-Muller, Dus Kirnzil von Pavia-Si'na,
Incluso los politólogos y los constituciona- 1423-1424, Munstcr, Aschendorff, 1968-1974. 2
listas han sido atraldos por dichas doctrinas, vol..; J. Gill, Histoire des candles occumEniques:
en las que han creIdo vislumbrar los prime- Constance ci Bale-Florence, Paris. Ed. de lOran-
ros rasgos de Ia teoria de Ia representacion, te, 1965, t. ix: A. Leidi, Die Primaisverhandlun-
del parlamentarismo. de Ia bü.squeda de con- gen auf dem Konzil von Florenz als Ant wort auf
trapesos para el absolutisino monárquico. den westlichen Konziliarismus and die östliche
El riesgo de tales intentos es evidente. No Peniarchie. Paderhorn, Schoning, 1975, t. i; F.
es posible interpretar el pensamiento medie- Oakley, c'onciliarism and the fifth Lateran coun-
val sobre Ia base de nuestras concepciones y cil, en Church History 1972. pp. 452-463; J.W.
de nuestras estructuras institucionales Stieber, Pope Eu genius IV: the council of Bassel
modernas y seria asimismo ingenuo querer and the secular and ecclesiastical authorities in
utilizar aquellas formulas para resolver los the Empire. The conflict over supreme authority
problemas de nuestra época. Por otro lado es and powers in the church. Leiden, BrilI, 1978; P.
evidenie que las sociedades politicas laicas de Vooght. Les pouvoirs du concile ci l'authori-
son sustancialmente distintas de las socieda- té du pape au concile de Constance. Le ddcret
des religiosas. Tat vez sean posibles algunas "Haec sancta synodus" du 6 avril 1415. Paris,
compuraciones 0 algunas analogias, pero Cerf, 1965; P. de Vooght, Les cant rove rses sur les
seria arriesgado hablar de elementos mutuos pouvoirs du concile et l'autoritë du pape au con-
o de casos de identidad. cue de Constance, en Rev. Theal. de Louvain, i,
1970.
IIIBLIOGRAFIA. Sobre ci Inovimiento concilia rista Sobre las doczrina.s conciliari%ta.c: G. Alberigo,
en general: R. Baumer, Die Eniwicklung des Kon- Chiesa conciliare, Brescia, Paideia, 1981: P. Ber-
:iliarismus. Werden und Nuchwirken der Kon- tagna, Ii problema della "Pleniiudo ecclesiae
ziliaren Idee, Darmstadt, Wissenschaftliche polestatis" nella doitrina ecclesiologica di Gio-
Buchgesellschaft, 1976; A.J. Black. Council and vanni Gersone 1363-1429, en ilpollinaris, XLIII,
commune. The conciliar movement in the 1970; H. Kaminsk , Cession, substraction, depo-
church, Londres, Search Press, 1979; A.J. Black, sition: Simon de ('armauds formulation of the
ttizai is conciliarism? Conciliar theory in histo- French solution to the schism, en Post Scripta,
rical perspective. en Authority and power, Cam- Studia Gratianu. Roma, Libreria Atenco Salesia-
bridge, Cambridge University Press, 1980, pp. no, 1972, t. xv, pp. 295-317; J. Klcitzner, Kardi-
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Rforrnkon:ilin des 15. Jhr. in dcr ,cucrcn Furs-
chung, Annuarium Hktoriae Conciliorum I,
CONCORDATO ECLESIASTICO 2.113

concordato eclestãstico xiv, cuando no directamente Ia doctrina de Ia


subordinaciôn de Ia iglesia al estado (Marsi-
ho de Padua), por ho menos Ia concepción de
I. DEFINICION. DAbS HISTORICOS. EL CONCORDATO EN Ia derivaciOn directa de Dios del poder impe-
I A EI'CCA ANTICUA. C. es una acepción con Ia rial, y por lo tanto de Ia mndependencia del
cuat se intenia definir en lenguaje técnico- imperio respecto del papado (Cino da Pistoin,
juridico Ia convención bilateral entre Ia San- Dante).
te Sede y los estados para Ia regiamentacion Por otro lado, en el ámbito curialista encon-
de las actividzdes edesiàsticas desa rrofladas tramos siempre sancionada Ia teoria de Ia
en territorio estatal, y para Ia resoluciôn de supremacia papal, aunque con distinto gra-
los contrastes eventualmente surgidos entre do de intensidad con el correr del tiempo: de
potestad eclesiástica y potestad civil. modo que a Ia fOrmula canOnica de Ia poles-
Pero tal definición, ci bien completa en las Ecciesiac directa in rem porali bus —teoria
cuanto a Ia complejidad y a Ia heterogenei- de Ia dependencia absoluta de los estados
dad de los actuales c., ciertamente resulta respecto de una iglesia que se limita a dde-
impropia cuando expresa Ia institucion con- gar a otro ente el ejercicio del poder tempo-
cordataria en toda su natural dimension his- ral— se Ilega a una Cpoca en Ia que Ia Santa
tórica. Basta considerar, en efecto, que el ins- Sede conoce quiza como nunca un incontras-
trumento concordatario —prescindiendo de tado dominio (es ci pontificado de Bonifacio
los pacta carolingica (segunda mitad del siglo VIII, siglo xiv); mientras que Ia Ilamada
viii d. .): actos por los cuales, a pesar dci for- pozeslas Ecc!esiae inth recta in tern poralihus
mal intercambio de concesiones pontificias —teoria que sustancialmente condiciona Ia
con dádivas recihidas de Ia Santa Sede. noes autonomla de Ia pofesras polirica, separada de
licito hablar de c. • a causa del inextrincable Ia pozeslas ecciesiasrica en Ia persecución de
enredo entre poder religioso y poder tempo- objetivos no contrastantes con los de Ia igle-
ral en un regimen rigidamente teocrático sia— se logran una vez consumados desde
como el carolingio— se presenta en los albo- hacia tiempo los Oltimos Cxitos del cisma de
res del siglo xii, con el c. de Worms, que mar- Occidente. cuando el papado prctcndc propi-
ca Ia definitiva victoria papal sobre el impe- ciar alianzas para contener las consecuencias
rio en Ia lucha de las investiduras, para con- de Ia Reforma (siglo xvi).
vertirce luego. en el siglo xv, en frecuente si En tal problemitica historica, legistas v
no usual medio de arreglo de las contiendas canonistas afrontan el estudio de Ia institu-
entre iglesia v estado. Basta considerar, ciOn concordat aria segOn perspectivas part i-
cntonces, que Ia institución funda sus raices culares y contrastantes; al respecto, es sin
v se desarroila en una Cpoczl antiquisima, embargo interesante notar que mientras toda
teniendo origen en condiciones histórico- In doctrina canonista concibe ci c. conio acto
politicas ciertamente muy distintas de las que pontificio de carãcter privilegiado, sin con-
hoy conocemos, como causas de los actuales siderar Ia hipOtesis de una voluntad jerárqui-
concordatos. camente superior o, al menos, bajo cada per-
A partir de los siglos xii y xiii se asiste a Ia fil igual a Ia del pontifice, por ci contrario Ia
superaciOn del principio de Ia reciproca mdc- doctrina anticurialista no trata especifica-
pendencia en Ia coordinaciOn entre papado e mente ci tema concordatario o, de todas for-
imperio, cuva formulación corresponde al mas, parece considerar ci c. como una insti-
papa Gelasio I (fin del siglo v d. c.), y al con- tucion propia dcl derecho canónico.
secucnte choque decidido, tanto en ci nivel de TambiCn esto confirma las conciusiones, a
las efectivac relaciones de fuerza como sobre las que Ia historiografia ha liegado más que
el piano teOrico, entre poder espiritual v nada en eI pasado y con particular atención
poder temporal. Las doctrinas juridicas de Ia recientemente, segOn las cuales Ia instituciOn
Cpoca son sintomáticas. Por un lado asistimos concordataria en Ia Cpoca antigua no fue -
a una tradiciOn anticurialista que. inaugura- en tCrminos de derecho— "convenciOn bila-
da por los gloadores con Ia teorización de Ia teral" sino un unilateral acto pontificio
igualdad de los dos poderes, provistos de (D'Avack. 1961).
diersas jurisdicciones, alcanzará en el siglo A partir de una intestigacion capilarde los
284 CONCORDATO ECLESIASTICO

c. se ha registrado que Ia Santa Sede, mien- Tal forma de estado, que encontrará en ci
tras se servia de Ia forma de los privilegia hegelismo su culminación teOrica, y que en
aposrolica alli donde debiera ceder concreta- Ia realidad politica se concretará en expresio-
mente en los conflictos con los soberanos, uti- nes antitéticas como, por ejemplo, el estado
lizaba por el contrario los concordatu, o pac- autoritario y ci estado democrático, encuen-
ia conventa, para dar lugar a un total reco- tra Ia oposición decidida, incondicional, del
nocimiento de los éxitos conseguidos en los pensamiento teologico catOlico y de Ia cien-
conflictos con ci poder secular. No habrIa por cia juridica canónica. Justamente ci instru-
lo tanto choque de voluntades sino unu sus- mento concordatario, que anteriormente
tancial iniciativa solo por parte pontificia, habia representado para Ia Santa Sede ci for-
como lo demuestran los prepotentes ejemplos mal reconocimiento de su propia posiciOn pri-
del c. de Worms, asi como del c. de Viena (s. mada, es invocado como barrera en contra de
xiv) y del c. de Bolonia (s. xvi), que marcan Ia Ia invasiOn de los estados. Apoyando a esta
formal definicion de las victorias de Ia igle- instituciOn secular, a su tradicional validez,
sin católica contra las tendcncias autonomis- es violentamente contradicha Ia afirmaciOn
tas, alemanas y francesas respectivamente. que hacia del estado un Onico valor, una üni-
Por otro lado, es igualmente importante mani- ca fuente dcl derecho pura Ia reivindicaciOn
festar, al amparo de una buena tesis, que el de Ia autonomla y de Ia independencia del
documento en el cual se sanciona Ia conven- orden eclesiástico, o bien de Ia absoluta liber-
cion es siempre solo una bula pontificia, y que tad de Ia iglesia en el terreno que Ic es propio.
en este acto interno del ordenamiento ecle- Proposiciones, éstas, quc desarrolladas en
siastico Ia concordancia de las dos volunta- el interior del mundo catOlico, terminan lue-
des supremas es apenas indicada o directa- go por ser acogidas en ci mismo ámbito esta-
mente ocuitada (D'Avack, 1961). tal en una nueva formulación de Ia relaciOn
Este carácter de unilateralidad acompana estado-iglesia que tiene razones poll ticas no
a través de los siglos a Ia institución concor- difIcilmente imaginabies: ci estado, aun a cos-
dataria. Considerando que aOn en pleno siglo ta de una limitaciOn de su propia soberanla,
xviii cncontramos varios testimonios doctii- encuentra, cuando no un aval. un respeto por
nales que se oponen al c. por ser instrumen- pane de Ia iglesia de su propia linea de
to de predominio pontificio, debe decirse - gobierno; Ia iglesia, aunque en una posiciOn
por una distinción tanto sumaria como mdc- que Ic impide oponerse sustancialmente a las
bidamente esquemática— que sOlo a fines dcl elecciones del ejecutivo estatal, obtiene Ia
siglo xviii, con Ia definitiva concreciOn en el intangibilidad de un campo en que se desen-
Occidente europeo del estado moderno, el c. vuelve concretamente su propia misiOri.
asumc Ia real forma juridica de "convenciOn Es por lo tanto solo en Ia época moderna
bilateral", o de "negocio transativo". que Ia autonidad civil y Ia Santa Sede acuer-
dan sus respectivas competencias y llegan a
ii. El. (ONCORDATO DEspeEs DFLSIGW xviii. Después coincidencias acerca de los respectivos ámbi-
del siglo xviii, con Ia definitiva eliminaciOn tos de acciOn en un igual estado de sobera-
de todo residuo de poder de carácter feudal, nia, en Ia igual condiciOn de ordenamientos
lograda por medio de un sistema administra- juridicos primarios, o de entidades dotadas
tivo burocritico, el estado, con Ia bandera de de mndependencia originaria y autonomia; se
concepciones racionalistas como ci laicismo crea asi unu situaciOn que Sc remite a los
y el agnocticismo, reclama para si toda Ia esfe- esquemas dcl derecho intcrnacional, y quc sin
ra de los derechos v de las obligaciones de los embargo conserva aspectos de unzt particu-
sübditos, sustentando Ia propia competencia laridad tan importante que induce a una gran
aun en Ia reglarnentacion dcl fenOmeno reli- parte de In doctrina a hablar de "ordenamien-
gioso. Invertidos los términos, es ahora el to especial concordatario". Para tal propOsi-
estado el que Sc arroga Ia Ilamada competen- to resta, para ser breve, destacar que el c., aun
cia de las competencias, o bien Ia autoridad siendcj una fuente anomala de un derecho que
de definir lo que cae dentro de sus propios no es inter nationes (lo que, par cierto, resul-
atiibutos v lo que eventualmeiite pueda lana en si influvenic, no siendo extrañas al
incumbir it Ia iglesia. derecho internacional relaciones en las que
CONCORDATO ECLESIASTICO 285

participan sujetos en cardcter funcional, es des politicas surgidas fuera de él. Al concep-
decir carentes de los términos de Ia territo- to de estado-persona Ia sustituye, por otra par-
riulidad y de Ia nacionalidad), y que en algu- te, ci concepto de estado-comunidad: una for-
nas de sus expresiones parece contradecir la ma de estado no ya rigidamente centraliza-
logica del derecho internacional, es una ins- da, ni ahora ya más comprensiva de todos los
titución que legitimamente se ha encuadra- fcnOmenos emergentes en ci interior de sus
do en Ia categorla de los instrumentos de pac- confines territoriales sino, por ci contrario,
to dcl orden internacional: v pur Ia formal tendiente, para una participación popular
semejanza con los tratados internacionales, más amplia, hacia un piuralismo comunita-
asi como por ci sustancial tipo de reglamen- rio en el cual actüan complementariamente
tación que Se pone en vigor, obliga a los con- instituciones no estatales.
trayentes a Ia pardon del principio intemacio- La igiesia, por otra parte. ha hecho ya suya
nalista segUn ci cua pacla Sn,,, servanda. oficialmente una nueva concepción de Ia rela-
En esta problemática histórico-juridica. ción con el poder civil, que Ic da mayor auto-
que ei mundo prOximo a nosotros propone, nomia y por Ia tanto una posibiiidad de criti-
se evalüan los numerosos c. estipulados entre ca más amplia frente a las directivas politi-
Ia iglesia y los estados desde los aflos inme- cas asumidas por el estado. Las previsoras
diatamente posteriores a Ia primera guerra intuiciones de una cierta teologia que, surgi-
mundial hasta pasada Ia mitad de nuestro da fuera del ambiente italiano, ya aigunos
siglo, entre los cuuies están los tratados de decenios antes dcl segundo conflicto mundial
Letrán, concluidos clii de febrero de 1929 habia afirmado Ia necesidad de una acción de
por ci gobierno italiano y Ia Santa Sede, que Ia iglesia dirigida directamente a Ia concien-
marcan La composiciOn de Ia "cuestión roma- cia de los fieles, prescindiendo de los acuer-
na" y que, recibidos en 1946 por Ia constitu- dos en un nivel verticalista con los gobicrnos.
yente republicana. no Ilegan a tener vida v efi- parecen confluir hoy fundamentalmente en
cacia sino en nuestros dias. las enunciaciones del conciiio ecuménico
Vaticano II. Se recuerda, a propósito, que en
III. EL CONCORDATO HOY: jDESARROLLO DE Li. PROBLE- Ia lectura de los doumentos conciliarcs se
iATIcA 0 CRISIS DEL SISTEMA' La institución con- evidencia par un Iado la ausencia dcl vocablo
cordataria, que en un planteamiento de las c. v, par otro. Ia presencia de tin nuevo con-
relaciones entre estado e igiesia constituye ci cepto: Ia colaboración entre iglesia v comu-
sistema optimo para componer los intereses nidad politica. Ha parecido evidente que, con
tanto ecksiOsticos coma civ lies. no puede ser eso. se ha querido formular —a propOsito de
puesta en discusiOn por Ia profunda crisis a relaciones entre lo temporal v lo espiritual-
Ia cuai el universo juridico contemporánco no un criteria estrictamente estudiado, obli-
está sometido. Los mismos trminos dcl pro- gatoriamente individualizabte en esquemas
blema —ci estado v Ia idesia— no son vu los jur-Idicos preconstituidos sino, par ci contra-
de otros tiempos 0, de todas formas, no hay rio. el criteria más general, más amplio por
duda de que van modificãndose en sus razo- pertenecer al reino de Ia moral. de Ia positi-
nes más intimas y efectivas. La individuali- va avuda que realidades temporales v reali-
zaciOn del poder de un estado rigidamente dades espirituales de alguna forma se deben.
encerrado en su propio territorio para Ia Además, se nota que Ia terminologia eclesiás-
vuliente defensa de su propio elemento nacio- tica que resulta de los actos conciliares se
nal. propia dcl siglo XIX, cede cuando ci cambia también en Ia consideraciOn del fenO-
incremento de las comunicaciones coincide meno estatal yen perfecto paralelo con Ia evo-
con un fuerte aumento de los cambios inter- lución dcl concepto de estado al que se refe-
nacionaics: en efecto. Ia consiguiente forma- na: noes al esrado que Ia igiesia dice referir-
don de organismos supranacionaks, dotados se sino a Ia cornunidad poliüca (Gaudium ci
de efectivo poder v ejerciendo concretas Spes, n. 76). No más —para ci lenguaje juri-
misiones, evidencia Ia posidión de subsidia- dico de difusiOn popular— al estado-aparato
ridad de un e',tado no raramente acostumbra- sino al estado-comunidad. La igksia. en bue-
do a subordinar sus propias decisiones de na medida, intentaria apelar a las voluntades
gobiernu .t problemas económicos v rolunta- populares. sin mediaciones con los poderes
26 CONDUCTISMO

gubernativos del estado. Giuf Ire. 1961; A.C. Jemolo. La Chiesa post-
La superación de Ia tradicional polestas cunciliare e lo slab, en I problemi d Vlisse, xii,
indirecta in tempo ralibus, teoria de ahora en Ease. i.xvi, 1969; A. Mercati. Raccolta di concur-
más inadecuada para expresar este inmedia- dati su materie ecclesiastiche Ira la Santa Sede
to cambio de Ia iglesia hacia Ia base social, e le autorilã civili, Ciudad del Vaticano, 1954.
a juicio de una parte de Ia doctrina eclesiás-
tica marca elfin de Ia época de los C.: ci por- [MAssiMo JASONNI]
venir de Ia iglesia consistiria en una perspec-
tiva puramente escatologica, en ci total aban-
dono de cualquier concepción legalizadora.
Ante tales afirmaciones se ha objctado en
conductismo
muchas ocasiones ci excesivo utopismo: Ia
iglesia, como sociedad que se inserta en ci i. ULFINICION El c. politico constituye un movi-
contexto histórico, está ontoiogicamente miento de protesta y de renovación de Ia den-
imposibilitada de renunciar al uso de los ins- cia politica tradicional o clásica surgido en
trumentos juridicos en general, y en particu- los Estados Unidos. El c. en ciencias politi-
lar del c. (como lorma especifica de cubby- cas se desarrolla en dos direcciones princi-
ración). donde Ia violencia politica estatal jus- pales. El primer significado se refiere ai obje-
tifique una actitud de defensa: por ejemplo, to del estudio de Ia politica. Los conductis-
en ci estado totaiitario, en el estado represor tas sostienen que ci análisis politico debe
de Ia lihertad de culto. El c., en esta segunda orientarse al estudio y a Ia observaciOn del
interpretación, quedaria como instrumento hombre como actor politico, debe estudiar no
juridico actual, pero en una nueva perspecti- solo sus acciones sino las motivaciones, las
vu que apurna a Ia tutela del bien inalienable actitudes, las expectativas, las orientaciones
de Ia libertad religiosa (en este sentido —ha y las demandas. A diferencia de Ia ciencia
agregado alguien— Ia iglesia católica deberia politica tradicional que se ocupa de ]as insti-
acordar con el estado no solo ci iibre carác- tuciones y de los mecanismos juridico-
ter extrinseco del propio culto sino, en un pia- formales y que tiende a cosificar las institu-
no de igualdad, también ci de todas las otras ciones atribuyéndoles una vida distinta de Ia
confesiones religiosas) y no a Ia adquisicion de los que forman pane de ellas, los conduc-
de posiciones de priviiegio. tistas ponen en ci centro de su atcnción Ia per-
Es cierto que ci c., como todo to que perte- sonalidad y Ia actividad politica del hombre.
nece al mundo dcl derecho. Cs una instituciOn La segunda linea de desarrollo complemen-
estrechamente ligada a las razones históricas tania se refiere al método y a las t&nicas con
que Ic dieron origen. Hoy, frente a un estado que debe estudiarse Ia politica. Los conduc-
vu no decidido a utilizar Ia religion como ins- tistas son los exponentes inás coinprometidos
trumento unificador del elemento nacional, de un método ri'urosamente cientifico, cuyo
frente a una iglesia que ya no ainbiciona un modelo se encuentra en las ciencias natura-
confesionismo de estado y que, en eso, les, y de nueva.s técnicas de investigación
demuestra no desear una discriminaciOn que corno las entrevistas, los sondeos de opiniOn,
ponga sobre pianos diferentes Ia vida de los los panels (entrevistas repetidas en ci tiem-
distintos grupos reiigiosos en ci interior del po con Ia misma muestra de entrevistados),
estado, parece posible considerar compicta- ci análisis del contenido, Ia simulación y hasta
mente cambiada Ia pá2ina de historia dcl las más rcfinadas tcnicas cuantitativas. A
siglo pasado sobre Ia cual se basO un floreci- diferencia de Ia aceptaciOn acritica de las nor-
miento del c. En ci futuro Ia presencia de esta mas formales (juridicas). los conductistas
antiuua instituciOn relamcntaria del encuen- observan los procesos y los mecanismos infor-
tro (0 del choque) entre poder temporal v males a trzivts de los cuales los hombres inte-
poder espiritual creemos que estarã condicio- ractüan.
nada a una total v completa restructuraciOn.
II. NACIMILNTODELtONDI(TiS\!i) La reacciOn con-
BiBtJ(.R'J i.A. DAvack, Coi.xordato.-tcksiasri- tra Ia ciencia pcilitica tradicional no sOlo afec-
co, en Eucicbupt'dia del diritto. vol. viii. Milan. taba, sin embargo, ci objeto (las instituciones
CONDUCTISMO 2S7

en lugar del hombre y los mecanismos escuela psicologica de los años veinte, ci beha-
juridico-formales en lugar de los procesos viorism, y por su interés por el hombre con-
informales) y el método (impresionista en creto. Los conductistas se sintieron siempre
lugar de ser cientIfico y sistemático) sino que profundamente atraldos por Ia psicologia.
afectaba tamblen las disciplinas que habian Adernás Ia antropologia, Ia sociologia y Ia ecu-
influido y contribuido más al desarrollo de nomla —por su rigor y por su relativa perfec-
Ia ciencia politica, es decir el derecho, Ia fib- ciOn técnica— se convirtieron en disciplinas
sofia y Ia historia. a las que los conductistas acudirian en mayor
El abandono del estudio del derecho se jus- grado. Si las exigencias de fondo explican este
tifica por La convicción creciente de que éste cambio de marco de referenda seria, sin
proporciona ünicamente una comprensión embargo, erroneo subestimar los estimulos
superficial del comportamiento politico, y ocasionales. Dos de éstos tienen sin duda una
que en su actividad los hombres y las insti- importancia superior a Ia de los demás. En
cüciones se uniforman solo parcialmente a las primer lugar, ci ambiente del departamento
normas juridicas. Lu divisiOn entre lilosofia de ciencias politicas de Ia Universidad de Chi-
ciencia politica se habia ido consumando cago dirigido por Charles Merriam, y el influ-
lenta pero inexorablemente tanto por Ia into- Jo del posit ivismo logico; en segundo lugar Ia
lerancia profunda hacia Ia elaboraciOn abs- ilegada a Estados Unidos de sociologos y psi-
tracta como porque los politologos norteame- cologos alemanes que introdujeron Ia ense-
ricanos habian aceptado prácticamente Ia ñanza de Max Weber y de Freud. Otros esti-
democracia como marco de referencia Oltimo. mulos colaterales posteriores se encuentran
susceptible Onicamente de modificaciones en Ia creciente participaciOn de los politolo-
parciales. gos y, en general, de los cientificos sociales
La filosofia no es mas que un conjunto de en Ia actividad del gobierno en calidad de con-
prescripciones con ecaso apego especifico al sultores, primero, durante La segunda guerra
comportamiento efectivo de los hombres; una mundial, y luego, durante Ia guerra frIa. en
especulacion tarito más inOtii en un pais que Ia reconstrucciOn de Alemania y de Japón. Los
no sentia el probkma de Ia crcaciOn de una cientificos sociaks estuvieron de este modo
nueva utopia sino el de hacer Funcionar de Ia en contacto directo con el funcionamiento
mejor manera posible el sistema existente. efectivo de Ia máquina gubernamental. Mien-
Por lo que respecta a La historia, su peso en tras tanto. Ia constitudión por pane del Social
Ia ciencia politica tradicional habia sido enor - Science Research Council de un comité sabre
me, y su repudio fue igualmente total. Por un el comportamiento politico, en 1945, marca-
lado, Ia "investigación" implica Ia necesidad ha una aceptaciOn del c. en el campo de Ia
de estudiar acontecimientos contemporaneos. ciencia politica. Las subvenciones de las ricas
Por cI otro, si Ia explicaciOn histOrica tiende fundaciones norteamericanas que permitie-
a descartar Ia irrepetibilidad de los distintos ron el financiamiento de las costosas inves-
acontecimientos hitOricos, poniendo de tigaciones necesarias produjeron el cambio
manifiesto las modalidades peculiares de su de dirección decisivo para el establecimien-
desenvolvimiento, los conductistas, interesa- to del c. en el surco de Ia ciencia politica ofi-
dos en pasar de Ia descripcion de un fenOme- cial. La posibilidad de Ilevar a cabo investi-
no a su explicaciOn, v por lo tanto a su previ- gaciones de campo permitia poner a prueba
sión, tratan de percibir no tanto Ia peculiari- las técnicas más modernas, v afinarlas ulte-
dad sino Ia uniformidad de los distintos fenO riormente.
meno.
Habiéndose distanciado en esta forma de Ill. PkINCIPLOS FU5DAlENTALEs DEL ONDUCTISMO A
las disciplinas que habian constituido Ia fuen- mediados de Los años cincuenta, el c. en cien-
te de una pane tan grande de La ciencia poli. cias politicas no era ya Onicamente una
tica tradicional o clásica, los conductistas tra- curriente de minoria mirada con recelu sino
taron de encontrar inspil -ación v avuda en que cunstituia un muvimiento de importan-
otras disciplinas más cercanas a sus intere- cia creciente en muchus sectores de Ia cien-
ses v a sus necesidades. Por el hecho mismo eLi politica tradicional, movimientu con el
de haber cumbiado el propio nombre de una que todos tenian que ver. Sin embargo los
2ss CONDUCTISMO

conductistas no habian ilegado a elaborar su ción y al lugar que ocupan los juicios de valor
munifiesto, y los que se profesaban como tales en Ia investigaciOn cientifica. La explicaciOn
no compartian los mismos principios. No obs- empirica y las evaluaciones éticas deben man-
tante, pueden reducirse a ocho puntos los tenerse separadas. No por esto es imposible
principios fundamentales del c., haciendo emitirjuicios de valor; aunque Ia verdad y Ia
notar que no todos los principios son acepta- falsedad de los valores poiticos no forman
dos par todos los conductistas v quc su impor- parte de Ia esfera de Ia invcstigacion del con-
tancia se evalüa tambièn de manera distinta. ductista. El ültimo punto, el principio de jute-
El primer principio puede definirse como ci gración entre las ciencias del hombre, cons-
principio de las uniformidades. En ci compor- tituve ci principio cardinal del c. La ciencia
tamiento politico se encuentran uniformida- politica no puede y no debe ignorar los resul-
des que pueden expresarse por medio de gene- tados de las investigaciones realizadas en las
ralizaciones y que en teoria tienen un valor demás ciencias si no quiere reducir Ia impor-
explicativo v predictivo. La formación de tancia y empobrecer ci contenido de sus des-
generalizaciones v de teorias requiere tanto cubrimientos.
Ia superación del estudio meramente descrip-
tivo como un análisis sistemático de Ia poli- IV. CRtTICA Y EVALUACION DEL CONDUcTISMO. Un
tica. El segundo punto se refierc al principio movimiento de protestu se juzga por los efec-
de Ia observación. El conductista obtiene sus tos que ha tenido Y por las contribuciones que
generalizaciones y sus teorias a partir de Ia ha sido capaz de aportar. El c. ha enriqueci-
observacion de Ia realidad y no de especula- do los conocimientos politicos par Ia menos
ciones a deducciones. en tres sectores de considerable importancia:
El tercer punto se refiere ai principio de Ia en ci sector de Ia conducta electoral y de Ia
verificacion. La validcz de las generalizacio- part icipacion politica, en ci estudio de Ia "per-
nes y de las teorias elaboradas sobre Ia obser- sonalidad politica y de las elites (v. elites, teo-
vación de Ia realidad debe comprobarse con na de las) y en ci sector del comportamiento
una nueva comparación con Ia realidad. Dc legislativo y judicial. El c. ha dado, udemás.
esta comparación surgirá una validaciOn, una ci primer impulso al cstudio de los sistemas
invalidación 0 on refinamiento de las gene- politicos basados en Ia obscrvaciOn, concen-
ralizaciones y de las teorias en cucstión. El trando su atenciOn en Ia distribución del
cuarto punto se refiere al principio de Ia cuan- poder en las comunidades locales. Coma se
rificaciOn. Sirviéndose de técnicas apropia- puede comprobar, se trata de temas cuanti-
das, y Si lo permiten los problemas en exa- ficables s' que se prestan para ser estudiados
men, ci investigador debe tratar de pasar a con técnicus de investigaciOn modernas. Es
Ia medición y a Ia cuantificación de sus natural que los conductistus hayan dado Ia
encuestas para aumentar Ia precision. El maxima importancia a los sectores en quc sus
quinto punto Se ref iere a Ia relaciOn entre tea- tCcnicas de investigacin, de encuesta y de
,ia e inveszigaciOn. La teoria y Ia investigacion elaboraciOri de los datos eran particuiarmente
deben avanzar al mismo ritmo: "Sin ci apo- apropiadas.
vo de Ia teoria, Ia investigaciOn puede resul- Sin embargo, ci descuido de otros proble-
tar banal, v sin el apovo de los datos Ia teo- mas y sectores no se explica ünicamcnte par
na puede resuitar fOtil" (Easton. 1967). Ia diuicultud de utilizar ciertas tCcnicas sino
El sexto punto concierne a Ia relución entre tambiCn por los supuestos teOricos, por los
ck'nch pura v ciencia aplicada. Lu compren- ucho principios fundamentales enunciados
siOn y Ia explicacion de Ia conducta palitica anteriormente. Dc este modo los conductis-
avanza logicamente y proporciona Ia base tas adoptan a menudo on punto de vista his-
pura los intentos de utilizar los conocimien- tOrico, v se muestran incapaces de utilizar el
tos politicos en Ia soluciOn de los problemas material histOrico. El sector del cambio poli-
prácticos urgentes de Ia sociedad. Por otra tico ligado de manera particular a Ia corn-
narte. ci conductista debe prestar atención a prensiOn histórica y que noes susceptible de
no confundir Ia actividad práctica con Ia refle- someterse a Ia investigación con entrevistas,
siOn teOrica si pretende seguiractuandocomo cuestionarios v sondeos, cunstitu e una de las
cientifico. El séptimo punto se refiere a Ia fun- grandes lagunas de Ia producciOn de los con-
CON r)LcrIsMO 289

ductistas. Su inciinación a estudiar segmen- politica: ci modo tradicional y ci modo modcr-


tos politicos limitados, y algunas veces irre- no quc seflala Ia no normatividad y Ia exigen-
levantes, peru susceptibles de encuestas pre- cia de métodos rigurosos de explicacion cien-
cisas y de formulaciones cuantitativas, no ha tifica. El c. ha provocado reacciones violen-
contribuido a Ilenar Ia divergencia entre los tas, aun de tipo corporutivo, por parte de los
estudios empiricos y las teorlas generaics; ha que se sentian relegados por los cultivadores
contribuido, cuando mucho. al "hiperfactua- de las técnicas cuantitativas. A pesar de que
lismo" —recolección indiscriminada de datos en Ia actualidad ci c. esté solidamente insta-
sin ningün esquema teôrico en que incorpo- lado dentro del gran cuerpo de Ia ciencia poli-
rarlos— y ha sofocado Ia función de Ia intui- tica, SUS cultivadores, o los que se profesan
ción y de Ia imaginación en ci análisis politi- como tales, no constituyen Ia mayoria de los
co. Finaimente, los conductistas se han refu- politoiogos. Dentro de Ia ciencia politica hay
giado a menudo en Ia torre de marfil de Ia eva- todavia lugar para las perspectivas histórica,
luabilidad de Ia investigación cientifica, cvi- juridica e institucional dcntro del estudio de
tando dar guias y consejos basados en los Ia politica, entendidas como complementarias
resuitados de las investigaciones empiricas. a Ia perspectiva conductista. El c. ha sido
Los conductistas han sido criticados también capaz de introducir trcs innovaciones relevan-
por sus prejuicios ideologicos latentcs. La tes en Ia ciencia politica: ci estudio cuidado-
derecha les objeta que no tomen posicion res- so y riguroso de los procesos politicos infor-
pecto dcl conflicto entre democracia y comu- males; Lécnicas de investigaciOn, mcdición y
nismo; en tanto que Ia izquierda les objeta que cuantificación cada vez más precisas y Ia ten-
hayan aceptado acriticamente los presupues- dencia a Ia invcstigación interdisciplinaria.
tos de Ia ideologia democritica en su [orma Absorbido o no, ci c. ha empapado Ia ciencia
norteamericana. En ci nivel metodoiogico, los politica de los Ultimos años y hoy constituye
cuitivadores de Ia ciencia politica tradicional una corriente esencial e ineliminable de ésta.
senalan desde Ia derecha que los grandcs pr
blemas politicos no son susceptibles de un HIHLI0(,RAIIA R.A. DahI, The behavioral
estudio cientifico-cuantitativo. La impoltan- approach in political socience: epita p/i for a
cia de Ia investigacion ha sido sacrificada en monument to a succesful protest, en American
aras de Ia tecnologia de Ia investigación. En Political Science Review, i.v, septiembre de 1961,
Ia izquierda, en cambio, se sostiene quc los pp. 763-772; D. Easton, Sij,'nificato aituale del
conductistas ban hecho desaparecer de Ia 'comportamentismo' en C.J. Charlesworth
ciencia politica ci estudio de Ia politica como (comp.). Teorie e metodi in scienza polizica (1967),
actividad conflictiva destinada a promover el Bolonia, II Mulino, 1971; D. Easton, The new
bien de una comunidad, de haber reducido Ia revolution in political science, en ,lmeri can Poli-
politica a una función marginal, de haber jus- tical Sc-icncc Review, LXIII, dickmbre dc 1969;
tificado ci orden existente. Los dos tipos de H. Eulau, La persuasion y el comportamiento en
criticas tienen muchos puntos en comün, aun- Ia politica (1963), Buenos Aires, Plus Ultra; H.
que con matices diversos, pero adolecen de Eulau. Micro-macro political analysis: accents of
esquematismos por lo menos arraigados tan inquiry, Chicago, Aldine, 1969; H. Eulau (comp.).
sólidamente como los del c. Además, no hay Behavioral in political science, Nueva York,
quc confundir las posiciones de los conduc- ,'ttherton, 1969; G.J. Graham Jr. y G.W. Carey
tistas con los principios dcl c. Los conductis- (cumps.), The post-behavioral era: perspectives on
Las han adoptado una gama de posiciones polilkal science, Nucva York, David McKay,
politicas muv amplia, pero ci c. en sentido 1972; F.I. Greenstein, Personality and politics,
estricto es una rcivindicaciOn de rigor y den- Chicago, Markham, 1969; C.A. McCoy y J. Play-
tificidad en el estudio de Ia politica y de un ford (comp-..), Apolitical politics: a critique of
mayor interés por ci hombre como actor behavioralism, Nueva York, Crowell, 1967; A.
politico. Ranney (comp.), Essays on the beha% ioral study
of politics, Urbana, University of Illinois Press,
V POSI(IV'JX ?LTCAI. Y IER5PRTIVAS IThLCr,\DUTISMrI 1962.
En definitiva, ci c. ha constituido ci partea-
guas entre dos modos de concebir Ia ciencia [GIANFRANCO PASGUINO]
290 (O FE[)EkCION

confederaciôn rio deberian superar. Por Ia tanto en ci siste-


ma confederal —donde los estados, sin reco-
nocer ningOn poder superior, mantienen su
cONFEDERAUON Y FEL*RAcION En ci lenguaje soberania exclusiva—, los impulsos centrifu-
politico ci termino c. tiene dos significados: gos, expresados por los intereses particula-
uno genérico y otro especIfico. En Ia acepción ristis de los estados, tienden a prevalecer
genérica c. es aproximadamente sinónimo de sobre los cent ripetos expresados por los Orga-
asociaciOn, como sucede por ejemplo en ci nos confederales.
caso del sindicato denominado Q.nfederazio- La independencia tanto dci gobierno fede-
ne Generale Italiana dci Lavoru (c;u.). En Ia ral como de los estados mkmbros (V SU coor-
acepción especifica. de In que nos ocuparemos dinacion reciproca) representa por lo tanto
aqul, ci término c. designa en camhio un tipo ci criteria par.i distinguir Ia federación de las
de asociación entre estados. otras formas de asociuciOn entre estados en
Puesto que los estados dificilmente sc puc- las cuales —todas indistintamente— los fac-
den mantener aislados, sus relaciones son a tores de Ia division politica tienden a preva-
menudo caracterizadas por formas dc coope- Iccer sobre los de Ia unidad. Este critcrio de
ración v de asociación internacional, las cua- carácter sustuncial permitc superar las difi-
les no concluycn sin embargo Ia division poii- cultades derivadas del hecho de que las paIn-
tica y ci poder de cada estado de rescindir en bras c. y federación son usadas a menudo en
cualquier momento los vInculos quc los ligan. los textos constitucionales de manera promis-
dada Ia situaciOn de anarquia que caracteri- cua v frecuentemente de modo diferente que
za las relaciones internacionales. La forma ci del lenguaje politico ms riguroso. Par
asociativa mäs elemental es Ia alianza, Ia cual ejemplo, con base en tal criterio, se puede
no implica que los estados contraventes ins- decir que Suiza es desde 1848 una federaciOn,
tituyan Organos comunes para ejecutar sus aunque Ia constitución helvetica continOe
acuerdus. Lo que distingue Ia c. de una sim- defendiendo su estructura politica coma con-
ple alianza entre estados es que los estados federal. En efecto, ci gobierno central dispo-
confederados dan vida a un órgano politico ne de un control cxclusivo dcl ejército, dcl
de carácter diplomático compuesto par los poder exclusivo de representación diploma-
representantes de los estados. que tiene in tica, de un sisterna aduanal v monelario Oni-
tarea de tomar las decisiones di, interés co v de un poder de imposición propio.
comün. La c. es una institución mucho más antigua
Ahora bien, en las asociaciones entre esta- que In kdcraeiOn. En el mundo antiguo, en
dos dotados de órganos comunes existen algu- las ciudadesestado dc Grecia se formaron Ia
nas (las federaciones) cus'o funcionamiento se liga anlictiOnica y Ia liga aquca, ambas data-
funda en una divisiOn de puderes entle esta- das de Organos comuncs de carâctcr cunfede-
dos miembros y gobierno federal tal que cada ml. Asi, el antiguo imperio germánico v las
uno es al mismo tiempo indepcndiente y coor- Provincias Unids de los Palses Bajos eran
dinado con los otros (Wheare). En particular. asociaciones de tipo confederal. La uniOn de
al gobierno federal se Ic atribuyen poderes los cantones suizos v los Estados Unidos dc
exciusiros en aquellos sectores de Ia politicu America, ailtes de fundirse en una federaciOn,
exterior v econOmica cuvo control di idido. eran confederación.
por ser incompatible con Ia unidad politica,
piovoca an.irquia internacional y de.ordcn a. F.STLCTURA v FuNcIO' El principio politico
econOmico. Exi.ten otras (las c.) cuvos órga- sobre ci cual se basa Ia c. e In subordinaciOn
nos centrales. carentes de una autoridad pro- del órgano central al poder de los estados. El
pin y manteniendo Ia absoluta independencia criterio-guia de Ia conducta de los miembros
de los estados ascciados, no represcntan algo de tal Organo es par Ia tanto Ia defensa de los
cuaIitatiamcnte diferente a Ia suma de los intereses de los estados quc ellos represen-
entes politicos componentes. v par tanto están tan. El funcionamiento de cada c. esta par lo
obligados a suE rir Ia dinámica de los intere- tanto sujeto al derecho de veto de los estadas.
ses dc los estados, sin poderia controlar, a Dc aqul rcsulta quc las ünicas decisiones
reflejar las contradicciones que por ci contra- comunes a las cuales Cs posiblc Ilegar. v que
CON FEDERAtION 291

tienen por Ia tanto una efectiva posibilidad nes está en realidad confiada a los estados,
de ser ejecutadas, son las tomadas por una- los cuales las respetan solo silas juzgan con-
nimidad, es dccir juzgadas aceptables par vergentes con SUS intereses. En Oltima instan-
todos. cia, el poder de decisiOn queda en manos de
Puesto que el vinculo confederal no modi- los estados. Par este motivo cualquier deci-
flea Ia estructura de las relaciones entre los sión tornada en un nivel confederal no tiene
estados, una voluntad politica unitaria se for- carácter vinculante.
ma solo cuando el equilibria politico presio- Las c. no tienen un gobierno democrâtico.
na en esta direction pero no impide graves Sus Organos emanan de los gobiernos a de los
conllictos y profundas divisiones en caso con- parlamentos de los estados. El pueblo está
trario. A este propOsito se pueden imaginar completamente excluida de Ia elecciOn de los
tres situaciones tipicas. En primer lugar, si representantes en los Organos confederales y
existe una completa convergencia de intere- de Ia participaciOn en las decisiones que ellos
ses entre los estados, es posible Ilegar fácil- toman. La participation electoral de los ciu-
mente a decisiones comunes. En segundo dadanos se limita a los confines de los esta-
lugar, coma sucede más a menudo, si existen dos. La c. debe par lo tanto ser definida como
divergencias, las decisiones no pueden ser una asociaciOn entre gobiernos más que entre
más que compromisos entre intereses con- pueblos, ya que las relaciones entre los esta-
trastantes. Esta situaciOn pane en evidencia dos siguen limitadas en el nivel de vértice de
que el regimen confederal, como cualquier Ia politica exterior, Ia cual noes un media dc
sistema internucional de estados independien- expresiOn de Ia democracia sino de su apues-
tes, está regulado par las relaciones de fuer- to, es decir de las exigencias de seguridad y
za material que se establecen entre los corn- de potencia de los estados. Si se puede decir
ponentes y, dada Ia desigual distribuciOn del quc existe un gobierno de Ia c., éste es el resul-
poder politico entre los estados, Ia integra- tado del equilibria en las relaciones de fuer-
ciOn politica de las c. se basa en Ia hegemo- za entre los estados que Ia componen. Por lo
nia politica y militar de uno a mãs estados que respecta a las decisiones. este "gobierno"
sabre los otros. En tercer lugar, silas posi- puedc llegar solamente a compramisos entle
clones de los estados son inconciliables, es decisiones nacionales e intereses nacionales.
decir demasiado lejanas para permitir un
cumpromiso, ninguna decision es posible. Si III. CONDICIONES HISTORICAS OLJE FAVORECEN LA FOR-
esta situación tiende a repetirse, se abre el MACION DE LAS cONFEDERACIONES. Descrito el fun-
camino a hi parálisis a directamente a Ia diso- cionamiento de las instituciones confedera-
luciOn de Ia uniOn conlederal. A causa de las les, es necesario todavia ilustrar las princi-
exigencias contradictorias (asegurar Ia uni- pales condiciones histOricas que favorecen su
dad, manteniendo Ia absoluta soberania de afirmaciOn. Los factores más importantes quc
los estados) que no es capaz de conciliar, Ia en una determinada area geografica pluries-
c. es par Ia tanto una fOrmula politica ines- tatal concurren a Ia formaciOn de una c. sn
table, condenada a disolverse o a consolidar- Ia necesidad de seguridad o Ia exigencia de
se, transformándose en un estado, que tute- desarrollo económico. Para Ia soluciOn en
lará Ia autonomia de las unidades componen- comOn de los problemas relativos Ia c. asu-
tes solo si tiene una estructura federal. me Ia forma de una uniOn defensiva o de una
En cada caso las decisiones de los Organos union aduanal. En consecuencia, las compe-
cntrak, de Ia c. tienen más naturaleza de tencias que normalmente son conferidas a las
recomendaciones que de leyes. porque tales instituciones confederales se refieren al sec-
Organos por una parte no están formados a tor de Ia politica exterior o militar o a cier-
través de una lucha politica. en Ia que parti- Los sectores de Ia polItica económica o bien
cipen directamente las fuerzas politicas que ambos.
aperan en e! interior de los estados con el con- En general el factor histOrico que e.stá en
senso de Ia poblaciOn, ni tienen par otra par- Ia base de los fenOmenos integrativos entre
te Organas ejecutivo , dotados de un poder comunidades politicas que están en relaciOn
dirccta sabre los ciudadanos. La ejecución de entre sI es Ia evolutiOn del modo de produc-
las decisiones tomadas par los Organas comu- cion, el cual tiende a extender las relaciones
292 CON FEDERACION

sociales sobre areas cada vez más vastas, y Esta multiplicaciOn de organizaciones
por lo tanto a acentuar Ia interdependencia internacionales junto al aumento de sus fun-
entre los estados. Los problemas de los que clones ha hecho nacer un fenOmcno nuevo: Ia
depende ci destino de tales comunidades tien- formaciOn de verdaderos aparatos burocrá-
den por tanto a asumir dimensiones más ticos de funcionarios internacionales con
amplias que los poderes politicos organiza- tareas similares a las que tiene Ia administra-
dos. Estados que no son capaces de tomar don publica en ci interior de los estados y ci
medidas solos para dar una respuesta a tales desarrollo de Organos confederales cada vez
problemas deben colaborar con sus vecinos, más compiejos y articulados. Por ejemplo, ci
y por lo tanto sus razones de estado deben propósito de transformar en ci futuro Ia
converger para poder Ilegar a soluciones Comunidad Económica Europea (tEE) en un
comunes. La convergencia de las razones de estado ha sugerido a sus fundadores Ia insti-
estado representa por tanto otra condiciOn tuciOn de un pariamento curopeo, una comi-
necesaria para que una c. pueda formarse y sión ejecutiva y una corte de justicia, aun
mantenerse. Pero su fragilidad constitucio- cuando ci poder de decisiOn ha quedado par
nal, coflsistcflte en que no logra frenar las ahora concentrado esencialmente en un cuar-
distintas razones de estado, hace inestable v to órgano, ci consejo de ministros, que repre-
precaria, como se ha visto, su condición de sentu una sOlida garantia de Ia soberania de
existencia, y Ia condena a Ia disolución si no los estados.
logra consolidarse a travis de Ia institución Entre las organizaciones de tipo confede-
de un poder per encima dcl de los estados. ral hey existentes hay algunas que tienen ten-
Las c. se forman esencialmente cuando exis- denciaimente carácter universal, como Ia
te entre varios estados limit roles una relati- ONU y las organizaciones especializadas a ella
va necesidad de unidad. La c. permite aican- ligadas, v son un signo de Ia tendencia histO-
zar un cierto grado de unidad y garantizar en rica hacia Ia unificación del planeta, aun
una cierta medida seguridad y desarrollo eco- cuando no afectan en lo más minima Ia sobe-
nómico sin que los estados deban ceder su rania absoluta de los estados. Otras organi-
soberania. La experiencia histórica demues- zaciones de tipo confederal tienen solamen-
tra que normalmente las c. son instituidas jus- te dimensiones retionales. Han asumido una
tamente para defender Ia independencia de gran importancia las que se han formado en
los estados, cuya debilidad impone in colabo- Europa occidental después de Ia segunda gue-
raciOn con sus propios vecinos, Y par lo tan• rra mundial, porque en este continente es par-
to con elfin de salvaguardar perpetuar ci ticularmente aguda Ia contradicciOn entre ins
orden interno e internacional existente. dimensiones nacionaIes del poder politico v
las internacionales del desarrollo económico.
IV. EL MTODO cONFEDERAL EN EL MUNDO CONTE11'0- En consecuencia, Ia soiución de un nOmero
RANEO. Las c. dcl pasado han tenido predomi- creciente de problemas ha side tranferida
nantemente carácter militar. En ci mundo per los estados a los órganos confederales
contemporáneo, bajo ci impulse de Ia revo- europeos. En sectores bien delimitados (regla-
lución industrial, que ha determinado una mentacioncs comunitarias) ha ocurrido una
creciente integración. más allá de las fronte- verdadera delegacion de poderes a las auto-
ras de los estados, de diversos aspectos dc Ia ridades curopeas, cuvas decisiones .se impo-
vida social, ci método confederal ha sei-vido nen directamente a los individuos sin pasar
como base para Ia formación de numerosas par ci trámite de los estados. No se trata natu-
organizaciones internacionules especializa. raimente de una transferencia de soberania,
das, como par ejemplo, ci Fondo Monetario porque las decisiones politicas fundamenta-
Internacional (FII) o Ia Comunidad Europea les con tinüun siendo tomadas per los gobier-
del Carbon y dcl Acero (cEcA), que tienen in nos nacionales a través dcl consejo de minis-
tarea de controlar tales procesos de integra- tros. Sin embargo, a diferencia de las insti-
cion y de permitir tomar a los estados dcci- tuciones internacionales, come Ia oNu, que
siones unitarias sabre probkmas que han tienen simplemente Ia tarea de organizar Ia
asumido dimensiones internacionales v en cooperaciOn de los estados, Ia ui-. tienc elfin
ciertos casos mundiales. dc realizar una verdadera integraciOn econó-
CONFESIONALISMO 29

mica entre los estados. Las caracteristicas tanto se considera "no confesional" cuando
institucionales de las comunidades europeas rechaza dar valor jurIdico a los preceptos Cti-
corresponden al hecho de que Ia integración co-religiosos de una determinada confesión
europea representu el estadio mas avanzado religiosa, dando a las propias leycs un conte-
de un proceso más amplio de integracion de nido puramente humano o ético-racional, o
Ia actividad humana, que tiene dimensiones sea inspirado en aquellos principios de justi-
mundiales, e ilustran las transformaciones cia natural sentidos por Ia conciencia comün
que deben sufrir las instituciones confedera- en un determinado periodo histórico. Es logi-
les en el mundo contemporaneo para adecuar- camente posible, como observa N. Morra, que
Se a tal proceso. Ia conciencia comün pueda liegar al descubri-
miento de tales principios incluso grucias a
BIBLIOGRAFIA A. Hamilton, J. Madison y J. Jay. Ia inspiración religiosa, y un estado que reco-
El federalista o la nueva c'onstiluciOu 11788 nozca Ia existencia de las instituciones reli-
[1941]). Mexico, Fondo de Cultura Económica, giosas y Ia importancia de los principios y del
1943; L. Le Fur, Etat fêdéral et con fede ration espIritu religioso para Ia vida de Ia comuni-
d'etats, Paris. Marchal et Billiard, 1896; J.B. Wes- dad politica no por ello será necesariamente
terkamp, Siaatenbund und Bundessiaat. Unier- confesional.
suchungen über die praxis und das Rechi der Son dos los elementos significativos de tal
modernen Bünde, Leipzig, Brockhaus, 1892; K.C. definición, los cuales han tenido un lento y
Wheare. Del governo federale (1945), Milan, progresivo proceso histói-ico: Ia clarificación
Comunita. 1949. de las relaciories entre estado e iglesia y Ia dis-
cusión sobre el origen y Ia fuente del valor
[Luclo LEVI] de los principios éticos en los que se inspira
ci cstado en Ia elaboración de las propias
leyes.
El cristianismo se difunde dentro de cultu-
ras fundadas en Ia compenetración entrc
confesionalismo poder politico y poder religioso: situación
que, en contextos diversos, produce regime-
El termino, derivado de con /esión, aparece en nes teocráticos o incluso hierocráticos o
Ia segunda mitad del siglo xix como reacción diversas formas de iglesias de estado. Con Ia
a las posiciones del teologo e historiador ale- proclamación, de origen cristiano, de Ia sepa-
man D. Strauss, acusado de racionalismo; las ración de los dos poderes, se inicia una con-
iglesias invitaron entonces a regresar a las troversia tipica de todas las iglesias cristia-
grandes declaraciones de principio conteni- nas: Ia del poder sobre las materias mixtas.
das en las C'on IL'siones, como garantia de fide- Una vez admitido que el estado intervenga en
lidad doctrinal, en cuanto ci regreso a Ia pure- el ámbito politico y Ia iglesia en ci ámbito reli-
za de Ia confesión evitaba cualquier paso gioso, siguen existiendo amplios márgenes de
intermedio, fuente de impureza doctrinal. incertidumbre cuando be trata de definir las
Posteriormente el tCrmino asumió un sig- competencias respectivas en asuntos que pUe-
nificado zotalmente diverso, conservando sin den considerarse de ambos ámbitos. La dis-
embargo algunos aspectos originales, espe- cusión acerca de estos sectores determina
cialmente el rechazo a toda mediación. otras situaciones análogas a las precedentes,
Actualmcntc ci término c. indica una actitud en una alternancia de regimenes cesaropapis-
especifica del estado en materia religiosa. que tas y jurisdiccionalistas que desembocan a
se manifiesta en otorgar una situación de pri- menudo en iglesias de estado; o par otro lado
vilegio a un grupo o a una confesión religio- tenemos regimenes curialistas o confesiona-
sa, haciendo propios los principios y Ia doc- les, cuando es Ia iglesia Ia que impone al esta-
trina de Ia misma y asumiendo en su legisla- do el dominio real, llevándolo a introducir en
cion o en sus comportamientos aspectos doc- su legislaciOn sus propios desideratum.
trinales derivados directamente de tal doctri- El c. se manifiesta pues de distintas formas:
na, incluso más allá de cualquier mediación un estado rigidamente confesion.il Ilega a
de las conciencia.s individuales. El estado por reprimir en su seno cultos y creencias que se
294 (ONFESIONES RELIGIOSAS

oponen at culto oficial y reconocido; o bien clase dirigente, abriendo asi el camino al Iota-
se declara Ia obligatoriedad de Ia religiOn of i- litarismo.
cial para gozar dc los derechos civiles (por La confrontaciOn cntrt los dos podcrcs, cI
ejemplo en ci caso de Ia constituciOn napoli- estatal y ci eclesiOstico, llegara a convertirse
tana y en los estatutos de los Estados Ponti- en un enfrentamiento: para evitarlo, se recu-
ficios de 1848). Otros regimenes, aun afirman- rre entonces a los concordatos, pactos bila-
do Ia existencia de una religion de estado, terales en los que Sc indican y limitan las corn-
aceptan otros cultos en condición de tolera- petencias reciprocas y los sectores de inter-
dos (ci estatuto albertino afirma en ci articu- venciOn.
Ia primero: La religion catOlica apostOlica A un estado confesional se contrapone hoy
romana es Ia Onica religion del estado. Los el estado concordatario (que es tal vez sOlo
otros cultos existentes serán tolerados con- una variante dci estado confesional: el caso
forme a las leyes"); o bien conceden a las otras de Italia, donde todavia esta vigente el con-
iglesias una perfccta libertad e igualdad. cordato de 1929, es un ejemplo clara), o bien
El problema se plantea en términos radi- el estado separatista (v. separatismo), en
calmente distintos cuando Ia cuttura filosO- situaciones bastante distintas, que van de for-
fica elabora nuevos principios sobre el valor mas de clara y evidente laicidad a formas de
moral de los actos realizados por el estado, represiOn religiosa. En Ia actualidad estâ
como expresiOn de Ia sociedad civil. Cabe todavia muy difundida Ia identificaciOn prác-
mencionar por ejemplo Ia politica eclesiásti- tica entre estado laico y estado no confesio-
ca italiana después de Ia unidad, cuando Ia nal, o entre estado confesionai y estado cle-
iglesia considera como enemigos y excomul- rical, lo cual no deja de ser ambiguo. Para L.
gados a los representantes del gobierno que Salvatoreili, par ejemplo, estado laico sig-
ha quitado al Vaticano su poder temporal: Ia nifica ni más ni menos un estado no confesio-
clase dirigente, a menudo anticlerical, no es nal"; otros autores son más pesimistas acer-
sin embargo antirreligiosa al contrario, sien- ca de Ia efectiva neutralidad de un estado en
te Ia dificuitud de superar una identificación materia religiosa, aun en ci caso que se pro-
práctica entre religion y moralidad. For ello, dame estado laico; asi como acerca de Ia efec-
para dar solemnidad a ciertos acontecimien- tiva renuncia por parte dc Ia iglesia a toda ten-
tos politicos, pide que Sc celebre un rito reli- taciOn dec., aun después de prccisar su posi-
gioso. Se sabe que éste es el modo para quc ciOn respecto a Ia libertad religiosa el Conci-
Ia conciencia cokctiva atribuva valor moral ho Vaticano II, en lo que concierne a Ia igle-
al acontecimiento politico y por tanto lo con- sia catOl ica (v. anticlericalismo, concordato
valide. eclesiástico, lalcismo).
Con Ia difusión del posit ivismo, y Ia influen-
cia dcl pensamiento de Ardigà en Italia. se BIBLIOcRAFIA A. Di Nob, ('on jL'sione e con fessio-
difunde tanibkn Ia conciencia de Ia inutilidad nalis,no. en Enciclopedia ddle re!igioni, Fioren-
de Ia religion para Ia vida social, dejando de cia. Vallccchi, 1970; N. Morra, Laicismo, en
identificarse religion y moralidad. El estado Noi'is.cirno digesw ituliano, Turin. UTtT, 1963; M.
debe pues buscar en otra parte Ia fuente de Piacentini, Con fessionalismo, en .Vovissimo
su propia eticidad. Se plantean las premisas dit'sio izaliuno, Turin. L.TI-T. 1963; F. Ruffini,
para unas nuevas relaciones enire estado e Rclathini Ira stato e chicsu. Lizeamenii sborici
iglesia. Esta buscará entonces crear una e ,i%Iemafici, a cargo dc F. Margiott.i Broglio,
situaciOrl de hecho que corresponda a Ia pre- Boioriia, II Mulino, 1974.
cedente, imponiendo de manera siempre dis.
[vAcRIuo GLASCO]
tinta las propia- normas a Ia sociedad civil,
exigiendo al estado dar a las mismas un valor
juridico (se trata de Ia conducta que hemos
definido coma confesional); el estado. a tra- confeslones reilgiosas
Vés dc Ia afirmaciOn de .1 mismo como fuen-
te de eticidad, cacrá tal vez en Ia tcntaciOn de La Coiistitucion italiana, siguicndo Ia evulu-
dar vida a un c. al revés, o sea imponiendo ciOn de los ticmpos v ad4xuándosc a Ia c'truc-
como norma las concepcioncs sociales de Ia tura de Ia socicdad con tcmporanea. ha dado
(ONFESIONES REIJ(;IOSS 295

relevancia a los inicreses y relaciones de organizaciOn. para crear una plataforma en


aquellas formaciones sociales que Ia misma Ia que cc puedan encontrar todos los creyen-
Carta constitucional llama "c. religiosas". Dc tes de un culto en cuanto miembros de una
este modo Ia facultad de reglamentar los inte- colectividad, siempre variable en sus compo- -

reses espirituales les ha sido reconocida no nentes, pero cuya unidad social es tutelada
solo it los individuos particulares sino tam- por Ia ConstituciOn.
bién a determinadas formaciories sociales Dc tal modo se han ampliado considerable-
para Ia tutela de intereses colectivos. mente las interrelaciones juridicas: posicion
Este fenómeno, en cierto sentido nuevo del creyente en Ia ordenaciOn juridica esta-
aunque no exclusivo del mundo religioso, tal; relaciones releribles a Ia confesiOn en
plantea una serie de cuestiones y en primer cuanto sikieto unitario; situaciones juridicas
lugar Ia relativa a Ia extensiOn de Ia autono- de los creycntes en particular y que Se con-
mia reconocida a las colectividades confesio- cretan en demandas o deberes respecto de Ia
nales, hasta un punto tal que se puede dar una comunidad cultual. de los demás creyentes a
tutela ante un juez italiano de intereses per- de las autoridades confesionales, no tanto en
tenecientes al mundo religioso, no solo cuan- cuanto Organos de Ia comunidad organizada
do animan situaciones subjetivas constitucio- sino en cuanto expresiOn del poder espiritual.
nalmente garantizadas, sino incluso cuando Precisamente Ia innovaciOn de Ia Constitu-
se trata de asuntos tutelables dentro de las don al dar relevancia a entidades sociales
mismas c. religiusas, y que no han sido pre- coitsideradas anteriormente, par lo general,
vistas en absoluto par las disposiciones legis- sOlo coma presupuestos de hecho con deter-
lativas estatales. No está pues fuera de lugar minados fines par parte dcl legislador plan-
preguntarse hasta dónde y en qué sentido se tea Ia necesidad de definir a las c. religiosas,
puede reconocer a las c. religiosas una repre- a sea determinar a qué organismos sociales
entaciOn de los intereses de los propios Ia Constituyente se ha querido relerir. Basán-
miembros, no uzi singuli (en cuanto mdlvi- dose en esta hipOtesis, el legislador se ha limi-
duo.s particulares) sino en cuanto coetus (gru- tado a una mera referenda al Id quod plerum-
p0), o sea de aquellos intereses que no son que accidit, o sea un concepto social: las c.
referibles a Ia confesiOn coma entidad con su religiosas no son creaciones dcl ordenamiento
sub1etividad propia sino que son intereses juridico ex nihilo; ames quc en Ia realidad
"difundidos" entre Ia generalidad de los juridica existen en el conjunto de Ia vida
miembros de un grupo social dado. social. Sin embargo tat realidad metajuridi-
Dc todos modos, con Ia Constitución repu- ca cc limitada, definida y clasificada par ci
blicana Ia posiciOn juridica de las c. religio- jurista cuando éste tienc que aplic.ar las nor-
sas distintas de Ia catOlica —se consideren o mas correspondientes, ya que aquélla no pre-
no formaciones sedates segOn ci art. 2 senta car,jcteristicas homogeneas en todos los
const.— ha adquirido una relevancia que casos y a veces es dificil trazar los confines
antes no tenia. El art. 8 no solo las considera entre c. religiosas y movimientos filosóficos,
"igualmente libres ante Ia Icy". sino quc les entre colectividades organizadas por los lie-
reconoce tambien el "derecho de organizar- 1cc y sociedad religiosa entendida en sentido
cc segOn los propios estatutoc, mientras no amplio, entre grupos de personas unidas por
se contradigan con el ordenamiento juridico una Onica Ic y asociaciones de laicos con
italiano" y permite que sus relaciones con el caracteristicas confesionales.
estado estén reguladas "par Icy en base it los Las definiciones dadas por Ia doctrina tie-
acuerdos con las representaciones correspon- nen it menudo un mero carácter descriptivo
dientes". La ConstituciOn reconoce asi it las y no siempre son coherentes entre ellas (inclu-
comunidades religiosas, con su estructura, su so Se liega a negar Ia necesidad de una deli-
organización (y par tanto ordenamiento), sus nición, afirmando que Olo en ci momento en
órganos representativos, etcetera. que se estipula un acuerdo, el gobierno y el
Junta a Ia libertad individual dirigida a pariamento valorardn Ia "oportunidad" de
garantizar a los ciudadanos Ia maxima dif e- establecer una disciplina especial cart una
rcnciaciOn en el campu de Ls ideologias reli- colectividad qtie dice tener los requisitos de
giosas, cc plantea Ia neccsidtd juridica de una una confesicn religiosa).
296 CONFESIONES RELICiIOSAS

A veces se habla de grupos sociales, forma- movimientos religiosos", ya que las C. religio-
dos por los individuos que profesan una mis- Sas son "incluso aquellas más evanescentes
ma fe. pero en los que convergen otros dos en cuanto a organizaciOn y ritos, realidades
ciementos: principios que atañen a Ia relación sociales aferrabies, mientras que una orien-
entre ci hombre y Dios y un conjunto de ritos taciOn filosOfica, aunque pueda ejercer en el
que caracterizan al grupo; o bien se pone el mundo del pensamiento una influencia incon-
acento en Ia peculiaridad del fin perseguido mensurablemente superior a Ia de ciertas
por ci grupo social en ci campo religioso; o confesiones ininusculas, no puede fijarse ni
se definen las c. religiosas como comunida- identificarse dci mismo modo. Además Ia rca-
des sociales estables (sin carácter institucio- lidad social 'c. religiosas' postula on minimo
nal, pero calificabies corny ordenamientos de ribs, de ministros, y relativas exigencias
juridicos), que tienen una propia y original de respeto, de protecciOn a las ofensas de los
concepción del mundo basada en Ia existen- adversarios, lo cual no es postulado por nm-
cia de on ser trascendente en reiaciOn con los guna tendencia o escuela filosófica."
hombres; o bien solo se considera confesion Ante tai variedad de opiniones y de señala-
cuando una comunidad, con una finalidad mientos descriptivos de este fenOrneno. no
exclusivamente religiosa-trascendental. se da estä fuera de lugar afirmar que Ia definición
a si misma una organización y normativa de c. religiosa choca contra unu doble dificul-
escrita de Ia que surgen sus representantes tad: primeramente, Ia de saber cuándo on
y est% consolidada (más que en Ia opiniOn conjunto de personas unidas por cierto inte-
pOblica) en Ia tradiciOn italiana; o bien final- rés o ideal cornOn adquiere en su conjunto
mente podemos decir con Jemolo: "Las con- una individualidad tal que pueda considerar-
fesiones distintas de Ia catOlica dan vida a se un todo unitario operante en ci seno de ia
organizaciones —para usar on término menos sociedad; Ia otra, Ia de especificar cuándo una
comprometido— ext remadamente diversas colectividad persigue fines religiosos, lo cual
entre ellas. Unas se presentan como una uni- exige una definicion de religion.
dad eminentemente histórica originadu en on Al considerar en primer lugztr los ciemen-
pasado remoto, y que aun siendo una unidad los en los quc sc articula Ia expresiOn c. reli-
tangible, rica en normas que podriamos ila- giosa", éstu se distingue claramente de Ia Ha-
mar juridicas, no puede adaptarse fácilmen- mada sociedad religiosa ode una simple as
tea nuestros conceptos, sea el de asociaciOn, ciación.
ci de fundaciOn o el de ordenamiento juridi- Cuando se habla de sociedad religiosa (en
co. como en ci caso de Ia más antigua religion contraposicion a sociedad civil) se hace refe-
de un Dios Onico; otras son asociaciones de rencia al conjunto de personas quc desempe-
personas unidas por on credo comün. pero nan una actividad definible como reiigiosa;
que rechazan los vinculos juridicos y afirman sin embargo, aunque ello pueda aplicarse a
el imperio de Ia libre vol untad. Onica que debe diversas colectividades organizadas en par-
dominar en el mundo religioso, perdiendo ticular, se presenta siempre con un carãcter
valor ante Dios todo acto que no sea absolu- "informal", "inorgánico" y por tanto como
tamente libre, como en ci caso de algunos cul- exprcsión de personas que persiguen fines
tos protestantes: otros cuitos protestantes en homogencos, pero no necesariamente unita-
cambio presentan etructuras jerárquicas rios; se trata pues de una pluralidad de horn-
propiamente dichas, que recuerdan a las de bres.cuya'. actividades no están organizadas
Ia iglesia catOlica. pues con Ia Reforma no sino quc cons ergen en un simple "grupo de
rechazaron por completo Ia sOlida urdimbre interés", v aun de un interés aenérico.
del derecho canOnico... Nuestra ConstituciOn Las c. reliiiosas on en cambia colectividu-
reconoce por un lado a las c. religiosas. peru des concretas, cntidades sociale, con mani-
por otro parece ignorar (aun garantizando Ia festaciones bien visibles, de las cuales sC
libertad de asociaciOn siempre quc los fines conocen los nombre v funciorics dentro dc
no viokn Ia ky penal) que existen orientacio- Ia sociedad, los principius en los quc se ins-
nes colectivas respecto a quellas mimas ver- piran, sus rnkmbros. ritos,ceremonias v en
dades especuIativa v moraks que las conIc- general SUS costumbrcs y actos culturulcs,
sIOflCs sostieflen. orientaciones que no son por medio de los cuaks Sc expresa el semi-
CON FESIONES RELIGIOSAS 297

miento religioso. De ello se sigue (aunque no interés o varios intereses comunes. £sta no
faltan ciertas voces disidentes) que ci elemen- es nunca una comunidad en cuyo ámbito ci
to necesario para que un conjunto de perso- individuo pueda desarrollar completamente
nas se constituya en c. religiosa es In estruc- su vida religiosa. satisfaciendo todas las cxi-
tura orgánica que dicha colectividad adquie- gencias espirituaies, ni aun en Ia hipOtesis de
re como un todo organizado que se compor- una asociaciOn de vida comunitaria, ya que
ta como sujeto ünico (capaz de remontarse Ia misma actividad de los miembros del gru-
—segün una corriente doctrinal muy respe- p0. aunque sea puramente ascética Y separa-
table— a un ordenamiento juridico origina- da del mundo, siempre estará en estrecha
rio). Esta realidad social tiende a represen- relacion con Ia vida de todo ci grupo confe-
tar y a resguardar hacia ci exterior on inte- sional, del cual los miembros de Ia asociaciOn
rés propio (que puede no coincidir con el de se sienten parte.
los fieles en particular), mientras que hacia La asociaciOn, en cualquier forma que se
ci interior germinan una serie de relaciones manifieste, es siempre una organización den-
y por tanto de derechos y deheres, de intere- tro de una confesiOn, un eiemento de su
ses directa o indirectamente defendidos, de estructura, Ia cual. precisamente por esto, en
posiciones, etc. Resumiendo, no toda plura- casi Ia totalidad de los casos se presenta des-
lidad de personas que se inspira en los mis- de ci punto de vista organizativo como unu
mos principios religiosos constituye una c. reuniOn de varios grupos vinculados y coor-
religiosa; seth necesario quc Ia pluralidad se dinados entrc si. La admisión en Ia asociaciOn
amalgame hasta el punto de proyectarse con fines de culto no sOlo presupone una posi-
como unidad; se tendrá asi una entidad social ción del lid (adhesion a ciertos principios e
—expresión de una comunidad de reglas y de intenciOn de formar parte de Ia c. religiosa),
ideales— en Ia cual los individuos tienden a sino que implica Ia voluntad especifica de
satisfacer las propias exigencias espirituales unirse y colaboram intimamente con otros
v en cuyo ámbito se entrelazan una serie de para lograr un determinado fin cultuai 0 Ufl
relacones. Por ello seth una unidad orgáni- conjunto de fines los cuales no agotan los
Ca, organizada para representar en ci exterior diversos objetivos —no sicmprc predetermi-
los intereses de Ia colectividad y para permi- nados y por tanto modificabies— que definen
tir en el interior el desarrollo, a través de una a las c. religiosas. Tal voluntad de constituir
serie de relaciones, de todos los efectos con- una asociación con fines religiosos presupo-
secuentes al vinculo que une a los miembros ne. como deciamos, otra voluntad de formar
dci grupo. parte de In coiectividad mOs amplia, que corn-
Las c. reiigiosas también se distinguen prende a todos los fieles de una determinada
(segOn Ia doctrina que priva en clias) de las religion.
asocinciones con finalidades de culto, en gene- En Ia definiciOn de c. religiosa ademis,
ral dirigidas a satisfacer una necesidad reli- como va se dijo, no se puede prescindir de
giosa particular y a desarrollar al mãximo un fijar Ia nociOn de religion, v concretamente
aspecto de Ia vida religiosa. interesa fijar Ia extension del concepto de reli-
La c. religiosa prctende representar a un gión respecto a Ia materia considerada. Sin
nOmero indefinido (seruramente cada vez embargo, ci que intenta obsen-ar ci panora-
mayor) de personas, las cuaks se reconocen ma de las religiones descubre tal variedad que
vinculadas no por tal o cual interé especifi- Ilega a dudar de que exista un denominador
co ni por Ia suma de intcre% particulares. comün, par lo cual —de acuerdo con los fines
sino por una totalidad de interese'.. La c. se de ete articuio— es preferible considerar las
proyecta como un tipo de grupo que inciuye funciuncs que Ia religion pretende desempe-
Ia vidu entera de sus miembros y por Conse- flar; eto permite excluir una valoraciOn total
cuencia e.ta podra vivirse plenamente en su del fenOmeno religioso como fenOmeno dcl
seflu. espiritu humano v permite limittr Ia investi-
La a.uciacion con fines de cuito, en cam- gaciOn a una definiciOn descriptivu o de con-
bio. está constituidao par on conjunto de per - tenido: lo que interesa Cs Ia religion como
sunas que hacen vida en coinun o hien par un hecho historico y social, unico dato quc pue-
grupo organizudu para In obtencion de un den captar el legislador v ci jurista.
298 CONFUCTO

He aqui por qué, de acuerdo con los fines A Ia determinación de esta realidad que se
de esta indagacion, Ia religion es ante todo un manifiesta en Ia sociedad, contribuyen diver-
fenOmeno social; asi pues se excluyen las ideo- sos factores: junto a un ciemento material
logias personales v las creencias comunes a (multiplicidad de individuos) con su estruc-
un grupo de individuos, cuando éstos no se tura organizativu correspundiente, existe un
presentan en Ia fenomenologia social como elemento inmaterial, constituido por Ia op1.
grupo. Ello basta para impedir un uso indis- niOn difundida en Ia sociedad de que un cier-
criminado dcl término religion a través de to grupo. sea o no muy extendido, integra una
generalizaciones incorrectas, tipicas de cier- comunidad que debe calificarse de religiosa.
to ideoiogismo moderno: religiones de Ia
libertad, del trabajo. de Ia humanidad. Y tam- [noMENico BARILLARO]
bién permite negar que bajo el rubro de reli-
giOn pueda entrar el ateismo, Va que éste es
siempre exprcsiOn de una convicciOn indivi-
dual, Ia cual no genera nunca relaciones de conflicto
grupo y no se presenta en absoluto a Ia con-
ciencia social como fenómeno religioso. I I'ARA USA DEE INICION LWL COS.CIPT() Y OF SLS ('OW
Queda fuerd de lugar proceder al análisis PONENTLS. Hay acuerdo sobre ci hecho de que
de los diversos elementos de Ia religion, pues- el c. es una forma de interacciOn entre mdi-
to que una descripción de todas sus manifes- viduos, giupos, organizaciones y cokctivida-
taciones seria enormemente larga y de todos des que implica enfrentamientos par el acce-
modos nos lievaria a una determinaciOn en so a recursos escasos y su distribuciOn. Sin
abstracto del fenOmeno, sin tener en cuenta embargo, una vez admitido lo anterior, sur-
que el legislador (especialmente ci constitu- gen de inmediato diferencias y divergencias
yente) no quiso actuar con base en una confi- respecto a Ia mayor pane de problemas yin-
guraciOn abstracta de Ia comunidad religio- culados al concepto de c. y a su utilizaciOn.
sa, aun histOricamente realizable, sino basán- No tiene caso hablar aqul de conflictos entre
dose en una realidad que se expresa en un individuos en el nivel psicologico, sino que
ambiente socialmente delimitado. Consecuen- centraremos Ia atenciOn en ci c. social y en
temente, para el derecho positivo italiano se ci c. politico (dentro del cual el c. intcrnacio-
tiene una comunidad religiosa siempre y nal puede considerarse una categoria impor-
cuando una comunidad se afirme como gru- tante: V. guerra).
po con finalidades religiosas en Ia opiniOn Obviamente el c. es sOlo una de las formas
pOblica conformada dentro de Ia sociedad ita- posibles de intcracción entre individuos, gru-
liana. SOlo cuando los ciudadanos, sobre Ia pos, organizaciones v colectividades. Otra
basc de un coricepto difundido entrc Ia mayo- posible forma de interacciOn Ia constiluye Ia
na, retengan que un cierto grupo dé lugar a cooperaciOn. Cualquier grupo social o cual-
una religion, solo entonces dicha colectividad quier sociedad hi.tOrica puede definire en
adquirira relevancia para ci estado juridico. cualquier momento en relaciOn con formas de
Se excluye, pues, toda valoración que se base c. o de cooperación entrc los diversos ado-
en un cniterio cuantitativo, ya que no es el res que en ella aparecen. Sin embargo una
nOmero de fieles lo que convierte a un grupo perspectiva del género introduce diferencia-
en c. religiosa. Como máximo, el nOmero de ciones relevantes entre los autores que se han
los ficles ccrá uno de los elementos quc diii- oupado de analizar los conflictos.
airin Ia conciencia social en cierto sentido, Antes de abordar esta probiematica, es
pero a la formaci6n de esta conciencia con- oportuno referirnos a los componentes del c.
trihuirán Ia tradición, la actividad desarro- Se ha dicho que ci objetivo es el control de
lInda por Ia comunidad. las ceremonius v las los recur,os escasos. Prcdominantemente
funciones en las que participan los miembros dichos recursos se presentan bajo formas de
de Ia comunidad, ci trabajo de proselitismo, poder, riqueza y prestigio. Por lo tan to. segOn
los contrastes rcspccto a otras religiones, Ia los tipo y ámbitos del c., se podran estable-
calilicaciori que lzts divetsas ciencia ciales cer otros recur.sus o especificanlos mejor. Por
van dando al grupo o movimiento, etcetera. ejemplo, en los casos de conflictos internacio-
CON FLICTO 299

naies, un recurso importante es el territorio; cionales el planteamiento seria distinto aun


en los casos de conflictos politicos es un en ci caso de encontrarnos ante una violen-
recurso codiciado el control de los caros en cia "controlada", como en el intento de codi-
competencia; en ci caso de conflictos indus- ficar los diversos "umbrales" de una guerra
triales, como senala Dahrendorf, ci objeto del atómica). La violencia puede considerarse un
c., y por tanto los recursos en juego, son las instrumento utilizable en un conflicto social
relacioncs de autoridad y de mando. A estas 0 politico, pero no es ci Unico ni necesaria-
connotaciones cabe añadir que mientras que mente ci mac eficaz.
algunos recursos pueden desearse como fines Dislinguir los conflictos sobre ia base de
en si mismos, otros pueden servir para mejo- sus objetivos noes fácil si no se hace referen-
rar las posiciones en vista de nuevos v pro- cia a una verdadera y propia teoria que
babies conflictos. actualmente no existe. Es posible compren-
Se ha dicho tambien que los conflictos tie- der y analizar los objetivos de los conflictos
nen lugar entre individuos. grupos, organiza- sOlo gracias a una prolundizaciOn en el cono-
ciones y colectividades. Naturalmente existen cimiento de Ia sociedad concreta en Ia que
también conflictos que contraponen mdlvi- surgen s se manifiestan los diversos conflic-
duos y organizaciones (un c. por Ia democra- tos. Por lo tanto, Ia distincion que se presen-
cia interna en el partido entre un disidente ta habitualmente entre conflictos que cc plan-
y los dirigentes), grupos y colectividades (un tean objetivos de cambio en el sistema y los
c. entre una minoria etnica y el estado), entre que se proponen cambios del sistema es sus-
organizaciunes y colectividades (confi ictos tancialmente insatisfactoria. Nada impide, en
entre Ia burocracia y ci gobierno como repre- efecto, que una serie de cambios en ci siste-
sentante de Ia colectividad). Existen pues ma provoque una transformaciOn del sistema,
diversos niveles en los quc pueden situarse mientras que los intentos de cambio dci sis-
los conflictos y asimismo diversos tipos de tema pueden acabar por cooperar ai ref uer-
conflicto. por lo cual scria pecar de reduccio- zo a mejoria del sistema que cc intentaba des-
nismo centrar Ia atcnción en los conflictos de truir, hundir o transformur estructuralmen-
clase (olvidando los conflictos étnicos) 0 en te. Pasemos pucs a analizar las divcrsas teo-
los conflictos internacionales (olvidando los rias del c. y del cambio social.
conflictos politicos dentro de los estados,
como los litigios entre mayoria y oposición II. INTERPRETACIONES DE LOS CONFLICTOS SOCIALES Y
o us guerras civ iles). POLITICOS. Sociologos y politoiogos se han
Los diversos tipos de conflictos pueden dis- cuestionado de diversas maner-as acerca dcl
tinguirse entre sI por aigunas caracteristicas c. social y, de acuerdo con su teoria respecti-
objetivas: dimension, intensidad, objetivos. va, implicita o explicita, han aportado inter-
En cuantu a Ia dimcnsiOn ci indicador utili- pretaciones diversas. En un extiemo dci con-
zado estd constituido por ci nümero de par- timwm se ye en cada grupo social, en cada
ticipantec. Va sea de mancra absoluta ya rela- sociedad, en cada oreanizaciOn algo armóni-
tivamente a Ia represcntaciOn de participan- Co y equilibrudo: armonia y equilibrio cons-
tes potenciales (por ejemplo una huelga. en tituirian el eszado normal (Comte. Spencer,
Ia que participan todos los trabajadores de Pareto, Durkheim y entre los contemporáneos
las empresa implicadas). La intensidad pue- Talcott Parsons). in este supuesto todo c. Se
de medir'e segün ci grado de compromiso de considera una perturbaciOn; ya que ci equili-
los participantcs, segün su dicposiciOn a man- brio es una relación armOnica entre los diver-
tenerse firmes a ultranza (intenttndo conse- sos componentes de Ia sociedad y con stituye
guir los liamados fines no n ciabies) o a su estado normal, las causas del C. son meta-
entrar en tratos en cuanto scan posibles. La sociales, que han de detectarse fueru de Ia
violencia no e un componente de Ia intensi- misma sociedad, siendo ci c. pues aigo maio,
dad: en efecto, no nos da Ia medida dci grado que se ha de reprimir y suprimir. El C. CS una
de compromiso, sino que más bien señala Ia patologia social.
inexistencia, Ia inadecuaciOn o Ia ruptura de En ci otro extremo del continuum e
normas compartidas. de reglas dcl juego encuentran aqucilos (Marx. Sorel, John Stuart
(obviamente en ci caso de cunilictos interna- Mill. Simmel v entre los ccntemporáneos Dah-
300 CONFLICTO

rendorf y Touraine) que consideran quo cual- nados valores comunes (hipOtesis del con-
quier grupo o sistema social se ye surcado senso).
continuamente par conflictos, ya que en nm- Los exponentes de una visiOn conflictiva de
guna sociedad In armonia o ci equilibrio son Ia vida social apelan habitualmente a dos
estados normales. Al contrarlo, son precisa- corrientes de pensamiento: por un lado Ia
mente In desarmonla y ci desequilibrio los corriente marxista, y par ci otro Ia liberal que
que constituyen In norma, y está bien que asi procede de John Stuart Mill. En ci centro de
sea. A través de los conflictos surgen cambios In refiexion marxista existe, como se sabe, un
s se manifiestan mejoras. C. Cs vitalidad. tipo particular de C.: Ia lucha de ciases ("La
Naturaimente, una dicotomia neta no puede historia de todas las sociedades existentes
hacer olvidar que muchos autores no pueden hasta ci presente es In historia de luchas de
clasificarse simpiemente con unos o con ciases", afirma ci Manifiesto del partido
otros, como Kant, Hegel o Max Weber, comunista, 1848). Sin embargo, paradOjica-
habiendo ellos analizado y delineado las con- mente, In concepciOn marxista es menos "con-
diciones del orden y del movimiento, asi como flictiva" de lo que se piensa. Si Cs cierto, en
los factores que conducen a Ia armonia y los efecto, que Ia lucha de clases es Ia principal
que producen los conflictos. fuerza motriz de Ia historia y quc In lucha (el
En una posicion intermedia so encuentran C.) entre burgucsia y proletariado es Ia gran
aquellos investigadores que se adhieren, de levadura del cambio social, Marx concibe
una manera u otra, a In metodologia funcio- dicho c. coma ci c. que pondra fin a todos los
nalista. Es indicativo que ellos se hayan inte- conflictos. Una vez abolida Ia divisiOn entre
resado en In problemática de los conflictos y clases, ci c. Se extinguirá como Consecuencia
coma hayan ilegado a considerarlos como el logica.
producto sistemático de las estructuras socia- Aunque no todos los que se consideran
les. No obstante, su metodologia los ha Ilevu- "liberales" v seguidores de John Stuart Mill
do, en ci mejor de los casos, a considerar los logren mantenerse licks a una concepciOn
conflictos como aigo molesto para ci funcio- conflictiva de In sociedad, no hay duda de que
namiento de un sistema, o sea como una dis- entre los sociologos y poiitologos que se
/unción. Algunos investigadores funcionalis- adhieren a una tal concepciOn (tal vez acorn-
tas, como Robert Merton, precisan más y con- panada de una revisiOn de las teorias marxis-
sideran ci c. disfuncional en dos sentidos: tas) se encuentran las más importanics con-
coma producto de Ia falta de funcionamien- tribuciones para un análisis de los conflictos
to o dcl mal funcionamiento del sistema y sociales y politicos (incluso internacionales)
como productor a su vez do obstáculos y pro- que no pongan en situaciOn de priviiegio, acri-
blemas (strains and stresses) en el funciona- ticamente, las bases económicas de los con-
miento del sistema. flictos y que no ileven a una visiOn tekolOgi-
No hay mucho que anadir a lo que ya so ha ca (los con flictos como levadura de un siste-
dicho de los investiadores de Ia armonia y ma social definido con anterioridad).
del equilibrio social. Dahrendorf (1971: 256- Es también Dahrendorf ci quo formula las
257) ha resumido lOcidamente sus posiciones hipOtesis en Ia base de In teorla alterna de Ia
en cuatro hipótesis: anteriormente delineada, a saber Ia teoria de
1) toda "ociedad es un conjunto ("relativa- In coerciOn dela integraciOn social (1971: 257):
mente") estable v duradero de elementos 1] toda sociedad y cada uno de sus elemen-
(hipOtesis de In estabilidad); Los estáfl sujtos en todo momenta a un pro-
2] toda sociedad es un conjunto bien equi- ceso do carnbio (hipOtesis de In historicidad);
librado de elementos (hipOtesis dcl equi- 21 toda sociedud os un conjunto en si mis-
libria); mo contradictorio y explosivo de ekmentos
31 todo elemento do una sociedad tiene una (hipOtesis do In explosividad);
funciOn; o sea, aporta una contribución a su 31 todo elemento de una sociedad aporta
funcionamknto (hipOtcsi.. do Ia funciona- una contribuciun a su cambia (hipOtesis de
lidad); In disfuncionalidad a productividad);
41 toda sock dad so consorva gracias al con- 41 toda sociedad sc conseiva mediante In
'cnso de todos sus miembros sobre determi- coerciOn ejercida par algunos de sus miem-
CONFLICTO 301

bros sobre otros miembros (hipotesis de Ia causa de c. Sin embargo, para comprender el
coercion). c. que se deriva de éste, será indispensable
En abierta polémica con las interpretacio- dirigir Ia atención a Ia configuracion de Ia
nes funcionalistas asl como con Parsons y sus sociedad.
discipulos, Dahrendorf ilega a Ia conclusion En un sentido muy definido, pues, no exis-
de que "una teorla aceptable del c. social pue- ten causas especificas del c., ni tan sOlo del
de elaborarse solamente si asumimos como c. de clase. En efecto, todo c. es connatural
plataforma Ia teorla de Ia coerciOn de Ia inte- de Ia propia configuracion de Ia sociedad, del
gración social" (1971: 258). En otras igualmen- sistema politico, de las relaciones internacio-
te explicitas polémicas con Ia mavoria de las nales. Es un elemento ineliminable que Ileva
interpretaciones de origen marxista y con al cambio social, politico, internacional. me-
algunas formulaciones del mismo Marx, que liminable a corto, mediano o largo plazo, ci
dejan entrever un c. con rakes de naturaleza c. puede sin embargo ser sofocado o desvia-
econOmica, Dahrendorf afirma drásticamente do. Es en este aspecto que intervienen los ins-
que "c. de clase indica todo conflicto de gru- trumentos politicos con los cuales los siste-
p0 derivado de Ia estructura de autoridad de mas contemporaneos buscan atenuar ci
asociaciones coordinadas por normas impe- impacto de los conflictos sobre su misma
ratiras y en relaciOn con ellas" (1963: 413). estructura.
Plantea de este modo en el centro del c. de cIa- Partiendo de una determinada configura-
se ci problema de las relaciones de autoridad, ciOn social, en presencia de determinados
de supraordinaciOn y de subordinaciOn. conflictos, condicionados en gran medida por
Intenta asi ofrecer una explicacion de Ia per- ella, se produce una situaciOn en Ia que los
sistencia del c. de clase incluso en las socie- actores tienen una cierta discrecion en sus
dades posindustriales (0 caracterizadas como comportamientos, ya sea ampliando cI nüme-
tales), en las cuales los ccnflictos sobre Ia dis- ro de los implicados o reduciéndolo, va sea
tribución de los recursos parecen (o parecian) aumentando Ia intensidad del c. o moderán-
atenuarse. Esta observación Ileva al análisis dola, va sea finalmente institucionalizando ci
de las causas y consecuencias dcl c. social. c. o manteniéndolo fuera o más allá de cier-
tas reglas precisas y aceptadas.
III (AUSAS V COSSECULNCIAS DELCOSFLICTO. Por su Un c. social v politico puede suprimirse, o
claridad es conveniente referirnos de nuevo sea puede bloquearse su expresiOn con Ia
a Dahrendorf para definir las causas de los fuerza, con Ia coerciOn, como es el caso de
cunflictos: "todas las sociedades producen muchos sistemas autoritarios y totaiitarios.
cunstantemente en si mismas antagonismos peru puede volverse a pIantear con más in ten-
que no brotan casualmente ni pueden ser sidad en un segundo tiempo. La suprc.cióu de
arbitrariamente eliminados" (1971: 239). los conflictos es sin embamo rara. Como tam-
Incluso dentro de un marco teórico distinto, bién es rara Ia plena resolución de los conflic-
Touraine Ilega a la misma conclusion (1975), tos, o sea Ia eliminación de las causas, de las
lo cual indica Ia importancia de las tensiones, tensiones, de los contrastes que han origina-
de los desequilibrios. de los dccfases entre los do los conflictos (casi por definicion un c.
diversos niveles de Ia realidad social. Ambos social no puede "resolverse").
autores ponen después ci acento en Ia nece- El proceso o el intento más frecuente es ci
sidad de analizar los conflictos en el ámbito de proceder a la reglameniaciOn de los con-
de suciedades histórlczts, pala poder asi corn- flictos, o sea a Ia furmulaciOn dc rcglas acep-
prenderios. tadas por los participantes, las cuales esta-
El aspecto más importante de estos anãli- blecen limites it los conflictos. Lo que e pre-
sis Cs el rechazo a toda causa cxOgena o meta- tende no es poner fin a los conflictos 5mb
social del c. El propio desarrollo técnico, con- reglamentar las formas de modo que su mani-
siderado tal vez corno importante motor dcl fcstaLión sea lo menos destructiva posible
c. social. queda colocado al margen. Solamen- para los actores en juego. Al mimo tiempo.
te si está en medio de las fuerzas en liza v de Ia reglamentacion de los ccnfIictos debe
Ios actores sociale' Si cstá inserto en ci con- garantizar ci rcspcto de las ganancias adqui-
texto social, ci desarrollo técnico puede ser ridas por ciertos actores v Ia posibilidad para
302 CON FLICTO

los otros de entrar nuevamente en c. El pun- tengan un signo positivo, indiquen mejoria o
to crucial estâ en que las reglas deben ser produzcan una mayor adhesion a los valores
aceptadas por todos los participantes y. si de Ia libertad, de Ia justicia y de Ia igualdad.
cambian, tienen que cambiar de mutuo acuer- Y sin embargo, alit donde los conflictos son
do. Cuando un c. se desarrolla segün reglas suprimidos a desviados o no Ilegan a produ-
acept.tdas, confirmadas y observadas nos cirse, Ia sociedad se estanca y languidece,
hall.tnios ante su instiiucionahzacióu. siendo inevitable su decadencia. Sin necesi-
La real o supuesta atenuación del c. de cIa- dad de estar plenamente de acuerdo con Ia
se se debe en parte a Ia mutua aceptacion de conclusiOn de Dahrendorf, de sesgo iluminis-
los uctores en pugna, con Ia conciencia de que, Ia, por Ia que "en ci c. se esconde el germen
no pudiendo proceder a Ia eliminación de Ia creativo de toda Ia sociedad y Ia posibilidad
contraparte, el mejor procedimiento cunsis- de Ia libertad, pero ai mismo tiempo Ia cxi-
te en Ia estipulaciôn y en Ia observancia de gencia de un dominio y control racional de
reglas explicitas y precisas. L.o mismo puede las cosas humanas" (1971: 280), es cierto que
decirse por lo que respecta al c. politico: una las sociedades conflictivas saben poner en
vez establecido que los costos de Ia destruc- movimiento mecanis.nos de adaptacion, de
cion de las minorias o de Ia oposicion entre autorreglamentacion y de cambio, de los que
mayoria y gobierno son demasiado altt. se carecen las llamadas sociedades consensua-
empiezan a ver las ventalas de forinular les (con un consenso conformista a coactivo).
reglas explicitas para Ia gestin del poder
politico, para Ia expresión de las divergencias, frI.NrkAst.o i'AsOL ISO)
para Ia rotación de los cargos y su recambio,
pusos todos ellos que institucionalizan Ia
democracia politica. En el trascurso de este V. ELCONFLI(T0 1501 S1RIAL. ALGUSOS RESULTADJS DL
proceso Se abre camino también Ia posibili- LAS INVE5TIOACIrJNES EMIDtICAS. En Ia casuistica
dad de expresar los conflictos politicos de de los conflictos adquiere una especial impor-
manera productiva. canalizándolos en estruc- tancia, dentro del marco de Ia moderna civi-
turas apropiadas y sin que exploten inespe- lizaciOn industrial, el c. industrial, al que
radamente por no tener previstas las salidas. dedicaremos los ültimos ptrrafos dcl presen-
te articulo.
IV. FL FUTCRO DLI. CONFLICTO. Las sociedades La experiencia demuestra que el c., aun
organizadas intentan enfriar el c., canalizar- constituyendo una de las formas fundamen-
lo dcntro de formas presisibles, sujetándolo tales de Ia relaciOn social, no siempre estã
a reglas precisas y explicita., encerrándolo actuando. Más aOn: no se desarrollará nece-
o tal vez dirigiendolo en el sentido deseado sariamente de manera más abierta en aque-
de un carnbio potcncial. Quizá los dos fenó- Ilas situacionc., que pareceii más conflictivas
menos más relevantes de las sociedades que en potencia segOn una visiOn ingenua.
pueden definirse como posindustriale' (por Una de las cuestiones más importantes en
brevedad o comodidad) son par una parte Ia eI centro de Ia reflexiOn teOrica v de Ia inves-
disminución de intensidad, y en definitiva una tigaciOn empirica de las ciencias sociales tie-
mejor realamentuciun, del c. de clase (el cual, ne que ser precisamente con Ia determinaciOni
danda o no Ia razón a Dahrendorf, se presen- de las condicionc, bajo las que se pasa de una
ta con connotacianes muy distintas a las que situaciOn de c. latente a una dec. manifiesto
habia previsto Marx) y por Ia otra Ia apari- (problcma anãlogo a Ia no resudta CUstiOn
cion de nuevos conflicto., cuyos vehiculos en marxista dcl paso de Ia clase en Si 3 Ia clase
las sociedades posindustriales han sido los por sf).
movimientos colectivos o sociales W. movi- Para que exista c. abierto y maniIieto, cuva
mientos .sOCjuies). forma principal es Ia huelga (v. huelga), es
El vinculo entre conflictos v cambios, ya necesario en primer lugar queen ci grupo de
wo en Ia csfera social va en In 1o?itica e inter- los trabajadores se establezca cierta forma de
nucional, estt muv clara v definido. Natural organizick.n. Ya sea que se trate de un recur-
mcntc. de ninün modo hcmos dicho quc so organizativo estable (sindicato) o & Ia pr-
todos los cambios derivados de los conflictos sencia de un Iiderazgo natural. o carismáti-
CONFLICTO 303

co, internu at grupo, los estudios empiricos trial organizado, se elaboró por parte de
sobre casos de huelgu han puestu de manifies- diversos investigadores, pertenecientes a tru-
to Ia nccesidad de su preexistencia respecto diciones de pensamiento heterogéneas (Korn-
a Ia expresiOn del c. abierto. La huelga Cs pues hauser, Dubin, Ross, Kerr, Dunlop, Coser,
un c. organixado. Dahrendorf, etc.) una teoria sobre Ia institu-
Por otro lado las formas de c. organizado cionalizaciOn del c. en los pulses industriales.
no agotan todas las manifestaciones conflic- Institucionalización del c. significa que. a
tivas sobre el trabajo. Ekvado abandono de través de Ia definición de normas y reglas
cmpleo, ausentismo, sabotaje, indisciplina, aceptadas par las parte.s contrapuestas, y que
todas esas conductas que a menudo se men- se traducen normalmente en Ia practica de Ia
cionan como "desafección al trabajo" cons- contratación colectiva, el antagonismo poten-
tituven formas, ciertamente ambivalentes, dc cial no se dirige hacia el intento de destruc-
conflicto individual v no organizado (Hyman, don del otro, sino hacia ci esfuerzo por obte-
1972). ncr el mayor nOmero de concesiones posibles.
Tat como sugieren algunas investigaciones. Segün algunos autores, par Ia instituciona-
puede sostenerse que los conflictos organiza- iización, ci c. deja de ser un fenómeno des-
dos y los no organizados fungen como alter- truLtivo v se convierte en "parte integrante
nativas. Asi Knowles (1952) sostiene que en del modo de funcionar cotidiano de Ia socic-
el caso de los mineros estudiados por él las dad", desde ci momenta en que asume las fun.
huelgas y ci ausentismo aparecen como clones de "hacer explicitas las razones quc
"intercambiables". Turner (1967), en su estu- dividen a los grupos contrapuestos", de
cilo sobre las empresas automotrices, obser- poner al descubierto las reivindicaciones,
va que alli donde se ha despedido a los acti- exponiendolas a las presiones de Ia opinion
vistas sindicales más combativos se registra pOblicu y al control social", de "empujar
una disminucion de las huelgas, y un aumcn- hacia una rápida soluciOn de las controver-
to del ausentismo, del abandono de empieo sias", de "cooperar a Ia estabilizaciOn de Ia
y de los incidentes en general. Por ci contra- estructura social haciendo surgir Ia identidad
rio, en otros casos se ha senalado que Ia dc los grupos detentores de puder en los pun-
reducción de las tasas normales precedentes tos esLrategicos de Ia sociedad" (Kornhauser,
de abandono de empleo, debida a un empeo- Dubin, Ross, 1954, 16-17). En definitiva el c.
ramiento dcl mercado de trabajo. correspon- no se elimina, sino que, canalizado, se convier-
de a una inesperada ola de c. organizado te en factor de estabilizaciOn.
(Hvman, 1970). Otros autores Ilegun incluso a una prospec-
Una diferencia fundamental entre conflic- tiva de probable desaparicion de Ia necesidad
tos organizados v conflictos no organizados de recurrir al c., basándose en el proceso de
(indi iduales) cstá vn ci hecho de que en ci pri- disminuciOn de Li conflictividad industrial
mer caso el descontento puede traducirse en observada en algunos paises (Ross y Hart-
objetivos reivindicativos negociabies v podrá mann, 1960). Por lo demás parece plausible
pues encontrar un acuerdo, mientras que en imaginar que cuanto más reconocidos son los
el segundo caso Ia situación conflict iva no se sindicatos, será menos necesario hacer uso
canaliza hacia una negociación. Para que Ia dci c. coma media tctico de presiOn para
mediación negciacura (v. contrataclén colec- obtener beneficios de las contr-apartes.
tlra) pueda tener tugar, es necesario par lo
gneral que exista un agcnte reconezido como %'It Ll''ITEs Dr. LA TEORIA DL LA INSTITUCIO'ALIZ wIOs
representante del grupo de trabajadores (t'. 't EV0LLUO\ '-lAs 1.LCIEXTE.El giro imprevisto
organlzaciones slndlcaies). de las luchas obreras que ha afectado a
muchos paises industriales de Occidente
VI LA 110KM Dl LÀ ISSTITICIO\ALIZACION DEL co. entre finule de los años sesenta y principios
En ci trascurso de los años
1-11(10 I\DUsTRIAL. de los setenta ha puesto en crisis Ia tesis de
cincuentt, ante el desarrollo de Ia contrata- una progresiva disminuciun del c. Asi pues no
ón cokctia en todos los paises industria- ha podido confirmarse Ia hipotesis de Dah-
li,.adus de Occidente, v ante una tendencia a rcndorf (1959) sabre Ia tendencia at aislamien-
Ia disrninución de Ia intensidad del c. indus- to dcl c. industrial v su separackrn respecto
304 (OFORMISMO

de Ia esfera poiltica, desde el momento en que per and Row, 1962; L. Coser, Las funciones del
los procesos de las relaciones industriales en con flicto social(1956), Mexico. Fondo de Cultu-
los ültimos dos decenios indican más bien lo ra EconOniica, 1961; L. Coser. Nuevos aporles a
contrurio, o sea Ia implicación de los pode- Ia leona del con flicto social (1967), Bucnos Aires,
res publicos en Ia solución de los conflictos Amorrortu, 1970; R. Dahrendorf. Las closes socia-
de trabajo y Ia impiicación de los sindicatos les V su con Ilicto en la .cociedad industrial (1959),
en opciones que yen a Ia politica económica Madrid. Rialp, 19702: R. Dahrendorf, Le funzio.
de los gobiernos. Finalmente, ci surgimiento ni del con flino sociale, Per zina teoria del con-
de conflictos no del todo controlados por los flitto sociale, Il con flitto olin' Ia classe, en Usci-
sindicatos está indicando que Ia regulación re dall'uzopia (1961-1968), Bolonia, II Mulino,
del c. no se produce de una vez para siempre 1971; R.K. Merton, Andlisis de la estructura
ni tiene un desarroilo unidimensional. social, en Teoria v esiructura sociales (1957).
Recientemente se ha propuesto una teoria Mexico, Fondo de Cultura Económica, 1964; T.
más compleja de los efectos de estabiiización Schelling. Estrategia del con flicto (1960), Madrid.
de las relaciones industriales por un lado, y Tecnos, 1964; G. Simmel. conflict. The web of
por tanto de contención del c., y de Ia deses- group affiiiation.s (1908), Glencoc. The Free Press,
tabilización derivada de Ia acción sindical por 1955; A. Touraine, La produzione della sucielà
otro lado, y por tanto de Ia reactivación con- (1973), Bolonia. II Mulino, 1975; J.H. Turner, A
flictiva (Pizzorno. 1977). Si es cierto. coma sos- strategy for reformulating the dialectical and
tienen los teóricos de Ia institucionalización functional theories of conflict, en Social Forces,
del c., que cuanto más goza un sindicato del LIII, 1975.
apovo de Ia base y del reconocimiento y acep- Sobre ci con flicro industrial: L. Coser. Las fun.
tación de las contrapartes, tanto más tende- Clones del con Iiku, social (1956), Mexico. Fondo
rá a moderar y contener el c. a fin de obtener de Cultura Econömica, 1961; conflitti in Euro-
algunas ventajas, también es cierto que al pa, a cargo de C. Crouch y A. Pizzorno, Milan.
cambiar las condiciones, cambiarán tambien Etas Libri, 1977; R. Dahrcndorf, Las closes soda-
las bases para el cálculo de las conveniencias. les y su con /licto en la sociedad industrial (1959),
En caso de pérdida del consenso de Ia base, Madrid, Rialp, 19702; R. Hyman, Economic
o de una parte de ella, o de disminución del motivation and labour stability, en British Jour-
reconocimicnto par parte de las empresas o nal of Sociology. VIII, 1970; K.G. Knowles, Stri-
dcl gobierno, se presentará coma más conve- kes: a study in industrial conflict, Oxford, Black-
niente una linea de intensificación del c. y de well, 1952; Industrial conflict, a cargo de A. Korn-
Ia intransigencia reivindicativa que una linea hauser, R. Dubin y A.M. Ross, Nueva York,
de moderación. La tendencia a Ia desestabi- McGraw-Hill, 1954: A.M. Ross y P.T. Hartmann.
lizaciOn del plan de relaciones industriaks Changing patterns of industrial conflict, N ueva
precedente prevalecerá hasta que se resta- York. Wiles', 1960; H.A. Turner, G. Clack y G.
blezca el vinculo de representución de Ia base, Roberts, Labour relations in the motor industry,
un mayor reconocimiento por parte de las Londres, Allen and L'nwin. 1967.
empresas v una ulterior implicación en el
mercado politico, lo cual favorccert un nue-
vo restablecimiento del sistema. Sin embar-
go esto no significa que el nuevo equilibria conformismo
sea más estable quc el precedente.
I ALGUNIJs ThUS DL COxFOk.!IsMO. El c. puede
[IDA REGALIA] definirse coma Ia aceptacion pasira de ideas,
normas,valores v conductas de Ia mayoria dcl
grupo al que se pertenece, a también coma
BIRLIOGRAFIA. Sobre el con judo en general: P.M. Ia alineación pasivt con las opiniones y direc-
Blau. !nzercwnbiopoder en la vida social (1964). tivas de Ia autoridad oficial, sea Csta politi-
Barcelona. Hora, 1981: Approaches to the s iulv ca, religiosa o de cualquier otro tipo, a Ia cual
of social structure, a cargo de P.M. Blau, Nucva se está sometido. El análisis empirico más
York, Free Press. 1975: K.E. Boulding. Conflict cercano v pertinente de un c. asi entendido,
and defense: a general iheo,v, Nuea York. Har. o mejor de algunos tipos de c., se ha elabora-
(ONFORMISM0

do en ci ámhito de Ia psicologia social. Una psicologia con el pretexto de tomar parte en


breve exposición de los más importantes de un estudio sobre "Ia memoria y ci aprendi-
dichos estudios ayudará a una comprensión zaje". A una (ci sujeto "ignorante") Se Ic asig-
más directa de Ia naturaleza y de Ia proble- na ci papel de "ensenante": a Ia otra (quc está
mãtica del conformismo. de acuerdo con ci experimentador) ci de
.4lineaci6n con el juiciu de la niayoria. Se "alumno". Sc lieva al alumno a una habita-
trata de estudios dirigidos it medir Ia fuerza dOn donde se Ic atan las manos y se Ic fija
de Ia presión de grupo sobre ci juicio indivi- un electrodo en ci puiso. A su vez ci enseñan-
dual. El experimento más conocido es el que te, despues de haber observadu al alumno ata-
aplica S. Asch en 1951. Se les presenta a gru- do en su lugar, es ilevado a otra habitaciOn
pos de siete o nueve personas un par de car- y Se Ic invita a sentarse ante un imponente
tones blancos, sobre uno de los cuales se tra- generador de corriente con un tablero de
za una linea, mientras que sobre ci otro se tra- treinta interruptores en fila, graduados de 15
ian tres lineas de distinta longitud, una de las a 450 voltios, con indicadores escritos que van
cuales es igual a Ia dcl primer carton. El expe. desde "descarga ligera" hasta "descarga peli-
rimentador llama, una por una, a las perso- grosa". El alumno debe aprender de memo-
nas dcl grupo experimental, pidiendo pObli- na un elenco de asociaciones verbales y ci
camente a cuda una quc indique Ia linea dcl enseflante, en Ia otra habitación, lo somete a
segundo carton que es igual a Ia del primeru. Ia prueba de aprendizaje. Cuando ci alumno
Sin embargo, en realidad, todos los miembros responde correctamente a las preguntas del
del grupo menos uno (ci sujeto "ignorante") enseñantc, éste procede a las preguntas suce-
se han puesto de acuerdo previamente con ci sivas; cuando se equivoca, ci enseñante,
experimentador en dar una respuesta equivo- siguiendo las indicaciones del experimenta-
cada. Además ci grupo está dispuesto de dor al respccto, debe suministrar una descar-
manera que ci sujeto "ignorante" responda ga eléctrica cada vez más intensa al alumno
en Oltimo lugar. (15, 30, 45, etc.). descarga que naturaimente,
Cuál fue ci resultado de estos experimen- sin saberlo ci sujeto "ignorante", ci alumno
tos de Asch? El 37 1Yu de los juicios expresa. no recibe.
dos por los sujetos "ignorantes" resuitó cqui- ( En qué grado los "enseñantes" resultaron
vocado, coincidiendo con el juicio expresa- dispuestos a infligir a los "alumnos" un cas-
mente equivocado y unánimc de los otros tigo doloroso y cada vez más peligroso, con
miembros del grupo. Por lo tanto, en un tal de obedecer a Ia autoridad del experimen-
nOmero conspicuo de casos ci sujeto prefie. tador? Más del 60% de los sujetos "ignoran-
re alinearse con ci juicio comOn de los otros tes" apretO hasta el Oltimo botón (450 voltios),
miembros del grupo, aunque Ic parezca erra- ya sea cuando no ola ninguna reacción por
neo (como de hecho se demostrô en posterio- parte del alumno en Ia otra habitación, ya sea
res entrevistas), inciuso Si Sc trata solamen- cuando este Oitimo emitia lamentos e invoca-
te de una presiOn implicita e indirecta. Otros ciones de creciente intensidad hasta el pun-
estudios posteriores del mismo tipo, pero to de ilegar a un grito desgarrador. Por lo tan-
modificados en algunos dett lies o en Ia orga- to, en un nOmero elevadisimo de casos ci suje-
nizaciOn global dci experimento, y especial- to prefiere someterse pasivamente y sin limi-
mente los de R.S. Crutchfield, han demostra- tes a las directivas de Ia autoridad, aun cuan-
do un grado de c. (en términos de aiineaciOn do ésta contrasta de manera muy grave con
pasiva al juicio del grupo) nunca inferior al su juicio personal, como de hecho se demos-
señalado por Asch. Y cuando ci juicio deman- trO en posteriores entrevistas con los sujctos
dado se reficre a temas más dificiles o más "ignorantes".
complicados que el que propuso Asch, ci gra- Por lo que surge de estos dos casos. Ia natu-
do dc c. tiende a crecer más y más. ruieza del c. parece pues consistir en Ia sumi-
SumisiOn a la auzoridad. It obcdiencia con- sion pasiva de los individuos a Ia presión
formista a las directivas de Ia autoridad ha social lateral, ejercida por los otros miembros
sido estudiada especialmente con un tipo de dcl grupo, o a Ia infiuencia social vertical,
exprimento aplicado por S. Miigran en 1965. ejercida por una figura de autoridad. En el
Dos personas sun invitadas al iaboratorio dc primer caso Ia presiOn lateral es sOlo impil-
3O( (OFOKMISMO

cita. en ci segundo Ia iniluencia vertical es en donde se basa Ia especial "pasividad" de Ia


cambio explicita; peru to que cuenta Cs que sumisión a Ia autoridad, que hace dci caso
en ambus cusos tenemos una sumisión pasi- estudiado par Milgram un ejemplo tipico dcc.
vu. El carácter pasivo de Ia surnisi6n está en Sin embargo conviene scnaIar que dichos
ci hecho de que esla tiene lugar, o se amplia contrastes —entre ci juicio prupio y aquel con
de,mesuradamentc, solo porque Ia mavoria ci que se alinea, cntre obediencia razonable
es mavoria y Ia autol idad es autoridad, mdc- y obediencia exagerada a Ia autoridad—, si
pendientemente de unj propia adhesiOn per- por on lado sirven para demostrar de mane-
sonal at contenido de Ia opinion ode ius direc- ra evidente Ia cxistcncia de una actitud con-
tivas. formista, por ci otro Ho constituvcn Un requi-
En nuestros dos tipos de experimento, el silo general y necesario del c. Existe c. inclu-
carâcter pasivo de Ia sumisiOn Se demuestra so cuando no hay uno u otro de tales contras-
de manera evidente por ci contraste entre ci tes, siempre que ci individuo se someta al jui-
juicio propio y ci de Ia ma oria con Ia que ci cio dc Ia mavoria o a las dircctivas de Ia
individuo se alinea; y pot ci contraste entre autoridad dt' ;nodo pasivo. Y naturalmentc,
una obediencia razonahle a Ia autoridad v Ia para que exista c., no es en absoluto neccsa-
obediencia "esagerada" de muchos de los rio que Ia sumisiOn pasiva produzca resulta-
sujetos estudiados. Esto resulta ciaro en ci dos 'negativos" coma los quc caracterizan los
experimento de Asch, en ci que ci individuo dos experimentos mencionados: error de jui-
prefierc cxpresar un juicio quc sabe (al menos do, daño a otras personas. Por c. un indivi-
en un principio) equivocado, con tal de con- duo puede también adoptar juicios correctos
formarse con Ia opinion del grupo. Y elk o conductas Otiles (V que êI mismo juzgaria
resulta claro tambien en ci experimento de corno tales silos sometiera a una valoraciOn
Milgram. aunque en este caso es convenien- consciente). Sin embargo, prccisamentc por-
te una reflexiOn más articulada. que las opinioncs y las conductas se adoptan
Cabe recordar al respecto que cuando una de modo conformista, su correcciOn o inco-
autoridad es aceptada como legitima, los que rrecdión, su utilidad o peligrosidad, es dci
Ia aceptan como tat tienden a ubedecer las todo indeptndiente respeclo de Ia propia valo-
directivas de Ia mismu de modo incondicio- radon del conformista.
nal. o sea, independientemente de Ia propia
vaioraciOn de contcnido en cada una de las II. LJNIFORStIDAD. (OSFORMIIMD. (oxruMISMO. Has-
directrices (v. autoridad). Esta aceptaciOn dc- ta ahora se ha propucsto una definiciOn gene-
a de Ia autoridad estarIa sin embargo limi- ral de c., ilustrada con dos tipos de investi-
tada por Ia condición de que ci detentor de gadiones experimentales de psicologia social.
Ia autoridad se mantenga dentro de Ia esfera Ahora intentaremos dilucidar más detailada-
de actividad en Ia que Ia autoridad ha sido mente el concepto, rnostrdndo las relaciones
aceptada, dentro de to que podriumos liamar qLIe existen entre c. por una parte, Y unifor-
en sentidc, amplio Ia "competencia" de hi midad y cunformidad par otra.
autoridad. Ahora bien, ci caráctcr conformis- La relaciOn bilateral entre c. v uui/onuidad
ta de Ia obediencia a Ia autoridad estudiada es muv estreeh,i v de gran importancia przic-
por Milgram reside precisamente en esto: en tica. V sC puede resumir asi: ci c. es un pode-
Ia diiatación de Ia csfcra de aceptacion de Ia roso factor de uniformidad social. Desde ci
autoridad más allá de todo iimitc razonable. punto de vista de ios efectos sociaies que cau-
El experimento demuestra, con palabras de sa directamenie, ci c. se traduce efectivamen-
Milgram. "la voluntad exagerad.*, por partc teen Ia uniformidad dc las ideas, de los vaio-
de personas adultas, de liegar hasta ci grado res v de las conductas quc c difunden en ci
extremo de obediencia a Ia autoridad". Noes ámbito de on determinado grupo social.
pues en ci carácter incondiciunal de Ia ube- Cuanto mas intensa Cs Ia actitud conformis-
diencia, considerado en si mi mu, que scria ta entre los miembros de un determinado gru-
ci aspecto normal de toda rclación de autori- pa, más alto cs ci grado dc uniformidad de
dad iegitima, sino en Ia "exageracion" de Ia los modelos de creencias v de cumportamien-
obediencia, a sea en Ia ampiiaciOn desmesu- tos. Prccisamentc a este efecto de uniformi-
rada de Ia "competendia" de Ia autoridad, en dad sociai se refieren los pocos casos en los
(ON FORM IS%U) 07

que Ia expresiön 'c.", quc poi- 10 general tiC- nes ..iutónomas de los particulares, aunque no
nc una evidente cunnotación negativa, ha sido exista unit disposición conformista ni una
usadu segün una valoración más u menos conformidad sub jetivamente entendidu; en ci
moderadamente positiva. El razonarniento segundo caso, sc produce par una conformi-
podria expresarse de Ia siguiente manera: un dad, quc no es sin embargo conE ormismo.
cierto grado de uniformidad social. entendi- Dc hecho, si por con formidad entendemos,
da como uceptación amplia de los valores y par Ia general, cuaiquier forma de adecuaciOn
de las praxis sociales dominantes. es Ia base dc un actor a Ia influencia de otro, a sea, cual-
insustituibic del funcionamknta regular y de quier tipo de conducta conforme a una direc-
Ia persistencia de todo sistema social o poli- tiva expilcita o implicita de otros, entonces
tico concreto, v, para ci mantenimiento de tal ci c. no Cs otra cosa que una cspecic dentro
uniformidad social, resulta ütily quizA nece- del génelo de conforinidad. Los tipos de con-
sario un cierto grudo de conformismo. formidad diversos del c. son numerosos. Lu
Par otro lado, por Ia que respecta a cada conformidad motivada par ci tcmor de una
individuo en particular, se podrIa decir que sanciOn no es, de par si, c.; igualmente, noes
él, al perseguir sus objetivos y sus valores par- c. Ia conformidad motivada par lit promesa
ticulares, usa sus energias y su atención de de una recompensa, coma no Ia son todas las
modo altamente selectivo; asi pues. su dispo- farmas de conformidad motivadas par una
nibilidad y su capacidad de compromiso y de creencia favorable a las directivas o a cual-
valoraciOn personal disrninuyen a medida que quier otro aspecto del poder. En cuanto sumi-
se encuentra más ale jado de sus esleras de siOn pasiva y acniticu a Ia mayoria o a lit auto-
interés, hasta ci punto de convertirse en una ridad, ci c. se contrapone especialmente a Ia
disposicion conformista, Ia cual a su vcz con- adhesion espontânea, deliberada y conscien-
tribuye al mantenimiento de las unilormida- te a las directivas de quien ejerce influencia.
des sociales que agilizan ci cjercicio de sus Dicho de otra forma. ci c. es una forma de
actividadcs especificas. aquiescencia, no de consenso. El canformis-
Par Ia demás cube scnalar que ci c. no puc- ta sigue las opiniones de lit mayoria o hace
dc ieducirsc simplemente a Ia uniformidad propias sin limitaciOn las directivas de Ia
social, ni ésta puede reducirsc a aquei. Par autoridad, par el simple hecho de que son opi-
un lado, Ia uniformidad producida par el c. niones de Ia mayoria o directivas de Ia auto-
puede circunscribirse a un grupo limitado ridad. Por el contrario, en el caso del consen-
(par ejemplo, a un grupo étnico, religioso a so, Ia opiniOn de Ia mayoria se adopta porque
comunitario), convirtiendose asi en una diver- se cstá de acuerdo con ci propio contenido,
sidad social especifica en ci ámbito del gru- y Ia obediencia a Ia autoridad está motivada
pa más amplia dcl que forma parte (par ejem- —coma se ha vista anteriormente— por Ia
plo. Ia socicdad politica). Par ci otro lado, no aceptaciOn dc su kgitimidad en una dctermi-
siempre y no toda uniformidad social es fru- nada esfera de acciOn.
to del c. En algunos casos, actitudes y creen- Dc Ia anteriormente dicho no se sigue nece-
cias comunes pueden surgir de opciones auto- sariamente que el c. sea siempre un fenOme-
nomas de particulares miembros dcl grupo, no exterior, respecto de las opiniones y con-
los cuales adoptan dichas actitudes o creen- ductas que se manifiestan pOblicamente.
cias en ausencia de, a independientemente de, Existe c. "externo", por ejemplo, cuando un
presiones e influencias sociales que tienden individuo acepta pasivamente una determina-
hacia Ia ortodosia. Más a mcnudo Ia unifor- da opiniOn de Ia mayoria en publico, pero
midad social es el resuitado de Ia influenciu disiente de ella en privado. Y hay c. "inter-
social, lateral a vertical; pero las actitudes v no" cuando un individuo acepta pasivamen-
las conductLs de los miembros del grupo, de te unit determinada opiniOn de lit mayoria ya
acuerdo can tal influencia, derivan de fuen- sea en pübiico o en privado. El hecho de que
tes distintas de Ia sumisiOn pasiva a iu mayo- una creencia o valor sea "interiorizado" por
nao a Ia autoridad: par ejemplo. de una ucep- ci sujeto no excluye el c., siempre que Ia acep-
taciOn consciente de los valores v creencias tación de lit creencia o valor sea pasiva y acri-
objeto dr- Ia influencia. En el primcro de los tica. El c. interno no sOlo es posible, sino que
casos, Ia uniformidad se produce por opcio- es un fenOmeno de gran importancia prácti-
308 (04FORM1S%1O

ca en las relaciones sociales y politicas. Diver- que en ciertas condiciones, como ha demos-
sas formas de c. interno han sido puestas de trado el psicologo social Kurt Lewin, parece
relieve en los estudias sabre los efectos de los más fácil y econOmico cambiar a intentar
medios masivos de comunicución. El c. inter- cambiar las creencias o has conductas de todo
no es una noción dave en algunas interpre- un grupo social quc intentar cambiar las
taciones importantes acerca de Ia sociedad de creencias a conductas de un miembro del gru-
masas. Se refieren al c. interno una parte de po en particular.
las investigaciones psicosociales sobre Ia ha- Nos podemos pues preguntar: ipor qué
mada persuasibilidad, coma las de C.I. Hov- existe el c.? c Cuáles son las causas que lo
land y su escuela. La "persuasibilidad", defi- hacen posible o las condiciones que favore-
nida como disposición de un sujeto a aceptar cen su surgimiento? No fahtan intentos de
mensajes persuasivos, es una lorma de c. explicaciOn de conjunto quc se basan unas
interno cuando se traduce, por asI decirlo, en veces en ci temor al aislamiento, otras en ha
una "aquiescencia a Ia persuasion": cuando bOsqucda de Ia aprobacion social, en Ia ten-
el sujeto está dispuesto a aceptar los mensa- dencia a evitar conflictos abiertos o en Ia cxi-
jes persuasivos en general, o más a menudo gencia de no turbar Ia pertenencia al grupo
los que proceden de determinadas fuentes, no como condición que facilita Ia consecución de
porque esté de acuerdo con su contenido a los objetivos particulares. Todos estos dc-
con Ia argumentación persuasiva, sino sOlo memos de exphicaciOn. que pueden también
poique ellos ticnen jorma de mensajes per- combinarse de distintos modos entre ehios,
suasivos. nos aclaran indudablemente ci fenómeno dci
c., aunque en un sentido muy general. Otras
Ill. CONFORMISMO, PERSONAUDAD Y SOCIEDAD. Como investigaciones o interpretaciones se dirigen
ya se ha senalado, en su acepciOn más amplia más especificamente a establecer has varia-
Ia palabra "c." tiene una connotación negati- bles psicologicas que Se refieren a los rasgos
Va. La valoraciOn negativa se refiere par lo dc Ia personalidad de los individuos, a bien
general a Ia misma naturaleza o it las conse- las variables sociales, que se refieren a Ia ubi-
cuencias sociales dcl c., o a ambos aspectos caciOn de los individuos en ha socicdad o a Ia
a Ia vez. Par una parte, se trata de Ia sumi- misma estructura de Ia sociedad, las cuales
sión pasiva y acrItica a influencias externas, favurcccn ci conformismo.
lo cual constituye Ia sustancia dcl c., contras- En cuanto a las investigaciones de tipo psi-
tando con Ia libertad individual y con ci desa- coiogico, cabe recordar que Ia aiiueación con
rrollo de Ia personalidad dcl individuo: hibcr- ci juicio de la mavora (entendida como en los
tad y desarrollo que requieren independen- experimcntos de Asch y de sus seguidores) es
cia de juicio y autonomia de opcion y de un resultado bastante claro en relaciOn con
acciOn. Por otra parte, un cxccso de unifor- los rasgus dc ha personalidad que se dctalian
midad social, especialmente si se produce de a continuación: escasa integraciOn psicologica
manera pasiva por c., puede apagar o redu- v afectiva, bajo grado de intchigencia, baja
cir al mInimo Ia critica y Ia creatividad, y par estima de si mismo, insezuridad v preocupa-
este camino hiegar a atrofiar o debilitar gra- cion por Ia aprobaciOn de los demâs, ademas
vemente las capacidades de innovaciOn o de de rigidez, dogmatismo y autoriturismo. Para
cambio social y po.ico. Ia sumisiOn a Ia auzoridad (entendida coma
Sin embargo, cualquiera que sea Ia valora- en los experimentos de Milgram) no existen
don que demos a este fenOmeno, de hecho ci en cambio darns disunibles ..ieerca de los ras-
c. se produce ampliamente, hasta lkgar a gos de peronahidad que ha favorecen. Respec-
parecer un fenómcno "natural". Pocas veces to it Li pt'rsziasibiiidad, sC pueden establecer
los resultado', de las ciencias sociales apare- algunas correlaciones, aurquc leves, ccii algu-
cen confirmados de manera tan univoca v tan no. de los rasgos de personalidad señalados
repetidamente como en &stos que muestran por Asch v por Crutchficld. concretamente
la vulnerabilidad de los individuos a Ia con ha baja cstima de si mi'mo, v dc un modo
influencia dcl grupo o de Ia autoridad. En menus seiuro con el aislamiento psicologicu
especial, Ia sumisión pasiva a las presiones v afcctivo v con Cl autoritarismo. Peru cube
laterales del grupo es tan tenaz y poderosa recurdar al respecto quc sOlo una parte de las
CONSEJOS OBREROS 309

formas de persuasibilidad puede reducirse al ridad (1974), Biibao, DesclCe; M. Sherif, The
concepto de conformismo. psychology of social norms, Nueva York, Harper
Entre las pocas investigaciones sociologi- and Row, 1936.
cas referentes a Ia ubicación social de los mdi-
'iduos más proclives a] c., cabe scnalar Ia de [MARIO STOPPINO]
M.L. Kohn, ci cual sosticnc que ci c. cstá más
difundido entre las clases inferiores y menos
dilundido entre las ciases superiores y
mcdias, y atribuye esta desigual distribución
conscripclón. V. FUERZAS ARMADAS
a Ia actitud conformista hacia Ia acción corn-
binada de Ia educación y de Ia pusición ocu-
pada en Ia e.scala laboral. Por una parte, un
consejos obreros
bajo grudo de instrucciOn, propio de las cia-
ses inferiores, reduce Ia ilexibilidad inteiec- okuEs v SI(i\IE•i(ADusDII.iEkMINO. Por c. obre-
tual, Ia amplitud de perspectivas, Ia capaci- ros se entiende, segün ci signilicado literal de
dad de razonamiento articulado; por Ia otra Ia expresión, los organismos representutivos
parte, ci carácter subordinado y constrictivo colegiados que reproducen las caracteristicas
de Ia actividad laboral, propio de las ciases formales del instituto dcl "consejo" como
inferiores, tiende a debilitar Ia capacidad de órgano de poder revolucionario —es decir: a]
juicio independiente y de opción autónoma Ia referencia a colcctividades concretas (en
incluso fuera del árnbito laboral. Entre las este caso los obreros ocupados en las diver-
investigaciones o interpretaciones, que inten- sas empresas) que definen su cuerpo electo-
tan vincular un cierto grado de disposición ral y su composición; hi Ia iormación segQn
conformista con determinados tipos de ci principio de Ia delcgacion por parte de
estructura de Ia sociedad, cube mencionar csta.s colectividades, en general segün man-
sabre todo las que consideran ci c., o mejor dato imperativu y revocable; ella fusion en
dicho una forma especialmente intensa de c., el 'tmbito de sus poderes de las funciones
como Un componente 0 consecuencia especi- legislativa y ejecutiva. Dc acuerdo con el sig-
fica de Ia "sociedad de masas". A este tipo de nificado original de Ia nociOn dc "consejo" y
piantearniento corresponden ci concepto de Ia composición obreru, el término hace rcfe-
hombre-masa" de Ortega y Gasset, ci de rencia, por lo tanto, en primer lugar a un fenO-
"hombre heterodirigido" de D. Riesman y Ia meno histOrico determinado, quc coincide
nocion dec. como "miedo a Ia libertad" y per- sustancialmente con el ciclo de luchas obre-
dida del propio y genuino yo propuesta por ras iniciado en 1915-1916 en los principales
E. Fromm. Sin embargo, para un análisis centros industriales europeos y que se desa-
compicto de estas y otras interpretacianes del rrollO como conflicto politico abierto duran-
c. en Ia sociedad de masas, v,sociedad de te Ia crisis revolucionaria de Ia posguerra.
masas. La instituciOn especifica de los c. obreros
surge en los soviet constituidos por prirnera
BIBLIrX,RAFIA: S.E. Asch, Studies of independen- vez durante Ia revoluciOn rusa de 1905 y se
ce and conformity: minority c/one against a una- reafirma despues en Ia de 1917 (Ia palabra
nimous majority, en Psychological Monographs soviet en ruso significa justamente "consejo"),
70(1956), nüm. 9; R.S. Crutchfield, conformity aunque Ia expresión comün deriva de Ia len-
and character, en American Psychologist, 10 gua alemana (Arbeitcrräte), donde aparece
(1955); Personality and persuasibility, a cargo de como denominaciOn propia de los organismos
C.I. Hoviand e I.L. Jani',, New Haven, Yale Uni- constituido's en Alemania en ci transcurso de
versity Press, 1959; M.L. Kohn, Class and con- las rev ucltas revolucionarias de 1918-19 19 y
formity: a study in values, Homewood, Dorsey su dii usiOn coincide con Ia extensiOn del
Press, 1969; W.J. McGuire, Personality and sus- movimiento insurreccional a los demás pai-
ceptibility to social influence, en Handbook of ses dcl area de Europa central (Hungria, Aus-
personality theors and research, a cargo de E.F. tria, Checoslovaquia). En todo caso desde los
Boraatta y W.W. Lambert, Chicago, Rand primeros anus veinte se habla de c. obreros
McNally, 1968; S. Milaram, Obediencia a la auto- para denotar genCricamente las diversas mi-
In (O,iSEJUS 0fl3RIROS

ciativas de uruanización obrera reali,.adas en rat dcc. uhrcros está implicita una conhusión
casi todos ks paiscs iniplicados en ci conhlicto sustancial —a menudo suhvaluuda par Ia hitc-
niuiidial. iridcpcndicnteinente de las denurni- ratula corriente— cntrc dos distintos nivcics
nuciones especihicas quc pudieran haher asu- tic surginlienti) de Ia orguni,.acion consihiar
midu en otros contetos linguislicos nacionu- en Ia primera posguerra: Ia fdhrka v Ia cmrzi-
les: eo;zsigli di fahhrica en italia, work-.%hup itidail urbana, a hien entrc c. obreros de
c'o;IlnhilIces en inglateria V asi sucesivamente. empresa —organismus colegiados cicgidos en
Estu amplitud dcl signit icado denutat iu el duthizo de las eInprcsas i,idiridziak's— v c.
del tet•mino corresponde tanihkn a su piogle- dc delegadus de los obreros (0 comites cen-
siva au riflicion en Ia acepcion genericuniell- t rules) —orgunismos asanihlcistas eicgidus
te cunnolativa qie hay Ia caiacteri/a v quc cxc lusiva a pre alen temen Ic par los t rahaja-
sejustilica en reiacion con ci significado P,-Lt.- dares tic i'aria.s empreszls (en todo casi, ctni
ticular que Cs traduce ion peimitida par Ia ci t iempo dehcn tender it itimpren(ier inchi-
prupia estructura semantka de Ia cxpresion so delegados de ot i- is grupos socialcs —sal-
"c. ohieros". Dc hecho. en Ia version en plu- dados. &-anipcsinos, etc.— v no sicmpre ha tie
ral. que identifica su signilicatividad en ci len- variar Ia cienorninacion) en an árnhito tel - i- i.
guiije politico comUn. no qiliere simpiemen- tonal delinido par Ia ciudad industrial. Segin
te denotur ha piuiaiidad cuntemporanea tie ci esqucma prcscntado pun las revuluciones
tales organismos, slim que pane en turma rusas tic 1905 v de 1917 v por Ia aiemana tic
implicita ci acento sohie ci signihcado tic Ia 19181919. estos dos tipos tie onganismos coe-
asociacián eflhle Ia nocion Lie (h'OUUT(lCUl "1W xist ian aniparados ci a veces iniegiath s en
(kk','ada' introducida por las caracteristicas una iinica estructura tie lipu piramidal. de Ins
de Ia institucion dcl consejo v Ia de fw:eion que los diversos c. tie empresa LoflstitUiLi1 Ia
,)rodlICIii'a propia de ins obreros, par In que base prcA aleciente ci c. tie dciegados de los
vienen a connotar Un .Lk'?1la tie o1uziZaeiilz obrcros ci vcrtice —tie aqui Ia tendencia a pre-
v tic rL'presenIaezoIl, dehinido segun Ia dist ri- sentar su distincion en terminus puramente
huciôn v Ia conccnt racion de his fueiias tie iiiont tilogicos.
trahajo industriales en las diversas unidades Sin embargo. 51 se exaniinan en su coil jun-
de producckin (fáhricas, departarnentos. tulle- to las experiencias consiliares de este penn-
res, grupos) quc permit irian a los trabajado- do, se hace ci idente Ia duferente mat ni tie Ins
res Ia asunción directa de un papei dirigentc dos nivcies tic organi/.acion Lie los e Por tin
tanto en ci sistenia cconómico coma en el lada nacio de an conlunto difuso de iniciahi-
politico. vas cspufltancas de ol-ganhzucitines obrerus en
Justo este significado traducido —que rea- el lziiar de irabajo. dinigidas vu it partir tie
sume generulmenic ci sentido de las elahura- 1915 conic) respuesta it urni si tuacurn tie insu-
clones teóricas clAsicas (ef. en particular Esta- ikicnciu ode crisis de legitimidad de los orga-
do v reco!ueu,,z de Lenin. usi cumo diversos nismus de rcprescntacion sindicai tiragnien-
escritos de A. Grumsci, R. Luxemhurg. A. Pan- tacian tie Liii sindicato tudavia hasado en ci
nekock y K. Korschl— expiica Ia lortuna dci uticio v su intcgraeion en ci sislerna tie poder
términc) en ci patrimonia ideal dci niuvimien- constituido, coma succdio en ci cuso de in
to obrero v más sustancialniente Ia retercn- "coiahoraciOn" sindical durante Ia guerra
cia rcpctida a los c. ohrcrus tank; en ci con- rnundiai), de donde derivo ci principio de Ia
texto de iniciativas posteriores de insuhordi- democracia en has asambleas uhreras v ci sis-
naciôn ubi era corno en Ia forma de procesos tema de i -eprescntación por delcgados de
de unnovacián institucicinji, coma seria sabre de'iartaniento (véase Ia formaciun de his s/lop-
todo ci sistema tie autogestiófl Ilevudu a cabo stewart! Col;lllllitt'e'5 en In industria hciica
en Yugosiavia v, dntro dcl limite de las undesa en 1915 v di, las eu,uizones inier,ias
estructuras sindicales. Ia reciente organia- en Italia, que par Ia dcmas habian aparccido
ciôri en Itaila dci sistema de rcprescntaciôn en 1906). Por otro lado. los moyimicntos instt-
en ci nie1 de Ia empresa. ri-eccionales provocados por in crisis puliti-
Ca C institLicioflal qie sigtiiernn it las i iCISI-
II. COSsFJ(is (itJFkOs V ( U\sIJOS DL lIFt I (.t)OS Iii' Rides dcl conllieto mundial icaida tie ins
Los oaILpos. Sin embargo en Ia noion gene- iluperius tcntraies v i -eiolticion Lit' kbit'E() en
('UMSFJOS OHIU:Ros 1I

Rusia) como medici dc organhiacion de las mi- ca consiste mas hicn en Ia capacidad de corn-
ciativas rerolucuonarias y a Ia vc/.ci.slemu prameter a iodo.s los trahajadores ocupados
aliernaiivo de represeiilac -con dernoera lieu. en en una empresi dada v no par casualidad Ia
continuidad con Ia tradicion radical recurren- gcnerulizaeion dci electorado uctiro V pasivo,
Ic en Ia historia de las revoluciones europea.s, independienternente dc criterios de afiliacion
coma se ye lusto par ci origen dcl "conscia" sindical, determino repetidarnente ci momen-
como institucion tipica de democracia no to cipital de su l(JrmaciOn. Esta dii erencia
delegada. expresián de los intereses politkci.s queda suhrayadu por las prapias dcnonuina-
e ideales de coiectividades concretas en clones de estos orgunismos de Iãhrica quc
rev ucita contra Ia autoridad constmtuida (yea- hasta 1918 no asurnicron en ningUn easo el
Sc lose. municipaics durante Ia prirnera fuse tCrmino ''consejo''. En otras palahias, si Ia
de Ia rcvoluci(in francesa de 1789 y sobre todo caractcrist tea general de Ia organuzacion con-
ci c. general dc Ia Comuna de Paris de 1871). siliar puedc identil icursc con Ia inmediatez
Solo en estas ültinias situaciunes se sabre- y con Ia dilusion dv los proccsos de decision
ponen los dos momentos (IC Ia organi,.acion respecto dc Ins colectividades que apruchan
consiliar, hasta coot undirse en un ünico sis- su elicacia como efecto comun del sislema de
tenia con diversos nivdcs de ddcgados sithre rcprcsentacion por dcicgadiis W. democracia
Ia base de Ia cmpresi:en las demas esta orga- vi), esto depende (en relaciOn con su.s dos
nizaciOn permanece circunscrita al ámhito niveles de surgirniento) dv las caracteristicas
empresarial, most rando con ella cOma este es estructui -ales v respondc a nccc.sidades fun-
ci nivel justaniente que define ci comun deno- cionales di.sliuia.s, que están en cI ot - igcn de
minador dci liamudo "movirniento consiliar' las compiejus altcrnativas presefltes en Ia pro-
de Ia primera posguerra. Si a esto se añadc hlcmãtica sabre los c. ohrcros.
el hecho dc que las sucesiva.s czperiencias En todo caso el significado de niás relieve
corivcncionalmente adscritas al niodelo Cofl- y más actual de Ia nociOn dc c. ohreros estã
siliar han rcproducido ms a menos ci esqic- ligado seguramente a Ia dimensiOn de siste-
nia dcl primer proceso antes descrito, se corn- na de organizaciOn ohrera quc esta institu-
prende cOma Ia nociOn de c. obi eras sea hay ciOn asume en el nivel de Ia fãhrica y quc lo
inescindihk de Ia idea de una instituciOn co distingue claramente de las otras formas his-
los licares de trabajo. toricas de organizaciOn propias dcl movi-
No obstanle, es preciso decir que en estc miento obrero (el partido s cI sindicato). En
nivel ci principio de Ia representaciOn par cfecto, los c. dc Iáhrica —aunque no scan nsa-
delegados asurne on siuniticado v una cspe• ciaciones voluntarias— cxpresun un poder
cilicidad distintas que en ci territorial. En ci elect ito que es consecuencia de Ia fwwion
cantexto de Ia contiguidad espacial y de Ia social de los ohreros en cuanto "producto-
con tinuidad tempol al que calif ican a Ia colec- res"; de aqui que tengan Ia exclusiva carac-
tividad obrera en Ia lObrica, de hecho ese tcristica de permitir Ia aulonomia de las deci-
principia se traduce en un s istema de or'ani- siones quc objetivan esle poder, al contrario
:acton de los trahajadores mils que de repre- que en ci partido y en el sindicato, cuvo relie-
sentacion (el con junta de los truhajadorcs dc ve politico Cs en gran medida funciOn de In
una cmpresa dada viene a I ormar Ia "base" propia amplitud de Ia organizaciOn, que nece-
de esta organizaciOn, ci C. ci vCrtice V los dde- sariumente trac consigo una estructuru jerar-
gados los "funcianarios"). En este sentido, quizadu coma Ia suva. A esto debe remitir, en
aunque las caracterkticas Iormaies del c. el pIano dv Ia eiahoraciôn politica, Ia repeti-
(imperatividad dcl mandto, fusiOn dci poder da teorizaciOn de los c. obreros coma instru-
legislativo v ejecutivo) son esenciales para nienta privilegiado de Ia acciOn obrera, capaz
calilicur ci sentido de Li altcrnutiva institu- dv unir las luchas econOmicas v In iniciativa
cionui del sisema de los c. territorialcs de politica v, en ci piano de los hechos, Ia suce-
delegados, en cuanto orgunismas de reprcscn- ska rccurrenci.a de Ia oranización consiliar
IUCZOH politwa que, a medida que se alirma en cantestos sociales v politicos diversos,
el "contrapoder" dcl que son expresion, asu- pera todas caracterizados par el surgimien-
men tamhkn lunciones dc gobicrno, Ia espt:- to dv una insuhordinacic'jn obrera que, tanto
cit icidad dv Ia arganhzacian ucinsiliar de fáhri- par ci cantenido de sus reivindicaciones como
312 CONSEJOS OBREROS

sobre todo por factores externos, adquiere un parte en las dccisiones reiacionadas con ci
relieve politkv inmediato —véansc los c. cons- funcionamiento de Ia empresa, con elfin de
tituidos hacia finales del segundo conflicto superar ci ünico horizonte de las reivindica-
mundial en Polonia, Italia y Checosiovaquia; ciones saiariaies en ci marco de un nuevo
las iniciativas intentudas repetidamente en orden de las relaciones industriales; Ia pro-
los años cincuenta en los pulses socialistas de puesta "revolucionaria" del conirol obrero, o
Ia Europa oriental; las cwnisioues obreras sea de Ia reivindicaciOn de un derecho de
españolas durante ci regimen franquista. informaciOn de los elementos en quc Sc basan
las dedsiones empresariales sobre Ia gestiOn
III. DIMENSIONES ADMINISTRATIVAS DE LA (JR(.ANI7.A- tCcnica y económica de Ia empresa, con elfin
En ci piano funcional
dON UONSIL.IAR DE FABRIIA. de extender los objetivos y radicalizar los ter-
ci aspecto más relevante de Ia discontinuidad minos dcl confiicto social, aprobando ai mis-
entre ci momento empresarial y ci territorial flU) tiempo Ia preparaciOn de los obreros para
del movimiento consiliar de Ia primera pos- Ii funciOn futura de gesiorc.s de Ia economia
guerra es Ia identificación del primero con (véase ci origen del concepto gramsciano de
Na ucción obrera orientada hacia Ia reivin- "ciase hegemOnica"). El desemboque mzis
dicación de objetivos administrativos. Este coherente de esta perspectiva es Ia idea de
proceso ha sido documentado en todas las autogestiôn (v.) —de cuya posibilidad de rca-
situaciones, pero resulta partkularmente cvi. lizacion los c. de empresa han sido Ia condi-
dente en las vicisitudes de los c. de fábrica cion v ci estimulo escncial—, es decir justa-
italianos —que culminaron justamente con ci mcnte de Ia asunciOn directa de las funciones
episodio de Ia ocupación de las fãbricas en directivas (por lo tanto, de las decisiones rela-
1920— y. bajo otro aspecto, por las del movi- tiv as ai destino del plusvaior producido) por
miento consiliar de Aiemania, donde después parte de los colectivos de trabajadores de las
de Ia derrota de los intentos revoiucionarios diversas empresas.
los c. de empresu siguieron subsistiendo hasta Esta idea, anticipada vu pur algunos teOri-
su reconocimiento por Ia constitución de Wci- cos del movimiento consiliar en el ámbito del
mar bajo Ia bundcri ideologka de Ia "comu- debate sobre Ia "socializaciOn" de Ia econo-
niclad de trabajo". Hoy se tiende a remitir Ia mia (en particular K. Korsch). fue retomada
expiicación de este fenórneno, adcmás de a Ia en los inicios de los años cincuenta como
gravisima situación de crisis económica, a Ia alternativa practica e ideal al sistema de Ia
composición particular de Ia clase obrera de planificaciOn centralizada y a Ia identificaciOn
Ia Cpoca, caracterizada por ci prevakcimiento autoritaria de las instancias obreras con ci
de obreros "de oficio". cua autonomia pro- estado. aun las del rtgimen sovktico. En este
fesional y de decision reforzaba su concien- marco se coloca. ademts de Ia experiencia
cia de productores en oposición a Ia autori- vugoslava. Ia difusiOn mas amplia de Ia pro-
dad patronal en ci sistema concrcto de Ia biemática consiliar en los paises de Ia Euro-
empresa, más quc en ci poder capitalista pa oriental, justamcntc con referenciu a un
como mecanismo económico global —tanto sistema de oraanizucion en los lugares de tra-
que aigunos autores han visto en esta orien- bajo capaz de asumir una IibcraiizaciOn del
taciOn ci motivo de fondo de In propia forma- sistema económico y una dcniocratizaciOn del
ción de los c. de empresa. politico, compatibles con ci caricter socialis-
En todo caso Ia coincidencia de Ia funciOn ta del sistema (reuse Ins subievaciones obre-
de organizacibn —especifica del nivel de ras dc Berlin de 1953 v dcl "octubre" hunga-
empresa dcl sistema corisiliar— con objetivus ro v polaco de 1956. asi coma las rcivindica-
administrativos fuc asumida en tCrminos dunes avanzadas durante ci "nuevo curso"
politicos en dos diversas perspedtivas, que checosiovaco dc I968).
desde entonces han seuido articulando Ia
problemática del movimiento obrero hastu I IA)'. O\%LJOsOIi!FROs LO'.J 155111 L ( U\Is Put.!.
nuestros dias: Ia propuesta "reformista" de TIcA'..La revolucian sovietica identitica Ia
Ia co&stiOn, o sea de Ia atribucion a los tra- ünica situaciun dc insiitucionalitaciun de los
bajadores. mediante Ia organización por dde- c. obreros desde Ia fase de "dual ismu de pade-
gado, de departamento, dci derecho de tumar rim" en Ia que se exprcsahan sus tunciones
(ONSEJOS OBREROS 313

de órganos de representaciOn politica y de con organizaciones analogas en los lugares de


gohierno local. La constitución de 1918 los trabajo: en cambio, Ia segunda establece un
organizo en un sistema piramidal sobre base nexo constitutivo entre un nivel territorial v
territorial (dist rito. gubernatura, repüblica) un nivel de empresa de Ia organización con-
con elección indirecta de las instancias supe- siliar, por ci que este Oltimo, al absorber al
riores —donde ci electorado activo y pasivo mismo tiempo las funciones de gestiOn de las
para las inferiores se limitaba a los trabaja- unidades econOmicas y Ia formativa de las
dores "productivos"— y caracterizado por Ia opciones politicas.consentiria en reabsorber
fusion de los poderes legislativo y ejecutivo. todo ci funcionamiento de Ia organización
Esta constituciOn, que representO el punto social en ci sistema del "autogobierno de los
de referencia dcl movimiento revolucionario productures".
de Ia primera posguerra, actuaba bajo un En resumen. pala Ia teoria consiliar "pura"
supuesto que parecia resolver de manera defi- Ia funcion politica de los c. obreros es ines-
nitiva ci problema de Ia organización del esta- cindible de aquella econOmica administrati-
do revolucionario: es decir, Ia asunciOn de los va. En efecto, en los años cincuenta Ia propo-
c. obreros como elemento conductor de una sición nuevamente planteada de Ia alternati-
restrucluraciOn dcl sisterna tal que supere va consiliar al modelo soviético se desarro-
Ia distinciOn entre "econOmico" v "politico' ho justamente a partir del problema de Ia
v su conliguraciOn corno con jun10 de apuratus reorganizaciOn dcl sistema de planificaciOn,
administrados por politicos de profesiOn. de donde comprometio el de Ia restructura-
tipicos de Ia democracia parlamentaria. ciOn del estado. Sin embargo, aun Ia experien-
No obstante, esta concepciOn contenia los cia yugoslava muestra el significado doble —y
terminos de un choque de Fondo. Mientras en ciertos aspectos contradictorio— que lIe-
que desde Ia perspectiva leninista —indepen. ga a asumir el principio de Ia "democracia
dientementc de las vicisitudes de Ia guerra consiliar" en esta perspectiva. Por un lado,
civil que impusieron una brusca vuelta cen- quiere significar Ia desesiruciuraciOu de las
tralizadora al sistema soviético, dejando a aclivi glades soctales en comunidades "orgàni-
muchos dictados dc Ia constituciOn con un cas" en las que todos puedan decidir con corn-
valor puramente simbólico— los soviet 'etencia respecto de problernas para los que
habian significado en relaciOn con las clases tienen intereses directos, pero Ia misma des-
de las que admitian Ia represcntación, más ccntralización del sistema administrativo en
que por sus caracteristicas formales —en sus- ámbitos delimitados requiere necesariamente
tancia constituian Ia respuesta práctica al de Ia constituciOn de instancias superiores de
problema de Ia organizaciOn dcl estado socia- coordinación de su interdependencia, respec-
li'.ta y de Ia calificaciOn democratica de Ia to de las cuales Ia referencia al principio con-
"dictadura dcl proletariado"—. para los teó- siliar no significa mãs que Ia instituciOn de
ricos de 'izquierda" del movimiento consiliar un si.stema de represe;i:aciOn funcional.
(R. Luxemburg, A. Pannekoek, H. Goerter) los
c. obreros tenian en cambio noel valor de ins. V LA ESIRATEGIA CONSILIAR COMO IDEOLOGIA. Los c.
trurnento del proceso revolucionario. sino de obreros han sido ocasiOn de un debate en el
fin de su misma realizaciOn, o sea que identi- que cc entrelazan cuestiones fundamentales
ficaban Ia condiciOn exciusiva dcl ordena- de Ia ideologia del movimiento obrero. La más
miento socialista. vnportante de ellas, que en Ia covuntura de
Mâs alIá del probkma dc Ia distinta valo- . primera posguerra marcO de maner sig-
raciOn acerca del nivel de desarrullo alcan. ificativa Ia rearticulaciOn de las posiciones
zado por las "fuerzas productivas' S por lo ,,oliticas en 'u interior durante el paso de Ia
tanto sobre Ia posibilidad de una . transiciOn' Segunda a Ia Terccrzt internaciorial, tiene que
inmediata al socialismu, este choque corres- er con ci problema de Ia relaciOn entre
punde en terminus formales a una concepcion espontaneidad v conciencia politica, vanguar-
distinta dcl propio sistema de los c. obreros. dia v masas.
Para Ia primera, SC concihe como un conjun- Si los c. ubreros constituveron Ia referen.
to de urganismos territoriales, cuvo mecanis- cia esencial para Ia definicion de una estra-
mu de iurmaciOn no tiene referenda alguna tettia revolucionaria corno alternatia a Ia
114 I. O\SFJOS OHRIRO.S

concepcion institucional de los partidos Si(JflisITaJsocialdemOcrata v a in artodoxia


socialdcmocratas,en cuanto se veia en ellos leninista, reivindicO In inspiraciOn no deter.
Ia insurgcncia espontunea de un antagonismo minista dcl pensallliento maixiano.
obrerc, que atacaba direetamente Ia cuestión
dci poder eapitalista. Ilevar al extremu esta VI. hVIILU( lOSES RE(IENTF.S Oh LA TFMATI(A ('0551.
su eficacia condu jo a las criticas de 'izquicr- LIAR Justamente con referencia a los recur-
da' tanto sobre In concepción socialdemOcra- sos de Ia organizaciOn consular de empresa
ta corno sobre In leninista de Ia organización. antes ejemplilicados c's que Ia tcm.iticu de los
Al imputar a estas üitimas Ia instauracion de c. obreros conociO a partir de lines de los años
una relación de delegados permanentes de las cincuenta una significativa revitalización en
masas a una entidad separada (ci part ido) y ci movimiento obrero occidental. En reIaciOn
por lo tanto ci supuesto de una deformaciOn con In evidente capacidad de los sistemas
jacohina" v hurucrütica de Ia revoluciun capitalistas de mantener altos nireics de desa-
sociuiista, los c. obreros han sido teorizados rrollo v de controlar Ia conflict ividud obrera
,.-orno ci instrumento auténtico v exciusivo de mediante puiiticas de intcrvenciOn estatal,
In emancipación del proletariado. que 1kv a- esta propuesta surgia de In exigencia de rede-
na al movimiento espontáneo de las masas linir ci propia signuficado de Ia alternatis'a
a adquirir una dimension polItica, aparte de socialista v de Ia difundida concepciun de que
las directivas v dcl control de on aparato que Ia contradiccion fundamental de estos siste-
define sus objetivos hacia ci exterior. Dc aqui mas deberia buscarse en Ia Iogica de los pro-
In concepciOn de Ia revoluciOn como proceso cesos de racionalizaciOn tecnologica V orga-
social, en ci que nose distingue entre una lase nizativa, que si son condiciones del desarro-
de destrucciOn" (conquista del poder v del Ilo de las mismas, inducen a unu creciente
estado) v una sucesiva de "con.strucciOn" del suhordinaciOn de los trahajadores en Ia esle-
socialismo, en cuanto In 'transicion" a esta ra productiva, v por lo tanlo alirnentan Ia into-
nueva I ormación social advendria Va cii ci lenancia a su 'desputismo" intrinseco.
interior del propio ordenamiento capitalista, Sobre estas bases, ci significado estratégi-
mediunte In gradual afirmaciOn de institutos o de Ia temãtica consiliar ha venido siendo
lorma' de organizaciOn ubrera que prefigu- calilicado esencialmente como alternativa al
ran 'us estructur.js economicas Y poiiticas papel tradkionai de la's organizaciones sin-
cpecif ica's. dicales, tanto por In perdida progresiva de
Esto's clementos nos hacen evidente que ci influencia de los partidos sobre Ia conflicti-
motivo dominante de Ia propuesta consular vidad obrera como, al contrurio. por Ia crc-
c's Ia preocupación democrático-libcrtaria de cierite importancia de las primeras en este
aseurar Ia con'stante indcntificaciOn di, las terreno, reforzada panel reconocimiento ins.
masas con los fines Oltimos del provecto rev titucional del contratocokctivo. Par un lado,
Iucionario, de modo que garantice su éxito esta alternativa se ha unido de nuevo a Ia pro- -

contra toda involuciOn de tipo autoritaria. En puesta dcl control obrero sabre Ia gestión de
i,ste sentido Ia teoria consiliar se coloca en Ia empresa. pero en Ia flues a perspectiva de
una prccisa rclación de continuidad con pre- Ia impugnaciOn de In raciunalidad que amol-
cedentes tema's de inspiraciOn anarqubta quc da In division jerirquica dcl trabajo v los 'si's-
'se desarrollaron a principios de siglo —sindi- temas de Ia organizaciOn productira v. par Ia
cal ismo rcvoiucionario, unionismo industrial tanto de Ia imposiciOn a in decisionalidad
norteaimericano. socialismo guildista. Mis en patranal de otros parOmctros de reicrencia,
encral puede decirse quc en el ámbito de In que responden a Ia exigencia de una plena
eVolUCi6!1 dcl pensamiento socialima ha .iloración" dcl trabajo obrero Par otra par-
repiesentado el terreno de encuentro entre te, ha senido siendo calificada respecto de Ia
las tradicionales ideolo1ias antlautoritaria's estruclurn oruanizalivu del sindkato, extra-
V espontuneistis v his concepciones marxis- venda Iuer/.a's de Ia dilusiUn de formas de con-
ta% a ma's exactimente ci lugar en el que se flictividad 'autonoma", que en diversas situa-
rcaliiO su conversiOn en ci maderno rathca- cione' se han expresado mediante esquemas
li.c,nq, marxista. c's dixii en aquel ordenamien- ol caiiizativos aiiãIo.'o's al modelo consiliar.
to teOrko politico que. en aposiciOn al i e Pero el propia caracter de largo plaza de t-st
COXSENS() lc

perspettiva acaho por caracterizar Ia reciente consenso


ref erencia a in propuesta consiliar sustancial-
mente como Un intento de retormar Ia prác-
tica de las or'aniztciones sindicaie.s v de inno- El término c. denota Ia existencia de un acuer-
var sus estructuras, para hacer de elLis nuc- do entre los mienibros de una unidad social
vos sujetos politicos, capaces de dar a Ia nue- dada acerca de principios vztlures, nurmas.
vu identidad de productores de los trabaja- tambiën respeclo de Ia deseubilidad de cier-
%I
dores Un relieve institucional, en ci que Sc (us ubetivos de Ia comunidad de los medios
expresa un "punto dc vista obrero" sobre Ia aptos puma lograrlos. El c. se evidencia, pun
condueciOn dcl con junto de los asuntos soda- lo lanto, en Ia existencia de creencias que son
les (v-ase Ia evolucion de in idea consiliar en más 0 menos ampliamente compartidas pun
Italia en ci trancurso de los anus sesenta V los miernbros de una sociedad. Si se conside-
setenta hasta su identificación con Ia proble- ra Ia potencial extensiOn dcl c., es decir Ia
mat ica dcl "sindicato de los conseos"). variedad de los fenomcnos respecto dc los
cuales puede subsistir o no subsistir acuer -
HIM 10GRAHA 0. Anweiler. Las soriels en Rusia do v, por otro lado, in intensidad de Ia adhe-
(1958). Madrid, Zero, 1975: A. Babeau. Lo.s con- siOn a las distintas creencias. se hace eviden-
.ceju.s ohrt'ros en Pol,,iza (1960). Barcelona, Novu te que un C. total es al go improbable aun en
Terra. 1968: G.D.H. Cole. IIi.storia delpensamiemi- unidades sociales minimas, y es por tanto
to (;ezahsta. 4: La Se,',i,ula luteruacivual (I 95$. impensablc para sociedades cornpk ins. Por
Mexico. Fondo de Culiura Económicu, 1960: A. lo tanto ci termino c. se enticnde en scntidu
(iUti. Ii M?eialis,no difficile (1967). Ban. Later- rclati'.o: más quc de presencia ode ausemicia
'", 1968; A. Grarnsci, 1.0 rdine Nuovo 1919-1920. dcc. se deherma hablar de gmado dcc. cxistnte
Turin, Einaudi, 1955: F. Hajdu. Des couseils en en unu determiminda suciedad o subunida.I. Es
Hou'rie de 1918 ci 1919. Budapest, Conina, 1958: evidente ademas que Ia atenciun dehem Ia ser
C. Hunnius, G.D. Gar'.on v J. Case (comps.). Wor- puesta principalmente en las cucstione rela-
ker s cm,,rid: a reader on labor aii! social chum,- tivamente más importantes v noen puntos de
ge. Nuea York, Vintage Books, 1973: H. Jurgen- dctallc.
tenherg. G.cchicInt' der i,uh,,sirieh!e,, .thiihe.siin,- Desde ci punto de vista de Ia pulitica, pode-
mnz,,,g in De,misthland. Tuhingu, J.C. Molir, 1962: mos pues distinguir utilmente entre c. rela-
E. Kolh. Die Arbeiterrate iH dtr ikiitiht'ii !,mne,i. tixo a las reglas lundurnentales que dirigen
pohitik. 19184919. Dusseldorf, Dro'.tc, 1*2: K. ci luncionarniento dcl sisterna ics decir, his
Kursch. .Qzmees ha socializuciOn?(1922 ). Cordo- que los anglosujones designan con Ia expre-
ha. Cuademnos de Pasado v Presente 45. 1973: V.I. siOn: ru!es (if time game), v c. que tienc por obje-
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vuls. 23-30: R. Luxembuig. Esciiros pohiiico. Asi, en regimenec demczráticos Ia accptadiôn
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Pissorno (eomp.. Lotte operate e si,mdacato in ha- kres de pulitica. interior o exterior. cae d.m-
ha (1968-1972). Bolonizm. II Mulino. 1974-1978.6 tro dcl segundo tipo. En el rgimen republi-
ok.: B. Prihichevidi. The shop-stettard.s moii- cano de In posguerra, por ejemplo, lox part i.
cement and wor!.- L rs control 19I01 922. Oxford. dos pullticux italianox aceptaron —per lo
Basil Blackwcll, 1959: R. Smipek, Soc,ulh,;,o e menox como enunciación v en aktunos casos
auto.estiont' I974. Milan. La Pietra. 1978: W. probahkmente sin renunciar a proponer su
Tormin, Zuz?.c/ls.'n Riiw dictator I4PZL! co:ia!er modificaciOn en el luturo— alcunas reeLs
D';nocra tie. Dt' G'sc1zichzze Ier RàteI,cmcu,z i,' in I undamentaks expresadus en Ia cunstituciun
der de'nt.cchpi Retoluth,,z 191.s-1919, Duseldort, republicana. como In legitimidad de los cue! -
Droste. 1954: B. Trentin. Da .sfrigrtati a produ t- po'. legb.latios expre'.ados por los mecanis-
o'r:. Ba ri. Dc Dc,iia to. 1976. mu,. electoralec. Ia tutela de Ia existencia de
lucria% politicas de (ipasicion en fomma orga-
1t.s-.lxI(m Fimi 11.] ni,ada. las garant lax de las lihertades indivi-
31f' CON SLNSO

duales de expresiOn v de asociación, etc. Al dad, Ia disensión sobrevive solo clandestina-


mismo tiempo, Lis vicisitudes dcl periodo mente, tiene poquisima importancia exterior.
of recen amplio testimonio de las profundas v conduce al observador a sobrevaluar el exi-
disensiones que han dividido las fuerzas poll- to del sistema en Ia obtención de Ia adhesion
ticas, por ejemplo en numerosas cuestiones de amplisimos estratos sociales.
de politica económica. Es evidente que para Al considerar el grado dec. existente en una
los efectos de Ia sobrevivencia y del funcio- sociedad dada también es importante distin-
namiento del sistema politico el primer tipo guir entre c. en un nivel de enunciados gene-
dec. es bastante más importante que el segun- rales y posiciones asumidas sobre cuestiones
do. En efecto, el c. sobre las reglas fundamen- especIficas. En general el c. en el nivel de los
tales que dirigen el desenvolvimiento de Ia primeros es bastante más extenso. Algunas
ida politica es un elemento casi indispensa- investigaciones Ilevadas a cabo en Estados
ble para una marcha más o menos ordenada Unidos han demostrado, por ejemplo. que
dcl debate cuando fake, como a menudo suce- mientras Ia aceptación del principio de Ia
de, el c. del segundo tipo. Naturalmente Ia di3- libertad de expresiOn es casi universal en tan-
tinci6n mencionada no es siempre nItidu: pue- to que afirmaciOn genérica, su traducciOn en
de haber cuestiones de dirección politica tan puntos especificos —como por ejemplo Ia
controvertidas v con implicaciones tan gene- admision s' el deseo de conferencias dadas por
rales como para acubar por comprometer las oradores que asumen una actitud bastante
reglas fundamentales de funcionamiento del critica frente a las instituciones de ese pals-
sistema, v transformar por lo tanto un con- no encuentra efectivamente un ampilo c.
flicto politico en una verdadera y propia cri- entre el piblico. Es probable que las difcren-
sis de regimen. cias de c., en un nivel de enunciaciOn de prin-
En las sociedades democráticas que permi- cipios v de aplicaciOn de los mismos en situa-
ten de manera más o menos amplia Ia expre- ciones particulares, scan debidas al hecho de
sión de opiniones v puntos de vista, el c. es que los primeros son expresados en forma
bastante menos visible en Ia superficie que bastante general y abstracta y se prestan a
los elementos de disensión. Esto depende en interpretaciones diversas, mientras que los
parte de ciertas caracterIsticas de los medios segundos son disminuidos, por decirlu asi, en
de comunicación de masas —en pocas pala- situaciones y experiencias particulares de los
bras. Ia disensión es más noticia que el c.- protagonistas, incluidas las divergencias tác-
v. en parte, del hecho de que los principios tica.s derivadas de Ia contraposiciOn de las
verdaderamente fundamentales tienen ralces fuerzas polIticas.
tan profundas que a menudo se dan por des- Puesto que el grado de c. s'aria de sociedad
contados. Asi, ci respeto debido a los difun- en sociedad v de periodo en periodo, uno de
tos, el derecho del imputado a Ia defensa, Ia los problemas más importantes concierne a
condena dcl homicidio, son por cierto 'uni- los factores que presumiblemente influyen
versales" hallables en las sociedades más sobre el grado de c. Los breves puntos que
diversas —si no en todas—, pero justamente siguen contienen sOlo unu sumaria identifi-
su universalidad v su carácter no cont rover- cación de los elementos más generales y se
tido minimizan su importancia. Deeso resulta presta atenciOn principalmente en Ia forma-
que el análisis superficial y relativu a los pro- ciOn v ci mantenimiento de c. en suciedades
blemas más controvertidos tiende a subesti- pluralistas.
mar el grado de c. existente. Se corre el peli- Un primer ekmento de importancia es ci
('ro opuesto en referencia a regimenes de tipo grado de homogeneidad de Ia sociedad en tCr -
autoritario o totalitario. En ellos, ya sea por- minos socioculturales. En este sentido Ia pre-
que no está permitida Ia libertad de expresión sencia de grupos étnicos, linguisticos, religio-
frente a los principios fundamentales del réi- sos escasumente integrados en el sistema
men, o porque es negada Ia legitimidad de nacional, en posesión de una cultura polItica
fuer,as de oposición, que solicitan v coagu- propia, con adhesion esencialmente formal a
Ian posiciones disidentes, o porque los distin- los principios y a las normas dcl regimen, se
tos subsistemas tienen poca autonomia, v el pone claramente como factor que obstaculi-
regimen invade, por asi decirlo, toda Ia socie- za Ia formaciOn de un amplio c. Naturalmen-
CONSENSO 317

te esto vale en Ia medida en que 3e refiere a sobre todo elementos de disensiOn. Quinto: un
"islas culturales" verdaderas y propias, que factor ulterior negativo es Ia existencia de
se dikrencian sensiblemente bajo el perfil de ideologias rigidamente contrapuestas las
los aspectos más especificamente politicos unas a las otras, de visiones sistemãticas v
ligados indirectamente a Ia poll tica. La pre- exciusivistas del mundo, las cuales no tole-
sencia de una gran variedad de grupos étni- run —o toleran sOlo con tingentemente y prin-
cos con cuituras ampliamente heteogéneas no cipaimente por razones tácticas— Ia cohabi-
ha impedido Ia formación en Estados Unidos taciOn con otros esquemas a menudo exciu-
de grandisimas franjas de c. en cuanto a prin- sivistas e intolerantes a su vez. Flexibilidad
cipios politicos: pero Sc tienc presente que Ia y pragmatismo son, desde ci punto de vista
acuituración de los distintos contingentes de de estas posiciones, debilidades, v una vez que
inmigrantes ha sucedido en términos de Ia estas ideologias se hacen dominantes, las
culturu politica dominante de extracción fuerzas, que elms dominan, se esfuerzan por
anglosajona y ha conducido a Ia amplia acep- briar ci c. sobre las reglas del juego más con
tación de estas normas. Un segundo factor, Ia imposición y ci adoctrinamiento que con
que es quizá todavia más importante, es In ei compromiso. Aün más: los cambios
sucesión en un pals dado de regimenes poli- económico-sociales de importancia, las t runs-
ticos sustancialmente distintos en cuanto a formaciones estructurales en gran escala, las
las reglas fundamentales de funcionamiento innovaciones tecnologicas, no pueden ser por
dci sistema, como sucede cuando se pasa de cierto omitidas: crean condiciones nuevas,
un sistema autoritario a uno de tipo pluralis- someten amplios estratos de Ia población a
ta. Aqul no solo los individuos están expues- experiencias nuevas. crean nuevas necesida-
tos a cxperien'ias distintas sino quc ven apli- des y destacan los limites de las instituciones
car y desaplicar en breve tiempo principios y de las prácticas en vigor. Y sin embargo, al
distintos v a veces opuestos. Además, Ia ins- considerar el papel de estos factores, se con-
tauración de un nuevo regimen 11ev a a menu- sidera que al menos tan importantes como
do a tentativas de creaciOn de nuevo c., y elios son los mOdulus de interpretaciOn, los
cuando ci regimen cambia, a Ia difusion e esquemas mentales a travCs de los cuales
interiorización de los nuevos principios se estas experiencias son vividas y a las cuales
agrega a menudo Ia sobrevivencia de residuos se da un significado. Y en consideraciOn a esto
dcl sistema precedente. Esto dirige Ia aten- se hace crucial ci papel de grupos —habitual-
dOn, en tercer lugar. sobre lus mecanismos mente restringidos— de intelectuales, divul-
de sociulizaciOn, es decir sobre los vehiculos gadores, profetas, los primeros generalmen-
que sirven para Ia formaciOn v ci manteni- te en advertir v hacer notar Ia maduracion tie
miento de orientaciones v Ia adhesion a cier- nuevas exigencias: es justamente en estos gru.
los valores entre los miembros de Ia pobla- pos donde cornienza Ia critica a ias institucio-
ción. Por lo quc se sabe. parece que estos ins. nes v a las ideas dominantes. v es por eso por
trumentos o agentes funcionan tanto mejor lo que su función como factores de resque-
como mecanismos de trasmisiOn del c. a las bra jamiento dcl c. no puede ser subestima-
nuevas generaciones. en cuanto operan de da. No se olvida, por Oltimo. Ia importancia
nianera congruente. es decir sin presentar de Ia dinámica de Ia interacción entre las dis-
discrepancias: pero Ia presencia de subcuItu- tintas Iuerzas politicas. sobre todo alli don-
ras entre si heterogeneas y Ia existencia de de su Cxito depende. en gran medida. de Ia
experiencias politicas contrarias hace asi quc capacidad de obtener Ia adhesiOn v ci apovo
los mecanismos de socializaciOn estén a de grandes masas. Es claro, por ejemplo, que
menudo caracterizados por discontinuidad e los partidos politicos no se limitan simple.
incongruencia. Desde el punto de vista de in mente a registrar en sus posiciones las divi-
formacion v mantenimiento del c.. Ia sociali- sione' existentes en in sociedad sino que se
zacion poiitica. Cs bueno recordarlo, es un ubicun dcl mismo modo como factores acti-
arma tie doble illo: trasmite ci bagaje cultu- vos de c. to de disensiónj en Ia medida en Ia
ral de las generaciones precedentes: Si ci gra- que uperan, a través de sus estructuras orga-
do dcc. es bajo v Ia cultura politica fragmen- nizatias directas o indirectas, cumo mecanis-
taria. se trasmiten perpetuan tambuen mos independientes o semindependientes de
3,5 (ONSERVADURISMO

canaiización, es decir como vehiculos di, [or- conservadurismo


macjun v de transformaciOn de las opiniones.
Separadu de Ia parte viva de Ia lucha politi-
ca por su escasa importancia 0 par Ia falta I IIACIA ISA DEFISIC IONEl sustantivo c. implicu
de unu muititud de masa, on partido politico Ia existencia de un concepto; ci adjetivo "con-
puede, màs o menus conscientemente. tomar servador". dc on modo niás simple, ealilica
ci camino directo pant polarizar el sistema, posiciones práclicas u ideas: ci hecho de que
es dccir pant cavar ulteriormente Ia zanja se haga mas uso del adjetivo que dcl sustan-
entre los distintos batallones en donde las cir- tivo deriva de Ia variedad de .signilicudos atri-
cunstancias lavorezcan esta estrategia. El buidos al primero v es indice de Ia dificuitad
caso más evidente es ci de formas de "suplan- de fijar naturaleza y fines del secundo, al pun-
tación" a Ia dcrecha o a Ia iiquicrda del table- to que se ha Ilegado a negar directamente su
ro politico que generan a menudo reacciones existencia como concepto autOnomo N. uni-
en cadena. tuna.
( Qué signilicadu tiene In existencia de un La inexistencia de una teoria politica
alto o haiu grado de c. para una sociedad curnün a Ia que haan referenda todus aquc-
dada? Podemos representarnos inmediata- lbs quc sc definen a son definidos como con-
mente las consecuencias de un bajo grado de servadores junto a Ia pocu propensiOn de los
c., imaginando los resultados de una situaciôn mismos conservadores a sistematizar SUS pro-
en Ia que Ia motivación del comportumiento pius ideas y al abuso que del término se hace
dc los individuos estuviese confinada exelu- en ci lenguaje cotidiuno, vu sea politico o no,
sivamente o al temor de coercion o a Ia per- ha lievado a reducir ci c. a una uctitud v a
secuciOn de sus intei-eses particulares. La estudiarlo desde ci punto de vista psicolOgi-
existencia de valores ampliamente comparti- co, individuuiizando las motivaciones que lie-
dos se coloca, por lu tanto, como Un elemen- van a dcterminados individuos a asumir posi-
to fundamental de solidaridad; constituye. ciones considerudas en Ia práctica politica
por asi decir, un aspecto importante del teji- como conservadores. Tal modo de proceder.
do conectivo de una sociedad. Una segunda sin embargo, si bien es ütil en ci campo de
I uncion del c. es Ia de contener a reducir ci Ia socioiogIu poiitica o de Ia psicologia social,
recurso a Ia violencizt como mecanismo de se reduce pant los contenidos de c. it aqueila
resoluciOn de las coritroversias. Por fin. ci c. práctica politicu de Ia quc dijimos ser extre-
puede ser vista como factor de cooperaciOn, madamente confusa v no puede tomurse
como elemento que rctucrza ci sistema poli- coma prueba de Ia mayor o menor existencia
tico % avuda a unu sociedad a superar momen- del concepto. Más ütil es Ia posiciOn de Ia
tos de dificultades como, par ejemplo, en ci ciencia politica p01- Ia cual el término c. mdi-
caso de guerrus o de crisis econOmicas. ca aquellas ideas s actitudes que apuntan al
muntenimiento del sistema politico existen-
HlBLlO.;ElA J. Buchanan y G. Tullock. ('lculo te y de sus modalidades de funcionamiento,
dcl con.senso: /undamento.s lOicos de una demo- v se ubican cumo contrapurtida de las fuer-
cracia constitticional (1962). Madrid, Epasu- zas innovadoras. Dc esta manera, sin embar-
Calpe: R.A. Dahi (comp.). Political oppositions in ao. Ia atenciOn se concentra en Ia lunciOn del
11'estern democracies. New Haven, Yale Univer- c. al punto que su contenido es cokicado y
'Jt Prcs, 1966: H . McClokv, consensus and delimitado en los términos de Ia funciOn que
idolo,'v in Amerkt.n politics, cii ilintrican Poli- esta Ilamado a desempcnar. Si por Jo tanto
tical Science Review, 2. LVIII junio de 19641; H. Ia ciencia poiltica individualiza en el c. on
Partridve, Cuncut u!id consensus. Londres. Pall carácter universal, hacienda de él una cons-
MaIl. 1971; D.W. Rae. The limits of consensuul lante necesaria de Ia politica, pierde de vista
deciinu. en .bneri can Political Science Review, Ia especificidad del termino. Se trata, en dcc-
I XIX tdiciembre de 19751; R. Rose, Governin to, de on resultado deseado, porque es una
;t,thoui consensus: an Irish perspective. Boston. preocupaciOn comün de psicologos, sociOlo-
Beacon Pres'. 1971. gas v poIitOloos el evitar Ia I uerte carga emo-
tiva quc Ic está conectada; en cuanto se ye en
It.Rc lIMO S.4XI él. no sin razOn, Ia causa primera de su ambi-
CONSERVDUR1SMO 319

gucdad, si no cc que, directarnente, el clemen- tan imprccisa come abstracta e improbable.


to que, inezclande los distintoc signilicados C. y progresismo no tienen, en electo, natu-
en los cuales ci tcrmino cs usado, Ic da una raleza especulativa, pero pueden ser usudus
ida unitaria licticia. sOlo come simbolos dc compkjas tendcncias
El reconocirnientu dc Ia existencia de esta de Ia historia occidental. El contenido dcl c..
carga emotiva cc sin embargo un elemento de per to tanto, puede aciararse sOlo en ci aspec-
importancia no descuidable y que va más aitã to historico, teniendo presente su altcrnan-
de los abusos dc Icnguaje de Ia crónica poll- cia respecto del progi-esismo y Ia naturaleza
Lica, para indicar una puiaridad dc Ia que esta dinámica de cste Oitimo. En su surgimiento
embehida toda Ia civ iiización moderna. Invir- histOrico los dos términos son inseparables
ticndo Ia preocupacion de los politologos es del proceso de laicizaciOn del pensaniicnto
posible partir dc tal carga servirse dc ella politico europeo quc. haciendu de Ia socicdad
como un indicio par.t Ilegar a una interpre- ci lugar dc Ia completa autorrealizaciOn del
tución que identilique ci c. sobre una base de humhre, hizo de Ia accion politica un instru-
contenido v no sOlo funcional. La polaridad menLo libcrador dc Ia humanidad. El prece-
indicada arriha sc rev cIa en Ia constantc rela- dcnte pensamiento cristiano nunca sc hahia
ciOn, no importa si muse menus implicita, en propuesto unt attemativa c-progrcsismo por-
Ia que ci c. cc culocadu, en ci use cumuli. con que su perspectiva historica era, desde un
ut ro término cxi rcinadamcnte amhiguo punto de vista de valor. estOtica. Puesto quc
compiejo quc podnamos, dc mudo simbol ice, cI fin ültimo del hombre era ultraterreno, las
indicar como "progrcsisrno". En una prime- vicisitudes humanas cn Ia historia no tcnian
ra aproximaciOn cste ultimo estaria indican- sine un tema, cI de las tcntativas,cstructu-
do una actitud optimista respecto dc las posi- ralmente idénticas, de los individuos para
bilidades de perfeccionamiento v desarrollo adecuarsc a los imperatives quc tales fines
autUnomo de Ia civ ili,.aciOn humana v de cada planteahan. En una vision similar, términos
individuo en ella. En Ia relaciUn que cc ins- como c. o progresismo son insensatos, pun-
Laura entrc prugrcsismo v c. cstc ültimo cc que prcsuponen una investidura de alores
coloca siempre como negacion, mac e menus absolutes en Ia historia. Ni siquicra ci pen-
acentuada, dcl primcro; surge en cuanto tal, samicnto politico clácico, per otra parte.
mostrando asi su naturaleza aiternativa. su hahia podido proponerselos: porque, aun ubi-
existencia solamente en rclaciOn con una posi- cando los fincs humanos en ci interior de Ia
ClOfl progrcsista. Lu que nbc da Ia razOn de sociedad, v per lo tanto come lines politicos,
Ia notable tcndencia de los conservadorcs it tenia unu vision estática de Ia naturaleza del
no sistematizar su propio pencamicnto, que. hombrc v, ci se detenia en Ia historia, no veia
por su propia altcrnaneia, no pucde ser con- en ella más que una marcha ciclica, raciona-
cluido v fijado de una vez para siempre sino iizaeiOn de los mites precedentes sobre el
que debe ceguir de cerca Ia naturaieza dma- tiempo sagrado. Las sociedades poilticas, por
mica v Ia continua tendencia a Ia expansion lo tunto, debian seguir ci mismo ritmo y, en
dcl progresismo. Si. per to tanto, desde un sus diversas formas, si podian lograr una pro-
punto de vista prugresista el c. aparece como pia perfeccion interior de esinuctura no csca-
inmuvilismu, ese depende sOlo de Ia necesa- paban a Ia necesidad de una sucesiva deca-
na perspcctiva de aquel; mientrac que a una dencia; pero, sobre todo, no podian realizar
vision global no puede escapar Ia naturaleza objetivos humanos absoluto, ulteriores res-
dinOmica de Ia relaciUn c.-prorcsismo v Ia pecto de aquélloc de su propia perfecciOn for-
imposihilidad de deter minar analiticamente mal. El cambio social no se convertia, per lo
ci cuntenido, eminentemente hictorico. de los tanto, en un conflicto con signilicudo de valor
términos que to cumponen. en una vision histOrica abicrta v accendente
hacia una perfeccion cada vcz mayor.
Ii Ot..I SEc llIsIOR:(ti'. DIttO\(EPIO Una cz vis- El c. surge sOlo como neeesaria rcspuesta
ta Ia n..tturalcza dcl c. en Ia alternancia con a las teorias que, a partir dcl siglo xuii. se
ci progrecismo. Cs nccesario reconducirlo a desprendieron de Ia visiOn antropologica tra-
su matriz encrct* o cc currc ci niesgo tie dan dicionil para reivindicar para ci homhrc Ia
jLL a una diakciica absoluta c.-progresimo pucihilidad no sOlo de mejorar cuc prupios
320 COSERVADUR!SMO

conocimientos y su propia dominio sobre Ia desenvoivia simplemente en el mundo social


naturaleza, sino. a través de los unos y el otro, sino que se hacia su juez v podia pretender
lograr una comprensión cada vez mayor y, modificarlo en nombre de sus propios valo-
par to tanto. Ia felicidad. El resultado tenden- res autOnomos (v. llustración). Burke repre-
cial de estas teorias es hacer de Ia historia senta las posiciones de aquellos, intérpretes
humana un proceso abierto y ascendente, y protagonistas de los pruiundos cambios
basado en una antropologia revolucionaria en sociales, econOmicos y culturales acontecidos
Ia cual el individuo es nücieo activo, capaz de en ia escena europea sabre todo a partir del
mejorarse haciendose cada vez más racional. siglo xvi. que habian comenzado una munda-
Esto impiicaba una ruptura con Ia tradición nizaciOn de Ia vida pero sin faltar a sus corn-
cuvas consecuencias fueron on resquebraja- promisos con el ideal de un universo moral
miento de Ia conciencia europea en el nivel fijo y ligado a on sistema de valores trascen-
cultural y politico. No se trató de una esci- dentes. Decidido adversario del radicalismo
sión en dos partes: pensamiento tradicional, ilustrado como revoiución inmanentista, y
par un lado, ligado a modelos en los cuales por lo tanto de todo tipo de progresismo, Bur-
el poder politico tenia rakes trascendentes ke comparte con él sin embargo Ia pane mun-
y estaba comprendido en una vision de Ia vida dana, cree quc ci hombre se realiza en Ia
tendiente a subestimar ci mundo, y pcnsa- sociedad v que esta Oltima tiene normas y cxi-
miento progresista, par ci otro. Si asi hubie- gencias propias que están determinadas con
ran sido las cosas no habriamos asistido al técnicas indcpcndientes de las usadas para
surgimiento de ninguna dialectica, porque las conocer los imperativos dcl orden truscenden-
dos posiciones se excluyen reciprocamente te. Es a causa de Ia existencia de este terreno
su confrontaciUn ha lievado efectivamente a comOn que se desarrolla Ia dialéctica c.-
Ia práctica desapariciOn de Ia primera, que progresismo, correspondiente a dos interpre-
se identifica no con el c. sino con las teorias taciones distintas de Ia funciOn de Ia politi-
reaccionarias. Lo que nos muestra Ia distin- Ca, causadas por el diferente hincapié dado
ta naturaleza de reacción y c., a menudo erró- ai valor en el conocimiento cientifico y al sig-
neamcnte consider ados el uno como Ia radi- nilicado de Ia progresiva desintcgracion del
calización dcl otro. La escisiOn fue en reali- orden jerárquico en ia sociedad. Al mismo
dad triple, porque ci progresismo se separO tiempo, en efectu. Ia tesis radical hacia dci
decididamente —y eso fue io que dio lugar at hombre una cniatura exciusivamente histOri-
c.— también de toda una serie de posicionec ca v capaz de adecuarse en Ia vida práctica
filosOficas, politicas v cientificas que, aün sin a niveles de conocimiento cada vez más dc-
romper ci nOcieo más intimo de Ia tradiciOn vado, a los cuales correspondian formus nue-
cultural europea, el Ilamado a valores tras- vas y Optimas, par ser racionales, de convi-
ccndcntcs y a Ia doble naturaleza dcl hombre, vencia social; Ia tesis conservadora conside-
habian modificado en eI partes sustanciales. ruba ia naturaleza humuna inmodificable par
Esto es particularmente visible en ci pensa- Ia acciOn practica, porque basaba sus rakes
miento dcl mac clásico v mayor representan- en una realidad extrahumana —Ia voluntad
te dcl c., Edmund Burke (1729-1797). Su ata- divina—, con Ia consecuencia de que ni el
que a Ia IlustraciOn, no por ca'ualidad pro- conocimiento ni ia acciOn politica podian ser
vocado por ci estallido de Ia revolucion I ran- totalmente liberadores.
cesa, no es un ataquc a él en cuanto filosofia Fijados de tal manera ci nacimiento v Ia
que a travéc del vaciamiento sensuaiista de naturaleia del c., no parece 5cr casu de seguir
Ia met4fisica habia hecho del mundo exter- a través de ia particularidades su desarro-
no ci ejc dci equilibrio espiritual del hombre Ito histórico ligado a Ia dinOmica del progre-
y. par to taflto, veia en Ia acciOn social el luaar sismo. Esto es tanto más verdadero cuanto
de Ia autoconciencia humana, porque tat fib- que en el curso de los .siglos xix y xx este
sofia kirmaba parte tambiên de su mundo cul- Qltimo se escindiO a su vez en una serie de ten-
tural. Su reacciOn se dirigio sobre todo a Ia dencias y movimiento, politicos antagOnicos
idea activa que los iiustrados tenian de Ia entre si v el c. prosiguiO su dcstino, de mane-
iathn individual. que Ia hacia medida de to ra que seguir sus compkjas ricisjtudc se
real, con Ia consecuencia de que esta no se hace una empresa bastante ardua. Esto no
CONSERVADURISM() 321

signif ica que haya perdido sus propias carac- tos de un proceso dialéctico de crecimiento
teristicas de fondo, aun si Ia dinãmica cada sino expresiones inmutabies del propio pro-
ye, mas radical dcl progresismo lo ha lkvado greso, capaces de ejecutarlo con su existen-
a abandunar los contenidos clásicos ligados cia y organización. No obstante, todo el c.
al pensamiento de Burke y a englobar partes parece, en estos casos, haber aceptado Ia te.sis
cada vez más amplias del propio credo pro- de un continuo desarrollo de Ia humanidad;
gresista. Eso sucedió subre todo por Ia difi- pero, para hacerla contraria a los fines del
cultad de mantener, tanto en ci campo poli- progresismo, es Ia interprctacion que de ella
tico como en ci cultural, Ia credibilidad de un se da, como progreso evolutivo por acumu-
vinculo entre moral y trascendencia y enire laciOn de conocimientos y experiencias —no
jerarquia y orden moral frente a los resuita- cumo superacion dialéctica del pasado— a
dos de Ia cicncia v a las consecuencias mate- como teoria comunitaria que, haciendo de Ia
rialista.s y racionalistas que de él Sc inferian. sociedad Ia fuente de Ia existencia individual,
La continua in! luencia de los Lemas de londo da al poder politico el derecho de guiar a los
dcl c. se revela, sin embargo, en un elemento individuos en el camino del progreso. En
constante: aquei que nos permite identificarlo ambos casos se niega el nücleo más intimo del
como tat aun en el siglo xix, es decir Ia inter- progresismo. es decir Ia autonomla históri-
pi-etación de las succsivas posiciones asumi- ca del individuo, y se trata de estabilizar ci
das por & progresismo como momentos de universo moral dcl individuo sustravéndole
estabilidad lograda y no de desarroiio. Ia responsabilidad y ci poder de dcsarroliar-
En ci curso del siglo xix el progresismo se lo y ejecutarlo. Conservadores, no tanto como
fuc contruvendo sobre tres hipotesis funda- juicio de valor sino en contraposición a Ia
mentales: Ia cientifica, que ha hecho de los dinâmica del progresismo, han sido asi suce-
ciencias naturaics los modelos a imitar para sivamente Ia filosofia del estado de Hegel, el
ci desarroilo de las ciencias humanas y del positivismo de Auguste Comte, el evolucionis-
propio hombre; Ia democrâtica, que ha visto mu liberal de Herbert Spencer, ci nacionalis-
en Ia extension a todos los individuos del mo autoritario de inspiraciOn romántica a el
poder de decisiOn en el campo politico ci imperialista. Todos, en efecto, han qucrido
resuitado Optimo al que se debe Ilegar; Ia hacer de Ia comOn hipOtesis sobre ci progre-
materialista histOrica, que ha hecho de Ia so de Ia humanidad y sobre Ia sustracciOn de
revoluciOn de clases el prerrcquisito dcl nece- los fines humanos a un Dios trascendente un
sario progreso humano. Combinadus entre Si procesu nccesario guiado desde ci exterior,
en los modos más diversos, estas hipOtesis quc, coma se ha visto, contradice a las instan-
han servido como modelos interpretativos y cias y mitos progresistas más profundos.
como ideologias de los grandes cambios del
siglo pasado. Su dinámica progresista ha M. CONsERVADUKIsMO y PODER POLl I ICO. Aiteriiati-
hechrj imposible Ia cstabilizaciOn de cualquier vo al progresismo, contrario a un planteo
nuevo equilibrio de poder, siempre desenmas- radical de los problemas politicos, incierto en
carado como insuficientemente racional a cuanto a las posibilidades de desarrollo autO-
ligado a egoistas intereses de clase y derriba- nomo de In humanidad, ci c. ha pensado y pro-
do par tendencias más radicales. El c. se ha fundizado mucho más que ci progresismo ci
puesto. de vez en cuando, como defensor de problema del poder politico. Sc trata de un
tales equilibrios, interpretados como puntos hilo ro.jo que corre a lo largo de toda Ia histo-
de liegada. capaces, SI SC hacen estabics, de na dcl c. y cuya importancia para Ia compren-
catisfacer las exigencias humanas. Tipica siOn de este Oltimo es capital. La perspectiva
para este propOsito Cs Ia historia de movi- histOrica abierta del progresismo Cs en efec-
mientos coma el liberalismo, ci nacionalismo to tendencialmente apolitica, en cuanto cree
y ci socialismo, surL'idos carl Ia teurizztci011 de que ci hombie, coma 5cr fundamentalmenie
un particular eiemento progresista e indivi- libre y racional, es capaz, en potencia, de
dualista, pero que, institucionali,.ados en sb- crear comunidades donde Ia coacciOn está
temas politicos o en partidus, baja el impul- ausentc y domina una espontánea coripera-
so de quien detentaba ci jder han dada vida ciOn. El puder politico se hace asi un limite
a teorias que sa no hacian de ellos momen- a superar. on momenta represivo que no tie-
322 (ONSERVADLJRISM()

ne realidades propias y cuvas verdaderas for- dcl siglo xx ha despiazado de tal modo los
mas es necesurio volver a huscar en intere- términos del problema quc Ia antltcsis c-
.ses egoistas v en Ia eplotación iigados al progresismo hasta aqui examinada, por estar
todavia imperfecto estudo de Ia suciedad. El todavia viva en el lenguaje politico, podria
c., en camhio, quc parte de Ia conciencia de considerarse en crisis. La entrada de las
un ilmite intrinseco al hombre, lejano v ale- masas en Ia escena politica ha rcprcsentado,
jabie, peru siempre presente, es conducido a en In primera pane dcl siglo. Ia principal
ver en ci poder. en Ia coaccion politica, un pesadilla dcl c. —vease pun elemplo el pensa-
momento nccesario de Ia sociedad, intima- miento de Jose Ortega v Gasset—, que no
mente iigado a Ia finitud humana. Profunda- podia considerarlas capaces de ra-iOn y de
mente ambiguo y demoniaco, ci poder politi- acciOn independientc. Dc ahi los liamados
co es, para ci c., ci cenwnto de Ia sociedad que, consenvadores al individualismo, cuya expre.
cuaiquicra que sea su estructura, sin ôl cae- siOn mâs aim es ci neoconservadurismu esta-
na en Ia anarquia. Al mismo tienipo, sin dunidensc de inspiraciUn hurkeana. Cori un
embargo, justumente en cuanto confiado a los tono optimista descunucido en Europa, éste
hombres, ci poder es intrinsecamente tiráni- surgiO en los anus cincucnta como respuesta
co si no es controlado. Dc ahi Ia constante a Ia creciente despersonalizaciOn de Ia sock-
preocupaciOn pun los mecanismos politicos dad de masa, a Ia que ci pi -opio progresismo,
de Iimitación del poder v. sobre todo. por Ia con su mito de una planificacion social del
supremacia dc Ia icy quc, a menudo, ci c. dc- desarrollo, no parece capaz de obviar. Una
va a tahü intocabie en cuanto instrumento diakctica similar en anus tan rccientes repre-
primanio de estahiiización de los procesos senta un briliante caso limite. pruvocadu por
sociales. En esta deknsa del poder politico las particulares condiciones de Estados Uni-
como condición impreseindihic —quc se tra- dos, y no modifica sustancialrnentc In impre-
La de controlar y no de destruir— de Ia con- sian dc una crisis tanto del c. como del pio-
vivencia social, ci c. ha hallado ci modo de gncsismo. Estv ultimo ha creido pun mucho
reaccionar a Ia continua ventaja que Ic lieva tiempo poder obviar los probicmns materia-
ci progresismo. Ics causadus poi Ia scicdad de masas v par
Una reacción, sin embargo, que solo ram- Ia ruptura del equilibria de los consumos por
mente ha desaliado it este ultimo pun ser inca. êI mismo provocada, coma asi también dc
paz de desarroii-.tr. luego de in observada ren- poder continuar en ci nueva ambientc su pro-
dición del c. a los reciamos del cientificismo, pio discurso lihe i-tudor. sirviéndose del apor-
Ia herencia del limite dcl hombre y por lo tan- te de las ciencias naturales. dc Ia tecnica y de
to imposibilitada de oponerse cficamentc ai las nuevas ciencias sociales v de In organiza-
mesianismo cientifista e histonicista dcl pro- cion. El c., a su ye-i, ha terminado pon yen en
gresismo. Dc este modo ci c. ha p-rdido a prio- elms In posibilidad de una educaciOn de las
ri —en ci terreno moral y cmotivo— su bata- masas en cuanto al orden; peru Ia ciencia sc
ha politicu contra una cada vez ma.s radical ha vcnido imponkndo cuda vez mas por si
democratizacion de Ia sociedad v ha hecho misma. provocando Ia crisis de los valores
estéril tambien su propia contribucion al politicos de c. y pnogresismo v Ia convergen-
estudio del poder, indudablemente su partc cia dc ambos sabre ci terreno comOn del desa-
vital. Reducidos en cfecto a defender come rrollo cconUmico-social.
definitivos sistemas politicos justificados solo El segundo se ha idcntificado con Ins reIas
par su apertura al cambio, los consi..rvadorcs, organizativas del dcsarrolio, accptddas coma
carentes de una articulada vision del humbre objetivas v dotadas de una Ioica propia e
que oponer it Ia de los adversarios, no han insuperable, aunque de tipo probabihista.
tenido ci modo de preservar In susiinciaiidad ctuando asi. sin emharo, ha hcchu suva Ia
del poder contrt Ia reducciOn a interes egoista tendencia conserv adorn de rechazan una con-
o a problema organizativo hecha de ella por tinua ventaja y de cstahilizar los contornos
ci progresismo. de Ia dinámica social; con Ia consecuencia dc
quc lu que ci c. quenla obtener sinviëndose dcl
IV. El. CONSERVADLEISMO EN F.I. SICLO xx El ad- podcr politico es uhora propugnado por Ia
nimiento de Ia socicdad de masas en el curso ubjetividad de las ncgias organizativas. El c.,
(oNsTir! LION 23

conquistado par Ia aparente objetividad dc to v partidos en lo.s E.stado.s Unidos, Buenos


valores de Ia ciencia, no ha salido vencedor aires, ThA, 1963; H. SchcIsky, Svsie'müherwin-
de tales desarrollos porque, hahiendo cambia- thing, Demokratisiening und (;vwalte,ieilung,
do su propia ontologismu filosólico par los Munich, C.H. Beck, 1973; P. Vierec-k, ('onserva-
valores practkos originudo.s par las ciencias liStn r,'i'i',jied: the revolt against revolt, Nueva
naturales, ha traicionado su razôri dc ser, quc York, 1949; E. Vuegelin, Nuei'a ciencia de la poli-
era Ia de defender Ia estabilidud social en tico (1952), Madrid, Rialp. 1968; K.L. son Hailer.
nombre dt, urni lilosof Ia de Ia limitación Restaurailon der Swats- Wi.s sen.srlzaft (181 6-341,
humana, v ha bet-ha suvos, aunque de modo reed. anast., Aalen, Scientia, 1964.
indirecto v amhigua, ci secularismo y Ia
visiOn histOrica ahierta at los cuales queria Et i/iA'SIJ RO'sAZlil
oponerse.
Dado ci arigen histOrico de Ia contraposi-
ciOn c.-progresismo, no seria sorprendente si
se asistiese a su ocaso, al menus en los tér-
constituclén
minos hasta ahura conocidos par nosotros.
a su sustitucion con una forma pal Itica auto- I lOS SI Pt fSUJS lfl L.SS tO\ST1II I IU\I.S (.O'si l-.%Ii'O
justilicante duminada par Ia uoacciOn ub1e- KiAS. Todo ordenamiento estatal ha tenido
tiva de las reglas dcl de.sarroiio c-conolnlco- siempre un complejo de principios organi-ta-
social. Frente a ella Va no podria ponerse Un tivos propio que lo caracteriza y In distingue
nuevo planteo conservador coma I rena poii- de otros, pero sOlo en tiempos relativamente
tico —en este sentido su lunciOn ya ha sido recientes se ha difundido v consolidado Ia
asumida par ci nuevo orden cientIfico coma conviccion de que estos principios deben ser
prapia variable, siendo un ejemplu todo Ia concentrados en un documento iorr.. I llama-
afirmado par Ia ciencia de Ia politica; peru, doe. Las primeras c. fueron introducidas en
recuperada su propia inspiraciOn originaria. ci marco de un proceso de IimitaciOn y Irag-
coma reflciOn de Ia rciaciOn libertad-Ilinite mentacion dcl poder absoluto tal como se
en ci homhrc v coma critica del finalismo lai- hahia afirmado en las monurquias europeas.
cu de Ia idea de progreso. Par ella, todavia hay al propio concepto de
c. se Ic considera a menudo coincidente con
KiI4LIOGRAFIA R. Blake, The C'onsers'ative Party ci de poder politico repartido entre s-arias
from Peel to C'hurchili. Londres, Eyre and Spot- Organos conctitucionales de modo que se
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revoluc,on francesa (1790), en E. Burke, Texios serie de derechos fundamentales. garantias
pohitcos, Mexico, Fonda de Cultura EconOmica, idóneis contra ahusos par los titulares de los
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reslaurazione. Rcgvio Calabria, Editori Meridia- Este concepto de Ia c. como garanlIa de las
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Munich, Piper Verlag, 1974: F.A. Havek. L'ahu- despuCs en Ia demacrática. Pero con ci inicio
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resftgu razzone alla quinla repubblica (1815 [196811. estados ha renegado ahiertamente de Ia fOr-
Milan, \lursia, 1970; C. Rossiter, ('unservalism mula de Ia c. coma garantia, aunque si apor-
in lmrica: the thani:k.ss /)r%Ua.sioH, Nuva taron una profunda corrccciOn ai preverse
York. Random House, 19622; C. Rossiter, PolitE- que Ia "arantia,
4. Onicamente asecuradu a
24 (ONSTITUCION

quien comparte Ia ideologia oficial, de signo su parte pueden ser mu' variados, puesto que
distinto, de donde casi siempre se acaba par en concreto el concepto que está en Ia base
Ilegar a un partido unico. de toda torma de estado o regimen politico
Antes bien, junta a las funciones resenadas acaba por influir de manera determinante en
se han firmado e incluso han adquirido supe- ci texto constitucional.
rioridad otras funciones de In c., todas ellas
presentes ya en las c. liheraIe. Una de ellas Ii. 1NSI:FICIENC.1A Dli. (:ONCEPTO FORMAl. OF. (ONSTITI-
es Ia funciOn propiamente coflstitu1iva" del cits. Scgün Ia doctrina juridica, por c. se
documento constitucional: Ia c. atestigua ante entiende aquellos principios que esldn en Ia
Ia comunidad internacional ci surgimiento de base dcl siste ma normazivo de todo ordena-
un nuevo componente que Sc afirma coma miento, con referencia a un nümero variado
sujeto con pleno derecho de Ia misma. Esto dc entes. como los esiados, las organizacio-
explica coma. despues de Ia independencia, nes internacionales, In comunidad inlcrnacio-
todos los nuevos estados se apresu ran a pre- nal. Cualquier ente, pUblico o privado. tiene
sentarse de modo formalmente positivo en Ia los propios principios básicos indispensables,
escena internacional en tanto dotados de una v por lo tanto una c. propia, pero solo los
c. propia. intimamente conectada con In fun- entes llamados origivarhis (a sea autolegiti-
dOn constitutiva está Ia de In esiabilización mantes) se consideran portadores de una c.
v raczonalzzaczon de un determinado orden que vale v obra también por todos los entes
del poder. La c. es un punto firme, una base consideradoc derivados y que se justifican
coherente y racional para los titulares del sabre In base de aquClla. los cuales están
poder politico que buscan con su tramite dar diversamente coligados y dependientec del
estabilidad y continuidad a su concepta de ordenamiento del ente originario; esto vale
vida asociada. especialmente para los entes publicos inmer-
En forma contextual, a In c. sc Ic agregan sos en ci ordenamiento estatal.
mOltiples garantlas en defensa de In ideolo- Circunscribiéndonos a In c. del ente esta-
gia dominante v de las instituciones consti- do. adquiere relieve In extrema dificultad
tucionales fundamentaics. por conducto de para delimitar con claridad los principios
distintas modalidades, que van desde ci veto normativos esenciales que se han senalado,
de revisiOn constitucional, hasta las garantias aun si en abstracto se afirma que éstos debe-
propuestas de sanciones penales, un sistema nan ser los Iogicumente prioritarios, con
orgánico de controles jurisdiccionales v In preeminencia sobre aquellos principios no
organizaciOn de In administraciOn militar v indispensables, v en condiciones de revelur-
civil. Sc coma permanentes, es decir: las decisiones
Junto a Ia función constitutiva que legiti- esenciales sobre Ia forma de estado o regimen,
ma al nuevo estado. Ia c. puede tener In fun. sobre Ia organizaeión v las funciones de los
ciOn más limitada de legirimación de un nue- poderes publicos, sobre los derechos y los
vo titular del poder politico. Esto explica por deberes de los ciudadanos. Se ha observado,
qué, sobre todo en los estados nuevos, a cada con exactitud, que In esencialidad de los prin.
subversiOn interna mediante un golpe de esta- cipios cstá estrcchamente conectada a un jui-
do siga Ia adopcion de una nueva c. que no cia de valor diversamente condicionado por
siempre tiene contenidos radicalmente distin- perfiles históricos y politicos que hacen difi-
tos de Ia precedente que ha sigo abrogada. cil su enunciaciOn en tCrminos absolutos.
La c. tiene pues una funcion de propagan- Esta send posibk si se aceptasc Ia hipótcsis
da y de educación polirica. Ecto puede verse normativista que considera como principio
fácilmente en las c. de alto contenido ideolO- Oltimo condicionante del sistema Ia llamada
gico —como In revolucionaria francesa. In norma de Ia norma, o sea aquella que condi-
socialistu. Ia de las repüblicas iskimicas— en dana Ia producciOn de narmas generales.
las que ci texto contiene no solo normas orga- especialmente a traves de In kgislaciOn: sin
nizativas sino sobre todo principios de direc- embargo, se ha observ ado que tal norma ter-
ciOn e impulsos de activadión de las masas. mina por prcsuponcr como ya constituido el
Si esas premisas son las funciones constan- ordenamiento. sin aclarar sobi'e cuál base.
tes quc las c. Ilevan a cabo, los contenidos por En el mc jar de los casos se delinea Ia con-
(ONSTITLICION 32

cordancia sobre Ia in.suficiencia del recurso III. CONTRASTE INTRE ESTATRA Y DINAMICA OF. UN
al criterü, formal de identillcaciOn de los prin- ORDENAMIENTO EL (ON(EPTO MATERIAl. I)E CONSTITU-
cipios esenciales. En efecto, teniendo en cuen- ios La formalización es por lo tanto un
ta Ia tendencia a adoptar Ia forma escrita inlenlo de cristalización de los principios
para enunciar Ia c. se ha intentudo especif i- esenciales, pero como intento está en general
car como constitucionales las disposiciones destinado a dar resultudus enganosos. En reali-
incorporadas siguiendo procedimientos refor- dad, si es natural que el poder constituyente
zados, es decir distintos de los seguidos por intenta imponer a los órganos directivos de
las legislaciones normales, imputados a órga- un ordenamiento lineas de acción conforme
nos dotados de poder constituyente. Pero Ia a Ia propia concepción de las relaciones poll-
tcndencia a una particular formalizacion de ticas y sociales, no estã dicho que el sistema
los preceptos constitucionales no significa pueda Iimitarsc a impnimir el propiu desarro.-
quc éstos están necesariamente limitados a llo a pnincipios de conscrvaciOn. Evoluciones
aquellos insertos en on textu ad hoc ni que o involuciones pueden preverse con más o
aquel los formalmente declarados mantengan menus precision. Por lo demás, a menudo son
siempre su importancia originaria. Es indu- las mismas directivas queridas por ci consti-
dable que Ia recurrencia a formas extremas tuycnte las que producen consecuencias
puede hacer presumir que las mismas recu- inconciliables con los principios básicos.
brcn un contenido de principios realmcnte Estos signos indican cOmo una de las carac-
esenciules para un ordenamiento determina- teristicas inevitables de todo ordenamiento
do. La forma escritu —claramente afirmada es Ia husqueda de conciliación entre el siste-
a pesar de Ia permanencia de c. preterente- ma tendencialemente esld lieu de sus normas
mente consuetudinarias, como Ia inglesa, y Ia originarias y las orientaciones impresas por
presencia de costumbres cunstitucionales en las direcciones politicas que los Organos cons-
todo tipo de ordenamientos— responde a cvi- titucionales formulan bajo el empuje dindmi-
dentes razones de técnica organizativa de los C- u de las fuerzas sociales. Tal dinámica pro-
ordenamentos politicos, en cuanto tiende a voca un continua estado de tensiOn que some-
asegurar una eszabilización de csfruclu,as, te a intensos estimulos los pnincipios forma-
estando afectada aün hoy por el perfil guran- lizados en Ia c. Más allá de Ia hipOtesis del
tista impreso por las teorlas del constitucio- progresivo distanciumiento de Ia realidad
nalismo, como asi tambien por Ia estabilidad constitucional de los principios formalizados,
y conservación de valores ideológicos y poll- es posible observar que, más en general, los
ticos y de intereses individuales y colectivos. principios formales representan una parte de
Además, Ia forma escrita parece siempre Ia c. que puede sen comprendida solo ponien-
tener, con mayor o menor intensidad, un sig- do ci acento en principios sustanciales, lo que
nificado instrumental debido a las ideologlas es particularmente evidente ya sea en Ia hipO-
de las que un ordenamiento es portador, tan- tesis segOn Ia cual no exista c. escrita conte-
to en el caso de las Ilamadas c.-balance, en las nida en un documento unitario —coma es ci
que en polemica con ci pasado se hace un caso, frecuentemente puesto como ejemplo,
ajuste de cuentas de los resultados obtenidos de Gran Bretana— a bien cuando se da cuen-
desde el punto de vista politico, como sobre ta de Ia no correspondencia entre principios
todo en el caso de las llamadas c.-programa, formales preexistentes y realidad constitucio-
que expresan de manera particularmente nal subyacente, como en el caso del Oltimo
explicita un sistema orgánico dc directivas a periodo de vigencia del ordenamiento estatU-
aplicar a breve, medio a largo plazo. Tal ten- tario italiano posterior a Ia afirmaciOn dci fas-
dencia propagandista ha Ilevado a una pro- cismo.
gresiva ponderaciOn de los textos constitucio- La doctrina de Ia c. en sentido material
nales hasta ampliar especialmente las dispo- interviene para ofrecer una justificaciOn de
siciones en materia económica v social, sobre- las relaciones entre perfil normal y penfil sus-
pasando las simples disposiciones organiza- tancial de las c. En su formulación más per-
tunas relativas a Ia repartición y al uso del suasiva ella pane un acento en el papel deter-
poder politico (contrapusición entre c. largas minante desarroilado par las fuerzas poiuti-
C. cortas). cas en Ia fijaciOn de los pnincipios organiza-
32(. CONSTITI (105

tivus y funcionales esencialcs para Ia vida de Por las razones que se acahan de expuner,
Un ordenainiento. Dc tat modu se electüa una Ia doctrina de Ia c. material muestra que ci
decisiva revaluaciun dcl papel que desempe- principio normativo originador s justilican-
ña Ia realidad social, nunca más confinada a te de un urdenamiento, a sea Ia C. par exce-
lo prejuridico. El elemento social dci estadu lencia, consiste en Ia fuerza normaliva (IC Ia
se perfiiu como ya ordenado en tomb a Un voluniad pu/il tea, con una aplicacion reaiis-
nUcleo de principios que cuntribuyen a dar- La del principio de ekctividad (principlo que
Ic una conliguracion politica propia. En su desdc distintas perspectivas es tambien uti-
seno puede delinearse un elemento dominan- lizado. en Ultima instancia, par Ia misma doe-
te. titular v gestor dcl poder, diferenciado del trina normativista cuando trata de especifi-
que aparece doniinado, o bien —en los orde- car, procediendo ai revés, unit IustificaciOn
namientos democräticos en donde se tiende ültima de Ia norma graduada sistematicanien-
a negar al menus teôricamentc una contrapo- te). La c. material estä por lu tantu en condi-
sición asi de rigida— una participaciOn neec- ciones de presentarse coma Ia real fut'uuic' de
saria de toda Ia base social en ci poder poli- valide: del sistema (v par Jo talito tambien de
tico procurando lener Ia mayor correspon- Ia c. formal), de gurantizur Ia unidad duran-
dencia pusible cnn-c estado-comunidad y te Ia vatoración interpretativa de las normas
estado-aparato: en ambos casos son las (ncr- existentes y de completar las lagunas, de per-
zas poiitica la.s qise e.cldn en CO?ldWiOiIeS (k muir Ia espccilicación de los limites de Ia con-
ca rae Ic riza r ci ordenamzeni, qice t' has eXp?.?- tinuidad v dc las mulaciones dcl estado
san, los pri;ieipios v los hues eonsiiiuvenles teniendo en cuenta Ia misma como parãme-
de lii c. material. tro de retci-encia. Son. por Ia tanto, los prin-
Con base en tal urdenamiento se detcrmi- cipios constitucionales sustunciales Ins signos
na cOmo existen, en cada ordenamiento. nor- que desenipcñan un papel esencial pant Ia
mas constitucionales —en iteneral formaliza- comprensiOn de una c. Precisainente a estos
this en un texto ad hoc, peru también cunte- se debe hacer reicrencia para detectar Ia esen-
nidas en diversos textus o teniendo Un carác- cia intima. ts normas constitucionales for-
ter meramente consuetudinario o convenclo- males, donde existen, cunstituven en general
nal— retativas a las decisiunes fundamen tales Un punti) necesaria Lie partida en el proceso
respecto de Ia organii.ación dcl estado- interpretat ivo. pero seria absurdu pretender
aparato (en particular: utiiización del princi- hasarse solo en el, pUCS numerosas institucio-
plo de concenLracun y de separaciOn en Ia dis- nes iornialmente inmutables en el tiempo ter-
tribución de las competencias, del principio minan teniendo un significudo ütil solamen-
de Ia paridad o de Ia gradaciOn en Ia utiliza- te si se tienc en cuenta el valor sustancial
cion de Ia misma), respecto de Ia ortyanización electivo que hun ida asumiendo.
dcl estado-comunidad (regimen de autonu-
mias pühlicas v privadas), respecto de las iv t AS MODIFICALIONLS DE 1A (OSSTI ri (105 El con-
relaciones entre aparato y comunidad (tegi- junta de decisiones que Sc derivan de las
men de las relaciones autoridad-libertad), res- determinaciones. explicitas o implicitas, de
pecto, en fin, de las relaciones entre estado- las Iuerzas politicas que cant rolan el ordena-
ordenamiento y comunidad internacional y miento constituve su C. v solo ésta. Tomando
similares. Tales normas derivan v están con- dicha c. como parámetro, se puede señalar el
dicionadas por un principio originario que problema de SUS modificaciones o transfor-
constituve al mbino tiempu ci nucko efecti- macjones, dcp-_ndicndu de Si los procesos cro-
vo de toda Ia organización constitucional. lutivos permiten o no reconocer Ia permanen-
Este principio Cs Ia resultante del juego de las cia de las caracteristicas de identificacion
fuerzas politicas que se mueven en ci orde- sefiuladas anteriormente. En sent ida teenico,
namiento, Ia elección de Ia base que condiclo- se dice que en el segundo caso nas encontra-
na todos los demás principios de Ia vida social mos en presencia de Ia acciOn de un poder
y politica (sin embargo. segun algunos son las conslilu cute, en tanto que en ci prirnero de
mismas fuer-zas politicas diminantes las que un simple poder de retisio,z.
s. plantean directamente en cuanto tales Y to que caracteriza, en etecto. al podcr
coma principios). constitUcntC es no sentirse litado, en Sits
(ON STIT1CION 327

determinaciones, par un sistema juridico das respecto de las seguidas cii tCrmino media
preexistente: es compictamente libre en Ia por las leyes, y los procedimientos por Ia tan-
elección de sus propias finalidades. No suce- to se agravan o rcfucrzan, dOndose particu-
de Ia mismo con ci poder de revisiOn que e.stá lar importancia a las modificaciones de Ia c.
limitado par 1(1 menus par Ia ohligaciOn de no Formal (t. rigidas, como las vigentes en Italia).
renunciar a los lineamientos que caracterian A veces las modilicaciones no adquiercn un
el sistemu jurldia vigente y que se conside- curácter general sino que se circunscriben a
ran coma limitaciones a su usa concreto: se hipOtesis individuales: ci carOctcr derogato-
reconoce que ci poder de revision está inti- rio de las niismas está senalado en Ia califi-
mamente ligado con una exigencia de garan- caciófl de rupturas de Ia c. con Ia que son espc-
tiiar una cierta c., en cuanto quc tiende a cificadas.
adaptaila, a traves de precdimicntos formal- Todas las hipOtesis senaladas expresan
mente compatibles con Ia misma, a las nue- modit icaciones tendencial men te duruderas.
vus cxigencia.s, con.servarido sus rusgos cscn- Es distinta Ia modificatiOn de suspt'nsimz dc
dales v evitundu recurrir a expedienics extra- Ia c. que se rcfiere a una modificatiOn Onicu-
juridicos (ajenos ul ordenamiento en cuestiOn mente temporal. justificada en general por Ia
s que serian, en (iltima in.stanciu, manifesta- exigencia de conservar Ia c. material, coma
dOn de un poder constituyente). En sentido sucede cuando se instauran regimenes de
lOgico. ci poder de revisiOn estO suhurdina- emergencia interna o externa (estado de sitio
do por lo tanto al constituyente que es ci Oni- y estado de guerra). En esas hipOtesis las
co capuz de estahieccr y niodilicar radical- modificaciones afectan a Ia organizaciOn y al
mente Ia c. en sentido material. Par consi- Iuncionamicntc, de los organos constituciona-
guiente, todas las veces que se encuentren ks y, en especial, el regimen de Iibcrtades
modilicaciones que prescinden dcl respeto de garantizadas constutucionalmente. La cesa-
las lincas esenciales del ordenamiento sea ciOn del regimen derogatorio dc emergencia
de Ia c. material, quc coma se señala es el deja sin justificaciOn Ia suspensiOn. y ci regre-
nOcleo dcl mismo o su supercon1uz4cuin— no so a Ia normalidad signilka Ia reanudaciOn
sc trata de Un problema de aceptaciOn de un de Ia plena eficacia de lac., quc mientras tan-
ordenamiento preexistente Siflu de Un flUCVO to sigue siendo formalmente válida.
ordenamierito condicionado par on puder
consutuyente propia. Existe, en camhio, iden- V LA ASAS1BiJA CONSTITcYENTE V LAS (.ARA(ThRISTI-
titicabilidad cuando las modificaciones no (As M. LA \ii.VAUJSSTI1I 165. Lu c. italiuna que
afectan Ia c. material. entrO en vigor ci I de enero de 1948 sustitu-
Entendidas de este modo, las modificacio- yo al estatuto albertino, que aun con las pro-
nes pueden cant igurarse de acuerdo con dis- fundas modilicaciones aportadas a las insti-
tintus hipOtesis. Cumplen una I unciOn impor- tuciones constitucionales durante ci fascismo
tante las modif icaciunes que se producen len. y despuCs, durante ci periodo de transiciOn
tamente como cunsecuencia de Ia evoluciOn que siguiO a los hechos del 25 tIe julio de 1943,
y se realizan poco a poco en ci tiempo a tra- habia sido Ia base del ordenamiento italiano
yes de Ia evaivaciOn que hacen los Organos par un siglo.
constitucionales. Ia magistratura y ci elemen- La Asamblea Constituyente elegida por ci
to social de los principios constitucionales. mCtodo proporcional llegO a aprobar Ia nue-
Se puede liegar a Ia I ormaciOn de cosiumbres vu L. mediante un pacto constitucional al que
conira Y preler c., o a Ia formaciOn de conven- Ic daban aportaciones exponentes de partidos
ciones de Ia c. derivadas de acuerdas entre los vinculados a lineas ideokgico-progrumáticas
Organus titulares dcl poder politico. divergentes entre si: Ia inspiraciOn liberal,
Las modificaciones tonsaradas en proce- cutOlica y socialista es mOs o menos fácilmen-
dimientos formales constituyen el nOclea de te detectable en las diversas normas que corn-
los procedimientos de revisiOn que, en algu- ponen ci texto constitucional y, de manera
flOS ordenamientos, no requieren formas dis- más general, surge dcl complejo de Ia cons-
tintus de Ls usadas para Ia adoption de las tructiOn constitutional. Del compromiso
leves Ic. jkxibk'si, en tanto que en utros se constituvente - inevitable si no se queria
requieren lormas rriás ctnnplejas v diterencia- arriesgar una imposition unilateral v autori-
32$ CONSTITL'CION

taria de una c. partidista— nace un mecanis- no parlamentario ulIpico, en cuanto que ci


mo institucional que en buena parte remite jefe dcl estado tendria una posición rccono-
a actuaciones y realizaciones sucesivas Y quc, cida que va más allá dcl simple mediador neu-
justo por su urigen comprometido. tenia un tral entre ci pariamento y ci gobierno. ya que,
carácter polivalente que se prestaba a inter- además dcl puder de disolver anticipadamen-
pretaciones potencialmente divergentes de te las cámaras, tendria en particular ci poder
los preceptos formales de Ia c. La remisiOn de veto de suspensiOn en materia de promul-
a sucesivas decisiunes dcl gobierno y dci par- gaciOn de las leves del parlamento, además
lamento comportaba pues una dilación en ci del de autorizar Ia presentacion de los pro-
tiempo de decisiones fundamentales v proiro- yectos de Icy gubernamentales, del de nomi-
gaba In necesidad de acuerdos entre partidos naciOn de senadores v jueces contitucionales,
politicos quc va se habia logrado en ci cons- dcl de presidir importantcs organos cokgia-
tituyente. La necesidad de una presencia con- dos: poderes todos que reconucen su funciOn
junta en todos los niveles conducia a una uutOnoma en ci desenvolvi mien to de In vida
generalización del principio proporcionalis- constitucional.
ta como apoyo a In legisiaciOn electoral y Dc acuerdo con una interpretaciOn difun-
como base de Ia formación de las decisiones dida, Ia funciOn de direccion polüica —o sea
de dirección de los órganos electorales. La el conjunto de actividades que adaptan dia
nueva c. no podia dejar de situarse en una tras dia los principios constitucionales a las
posición de antitesis en relación con ci régi- exigencias cambiantes dci estado— Ic corres-
men anterior, estructurándosc en una forma ponde ante todo el cuerpo electoral, en cuan-
republicana de estado. confirmando In pros- to depositario de Ia soberania, que evaluan-
cripción del fascismo y sosteniendo su natu- do los programas de los partidos selecciona,
raleza democrática. Dc acuerdo con Ia inter- a través de procedimientos electorales, su
prctacion que parece más segura, ci signifi- propia representación parlamentaria. Ya que
cado de Ia caiificación democrática consiste Ia intervenciOn dcl cuerpo electoral es espo-
en Ia ideniijkación lendencial entre corn u ni- rOdica por naturaleza, dada Ia complejidad de
dad y aparato —a través de Ia vaiorización dci las posibles consultas, ci nücleo de los pode-
cuerpo electoral mediante ci sufragio univer- res de direccion radica en el parlamento, con
sal en ci nivei nacionai v local, ci referendum, una estructura bicameral; pero también este
Ia iniciativa popular, ci derecho de petición, ültimo es un cuerpo demasiado ampiio. por
Ia apelacián al pueblo despues de Ia eventual io que en su seno, después de In aprobacion
disolución anticipada del parlamento— y en de un programa politico, se establece un cole-
Ia tutela de las rninorias —a travCs de las gio restringido fidueiario de Ia mayoria par-
garantias sin discriminación de los derechos lamentaria. Se trata del gobierno. formado
de libertad y sobre todo del asociacionismo por cl presidente dcl consjo v por los minis-
politico, ci pluripartidismo. Ia indefectibili- tros que estãn a Ia cabeza de los distintos
dad de Ia oposicion parlamentaria, ci recono- departamentos administrutivos. El gobierno
cimiento del potencial aiternarse en ci poder es un órgano de direcciOn por excelencia, res-
de fuerzas poifticas antagónicas. ponsabk constantemente ante ci parlamento.
La formula organizativa eiegida para ci fun- y Ia c. Ic ha confiado una funciOn particular
cionamiento del estado-aparato fue In del a su pre-idente, en cuanto supremo coordi-
gobierno parlarnentario, que entrana un nador v centro de impulso de las orientacio-
gobierno nombrado por ci jek dcl estado pero ncs politicas y adniinistrotivas.
que es In expresión de Ia mavoria parlamen- El gohierno y In mayo
ria parlamentaria Sc
taria de cuva con/ianza debe gozar cOnstan- encuentran unidos por t'inculos conslanfes de
temente. Existen numerosisimo'- ejemplos de colaburaciOn, en cuanto quc una pane consi-
sistemas definidos como de gobierno parla- derable dc In direcciOn Sc manifiesta it travCs
mentario, aunque parece cierto que no exis- de las leves del parlamento. promovidas por
ta un gobierno parlamentario-tipo que pue- iniciativa gubernamental. En ese sentido, In
da tomarse como punto de referencia para direcciOn Cs una dirL'ccio;z politica de mayo-
una definicióri. En general, be dice, sin embir- na, en cuanto quc csta iigada ncccsariamen-
go, que Ia c. exige una republica con gubier- te al gobierno a Ia mayoria que lo expresa.
CONSTITUCION 329

Pero existe otro tipo de dirección, que no debe to. El ciudadano, como individuo o como par-
conlundirse con éste y que se considera que te de asociaciones, está capacitado para par-
tiene por objeto esencialmente Ia realización ticipar en las decisiones tanto en ci nivel local
y Ia tutela del respeto de Ia c. Esta dirección. como en el nivel nacional. Junto con ci estado-
que no deberia sobreponerse a Ia mayoria. aparato, quc sigue siendo el gestor más
especialmente en ki que concierne a Ia con- importante del poder politico v manifestación
secución de lines conhingentes, se define de toda Ia colectividad nacional, se estable-
como constitucional y es ejercida por ci jefe cen numerosos entes representanles de las
del estado y por Ia corte constitucional, garan- colectividades rerritoriales menores, entre las
tes ambos de Ia c., el uno incorporado en el que revisten una importancia particular Las
proceso politico que reconoce como prutago- regionales. El poder se distribuye entre el
nistas a los ôrganos constitucionales y Ia otra estado y las entidades territoriales y entre
ajena a aquéi. Ohviamentc. si se toma en cuen- estas ültimas. de acuerdo con criterios que
ta to que SC dijo más arriha acerca de Ia ampli- incluven también Ia resa'rva exclusiva de areas
tud de los poderes presidenciales, no siempre de decisiOn a las entidades menores, aun den-
es fácil reducir Ia funciOn del jefe del estado tro del respeto del principio de Ia unidad
a Ia de simple guardian de Ia constitución. nacional que exige que ci estado siga siendo
Junto con los órganos orientadores, Ia c. Ia entidad soberana aunque acondicionada de
prevé órganos auxiliarcs de éstos: el consejo diversas maneras por las autonomias locales.
de estado v el tribunal de cuentas, derivados Una gai-antia mas Ia ofrece ci carácter rigi-
del ordenamiento anterior, y ci consejo nacio- do de Ia c. que entrana Ia rev isiOn de sus nor-
nal de Ia economia y del trabajo, de nueva mas, excepciOn hecha de los principios esen-
ci-eación, destinado a asegurarle al parlamen- ciales, a través de un procedimiento reforza-
to y al gobierno Ia colaboración de Ia repre- do (doble votaciOn parlamentaria y mavorias
sentaciôn de los intereses económicos y socia- calificadas). La rigidez constituye una rémo-
les. La institución de un consejo superior de ra para las modificaciones aventuradas, pero
Ia magistratura tiene unu importancia parti- al mismo tiempo permite hacer las revisiones
cular, v es garante de Ia independencia dcl quc sc presentan como indispensables, con el
poder judicial respecto del ejecutivo. fin de lograr cambios legales y no revolucio-
Hemos senalado Ia función dc garantes nes contrarias de hecho a Ia c. Después se
asignada at jefe del estado v a Ia corte cons- constituyO un órgano adecuado para asegu-
titucional. En realidad casi todos los criterios rar de manera uniforme la adaptacion de la
organizativos seguidos en Ia estructuración legislación a los principios constitucionales:
de Ia comunidad v del aparato responden a Ia corte constitucional, Ilamada a pronunciar-
Ia exigencia de una amplia tutela del sistema, se a través de procedimientos de tipo juris-
sobre todo con elfin de eitar riesgos análo- diccional, cuvo juicio negativo implica Ia anu-
gos a aquellos en los que incurrió Ia demo- lación para todos los efectos de una icy del
cracia parlamentaria prefascista. La exigen- parlamento y de los actos equivalentes.
cia de garantizar las nuevas instituciones lIe- Para concluir estos rasgos generales, hay
vó a Ia redacción de una c. amplia, que se pro- - que recordar Ia act itud del constituyente res-
pusiera Ilevar a Ia práctica una disciplina to pecto de las relaciones con ordenamientos
más minuciosa posible de Ia distribución del ajenos al estatal: separación e independencia
poder v de su uso en relación con Ia autono- reciproca respecto dcl ordenamiento de Ia
mia püblica v privada. Por ete lado, junto con ialesia catolica, pero con Ia aceptaciOn de los
las referencias a Ia reglarnentacion posterior llamados pactos de Letrán; incorporación del
en materia legislativa, a través de numerosas ordenamiento italiano en el de Ia comunidad
reser.as legales, encontramos di'.cipl inas ana- internacional v Ia adaptación a las costum-
liticas de alaunas jflstjtuCiOfles, dentro de Ia bre que se consideran vigentes en este OIti-
misma c., con el objeto de limitar los riesgos mo. En oposiciôn a Ia pulitica de prestigio del
de desviaciôn por parte dcl poder politico. regimen pasado v de acuerdo con las orien-
A Ia misma exigencia de garantia Ic corres- taciones de politica internacional v constitu-
pond, una amplia c:,-ticzlacioo d I pod i poli- ciond .ostenidas, se c.stablccc cI rechazo de
tico en el seno de Ia comunidad v del apara- oI-icntaciunes expansionistas en las relacio-
3.10 COST1TLCION

nes interestatales, con Ia decidida afirmaciOn poner en luncionamiento Ia curIe constitucio-


de una concepciOn pacifista que considera ci nal fue causa de una agravaciOn de ese incon-
recurso de Ia guerra de defcnsa solo cuando veniente, en cuanto que Ia magistratura, que
se suf ran agresiones v que acepta Iimituciu- se habia convert ido en arbitro de las decisio-
nes de Ia suherania dcl estado con Ia condi- nes uccrca de Ia constitucionalidad de las
don de reciprocidad, a fin de promover un leves, aunque con efectos limitados para ci
orden pacifico aun a través de Ia institución caso examinado, empezO a distinguir entre
de entes internacionales. normas constitucionalcs di rectamente pre-
Finalmente, rcvisten no poca importancia, ceptivas v normas preceptivas eon eficacia
aun cuando no estén organizadas v sean frag- diferidu a hasta simplemente programáticas,
mentarias, las normas que tienden a garanti- restringiendo sensiblcmente ci nOmero de las
zar Ia subordinaciOn de Ia organizacion miii- primeras v dejando coma letra muerta en Ia
tar a Ia civil —personilicada por ci ide del practica gran parte de Ia c., cspecialmcnte en
estado, al quc se Ic confia ci mando .simbOli- materia de derethos de liberiud, Va que Ia
co de las fuerzas armadas—. asegurando Ia imperfecta perceptibilidad dc las normas no
adaptacion de su ordenamicnto al previsto habia sido capaz de provocar Ia abrogucion
por In constiluciun democrática. de las nurmas que estaban en ahierta contra-
dicción con Ia c. En clara oposiciOn con esta
VI SI IThSARROLLO Las decisiones del constitu- oricntaciOn, Ia corte sustuvo, desde su prime-
verne no siempre han encontrado ceo en mate- ra sentencia, ci principlo de Ia legitimidad
na de act uación de Ia c., por lo que se deben cunstitucional de las leves en cunilicto aun
senuiar Ins rasgos csenciaies de Ia c. material con normas Ilamadas programOticas de Ia
tal como se ha ido perfilandu en estas dos Ulti- constituciOn.
mas décadas. El Funcianamiento real de las instituciones
La clase politica ha demostrado un escaso italianas en las Oltimas décadas puede corn-
entusiasmc) por ci cumplimiento de las direc- prenderse mejor SI SC tiene en cuenta cuál ha
tivas del constituvente, fáciimentc compren- sido Ia infiucncia del sistema de partidos
sibic SI SC toma en cuenta Ia rápida al luencia sobre Ia uperación de Ia c., asi como, en par-
de gran parte de Ia vieja ciase dirigente a los ticular. Ia imposibilidad de obtener una alter-
partidos Ilamados antifascista. Esto ha lie- nancia enlre purtidos de gohiernu v partidos
vado a hacer formales o veleidusas muchas de opasiciOn en ci control del aparata esta-
de las afirmaciones constitucionales, que por tal de modo semejante a coma sucede en otros
In demãs c(mlievan Ia huella de compromisos ordenamientos de gobierno parlamentanio.
que generaban soluciones normativas poliva- El primer lugar, como sucede ho .v en todos
lentes. Se instituveron con mucho retraso los ardenamientos pluralistas contemporã-
Organos de importancia coma Ia carte cons- fleas, Ia aplicaciOn practica de los preceptos
titucional (1956). ci conselo nacional de Ia eco- constitucionales relacionados can Ia torma de
nomia v ci trabajo KsH.) (1957), ci consejo gobierno se ha Vista condicionada par ci papel
superior de Ia magistratura 0958 V SC ha pre- de:er,ninauie de los parlidos poillicos.
parado ci sistema operativo de las autono- Dc acuerdo con Ia previto par Ia c. Ins par-
mias regiunales —que se empezO jun10 con ci tidos deberian representar, segün parece. ci
texto de Ia c. para aigunas regiones con esta- punto de union entre comunidad y aparato,
tutos especiales V que se compieto reciente- v es significativo el papci desarruilado par sus
mcnte (1970) para las restantes con un esta- pnogramas para seleccionar Ia represcntaciOn
tutu urdinario— asi coma también se ha lie- parlament-ania por obra dcl electorada; los
vado a cabo Ia previsiOn cunstitucional rela- programas de los partidos (de mavaria) cum-
tiva al rejerudzi;,i (1970). Ha hecho faIta una plen, pues, un papel importantisimo en Ia
revisiOn sistcmática de Ia legislaciOn anterior dcterminacion de Ia piatuforma programati-
a Ia c. para eliminar explicitamente las nor- ca gubernamental en matenia de confianza.
mas que realmente están en contradiccion Elegida Ia nepresentación. ésta deberia estar
con Ia misma. coma las cuntenidas en los desligada dcl electorada (prohihicion de man-
codigos penalcs en Ia 1ev de scguridad publi- data imperativol —v par Lonsiguiente desli-
ca. El gravisimo retrasu con que se decidia gada teOnicamente de los partidos—, v una vei
coxsrITL:cION t I

investido de Ia conlianz.t ci gobierno deberia respeto de Ia disciplina del partido se pone


Ilevar adelante ci programa con Ia colabora- corno condición indispensable para Ia confir-
don de Ia maoriu. que tendrIa que subsistir maciOn del elegido por parte de los electorcs.
hasta Ia desapariciOn de Ia confianza, a ti-a- previa Ia reinclusion en una usia de Ia que ci
yes dci voto expresado por ci pariamento o partido es ci unico árbitro.
a través de on rechazo evidente v repetidu de También a propOsito de las relaciones entre
las iniciativas dcl gobierno. En esta acciOn de Ia mavoria parlamentaria N. ci gobierno hay
estimulo deberia ser decisivo ci papel del pre- que ilumar Ia atenciOn sobre Ia impol tancia
sidentc dcl consejo, dotado de amplios pode- del papel de los partidos We mavorma), que Ic
res de direcciOn v cuordinaciOn en posición resta significado a muchus de las normas
de clara preferencia respto de los ministros sobre los poderes de direcciOn dcl prcsiden-
que Forman parte dcl gabinete. Ic dci conseo. En Ia realidad italiana Ia par-
Dc hecho, los partidos —quc deherian ser ticipación de varios partidos en ci gobierno
ci mcdio a traves dci cual los ciudadanus con- ha exasperadu Ia tendencia a Ia negociaciOn
curreli 'democráticarnenie a determinar Ia cutidiana entre los directivos de los partidos
pulitica nacional", peru que están libres, de sobre toda decision de importancia —no solo
hccho, de todo control en cuanto a su demo- en materia de direccion sino a menudo sini-
craticidad intcrna v a sus sistemas de finan- plernente administrativa— y ha agudizadu de
ciarniento v que han sido frecuentemente ins- una manera cada vez mas preocupante Ia
trumentos de poder de restringidas v solidas inestahilidad dcl ministerio. Cont rariamente
oligurquias hurc,crãticas fucriernente ccntra- a Ia exigencia de cohesiOn consular exigida
iii.adus— se han presentado como los maxi- por km c. y contra ci papel determinante del
mus centros de control tanto di, Ia comuni- presidenie sostenido vigorosamente en esta
dad como del aparatu estatales. No seria exac- ultima, ci gahinete cc ha presentadu como
to. sin embargo, fuera de ciertos limites, pre- sede de registro de las decisiones partidistas
tender que csa situaciOn este en oposiciOn con y ci presidente como mediador v conciliador
las dccisiones de Ia c., que consideraba a los de oposiciones entre ministros de divcrsos
partidos comb elementu motor del sistema partidos v dc innumerabks corrientes más
politico. La c. icc otrecia a los partidos una que como centro de direcciOn para realizar
amplia gama dc posibilidades que de hecho ci programa dc guhierno.
han sido utilizJdas apartindose del espiritu Particuiarmcntc pcligrosa se ha manifesta-
con que esta las hahia rccunocido como vãIi- do Ia acciOn de los dirigentes dii los partidos
das c indispensables: en lugar de ponerlas al por ci papel constitucionaimente asignado a
servicio de los intereses generales de Ia colec- Ia oposición parlamentaria. En efecto, no sOlo
tividad, orientándolos a Li determinaciOn de Ia convenciOn que tiende a arraigarse hace
Ia polit lea nadunal", los partidos las convir- quc estos mismos Sc conviertan en Orbitros
I icron I rccuentcmcntc en inst rumentos para indiscutibies de Ia decision acercu de Ia con-
Ia satisfacciOn dc intcrcses predominunte- veniencia de Ia presentacion de las dimisio-
mente sectorialcs. nes gubernamentales, sino que las crisis, que
Se ha demostrado particulurmente impor- Va son siempre extraparlamentarius. tiendcn
tante ci papel de los partidos en Ia eiecciOn a plantearse de manera que Ic quitan a Ia opo-
de Ia representaciOn parlamentaria. condicio- siciOn ci poder de critica v de censura a Ia
nada por éstos no solo a través de Ia presen- acción dci gobierno en ci parlamento.
taciOn de los progmamnas sino sobre todo a tra- Abordemos about Ia cuestlOn de Ia aizeruan-
yes de un podcr ineontrolado de seleccion v cia fallida entre los partidos en los papeles
designaciomi dc los candidatos con Ia fornia- respectivos de gohierno v oposiciOn.
don de liclas pira proroner a los %otantes. Contrariamente a cuanto e realiza en otros
Formada Ia reprcsent..&ciOn. diputadus v ena- ordenamientos dii gobierno pariamcntario. Ia
dores siguen sometidos a Ia disciplina de par- rotacion fallida de los papdcs de los partidos
tido —nias u menus rl2ida de acuerdo con Ia es mealmente uno de los aspectos mas signi-
organizacion interna dcl mnismo— que resta- licativos dcl funcionamiento de Ia c. it,Jiana
bicce sLlstancialmi.ntc it taor dJ partido (no v proicne dcl caracIr heterogenco du Ia
de los cicetores) ci mandato imperaIio. El suciedad que da part idos politicos no tungi-
332 cONSTITUCION

bles entre si en cuanto al control del estado, 14% proviene del partido comunista. Las pro-
par causa de una insuficiencia de !egitimación puestas parlamentarias que tuvieron mayor
de los partidos de izquierda en seguida que exito son las presentadas en con junta par Ia
se formaron las convenciones que tendian a democracia cristiana-ru y otros (un tcrcio de
exciuirlos de Ia formación de los gobiernos. las propuestas de origen parlamentario). Las
A esta situacion, que implicaba una inmo- enmiendas tienen un papel de gran importan-
vilidad tendencial en los papeles de mayoria cia a La horu de demostrar el concurso de Ia
y de oposiciOn, excepción hecha de rotacio- oposiciOn en Ia Iegislacion. En especial en
nes parciales en las alas extremas de La coa- comisiones deliberantes, Ia incidencia efecti-
liciOn mayoritariu, se Ic intentó poner reme- vu de las enmiendas del Pci ha sido de gran
dio asociando La oposición a Ia formación de relieve en cuanto a las modificaciones de las
las decisiones politicas por lo menos en ci iniciativas gubernamentales. En ci periodo
nivel parlamentarlo, ampliando al mismo 1948-197 1 se calcuia que se aprobO on quin-
tiempo el area de Ia intervención de las asam- to dc las enmiendas propuestas (por unidud
bleas y de las comisiones con menoscabo de = articulo de texto).
las competencias del gobierno. Dc este modo Importante ha sido ci concurso de las opo-
se impugnaba Ia regla de Ia decision politica siciones en Ia aprobacion de proyectos guber-
autosuficiente de Ia mavoria gubernativa namentales. Con referencia a las primeras
para sustituirla o integrarla con un método cinco legislaturas las ieyes aprobadas han
de decision que comportase ci concurso de obtenido en promedio ci 75% de los votos (o
todos los partidos —excepciOn hecha de Ia sea mayoria más amplia que Ia del gobierno).
derecha: ci ilamado "arco constitucionai"—, Segün un catastro examinado, en este perio-
con base en su peso parlamentario. Este dade cada tres proyectos de origen guberna-
método lievaba pues a introducir ci principio mental dos han sido aprobados con votos dcl
de Ia transacciOn o del compromiso entre los PC. '.
distintos partidos de Ia mayoria o de Ia opo- La insuficiencia de Ia mavoria ha Ilevado
siciOn en sustituciOn o junto al principio al gobierno a utilizar de manera cada vez más
mavoritario. sólida los decretos-ley: 222 en ci periodo de
Coma se ha resaitado en los estudios dedi- Ia primera ala cuarta legislaturas (1948-1968);
cados en estos Oltimos años al funcionamien- 193 en ci periodo de Ia quinta a Ia sexta legis-
to del parlamento italiano, las caracteristicas laturas (1968-1976); 143 en los casi tres aflos
constantes del sistema en reiación con el de Ia septima (1976-1979). El decreto-ley se ha
pasado son: ci uso del modelo mavoritario convertido pues en una iniciativa de Icy refor-
cuando be mantiene tendenciulmente Ia con- zada. Pero Ia otra cara del problema es Ia pro-
traposiciOn gobierno y mayoria-oposiciOn; ci fundidad de las manipulaciones pariamenta-
usa del modelo prupurcional-transactho en rias en casos de conversiOn: ci 7046 de los
comisiOn. y también ci uso de estc Oltimo solo decretos de Ia quinta y sexta legislaturas han
para Ia tegislacion marginal y Ia remisiOn ten- sufrido enmiendas contra ci 40% de las pri-
dencial a Ia carte de las decisiones más impor- meras cuatro.
tuntes sobre las que es más problematico para Considerado ci encuentro de compromiso
Ia mavoria imponer ci propio punto de vista entre mayoria y oposición en ci parlamento,
y sobre las cuales no quiere transigir. debe decirse de todos modos que este encuen-
Para comprobar lo que Se afirma aqui exis- tro concierne regularmente a materias no
te hay una abundante documcntaciôn. La controvertidas sabre las que cs más fáciI ci
demostracion de La faita de autosuficiencia acuerdo (abastecimientos sectoriales, discipli-
de Ia may oria y de Ia importancia de las mi- na dcl estatus y de Ia posiciOn cconOmica de
ciativas parlamentarias v de Ia oposiciOn Ia los encargados de Ia administraciOn publica,
tenemos en estos datos. En las primeras cua- incentivos, etc.) tanto Si son de iniciativa
tro kgisiaturas 1948-1968) re'..ul can aproba- gubernamental coma parlamentaria. Aqui
dos ci 84% de los provectos gubernamenta- queda fuera Ia gran legisiaciOn.
ks v ci 18 0 o de los proyectos parlamentarios. La experiencia constitucional italiana
En total, on cuarto de Ia leislación aproba- muestra el riesgo implicito en las suiucioflcs
da Cs de origen parlamentario y de ésta ci constitucionales de compromiso que 11ev an a
CONSTITUCION 333

constltuciones programalicas de actuación vención de que Ia estructura organizativa del


diferida. La contraposición ideoiógica entre estado esturiese sólidamente apoyada en un
los partidos más importantes, con desconfian- funcionamiento del gobierno pariamentario
za reciproca, obstaculiza Ia alternativa y pro- que considerara ai gobierno coma detentador
voca inmovilismo en los papeles del gobier- de instrumentos reales e incisivos de direc-
no y de Ia oposición. La oposición no se resig- ción. La instituciOn gubernamentai ha sufri-
na a erse excluida de Ia posibilidad de rota- do una profunda y cada vez más aceptada
don y tiende a condicionar ci gobierno, en Ia invoiucion: ha perdido progresivamente crc-
sede pariamentaria en que esté presente, res- dibiiidad y. sobre todo, ha demostrado que
pecto de Ia actuaciOn constitucional. El mode- adolece de una inestabilidad crónica con un
lo de decisiones mayoritario sigue siendo en debilitamiento preocupante de SUS poderes de
general modelo de norma, pero en Ia prácti- dirección.
Ca, en el nivel pariamentaria, tiende a ser sus- En esta situación, se ha manifestado Ia
tituido por ci proporcional en el que todo gru- importancia de Ia estabilidad septenal del jefe
pa aporta su propia contribuciOn mediante de estado. compatible con Ia alternaciOn aun
propuestas, enmiendas, votaciones. Las comi- profunda de los equilibrios de las mayorias
siones parlamentaria.s deliberantes son Ia parlamentarias y hasta con Ia renovación
sede ideal para ci método de transacciOn, integra de los Organos parlamentarios al
mientras que Ia carte contempla Ia contrapo- decaer las legislaturus. Y no vale ci argumen-
siciOn de las funciones v Ia apiicación de las to de que su clecciOn es parlamentaria v no
reglas mayoritarias. La indefinición sobre Ia de base popular directa para disminuir su
legitimacion para gobernar hera a una mdc- posición de fuerza, en cuanto que Ia base elec-
finición de las reglas decisionales con dcc- toral que requiere, más amplia que Ia mayo-
tos paralizantes y de rernisiOn para todas las na gubernamental, no acentta Ia represenra-
decisiones más importantes. mientras que ci bilidad. Estas consideraciones han sido con-
compromiso se aicanza en las marginaies. firmadas por Ia expeniencia. La primera linea
En este marco, caracterizado por notables de tendencia aparece en ci peniodo en que los
precarTcdades. es comprensibie Ia revaluaciOn gobiernos monocohores estables le asignaban
del papel dcl jefe dcl estado v de Ia corte cons- al presidente del consejo, apovado par su par-
titucional. no porque estos Organos estén des- tido, una funciOn efectira de direcciOn; Ia
iigados totalmente de los partidos sino por- segunda tendencia toma cuerpo con Ia instau-
quc Ia c. ha previsto instrumentos organiza- ración de gobiernos de coalición débiles e
tivos que faciliten, cuando Ia haya, Ia volun- inestables (presidencia Gronchi y siguientes)
tad de dcsarroiiar una dirección independien- se manifiesta a través de una negaciOn de
te de los intereses particuiares v más en Ia tesis de Ia titularidad presidencial de meros
consonancia con las exigencias de toda Ia poderes negativos v a tiavés dc una ievalua-
colectividad nacional. ción de los poderes que pueden ejercerse mdc-
Concentrando Ia atencion en ci papei del pendientemente de Ia participaciOn de algu-
jefe dcl estado se puede recordar que Ia c. con- nos otros órganos constitucionales.
tenia en embriOn tanto un imposible desarro-
llo en sentido neutral el presidente com( VII LAS TESDENCIAS COSTlTCCE)sALES CONTEMPORA-
mediador, equilibrador v garante dcl sistema \EAS. Limitando Ia atenciOn a algunas lineas
investido de poderes de freno v reflexiOn gencrales. el panorama actual de las experien-
meramentc ncgativos) como en sentido calf- cias constitucionales Sc caracteriza par Ia de
fit ado. reconociéndoie una orientaciOn pro- los estados definidos comOnmente como "de
pia aunque distinta de Ia mavoria (ci presi- democracia cIa'ica'. inspirados en los prin-
dente en cuanto investido de poderes de veto, cipios de Ia democracia liberal, par Ia de los
de mensaje, dir dirección de impartantes Orga- estado' socialistas. par lade los estados auto-
nos colegiados. aunque con una interpreta- ritarios v, finabmcnte. por Ia de los estados
clan no meramente negativa sino positisa de dir reciente indcpcndcncia.
los mismos). Parece que ci constituente sc Podemos considerar ci periodu inmediata-
inciinaba por Ia primcra aiternativa. aunque mimic pastel br al primer conflicto mundial
esta inclinatiOn estaha subordinada a Ia con- como el momenta inicial de notorias diver2en-
334 (oNsTiTuclOx

cias respecto dcl mudelu dcl constitucionalis- par objeto instaurar los presupuestos para Ia
mu clásico, que se desarrollo siguiendo Ia realizaciun de los principios dcl socialismo
cstcla de las primeras c. francesas v nortea- hasta Ilegar a Ia conlurmacion dc una Socie-
mericanas del silu xviii y bajo el influjo de dad comunista. La c. stalinista de 1936 —es-
Ia experiencia constitucional hritánica. A esta pecialmente despues de una primera fase
altura, en efectu, mientras muchos ordena- carucierizada por textos constiiuciuimles pro-
mientos intentahun adapttr a traves de visionales er. el periodo quc va desde 1945
amplias innovaciones V racionaliiaciones his husta 1948 yque luc testigu di- Ia sohreviven-
tesis constitucionales a las exigencias politi- cia precaria de las instituciunes propius de
cas v sociales que habiati cambiado, otros los ordenamienios precedentes— se convir-
ordenamientos se encaminahan hacia las tio en el modelo de las c. adoptadas en los pal-
experiencias constituciunales del estado autc ses de Ia Europa oriental, que hahia queda-
ritario v del socialista. Las c. democráticas do hajo Ia influencia rusa.
racionalii.adas que se consolidaron en Euro- Aparte dcl caso particular de Checoslova-
pa despues de 1918, pretendieron, predumi- quia que en hi c. de 1948 rnantenia solucio-
nantemente, adaptar a exigencias particula- nes aparentemen Ic corn radictorias, entre
res las experiencias del parlamento británi- 1947 y 1954, Bulgaria, Hungria, Polonia, Ale-
co v trances, algunas dando prelerencia dc- mania oriental v Rumania se adecuaron lid-
memo asambleista, otras al demento guhei - mente al modelo ruso de 1936, en lantu que
naniental v, en especial, al mismu jefe del en ci periodo posestaliniano los nuevos tex-
estado. Entre las numero.sas c. que Sc esta- tos adoptaron los principius dcl socialisrno a
hlecieron en los paises de Ia Europa centro- las exigencias nacionales. Expericncias par-
oriental. báltica v balcánica, ha habido sieni- ticulares caracterizan, finalmi-nte, a utros pal-
pre un interés particular par Ia alemana de ses coma Yugoslavia, quc desde 1946 hasta
1919 Ic. de Weimar). por Ia austriaca v che- Ia [echo ha actualizado con el-an frecuencia
coslavaca de 1920, v más tarde. en Ia penin- sus c. de acuerdo con Ia evoluciOn de las cxi-
sula iberica. por Ia republicana espanola de gencias politicas internas. v China, que des-
1931. Muchas de estus c. se propunlan no solo pués de Ia 1ev orgánica del gohierno popular
i,trecer un ordenamiento "racionalizado" de de 1949y Ia c. de 1954, cercuna al modelo ruso
Ia organizaciun constitucional 5mb también de 1936. adopto en 1975 v en 1978 nuevas
garantizar, junto con los derechos tradicio- constituciones.
nales de libertad, los Ilamados derechos Si Ia contraposición de Ia experienciat de las
sociales. c. de los paises socialistas respecto del cons-
Al final dcl secundo conflicto mundial una titucionalismo clásico resulta suficientemen-
nueva seric de c. confirmo Ia fidelidad sus- te decidida, tanto en Ia que concierne a los
tancial de muchos ordenamientos a Ia concep- principios como a las soluciones organizati-
ción liberal democrOtica dcl estado, preocu- as, no siempre Se puede decir Ia mismo de
pándose por ampliar las garantlas sociales y Ia de los estados autoritarios v de los recien-
las de las autonamias territoriales. Ejemplos temente mndependizados.
de esta lase son Ia c. Irancesa de 1946. Ia ita- Habitualmente se citan las experiencias
liana de 1947 v Ia alemana de 1949, en tanto constitucionales de Ia italizt fascista v de Ale-
que más tarde Ia c. degaullista de 1958, al mania nacionalsocialista coma tipicas del
introducir un urden institucional que conci- estado autoritario. A éstas hay que auiadirles
liabzi Ia format de goblet-no parlamenturio con las de los estados de Ia peninsula ibérica, aun-
Ia presidenciul. daba Ic de Ia tendencia, difun- que también las de algunos estados europeos
dida en algunos ordenamientos europcos con antes v durante el seaundo cunflicto mundial.
gobierno, parlamentarios, a un decidido Estas expriencias, caracterizadas par una
reforzamiento dcl ejecutivo. detcrminada reacciOn ante una democratiza-
Del filon del constitucionalismo clásico se cion temeros.., dc los ordenamientos libera-
separU claramente Ia experiencia cunstitucio- k , que husca prevenir Ia instauraciOn de
nal de Li Rusia soviética, con ci texto de 1918 ordi-namientos socialistas. se hasaban en ci
%. en particular. con ci federal de 1924 v de partido Onico poi tadoi de Ia ideulogia 'iticial.
aqui con el de 1936 v el de 1977, ciuc tenian ünica leaI, encuntrarun una sistematiza-
(ONSTITUCIONALISM()

cion orgánka en un ünico texto constitucio- constitucionallsmo


nal. sobre todo en Ia constitución portugue-
sa de 1933.
Las experiencias de Ia mayor parte de los I tONSTITICIOS. CONSTITLCli)SAi.. CONSTITWONA1.15.
estados de reciente independencia del llama- MO. C. es Ufl término hastante reciente en ci
do tercer mundo están inipregnadas de solu- vocabulario politico. y su uso no esta toda-
clones marcadament.' auturitarias: las flume- via del todo consolidado. Para unu primera
rosisimas constituciofles están inspiradas a dcfiniciOn conviene partir de los significados
menudo, ..tunque 110 carczcan de originalidad, que tienen las palabras "constituciOn"
por Ia ideologia liberal u Ia socialista, peru "constitucional" en ci ámbito de Ia ciencia
las suluciones de organizaciOn previstas dan juridica.
priuridad al criterio de Ia concentración del Bajo Ia influencia del viejo y del nuevo
poder en un lider nacional que es a Ia vei jefe "positivismo juridico" es posible una forma
dcl ejecutivu v jete dcl part ido ünico que en de conocimiento cierta, y si no universal al
casi tudas partes se ha alirmadu. Lus formas menus intersubjetiva, solo si en Ia investiga-
de garantia de las autonomias individuales y ciOn se prescinde de todo .iuicio valorativo,
colectivus, dunde se las preve, estan destina- sOlo si se abandona toda premisa iusnaturu-
das a ser solo nominales. lista ode valor, que serian extraños a Ia den-
cia. Por lo tanto ci término "constituciOn",
aIaI.io.RAriA A. Amorth. La o.litu.iolIe itahana: tanto en Ia escuela normativista, que tiene su
conImL'?zto .sistc',naticu, Milan, Giuffre, 1948; P. máximo exponente en Hans Kelsen, coma en
Barile. l.a re'i'zswne della costinioIle c' pozere Ia institucional, que en Etalia tiene su maes-
co.slitIwzte. en Scritsi di diruu.i c-o.siiruzwnale. tro en Santi Romano, tiene un significado
Padua. Cedam. 1967: G. Baschieri, L. Bianchi meramente descriptivo idéntko al que tienen
d'Espinosa v C. Giannattasio. l.a Costiluzimle ha- las ciencias naturules: este significado cien-
liana: cwnnrento analitico, Florencia, Noccioli, tifico es totalmente independiente y autOno-
1949; G. Branca (conip.), C ommcnlaru, if/la cub. mu de toda referencia al concreto contenido
zitu:ionc, Bolonia, Zanichelli, 1975: P. Calaman- de Ia constituciOn que, en cambio, seria poli-
drei A. Levi, ('on,me'sitath, siStClpiaIicr) alla t'os- tico y axiolOgico. La constitución, en efecto,
:iluzirn,e izaliana, Florencia, Barhera, 1960; E es Ia misma estructura de una comunidad
Cheli. Costiiuzione C i.1itnzimu' poliiich' in ha- politica organizadu, aquel orden necesario
lii,, Bulonia, II Mulino, 1978; V. Crisatulli, La CO3- que deriva de Ia designacion de un poder
tizuziune e Fe NUC dispacizioue di principia. Milan, .soberano v de los Organos que lo ejercen. Asi,
Giullic, 1952; V. Crisalulli. Lezioni di d,ritto eos dado quc una constitución es inmanente a una
ijtuzjis;,ule, I. Padua, Cedam, 19702. v ii, Padua. sociedad cualquiera, es necesario distinguir
Cedam, 19i6: V. Falone, F. Palermo v F. el juicio cientifico sobre las caracteristicas
Cosen t mo. l.a coslituziouC della Repubblica ha- que son propias a toda constituciOn, en su
hana (1948), Milan. Mundadori, 1976; V. Gueli, aspecto formal coma en ci material, del jui-
Diritto tostuu:tuuale proct'zsorio a transitoria. do ideologico .sobre cuál regimen es "consti-
Romu, Soc. ed. II Foru Italiano. 1950: C. Lavag- tucional" y cuál no loes. Para ci jurista, todos
na. Costituzione t' soc,ahsnu,. Bulonia. II Mull- los estados - asi tanto los estados absolu-
no. 1977; F. Mudugno. I cmu.elli di custhtuzio- tos dcl siglo xvii como los totalitarios del
zie, en Scritti .%lortaii, Milan. Giuffre, 1977, I; C. xx— tienen una constituciOn. en Ia medida
\Iurtati. La CO.Sti11iZiOfl' in sc;zso maz - rial,.. en que hay siempre, tácita o expresa, una nor -
\Iilan, Giuffre. 1940; C. Mortati, ('ostituzione: ma base que atribuve Ia potestad soberana de
dourini gwiterah e costituzione della Repubbli- imperio; que hayu luego limites a esta sobe-
ca jut/lana, en Enciclopcdia dcl diritto, vol. xi, rania o que su ejercidio estC repartido entre
Milan, Giullre. 1962; G.L. kccigno. Costituzio- mãs OIganos, todo esto es irrelevante: ubi
tie italiuna e stato h Rornzi. Savelli, 1975. societas ihi ius. Seria, asi, tarca del c. descri-
bir particulares principios ideolOgicos que
[.iL Si PPI DI VFK(,OTIISI] cstâii en In base de todu constituciOn v de su
organizaciOn interna. Sin embargo, dada quc
Ia ciencia no puede limitarse a alirmar tau-
336 CONSTITUC1ONLISMO

tologias, para ordenar su material empirico constitución, acaba por incluir solamente lo
es necesario además proceder a clasificacio- accidental de estos regimenes y par perder asi
nes y tipologlas; se vuelve a proponer, asi, el su esencia.
problema de Ia distinción entre distintas Si observamos ci significado concreto que
constituciones y, con ello, Ia reintroducción tuvieron en ci sigio pusado las paiabras 'cons-
de juicios de valor que los criterios de distin- tituciOn" y "constitucional", notaremos que
ción presuponen. Ia ciencia politica ha procedido a una obra
La ciencia juridica, por sus tipologias, usa lenta pero inflexible de depuraciOn de los
también el adjetivo "constitucional", contra- valores a eilas originariamente implicitas,
poniéndoio al de "absoluto" y al de "parla- vaciando asi su importancia politica para ase-
mentario", para distinguir tres formas distin- gurar un uso neutro de investigacion cienti-
tas de monarquia; esto indica un sistema de fica. Sin embargo, ia actuai definición de
gobierno en el cual los ministros, aun gober- "constituciOn" es demasiado ampiia v ia de
nando en base a un estatuto o a una carta, son "constitucional" es demasiado restringida
responsabies hacia Ia corona, mientras que para poder partir de eiias con elfin de defi-
hacia ci pariamento tienen solamente una res- fir el significado que tiene hoy este termino
ponsabilidad penal —no politica— por trai- en ci pensamiento y en Ia ciencia politica, o
ción o violación de Ia constitución. En otros mejor dicho en aquella parte de Ia ciencia
terminus, "constitucionai" indica Ia forma de polltica que se preocupa de ingenieria cons-
estado, basada en Ia separación de los pode- titucional. El c. noes hoy un término neutro
res, en Ia cual el poder es casi compartido para un uso meramcnte descriptivo, dado que
(para algunos Csta es todavia una monarquia en su significado engioba ci valor que en un
"dualista", para otros unu superación de Csta) tiempo estaba implicito en las palabras "cons-
entre ci reY y el pariamento: una forma de titución" y "constitucional" (un complejo de
estado que históricamente sucede 0, mejor concepciones politicas y de valores morales),
dicho, sustituye a Ia monarquia absoluta, en tratando de separar las que fueron las solu-
Ia cual todo ci poder está concentrado en las ciones contingentes (pur ejemplo. Ia monar-
manos dci rev y procede o, mejor dicho, se quIa constitucional) de las que son sus carac-
desarrolla en Ia monarquIa, o en Ia republi- teristicas permanente.s.
ca pariamentaria, en Ia cual el poder está en Se ha dicho, con formula bastante amplia,
manos del pueblo, que eiige Ia asamblea (o las que ci c. es Ia técnica de Ia iibertad, o sea que
asambleas) representativa, Ia cuai a su vez es Ia técnica juridica a través de Ia cual se les
nombra al gobierno. TambiCn Csta, sin embar- asegura a los ciudadanos ci ejcrcicio de sus
go, reconoce una forma de division dc los derechos individuales y, al mismo tiempo, ci
poderes, en Ia medida en que ci jefe del esta- estado es colocado en Ia posiciOn de no poder-
do (sea un rey o un presidente), aun siendo los vioiar. Si las técnicas varian segOn los
irresponsable, conserva todavia un murgen tiempos y las tradiciones de cada pals, ci ideal
más o menos vasto de poder, necesario para de las libertades del ciudadano sigue siendo
ci funcionamiento de los pesos y contrapesos elfin Oltimo en vista del cual estas técnicas
entre los distintos Organos constitucionales. son preordenadas u organizadas. Entre estas
La monarquia constitucional es asi Ia forma técnicas podremos puntualizar dos. Por un
de estado que fue instaurada en Inglaterra lado, se ha afirmado, ci c. consiste en Ia divi-
después de Ia glorious revolution de 1688- siOn del poder, de manera de impedir cual-
1689, cn Francia en ia era de Ia rcstauracion, quiet arbitrio, v Si Ia advcrsiOn hacia ci aibi-
en BClgica con Ia revoiución de 1830, en ha- trio es elfin Oltimo del c., sin embargo los
iia con ci estatuto de 1848, en Alemania en ia modos de "dividir el poder" parecen no solo
era bismarckiana, en Rusia después de ia histOricamente distintos sino también siguen
revoiución de 1905. Esta nueva definicion, logicas bastante lejanas: tenemos una divisiOn
aunque presente indudables ventajas en ci del poder horizontal, Ia famosa separaciOn de
piano de Ia tipologia, se arriesga a ser esco- los poderes, v una vertical, ci federalismo (v.).
iástica v extrinseca, en ia medida en que, dan- Par otra parte, en cambio, se ha afirmadu que
do una definiciOn tan restringida al tCrmino ci c. representa ci gobierno de las leve s Y no
constitucional, distinta de Ia más amplia de de los hombres, de Ia racionalidad dcl dere-
CONSTITUCIOXALISM() 337

cho y no del mero poder; pero, tambien aqui, los poderes, y Ia tentaciOn de aceptar esta
las soluciones históricas para liniitar el identificaciOn es bastante fuerte, al menos
poder" son distintas. Por eso, para definir para ci prestigio de las personas que Ia han
este término, es necesario, antes que nada, vzdoradu: basta citar los nombres de Locke,
aceptar ci valor que está implicito en él; on Montesquieu. Kant.
valor que, con formula abreviada, podremos Sin embargo, ci principio juridico de Ia
indicar en Ia dclensa de los derechos de Ia per- sepuraciOn de los poderes, tan a menudo pro-
sona, del individuo, del ciudadano (v. dere. clamado y exaitado par Ia ciencia jurIdicu,
chos del hombre). En segundo lugar, es nece- corre ci riesgo, apenas se lo profundice, de
sario tomar tipológicamente, en el caso his- hacerse un dogma ambiguo y misterioso, por
tOrico, las distintas soluciones que en ci pia- un doble orden de razones: por un lado, por
no de los medios han sido dadas para llevar Ia diversidad de los modos con los que jurI-
• cabo este fin y que han sido formalizadas dicamente se han ejercido hasta hoy Ia cxi-
• través de conceptos diferentes del de c., gencia de dividir el poder y, por ci otro, por
coma ci de separación de los poderes. de Ia imposibilidad de explicar, de una manera
garantismo, de estado dc derecho o Rechi- suficientemente realista, Ia dinámica del
staai, de Rule of law. Se trata pues de ver si poder en nuestros sistemas democrático-
el c. hoy, sin negar estas experiencius pasa- parlamentarios partiendo de este dogma, for-
das, tiene su significado particular y espe- mulado en ci siglo xviii para regimenes
cifico. monárquicos y cuando Ia aristocracia cons-
tituia todavia un poder politico. Y no sOlo eso:
II. SEPARAC lOS DE LOS PIJIJERIiS V (iOBIERNO MIXTh. La ésLe es un dogma peligroso, porque no nos
definiciOn mOs conocida de C. CS Ia que lo permite garantizar con verdadera eficacia Ia
identifica con Ia divisiOn del poder o, en su libertad del ciududano.
formulación juridica, con Ia separaciOn de los En ci principio de Ia separación de los pode-
poderes. A favor de esta identificación hay un res se destacan esencialmente dos soluciones
antecedente bastante acreditado: La Déclara- que podemos ilustrar mejor haciendo referen-
lion des droits de Phomme ci du ciloycn de cia al pensamiento de Montesquieu y al de
1789. que tan gran papel tendrá en los acon- Kant. Montesquieu habia iniciado ci famoso
tecimientos constitucionales de 18C0 en Euro- capitulo del Esprit des lois (1748) sobre Ia
pa, sancionaba en el art. 16: "Toda sociedad constituciOn inglesa, separando los tres pode-
en Ia cual no este asegurada Ia garantia de los res: legisiativo, ejecutivo y judicial, y habia
derechos y determinada In separaciOn de los afirmado: "Todo estaria perdido si una üni-
poderes no tiene constituciOn." En armonia ca persona, a un unico cuerpo de notables, de
con esta definiciOn todavia hoy, en ci nivel de nobles a del pueblo, ejerciera estos tres pode-
cicncia juridica y politica, se identifica ci c. res: el de haccr las ieyes, ci de ejecutar las
con Ia separaciOn de los poderes, con ci sis- resoluciones pOblicas v ci de castigar los deli-
tema de los frenos y de los contrapesos, con tos a las controversias privadas."
el equilibria de los Organos. Tómese por ejcm- Sin embargo, después de Ia afirmación de
plo Ia ya ciásica obra de Carl Friedrich, Cons- este principio, a medida quc se adentra en el
titutional government and democracy, en Ia examen de Ia constituciOn inglesa, el probie-
cual se puede leer: "El absolutismo, en todas ma, o Ia solución, va cambiando, y en Ia téc-
sus formas, prevé Ia concentraciOn del ejer- nica de Ia separación de los poderes se intro-
cicio del poder; ci c., al contrario, ci reparto duce un nuevo elemento: Ia division del poder
del ejercicio del poder", o, aun, ms extensa- legisiativo —"ci quc representa Ia voluntad
mente: "El c., con Ia divisiOn del poder, ase- general del estado"— entre las clases o los
gura un sistema de frenos eficaces a Ia acciOn estamentos (0 capas) medievales del reino. En
del 2obierno. Para estudiarlo es necesario efecto, ci pariamento ingles estaba compuesto
examinar los métodos y las técnicas que per- por ci rey, por Ia nobleza temporal y espiri-
miten establecer v mantener estos frenris (con tual, y pot el pueblo. Montesquieu, para cap-
elfin de asegurar) ci fair-play v de hacer res- tar el equiIibrio entre los distintos poderes,
ponsabk de tai modo al gobierno." El c., asi, introduce en su construcciOn el ideal clásico
para muchos coincide conla separaciOn de del gobiemno mixto, que procedIa justamen-
33$ (ONSTITICIONALISMO

te del pensamiento politico ingks. Y asi, agre- festación de Ia voluntad de Ia mayoria. Pero
gando al nuevo principio de Ia separación de simples procedimientos solamente pueden
los poderes ci viejo tema del gobierno mixto, frenar, no iimitar efectivamente Ia voluntad
es decir Ia divisiOn del poder legislativo, Mon- de Ia mayoria. La constituciórl republicana de
tesquicu Ilega a esta conclusiOn: "Estando ci Italia, con ci establecimiento del sistema bica-
cuerpo legislativo dividido en dos partes. una meral y con Ia conscrvación de distintas pre-
frenará a Ia otra con Ia reciproca facultad de rrogativas para ci jefe del estado, realiza una
impedir. Ambas estarOn vinculadas por ci forma de constitución equilibrada, en el sen-
poder ejecutivo, quc lo estará a su vez por el tido de que Ia voluntad de Ia mayoria, como
legislativo." Montesquieu, más que una neta resulta por las elecciones, deviene embrida-
distincion de las funciones del estado, teori- da y frenada por estos complejos procedi-
za respecto de un gobierno equilibrado en ci mientos que sOlo Ic permiten expresarse en
que los distintos órganos, en on sistema de Ordenes válidas v legitimas. Y se quiso una
pesos y contrapesos, reaiizan un equilibrio constitución equilibrada justamente por ci
constitucionai capaz de obstaculizar Ia afir- temor de que, concentrando todos los pode-
maciOn de un poder absoluto. Pero si se exa- res en una sola asambiea, se derivara de ella
mina atentamente este equilibrio se advierte o ci caos o Ia tiránica voluntad de una mayo-
que Cs on equilihrio social más quc un equili- na parlamentaria.
brio constitucional: en efecto, Montesquieu,
confundiendo poder en sentido juridico y III. SF.PARACION DE LOS PODERE3 LEYES. DECRETOS.
poder en sentido sociologico, identifica un SENTENCIAS. La otra versiOn de Ia separaciOn
órgano del estado con una clase o capa social. de los poderes es Ia teorizada por Kant. casi
Esta version más antigua de Ia division de retomada de Ia constituciOn francesa de 1791.
los poderes ha sido Ia que en Ia primera mitad A Kant no Ic interesaba ci empirico, comple-
del siglo XIX tuvo más suerte en Europa, Jo y maquinal equilibrio de los Organos del
pues garantizaba, en una fase histOrica de estado; en Ia Metaphysik der Siut'n [Funda-
transformaciones politicas, ci mantenimien- rneniación de Ia metafisica de las costumbres]
to de un cicrto equilibrio social entre las cia- (1797) quiso más que nada captar en su par-
ses: en otros términos, ci poder estaba dlvi- ticular naturaleza o "dignidad", las distintas
dido entre ci rey, Ia nobleza y Ia burguesia, funciones dcl estado: legislativo, ejecutivo,
y era constitucional el regimen que veia su judicial, son "condiciones esenciales de Ia for-
armOnico concurso en Ia formacion de Ia maciOn del estado (de Ia constitución), den-
voluntad del estado. Además, el poder legis- vantes necesariamente de Ia idea del mismo:
lativo estaba dividido, pero no limitado: podia son dignidades politicas". Para Kant estos tres
hacer todo lo que queria, solo si habia aque- poderes deben ser autOnomos e independien-
Ha armonia o aquel acuerdo de voluntades. tes en su propia esfera —v por lo tanto, deben
Por ejemplo, ci estatuto albertino de 1848, a ser ejercidos por personas dktintas— v jun-
través de una interpretaciOn extensiva cada tos cOordinados en una reciproca subordina-
vez más liberal y democrática, que correspon- ciOn. "dc manera que uno no pueda usurpar
dia, sin embargo, a las cambiadas relaciones las funciones del otro, al cual aquel Ic tiende
de fuerza, permitiO ci traslado dcl equilibrio Ia mano, pero tiene su propio principio, es
constitucional: ci poder ejecutivo, en un tiem- decir que Cl manda en calidad de persona par-
p0 responsabie 'Olo frente al monarca, be hizo ticular, aunque bajo Ia condiciOn de respetar
responsable frente a Ia cámara de diputados. Ia voluntad de una persona suprior".
Podemos entonces pregun tarnos legitima- Pero esta versiOn que separa radicalmente
mente qué es lo que quedo de Ia formula de Ia funcion legislativa de Ia ejecutiva, fue de
Montesquieu, despues del advenimiento de Ia escasa utilidad práctica, como fue demostra-
democracia, que ye emanar del pueblo todo do por las constituciones francesas de 1791,
poder. Descartada Ia idcntificaciOn entre 1795 v 1848, donde un poder terminô por des-
Organos del estado y clase social, queda sola- truir al otro, o slrViO soIamente, como escri-
mente Ia concepciOn del equiiibrio constitu- be Kelsen. para "conservur al monarca, a
cional, Ia cual impone solamente modos dis- medias desautorizado por ci movimiento
tintos o compkjos procedimientos a Ia mani- democrático, Ia posibilidad de cjercCr toda-
coNsrllt!c- IONAIJsM0 39

via una influencia en el campo del ejecutivo", y en efecto hay se administra y se gobierna
es decir de Ia diplomacia, de las fuerzas arma- por medio de las Icyes y no segun ellas. El par-
das. de Ia burocracia. Sin embargo, con ci lamento, asi, ya no es un Organo de control
advenimiento de las repOblicas democrâticas, del poder ejecutivo sino un órgano de gobier-
mientras que en Estados Unidos Ia marcada no. La ciencia juridica, por su parte, parece
separaciOn entre ejecutivo y legislativo encon- secundar esta tendencia: Kant habla separa-
trO en ci regimen presidencial una apiicaciOn do leycs, decretos, sentencias, y era una dis-
totalmente original, en los regimenes parla- tinciOn cualitativa en Ia medida en que corres-
mentarios europeos fue borrándose Ia distin- pondla a las tres esencias distintus del esta-
don de las personas que ejercen las dos fun- do. Peru Ia moderna ciencia juridica, por su
clones, en Ia medida en quc ci gobierno está parte, parece secundar esta tendencia cuan-
compuesto por diputados, los cuales respon- do establece una distinciOn meramente cuan-
den por su mandato directamente a Ia (o las) titativa entre leyes, decretos, sentencias: son
asamblea, y solo indirectamente en las dcc- todas normas juridicas que se diferencian
clones. solo jerárquicamente en ci ámbito del orde-
Sin embargo, se pudrIa sostener que Ia dis- namiento juridico.
tinciOn entre poder ejecutivo y poder legisia- El principio de Ia divisiOn de los poderes,
tivo no pasa tanto a través de las personas que en Ia versiOn de Montesquieu como en Ia de
ejercen una u otra de ctas funciones, sino Kant, parece por tanto bastante poco Otil para
más bien reside en Ia particular naturuleza comprender el Funcionamiento de nuestros
juridica de estas dos funciones, las cuales sistemas parlamentarios en los cuales se ha
serlan radicalmente distintas. Refiriéndose a borrado toda distinciOn entre ejecutivo y
Rousseau y a Kant se ha afirmado que Ia dis- legisiativo y hay, en cambio, una continuidad
tinciOn entre poder legislativo y poder ejecu- de poder 0 Ufl proceso politico que tiene su
tivo coincide con Ia de Icy y decreto. Pai-a momento inicial en las elecciones y su
Kant Ia Icy tiene un valor universal, en cuan- momento terminal en Ia acciOn de gobierno.
to no expresa Ia voluntad empirica de los más Este principio era por cierto más adecuado
sino Ia unitaria del pueblo, donde "cada uno a un sistema social en ci que se daban dos o
decide Ia misma cosa para todos"; el decre- tres poderes sociaies —ci del rey, el de Ia
to, en cambio, es un ado particular para nobleza y ci dcl pueblo— que ci nuestro, basa-
casos particulares. do en el gobierno de Ia mayoria. Además, ci
Si aceptamos ci rigor filosOfico y juridico gobierno de Ia mayoria puede tolcrar comple-
de esta distinción debemos concluir que hoy jos procedimientos, como el sistema bicame-
se ha instaurado una peligrosa confusion ral y las prerrogativas del jefe del estado, pero
entre Icy y decreto, dado que Ia distinciOn no estos procedimientos no constituycn una ver-
depende ya del contenido del acto sino sOlo dadera division de su poder. En efecto, el par-
de su fuente. Con una Icy en sentido formal, tido que tenga mayoria en las elecciones ten-
cs decir aprobada por el pariamento, se esta- drá tambien mayoria en ambas câmaras y,
tuye su contenido particular, que en cambio con toda probabilidad, el jefe del estado sal-
deberla estar regulado por actos administra- drá de sus filas. En suma, hay un solo poder,
tivos: es Cste ci fenOmeno de las ieyes parti- el poder politico de Ia mayoria que gobierna;
culares 0 leyes preventivas, ieyes que no son justamentc como escribe Mirkin-Guetzévich:
generales y abstractas, sino que se refieren "La esencia del parlamentarismo moderno
a este o aquel individuo, esta a aquella cate- consiste en Ia aplicaciOn politica del princi-
gorla de individuos, fácilmente individualiza- pio mayoritario o en su traducciOn en térmi-
bies. Por otro lado Ia 1ev, o las disposiciones, nos de gobierno. El pueblo vota, los eiegidos
son cada vez menos el rcsultado de una mi- se reünen, nombran y forman un gobierno; de
ciativa autOnoma del parlamento, dado que, tal manera ci pueblo elige, a travCs de Ia
en Ia mavoria de los casos, las asambicas asamblea, su gobierno." Pero tal poder, aun
representativas se limitan a votar los proyec- basado en ci consenso, aun disciplinado par
tos de Icy propuestos por ci gobierno. En sin- complejos procedimientos, siempre puede
tesis, hay se ha perdido Ia distinciOn entre hacerse arbitrario.
derecho v politica, entre le1islar y gobernar,
34(1 CONSTITLCIONALISMO

IV. H. (,AkA\TISM(l Al principia de Ia sepal-a- sentativo de Ia opiniOn" de Ia cãmara de dipu-


cian de los poderes, o me jar dicho a las dos tados): ci judicial, del que se trata de refor-
versiones que de clias fueron dadas por zar Ia indcpendencia con Ia inamovilidad de
Montesquieu y par Kant, se agregaron en ci los jueces. La novedad consiste en un "poder
siglo xix dos teorias, quc a menudo hay son neutro", del que está investido el rey, que tie-
idcntifkadas con ci c.: aludimos. para Fran- ne Ia unica funciOn de supervisar para que los
cia, al garanhismo, v paru Alemania, al estado otros obren de acuerdo, cada uno en su res-
de derecho a Rcchistaai. pectivo ámbito particular, eliminando y resol-
El garantismo, que tiene su principal teo- viendo los posibies choques y conflictos, pero
rico en Benjamin Constant, acentiia al mixi- sin participar en sus funciones especificas.
mo, en poiémica con Rousseau y con Ia inter- Además tenemos un "poder municipal" (de
pretación jacobina de Ia voluntad general, Ia las comunas y de los distritos), que no depen-
exigencia de tutelar, en ci piano constitucio- de dci poder central: en oposición al princi-
nal, los derechos fundamentales del indivi- pio de Ia repOblica "ünica e indivisible' se
duo, es decir Ia libertad personal, Ia libertad reafirma Ia tradicion federalista. Ia cual
de imprenta. Ia libertad religiosa y finaimente requiere centros de autogobierno y, par lo
Ia inviolabilidad de Ia propiedad privada. Asi. tanto, de resistencia a las ambiciones del
el problema de Ia organización del estado está poder central. Coma fundamento de este corn-
orientado a Ia exigencia de garantizar a todos piejo equilibrio de organos-poderes, coma
los individuos Ia libertad del poder politico, garantia de los derechos del individuo, se
entendiendo con esto tanto Ia instauración de plantea finalmente la libertad polltica: esta
un metodo legal en ci ejercicio del poder como deriva de Ia libertad religiosa, se ejerce a tra-
Ia afirmación de una esfera de autonomia dcl yes de Ia libertad de imprenta, tiene elfin de
individuo que ci estado no puede legalmente sensibilizar a Ia opiniOn publica y, a través
violar. Esto ileva a una reinterpretación del de ella, a Ia asamblea, Ia cual registru sus
concepto de soberanIa, cuyo contenido en los curacteriSticas y al mismo tiempo participa
sistemas representativos, donde Ia soberania de Ia formaciOn de Ia voluntad del estado.
del pueblo es de hecho ejercida por sus dipu-
tados, puede ser definido solo de manera V. EL REcHTS.sT.4Ar La idea de Iibertad politica
negativa: "soberania", como afirma Constant falta en cambio en el ideal ulemán de estado
en su ('ours de politique constitutionndlle de derecho, un ideal que nace en Ia Prusia del
(1818-1820), no quiere decir que ci rev o ci pue- siglo XVIII en contacto con distintas experien-
blo pueden hacer cualquier cosa sino que cias culturuies y politicas. Ante todo, ci des-
"ningOn individuo, ninguna facciOn, ninguna potismo ilustrado afirma Ia impersonalidad
asociaciOn particular puede arrogarse Ia dcl poder: soberano no es ci rey, y tampoco
soberanla si ésta no Ic es deleguda. Pero de lo serâ ci pueblo, sino sOlo v Onicamcnte el
esto no se deriva que Ia universalidad de los estado, que los sintetiza s - los supera. Todos,
ciudadanos, o aquellos que están investidos desde el rey hasta ci funcionario mOs bajo,
de Ia soberania, puedan disponer soberana- son servidores del estado, contra ci cuai los
mente de Ia existencia de los individuos". ciudadanos no pueden oponer sus propios
Sin embargo, esta soberania limitada es derechos originario'., justamente porque su
ejercida aun en ci piano juridico con Ia vieja soberunit no conoce limites. Par otro ludo Ia
separaciOn de los poderes, o con Ia combina- codificaciOn promovida par Federico II difun-
ciOn de los distintos intereses de los deposi- de ci ideal de Ia certeLa de Ia 1ev, justamente
tarios del poder, akin cuando Se empieza a pre- cuando Ia formaciOn de una compleja rnáqui-
sentir que. cuando los poderes divididos for- na burocrttica pane cotidianamente al ciuda-
man una coaliciOn entonces ci despotismo es dana en contacto con Ia administracion pObli-
inevitable. Por esto Ia separaciôn de los pode- ca, y por Ia tanto con SUS posibles abusos.
res se presenta mucho más compleja: tenemos SegUn esta teoria, dado que ci estado per-
el poder ejecutivo, politicamente responsable siguc sus fines sOlo en las formas yen los limi-
frente al parlamento; el iegislativo, confiado tes del derecho, Cste debe garantizar a los ciu-
a dos cámaras (es decir al "poder represen- dadanos Ia certeia de su Iibei tad jundica.
tativo duradero" del senado v al "poder repre- una Iibertad sin embargo siempre concedida
(ONSTITUCIONALISMO 341

por ci estado. Por tanto el estado, por un lado, veniente de quc ci poder dcl estado no cono-
puede interferir en los dercchu.s sub jetivos de cc ningOn limite, que no sea de carácter pro-
los individuos SOlO S justifica su acciOn con ccdurai: los dercchos de los individuos, teo-
una icy general; por ci otro. debe mantener rizados por Gcorg Jenillek en su System der
rigurosamente distinguida Ia función ejecu- subjekiiven offentlichen Rechie (1892), son
tiva de Ia legislativa, quc ejerce por medio de sOio ci Iruto de una autoiimitación por parte
decretos que deben estar en conformidad con del estado. Mas brevemente: si ci estado de
las ieyes generates: nace asI Ia exigencia de derecho es sOlo un modo de ejercer Ia fuer-
un control constante de Ia acciOn dci ejecuti- za, el derecho no constituye un verdadero y
VU, CS decir de Ia administraciOn, con ci fin eficaz limite de esta fuerza sino que sOlo es
de que no viole las normas abstractas y gene- su modo de man ifestarse, por to que, y no
rates estabiecidas por ci iegislativo. paradójicamente, se puede ilcgar a una for-
El control de Ia actividad de Ia administra- ma de despot ismo juridico. En efecto, Ia con-
cion pObiica a veces está sostenido para cepciOn del Rechtsstaat madura en el ciima
garantizar Ia sumisiOn de un órgano del esta- del positivismo juridico, que acompana su
do a otro (o, en Francia, Ia obediencia del eje- mistico respeto por Ia Icy a una concepciOn
cutivo at pueblo soberano, controlando jus- de Ia 1ev en terminus decididamente volunta-
tamente Ia ejecución de Ia Icy; otras veces, en ristas, por to que Csta es solamente Ia orden
cambio, para garantizar y hacer eficaces las del soherano. El derecho, asi, se reduce it fuer-
libertades juridicas del ciudadano. Esta fina- za y se establece L fecunda antitesis, propia
lidad diversa se refleja en ci Organo que debe de toda Ia historia dci c.. entre poder y dere-
ejercer el control: en un órgano administra- chos individuates. Otras culturas, en cambio,
tivo, quc depende del poder politico, o en un como Ia inglesa, han remarcado sicmpre en
órgano judicial, verdaderamente indepen- Ia 1ev aun ci momento material, además dcl
diente en los conflictos entre ci estado y ci ciu- formal, Ia ratio y no soiamente Ia volunlas.
dadano? Quien resoIvió Ia controversia fue Además, hoy Ia propia justicia administrati-
Rudolf von Gneist: en Der Rechtsstaat (1872), va corre ci riesgo de ser cercada por ia mayo-
aun palemizando contra Ia jurisprudencia del rIa parlamentaria: justamente en ia confusiOn
consejo de estado frances, porque en él Ia poll- de Ia distincion entre legislacion y ejecución.
tica prevalecia sobre el derecho. afirmO Ia cxi- entrc Ieyes y decretos, siempre pueden ema-
gencia de tribunales administrativos, si, peru nar leyes dc contenido administrativo, una lex
independientes, capaces de unir Ia competen- in fraudern lej'is que priva at ciudadano de
cia ai enfrentar ios delicados y complejos pr toda tutela juridica eficaz.
blemas de Ia administración a una real liber-
tad de juicio. Su obra con tribuyo fuertemen- VI. EL RILI-. OF LAW.Bastante distinta y total-
te a Ia evoiuciOn de Ia jurisprudencia admi- mente singular es Ia experiencia constitucio-
nistrativa continental. nal inglesa, centrada en torno al principio dci
La concepciOn del estado de derecho o de rule of law, concepto que es bastante dificii
ia justicia en Ia administración presenta toda- de definir asi como de traducir: gobierno de
via una gran actuaiidad. en Ia medida en que Ia Icy o regla del derecho? La expresiOn be
ci estado moderno ye enormemente amplia- afirma en Ia Inglaterra del siglo xvii, pero
das sus propias tareas administrativas, sabre retoma ampiiamente tcmas medievales, para
todo en ci campo económico, como conse- afirmar In igualdad de los ciudadanos ingle-
cuencia de Ia exigencia cada vez más difun- ses frente a Ia Icy y para combatir todo arbi-
dida de una politica 'ociai. Para tal propOsi- trio del gobierno quc perjudique sus derechos
to es necesariu recordar que Ia teoria dci legales. En Ia base del rule of law Se encuen-
Rechzsstaat jamãs ha afirmado el principiu tra una experiencia cultural v poiitica dcl
liberal de que ci estado debe limitarse a apli- derecho que es tipica de Inglaterra. Mientras
caret ordenamiento juridico, sin fines admi- quc Ia cultura alemana y Ia continental esta-
nistrativos, o '.olamente tutelar los derechos ban dirigidas por SUS propios supuestos teO-
dc los individuos. Sin embargo, at limitar Ia ricos a unificar estado y derecho (ordena-
justicia" al campo administrativo, excluyen- mlentojuridico), Ia ingiesa ignora ci concep-
do ci constitucional, presenta cI ru'e incon- to de estado, usando más que nadu ci de
342 CONSTITUCIONALISMO

"gobierno", que comprende las tres iuncio de su batalla por ci rule of law, Dicey contri-
nes clásicas, o por lu menos Ia ejecutiva y Ia buvo a retardur el desarroilo de instituciones
legislativa. Por otro lado siempre ha afirmu- que pudieran someter Ia máquina burocrthi-
do Ia autonomia del derecho junto o por end- ca a un control efectivo.
ma dcl gobierno. o Ia necesidad de subordi-
nar ei gobierno al derecho. Vii ELGORIERNOLIMITADO EN IAANTIGUEDADY EN LA
Esto ha sido posible no solo por Ia indepen- EDAD MEDIA. La reducción del c. al principio de
dencia de los jueces respecto del poder poli- In scparaciOn de los poderes se revela. como
tico sino sobre todo por el particular carác- se ha visto, inadecuada y desviante: inadecua-
ter del derecho inglés, ci cual todavla boy ye. da, cuandu se quiere comprender In real dma-
jun10 a normas de produccion legislativo- mica politica de nuestras instituciones par.
parlamentaria. Ia common law, un derecho lamentarias; desviante, cuando se buscan nue-
del cual los jueces son cunservadores v depo- %'os principios constitucionales capaces de
sitarios: dos, en efecto, continüan juzgando impedir ci arbitrio de Ia mayorla gubernati.
• remitithdose a los antecedentes judiciales, va. En efecto, Ia separaciOn de poderes ha sido
• interpretanto las leycs del pariamento en pensada y articulada para una sociedad toda-
ci espiritu y segün los principios generales vIa aristocratica y con on regimen politico
inmanentes a Ia common law. La afirmaciOn, monárquico: hoy, en cambio, vivimos en
en ci siglo xviii, de In omnipotencia parla- sociedades democráticas con sufragio univer-
mentaria condujo a restringir Ia supremacia sal, casi siempre republicanas o donde Ia
de In common law que, a principios del siglo monarquia ya no conserva los antiguos pode-
xvii, permitia a los jueces declarar nulas y res. La formación de Ia direcciOn politica del
faltas de eficacia las leves del parlamento que estado Va no nace de Ia coiaboraciOn de dis-
fueran en contra del derecho v de Ia razOn. tintos Oranos institucionales, que represen-
Sin embargo, esto demuestra tod.tvia su efi- tan los distintos intereses de las clases soda-
cacia en Ia autolimitación que hace ci parla- les, sino a travCs de Ia agregación de Ia
mento de su omnipotencia. demanda pulitica realizada por los partidos.
El mayor teórico del rule of law es A. V. Asi, In actual divisiOn de organos puede obs-
Dicey; en The law of the constitution (1885), taculizar o disminuir Ia voluntad de on par-
polemizando contra el derecho y los tribuna- tido fuerte ode una mayoria estable, pero es
les administrativos franceses, demuestra totalmente insuficiente para garantizar tan-
cómo este principio fundamental de In cons- to los derechos de las minorias corno impe-
titución inglesa implica Ia exclusiOn de todo dir el abuso del poder respecto de los ciuda-
poder discrecional o arbitrario y, por esto. Ia danos, en Ia medida en que estos órganos pue-
igualdad de los ciudadanos con el gobierno den estar en manos del mismo partido. Por
rrente a tribunaks ordinarios, cxciuvcndo otro lado Ia extrema complejidad de Ia vida
drâsticamente In posibilidad de on derecho moderna, que exige aI gobierno rápidas y tern-
y de tribunales administrativos de tipo fran- pestivas intervenciones en Ia economia v en
cés. Además, hace una interesante .tfirmacion Ia sociedad, puede encontrar en una excesi-
teOrica: las leycs constitucionales ingiesas, las va divisiOn del poder on obstáculo para eI
normas que en otros paises están con tenidas cumplimiento de sus funciones legitimas e
en una constitucion escrita, no son In fuente indispensables.
sino Ia consecuencia de los derechos subjeti- No sOlo eso: esta reducciOn del c. a Ia sepa-
vos de lOs individuos. como son definidos v raciOri de los paderes es incompieta en eI pia-
garantizados por las cortes judiciales: In cons- no histOrico, dado que toma solamente un
tituciOn deriva de las normas ordinarias del aspecto dcl c., ci estado mixto, y remarca lue-
pals. Sin embargo, en nuestro siglo, con In go su versiOn más moderna. es decir Ia divi-
extensiOn de las actividades econOmicas v sion de puderes. Por ejemplo, los griegos,
sociales de los gobiernos laboristas, puede cuando con PIatOn y AristOteles establecieron
comprenderse que ci principio del nile of law, en Ia supremacia de Ia ley ci criterio de dis-
como lo habia formulado Dicev, no era obser- tincion entre las formas rectas de obierno
vado, de hecho. justamcnte pur er inapii&-a- v las degeneradas. hacian avanzar otro tema
bie a sociedades desarrolladas, y asi, a pesar del c. que, en Ia historia del pensamiento poli-
COSTITUCI()NALISM() 343

ticu occidental, tendrá una importancia no ricano, Edward Corwin, el cual, vinculándo-
menor que Ia dcl ideal dcl estado mixto. que se con AristOteles, escribe: "La antItesis entre
también se remite al mundo clásico. Pluton ci impulso dcl gobernante humano y Ia racio-
en las Leves, en polémica contra las formas nalidad de Ia Icy constituye, en realidad, uno
degeneradas de democracia. escribe: 'Scgiin de los fundamentus en los que se basa Ia doe-
las Ieyes antiguas el pueblo no era el señor trina norteamericana en materia de separa-
sino que en cierto modo era voluntariamen- dOn de poderes y, por consiguiente, todo el
te siervu de las leyes", y repetia AristOteles sistema norteamericuno del derecho consti-
en Ia Polilica quc hay una democracia donde tucional."
es soberana Ia 1ev y una donde, en cambio, Ciertamente tenia razOn Mcllwain cuando
es soberana Ia masa: "Otra especie de demo- alirmaba quc ci principio de Ia limitaciOndel
cracia es aquella en que... Ia multitud es gobierno gracias al derecho era Ia caracteris-
soberana y no Ia Icy, y esto tiene lugar cuan- tica mas antigua y mOs auténtica del c., y de
do los decretos de Ia asamblea deshordan Ia esta tesis deriva una revaloraciOn del pensa-
icy. Este estado de cosas es promovido por miento politico medieval, que a muchos podrã
los demagogogos, porque en los estados de purecer desconcertante. En efecto. escribe
regimen democratico guiado par Ia Icy no Mcliwain: "El que trata de relacionar el tér-
nacen demagogos, sino quc las clases mejo- mino 'medieval' con alga reaccionario, corno
res de los ciudadanos estân en una posición cierta gente sin cerebra ha tornado hay lacos-
preeminente; pero cuando no son las leyes las tumbre de hacer, deberia primero meditar
soberanas, aparecen los demagogos. ... un hicn [sobre los textos]. El absolutismo politi-
pueblo de esta clase, que es coma un monar- co es fruto de los liempos modernos; ci Medic-
ca, busca Ia manera de ejercer un gobierno vo no queria saber de el.' En el Medievo, en
monarquico por media de Ia exclusion del efecto, encontramos no solo las mOs claras
gobierno de Ia Icy y se vuelve dcspOtico... apologias dcl gobierno limitado sino, en
Una democracia de este tipo es comparable armonia con Cstas. Ia más explicita reivindi-
a una lorma tiránica de monarquia." caciOn de Ia primacia de Ia funciOn judicial.
En terminus mcidernos, para los griegos era En efecto, Ia base sagrada del poder dcl rey
constitucional Ia forma de gohierno —rnonar- consiste Onicamente en el deber de dar a los
quia, aristocracia, democracia— en Ia que el sObditos "una justicia recta e igual", porque
poder no fueru lei bus sot uzus sino que estu- "Ia tarea de juzgar pertenece a Dios, no al
viera en cambio limitado par Ia icy. hombre", y, en tal sentido, el rey, sumojuez.
En el principio dcl gohierno limitado antes era .solarnente un ministro y on siervo de Dios.
que en el del gobierno mixto, en Ia soberania Coma escribia un obispo del siglo ix, lana de
de las leyes antes que en Ia separaciOn de los OrlCans: "Par esto es coiocado en este trono
poderes, se ha inspirado el mayor historiador de rey, para pronunciar juicios justos, de
teOrico del c. europeo, el norteamericano manera que tome medidas personalmente e
Charles Howard Mcllwain. En un ensayo investigue con atención que ninguno en el jui-
ecrito a continuación del estallido de Ia cio se aieje de Ia verdad y de Ia equidad."
segunda guerra mundial, Mcllwain, advirtien- El rey, par tanto, era Ia fuente de Ia justi-
do ya como inaplazable Ia elección "entre los cia, el supremo jucz de su pueblo, Ia persona
ordenados procedimientos dcl derecho y los en Ia que los derechos de los sObditos podian
sistemas basados en Ia fuerza, que parecen encontrar su natural tutela y necesaria garan-
bastante mãs rápidos y ci icientes", define asi tia. Pero Ia conciencia de esta altisima fun-
ci C.: "Es fitil insistir sabre el hecho de que ción, que convierte directamente al rey en
Ia más antiva. Ia más persistente ymás dura- vicario de Dios, acompana a Ia conciencia de
dera de las caracteristicas del verdadero c. Ia profunda diferencia entre el rey y ci tira-
es todavia Ia que era al principio: Ia limita- no, entre ci siervo de Dios y ci ministro del
ciOn del gobierno gracias al derecho", a, más diabla. Basta pensar en ci amplio y durade-
sintCticamente: "Todo obierno constiLucio- ro reconucimiento que obtendrá, por todo eI
nal es par dcfiniciOn un gobierno limitado." Medievo, la famosa afirmaciOn de Isidoro de
Una observaciOn igual podemos leer en las Scvilla, un obispo que vivi0 entre los siglos
pOginus de otro constitucionalista norteame- vi y vii: "Los reyes son ilamados asi por Ia
344 CONST!TU(IONALISM()

funciOn de regir. En efcctu, como ci sacerdo- Ic confiere ci derecho" o, aun. quc "ci suvo
te es liamado asi par el santificar, asi Jo Cs us ci poder del derecho, no de Is injusticia".
ci rey por el regir: pero no rige quien no corn- Yes interesante comparar este principio, que
ge. Por tanto, actuando rectarnente conscrva- Bracton ha repetido en los puntos más dis-
rá el nombre dc rey. pecando io perderá. Por pares de su trutado, con las afirmaciones de
eso aun entre los antiguos existIa este dicho: los giosadores bolofleses, bien conocidos por
'Serás rey site comportas con justicia, de otro nuestro legista ingles. Bracton habia afirma-
modo no lo serás'." El criterio para distinguir do ciaramente que "ci rev está sujeto a In 1ev,
In corrección del comportamienlo del rev era, porque es In Icy quien hace al rey", mientras
en efecto, su respeto de In Icy. Por ejemplc, quc on siglo antes en Roncaglia, ci ari.ohispo
Juan de Salisbury, en ci siglo xii. escribe en de Milan, dirigindose a Fedenico Barbarro-
el Policralicus: "Entre on tirano y on princi- ju, a sugerencia de los maestros boloñeses,
pe existe esta ünica o mejor dicho esencial dijo: "Tua voluntas ius est" [tu voluntad es
diferencia: que éste obedece a In Icy, y segün derecho], colocando asi al emperador por
su orden gobierna al pueblo, del cual se con- encima de In icy, justamente como Ia afirina-
sidera servidor. En efecto, Ia autoridad dcl ciOn del Digeslo: "Lo que agrado al principe
principe deriva de In autoridad dcl derecho, tiene vigor de Icy."
y, en verdad, más que el poder es importante Sc trata, como se ye, de dos concepciones
someter a las leves ci supremo poder; de sobre In naturaleza del poder radicalmente
modo que ci prIncipe no picnsc que Ic sea lid- distintas, porquc una ponc accnto sobre Ia
to lo quc Se aleja de In equidad y de In justi- 1ev. por In cual está limitado el poder del rev,
cia." y In otra sobre In voluntad del rey, creudora
Aiguien podrá observar, y no sin razón, que de Ia Icy. Son dos conccpciones juridicas a
las afirmaciones ahora mencionadas, mu partir de las cuales se desunroilarán dos [or-
comunes y bastante frecuentes en In cultura mas distintas de estado, que boy Ilamamos
medieval. pertenecen toda.s a Ia esfera teolü- con los nombres de monarquia limitada s- de
gica o moral, no a Ia poiitica o junidica. En monarquia absoluta. Un jurisla trances, Adhé-
efecto, se trata sobre todo de severas y auto- mar Esmein. explica Ia aliimaciOn dci abso-
rizadas advertencias, dirigidas por los den- lutismo en Ia Francia del siglo xvi precisa-
gos a los principes, con In intención de recor- mente con eI Cxito que tendrá en su Lierra Ia
dunes los deheres morales y religiosos que obra de los glosadores boioneses, y del más
tienen frente al verdadero soberano, Cs deem grande de todos. Accursio, en el quc us reto-
Dios, antes aun que respecto de su pueblo. Y mada In famosa maxima, recogida por Ulpia-
en Ia historia medieval no son infrecuentes no, dci pnincipe legibus solutus.
los contrastes entre los principios éticos o Esta diferencia entre In monarquia "limi-
religiosos y Ia realidad del poder de hecho tada" ingiesa y In monarquia "absoluta" fran-
ejercido. La observación es sin duda justa v cesa era evidente ya para ci üitimo gran cons-
pertinente: sin embargo, justamente estos titucionalista de In Ingiatenra medieval: sir
principios éticos son acogidos en Inglaterra, John Fontescue. El provenia de Ia misma cia-
desde ci siglo xm. para describir tanto Ia par- se que Bracton. Ia de los legistas, de aqueIios
ticular naturaleza del derecho ingies, tan dis- que elahor.iron ci sistema junidico inglCs de
tinto del romarlo. como parra diferenciar ci sis- In co,umou law, v a este conocimiento del
tema de 'obierno británico dci france's. Tome- derecho de Ia ccnstituciOn ingiesa agregO
c, por cjernplo, a Henry de Bructon, on juez una notable expeniencia poIitica, por haber
de Ia corte del rev, que escribió en Ia prime- participado en In Guerra de las Dos Rosas.
ra mitad del siio xiii un monumental trata- como -.équito de los Lancaster, v pr haber
do con ci titulo Dc Leji bus et Constietudini- seguido a Eduardo, prindipe de Gales, en su
bits ,jn,'Ijae, que muy rápido se hizo un texto cxilio en Paris. Todas las obras de Fortescue
clásico sobre ci que be formarán los legistas giran airededor de una distinciOn: aqueIia
ingieses hasta fines del sigio xvii. Aqul Brac- entre Ia monarquia absoluta v In monarquia
ton afirma que "no hay rey aili donde manda limituda a, para usar sus expresiones. entrc
In voluntad y no Ia Icy", o que "ci rey no tie- ci dominium regale v eI dominium politicurn
ne otru poder sabre In ticrra quc no sea ci que ci regale; detrãs de estas definiciones es has-
CONSTITUCIONALISM() MS

tante Hicil para el lector descubrir a Francia madura ei principio dcl rule of law, del gobier-
c Inglaterra. El criterio de distinción entre los no limitado o de Ia supremacia dci derecho.
dos sistemas de gobierno es delincado ash en un derecho quc no es Ia expresión de Ia pun-
Dc Laudihits Legum Ang!iae: "El primer rev tuai voluntad del legislador sino que es sobre
—es decir ci frances— puede gobernar su pue- todo costumbre, Ia costumbre de los derechos
blo con las leyes que Cl mismo hace, y por lo legales de los ciududanos ingieses. El tema del
tanto puede imponer a sus sübditos, sin su gobierno limitado. de Ia supremacia del dere-
consenso, las tasas y los otros impuestos que cho, es ci otro gran topico de Ia historia del
el mismo quiere. El segundo rev —Cs decir ei c., más antiguo v mas moderno quc el tema
ingiCs— no puede gobernar su pueblo con del goberno mixto y de Ia separacion de los
leyes distintas de las que Cste consiente, y por poderes: no se trata de dividir ci poder sino
to tanto no puede imponera sus sübditos nm- de limitario, oponiendo a Ia demonicidad de
gUn impueslo sin su consenso." Ia politica Ia racionalidad dci derecho.
Puede preguntarse ahora qué es, para los
ingleses, esta icy, tan a menudo invocada y VIII. EL GOBIERNO LIMITADO DE LOS MODERNOS. La
proclamada, que el rev no puede cambiar en supremacla de Ia icy es un tema comUn al
absoluto, bajo pena de degenerar on tirano. gobierno limitado medieval y a las modernus
Noes por cierto Ia 1ev on ci sentido moderno democracias constitucionales: sin embargo no
dc Ia palabra, es decir Ia orden del legislador, dehemos perder de vista las profundas dife-
justamente poiquc en ci Medicvo era on gran rencias entre Ia vida jurIdica medieval, toda-
parte desconocida Ia reducción del derecho via viva hoy en los pulses de common latt', y
a una mera orden: en efecto, Ia 1ev no eni crea- ci derecho de las modernas dcmocracias dci
da sino deciarada, no era hecha sino recor- continente: ailA ci dcrecho era una cspontá-
dada, v, finaimente, las ieyes, coma declara- nea v iibre expresión de Ia sociedad en un pro-
ción por pane de Organos ad hoc (ci rev solo ceso secular, en ci que no podia intervenir ci
o ci rev on ci parlamento), eran poquisimas. arbitrio creador del legislador; hoy ci dere-
En ci Medievu Ia palabra icy tiene un signifi- cho cs Ia expresión de Ia puntuai v conscien-
cado bastantc más ampiio: par ejemplo. para te voluntad soherana dci pueblo, expiicitada
Fortescue estUn contenidas on las leyes, antes a travCs de un organo ad hoc, es decir una
que nada. Ia 1ev de naturaleza "que es Ia asamblea representativa. Ayer ci derecho era
madre de todas las ieves humanas"; en Segun- parte integrante de Ia espontánea vida social,
do lugar las antiquisimas costumbres de boy es un instrumento con ci cual ci estado
Inglaterra, opt imas por ser más antiguas que democrático interviene en Ia sociedad para
las Ievcs de Roma v finuimente las kyes en mantener In paz social v para prevenir las
sentido estricto, los estatutos aprobados "con necesidades futuras. En suma, ayer ci dere-
ci consenso de todo ci reino". presente on ci cho era cash un hecho nutural v espontáneo.
parlamento. Pero, si observamos atentamen- hoy es sobre todo ci mandato de Ia mayoria.
te. Ia verdadera icy es Ia segunda, es decir Ia Una diferencia, como se ye, enorme; sin
costumbre, Ia cuai en Ia medida on que ha embargo, ci mundo moderno ha sentido Ia
resistido por un largo periodo de tiempo, necesidad de mantencr, ode retomar ci prin-
obteniendo ci consenso de distintas genera- cipio medieval de Ia supremacia de Ia icy,
dunes. demuestra ser justa. v a Ia cual por reinterpretandolo en forma más adecuada a
tanto los diversos estatutos del parlamento, las exigencias de los nuevos tiempos.
meramente declarativos del derecho, se deben El principio de Ia supremacia de Ia Icy. Ia
adecuar. En suma, ci valor de las leves con- afirmución de que todo poder piitico debe
suetudinarias reposa en ci hecho de que, ser iegaImente limitado. es Ia mayor contri-
coma escribió Glanvili, un legista dcl siIo bucion del Medievo a Ia historia del c. Sin
XII. Ofl los mores a populo conserva(i. las embargo, en el periodo medieval es todavia
costumbres conservadas par ci pueblo, o, un mero principio, v a menudo poco eficaz.
como repitio mU tarde Bracton. Cstas son on Ia medida en que falta una institución legi-
apprubazae consensu ale u (him. son aproba- timada que controle, con base en ci derecho,
das par ci consenso dt- quien las usa. ci eiercicio del poder politico y que garanti-
A partir de esta cuitura poiliko-juridica cc a los ciudadanos ci respeto de Ia icy por
346 CONSTITL'CIONALISMO

parte de los órganos de gobierno. En cambio además de resolver los eventuates conflictos
el descubrimiento y Ia concreta reaiizaciôn entre los diversos órganos del estado contro-
de estos medios es propia del c. moderno: en Ia Ia justicia de Ia icy, es decir su conformi-
particular de los ingleses en ese siglo de iran- dad a lax normas fundamentales. La existen-
sición que fue ci xvii, cuando las caries judi- cia de este Organo cx esencial. pues de otra
dales prociamaban Ia superioridad de las manera, contra Ia violaciOn de Ia constitución
leyes fundamentuies sabre las del pariamen- par parte del gohierno-mavorla, no habria
to, o de los norteamericanos, a fines del siglo ningün remedio, a no ser un abstracto dere-
xviii, cuando iniciaron Ia codificaciôn del cho a Ia revolución a una hipotética posibili-
derecho constitucional y se dieron Ia moder- dad de recurrir a Ia fuerza.
na forma de gobierno democrático, baja ci Convienc detenerse un momenta más en
cual todavia viven. esta nueva definiciOn del c. —no demusiado
Será oportuno delinear sintéticamente las frecuente en nuestra literatura politica— que
tres caracteristicas principales, por media de se basa en Ia contraposiciOn entre derecho y
las cuales se ha realizado hay ci principio del poder. racionalidad y fuerza. Parte de Ia cla-
gobierno limitado, de manera de hacer más ra distinción entre constituciOn y gobierno.
evidente lo que lo diferencia de Ia herencia La constitución, justamente porque es ante-
medieval. El principio del gobierno limitado cedente y superior al gobierno, puede limitar
es ejercido ho), en primer lugar, por medlo su poder, y, cada vex que sea violada, ci
de una constitucion escrita, que contiene una gobierno se hace anticonstitucional, arbitra-
serie de normas juridicas organicamcnte yin- rio, en suma. ilegitimo. El concepto de gobier-
culadas entre Si: iO solo regulan ci funciona- no limitado es distinto del de separación de
miento de los órganos del estado sino que los poderes. Coma se ha visto, hoy ci princi-
sobre todo consagran los derechos de los ciu- pio de Ia .separaciOn de los poderes se reduce
dadanos, planteados como limites del poder a ineras reglas de procedimiento, a truvés de
dcl estado. Tal constitución extrue su legiti- las cuales se exprexa de modo legitimo el
midad de dos elementos: tanto del mismo con- poder de Ia mayona. Peru, cada vex quc las
tenidu de sus nor mas que se imponen por su reglzts sean respetadas y haya concordia entrc
intrinseca racionalidad v justicia, coma par los diversos Orgunos dcl estado, Ia voluntad
su fuente formal, es decir par emanar de Ia de Ia mayoria en ci parlamento cx omnipoten-
directa voluntad soberana del pueblo, a tra• te, y no hay ieyes quc puedan limitaria. Mien-
yes de una asamblea constituyente y/o un tras que ef estatuto albertino ejercia solamen-
referendum. Si en lox siglos xvi-xvii. en Ia te este aspecto del c.. Ia carla fundamental de
epoca del iusnaturalismo, prevalecia ci pri. Italia realiza tambien el otro, ci del poder
mer elemento, hay, con Ia reducción del dere. limitado por Ia Icy, en Ia medida en que no
cho a mera orden, prevalece ci segundo. En estubicce solamente reglas de procedimien-
segundo lugar, Ia moderna constituciOn tie- to para Ia formaciOn de Ia voluntad legislati-
ne un caracter rigido e inelástico, en ci senti- vu sino que tambiCn Ic impone limites lega-
do de que sus normas no pueden ser ni modi- les bien precisos en Ia constituciOn, y los hace
ficadas ni interpretadas pr Ia normal volun- eficaces a través de un órgano no politico que
tad legislativa, porque son jerárquicamente tiene Ia función judicial de controlar xi Ia
superiores a las normas ordinarias, dada que voluntad de Ia mayonIa, como se expresa en
ci poder constituvente cx superior al poder una 1ev, estâ o no de acuerdo con Ia constitu-
legislativo. Por lo tanto, para modificar L cicn y, en ci caso de que no lo estC, de decla-
constituciori cx necesario un procedimiento rar nula v falta de eficacia tal 1ev.
particular, ci cual requiere una mayoria call- Asi. en un sistema politico representativo,
ficada. Por fin, hay una tercera caracteriti- que ejerce ci principio del gobierno limitado.
Ca: ésta es Ia mAs importante de todas, par- Ia funciOn judicial termina por adquirir un
que hace eficaz Ia supremacia de Ia 1ev, a peso bustante mayor en Ia realizaciOn del
mejor dicho de Ia constituciOn. Sc trata del equilibria constitucional antes que en uno
poder judicial en su con junto. coma en E.sta- lundado en Ia mera separaciOn de los pode-
dos Unidos, o de un Organo ad hoc, como en rex. Vuelve asi el utro gran tema de Monies-
Italia; en suma, de una cone judicial, Ia cual quieu, que xc agregi al de Ia divisiOn dcl puder
CONSTITUCIONALISMO 347

politico entre los estados del reino: es decir pueblo y, en consecuencia, ha buscado a tavo-
Ia independencia de Ia magistratura que, solo recido las formas de convivencia en las que
en el gobierno lirnitado, puede encontrar una al pueblo no se Ic dé soiamente Ia rnera titu-
vcrdadcra ejcucion, justamente porque Ia laridad sino también eI concreto ejercicio del
primacla del derecho, o de Ia iLmsdicgiu, sobre poder soberano: imposible en un gran esta-
ci poder impone ci reforzamiento de Ia fun- do, Ia demoracia directa, ensaizada por
ción que tiene. justainente. Ia tarea de custo- Rousseau, se ha rnanifestado en instituciones
diar ci derecho. particuiares. corno Ia iniciativr legislativu
Este trashido del equilibrio constitucional popular y ci referendum. Si los dernócratas
del poder iegisiativo al judicial, esta nueva han considerado Ia fuente dci poder sobera-
relaciOn entre ci poder y ci derecho, marca no, los constitucionalistas han puesto el acen-
por cierto una ruptura con nuestra tradición to más bien sobre ci problema de los limites
politica rnas reciente; una ruptura que no es y de los modos de eler ciclo de este poder, que
todavia plenamente clara v evidente para no podemos ilarnar "soberano" justamente
nuestra cultura poiltica. Esto era necesario porque una soberania limitada es casi una
justamente por ci advenimiento de Ia demo- contradicción en los tCrminos.
cracia. En ci pasado, en realidad, seencon- Asi, si Ia democracia es ci gobierno de Ia
tró una garantia contra el poder arbitrai-io, mayonIa, se podria dccii paradOjicamente que
sobre todo en los cuerpos representativos que esta forma dec. ejerce ci gobierno de Ia mino-
controlaban LI gobierno. Hov, en cambio, los na. Para hacer una icy bastan 51 votos con-
cuerpos representat i vos ejercen una función tra 49, v, en una democraciu. Ia minorii tie-
de control bastante menor, justamente por- ne ci deber de someterse a Ia voluntad de Ia
que ci pueblo eiige a través de los diputados mavoria. Pero en un sisterna constitucional,
al gobierno: las asambleas son asi pane inte- en ci que esté en vigor ci principio del gobier-
grante dcl gobierno. Para encontrar una flue- no iimitado, existen normas, como las de Ia
va garantia contra ci poder arbitrario, para constitución, que una simple mayoria de 51
tutelar los derechos de los ciudadanos, es votos no puede cambiar, v son necesarios en
necesario dirigirse par tanto a Ia función judi- cambio 67 sabre I GO, N. en cientos estados exis-
cial. ünica capaz de ejercer Ia suprernacia de ten directamente normas, las que consugran
ia 1ev sobre ci gobierno. los derechos del hombre y del ciudadano, que
Justamente desde Ia perspectiva de poner ninguna maoria puede abolir. Esta vez pare-
limites posteriores al poder de gobierno es cc ser Ia voluntad de Ia mayoria Ia que esLi
que la temática constitucionalista ha torna- obligada a someterse a Ia volttad de Ia mino-
do nuevo vigor dentro del ámhito del e'.tado na, peru, Si be tiene presente que con Ia cons-
de blunestar (v.). Se vigila al estado, que admi- tituciOn ci pueblo soberano pretende estable-
nistra Ia econornia de Ia gran farniiiu pühli- cer limites al poder que, con las elecciones,
ca: teniendo presente Ia relaciOn entre normalmente delega a sus representantes, se
impuestos y gastos. entre entradas v salidas. vera cOmo ésta es solamente una aparente
Sc quiere una constitución fiscal, para impe- limitacion del principio democratico. Se tra-
dir un excesivo retiro publico del ingreso, ta más que nada de una lirnitación funcional
tener un balance equiiibrado y combatir Ia a Ia propia existencia de Ia democracia, como
inflaciOn: una constituciOn fiscal que prescri- ha hecho notar Luigi Einaudi en un ensayo
ha con frecuencia en estas materias Ia nece- de enero de 1945: "Estos frenos tienen como
sidad de rnayorias calificadas. objetivo Iirnitztr Ia iibertad de legislar y de
operar de los estnatus politicos gobernantes
IX. CO,,sTITUCIOXALiSMO V DEMOCRACIA POLITICA. A elegidos por Ia mayoria de los electores. Apa-
prirnera vista pareceria que no Sc puede iden- renternente se viola ci principio democrático
tificar ai c. con In dernocracia, aunque luego que da ci poder a Ia mayonIa; en realidad. limi-
es dificil imaginaren concreto una democra- tando sus podere, los frenos tutelan hi mayo-
cia no constitucional. El pensarniento demo- na contra Ia tirania de quien de otra manera
crático. en efecto, ha tenido un solo probic- actuaria en su nombre y. procediendo asi,
ma esencial: demostrar cOma la soherania es implicitamente tutelan Ia mavonia."
un dereeho inalienable c imprescriptible dci Otra diterencia puede tomarse desde otno
34$ CONSTITUCIONALISMO

punto de vista, alli donde se busque precisar tucion de Ia representaciOn, limitando el prin-
el contenidode Ia palabra libertad, tan insis- cipio democrático, ileva consigo el peligro de
tente tanto en las páginas de los constitucio- que Ia voluntad de Ia mayoria de los diputa-
nalistas coma en las de los demOcratas. Para dos no coincida siempre con Ia volundad de
los primeras Ia palabra libertad tiene un sig- Ia mayoria de los electores. Por tanto, boy, el
nificado esencialmente juridico, v seria, par C. noes otra cosa que el modo concreto a tra-
lo tanto, más oportuno hablar de libertades 'es del cual se ejerce y se realiza un sistema
en plural, que son sabre todo Jibertades juri- democrático representativo.
dicamente protegidas contra ci poder de Ia Sin embargo, el usa de esta nueva perspec-
mayoria. Para los dcmOcratas, en cambio, Ia tiva, con Ia cual examinar los modernos sis-
libertad es, en primer lugar, un valor ético: temas representativos que ejercen el princi-
es una libertad en singular, que se ejerce sola- pio del gobierno limitado, implica ci redimen-
mente a través del estado, es decir a través sionamiento 0 Ia eliminacion de dos concep-
de Ia directa participación en Ia cosa pübli- tos dave que todavia dominan fuertemente
Ca. En otras palabrts: los constitucionalisias Ia cultura politica europea. Aludimo.s a los
reivindican para ei individuo una amplia esfe- conceptos de soberania y de pueblo, v en con-
ru de licitud, y consiguientemente imponen secuencia al de estado, en ci ámbito de los
al estado no impedir ci ejercicio de estos dere cuales el c. no puede desarrollarse. Una sobe-
chos; los demócratas, en cumhio, quieren Ia rania dividida verticalmente, como en los sis-
dirccta participación de toda Ia comunidad temas federales, a limitada, a través dc pro-
en Ia formaciOn de Ia voluntad del estado, de cedimientos que garantizan Ia supremacia de
modo que ésta coincida con Ia misma volun- Ia constitución, es Und contradiccion en los
tad del pueblo. Asi, al obedecer al estado, los términos, siempre que definamos Ia soberania
ciudadanos se obedecen solo a si mismos: es en los términos tradicionales, como swnma
ésta Ia mistica de Ia voluntad general que nos legibusque soluta polestas. En realidad esta
viene de Ia tradiciOn jacobina francesa. definiciOn todavIa identifica poder y derecho
Sc trata, par lo tanto, de doctrinas distin- a concibe Ia soberanIu en términos de fuer-
tas, facilmente sepatables en un piano mera- za, aunque de una Iueiza que no puedc actual
mente conceptual; pero no son doctrinas con- excepto de un modo juridico. Aun ci concep-
tradictorias porque, aunque en ci pasado se to de pueblo, propio de gran parte de Ia Ira-
han dado regimenes constitucionales no diciOn democrática, se revela coma una abs-
democráticos, hoy no conocemos otra forma tracciOn desviante, dado que de hecho Ia
posible de democracia que no sea Ia consti- voluntad del pueblo se expresa a través de los
tucional. En efecto. Ia libertad positiva de par- partidos (v.), los cuales justamente tienen Ia
ticipar en Ia formación de Ia voluntad del funciOn de reunir v de trasmitir Ia demanda
estado tiene, como ncccsaria condiciOn, Ia polItica y de traducirla en una dirección poll-
libertad negativa. es decir el no impedimen- tica. Par tanto en un si.stema representativo
ta par parte del estado de los derechos de tendremos un complejo proceso de formaciOn
libertad de expresiOn, de imprenta, de asocia- de voluntad politica, que parte de los ciuda-
ción, de religion, etc., porque de otra forma danos s que par los partidos v las asambleas
irian desapareciendo las mismas condiciones culmina en Ia acciOn dcl gobierno, limitada
de una autónoma participaciOn en Ia forma- par Ia 1ev constitucional. Resulta asi más co-
ción de Ia voluntad del estado, coma 'ucede rrecto y ütil definir estos sistemas politicos
en los reulmenes totalitario'., donde los gru- coma sistemas constitucional-pluralistas.
pos en ci poder organizan desde lo alto, con
una lista ünica. Ia presencia de las masas en RIHLICI,kAFIA: 0. Brunner, Nuevo!, cam:ws de Ia
el estado. Y aün más: Ia democracia ha sida hisroria social v constitucional (1968), Barcelo-
definida corno ci gobierno de Ia mayoria; pero na, AILdil; J.M. Buchanan y R.E. Wagner, Deft-
si esta mavoria tuviera un poder absoluto e cii del sector páblico y democracia (19771,
ilimitado podria subvertir las regla dcl jue- M4drid. Rialp; J.M. Buchanan. Freedom in cons-
go y destruir asi Ia'. bases mismas de Ia demo- titutional contract, Austin, Texas University
cracia; algo siempre posible si tenemos pre- Press. 1977; E.S. Corvin, L'idea de "lege cape-
sente que en un gran estado Ia misma insti- riore e ii diritro costizuzionale arnericano (1928-
CONTENCION 349

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of powers, Londres. Oxford University Press, rico, desde ci nacimiento del estado bolche-
1967; K.C. Wheare, ('ansiiiuciones inoderuas vique en Ia Rusia posrevolucionaria hasta ci
(1951). Barcelona, Labor, 1971- F.D. Wormuth. estallido de Ia segunda guerra mundial, con
The origins of modern co;iiiiiitionalis,n, N uc- Ia acciOn desarroilada por las democracias
va York, Harper, 1949. occidentales para impedir Ia divuigaciOn en
e'l mundo de sus principios ideologicos y,
[NICOLA wArrEu(cI] sobre todo, desde elfin de Ia segunda guerra
mundial y el inicio de Ia Ilamada guerra [na,
con Ia acciOn desarrollada par Estados Uni-
dos para impedir Ia expansiOn politico-
contendón ideologico-estratégica de hi UniOn Soviética
en Europa. Consecuencia natural de Ia situa-
I. LWl-I\ICIO\ Par c. se entiende Li acciOn desa- ción de desconfianza de un grupo de estados
rroilada por un estado (0 grupo de estados) ideologicamente hostiles al comunismo, pri-
con elfin de impedir in expansion ideolOgi- mero, v del conflicto de poder entre dos esta-
ca. politica, econOmica, estratégica de otro dos tendencialmente hegemonicos, luego. Ia
estado fuera de su concordada o presunta politica de c. representa, por lo tanto, en el
"esferu de influencia". sta se manifiesta a pIano histOnico, uno de los aspectos más sig-
I raves de precauciones c iniciativas de curác- nificativos del modo a través del cual se ha
ter ideologico, politico, econOmico v estraté- expresado ci antagonismo entre Ia ideologia
ico de siuno contrario a los puestos en mar- comunista v el mundo capitalista en un nivel
cha por ci estado cuva acción se quiere con- dcl choque de potencius. La formulacion de
tener en las zonas donde, a causa del surgi- Ia "doctrina" d Ia c. fuc adelantada por ci
miento de fenómenos de crisk, pueden deter- diplomitico G. Kennan en un famoso articu-
minarse vacios de poder cap-aces de atraer y lo de Foneign Affairs v I ue oficialmente defi-
acelerar su dinamismo natural o caiculado. nida ci 12 de marzo de 1947, cuando ci presi-
Las avudzts económicas a los paises en vias dente de Estados Unidos. H. S. Truman. pidio
de desurrollo. Ia estipulaciOn de sistemas de al contreso norteamericano Ia autorización
alianzas colcctiva. Ia intensiticación de ]a para un progranla de avuda a Grecia. bajo
propaganda ideologica. Ia intervencion arma- auerra civil, y it Turquia, sometida a las pre-
da diiecta, en donde sa necesario, son los clones por parte de Ia UniOn Sovktica, para
priiicipales instrumentos de sostén de Ia pa11- una coparticipaciOn en ci control de los estre-
CONTENCION

chos. "Creo —clijo en aquella ocasión Truman, saria como verdadera 'i propia ideologia autO-
fijando las condiciones para Ia poiltica de c. noma. El concepto de indivisibilidad de Ia
norteamericana— que Ia politica de Estados ideologia, es decir Ia negaciOn de Ia posibili-
Unidos debe ser Ia de asistir a los pueblos dad de existencia dc interpretaciones plum-
libres que luchan contra las tentativas de listas de Ia comün doctrina en ci interior de
dominacion por obra de minorias armadas a las filas opuestas, postulaba un mundo domi-
de presiones exteriores." Dc tal modo, el pre- nado rigidamente por las ideologias más que
sidente norteamericano prefiguro tanto los dividido par los intereses. Peru Ia acentuaciOn
sucesivos programas de avuda de Estados del conflicto chino-soviético, Ia desapariciOn
Unidos a los paises no comunistas coma ei de Mao Zedong (septiembre de 1976), el ahan-
nacimiento de los sistema.s de aiianzas cuiec- dono por parte de los chinos de Ia politica de
tivas bajo ci liderazgo de Washington, y tam- apoyo a los movimientos insurreccionales del
bién, finaimente, las intervenciones militares tercer mundo, el restabiecimiento de las rela-
directas estadunidenses, donde se presenta- ciones diplomáticas entre Estados Unidos y
ra Ia ocasión. Bajo el perfil histórico. Ia "doc- China (enero de 1979) y, sobre todo. Ia con-
trina Truman" de Ia c. puede ser definida vergencia de intereses entre los dos paises
coma una extension de Ia "doctrina Monroe" acerca de Ia necesidad de una polItica de con-
(limitada a America), más alladel Atlántico, tención frente al dinamismo intemnacional de
a Ia Europa no comunista, frente a Ia Union Ia URSS, han terminado por conferir en ci
SoviCtica y, en un segundo momento, como piano teórico a lit polItica de c. una connota-
logico corolario, más aliá del Pacifico, al Asia cion estratégica especificamente antisoviCti-
no comunista, frente a Ia RepOblica Popular ca mãs que genericamente anticomunista. La
China. La acciOn de rigido control politico- necesidad de Ia creaciOn de sisiemas de segu-
ideologico ejercido por Ia Union Soviética ridad colectiva entre aquellos que profesan
sobre sus propios estados "satélites" (v. sate. el mismo tipo de ideologia tiene coma conse-
ilte) en Europa central y oriental, a travCs de cuencia el nacimiento de organismos politico-
Ia liamada "dactrina de Ia soberania limita- militares multinacionales, en el interior de los
da" de los paises comunistas (que postula ci cuales ci aspecto puramente militar tiende a
derecho de intervención soviCtica en los asun- menudo a prevalecer sobre cualquier otra
tos internos de los propios "satélites", cuan- consideraciOn etico-politica a causa del carác-
do el orden marxista-leninista sea, a su jui- ter tota!itario que tales organismos terminan
cio, perturbado) obedece, en dave comunis- por asumir desde eI punto de vista estratégi-
ta y antioccidental, a Ia misma lógica de Ia co; con el resultado de una confusiOn entre
politica de c. ejercida por Occidente frente a fines (Ia afirmaciOn de los valores contunes)
Ia Union Soviética y a China comunista. y medios (Ia alianza politico-militar), y ci pre-
dominio de los segundos, a través de su "fina-
III. TEORIA Y PPACTICA DE LA CONTENCION. La politi- IizaciOn", sobre los primeros. Consecuencias
ca de c. responde teOricamente a algunos pos. análoaas, es decir, Ia aceptaciOn de las reglas
tulados precisos: Ia contraposición entre dife- de Ia Realpolitil: it expensas de las motivacio-
rentes concepciones filosOficas y Ia relativa nes Cticopoliticas, tienen eI mantenimiento
convicciOn de Ia indivisibilidad de las mismas; del statu quo coma sola condiciOn de Ia paz.
por conciuiente Ia necesidad de proceder al Dc Ia politica dec. resulta, asi, y halla su pro-
reagrupamiento de todos aquellos que profe- pia justificaciOn histOrica y politica, Ia teo-
san ci mismo tipo de ideologia en el interior na soviCtica, de origen marxista-Ieninista, del
de sistemas de seguridad cokctiva, v al ais- "cercamiento" de un estado (o de un grupo
lamiento de aquellos que profe'4an Ia ideolo- de estados) par obra de un cordOn de estadas
gia contraria; Ia convicciOn de que ci manic- ligadus entre si o por Ia ideologla comün o por
nimiento del szani quo sea Ia ünica condiciOn ci simple objetivo de impedir al estado to al
de Ia paz, por encima v por fuera de las orga- grupo de estados) "cercado" toda pusibilidad
nizaciones mundiales internacionales encar- de expansion territorial, politica, estratCgica,
gadas de dirimir las coniroversias internacio- económica e ideoiogica.
naks y de tutelar Ia conservaciOn de Ia paz;
In asunciOn dcl rechazo de Ia ideologia advei -- [PIERO OSTELLIS.O]
CONTRACTUALISMO

contractualismo contrato un instrurnento de acción politica


para imponer lirnites a quien detenta ci poder.
Son tres niveles de discurso distintos. En
PARA USA DEFIN1CI()N DEL COSTRACTUALISMO. A efecto, ci primero engloba toda una senie de
menudo suelen acornpanar at c. una serie de datos ant ropologicos: se parte del origen del
teorias bastante dispares entre si, por to que hombre para evidenciar las necesidades par-
Ia posibilidad de definir de manera adecua- ticulares que to ilevan a darse consensual.
da una corriente tan compkja del pensamien- mente una vida social, o para explicar ci paso
to occidental depende tan to de Ia adopción de de Ia horda primitiva o de Ia sociedad tribal
distintos puntos de vista corno de una corn- a una forrna de vida social mis compleja y
paración de las soluciones dadas at proble- organizada, con ci rnonopoiio del poder poll.
ma del orden polItico por otras corrientes de tico fundado en ci consenso. En este terreno
pensamiento. ci c. choca con otras teonias, las cuaies en el
En un sentido muy ampiio el c. comprende piano histónico se manifiestan bastante rnãs
todas aquellas teorias politicas que yen el on- soiidas. El tercer nivel de discurso. en cam-
gen de Ia sociedad v ci fundamento dci poder hio, está estrechamente conectado con Ia his-
politico (ci cuai será progresivamente llama- tónia politica o con los cambios constitucio-
do poteslas. imperiwn, gobierno, soberania, nales de este o aquel pais: Ia menor coheren.
estado) en un contrato, es decir en un acuer- cia teórica de estos contractualistas corres-
do tácito o expreso entre varios individuos, ponde a una mayor eficacia práctica en Ia
acuerdo que significaria elfin de un estado efectiva organización del poder politico.
de naturaleza v el inicio del estado social v En ci segundo nivel de discurso —dentro
politico. En sent ido más reducido, en camhio, del cual se rnueve predominantemente el c.
con c. se entiende una escuela que florecio en clásico— es predominante, pero no exclusi.
Europa entre ci inicio del siglo xvii v elfin vo ci elemento juridico, corno categonia cons-
dcl siglo xviii, que tiene sus máximos repre- titutiva de Ia sintaxis del discurso. en Ia mcdi-
sentantes en J. Althusius (1557-1638), T. Hub- da en que se reconoce solo en ci derecho Ia
bes (1588-1679). B. Spinoza (1632.1677). S. ünica forma posible de racionalizaciOn de las
Pufendorf (1632-1694), J. Locke (1632-1704), J.- relaciones sociales o de sublimacióri jurIdi-
Rousseau (1712-1778), I. Kant (1724-1804). ca de Ia fuerza. Esto se explica con base en
Por escuela he entiende aqul no una orienta- un triple orden de consideraciones: Ia contern-
ciOn politica cornün sino ci uso comün de una ponánea afirmaciOn de Ia escuela del derecho
misma sintaxis o de una misma estructura natural, con Ia que ci c. esti estrecharnente
conceptual para rtcionaIizar Ia fuerza v fun. emparentado; Ia necesidad de legitimar ci
dar ci poder sobre ci consenso. estado, tanto sus órdenes (es decir las leyes)
Además es neccsanio hacer una distinción en un periodo en ci cual ci derechu cneado por
analitica entre tres distintos posibles niveles ci sobenano tiende a sustituir ci derecho con-
de discurso: están aquelios que opinan que ci suetudinario, como su aparato represivo en
paso del estado de naturakza al estado de un peniodo en ci cual ci ejercicio de Ia fuerza
sociedad es un hecho histórico realmente es rnonopolizado por el: en fin, pon una cxi-
acontecido. es decir que están dominados por gencia s6temOtica, aquelia capaz de construir
ci problema ant ropologico del origen del horn. todo ci sisterna juridico —comprendido alit
bre civil; otros, en cambio, hacen del estado ci publico y ci internacional— usando una
de naturaleza una mera hipótesis lOgica. con categonia tipicamente privatista quc evidcn-
elfin de crear Ia idea racional v juridica de cia Ia autonomia de los sujetos. como Ia del
estado. del etado como debe ser, v de dar asi contrato, v colocando asi en Ia base de toda
un fundamento a Ia obligacion politica en ci junidicidad ci pacta sun: serranda: aqul
coflsenO expreso o tacito de los individuos encontramos, en los inicios del c., un concepto
de una autonidad que los represe!Ita v los individualista del estado. que nace del dere-
encarna; otros. finalmente, prescindicndo por cho privado pana utiiidad publica. Todo esto
completo dcl probierna ant ropologico del on- Se desenvuelve en un nuevo clima cultural que
gen del hombre civil v di pioblema filosof i- V cada vez mas en ci estado una máquina.
co v juridico dci estado racional, yen en ci es decir algo que puede v debe sen construl-
352 CONTRACTUALISMO

do artificialmente, en oposiciOn a Ia concep- tual, basada en el covenant, en el moderno


don orgánica propia del Medievo. constitucionalismo.
Las condiciones para Ia afirmación en Ia Más complejo es el discurso u lire los temas
historia del pensamiento politico de teorias contractualistas que se encuentran en el pen-
contractualistas. en ci ãmbito de un debate samiento politico medieval que, si por un lado
más amplio sobre ci fundamento dci poder está completamente dominado por el princi-
politico, son tres: en primer lugar un proce- pio teolOgico dcl non est pot estas nisi a Dco
so bastante rápido de desarrollo politico que y por una concepción organica de Ia sociedad,
desgaste Ia sociedad tradicional —in sociedad tiene por otra parte un fuerte sentido del
que ha estado siempre y que, por tanto, extrae derecho. Estos temas contractualistas, como
su legitimidad del peso del pasado— e instau- veremos en ci ultimo paragrafo, logran abrir-
re nuevas formas y nuevos procedimientos de se camino a través de Ia distinciôn, hecha por
gohierno: por ejemplo, en Grecia el paso de Juan de Paris, enire Ia causa formal del
Ia sociedad gentilicia a Ia polls, en Europa Ia poder, que es Dios, y Ia causa material de In
afirmación del estado moderno sobre Ia socie- persona, que es ci pueblo. Estos temas caen,
dad feudal basada en las capas. En segundo sin embargo, dentro de Ia histQria del consti-
lugar una cultura politica secular, es decir tucionalismo como proceso politico, aunque
dispuesta a discutir racionalmente sobre ci estén en los origenes del c. clásico.
origen y sobre los fines del gobierno, y que Justamente por esta necesidad de definir
no lo acepte pasivamente porque sea un don ci c. partiendo de distintos puntos de vista Cs
de Ia tradición o porque sea de origen divi- oportuno no tanto hacer una sintética histo-
no. En tercer lugar que Ia sociedad no solo na de las aventuras v dcsventuras del c. coma
conozca Ia institucion privada del contrato punt ualizar —tanto en el piano antropoiogi-
sino que sepa hacer de ella un uso analogico: Co (§ ii) como en ci juridico (§ Iv)— algunos
por ejemplo, entre los griegos Ia palabra koi- de los pasajes obligudos o de los elementos
non ía indica tanto una asociaciOn econOmi- que caracterizan el c.; comparar con otras Ia
ca como una politico, mientras que entre los solución dada por éi al problema del orden
romanos Ia sponsto (proinesa), usada para Ia politico. para ver hasta qué punto estã sobren-
antigua compra-venta, sirve también para tendido en las actuaks teorias tie Ia sociedad
legitimar Ia lex, que asi cs una convenciOn de (§ iii); finaimente. aciarar Ia funciOn que ci c.,
todos los individuos v ci pueblo es Ia fuente en un sentido muy ampIio, ha ejercido en Ia
de Ia icy: lex est cominunis rei publicae spon- historia del constitucionalismo (§ v).
sio. La finalidad Cs siempre lade dar una legi-
timación racional a las ordenes del poder, U. EL ESTADO DE NAIl PALEZA. LAS NECESIDADES DEL
mostrando que el mismo se funda en el con- HOMBRE V LA DIVISION DEL TRABAJO. Uno de los ele-
senso dc los individuos. mentas esenciales de Ia estructura del discur-
Esta premisa tiende a excluir Ia posibilidad so contractualista es el estado de naturalezu,
del c. en sociedades cuva cuitura politica esté aquella condiciOn de Ia cual saldria el hom-
profundamente penetrada por motivos sacros bre asociándose en un pacto con los otros
teologicos, como por ejemplo Ia judia o Ia hombres. En qué consiste, para los contrac-
medieval. Es necesario sin embargo recono- tualistas, este estado de naturaleza es dificil
cer que el término "pacto" es un elemento tie decir par ci escaso interés que demuestran
central —y bastante elaborado— en Ia teolo- (excepto Roussetu) en ci conocimiento de las
gia judia asi como cn Ia contractual de los condiciones reales del liombre en sus orige-
puritunos; sin embargo, esto no sirve para ins- nes, dada que casi siempre esta condiciOn fun-
taurar un gobierno sino para indicar Ia sagra- ciona como hipOtesis iOgica negativa sobre
da alianza entre Dios y el pueblo eiegido o el cOmo seria el hombre fuera de un contexta
pacto de Ia gracia de Ia nueva Israel: un pac- social y politico con elfin de establecer las
to que tiene coma ünica finalidad In salvaciOn premisas al fundamento racional del poder
ultraterrenu v encuentra a los dos contraven- politico. Dc eso deriva, por un lado, una osci-
tes en una condiciOn dc inconmensurable dis- IaciOn entre los distintos contractualistas en
paridad. Con esto no se pretende, sin embar- cuanto a definir a cuái estadio de Ia evolución
uo, ncar Ia influencia de Ia teolocia contrac- dc Ia humanidad corresponde ci estado de
COSFRACTUALISMO 353

naturuleza, en Ia medida en que es definido (Primitive culture, 1871) y con L.H. Morgan
solo negativamente (lo quc falta en ci estado (Ancient society, 1877). F. Engels (Der Urs-
de naturaleza respecto del estadu civil), y, por prung der Familie, des Prit'ateigenzurns und
ci otru, en Ia opuesta evaluaciOn de esta con. des Staats, 1884) ye en Ia formación por par-
diciOn humana, que para Hobbes y Spinoza te de Ia sociedad gentilicia de Ia familia mono-
es de guerra, para otros (Pufendorf, Locke) de gámica ci nacimiento dcl primer antagonis-
paz, aunquc precaria, y para Rousseau de [eli- mu de clase, en consecuencia de Ia apariciOn
cidad. de Ia propiedad privada (y par lo tanto de Ia
Sin embargo, para establecer Ia probiemä- divisiOn dcl trabajo), que causa el nacimien-
tica lievada adelante de distintas maneras por to dci estado coma Organo de represión en
los contractuaiistas es preciso incluir sus manos de Ia clase econOmicamente dominan-
observaciones en ci debate ampIio sobre ci te. Del mismo modo, para ci psicoanálisis de
problema antropologico de los origenes del izquierda, atento a las inhibiciones y a las
humbre, sobre ci cual —desde Ia era griega rcprc.siones de Ia civilizacion contemporOnea,
hasta nuestros dias— los distintos pensado- es necesario encontrar nuevamente Ia espon-
res se han dividido cuandu se trata de evaluar tánea felicidad de Ia sociedad matriarcal, una
Ia mayor o menor positividad de Ia salidu de edad de paz y sin represioncs.completamen-
Ia antigua condiciOn natural: en efecto, para te penetrada par Ia religion de Ia madre tie-
algunos, ésta represcnta una caida, un aleja- rra, una sociedad destruida por Ia rebeliOn
miento de una perfección originaria; para de los hombres, que han creado un mundo de
otros un progreso a Ia victoria del humo faber guerra basado en el dominio dcl culto auto-
o dci homo sapiens sobre ci hombre animal. ritario de los dioses celestes. En ambas inter-
Es necesario recordar Ia exaltaciOn entre los pretaciones Ia familia monogámica, Ia propie-
antiguos de una mitica edud de oro, que retor- dad privada y Ia represión dcl estado y de Ia
na en ci Renacimiento unida al mito de los civilización nacen contextualmente en el sen-
homines a Diis recentes; luego, después del tido de que no hay distinciOn entre poder
descubrimiento de America ', de los hombres social (familia y propiedad) y poder politico.
que en ella viven segün Ia naturaleza, ci mito En esto no se alejan de los motivos presentes
del buen salvaje; por fin, en ci clima roman- en los nostálgicos de Ia edad de oro, que en
tico, ci returno a los primitivos, al Urmeusch. ella velan Ia comunión de los bienes y de las
Encontramos en este lilon de pensamiento, mujeres; solo que ahora son revividos miran-
que combate Ia ci vilisat km. es decir Ia indus- do ci futuro, y los conceptos de revolución y
tria y ci comercio que hacen mOs agradable de Iiberación parecen cumplir con una fun-
Ia vida de los humbres, a los crfticos de Ia dOn analoga a Ia que tuvo ci contrato en las
sociedad, tal coma se presentaba ante sus edades precedentes.
ojos, a me jar dicho aquellos que expresan Los contractualistas, en cambio, quienes
todas las molestias subsiguientes al trauma quieren legitimar el estado de sociedad (Ia
de Ia modern izaciOn. a Ia rápida translorma- civilisation) a modificarlo con base en los
ciOn de los Ordenes sociales y politicos, a Ia principios racionales alli donde el poder no
no inserciOn del individuo en los nuevos pape- se funde en ci consenso, están necesariamente
les ofrecidos por Ia sociedad. en opusiciOn a este [liOn de pensamiento y yen
El mito del estado de naturaleza, en reali- siempre en ci contrato Ia Onica forma de pro-
dad regresivo par ser sustancialmente nostál- greso; también Rousseau, el adversario de las
gico de una edad perdida en Ia cual vivir feiiz letias y de las arIes, se ye obligado a recono-
coincidia con Ia comunión de los bienes y de cer en el pacto social un hecha deontologica-
las mujeres, ha sido reinterpretado en 11cm- mente necesario desde ci momento en que
pos más recientes en clae revolucionaria 0 "tal estado primitiro ya no puede subsistir,
en una propuesta de total libcraciOn del horn- y ci genera humano pereceria si no cambia-
bre, pero siempre en vista del fin de Ia politi- ra las condiciones de su existencia" (DLt con-
Ca, por ci marxismrj y por el psicoanálisis, irat social, i, 6), porque, después del naci-
despuCs que ci mito o Ia ieyenda dcl buen sal- miento del lenguaje, de Ia familia y de Ia pro-
%aje habia entrado en Ia critica histOriea con piedad privada, solo cs posible o un estada
J. J. Bachuien(Mutterrechi. 1861), E.B. Ivior de guerra a ci despotismo, Oltimo tCrmino de
45, (ON1 RAuTuLIsMo

Ia desi'tiaIdad que. sin embargo, hace igua- o juridicu con su semejante. La zoologia
ics a los sUbditos hajo Ia voluntad dcl señor. moderna, estudiando en ci primate ci origen
Todos los citniractualistas, asi, yen en ci con- dci hombre, ha cumprobado, amortiguando
trato un instrumento de emancipaeión dcl sus eSCu SOS, tanto Ia lesis de Hobbec como ia
hombre, peru solo de emancipación polItica, de Rousseau: Ia inocencia y Ia felicidad dci
que deja inalterada, o mejor dkho garantiza hombre-primute es una in.securitas sin histo-
Ia estructura social, basada justamenic en Ia na, en Ia cuai ias pasiones y Ia guerra son oca-
lamilia v en Ia propiedad privada, mantenien- sionaics, solo por el alimento y Ia mujer,
do asi una clara separaciOn entre ci puder mientras quc Ia pubreza, ci aisIamicnio, Ia
politico v ci poder social, entre gohiernu V ignorancia no son advertidos como tin mal.
sociedad civil. en ia logica contractualista, estadu de
Es imposihic decir a qué cstadio de Ia ev naturak'za v estado civil se contraponeil,
iuciOn de Ia humanidad corresponda para los como se coniraponen ci reino animal, en ci
contractualistas ci estadu de nuturaleza: Si al que cada uno sigue sus propios inslintus sus
de Iumw ferus primuevus (Hubbes, Rousseau) prupios impulsos. vii rcino humano, on mun-
o al quc conoce algunas for mas embrionarias do ordenado por in razom quc lo'ra a través
de organizaciOn social, puesto quc ci discur - del contrato unificar las voluntades indivi-
so sc mueve en un piano politicu-juridico 0 duales.
psicuiogico y no antropuiogico. Aqucilos que La mayor pane dc los contractualistas tpor
con mayor cohercncia han llcvadu a sus e1re- ejeinpio: Spinoza. Pufendori, Imke, efl cam-
nuts consecuencias su evaivaciOn dci estado hio, entrc ci eta(Io de naturaleza puro v ci
de naturaleza son, por un lado. ci fiiOsufu estado poiitico colocan un esiado social, en
Hobbes, que analiza Ia dinámica de las pasin- ci cual los hombrcs conviwn seeOn rasOii porm
nes dci humbre en cstado puro (Ia cornpelcn- que son sus propias necesidadcs las que los
cia por Ia ganancia. Ia desconlianza pur Ia haccn sociahies. Esta sociedad cstá caractc-
seguridad. Ia gloria por Ia repulaciOn). que nizada por algunas instituciones juridicas de
causan justamcnte un estado de guerra de origcn pacticio, como Ia famiiia. Ia propiedad
cada uno contra todos v, por ei otro, ci anti o- y Ia cuinpraventa, it través de las cuaks ci
pOiogo Rousseau (ci Rousseau del Di.scours huinbre sale de Ia cumuniOn de las mujeres
say loriguit' ci it's frnulemeuis de 17utga1iié v de Ins hienes, que son Ia iogica premisa dci
parmi le.s Iunnmes), que estudia Ia formatiOn pactuin sociclafis pnimero, v dcl pactuni
dci hombre v demuetra cómo en los orige- subiecthmh despLiés. Es tsste un "estado de
nes huho solamentc una instintiva felkidad pa,., henevolenchi, asistencia v conservaciOn
sin pasiones. :\si, para Hobbes, en ci estado reciproca" (Locke. Two treatises of uveru-
de naturaleza hay solamente "ci dominio de mern, ii. 19). Sin embargo es un cstudo
las pasiones. Ia gueul a, ci miedu, hi pobi eza, irnperkcto de eciedad en Ia medida en que
Ia negligencia, ci aisiamiento, Ia barbaric, Ia existe una paz reidtiva, puesto que Ia natura-
ignorancia, Ia bestialidad" (Dc cive, x. I), v 'ia leza racional v social dci h:'mbre siempre pue-
vida dci hombre es solitaria, misera, repue.- tie entrar en coni licto con su inslinto de auto- -

nante. brutal, breve" (Lrviathan, xiii). Para conservación. Los derechos naturales de los
Rousseau, en czirnbio, en ci estado de natura- indiiduus son, 351, imperfectos, Cs decir no
leza está "el hombre libre, con ci coraiOn en garantiz:'dos por una coacciOn superior y
paz y ci cuerpo en bu'na saiud" (Disc(jurs), externa. El esiado, nacido a iravés dci con-
que 'atisface Licilmente poas necesidudes trait), no ancz.i n.tda a Ia racionalidad v a Ia
dementales v "no respira mas que reposo v sueiabiiidad de Ia sociedad civil: c solamen-
libertad; no quiere más que vivir v pet-inane- tcUfl iflstrtifllcntoCuactiVOqUctiene Ia tarea
cer inerte". Sin embargo, Ia oposiciOn dire no tanto dc crear como tie ejeCLitar ci dere-
Hobbes y Rousseau se encuenira rnIs en Ia cho que Ia sociedad racionainicnte expresa.
cvaivación quc en Ia descripciOn del hombre Para tal propsito Cs necesario hztcer un doble
en ci estado de naturaleza o mejor dicho dcl orden de observaciones. En primer lugar, ci
hombre animal, que nyc sigukndu sus pro- prohiema de que ci iusnaturalisrnu —dii cual
pius instiiituS, tielic Ia rathn sOlo en poteti- depiide est iccItainci lied C.- cicia haber cii-
cia, estfi más acá de cualquier rclaciOn moral minado Ia cumpleta racionaii,acion de las
CONTRACTUAI.ISMO 455

rciacioncs sociaks por mcdicj dcl derccho cuaks ha venido siendo formuiada desde in
natural, es dccir ci prohiema de Ia fucrza, apa- antiguedad. Por on iado cstán aquellos quc
recidu y resuelto dando su monopoiio a un rcmarcan Ia particuiar naturakza dci horn-
poder cunscnsualmente instituido. En segun- bre, como hymn faber, por ser incompicto res-
do iugar, mientras quc para Spinoza. para pecto de sus propias necesidadcs. Por cjem-
Hobbes y para Rousseau ci pacto quc instau- phi, Protágoras destaca Ia diversidad dci horn-
ra ci podcr icgisiativ() crea tamhién ci ora- hrc respecto de los animales: mientras quc
no creador dci derecho (ius qliia iussU?fl), asi cada uno de cMos Oitimos tiene una soia facui-
se iiamc ;neis unica, suherano o voluntad tad y Organos especificos, segCin una ley gene-
enerai. para ins otros, y en mayor medida ral dc equiiibrio, ci hombre está en cambio
para Locke, Ia sociedad civil ticiuk a aran- "desnudo". Privado de capacidades natura-
tizarse su propia racionalidad juridica, tan- ks, está dotado, sin embargo, de Ia pericia
to participando directamente en ci poder técnica que Ic permite adecuarse a cualquier
kgisiativo cuanlo ponendo a éstc como limite ambicnte y transformarlo con elfin dc pro-
ci derecho (ii ins derechos) natural (iu.s quia curat se las comodidades de Ia vida. Peru, a
iuslum). pesar de este saber técnico, in convivencia era
En sintesis, se diria que ninjün contractua- imposihic porquc ci hombre no tenia todavia
lista puede disentir de aiunas pruposiciones ia sahiduria poiitica (ci "rcspeto" y Ia "justi-
claramente enunciudas por Hobbes: el esta- cia"), que iucgo fueron distrihuidos por Zeus
do de naturakza estã caracterizado sOlo dc a todos los hombres y no de un modo discri-
manera ncgativa por Ia ausencia de un poder minante coma en ci caso de las artes técni-
leaimente instituido(es decir a través de un cas. Es notable coma Ia divisiOn del trahajo
contrato), capaz de contrular v de sumeter a no coincide con una divisiOn poiitica, puesto
todos Ins miembros de Ia sociedad, es decir quc Ia sabiduria politica cstâ en todos los
que estã caractcrizado por Ia falta del mono- hombres. Lucrecio, retomando y desarrolian-
polio le'ai de Ia Iuerza. Justamente por esto do este famoso mito, vio en ci pacto Ia expre-
ci cstado de naturalcza es on stado de igual- siOn de este saber politico (De rerum nalura,
dad (in superiuridad fisica o inteicctuai no v 1023). PlatOn no se aleja sustancialmentc
otorgan un particular derecho ai poder y en de esta linen: Ia sociedad nace de Ia muitipli-
los hechos puedcn cuntrabalancearscj N tam- cidad de nccesidades del hombre que lo ponen
bién de libertad, con tai que por lihertad se en Ia imposihilidad dc bastarse a si mismo,
entienda una condiciOn de independencia o teniendo £-1 necesidad de una infinidad de
ci ser patroncs de si mismos. En el estado de cosas, y de i-'tu deriva necesariamente una
naturaleza, por in tanto, no hay ni soberanos divisiOn dcl trabajo que será tanto más alta
ni sOliditos, iii cnores ni siervos, pro Ia fuer- cuanto más alto sea ci nivci dc vida. Peru, a
in es siempre potencial y en estado difuso. difcrencin de Pmotágoras, In divisiOn dcl tra-
En este punto, retornando ai discurso mi- - hajo implica también, para una ciudad sana,
cial, es necesario ver por qué, para ins con- Ia formatciOn de un nuevo oficio, ci de custo-
tractualistas, se dehe pasar dcl estadri de din, v por lo tanto una neta separacion entre
naturnieza ni dc sociedad, teniendo sin gobemnados y gobemnantes, busada en ci par-
embarn presentes i:is principaks teorias ticular saber que sOlo cMos Oltimos tienen.
untropoioicas que nos dan una explicaciOn Por el otro lado --y ésta es una teoria
dcl paso dci primate ai hombre politico, dcl mode ma y contemporanca—, en una visiOn
animal al homo faber. con Ia especificaciOn mas pesimista se ha puesto ci origen dcl
de las "neceidadcs" que favorecieron este poder politico no en In capacidad técnicn del
paso. NOtese, entre parénte',is, que para todos hombre respecto de los animaks sino en Ia
sc trata de una lenta evoiuckrn debida a in desproporciOn entre las nccesidade dcl hr,m-
particuiar naturaleza dci hmbre a a Ia casua- bme y los medios para satisfaceria. Est flue-
lidad, mientras que a veces en Ia iogica con- vo fundamento fuc sostenido por Hobbes,
tractualista se trata de un verdadcro salto de quien, anticipándosc a Freud (Die Zukunft
Ia naturaleza a ia sociedad. eincr Illusion, 1927, y Dus Unb&.ht4gn in dcr
Las respuestas ni prubkma dei origen dci Kultur, 1929), centrO todo en Li proporciOn
hombre son esencialmeiite dos, una de la entre las pasiones y los apetitos de los horn-
CONTRCTLJALiSM()

bres, que son ilimitados, y los medios para ma de Ia divisiOn del trabajo asi presente en
satisfacerlos, quc son limitado.s (Dc cive. I), el segundo Discours: es ci propio pueblo el que
lo que causa una guerra de cada uno contra dehe autogohernarse dzndose directamente
todos. El hombre cambia asi Ia independen- las leves, sin ninguna mediación de reprcscn-
cia y In libertad originarias (el vivir segün el antes, mientras que el gobierno, en un sen-
principio del placer), de las que difIcilmente tido estrecho, tiene Ia mera tarea de aplicar
y por poco podia gozar. por Ia seguridad y Ia las leyes y par lo tanto da fuerza a una volun-
paz (con Ia satisfacción retrasada y limitada tad ajena.
de su propio placer). mediante Ia instauración
legal de un poder irresistible, más fuerte quc III. TRES TEORIAS SOBRE El. OKIc.EN 1*1, PODLR P0! ITt.
cualquier individuo. El consenso al soberano (0 El c. no es Ia ünica teoria sobre ci origen
coincide con Ia aceptaciOn del principio dc del poder politico, como tampoco es Ia ünica
realidad v de las rcpresiones de las que es ci caracterizada por un elemento voluntarista,
elemento constitutivo, o con Ia formación del en ci sentido en que ci orden politico es In
superyó, nueva forma de voluntad general en expresiOn de un acto de voluniad v por lo tan-
Ia cual las voluntades particulares logran to una construcción artificial. Justamente Ia
suhl I marse. encontramos en los origenes del debate poli-
Esos temas son en gran parte extrufios a los tico secular sobre Ia naturaleza del estado,
otros contractualistas, aunque sus considera- aunque en posiciOn minoritania. junto a utras
clones juridicas v politicas muevan a Ia acep- do.con las cuales estará cada vez rnOs entre-
tación y a Ia defensa de aquel alto nivel de lazada en In histonia del pensamiento politico.
vida que ci hombre a través de Ia técnica, y En eI diálogo contenido en los dos prime.
por lo tanto a través de Ia division dcl traba- ros libros de Ia Repithlica de PlatOn estOn
joy Ia propiedad privada, habia logrado con- expuestas, personificadas por siete personas.
quistar. Ellos yen en el origen de Ia sociedad las cuatru teonias principales sobre el origen
aquella necesaria colaboración a Ia que cI de Ia polls: en el fondo las opiniones tradicio-
hombre es conducido por Ia exigencia de nalistas de los huéspedes Ci'IaIo y Polemar-
satisfacer sus propias necesidades, y en ci on cc), que defienden las viejas concepcioncs
gen del gobierno exclusivamente una necesi- mitolOgicas, luego Ia tesis de los sofistas Ira-
dad politica claramente utilitarista. Ia de una simaco y ClitoiOn, los que de manera realis-
coexistencia garantizada, exigencia quc se ta observan que Ia justicia noes otra cosa que
mueve entre un minimo, el del orden v de Ia aquel orden impuesto por quien tiene Ia fuer.
Paz social, y un mximo, el de una mayor za de hacerse obedecer: es esto lo quc favo-
seguridad al ver tutelados los propios dere- rece al que manda, al poder constituido. es
chos. Excepto en Rousseau v en Kant, en los decir a quicn es mOs Fuertc. Glaucón v Adi-
cuales Ia iOgica utiiitarista está ausente, ci manto, los hermanos de Platón. para estimu-
paso al estado civil he presenta como un ver- tar a SOcrates. exponen Ia tcsjs contractu i-
dadero deber moral. Sin contar Ia divisiOn del lista de una panic de Ia sofistica (Calicles): par-
trabajo, consecuencia dcl hecho de que el tiendo de Ia contraposiciOn entre nomos (lev)
hombre Cs un animal que trabaja, todos ellos y phvsi.c (naturaleza), afirman que los horn-
aceptan también —salvo Rousseau— Ia divi- bres venciendo y sufriendo derrotas (lo quc
sión entre quien ejerce directamente v quien es justo por naturalcza) consideran Otil en un
no ejerce el poder politico, entre gobernan- cierto punto ponerse de acuerdo entre si pam
tes v gobcrnados. o Ia platonica función de instaurar Ia paz. estahlecicndo leves v acuen-
los custodios. Sin embargo, con esta diferen- dos recIproos, que son justos pin convencion.
cia: que los magistrados legitiman su poder En este punto SOcrates (en realidad Platón)
no por el particular saber en los que son espe- expone su concepción del estado entendido
cialistas sino por eI consenso de todos los aso- como organismo. que Cs sano cuando en base
ciados. en Ia medida en que, de acuerdo con a Ia divisiOn dcl trabajo cada uno hace bien
Protágoras, todos los hombres poseen ci arte su propio oficio c inteniuniza Ia necesidad dc
politico. Ei Onico que intenta superar esta esta particular I unciOn para el bien dcl todo:
alicnacion dJ podcr politico e Rousseau, Ia justkia es asi una armonia consciente v
quien sin embargo hace a un lado el pruble- viviente.
CONTRACTUALISMO 357

Esta ültima teoria, remarcando que Ia La conccpciOn orgánica. remarcando Ia


sociedad es un hecho natural (ci hombre naturalidad de Ia sociedad, constituye lOgica-
podria vivir en una situacin asocial —es mente Ia radical antitesis del c.; sin embar-
decir en ci estado de iiatuiaki.a— solo si Fuc- go, de hecho no excluye elementos contrac-
ra una bestia 0 Ufl dios), que el poder es una tualistas. El propio PlatOn (Leves, in, 684)
necesaria función social, representa Ia anti- aclara en los cstados dOricos ci camblo de
tesi.s radical de las otras dos concepciones juramentos entre rey y subditos; en Ia edad
voluntaristas, las cuales yen surgir ci estado moderna ci aristotelismo es enriquccido con
a partir o de Ia fuerza o del consenso. Esta elementos contractualistas: par ejemplo, para
será orgánicamente desarrollada por Aristó- Grocio Ia sociedad pacifica y ordenada exis-
teles en el primer libro de Ia Poiftica, que den- te naturalmente por ci mismo appelilus socie-
va del principio de que ci hombre es par natu- lalis del hombre y solo Ia Forma de gobierno
i-aleza on animal politico y social: conforme (noel estado) es de origen contractual. La vcr-
a esto expone una interesante teoria dcl desa- dadera oposición consiste en ci hecho de que
rrollo politico. desde Ia familia, que existe las teorias contractualistas brotan predomi-
para las necesidades elementales e inmedia- nanternente en ci piano prescriptivo, mientrs
tas dc Ia vida, hasta Ia aldea con estructura que las organicas lo hacen en ci piano descrip-
gentilicia, que apunta a una utilidad más corn- tivo. Estas Oltimas, en efecto, incurren muy
pleja, y Ia poiis, quc solo Cs autosuficiente y a menudo en ci riesgo de eludir ci problernu
se basta a sj misina porque tiene coma fin ci central del c., ci de legitimar ci pdcr con base
vivir bien: Iapvlis es Ia Onica estructura poll- en ci consenso. Si Ia vida politicamente orga-
tica que emancipa al individuo de Ia autori- nizada es Ufl hecho natural y necesanio, si ci
dad doméstica y lo hace protagonista de Ia gobierno es una función social, entonces
vida politica. todas las formas de gobierno son iguales y se
Esta concepciOn órganica de Ia sociedad, disponen sobre un mismo piano, atribuyen-
por Ia cual ci todo es más que Ia suma de las do toda su legitimidad a su efectividad, a su
partes individuales y cada parte se adecua a existencia dc hecho: es dificii. asi. quc ci dis-
una particular función en Ia vida dcl todo, se curso pueda desplazarse en ci piano prescnip-
presenta en distintas versiones en toda Ia his- tivo sabre el modo concreto con qué organi-
toria dcl pensamiento politico, y es por cier- zar ci gobicrno legitimo. Sin embargo, aun en
to Ia teoria dominante. En el Medievo es cons- ci piano descriptivo, ci probiema de una dis-
tame Ia comparuciOn de Ia sociedad politico tinción se presenta y es resuelto de las mane-
con ci cuerpo humano; en Ia edad moderna, ras más diversas: por ejemplo. para Aristó-
a pesar de Ia difusión de las teorias contrac- teles hay una diferencia cualitativa entre Ia
tualistas, Ia concepción aristotélica no pier- aldea y Ia puiis, donde soiamente hay vida
de par cierto su I ucria v su prestigio. Par fin, politico v, junta a las formas rectas de gabier-
en ci siglo xix, con Ia reacción a Ia revolucion no, existen las degeneradas, en las cuales Ia
francesa v al racionalismo se difunden por clase en ci podcr actOa pensiguiendo su pro-
toda Europa las teorias organicistas, concor- plo interés particular y no ci de Ia cornuni-
dantes en Ia demostración de Ia insuficiencia dad, sin después tener presente ci despotis-
del individualismo y dcl c. para fundar ci ma asiático que es Ia antitesis del gobierno
orden social. Burke, en efecto, extiende al helénico. Para CicerOn, no toda sociedad es
estado Ia concepción orgánica dc Ia sociedad respublica sino solamente aquélIa en que ci
civil que era propia dcl pensamiento inglés pueblo es "luris consensu et utilitatis commu-
(Hume, Ferguson), mientras que Hegel corn- nione .sOCiatUS" (Dc republica, i, 25), donde
bate constantemente Ia idea de contrato coma elemento discriminante y legitimante
social porque funda Ia majestad del estado cstá justamente ci derecho, y para todo el
sobre un principio de derecho privado. Esta Medievo es dominante ia distinciOn entre rey
orientaciOn antocontractualista será reforza- y tirano.
da par Ia antropologia evolucionista que, con En ci ámbito de Ias teorias voluntaristas Se
Taylor v Morgan. exciuye que en los origenes contrapunen al c. todos aquellos que, en cam-
dci viir .ociaI existiera un pacto entre los bio. reconoccn ci elemento constitutivo del
hombres. estado en Ia fucrza: ci intérprete de esta posi-
358 CONTRACTI;AUSMO

dOn en ci diaiogo piatónico es justamente de una liberaciun absoluta: en ci prcsentc solo


Trasimaco. Con el c. tienen a menudo, ade- existe Ia fuerza, ci dominio, Ia represion. v
más, un elemento comOn: el del estado de cada estado, en cuanto estado, es sicmprc una
riaturakza, at cual se obscrva con nostalgia, dictadura. El pcnsamicnto contractualista no
en Ia medida en que el estado surge de un acto niega por cierto Ia existencia de Ia fuerza,
de supremadia. En Ia historia del pensamien- peru Ia ye operandu de distintas maneras en
to politico rnoderno esta teoria no ha tenido ci estado de naturaleza y en ci estado social.
mucho suceso, aun cuando dos grandes con- En ekcto, en ci primero ci hombrc está suje-
tractualistas, Spinoza y Hobbes, que ponen to al constantc riesgo de ser agrcdido asi
al consenso en ci origen del estado, yen lue- como a Ia tentaciUn de agredir: justamente
go su fundamento en su capacidad coerciti- para evitar esta situaciOn de inseguridad don-
va dc obtener obediencia de los sObdiios a tra- de Ia fuerza actüa en estado difuso v cada uno
yes de las sanciones, par to que ci derecho ter- es libre de decidir Si usarla o no. siendo al
mina por coincidir con Ia fuerza. En Cpocas mismo tiempo juez v parte, los individuos ins-
más recientes, luego de los primeros estudios tauran a travCs dcl cant rato ci monopolio de
antropolOgicos, esta teoria tuvo un nuevo Ia fucrza en manos del gobierno. Ei estado,
impuiso: recordamos ai sociologo Ludwik para los contractualistas, es par lo tanto turn-
Gumplowicz, que ye nacer el estado a partir bién fuerza, peru es una fuerza de tipo dis-
del predominio de las hordas viotentas de los tinta, segOn que estc monopolio sea instau-
nómadas sobre las más pacificas poblaciones rado par un contrato, es dccir por eI conscn-
dedicadas a Ia agricultura. Pero ci éxito de so de los asociados, v cntonces se habla de
esta teoria v su difusiOn en Ia cuitura se logra "poder". o se dC solarnente dc hecho, tenien-
con Ia sociologia de Comte, con ci rnarxismu do como Onica justiiicaciOn su propia efica-
y con ci psicoanãlisis. Para Comte Ia sociedad cia, y entonccs se habia de "fuerza". En el
está gobernada por Ia fuerza, dada por ci ámbito de los contractualistas. sin embargo,
nOmero o por Ia riqueza, a Ia quc es neccsa- es necesario hacer una ulterior distinciOn
rio oponer el poder espiritual, exigencia per- entre quien concihe, corno Spinoza ' Hobbes,
manente de Ia sociedad. Engeis, aclarando el esta sobcrania ünicamentc corno capacidad
contempuránco origen de Ia familia, de Ia pro- de obtener, con ci consenso o con Ia coucciOn,
piedad y del estado, repite Ia tcsis marxista obedicncia a sus propias normas, v quien, en
segOn Ia cual ci estado es siempre. en cual- cambio, establece Ia necesid.id de un consen-
quier forma que se manifieste, un instrumen- so indirecto a travCs de Ia rcprescntacion,
to de opresión en manos de Ia clase econOmi- coma para Locke o Kant, o dirccto dcl pue-
camente dominante. El psicoanálisis, a su vez, blo, como para Rousseau, a las normas de
o interpreta en dave simbOiica algunos mitos comportamiento del suberano, dejando su
y levendas de Ia antiguedad, segün las cua- aplicación a un Organo subaltcrno (d cjccu-
les ci estado surge del homicidio dcl herma- tivo) aI poder legisiativo, que es ci verdadero
no (ROmulo v Remo, Cain y Abel, Os iris v Set), soberano.
o ye elfin de Ia pacifica sociedad mat riarcal En Ia teoria sociologica contemporánea,
en Ia rebeliôn de los hombres o bien, de un justamentc par prevalecer su orientación des-
modo más articulado, pone como fundamen- criptiva, son dominantes aqucllas concepcio-
to de toda Ia civilizaciOn ci complejo edipico: nes que se inspiran en ci organicismo o en ci
es Ia rebelión de los hijos contra ci padre, jefe conflictuaiismo, mientras que ci c., par Ia car-
indiscutido de Ia horda primitiva. v Sn muer- ga prescriptiva que contenia, parece fuera de
te, los que están en ci origen dcl estado; pero, escena. A las preguntus: c cOmo es posible ci
y aqui se inserta un elemento contractualis- orden v Ia cohesion social?. iqu& es lo que
ta, los hermanos Sc ven luego obiigados a esti- mantiene unidos a los hombres?. Zque Cs Ia
puiar pactos entre si parL ci reciproco respeto quc conduce a Ia IimitaciOn de los impulsos
de las mujeres. • de los instintos individu.tles, al control de
Lt IimitacjOn de todas estas teorias consiste Ia violencia?, tudavia be responde sustancial-
en ci hecho de que no permiten ninguna alter- mentc con las ricjas tc5i5: par un lado estã
nativa realista, excepto Ia nostalgia de una quien sostiene que Ia sociedad es un hecho
perdida edad de oro o Ia utopica perspectiva natural decnido posibk a par una cunside-
(ONIRACTUAI.ISMO 59

radon utilitarista (los hombres no pueden exception, suspendiendo ci derecho, o recuer-


sat isiacer sus necesidades sin colaborar con da que Ia sociedad cstá en pie par Ia coerciOn
otros) a par Ia propia cultura (par ci comün del grupo mãs fuerte, que ci poder consiste
consenso a ciertos valores) que es interiori- en ci poder dispuner dci instrumento de con-
zada en ci proceso de educaciOn social; par trol de las sancioncs y que justamente ci ejer-
ci otro estt quien afirma que Ia sociedad está cicio de Ia autoridad suscita incvitablemen-
lundada en Ia coercion y en Ia amenaza de te resistencias y tensiones: las instituciones
sanciones. En ci si1lo xix, en verdad, Ia teo- no son monumentos dcl consenso sino bustio-
ria orgánica trató de absorber ciementos con- nes pura garantizar Ia paz.
tractualistas, poniendo sin embargo ci con- El c. en ci siglo XIX parece fuera de escena:
trato en elfin y no en ci principio del p1-ace- esto se atribuye a un dobie orden de motivos.
so histOrico: Spencer(1$20-1903) ye Ia solida- Par un lado Ia hipOtesis de Ia que se pane,
ridad social coma un acuerdo espontãneo de el estadu de naturaleza del cual los hombres
los intereses individuales, expresados en los habrian salido a través de un contrato, se ha
contratos individuaics; H. S. Maine (1822- revelado tutaimente abstracta e irreal luego
1888) ye Ia evoluciOn historica como un pro. de los estudios antropoiogicos. Por otro lado,
gresivo paso de un regimen de estatus it un el c. ofrece una escasa ayuda en ci piano de
regimen de contrato; A. Fouiliéc (1838-1912) una teoria que quiera ser meramente expli-
teoriza Ia sociedad coma organismo contrac- cativa del orden (Ia orgánica) y dci cambio
tual. Sc trata de una apologia descriptiva dcl social (Ia conflictual). El c. es miss que nada
orden liberal que hay ya no tiene ninguna una teonia prescriptiva sabre el mejor orden
comprobaciOn de hecho. poiitico, v par Ia tanto su iniluencia en Ia cul-
Estos temus contractualistas desaparecen tura con temporánca se encuentra en el cons-
del todo en ci siglo xx, en Ia corriente que titucionalismo, en las diversas ingenierias
parte de E. Durkheim (1855-1917) y concluye constitucionales que nacen dci lecundo
en T. Parsons. El arden social es posible por encuentro entre una experiencia teOrica y una
una solidaridad orgánica que se basa en Ia experiencia práctica: Ia del c. clásico y Ia del
division del trabajo a partir del cual I orma c. coma hecho histOnico. Salia de escena jus-
una armonia social; de otra mancra, existe un tamente cuando en Ia sociedad civil se iba rca-
natural consenso sabre los valores Oltimos de lizando una dimensiOn no institucional, quc
los cuales deriva ci equilibria social: Ia socie- me jar garantizaba ci gobierno basado en ci
dad es un todo (integrado) y ci individuo nadat, consensa que era el fin dcl c. Aiudimos a Ia
mientras que cada divisiOn de autoridad, F ormacion de Ia opinion pObiica, como esfe-
prestigio, ganancia, responde a iieccsidadcs ra que media entre los individuos piivados y
Iuncionziles. El problema, propio de los con- ci poder politico, sobreponiendo las decisio-
tr.jctuaiista.s, acaba par ser disuelto: ci poder nes de este Oltimo a una evaluaciOn critica.
es siempre ejercido en funciOn de Ia sociedad,
nunca en contra de ella, y es hi expresión de IV LA SIXTAXIS DEL (.1)STRA(IUAI.ISW) CLASICO Ei
una valuntad general de valores comunes con contrato es una relaciOn juridica obligatoria
Ia cual colaboran aun los desviados y los anO- entre dos o más personas (fisicas ojunidicas),
malos a, de otro modo, tenemos un equilibria en virtud del cuai son estabiecidos los dere-
con circuitos internos de poder par ci cual chos y deberes reciprocos; son por lo tanto
cada parte desempeña su funciOn particular elementos esenciales los sujetos y ci conteni-
para ci mantenimiento dc Ia totalidad. do dcl contrato, es decir las respectivas con-
En el extremo opuesto, no sOlo his marxis- cesiones a las que están obligados so pena de
tas S los psicoanalistas sina tamhién Ia cien- una sanciOn. El c. ciásico se presenta coma
cia pulitica aiemana(C. Schmitt y R. Dahren- una escucia en Ia medida en que todos acep-
dart) remarca que Ia politica (y ci estado Cs tan esta sintaxis del discurso: o Ia necesidad
una de sus manilestaciones pasajeras) es esen- de instaurar his relaciones sociales y politi-
cialmente hastilidad, lucha, conllicto entre cas basándose en aquei instrumento de racio-
grupos nv ales, v que par Jo tanto es sobera- naiizaciOn que es ci derecho, a de ver en ci
no aquel que, más fuerte, puede indicar de pacto hi condiciOn formal de Ia existencia juri-
hecho Ia hosi.% y decidir sabre el estado de dica del estalo. Peru los distintos autores Sc
360 CONTRACTI AIJSMO

diferencian —y notabiemente— en Ia deter- naturaleza, y Ia imposibilidud lOgica de que


minación de los sujeto.s y dci contenido dci ci soherano 0 Ia voiuntad general violen ci
contrato, como en Ia cspedficacin de Ia posi- contrato.
ble sanciOn parn los transgresores. Los sujetos de Ia rclaciOn juridica en ci pac-
Antes que nada, hay una distinción prcii- to de asociaciOn son siempre las personas lisi-
minar entre dos tipos de contrato que ha sido cas. salvo en las construcciones iederaiistas
prolundizada sobre todo por los juristas Alt- más complejas, como lade Althusius, ci cual
husius y Pufendorl: por un lado tenemos ci ye en ci estado una organizacion compieja,
"pacto de asociación" entre los diversos mdi- que parte del individuo, pero deriva su.s pode-
viduos, que asi pasan del estado de naturale- res de una seric de asociaciunes intcrmcdias
za al estado social decidiendo vivir juntos; par (lamilia, corporaciones, comunas) fundadas
el otro, tenemos ci "pacto de sumisión", quc sabre base contractual: Ia suciedad no cons-
en cambio instaura ci poder politico, al cual ta sOlo de individuos sino también de perso-
se promete obedecer. El primero crea el dere- nae ficiae. En ci pacto de sujecion encontra-
cho. ci segundo instaura ci monopoiio de Ia mos coma sujetos a veces a los individuos,
fuerza; con ci primero nace ci derecho priva- peru más a menudo a una persona ucla, ins-
do, con ci segundo ci derecho pübiico. Es taurada justamente por ci primer pacto: par
obvio que en los dos pactos Ia posición de los un Iado ci pueblo como uni%'ersilas, que actüa
contraventes es distinta en Ia medida en que coma individuo, y por ci atro ci gohierno. que
en ci primero los contrayentes están en una no siempre coincide con ci sumo magistrado
posiciOn de paridad, cada uno comprometién- o con ci rev, pudiendo ser también una asam-
dose hacia todos, '.' por io tanto son libres de blea. Esto sc ye, por ejemplo, ciaramente en
aceptar a no, mientras que ci segundo sirve Puiendorf y en Locke, donde Ia ruptura dci
puma crear una reiación de suhordinación v pacto de sumisiOn no implica Ia ruptura dci
ci individuo no es iibrc de no aceptar si Uflo de asociación: se disuelve ci gobierno. no Ia
de los contrayentes es ci pueblo entendido sociedad.
como unirersizas o como persona ficra, dada Este dohie contrato causO, sabre todo en Ia
que en este caso rige Ia regia de Ia mavoria. cuitura alcmana, ci dificil probiema de con-
En otros términos, en ci primer pucto tene- ciliar en Ia superior unidad del estado al pue-
mos ci principio fraterno de Ia igualdad, en blo y al rev. Ia mait'slus realis y Ia maiestas
ci cual cada uno se compromcte hacia todos; personalis quc acaban par ent mar en confiic-
en ci segundo, ci principio patemno de Ia domi- to cuando se trata de decidir quién. en Olti-
nación, en ci cual Ia relación sc estabicce ma instancia. es juez dcl hien comun v dci
entre gobernantes gobemnadas. interés dci estado o dc Ia violaciOn dci con-
Aigunos contractualistas alemanes insertan trato: si ci rev o ci F, ucbio. En ci primer caso
entre los dos pactos un tcrcero, referentc a lcncmos un contrato no pienamcntc bilateral,
Ia forma de gobierno y a Ia constitución dci en el segundo caso ci magistrado es un sim-
estado (ci pacrurn ordinationis sire lex f:oida. ple mandatario v tenemos una relaciOn de
menialis). pero Ia mayoria de los contractua- Iru.c lee. como para Locke. El problema, en
listas en las distintas construcciones juridi- realidad, es politico antcs de ser tcárico: par
cas a remarca solo ci pacto de sumisión o ye cso a menudo ha sido resuelto. coma en
en ci pacto de asociaciOn Ia logica premisa dci Pufendorf, de una manera coat radictoria rcs-
segundo, que es por tanto ci verdadero pac- pecto de las prcmisa.a sea quitando al pue-
to. Unicamente Hobbes y Rousseau. con un blo toda perconalidad juridica y dcjando asi
esquema coherente y original, utilizan ci p-ac- solo a los individuo% coma port-adores del
to de asociaciOn, a través dci cual. seOn Hob- derecho, o dando lugar al pueblo de expresar
bes, los individuos asociados Se someten en aigunos temas un parccer meramente con-
incondicionaimente a un soberano. que no es suitivo v dejando al principe como juci en
parte del contrato o, segün Rousseau, cons- ültima instancia. El probicma de Ia unidad dci
tituyen una "voiuntad general", en Ia cual cstado hallara con Kant su soiuciOn mas cohe-
cada uno se obedcce a si mismo. En ambos rente a traves dci concepto de separaciOn dc
casos hay una renuncia compieta de los dere- los poderes: en Ia superior unidad del esta-
chos que tiene ci individuo en ci cstadu dc do, ci rev v ci pueblo leste a traws de las
CONTRACTUALISMO 361

asambleas) cumplen con funciones distintas cedentes, que remarcan más que nada los
pero coordinadas, esto es Ia ejecutiva v Ia deberes hacia los otros, e ignoran ci indivi-
legisiativa. dualismo propio de Ia edad moderna.
Por lo que sc refiere al contenido dcl pacto Si ci contrato es una reiación obiigatoria
es necesario hztcer unu distinción preliminar entre las panes, es necesario también ver las
entre los contractualistas más coherentes y sanciones que están previstas contra quien Ia
rigurosos, como Hobbes, Locke, Rousseau v infrinja; ci verdadero problema se establece
Kant, que lo yen como racionalmente nece- sabre todo contra quien, detentando ci poder,
sario v por lo tanto lo consideran indisponi- tiene ci monopolio de Ia fuerza, salvo contra
hk, es decir sujeto a Ia determinaciOn arbi- aquei que con el pacto ha renunciado a un
traria por parte de las partes contraventes, ejercicio privado de su fuerza. Lts soluciones
v los contractualistas más ligados a Ia con- son las más diversas: por un lado cstãn aque-
creta realidad juridica v politica, los cuales lbs que siguen a Grocio, coma Pufendori,
dcjan Ia determinación de los derechos y para quien ci pacto. establecido por Ia volun-
dcbcrcs reciprocos a Ia voluntad de los con- tad, se hace luego necesario y los pueblos ya
trayentes. En los primeros prevalece ci no pueden revocanlo; por ci otro lado están
momento de Ia ratio, en los segundos ci de Ia las tesis politicas de los monarquistas, quie-
volunias. nes retoman teorias medievales sobre ci tira-
Mientras que ci contenido dcl pacto de aso- nicidio que luego serán reelaboradas por Alt-
ciación no va más ailã de Ia manilestación dc husius: corresponde ul pueblo y, en su nom-
un deseo general de vivir juntos, es decir de bre, a Los éforos, que deben actuar culegiada-
formar un solo cuerpo politico, regulando de mente, un jus resistcnhiat.' ci exaucioralionis
cornün acuerdo todo lo que se refiere a Ia contra ci monarca o el magistrado republica-
seguridad v conservación de los asociados. el no que hubiere violado ci contrato. Este dere-
pacto de sumisiön presenta a través dcl tiem- cho a Ia resistencia y a In deposicion del
po los contenidos más diversos. En las épo- gobierno, que ejerza ci poder más aiiá del
cas medieval y moderna, antes del c. clásico, derecho, ha sido luego elaborado sabre todo
tanto en los juramentos de coronación como por ci pensamiento politico ingles con Milton
en los pantletos antimonárquicos, se estabie- y con Locke: para estc ültimo ci pueblo con-
cia, junto con Ia obligación de obediencia por serva un derecho, en contra tanto del princi-
parte de los sübditos. toda una serie de debe- pe como dcl poder legisiativo, de juzgar si
res que correspondian at re: despues. luego éstos actüan de un modo contrario a Ia Ic
de Ia claboracion del concepto juridico de depositada en ellos: no habiendo sobre Ia tie-
soberania, ci pacto servia para establecer rra un juez superior a las partes no queda más
quien debia ejercer este poder legislativo (ci que Ia apelación al cieio, es decir ci derecho
rev o una asamblea, o ci rev junto con una a Ia revolución, para cambiar ci gobierno o
asambieai v si este poder legislativo seria kgi- para instituir un nuevo legislativo. Kant, en
bus soluzus o limitado por ci bien comün, por cambio, expresa una posición contradictoria:
las leyes fundamentalcs o por los derechos de por on lado defiende Ia revoiución francesa,
los ciudadanos. Aun los absolutistas más por el otro excluve, con una prohibicion
coherentes, corno Hobbes, exigen al sobera- "incondicional", ci derecho de resistencia,
no, que además está luera del contrato. garan- puesto que su defensa de Ia legalidad entra
tizar Ia paz v dejan al sübdito ci derecho a Ia en conflicto con su concepto de constitución
ida. Con ci iusnaturalismo moderno, perso- como idea a priori.
nalizado sobre todo por Locke y por Kant, ci Por razones diversas este problema ni
énfasis Se trasluda hacia La defensa de Los siquiera se plantea, ni puede plantearse en el
dcrechus naturales o innutos o racionales del ámbito de las coherentes construcciones de
hombre, para Ia tutela de los cuaks cs ins- Hobbes (o Spinoza) y Rousseau: para ci pri-
taurado. justamente con ci pacto. ci gobier- mero, en efecto, ci soberano, instituido con
no. Esta defensa de los derechos del indivi- elfin de mantener Ia paz, haga Ia quc haga.
duo —del derecho a Ia vida en primer lugar. dehe gozar dc Ia impunidad, teniendo solo él
peru IUCgU los drcchos a Ia libertad v a Ia —v no los individuos— ci derecho dc iuzgar
propiedad— es desconoida en las épucas pre- sobre el hicn y sobre ci mal pura ci cstado.
362 CONTRACTUALISMO

y por lo tanto Ia Onica sanciOn posible para to escrito que estableica los respectivos y
el soberano depende de su incapacidad de recIprocos de rechas-deberes.
mantener el orden, es decir cuando disminu- En ci c. medieval encontramos ci cruce de
ye no Ia legitimidad sino Ia efectividad de su influencias diversas v dispares. Por un lado
poder. Sin embargo, les queda a los mdlvi- La permanencia de elementos romanistas: Ia
duos. aunquc legitimamente condenados a lex regia de imperio, con In cual ci pueblo
muerte, ci derecho de salvar su propia vida. romano habria conferido al principe ci impe-
Tamhién para Rousseau Ia voluntad general rium v Ia poleslas, para algunos representa
Cs siempre recta v tiende solo al bien publico; una alienatio total, para otros cx válida sOlo
pero, de otro modo que Hobbes, el castigo de en Ia medida en quc ci principe Sc desenvuel-
los individuos que violan las leyes generales ye en ci Ombito de Ia delegacion (por ejemplo
del soberano tiene un significado pedagogi- para H. Bracton), para c,tros todavia Cs un ver-
co en Ia medida en que los obliga a hacerse dadero pacto bilateral, revocable si ci prin-
libres. es decir a unit ormarse a Ia voluntad cipe falta a sus obliguciones (por ejemplo.
general. Manegold de Lautenbach hahia de pacto s' de
Si Ia estructura del discurso de los contrac- deposicion). Por el otro lado tenemos ci injer-
tualistas utiliza una misma sinttxis, las solu- to de elementos germánicos, de poblaciones
ciones poilticas a que Ilegan son profunda- que tenian Ia estructura polItica bastante pri-
mente dlv ersts, y bajo este perfil es posible mitiva, que se desarrollaran después en ci (eu-
indicar tres corrientes bien distinguidas. Por dalismo: Ia elecciOn dcl rev o Ia confirmaciOn
un lado tenemos el filOn absolutista (Hobbes, v ci reconOcimienta de Ia sucesiOn se obtie-
Spinoza, Pufendorf), un absolutismo que quic- ne solo con recIprocas promesas. que tienen
re diferenciarse netamente dcl despotismo, en su sanciOn en el juramento de coronaciOn, par
Ia medida en que ye en las órdenes del esta- el cual ci rev se compromete a respetar Ia 1ev,
do no Ia expresiOn de una voluntad capricho- • gohernar con el consejo de los 'ancianos",
sa y arbitraria sino Ia consecuencia de una • los que corresponde una tarea de vigilan-
logica necesaria en cuanto racional respecto cia. El sistema feudal xc presenta luego coma
de los fines. Ia cual actüa en FunciOn del bien un compkju sistcma dc r-lacianes smnaiagina-
de los ciudadanos particulares. En contrapo- ticas (o contract uales) entre señor v vasallo,
sición tenemos ci filón liberal (Locke. Kant), par lo quc si stc tenia derecho en cambiu
que apunta a un control y a una limitaciOn estaba obligado a Ia fidelitas en relaciOn con
dcl poder dcl monarca a través de las asam- su señor, v In violaciOn dci pucto justificaba
bleas representativas, a las cuales se confia Ia rcbeiiOn o Ia represión. Sobre estos elemen-
ci poder legisiativo. Minoritaria es Ia corrien- tos se asentaha Ia cuitura estoica que remar-
te democrática, expresada en un nivel teóri- cuba cOma Ia relaciOn politica era siempre
Co solo profundizado par Rousseau, con una una rclacion bilateral de rcciprocos dcrcchos
solución quc para ciertas aspectos está más v deberes, sobre Ia base de un atorismo de
cerca de Ia absolutista que de Ia liberal, en Seneca We beneficiis) que afirma: 'Ad Reges
Ia medida en que tiende a conformar a todos enim potestas omnium pertinet, ad singulos
las individuos a Ia racionalidad de Ia sobera- proprietas."
na voluntad general. Todas estas tesis, justamente par su fina'
dad prtctica, en una sociedad prafundamen-
V. CONTRACTUAUWO Y COSSTITtCIO\.L15"O El c. te pcnetr.ida por el sentido del derecho v
no es solamente una tearia global, conceptual- siempre dispuesta a discutir ci probkma dcl
mente elabarada, sobre los orfenes de Ia gobierno, ilevan no tanto a una rigurosa cIa
sociedad v del poder politico, v por lo tanto boracion conceptual del c. comrj teorIa de Ia
sabre Ia naturaleza racional del estado. En Ia vida social cuanto a reconocer v mostrar las
hktoria medieval v moderna, ci contrato es caracteristicas del tirano We aquel que ya no
a menudo también un hecho histOrico, es es el vicario de Dios sino el instrumento del
decir que es parte integrante de un proceso diablo v a legitimar las sanciones que puede
politico que hera al constltucionalkmo It.) V tomar el pueblo en su contra, las cuales van
en particular a Ia exigencia de alimentar el de In deposiciOn al tiranicidio. Las tesis de los
poder del gobierno por media de un doumen- pensadores del Medievo tardlo, coma las de
CONTRACUALISM(; 36

Marsilio de Puduu (ca. 1275-1342), Ockham mente es Ia experiencia de las nuevas ciuda-
(1290-1349), Bartolo de Sassoferrato (1317- des que son fundadas despuês de 1636 en las
1357), Nicolás Cusano (1401-1464), retoman regiones que iuego tomarán ci nambre de
temas de los siglos xi (Manegold de Lauten- Rhode Island y Connecticut; en efecto, vemos
bach) y Xii (Juan de Salisbury) y no están tan surgir en territorios desiertos, tuera de cual-
kjos de los que sosLendrin los monarquistas quier jurisdicciOn politica, nuevas ciudades
prutestantes, como G. Buchanan (1506-1582). pequeñas, que establecen como fundarnento
F. Hotman (1523-1590). ci anónimo autor (aun- de su existencia un covenant a agreement, sus-
quc quizá sea Ph. Duplessis-Mornay) de las crito por todos los propietarios libres, con ci
Vindictae emura ivrannos (1579), J. Milton fin de constituir un "body politic incorpora-
(1608-1674), o los teólogos de Ia segunda esco- ted" o un "civil body politicke". Con este pac-
Iástica. coma L. de Molina (1535-16C0), R. to se pretende instituir un gobierno democrá-
Bellarmino (1542-1621), J. de Mariana(1536- tico v popular v se acepta someterse a Ia
1623), F. Suárei (1548-1617). Pero toda csta voluntad de Ia mavoria: quien tenia todo el
literatura. bastante importante para Ia histo- poder era Ia asambica de los freemen y los
na del c., no puede cacr dent ro de èste en sen- pocus mugistrados eran eiegidos anualmen-
tido limitado, por diversos motivos: tanto por te. Con ci tiempo, y acorde, por un lado, con
estar apremiada par intereses inmediatamen- ci aumento de Ia poblaciOn, que conduce a ins-
te prácticos como porque predomina ci dc- taurar un gobierno representativa y. por ci
mento religioso, a porquc no es Ia exprcsiOn otro, con necesidades de defeusa, que obliga
de una tcntativa de racionalizaciôn integral a las diversas ciudades a federarse entre si,
de Ia vida politica (Ia ausencia del estado de se extienden documentos bastante más elabo-
naturaleza por un Irido y por ci otro Ia sOlida rados, que tienen sin embargo siempre su on-
presencia de un derecho natural no secular gen en ci pacto: las Fundamental Orders de
Jo demuestran), a por Ia ausencia de una con- Connecticut (1639), ci Frame of Govermnt'nz
cepción de Ia vida individualista, quc carac- de New Haven (1643. En 1643, siempre a tru-
teriza a todo ci c. clãsico, v del utilitarismo, yes de un instrumento de pacto, nacio una
que es su consecucncia directa, excepto en coniederarion con cI nombie de "Colonias
Rousseau y en Kant. unidas de Nue-a ingiaterra", a Ia cual sOlo
En Li edad modcrna ci c., como hecho his- Rhode Island, par motivos rciigiosos, no se
tOrico, demuestra su vitalidad, con caracte- adhiriO. Justamente de esta experiencia —una
risti.as nuevas v originales, tanto en Ia expe- experiencia vivida poi grandes estratos de Ia
riencia democrática de Ia Nueva Ingiaterra, pobiación, más que determinada par influen-
donde el pacto es el instrumento concreto cias cuituraies— Sc deriva Ia exigencia de sen-
para In formación de un real estado de flaw- tirse gobernados por un documento escrito,
raleza dc nuevas socicdades, que deben afron- quc no proviniese de un çzder extraño a Ia
tar los duros y dramáticos probiemas de Ia comunidad sino que fuese su expresión, un
frontera y dcl wilderness (los espacios desier- pacto que tendrá su logica conclusion en los
tos). como en Ia experiencia aristocrático- articuios de Ia ConfederaciOn primero (1777)
liberal de Inglaterra en busca de una codifi- v en Ia ConstituciOn de los Estados Unidos de
caciOn dci nuevo equiiibrio constitucional America luego (1787).
entre Ia corona v ci parlamento. El otro documento escrito, de inspiración
El primero de estos dc.cumentos —ci mis contractualista, es ci que conciuve Ia glorious
conocido. pero no ci más importante— es ci revolution de 1688-1689: ci Parlarnento Con-
pacto suscrito ci 11 de noiernbre de 1620 -enciOn de 1689 eligiO it Guiiiermo a Maria
sabre ci Mvflower. junta a las costas de Cape para ci trono de Inglaterra con condiciones
Cod, por cuarenta v dos puritanos separatis- bien precisas. repudiando asi Ia teoria dcl
tas: par este pacto se originó una nueva cornu- derecho divino del rev: ci famoso Bill of rilits
nidad politica, ci asent.miento de Plymouth, conhiene claras limituciones al poder real, y
que sC autogoberno hastu 1683 sabre Ia base es un verdadero contrato entre ci rev v ci pue-
de una dcniocracia directa con asambleas blo, representado por ci parlamento, aunque
generales en las cuales participab-'n tudos los en el contenido sea bastante pco innovador
colonos. Mãs importante historica politica- respecto dc Ia viela prãcticu constituciunal
64 CONTRACTI AIJSMO

inglesa. Este docurnento es Ilainado deelara- versales, expresar al hombre nounicnicuY no


clones de los derechos sOlo porque Ia palabra el fenomenico. purque en Ia posiciOn origina-
contrato pareció demasiado revolucionaria. na hay un "velo de ignorancia", no acerca de
Los caminos dcl constitucionaljsmo conti- los problemas de Ia sociedad V de los valores
nental lueron par ciertos aspectos distintos morales, sino sobre los propios dones natu-
del de las nacione.s anglosajonas V menos rales y sobre Ia propia posiciOn social tutu-
influidos par Ia temOtica contractualista, ra. Sc quiere hacer cesar Ia tension entre
puestoque Ia constituciOn no tue ni Un pacto voluntad general e interescs part iculares,
originarlo suscrito par todos los ciudadanos hacer yen quc Ia justicia es tambien utilidaj
que querian vivir en sociedad, ni el choque (no suma de utilidades individuales). Iuiidar
entre Ia voluntad dcl pueblo y Ia voluntad dcl el principio de los "maximin". puesto que los
rev. Las con.stituciones continentales son o Ia hombres, antes dcl saito en Ia sociedad, quc-
concesion de un monarca (las cartas aCt ?Th nan Ia justicia, o sea maximizar las posicio
ve.$) a Ia expresion de Ia oluntad de una nes minimas. Asi quedan lormulados los dos
asaniblea constituvente que representa Ia principios de justicia: "Cada individuo posee
voluntad dcl pueblo. Peru si Ia Iegitimacioii igual derecho a Ia mas amplia libertad posi-
de estas constituciones es distinta de Ia con- ble, compatible con otra libertad igual para
tractualista, sin embargo éstas derivan de Ia los dcmas": "Las desigualdades sociales v edo-
experiencia histórica anglosajona: Ia exien- nomicas deben ser estructuradas de modo
cia dc un documentu escrito que reguk v lIUtI- que sean raciunalmente productoras dc yen-
te los puderes del gobierno y del c. Ia kgiti- tajas para todos v vinculadas a posiciones v
maciOn dcl gohierno en cI consenso. comisiones igualmentc ahiertas a todos".
Buchanan distingue Ia eleccion I undamen-
VI, H. \IA,CO5 rRAclt AI.ISM0 ( (J\TEMIVRA\l:(I. El c., tal constitucional (o contrato) —que cstahlc-
que parecia haber salido de escena, ha ocu- cc las reglas del juego— de las elecciones pus-
pado recientemente un lugar central en ci constitucionales de carácter operativo para
ámbito de Ia filosofia politica: partiendo del fines contingentes, yen consecuencia ci "csta-
pacto social, a sea de las reglas dcl juego qut. do protector" o "estado ãrhitro" —un pader
deben establccersc antes de empezar el jue- neutral que, con ci monopolio de Ia sunciOn,
go, se quicre volver a encontrar un tundamen- impone el respeto de las normas juridicas-
to en Ia obligacion politica v en cI respeto de v el "estado product ivo" a "estado jugador",
Ia 1ev. Sin embargo. los principales exponen- que proporciona los bienes publico.cuvos
tes de esta corriente Ilegan a conclusiones poderes discrecionales deberian movcrse en
politicas distintas: John Rawls busca una el ámbiio dcl primero. que Ia limita. Las flue-
maximización de Ia igualdad, James Bucha- vas reglas del juego debenian obstruir las dcc-
nan readecuar los principius liberal- clones radicalmente individualistas, que ali-
dernocráticos para ci estado de bienestar, mentan el conilicto sin maximizar I:t utilidad
Robert Nozick representar de manera radi- individual. y Iavorccer en camhio juegos e
cal Ia lihertad individual, defender a Ia intercambios cooperaivus, con elfin dc lavo-
anarquia. recer una convivencia constructiva. Noi.ick,
Rawls quiere ilegar a definir de manera en cambio. propane un "estado minima": que
racional un principio universal de justicia (de tendrIa una sola funciOn, Ia de proteger los
Ia justicia distributiva entendida como cqui- derechus individuales contra toda posible for-
(lad): para ella pane dcl contrato social en un ma de violaciOn. Nace, en el terreno del dere-
niel de abstracciOn bastante ms elevado que cho pnivado, camo desarrollo dc Ia autopro-
el de Rousseau v el de Kant. For media de Ia teccion, que se dan los ecinos asociándosc,
liccion dc Ia "posiciOn originaria" (a sea el o como perfcccion de agencias. quc protegen
estado de naturakza), quiere tomar Ia condi- a todos los que :idquieren eta proteccion: el
don hipotetica presocial, en Ia que los mdi. orden politico, instaurado por el estada mini-
iduos libres v racionales pueden escogcr los ma, queda asi explicado en terminus no poli-
principios de justicia de Ia lutura sociedad ticos.
pulitica: ptiedcn cscogcr de manera reulmente No se trata de una menu discusion acade-
"autonoma", ser verdadeios leisladores uni- mica dc tilosolia polttica, va que las distin-
CONTRATACION COLECTIV 365

las soluciones se traducen pronto en una ders. 1968) son los dadores de trabaio, mdi-
inlervenciOn mayor o menur dcl estadu en Ia 'iduaImente u mediante sus asociaciones (v.
vida social v cconOmiea. y reproponen asi asoclaciones patronales) y los sindicatos de
nuex us I imites constitucionales (v. constitu- trabajadores (t'. organizaciones sindicales).
clonalismo) en Ia era de las crisis del estado Presuponc ci reconoeimiento del sindicato
de bienestar (i•.). por parte de las industrias: V este reconoci-
miento y aceptadión seran tanto mavores
BIBE IOC,RAFIA F. Alger, Es.cai sur l'histoire de.c cuanto más intensas (coma cantidad)
(Ioclrine.s dii wnlrat .socia!, Paris, Alcan, 1906; amplias (como area de las materias motivo de
N. Bobblo v M. Bovero, Socierd e 5Mw iiella fib- acuerdo v como nümero de trabajadores corn-
sofia politica mode ma. Milan. II Saggiatore, prometidos) serán las actividades negociadas.
1979: J.M. Buchanan, Freedom in co;z.szituiional El recurso principal dcl que se vale el sin-
conlracl. Austin, Texas University Press, 1977; dicato paru obligar a las direccioncs empre-
J.M. Buchanan, The limits of liberty. Chicago, sariales a negociar ci precift y las condicio-
University of Chicago Press, 1975; M. dAddio, nes del trabajo (antes que decidirlas unilate-
L 'idea dcl contra lie .cociale dai soffisti alla rEfer- ralniente) es su capacidad de organizar Ia sus-
ma e ii Dc principatu di Mario Salomouio. Milhn, pension de Ia erogaciOn del trabajo (V. huel-
Giuffr, 1954; G. dcl Vecchio, ('outrihuri al/a sto- ga): frente a Ia rcaiización, o it Ia amenaza, de
na dcl pensiere giuridico e fiboso lice (1906). huelga las direcciones aceptarán pactur, a
Milan, Giuffrè. 1963; R. Derathé, 1.-i. Rousseau cambio de un regreso a Ia prestaciOn lahoral
ci be science politiquc (IC so;: lemps. Paris. Pres- regular. asociando al sindicato en Ia regla-
ses Universitaires de France, 1950; 0. von Gier- mentación de las condiciones de empleo. La
ke. C. Alilitisius e lv .st'iluppo dde leone politi- c. colectiva, por lo tanto, como propuso
c/ic giusnaturalisriche (1880). Turin. Einaudi, recientemente Pizzorno, retomando a Flan-
1943; 0. von Gierke. Das deutsche Geuo.csens- ders. se caracteriza como un ' proccso norma-
cha/isrechi 0 881 ss.). Gras Akademische Druck tivo por el cual los sindicatos, jun10 a Ia dircc-
und Verlagsanstalt. 1954: J.W. Gough. The social don. actüan en forma de gohicrno privado"
contract, Oxford. Clarendon Press, 1936; T.H. (Pizzorno. 1977).
Green. I.ecture'.c on the prmaple.s of political obli-
,'ation, Londres. Longmans. 1888:0. Jaszi y J.D. H. LAS COXDIUONES PARA El. DESARROLLO M. 1A ION-

Lewis, A'ainsi the tyrant. Glencoc. Free Press, TRATA(i(N (OLE(TIVA. Si hoy Ia act ividad de c.
1957; S. Landucci. I fibusofi e i .wlraggi. l5/O-1 780, constituve una funcion central de Ia acción
Sari, Later-ia, 1972; C.B. Macpherson. Liht'niáe de los sindicatos en los paises desarrollados
propriela al/c orE i,'iui del ,ensiero hori.iie.ce (1962), de Occidente, su desarrollo es relativamente
Milan. Isedi. 1973; R. Nozick, ,lnarchia. slaM. zito- reciente. Tampoco, por otra parte. constitu-
pia (1975). Florencia. Le Munnier. 1981: J. Rawls. y Ia Unica manera de regular las condicio-
Teorw de ba juslicia (1971). Mexico. Fondo de Cul. nes de los trabajadores dependientes. Como
tura Eeonómica, 1979: G. Solari, ludividualisme a observaron los esposos Webb, otros cami-
e diriuo privazo. Turin. Giappichclli. 1939; J. nos practicados fueron el de Ia regulacion uni-
Tussman. Obligation and the bodpolitic. Nue- lateral por parte de las organizaciones de tra-
va York, Oxford University Press, 1960. hajadores v Ia de Ia regulacion legisiativa
mediante Ia acciOn politica.
[t(uI.; ITTEt(Cl] Chamberlain v Kuhn han documentado
ampliamente Ia practica de Ia regulaciOn uni-
lateral en Ia época de Ia afirmaciOn de los sin-
dicatos de oficios: en este caso Ia asociación
contratación colectiva de los oficios es Ia quc debe establecer, it tra-
yes de un pacto suscrito por todos los asocia-
I IHI Isa. 10's. C. culccti a C, ci proceso poE ci dos, las condiciones pur las que debera pres-
cual en gran parte de Ins paises industriali- tarse Ia actividad laboral. v estas condiciones
,ado,. de Occidente se .tcuerdan las condicio- seran las que Sc buscara imponer a las empre-
nes de cmpleo de las tuerzas de trabajo. Los sas rncdiantc el rechazo a traba jar por menos.
adores de esta "regulacion con junta" (Flaii- Naturalrncnte esto presupone quc ningün tra-
366 CONTRATACION COLECTIVA

hajador del oliciu acepte condiciones inferio- ilL LOS DISTISTOS SISTEMAS COXI kACTUALIS. Segün
re.s o, para decirlo de otro modo, esto presu- las posiciones ocupadas en La division inter-
pone un control rigido de In oferta sobre ci nacional dcl trabajo, las caracteristicas dcl
mercado de cada oficio. Por eso los sindica- mercado interno de trabajo, ci gradu de diver-
tos de oficios han desarrollado sistemas de sificaciOn de In base productora, In época y
sanciones contra quien infringe ci pacto, de ci tipo de sindicalismo que se ha desarrolki-
subsidios para quien se encuentra temporal. do en ella, se ban ido definiendo en los diver-
mente desocupado v subre todo de control dcl sos paises industriales sistemas contractun-
ingreso en ci oficio a través del monopoiio del les especificos (Pizzorno, 1976).
aprendizaje (Chamberlain v Kuhn, 1965). La que caracterizu a on sistema contractual
Si el camino de In retulacion unilateral está son el nivel (0 los niveles) en que sobrevienc
estrechamente ligado al sindicalismo de oh- In contrataciOn, el marco normativo que regu-
dos en situaciune' de mercada favorabics a Ia los procedimientos v In amplitud de las
In oferta (s todavia sc cncuent run rastros de materias que es posible tratar en In negocia-
ello hoy, sobre todo en las prácticas de las ciOn, Ia cantidad de trabajadores a los que se
asociaciones profesionales: Clegg. 1980), ci aplican los acuerdos, las prácticas previstas
camino de Ia regulacion mediante In interven- para In administraciOn dcl contrato.
don legislativa, a continuaciOn de presa'ies Por Ia que respecta a los niveles de Ia c., los
en on nivel politico, con.stituye por muuo In dos extremos son: par un lado aquel en ci que
ünica posihilidad de establecer normas gene- se negocia casi excIusi'amcnte dentro dcl
rales al control de las cundiciones de trabajo nivel nacional centralizado entre los sindica-
de los obreros no profesionales, y cIlo cuan- tus nacionales y las asociaciones de los
do se encuentran en condiciones de debilidad empresurios s en el cual tiene escaso peso Ia
ante ci mercado. c. dentro del nivel local (como en In Italia de
A partir de los grtndes movimientos de los años cincuenta y par largo tiempo en Fran-
reforma social en turno a Ia mitad del siglo cia), y por ci otro aquel en el que sucede en
pasado. v más tarde con Ia constituciOn de los un nivel descentralizado mediante ci contra-
sindicatos de industria quc incluso organir.an to de empresa (como en Estados Unidos).
a las grandes masas de obreros no calilica- Muchisimas son pues las soluciones interme-
dos, hasta nuestros dias, ci recursu a Ia acción dias, en las que a una c. cent raiizada en algu-
politica, directa a indirectamente. a través dcl nas materias generales tal como Ia determi-
apoyo de los partidos socialistas, se afirma naciOn de los salarios minimos y del horario
cada vez que ella parece mãs ventajoso. o de trabajo) se afianza una c. descent ral izada,
menus ruinoso, quc Ia acciOn econOmka (Pu- de niwl regional a local o de emprcsa a aun
zorno, 1976). de departamento.
El dsarrollo dc In c. colectiva se vucive Eij lineas generales se puede decir que
posible cuando el sindicato se conierte en cuanto rnás centralizada es Ia c, tanto más
una organización estable, duradera, cuya los sindicatos estarán cmpenados en In per-
supervivencia no está sujeta a las fluctuacio- secucion de estrategias generales de coordi-
nes dcl ciclo econOmico. Esto puede suceder naciOn v reparto ju.sto de las condiciones del
bien ca gracias a una fuerte expansiOn de Ia empleo (sindicatos "dc clase"); cuanto más
industria en cundiciones de mercado de tra- esté In c. en un nivel descentralizado, tanto
baja cuva oferta es sutancialmente favora- más el sindicato se mostrará sensible a las
bk, coma sucediO en Estados Unidos a fines condiciones econfurnicas dc las empresas mdi-
dcl siilo pa".ado, o bien gracias al apoyo de viduales (como en ci llamado business unio-
leislaciones favorables a los sindicatos, uzism estadunidense).
coma sucede en muchos palses durante los Inclusa ci marco normativo dentro dcl cual
periodos bélicos, cuando los sindicatos acep- se desarrolla el proceso de negciaciOn varia
tan hacerse 2arantes del buen furcionamiento considerablemente de pals a pais. Existen
de In pruducción a cambio del reconoci- casos (coma el dc Alemania feder.sl) en los que
micnto. In c. coIectia aparece minuciosamente regu-
lada por kves pou Ia quc Iuace a los niveles
en los que es posible negociar las diversas
CONTRATACION COLF.CTIVA 367

materias, los procedimientos a los que es obli- no de los trubajadores, mediante decisiones
gatorio atenerse, las circunstancias en las que de cüpuia o bien tomadas en Ia peritenia)
es lcitimo o no recurrir a Ia huelga, asi coma conslituye on aspecto central de In aetividad
los casos en los quc Sc recurre a mediaciones de las dirigencias sindicales v uno de los prin-
arbitrates püblicas a privadas. cipales indicadores del tipo de estrategia per-
En otros palses, coma en Gran Bretana seguida por los sindicatos. La decision de apo-
(antes de las leves sobre relaciones industria- yar más un objetivo que otto, v un objetivo
les de los anos setenta), las nurmas v los pro- deterniinado en unu determinuda forma mAs
cedimientos que regulan In c. están formadas que en otra, dependerA cada vex de Ia necesi-
par Ia costumbrc, libremente adoptada por dad de crear solidaridad entre estratos dis-
las partes, que se ha consolidado en In prãc- Limos de In clase obrera, a hien de acoger las
tic'. En Italia, Ia iegistacion prevé una eleva- demandas de las que son portadores grupos
da libertad de iniciativa de las panes socia- especificos, de sulicitar consensos v adhesio-
les, limitánduse a extender erga omnes In vali- nes, a también de moderar las dernandas para
dez de los contratos colectivos estipulados obtener un mayor reconocimiento par las
par los sindicatos representativos; incluso el cant rapartes y para poder entrar con más cré-
recurso a In mediación püblica en In compo- dito en cI intercamhio politico curs el
siciOn de los conflictos de trahajo, que ha gohicino.
aumentado en ci transcurso de los años seten- Si se considera Ia amplitud de In c., se tra-
ta, ha permanecido en el piano de Ia iniciati- te del area de las materias sabre las que pare-
va voluntaria y no obligatoria. En general, los cc legitimo intervenir en Ia negociación, sea
sindicatos italianos han rechazado hasta hay et nAmero de los trabajadores cuyas condi.
una reglamentacion, aun contr.itada tort las ciones de empleo queden reguladas median-
contrapartes. de Ia actividad de ncgociación. te acuerdos colectivos, ésta ha aumentado
En este sentido, el sistema italiano aparece considerablemente en todos los palses desu-
como uno de los menus institucionalizados. rrollados de Occidente. En In Italia de los
La matenia central de Ia c. es el salanio, años setenta se ha pasado de In c. aun minu-
directa a indirectamente, a través de In defi- ciosa de muchos aspectos de las condiciones
nición dcl horario. de las cargas de trahajo, de trabajo a Ia reivindicaciOn de denechos de
de los sistemas de incentivación, dci cncua- iniormaciOn y control sabre planes de desa-
dramiento categorial, de In profesión. A rrollo dc las empresas en los sectores indus.
menudo se distinguc entre reivindicaciones tniales. Pero, adcmás de Ia industria, ci méto-
sal.triales y reivindicaciones de control de las do de negociaciOn se ha extendido a In agni-
condiciones de trabajo, o, aun mejor, entre cultura, a los servicios v aI sector tercianio
reivindicaciories que implican una mejoria püblico y privado en general: en Ia prActica
inmediata del saiario y las que implican una a toda Ia economia. Sin embargo, en In reali-
mejoria dilenidu o que implican un aumento dad escapa a In capacidad de control sindi-
dcl poder de intervención de los representan- cal In determinaciOn de las condiciones de
tcs sindicales (a sea que amplian ci area y In empleo de los trabajadores ocupudos en In ha-
ncccsidad de In mediacion de negociación). mada economia "sumergida", o sector no pro-
Una ulterior distinciOn po'.ible es aqudla tegido de Ia econornia.
entrc reivindicztción cuvos beneficios se apli- Esta ültima observación nos Hera al punto
can de munera igual para todos los trabaja- final: los contratos. ademAs de negociarse,
duie a los que se refiere el acuerdo v que dcben aplicarse. El grado de desarroflo de téc-
reducen los diferenciales salaniales (objetivos nicas v procedimientos para Ia administra-
igualitarios) v reivindicaciones cuos bench- cion del caritruto es uno de los rasgos que más
CbS tienen en cuenta his diferenciaciones, difcrencian los di'-tintos sistemas contructua-
profesionale' ode estatu,eistentes critre los les. Es probable que, desde este punto de vis-
trabajadores (como los ztumento porcen- ta, Ia eficiencia v Ia eficucia dcl sistema sean
tuales). tunciOn de Ia antiücdad de Ia consolidaciOn
La cspecificación de los objetivos contrac- sindical. Existen casos (coma el estaduniden-
tuaks a neiociar con his contlapaltes v el se v el sueco) en el que el sistema de los pro-
modo en que sucede (mediante Ia consulta a cedimientos de reclamacion (rie'ance prua'-
368 CONTROl. SOCIAL

dure) aparece minuciosamente reguludo por les de c. social a ]as que recurre un determi-
los acuerdos, cuya aplicación con.stituye una nado sistema para obtener ci consenso: el
de las actividadcs principales de los represen- area de los controles cxtcrnos y Ia de los con-
tunics sindicales. Mucho más informales. troles internos. Con Ia primera expresión se
otros sistemas, como ci britänico, donde por huce relerencia a aquellos mecanismos (san-
otra pane ci sistema de control ilevado a cabo ciones, castigos, acciones reactivas) que se
por medio de delegados de departamento tic- ponen en marcha en relaciOn con los sujetos
ne una amplia tradición y está muy desarro- en ci caso de que éstos no se conformen a las
liado de hecho, o como ci italiano, en ci que normas dominantes. En este nivel nos encon-
Ia débil tradiciôn (hasta fines de los años ti-amos ante una gama de sanciones rnuy
sesenta el sindicato no estuble presente en los variada y de distinto peso punitivo, entre las
iugares de trabujo: t'. representaciôn obrera cuales cabe mencionar, además del caso
se asocia a on bajisimo grado de I ormaliza- extremo de Ia muerte, ci de Ia privaciOn de
don: Ia capacidad de contrular Ia aplicaciOn determinadas recumpensas y derechos, for-
del contrato será al mismo tiempo sobre todo mas de interdicciOn y de aislamiento, otras
resuitudo de las relaciones de fucrza. de reprobaciOn social, de rechazo, de sátira.
En el area de los controles internos encon-
BIBLIOCiRAFIA; H. Ciegg, Sindacato e coutruuuzio- tramos aquellos medios con los que Ia socie-
ne colleitiva (1976), Milan, F. Angeli, 1980; C. dad intenta una interiorización en los sujetos
Crouch y A. Pizzorno (comps.), con filth in Euro- —sobre todo duranie Ia sucializaciOn prima-
pa. Milan, Etas Libri. 1977; N.W. Chamberlain na— de normas, valores, metas sociales con-
y J.W. Kuhn, collective bargaining, Nueva York, sideradas fundamentales para ci mismo
McGraw Hill, 19652; A. Flanders, Bargaining orden social. Los controles internos son pun
theory: the classical nodei reconsidered, en tanto, como afirma Berger, los que no ame-
Industrial relations: contempora rv issues, a car- nazan a una persona desde ci exterior, sino
go de B. Roberts, Londres. Macmillan, 1968; A. desde ci interior de su conciencia: "los con-
Pizzorno, Osse rvazione compa rate suile rappre- troles internos dependen de una socializaciOn
sentanze del lavoro nei pacsi capitalislici at'an- bien lograda; si ésLa sc ileva a cabo correcta-
zaze, en Problerni dcl movirnento sindacale in ha- mente, entonces ci individuo que comete
ha, Milan. Fcltrinciii, 1976; A. Pizzorno, Scam- transgresiones a las reglas de Ia sociedad será
hio politico e identiiâ colletiita nel con fluto di condenado pun .su misma conciencia, que en
cla.sse. en C. Crouch y A. Pizzorno(comps.), Con- realidad constituye Ia interiurizaciOn de los
fliiii in Europa. Milan. Etus Libri. 1977; A. Rees. cont roles sociales".
Función de los .sindicatos en Ia econo,nza (1962). El objetivo del control no es propio sola-
Buenos Aires, Marymar, 1968; S. v B. Webb. La mente dcl sistema social o de los gnupos domi-
democrazia industriale (1902). Turin. uii. 1912. nanics en él, sino tambián de los que cn una
determinada sociedad aparecen como desvia-
[iDs K1:(..LIA] cionistas. En efecto, las dinámicas y proce-
SOS que caracterizan a los grupos desviacio-
nistas aparecen regulados por normas espe-
cificas y cunsolidadas. en relacion con las cua-
control social ks se establecen claros mecanismos de con-
trol. Esta es en efecto una de las condiciones
Se entiende por c. social ci conjunto dv indispensables para quc In acciOn del grupo
medios de intenvencion, sean positivos a nea- desviacionista no sea nulificada en Ia
tivos, puestos en marcha por toda sociedad sociedad.
o grupu social a fin de conformar a los pro- El concepto de c. social, aunque indirecta-
pius miembros a las normas que Ia caracte- mente, esta pnesente en las obrus de los cia-
rizun, impidicndo v desaconsejando los cam- sicos de Ia filosof ía polIticu quc han tratado
portamientos desviacionistas v reconstruven- los temas del estado, del poder, del lundamen-
do las condiciones de conformidad inciuso to del derecho de mandar, a purtir de Ia rela-
respecto de un cambio del sistcmu normativo. don entre Ia acción individual y Ia historia
Sc pueden establecer dos form.ts principa- de Ia acciOn colectiva.
CONTROL SOCIAL 369

El concepto de c. social, entendido como Ia poblaciOn de una .sociedad a parte de ella.


limitación de Ia acción individual en Ia socie- La primera acepción del concepto, confir-
dad, se encuentra par ejemplo en Ia teoria del mada en Ins obras de W.G. Summer, intere-
estado de Hobbes. Segün este autor elfin del sado en poner en evidencia ci control de Ia
estado Cs salvaguardar Ia paz, protegiendo Ia conducta pur parte de las "costumbres de
vida de los sujetus que pertenecen a él. Exis- grupo", y de C.H. Cooley y que ha encontra-
te el estado cuando los hombres renuncian a do ecu incluso en las obras de G. Gurvitch,
recurrir a Ia fuerza individual —segün el esta- no está sin embargo exenta de fuertes limi-
do de naturaleza— que produce situaciones taciones, entre ellas Ia de lo generico de su
de anarquia, para cunfiarse a un poder colec- formulación, como muchos criticos han
tivo al quc Se reconoce ci derecho de impo- observado justamente.
ncr las propias órdcnes, recurriendo —en los Asi L. von Wiese, habicndo madurado Ia
casos extremos— incluso a Ia fuerza. convicción de que el orden social se estable-
También Rousseau estuvo interesado en ci cc solamente en presencia de imposiciones
probiema de La justificaciôn del poder. En el externas, opta par el concepto de constricciOn
('onirato critica ci derecho del más fuerte, Ia social, intcntando asI superar Ia indetermi-
superioridad dcl fuerte y dci rico, considerán- naciOn del planteamiento de Ross, que hace
dolos carentes de legitimidad. Coma funda- derivar de Ia interucciOn el ordenamiento
mento del derecho establece Ia voluntad del interno de una sociedad. Otro limite de dicha
pueblo, el ser colectivo que nace de Ia libre acepciOn se encuentra en ci hecho de que des-
usociación de todos los hombres que renun- taca los procesos de social ización coma dc-
cian de este modo "a ejercer Ia propia voiun- mentos de c. social, olvidando otros factores
tad particular". y el mlsmo resultado imprevisible y ambiva-
El concepto de c. social está también pre- lente de los procesos sociales.
sente, indirectamente, en Ia discusión, Ileva- Tampoco Ia segunda acepción está exenta
da a cabo durante ci siglo XIX, entre los de limitaciones, en cuanto que su formulaciOn
investigadores interesados en los temas del más amplia parece sobreponerse a otros con-
curso general de Ia historia, en especial sobre ceptos, coma par ejemplo los de poder y de
ci concepto de previsiOn senalada por Cumte autoridad.
y ci planteamiento determinista de Spencer. En el trascurso de su historia toda socie-
Posteriormente, en el contcxto norteamerica- dad o grupo tiende a modificar los mecunis-
no, algunos autores han retomada y reformu- mos de e. social a los que recurre para garan-
lada el concepto de previsiOn. Entre elks cabe tizar ci consensa. Se pueden delinear al res-
mencionar a L.F. Ward, quc cunsidera Ia pre- pecto —de manera esquemática— los cam-
visión como capacidad decontrol; a F.H. Gid- bios que han sufrido los sistemas dec. social
dings, para el cual Ia historia representa un en una sociedad industrial.
proceso de construcciOn de Ia sociedad; a F. Mientras quc en Ia formación econOmico-
Oppenheimer, que trata de los procesos de social del capitalismo liberal ci objetivo del
autocivilización de Ia sociedad. c. social era confiado a las leyes de mercado,
Dc una manera explicita, ci concepto de c. desde el momenta en que se establece un
social Ia formula el sociologo norteamerica- amplio consenso basado en una lOgica de tipo
no E.A. Ross, a finales del siglo pasado, con meritocrático que hacla plausible Ia diferen-
dos acepciones prevalentes, quc han domina- ciaciOn en las recompensas, con Ia crisis de
do par mucho tiempo en Ia discusiOn socio- Ia ideologia liberal se determina —aunque
logica: con Ia primera se consideran todos los paralelamente al sistema precedente— un
procesos que, al determinar las relaciones tipo dec. social en ci que Ia intervenciOn esta-
entre varios sujetos en interacción, lievan a tal adquiere cada vez más peso. En esta fase
una regulacion y organizaciOn de Ia conduc- el control se confia, en especial, a las inter-
ta humana y determinan las condiciones del venciones del estado asistencial, ci cual inten-
orden social; con Ia segunda acepciOn, se con- ta reulizar una situaciOn generalizada de bie-
sidera el control ejercido par un grupo sabre nestar social. En este periodo, en el que se
los propios miembros a par una instituciOii emplea una gran cantidad dc recursos pObli-
o grupos de prcsión a clases soc iales sabre cos para Ilegar a una situación de seguridad
370 CON VENCION

social, en ci que Sc amplia Ia esfera de corn- solidados, con una crisis de reprcsentaciOn
petencia y de intcrvención dcl estado (ya sea dc los grupos de referencia, ci problema del
en Ia dirección de un incremento de Ia ocu- c. social se convierte en on problema de regu-
pación en ci sectc r terciario, ya sea en ci apo- laciôn de intereses y de presiones de los dis-
yo concedido al sector secundario, ya sea tintos grupos. una obra de negociación que,
finalmente en ci campo asistencial), se esta- a cambio de respuestas a los diversos intere-
blece paralelamente, en relación con Ia fuer- ses, reclama consenso social. Estarnos en Ia
te intervención dcl sector püblico, una situa- época del intercambio politico, del mercado
ción delegada y de menor participacion social polItico, de Ia consolidacion del papel de
de los ciudadanos, asi como Ia consoIidación mediaciOn entre los intereses de los diversos
de los intereses de los diversos grupos que grupos por parte del estado, y de Ia afirma-
acentüan cada vez más su caráctcr de presión. ción de una situación de neocorporativismo,
Si por on lado ci mito de Ia sociedad bene- en Ia cual resultan más fuertes los grupos que
factora aparece en condiciones de polarizar ocupan las posiciones centrales de Ia estruc-
las aspiracioncs de las masas y de determi- tura social y productiva.
nar sus necesidades, por ci otro lado una rca-
lidad de expansion cconOmica y productiva BIBIIOGRAFIA A. Ardigo. Crisi di gore rnabiliiâ e
garantiza Ia multiplicidad de los recursos y mondi t'iiali. Bolonia, Cappelli, 1980; A.K. Cohen,
hace más concreta Ia posibilidad de reatizar Controllo socialt' e corn portarnento det'iante
Ia sociedad benefactora. (1966), Bolonia, II Mulino, 1970; G. Gurv itch, El
A pesar de estas condiciones favorables, en control social, en G. Gurvitch y W.Z. Moore,
algunos contextos sociales, como ci italiano Sociologia del siglo xx (1947), vol. I: Los grandes
de los años se.senta, sc liega a resultados con- problernas de la sociologia, Buenos Aires. El Ate-
trarios a largo plazo a aquella situacion de neo; R.T. La Piere. A theory of social control, Lon-
control social que se habia planeado a corto dres, McGraw-Hill, 1954.
plazo. Nos referimos a Ia ausencia de una
politica de programación y a toda una serie [FNco GARELLI]
de intervenciones de tipo asistencial. produ-
cidas por una lOgica clientelista, y dirigidas
a extender ci campo de Ia seguridad social sin convención
crear las condiciones económicas y produc-
tivas que podrian legitimarlas. a través de las El término c., entendido como asamblea poll-
cuales ci poder püblico buscaba ci consenso tica, tiene esencialmente dos significados. ci
unido a las Ieyes de mercado. segundo de los cuules es tipico del vocabula-
En una situación como Ia actual, de crisis rio politico cstadunidense: I] asarnbiea de
de recursos. resulta imposible para ci esta- representantes del pueblo reunida para dar
do mantener el mismo tipo y calidad de las 1da a un nuevo estado v a sus instituciones,
intervenciones puestas en marcha anterior- o bien p..iru sustituir o modificar Ia forma de
mente para sostener Ia economia v garanti- gobierno existcntc: 21 asamblea de delegudos
zar ci estado benefactor. La crisis (econOmi- de partido convocada para designar los can-
ca y de legitimacion) ha debilitado dicho didatos a un cargo electivo, fijar cI programa
modelo de gobernabilidad. La carencia de o preparar Ia carnpaña electoral.
recursos pOblicos, el mayor control de deter- Correponderian ul primer caso las c. revo-
minadas fuerzas socialcs, Ia agudizacion de luciona rias y Ia conslitucionales, ejempl iii-
los desequilibrios sociates v productivos, Ia cadas respectivamente por Ia c. francesa de
mayor dificultad en Ia competencia interna- 1792, a Ia cual se debe Ia prirnera constitu-
cional, hacen implanteabk Ia reproduccioii dOn de Ia repüblica francesa, v por Ia c. de
en Ia actuaiidad de una politica asistencial v Filadelfia de 1787, que elaborO Ia constituciOn
clientelista puesta en marcha anteriorniente, federal estadunidense. La principal difcren-
asi como el apoyo a las empresas en un perio- cia entrc los dos tis Consiste en ci hecho de
do de crisis. que Ia C. constitucional es convucada de una
Al carecer de amplias prspectivas politi- manera leualmeiiie valida por ci gobici no
cas, con una diversificaciOn de intereses con- legitirno, al euntrario de Ia revolucionaria. No
COOPTAC ION 371

puede decirse sin embargo que sus fines sean cubs en el nivel federal, par bo que ci candi-
cualitativamcntc distintos, yn que a menudo dato presidencial representa un simbolo nece-
puede resultar arduo, si no artificioso, distin- sario de unidad y ci ado de su elccción es Ia
guir una de Ia otra. ocasión para hacer aceptar en el piano nacio-
Las c. de partido estadunidenses pueden nal posiciones, programas e intereses locales.
desenvolverse tanto en ci nivel local coma
estatal o federal; en este Uttimo caso, ci mis [TIZIANO BONAZZI]
conocido e importante, sirven para nominar
los candidatos de un partido para los cargos
de presidente y vicepresidente de Estados
Unidos.
cooptación
El sistema de las c. es creado en oposición
a aquel, propio del periodo colonial tardio y El término c. denota un sistema de integra-
de Ia era revolucionaria, dcl caucus, juzgado ción de un cuerpo colegiado —directivo a con-
antidemocrático porquc Ia nótnina de los can- sultivo— par el cual uno o mãs miembros son
didatos se Ilevaba a cabo en reuniones de lide- elegidos bajo designacion de los miembrus ya
res de partido sin ninguna intervención de Ia en funciones. En un sentido ms amplio, ci
base. La c., cuyos miembros eran elegidos por término es usado tambien para designur Ia
los órganos locales dcl partido consultando acogida, par parte de un grupo dirigente en
a los inscritos, fue par lo tanto un instrumen- funciones, de ideas, programas, directivas de
to politico innovador, que al principio sirvió politica propuestos par grupos de oposición,
para Ia elccción de los candidatos al congre- con elfin de eliminar a reducir las consecuen-
so, hasta que en Ia era jacksoniana, roto el cias de las agresiones externas.
monopolio de poder de los grandes lideres En ci lenguaje democrático el término c. tie-
parlamentarios y dcl caucus congresal de par- ne generalmente un significado peyorativo en
tido, del que dependia Ia nominación del can- cuanto que los mecanismos para Ia elección
didato presidencial, también esta ültima se de los dirigentes de tipo cooptativo se pres-
produjo siguiendo ci nuevo método. Surgió tan fácilmente para favorecer el manteni-
asi, después de 1830, Ia national convention. miento de Ia dirigencia en los cargos sin el
usada por los mayores partidos norteameri- consenso, o directamente de un modo contra-
canos para Ia nominación de los candidatos rio a los deseos de Ia base. En general, los
a Ia presidencia y a Ia vicepresidencia. Per- ordenamientos internos de las asociaciones
maneciendo casi inmune a las acusaciones voluntarias que prevén Ia elección desde aba-
dirigidas, a fines dcl siglo pasado, a los otros Jo coma forma normal de elección de Ia din-
tipos dec., en el sentido de habersc transfor- gencia, vetan o limitan notablemente ci recur-
mado en instrumento de máquinas de parti- so a formas dcc. Usualmente éstas son admi-
do antidemocráticas y corruptas —lo que con- tidas en un nümero limitado de casos, no pue-
dujo despues de 1900 al nacimiento par Icy den superar un cierto porcentaje de los luga-
en muchos estados de las "elecciones prima- res a asignar, a son admitidas cuando es
rias directas" entre los inscritos en cada par- necesario proceder con urgencia a reintegrar
tido para Ia nominación de los candidatos—, un organismo dinigente y no hay tiempo para
Ia national convention ha demostrado ser cumplir con los procedimientos ordinarios.
momenta fundamental y tipico de Ia vida pull- A menudo Ia elección de los dirigentes por c.
tica estadunidense. debe ser sucesivamente ratificada a través del
La importancia de las national contentions recurso a los mecanismos electorales nor-
de los partidos norteamericanos consiste males.
antes que nada en ser casi el ünico momento Junto a las formas explicitas de c. hay for-
en quc éstos actüan coma organismos politi- mac indirectas y ocultas. Estas ocurren cuan-
cos nacionales. Su estructura, bastante dis. do Ia eleccion de los nuevos dirigentes se rca-
tinta de Ia centralizada de los partidos euro- liza formalmente par ci trâmite de los proce-
pcos. se asemeja en efecto a una confedera- dimientos previstos par los reglamentos inter-
ciOn de partidos estatales, con intereses c nos. peru Ia decision es en gran parte preor-
ideas a nienudo divergentes y con escasos tin- denada v se realiza con el consenso s con Ia
372 (ORPORATIVISMO

avuda de Ia dirigencia en tunciones, que uti- porativas: todas excepto las democráticas sur-
liza en gran medida su propia posiciOn de gidas con cI siglo xix, en cuantu que Ia revo-
poder para influir de un mudo decisivo en Ia luciOn trancesa al destruir los cuadros cur-
elccción de los nuevos miembros. Estas for- porativos ha rcducido Ia sociedad al polvo dc
mas de c. son bastante más dificiles de espe- los individuos' (Manoilescu, 1934). En dcc-
ciricar, Va que Los cumplimientos requeridos to, aparte de ciertos precedentes lejanos y
por las normas son formalmente respetados vagos en ci mundo ciásico, ci c. ideaiiza Ia
v los acuerdos ocultos sun arduos de docu- comuna medieval italiana donde Ia corpora-
mentar, v son luego dificiles de erradicar. ciOn 110 es solamente unit asociacion de mdi-
No es fãcil decir cual Cs, en Ia práctica. Ia viduos quc ejercen Ia misma actividad prok-
incidencia de formas de c. y cuálcs son Ins fac- sional: ista munopolizu ci arte u oficio, v pol-
tores que Ia hacen mâs probable. Sin embar- io tanto lit producciOn, vedandola a los extra-
go, se puede formular Ia hipotesis de que Ia ños, dett'nta poderes normal ivos en materia
c. está mavormente difundida en organizacio- econOmica (detcrminación de las normas de
nes caracterizadas por eseasa part icipaciün comerciu y de los precios) y constituve a veces
de Ia base. por Ia faita de articulación inter- un canal obligatorio de rcpresentacion
na en grupos quc compiten pore! accesu a los politica.
cargos diritientes, por ci grado de homogenei- El sistema corporativo medieval, basado en
dad de Ia dirigencia en funciones. Desde ci Ia autonomia scrnisoberana de las cutcgorias
punto de vista de los dirigentes en ci puder, (n socledad porcapas). implica Ia trasmisiOn
ci recurso a formas dcc. permite no solo dehi- por via familiar de Ia actividad profesional
litar a Los eventuales grupos de oposicion o y una relaciOn jerârquico-paternalista entre
directamente prevenir su formaciOn sinu tam- el 'maestro", o sea ci jefe de Ia empresa, v
bien incorporar en su propio programa direc- ci aprendiz, o sea el dependiente. Esto presu-
tivas C iniciativas ilevadas adelante por Ia pone lit inmovilidad tecnologica de Ia colec-
oposición emergentc, sustravcndole asi los tividad medieval y correspunde por tanto a
puntos de fuerza y los motivus de reclamo soiedadcs de tipo tradicional con niveics pro-
entre Ia base. duct ivos estAticos v tendientes a lit autosufi-
ciencia.
L(,i,%( OMO sAsh El desmantelamiento del aparato corpora-
tivo Sc verifica simultOneamente con ci inicio
de lit revoluciOn industrial. Las Combination
Laws británicas sun de 1799. La 1ev Le Chit-
corporativismo pciier [rancesa se remonta a 1791. Por un lado
se reconoce en ci ordenamiento corporativo,
I. DEFINICION v I'piMIsA. El c. es unit doetrina segOn Ia tcsis de Ia ciencia econOmica clási-
que propugna La organizaciOn de lit colectivi- ca, un obstáculo part ci correcto funciona-
dad sobre Ia base de asociaciones represen- miento de Ia economia de mercado (Adam
tativas de los intereses v de las actividades Smith afirma: "Gente del mismo oficio rara-
profesionities (corporaciones). ste propone, mente se encuent nit junta aun por distraceiOn
gracias a Ia solidaridad orgánica de los inte- o por diversion sin que lit conversaciOn Icr-
reses concrelos v a las fOrmulas de colabo- minen unit conspiraciOn contra el publko u
raciOn que de eilos pueden derivar, Ia remo- en alguna maniobra part aumentar Los pre-
cion o Ia neutralizaciOn de los elementos con- cios"). Por ci utro. se pretende acabar con
flictivos: La competencia en ci piano económi- todo interés intcrmediario entre ci interés
co, Ia lucha de clases en ci pIano soiaI. Ia dife- particular dcl individuo y ci interés general
renciaciOn ideoiogica en ci piano politico. del estado % se considera incompatible el espi-
SegOn los apologetas dcl c.. en ci pasado ritu de corporaciOn con el proceso de moder-
de lit humanidad han exist ido muchas socie- nizacion dcl sistema politico. En esencia, lit
dades corpurativas v muchos teOricos dci c.. verdadera ineompatihilidad es con Ia Indus-
comenzando por Platon. AristOteles, Santo trlallzacion ij. que requiere par.t su ieali,a-
Tomiis. Por ci contrario. se podria decir que ciun hi ruptura prcliminai - del ritido tcjidti
todas las sociedades histOricas han sidu cur- corpi)rItio. inipernicabliral dinamismo pro-
(OKN)RATIVISM() 37

ductivo y a Ia innovación tecnologica. profundo sentido de participaciOn politica.


Las nuevas lormas asociativas quc surgen Dadas cstas premisas, se puede distinguir
con Ia rcvoiución industrial se basan no en un c. contrarrevolucionario o tradicionul dcl
Ia cunciliahilidad de los intereses categoria- c. "dirigista" mientras se va delineando mãs
les, en su acumulaciOn en un orden institu- en Ia práctica que en Ia teoria una terccra
cional orgánico, sino en el conflicto de inte- figura: ci c. "tecnocratico".
reses y en Ia lucha de clases (v. sindicalismo).
El modelo corporativo es, por Ia tanto, II EL CORPORATIVISMO COSTRARRLVOLUCIOFARIO U
reformulado y contrapuesto al modelo sindi- TRADItIONAl.. El c. nace o mejor dicho renace
cal, cl cual dirigiria Ia conflictualidad subya- en ci curso de Ia rcvoluciOn industrial como
cente en Ia sociedad industrializadu o en vias protesta contra Ia empresu capitulista, pero
de desarrollo y Ia i-esolveria cada vez en un se transforma en una protesta contra todo ci
piano de una moderada relaciOn de I uerza sistema, contra Ia revoluciOn industrial y con-
entre trabajo v ganancia. El modelo corpora- tra Ia revoluciOn politica. El principio de
tivo. par ci contrario, impediria justamente igualdad y ci individualismo han aplastado y
Ia lormaciOn de tal elemento conflictual, arti- aislado al individuo exponiéndolo a las pre-
culando las organizaciones categoriales en varicaciones de los poderosos, a Ia ci-udu rela-
asociaciones interclasistas y preparando pro- ciOn de fuerza tanto en ci trahajo coma en Ia
ccdimicntos de composiciOn obligatorios para sociedad pohitica. El ideal corporativo es jus-
las controversias cokctivas de trabajo. El tamente ci dc las dirigencias legitimistas v
modelo corporativo sostiene Ia colaboración catOlicas, marginadas por Ia modernizaciOn
cntre las clases en ci ámbito dc las categorias. politica y económica, que tratan de encontrar,
Su interpretacin de Ia dialéctica social es a través de articulaciones solidaristas, una
optimista micntras que Ia premisa dcl mode- rcconciliación con los otros excluidos dcl sis-
lo sindical es conflictiva y pesimista. tema: las cupas subalternus. Antilihcral, ci c.
En ci piano politico, ci modelo corporati- se presenta coma una impugnaciUn absoluta
Va Sc pane como alternativa al modelo repre- del sistema, coma un ideal restaurador.
sentativo dcmoerático. Estc preconiza Ia rca- Una seric de autorcs V politicos catOlicos,
lizaciOn de una democracia orgánica donde sobre todo franceses (Ozanam, Le Play, Dc
ci individuo ya no vale como mera entidad Mun, La Tour du Pin) y alemanes (Ketteler,
numérica sino coma portador de intereses Hitze), y en Italia ci padre Luigi Taparelli
precisos y clasificables. d'Azeglio, propugnan Ia "reconstrucción orgá-
El elemento unticonflictivo, intcrclasista y nica de Ia sociedad", tema que se hace recu-
optimista, asimilado par ci corporativismo, rrente en Ia doctrina social catOhica. La nos-
lo hace menos aborrecibic a todos aquellos talgia de Ia sociedad tradicional estancada e
que en ci proceso de industrializaciOn asurnen inmOvil, pero orgãnica v jerárquica, sin con-
como dato prioritario Ia eficiencia dcl orden flictos y antagonismos s éticamente lograda.
politico-económico. Dc factor de estancumien- está viva en los primeros documentos ponti-
to econOmico y tecnologico, de obstáculo obje- ficios dedicados al problema social. En 1878.
tivo a Ia industrializaciOn, ci modelo corpo- en Ia Quad aposzo!ici ,nuneris, LeOn XIII
rativo sc of rece coma instrumento para con- augura: "Se hace oportuno favorecer las
solidar Ia eficiencia v Ia concentración dcl sis- sociedades artesanales y obreras que puestas
tema v para dispersar las fuerzas centrifugas bajo Ia tutela de La Religion acostumbren a
ideológicas y clasistas. Los teOricos del c. no todos sus socios a mantenerse contentos de
son par otra parte unánimes en esta conclu- su .uerte s' soportar con mérito Ia fatiga v a
sion. Sobreviven en alaunos Ia desconIianza Ilevar siempre una vida quieta y tranquila."
hacia Ia sociedad industrial s Ia nostalgia de En 1892, en Ia enciclica Rerum Nova rum del
una sociedad descentralizada fundada en mismo pontifice, ci modelo corporativo asu-
aquellos cuerpos intermedios, desde Ia fami- me una configuraciOn doctrinaria más preci-
ha al ente local v a Ia asociaeiOn profesional sa V menos nostalgica: se afirma textualmente
que acuden a Ia soledad dcl ciudadano use- que "a Ia solucion de Ia cuestiOn obrera pue-
gurandole, en un marco pluralista, en un equi- den contrihuir mucho los capitalistas y los
libria de poderes y contrapoderes, un más obreros mismos, con instituciones ordenadas
374 CORPORATIVISMO

para olrecer uportunos auxilios a las necesi- da cOmara de los representantes de las 'cia-
dades y para acercar y unir a las dos clases ses organizadas". SegOn los sindicalistas cató-
entre si". En primer lugar, entre tales insti- licos de Ia ëpoca Ia colahoraciOn de clase se
tuciones, Leon XIII coloca a "las corporacio- llcva a cabo manteniendo Ia naturaleza dc cIa-
nes de artes y oficios" y, después de evocar se de los sindicatos.
las ventajas "evidentes entre nuestros mayo- La orientaciOn de Ia pnimera posguerra fue
res" de tales corporaciones, agrega: "Vemos igualmente acogida en Ia segunda posguerra
con placer formarse por doquier tales asocia- por ci movimiento politico y sindical católi-
ciones, ya sea de obreros solamente o bien co. Aun el Oltimo residuo corporativista, ci
asociaciones mixtas de obreros', patrones. principio de Ia representaciOn de los intere-
Las indicaciones del texto pontificio fueron ses, esforzadamente sostenido por on vasto
retomadas en diversos convenios urganizati- sector de Ia cuitura politica católica, tuvo un
vos catOlicos (basta pensar en ci congreso de reconocimiento apenas marginal en Ia Cons-
Vicenza realizado en el mismo aflo) y someti- titución de Ia RepOblica Italiana con Ia crea-
das a un ulterior desenvolvimiento doctrina- ciOn del Consejo Nacional de Ia Economia y
rio por el economista y sociologo catOiico Giu- del Trabajo, asamblea, como es sabido, de
seppe Toniolo. Dc los dos cam inos indicados carácter puramente consultivo s actualmen-
por el papa Leon XIII, Ia asociaciOn de los te bastante opacada a pesar de SUS atribucio-
obreros solos y Ia asociación mixta de obre- nes en materia de iniciativa Iegislativa.
ro.s v patrones dc Ia misma catcgoria. Ia Trastornado par cI abandono de Ia linea tra-
segunda se presenta al principio como Ia más dicionalista v restauradora del movimiento
adecuada al ideal solidarista del c., pero Ia fal- politico católico, ci c. fue mantenido por Ia
ta de correspondencia dcl mundo empresarial veta legitimistu conservadora. Se encuentra
y patronal catOlico por on lado, v por ci otro en los programas de los grupos monárquico-
Ia presiOn del sindicalismo de clase, determi- iradicionaiistas coma Ia Action Francaise y
nan el progresivo abandono por pane de los ci carlismo espaflol ("ComuniOn tradiciona-
organizadores católicos del principio de Ia lista") v ha tenido igualmente un principio
union mixta. La corparaciOn se hace una meta purcial de actuaciOn en algunos sistemas poli-
por alcanzar a través de asociaciones debase ticos de inspiración conservadora como en el
separadas de los dadores y de los prestado- Portugal de Salazar y en Ia Espafla de Fran-
res de trabajo. es decir a través de organiza- co. En este Oltimo pais, por cuanto no se ha
ciones de clase. Dc tal modo los catolicos adoptado el termino "corporaciOn", ha sido
admiten Ia existencia de Ia lucha de clases v aceptado ci principio dcl sindicato mixto que
aceptan el principio de una organizaciOn autO- comprende a empleadores, dependientes y
noma de las clases obreras, aunque se real ir- expertos, mientras que tanto las Cortcs como
me Ia exigencia de Ia subordinaciOn de los las asambleas locales admiten una cuota fija
intereses de clase al bien comOn. de representantes categoriales. Es de notar
El arrinconamiento de hecho del modelo que cI ordenamiento corporativo ha funcio-
corporativo. Ia opción por ci modelo sindical nado en Portugal en Ia óptica de una politica
aunque con reservas de carácter general, es antindustnial, dinigida en Io posible a preser-
contemporãnea, para lOs católicos, a Ia aco- var las modalidades econOmicas v sociales de
gida del modelo democrático-representativo. una sociedad tradicional. Tanto en Portugal
Desde ese momento, el principio del intercia- coma en Espana Ia adopciOn de un-a politica
sismo, que todavia es una modalidad esencial de industrializaciOn aceierada ha Ilevado a
y caracterizadora de los movimientos politi- una progresiva reducción v destrucciôn dci
cos de inspiraciOn católica, Se provectarO mãs orden CorporativO.
en Ia acciOn ideologica v politica que en La Una cuniosa utopia restauradora laica del
acciOn social v sindical de las fuerzas catOli- c. medieval es el "diseño de un nuevo urde-
cas. La instancia corporativa de una revisiOn namiento dcl Estado Libre de Flume", pro
del sistema representativo sabre Ia base de puesto el 27 de agosto de 1920 rr Gabriele
Ia representaciOn profesional será corregida: D'Annunzio con Ia colaboraciOn dcl sindica-
en Ia pnimera posguerra el Partido Popular lb.ta A. Dc Ambris. La Regencia italiana de
Italiano reivindica Ia admisiOn en Ia segun- Camaro pruclama, "ampliamente v por urn-
CORPOR'iTIVISMt) 375

ha de cualquier otro derecho, los derechos de al objetivo general del desarrollo económico,
los productores; anula y reduce Ia excesiva prcvalece sabre las más confusas eiaboracio-
cent raiidad de los poderes constituidos; divi- nes doctrinarias que, bajo ci amparo de Bot-
de las fuerzas y los cargos, de manera tal que tai, serãn cxpuestas por los corporativistas
por ci juego armónico de las diversidades se puros. par los partidario.s dci 'c. integral".
vigorice y enriquezca cada vex más Ia vida La "corporación propictaria", sostcnida par
comün" (D'Annunzio, 1943). El carácter e I- Ugo Spirito en In convención de Ferrara, más
mero y estetizante del microcorporativismo que incompatible con ci orden juridico pri-
fiumano hace de In experiencia dannunziana vatista conservado par ci regimen fascista, es
una sugestión literaria con dehil densidad incompatible con ci programa de expansion
politica. económica quc Rocco, al igual quc Spirito,
pero en una Optica más rcaiista, considera
III. H. CORPORATIVISW) DlkllSTA. El c. "dirigista" objet ivo prioritario. En su informc a In Cáma-
ha tenido su encarnación en ci c. "lascista". ra del 1$ de noviembre de 1925, ci ministro
Algunos teóricos tienden a oscurecer las dife- lascista sostienc "un sindicalismo nacionai
rencius entre el c. católico y ci fascista y a que reclame Ia existencia entre las categorlas
reducirlas a Ia perspectiva ética dci primero y los grupos sociales en Italia de una razOn
(supremacia del amor y del bien comün sabre de solidaridad quc dominc las razones de con-
los intereses particularc.$) y a Lt polltic.t dcl traste, Ia solidaridad quc una a todos los gru-
segundo (supremacia del inheres nacional) pus, todas las categorias. todas las ciases de
(Guglielmi, 1972). En realidad Ia diferencia es un pueblo pobre pero exuberante de hombres
bastante más profunda y radical. Vailauri y de voluntades, ci cual debe caminar hacia
afirma que ci c. fuscista "nacc coma exigen- su porvenir como un cjercito ordenado para
cia de las clases diritentcs de una sociedad In batalla". Para Rocco ci problema social es
que en ci proceso de transformación de un principaimente ci prohiema dci acrecenta-
estadio agricola a un estadlo de mayor dimcn- miento de Ia riqueza y de Ia producciOn nacio-
sión industrial tienen necesidad de controiar nat y no ya ci problema de Ia distribuciOn de
ci modo de evolución y de reunir en ci fascio Ia producciOn.
las energias del pals para uicanzar resultados La fOrmula de Rocco es recibida por ci pro-
más eficaces con menor gasto de medios y pio Mussolini que, en noviembrede 1933, pre-
para competir con los más potentes organis- senta ai Consejo Nacional de las Corporacio-
mos productivos extranjeros". Vallauri ob.ser- nes un orden del dia en ci cual las corpora-
va todaia que "ci c. fascista representa una ciones son dcfinidas coma "el instrumcnto
tentativa —autoritaria— de respuesta ci des- que, al amparo dcl estado, ejerce Ia discipli-
gaste del mundo liberal que permite poner en na integral, orgánica y unitaria de las fuer-
acción jnstrumentos más mudernos de ade- zas productivas, en vista dcl desarrolio de Ia
cuación a las necesidades dci sistema" riqueza, dci poder politico y del bienestar dci
(Vailauri. 1971). pueblo italiano". En Ia misma ocasión Mus-
El c. tradicianal" es esencialmente plura- solini identifica en ci c. una formula de eco-
lista, tiende a una diiusión del poder; mien- nomia guiada o dirigida: "El c. —agrega
tras que ci c. 'fascista" es monistico (no par Mussolini— es Ia economia disciplinada, y
casuaiidad se liga iilosóficamente al idealis- par Ia tanto también controlada, porque no
ma), es una tentativa por reconducir a una se puedc pcnsar en unit disciplina que no ten-
unidad, a In unidad dinámica que es In ambi- ga un control. El c. supera al socialismo y
ciOn del sistema W. fascismo). al orden pro- supera al liberalismo, crea una nueva sinte-
ductivo. En ci c. "tradicional" las corporacio- sis." Comenta Peilizzi: "Se tuvo por lo tanto
nes se contraponen al estado; en ci c. fascis- una economia, en su mayor parte 'dirigida'.
La las corporaciones Ic están subordinadas, un orden social en cI cual elfin colectivo, cada
son órganos del estado. vez que pareció contrastar con intereses y
El c. fascista sc deriva de Ia concepción razunes particulares y privadas. predomina-
naciorialista elabor.da par Alit-edo Rocco. Tal ba" (Peilizzi, 1948).
concepción, que subordina ci bienestar de las La rIgida subordinaciOn dc las corporacio-
categorias y los propios intereses concretos nes al estado es proclamada constantemente
376 (ORPOR,TIVlSM()

por los exponentes fascistas. Farinacci afir- nociendo a cada individuo un valor y una fun-
ma que "ci c. no puede prevalecer sobre las ciOn de carácter püblico". El fin Oltimo dcl
que son las lunciones dcl estado". Bottai, el c. integral es superar at dualismo entre poll-
ministro de las corporaciones, expliczi a su tica V economia, asegurar Ia priinacIa de las
vez: "El estado crea Ia corporaciOn. llama a jerarquias técnicas, racionalizar ci mundo
aquellos que alli trahajan v producen en un econOmico de manera que sea pusible "Ia ceo-
determinado ramo de Ia producción, los hace nomia programatica con Ia cual solamente es
discutir. los organiza, los disciplina y los posihlc superarel caus del liberalismo tradi-
orienta. cional" (Spirito, 1970).
El c. es contrapuesto al sindkalismo como Dc hecho el c. fascista aceptó sOlo parcial-
fOrmula unitaria y coagulante. "El sindicalis- mente tales nexos doctrinarios en su propia
mo —afirma Mussolini el 21 de ubril de práctica realizando cont mugs compromisos
1930— no puede ser un fin en si mismo: o se quc, de Ia misma manera quc permiten Ia con-
agota en el socialismo politico o en Ia corpo- 'ivencia entre los exaltadores del "ruralismo"
raciOn fascista. Es solo en Ia corporaciOn don- v los de Ia industrializaciOn a ultranza, au-
de se realiza Ia unidad econOmica en sus mentan hasta fines dcl veintenio Ia polemica
diversos aspectos: capital, trabajo, técnica; es entre los exaltadores dcl c. integral y los de
solo a través de Ia colaboracion, es dedr a Ira- un sindicalismo populista, antiburgues y al
yes de Ia colaboración de todas las fuerzas menos embnionariamente clasista.
contingentes a un solo fin, que Ia vitalidad dcl En concreto, las organizaciones de los Ira-
sindicalismo está asegurada." bajadores son mantenidas distintas de las de
La conciliación entre c. e industrialii.aciOn los empicadores v dotadas de una aparente
es desarrollada ampliamente por Ugo Spin- autonomia. El ordenamiento. sin embargo, es
to, quien, en polemica con Arrigo Serpieri, estrechamente jerãrquico y unitario, y el sin-
partidario de una direcciOn "ruralista" dicato está subordinado a Ia corporaciOn, y
antiurbana y antindustrial, sostienc Ia fOrmu- Csta a! estado.
la de Ia industrialixaciOn a ultranza. Para Spi- Las distintas etapas de Ia reglamentaciOn
rito ci verdadero obstáculo para ci desarro- de las corporaciones durante el veintenio con-
Ito industrial en Italia está dado por Ia F rag- firman Ia cvolucion dci c. fascista en sent ido
mentación de las estructuras empresariales, dirigista v totalitario. Por Ia 1ev dcl 3 de abril
por un "hâbito individualista y anárquico que de 1926 Ia corporaciOn es un simple órgano
privilegia a Ia empresa familiar y semifami- de union cntre los sindicatos de los emplea-
liar respecto de Ia gran empresa moderna". dores v los de los trabajadores. Con Ia Icy del
"El c., en consecuencia, es Ia fOrmula idOnea 5 dc febrcro de 1934 las corporaciones devie-
para asegurar Ia unificaciOn v Ia organizaciOn nen una emanaciOn dcl estado, son institui-
de las Fucrzas productivas. un grandioso exp- das par deereto dcl jefe del gobierno. son pre-
rimento dc unificaciOn industrial y corner- sididas por un ministro o por un subsecreta-
cial." rio de estado o hien pun el secretario dcl i'sr.
En su aspecto propiamente teórico ci c. Los miembros del consejo de cada corpora-
"integral" de Spirito representa Ia exaspera- ciOn son designados pan cada una dc las aso-
ciOn del principio monistico, y en sustancia ciaciones coligadas pero las designaciones
configura un estado burocrático-totalitario. deben sen aprobadas por el jefe de gobierno.
Rechaza los residuos sindicalistas, es decir A las corporacione asi configuradas se les
clasistas, sobrevivientes en ci sistema corp confia una funciOn norrnzitiva en matcria de
rativo fascista; pero junto al sindicato de clase reglamentaciOn colectiva dc las rctacioncs
rechaza Ia propiedad individual y propone Ia cconómicas y de disciplina unitaria de Ia pro-
instituciOn de Ia corporación "propietaria". ducciOn (leycs corp'ralivas). Las nonmas asi
Para Ugo Spirito ci c. es "un comunismo emanadas eslán "U etas par otro lado al con-
jer.trquico que niega at estado nivelador v al censo preventivo del jefe del gobicrno v a Ia
individuo anztrquieo. que niega In gestión aprobacion dcl consejo nacional dc las cor-
burocrática burocratizando toda Ia naciOn, o puraciones. Sc Ic atrihuve además lunciones
sea hacicndo de cada ciudadano un funciona- con,uItiva" en materia de controversias colec-
rio. a Ia par que niega Ia gestiOn privada reco- liv as de trahajo. Con Ia sustilucion de Ia
CORRLJPCION POLITICA 377

Camara de Diputados por Ia Cámara de los BIHLIOGRMIA A. Aquarone. L 'organi:zazione


Fascios y de las Corporaciones (19 de enero dello stato totalitario, Turin, Einaudi, 1965; G.
de 1939) se realiza Ia etapa final de Ia inseT- Bottai, Verso ii corpora tivismo democratico o
cion de las corporaciones en ci estado las- %'erso una demoerazia corporatsva?. en Ii Dint-
cista. to del Lavoro, 34, 1952; G. d'Annunzio, Per la piü
El carácter espurio y pragmático del expe- grande Italia, Roma, Mondadori, 1943; S. La
rimcntO corporal ivo fascista explica cómo en Francesca, La politica economica del fascismo,
Ia teoria de Ia posguerra aun aquellos que Ban. Laterza. 1972; N. Guglielmi, Ii corporati-
habian sido en su tiempo promotores hayan vismo como aliernativa, en Inler.'ento, 2, 1972;
renunciado a su defensa doctrinaria o to J.M. Malloy, Authoritarianism, corporatism and
hayan refutado severamente. De todas mane- mobilization in Peru, en The Review of Politics.
ras, es precisamente recurriendo a formulas I, enero de 1974; M. Manoilescu, La .ci?cic du cor-
.semcjantes que en aigunos paises en vIas de poralivisme, Paris. Felix Alcan, 1934; R.C. New-
industrializacion, aun a través de expedien- ton, Natural corporalism and the passing of popu-
tes empiricos y momentáneos y con menor lism in Spanish America, en The Review of Poli-
pompa teOrica, se ha buscado y se husca rca- tics, I. enero de 1974; C. Schwarzenberg, It sin.
Iii.ar ci control desde lo alto de las organiza- dacalismo fascista, Milan, Mursia, 1972; U. Spi-
ciones sindicales o bien hacer de las organi- rito, II corporalivismo, Florencia, Sansoni, 1970;
zaciones categoriales los vehiculos de trasmi- C. Vallauni, Le radici dcl corporatit'is,no, Roma,
siOn de Ia voluntad de desarrollo provenien- Bulsoiii, 1970; H.J. Wiarda. ('orporalism and
Ic dcl Venice. En tales palses se ha recibido developnie,i in the Iberic-Latin world: persistent
más o menus conscientemente ci esquema de traizs and new variations, en The Review of Poli-
Rocco de Ia prioridad del crecimiento econo- tics, i, enero de 1974.
mico sobre Ia redistribuciUn del ingreso.
En todo caso, ci c. "dirigista", aunque no [ixDavico INC ISA]
es dificil reconstruir una geneatogia que reco-
noce su derivación a travCs del nacionalismo
dcl c. "tradicional". constituve respecto de
este ültimo una ruptura radical. ste es adop-
corrupclón politica
tado antes que corno una fOrmula capaz de
rcanimar un pluralismo de base como un Sc designa asi al knOmeno por medio del cual
agente organizutivo Onico, antes que como un funcionario publico Cs impulsado a actuar
una fOrmula capaz de asegurar un orden pro- de modo distinto a los estándares normativos
ductivo sin contrastes v antagonismos como del sistema para favorecer intereses particu-
un agente de movilizaciOn v de aceleraciOn de lares a cambio de una recompensa. Corrup-
Ia industnialización. (Sobre ci necorporati- to es, pun lo tanto, el comportamiento ilegal
vismo de Ia segunda posguerra. v. neocorpo- de aquel que ocupa una función en Ia estruc-
rativismo.) tura estatal. Sc pueden seilalar tres tipos de
Diversos estudiosos norteamericanos. I ren- C.: Ia práctica del cohecho, es decir el uso de
Ic a Ia exktencia de estructuras de control v una recompensa para cambiar a su propio
de organizaciOn social de tipo corporativo en favor el juicio de un funcionario pOblico; el
varios paises latinoamericanos, han dado vida nepotismo, es decir ]a concesiOn de empleos
hipotetica como categoria por si misma. con o contratos publicos sobre Ia base de relacio-
origenes históricos propios, at c. iberico dis- nec de parentesco v no de mérito, v ci pecu-
tinguiendolo del c. diritista de tipo fascista lado pun distracciOn, es decir Ia asignación
(Wiarda. 1974; Newton, 1974; MaIIov, 1974). de fondos publicos para uso privado. La c. es
Par Ia demãs, ci c. tal como se realiza en los vista en tCrminos de legalidad e ilegalidad y
paises en vias de desarrollo no tiene caracte- no de moralidad e inmoralidad v debe tomar
risticas distintas dcl c. dirigista de tipo las- en cuenta Ia difenencia que se estabkce entre
cista; basta. por lo demts. pensar que ci orde- prácticas sociales v normus legales v Ia dife-
namiento corporativista hrasileño dcl estado rencia de evaluacion de los comportamientos
;iOvo de Vargas se inspiraha directamenteen en el sector pnivado v en eI sector publico. Pur
Ia Carla dcl trabajo fascista. ejemplo. ci director de una empresa pnivada
375 CORRLPCION POLITICA

que Ilame a su hijo para un puesto de respon- de las decisiones. Algunas actividades de los
sabilidad no comete un ado de nepotismo, grupos de presiOn en su tentativa de influii
aunque ese hijo no posea los requisitos nece- en diputudos, miembros de comisiones par-
sarios, acto de nepotismo que es cometido en lamentarias y expertos pertenecen a Ia cate-
cambio por ci director de una empresa goria de Ia c. Recurren en general a Ia c. de
püblica. este tipo los grupos que no gozan de una ade-
La c. es entcndida como una transacción o cuada representadiOn y que no tienen sufi-
un intercambio ernie quien corrompe y quien ciente acceso a los decision makers. La c. pue-
se deja corromper. Normalmente se trata de de ser considerada tambiCn coma una tenta-
Ia promesa de una recompensa a cambio de tiva de obtener acceso privilegiado. El Segun-
Un comportamiento que favorezca los intere- do nivel en que cc puede recurrir a Ia c. es
ses del corruptor; raramente se amenaza con cuando las normas son aplicadas por Ia admi-
castigos en caso de comportarniento que per- nistración pOblica v par sus entidades. El
judique los intereses del corruptor. Este inter- objetivo en este caso es el de obtener una
cambio negativo es mejor definido corno coer- exención o una aplicación de cualquier mane-
ción. La c. es justamente una alternativa a Ia ra favorable. Esta intervenciOn tendrá mayor
coercion, alternativa que se produce cuando posibilidad de éxitocuanto más se formulen
las dos partes son Ia bastante poderosas como las normas de una manera elástica y vaga. Por
para hacer Ia coerciOn muy costosa o incapa- fin, Ia c. puede ser cjcrcida en ci momento en
ces de recurrir a ella. que se hacen ruler las normas contra los
La c. es un modo particular de ejercer transgresores. En este caso Ia c. tienc por
influencia: influencia ilicita, ilegal e ilegitima. objetivo evadir las sanciones previstas par Ia
Esta se encuadra en referenda al lunciona- icy. Objetos de Ia c. en los tres niveles son los
miento de un sistema y, en particular, a su parlamentarios, ci gobierno y Ia burocracia,
modo de tomar las decisiones. La primera y Ia magistratura.
consideración se refiere al ambito de institu- En una sociedad fragmentaria y heteroge-
cionaiizacion de ciertas prácticas: cuanto más nea, en Ia cual existen discriminaciones frente
grande es ci ámbito dc institucionalizaciOn a algunos grupos, es probable que los grupos
tanto mavores serãn las posibilidades de corn- discriminados tiendan a actuar de manera
portamiento corrupto. Por lo tanto, Ia amplia- subterránea para no sul rir las discriminacio-
ción dcl sector publico respecto del privado nes de que son objeto a través de una mani-
provoca un aumento en las posibilidades de fiesta actividad de presion. El fenOmeno de
comportamiento corrupto. Pero no es sola- Ia c. es, par tanto, producido par Ia existen-
mente Ia amplitud del sector pOblico sino el cia de un imperfecto sistema de representa-
ritmo con que se expande Ia que influye en ción y par un discriminatorio acceso ai poder
las posibilidades de c. En ambientcs estable- decisional. La Oltima variable Ia da ci grado
mente institucionalizados los comportarnien- de scguridad de que gaza Ia elite en ci poder.
tos corruptos tienden a ser, al mismo tiem- Cuanto más segura este Ia Cute de conscrvar
p0, menos y más visibles que en ambientes o reconquistur ci poder con med ios legaks a
de institucionatización parcial a fluctuante. de ser castiguda Si usa los ilegales, tanto
La c., por fin, no está ligada solamente al gra- menor será Ia c. Cuanto más amenazada Se
do de institucionalización, a Ia amplitud del siente Ia Cute tanto más recurrirá a medios
sector pOblico y at ritmo dcl cambio social ilegales para mantener el poder y a Ia
sino que también es considerada en relaciOn corrupciOn.
con Ia cultura de las elites v de las masas. Son notables los efectos de Ia c. sobre ei
Depende tambiCn de Ia percepción que Clites funcionamiento de un sistema politico. Si Ia
v masas tienen del comportumiento corrup- c. está difundida y al menos parcialmente
to. Ia cual tiende a variar en ci tiempo V en aceptada tanto a los ojos de las masas coma
ci espacio. en las relaciones entre las elites, SUS conse-
Si hi c. Cs una manera de influir en las dcci- cuencias pueden no ser completamente dis-
siones publicas, aquellos que Ia usan busca- funcionales. Sin embarco, ci Ia c. sirve a Ia
ran intervenir en tres niveles. Haran usa de Cute sOlo para mantener el puder v si además
Ia c. antes quc nada en Ia fuse de claboración los corruptures son elementos externos al sis-
COSMOPOLITISMO 379

tema politico nacional, coma en el caso del se contrapone tan claramente a las realida-
colonialismo y dcl ncocolonialismo, es proba- des politicas precedentemente especificadas
ble que su empleo en gran escula cree por Un (patria, nución, estado). El segundo tCrmino,
lado tensiones en ci seno de Ia elite y. por el internacionalismo, indica, en sentido más
otro, reacciones entre las masas, reacciones general, sobre todo Ia necesidad de una uni-
activas tales como demostraciones o pasivus dad juridica supranacional, aunque en una de
tales como apatia y enajenación. En general, las Oltimas v más significativas acepciones
par to tanto, Ia c. es un factor de disgregacion históricas (ci internacionalismo socialista)
del sistema. En un sistema juridico altamen- expresa una abierta polCmica con las organi-
te formalista y burocratizado Ia c. puede, sin zaciones politicas nacionales, como lo puede
embargo, servir para mejorar el funciona- documentar Ia clãsica afirmación del Mani-
miento dcl sistema S para hacerlo más expe- fiesto del partido comunista de que el prole-
duo desbloqucando algunas situaciones. tariado no tiene patria. Peru solamente de una
Momentáneamentc luncional, sobre todo reconstrucciOn más amplia de las doctrinas
cuundo los obstaculos de orden formalista- implIcitas en ci termino puede emerger un
jurIdico impiden ci desarrollo econOmico. Ia significado más concreto que Ia definiciôn de
c. es solo un paliativo, v aun en este sector Ia que partimos que permita entender mis
su influencia a largo plaza es negativa, aca- precisamente lo que es comOn Y lo que es
bando Lon el favorecimiento de algunas zonas especifico respecto de los términos con los
respecto de otras. En conclusion, Ia c., tanto que el c. ha sido relacionado.
Si nace en un sistema en expansiOn V no ins-
titucionalizado coma si actiia en un sistema II COSMOPOLJTISM() V TENDENCIAS (NIVERSALISIAS
estabk e institucionalizado, es un modo de DESDE LOS SOFISTAS IIAS1A LA CRISIS Oh LA SOCIEDAD
influir en las decisiones pOblicas que golpea GRIEGA. No por casualidad las primeras hue-
al corazón dcl proplo sistema. En efecto, este Ilas de una doctrina cosmopolita están en Gre-
tipo privilegiado de influencia, reservado a cia, contemporáneamente a las primeras
aquellos que poseen los medios —a menudo senates de una crisis irreversible de Ia demo-
ünicamentc financieros— para ejercerla, con- cracia de las ciudades. Los antecedentes pue-
duce at desgaste dcl recurso más importante den ser hallados en Ia exigencia de una Icy
dcl sistema, es decir de su legitimidad. universal, presente en Anaximandro. en Ia
razOn universal de Herâclito. Ia realidad que
[(,IAXF!usco PASOL INO] se contrapone a los distintos modos del deve-
fir, en Ia Icy cOsmica dc Pitágoras, en Ia lila-
lIella de DemOcrito, que hace posible Ia sida
en comOn de los hombres, en Ia tentativa de
cosmopolitismo los sofistas de afrontar en términos nuevos
Ia relaciOn entre Ia normutiva de las costum-
I WSMOPOLITISM ,). LIVERs%Lis1O. MTERNACIONALlb bres y de las Ieyes y Ia justicia.
.%io Como to indican los etimos griegos, cos- Es en efecto en el Ombito de la filosofia cmi-
mos v polis, C. (ingl. cosmopoliiis;i; franc. cos- ca que Diogenes se definia a si mismo como
mopolizisme; alem. Kosmopolitismus) es Ia ciudadano dcl mundo (Diogenes Laercio, vi.
doctrina que niega las divisiones territoria- 63). La referencia de estas doctrinas aI recha-
les v politicas (patria. nación, estado) afirman- zo de Ia polls y a Ia nueva afirmación de un
do el derecho del hombre, v en particular del poder universal adquiere mayor evidencia
intelectual, a definirse ciudadano dcl mundo. cuando se toma en cuenta que algunas
En este sentido puede ser significativo distin- corrientes cinicas (Onesicrito) rieron en Ale-
guir ci c. de los dos tCrminos que aparecen jandro el nuevo Hercules, el soberano que
mas cercanos: universalismo e internaciona- daba cuerpo a sus ideales politicos. El c. se
lismo. El primer tCrmino. indicando genCri- hacia uno de los puntos principales dc Ia doc-
camcnte toda doctrina antiparticularista y Irma historica, fundada por ZenOn de Citium
ant individualista, en Ia medida en que remar- alrededor del 300 a. C. Rechazando no sOlo
ca los dementos sabre wdo morales v espi- los elementos municipalistas tipicos de Ia his-
rituales que los hombres tienen en comun. no toria griega sinu tambien Ia distinciOn mOs
380 COSMOPOLITISMO

amplia entre griegos y bârbaros. va Zenon su generación y de Ia sucesiva. Con Paneciu


indica Ia pertenencia de los hombres a Ia mis- Ia filosolia estoica no se presentaba en su
ma grey y sobre tudo Ia dependencia respec- antigua rigidez, en Ia medida en que éI toma-
to de una ley comün. La crisis poiltica de Gre- ba en cuenta elementos platOnicos y aristo-
cia y el paso a Ia civilización helenistica favo- télicos. Lu que conocemos de Ia IecciOn de
recieron La difusión de los ideales cosmupo- Panecio a Roma se deriva casi exciusivamen-
litas en una sociedad en que Ia lenguu griega te del be officiis de Cicerón, y es ciertamentc
dejaba de ser exprcsión de un estado, ode una oportuno distinguir los trazos que este ulti-
nación, para hacerse Ia coiue, un medio de mu queria atribuirle de su auténtico pensa-
comunicación de aigun modo universal. Los miento. Se trata de cuaiquier modo de una
intelectuales, ademãs, también por el predo- filosof ía moral concrcta, que inserta los dc-
minio de formas absolutistas que hacen mentos universalcs y conlunes a todos los
menos significativa su relación directa con los hombres en Ia vida real de Ia sociedad. En
probiemas polIticos, tienden a afirmar Ia pri- este sentido el c. de Panecio podia ser conci-
macía del problema moral no sOlo sobre las liado con La realidad politica de Roma. y has-
cuestiones teOricas sino también sobre las ta con su papel de hegemonia. Tan natural-
oupacioncs de Ia vida cotidiana, sobre Ia pro- mente Ia habia leido sobre todo CicerOn, quc
pia politica. No por casualidad el epicurels- habia tratado de dar una respuesta a los corn-
mu. ci esceplicismo y ci estoicismo llevaban pIe jos problemas de su tiempo, contraponien-
adelante toda una concepciOn de Ia filo.sofia do los ideales de humanitas, de Ia concordia
como vida contemplatira. El estoicismo en ordimim, del papel de las Ieyes, a Ia crisis que
particular nutria su c. a Iravés de dos elemen- estaba amenazando insidiosamente Ia propia
tos fundamentales: el concepto de una razOn existencia de Ia republica. No es casualidad
universal. que regula todas las cosas segün que los ideales cosmopolitas se Ic presenten
un orden necesario v ci conocimiento de que sobre todo en Ia Ultima pane de su propia
Ia razOn suministra al hombre normas infa- experiencia, frente al Fracaso de Ia tentativa
libies de acción que constituyen el derecho por hacer revivir sobre el derecho y sabre Ia
natural. Además, ei estoicismo, predicando Ia humanitas a Ia repOblica. En cfecto, en las
exaltación de los valore.s intelectuales, hacia Tusculanae disputationes (v, 37) atribuia a
consistir Ia distinciOn entre el sabio y los Socrates y a si mismo "Pairia est ubicumque
otros hombres justamente en Ia conciencia de bene est". agregando que el filOsofo griego se
Ia caducidad de los ideales de patria y de definia ciudadano del mundo y consideraba
estado. sOlo a éste su patria v ciudad. Es inOtil insis-
tir sabre Ia deformación que en este ca.so Cice-
M. LA IIERENCIA HELENISTICA. EL ESTOICISMO Y EL CXI- ron hacia del pensamiento de SOcrates, por-
VERSALISMO JURIDICO DE LOS RO1ANos En ci mun- tador de una moral universalista, pro en sus-
do romano Ia presencia de una doctrina cos- tancia fiel a las leves de Ia polis hasta ci pun-
mopolita está ligada a Ia crisis de Ia cultura to de aceptar Ia muerte. Era el estereotipo
politica 'republicana" v a las relaciones con cinico (que va se ha vito en DiOgenes Laer-
ci mundo griego y helenistico. En efecto, es cio) ci que se proyectaba sobre el propio
en ci ambiente grecizante de Lucilio (180-102 SOcrates.
a. C.) donde madura, por parte de los intelec- La pax augusta habia repropuesto por un
tuales romanos, Ia conciencia de La autono- momento un papel importante para los inte-
mia de Ia literatura respecto del estado y Ia lectuales en Ia ideologia del principado de
tentativa de traducir en un discurso más corn- Octaviano, peru el equiiibrio habia sido row.
plejo Ia que hubia sido afirmado treinta años Reconstruirlo, con base en Ia filosufia estoi-
ante. por Tercncio: "Homo sum, nthil huma- ca v en los ideales cosmopolitas, es lo que
ni a me ahL'num puro", destinado a voiver a intcntO Seneca bajo el gobierno de NerOn. El
emerger como uno de los más obstinados Dc dementia es un verdadero manifiesto de
estereotipos del c. literario aun en época estas intenciones dc renovar ci principado a
moderna. El camino entre Ia doctrina estol- Ia lux de los valores de humanidad, de filan-
ca v Roma tue el tilósofo Panecio, Ilegado a tropia, c., enseñados por Ia lilosofia estoica.
Ia L'rbc en Ia era de Emiliano v maestro de Per(, Ia tentativa Lenia una debilidad intrin-
COSMOPOLITISMO 381

secu que Ia historia posterior habria de des- derecho naturai. En verdad, este discurso
cubir clamorosamente, dundo razOn a Persio habria de tener on importante signilicudo
(el estoico que habia rechazado ci compromi- más tarde. con Ia continuación del derecho
so). La cl"rneniia, en efecto. ünico modo para romano ligada a Ia escuela de Bolonia.
conciliar paz, libertad y felicidad püblicas,
era ci scntimiento de amor que habria debi- iv. R1.S PURInA CHRIS TIA,v.4 Y EDAD MEDIA. Luego de
do de ligar al principe con sus propios sub- Ia fractura del imperio, ia desaparacion del
duos, indistintamente, en cuanto hombres. de Occidente, las invasiones bárbaras, el
Pero Lt cleme;iiia revelaha Ia intrinseca debi- terreno de una comunidad supranacional se
iidad del compromiso de Seneca por hacer inspiró mãs quc nada en los ideaies religio-
predominar sus propios ideales filantropicos sos, en ci universalismo de una res publica
y cosmopolitas. En realidad no habia otro vin- christiana, en ia cual los hombres eran igua-
culo en el princeps, legibzis solulus, que ci les en tanto hijos de Dios. Pero para ci ens-
puramente moral v tilosOfico de convencer- tianismo triunlante v ya entonces capaz de
io a los ideaks de Ia justicia y de Ia pubiica investir con su fuerza organizativa y hcgemo-
kiicidad. El uso dci poder por parte de Nerón nica a toda Ia socicdad, constituvendo prugre-
habria demostrudo inmediatamente Ia pro- sivamente un notable elemento de unifica-
funda fragilidad de Ia tentativa. Esta no lue ción, es mejor hablar de universalismu, más
Ia ultima en sentido general en cuanto Ia era que de c. Desde su inicio, en efecto, ci cnis-
de los Antoninos pareció realizar cada vez tianismo naciente habia debido elegir entre
mas. v sobre todo con Marco Aurelio, Ia anti- limiturse a ser una herejia del mundo hebreo,
gua aspiración piatonica dcl sumo poder con- o dirigirse al mundo entcro, superando los
fiado a un fiiósofo. Este iiltimo en particular limites 'nacionales" dcl puebbo de Israel. Ei
midiO Ia dificultad de traducir ci discurso confiicto entre Pedro v ci fariseo helenizante
estoico en un programu politico para una Pablo, concluido con Ia victoria de este ülti-
efectiva renovaciôn para ci imperio. Ya enton- mu, habia significado desde ci inicio Ia dcc-
ces los ideales cosmopolitas eran sobre todo ción universalista. En ésta se inspiruron las
ci reflejo de un rechazo cada vez más marca- distintas relaciones con Ia politica que ci cris-
do dc los intelectuales a estar sujetos al impe- tianismo ilevó adelante, pasando desde Ia
rio. El ültimo eco importante de las aspira- indiferenciao total contraposición al recono-
ciones cosmopoiitas dc origen estoico fue lie- cimiento de los dos poderes, hasta los idea-
vado adelante por los juristas que prepara- les tcocráticos que afioraron cada vez más en
ron Ia C'onstiiuiio antonina dcl año 212. Ia Ia secular iucha entre ci papado v ci impenio.
cuai liquidaba definitivamente Ia separacion En este conflicto ambos contendientes afir-
entre los ciudadanos romanos y los otros v maban Ia dimension universal de sus propios
afirmaba Ia igualdad de todos los hombres poderes, reconociendo, aunque en una dimen-
frente a Ia 1ev. Sobre todo Papiniano. prefec- sión subaiterna, al propia antagonista. Se
to dci pretorio desde ci 203 hasta ci 212, al habia oscurecido en cambio Ia conciencia del
estabiecer Ia ciududanIu igual para todos en derecho individual a haccr una eleccion. La
ci imperio, habia apuntado a Ia oicwnene pre- sociedad feudal misma, con sus complejos
dicada por los estoicos. Pero su propia muer- vinculos de dependencia de los individuos,
te, decretada por Caracalla, indica Ia insufi- contnibuia a hacer ya lejanos y cada vez más
ciencia de esta ültima gran tentativa de iden- nebulosos los ideales cosmopolitas que
tificar ci imperio romano con Ia cosmOpoiis podian aicanzai en Ia antiguedad.
estoica. No pur casualidad Papiniano se hara
el heroc intelectual de una de las mas signi- V EL SLEVO LNIVERSAI.IS%IO LAICO DE LOS HIMANIS-
ficativas trtgedias de G. V. Gravina. ci mayor US Estos idcaics volvieron a florecer signi-
romanista" dc Ia prinicra mitad del siglo ficativamente con ci humanismo v ci redes-
xviii. Asi, era posible para ci derecho roma- cubnirniento dcl mundo antiguo. No es casua-
no, sobre todo despues de Ia compieja codif i- lidad que ci humanismo europeo preceda v
cacion de Ju'.tiniano (Cmpu.c juris cit'ili.,), pre- de alguna manera determine Ia tractura de
sentarsc como Ia realidad ILiridica más cci - Ia its pub! ku chrisriuna. Junto a las grandes
cana —en ia historia hurnanu— ai propio inierpretaciones medie ales de Aristótelcs v
382 COSMOPOLITISMO

de Platón emerge un conocimiento de Ia cul- da un siglo antes que en todos los otros pal-
tura clásica desde entonces dirigido y ligado ses de Europa, esto fue mérito no tanto de los
al estudio del griego y a Ia polemica contra predicadores calvinistas, participcs de Ia
las mediaciones patristicas, árabes y escolás- creencia popular que movia a las persecucio-
ticas. En este contexto, mientras que los idea- nes, coma de los magistrados, que habian
tes universalistas propios de Ia Edad Media, heredado el espiritu erasmiano.
papado e imperio, se dirigian irremediable- Los ideales universalistas y aquélios más
mente hacia una crisis, mientras que Ia prc precisamente cosmopolitas no estaban ame-
pia oicumène cristiana se estaba preparando nazados solamente par Ia gran separación en
para afrontar Ia más grande fractura por que distintas confesiones v par Ia rigidez dogma-
hubiera atravesado jamás, el estudio del pasa- tica de cada una de éstas, que provocaron a
do saca a luz las doctrinas y los ideales estoi- su vez los primeros mártires de Ia tolerancia
cos y epicüreos. Individualismo y universa- y del universalismo cristiano. También el pro-
lismo pueden tener desde entonces una jus- ceso de reforzamiento de los estados tendia
tificación distinta de Ia ofrecida tradicional- fatalmente a subordinar a los intelectuales,
rnente par ci cristianismo. Se descubria direc- limitando cada vez más Ia relacián con ci
tamente, en Ia lectura de los textos, Ia ftha de poder a un servicio, que el estado de Ia Con-
Aristôteles. El propio iusnaturalismo era libe- trarreforma tendia a hacer cada vez más rigi-
rado de las reiteraciones escolásticas y recon- do y burocrático. En este sentido el retorno
ducido a sus elementos más puros y esen- de elementos estoicos y escépticos está casi
ciales. siempre ligado a Ia polémica contra las cor-
En esta investigacion del pasado por el pre- tes, contra los propios estados de los que
sente se redescubrian lentamente los ideates éstas son expresión, que tienden a establecer
cosmopolitas, que justificaban, frente al doble férreas relaciones de sujeción aun en ci cam-
proceso de reforzamiento de los estados abso- pa de Ia cultura. En esta Iinea de compleja
lutos v de cierre de las fronteras religiosas, mczcla de individualismo y de nostalgia de
las tentativas de resistencia de los intelectua- momentos comunitarios se coloca el aristo-
les humanistas. Un tIpico reprecentante de crático escepticismo de Montaigne y Charron,
esta experiencia es Erasmo, quc vive profun- que se encuentra en los origenes del liberti-
damente el proyecto de recomponer Ia frac- nismo frances.
tura que se estaba haciendo cada vez más gra-
e, transformando v renovando, con los idea- Vi. LL (Os1CPOiJTI5MO MODERNO (POSTEL. UPSIO. GRO-
les de Ia tolerancia y de Ia caridad, Ia res CIOi.El c. moderno tiene naturalmente diver-
publica christiana, que él habria querido uni- sas matrices, algunas cercanas, otras más
da. La tentativa de mediación no tuvo éxito, lejanas. Una de éstas es justamente Ia heren-
por el contrario suscitó polémicas y adversio- cia erasmiana, Ilevada adelante par aquellos
nes tanto en el campo católico como en ci pro- que, rechazando las guerras religiosas, trata-
testante, pero su cristianismo "razonable" fue ban de construir un ideal politico-religioso de
ci punto de partida de una politica de Ia tole- tipo racionalita. Otra es Ia veta iusnaturalis-
rancia. Su afirmación: 'Crista vive en todas tt, desde Grocio hasta Pufendorf. Otra más
partes; bajo cualquier vehtido se sirve a Ia reli- es, como ya se ha dicho, ci libertinismo. Todo
gión, con tal que no falten los buenos scnti- estos componentes tienen una precisa refe-
mientos", abria un discurso qut tendrá rencia en su propia tiempo y también ascen-
amplios desarrollos en Ia segunda parte del dencias más antkuas, que profundizan en el
si210 xvi, en el xvii v sobre todo en ci xviii. redescubrimiento y en el uso del pasado que
Justamente Huizinga, en su rapido v sugesti- el humanismo habia ensenado. No par casua-
vo perfii de Erasmo (tat vez ci primer héroc lidad una de las primeras definiciones cons-
de aquella benigna res publica de los intelec- cienteN de c. pertenece a un impartante expo-
tuales cosmopolitas que 0 habria de contra- nente del irenismo v nicodemisrno tardlo del
poner ci nazismo), notaba que si los magis- siglo xvi. Fue, en efecto, Guillaume Postel
trados holandesta fueron los menus durus y quien SC definió cusmopolite, ofreciendo al
crueles de Europa al condenar a las brujas, delf in de Francia sus observaciones De la
tanto que estos horrores cesaron en Holan- repuhliqut.' des rurcs... 1560. En esta obra
(OSMOPOLITISMO 183

Postel vinculaba conscientemente el término frances (tres ediciones entre 1669 y 1691). La
a Ia voluntad de realizar Ia paz universal y Ia remisiOn a Sendivogius y al hermetismo
unidad de tcdos los cristianos bajo Ia guia de podria parecer extrinseco y soiamente pinto-
Francia. No por casualidad ci propio térmi- resco. En reaiidad no sOlo indica Ia fortuna
no conoce en Francia, despues de esie primer del término, que por este camino alcanzaba
esfuerzo para emerger al USO comOn, Un lar- ios umbrales dci siglo xviii, sino que especi-
go periodo de silencio. Son los años de las gue- fica tambiCn algunas caracteristicas que per-
rras religiosas, en que Ia perspectiva irénica manecian ligadas a éi v que se haràn esencia-
fue derrotada o por lo menos sobreviviO en les con Ia ilustraciOn: Ia idea de Ia iuz-verdad,
las limitadas lineas programáticas de los poli- contrapuesta a las tinieblas dci error, Ia inter-
tiques. Intcrnacionalismo y c., ligados a Ia nacional de los philosophes, que son ya aque-
herencia de Erasmo, ai reflotamiento del lbs que saberi distinguir Ia verdad del error.
humanismo, a Ia iarga lucha contra Espana, En un mundo en ci que Ia separaciOn de las
v posteriormente contra Ia hegemonia econo- confesioncs era todavia significativa v Ia afir-
mica ingiesa ' francesa, se representaban en maciOn del poder de los estados absolutos no
Hoianda en Ia age d'or de Ia repOblica báta- se veia contradicha por las estrategias dci
va. La figura más significativa es por cierto poder "iiustrado", los ideales cosmopolitas
Ia de Huig van Groot, latinizado como Gro- sobrevivian en los juristas holandeses y ale-
tius, ci gran teologo, jurista e historiador manes, en los escCpticos y "libertinos"fran-
holandés. Las elecciones poifticas y cultura- ceses, en las grandes corrientes mistico-
les fueron extremadamente coherentes. lus- hermCticas que estaban al margen de Ia cui-
naturalista y teOrico del derecho internacio- tura oficial, abriendo cada tanto algun cami-
nal, habia sostenido los interese.s de Holan- no, que Ilegara hasta Ia ilustración. Es por lo
da (y de Ia libertad internacionai) a propósi- tanto una aspiración bastante cunfusa de
to de los mares v dci comercio contra ci pun- resistencia a los conflictos reiigiosos v a las
to de vista ingles sobre ci mare clausum brutaies afirmaciones politicas del absolutis-
lievado adelante por John Selden. También mo. Los intelectuales "libertinos" descubrian
sobre ci piano rcligioso habia propugnado los en Ia Antiguedad los materiales a usar para
ideales de un cristianismo razonabie en que rcsistir a procesos que tendian a subordinar-
se ajustaban irenismo y socinianismo (Dc t'eri- his, organizando minuciosanlente, como Ia
tale religionis chrislianae). Por esto fue per- Francia de Colbert v de Luis XIV. tambiCn Ia
seguido por Ia ortodoxia caivinista y debiO politica cultural.
refugiarse en Paris. El iusnaturalismo de Gro- Otra forma de c. a considerar en ci mismo
cio tenia como referencias Ia herencia huma- lapso es Ia funciOn internacional de los cua-
nista (de Erasmo a Escaligero, a Casaubon). dros politicos e intelectuales italianos. Ya
Ia lección estoica v universaiista de Justo Lip- Gramsci dcstacó ci c. práctico de esta emigra-
sb (Dc conslanhia), ci racionalismo reiigioso ciOn de intelectuales itailanos, que suminis-
de Arminio. Además, profundizando ci discur- trO por más siglos a Europa el personal pa11-
so abierto con Dc veritate. en ci Dc lure fun- tico especializado. Esta funciOn estaba clara-
daba sobre ci CUUSCISIf S genhium los cuatro mente vinculada con ia presencia en Italia del
dogmas racionales de su religion del género papado v con ci carácter internacionai de
humano: existencia de un solo dios, y su espi- gran parte de Ia cultura "roniuna" que domi-
ritualidud, providencialidad y omnipotencia. naba en Ia peninsula. No por cusuaiidad este
Entre elfin dcl sjIo xvi y los inicios dci c. de funciones tendia a entrar en crisis hacia
xvii ci término cosmopolita es usado en ci Ia segunda mitad del siglo xvii en Ia medida
âmbito de las doctrinas aiquimistas. Asi por en que emergian los procesos de formacion
ciemplo 'e dci inia Alexander Sethon, o Sidon, de imponentes burocracias nacionaies. celo-
un escoces que afirmaba fabricar oro v que sas de los ext ranjeros.
fue enctrceIudo por Cristiano II, elector de
Sajonia, que queria arrancarle este secreto. vii E' LOsOt'IGESESDELCOs1OPOLiTiSMODELSic,LO
A sU muerte, Miguci Sendivogius. un noble xviii TOLERX(iA UN1VERSALISMO kELIGIOSO. CRISTIA•
polaco quc lo habia iiberado v se hahia hecho NISMO kA/ONABLE. ED los origenes dl c. dcl
su diseipuio, publicO sus ohms, traducidas en xviii se congregan todas las lineas que hasta
384 COSMOPOUTISM()

ahora se han sena!ado, componiendo un equi- de una paz perpetua. El abad Irénéc Castel
librio complejo. En los prucesos de resisten- de Saint-Pierre escribiO en efecto Ia primera
cia a los estados absolutos, a las guerras reli- redacciOn de su proyecto para una paz per-
giosas, a las fronteras ideologicas y reiigio- petua en 1712, mientras se estaba cuncluyen-
sas, los intelectuales europeos hablan cons- do Ia guerra de sucesiOn española. La segun-
truido un ideal coma punto comün at cual da redacciOn fue contemporánea de Ia paz de
referirse: Ia repOblica de las letras. Era en Utrecht. Esta obra compleja recorriO el siglo
cierto modo Ia ciudad de Dios quc se trans- xviii, señalada par Mablv y retomada par
formaba en Ia de los hombres. En polémica Rousseau en el Exirail dz prujet de paix per.
con las instituciones que estaban obligados pétuelle de M. I'abbé de Saint-Pierre. Para
a aceptar, partiendo de una base iusnatura- mantener Ia paz se pronosticaba una uniOn
lista, se reconocIan iguales, todos hijos de una europea de 24 naciones, criticando Ia teoria
misma naturaieza, de una moral comOn y de del cquiiihrio y sosteniendo que esta uniOn
una religion natural. Aun el relativismo y el habria debido favorecer el nacimicnw de
pirronismo histórico, quc ademãs tendian a estructuras similares también en Asia. En Ia
corroer Ia instituciOn iusnaturalista, contri- continuaciOn de Mably y sobre todo de Rous-
buIan a hacer aceptar las diferencias de cos- seau, este discurso estaba destinado a pene-
tumbres, en modo tai que no se pudiera jus- trar profundamente en Ia ilustración más
tificar fácilmente Ia superioridad de una clvi- mi dura.
lización respecto de las otras. Se organizaba
par el contrario el mito del huen salvaje, que viii. 1LLSTRA(iOs I UJSMO1'OI.iTiSMO. jCUMCS son
es UflO de los componentcs esenciales de Ia las relaciones entre las pi-imeras afirmacio-
"crisis de Ia conciencia" europea, de Ia cual nes dc Ia ilustraciOn y ci c.? Es dificil definir
nacerá Ia cultura cosmopolita de Ia ilus- en terminus puramente doctrinarios un corn-
traciOn. portamiento del hombre que estaba más que
Las guerras religiosas y aquellas por Ia nada presente y difuso como referenda, como
hegemonia en Europa lueron otro elemento clima de opiniones, como sentimicnto, coma
que contribuyó a Ia difusiOn de idealcs pad- realidad mental constituida más par una pila
fistas, a traés de los cuales se organizaba ten- de apuntes que por un discurso fácilmente
tamente el discursu del c. dcl siglo xviii. Tole- especificable. Si los eruditos racionalistas del
rancia, universalismo religioso, cristianismo siglo xvii habian creado una repOblica de las
razonable, derecho internacional, fueron las letras, a Ia quc los grandes periodistas coma
bases puestas hacia elfin del siglo xvii para Bayle y Leclerc habian dada una voz y un
Ia repOblica de las letras. En ella partidipa- poder reales, los nuevos philosuphes (muv dis-
ron hombres coma Locke, Leibniz, J. F. tintos de los alquimistas a los que se habia
Turrettini, W. Wake, J. Barbeyrac, P. Bavic, referido Sendivogius) sentIan profundamcn-
J. Leclerc. Aunque Ia tentativa de construir te Ia .solidaridad internacional de los intclec-
una Onica experiencia religiosa, ci cristianis- tuales empenados en Ia politica de las refor-
mu universal, con ci aporte de todas las con- mas. El vinculo con el propio estado y patria
fesiones, dci anglicanismo at luteranismo tenia sentido hasta cuanda estaba justifica-
al propio catolicismo, debia fallar, los idea- do por Ia participaciOn en el usa racional del
les de Ia tolerancia, laicizándose, Sc impusie- poder, en Ia politica ilustrada, en Ia pOblica
ron haciéndose un componente esencial dcl felicidad. Naturalmente esta tension ideal,
filantropismo ilustrado. Leibniz, que habia que llegaba al punto de iechaiar las institu-
sido uno de los protaonistas del diálogo con clones politicas nacionales v locales, cuando
los catóiicos por el cristianismo universal, éstas entraban en conflicto con Ia razOn a con
debla lijar In diferencia entre c. y universa- Ia conciencia del individuo, no solo es dificil-
lismo eclesiãstico tradicional. mente traducible en una drictrina sino que tie-
Un alumna suyo, Christian Wolf, habria de ne tambiCn diversos matices y gradaciones.
teorizar ci ins cosinopoliticum, en ci ámbitu En Ia fase en que los philosophe.s ten tarun un
del derccho internaciunal. Cuntemporánea- acuerdo con ci absolutismo monurquicu para
niente, en Euiopzt cii Fraiicia, en Ia oposi- ilustrarlo, el c. lue nienus acentuado; se liizo
ciOn a Luis XIV, madurahan las esperanias naturalmente más significativo en los
COSMOPOLITISMO 335

momentus de ruptura entre puder y coteries de entonces comcnzaba it ser usado con
ilustradas. Tipica es Ia eiección de Voltaire. mayor frecuencia.
Partiendo de Ia these royale y de Ia apologia En 1751, cuando Ia Encvdopédie estaba en
de Ia monarquia reformista de Enrique IV (en fuse de urganizaciOn, apareciO un pequefio
Ia cuul actuabu ci sueño de paz interna e inter- volumen de Fougeret de Monbron. I.e cosmo-
nacionul de SullY) intentó, puede decirse toda polite on it' ciloven du monde, que hacia refe-
Ia vida, una relaciOn con ci absolutismo ilus- rencia, en ci subtitulo, a Ia ya citada expre-
irado, desde ci de Luis XV hasta ci de Fede- siOn de las Tusculanuc (V. 37): Pat na esi ubi-
rico Ii y Catalina de Rusia. Ya esta seric de curnque est bene. El rechazo del patriotismo
relerencias muestra coma ci centro de sus es más explicito que nunca en este diario de
intereses era no Ia patria sino ci poder, que viajes. Monbron se inspiru en los cinicos.
prctendia usar racionaimente tanto si fuera Como alirmaba en Ia primera Erase de su pro-
ejercido en Francia. en Prusia, en Rusia, a en pio relato, que IlegarO hasta el romanticismo,
Ia propia Ginebra. Además, Voltaire nuitca en Ia continuaciOn de Byron (como iema dci
acepto estar al servicio del despotismo iius- Child flu raid), ci universo es una especie de
trado, aun cuando io eiigiO coma interlocu- libro del que no se ha leido más que Ia pri-
tor. La propia residencia en Ferney, en los mera página cuando se ha visto solo ci pro-
confines de Francia, muestra Ia determina- pio pals. Hujeando muchas de sus páginas lo
cion de cumplir sus propias batalias sin reco- que se puede aprender es que todas las
nacerse en una putria. patrias son igualmente malas. Fougeret de
Se ha insistidu sobre ci hecho dc que ci c. Monbron, hombre de "cocur velu", que habia
en ci siglo xviii haya sido un ideal, una aspi- adoptado como lema "contemni et contemne-
racion, un sentimiento, un nudo de doctrinas re", fue tornado coma modelo de cinico y de
mãs que una doctrina definibie. Lo demues- apatrida por Diderot en el Neven de Rarneau,
tru bien ci retardo (y ci descarte semántico) cuanda éstc afirmaba Ia vanidad de toda
con ci que Ia IinguIstica oficial recibia con- defensa de Ia patria, en cuanto que coma tal
temporancamente ci término en Ia misma entonces no existia más. En realidad, aunque
Fruncia de Voltaire. DespuCs de los usos este c. neocinico no era aquel de los phi hmo-
inciertos en ci siglo xvi y Ia continuaciOn phes. sino mOs hien ci que trataban caricatu-
alquimista del xvii, ci vacablo no habia sido rescamente de atribuirles los antilustrados
reconocido en Ia ediciOn 1694 del Dictionuai- como Palissot (1760), probublemente a esta
re de l'Académie. Está presente en Ia ediciOn pcqueñu obra se debe Ia suerte dcl término,
1721 del Dictionnaire de Trévoux, donde sin que aparece luego en Ia Encyclopédie, aunque
embargo ci significado oscila entre "un horn- con una voz no muy significativa. Esta den-
me qui n'a pus de demeure fixe, ou bien qui a en efecta dc Ia voz del Dictionnaire de Tré-
nulic part n'est Ctranger". Está luego Ia exac- voux ya citada, transcrita cusi textualmente
ta reicrencia a Ia doctrina cinica v al uso del por lo que se refiere a los significados "en
tCrmino en ambiente alquimista. Los autares plaisantant". Después de Ia referencia al epi-
del Diclionnaire son Eavorables par analogia sodio relatado par DiOgenes Laercio, presen-
a Ia farma cosmopoiitarn, mientras que en Ia te también en Trévoux, Ia Encyclopédie agre-
ediciOn de 1771 senaiarán Ia preponderancia ga Ia declaraciOn de otro filOsofo, que prefe-
desde entonces inequivoca de cosmopolite. na "ma fumilie a moi, ma patrie a ma fami-
lie, et Ic aendre humain a mu patrie". Además
ix. PXr!-i.'t Y FIL TFOFL' EX L' F )(LOH.I)IF. Z QUé Sc remitia it Ia voz Philosophe, ci c1ebr arti-
habia sucedido en este iapso en ci que en culo diversarnente atribuido (de Diderot a
Europa sc habia afirmado Ia iiustración y en Dumarsais), donde, a través de Ia referencia
Francia estaha par ser conciuida Ia propia a Ia célebre frase de Terencio, se insistia en
Encvclopedie? Mientras que los complejos las caracteristicas racionales, retomando ci
ideales que hemos tratadr, de delinear son vinculo del phiio.sophe con Ia sociedad civil
casi comunes. el termino que debia expresar- y Ia humanidad. En realidad ci discurso de
los, quiza par Ia herencia inquietante y mis- los philosophes sobre c. y patriotismo está
teriosa dci mundo alquimista que ilevuha registrado más que nada, en todr,s sus mati-
utrás, demoraha en impanerse, aunque des- ces, en otras voces. desde Ia de Paine de Dc
386 COSMOPOLITISMO

Jaucourt (en Ia quc se establece Ia rciacion gaba a identificar perfectamente para horn-
patria-iibertad-razón que ya se ha dicho) y bres corno DMembert (que Ia usó en 1775) y
Economic de Rousseau hasta Ia espléndida Bernardin de Saint-Pierre (1784) ci con junto
voz Fanui'ismc de A. Delevre, que conhiene un de aspiraciones que Ia Encvclopédie habia
codicilo subre ci Fanaii.cme du palrkie. caracicrizado más en Ia voz fanatisme do
A pesar de esta presencia todavia no reic- pain vie de Deleyre, quc en Ia genCrica de cos-
vante, es sin embargo desde los anos sesenta niopolmle.
que ci término cosmopoiiia ilega a coincidir Hast-a entonces Ia politique de los philoso-
con philosophe coma lo muestran las polémi- plies se habia medido segün los acontecimien-
cas de Palissot contra Dortidius-Didrot a los Los internacionales, de In guerra de los side
que se hace exclamar: "Le veritable sage est anus a In experiencia de Córcega. dcl reparto
Un casmopoiitc" (Las pinlosoplies, iii. sec. 4). de Polonia a in rcvoiución norteamericana.
En 1762 ci tCrmino entraha en In cuarta cdi- Los acentos cosmopolitas se habian dado en
cion del Diclionnaire de !'Académie, peru Ia medida en que los philosophes habian per-
todavia en sentido más bien negativo: "C'e!ui dido toda ilusiOn en Ia politica de reformas
qui ii 'ado pie point de pat ne. Un cosniopohie dc los abolutismos ilustrados. Un corolariu
n'esi pus an hon ciloven." En ci mismo añu impurtanle dcl c. ilustrado es In elecciOn, que
tambiCn Rousseau, que habia consumado su par ejemplo madura en tomb a Ia Histoire phi-
amarga scparacin dci grupo, usaha en sen- losophique ci politique des deux hides de Ray-
tido despreciativu ci tCrmino, polemizando nul, de combatii esciavismo v coioniaiisrno.
contra los philosopiws (Emiic. i). Parecc sig- que comprumete, a travCs de Ia colaboración
nificativo ci hecho de que Voltaire en ci I)ic- de Didcrot, a Ia prupia coterie,
lion name philosophique no haya incluido ci
término. En realidad ci discurso se desarro- X. El. SUEVO(OSMOPOLITISMO l)E LOS RLFORIADORES
ilaba a propósito de pa inc. Verdaderamente ITALIANOS En lialia, coma se ha dicho, existia
cosrnopoiita. Voltaire, en perfecia anhite.sis una disposicion al c. ligada a In I alta de un
con Rousseau, trata de desmistificar, a mcjor estado unitario v sobre todo a Ia tradiciOn de
dicho de rno.strar los lirnites dcl amor a Ia In iglcsia. Pero en el siglo xvw, csta tradi-
patria. En efeeto, deciara que es triste quc it ción, que tiene hasta on lenguaje oficial, ci
menudo "para ser buen patriota sea necesa- latin (además tornado en prCstamo tanibiCn
rio hacerse enemi2u dcl rcsto de los horn- por In res publica de los sabios), Cs sustitui-
bres". Citando ci ejemplo de Catón muestra da par otro tipo dcc.. ligado a las nuevas elec-
cómo "ser buen patrioto significa descar que ciones politicas v morales, a los valores de los
Ia propia ciudad Sc enriquczca con el corner- quc cii portadora In nueva civilización de Ia
cia %' se haga potente con las armas. Fero es ilustración. Italia es recorrida par las modas:
clara que uii pals no puede ganar si otro no gaiomania V angiumania. que son los tCrmi-
pierde, y que no se puede vencer sin produ- nos con los que In conciencia romántica tm-
cir infelices. Tal es, par tanto, Ia condición taba de describir, de un modo va limitativo,
humana: desear Ia grandeza del propio pals estos fenômenos, reflejan una nuev:i relación
es desear ci mal dc los propios vecinos". Con- de In sociedad civil it.tliana con Europa. Tarn-
cluye Voltaire: "Un humbre que prefiere que biCn in masoneria, particularmente viva v
su patria no sea ni más grande, ni mts chica, organizada en Flori-ncia. en Nápoles, en Ia
ni más rica, ni más pobre, serla un ciudada- propia Roma, contribu c ai c. italiano. En
no di mundo." toda, los reformadores, dcsdc Vcrri v B_cca-
En los mismo altos (1765) Diderot definla na hasta Gerovesi v FiI.m"ieri, ci c. era un
coma "vroi cosmopolite" al frecueniador arma para combatir in opresiva herencia de
ideal del sakn de Hoibach, ci miembro de In Ia contrarrcforma. En c'te sentidoen 1775 ci
coterie. Pocos altos despuCs (1767. Mercier dc propiu Pietro Verri. que ademdb rechazaba
Ia Riviere. e.'puniendo Ia doctrina puiltica de "las me/quinas rhaiidades nacionales". afir-
Ia fisiucracia, podia habiar de Ia industnie CU%- maba L coineidercia de cusmopolitu y patrio-
mopolite. Desde 1770, como documenta P. La. Era un modo de identil icar Ins caracteris-
Hazard, ci términu se hacia ccmün v, perdien- ticas sscncialis dJ reformador, ci cquivalente
do toda connotación irónica a necativa, lie- italiant) del philosoplic. N aturalniente estos
COSMOPOLITISMO 387

terminos, nacidos en ci mismo clima y par Un Después de Ia revoiuciOn francesa. si Kant


momento usados de una manera convcrgen- podia proclamar su fe de antiguo Aufklarer,
te, estaban destinados a asumir signilicados considerando el c. como una tendencia natu-
de antitesis en Ia medida en que, con Ia revo- ral y necesaria de Ia humanidad(l798). los pri-
iución franccsa, entraban en crisis los espa- meros románticos tendian más bien a trans-
dos reformistas suhic lo que Sc habian formar los idcales cosmopolitas en unu suerte
formado. de universalismo reiigioso, en ci que tienen
un papel preponderante las individualidades
XI. LA REVOI I LI(J\ FRASI ESA 1.05 11)1-ALES \A( IOSA. nucionales. En esta dirección. en Ia primera
IRS Y IA GRANDF v,rio. Los ideales de Ia revo- cultura romántica, coma par otra parte ya
lución, libertad, fraternidad, iguaidad, son los habia sido intuido par Herder, eran revalua-
mismos del c. Hazard documenta cómo nace dos todos los momcntos en los que prevale-
hasta un periódico, Le Co.s?nupolize (1791- cieron las individualidades heroicas (edad de
1792). Pero Cofl más Iuerza que los prupios los patriarcas, Medievo) y las tendencius uni-
derechas del hombre lijados en 1789, dctrás versalistas. A través de F. Schiegel Ia heren-
del internacionalismo revolucionario, se orga- cia cosmopolita sc transformaba en Ia exigen-
nizaba "La grande Nation". La progresiva cia de un imperio universal fundado en Ia
expansiOn deésta. su pulitica cultural en los moral y Ia religion —que se habria debido
paises conquistados. provoaron (por valor de cant raponer a aquél, artificial y crcado sabre
antitesis) ci reiorzaniicnto dcl pairiutismo, Ia avidez de dominio—, ci imperio napoieo-
quc ya se estaba organizando desde Ia segun- nico. Dc este modo. Schlegel parecia singu-
da mitad del siglo xviii. Esto sucediO part icu- larmente coherente con los ideales de Ia Santa
larmente en Alemania. Italia, Suiza, Austria. Alianza: "El imperio. con constituciOn basa-
Los mismos ideales cosmopolitas tendian a da en Ia clara distinción de las castas, y Ia
transformarse. Los antiguos miembros de las jerarquia, responden a Ia dobie exigencia de
logias masOnicas, por ejemplo en Italia, aca- Ia divisiOn y de Ia uniOn de las naciones" (Lec-
baron por reencontrarse en las primeras see- ewnes. 1804-1806). Asi iambién en Fichte se
Las secretas patriOticas. Un hombre, Filippo ye claramente Ia tentativa de recoinponer Ia
Buonarroti, quc habia participado junto a rciación cntre los dos términos (c. y patrio-
Paoii en Ia delen.sa de COrcega contra Fran- tismo), con Ia prevalencia del segundo sabre
cia, que cstá juntu a Babeuf en Ia con jura de todo desde 1807, hasta su Discurso a la naciOn
los Iguale.s, que será protazoni.sta de todos los alemana, aunque ci filOsofo polemizO siempre
movirnientos rev olucionarios de los primeros contra los ideales reaccionarios y cutalizado-
treinta años del siglo xix, une una epoa a Ia res del universalismo a Ia Novalis y a Ia Schle-
otra v demuestra que existe un vinculo aun gel. Con Ia RestauruciOn, en tomb a hombres
fisico entre c. v primer iniernacionalismo como Stein y Humboldt par una parte. y
revoiucionario. Coma los hombres, tambien Müilcr-Niebuhr par Ia otra, se dividen las dos
las ideas, junta a ellos, se transforman. Con concep:iones del estado que han dominado
ci abad Piattoli, en su largo viaje por Euro- Ia cultura alemana y europea hasta ci siglo
pa, los ideales cosmopolitas acaban par lie- xx: Ia liberal y Ia romántico-conservadora.
gar hasta ci turbio internacionalismo autori-
tario de Alejandro I y de Ia Santa Alianza. XIII. LA IILRENCIA DEL INTERNALIONALISMO SOCIAUS
Como es sabido, ci siglo XIX, definido a
TA.
menudo par los historiadores coma Ia era de
Xli. LA IDEA DR NACIOX Y LA CRISIS DEL (.OS'.OPOLI1IS-
is LEtANIA. Tambièn en ci mundo alemãn ias nacionaiidades, ye singularmente en cri-
Ia reoluciOn I rancesa hobia acckrado ci pro- sis los ideales cosmopolitas. Para los más
-

ccso iniciado desde 1770 con los Sturmer y grandes palses de Europa. desde Ia segunda
bajo Ia influencia de Rousseau. Si Lessing mitad dci siglo sobre todo, significa un pro-
reprcsenta (con Nathan d .sahio v los diálo- ceso dc reforzamiento de las estructuras eco-
gos sabre Ia masonerktj Ia punta más aita dcl nOmicas y Ia formaciOn del estado industrial
c. aIemn, ci universalismo de Herder y de Ia que necesita un mercado nacionai. En este
acnclacion sucesiva es mucliu mãs turhio y proceso. en Ia cuitura, que reflejan más que
complejo. nada las tareas de las unificaciones naciona-
88 CRIMENES LW GLERRA

les, no hay mucho espaci() para los ideates bridge. Cambridge University Press, 1965; R.W.-
internacionalistas Y universalistas que no A.J. Curlyk, It pensiem politico medievale (1950).
conserven alguna turbia huelia de Ia Santa Ban. Latcrza, 19564967, 3 vols.: L. Ch. Fouge-
Alianza. Peroet estado industrial moderno no ret de Montbron, I.e cosmopohie on le Cito yen
favorece solo Ia hegemonia y ci poder de las du mmide, mt. y notas de R. Trousson, Burdeos.
burguesias nacionaics. Crea tambiën su natu- Ducros, 1970: A. Gramsci, Los iuielectuale.c v la
ral antagonista, ci proletariado, para el cual organtactoPi ik' la culiura (1953). Mexico. J.
ci Ilamado at internacionaiismo es algo pro- Pablos; P. Hazard, cosmopolite, en MéIanes
fundamente signifkativo. No por casuatidad diiisioire litiêraire ci comparee offeris a F. Ba!-
se ha dicho que Fitippo Buonarroti vincula el densper,'er, Paris, Champion, 1930, I: 1. Lana.
c. dci sigto XVIII S los primeros movimientus Siudi anl pensiero politico classico, Nápolcs. Gui-
dcl internacional ismo revolucionario. Si la da. 1973 (sobre todos los ensavos: Tracct' di clot-
causa de Ia libertad es igual para todos —par trifle eos;;:opoliiwhe in Grecia [1951]. Teudenze
lo que se acuñaron los pactos para luchar por u,iiversalisiiche nella leiterazura di Roma anti-
ella en Francia, Grecia. lialia. Hungria v Polo- ca [1959], e lntroduione a Seneca [19661). Subre
nia—. mucho más comOn e international es las edades media v moderna: F. Meinecke, Cos.
Ia del proletariado, que no tiene patria y que mopohi:smo e Stato nazionule (1907), Florencia.
reconoce en ci estado un instrumento para su La Nuova Italia, 19752; M. Muehi. Die antike
propia exptotaciOn. .len.cehenheizsidee in ihrer ge.sc!iwliil,c lien Eni-
tt'iekhin', Leipzig, Dieterich. 1928: R. Porneau,
XIV. I%TLIF(TI AlES V COSM(lI5,IJTISM(l INTRE LAS IXIS I. Eu rope des Lumii'res: cosinopulitisme ci uni-
GI'F.KRAS MINDIALES Los ideates cosmopolitas të europeeline an .n'iii' steele. Paris, Stock, 1966:
no han sobrevivido sin embargo sOlo en esta A. Saitta. Dalla "rca pithlica chrisnana'a,s,'li Siati
accpción que desde entonces asume una total t'uiti d'Fnropa. Roma, Ed. St. e Lett., 1948; T.A.
autonomia. Sc representan, en cambio, en los Sinclair. Storia dcl pensiero politico greco (1951),
mismos términos que en ci siglo xviii, coma Ban, Lateria. 19732 ; M. Untersteiner, I sofisti,
aspiración de una poiitica de los inteiectua- Turin, Einaudi, 1949: F. Venturi, Les idées cos-
les au dessou.c de Ia melee en los midas del nuipoh ics en Italic an rviii' siècle v Perspet-iit'e.s
nueva siglo, Irentc al primer conflicto mun- en ropeennes dii cosmopolizisme an xtiii" siècle.
dial. La dificuitad. v sobre todo Ia fragilidad Nancy, mimco. dcl Centre Europeen Universitai-
de esta elecciOn, que comprometia a su vez re, 1957.
hombres y posiciones muy diferentes (desde
Croce en Italia hasta R. Rolland en Francia) [c.lusEppE RI(t PERATI]
estO indicada ampliamente por ci debate que
siguiO a Ia pubiicaciOn de l.a irahison de.c
clercs de Julien Benda (1926). E,te hahia tea-
rizado sobre Ia necesidud de que ci intclec-
crImenes de guerra
tual fuera, coma en ci siglo XVIII, un mal
patriota. La fidelidad a este programa y Ia I DF.FI\ICION DE LOS CRI1Is,Es DI (,ti ERA En Ia
reconstrucción de una benigna res publica de duct rina corriente, los c. de guerra se definen
los inteiectuaies que contraponian sU inter- como lu violaciones de las normas dcl dere-
nacionalismo at fascismo v al nazismo. los cho internacional de gucrra que presenten
cuales invadian progresivamente Europa, una gravedad particular en cuanto quc se
sobre todo despues de los anus treinta, coin- decarroilan a travCs de acciones inhurnanas
cidieron con un retorno de Ia cultura occiden- a crueles v son en cierto modo desproporcio-
tal a los vatores ilustrados y, aunque no logra- nadas respecto de los fines que se ha fijado
ron ser inmediatamente una aiternativa yen- el beligerante que los Ileva a cabo. Se cunsi-
cedora. constituveron de cualquier mc,do Ia dera responsables de los c. de guerra no solo
primera v frágii pero no menos significativa a los estados en cuvo nombre v par cuvo inte-
resistencia a hi "destruction de Ia razón". res se cometen los crimenes sina tarnhiCii los
individuoc que los realizan individualmente.
BIBLIOGRAFIA Sobre Ia auiiguedad: H.C. BaldI%, Sc especitica, ademis, que, dada quc los esta-
The unitY of mankind in Greek thoulit. Cam- dos intruducen normalmente en sus ordena-
CRIMENES DE (jUERRA 389

mientos normas análogas a las del derecho tia tácita a explicitamente, par rnedio de una
bélico. Ia misma acción se configura como cri- ciãusula adecuada liamada amnistia, inclui-
men tanto respecto dcl ordenamiento juridi- da en los tratados de paz, que esta facultad
cu dcl estado al que pertenece ci criminal de desapareceria con elfin dcl conflicto. El Ira-
guerra como dcl estado contra el que se din- tado de Versailes introdujo en 1919 un nue-
ge ci crimen. vo principio scgün ci cual ci final de las hos-
tilidades no implicaba Ia amnistia de los c. de
H. ASPECTOS PROBLEMATICOS. La existencia de nor- guerra y el vencedor se atribuia ci derecho
mas internacionales que rigen ci modo de de castigar los del enemigo vencido. Los arti-
ejercer Ia violencia belica es fruto de un corn- cubs 228y 229 de ese tratato les reconocian,
promiso entre Ia aceptación de Ia inevitabili- en efecto, a las potencias vencedoras el dere-
dad y hasta de Ia licitud de Ia guerra y ci crc- cho de juzgar a las personas cuipables de
cicntc malestar de Ia conciencia humana ante "actos contrarios a las lcyes y a los usos de
Ia misma. Compromiso dudoso porquc esas Ia guerra" y obligaban a Alemania a proce-
normas (quc constituven ci Ilamado derecho der a su consignaciOn. El articuio 227, ante-
internacional de guerra o derecho béiico) al rior a los antes mencionados, deciaraha que
distinguir entre violencia licita c ilicita corren ci jefe del estado alemán era reo de "supre-
ci peligro de justificar, baja ciertas condicio- ma ofensa contra Ia moral internacional y Ia
nes, las matanzas organizadas que se produ- autoridad sagrada de los tratados". Las pre-
cen en las guerras y ofenden aün más Ia con- tensione.s presentadas por las potencias yen-
ciencia moral para cuyo .sosiego se han esta- cedorus de Ia primera guerra mundial caye-
biecido. non prácticamente en el vacio porque los Pai-
La deiiniciOn de los c. de guerra coma accio- ses Bajos se negaron a consignar al Kaiser,
nes inhumanas y crueles sugiere Ia idea de Guillermu H, asiiado en su territorio. En
que no todos los sufnimientos infiigidos a los cuanto a los demts cniminales de guerra ale-
ejércitos v a las pobiaciones enemigas son manes, fueron protegidos por ci rechazo del
inhumanas y crucles. Las normas dcl llama- nuevo Reich aleman a acatar Ia obligación de
do derechu bélico no dejan de sen controver- consignarios, a pesar del compnomiso a.sumi-
tidas aun en ci piano juridico. coma Ia ates- do con ci tratado de paz. Por medio de un
ti guan las insistentes oposiciones desde Ia compromiso posterior se estableció que las
sabiduria juridica romana ("inter arma silent personas acusadas fueran juzgadas par on tri-
ieges") y dcsdc el pcnsamiento renacentista bunal aiemán, Ia suprema corte de Leipzig,
("los goipes no se dan de mutuo acuerdo"), pero ésta absoivió a Ia casi totalidad de los
hasta Kant ("Ia guerra no es jucz del dere- acusados y les aplico a algunos de los restan-
cho") v hasta las corrientes modernas v con- tes penas muy moderadas, que pronto se con-
temporáneas de Ia doctrina que sostienen Ia donaron totalmente.
no junidicidad del Ilamado derecho bélico y
del correspondicnte derecho internacional en En Ia segunda gue-
IV. EL PROcEsO DL NI REMBERG.
general. rra mundiai fue cuando se confirmó ci dere-
cho dcl vencedor a juzgar los c. de guerra del
III. LAS NORMAS TRADIUONALES Y LAS INNOVACIONES vencido. Desde octubre de 1941. Roosevelt y
OLLERIDAS CON ELTRAT.%DO DE VERSALLE.Tradicio- Churchill prociamaron que "el justo castigo
naimente el derecho belico concede a todo de los c. de guerra era uno de los objetivos
estado beligerante Ia faLultad de castigar más importantes del conflicto" y en ci mes
directamente a los soidados v civiles de los de noviembre siguiente se asociô a esta decla-
paises enemigos que se han hecho cuipables ración el soviético Moiotov. Un año despues,
de c. de guerra cuando éstos caen baja su a iniciativa anlo-norteamericana se creó una
poder en ci trnscurso del conflicto, derogan- comisión de las Naciones Unidas para los c.
do asi el principio general de derecho inter- de guerra (ucc). Terminada Ia guerra, ci 8
nacionai que prohibe a un estado ejercer su de agosto de 1945, Estados Unidos, Ia LEss, ci
propia jurisdicciOn sobre los Organos de otro Reino Unido v Francia firmaron un acuerdo
stado. que establcció un tribunal iniiitai internacio-
Hasta Ia pnimera guerra mundial se admi- nal para juzgar a los mayores criminales de
CRIMENES DE G1.ERRA

guerra. El proceso empezó en Nuremberg ci que Sc habiun cometido los crimenes y utras
20 de noviembre de 1945. Los acusados eran veces, linaimente, de acuerdo con ci propio
22, uno de los cuales (M. Bormann) estaba cUdigo penal militar.
escondido, y comprendlan (a excepción de
Hitler que hahia muertu pur suicidio) a todos V. CRIMENES DE(i(ERRA. CRIMENES CONTRA LA PAZ. (RI.
los máxirnos dirigentes politicos v militares MF.NE5COSTRA LA IJUMANIDAD Como vimos en ci
de Ia Alemania nazi. Los crImenes de que se párrafo anterior, it los jeles nazis y nipones
les acusaba se cla.sificaron asi: c. contra Ia se les imputaron, en los proccsos de Nurein-
paz, c. de guerra y c. contra Ia humanidad. berz v de Tukio, no sOlo c. de guerra sino tam-
Doce criminaics fueron condenados a morir bién c. contra Ia paz v c. contra Ia humani-
en Ia hurca, tres condenados a presidio, cua- dad. Estas tres categorias de cnimenes fueron
tro a penas de arresto menores y tres fueron definidas de este modo por ci tribunal miii-
absueltos. tar internucional de Nurcmberg: 11 C. de gue-
Al veredicto del tribunal de Nuremberg se rra: "Violaciones de las leycs s usanzas dc
Ic han hecho muchas objeciones de pane de guerra. Estas violaciones coniprendian, aun-
los internacionalistas ortodoxos, alegando que no de manera exclusivu, ci asesinato. el
que en esu ocasiOn las potencias venceduras malt rato s' las deportaciones forzadas de tra-
figuraban al mismo tiempo como jueces y bajadores o de otros ciementus de Ia publa-
como partcs agraviadas. violando el princi- ciOn de los paises ocupados: el asesinatu v ci
pio de que nemo iudex in re sua. La observa- maltrato de los prisionerus de guerra o de
don es correcta, peru no hay que olvidar que gente del mar, ia matanza de rehenes, ci
todas las condenas por c. de guerru impues- saqueo de las propiedades publicas y pniva-
tas hasta entonces pun estados beli?.crantes das, Ia destrucción injustificada de ciudades
en el curso dcl confiicto violaban el mismo y pueblos. las devastacioncs no justificadas
principio. Sc ha puesto en evidencia, además, por necesidades militares"; 21 C. contra la paz:
que después de Ia segunda guerra mundial se Diseño, preparaciUn, comienzo y realizaciOn
condenaron Onicamente los crimenes come- de una guerra de agresión o de una guerra vio-
tidos contra las potencias %encedoras en tanto latonia de tratados, acuerdos y promesas
que los cometidos contra las potencias yen- internacionales u part icipaciOn en un plan,
cidas quedaron impunes. La exactitud de esta conspiruciOn o confiicto reluciunado con cual-
obscrvacion señula el fundumento de Ia afir- quier delito enumerado anteriormente": 31 C'.
maciOn kantiana mencionada ma's arriba: Ia contra la humanidad: "Asesinato. exterminio.
guerra no es juez dcl derecho. reducciOn a Ia escla% itud, deportuciOn v otros
En forma paralcla a lo que habia aconteci- actos inhumanos cometidos contra Ia pobla.
do en Europa, despus de Ia guerra, can Ia ción civil antes de Ia guerra v durante Ia mis-
proclama dcl general McArthur del 19 de ene- ma; persecuciones por motivos religiosos,
rode 1946, también en Asia se instituyO, con ruci-ales o politicos..
sede en Tokio, un tribunal para el Extremo Con una resoluciOn del 13 dc diciembre de
Oriente. Se llamO a formar parte dcl mismo 1946, Ia Asumblea General de Ia osi aprobo
en caiidad de jueces a los representantes de "los principios de derecho internacional redo-
ii estados. Los acusados fueron 25. Dc entre nocidos en Nurembcrg v el juicio dcl tribu-
ellos. 7 fueron condenados a Ia pena capital. nal" v encargO it unu cumisiOn para ci dere-
16 a presidio y 2 a penas de arrestu menores. cho internacional Ia preparaciOn dc un pro-
Las sentencias fucron ejecutadas ci 23 de yecto de "codigo dec. contra ia paz y Ia segu-
diciembre de 1948, más de trcs años depuès nidzid dc In humanidad". El provccto defini-
dcl final dcl conflicto. tivo rcdactado pun L. comision sC termino dc
Ademt de los procesos de Nurembrg v de preparar en julio de 1951. Esic pru ceto esta-
Tokio, sc lievaron a cabo en Europa otro blecc el principio de Ia responsabilidad indi-
muchos de menor alcance par obra de tribu- vidual directu de los actos estatales contra Ia
nales militares de distintas nacionalidades, paz y Ia seguridad de Ia hurnanidad (art. I);
quc juzgaron a los ucusados aigunas vcces de define como actu ilicito internacion.tI toda
acucidu coit ci deicclio alemán, otias VCCCS aglesion o alnenaza de aglesiun (art. 2); exclu-
de acuerdo con el derecho del tcrritorio en ye quc sea circunstancia eimcntc ci hecho
CRISIS 391

de haber actuado como jefe dc estado o fun- lisis dcl estado de un sistema: Ia Ease previa
cionario püblico o de haber actuado por al momento en ci que se inicia Ia c., Ia fase
orden superior, con Ia condición de que exis- de c. real y verdadera, v. par üitimo. Ia fase
ta Ia posibilidad de una decision moral (arts. en Ia cual Ia c. ha pasado y el sistema ha asu-
3 y 4). Ademãs, el proyecto sostiene ci prima- mido un "cierto" modelo de luncionamiento
do del derecho internacional. deciarando que que noes ya mâs el anterior a Ia c. Para una
el hecho de que el derecho interno no casti- conceptualizaciOn más precisa se requiere
gue un acto que constituye un delito de dere- además examinar on-os tres aspectos: Ia iden-
cho internacional, no lihera de responsabili- tificaciOn del origen y de las causas dcl aeon-
dad de derecho internacional al quc lo ha tecitniento que ha dada inicio a Ia c. y, en par-
cometido". Como puede observarse, el pro- ticular, si se trata de un suceso interno o
yecto de Ia comisiOn metia ci dedo en un avis- externo al sistema, reciente a iejano en el
pero de grvisimos probiernas politicos V juri- tiempo; Ia disponibilidad de tiempo para Ia
dicos, como serian los de Ia soberania de los respuesta a Ia situacion de c. y en particular
estados, Ia personalidad internacional de los si es limitada, media a amplia, y Ia importan-
individuos, Ia anarquia internacional, Ia f'uer- cia relativa de Ia puesta en juego par los acto-
za de coacción de las normas de derecho inter- res politicos o par los miembros del sistema.
nacional. Ia efectiva iuridicidad de este Es posible cunceptualizar de este modo aun
üitimo. ]as c. económicas y, a menudo, c. politicas y
El proyecto de Ia comisiOn todavia no ha c. econOmicas están estrechamente unidas,
sido aprobado par Ia asamblea general de las sea en sentido positivo, cuando Ia solución de
Naciones Unidas. una de las dos aporta eiementos benéficos
para Ia soiución de Ia otra, sea en sentido
BIBLIcXikAFIA:H. Kelsen, Will the jud,'ement in negativo. cuando Ia incapacidad para resol-
the Nurembcrg Trial constitute a precedent in ver Ia c. de una esfera repel-cute sabre Ia otra
international law?, en International Law Quar- esfera. Estas interacciones pueden ser estu-
ter!v, 1947; 0. Wright. War criminals, en The diadas en ci pIano gubernamental, en el pIa-
American Journal of International Law, 1945: no del sistema politico nacional o en ci piano
Law reports of trials of war criminals, a cargo del sistema internacional. El Oitimo ejemplo
de Ia ComisiOn de Crimenes de Guerra de las de c. económica internacional de graves
Naciones Unidas (tsWu), Londres. 1949. 15 rcpercusiones sabre los sistemas politicos
ols. nacionales y sobre el sistcma internacional
fue Ia gran depresion de 1929-1932. Recien-
[uOi.610 BlANCh iJ temente en Ia literatura cientifica se ha intro-
ducido ci concepto de c. de desarrollo. El tér-
mino c. se utiliza en este caso en un sentido
no técnico para indicar variaciones de gran
crisis aicance, que necesitan de largos periodos
para conciuirse y que culminan con Ia crea-
I. DLFI\lc tox Se define como c. a un momento ciOn del estado moderno, con alta participa-
de ruptura en ci luncionamiento de un siste- ciOn politica y compromiso en Ia producciOn
ma, un camhio cualitativo en sentido positi- yen Ia distribuciOn de los principales bienes
Va 0 negativo, una vuelta sorpresiva y a veces económicos N. modernlzactón).
hasta viokata y no esperada en el modelo nor- Cada sistema Se funda en un conjunto de
mal segOn el cual se desarroilan las interac- relaciones más o menos estrechamente iiga-
ciones dentro del sistema en examen. Las c. das entre sus variac!rJs colnpanentes, de modo
e caracteriztn usuzilmente par tres elemen- que un cambio en un componenle dcl siste-
tos. Ante todo par ci carácter instantáneo, y ma genera cambios en todos los restantes. Sin
frecuentemente de impredecibilidad; en embargo, mientras que en los sistemas mecá-
segundo lugar par su duraciOn, quc es a nicos es posibie valorar con cuidado el efec-
menudo limitada, y, linaimente, par su mci- to y Ia extension de variaciones similares, y
dLncia sabre ci funcionamiento dcl sistema. hasta medirlas, cfl el ámbito dc los sistemas
La comprension de una c. se funda en el aná- sociaies se e-.ta todavia lejos de esto. Para
392 CRISIS

valorar, en sentidu amplio, Ia incidencia de Ia c.; segün otros, por ci contrario, las c. pue-
una c. sobre un sistema social, sea coma fue- den tcner dos o más cumbres. Esta tesis alu-
re Sc requiere ante todo delinir ci estado de de también a Ia posibiiidad de una c. en Ia c.,
equilibrio de este sistemu. El sistema puede mediante Ia cual a una c. de una cierta inten-
encontrarse en cquilibrio estable, por lo que sidad y de cierta duracion puede superponer-
tiende a regresar a Ia misma posición unu vex se una nueva c. de mayor intensidad y presu-
que ha pasado Ia perturbación, o en equilibria miblemente de menor duraciOn. Esto ocurre
inestable, en cuyo caso tiende a alcanzar un sobrc todo en los casos de conflictos belicos,
nuevo tipo de equilibrio después de Ia pertur- peru no deben excluirse tampoco de las c. de
bacion y de Ia c. a Ia quc cstá somctido(v. sis- distinto tipu.
tema politico). Dc acuerdo con ci tipo tie sistema en ci cual
Se tienen varios tipos dcc. Pueden ser inter- se verifican podemos distinguir tres tipos de
nas al sistema cuando surgen pare! contras- c.: c. del sistema politico, c. gubernamenta-
te entre los componenles, 0 externas a él cuan- les y c. internacionaics.
do el estimulo proviene desdc afuera. Pueden
ser genéticas cuando se presentan en ci II. CRISIS DEL sIs'rEIA. Las c. dci sistema politi-
momento mismo en ci que Un sistema comien- co tienen dos dimensiones prineipales: por un
za a existir y funcioriales cuando se producen lado pueden implicar sOlo lox mecanismos
en ci curso del funcionamiento mismo dcl sis- los dispositivos juridicos y constitucionales
tema. Pueden ser fisiologicas cuando tocan ci dci sistemu, es decir el regimen politico. Asi,
funciona,nwnlo del sistema y provocan su ci paso de una monarquia absaluta a una
adaptación y patologicas cuando tocan Ia monarquia constitucional, coma también ci
estruclura del sistema y provocan su muta- paso de una monarquia constitucional a una
ción. Las c. funcionales pueden a su vez ser repüblica y ci paso de una repüblica parla-
c. de sobrecarga cuanda ci sistema tienc que mentaria a una republica presidencial, son
hacer frente a más demandas de aqueiias a todas c. que cncicrran solamente cambios de
las que puede responder o c. de carestia cuan- regimen. La otra dimension dec. dcl sistema
do ci sistema no alcanza a ext raer de sus aden- politico considera en su lugar ci orden socioe-
tros o del ambiente los recursos suficientes cononuco C implica clementos como las rela-
para su funcionamicnto. La sobrecarga pue- clones sociales de producción, Ia distribuciOn
de derivarse del mero nümero de las deman- de Ia propicdad s Ia cstructura de Ia lamilia.
das, de Ia intensidad de las demandas, de Ia Raramcnte este segundo tipo de c. puede
fuerza de los componentes portadores de tener iugar sin provocar cambios en ci rCgi-
demandas y dcl tiempo disponible para Ia res- men politico. Cuando los cambios en ci regi-
puesta. La carestia está estrechamente liga- men se acompanan de cambios en ci orden
da al tipo de apoyo que ci sistema alcanza a socloeconomico, Ia c. frente a Ia cual nos
dominar, apoyo quc representa ci indice prin- eneontramos c- una c. revolucionaria (r. revo-
cipal con ci cual prever ci monto de reclirsos lución).
que ci sistema puede extraer y movilizar. Dc manera menos prccisa sc habla ahora
Otras c. de funcionamiento consideran ci frccucntemente en Ia literatura dcc. de desa-
modo en que el sistema selecciona Ia infor- rrollo del sistema. Estas c. consideran sa sea
macion, busca cambiar sUs fines o procura ci modo en que eI sistema sc comporta fren-
cambiar el ambiente interno s externo. La te a las provccaciones que surgen de su inte-
Ease en Ia cual el ,istema ha alcanzado un nue- racciOn coil utlos sistemas, u I)iCfl ci modu en
vo equilibria, estabk a inestable, marca cI tér- quc resiste a las provocacionc provenientes
mino de Ia c., pero no necesariamente su solu- desde adentro, por ejemplo dc una excisiOn
ciOn. La c. puede estar simpkmcnte udorme- de Ia Cute poiitica. Estac c., que pueden him-
cida, retiruda peru lutente, y por cunsiguien- bien tener una larga durucion peru que pre-
te manifestarse nuevamente en una fuse sentan momentos individuales dc mayor
sUCesiva. intensidad e vcrifican sobre todo en corres-
Segün algunos autores, las c. se presentan pundencia con ctmbios relevantex en los 5cc-
con una curva de distribuciOii unitnodal con toics econóinico, social, reliaioso v cultural,
una sola cima que representa Ia cumbre de que exigcn al sistema politico hacer frcnte a
CRISIS 393

nuevas demandas y a nuevas necesidades (v. depender de In falta de rcpresentatividad de


modernización). El modo en que las c. son Ia clase politica en ci poder (por esto, por
afrontadas y resueltas influyen en considera- ejemplo, ci gobierno puede ser considerado
ble medida ya sea en las modalidades con que como e1 comité ejecutivo de Ia burguesia".
se presentarán las otras c. o en las capacida- es decir el representante de los intereses de
des del sistema para resolverlas. una sola parte de Ia cumunidad political. de
Ia falta de legitiniación dcl .na, qu.. es
in. cRISIS GUBF.RNAMENTALE5. Las c. gubernamen- rechazado por fuertes grupos de Ia cumuni-
tales consideran el funcionamiento del sub- dad. y de In falta dt- eficacia para responder
sistema gobierno y pueden ser generadas por a las demandas de In comunidad.
factores internos del aparato gubernamental A diferencia de las c. sistémicas y de las c.
o de las interacciones de ste con Ia sociedad. internacionales, las c. de gobierno, sobre todo
Las c. que se originan dentro del aparato en los regimenes parlamentarios, en cuanto
gubernamental dependen de mancra relevan- a lo imprevisible de su inicio, son cuando más
te de Ia naturaleza del aparato. El aparato reguladas e institucionalizadas por quien con-
gubernamental puede ser homogeneo o hete- sidera sus modalidades de desarrollo y even-
rogèneo, compuesto de pocos o de muchos tual solución. La institucionalizacion de los
partidos y formado por una sólida mayoria procedimientos para Ia solución de las c.
de diputados o por una leve mayoria. A esto gubernamentales sirve para circunscribirlas
se agregan los problemas de Ia presencia de en extension y para impedir que puedan
una oposición unitaria o fragmentada, orien- poner en peligro Ia existencia del regimen
tada a Ia aceptación del sistema o a su trans- politico mismo.
formaciOn revolucionaria. Cuanto más homo-
génea sea In coaliciön gubernamental, es decir IV CRISIS INTERNACIONAL El concepto de c. ha
que no esté dividida a través de los ejes sido empleado de modo particular en ci sec-
laicismo-confesionalismo, ciudad-campo. tor de las relaciones internacionales, y sobre
industria-agricuitura, v se conforme por este respecto es particularmente relevante In
pocos partidos v por una sólida mavoria, v definiciOn de Lassweil y Kaplan(1969): "Una
cuanto rnãs este fragmentada In oposicion Y c. es una situaciOn de conflicto de intensidad
orientada a In aceptacion del sistema, tanto extrema (existen alias expectativas del usa de
menos probables serán las c. gubernamenta- Ia violencia)." Además de los aspectos que tie-
les. Sin embargo, las c. gubernamentales nen que ver con ci conflicto violento, se des-
dependen también de las relaciones que Ia cIa- taca Ia incidencia de In situaciOn de c. sobre
Se politica instaura con Ia sociedad y con los el proceso de decision. esto es Ia urgencia
tipos de respuestas quc ella brinda a las cada vez mayor de tomar decisiones, urgen-
dernandas provenientes de Ia sociedad. El cia que perinite variaciones en ci normal iter
aparato gubernamental puede, en realidtd, decisional y ci recurso a procedimientos
dar preeminencia a aquellas respuestas que excepcionaies.
minimicen ci conflicto interno respecto de las Una c. internacional puede ser analizada
respuestas que hacen maxima In satisfacción desde ci punto de vista de los actores inter-
de In sociedad. En estos casos se asiste al nacionales que se encuentran y desde ci pun-
fenómeno bien conocido del inmovilismo, v to de vista de sus procesos de decision. Des-
quc Cs emblemático de los regimenes multi- de ci primer punto de vista se puede exami-
paitidistas de In IV Rcpübiica francesa. Las nar ante todo por ci nümcro de los adores
decisiones tomadas pueden en su lugar Ilevar impiicados en Ia c. Sin embargo, no be ha
a In ruptura de In coalición gubernamental, dicho que las c. que implican Ia participaciOn
de modo quc algunos gobiernos pueden desa- de solo dos actores son de ms fácil solución
rrollar solamente ci papel de obiernos para que las c. en las que participan numerosos
In "liquidaciOn" de algunos problemas y caer actorcs. Por otra pane, en ci primer caso, ci
inmediatamente después. En general, no obs- proceso de composiciOn y mediaciOn de In c.
tante, ci ekmc-nto dewrminante de las c. de parece facilitado por Ia presencia de un limi-
2obierno '.c cncuntra al nivd de las relacia- tado nümcro de actores que simpiifica los
nes entre dase pulitica v sociedad ' puede problema' de comunicación de Ia inlorma-
394 CUARTO ESTADC)

don y de conciliación de los intereses. En Ilega a quienes toman las decisiones es impor-
segundo lugar, conviene examinar Ia poten- tante.
cia relativa de los adores envueltus en Ia c. Puesto que cada c. es un momento de rup-
En ci actual sistema internacional las c. en tura imprevista en ci funcionamiento normal
las que part icipan adores provistos de equi- de un sistema, requiere respuestas rápidas
pos atOmicos son potencialmente más peligro- que tiendan a llevar nuevamente al sistema
sas que aquellas que yen en juego adores que a su modelo precedente de luncionamiento a
carecen de armas nucleares. En tercer lugar, a institucionalizar un nuevo modelo. La con-
merece examinarse el locus de Ia c. La divi- dición esencial para que esto suceda es que
siOn en esferas de influencia hace que las c. ci sistema esté suficientemente abierto a los
que se verifican dentro de las esferas de diversos tipos de informaciOn, de recabar Ia
influencia y que no envuelven a las superpo- informaciOn suficiente para los procesos de
tencias rivales son menos peligrosas que las respuesta y de adaptaciOn demandados y ser
c. que se desarrollan en zonas disputadas suficientemente fuerte para poder efectuar
entre las dos superpotencias o que yen Ia selecciones precisas entre los diversos flujos.
intervenciOn de las superpotencias en los Por lo tanto, cada c. puede ser superada por
campos contrarios. En general, ahora, por Ia un sistema que disponga de una piuralidad
vasta red de alianzas y de pactos de asisten- de fuentes de informacion, de Ia capacidad de
cia, hasta los conflictos en areas lejanas de elegir entre los diversos flujos y de adoptar
aquellas de estrecho "interés nacional" pue- nuevos modelos de funcionamiento sin per-
den conducir rápidamente a c. de alcance der sus daracteristicas esenciales.
inundial.
Las c. internacionales proceden de modo G.A. Almond, S.C. Flanagan y R.J.
B1BLIOkAF1A:
caracteristico por una erupción imprevista de Mundt (comps.), Crisis, choice and change: his-
un conflicto breve a por una compleja obra torical studies of political development, Boston.
de ajustes, que par lo demás no Ileva a una Little Brown and Co., 1973; L. Binder et al., Cri-
desaparicion permanente v definitiva de las ses and sequences in political development, Prin-
causas de Ia c. sino a un descanso más o ceton, Princeton University Press, 1971; H.D.
menos largo y a una institucionaiizaciOn de Lassweil y A. Kaplan, Potere e società (1950),
nuevas formas de conflicto. Cuando los con- Milan, Etas Ubri, 1969; N. Poulantzas (domp.),
tendientes consideran que Ia c. no pudea tener La crise de l'êtat, Paris, Presses Universilaires
otra salida que una mediaciOn, Ia c. es a menu- de France, 1976; J.A. Robinson, Crisis, en Inter-
do desencadenada par conquistar una mejor national encyclopedia of the social sciences, Nue-
posiciOn en Ia mesa de negociaciones. s'a York, Collier-Macmillan, 1968, vol. 3; G.E.
Desde ci punto de vista del proceso de dcci- Rusconi, La crisi di Wei,nar: crisi di sislema e
siones, cuaiquier tipo de c. provoca una con- sconfitta ape raia, Turin. Einaudi, 1977; 0. Young,
centraciórl dcl poder de decisiOn en las manos The politics of force, Princeton, Princeton Uni-
de pocos individuos, restrinne las alternati- versity Press, 1968.
vas posibles puesto que excluve ci recurso de
alternativas más compIeja.s y requiere Un pro- [GIAxntco PASOL1NO]
cedimiento más rápido, más informal v
menos controlabie. Desde este punto de vis-
ta los mrjmentos claves para cada uno de quie-
nes toman Ls decisiones conciernen al flujo cuarto estado
de Ia informaciOn, al Ilamado de Ia informa-
don vt adquirida y a Ia selecciOn de Ia infor- Este termino está Iiado a Ia tradiciOn extre-
maciOn más relevante para lz c. en acto. En mista de Hébert y Babeuf, en contraposiciOn
esti' fases akunas fuentes de información al tercer estadrj de Ia Francia prerrevoiucio-
pueden surgir coma fuentes privilegiada v naria fundamentalmente con stituido par los
provocar graves distorsione en ci procesu de grupos burueses. En ella Ia ucepciOn de Ia
adquisiciOn v de selecciOn de Ia información. palabra "estado" (vease Ia alemana Stand
Sobre todo en las c. internacionaics Ia call- mantenia ci signilicado de capa, condiciOn
dad, Ia cantidad y ci tipo de informaciOn que social, que habia tenido hasta los inicios de
(CARTO PODER 395

Ia época moderna; pero el concepto de "c. prensa independiente es par ella definida
estado" ya implicaba una función antitética como "c. poder".
rcspccto dc Ia misma burucsia, anadiéndo- Hacia fines del siglo xviii, las declaracio-
se por to tanto a los nuevos estratos sociales nes de los derechos, norteamericana y fran-
alimentados por los desarrollos de Ia revolu- cesa, sostenian Ia libertad de prensa coma
ción industrial: al naciente proletariado. Con garantia fundamental de Ia libertad politica.
esta creciente caracterizución clasista, el tér - En Estados Unidos, Thomas Jefferson decla-
mino ha sido usado por Ferdinand Lassalle raba que Ia libertad está garuntizada donde
precisamente para indicar a Ia clase obrera Ia prensa es libre v los ciudadanos son capa-
contemporanca, y ha sido adoptado más o ces de leer: "Si a ml me tocara decidir res-
menos a propósito por Ia pubticistica y por pecto de Ia existencia de un gobierno sin dia-
Ia propaganda socialista entre las masas casi rios ode diarios sin un gobierno, no dudaria
hasta nuestros dias (véase también el cono- un momento en preferir esto ültimo." En
cido cuadro con este titulo de Giuseppe Peliz- Francia, el desarrollo del c. poder coincide
za da Volpedo). con el predominio del tercer estado; las publi-
Con el titulo de Qua rio stato aparece luego caciones politicas Se multiplicaron durante
en Milan, entre el 27 de marzo yet 30 de octu- los dias inmediatamente posteriores a Ia toma
bre de 1926. una "Reista socialista de cut- de Ia Bastilla hasta Ilegar a varios centena-
turu pohtica", fundada par Carlo Rosselli y res de titulos, los que se redujeron a unos
Pietro Nenni, que, también entre grandes diii- cuantos bajo ci imperio. "La libertad de pren-
cultades, intenta realizar un aporte original sa debe adquirir en manos del gobierno Ia
a Ia oposición at fascismo v a Ia solución de función de un poderoso auxiliar", escribia
Ia crisis del socialismo italiano. También Napoleon durante su permanencia en Santa
Qua rio stazo esradu Sc llamó. en Ia segunda Elena. Pero al misto tiempo agregaba: "Mi
posguerra. unu revista de estudios socialis- hijo estará obligado a reinar con Ia libertad
tas dirigida por Lelio Basso desde marzo de de prensa. Esta es hay una necesidad." Las
1946 hasta 1950. constituciones liberates del siglo xix reforza-
ron Ia influencia de Ia prensa. "Burke ha
BIBLIOGRAFIA F. Buonarroti, cospiraione per dicho que existlan tre.s poderes en ci parla-
l'eguagliuuza detta di Babeuj, a cargo de G. Mana- mento, pero —observaba Carivle— si se con-
corda, Turin, Einaudi, 1971; S. Merli. Ii "quarto sidera Ia tribuna de los periodistas, existe un
slab" di Rosselli e Nenni e la polemica sal nfl- c. poder cada vcz más importunte respecto de
not-a,,,ento socialisia nel 1926, en Rivisia Sioni. todos los demás."
ca del Socialismo, num. II, Milan, 1960; G. Pan- La libertad de información no es verdade-
set, Lizebertisme etla conjuration des êgaux. en ramente un poder en sentido constitucional
Annah's Revolurionnaires, 1923; N. Tranfaglia, sino más bien el fundamento de Ia legitimi-
Carlo Ros,elli dull 'ingerventismo a Giustizia e dad de los poderes delegados. En cuanto
Liberia. Ban, Laterza, 1968. explicación directa de Ia libertad de pensa-
miento y de discusión. Ia libertad de informa-
[CARLO LF.OPOLDO orflxo] cion es fundamental para un ejercicio correc-
to de los poderes democráticos v por ello
constituve un derecho que no dehe ser atri-
buido sino garantizado; es una libertad no
cuarto poder externa at ectado democrático ni subordina-
da a eI sino historica v conceptualmente con-
Lu mcdios de información desempenan una temporánea a su formacion. %• lob atentado
funciun determinante para Ia politizacion de contra el estado dcmocrático on en muchos
Ia opinion publica v, en las demccracias cons- casos atentados contra Ia libertad de infor-
titucionales, están en condiciones de ejercer macion.
un control critico sobre los órgano de los En el ambito mismo de los estados con
tres podere': ejecutivo. Ieis1ativo y judicial. ordenamiento democratico, es hov por otro
En cuanto SC coloca en compeLencia coope- lado dificil desittiiai a los iiu.:dios de infoiina-
rante con los Organos dcl poder pOblico, Ia ciOn (que desde Ia imprenta SC han ampliado
396 CUESTION AGRARIA

hasta los medios audiovisuales) como c. de Ia situación en el campo britânico. Hubo


poder. Respecto del siglo de oro de las publi- todavia un cierto momento de conjunciOn
caciones politicas, Ia exigencia económica de entre obreros, artesanos, pequeños propieta-
Ia concentración va disminuyendo el flume- rios y asalariados agricolas durante Ia ülti-
ro de los diarios, del cual deriva el pluralis- ma rebelión campesina inglesa de 1831, Ia
mo y Ia confrontación de opiniones, y ci balan- cual precedió en muy poco tiempo a Ia refor-
ce financiero de las empresas periodisticas ma parlamentaria de 1834. En los anus de oro
depende no tanto de quienes compran las de mitad de siglo, estimulada por Ia deman-
publicaciones como de Ia publicidad. Respec- da de bienes agrkolas. Ia gran propiedad
to de los medios audiovisuales, muchas veces nobiliaria, subdividida en fincas capitalistas
son propiedad y están controlados directa- de grandes dimensiones, controlaba por si
mente por los gobiernos; tanto que Duverger sola casi Ia mitad de las tierras del reino. La
ha encontrado en los medios de información, ausencia de pequenos propietarios. bisagra
desde los más antiguos (Ia prensa) hasta los entre grandes propietarios y asalariados,
más modernos (Ia radio y luego Ia television) aumentaba desmesuradamente el peso poli-
un grado de dependencia de los poderes pObli- tico de Ia aristocracia como clase hegemoni-
cos inversamente proporcional a su anti- ca nacional. La posesión de Ia tierra (inclui-
guedad. dos bosques y minas) por parte de Ia aristo-
cracia y de los squires permitia un control
(VALERie ZA'iO5E1 general sobre ci crecimiento de Ia econornIa
británica (baste pensar solamente en ci desa-
rrollo de las ciudades sobre terrenos que nun-
cuestión agraria ca Ilegaban a venderse por completo). Solo Ia
importacion de los cereales y productos ali-
I. COSCEPTO Y CONThXTO rnsTOkIco. Con esta menticios a precios más bajos habria permi-
expresión se indica en general ci conj unto de tido a los industriales aumentar Ia producti-
los problemas sociales y econOmicos que ata- vidad dcl propio capital con un ahorro sobre
ñen al sector primario de Ia economla y espe- los salarios. Como habia previsto D. Ricardo,
cialmente a los que se ref ieren a los trabaja- renta y ganancias estaban continuamente en
dores del campo (por eso se puede hablar tam- contraste. La abrogaciOn de todo arancel
bién de cuestiOn campesina). Estos problemas aduanal por parte del gobierno liberal de
varian obviamente segün las épocas histOri- Robert Peel (1854) habria debido permitir Ia
cas v en ci lenguaje historiográfico se habla cajda de los precios agricolas. Sin embargo
de una c. agraria en Ia edad romana, de otra esto ocurriO solamente veinte años después,
en Ia edad media y de otra aun en Ia moder- debido al retraso con que las agriculturas
na y contemporánca. Esta ültima, durante los extraeuropeas entiaban en competencia con
siglos XIX N . xx, ha sido objeto de gran inte- Ia economia del viejo mundo, ya que para
rés por parte de las ciencias sociales, con los ellas se reproducia Ia relaciOn de dependen-
resultdos que iremos viendo a lo largo de los cia v subordinaciOn entre agricultura e indus-
acontecimientos analizados. tria Lipica del desarrollo económico de Ia
Los origenes teOricos dcl análisis de Ia c. so.iedad capitalista. Con mayor razOn se notO
agraria Se remontan a Ia teoria de Ia renta de entonces Ia falta de una clase de campesinos
David Ricardo (1817) y de sus predecesores; propietarios: de hecho, por Ia continua trans-
y, hacia mediados del siglo xix, J.S. Mill formación de los salarios en capital, los pro-
(1848), en un largo capitulo sobre Ia propie- ductus de Ia agricultura campesina debieron
dad campesina, historizaba por primera vez costar menos, pues no estaban gravados por
las coridiciones que estaban en Ia ba ,.e del un inheres sobre el capital tomado en presta-
desarrollo de Ia agricultura inglesa y de las mo (al menus en teoria).
continentales. La definitiva desaparicion de Casi al mismo tiempo empezaron a publi-
una ciase de medianos y pequeños propieta- carse los escritos de Marx (La lucha de cia-
rio'. independientes (yeomen) en Ia Gran Bre- se.c en Francia, El 18 Brumario de LUIS Bona-
Lana de principius del siglo xix era el hecho parte) y de Engeis (La guerru de los ca)pzpsi-
de donde arrancaba el análisis sociopolitico nos en ,llemania v posteriormente La cues ZiOn
CUESTION AGRARIA 397

earn pesina en Francia v Alernania), que situa- campesinos dentro del ya consolidado esta-
ban ci problema campesino en el centro del do liberal. El campo Sc convertia en destina-
desarrollo social v politico de los paises de tario dcl mensaje politico que las nuevas orga-
economia capitalista. El modo de producción nizaciones socialistas y católicas lanzaban. En
campesino es una forma económica anterior el ültimo decenio del siglo xix los socialistas
a In capitalista que habria de ser eliminada franceses, alemanes e italianos intentaron
por esta üitima poco a poco. Después de Ia fundamentar una politica agraria para el
desaparicion de Ia ciase campesina seria posi- campo.
ble para In sociedad capitalista reorganizar- Aun considerados en su especificidad, los
se de manera más eficiente para el propio fun- acontecimientos que Ilevaron a las resolucio-
cionamiento. Sin embargo. Ia prediccion de nes del congreso de Marsella de 1892 son has-
Ia desaparicion de Ia clase campesina era más tante sintomáticos de Ia crisis de estructuras
una declaración de principio que un hecho agrarias que afectaba al campo europeo. En
real; con excepciOn del caso de Inglaterra, en 1863 Ia filoxera (nueva y peligrosa plaga de
los palses de Ia Europa continental se obser- los vinedos) invadió y arrasó rapidamente Ia
'aba una gran resistencia y capacidad de zona del bajo Languedoc y Ia Provenza. Un
adaptacion a las nuevas situaciones por par- nümero de productores cada vez más depen-
te de los campesinos. Pero es necesario esta. dientes de las entradas en dinero se ye obli-
blecer sin equivocos las causas de Ia perma- gado al éxodo (tendencia ya manifiesta des-
nencia de una organización socioeconómica de 1850). Vinculado a Ia depreciacion de los
campesina en medio de un sistema global- productos, baja también ci valor de Ia tierra:
mente capitalista. Conviene senalar ciertas Ia tasa de interés del dinero pedido a présta-
necesidades tipicas del capitalismo urbano de mo para afrontar Ia crisis es superior a Ia tasa
Ia época: sabre todo Ia necesidad de obtener de capitalizacion del suelo, cercu de un 3%.
excedentes regulares (de alimentos y de mano En estas condiciones los arrendatarios y los
de obra) provinentes del campo. En este sen- medieros podian satisfacer .su tradicional
tido ci capitalismo urbano encontraba en Ia aspiración a In posesión de Ia tierra. La c.
permunencia de ciertas situaciones de subde- agraria se plantea cada vez más en ténninos
sarrollo campesino In posibilidad de satisfa- de cucstión campesina.
cer ciertas necesidades estructurales, en El proteccionismo es el arma inmediata
momentos de rápido y relativamente espon- tanto de los conseiadores como de los repu-
táneo desarrollo. Algunos decenios despuës blicanos: los primeros se reünen en In Socié-
de los escritos mencionados, Marx escribia té des Agriculteurs de France (1867) y los
que In agricultura estaba dominada par los secundos en Ia Société nationale d'encoura-
principios de In economia capitalista (El capi- gement a l'agriculturc (1880). Cae pues ci prin-
tal, libro tercero, Intr. a Ia sección sexta). Las cipio del libre cambio, una de las columnas
transformaciones Ilevadas a cabo en los ülti- de In politica econOmica de Ia época, y se pac-
mos decenios del siglo xix en toda Europa tan nuevos aranceles segün las situaciones y
obligaron a las organizaciones politicas sos- términos del intercambio reciproco (1881-
tenidas por ci estado o por los grupos soda- 1884 y 1892). El trigo es ciertamente el pro-
les (de los propietarios a los sindicatos de asa- ducto privilegiado. Las guerras aduanales
lariados) a escoger una politica cztpaz de sostenidas par Francia con ItaIia(l888-I899)
hacer frente a los efectos de Ia crisis agraria, icon Suiza(1893-I895) son hechos conocidos
los cuales habian puesto en tela de juicio las que manifiestan In compi.tencia dirccta entre
estructuras sociales de kis economias agra- sectores productivos similares (agricultura
rias europeas: a pesar de los numerosos polos mediterránea c industria láctea). El capitalis-
indust rial izados, èstas se cimentaban todavia mu agrario se ye obligado a enfrentarse en el
en gran parte sobre In sociedad rural. campo internacional; solamente el aumento
de las cabezas de ganado permite el pago de
II Poll ricA 'I RCi\o\IIA AGRARI Di. RA.\TE IA CRISIS DE zanancias v rentas. El estado reacciona con
FIX DL 51Gb. En ci contexto de una cconoma Ia creación de un nuevo ministerio de agri-
dual, Ia c. uzraria se planteaba tainbkn conlo cultura (1881)' de obras püblicas. Los pro-
cuestián de Ia representación politica de los pietarios Se asocian para In seleccion del
39t CUESTION AGRARIA

anado, ovino y bovino. para Ia elección de mos eran victimas de Ia crisis y de Ia politica
semillas cerealeras, con Ia mira de Ilegar a proteccionista que favorecia a los grandes
una especializacion regional. Las relaciones productores. Como escribiera Engels. en
con Ia fuerza de trabajo tambien están suje- Francia no se podia hacer Ia revoluciOn en
tas a cambio. A causa de Ia disminución de contra de los pequeños propietarios (La cues-
Ia mano de obra rural (atraida hacia las ciu- non cam pesina en Francia y Alemania, 1894).
dadcs por los salarios mãs elevados) Sc esti- Pero at mismo tiempJ Se hacia muy dificil una
mula el aumento de salarios para los que se politica más rigurosa de inspiración marxis-
quedan, asi como Ia diiusión de Ia maquina- ta y se ubrian las puertas a los programas
na (scadoras, trilladoras y tractores de reformistas de los congresos de Breslau (1895)
Vapor) y de los productos de Ia industria qui- y de Bolonia (1897). La cuesliOn agraria de
mica: los fertilizantes. El sindicalismo en Kautsky (1899) nacia como respuesta, en ci
Fraiicia considera sobre todo dos categorlas: nivel teOrico. a los problemas de acciOn poll-
los asalariados y los medieros. En 1891 Ia bol- tica vinculados con Ia crisis y con las trans-
sa de trabajo de Montpeliier intenta organi- formaciones que se estaban ilevando a cabo
zar a los asalariados empleados en Ia viticul- en Ia agricultura europea en las Oltimas déca-
tura, en competencia con Ia inano de ubra ita- das del siglo xix
liana y espanola. Más relativo tue ci éxjto de La obra de Kaut sky nació en el seno de las
las organizaciones sindicales entre los asala- discusiones del congreso de Francfort (1894)
riados de Ia region parisiense. a psar de que v de los proectos en éI elaburados acerca de
Ia cunccntración de Ia gran propiedad capi- Ia c. agraria, que favorecian un modelo de
talista podia favorecer su desarrollo. En cam- desarrollo paru Ia agricultura fundado en Ia
bio fue fuerte en regiones tipicas de Ia medie- pequena propiedad campesina, tipicamente
na (como Ia cuenca de Aquitania), donde el "bávara", que no tenia en cuenta Ia situución
movimiento de medieros busca lograr un con- de las otras regiones del Reich. Segin
tram tipo, organizandosc alt ededor de una Kautsky, no podia hacérsele frente al proble-
acción coope rat iva. ma campesino como realidad separada ni
En esta situación. el partido obreru Iran- solucionurlo sobre bases democrãtico-bur-
cés se vela obliado a revisar las decisiones guesus, sino que debia analizarse en relaciOn
dcl cunreso de El Havre (1880), que habia con Ia gran propiedad. o sea como parte de
seguido muy de cerca L tesis de Marx sobre un sistema organizadu en dos polos: grande
Ia aboliciOn de Ia propiedad privada. Fueron y pcquena propiedad. En esta perspctiva
en cimbio los congresos de Marsella (1892) ponia en evidencia cómo Ia modernizacion de
v de Nantes (1894) los que sisternatiz..tron el Ia aaricultura alemana —y los mismos crite-
programa politico de los socialistas france- rios se podian extender a gran parte de Ia
ses sobre unas bases más electoralistas, pero agricultura del continente europeo— debia
también mts cercanas a Ia variedad de situa- tener en cuenta Ia org:'nización social cam-
ciones de finaics de siglo. El prorama agri- pesina quc predominaba todavIa en muchas
cola contemplaba puntos en favor de todos re.ione' dl Reich. La resistencia de los
los sectores: salarios minimos, limitaciones pequenos propietarios a las forma ms
en contratos de aiquiler, utiIiztcióri de las tie- comunes de moderniztciOri de las técnicas
rra- comunles por parte de los c..mpeino a2rIcolas (rotaciOn continua y mecanizaciOn)
más pobrcs, lucha contra ci proteccionhmo no podia interpretarse ünicamente cumo
..en cambio, préstamo ratuito de maquin:- resultado de Ia ccrruzón campesina ante las
rL por parte de las comunidades. Dich. invencicines más racionales de Is época, sino
demandas no se di'tinguian mucho de las mi- más bien cumo necesidad de defensa contra
ciativas de los republicanos ccn pcticirjres de Ia introducciOn de relaciories capitalistas en
prsttmos y de crédito, desrav,ckn de el campo. A este estado de cusas cube anadir
impue'tos v de-arrollo de Ia capacitciOn Ia mudernizacion de las estructuras politicas
agricola. Peru sabre todo se intentaba ampa- s financieras (parlamentos v partidos politi-
rar a Ia median. v pequena propiedad, a los cos mas o menus representativos v mayor o
campesinos v medieros que, aunqut- trabaja- menor facilidad de crédito bancario) que
ban con Ia avuda de los asalariados, ellos mis- h.cia finales de siglo el estado habia alcan-
CUESTION MJRARIA 399

zado, asi coma Ia mejora de los transportes grandes fundos contra Ia competcncia exte-
ferroviarios, que permitia una mayor integra- rior, y regular el mercado dcl trabajo, man-
ción regional. Ia penetración del mercado teniendo alta Ia oferta de mano de obra. La
capitalista y Ia difusión de los valores socia- presencia de las máquinas se convirtió enton-
les burgueses. Sucedia asi que, en ci marco ces en un arma contra las huelgas periódicas,
de un estado formalmente moderno, subsb- mucho más eficaz que Ia intervenciOn de Ia
ha una cultura campesina, que de hecho autonidad estatal. Pero en esta situación el
rechazaba una más completa modernizaciOn programa de bc socialdemOcratas alernanes
de las estructuras sociales. Sombart hablaba no proponia Ia defensa de Ia agricultura cam-
en aquellos años de sectores que evitaban el pesina, cuya estructura social, fundada en Ia
proceso de socialización, ya que de hecho el familia patriarcal, se juzgaba demasiado con-
sector campesino se presentaba como un seivadora. Se planteaba Ia diferencia entre
'orden" residual de Ia sociedad destruida par propiedades campcsinas parasitarias v no
las revoiuciones liherales. Dicho proceso parasitanias: estas ultimas debian ser defen-
habria acelerado Ia proletarizacion de los didas con una serie de intervenciones legis-
pequenos propietarios y los habria hecho ms lativas contra los residuos feudalcs, el trabajo
dependientes de las exigencias del mercado de los niños, por Ia protecciOn de los traba-
urbano y del sector industrial, al que no aca- jadores estacionales y Ia facilitación de aso-
baban de adaptarse estructuralmente. Un pri- ciaciones de campesinos. Ia instrucción téc-
mer resultado fuc Ia disminución dcl nivcl dc nica v Ia nacionalizaciOn de los bosques. La
vida de los grupos campesinos, causado sobre introduccion de Ia nueva tecnologia agricola
todo por el empeoramiento de Ia tasa de inter- era cI medio con el quc las pequeñas hacien-
cambio entre productos agricolas v manufac- das rurales podian convertirse en agcntes
turas industriales, lo cual Iimitó Ia posibili- sociales activos en una nuera Alemania.
d1d de mantener el volumen de inversiones
productivas necesarias para hacer más corn- III. CRISIS SOCIAL Y PEFSTRUrFUKACION SOCIOUTICA
petitivo el propio trubajo. EN EL (AII'O. Es importante recordar que
Par lo tantu el prubleiita se plaiitcaba coma mientras d desarrollo ccunómico dcl campo
Ia necesidad de alcanzar una adecuación de europeo seguia un modelo capitalista. el desa-
Ia product ividad de Ia agricultura campesi- rrolio de las estructuras politicas seguia con-
na a Ia dcl capitalismo. tanto agrario como dicionado por los llamados "residuos feuda-
industrial. Por su parte. Ia gran propiedad les". Los Junker, los barones sicilianos y los
agricola imitaba lo que sucedia en Ia indus- grandes terrgtenientes del este europeo admi-
triu: division del trabajo y especialización o tian, al menos en teoria, Ia reestructuración
monocultivo, sin ninguna consideraciOn par capitalista de sus propios fundos, pero
niotivaciones quc no se encuadraban scgun segulan mantcnicndo el poder politico. v par
los principios de Ia ganancia. La introducciOn media de una burocracia a su servicio tenfan
de muquinaria en el ciclo de producciOn (tn- el control del estado. Conviene pues señalar
liadoras, cosechadoras, arados de vapor) lie- el hecho de que Ia cmigración de Ia mano de
go a considerarse coma Ia Onica intcrvcnción obra excedente iOS más pobres. excluidos
conclusiva de Ia c. agraria, y en consecuen- de Ia propiedad de Ia tierra, pero también los
cia se uconsejaba Ia constituciOn de grandes más emprendedores— hacia el continente
fundos, sin tener en cuenta Ia' condiciones americana facilitO el dcsarrollo econonlico
dcl sUclO a Ia oferta local de mano dc obra. capitalista y eI mantenimiento de un sistema
Dc hecho se .umento de estu mariera Ia estre- pulltico conservudor o decididamente reaccio-
cha dependencia dcl campo respecto de Ia nario. Las masa' canipcbino , expulsudas de
economia y de Ia sociedad urbanas.v al mis- lu tierra no Se in.ertaban directamente en ci
ml) tiempo Sc consumaba Ia eliminaciOn dc ciclo de produccion industrial dc SUS propios
aquelLis formas intermedLu. de producción paIse. asi Italia, Europa del este y Rusia
ubicudas cntre el proletariado capitalista v tienen un desarrollo industrial fragmentario,
los jornaleros agricolas. Las máquinas tenian dependiente a su vex de Ia financiación v tec-
Ia doble funciOn de reducir los costus de pro- nubogia unIu.francesus v alemanas. La urba-
ducciOn. manteniendo Li produccion de los nizuciOn se produce en naciones uliraoceãni-
300 CUESTION AGRARIA

cas. donde Ia organización económica de Ia Bertani), el mecanismo de iransformacion de


ciudad y del campo y Ia ausencia de estruc- las rentas en ganancia era más lento que el
turas sociales rIgidas hacla quc estuvieran deterioro socioeconómico que habrá produ-
más preparadas para recibir grandes contin- cido Ia gran deprcsiOn.
gentes de mano de obra extranjera. Quizás fue En italia, como en otrus partes dci conti-
esa alternativa que of recta Ia emigración to nente europeo, existian asociaciones que de
que hizo que las tensiones sociales derivadas distintas maneras intentaban responder a Ia
de Ia c. agraria no originaran nunca un movi- c. agraria de modo organizado: los sindicatos
miento revolucionario de masas, si bien es de inspiraciOn socialista, las organizaciones
cierto que Ia actividad de anarquistas y soda- catOlicas, los comitCs agrarios y las socieda-
listas registro un desarrolto notable en ci des de propietarios. Después del fracaso de
campo a finales del siglo XIX. las insurrecciones anarquistas de los años
No fueron extraños it Ia c. agraria los movi- setenta, los socialistas buscaron el contacto
mientos. at principio espontáneos y después con los jarnaleros de Ia Italia septentrional,
cada vez más controlados y dirigidos por las en Apulia y en Sicilia. con reivindicaciones
asociaciones sindicales, de asalariados, centradas en los aumentos salariales o en los
medieros, arrendatarios y campesinos arriendos colectivos de feudos y tierras publi-
pobres, en defensa de su propia condición. cas siempre que se presentara Ia ocasiOn en
Fueron especialmente importantes los italia- Ia Italia meridional. No fueron siempre fáci-
nos, entre finales de siglo y los años veinte, les las relaciones entre campesinos y socia-
que culminaron en los fascios sicilianos y en listas: los primeros estaban divididos por un
Ia ocupacion de tierras de 1919-1921. El capi- sinfin de contratos agrarios, que no corres-
talismo agrario italiano del siglo xix no se pondian exactamente a Ia simple divisiOn
habia manifestado de una manera muy dis- entre propietarios y asalariados; los segun-
tinta del de los otros paises europeos: los dos fluctuaban entre las posiciones de los
numerosos contratos existentes en Ia penin- socialistas franceses (partidarios de Ia peque-
sula poco a poco se habian modificado, a bien ña propiedad) y después a Ia adaptac ion a las
hacia Ia soluciôn dineraria en las relaciones tesis de Kautsky en un contexto no exento de
entre propictario y arrendador o bien hacia notables diferencias. TambiCn para los socia-
Ia erosion de Ia purte en especie en los con- listas Ia difusión dcl capitalismo en ci cam-
tratos de aparcerla. Estas luchas se inserta- pa habria significado una indudable mejaria
ban en un movimiento secular de tensiones de Ia situaciOn de Ia agricultura italiana. Asi
de clase entre propietarios y campesinos, pues, cuanto más adaptables a las reivindi-
entre ciudad y campo (revueltas en Ia época cadiones salariales obreras eran las agitacio-
napoleonica, usurpaciones de los bienes nes de jornaleros en Ia region de Mantua, más
püblicos meridionales en 1347, agitaciones en difIciles se hacian para los socialistas italia-
Lombardia en 1848. invasion de feudos y bie- nos las relaciones con los fascios sicilianos,
nec püblicos despus de Ia caida dcl regimen con sus reivindicaciones autonomistas v un
borbónico), que revelaban Ia aspiración cam- rechazo prof undo del estado unitario y de su
pesina a Ia propiedad de Ia tierra. El análisis .sistema fiscal. Finalmente podemos encon-
gramsciano dcl Risorgimento como "revolu- trar también una oposiciOn entre pequenos
ciOn aeraria fallida" es ciertamente Ia dave prapietarios, medieros y asalariados en Ia
para comprender ci peso que conserva Ia ren- Federazione Nazionale dci Lavoratori della
ta dcl suelo en el desarrollo politico dcl flue- Terra (1901). Los anus anteriores a Ia prime-
vo reino de Italia. A pesar de que Ia parte más ra guerra mundial fueron un periodo de inten-
lücida de lob terratenientes habia hecho suvo sa transformaciOn capitalista en el campo
ci prubiema de Ia mejora de las condiciones de fuertes luchas contractuales. que Ilevaron
de vida de los campesinos italianos despues a un aumento de salarios de los jornaleros en
dc los movimientos de 1869 par Ia molienda ci norte y a una mejoria dcl modo de vida de
(tcstimonio de ella son las actas de Ia junta los campesinos arrendatarios, medicros y
de Ia Inchiesta Araria, 1877-1884, redactadas pequeños propietarios. Seguf a planteado ci
baja Ia direccion dcl conde Stelano Jacini, prablema de Ia parcelaciOn del Izitifundia
catOlico liberal, v dcl cx accionista Agostino meridional, que empezaba a encontrair nue-
CLJESTION A(RARIA 401

va capacidad productiva sobre todo gracias alineaba Ia politica econOmica italiana con Ia
a las inversiones en muquinaria agricola: sOlo de Francia y Alemania, que .será despues tam-
Salvemini seguia proponiendo Ia pequena bien Ia de Austria-Hungria y Rusia: los aran-
propiedad como sustituto de Ia enfiteusis celes del grano servirian para proteger Ia
como mejora real de los campesinos mcridio- reestructuraciOn de Ia cerealicultura italia-
nales en Ia perspectiva de uniOn politica entre na (elevando los rendimientos unitarios), obte-
obreros del none y campesinos del sur. nida con Ia aplicaciOn de las tCcnicas más
En esta situaciOn tenlan un amplio margen modernas (inspirada en el high farming
de acciOn las asociaciones catOlicas y las de inglés) y destinando al mismo ticmpo los
propietarios. Son bien conocidas las ligas terrenos peores a cultivos tipicamenic mcdi-
blancas, de inspiraciOn católica, organizadas terráneos, como el olivo o Ia vid, no afecta-
por Luigi Sturzo en Sicilia con posterioridad dos por Ia compctencia de ultramar. Sc tra-
a los fascios, y poco a poco en el resto dcl pals, taba de una reestructuraciOn tCcnica que era
donde organizuron los sectores de pequenos al mismo tiempo una reorganizaciOn de Ia
y medianos propietarios, tamhién profunda- sociedad agraria y que encontraba aceptaciOn
mente afectados por Ia crisis econOmica y a por parte de los representantes más avanza-
quienes Ia propaganda socialista no tenia en dos de Ia industria, como A. Rossi, una vez
cuenta. demostrado quc el proteccionismo agrario no
Los principios que inspiraban Ia acciOn de implicaba un aumento de los salarios indus-
los catOlicos se rernontaban a las asociacio- triales. Un instnumento importante para esta
nes de socorro mutuo, en una perspectiva de reestructuraciOn técnica fueron los comités
reorganizaciOrl y modernizaciOn de las estruc- agrarios y posteriormente los consorcios
turas productivas. El Véneto fue ciertamen- agrarios (1892) surgidos en todas las provin-
te Ia regiOn donde más sc desarrollaron las cias del reino. Su actividad se dirigia a dos
asociaciones catOlicas, debido a las especia- objetivos: Ia formulaciOn de contratos agra-
les condiciones de inserciOn del clero en Ia rios tipo segOn las relaciones de producciOn
vida social del campo, importante residuo del locales y Ia yenta dc productos industriales
tiempo de los Habsburgos. Teniendo como especializados que se hacian insustituibles
modelo Ia epericncia alemana y austniaca, para mantener altos los rendimientos y defen-
surgicron cajas de ahorros por todas partes der los cultivos de enfermedades tales como
y fueron el medio de reunir los ahorros de los Ia peronospora y Ia filoxera. Cercanos en
agricultores no afectados todavia por Ia cri- muchos aspectos (los medieros, el crCdito
sis, permitiendo una reinversiOn en terminus rural, Ia pcqueña propiedad) a Ia problemá-
de maquinaria, fertilizantes v semillas selec- tica de los católicos, expresan por otro lado
cionada. Pero de hecho aumentaba Ia depen- más decididamente su componente clasista al
dencia de Ia agricultura campesina respecto examinar las listas de socios y dirigentes:
a los productos industriales y a los mecanis- empresarios burgueses y miembros de Ia vie-
mos crediticios. En otras panes, sobre todo ja nobleza local garantizan desde arriba las
en las regiones donde predominaba el régi- transformaciones capitalistas de Ia agricul-
men de medieros, se seguia proponiendo tura de Ia regiOn.
dicho regimen como medio de superar Ia cr1-
sis econOmicu y sobre todo como medlo para IV. EL LAPITAUSMO ES EL CAMPO Y LA CUESTIOS AGRA-
frenar Ia transformaciOn de los medieros en RIA LN LOS ASOS VEINTE Y TEEINTA. La crisis pro-
asalariados, Ia que representaria su inevita- ducida por Ia primera guerra mundial, debi-
ble adhesiOn ad socialismo. El apoyo a los da a Ia participación en masa de campesinos
medicros coincidia de este mo&J con ci man- en los frentes de toda Europa y su mayor poli-
tenimiento del stalu quo social en ci campo. tizaciOn, Iievó a un empeoramiento de las
Las asociaciones de propietarios tuvieron relaciones de clase en el campo, sobre todo
un papel importante en Ia formulaciOn de Ia en Ia Europa centro-mcridional, donde Ia eco- -

politica agraria dci reino: muchos de ellos nomia campesina segula teniendo fuertes ras-
ocupaban un lugar en Ia cámara o en el sena- gos dc autosuficiencia socioeconOmica. En
do, como pur ejemplo Jacini, Minghetti, aquclias circunstancias solo Ia reforma agFa-
Salandra. La opciOn proteccionista de 1885 na se plantea coma alternativa a una tr:tns-
402 CULSTION MJRARIA

formación de Ia c. agrtria en revolución. La plo en Rumania, movimientos populistas cola-


caida del zarismo abria ci camino a Ia ocu- terales de "marcha al pueblo", diferentes sin
pación y division de los latifundios de Ia embargo de los regimenes fascistas instaura-
nobleza y de los bosques por parte de los cam- dos en los paises de Europa oriental. Por lo
pesinos rusos. demCs Ia desapariciOn de los imperios centra-
En Europa Se .siste en los años de Ia pos- les y Ia agitada vida politica de Ia republica
guerra a una continua sucesión de luchas y de Weimar y de In republica austriara obli-
revueltas: en Italia. entre 1919 y 1920, las gaban a Ia socialdemocracia austro-alemana
numerosas huelgas desembocan en ocupacio- a revisar sus propias bases teoricas acerca de
nes de tierras, sobre todo en Ia Italia centro- Ia c. agraria para promover una alianza socio-
meridional, contra los bienes pOblicos y lati- politica más amplia que reforzara los preca-
fundios. Lu caida de Austria-H ungria dejaba rios sistemas politicos democráticos. Asl, Otto
abierta Ia cuestiôn de los latifundios perte- Bauer entendla que Ia situaciOn sociopoliti-
necientes a Ia aristucracia austriaca Y magiar; ca de Ia agricultura campesina debia anali-
además, Ia revolución rusa tuvo una rápida zarse en términos distintos de los que se
influencia en las provincias orientales del cx habian empleado en los años noventa. La
imperio Habsburgo y en 1917 se producen pequeña propiedad mostraba una fuerte ten-
estallidos revolucionarios en Transilvania y dencia a no desaparecer ante el gran [undo
Besarabia e incluso en Voivodina y Croacia. capitalista (dcl que dependia al ofrecer mano
En dichas regiones, asi como en Checoslova- de obra en tiempos de crisis); por lo demás
quia, Ia gran propiedad fue repartida entre en Italia habia adquirido fuerza predisamen-
los campesinos dcl lugar. En espera de Ia te en los afios inmecliatamente posteriores a
compicta transformaciOn de Hungria en esta- Ia guerra. La transición al socialismo necesi-
do socialista con Ia consiguiente nacionaliza- taba Ia expropiadión de las grandes propie-
don de las tierras, Bela Kun dejó intacto ci dades (cabe recurdar quc en Europa central
regimen agrario existente: fue tarea del almi- èstas ocupaban inmensas areas boscosas v de
rante Horthy distribuir en los años treinta Ia pastos), peru el estado no podia explotar
risible cantidad de un miltOn de hectáreas en dichos predios sin afectar Ia estructura de Ia
los limites del pals, y reducirlos a servidum- propiedad campesina. En esta perspectiva. Ia
bre militar. Una cantidad algo más irande, alianza entre obreros y campesinos podia ser
seis milloiies de hectáreas, fueron distribui- real .solamente Si los campesinos pobres se
das en Polonia con ci mismo objetivo, antes hubierun liberado dcl control politico ejerci-
y despuCs dci advenimiento ai poder de P11- do por los campesinos ricos, que, a travCs de
zudski. En Rumania, en 1918, Ia reforma agra- los consorcios y de los mecanismos crediti-
na establecia el fraccionamiento de los lati- Cbs, muy desarrollados en Austria v en Ale-
Eundios en Transilvania y Besarabia, rnicntras mania, poscian instrumentos de presión de
que en Bulgaria se iniciaba una reforma din- primer orden. Sin embargo, en el breve perio-
gida contra Ia propiedad de los campesinos do de diez años, v aprovechando Ia situaciOn
ricos. creada por Ia crisis económica de 1929, el par-
Sin embargo, el fenOmeno politico más rele- tido n..tciunalsocialista tomaria el poder en
vante en ci este europeo, en el periodo corn- Alemztnia, explutando entre otras cosas los
prendido entre las dos guerras, fuc Ia crea- sentimientos anticupitalistas de los campesi-
don espontánea de numerosos partidos cam- nos respecto al capital financiero. La demo-
pesinos (Hungria 1919, Bulgaria 1923, Polo- creia burguesa, que se sostenia en Ia supues-
nia 1926, Yugoslavia 1926, Rumania 1931), tu union politica de pequeña burguesia v cam-
con caracteristicas nacionales propias, pero pesinos, segOn Bauer. eta sustituida por ci
queen generul estaban de acuerdo en just iii- nacionalsocialismo, que aunque manipulado
car Ia propiedad pnivada como propiedad de par financieros, capitalistas industriales v
uso del suelo, en eliminar a los intermedia- aristucradia terratenientc, lograba propurcio-
rios capitalistas entre campesino v mercado nar un de-sfogue idcologico al malestar peque-
urbano, y que se colocaban junto a lo- radi- iiobur'uCs', campesino. El rcarme y Ia nece-
caics en las formaciones paliticas de los flue- sanio politica de autosuficiencia alimentaria
Vos estados nacionales. No faltaron, por ejem- practicuda par Aicmania absorbia Ia sobre-
CUESTION AGRARIA 403

producciOn agricola; lemas coma BILII und su mayor exponente A.V. Chayanov, que tra-
Buden servian al campesino alemán para sen- taba temas externos al marxismo. La calda de
tirse pieza fundamental del Reich, desde ci los abastecimientos urbanos de 1927 y el
momento en que Ia propiedad de su predio aumento de poder de los campesinos respec-
se hacia perpetua y sus necesidades y priori- to al sector industrial (cuyo desarrollo limi-
dades economicas eran decididas par el esta- taban de hecho) fue ci motivo que llevó a Ia
do totalitario con una rigida politica de colectivizaciOn del campo. Trotski habia sos-
precios. tenido que Ia colectivizaciOn y mecanización
Profundamente distintas fueron las solucio- de Ia agricultura eran ci ünico sistema para
nes a Ia c. agraria en Rusia. A principios de aumentar Ia productividad de modo que per-
siglo, popuiistas y socialistas revolucionarios mitiera Ia industriaiización. Y Stalin en Ia
(1900) se oponlan a una apiicación inmediata construccion del socialismo en tin solo pals
del análisis marxista sobre los grandes fun- indicaba el mismo camino: en 1930 Ia campa-
dos y las tierras campesinas, sosteniendo que ña para Ia colectivizaciOn fue iniciada y din-
Ia vie ja comunidad campesina, mir, podia ser gida par Ia burocracia procedente de Ia ciu-
Ia estructura social que permitiera evitar Ia dad y de estrecha observancia stalinista. El
fase capitalista en Ia agricultura. Por su lado koljós era Ia estructura socioeconOmica con-
Lenin (El prugrama agrario de la socialdemo- trolada par ci poder politico externo que per-
cracia, 107; Teoria de hi c. agraria, 1889-1917) mitiria finalmente una mejor explotación del
segula más bien el análisis de Kautsky. Inme- trabajo campesino, sustituyendo a las anti-
diatamente despues de Ia revoluciOn rusa de guas formas comunitarias. mir. Son bien
1905, las reformas de Stolipin (1906-1910) conocidos los costos económicos y sociales
intentaban resolver Ia dependencia de Ia fuer- producidos par esta apresurada decision, que
za de trabajo agricola respectu de Ia obschi- a los ojos de los dirigentes soviéticos de Ia
na, Ia comunidad rural con respansabilidad época se presentaba como una verdadera gue-
liscal como consecuencia de Ia liberaciOn de rra para reducir a los campesinos a Ia inte-
los siervos (1858-1861). La caida dci regimen graciOn politica y contribuir asi al masivo
zarista provocó Ia inmediata invasiOn dc lati- esfuerzo de industrializaciOn del estado sovie-
fundios y bosqucs por parte de los campesi- tico con una drástica reducción de los con-
nos v en un periodo de dos años Ia propiedad sumos.
campesina tenia ci control de toda Rusia,
satisfaciendo asi una aspiración secular. Pero V (.ULSTION AGRARIA Y REFORMA AGRARIA. HOY: LOS
si par una parte Ia division de tierras las daba pAIsES EXTRAEUROPEOS. En este contexto no
a quien no tenia, par otra ampliaba Ia propie- puede dejarse de seflalar que con base en ci
dad a quien ya tenia. Las fucrzas sociales de esquema de anáiisis comparado de Ia expe-
pruducciOn se dividieron pues en kulaki, cam- riencia europea, se han de tener en cuenta de
pesinos medios, campesinos pobres y jorna- alguna manera las modificaciones de In c.
leros, a los que se anadian algunos koljós y agraria en Ia segunda mitad dcl siglo xx.
sovjcis y los viejos mir. El nuevo codigo agra- Conviene dejar asentado que sOlo formalmen-
rio (1922). al mismo tiempo que socializaba te podemos considerarla una continuaciOn dc
los medios de producciOn con Ia nacionaliza- los problemas vincuiados a Ia afirmación dcl
ciOn de Ia tierra, garantizaba ci uso heredi- modo de producciOn capitalista en ci campo,
tario perpetuo a los campesinos. Mientras que consolidado en Ia sociedad occidental durante
cc hacia cada vez más claro que ci ambiciuso Ia primera mitad dcl siglo. En efecto, mien-
plan de industrial izaciOn de Rusia no se podia tras que en los primeros decenios de este siglo
lograr con Ia estructura social existente en ci ci coritexto permanece prácticamente invaria-
campo, habia mucha diferencia de rentas v ble respecto al de los años ochenta del siglo
de productividad entre los fundos campesi- xix, el salto cuaiitativo de Ia tecnologla y de
nos, grandes y pequeños. Inciuso Ia discusiOn Ia economfa a escala internacir'nai despuCs
acerca de Ia mayor o menor productividad de de Ia segunda guerra mundial es de tal enver-
Ia grain hacienda se retoma con vigor: nota- gadura que inserta los probk-mas de Ia trans.
ble fue ci nivel de teuritaciOn de Ia ilamada formaciOn agrai ia en uiia perspectiva estruc-
escuela de "or'anizaciOn y produccion" y de turalmente distinta. Asi pues Ia descoloniza-
404 CUESTION AGRARIA

ciön afecia al stuzu quo politico de muchos industrializados, Sc exporta hacia las agricul-
pulses extraeuropeos y obliga al capitalismo turas en vias de desarrollo y condiciona su
intcrnacional a reorganizar los propios siste- transformaciOn en sentido capitalista. Asi en
mas de explotación de aquel sector definido Mexico (1911, 1934-1940), Bolivia (1953), Chi-
coma tercer mundo, como paises subdesarro- le (1964-1970), Peru (1969), para poner algu-
Ilados en los años sesenta y hoy como pulses nos ejemplos, las reformas agrarias reforza-
en vias de desarrollo. Los paises europeos, ron a las burguesias agrarias más que a los
entre finales del siolo XIX y los años treinta, grupos campesinos. Si se considera a los pal-
enfrentaban Ia c. agraria en situaciones de ses en vias de desarrollo como "el campo" del
capitalismos nacionales, a pesar de las diver- sistema sociopolltico actual y a los industria-
sas intervenciones bancarias extranjeras, y lizados coma Ia ciudad" (Lin Piao), solamen-
par tanto permitian Ia plena disponibilidad te e.aminando las relaciones internas de cada
del producto nacional bruto por parte de las pals, entre industria y agricultura, podremos
burguesias nacionales o de los residuos fcu- ir más allá del simple eslogan politico. Ya se
dales todavia activos politicamente. Por otro ha vista cómo las relaciones entre los dos sec-
lado, las burguesias nacionales de las colonias tores constituyen ci tejido en el que se inser-
o cx colonias fundamentan su propio poder tan los datos particulares de Ia c. agraria,
económico y politico en Ia adhesion al mode- siendo conveniente recordar al respecto que
lo de explotaciOn de materias primas ileva- actualmente los sectores agricola e industrial
do a cabo par los paises de capitalismo se aferran de distinta manera al sistema poli-
avanzado. tico v econOmico internacional. El ünico pals
En las sociedades no industrializadas, Ia que ha planteado una politica econOmica
tierra representa ta forma principal de rique- segun el análisis aqui presentado de las rela-
za, que produce par lo demás poder politico ciones entrc Ia industria y Ia agricultura es
y económico, reftejado en los sistemas loca- China. El lema "tomar Ia agricultura coma
les de propiedad y de explotacion del suclo. base y Ia industria como factor dirigente" sig-
En este sent ida Ia c. agraria no se puede resol- nificaba Ia renuncia a Ia opciOn de una indus-
ver aplicando ünicumente nuevas técnicas y tria pesada como tactor dominante de Ia revo- -

nuevas instrumentos crediticios, tal como luciOn socialista en China. Las tres fases
podria parecer a primera vista en las socie- (1949-52: reconstrucción; 1953-57: primer plan
dades europeas aqui consideradas; Ia c. agra- quinquenal; 1958-60: "salto hacia adelante")
na se plantea necesariamente coma reforma que prcceden a Ia politica económica sinteti-
agraria, precisamente porque en Ia situaciOn zada anteriormente han marcado opciones
anterior era escasamente productiva ante Ia politicas cada vez más lejanas dcl modelo de
competencia extranjera. Además era conside- desarrollo soviético y Ia adopcion de este
rada como garantia contra Ia difusiOn de los orden de prioridades: agricultura, industria
movimientos revolucionarios de inspiraciOn ligera, industria pesada. Probablemente Ia
marxista. actual polltica de modernizacion se hace posi-
Pero, de Ia misma manera que en Ia trans. ble gricias a Ia capitalizacion dcl trabajo cam-
formaciOn capitalkia del campo europeo Ia pesino en los mismos lugares de producciOn
agricultura estaba subordinada a Ia industria en ci periodo de los sesenta V setenta.
precisamente en cuanto a Ia tecnologia Los acontecimientos que han marcado Ia C.
empkada, asi también el imperialismo eco- agraria en Europa Se vinculan estrechamen-
nOmico logra subordinar it sus intereses la te con Ia economLi irdustrizil urbalLi, lesOl-
posibilid.des de resolución de los problemas viendo ci conflicto secular ciudad-campo en
agrarios de los pulses en vias de desarrollo. favor de Ia primcrzt. Históricamente sigue
inwrviniendo en Ia tecnoiothi v en IuN estruc- planteada Ia cuestiOn sobre si eI desarrollo
turas crcditicia-. Lenin. en El imperialis;no. politico de Ia sociedad europca (v de his socie-
fase superior del capitalismo. habia insistido dades que siguen su modelo) ha sido promo-
en Ia necesidad dcl impcz-ialkmo capitalista vido a retardado segün Ia ausencia a presen-
de exportar capitaks hacia los paises retra- cia de una amplia clase de pcqueños v media-
sados. Del mismo modo Ia tecnoloia actual, nos propietarios ruraks. Reckntemnte los
producto del capital invertido en los paises teoricos dc Ia modcrniiacion que Sc han ins-
CUESTION MERIDIONAL 405

pirado en el desarrollo politico y social del R. Zanghcri, Milan. Feltrindli, 1960; Varios. 1511-
mundo anglosajón han puesto el acento en Ia tuzioni agrarie nel decollo industriale, en Qua-
acción frenante de un grupo campesino nume- derni Storici, 36, 1977.
roso respecto de Ia sociedad politica. Tenien-
do en cuenta Ia experiencia de estos ültimos [SIAU R() AM BROSOL!]
años, parece set que las soluciones autorita-
rias en los paises de amplia mayoria campe-
sina se han producido debido a Ia capacidad
cuestión meridional
de los grupos hcgcmonicos para encontrur
instituciones que rompen Ia unidad cultural I. DkFiNIciN DEL PROBLEMA. Pore. meridional se
de Ia clase campesina: subordinacion de Ia entiende comünrnente Ia situación de atraso,
agricultura a Ia industria, al sistema finan- o de subdesarroilo, en un nivel sobre todo ceo-
ciero y sobre todo a Ia investigacion cientifi- nómico y social, aunquc algunos afluden
ca, ha sido y sigue siendo el instrumento para incluso el politico, en que se encontraba —y
mantener el control sobre Ia clase campesina. se encuentra aün, con ciertas precisiones que
iremos haciendo— ]a Italia meridional. Esta
WBUOGRAFIA: P. Barral, Les agrariens francais de situución puede considerarse desde dos pun-
Mêline a Pisani, Paris, PFSSP, 1968; 0. Bauer, Der tos de vista. En principio puede ser estudia-
Karnpf urn Wald and Weide. Viena, Wiener Volk- da en su presentación y desarrollo en Ia rca-
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tische ,lgrarpolit,k (1926), en Werkausgabe, Vie- tir de alli, imputada por lo menos a toda unu
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guerre mondiali? (1936). Turin, 1979; A. Carac- nado el proceso de unificación y de desarro-
ciolo. La quest lone agraria e II movirnento soda- Ho de Ia sociedad italiana. Es Cste el tipo de
usia nelle campagne. en Critica sociale. a cargo aproximación que durante largo tiempo ha
de M. Spinclia, A. Caracciolo, R. Amaduzzi y C. predominado en Ia cultura italiana en rela-
Petronio, Milan, Feltrinelli, 1959; A.V. Chayanov don al problema. Ello nuturalmente no nos
y otros, Chayanov y Ia teoria de Ia economfa cam- impide pasar en el análisis a un campo más
pesina, Mexico, Cuadernos de Pasado y Presen- estrictamente operativo y, a partir de alli,
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ma e la quest ione araria in Italia: storia, teoria. ticas. Pero a Ia fuerza se debe poner especial
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luras v reformas agrarias. Barcelona, Fontamzi- Ia historia italiana que hayan podido contri-
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(1899), Mxico. Siglo XXI, 1974; S. Lanaro. Moti- por un lado pone a Ia luz toda una serk de
menlo cattolico e sviluppo capitalistico nel Vene- d-atos indispensables para Ia comprensiOn del
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(1898). Mexico, Ediciones de Culturu Popular, do puede dar, y sobre todo no pone en evidn.
1974; V.I. Lenin, Teoria della que.stione araria cia los mecanismos que producen, o tienden
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sociales de la dictadura v de Ia democracia (1966), reconstrucción de estos mecunismos se ha
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Turin. Einuudi, 19752; J. Tepicht. Marxis,ne ci ocuparse dcl estudio de Ia c. meridional.
aricziliure, Pari., CoHn, 1973; D. Warriner, Eco- Como Se vera, Ia consolidación de este nuevo
nomics of peasant fanning. Lo;idres. Cass, 1964; tipo de enfuque, más quc a Ia influencia de
Lotic agraric in Izalia. La Fcdcrazionc naziuna- Ia cultura anglosajona sc debe en gran mcdi-
Ic dci lavoratori della terra, 1901.1926 a cargo de da al surgimiento, en el nivel internacional,
406 CUESTION MERIDIONM.

del estudio de los problemas derivados del origen nobiliario o granburgués, reforzada de
atraso y del subdesarrollo. En Italia nace luc- inmediato por el desmembramiento de los
go sobre todo de Ia reconocida necesidad de bienes no enajenables eclesiásticos. s una
que el estado intervenga en Ia realidad social masa numerosa de campesinos sin tierras, o
para modificar los mecanismos que han pro- bien propietarios de pequenisimos fundos
ducido y producen atraso en ci sur. Para ligados cconOmicamente a Ia gran propiedad.
lograr esto no basta solo un conocimiento En el mcdio. Ia pequefla burguesia, Ia clase
especifico, estrictamente histórico del proble- media que, privada de sus propios medios de
ma, sino que es indispensable identificar lo sostenimiento, se limita a actividades de ser-
mecanismos precisos, deducidos quizá dcl vicio de Ia gran propiedad y, en medida crc-
análisis comparado. que Ia intervenciOn del ciente, a aspirar a los empleos estatales que
estado puede modificar con éxito. pronto se convierten en su exciusivo mono-
La c. meridional como problema politico. polio.
cultural y económico nace con Ia unificacion En los años siguientes a Ia unificación, Ia
italiana: ya en las primeras correspondencius situaciOn se desarrolla siempre de acuerdo
de los enviados del gobierno piamontés, con estos lineamienlos: afirmaciOn de Ia gran
Cavour entrevé las condiciones de atraso del propiedad. que logra asi insertarse con éxito
ex reino borhOnico. en ci sistema politico nacional; inicio del iar-
El problema, sea cual fuere. queda abierto go proceso de 'meridionalización" del apa-
de inmediato e implicitamente re.sueito con rato burocrático del nuevo estado, que per-
Ia atribucion dc Ia responsabilidad a los bor- mite de esta forma absorber en gran medida
bones. Su mal gobierno habia empobrecido las aspiraciones de Ia pequena burguesia:
una region de por si rica que, para reponer- marginaciOn politica de los campesinos, que
se de los males que Ia afectaban. necesita R610 se expresan ünicamente a través de formas
de un gobierno ilustrado '' enérgico. Este es impropias como ci bandolerismo v las revuel-
ci argumento que pesa de manera crucial en tas locales similares a las jacqzwries medic-
el debate entre centralii.ación y descentrali- vales.
zaciOn que Se desarrolla en esos años en el SOlo después de 1870 en los circulos politi-
nuevo estado. El Mezzogiorno puede ser aban- cos dominantes se comienza a tomar concien-
donado a si mismo: su sociedad estzi corrom- cia de Ia potencial peli'rosidad de esta situa-
pida, más bien ha sido corrompida por el ciOn, cuando un notable grupo de estudiosos
poder politico, y a partir death no cstá en con- contribuve a hacer concentrar Ia atenciOn de
diciones de autogobemarse. Conceder al Mez- Ia opiniOn publica sobre los problemas del
zogiorno un sistema federal como el nortea- Mezzogiorno.
mericano signhficaria no sOlo postergar toda Alimnos de éstos se reOnen airededor de Ia
resoluciOri dci problema sino mts que nada Rassei,'na SLuimazale v comieiw.an Un estu-
poner en peligro Ia mima unidad del estado dio sistematico v, en lo posiblc, cientifico de
italiano, manteniendo en ci sur una situación las condiciones dcl Mezzoiorno. Se trata de
de malestar social potencialmente peligrosa. los que fueron designztdo, como el grupo de
Si ya desde fines de 1860 quedaba adverti- los meridionalistas conservadorcs que. cons-
da Ia presencia de serios problema% en ci Mez- cientes de Ia gravedad de Ia c. meridional,
zogiorno. en ci decenio siguiente precisamen- decidieron remediarla induciendo a las cia-
te ci enfoque arriba senaladu refucrza Ia con- ses dirigentes a una politic.,t de mayor respi-
vicciOn de que Ia sola uniticación de por si ro, con elfin de iefor,ar las bases de Ia joven
habria resuelto Ia cuestion e impedido que en naciOn italiana y demostrar Ia misiôn histó-
ci debate politico dcl nuevo estado fueran tra- rica de Ia burguesia como cLtse libertadora
tados con mayor atenciOn los problemas de (Salvadori, 1963). Y precisamente porque
Ia regiOn. creen en un conservadurismo capaz de ser
motor de progreso, su punlo de rcfcrencia
Mientras tanto se
11. lÀ RCSQLEDA DE LAs CALsAS, reside en ci modelo politico contitucional
consolidaba en ci sur una tipica situación dc ingles. Son Pasquale Villari, Sidney Sonninu
atrtso. Dos grandes grupos socLiles domina- v Leopoldo Francheni, autores CStOs do-. Olti-
ban la escena: Ia gran propiedad agraria de mos de Ia lamosa investi',a-ión sobre Siciliu
CLESTION MERIDIONAL. 407

nel 1876. Su trabajo se explica principalmen- cede a analizar con extrema precision ci pro-
te en el campo de Ia büsqucda empirica de las ceso de empobrecimiento del Mezzogiorno.
condiciones de Ia sociedad meridional, pro- Su análisis destaca Ia función secundaria ejer-
duciendo asi un notable e interesante volu- cida par ci sur en las confrontaciones del pro-
men de datos. ceso del desarrollo industrial concentrado en
En cuanto a Ia solución aconsejada para ci norte. A través de un atento análisis de Ia
modificar Ia situación. Ia principal medida politica económica s financiera del estado
necesaria es Ia transformación dcl latinfudio unitario, Nitti logra demostrar cOmo se habia
meridional en un vasto nümero de arrenda- dado una efectiva transferencia de riquezas
mientos de aparcerias ode pequeñas propie- del sur hacia el norte y cOma esta transferen-
dades con elfin de formar una numerost cIa- cia habia favorecido notablemente el despe-
se de campesinos independientes económica gue cconOmico del norte, mientras que este
y politicamente. proceso de explotacion habia impedido tudo
Con Giustino Fortunato Ia apertura de Ia desarrullo industrial en el sur y deteriorado
cuestkm da un nuevo paso adelante. Surge Ia Ia situaciUn socioeconOmica general. Dc este
ncccsidad de considerar con mayor atcnción modo ci análisis de Nitti llega a Ia conclusiOn,
cuáles fuerzas están potencialmente en con- importantIsima en ci futuro, de que sin un
diciones de Ilevar adelante una politica de sOlido proceso de industrializaciOn, estimu-
reformas en el Mezzogiorno. Para Fortunato lado y dirigido par ci estado, no seria posi-
solo ci estado puede hacerlo, movilizando al ble resolver Ia c. meridional.
mismo tiempo sobre estos objetivos de refor- Sin embargo no hay que olvidar que en sen-
ma a las masas campesinas. Fortunato Ilega tido opuesto se levantaban las airmaciones
a esta conclusiOn mediante Ia critica dcl pro- de Don Sturzo. No se trataba, segOn éi, de
ceso histórico de unificaciOn representado hacer recorrer aI sur ci mismo camino reco-
por el Renacimiento, proceso que par cierto rrido con éxito par ci forte, sino, por ci con-
no ha involucrado a las grandes masas popu- trario, racionalizar Ia estructura productiva
lares. Pero Ia confianza en ci cambio estã scn- existente, es decir Ia agricultura. Dc este
tada precisamente en aquellas fuerzas, las modo Ia modernización del sur scria alcan-
que gobiernan el estado, que no se han mos- zada sin obstáculos, ahorrando a Ia sociedad
trado muy interesadas en promover cambios meridional las fracturus disgregadoras de las
relevantes. Dc hecho, par esto, es decir por transformaciones industriales.
Is obstinada insensibilidad del estado ante Mientras tanto, para apuntar Ia interdepen-
toda necesidad reformadora, y por su funciOn dencia creada entre el desarrollo del forte y
de principal sostén del bloque de poder meri- ci atraso del sur, habia surgido el pensamien-
dional. Fortunato Ilega finalmente a conside- to socialista (y, en particular, Ciccoti). Des-
rar inOtil, e incluso peligrosa, toda interven- pues de un primer momenta en ci cual lamen-
ciOn dcl estado en Ia vida econOmica del pals tabicmente se habia identificado con el socio-
y, a partir de alli, en un segundo momento, logismo de tinte positivists y con su triste-
a convertirse a un liberalisrno radical en opo- mentc famrjsa teorla "cientifica" sobre Ia
siciOn a un proteccionismo estatal que habia natural inferioridad racial de los mcridiona-
demostrado ser un formidable instrumento les coma causa primera del atraso del sur,
de conservaciOn de Is estructura social del una más atenta recorisideraciOn del método
Mezzogiorno. marxists lo lleva a seOalar los origenes del
Desde esta perspectiva Ia c. meridional subdesarrollo meridional en el modo de for-
resulta estrechamente vinculada a Ia critica maciOn del proceso de unificaciOn adminis-
del Renacimiento v, a partir de alll, a is moda- trativa y de desarrollo industrial del estado
lidad de actuaciOn del proceso de unificaciOn itaiiano. En este sentido. el Mezzogiorno,
nacional. Pars Colajanni, par ejemplo, entre scgOn Ia clásica afirmaciOn marxista, pade-
norte y sur se ha esiablecido una relación en cia tanto del desarrollo del capitalismo como
muchas aspectos similar ala quc se instaura de lo insuficiente de este desarrotlo.
entre una potencia colonial v sus colonias. Hacia finales del siglo ci debate tiende a
Conteinporáneaineute, desde un pulito de superar Ia dimensiOn teórica para convertir-
vista más estrictamente econOmico. Nitti pro- seen más definidamente politica. La situaciOn
408 U:LSTION MERIDIOsAI.

poiltica meridional, contrastadu par Ia per- do del sur Ia base de Ia revolución italiana"
manente corrupción dcl rest ringido electora- (cit. en Salvadori). En Dorso reaparecen todos
do, influyc negativamcntc en los socialistas los temas del meridionalismo italiano clási-
y los empuja a buscar acuerdos con las fuer- co: critica dci Risorgimento, necesidad para
zas más abiertas de las clases dirigentes sep- ci reformador de una fuerza y de un rigor
tentrionales, olvidando completamente a las moral, conlianza al senalar como protagonis-
masas del sur. Algo más que escasa es, y siem- ta del cambio a un grupo social profundamen-
pre Ia ha sido, Ia incidencia de los intelectua- te ligado al tradicional sistema de poder: Ia
les meridionalistas sobre Ia formacion de los "pequeña burguesia humunista".
temas politicos de importancia nacional. Para Dorso Ia situación del Mezzogiorno es
En este contexto, Ia importuncia de Salve- fruto de Ia autoexclusiOn de Ia clase politica
mini "reside en haber afirmado por primcra meridional en Ia gestiOn del poder politico
vex In verdad, entonces convertida en patri- nacional. Peru, precisamente par esto. Ia
monio ideal de las fuerzas socialistas italia- superación de Ia condición de sObdito colo-
nas, de que asi coma los campesinos meridio- nial no puede ser usignada a los estratos
nales no podrian emanciparse a si mismos sin subalternos, completamente marginados,
Ia ayuda de los obreros del forte. éstos tam- sino a aquellos estratos que, estando en el cen-
poco podrán convertirse en clase dirigente sin ti-a del sistema politico, cultural v social, pue-
Ia alianza de aquéllos" (Salvadori). den realmente incidir a través de nuevas for-
En efecto, el mérito de Salvemini consiste mas de integración politica sabre Ia vida
en haber intentado par vez primcra un corn- nacional. El mérito de Dorso resulta enton-
pleto análisis de 'lase del sistema de poder ces, no obstante los evidentes limites de su
quc gobernaba ci sur y en haber senalado en unáiisis de clase, del replanteo de manera
las masas campesinas el sujeto que debia ser nueva, aunque no original. de Ia atención
movilizado para destruir Ia alianza entre lati- sobre Ia gestiOn del poder politico, centro de
fundistas y pequena burguesia, eje fundarnen- dirección de toda manifestacion en el sur e
tal de ese sistema. En ci Mezzogiorno, en dcc- instancia unificadora respecto de Ia disgre-
to, faltan casi completamente dos de las cia- gación general (Turnatori y Lodi).
ses fundamentales de Ia sociedad moderna: Cuntemporancamente a Dorso, desde ci sec-
ci proletariado y Ia burguesia capitalista. tor socialista, Antonio Gramsci profundiza
El remcdio necesario para esta situación con posterioridad ci análisis. Partiendo de
resulta, segn Sakemini, un proceso de movi- consideraciones sobre Ia situaciOn meridio-
lizaci&i de las masas campYsinas. Los medios nal no demasiado disimiles de aquellas de los
pura uctivarlo on esencialmente ci sufragio clásicos, Gramsci ahanda en ella en un ampliu
universal y el federalismo. En este contexto aniilisis de hi clase dirigente italiana.
se encuadru Ia aliunza de todas las fucrzas En Ia c. meridional detecta ante todo una
progresistas del forte aunque en unu óptica, situacion funcional, tanto en el nivel politico
para Salvemini, todavia algo mecánica: es como econOrnico, al sistema de p.der instau-
decir, antes los progresistas del forte pelea- rado en Italia después de 1861. Para Grams-
ran el sufragio universal v. una vex obtenido, ci Ia c. meridional se liga directamente con
buscaron movilizar a los campesinos y liqui- ci problema del Risorgimento coma revolu-
dar asi las fuerzas reaccionarias. A partir de ciOn fallidu y par ello se plantea fundamen-
alli, estas dos instanci.js marcharian separi- talmente coma cuestiOn nacioiial. Pero pre-
das hasta que Salvemini, desconfiando de Ia cisumente en tanto nacional. Ia c. meridional
oportunist4 politica dc .ilianzus dcl i'si, tiefle Ia necesidud de 5cr encuudrada en Ia
comcnzará a coniderar solo a las masas estratetla dcl movimiento socialista como
meridionales sin tener m.s confianza en las problema fundamental y no acccsorio. Dc este
dcl norte. macjo, ci nudo central par afrontur resulta 5cr
En esta perspectiva SC inserta también el ci poder politico central. Precisamente sobre
aporte teórico de Guido Dorso, aunque sU este punto tiene lugar Ia divisiOn entre refor-
visiOn reformista tiende a cunsiderar en mistas v rcolucionarios en el interior dcl
mayor mcdida a Ia sciedzd italianu en su gb- movimiento obrero: entre quienes cr1-en que
baiidad: "La c. meridional se resolverO hacien- el problemu puede 5cr resuelto con Ia avuda
(LESTION MERIDIONAL 409

dcl poder politico y entre quienes piensan, sidad de modificar. con Ia intervención del
como Gramsci y otros, que solo un cambio de estado. las estructuras de In sociedad meri-
las relaciones entre las clases y de éstas y ei dional.
estado puede resolver efectivamente las
cosas. SegOn Gramsci, después de 1861 en Ha- III. EL DEBATL DC POSGIJERRA. La comprobacion
ha se habla formado una estrecha aiianza más relevante de Ia cual hay quc partir para
cntre los dos grupos dominantes en ci nivel comprender los desarroilos posteriores del
regional —los agrarios del sur y los industria- debate es In persistencia de Ia c. meridional
les del norte— y que esta alianza ha condicio- en ci tiempo, en menoscabo de todos los mIen-
nado fuertemente el desarrollo politico del tos hechos para resolverla. La realización de
pals después de In unificación, obstruyendo la industnialización en ci none no ha lievado
In democratizaciOn de las relaciones sociales ningOn beneficio al sur, pese a que en los Olti-
en ci campo y Ia superaciOn de las viejas for- mos aflos se hayun experimentado sin éxito
mas de producciOn semifeudales. Dc este aná- varios intentos de promover un desarrollo
hisis deriva en consecuencia que, para des- moderno. Esta situaciOn de cualquicr forma
truir esta alianza. deben unirse los respecti- ha contribuido a destacar cada vez más el pro-
vos antagonistas histOricos de estos dos gru- biema y a conventirlo en una verdadera y pro-
pus dorninantes: In clase obrera del forte y pia cuestiOn nacional: despues del adveni-
los campesinos del sur. los dos sujetos poten- miento de Ia Republica todos los gobiernos
cialmente revolucionarios. En particular, en se han planteado ci objetivo de encaminar Ia
ci Mezzogiorno Gramsci señala tres estratos situaciOn sin obtener, sea como sea, muchos
sociales en el interior de una sociedad agra- exitos.
na: In gran masa campesina amorfa v disgre- Esta centralización del problema meridio-
gada, los intelectuales de In pequena burgue- nal surge también en una de las criticas más
sia rural, los grandes terratenientes y los articuladas que se Ic han hecho a Ia perspec-
grandes intelectuales (Croce ' Fortunato) tiva tramsciana, In de Rosario Romeo. Al
(Gramsci, 1972). cornentar In tesis gramsciana dcl Risorgirnen-
Estos son los elementos que el partido debe to como revoluciOn agraria fallida. Romeo
tener en cuenta en ci sur para su modelo de indico sus limitaciones al no haber tornado
ti-ansformuciOn de las estructuras de In sock- en cuenta los vinculos de funcionalidad
dad. El partido organiza asi las ciases y los corriente entre Ia cxploiación de Ins musas
grupos sociales y, naturalmente, los intelec- campesinas y ci proceso de acumulación on-
tuaks, para ponerlos al servicio de In revo- ginania del capital y de desarroilo del capita-
lución socialista. Más precisamente, en este lismo italiano. Dc l'echo, una revolucion agra-
modclo, que disiente ampliamente en especial na habrla impilcado una redistribuciOn de In
de In prohlemzttica salveminiuna, ci papel de propiedad de ha tierra segOn ci modelo I ran-
los obreros dcl norte no ccnsiste solo en apro- Ce. y, por lo tanto, un aumento dci nivel de
vechar los m.trgenes reformistas dci capital consumo de ins clases campesinas, por lo que
5mb, por ci contrario, en organizar a los cam- habrian disminuido necesariamente los
pesinos del sur mediante ci partido v Ilevar- recun'os dispoiiib!es pra Ia acurnulación y,
lo hacia los objetivos comunes. de hecho. frenado notablemente ci proceso de
En definitiva. con Gramsci Sc impone en ci desarroiIo econômico. Desde este punto de
estudio de In c. meridional Ia necesid.d de un vista, incluso In pnopia situación de subdesa-
análisis critico de Ia sociedad s tie las fuer- rroilo del Mczzogiorno sc entiende como utia
za ociale , dispuestas al cambio. Sin tin anã- fase de explotación del sun por parte dci nor-
lisi-. de cLsc result:i inOtil, v sobre todo peli- te. moralmente deplorable pero económica-
groso. limitarse ,.iI problema del estado y menle necesaria para ci desarroilo de todo el
exponerse a las hipótesi de una soiución pals e insita en Ia diversidad de las situacio-
puramente politica del problema. El punto de nessccio-económica de las diversas regiones
llezada de Grztrnsci resulta, en Ia pos'uerra, italianas en ci momento de Li unificación. En
un punto de prtida para un análisis que otr,.is palabras, en In diferencia de los puntos
aporte Jaws inns Otils en una situacion poll. dc part ida esta in expiicaciOn principal dcl
tica quc en In actualidad ha aceptado Ia nece- subdesarroiio meridional.
410 CUESTION MERIDIONAL

La interpretación de Romeo ha sufrido, des- avanzada del pals. En efecto, a todas las solu-
de luego, muchas objeciones. En particular ciones propuestas para resolver Ia c. meridio-
se ha observado de manera auda (Gerschenk- nal es comün Ia convicción de que sustancial-
ron) que mostrar las carencias v Ia estrechez mente el problema del desarrollo del sur no
de Ia critica gramsciana al Risorgimento no es diferente del desarrollo del forte y que por
puede justificar ci proceder de las clases diii- ella no puede ser resuelto en el mismo mar-
gentes italianas durante este periodo. Al con- co social y politico que hasta ahora es domi-
trario, aunque sin rechazar sustancialmente nante. De estas premisas se deriva, por lo tan-
el esquema propuesto por Romeo, Ia acción to, Ia necesidud de eliminar, a través de Ia
del estado italiano despues de Ia unificación acción del estado, todos los obstáculos que
queda considerada como insuficicnte sin más puedan de alguna manera turbar u obstacu-
en su asignación de recursos al sistema indus- lizar ci proceso de penetración dcl desarro-
trial v en su promoción del desarrollo econó- Ilo industrial en ci area atrasada; gran relie-
mico nacional. Dc todos modos, a pesar de las ve se Ic concede a los modelos de comporta-
criticas que pueden hacersele, debe observar- miento y de valores considerados cruciales en
se que incluso Ia tesis de Romeo destaca Ia el proceso de cambio social.
necesidad de una "politica meridionalista" Pero a esta tesis se Ic ha venido contrapo-
para resolver Ia c. meridional. niendo procresivamente otra que insiste, por
Mientras tanto, precisamente por las difi- el contrario, en Ia unidad del mecanismo de
cultades que se encuentran en su solución, el desarrollo que está en Ia base tanto del desa-
problema empieza a ser considerado desde rrollo dcl norte como dcl subdesarrollo del
una perspectiva cada vez má.s amplia que lo sur. Recientemente expresada en italia par
asimila a los problemas generales del atraso Capecelatro y Carlo, csta tesis es continuación
y dcl subdesarrollo. Además. en Ia posguerra de las elaboraciones de A. Gunder Frank yen
Ia cultura italiana restablece los propios con- general de los neomarxistas norteamericanos
tactos con Ia cultura occidental y en particu- Baran y Sweczv.
lar con Ia norteamericana. Asi se difunden Si el capitalismo en su desarrollo tiende a
también en este pals las primeras teorias crear y a recrear continuas polarizaciones
generales del desarrollo social formuladas entre areas metropolitanas y areas satelites,
por Ia sociologia anglosajona. instaurando entre ellas relaciones de depen-
Para esta corriente de pensamiento, cuyo dencia y de explotacion, Ia siluación de sub-
máximo exporiente puede ser T. Parsons, ci desarrollo del sur es entonces ci producto
desarrollo económico-social es un proceso directo del desarrollo capitalista en el pals.
tendencialmente universal, basudo en la Par eso Ia ünica solución verdadera de Ia c.
industriulización v en Ia moderniz.ción, que meridional es una revolución socialista que
con diferente intensidad involucra e intere- movilice a todos aquellos que en algun modo
sa potencialmente a todos los paises. Preci- resul tan istemticamente explatados par Ia
samente por esto, eventuales crisis y reflujos metrOpoli.
que Sc manife.tan en las sociedades tradicio- Ya en el debate teórico internacional este
nales en sus relaciones con el exterior tien- tipo de análisis ha encontrada notables criti-
den a ser interpretada.s generalmente coma cas, especialmente en lo que respecta al con-
fenOmenc,s de resistencia de las viejas estruc- cepto de modo de producción capitalista usa-
turas que tratan de sobrevivir a Ia implanta- do par Frank y. sobre todo, par Ia subvalora-
ción innovadora. cion del papel que los factores endogenos
En estos términos, Ia c. meridional '.e con- cumplen en los procesos de cambio. Su pos-
vierte en un fenómeno de dua!is,no de Ia terior aplicación pura y simple it Ia situación
estructura social v ecor.ómica italiana. En italiana ha generado perp!ejidad.
efecto, aqul conviven dos organizaciones Sabre todo se ha cuestionada (Bonazzi) el
socLles de diferente tipo: un forte avanzado no haber tenido suficientemente en cuenta ci
y un sur utratdo. La salución dcl problema hecho de que el Mezzog.iarno forma parte dcl
tendrá lugar de manera casi automitica, en estado italiano desde hace más de un siglo.
caso de que ci sur re'.ulte progresivamente Cuestión de no trascendentes consecuencias
absorbido por el desarrollo de Ia parte más si pcnsumus par ejcmplo en las particulares
CUESTION MERIDIONAL 411

lunciones que ejerce, v ha ejercido, sobre ci insumos simbólicos. En este sentido, por
sistema politico nacional Ia clase politica ejemplo, debe particularmente insertarse ci
meridional y Ia meridionalización de La admi- plan de boniuicación integral, que tiende a
nistración pübiica. Pero particularmente se desarrollar en ci Mezzogiorno ambas funcio-
cuestiona el no tener en cuenta Ia politica nes. Por otro lado se puede agregar Ia polIti-
meridionalista dcl zasto piblico experimen- ca de construcción de obras püblicas y Ia mis-
tada en Ia posguerra. El modeto de Gunder ma politica exterior imperialista" con Ia
Frank, localizando ci análisis en los proce'os aventura de Etiopia, hecha pasar por solución
de subdesarrollo provocados por In explota- de los problemas de los campesinos meridio-
cion externa, no ofrece instrumentos teóricos nales. Pero es después de 1945 cuando se asis-
para comprender In particularidad de Ia te a un cambio cualitativo de Ia actitud del
estructura interna del Mezzogiorno y en par- estado hacia ci sur. La influencia de las teo-
ticular las relaciones de clase. Por estos moti- rias del desarrollo arriba citadas Ileva a reva-
vos se ha pensado (Bonazzi, 1972) que Ia rca- lorizar ci papel de Ia intervención püblka y
lidad presente en el Mezzogiorno puede ser de esa forma a institucionalizarla con Ia crea-
afrontada mejor con un esquema teorico que ción. en 1950. de In Cassa del Mezzogiorno.
comprenda tanto los tactores exógenos como No obstante que In Cassa fuera concebida en
los endogenos y que permita valorar los pro- su creación como un ente extraordinario, nos
cesos de transformación vinculándolos a las encontramos ahora frente a un diseno orgá-
funciones ejercidas por los condicionamien- nico, o que at menos asI se pretende, de solu-
tos estructurales determinados porel tipo de cion del problema meridional. A las tesis de
desarrollo de Ia comunidad nacional v por Ia Rosenstein-Rodan en el sentido de un desa-
interacción que se establece entre estos con- rrollo de Ia agricultura y de Ia infraestructu-
dicionamientos v Ia sociedad meridional con- ra. y a Ia de Lutz de una tregua salarial para
siderada en sus componentes internos. crear los márgenes de formacion de nuevo
Resumiendo v esquematizando, ci proble- capital para invertir en ci sur, se opone, sus-
ma de hov consiste fundamentalmente en tancialmente vencedora, In tesis de Saraceno
saber si ci considerar Ia c. meridional como favorable a Ia cieación de "un mecanismo de
un producto directo del desarrollo capitalis- desarrollo autónomo y autopropulsivo". Esta
ta en Italia Ileva necesariamente a superar Ia linea en concreto si1nifica ci intento de indus-
relevancia de Ia acción politica it corto pla- trializar el Mezzogiorno especialmente por
zo, tambien y sobre todo dentro del marco media de Ia acción del estado, sea como direc-
politico-institucional vigente. Es sobre este to contratista o a traves de ayudas v subven-
problema que el debate cstá en mtrcha entre cione.s.
quienes juzgan Ia acción estatal de cualquier Esta linea de desarrolio lieva consigo dos
tipo como funcioiiai al desarrollo capitalis- impiicacioncs notablcmcntc importantes.
ta. ' por lo tanto incapaz de dar por sI mis- Sobre todo cons.gra, también oficialmente,
ma una solución a Ia c. meridional. y entre Ia c. meridional como cuestión nacional v Ia
quienes piensan que en ella pueden encontrar- coloca de esta manera en el orden del dia,
se implicuciones cuantitativas no indiferen- aunque sea de manera superficial y propagan-
tes sino más bien cruciales para el debarro- distica. A partir de au, en segundo lugar,
Ilo histórico. logra ver como necesaria una intervcnción
global v programada aunque solo sea para
iv 1A AcciOs DFI. rsTAr. Sc puede justamente abrit ci pioblema: sin una concepUOn inte-
sostener que ci fa'.cismo habia representado rai no C puede aqui .eguir hablando ni de
el perfeccionamiento dci bloque agrario- afrontar ni de resolver La cuestión.
industrial con.tituido en los prirnros 50 años Pero tambiên este tipo de aproximación al
de historia italiana. En efecto, para reducir problema comienza a enccntrar creciente diii-
las tensione a la cuale este bloque habia cultad en Ia segunda mitad dc Ia decada de
estado expuesto en lo primeros 25 años del los sesenta. Por un lado. de hecho Ia crisis dcl
siglo. '.e empcna por un lado en una politica desarrollo industrial en ci norte impone una
decontrol planificado de las fuerzts sciaks má atenta conidcracion dc las vinculacio-
V. por ci otro. en una creciente emision de nes econOmicas internacionales y, a partir de
412 CUESTION MER1D10NL

ello, de Ia posicion de Italia en ci proceso de posesion de sus parcelas, no están en condi-


divisi6n internacional del trabajo: sin un aná- ciones propias para poder administrar Ia nue-
lisis de las implicaciones que éstas tienen Va empresa sin Ia ayuda externa. Resulta
para todo el proceso de desarrollo italiano no entonces necesario obtener esta asistencia de
se puede elaborar ninguna solucion teOrica las entidadcs de reforma y, a partir de alli,
de Ia c. meridional. Por otro lado, Ia misma del estado, que de este modo viene a ejercer
politica de industrializacion en el sur no ha un masivo control sobre muchos aspectos de
logrado sustanciales éxitos sino que se ha Ia vida rural. La necesidad de recurrir a Ia
limitado a crear "enclaves" desvinculados del ayuda de las entidades de reforma se resuel-
atraso circundante s', por lo tanto, "margina- ye en Ia suprcsión dc Ia autonomia politica
les" ellos mismos al "centro" de Ia sociedad de Las masas campesinas y en La siempre crc-
meridional: las Famosas "catedrales del ciente dependencia ante el estado y los parti-
desierto". dos y grupos que influyen en éI.
En suma, parece precisamente que Ia fase Es éste ci cambio estructural que en gran
de industriaiización asistida tipica de Ia medida logra explicar Ia progresiva fragmen-
segunda posguerra deberia considerarse fra- tación dcl bloque campesino ' Ia consiguien-
casada por lo menos en su objetivo de acti- tes dificultad que surge para reorganizarlo.
var en ci sur un proceso de desarroilo "auto- En efecto, por ci interior de este bloque cru-
nomo y autopropuisivo" (Gala.sso, Villari). za ahora una linea divisomia entme pequeños
propictamios y jornaleros, que crea notables
V. LOS NCEVOS I'ROBLEMAS DE LA SOCIEDAD 1ERID10- problemas a cualquier movimiento que pme-
SAL Para considerar los mãs recientes desa- tenda formam una alianza de todos los cam-
rrollos politicos de Ia c. meridional es nece- pesinos.
sario, en primer lugar, analizar qué cambios Entre tanto, especialmente despues de
relcvantes han afectado Ia sociedad meridio- 1957, toda Ia politica dci estado hacia el Mez-
nal en estos ültimos años. zogiomno se orienta de modo particular a esti-
Uno de los cambios estructurales más mular Ia industmializaciOn.
importantes es SIn duda el movirniento por Sin embargo, los efectivos criterios de
Ia redistribuciOn de Ia tierra de los anus 1948- inversiOn pOblica no iogran concentram
1950 y Ia posterior reforma agraria que con- empresas de modo de cream el mayor nOme-
secuentemente han modificudo radicalmen- ro posible de puestos de trabajo: no obstante
te el orden social del campo. Bajo Ia prcsiOn que el pmoceso de expulsiOn de Ia agricultuma
de un movimiento popular sin precedentes en proceda con vigor, entme 1951 y 1965 Ia pobia-
ci Mezzogioi-no, en aquellos años se empren- dOn activa ocupada en Ia industria aumenta
de una reforma agraria que afecta a los gran- sOlo un 4% (Tarrow). El esfuemzo directo del
des latifundios meridionales v contribuyc de cstado apunta escncialmente hacia Ia gran
manera decisiva a Ia formaciOn de una flume- industria de base, -a Ia que corresponderia
rosa clase de pequefios propietarios. Dc este inducir de inmediato toda una serie de acti-
modo Ia reforma corrige el desequilibrio exis- vidades colatemales favorables al desarrollo
tente entre Ia pequena propiedad y el latifun- industrial. Pemo precisamente en este perio-
dio. Y, aigo más importante, remueve uno de do, debido a Ia competencia desarmollada en
los pilares que estaban en Ia base del viejo el ámbito de Ia CEL, entra en crisis gman par-
orden social, cancelando Ia causa principal te de Ia industria manufactumera meridional
del rencor camp'siiu, cicandu aI mismo tiem- que despide un considerable nOmero de tra-
p0 una clara diferenciaciOn social entre los bajadores. L4icamente, esta masa no encuen-
pequenos propietarios y los jornaleros, antes tra oupaciOn en Ia industria dcl estado, que
ocultada por Ia relaciOii de '.ubordinaciori que era de aha densidad de capital, sino que se
exi'tia entre Ia pequeña propiedad N. ci lati- dirige fundamentalmente hacia Ia emigra-
fundio (Tarrow). cion, el empleo en Ia industria de La contruc-
Dc este modo Ia reforma produce de inme- ciOn, y Sc traduce adernás en una acelemada
diato Ia desmovilizaciOn dcl potencial polIti- desocupaciOn. Nus encontramos aqul frente
co de las masas canapsinas. En efecto, Ia it una creciente fragmentacion de Ia clase
mayor pane de los campesinos, al tomar obmera. En efecto, Ia tradicional fábrica capi-
CUESTION MERIDIONAL 413

talista está relativamente ausente, Ia que favo- solidado un nuevo bloque de Iuerzas que se
rece el estado de disgregaciOn en ci interior está mostrando capaz de realizar un proceso
de Ia ciase e impide Ia visuaiizaciOn de las de desarrollo sustancialmente desequilibra-
relaciones sociales de producciOn: al lado de do sin ejercer, por otra parte, un alto grado
grupos empleados en Ia gran industria de de hegemonia sobre grupos subalternos. La
base, unidos frecuentemente par criterios que también debe destacarse, además de los
politicos, se encuentran notables grupos de notables cambios ocurridos en el interior de
obreros de medio tiempo: obreros ocupados las clases dominantes, es Ia comprobación de
parte dcl ano en Ia industria, en especial Ia que tampoco ci nuevo orden politico-social ha
de pequeñas dimensiones, v parte en Ia agri- resuelto ci problema del subdesarrollo meri-
cuitura. Estos ültimos, indefinidos desde ci dional sino que se ha limitado solo a moder-
punto de vista profesional, traducen su inde- nizar las formas (Galasso).
finición social en una actitud politica extre- En este sentido Ia desocupación, Ia emigra-
madamente difusa. ciOn, las consiguientes formas de rebeliOn, en
Además de Ia emigraciOn, otra válvula de una palabra los desequilibrios que caructeri-
escape a Ia creciente olerta de trabajo se ian -aün hay a la sociedad meridional, tienden
encuentru en ci sector terciario, que pasa del a corroborar Ia tesis que ye una sustancial
2746 de Ia poblaciOn activa en 1951 al 40% en continuidad en ci proceso de subdesarrollo
1965; crecimiento que en gran parte está refe- del sur, y que dcl fracaso de todas las hipote-
rido a Ia actividad comercial y a Ia adminis- sis de desarrullo formuladas en las d&adas
tración püblica. Dc hecho, una de las tenden- de 1950y 1960 deduce Ia necesidad de un radi-
cias caracteristicas dcl proceso de desarro- cal salto de calidad, en el sentido anticapita-
llo en ci Mezzogiorno desde Ia posguerra en lista, de las medidas a emprender.
adelante es ci ensanchamiento de las diferen- Desde este contexto surge dc inmediato Ia
cias entre industrialización v urbanizacion. nueva importancia que asume ci papel del
La expulsion de los campesinos del campo no estado. No solo como primer empresario y
encuentra en Ia industria, por los motivos como organizador de Ia politica de interven-
arriba apuntados, un aumento de Ia deman- cion cxtraordinaria, no solo coma eficai lugar
da de fuerza de trabajo. Debido a este estran- de mediacion entre los intereses de los dis-
gulamiento las ciudades experimentan un crc- tintos grupos que lorman o se apoyan en Ia
ciminto desmesurado y proliferan las acti- clase dominante, sino sobre todo coma ins-
vidades referidas al sector terciario no pro- trumento de atracción del bloque de poder en
ductivo. Y es en este sector donde se va cada nivel politico v social.
nucicando una nueva clase media de dimen- Esta nueva capilaridad de Ia lunciOn del
sión v fuerza cansiderables. Encuentra sus estado está bien ejemplificada par Ia trans-
principaks ocupaciones en cl comercio y en formación que sufrc ci tradicional sistema de
Ia administraciOn pOblica, que se decarroila clientelas. El viejo sistema basado en clien-
en gran medida coma fruto del modelo "esta- telas personales, y par lo tanto privadas, ha
tizador" del desarrollo económico (Tarrow). sido barrido en el curso de los anos cincuen-
A partir de aqui Ia importancia de esta flue- ta. Los viejos notables dotados de prestigio
va clase media crece no solo por su estrecha personal han sido sustituidos inexorablemen-
compenetraciori con los órganos dcl estado te por Ia organizaciOn burocratica, creada y
sino sobre todo por Ia misma politica de inter- desarrollada por Ia politica de intervención
venciOn que ella se encuentra prácticamentc cstatal en ci Meizogiorno, que ofrece debarro-
en posibilidad de ejercer. En estas condicio- Ilo económico y favores en esta cosecha de
nes, jun10 al sector moderno de 13 industria, votos para los hombres politicos (Tarrow).
tiende a formare un nuevo tipo dc coaliciOn Precisamente par esta calidad organizativa.
que busca practicamente disolver ci avance Ia nueva "ciientela burocrática" alcanza
de las clases subalternas, cjerciendo un opor- potencialmente tods los estratos de Ia pabla-
luno control sobre las condiciones de desa- dOn v contribuve par ella a crosionar en gran
rrollo cconOmico (Donolo). medida Ia base social que los movimientos de
Por estos Inotivos se puede decir que des- izquierda intentan construir.
de Ia posguerra progresivamente se ha con- Ahora se puede comprender mcjor coma Ia
414 CIESTIOX MERIDIONAL.

intervención püblica, en su totalidad, no se menudo de una coalicion que se agenda estre-


ha mostrado capaz de dar solución a Ia situa- chamente al sistema politico nacionul a tra-
ción de subdesarrollo sino que mas bien ha yes dcl aparato administrativo de In interven-
cumplido a menudo un papel funcional a su ción publica y el papel de mediación de Ia cIa-
mantenimiento: "ci sistema politico no ha se politica local en ci nivel nacional.
obrado coma un correctivo de In logica del Par Ia demas, para dar test imonio de Ia
desarroilo polarizado sino que lo ha secun- importancia del papel desarroliado par ci
dado" (Bonazzi). En definitiva, más o menos Mezzogiorno en ci sistema politico italianu,
intencionaimente, el estado tiende en este basta recordar ci impacto de los dcsordenes
contexto a cumplir Ia función de organizador electorales que hubo en el sur al principio de
politico de Ia alianza de los grupos sociales los años setenta y Ins implicaciones del pro-
dominantes v, vicevcrsa, a obstaculizar a ceso de mcridionalización de Ia administra-
impedir Ia organización politica de las ciases don pOblica que, iniciado a fines del siglo
subalternas. pasado, se desarrollO rnás tarde, en In ültima
En esta situaciOn se forma una nueva posguerra. Por ejemplo, los funcionarios din-
estructura de poder que tiene poco que ver ientes de urigen meridional, que en 1954 lIe-
con Ia tradicional erigida sabre el "bioque gabun al 5696 dcl total, sumaban en 1961 ci
agrario". Para intentar identificarla debemos 6246 y no parecen haber disminuido desde
sabre tudu tener en cuenta que los grupos quc aquella fecha. El crecimiento, y In meridio-
in componen actüan en un contexto sciul des- nalizaciOn, del aparato burocrático publico
de siempre disgrcgado al extremo, quc el flue- "parece buscar, bajo ci perfil dcl reclutamien-
vu tipo de desarrollo de Ia posguerra sin duda to, Ia absorción del adulador meridional des-
ha contribuido poslcriozmente a romper. contento, dar una salida al proletariado inte-
Esta estructura parece de cualquier modo lectual' y canalizar Ia dirigencia futuru, con-
construida, en una primera aproximación quistando su consenso" (Cassese).
—además de Ia clase politica local de gobier- Enmarcados en un contexto más amplio,
no— par una coalición entre ci sector moder- por lo tanto, deben considerarse mejor los
no de Ia economia, los aparatos politico- costos de In intervenciOn püblica v reformu-
administrativos, entre los cuales destacan larse ademas ci juiciu en un sentido más cau-
aquellos dc Ia intcrvención extraordinaria, y to, sabre el "1 racaso" de Ia politica meridio-
las nuevas clases medias urbanas solidamente nal. Sus costos en efecto dcben compararse
ligadas al comercio y a Ia administración con los beneficius de los que ha disirutado ci
pubiica. sistema politico nacional, a par io menos sus
En particular, los estratos más interesados grupos dinigentes.
en In gestion de Ia actual situaciOn pueden 5cr
identificados en In industria edilicia, en los bIBLI0IIA: P. Allum, Poter soci1á a Napoli
pequeños v medianos empresarios que con- neldopoguerra, Turin, Einaudi, 1975; G. Bonaz-
siguen el apoyo dcl poder politico con Ia zi, A. Bagnaco y S. Casillo, Industria e polere
garantia de orden v estabilidad politicas y, in una provincia nwridiwzale. Turin, LImpresa
finalmente, en ci nuevo y numero'o estrato Edizioni, 1972; B. Ciizzi, Nuova aniolo,'ia della
de profesionales que ci nuevo desarrollo eco- quec:ione meridionale, Milan, Comunita, 1962:
nómico requiere y en los nuevos grupos de E.M. Capecelatro y A. Carlo, Cuntro Ia queszio-
intelectuztles subalternos al poder politico ne ;neridionale, Ruma Saveili, 1973; S. Cassese,
(Donolo). Qzwsrione a,nminislrattva e aucsUonc naridio-
Ee ültimo grupo, junta a toda Ia clase nale, Milan, Giuffrc, 1977; C. Dr.,io, Sviluppo Inc.
media en generJ. I urma Ia base de masas de uale .. di reaione sociale: note per l'analisi
esla nueva estructura, pero asume posterior delle classi net tleridione, en Quaderni Piacen-
relev.tncia, quc supera In importancia nüme- tini, 1972, nüm. 47; G. Galasso, .t1ezoiorno y
rica, a caua dcl mtyor grztdo de muvilizacion rnoderuizazione 11945-1975i, en La crisi italiana.
politica que esta.s clases poseen respeeto de a cargo de L. Graziano y S. Tarrow, Turin, Einau-
las clases inferiores. Este hecha asume cvi- di, 1979; A. Gerschenkron, El atraso econónzico
dentemente una importancia politica de reic- en sn perspectiva hisiOrica (1962), Barceion:i,
vancia estrategica. En general, se trata a Arid; A. Gramsci, La c,wslwu meridwnal (I 926),
CULTURA POLITICA 415

Madrid, Dédalo, 1978: R. Romeo, Risorgimenlo exclusiOn o no del recurso a formas violen-
t'eapizalismo, Ban. Itterza, 1959; M.L. Salvado- tas de acciOn. No hay que olvidar, pur Oltimo,
ri, ii mliv del buongoverno, Turin, Einaudi. 1963; ci lenguaje y los simbolos especificamente
S.G. Tarrow, Paruto comunisia e cuntatlini ;u'l politicos, coma las banderas, las contraseñas
Me:zog:onio (1967), Turin, Elnaudi, 1972; G. Tur- de las diversas fuerzas politicas. las consig-
naturi v G. Lodi, Le classi nella society meridio- flas, etcetera.
nale: schema d'analisi di Salvernini, Dorso, En un conocido estudio aparecido en 1963,
Gramsci, en Ra.csegna Izalianu de Sociologia, dos investigadores estadunidenses encontra-
xiv, 1973, nüm. 1; R. Villari, La crisi del blocco ros tres tipos de c. politica de cierto interés.
agraria, en L 'lialia cunlemporanea 1945-1975, a Después de definir c. politica como 'el con-
car2o de V. Castronovo, Turin, Einaudi, 1976. junto de ins orientaciones psicoiogicas de los
miembros de una sociedad en rclaciOn con Ia
[CARLO (,LARlERIl politica", los autones distinguen tres tipos de
onientaciones, o sea tres posiciones que ci
sujeto puede adoptar o tres modos en que
puede ver los hechos y las relaciunes socia-
cultura polItLca les. La onientaciOn cognoscitiva estã represen-
tada por ci conjunw de los conocimientos y
lnvestitzadorcs, observadores v pensadores de de las creencias relativas al sistema politico,
todos los tiempos, al reflexionar sobre las a las funciones que lo conlponcn, it los titula-
caracterIsticas de distintas suciedades ponen res de estas funciones; Ia orientaciOn de tipo
con Irecuencia ci acento no solo en Ia diver- afecrivo esta representada par el conjunto de
sidad de Ia praxis v de las instituciones poll- los sentimientos albergados en relaciOn con
ticas sino tambien en las creencias, en los el sistema, can sus estructuras, etc.; finalmen-
ideales, en las normas y en las tradiciones que te. In orientaciOn evaluativa comprende jui-
colorean de manera particular y dan signifi- cios s opiniones sobre fenOmenos politicos y
cado a Ia vida politica en cientos contextos. requiere Ia combinaciOn de informaciones,
El intcrês pur estos aspectos, tal vez menus sent imientos y criteiios de evaluaciOn. Las
tangibles aunque no por eso menus interesun- orientuciones Se distinguen segOn que tengan
tes, de Ia vida politica de una suciedad, ha ido pun objeto, ya sea ci sistema politico en su
aumentundo en los estudios recientes de den- conjunto, va sea las estructuras de penetra-
cia politica y al mismo tiempo se ha idu difun- ción en ci sistema politico de instancias y
diendo ci uso de Ia expresión c. politica para demandas existentes en Ia sociedad, va sea
designar ci cunjunto de actitudes, normas y tambiCn las estructuras de tipo ejecutivo o
creencias, compartidas mãs a menos amplia- administrativo mediante las cuales se Ilevan
mente por los miembros de una dctcrmina- a cabo las decisionc., Va sea finalmente ]a
da unidad social y que tienen como objeto relaciOn que se establece entre ci individuo
fenOmenos politicos. Asi, por ejemplo, podria- v ci sistema. El primer tipo de c. politica
mos decir que forman parte de In c. politica —que se conuce con ci nombre de parochial
de una sociedad los conoci,nk'uios, a mejor political culture—se presenta principalmen-
dicho su distnibuciOn entre los individuos que te en sociedades simples y no diferenciadas
Ia componen, relativos a las instituciones, a en que las funciones v las instituciones espe-
in practica politica. a las fuerzas politicas que cificamente politicas no existen o coinciden
uran en un determinado contexto; ins orien- con funciones o estructuras econOmicas v
rat- jones más o meno, difundida., como, par religiosas. El segundo tipu, Ilamado c. politi-
ejemplo, Ia indiferencia, ci cinismo, in rigidez, ca de 'subordinnckn", se precnta cuando los
el dogmatismo o, por ci contranio. ci sentido canoeimientos, los sentimientos v las evalun.
de conlianza, Ia adhesiOn, In tolerancia huda cionc de los miembros de In sociedad se
las fuerza' politica , distintas de in propia, refieren eencialmente al .istema politico en
etc., v, finalmente. ins normas, como par ejem- su conjunto, pero Sc diniaen pnincipalmente
plo ci derecho y ci dcber de los ciudadanus a los aspectos de olflpu:, o de salida. del .is-
de participar en Ia vida politica. Ia obligacion tema, o sea, en Ia practica. al aparato admi-
de aceptar las ilecisiones de Ia mayonia. Ia nistrativo encargado de Ia eecuciOn de las
416 CULTURA PoL1T1C.

decisiones. En este caso, las orientaciones son que ames estaban separadas, puede conside-
principalmente de tipo pasivo, y esta c. poll- rarse como un caso de transiciOn que reque-
tica corresponde principalmente a regimenes na pasar de una c. politica de tipo parochial
politicos autoritario.s. Finalmente, en el ter- a una c. politica "de subordinaciOn"; en Ia
cer tipo de c. politica —Ilamada "de misma torma, los problemus de Ia transiciOn
participación"— existen orientaciones espe- de un regimen autonitario a uno dcmocráti-
cificas que se ref ieren no solo a ambos ape- co pueden considerarse coma problemas rela-
tos del sistema sino que prevén también una tivos a Ia reacción, transiormaciOn v difusiOn
posicion activa del individuo. En este tipo de de una c. politica de tipo "participante". Dc
planteamiento se usan los conceptos de adhe- acuerdo con algunos autores, Ia c. politica de
siOn (allegiance), apatia y enajcnaciOn para Ia Italia contemporánea es de tipo niixta, en
caracterizar Ia rclaciOn de congruencia o Ia quc predominan clementos dc apatia y ena-
incongruencia entre Ia c. palitica v las estruc- jenaciOn. Los resultadus de una investigación
turas politicas. Se da Ia adhesiOn cuando los realizadu en 1959-1960 en cinco paises (Ale-
conocimientos van acompañados de orienta- mania occidental, Italia, Mexico, Gran Breta-
ciones afectivas y juicios positivos; enajena- ña y Estados Unidos) muest ran que en gene-
ciOn y apatla, cuando Ia actitud predominan- ral —o sea en el nivel de ia poblaciOn toma-
te de los miembros de una sociedad respecto da en su conjunto— Italia se caracteriza por
dcl sistema es de hostilidad o de indiferencia, Ia existencia de tin escaso apego c identifica-
iespectivanlente. La congruencia a incon- ciOn con ci regimen dcmacrático, par una
gruencia entre Ia c. politica y Ia estructura escasa difusiOn y aceptaciOn dci dcher clvi-
politica se presentan, por lo tanto, cuando las code participaciOn en Ia vida politica, por un
orientaciones predominantes no se adaptan escaso interCs y un baja nivel de informaciOn
a las estructuras y a Ia praxis existentes: de v conocimientos en materia de paIItica, par
este modo, una c. politica "de participaciOn" un difundido sentimiento de impotencia de
que forma parte de un sistema con estructu- los individuos para influir en las decisiones
ras politicas autocruicas es muy poco con- politicas tanto en el nivel local coma en el
gruente v Sc adapta menos que una politica nacional, por una mayor polarización entre
"de subordinaciOn". Diitise lo mismo de Ia los seguidores de las distintas fuerzas politi-
relacion entre una c. politica en que no se con- cas, por un mayor temor y desconfianza res-
sidera al ciudadano como participe de las pecto de Ia politica, por un sentimiento más
estructuras politicas de participación. Natu- difundido de enajcnaciOn desde el punto de
ralmente no es necesario decir que los tipos vista emotivo en relación con los aconteci-
descritos más arriba son tipos puros, figuras mientos politicos, par una escasa confianza
totalmente teOricas que se presentan sOlo en en ci recurso a mecanismos sociales (grupos,
el cuso de una absoluta homoeneidad de Ia asociaciones, etc.) coma instrumentos para
c. politiczi. En Ia práctica, en cambia, encon- influir en Ia politica y un destacado recurso
tramos Onicamente c. politicas de tipo mix- a medios y a iniciativas personalcs.
to, que resultan de In combinación de las El hecha de que en un nivel de macroanáli-
diversas orientaciones descritas anteriorrnen- sis e pueda hablar legitimamente de Ia c.
te. De este modo, aun en las sociedades que politica de toda una sociedad y caracterizar-
contienen estrzttos muv amplios de sujetos Ia de manera general, no debe inducir, sin
"participuntes" '.e encuentran porciones con- embargo, a cometer el error de creer que Ia
siderable'. de "sOhditos" y de paroclzialc. A c. politica es aigo homogCneo. Por ci contra-
pesar de que no deja de haber dii icultades en rio, se puede considerar que Ia c. polItica de
el nivel conceptual, etc ecquema interpreta- una cierta sociedad está con'.tituida normal-
tiro tiene cierta utilidad porque permite mente par un conjunto de subculturas, o sea
poner a prueba, o ver de'.dc una perspectiva de actitudes, normas v valores diversos que
nueva, ciertos probkma. que on de un nato- frecuentemente se oponen entre si. En cock-
rio interes para ci investigador de fenOmenos dades complejas. organizadas v con ectructu-
politico'.. Dc esta manera, par ejemplo, ci sur - ras muv diferenciadas y que son el resultado
gimiento de nucras unidades politicas, quc de Ia agregaciOn de comunidades con histo-
resultan de hi reagrupaciOn de comunidades na v tr.idicion diversas, Ia presencia de estas
CULTURA POI.1TIC 417

conformaciones Ilamadas subculturas no lla- en el poder y de las de Ia oposiciOn tienen una


ma Ia atención y Ia sobrevivencia de divisio- importancia totalmente desproporcionada a
nes étnicas y diferencias linguisticas consti- su fuerza nOmcrica. Basta considerar el papel
tuve el signo exterior más evidente. Desde ci que desempeñan las Clues al definir los temas
punto de vista politico, las diferenciaciones del debate politico, al arrastrar en una direc-
mets ubvias de Ia c. politica son las que están cion o en otra a Ia opiniOn pOblica y, sobre
ligadas a Ia existencia de corrientes de pen- todo, al tomar decisiones de gran importan-
samiento, de simbolos y de mecanismos orga- cia para Ia estructuración del sisterna, como
nizativos que encabezan a las fuerzas politi- por ejemplo en Ia formaciOn de coaliciones
cas. En esta forma, dentro de Ia sociedad ita- y en las fases de rest ructuraciOn del sistema,
liana de Ia ültima posguerra se pueden encon- cuando todavia estã. por asi decirlo, en esta-
trar algunas subculturas principales que do fluido, como en los momentos de transi-
corresponden, en terminus generales. a Ia tra- ciOn de un regimen a otro, antes de que se
dicion laico-liberal, a Ia socialista, a Ia cató- hayan consolidudo las nuevas instituciones y
licu y a Ia de derecha. Naturalmente todas los nuevos alineamientos.
Cstas no solo no son totalmente homogeneas
en su interior sino que no constituyen ni BIRI.IOGRAFIA: G. Almond y S. Verba, La cultura
siquiera verdaderas islas culturales, y se las civica (1963), Madrid, EuramCrica, 1970; G.
pod na presentar mOs bien como una serie de Almond y S. Verba (coords.), The civic culture
circulos que se intersectan par cialmente y revisited, Boston, Littlu Brown and Co., 1980; A.
que contienen nücleos de valores comunes a Brown y J. Gray (comps.). Political culture and
dos o más subculturas. Existen, además, otras political change in comma msl states, Nueva
diferenciaciones, frecuentemente de origen York, Holmes and Meier, 1977; J.P. Nettl, Poli-
geografico. ligadas al desarrollo histórico de tical mobilization, Londres, Faber and Faber,
ciertas fuerzas politicas: tenemos, por ejem- 1967; R.D. Putnam, The beliefs of politicians:
plo, una tradición socialista de tipo industrial ideology, conflict, and democracy in Britain and
y una de tipo agrario, tradiciones reformis- Italy, New Haven-Londres, Yale University Press,
tas y maximalistas, etcetera. 1973; L.W. Pye y S. Verba (comps.), Evolución
Una distinciOn importante es Ia que existe politica y comunicación de masas (1965), Buenos
entre c. politica de las elites y c. politica de Aires, Troquel. 1983.
las masas y, desde ci punto de vista de Ia
interpretaciOn de los acon teci mien tos politi- [clAcoMo SANI]
co,ei análisis de Ia c. politica de las Clites
chauvinismo

Con este término se indica tina actitud de o definiciones tomadas del propio grupo". Si
exasperado v ciego patriotismo que Ileva a en el primer caso se utilizan expresiones
una continua polemica negadora de los dere- como 'iorasteros". , 'estadunidenses de ascen-
chos de los otros pueblos y naciones. La pala- dencia mexicana", "hispanohablantes", etc..
bra deriva del nombre del soldado Nicholas cuando no otras marcadamente pevorativas
Chauvin, valeroso combatiente en las guerras como "espaldas mojadas", "grasientos" o
napoleonicas, famoso por su fidelidad al "frijoles", y en ci segundo se pretiere ciertas
emperador también durante Ia Restauración, expresiones pretendidamente neutrales como
cua figura deviene proverbial coma ejemplo "Mexican-American", en el üitimo caso ci ter-
de fanatismo patriOtico a través de caricatu- mino que se eligc, esto es "ch.", tiene una con-
ras, canciones y anecdotas, v sobre todo lue- notación marcadamente politict en tanto pre-
go de Ia comedia La coca rde iricolores, épiso- tende expresar un compromiso respecto de
de de la guerre d'Alger (1831) de los herma- una lucha contra In opresiOn del anglo. En
nos Cogniard. Difundido en Francia sabre efecto, a pesar de que no existe unanimidad
todo durante el reinado de Luis Felipe, ci tér- respeclo del origen del término (hay quienes
mino pasO también al exterior para indicar sostienen que se desconoce ci origen del voca-
toda forma de nacionalismo extremo. blo, otros en cambio afirman que se remon-
Dc manera sustitutia, en Gran Bretaña es La al tcrmino "n1cicano" con In "x" pronun-
usado el término jin,'ois,n, derivado dcl nom- dada coma "sh", tal como se haciu en los
bre de In diosa japonesa Jingo y recoido tiempos de In conquista), quienes 8S1 se desig-
interjectivamente en una canciOn popular de nan no sOlo no rechaLan Ia denominacion de
tinte nacionalista, en boga durante Ia uerra mexic.no sino, antes bien, se reconocen con
ruso-turca de 1878. orguilo como tales y destacan lo prehispani.
co de este origen para reconocer mãs altiva-
C;IOi<(,l() RI\U}IlJ mente sus raices indicnas que su herencia
hispanica. Sc entiende entonces Ia identifica-
ciOn con una region geocultural que simbóli-
chicano camente llaman Aztlan. Mâs aOn, el proceso
lc autoidentificaciOn dcl grupo se inicia con
1. DIFICULTADE5 t'ARA [.% tJEFINI(I DEL TFkMIS() In adopci6n del Plan ,Izilan, que Si bien pade-
Aunque genéricamente ci término ch. Cs uti- cc de cierta retórica e imprecision muestra
lizado para designar a las personas de origen a las claras Ia intenciOn de un niovimiento que
mexicano que residen en los Estados Unidos. intenta precisar sus objetivos. "En el espiri-
toda vei que Sc quiera aludir a las mismas tu de una razu que ha reconocido no sOlo su
scrá necesario hacer una serie de precisiones, orgullosa herencia historica, ino tambien Ia
pues no existe por ahora un sistema para su brutal invasion gringa a nuestros territorios.
identificaciOn o definiciOri que sea aceptado los ch. —SC afirma alli—, habiLintes v civili-
par todos. Sin embargo, tal como lo afirma zadores de In tierra nortetia de Aztlãn [..
Gilberto Cirdena, " pueden señalarse tres declaramos que el grito de Ia sangre Cs nues-
tipos de formulacion: 1] definiciones y des- Ira fuerza, nuestra rcspons4bilidad y nuestro
cripciones anglo dcl pueblo mexicano; 21 aut inevitable dcstino. Somos libres s soheranos
dcl inicions basadas en trminos o ctiquetas para señalar aquellas tareas par las cuales
tomadas de los angios, y 31 autodeliniciones gritan justamente nuestra casa, nuestra tie-

1415]
CHICANO 419

rra, el sudor de nuestra frente y nuestro cora- "con Ia gente de los barrios más proletarios,
zun. Aztlán pertenece a quienes siembran Ia donde Ia gente de ascendencia mexicana tien-
semilla, riegan los campus y levantan Ia cose- de a ser más morena, menos educada y, sim-
cha, y no al extranjero europeo. No recono- pkmente, más pobre". Y es precisamente de
cemos fronteras caprichosas en ci continen- estos sectores sociales y de sus barrios de
te de bronce. El carnalismo nos une y ci amor donde surge ci término ch., siempre utiliza-
hacia nucstros hermanos nos hace un pueblo do par sus jOvenes "como una denominación
ascendente que lucha contra ci extranjeru que de autoidentificacion en términos de grupo".
expiota nuestras riquezas y destroza nuestra A su sex el contraste del ch. lo constituye el
cuitura. Declaramos el espiritu independiente "Mexican-American", ci cual, al menus seg(in
de nuestra naciOn mestiza. Somos Ia ra,. a de Ia opiniOn de los primeros, no es sino un ch.
bronce. Ante todo el mundo, ante Norteamé- confuso, que si bien lucha por encontrar su
rica, ante todos nuestros hermanos en el con- identidad, todavia acepta no sin placer Ia
tinente de bronce, sumos una naciOn de pue- designacion que ci anglo Ic da. Lo cierto es
blos libres, somos Aztlán. 1 Por Ia raza, todo! que para el movimiento y el pensamiento ch.
1 Fuera de Ia raza, nada" contemporáneo el término "Mexican-
El cuncepto de La Raza —tantas veces American" cs cuestionable no sOlo por su defi-
empleado en ci Plan Azildn y cuya traducciOn ciencia semántica (el autodesignarse como
más ficl se acercaria ai significado de "gen- "americano" con exciusividad repugna al
Ic" o "pueblo"— mantiene una estrecha yin- hecho cierto de que en razOn de scr mexica-
culación con ci términu ch. y adquiere un sig- no, por ejemplo, sees necesariamente "ame-
nificado muy preciso toda yez que desde sus ricano") sino, y especialmente, porque se tra-
origenes expresaba Ia creación de La Raza ta de una designaciOn anglo que, por eso sOlo,
cumo resuitado de Ia fusiOn de los españolcs entra en contradicciOn con uno de los concep-
y de los pueblos indigenas del Nuevo Mundu. to.s centraies para los ch. como lo es el de Ia
Un ch. es asi Ia representacion del concepto autudeterminaciOn y cuya manifestaciOn más
de La Raza. inmediata es Ia de ser capaz de definir "qué
Para los ch. Ia palabra que los designa sur- significan para nosotros ciertos trmiflOS y
ge del semi mismo del pueblo, "es un simbo- palabras y de qué mancra queremos denomi-
lo —dice C'trdenas— de nuestra verdadera narnos". Para quienes comprenden Ia impor-
esencia como pueblo", de "nuestra capacidad tancia que tiene para un movimiento su auto-
para definirnos coma queremos", de Ia apti- definicion positiva no es posible aceptar un
tud "para elegir nuestros dirigentes sin inter- término aplicado por el sistema y Ia cultura
ferencias de los anglos" y "constituye una con Ia que están directamente en conflicto
medida indirecta de nucstr,a libertad dentro pues ella conllevaria Ia aculturaciOn dentro
de esta sociedad". de Ia sociedad y cultura dominante.
Para quienes se autodefinen como ch., todo
mexicano que entra en relaciOn con Ia comu- II MOVISIIENTO cinuxo Si se acepta aquella
nidad de los angios en cundicioncs deslavo- definiciOn segOn Ia cual se puede considerar
rabies para sus propios intereses se convier- como ch. potencial a todo mexicano que esta-
te en un ch. potencial. Se trata de una defini- blece relaciOn con Ia comunidad de los anglos
ción que deja de lado cualquier referenda al "en condiciones desfavorables para sus pro-
marco geografico y que privilegia antes que pios intereses", es posible entonces inciuir en
nada el contacto scial con ci anglo. Defini- este univet-so a los que pueden rastrear su on-
ciOn abarcadora, pero de Ia quc Se sienten gen incluso hasta antes de Ia invasion y de Ia
excluidos aquellos que siendo de origen mcxi- conquista de los anglos, a quienes fueron
cano intentan surtear las consecuencias de Ia inducidos u obligados a trabajar como con-
discriminaciOn a través dci rechazo de cual- secuencia de las politicas de inmigraciOn, en
quier identificación con Mexico, o bien por fin, a todos los que nacieron y crecieron en
aquelios otros que sin dejar de reconocer su Estados Unidos.
origen mexicano rechazan que se les designe Existen propuestas de periodización res-
comu ch. en Ia medida en que este término pecto del desarrollo politico, de Ia resisten-
se asucia, segun afirma Jore Bustamante, cia v de las luchas de Ia minorl a mexicana
420 CHICANO

contra su subordinación social, económica y un Iado, Ia existencia del factor humano capax
politica en Ia sociedad norteamericana. En de crear una ideologia nueva para ser utili-
este sentido algunos autores acuerdan en dis- zada en las luchas sociales quc debian librar-
tinguir cuatro periodos. El primero de ellos se, y por ci atm, un proceso de proletariza-
(1848-1920)se iniciaen el momento mismoen dOn que a su vex facilita las formas organi-
que los angloamericanos conquistan el zativas de los movimientos de masa". La men-
sudoeste. con Ia consiguiente iniciación de las cionada ideologia, muchas veces designada
actividades guerrilleras, ünica respuesta ade- corno "chicanisnia", pretende antes que nada
cuada de un pueblo conquistado por Ia fuer- conformar unu imagen del mexicano distin-
za de las armas, con el incremenlo dcl enco- Ia tanto para el anglo como para si mismo y
no entre los grupos en pugna, posteriormen- para cUb apela al orgullo de una historia, de
te, con Ia inactividad casi total de los mcxi- una cuitura y de una raza comunes. En esta
canos en lo que a Ia polItica se refiere. El busqueda de definición de Ia identidad se pri-
segundo periodo (1920-1940) estâ signado por vilegia esa experiencia ünica y compartida de
Ia aparición de organizaciones que no hacen Ia vida en Estados Unidos antes que el punto
sino reflejar las aspiraciones integracionistas de vista de clase, de generaciones v de luga-
de las capas medias de urigen mexicano v que res de residencia, v predisamente por esto
pretenden resolver los problemas económi- toda acciOn politica, reivindicación econOmi-
cos, sociales y politicos utilizando los cana- ca y reorientación cultural se vincula v se
les que Ia sociedad anglo ofrecla. Durante impregna con Ia historia comün. Ia cuitura y
esos anos, y como consecuencia de Ia segun- los antecedentes étnicos de La Raza.
da guerra mundial, muchos mexicanos sobre- Elemento unificador cuando se manifiesta
vivientes de Ia misma se consideraron esta vez politicamente bajo Ia forma de independen-
con derechos inalienables para exigir un cia respecto dcl anglo, el nacionalismo al que
mejor nivel de vida en el pals por el cual adhieren las tendencias y organizaciones que
arriesgaron su vida. Y precisamente también integran el movimiento ch. difieren en cuan-
en estos años, en el marco de grandes luchas to a formas y grados, esto es entre el postu-
clasistas en Estados Unidos, gran cantidad de lado de un nacionalismo cultural y Ia pro-
mexicanos se incorporan a Ia lucha sindical puesta dcl separatismo (tal vez Ia desembo-
con un marcado tono combativo. Pero es en cadura !Ogica del primero). Si en Ia primera
ci tercer periodo (1940-1965) cuando se regis- forma de conceptualizaciOn de Ia identidad
tra un incremento de Ia actividad politica y ch. originariamente se enfatizaba en definir
se caracteriza por un estilo más agresivo v a los ch. como un grupo especial de mexico-
por más organización. La nueva idea de pro- norteamericanos en el sentido de que no eran
greso se asocia con Ia del ejercicio del dere- exclusivamente ni meicanos ni norteameri-
cho politico del sufragio y con el proposito canos sino ch., y por Io tanto corlstituian un
de convertirse efectivamente en actores prin- grupo étnico más de los varios que integran
cipales de Ia gestión publica. El cuarto y ülti- Ia sociedad norteamericana, con posteriori-
ma periodo tiene sus inicios en 1965. La gue- dad se afirmaba que Ia Raza de Bronce care-
rra de Vietnam, Ia intensificación de los con- cia de limites geograficos, que los mexicanos
flictos sociales y raciales, ci incremento de Ia residentes en los Estados Unidos padecen una
represión interna. Ia incesante inflación y el suerte de colonialismo interno y que no exis-
alto costo de Ia vida, v consecuentemente Ia te ni deberia existir ninguna diferencia entre
protesta piThiica que refkjaba nuevos niveles ch. v mexicanos. Dc Ia misma manera, en Ia
de conciencia: tal era el marco donde toma- referente a las propuestas separatistas se
na forma mãs acabada ci movimiento ch., ese oscila entre posiciones más o menus realis-
"heredero del espiritu combativo de los las, pero no menos pulitizadas, v una "retO-
patriotas dcl siglo xix, de las bases popula- rica mistica y apoaliptica del nacionalismo".
res del movimiento huelguistico de lo años Miguel Abruch Linder dice al respecto que
treinta", ese representante de Ia "continuidad "quizás esta brecha que exite entre Ia retó-
de Ia resistencia de un pueblo subyugado'. rica separatista y Ia posibilidad de Cxito sea
Todas estas nue%as cilcunstallcias "haecii fac- Ia que pueda explicar, hasta cierto punto, cI
tible —agrega Gilberto Lopez v Rivas—, por hecho de que ci scparatismo. Ia creaciUn de
CHICANO 421

una nación separada, Aztlán, se utiliza en oca- Vietnam. Los frentes en que nosotros debe-
siones más bien como sImbolo que como una mos estar son los Irentes de las manifestacio.
alternativa viable". nes contra Ia guerra. Nosotros mu-amos al
Esa heterogeneidad. tan propia de todo barrio muy diferente también. no como algo
movimiento, especialmente en su momento de confinado por los arbitrarios limites de una
conformación, se manifiesta en este caso tam- ciudad, que a su vez son determinados por
bien en otros niveles. Las distintas organiza- politicos corruptos que desean que tO pien-
clones que integran ci movimiento ch. expre- ses en los limitados términos de tu propio
san incluso esa diversidad —y no podia ser barrio, para que de esta manera no te moles-
de otra manera— en sus formas organizati- tes en pensar en In gente del tercer mundo
vas y en sus métodos de lucha. Desde In utili- como tus hermanos. Nosotros miramos a
zación de las vias electorales y de tácticas de nuestro barrio como no confinado ni restrin-
acción directa no violentas (César Chavez, en gido a los arbitrarios limites de Ia ciudad.
ci Plan de Delano, afirma: "Porque hemos Nuestro barrio vu más allá de esos ficticios
sufrido —y no tememos al sufrimiento—, limites y se extiende hasta Ia Plaza de las Tres
para sobrevivir estamos dispuestos a dejar- Culturas de Ia ciudad de Mexico. Nuestro
lo todo. aun nuestras vidas. en Ia lucha por barrio se proyecta hasta las favelas de Bra-
In justicia social. Lu vamos a hacer sin vio- sil. Nuestro barrio se ensancha hasta las mon-
lencia, porque tal es nuestro destino") hasta tañas de Bolivia y las selvas de Vietnam. iY
tácticas de autodefensa al estilo del Poder esto es lo que nuestro barrio es! Nuestro
Negro, sin olvidar, claro está, que en algunas barrio Cs, de hecho, el mundo entero. cual.
circunstancias ciertas organizaciones quier lugar donde haya gente oprimida."
emplean combinadamente formas legales y Si bien en estos Oltimos quince años las
violentas de lucha. Algunos autores conside- luchas de Ia comunidad mexicana se agrupa-
ran que todo esto es ci resultado de otru fenó- ron en un movimiento social colectivo —The
menu que Cs caracteristico del movimiento Chicano Movement o La Reconquista— que
ch.: Ia heterogeneidad ideológica. Peru si es "trascendiO —afirma David Macid— genera-
cierto que en su seno coexisten ciertas ten- clones, regiones y perspectivas con elfin de
dencias conservadoras que intentan "hacer emprender una revoluciOn profunda y un
las cosas de buena manera" con otras cada cambio significativo para todos los individuos
vez más antagónicas que propugnan ir más de origen mexicano que viven en los Estados
allá del éxito de una huelga y de In atenua- Unidos", sus perspectivas futuras depende-
don de In discriminaciOn y del racismo (en ran de su capacidad para sortear las barre-
una sociedad donde ci juez Gerard S. Char- ras externas e internas que tiene ante sI. A
gin. jen 1971!, es capaz de decir que los mcxi- punto de convertirse en el mayor grupo mino-
canos son "inleriores a los animales y no tie- ritario en los Estados Unidos —las estiinacio-
nen el derecho de vivir en una sociedad orga- nes actuales hacen uscilarentre 7 y 10 millo-
nizada". que "no son mâs que una banda de nes las personas de origen mexicano que
puercos" y que "Hitler tenia razOn" y que en viven en aquel pais y se calcula quc alrede.
Estados Unidos "los animales deben ser des- dor de 1995 podrla desplazar a In minoria
truidos porque no tienen dCrechu a vivir entre negra de su lurar de liderazgo—, v sin olvi-
los seres humanos") hasta centrur In lucha dar Ia calidad y cantidad de sus logros, habra
contra ese sistema que expiota tanto a blan- que insistir, segOn expresan militantes y estu-
cos como a negros y mexicanos. serán preci- diosos, en el desarrollo y profundizaciOn de
samente estas Oltimas tendencias, dicen aigu- ese inmenso potencial politico, repensar y
nos, las que iran adquiriendo mayor presen- articular un proyecto politico que sea capaz
cia v convirtiéndose en depositarias de las de superar los motivos que dieron lugar a Ia
esperanzas de una minuria nacional conquis- fragmentacion de In lucha y, a Ia par, instru-
tada y sojuzgada y que formu parte de esa mentar una estrategia quc incluya no sOlo a
mayoria de desposeidos. Froben Lozada lo sectores ch. progresistas sino también a
expresará de manera ejemplar ese nivel de las otras minorias oprimidas en los Estados
conciencia cada vz ma.', xtendido: "Nosotros Unidos.
estamos cansadus de estar en los frentes de
422 CHICANO

BIRLIO(.RAFIA M. Abruch Linder, Movimiento chi- Mexico, Nuestro Tiempo, 1971; F. Lozada, Why
ca no: demandas materiales, nacionalismo y tdc- chkano studies?, Nueva York, La Raza, 1970: D.
ticas, Mexico, ENEP$cathifl. sf; J.A. Bustaman- Macid. Al none dcl rio Bravo (pasado inmedia-
te, Chicanos: biografla de una loma de concien- to), 1930-1981, vol. 17 de La clase obrera en la his-
cia. en Cuadernos Politicos, nUm. 6. Mexico, tuna de Mtxico, Mexico, Siglo XXI, 1981; C.
octubre-diciembre de 1975; G. Cárdcnas, Mc Williams, Al none dv Mexico: elconflicto entry
Towards a definition of the word 'chicano'and "anglos"e "hispanos", Mexico. Siglo XXI, 1968:
a better understanding of the meaning of 'chica- J. Moore y A. CuCllar, Los mexicanos dv lox Esta-
no', mimco., sf; J. Gómez-Quinones y D. Macid, dos (inidos v e'I movimiento chicano. Mexico.
Al none del rio Bravo (pasado lejano), 1600-1930, Fondo di, Cultura EconOmica. 1972.
vol. 16 de La clase obrera en la historia dv Méxi-
co. Mexico. Siglo XXI, 1981; G. Lopez v Rivas. [COMITF EDITORIAL]
Los chicanos: una minoria nacional explozada,
decisiones colectivas, teorla de las
I. DEFINICIONES. La t. de las decisiones colecti- definiciOn univoca de grupo. Los grupos pue-
vas se ocupa de problemas que tienen ya una den ser Organos de enormes dimensiones,
graii tradición en Ia hisioria del pensamien- como un cuerpo electoral, u órganos de
to politico occidental. Su novedad no está tan- pequeñas dimensiones coma una comisión
to en los contenidos coma en ci mttodo con parlamentaria.
ci que se propone renovar el estudio de pro- En realidad, una parte de Ia iiteratura pre-
blemáticas antiguas que se refieren a las con- here hablar de decisiones coiectivas solo en
diciones de funcionaiidad y de estabilidad de los cusos de grupos en los que Ia reiación
las formas de gobierno democráticas. En su entre ios iniembros sea del tipo "cara a cara".
Iormulación más rigurosa dentro del nivel Par lo general estos grupos se definen coma
analitico, Ia t. de las decisiones colectivas pre- "comités". Dc aqul que a menudo se use indis-
senta una estructura logico-deductiva que, tintamente Ia expresión "teoria de ios comi-
partiendo de axiomas sabre ci comportamien- tés" en iugar de "t. de las decisiones colecti-
to de Ia elecciOn individual, fiia una serie de vas". Sin embargo, a propOsito de esto cabe
teoremas basados en ci probiema de Ia agre- observar que, en lo que respecta al problema
gacion de las preferencias individuales en una de Ia agregaciOn de las prcferencias indivi-
elección colectiva. A su desarrollo han con- duales en una decisiOn colectiva, lo que cuen-
tribuida numerosas aportaciones de otras dis- ta I inalmente en Ia aplicaciOn de los resulta-
ciplinas. de Ia teoria económica a Ia teuria de dos de Ia teorla no es tanto Ia relaciOn cara
los jueos y de Ia economia del bienestar a a cara entre los iniembros del grupo coma Ia
Ia teoria de las finanzas püblicas. existencia de un nivei minimo de interdepen-
El punto de partida de Ia t. lo da Ia propia dencia entre los mismos. Aceptado esto, con-
noción de decisioncs colectivas. Tal nociOn viene anadir que existen ciertamente diferen-
nace de Ia distinción entre decisiones colec- cias de funcionamiento entre pequeños y
tivizadas y decisiones individuales. Las dcci- grandes grupos. Baste pensar a propOsito de
siones colectivizadas son aquellas que se sus- elio en ia posibilidad de cooperaciOn que ofre-
traen de Ia competencia de cada individuo en cen los primeros respecto a los segundos pry-
cuanto tal. Si por decision individual se cisamente en virtud de ia relaciOn cara a cara.
entiende que cada individuo decide 'OF si
mismo", entonces las decisiones colectiviza- 11. LA RE(.LA DE MAYOktA Y EL TEOPEMA DE LA IMPOSt-
das son decisiones no-individuales. A esta pri- RILIDAD (.ENERAL. Las decisiones individuales
mera distineiOn Ic sigue otra. En efecto, nadie no piantean ningün problema de reglas deci-
ha dicho que una decisiOn colectivizada no sionales. Lo mismo ocurre con las decisiones
pueda ser tomada par una sola persona. Pero cokctivizadas tomada.s par Organos monocrá-
si tal persona "decide par todos", a sea si su ticos. En cambio no es asi en el caso de las
decisiOn resulta vinculante respecto a toda Ia deci,iones colectivas. Cuando ci poder deci-
colectividad a Ia que esta dirigida, Se trata sional se otorga a tin grupo y no a un indivi-
igualmente de una decision colectivizada. duo, se hace necesario establecer qué regla
Aclarado este punto, Sc definen coma decisio- debe utilizarse para agregar las preferencias
nes colectivas aquellas decisiones colectivi- (opiniones 0 intereses) de los individuos en
zadas en izis que ci sujeto decisorio no es Un una elecciOn colectiva. La formulaciOn más
individuo sillO uti coiectivo", o mejor dicho rig urusa de e stc probIema sc dche a Kenneth
un 'grupu". En ci i1mbito de Ia t. no existe una Arrow. Arrow parte del supuesto de que cual-

[4241
424 DECISIONES (OLECTIVS, TEORIA DE hiS

quier regla decisional (función dcl bienestar lugares donde los derechos formales de las
social) utilizada para tomar decisiones colec- minorias son respetados. En tat situaciOn Ia
tivas debe satisfacer determinados criterios, regla mayoritaria tiende a perder legitimidad.
unos de carácter técnico y otros de carãcter En efecto, más allá dcl reconocimiento de los
ético. En su obra fundamental Social choice derechos formales de las minorias, existen
and individual values (1963) establece cinco sustunciosos beneficios que sOlo pueden ser
criterios o condiciones. La ünica regla que distribuidos equitativamente si Ia regla mayo-
satisface dichas condiciones y al mismo tiem- ritaria funciona con resultados dc suma
po produce resuitadus estables (no contradic- positiva", lo que presupone que todos pueden
torios) es Ia regla de Ia mayoria simple cuan- ganar algo. Pero éste no es ci caso cuando hay
do no hay más quc una alternativa de eiección mayoria hegemOnica; pues Ia decision colec-
ante el grupo. En cambio, en ci caso en que tiva puede ser 'dc suma cero", en ci sentido
haya más de dos caminos a escoger, Ia regia dc que una parte sale ganando lo que Ia otra
puede satisfacer las condiciones de Arrow, pierde.
pero no produce necesariamente un resulta- La regla de Ia mayoria puede funcionar
do estable, o sea no permite determinar si em- tambien aunque no exista una mayoria hege-
pre de manera univoca cuãl es Ia voluntad del monica, a condiciOn de que, en ausencia de
grupo. Las preferencias individuales podrian una mayoria tal, las preferencias y los inte-
ser, en efecto, tan diversas entre si que no reses de los miembros del grupo scan sufi-
podrIan integrarse, dando lugar asi a un Ieno- cientemente homogéneos. Entonces ci resul-
meno que Ia literatura especializada define tado no sOlo es estable, sino en un cierto sen-
como de "mayorias ciclicas" o no Ilegar a nm- tido más equitativo, en cuanto Ia decisiOn
guna mayoria. ste es ci sentido en que se colectiva tiende a reflejar Ia media de las pre-
plantea el conocido "teorema de Ia imposibi- ferencias del conjunto de los decisores. La
lidad general" (Arrow 1963). literatura especializada ha estabiecido diver-
Siguiendo el pianteamiento establecido por sas condiciones que aseguran el funciona-
Arrow respecto a las elecciones colectivas, Ia miento de Ia regla mayoritaria con base en
literatura especializada ha intentado investi- una cierta forma de homogeneidad de las pre-
gar en qué condiciones funciona Ia regia de ferencias individuales. La más famosa es Ia
Ia mayoria y cómo funciona, o sea con qué que propone Duncan Black (1958), que con-
resuitados en Ia distribución de los beneficios siste en postular un solo máximo para las cur-
o de los costos del proceso decisional. A este vas de preferencia individual. Tales preferen-
respecto se observa en primer lugar que fun- cias pueden entonces alinearse sabre una Oni-
ciona sin duda alguna cuandu dentro dcl gru- ca escala y Ia decision colectiva tomada por
pa decisorio "Ia mitad más uno de los miem- mavoria corresponde a Ia preferencia Optima
bros" tenga Ia misma preferencia sobre Ia del individuo medio, o sea del individuo que
aiternativa a elegir como decision vinculan- está en ci centro de Ia distribuciOn de prefe-
te nara todo ci grupo. En tal caso tenemos una rencias. Sustancialmente dicha condiciOn
mayoria hegemonica (0 rnayoria predominan- postula que las preferencias de los miembros
te). Sin embargo, Ia existencia de una situa- del grupo Sean reducibles a un denominador
dOn decisional de estc tipu tiene implicacio- comOn que represente una sola dimensiOn de
nes negativas en ci piano de Ia "equidad" de conflicto v por tanto de clecciOn. Esto 1mph-
los resultados del proceso decisional. Esta ca Ia existencia de un acuerdo dentro dcl gru-
comporta Ia prevalencia dentro dcl grupo pa decisorio sobre el hecho de que las prefe-
decisorio de unt parte sobre Ia otra, a más rencias de los individuos acerca de un deter-
exactamente de una mavoria sobre una o minado problema de elccciOn difieren sola-
varias minorias. El riesgo está en que Ia mente respecio de un parametro.
mayorla pueda dominar ci juego a costa de Esta rclaciOn particular entre consenco y
Ia minorla. A Ia larga un sistema decisional disenso, esta especie de concordia discors, res-
que funcione de ecte modo no puede durar. tringe notablemente ci area del conflicto. per-
En lugar de ser on instrumcnto de compnen- mitiendo asi a Ia regla de Ia mavoria funcio-
da pacifica de los conflictos. Ia regla mayori- nar de tal modo que los bend icios v costos
taria acaba par exasperarlos, incluso en los dcl proceso decisional se distribuvan equita-
DECISIONES (OLECTIVAS. TEORIA DE LAS 425

tivamente. Se obtiene un resuitado analogo dad con que se sienten ciertas cuestiones por
cuando Ia homogeneidad entre las preferen- parte de los diversos componentes del grupo.
cias individuales consiste no en ci hccho de Quien "cede" o concede hoy es ci que siente
tener un solo máximo, sino en tener un solo un determinado problema menos intensamen-
mInima o bien cuando se refiere a alternati- te que el que "exige". Con base en esta iogica
vas separables en dos grupos tales que las de transacción, el mecanismo de las compen-
pertenecientes a uno de los grupos sean siem- saciones reciprocas diferidas permite a Ia
pre preferidas en cuaiquier escala de prefe- regla de Ia mayorIa funcionar aun cuando ello
rencia individual a las pertenecientes al otro no parecia posible, dada Ia heterogeneidad de
grupo. y viceversa (Inada 1964). Una condición los intereses y de las preferencias indivi-
de homogeneidad todavia más general se ha duales.
definido con base en las hipotesis de que 1] los
miembros del grupo no sean indiferentes res- III. LANIMIDAD V PROI'OR(IONALISMO. La regla de
pecto a Ia elección entre las diversas posibi- Ia mayoria noes ci ünico instrurnento de for-
lidades de solución (o sea que estén "intere- macion de las decisiones colectivas. A pesar
sados") y 2] sus preferericias sean tales que de todo puede funcionar, como se ha indica-
en relación con cada terna de posibilidades do, con "suma cero", o sea beneficiando
de elección (clasiticadas como mejor", exclusivamente a una parte en detrimento de
"peor" o "intermedia" respecto al conjunto, Ia otra a de las otras. Para evitar este riesgo
o sea teniendo un determinado "valor") exis- se prefiere recurrir a determinadas condicio-
tan una posibilidad y un "valor" tales que nes de mayorias calificadas o a reglas que den
dicha posibilidad no Ilegue a asumir nunca mayores garantias sustanciales a las niino-
aquel valor en ninguna escala de preferencia rias. Entre ellas cabe mencionar Ia regla de
individual (condición de las preferencias de Ia unanimidad y el sistema proporcional. El
valor restringido; Sen. 1970). elemento caracteristico de Ia regla de Ia una-
El análisis de Ia regla de Ia mayoria no ha nimidad se da en ci hecho de que atribuye a
recorrido solamente el camino de Ia büsque- todos los miembros del grupo un peso dcci-
da de "condiciones de homogeneidad" cada sorio. NingOn voto es mOtif a nub. Todo voto
vex más eiaboradas tales que aseguren Ia posi- cuenta par cuanto es posible decidir colecti-
bilidad de evitar las implicaciones negativas vamente solo con ci consenso de todos. En Ia
del teorema de Ia imposibilidad general. La prãctica todo miembro del grupo dispone de
t. de las decisiones colectivas se ha desarro- un poder de veto que Ic permite bloquear
liado también en una segunda dirección: Ia cualquier decisiOn contraria a sus intereses,
dcl estudlo de los mecanismos de compensa- o al menos Ic permite obtener una compen-
ción. Donde los grupos decisorios son comi- saciOn adecuada par decisiones que lo perju-
tés, o sea grupos institucionalizados v de dican o por decisiones en que no sale benefi-
pequeñas dimensiones encargados de decidir ciado en mnodo alguno. Asi se expIica ci recur-
sobre un flujo continuo de cuestiones, Ia regla so al usa de esta regla en aquelios contextos
mavoritaria puede funcionar presionando Ia en que los intereses en juego de los partici-
disponibilidad de los miembros del comité pantes son de tal importancia v potencialmen-
para lograr un acuerdo "cuestiôn par cues- te tan divergentes que se deben proteger a
tión", cediendo en ci cc,nsenso sobre una dcci- cuaiquier costo, incluso a costa de Ia paráli-
sión hoy para obtener una satisfacción de los sis del proceso decisional. No par casualidad
propios iniereses mañana. En Ia practica se Ia unanimidad es Ia regla decisional adopta-
trata de poner en marcha un sistema de corn- da en el nivel de organismos colectivos con
penstciones reciprocas diferidas. Gracias a un carácter supranacional. Pero. precisamen-
ello es posible llegar a decisiones colectivas te por estos motivos, el uso de esta regla es
aun cuando en ausencia de condiciones de muy limitado, aunque en ci nivel teOrico tie-
homogeneidad de Lts preferencias individua- ne arduos defensores entre los poiitOloaos
les existe una "cultura de transacción". Entre los economistas, por el hecho de que asegu-
otras cosa'.. este mecanismo tiene una impor- ra ienipre el logro de soluciones colectivas
tante caractenstica que consiste en su capa- que satisfacen el criterio de Pareto, segOn U
cidad de tener en cuenta Ia desi'ual intensi- cual todos salen ganando aigo de su funcio-
426 DEFENSA

namiento y nadie sufre daños o tiene que buido a hacer más precisos y sistemáticos
soportar Costos imprevistos. nuestros conocimientos sobre las condiciones
La regla proporcional se parece en ciertos de funcionamiento de Ia democracia, Ia par -
aspectos a Ia regla de Ia unanimidad. Pero a ticipaciOn politica y Ia lucha electoral. Por
diferencia de ella, casi nunca tiene aplicación otra parte, el interés que Ia t. ha suscitado
en ci nivei de pequefios grupos. sino que se entre los especialistas de Ia ciencia politica
usa principalmente cuando en el cuerpo deci- es todavia muy relativo. En el fondo se pue-
borio existen grupos que representan colec- de decir que es aün un patrimonio de pocos
tividades de grandes dimensiones. Su funcio- y por lo tanto sus potencialidades estân toda-
namiento es en teoria simple: cada individuo via en gran parte inexpioradas.
o subgrupo de individuos tiene el derecho de
influir en las decisiones a tomar en medida RIBLIOGRAFIA:K. Arrow, Elección social y valores
proporcional a Ia importancia de los intere- individuales (1963), Madrid. Ministerio de
ses que representa 0 a su consistencia flume- Hacienda, 1974; D. Black, The theory of commit-
rica. Con esta regla también se asigna en Ia tees and elections, Cambridge, Cambridge Uni-
práctica un poder de veto a cada componen- versity Press. 1958; J.M. Buchanan y G. Tullock,
te del grupo, como en el caso de Ia regla de The calculus of consent, Ann Arbor. University
Ia unanimidad. Se restringe asi el universo de of Michigan, 1962: R. D'Alimonte. Regola di rnag-
las soluciones posibles del proceso decisional gioranza, szabilità e equidistribuzioue, en Rivis-
y se amplia al mismo tiempo Ia gama de las ta Italiana di Scienza Polizica, 4, 1974; A. Downs.
preferencias e intereses a tener en conside- An economic theory of democracy, Nueva York,
raciOn. Por estas razones Ia regla proporcio- Harper and Brothers, 1957; K. Inada. A note on
nal funciona bien como regla para Ia distri- the simple ma jorilv decision rule, en Econome-
buciC,n de cargos o para Ia elección de corn- inca, 32, 1964; P.K. Pattanaik, Voting and collec-
ponentes de organismos representativos más tive choice, Cambridge. Cambridge University
que como regla para Ia formación de politi- Press, 1971; G. Sartori, Tecniche decisionali e sis-
cas o decisiones colectivas. Es mucho más tema dei corn itati, en Ri'isia lialiana di Scienza
fácil dividir los cargo.s v asignarios en base Politica, 4, 1974; A.K. Sen. Elección colectiva v
proporcional que dividir y desagregar las bienesiar social (1970), Madrid, Alianza, 1976.
politicas püblicas de modo que satisfagan los
intereses en juego en medida proporcional a [ROBERTO DALIMONTE]
su peso.
A pesar de estas limitaciones el sistema pro-
porcional ha encontrado y sigue encont ran-
do amplia aplicación en aquellos sistemas
politicos que Ia literatura especializada defi- defensa
ne como "democracias asociativas". La exis-
tencia de sistemas de division tales como los I. LA ExIGENCL% DL CONSERVACION: SE(.CRIDAD V
de carácter étnico, linguistico o religioso hace DEFENSA En general el concepto de d. de un
problemtico o de piano imposible ci uso de ordenamiento politico se ha confundido con
mecanismos decisionales de tipo mavoritario. su organizuciOn militar, establcciéndose una
Dc aqui el recurso a reglas decisionaks más ecuaciótz entre d. y fueras armadas. Seguire-
düctiles que se presten mejor en tales circuns- mcJs esta orientaciOn aI examinar Ia actual
tancias a ajustal equitativamente los intere- or2aniiaci6n italiana de Ia d., kiciendo antes
ses divergentc'. algunas conideraciones sobrc las que pare-
cen ]as caructeristicas más importantes de Ia
IV (ONCLUSIONE5. El des:irrollo de Ia t. de las tutela de un ordenamiento.
decisiones colectivas Se presta a dos tipos de Todo ordenamicnto debe afrontar el proble-
consideraciories. Por unu parte es posible afir- ma de su perrnanencia. La d., entendida en
mar que constituve actualmente el ndcleo de sentido arnplio. está estrechamente condicio-
una teoria moderna de Ia democracia. El uso nada a una exigencia dc conservaciOn de las
de un lunguajv riauroso v de insti ulnellios estructura politicas y jui idicas que revistL
analiticos de tipo logico-deductivo ha contri- una importancia no menor que Ia atrihuida
DEFENSA 427

a su afirmación originaria, idealmente plan- primarias, como Ia intervenciOn cuando hay


teada en ci momento de Ia concreción de los calamidades naturales, en cuyo caso estamos
Ilamados elementos constitutivos dcl estado. frente a un scrvicio pzthlico.
que segün las doctrinas trtdicionaIcs se iden-
tifican con el fcrthorio, con ci pueblo y con el II. LISIITES DE LA INTERDEPENDESCIA ENThF I)EFENSA
poder organizado y soberano. El momento Y ISO DR LA FUERZA ARMADA. Existe una difundi-
conservador está estrechamente conectado da tendencia a identificar en ci pIano organi-
con Ia esencia misma dcl estado, ci cual no zativo una relacion necesaria entre d. y fuer-
puede renunciar a autopreservarse contra za armada y en ci piano funcional una rela-
fenómenos de subversion de sus propias ins- ciOn similar entre d. y agresión proveniente
tituciones. del exterior del ordenamiento lesionado.
La estabilidad del sistema institucional v Tales orientaciones parecen superadas por Ia
el ordenado desarrollo de Ia colectividad realidad poiltica', por las más modernas con-
nacional en ci marco de los principios cons- tribuciones de Ia literutura especializada.
titucionales originariamente aceptados por No exisie una necesaria inierrelación enire
un ordenamiento se identitica con su seguri- d. v uso de la fuerza armada, aun cuando sea
dad. Esta, en cuanto sinlesis de consen'aciOn exacto que en los casos limites el recurso a
v desarrollo de acuerdo con los principios su empleo parece ci ültimo remedio que un
constitucionales, es ci máximo valor juridi- estado pueda utilizar para precaverse de agre-
co protegido. Fiente a ella, ci coneeplo de d. siones v aun cuando Ia organización militar
asume on siguificado esirictameute instru- debiera tener como fin ünico y exciusivo Ia
menral,que comprende todas las modalidades d. armada.
organizativas v funcionales dirigidas a guran- En caso de efectiva agresión las finalidades
that los valores esenciales sintetizados en el de seguridad se persiguen también a través
concepto de seguridad. Se comprende enton- de modalidades diferentes dcl uso de Ia fuer-
ces quc es impropio afirmar que Ia d. puedc za armada, especiaimente mediante Ia acción
ser causa v fin del estado. va que es cierto en diplomdrica. Ademãs, en caso de empleo de
cambio que sOlo Ia exigencia de seguridad Ia fuerza armada siempre son Ilamados a con-
puede colocarse como origen de fenOmcnos currir de manera inlegrativa otros aparatos
asociativos entre individuos y entre colecti- orCanizativos del estado no destinados de
vidudes —como es todavia evidente en el caso modo primario v exclusivo a tat fin, como las
de constitución de estadus federates resultan- administraciones económicas, técnicas, finan-
tes del desarrollo de confederaciones— S cieras y. siempre, Ia de los asuntos exteriores.
constituye siempre uno de los fines esencia- En caso de simple peligro de agresión las
les del ente estatal, perseguibie exciusivamen- finalidades de seguridad pueden ser protegi-
te por este en Cuanto quc implica ci recurso das mediante Ia predisposiciou sin empleo de
a los atributos de Ia soberania. Ia fuerza armada, provo:ando ash Ia disuasión
El con junto de los apuratos que son desti- de potenciales actos hostiles. y mediante ci
nados de modo primario y exciusivo a la pro- recurso a actividades sustitutivas de las miii-
tecciOn de Ia seguridad en ci ámhito de las tares, en especial Ia dipiomática. Dc lo seña-
relaciones internacionales es calificado como lado deriva Ia cxtrema impurtancia del papel
orga;zizaciou de Ia d. o, simplemente, como desempenado por Ia administración de los
la d. En tat caso Ia d. se hace eneralmente asuntos exteriores en materiu de protección
cuincidir con Ia organizaciOn de las fuerzas de Ia seguridad en las relaciones internacio-
armadas del estado. Siempre en sentido ins- nale de manera auxiliar o sustitutiva respec-
trumental Se habla propiamentc de d. con to de Ia acciOn de las administraciones miii-
referenda a Ia at-iivi dad desempenada pura tare'..
garantizar Ia seguridad. Cuando no, ref cr1- Situaciones particulares se presentan cuan-
mos a Ia actividad globalmente desempeña- do Lu agresión proviene dcl interior dcl orde-
da pur ci ente estado nos encontramos fren- namiento afectado, aunque este divercamen-
tea una fuueiti,i pithlica. a menus que ci upa- te vinculada con iniciativas de otro estado. En
rato delensivo no sea utilizado para tinalida- tal hipOtesis Ia d. puede realizarse rccurrieii-
des consideradas amimalas respecto de las do no sOlo a Ia tueria armada sino tamhicn
428 DEFENSA

a expedienies prevenhivos v represivos que no nización de las intervenciones en materia


siempre implican su uso: deciaración de esta- defensiva. A titulo de ejemplo recordamos que
do de sub, proclamación de Ia ley marcial, en ci consejo suprerno de d. establecido par
institución de jurisdicciones de excepción, Ia constitutiOn italiana, In ley institutiva ha
recurso a exasperaciones de Ia normativa previsto, entre otras cosas, el concurso nece-
penal y de las medidas de policIa, adopción sario de los ministros de Asuntos Exteriores,
de medidas propagandisiicas v psicológicas dci Interior, del Tesoro, de Defensa, de Indus-
que aumenten Ia voluntad de resistencia de tria y Comercio y dcl presidente del Consejo
las poblaciones. de los ministros, además de Ia participaciOn
Son por lo tanto multiples las administra- facultativa de otros ministros.
ciones que desempeñan un papel por lo menos
complementario respecto del de las adminis- III. Lh1ITES DE LA ISTERDEPESDENCIA ENTRE DEFENSA
traciones militares en materia de d. Ademas V AGRI-SION DEL EXTERIOR. Otro aspecto que
de Ia de los asuntos exteriores, han asumido merece algunas precisiones es el de Ia supues-
una importancia de primer piano las encar- ta necesaria interdependencia entre d. y agre-
gadas de Ia propaganda, a causa del progre- siOn proveniente del exterior. La doctrina tra-
sivo incremento del componente ideolOgico de dicional insiste sabre ci punto, pero se recuer-
los conflictos, las que controlan los sectores da que Ia d. toma también en cuenta las agre-
económicos, cuya eficiencia es premisa indis- siones del interior, es decir las generadas en
pen sable para el satisfactorio funcionamien- el seno del propio ordenamiento alectado.
to de Ia máquina militar, las encargadas de En realidad toda distinción clara entre las
Ia investigación cientifica y tecnologica, cuyos dos formas de agresión es probiemática en
desarrollos condicionan los de las técnicas cuanto que a menudo la agresión inlerna es
militares y de las doctrinas estratégicas. Una estimulada y dirigida por otro esiado. El fenO-
justificación de Ia importancia correspon- meno es alentado especialmente por dos fac-
diente a muchas administraciones en mate- tores: por Ia peligrosidad excesiva del recur-
na de d. no puede encontrarse en un examen so al conflicto internucional, especialmente
sumario de las competencias sectoriales sino después de los cambios de las técnicas beli-
solo teniendo presente el ca racier unhlarlo y cas que permiten recurrir a las armas nuclea-
global de Ia d. de un ordenamiento que pre- res pero que presentan el riesgo de un acto
supone en el nivel operahivo el concurso de similar del propio agresor, y por las posibuli-
todas las administraciones afectadas y en el dades ufrecidas par Ia acción disgregadora de
nivel de direcciou Ia intervenciOn de los Orga- las ideologias. Estos dos componentes previe-
nos constitucionales: ci carácter global de Ia nen al estado agresor de exponerse y Ic acon-
d. es paralelo al carácter total de los grandes sejan formas de acciOn mediata utilizando el
cunflictos internacionales de Ia era contem- elemento social del estado que se pretende
pornea teorizado por las doctrinas estraté- agredir. A estas formas de agresiOn indirec-
gicas. Ia Se unen las que se generan esponidnearnen-
Una confirmaciOn formal del concurso ze en el interior dcl conjunto estatal: ambas
necesario de las diversas ramas de Ia admi- deben ser tenidas en cuenta par Ia defensa.
nistraciOn en Ia d. se tiene en Ia difundida uti- Con las precisiorles hechas puede recordar-
lizaciOn del esquema orgunizativo de los comi- se que Ia d. debe tener en cuenta dos hipOte-
tés o conse los de d. que ya es conocido por casi sis de agresión interna diversas, segOn que
todos los ordcnamicntos contemporaneos. Sc enfrente ala ques dtsdc arriba o dsdt abajo,
trata de organismos interdepartamentales es ckcir provenientes del vértice organizati-
especializados en las cuestiones referentes a vo dcl estado o de su base social. Tomando
Ia d., en general can atribuciones preparato- coma punto de referencia un sistema consti-
rias v consultivas, a veces de direcciOn, que tucional dada, las tentativas de modificaciOn
tienen en comün Ia caractenistica de ser sedes antijuridica del mismo —con a sin recurren-
de representaciOn colegiada de distintos inte- cia a Ia iuerza armida y con a sin vInculos
reses confiados a las reparticiones adminis- can ordenamiento externo— pueden prove-
Lrativas del estado con el fin de permitir, fir de los óranos constitucionalcs dc vérti-
mediante oportuna courdinación, una armo- cc (Ilamado golpe de estado) o par ptrte de Ia
DEFENS'i 429

colectividad nacional (Hamada acción subver- Especialmente en el Oltimo caso es fácii


siva. revolución). Todas estas tentativas tie- cornprobar cómo Ia identificaciOn de Ia d. con
nen por fin ci cambio del ordenamiento en Ia d. del estado-ordenamiento encierra una
vigor siguiendo una dirección en contraste ficcion jurIdica. La protecciOn de las fuerzas
irreconciliabie cone! mismo (que Si tiene éxi- poliricas dominantes, represenradas en los
to provoca una re'olución en sentido técni- Organos consrirucionales, es el objeto prima-
Ca). En las dos hipótesis planteadas Ia d. es rio de todo sis fema de d. La noción de d. del
asumida por ci clemento estatal que se pre- estudo-ordenamiento, globalmente entcndido
tende fiel al sistema constitucional. En el caso como abarcante de Ia totalidad de los elemen-
de acción agresiva al vértice pueden ser algu- tos constitutivos, constituye un paso ulterior
nos de los órganos constitucionales quienes a través del cual se trata de efectuar una sin-
intervengan a bien Ia propia colectividad tesis entre d. de las fuerzas polIticas dominan-
nacional siempre que pretenda ejercer el ha- tes y su organización y d. de toda ha colecti-
mado derecho de resisrencia. En ci caso de vidad nacional y relativa organización: de tal
acción agresiva a Ia base es en general ci apa- modo Ia d. del estado-aparato se funde con Ia
rato del vértice quien utiliza los instrumen- del estado-cornunidad. Tal proceso es identi-
tos represivos legalmente puestos a su dispo- ficable siempre en las relaciones inreresrara-
sicion. k's, en las que cada estado tiende a presen-
tarse coma unidad de todos sus componen-
IV LAS ISTIT(CIONES POLITICAS COMO OBJETO DF. tes, pero en los ordenamientos de partido Oni-
DEFE5A Lo expuesto acerca de las modalida- Co tal ficción se produce también en las rela-
des a través de las que se opera Ia d. y res- ciones inrernas, en cuanto que es conocido ci
pecto de Ia posible proveniencia de Ia acción postulado politico de Ia necesaria coinciden-
agresiva nos acerca a Ia determinación de los cia entre base v vértice, entre comunidad v
valores que son objelo de defensa. aparato.
Hay concordancia sobre dos de éstos: ci Si ci objeto de Ia d. está dada par las fuer-
rerrilorlo v Ia población. Especialmente ha zas politicas que caracterizan a un ordena-
integridad territorial recibe arnplia protec- miento, significa que Ia d. puede presuponer
ción en las constituciones, en Ia legislacion una notable Ira gmenraciOn de los valores y de
penal v en Ia especial en materia de d.. en los los intereses a proteger, fragmentacion que
tratados internacionaies yen particular en los es proporcional al nzimero de los cenrros de
de seguridad colectiva. Sin embargo ci obje- poder. más o menos institucionalizados, entre
to esencial de Ia d. está constituido par ci los cuales se reparte efectivamente autoridad
poder organizado. a mejor dicho por las ins- e influencia en un determinado sistema poli-
lituciones politicas que caracterizan un orde- tico: jefe del estado. gobierno, parlamento,
narniento. Territorio y población Sc colocan partidos, sindicatos, cucrpo electoral, entes
coma presupuestos objerivos v como !imen- territoriales y funcionales, administraciones
si ones espaeiales v personales dentro de las pOblicas, fuerzas armadas, organizaciones
cuales actüa el poder organiz.ado, que es poder económicas. iglesias v similares, con una ten-
soberano en cuanto instancia Ultima de dcci- dencia a Ia subdivision atomista en los orde-
sión capaz de imponerse sabre las diversas namientos democráticos plurahistas y una
voluntades individuales y colectivas que con- tendencia a ha concentración en Ia sintesis
trola. Solo es parcialmente coincidente con part ido-gobierno en los ordcnamientos auto-
CstaS consideraciones ha afirmación segün Ia cráticoc dc partido Onico. Corresponde un
cual In d. tiene par objeto Ia indepeudencia papel particular a lad. de Ia ideologia. soponte
del estado-ordenamiento. Sc trata de Ia yen- componente necesario del poder junta al sis-
ficaciOn de un fenOmeno parcial, en cuanto tema de las instituciones estatales. elemento
que tiene en cuenta solamente ha liamada motor del ordenamiento. tanto de ha base
dimensiOn externa del poder soberano. Ia que social coma de ha organizaciOn de gobierno.
emerge en has relaciones interestatales. A ésta Ia Ultima de las cuales es a veces considera-
se Ic anade siempre en cambio Ia dimensiOn da como sostén organizativo dc ha misma
inzcrna referente a las relacioiies que se ideologia. Ideologias C intiticio,is se encuen-
desenvuciven en ci seno dci urdenamiento. tran intimamente vinculadas en ha medida en
430 DEFENSA

que ci sistema politico para su mayor efica- ra parte del art. Ii: "Italia repudia Ia guerra
cia institucionaliza su propia ideologia. En tal como instrumento de ataque a Ia libertad de
pel-spectiva Ia d. del poder no comportará Ia otros pueblos y como medio de resoluciOn de
simple d. de las instituciones sino también Ia las cuntroversias intcrnacionaies." Dc tal
contextual e implicita d. de Ia ideologla que modo se ha fijado en su momento constitu-
las caracteriza. yente una directiva vinculanie de los Orgunos
Retomando las consideraciones desarrolla- constitucionales en sus futuras opciones de
da.s. Ia d. tiene por objeto Ia seguridad de un direcciOn en materia de seguridad, en con-
urdenamiento. identificado con sus propias traste con los estados que adoptaban o adop-
instituciones politicas. Estas estan expuestas tan el principio agresivo, que permite direc-
a riesgos de agresion provenientes del exte- ciones expansionistas, cumo en el caso del
rior o del interior, segUn distintas modalida- pasado ordenamicnw estututario fascista. La
des. El uso de los aparatos militares y el directiva se coloca en ci cuadro de las tenta-
empleo de Ia fuerza armada constituyen sola- tivas conducidas en un nivel de conenciones
mente uno de los perfiles de las modalidades internacionales y constitucionales con elfin
defensivas, en tanto que se recurre de mane- de li,n liar ci recurso a Ia violencia bélica en
ra complenientaria o sustitutiva a muchas las relaciones internacionales: Pacto de Ia
otras administriciones pübiicas. Es necesa- Sociedad de las Naciones (1920); Pacto de
rio adcmás senalar que, cuando se identt ican Paris (1928); Carta de las Naciones Unidas
las fuerzas politicas caructeristicas de un (1945) y una gran cantidad de textos consti-
ordenamiento como ci objeto ültimo de Ia d., tucionalcs.
existen muchos otrus perfiles de la proteccion Los principios de organización son simila-
de Ia seguridad. Asi, no deberian descuidar- res a aquéllos seguidos en los ordenarnientos
se los expedientes mediante los cuales se dis- denwcrdiicos con separacion de podere.s. En
tribuye ci poder entre diersas instancias, se materia de protecciOn de hi seguridad predo-
prevén órganos de garantia constitucional, se mina eI pmwipio de separación, en cuanto que
regulan los mecanismos de revision, se insti- es considerado una segura guranhIa de las
tuycn aparatos administiutivos y jurisdiccio- libc riades constizucionaics: scparaciOn entre
nales, Se dicta una normativa también penal órganos titulares de los puderes de dirección,
de protecciOn especifica, se estipulun alian- separaciOn entre órganos de direcciOn y órga-
zas defensivas v pactos de seguridud colecti- nos técnico-ejecutivos, separaciOn entre drga-
va. en fin, Se ponen en práctica regimenes nos técnico-ejecutivos.
excepcionaies de protecciOn en caso de crisis. La organizaciOn técnica de las Inc ras anna.
das destinadas a Ia d. se considera absoluta-
V. l'RIXCIPIOS CO\S1 lTUClOALLS DL LA DEFENSA ES El. mente carente de atributos de dirección poll-
ORDEXAtIEN1011ALlANO. La conzirución italia- tica, tanto n gcnLrai como en Ia materia espe-
na vigente se refiere de modo marginal a los cifica de Ia protecciOn de Ia seguridad. Esto
problemas de Ia d. Es posible sin embargo se expresa tambièn, tradicionalmente, en el
identificar suc principios esenciales tenien- pruwipio de la subordinaciOn del Ilamado
do en cuenta aigunas disposiciones formales poder ?nilitar al civil o politico, exprcsión con
y Ia realidad politica en Ia que Se encudra Ia quc se pretende que sOlo Organos ext raños
ci sistema italiano. a Ia organizaciOn militar pueden ser titulares
También en materia de seuridad Cs Citil de p.deres de direcciOn polltica, mientras que
ugancr los prircipios cunstitucit'taks de base los Organos militares asumen una posiciOn
—que distinguimos en prhwipios de acciOn y subordinada de consulta técuica, de prepara-
en principios de o,ganizaciOn— (perfil está- chin v de meru ejecución fisica. Dc Ia subor-
tico) a las que son las di recciones politicas dinaciori del militar al civil derivan otros prin-
seguidas par los Organos constitucionales al cipio- oranizadorcs:
poner en przctica los primerus (peril dma- a] el cornando preside ucial de las fuerzas
mico). Coricentrando Ia atenciOn sobre lo pri- armadas (art. 87, 90 c. de Ia constitución), que
meros notamos quc ci principio de acciOn más no implica en sentido técnico superioridad
impurtante en el actual ordenaminio cs ci jerárquica del jefe del estado en las fuerzas
principiu defensivo sancionadu par Ia prime. armadas sino que quiere afirmar Ia subordi-
DEFENSA 431

naciOn de las mismas al puder citi! con Ia dcc- bilidad de Ia misma en favor de un ünico cen-
ción del órgano que estã investido de una tro de dirección. Una primera division se tie-
rcprescntación más amplia que Ia guberna- ne entre fuerza predominantemente destinada
tiva, que goza de una sOlida estabilidad v quc a Ia d. en las relaciones internacionales (juer-
deberia estar por encima de intereses cuntin- zas armada.c en sentido estricto) y fuerza dis-
gentes de Ia mayoria; puesta para Ia proteccion de Ia segunidad de
b] hi apoliticidad de las fuerzas arniadas. La las reiaciones internas (otros cue rpos anna-
cual implica Ia suslracciOn de su empleo a dos, entre ellos las fuerzas de policia, hasta
fines pa ytidavi as v Ia prohibición de influen- Ia entrada en vigor de Ia Icy del 1 de abril de
cia de las mismzLs en Ia vida politica en cuan- 1981, nüm. 121). En sus rasgos esenciales las
to clterpo orgwzzado; Ia apoliticidad puedc fuerzas armadas se subdividen a su vez en las
implicar también prohibición de inseripcidn tres armas: ejército, marina y aeronãutica
en partidos, como lo prevé el art. 92. 3cr. c. militar. Las funciones de policia son cumpii-
de Ia constitución, para los militares de carre- das por las guardias de seguridad püblica
ra en seruclo activo v para los funcionarios —dependientes del ministro del Interior— y
y agentes de policla; también por integrantes de las fucrzas arma-
ella elecciOn por pane del poder politico das —los carabineros— dependientes del
civil de los principios reguladores de Ia orga- ministro de Defensa, a Ia par de los integran-
nizaciOn militar, que comporta La suslracción tes de las tres armas, peru puestos a disposi-
del ordenamiento de las fuerzas armadas a Ia don del ministro del Interior.
aislación del ordenamiento general del esla- El delicado sector que comprende los ser-
do: ci art. 52 de Ia constitución establece que views seerelos dcstinadus a proteger Ia segu-
el ordenamiento de las fuerzas armudas se ridad interior y exterior ha sido reordenado
adecua at espirini democratico de Ia Repübli- por Ia Icy del 24 de octubre de 1977. nOm. 801,
ca". Cs decir a los principios constituciona- que ha previsto un Servizio per le inlorma-
ics del estado.y Ia ley del 11 de Julio de 1978. ziuni e La sicurezza militare que depende del
nOm. 382, estabkce una serie de principios Ministerio de Ia Defensa v un Servizio per Ic
que condicionan el ordenumiento interno informazioni e Ia sicurezza democratica que
militar afirmando su subordinaciOn a Ia cons- depende del Ministerio del Interior, aunque
tituciOn y a Ia ley. ambos estan sujetus en con junto a otros orga-
dJ Ia ini'en'c'neión de Ia fuera armada uni- nismos nuevos de coordinaciUn interministe-
cameute a requcrimienw dcl poderpoli:icoy rial, bajo Ia direcciOn del presidente del
no por espont..tnea iniciativa de los órganos Con sejo.
militares; tanto para las relacione.s inrernacio- Los interantes de las fuerzas armadas
itales como para las inlernas (para estas ülti- están sujetos a Ia disciplina militar, comple-
mas,v. R.D. 3 de marzo de 1934. n. 183, art. Jo de reglas de no fácil armonizaciOn con los
19, 60 c.). preceptos constitucionales en materia de
La organización técnico.ejecutiva que cons- libertades fundamentales, tradicionalmente
tituye Ia fuerza armada del estado no puede confiado al poder reglamentario gubernamen-
ser mas que estatal. en cuanto que ci estado tal, pero hov tratado en Ia Icy dcl II de Julio
tiene ci monopolio de los poderes de coercion de 1978, nüm. 382. que fijO una serie de prin-
en ci piano interno e internacional. Dc alli cipios fundamentales relacionados con el
deriva Ia prohibiciOn de milicias de parzido estadu juridico de los militares v, entre otras
—ci art. 18. 2° c., de Ia constitución prohibe COS..ts, reconoce formas de representaciUn de
las asoiaciones que persiguen fines poiiticos los integrantes de las fuerzas armadas (D.P.R.
"mediante organizaciones de cardczer miii- del 4 de noviembre de 1979, nüm. 691). E',tãn
fur"— v Ia de mihcias loca!e.s, estrechamen- pues sujetos a La jurisdicciOn militar. con.i-
te conectada con el c.irácter unizario dcl esta- derada Jurisdicción penal especial (art. 103,
do (i'. para tul prupOsito. el art. 5. Ia. pane. 3 1 c. de Ia contituciOn).
de Ia cunslituciOn). La pzirticipaciOn de los ciudadanus en Ia d.
La fucrza armada estatal está subdividida e ubligatoria v se apova en Ia prestacion del
en má repartieiones con elfin de evitar los sericio militar tart. 52, 1° v 20 c. de Ia cons-
riesgos de una concentraciOn de Ia disponi- titucion). Esta obligacion está hov en dia
4.32 DEFENSA

atemperada par el reconocimiento de Ia obje- bi lidades técnico-operat ivas estOn confiadas


don de conciencia (ley del 15 de diciembre de al Esiado Mayor de De/ensa, dcl que dcpen-
1972, nOm. 772)y por Ia disciplina del volun- den los estadus mayores de las tres armas. El
tariado civil en ci marco de Ia cooperaciOn kie del Estado Mayor de Defensa es el alto
con los paises en vias de desarrollo, que bajo consejero técnico-militar dcl ministro, pero
ciertas condiciones puede consentir Ia dispen- también tiene importantes podere.s de inicia-
sa del servicio (icy del 19 de enero de 1979. tiva en materia organizativa y estratégica. Sus
nOm. 38). Junto a Ia masa que presta servicio atribuciones Ia colocan en una posición orga-
obligatorio por breve tiempo existen elemen- nizativa de preeminendia frente a los jefes de
los profesionales que prestan de modo con- los estados mayores dc las tres armas, aun
tinuo y tendencialmente permanente un ser- cuando una subsiguienic Icy institutiva del
vicio voiuntario, especialmente con elfin de Corn lie de los Jefes de Esiado Mayor recono-
asegurar Ia existencia de los cuadros organi- cc a estos Oltimos particulares atribuciones
zativos. consultivas (Icy del 8 de marzode 1968, nüm.
200).
VI. EL MINISTER10 DE DEFF.SA V El. COSSEJO SUPREMO Independiente de Ia organizaciOn del minis-
DE DEFENSA. Las fuerzas armadas dependen terio funciona el Consejo Suprerno de Dc/en-
del ministro de De/ensa, ci quc, como miem- sa, previsto por Ia constituciOn (art. 87, 9 0 c.)
bro del gobierno. responde politicamente ante v regulado por una Icy de 1950 probziblcmente
el Parlamento. que desarrolla también en este inconsiziucional. En efecto, mientras quc Ia
sector. segOn Ia constituciOn, Ia misma direc- constitudiOn se limita a considerur quc el con-
don v control que en el pasado fue más bien sejo está presidido par el presidente de Ia
nominal. Las citadas leve.s nOm. 801 de 1977 repOblica, Ia Icy Ic atribuye competencias de
y nOm. 382 de 1978 parecen indicar Ia tenden- notable importancia, en cuanto éste "exami-
cia a valorar Ia reserva de las leyes parlamen- na los problemas generalcs politicos y técni-
tarias en ci delicado sector de Ia protecciOn cos referentes a Ia d. nacional y determina los
de Ia seguridad por medio de Ia organizaciOn criterios y li/a las directivas para Ia organ iza-
militar —afirmando Ia preferencia de Ia icy ciOn y Ia coordinaciOn de las actividades que
parlamentaria respecto de los adIos norma- de cualquier manera sc refieren a ella": se tra-
tivos del gobierno— y refuerzan las modali- ta de disposiciones que parecerian asignar
dades dcl control politico parlamentario atribuciones de direcciOn politica en materia
sobre directivas dadas par ci gobierno. de d.. con una evidenie incongruencia respec-
El Ministerio de Defensa fue instituido des- to de los principios gcnerales fijados en Ia
pués del segundo conflicto mundial para uni- constituciOn que implicitamcnte consideran
ficar los ministerios dispuestos para las tres al gohierno coma autor y responsable aun de
armas y asegurar Ia unidad de direcciOn Ia urientación en materia defensiva. Contras-
politico-administrativa, antes ausente. La Ia con estos principios Ia participaciOn del
reorganizadiOn de tales sectores ha sido cum- fe/c del Estado y dcl fe/c del Estado Mayor
plida sin embargo sOlo recientemente con una de Defensa, en cuanto partes del consejo, en
serie de decretos de 1965 adoptados en vir- las elecciones de los rumbos a seguir.
tud de delegaciOn legislativa. Particularmente compleja es Ia posiciOn
La organizadiOn del ministerio implica Ia que se quiere reconocer al jefe de esiado, en
habitual reparticiOn en direcciones gene rales, cuanto que se pretende enfatizar sabre Ia atri-
peru existen organismos centrales, dcpndien- buciOn constitucional de alto rnando para jus-
tes de un secrerariado general que depende tificar los poderes anOmalos de direcciOn que
directamente del ministro. que son Organos derivarian de Ia presidcncia del consejo. Sin
de coordinación v orientación de las activi- embargo, es cierto que ci mando reconocido
dades de las direcciones. Organo de consulta al jefe de estado no puedc .ser ni tnando mili-
general —militar, técnicav administrativa- tar en senrido lCcnico —que concierne a los
del ministeria es ci ('onsejo Superior de las Organos de vtrtice de Ia, fuerzas armadas-
Fuerzas ,tr,nadas, articulado en tres secdio- ni poder de dirección politica de la d. —en
nes. una para cada arma (Icy dcl 9 de enero cuantuestá en contracte con los principios del
de 1951. nOm. 167). Las máximas responsa- gobierno parlamentario—: en materia de d.
DEFENSA 433

conciernen al jefe de estadu los poderes nor- rcs, se ha convertido en el verdadero ceniro
males de moderación y equilibrio unidos a los de t'incuiación eon ci si.slema organizalivo de
de garantia constitucional reconocidos en d. en que el eslado parlicipa; irrelevante pare-
todos los sectores en que operan los poderes cc ci papel de los órganos constitucionales,
püblicos. La atribución de mando, que tex- nulo ci del consejo supremo.
tualmente recarga ci contenido de una sabre-
cargada prerrogativa exclusiva, sirs'e para BIBLI(X,RAEIA. V. Bachelet, Diseiplina miliiare e
identificar ci poder politico civil del estado, ordinantenlo giuridico .szaiale. Milan, Giuffrc,
globalmente entendido. en cuanto superior il 1962; D. CantOn, La politica de los rniiiiares
liamado poder militar. Sabemos en efecto que are?iinos, Buenos Aires, Siglo XXI, 1971; S.
tradkionalmente el jet e de estado se preten- Carbonaro, Le responsahilita milita ri nell 'ordi-
de parte del poder ejeculivo, del cual depen- namenlo co.stuu.-u,nale iialiano, Flurencia, Bar-
den las Iuerzas armadas, peru está excluido bera, 1957; M.E. Carranza, Fuerzas arnadas y
dcl area dc Ia mavoria gubernativa y no está esiado de excepciOn en ,lmériea Lalina, Mexico,
comprometido en los problemas contingen- Siglo XXI, 1978; L.A. Costa Pinto, Nacionalismo
tes de Ia dirccción de ésta, ni sufre Ia inesta- y militarismo, Mexico. Siglo XXI, I974; G.
bilidad tipica del gobierno, en la medida en Ferrari, Guerra (slab di), en Enciclopedia del
que se basa en una amplia mayoria politica diritto, Milan. Giuifrê. 1970. vol. XIX; Generales
que lo acerca a una vasta area de Ia comuni- para Ia Pas y ci Desarme, La carrera ar;narnen-
dad nacional haciéndolo representante de su usia Izacia ,lrrnagedón: un desuflo a Ia esirale-
unidad: estos elcmcntus y su pretendida j.ia E.siudos Unidos-OTAN, Mexico, Siglo XXI,
imparcialidad parecen haber aconsejado per- 1985; G. Giacobbe, Forze armaze e dirino di a.cso-
sonalizar en él ci principio de Ia supreniacia ciazione, en Diriulo e Societa, 2, 1979; P.G. Gras-
de los poderes constitucionalcs del estado so, I probierni giuridici della "slab d 'as.sedio"
sobre Ia organización de las fuerzas armadas. nell'ordiuurnenuo izaliuno. Pavia, Universita di
Estas consideraciones deberian hacer que nos Pavia, 1959; S. Lab riola, II Uonsiglio Suprerno di
inclináramos hadu Ia consideraciOn de la Difesa nell'ordinanwnu, cosiiiuzionale italiano,
inconsli:ucionahdud de Ia atribución de pode- Milan, Giulfre. 1973; G. Landi, Forze armale, en
res de direccion ul consejo, aun cuando Enciciopedia del diriiio. Milan, Giuffre, 1969, vol.
muchos, ignorando ci texto legal, creen que xviii; G. Motzo, Assedio (slab di), en Enciclope-
el consejo es ürgano de mera consulta v coor- dia del diritzo, Milan, GiuffrC, 1958, vol. iii; G.
dinacithz. Motzo, ('omando forze armale, en Enciciopedia
besde ci pun to de vista prdctico muchas de del diriuto. Milan, GiuflrC. 1960, vol. VII; G. Mot-
las cuestiones que se plantean en torno a los zo, consiglio Supreno di Difesa, en Enciciope-
p'4eres del consejo y, sobre todo, en torno dia deldiritto, Milan, Giuffre, 1961, vol. VIII; F.
de los poderes presidenciales tienen escasa Pierandrei. Le forze armak in lialia, en Annali
importancia, en cuanto que las decisiunes del .Seminario Giuridico della R. Univcrsiià di
determinantes en mazeria de d. son hechas Palcrmo, Palermo. 1944, vol. xix; F. Pinto, For-
denim de Ia OTAN, siguienclo las orientaciones ze armale e cosuiluzione, Padua, Marsilio, 1979;
sugeridas por uno de los estados miembros A. P:-edieri, La di/esa e Ic Forze, en C'ommenta-
de Ia oranización que, disponiendo de arse- rio sislematico alia C'osuizuzione italiana, Floren-
nales nucleares, desempefla ci papel de poten- cia, Barbera, 1950, vol. '; A. Predieri, II Consi-
cia heemónica. En tal marco las direcciones 'lio Supremo di Difesa e i poteri del presidenie
nacionales —una vez quc Ia rnayoria ha dk- dclla Rcpubblica, cn Siudi .sulla Costifuzione.
gado a h OTAN, autorizándola a ratificar y Milan, Giultre, 1958, vol. III; A. RouquiC, Elesta-
ejecutar ci Tratado del Atlántico Norte, Ia par- do milizar en ,lmèricu Latina (1982), Mexico,
te sustancial de Ia suberania nacional en lo Siglo XXI, 1984; 1. Sandoval Rodri2uez, Las cri-
que se refiere al tema de seguridad (segün ci sis politicas latinoamericanas y ci militarismo,
art. II de Ia constitudón)— se interesan espe- Mexico, Siglo XXI, 1979 3 ; D. Senghaas, ,trma-
cialmente !D cuestiones organizativa ejecu- ?nenloy militarisrno(1972). Mexico. Siglo XXI,
liv as de decisiones adoptadas I uera dcl orde- 1974; G. de Vergottini. Indirizzo poliiico della
namiento italiano. En tal p..rpectiva ci Minis- difz.sa c sislcma costizujonak, Milan, Giuffr,,
lCrjj de Dejensa, a lrave% de los esiado.s mayo- 1971; G. de Verguttini, La modificazione deile
434 DE(.AL.'LLISM()

eompek'nze cvi.sgiiiiiona1i in lema di difesa, en nismo que vive en una historia de "exitos corn-
Rivisiu Trimt'ciralc di tjiriiio Puhhlito, x xiv, 2, pletos ode ejemplares desgracias", en in que
1974; G. de Vergottini, un. 87, IX comma (pri- los periodos dc mediocridad eran "anornalias
ma pa Tie), Cfl C. Br anca (comp.). ('ommenianin tan estridentes como absurdas que habia que
della ('osliluzione: ii presidente della Repubbli- imputar a los errores de los franceses v no
cu, aris. 8.3-87, Boinnia, Zanicheili. 1978. al genio de Ia patria" (De Gaulle, 1954).
En Ia situación de derrota militar y crisis
[(.11 SI.PPI 1)1 VFRGOTTIN11 politica. Dc Gaulle se considera a si mismo
el Onico representante de esta transfiguraciOn
y el guardiOn de una legitimidad historica
superior a Ia meramente legal dci regimen de
deau1lIsmo Vichy. El hecho de considerarse vicario en Ia
tierra de una Francia perenne Ic perrnitiO rca-
I. lIEFISIUOSLu quc Sc ddinc par d. es en con- lizar una ecuaciOn vetcada de elementos
jun10 una dth.-1 rina poiltico-constitucional, on romanticos si no misticos entre ci inheres na-
movimiento p01111cc) v un regimen. Los tn-s cional fiancés y M mismo.
recihen ci nombre par ci general Charles de Es importante Ia actitud quc derivaha res-
Gaulle, cuva personatidad y pensamiento son pecto de los iranceses, consideradus ambi-
Ia base del fenómeno. Una definicion general guos e inestables, dispuestos, despuCs de un
contkne necesariamente elementos de los periodo de grandes realizaciones, a seguir los
tres aspectos. intereses mOs particulares Y a lanzarse a las
El d. se puede caraclerizar coma on nacia- luchas más violentas entre facciones, olvidan-
nalismo de tipo moderno personificado en Ia do Ia rnisión histOrica de su pals en el mun-
figura del salvador nacional. ste, al replan- do. Para lograr In unidad nacional de esluer.
tear Ia idea y los instrumentos de Ia tradiciOn zo,caracteristica de los rnomentos de espkn-
democratico.plebiscitaria, impone unzi res- d()r, era necesario que los guiara Un lider
tructuración desde to alto de las institucio- fuerte y por encirna de las partes. Un ieEe que
ncs v fucrzas politicas que van perdkndo kgi sirvicra de mediador entre los grandes desti-
timidad y poder real Irente a una violenta cri- nos de Francia, como los concebia Dc Gaulle,
sis nacional. En esa situación, ci lider se pre- y Ia real idad contingente, casi accidental, de
senta como portador de una legitimidad de los franceses.
tipo extralegal quc Cl deduce de Ia fundón Al desear asumir el papel de rcpresentan-
positiva desempeirada anteriormente para ci he de Ia unidad nacional, es comprensible que
pals y de cualidades consideradas instrinse- el general sicmpre hava reservado sus pala-
cas a su persona. bras mas dunis para las fuer,as e institucio-
ncs dcl estado v de Ia sociedad quc reclama-
H. is rius ou. cii.isw. El primer nUcleo ban un papel de interrnediarios entre Ia pobla-
de personas leaks at general se rcmcinta a una ción y su persona. En el lenguaje degaullista
Union Dcgauliista organizada para Ia libera- sienipre se les describe como elementos cen-
ciOn de Paris. Estaba animada por los cola- trifugos v disgregadores, dispuestos a asegu-
boradores más dignos de confianza de Dc mr su inheres par encim..i dci de Francia v de
Gaulle, durante su permanencia en Londres su representante. OrganizOndose alrededor de
(1940.1943) y en el gobicrno provisional de diferencias de opinion intelectuales terminan
Argelkc (1943-1944). Los elemcntos más signi- par "organizar Ia divisiOn de los franrceses"
ficativos de Ia ideologia degauilis.t:i se concre- (Dc Caulk. 1956). El "regimen de los parti-
tan pol1tic.mente en este periodo. dos" era en consecuencia par definicion no
En Londres, Dc Caulk v algunos de sus representativo V no plenamente legitirno en
seguidores Sc oponen a Ia paz con Akmania cuanto articulaba largas lineas de division de
y at rigimen que Ia habia aceptado, en tanto alguna manera indivisible.
que in cLise 1xlitica de Ia HI Reprblica se des- Dcntro de esta visiOn ideolo1ica coheren-
banda o se comprcmete. El punto de referen- Ic, ci estado naciunal v su poltilca exterior
cia de Ia acciOn dci general es, desde cI prin- tenlan, por Ia tanto. una posicion dc primer
cipio, "una cierta ida de Francia" coma ora- piano. Dcsde los primeros escritos de politi-
DEGAULLIS%10 435

ca militar del general se manifiesta una con- y el RPF, presididu par ci general mismo y
sideraciOn del c.stado nacional no solo coma organizado piramidalmente par las personas
unidad fundamental de Ia politica internacia- que siempre Ic hahian sido licks, obtuvo ci
nal sino tamhién coma ünica realidad capaz 40% de los sufragios en las elecciones muni-
de compcndiar tanto las aspiraciones y las cipalcs dc 1947.
giorias coma las tradiciones cuiturales c his- Los temas iundamcntales de Ia propagan-
tOricas de un pueblo. En cuanto tal. Ia naciOn da degaullista contra ci regimen eran los ya
y su envoitura estatal son ünicas y no pucden descritos, pero ci tono dcl general y Ia prOc-
asemejarse ni unir.se it ninguna otra. Las fuer- tica politica del movimiento adquirieron
zas armadas, it su disposkiOn, son Ia guran- caracteristicas más marcadamente de dere-
tia de autodeterminación y ci simbolo de Ia cha, tanto quc indujeron a un invest igador a
soberan ía. definir al Dc Gaulle de ese periodo coma
Dc esta concepción se derivaria Ia sospe- "demagogo fascista" (Wcrth, 1967). Las espec-
chosa posiciOn de Dc Gaulle en relaciOn con taculares reunione.s dcgaullistas con las ban-
las organizaciones supr..rnacionales —desde deras con Ia Cruz de Lorena, los discursos
Ia uji hasta Ia ost:— con las formas de inte- cada vez más violentos y provocativos del
gración militar —desde Ia CEO hasta Ia OTAN. general y ci predominlo de temas sabre ci
Consideraba ci interës nacional como ci peligro rojo constituido por los "separatistas"
patrOn predominante de una politica interna- del ptr, no fucron suficientes tal vez para
cional caracterizada par ci conflicto y Ia lucha convalidar semcjante deuiniciOn. Dc cualquier
par las ventajas nacionales, y en este campo modo, Ia idea misma de un Rassernblement,
juzgaba las motivaciones ideolOgicas coma Y no dc un partido, que debia "extenderse has-
elementos superestructurales. ta aharcar a toda Ia nacion", junta con las cxi-
gencias antiparlamentarius y anti part idistas,
usMo IN tA oi osi( joN En ci momen-
Hi LL Lfl(,AI 1 presentaha elementas total i tarios. TambiCn
to de Ia liberaciOn. Dc Gaulle capitancO los los provectos de "asociación entre ci capital
gobiernos provisionalcs, pero encontrO inme- v ci trabajo", tema prcferido de los degaullis-
diatamente Ia oposiciOn de Ia primeru asani- tas de izquierda, adoptaron ci carácter de
blea elegida en uctubre de 1945. El gobierno reforma profundu que deberia canducir al
provisional estaha dirigido par media de debilitamiento de las sindicatos y a su aboli-
decretos y ordenanzas, y Dc Gaulle no tenia ciOn. Con Ia nueva constituciOn "vu no era
ni las cualidades ni ci desco de comportarse neccsario reconocer a los sindicatos" (La
coma lider parlamentaria. Ademâs. Ia nueva France sera Ia France, 1951).
constituciOn que las fuerzas pal iticas estabun El d., en cuanto al regimen, Va no volverá
redactando presentaba los rasgos dcl paria- a adoptar los tonos mâs encendidos ni los ras-
mentarismo que éi ya habia definido despre- gas de Ia práctica politico-organizativa del
ciativamente como regimen de los partidos'. Ph'F. Mu' probabiemente el general conside-
Después de renunciar en enero de 1946, ci ró Ia tentativa de volver al poder a través de
general seguiria siendo durante once meses un movimiento de masa organizado en su
un duro opositor del regimen y de Ia poiitica nombre como un fracaso. Para imponerse
de Ia IV RepOblica. como salvador nacional a Ia mayor parte de
El clima politico dc los anus 1947-1949 dio Ia opinion püblica, hubiera sido necesaria una
Ia voz de arranque e imprimiO Ia huelia al pri- situaciOn más critica que Ia artificial de Ia
mer movimiento degauiiista dc masa: el Ras- guerra fria y un planteamiento ideologico-
semblement du Peupie Francais. La doctrinu politico más matizado.
Truman y ci comicnzo de Ia guerra fria, con Al principio de los afios cincuenta, Ia pre-
Ia consiguiente oleada de anhicomunismo v Ia dicaciOn mciánica y catastrOfica de Dc Gau-
psicosis bien orquestada de una gucrru entre lie perdio su capacidad de impacto en Ia opi-
Oriente v Occidente, Ic dieron a Dc Gaulle Ia niOn moderada. El tti obtuvo sOlo ci 2096 de
posibilidad de presentarse a Ia opinion pübli- los vatos en las elecciones legislativas de 1951
ca coma ci Cinico capuz de saivar nuevamen- y, después de algunas tentativas de acuerdos
tc al pals de Ia catastrofe inminente. Sus ha- parlamentarios con los demás partidos, fue
mamientos tuvierun Un efecto considcrable disuelto por Dc Gaulle que ya lo consideraba
4(. DE(iALLLISMO

comprometido con ci regimen. Entre 1953 y de Dc Gaulle impusicron procedimientos


1958, el d. parlamcntario se disperso bajo extraconstitucionaics y tamhiCn decidida-
otras siglas. a pesar de que sejuia mantenien- mente antic,nstitucionales. Ningün presiden-
do contactos con su inspirador que. por su te del consejo o ministro gozO de autonomIa
parte, anunciaba en 1955 su retiro de Ia vida alguna después de que Dc Gaulle fuera elegi-
pühlica do presidente (diciembre de 1958). Este per-
sonal, reclutado entre los "degaullistas de
i 1± DEc;AuI USMO EN EL PODER El regreso de De siempre", recibia las directivas directamen-
Gaulle al poder fue posible debido a Ia rebe- te dcl Eliseo a del cuerpo personal del presi-
liOn de los colonos franceses en Argelia con- dente. Este Oltimo recurriO a los poderes
tra las perspectivas de descolonizacion dcl excepcionales durante un periodo larguisimo
pais v par Ia insubordinación de un ejército v en ocasiones que no lo justificahan en el pIa-
iuertemeiite politi,.ado. El caliejón sin salida no de Ia interprctaciOn constitucional.
creado entre Argelia y Paris y el éxito obteni- La delimitaciOn de Ia misión de Ia Asamblea
do par los seguidores dcl general al canalizar se agruo aOn rnás por Ia practica dcl refe-
hacia su nombre Ia rebelión marcO ci cambio rendum. Este instrumento. envolviendo corn-
de rumba decisivo. La mayor parte de las pletarnente a los Ilumados intermediarios,
tuerzas de Ia IV RepOblica, incapaces de servia admirablemente a las instituciones de
hacerse ohedecer par el aparato administra- un nacionalismo personificado par Dc Gau-
tivo y policiaco, aceptaron a Dc Gaulle corno lle v al carisina de éste. Entre 1958 y 1962 se
ci ünico capaz de con jurar el peligro dc una sucedieron cuatro referenda de iniciativa pre-
guerra civil. sidencial, el más significativo de los cuales fue
Habiendo regresado al gobierno en condi- el relativo a Ia modificaciOn constitucional
ciones excepcionales acordes con su caracter, que introducia Ia clecciOn del presidente por
el general impuso una nueva constitución sufragio universal. Dado quc en esa ocasiOn
que. aprobada par un referendum popular en todos los partidos, excepto el degaullista, se
1958, trazo los ras',os institucionales del nue- alinearon contra Ia modificaciOn, Ia campa-
vo regimen. ña asumió el significado de un choque entre
El presidente de Ia repOblica. clegido par Ia legitimidad del general v Ia de Ia Asamblea.
un colegio de grandes electores locales, acre- La Victoria dcl primero marco elfin definiti-
centaha considerablemente su poder y su vo de las aspiraciones de regreso a Ia practi-
misiOn estaba definida ambiguamente como ca parlamentaria clzisica y In lecha de inicia-
de arbitrio s' representaciOn de los intereses ciOn de una serie de transformaciones profun-
nacionales. Su prerrogativu consistia en recu- das dcl sistema partidista frances.
rrir a los poderes excepcionales en situacia- Este referendum sirve de ejemplo para des-
nes de grave peligro para Ia republica v sus cribir ci estilo de liderazgo de Dc Gaulle % Ia
instituciones. El primer ministro detenta Ia naturaleza de Ia relaciOn quc habia estable-
esencia del poder ejecutivo disponiendo de cido este Oltimo con el publico. Sus apelacio-
vastos poderes de reglamentacion. La Asam- nes radiotelevisivas. instrumentos de que dis-
blea era Ia que habia quedado verdaderamen- puma despreucupadamente. en lugar de ase-
te destronada respecto de las tradiciones de mejarse a I-as violentus arengas dcl periodo
Ia III v Ia IV RepiThlica. No sOlo se señalan de oposición, oscilaron entre los tonos pater-
estrictamente las materias sobre las que pue- nalistas, ci ilamado a las remembranzas colec-
de kgislar sir'o tambiCn una severa reglamen- tiva- y las amenazus de retirarse en caso de
taciOn parlarnentaria inhibe muchas de sus derrota. La capacidad de establecer una espe-
posibilid.ides de control y de enmienda. La cic de idcntificaciOn entrc si mismo v Fran-
responsabilidad dcl gobierno ante Ia Asam- cia v de sI mismo v Francia con causas eleva-
blea está garantizada par ci mecanismo de Ia disimas Ic permitia despertar In adhesion de
moción dc censura que puede presentarse tipo cmutio y transformar las cuestiones
sobre los proyectos gubernitius. El presi- especificas en una eleccion entre su persona
dente puede, por inickttiva propia. disolver ci caos.
In Asamblca una sola 'ez al año. En este periodo. Ia mayor parte de Ia opi-
En realidad, Ia situacion y Ia personalidad nion publica francesa estaha cansada par las
DEGWLL1SMO 437

consecuencias de Ia descolonizaciOn, de Ia lidad incondicional al general y sc entregó a


insubordinaciOn dcl ejército y dcl terrorismo Ia turea exciusiva de organizar ci apoyo a su
del F\I. V de Ia (MS. En esa situaciOn es signi- acdiOn politica, él lo reconociO explicitamen-
ficativo senalar que ci carisma de De Gaulle te ante ci electorado.
estaba más ikido a Ia afirrnación de un carác- Desde 1958 hasta 1962. Ia L:NR viviO exclu-
ter. de una identidad segura en ci desconcier- sivamente de Ia Iuz reflejada por el general,
to y en ci peligro, quc a Ia realización de un del que provenia su legitimidad. En 1963 pro-
programa preciso. El éxito de las más oscu- cediO a Ia organización de una actividad inter-
ras consignas degaullistas indica que ci capi- na propia y a Ia penetraciOn en eI pals, lo que
tal carismatica de que disponia el general era desembocO en un rejuvenecimiento y en una
resultado sobre todo de udhesiones psicolo- arnpliaciOn de Ia base miiitantc.
gicas basadas en mecanismos colectivos de En los once unos de presidencia de Dc Gau-
defensa. lle un fenOmeno muy significativo fue quc los
Otra caracteristica del regimen degaullis- soLos obtenidos par ci general en los referen-
ta se deriva directamcnte de Ia escasa consi- da y en Ia elecciOn presidencial disminuyeron
deración en que tenia Dc Gaulle a Ia clase poll- constantemente, en tantoque los de su parti-
tica de Ia IV Repüblica y al personal politico do aumentaron hasta ci gran Cxito de las dcc-
en general. Los gobiernos de Ia V Repüblica ciones legislativas de junio de 1968. La ten-
Sc caracterizaron par Ia numerosa cxistcncia dencia indica que, al trazarse una concreta
de personal técnico tornado de los grados más politica interna degaullista, Ia atracciOn del
elevados de Ia administración publica ordi- general disminuia, perdiendo ci electorado de
naria y especial. Esta situación, unida a Ia Ia izquierda y del centro que en ci periodo
destronización de Ia Asamblea, que ya no era 1958-1962 habia desoido las indicaciones de
el locus de las decisiones más relevantes, tuvo sus partidos contrarias a Dc Gaulle. La ts
importantes consecuencias para los principa- recogia Ia herencia y agregaba varios elemen-
les adores dci sistemu social. tos histOricos de Ia derecha en un gran parti-
Dc esta mancra se fue configurando tin tipo do conservador. En consecuencia. Ia figura de
de sistema politico en que los grupos inas Dc Gaulle se transformaba dc Ia de presidentc
fuertes. incluycndo naturalmente Ia gran par unanimidad nacional en Ia de represen-
industria y las finanzas, tuvieron Ia posibili- tante de un partido colocado claramente a Ia
dad de acudir directarnente a los centros de derecha.
decisiOn situados en Ia alta burocracia de los
ministerios y en ci cuerpo prcsidcnciul. Los Vi. POI.IT1CA INTERNA Y EXTERNA. El d. no quiso
más débiles, por el contrario. no tuvieron otra aceptar nunca ci calificativa de unificador de
alternativa que dirigirse a parlarnentarios Ia derecha, enorgulleciendose de que en su
cuya función legislativa se habia reducido y interior existieran corrientes de izquierda
que no constituian ya Ia fuente principal del cuyo esfuerzo constante estaba orientado a
reclutamiento del personal de gobierno. poner en práctica el gran proyecto de asocia-
ción entre capital y trabajo. Las palabras de
v LA CNR. Con el retorno de Dc Gaulle al los principales lideres se refieren frecuente-
poder, nacia el segundo gran movimiento mente al d. coma a una tercera alternativa
degaullista: Ia Union pour Ia Nouvelle Rèpu- entre capitalismo y comunismo, aunque en
blique. Esta estaba organizada y dirigida por relaciOn con las politicas concretas seguidas
los mismos hombres que habian dada vida a Cs licito considerar que estas afirmaciones no
Ia experiencia dcl RPF y que habian demostra- eran otra cosu que apelaciones de tipo dema-
do una fidelidad inquebrantable a las ideas gOgico.
del general. Las relaciones entre este Oltimo Par otra parte, Ia politica econOmica deguu-
ci nuevo partido fueron, desde el principio, Ilista estuvo adrninistrada principalmente par
más bien distanciadas. Fiel a su personaje, Dc el ministro de finanzas, ci cx independiente
Gaulle evitO apoyar abiertamente Ia forma- Giscard d'Estaing, de acuerdo con los cáno-
dOn. Solo cuando, despuCs dc Ia dolorosa cri- nes de corte liberal. Algunos investigadores,
sis interna debida a Ia politica de autudeter- en lugar de considerar al d. coma una terce-
minaciOn de Argelia, ci partido afirrnO su fide- ra alternativa, Ia consideraron como un régi-
438 I)E(sULLIS%1()

men politico particularmente apto para re- monia de las superputencias, ci poder del
ponder a las exigencias de una estructura ecu- dOlar. ci Vietnam nortearnericanu, ci Quebec
nómicu que ya no se caracterizaba por ci mer- ingks. etcetera.
cado v por Ia competencia sino por ci predo-
minio de los grandes monopolios püblicos v VII LL DE(.AULUSMO 515 I)I (AULLL Charles dc
privados v de sus cxigencias de programacim Gaulle dimitió en ubril de 1969, derrotado en
dcl mercado. un refer&ndurn por Ia reformu del senadu y
Lu politica interna degauiiista se orientó en Ia rcgionalizacion, al que como dc omdinariu
realidad a un rigido control dci desarrolin de hahia supeditadu su permanencia en ci poder.
Ia economia trancesa que consistla en pagar La verdadera señai de su decadencia tue Ia
a las ciases trabajadoras ci aumento de Ia crisis de mayo dc 1968, de Ia cual salieron yen-
capacidad competitiva del neocapitalismo cedores lanto ci rCgirnen cumo ci movimien-
frances en relación con ci de los pulses más to degaullista, peru noel propiu de Gaulle. Su
avunzados desde ci punto de vista industrial. llarnado personal Va no se revelO capaz de
Una halani.a de pagos que arrojaha supe- seflorear una crisis interna de impronta
rávit, ci control de los salarios v Ia estabili- exclusivamente social.
dad del franco, eran, en definitiva, objetivos Para valorar quc queda dcl d. sin Dc Gau-
necesarios para Ia çolit lea exterior de Dc Gau- lle y para establecer en quC sentido puede
lle. halo Ia cual se puede descubrir frecuen- hahlarsc de d. cumu fenOmeno diterenciado
temente Ia tcndcncia a convertirse en intr- de Ia personalidad del general es necesuriu
prcte del neocolonialismo dcl gran capital relerirse a Ia distinciOn inicial entrc doctri-
frances en conipetencia con ci expansion ismo na, muvimiento S regimen. Bajo ci perfil ideo-
estadunidense. Junto con Ia detensa, Ia poit- iogico no hay duda de que ci fenOmeno degau-
tica exterior se consideraba 'dominio reser- Ilista presenta los rasgos de una tradición
ado" dci general y, siguiendo sus ideas basi- politica que "en su prirnera aparicion en
cus. servia tambiCn a las exigencias de su ape. Fraiicia preve Ia vuelta dcl honapartismo"
lación popular. (Remond). En cstc sentidu histurico, una
El culto a Ia independcncia cconómica, poll- curriente doctrinaria degaullista continua
ticu y militar y Ia consolidación de Ia rnisión presente en Ia cultura trancesa y represcnta
de Ia nación v de Ia cultura I rancesa en ci Ia versiOn moderna —de una sociedad indus-
mundo, sirven de base a sus iniciutivas mãs trial madura— de Ia tradiciOn bonapartista
espcctucularcs: ci veto al ingreso de Gran Bre- y a Ia vez jacobina.
tuna en ci mercado comün europeo, Ia' for- No obstante, justo por sus caractcristicas
ce de frappe" atómku, el neutralismo tercer- intrinsecas, esta tradiciim no puede expresar-
mundista, ci acercamiento a Ia URSS s ci reco- se plenamente v rcforzarse mas que con refe-
nocirniento p1 ceo,. de China, Ia p3lCrnica ant i- i encia explicita a umia t'igui -a de lidet de gian
norteamericana v ci retiro de las fuerias Iran- atractivo popular. Sin Dc Gaulle, Ia ideologia
cesas de Ia 0TAS. La suma importancia dada y Ia doctrina degaullista pierden Ia refercn-
a Ia politica exterior reducia Ia interna a un cia esencial y acaban por reducirse a una exal-
instrumento de Ia primera. La actitud hacia taciOn v delensa dcl pasado carente de un pro-
ci exterior daba, en realidad. ocasionc' muv vecto po-itivo. Dc hccho. csto es todo Ia quc
propicias paru unir tras de si a los I ranceses ci muvimiento dcgaullista parece representar
para hacerles olvidar, algunas veces, proble. hoy. "Primero rcdimen'.ionado clectoralmen-
mas más concretos. tc '. divididu intcrnamntc, de'pu.s privado
Consciente de ser un lider cuvo carisma se dci control de Ia presidencia v dci gobicrno,
ucrecentaba en epas de crisis, Dc Gaulle era finalniente constrenido a Ia oposición parla-
un maestro en ci arte de crear de vex en cuan- mentaria por Ia victoria dc Ia izquierda..
do, a travCs dci estilo y de los temas de su poll- ci partido degaullista no ha suirido ci coiap.
tica exterior, situaciones de tension, peque. so global quc algunos espraban. peru a pesar
as crisis que rejuvenecian sus apelaciones. de ella uparece priv ado de una perspectiva
La capucidad de cataiizar Ia atenciOn de los pulitica e incapax de emancipal'sc par corn-
franccscs Ic prmitia rcafirmar simbOlica- plcto dcl puro papel de dcfcnsor con.tantc de
mente sus valores rebclOndose contra Ia hece- las caractermsticas v de los procedimientus de
DEMAGO(.I.- 439

Ia constitución de Dc Gaulle. cal ?no'cmeui. Londres. Rout iedge and Kegan


El juicio en cambio debe ser distinto al refe- Paui, 1972: S. Hoilmann, Decline or renewal?
rirnos al regimen daaullista, ya que. a due- France since the 1930s, Nueva York, Viking,
rencia de Ia cxpeiiencia honapartista. el 1974; R. Macridis (co:npj, Dc Gaulle: implacable
deaullismo no concluvo con una catástrofe ally. Nueva York, Harper and Row, 1966; S.
politico-military muchos de sus aspectos con- Mallet, Le gaulhsme ella gauche, Paris, Scuil,
cretos han sobrevivido a su I undador v al ins- 1965; Ch. Purtschet, Le RPF, Paris, Cujas, 1965:
titucionalizarse se han vuelto pane del patri- R. RCmund, La destra in Francia (1967). Milan.
monio comun de los I ranceses. La desprejui- Mursia, 1970; S. Serlaty, France, De Gaulle and
cidada práctica constitucional de Dc Gaulle Europe, Baltimore, Johns Hopkins University
no ha pudido, obviamente, ser seguida por .su.s Press, 1968: J. Soustelk, Veintiocho anus de gao.
sucesores, pero ins caracteristicas esenciales lli.smo(1968), Madrid, Ihéricu-Europea, 1969; S.
dcl legirnen —ekcción directa dcl pre.siden- Tutino, Gollismo e k,tta operaia, Turin, Einau-
te, papel determinante del ejecutivo, poder di. 1964; P. Viansson-PontC, Hisgoire de hi rèpu-
reducido del parlamento. Icy electoral mayo- blique gaullienne, Paris. Fayard. 1970, 2 vols.; A.
ritaria a dos vueltas— no han resentido el Werth, Dc Gaulle (1965), Barcelona. Bruguera.
retiro del general. Si Ia prueha definitiva de 1969.
Ia institucionalización del regimen nacido de
Ia constitución de 195-1962 no puede ofre- [sTriAso KARTOUN ii
cerse mãs quc por su funcionamiento en las
munos de Ia oposiciOn de izquierda, cierto es
no obstante que muchos aspectos de ello se
han reforzado incluso con Ia partida de Dc
demagogla
Gaulle, en ci sentido de que siempre son acep-
tados por Ia mayoria de los I ranceses. En con- La d. no es plbpiamente una Iorma de gobier-
junto, en los años ochenta, el degaullismo pue- no y no constituye on regimen politico sino
de aün identificarse en los rasgos salientes de que es una práctica politica que sc apoya en
un di.seño constitucional en vigor y en un ci sostCn dc las masas favorcckndo y estimu-
movimiento politico orientado sobre todo a lando sus aspiraciones irracionales y elemen-
su defensa. tales y desviándolas de Ia real y consciente
IiIBLIO(kAFtA P. Avril, UDR ci gaulli.ctes, Paris, participación activa en Ia vida pohitica. Esto
Presses Universitaires de France. 1971; S. Bar- se produce mediante fáciles promesas, impo-
tolin i, Ri/u rrna istituzionak e sistema politico: sibies de mantener, que tienden a indicar
ia Francia i,'ollisia, Bulonia, II Mulino, 1981; J. cómo los intereses conporativos de Ia masa
CharIot, L'(JNR: !tude du pouvoir at seEn d'un popular, o de ha parte más fuerte y prepon-
panE poiit!quL-, Paris, Cohn, 1967: J. Chariot, Le derante de ella, coinciden, en realidad más
phenomene gaulliste, Paris, Favard. 1970; J. aIlá de toda logica dc buen gobierno, con los
Chariot (compj, Le gaullirne, Paris, Cohn, 1970: de Ia comunidad nacional tomada en su con-
J. CharIot (comp.), Les franirais el Dc Gaulle, junto. Asi se Ilamaba demagogo (de 8toç,
Paris, Plon, 1971; H. Claude, Gaullitnw ci grand pueblo, v âyw, aula), en Ia antigua Grecia,
capital, Paris, Editions Sociales, 1960; P. Con. aquel que, hombre de estado o hábil orador,
tens, Gaullisme ci proletariat, Paris. Editions du supiera guiar al pueblo. Fue con Aristótele.s
Scorpion, 1960; B. Crozier, Dc Gaulle, Lundres, que ci tCrmino adquirio en Ia teoria politica
Eyre Methuen, 1973, 2 vok.; Ch. de Gaulle, La un significado negativo.
France sera hi France: cc que veul Charles de Gau- La acción demagogica puede desarrollarse
lle, Paris, 1951; Ch. de Gaulle, .1e,;zorias de de dos maneras, aunque es bastante dificil
guerra: El liamamiento (19404942)11954), Barce- puder distinguir de manera clara y precisa los
lona, Plaza y Jans, 1970; La unidad(1942-1944) momentos casi siempre concomitantes de las
(1956), Barcelona, Plaza v JanCs. 1970: Lu salva- dos acciones. Un tipo de acción, en efecto, es
ción (1944-1946)(1955), Barcelon:, PLiza v JanCs, Ia ejercida por quien, aprovechando particu-
1970; Ch. de Gaulle, .tle,norias de esperanza lares situaciones histórico-puliticas y dirigien-
(1970-1971), Madrid, Taurus, 1970-1971. 2 sols.; dolas para fines propios, excita y guia a las
A. Hartley. (;aul!i.s,n: the rise and fail of a politE- masas populares somctiéndolas gracias a par-
440 DEM'tGOGI,

ticulares capacidades oratorias y psicológi- do on gohienw Inc ne. El segundo nace, y es


cas, a menudo instintivas, que Ic permiten ci caso más frecuente, como ültima lOgica
intcrpretar sus humures y sus exigencias más consecuencia de Ia práctica demagogica. eli-
inmediatas, uniendo a esto dotes carismáti- minando asi toda oposición. En estas condi-
cas no comunes. En ci desarrollo de esta poll- ciones, en efecto, los demagogos, arrogándo-
tica no se tiene minimamente en cuenta, más se el derecho de interpretar los intereses de
que en formu exiremadamente superficial v las masas coma interescs de toda Ia naciôn,
burda, los reales intereses del pals ni los conliscan todo ci poder v Ia rcprcsentación
resultados ültimos a los que puede conducir de las masas c instauran una tirania a dicta-
con el tiempo Ia acciOn demagogica, dirigida, dura personal.
en cambio, mãs que nada, it Ia conquista y al El fenómeno de Ia d. se ha acentuado par-
mantdnimiento de un poder personal ode gru- ticularmente en nuestro siglo con ci adveni-
po. Con ci término d. podemos pues reterir- miento y ci desarrollo de Ia suciedad indus-
nos a una situación politica corrcspondientc trial v con Ia consecuente aparición .sobrc ci
a Ia descrita, pero en Ia que dominan las escenario politico dcl papel dcterminantc de
masas en movimiento y se imponen sobre el las musas v Ia crisis dc las democracias lihe-
legitimo poder constituido y sobre Ia les rales.
haciendo valer sus propias instancias inme- La era tecnologica, en efecto, tendiendo a
diatas e incontroiadas. En este caso Poiibio Ia masificacion del hombre y a su transfor-
habla mas propiamente de oclocracia (Histo- macion en máquina, ha hecho asi que &ste
riac, vi, 3, 5-12; 4, 1-11). tienda fOcilmente a extraviar v a perder su
En Ia historia de las doctrinas pollticas se propia individualidad, hasta ci punto de ser
considera que fue Aristóteles quien especifi- impulsado a buscar rciugio en su propia y
có y definió por primera vez Ia d. seflalándo- angustiante inseguridad y en el aislamiento
Ia como Ia forma corrupta o degenerada de que lo atenazan todavia v sOlo en el grupo y
Ia democracia que Ileva a Ia institución de un en Ia masa, adecuando a ella sus propios corn-
gobierno despotico de las clases inferiores o portamientos sociaies y politicos. Se trata,
de muchos, quc gobiernan en nombre de Ia mirándolo bicn, de un clrculo cerrado dcl cual
muititud (Poiltica, iv, 5. 1592a). Por tanto, dificilmente se puede salir, puesto que en cI
cuando en los gobiernos populares Ia norma exterior yen el interior del individuo existen
es subordinada al arbitrio de muchos surgen tales condicionarnientos que objetivamente
los demagogos que, halagando y adulando a impiden otra opción. En cste marco Ia instru-
las masas, exasperando sus sentimientos des- mentalizaciOn de las masa.s, gracias precisa-
tructivos y dcsviando su cmpeño politico, con- mente al aporle dc las nuevas técnicas de per-
sideran como enemi-ob del pueblo o de Ia suasiOn y de munipulación de las conciencias,
patria a los opasitores al regimen despático se logra fácilmcnte. AsI, a travCs de los yin-
instaurado, consolidando asi su propio poder cubs que, sobre todo por mCrito de Ia psico-
a travCs de In eliminación de toda oposiciOn. logia contempc,thnea, se han instaurado entre
Aristótcles define, por tanto, al demagogo psicoanálisis v comportamiento politico, ci
como "adulador del pueblo" (Polilica. V. 11, termino d. se ha cargado de nuevos signifi-
1313b). cados y ilenado de nuevo contenidos. Se ha
La d.. segün PlatOn (Republica, 562-564) y aciarado, por tanto. Ia exitencia de reiacio-
Aristôteles (Politica. 1304b-1305a), puede nes sado-masoquistas que presidirian el vin-
determinar, como crisis de Ia demoracia culo entrc demagogo v masa, rehiciones que
extrema. dos diferentes situaciones po1itica tenderian it ayudar al hombre-m.sa a escapar
que Ilevan, sicmpre. a Ia instauraciOn de un de hi sokdad v de Ia impotencia. de Ia enaje-
regimen autoritario oligarquico o tiránico. El nación y de Ia apatia politica quc existen en
primero surge de una exasperackin dcl clima Ia sociedad industrial contemportnca. El
anarquico en que los demagogos han intro- carácter autoritariu, tampco explicado, que
ducido al estado, produciendo una reacción como fonda vincula a ambos, consolidu esta
de los optimates que derriban a Ia may oria, corresporidencia, por In que has' por parte de
casi siempre con ci apovu de las armas y a Ia masa una verdadcra identilicaciOn en ci
menudo con una avuda exterior, intauran- lider coma momento de exaltaciOn individual
DEMOCRACL 441

colectiva v, en consecuencia, aceptación cie- romuna, de Ia soberania popular, con base en


ga de sumisión. Los fenomenos de fanática Ia cual se contrapone una concepción ascen-
exaltación de campeones deportivos o de per- dente a una concepción descendente de Ia
sonajes dcl mundo dcl espectáculo, aun cuan- soberania segün que ci poder supremo deri-
do nos conducen at campo de Ia identiticación ve del pueblo y sea representativo o derive del
con el éxito del divo, ponen en movimiento principe y sea trasmitido por delegacion del
mecanismos sustancialmente similares a los superior at inferior; ci Ia teoria moderna,
que presiden Ia relación lider-masa. Dc tat conocida corno teoria maquiavelica, nacida
modo es posible hoy hablar de d. nwderna en con ci surgimiento del estado moderno en Ia
contraposición a Ia d. clasica no solo como forma de las grandes monarquias, segOn Ia
posible momento de inicio de un proceso cual las formas histOricas de gubierno son
revolucionario, v par to tanto de un necesa- esencialmente dos, Ia monarquIa y Ia republi-
rio elemento const itulivo de una fase prerre- Ca, siendo Ia antigua d. una forma de repü-
volucionaria (v. revoluclón), sino también blica (Ia otra es Ia aristocracia) donde tiene
como comportamiento de un lider politico origen ci cambio caracteristico del periodo
que no necesariamente conduce las masas a prerrevolucionario entre ideates democriti-
Ia revolución .sino quc las instrumentuliza cos e ideates republicanos, y el gobierno
para sus propios lines personales para pro- genuinamente popular es Ilamado, antes que
ceder, una vez obtenido un amplio consenso. d., repOblica.
no va a un proceso de democratización o de El problema de Ia d., de sus caracteristicas
subversiOn del sistema sociopolitico sino a Ia y de su prestigio (0 de Ia falta de prestigio)
instauración de un regimen autoritario, del es, coma se ye, tan antiguo como Ia propia
que el demagogo sea un indiscutido y despó- reftexiOn sobre las cosas de Ia politica, y ha
tico jefe (Führer), a at acuerdo con las autori- sido repropuesto v reformulado en todas las
dades y las instituciones existentes con tat épocas. Asi, un examen de Ia discusión con-
que éstas Ic reconozcan una I unciOn carismá- temporanea en torno at concepto v at valor
tica insustituible. Dc esta mancra los meca- de Ia d. no puede prescindir de una referen-
nismos represivos acentOan, en lugar dc dis- cia aunque sea rtpida a Ia tradiciOn.
minuir, las caracteristicas autoritarias del
gobierno y de Ia sociedad e impiden Ia toma II LA TRADICION AR1S1OTLICA DE LAS TRES FORMAS DR
de conciencia libertaria de Ia masa. GOBIERNO. Una de las primeras disputas de
que se tenga noticia en torno a las tres for-
isiBLI(X;RAFIA G. Fasso, Lu demucraia in Grecia mas de gobiernu es narrada por Herodoto
(1959), Bolonia, II Mulino, 1967 2 . (ii', 80-83). Otanes, Megabizo v Dario discuten
en torno a Ia futura forma de gobierno de Per-
[itpuno 7.IC'(HI51] sia. Mientras que Megabizo defiende Ia aris-
tocracia v Dario Ia monarquia. Otanes toma
Ia defensa dcl gobierno popular que llama
segOn el antiguo uso griego "isonomia" Co
democracla igualdad de las lees. o igualdad frente a Ia
levt, con ci argumento que todavi-a entonces
I. EN Ui TEOKIA L)E LA DEIULRI(IA LOXFLUYLN TFFs los parti&Lrios de lad. consideran fundamen-
TRADICIONES HISTORICAS En Ia teoria contempo- tal: "cOmo cabe en realidad que Ia monarquia,
ránea de Ia d. confluven tres grandes tradi- a cuvo capricho es dado hacer impunemente
clones de pensamiento politico: a] Ia teoria cuanto be Ic antoje, pueda ser un gobierno jus-
clá'ica, trasmitida como teoria aristotelica, to v urreglado". Igualmente clásico es ci argu-
de las trec formas de gobierno, segOn Ia cual mento con ci que ci partidario de Ia oligar-
Ia d., cumo gobierno dcl pueblo, de tudos los quia v. apuvtndolo. el partidario de In monar-
ciudadanos o bien de todos aquellos que quia) condena at gobierno democritico:
gozan de los derecho-. de ciudadania, se dis- "Nada hay [ ... ] mOs insolente en ci querer que
tingue de Ia munrquia, como gohierno de el iI v soez populacho." ZC6mo puede gober.
Liflo solo, v de Ia aristucracia, coma gohierno nar bien aquel que "ni aprendio de otro to que
de pocus: bJ Ia teoria medieval. de derivacion es util v laudable ni de SUVO Cs capaz de enten-
442 DEMOCIUCIA

deny"? "A manera de un impetuoso torren- mientras que el nombre de d. es asignado a


te lo abate v arrastra todo." Ia forma corrupta, que es definida como ci
Dc las cinco formas de gobierno descritas gobierno "con ventaja de los pobres" v con-
por Platôn en Ia Rcpithlica: aristocracia, timo- trapucsta al gobierno con vcntaja dcl monar-
cracia, oligarquia, d., tirania, una sola, Ia aris- ca (tirania) y al gobierno con ventaja de los
tocracia, es buena, mientras que "nace. pues. ricos (oligarquia). La lorma de gobierno que
Ia d., creo yo, cuando los pobres. victuriosos en Ia tradición posaristotClica se convierte en
de sus contrarios, matan a unos, destierran ci gobierno del pueblo a de todos los ciuda-
a otros, y comparten igualitariamente con los danos, a de Ia mavoria de ellos, es aquella quc
que que&in el gobierno y las rnagistraturas, en ci tritado aristotClico se considera como
que en este regimen, además, suelen cubrir- gobierno de mayonia solarnente en cuanto go-
se por sortco" (557 a), y está caracterizada pur bierro de los pobre, sk.id'j, par Ia tanto, gobier-
Ia "Ikencia". El propio Platon por otra parte no de una parte contra In otra, aunque de Ia
rcproducc en el Politico Ia tripartición tradi- parte geiicralmente rnzts numerusa. Dc Ia d.
cional tanto de las formas puras como de las cntendida en el sentido mas amplio Aris-
formas degeneradas. y Ia d. es definida como tóteles subdistingue cinco formas: I] ricos y
"gobierno del nümero" (291 d) y " gobierno de pobres participan en ci gobierno en condicio-
los muchos" (302 c) o "de Ia multitud" (303 nes de panidad (Ia mayaria es popular ünica-
a). Distinguidas las formas de gobierno bue- mente porque Ia clase popular es más flume-
nas de las malas con base en el cniterio de Ia rosa); 2] los cargos püblicos son asignados
legalidud o de Ia ilegalidad. Ia d. es conside- sobre Ia base de un censo muy bajo; 31 son
rada Ia menos buena de las I ormas buenas v admitidos en los cargos püblicos todos Los
Ia menos mala de las lormas malas: "Bajo ciudadanos excepto los privados de los dere-
cualquier consideración es cansancio, y no chos civiles luego de un procedimiento judi-
combina mucho de bueno ni de danino, en cial; 4] son admitidos en Los cargos püblkos
comparación con las otras formas, porque en todos los ciudadanos sin distinción; 51 sean
ella están desmenuzados los poderes en cuales fueren los derechos politicos, es Ia
pequenas fracciones, entre muchos. Por eso masa v no Ia 1ev Ia que se considera sobera-
de todus las diversas tormas legales, es esta na (este Qltima caso es el del dominio de los
Ia mas infeliz, mientras que de todas las quc demagogos, o sea es Ia verdadera forma
est&tn contra Ia 1ev, es Ia mejor, y si todas son corrupta del gobierno popular).
desenfrenadus, es en Ia d. donde se vive mejor; Salvo pocas excepciones, Ia tripartición
en cambio si on bien ordenadas, es en ella aristotClicu fue acoida en toda Ia tradición
donde es menos anradable vivir" (303 a v b). del pensamiento occidental, al menus hasta
En las Leyes, en la triparticion clásica se Hegel, al que Ilega ya dehilitada, v se hizo uno
incluve Ia biparticion (que despu6s de de los lugares comunes del tratadismo poli-
Maquiavelo ILumamos a menudo moderna tico, Para ,senalar alguna etapa de este largo
entre las 'dos madres de las formas de gobier- recorrido, recordamos a Marsilio dc Padua
no", que son Ia monarquia, cuvo prototipo es (Dc tensor pads, i, 8). Santo Tomás (Summa
el estado persa, v La d., cuyo prototipo es Ia theologica, i-u, q. 105, ant. 1). Bodino (Dc Ia
ciudad atenien.se: ambas son, aunque por république, a, l), Hobbes (Dc cive, cap. vii;
razones opuestas, malas, una par exceso de Le'viathan, cap. xix). Locke (En.avo sobre el
autoridad, Ia otra de libertad. TambiCn en Ia gobierno civil, cap. X), Rousseau (El con Ira-
variedad de las clasificaciones una Vt? má' to soci'd, iii, 4, 5, 6), Kant (.tletafisiea de las
La d. e, bautizada como el regimen "dc Ia cosrumbres, Docirina del derecho, § 51), Hegel
libertad dema'iado desenfrenada" (701 b). (Principios de Ia filosofia del derecho, § 273).
En Ia tipologia aristotélica, que distingue No ban faltado algunas variaciones entre las
tres formas puras v tre% forma.'. corruptas, cuales se cuentan: a] Ia distinción entre fan.
segun que aquel que detenta el poder gobier- mas de estado y formas de gobierno, elabo-
ne de acuerdo con el interCs gener.l a con ci rad..t por Bodino, basz.rndose en Ia distinción
intere, propio. ci "gobierno de Ia muyoria" entre Ia titularidad v el ejercicio de Ia sobe.
a "de Ia multitud", distinguido del cobierno rania, donde se puede tener una monarquia.
de uno solo o de pocus. es Ilamadu "politia". es decir un cstado en ci que el puder sohcra-
DEMOURCIA 443

no pertenece a) rex, gohernuda clemocraika- pre el pode,' de crear derccho a través de In


mente, par ci hecho de que las magistruturas costumbre. Respecto dc cste segundo tema,
son utribuidas par ci rev indiscriminadamen- ia tesis sobrc In que choc,ron ios partidarios
tea todos, o una d. aristocrática, como io fue y ios adversarios de In soberania popular era
Roma por un cierto periodo de su hisioria, o ia de si In costumbi'c tenia o no Ia fuerza de
una aristocracia democrática y asi '.ucesiva- aboiir Ia Icy (como es sabiclo, ios tcxtos justi-
mente: bJ In supresión de Ia distinción entre nianos sobreeste punto son contradictorios),
tornuts puras v corruptas, hecha por Hobbes, en ot,'as paiabras: si ci derecho derivado
sabre Ia base de quc para un poder como el directamente del pueblo tenia mayor a menor
saherano, que es absoluto a no es soberano, fuerza que ci dcrecho emanado dci cmpera-
no se puede estabieccr ningün criterio para dor. Respecto dci primer tcma Ia disputa
distinguir ci usa dci abuso de poder, y por io entre defensores y opusitores de In soherania
tanto, ei gobierno buena dci maio; ci Ia degra- popular se concentrO en ci significado que
dación, introducida por Rousseau, de ias tres debia darse al paso del poder dcl pueblo al
formas de guhierno a tres modos de ejercicio emperador: sc trataba, en otras palabras, de
dci poder ejecutivo, permaneciendo constante estabiecer si este paso era considerado una
ci principlo scgun el cual ci poder legisiati- trasferencia definitiva, V por io tanto, no solo
vu, es decir ci poder que caracteriza a Ia sobe- dcl ejercicia sino también de In tituiaridad
rania, pertenecc al pueblo, cuya reunion en (una verdadera trauslazki imperii), o bien una
un cuerpo politico a través del contrato social conccsiOn temparai y por principio revocable,
Rousseau llama no d. (que es solamente una con Ia consecuencia de que In titularidad dci
de las lormas en las que se puede organizar poder habria permanccido en ci pueblo v al
ci poder cjccutivo) sino repObiica. principc se Ic habria confiado soiamcnte ci
ejercicio del mismo (una pura v simpie con-
III IA TRADICION RO51A\O-MLI)IIL DE LA SOBERANIA cessio imperli). Entre los antiguos giosadorcs
tM'tLAR. Los juristas medicvales claboraron los más conocidos partidiarios de Ia tesis de
In teoria dc In soberania popular partiendo Ia coucessio son Azzonc, segOn ci cual ci pue-
de algunos pasajcs del Di,'es1u, dci cual los blo jamás ha abdicado totalmente de su pro-
principaies son ci de Ulpiano (D. 1.4, i). en ci pio poder ya que después de haberlo trasfe-
que, despues de In ceiebêrrima afirmaciOn de rido en algunas ocasiones io ha revocado, y
quc "quad principi piacuit, iegis habem vigo- Ugoiino que afirma claramcnte que ci pucbio
rem", c dice que ci principe tiene tal autori- jamás ha trasfcrido el poder ai emperador de
dad porque el pueblo se In ha conferido manera tal que no conservara algun vestigio
("utpote cum lege regia, quae dc imperio cius suvo consigo, porque tambkn instituvO ai
iata est, populus ci ct in eum omne suum emperador como un procurator suyo.
imperium et potestatem conferat"), v ci de En una dc las obras fundamentales del pen-
Juiiano (D. 1,3, 32), en ci que, a propósito de samiento politico medieval, ciertamente In
In costumbre como fuentc del derecho, '.e dice más rica en esbozos destinados a 5cr desarro-
que ci pueblo crea el derecho no sOlo con ci ilados por cI pcnsamiento politico moderno,
voto (dando asi vida a ias ievec) sino tambien ci Dcfc,zsor pacis dc Marsilio de Padua, se afir-
"rebus ipsis et factis" (dando vida a las cos- ma abiertamente, se demucstra con diver-
tumbres). El primer pastje sirvió para demos- sos argumentos, ci principio segOn ci cual ci
trar que, sea cual lucre el efectivo dctentor poder de hacer las ieves, en ci cual consiste
dcl poder soberano. In fuente originaria de ci poder soberano, concierne ünicamente al
CstC poder era siemprc ci pueblo, y abrio ci pueblo, a a su parte predominante (ra!entior
camino a L distinci6n entrc titularidad v ejer- pars), ci cuai atribuve a otros nuda más que
cicio dci poder, quc habria de permitir en ci ci poder ejecutivo, es decir ci poder de gober.
curo de In larea hktoria dcl cstado dernocrá- nar en ci ambito dc las ieves. Por un lado, por
tico .aIv,ir ci principio democrãtico no obs- tanto. "el poder efectivo de instituim o elegir
tante ML corrupciOn practica. El segundo per- un gobierno concierne ai iegisiador o a todo
mitia otcncr que tamhiên alIt donde ci pue- el cuerpo de los ciudadanos, asi coma Ic con-
blo habia trasfcrido a otros ci Fader origina- ciernc el poder dc hacer his icves [, .1 Y de
rio de haccr las icves habia conserv ado siem- un modo similar concierne tambien ai legis-
.;44 DLMOCRA('IA

lador ci poder de corregir al gobei-nante, a las modalidades de Ia trasmisiOn del poder,


aun de deponerlo cuando esto sea conveniente total o parcial, definitiva o temporal, irrevo-
para ci bien comün" (i, 15, 2); por el otro, cable o revocable, se produce en Ia forma pr
mientras que Ia "causa primera' dci estado pia dcl contrato (ci Ilamado pactum subiec-
es ci legislador, el gobernante (Ia pars pritwi- tionis). A través de Ia teoria de Ia soberania
pans) es Ia 'causa secundaria" o. con otras popular Ia teoria del contractualismo entra
expresiones aün más denominativas, es Ia con pleno derecho en Ia tradicion del pensa-
"causa instrumental V ejecutiva", en cuanto miento dcmocrático moderno v se convierte
ci que gobierna actüa por Ia autoridad atri- en uno de los momentos decisivos para Ia fun-
buida para tal fin por ci iegisiador, y segün dación de Ia teonia moderna de Ia democracia.
Ia forma que éste le ha dado" (1, 15, 4). Esta
teoria, ya asI perfectamente eiaborada par IV. L4 TRALflcION REI'UBUCANA .IODERNA. A pesar de
Marsilio —segün ei cual de los dos poderes que ci pensamiento griego habia dado prefe-
fundamentales del estado, ei iegisiativo y el rencia a Ia teonia de las tres distintas formas
ejecutivo, ci primero en cuanto pertenecien- de gobierno. no habia desconocido, como
te exciusivamente al pueblo es el poder prin- hemos visto en ci Piatón de las Leves, Ia con-
cipal, mientras que ci segundo, que ci pueblo traposicion entre dos lormas opuestas: Ia d.
delega a otros bajo forma de mandato revo- y Ia monarquia. El desarrollo de Ia historia
cable, es ci poder derivado—, es uflo de los romana propuso al pensamiento politico más
puntos de referenda de las teorias politicas que ci tema de Ia tniparticion (que fue par
de los escritores de los siglos xvii y xviii, que cierto representado en Ia teorización de Ia
son con razón considerados Los padres de Ia republica romana coma gobierno mixto) ci
democracia moderna: Locke y Rousseau, aun tema de Ia contraposición entre reino y repü-
cuando luego entre Locke y Rousseau hay una blica. o entre republica y principado. En los
diferencia esencial respecto dci modo de con- escritores medicvaIes Ia triparticion aristo-
cebir ci poder legislativo (que para Locke es télica y Ia bipartición entre reino '.' repübli-
ejercido par representantes y para Rousseau ca corren a menudo paralelas: Santo Tomás
directamente por los ciudadanos). recoge junta a Ia triparticion clásica Ia dis-
Lu doctrina de la soberania popular no debe tiflción entre rcgiPnen politicum y regimen
5cr confundida con Ia doctrina contractualis- regale, fundada en La disrinción entre gobier-
ta W. contractuaiismo), tanto porque Ia doc- no basado en las Ieyes y gobierno no limita-
trina contractualista no siempre ha tenido do par éstas.
resuitados democrãticos (piénscse en Hobbes, Ciertamente fue Ia meditaciOn sabre Ia his-
a manera de ejemplo, pero no se olvide a toria dc Ia repüblica romana, aunada a las
Kant. quc Cs contractualista, pero no demo- consideraciones sobre las cosas de su propio
crático), como porque muchas teorias demo- tiempo, lo que hizo escnibir a Maquiavelo, al
cráticas (sobre todo a medida que se avanza principio de Ia obra que dedicO al principa-
hacia Ia edad contcmporânea) prescinden do. que "todos los estados, todos los dorninios
completamente de Ia hipotesis contractualis- que han tenido y tienen imperio sobre los
ta. Del mismo modo que no todo ci contrac- hombres, son estado', S son o republic-us a
tualismo es democrático, asi tambienno todo principados". Aunque Ia republica en su con-
ci democruticismo es contractualistu. Por traposición a La monarquiu no se identifica
cierto. en Ia medida en que ci contractualis- con Ia d., con el 'gabierno popular". incluso
mo representa en aigunus de sus más cono- porque junto a las repUblicas democráticas
cidas expresiones uno de los grandes filones existcn las republicas aristocriticas (para no
dcl pensamiento democrático moderno, teo- hablar del gobierno mixto dcl cual el propio
na de Ia soberania popular y teonia del con. Maquiaveio ye un ejemplo perfecto en Ia repü-
truto soci.tI estn estrechamente conectadas, blict romana), en Ia nociOn idealizada de
ul meno', por dos razones: ci poptilus, conce- repüblica, que de Maquiavclo se trasmitirá a
bido coma universitas civiwn, es en su origen través de los escnitores radicales dcl xvii v ci
ci producto ecun acuerdo (ci Ilamado paclurn xviii hasta Ia revolución francesa, entendida
socielalis): una vez constituido ci pueblo. Ia precisamente en so contraposicion al gobier-
instituelon del tobicrno, scan cuales fueren no reio, coma aquellu lorma de gubierno en
DEMOCRACIA 445

Ia que ci poder no está concentrado en las nes de los ciudadanos, sino tambiCn sustan-
manos de uno solo sino que esta distribuido cialmente, porque está regida por una férrea
diversamente en diferentes cuerpos colegia- icy agraria que prevC La distribuciOn ecuáni-
dos, a veces en contraste entre si, se vuelven me de las tierras de manera que nadie sea tan
a encontrar constantemente algunos rasgos poderoso coma para oprimir a los otros. Dc
que contribuyeron a formar Ia imagen, o por las tres formas de gobierno descritas par
lo menus una de las imágenes, coma veremos Montesquieu: repdblica, monarquia. despotis-
dentro de poco , de Ia d. moderna, Ia cual es mo. Ia forma de gobierno republicana corn-
definida boy cada rez más a menudo coma prende tantoa Ia republicademocraticacomo
regimen poiicrático, opuesto al regimen a Ia aristocrática, las quc casi siempre son tra-
monocratico. En esta linea, un escritor, que tadas separadamente. Peru cuando ci discur-
ha sido considerado justamente como on anti- so habia acercu de los "principios" de todo
cipador del democraticismo moderno, Johan- gobierno, ci principio propio de Ia republica,
nes Aithusius, exponiendo en ci ültimo capi- Ia virtud, es ci principio clásico de Ia d. v no
tulo de su Polirica methodice digesia (1603) Ia de Ia aristocracia, y hasta tal punto es cierto
diferencia entre las diversas formas de que respecto de La aristocracia Montesquieu
gobierno, las distingue segün que ci "summus se ye obligado a afirmar que si "La virtud es
magistratus" sea "monarchicus" o "poivar- igualmente necesaria en ci gobierno aristo-
chicus', utilizando una terminologia que crático". no es requerida 'dc manera igual-
seguira sierido familiar a Ia ciencia politica mente absoluta" (1, 3, 4). No se olvide que
norteamericana desde Robert Dahi, quien en para Saint-Just y Robespierre Ia nueva d., que
A preface to democratic theory (1956) elabo- barrerá definitivamente al despotismo. es
ra contra las teorias tradicionales (a que CI decir ci reino del terror, será "el reino de Ia
considera tradicionales) de Ia d. madisonia- virtud". "Si el motor del gobierno popular en
na v populista Ia teoria de Ia polvarelial demo- Ia paz es Ia virtud —resuenan las cClebres
cracv. Una vez más, si par d. se entiende Ia palabras pronunciadas por Robespierre en el
forma aristotClica, Ia repüblica no es d.; peru Discours sur les principes de morale politi-
en su carácter peculiar de "gobierno libre". que—, el motor del gobierno popular en Ia
de regimen antiautocrático, encierra, sin revolución es al mismo tiempo Ia virtud y el
embargo. on ekmcnto fundamental de Ia d. terror: Ia virtud sin Ia cual el terror es funes-
moderna en Ia medida en quc por d. se eiitien- to; el terror sin ci cual Ia virtud es impoten-
de toda forma de gobiernoopuesta a toda for- ic.' Peru sobre todo en Rousseau, ci gran teó-
ma de despotisnio. rico de La d. moderna, ci ideal republicano v
No obstante Ia diferencia conceptual, las ci democrático coinciden perfectamente; en
dos imágenes de Ia d. y de Ia repüblica aca- El con: raw social confluyen hasta fundirse Ia
ban par superponerse y par confundirse en doctrina clásica de Ia soberania popular, a
los escritores. estudiados recientemente par quien compete, mediante Ia formación de una
Franco Venturi, que exaltan junta con las voluntad general inalienable, indivisible e
rcpüblicas antiguas las pequeñas v libres infalible, ci poder de hacer las leves. y el ideal,
repubiicas de su tiempo. desde Holunda a no menos ciásico pero renovado en Ia admi-
Genova. Venecia y Lucca. hasta Ia Ginebra dci ración par las instituciones de Ginebra. de La
"citoen vertueux" Jean-Ltcque. La Oceana repiiblic.. Ia doctrina contractualista del esta-
de Harrington, que es uno de los puntos de do basado en el consenso v en Ia participa-
rckrencia dcl republicanismo inglés del sigio ción de todos en Ia producción de las Ieyes
xviii, es exaltada par ci mayor sustentador y ci ideal igualitario que ha acompanado en
de Ia idea republicana en Inglaterra, John In historia a Ia idea republicana erguida en
Toland. coma La más perfect forma de contra del de'.iguaiitarismo de los regimenes
gobierno popular que iamás hava existido". munárquicos v despoticos. EL estado que el
Mo1dczda sobre ci ejemplo de las repüblicas construve es una democracia, pero preuiere
anticua , v rcoderna, Cs Cfl realidad una d. liarnarbo, siguiendo Ia doctrina mis moder-
iitualitaria, no óIo formalmente, basada na de las tormas de gobierno. "repubiica";
coma lu csta en Ia rotacion de las magistra- mas exactamente, retomando Ia distinciort
turas quc se produce mediante libres eleccia- hecha par &dino entre forma de estado' for-
44 , DEMO(RAUA

ma de gobierno, Rousseau, mientras quc lla- rizante dcl regimen democrático, tamhiCn es
ma repüblica a Ia forma del estado u del cuer- resuclta en una de las libertades individua-
po politico, considera a lad. como una de las les que ci ciudadano ha reivindicado s' con-
tres posibies formas de gobierno de un cuer- quistado frente al estado ahsoluto, v redefi-
po politico que, en cuanto tat, o es una repü- nida como Ia manifcstaciOn de aquella parti-
blica o no es ni siquiera un estado sino ci cular libertad que, yendo más ailA del dere-
duminio privado de este o aquel poderoso que cho de expresar su propia opinion, de reunir-
se ha apoderado de él v lo gobierna con Ia se o de asuciarse para influir sobre Ia politica
tuerza. dcl pals, comprcnde tanihiCn ci derecho de
elegir representantes en ci parlamento y de
DEMU( RA(IA Y l.lBEM.lSMO. A lo largo de todo ser elegidos. Aun cuando esta lihertad es con-
el siglo XIX Ia discusión en tomb de Ia d. se ceptualmente difcrcnte de las libertades dvi-
desarrolla principalmente a traves de un les, en cuantoqueC.stas son ineras facultades
enirentamiento con las doctrinas politicas de hacer o no hacer mientras que aquella
predominantes de Ia cpoca: ci liberalismo por implica Ia atribuciOn de una capai-idad juri-
un lado v ci socialismo por ci otro. dica cspecifica, donde las primcras son ha-
Por Ia que se refiere a Ia reiación con Ia con- madas tambiCn libertades negativas mientras
cepcion liberal dci estado, ci punto de parti- que Ia segunda es Ilamada libertad positiva.
da fuc el célebre discurso de Benjamin Cons- ci mismo hecho de que ci derecho de partici-
tant sobre La liberiad de los anhiguos corn pa- par aunque indirectamente en Ia formaciOn
rada con la de los mode rnos. Para Constant del gobierno esté comprendido en Ia catego-
Ia libertad de los modemnos, que debe ser pro- na de las libertades demuestra que en Ia con-
muvida v acrecentada, es Ia libertad indivi- cepciOn liberal de lad. se pane ci acento mãs
dual respecto del estado, aquella libel-tad de que sobre ci mero hecho de Ia participacion,
Ia que son manifestaciOn concreta las liber- como sucede en Ia concepciOn puma de Ia d.
tades civiles y Ia libertad politica (aunque no (que también es Ilamada "part icipacioni sta"),
necesariamente extendida a todos los ciuda- sobre Ia exigencia de que esta pamticipaciOn
danos), mientras que Ia libertad de los anti- sea libre, es decir quc sea una expresiOn y un
guos, que Ia expansion de los comercios ha resultado de todas las otras lib,rtades. Des-
vuelto impracticable, también danina, es Ia de este punto de vista, si es cierto que no pue-
libertad entendida corno participaciOn directa de llamarse propiamente liberal a un cstado
en Ia formaciOn de las leyes a través del cuer- que no reconozca ci principio democrático dc
po politico dcl cual Ia asambleu de los ciuda- Ia soberania popuLir— uunque sea limitada-
danos es Ia maxima expresiOn. Identificada mente al derecho de una pane. tambiCn res-
Ia d. propiamente dicha, sin otra especifica- tringida, de los ciudadanos, de dar vida a un
ción, con Ia d. directa, que fue luego ci ideal cuerpo representativo—. Cs uAn más cierto
rousseauniano, se va afirmando a través de quc segAn Ia concepciOn liberal dci estado no
los escritores liberaics, de Constant a Torque- puede haber d. sino en donde se reconozcan
vile v a John Stuart Mill, Ia idea de que Ia algunos derechos fundamentales de liberta-
Onica lorma de d. compatible con ci estado des que posibiliten una participaciOn politi-
liberal, es decir con el estado que reconoce cu guiada par una detemminaciOn autOnoma
y aarantiza ai"unos derechos fundarnentalcs, de Ia voluntud de cada individuo.
como los derechos de libertad de pensamien- En general, Ia linea de desarrollo de Ia d.
to. de reli2i6n, de imprenta, de reuniOn, etc.. en los regimenes representativos debc' ser
era Ia d. representati%a o parlamentaria, don- buscada esencialmente en dos direcciones: a]
de Ia tarea de hacer las leves concierne no a en Ia gradual ampliación dci derecho de voto,
todo ci pueblo reunido en asamblea sino a un que, en un principio restringido a una exigua
cuerpo re'tringidu de representantes elegidos parte de los ciudadanoc con cniterios basados
por aquellos ciudadanos a quienes Se les reco- en Ia renta, en Ia cultura y en ci cexo, se ha
nozcan Ins derechos politicos. En esta concep- ido extendiendo segOn una evolución constan-
dOn, que se puede Ilamar liberal, de Ia d., Ia te, gradual v general a todos los ciudadanos
participaciOn en ci poder politico, que siem- de ambus SCXOS que havan alcanzado un cier-
pre ha sido considerada ci clemento caracte- to Iimitc de edad sufragio universal): b] en
DEMOCRACIA 447

Ia multiplicaciôn de los órganos representa- estado, constituye solamente ci punto de par-


tivos (es decir de los Organos compuestos por tida. Ademas dci sulragio universal. Ia pro-
representantes eieidos), que en un primer fundizaciOn dcl proceso de dcmocratizaciOn
tiempo están limitados a una de las dos asam- por parte de las doctrinas socialistas se pro-
bleas leislativas, v luego se extienden poco duce de dos modos: a través de Ia critica de
a poco a Ia otra asamblea, a los entes del Ia d. solamente representativa y Ia consiguien-
poder local o, en el paso de Ia monarquIa a te continuaciOn de aigunos temas de Ia d.
Ia republica, también al lefe de estado. En una directa, y a través de Ia demanda de que Ia
v en otra directiOn ci proceso de democrati- participación popular, v por lo tanto ci con-
zación, que consiste en un cumplimiento cada trol dcl poder desde lo balo, se extienda de
vcz más pleno dcl principio-limite de Ia sobe- los Organos de decision polItica a los de dcci-
rania popular, se inserla en Ia estructura del sión econUmica, de algunos cent ros del apa-
estado liberal entendido como estado in pri- rato estatuI a Ia empresa. de Ia sociedad poli-
mis garantista. En otras palabras, a Ia largo tica a Ia sociedad civil. donde se ha estado
de todo el curso de un desarroilo que liega hablando de d. económica, industrial o, por
hasta nuestros dias, el proceso de democra- Ia forma de los nuevos Organos decontrol (los
tizaciOn, como se está desarrollando en los Ilamados "consejos obreros"), consiliar v de
estados que hoy son Ilamados de d. liberal, paso del autogohierno a Ia autogestiOn.
consiste en una transformación más cuanti- En las efimeras instituciones creadas par
tativa que cualitativa del regimen represen- ci pueblo parisiense insurgente en Ia Comu-
tativo. En este contexto histOrico Ia d. no se flu de Paris, Marx, cumo es sabido, creyO
presentu como una alternativa (como lo poder identificar algunos elementos de una
habria hecho en ci provecto rousseauniano nueva foi-rna de d. que llama "autogobierno
rechazado por Constant) al regimen represen- de los productores". Las caractcristicas dl,-
tativo sino coma un compiemento dcl mismo; tintivas de esta nuevu forma de estado respec-
no es su transformaciOn sino su corrección. to dcl regimen representativo son principal-
mcnte cuatro: a] mientras que ci regimen
VI. I)I%I(xRACIA I So(IMIsMO. No es distinta Ia representativo esta basado en Ia distinciOn
relacion entre d. v socialismo. TambiCn res- entre ci puder legislativo v ci cjecutivo, el nue-
peetu dci sociulismo, en sus diferentes versio- o estado de Ia Comuna dehe ser "noun orga-
nes. ci ideal democr:itico representa un dc- nismo parlamentario, sino de trahajo, ejecu-
mento integrante y necesaria. pero no cons- tivo v legislativo al mismo tiempo"; b] mien-
titutivo. Interante, porque una de las metas tras quc ci regimen parlamentario injertado
quc siempre se han propuesto los teóricos del en ci tronco de los viejos estados absolutos
socialismo ha sido ci refuerzo de la base popu- ha dejado 'obrevivir junto a si órganos no
lar del estado; necesario, porque sin este representativos y relativamente autOnomos,
refuerzo nunca se alcanzaria aquella profun- que desarrollados con antenioridad a Li ins.
da transformación de Ia sociedad que los tituciOn de los parlamentos continOan cons-
sucialistas de las diversas corrientes siempre tituvendo una parte eencial del aparato esta-
han vislumbrado. Pero tambien no constitu- tai, como ci ejército. Ia magistratura y Ia
tivo. porque Ia esencia del socialismo siem- burocracia, Ia Comuna extiende ci sistema
pre ha sido Ia idea del revolucionamiento de electoral a todas las ramas dcl estado; c] mien-
las relaciones económicas v no solo de las tras que Ia representaciOn nacional caracte-
relaciones politicas: de Ia emancipación nistica del sistema representativo se distin-
social. como dijo Mrx, no solo de Ia eman- gue del veto de mandato imperativo. cuva con-
cipaciOn politica del hombre. Lo que cambia secuencia es Ia irrevocabilidad del cargo par
en Ia doctrina 'ci ialista respecto de Ia doc- todo ci ticmpo de Ia Ietislatura, Ia Comuna
trina liberal es Ia mancra de entender ci pro- estO "compuesta por concejales municipales
ccso de dernccratizaciOn del estado. En Ia tea- clegidos por sufragio universal en lo distin-
na mrtrxengelsiana (peru no '.Olo en eta) ci tos ditritos de Paris, responsabies v revoca-
sufragio uniersal, que para ci liberalismo en bles en cualquier momento"; d] mientras que
su desenvolimiento hktorico Cs ci pUnto de ci sistema parlamentanio no ha logrado des-
Ilegada dcl proceso de democratizacion dcl truir Ia cencralizacion politica v administra-
44a DEMOCRACIA

tiva de los viejos estados sino que más bien conscientemente en ciertos supuestos ideuló-
Ia ha confirmado a través de Ia institución de gicos que conducen a diversas oi'ientaciones
un parlamento nacional, el nuevo estado ten- respecto de los valores ültimos. A fines del
dna que descentralizar al máximo sus pro- siglo pasado, contra Ia d., entendida justa-
pias funciones en "comunas rurales". que mente en su sentido tradicional de doctrina
habrIan de enviar sus representantes a una de Ia soberania popular, se fue formulando
asamblea nacional, a Ia que dejanlan "pocas, una criticzt, que pretendiO por el contrario
peru importantes funciones 1. .1 cumplidus estar basada exclusivamente en Ia observu-
por funcionarios cornunales". ciOn de los hechos, no ideolOgica, sino, al
InspirAndose en las reflexiones de Marx menos en el asunto, cientifica. por parte de
sobre Ia Comuna, Lenin, en El esiado y Ia revo- los teóricos de las minorias gobernantes o.
lución y en los escritos y discursos dcl perio- coma serán Ilamadas luego con un nombre
do revolucionario, enunció las lineas directri- destinado a tener suerte, de las elites, como
ces y echo las bases de esa nueva d. de los con- Ludwig Gumpiowicz, Gaetano Mosca y Viifre-
sejos, que estuvo en ci centro del debate entre do Pareto. Segin estos escritores Ia sobera-
los pnincipales teOricos del socialismo en los nia popular es un ideai-iiniitc v jtmás ha
anus de 1920, desde Gramsci hasta Rosa correspondido ni puede corresponder de nm-
Luxcmburg, desde Max Adler hasta Korsch, guna manera a una realidad de hecho, por-
para acabar con Anton Pannekock, cuya obra que en todo regimen politico, cuaiquiera sea
OrganLacion revolucionaria y cousejos obre- Ia "formula politica" bajo Ia que los gober-
ros es de 1940. Lo que caracteriza a Ia d. de nantes y sus ideologos lo representan, es
los consejos respecto de Ia d. parlamentaria siempre una minoria de personas, que Mos-
es el reconocimiento de que en Ia .sociedad ca llama "cluse politica", Ia que detenta el
capitalista se ha producido un traslado de los poder efectivo.
centros de poder de los organos tradiciona- Con estu teoria se conciuve Ia larga y afor-
les del estado a Ia gran empresa, y que, par tunada histonia de las trex formas de gobier-
tan to, ci control quc ci ciudadano puede ejer- no que. como se ha visic,, está en los origenes
cer mediante los canales tradicionales de Ia de Ia historia del concepto de d.: desde el
d. solamente politica no es suficiente para momento en que en toda sociedad, de todos
impedir los abusos de poder cuya abolición los tiempos, y en todos los niveics de dviii-
es el objetivo final de Ia democracia. El nue- zaciOn, ci poder está en manos de una mino-
vo tipo de control no puede producirse más na, no existe otra lorma de gobierno que Ia
que sobre los propios luzares de Ia produc- oligarquica. Lo cuai no impiica que todos los
ciOn, y es ejercido no por el abstructo ciuda- regimenes sean iguales sine simplemente que,
dano de Ia d. formal sino par el ciudadano en si se puede destacar una diferencia, Csta no
cuanto trabajador a través de los consejos de puede depender de un cniterio extrinseco
fábrica. El consejo de fábrica Sc hace asi el como el dci nümero de los gobernantes (uno,
germen de un nuevo tipo de estado, que es el pocos, muchr.$) sino de los diversos modes
estado o comunidad de los trabajadores en con que una clase politica se forma, se repro-
contraposiciOn aI estado de los ciudadanos, duce, se renueva, organizu y ejerce ci poder.
a travs de una expansion de este tipo de ora- El propio Mosc:* distinguiO. respecto dci
nismo a todos los lugares de Ia sociedad en modo con que se forman las clases politicas,
los que existen decisione importantes a las que Se tramiten ci poder hereditariamen-
tomar. El sistema estatal en su conjunto ser te y las que Sc Jimentan de las ciase.s infe-
una fedcracion de consejos unificados riores: respecto dcl modo con que ejercen ci
mediante una ascendente a,rupaciOn de los poder, las que Jo ejercen sin control y las que
mismos a diversos niveles territoriales v de esttn controladas desdc abajo; de tal modu
empresa. contrapuso en el primer case d. a aristocra-
cia, en el segundo d. a autocracia. cspcifican-
vii DEM'RACIA Y ELITISMO La critica que, por do par lo menos dos tipos de regimenes que
un lado, ci liberalismo dirige a Ia d. directa, aun teniendo una ciasc puiitica dominante
v Ia critica que. por el otro, ci seciaiismo din- pueden considerarse segün ci derecho demo- -

a Ia d. representativa, están inspiradas cráticos. En este camino Ia teoria de las eli-


DEMOCRMI, 449

tes recupera to que de realista, y no meramen- gaciOn renovable periodicamente y fundada


te ideologico, contiene Ia doctrina tradicional en una declaración de confianza, y en el ámbi-
de Ia d., y tiene como consecuencia no tanto to de reglas establecidas (constituciOn), y no
Ia negación de Ia existencia de regimenes en virtud de los dotes carismáticos del jefe
democr'tticos, cuanto más que nada una rede- o a partir de Ia conquista violenta (golpe de
FiniciOn, que ha acabado par hacerse predo- estado, revuelta militar, revoluciOn, etc.) N.
miflante en In actual ciencia p0t Itica, de demo- tambiCn elites, teoria de las).
cracia. En capita lismo, socialismo v dernocra-
cia (1942), Joseph A. Schumpeter contrapone VIII. EL SIGNIFIcADO FORMAL DR DEMOCRA(IA. Tanto
a Ia doctrina clásica de Ia d., segün Ia cual Ia par el modo con quc doctrinas opuestas res-
d. consiste en Ia realización del bien comun pecto de los valores fundamentales, como las
a traves de Ia voluntad general, expresando doctrinas liberales y las socialistas, han con-
una no mjor identificada voluntad del pue- siderado Ia d. no incompatible con sus pro-
blo, otra doctrina de Ia d. que toma cn cuen- pios principios sino más bien como una par-
ta el resultado considerado realistamente te integrante de su propio credo, al punto de
impugnable de Ia teoria de las elites. Segün que es perfectamente correcto hablar de libe-
Schumpeter, hay d. dondc hay diversos gru- ralismo democrático y de socialismo demo-
pos que compiten entre si por Ia conquista del crático y es creible que un liberalismo sin d.
poder, mediunte una lucha que tiene par obje- ya no seria considerado hey un 'verdadero"
to el veto popular. Una detinición de este liberalismo, y un socialismo sin d. un "ver-
género toma en cuenta Ia importancia prima- dadero" socialismo, cuanto per el modo con
na, no descuidable, del liderazgo en toda for- que una doctrina inicialmente hostil a Ia d.,
macion politica. y al mismo tiempo permite como Ia teoria de las Clites, se ha ida conci-
distinguir un regimen de otro con base en ci liando con ella, puede deducirse que par d.
modo con que los diversos liderazgos Se dis- se ha entendido siempre un mCtodo 0 Ufl Carl-
putan el poder, señalando en Ia d. aquella for- junta de reglas de procedimiento pant Ia cons-
ma de regimen en que Ia contienda par Ia con- tituciOn del gobierno y pant Ia formaciOn de
quista del poder se resuelve en favor de quien las decisiones politicas (es decir de las dcci-
haya logrado acaparar en una libre competen- siones vinculantes para toda Ia comunidad)
cia el mayor nOmcro de votos. mOs que una determinada ideologia. La d. es
Ampliando y preci.sando esta temática, unu compatible, par un lado, con ductrinas dife-
redefiniciOn de d. que quisiera tener en cuen- rentes en contenido idcológico, par el otro,
ta Ia ineliminable presencia de más clases con una teoria, que en algunas de sus expre-
politicas en competencia entre .si deberia siones y por cierto en su motivaciOn inicial,
comprender el examen de por to menus tres ha tenido un contenido netamente antidemo-
puntos: reclutamiento, extension y fuente dcl crttico, precisamente porque siempre ha ida
poder de Ia clase polItica. Respecto del reclu- asumiendo un significado esencialmente de
tamiento, una clase politica puede Ilamarse procedimiento y no sustancial, aun cuando Ia
demc.crática cuando su personal es obtenido aceptación de estas reglas y no de otras pre-
mediante una libre competicion electoral, y .supone una orientación favorable a algunos
no, por ejemplo, mediante Ia trasmisiOn here- valores, que a menudo son considerados
ditaria o Ia cooptaciOn. Respecto de Ia exten- caracteristicos del ideal democrático, como
sión, cuando este personal es tan numeroso eI de Ia solución pucifica de los conflictos
que Sc divide dc manera estable en clase poll- sociales, de Ia eliminaciOn hasta donde sea
tica en el gobierno y clase politica en Ia opo- posible de Ia violencia institucional, de Ia fre-
siciOn y cubre el area del gobierno central y cuente alternancia de Ia clase polItica. de Ia
del gobierno local en sus mOltiples articula- tolerancia y asi sucesivaniente.
ciones.y no está, en cambio, constituido por En Ia teoria politica contemporinea predo-
un grupo restringido y cerrado que dirige minante en los palses de tradición
todo un pals mediante comisarios a funcio- democrático-Iiberal las definicic,nes de d. tien-
narius dependientes. Re.sp.cto de Ia fuente dcl den a resolverse y a agotarse en un elenco más
poder, cuando st s Ljercido por una clase a menos aniplio scgOn los autules de reglas
politica representativa, can base en una dde- dcl juego a, como tambiCn han sido Ilamadas,
350 DEM()CRACb

de "universales de procedimiento". Entre es posible establecer cuántas de estas reglas


ellos: 11 el maxima Organa politico, a quien dehen ser observadas para que un regimen
está asignada Ia funciOn kgislativa, debe pueda liamarse democrático; puede afirmarse
estar compueto por miembros elcidos solamente quc un regimen que no observe
directa o indirectamente, con elecciones de ninguna no es par cierto un regimen demo-
primer a de segundo grado, por el pueblo; 21 cr.Xtico, al menus hasta que se mantenga fir-
junta al supremo Organo legislativo deben cxi- mccl significado de procedimiento de demo-
hr otras instituciones con dirigentes ekgidos. cracia.
como los entes de Ia administraciOn local a
ci jele dcl estado (coma sucede en las repU- IX. ALC.UNAS TIPOLO(,IAS DE LOS REGIMENES DEMOCRA
blicas); 31 electores deben ser todos los ciu- ncos. En el ámbito de esta nocion de d., y par
dadanos que hayan alcanzado Ia mayoria de Ia tanto permaneciendo coristante ci imperio
edad sin distinciOn de raza, de religion. de de estas reglas, Sc suclen distinguir diversas
ingresos. y posiblemente también dc sexo; 41 espei-ies de regimenes democráticos. La mul-
todos los electores deben tener igual voto; 51 tiplicidad de las tipolagias depende de Ia
todos los electores deben ser libres de votar vaniedad de los cniterios adoptados paru Ia
segün su propia opiniOn formada lo más libre- clasificaciOn de las diversas formas de demo-
mente posible. es decir en una libre contien- cracia. Enumeramos aigunas. disponiendolas
da de grupos politicos quc compiten por for- segün Ia profundidad del nivel de In estruc-
mar Ia representacion nacional; 61 deben ser tura social global quc human en consid-
libres también en ci sentido de que deben ración.
estar en condiciones de tener alternutivas rca- En el nivel mäs superficial secoloca Ia dis-
les Oo cual excluve como democrática a cual- tinciOn, hasada en ci critenio juridico-
quit r elecciOn con lista Onica y bloqueada); institucional, entre regimen presidencial v
71 tanto para las elecciones de los represen- regimen parlamcntario: In diferencia entre los
tantes coma para las decisiones dcl supremo dos regimenes est en Ia difercntc relaciOn
Organo politico vale el principio de Ia mayo- entre legislativa v cjecutio. Micntr:Ls quc en
rja numcrica. aun cuando puedeti 5Cr estable- el regimen panlamentario Ia democraticidad
cidas diversas formas de mavoria segOn en- del ejecutivo depende del hecho de quc Cste
herbs de oportunidtd no definibics de una vez es una emanación dcl legislativo, ci cual a su
par toda; 81 ninguna decisiOn tomada par vex descansa en el voto popular, en ci regimen
ma)oria debe limitar los derechos de In mino- presidencial ci jefc del ejecuhivo es elegido
na, de manera particular ci derecho de con- directamente par el pueblo con In consecuen-
vertirse, en igualdad de coridiciones, en mayo- - cia de que este responde par su mandato no
na; 9] ci Organo de gobierno debe gozur de Ia al panlamento sino a los electores que saflcio-
confianza del parlamento o bien dcl jete del nan su conducta politica no rceiigiendolo.
poder ejecutivo it su vez elegido pcn- el pthIo. En el nivel inrrediataniente inferior C halla
Como se ye, todts estas reglus e'tabIecen In tipologia que toma en considcrucion eb sis-
cómo se debe Ilegar a Ia decision palitica v temu de los partidos, de Ia cuai existen dos
no qué se debe decidir. Desde el punto de vista vaniantes. Con base en ci nOmero de los par-
dcl qtiè ci conjunto de las regias del juego tidos (es decir con base en ci mismo criteria
demoerático no establecen nada salvo In nOnicrico quc ctructeriza a Ia tipulogia aris-
cxclu'JOn de las decisiones que de alguna totClic.ij Sc distinguen sistema , bipartidistis
manera contribuirian a dejar sin efecto una y multipantidistus (ci sistcma monopartidis-
a m.ts re1las dcl juego. Par otra parte. como ta, al menos en 'us formas m:is rigida'., no
para todas las reglas. tambièn para las re:las puede estar comprendido en las forma- demo-
dci juego democrático se debe tener en cuen- crática- de gobierno). Basiindose en ci niodo
ha Ia desviación existente entre Li enunciacion en que los purtidos se disponen los urios hacia
de su coritenido y el modo en quc on aplica- o contra los otros en ci sistema, es decir en
das. Por cierto ninuun ré'imen histórica ha los ILmudos polo, de atracciOn o de repul-
observadojams completamente ci dictado de siOn LIC los diverso, partidos, se distinucn
todas estas regias. v par esta cs licito hablar re'imenes ipoiaies. Cli los que los diversos
de regimcnes más a menos demacratico. No partidos se agrupan en tomb a lob do-, pubs
DE%1OCRCL 451

del gobierno y de Ia uposicion. v multipola- distinguido tres tipos de d.: a] con una alta
res. en los que los diversos partido.s se dispo- autonomia dc los subsistemas (Inglaterra y
nen hacia ci centro y hacia las dos oposicio- Estados Unidos), dcnde por "subsistemas" se
nes, Ia de derecha y Ia de izquierda (con Ia entienden los partidos, los sindicados, los gru-
advertencia de que también en este caso un pos de presiOn en general; h] con limitada
sistema monupolar, es decir donde no exista autonomia de los subsisiemas (Ia Fruncia de
una oposición reconocida, y por lo tanto exis- Ia III RepOblica, Italia despué.s de Ia segun-
La solo un poio, no puede ser cunsiderado da guerra mundial. Ia Alemania de Weimar);
entre las lormas democráticas de gobierno). c] con baja autonomia de los subsistemas
Esta segunda variunte (introducida por Gio- (Mexico). Modelos ideales mãs que tipos his-
vanni Sartori) of rece en comparaciOn con Ia tOricos son las tres [ormas de d. unalizadas
primera dos ventajas: a] permite tenr en por Robert DahI en su iibroA preface to demo
cuenta las alianzas de los partidos con Ia con- cratk theory (1956): Ia d. madisoniana, que
secuencia de que un sistema multipartidista consiste sobre todo en los mecanismos de fcc-
puede ser bipolar. y por lo tanto tener las mis- no dcl poder, y por lo tanto coincide con el
mas caracteristicas que un sistema biparti- ideal constitucionalista dci estado limitado
dista; b] permite una ulterior distincion entre por el derecho o del gobierno de Ia Icy con-
sistemas polarizados y sistemas no polariza- tra ci gohierno de los hombres (en ci que siem-
dos segOn que existan en los dos extremus pre se ha manifestado histOricamente Ia tira-
franjas que tienden a Ia ruptura del sistema nia); Ia d. populista, cuyo principio fundamen-
(partidos antisistema). de donde Ia ulterior tal es Ia soberania de Ia mavoria; lad. poliOr-
distincion entre multipartidismo extremo y quica, que busca las condiciones dci orden
multipartidismo moderudo. Teniendo en democrático no en expedientes de carácter
cuenta, además dcl sistema de partidos, tam- constitucional sino en prerrequisitos so:iules,
hién Ia culturd politka, Arend Lijphart ha dis- es decir en el funcionamiento de algunas
tinguido los regimenes demOcraticos basados reglas fundamentales quc permiten y guran-
en lfl mayor o menor fragmentacion de Ia cul- tizan Ia libre expresiOn del voto. ci predomi-
tura p-jilt ica en centrifugos y centripetos (dis- nio de las decisiones que han tenido el mayor
tinciOn que corresponde aproximadamente a nOmero de votos, el control de las decisiones
Ia precedente cntrc regimenes poiarizados y por pane de los ciectores, etcetera.
no polarizados); por lo tanto, introduciendo
un segundo criterio basado en Ia observaciOn X. OEMOckACIA FORMAL V DEMXRACIA SCSTANCIAL
de que el comportamiento de las elites pue- Junto a Ia noción procesal de d., predominan-
de estar más dispuesto a las coaliciones (coa- tc en Ia teoria politica occidental yen ci ámbi-
lescent) o mOs competitivo, y combinándolo to de Ia "ciencia politica", SC ha ido difundien-
con el precedente. ha especificado otros dos do en ci lenguaje politico contemporaneo otro
tipos de d., que ha llamado "d. consociativa" significado de d. que comprende formas de
(consociafwnal) y " de.spolitizada" segOn que regimen politico, como las de los paises soda-
ci comportamiento no competitivo de las eli- listas o de los paises del tercer mundo espe-
tes se empairne con una cultuz-a politica frag- cialmente africanos, en los que no están en
mentada u hamogénea. Lad. consociativa, de vior, o no son respetadas, aun cuando están
Ia que !a, mayores ejemplos son Austria, Sui- en vigor, algunas o todas las reglas par las que
za, Holanda, BClgica, ha sido Ilamada tam- se liaman democrOticos por larga tradición
blCn, con particular atenciOn al caso suizo, los reimenes Iiberal-democráticos y los regi-
"concordante" (concordant democracy, menes socialdemócratas. Para evitar Ia con-
Kon:ordanz-demokratiei y definida como fusiOn entre dos significados tan diferentes
aquella en quc se producen tratativas en ci del mismo término Se ha establecido el uso
vCrtice entre lo- lideres de las subculturas de especificar ci concepto genCrico de d. con
rivziles pri r Ia formaciOn de un gobierno un atributo calificante. y asi se llama, por
estable. ejemplo. 'formal" a Ia primera y "sutancial"
Descendiendo a un nivel todavia más pro- a Ia segunda. Formal Ia primera, porque está
[undo, es decir al nive-1 de las estructuras de caracterizada por los llamados "universales
Ia sociedad subvacente, Gabriel Almond ha de procedimiento". con ci empieo de los cua-
452 DEMOCRACI

les se pueden tomar decisiones de diferente necesario reconocer que en las dos expresio-
contenido (como demuestra Ia presencia de nes "d. formal" y "d. sustanciai" ci término
regimenes liberates y democráticos junto a "d." tiene dos significados netamente distin-
regimenes socialistas y democrtticos): sustan- tos. En Ia primera indica un cierto conjunto
cial In scgunda, porque se refiere predomi- de medios, como lo son precisamente las
nantemente a ciertos contenidos it su vez ins- regias de procedimientos arriba descritas,
pirados en ideales caracteristicos de In tra- independientemente de Ia consideraciOn de
dición de pensamiento democrático, in prirnz.c los fines: en In segunda indica un cierto can-
ci igualitarismo. Segun una vieja formula que junto de fines, como lo es, sobre todo, elfin
considera a Ia d. como gobierno del pueblo de Ia igualdad no solamente juridica sino tam-
para ci pueblo. Ia d. formal es más que nada bién social cuando no econOmica, indepen-
un gobierno del pueblo. Ia d. sustancial es dientemente de In considcracion de los
más que nada un gobierno para ci pueblo. Asi medios adoptados para lograrios. Puesto que
como una d. formal puede lavorecer a una en Ia larga historia de Ia teoria democrOtica
minoria restringida de detentadores del se entrecruzan motivos de método v motivos
poder económico, y por to tanto no ser un ideales, que se encuentrun perfectamente fun-
gobierno para ci pueblo .tun siendo un gobier- didos en Ia teoria rousseauniana segün Ia cual
no del pueblo, unu dictadura politica puede ci ideal igualitario que Ia inspira (d. como
favorecer en periodos de transformación valor) se realiza solamente en Ia formacion de
revotucionaria, cuando no subsisten las con- Ia voluntad general (d. coma método), ambos
diciones para ci ejercicio de una d. formal, a significados de "d." son históricamente legi-
Ia clase mas numerosa de los ciudadanos, y timos. Pero In legitimidad histOrica de su uso
por to tanto ser un gobierno para ci pueblo, no autoriza ninguna iiacion sabre Ia eventua-
aun sin ser un gobierno del pueblo. También lidad de que tengan un etemento connotati-
se ha observado (Macpherson) que ci concep- vo comOn. Dc esta falta de un eleniento con-
to de d. referido a los estados socialistas (y notativo comOn es prueba Ia esterilidad del
a los estados del tercer mundo) refieja más debate entre partidarios de las d. liberaics y
fielmente ci significado untiguo (uristotélico) part idarios de las d. populares sabre Ia mayor
de d. par ci cual d. es ci gobierno de los pobres a menor democraticidad de los respectivos
contra los ricos, es decir que es un estado de regimencs. Cada uno de los dos tipos de régi-
ciase, y tratándose de Ia ciase de los pobres, men es democratico segUn ci significado de
es el gobierno de Ia clase más numerosa o de "d." preelegido por ci defensor y no democra-
In mayoria (y es eta Ia razón par Ia que Ia tico scgOn ci significado preetegido por ci
d. ha sido en ci cm so de los siglos más cxc- advcrsurio. El Onico punto en que los unos y
crada que exaitada). los otros podrian convenir es que una d. per-
Para quien, como Macpherson, opine quc fectu —hasta ahora en ningün lugar realiza-
el discur'o en torno a In d. no se resuelve con da, y por lo tanto, utOpica— deberia ser at
definir y redefinir una palabra que por su sig- mismo tiempo formal V sustancial.
nificado euiOgico se refiere a diversas cosas
sino que e debe concluir con el determinar BIBLIOGP.AFIA: J. A.znoli y P. Bruckner, La trans-
un concepto general de d. distinguible en spe- for;nacion de Ia democracia (1968), Mexico. Siglo
cies, de las que una seria Ia d. liberal. In otra XXI, 1971; R. Aron, Denocracia v totalitarismo
Ia d. de los paises socialistas, dicho esto que- (1965), Barcelona, Seix Barral; C. Burdeau. La
data dii icultad de hallar Ia que estas dus epe- deiiocvtwia (1956), Barcelona. Arid, 1970; L.
des tienen en comün. La respuesta extrema- Cai.tiIi. La democrazia manipolata, Milan. 1965;
damente genéric,.t que se ye obligado a dar R.A. D.hI, A preface to democratic theory, Chi-
este autor, segOn ci cual las tres espedies de cago. 1956; R.A. DahI, Poliarchia (1971), Milan.
d. tienen en comOn elfin Oltimo, "proveer las F. Angcli, 1981; M.1. Finley, Vieja y nueva demo-
condiciones para el pleno v libre desarrollo cracia (1972), Burcelcna, Arid: C. Fasso, (compj,
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todos los miembros de Ia soicdad" (p. 37), no, 19672; C.J. Friedrich, Gobierno COHti1UCi0-
dernustra Ia inanidad de Ia tentativa. T'ara ualv tkmvcracia (1950). Madrid, Ccntro dc Estu
no perderse en discusiones inconciuventes es dios Constitucionules. 1975; P. Gonialei Caano-
DERECHO 45

va (comp.), No inlervenciôn, autodeierrninación nes consideradas más destructivas del con-


v demucracia en Amdrica Latina, Mexico, Siglo junto social, Ia soluciôn de los conflictos que
XXI-iis, 1983; F.A. Hermens. La detnucrazia rap amenazan, Si no son resueitos, con hacer
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dad demoerdtica: liberalismu, socialismo, lercer namiento normativo del d. respecto de las
mundo (1966), Barcelona. Fontanella, 1968; C.B. otras Formas de ordenamientos normativos
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R. Miliband, Marxismoypol(lica(1977), Mexico, fuerza fisica para obtener ci respeto de las
Siglo XXI, 1978; S. Moore, Criiica de la demo- normas, para hacer, como se dice, efectivo o
cracia capitalisia, Mexico, Siglo XXI, 19792; F. eficaz ci ordenamiento en su conjunto, Ia
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and excluded, en The Monist. 29-50. 1971; G. Sar- miento normativo coactivo) y politica se hace
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Limusa; W. Schlangen, Dernocrazia e societá d. coma ci principal instrumento mediante el
borghese (1973), Bolonia, 11 Mulino, 1979; J.L. Tat- cual las fuerzas politicas que detienen el
mon. Los origene.s de la democracia totalitaria poder dominante en una determinada socie-
(1952), Mexico, Aguilar, 1956; W. UlIman, Prin- dad elercen su dominio.
cipios de gobierno y politica en la Edad Media Dc esta conexión se hizo consciente Ia fib-
(1961), Madrid. Aguilar, 1985; F. Venturi, Utopia sofia politica y juridica que acompana el naci-
e rifonna ne!l'illuminisno, Turin, Einaudi, 1970. miento del estado moderno e interpreta
refleja su espiritu, desde Hobbes, a través de
[NoithERTo BOBBIO] Locke, Rousseau, Kant, Hegel, Marx, hasta
Max Weben y Kelsen, al punto de hacer apa-
recer estructura juridica y poder politico,
ordenamiento y fuerza coactiva, el momento
derecho de Ia organización del poder coactivo y el
momenta de Ia potencia que se sirve de Ia
I. EL DE!ECHO ((".10 ORDEA1IENTO NORMATI'O cOAC organización de Ia fuerza para alcanzar sus
TWO. Entre los multiples significados de Ia propios objetivos, en suma d. y estado en las
palabra "d." el signiticado que está más estre- acepciones más comunes de estos dos tCrmi-
chamente conectado con Ia teoria del estado nos, como dos caras de Ia misma moneda. Una
ode Ia politica es el del d. como ordenamien- de las caracteristicas principales de las diver.
to normativo (significado que aparece, por sas teoriab del estado moderno, una especie
ejemplo, en expresiones coma "d. positivo ha- de hilo rojo que permite mantenerjuntas las
liano"), es decir coma conjunto de normas de diversas doctrinas y de comprender su nexo
conducta y de organizaciön que constituyen y su desarroilo, es justamente ci dobie v con-
una unidad, quc tienen par contenido Ia regla- vergente proceso de estatalizacion del d. y de
mentación de relaciones fundamentales para juridicizaciOn del estado, par el cuai, par un
Ia convivencia v Ia supervivencia dcl grupo lado, ci d. es considerado desde el punto de
social, como son las relaciones familiares, las vista del estado, o de lo que es ci elemento
relaciones ecoriómicas, las relaciones superio.. caracteristico del poder del estado, es decir
res de poder (o relaciones politicas), asi coma el poder soberano, por lo cual de Hobbes en
Ia reglamentaciOn de los modos v de las for- adelante sure Ia tendencia a definir el d.
mas con quc ci grupo sc.ciai reacciona a Ia yb- como el conjunto de las reglas establecidas
lación de las normas de primer grado o insti- e impuestas par aquel o aquellos que deten-
tucionalización de Ia sanción, y que tiene tan el poder soberano y, por el otro, ci esta-
coma fin minimo ci impedimento de las accio- does considerado desde ci punto de vista del
454 DF.RECHO

ordenamiento juridico, es decir de Ia compic- reiaciones de fuerta— al estado juridico, es


ja red de reglas, de Ia que las normas consti- decir al estado que estC basado en on acto
tucionales, no importa Si escritas o no escri- juridico coma Ia es ci pacto con que los mdi-
tas. son ci techo o los cimien Los, las leycs, los viduos particulares se asocian y comparten
reglamentos, las previsiones administrativas, sus propios haheres v sus propias fuerzas
las sentencias de los jucces son los divcrsos para atribuirias a un Onico soherano quc, una
pisos (para repetir una vez más Ia dichusa yez constituido, es Iucnte ünica v exciusiva
mctãfura kelseniana del ordenamiento luri- del derecho positivo. En Locke el paso de Ia
dicu como una estructura piramidal), como sociedad natural, donde se desarrollan las
ci conjunto de los poderes que son ejercidos relaciones familiares y las económicas, al
en ci dmbito de dicha estructura (ci Ilamado estado, puede representarse coma ci paso de
estadu de d. en ci sentido más amplio de Ia Ia sociedad de d. privado, cs decir de un d.
palabra), y en cuanto tales, y solo en cuanto todavia imperfecto. v no protegido, porquc
tales, son aceptados como poderes legitimos. falta un poder superpartes capaz de dirimir
Este proceso de convergencia entre estructu- las coniroversias en modo imparcial. a Ia
ras juridicas y poder politico tuvo coma con- suciedad dc d. puhiico, es decir de d. protegi-
secuencia Ia reducciOn del d. a d. estatal (en do y, por lo tanto, perlecto. En las dos br-
el sentido de que no existe otro ordenamien. mas de sociedad precedentes al estado del
to juridico que ci quc se identifica con ci orde- contrato social descritas por Rousseau en ci
namiento coactivo dcl estado) y al mismo Diseurso sabre ci origen de Ia desigualdad
tiempo Ia reducción dci estadu a estadojuri- efltrt' los hombres, ci estado de naturaleza es
dico (en ci sent ido dc que no cxiste ci estado un cstado no juridicu par ser esencialmente
sino coma ordcnamiento juridico). Con dos no sociable, donde ci hombre es hueno no por-
fOrmulas simples y simplificantcs: desde el que esté frenado por Las Icycs (de las que no
momento en quc nace el estado moderno hay ninguna necesidad) sino porquc no tiene
como estado centraiizado, unitario, unifican- vicios ni pasiones; en Ia societe chile, que nace
te, que tiende a Ia monopolización, en un de Ia division entrc Ia mio V lo tuvo, sicndo
momento, de Ia producción juridica (a travs las rclacioncs cnlre los individuos, de mane-
de Ia subordinaciOn de todas las fuentes de ra no difcrcntc dc lo que sucedc en ci cstado
producciOn dci d. a aquella que es propia dcl de naturaleza hobbesiano, relaciunes de fuer-
poder estatal organizado, es decir Ia Icy) y dci ia, no rige otro d. quc ci d. dcl rnás fuerte que
apartado coactivo (a través de Ia transforma- al principio dc El c'mitrato social Cs critic$do
ciOn de los jueces en funcionarios de Ia coro- coma no derecho. Socicdad juridica es sola-
na y Ia formacion de ejércitos nacionales), Sc mente Ia asociaciOn que nace del contrato
puede decir que ya no existe otro d. que ci d. social, cs decir ci estado en ci sentido propio
estatal. y Va no existe otro estado que ci esta- de Ia palabra, cuva voluntad se expresa par
do juridico. medio dc aquclia forma de d. más alta que es
Ia Icy. Para Kant, como para Locke, Ia socic-
U. COXVERGESCL'. ENTRE ORDIXAflENTO iUl!DICO i dad natural quc precede al estado cs una
PODER ESTATAL EN LA FILOsOFtA POLIItCA \IODERNA. sociedad dc d. natural o privado: Ia constan-
Momento ejemplar de eta convergencia entre te tendencia it inwrar ci d. en ci estado, a
ordenamiento juridico v poder estatal es Ia considerar ci d. perfecto, es dccir el d. prole-
filosofia politica de Hobbes, que también par gido por Ia coucciOn, coma ci momento quc
esta razOn puede er con',iderada como Ia pri- discrimina ci etado del no estado, se reveL
mera y ms significativa teoria dcl estado aqui en Ia contrapusiciOn entre ci d. mera-
moderno: el paso dci estado de naturaleza al mente provisional dcl estado de naturaleza y
estado civil, que luego es paso dcl no estado ci d. percntorio dci cstad civil.
al estado, representa también ci paso de un El sistema de filosofia dcl d. dc Hegcl es
estado. no juridico —Cs decir donde no cxi,- demusiado ccimpiejo para jdcr 5cr comprcn-
te un d. objetivo universalmente válido, sos- dido en Ia Onica temática dc las relaciones
tenido por una fucrza comOn, sino que exis- cntrc d. y estado: el d. en sentido ampliu corn-
ten solamente d. sub jetivos sostenidos par Ia prcndc no solo ci d. priv ado y ci d. publico
fuerza de cada uno. v par Ia tanto solamente sino iamhien Ia nioraiidad, no solo ci d. en
L)ERI:CII() 4"

sentido esiricto (que corresponde a grandes rente que ci d. pUblico-positivo rcspecto del
rasgos ai d. privado) sino tambien Ia esfera d. privado-natural. Para Kelscn, cI estado no
de Ia eticidad. Sin embargo, es un hecho que está para nada Fuera del ordenamiento jurl-
si ci d. en sentido amplia es "ci reino dc Ia dicu: desde ci momento en quc el estado es
libertad realizada", ci mismo se realiza con ia organización de Ia fucrza monopolizada, y
plenitud soiamentc en ci estado. En Marx d. esta organización se expresa en on ordena-
y estado pertenecen umbos a Ia estera de Ia miento coactivo, es decir en ci ordenamiento
superestructura, denominada en ci conocido normativo cspecifico que es el d., d. y estado
pasaje (que sirve de modeIo) de Ia Coniribu- son unurn el idern, y to quc sc liama habituai-
cióu a la critica de Ia econcirnia pohuca, "supe- mente poder politico no es otra cosa que ci
restructura juridica y poiitica", cumo si se podcr que, hacienda efectivo un ordenamien-
tratara de on conjunto mal distinguibie en to normativo, hace de este ordenamiento on
panes diferentes y separadas: tanto que Ia ordenamicnto real y no imaginario. Weber y
extineión del estado implica también Ia extin- Kclsen interpretan a Fonda ci mismo ienóme-
ción dci d. y viceversa. En general todas las no de Ia convcrgencia del estado y dcl d. aun-
corrientes sociales que, coma las corrientes que observándolo desde dos puntos de vista
anarquistas y las del sociaiismo utópico, diferentes: Weber, desde el punto de vista de
hicieron ia guerra ul estado, a! mismo tiem- Ia jurisdiccion del estado, es decir del poder
pa hicieron ia guerra ai d.: qué mejor prue- estatal quc se racionaiiza a través de una corn-
ba de Ia identilicaciOn de d. y estado en ci pen- pleja estructura nurmativa articulada y jerár-
sarniento poiitico que acompana ci crecimien- quica; Keisen, desde ci punto de vista de Ia
to dci estado modcrno v de lat concepciOn pre- estatalizackm dcl d., es decir del sistema nor-
dominante dci d. coma Fenrimeno estatal que mativo quc Sc realiza a través del eercicio del
csta polémica simultánea contra el estado v mäximo poder que es el poder que se vale de
el d. por parte de las corrientes libertarias v Ia fuerza monopoiizada. Weber considera at
socialistas? d., o bien Ia estructura normal iva, en función
Considérense par Fin los dos mayores teó- del podcr; Kelsen considera al poder en fun-
ricos dci estado mederna de este Ultimo sigio: ción dcl derecho. La racionalización del pader
Max Weber v Hans Keisen. La tendencia a Ia a través dcl d. es Ia oLra cara de Ia realiza-
identificación del d. (entendido coma ordena- ciOn del d. par media dci F'der: ci d. es ia poll-
mienta coactivo) con ci estadu (entendido tica vista a trivés de su proceso de racionali-
coma aparato it través dcl cuai los detenta- zación, asi coma ci poder cs ci d. visto en su
dores del poder ietimo ejercen su dominio) proccso de realizaciUn. Pero como no puedc
ilego a sus extremas consecuencias. Para haber poder sin d., si ci poder dci estado
Weber ci gran estado moderno es ci estado moderno es poder legal, asi no puede haber
en que Ia icgitimidad dcl poder dcpendc de d. sin pader, si ci d. es ci ordenamiento que
su iegaiidad. es dccir del hecho de quc ci se realiza sol-amente mediante Ia fuerza.
poder se presenta coma derivado de on orde-
namiento normativo constituido y aceptado, In LA 5LPRIruACIA DE LA LE. El proceso, aqul bre-
se ejerce segün normas preestabiecidas: Ia vemente delineado, de canvergencia entre d.
ran dicotomia ahistórica de Ia filosof ía poii- y estado contribuve a destacar particularmen-
tica iusnaturalista, entre sociedad natural y te, entre las diversas formas que una regla
sociedad civil, Weber ia sustituve par Ia dico- imperativa puede asumir. Ia forma de Ia icy,
tomia históricamente fundada entre poder cuando par icy se entienda Ia norma quc es
tradicionai y poder legal, a ia cuai, en térmi- general respecto de los destinatarios, abstrac-
nos jurIdicos, corrcspondc ia distinción ya no ta respecto de Ia acciun prevista. e impuesta
en Ire d. privado u natural y d. püblico a posi- con un acto de voluntad deliberada por ci
tivu, v tampoco entre no derecho v d., sino pader dominantc. La cual equivate a decir que
cntrc d. consuetudinaria. propio dci estado en ci proceso de desarroilo dcl estado moder-
pat riarcal, y d. legislativo, propio dcl estadri no, junto a Ia resoiución del d. entendido
de d., donde además el d. legislativo represen- coma ordenamiento normativo del estado,
ta rcspctu del d. consuctudinario un d. más mcdiantc Ia identificacion dci d. con ci orde-
perfecto, más "racional". de manera no dii e- namiento coctivo y dcl cstado con Ia fuerza
456 DERECHO

monopolizada, se asiste tamhién a Ia reduc- dos para aplicarlas: "La autoridad iegislati-
clan de todas las fuentes tradicionales dcl d. va o supi-ema no puede asumir ci poder de
a Ia nica fuente de Ia Icy. Estc doble proc- gobernar con decretos extemporáneos v arbi-
so puede ser resumido en esta krmuia: mien- trarios, sino que es mantenida para dispen-
tras que el d. en sentido resti'ingido se hace sar Ia justicia y para decidir en torno a los
cada vez más d. estatal, el d. estatal en senti- derechos de los sübditos, con ieyes promul-
do restringido se hace cada vez más d. legis- gadas y fijas y jueces autorizados y conoci.
lativo. Aün mâs brevemente: ci proceso de dos" (Segundo irazudo sobre ci gohierno civil,
juridificacion del estado es acornpanado por §§ 134y 136). En Rousseau Ia propiedad esen-
un proceso de lcgali-iacion del derecho. Las cial quc posee Ia voluntad soberana de ser
manifestaciones históricamente más inipor- general es Ia misma que tiene ci d. en su for-
tantes de este ploceso son, por un lado, las ma caracteristica de Ia Icy, que se distingue
cunstituciones escritas que acompanan a los de una orden, de un decreto, de una manifes-
grandes trastornos del fin del siglo xviii taciOn de voluntad particular, justamente en
(revoiución nortearnericana y revoluciôn fran- cuanto 'general". Cuando digo quc ci obje-
cesa) y, por ci otro, las grandes codificaciones. to de las leves es siempre general, pretendo
También de este segundo proceso se puc- decir que Ia 1ev considera a los sübditos como
de encontrar un preciso reflejo en Ia filoso- cuerpo colectivo y las acciones abstractamen-
fia politica desde Hobbes en adelante. Una de te, nunca a un hombre como individuo ni una
las principales prerrogativas dcl soberano es, acción particular" (El coniralo social, ii, 6).
segün Hobbes, Ia de "establecer s promuigar La voluntad general no puede expresarse sino
normas, cs decir criterios de medida genera- a través de esas normas generales que son las
les de manera que cada uno sepa qué se debe leyes, pero al mismo ticmpo no podria haber
entender como propio y ajeno, justo e injus- leves, es decir normas generales dirigidas a
to, honesto v deshonesto, hueno v malo" (Dc todos los componcntes dci cuerpo politico
cive, vi, 9): estas normas "suelen ilamarse indistintamente, si no hubiera una voluntad
leycs civiles, o sea leyes dcl estado, porque general. SóloeI estado regido por leycs es un
son las órdenes de quien detenta, en ci esta- estado de acuei do con ci ideal que inspira El
do, Ia soberanIa". Mientras que exalta Ia icy. coniralo social, y es digno, segün Rousseau,
Hobbes desacredita, como es sabido, Ia cos- de ser liamado repüblica. Lo cual significa
tunibre y ci d. de los jucces (ci common law), que Ia Icy es Ia forma privilegiada de mani-
como las fuentes de d. a las que faita ci selio fesiación dc Ia soberania popular, es decir de
de Ia voluntad del soberano, y de tat manera, aquclla forma de soberania que es, a los ojos
después de haber identificado ci d. con el üni- de Rousseau, Ia ünica lcitima. La voluntad
co d. estatal, identifica también ci d. estatal general produce v no puede no producir Ieyes.
con el unico d. legislativo. El "gobierno civil" La producción dcl d. bajo forma de Icy cS Ia
de Locke se basa en Ia primacia del poder principal garantia contra el despotismo.
legisiativo: "Ia primera v fundamental icy Sobre las huellas de Rousseau, Kant distin-
positiva de todas las sociedades politicas con- gue Ia sociedad civil que deriva de un contrato
siste en establecer ci poder legisiativo", ci originario, aun ideal (pero no ficticio), de las
cual "no solamente es ci poder supremo de diversas formas de gobierno en quc Ia sobe-
Ia sociedad poiftica. 5mb que permanece rania que no concierne sino al pueblo puede
sagrado e inmutable en las manos en que Ia ser ejercida. "La ünica constituciön perma-
sciedad lo ha colocado". El fin par ci cual nente —afirma-- es aquelia en que Ia ic es
los individuos se reünen en sociedad es el de soberana y no depnde de ninguna persona
evitar ci arbitrio de Ia interpretación y de Ia particul:ir" (Meta/isica de las costitinbres.
ejecución de las leyes naturales, lo cual suce- Docirina general del derecho, § 52), donde por
derla inevitablemente silos hombres conti- "Icy" entiende Ia norma general v abstracta
nuasen viviendo en ci estado de naturakza: que sob permite dar ciudadania a interescs
ci principal rcmedio contra ci urbitrio Cs Ia no particularistas (V por io tanto, garantizar
constitución de un poder a quien e conf Ic Ia Ia igualdad). El lugar que ocupa Ia Icy en ci
tarea de establecer iees ciertas y fijas, igua- pensamiento hegeliano, desde los escritos
les para todos, v de instituir jueces autoriza- juveniles hasia Ia Filuso/iu dcl derecho. es
DERECHO 457

bien conocido: en este punto basta recordar Organos cuya competencia especifica es Ia de
que Ia 1ev, justamente ccjmo expresion de Ia producir nuevas reglas y los Organos cuya
voluntad general, deciarada, promulada v competencia especifica es Ia de aplicar regias
pübiica. es Ia maxima expresión de Ia racio- ya estabiecidas, están caracterizados en resu-
nalidad del estado, es decir del hecho de que men por ci predominio que asume sabre todas
el estado expresa ci interés universal. Ia con- las otras formas de d. ci d. bajo forma de icy.
ciencia de si del pueblo organizado. Un esta- Uno de los presupuestos del poder legal es,
do cuya voluntad no se exprese todavia en Ia segOn Weber, que "cualquier d. pueda ser
forma de Ia Icy no es un estado cumplido, no estatuido racionaimente rcspecto del valor o
es ci estado Ilegado a Ia más alta expresión respecto del fin (0 de ambos), mediante pac-
de si, como lo es justamente ci estado moder- tación o imposición": un segundo presupues-
no representativo y burocrático del cual to es que "cada d. sea en su esencia un cos-
Hegel es al mism() tiempo ci teórico v ci ideó- mos de reglas abstractas, y de normas esta-
logico. Es sabido que Hegel, al mismo tiem- tuidas a propOsito" (Economia v sociedad, I):
po que exalta Ia Icy, condena ci sistema ingles indtil es decir que ci d. asi definido, o sea el
basado en un d. no legislativo, critica a Ia d. que tiene ci carácter de ser estatuido racio-
escuela histórica que revalora el d. consue- nal e intencionalmente, es el d. legislativo en
tudinario. se alinea con los partidarios de Ia contraposición al d. consuetudinario. La flue-
coditicacion, llama benefactores de Ia huma- va format de poder legitimo que es propia dcl
nidad a los gobernadores que como Justinia- estado moderno nace justamente dci hecho de
no y Napoleon han dado un codigo de ieyes que el d. legislativo, o sea ci d. estatuido por
a sus pueblos. órganos ad hoc, ha supiantado poco a poco
al d. consuetudinario.
W. PODER LEGAL Y POL)ER DE DERECHO. La más aca- Por fin, en las mac autorizadas teorias gene-
bada y consciente teorización de este proce- rales del d. contemporaneas ci ordenamien-
so de identificacion dci d. con Ia forma especi- to juridico estatal es distinguido de otros
fica de Ia 1ev, propio dcl estado moderno, es ordenamientos juridicos, o simplemente nor-
Ia tipologia whcriana tie las diveisas formas mativos, pur el hecho de que a través de un
de poder legitimo, que individuaiizO en ci gradual proceso de division del trabajo juri-
paso de las diversas formas de poder tradi- dico (cunsistente en las dos actividades de Ia
cional —como son los estados patriarcales y producción y de Ia aplicaciUn de las normas
patrimoniales. en ci que ci d. es predominan- juridicas) Ia producción de las normas gene-
temente consuetudinario o judicial— al poder rales ha sido sustraida a Ia costumbre v ha
legal —en que el d. asume cada vez más Ia for- sido confiada a un órgano udecuadamente
ma de norma estatuida—. ci paso de los esta- delegado a tal fin, como el parlamento de los
dos prcmodcrnos al cst ado moderno rcprc- estados representativos. con ia consecuncia
sentativo v admininistrativo. Poder legal es de que el ordenamiento juridico estatal está
para Max Weber aquel que recibe su propia caracterizado par ci hecho de producir d. baja
legitimidad par ci hecho de ser ejercido en Ia forrna de 1ev. A causa de este predominio
conformidad v en ci ambito de reglas precons- tie Ia Icy, ci estado se distingue. segOn Kelsen,
tituidas, y por Ia tanto presupone organos de otros ordenamientos juridicos, como el
adecuadamente delegados a Ia produccion y ordenamiento de las sociedades primitivas v
a Ia continua modificaciOn de estas reglas. coma ci ordenamiento internacional, en cuan-
coma son justainentc los órgunoc kgisiativos, to oidenainiento ieiativannte centi alizado,
que se diferencian cada vez más en un proce- es decir en cuanto ordenamiento cuvas nor-
so natural de divisiOn del trabajo respecto de ma jurIdicas generales no son producidas
los Or anUs dcl poder judicial y los del poder por Ia cotumbre sino por un órgano ad hoc,
administrativo. Mientras que los estados de es decir que asumen Ia forma de Icy. Esta dife-
poder tradicionul e'tan caracterizados por rcnciación dcl ordenamiento ectatai respec-
ordenamiento'.. tie reglas que se trasmiten par to de los ordenamientos de las sc:iedades pri-
tradición v Sc rcnucvan par obra dci cuerpo mitivas v del ordenamiento internacional ha
judicial. los stados d poder kgal están constituidod temacentral d, latoriadJ d.
caracterizados por Ia distincion entre los de Hart: una de las caracteristicas distintivas
45$ DERECHOS DEl. HOMBRE.

del estadu es tambien para Hart Ia presencia (1968). Madrid Tecnos, 1971; R. Treves, Intro-
de nurmas (secundarias) quc atribuven a órga- ducción a Ia socwlogza dcl derecho (1980 2 ),

nos determinados Ia funciôn de producir flue- Madrid. Taurus, 1981: M. Wcber, EconomIa v
'as normas generales o de cambiar las exis- sociedad (1922. 1964). Mexico. Fondo de Cultu-
tentes. ra Económica, 1964, 2 vols.
La superposición, caracteristica de las leo-
rias politicas y juridicas que acumpañan Ia [SORBERTO BOBBIOJ
formaciôn del estado modernu, de Ia imagen
del d. como ordenamiento normativo relati-
vamente cent ralizado con Ia del estado corno derecho de asilo. V. ASILO. DERECHO DE
aparato para el uso de Ia fuerza coneentra-
da, ha dado lugar a Ia persistente imagen del
'estadu de d.", en Ia cual las dos ideas del d.
v del estado están estrechamente liadas al derechos del hombre
punto de constituir un solo cuerpo. Ningun&i
otra cosa de Ia doctrina del estado de d. - I. l*.( LARAC lO\ DE LOS DEREIIIOS F. HI.STORIA CONS! I
que se hizo Ia doctrina oficial del d. püblico TUCIONAL El constitucionalismo moderno tie-
europeo por casi un siglo, de los juristas de ne en Ia promulgacion de on texto escrito, que
Ia Restuuración a los de Ia Repüblica de Wei- contiene una decIaración de los derechos del
mar— puede sintetizar plásticamente el pro- hombre y del ciudadano, uno de sus momen-
ceso aqui brevemente deiineado de estatali- tos nodales de desarrollo v de sus principa-
zación dcl d. v de juriditicaciOn del estado que les conquistas, que consagra las victurias dcl
acompalia a Ia formación del estado moder- ciudadano sobre ci poder.
no. Respecto de dicha doctrina se pueden for- Usualmente, para ubicar en ci piano histó-
mular dos interpretaciones: umt tcórica y una rico su origen, se remite a Ia L)èclaration des
ideolOgica. Teóricamente, expresa, como ha droits de l'homme ci du cizoycn, votada por
destacado muchas veces Kelsen. Ia exigencia Ia Asamblea Nacional Francesa en 1789, en
meramentc cientifica de describir al estado Ia cual se proclamaba Ia libertad y Ia igual-
como orderiamiento juridico, v probaria que dad en los derechos de todos los hombres, se
una teoria no ideologizada del estado no pue- reivindicaban sus derechos naturales e
de ser construida sino como teoria juridica. imprescriptibles (Ia libertad, Ia propiedad. Ia
Ideoiogicamente, expresa ci ideal del consti- seguridad. Ia resistencia a Ia opresiOn). en 'is-
tucionalismo moderno, es decir el ideal del ta de los cuales se constitula toda asociaciôn
estado limitado por el d., cuyos poderes politica legitima. En realidad Ia Ddcla ration
actüan en ci ámbito del d. y cuya legitimidad tenia dos grandes precedentes: los bills of
depcndc dcl hecho de que su acción se desa- rights de muchas colonias norteamericanas,
rrolla dentro de los limites de reglas precons- rebeladas en 1776 contra el dominio de Ingla-
tituidas. terra. v el Bill of rights ingles, que consagra-
ba Ia "Glorious Revolution" de 1689. Desde
BIBUOC,RAFI%. S. Cotta, Perché ii diritto, Brescia, el punto de vista conceptual no existen due-
La Scuola. 1979: H.L.A. Hart, El cozcepzo de dere- rencias sustanciales entre Ia Declaration fran-
cho 11961). Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1968: ce-.a y los Bills norteamericanos, dado que
F. Havek, Fundamenros de la libertad 1960). todos maduraron en ci mismo clima cultural
Madrid, Union, 1978; H. Kantorowicz, The dfi. dorninadu par ci iusnaturalisrno y por ci con-
nition of law. Cambridge, Cambridge Uniersitv tractualismo: los hombres tienen derechos
Press, 1958: H. Kelsen, Teoria gcneral dcl dere naturaics anteriores a Ia formación de Ia
cho v dcl esiado 119451, Mexico, UNA'.!, 1969: H. sociedad, derechos que eI estado debe reco-
Kelsen, Teoria pura del dereciw (1960. Bue- nocer V 2arantizar como derechos del ciuda-
nos Aires, Eudeba; S. Romano, El ordena- dano. Bastante diferente es ci Bill ingles, dado
mienlo juridico 11945j, Madrid, Instituto de que en CI no se reconocen los derechos del
Estudios Politicos, 1963; A. Ross, Sobre el hombre sino que se reafirman los derechos
dtit-cho v Ia juticia (195), Buenos Aires, tradicionales y consuetudinarios del ciudada-
Eudeha; A. Russ. La lOgica de las ;zormas no inglCs, fundados en Ia common law. Duran-
DERECHOS DEL HOMBRE 459

te Ia rcvulución francesa son prociamadas una posicion intermedia aquellos que siguen
at ras Decla rations (1793. 1795): son interesan- at contractualismo, los cuales, aver como boy,
tes Ia de 1793, por su carácter menos mdlvi- fundan estos derechos en ci contrato, expre-
dualista y mãs social en nombre de Ia frater- sado pot Ia constitución, entre las diver sas
nidad, v Ia de 1795, porque junlo a los "dere- fucrzas politicas y sociales. Varian las teorias,
chos" son precisados tamhién los "deberes", peru varia también Ia eficacia de Ia defensa
anticipando asi una tendencia que tomará de estos derechos, que es mixima solamente
cuerpo en 1800 (piensesc en los Dot'eri en un fundamento iusnaturalista, porque los
de!l'uomo, de Ma,zini); también Ia constitu- hace imprescriptibles. Por ejernplo, ia actual
don itailana Ileva coma titulo de Ia primcra constitución de Ia RepOblica Federal Alema-
parte "Derechos v deberes de los ciuda- na prevé Ia no posibiiidad de revision consti-
danos". tucionai para los derechos del ciudadano,
La declaracion de los derechos ha plantca- trastornando asi toda Ia tradición iuspubli-
do diversos problemas que han sido, at mis- cista alemana, fundada en Ia teoria de ia auto-
mo tiempo, politicos v conceptuales. Antes IimitaciOn dci estado.
que nada, Ia relaciOn entrc Ia declaración v Ei tercer problema se refiere al modo dc
Ia constituciOn. entre Ia enunciaciOn de gran- proteger estos derechos: mientras que Li tra-
des principios de derecho natural, evidentes dición francesa se confiaba solamente en hi
a Ia razOn. v Ia concreta organizaciOn del separación de los podercs (y sobre tado en ia
poder par mLdio dcl derecho positivo, que autonomia dcl judiciai) y en Ia participaciOn
impone a los Organos dcl estado Ordenes y de los ciudadanos, a través de sus propios
prohibiciones precisas: en etecto. a dichos representantes, en Ia formaciOn de Ia Icy. Ia
dci echos quedan coma meros principios abs- tradiciOn norteaniericana, desconfiada fren-
tractos (peru los derechos pueden ser prote- te a Ia clase gobernante, quiso una constitu-
gidos solo en el ámbito dci ordenamiento esta- ciOn rigida, no modificabic mãs que por un
tal, par ser derechos juridicamente exigibies) poder constituvente, un control de constitu-
o son principios ideologicos. que sirven para cionaiidad de las Ieyes aprobadas par el legis-
suhvertir el ordenamiento constitucional. lativo: esto garantiza los dereclios dcl ciuda-
Sabre estc tema chocaron a fines del siglo dano contra el despotisnio legal dc Ia mayo-
xviii. por un lado, el racionalismo iusnatura- na. Los paises que han vivido Ia experiencia
lista v, por ci otro, ci utilitarismo v el histo- dci totalitarismo, como Italia Alemania, Sc
ricismo, ambos hostiles a Ia temttica de los han inspirado para sus constituciones más en
derechos del hombre. Era posible asi el con- Ia tradiciOn norteamericana que en Ia
flicto entre los abstractos derechos del horn- francesa.
bre v los concretos derechos del ciudadano, Par fin, estos derechos pueden ser clasifi-
es decir una contienda sabre ci valor de las cados en civiks, poiiticos v sociaks. Los pri-
do cartas. Dc otra munera, si inicialmente, meros son los que se ref ieren a Ia personali-
tanto en Norteamérica coma en Francia. Ia dad del individuo (libertad personal, de pen.
dedaraciOn estaba contenida en un documen- samiento, de religion, de reuniOn, libertad
to separado. Ia constituciOn federal de Esta- económica), v par ellos se garantiza at mdi-
dos Unido' acabo con esta tendencia, por to vjduo Un. esfera de arbitrio a de licitud, siern-
cual hov los derechos de los ciudadanos son pre que su comportamienta no viole el dere-
identificados en ci texto constitucional. cho de los otros. Los derechos civiles obligan
Un segundo problema deriva de Ia natura- al estado a una actitud dc no impedimenta,
leza de estos derechas: quien opina que son a una abstención (son una iibertad por;. Los
n.tturales, pertcnecientes al hombre en cuan- derechos politicos (libertad de asociacion
to hombre, opina tambien que el estado pue- en los partidos, derechos electorales) están
de ' debe solamente reconocerlos, admitien- vincuiados a Ia formación dcl cstado demo-
do. ai, un limite preexistente a su soberania: crático-representativo e implican una liber-
para quien no iga at iusnaturalismo, stos tad activa, una participaciOn de los ciuda-
son derechos sub jetivos concedidos a los mdi- danos en Ia determinacion de Ia direcciôn
viduos por ci st.du en su autonoma sobera- politica dcl cstado (son una Iibcrtad tic,. Los
nia. que de tat manera se autolimita; toman derechos sociales (dcrecho al trabajo. a Ia
460 DERECHOS DEL HOMBRE

asistencia, al estudio, proteccion de Ia salud, de nuestro siglo ' del pasado purecla domi-
libertad de Ia miseria y del miedo) madura- nada por Ia lucha por los derechos sociales,
dos per las nuevas exigencias de Ia sociedad se asista ahora a una inversiOn de tendencia
industrial, en cambio, implican un compor- y se retome Ia batalla por los derechos civiles.
tamiento activo por parte del estado al garan-
tizar a los ciudadanos una situaciOn de ccrti- BIBLIOGRAFIA: B.A. Ackerman, Social justice in
dumbre (son tod..tvia libertades per). the liberal state, New Haven, Yale University
La originaria huella individualista de Ia Press, 1980; E. Bandman (camp.), Bioethics and
declaracion, que expresaba la desconfianza human rights, Boston, Little, Brown and Co.,
del ciudadano contra el estado y contra cual- 1978; R. Claude (comp.), comparative human
quier forma de poder organizado, el orgullo rights, Baltimore, Johns Hopkins Press, 1977; J.
del individuo que por si solo queria conStruir- Dunn. Western political theory in the face of the
se su mundo, entrando en reiacion con los future, Cambridge. cambridge University Press,
otros en un piano meramente contractual, ha 1979; R. Dworkin Derechos en serio (1978). Bar-
side superada no solo con ci redescubrimien- celona. Arid; K. Glaser(comp.), Victims of poli-
to de que el individuo no es tan internamen- tics: the stale of human rights. Nueva York,
te iibre y autOnomo, como Ia ilustración creia Columbia University Press, 1979; E. Kamenka.
que era, sino que es un ser fragil, indefenso. Human rights, Nueva York, St. Martin's Press,
inseguro. Por ello hemos pasado del estado 1978; G. Loescher, Human rights: a global crisis.
ausentista, garante solo de las libertades per, Nueva York, Dutton, 1979; A. Pollis (comp.).
al estado asistencial, garante, pero activamen- Human rights: cultural and ideological perspec-
te, de nuevas libertades per. El individualis- tives, Nueva York, Praeger, 1979; D.D. Raphael
mo ha sido también superado por ci recono- (comp.), Political theory and the rights of man,
cimiento de los derechos de los grupos socia- Bloomington, Indiana University Press, 1967;
les: particularmente significativo cuando se A.S. Rosenbaum (comp.), The philosophy of
trata de minorias (étnicas, linguisticas y reli- human rights, Londres. Aldwych, 1980; A. Schaff,
giosas), de excluidos (los enfermos, los pre- Marxism and the human individual, Nueva York,
soS) 0 de marginados (los ancianos, las muje- McGraw-Hill, 1970.
res). Sin embargo, todas son consecuencias
que derivan logicamente del principio de Ia [NICOLA MATTEICCI]
igualdad, que ha sido ci motor impulsor de
las transformaciones en los contenidos de Ia
declaración, abriendo cada vez mAs dimensio- 11 PROTECCION INTEPNACIONAL DC LOS DERECHOS DEl.
nes nuevas a los derechos del hombre, y por HOMBRE. 1] La acciOn iniernacional por Ia pro-
lo tanto confirmando Ia validez y Ia actuali- moción y la protcccion de los derechos del
dad del texto del xviii. hombre antes y dcspues de Ia segunda gu.'rra
La actualidad cstá demostrada por ci hecho mundial. Las exigencias avanzudas en todos
de que hoy, en todo ci mundo. Se lucha de los tiempos y en todos los ambientes socia-
diversas maneras rDr los derechos civiles, por les per el mejoramiento de Ia condición del
los derechos politicos, per los derechos socia- hombre han dcscmbocado en Ia reivindica-
les: éstos eventualmente pueden no coexistir, cion de libertades y de d. sintéticamerite cali-
iun cuando, por principio, son tres clases de ficados como "d. del hombre". La manera v
derechos que, para estar verdaderamente los limite', en que estas reivindicaciones han
garantizados, deben ser solidarios. Se lucha lorado encontrar satisfacción en las diver-
todavia par estos derechos porque, luego de sas comunidades, a las que ha dado lugar Ia
las grandes transformaciones sociales, no se convivencia humana, están estrechamente
llegO a Ia situaciOn garantizada de una vez per ligados a Ia fuerza y al contenido quc dentro
todas en Ia que creia ci optimismo ilustrado. de éstas lOs ideales humanitarios han adqui-
Las ,.tmenazas pueden provenir, coma ayer, ride come principios de acciOn politica y al
del e-.tado, pero también de Ia sociedad de grado en quc han podido o sabido encontrar
masas, con sus conformismos, o de Ia socie- apoyo en un conjunto de fuerzas sockiles
dad industrial, con su deshumanización. Es capaces dc promoverlas v de asegurarles de
significativo que, mientras que Ia tendencia hecho un normal respeto.
DERECHOS DEL HOMBRE 461

En Ia comunidad internacional los ideales segUn los cuales "los miembros se compro-
humanitarios fucron par largo tiempo nor- meten a actuar colectiva o individualmente
malmente invocados solamente en reiación en cooperación con Ia organizaciOn" con elfin
con el tratamiento de los extranjeros y, más de promover el respeto y la observancia uni-
esporãdicamente, en relacion con el de mdi- versal de los d. del hombre y de las liberta-
viduos que forman parte de una minoria étni- des fundamentales para todos, sin distinciOn
ca a de un grupo religioso. La gran importan- de raza, sexo, lengua o religion".
cia que los estados, los miembros de base de Después de todo esto. dentro de In Organ i-
Ia comunidad internacional, han atribuido a zaciOn de las Naciones Unidas se programó,
Ia defensa de su propia soberania y, en con- desde 1947, un "International Bill of Human
secuencia, al respeto de Ia de los otros, han Rights", que deberia haber estado constitui-
hecho asi que éstos hayan actuado activamen- do por una declaraciOn universal que inclu-
te por Ia promoción y Ia proteccion de los d. yera Ia enunciación de los d. dcl hombre, un
del hombre solo en el caso de ponerse en jue- "covenant" que contuviern compromisos juri-
go sus intereses directos, para ejercer Ia pro- dicos precisos de los estados de respetar los
tección diplomOtica de sus propios sObditos mismos d., v un sistema de control ("Measu-
en el exterior, o para solidarizarse con mdi- res of Implementation") dirigido a garantizar
viduos ligados a Ia poblacion nacional pr yin- el respeto de los mismos d. La realizaciOn de
cubs particulares de orden étnico, lingüisti- dicho programa ha encontrado grandes diii-
CO 0 religioso. cultades.
Fue solo en el curso de Ia segunda guerra Los estados miembros de in organizaciOn
mundial, luego de las aberraciones dcl nazis- han logrado actuar bastante rápidamente sOlo
mo, de las reacciones por ellas determinadas por Ia adopciOn por parte de Ia Asamblea
y de Ia intensificaciOn del intento de las General de Ia declaraciOn (con resolucion 217
Naciones Unidas de multiplicar los csfuerzos [iii] Ia Asamblea general Ia adoptO el 10 de
para realizar una más estrecha cooperaciOn diciembre de 1948 con Ia denominaciOn de
y solidaridad internacional, cuando se perfi- "DeclaraciOn universal de los derechos del
16 Uflt verdadera acciOn internacional por Ia hombre"). Los mismos han debido, en cam-
promuciOn v par Ia protecciOn del hombre en bio. proceder a una larga y dificil negociación
cuanto tal. En el clima de cooperaciOn para para Ia elaboracion de un "covenant" que con-
Ia realizaciOn de ideales comunes que enton- tuviera compromisos juridicos precisos que
ces se viviO, el I de enero de 1942 los gobier- vinculen de manera conctuvente a los estados
nos firmantes de Ia Declaración de las Nacio- miembros.
nes Unidas se proclamaron convencidos de Las dificultades surgidas en Ia negociaciOn
que una Victoria completa sobre sus enemi- de Ia que se hablO coinciden con las que
gos era "esencial para defender In vida, Ia encuentra generalmente Ia aceiOn internacio-
libertad. Ia independencia v Ia libertad reli- nal por Ia promoción de los d. del hombre.
oiosa, asi como para conservar los derechos Estas se derivan del hecho de que Ia asunciOn
humanos y Ia justicia en los propios paises de compromisos juridicos precisoc en In
y en las otras naciones"; poco más tarde, el materia postula ci logro de un acuerdo sobre
26 de junio de 1945, en San Francisco, los fOrmulas capaces de expresar los ideales
redactores de Ia Carta de las Naciones Uni- comunes de estados diferentes entre si en
das incluveron entre los fines de Ia Organi- cuanto a tradiciones juridicas, sistemas poli-
zaciOn de las Nacioiies Unidas ci de "conse- ticos v fes rcligioas, lo cual implica una toma
guir Ia cooperaciOn internacional en Ia solu- en consideraciOn de los diferentes estándares
ciOn de los problemas internacionales de econOmicos v sociates de dichos estados, y
cartcter econOrnico, social v cultural a huma- requiere Ia previsiOn de on sistema de con-
nitario, y en In promociOn v el fomento del trol especial capaz de promover, Si no de
respeto de los d. dcl hombre v de las liberta- garantizar, In observancia de las normas obje-
des fundmentales para todos sin distinción to de Ia negociaciOn.
de raza, de sexo, de lengua a de religion" y La dificultad de alcanzar fOrmulas capaces
han insertado en el "Estatuto" de In misma de expresar los ideales humanitaiios comu-
organizacion dos articulos, los arts. 55 y 56, nes a los estados entre los que el acuerdo está
4'2 DERECHOS DEL HOMBRE

destinado a entrar en vigor, conciliandu las mas cuanto más destacado es de hecho ci inte-
diterencias existentes entre estus en cuanto rés par el respeto de los otros estados con-
a tradiciones juridicas, sistemas politicos v traventes que ci acuerdo pretende proteger.
tes reilgiosas, es notable. Dichas diferencias Un acuerdo es fuente de una relación juridi-
no existen solomente entre estados occiden- ca que se inserta en una serie de relaciones
tales y estados de "democracia popular", juridicas con diversa importuncia en ci inter-
entre mundo cristiano y mundo islãmico, cambio entre los estados. La reacciOn de un
entre tradiciones anglosajonas de "common estado ante Ia violación de un acuerdo par
law" v tradiciones continentales de "derecho pane de otro —Si bien licita— puede dcterio-
civil". Sedan a menudo dikrencias de consi- rar una buena vecindad, alterar Ia atmosfe-
derable impurtancia entre pulses que tienen ra de relaciones arnistosas en Ia que sOlo Ia
mucho en comün, entre Estados Unidos y cooper acion entre los estados puede desarro-
Gran Bretaña v entre paises de Europa occi- liarse y evolucionar tecundamente. En con-
dental, dcl mundo árabe y de America Latina. secuencia, tal reacciOn debe meditarse siem-
No menor importancia tienen las diferen- pre atentamente: las ventajas que puede pro-
cias de condición econcmica y social. La asun- ducir se comparan siempre con los posibles
cion de un compromiso intcrnacional de danos; asi, se toma cuando las primeras son
garantizar d. v libertades a los individos, inferiores a los segundos a, por lo menus,
sobre todo d. en materia cultural, ec.aumi- cuando los segundos no son superiores a las
ca v social, peru tambiCn d. de orden civil y primeras. Ahora bien, ci interCs quc tiene un
politico, es ciertamente menos onerosa para estado en que otro estado respete una conven-
paises de avanzado nivel econOmieo v social ciOn en materia de d. del hombre, acordada
que para pulses menus desarrollados, par ser, entre ambos, es siempre un interCs Inuy deli-
por ejemplo, de reciente formación o iiinita- cado, desarrollado, peru de una intensidad
dos en recursos naturales o afligidos por knó- que ha probado ser de hecho normalmente
menos de ineficiente valorizaciOn de los fac- superada por Ia dcl interés en ci manteni-
tores Lie Ia producciOn. Una cosa es compro- miento de una atmOsferu amistosa, en Ia que
meterse internacionalmcntc a garantizar a pueda felizrnente desarroilarse Ia ejecuciOn
cada individuo cl' d. al estudio" para un esta- de otros acuerdos v puedan intensificarse
do económicamente avanzadu, ya dotado de muchas más relaciones de carãcter econOmi-
una adccuada urganizaciUn escolar, v otra coy comercial yen Ia quc, de cualquier mane-
para un estado nuevo v económicamente ra, no decaigan las relaciones de buena
deprimido, deprovisto de una organización vecindad.
similar. La previsiOn, en una convenciOn internacio-
nal en materia de d. dci hombre, de un siste-
2] La imporlancia de sisrnas dc control que ma de control ad hoc constituyc on modo
funcionen con referenda especifica a Ia pro- importante para hacer el interCs de los esta-
leccion inrernacional de los derechas del horn- dos contrayentes de respetar Ia convenciOn
bre. En ci orden internacional, a falta de un más intensa de lo que seria de otro modo. Un
aparuto central capaz de garantizar desde Ia sistema tal. pura ser rcaimente eficiente,
alto Ia abservancia de las normas, un factor deberia prescindir Ia más pasible de Ia inicia-
que contribuve de manera importante a que tiva de los estados, asumir un carácter dis-
los acuerdos internacionales sean normal- unto dcl control reciproco, un caracter mar-
mente observados y tcngan, par lo tanto, dcc- cadamente internacional.
tivo viaor en las relaciones entre los estztdos,
estã constituido por el inheres que cda uno 3] El pacw internacional sabre los derechos
de ellos en general tienc de respetarlos par econOrnicos, sociales v cultu rules, el paclo
ci temor a Ia reacciOn que los estados parte sabre los derechos civiles v politicos y ci pro-
del acuerdo çodrian We derecho y de hecho tocolo concerniene al pact a subre io d&re-
poner en prâctica en forma de autoprotec- chos civiles y politicos. Las dificultades men-
don. ThI interes v tal temor -es obvio— son cionadas en ci párrafo precedente se han
tanto más inlensos v tanto más funionaies liecho scntir de rnancra tal en el curso de Ia
a Ia obserancia de una práctica de las nor- negociacion para Ia ejecuciOn dcl "lnternatiu-
DERECHOS DEL HOMBRE 463

nal Bill of Hurntn Rights" que los estados mes previstos por el primer pacto sometidos
miembros de las Naciones Unidas, para rca- al examen de un "Comité de los d. del horn•
liztr el programa prefijadu, han debido aban- bre" compuesto por dieciocho miembros dc-
donar tanto Ia idea originaria de un ünico gidos por los estados participes de Ia conven-
"Covenant" que contenga normas de cárac- ción entre una lista de ciudadanos de los pro-
ter uniforme, corno Ia de un sistema de con- pios estados, preparada y a discreción de
trol indiferenciado. dicho comité y trasmitidos al Consejo Econo-
Bajo ci primer perfil las Naciones Unidas mico v Social; los previstos por el segundo
dehieron decidirse a hacer que Ia Asamblea pacto sometidos directamente al Consejo Eco-
General, como lo hizo el 16 de noviembre de nornico y Social v a los institutos especiali-
1966, procediera a Ia adopciôn de dos diferen- zados, in 10,00 in pane, en cuanto que ellos,
tes pactos, un pacto referente a los d. econó- siempre in 1010 o in pane, se refieren a cues-
micos. sociales y culturales y un pacto refe- tiones que caen dentro de Ia competencia de
rente a los d. civiles v politicos: un pacto sobre dichos institutos en el sent ido de los correla-
los d. civiks v politicos que contenga dispo- tivos cstatutos y solo a discrcciOn del Conse-
siciones de orden sustancial redactadas en 10 Economico v Social trasmitidas a Ia Comi-
términos predominantemente preceptivos, en siOn de los d. del hombre con fines de estu-
consideración dcl hccho de que los d. y las dio v para Ia udopciOn por parte de ésta de
libertades por él enunciados v protegidos son recomendaciones de orden general o para
d. y libertades cuva garantia no implica una informaciones).
acción por parte de los estados sino que Se SOlo en relacion con los d. v con las liber-
realiza normalmcnte a través de su no hacer tades protegidos par ci pacto sobre los d. civi-
un pacto internacional sobre los d. económi- les v politicos se preven procedimientos de
cos, sociales v culturales que contenga dispo- control de tipo contencioso, promovibles
siciones redactadas, en carnbio, en términos niediante 'comunicaciones", por pane de
prograrnáticos en Ia supuesta consideración estados o de individuos contra estados quc los
de que ci reconocimiento v Ia protecciôn de unos o los otros consideren que violan las dis-
dichos d. prcsuponga una acción para Ia posiciones dci pacto. Dichos procedirnientos,
remoción de los obstáculos de orden econo- sin embargo, no entrarán en vigor simultánea-
mico v social a su ejercicio, ucción a ikvarse mente entre si y en concornitancia con los pac-
a cabo no inmediatamente sino en periodos tos. El procedimiento de comunicaciones
de tiempo variables de estado en estado. estataks encontrara aplicacion eritre estados
mediante el empleo por pane de cada uno de participes de los pactos que habrán recono-
éstos del "rnáxirno de los recurso de que cido una especial competencia para recibir
dispone". dichas comunicaciones por pane del Comité
En correlacion con las indicadas diferen- de los d. dcl hornbrt, después que se tengan
cias de orden sustancial, ci pacto sobre los al menos dicz declaraciones en tal sentido (ci
d. civiles v politicos y aquel sobre los d. ecu- 8 de enero de 1979 se tenian solo ocho) y
nómicos, sociales v culturales están caracte- podrà funcionar ünicamente frente a estados
rizados o acompanados por diferentes siste- que havan realizado ci mismo reconocimien-
mas de control. Ambos pactos prevén que los to. El procedimiento de comunicaciones mdi-
cstados contraventes deben, en una fecha viduales, por su parte. operara ünicamente
preestablecida. o periodicamente, presentar frente a estados participes en los pactos que
informes rcspcctivamente sobre las rndidas havan ratificado dcl mismo modo un proto-
que havan adoptado para dar eiecución a los coio facul tativo (el protocolo facultat io refe-
d. reconucidos en ci pacto, asi como sobre ci rente al pacto internacional sobre los d. civi-
progreso cumplido en el goce de tales d. (art. Ies' rolilicos, que entrO en vigor, para los dos
40 del Pacto ubre los d. civiks v politicos) pact us. ci 23 de marzo de 1976 v que hov está
obre las medidas que hayan tornado v vigente —para ci 22 de agosto de 1979— en
sobre los progresos realizados con elfin de 29 paises). Podrã luego ser utilizada solamen-
cunseguir el respeto de los d. reconocidus en te par individuos sornetidos a lajurisdiccion
ci pacto" (art. 16, n. I. dcl Pat.tosobre los d. de un estado participe dcl protocolo v en rela-
economicos, sociales v culturaks) (los infor- ciOn con comporturnientos del mismo estado.
464 DERECHOS DEL HOMBRE

La aciiiud de los estados rniernbros de Ia nes regionales, en relaciOn con las cuales son
ot en relación con el corn prorniso por c/los menus fuertes —respecto al ámbito de las
asurnido. La adopcion par parte de la Asam- Naciones Unidas— las diferencias de tradi-
blea General de las Naciones Unidas de los ciones juridicas, sistemas politicos y estOn-
instrumentos internacionales arriba descri- dares econOmico-sociales, han concluido con-
tos aun constituyendo un hecho importante venciones para una precisa proteccion de
en ci movimiento en acto en la comunidad todos a de gran parte de los d. y de las libcr-
internacional par Ia promoción de los d. dcl tades fundamentales enunciados por Ia deda-
hombre, no constituye, sin embargo en si una raciOn universal (aludimos a Ia convenciOn
satisfacción inmediata a las reivindicaciones europea para Ia protecciOn y In salvaguardia
humanitarias hechas desde elfin de Ia segun- de los d. dcl hombre, asi como a los cinco pro-
da guerra mundiai en adelante. El conjunto tocolos a ella complementarios y a Ia carta
de las normas contenidas en los pactos, como social europea asi como a Ia Convención ame-
va se ha indicado. entrO en vigor tres meses ricana sobre los d. del hombre, Paclo de San
después dcl depOsito del 35 1 instrumento de José, Costa Rica, que entrO en vigor ci 18 de
rutificacion y solo para los estados ratifican- julio de 1978):
tes o adherentes. El 22 de agosto de 1979 ci b] en un piano más multilateral o inter-
pacto referente a los d. econOmicos, sociales regional (en ci nivel Naciones Unidas 0 insti-
y culturales ha sido ratificado par 73 estados, tuciones especializadas) han concluido con-
el referente a los d. civiles v politicos par 71. venciones para Ia protecciOn de valores de Ia
Durante el periodo de las negociaciones persona humana más intensamente sentidos
para Ia adopciOn de los pactos y de su puesta par todos los estados o par un gran nümero
en vigor se ha producido una progresiva dila- de ellos y más neutrales respecto de las diver-
taciOn en Ia sensibilidad de los estados y en sas ideoJoias y de los diversos sistemas
Ia practica de Ia importancia del compromi- socioeconOmicos afirmados en las diversas
so que los miembros de las Naciones Unidas partes del mundo (aludimos, en el caso de
han asumido con los arts. 55 y 56 de Ia Carta Naciones Unidas, a Ia convenciOn para Ia pre-
dc actuar tanto sepai-ada coma conjuntamen- vención y Ia represiOn de los crimenes de
te con Ia organizaciOn par Ia promociOn y Ia genocidio del I de diciembre de 1948. a las
protecciOn de los d. dcl hombre. Entre éstos convenciones de Ginebra del 12 de agosto de
se ha ido abriendo camino progresivamente 1949 en materia de d. bélico, a Ia convenciOn
Ia convicciOn de que dicho compromiso no refei-cnte al estatuto de los refugiados del 28
puede agotarse en Ia participación en nego- de julio de 1951 s al protocolo a ella agrcga-
ciaciones sino que se convierte en una obli- do dcl 31 de enero de 1967, a Ia convenciOn
gaciOn mucho más estricta de realizar o no referente al protocolo de los apatridas dcl 28
realizar con ci pasar dl tiempo y con cl de septiembre de 1954, asi como a Ia conven-
aumento de sus posibilidades técnico- ción sobre Ia reducciOn de los casos de apá-
económicas; obliación para cada estado de tridas del 30 de agosto de 1961, ala conven-
porter en acción al máximo los propios recur- ción sabre los d. politicos de Ia muer del 31
os en Ia dirección senalada por Ia declara- de mayo de 1953, asl como sobre Ia naciona-
ciOn universal v por los otros instrumentQs lidad de Ia mujer casada dcl 20 de febrero de
internacionales que han seguido a ésta. 1957 v a Ia referida al consenso respecto del
Lo indicado ha tenido importantes reflejos matrimonio, Ia edad minima para contraer
tanto en ci pIano convencional como en Ia matrimonio y el registrodLl mismo dcl lOde
acción de Ia Union y en el de las relaciones diciembre de 1962. l protocolo del 7 de di-
este-oesle. ciembre de 1953 que enmienda Ia conven-
ciOn suplementaria referente a Ia abolición
Las convenciones regionales en ,nazeria de de Ia esclavitud, de Ia trata de esclavos y de
derechos del Izombre y las estipuladas para la las instituciones y prácticas analogas a Ia
protecciOn de derechos o libertades individua- esclavitud dcl 7 de septiembre de 1956, a Ia
les. En el piano convencional los estados convención sobre Ia eliminación dc todas las
inieinbros de Ia organizaciun: lormas dc discriminación racial dcl 21 de
a] en ámbitos coma los de las organizacio- diciembre de 1965, asi como ala convenciOn
DERECIIOS DEL IIOY.1BRE 465

relerente a Ia imprescriptibiiidd de los cr1- u ordinativas "que ilaman" a los estados a


inenes de guerra y dc los crimenes contra Ia "respetar" dichas declaraciones. En cuanto
humanidad del 26 de noviembre de 1968; en al Consejo EconOmico y Social esos mismos
ci nivel de instituciones especializadas, a las estados, con su voto, convinieron en Ia adop-
convenciones de Ia Orgunización lnternacio- ciOn de una scrie de resoluciones con las que
nal del Trubajo sobre Ia libertad sindical, el ci Consejo Económico y Social: a] invita a los
d. de orgtnización y de contratución colecti- estados miembros de ia organizaciOn a hacer
Va, Ia igualdad de remuneración entre Ia "informes" sobre su comportamiento en
mano de obra nia.sculina y Ia mano de obra materia de d. del hombre; b] pide a las "orga-
fernenina par un trabajo de igual valor, Ia abo- nizaciones no gubernamentales dotadas de
Iición del trabaja forzado y Ia no discrimina- estatuto consultivo" cooperar con su acciOn
ciôn en mate rid de admision y de ocupación); de promociOrl y de control; c] predispone una
C] hun insertado en los textos de las coriven- catalogación de las "comunicaciones indivi-
clones indicadas en a] y hi disposiciones que duales" Ilegadas a Ia organizaciOn como que-
prevén sistemas de promociOn y de control jas de comportamiento de estados micmbros
de Ia efectiva aplicación de las normas con- individuales y un sometimicnto de las mismas
vencionales concordadas, aigunos rn.ts sim- a Ia considcraciOn de los estados interesados
pies a rudimentarios aplicables automãtica- para eventuales "observaciones" y un 'exa-
mente con Ia entrada en vigor de Ia conven- men" de las mismas, y d] atribuye a Ia sub-
ción en Ia que están insertos y frente a todos comisiOn para Ia lucha contra Ia discrimina-
los estados que formen parte de Ia misma; ción y Ia prutecciOrl de las minorias In fun-
otros, más complejos y elaborados, subordi- ción de preparor un 'informe" que con tenga
nados. en Ia aplicación, a su aceptación por infurmaciones sobre las violaciones de los d.
parte de los estados ratificantes o adheren- y de las libertades fundamentales dcl hombre
tes de una cláusula facuitativa. y de someter a Ia utención de Ia comisión de
los d. dcl hombre cada situuciOn que consti-
61 La praclica de las Naciones Unidas: las tuya, a su juicio, on importante caso de via-
declaraciones de la ,lsamblea General y los IaciOn de dichos d. o dc dichas libertades,
procedimicnio.c de control instiiuidos por el tomando para uno y otro efecto en examen
con.sejo Ecunómico y Social. En el pIano unio- —también a través de on "grupo de trabajo"
nistico, los estudos miembros de Ia Organi- propia— igualmente comunicaciones indivi-
zación de las Naciones Unidas convienen en duales.
Ia promoción y en ci control de los d. enun-
ciados en Ia declaración universal de los d. 7] La prolecciOn de los derechos del hombre
dcl hombre tomando una serie de destacadas y dcl principio de auiodcterminación de los
aetitudes tanto dentro d Ia Asamblea Gene- pueblos y la ('on fcrcncia dc Seguridad y ('vo-
ral coma dentro dcl Consejo Económico y peración en Europa. En ci piano de las rela-
Social. ciones esteeste, los representantes de los 35
Dentro de Ia Asambica General ellos, con paises que participaron en Ia conferencia
su voto unánime o casi unánime, han contri- sabre seguridad y cooperación en Europa
buido a Ia adopciOn par parte de Ia Asamblea (cscE) decidieron par unanimidad incluir en
General de una amplia seric de deciaraciones ci zicta final aprobuda en Helsinki el I de agos-
(sabre los d. dci niño, sobre Ia concesióri de to de 1975, entre los diez principios quc rigen
Ia independencia a los paiscs y a los pueblos las relaciones entrc los estados partidipantes,
coloniales, sabre Ia soberanfa permanente de dos principius, ci vii y ci viii, que rc.pectiva-
los pueblos respecto de los recursos natura- mente se relacionan, ci primero, con los dere-
les, sabre Ia climinación de todas his formas chos del hombre y las libcrtade fundamen-
de dicrizninzición racial, sabre Ia eliminaciOn tales (incluida en éstas Ia libertud de pensa-
de las discriminaciones frente a Ia mujer, miento, conciencia, religion y cred(j) y, ci
sabre ci asilo territorial y sabre ci progreso seundo, con Ia autodeterminación (entendi-
y el desarroilu en Cl campo social) y a hi inser- da ésta, dados el debate que prccediO a Ia
don en ci texto de algunas de ellas de clziu- (Sc I y ci contexto de esta Oltima, como dere-
sulas quc contienen expresiones preceptivas cho universal capaz de actuar en favor de
466 DERECHOS DEL HOMBRE

todos los pueblts y no solo en el marco de los 81 Con frouiación enfre el sislema de los pac-
procesos de descolonizaciOn). tos v Ia práczica analizada en los tres parágra-
Al enunciar ci primer principio los estados fos precedentes. La que se ha verificado des-
participantes en Ia cscE de 1945 hasta hoy en ci piano convencional
a] reconocieron que ci respeto a los derechos y en Ia práctica de Ia Organizacion de his
del hombre y de las iibert.&des fundamenta- Naciones Unidas y en ci ãmbito de Ia CSCE, si
les constituye "un factor esencial de Ia paz. bien indudablemente disminuye Ia importan-
de Ia justicia y del bienestar necesarios para cia dcl retardo en ci perfeccionamiento del
asegurar ci desarroilo de relaciones amiga- procedimiento de conclusion de los pactos y
bles y para Ia cooperación entre ellos como de los limites subjetivos de su entrada en
entre todos los estados" v hi deciararon su vigor, no Ia elimina, sin embargo. completa-
determinación a respetar constantemente mente. Las convenciones que fucron dispues-
dichos derechos v dichas iibertades en sus las —o bien desde ci punto de vista de los d.
rehiciones reciprocas v de esforzarse con jun- garantizados o desde ci de los estados entre
ta y separadamente, aun en colaboración con los que han entrado en vigor— tienen un
las Nacioncs Unidas, para promover su res- akance hastante mac limitado respecto del
peto universal y efectivo. Al enunciar ci segun- que estãn destinados a tener los "pactos" una
do, han destacado su universalidad y por lo vez ratificado5,como se ha previsto, por todos
tanto su aplicabilidad tamhién para los esta- Ins miembros de las Naciones Unidas. La par-
dos soberanos participantes en Ia conferen- ticipación en ci control pueslo en práctica por
cia, precisando que todos los pueblos "tiencn las Naciones Unidas de las organizaciones no
siempre [y por lo tanto no solo en el marco gubernanientales, Ia redaccion por parte de
de un proceso de descolonización] ci derecho Ia subcomisión par.i In lucha contra Ia discri-
a determinar con piena libertad. cuando lo minaciOn y Ia protecciOn de las minorias de
deseen y segOn lo descen, ci eslatuto politico un "informe" que contiene informaciones
propio, lanto interno como externo, sin inje- extraidas de todas las fuenics posibles y ci
rencias del exterior, v a perseguir segün Ia procedimiento de examen de las comunicacio-
propia y libre elección ci tipo propio de desa- fles individuales, par su parte, constituven Un
rrollo politico, económico, social v cultural". conjunto de elementos quc, aunquc e reali-
Asi, pues, dieron particular relieve e impor- za de mancra ampliamente independiente dc
tancia a Ia enunciaciOn de uno y otros prin- Ia iniciativa, y por lo tanto, tambien liegado
cipios. Ilegando a expresar, a Ia par con lo que el caso, contra Ia voluntad de algunos dc clios,
hace a los otros ocho principios de caricter agota SUS efectos en uni "puesta en marcha"
más territorial v econOmico (además di, Ia de una opinion publica demasiado restringi-
propia determinaciOn a respetarlos y a apli- da paru que pucda Ilegar al rango de factor
curios plenamente "en todos sUs .tspcctos, en social capaz de detciminar que los estados
sus relaciories recIprocas y en su cooperaciOn. observen los ectándares de las dechiraciones.
con elfin de asegurar a cada estado partici- Las carnunicacione, individuules son Ilevadas
pante las ventajas que resultan del respeto y a conocimiento de los miembros de hi .ubco-
de Ia aplicación de dichos principios par parte misiOn ünicarncnte para que u con'.ideraciOn
de todos"), ci propio ernpeño en proceder sirva para dar un marco práctico al estudio
igualmente en lo '.ucesivo a Ia adopciOn dci que isto , e'.tán ilamados a cumplir para L
ucla final "en un intercambio de puntos de elaboraciOri di' textos y recomcnduciones que
vista profundizado tanto sobre Ia actuaciOn puedin ser solo de carictcr gnera1. Los
de las dispo.iciones dci acta final coma %obre esfuerzos que c han Ilevado a cuba para for-
Ia ejecución de Ia , tarea. definidas en Ia con- zar v superar b , limites implicitos en tan re'.-
ferenchi" y a orginizar paru tal fin "encuen- tringida tunción han encontrado trabus dc
tros entre sw representantes, empezund) con orden juridico'. politico no logrando h.ecta
una reunion en el nivel d los rcpreentantes ahor.i triunfar.
designados por lo ministros de isuntos Estc- Fin_ilmente, Ia previ.iOn en ci ada final de
riores", encuentro llamados asi "reunioiic, Helsinki —jun10 a Ia enunciaciOn de un prin-
d. verificaciOn". cipic) & rC'.pCto (IC los d. dl homhrc y d las
lihertades iundamentales y de un principio
DERECHOS DEL HOMBRE 467

de autodeterminación de los pueblos— de concreta de situaciones individuales es pura-


reuniones de verificación, capaces en Ia abs. mente eventual y subsidiaria: los valores pro-
tracto de constituir instrumentos ütiles para clamudos en las declaraciones de las Nacio-
Ia garantia de su respeto, no ha dado lugar nes Unidas o en un acta coma Ia de Helsinki
a Ia evolución cuncreta correspondiente. La asumen importancia sOlo cuando en dichos
Union Soviética y los demOs paises de demo- ordenamientos Sc este en presencia de nor-
cracia popular se han opuesto decididamen- mas quc se presten a dos interpretaciones,
te a toda discusión o verificación acerca de permitiendo presumir al intérprete que debe
Ia forma en que ellos han aplicado o dado eje- predominar aquella que eventualmente resul-
cución a dichos principios, invocando —ade- te conforme a ellos.
más del carOcter no vinculante del acta en Ia La adecuaciOn de los ordenamientus jun.
que se expresan— el principio de Ia "no inter- dicos estatales a los pactos dana, en cambio,
venciOn en los asuntos internos". que en Ia lugar a normas especiales que predominarian
propia acta Ia precede en Ia enunciación de respecto de las normas generales estatales,
los criterios que deben presidir para Ia segu- anteriores y posteriores, cualquiera que fue-
ridad y Ia cooperaciOn en Europa. Y, a con- ra ci contenido de estas Oltimas.
secuencia de semejante actitud: a] se pudo lie-
gar a Ia adopcion de un documento final de 91 Lirnites y perspeclivas de Ia acción interna-
Ia prirnera reuniOn de verificaciOn, manteni- cionaL Las observaciones desarrolladas mOs
da en Beigrado dcl 4 de Gctuhre de 1977 al 9 arriba, si, par un lado, hacen intuir cuOntas
de marzo de 1978, y solo con referenda a Ia dificuitades deberOn ser superadus antes de
purte occidental y de los pztises neutrales Sc que los pactos puedan ser ratificados par ci
llegO a Ia redacciOn de éste sin que contuvie- mayor nOmero —si no por todos los estados
ra indicaciOn alguna sobre Ia puesta en obra miembros de las Naciones Unidas—, inducen,
de las previsiones del acta concerniente a los por otro lado, a destacar cOmo los limites y
d. humanos, y hi Ia segunda de dichas reunio- las perspectivas de desarrollo de una acción
nes, celebrada en Madrid, fue suspendida el internacional para Ia protecciOn de los d. dci
12 de marzo de 1982 (v reiniciada el 9 de hombre estOn inseparablemente conectados
noviembre del misrnr, año) debido a Ia preten- a los ilmites y a las perspectivas de desarro-
sión de que los occidentales y los neutrales Ilo de Ia OrganizaciOn de las Naciones Unidas
discutian lit ompatibiiidad de los fuctores y mOs en general de las organizaclones Inter-
que determinaron Ia crisis polaca con los naclonales (v.). Bajo este perfil Ia entrada en
principios de Helsinki. vigor de los pactos entre ci mayor nOmero
La entrada en vigor de los pactos —sabre posible de estados çodrán marcar un cambio
todo si no Va acompañada de Ia dcl protoco- de Ia condiciOn del individuo tanto mOs
lo referente a los d. civiles y politicos— pon- importante cuanto mOs el fenómeno conoci-
dna en acción mecanismos mucha menos evo- - do como "organizaciOn internacional" se
lucionados y, especialmente después de su refuerce y evolucione hacia una superaciôn
entrada en visor, de eficacia subjetiva limi- de las actuales caracteristicas de Ia comuni-
tada, pero par cicrto no tan reducidos en sus dad internacional.
efectos objetivos: frente a instrumentos segu- Ante tal perfil, debe valorarse coma un dato
ramente oblliwtarios Ia Oranización de las extremudamente positivo el hecho de que en
Naciones Unidas podria no sOlo actuar para ci marco de una organizaciOn internucional
solicitar un bu.m furjoriamiento de los meca- coma Ia Comunidad europea, que cabalmen-
nismos de control previstos convencionul- te mOs que ninguna otra estO provista de un
mente sino Lmbin colocarc ella misma, sistema de garantia del resFeto dcl d., Ia car-
sabre todci mediante Ia Asamblea General y te de justicia ha liegado a afirmar que "Ia pro-
el Con-ejo de Seuridad, como factor agente tecciOn de los d. fundamentale, constituve
para su obervancia. parte integrante de los principios genera!e"
Paralelamente, Ia importancia que In prOc- de los que garantiza Ia observanciu.
tica de Ia ost, (comprendidas las declaracio-
flcs) puede asumir en los ordenamientos juri- BIauoc.RAFIA G. Arangio Ruiz y L.V. Fenraris, I
dicos internas en relación con Ia disciplina diriui deli uorno da Helsinki a Belgrado: risulia-
4'$ DESARROLLISMO

tie pruspeitive, Milan. Giuffr, 1981; F. Battaglia. samiento que ha hecho del desarrollo econO-
La dichiarazi one universak dei dirini dell'uo,no: mica ci centro de sus reflexiones. Dentro dc
antecedenti slorici e prospettive giuridiehe, esta corriente coexisten sectores y tendencias
Roma, Accadcmia Nazionalc dci Lincei, 1969; F. diferenciados. Pero, además, ha provectado
Capotorti, Studio iniroduttivo, en Patti interna- su infiuencia hacia disciplinas sociales no eco-
zionali .cui diritti dell'uomo, Padua. CEDAM, 1967; nómicas —Ia socioiogia de Ia modernizacion.
A. CUSSCSC. The admissibility of cominunications por ejemplo, uno de cuyos expositores más
to the United Nations on human rights violations. destacados en America Latina ha sido Gino
en Revue des Dmits tie l'Homme. 1972; R.S. Germani—, todo lo cual ha contribuido a all-
Clark, it tIN high commissioner for human rights. mentar In imprecision. Por otra parte, y con
La Haya, Nijhoff, 1972; R.J. Dupuy, Las Etats- no menus amplitud, ha servido para designar
Linis, l'OEA ci l'ONIJ it Saint-Domingue. en las politicas intentadas par gohiemnos latinoa-
Ammaire Fraucais de DuAl l;iter,,aiioual, 1965; mericanos de signo polItico.idcoiOgico diver-
H. Golsong. Implementation of international pro- so que han procurado, con base en las elabo-
leetion of human rights, en Recueil des coats de raciones dod rinarias desarrol listas, enfren-
11cudé,nie de Droit International de l.a Haie, tar los problemas del atraso, el estancamiento
iii, 1963; H. Lauterpachi, International law and y Ia insuficiencia de ins economias de Ia
human rights, Londres, Stevens and Sons. 1950; regiOn.
M. Magagni, L'evoluzione della tuiela dci thritti Los distintos enfoques que ci dcsarrollistno
fondaineiztali nella t.'iurisprudenza e izella pras- como corriente del pensamiento economico
si delle C'omunizà europee, en Rivista Trimestrak alberga en su interior son suseeptibles de ser
di Diritw e Pmcedura Civile, 1979: P. Mengoszi. organizados en tres grandes agrupamientos:
I.e cant role du respect des droit.c tie l'hmnme tie a] ci que concibe al desarrollo como creci-
Ia convention europdenne par rapport ait sv.tè- miento; h] ci quc plantea ci desarrollo como
me de misc en oeut're interaméricain, en Rivis- un proceso en ci que son discernihies faxes;
to di Diritio Europeo. 1979; P. Mengosii, La c] ci quc entiende el desarrollo como un cam-
nozwne di ordine pubblicu net diritto comum- bio de estructuras.
tario e tiet sistema della convenzi'me di Roma. UI El desarrollo como crecimiento. Esta
en Europa e diritti umani, Turin, SIOl-EDA, 1981; corriente encuentra en las formulaciones de
A. Robertson, The European contItiou for the Keynes sus antecedentes más importantes.
protection of human rights, en Hritish Interna- Para ci economista ingle, estudioso de los
tional Luti', 1951; J.J. Salmon. Es'ai de typolu- mecanismos anticiclicos, toda politica de esta-
gie des systèmes de protection des droits de Ilium- bilizaciOn debia procurar mantener un alto
inc. en La protection i;zternaiumale dcx droits de nivel de empieo v una plena utilizaciOn de Ia
l'homme. Bruselas. Editions de li'niversité de capacidad instalada, lo cual dependia de un
Bruxellcs, 1977; M. Sorensen. I diritti iscrilli alto nivel de invcrsiones. La inversiOn desem-
nella courenzione europea dci dirini dell'uomo pena tin duble papel: acrecienta, par tin lado,
net 1950 hianno 10 slesso significato net 1975?. en in capacidad instalada y, por otro, incremen-
Rivista de Diriito Europea, 1975: Sperduti. voi ta Le demanda electiva. Si ambos movimien-
Diritti zimani proteziu;ie internazimzale dcii. en tos son coincidentes, In actividad econOmica
Enciclopcdia del diritzu. Varese, Giuffrt, 1964. cuenti con In posibilidad de desenvolverse sin
sobresaltos. Eta prcoeupaciOn par in inver-
[PAO1.0 MENGOZZI] siOn corno factor anticiclico es lo que ViflCU-
Ia las coneepciones kevnesianas con las teo-
rIas dcl dearrollo conio crecimiento. En dcc-
to. Cst.&S no encucnt ran mayor obstOculo en
desarrollismo reconocer que en los paises industrializados
una politica anticiclica tiende a ser lo mismo
El que nos ocupa Cs, par una varkd;id tk raz quc una politica de desarrollo. Pero, al mis-
nes. un concepto amplio, poco preciso, que ha mu ticmpo. aquellas teorizaciunes estan en
sido usado par lo menus con referencia a dos condiciones (IC conectar ci lento crecinuento
órdencs de problernas. Por una parte. ha ser- de los paises "en vms dc desarrol lo' , .&sucia-
vido para caracterizar una corrientc del pen- do a una escasez de capitales, con los temas
DESARROLLISMO 49

de Ia necesidad de una mayor acumuiación cJ El desarrollo coma cambia de estrz.ciu-


y de una eievacic,n de los niveks de ahorro ras. En este renglOn xc ubica el grucso de Ia
e inversion. La teoria del crecimiento asigna literatura latinoamericana en materia de teo- -

al estado on importante papel en tanta orien- na (el de.sarrollo. Sii producciOn fundamen-
tudor de poilticas econOmicas y en cuanto tal ha venido dada par las elaboraciones apor-
estimulador de Ia inversion püblica o priva- tadas par Ia CEPAL desde su fundaciOn en
da y administrador de un adecuado nivel de 1948. Esta escuela, a partir de una —en su
gasto publico. Las autores que adoptan estos momento— original interpretaciOn de ios pro-
puntos de partida son numerosos y en casi cesos que regulan las relaciones econOmicas
todos cilos son recurrentes las cuestiones entre los paises "centruies" y los "perikri-
referidas a Ia inversiOn: el nivel de ingresos, cos" (Ia denominaciOn es cepaliana), ponc el
Ia determinaciOn de las tasas de crecimiento acento en un conjunto de reformus estructu-
y de inversiOn, ci papei dci sector pUbiico, ci rales que seria preciso encarar dc manera glo-
financiamiento externo, Ia asignación de bal para superar los obstOcuios para el desa-
recursos segOn criterios de prioridad, rrollo. El pensamiento de Ia CEPAL ha ido, con
etcetera. el tiempo, ajustando algunos de sus plantea-
b] El desarrollo como secuencia de loses. El mientos iniciales, enriqueciendolos o modi-
denominador comOn de las teorizaciones ficándoios. En Ia actualidad su más lOcido
agrupadas bajo este rOtulo consiste en que ci expositor y. podria decirse sin exageraciOn,
desarroilo es concebido coma una sucesión su inspirador mOs importante, RaW Prcbisch,
de fases. Los diversos pulses, arrancando des- ha desarrollado una serie de planteamientos
de una etapa primitiva o tradicionai, pasarian autocriticos con Ia intenciOn, quizá, de aggior-
por una seric de estadios intermedios hasta nar Ia doctrina (para mayor informaciOn v.
aicanzar Ia más avanzada que seria aqueila cepalismo).
que prototipicamente representa Ia moderna En cuanto al uso politico dcl concepto en
sociedad industrial. El subdesarrollo consti- consideracion, es preciso remontarse hasta
tuye uno de esos estadios intermedios. Los elfin de Ia segunda guerra mundial para ras-
autores englobados en este rubro tienden, par trear sus origenes. En efecto, a partir dc esa
lo general, a privilegiar una caracteristica que Cpocu ci tema del desarrollo económico
propanen coma Ia fundante del subdesarro- comenzó a ganar difusión en diversos ámbi-
lb. Asi, por ejempio, para Hirschman se tra- tos politizados de las socicdades latinoame-
ta de un asunto que concierne a las decisio- ricanas, asi coma a escaIa internacional.
nes de inversion, pues existen condiciones y Coma ha sido señalado ya, en 1948 xc creO Ia
recursos, pero falta capacidad para decidir CEJ'AI., que estarla ilamada a desempenar un
adecuadamente; para A. Lewis ci problema papd relevante tanto en ci piano doctrinario
básico consiste en un excedente de mano de cuanto en el de Ia planeaciOn y puesta en prác-
obra generalizado; para Nurkse se trata de tica de iniciativas concretas en materia de
superar el "circulo vicioso de Ia pobreza" desarrollo. Los gobiernos de Ia region, par su
derivado de Ia estrechcz de los mercados, Ia parte, comenzaron a presionar al de Estados
carencia de capital y Ia escasa productividad. Unidos para que Cste se comprometiera en un
El e.sfuerzo realizado por los integrantes de plan de asistencia econOmica que tuviera una
esta tendencia para individualizar io peculiar significacion similar a Ia que alcanzara ci Plan
del mundo subdesarrollado, que implica un Marshall de reconstrucciOn de Europa, en Ia
paso adelante respecto de Ia corriente rese- inmediata posguerra. Asi sucediO, por ejem-
nada en primer término, corre, sin embargo, pio, en Ia Novena Conferencia Interamerica-
el riesgo de esterilizarse. Tanto el punto de na realizada en Bogota en 1948 y en las con-
arribo coma Ia sucesiOn de fuses presupues- ferencias interamericanas de Quitandinha,
tas hasta aicanzarlo son deducidas de Ia expe- Brasii, en 1954, y dc Buenos Aires en 1957.
riencia vivida par las sociedades industriali- En todos estos casos Ia rcspuesta de Estados
zadas de Occidente: al mismo tiempo que bus- Unidos fue negativa. En Bogota, su represen-
can capturar Ia peculiaridad de Ia regiOn sos- tame, G. Marshall, adujo que su pals no podia
tienen un par demOs dudoso de te fabida emprender simultáneamente ci esfuerzo de
narralur. reconstruir Europa N. atender a LatinoamCri-
470 DESARROLLISMO

Ca. En los dos congresos posteriores los repre- ante el cuerpo dipiomático de las repObiicas
sentantes norteamericanos se lirnitaron a latinoamericanas convocado at efecto. Con
sefialar que los paises latinoarnericanos posterioridad, Ia Conferencia dci Consejo
dcbIan preocuparse por generar un clima pro- Interamericano EconOmico y Social realiza-
picio para Ia inversion pth'ada extranjera, da en Punta del Este, Uruguay. dcl 5 al 17 de
operando a travCs dcl control dc Ia inflaciOn agosto de 1961, aprobo una carla que sancio-
y de Ia estabilidad cambiaria. Como gobier- nO los acuerdos definitivos. La Alianza se pro-
no, Estados Unidos no se comprometia a ponia una dCcada de desarroilo económico
nada. planificado v de reforma social en Ia region.
En 1956 J. Kuhitschck aicanzaba Ia presi- Para to cual los representantes nortearneri-
dencia en Brasil v en 1958 A. Frondizi hacia canos en Punta del Este notificaron Ia deci-
Ia propio en Argentina. Ambos fucron proto- sión de su gobierno de colaborar con mu
tIpkos exponentes del d. de esta primera eta- millones de dOlares en fondos pOblicos duran-
pa. En procura de una industrial i-iaciOn que te ci año iniciai V COfl veinte mil millones a
condujera a Ia autosustcntación económica, Ia largo dcl decenio. La Carla fijaba entre sus
atrajeron con éxito inversioncs externas en objetivos clevar el ingreso percapita en los
un nivel no alcanzado hastu entunces en los palses de Ia regiOn y mejorar su distribucion;
distintos paises de Ia regiOn. El capital extran- lograr una diversificaciOn equilibrada de sus
jero privado se rudicó en industrias como Ia estructuras econOmicas; acelerar cI proceso
uutomotriz, Ia elect rica, Ia quimica; de bienes de una industrializaciOn racional; aumentar
de capital en ci caso de Brasil; en Ia explota- Ia producciOn v Ia productividad agricolas;
ción petrolera en Argentina. Con base en el impulsar si fuese necesario programas de
crCdito exterior se intentO alentar el desarro- reforma agraria y fiscal, etc. Estos objetivos
Ito de Ia industria siderurgica y de Ia petro- de desarroilo económico debian ser concomi-
quimica estatales. astilleros s grandes centra- tames con ci fortalecimiento de las institucio-
les elCctricas en Brasil. En Argentina Ia side- nes democráticas de Ia regiOn v debian per-
rürgica fue financiadu con crCdito externo, seguirse a partir de un esfuerzo nacional de
mientras que Ia petroquImica se puso en mar- planeacion que procurase aprovechar al
cha con base en Ia radicaciOn directa de capi- maxima los recursos humanos v materiales
tal extranjero. Ni Kubitschek ni Frondizi disponibles en cada pais. La integraciOn eco-
resolvieron los probiemas de desarrollo de nómica regional, usi como Ia defensa de los
SUS respectivos paises. Contribuveron, en precios de los productos latinoarnericanos de
cambio, a definir un perfii de relaciones entre exportaciOn, constituian dos capitulos impor-
aquCllo.. N. Estados Unidos, que de alli en más tantes de Ia Carta.
ganaria consistencia en Ia regiOn. Facilita- Los gobiernos sociaIdemOcratas de AcciOn
miento de Ia radicacion dci capital privado Democritica v sociakristianos de cori en
extranjero en Ia estructura productiva inter- Venezuela v demOcrata cristiano de E. Frei
na y endeudamiento externo creciente serian en Chile fueron claros exponentes de esta
dos de sus caracteristicas distintivas. segunda fuse desarroilista en America Latina.
Sin embargo, ci d. conoceria unu egunda Diversos fuctore, se anudaron para impe-
etapa en America Lutina. El triunfo de Ia revo- dir que tan ambicioso programa funcionar.
luciOn cubana (finales de 1958) aiertO a Esta- En primer lugur merece destacarse que los
dos Unidos sobre Ia pusibilidad de Ia propa- veinte mil millones de dOlarcs en fondos
gaciOn del ejemplo. Sonaba Ia hora de quc ci püblicos, destinados a cieditos de largo pla-
gobierno norteamericano se comprometiera zo v baja amortizaciOn. ofrecidos par el
en un vasto plan de usistencia económica para gobierno norteamericano, jamás fueron apro-
Ia regiOn, respondiendo a los viejos anhelos bados en forma global par el congreso nor-
latinoamericanos. El encargado de 1k-v arlo teamericano. Los montos de fondos publicos
adelante seria John F. Kennedy. Su instru- para créditos a America Latina, que sI los
menlo. Ia Alianza para ci Progreso. El joven hubo, e aprobaban anualmente coma era de
pre'idente dcmOcrata dio a conocer los linea- rigor en cI pals del forte. junto con ci paque-
mientos generales de su programa en un dis- te presupuestario del quc podia disponer cI
curso que pronunciO ci 13 de marzo de 1961 gobierno federal. Como Iogica cunsecuencia,
DESCENTI.ALILC1ON (Y CENTRALIZACION 471

las posibilidades de una planificacióri latinoa- Buenos Aires, Eudebu, 1956; C. Furtado. Teoria
mericana a mediano o largo plaza be vieron y politica ikl desarrullo económieu, Mexico, Siglo
afectadas por esta situación. La inestabilidad XXI, 1968; C. Furtado, El desarrollo económico:
poiltica de Ia legion —ci picsideiite J. Qua- un mliv, Mexico. Siglo XXI. 1975; A.W. Lewis,
dros del Brasil renunciO diez dias despues de Teuria del desarrollo ecoflvmico, Mexico. Fondo
firmada Ia Carta; el presidente argentina A. de Cultura EconOmica. 1958; W.W. Rostow, Las
Frondizi fue derrocado por un golpe militar etapas del crecimienlo econom rev, Mexico, Fon-
ocho meses despues: ci presidente Prado del do de Cultura EeonOmica, 1974; 0. Sunkel y P.
PerO fue depuesto antes que Ia AIianza cum- Paz, El subdesarrollo latinoumericano y la leo-
pliera un año— contribuvo, a su turno, a na del desarvollu, Mexico, Siglo XXI, 1970.
empantanar Ia marcha dci prugrama. El ase-
sinato del presidente Kennedy, en noviembre [Essro LOeEz]
de 1963, asestaria otro rudo goipe ul desarro-
I lo del programa. Ni su remplazante en Ia pre-
sidencia, Johnson, ni los funcionarios de Ia descentralización (y centrallzación)
Alianza designados par él, estaban compro-
met idos con ésta coma Ia estuvo Ia adminis- I. (E\TRALWA(lO5 V tiEst ESTRALIzACIOS. (O%SIl)ER'i
traciOn Kennedy. En media de estas circuns- ClONES INTRODUCTIVAS KELATIVIDAD I)I LA DISTIN-
tancias que se han evocado y que, desde lue- dON. La centraiizaciOn y Ia d. en general (y en
go, no haccn más que pintar un cuadro a gran- consi.cuencia tambiCn Ia centralizaciOn y Ia
des rasgos, las tendencias que habian preva- d. administrativas) no son instituciones juri-
lecido con anterioridad a Ia Alianza en las dicas unIvocas sino fOrmulas quc contienen
relaciones económicas entre America Latina principios y tendencias, modos de ser de un
y Estados Unidos terminaron por impunerse. aparato politico o administrativo. Son, por lo
ContinuO creciendo Ia inversion privada nor- tan to, directivas de organizaciOn en sentido
teamericana directa, aumentO ci endeuda- ampiio, no conceptos inmediatamente opera-
miento externo lutinoamcricano mientras los tivos. Ademis, si es cierto que representan
crCditos pOblicos concedidos por el gobierno dos tipos distintos y contrapuestos de orde-
norteamericuno fueron predominantemente namientos juridicos, tambiCn es cierto que se
usados pant cubrir los incrementados servi- trata de figuras comparables en su totalidad
dos de Ia mericionada deuda; se acentuO el solamente en teoria: en efecto, si por un lado
desequilibria de Ia balanza comercial de los Ia d. total conduce a despeduzar Ia propia
paises l,itinoamericanos en favor de Estados nociOn de estado, también cs conocido por ci
Unidos. Coma resultado inevitable de este otro el carzicter utopista de una centralizaciOn
intento failido, las economias latinoamerica- total en ci estado moderno, caracterizado por
nas se abrieron a Ia pcnetracion del capital una gran cantidad y complejidad de fines y
transnacional que baja formas diversas —des- de funciones. Esto significa que todos los
de Ia industria del automOvil hasta Ia fabri- ordenamientos juridicos positivos están en
cación de cosmeticos— encontrO condiciones parte centralizados y en parte descentraliza-
propicias pura su desenvolvimiento, contó dos, es decir, considerando Ia centralizaciOn
con ci aval de su propio gobierno y de los v Ia d. coma dos vabores posibles, que no exis-
gobiernos locales y alcunzó un lugar predo- te un sistema polltico-administrativo que estC
minunte en Ia estructura productiva interna exclusivamente orientado hacia Ia optimación
de los pulses de Ia regiOn. Ls organi7aciones dci irno o del otro. Por tanto, como consecuen-
politicas y los gobiernas latinoamericanos cia de Ia combinación de los dos principios,
liaadr,s de un modo u otro a este proceso cons- muy dificilmente, aun pant sectores limita-
tituyen Ia amplia j.ma de uctores sociales a dos de Ia oraanizaciOn de un estado, d. y cen-
los que se les aplica, de un modo general, ci tralizaciOn están en estudo puro, sino que apa-
concepto del que hemos venido oupandonos. recen como centralizaciOn y d. imperfectos.
Tab observaciOn tiene un carácter mera-
slKLlc - iArlA I. AdeImn, Teorias del desarrullo mente descriptivo, en cuanto, tratándose de
económieo, Mexico, Fondo ck Cultura EconOmi- normas de organiiación en sentido amplio. se
ca, 1974; C. Furt.ido, Dearrollo v subdesarrolki, intuve que no Cs correcto hablar de perfec-
472 DISCENTRAUZACION (V CENTRI.IZACIOj

ción en un sentido o en otro, y además un rado dcsdc hace tiempo Ia concxión entre Ia
ordenamiento que de centraliiado en estado administraci(in pübiica y ci cambio de las
puro se transformase en descent ral izado en estructuras sociales. y Ia consecuente nece-
estado puro, no tendria con el precedente nm- sidad de que ci desajiollo dc las estructuras
guna relación: se trataria de Ia creación de administr.itivas se adecue a este cambio, acti-
un nuevo ordenumiento. El probiema de Ia vando un-.t distribución de las tareas y dc las
centralización y de Ia d. se plantea en cuanto funciones scgün aqucilos criterios que, a Ia
que uno y otro están presentes en Ia orgini- Iuz de los cambios sociales producidus. per-
zación del estado, y se trata. por lo tanto. dc mitan asignar a las transferencias oper.idas
valorar los instrumentos juridicos a través de un real contenido y una real operatividad.
los cuales. respectivamente, son valorizados: Bajo ci perfil del derecho püblico, en parti-
ci ünico camino para una transformación Cs, cular, ci problema de Ia subdivision de las
precisamente, ci de un movimiento gradual tareas y de las funciones no es un probiema
y progresivo dirigido a mitigar aquelias ten• de organización que Sc refiera solamente a las
dencias, en un sentido y en otro, considera- unidades administrativas centr.tles y los otros
das como ya no adecuadas a Ia realidad efec- entes u órganos por éstas separados sino que
tiva. Desde un punto de vista general hay un es un fenOmeno quc comprende en su gene-
constante cambio entrc centralización y d., ralidad ci modo de ser, las cualidades y los
como consecuencia de un proccso de concen- prcdicados de un determinado aparato. ya sea
tración y de disgregacion, generalmente gia- estatal o no. o Ia acciOn de un peder pübiico.
dual y lentisimo, pero a veces más vcloz, que En definitiva no es un probiema de derecho
se manifiestz en tcda sociedad. administrativo interno, que se vincule a Ia
Una vez que se considere esta premisa y quc ünica colectividad estatai, sino que es un pr
se aciare que centratización y d. totales son biema de derecho publico general que puede
solamente poios ideates, puede aceptarse, con comprender, cuando asume las caracteristi-
fines descriptivos. ci criterlo del minimo cas de Ia d. politica, colectividades en ci inte-
indispensable para que se pueda hablar de d. rior del estado o supracstatales.
Existe centraiizaciOn cuando Ia caiiiidad de El problema de Ia d. nose piantea en todos
los poderes de los entes locales y de los ói-ga- lados en los mismos términos y es indispen-
nos periféricos está reducida al minimo indis- sable situarlo cada vez en ci ambiente social
pensable para que estos puedan colocarse y en Ia época histOrica en los quc encuentra
coma entidades subjetivas de administración; concreta reulización. Este asume, sin einbar-
existe en cambio d. cuando los órganos cen- go, caracteristicas de particular urgencia e
trales dcl estado tienen ci minimo de poder importancia, bajoel perfil administrativo, en
indispensable para desarroilar sus activi- los ordenamientos que, como ci italiano.
dades. reproducen ci modelo organizativo central is-
Actualmente ci valor fundamental de Ia d. ta de tipo frances: en efecto, nuestro ordena-
está ampliamente reconocido, tanto en ci inte- micrito está, en conjunto, todavia inspirado
rior de una tinica organizaciOn administrati- en ci principio de "organizac ion jcrárquica"
va, como en referenda a las relaciones entre màs quc en ci principio de "organización
más estructuras. que forman parte de .una autOnoma". en contraste cidente con los
oranizacióri más comprensiva compiejamen- principios constitucionales (art. 5).
te entendida. Es una afirmación comün par
parte de los estudiosos de cicnCias de Ia admi- !scksT!tu/.i.c:)s CO") PRIMMIMENIIEWRL
II. Li.
ni.tración, de ciencias politicas y de derecho DL oR(;i.sizAcIc\. Li d. puede hallar concreta
que ci problema de Ia transferencia de fun- ejecuciOn mediante figuras organizativa&. utI-
ciones desde ci "centro" hacia Ia "periferia" picas v mediante instrumentos hcteroaéneus;
está liiado a cualquier administración que en consecuencia. son rechai.adas, en forma
supre ciertas dimensiones, coinprendiendo. extrema, las lentutivas dirigidas a identificar-
en con secuencia, no sotaniente Ia administra- Ia con una institLiciujil histOrica v juridicamcn-
cióri etataI sino también Ia de los entes ptbli- te ünici. qtie tiene caructeristic.is tecnic.inicn-
cos menores y las giandcs cntidadcc cmpre- te bieui defiuuidas y cuuistantes. ,dmás, el pro-
sarhules privadas. En particular, se ha ucla- bkma es afrontado en estrecha relack.n con
DESCIXTI(ALIZACION (Y CENTRLILC1ON) 473

los modos de manifestación y con el grado de 5 de Ia constitución que enuncia ci principio


eficacia logradu, en ci ámbito de determina- de Ia d. administrativa. Se trata, en cfccto, de
das estructuras, por ci opuesto principio de una afirmución no casual 5mb que reprcsen-
Ia cent ralizacián. En este sentido debe repe- La una norma de organización, y que es Ia
tirsc que efectivamente centralizacióri y d. expresión de una opción de fondo precisa;
representan dos principios dc organización con.stituye uno de los principios fundamen-
opuestos; sin embargo, esta afirmacióri es tales del ordenamiento, con un alcance quc
váiida solaniente en ei piano conceptual, por- va mucho más aiiá de las iimitadas y más
quc. en Ia prictica. Ia presencia de uno y otro modestus exigencias de orden ttcnico, para
principio es esencial, y no se puede no asis- incidir profundamente sobre Ia estructura del
hr a un fenómeno de reciproca modcración. estado, modificândoia y coiitribuyendo, cada
Uno y otro principio no subsisten en su inte- vez que do lugar, a una division de Ia sober a-
gralidad y totaiidad sino que se manifiestan nia en sentido horizontai y a garantizar
bajo formas, por asi decirlo, intermedias mayormente las exigencias dc democratici-
—aunque tendencialmente centraiizadoras o dad del ordenamiento.
descentraiizadoras—, cuyas posibilidades de
concreción y ejecución son susceptibles de ill. DESCENTKAUZACION Y FF.DERALISMO. DESCF.NTP.
desarroilarse de maneras bastante variadas LIZAcION POLITICA. Con base en las considera-
que hacen dificil ilegar a definiciones pre- ciones hasta ahora desarrolladas, parece posi-
cisas. ble incluir en Ia noción de d. una seric de ins-
Sc debe agregar que ccntraiización y d. asu- tituciones, considcrándoIas como distintas
men, de acuerdo con Ia realidad social, un munifestaciones de un fenómeno en su esen-
carácter esencialmente dinámico. Dc aili se cia cualitativamente ünico. Dc esta manera
deriva quc todu evolución de Ia organización se hace posible no soiamente incluir el esta-
politica o administrativa de situaciones está- do federal y Ia confederaciOn entre cstados
ticas y de equiiibrio a otras fórmuias de orga- en ci ámbito de los estados descentralizados,
nización está caracteriada principalmente sino tambiOn presentar, como ejemplo de
por uno u otro de estos dos pi incipios opues- ordenamiento caracterizado por una d. muy
Los: correspundientemente, resuita desgastu- pronunciada, ci ordenamiento internacionai,
do aquci que, en ci sistema administrativo .n el cual, por otra parte, existe quien reco-
considerado, asumia, bzijo ci perfil de Ia orga- noce los sintomas de un tendencial proceso
nizaciOn, ci papei de principio fundamental. de ccntraiizaciOn. En efecto, bajo este perfil,
En ci caso dci ordcnamiento polItico- no existe más que una diferenciaciOn en ci
administrativo italiano, en ci cual Se traduce grado de d. en los diversos sistemas conside-
Ia concepciOn de un estado fuertemente cen- rados, tratándose, en sustancia, de diversas
traiizado, todo proccdimiento de reorganiza- categorias IOgico teóricas con las cuaies Sc
cion de los poderes püblicos est.i conectado designan ins diversas modalidades dci equi-
con Ia .solución de los probiemas de Ia d. ai librio quc se realiza entre centralizaciOn y
men os bajo ci perfii de Ia organización admi- descentral izaciOn.
nistrativa. En efecto, independientemente dci En este scntido se puede efectuar un vin-
probiema de ia conexión existente cntre ia culo entre estado federal y cstado unitario
Forma politica de un cstado y u prado de cen- descentralizado, siempre que se tcnga bien
tralitciOii, cuaiquier estado quc alcance un presente ci hecho de que entre ellos hay una
cicrto nivei de desarrollo no tiene solamente diferencia que no es solamente "cuantitati-
una administraciOn sino una pluraiidad de va'. Desde este Oltimo punto de vista podre-
adminktrtcioncs o de estructuras adminis- mos hablar de formas intermedias entre esta-
trahiv.s distintas e irreducibies a Ia unidad, do federal y estado más o menos descentrali-
ai mcnu en ci piano propiamentc admini- zado —y, por lo tanto, de d. regional, de d. por
trati 0. entes locales, de d. adminitrativa en senti-
Pur fin, con rcfcrcncia al ordcnamicnto ita- do estricto—, pero existe una profunda due-
liano, c independientemente de Ia formuia de rencia entre Ia d. administrativa y Ia d. fede-
organizaciüil quc concretamente to caracte- ral. Pstu se hasa principalmente en ci concep-
riza, sc debe detacar Ia importancia dci art. to de autoriomia politica y de d. poll tica.
474 DESCENTRALIZCION (Y CENTRALIZACIONi

Lad. politica Se distingue de Ia d. adminis- mediante su propio órgano legislativo, con


trativa no solamente par el distinto tipo de una 1ev ordinaria a constitucional, ci orden
funciones ejercidas sino par ci 'titulo" que precedente. En sustancia el nivel de autono-
está en su fundamento. La d. poiftica expre- mia constitucianal de las regiones es objeto
sa una idea de derecho autónomo, mientras de competencia legislativa estatal (es decir
que en Ia d. administrativa verdadera se tie- solamente dcl panlamento del estado), y no
ne un fenómeno de derivación de podere existe un poder judicial constitucional que,
administrativos que es además derivación del con reterencia a Ia region, este en posiciOn de
aparato politico-administrativo del estado, es real independencia respecto del estado.
decir del estado-persona. Por otra parte Ia d.
politica no coincide con ci federalismo: segu- IV. DESCENTRAUZACION, DEMOCRATICIDAD. PLURAUS.
ramente un estado federal está politicamen- Mo. Es una afirmaciOn casi constante y gene-
te descentralizado, pero hay estados politica. ralizada que existe una estrecha conexiOn
mente descentralizadus que no son federales. entre los conceptos de d. y de democracia, aun
Solamente cuando lad. asume las caracteris- en relaciOn con el hecho de que Ia lucha par La
ticas de Ia d. politica puede comenzarse a d. consiste principalmecte en Ia lucha por
habiar de federalismo o, en un nivel menor, las autonomias locales, persiguiendo nsf, ade-
de real autonomia politica de los entes tern- más de In d., objetivos de democratizaciOn.
toriales. La que asume importancia para que También hubo quien via en Ia d. ci instrumen-
se pueda hablar de ccntralización poiltica es to a través del cual pueden manifestarse corn-
que un ünico centro tiene Ia posibilidad de pletamente las fuerzas de In naciOn (del
hacer prevalecer, de manera general, tanto estado-comunidad, segOn In mãs reciente ter-
bajo el perfil territorial como hajo ci de los minologia) en ccntraposiciOn a las fuerzas del
argumentos, In propia concepción del bien estado (del estado-persona), que está institu-
publico, usufructuando para este fin ci mono- cionalmente dominado par ci principio de Ia
polio de Ia creación del derecho positivo. centralizaciOn; Ia d. senia el medio para poder
Asi Ia dificuitad de distinuir entre estado llegar, a través de Ia reparticiOn de Ia sobe-
unitario administrativamcntc descentraliza- ranla, a una real libertad riitica. "La centra-
do y estado politicamente descentralizado lizaciOn es autoritaria y gubernativa, Ia d. es
puede haliar solución en In posibilidad de una fuerza liberal y constitucional": esta afir-
ejercer una efectiva dirección politica por maciOn resume las posiciones de Ia doctnina
parte dcl estado miembro y no Ia dirección predominante, por In cual las mismas pala-
politico-administrativa más limitada que bras de centralixaciOn y de d. se remiten inme-
caracteriza. en el ordenamiento italiano, par diatamente a las polemicas de los escritores
ejcrnplo, Ia autonomla de las comunas v de progresistas contra el absolutismo y Ia gran
las provincias. Sc rompv Ia unidad de Ia icy, etapa del liberalismo dcl 'igIo pasado. Sc tra-
obre Ia que se basa Ia d. administrativa, en taba ya entonces de una afirmacion arbitra-
cuanto que Ia autonomia de que goza ci ente rid a basada en Ia observaciOn de una reali-
politicamente descentralizado puede estar dad circunscrita y contingentc; a pesar deeso,
opuesta al legisiador estatal. Tal situación, ha sido conservada acniticamente en ci cur-
par otra parte. caracteriza ttnto al estado so de los años hasta Ia época actual. Asi Se
federal coma al estado unitario regional: aun continua '-osteniendo una estrecha conexiOn
Ia competencia legislativa de las regiones, en de Ia d. con Ia libertad v con Ia democracia,
efecto, capaz dc concretar Ia idea d "dere- con ba-c sustancialmente en una intenpreta-
cho autnomo". que se ha señalado coma ciOn "romantica" y en una tendencial ideali-
esencial para Ia nociOn de d. poiftica. La que zaciOn dcl concepto de d. El error consiste en
diferencia a estas dos formas de estado rei- haber partido del rostulado de una distinciOn
de en Ia distinta aarantia constitucional: Si dicotOmica, que luego fue rigidamente man-
tenernos una d. federal, se impone al estado tenida, cntrc centralizaciOn v d., entendidos
federal una obligaciOn de respeto de los esta- como posiciones bien definidas y contrapues-
dos federadoc, obligación que no subsiste en tas. Esto ha conducido a una polarizaciOn de
cambio frente a las regiones. existiendo Ia los valores, en ci sentido, ceneraimente. de
posibilidad por parte del estado de cambiar, asignar a Ia d. el polo positivo, en cI que se
DESCENTRALIZACION (Y CENTRALIZACION) 475

sitüan valores como Ia libertad individual y Ia distribución del poder en ci ámbito de Ia


el autogobierno democrático, mientras que Ia comunidad, adoptando una concepciOn orgá-
central izacion Cs el polo negativo. autocráti- nica del estado que vaiorice las organizacio-
co y totaiitario. nec comunitarias destiii-ada a ampliar los
Sin embargo, esto no debe asumbrar: si es intereses de ios individuos. Los ordenamien-
cierto que ci poder es efectivo solo en cuanto tos del pasado, basados en Ia ficciOn de que
que estã legitimado, es decir sOlo en cuanto se el pueblo estaba unido en torno a intereses
niueve en ci ánibito de Ia ideologia que lo solamente generales e indiferentes, por eso
justifica y en nombre de Ia cual puede ser mismo clavados en ci aparato del estado y
impuesto desde arriba v puede ser aceptado centralizados, son sustituidos por ordena.
desde abajo, Ia equivalencia entre bien y d. mientos en los que a los intereses nacionales
—en cuanto garantia de libertad— y mal y se cnfrentan una serie de intercscs propios
centralizaciOn —en cuanto sinonirno de esta- de comunidades menores, para el logro de los
do autocrático— se sitOa perfectamente en cuales se establecen estructuras autónomas
una época en Ia que una serie de valores gene- y descentralizadas: Ia d. parece asi constituir
ricamente sintetizables en ci concepto de el medio juridico para Ia afirmaciOn del plu-
demoeraticidad han constituido Ia base de los ralismo de los centros de poder.
cambios institucionales. Aunque, en Oltima Lu d., sin embargo, puede ser solamente un
instancia, se sitOa huaimente bien, en ci mis- instrumento dirigido a dar cuerpo efectivo al
mo ordn de ideas. Ia posibilidad de rccha- pluralismo; pro de Ia efeetividad dcl plura.
zar Ia d. como institución antidemocratica. lismo depende Ia introducción en las estruc-
En efecto, si indudahiemente es necesario turas poilticas y administrativas dcl concep-
entenderse con base en Ia nociOn de democra- to 'dc partido" y de Organos o cntes que sc
ticidad, tambiCn es cierto que. segün Ia opi- pueden definir "exponentes" de determinadas
niOn de muchos, las exigencias de igualdad, fucrzas que Se mueven en ci ámbito del orde-
que tambiCn son exigencias de democratici- namiento. En este sentido Ia afirmuciOn de
dad, son favorecidas por Ia cent ralización. que Ia falta de reconocimiento de las comu-
Un razonamiento analogo puede ser dcc- nidades intermedias es necesariamente ccii-
tuado con referencia a Ia noción del pluralis- tralizaciOn o de que ci reconocimiento de
mo. La garanhfa relativa a las formaciones Cstas implica en cada caso d., es sometida a
sociaks en que sC dcsurrolla Ia personalidad una atenta revision. Nos encontramos. en
dcl hombre, contenida en el art. 2 de Ia cons- efecto, en un pIano distinto, consecuentemen-
tituciOn italiana, puede estar vinculada con te al reconocimiento de una instancia de liber-
lad. de funcione publicas a entes autOnomos tad, de iibertad respecto dcl estado, paralela
locales o di., otra naturaleza, en Ia considera- a Ia afirmación de los derechos de libcrtades
ciOn de quc su ejercicio pueda estar mejor individuales.
asegurado confiándolo a aquellos que pare-
cen más directamente interesados y. por lo V. LA DESCENTRALIZACION COMO VALOR. Las obser-
tanto. más idOneos para conferiric ci máxi- vaciones hechas hasta ahora nos rnuestran
mo de funcionalidad. Soiamente de este modo cómo muchos de los equlvocos surgidos en
Ia conccpciOn por Ia cual ci estado es ci ente torno a las nociones de centralización y de d.
en el que toda Ia scciedad en todos sus aspec- se basan en aquelia polarizaciOn de vulores,
los v en sus articulaciones naturales se uni- en virtud de Ia cual cadu uno ha tratado de
fica v 'c p.rsonifica puedc ser uperada, con encontrar en Ia d., aprioristicamente defini-
todo ci punestatalismo que en ella encierra, da como un bien. el desarroilo v Ia defensa
a partir de Ia tendencia a considerar equiva- de los valores incluidos en sU propia ideolo-
lentes los ttrminos "pOblico" v "estatal" y de gia. En efecto ci tema especIfico de Ia d. de
Ia infiuencia que ejerce todavia en Ia interpre- Ia administr..iciOn publica, que a principios de
tación del nuevo orden constitucional. siglo estaba limitado a los programas de los
Al valorar Ia esencia del estado moderno, partidos progresistas, es hoy ci objeto casi
sC hace vakr, evidentemente, Ia necesidad di., constante de controversias ideologicas (pero
considerar, ademãs d1 aspecto juridico- sOlo paru lo, metodos con los cuales ejercer-
formal. tambkn ci sustancial a sociologico de lao con referencia al iugar que se Ic debe asig-
476 DESCENTRALIZACION (Y CENTRALIZACION)

nar en ci complejo ordenamiento) y se halla esenciales perdura todavia. Es en este


insertado, como fin a perseguir, en los pn momento, en efecto, cuando Ia respuesta a Ia
gramas politicos dc todos los partidos. Esto elección entre centralización y d. se manifies-
se debe al hecho de que cada uno halia en Ia ta definitivamente no solo en el rechazo de
d. Ia que considera mãs oportuno hailar en una completa d. autárquica sino también en
ella, segtn Ia quc se verifica con frecuencia Ia valorizaciOn de Ia más pronunciada centru-
aun en Ia época actual. lizaciOn en el interior de Ia organizaciOn uni-
Pero si Ia d. puede identificarse con diver- tuna del estado. No solamente las libertades
sas ideologias, es importante aclarar cuáles locales cesaron de existir en el mismo
son éstas en su determinado momento histó- momento en que nacian sino que Ia propia
rico y en una sociedad con un determinado estructura organizativa del estado, que ya
desarroilo social, puesto que solamente de desde entonces conducla al desarrollo de una
este modo será posible estublecer si Ia d. dec. serie conspicua de Organos periféricos, esta-
tivamente se ejerce o Si, en cambio, no se ejer- ba dominada por ci principio de jerarquia.
cc una d. ficticia y aparente, por lo que se hace Con esto el estado no solamente se constituia
necesario investigar las motivaciones profun- un propio aparato periférico, destinado a cui-
das. Al mismo ticmpo será posible aclarar si dar los intereses en ci nivel local y suscepti-
Ia persistencia de Ia idea de d. traduce Ia per- ble de entrar en conflicto con las oficinas de
manencia de los valores y de las ideologias los entes locales y de superponerse a ellos,
del periodo precedente, adaptados ya a Ia rca- sino que estructuraba los cargos jcrárquica-
lidad actual, o si en cambio no estamos fren- mente, evidenciando como elemento caracte-
te a aigo nuevo, con Ia consecuente posibili. ristico Ia identidad de competencias con los
dad de on conflicto de valores. Se hace, asi, Organos centrales verticales. Dc este modo se
casi inevitable preguntarse si Ia noción de d. satisfizo Ia exigencia de que ci ministro cen-
no constituye bastante a menudo una espe- tralizase no ci máximo sino Ia totalidad de los
cie de cobertura a debates que se refieren, poderes de decisiOn, para poder responder
sustancialmentc, a otros valores más profun- sabre Ia situación de Ia co.sa publica frente
dos concernientes a Ia vida social. al parlamcnto, pero al mismo tiempo Se impe-
dIa cualquier posible desarrollo del aparato
VI. LA DESCENTRALIZACION EN EL ORDENAMILNTO ADMI- administrativo en sentido descentralizado.
NISTRATIVO ITkLIANO.Con referencia al ordena- La situaciOn, hay, ha cambiado profunda-
miento republicano italiano, después de Ia mente, puesto que en Ia Republica Italiana
centralización heredada de las monarquias —como consecuencia de un previsible proce-
absolutas, cuyo inantenimiento fue favoreci- so histOrico, en Ia medida de Ia narmativa
do par Ia necesidad de Ia unificación prime- vigente y del vigente orden constitucional,
ro y por el regimen fascista después, el tipu coma en aplicacion de posibles directivas de
de estructura politica y ci dictado canstitu- reforma conectadas a las actuales exigencias
cional tienden a favorecer LLS condiciones politicas— Ia solución del problema de Ia d.
para un desarrollo de Ia d. tanto politica coma administrativa no puede ser corifiada sola-
administrativa. La primera principalmente mente a una más completa ejecuciOn de las
mediante Ia introducción del ordenamiento autonomias locales. También es necesaria Ia
regional, Ia segunda mediante Ia más comple. d. interna a Ia organizciOn administrativa del
ta valorizacion de los entes locales ya existen- estado, que se basa en el art. 5 de Ia constitu-
tes y mediante una efectiva obra de d. inter- ciOn y que podemos definir coma burocráti-
flu al aparato burocrático estatal. ca: esto implica Ia transferencia a los Orga-
E'te ültimo tipo de d. interna a Ia organi- nos administrativos penifCricos de una acti-
ztción administrativa dcl estado merece una vidad decisional, no merumente ejecutiva o
consideraciOii más profundizada. Para corn- preparatoria, y Ia ruptura compieta del mode-
prender bien Ia noción de d. administrativa Ia jerãrquico coma modelo esencial de las
es necesario remitirse a Ia adopción dcl reluciones de los Organos administrativos
esquema de preketuras y a Ia IcgislaciOn entre Si. La d. implica Ia existencia de una plu-
udininistrativa puesta en practica en el ralidad de niveles de decisiOn ejercibles autO-
momento de Ia unificacion, quc en sus lineas nomamente par cargos indcpendientL-s dci
DESOREDIENCIA CIVIL 477

centro: éste resultarki favorecido donde exis- un mayor desarrollo de Ia autunomia técni-
tiese in posibilidad por parte de otro cargo ca y financiera, liada a unu organ izaciOn de
superior de sustituir el cargo perifrico en Ia actividad dc caráctcr especialista. El tipo
virtud de sus poderes jerãrquicos. Dc este tradicional de organizaciOn administrativa
modo se funda no solamente In independen- por Organos estructurados verticalmente es
cia del órgano perikrico sino tarnbién su sustituido por una reparticiOn horizontal de
especiahi7aci6n y responsabilización, mien- las funciones divididas entre unidades orga-
tras que Ia unidad de in acción administrati- nizativas especializadas, por otra parte data-
va puede ser adecuadamente mantenida das de una personalidad juridica .separada.
mediante las normas emanadas de los órga- Es en esta Oltima dirección donde se mani-
nos cent raies v ci cumplimiento por partc de fiestan principalmente ins lIneas de tenden-
los mismos de un control dirigido a verificar cia de In moderna organizaciOn administra-
Ia adhercncia a in ley de In acción de los órga- tiva, comprendidos los liamados entes pübli-
nos perifericos. Las tcntativa.s dirigidas sim- cos instrumentales: aun éstos aparecen coma
plemente a descongestionar In administración In consecuencia dcl desarrollo de una irrefre-
püblica central, multiplicando en el interior nable tendencia descentralizadora inspirada
de In organización del estado los órganos pen- en razoncs técnicas, que apunta, en algunos
féricos, sin incidir de un modo sustancial en paises como Francia. a sustituir las exigen-
el poder de decision y sin operar una neta cias de d. poiltica, hacienda pasar a éstas a
superaciOn de ordenamiento jerirquico, dan un segundo lugar.
lugar simplemente a mcdidas de desconcen- Par fin, se recuerda que In nociOn de d.
traciOn 0, si se prefiere. de d. jerárquica. Has- udministrativa no coincide con in de autono-
ta ahora, en el ordenamiento itaiiano, las mIa local (comunas y provincias, sabre todo),
repetidas tentativas de descentralizar Ia orga- aunque, efectivamente, un ente autónomo
nizaciOn administrativa dcl estado han con- local es, tendencialmente, una tipica expre-
ducido ünicamente it limitar medidas de des- siOn de d. administrativa. Si, en efecto. In
conccntración. autonomia local es también d. administrati-
Va, lo que igualmente In caracteriza y In cob-
VIIIA 1AMFICACION Y TIPOL0GIA DE IA DES(I.5TRA1.IZ. ca en un piano distinto es ci hecho de que In
cio,.. En el ãmbito de Ia nociOn de d. es autonomia local, aun cuando no se manifies-
comOn hacer una seric de distinciones, algu- ta coma autonomia politica, no aparece como
nas propias solamente de In ciencia juridica, unu derivaciOn de In organizaciOrl administra-
otras de uso má comOn. Adem.is de Ia due- tiva del estado. Trasciende ci marco concep-
rcnciaciOn cntrc d. v desconcentraciOn, tual de Ia mera d. administrativa v se vincu-
recientemente recordada, v dc In distinciOn Ia, como por otra parte Se ha destacado pre-
entre d. politica y d. administratia. Sc con- cedentemcnte, a In temática de In libertad y,
sideran a menudo de un modo diverso L atri- pon lo tanto, a los diversos conceptos de
buciOn de funciones a entes separados dcl democraticidad v de pluralismo.
estado, definida como d. autarquica o tam-
bien institucional, y ci orden descentraliza- [FABIO ROVERSI-MONACO]
do dci poder en el Zimbito de una Onica orga-
nizaciOn, definido como d. burocrática, segün
una terminoloia bastante comOn. Las dos
hipOtesis corresponden en sustancia a In cxi-
desobedlencla clvii
1encia, ya recordada. de entes autOnomos
locales v de órunos descentralizados en ci I (I41_D1L5C1% N RESI:-JINCIA. Para comprender
interior de las estructura administrativas dcl qué es Io que se entiende par "d. civil" es pre-
aparato estatal. ciso partir de In consideraciOn de que ci deber
A estas dos hipOtesis se Ic agrega ci impor- fundamental de cada persona sujeta a un
tante sector de In "ci. por servicios". Con ella ondenztmiento juridico es ci deber de obcde-
se tienc Ia constituciOn de entes par sectores cer las Icvs. Este deber se llama obli'zaciOn
horno'eneos ile actividztd, asi coma In crea- politica. La obsenvancia dc In obligacion poll-
don de ore.anus descent ralizados. v se tiene tica par pane de in gran mavoria de los suje-
47$ DESOBEDIENCIA CIVIL

los, o bien Ia general y constante obediencia injusta, el caso de Ia Icy iIegtima (es decir
a las Ieyes, es al mismo tiempo Ia condición emanada de quien no tiene el poder de legis-
y Ia prueba de Ia legitimidad dcl ordenamien- iar) y el caso de Ia icy inváiida (a inconstitu-
to, si por "poder legitimo" se entiende webe- cionai). SegOn los partidarios de lad. civil, en
rianamente ci poder cuvos mandatos son, en todos estos casas Ia Icy no es verdadera Icy:
cuanto mandatos, es decir independientemen- en ci primer caso no lo Cs sustancialmente,
te de su contenido. obedecidos. Par Ia misma en el segundo v en el tercero no Ia es formal-
razOn por Ia que un poder que pretende ser mente. El argumento principal de &stos es que
legitimo fomenta Ia obediencia. desalienta Ia ci deber (moral) de obedecer a las ieyes exis-
desobediencia; mientras que Ia obediencia a IC en Ia medida en que es respetado par ci
las leves es una obligacion, Ia desobediencia legisiador ci deber de emanar leycs justas (es
es algo ilicito como tal diversamente cas- decir de acuerdo con las principios de dere-
tigada. cho natural o racional, con los principios
Lad. civil es una forma particular de deso- generales del derecho o como se los quiera ha-
bediencia, en cuanto que se hace acto con el mar) y constitucionales (es decir de acuerdo
fin inmediato de demostrar pOblicamente Ia con los principios sustanciales y con las
injusticia de Ia Icy y con elfin mediato de regias formales previstas rar Ia constituciOn).
inducir al legisiador a cambiarla; como tal Va Entre ciududano y legislador exist iria una
acompanada par parte de quien Ia cumple con reiación de reciprocidad: si Cs cierto que ci
justificaciones tales que pretende ser consi- legislador tiene ci derecha a Ia abediencia, es
derada no sOlo como ilcita sino también como igualmente cierto que el ciudadano tiene dere-
debida, y que exige ser toicrada, a diferencia cha a ser gabernado sabiamente y segOn las
de cualquier otra trasgresiOn, par las autori- leves establecidas.
dadcs pOblicas. Mientras que Ia desobedien-
cia comCzn es un acto que desintegra ci orde- II. DIVRSA.S FORMAS DE RIiSISTECIA. El problema
namiento, y por Ia tanto debe ser impedida de Si es licito desobedecer a las leyes, en qué
o depuesta para que ci ordenamiento sea rein- casos, dentro de qué limites y par parte de
terado en u pritino estado. Ia d. civil es un quién, es un problema tradicional que fue
acto que apunta en Oltima instancia a cam- objeto de infinitas reflexiones y discusiones
biar el ordenamiento, es en rcsumen un acto entre fiiósofos, moralistas, juristas, teOioos,
no destructivo sino innovativo. Sc llama etc. La expresiOn d. civil que a ella sc refiere
"civil" justamente porque quien Ia cumple es en cambio moderna y entrO en ci usa
considera no cometer un acto de trasgresión corriente a través de los escritores politicos
de su propio deber de ciudadano sino que en anglosajones, comenzando par ci ciásico ensa-
todo caso considera comportarse coma buen yo de Henry David Thoreau, Civil disobedien-
ciudadano en esa circunstancia particular ce (1849), en ci cual eI escritor norteamerica-
más bien desobedeciendo que obedeciendo. no deciara rechazir el pago de los impuestos
Justamente par este carácter demostrativo y al gobierno que lo', emplea para h-acer una
por este fin innovativo ci acto de d. civil ticn- uerra injusta (ha 1Lrra contra Mexico), afir-
de a tener ci máximo de publicidad. Este manda: "La ünica obligación que tengo el
carOcter de Ia publicidad sirve para distinuir derecho de asumir es Ia, de hacer a cada
netamente Ia d. civil de Ia desobediencia rn.imento lo que con sidero ju sto", y par Ia tan-
camOn: mientra que el desobediente civil se to, frente a Ia consecuencia de su prapia ado
exporie al pübiico, y solo exponiéndose al que podria ccnducirlo a Ia prisiOn, responde:
publico puede esperar lograr su propio obje- "Bajo un gobierno quc encarcda a cualquie-
tivo, ci desviante comun debe, si quiere alcan- ra injutamentc, ci verdadero lugar pLra un
zar su propio objetivo, cumplir ci acto en ci hombre justo es en prisiórl."
mxirno secreto. En sentido prapio Ia d. civil Cs solamente
Las circunstancias en que los partidarios una de las situadiones en que Ia violaciOn de
de Ia d. civil consideran que desaparece Ia Ia icy es considerada, por quien Ia cumple o
()bljraciun dc Ia obediencia v debe ser rem- hace su propaganda. éticamente justificada.
pLLzad.. por Ia obligaciOn de Ia desobedien- Sc trata de las situaciones que son compren-
cia son sustancialmente tres: ci caso de Ia Icy didas habitualmente por Ia tradiciOn predo.
DESOBEDIENCIA CIVIL 479

minante de Ia filosof ía politica en Ia catego- acciOn violenta coincida a menudo con ci paso
i-ia del derecho a la resisteucia. Alessandro de Ia acción omisiva a Ia acción comisiva); e]
Passerin d'Entrëves ha distinguido ocho dife- dirigida al cambio de una norma o de un gru-
rentes modos de comportarse del ciudadano po de normas o bien de todo ci ordenamien-
frente a Ia 1ev: 1] obediencia consciente; 2] res- to; es decir, de tal manera que no pane en
peto formal; 31 evasion ocuita; 41 obediencia cuestiOn todo el ordenamiento, coma sucede
pasiva; 51 objeción de conciencia; 6] d. civil; con Ia objeciOn de conciencia a Ia obligacion
7] resistencia pasiva; 8] resistencia activa. Las de prestar el servicio militar, especialmente
formas tradicionales de resistencia a Ia Icy en circunstancias excepcionales, coma una
comienzan con Ia obediencia pasiva y termi- guerra sentida coma particularmente injus-
nan con Ia resistencia activa: Ia d. civil, en su ta (pal-a dar un ejemplo reciente que volviO
significado restringido, es una forma inter- a poner en discusiOn con particular intensi-
media. Siauiendo a Rawls, &Entrèves Ia defi- dad el problema de Ia d. civil, Ia guerra de
ne como una acciOn ilegal, colectiva. pOblica Vietnam) o bien tal que tiende a derrumbar
v no violenta, que apela a principios éticos tado el sistema, coma es propio de Ia acciOn
superiores para obtener un cambio en las revolucionaria. Además, Ia desobediencia
leves. puede ser, segün una distinciOn que se per-
Las situaciones que caen dentro de Ia cate- mite a las teorias politicas de Ia era de Ia
goria general dcl derecho de resistencia pue- reforma, pasiva a act iva: es pasiva Ia que está
den 5cr distinguidas con base en criterios dirigida a Ia parte preceptiva de Ia ley y no
diversos, es decir segOn que Ia acción de deso- a Ia parte punitiva, en otras palabras Ia que
bediencia sea: a] omisiva o comisiva, es decir se cumpie con Ia precisa voluntad de aceptar
que consista en el no hacer lo que se ordena Ia pena que Ic scguirá y, en cuanto tal, si bien
(par ejemplo eI servicio militar) o en ci hacer no reconoce al estado ci derecho de imponer
lo que está prohibido (Cs el caso del negro que obligaciones contra conciencia, le reconoce ci
se va a sentar en un local pOblico vedado a derecho de castigar toda violaciOn de las pro-
los hambres de color); b] individual o colecti- pias leycs; activa, Ia que estA dirigida al mis-
va, segOn que sea cumplida par un individuo mci tiempo a Ia parte preceptiva y a Ia parte
aislado (tipico es el caso dcl objetor de con- punitiva de Ia icy, de manera que quien Ia
ciencia. que generalmente actüa solo y en vir- efectüa no se limita a violar Ia norma 5mb que
tud de un dictamen de su propia conciencia, trata par todos los medios de librarse de la
individual). o por un grupo cuvos miembros pcna.
comparten los mismos ideales (ejemplo de Combinando cada una de las distintas
ello son las campañas gandhianas par Ia libe- caracteristicaN de cada criteria particular con
radOn de Ia India dcl dominio britanico); ci todos los otros se obtiene un notable nüme-
clandestina o publica, a bien preparada rode situaciones que no viene al caso enume-
cumplida en secreto, coma sucede y no pue- rar aqul. Para dar un ejemplo: Ia objeciOn de
de no suceder en ci atentado anarquista que conciencia al servicio militar (alli donde las
debe contar con Ia sorpresa, o bien proclama- leves no Ia reconocen) es omisiva, individual,
da antes dcl cumplimiento. como son habi. publica. pacifica, parcial, y realiza una for-
tualmente las ocupaciones de fábricas, de ma de desobediencia pasivu. Para dar otro
casas, de esueLts, hechas con elfin de obte- ejemplo clásico: el iiranicidio es comisivo,
ncr Ia revocación de nortnas represivas a pro- eneraImente individual, clandestino (es decir
hibitivas consideradas discriminantis; d] no declarado con anticipacion), violento, total
pacifica o violenta, Cs decir cumplida con (tiendc, coma el de los monarcómacos de las
medios no violentos, como el sir-in, v en gene- guerras religiosas de los sigIo xvi y XVII a ci
ral toda forma de huelga (se entiende donde de los anarquistas de hs luchas sociales del
Ia hueli es ikgal; pero tambkn donde Ia xix. a un cambio radical del etado presen-
hucl. Cs licita iempre h.y formas de bud- te), v además realiza una forma de de'obe-
a coii.iderada'- ilicitas) o bien cc a armas pro- diencia activa. Refiriéndonos a Ia d. civil, tal
pias o impropias, como sucede generalmen- como habitualmente Ia concibe Ia filosofia
te en toda situación rerolucionaria (Cs nota- pohtica contemporánet, que toma en consi-
ble que el paso de Ia acciOn no violenta a Ia dcraciOn las grandes campanas no violentas
480 DESOSEDIENCIA CIVIL

de Gandhi o las campanas por Ia abolición dc y bien delimitado entre los dos tipos extremos
las discriminaciones raciales en Estados Uni- —e históricamente más frecuentes y también
dos, Cs omisiva, colectiva, páblica, pacifica, más estudiados— de Ia resistencia individual
no necesariamente parcial (Ia acción de Gand- no violenta y de In resistencia de grupo vio-
hi fuc por cierto unu acción revolucionaria) lenta. La d. civil tienc, de In resistencia colec-
y no necesariamente pasiva (las grandes cam- tiva, Ia caracteristica dcl fenómeno de grupo
panas contra Ia discriminación racial tienden excepto en ciertos casos de masa, y at mismo
a no reconocer at estado el derecho de cast i- tiempo tiene, de In resistcncia individual, ci
gar los supuestos crimenes de lesa discrimi- carácter predominante de Ia no violencia; en
nación). otras paiabras: es una tentativa de hacer
rechazar par el grupo "sedicioso" las técni-
IU. LAS CARACTEkISTICAs LSPLCLFKAS ETh LA DLSO}E- cas de lucha que Ic son más lamiliares (el
DILNCIA CIVIL. Con elfin de distinguir Ia d. civil recurso a las armas propias o impropias) y
de todas las demás situaciones que se inclu- de hacerle adoptar comportamientos que son
yen históricamente en In vasta categorIa dcl caracteristicos del objetor individual (el
derecho a Ia resistencia, las dos caracterIsti- rechazo de partar las armas, el no pagar los
cas más destacadas entre las enumeradas impucstos, el abstenerse de cumplir un acto
arriba son Ia acción de grupo y Ia no violen- que repugna a Ia propia conciencia, como Ia
cia. La primera caracterIstica sirve para dis- adoración de dioses falsos y falaces, etcCtera).
tinguir Ia d. civil de los comportamientos de Lad. civil, en cuanto que es una de las diver-
resistencia individual sobre los quc se han sas formas que puede asumir Ia resistencia
detenido generalmente las doctrinas de In a In Icy, está además siempre caracterizada
resistencia en Ia historia de las luchas con- por un comportamiento que pane en prActi-
tra las diversas formas de abuso dc poder. ca intencionalmente una coriducta contraria
Tipico acto de reistencia individual es Ia a una o a más kyes. Debe ser, por lo tantu,
objeción dc conciencia (al menos en in mayo- ulteniormente distinguida de comportamien-
na de los casos en quc el rechazo a portar las los que a menudo Ia acompanan y que, nun
armas no sea hecho en nombre de in perte- teniendo ci mismo fin de oponerse a Ia auto-
nencia a una secta religiosa, como Ia de los nidad legitima fuema de los canales normales
mormones o de los testigos de Jehov't) a el de In oposición legal y de Ia protesta püblica,
caso imaginado par Hobbes de aquel que se no consistcn en una violacián intencional de
rebela contra el soberano que Ia condena a Ia ley. La pnimera distinción a hucer es Ia dc
muerte y to obliga a matarse. Es individual Ia d. civil y ci fcnómeno reciente, e igualmente
aunquc apele at Ia conciencia de otros ciuda- dramiitico, de In contestación, nun cuando a
danos el gesto de Thoreau de no pagar los menudo Ia corltestación sea ahogada en epi-
impuestos. Es individual el caso extremo de sodios de d. civil. El mejor modo de distin-
resistencia a la opresiOn. el tiranicidio. Lu ruin d. civil de contestación es recurrir it los
segunda caracteristica, de Ia no violencia, sir- dos respectivos contrarios: ci contmario de
ye para distinguir In d. civil de Ia mayor par- desobediencia es obediencin, cl contnanio
te de las forma,c de resistencia de grupo que. de contestaci6r1 es nccptnciOn. Qaien acepta Un
a diferencia de las individuales (gencrahmn- sistema Ia obedcce, pero se puede obedecer-
te no violentas), han dada lugar, en donde lue- lo aun sin accptanlo(asi In rnayonia de los ciu-
ron efectuadas, a manifestaciones de violen- dadanos obedece por inercia o par costum-
cia (desde Ia insurrección hasta Ia rebclióri, bre o por imitación o par un vago miedo de
desde Ia revoluciOn hasta In guerrilla). las cc.nsccuencia.s de una eeritual infracciOri,
Si, por lo tanto, se toman en consideraciOn sin eslar par Writ parte canvencida de que el
to'- dos criterios m;is caracterizante, de los sistema al que obedece sea el mejor de !o sh-
di cros fenümenos dc rcs6tencia, el que djs- temt', posibles). En consecuencia, In desobe-
tingue resistencia individual de resistencL diencia en tanto excluye Ia ohediencia cons-
colectiva v el que distingue resistencia violen- tituve un acto de ruptuma contra ci ordena-
ta ck resistencia no violenta. Ia d. civil, en miento a una parte suya; In cuntestación, en
cuanto fenOmeno de resistencia tanto de 2ru- tanto excluye Ia aceptaciOn (peru no in abe-
pa como no violento, OCUpJ un lugar preciso dienci;t), constituye un acto de critica que
DE.SOBEDIEWIA (lvii. 481

pane en ida de juicio ci urdenamiento cons- deciaraciOn no ciertumente para evitar Ia


tituido o una pane suya, peru no Ia pane dcc- pena que debcria serme infligida sino para
tivamente en crisis. Mientras quc Ia d. civil dcmostrar que he desobedecida at Ia ordcn
sc resuelve siempre en una acciOn aun pura- quc se me habla dada no par falta de respeto
mentc demostrativa (como el romper ci papel a Ia legItima auturidad sino para obedecer a
de liarnado a las arma.$), Ia contestación Sc Ia Icy más alta de nuestro sen. Ia voz dc Ia con-
realiza en un discurso critico, en una protes• ciencia" (Autobiography, parte v, cap. xv).
ta verbal, en Ia enunciución de un eslogan (no La otra fucnte histOnica de justificación es
por azar ci lugar dundc se explica más fre- Ia doctrina de origen iusnaturalista, luego
cuentemente Ia actitud contestativa es Ia trasmitida a Ia filasofia utilitarista dcl siglo
asamblea, es decir un lugar donde no se act ia XIX, quc afirma ci prcdominio dcl individuo
Siflo que se habla). El otru cumportamicnto sabre el estado, de donde deriva Ia duble afir-
que cunviene distinguir de Ia d. civil es el de macion de quc ci individuo ticne algunus dere -
Ia protcsta bajo lorma node discurso sino de chos originanios e inalienables, y que ci esta-
acciOn ejeinpiar, coma ci ayuriu prolongado, do es una asuciación creada por los propios
o ci suicidiu püblico mediante lormas drama- individuos par comün consenso (ci contrato
tjcis de autodestrucciôn (como prenderse fuc- social) para proteger sus derechos fundamen-
go después de haberse rociado ci cucrpo con tales y asegurar su Iibrc y pacIfica canviven-
materiaics inhiamabies). Antes quc nada estas cia. El gran teOrico dcl derecho a Ia resisten-
furinas de protcsta no son, coma Ia desobe- cia, John Locke, es iusnaturaiista, individua-
diencia, ilcgalcs (si sc puede di.scutir Ia lici- lista, contractualista, y considera al estado
tud dcl suicidio, no es discutible por cicru, coma una asociaciOn surgida dci comOn con-
Ia licitud de ayunar desde ci momento en quc senso de los ciudadanas para Ia pt-otección de
no cxiste Ia obiigación juridica de corner), y sus dcrechos naturales. Asi expresa su pro-
en segundo lugar apuntan al fin de modificar pio pensamiento: "El fin dcl gobierno es ci
una acciOn dc Ia autoridad püblica conside- hien de los hombres; Zy qué es mejor para lit
rada injusta no directamente, es decir hacien- humanidad: que el pueblo se encuentre siem-
da lo contraria de lo quc deberla haccrse, sino pre expuesto a Ia ilimitada voluntad de Ia tira-
indirectamente, es decir tratanto de suscitar nia o que los gobcrnantcs se encuentren a
un sentimiento dc reprobación o de execra- veces expuestos a Ia oposiciOn, cuando se
ciOn contra Ia acción que se quiere combatir. vuelven excesivos en el usa de su poder y lo
empican para Ia destrucciOn y no para Ia con-
IV. L% DI.Sf)IWU1I-.SCIA CIVIl. Y SLS ii STIFICA( IO\ES. Lu servaciOn de las propiedades del pueblo?"
d. civil es, como Se ha dicho al principio, un (Segundo tratado sobre ci gobierno, § 229).
ado de trasgresiárl de Ia Icy quc pretende ser Una tercera fuente dc justificaciOn es por
justilicado, y par Ia tanto halia en esta justi- fin Ia idea libertaria de Ia maldad esencial de
licación Ia razOn de su propia diferenciación toda forma de poder sabre ci hombre, en e.spe-
de tudas las otras formas dc trasgresión. La cial dcl mãximo de los poderes que es el esta-
principal fuente de justificación es Ia idea on- do, con ci coralaria de que cuda movimiento
ginariamente religiosa, luego laicizada en Ia que tiende it impedir al estado prevaricar es
doctrina dcl derecho natural, dc una Icy una premisa necesaria para instaurar ci rei-
moral, que obliga a cada hombre en cuanto node Ia justicia, de Ia libertad y de Ia paz. El
hombre, y corro tal obliga indcpendicntemcn- ensayo de Thoreau comienza con estas pala-
te de toda coacciOn, 3 , par tanto en concien- bras: "Acepto de buen grado el lema: 'El
cia, distinta de Ia Icy establecidu por Ia auto- mejor gobiernri es el que gobierna menos'[. .1
ridad politica, quc obliga solo extcniormcnte Llevado a sus extremas consecuencias condu-
y. Si flUnCa en Ia conciencia, soiamentc en Ia ce a esta otra afirmaciOn en Ia que también
medida en que está dc acuerdo con Ia Icy creo: 'El mejor gobierno es ci que no gobier-
moral. Todavia hoy los grundes movimientos flu en tbsoluto'." Es manifiesta ]a inspiruciOn
de d. civil, desde Gandhi hasta Luther Kina, libertania en algunos grupus de protesta y de
han tenido una fuerte huelia rcliiasa. Duo movilización de campalias contra Ia guerra
tina vez Gandhi, a un tribunal quc dehia juz- de Vietnam en Estados Unidos de los años
garlo por un ado de d. civil: "Oso haccr esta sesenta We Ia que una de las expresiones cul-
4s2 DESPOJOS, SISTEMA DE

turalmente más conscientes es ci libro de go cualquier forma de act ividad politica a los
Noam Chomsky, Los nuevos manda vines, empleados püblicos que asumieran por con-
1968). curso. Después de 1945, a pesar dcl regreso
marcado por Ia presidencia de Eisenhower,
R1BLIOGRAFIA: Civil disobedience: theory and prac- durante Ia cual más de 100 000 puestos ya
tice, Nueva York, 1969; S. Gendin, Governmen- sujetos a concurso dewinieron "despojos" del
tal toleration of civil disobedience, en Phi losophv partido republicano, Ia profesionalizaciOn de
and political action, Londres, Oxford University Ia administraciOn federal quedO casi comple-
Press, 1972 (y Ia bibliografla en èi citada); A. Pas- tada, en particular en los rangos intermedios,
serin d'Entreves, Obbedienza e resisteuza in una quedando a disposiciOn dc los partidos —ade-
società democratica, Milan, Edizioni di Comuni- mas de una parte de los empleos en los
t, 1970; A. Passerin d'Entreves, Obbligo politi- correos, resena tradicional de los "despo-
co e liberia di coscienza, en Rit-. Jut. Fil. Dir., jos"— sobre todo una seric de puestos en los
1973; R. Polin, L'obligation polirique, Paris, PUF, niveles más altos de Ia administración y de
1971; M. Waizer, Obligation: essays on disobe- las agencies vinculadas, donde las funciones
dience, tvar and citizenship, Cambridge, Harvard de polic y making son relevantes, además de
University Press, 1970. muchos otros en los niveles más bajos y no
calificados. El spoils system no es, por lo tan-
[NoiwERlo BOBBIO] to, ya una caracteristica importante de Ia
burocracia central norteamericana, aunque
esta ültima no ha alcanzado todavia Ia rigi-
dez de Ia de muchas naciones europeas. Sin
despojos, sistema de embargo, está ampliamente difundido en el
nivel estatal y local. donde en muchos casos
Spoils system es una expresión incorporada faitan leyes correspcindientes a Ia Pendleton
a Ia jerga polItica estadunidense en Ia mitad Act y donde, de cualquier forma, abundan
del siglo xix y canonizada con ci usa hasta empleos de todo ripo, a veces simples sinecu-
convertirse en término técnico para indicar ras, a disposicion de los partidos que se sir-
una de ]as caracteristicas del empleo pübli- yen de ellos para mantener a sus propios acti-
co norteamericano: Ia de que muchas funcio- vistas v funcionarios.
nes, en todo nivel y tanto en Ia administra- El spoils system es. por lo tanto, esencial
ción central como en Ia local, no están con- para mantener can vida las máquinas de par-
fiadas a un personal de carrera sino que con- tido, funcion considerada par muchos como
ciernen, coma verdaderos despojos de guerra, inimpugnable una vet quc se Ic sustrac Ia par-
a miembros del partido victorioso en las dcc- te vital de Ia administracion federal. Un jui-
clones. do global sabre el s. d despojos es ml vez
Los origenes del N. de despojos cc remiten imposible. Es necesnrio de cualquier mane-
a los primeros tiempos de Ia repüblica, nun ra tener presente Ia ineterada aversiOn popu-
cuando es con el advenimiento de Andrew lar hacia el ejecutio —no por nada Ia profe-
Jackson a Ia presidencia, en 1828, cuando se sionalización de Ia burocracia se produjo
lo hace iniciar tradicionalmente. Su momen- sabre todo en un nivel federal y avanzó junto
to de maxima aunque infausto esplendor se con Ia ampliacion d. los poderes dcl presiden-
dio en los decenios sucesivos a Ia guerra civil, te v su dcsvinculaciOn de muchos de los con-
cuando la administración piThlica, complcta- trolcs dcl legislativo—. aversion que cc refle-
mente controlada par los partidos, conoció un ja en el gran nUmero de cargos admini-.trati-
periodo de profunda corrupciOn. La Pendle- vos electivos (a u vez similares a los "despo-
ton Act de 1883 trató de remediarlo estable- jos") y en Ia mayor Ic acordada a los parti-
ciendo Ia obligatoriedad del concurso publi- dos, conidcrados como un verdadero
co para una serie de empleos federales; pero representante de in voluntad popular. Este
sus efectos no fuerori inmedkttos, aunque con- ültimo hecho, que hace de lo mismos parti-
dujo a una inversiOn de tendencia que se hizo dos organi'.n-os descent ralizados y complejos,
particularmente fuerte entre las dos guerras destinados a reflejar y proteger ideas e inte-
mundiales. La Hatch Act de 1939 prohibio lue- reses inmediatos de SUS electores. puede
DESPOTISMO 483

hacer parecer justificado el cambic, de dictadura, autocracia, tienen en comün el ser


mucho.s empleados püblicos con cuaiquier formas de gobierno en que qukn detenta el
cambio electoral. Si Ia escusa diferenciacion poder lo ejerce sin iIrnite de leycs (naturales,
entre los part idos, sobre todo en el nivel kal, consuetudinarias. establecidas por Organos
hace que los cambios debidos a los "despo- ad hoc. etc.). Cs decir detenta un poder abso-
jos" no provoquen por Si solos graves disfun. luto, entendido coma legibus solugus, y arbi-
ciones administrativas, sigue siendo sin trario en cuanto dependiente exciusivamen-
embargo cierto que a través del spoils system te de Ia propia voluntad. Pero no son menos
los partidos son indirectumente financiados importantes las diferencias: mientras que ci
por Ia colectividad. se convierten en instru- carácter absoluto del poder despOtico está
mentos de poder en el piano pübiico en manos estrechamente conectado con el carácter de
de caciques locales que controlan los "despo- los sObditos, naturaimente dispuestos a In
jos" v permanecen vinculados a una ética pri- obediencia e incapaces de gobernarse por Si
vatista en In gestiOn de Ia cosa pOblica que mismos (segOn Ia tradiciOn aristotélica, asi
choca cada vez más con In complcjidad orga- como hay individuos esciavos por naturale-
nizativa de In sociedad estadunidense contem- za hay pueblos esclavos por naturaleza), el
porárlea. absolutismo del poder tiránico depende de Ia
naturaleza del gobernante, que desprecia las
(TIZIASO BONAZZI] leycs establecidas y gobierna a su capricho;
mientras que ci absolutismo del despota
depende más que nada de circunstancias de
lugar (pueblos tendencialmente dispuestos a
despotismo Ia esclavitud segün Ia tradiciOn, prolongada
hasta la% famosas observaciones de Montes-
I (ONSIDERACIONESGENERALES. "D.' significa en quieu sobre el d. y aOn más alI& son los pue-
sentido especifico aqueila forrna de gobierno blos que habitan las grandes comarcas de
en que quien detenta ei poder tiene respecto Asia, los "bárbaros" para los griegos), ci abso-
de sus sübditc,s ci mismo tipo de relaciOn que luti.smo del dictador depende más quc nada
ci patron (en griego 'despotés") tiene respecto de circunstancias de tiempo, es decir de Ia
de los esclavos en su posesiOn. Como es sabi- verificaciOn de circunstancias excepcionales,
do, AristOteles distingue desde las primeras como por ejemplo una guerra, que imponen,
páginas de Ia Politica tres tipos de relaciOn aun cuando temporalmente. Ia suspensiOn de
de dominio: ci conyugal, o bien del marido las garantlas constitucionales y la institución
sobre su mujer, el paterno, o bien dcl ptdre de un poder al que Ic es licito actuar luera
sobre los hijos, s' ci patronal o despótico, o de las ieyes establecidas o con leyes exccpcio-
bien del patron sobre los esciavos. Con base nales. SOlo "autOcratas", en cuanto significa
en esta distinciOn fue Ilamada despótica des- aquel que Se gobierna por si mismo, es un ter-
de Ia antiguedad aquella forma de gobierno mino genérico —aunque históricamente usa-
en que Ia relacion entre nobernantes y gober- do sobre todo para designar el gobierno de
nados puede ser asimilada a In reiaciOn entre los zares de Rusia, hoy está en desuso— que
patrOn v esclavos. En sentido genérico, sobre tiene un significado solamente polémico para
todo en el lenguaje politico moderno que ha sustituir, segOn los diversos contextos, tan-
olvidado ci significado etimologico de Ia pala- to a despota como tirano y dictador (en el sen-
bra, d. es usado poIimicamente para indicar tido moderno a u vez genérico y no en el sen-
cualquier forma de gobierno absoluto, y a tido antiguo y especifico de Ia palabra). Ade-
menudo es sinOnimo de tirania, dictadura, más, mientras que Ia tiranIa es una forma
autocracia, absolutismo y similares. Solo si degenerada de gobierno, tanto en su forma de
se tiene en cuenta ci significado originario de gobierno ilegal (tirania respecto al modo de
L palabr,i. y el uso técnico que de ella Sc ha ejercicio del poder) como en su forma ilegiti-
hechi, en Ia tradicion de Ia filosof in politica, ma (tirania respecto al tjtulo de adquisicion
el termino d. indica una forma de cobierno del poder, o usurpaciOn), el d., al iguai que Ia
distinta de las otras con las que en el discur- dictadura, siempre ha sido considerado una
so iémicamente cnêrico Sc Li confunde. D., forma de gobierno perfectamente legitima en
484 IWSPOTIS%1O

cuanto apropiada a determinadas circunstan- ci ejcrcicio dcl poder). prueba de ella es que
cias de lugary ala naturaleza de ciertos pue- es descrita en otras partcs de Ia obra (1279
blos quc Sc prctendió o presumió no pudrIan b) como una de las forinas dcgcneradas o
vivir colectivarnente excepto en un estado de corruptas, mientras que Ia monarquia despO-
sujeciOn absoluta y de obediencia incondicia- tica en cuanto monarquia pertenece a las for-
nal semejante a Ia esciavitud. Finalmente, mas no corruptas. Con las palabras de Aris-
mientras quc Ia dictadura (por otra parte tam- tOtcks: "Ella [Ia monarquia dcspótica] tiene
bién Ia tirania) es una forma de gobiernu de un poder muv aim al de las tiranias, si bien
breve duraciOn (Ia dictadura, por principio, es legitima y trasmitida por derecho heredi-
en Ia medida en que ci dictador romano era tario"; poco dcspués dice:"[ .. . ] estos reinos
nombrado par un periodo de scis meses: Ia son tirtnieos, si hien son seguros en cuanto
tirania, de hecho, porque ci tirano general- que están fundados en Ia 1ev y en Ia trasmi-
mcnte esta destinado a sucumbir par las mis- sión hereditaria". MOs adelante, resumiendo
mas consecuencia.s di, sus excesos), ci d. es Ia tipologia di' las monarquias, redefine Ia
una forma di, gobierno duradera. Quiza sea monarquia "bOrbara" con estos tres atrihu-
Ia forma de gobierno que tuvo rnãs larga dura- los: "legal, dcspOtica v hereditaria" (1285 b).
ciOn, como recientemente fue sostenido por En cuanto legal, se distinguc de Ia tirania; en
Wittfogel, al analizar las condiciones, las for- cuanto despótica, de las monarquIas antiguas
mas v los modos del Ilamado "d. oriental'. y modernas griegas; en cuanto hereditaria,
tanto de Ia tirania (espccialmente de Ia tim-
II F.I. DESI'UTISMO EN ARISTOTELES. El concepto de nia por falta de tItulo, o usurpaciOn) coma del
d., en su significado tccnico. v por lo tantc) rcs- gohiemno de los csi,Iznt'li. que es un gobierno
tringido y especifico. nace, como gran parte despOtico, pero elect ivo. Par fin, en el pasaje
de los conceptos de Ia teoria politica de Occi- dcdicado a Ia descripi-ion de las diversas for-
dcnte, de Ia Politica de Aristóteles. En ci libro mas de urania retoma el tema dc las monar-
tercero Aristótelcs distingue diversas formas quias que son tirOnicas respecto al modo en
de monarquia. Urni de estas formas es Ia "pro- quc ci podcr cs ejercido (v éstas son las
pia de muchos pueblos hãrbaros". Inmedia- monarquias bárbaras u orientales v ci reino
tamente después precisa que estos pueblos de los e.ci,;z,wli) v las distingue de Ia urania
bárbaros son los pueblos asiáticos. La razón verdadera quc es Ia Forma de gobierno en Ia
por Ia cual estas monarquias son diferentes que aquel que detenta ci poder lo ejerce no
de las que han dominado (desde los ticmpos sOlo despOtic.tmentc sino tambien sin tener
heroicos) y dominan hasta entonces en Gre- ci derecho para ello, o porque Cs Ufl usurpa-
cia (por ejemplo en Esparta) es que "siendo dor (y puede ser usurpador en las monarquias
estos pueblos bárbaros mis scrviles que los hereditarias no siendo el heredero segOn Ia
griegos [ . .. 1 sopurtan sin dificultad un pader 1ev quc regula el procedimiento de Li eke-
despótico ejercido sobre elios" (1285 a). Lu ciOn), a porquc gobierna sobre pueblos libres
que distinguc, par tanto, esta forma de gobier - coma si fueran esciavos. La forma mis pro-
no es que, por ci mismo caracter de los poe. pia de Ia urania cs, por lo tanto, aquella en
bios sobre los que se instala, y par tanto par Ia que el señor domina "sobre mejores e igua-
una ruzón objetiva, Ia relación entre gobir- les", v par tanto se ejerce "contra Ia volun-
nante v gobernados es de Ia misma naturak- tid de los sObditos porque ningu:in hombre
za que Ia rciación entre pat ron y esclavo. El libre sopartaria un dorninio similar" (1295 a).
propio Aristóteks tiene cuidado al dvertir La rnonarqwa desrOtica. par ci contrario, rei-
en ci mismo contexto quc, dada que puedc 5cr nando sobrc pueblos ntturalmente esclavos,
confundida con Ia tirania par ci niodo en quc ejerce ci poder sobre sujetos que se someten
es ejercido ci poder (en efecto, es perfectt. a este poder absoluto v arhiurtrio volunuaria-
mcnte correcto decir quc ci tirano gohkrn, mente.
de mancra dcspótica). Ia monarqui.i despOil. Lu que resulta importante observar en esta
ca Cs una forma de gobiernu diferente. La tipologia aristottlica es lo siguiente: en cuan-
diversidad verdaderamente csencial consis- to degencracion de una monarquua kgitiina
te en ci hecho de que Ia tirania Cs una forma legal. Ia urania no uiene un lugar histurko
ile2al a ileitima (tanto pir ci titulo como par v geugrafico propio. sino que toda numarqula
DESPOTISMO 485

puede corromperse v degenerar dando lugar dicha region soportan este gobierno sin afli-
a una forma corrupta de gobierno. Pueden girse por su naturaleza barbara y servil y por
darse tiranias en cualquier tienipo v en cual- In influencia de Ia costumbre. Pero también
quier lugar. Par ci contrario, ci d. es umt for- este gobierno es regia, porquc es originario
ma de gubierno histOrica y geogrãikamentc de dicho pals y es ejercido sobre sObditos
bien dcterminada, que corresponde a preci- voluntarios, quizá porque los antecesores del
sas condiciones de tiempo v de lugar, v como monarcu fueron los primeros habitantes de
tal, par más desfavorable que pueda ser ci jui- Ia regiOn. Pero, en un cierto sentido, también
cia que de ella dan los no hárbaros, pertene- es tiránico, en cuanto sus leyes no estân abso-
cc a Ia usia de las formas puras y no corrup- lutamente dirigida.s al heneficio comOn, sino
tas de gobierno. En conclusiOn, el d. es In for- más bien al del monarca" (i, 9, 4).
ma de gobierno (más precisamente de monar-
qula), que tiene las siguientes caracteristicas: M. 1* MAQI IAViW A lioliBEs. La teoria de las for-
a] In relaciOn entre gobernante y gobernados mas de gobierno tuvo despues de AristOteles
es similar a In relaciOn entre patron y escia- a su mayor autor, como es sabido, en Maquia-
o; hj tiene lugar en donde hay pueblos natu- vclo. Para Maquiavclo dos son las formas
ralmente esciavas; c] estos pueblos natural- principales de gobierno: el principado (es
mente esclavos son los pueblos bárharos decir Ia monarquia) y Ia republica. Dos son
(especificamente en Asia). también las ciases de principado: "0 por un
Mediante esta descripciOn de las monar- principe y todos los otros siervos que coma
quias asiOticas, AristOteles introdulo en Ia teo- ministros par gracia y concesiOn suya ayudan
na politica In categoria, destinada a tener a gohernar ese reino; a par un principe y por
gran fortuna en los siglos siguientes (ha lIe- barones que, no par gracia del señor sino par
gado hasta nuestros dias), del d. oriental. En antiguedad de sangre, tengan dicho grado."
Ia tradición aristotélica dc los grande.s escri- AristOteles, y después de ôl todos los aristo-
tores medievales (después dcl redescubri- télicos, habian distinguido cinco formas de
miento de in Politica'. el tema es retomado sin gobierno monárquico. Maquiaveio innova no
variantes significativa.s. Véase el camentario sOlo respecto a In distinciOn fundamental,
de Santo TomOs a Ia Politica: dcspués de haber reuniendo In aristocracia y Ia democracia de
cxpuesto el concepto aristotélico segOn el cual los antiguos en Ia repOblica, smno también res-
"los bárbaros sostienen Ia monarquia despo- pecto a Ia subdistinción de las formas monár-
tica (principatus dominativus) sin lamentar- quicas, que son reducidas a dos. Dc estas dos
se de ella porquc tienen una inclinaciOn a sos- Ia primera, es decir aquella en que uno solo
teneria", santo Tomãs precisa: "La que es es el pnincipe y todos los amos son sicrvos,
segOn Ia inclinaciOn, Cs natural y voluntaria" es manifiestamcnte Ia monarquia despótica
(In libros politico rum Arisiotelis exposilio. ed. de los antiguos. Es interesante anotar que
Marietti, nota 478. p. 170), repitiendo asi ci Maquiavclo actualiza in ejemplificación: ci
carãcter de In naturalidad, y por lo tanto, de ejemplo tipico de reino despOtico ya no son
Ia legitimid.td en determinadas circunstan- los antiguos imperios asiáticos, sino el reino
cias dc tiempo v de lugar de Li monarquia dc- turco a él contemporáneo (pero se trata siem-
potica. Tolomeo de Luca en el De regimine pre de un estado extraeuropeo): "Los ejem-
principum distingue ci principatus politicus pbs de estas diversidades de gobierno son en
del principatus dispoticus y explica que ci nuestros tiempos el turco y ci rey de Francia.
segundo "es propio del señor respecto al sier- Toda Ia monarquia dcl turco está gobernada
vo" (libro ii, cap. viu. En el Defensor pads par un señor, los otros son sus siervos: y dis-
Marsilio de Padua escribe, parafraseando a tinguiendo su reino en sanjacatos rnanda aill
AristOtelcs: "Otro modo es aquel par ci cual diversos administradores y los cambia y varia
reman ciertos monarcas asiáticos, que reci- como Ic parece" (El prmncipe, cap. lv).
ben su dominio par sucesiOn hereditaria. Después de AnistOteles, ci tratado mãs
scOn In 1ev; pero esta Icy es casi como In de amplio v articulado de Ins formas de gabier-
los déspotas, porque está mayormente din- noes ci que se encuentra en el segundo de los
gida a Ia ventaja dcl monarca ants que a In seis libros de In Repdhlica de Jean Bodin.
ventala de Ia comunidad. Los habitantes de Menuspreciando las lormas arcaicas de
486 DESPOTISMO

monarquia, que habia resumido Aristóteles, a ellos. A propósito del reino despótico de
y rechazando Ia distinción tradicionai entre Etiopla anota: "En cambio los pueblos euro-
las formas buenas y las formas malas dci peos, más altivos y más guerreros quc los afni-
gobierno, Bodin distinguc tres tipos de canos, no han podido tolerar jamis monar-
monarquia, que llama respectivamente "des- quius despOticas". Otro rasgo caracteristico
póticu", "regia" y "tiránica", y considera jus- y calificante dcl d. oriental sobre el que Bodin
tamente no tres tipos de regimen diferentes, insiste es el de ia duración: "Las monurqulas
sino tres modos diversos de ejercer ei mismo despOticas han sido grundes y muy durade-
tipo de poder que es el poder regio, es decir ras: asi las antiguas monarquias de los asi-
ci sumo poder concentrudo en una soia per- nios, de ios medos, de los persas. de los egip-
sona. La monarquia despótiea es definida asi: cios y ahora Ia de los etiopes, que es Ia más
1. . .] aquella en Ia que ci principe se ha hecho antigua monarquIa de toda Asia y Africa y que
señor de los bienes y de las personas de los tiene sujetos coma esclavos a cincuenta reyes,
sübditos por derecho de armas y de guerra si creemos a Paolo Giovio". La razOn de esta
justa, y gobierna a los sübditos como un jefe duraciOn está, segOn Bodin, en Ia plenitud y
de familia a sus esciavos" (iibro ii, cap. 2). En Ia compietud del poder (anticipando una cate-
esta definicióri se observan dos cosas: prime- goria politica contemporánea, estariamos ten-
ro, Ia habitual asimilación del poder despo- tados de traducir Ia caracterización bodinia-
tico a Ia relación entre patron y esciavos; na dcl pieno poder con ci atnibuto ' totalita-
segundo, una motivaciOn de este tipo de rela- rio"), que hace viles y serviles a los sObdiios:
don completamente diferente de Ia tradicio- en contraste con Ia tradiciOn aristotClica, el
nal, basada en Ia naturaleza servii de ciertos carácter servil de dichos pueblos noes Ia cau-
puebios. Para Bodin ci fundamento del poder sa dci d. sino más bien Ia consecuencia.
despOtico es ünicamcnte Ia conquista, v por Bodin determina bien ia diferencia entre d.
lo demás Ia conquista en una guerra justa. y ia tirania. Aunque rechace Ia distincion
Esto quiere decir que para Bodin, como para entre formas buenas y formas maias de
todos los escritores politicos cristianos, Ia gobierno, y considere tanto al d. como a Ia
esclavitud puede tener sOlo una causa, Ia pri- tirania coma dos especies de monarquias,
siOn de guerra, se sobrentiende de una gue- reconoce que hay una diferencia fundamen-
rra justa, porque solamente en tal caso el yen- tal entre ci tratar como esciavos a los escla-
cedar conserva lo que conquista par derecho vos (sean CstOs esclavos par naturaieza a por
y no solamente con base en Ia fuerza. Consi- expiaciOn de una cuipa) v ci tratar como es-
derada Ia guerra justa como una sanciOn, ia clavos a hombres v pueblos iibres. El déspo-
esclavitud es el castigo quc de eiia deriva, y ta reina como patrOn sobre esclavos; ci tiranu
coma tai, es decir coma consecuencia de un rcina como patron sobre libres. La que tam-
delito, es licita. Es comOn a Ia tradicion en biCn puede explicar par qué los reinos des-
Bodin ia especificcion de las monarquias pOticos duran y las tiranias son generalmen-
despóticas en los grandes imperios exOticos. te de breve duraciOn. "Los hombres libres v
"Sc encuentra todavia un cierto nOmero de señores de sus bienes, si se trata de someter-
elias —dice— en Asia, Etiopia y tambiCn en los o de usurp:tr lo que Ies pt-rtencce, se rebe-
Europa. par ejempio ci scñorio de los tirta- Ian en breve tiempo, porque tienen ánimo
ros y Moscovia". Pero Ia casuistica es cnn- generoso, nut rido de libertad ' no degenera-
quecida con una referencia a los primeros do par la servidumbre'. Tanto Ia monarquia
grandes imperios coloniales. A propOsito de despótica como Ia tiránica se distinguen lue-
Carios V. Bodin anota que "reducido en suje- go de Ia regia, Ia cuai a diferencia de Ia pri-
dOn el reino de Peru, se hizo su monarca des- menu no reina sabre esclavos v a diferencia
potico". Por otro lado, a pesar de Ia diferen- de Ia segunda no trata a los libres como
te motivaciOn del d., permanece bastante viva esciavos.
tambien en Bodin, v permanecerá todavia en También Hobbes v Locke basan ci reinado
los sigios sucesivos, hi contraposición entre desputico en Ia conquista. En ci Let'iardn Hob-
los pulses extraeuropeos sujetos habituaimen- bs escribe: "El dominio adquiridu con Ia con-
te a regimenes despOticos y los paises eui o- quista o con Ia victoria en gucrra cs aquel que
peos que son estados generalmente inmunes algunos escritores Ilaman despOtico, de des-
DESPOTISMO 487

poles, que significa señor o pat ron y es el modo inminente) de las tierras sobre las que
dominio del patron sobre su siervo" (cap. gobierna, y en las cuales no existe propiedad
xx), donde se nota respecto a Ia analoga fun- privada en el sentido restringido de Ia pala-
damentaciOn de Bodin que faita tuda referen- bra, es decir, coma derecho de gozar y de dis-
cia al hecho de que Ia guerra sea justa. Pero poner de Ia cosa a voluntad.
para Hobbes no hay justicia antes del pacto
o de una ley nacida de un pacto: y el pacto IV. El. DESPOTI5MO SEGUN MONTESOUJEU. La consa-
entre vencedor y vencido nace solamente des- graciOn de Ia categoria del d. oriental se pro-
pues de Ia victoria, dc manera que el mismo duce en Ia obra de Montesquieu. en Ia cual
es quien legitima ci poder dcl primero subre el d. alcanza por primera vez Ia dignidad de
el segundo. En ci cap. xv del Segundo Irara- tipo primario de forma de gobierno junto a
do sobre ci gobierno, Locke distingue las tres Ia monarquIa y a Ia repOblica. Maquiavelo,
tradicionales formas de dominio dcl hombre coma se ha dicho, habia reducido a dos las
sobre el hombre, ci paterno, ci civil, el des- lormas de gobierno fundamentales, monar-
pOtico, basándose en su diferente fundamen- quia y repüblica, y por lo tanto habia subdis-
to de iegitimaciOn: el dominio paterno Se basa tinguido Ia monarquia en dos tipos, de los que
en Ia generación. y por lo tanto tiene un fun- uno era ci dcspOtico. En ci Espril des lois Mon-
damento natural, ci civil se basa en ci consen- tesquicu distingue tres formas de gobierno:
so, y por lo tanto tiene un fundamento con- Ia morlarquia, Ia repiThlica y ci d.: de tal mane-
tractual o convencional, el despOtico se basa ra el d. se convierte en una forma autOnoma,
en ci derecho que tiene ci vencedor de una ya no solamente, como siempre lo habia sido
guerra justa de castigar, tratando como escia- hasta entonces, una especie del genera monar-
vos a los vencidos. Esta triparticiOn interesa quia. Y las distinguc segOn su naturaicza y
a Locke no soiamente con fines descriptivos, segOn su principio. SegOn Ia naturaleza el
sino también con elfin de sostener que solo gobierno despotico es aquel en el que "uno
es gobierno legitimo en general, salvo casos solo, sin lcyes ni frenos, arrastra a todo y a
excepciunaies, aquel que se basa en ci consen- Lodos detrás de su voluntad y sus caprichos"
so, v para condenar tanto las doctrinas pater- (libro ii, cap. i). SegOn el principio, ci gobier-
nalistas del poder politico como las despoti- no despotico se rige por ci miedo, mientras
cas. En Ia caracterizaciOn del gobierno des- que ci monárquico par el honor y ci republi-
pótico Locke sigue, por un lado Ia tradiciOn cano por Ia virtud. Nadie antes de Montes-
que ye en esta lorma de gobierno Ia trasposi- quieu habia tratado sobre el d. con tanta
ciOn a Ia relación gobernante-gobernado de amplitud y con tanto cuidado de las minimas
Ia reiaciOn quc subsiste entre señor y escla- particularidades. El gobierno despOtico es
vo, por otro lado consolida Ia doctrina ya apa- examinado ulli en SUS instituciones, en sus
recida con Bodin, scgün Ia cual ci Onico fun- relaciones con Ia educaciOn, con Ia adminis-
damento de legitimidad del gobierno despO- traciOn de Ia justicia. con Ia exacciOn de los
tico es Ia victoria en una guerra justa. Parti- tributos, con ci comercio, con Ia religion.
cularmente interesado en ei problema de Ia etcetera.
relación entre poder politico y propiedad. Dc los temas tradicionales ci tratado de
Locke explica Ia diferencia entre las distin- Montesquieu conserva inalterado el de Ia rela-
tas formas de dominio tambiCn con base en ciOn servil entre gobernantes y gobernados.
el difereite modo de regular Ia propiedad: A propósito tie Ia educaciOn escribe que en los
poder politico s oqui en ci quc los ciudada- gobLrnos dcspóticos "Ia cducaciOn tiene que
nos pueden disponer libremente de su pro- ser servil" (libro iv, cap. iii). A propOsito de
piedades, paterno aquCi en el que los desti- Ia condiciOn de las mujeres: "En los estados
natarios del p.der no pueden gozar de Ia pro- despOticos las mujeres no ponen en uso ci lujo
pdad temporalniente, es decir hasta que no sino que ellas mismas son objeto de lujo. Elias
alcanzan Ia mavorkL de edad, dcspotico aquel deben vivir en una condiciOn de extrema
en el que lo% sObditos no tienen propiedad exclavitud" (iibro vu, cap. ix). Los pueblos
aiguna. Entre las conocidas caracteristicas que se someten a un regimen despotico se
del d. oriental, sc cncucntra sicmprc sta: ci cncucntran va un estado du csclavitud poll-
despota es señor efectivo (y no solamente en tica cuando no de completa esciavitud civil.
488 I)}SPOTISM()

La otra idea en que Montesquieu sigue in doe- griegos, sino tambien ci clima, Ia natuialeza
trina tradicional del d. es In quc hace de los dcl tcrritorio, ci caráctcr dc las in.stitucioncs,
grandes imperios antiguos y modernos de de las quc mãs especifica era ci visirato, y Ia
Oriente ci teatro de este abominable regimen, religion, en particular Ia religion mahumeta-
tan contrario a Ia naturaleza de los pueblos no, que, segOn Montesquicu, "hablando solo
europeos. El prototipo de los regimenes des- el lenguaje de Ia espada, actOa todavia sobre
póticos es, para Montesquieu, ci imperio chi- los hombres con el mismo espiritu destruc-
no. Mientras que monarquia y repOblica son tor que Ic dio vida" (libro xxiv, cap. Iv). La
las formas de gobierno que han alimentado relación de dependencia dcl d. de ha religion
ci desarrollo civil e inteicetual curopeo, el d. es ci tema fundamental de las Recherclws stir
es Ia forma de gohierno que ha mantenido al l'origine do despc;tis;ne oriental de Nicolas-
continente asiáiico en on estado de perenne Antoine Boulanger, aparecidas pOstumas en
atraso y ha heeho de los grandes imperios que 1762, cerca de quice unos despuCs del Esprit
alli se sucedieron sociedades sin historia. En des lois. SegOn Boulanger, ci origen de todos
ci vocablo despotisme de Ia Encyclopedic, los males de Ia humunidad reside en el gobier-
ext raido del Esprit des lois, los reinos despO- no de Ia religion, o para decirlo mejor de los
ticOs, definidos como gobiernos "tiránicos, sacerdotes, es decir en Ia teocracia, Ia cual,
arbitrarios, absolutos de un solo hombre", haciendo idOlaira al hombre, lo hace tamhiCn
son colocados en Turquia, en Mongolia, en esciavo, bOrbaro y salvaje: "Por mis sublime
JapOn, en Persia, es decir en "casi toda Asia". que parezca un gobierno que no tiene otro
Despuès de Montesquicu In contraposición punto dc vista que ci cielo, y que pretendc
entre Ia monarquia o Ia republica, los Onicos hacer de CI su modelo, no puede tener, sin
gobiernos adaptados a los pueblos civilizados, embargo, más que un Cxito funesto sobi-e Ia
y ci d., en quc viven las poblociones orienta- tierra. Un edificio politico con.struido aqui
les, se convierte en un lugur comOn de Ia cul- sobre una especulaciOn similar ha debido
turn ilustrada, uno de los rasgos constantes necesariamente derrumbarse y producir los
de ha polemica de los "philosophes" contra los mas grandes males" (Sec. xi). Mientras quc
siglos y los pueblos oscuros. En su obra prin- en Occidente Ia teocracia ha dudo origen ul
cipal, De I'esprit (1758). Heivecio se detiene bandolerismo y a Ia hibertad desenfrenada dci
largamente en Ia contraposiciOn entre gobier- saivaje, en Oricnte ha producido por ci con-
nos "libres" y "despóticos" (sobre todo en los tmario los rcgimenes despOticos de los que
capitulos xvi-xxi del tercer discurso), pero en dichos paises fueron v son todavia las victi-
ci momento en que afronta el problema de mas: "Dc todos los vicios de In teucracia —es-
este contruste advierte luego quc huhiando de cribe— cI mOs grande y ci mzis fatal foe ci que
d. se refiere al "deseo desenfrenado de poder preparO ci camino al d. oriental" (see. xi). 0
arbitrario, como se ejerce en Oriente". Si ha tambiCn: "Todo ci Oricnte está todavia en esta
mil razones para execrar ci d.. ci autor de Dc situación: no se puede comprendcr alli qué
l'esprit no deja escapar ninguna. Distingue son nuestras repOblicas de Europa V se las
dos especies de d., el que Se abate imprevis- considera conva socicdades monstruosas. Pre-
tamente con Ia fuerza sobre una nación vir- juicio que no tiene otros principios que las
tuosa, coma Grecia. y ci que se instaura atm- anhiguas ideas teocráticus, que jamas han
yes del tiempo, ci lujo y Ia molicie: de este desaparecido totalmente en esta parte dci
segundo, que domino en los grandes imperios mundo" (see. xii). Dc uhi se sigue que Ia
orientales, pretende ocuparse mostrando sus iucha por una "Europe raisonnabie" dcbc scm
tristes efectos sabre Ia naturaleza de las ins- ai mismo tiempo una lucha contra ci d. v ha
tituciones y '.obre el carOcter de los sObditos, religion. su aliada.
con particular referenda al envilecimiento de
Ia virtud (que. segOn Montcsquicu, era ci prin- Junto
%*.I-I.DF.Si3OTI.S%10(0%IOCATE(;ORIAI't'Lr-.%IIC,%
cipio inspirador de las repOblicas). al siunificado especifico de d., ilustrado has-
En ci Esprit des lois ci tema de las ruzones ta aqui. se repite en in iiteratura dci xviii
dcl d.sc habia ampliado; entre Cstas va no era tamhiCn ci significado genCrico de gobiemno
solamente in naturaleza de los pueblos servi- arhitrario. que como tal noes proplo sOlo de
les, segOn Ia tradiciOn que se rcmitia a los los pueblos orieniales sino tamhién de otros
DESPOTISMO 459

pueblos, de los pueblos europeos, por ejem- trario, es ci modo de ejercer ci poder que per.
plo, en determinados momentos de su histo- mite conscrvarlo al usurpador. En sus pOgi-
na. El d. asi entcndido se convierte en un con- nas Ia diferencia entre d. y usurpación
cepto polemico dcl cual se sirven algunos corresponde a Ia distinciOn clásica entre ci
escritores politicos para criticar y combatir tirano segOn el ejercicio y el tirano que se
su propio gobierno. En ci Essai sur le despo- basa en ci titulo. Y una vez más el concepto
1j.cme, publicado anónimo en 1776, Gabriel- genérico de d. se superpone al de tirania.
Honoré Mirabeau considera Ia disposición al Mientras queen Ia teoria clásica del d. orien-
d., es decir al mando arbitrario, como on dato tal Ia forma de gohierno despotico es aque-
constante en Ia naturaleza del individuo y de ha que tiene mayor estabilidad, y por lo tan-
los pueblos. No hay pueblo que en su histo- to mayor duraciOn, para Constant los gobier-
na no hava conocido periodos en que el nos despoticos no estOn destinados a durar,
gobierno se hava transformado de libre en Y estän sujetos a continuos V repentinos cam-
despOtico: solo Suiza constituye Ia excepciOn. bios. Signo evidente de que piensa más en ci
Aun reconociendo que Asia es todavia presa fenómeno de In tirania que en ci del d. pro-
dcl "flagelo destructor" del d., del cual fue pio de los grandes impenios, descritos por
Ia cuna, Mirabeau no duda en crigirse como Montcsquieu.
acusador del gobierno despOt ico de Luis XIV. Constant señala otro problema importan-
Pero Ia caracterización que hace dcl gobier- te en Ia doctrina del d.: Ia relaciOn entre d.
no despOt ico es genérica: considerado como y gucrra. Ya en el pen.samiento ihustrado Ia
Ia corruptiOn dcl huen gobierno, se asemeja execración de Ia guerra iba a Ia par con Ia con-
mOs a Ia tirania que al d., en ci sentido pro- dena del despotismo. Cuando Rousseau cr1-
plo de Ia palabra: "Pretendo demostrar —es- tica ci proyecto de paz perpetua del abate de
cribe— que el d. es en ci soberano el amor a Saint-Pierre, observa que no se puede espe-
los goces y en consecuencia Ia sujeciOn al d. rar una politica de paz de gobiennos despOti-
en los pueblos es Ia ignorancia o el olvido de cos, porque, dice, "es sabido que de un pue-
SUS derechos. Instruid al rev v a los sObditos blo de esclavos se necaudan dineno y hombres
y el d. serO coriado por Ia raii. (ed. original, a voluntad para someter a ott-os" (Juicio sobre
pp. 47-48). ci proveclo de paz perpetua). Y asi cuando
El d. como categoria esencialmente polémi- Kant opina que Ia pnimera condiciOn de un
ca reaparece en el célebre panfleto antinapo- tratado entre estados para Ia instituciOn de
leOnico de Benjamin Constant, Dc i'esprii de Ia paz perpetua es que t'stos estados lengan
conquéfr ci dir i'usurpatiou daus leurs rap- una forma de gobierno republicana, entien-
ports a wC la c,vthsaiiou europécune (1813): de por gobierno republicano un gobierno no
"Yo entiendo por d. —escribe Constant— un despOtico. Constant contrapone el espiritu de
gobierno donde Ia voluntad del señor es Ia conquista ya entonces anacrOnico al espinitu
Onica Icy; donde las corporaciones, en donde de comercio: del mismo modo que el espini-
existan, no son mOs que sus Organos; donde tu de comercio exige y promueve Ia paz, ci
este señor se considera ci Onico propietario espiritu de coriquista estrechamente ligado a
de su imperio y no ye en sus sübditos mis que Ia regencia despótica es fomentador de
usufructuarios; doride Ia libertad puede ser- guerras.
Ic arrancadi a los ciudadanos sin que Ia auto-
ridud se dignc explicar los motivos y sin que vi EL DESI'OTiSVO ii.USTRAIDC) kespecto de Ia dis-
se pueda pretender conocerlos; donde los Lii- tinción entre ci bucn y mal "obierno ci d.
bunales están sujetos a los caprichos del siempre ha sido considerado un ejemplo de
poder; donde sus sentencias pueden ser anu- mal gobierno. En ci lenguaje politico, mdc-
Lidas; donde los absueltos son conducidos pendientemente de su significado descripti-
delante de nuevos jueces, instruidos par el vu, que, como Se ha visto, cambia de autor en
ejemplo de sus predecesores. que no existcn autor, el término "d." tienc habitualmente un
sino para condcnar" (parte i. cap. W. En rca- si'niiicado valorativo netamente pevorativo.
lidad Ia critica de Constant Cstâ dirigida con- Pero es necesario hacen al mcnos una excep-
tra Ia USUI paciOn v sOlo indircctarnenti con- ciOn, cuando se utiliza en Ia explcsiOn, turn-
tra el d. porque èsle, en cuanto gohierno arbi- hien dci siglo xviii, de 'd. ilustrado". La idea
490 DESPOTISMO

del d. en sentido bueno es una parte impor- xviii en tomb a! d. Para Mably ci mismo con-
tante de Ia teoria y de Ia ideologla politica de cepto de d. legal es una contradicción en los
Ia fisiocracia. Comenzando por ci fundador, términos. Un gobierno, si es verdaderamen-
Francois Quesnay, los fisi&:ratas sostuvieron te despOtico, es decir tal que aquei que deten-
que, dentro de un orden natural, regido por ta ci sumo poder no está sometido a ningün
ieyes ferreas y objetivas tanto fisicas como control, no puede ser arbitrario: en Ia reali-
morales, Ia tarea del buen legislador es ya no dad no existe otra forma de d. que ci d. arbi-
Ia de crear leyes positivas a su arbitrio sino trario, a por lo menos ci d. se convierte siem-
Ia de reconocer las leyes naturales, '' por lo pre en gobierno del arbitrio, y por lo tanto
tanto de promuigar leyes positivas que estén en d. arbitrario. No escapa a Ia controversia
to más de acuerdo posibie con Ia naturaleza. entre Mably y los fisiócratas ci problema del
Para el cumplimiento de esta tarea, que no d. oriental: mientras que Quesnay y con éI Le
es constitutiva sino declarativa, es necesario Mercier de Ia Rivière habian exaltado en ci
un soberanc, ünico, que cuando sea educado gobierno de China un ejemplo de d. legal a
por sabios consejeros acerca de Ia existencia imitar, Mably critica a su antagonista, soste-
de las verdaderas ieyes, debe gozar de Ia pie- niendo que también ci gobierno china es, por-
nitud de sus propios poderes para hacerlas que no puede dejar de ser, un gobierno des-
aplicar, promoviendo asi ci bicnestar y Ia feli- pótico, una forma de gobierno arbitrario, y
cidztd de sus sübditos. En Ia obra L'ordre defiende a ultranza ci gobierno mixto basa-
naturci et cssentiel des sociêtés poliriques do en Ia separaciórl de los pudetes, que habia
(1767), ci fisiócrata Le Mercier de Ia Rivière tenido como máximo teOrico justamente ai
distinguc dos formas de d., liamando at pri- severo critico del d. oriental, el autor del
mero 'legal" y al segundo "arbitrario". Mien- Espril des lois.
tras que el segundo inspirado par la simple
"opinion" es malo, el primero, guiado por Ia Vii. DE HEGEL A WITTFOGEL.La idea o ci mito del
'evidencia", es ci ünico modo bueno de gober- d. oriental atraviesa todo ci siglo xix y liega,
nai. En efecto, una vez confirmado que ci como ya se di, hasta nuestros dias, es decir
orden natural es evidente, o sea que pucde ser hasta Ia crisis o Ia caida de Ia concepciOn
tornado en su integridad por Ia mente hurna- eurocéntrica de La historia, es decir de Ia con-
na iluminada por la razOn, se hace por eso cepciOn que contrapone Ia Europa progresis-
mismo aprehensible, y en consecuencia no ta al Oriente inmOvil, y hace depender el desa-
puede ser impuesto más que despoticamen- rroiIo de las sociedades más atrasadas del
te. ZExiste alguien que Se lamente de verse encuentro que puede ser tambien un choque
obtigado a aceplar sin discutir los teoremas doloroso con las naciones europeas más avan-
de Ia geornetria euclideana? Euclides no es zadas. Baste con recordar aqui ci lugar que
menos dèspota que el manarca ilusti ado que ocupa Ia categoria del d. en esa sublimaciOn
gobierna obedeciendo a Ia evidencia de las del eurocentrismo quc es Ia filosofia de Ia his-
ieyes naturales. Pero se trata justamente de toria de Hegel. Fiel a su vision histOrica de
un d. natur'i y necesario conforme a Ia razOn. Ia reaiidad, Hegel toma las célebres catego-
Dc Le Mercier de Ia Rivière se hace eco Pierre- rias de Montesquieu y las con sidera como
Samuel Dupont de Nemours, ci cual, despues rnomentoc sucesivos del desarrollo histórico.
de haber condenado corno formas de mal "Oriente sabia y sabe soiamcnte que uno es
gobierno a Ia democracia. a Ia aristocracia y libre, ci mundo griego y romano quc algunos
a Ia monarquia electiva, exaItt Ia monarquia son libres, ci mundo gerrnánico que todos son
hereditaria, porque sOlo en esta forma de libres. Par eso Ia primera forma que vemos
gobierno "simple y natural" los soberanos en Ia historii dcl mundo es ci d., Ia segunda
son verdaderarnente "déspotas" (Dc l'origiuc es Ia democracia y Ia aristocracia, v Ia terce-
et des progrès d'une science nouvelle, 1768). ra Cs Ia monarquia." DespOticos son los esta-
Contra esta tesis Mabiv escribió un ensa- dos primitivos y bárbaros de Africa, ames de
vo, Dudas propueszas a los /ilO.sofos economis- Ia coionizaciOn, donde Ia esciavitud (carácter,
tas ,obre el orden nantral v esencial de las como se vio, propio de las sociedade 2ober-
soci.dad's poluicas (1768), que representa Un nadas cfl forma desptica) 'constituye Ia ida-
momento importante en Ia disputa del siglo ciOn fundamental del derecho", v por lo tan-
DESPOTISMO 49'

to alli "manda un señor. porque Ia tosquedad es una obra de análisis teórico y tambien de
sensible puede ser domada solo por una fuer- polemica politica. La contraposiciOn entre
za despótica" (se trata del tema verdadera- sociedades policéntricas, como las que se
mente recurrente de Ia relacion entre d. v radicaron en Europa, caracterizadas por una
sociedad servil). Pero los grandes estados des- fuerte tensiOn entre sociedad civil y aparato
pOticos surieron y se perpetuaron en Asia, estatal, y sociedades monocént ricas, caracte-
comenzando por ci imperio chino, definido rizadas por ci predominio del estado sobre In
coma "d. teocrático" (ci nexo entre d. politi- sociedad, como serian las que se formaron v
COY teocracia tambien Cs tipicamente ilustra- establecieron en los grandes imperios orien-
do), y del cual nace Ia época histôrica (Africa tales, y de cualquier manera en sociedades
es todavia un continente sin historia), para extraeuropeas (como aigunas de las grandes
continuar en Ia India. cuyo gobierno es defi- civilizaciones americanas precolombinas), no
nido coma "d. de Ia aristocracia teocrática". seria solamente on concepto polémico y tan-
A pesar de que en Oriente nazca Ia època his- to menos un mito. Es, segün Wittfogel, una
tOrica, estos estados, China e India, a causa realidad histOrica, que, aunque especifica des-
de su estancamiento, todavia están fuera de de hace siglos, no habia tenido jamás par par-
Ia historia dcl mundo. Llegados hasta an cier- te de los historiadores Ia debida atencion.
to grado de desarrollo, el primer grado de Wittfogel retoma y desarrolia algunos temas
desarrollo del espiritu objetivo, se detuvieron, tradicionales: ci carácter total, no controla-
y permanecicron ajenos al movimiento hista- do, v par lo tanto absoluto, dci poder despO-
rico. El tema tambien recurrente de Ia rela- tico; ci terror como instrumento de dominio,
dOn entre d. e inmovilidad encuentra su seilo y correlativamente Ia sujeciOn total del sOb-
en Ia siguiente frase dc Hegel: "La universal, dito hacia ci soberano; Ia larga duraciOn en
que aqui aparece como sustancial, moral, es, ci tiempo, y por fin Ia conexión entre d. y teo-
a través de on absulutismo tal, tan despOti- cracia. Respecto de Ia tradiciOn, Ia innovaciOn
co. que Ia libertad subjetiva, y por lo tanto ci de Wittfogel se refiere a Ia expiicación del
cambio no ha podido tener lugar. Desde que fenOrneno: los potentisimos aparatos burocrá-
ci mundo es mundo, estos imprios no han ticos que constituven cI ncrvio dcl d. nacen
podido desurroilarse sino en si. En Ia idea de Ia necesidud en que se encuentran los tern-
eilos son los primeros, y al mismo tiempo son torios de las grandes Ilanuras asiáticas de una
los inertes" (Filosofia de Ia hi,ctoria, Madrid, regulacion de Ia irrigaciOn, es decir de una
Revista de Occidente, 19CO 3 c. 1118). regular v regulada (desde io alto) distribuciOn
La Filosoffa de la Izistona de Hegci contri- y canalizaciOn del agua en los rios. Ya no se
buvO a fijar de modo casi definitivo Ia cate- trata, como en los escritores clásicos, de Ia
gorIa del d. oriental v concluyO, aunque no naturaleza de Io' pueblos, ni tampoco, como
agotó, su vicisitud histOrica. A través dcl aná- en los modcrnos, de Ia naturaleza del clima
lisis marxiano, que trasiadO ci centro de gra- o de Ia religion: ci estado burocrático v des-
vedad de Ia invest igaciOn historica de ls ins- pótico de las sociedades que Wit tfogei llama
tituciones politicas al conjunto de las formas "hidrOulicas" nace por razones técnicas, a su
v de las relaciones de producciOn, ci probk- vez conectadas con Ia naturaleza del suelo y
ma tradicional del d. oriental dejó ci lugar al con Ia forma de producción. Como forma de
probkma, sobre ci que se desató un secular gobierno, ci d. esta caracterizado par ci mono-
debate, todavia hov act ualisimo. del modo de polio de Ia organización burocrática, que, for-
produccion asiálico, quc, en cuanto di'-tinto mado par razones objctiva en las ociedadcs
de los modos de producción que habrian agrarias, aplicado en Ia edad contemporánea
caracterizado Ia historia de Occidente (escia- también a las sociedades indu'.triales, repre-
vista, feudal, burués), mantiene de Ia cate- senta sin duda Ia más terrible amenaza a Ia
coria dcl d. oriental Ia connotaciOn de Ia esta- libertad del hombre.
ticidad, s ha contribuido a Ia permanencia de
Ia idea eurocéntrica dcl Oriente merle e inmO- BIBLIOC.KAF!%R. Kcbner. Despot and despotism:
vii. SOlo en cslos Oltimos alios el tem.i del d. vicissiwdes of a political term, en Journal of the
orkntal luc resucitado par ci libro de Karl Warburg and c'our:auld lusittute, 1951: A. Maf-
A. Wittlogel, Oriemal despotism (19571. que fe. Lu plagio di F. Quesnav: il despotIsmo de la
492 D1CTADURI

Cina. en It Pc';iic'ro Politico. I 73: G. Soiri. Fl raics muy rigidos. No podia durar más de seis
modo de proth4ccicin aidlk; (1969), Barcelona. meses, o duraha aun menos toda vez que,
Roma, 1971: S. Stelliiig Michaud. Le msthe do antes de expirar los scis meses. decayera ci
dcspoizsme oriental, en .Scliweier Beitrag' Zur cargo del mugistrado que habia nombrado al
allgerneine Ge.scl,icl,te. 1960-I961; F. Venturi, dictador, o hien este ültimo hubiera term ma-
Despotismo orieniale, en Rivisia Storica hahn- do Ia obra paru In que habia sido nombrado.
na, 1960; K.A. Wittfogel, Despolismo oriental: Esta nigurosa restricción temporal era ci mar-
estudio conparafii'o del poder toiali:ario (1957), co caracteristico de Ia instituciOn y repercu-
Madrid, Guadarrama, 1966. tia con eficacia en Ia conducta del dictador,
ci cual sabia que dentro de un breve lapso vol-
[NORBERTO BOBBIO] verian a entrar en vigor todos los limites
todos los controles constitucionales.
La instituciOn de Ia d. aqui eshozaha es
peculiar de Ia repübiica romana, para Ia cual
dictadura constituia casi una necesidad, si se conside-
ra ci marcadisimo grado de division v de limi-
I l.A DI(IAI)t RA KOMANA Y LA LI.AMADA Ul(1ADI. RA taciOn del poder que distinguia su orden cons-
CONSTITUCI0NAL. La palabra "d." tiene su on- titucional: Ia piuralidad de las asambicas, Ia
gen en Ia diciatura romana. Pero ci significa- multiplicidad de las magistraturas, su cole-
do moderno de Ia palabra Cs completamente gialidad (con derecho de veto), su breve dura-
dist into al de Ia institución que ci término ción (ordinaniamente un año). En este marco,
designaba en Ia Roma republicana. se puede decir que para Ia repüblica romana
La d. romana era un órgano ext raordinanio Ia d. era un modo de suspender temporalmen-
que se podia activar, segün procedimientos te su propio orden constitucional para pre-
y dentro de limites constitucionalmente dci i- servar su integridad v permanencia. Y Ia d.
nidos. para hacer frente a una situaciOn de desempenO tal lunciOn por dos a tres siglos,
emergencia. El dictador era nombrado por dcl v al in a.c, permitiendo a Ia republica
uno o ambos cOnsules bajo propuesta dcl afrontar de manera ci icicntc las breves gue-
senado, a quien competia Ia aceptación de Ia rras de Ia primera parte de su histonia, y tam-
situación que hacia necesario ci recurso a Ia bién los desórdenes internos provocados por
d. El consul no podia autonombrarse dicta- Ia lucha entre las clases. Más Linde, cuando
don. ni este ültimo podia declarur ci estado las guerras se tornaron más largas y compro-
de emergencia. El fin para ci que se nombra- metedoras. Ia d. comenzó a perdcr su efica-
ha un dictador e.staba claramente delimita- cia. En ci sigIo in estaba en decadencia, tam-
do. y ci dictador debia atenerse a éi. Habit ual- bién porque habia estado sometida a ulterio-
inente se tiataba de Ia conducciOn de una auc- res restnicciones, v cada vez más frecuente-
rra (diciatura rei gerendac causa) ode hi solu- mente era activada por razones diferentes a
cion de una crisis intcrna (dictatura sediiio- Ia necesidad de superar una crisis grave. Rca-
ms sedandue ci rei gerendae causa). Los pareciO de manera esporãdica durante las
poderes dcl dictador eran amplisimos: ejer- guerras pUnicas y decaO definitivamcnte al
cia ci pleno mando militur; los cónsules. Ic final dci siglo in. El nombre volviO a .ser
estabun subordinados; sus actos no eran cmpIeado, y explotado, durante las luchas
sometibles a Ia inicrcessio de los tribunos; civiles del siglo i, con las d. de Sila (82 a.c.) y
guzaba dcl his ediccudi v, por Ia duración dcl de Csar (43 y 46); pero soiamentc ci nombre.
cargo, sus decretos tenian valor de icy; con- La vieja instituciOn republicana era un
tra sus sentencias pcnales ci ciudadano no recuerdo del pasado, v los gobiernos de Sila
podia apelar. Sin embargo, no eran poderes v de César 'on ..isimilables, en realidad, a Ia
ilimitados: ci dictador no podia abolir o cam- d. moderna.
biar Ia constituciOn, decIartr Ia guerra. impo- Segun este üitimo 050, sobre ci cual valve-
ncr nuevos impuestos fiscaics a los ciudada- ré más detaliadamente en seguida. % que tien-
nos romanos, v no tenia competencia en Ia de a incluir bajo Ia etiqueta de "d.", inciuso
jurisdicciOn civil. Sobrc tudu, Ia d. rumana en un intento polemico-practico, a todos los
estaba circunscrita dentro de limites tempo- regimenes antidemucrãticos o no democráti-
DI(TAL)LRA 493

co.s modernos. Ia d. se vuelve en algo muy dis- Pero esta distinciOn Cs equivuca en varios
tinto de Ia romana. El punto de contacto entre aspectos. En primer lugar. porquc Ia asimi-
los dos fenOmenos es Ia concentraciOn y el laciOn dci moderno gobierno de crisis con Ia
carácter absoluto del poder. Peru Ia d. moder- d. romana no puede 5cr ilevada muy adelan-
na no está autorizada por reglas constitucio- te. Es cierto, en efecto, que ambos tipos de
naics: se instaura de facto a de todus mane- instituciOn responden a Ia necesidad de hacer
ras trastorna ci orden politico preexistente. frente a situaciones de emergencia cn un régi-
La extension de su poder no cstâ predetermi- men de separaciOn mãs o menus avanzada dcl
nada pot Ia constituciOn: su poder no sufre poder. Pero existe tambiCn una diferencia
Iin,itesjuridicos. Y, aunque algunas de las d. considerable. La d. romana es Ufl órgano
niodernas tiendan todavia a presentarse a si ext raordinario (y por esto SC habla de un "dic-
mismas como temporales", su duraciOn no tador" v de una "dictadura"); de ahi que no
estä lijada con anticipaciOn: su permanencia. sOlo el poder dictatorial. sino ci propia Orga-
coma Ia de cualquier otto regimen, dependc no v su ocupante escapan del marco politico
de las vicisitudes historicas. En rcsumen. Ia apenas sc restablece Ia situaciOn de normali-
d. romana es Ufl Organo exccpcional v tempo- dad. El moderno gobierno de crisis se basa
ral: Ia d. muderna. una forma de goblet-no nor- en el conterirnicnto de poderes extraordina-
mal v permanente. rios a Organos estatales normales; de mane-
Mas que nadu. Ia d. romana es aproxima- ra que resulta mucho mas dificil desarraigar
hie, en lo que sc relicre a Ia funciOn. a las ins- Ia instauraciOn, ci ejercicio y el Cxito de un
tituciones cxccpcionaks previstas o puestas gobierno de crisis desde las perspectivas de
en practica por muchos estados constitucio- Ia lucha por el poder de las fuerzas politicas
nales modernos para superar un estado de militantes. Los efectos de esta diferencia no
emergencia, interno o externu, que no puede pueden set estahiecidos de mancra general,
ser enfrentado de modo adecuado con los ins- abstravendo los contextos en que operan las
trumentos consti tucionales normaics. Estas instituciones. En los contextos histOricos par
instituciones implican en general Ia concen- nosotros conucidos, se puede destacar que Ia
tración del poder en un órgano constitucio- d. romana vivió por algunos siglos sin poller
nal del estado (habitualmente un Organo eje- en peligro o alterar significativumente ci
cut ivo), Ia extensiOn dcl poder más alla de los orden constitucional; mientras que en Ia
limites ordinarios (por ejemplo. con Ia sus- Europa y en Ia America contemporáncas los
pension de los derechos de libertad dc los ciu- divcrsos tipos dc gobiernu de crisis han dado
dadanos) y Ia emancipaciOn dcl poder respcc- Ia ocasiOn a veces para ia destrucciOn dcl
to dc los frenos v dc los controles normales. orden constituciunal y han contribuido a
Tales son los rasgos de Ia Icy marcial v del menudo a ulterar en modo más o menus per-
estado de sitio, dirkidas a sobrellevar urni cl -i- mztnente Ia distribuciOn del poder cntrc los
sis repentina y vioIenta, que implican un crc- 6r2anos constitucionales del estado.
cimiento extraordinario de los propios pode- En segundo lugar, Ia distinción entre d.
res dcl ejecutivo. Tal es tambien el confcri- constitucional y d. inconstitucional es equl-
miento al ejecutivo de un poder legislativo de voLa desde otro punto de vista que, paru nues-
emeriencia, como aquel previsto por ci art. tros fines. es aun más significativo. Los dos
48 de Ia constituciOn alemanu de Weimar, o tCrminos de Ia distinciOn ro son homogCncos.
aqucllos atribuidos ul gohierno por los par- Aqui vale todo lo dicho, con mayor razOn, a
lumentos de diversos cstados bcligcrantcs propOsitu de Ia diversidad sustancial entre el
durantc Ia primcra v Ia segunda guerras mun- uso modernu y ci uso romano de "d.". La d.
diaks. Para designar a todos estos rasgos Y moderna (liamada "d. inconstitucional"I es
otru, analogos. se ha acuñado Ia expresion una lorma de uohierno mãs a menus durable
"iobicrno de crisis". Pero tamhiCn SC ha pro- en ci tiempo. La "d. cunstitucional" dcina
puestu reagrupar estas inst ituciones junto prucedimientos exccpcionaies, quc sun sinl-
con Ia d. romana, dcnominándolos con Ia eti- pies elementus secundarios de una forma de
queta de "d. constituciunal" to limitadat. obiernu (habitualmente Ia dcmocracia Iibc-
oporikndo a csta ultima Ia "d. inconstitucio- ral) que Sc caracteriza r instituciunes total-
nal" to ilimitadat. mcfite distintas. La primera 'ti." encuentra
494 DICTADURA

lugar, si se In relaciona con un significado des- dos, como sucede en Ia salad. moderna. Ãñá-
criptivo, en Ia clasificación de los sistemas dase que Ia "d. revolucionaria" preanuncia
politicos; Ia segunda en Ia fenomenologia de otro carácter posibie de Ia moderna: ci poder
los medios extraordinarios a los que los regi- no está necesariamente en manos de un solo
menes politicos recurren para superar situa- hombre (el dictador) y puede man tenerlo tam-
ciones de crisis grave. Por lo tanto, Ia 'd. cons- bién un grupo de hombres (una convención,
titucional" se distingue de Ia "d. inconstitu- una asamblea, un part ido revolucionarlo). Por
cional" no solo v no tanto por Ia diferente este camino Marx irl mãs adelante hasta el
adjetivaciOn ("constitucional". "inconstitucio- punto de hablar de Ia d. de una clase social
nal"), sino también v sobre todo porque el entera, pero de esta manera Ia nociOn de d.
mismo sustantivo "d." denota en los dos casos perderá su significado politico especifico (yea-
dos fenómenos diferenies. Dc nada vaidria se al respecto lit ültima sección de este arti-
objetar que una u otra de las instituciones que cub). El punto en que Ia "d. revolucionaria"
se comprenden en ci concepto de "d. consti- parece incluso divergir de Ia moderna, y acer-
tucional" han sido utilizadas a veces para carse más a Ia romana, está en su carActer
introducir una "d. inconstitucional". Porque temporal, limitado en ci tiempo. Pero, en pri-
ci hecho de quc pueda producirse un nexo de mer lugar, debe ubservarse que este carácter
sucesiOn temporal a también genética entre temporal ya no estO garantizado ab exierno
uno v otro fcnOmeno no es un argumento para por in constituciOn, sino que descansa en Ia
afirmar que pertenecen a Ia misma clase. mudable voluntad del propio grupo revolucio-
nario: en este sentido, incluso d. modernas
II. DICTADURA, DESPOTISMO. ARSOLUTISMO. TIRANIA. distintas se autoproclaman inicialmente
AUT0cRAC.,IA. AUT0RITARI5MO.Es distinto, y con- coma temporales, para permanecer despuCs
trapuesto, el usa romano y el usa moderno más o menos duraderamente. Y, en segundo
de "d.". Aqul puede uno preguntarse cómo lut!ar, debe observarse que inciuso en las d.
pudo verificarse un cambio tan sustancial de modernas, que no proclaman Ia propia tern-
significado. Es probable que el anillo de con- poralidad, está presente un rasgo particular,
junciOn entre los dos significados distintos que en cierto modo reclama el carácter de
pueda rastrearse históricamente en Ia nociOn temporalidad, v ,obre ci cual volveré dentro
de "d. revolucionaria", tal como ha sido de pcico: Ia debilidad a precariedad de las
empleada para designar ci gobierno revolu- reglas de sucesiOn aI poder.
cionario instaut ado por Ia Convención nacio- Antes bien. Ia que distingue de manera cla-
nai francesa el 10 de octubre de 1793 hasta ra lit d. moderna, par un lado, de Ia d. roma-
Ia liegada de Ia paz, al igual que Ia concep- nay de Ia 'revolucionaria", par ci otro, es su
ciOn del gobierno revolucionario que, segOn distinta connotaciOn de valor. La d. romana
las ideas de Babeuf y Buonarroti, habria debi- tiene una connotación t radicionalmente posi-
do seguir a lit explosion revolucionaria y pre- tiva, en cuanto Organo capaz de defender el
ceder al nacimiento de Ia sociedad de los igun- orden constituido frente a crisis de emergen-
le. En esta especie de d., a Ia que Maurice cia más 0 menos graves, y una connotaciOn
Hauriou llamO "convencional" ' Carl Schmitt de valor positiva. par lo menos en su surgi-
.
"oberana", el poder dictatorial no estã auto- miento, tienc tambiCn Ia "d. revolucionaria',
rizadrj por Ia constitución, ni estã limitado en cuanto gobierno dictatorial provisional
constitucionaimente. No estã "constituido", que prepara ci camino para Ia instauraciOn
sino que se impone de hecho, y su funciOn no de unit sociedad más justa (Ia sociedad de los
es superar unit crisis parcial del regimen i'uaIes). La d. moderna, en cambio, tiene una
vigente: es Ia funciOn "conctituvente" de fun- connotación decididamerite negativa. Desig-
dar un nuevo ré'imen sabre las ruinas del na la cItse de los regimenes antidemocráti-
prect:dente. cos o no democráticos modernos, y en cuan-
En lit "d. revolucionaria". pue.e I poder to tai se contrapone, como ci término neCati-
dictatorial no sOlO estt conzentrado v es abso- so al término positivo dt unit gran dicotomia,
luto —como sucede tanto en Ia d. romana a lit "democracia moderna", a su vez enten-
como en lit d. moderna—; además, se instau- dida como Ia que denomina Ia clase de los
nit de hecho v no soporta limites pre'tahlcci- regimenes Iiberaldemocráticos.
D1CTADUR 495

En este sentido, Ia democracia liberal, sacralizacion del déspota, el cual aparece


como término "positivo" de Ia dicotomla, está como un dios o como un descendiente de un
caracterizada por Ia separación de hecho y de dios a como un sumo sacerdote. En el segun-
derecho del poder y por Ia trasmisión de aba- do sentido, que fue adoptado en Europa en
jo arriba dc Ia autoridad potitica; mientras los siglos xvii y xviii para designar tambiCn
que, como término "negativo", Ia d. se distin- las monarqulas de Occidente, "despotismo"
gue, en el punto opuesto. por una concentra- pierde su connotación derogatoria e indica
ción marcada del poder y por Ia trasmisión cualquier regimen de monarquia ilimitada.
de Ia autoridad politica de arriba abajo. Debe En esta nueva vision, ci despotismo no es bue-
observarse igualmente que las caracteristicas no o malo en cuanto tal, sino seg(in ci modo
"antidemocráticas" indicadas pueden ras- en que el monarca ejerce ci poder. Asi, par-
trearse incluso en regimenes politicos que por tiendo de Francis Bacon, que a principios del
Jo comün son designados con nombres distin. siglo xvii propugnO un despotismo ilustrado
tos al de "d.". Par ello parece necesario, para para instaurar ci gobierno de Ia ciencia, Ia
dilucidar ulteriormente el uso moderno de ilustraciOn considerO al despotismo como un
un análisis de las relaciones quc se entre- hecho positivo a condicion de que se dejase
cruzan entre "d." y otros términos que han guiar por Ia razón. Los enciciopedistas habla-
sido usados para nombrar, en todo o en par- ron entonces de despot fsrne éclairè, v los fisiO-
te. los regimenes no democráticos. Las pala- crutas de despolisme lêgale W. despotismo).
bras de ntãs relieve a este respecto son "des- En Ia segunda acepciOn, "despotismo" es
potismo", "absolutismo", "tirania". "autocra- prácticamente sinónimo de "absolutismo",
cia" V "autoritarismo". palabra con Ia cuai se indican principaimen-
Se habla de "despotismo" en dos acepcio- te las monarquias ilimitadas que se instauran
nes diferentes. El primer sentido, ci del "des- en Europa entre los siglos xvi y xviii. en ci
potismo oriental", se remite al pensamiento contextu histOrico de Ia l'ormación del esta-
griego clásico v designa un regimen politico do moderno W. absolutismo). En Ia monarquia
marcadamente monocrático. que seria tipico absoluta todo poder (legislativo, ejecutivo,
de Asia v tambiCn de Africa, v sustancialmen- judicial) cstá concentrado formaimente en
te extrano a Ia cultura occidental. En ci ter- manos del soberano, que está libre de cuai-
cer libro de Ia Politica Aristôteles asimiia el quier limitaciOn juridica, desligado de las
gobierno despótico at poder que ci señor (des- ieves (kgibus solutus). Ningün orden exterior,
potEs) ejerce sobre el esclavo, v to clasifica civil o eclesiástico, intemo a internacional. es
entre las formas de gobierno monãrquico, superior at monarca absoiuto. sobre el cual
como una monarquia propia de "muchos pue- se centraliza toda Ia responsabilidad dcl ejer-
blos bárbaros", los cuales a ella están predis- cicio del rnando (aun cuandu el rey puede
puestos par naturale,.a. Desde entonces el compartir tal ejcrcicio con un circulo de cola-
"despotismo oriental", por una parte, fue boradores). Por otra parte, el monarca abso-
referido, siguiendo a Aristôteles, a Ia indole luto no se identifica en Ia figura del dCspota
de los pueblos asiáticos, incapaces de gober- oriental que nos iego Ia tradiciOn. El estilo del
narse par si mismos v propnsos a Ia obedien- mando de los monarcas absolutos no es nece-
cia, mientras que, por otra parte, se remarcó sariamente brutal. Y, asi, generaimerne be
Ia arbitrariedad v a menudo Ia brutalidad que considera que ellos no pudieron abandonar-
caracterizan el modo de su ejercicio..Montc'- se a los excesos de arbitrio v de crucidad de
quicu, quc rctomó cn esta perpctiva Cl con- los daspotas dc Oricntc; incluso porque las
cepto de depotisnio, lo definió como un monarquias absoluta. si no estaban Iimita-
gobierno en el que 'uno solo, sin 1ev ni fre- das par Ia 1ev positiva, encontraban un freno
no, arra'tra todo v a todos tra de su volun- en las concepciones morales predominantes
tad v sus caprichos", e identificó su "princi- (las Ilamadas "1ev natural" v "divina") v sobre
pio", cc decir Ia pasión que lo mueve, en ci todo en obstáculos de hecho derivados de una
miedo, ii cual "debe abatir todos los ánimos estructura de Ia sociedad muv diferente de Ia
desakntar ci más debit entido de ambi- de las sociedades asiáticas.
don". Sc observó tambkn que ustv tipo de El de.putismo y ci absolutismo son simila-
regimen cstá a menudo caracterizado por Ia res a la d. por Ia concentración v ci caracter
496 L)ICTAI)URA

ilimitado dci poder. Peru son sustancialmen- era un monarca Icgitimo, sino ci efc de una
te distintos, porque tanlo el absolutismo facciOn polItica que imponia con Ia fuerza ci
como el despotismo son monarquias heredi- prupio poder a todos los dcms part idos.
tarias y kgitimas, mientras que Ia d. es una Coma los dictadores modernos, los tiranus
monocracia (o ci gobierno de un pequeno gru- ejercian un comando arbiirario e ilimitado,
pa) no hereditaria a ilegItima o dotada de una recurriendo ampliamente a los instrumentos
legitimidad precaria. En su connotación his- coercitivos. Con ci tiempo, sin embargo. ci
torica, "absolutismo" y "despotismo" están concepto de tirunIa se fue transformando, ale.
ligados a sociedades de tipo tradicional, en jándose en parte dcl sentido originario, y cob-
donde Ia participacion politica de Ia gran cando el acento cada nez más cxclusivamen-
mayoria de Ia población es nula, y Ia monár- te sobre el modo de cjercicio del poder. Desa-
quica es senlida como Ia ünica forma pisiblc rrollando un tma ya prescntc en AristOteles,
de gubierno, que hunde sus rakes en ci pasa- santo Tomás distinguiO entre el tirano que es
do yen ci origen o en ci caricter divino. Esto tal porque no tiene titulo (absque lilulo), ci
explica por qué, con Ia revoluciOn I rancesa, quc Io es por ci modo en que ejcrcc el mando
Ia impusicin de los principios rcpubiicanos (quoad exereilium), y ci quc iu es tanto par una
y Ia decadencia de los monárquicos. Ia noción como par otra razón. En este sentido, tamhién
de "dcspotismo ilustrado". acariciada por Ia un monarca legitimo puede ser un tirano si
inteligucntsia ilustrada, desaparecc comple- ejerce el poder de modu arbitrario y violcn-
tamente dcl horizonte cultural y politico. to. El significado de Ia palabra se mcdifico
Sale de escena el despotismo y entru en ulteriormcnte en esta dirección, y en ci len-
escena Ia d. La cual, en efecto, al contrario guaje politico contcmporáneo los usos más
dcl absolutismo y dcl despotismo, está vincu- comunes se centran en torno al modo de ejer-
iada a una sociedad en vins de transforma- cicio del podcr y olvidan tener en cuenta Ia
ción, con unu participaciOn politica amplia- presencia a Ia ausencia de Un titulo IcgItimo.
da o incipiente, y en Ia cual se impuso a cstá Es clara que. en Ia medida en que esto suce-
en ascenso el principio de Ia soberanIa popu- de, decac Ia anulogIa de signilicado entre "d."
lar. En este contexto, ci regimen dictatorial y "tirania".
no puede basarseen Ia tradición yen iaacep- A diferencia dc los otros terminos exami-
taciOn pasiva de gran parte de Ia población. nados precedentemente. "autocracia" no tie-
La d. representa mãs quc nada una ruptura ne una connotaciOn histórica precisa: no fue
de Ia tradiciOn; Sc instaura utilizando Ia man- acunado paru denominar un tipo particular
Iización politica de una parte de Ia sociedad de sistema politico concrcto (aun cuandu
y someticndo con Ia violencia a otra parte. y "autOcrata" era el nombre que se Ic daba
no puede garantizar su continuidad ni con ci especialmente al zar dc Rusia). Es un tCrmi-
procedimiento democrático, dcl cual es Ia no abstracto, que Sc utiliza con dos signilica-
negación, ni con ci principio hereditario, quc dos principales: uno particular y otro enc-
etri en contraste con las condiciones politi. ral. En cI significado particular, y mãs plc-
cas objetivas y con su misma pretension de no. de Ia palabra, "autocracia" denota un gra-
representar los intere.ses dcl pueblo. Dc aqul do maxima c'e absolutismo, en Ia dirección de
ci cathcter precario de las reglac de sucesiOn Ia personalizacion del poder. Una autocracia
al poder. es siempre un 2obierno absoluto, en ci .senti-
Sustancialmente análoga a Ia d. moderna do de que detenta un poder ilimitado sabre
era en cambio Ia "tirania" griega. Es conoci- los sObditos. Pero, además de esa, Ia autocra-
da Ia extraordinaria pertinencia, en relaciOn cia comporta quc el jefc del gobierno sea de
con Ia d. moderna, de las observaciones de hecho independiente. no sOlo de los sObditos,
PIatOn v de AristOteles sabre It tirania. Coma sino también de los otros gobernantes, que Ic
las modernas d., las tiranlas griegas nacian esttn par eso rigidamente subordinudos. El
geiwraimente de Ia crisis v de Ia disgregackrn jefe de un gobierno absoluto cs un autOcrata
dc una democracia, ode un regimen politico si sus decisiones no pueden ser eficazmente
tradicionai en el cual se pert ilaba una amplia- I renadas par fuerzas intraguhernativas. Bajo
ciOn dcl interCs y de Ia participacion puliti- este perfil, ci monarca ah"uluto puede ser un
ca. Como ci dictador moderno, ci tirano no autocrato; peru puede tunibiCn no serlo si
DJCTADUR 497

comparte ei poder con aigunos colaborado- mente moderado de maviii,.aciOn palitica de


res que son capaces de limitar su voluntad. las masas y de penetración palitica de ia
Y las d. son a menudo regimenes autocráti- sociedad N. autorltarismo).
cos que se centran en Ia Figura dc un jeic y
pueden ilevar muy adeiante Ia personaliza- M. LAS CARACTERISTICAS FUNDAMFNTAI.F.S DE LA Did-
cion del poder; pero también hay d. no auto- TADURA. Dc Ia quc se ha dicho hasta ahora se
cráticas, en las cuuies ci poder reside en on iiega a on significado más preciso de Ia d.
pequeno grupo de jefes que dependen recipro- moderna. Con Ia paiahra "d." se tiende a
camente ci uno dci otro. designar a Ia ciase entera de los regimenes no
En su significado general, "autocracia" ha democráticos especificamente modernos, es
sido adoptado por algunos teoricos de Ia poll- decir que se les encuentra en ios paises
tica y dci derecho, y senaladamente par Hans modcrnos o en vias dc modernizaciOn (a los
Kelsen, Ferdinand A. Hermens y Carl J. Frie- que pueden asimilarse también las "tiranias"
drich, como ci término más apropiado para griegas de los siglos VII y vi a.c. y aigunos
designar a Ia ciase de los rcgimencs antide- otros gohiernos esparcidos par Ia historia de
mocrãticos o no democráticos par entero. En Ocidente). Sin embargo, dcbe reconocerse
esta accpción general, sin cmbargo, Ia pala- que este significado de "d.". aun teniendo una
bra no ha tenido fortuna, ni en el lenguaje indudable dimension descriptiva, ha sido usa-
ordinarlo ni en ci lenguaje tecnico de Ia cien- do a menudo con fines prãetico-idcolOgicos,
cia politica. En todo caso, aun cuando hubie- como un blanco de valores negativos que con-
ra arraigado, no podria sustituir a "d." en su traponer polémicamente a Ia "demucracia".
significado moderno, puesto que ia ciase de Incluso par esta razOn, en los ültimos años,
los regimenes politicos denotados par "auto- el uso de "d." en su significado moderno, que
cracia" seria de todas maneras más amplia era comOn en los años cincuenta y sesenta,
que aqueiia a I-a que se refiere Ia palabra "d.". tiende a aclararse, y no falta quien querria
Segün Ia indicada acepción general, de hecho, reiaeionar Ia palabra con ci significado de
ciertamente habria quc comprender entre las Organo excepcional y temporal, que es propio
"autocracias" a todas las monarquIas y des- de su origen romano.
potismos hereditarios dcl pasado, quc, en En este caso nose trata de enredarse en una
cambio, coma se ha mostrado antes, deben euestiOn que podria voiverse una pura cues-
ser exciuidos dci campo de significado dc tiOn de palabras. Antes de ir mãs allã, basta-
"dictzidura". rá con detenerse en los dos puntos siguien-
Un discurso análogo, par io menos en par- tes: I] hasta ahora no se ha encontrado un tér-
te, debe hacerse para "autoritarismo". Tam- mino más adecuado que "d." para nombrar
bién ci término "autoritarismo" ha sido usa- en su conjunta a los regimenes no dcmocrá-
do a veces para indicar ci con junto de todos ticos modernos; 21 en todo caso, quien hable
los regimenes contrapuestos a los democrâ- de aqul en adelante de los caracteres y de las
ticos. En estc sentido, el denozazum de "auto- tipologias de las dictaduras entenderá una
ritarismo" es más amplia que ci dcl signifi- serie de proposiciones que consideran sabre
cado moderno de "d.", puesto que inciuve, al todo, precisamente y más allá de las palabras,
igual que Ia mencionada acepción general de a los regimenes no democráticos modernos.
"autocracia", incluso a las monarquias v a los En esta perspectiva, empezaré analizando
despotismos hereditarios de ias sociedades las caracteristicas fundamentales de Ia d.
tradicionaics. Par otro iado, cuando se utili- moderna, tal como surgieron de Ia discusion
zu con referenda a los solos sistemas politi- de Ia "d.", en relaciOn con "despotismo".
cos moderno,ci sianificado de "autoritaris- "absolutismo", "urania", "autocracia" s
ma" tiende a restringirse aigo y a voiverse "autoritarismo". Para ml. son tre% estas ca-
más circunscrito que el de "d.". En los usos racteristicas: Ia concentraciOn y Ia ilimitabi-
más difundidris y más eficaces, se habia de lidad del poder; las condiciones politicas am-
"autoritarismo", en contraposición a "tota- hientaics canstituidas par Ia entrada de gran-
iitarismo", para designar ünicamcnte a una des estratos de Ia pobiaciOn en Ia poiltica y
suhciasc de los regimenes no democráticos ci prineipio (IC Ia soberania popular, y La pre-
modernos: aqueiios con un grado relatisa- cariedad de las reglas de sucesión al poder.
49 DICTADURA

En relación con Ia concentracion del poder, contemporánea, a partir de Ia revolucion


me limito a recordar que puede hacer ieEe a Irancesa. El primer periodo marca el paso de
un solo hombre 0 Un pequeño grupo de horn- las ciudades griegas de Ia estructura tradicio-
bres. Sabre las diversas propiedades de estos nal de Ia socicdad, con base agricola y oligar-
dos tipos de d. regresaré mãs adelante. Aqul quica. a una nueva estructura, con base mer-
me detengo breeinente sabre Ia condición de cantil y artesanal, igualitaria y dcmocrãtica.
absolutcz del poder dictatorial, por personal Y el segundo periodo es ci del proceso aplas-
U oligárquico que sea. El gobierno dictatorial tante de Ia industrialización que destruye Ia
no está frenado por Ia ley, estt por encima vieja sociedad agricola y aristocratica, amplia
de Ia icy y traduce en Icy su propia vol untad. las bases de Ia movilidad social v politica, e
Aun cuando se mantengan o introduzcan nor- indica imperiosamente en el pueblo (aun
mas que salvaguarden norninalmentc los cuando éste podrá convertirse en el "prole-
derechos de lihertad, a limiten en camhiu el tariado", Ia "nación" a Ia "raza") el funda-
poder del gobierno, estas reglas juridicas son mento de Ia justificación del gobierna.
un veto exterior, con escasa eficacia real. que En esic marco, N . con referencia at murido
ci gobierno dictatorial poetic desobedecer con contemporneo, lad. puede surgir, en primer
discreción más o menus absoluta, recurrien- lugar, en una sociedad con un alto grado de
do a otras leyes que contradicen a las prime- modernizaciOn económica v social y de movi-
ras o hacen excepciOn de ellas, utilizando lizaciOn politica: es entonces el resultado de
potentes organismos pal it icos sust raidos al unu grave crisis dcl rCgirnen demc-rático, ata-
derecho comün. o invocando directamente los cado par perturbaciones internas o externas,
pretendidos principios superiores que guian v puesto en un estado de anarquia por las divi-
Ia acciOn dcl gobierno y prevalecen sobre siones inconciliables entre los diversos par-
cualquier Icy. Este carácter absoluto del tidos politicos. Existiendo el ambiente social
poder dictatorial hace imprevisible e irregu- en que se instaura, esta d. dura solo si adop-
lar Ia conducta del dictador o de Ia elite dic- ta una pulitica de movilización permanente
tatorial. En las d. más moderadas pueden de Ia poblacion. En segundo lugur, Ia d. pue-
existir Ilmites de hecho. interpuestos par los de surgir en una sciedad con un grado mode-
grupos dirigentes subvacentes, que mantie- rado o bajo de modernizaciOn económica v
nen una cierta autonomia, v esto confiere social y de movilización politica. En este caso,
algun grado de regularidad y de previsibili- Ia d. puede actuar como irnpulsora para el
dad a Ia conducta del gobierno. Pero tampo- nacimicnto de Ia democracia liberal, a pue-
Co efl este caso hay garantia legal o institu- de frenar Ia modernizaciOn para salvaguar-
cional alguna de que dichos limites tcngan dar lo que resta del orden tradicional, llevan-
una validex permanente. En cuanto a los ins- do a cabo una movilización intensa sOlo en Ia
trumentos de control ccrcitivo que emplean, Ease inicial o en periodos de crisis, Iiniitãn-
y at grado de su penetración s regimentación dola en cambio radicalmente una vex que se
de Ia sociedad, los regimenes dictatoriales haya consolidado, o puede accntuar coerciti-
difieren unos deotros, y remito par eso. para vamente el proceso de industrializaciOn, lIe-
este tema, a lo que Se expondrá cuando se ana- vando a cabo urni movilizaciOn social v poll-
licen las tipologias de las dictaduras. - tica permanente. Por fin. Ia d. puede tambiCn
Vavamos al segundo punto: el trasfondo surgiren una sociedud toduvia no tocada par
social y politico de Ia d. El ambiente más tipi- Ia modernizaciOn, pero en Ia cual los valores
co tic los regimenes dictatoriales es el tie una v los imperzttivos dcl desarrollo economico,
sociedad recorrida por una profunda trans. social v politico, que se irradian desde los
formacion económica v social, Ia cual activa centros -guia de Ia historia mundiul, impulsan
ci interCs y la participución politica de estra- a una pequenu elite a impaner desde arriba
Los c:ida vez má amplios de Ia pobLtcion v Ia indtistrLtizaciOn v el desarrollo. En este
hace emerger el principio de Ia soberania caso, Ia d. trata de introducir una intensa v
popular. No por azar los contextos histOricos, duradera movilizaciOn. peru cncuentra cons-
en los cuales el gobierno dictatorial tuvo su tantemente limites rnuv tenaces en Ia estruc-
mayor dii tlsiOn, fueron el de las ciudades gric- tura de Ia sociedad tradicional.
gas de los siglos vu-vt at. v el de Ia Cpoca Tcrcer punto: el problema de Ia kgitima-
DICTAIM:RA 499

don del poder, y en particular de las reglas menus por una parte de Ia sociedad, como
de sucesiOn. Desde esta perspectiva Ia d. está vanguardia o gula del pueblo (legitimidad
caracterizada por umt contradicciOn de Ion- basada en Ia ideologia de part ido). Pero ci pri-
do, dado que concentra el poder y trasmite mer tipo de legitimidad es esencialmente per-
rigidumente Ia auto, idad politica desde arri- sonal y temporal, porque, cuando decae el jefe
ba hacia abajo, en una situatiOn en Ia que pre- carismático, no hay ningün procedimiento
domina o se estã afirmando ci principio de regular quc pueda trasmitir a otro sus cuali-
Ia soberunia popular, al cual ella misma debe dades cxcepcionales. Esto explica las graves
de ulguna manera remitirse para alimentar crisis de sucesiOn que se desencadenan en tan-
su propio sosten. Pur eso las d. tienden a pre- tas d., con las luchas intestinas entre los
sentarse como Ia expresiOn de los intereses miembros de Ia Clite dominante que ambicio-
y de las necesidades dcl pueblo. Dc aqul el ele- nan ocupar ci lugar del viejo dictador y a
mento cesarista que caracteriza asi a menu- veces con Ia caida del propio regimen dicta-
do a las d. personales. Y de ahi todos los arti- torial. El segunto tipo de legitimidad, funda-
ficios quc adoptan las d. para cubrirse del do en el partido, confiere una estabilidad
cunsenso del pueblo: de los plebiscitos a las mucho mayor a Ia d., porque Ia vanguardia
reuniones de masa con el contadto directo con o Ia guia del pueblo es formalmente el parti-
el jefe o con sus representantes. hasta Ilegar do, y ci partido permanece aun cuando decae
a Ia imposiciOn capilar y coercitiva de Ia acep- ci dictador-persona. Sin embargo, tampoco
laciOn entusiasta del regimen a toda Ia pobla- esta forma de legitimidad es capaz de dar vida
don. Se asiste entunces a una especie de a un procedimiento ordenado y reconocido de
democracia cabcza abaju, donde el pueblo se sucesiOn del poder. El partido se convierte en
ye obligado a manitestar una completa adhe- Ia base exclusiva del reclutamiento del nue-
sión a Ia direccion polltica del dictador, para vo o los nuevos jefes; pero ci modo de su dcc-
que este pueda proclamar que su acciOn está ción no puede estar reglamentado de mane-
basada en Ia voluntad popular. Peru todas ra aceptabie, purque Ia funciOn suprema de
estas tCcnicas no confieren a lad. Ia legitimi- guia o de vanguardia se autoproclama y se
dad demucrâtica, porque no pueden eliminar autoimpone, y no existe otro sistema para
el hecho crucial de que Ia autoridad politica reconocer al hombre o a los hombres idOneos
es trasmitida desde arriba hacia abajo, y no para desempeñarla, fuera del éxito y del pre-
viceversa. Por tanto, aun cuando preccinda- dominio en los hechos mismos. Por lo tanto
mos de ciertas d. de pura explotacion, que son el regimen dictatorial se hace más estable
radicalmente ilegitimas, Ia legitimidad de Ia porquc eI partido Ic provee una coraza de
d. aparece siempre incierta y ambigua. Lo defensa contra ci exterior; pero sigue siendo
demuestra de manera evidente Ia caracteris- discontinuo e irregular en Ia sucesiOn de uno
tica debilidad de Ia d. frente al problema de a otro dictadur o de uno a otro grupo dicta-
Ia sucesiOn, cuando, como escribe feliinien- torial.
te Gioanni Sartori, "un absolutisnio republi-
cano no puede —en cuanto absolutismo- iv. TIiLc;1AS. Se han propuesto diversas cia-
'elegir' al nuevo dictador, pero tampoco lo sificaciones de Ia d. con base en varios crite-
puede 'heredar' en razOn del principio repu- rios. Las más significativas sc basan en Ia
blicano". naturaieza del poder, el fin perseguido, las
Ma5 en detalle, se puede decir que Ia con- caracterIsticas de Ia elite dominante, las pro-
tradicciOn entre el ambiente, que exige Ia legi- piedades de Ia ideologia y Ia base social.
timidad popular, y Ia estructura dcl poder En Ia nazuraleza del poder, es decir en los
dictatorial, que Ia niega. impone que su invo- instrumentos de control de que se sirven las
caciOn esté mediudu por un factor vinculan- diversas d., y correlativamente en ci grado de
te. Este factor intermedio puede ser el mis- su penetración en ci tejido social, Se basa Ia
mu dictador, que con sus poderes extraordi- tipologia más rica en contenido y más gene-
narios e considerado capaz de representar ralmente utilizada. Se trata de Ia dicotomia
directamente Ia voluntad del pueblo (legitirni- entre d. autoritarias y d. totalitarias; o, segOn
dad de tipo carismático). 0 Ufl partido politi- Ia propuesta de Franz Neumann, de Ia tripar-
co que se autoprociama, y se hace aceptar al ticiOn de d. simples, cesaristas y totalitarias.
5(X) DICTDL;RA

La d. autoritaria (o simple) se funda en los renovtdo; las d. conservadoras, a defender el


medios tradicionales del poder coercitivo slat:, quo de los peligros dcl cambio. A veces
(ejército. policia, burocracia, magistratura), se agrega también Ia figura de las d. reaccio-
y tiene por eso escasas capacidades de pro- narias, dirigidas a revivir valores y formacio-
paganda y de penetración directa en his ins- nes suciales del pasado en vias de cxtinción.
tituciones y en los grupos sociales. reprimien- Esta tipologia no es de fácil aplicacion, sea
do Ia oposiciOn abierta v contentãndose con porque los propOsitos proclamados publica-
una masa apolitica y con una clase dirigente mente pueden corresponder sOlo en parte a
dispuesta a colaborar. Dc ella son ejemplos las metas efectivas de una d., sea porque una
Ia d. franquista en Espana. Ia de Salazar en misma d. puede tener —conjuntamente— tan-
Portugal y Ia de los coroneks en Grecia (v. to finalidades progresistas como finalidades
autoritarismo). La d. totalitaria emplea, ade- de tipo conserv ador o reaccionarlo. La segun-
más de los medios coercitivos tradicionales, da dificultad puede ser superada, dentro de
el peculiar instrumento del part ido iinico de ciertos limites, introduciendo Ia ulterior cate-
masas. y por eso es capaz de controlar corn- gorla de las d. mixias (o termidorianus), que
pletamente Ia educación y los medios de están caracterizadas por ci equilibrio de obje-
comunicación y más o menos completamen- tivos rev olucionarios y conservadores y que
te las instituciones económicas, de ejercer tienden a instaurarse despues de una revolu-
una presiOn propagandIstica capUar y perma- ción brutal y demasiado avanzada respecto
nente y de penetrar en cualquier formación de Ia conformaciOn de Ia clase dirigente (tipi-
social v hasta en Ia vidu familiar de los ciu- ca, en este sentido, es Ia d. de Napoleon). Y
dadanos, suprimiendo tuda oposicion o tam- también Ia prirnera dificultad se puede supe-
bién las criticas más tenues a través de apa- rar en pane observando el funcionamiento
ratos politicos de policia y de terror especia- real de los regirnencs dictatoriales y a las
les, e imponiendo Ia aceptación entusiasta del capas o las clases sociales que los apoyan. En
regimen a Ia poblacion entera. Los ejemplos esta direcciOn Neumann afirma que las d.
clásicos son Ia Alemunia nazi y Ia Rusia del pueden ser Ia expresión o de clases destina-
periodo estaliniano (v. totalliarismo, donde das a de.saparecer que trutan de trastornar
se discute también ci espinoso problema de Ia situaciOn politico-social para recuperar su
Ia extension del concepto). Entre estos dos antiguo predorninio (por ejemplo, cI nazismo):
tipos de d., Neumann cotoca a las d. ct'saris- podriamos liamarlas d. reaccionarias, o de
tus, quc son generalmente d. personates carac- clases en decadencia que tratan de man tener
terizadas por el hecho de que el dictador cstá sus posiciones (por ejemplo, Ia d. de Franco):
o Se siente obligado a fo'-marse un sostén podrIamos Ilamarlas d. conservadoras, o de
popular para conquistar o ejercer el poder, clases en ascenso v no reconocidas politica-
o para ambas cosas. El elemento cesarista, mente que tratan de imponer sus intereses:
que conlieva una fascinación ejercida por el podriamos Ilamarlas d. revolucionarias. Neu-
jefe sobre Ia masa y por esto tiene una espe- mann opina también que las d. revoluciona-
cial componente carismática. falta en las d. rias son de breve duraciOn cuando las clases
simples, pero está presente en las totalitarias. en ascenso tienen un alto grado de madurez
Dc por si, sin embargo, las d. cesaristas sc dis- politica (por ejemplo. Ia d. de Cromwell o de
tinguen de las totalitarias porque carecen del Robespierrc), o bien se hacen permanentes
partido Onico de masas v de los otros instru- cuando las ciases en ascenso tienen un bajo
mentos de control y penetración total de Ia grado de madurez politica (por ejemplo, Ia d.
sociedad. Son ejemplo de d. cesaristas no de Lenin). SegOn Duverger, que adopta una
totalitarias. segOn Neumann, las de Pisistra- dicotomia entre d. revotucionanias v d. reac-
to, de Julio César, de Cola di Ricnzo, de Crom- cionarias, Ia mayor partc de las d. (tiranlas)
well. de Napoleon. griegas de los siglos vii v vi fueron de tipo
Con referencia al fi,z. SC distingue entre d. revolucionario; mientras tanto en Ia Roma dcl
revolucionarias v d. conservadoras o de siglo i a.c. como en Ia hisioria del siglo xx sc
orden. Las d. revolucionarias apuntan a aba- produo una concatenaciOn dialCctica de d.
tir o atacar de modo radical el viejo orden revolucionarias v reaccionarias.
politico-social v a introducir uno nuevo o Siempre con referenda al fin. turnhkn se
DICTA IM I(, 501

ha hablado de d. pedagOicas, que tieflen ci ci dictador. Y sus colaboradores mãs cerca-


objetivo de crear las condiciones sociopoliti- nos Ic prestan una obediencia absoluta por-
cas para Ia instauración de Ia democracia que tienen una Ic diega en lo que creen ser sus
(seria ci caso de Ia d. de Pisistrato), y de d. dotes extraordinarias 3' carismáticas: a par-
de desarrollo, bastante similares a las prime- que Ic temen, ulimentando el dictador de
ras, si se toma coma prototipo Ia d. de Ata- modo sistemático su sospecha y su terror al
turk en Turquia, que estuvo dirigida princi- enfrentarlos entre Si y al recurrir a las san-
palmente a preparar Ia democracia politica, clones mãs despiadadus, porque extraen gran-
o bien considerablemente diferentes si por des ventajas materiales y de prestigio de sus
"desarrollo" se entiende sobre todo ci desa- cargos o de Ia ccrcanIa a Ia fuente de todo el
rroliu económico. En este segundo sentido, poder. La personalización dcl poder es a veces
las d. de desarrollo son habitualmente justi- tan acentuada, quc los rasgos psicologicos dcl
ficadas con base en Ia necesidad frente a Ia dictador se convierten en una componente
cual se encuentran las restringidas elites signilicativa del funcionamiento dcl regimen.
modernizantes de muchos paises subdesarro- Una consecuencia frecuente de esto es Ia inca-
ilados de construir de manera coercitiva las pacidad del sistema de recibir y de elaborar
premisas económicas y politicas dcl despegue convenientemente las retroalimentaciones y
en una situación marcadamente hostil, tan- en general los mensajes provenientes dcl
to por las resistencias de las viejas elites feu- ambiente. La constante preocupación de los
dales y tradicionales coma par ci atraso de colaboradores de conservar ci favor del dic-
Ia cultura politicu de las masas. Las figuras tador o de evitar su cOlera y sus efectos tien-
de las "d. pedagUgicas" y dc desarrollo" son de en efecto a desviar el Flujo de las informa-
sugestivas, pero plantean graves problemas clones y de las interpretaciones en las direc-
en cuanto a su aplicación práctica, dada que clones que parecen gratificantes para las pre-
su naturaleza impide que puedan ser especi- ferencias y las expectativas del jefe; con Ia
ficadas, coma las d. revolucionarias y ,nser- consecuencia de que el dictador permanece
vadoras, en Ia porción de las capas y clases en una caracteristica atmósfera de irrealidad.
sociales que las sostienen. En las d. oligdrquicas, quc pueden ser tanto
Por lo que se refiere a las caracieristicas de regimenes relativamente permanentes (como
la elite dam inanle, los criterios de clasifica- Ia d. sovietica en su fase poststalinianu) como
cion mâs relevantes son el tipo de origen ode formas de transición entre una u otra d. per-
reclutamiento del personal politico de direc- sonal, ci poder es compartido por el rcstrin-
cion y Ia distribuciOn del poder en su seno. gidisimo nümero de las personas que compo-
Con base en el primer criterio, se distingue nen el organismo o eI grupo de vCrtice del sis-
entre las d. milira yes. especialmente tipicas tema Uunta, comitC, directorio, troika, etc.).
del continente latinoamericano, pero actual- En este caso, Ia distribuciOn del poder crea
mente cada vez más difundidab en otras par- una dialectica decontrol y limitaciOn recipro-
tes, y las d. poiuticas, segün que ci personal ca entre los jefes, que quita al regimen el
directivo provenga o sea reclutada de las filas carãcter de autocracia, y a veces tiende tam-
del ejército o de una fracciOn de Ia clase poli- blen a mitigar —aunque sin atacarlo en sus-
tica, en general un partido politico que se tancia— su carácter absoluto. Para aumentar
hace partido ünico despuCs de Ia conquista el proplo poder o para no verlo disminuir,
del poder. Con referenda a los regimeries dic- cada jefe puede en efecto verse inducido a yin-
tatoriales ya consolidados y lkgados a Ia cularse con esta o aquella fracciOn de Ia cIa-
segunda generadión, se habla también de d. se dirigente sustentante, haciCndose dentro
burocrdtica o de aparato, cuando ci recluta- de ciertos lImites su representante, y cuan-
miento de Ia Clite se produce mediante Ia do más Sc manifiesta este fenómeno, tanto
cooptación en el interior de una organización más tiende a surgir una cierta corriente aun
burocratizada. limituda de presiones y de limitaciones que
Con base en el segundo criterio se puede son ejercidas desde afuera sabre ci gobierno
distinguir entre d. personales y d. oligárqui- dictatorial.
cts. En las d. perconales, tudo el poder está Vavamos at criteria clasificatorio que be
concentrado en manos de una sola persona: ref icre a las propiedades de la ideologia. Un
502 I)ICTALWRA

primer modu de distinuir las d., hajo este les y quc apuntan a una transformación p.ir-
perfil, es ci de lamar en consideración el gra- cial; las "quiliasticas", cxprcsivas y dirigidas
do de su elaboración ideologica, ubicándolas a una transformaciOn total, y las "adminis-
a to largo de una gama continua que va des- trativas", expresivas y dirigidas a una trans-
de un grado minimo hasta un grado miximo formaciOn parcial. Dc estos cuatro tipos de
de elaboración. En ci iImite inferior podemos ideoiogia, los primeros trcs son propios de los
colocar a las d. simples caracteri,.adas por regimenes dictatoriales. Asi, puede distinuir-
una separacián maxima entre ci regimen y Ia se entre d. monopartidistas de ideoluMia lola-
población, y donde Ia elite dominante está litaria, que liberan un grado mãximo de dma-
sujeta principalmente por intereses de explo- mismo transformador, no obstante su congC-
tucion; de elLis son ejemplos aigunas d. lati- nita inestabilidad, que impone ci rccurso a las
noamericanas caudillescas del siglo XIX y purgas v al terror (por ejemplo, Ia Rusia sta-
aun del xx, que son tipicamente carentes de liniana, Ia China maoista, Ia Alemania nazi);
mitos. En ci Ilmite superior encuentran lugar d. mono pa rtidisla.s de ideolugia proleclora,
las d. totalitarias, en las cuales ci esfuerzo de que alimenian un dinamismu transforinador
moviiización de Ia población y de sus recur- más limitado, más moderado y mucho más
SOS es impulsado hasta ci paroxismo. y Ia flexible respecto del de los sistemas totalita-
ideologia debe justificarlo y guiarlo, recondu- rios (por ejemplo. TOnez, Yugoslavia, Ia Tur-
ciendo todos los aspectos de Ia vida y de Ia quia de Atatürk), y cL ;nouoparizthsias de idee-
actividad social a los asuntos y a los impera- logia quilidstk'a, quc están caracterizadas par
tivos politicos fundamentales. En Ia faja inter- un dinamismo transformador bastante esca-
media. y en una succsion de crcciente elaho- so, y tienden a depender al menus parcialmen-
ración ideologica, podemos ubkar a las d. te de fucrzas sociales v econOmicas externas
autoritarias conservadoras, las cesaristas v y a disminuir con ci tiempo Ia importancia
las autoritorias modernizantes. En general, del partido (por ejemplo. Ia hahn fascista, el
las d. revolucionarias tienen un mayor gra- Ghana de N'krumah, Cuba, lit Argelia de Ben
do de elaboración ideologica respecto de las Bella).
conservadoras v las d. militares tienen U,iO Con referencia, por fin, a Li base social de
menor respecto de las politicas. Ins d., Maurice Duverger distingue entre ii.
Si se contempla solo los sistemas dictato- socwlogieas. que brotan de una crisis estruc-
riales monopartidistas, en los cuales in ideo- tural de Ia sociedad, ligada a una crisis de
logia es habitualmente Ia base de Ia legitimi- Iegitimidad del poder politico, y correspon-
dad, adquierc importancia una tipologia pro- den a necesidades de una gran mu oria de Ia
puesta por Clement H. Moore, basada en un poblaciOn, .' d. léc-nicas. que surgen de una cri-
anâlisis más articulado de los caracteres de sis solamente covuntural, iigada a un trauma
Ia idcologia. Estc autor tienc prescnte dos del sentimiento pOhiico que no ataca Ia legi-
parámetros: elfin oficial de in ideologla, dis- timidad v corresponden it las necesidades de
tinguiendo entre transformacion total s trans- los pocos que de ella son protagonistas. Las
formaciOn parcial de in .ociedad, v Ia función d. sociologicas son "endogenas", en ci senti-
de Ia ideologia, distinguiendo entre funciOn do de que en su base hay una ituaciOn que
"in'trumental". es decir práctica, de persis- envucive a toda In sociedad. mientras que las
tente guia de Ia acciOn (lo que hace accesible tCcnicas sort "exOgenus" en ci sentido de que
a Ia ideologia para Ia critica racional). y fun- en su base hay factores externos. o bien fac-
ciOn "expresiva". es decir sin efectos direc- Lures internos, p.r() aislados respecto de In
tos sobre Ia acción. pero quc expresa ci 'sen- sociedad en su con junta.
tido de solidaridad y los sentimientos comu- Esta tipologia fue criticada severamente,
nes de los miembros dcl part ido (10 que hace sabre todo por Sartori, tanto par Ia termino-
inacceibie a Ia ideotogia para Ia critica racio- logia que alli se adopta coma par Ia ustan-
nat). Combinando entre Si !Qs dos parámetros, cia de Ia distinciOri. Desde ci punto de vista
Moore obtiene cuatro tipos de ideologia: las terminologico, In opiOn de Duvergem Cs real-
idcoioia "totalitarias", que son instrumen- mente muv poco feliz. El adjetivo "sociuIuti-
tales y apuntan a una transformaciOn total de co" no indica una cualidad propia de un IenO-
Li sociedad; las "protectoras", instrumenta- meno social. sino un modo de estudiarlo, v.
DI(TADLR. 503

en este sentido, todas las d. son "sociológi- Esto tiene una legitima ubicaciOn en Ia his-
cas". Y ci adjetivo "Iecnico" no expresa en tuna de las dc.ctrinas puliticas, donde se refie-
realidad In propiedad parasitaria de Ia d., que re a una particular teoria y a una justifica-
deberia indicar. Desde ci punto de vista sus- ciOn del puder, mientras que noes utilizable
tancial. Ia distinciôn. basada como lo está en empiricamenic para Ia clasificacion de los
ci criteria evasivo de Ia correspondencia o no regimenes, dado quc no permite señalar una
correspondencia entre Ia d. v las necesidades I orma especilica de ordenarniento politico.
de Ia población, parece más que nada frágii Para Marx —que usO Ia expresiOn por pri-
e inspirada más en un juicio de valor que en mera vex en La lice/ia de clac.s en Francia
una seria asercin de hecho. Puede agregar- (1850) y Ia rctomO luego especialmente en Ia
se también que los ejemplos de d. técnicas Critica del prograrna de (iviha(1875)— Ia d.
dados por Duverger (Is d. pretorianas, Ia ot•u- del proletariado es Ia organ ización dcl acto
paciOn militar o ci dorninio colonial ext ran- revolucionario del pruletariado, correspun-
jero, y las "máquinas" politicas dominantes diente a Ia fase intermedia entre Ia destruc-
en ciertas ciudades norteamericanas critre los ciOn dcl estado burgues y ci surgimiento de
siglos XIX y xx) son notablemente heteroge- Ia sdciedad sin clases. El nunca precisU, y
neos y no tudos reconducibles a Ia estructu- declaró que no se podia precisar, Ia forma
ra del regimen dictatorial. politica especifica que tal d. debla asumir. Por
Sin embargo, Ia tipokigia de Duverger tie- una parte, lad. del proletariado implicaha ci
neal mcnos ci mérito dc indicar un sector de desmantelamiento del estado burgues: Ia abo-
investigaciOn muy prometedor y hasta aho- liciOn de Ia buncxracia, de Ia policia y dcl cjCr-
ra escasamente sondeado: ci que sc ret icre a cito permanente, como surge de los escritas
Ia base social de las d. Opino que una investi- de Marx sohre Ia Comuna de Paris. Par otra
gaciOn puntual y sistemática de Ia naturale- parte, Ia d. dcl proletariado conlleva ci ejer-
za y de Ia configuracion de Ia clase dirigente cicio de Ia vialencia armada del proletariado
y de Ia clase dirigida, y de las relaciones entre por tudo ci periodo transitorio que debiu
gobierno, clase dirigente y clase dirigida que desembocar en hi total cxtinciOn del estado
caiacteriLan a las diversa.s d. puede rcsultar y en Ia sociedad sin elases. La que Si es cicr-
preciosu, no solo para Ia construcciOn de una to es que para Marx Ia d. es, literalmente, d.
tipologia pertinente, sino tambien par Ia ucla- del proletariado sobre Ia hurguesia, cualquie-
radOn de diferentes puntos que permanecen ra que sea Li vestimenta pulitica concreta quc
An oscUru', e inciertos en Ia (carla general ella puede asumir. En Ia concepciOn marxis-
de los regimenes no democráticos modernos. ta el estado es una máquina para Ia opresión
Barrington Moore Jr. ha demostrado ya Ia fer- de unu clase par parte de otra. Y, coma afir-
tilidad de esta aproximaciOn, si bien en una mO Engel s en el itnhi-Duhring (1878), Ia d. del
dimension histOrica mu'ncrai, estudian- proktai judo cs un semiestado a cuasi esta-
do los origenes sociales de Ia democracia, de do quc se extingue cuando desupurece el mis-
las d. fascistas y de las comunistas. ma objeto de Ia opresiOn, es decir Ia clase
dominada. Par eso, su caracter de d. no estã
La noción mar-
V. LA DICIADIPA DEL. PPOLETARIAIXJ en un ordenamiento politico especial, sino en
xiana y leniniana dc "d. dcl proletariado" está Ia relaciOn de contraposiciOn y de opre iOn
conectada con Ia base social de los regimenes entre una clase dominante y una clase
politicos. Hallando lugar en unu concepciOn dominada.
quc privikgia de modo radical ci momenta En Lenin ci contcxto tcOrico y práctico, en
econOmico-social, tul funciOn termina par que se ubica ci concepto de Ia d. dcl proleta-
definir algo que no es un estado particular, riado, cambia sensiblemente. Por un lado, hay
es decir una forma de regimentaciOn poilti- una conciencia más precisa de que Ia transi-
ca, sino Ia suby..tcente relaciOn de hegemonia ciOn entre el capitalismo y ci comuni'.mo
de una clase social (ci proletariada) sabre otra constituyc toda una fase de Ia historia. Par
(Ia burguesia). En este sentido, ci signhficudo otro, Ia concepciOn del partido coma "van-
de d.", que es propio de Li expresiOn "d. dcl guardia del praletariado" y Ia del "centralis-
proletariudo", es sccundario V anOmalci rcs- ma dcmocrtico" cstán destinadas a transfoi-
pecto de aquel dcl quc tratamos hasta aqul. mar de hechu lad. del proletariada en Ia espe.
504 DIPI.OMACb

cifica d. politicu del partido. Sin embargo, monia" para denotar Ia primacia politica de
tumbién en Lenin Ia expresión "d. dcl proic- una ciase sobre Ia otra. Si se toma en cambio
tariado" no designa un regimen politico par- eI primer camino, se deberá distinguir entre
ticular, sinu Ia subyacente rclaciOn entre las una d. (hegcniunia dc clase) liberal (en cuan-
clase.y "d." es un término gencrico que no to ul regimen politico) v una d. dictatorial. En
puede seivir para clasificar a los estados, des- cualquier caso, aun quien acepte Ia tcsis mar-
de el momento en quc los designa a todus. En xista dcl estado comb instrumento del domi-
La rerolucióu prolelaria v ci renegado nio de clase debe admitir quc este dominic
Kauiskv (1918) sostiene permanentemente Ia puede expresarse puliticamente en Ia forma
tesis de que todos los estados son d. esencial- de un gobicrno dictatorial a hien en Ia de un
mente basadas en Ia violencia, en cuanto gobicrno no dictatorial.
expresiones de Ia lucha entre clases contra-
puestas e irreconciliahics, v correspundien- HIBI.K,kAFIA N. Bohhiu. Den,ncraia e dittatura,
tes a Ia dominaciOn y a Ia upresion dc una cia- en Politica e culiura. Turin. Einaudi, 1955: A.
Sc por otra. Y en un parrdfo de El estado Cobban, Diewiorship: its history and theory. Lon-
la revolueión, agregado en Ia segunda edición dres, 1939; M. Duverner, La diziatura (1961).
de octubre de 1918, escribe con gran claridad: Milan, Comunitã, 1961; C.J. Friedrich, La dicta-
Las lormas de los esiados hurgueses son dura constiluLuntal v ci gohierno ,niliiar, cap.
extraurdinarianiente variadas, peru su sus- xxvi de Gohierno constitut-iop,al v de',nocraeia
tancia es ünica: todos estos estados son dc (19502), Madrid, Instituto de Estudios Politicos,
una u otra manera, peru en Ultima instancia, 1972; B. Moore Jr., Los ongenes .cociait's de Ia die-
necesariamente, una d. de la hurguesia. El tadura v lu detnoeracia (1965). Barcelona, Edi-
paso dcl capitalismo ai comunismo, natural- cions 62, 1973; C.H. Moore. The single part a.%
mente, no puede dejar de producir una enor- a source of legitimacy, en S.P. Huntington v (. U.
me abunduncia v variedad dc formas politi- Moore (comps.). ,tuthoritariau politics in modern
cas, peru Ia su.stancia será inevitablcmente society, Nueva York, Basic Books, 1970; F. Neu-
una sola: Ia d. dcl proletariadu." mann. Nozas sabre Ia teona tie Ia dictaduro. en
Por lo tanto. aun permanecicndo en ci inte- El L'.slado dcmocrd flea v 'l esiodo aulorita rio,
rior de Ia concepción marxista, este signifi- Buenos Aires, PaidOs; N. Puulantzas, l.a crisis tie
cado dcl termino "d." no prcjuxga sobre el las thewdura.s.: Portuj,'al, Grecia. E.spaOa (1975),
prublema del tipo de rtimen politico que el Mexico, Siglo XXI. 1976: N. Poulantsas, Faseis-
prcdominiu (Ia d.) de una u otra clase puede pp,j y diet adura: Ia tt-reeru internacional frente
.isumir de hecho. Y, por CSO, tampoco puede a! fascismo (1970), Mexico, Siglo XXI, 1971; C.
prejuzgar Ia posibilidad de que ci predomi- Russiter, Cons tizuijonal dictatorship. Princeton,
nio de clase aumu una Forma politica espe- Princeton University Press, 1948: G. Sartori,
cifica no dictatorial. Esic punto fuc aclara- Appioni pc r zoja korta t,'e;ierale delia dinatura,
do con particular nitidez por Norberto Bob- en Theorie and Pulitil:: Feszsclzrift zzon 70.
bio. Si aceptamos liamar "d. de Ia burguesia" Gt'bursiug für ('.1. Friedrich, a cargo de K. von
a cualquier regimen donde Ia clase burguesa Beyme, La Hava, Nijhoff, 1971; C. Schmitt, La
es Ia clase hegcmónica, debemos pues admi- dieta(lura (19282). Madrid, Revista dc Occiden.
tir que esta d. puede .er ejercida en dos for- te. 1968.
mas mu) diferentes: con una forma de Qobicr•
no liberal democráiico y con una de tipo anti- (i.uo sroPm'mso]
liberal y antidcinocitico, a Ia cual solamen-
te Cl lcnguaje politico comün rcserva ci tCr-
mino especifico de "d.". Algo análogo podria
decir.e de Ia 'd. del prulet.triado". Surge diplomacla
cntonce.. el problema terminulugico de si con-
.ienc emplear ci mismu nombre de "d." para D. es, se1un Ia cClcbre definiciOn dcl Oxford
dcsi1nar dos knOmenos diferenics, u 'i noes Enilish dictionary, "Ia conducck.a de las rela-
oportuno sustituir ht palabra en uno de los ckjncs intcrnacionales a traves de necociados:
dos u-os. En csta s.gunda dirccción, Bub'uio el metedo mediante cI coal estas rclaciones
sugicre usar Ia expresiun gramsciana "hege- son reguladas y manienidas par embajadores
DISENSION 05

y enviados; ci alicia a ci arte dcl dipiomati- jador, lcgado, nuncio; 21 enviado extraurdina-
co". El objeto de lad. es , par lo tanto, ci mto- rio y ministro plenipotenciario; 31 ministro
do mediante ci cual son conducidos los nego- residente; 41 cncargado de negocios. Incidie-
ciados y no el contenido de los negociados ron principalmente sabre ci desarroiio de las
mismos. Y Cs esic contenido el que ha varia- actuales formas de lad. en ci ciglo pasada tres
do progresivamente en el curso de los sigios. I actores: Ia mayor conciencia de los estados
El término d. fuc usado par primera vez en individuales dc pertenecer a una comunidad
Ia acepción corriente par Edmund Burke en de nacioncs, Ia infiuencia creciente de Ia api-
1796; el mismo, sin embargo, deriva de diplo- niOn publica v ci desarrollo de las comunica-
ma, ci folio rotuiado usado antiguamente ciones. En ci siglo xx, por fin, Ia revolucion
para las levcs v bandos pühlicos v, posterior- tecnologica. Ia gran variedad de los medios
mente, sinOnima de licencia, privilegio, con- de comunicación, ci iligreso en las rclacioncs
feridos a una persona. El usa de scrvirsc de internacionales de una senie de factores nue-
medios para dirimir las controvcrsias es. par vos y condicionantes, ci más importante de
otra pane. antiquisimo. Si se exciuven las pri- los cuaies es Ia ideologia, han detenminado Ia
meras experiencias hechas a propósito por el progrtsiva y cada vez más acentuada trans-
humbre, dc las quc no sc tienen tcstimonios ferencia de las func.ones ciásicas del diplo-
precisos, fueron los griegos quienes estabie- mático del siglo xix al hombre piitico. Fren-
cicron prinieramente, en ci siglo V a.., Un tea Ia invasiOn de lad. "politica", Ia Ilamada
sistema de relaciones diplomãticas. codifican- optfl diplo;iaa-v (que a mcnudo no es ya ni
do ci principio de Ia inviolabilidad de los siquiera bilateral, sino multinacional, coma
medios (quc rcqucria exciusivamente una lo atestiguan las muchisimas organizaciones
gran habilidad oratoria), coma Jo recuerda internacionales v las conferencias mundiales),
Tucidides en Ia Hisioria de Ia guerra del Pelo- se requicre que ci diplomático de profcsiOn
poneso. Caida en dcsuso cntre los romanos hov sea sobre todo un correcto informador.
(que fueron los inventores dcl uso de Ia corn-
pilación dc los trutados), más acostumbrados !P1ERO OSiELLINOI
a veneer quc propcnsos a tratar, ci arte de Ia
d. volviO a su auge con los üitimos emperu-
dores, cuando fue preciso sustituir Ia fucrza
declinantc dci imperio pare! ncgociado. Con
disenslón
Bixancio Ia d. adquirio una peculiaridad total-
mcntc nueva v todavia hov actualisima: se I. iROBIEMAS DR flU 151(105 I CARAt I LRISTR AS. Una
hizo tumbien ci ante de referir, en cuanto que dcfiniciOn precisa y univoca de d. es dificil de
al diplomatico sc Ic conf ía Ia tarea no solo de tormular, sobre todo par dos motivos. En pri-
ncgociar sino también dc reiacionar. una vez mer iu'ar, con ci término d. son dcnotados
que regres..i a Ia patria, sobre ia , condiciunes a menudo fenOmenos bastante diferentes. La
de vida, sabre Ia tuerza. sabre Ia disponibili- d. adquiere asi un significado muv arnplio v
dad a Ia guerra o a Ia paz de los paises donde con contornos indefinidos. Un segundo moti-
habia estado en misión. Durante ci peniodo Vo, que en partc Se superpone al primero, es
feudal. Ia d. Se distinguio obre todo como que no menos a menudo Sc provoca confusion
arte dc Ia compiLtciOn (heredada de los roma- entre los términos que indican diversos tipos
nos) v de Li exé2esis (totalmente nueva) de los de comportamientos negativos hacia ci sistc-
tratados; rnicntra que en is iglos x V XVI ma politico. M:is exactamente. Cs frecuente
Ia mima expresu las primeras mi%ionc per- Li confusion entre d. v desobediencia civil ii.j
manentc sabre todo par obra de los estados u oposlción (v.) o, tambin. violencia (v.). Una
italiano'., .ircaica anticipaciOn de las moder- prueba ulterior de esta afirmacion reside en
nas embajadas. SOlo en ci sigb xix Li d. obtu- ci hecho de que se trata de d. sobre todo en
embargo. u definitiva consagración. escritus sobre Li desobediencia civil, sobre Ia
en Un anexo cel Tratada de Vien.i v en un pro- oposiciOn 0 obre Ia prowsta, violent4 o no
tocolo dci Congreso de .\ix-la-Chapelk. Fue violenta.
en esta oc:LsirI cuando fuerun codificadas las En reulidad. los motivos que explican las
cuatro eute!orIas de diplornátiLo: 11 crnba- diiicuitades di, definiciOn tienen un lunda-
SO DISENSIO\

mento serio si se considera, como se propo- mente, hay diferencias sustanciales entre las
ne aqui, que Ia d. —o sea ci contrario de con- diversas formas de d. sabre Ia base del gra-
senso (v.)— es Ia cutegoria más 3eneral y corn- do de organizaciOn que posec. incluso de
prehensiva de toda forma de desacuerdo y de acuerdo con ci surgirniento y ci papel desern-
actitud negativa hacia el sistema politico o peñado por los lideres ocasianales, en caso de
sus aspectos más especificos. Desde este pun- ausencia total de esti uctura de Ia d. a de lide-
to de vista, Ia desobediencia civil, las diver- res más a menos estables, en ci caso con-
sas formas de oposicion y de protesta son trario.
manifestaciones tipicas y muy particulares de Es razonabie pensar que sean cuales fue-
disension. ren las manifestaciones que asume Ia d., apar-
Asi, segün Ia lorma que asurne, Ia d. se con- te del caso de Ia apatia y Ia indiferencia, lie-
creta en apatia (t'.), indiferencia, desapego del ne en la publicidad su arma principal: Ia eli-
sistema politico, o bien en exhortar, persua- cacia de Ia d. se correlaciona positivamente
dir. criticar, hacer presión con medios violen- con Ia I uerza con la que los disidentes logran
tos o no violentos, para inducir a quienes alcanzar a Ia opiniOn püblica e, indirectamen-
toman las decisiones a preferir una elección te, a Ia autoridad politica. Determinadas
en lugar de otra o a modificar decisiones o manifestaciones incluso espectaculures de d.
directivas politicas precedentes. Puede bus- o, rnás particularmente, de protesta tienen
car Ia sustituciOn de un gobierno par otro. incluso Ia mira de 'ser noticia' y alcanzar asI
Puede poner en discusión Ia legitimidad o las mejor ci propio blanco: movilizar a Ia opiniOn
regias fundamcntaies que dan sosten al régi- pOhIica v, en consecuencia, a Ia autoridad
men o a Ia comunidad politica. En casos extre- politica sabre los temas y de los modos
mos puede incluso ir más allá hasta transfor- de.seados.
marse en un rechazo de todo ci sistema poli- Los lideres, o los protagonistas aislados, de
tico. Por consiguiente, de acuerdo con SUS Ia d. son de origen social muy distinto: escri-
propios objetivos, puede 5cr ci más modera- tores, artistas, inicIectuales en general, peru
do a volverse ci mâs extremuso de los corn- también obreros y campesinos. Los grados de
portamientos negativos contra el sistema d. put-den colocarse a Ia largo de un continua
politico. segOn Ia intensidad dcl desacuerdo sosteni-
Sobre Ia base de Ia dcl iniciOn que acaba- do. En los dos pubs del continua se encuen-
mos de dares fácii deducir que lad. tenga una tran, en Ia forma menus intensa, las manifes-
amplia gama de variables de acuerdo con sus taciones antes dichas de apatia, de protesta
caracteristicas principales. Puede ser violen- no violenta a de desobediencia civil v, en Ia
ta, pero tambiên no violenta. Individual o forrna más intensa, las diversas manilestacbo-
colectiva, por ser sostenida por individuos nes de oposicbon violenta.
scprados o por grupos. Coma se dijo, no Algunos autores han preferido a esta
implica necesariamente una riolación inten- amplia definicbOn una rnás restringida que
cional y demostrativa de una norma en cuanto hace de Ia d. no Ia categoria general y corn-
que puede igualmente traducirse en indife- prehensiva dc todas las actitudes negativas
rencia, apatia y desapego del regimen o del hacia ci sistema politico o hacia alguna par-
sisterna politico. Desde luego. si por contra te de éI sino más bien una categoria residual.
liega a concretarse, por ejemplo. en oposición St-gun estos autores, L d. seria toda forma de
violentu, ci discurso es bien distinto. Peru Ia desacuerdo no orgunizada dc manera estable
que importa precisar aqul c' que Ia d. existe no institucionalizadu, que se mantiene siem-
162icamente antes del encuentro- pre dentro de ámbitos moderados y no via-
desencuentro con Ia norma, y que puede lentos, individuales o colectivos. Desde e.ste
transformarse en un seundo momento en punto de vista. Ia d. verdadera tendria sus
apatia, desobediencia civil, oposiciOn a pro- rnanifestaciones tipicas en escritos de diver-
testa. Puede oreanizaNe establemente o ins- sos tipos en periOdicos v revistas, Ilamados
titucionalizarse o bien 1alttrle todo aposo a Ia opinion pübiica, manifiestos, furmas
organizativo aun cuando tenga carácter coiec- diversas de protesta no viok-nta v asi sucesi-
tivo. Finaimente, put-dc organizarse solo en varnente. Los lideres, rnOs a menos ocasiona-
ocasiOn de circunstancias especificas. Ob hi- les, de Ia d. entendida asi serian escritores,
DISENSION 507

artistas, intelectuales y, en general, todo cia de derechos civiies, como Ia libertad de


aquel que par su formación profesional tie- prensa, de palabra y de asociaciOn.
ne me jar v mas fácil acceso a los instrumen- En algunas de sus manifestaciones más
los de coinunicación de masas. Es evidente moderadas, Ia d. puede desarrollar una fun-
que tambiën dentro de este concepto de Ia d. dOn posterior: contribuir al mantenimiento
Ia publicidad de los actos disidentes desem- dcl regimen. Solicitsndole un continua auto-
peña un papei fundamental. cambio y ofreciendo Ia oportunidad de desa-
hogar los motivos de descontento existentes
ii JUSTIFIM1ONES Y F(NcioNF.s. La d. puede jus- entre los miembros de Ia sociedad, permite
tificarse con argumentos de tipo ideoiogico. un aumento del grado de legitimidad del pro-
Las tesis disidentes son presentadas coma las pio regimen, o sea de una de las condiciones
más "justas" a las más "racionaks" porquc esenciales para d mantcnimicnto de los sis-
realizan me jar los valores de los disidcntes, temas politicos (t'. etabIlldad politica). Tam-
tanto si estos vaiores sirven de fundamenta biCn por este motivo los teóricos de Ia demo-
a Ia kgitimidad dcl sistema politico como si cracia han sostenido Ia necesidad de Ia pro-
no. En Ia realidad politica, sin embargo, este teccion de Ia d.: formas no extremas de d.
tipo de d., definible coma "ideologica", es ofrecen canaies de desahogo a una insatislac-
acompanada a menudo par una d. que tiene cion que de otra manera podria radicalizar-
rakes economicas o sociales. En este segun- se v desembocar en formas más abiertas v vio-
do caso Ia ideologia Cs sOlo una justifieaciOn lentas de irnpugnaciOn, y conti'ibuye asi a
de superticie. Y ci tema de Ia contienda se incremenlar Ia legitimidad dcl regimen.
encuentra en intereses especificos, frecuen- Dc Io hasta aqui sostenido puede deducir-
temente económicos, sostenidos por los gru- se que Ia d. puede asumir aun una función
pos disidentes. A Ia d. ideologica se superpo- conjunta de impulso hacia el cambio-
ne una d. "de intereses" más concreta. adaptacion. Sc trata dc una presiOn hacia Ia
La d.. luego, desempena algunas importan- autocorrección. El sistema politico encuen-
tes funciones, con consecuencias diversas tra de este modo un impulso hacia el cambio
segOn ci sistema politico en el que se expli. quc Sc angina en su interior. El impulso al
ca . Una primera funcion se ha delineado va cambio puede provcnir de aba Jo, o sea de
parcialmente en ci curso del tema preceden- actores no oficiales del sistema, o tambiCn de
te. La d. hace emerger e impone a Ia atención los propios actores politicos, colectivos o mdi-
de Ia opiniOn püblica injusticias y privilegios viduales. Desde este punto de vista Se vuelve
existentes en ci sistema social. Y en este sen- más atendible In tesis de quien sostiene que
tido da oportunidad de expresiOn —aunque Ia d. contribuve a Ia "calidad" del gobierno.
no siempre con resultados positivos— a mino- En otros casos Ia J. desempcna una función
rias subprivilegiadas. Además, por mcdio de muv distinta a Ia descnita má arniba: tkne
una critica vigilante puede desarrollar una efectos más a menos intensamente desesta-
obra mac general de control de Ia conducta bilizantes. Esto se produce cuando el grado
del gobierno al aclarar los motivos a io erro- de legitimidad del sistema politico e muy
res —efectivos a presuntos— de los procesos baja; Ia insatisfacción está bastante difundi-
decisionales gubernativos. Desde este punto da a causa de una crisis económica a por Ia
de vista. algunos teOricos democráticos han expansion de a demanda en fases dc rapido
sostenido Ia necesidad de Ia proteccion de Ia crecimiento v movilizacion social, v Ia d. se
d. v de Ia libertad de critica a éI ligada. Mas expresa en una fuerte oposición. que puede
bien, de.de un puma de vibw hislorico. pue- ser tambien antigubernamental v asumir
de creere que Ia democracia, coma regimen caracteristicas violentas. En las condiciones
politico, nace efectivamente cuando Se reco- descritas puede haber al mismo tiempo arias
faCe en dcfinitiva Ia iibertad de disentir, con- formas de d., más moderadas o extremas, v
dicionada sOlo par ci hecho de que esta no Ik- pueden todas catalizarse acrecentando el pdi-
gue a concretarse en maniIetaciones de vio- gro de desencadenar Ia reacciOn destructiva
kneLt. La proteccion democrOtica de Ia d. con- de aI"unos miembros del sistema. En un caso
siste en Ia practica en Ia efectiva ap!icaciOn similar, incluso el regimen ptiede ser abati-
de todas las normas quc garantizan el ejerci- do. En definitiva. Ia d. no skrnpre es tuncio-
508 DISENSION

nal al sistema, y a veces se torna disfuncio- efecto garantizados y, por ejemplo, existe Ia
nal: depende del terreno politico en que se posibilidad de tener acceso a los diversos
ejerce y de las formas e intensidades que canales de comunicación de masas. Cuanto
asume. más aquellos derechos están realmente garan-
Por otro lado, debe ser considerada una tizados tanto mayor es La posibilidud de
particular función desempenada por una for- expresión de Ia d. en sus distintas formas. En
ma especifica de d.: la prolesta legal. Toman- consecuencia, es bastante importante tam-
do el tema del frecuente recurso a actos de biCn el grado de control y limitación que Ia
protesta por parte de grupos carentes de autoridad politica ejerce sobre los diversos
recursos, Lipsky (1968) ha sostenido que para instrumentos mediante los cuales se expresa
estos grupos Ia protesta, mantenida en los Ia d.: por ejemplo, sobre los periódicos, La
limites de Ia legalidad, es un verdadero recur- radio, Ia television y sobre Ia posibilidad de
so politico. Este permite a grupos subprivi- organizaciOn de los disidentes.
legiados intervenir en ci proceso de contra- La segunda caracteristica está condiciona-
tación politica y agitar ci arma de Ia protes- da por Ia primera y condiciona ampliamente
ta, o también ponerla en acción, para obtener las formas de d. más probables. Con mayor
dc Ia autoridad politica un mejoramiento de exactitud, si existe Ia posibilidad de expresión
sus propias condiciones económicas y soda- de Ia d., es importante ver ci grado de recep-
les. Lipsky describe esta original función de tividad que tiene el regimen en concreto. Dc
Ia protesta legal en sus diversos aspectos, difi- hecho, Ia d. encuentra más fácil y más pro-
cultudes y limites. Solo se agregará que Ia ductivo manifestarse donde existe un siste-
estrategia adoptada para aumentar Ia propia ma receptivo y capaz de respuesta, cuyas
fuerza contractual en ci proceso politico fácil- autoridudes politicas admiten Ia posibilidad
mente puede ir más allá del umbral de lega- de un impuiso al cambio proveniente de aba-
lidad y asi pasar de Ia simple protesta legal jo. En ausencia o bajo grado de receptividad
a una ilegal o, sea como fuere, a otras formas y capacidad de respuesta los disidentes bus-
más acentuadas de disensiOn. carán otros modos de expresiOn del desacuer-
do, y fatalmente Ia d. tenderá a radicalizar-
M. SISTEMAS POLITICOS. REGIIESI.S V DISENSION se. Asi, cuanto mayor es el grado de recepti-
Manifestaciones de d. existen, en grados v for- vidad y de autocorrecciOn del regimen, tanto
mas diferentes, en todos los sistemas politi- más probable es que Ia d. asuma formas
cos. No son nece.sarias particulares condicio- moderadas y, correlativamente, las formas
nes polIticas, sociales, econOmicas o cuituru- extremas sean más reducidas y limitadas.
les para que se verifiquen expresiones de d. Dc estas consideraciones emerge un dc-
Si no algun grado de insatisfacción, habitual. mento que especifica mejor Ia relación entre
mentc presente en todos los sistemas politi- regimen y d. La d. es un modo de articular
cos, por lo menos Ia pluralidad de intereses Ia demanda politica a travCs de los medios
de diverso tipo v origen (polIticos, sociales, masivos de comunicaciOn, o mediante las
econOmicos o culturules) constituve La base, otras formas de expresiOn institucionaliza-
tal vex ineliminable, de Ia d. Sin embargo, das. Un modo que, sobre todo en Ia forma de
para profundizar en el problema hay quc ver Ia protesta legal, pane a disposiciOn de los
qué caracteristicas especificas poseen los grupos subprivilegiados un instrumento poli-
regimenes que protegen o al menos toleran tico capaz de reducir Ia desigualdad de los
Ia d. y qué formas de d. son más probables miembros del sistema respecto de Ia distri-
en presencia de aquellas caracteristicas. buciOn de las oportunidades de acceso a los
Las caracteristicas en cuestión son sobre canales dc trasmisiOn de las demandas.
todo dos y están estrechamente vinculadas: Ahora bien, es evidente que las dos carac-
Ia existencia concreta de Ia posibilidad de teristicas mencionadas y Ia concepciOn de Ia
articular y manifestar Ia d. y. en segundo d. como modo de articular Ia demanda poll-
lugar. Ia presencia de cierto grado de recep- tica existen y son posibles sOlo en un regimen
tividad dcl regimen. Respecto dcl primer pun- democrático (v. democracla). Más bien, un
to tiene importancia Ia medida en Ia que los regimen es tanto ma democràtico cuanto
distintus derechos politicos y civiles están en más evidentemente eXitcn aqucllas dos
DISTENSION 509

caracteristicas. Asi puede decirse que, aun en independientemente del tipo de regimen poli-
el ámbito de notables a variaciones entre tico existente.
democracia y democracia, en este tipo de regi-
menes Ia d. tolerada es mu' amplia tanto si BIBUOGRAFIA: C. Ake, Political obligation and
mira a Ia politica como al sistema en su con- political dissent, en Canadian Journal of Politi-
junto. En ci piano normativo está ampliamen- cal Science, ii, 1969; A. Etzioni, Demonstration
te protegida; Ia autoridad politica se siente democracy, Nueva York, Gordan and Breach.
poco amenazada; las sanciones contra los disi- 1970; M. Lipsk, Protest as a political resource,
dentes, silas hay —pero en Ia medida en que en American Political Science Review, ixxn,
el regimen es más democrático no deberia 1968; E.B. McLean, Limits of dissent in a demo-
haberlas—, son limitadas; más frecuente es cracy, en Il Politico, xxxv, 1970; E.M. Zashin,
ci caso de que ci regimen se muestre recepti- Civil disobedience and democracy, Nueva York,
vo a las demandas expresadas con Ia d.; para The Free Press, 1972. ( Véanse también las bihlio-
el disidente es bastante fácil alcanzar Ia opi- grafias de desobedlencla civil, oposlclOn v yb'
nión pUblica; el peligro de que Ia d. se radi- lencla.)
calice no es mus alto desde ci momento en
que tiene canales de desahogo v, al mismo [c.EOsARDo SIORLIN01
tiempo, ci sistema es receptivo.
En Ia amplia gama de los regimenes no
democráticos, desde los tradicionales hasta
los autoritarios o totalitarios, las manifesta- distension
clones de d. admitidas son limitadas en una
medida mayor o menor. En todo caso, Ia d. Por d. se entiende ci proceso a travCs del
no está protegida. La autoridad politica Ia cual las dos superpotencias vencedoras de Ia
siente como una amenaza muy grave a su segunda guerra mundiul, Estados Unidos y Ia
poder, incluso debido a que existe Ia posibi- Union Soviética, han atenuado poco a poco SU
lidad concreta de que Ia d. contribuva al aglu- actitud de recIproca desconfianza y hostili-
tinamiento de todos los opositores al regimen, dad, propia dcl periodo de Ia guerra fria, para
sobre todo donde es alta Ia insatisfacción, con encaminurse a Ia aceptaciOn de comunes, v
las consecuencias desestabilizadoras hechas tácitamente concordadas, reglas de pacifica
evidentes. En consecuencia, las sanciones coexistencia. La d. se ubica, por lo tanto, his-
contra los disidentes son mucho más duras, tOricamente entre ci periodo de Ia guerra I na
incluso porque se les reconoce justamente y el periodo de Ia coexistencia pacifica y
como cuipables de actividades antiestatales. representa su estadio intermedio desde el
El acceso a Ia opiniOn pOblica —Si hay aigu- punto de vista politico. La fecha de inicio de
no— es bastante dificil, y Ia autoridad politi- Ia d. puede ser formalmente fijada en ci 25
ca se esfucrza por controlar todos los cana- de diciembre de 1952, cuando Stalin, en una
les de comunicaciOn. Es más probable que Ia entrevista concedida al New York Times,
d. se radicalice. v de ahi Ia neccsidad todavia expresO Ia opiniOn, contrariamente a lo sos-
mayor de impedir toda forma de expresión. ten ida en el pasado, de que unu guerra entre
reprimiendola. Finalmenie, Ia justificaciOn Estados Unidos y Ia UniOn SoviCtica no debe-
ideolOgica, quc por lo comün extrae Ia auto- na considerarse ineitable y manifesto ci pro-
ridad politica del propio poder y de Ia pro- pósito de colaborar para poner fin a Ia gue-
pia legitimidad, contribuvc a poner otros con- rra de Corea. El periodo en que Ia d. comen-
irole'. v Ihtjmenes sobre ci disidente zó a manifestarse concretamente es, sin
potencial. embargo, el que va desde Ia muerte de Stalin
Por Oltiino, téngase presente no solo que en v ci fin de Ia guerra de Corea en adelante.
los reimenes democraticos v en los no demo- Sinónimo v equivalente de d. es deshielo, un
cráticos exite una amplia gama de variacio- tCrmino que destaca ci caracter particular del
ncs en Ia forma en quc se responde a Ia d., paso de Ia relaciones ruso-norteamericanas
sino también quc existe una muitiplicidad de de ]a fase de frialdad del periodo inmediata-
otras forma dc control social v uculto de Ia mente posterior al fin de Ia segunda guerra
d. quc hacen aün mas dificil su cxprcsiOn. mundial iperiodo de Ia guerra friai a Ia fuse
510 DISUASION

sucesivu, caracterizada progresivamente par se determina unu particular situaciOn de equi-


Ia disminución de Ia propaganda reciproca- iibrio en las relaciones entre los estados
mente hostil, par Ia limitación de los inciden- detentores de las armas atOmicas, que impi-
te.s diplomaticos, par una mayor y más sere- de ci estallido de nuevas guerras mundiales.
na valoración de las reciprocas actitudes, por Sc puede ver, par Jo tanto, en ci deterrent un
Ia conciencia de Ia posibilidad de una mejor elemento fundamental del periodo de Ia "gue-
convivencia. par Ia instauración de relaciones rra I na". Sabre Ia estela dci éxito del dete-
más intensas. Las causas histórico-politicas rrent coma factor de paz, se formula, a par-
de Ia d. se encuentran en Ia redefinición de tir de 1950, una particular conceptualizacion
las lincas de poder en Europa (logruda esta- de las relaciones internacionales fundada en
bilidad de Ia zona occidental y de Ia oriental). Ia teoria de In d. termonuclear, que en este
en Ia consiguiente transferencia de las oca- ámbito indica Ia particular condiciOn. en que
siones de tension a otras areas geopoliticas, los estados dotados de armas termonucleares
juzadas por las dos superpotencias como se encontrarian, de reciprcca incapacidad de
menos peligrosas para su propia seguridad enfrentarse directamente por ci miedo inspi-
(sabre todo en ci mundo ex colonial), en Ia rado por Ia posibilidad de deber recurrir al
estabilizaciOn de las relaciones estrategico- empleo de tales armas. El alcance dcl concep-
militares entre Estados Unidos y Ia URSS, en to de d., que encuentra su principal aplicaciOn
el progresivo paso de Europa de sistema en ci problema de Ia prevención de Ia guerra,
internacionai principal (que determina Ia paz es srn embargo mucho mayor, pudiéndose
y Ia guerra mundiales y proyecta al exterior remitir al más amplio contexto de Ia relación
sus propios equilibrios internos) a sistema social, en cuanto que los aspectos disuasivos
internacional suhordinado (en el ámbito de pueden caracterizar no .solamcnte las relacio-
un sistema de equilibrios mundiales). Esto nes entre estados sino entre grupos. politicos
explica por to dcmás par qué Ia crisis de lit o no, o entre individuos, toda vez que se deter-
d. producida a partir de Ia segunda mitad de mine una situaciOn conflictuul.
los años setenta v sobre todo a los inicios de
los años ochenta encuentra sus razones en el H. ESTRUTURA DE LA DISUASION. El recurso a Ia d.
ligamen que ci mundo occidental ha encon- se concreta en Ia formulaciOn de una amena-
trado, frente a Ia carrera armamentista y al in dirigida al adversario (Ia otra parte en con-
creciente dinamismo de Ia uicss en el tercer flicto) coil elfin de obtener de éI Ia absten-
mundo, entre estabilidad y d, o sea entre el dOn de comportamientos distintos quc los
mantenimiento de todas las condiciones que deseados. La estructura condicional dcl men-
habian determinado su nacimiento y Ia alte- saje disuasivo consiste en Ia amenaza de una
ración de aigunas de ellas, coma por ejemplo represalia en ci caso de que el adversario no
ci respeto de los equilibrios estratégico- se adecue a Ia voluntad del disuasor a través
militares y de un aceptable nivel de tension de Ia predefiniciOn de una ,ituaciOn futura
en el tcrcer munclo (teoria de Ia indivisibili- daiiina para ci destinatario. En este sentido
dad de lit distensiOn). ci recurso a Ia d. se pone como altemnativa (y
preliminar) respecto del recurso a Ia guerra
IPIERO OSTLLLINOI (entendiendo este término en el sentido
amplio que s'a desde el conflicto internacia-
nul hasta ci que puedc existir entre do gru-
pos, dos bandas o dos individuos). en cuanto
dlsuasión que su objetivo fundamental es ci de alcan-
zar, a través de una particular obra de con-
t (ONCEPTO El concepto general de d. asume vencimiento frente al udversirio, las mismas
histOricamente una connotaciOn técnica en el ventajas quc derivarian dci éxito en el conflic-
lenguaje politico a partir de los anus inme- to, sin tenet- que sopurtar SOS costos.
diutamente posteriores a Ia segunda gucrra Sin embargo. puede tomarse una compcl-
mundial, en particuLr cn Ia forma restringi- nente disuasiva tambièn en el ejcrcidio del
da del delerrent, que representa Ia amenaza conflicto, en ci sentido de que todo incremen-
concreta de guerra atOmica, gracias a Ia cual to en Ia violencia que un contendiente decide
DiSU\StON cii

tiene Ia función demostrativa de indicar at confiicto, per io cual cuande por ejemplo en
adversario que Ic será imposibic alcanzar ci ci contc\to internacional se culifica Ia natu-
é.xito. El incremento actual contiene, por tan- raicza de las rclaciones entre bioques dc esta-
to, una amenaza de ulterior incremento dos corno disuasiva, no se prctende tanto refe-
potencial: en este aspecto Sc identifica el con- rirse a cada momento en particular de Ia vida
tenido de Ia amcnaza de e'scalaiim,, término de reiación entre los estados cuanto ai hecho
del lenguaje de Ia estrategia militar que con- dc quc cada acciOn sc dearroiia en un con-
siste lustamente en amenazar al adversario texto disuasivo y que cada acciOn individual
para que se i-ctii-e de Ia lucha, oracias a Ia puede scr cumplida segOn ci estilo de Ia
demostraciôn de Ia propia capacidad de mere- disuasión.
mentar In cantidad de violencia que, en ci
memento disuasivo, permanece potencial. De Ui. ThcNICA DE LA nisuAsiOx. Mientras que en ci
aili re.sulta una dobk area de ejercicio de Ia caso del conflicto vioiento Ia acción dc los
d.: una prei'enziva (o aiternativa) dci estalii- contendientes esta dirigida contra Ia fuerza
do de las hostilidades, v una sucesiva (o corn- (militar, politica. fisica, etc.) del adversario,
plementaria) al propio estailido. Esta distin- ci ejercicio de Ia d. consiste en frustrar, en
dOn, demostrando que Ia operatividad de Ia ci piano de Ia mcra eventualidad, las mien-
tecnica disuasiva es mucho más ampiia de lo ciones del adversario: ci choque disuasivo
que resuita si Sc concibe a Ia d. simplemente puede, per tanto, ser imaginado come un che-
como técnica dirigida a ohtcncr una absten- que dc voluntades e intenciones contrapues-
ción, permite extender ci empieo dci anáiisis tas. Dc alli deriva Ia particular deiicadeza de
en términos disuasivos a toda Ia gama de los Ia aplicacion de tal técnica. Es, per lo tanto.
fenOmenos cunflictuaics. Además, cuanto mãs fitil examinar especifkamente ia técnica dc
se reconoce e nisiziucionaliza ai conflicto, tan- ejercicie de ia d. Antes que nada, Ia d. sc con-
to mas Ia técnica disuasiva tiende a conver- figura. justamentc por ci motivo apenas men-
tirse en ci unico modo de conducir ci propio ciunado. come una wivaliva caracterizada
cent licto. per Ia inct'riidumbre: Ia amenaza disuasiva
Deriva de Ia cii cunstancia de haber sido Sc ye siempre obligada a fundarse vn Ia espe-
empleado esenciaimente en ci campo de Ia ranza de que las palabras sean eficaces, mien-
prevenciOn de Ia guerra atórnica, ci hecho de ti-as que un bombardeo, un golpe, un daño,
que ci contenido de Ia d. sea considerado a io son siempre. Tanto mãs cuanto que, sien-
menudo come excIusi'amente abstensivo. En do objetivo de Ia amenaza ci de no deberse
cambio, tanto en ci campo de las relaciones realizar. Ia efectiva voiuntad de actuar (en ci
internacionales como en ci imbito más gene- caso dc que ci destinatario no sea disuadido)
ral dcl confiicto poiitico. Ia d. puede ser sigue sicndo sicrnpre objeto de incierta aIo-
cmpkada tanto con fines abstensivos como ración: en efccto, ci destinatario sabe quc el
activos: ci disuasor puede pedir al adversa- disuasor preferiria no tener que ejecutar Ia
rio tanie un haca'r come un no hacer, puesto amenaza. Esto Sc desarroila entonces, en
que ci elemento caracteristico que indica una segundo lugar, en un contexto riesgoso. El
relación disuasiva cstá constituido no por ci disuasor arriesga que Ia arnenaza no sea ci i-
tipo dc adecuaciOn requcrida al adversario caz (suficiente). ci destinatario arriesga Ia
sine por ci hecho de que este adecuamiento posibilidad de sufrir, si actOa, Ia represalia.
sea requcride a través de Ia iormulación de Por otra parte, ha sido justamente este Oiti-
una amnaza. El prcdominio abstcnsivo puc- me quien pi-ovocó Ia arnenaza: Ia actitud del
de ser, sin embario, remitido al hecho, muv disuasor Cs reacliva. Frcntc a Ia eventualidad
conocido para los juristas. de que per ejem- de quc el advcrsario cumpla una acción con-
plo cs mucho más fãcil impedir quc promo- siderada danina (0 no cumpia una .icciOn
icr una acci6n o un comportamiento. Pcro si dese.da), ci disuasor reacciona formulando
Ia d. fuese Onicamente impeditiva no ie seria Li amcnaza de rcprcsalia: Ia d. es, por lo tan-
posible aprehender e interpretar los aspectos to, una reacciOn diri'ida a cambiar Ia actitud
dinamkos de Ia conducciOn dci conflicto. Con asumida o las intenciones cxpresadas per ci
ci concepto de d. SC prctende en cambio refe- advcrsario en Ia forma d Ia predefiniciOii d
rirse a una connutaciUn estructural de todo Ia realidad lutura. segOn Ia fOrmula dc Ia
512 DISUASION

• profecia que se autoadecua" (leorema de to. Los poderes contrapuestos, por ci hecho
Thomas). Asi examinada Ia forma dcl mensa- de ser equivaientes, no pueden sino ser, uno
je, es necesario pasar a las condiciones de exi- frente a otro, poderes de facto. Pero una for-
to de Ia maniobra disuasiva, que estan repre- ma de d. puede aparecer también en relacio-
sentad.is: I] por Ia credibilidad; 2] por Ia rela- nes entre desiguales: Ia madre disuade al hijo
cion entre las fuerzas; 3] por Ia importancia de desobedecerle con Ia amenaza de un cas-
de Ia puesta en juego. Mieritras que el papel tigo, el superior jerárquicu puede disuadir al
de Ia relación entre las fuerzas es fácilmente subordinado de comportarse de cierto modo,
comprensible (pero sc volverã sobre él más Ia Icy disuade al ciudadano de violarla con Ia
adelante), y el de Ia importancia de Ia puesta amenaza de una serie de sanciones. En todos
en juego determina el nivel cuantitativo de Ia los casos en que los poderes contrapuestos no
amenaza (en relación a Ia gravedad del caso) se encuentran en un estado de reciprocidad,
es ütil detenerse sobre ci requisito de Ia crc- se hablara entonces, en vez de relación disua-
dibilidad. Para que Ia amenaza sea creible es siva, de una relaciOn de intimidaciOn, carac-
necesario antes que nada que sea ejecutable terizada por el hecho de que uno de los con-
y que el destinatario lo sepa; en segundo lugar tendientes reviste frente al otro el papel de
Ia amenaza debe ser proporcional a Ia grave- Ia autoridad. La intimidación depende, par Ia
dad de Ia cventuaiidad a impedir: asi como tanto, del poder de sanciôn reconocido, per-
no debe ser inferior, no debc superarla dema- teneciente por definicion a una sola de las
siado para no parecer excesiva y, por to tan- partes. Esta distinción entre d. e intimidación,
to, increible; en tercer lugar quien formula basada en Ia que existe entre poder de facto
Ia amenaza debe tener Ia capacidad (voluntad, (Maclit) y poder de derecho (Herrschafl), per-
intención) de ejecutarla y debe convencer de mite su aplicación a tudas las diversas formas
ello al destinatario; en cuarto lugar Ia ame- de conflicto, teniendu presente que Ia intimi-
naza, cuyo contenido no debe necesariamen- dacion noes más que una formu más intensa
te ser el mismo de Ia acción temida, debe din- de disuasión.
girse a un aspecto en ci cual ci destinatario Un ültimo aspecto del fenómeno disuasivo
sea vulnerable, v debe configurarse como general es el dci estatus. Dado quc Ia fórmu-
danosa al punto de convencer al destinatario Ia disuasiva se basa en una predefinición. asu-
de Ia ventaja de Ia renuncia al logro dci obje- me una importancia notable, en Ia valoración
tivo gravado por ci costo representado por Ia de los contendientes, el dato representado por
represalia. Sobre estas connotaciones actua- las expectativas que el pasado hizo inheren-
ran las vaioraciones subjetivas que están tes al papei de cada pane. En otros terminus,
dadas por Ia relación entre las fuerzas y por Ia mavoria de las veces ios contendientes no
ci valor asignado a Ia puesta en juego. tienen necesidad de recurrir a Ia formulaciOn
material de Ia amenaza, puesto que eI advei -
iv. DISUASION E INTIMIDACIOc La configuracion de sario puede prever que el otro tratarã de
Ia reiación entre las fuerzas tiene importan- disuadirlo de su intenciOn. Es solamente en
tes repercusiones sobre Ia propia definición el caso en que Ia crisis supere este primer
de Ia d. Hasta ahora hemos considerado las umbral que las amenuzas (reciprocas o no) se
posiciones de los contendientes de modo uni- manifiestan. El estatus disuasivo, del que se
lateral, sin tener en cuenta su relación. Pero siente revestido, desempena, pot lo tanto. Ia
solamente en el caso en que Ia relacion sea funciOn latente de prevenir las intenciones
dc paridad (equivalencia) se da lugar a Ia d. ajena. Esta situación aparece más claramen-
En efecto, Ia posibilidad de ejercer Ia d. no te todavia en Ia relación entre Icy v ciudada-
pertenece a uno solo de los contendientes sino no, en donde el estatus inthnidazorio de Ia 1ev
a ambos. para que ambos scan capaces de está directamente codificado v estO dirigidu
actuar es necesario que Sc verifique una situa- a impedir su violación con su sola presencia
ción de reciprocidad. La posibilidad de Ia d. y gracias al cc.rioJmiento por pane de los aso-
caracteriza a%i un tipo particular de relaclo- ciados del previsible Cxito de su aparato
nes: ci que Sc desarrolla entre dos fuerzas coercitivo-represivu.
cquivakntcs se cunt igura, respecto del poder En conclusion, resumiendo Ia importancia
de que disponen, como una situación de fac- politica ligada al analisis del concepto de d.,
DOCTRIA 513

se puede decir que cualquier sistema de rela- en Ia historia politica y de Ia filosoiIa politi-
don social, y en particular ci sistema polIti- ca v juridica tienen importancia otros .signi-
co internacional y los sistemas politicos inter- ficados. En derecho, con el término d. se mdi-
nos, conocen entre sus reglas de funciona- can el estudio y Ia elaboraciOn de las normas
miento Ia técnica disuasiva, Ia cual tiene el juridicas y Ia interpretución teórica dcl dere-
papel de introducir un principia racionaliza- cho, a menudo en contraposición a jurispru-
doi-, preventivo de Ia violencia —peru no por dencia, que se reficre a Ia interpretación del
esto pacufico— en las relaciones conflictivas. derceho que el juez efectOa en vista de su apli-
caciOn. En politica, Ia voz asume particular
BLBLIO(,RAFIA: R. Awn, Paz y guerra e;ure las significado especialmente en el lenguaje
nacione (1962). Madrid, Alianza, 1963; A. Beau- diplornático nurteamericano, donde designa
Ire, Disuasión y eslrategia (1964), Madrid, Insti- Ia enunciación formal, por partc de un jefe
tutu de Estudios Politicos, 1966; L Bonanate, La de estado o de un hombre politico responsa-
politico della disuasione, Turin, Giappichelli, ble, de Ia linea politica a Ia que su pals se aten-
1971; P. Green, JA'udlv logic: the theory of nuclear drá respecto de un sector dado de las relacio-
deterrence, Columbus, Ohio State University nes internacionales (ejemplo, Ia Doe! rina
Press, 1966; J.J. Hoist y U. Nerlich (comps.), Monroe. de 1823, que se sucle resumir con Ia
Beyond nuclear deterrence, Nueva York, Crane, fOrmula "America para los americanos" y
Russak and Co., 1977; R. Rosencrance (comp.), enuncia el principio segOn el cuai Europa no
The future of the internaiwnal strategic svstenl. debe intervenir en los asuntos americanos; Ia
San Francisco, Chandler, 1972; T.C. Schelling, La Doctrina Stimson, de 1932. con Ia que se
diplomazia della violen.'.a (1966), Bolonia, [I Muli- deciara a China y a JapOn Ia intenciOn del
no, 1968. gobierno de Washington de no reconocer nm-
guna situaciOn que esté en contraste con el
[iiu.i BONASATt.] pacto Briand-Kellogg de 1928; Ia Doctrina
Drago, de 1902, con Ia cual el gobierno urgen-
tino enuncia sus tesis acerca de Ia responsa-
hilidad de un estado hacia extranjeros por las
doctrina deudas pOblicas contraidas por los gobiernos
precedentes; Ia Doctrina Truman, de 1947,
El término asume mOltiples significados, quc referente a las relaciones entre Europa occi-
se desarrollaron a partir del originario, cii- dental y ci bloque soviético). En Ia filosofIa
molOgico, dcl latin doctrina, de doceo, "ense- politica. el término d. polüica indica en gene-
ñana". El sentido más antiguo, por lo tanto, ral un complejo orgánico de ideas resultado
es ci de enscñanza o aprcndizaje del saber en de una metOdica refiexiOn, y con referencia
general o de una particular disciplina. Con el a este ,ignificado se habla de historia de las
tiempo se ha perdido como significado prima. d. polilicas. Finalmente, tiene importancia
rio el referente a Ia enseñanza, mientras que politica. desde Ia segunda mitad del siglo
ha servido cada vez ms para indicar un corn- xix, como reacción a las consecuencias del
plejo de teorias, de nociones, de principios regimen capitalista y en contraposiciOn a las
entre si coordinados orgánicamente, que instancias del pensamiento marxista, Ia que
constituyen ci fundamento de una ciencia, de se denomina d. socialcristiana, que es Ia enun-
una filosofia, de una religion, etc., o bien se ciaciOn de los principios de Ia sociologia cris-
refieren a un determinado problema, y que tiana, tendientes a fundar un nuevo orden
se con.sideran implicitamente pasibles de ser social sobre Ia renovaciOn de los espiritus y
enseñados. El significado más comOn es ci sobre Ia subordinación de Ia economia a Ia
conectado con una religiOn. y respecto de esta moral cristiuna más que sobre el marxismo
indica el conjunto de las enseñunzas dogma- materialista y sobre sus consecuencia,vis-
ticas v morales de las normas liturgicas, y tas en ci excesivo poder del estado yen Ia des-
finalmente tambiên ci texto quc las contiene; valorizaciOn de Ia personalidad humana. Por
asi pur antonomasia en nuestra civilizuciOn eso Ia d. socialcristiana garantiza Ia propie-
lad. es Ia cristiana o el libro que contiene sus dad como instrurnento de libertad. pero con-
principios en lorma simple v explicativa. Peru dena sus abusos individualistas, por lo cual
514 IX)(TRIN?iRlO

propone intervenciones del estado para limi- ces, que surge con Ia restauración de Luis
tar Ia superpropiedad y para centralizar en XVIII. Sus jefes son: P-P. Royer Collard. F..
sus manos Ia riqueza. Protege en camhio al P-C. Guizot, P.-F.-H. de Serre, J.-C. Beugnot,
proietario, permitiindoIe alcanzar Ia propie- P. de Barante. C. Jordan, a los que más tarde
dad, sea mediante Ia difusión de Ia pequefia se agregan los jóvenes A.-Ch.-L.-V. de Brogue
propiedad agricola, sea con formas de copar- y Ch. de Rémusit. No obstanie el restringido
ticipación obrera en Ia propiedad v en las uti- nOmero de SUS componentes, el part ido de los
lidades de las empresas. Además cundena par- d. es heterogénen; sin embargo, en general
cialmente ci sistema asalariado. auspiciando hasa su ideologia en un constitucionalismo
Ia evoiucion de Ia Forma salarial a Ia asocia- tcndiente a garantizar el orden pOblico y, des.
tiva, a partir de Ia cual se deberla conseguir pués de Ia experiencia de Ia era napoleOnica,
Ia destrucción del predominio del capital y Ia en Ia aversion al cosmopolitismo. Y sostiene
instauraciOn de una sociedad de propietarios. Ia Carta oc:royèe de 1814. Esta concede, entre
Esta d. surge, antes que en Italia, en paises otras cosas, Ia igualdad ante Ia 1ev; Ia liber-
comu Alemania, Francia e Inglaterra, en don- tad de conciencia, de palabra y de prensa; Ia
de ci sistema capitalislu está mãs desarrolla- aholicion del regimen v de los derechos feu-
do y ci marxismo se difunde mayormente. Es dales; confia el poder ejecutivo al rey v ci
aprobada par Leon XIII en 1891 con Ia Rerum legislativo a dos cümaras (una cdmara de los
Nova rum. Después de una grave crisis, que pares, de nominaciOn real Y con carácter here-
culmina en los años que van de 1907 a 1910, ditario, y una camara de los represenianics,
cuando muchos de sus exponentes estan corn- elegidos por sufragio censatario), pero Ia mi-
prumetidos en Ia condena del modernismo, ciativa legislativa es de exciusiva competen-
se revigoriza, part icularmente dcspués de Ia cia de Ia corona. Los d.. por lo tanto, sostie-
primera guerra mundial. nen las principales conquistas de Ia revolu-
ciOn francesa, v sobre ellas quieren construir
[sAn'o TF.STONI BIN ETTII Ia nueva naciOn, contra las tendencias de Ia
extrema izquierda, constituida en gran par-
te par hombres que, fieles en cI pasado al des-
doctrinarlo potismo napoIeonico, hallan luego insuficien-
tes las libertades concedidas por Ia Carta, y
contra los ulirus de Ia derecha, que no admi-
El término indica, en general, a quien se atie- ten limitaciones a Ia autoridad monárquica
ne rigidamente a los principios de su propia v aspiran a una total restauración dcl aucien
doctrina, prestando atención a Ia teorla toma- rêginie. Los d. se colocan como tCcnicos del
da in abstracto más que a Ia práctica; en poli- regimen constitucional: no se ocupan del pro-
tica. Ia expresiOn indica a quien sigue imita- blema de Ia soberania, dado que Ia conside-
tivamente los principios de una doctrina poll- ran como un atributo exclusivamente divino;
tica sin tener en cuenta ]a situaciOn concreta. se ocupan en cambio de Ia sociedad concebi-
Históricamente se distinguen dos accpcio- da corno organismo, del reconocimiento par
nes precisas del termino. En 1747 se coristi- parte de Ia monarquia de las diferentes fun.
tuye una Conregación de los d. (lat. Congre- ciones sociaL's v de sus autonomias v liber-
gatio Presb vie rorum docirinae ch ristiauae), tades, de Ia protecciOn de los derechos cons-
congregación religiosa en Ia que confluven tiluidos. Dc tat manera quieren conciiiar a Ia
congregaciones va existentes. con Ia tarea de nueva Francia con su pasado. Pero dernues-
difundir mis ampliamente Ia ductrina cris- tran escasa adhesion a Ia rcalidad cuando,
tiana; el fundador recunocido es Céar de Bus fracasada Ia conjunciOn entre su esquema
(1544.1607), fundador en reaiidad de una de juridico ideal v Ia monarquiu de los Borbo-
las congregaciones precedentes; fue suprimi- nes. no saben crear un nuevo esquerna adap-
da en 1870. tado a Ia situaciOn.
En Ia historia politica tiene mayor impor-
tancia ci que se indica con Ia expresiOn Par- SAFFO TESTO.I HISFI11
tido de los d. (fr. les Docirinaires). Sc trata de
un partido monárquico-constitucional Iran-
DOMIAD() 515

dominado decididamente ci de un monarca militar, y


tamhién Cs significativo ci apelativo dominus
el deiis a éi atribuido (en tanto no se trata de
I DE l.A ASAROUIA MIIJTAK A I)I(J( I.L( IASO. Par era una novedad absoluta). Despues de una Olti.
dci d., a rnonarquia absoiuta, se entiende ci ma tentativu de restauraciOn senatorial con
periodo quc desde ci advenimiento al poder Tácito y Probo, se abre práctkamente Ia era
de Diocleciano lana 284 d.(.) a, segün otros diocleciana.
estudio.sos, desde ci de Constantino (que se Tambien de origen ilirico, Diocleciano con-
puede hacer coincidir efectivamente con Ia quisto ci poder a partir del 285 d.c:., creando
Victoria de Ponte Miivio dcl 312 d.c.), Ilega asi las premisas para una serie de importan-
hasta Ia calda del imperlo romano de Occi- tes innovaciones. Bastará recordar las rela-
dentc (476 d.( .): sin embargo, si se quicre tivas a Ia organizaciOn territorial (las provin-
referir a Ia probiernática juridica (sabre todo cias, fraccionadas, fueron recomprendidas en
privatista, pero tambicn publicista) noes ma- diOccsis más amplias); al ejCrcito (con Ia dis-
portuno tener presente también ci periodo tinción entre tropas estables, distribuidas en
que ilega hasta Ia muerte de Justiniano (565 las fronteras, y ejército móvii, que servia de
d.(..), emperador de Oriente. cscoita al emperador y estaba por eso bajo sus
Recapituiemos brevemcnte los hechos que órdenes directas); a Ia economia en general
conducen desde Ia caida de Ia dinastia de los (con reformas monetarias, fiscales, y con Ia
Severo hasta Diacleciano, y luego hasta Cans- emanaciOn de un cdiaum rerum venalium, es
tantino; esto ss.rvirá para ilustrar Ia instau- decir de un gigantesco impuesto). Por lo que
ración dcl nuevo regimen juridico v polItico. se ref iere al fundamcnto constitucional y poli-
La muerte de Aiejandro Severo (235 d.c.) tico del poder imperial se puede habiar sin
abre en ci estado romano una aflictiva era de duda de una monarquia de tipo militar, en Ia
anarquia militar. En ci breve periodo desde medida en que ci emperador es aclamado par
ei advenimiento al poder de Maximino ci Tra- ci ejercito; es dudaso en cambio si intervino
cio (235 d..) hasta Numeriano (284 d.c.) se una investidura por purte dcl senado. Si se
cuentan en etecto veinticuatro emperadores: instaura una comparaciOn con las monar-
a elios deben agregarse los liamados treinta quias de tipo oriental, se debe reconocer que
tiranos (es decir, pretendientes del pader ni siquiera con Diodeciano degenera ci poder
imperial). Las causas de esta crisis fueron de absoluto en arbitrario, y también se debe
diversamente especificadas por los estudio- admitir que, incluso estando presentes en Ia
sos; una de las tesis más importantes es Ia de monarquia diocleciana muchos ciementos
Rostavzev quc confiura Ia existencia de una religiosos, aOn no se puede habiar de una vet-
iucha de clases entre los campesinos y los dadera concepciOn teocrática del poder.
habitantes privilegiados de Ia ciudad. Sin Todo esto provoca Ia abstenciOn, por par-
embargo, hay se tiende a opinar que en Ia base te de muchos estudiosos, de reconocer en Dio-
de Ia crisis existia una muliplicidad de cau- cleciano al auténtico fundador del d., e impui-
sas (politicas, sociales, económicas, militares); sa a identificar en cambio en Ccjnstantino ci
estas causas, interactuandci, habrian 11ev ado autor del nuevo curso institucional. Si se
a una verdadera "desintegración" del orden acepta esta interpretaciOn, se dcbe destacar
constituido. En Ia crisis se insertan de todas otra vez Ia complejidad de los pasos que con-
formas, a partir dcl lurgo reinado de Galieno dujeron a Ia afirmaciOn total y exclusiva de
(desde ci 253 hasta ci 260 d.c. con el padre, elementos ya presentes in nuce en ci primer
v luego desde ci 260 hasta ci 268 solo), ciemen- principado, y al mismo tiempo Ia resistencia
tos innavadores del orden constitucional (que de las formas y de los Organos de Ia constitu-
se traducen, en concreto, en una exclusion de ciOn republicana.
los senadores dcl mando militar), y luego a
partir dcl fin de Ia anarquia militar propia- II. CONSTANTINO: LA INSTACRAtION DEL 1j'.tINAI550.
mente dicha, es decir desde Aureiiano (uno de Después del fracaso del sistema tetrarquico,
los resli:ulores iliricos, que reinO desde ci 270 imaginado par Diocieciano para asegurar un
hasta ci 275 d.( .), se ticne una cierta estabi- pacifico traspaso de los podcres imperiaies,
iizaciun poiitka. El poder de Aureliano es Constantino permaneciO en ci poder con Lici-
cie, DOMINADO

nio en ci 312 d.., y iuego solo en ci 324. La del derecho romano ciOsico, Constantino
monarquia constantiniana marca Ia definiti- resuita mucho más propenso a ceder y a dar,
va ruplura con el pasado: Ia forma monárqui- poi• lo tanto, reconocimiento a normas juri-
ca ya no aparece justificada, en efecto, con dicas de derivaciOn oriental. Finaimente tam-
Ia necesidad de preservar ci imperio romano bién Ia fundacion de Constantinopia asume,
de Ia disoiucion sino que corresponde a una en este cuadro, un carâcter embiemOtico; ade-
opcion politica precisa. La concentración del mOs de las razones de ia decisiOn imperial,
poder —de todo ci poder— en manos de uno significa en Ia prOctica que Roma ya no es ci
solo, se liga resucitamente a una visiOn teo- Onico centro del imperio, y que Ia distinciOn
crática, es decir a una concepciOn del empe- entre Ia parte occidental y Ia oriental tiende
rador como representante de Dios en Ia tie- a institucionalizarse.
rra (aun cuando Constantino no deriva todas
sus consecuencias en ci piano de Ia sucesión No es
III SOCIEDAI) Y I•c:ONOMIA EN IL IWO IMPEkIO
imperial). posibie, con referenda a este tema, dciinear
En cuanto a los eventos fundamentales dci Ia historia del d. después de Constantino. Bas-
reinado de Constantino, debe ponerse en pri- tarO destacar que Ia division del imperio en
mer piano ci reconocimiento iegai del cristia- dos panes se estabiliza definitivamente con
nismo con ci famoso edicto de Milan (punto posterioridad ai año 395 d.c.; Io cual expiica,
por otra parte muy discutido por los estudio- además. cOmo Ia caida del imperio romano
sos). Este edicto no sOlo pone fin a un perio- de Occidente no trastornO también a Ia pars
do de persecuciones (persecuciones que orientis.
habian sido particuiarmente ásperas aOn bajo Nos limitaremus, por lo tanto, a fijar aigu-
Diocieciano) sino que echa las bases para un nos caracteres fundamentales de Ia sociedad
rápido cambio de posiciones (que conduce a y de Ia economia del Bajo lmperio. El dato
reconocer al cristianismo una posiciOn dc quizá más ilamativo es ci de Ia creaciOn de
neta supremacia). Paraiciamente se encuen- una serie de vinculos, que hacen obligatorios
tra otro fenOmeno, v es Ia injerencia del esta- y hereditarios aIgunos oficios (v Ia pertenen-
do en las cuestiones internas de Ia igiesia, cia a las relativas corporaciones). FenOmeno
tambien de orden dogmatico: se inicia asi ci anaiogo es el de Ia difusiOn del colonato, en
I lamado cesaropapismo. razOn del cual ci colono se hallaba sometido
Acerca de las reformas. Ia opinion más a Ia tierra que trabajaba; su condiciOn juri-
difundida es Ia que ye a Constantino como dica de liberto se trasmutaba asi, de hecho,
continuador, en estc campo. de Ia obra dio- en un estado muv similiar ai de esciavo. Es
cieciana; pero no faitan probiemas en que ia evidente que estas nuevas situaciones socioe-
posiciOn constantiniana se destaca decidida- conómicas tienen un vincuio estrecho con Ia
mente de iu de Diocieciano. Además de un decadencia del regimen esclavista (decaden-
reordenamiento dc Ia administraciOn central cia cuo alcance es discutido).
del estado, se senala Ia reforma de Ia prefec- Nace en esta Cpoca (a proposito de Ia cual
tura del pretorio, ahora vista como Organo del aigOn estudioso ha hablado de socialismo de
gobierno dc circunscripciones territoriales estado, o al menus de diricismo) tambiCn una
(de aqul la muitipiicaciOn de los prefectos), empresa publica. con Ia tarea de Ia produc-
ya sin poderes militares. Otras innovaciones ciOn de equipos bélicos. Ciertamente Ia aten-
importantes se refieren al ejército (con ci ciOn del estado es muv vigilante respecto de
incremento de Ia armada movii en perjuicio los prohiemas monetarios: en un ambiente
de Ia frontera) y a Ia moneda (con Ia aeuña- perturhudo por Ia tendencia al aumento de
don de una nueva moneda de oro, ci solidzis. los precios (en ciertos momentos inconteni-
y con el abandono de toda defensa del curso bie) se suceden politicas monetarias de diver-
fiduciario de la moneda de cobre, es decir de sos tipos. inflacionistas v deflacionistas. La
Ia moneda para io cambios comerciales nor- prupiedad de bienes reaks parece obviamente
males). un refugio contra Ia devaluacion; incluso
Sc debe recordar aün quc mientras que Dio- algun estudioso ha hahlado hasta de un aban-
cieciano habia aparecido en su conjunto. en dono de Ia economia monclaria para Un retor-
su legislaciOn privatista. como un defensor no a Ia econumia natural.
DOMINAD() 517

En cuanto a las ciases sociules, además de da, de Ia civ ilizaciOn romana.


Ia que ya hemos dichu, Sc senala al menus Ia Se diria en cambio quc Ia historiografia
formación de una clase de curiales, es decir más reciente se inclina a aceptar visiones más
de pertenecientes a los senados citadinos. Los eclécticas, es decir que tiende a considerar
curiaks de todo el imperio tenian en comün que una serie de fuctores contribuyO al
una serie de problemas, yen particular el de derrumbe final. Entre los datos que mejor
Ia responsabilidad par las obligaciones fisca- documentan Ia amplitud de Ia crisis podemos
les de las comunidades citadinas, Ia cual per- recordar, a titulo de ejemplo. Ia expansiOn del
mitiU que, aun en las diversas condiciones pairocmiurn, configurable coma un verdade-
econOmicas de las ciudades particulares, ro protectorado —interesado— de los poten-
madurase Ia conciencia de Ia sustancial iden- hares, es decir de las ciases más clevadas (a
tidad de su estado juridico. menudo de los mismos funcionarios civiles y
La clase social más elevada sigue siendo Ia directamente de los militares), sobre las cIa-
senatorial (ya existen dos senados, uno en ses más humildes e indefensas: se trata en
Roma y otro en Constantinopla); Ia clase de efecto de un sintoma clarisimo del desmoro-
los caballeros tuvo en cambio diversas fortu- namiento de las instituciones estatales. Es
nas. pero sustancialmente, ya a pztrtir del obvio, de cualquier manera, quc los diversos
siglo iv, aparecla con rango inferior a Ia factores de Ia crisis asumen un peso diferen-
senatorial. teen las tesis eclécticas particulares; en esta
perspectiva es necesario también notar que
IV. LA cAIDA DEL IMPItEIO ROMANO. Hablcmos aho- Ia historiografia marxista tiende a dar impor-
ra brevemente de Ia caida del imperio y de tancia preminente a las causas económicas,
sus causas. Es obvio que nos referimos a Ia y sobre todo a Ia declinación de Ia economia
caida del imperio en Ia pars occiden ifs, par- esclavista (sin que los esclavos fueran susti-
que el imperio romano de Oriente continua- tuidos par adecuadas fucrzas de trabajo).
rá todavia par muchos siglos después de Jus- Pero parece oportuno al menos agregar, para
tiniano (Cs decir, coma es sabido, hasta Ia permanecer en cI campo económico, que
toma de Constantinopla por obra de los tur- sobre las clases tipicamentc acumuladoras de
cos en 1453). bienes gravaba el peso del mantenimiento de
Sabre este tema, indudablemente fascinan- un aparato burocrático y militar de grandes
te, las tesis de los estudiosos son muy contrus- proporciones, y parece igualmente necesario
tantes, y reflejan a menudo visiones de con- reafirmar que Ia incidencia de los simples fac-
junto del dcsarrollo histórico. Será preciso toTes de crisis debe ser evaluada en un cua-
recordar, para este propOsito, Ia fortuna y las dro muy amplio y articulado.
criticas encontradas de Ia tesis de Gibbon, ci
cual vcia en ci prcdominio de Ia religion cris- BIBLIOCjRArIA: A.H.M. Jones, Ii zardo impero
tiana ci factor mãs importante de Ia decaden- romano (1964). Milan, 11 Saggiatore, 1973-1974;
cia romana. También otras opiniones, sin F. de Martino, Sioria della coshituzione romana,
embargo, están impregnadas de visiones Nápoles. Jovene, 1975, v, 3; S. Mazzarino,
"pesimistas" del cambio de las clases de L'Impero romano, n-ui. Ban, Laterza, 19762; E.
gobierno: asi Seeck considera un deber asig- Stein, Histoire du Bas-Empire: i, I y 2: Dc l'êiai
nar un peso predominante a Ia decadencia romain a l'ézaz bvzan:fn p2844761, y II: De Ia des-
demografica de Ia vieja clase aristocrática, y pa ri lion de l'empire d'Occident a la marl de Jus-
aun Rostovzev afirma que Ia rebeiiOn de las hinien i'476-565 (1949), Amsterdam, Hakkert,
clases campesinas, ya senalada coma crucial 1968.
para otros pasajes históricos, contribuyO
grandemente a Ia decadencia, y luego a Ia cal- [ROBERTO BO1NI]
ejecutivo

En ci grado mãximo, las expresiones poder como en las repUbiicas parlamentarias se


e. y "procedimiento" e. indican las activida- mantiene una clara distinciOn entreel Ide dci
des en sentido lato dcl gobierno, en contra- gobierno v elIde del estado. Las repübiicas
posición con el legislativo, referido a Ia acti- presidcnciaics, en cumbio, se caracterizan
vidad dci parlamento. v aI judicial, referido precisarnente por Ia fusion de los dos curgos
a Ia actividad de Ia magistratura. Las formas en Ia misma persona que es eiegida dirccia-
de gobierno contemporáneas pueden subdi- menle por ci ciectorado: tal es ci caso de Esta-
vidirse en distinas clasificaciones —monar- dos Unidos (en que. sin embargo, hasta hace
qulas o bien repübiicas, monal-qulas absolu- poco tiempo, se ics pedia a los miembros de
tas o bien mnnarquias parlamentarias, repü- los colegios ciectorales clegidos por Ia pobla-
bi icas pariamentarias o repübiicas presiden- dOn Ia eleccion dcl presidente) v Lal es ci caso
dales v, finalmente, gobiernos militares—, de Ia mayorla Si no en todas las repObikus
pero lo que nos interesa respecto del anáii- latinoamericanas en ci trtnscurso de su his-
sis del e. son los modos de formución del tuna, excepciOn hecha de los periodos de
poder e. y las modalidades del procedimien- gobierr.os militares. También en este caso se
to e. A este fin debe dirigirse evidentemente puede senaiar que Ia variable intervcntora del
Ia atención a las monarquias parlamentarias sistema de part idos desempcna un papei rele-
y a los tipos de repüblicas. o sea a las formas %ante. En efecto, en las repObiicas latinoame-
de gobierno en que ci e. es elegido y es res- ricanas, udernás de otras causas sociocconO-
ponsable en distintas formas ante ci park- midas v politicas de inestabilidad y dc depen-
mento. dencia, Ia Iragrncntación del sistema politi-
En las monarquias parlamentarias y en las co que no permite ai presidente de Ia repO-
repüblicas pariamentarias ci e. es Ia manifes- blica contar con unu mayoria estabie, ha
tación del pariamento y su jefe o primer descmpenado un papei negativo. En Estados
ministro es normalmente ci lider del part ido Unidos, en cambio, ci presidente de Ia repO-
de Ia mayoria absoluta a de una ma oria rela- blica es también ci jefe de un partido, qtIe poe-
tiva en los casos de coalición. La diferencia de no ser partido de Ia mavoria, pero que, sin
sustancial dentro de estas dos formas de embargo. Ic garantiza una base sOlida de
gobierno está dada por ci tipo de sistema par- poder, dada también Ia falta de compacidad
tid6ta: en efecto, si ci sistema de partidos es de los partidos estadunidenses y su discipli-
ci bipartidismo. Cs prácticumente ci electora- na no rigida.
do el que elige ai primer ministro, va que éste Un caso particular de rcpüblica presiden-
seth automáticamente ci lider del part ida que cial. en que no existe Ia fusiOn entre los car-
venza en las elecciones. Si ci sistema de par- gos de jefe de gobierno v jefe de estado, v solo
tidos es ci muitipartidismo, habra un ampiio este uitimo es elegido par sufragio universal
espacio va sea para las negociadiones entre (a partir de 19651. es ci cunstituido par in V
los distintos partidos para Ia constitución dci RepOblica francesa. El jefe de gobierno es dc-
gobierno. ya sea dentro del partido de mayo- gido por ci jefe del estado v es responsabie
na relativa que forma parte de Ia coalición tanto ante Ia Asambica Nacional como ante
para Ia elección dcl primer ministro, que sOlo -I jefe dci estado. Estc tipo de repubiica pre-
muv rara vez es también secretario general sidenciai está expUesta a los peligros dc In lai-
dci partido. La de una mavoria favorable al jefe de ohier-
Tanto en las monarquias pariamentarias no en Ia asamblea. derivada, por ejemplo. de

51$J
1-JITES. TEORIA DE LAS 519

una discrepancia entre Ia mayoria que ha dc- que afirma que en toda sociedad el poder poli-
gido al jefe del estado y Ia que ha clegido a tico, a sea el puder de tomar v de imponer,
las cámaras (fenómeno acentuado por el uso aun recurriendo en ültima instancia a Ia fuer-
dcl sistema electoral de doble vuelta que no za, decisiones valederas para todos los miem-
"retrata" las preferencias politicas del elec- bros dcl grupo. Ic pertenece siempre a un cir-
toradu). culo restringido de personas. La IormulaciOn
Por to que respecta at procedimiento e., se que ya se ha convertido en clásica de esta teo-
entiende con éste el procesu de cumplimien- na tue dada por Gaetano Mosca en sus Ele-
to de las leyes, de los reglamentos y, en gene- menti di scienza politica (1896): "Entre las ten-
ral, de todas las decisiunes politicas del dencias y hechos constantes, que se encuen-
gobierno. A pesar de que recientemente se ha tran en todos los organismos politicos, hay
pruducido en casi todos los sistemas politi- uno cuya evidencia puede ser iácilmente
cos contemporáneos una concentración del maniliesta a todos: en todas las sociedades,
puder en ci e. y ha crecido, par consiguiente. empezando por las más mediocremente desa-
el papel de "ejecución-cumplimiento" de las rrolludas y que han Ilegado apenas a los
decisiones politicas, sin embargo hay que cothienzos de Ia civilizackin, hasta las más
orientar el análisis a las relaciones entre el cultas y fuertes, existen dos clases de perso-
e. (gubierno en sentido estrictu) y Ia hurocra- nas: Ia de los gobernantes y Ia de los gober-
cia, aunque en algunos casos Ia actividad de nados. La primera, que siempre es Ia menus
esta ültima se restringe at 6mbito dcl proce- numerosa, cumple todas las I unciones poll-
so administrativo. El procedimiento e. seria, ticas, monupoliza el poder y goza de las yen-
en definitiva, un proceso complejo en que ci tajas que lo acompañan; en tanto que Ia
gobierno asumirIa el papel de gula y Ia huro- segunda, más numerosa, estä dirigida y regi-
cracia el papl de mera cumplimentadoru. da. de un modo más a menos legal a más o
Sigue siendo cierto que en Ia práctica las rela- menus arbitrario y violento, par Ia primera,
clones entre gobierno y burocracia pueden que Ic proporciona, por to menos en aparien-
asumir caracteristicas muy distintas, depen- cia, los medios materiales de subsistencia y
diendo de Ia estabilidad-inesiabilidad, de Ia los que se requieren paru Ia vitalidad dcl orga-
homogeneidad-heterogeneidad, dcl dinamis- nismo politico" (', p. 78). El éxito dcl térmi-
mu-inmovilismo, de Ia ureanhiaciôn interna no é. se remonta, en cambio, a Pareto, que
del gohierno v las modalidades de recluta- algunos anus despué, y no sin el influjo de
miento y del grado de preparacion y de Ia Mosca, enunció, en Ia intruducciOn de los
competencia de Ia hurocracia. Sy.ciemes socialisies (1902), Ia tesis de quc en
toda sociedad hay una clase superior que
(IANFKANCO PASOLIMJJ generalmente detenta el poder politico y el
económico. a Ia que Ic dio el nombre de "aris-
tocracia" o de "elite".

elites, teoria de las Que


II 105 PREIURSOI4E.S SIoSCA. PARETO. 1.11CHEM
toda sociedad estuviera dividida entre gober-
I. DEFINICION DE ELITE. Por teoria de las é. o cli- nantes y gobernados y que los gobernantes
tistica (de ahi también el nombre de elitismo) lueran una minoria, era una tesis no cienta-
Sc entiende Ia teorIa que afirma que en toda mente nueva, comün a todos los escritores
socicdad una minoria es siempre Ia ünica que que habian compartido una concepción rca-
detenta el poder en sus diversas formas, I ren- lista de Ia politica. El mismo Mosca, par otra
te a una mayoria que carece de él. Ya que parte, reconociô huber tenidri algunos precur-
entre todas las formas de poder (de las cua- sores, coma Saint-Simon, Tame y Marx-
les las más impcirtantes socialmente, a "estra- Engels. Lo que permite considerar a Mosca,
tgicas', son, coma se ha dicho, el poder ecu- mucho más que a Pareto (dejando a un lado
nOmku, ci poder ideologico y ci poder politi- Ia diatriba entre los dos sobre su respectiva
co, Ia teoria de las é. nació v se dcsarrulló par- precedcnci&. coma el primer teórico de Ia cIa-
ticularmente en relación con ci estudia de las se -)Iitica es ci hecho de que éI presentO esta
e. politicas, puede redelinirse coma Ia teoria tesis cumo Ia piedra angular de una conccp-
520 ELITES. TEORIA DE LS

don que pretendia ser cientifica, es decir tribuven en varios grados, que van desde el
basada en una observación paciente y sin pre- superior hasta ci inferior: llamO e. a los que
juicios de los hechos, y no ya apriorista, ideo- componen el grado superior; se detuvo par-
logica o ideologizante. de Ia politica; Ia elevo ticularmente en los individuos que, por el
al rango de ley constante y cierta de todo agre- hecho de ocupar los grados superiores de Ia
gado polItico, primitivu y evolucionado, anti- riqueza y del poder. constituyen Ia é. más pro-
guo y moderno; partiO de ella para reformu- piamente polItica, a "aristocracia". Pareto se
lar de una manera nueva aigunos conceptos sintió atraido más que por los problemas de
fundamentales de Ia teoria politica tradicio- Ia constitución y de Ia formuciOn de Ia clase
nat, como el de las tres formas clOsicas de politica, par ci fenOmcno de Ia grandeza y de
gobierno (todos los gobiernos, partiendo de Ia decadencia de las aristocracias, o sea por
Ia teoria de Ia clase politica, son oligarquicos). el hecho de que "las aristocracias no duran"
para renovar Ia materia misma de Ia ciencia y Ia historia us ci teatro de Ia continua lucha
politica, que deberia orientar su propio estu- entre una aristocracia y otra. En ci Traitalo
dio principalmente a Ia naturaleza distinta, di sociologia gene rale (1916). Ia teoria del equi-
a las diferentes caracteristicas de acuerdo con librio social está basada en gran parte en el
las épocas y las civilizaciones, a los proble- modo en que se combinan, se integran y se
mas de Ia formaciOn y de Ia organización, de sustituyen las diversas clases dee., dc las cua-
Ia clase politica. Adcmás, Mosca no se limitó les las principales son las politicas (cuos dos
a enunciar el principio de que en toda socie- polos son los politicos que u.san Ia fuerza, o
dad existe una clase politica compuesta por leones, y los que usan Ia astucia, o zorros), las
un nOmero restringido dc personas sino Ira- econOmicas (cuyos dos polos son los especu-
tO también de dar una explicaciOn dcl fenO- ladores y los rentistas) y las intelectuales (en
meno, insistiendo repetidas veces en Ia obser- que se contraponen continuamente los horn-
vaciOn de que Ia clase politica obtienc su fuer- bres de Fe y los de ciencia).
za del hecho de estar 'organizada", entendien- En los años que transcurrieron entre los
do por "organización" tanto el conjunto de dos escritos de Pareto (1902 y 1916), Robert
relaciones interesadas que inducen a los Mii'hels, inspirándose en las ideas de Mosca
miembros de Ia clase politica a unirse entre v Pareto. aunque mãs en las del primero que
si y a constituirse en grupo homogéneo v soIl- en las del segundo, puhlicO, primero en una
dario contra Ia clase dirigida más numerosa, ediciOn alemana (1910) y luego en una ediciOn
pero dividida, desarticulada, dispersa, desu- italiana (La sociologia dcl part ito politico nella
nida, como también ci aparato a Ia máquina democraia ,noderna. 1912), una obra que,
estatal de que se sirve Ia clase politica como estudiando Ia estructura de los grandes par-
instrumento para Ia realizaciOn de sus pro- tidos de masa, especialmente Ia dcl partido
pios fines. Dc acuerdo con esta caracteristi- socialdernOcrata alemán, puso de iclieve en
ca, Ia teoria de Ia clase politica se llama habi- ci ámbito de una gran organización, como Ia
tualmente también teoria de Ia minoria orga- del partido de masa, el mismo fenOmeno de
nizada. Ia concentraciOn del poder en un grupo res-
La circunstancia de que aproximadamen- tringido de personas que Mosca habia corn-
teen esos mismos años esta teoria fuera aco- probado en Ia sociedad en general. A este gru-
gida por un personaje mucho más autoriza- pa de poder Ic dio el nombre de "oligarquia",
do en ci campo de las ciencias sociales v, a usando un tCrmino que, a diferencia dcl de
diferencia dcl provinciano Mosca, conocido "aristocracia", usado por cI conservador
internacionalmente, como fue \'iifredo Pare- Pareto, tiene una connotaciOn evaluativa
to, contribuvO ciertamente a darle un relieve negativa, v revela que para el autor, prove-
particular a Ia teoria de Ia clase politica v a niente de las filas dcl movimiento socialista,
convert irla en una especie de tema dominan- el fenOmeno tenia un carácter degenerativo
te de Ia ciencia politica. Pareto, ya desde Ia (aunque ineitable). Tan inevitable que hasta
intrcducción de los Svstèmes socialis&'s, coma Io indujo a formular Ia farnosa (a mal afama-
se dijo anteriormente. ilamO Ia atcnciOri sobre da) "Icy itrrea de Ia oligarquia". cua enun-
ci hechu de que, siendo los hombres dcsigua- ciaciOn mäs conocida es Ia siguiente: "La
les en todos los campos de su actividad, se dis- organizaciOn es Ia madre del predominio de
L1TES, TEORIA DE LAS 521

los elegidos sobre los electores, de los man- como inminente por los reformadores socia-
datarios sobre los mandantes, de los delega- les. y a las que se les atribuve un valor tau-
dos sobre los delegantes. Decir organización maturgico, o son los nuevos bárbaros o son
es lo mismo que decir oligarquia." Por más inicamente un ejército de maniobra de Ia
opuesta que sea Ia relación entre organización nueva clase politica en ascenso. En Mosca y
y grupo de poder de Michels a Ia propuesta en Pareto, aunque no en Michels, para el que,
por Mosca —para Mosca Ia organ ización es por lo menos en los primeros aflos, los resul-
un instrumento para Ia formación de Ia mino- tados de Ia investigación cientifica no son
na gobernante, en tanto que para Michels Ia capaces de mitigar los ardores y las esperan-
misma organización es Ia que tiene como con- zas democráticas, Ia teoria de las minorias
secuencia Ia formación de un grupo oligarqui- gobernantes avanza con ci mismo ritmo que
co—. Ia obra de Michels constituve una con- una concepcion esencialmente inigualitania
I irmacion histôrica v empirica de Ia teoria eli- de Ia sociedad, que una vision estática o cuan-
tista, y su comprobaciOn en un campo espe- do mucho ciclica de Ia historia, que una acti-
cifico como el de los partidos de masa, el tud más pesimista que optimista respecto de
demostrar Ia posibilidad de una aplicacion Ia naturaleza humana, que una incredulidad
más amplia de Ia misma, contribuyo a con- casi total en relaciOn con los beneficios de Ia
solidar su éxito. democracia, que una cnitica radical del socia-
lismo como creador de una nueva civilizaciOn,
III. INTERPRETACIX (ONSERVADORA L INTERPRETA. y que una desconfianza que siente desprecio
dON DEMOCRATkA OF. LA TEORIA DE LAS L1TES. El por las masas portadoras de nuevos valores.
éxito de la teoria de las é. dependio en su naci- En una palabra, Ia teoria de las é., en su pri-
micnto del hecho de que, a pesar de su pre- mera aparición, sirvió de vaso colector de
tension de tener validez como teoria cientifi- todos los humores antidemocráticos y anti-
ca y hasta como Ia primera teoria cientIfica socialistas (más bien, para algunos, antidemo-
en ci campo de Ia politica, habia nacido con cráticos por antisocialistas), provocados por
on fortisimo contenido polemico antidemo- ci nacimiento dcl movimiento obrero. y per-
crático v antisocialista, que reulejaba muv mitio formular, de una manera que hasta
bien ci "gran miedo" de las clase dirigentes entonces no habia sido nunca tan clara, Ia
de los pulses en que Sc habian intensificado antitesis élite-masa, en que el término posi-
o estaban a punto de intensificarse los con- tivo era ci pnimero v ci negativo ci segundo,
flictos sociales. Desde ci pun tode vista ideo- v Ilevar a cabo un completo trastocamiento
logico, esta teoria, sobre todo en Ia ieccion de Ia filosof ía de Ia historia propuesta por Ia
paretiana, que fue Ia más escuchada politica- doctrina socialista, en donde ci sujeto histó-
mente, fue una de las muchas expresiones a rico no serlan las é. sino las masas (aunque
través de las cuales se puso de manifiesto, al guiadas por vanguardias conscientes). Sin
final del siglo. Ia crisis de Ia idea del progre- embargo, a través de Micheis y del segundo
so indefinido que habia marcado ci periodo Mosca (cuva obra final es Ia segunda ediciOn
de Ia burguesia en ascenso, y el ideal del de los Elemenri di sciena politk'a, 1923). Ia
democratismo igualitario tuvo que soportar teoria de las e. se va imponiendo poco a poco
ci choque con Ia dura v aspera lección del dar- por su valor eunistico hasta ci grado de que,
winismo social que encontraba en Ia selección apartándose poco a poco del molde ideologi-
a [raves de las luchas las despiadadas aunque co, es acogida coma teoria historicamente
necesarias condiciones de Ia evoluciOn. Esta correcta, CS dCcir par su valor cientifico. por
teoria, en efecto, podia dar buenos argumen- escritores liberales v también democráticos
tos a los que se interesaban por demostrar como, en eI caso de Italia, Einaudi v Croce,
quc Ia histonia es una repticion monótona de Salvemini v Gobetti. El mismo Mosca habia
conflictos, en los quc no interesan sino üni- abicrto ci camino a una interpretaciOn no res-
camente Ia fuerza y Ia astucia, que los sedi- tringida ideologicamente de Ia teonia, distin-
centes revolucionanios no son otra cosa que uiendo, en on capitulo anadido en Ia segun-
Ia sustituciOn de una clase dirigente por otra da ediciOn, dos diversos modos de formuciOn
(v por lo [ama, dejan las cosas como están), dc las clases politicas —ya sea quc se tiasmi-
que las masas, cuva Ilegada es considerada ta ci poder par herencia, en cuvo cuso .surgen
522 ELITES, TEORIA DE LS

los regimenes autoritarios, o bien que proven- IV El. F.XITO DE LA TEORIA EN ESTADOS LNlD0 Ordi
ga de Ia base, to que da origen a regfmenes nariamente se considera a Mosca, Pareto y
que, a falta de otro término, Mosca liamó libe- Michels como los padres fundadores. Pero Ia
rates, pero que habria podido liamar tambkn teoria de las C. adquirio el pleno derecho de
correctamente democráticos, aunque en el ciudadania en Ia ciencia politica contempu-
sentido en que 'democracia" se contrapone rânea, renacida o renuvada en Estados Uni-
no a "aristocracia" sino a "autocracia". De dos, desde que tue acoida, reelaborada en
este modo, Ia diferencia entre regimenes aris- diversas formas y difundida por Harold D.
tocráticos, y autocráticos, por un lado, y regi- Lasswell, aproximadamente en los mismos
menes democráticos y liberales, por el otro, años en que se introducia entre los investiga-
no debe seguir buscándose en Ia existencia o dores norteamericanos y se discutia amplia
inexistencia de una clase politica sino en ci y rabiosamcnte, a traves de Ia excelente tra-
hecho de que en los primeros hay é. cerradas ducción inglesa, ci Tratado de Pareto (1935).
y rest ringidas y en los segundos hay é. abier- En una de sus obras principales Who gels
tas y ampliadas. El regimen parlamentario, what, when, how (1936), ci primer capitulu
cuyos defectos Mosca liego a criticar ãspera- intitulado "lites", empieza con estas pala-
mente, peru cuya validez histórica defendió, bras: "El estudio de Ia politica es el estudio
es un regimen que no desmiente de ninguna de Ia influencia y de los que Ia ejercen [ ... ]
manera Ia teuria de las C.: representa ci régi- Los que tienen influencia son los que se apo-
men en que Ia clase politica es más abierta deran de Ia mayor parte de Ia apoderable. Los
v menos rest ringida, además de que estI con- valores disponibles puedcn clasificarse en
trolada desde Ia base. valores de deferencia, de ingreso y de seguri-
DespuCs de Mosca, los mayores teóricos de dad. Los que obtienen Ia mayor parte de estos
las é. fueron, en Italia, un escritor democrá- son Ia é., ci resto es Ia masa" (The political
tico, Guido Dorso, que provenia de Ia expe- writings of H. D. Lasswell, 1951). Al formular
riencia gobettiana de "revoluciOn liberal", el concepto de C., Lasswell apela explicita-
que escribió en 1944, como contribución para mente a Ia tradición de Mosca, Pareto y
el nuevo estado demrático que deberia sur- Michels. En ci libro posterior, escritu en cola-
gir de las cenizas dcl fascismo, un ensayo, Dii- boración con Abraham Kaplan, Power and
tatura, classe politica e classe dirigente, en society (1950). articulando aün más el cuncep-
que, partiendo de Ia comprobucion irrefuta- to, distingue In é. propiamente dicha, que está
ble de que en toda sociedad existen "forma- constituida por los que tienen el mayor poder
ciones oligarquicas que I orman el esqucleto en una sociedad, de Ia e. media, constituida
de toda Ia estructura social", describió las por los que tienen un poder inferior, y de Ia
relaciones entre Ia ciase dirigente v Ia clase masa, constituida por los que tienen el poder
dirigida, entre Ia ciase dirigente y Ia clase menor. No duda en afirmar quc los miembros
politica. entre Ia clase politica en ci gobier- de Ia e. son ordinariamcntc menos numero-
no v Ia clase politica de Ia oposicion en un sos que los de Ia masa. Distingue diversas for-
regimen pluralista, v un escritor liberal, Filip- mas de dominio, o sea diversas formas en que
pa Burzio, paretiano ferviente, que publicó en eI poder de una sociedad está controlado y es
1945, al dia Aguiente de Ia liberación del ejercido de acuerdo con los distintos tipos de
duminio dcl fascismo, un libro, Essenza ed é. (una C. de funcionarios da origen a Ia for-
auualità del jibe ralismo, en ci que, despuCs ma de dominio burocrática, de nobles a Ia
de h&her afirmadu quc todo lo original ' cre.- aristucracia, du espeiuii'tas a Ia tecnocracia,
tivo que se hace en ci mundo es obra de mino- etc.). Niega decididamente que Lt introduc-
rias, sostenia que las mejores é. son las que ción del concepto de e. impida ia posibiiidad
sc forman a travCs de Ia lucha v están en con- de cuncebir un tipo de gobierno demuràtico:
tinua competencia entre A como afirman las reafirma el principio, va enuncLido por Mos-
doctrinas liberales, y que, siendo eleaidas Ca, de que "Ia democraticidad de una estruc-
controladus periódicamente por los ciudada- tura siai no depende de que exista o no una
nos, no 'sc imponen" sino que "se proponen", C. siro más bien de las relaciones establecidas
como afirman las teorlas dmocráticas. entre Ia . y Ia masa: del modo en que Ia C. se
reciuta v dcl modri en que ejerce el puder".
ELITES, TEORh't DE LAS 523

Por otru parte, a pesar de Ia autoridad de actualmente están concentrados los instru-
Lasswell, Ia sociologia norteamericanu oficial mentos del poder. de Ia riqueza y de Ia cele-
v académica siempre vio con cierto recelo las bridad". Por medio de un anãlisis histórico
teorias elitistas. El elitismo en sentido origi- y sociológico trata de demostrar que en Ia
nal dehió su éxito en Estados Unidos sobre actualidad Estados Unidos está dominado por
todo a dos libros extra moenia. cuya popula- un restringido grupo de poder, que constitu-
ridad fue mueho mayor que la de los produc- ye precisamente Ia "é. en el poder" y estã corn-
tos que salen de las instituciones universita- puesto por los que ocupan las posiciones cia-
rias: The managerial revolution (1941) de yes en los tres sectores de Ia economia, del
James Burnhzim v The power elite (1957) de ejército y de Ia politica. Estos constituyen una
C. Wright Mills. El mismo Burnham puso de é. en el poder, porque. contrariarnente a lo
manifiesto en qué grado estaba ligado a Ia Ira- que aparece o se hace creer, estan por razo-
dición elitista de los padres fundadores, en nes sociales, familiares, econômicas ligados
un libru publicado algunos años después, The unos a otros, se sostienen y se refuerzan red-
machiavellians (1947), en ci que, partiendo de procamente, tendiendo cada vez rnás a con-
Ia contraposición entre Ia concepción idealis- centrar sus instrumentos de poder en insti-
ta de Ia politica, personificada por Dante, tuciones centralizadas e interdependientes.
in realista, personificadu por Maquiavelo, Por medio de un juicio sintetizador, que se
tejio un elogio de los nuevos maquiavelicos, huce ecu de una manera sorprendente de Ia
que son precisamente Mosca. Pareto y tesis mosquiana dc las minorias organizadas
Michels, además de Sorel. La interpretación frente a las rnuyorias desorganizadus. Wright
general de Ia historia en quc Sc basa su exce- Mills escribe: "El sistema norteamericano del
lentisimo libro sobre Ia revolución de los poder es de este modo porque ci vértice está
directores es clitista: toda sociedad se carac- mucho más unificado v es mucho más pode-
teriza pore! hecho de cstar dominada por un roso v Ia base mucho más desunida, y por eso
grupo de poder (ruling class) que tiene cier- imputente, de lo que suponen generalmente
tas caracteristicas: "Cuando existe ese gru- los que SC dejan enganar observando los estra-
po de control. ci grupo quc, a difercneia del tos medios del poder mismo, los que no ref Ic-
resto de Ia sociedad, tiene en mayor medida jan Ia voluntad de Ia base ni determinan las
el control sobre el acceso a los instrumentos decisiones del vértice."
de producción v un trato preferencial en Ia
distribucion de los productos de estos instru- Los CRITERIOS 1AR-
.. LOS CRITERIOS DEMOC RATIcOs Y
mentos, podernos hablar de este grupo como XISTAS, El modo polémico y hasta proocati-
del grupo socialmente dominante o de Ia cIa- vo con que se presentó Ia tesis de Wright Mills
se cobernante de esta sociedad." La revolu- dio ocasión a un debate sabre el concepto mis-
ción social de nuestro tiempu, que él descri- mo de . y en general sabre Ia vaiidez dci cli-
be v profetiza. consiste en Ia transición de una tismo coma teoria cientifica. El concepto de
clase dominante (Ia de los burgueses- é. en ci poder fue criticado por dos panes
capitalistas) a otra (lade los directores); Ia his- opuestus: los liberals niegan Ia unidad de Ia
toria es ci distinto sucederse de una clase é. en eI poder, o sea niegan que el poder den-
dominante it otra. tro de hi sociedad norteamericana esté reu-
Contra Ia imaren idilica de Estados Unidos nido en un grupo monolltico, de acuerda con
como paItiso del hombre comün, Wright Ia tesis que se ha llamado por retorsión pole-
Mills partL de Ia contraposicion dcl hombrc mica de Ins tres "c" (conricciOn, coheshidad,
comün, definido como aquel cuvos poderes con jura), v Ic oponen Ia teoria que sc deno-
"están limitados por el mundo cotidiano en minó de diversas maneras: "pluralista".
que vive" v "parece con Irecuencia muvido "puiiárquica" o tambien en antitesis al mo-
por I uerzas que no puede comprender ni con- nolitismo. polltica". Los radicals, o mejor
trolar", con Ia e. en ci poder, "compuestu por dicho los marxistas. sostienen, por el contra-
hombres que Sc encuentran en posiciones rio. que Ia é. en ci poder no está en realidad
tales que les permiten trascender ci ambien- oreanizada en los tres sectores encontrados
t dcl hombre comün" v 'ccupan las pusicio• par Mills, p•arque Ia ciase dominante es Cfl
nes estratcuicas de Ia estructura social en que dclinitha una sola: lade los detentadores dcl
524 ILITES, TEORIA DE LAS

poder económico. El representante mãs auto- mCtodo, s' más precisamente ci mCtodo quc
rizado de Ia primera critica es Robert A. Dahi, permite que los distintos individuos o grupos
que en un ensayo (A critique of the ruling eli- nv ales luchen par Ia conquista del poder
Ic model, 1958) aparecido dos años después rnediante una competencia reciproca "a tra-
del libro de Wright Mills sostiene que Ia hipó- yes de una contienda que tiene por objeto el
tesis de Ia existencia de una é. en ci poder solo voto popular" (capitalism, socialism and
se puede probar Si: a] Ia hipotêtica é. gober- democrac- 1942). Por lo demás, Karl Man n-
nante es un grupo bien definido; b] hay una heim, haciCndose eco de Mosca, decia —en
muestra suficiente de casos de decisiones fun- una análisis escrito alrededor de 1930, pero
damentales, en que las preferencias de Ia publicado postumamente— sabre el proceso
hipot&ica é. estn en oposiciOn con las de los de democratizaciOn de Ia sociedad contempo-
otros grupos; C] en todos cstos casos prevaie- ránca (The democratization of cu!turC, en
cen las preferencias de Ia hipotética e. Pero Essays on the sociology of culture, 1956): "Lu
coma ni ci primero ni cI tercer punto han sido democracia no implica que no haya é.: 1mph-
probados empiricamente hasta ahora. Ia teo- ca más bien un cierto principio especifico de
na de las é. en ci poder no tiene. .segün Dahi, formacion de las é." y consideraba este prin-
fundamento cientifico. Dc Ia segunda se ha cipio junto con ci principio de Ia igualdad de
convertido en intérprete Paul M. Sweezy todos los hombres y el de Ia autonomia del
(Po%verClite or ruling class?, 1956), quien con- individuo coma una de las caracteristicas fun-
sidera que Wright Mills sohrevalUa ci papel damentales de Ia democracia moderna. Tam-
de los militares y de los politicos de profesión; bien Raymond Aron, estudioso de Pareto. vol-
sostiene que en Estados Unidos no existen vi6 repetidas veces sabre este tema en los ülti-
tres é. sectoriales unidas en una é. en ci poder mos años, empezando por ci articulo Social
sino una "clase dominante" (en el sentido structure and the ruling class (en The British
marxiano de Ia paiabra), y para poder corn- Journal of Sociology. i, 1950), en donde escri-
prenderla es necesario estudiar todo ci siste- be entre otras cosas: "La diferencia funda-
ma del capitalismo monopolista y no los mental entre una sociedad de tipo soviCtico
dominios separados de Ia vida social nortea- y una de tipo occidental es que Ia primera tie-
mericana: critica globalmente Ia teoria de las ne una C. unificada mientras Ia Oltima tiene
e. pues "distrae inevizablernente Ia atenciOn una C. dividida". para terminar con el articulo
de los probiemas de Ia estructura y del pro- Social class, political class, ruling class (en The
ceso sociales v conduce a buscar causas aje- European Journal of Sociology, I, 1960), don-
nas de los fcnOmenos sociales". de contrapone las sociedades industriales de
La critica de los liberals no conduce nece- Occidente con Ia sociedad industrial de Ia
sariamente a una negaciOn radical del elitis- UniOn SoviCtica basándose en Ia diferencia
mo. No niega que existan elites v que. aun entre oligarquia desintegrada y oligarquIa
dentro de Ia sociedad democrática, haya una unificada en un partido unico. En esencia, Ia
contraposicion permanente entre los que tie- critica del elitismo monolitico terminO par
nen el poder y los que no io tienen. sino más dar origen a una corlcepción desmitizada, rca-
bien que en ura sociedad extremadamente Iista, desencantada de Ia democracia, que
compleja v fundamentalmente conflictiva, habia sido bautizada y tambien recientemente
como es Ia sociedad norteamericana, haya criticada con ci nombre de "elitismo demo-
una soia C.; en una palabra, niega no tanto ci crático" '. cuyas principales caractenisticas
eiitismo coma ci monoiitismo. Reanudando eran Ia competencia entre las é. politicas. el
In tradición comenzada par Mosca. que dis- hecho de que estas C. debian rendir cuentas
tinguia, coma va dijimos. Ia é. aristocrático- de su operación periOdicamente ante los dcc-
autocrática de Ia é. democrático-liberal. con- tones v eran accesibies de distintas maneras
tinuada par Lasswell, que considerO penfec- a las instancias provenientes de Ia base (P.
tamente compatibles Ia existencia de las i. Bachrach, 1967).
con el funcionamiento dcl regimen democrá- A diferencia de Ia cnitica de los pluralistas.
tico, esta teoria se enlaza con Ia concepciOn Ia critica proveniente de los marxistas (bas-
de Joseph A. Schump.ter. segün ci cual Ia que tarid recordar, retroediendo mucho más allã
caracteriza al regimen democratico es el de ha polCmica Wright Mills-Sweezv, los jui-
ELITES. TEORIA DL LAS 525

cios hirientes de Luckács v de Gramsci sobre In formacion de las clases sociales, o de las
Ia obra de Michels y, recientemente. las obje- desigualdades y par consiguiente de los con-
clones prcsentadas por Nicos Poulantzas, en flictos, no es In propiedad sino In autoridad,
Poder politico y clases sociaks. 1968) se basa es decir el poder de emitir los mandatos que
en una intcrpretacion radicaimente distinta logran In obediencia. De estas premisas dedu-
de Ia sociedad, entendida como conjunto de ce Ia conclusion de que sees capaz de identi-
relaciones entre dominantes y dominados, ficar a los contendientes de un cierto tipo de
utiliza instrumentos analiticos distintos y conflicto cuando se ha logrado identificar a
conduce a una verdadera teoria alternativa, "los que OCUfl las posiciones de dominio y
que es interesante comparar con In teori a de de subordinaciOn en una determinada asocia-
las é. en sus dos versiones. monistica y plu- ciOn". En una palabra, Dahrendorf, al propo-
ralista, aunque conviene mantenerlas separa- ner sustituir el criterio de Ia distribución de
das para no caer en confusiones v simplifi- Ia propiedad par el de Ia distribuciOn dcl
caciones deformantes. Si Ia teorla elitista par- poder para explicar Ia division de In sociedad
te, como se vio, de In contraposición entre é. en grupos opuestos, expresa bastante bien
y masa, separadas entre si como el elemento una forma actualizada de In interpretación
activo y el elemento pasivo de In sociedad, y elitista de Ia sociedad en contraposicion direc-
limita el momenta conflictivo al conflicto ta con Ia interpretación que se deniva de los
interno dc las é., in teoria marxista parte de clãsicos del marxismo.
In contraposición entre las dos ciases antagO-
nicas de los poseedores de los instrumentos VI. (OMI'ROBACIOS EMPIRICA: INVESTI(.AC JONES SOBRE
de producción v de los proletarios, y consi- LAS ELITES OF. LAS COMUNIDADES LOCAlES Por end-
dera ci conflicto entre las dos clases sociales ma de las discusiones técnicas que In concep-
como ci principal motor del movimiento his- ciOn elitista de In sociedad ha despertado v
tórico. En In vision elitista de In sociedad, In sigue despertando todavia, SC ha ida robus-
relacion entre é. v masa no es necesariamen- teciendo, en estos Ultimos veinte años, sobre
tc antagOnica. En su intento por fijar unu tipo- todo en Estados Unidos, In tendencia a corn-
logia de las diversas sociedades, a partir de probar In validez de Ia teorla par media de
Ia dicotomia é.-masa, William Kornhauser investigaciones empiricas que se han orien-
considera, par un lado. In mayor o menor tado, por razones técnicas fáciimente corn-
posibilidad que las ê. tienen de sufrir ci influ- prensibles, al estudio de los grupos de poder
Jo de las masas y, par el otro, In mayor a de Ins comunidades pcqueñas ode alguna for-
menor posibilidad que tienen las masas de ser ma no muy grandes, coma son las adminis-
movilizadas par In é. (Tue politics of mass traciones municipales, las arganizaciones sin-
society, 1960): ninguna de estas dos relacio- dicales o profesionales. Como primer ejem-
nes es una relación antagOnica coma In que plo conspicuo, v en cierto sentido precursor,
pone en relieve de manera particular Ia tea- de un estudio de In e. de un centro urbana,
na marxista. Además, en tanto que Ia teoria hay que mencionar In investigaciOn que Floyd
marxista se remonta it In forma de produc- Hunter desarrollO en Atlanta, Georgia (com-
ción, o sea al aspecto estructural, para encon- mziuity power. A study of decision makers,
trar los elementos constitutivos y determinan- 1953), al que siguieron muchos otros. Sin
tes del movimiento social. In teoria eiitista embargo, Ia investigaciOn mãs conocida es In
encuentra ci elemento detcrminante de In dci mismo Robert DahI desarrollada algunos
desigualdad social, que caracteriza a todas las años despus en New Haven (lt'Izo 'overns?
sociedades quc existen o que han existido, en Democracy and po%t'er in an American cUr,
In diversa distribuciOn del poder politico. a 1961) que Ia ilevó entre otmas casac a In con-
sea en ci aspecto que un marxista concidera- viccio, n. poco antes recordada, de que Ia tea-
na superestructural. En esta direcciOn Sc ha na de una é. ünica en ci poder, que habla des-
desenvuelto RaIf Dahrendorf, quien en ci CI tado tanta polvareda a través de Ia obra
libro Soziule kiassen zoid Klassezkonflikt in de Wright Mills. era empinicamente falsa. Por
den ini!zisirielleu Gc'.sselsclzafi (1957) sostiene, otra parte. Si alguno pretendia, partiendo de
criticando it Marx v uniendose explicitamen- las investigaciones empimicas realizadas hasta
te con los teoricos de las e., que In causa de Ia fecha, liegar a In confirmaciOn de una de
52s ELITES. TEORIA DE LAS

las dos interpretaciunes prevalecientes de Ia algunos rasgos comunes que sirven para dis-
teorla elitista, Ia monista o Ia pluralista, más tinguir esta teoria que desde hace aigunas
hien que de Ia otra iria al encuentro de una décadas representa con distinta suerte una
desilusiOn. De las dos investigaciones mencio- tendencia constante de Ia ciencia politica: I]
nadas, Ia de Hunter y lade Dahi, tanto Ia una en toda sociedad organizada las relaciones
esta segura de sostener Ia tesis monista como entre individuos o entre grupos que Ia carac-
Ia otru de sostener Ia tesis pluralista. No se terizan son relaciones de desigualdad: 21 Ia
puede decir que lo que es váiido en una comu- causa principal de Ia desigualdad consiste en
nidad lo sea tambkn en otra: toda teorla, ai Ia distribuciOn desigual dcl poder, o sea en
bajar del cielo de las abstracciones a Ia tie- ci hecho de que ci pader tiende a concentrar-
rra de Ia investigaciOn de campo, se ye obli- se en manos de un grupo rest ringido de per-
gada a perder algo dc su rigidez y de sus pre- sonas; 31 entre las diversas formas de poder,
tensiones de ser válida universalmente. Dc lo determinante es ci poder politico; t] los que
este modo se podria Ilegar a Ia conclusiOn de detentan ci poder (especialmente el poder
que Ia distinción entre monistas y pluralistas politico), Ia clase politica propiamente dicha,
es una distinciOn teOrica (v desgraciadamen- son siempre unu minoria; 51 una de las cau-
te ideologica) v que, en cambio, empiricamen- sas principales de que una minoria logre
te, ambos, monistas v pluralistas, tienen dominar un nOmero enormemente mayor de
razOn. Se ha observado por otra parte que las personas consiste en ci hecho de que los
diversas conclusiones a las quc han lk°ado miembros de Ia clase politica, par ser pocos
Hunter y Dahi pueden depender tamhien de y tener intereses comunes, están ligados entre
Ia distinta técnica adoptada por ci uno o por si y son solidarius por Ia menos en Ia conser-
ci otro para identificar los componentes del vaciOn de las reglas dcl juego que Ies permi-
grupo de poder de Ia ciudad preseleccionada. ten ora a unos ora a ott-os ci ejercicio alter-
Hunter se ha dirigido a un cierto nümero de nativo del puder; 6] on regimen se diferencia
personas influyentes de Ia ciudad y les ha pre- de otro por el distinto modo en que las C.
guntado a ouiénes consideran como podero- nacen, cc trasmiten y mueren, por ci distinto
sos en ese lugar (método consideracional); modo en quc se organiiun y par ci distinto
Dahi, en cambio, examinó el iter de algunas modo en que ejercen ci poder; 7] ci elemento
decisiones sobre problemas particularmcnte opuesto a Ia é., a Ia no C., es Ia masa, que cons-
reIe'antes paru Ia ciudad selcccionada como titu%e ci conjunto de personas que no tienen
muestra y observó cuáles eran los grupos de poder a por lo menos no tienen un poder poli-
interés que prevaledan cada vez (método dcci- ticamente relevante, v que numéricamente
sional). Ninguno de los dos métodos está exen- son Ia mavorfa, no están organizadas o bien
to de criticas: al primero se Ic ha reprochado están organizadas par los mismos quc parti-
sobre todo de no haber sido capaz dc distin- cipan en ci poder de Ia clase dominante, y par
guir entre el poder supuesto y ci poder real lo tan to estAn al servicio de La clase dam man-
de haber logrado identificar mejor ci poder te (Ia teoria de Ia sociedad de masa es Ia con-
potencial que el real. Al segundo se Ic ha obje- traparte de Ia teoria de la% e. y ambas se han
tado sobre todo que ci influjo de un grupo de desarroliado paralclamente en este üitimo
poder no SC explica a través de las decisiones siglo). Lo que las diversas teorias tienen en
que logra impedir que ileguen a feiiz termi- comOn desde ci punto de vista negativo Cs, por
no. Es probable, como se ha scñalado recien- un lado, Ia critica de Ia ideologia democráti-
telnente (Stoppino, 1971). que ci mejor mto- ca radical, segOn Ia cual es posible encontrar
do para identificar un grupo de poder consis- una sociedad en que ci puder sea ejercido
te en utilizar ambos metodos, que de hecho efectivamente par Ia mavoria v, par ci otro
no son imcompatibles sino mas bien se inte- lado. Ia critica de Lt teoria marxiana, seaOn
gran reciprccamente. Ia cual vu quc ci poder está ligado a Ia pro-
piedad de los medios de produccion, Cs p051-
VII (AI'A( ThiISTRAS t'OSITIVA.S V NF(ATIVS OF. I. ble encuntrar una sociedad basada en ci
TEOP.IAA pesar de las divergencias que sepa- poder de Ia mavoria v hasta de todo ci pue-
ran a los sostenedores de Ia teoria de las Z., blo. cuando Ia propkdad de los medios de
se pueden senaiar, a guisa de conclusiOn, pruduccion este coiectivizada.
EN.UENACIO 527

Como teoria realista de Ia polItica, mantle- so en virtud dcl cual alguien o algo (para
ne firme Ia tesis de que el poder pertenece Marx, Ia misma naturaleza puede estar 1mph-
siempre a una minoria v de que Ia Unica dife- cada en ci proceso de e. humana) está cons-
rencia entre un regimen y otro radica en Ia trenido a convertirse en otra cosa de lo que
existencia o inexistencia de minorias en corn- es propiamente en su esencia" (P. Chiodi). El
petencia reciproca. Ideoiogicamente, por ci uso corriente del tCrmino designa, a menudo
hecho de haber nacido como reacción contra en forma genérica, una situación psicosocio-
ci temido advenimiento de Ia sociedad de logica de pCrdida de Ia propia identidad indi-
masa. Y pur lo tanto no solo contra Ia demo- vidual o colectiva vinculada con una situación
cracia sustancial sino también contra Ia negativu de dependencia y de falta de auto-
dernocracia formal, su principal funcion his- nomla. Apela pues a una situaciOn subjetiva
torica, que de ninguna manera se ha agota- y al mismo tiempo a una dimension objetiva
do, consiste en denunciar cada vez las siem- histOrico-social. En este sentido se puede
pre renovadas ilusiones de una democracia hablar de: e. mental coma estado psicopato-
integral. Si en su aspecto ideoiOgico pudo iogico vinculado a Ia enfermedad mental; e.
haber contribuido a ubstaculizar el avance de de los olonizados en cuanto sufren e interio-
una transformjciUn democratica de Ia socie- rizan Ia cultura y los valores de los coloniza-
dad (aun en ci sentido de que Ia democracia dores; e. de los trabajadores en cuanto son
v existencia de una ciase pulitica minoritaria asimilados con tareas purdmente mecánicas
no son incoinpatihie), en su fase realista con- % despersonalizantes a Ia estructura tCcni-
tribuó y siguc contribuyendo todavia a des- co-jerárquica de Ia empresa industrial, sin
cubrir v a mantener al desnudo Ia ficción de tener poder alguno en las decisiones funda-
Ia "democracia manipulada". men tales; e. de las masas en cuanto objetu de
heterodirección y de manipulación a través
slrnJoaItrtA P. Bachrach. ('ntica de la leorla eli- de los medios de comunicación de masa, de
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Political elite. I_andre'., 1969; S. PassiIi (comp.), una compkjidad semántica que tiene en Ia
Pott're ed Clin' politicize, Bolania. II Mulino, 1971; cultura filosOfico-politica moderna en Ia cual
M. Stoppino. Clii coma ada? I metodi di ricerea dicho término ha sido acuñado.
dcl pole FL ;zcl!a comuzzila locale, GCnoa. ECIG.
1982. ii tn sot'ssu A MARX. La doctrina contractual
transfiere ci concepto de e. de un mbito on-
[ORBERTO B)BBIO] ginalmente juridico (alienazio coma cesión de
unu propiedad) al ambito filosofico-politico
a fin de explicar ci fundamento del estado y
enajenaclori *
I' 1 fl. dice: Otr. lenguzs rurnzinies, a difereneia
I r1I:nIsILIo\ ...Enci niel de maxima genera- !d L'-r rul. no cunse!aron ninrun .djetio dcriv.do
lización. Ia e. Sc puede definir como ci proce- del Ltzn aliemis (,jcnul . solo hon podido cc.n'.lruir.
subre I b se de aljenare, alienatio. termir.os ,ultc. , v
opacoi dcl tipu d. alienr, '..lknacion' (eump.ireselo.
• En I. Adcu icnd.t d1l tr.duu,r - i K \tdTS. Ica cun su% equi'..tknzc, c.t!,Iell.tnc., traizpareiites 'cn..je.
',taI, tic. Sitlu XXI. I. I. %ol. I. p. xix. Pedru Sea- nor enajcn.ieiau FE.]
ENAJENACION

de In sociedad politica. Hobbes habla de y comunidad en Ia ,tXia. El rnundo moderno


"cesión" (to give up) del derecho de gobernar- es Ia ruptura de aquelia unidad. por obra
se a si mismo al soberano, a través d un pac- sobre todo de In Riqueza que disueive In uni-
to que marca el destierro del estado de naw- versalidad dcl estado '' hace que hi rcaiidad
raleza. Rousseau introduce ci término de e. social en iugar de ser una rcalizaciOn uparcz-
para indicar In cláusula fundamental del con- ca a Ia conciencia como "inversion" y
trato social consistente en In 'e. total de todo dida de In esencia". Son estos procesos ana-
aquel que está asociado con todos sus dere- liticos los que Marx tiene en cuenta en los
chos a toda In comunidad", de modo que Manuscritos economico-filosoficos de 1844 ai
'cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sin afirmar que en In Fenomenologia de Hegel
embargo más quc a si mismo v permanczca están contenidos, aunque en forma ideaiista
tan libre coma antcs" (contrato social, I, 6). v mistilicada, "todos los eiementos de In cri-
La e. Sc presenta de esta manera como ci acto tica". "Lo más importante de In Fenorneno-
de cesion posirivu que instituve In voluntad logia de Hegel v de .su resultado final —Ia dia-
general. iéctica de In negatividad, como ci principio
Hegel rechaza Ia teoria contractual de Ia motor s' engendrador— es, por tanto. de una
formación del estado y de Ia e. como relación parte, ci que Hegei conciba In autogénesis del
reciproca de cesión v de intercambio. El moti- hombre coma un proceso, In objetivaciOn
vo más impurtante es ci hecho de que para coma desobjetivaciOn, como e. y como supe-
éi ci sujeto de In historia no son los individuos ración de esta e., ci que capte, por tanto, In
sino ci espiritu absoiuto o conciencia de Si; Ia esencia del trabajo..." (Tercer nianuscritu,
multiplicidad v In otreidad aparecen coma XXIII).
momentos derivados y negativos respecto de En Ia historia dci trabajo coma objetivaciOn
In unidad del Espiritu (V de sus manifestacio- enajenada dcl ser dci hombre (en cuanto cx-
nes: ci espiritu dci pueblo, ci estado). Hegel tranamiento de las Euerzas esenciales de In
retoma pues en un terreno histórico-social ci humanidad producido baja ci signo de Ia pro-
nucieo conceptual quc habia sido propio de Ia piedad privada) ci joven Marx ye Ia chive inter-
teologia neoplatOnica, o sea ci Uno quc se pretutiva para reformar los resultados de In
cscinde v se multiplica en un proceso necesa- economia poiitica clásica segün chive antropo-
rio de e.-extrañamiento (respectivamente: Iogica. Hegel entendiO que Ia historia es Ia
E;iiäusseru,zVeräusscrung v Ent/renzdzmg). autogest iOn enajenada que ci hombre hace de
La Fenomenologla dcl Espirizu esti enteramen- si mismo en ci trahajo, pero entiende ci tra-
te construida sobre In base de Ia demostraciOn halo coma actividad espiritual de un sujeto
dcl proceso necesario de e.-extrañamiento del absoluto. La critica antiespecuhitiva de Feuer-
Espiritu. a traves de In concatenación de las bach ha denunciado Ia inversiOn idealista de
fi2uras históricas, de In necesaria superación sujcto y predicado y ha repropuesta con fuer-
del seI.otro v del extranamicnta rcspccto de za al sujcto coma scr natural, sensible, v por
Ia totalidad del devenir y In unidad del ubso- lo tanto In objetivación v Ia otreidad coma
luto. El objetivo final Cs ci saber absoluto dimensiones en linca de derecho posilivas,
como conciencia de que ci objeto es producto rechazanda Ia confusiOn hegeliana entre objc-
de Ia concienciu de si v se integra en ella. Par tivaciOn s e. Sin embargo no comprendiO Ia
eso. dice Hegel, hi e. dc hi canciencia de si 'tie- productividad histOrica de Ia e. en cuanto pre-
ne un significado no solo negativo sino tam- misa necesaria para su superaciOn histOrica
bién positivo" en cuanto proceso necesario de en el comunismo. La superaciOn de Ia e. gira
autoafirmaciOn a traves de Ia escisiOn v In pro- sabre ci eje de Ia abaliciOn de Ia propiedad pri-
ducciOn de formas de otreidad histOrico-ob- vada v del trabajo enajenado. La e. del traba-
jetiva. jo en los Manuscrizos se unaliza coma: a] extra-
Teniendo como fonda este planteamiento ñamiento del obrero respecto dci pruducto del
logica-ontologico, Hegei desarroiia tamhién trabajo; b] extrañamiento de Ia actividad labo-
un análisis de gran eficacia del mundo muder- rail. quc de ser una primera necesidad se can-
no coma "espiritu que se enajena". El punto vierte en actividad coaccionadai; ci extraña-
de relerenciacs In idcaiizaeiOn (presente tam- mientu de Ia esencia humuna par cuantu In
bién en Rousseau) dc Ia unidad de individuo ubjetivacion del genera humano se degrada a
EN AJ EN At ION 529

una actividad instrumental en vista de Ia mera na, mientras que a menudo habla de una
existencia particular; d] extrañamicnto de los esiruetura (el modo capitalista de producción)
hombres entre si en relaciones en Ia que sur- dentro de Ia cual las relaciones sociales asu-
gen antagonismo Y competencia. men necesariamente Ia apariencia fetichista
A partir de La ideologia alemana (1845- de cosas. No se debe par tanto minimizar Ia
1846) Marx, mientras enriqueceel análisis dcl disiocación epistemologica que se ha produ-
extrañamiento a través de una historia de Ia cido; sobre todo cabe senaiar el hecho de que
propiedad privada como division dcl traba- Ia desenajenaciOn y Ia reapropiación apare-
jo, toma sus distancias respecto al comunis- cen como efecto de los cambios estructura-
mu filosófico y su concepto dave: Ia e. de Ia les en el proceso de transiciOn hacia un modo
esencia humana. Dc hecho Marx y Engeis distinto de producción (ci comunista).
están elaborando los conceptos fundamenta-
les del materialismo histórico y una critica III. EL (ONCEPTO DL ESAJENACU)N EN LA FILOSOFIA
desde dentro de Ia economia politica, que se PoI.ITICA CONTEMPORANEA. El marxismo de Ia
convertirá en teoria del modo de producciOn Segunda internacional, aun conociendo en
capitalista como una estructura fundada en partelos escritos inéditos de Marx (el Nach-
Ia produccion de plusvalor. En ello se basu lass fue publictido en parte por F. Mehring),
Ia tesis de algunos intérpretes que exponen no atribuyO ninguna importancia at concep-
Ia teoria de Ia e. dcl joven Marx como "pre- to de e., dc Ia misma mancra que resulta un
marxista" (L. Aithusser). La cuestión resulta concepto extraflo al marxismo-Ieiiinismo de
bastante controvertida, porque: a] si bien es Ia Tercera Internacional, a pesar de Ia escru-
cierto que en El capital no existe una referen- pulosa publicaciOn de los Manuscritos en 1932
cia precisa a Ia e., también es cierto que en y dc los Grundrisse en 1939-1941, estando
partes enteras del mismo, como en Ia cuarta ambas intcresadas en las tendencias objeti-
sección del libro primero, se considera Ia his- vas, en Ia crisis general del capitalismo y en
toria de Ia industria como un creciente extra- Ia transferencia de las fuerzas productivas
ñamicnto de los trabajadores respecto de Ia maduradas en ci seno de Ia sociedad burgue-
cuncentración de instrumentos dc trabajo, sa y en on socialismo entendido como estati-
saber y fuerza combinada del trabajo en un zaciOn de los medios de producciOn. La rca-
aparato objetivo extrano a ellos y contrapues- nudacion de Ia problemática conceptual con-
to en cuanto capital. En particular existe una cernicnte al nexo e.-fetichismo-reificaciOn tie-
continuidad entre el concepto juvenil de tra- ne lugar más bien al margen de las corrien-
bajo enajenado y ci concepto maduro de tra- tes principales de Ia tradición marxista, a
halo absiracto; b] es innegable el estrecho menudo por obra de los criticos de dicha tra-
parentesco entre análisis dcl trabajo enajena- dición.
do y el de /ctichismo (cap. I del libro prime- En especial el concepto de e. ha sido fun-
roy cap. 48 del libro tercero), o sea del "carác- damental en Ia filosofia polItica, que ha inten-
ter mistificador que transforma las relacio- tado reformular las categorias hegelomarxis-
nes sociales a las que sirven en Ia producción, tas en relaciOn con Ia critica del neocapita-
como portadores, los elementos materiales de lismo por un lado y del socialismo burocrá-
Ia riqueza, en atributos de esas mismas cosas tico por el otro. La difusiOn de Ia problema-
(mercancias) y que Ilega aün más lejos al con- tica de Ia e. tiene lugar en los años cincuenta
vertir Ia relaciOn misma de producciOn en una y sesenta cuando se redescubren los prime-
cosa (dinero)"; c] el término y ci concepto de ros cscritos de Lukács y Korsch y tienen gran
e. aparecen muy a menudo en lugares decisi- aceptaciOn los trabajos de Marcuse y de Sar-
vos de los cuadernos de los Grundrisse, tra- tre. El primer Lukács (Hisioria y conciencia
bajos preparatorios para Ia critica de Ia eco- de clase, 1923) ye el fenomeno de la e.-
nomia politica escritos par Marx en los años reificaciOn extenderse de Ia fábrica tayloris-
1857-1858; dIes igualmente cierto que inclu- ta a todos los sectores de Ia sociedad —al
so en los lugares de más estrecho parentesco derecho. a Ia administraciOn, a Ia industria
con Ia teoria juvenil, sOlo de rez en cuando cultural, etc...— coristituyendo sectores auto-
retoma ci planteamiento conceptual de un nomos, fragmentadus, apoyados en una racio-
sujelo (ci trabaju, o el hombre) que .se enaje- nalizaciOn fundamentada en el cálculo y en
530 ESPACIO POLITICO

una eficiencia que es fin en si misma. La e. Bedcschi, ,l!ienación y let ichismo en el pensa
no se reficre solamente al trabajo en las con- miento de Marx (1968), Madrid, Corazón, 1975;
diciones capitalistas, sino también al mundo G. Bcdeschi, Alienazkine, en Enciclopedia, Turin,
de Ia ciencia y di.' Ia técnica tal como se ha Einaudi, 1977. vol. I, pp. 309-343; C. Camporesi.
formado dentro de las relaciones burguesas Ii concetto di ahenai one do Rousseau a Sarire,
de producción. Uria ampliución análoga del Florencia, Sansoni, 1974; P. Chiodi, Sarire e ii
concepto de e. a todo ci mundo dci trahajo e ;narx:.smo, Miián, Feltrinelli, 1965; I. Mészáros,
incluso a toda Ia civilizaciôn en cuanto pro- La leoria de Ia enajenación en Marx (1970), Mtxi-
due to del principio de prestación v de Ia racio- co, Era, 1976; C. Napoleoni, Lecciones sobre ci
nalidad instrumental, se encuentra en Mar- ('apizulo sexzo(inédito) de Marx (1972). Mexico.
cuse, para ci cual "razonablemente ci siste- Era, 1976.
ma de trabajo deberia organizarse más bien
con ci intcnto de ahurrar tiempo v espacio [CESARE PIANCI(JLA]
para ci desarroilo individual mds alIá dcl
mundo del trabajo, inevitahiernente represi-
vu" (Eros v civilizución. 1955, Ix). El concep-
to dee. desempena también una funciOn esen-
cial en ci existencialismo marxista de Sartre
espaclo politico
(Critica de la ra(jn dialéctica. 1960), que insis-
te en Ia necesaria recaida —en ci marco de I ur.risiuos. Por e. pilitico sc entiende ci area
Ia escasez— de Ia praxis individual y dc gru- del conflicto politico que está en Ia base de
p0 en ci mundo de los aparatos anónimos rei- Ia relacion entre ciectores v partidos dc un
ficados, ci mundo de Ia seriación v de io detcrminado sistema politico en un ciertu
práctico-inerte, en ci cuai los fines se trans- momento historico. Todo sistema politico
forman necesariamente en contrafinalidad está caracterizado por un cicito nümero de
anónima ylos hombres pasan a ser objeto de conflictos: conflictos sobre Ia distribución del
procesos que no controian. ingreso, sobre Ia intervención dcl estado en
Ha sido señalado ci hecho (G. Bedeschi) de Ia economia, sobre las relaciones estado-igie-
que estos autores dan mucha importancia a sia, o bien conflictus de naturaleza iinguisti.
Ia conexión Hegei-Marx v acaban por confun- ca , thnica, etc. En Ia medida en que estos con-
dir e. y objetivación, reca yendo en aquella flictos o estas iineas de division son factores
posición idealista que ci joven Marx critica de muvilizaciOn del electorado, ejercen
a Hegel. Sin embargo conviene tener presen- influencia sobre Ia conducta politica de los
te ci marco de referencia especifico respecto electoresv las esirategias de los partidos, s'
ai cual elios usan los conceptos dee. v de rei- por div sobre Ia marcha de Ia competencia
ficicion: Ia problemática de ias condiciones electoral. La configuraciOn d estos conflic-
de emergencia de Ia conciencia revoluciona- tos constituve ci area del e. politico. Sustan-
na en ci capitalismo desarroilado (Lukács); cialmcnte, pues, ci e. politico es ci e. de Ia
ci capitaiismo maduro corn3 "sistema" omni- cornpeticiOn electoral en los regimenes demo-
comprensivo y totalmente administrador crãticos de masa.
(Marcuse); ci surgimiento de aparatos buro- Sin embargo. no basta que existan conflic-
cráticos y represivos dentro mismo del pro- tos —y por tanto problemas por resolver v
ceso revolucionario (Sartre). Se tendria que opciones a tomar— para pader utilizar de for-
distinguir todavia, sobre todo respecto a ma significativa Ia nociOn de c. politico. Pu a
Hegel. quc Ia estructura iogico-cntologica del eiio es necesario que sC cumpian algunas con-
concepto de e. y su uso parcialmente heuri'.- diciones que ascguren Ia existencia de un cier-
tico al poner en evidencia los aspectos hjstó- to grado de "racionalidad" en Ia conducta dc
rico-sociales. constituyen, para Ia fiiosofIa electores v partidos: I] electores y partidos
poiitica, un probiema de ascendencia marxis- han de estar en condiciones de percibir ' valo-
ta más o menos cercana. rar su posicion reciproca en relación con las
dimcnsiones dcl cunflicto politico más sobre-
B1BLIc3',AF1A: L Aithuscer, La reolución wurica saiieiites o ieievantcs en un determinado
de Marx (1965). Mexico, Sigio XXI, 1967; G. mumento: 21 estas perccpcionesv las alura-
ESP(I() POLITICO 531

clones consiguientes han de estar dotadas de II. ESPACIOS LISEAI.ES V ESPACI()S PLURIDIMENSIONA
un minima de coherencia interna; 31 ci elec- LES. Cada e. politico viene definido por un
tor vota por aquci partido cuva posición en cierto ncimero de dimensiones. Tales dimen-
ci c. es más cercana a su propia colocación siones corresponden a las lineas de conflic-
espacial. to, a los problemas, a las opciones que ejer-
Dc par si dichas condiciones se eumpien de cen su influencia sabre las posiciones de los
manera distinta en los diversos sistemas poli- partidos y de los electores y orientan su con-
ticos v en ciertus casos no se cumplen en absu- ducta. Segün sean una a más de una, se habla
luto. La percepciOn dcl c. politico puede variar dec. lineal ode e. pluridimensional. El e. poli-
de elector a elector par diversos motivos. En tico más simple, y más utilizado en ci terre-
primer lugar no siempre los clectores "yen" no de Ia investigación o en ci del debate poli-
todos los partidos de un sistcma ni siquiera tico, es ci definido par Ia dimension izquier-
io más importantes. A menudo reconocen so- da-derecha. Esta dimensiOn (o L-ontinuo) ha
lamente a cu partido. ci partido con ci que se sido interpretada de I orma muy diversa. An-
identifican estrechamente. 0 hien si conocen thonv Downs, ci primer politOiogo que utiliza
Ia existencia de los diversos partidos, pero no de minera sistemática Ia noción de e. politi-
logran distinguir las cunnotaciones caracteris- Co con base en dicha dave. Ia interpreta como
ticas v par tanto su posiciôn relativa en ci e. ci grado de intervención del estado en Ia eco-
Otras veces puede suceder en cumbia, que Ia nomia, segOn Ia cual una posiciOn de izquier-
percepciOn de ciertos electores sea dcl todo o da se identifica con unu mayor propensiOn en
en parte distinta de Ia percepcion de otros, favor de poiiticas de intervención. Para Lip-
porque es diversa para elios Ia relevancia o set y muchos otros, Ia linea divisoria entre
importancia de los conilictos en juego. En izquierda y derecha está en Ia actitud más a
otros casos es posible que las valoraciones que menos favorable en reiacion con politicas de
hace un elector de los diversos partidos scan cambio del slafu quo. Cuaiquiera que se con-
dcl todo contradictorias y por lo tanto caren- sidere Ia interpretacion más correcta, no hay
tes de cualquicr logica interna. Cuando dichos ninguna duda de que en las modernas demo-
ienomeno.s asumen dimensiones relevantes. Ia cracias de masa las nociones de izquierda y
floción de e. politico pierde prácticumcnte su de derecha desempenan un papel relevante en
signit icado empirico. Sustanciairnente. para ci ámbito de Ia competcncia electoral entre
poder habiar de e. es necesario quc exista una los partidos. Estas nociones simplifican las
cierta 'estructura ordenada" que sobrentien- opciones de los electores y son un medio efi-
da Ia conducta de ekctores y part idos. caz de comunicaciOn entre electores y parti-
La frecuencia con Ia que electores, lideres dos. Esto está demostrado par numerosos
y observadores politicos utilizan términos estudios empiricos que revelan cOmo en ci
coma izquierda-derecha, laico-clerical, con- nivel de los electorados de los diversos pal-
servador-progresista, y otros análogos, para ses Ia mayor parte de los entrevistados no tie-
definir las propias posiciones politicas es un nen ninguna dificultad en colocarse a si mis-
indicador de que tal estructura existe, aun- mos y a los partidos del sistema (al menos los
que en medida diversa si se trata segün ci mayores) sobre este continua.
nivel de elites a ci nivel de masa. Es una Establecido lo anterior, y a pesar de Ia nota-
estructura formada par imágcnes simplifica- ble contribuciOn que ci uso de Ia dimension
das respecto de Ia complicada realidad de los izquierda-dcrecha ha aportado al etudio de
partidos, peru no par ella menos ci icaz al pro- Ia competencia politica, no se puede identifi-
porcionar a los electores una sintesis de las car esta noción, coma hacen akunos investi-
connotaciones politicus más relevantes de los gadores, con Ia no:iOn dee. politico sin empo-
diversos partidus. Tumandri coma base dichas brecer esta Oltima desde un punto de vista
imágenes ci elector construve su propio mapa analitico y sustancial. Los e. lineales on sim-
dci sistema v organiza sus propios cno:imien- pIes v por tanto fáciles de utilizar y de inter-
tos politicos. La reconscrucciOn, en ci labora- pretar, peru precisumente por razOn de su
toria dcl investigador, de este mapa muestra simplicidad no pucden explicarse siempre
I(JS elcrncntos constitutivos del espacki fiitico. ciertas estrategias de partido o ciertas con-
ductas de voto, porque pasan por alto Ia exis-
532 ESPACI() POLITICO

tencia de otras dimensiones de identificación problemas particulares que de vez en cuan-


y competencia que pueden interkrir con Ia do asumen importancia politica a los ojos de
dimensiOn izquieida-derecha y alterar asI Ia los electores. El probiema del aborto, ci de
dinãmica global de Ia competición politica. Ia energia nuclear o determinadas cuestiones
Por ejemplo, una de estas dimensiones es Ia de politica exterior son posibles ejempios de
religiosa, pero también podemos citar at res- ello.
pecto Ia dimension étnica, In linguistica y
otras. Tal vez dichas dimensiones pueden III. (OSSIDERACIONE5 CRITICAS. El anOlisis espa-
superponerse al continuo izquicrda-derecha, cial de Ia competencia electoral presupone en
pero es más frecuente que lo interfieran. En cierta medidu una interpretaciOn 'racional"
este caso, el e. politico se ha de considerar del comportarniento electoral. Esto se dedu-
pluridimensional para todos los efectos, y no ce clararnente de lo que hetnos dicho hasta
lineal. ahora. Sin embargo, precisamente por este
Concluvendo, lo que se quiere afirmar es motive, niuchos investigadores formulan obje-
que no se puede estahiecer a priori Ia estruc- clones sabre Ia aplicabilidad ' relevancia de
tura dcl e. politico como si existiera un solo una nociOn que en el fondo implique conduc-
e. de Ia politica válido universalmente. La con- tas que parecen contradecirsc con Ia realidad
figuracion del c. politico puede variar de sis- de los hechos. El escaso interés par Ia polIti-
tema a sistema e incluso dentro de un mis- ca v el baja grado de conocirniento de dicha
mo sistema de un determinado periodo his- materia entre ciertos estratos de electores
tórico a otro, precisamente porque cambian han sido demostrados por muchas investiga-
los conflictos, las lineas divisorias, los pro- ciones empiricas. Segün una firme tradiciOn
blemas que definen las imágenes de los par. investigadora sobre el comportamiento elec-
tidos y Ia propia colocaciOn de los electores toral de masa, el elector "medio", más que
en el e. Aceptado lo anterior se puede afirmar, expresar su propio vow después de una aten-
con base en Ia expericncia proporcionada por ta confrontaciOn entre las propias preferen-
el funcionamiento de los regImencs democrO- cias poiIticas y las propuestas v programas
ticos occidentales, que los componentes fun- de los diversos partidos del sistema, tiende
damentales dcl e. politico han permanecido a identificarse con un determinado partido
más bien estabies en ci nivel de Ia masa. Estos basándose en un sentido de proximidad psi-
corresponden todavia en gran parte, a pesar colOgica más que racional. El voto no seria
de los cambios recientes, al sitema de rup- pues una opciOn verdaderarnente consciente,
turas que ha caracterizado el proceso de for- sino más bien un hecho consuetudinario
maciOn de los partidos v de los sistemas de determinado por Ia presencia de un grado
partido. Estas rupturas (contraste ciu- notable de simpatIa por el propio partido y
dad-campo, Ia lengua. Ia religion, Ia ideolo- de hostilidad respecto a los partidos antago-
gia) están en gran medida en Ia base de los nistas.
procesos de identificaciOn partidista v por Aunque estas observaciones están funda-
tanto del comportamiento de voto entre In mentadas en sólidas bases fácticas, Ia conclu-
gran mayoria de electores de los paises de siOn a que a menudo Se Ilega de que una teo-
Europa occidental. Sin embargo, el e. politi- na racional del comportamiento electoral
co no está formado solamente por estas resulta de una casi absoluta irrelevancia es
dimensiones. Junto a dichas dimensiones demasiado apresurada por diversos motivos.
"tradicionales" pueden existir otras. En gene- En primer lugar, el fenómcno de identifica-
ral cualquier cuestión sobre Ia que los parti- ciOn entre elector v partido no excluve Ia pre-
dos politicos asumen posiciones diversas sencia de elementos de carácter racional en
entre ellos y que puede ubicarse en una iinea esta relaciOn. El elector identificado es tam-
de division preexistente puede representar bién en muchos casos un elector que tiene una
una dimension del e. politico a condiciOn de cierta irnagen de partido condicionada por Ia
que constituva efectivamente un factor de adhesiOn at programa del part ido v a sus posi-
movilización de una pane del electorado. Asi ciones politicas sabre las cuestiones del
en ciertos sistemas politicos el e. de Ia corn- momenta. El hecho de que su rota sea fun-
petencia electoral puede estar constituido par damentalmente estahlc no significa que sea
FSTABILI[)AI) POIJTICA 533

solo ci resultado de factores psicologicos, no models of party competition, en American Poli-


susceptibles de un análisis racional. A este tical Science Review, LVII, junio de 1963.
propósito no se puede deducir de Ia estabili-
dad dci voto su presunta "irracionalidad". En [KoHl RIO DALIMOSTC)
segundo lugar, Ia misma nociOn de elector
"medio" tiene poco significado. No existe un
elector tipo, sino que existen más bien diver-
SOS tipos de electores, entre los que los elec-
tores identificados no son mãs que una cate-
estabilidad poiItica
goria. Junto a éstos existen también electo-
res de opiniOn, que se orientan en su compor- I. DIJISIL los IThI.u.ii'io Una definiciOn satis-
tamiento no tan to sabre Ia base de conside- factoria dcl concepto dc e. dbe partir de algu-
raciones de orden idcologico a tradicional nas consideraciones preliminares. Antes que
coma par estar influidos por Ia posiciones de nada, se debe buscar una definiciOn carente,
los partidos sabre temas y problemas de en Ia posible, de elementos valorativos. Debe
actualidad en ci debate politico o bien por Ia ponerse particular atenciOn en este punto
percepciOn de su eficiencia, honradez, corn- sabre todo con un concepto al que, habitual-
petencia de los lideres del gobierno y de Ia mente, se ha acusado de privilegiar ci momen-
oposiciOn. ta de Ia conservaciOn respecta dcl cambio: un
Estas consideraciones bastan para pensar sistema politico, par ejempto, se considera
que en efecto una teoria espacial dcl campor- estable a menudo justamente en cuanto capaz
tamiento electoral tiene un campo de aplica- de mantener ci statu quo. Se dehe aclarar,
cion más amplio de Ia que usualmente se ha en cambio, que se buscará una definiciOn neu-
creido. Ya sea ci comportamienta de los dcc- tra; quc un sistema estabie no tiene por si mis-
tores "identificados", ya sea con mayor razón ma una connotaciOn positiva: Un sistema poli-
ci comportamiento de los electores de opi- tico estable no es "bueno" en cuanto tal, y,
niOn, son clasificables en un análisis espacial. por fin, que Ia e. no es necesariamente, ni debe
Sobre todo en ci caso de estos (1ltimos el usa ser, ci fin de todo sistema.
de Ia nociOn dee. se presta muy bien a expli- En segundo lugar, es importante solo una
car las transferencias de voto y por tanto definición empIrica y operativa, susceptible
algunos aspectos de Ia dinámica global del sis- de una inmediata vinculaciOn con Ia realidad,
tema. En efecto, los electores de opinion son que permita determinar, al final del proceso
los más criticos, los más mOviles. Coma con- cognitivo, el grado dee. de este o aquel siste-
secuencia es precisamente ci voto de éstos ci ma en particular.
que determina los desplazamientos margina- Por fin, es necesario buscar una definiciOn
ls en las rclacioncs de fuerza cntre partidos idOnca para evidenciar que Ia e. es un estado
de gobierno y de oposiciOn, las cuales dcci- dcl sistema en un intervalo de tiempo dado.
den a mcnudo ci resultado de Ia competen- La e. es el resultado de Ia determinada dis-
cia electoral. A pesar de que su nOmero pue- posiciOn de los elementos del sistema.
da ser cxiguo, su importancia es tan relevan- Con base en estas consideraciones Ia defi-
te que pesa de una manera muy concreta en niciOn, que parece tener más que otras los
Ia formulacion de las estrategias de partido requisitos requeridos, es Ia siguiente: la e. es
y sabre ci funcionamiento del sistema. la previsible capacidad del sistema de durar
en el liempo. Asi, un sistema debe ser consi-
BIBUOc,RAFIA. A. Downs, An economic theory of derado estabie cuando, en un momento dado
democracy, Nueva York, Harper, 1957; R. Ingle- sobre Ia ba'..e de un conjunto de indicado-
hart y H.D. Kiingemann, Party identification, res, es racionaimente previsible que durará
ideological preference and left-right dimension en ci tiempo. Existe una notable diferencia
among Western mass publics, en Party iden lift- entre Ia e. asi definida y Ia entendida como
cation and beyond, a cargo de I. Budge, I. Crc- simple duraciOn en ci tiempo. Esta segunda
wev D. Farlie, Nueva York, Wiley, 1976; G. Sar- dcfiniciOn, a diferencia de la primera, no da
tori, Parties and party systems, Nueva York, Cam- ci sentido tipico de este coricepto, que querrIa
bridge University Press, 1976; D. Stokes, Spatial tener también tareas previsionales, mãs que
534 FSTABIL1DD POLITICA

referirse a sistemas históricas. Y pudria indu- lisicas de Ia realidad social; hi ci equilibrio


cir a sostener crróneamente que. par ejemplo, estahlc privikgia ci stain quo; en cambia, un
una monarquia tradicional, que dura desde sistema para ser estabie, es decir para per-
mucho tiempo atras, es estabie aunque pue- sistir en ci tiempo, debe ser capaz de cambiar
da estar en el puma de quedar trastornada adaptándose a los desalios que provienen del
par una revulución. Par atra parte. Cs eviden- ambiente: solo una continua adaptaciOn a Ia
te que en un juicio a pusteriori se puede decir realidad siempre cambiante permite a un sis-
que un sistema polItico. que ha durado mucha tema sabrevivir. Sc puede alirmar, par to tan-
tiempo, ha sido probabicmente estable por to, quc, paradojicamente, justo un sistema en
una buena pane de su duración. equilibria estabic corre ci riesgo de volverse
La definición dada de e. puede parecer más ci más inestable.
bien genérica si no se procede a algunas espe- Tamhién es crrOnea Ia identificación entre
cificaciones. Es nccesario, por to tanto. ada. e. y equilibria indiferente, es decir un equili-
rar qué no es e. La e., antes quc nada, no se bria siempre nuevo v distinto. puesto que no
identifica con ci equilibria estable. Esta ecua- e.stá dcl todo cmpiricamente prabado que Un
cion, hecha par muchos autores, es inexacta. sislema, sabre todo un sistema poiitico, per-
y para comprendet un poco más a Fonda su siga siempre un estado dc equilibria. En dcc-
error es necesaria hacer una reseña del con- to, pant alcanzar sus lines un sisterna puede
cepto de cquilibrio y. más en general, del tambien descar un cstado no 'equilibrado",
modelo de equiiibrio. Se dice que un sistema admitiendu que "desee" alga: precisarnente
esta en equiiibrio cuando se encuentra en una pant mantenerse estabic, para pader persis-
condición de reposo debido a Ia interaccion tir un sistema politico, a veces, persigue fines
de fuerzas opuestas, es decir cuando "ningu- que perpetüan ci de.sequilihria.
na variable [del sistema] cambia su posición E. noes, por Fin. ,,i in,novilismo ni &'siai'i-
a relación respecto de las otras variables" dad, en cuanto quc Un sistema permanece
(Easton, 1953). El equilihrio puede ser está- estahie justamente porque es capaz de adap-
tico o dinámico. Es estático cuando en esta- tarse a los desafias que provienen del ambien-
do de reposo los parametros dcl sistema per- te, de modificarsc autUnomamente.
manecen constantes en ci intervulo de tiem- Cuanda se pasa dc Ia definición del conccp-
pa considerad. Es dinámica cuando en situa- to ai anãlisis de las condiciones de Ia e, son
ción de cambio Ia propia tasa de cambio per- ncccsarias otras precisiones. Puesto quc Ia e.
manece constante a bien Sc prcsenta con Un consiste en ia capacidad dcl sistema de per-
modelo que se repite siempre. Por otra parte sistir a través de las adaptaciones, debe acre-
es necesario distinguir, y éste es ci punto que garse entonces, antes que nada, que, cuando
más interesa, entre equilibrio estable, ines- SC estudian ia C. V Ia inestabilidad, no se estu-
table e indiferente. Se tiene equilibrio esta- dian dos fenOmenos consideradas en una
bk cuando ci sistema, después de haher sufri- perspectiva antinOmica. sino un solo fenOme-
do cualquier disturbio exterior, tiende a retor- no, v ci probiema es ci de detcrminar empi-
nar al precedente estado de quietud. Sc tic- ricamente ci grado dcc. de un cisli-ma part i-
ne equilibria inestable cuando ci sistema, cuiur.
siempre par Ia intervención de un disturbio Ademas hasta ahora se ha habLido dee. dci
exterior, Sc encuentra en un equilibria pre- sistema, sin precisioncs uiteriores. Pero para
cario que to predispone a asumir otras posi- ser más exactos es rccesario intrc.Jucir Ia dis-
ciones, conformes o no con Ia prccedente. Sc tinción cntre coniunidad politica, rc'imcn v
tiene, par fin, cquilibrio indiferente si ci sis- autoridad. Par comunidad politica se entien-
tema asume una nueva posición después de de "ci conjunto de miembros de un grupo en
Ia intervencirn de cualquier factor exterior. ci quc hay division dci trabujo politico v que
Los motivo par los cuales Sc rechaza ia persigue objetivos quc los micmbros par
identificacion entree. y cquiiibrio estabie son separado no padnian alcanzar". El regimen
par to meno dos: a] Ia noción de equiiibrio Cs "Cl con junto de vaiores (los prindipios y las
estable no lkva lejos v, de todas formas, no metas colectivus sabre ios cualcs, habitual-
parece sucptibie de hacerse operativa por mente. csiste una plataforma minima dc
Ia distancia quc separa estas concepeioncs acucrda en ci interior de Ia cumunidadi, de
ESTABILIDAD POLITIC A S35

las normas (las reglas del juego que discipli- ties politicas bastante moderadas v eguilibra-
nan Ia participacion en Ia vida politica) y de das. Por lo tanto, en un sistema politico con
las estructuras de autoridad (las funciones "cultura civica" Sc tcndrá una actividad poli-
ocupadas porgobernantes dotados de legiti- tica vivaz, peru sin poner en peligro a Ia auto-
midad) tipicos de todo sistema politico". Por ridad cobernante, un einpeno civil modera-
autoridad, finaimente, se entienden "los do, disensiunes poco profundas, confianza en
ohcrnantes oliciales en ci interior dcl régi- ci propio ambiente social v, por fin, un pru-
men". Estas distinciones entre comunidad dente conjunto de respeto par Ia autoridad y
polItica, rtuimcn de autoridad —v, lueo, en de vigorusa independencia. Estc tipo de cul-
ci interior de los regimenes, o sistcnlas poli- tura es Ia más congruente con un sistema poli-
ticos, entre sistemas politicos democráticos tico democrático y garantiza mejor que cual-
y autoritarios, primitivos v modernos, tradi- quier otra Ia estabilidad.
cionales v en vias de dc.sarrollo— son ncce- Sc puede considerar, por lo tan to, que un
sarias para especiticar mejor las condiciones sistema politico es estable no tanto a causa
lundamentaics de Ia c.. que son distintas de su estructura sino de su cultura politica
segUn los dikrentes niveles y tipos de siste- congruente con Ia propia estructura. Y csta
mas en los que se mueve. Resta decir que, pro- congruencia existe cuando Ia cultura politi-
bahiemente, las condiciones de e. de un cier- ca induce a los miembros de una comunidad
to tipo de autoridad están englohadas en las a obedecer a las estructuras y a tener tanto
condiciones de un determinado sistema poli- conocimiento y conciencia de las mismas
tico, y éstas a su vez en las condiciunes de una como sentimientos y evaluaciones a ellas
determinada comunidad politica. favorablcs, como sucede cuando se incluyen
Casi todos los estudiosos de Ia e. se han estructuras democrãticas en una "cultura
dedicado a Ia enucleacion de las condiciones civica". Pero si es asi, está clara que esta
de e. de los sistemas politicos democrticos explicacion privilegia demasiado el momen-
(v. democracla). Se ha contribuido muy poco to cultural. Y, aun sin desconocer completa-
al estudio de este fenómcno en los sistemas mente ci papcl de Ia cultura politica, se podria
no dcmocráticos. Por lo tanto, mkntras que oponer una cxplicacion estructural igualmen.
es posible dar explicaciones avanzadas y aten- te plausible y sostener que son las estructu-
dible'. de Ia e. democrática, no se puede decir ras democrticas quienes furman y mantie-
nada válido de Ia e. no democrática: son nen una "cultura civica" y no al contrario.
demasiados los problemas no resueltos al re'.- Prohableniente Ia verdad está en un condicio-
pecto. namiento reciproco entre cultura y estructura
en ci que no es posible distinguir un prius o
II HIPTESIS i'T(lS(IPAL. Las hipótesis más rele- en el cual, de cualquier manera, Ia prioridad
vantes referidas a e. dcl sistema politico son deberia set suministrada por pruebas empi-
cuatro. La primera puede enunciarse asi: ricas mac conclusivas y e'meradas. Además,
"solo un sistema politico democrático que parece que Almond usa el termino "estructu-
posee una cz41:ura civica tiene probabilidudes ra" en una acepciOn puramente formal y, en
deserestable"(AlrnondvVerba, 1963). Esla cuanto tal, demasiado restringida e inexacta,
más clásica explicación "cultural" de Ia e. excluyendo, por ejemplo, estructuras como
Aun reconociendo Ia importancia de otros fac- los partidos y los grupos de presiOn.
tures, Almond atribuye un papel decisivo a Ia La segunda hipOtesis es: "Un sistema poli-
cultura plitica, es decir al conjunto du las tico democrático cc estabk ôlo si cstá a]
.tctjvjdade-s s de las orientaciones de los desarrollado econOmica y socialmente; b]
miembros de una comunidad nacional hacia dotado de legitimidad, y c] de eficacia" (Lip-
ci '.ktema politico del que forman parte (V. set, 1963). Esta cc Ia e'.encia de Ia teoria de
cultura politica). Lipset, quien hace también una serie de con-
En cuanto a Ia cziltura civica, es una cultu- sideraciones sobre Ia funciOn de Ia kiesia
ra participante, propia de ciudadanos orien- catOlica y de Ia religion en general, sobre Ia
tados a asumir un papel activo de apoyo al importancia del comportamiento de ciertos
'istcma politico: es Ia resultante dc un con- grupos conservadores, sobre ci papel del con-
jun10 de actitudes que producen orientacio- flicto en una sociedad democrática, sobre el
536 ESTABILIDAD POLITICA

dist into desarroilo histórico de las naciones, todo tipo de sistema politico con cuaiquier
etc. Pero, en ci fondo, Lipset asigna importan- grado de e.-inestabilidad es pusible, y en estos
cia solo a los tres factores mencionados más casos ci desarrotlo soeioeconOmico explica
arriba, si bien puede afirmarse que conside- muy poco.
ra al desarrollo socioeconómico como ci uni- Más compleja y nefinada es Ia teoria de Ia
co factor verdaderamente determinante de Ia e. democrática formulada por Eckstein. Esta
e. democrática. En efecto, por una pane. Ia se puede resumir en Ia tercera hipotesis: "Un
eficacia, es decir Ia capacidad del sistema de sistema politico democrático es estabic sOlo
lograr asumir sus funciones de gobierno fun- silos modelos de autoridad en el nivel guber-
damentales, es rápidamente apartada pues- nativo son congruentes con aquellos en ci
to que se Ic atribuye "antes que nada ci sig- nivel de sociedad civil" (Eckstein, 1966). Eck-
nificado de un constante desarrollo económi- stein parte de una definición de e. más amplia
co' (Lipset, 1923). Por Ia utra, se reconoce a que Ia aqui fonmulada. En efecto, compren-
In legitimidad —es decir a Ia capacidad del de no solo Ia persistencia de los modelos sino
sistema de hacer surgir y mantener Ia convic- tambiCn Ia eficacia decisional y Ia genuinidad
ción de Ia vaiidez de las instituciones politi- democrOtica. Y, declarando querer ir mOs alIá
cas vigenics— una influencia secundaria en de las causas superficiales de Ia e., como un
ci condicionamiento de Ia e. de una democra- alto nivel del consenso, una cultura politica
cia; en otras consideraciones Lipset destaca pragmática o un ciento sistema de partidos,
ci papel decisivo del desarrollo socioeconO- ilega a formular eI concepto central de su tea-
mico para ci nacimiento dci consenso en los na: Ia congruencia entre modelos de autori-
sistemas democráticos, afirmando, por ejem- dad. Puesto que existen formas de autonidad,
plo, que una democracia mOs "rica" es más de relaciones de subordinaciOn, en cualquien
estable, en cuanto que a un ingreso nacional agnegado social, on modeIo de autonidad es
más alto corresponde una mayor igualdad congruente con otro cuando cs idéntico a al
social, una distribuciOn mãs equitativa de bie- menos bastante similar a él. Un ejemplo esta-
nes de consumo v, por io tanto, un mayor apo- na dado par los modeios de autonidad pre-
yo ai sistema. Es, par lo tanto, ci desarrollo sentes en ci gobierno v en los partidos politi-
socioeconómico ci Onico factor que estO en Ia cos ingIeses: In congruencia estO dada por eI
base de esta explicacion de Ia estabilidad. hecho de que, en ambos casos, los modelos
En verdad, es justamente Ia relacion de de autonidad resuitan formados par una com-
dependencia entre desarrollo socioeconómi- binaciOn similar de elementos democnOticos
co ye. Ia que requiere todavia ser verificada: V autoritarios.
podria tratarse de una simple relaciOn de Sin embargo, hay una dificultad que debe
coincidencia. Por ejemplo, se deberia expli. sen superada antes de poder afirmar Ia exis-
car cOmo es posibie que existan palses con tencia de esta congruencia: aOn en un siste-
alta tasa de desarrollo socioeconómico, coma ma politico democrOtico existen organizacio-
Francia e Italia, que pueden ser consideradoc nec, coma las econOmkas, militares a buro-
inestables. Sobre todo, no puede ser invoca- crOticas, que pon Sus propias caracteristicas
da para Francia Ia excepciOn del rápido deca- funcionales dcben sen no democn-aticas. En
rrollo económico, con base en Ia cual se sos- estos casos es posible hablar de congruencia
tiene que, permaneciendo verdadera Ia regla sOlo Si SC tiene presente que Ia semejanza de
general de dependencia entre desarrollo y e., modelos, requerida para afirmar Ia propia
ésta puede sufrir una excepción siempre que congruencia, es siempre menor a inedida que
ci pals considerado haya tenido un desarro- aumenta Ia distancia entre los modcIos de
Ho económico rapido: Francia, jutamente, no autoridad considerados, es decir cntne mode-
ha tenido un tipo de desarrollo similar. Ade- los de nivel gubernativo —quc siguen siendo
mãs, esta correlaciOn parece debit aun basãn- ci punto de refenencia fijo— y modelos gra-
danas en Ia consideraciOn de que incluso, dualmente más cercanos a Ia sociedad civil
admitiendo que a los nivele:. más altos y mOs y Iejanos de las estructunas gubernativas: es
bajo, de desarrollo correspondan, respecti- éste ci concepto de semejanza gradual. Se
vainclite, paises estables c incstablcs, queda puede afirman. par lo tanto. quc un sistema
toda una amplia franja intermedia en In que politico es estabie si los modelos de autori-
F.STABILIDAD POLITICA 537

dad del nivel guhernativo son idénticos a menor existencia de Ia propia congruencia.
aquellos dcl nivel de sociedad civil o bien exis- Por lo tanto. un sistema politico será estable
ic semejanza gradual entre los dos tipos de no solo si existe Ia congruencia antes preci-
modelos, semejanza mayor o menor segün Ia sada sino también e. de los modelos de auto-
distancia de los modelos de autoridad del ridad y, consecuentemente, de las estructu-
nivel social respecto de los guberntivos. A ras politicas y sociales. La congruencia expli-
Ia primera condiciOn corresponde Ia con- ca solo una parte del problema. Por Ia otra
gruencia maxima, par ejemplo entre modelos parte, una e. es expiicuda con otra e. o per-
gubernativos y modelos de autoridad presen- sistencia dada por descontada: Ia de los mode-
(CS Cfl los partidos politicos; a Ia segunda con- los de autoridad y de las estructuras poiiti-
diciOn corresponde Ia congrucncia minima, cas y sociales. En el tondo, In hipotesis de Ia
por ejemplo entre los mismos modelos guber- congruencia entre modeios de autoridad pare-
nativos y los modelos de autoridad presentes cc ser un modo hastante inteligente de demos-
en Ia familia. trar ci condicionamiento reciproco existente
Asi, para que en ci piano real haya con- entre estructuras poilticas y sociales y, tam-
gruencia, no solo las relaciones de autoridad bién, entre estructuras politicas y cuitura,
dentro di' Ia sociedad deberian ser más demo- asumiendo una Onica unidad de análisis: los
cráticas sino que las propias estructuras poll- modelos de autoridad.
ticas deberian tener un cierto grado, par otra A diferencia de los autores precedentes, al
pane ineliminable, de autoritaiismo. En dcc- formular su propia teoria, Huntington picn-
to, será dificilisima una congruencia de cuai- sa mãs en los paises en vms de desarroilo, v
quier tipo si ci sistema politico institucional en cómo transformar Ia inestabilidad tipica
configura una democracia pura. Será, en cam- de estos paises en c., que en los democráti-
bio. mãs probable si configura una democra- cos, desarrollados v estables. Y esto cambia
cia impura. es decir Si Ufl cierto grado de auto- notablemente Ia perspectiva. en cuanto
ritarismo contamina un sistema democráti- i-eplantea, entre otras cosas, ci probiema de
Co. Sobre Ia necesidad de este "baianceo" In mayor o menor existencia de condiciones
Eckstcin insiste particularmente también en dee. válidas para todo sistema politico, demo-
el nivel de cuitura politica, donde una acti- cratico o no. Par lo tanto, Ia cuarta hipotesis
tud pragmática deberia chocar ' equilibrar- Cs: "Un sistema politico es o se hace estable
se con una ideoiogica. solo si posee o aicanza un niveI de institucio-
La teoria de Eckstein, par ser interesante nalizacion adecuado al nivel de participación
y aguda, requicre una ulterior afinaciOn en existente" (Huntington, 1968). Si Ia pobreza
ci nivcl teOrico v ci apovo de una cuidadosa absoluta o Ia riqueza pueden ser considera-
investigacion en ci nivel empirico. En este das coma otras tantas barreras a Ia inestabi-
nivcl, In aplicación a Noiuega evidentenien- lidad, existe una amplisima faja de paises de
te no es suficiente para validar Ia teoria: es moderado, o apenas iniciado, desarrollo eco-
necesario examinar también otros casos. En nOmico, que constituve un terreno fertilisimo
ci nivel IeOrico siguen siendo vagos v ambi- para Ia inestabilidad. Si luego interviene Ia
guos tanto ci concepto de seme anza gradual movilidad social (t. movilidad), que produce
coma el de "balance". Seria necesario, pues, expectativas cada vez más crecientes, enton-
precisar ci quantum de congruencia que un ces ci resultado es sin duda In inestabilidad.
sistema debe tener, en los distintos niveles de A este estado del sistema se ilega. pot Ia tan-
segmentaciOn social, para 5cr estabk. En to, a través de los siguientes pasos: las expec-
suma, desde este punto de vista, se cae en una tativas, creadas por Ia movilidad y no satis-
cierta aproximación. fechas por ci desarroilo, son portadora. de
La teorla de Eckstein piantea tambiën otras frustración social; si èsta se halla en ci inte-
dificuitade: es evidente que Ia condiciOn sine rior de Ia sociedad con oportunidades de
qua non de Ia congruencia es In existencia de movilidad. ci resuitado es un impulso a Ia par-
patrones de autoridad en el nivel gubernati- ticipaciOn como Onico media para superar Ia
vu v en el nivei social que sean cstabks a su propia frustracion; peru un salto en Ia parti-
vez, o persistentes, v no cn continua cambio: cipaciOn, al que no corresponda de inmedia-
sOlo asi es pusible estabiecer In mayor u to un aumento de In institucionalización. con-
534 ESTABILIDAD POLITICA

duce a Ia inestabilidad. Es éste ci Paso final coma de In importancia de Ia propaganda y


que explica tanto Ia inestabilidad coma Ia e.: de in educacion para los fines de Ia socializa-
si ci nivel de participación es superior al de ción. En suma, demuestra un desCuido par
institucionalizacion Se produce Ia inestabili- todos los valores culturales qtie Almond habia
dad, si en cambio ci proceso de instituciona- privilegiado demasiado, y de Ia propia cultu-
iización es siempre capaz de controlar los ma politica destaca. brevemente, solo Li impor-
efectos aplastantes de Ia participacion enton- tancia de las actitudes favorables o desfavo-
ces se tendrá un sistema politico estable. rabies a las instituciones.
El proceso de institucionalizacion es el üni-
co proceso capaz de controlar in modernlza- M. (ONDI(IOSESPOLIIICAS I !SDkADORFS. Las tea-
don (V.) v Ia movilidad social, es el ünico rias arriba expuestas pueden ofrecer signifi-
modo de producir e. en un sistema politico. cativas indicaciones para especificar al menos
Los parametros can base en los cuales juzgar dos condiciones importantes de C.: la legiti-
ci nivel de institucionalizacion son cuatro: midad y Ia eficacia decisional. Todos los auto-
adapzabilidad-rigide (que es funciOn de los res considerados reconocen un papel impor-
desafios ambientales superados, de la edad tan tc, si no autónomo v prirnario, a Ia prime-
cronologica, generacional v funcional, Ia cual ra condición: para Almond Ia "cultura clvi-
depende a su vez de los cambios en las fun- ca' es hurnogénea precisarnente en cuanto
ciones principales), coniplejidad-simplicidad que ci regimen es reconocido coma legitimo,
(que correspcnde it una multiplicación de uni- son aceptadas his reglas dcl juego, y Ia horn-
dades organizativas y de funciones). geneidad de esta cultura condiciona Ia e.; Lip-
auionomfa-subordfnación (dada par ci grado set indica explicitamente Ia importancia de
en quc Ia instituciôn es independiente de otras In legitirnidad, peru he adjudica un papei
acrupacione sociales v tiene normas de corn- secundario; segün Eckstein ha legitimidad es
portamien to propias), co/ic rcncia-desuniOn importante, pero es Ia congruencia de los
(debida al grado de conscnso sabre los limi- modelos de autoridad In que estã en el fonda
tes funcionales del grupo y sabre procedi- de In propia legitimidad; Huntington, par fin,
mk;ntos para resolver los conflictos). Existe indica de mancra cxplicita, peru muy rápida-
un vinculo de dependencia reciproca entre mente, que ci fundarnento de Ia instituciona-
estos cuatro parámetros: par ejemplo, In corn- lizaciOn está en un amplio consenso y en una
plejidad contribuve a Ia autonomia, v ésta cultura favorable al sistema con un bajo nivei
Csti liada a Ia coherencia. Pero aqui intere- de conflictividad. Par lo que se refiere it Ia efi-
sa destacar que In orgunizaciön moderna, que cacia decisional. Lipset habiu de ella exphici-
parece poder alcanitr mas altos niveles en los tamente aunque no toma su aspecto distinti-
parámetros de institucionallzación e interpre- vo en cuanto Ia reconduce todavia al desarro-
tar mejor las cxigencias dc c., cc ci partido lb económico; Eckstein Ia coloca en Ia mis-
politico (r. partidos). Al partido se Ic conf in ma definiciOn dee.; Huntington ha considera
In tarea oe Ia cstabilización sobre todo nih una consecuencia de Li propia e. SOlo Almond
donde his instituciones poIiticis son débiles no hace aluskin a ella. En suma, estas dos
v están en crisis, es decir en muchos paises dimensiones del sistema politico considera.
en vms de desarrollo. El partido es In ünica das rehevantes, son, pues, descartadas pam
organización fuerte quc puede 5cr capaz de preferim otros factores considemados más ade-
controlar una mayor participaciOn, haciéndo- cuados para explicar Ia e. Se debe revaluar,
cc fucntc de autoridad v de legitimidad. en camhio, ha idoneidad de estas dos nucic-
Huntin2ton, uno de los rcpreentante mfts fles para exphicar In e. democrática: ju.tarnen-
sianificativos dci enfoque neoinstitucional al te Ia IeVitimidad y ha eficacia decisional pue-
estudio dcl de.arrohlo politico, se cncuentra den ser considemadas las condicione , politi-
en ha urilia compktamente opuesta respecto C.i , deciskas de In estabilidad. Sc podria, pom
de Almond y Sc presta a las criticas contra- Ia tanto, enunciar una quinta hipOtesis: "Es
ria las que Sc hacian a este ziutor. Dc Hun- probable que exista una corrclaciOn positiva
tiflgtOfl Cs fleCesiriO. par Ia hinto, remarcar entre In legitimidad v eficacia decisional, par
su deccuido tanto dcl papel decisivo de las un lado, y In c., par eI otro." Cuaiito inaycn
idcoli.izt, en los presos de movilidad social es In legitirnidad v ms aita In eficacia dcci-
ESTABILIDAD POLITICA 539

sional tanto mAs estable scrá un sistema poli- de confrontar ci porcentaje de los Votos atri-
tico democratico. buidos a los partidos antisistema con el par-
La leitimidad es Ia medida en que on sis- centaje de los votos obtenidos por los parti-
tema politico dcmocrático se considera mere- dos prosistema.
cedor de .ipoyo por parte de los miembros dcl El otro "indicador" está dado por el quan-
mismo sistema. Noes ésta una definición que luni de orden-desorden civil existente, que se
conduce a entender Ia legitimi&id como sim- concreta en Ia frecuencia de ins huelgas gene-
ple acepttción pa,iva dcl sistema o bien coma rales o poliuicas, en Las manifestaciones sobre
obediencia voluntaria it las instituciones temas de püblico interés, en choques entre
vigentes con base en un cakulo de convenien- grupos de extremistas o enLre estos Y In poii-
cia o a causa de Ia existencia de costumbres cia, en delitos politicos v otras expresiones
de obediencia consolidadas. Es, en cambio, siinilares d negación de las institucioncs
una concepción que toma en consideracion el democrrtticas.
con junto de los sentimientos positivos de los La eficacia decisional, que es Ia otra condi-
ciudadanos en relacion con las instituciones ción de Ia e. democrática, establece proble-
democráticas, consideradas coma las mâs mas empiricos de todavia más dificil solución.
idOneas para disciplinar los conflictos, para Se define como eficacia Ia propiedad que tie-
protecrer los derechos de los miembros dcl ne un sistema politico de tomar y ejecutar con
Si sterna. pronutud decisiones relevantes en respuesta
Dos son los aspcctos dc Ia lcgitimidad que a dcsafIos politicos. Son distintos los elemen-
Cs neccsario analiza r:su amplilud V su in ten- tos que tienen reievancia en esie caso: desde
sidad, es decir in proporciôn de los miembros ci nümero de las personas que estabiecen el
dcl sistema dispuestos a .tpoyar Lis institu- desaf to, a In importancia de Lstos mismos gru-
ciones v In profundidad de esta volunad de pos. a Ia esencia dci desafio par su repercu-
apoYo o, por el contrario, In profundidad de sión sabre todo ci sistema politico. Sin des-
enajenaeión dcl propio sistema. Es, sin cuidar, par otra parte, in importancia de Ia
embargo, bastarite problcmtico destacar existcneia de elites hAhiies y capaces de obte-
cstas dos dimcnsiones en cuanto que Sc redu- lien prestaciones satisfactonias dcl sistema.
cen, en esencia, a perccpciones subjetivas y, Existen, además, estrechas relaciones entre
como tales, dificiles de aprehender empirica- eficacia decisional y kgitimidad par io rrienos
mcntc. por un triple orden de factores. Es clara,
Dc cuniquier nl.Incra, prescindiendo de una antes que nada, que solo un '.istema politico
serie de probkmas a afrontar, parecen ser eficai, que sepa responder s satisfacer a las
dos los modos nhis seguros pzira destacar Ia demandas establecidas por suM miembros
existencia de estas dirnensiones de Ia logra, a iargo plaza, mantcner o ampliar su
lcitimidad-ilegitimidad: Li adht..,ithi a i,'nipo iegitimk!ad: In ineficacia rcpercutc sabre el
antisisrt'ma v ci grady de orden civil existen- apoyo corrovéndoio hasta reducirlo a niveles
te. El primer "indicador" puede asumir dis- de guardia v, par otra parte, un sistema cii-
tintas formas: de Ia participaciOn en complots caz se cren un apovo cada vez rnás amplio. En
revolucionarios, a Ia pertenencia formal a segundo lugar, si un sistema Cs, por sI mis-
oruani/aciones afltisistema, a ls contribucio- mo, poco lecitimo, sucederá que In elicacia
ties financieras, a dar el voto it partidos anti- rnisma aumcntnrá de importancia para el
.istema, a Li simple idcntificaciOn v simp- mantenirniento dcl cistema: bastarian, en
tizi. Entre estas diversa., rnanifcstaciones,d efecto. pocas dcisiones ineficaces porn poner
porcentaje de los vows por partidos antisis- en duda Ia s)revivencia del sistema, en cuan-
tenla pareceria ci "indicador" mis cLiro, to que éstas producirian una erosion —nun
dado que sC puede comprohar —como debe- peqtiena— dci apovo va bajo. Por fin, pam
na hacerse de vez en cuando— si un partido poder verificar Si una decisiOn e mas o
cxtrernita, de derecha o de izquierda, si Un menus ci icai seria necesnniu ob'.ervur US
part ida separatisla a uno monãrquko en Un efectus sabre los miembroN dci istcrna v
reinien repubiicano, son partidus antisiste- poder controiar el gradu dc satisfacciOn
ma en el sistcma partidista considerado. Un expresado par estos. Obvian,enw, Ia stisLic-
modo de curnpktar Cste "indicador" seria ci cion se traducira en apovo al sistema.
540 ESTABILIDAD POLITICA

Es por Ia existencia de estas estrechas rela- efecios, incidencia de faciores internacionales.


clones entre legitimitad y eficacia que algu- Aun siendo clarisima Ia importancia de esta
nos autores, cuando se plantean el problema condiciOn, ha sido justamente Ia imposibili-
de los indicadores, han considerado a los mdi- dad de formular cualquier gencralizaciOn Ia
cadores de legitimidad corno indicadores mdi- que ha hecho de ella un elemento descuida-
rectos de eficacia. Por otra parte, es extrema- do. SOlo se puede convenir en que hasta el sis-
damente dificil encontrar otros elementos tema más estabie puede caer por Ia interven-
que puedan ser considerados "indicadores" ciOn de una potencia ext ranjera a de una
satisfactorios de esta condición de e. Por aho- coyuntura internacional desfavorable o, par
ra se pueden indicar solo tres factores que, ci contrario, que ci sistcma politico mãs ines-
probablemente, ofrecerian sugerencias Otiles table puede persistir por anus sostenido por
sobre Ia eficacia del sistema politico conside- una potencia extranjera a par una situación
rado: a] regularidad y frecuencia de rotación internacional favorable. Habitualmente, par
en cargos de personas que ocupan funciones lo tanto, se incluye esta condición en Ia cldu-
dave en el sistema politico, sobre todo, por sula coeteris paribas..
ejemplo. en el gobierno. Sustituciones muy Finulmente, es nccesario precisar que Ia
frecuentes de los titulares de estos cargos movilidad social y ci desarrollo económico no
implican, par si mismas, que ninguna linea han sido enumerados entre las coridiciunes de
politica puede ser seriamente seguida y nm- e. no tanto porque aqui han sido examinudas
guna decision importante ilevada a cabo con solo las condiciones politicas de in c., como
Ia probable consecuencia de una menor efi- porque se trata de fenOmenos que no tienen
cacia del sistema politico, hI Quantum de ilnportancia directa, sino solo indirecta, para
disensión exisienie en el interior de la elite en Ia propia e. Por una parte, en efecto, Ia movi-
el poder. A una mayor disensiOn correspon- lidad social en sus distintos aspectos yen los
de, a menudo, una menor probabilidad de lIe- complejos procesos que pone de relieve es, sin
gar a soluciones de compromiso, que conten- duda, decisiva para Ia legitimidad dci siste-
tando a todos no resuelven nada. ci Funcio- ma politico; par otra, ci desarrollo econOmi-
narnienlo de procesos decisionales "norma- co, que se traduce en quantam de recur sos
les' o no, Cs decir que las decisiones son materiales existentes en un .sistema, Cs, a su
tomadas, habitualmente, siguienda procedi- vez, bastante relevante para una mayor efi-
mientos estándar v de acuerdo con ins nor- dada decisional. Par lo tanto, entre movilidad
mas previstas a bien son adoptadas sOlo a par- social y legitimidad, entre desarrolio econO-
tir dcl recurso a medios extraordinarios pam mico y eficaciu decisional existen correlacio-
Ia existencia de un ifcr decisional ileno de abs. nes directas, que no existen, en cambio, entre
táculos, maquinal, a veces aprisionado v siem- los mencionados procesos socioeconOmicos
pre avaro. En efecto, si existe un proceso deci- y Ia estabilidad.
sional irregular v es dificil tomar rápidas
decisiones, el sistema resultará, probable- iv. IERsPICTivAS I3L ANALIsis. El tema de Ia e. es
mente, menos eficaz en cuanto que las dcci- un tema a profundizar en sus diversos aspec-
siones serán tomadas con atraso y en nOrne- tos, v dci cual, si es dificil cadificar los resui-
ro menor que ci necesario. Aunque de dificil tados logrados, es bastante simple indicar las
advertencia empirica. estos tres elementos perspeclivas de anáiisis. En ci nivel teOrico
parecen, sumando todo, mejor identificables de formulaciOn de Ins hipótesis generules, se
que otros. sabre todo si son especificados v ti-ata de resolrcr mejor Ia querella enti e aque-
profundizados. lbs que eligen una definiciOn bustante amplia
Son bastante evidentes las dificuitades a dee., asumiendo como dimensiones del con-
superar cuando se enfrentan los numerosos cepto las que podrian scm consideradus sOlo
problemas que se refieren al estudia de este coma "condiciories de acontecimiento", y
terna. Se vuelven directamente insuperables aquellos que, en cambio, prefieren una defi-
si se toma en consideraciOn otra condiciOn de niciOn más circunscrita. En seundo luar, sc
e. de los sistema politicos, en general corn- tmata de avanzar en Ia misma especificaciOn
plet.tmcnte descuidada por todos los autorec de las condicioiies v en In investigación empi-
que SC han cicupado del problema: fzmcion, rica sabre los fenOmenos de In legitirnidud y
ESTADO CONTEMPORAN EO 541

de Ia eficacia. Siempre en el nivel teórico, estado contemporáneo


muchos otros podrian ser los probiemas a
enfrentar: por ejemplo, sobre las relaciones
entre e. y eficacia decisional, puesto que Ia I. LSTADO DL DERECHO Y ESTADO SOCIAL. Una def i-
eficacia podria ser considerada también como nición de "e. contemporaneo" comporta
una consecuencia de Ia e. y, par to tanto. numerosos problemas que derivan principal-
habria una relación reciproca con base en in mente de ia dificuitad de anaiizar completa-
cual mis e. se traduciria en mayor eficacia mente las multiples relaciones que se han ido
y viceversa, o bien sabre cómo especificar instaurando entre el estado y ei conjunto
cuando se pasa de un sistema a otro —to que sociai para detectar despuCs los efectos en Ia
es importante para verificar a posteriori Ia e. racionalidad interna del sistema politico. Una
de un sistema. aproximación que resulta ser especiaimente
Además, téngase presente que io que se for- ütii en Ia investigación de las problemáticas
mula aqui en el piano teórico es sóio una hipo- implicitas en el desarrollo del e. contempo-
tesis de trabajo aplicable empiricamente, un ráneo está constituida por el anáiisis de Ia
con junta de conceptos formulados para hacer dific'il coexistencia dc las formas dci esta-
posible una atenta y cuidadosa comparación. do de derecho con los contenidos del estado
Serán los datos quienes falsificarán o no Ia social.
hipótesis propuesta. Por fin, ci trabajo de Los derechos fundamentales representan Ia
investigaeión y de preparar los indicadores, tutela tradicional de las libertades civiles:
en esencia, está todo por hacer y deberia con- libertad personal, politica. econUmica, y cons-
cluir s6lo cuando se fucra capaz de calcular tituyen una defensa contra Ia intervencion del
verdaderos indices de e. de los diversos pal- estado. Por el contrario, los derechos socia-
ses examinados. les representan derechos de participaciUn (en
ci poder politico y en Ia distribución de Ia
1IIHLIOGRAFIA: G.A. Almond v S. Verba, La cultu- riqueza social producida). Asi. Ia forma del
ra cii'ica (1963), Madrid, Euramérica, 1970: R.A. estado oscila entre libertad y participaciUn (E.
DahI. Who gorerns?, New Haven, Yale Univer- Forsthoff, 1973).
sitv Press, 1961; D. Easton. Ii sistema politico Adcmás, mientras que los derechos funda-
(1960), Milan. Comunitã, 1963: H. Ecktein, 11 rcn- mentales representan una garantia dcl stain
diinenio dci sistemi politici (1971), en Rivista ha- quo, los derechos sociales, al contrario, no se
liana di Scicuza Politica, ii, 1972; H. Eckstein, pueden prever a priori sino que han de satis-
Division and cohesion in democracy: a study of facerse caso por caso donde surjan a partir
Norway, Princeton, Princeton University Pre. del contexto social. Como consecuencia, in
1966: H. Eckstcin v T.R. Gurr, Patterns of autho integración entre estado de derecho y estado
rit: a structural basis for political inquiry, Nue- social no puede producirsc en ci nivel cons-
va York. Vilev and Sons. 1975; T.R. Gurr. Por titucional sino solo en ci nivel legislativo y
qut' de las reheliones (1970), Mexico, Edamex; S.P. administrativo. Si los derechos fundamenta-
Huntington, Orden politico en las sociedades de les son Ia garantia de una sociedad burguesa
camhio (1968), Bucno. Aire'.. Paidós; L. Hurwitz, separada del estado, par ci contrario los dere-
An index of demc,cra:ic political stability, en chos sociales representan un camino a travCs
comparative.' Political Studies. iv. 1971: L. Hur- del cual Ia so.iedad entra en el estado alte-
witz, contemporary approaches to political sia- rando su estructura formal.
bilitv, enc'ompuraiin' Politics. V. 1973; S.M. Lip- El cambio fundamental lu ha representado,
set. El hombre politico (1960), Buenos Aire'., a partir de Ia segunda mitad del siglo xix, in
Eudeba; D.C. Potter ci al., Political stability, Rus- gradual integración del estado politico con Ia
tington. The Open Uniersitv. 1974. sociedad civil, que ha terminado por alterar
Ia forma juridica dcl estado, los procedimien-
[LEON -ki) 'iOLINo] tOs de legitimacion y Ia estructura de Ia adrni-
ni'.tración.
La estructur.i del estado de derecho puede
si.ten1atizar'.v d Ia siguknte mancra:
I] estructura formal del sistema juridico,
.2542 ESTADO CONTEMPORAXEO

o sea garantia dc las libertades fundamenta- Desde un punto de vista marxista, este cam-
les a través de Ia ley general abstracta apli- bio de rumbo es ci quc ha llevado a Ia forma-
cada por jueces independientes; cióri dcl capital social global (Gcrntkapita1),
21 esu-uctura material dcl sistema juridico: que cunsiste en Ia concentracion dcl capital
libertad de competencia en ci mercado, reco- industrial yen ci sonletimiento a éste del capi-
nocida en ci intercambio entre sujetos pro- tal comercial, con elfin de reducir los tiern-
pietarios: pos de circulackrn en los quc permanece fijo
31 estructura social del sistema juridico: Ia de manera improductiva el valor a realizar.
cuestion social y las politicas reformistas de La presencia de fuertes concentraciones
integración de Ia clase trabajadora: industriales representaba un grupo de pre-
4] estructura politica del sistema juridico: sión en condicioncs de incidir en Ia politica
separución y distiibución dcl poder (F. Neu- interna, como se demostrO por ejemplo en
mann, 1973). Alemania con el establecimiento de una poll-
Los cambios acaecidos en Ia estructura tica de prutección aduanera.
material yen Ia estructura social del sistema La relaciOn estado-ecunomia quedo modi-
juridico ocasionan las trunsformaciunes en el ficada pues por Ia constituciOn del capital
nivel formal v en el nivel politico. financiero y no podia yu fundarse, como en
el siglo XVIII, en una independencia de Ia poll-
II. EL C.tPITALISM() ORGANIzADO. Entre fines del tica respecto del intercambio de mercado. El
siglo xix y principios dcl siglo xx se produ- paradigma ha cambiado: Ia politicu econOmi-
cen transformaciones profundas en Ia estruc- ca del estado interviene ahora directamente
tura material del estado de derecho par cuan- y no solo mediante medida.s proteccionistas
to viene radicalmente aiterada Ia forma de Ia en Ia confrontaciOn con el capital monopolista
libre competencia de mercido. "Organisier- a incluso con maniobras monctarias de Ia
ter Kapitalismus" es Ia categoria que expre- banca central v progresivamenle con Ia crea-
sa este importante cambio. En Alemania, por ción de cundiciones infraestructurales favo-
ejemplo, ci cambio de rumbo tuvo lugar des- rabies a Ia valorización del capital industrial.
pués de los años setenta, favorecido par algu- (Desde un punto de vista teOrico, esto impli-
nas tendencias: a] Ia introducción de tecno- ca el paso de Ia economia politica al análisis
logia avanzada: el truto preferencial a las y critica de Ia politica econOmica del estado.)
randes empresas; la formacion planificada Al cambiar Ia estructura material se alte-
de "capital humano" y Ia consolidación de un ra pues Ia Iogica de hi polltica estatal, y,.t que
nacionalismo económico como ideologia del un estado quc primero ha contribuido, duran-
desarrollo; b] Ia iegislaciOn liberal de los años te todo el siglo xviii, a crear Ia forma de mer-
setenta —nuevo derecho industrial, bancario, cado, no sOlo con respecto a las mercancias
cumercial, de acciones y de balsa— que creó sino también con repecto aI trabajo, al dine-
on marco institucional para este dcarroilo, ro y a Ia ticrru (K. Polany) y, posteriurniente.
el cual fue considerado ventajoso par parte se ha limitado a garantizar formalmente des-
de los representantes de los bancos y de las de fuera Ia estructura dcl libre cambio, se
empresa' H.U. Wehler, 1974). Laforma de Ia convierte ahora en un estado que interviene
prupiedad can,biO en cuanto paso a ser dispo- activamente c!esde dentro dcl prcceso de valo-
nible a truvs de acciones de bulsa. Al mismo rizaci'n capitalista. Pero el camhio no alec-
tiempu Ia anarquia en Ia producciOn encontrO ta solamerite a Ia pclitica económica. SiflO
on primer remedio en una forma de planifi- tambien a las funcines tradicionaies dci esta-
cacion LconOmica privada. Sc asistla a Ia for- do de derecha. F. Neumann ha nalizado en
macion de grandes concentrctciones que en- efecto las transformaciones de Ia funciOn de
cctr.roI Un :tpcAu en los birco., aunque no Ia Icy ante Ia pre'encia del "capitalismo orga-
lle2arJrI a fundirse con ellos. La tcnder.ia que- nizado". La ley general abstracta currespon-
daha ya deline,ida y las antiuus formas '.epu- de formalmente a una situaciOn de mercado
radas de capital industrial, comercial v b:nca- constituida par sujetos que intercambian
rio se unieron baja Ia furma de capital finan- libremente en condiciOn de paridad. La diver-
cicm, re.tlidad histOrica en Ia que se manifestO sificación del capital en sectores monopoli-
el "capitali-rno organizztdo". cos v sectores todavia competitivos pide en
ESTADO CONTEMPORAXEO 543

cambio una intervención legislativa de tipo del estado de derecho es racional —escribe
sckctivo. Weber— cuando "se apoya en Ia creencia de
Sin embargo, csta posibilidad es casi siem- Ia legalidad de los ordenamientos estableci-
pre irrealizabie. porque en ci Pariamento dos o del derecho de aquellos que han sido
Cstãfl presentes los partido.s de Ia ciase tra- Ilamados a ejercer ci poder". Asi pues Ia Ic
bajadoru, que podrian imponer un control en Ia legitimidad se convierte en una Ic en Ia
"democrático" de Ia economIa, frente a los legalidad. y Ia legitimacion de Ia administra-
partidos que tradicionalmente tutelan los ciOn que trasmite las Ordenes politicas pasa
intere.ses dci capital en contra del trabajo. De a ser una legitimuciOn legal. La logica de esta
ello se sigue un vacio de Ia función legislati- racion'iidad administrativa es propia del
vu y una reorganización de Ia dirccción poli- estado de derecho; se presenta como ejecu-
tica, que ha empezado a desplazarse otros don de Ia Icy general segün un esquema del
centros dcl aparato estatal. Las ültimas fases tipo "si ...cntonces...... N. Luhmann Ileva
de In repübiica de Weimar, par ejemplo, antes a las Oltimas consecuencias el pianteamien-
del advenimiento dcl ntcionalsociaiismo, se to weberiano y formula Ia hipotesis, dentro
caracterizaron por una acentuación de las de unesquema sistérnico, de un tipo de legi-
intervenciones presidenciales en forma de tirnaciOn par procedimiento (electoral, legis-
decretos y por un creciente recurso at poder lativo, judicial, administrativo) [Legitimation
de revision judicial, con base en Ia cual ci juez durch Verfahreuj. Este tipo de kgica de carác-
podia interpretar Ia 1ev general abstracta ter hipotetico-deductivo que va del caso par-
recurriendo a 'principios generates" extra- ticular a Ia Icy general será profundamente
juridicos, especialmente en los contenciosos alterado por las modificaciones que se iran
de trabajo y en Ia reglamentacion de la corn- produciendo dentro de Ia sociedad civil.
petencia de mercado: esto representO un Weber detecta algunas caracteristicas prin-
resurgimiento del derecho natural. pero ya no cipales del poder legal racionul: impersona-
en Forma progresista como lo fue para Ia bur- lidad, jerarquia de las funciones (v. poder) y
guesia de los siglos XVII y xviti, sino con una finalmcnte competencia, o sea Ia posesiOn par
funciun conservadora. Mzis aik de los coni tic- parte de los funcionaiius de un saber especia-
tos histOricos, se puede afirmar que Ia ten- lizado. Resulta pues evidente que Ia creencia
dencia detectada par Neumann representa un en Ia lecitimidad, convertida en creencia en
carnino irreversible dcl e. contemporáneo, Ia legalidad, pasa a ser en ültimu instancia
que lo ha lkvado a v.tciar progresivimente ci una fe en el saber especializado del aparato
poder legislativo en bcncficio de una orga- administrativo. Pero todo ello correspondla
nizaciOn corpuratka del poder fundada en todavia a una estructura formal adecuada a
Ia crecicnte funcionalizaciOn de Ia , ait'ncies una economia de mercado competitivo.
de Ia adininistraciOii en su i eIacit'II con los Wcber no podia prvcr las transformaciones
diversos sectores dcl capital (J. Hirsch. J. dcl aparato adrninistratio y Ia nueva racio-
O'Connor). nalidad, va node tipo legal-racicrial, impuesta
por una sociedad civil que se ha ido hacien-
Iii. EL PODER LEGAL-RACIONAL. A una sociedad do cada vez más complicada.
estructurada sobre los autumatismos del
mcrcado corresponde un cierto tipa de poder. IV. EL áfiOHLEM.i SIXIAL DEL LsTLDCONTLIeOK%XEO.
que Vcbcr define corno legal-racional, y un La "cuc'.tiOn 'ocial", que irrumpe en Ia segun-
cierto modo dc trasmiciOn dc lac Ordcncs con- da mitzid dcl siglo xix, tumO pai soiplesa a
crcta'.. Poder es Ia posibilidad que tienen cier- Ia burguesia, imponindose como cI proble-
tas órdent.- especifica, de ser obedecidis par mu principal que ella debia afrontar y repre.
parte de un determinado .rupo de personas. sentando hasta ci momento el punto cLte dci
Todo poder requierc de un aparato adminis- c. contemporáneo.
trativo para Li ejecución de 'us ordenamien- En 1601 se habia promulgudo en Ingl.iterra
to'. twnerale,. En definitiva lo que legitirna el Li Poor Law. 1ev que instituia un impue'.to
poder no es tanto o solo Ia motivaciOn . Jecti- pura auda a los pobres con un sistemu de
va 0 racional 1- especto del valoi, siiio 'obre suI)sidios en dinro, peru tue un intnto de
tudo Ia creencia en u legitimidad. El poder eliminar rnãs bien a los pobres que a Li pobre-
544 ESTADO CONTEMPORANEO

za. Cada comunidad, quc debia proveer al a Ia obra con plena conviccion". El Verein fue
mantenimiento de sus propios pobres. busca- ci principia de una ideologla conocida como
ba Ia manera de expulsarlos o de permitir Ia socialismo de cdiedra, Ia cual, empleando un
entrada al menor nümero posibie. Hasta prin- método historico en economia, fue el primer
cipios del siglo XIX las funciones asistencia- intento, aun antes dcl margimilismo, por opo-
les eran confiadas a las corporaciones de nerse a Ia difusión en Europa del marxismo
artes y oficios. Al desaparecer éstas, cumplie- por parte del estado legislativo de derecho.
ron dicha misión las sociedades de ayuda Ciertamente por este camino empezó a
mutua, que tenlan también una tarea de pre- abrirse de manera problemática una alterna-
visión social. Finalmente Ia prevision social tiva al liberalismo. En efecto, a finales del
se impuso como una necesidad ante los ries- siglo XIX nació un estado intervencionista
gos surgidos de Ia revoiuciOn industrial, que que se comprometia cada vez más en Ia finan-
creaba para los trabajadores unas condicio- ciación y en Ia administraciOn de prugramas
nes con mayores carencias y los relegaba a de seguridad social. Las primeras formas de
vivir en vastos conglomerados urbanos sin los welfare se dirigian a contrastar ci avance del
vinculos de solidaridad existentes en Ia comu- socialismo buscando crear una dependencia
nidad rural. del trabajador respecto dcl estado, pero al
La "cuestión social", surgida como efecto mismo tiempo elaboraron algunas formas de
de Ia revoluciOn industrial, representO elfin politica económica destinadas a modificar
de una concepción orgánica de Ia sociedad y irreversibiemente el rostro dcl c. contempo-
del estado (tipica de Ia filosofia hegeliana), ráneo. La Icy que instituia pensiones pur inva-
que sostenia que Ia unidad de Ia formación lidez y vejez, aprobadu en Alemania en 1889,
económico-politica estaba asegurada por el representaba una contribución de 50 marcos
desarrollo aulónorno de Ia sociedad, con Ia por parte de Ia hacienda imperial para cada
simple garantia de unas intervenciones poll- pensionado. Más adelante los seguros socia-
ticas de "policia". les, extendidos a otras categorias de trabaja-
Sc impuso en cambio Ia necesidud de una dores además de los obreros, constituyeron
tecnologia social que detectase las causas de una forma de redistribuciOn dcl ingre.so entre
las fracturas sociales y buscase los remedios los nücleos familiares. Siempre con este fin
a través de intervenciones concretas de refor- Se fuc imponiendo progresivamente una inter-
ma social. Si Ingiaterra, ames de 1900, con- venciOn financiera del estado cada vez más
taba ya con una avanzada legisiación de fábri- acen t uada.
cas, en In Alemunia de Bismarck se llevO a
cabo, en cambio, una serie de intervenciones V. El ESTALiO FIScL.R. Goldscheid ha scnaiado
articuladas dirigidas a crear un sistema de Ia tendencia histOrica hacia un prugresivo
previsiOn social, concretado entre 1833y 1839 empobrecimiento del estadu, ya que Ia but-
en los primeros programas de scguro obliga- guesia ha sabido crear un estado dependien-
torio contra Ia enfermedad, Ia vejez, Ia inva- te de sus concesiones en cuanto a disponibi-
lidez. Tanto Ia iegisiaciOn de fábrica ingiesa lidad financiera. Si en Ia época del estado
como ci sistema de previsiOn social alemán ubsolutista los que detentaban el poder repre-
tuvieron una amplia aplicaciOn en otros pal- sentaban exactamente al estado v Ia riqueza
ses. Dinamarca aplicO los procedimientos de dci estado era su propia riquezu, en Ia época
pensiOn entre 1891 v 1898; Béigicaentre 1894 del gobierno constitucional estado y propie-
y 1903; Suiza, con una enmienda constitucio- dad sc separan. Esta separaciOn angina Ia
nal de 1890, permitiO al gobierno federal orga- clependencia —una dependencia fiscal— del
nizar un sistema de seuridad nacional. estado respecto de Ia sociedad. El problema
La obra de Bism4rck encontrO un firme dci estado parece estar pucs en su recapita-
apovu en Ia ConstituciOn en 1873 dcl Verei,z lizaciOn" sobre Ia base de Ia imposiciOn fis-
für Soialpe!izik, fundado por G. v. Schrnoller, cal, o sea en Li acumulaciOn v concentraciOn
que agrupaba 'bajo una misma bandera a de capital pQblico v de prupiedad püblica
todo aquellos que, de acuerdo con Ia urgen- pra permitir Ia solucion de los problemas
cia Lie las relormas :iales v dipuctos a tra- scciales más urgentes. E. Forsthoff ye en ci
bajarpor ellas, se habian decididu a entrar estadu fiscal Ia posibilidad de realizar una
ESTADO CONTEMPORANF.O 545

sintesis entre estado de derecho y estado ros decenios de e.stc siglo ci principal motivo
social, dejando inalterada Ia estructura de Ia de crisis del e. contemporáneo, al escribir que
propiedad y realizando al mi.smo tiempo una "e.s ci momenta de Ia empresa privada... y con
rcdistribución dci ingreso tal que pueda resol- Ia empresa privada es también el momento
ver Ia emcrgencia de las multiples instancias dci Estado fiscal", pero "Ia socicdad está crc-
sociales. ciendo más aiiá de Ia empresa privada y dcl
Por este camino Ia ciencia de las finanzas Estado fiscal" (Schumpeter, 1918, p. 371).
debc culminar en una teoria de Ia propiedad
püblica. Las finanzas publicas empiezan asi VI. LA TEORIA %IARXISTA DEL ESTADO.En Ia recien-
a adquirir un papel central en el anâlisis del te teoria marxista ci estado se concibe como
estado, ya que en ellas se sintetiza Ia relación unu derivaciOri Ablei1ung) dc Ia lOgica de valo-
de Ia "politico" con Ia sociedad civil ("todu ración del capital. El enfoque metodologico
problema social es un problema financiero", que se emplea en estos procesos deductivos
escribia Goldscheid a principios de siglo). La es gene two y funcional: genetico porque se
sociologIa de las finanzas sc impone de hecho investiga ci origen historico de las funciones
como el enfoque que puede indagar Ia depen- dcl ctado, que se encuentra en los conflictos
dencia dcl estado respecto de las estructuras entre las ciases sociales o en Ia contradicción
sociales. entre los diversos sectores del capital; funcio-
Lu que puede consolidar al estado fiscal es nal porque se analiza si las tareas produci-
ci ahorro. peru es necesario definir los limi- das histOricamente y presididas por ci esta-
tes dentro de los cuaies puede desarroliarse do se con Vierten a no en una reiaciOn de fun-
Ia intcrvención fiscal dcl estado, a fin de no cionalidad respecto de los procesos de valo-
anular ci inters financicro de los empresa- ración de Ia estructura capitalista.
rios en ci proceso productivo. Es posible distinguir cuatro funciones fun-
La discusión sobre el estado fiscal a prin- damcntales que Ileva a cabo ci e. contempo-
cipio.s del siglo xx ref leja las transformacio- ráneo: a] creación de Las condiciones materia-
nes producidas dentro de Ia estructura mate- les gcnerales de Ia produccion ("infraestruc-
rial y social dcl estadu de derecho. Asi se pue- tura"); b] determinacion y salvaguarda dci sis-
de reconocer Ia necesidad de "recapitaliza- tema general de leyes en ci que se dan las rela-
ción" del estado pant proveer a Ia satisfac- ciones cntrc sujctos juridicos dentro de Ia
ción de Ia dcmanda social y discutir Ia .sociedad capitalista; c] regiamentacion de Los
posibilidad de una transformación dcl librc conflictos entre trabajo a.saiariado y capital;
jUego competitivu de las fucrzas de mercado dl afirmación y expansion del capital nacio-
U. Schumpctcr, 1918). nal global en ci mercado capitalista mundial
Sc trata pues de dcl inir par un ladu los mur- (E. Altvater, 1979).
genes permitidos a Ia imposición directa y par Si A. Smith y D. Ricardo limitaban las fun-
ci otro de analizar las posibilidades concre- ciones dcl estado al mantenimiento de insti-
tas dc constitución y desarroilo de un estado tuciones militares, poIiciaies, educativas y
crnpresarial en condiciones de dirigir empre- juridicas y dejaban todo lo restante al desa-
sas publicas; sin embargo se deja entrcver en rrollo "natural" de Ia logica del mercado, las
dlo una crisis de Ia iogica que dirigc Ia for- funciones anicriormente scñaladas expresan
ma mercado. El estado fiscal se cncuentra en cambio claramente Ia presencia del esta-
ante dos limitaciones: Ia primera rcpresenta- do dentro del proceso de ucumuiaciOn.
da p;r Ia iiaturalcza dcl objeto fiscal (segün Desde un punto de vista marxista estc pro-
Ia cual Ia imposición directa puedc gravar ceso se explica par un aumento progresivo de
mavormente sabre Ia renta y sobre ci capital Ia compicjidad dci proceso dc producciOn: ci
monipolico quc sabre Ia empresa competiti- desarrollo capitalista se ha hecho cada vez
a) V par Ia tcndcncia a Ia conservación de una más dcpcndiente de Ia ciencia y de Ia técni-
eujnomi.a libre; Ia segunda constituida par Ia ca, Ia divisiOn dcl trdbajo Sc ha ida acentuan-
po.ihi!idad de un incrcmcnto no controlahic do más y más, las prestaciones laboralcs se
de Ia tlt 'ianda de gastu publico hastu ci pun- han hecho más especializadas. El sector pre-
to tk producir ci colapso dl csiado fiscal. dominante dci desarrollo cconOmico —el dci
Scliuinpeter hahia ya detectadu en los prime- capital monopOiico— requierc de crecientes
54 ESTADO CONTEMPORANEO

inversiones infraestructurales (capital social. blemática cstá también presente en otros


segün O'Connor) en ci sector de invcstigación autores (Hubermas, Offe), los cuales seiialan
desarrollo, en los transportes y en Ia califi- quc Ia ruptura de los automatismos del inter-
caciOn de Ia fueria de trabajo. cambio, junto con Ia crisis de Ia forma de mer-
La intcrvención del estado adquiere asi un cado como medio de integración ideologica
sentido preciso ya que tiende a socializar, o en Ia socicdad liberal yen cuanto fundamen-
sea a imponer a toda Ia sc:icdad civil, Ia car- to de los valores de "igualdad" y "libertad",
ga de Ia valorizacion del puro sector econo- representa unu condición insalvable de crisis
mico más desarrollado. (Por este camino ci de legitimacion del e. contemporáneo. La legi-
estado aporta una cuota de capital constan- timación no puede ya residir en Ia creencia
te que contribuye a frenar Ia caida de Ia tasa en Ia legalidad, como lo era para Weber: Ia
media de ganancia.) Aqui Se origina el incre- Icy universal y ubstracta, en efecto, no pue-
mcnto dcl gasto pübiico señalado por A. Wag- de ya referirse a un contexto económico y
ner a principios de siglo cuando tcorizaha una social profundamente deshomogeneo, por lo
"1ev del crecimiento de Ia actividad estatal" que su aplicación se realiza mediante proce-
Was Gesetz der vinehmenden Sraatsiarigkeit. dimientos administrativos en función cada
en Handwörterbucl? der Szaatswissencha fien, vez mis de intereses precisos surgidos de un
vol. 7, 1911). aparato productivo ampliamente diferencia-
Aqul se hace evidente cómo Ia politica eco- do. La legitimacion de Ia autoridad politica
nómica del estado (compuesta de politica del estado debe huscar otro fundamento.
monetaria, fiscal y social) se subordina pro- Segun O'Connor Ia crisis de Iegitimacion se
gresivamente a Ia logicu de valorizacion de un presenta corno crisis fiscal del estado, o sea
sector del "capital global". Igualmente es como incapacidad de Ia autoridad politica
posible distinguir Ia constitución de un "corn- para afrontar Ia contradictoria emergencia de
plejo politico-industrial" formado par Ia arti- los intereses del gran capital frente a los de
culación de Ia autoridad politica con los inte- Ia fuerza de trabajo marginal existentes den-
reses de Ia valorización dcl capital. Dc ello se tro dcl cuerpo social. El gusto publico no
sigue elfin de Ia forma de mercado v Ia crca- logra proveer, a causa del abismo creciente
ción de un sistenza dentro dcl cual operan entre egresos requeridos e ingresos insufi-
complementariamcntc dos logicas distintas: cientes, In erogaciOn de rccursos para satis-
Ia dcl capital, de tipo cuantitativo, que busca lacer las instancias de un conjunto cada vcz
Ia crención y Ia rL'alización de Ia ganancia, )• mâs arnplio de sujetos, cuya reproducción
Ia del estado, de tipo cualitativo, par cuanto social puede ser cojifiada solamente a Li
no produce mercancias (valores de cambio) expansion de los ga.stos sociules por pane del
para ci mercado sino valores de uo quc pue- estado. La crisis fiscal (Y con ella iu crisis de
den comprender prestaciones de dicrsos leeiiirnaciOn) se revela pues coma una crisis
tipo-., dede creaciones infrae.tructurales social o crisis dcl estado de seauridad social.
hasta Ia "culificación" de Ia fuerza de traba- La crcciente inteL'racion de estado v socie-
jo), los cuale representan la condiciones dad civil —o sea Ia extensiOn de L,Q politicas
gene rales de valorizaciôn dcl capital. dirigidas a asegurar el cquilibrio de los inte-
Sin embaruo, Ia intervención dcl estado, rees emeracntes— encuentra en el análisis
que históricamente aume prirnero Ia tarea del gasto publico ci instrumenlo privilegia-
de una mera arantia formal dcl funciona- do de inve'.tigaciOii para aclarar el alcancc v
mknto dc' Ia cumpetencia merc.ntil v paste- los re'.ultadus de Li estrecha articuItcit exis-
riormente Ia de preparar politica cconómi- tente entree! estdo y Li sc:iedad. Pero ci anL-
caPs claramente dirigidas a favorecer Ia valo- Ilsis de la poliuica flOCs todavfa ci aniIisi¼ de
rizacióri dcl capital, phintea contradicciones lo politico, o ca de 1a etructuras in-.titucio- -

dificilmente superabk's: Ia orientaciOn publi- n..iles dcl e,.iado. Sin embaro, a partir dcl
Ca en favor de Ia acu,nulación trae con'igo ci lundamento cstablecido por Ia politicu Cs
problerna de Ia Ieirimació,, de tal interven- posible investigar las translormacioncs his-
ción. O'Connor distingue en csta .cumuIaciOn tóricas de to politico v sU nivel de funcionali-
y Iegitirnucióii la dos funciones que debcn dad le'xcto de Ia iiueva cuinplejidad de Ia
preidir toda acción publica. Pero esta pro- sc.hiedad civil.
E.STADO CONTEMPORtNE() c47

La con
VII. LA CPISIS DF. LA PIANIFICACIN I'OLJTICA. tiva aparece organizada en agencias que tie-
solidación de una sociedad compleja aitera nen como objetivo Ia satisfacciOn de intere-
los principios fundamentales del estado de ses sectoriales. Al no poderse realizar una pla-
derecho. Esta complejidad es consecuencia, nificación de toda Ia estructura productiva,
por un lado, de una diversificación dcl apa- Ia ünica práctica administrativa posible de
rato productivo en tres sectores (monopóli- carácter decisional consiste en una coo rdina-
co, compel itivo, e'tutal) con su consiguiente ción negativa (F. Scharpf, 1973) de las posi-
segmentación en el mercado dcl trabajo; por bles decisiones a tomar, o sea que las agen-
ci otro lado, de una multiplicación de instan- cias se limitan a excluir aquellas decisiones
cias. necesidades y comportamientos en ci que podrIan tener efectos negativos en los Sec.
campo de Ia rcproducción de Ia fuerza de tra- tores mencionados. Se plantea asi una con-
bajo. a lo que dehe correspoiider una inter- tradicciOn real entre Ls decisiones tomadas
vención politica profundamente diferenciada. por provectos, determinadas por un cierto
Al tradicional aparalo pout ico-representati- sector productivo, y ci conjunto de Ia socie-
vo del estado se anaden funciones económi- dad, cuyas relaciones no pueden separarse: Ia
cas (orientadas a Ia valorizaciôn de los diver- complejidad de los fenómenos reclprocamen-
sos sectores del capital global) y funciones te interrelacionados se descompone en una
sociales dirigidas a asegurar, a traves de nu1tiplicidad de polos decisionales adminis-
diversas formas de puiltica social, Ia integra- Irativos carenles de un cen Ira unificador
cion de Ia fuerza de trabajo en los equilibrios capaz de eaplar dicha cornpkjidad en su con-
del sistema poIitico-económico. junta. Entre Ia decisiOn politico-administra-
Estas connotaciones modificadas de las tiva y ci con jun10 de Ia sociedad existe una
relaciones entre "politico" y "eccnómico" on- brecha que consiste en un deficit informati-
ginan Ia crisis de los principios fundamenta- vo y quc apela en Ottima instancia a Ia con-
les del estado legislativo de derecho, a saber: flictividad de los intereses sectoniales. Se tra-
a) del principio de Ia supremacia del poder ta pues de una coordinaciOn solamente ncga-
legislativo; b] de Ia legalidad de Ia actividad tiva, sin ninguna posibilidad de una coordi-
ejecutiva del estado segün lormas preestable- nación politica positiva. La planiFicaciOn
cidts de Ia Icy universal y abstracta; c] del resulta imposibie. Solamente es posible Ia
control de legitimidad, o sea de Ia conformi- contradicción entre agencias condicionadas
dad con las leyes, efectuado por Ia actividad por intereses sectoriales precisos.
judicial. El parlamento se presenta corno carente de
La economización y Ia .sociulizaciOn dcl toda capacidad de decisiOn politica que no sea
estado 11ev an a una privazización del aparato Ia mera indicación de criterios muy genera-
del etadu, o sea de Ia adminktr.icion, que se Ics cuya aplicacion se confia a los multiples
expresa en forma de una credente autonomi- sistemas administrativo-industriaies. Como
zación respecto del poder dcl parlamento y escribe Luhmann, el proceso decisional se ha
de una subordinaciOn a grupos concretos de invertido de arriba abajo, porque faltan en ci
interés. Como escribe J. Hirsch, es pusible debate parlamentario las informaciones que
encoritrar actualmente una aprupiación de permitirlan tomar decisiories. Se consolida
funciones publicas por parte de ciertus sec- asi un centro de poder administrativo-indus-
tores industriales, que expresa tambien Ia trial que vacia de su contenido las formas tra-
posibilidad de unificación de algunos niveles dicionales del sistema politico representati-
oranizativos de Ia burocracia de estado v de vo burguCs. El principio de Ia supremacia del
Ia gran industri:L privada que se traduce en poder legislativo se presenta desprovisto de
conflictos entre los diversos '.ectores econó- fundamento, ya que se ha producido un des-
mico en el interior de Ia ,tdministración. En plazamiento dcl poder dcl parlamento a los
consecuencia Ia intervención del estadr, no aparatos buroráticos y una autonomizaciOn
logra retlizar una planificación global, que del cjecutivo. La transformación Sc explica
se suslitue cada vez mis por un tipo de pla- por Ia exigencia de reulizar estructuras orga-
nificación pur provectos adecuados a las cxi- nizativas y formas de intervenciOn flexible'.,
gencias de las randes empresas. Coma senala que SC liberen de las rigidas tormas normati-
tambiên J. Hirsch. La estructuru administra- 'as del estado de derecho, to cual representa
54$ ESTADO CONTEMPORANE()

Ia crisis de legalidad de Ia actividad ejecuti- produccion tiene lugar a través de Ia expan-


va cadu vez menus condicionada por Ia for- sión de un tipo de irabajo coucreto que es
ma de Ia ley y cadu vez más perfeccionada a remunerado con un ingreso y ya no con un
traves de pri..'cedimientos informales libres de salario; un trabajo cuvos productos no son
todo control de legitimidad. mercancias, sino resultados precisos, valores
La intervención dcl estado en economla no de uso que se consumen y no se intercambian
logra expresar ningün principio de autoridad; en ci mercado (por ejemplo Ia calificucion de
al contrario: son los diversos capitales los que Ia fuerza de trabajo).
se apropian del uparato burocrático adminis- Al mismo tiempo Ia cstructura sectorial del
trativo v hacen irnposihlecualquier forma de aparato econOmico está afectada por una ten-
planificación pulitica. En este nivel no pare- dencia hacia una "dcsocupaciOn tecnologica"
ce posible establecer, pues, ninguna "autono- cada vez mas amplia en el mercado dcl tra-
mia de lo politico". baja, inducida por las innovaciones tecni-
co-cientificas dcl capital monopolista por
VIII. El. ISTALX) DE VK.ILANCIA V CONTROl.. Si las fun- Ia existencia de componentes dcl mercado de
ciones dcl estado respecto de Ia estructura trabajo que. a causa del bajo nicl de las rein-
económica muestran Ia subordinación de Ia buciones salariales, acaban por dcpender
autoridad poiltica a Ia logica de los procesos cada vez más del aparato de Ia seguridad
productivos, de mancra distinta se presentan social dcl estado. Nacen de esta manera algu-
en cambio los procesos de las I ormas de "to nus procesos dirigidos hacia una progresiva
politico" respecto de las exigencias de repro- independencia de Ia fuerza de trabajo respec-
ducciOn de Ia fuerza de trabajo. to de Ia forma tradiciunal de integraciOn ideo-
A este respecto las funciones tradicional- lOgica en un estado capitalista, o sea Ia for-
mente desempefladas por ci estado pueden ma de mercado. va que amplios sectores de
ser esquematizadas de Ia siguiente forma: Ia fuerza de trabajo tienden a no ser conside-
I] predisposición de las condiciones materia- rados va como una mercancia, sino que eta-
les de Ia reproducción (protección del traba- boran una especie de identificaciou con Ia sus-
jo, seguridad social, asistencia sanitaria, etc.); tancia y las condiciones dcl trabajo, o bien
21 creación de las inotivaciones adecuadas iii acentUan modalidades antintelectualistas que
proceso laboral (aparato ideologico, estahili- representan un retorno a modos instintivos
zación de Ia familia como agente fundamen- en oposición a Ia logica de Ia organizaciOn del
tal del proceso de sociaiización burgués); trubajo (D. Bell).
31 reglamentacion de Ia oferta de mano de El estado no puede por tanto limitarse a
obra (función de colchon del sistema de for- producir politicas sociales dirigidas a asegu-
macion profesional. calificación v recalifica- rar en forma compiementaria Ia integraciOn
ciOn, movilidad, selecciOn, etc.) (Offe-Len- del mercado; aI contranio, debe afrontar Ia
hardt, 1979). Estas funciones demuestran cia- perdida de control social expresadu esencial-
rtmente que Ia intervenciOn dcl estado es mente como crisis ,noti'acional Q. Habermas,
siempre complernentaria a Ia intercambiabi- 1975) respecto de los valores tradicionales del
lidad de Ia mano de obra como mercancia en individualismo y de Ia profesionalidad,
el mercado. En efecto, es cierto que el capi- teniendo lista una extensa red de i'igilancia
talismo ha "liberado" mano de obra, pero no v control que comprende va sea Ia ampliacion
ha definido Ia cantidad y Ia calidad de traba- del aparato policial, Va ci desarrollo de gran-
Jo que debe invertirse en ci proceso de pro- des sectores dci Ilamado Ira bajo social (con-
ducción, y es precisamente esta reglamenta- sultores familiares, centros de capacitacion
ciOn Ia que compete al estado. Sin embargo, profesional, centros sociales de barrio, circu-
es posible detectar algunas tendencias den- los juveniles, etc.) en condiciones de sustituir
tro de una sociedad de capitalismo maduro Ia perdida de motivaciones tradicionalmen-
capaces de alterar Ia relacion de complemen- tc aportadas por Ia familia. Peroes fácil intuir
tariedad existente entre estado y reproduc- que por este camino Ia tern-ia del e.crado dehe
ción de Ia fuerza de trabajo. convertirse en una leoria del poder capaz de
Efectivamcnte, el cumplimiento de las fun- abarcar toda Ia extension de Ia red discipli-
ciones estatales implicadas en el proceso de naria descent ral izada que ci estado pone en
ESTADO CONTEMPORANEO 549

acción para asegurar Ia integración social del racionalidad weberiana, que es Ia racionali-
sujeto; lo cual implica Ia necesidad de un cnn- dad dcl estado de derecho, es incompatible
quecimiento tcmático Y categorial de Ia tra- con Ia nueva racionalidad que debe median
dicional teoria del estado, tanto por Ia pane entre los requenimientos dcl ambiente y Ia
burguesa como por Ia parte marxista. logica legal-racional dci sistema politico. Si
Como ya hemos visto, el proceso de valori- ci modelo del poder webeniano se fundamenta
zación dcl capital requiere Ia constitución de en Ia conformidad de las acciones adminis-
funciones dcl estado que se manifiesten esen- trativas alas normas juridicas, porel contra-
cialmente a través de Ia expansion del traba- rio en el estado social, coma escribe Offe, las
Jo concreto, o sea a través del logro de finali- premisas de Ia acciOn son resultados concre-
dades concretas planteadas con base en cr1- (Os, 0 sea que "ci objetivo que Ia practica
terios no solo cuantitativos sino sabre todo administrativa se propone vale coma primer
czialiiaiit'os. Se trata pues de establecer las criteria de Juicio acerca de las decisiones y
prioridades. Ia distrihuciOn de los costos, los acciones dent no de Ia adininistraciOn: de los
efectos sabre Ia ocupaciOn, los incentivos, los objetivos propuestos dependen los insumos
subsidios, etc. Dc todo ella se sigue —como que deben ser producidos y aplicados" (C.
escribe Offe— que cuanto más concreta se Offe. 1974, p. 336). Se sigue coma consecuen-
hace Ia politica, tanto más se multiplican los cia Ia contradicción fundamental que actual-
conflictos v se acentOan los efectos de pola- mente afecta a Ia lOgica de Ia racionalidad
rizaciOn. Se abre por una parte una crisis poli- administrativa, ya que ésta, por un lado, debe
tica por Ia incapacidad de coordinur todos los con fonmarse a las normas y, por el otro, debe
intereses dcl con junto social; por Ia otra, se dirigirse hacia fines precisos. La nueva racio-
plantea para ci estado un problema de legiti- nalidad administrativa se entiende con base
macion, o sea de consenso airededor de cri- en Ia tendencia hacia Ia "politizaciOn" de Ia
terios cualitativos que rigen en sus interven- administraciOn, ya que a ella se le asigna aho-
clones. na la (area de asegurar Ia legitimaciOn de La
El esquema analitico ha detectado pucs dos decisiOn politica; pero no se trata ya de una
procesos: ci primero representado par Ia rela- iegitimacion legal, sino de una legitimacion
dOn estructura productiva-segmentaciOn de de tipo sublegal fundada en procesos empiri-
Ia administracion, de donde se sigue coma cos de investigacion sobre ci consenso (sabre
consecuencia Ia imposibilidad de Ia planifi- todo respecto a Ia erogaciOn de dinero).
caciOn politica; el segundo constituido par Ia
expansion, dentro del aparato estatal, dcl tra- X. LEGITIMACION POR PROCEDIMIENTO. Luhmann
bajo concreto y. dentro del mercado de tra- también detecta Ia tendencia hacia Ia politi-
bajo, de Ia nueva composición y de los flue- zacion de Ia administraciOn, planteándola
vos comportamientos de Ia fucrza de traba- coma proceso contradictorio dentro del sis-
Jo, que abren una crisis motivacional del suje- tema politico.
to, y finalmente una crisis de legitimacion del SegOn Luhmann, ci sistema politico se des-
poder politico. compone en un subsistema de partidos y en
un subsistema administrativo que compren-
IX. LOS CkITERIOS DE LA RACIONALIDAD ADMINISTRATI- de lo legislativo, to ejecutivo y lo judicial.
VA. LA POLITIZACION DE LA ADMINISTRACION. La pro- Las categorl as fundamentales de Ia refle-
gresiva independencia de Ia reproducción de xiOn politolOgica de N. Luhmann son las de
Ia fuerza de trabajo respecto del control complejidad y contingencia. Complejidad es
social plantea el problema de un nuevo con- ci conjunto de posibilidades de acción que se
senso a las politicas de intervenciOn del esta- han abierto para el sujeto en una sociedad de
do. A Ia politica le correspondia tradicional- capitalismo maduro; contingencia es el ámbi-
mente Ia tarea de asegurar ci consenso alre- to de las posibilidades de acción reducidas o
dedor de las intervenciones ejecutivas que iba sea permitidas aI sujeto. Asi pues el sistema
a efectuar Ia administraciOn (N. Luhmann). politico reduce Ia complejidad del sistema
Ahora en cambio se hace cada vez más eviden- social con elfin de garantizar La propia esla-
te que Ia relaciOn politica-administraciOn se bilidad. Por ejemplo, es "to polItico", segOn
ha invertido completamente. En efecto, Ia Luhmann, lo que define los temas sobre los
550 ESTADO CONTEMPORAN E0

que debe formarse Ia opinion publica, peru dimiento administrativo es cada vez menos
sabre todo es el poder politico ci que orienta ejecutor de las directivas politicas —Ia poll-
Ia acción social controlando y trasmitiendo tica decide sOlo sobre las dccisiones, a sea
las informaciones necesarias para actuar de plantea las modulidades de las decisiones
un extremo al otro del sistema social ("poder administrativus, pero sin establecer los con-
coma comunicaciOn". N. Luhmann, 1979). tenidos— e interviene mis bien dentro de Ia
Estas intervenciones de lo politico" deben globalidad social segOn criterios de oportzd-
ser legitimadas y esto tienc lugar por media nidad. Dc aqu) Ia crisis de Ia teoria de los sis-
de cuat ro prucedimientos (electoral, lcgi.slu- ternas, a que es Ia politica administrativa Ia
tivo, administrativo, judicial) (Luhmann, que dcbe ahora hacerse pasiva, o sea adap-
1969). Los procedimientos son "sistemas turse caso par caso a los problernas que van
sociales de naturaleza especial construidos surgiendo, nenunciando a Ia integracion del
para elaborar decisiones vinculantes" (Luh- cuerpo social a unos procedimientos forma-
mann, 1977. p. 259). El actor social es sepa- lizados. Pero Ia crisis de lcgitimacion par
rado de su propio ambiente social o mundo mcdio de procedimiento es Ia crisis de Ia posi-
vital" (Lebensu'elt) e inmerso en papeles din- bilidad de reducir Ia compkjidad. Cada vex
gidos a Ia promulgacion de una decisiOn. Dc mas a menudo el poder-medio de comunica-
este modo se entiendc que ci sistema politi- don se encuentra ante bluques de poder, a sea
co reduzca al sujeto a una mera variable de fuentes de poder que no son controlables
Ia propia logica intcrna y acabe par legitimar- con las cuales debe estabkcer una fluea for-
se a sI mismo. ma de coexistencia que parece configurarse
Lo que caracteriza a los procedimientos es como un tipa de "politicismo localista, basa-
su autonomiaciO,l respecto de Ia compieji- do en Ia especificidad de determinados mini-
dad social reducida por el sistema politico. sistemas" (N. Luhmann, 1979, p. 113). La nue-
Peru esto comporta algunas consecuencias 'a estructura social que se cstá delincando
especialmente significativas: en primer lugar deja cntnever una oI- gani/.ucion fundada en
el abandono de caegorias como Ia de repre- nOcicos cada vei mas descent ral izados, yin-
scntación, ya que no se trata, segUn Luhmann. culados par una red intormatica quc va no tic-
de traducir dentro del sistema politico Ia gb- ne un centro.
balidad social, sino más bien de reducirta; de La irreductibilidad dL Ia complejidad social
ello se sigue que Ia crisis del e. contempora- abre una dialéctica nueva dentro del sistema
neo no puede haber sido causada por un defi- politico. Al eludir ci ultra politico represen-
cit de representaciOn, sino solo por un even- tado par ci sistema dc partidos, el regimen
tual dt!ficir tie re/lexiOu. En otras palabras, lo panlamcntario vu no tiene Ia posibilidad de
que resulta decisivo dentro de Ia estructura asegurar Ia lealtad de las masus y conhia Ia
dcl poder politico es el conccirnieno de las legitimaciOn de "lu politico" a proccdimicn-
normas que rigen los procedimientos, o sea tos que no son legales, sino de tipo sublegal.
de los procesos que permiten una elaboraciOn Sin embargo Ia carga que revierte sobre el
más eficaz de las decisiones. En segundo estado administrativo, o sea sobre ci estado
lugar, Ia categoria "estudo" se sustituve por de seguridad social, es demasiado gravosa: no
Ia categoria "sistema". Va que el prublema no sOlo a causa de los limites esinicin rules de
radica tanto en las relaciones estado-socie- una crisis fiscal insuperable, sino tambiCn
dad, o estado-aparato productivo, como más por Ia crisis de Ia forma de mercado coma ins-
bien en el análisis de los piocedimiento' inter- trumento tradicional dc integracion, que pri-
nos del sistema politico. En definitiva, Ia 'a de eficacia a Ia politica social del estado,
democracia es condenada a Ia complejidad y Ia cual representabu una intervenciOn corn-
a la reducciOn por obra de los procedimien- plementaria respecto de Ia forma ideologica.
tos del sistema pol itico-administ rat ivo. El sistema de seguridud social no está en
condiciones de garantizar In begitimacion
En realidad
Xl. EL ESTAIDO DE SECt RIDAD NACIONAL (sublegal) dcl sistema politico v el aparato
Luhmann tambiCn reconoce las dificultades politico representativo no tiene Va Ia capaci-
cada vez mas insolubies que encuentra Ia legi- dad de asegurar Ia lealtad de las masas. El
timaciOn por procedimiento, ya que el proce- sisterna politico debe entonccs asumir ama
ESTAIX) DE BIENESTAR 551

función, Ia de Ia tutela de Ia constitución, Cultura Ecunômica, 1964; H.U. Wehier, Dt'rilufs.


decidiendo que no es amigo ni enemigo de zieg des orgaus:erten Kapizalisnus and Inren'en-
ella, apelando a una instancia desuperlegali- lionsslaabe.s in Deutsehiand, en Ia obra colecti-
dad politica por encima de los principios va Organisierter Kapitalismus, Gotinga, Vanden-
constitucionaks. Las funciones dcl aparato hoeck & Ruprechi, 1974.
politico representativo no tienen ya Ia misión
de gal antizar Ia Icaltad de las masas, sino Ia [GuslAvo GOZZI]
de tutelar Ia seguridad nacional (esle es ci sen-
tido más autentico de Ia categoria "autono-
mia de lo politico"). Un sistema de superle-
galidad puede sobieponerse al de legalidad, estado de bienestar
a La lihcrtad indi idual y en definitiva al esta-
do de derecho. I. DEF1ML iO\ESY PERFILES HISTORROS. El e. dc bie
La oscilacion entre on principio de super- nestar (welfare slate) o estado asistcncial pue-
legalidad y los criterios de una legitimación de definirse —en una pnimera aproxima-
sublegal es Ia dialect lea deniro de Ia cual se ción— como on estado que garantiza "están-
mueve ci e. contemporanco v constituye el dares minirnos de ingreso, aiimcntación,
horizonte problemático y abierto de Ia actual salud, habitacion, educación a todo ciudada-
investigación y rcflexión poIitoIogici. no como derecho politico v no como bench-
ccncia" (H.L. Wilenskv, 1975).
HIBLUX,RAFIA: E. Altvater, Notas sobre ulguio Como ci ejemplo rnás cercano a esta defi-
pro blemus dcl iuwrvencionismo de esiado (1973). nición se suele presentar Ia polItica llevada
en El e.siado en ci capiialinw conternpordneo, a cabo en Ia Gran Breiufla durante Ia segun-
a cargo de 11.R. Sonntag y H. Valccillos, Mexi- da guerra mundial, cuando, después de Ia dis-
co, Siglo XX!, 1977; E. Forsthoff, Problernas cusiOn provo.ada por La presentación del pri-
actuales del c.iadu social de derecho en ,4iema- mer informe Beveridge (1942), se aprobaron
nia (1964), Alcah'i de Henares, Escuela Val. de algunos proyectos en los sectores de Ia salud
Administración Püblica, 19; J. Habeimas, Pw de Ia educación para garantizar prestacio-
blernas de iegitirnacion en el capitalismo tardlo nes iguales a todos los ciudadanos, indepen-
(1973), Buenos Aires, Amorrurtu, 1975; J. Hirsch, dientemente de su ingreso. Estc ejemplo nos
Wis.censthafiiich. Tech nischer Fortschriii and Ileva a vincular el concepto de asistencia
politisches Sy.stenz. Francfort, Suhrkamp, 1973; ptblica al de sociedad industrialmente desa-
N. Luhmann, Legitimation durch Verfaliren, rro!Iada y con un sistema politico de tipo Ii-
Darmstadt, Luchtcrhand, 1969; N. Luhmann, beral-democrático. En realidad, lo que distin-
Socioiogia del diriuo (1972), Ban, Laterza, 1977; gue aI estado asistencial de otros tipos de
N. Luhmann, Potere e corn pkssitá sociale (1975), estado no es tan to Ia intervención directa de
Milan. II Saggiatore. 1979; F. Neumann, Elesta- las estructuras publicas para mejorar el nivel
do democrd:ico v ci esiado autoriiurio (1957), de vida de Ia poblaciôn, sino más bien ci
Mexico, Paidós, 1981; J. O'Connor, La crisi fis- hecho de que tal acción es reivindicada por
cale dcliv stab (1973), Turin, Einaudi, 1977; C. Los ciudadanos como on derecho.
Offe y G. Lenhardt, Teuria della stato e politica Ahora bien, on breve análisis histórico de
.sociaie, Milan, Felt rinelli, 1979; C. Offe, La abo- las intervenciones ilevadas a cabo por Los
lición del control del mercado y ci problema de estados en el campo social demuestra que Ia
la kgitimidad ( 1974), en El estado en el capita- relacion entre asistencia, industrialización y
lismo conzemporaneo. a cargo de H.R. Sonntag democracia es muy compleja, dando lugar a
y H. Valecillos, Mexico, Siglo XXI, 1977; F.W. profundas tensiones, y solo en Ia Cpoca más
Scharpf. Planung ais politise her Prozess, Franc- recien te logra configurarse plenamente. En
fort, Suhrkamp, 1973; J. Schumpeter, Die Krise efecto, en el .siglo xviii muchos estados euro-
des Sbeuerstaais (1918), en Die Finanzknse des peos (Austria, Prusia, Rusia, España) llevaron
Steuersbaats, Beiträge zur politischen Okonomie a cabo una relevante actividad de asistencia,
der Staatsfinanzen, a cargo de R. von Hickel, antes de Ia revolución industrial o indepen-
Franefort, Suhrkamp, 1976; M. Weber, Econo. dientemente de ella, o dentro de estructuras
mia v sociedad ( I 92. [1964]), Mexico, Fondo de de poder de t po patriarcal. Weber nos recuer-
552 ESTADO DE BIENESTAR

da que "el poder politico esencialmente lado y derechos sociales por ci otro sigue exis-
patriarcal asumió Ia forma tipica del estado tiendo durante gran parte del siglo xix y tie-
de bienestar F. .] Esta aspiración hacia una ne su ejemplo más claro en Ia legislaciOn
administración de Ia justicia liberada de suti- social de Bismarck. Las Ieyes aprobadas en
lezas y de formalismos jurIdicos, y dirigida Prusia entre 1883 y 1889 representan Ia pri-
a una justicia material, es de por si propia de mera intervención orgánica del estado en Ia
todo patriarcalismo principesco" (M. Weber. tutela del proletariado industrial a través de
1922). Llfl sistema de seguros obligatorios para Ia
Asi pues, fueron precisamente los estados proteccion de accidentes de trabajo. enferme-
pat riarcales, que estahan muy lejos de acep- dades, invalidex v vejez. Sin embargo. este
tar formas de legitirnacion legal-racional, los progranla asistencial foe realizado por un
que más avanzaron hacia formas de tutela del estado en el que Ia hurguesia industrial era
bienestar de los sübditos, mientras que en las déhil v politicamente marginada y las repre-
sociedades en las que se iba afirmando Ia sentaciones politicas de Ia clase obrera no
revolución industrial, las normas más dc- gozaban de ningün reconocimiento: en dcc-
mentales de tutela de la pohlaciôn eran con- to, algunos anus antes, en 1878, una 1ev "anti-
sidcradas como barreras medievales que se socialista" hahia prohibido las reuniones asi
oponian a Ia libre iniciativa. En efecto, el como Ia propaganda de estas organizaciones.
naciente capitalismo se caracteriza mas bien Solo a principios dcl siglo xx podemos
por una actitud de Ia ética protestante hacia encontrar provectos asistenciales que ya no
Ia caritas: ésta no puede sostener a los pere- estãn en contradicciOn con los derechos civi-
zosos, ya que, en una sociedad fundada en Ia les y politicos de las clases desfavorecidas y
libre competencia, Ia asistencia constituye que de algOn modo constituven un desarro-
una desviacion inmoral del principio "a cada Ilo v ampliación de dichos derechos. En Ingla-
uno segün sus méritos". terra, entre 1905 v 1911, un grupo politico
Analizando las decisiones adoptadas en progresista en el poder permite Ia aprobaciOn
Inglaterra a finales del siglo xviii, está bien de decretos de inspiraciOn igualitaria, como
claro que no se trata solamente de discusio- el que estahlece una institución de seguro
nes ideologicas, sino de orientaciones con un sanitario nacional y un sistema fiscal muy
significado politico preciso. Con estas deci- progresista. Ahora si, el trasfondo habia cam-
siones quedaba abolida toda reglamentacion biado profundamente. Estas les-es son Ileva-
sobre ci salario mInimo, derivada del sistè- das a Ia prOctica par un estado liberal-demo-
ma medieval de los gremios v que ahora se crãtico que reconoce plenamente los derechos
consideraba lesiva para Ia libertad de contra- sindicales y politicos de Ia clase obrera, en
tación. una sociedad profundamente marcada por Ia
La contraposición cntrc derechos civiles (de industrialización y por el carácter urbano de
expresión, de conciencia, pero tambien de las grandes masas.
comercio) y derecho a Ia subsistencia se hizo Los años veinte y treinta marcan un paso
del todo explicita con Ia Icy sobre los pobres importante hacia Ia constitución del estado
aprobada en Inglaterra en 1834, segün Ia cual de bienestar. La primera guerra mundial (y
se podia conseguir el sustento por parte de más tarde Ia segunda) permite experimentar
Ia colectividad a cambio de renunciar a Ia pro- una intervenciOn masiva del estado tanto en
pia libertad personal. Como seflala T.H. Mars- Ia produccion (con Ia industria bélica) como
hall (1961). para tener Ia garantia de Ia super- en Ia distribuciOn (de artIculos alimentarios
vivencia el pobre tenia que renunciar a todo •sanitarios). La gran crisis de 1929, con las
derecho civil y politico, debia colocarse "fue- tensiones sociales creadas por Ia inflaciOn y
ra de juego" respecto del resto de Ia sociedad. Ia desocupación, determina en todo el mun-
Si el estado lo protege, no lo hace en cuanto do occidental un fuerte aumento del gasto
portador de cierto derecho a Ia asistencia publico para apovar el empleo v las condicio-
püblica, sino porque se Ic considera un peli- nes de vida de los trabajadores. Sin embar-
gro potencial para el orden publico y para Ia go, las condiciones institucionales en las que
higiene de Ia colectividad. Esta contraposi- fueron lkvadas a cabu dichas pliticas eran
ción entre derechos civiles y politicos por un radicalmente distintas: mientras que en los
ESTADO DE BIENESTAR 553

estados nazi-fascistas Ia protección del traba- finales de los años sesenta los gastos dcl
Jo Ia ejerce Un regimen totalitario, con estruc- gobierno tienden a aumentar más rãpidamen-
Luras de tipocorporalivo. en los Estados Uni- te que los ingresos, provocando In crisis fi s-
dos dcl New Deal Ia i-eali,aciOti de las politi- cal del estado (O'Connor, 1973). Este aumen-
cas asistenciales tienen lugar dentro de ins- to del deficit püblico provoca inestabilidad
tituciones I iheral-democráticas, a t raves del econOmica, inflación, inestabilidad social,
reforzamiento de los sindicatos industrialcs, reduciendo notablemente Ia posibilidad de
Ia canalización dcl gasto pOhlico en apovo dcl utilizar el bienestar en funciOn del consenso
empleo. Ia creaciOn de estructuras adminis- respecto dcl sistema politico. Algunos esta-
trativas especializadas en In gestión de los ser- dos se han visto obligados a limitar las inter-
vicios sociales y de Ia avuda econOmica a los venciones asistenciaks, mientras que el
necesitados. aumento de Ia carga fiscal genera en amplios
Peru es necesariu Ilegar a Ia Inglaterra de estratos de Ia opinion pOblica una actitud
los anus cuarenta para poder encontrar una favorable a regresar a un tipo de prestacio-
aiirmaciOn explicita del principio fundamen- nes basándose en el principio de contrataciOn.
tal dcl estado de bienestar: independiente- Estos elementos han inducido a hablar de una
;nente de siis ingresos. tolos los ciudadanos nueva fase en In historia del e. asistencial,
—en c'zjanlo tales— licHen ci derecho a ser pro- caracterizada por su profunda crisis v quith
regidos —con pugos en etectivo o con servi- por una tendencia a desaparecer.
cios— en situaciones de dependencia de lar-
go plazo (vejez, invalidei ... ) o de breve plazo H. LAS CALSAS DEL DESARROLLO DEL ESTADO ASISTEN-
(enfermedad, desempleo, maternidad ... ). El CIAL. Es necesario considerar ahora algunos
eslogan de los lahoristas ingleses en 1945 "La problemas teOricos planteados por ci surgi-
parte justa para todos" resume con eficacia miento, consolidaciOn y crisis del estado de
el concepto universal de las prestaciones del hienestar.
estado de bienestar. A partir del final de Ia Una primera scrie de cuestiones se refiere
segunda guerra mundial, todos los estados a las causas que han determinado su creci-
industrializados han Ilevado a cabo proyec- lnieuro. Durante los años cincuenta y sesen-
tos que amplian Ia red de servicios suciales, ta los investigadores ingleses ' norteameri-
han establecido cargas fiscales muv progre- canos (T.H. Marshall, Bendix) ponen mucha
sistas e intervienen en apovo del empleo o de atención en las razones polizicas que han pro-
los ingresos de Los desempleados. vocado ci reforzamiento de las intervenciones
El desarrollo mac o menus lineal de dichas asistenciales. Segun Marshall (1964) en Ia his-
intervenciones ha producido aigunas conse- toria politica de las sociedades industriales
cuencias importantes cuvo significado anali- pueden distinguirse tres fases: La primera
zaremos a continuaciOn: ha aumentado el (alrededor del siglo xviii) está dominada por
indice del producto nacional bruto destina- Ia lucha por conquistar los derechos civiles
do al gasto pOblico: las estructuras adminis- (libertad de pensamiento, de expresión...
trativas canalizadas a los servicios sociales In fuse siguiente (alrededor del sigio xix) está
se han ampliado o se han hecho más comple- cent rada en Ia reivindicacion de los derechos
jas: ha crecido ci nOmero v Ia relevancia poll- politicos (de organización, de propaganda, de
tica del estrato de los "profesionales del bie- voto...) y culmina con Ia conquista del sufra-
nestar"; se han refinado las técnicas para Ia gio universal. El desarrollo de Ia democracia
dctección v medida de las necesidades socia- y ci aumento del pder politico de las orga-
les; se ha precisado el conocimiento del nizaciones obreras inauguran una tercera
impacto de las diversas formas de asistencia fase, caracterizada par el problema de los
sobre Ia redistribución del ingreso v sobre Ia derechos sociales, cuvo respeto se considera
estr.itificaciOn social. Sin embargo, a pesar requisito imprescindible para lograr Ia pIe-
de que han mejorado los instrumentos tecni- na part icipaciOn politica. El derecho a Ia edu-
cos para prever v controlar Ia marcha del gas- cación desempena históricamente una fun-
to publico. en las naciones donde es más ciOn de puente entre los derechos politicos
amplia Ia cobrtura de los servkios sociales los dercchos sociales: ci logro de un nivel
(Estados Unidos, Gran Bretaña, Suecia... ) a mInimo de escolarización se convierte en de-
554 ESTADO DE BIENESTAR

recho-deber estrechamente vincuiado al ejer- micas y politicas resulta más bien efimera o
cicio de Ia ciudadania poiitica. Algunus auto- irrelevante. Otros factores que parecen influir
res (Titmuss, 1958) han senalado Ia importan- positivamente en el desarrollo de las politi-
cia de las ideologias en la determinacion y cas sociales no hacen más que rcforzar esta
consolidaciOn del bienestar. Si en las socie- tesis: en efecto, si es cierto que el porcentaje
dades tradicionales las situaciones de mdi- de ancianos y Ia antiguedad del sistema de
gencia se consideran como un signo de Ia administracion social estOn en relacion con
voluntad divina y en Ia etica protestante como Ia amplitud de las politicas de bienestar, tarn-
Ia culpu de una falta personal, con ci pleno bien es cierto que eiias dependen a su vez del
desarrollo de Ia sociedad industrial las cau- desarrollo econOmico de una naciOn. No nos
sas que provocan situaciones de dependencia sorprende pues que ci propio Wilensky nos
tienden a aumentar va tener un origen social invite a observar además Ia "retOrica del bie-
v escapan totalmente al control del individuo. nestar", que varia de pais a pals en reiaciOn
En estas condiciones se atenOa en Ia opinion con las ideologias dominantes, para captar Ia
pOblica Ia contraposicion entre dem,.tndas sustancial convergencia de las poiiticas socia-
fundadas en ci mérito v dernandas fundadas ies en paises fuertemente industrialiiados.
en Ia necesidad. y ci universalismo de las pres-
taciones no entra en contraste con ci princi- III. LAS CALSAS DE LA CRISIS DEL ESTADO ASISTESCIAL.
pio de justicia ni en competencia con Ia exi- Anaiicemos ahora que problemas teOricos
gencia de conservar Ia propensiOn al traba- piantea Ia plena expansion y Ia crisis dci esta-
jo. Todas estas interpretaciones tienen en do asistencial en las sociedades poscapitalis-
comün un fuerte acento puesto en los facto- tas o de capitalismo tardio. Todos los inves-
res politico-culturales, con ci consiguiente tigadores del estado de bienestar consideran
análisis del bienestar en terminos de logros su desarrollo corno una rupturd de Ia sepa-
de civiliaciOn. raciOn en Ire sociedad (0 meicado, o esfera pri-
Las investiraciones más recientes tienden vada) v estado (a pulitica, a esfera pOblica),
en cambio a senalai- el papel que desempenan tat como se habia cunstituido en Ia sociedad
los facto res cconOmicos en Ia constituciOn del liberal, y describen Ia evoluciOn de los cana-
estado asistencial. A partir del anälisis corn- les que han permitido históricamente Ia
parado de Ia historia de las politicas socia- cumunicación entre las dos esferas.
les en Europa, Estados Unidos y Rusia, Rim- Durante los años sesenta, Ia nueva relaciOn
linger (1971) liega a Ia conclusion de que Ia entre estado y sociedad se interpreta en tér-
causa principal del éxito de dicho estado se minos de equilibriu, de compromiso, de coe-
explica por ci paso de Ia sociedad agraria a xistencia pacifica. den tro de Ia ruptura de Ia
Ia industrial: silas diferencias politicas y cul- separaciOn. Marshall habla de distribucion de
turales pueden explicar Ia diversidad de dcci- los recursos basándose en un sistema dual,
siones adoptadas por los distintos paises, el en el que junto al mercado actOa el estado.
desarrollo industrial aparece como Ia ünica Habermas (1975) obsen'a el surimiento de
constante capaz de motivar el surgimiento del una especie de tie rra de nadie respecto a Li
probiema de Ia seuridad social en todas cual resultan inadecuadas tanto las calego-
estas regiones. La tesis de Ia relevancia del rias dcl derecho pOblico como las del dere-
desarrollo económico no es válida solamen- cho privado. Otros señalan Ia sintesis ideoió-
te para Ia verificación de los grandes perio- gica entre meritocracia e igualdad, entre efi-
dos histOricos, sino quc queda confirmada ciencia v solidaridad, sintesis que represen-
también por ci analisis sincrónico del gasto ta Ia base cie los programas sociaIes más orgá-
destinudo a los servicios sociales en una nicos.
amplia muestra de naciones. Wilensky (1975). Sin embargo, desde finales de los años
v anteriormente Aaron v Cutright, demostra- sesenta, ci proceso de ruptura de Ia separa-
ron que ci porcentaje dci producto nacional ción entre sociedad y estado es analizado con
bruto utilizado para fines sociales crece en instrumentos nuevos, que tienen en cuenta los
proporción al desarrollo econOmico de una primeros sintomas de crisis en un desarrollo
naciOn. Respecto a esta clara correlación, Ia dc las politicas suciales que hasta entonces
influencia de las diversas decisiones econO- habia sido bastante lineal. La crisis fiscal dcl
ESTADO DE BIENESTAR 555

estado se considera un signo de Li incompa- parálisis par sobrecargo de demandas; Ia


tibilidad tendencial entre las dos funciones competencia entre las organizaciones politi-
dcl e. de bienestar: el reforzamiento dcl con- cas Ileva a Ia incapacidad de seleccionar y
senso social. eon Ia consiguiente ieaitad hacia agregar intereses, causando Ia incapacidad de
ei sistema por parte de las grundes organiza- las instituciones respecto a las dernandas
clones de musa, y ci apovo a Ia acumulación fragmentarias. El peso asuniido por Ia admi-
capitalista con ci uso anticoyuntural dcl gas- nistración en Ia mediaciOn de los conflictos
It, publico. La especial reiaciôn entre estado provoca una burocratizaciOn de Ia vida poll-
v sociedad que se da en ci estado de bienes- tica, que a su vez genera una "disoluciOn del
tar vu no se lee en ttrminos de equilibria, sino consenso". Sabre Ia base de este anilisis, apa-
coma eicmcnto de una crisis que 11ev a progre- rece claro que las posihiiidades de salida de
sivamente a Ia eliminacion de uno de sus Ia crisis se confian a Ia capacidad de resisten-
pubs. cia de las instituciones, a su autonomia res-
Para un primer grupo de autoies (Offe. pecto de las presiones de los grupos sociales
1977; Habeimas, 1975) el e. de bienestar pro- constantemente en posiciOn reivindicativa.
duce corno resultado una "estatizaciön de Ia Ahora bien, nos podemos preguntar cOma
sociedad". Trabajo. ingreso, nivel de vida, ya Ia crisis del e. de bienestar puede dar lugar
no estan determinados par el mercado, sino a interpretaciones tan distintas. Antes que
por mecanismos politicos que tienen coma nada conviene precisar que Ia colitraposidión
objetivo Ia prevencion de los conflictos, Li se agranda muchas vcces dchido a los diver-
estahilidad del sistema, ci reforzamiento de sos planteamientos metodologicos: en reali-
Ia iegitirnación del estado. La voluntad poll- dad los anOlisis más complejos admiten Ia
tico vu nose torma por ci libre juego de agre- existencia de ambos procesos. Sin embargo,
gados en Ia sociedad civil, sino que se coagu- los resultados tan distantes a que se llega ab
Ia pasando a travcs de mecanismos institu- analizar Ia crisis del e. de hienestar con las
cionales que operan como filtro pal-a Ia selec- categorius de 'estado" y de "sociedad"
don de las demandas funcionales del siste- demuestran al menos una cosa: el crecimien-
ma. Partidos, sindicatos v pariamento actOan to s Ia consolidacion del e. de hienestar en los
como empresas que ofrecen servicios s pres- ultimos cien años es un proceso tan profun-
taciones a cambio de apovo politico. Los do que requiere diferenciar claramente esta
resuitados de este proceso son diversos segOn instituciOn respecto de las precedentes, va
ci grado de ext melon de Ia autonornia de Ia que en gran medida resulta inadecuado eI
sociedad ante un "despotismo administrati- esquema conceptual elaborado por las teorias
vu" que puede ilevar a In total dependencia clásicas para definir ci estado v sus funciones.
de los individuos v de los pequeños grupos
respecto de los aparatos pOblicos. La posibi- BlRIic;t'..tFl : R. Bendix, Estado nacwnal V cia-
lidad de superaciOn de dicha situaciOn está dadania (1964), Buenos Aires, Amorrortu, 1974;
en Li capacidad de resistencia de los nOcleos A. Briggs. The u'elfare state in liiturical perpec-
de suciedad civil: ámbitos privados de vida, tile, en Archi'e.s Enropëeznes de Sociologic, II,
sectol-es de economia competitiva, grupos 1961; M. Crozier, S.P. Huntington y J. Watanu-
poriadoies de inicreses no filtrados par las ki, La crisi della democrazia (1975), Milan, Angeli,
instituciones. 1977: 1. Gough. Gasto.c dcl estado en ci eapiiahs-
Par otro lado. Ia crisis del e. de bienestar mu avanzado, en El estado en vi capita iismo con-
puede interpretarse tambiin como un procc- wmporáneo, a cargo de H.R. Sunntag v H. Vale-
so de "socializaciOri del estado" (Rose, 1978; cilios, Mexico, Siglo XXI. 1977; J. Habermas,
Huntington v Ci-ozier, 1975). Para los autores Pro bk'mas de legitimaciin in ci capiiaiismo tar-
que ponen de relieve este aspecto, el e. de bie- dlv (1973). Buenos Aires, Amorrortu, 1975; T.H.
nestar ha difundido ufla ideologia igualitaria Marshall, ('ittadinanza e Liasse sociale (1964).
que tiende a deslegitimar Ia autoridad politi- Turin, tTET, 1976; J. O'Connor, La crisi iiscale
ca; Ia disponibilidad dcl estado para interve- dello stalo(l973), Turin, Einaudi, 1977; C. Offe,
nir en las relaciones sociales prooca un enor- Lo stato nel capiiaiimo maturo, Milan, Etas
me aumento de las demandas dirigidas a las Libri, 1977: G.V. Rimlinger. Lt'el/a,e polics and
institucioncs politicas, Ia que determina una iuduszrializaiio,, in Europe. .4 ,neri LO and Russia,
556 ESTADO DE POI.ICIA

Nueva York, Wiley, 1971: R. Rose. What is del significado comünmente atribuido al con-
governing?. Englewood Cliffs, Prentice-Hall, tepto dee. de policia sino tambiCn convencer-
1978; R.M. Titmuss, Es.savs on the "welfare sta- se de que dicho significado debe ser sustitui-
re', Londres, Unwin, 1958; M. Weber. Economia do por otro mucho mejor fundado historica-
y sociedad (1922 [1964]), Mexico, Fondo de Cul- mente s' dotado no ya de implicaciones poSi-
tura Económica, 1964: H.L. Wilenskv, The we!- tivas a negativas sino de una adhesiOn más
fare stale and equalit
y, Berkev.
k University of estrecha a las caracteristicas reales de dicha
California Press, 1975. forma de estado.
En efecto, como sucede a menudo en Ia his-
[;LoiuA REGONINI] tuna de los conceptos y de los significados,
los historiadores liberales que acuñarun el
término del que nos estamos ocupando no se
equivocaron ai reconocer en Ia actividad de
estado de policla pal ida Ia caracteristica más especitica de Ia
I orma de estado precedente. en Alemania, al
At EI't ION IIISIORIOGRAFItA I ORIGEN FIISTORI(O estado de derecho. Ademas, como tambien
(ONCRETO ua LA POLICIA'. El tCrmino-concepto ocurrc a menudo, atrihuveron a dicha act ivi-
en cuest ion adquiere su significado tCcnico dad ci restningido e inequivocamente valora-
en el campo historiografico. Esto significa tivo significado corriente en su tiempo, es
que se trata de una expresión acunada por Ia decir en ci ámbito de Ia concepción del esta-
historiografia para indicar un fenómeno his- do de derecho, y sustancialmente analogo al
tórico muv preciso ' particular. Más exacta- contcmporáneo. No queda otra cosa que
mente. se remite a los historiadores consti- hacer, por tanto, que volver a recorrer Ia his-
tucionales alemanes de mediados del siglo tonia del concepto de 'policia" para tratar de
xix que, partiendo de un empeño politico descubrir qué significado tenia en el ámbito
liberal-burgues correspondiente al ideal cons- de dicha concepciOn y de Ia praxis estatal
titucional del "estado de derecho", pretendie- vigente justamente Cli ci e. de policia.
ron contraponer a este ültimo, como fase anti- No es dificil reconocer en el tCrmino grie-
tética a al menos precedente del desarrollo go polireia y en ci latino (medieval tardlo) poli-
historico de las formas estatales, precisamen- ha Ia mat riz etimologica de Ia moderna "poli-
te ci "e. de policia". cia". Sin embargo, tanto en ci pensamiento
El mismo origen del término sugiere ya Ia griego clásico como en su recepción por obra
intenciôn pevorativa con que es acuñado y de Ia escolástica (politia ordinala), el térmi-
usado por largo tiempo. Tal intención se refie- no mantuvo un significado global y finalista.
re evidentemente a In parte especifica del tér- lejano tanto dc Ia comprensión contemporá-
mino. a Ia "policia", es decir que en Ia clasi- nea y del siglo XIX (policIa como sector sub-
ficación de las formas de vida estatal impli- sidiario de Ia actividad del estado, en orden
cita en el uso historiografico arriba indica- sobre todo a Ia prevención y al castigo de Ia
do debia contraponerse al "derecho". conio ilicitud mediante el empleo de un aparato rigi-
dimension ya no sOlo limitada y circunstan- do y autoritario de investigaciOn e interven-
cial sino también degenerativa respecto de ciOn) como del contenido que Ic fue atribui-
este Oltimo. do del humanismo en adelante, en Ia acepciOn
Dando por descontado las precisiones rela- peculiar del e. de policia. Si en efecto politeia
tivas al concepto de estado, a las cuales será significaba para AristOteles el ordenamiento
necesario por otra parte retornar de vez en total de Ia polis —en sustancia, su constitu-
cuando, conviene par consiguiente fijar Ia ciOn— V Si para santo Tomás Ia politia ordi-
atenciOn en ci concepto de "policia", tratan- nata era el ordenamiento global de Ia vida
do de captar en su e'oluciOn histOrica las terrenal en ci que se obtenia Ia superaciOn del
razones que han determinado una actitud his- dualismo propio del antiguo mundo cnistia-
toriografica tan univoca como Ia que se ha no entre esfera religiosa y esfera mundana,
recordado. Dc tal modo será posible no solo para ambas concepciones ci tCrmino no mdi-
darse cuenta con exactitud de las motivacio- caba ci gobierno sino Ia forma de gobierno,
nes ideologicas que se encuentran en Ia base v tenia, par tanto, sOlo un significado descrip-
ESTADO DE POLICIA 557

tivo, cstãtico, v no prescriptivo, activo. que se sirvió el principe territorial para impo-
Fue en el interior de los estados renacen- ncr su presencia y su autoridad frente a las
tistas. en Italia, pero sabre todo en Francia, fuerzas tradicionales de Ia sociedad imperial:
en ci Ducado de Borgona, que el concepto de ci emperador, par encima de él, y las ciases
policia adquirio una importancia operativa territoriales, por debajo. En ci paso de una
inmediata, de instrumento preciso en las estructura constitucional tipicamente "par
manus dcl principe para perseguir sus fines castas". como Ia imperial del siglo xvi, a una
politicos (o cumplir con los deberes de su esta- organización centralizada del poder en los
do, quc es Ia mismo). Dc Borgona ci nuevo sig- estados territoriales particulares, como se
nificado paso a Alemania. donde encontro verifico en algunos tcrritol-ios alemanes en el
difusión v fortuna gracias a Ia particular curso del siglo xvii, es iicil comprender
situaciOn constitucional dcl Sacro lmperio cómo ci problema central consistia en Ia nece-
Romano, reducido a partir del siglo xvi a sidad para el principe territorial —que se
mero áinbito territorial v formal en ci que los coiocaba históricamente como ci punto de
principes alemanes lievaban a caho sus ape- apovo de tal paso— de crearse un verdadero
raciones para Ia conquista de Ia soberania. espacio autónomo, una verdadera esfera sobe-
En Francia en cambio Ia police fue adqui- rana tanto hacia arriba como hacia abaio. Tal
riendo rnuv rapido Ufl significado absoluta- operación lue intentada, con distinto exito.
mente tecnico, en ci ãmbito de Ia prccoz orien- por los mayores principes alemanes: su ras-
tacion iuspublicista que alli asumió —a cau- go constante fue, alli donde triunfO, que el
sa de las distintas (más anticipadas) condicio- principe conquistara su propia soberania no
ncs constitucionales— Ia actividad del esta- tunto apropiándose de competencias v funcio-
do. Una vez cumplido ci proceso de nes antes concernientes a las fuerzas politi-
unit icación territorial v consolidada en los cas concurrentes —tanto infer iores coma
hechos Ia soberania del monarca, los probk- superiores— como creándose nuevos campos
mas constitucionales que se plantearon en de intervenciOn v de presencia politica en los
Francia a partir dci siglo xvii fueron los de sectores nuevos dc Ia vidu asociada que ci pro-
Ia consolidación y de Ia defensa de tal sobe- ceso historico hacia cada vez más importan-
rania frente a las persisientes fuerzas excen- te V que al mismo tiempo Ia arcaicu estruc-
tricas dirigidas a conservar o a reconquistar tura constitucional del Sacro Imperio Roma-
los antiguos privilegios locales. La solidez del no de Ia NaciOn Alemana no permitia cubrir
tItulo de soberania del monarca y su posicion adecuadamente. El con junta de las interven-
de dcknsa y no de ataque frente a las otras ciones v de las afirmaciones del principe en
fuerzas politicas —ademas de Ia existencia de tales sectores —siempre cambiantes y nue-
una consolidada tradiciOn juridica que des- vos— constituvO en su plenitud Ia Poliev,
de hacia siglos estaba al servicio de las pre- que, par lo tanto, en lo esencial fue ci princi-
tensiones reales v que precisamente en el xvi pal instrumento con ci cual el principe Iogro
hahia alcanzado su miximo cumplimiento- realizar su propio esquema cent ralizador y al
hicieron asi que Ia police, entendida en prin- mismo tiempo just iuicarlo historicamente.
cipio como con junto de las actividades de El ejemplo más significativo de Ia lineali-
gobierno. se sometiese a determinaciones dad de este proceso está dada par ci propio
juridicas cada vez más precisas, cristalizán- modo en que se puso en movimiento. El siglo
dose progresivamente en una suma de inter- xvi alemán se caracteriza par los esfuerzos
venciones prefijadas en temas ya consolida- del emperador par devolver al imperio Ia
dos v tendencialmente reducibies a Ia segu- capacidad de responder a las exigencias y a
ridad v a Ia tranquilidad de los subditos (V del las necesidades poiiticas de los nuevas tiem-
principe). pos. Junta a previsiones más estrictamenie
constitucionales, fueron Ilevadus a cabo en tal
ii. LA I'OLiCiA COMO MOME\TOUEN IRAL EN LA FORMA sentido intervenciones inmediatamente ope-
dON DEL ESTADO TERRITORIAL ALEMAN Radical- rativas dirigidas a satisfacer de un modo uni-
mente distinto I uc en cambio ci papel desem- formc para todo ci imperio las más urgentes
penado por Ia PvliZL'v en los territorios ale- necesidades concretas dcl momenta: I ueron
manes. Aqui SC convirtio en ci Inst rumento dcl emanadas asi iniportantes ordenanzus i inpe-
55$ ESTADO DE POLIUIA

riales de pulicia referentes a los más diver. mente empunados par cI principe: todo cto
SOS campus de Ia vida asociada. La lábil es desde entonces, a lines dcl siglo xvii, Ia
estructura politica del imperio, sin embargo, policia, "todo el ordenamiento interior del
no permitia at mismo emperador vigilar estado, y en consecuencia el aparato de podei'
directamente Ia ejecución y Ia observancia de destinado a garantizar este Oltimo".
tales ordenanzas: de ellas tuvieron que hacer-
se cargo, par tanto, los propios exponentes de Iii. El ESTADO OF POIlCIA (0511) SIxTES1S liE (IRDE\ V
los territorios particulares en que estaba divi- Dl BiESESTAR SI FORMA lIPi(A 1* REA1.17A(10N EN
dido ci iniperio: los estamentos dcl imperio PRISIA. La policia resume en si esencialmen-
a bien los principes territoriale. Es ficiI com- te el nuevo "orden" dcl estado: orden de ele-
prender quc esta ocasiOn se iranslorrnO de mentos en pane nuevos, peru tambien bastan-
motivo de refor,amiento de Ia estructura Ic antiguos, hasta entonces dejadus casi a si
imperial en motiu ulterior de so rc'quehra- mismos, en una vision tradicionalmente jerur-
jadura, en favor de Ia naciente fueiia politi- quizada. v par tanto aulornática, estática,
Ca de los principes individutIes. Estos en eke- desorganizada, v ahora en carnhio regulados,
to no se lirnitaron i ejecutar las ordcnanzas simplificados, guiados, dirigidos. La jeraiquia
irnpeiiales sino que emanaron las suvas pro- estatica dcl cerrado orden medieval (imperial)
pias (ordenanzas territoriales de policii, en tue sustituida, par obra del principe v de su
buena parte apuvadas intearalmente i las policia. par una estructura abierta, innova-
prirneras, pero en mcdida creciente rekren- dora, mecOnic.i, teridencialmente iguali lana
tes a nuevas cuestiones, siempre originadas (los sObditos por una pane, el principe por
directamente en Ia autoridad coherana del Ia otra), ordenada desde to alto.
principe territorial v no ya en Ia imperial. Dc Sc explica de tal modo par si mismo ci sig-
tal modo, kniamente. Ia "orden" dcl princi- nificado tautolOgk-o de In expresiOn más
pe va adquiriendo fuerza de 1ev. colocándose cornunniente usada par los conternporãneos
coma luente originaria junto at derecho tm- para indicar el sistema politico amoldado a
dicional. Desde los problernas más pcquenos Ia actividad de policia: "gute Ordnung und
de Ia vida social, coma el control sobre los Polizel". doode poiicIa v orden son sinOnimus
pesos v las medidas, sobre las bebidas v sobre u, mejor dicho, constituyen una especie de
los alimentos, sobre los mercados y sobre las endiadis en Ia que Ia policia es vista coma el
actividades comerciales, sobre Ia seguridad media parz' perseguir ci orden, a su vez enten-
y sobre Ia tranquilidad de Ia vida en las ciu- dido no como un esquema prefijado e inmó-
dades y en los campos, In orden del principe vil (coma en Ia tradiciOn aristotélico-
Sc extendio hasta reglarnentar los problemas escolástica) sino coma ci fruto siempre cam-
de Fonda de los nacientes estados territoria- biante de precisas intervenciones politicas.
les: Ia creación de un ejército estable, ci Esto lo confirma el atributo implicito a este
aumento de Ia tasación, Ia IormaciOn de una arden de policia: éste debe ser "bueno", es
adniinist raciOn profesional, eficiente ' segu- decir debe inspirarse en cnilerios de fonda
ra, ci impulso a Ia actividad econOmica, ci hie- precisos que el principe es llamadu a ejecu-
nestar de los sUbditos. En todos estos secto- tar v no va a modificar. Tales criterios son
res la orden del principe interviene coma dc- en sustancia reducibles a uno solo: Wohlfahri,
memo de racionalización, de regulacion v de el hienestar de los sübditos, también éste
irnpulso del mecanismo estatal en vias de for- entendido de un modo totalmente distinto que
maciOn, cjercicndo influcncia en las dos direc- su antecedente medieval —el boaum corn mu-
ciones de ins competencias imperiales v supe- ne de Ia escolástica, rigido e inmutable, que
riores v de los privilegios tradicionales de las debe ser conservado más que creado. El bie-
castas locales. En donde In acciOn del princi- nestar de Ia "policia" cstá en cambio impreg-
pe tuvo éxito (en primer iugar en Prusia), el nado no sOlo de elementos eudcmonistas,
resultado final tue Ia construcción de un cuer- mundanos, concretos (In "felicidad material"
P0 compacto de prerrogativas sobemanas, de de que redundan los escritos politicos de los
intervenciones reguiadoras indiscrirninadas sigIos xvii v xviii), 5mb que jUstamente par
en Ia vida de los sObditos, de nuevos instru- eso es siempre Irma de intervenciones huma-
rnentus administrativos v burocraticos firme- nas, de operaciolies politicas. de eIecciones
ESTADO DF. POLICIA 559

conscientes y fatigosas. Adcmás, ci bienestar no de Ia just ificacion ideolOgica, peru también


de los sübditos no es solo un fin a alcanzar en ci funcionamiento concreto, de In policia,
para realizar el estado ideal; es un medio de In que constituven respectivamente los
importante para hacer Euncionar al estado en objetivos v los instrumentos. La politica de
su concreción histórica. Para tai fin es ilumi- los Hohenzoliern, que desde mediados del
nante Ia estrecha relación que se instaura, en siglo XVII hasta fines del XVIII ban hecho de
In teoria y en In praxis del estado alemán de Prusia uno de los principales estados euro-
los siglos XVII y xviii, entre ci bienestar de los peas, ha side sintetizada como "politica de
sübditos v In prosperidad dcl estado. Este potencia y de bienestar" y con estas palabras
ultirno necesita medios financieros cada vez es posible tambien dar Ia mejur definicion del
mãs imponentes para mantener en eficiencia e. de policia.
ci aparato miiitar y burocrático que consti- Justamente en Prusia, en efecto, este üiti-
tuven su espina dorsal. El canal imprescin- mo cncontrO su primera y más cumplida rca-
dible para obtencr tales medios es ci impues- Iización histOrica; iniponente hasta ci punto
to, In recaudaciOn dci cual, por otra parte, de ser directamentc generalizada coma for-
depende del tenor de vida de los sUbditos, de ma " tipica" de estado. Las etapas concretas
su bienestur: éste es ci mecanisnw gracias al dc esta realizaciOn no son fácilmente mdlvi-
cual ci bienestar se vuelve ci resorte decisi- duali,ahles. La totalidad. Ia globalidad de Ia
vo para ci funcionamiento del nuevo estado, actividad de policia impiden tomar en ella
v noes casual que In policIa sea definida como mementos particularmente significativos. Es
ci complejo dc las instituciunes creadas por necesario remitirse a In obra de los tres gran-
ci principc para rcalizar ci bicnestar de los des principes prusianos de In casa de los
sObditos. Hohenzollcrn para tener un scntido aproxi-
Si sc piensa en las implieacioncs prácticas inativo de dieho cambie ultracelular. Al Gran
que tiene en In actividad dcl estado el nexo Elector (Federico Gtiillermo I)que desde 1640
bienestar-impuesto, se tiene finaimente un hasta 1688 implantó sOIidamente las bases del
cuadro complete dcl significado global que ejército estable v de In nueva organizaciOn tn-
puedc revestir In expresiOn "e. de policia". butaria dependiente directamente dcl princi-
Estimular ci hienestar significa en efecto pe. A su sobrino Federico Guillcrmo H (pero
guiar Ia economia, Ilevar a cabo intervencio- I, come re de Prusia), conocido coma "rev-
nes persuasivas o disuasivas frente a ésta a soldado" par Ia expansion que dio al e,jrci-
aqueila actividad económica. Esto significa to, peru mOs importante por el esfuerzo cen-
no sOlo remit irse a una precisa politica eco- tralizador que cumplió en ci campo adminis-
nOmica —que refieja perfectamente, en esta trative, sobre todo creando, en 1723, un flue-
Ease, los principios de Ia teoria mercantilis- vu órgano unitario, ci "Generai-ober-Finanz-
ta— sino también predisponer los instrumen- Krieg-und-Domanen-Direktorium" (General-
tos necesarios para ejcrcer las intervenciones direkroriu,n, verdadero órgano propulsor y
requcridas y valerse de Ia obra de técnicos, de control del Gesarntstaai prusiano, del cuai
de administradores, de expertos dci sector. no S1 ocupO sOlo ci sector financiero v miii-
Par otra pane, In acentuación dcl momento tar Siflo toda In actividad dc policla, en Ia cual
referente ai impuesto impiica consecuencias precisamente los dos sectores recuperaban su
del mismo tipo, tanto en ci piano de Ia orga- unidad. Y par fin a Federico H ci Grande, su
nización concreta (uno de los momentos dcci- hijo, que a partir de 1740 dedicO todos sus
sivos para Ia formaciOn de una burocracia esfuerzos a hacer funcionar ci compIejo V
profesional está constituido en Alemania por dcl icado mecanismo construido par sus pre-
los comisarios de impucstos) como en ci de deccsores. Fue con éI que ci e. de poiicia
Ia eiaboraciOn teorica (se ha visto en otra par- aicanzO su mayor fulgor v ci más alto nivei
te que ci cameralismo [r.] noes otra cosa que de prestaciOn. Fue en contra suya que desde
ci interês cientifico unitario para los diver- Kant en adelante se desarrolló en Alemania
sos sectares de In ciencia de In policia, de In ci movimicnto liberal de opinion contra ci
economia privada y de Ia ciencia de las [man- estado paternalista, contra ci principe-padne
zas). El hienestar v ci orden se presentan por quc pi-etendia decidir Ia que era mejor para
eso como los mementos centrales, en ci pia- los subditos. contra In tutela en que se man-
560 ESTADO DE SITIO

tenia a éstos en todo to concerniente a su vida. ci regimen juridico excepcional at cual una
Es indicativo que Ia expresión "e. de poll- comunidad territorial es sometida temporal-
cia" haya sido acuflada justamente para defi- mente, en consideración a un estado de peli-
fir, en términos desvalorizantes, at estado de gro para ci orden publico, por efecto de una
Federico el Grande. Por cierto, al mismo tiem- prevision de Ia autoridad estatal que atribu-
po era cambiado ci significado del concepto ie poderes ext raordinarios a Ia autoridad
de poiicia, v en dicha expresión se quiso pOblica y que sanciona correspondientes res-
tomar sobrc todo su aspecto obsesivo y opre- tricciones de las libertades de los ciudadanos.
sivo del intervencionismo estatal, y no en Las circunstancias perturbadoras que suelen
cambio su filosofla politica, las finalidades dar ocasión a una situaciOn tal son general-
complejas que cstaban por detrás de él. El tér- mente de orden politico, pero pueden ser tam-
mino empleado se ha revetado, sin embargo, biCn hechos naturales como terrcmotos, epi-
bastante bien elegido aun después dcl examen demias, etc.; en este caso ci peligro para ci
del significado real que tuvo Ia policia en su orden püblieo no esta constituido par las cir-
peculiar contexto histOrico; los historiadores cunstancias perturbadoras que ha ocasiona-
liberales de cien años atrás, preocupados por do ci e. de sitio sino por sus efcctos (Casc,
defender Ia dignidad individual de las prepo- por ejemplo, el decreto de e. de sitio dci 28
tencias paternalistas de un estado demasia- de diciembre de 1908 para Messina y Reggio
do invasor, pudieron detenerse en una recons- Calabria).
trucción polémica más que reductiva de Ia Segün ios tiempos y las exigencias, o pre-
torma de estado que los habia precedido. Los suntas exigencias del caso concreto, el e. de
historiadores, (los hombres) de hov no poe- sitio reviste formas más a menos amplias,
den hacerlo. Para eilos ci significado pieno, pudiendo ir desde tenues medidas de policia
global, ético del e. de policia es indispensa- (prohibiciOn de reuniones. que normalmente
ble para comprender, aun a Ia luz de los pro- son licitas) hasta Ia total suspensiOn de las
blemas contemporaneos, un aspecto determi- garantias constitucionales.
nante de su historia, de Ia dcl propio "estado Ei e. de sitio asume distintas configuracio-
modeino" en el cuai continuamos viviendo. nes en relaciOn con las condicioncs de hecho
en las que se aplica: se distinguen sabre todo
BIBLI(J(,RAFIA: J. Bruckner, Siaatswissenschaften, los acontecimientos de guerra de las condi-
Ka,nerali.srnus und NalurrL'cht. Ein Bc'itrag zur ciones de emergencia interna. En ci primer
Geschichie der poliiischen Wissenschafi in Dents- caso el e. de sitio representa sOlo un momen-
rh/and des spälen 17. und fruhen 18. Jahrhun- to de Ia conducta general de las operaciones
dens, Munich, Beck, 1977; E. Bussi, Principi di bClicas. par las cuales es condicionado e infor-
guvenw ne/lu slain di poliia, Cagliari, Editrice mado: los problemas de este tipo dee. de sitio
Sarda Fossataro, 1955; H. Maier, Die älicre deuts- pertenecen at probiema más amplio de los
che Siaais- und Verwaliungslehre (Polizeiwissens- poderes de guerra, mientras que faIth una
c/ia Iii. Ein Beitrag zur Geschichte den polizisehen referencia similar para ci e. de sitio civil. Si
Wissenschafi in Deutschland, Neuwied am una distinciOn tal esta bastante difundida en
Rhein-Berlln, 1966: K. Wolzendorff, Den Polizei- los ordenamientos estataics, no siempre se
gedanke des mridernen Staaies. Ein Versuch zur encuentran netas divisiones en las normas
aligernainen Verwaltungslehre unter besonderer positivas Y en Ia practica; particuiarmente
Berücksichiigung den Eniwicklung in Preussen, para los ordenamientos anglosajones no son
Bresiau, M. und H. Marcus, 1918. posibles separacioncs claras entre los tipos
de e. de sitio bélico u civil.
EPJERANGI-:LO SCHIERA]
Il. MOMENTOS EN OLE SE (ONCRETA L NOrtON DEL
ORDE\ ExcEprioNAL. El acto constitutivo dci e.
de sitio es una 'decisiOn". El paso de Ia nor-
estado de sitlo malidad at estado de excepciOn implica dos
valoraciones fundamentales: Ia comprohacion
i in'. tiE ESTAD') Dr srrio. Con Ia expresiOn c. dci estado de peiigro para ci orden pObiico
de shio" se pretende habitualmente indkar y Ia determinaciOn de Ia necesidad de reac-
ESTADO DE SITIO 561

cionar con medidas excepcionaies. Estas dos tándonos a formular una clasificacion de los
valoraciones, aun cuando no asuman una rele- diversos tipos de e. de sitio destacabies en Ia
vancia propia desde el punto de vista Formal. experiencia de los diversos ordenamientos
constituycn cicmcntos bastante delicados; de estatales, fundada en criterios de totalidad,
su compieto y equilibrado cumplimiento con referenda al esquema tipico de Ia cons-
depende que sean más ci menos conjurados titución de los ordenamientos dc democra-
los peligros para Ia estabilidad del sistema cia clásica", y excluyendo ex pm/eso las dis-
constitucional. Esto porque normalmente los tinciones en orden a los elementos particula-
órganos a los que concierne Ia comprobación res del e. de sitio indicados arriba, pueden
y Ia valoración del estado de peligro son los senalarsc dos tcndencias distintas: una pri-
mismo.s que están legitimados para ejecutar mera tendencia a considerar el e. de sitio pre-
las medidas extraordinarias previstas por ci dominantemente como instituclón regulada
e. de sitio, con Ia consecuencia de que podria y limitada segán el principio dcl estado de
verificarse - como en efecto se ha verifica- derecho" y a atenuar asi su carácter de excej,-
do en Ia practica de varios ordenamientos- cion reconduciendo tambien los poderes
que Ia valoración de los peligros para las ins- extraordinarios de Ia autoridad a que da lugar
tituciones se cumpla en función de Ia actitud bajo las reglas fundamentales de Ia organi-
de los grupos de oposición (recuérdense los zación y de Ia acción estatal; una segunda ten-
sucesos que precedieron y siguieron a Ia For- dencia, inspirada en criterios propiamente
mulaciün par pane dcl gobierno italiano pre- politicos, a atribuir predominantemente
sidido par Facta dcl decreto de proclamación aniplios poderes cxtraordinarios a una auto-
del e. de sitio a partir del 28 de octubre de ridad constitucionalmente preordenada, para
1922). Ia conservación de Ia estabilidad estatal.
El hecho de que ci e. de sitio sea ocasiona- Entre los tipos de e. de sitio más conformes
do para, y dirigido a, enfrentar situaciones de con los ideales y con los principios del esta-
excepción a priori no previsibies, hace que no do de derecho" se recuerdan ames que nada
sea fácilmente determinable a priori su régi- los previstos par los ordenamientos del con-
men y que éste deba ser normaimente deter- tinente europeo, en los cuales el fundamen-
minado, de caso en caso, por ci órgano que to. Ia utribución y ci ejercicio de todo poder
ha decidido su institución. Es tarea y poder son previstos en disposiciones de Icy. El e. de
de éste disponer de instrumentos extraordi- sitio está preventiva y legislativamente dis-
narios y adccuados a las necesidades a las que cipiinado; Ia venificación de una situación de
Ia excepcionalidad de Ia situaciOn da lugar. emergencia juega como una condición de apli-
Dichos instrumentos resultdn más 0 menos cabilidad dcl regimen particular prefijado.
complejos y evidentes segün consistan en Esto resulta desde el punto de vista de Ia
innovaciones de tipo organizativo ci en una actuación pràctica, bastante ineficiente, en
atribución de poder que, manteniendo las cuanto que es bastante arduo disponer
organizaciones de los poderes publicos ordi- mediante una normación abstracta de todos
narios, equivaiga a reforzar ci ejecutivo los instrumentos idóneos para hacer Frente
mediante una ampliacion de sus facultades a situaciones que par su propia naturaleza tie-
normales o Ia atribuciOn al mismo de nuevas nen carácter de imprevisibilidad, empirismo
funciones. y contingencia.
En Ia situación de excepción a que da lugar Una cierta elasticidad y empirismo en Ia
ci e. de sitio se instauran nuevas relaciones ucción de emergencia del gobierno y de Ia
entre individuo e individuo y sobre todo entre administraciôn, inspirándose siempre en el
individuci y autoridad, que se concretan en principio del "estado de derecho", presenta
una comprensión de las libertades fundamen- en cambio Ia figura del e. de sitio recurrente
tales. El conjunto de estas nuevas reluciones en ci ordenamiento britânico. La acción de
se indica comünmente con ci término "ordcn" emergencia puede cumplirse solo con base en
cxcepcional. un titulo juridico especifico y dentro de los
limites rigunosamente determinados en cada
Ill F.I. ISTADI') DE SITIO ( OW) INSTITUCION REGULADA caso. Por reglo, a falta de un titulo juridico
Y L.I1ITADA SEGCN EL "E.STAU) UK DERECHO. Limi- rigurosamente predeterminado, no se recono-
562 ESTADO im srrio

ce licitud a Ia acciôn extra ordinem. dcl parlamento, los poderes excepcionaies,


Aün mayor elasticidad y empirismo presen- por un largo periodo, aI Organo de gobierno:
ta Ia institución del e. de sitio en ci ordena- dc este modo se atribuve estabiemente a un
miento esiadunidense. En este ci acuerdo con organo Ia tarea dc vigilancia sobre Ia seguri-
los principios d. l "estado de derceho" se dad publica, con Ia facultad de intervcnciOn
reduce a Ia existencia dc una posihiiidad de inmediata. Este sistema —si bicn evita Ia
acudir ante Ia autoridad jurisdiccional para necesidad de un confcrimicnto extraordina-
un control sobre los actos de dercehi, publi- rio de poderes y ci riesgo que implica Ia autoa-
co ejecutados en cunexion con Ia emergencia. sunciOn de putestad en presencia dc condicio-
La cons! itución estadunidcnse, si hien preve nes anormales— da lugar al peligro de que Ia
Ia suspension dcl derecho de I,abea.c corpus. invest idura perpctua o a largo plazo dc tales
no indica en realidad Ia autoridad investida poderes pueda conducir tambien a Ia supera-
dcl poder de suspension, ni los criterios capa- don dcl limite que deriva de Ia separaciOn
ces de delinear Ia disciplina de los poderes entre ci ejercicio de Ia ordinaria actividad de
suprenlos oci áinbito y los limites de las atri- gohierno v las accioncs exiraordinarias.
buciones. En Ia prOctica siempre se ha recu- tambien al peligro de que las poicstades
rrido a pi-evisiones de excepcion tratando dc ext raordinarias scan cjcrcidas cada vex mas
dar a los actos de las autoridades supremas lrecucnte v anipliamente, aun en momentos
un lundamento juridico con base en criterios v por casos sujctahlcs a Ia disciplina ordi-
válidos en ci sistema constitucional nortea- naiia.
mericano. D2da Ia posición constitucional dcl
presidente. Ia acciOn extraordinaria ha sido V. ESTADO 1W. SITIO 'i DERF.cHos DLI. HOMBRE. IA CON.
cumplida sobre todo por aquel Organo. A Ia VESCION EL KOrEA PARA LA I'KOLICUiON DE LOS DERE
corte suprema Ic ha concernido sieniprc un (HOS DLI. HOMBRI. V DL LAS lIBERIAIThS FUM)AMI.N
control en Oltima instancia (siguiendo las ru F.S. Las niedidas excepcionulcs estahlcci-
reglas de procedimiento ordinarias) sobre ci das lucgo de Ia proclamacion del e. de sitio,
ejercicio de los poderes excepcionales; csto en cuanlo que se concretan en Ia suspension
obcdcciendo al principio básico dcl ordena- de las garanhias constitucionales, sc hallan en
miento constitucional norteamericano que oposiciOn a los principios sancionados por las
prevé Ia sujeción de todas las autoridades a diversas convenciones sobre los derechos dcl
Ia jurisdicción. hombre. En virtud de estas convenciunes, los
estados adhcridos a ellas se empenan en res-
I. EL ESTADO DE SITIO COMO MANIFESTACION PARTICL- petar toda una serie de normas dirigidas a Ia
LAR DE. PLLtSOS PODERESPoliTicos o DE PROTECCION proteccion de los derechos civiles v politicos
DL LA cONSTITL'CION.La aplicaciOn integral al e. de los ciudadanos. Nos cncontrarnos asi fren-
de sitio de los principios del "estado de dere- te a dos exigencias a primera vista contra-
cho" es posible en condkiones de solidex de puestas: por un lado Ia exigencia de mjnte-
Ia ectructura del estado. En ci curso de este ncr o restaurar ci orden v Ia legalidad, fin
siglo se han determinado tactores de peligro alcanzable sOlo mediante Ia adopcion de
para Ia existencia del estado, hasta no permi- medidas excepcionales; por otro Iado Ia cxi-
tir una prevision de los mismos segOn crite- gencia, cada vex más sentida, de garantiz.tr
rios aprioristicos. En considcración de esto ci rcspcto de In libertad .. de Ia dignidad
se ha tratado de reccnocer amplios poderes humtna. Sacrificar completamente Ia prime-
a las supremas autoridades del estado para ra ante Ia segunda exigencia, adcmás de no
hacerlas capaces de cumplir las actividades ser posible de hecho, no seria ni siquiera
necesarias, en condiciones de peligro para Ia oportuno, en cuanto que el e. de sitio puede.
estabilidad estatal. Dos son los modos en que en ciertos casos, impedir que una minoria,
esencialmente esto se Ileva a cabo: en algu- que no pueda haccr triunfar sus ideas demo-
nas constituciones se ha conferido al jefe del cráticamente, Iogre impunerlas por Ia fuerza.
estado, de modo permanente. Ia potestad de Considerando esto, Ia 'ConvenciOn europea
adoptar en cualquier momento las previsio- para Ia proteccion de los derechos del horn-
nes que sean necesarias; otras veces se ha pre- bre v de las Iibcrtadcs fundamentales", des-
visto Ia posibilidad de conferir, con actuaciOn pues de haber indicado los derechos y las
ESTADO M0DERO 563

libertades quc las partes de Ia Convención BIIILIO(;RAFIA. G. Camu.s, L'êiut de nécessité en


deben acordar it cualquiera que se encuentre democratic, Paris, Librairie Générale de Draft et
baja su jurisdkción, reconoce a los estados de Jurisprudence, 1965: H.E. Folz, Staatsnois-
pane de Ia Convención el podet de derogar- tand und Not.ciandsrechi, Colonia, Hcvmann,
los, no solo en caso de guerra sino tamhién 1962; F. Franchini, La slatu di necessila izel diritto
en caso de grave peiigro para Ia propia vida cnsiiluaonale, Roma, Tipografia Consorzio
de Ia nación y lirnitãndose a las medidas Nazionale, 1943: P.G. Grasso. I prnblemi giuri-
estrictamente necesarias (art. 15, § 1). Las par- diei dc/b "statu d'assedio' nell'ordinamento ila-
tes contrayentes quc ejerzan tal poder tienen liano. Pavia, Tipogralia dcl Libro, 1959; A. Mat-
Ia ohligaciOn de informar al secreturio gene- hiot, l.a tlieone des circonslanc-c excepliouue-
ral dcl Conselo de Europa tie Ia acciOn lies, en I. 'evolution dii droll public (Etude.s en
emprendida y de los motivos que Ia han ins- iiwnneurd'A. Me.sire), Paris, Sire, 1956; P. Mer-
pirad() (art. 15. § 3. Frente a una parte que tens. Le fondemen: juridique des lois des pou-
havu declarado ci c. de sitio invocando el art. voirs speclaux. Bruselas, Bruviant. 1945; G.
15. § I tie Ia Convención, cada uno de los otros Morelli, La sospensione del din iii fondamentali
contrayentes tiene Ia posibilidad de recurrir nello'stwo inodernu, Milan. Giuffre, 1966: T.
a Ia Cornision Europea de Derechos del Horn- Perassi. Necessilà estato di ncce.s.sibä ne/ia ICy-
bre. Siempre que Ia CornisiOn opine que ci na dogmatica delie fonli, en Scritli giuridici.
estado 1ntc ci eua! se ha presentado el recur- Milan, Giulfré. 1958, vol. i; S. Romano, Sui
so haya actuado sin que en etecto subsistie- decreni legge e lo stato d'assedio. en Sen iii mino-
sen las condiciones previstas por ci art. 15, ri, Milan. Giuffrè, 1950, vol. I; P. Stellacci, ('os-
§ l,o haya adoptado medidas noestnictamen- biiuzionalizà delia stab d'assedio, en La Giusti-
te necesarias, se pone en tuncionarniento un ia Penali', 1951, I; The Greek case, en Yearbook
mecanismo que puede conducir a Ia adopcion of i/ic european convention on Human Rights,
de medidas frente al estado considerado mob- xii. 1969, La Haya, Nijhoff, 1972.
servante, medidas que pueden ir desde Ia
recornendaciun de poner termino al e. de sitio [CARLO BALDI]
hasta Ia publicaciOn de un informe de Ia
CornisiOn v Ia expulsion del estado del Con-
sejo de Europa. Se reconoce asi a una orga-
nización un tipo decontrol sobre los estados
estado moderno
(partes de Ia ConvenciOn), en ternas tradicio-
nalmente pertenecientes a Ia esfera de Ia I EL LSIADO MODERNOCOMO FORMA HISTORICA DETER-
"jurisdicciOn interna" a "doméstica" de los MINADA. "Para nuestra generación, vuelve a
estados. entrar ahora en ci patrimonio seguro de Ia
El procedimiento y ci control mencionudos conciencia cientifica ci hecho de que ci con-
han tenido ocasión ya de encontrar aplicaciOn cepto de 'e.' noes un concepto universal sino
concretamente y con una cierta eficacia en que sirve solamente para indicar y describir
seguida de Ia proclamaciôn en Grecia del e. una forma de ordenamiento politico que se
de sitio al dia siguiente del golpe de estado dio en Europa a partir del siglo xiii y hasta
del 21 de marzo de 1967. En aquellas circuns- fines del siglo xviii o hasta los inicios del xix,
tancius los Organos del Consejo de Europa sobre Ia base de presupuestos y motivos espe-
juzgaron que no existian los extremos de que cificos de Ia historia europea, y que desde
habla ci art. 15 de Ia ConvenciOn europea quc aquel momento en adelante Sc ha extendido
consiente Ia suspensiOn de las garantias mdi- —liberándose en cierta medida de sus condi-
viduales decretadas par el gobierno de los ciones originarias concretas de nacimiento-
"coronele" % que, por Ia tanto, ese compor- al mundo civilizado todo." Esta afirmaciOn
tamiento constituia una violación a Ia propia de Ernst Wolfgang Bockenforde puede bien
ConvcnciOn. Como consecuencia, Grecia, ame- servir de punto de partida una vez aclarado
nazada con Ia expulsiOn, fue constrenida a que ci método aqui adoptado es ci histórico-
separarse del Consejo de Europa, al que podia critico, encargado, por una purte, de propor-
volver sOlo después del restablecimiento de cionar al fenómeno que sc quicre cstudiar el
Ia democracia en ci pais. necesario espesor conceptual y, por Ia otra,
564 F.STADO MODERNO

de buscar los limites exactos dentro de los Ia respublica chrisliana, enunciada en Ia teo-
cuales se puede hacer uso de modo homoge- na y aplicada en Ia práctica, por parte papal,
neo de aquel concepto. En este sent ido. ci e. a través de Ia lucha por Ia investidura (1057-
moderno europeo" aparece como una forma 1122): por su conducto fueron sentadas las
de organización del poder históricamente premisas para Ia ruptura irremediable de Ia
determinada y, en cuanto tat, caracterizuda unidad poiitico-religiosa que todavia regia Ia
par una filiacion que Ia hace peculiar y due- vida politica de Occidente. Dc hecho —yes ci
rente de otras formas también históricamente segundo aspecto— Cs al proclamar Ia prepon-
determinadas Y. en su interior, homogéneas, derancia de lo espiritual sobre lo politico, con
de organización dcl poder. elfin de lundar sOlidamente esa preponderan-
El elemento central de tales dilerenciacio- cia, que ci papa recunocia Ia autonomia al
nes consiste, sin duda. en Ia progresiva cen- menus potencial de Ia politica v ofrecia ci
traiización del poder por una instancia cada terreno sabre ci que pudieron instalarse,
vex más amplia, que termina por comprender movcrse. reforzarse v. en fin, prevalecer los
ci ámbito entero de las relaciones politicas. intereses temporales que surgieron de las
Dc este proceso, basado a su vez en Ia afir- nuevas relaciones econOmicas y sociales.
maciOn concomitante del principio de Ia tern- Estus, par su parte. actüan con efectos uplas-
torialidad de Ia obIiac iOn politica v en Ia pro- tantes sobre los ámbitos cerrados v circuns-
gresiva adquisiciOn de Ia impersonalidad del cribs de los señorios de origen feudal, fun-
mando politico, a través de Ia evoluciOn dci dados en una economia natural exciusivamen-
concepto de officium, surgen los rasgos esen- te agnicola y de cambio y en Ia organizaciOn
dales de una nue'a formu de organizaciOn social correspondiente. estática e integrada.
politica: ci e. moderno. precisamcnte. predominantemente concentrada en las rcla-
Max Weher tradujo ci carácter de hi cen- ciones personules dci señor con los mdi-
tralizaciOn —váiido sobre todo en ci nivel viduos.
histórico-institucional— en aquéi mOs marca- El encuentro dc los dos movimientos des-
damente poiitologico del "monopolio de Ia critos, del alto v dci baja. se cumple muy len-
fuerza legitima". Esta denominaciOn permi- tamente sobre de un primer piano, espacial,
te comprender mejor ci significado histOrico constituido por ci "tcrritorio": extensiOn fisi-
de Ia centralización trayendo a Ia Iuz, más allá cu de terreno suficientemente amplia para
dci aspecto funcional y organizutivo. Ia cvi- permitir ci creciente intercambio de intere-
dencia más abiertamente politica, que consis- ses v de relaciones entrc grupos cercanos y
teen Ia tendencia a Ia superación dcl policen- para recibir, par tanto, reconocimiento v dis-
trismo del poder en favor de una concentra- ciplina institucional. Es ci pasoquelheodor
dOn del mismo en una instancia parcialmen- Mayer ha definido sintéticamente del Pt'rso-
te unitaria v exciusiva. La historia del naci- nenrerhandstaai al i ustitutiondller F!ächL'us-
miento dcl e. moderno es Ia historia de esta tuat (del estado por asociaciones personales
tension: del sistema policentrico y complejo al estado territorial institucional). El Segun-
de los señorios de origen feudal se Ilega al do piano, sobre ci que tiene lugar el encuen-
estado territorial centralizado v unitario. tro. pertenece todavia más ai momenta insti-
mediante Ia liamada racionalizaciOn de Ia ges- tucional, v propiamente al problema de Ia
tiOn dcl poder —y par tanto, de Ia organiza- organizaciOn dci poder, a traves dcl surgi-
ción politica— dictadd por Ia evolución de las miento, sobre los diferentes antiguos "seno-
condiciones histOricas materiales. rioc" de los que en principio constaba ci nue-
Esto implica Ia bOsqueda de fuerzas poli- vo de un momento sintético de
ticas que han interpretado ci nuevo curso y decisiOn v de gobierno, representado por ci
se han hecho portadoras de los nuevos inte- señor territorial, es decir por ci principe, en
reses politicos en juego. En términos esencia- cuya cabeza ci antiguo, genérico señorio con
les, Ia forma de organizaciOn del poder con- un contenido predominantemente personal,
forme a tales intereses se contrapone a un se transforma en soberania con un conteni-
mundo politico caracterizado por dos rasgos do pana siempre marcadamente politico. Es
de fondo, sOlo en apariencia contradictorios. ci paso del "señorio de Ia tierra" (Grundherrs.
El primero es Ia concepción universalista de chuf:) a Ia "soberania territorial" (Laudesho-
ESTADO MODERNO 5a5

Iwit) (a través de Ia Landeshe rrscliaf1). Ambos Aiemania e Inglaterra— su soluciOn no en ci


pianos expresaban, sin embargo. un dato de triunfo de una fc sobre Ia otra sino, precisa-
fonda comün en Ia medida en que servian mente, en Ia superación de toda pretension
para dar forma —una de las formas posi- de iundacion del poder sobre una IC cualquie-
bles— a nueos contenidos politicos, surgien- ma. Más aliá de las partes contendientes, dis-
do de Ia transformación social inducida y ges- puestas sobre los dos frentes opuestos de Ia
tionada por Ia incipiente burguesia, en vias conservaciOn de los residuos de policentris-
de encontrar ci propio espacio exciusivo de ma del poder con bases senoriales, fundado
acción en las cosas del mundo, por siempre en las antiguas iibertade.s feudales ahoru en
más separadas de las del cielo y, por Lanto, vias de transformarse en los niodernos dere-
por siempie más necesitadas de regimenes y chos innatos, y de Ia rigurosa afirmaciOn dci
seguridades inmediatus y actuaies, más que poder monocráticu dcl rey sobre bases igual-
de juicios morales y de promesas ultraterre- mente tradicionales, divinas y personaics, se
nas; no es casual que fuera precisamente ci tienc una visiOn teenica del poder que, al
tercer estado" ci que ofrecla al principe, en entenderlo coma orden externo neccsario
su mayor parte, los "ayudantes" de los que para garantizar Ia seguridad y Ia tranquilidad
se sirvió para fundar tcoricamente y aplicar de los sübditos, apuntaba expresarnente hacia
concrelamenle su nueva soberania. ci cumpluniento dcl proceso de integraciOn
La descripciOn apenas realizada represcn- y dc rcunificaciOn del propio poder en Ia per-
ta, en grandes lIneas, ci "c.' politico de Ia sona dcl principe, apoyado por un aparato
Europa cristiana de Ia era inmediatamente administrativo (Ia organizaciOn dc los curgos)
premoderna, es decir entre los sigios XIII y eficiente y funcional para los intereses de los
xvi. Este es, de otra parte, ci significado que estratos sociales cambiantes. La doctrina de
ci término "estado" (status, estat, estate, staut) los politiques, cxpresión moderna de Ia pri-
generainiente ticne en los documentos de Ia mera administración de Ia monarquia I ran-
época: ello indica Ia condición del puís en sus cesa y, por su conducto, de las fuerzas más
rasgos tanto sociales como politicos, en su vivas del Lercer estado, se resume en Ia nece-
constituciOn material, en las caracteristicas sidad de Ia unidad del pals, en Ia observan-
que constituian el ordenamiento: Ia condición cia del mandato del soberano como icy supre-
dcl principe y de sus ayudantes, de los secto- ma y en ci reconocimiento del soberano mis-
res quc expresaban Ia organizaciOn dcl poder may de su soberania coma instancia neutral
que derivaba de ella. El estado, en conclusiOn, opuesta por encima de los partidos y de los
de todo Ia que se refiere a Ia esfera de Ia vida sObditos: Ia Onica en condiciones de conser-
humana organizada, no directamente referi- var Ia paz. La religion deja de ser partc inte-
da al fin espiritual. "La distinciOn entre Ia grante de Ia polltica: esta Oltima se justifica
'espiritual' y Ia 'mundano', desde ci principio ahora en su interior para los fines que es ha-
introducida por los papas para fundar Ia mada a realizar, que son los fines terrenos,
supremacia de Ia igiesia, despiegO su fuerza materiales y existenciales del hombre: en pri-
hacia el predominio y Ia supremacia de Ia mer lugar ci orden y ci bienestar.
politica." Es fácil captar, en este proceso, ci papel
desempeflado por aquellas que ya han sido
II. hL ESTADO COMo ORDEN POLITIt0. La transiciOn identificadas como las premisas necesarias
no se hizo, sin embargo, sin dolor, si se con- para el nacimiento de Ia nueva forma de orga-
sidera que precisamente las luchus religiosas nizaciOn del puder. La unidad del mandato,
que laceraron Ia Europa del sigio xvi y del Ia territorialidad dcl mismo, su ejercicio a tra-
xvii se deben considerar Ia matriz, o más yes de un cuerpo calificado de ayudantes "téc-
bien ci punto necesario de transición de Ia nicos", son otras exigencias de seguridad para
nueva forma de organizaciOn del poder que aquellos estratos de poblaciOn que, par una
alude expresamente a Ia "politica". El drama- parte, no alcanzan ya a desarroilar sus rela-
tismo de tal genesis es, a su vez, todavia exal- ciones sociales y econOmicas en el interior de
tado por ci hecho de que el confiicto reiigio- las antiguas estructuras organizativas y, por
so encontrO al final —marcadamente en Fran- otra, especifican con claridad, en ha persisten-
cia, pero en modo no diferente también en cia del conflicto social, ci mayor obstácuio a
566 ESTADO MOI)ERNO

la propia afirmaciOn. Desde su prehistoria, el las relaciones sociales que ci hombre podia
estado se presenta claramente coma Ia red de y debia gestionar directamente con los insiru-
enlace del con junto dc tales relacioncs, uni- mentos de quc disponiit, con base en Ia nece-
ficadas en ci momento politico de lit gcstkn sidad v en Ia capacidad de Ia naturalcza. Y
del poder. Pero Cs solo con Ia base "politka" es esta üitiina. investigada siempre mOs it ion-
dcl poder, consecuente a las luchas reiigiosa.., do en sus connotacioncs enipiricas y matenia-
quc los nuevos atributas del estado —mun- les (pun obra, en primer lugar. de Hobbes). Ia
danidad, finalidad y racionalidad— se insti- quc proporciona ci trOmite logico necesario
tuyen para dar a este Oltimo Ia imagen moder- entre Ia vida misma dci hombre en ci mundo
na de Onica y unitaria estructura organizati- —carguda de miedo v de egoismo, necesita-
va formal de Ia vida asociada, de verdadero da de paz v de hienestar— ci Dios sicmprc
y cxacto aparato para Ia gestion dcl podcr, mOs abstracto "oculto" quc justifica todo.
operante scgün procedimientos cada vez El orden estatal se cunvierte asi en un "pro-
mejor definidos. pero sobre todo en función vecto racional" de Ia humanidad en torno al
de on objetivo concreto: Ia paz interna del propio destino terrenal: ci contrato social,
pals. Ia eliminación dcl conflicto soiai, Ia nor- que seflala simbUlicamente ci paso del esta-
malizacion de las rclaciones de iuerza a tra- dade naturaleza ai estado civil, noes otro que
yes del ejercicio monopolico dcl poder par Ia toma dc conciencia. de parte dci hombrc,
parte dcl monarca. definido corno ouveraiiz, va sct de los condicionarnientos materiaks
capaz dc estableeci, en los casos controver- a los que stO sujela su vida CII suciedad. a
tidos, de qué parte está ci derecho, es decir, hicn de Ia capacidad de Ia cual ci disponc para
como ya se ha dicho, de "decidir en tomb al contrular, organhzar, utilizar estos condiclo-
caso de emergcncia". Con Bodin, ci más nota- numientos, en primer iugur para su sobrcvi-
ble de los politiques, y con Hobbes. que medlo vencia, en segundo para su crecienle bienes-
siglo mas tarde concluye sobre bases todavia tar. Pero desdc ci molnento en que todo esto
más rigurosas v modernas, en un discurso presupone Ia instauraciOn dcl orden politi-
analogo, sc cumple Ia base mundana dcl co". es decir Ia eliminaciOn preventiva de los
poder, unitario y centralizado, totalitario y conflictos socialcs, surge inmcdiatamcntc ci
absoluto. problema del pueslo ocupado, en tal estruc-
Tal es el carácter esencial del nuevo esta- tura, par los reagruparnientos sociaies tradi-
do, incluso en el piano institucional y orga- cionales y par aquellos en vias de formaciOn
nizativo. Con referencia a ello, se ha hablado (los estamentos, las clases) en su pretension
de estado-mAquina, estado-aparato, estado- de cjercicio de una funciOn hegcmOnica sobre
mecanismo, estado-administraciOn; en cada Ia comunidad entera. Del dilerente exito v dcl
caso se trata de una organización de las rcla- diferente grado dc dominacion asumidos par
cioncs sociales (del poder), a través dc procc- las fuerzas sociales, vie las v nuevas, depen-
dimientos técnicos preestablecidos (las insti- de Ia diversidad, surgida en los distintos pal-
tuciones. Ia administración), Otiles a Ia pre- ses v en los distintos momentos histOnicos, en
venciOn y a Ia neutralización de los casos de torno al modo general de organizaciOn de las
conflicto y al logro de los fines terrenos que relaciones sociaIcs como variantcs dcl mismo
las fuerzas predominantes de Ia estructura modelo general de estado, dctentador del
social reconocen como propias e imponen monopalio de Ia fuerza Icgitima.
coma generales al pals entero. Esto se ha vuel-
to posibic en ci interior de una nueva visiOn M. DE LA ANiIC;LA SOC IEDAD POR CAPAS A IA iODtk\ '
del mundo, resultante del paso de una con- 5OCIEDAD CIVIL En Ia imposibilidad de seguir
cepciOn del orden como jerarquia prefijada al detalle Ia evolución entera, bastará indicar
e inmutable de valores y de fines, extendida ci modelo de fonda dentro del cual toda ella
al universo entero; orden al cual Ia esfera Sc conjuga, con referencia it Ia persistencia.
social no podia más que adecuarse, median- en Ia primera fase organizativa del e. moder-
te una articulaciOn interna que respetase Ia no, de las articulaciones sociales par capas
armonia dcl cosmos, a un orden más rest nfl- (con base en ci reconocimiento juridico de los
gido, pero más inmediato v, par tanto, más "derechos v libertades" tradicionaks v al
concerniente al hombre: el orden mundano de prestigio de Ia posiciOn social de tal modo
E.STADO MODERN() Sb7

adquirida) v a Ia contemporánea prefigura- nioderno, entendida, como se ha hecho aqui,


don, en ella, de un diferente modo de articu- como tendencia a In centralización y a Ia ges-
laciOn social, ya no vertical sino horizontal. tiOn monopolista del poder de parte de una
basado en Ia posiciOn dc clase en his conE ron- instandia unitaria y monocrática, aun cuan-
taciones de Ia relaciOn de producción capita- do estuviera fundada sobre un sOlido apara-
usia. Bajo ci primer perfil, se hobla normal- to de lunciunarios, noes necesario demostrar-
mcnte de sociedad por capa (r.) para indicar lo. El desarrollo constitucional dcl e. moder-
aquella Ease inicial dcl e. moderno Va carac- no deberia desarroilarse contra las capas, en
terizada por In unidad territorial y por el sur- funciOn de In eliminaciOn de su poder politi-
gimiento de una instancia de poder parciai. co y administrativo. Todavia mOs, tal vez es
mente hegemonica en Ia Ilgura del prindipe, posible afirmar que se puede hablar de e.
peru tambien por Ia presencia de una válida moderno en sentido propio solo cuando el
organizadiOn de las iuerzas sociales tradicio- dualismo constitucional tipico del "estado
naks. sobre los dos pianos, estrechamente por capas o estamentos" fuera dcl initivamen-
vinculados, de Ia decision y de In administra- tc dejado de lado. Que esto haya podido suce-
don. El ekmento unificador del dualismu der coh relativa facilidad depende del hecho
consi itucional resultante estO principairnen- de que ci poder estaba en realidad I undado
te constituido por ci motivo financiero, que en una conccpciôn y una organizaciOn de rela-
desde cI inicia se presenta como uno dc los ciones sociales de viejo estilo. No es casual
mas sOlidos hilus conductores de In experien- quc ahora se prefiera hablar, mas que de
cia estutal moderna. El urigen "senorial" dcl "estado por capas", de una "antigua sociedad
poder munãrquico fue marcadu de tal mane- por capas": esto evidencia, del modo mOs cIa-
Ia para condicionar rápidamente ci proceso ro, el carOcter todavia no diferenciado de una
de lormaciUn del apurato estatal, en razOn de estructura organizativa en Ia que Ia scpara-
In absoiuta insuficiencia de los ingresos 'pri- ción entre social y politico no se verificaba
vados" del principe para Ia instaurución de tudavia del todo y persistia, en cambio, una
una administracion eficiente V sobre todo, articulaciOn policéntrica de base predominan-
para Ia creacion dc un ejercito estabk. Dc csto temente señorial o personal" dci poder. El
rcsultó Ia absoluta necesidad del prIncipe de e. modemno significaba claramente Ia nega-
recurrir a Ia ayuda del "pals" a través de sus ciOn de todo esto: Ia instauración de un nivel
expresiones polIticas v sociales: los estamen- diferente de vida asociada, Ia delimitación de
tus reunidos en asamblea. Sc entiende dc aqul una esfera rIgidamente separada de relacio-
que tal ayuda no podia dejur de estar subor- nes sociales, gestionada exclusivamente de
dinada a un previo "consejo" de parte de los modo politico, en el sentido no equivoco que
propios estamentos, en tomb a los objetivos se ha visto antes. En tal esfera entraban tam-
para los cuulcs el principe se veia obligado bien, más o menos directamente, los tradicio-
a solicitur su contribuciOn financiera. Al con- nales "derechos y libertades" de las capas,
sejo ucompanaha despues, a menudo, un ulte- pero estahun subordinados a Ia gestión uni-
rior control sabre Ia gestión de las sumas taria y politica a Ia que se sometia Ia esfera
recaudadas que se transformaba sustancial- entera, de parte del principe monocrático,
mente en una verdadera y propia administra- soberano que garantizaba el derecho. La vali-
cion dirigida por la% capas a estamentos alec- dez de aquellos "derechos" y de aquellas
tados por Ia recaudaciOn mismu. A esto se "Iibertudes" era confiada a Ia decision de este
agrega que In posicion de fucrza de tal modo Oltimoy se volvia siempre más discutible en
ocupada par los estamentos del naciente esta- In medida en que dccaia lentamente ci moti-
do territorial. tenia importantes reflejoc vu real de fuerza de los estamentos en los
sobrc el piano constitucional en Ia participa- enfrentamientos con el e. moderno: el mod-
don que ellos obtenian y ejercitaban desde vo financiero. Desde ci momento en que ci
los mOs altos cargos politicos y administra- principe hizo a un lado el derecho de apro-
Livos que iban .surgiendo para acompañar el bación de los impuestos de las capas, inven-
crecimiento del aparato estatal. tando modos y canales de exacción de las con-
Que todo estu constituye un elemento con- tribuciones controladas y administradas
tradictoriu con Ia tendencia de fonda dcl e. directamente par éI, las capas perdieron su
56 ESTADO MODERNO

originaria posiciOn constitucionai y vieron en monopolizador de In esfera politica, sus


reducida su presencia —que hasta aqui habia interlocutores directos no Fuerori ya los esta-
sido global, en ci interior de una vision del mentos sino los individuos —sibditos en Ia
mundo que no conocia distinciOn entre social sola esfera de su "privado". Este dato, que
y politico, entre sociedad y estado— a Ia esfe- encuentra infinitas comparaciones en In his-
ra social. Es en este ámbito donde no deja- toria cultural y religiosa del Occidente de los
ron de desempeflar un papel mis o menos siglos XVII y xviii constituye el terreno de fon-
importantc segin los diferentes pulses y do sobre ci cual se viene constituyendo, en
siguieron ejerciendo a veces reievantes primer lugar, in toma de conciencia, por pane
influencias poilticas, manteniendo y organi- de los individuos, de Ia identidad y comuni-
zando fermentos de resistencia nada desde- dad de sus intereses privados; en segundo
nables frente ai principe absoluto. lugar. y como consecuencia de esto, In prime-
Pero aquel proceso fue posible, como se ha ra organi7.aciOn de tales intereses a través de
señalado. por Ia progresivu adquisicion. por una actitud cadu vez menos pasiva y cada vez
parte del principe y su aparato administrati- mis critica frente a In gestión del estado por
vo. de Ia esfera financiera, a Ia cual estaba parte de Ia fuerza histinica que habia consen-
estrechamente vinculada Ia esfera econimi- tido Ia superaciOn de Ia antigua estructura
ca dci pals. Esto podia suceder, en primer feudal: el principe. Es por estas vias, y sobre
lugar, gracias al apoyo que el principe ficil- Ia base del desarroilo económico, verdadero
mente encontró en su lucha contra los privi- principio unificador de los intereses comunes
legios aun fiscales de Ia mis importante de de los sibditos seriamente comprometidos no
las capas, Ia nobleza, por pane de los estra- solo en In defensa de Ia privado sino también
tos económicamente mis comprometidos de en In atrihuciOn que se Ic hace a éste de vali.
Ia poblacion, y marcadamente en In burgue- dez politica, par las que se viene formando
ski citadina, preocupada no solo por una mis In moderna "sociedad civil" como conjunto
equitativa distribucion de Ia carga fiscal entre organizado de los intereses privados v, en su
las diversas fuerzas del pals, sino también por interior, In primordial diferenciaciOn en cia-
una activa politica de defensa, de apoyo y de ses sabre In base dc In dominación adquiri-
estimulo del principe frente a In actividad da, cada vez menos contrastada, del nuevo
financiera y comerciai. La importancia adqui- modo de producción capitalista.
rida en ci piano institucional por los comisa-
rios fiscales del principe en ambas direccio- IV. LA CONCIiI'IOM liBERAL DLI. i-.STADO Y Sti CRISIS.
nes y, aun mIs, el papel principalisimo del En ci momento cuiminante de In forma dc
concepto de "bienestar" como objetivo de Ia organizaciOn del poder propia de In edad
polltica econOmica y como premisa de In poll- moderna, es decir en el imbito dcl estado
tica fiscal dcl estado mercantilista, demucs- absoluto, ci cuestionamiento de Ia legitima-
tran claramente Ia obligatoriedad de este ción exciusiva del principe a Ia titulanidad del
paso para ci crecimiento del e. moderno. poder se llevO a caho a través di, In intención
La reducción de Ins capas al ámbito social, de rccalificaciOn poIitica de aquellas posicio-
desvinculado de aquella politica en Ia que nes pnivadas que iban siendo, mientru tan-
dominaba el aparato estatal, significO tam- to, y mis o menos conscientemente, organi-
bién Ia superaciOn definitiva de In organiza- zadas en el nivel social. Que tal giro presente
cion de las relaciones interhumanas que era desfases cronologicos en los diversos pulses
caractenistica de Ia "antigua sociedad por de Occidente, sobre todo respecto de In expe-
capas", en In que. mis alli de In distinción riencia continental v de In anglosajona, no
entre piblico y privado, no era permitida nm- parece alterar el significado de todo proceso
guna presencia politica dcl individuo, total- hasta ahora descnito, que consiste en In
mente absorbido en In dimension comunita- impugnación, par obra de los movimientos
na de miembro de un cuerpo social —de In rev otucionanios modemos, no ya de Ia estruc-
familia a Ia representaciOri de estamento— a tura de poder sometida at estado absoluto
través de Ia cual solamente encontraba expli- sino pnincipalmente de In personificación his-
cación Ia vida asociada. Una vcz crigido ci tOnica que tat esructura habia recibido en In
estado —el principe y su aparato de poder- figura dcl monarca. La unicidad dcl mando.
FSTADO MODERNO 569

su carácter de ültima decision, su posibilidad venido reduciendo toda in carga de neutrali-


de aplicacion a I raves de un sOlido aparato dad que desde ci inicio habia caracterizado
profesional de órganos ejecutivos y coactivos, In experiencia estatal como monopolio de to
todo eslo no se cambia, como no cambia ci politico. El fenómeno se encuadraba, a su vez,
objet ivo de fondo al que esto estaba dirigido: en un proceso mIs general de formalización
Ia instauraciOn v ci mantenimiento del orden. del estado mismo, por ci cual se hacia cada
Solo, este orden, presentandose como vez menos necesaria Ia personificación en Ia
exciusivamente mundano, racional y técnico, figura dcl monarca y cada vez más indispen-
pierde ci significado predominantemente neu- sable Ia connotaciOn abstracta dentro de
tral de defensa del conflicto social y de garan- esquemas logicamente indisputabies y con-
tia de Ia libertad subjetiva que habia tenido vencionales, siendo el principal. precisamen-
hasta aqul, para adquirir lentamente conno- te. Ia Icy, Ia norma juridica.
taciones positivas de realizaciôn s desarrollo El paso de in esfera de Ia legitimidad a Ia
de intereses más precisos. descritos y presen- de in legalidad senalo, en esta forma, una fase
tados como propios dcl individuo. ahora dc- ulterior del e. moderno. Ia del estado de dere-
vado al rango de protagonista dirccto de Ia cho fundado mâs bien en Ia libertad politica
vida no solo civil sino politica. Son ahora los (y no solamente privada) y en In igualdad de
valores del individuo los que conforman el participaciOn (y no solamente preestatal) de
orden social: este ültimo se presenta más los ciudadanos (no ya sübditos) frente al
bien, a través de In mediación iusnaturalis- pudcr, peru adiiinistrado por Ia burguesla
La, como Ia suma, Ia codilicaciOn racionaliza- como clase dominante. con los instrumentos
da de los valores individuales. La profunda cientificos proporcionados por ci derecho y
raIz social de estos Oltimos en Ia sociedad par in economia en ci momento triunfal de Ia
civil, ahora plenamente organizada, hace que revoiuciOn industrial.
sea, finalmente, ci mismo orden ci que apa- Es ante este estado, basado en ci derecho
rezca como persona y sume en silos elemen- al punto de coincidir con ci mismo ordena-
tos de kgitimacion del poder y de explicación miento juridico respetuoso del individuo y de
dcl mismo que hasta cntonccs Ic tocaban al sus derechos naturales, y por tanto tambien
principe, ya pintado como "déspota"; en In de Ia sociedad y dc sus lcves naturales, sobre
mejor de las hipótesis como déspota paterno todo en ci campo econOmico, que se propuso
e ilustrado. Esto se vuelve tanto mOs plausi- In definiciOn de "instrumento de dominio de
ble en cuanto que son los individuos mismos in clase dominante" v que se ha desarrollado
los quc conservan los instrumentos directos ci coherente dingnOstico de su necesaria eli-
de detcrminacion de tal orden, a través de Ia minación una vez que aquel dominio pudie-
latigosa conquista dcl poder decisivo (el de se ser abandonado gracias a Ia instauración
mando. es decir ci poder legislativo) por par- de una sociedad sin clases. Pcro es también
te de Ia fuer,a hcgemonica de in sociedad ante este mismo estado que se ejerce in capa-
organizada: In hurguesia. Esta Oitima, en vir- cidad de sobrevivencia de in sociedad civil,
tud de Ia estructura no vertical sino horizon- burguesa, con ci empleo de medios cada vez
tal dcl nuevo orden social, puede ejercitar en más refinados de autorganización y de con-
prirnera persona, en nombre de todos, el trol del orden constituido. Mi. tanto en ci pIa-
poder del estado que, a su vez. encontraba su no teórico como en su aplicaciOn práctica Ia
propia encarnaciOn en el ordenamiento juri- eIaboración dc modeios de representación y
dico y Ia propia justificaciOn material en ci de asociación mas adecuados a in expansiOn
orden natural de Ia economia. El estado con- de Ia sociedad (a causa de Ia incorporación
tinuO exist iendu en su dimensiOn historica; en en ella de nuevos titulares de nuevos dere-
ci plant) institucional cambio muy poco con chos) y relacionados con un papcl cualitati-
ci paso dcl antiguo al nuevo regimen; por ci vamente diferente desarrollado par in burgue-
contrario. los rasgos esenciales dcl e. moder- sin como fuerza hegemonica, llevO a Ia recep-
no fueron ulteriormente perfeccionados y ciOn de los temas de fondo de Ia doctrina
reforzados, en correspondencia con ci progre- democrttica, formalizados en ci fenomeno del
sivo carácter tecnico asumido par ci gobier- parlamentarismo y dcl partido de masas; ci
no y por In adniinistracion, en Ia que se habia verdadero paso adeiante estuvo, sin embar-
570 ESTADO Y CONFF.SIONES REUGIOSAS

go, representado en Ia constitución del esta- o menus inadvertidamente se iba translirien-


do como estado social, en respuesta directa do —en el piano de soluciones puramente
a las necesidades sustanciales de las emergen- materiales, reificadas— problemas de sustan-
tes clases subalternas. Sc asiste, en otras pala- cia y de cualidad, pertenecientes a los valo-
bras, a una reasunción por parte del estado res Oltimos de Ia vida humana. Después de
v de su aparato de una función de gestión cincuenta anos los medios tecnicos de gestión
directa dcl orden social, pero sobre todo del del orden social v econOmico son mucho más
orden econOmico, cuva marcha natural era retinados: dc forma análoga. sin embargo, tal
ahora puesta en duda con el decrecimiento de vex sean ulieriormente aplacadas las defen-
Ia homogeneidad de clases de Ia sociedad sas tradicionales tie Ia sociedad (del hombre)
civil, v por lo tanto con Ia imposibilidad de trente a una administracion tecnocratica a Ia
un control automático v univoco del estado quc parece ahora que tendria necesariamen-
mismpo por parte de esta ültima. El bienes- te que rcducii-se Ia versiOn contemporánca del
tar vohió a ser ci motivo mäs prestigioso de aniiguo modelo estatal dc orden racional v
Ia gestion dcl poder, no sa en funciones decla- mundano, entendido como prevenciOn. repre-
radamenic fiscales v politico-economicas siOn a gest iOn del contlicto social. Lo que que-
como durante ci estado absoluto sino en vis- da por prcguntarse es si aquel modelo es toda-
Ia de un progresivo e indefinido proceso de via válido.
intcgración social. La adrninistración a Ia que,
en Ia ideologla del estado de derecho. se Ic BIBLIOGRAFIA. R. Bendix, Rc o popolo: ii p0k rt e
atribuia una funcün marginal y subsidiaria ii manduto thgovernare, Milan, Feltrinelli, 1980;
(aun cuando, de hccho, como fue bien enten- 1. Burckhardt. Reflexiunes sabre Ia historia uni-
dido par Ia may oria de los tcóricos del pro- -ersaI(l905), Mexico. Fonda de Cultura Econo-
pio estado de derecho, desempeñaba el papel mica, 1961: M.S. Giannini. ('opsu di diritto aminE-
insustituible v delicadisimo de trarnite entre mstralivo, vol. i, primera parte: Le premesse
sociedad v cstado, como lo demuestra el mis- sociologiclze e storiche e i pro fill coslituziop7ali,
mo nacimiento, vigoroso desdc su inicio, del Milan. 1970:0. Hintzc. Oriunizzazione, cultura,
derecho administrativo) rcadquiriO de tal .soc:eta: saggi di storia co.siitu:ionale, a cargo de
modo Ia antigua importancia, obteniendo yen- P. Schicra, Bolonia, 1980; A. Ncgri (compj, Scien-
taja del hecho de que, mientras tanto, se sus- :e poliziche. I: Statu e pohizca. Milan. Feltrine-
trala a todo vinculo con el titular personal dcl iii, 1970: G. Poggi, La vicenda della stato ,noder-
poder (ci monarca absoluto) v vivia par ende no: sow prospeltiva sociologica, Solonia. II Mull-
una vida autOnoma, como parte esencial del no, 1978; E. Rotelli y P. Schiera (camps.), La sEa-
ordenamiento estatal, favorecido precisamen- to moderno. Bulonia. II Mulino, 1971 ss.; R. RuE-
te por ci caráctcr de neutralidad y tecnicis- filli (comp.), Crisi della stato c sboriot,'rafia
mo derivado de su integral sujeción al orden conkmporanea, Bolonia, II Mulino, 1979; C.
juridico. Schmitt, La diciadura (1964), Madrid. Alianza,
No es el caso de regresar a las preocupa- 1968; C. Schmitt, Le categoric del "politico". Bob-
clones de Tocqueville o de Weber ante cI rena- nia, II Mulino, 1972; Ch. Tilly (camp.), The for-
cimiento burocratico; bastará preguntarse, ,natiou of national sbatt's in It't'siern Europe,
basándona, en cuanto se ha dicho hasta aho- Princeton, Princeton University Press, 1975; M.
ra. cuáles han sido los intereses materiales Weber, Economia v sociedad (1922 v 1965 2),
que, de hecho, Se concretaron en este proce- Mexico, Fonda de Cultura Económica, 1965 2 .
so de readquisicion de atributos sustanciales
(de intervención, o sea de politica) por parte [PIERAsELO SCHIERA]
de un orden estatal del que se habia intenta-
do en vano Ia exorcizaciôn formal. El carác-
ter autoritario que los primeros interitos de
instauración del estado social tuvieron en
estado y confesiones religiosas
todos los paises, entre ellos Italia, es notable.
Si no se trató de situaciones inevitables, es I SISTEMAS DL ithLACiOSF.S i.NTI.E ESTAEYJ Y (.OXFF.SiO
cierto, sin embargo, que fueron el fruto de SEs aEuIos;s. Un sistema de relaciones entre
una adhesion acriticj a un desarrollo quc mas el e. y las confesiones religiosas es un conjun-
ESTADO V CONFF.SIONES RELIGIOSAS 571

to de elementos polIticos e institucionaics mientos extranjeros con respecto al estatal,


mucho rnás ampiio y complejo que Ia deter- porque se ha de tener en cuenta Ia identidad
minacion conceptual de tipo juridico de las de territorio y de personas sobre los que se
relaciones entre sociedad civil v sociedad reli- ejerce Ia autoridad respectiva dcl e. ' de Ia
giosa. Su reduccion a tipologias cristalizadas confesiOn religiosa y Ia falta de una linea pre-
quc prescinden de Ia importancia de Ia reali- cisa de demarcaciOn entre las materias que
dad idcologica y politica, o de Ia reglamenta- cada una de e.stas autoridades reivindica
don positiva de las manifestaciones concre- como de su propia competencia (por ejemplo
tus dcl fenómeno religioso en un determina- en materia matrimonial). La cuestiOn de las
do momento histOrico v en un ordcnamknto relaciones entree. y confesiones religiosas se
juridico especiiico (jurisdiccionalismo, sepa- plantea pues de manera muv diversa quc cual-
ratismo, teo4.rracia, ccsaropapismu. coordina- quier otro problema de relaciones entre
dun, etc.), pucde ser ütii a manera introduc- "sociedades distintas en cuanto a sus miem-
tuna, como orientacion elnpirica aproxima- bros ';aunque dicha cuestiOn no Ilega a plan-
tiva que no pretenda Ilegar a conclusiones tearse en ci caso de una fusion completa de
part iendo de clasificuciones determinadas las dos sociedades o en el de una subordina-
apt iorlsticamente. ciOn integral de Ia rcligiosa a Ia civil. En las
En Ia realidad el con junto de instituciones, otras hipótesis está implicita Ia posibilidad
reglas v situaciones quc dan vida a un siste- teonica de considerarse ambas sociedades
ma dc relaciones entre un e. v una contesion competentes pal-a definir cada una de ellas
religiosa constituye una estructura comple- su propia competencia, sin que sea posible
ja "formada por elemcntos junidicos v dc- marcar a priori limites objetivamente válidos
mentos no juridicos, pero de gran valor para con base en categorias conceptuales absi rue-
ci historiador v para el politico". cuya exclu- las (lo espinitual, lo temporal. etc.). Sin embar-
sión "dana una imacen deformada de los go, tales limites pueden establecerse a poste-
ordenarnientos, de los que quedania fucra de riori a través del análisis de situaciones poll.
consideración ci espiritu informador que pre- ticas v juridicas histOricamente consolidadas,
side su lorniación v cu actuación" (Jemolo). que permita delinear las rclaciones de fuer-
En efecto Ia normativa que esti en Ia base del za. Ia aplicacion o no aplicacion dc Ia legislu.
sistema está determinada por las ideologias ción v Ia adecuaciOn de esta a critenios no
que prevalecen en ci ámbito social concreto, meramente lormales de pertenencia confesio-
en el cual los elementos politicos se hacen nal. La compenctraciOn entre sociedad civil
relevantes por Ia cualificaciOn del ordena- y :;ociedad religiosa —muv estrecha en aque-
miento juridico por cuanto determinan su lbs paises de fuente prescncia de una conic.
contenido. La definición del sistema no pue- siOn mayonitania— comporta que, junto a scc-
dc ser por lu tanto empirica, ni contingente, torcs de competencias exclusivas, considera-
ni deducible del ordenamiento en un tiempo das reciprocamente irrelevantes, se dé una
lugar determinados, ni a través de concep- amplia categonia de malt' rias mixtas (no en si
tos absolutos arbitrariamente elevados al ran- mismas. pero si reivindicadas respectivamcn-
go de tipologia unitaria. te) que presentan una caractenistica de espe-
Evidentemente, entonces resulta inOtil cIa- cialidad respecto de las relaciones propias de
siticar nigidamente los ordenamientos juridi- Ia vida real interna del e. o de la confcsión
cos de las relaciones e.-confesiones religiosas religiosa, y que estãn a menudo en Ia base de
o transtormar los conceptos poitticos de sepa- conflictos recurrentes entre las dos socie-
ración, confesionalismo o aconfesionalismo, dades.
laicismo o no laicismo, en arquetipos juridi-
cos que correspondan. IL ESTADO', CONFES1OF.S RFLIGIOSAS DE 14 ALTRLIN-
Es imposible considerar el vinculo entree. 10 DE LA IZQUIERDA. LA CUESTION ROttNA. El siste-
confesiones religiosas de Ia misma manera ma de relaciones entne el e. v las confesiones
en que se estudia Ia rclaciOn entre estados, religiosas se ha planteado en Ia Italia contem-
o sea identificando Ia posiciOn v relevancia poránea de una manera peculiar y con carac-
juridica de los ordenamientos confesionales tenisticas distintas que en los otros paises
con Ia posiciOn v relevancia de los ordena- eunopeos, a causa de Ia presencia en tenrito-
572 ESTADO Y CONFESIONES RELIGIOSAS

rio italiano del pontifice y de los Organos de masas populares de las ciudades. Separados
gobierno de Ia iglesia católica y también de por divergencias de credo politico y de senhi-
Ia condiciOn de bautizados de Ia mayoria de miento religioso, en desacuerda respecto a
Ia población en esta misma confesión católi- fines, métodos y compromiso, los hombres de
ca. A dicha presencia se afladia, en el primer Ia derecha estaban de acuerdo en Ia reafirma-
decenio de Ia unidad italiana, un reducido ciOn dcl laicismo del estudo y en las exigen-
dominio temporal del pontifice, el cual se cias unitarias de Ia burguesia, expresadas
transformó, irna vez superadu Ia prohibición concretamente en Ia italianidad de Roma. La
pontificia de participar en Ia vida püblica, en poiltica eclesiástica de Ia derecha no pudo sin
una adhesiOn que ha Ilevado a un compromi- embargo realizarse sin dudas y sin compro-
so directo de los católicos en cuanto tales en misos: sus exponente, en gran parte catOli-
Ia lucha politica, en nombre del principio pre- cos, se acercaron siempre con temor reveren-
dominante de Ia unidad poiltica, induciendo cial a todo lo que tocaba Ia vida de Ia iglesia,
sistemáticamcnte una serie de intervenciones, preocupados par distinguir entre organiza-
sean directas o indirectas, de las autoridades don eclesinstica y religion. Y esto no solo por
confesionales en Ia sociedad civil mucho más el sentimiento profundamente religioso de
aIlá de una dinámica normal de relaciones algunos de sus lideres, sino también par no
entre el e. y las confesiones religiosas. Cues- privarse de un instrumento esencial de defen-
tiOn roma na, cuestión catOlica y cuestiOn sa ante el despertar politico de las masas
democristiwia han hecho en determinados pequenoburguesas y obreras de Ia ciudad,
momentos más dificil y complicada Ia situa- infestadas ya de irreligiosidad y de teorias
ciOn, politica y legislativa, de tales relaciones. subversivas. Par otro halo, Ia nueva posicion
El problema del poder temporal del papa- central del estado en Ia sociedad representa-
do y de su soberania sobre Roma (la cuest iOn ba un atentado al tradicional magisterlo ecle-
rornw,a), después de Ia revoluciOn de 1848. siástico y provocaba un enfrentamiento ine-
aumentO ci abismo entre una concepciOn de vitable entre programa politico y probiema
Ia iglesia cató!ica como sociedad per/ccta v eclesiástico, al margen de motivos propia-
Ia del estado liberal, que reivindicabu una mente religiosos a de conciencia. Dc ello den-
serie de competencias tradicionalmente ejer- vo una concepciOn de las creencias religiosas
cidus por Ia iglesia, asi como Ia misma tutela como problema individual, de exclusivu corn-
de Ia libertad religiosa individual de los ciu- petencia del ciudadano, cuyos derechos de
dadanos, incluso frente a las confesiones reli- libertad prevalecen, bajo el perfil de Ia tute-
giosas. El articulo primero del estatuto alber- Ia juridica, par encima de los de Ia confesiOn
tino (1848) disponia que Ia religion católica religiosa a Ia que pertenece, hacia Ia cual el
era Ia ünica religiOn del estado y las otras con- ordenamiento dcl estado se coloca en posiciOn
fesiones eran toleradas" conforme a Ia Icy de total indiferencia, cuando no de exprcsa
comOn. pero Ia Icy sarda del 19 de junio de animadversion. Es tipico ci caso de Ia legis-
aquel mismo año dejaba sin efecto tal dispo- IaciOn supresora y expropiudora de las enti-
siciOn al declarar que Ia pertenencia a otro dades y bienes cclesiásticos (1866-1867), aun-
culto no constitula una excepciOn para el goce que en su conjunto Ia legislaciOn de Ia dere-
de los derechos civiles y politicos y el acceso cha, y especialmente la ley de las garantias
a cargos civiles y militares, y ci cOdigo penal pontificias (1871), Iogro evitar que eI choque
de 1889 pone en ci mismo nivel, baja el perfil entre estado e igiesia catOiica se convirtiera
de Ia tutela juridica, todos los cultos admiti- en Iucha religiosa )' pusiera en crisis Ia recien-
dos en el estado. te unidad politica. Ni Ia paz religiosa llego a
Alrededor de Ia cuestiOn romana y del lai- ser amenazada realmente ni quedaron huellas
cismo dcl estado se va produciendo. en los pri- profundas de este conflicto en Ia conciencia
meros quince años de vida unitaria, lentu v popular. Los casos de crisis efectiva fueron
fatigosamente, a través de dramáticos con- los del clero nacionalista y de los politicos sin-
trastes, Ia unificución de Ia burguesia italia- ceramente religiosos; por lo general, Ia mdi-
na y su neta distinciOn respecto a las viejas ferencia de los laicos respecto a los probie-
clascs dominantes, lo cual Ia situO en los mas internos de Ia iglesia y, por el lado con-
estratos politicamente más avanzudos de las trario, Ia absoluta docilidad a las directivas
ESTADO V CONFESIONES RELIGIOSAS 573

y descos del pontifice, contribuyeron a evitar en el sentido de Ia "igualdad en Ia libertad de


guerras de religion, pero. con el paso del tiem- cultos" y de Ia plena libertad "dc profesar,
po, hicieron sentir su peso negativo sobre Ia discutir y enseñar cualquier doctrina religio-
vida de Ia iglesia. Por una parte. Ia iglesia sa". Muy poco se anade a Ia legislacion ecle-
pudo reforzar el absolutismo papal y por el siástica de Ia derecha (aboliciOn de Ia fOrmu-
otro integrarse rOpidamente a Ia sociedad ita- la confesional del juramento, aboliciOn de los
liana, agrupando a su entomb notables fuer- "diezmos sacramentales", inclusiOn de Ia reli-
zas de Ia burguesia, peru conservando, gra- giOn como materia obligatoria en educaciOn
cius al desarrollo del movimiento catolico, un —dejada después sin efecto por Ia interpre-
fuerte ascendente sobre las masas, recuperan- taciOn del Consejo de estado—, nivelación de
do asi, graduztlmente v bajo diversas formas, todos los cultos a efectos de tutela penal,
los instrumenlos de intervencion politica y secularizaciOn de las instituciones de benefi-
económica en Ia vida del pals, de los que habia cencia, etc.), pero hay un compromiso, en el
sido privada temporalmente por Ia legislacion pIano de Ia acción administrativa y de Ia
eclesiástica de Ia derecha. orientacion judicial, por una efectiva y con-
Con el advenimiento de Ia izquierda al crete aplicación de las leyes vigentes: con
poder. Ia politica religiosa no sufriO los cam- mayor voluntad politica que Ia derecha, pero
bios radicales que se podian esperar con base no siempre con éxito. Después de 1876, por
en las anteriores actitudes de sus exponentes. otro lado, empiezan a producirse movimien-
Más allá de Ia opinion de aquellos quc sostic- tos, internos y extemnos, en pro dc Ia partici-
nen que In derecha estaba en el camino justo pación oficial de los catOlicos en La vida poll-
que La izquierda debia pues reconocerlo una tica: Ia derrotada derecha piensa en un movi-
vez Ilegada al poder (Jemolo) y de aquellos que miento "nacional-conservador" que pueda
han señalado Ia identidad sustancial de inte- consolidarse con los votos de los catOlicos,
reses entre los dos grupos politicos v Ia sus- muchos de los cuales tienden a colaborar con
tanciai convergencia de ciertos presupuestos los liberates moderddos por razones de con-
ideologicos (Scoppola). Ia "revolución parla- servación politico-social y de lucha contra ci
mentaria" de I S76 no fuc más que un despla- anticlericalismo deinocrático. un anticlerica-
zamiento de fuerzas dentro de las clases lismo que en ültima instancia solo IlegO a
dominantes, que no logrO resolver las contra- adquirir sustancia en una serie de "alfilera-
dicciones suscitadas por Ia politica teôrica- zos' (Jemolo). Al mismo tiempo, y correspon-
mente unitaria de Ia derecha. Los hombres de diendo con el pontificado de LeOn XIII, se pro-
La izquierda no tuvieron ci empuje revoiucio- ducen una serie de cambios en Ia sociedad
nario ni Ia valentia que, a pesar de todo, carac- religiosa, sobre todo en el clero y en In con-
terizaron a In politica eclesiástica de Ia dere- ciencia de In Ilamada facciOn social de Ia igle-
cha y quc habi a expresado los intereses de cIa- sia: a Ia democracia "gibelina" Sc empieza a
se de In burguesia en un momento en que ésta contmaponer una democmacia "guelfa". La cIa-
ejercia una funciOn histOrica decididamente se dirigente de los ültimos dos decenios del
progresista. Con ci transformismo, el parti- siglo XIX no muestra sin embargo advertir ci
do de Ia burguesit se consotidaba en un sen- peso real de tales transformaciones. Prisio-
tido predominantemente conservador v anti- nera de los esquemas conflictivos que Ia
popular, incluso a traves de Ia asimilacion, habian opuesto a Ia derecha, cree poder lIe-
en ci nivel gubernamental de Ia oposición var adetante su proyecto vigilando In aplica-
modcrada y de las fuerzas emergentes. Con cion cxacta de Ia IegislaciOn, multiplicando
Ia izquierda en ci poder no parece cambiar las manifestaciones extemnas de animadver-
nada en cuanto a directivas de fondo de poll- sión respecto de los catOlicos obedientes y de
tica ecksiástica: no sOlo se considera Va into- sus sentimientos religiosos, sin darse cuenta
cable ci sistema de relaciones con In iglesia de las transformaciones, deseadas o sufridas,
fundado en Ia Icy de garantias, sino que ci de Ia organizaciOn ecicsiástica, por ci hecho
Consejo de estado. en 1878. In declara ley fun- de que las masas de trabajadores fieles a Ia
damental del estado, at tkmpo que Ia juris- igksia y a su magisterio "constituyen, moral
prudencia sigue reteniendo sustancialmente v socialmcntc, un baluarte mucho más vaIl-
modificado el articulo primero del Estatuto do que el que ofrecia en otro tiempo eI ejér-
574 ESTADO Y CONFESIONF.S RELIGIOSAS

cito pontificio" (Piovani). La victoria del "esta- grandeza de Italia; dl consiguiente consoli-
do liberal" va apareciendo como menos defi- dacion de In nueva ideologia de una Roma
nitiva de lo que se crela en un principio: se guerrera católica apostolica romana, plena-
estahiecen de este modo las bases de una poli- mente real irmada en Ia conquista de Eliopia
tica que, precisamente en In dimension den- y en Ia part icipaciOn en Ia guerra de Espana;
cal-imperialista dcl conciliadorismo de Cris- e] superaciOn progresiva de las polérnicas por
p1, llegara a dar sus frutos. más allá de Ia sim- Ia cuestión romana en exacta coincidencia
ple recuperacion del patnimonio de San con In progresiva crisis dcl estado laico v libe-
Pedro, con el neotemporalismo concordato- ral, surgido coma antitesis del legitimismo
rio de 1929. Si In cuestión romana continua- pontificio v con In knta suturaciOn de Ia her i-
bu siendo el obstáculo que impedia Ilegar da latente producida por ci enfrentamiento
rápidamente a una colaboracion entre esta- de las fuerzas nacionalistas con las fuerzas
doe iglesia que ale jara In amenaza de In revo- catOlicas, In cual habia impedido hasta enton-
lución proletaria. el Vaticano hahia ya corn- ces a Ia burguesia concentrar todas sus I uer-
prendido, en los ultimos veinte anos dcl siglo zas v emplearlas de manera Otil ante el pro-
pasado, que Ia dehilidad de Ia clase dirigente letariado manulacturero y ci rural. A estas
liberal-moderada Ic permitia establecer cier- L'onsianies se anadirán, en ci trunscurso de
Los elementos de estabilidad y seguridad a los dos primeros decenios del siglo, nuevos
través de un control de las masas que Ia igle- procesos: actitudes cada vex más "naciona-
sia estaba recuperando a travis dcl asociacio- iistas" del episcopado italiano; predominlo de
nismo dcvoto. Ia organizacion obrera de tipo instancias moralistas y culturales de tipo
cooperativo v In red progresiva de institucio- igualmente nacionalista y que prepanurán ci
nes de crédito, sobre todo en ci mundo rural. advenimiento del fascismo; restauración Cu!-
Dc tal modo, lejos de ser marginada, Ia igle- tural en un sentido religioso y nacionul.
sia católica se integraba plenamente como En 1904 se inaugura —con ci apovo de los
fuerza activa en Ia sociedad civil, cuyas con- catolicos a los candidatos moderados en las
tradicciones internas Ic permitirian bien elecciones generales— aquella politica de
pronto convertirse en uno de los clementos alianzas clerical-moderadas que se c-xpresa-
mas importantes. nO, en las elecciones de 1913. con el Ilamado
Paclo Genii loni, de cuva crisis.,cauda por
III. DE LA CONCILIACION SILENCIOSA A LA PAZ RELI- in separación entrc Giolitti y los catOlicos que
GIOSA DE I424. A principios del siglo xx ya Se habian sido elegidos, resultO In orientaciOn
están gestando todos los elementos de fondo hacia Ia derecha del gobierno Salandra. Al
de una serie de constanies de Ia palitica ecle- mismo tiempo Ia guerra de Libia —en cuu
siástica que llevarán ala Conciliación de 1929: preparación, en ci nivel gubernativo y de opi-
vinculos de naturaleza econOmico-finan- nión pOblica, cI Vaticano desempenó una fun-
ciera entre bloques clerical-moderados (el ciOn nada secundaria— permitinia a los nacio-
mismo Vaticano en ci caso dcl Banco de Roma nalistas entablan un dialogo directo con los
de E. Pacelli) v In clase dinigente itaiiana; católicos, intensificado después en los congre-
continua exigencia de conservaciOn de sos nacionalistas de 1912 v 1914, en los que
determinados intereses de clase, relacionados prevalecieron las onientaciones "filoclerica-
con ci miedo al "socialismo subversivo", Va les" representada' por Federzoni y, sobre
que Ia iglesia habla superado In distancia que todo, por Aifredo Rocco, ci cual retoma v
Ia separdba de las otras fuerzas dirigentes del desarrolia los principios de politica eclesiOs-
mundo capitaiist (Togliatti) y no podia dej-ar tica delineados en 1914 en una serie de inter-
de ejercer una funciOn de conservaciOn dcl venciones (iievadas a cabo entre 1922 v 1923)
orden social existente; c] renuncia par parte de las que SC hizo ecu el O.ssen'azore Roma-
de La Santa Sede a un provecto de reforza- no, que veia en elias el programa de "un futu-
miento interno inmediato —cabe senalar al no regimen" que Ilevaria "las conciencias
respecto In actitud significativa de La Civil- a una pacificaciOn entre estado e iglesia".
à ('anolica en ocasiOn dcl Aflo Santo de Efectivamente, las bases ideologicas de Ia
1900— para colaborar, especialmente cn ci ConciliaciOn de 1929, y en general de In poli-
piano de Ia polItica exterior, con Ia expansion tica religiosa de Mussolini, pueden detectar-
ESTADO V CONFESIONES RELIGIOSAS 575

se con toda exactitud en Ia concepción de las nación de los sindicatos blancos. Estas accio-
relaciones estado-iglesia delineada por Roc- nes se inscribian todas ellas en Ia misma poli-
coen 1914. tica de los gobiernos prefascistas de hostili-
Con ci inicio del pontificado de Benedicto dad hacia ci popularismo v de eliminacion de
XV, las relaciones entre Italia v Ia Santa Sede In cuesriOn caroljca, tltimo obsttcuio que que-
asumirian una nueva v peculiar fisonomla, al daba para ci entendimiento con Ia iglesia v
establecerse intensas relaciones oficiosas en Ia solución juridica de Ia cuesriOn rornana,
ci piano de acuerdus previos v de acciones de que, al ser superado. concentraria todas las
gobierno. peru serã Ia gran guerra Ia que lie- fuerzas de In burguesia. La consolidación de
ará a una inaduración efectiva del proceso esta politica, y su correspondiente expresión
de superaciUn de las polernicas por Ia cues- en Ia iegislacion eciesiástica, tuvo lugar en in
tion romana en el sentidu de encontrar una linea emprendida por ci regimen a partir dci
solucion bilateral a los problemas cornunes. discurso de Mussolini del 3 de enero de 1925,
Tal suiucion estuvo va a punto en los acuer- que marcO ci principio efectivo —en ci piano
dos parisienses enti-e V.E. Orlando v ci envia- de las relaciones e.-confesiones religiosas-
do pontificio. monseñor Cerretti, que estable- de Ia reszanracjón politica que lievaria, en
cian las bases dcl futuro tratado v concorda- febrero de 1929. a Ia ('oncjljacjcjn entre ha-
to. Sin embargo este proceso Luvo que afron- ha v Ia Santa Sede sobre las bases que A. Roe-
tar in nueva enesi jon caiólica surgida del defi- co, retomando las concepciones delineadas
nitivo ingreso de los católicos en Ia vida desde 1914, habia establecido con precision
publica con ci Partido Popular v sus anexas en visperas de Ia marcha sobre Roma y que
organizaciones sindicales cristianas, que expresaban no tanto un sent ida "fascista'
encontro primer o oposición por parte de las —coma se decia en In retorica fascista y. en
"componendas" clerical-moderadas v nacio- general, antifascista— sino una I unciOn de
nal-catolicas v fue usado despuès "coma delensa de Ia sociedad capitalista v del orden
i-ehén a entregar al fascismo para Ia solución social existente en un momenta en que Ia
juridica de Ia cuestión romana" (Sturzo). En naturaleza del conflicto habia va perdido todo
visperas dcl fascismo, pues. Ia vieja clase din- car ácter de reivindicacion territorial v Ia
genie y las jeranqulas eclesiasticas, ante Ia recuperaciOn del poder temporal se piantea-
necesidad de elegir entre Ia observancia de ba con formas v significados muy diversos,
las formas legates —que Ilevando ai poder a pero mucho ms concretos v complejos que
las ciases elevadas por ci sufragio universal, los reivindicados por ci papa Mastai.
hubiera cambiado las bases sociales del es-
tadu— v Ia indulgencia frente a hi violcncia W. DE LA LEGISLACION FASCISTA A LA CONSTITI.CION DE
de los grupos de acion —que acabarian por LA REPUBLICA. Al Trazado. al ('oncordaro y a!
apovar a Ia fuerza quc ocupaba ci poder— st' C'onvenio financkro dclii dc kbrero de 1929
orientaron hacia Ia soiuciOn que estabilizaba —que sancionaban bilateraimente In Conci-
ci orden social existente. ljacjön con Ia izlesia catOlica— el fascismo
La igiesia. en particular. habi a entendido anadió una serie de disposiciones unilatera-
inmediatamente que de una convergencia les para regular in vida de las otras confesio-
entre movimiento proietario v pantido catO- nes religiosas, que ya no eran simpiemente
iico no podia ubtener las ventajas que Ic of re- toleradas sino ad,nitjdas (1ev nüm. 1159 de
dan los grupos más tipicamente conservado- 1929 y e.r. 289 y 1731 de 1930). con las que
res dcl fascirno. que acabarian por prevale- se estabiecia una diversidad de trato juridi-
cer. eliniinando at mismo tiempo ci ala intran- co entre Ia religion catóIica V los otros cut-
sigente v ci .ila liberal del partido de Musso- tos. Para estos Oltimos. en efecto, se reque-
lini, cuya actitud respecto al Partido Popular na Ia apnobacion gubernativa en ci nombra-
puede entreverse on ci planteamiento que dio miento de ministros del culto, una autorizo-
a Ia reforma de Ia legislaciOii eclesiastica de ciOn por real decreto paru In apertura de tern-
los anos 1923-1925 (unilateral, pero ccnwur- pbs v oratorios, estableciendo asimismo toda
dada con ci Vaticano), en las relaciones entre una serie de nigidas lormas decontrol respec-
gobierno y clérico-fascistas con oasiOn de las to de las entidades v una discriminaciOn entre
elecciones politicas de 1924, v con Ia elimi- ciudadanos i-atóiicos v no católicos en mate-
576 ESTADO Y CONFESIONES RELIGIOSAS

na matrimonial (exceptuando a los judios de y quc, gracias a los derechos de iibertad indi-
las islas del Egeo y de Libia). La normativa vidual y colectiva sancionados en Ia carta de
se compietó en 1938 con las "Disposiciones 1948. logro ampliar el campo de Ia interven-
para Ia defensa de Ia raza italiana", que pri- cion de Ia iglesia en Ia vida pOblica mucho
vaban a los hebreos de toda una .serie de dere- más ailá de has intenciones dcl legislador con-
chos y libertades, inciuidas las de tipo reli- cordatario, proporcionando al partido de In
gioso-cultural. unidad de los católicos instrumentos decisi-
Las relaciones con Ia iglesia católica Se vos para su consolidaciOn. La cuestión demo-
mantuvieron sustanciaimente buenas durante cristiana ilegaba a añadirse a Ia cuestiOn con-
todo ci ventenio fascista dentro del sistema cordataria, con Ia exigencia, para el partido
concordatario, aunque ninguna de las dos de Dc Gasperi, de permitir a in iglesia man-
partes Iogro alcanzar los objetivos previstos: tener Ia posiciOn privilegiada establecida por
ci de reconstruir el 'estado catoiico" por Ia Ia legislacion lateranense, a cambio de un apo-
panic eclesiãstica y el de "fascistizar" a Ia igle- yo pleno. Se explica asi ci cant raste entre los
sia por Ia parte fascista. Los Onicos momen- perfiles más avanzados de Ia nueva ideologia
tos de crisis, en 1931 y 1938, se debieron a las constitucional (igualdad de los ciudadanos sin
polémicas respecto a Ia AcciOn Catolica, a Ia distinción de religion, tutela de los derechos
cual Ia Santa Sede, a Ia sombra de los privi- humanos incluso dentro de Formaciones
legios lateranenses, intentaba transformar en sociales "intermedias", plena libertad pam
un gran refrigerador (Dc Felice) en ci cual las confesiones religiosas, libertad de reunion
hibernaran los catOlicos militantes, protegién- y de asociaciOn, tutela de los derechos mdi-
dolos de toda contaminación ideologica, en viduales y colectivos de libertad religiosa,
espera de tiempos mejores que permitieran libertad de expresiOn, libertad de enseñanza,
su transformaciOn en clase dirigente en sus- igualdad en el acceso a oficios y cargos pObli-
titución de Ia fascista, o en ci peor de los cos, etc.))' una linea de conservaciOn de las
casos, si no era posible carolizarla, poderla estructuras juridicas existentes (negativa a
enfrentar con éxito. Con los ucuerdos de 1931 superar o modificar ci conjunto normativo
ci regimen obtuvo Ia reafirmacion del carác- derivado de los pactos lateranenses, continui-
ter religioso y 'diocesano" de Ia Acción Cato- dad en In autolimitación de los poderes dcl
lica, en estrecha dependencia de Ia jerarquIa estado en materias que no corresponden al
eclesiastica; con los de 1938 una suspension orden eclesiástico). El predominio de tales
de las hostilidades pontificias corno preludio estructuras, junto con In ruptura entre los
de las reformas de estatutos de 1939, que pantidos obreros de izquierda, llevO a Ia refe-
serán juzgados "conformes a los deseos del rencia especifica del articulo 7 constitucional
gobierno". A más de diez años del 3 de encro ("Sus nelaciones serán reguladas por los pac-
de 1925, Mussolini se daba cuenta de que no tos iateianenses"), lo cual ha permitido a unos
habia logrado absorber las grandes fuerzas magistrados particularmente sensibles a las
que Ic hablan permitido sin embargo tomar orientaciones pal lucas predominantes conic-
definitivamente ci poder (Ia monarquia, ci rir a cada una de las normas de los protoco-
Vaticano y Ia gran burguesia) y par tanto iban los de 1929 "el mismo valor y Ia misma efica-
a ser objetivos logisticos, pero de hecho estas cia que hubieran tenido si estuvieran inclui-
fuerzas sobrevivieron al fascismo (aunque por das en In carta constitucional a [. . .] aproba-
poco tienipo en ci caso de Ia monarquia). Y das par Icy constitucional; a incluso se pue-
sobrcvivicron también de mancra egregia los de decir que tienen mayor valor, al ser
pactos lateranenses, explicitamente mencio- establecida Ia inaplicabilidad dcl procedi-
nados en Ia ConstituciOn republicana (art. 7) miento de revisiOn constitucionai" (corte de
que establecia —gracias al compromiso de Ia casaciOn, 23 de junio de 1964). SOlo dcspuCs
democracia cristiana— Ia conservaciOn inte- de In introducciOn dcl divorcio (diciembre de
gral, con todos sus detalles, dci planteamiento 1970), a finales de Ia V legislatura y con una
politico-juridico de las relaciones entre e. y mayorma de centro-izquierda, se empezó a
confesiones religiosas en el tiempo del fascis- romper ci hielo partamentanio sobre el pro-
mo, considerado como uno tie los elementos blema de Ia revisiOn dci Concordatoy se abre
importantes de Ia continuidad institucional camino Ia hipOtesis de que eI articulo 7 cons-
ESTADO Y CON FESIONES RELIGIOSAS 577

titucional, reconociendo al estado y a Ia igle- estado-iglesia (entidades y bienes eclesiásti-


sia una posición reciproca de independencia cos, actividades no eclesiãsticas de dichas
y soberania y aun dando rango constitucio- entidades, instrucción religiosa en las escue-
nal a los pactos lateranenses, "no puede tener las ptb1icas, reconcdmiento de las sentencias
fuerza para negar los principios supremos de ecicsiásticas en materia matrimonial, etc.) en
Ia ordenaciórt constitucional del estado" (Tri- un modo susceptible de ser aprobado por ci
bunal Constitucional, 3011971). parlamento. La cuestión del Concordato ha
En cuanto a las otras confesiones religlo- terminado por paralizar también Ia aproba-
sas, aunque Ia constitución las ha niveladu ción de los acuerdos con los valdenses y meto-
con Ia catóIica en el piano de una "misma distas quc fuerun preparados por una comi-
libertad" y les ha reconocido ci derecho de sian mixta.
"organizarse segün los propios estatutos" y En realidad —como puede observarse a
de regular sus reinciones con ci estado a (ra- partir dc un anàlisis de los componentes his-
yes de leyes precedidas de "acuerdos" con sus tOricos de las relaciones e.-confesiones reli-
representantes (art. 8), todo ci sistema legis- giosas— ci sistcmu vigente está todavia yin-
iativo vigente antes de 1948 relativo a su con- culado a una estructura social que no se ha
diciOn juridica y actividad ha continuado en modificado en cuanto a relaciones de poder,
vigor, a pesar de su evidente con traste con los a pesar de las profundas transformaciones de
principios constitucionales. Más aOn, los Ia sociedad italiana y Ia progresiva seculari-
organismos competentes del estado, en vez de zaciOn de las mentalidades y conductas (bas-
interpretar dicho sistema segün ci espiritu de te pensar en los resultados de los referendos
Ia ConstituciOn, han preferido "recurrir a las de 1974 y 1981 sobre dos temas, cl divorcio
menos liberales disposiciones del ventcnio y el aborto, tan estrechamente relacionados
fascista para interferir e impedir Ia satisfac- con dicho sistemu) en los ültimos decenios.
ción regular de las necesidades religiosas de El sistema, por lo tanto, no puede modificar-
las minorias confesionales italianas" se sino en forma paralela a un cambio real-
(Lariccia). mcntc efectivo de las relaciones entre las cIa-
.ses sociales.
V LA CUESTIC)N DEL CONCORDATO. La cuestion del
('oncordato, o sea de Ia adecuaciOri de In legis- BIBLIOGRAFR: G. Cutalano, Sovrauiià dcliv stab
lación derivada de Letrán it los principios de C autonomia della chwsa nella ('ostituzione,
Ia Constitución, y Ia de los acuerdos con las Milan, Giuffre, 1974; M. Faico, Sulk condizione
confesiones religiosas distintas de Ia católi- giuridica delie nzinoranze religiose in lialia. Flo-
ca, siguen abiertas y sin oluciOn, desputS de rencia, 1934; A.C. Jemolo, Chiesa e stato in ha-
más de treinta años de Ia carla republicana. ha negli ultimi cenbo anni, Turin, Einaudi, 1963;
Dc 1967 a 1978 el parlamento ha insistido en F. Margiotta Broglio, liahia e S. Sede dalla gran-
manilestarse en favor de las modificaciones de guerra ahlu conciliazione, Ban, LaterLa, 1966;
—de acuerdo con Ia Santa Sede— de los pac- F. Margiotta Brogiio, Stato e con fessioni reiigio-
tos lateranenses y de Ia estipulaciOri de acuer- se. I: Fonti; ii: Teone e ideologie, Florencia, La
dos especificos para regular las relaciones Nuova Italia, 1975-1977; Individuo, gruppi, con-
con las confesiones distintas de Ia católica. Jessioni religiose nello slato democratico, a car-
Se conocen al menos cinco proyectos de rev i- go de A. Ravà, Milan, Giuffrè, 1973; F. kuffini,
siOn dcl Concordato (unilateral ci de 1969; Relazioni bra stato e chiesa, Bolonia, II Mulino,
negociados con Ia Santa Sede los de 1976, 1974; Chiesu e stato nella sboria d'Iiaiiu, a cargo
1977, 19'18y 1979; otrode 1980 que noha sido de P. Scoppola, Ban, Laterza, 1967; C. Spadoli-
dado a conocer), dos proyectos de acuerdos ni, La questione del concordato, Fiorencia, ic
con las confesiones valdense y metodista; un Monnier, 1976; Varios, Cinquant'anni di concor-
proyecto de acuerdo con Ia religion hebrea. dato, Florencia, La Nuova Italia, 1979 (nümero
Ninguno de los gobiernos que se han ido suce- especial dc Ii Ponie, xxv, 2-3); Varios, Stato
diendo en italia despuCs de 1967, y sabre todo democratico e regime pattizio, Milan, Giuffrè,
después dcl inicio de las negociaciones con 1977; Varios, Teoria e prassi delie liberia di reli-
ci Vaticano (1976), ha logrado formular las gione, Bolonia, II Mulino, 1975; Varios, Un sco-
cuestiones lundamentales de las relaciones ho da Porta PEa, Nápoies, Guida, 1970.
578 ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS

Indicaciones bibliográficas completas pueden umenaza de usa de Ia fuerza fisica, a fin de


encontrarse en S. Lariccia, Dirino ecksiaslico ito- lograr los objetivos indicados en cada caso
11mw. Bibliografia 1929-1972, Milan, Giuffre, por Ia politica. No es cierto pues que una
1974; Varios, Leioni di diritto ecciesiastico (con estrategia se concrete solamente en Ia apli-
Bibliografia 1973-1980). Padua. Cedam, 1980: cacion de La violencia material, pudiéndose
Varios. Bibliografia sui pall i lateranensi (1929- escoger otras forms de acciOn menus direc-
1979), en Cinqua,zl 'anni di concordato, Florencia, tas, como Ia "aproximacion indirecta" teori-
La Nuova Italia, 1979. zada por Liddell Hart, redefinida por Beau-
fre como estrategia indirecta, que es "Ia que
[FRANESLO MARGIOTI'A BROuLlO] quiere lograr las ventajas esenciales de Ia vic-
toria con medios distintos de los de una Vic-
toria militar".
Con ello se rebate claramente el alcance de
estrategia y poiltica armamentistas Ia formula de Clausewitz. Ia cual, al hacer de
Ia guerra una continuación de Ia politica con
I. DEL!MITACIC)N DEL LA1PO. Asi como Ia estrate- otros medios, coloca en el centro de Ia refle-
gia es Ia tecnica al servicio dcl logro de un xiOn ci papel de Ia e. coma bisagra entre el
objetivo (individual o colectivo: privado o momento pacifico y el momento violento de
püblico; pacifico o bélico-militar), Li politica Ia vida pulitica. La e. entonces se trunsforma
de los armamentos representa ci instrumen- de tecnica al servicio de Ia voluntad militar
to por medio del cual los estados desarrollan en ciencia subsidiaria de las reluciones inter-
su c. El uso material de un arma es pues Ia nacionales, o en sector de estas ultimas, con
fase final de un proceso complejo, que se mi- tanta mayor razón a partir del momenta en
cia con Ia definición de un objetivo. Ia deter- que han entrado en los arsenales las armas
minaciOn de Ia estrategia más idónea para nucleares o termonucleares, que con su sim-
conseguirlo y Ia elccciOn de los instrumentos ple existencia han "obligado" incluso a los
más eficaces; las armas pueden set' utilizadas, más tenaces defensores de las estrategias
pero a veces basta con que sean chibidas, directas a buscar sustitutos capaccs dc cvi-
para obtener el sometimiento del adversario tar Ia destrucción de Ia humanidad. No es por
al objetivo prefijado. casualidad, sino como una Iógica consecuen-
Con base en esta delimitación general dcl cia de lo dicho, que Ia teoria estratégica en
campo, podemos hacer algunas distinciones. los Oltimos treinta afios se ha desarrollado
En primer lugar Ia e. es Ia programaciOn a lar- gracias a los cientificos sociales (de H. Kahn
go plazo del empleo de instrumentos politi- a H. Kissinger. de T. Schdlling a R. Rosecran-
cos y militares en el curso de los conflictos cc, de R. Aron a E. Luttwak) más que a los
intcrnacionalcs, mientras que Ia táctica será estrategas propiamente dichos. Sin embargo,
Ia aplicaciOn directa y cambiante. segun his esta alternación (0 desplazamiento) no ha ser-
circunstancias, de los instrumentos en parti- vido para reducir el espacio de violencia en
cular. Desde el punto de vista pur.tmente mili- ci mundo contemporaneo ni para conducir Ia
tar, la táctica es "el arte de emplear las armas estrategia a formas de lucha no violenta.
en combate a fin de obtener el mejor rendi- Como veremos al analizar el balance de Ia tea-
miento" (Beaufre), mientras que Ia e. se con- na estratéica en Ia era termonuclear, Ia rca-
cibe como un plan de dimensiones mas IizaciOn del sueño de Ia paz perpetua no esta
amplias que se apoya en un conjunto de prin- cerca en manera alguna.
cipios de carácter general v de determinacio-
nes directamente operativas estrechamente 11. FUNcIOX POL1TIC DL LOS ARMAMENTOS. Aunque
vinculadas entre si. En este sentido, asi como las armas Sean prupiamente instrumentos
Ia c. está subordinada a Ia politica, Ia táctica que desarrollan Ia fucrza necesaria para con-
debe subordinarse a Ia estrategia. Represen- ducir y finalmente ganar una guerra, para los
ta precisamente el med to de aplicación de la fines de un analisis del papel politico que pue-
estrategia. Corresponde al comportamiento den desempeñar, las hemos de considerat
estratégico una atenta elecciOn de los medios necesariamente en una pnimera instanci-a en
(tâcticas), que implican siempre ci uso a La términos de su función defensiva de instru-
ESTRATE(;IA Y POLITICA ARMAMENTISTAS 579

menLo de conservación del orden, y pot tan- cia ejercida par Ia revoiución industrial sobre
to de Ia paz, tanto respecto de los peligros Ia teoria estratégica, que ha invertido Ia reia-
externos suscitados par Ia agresividad de ción entre ci hombre y ci arma. La condición
otros estados (guerra internacional) como res- fundamental de Ia Victoria ya no es (0 no es
pecto de los peligros internos que pueden ser soiamente) el nümero de los combatientes,
causados par los intentos subversivos de sino Ia cualidad y potencia de los armamen-
determinadosgrupus politicos (guerra civil). tos, relegando en consecuencia al hombre a
Si se tiene presente que ci poder politico nace, - un papel de instrumento para su funciona-
de todas maneras, de Ia fucrza fisica y que su miento.
conservación depende en óitima instancia de El desarrolio tccnoiogico aplicado a los
Ia posibilidad dci recursoa Ia iolencia, pon- armamentos ha comportado en el trascurso
dremos en evidencia un aspecto con base en de los siglos una continua ampliación del
ci cuai los armamentos pueden definirse tam- nümero de los que se dcdican a Ia investiga-
bién coma ci instrumento más comün para ción cientifica, producciOn y empleo de arma-
reprimir Ia voiuntad de los demas. Sin embar- mentos, hasta el punto de representar actual-
zo, mientras tales instrumentos pertenezcan mente uno de los sectores fundamentales de
a ambos contendientes en ci piano internacio- Ia vida econórnicu de los paises industrial-
nal. serán por definkión monopolio del poder mente más avanzados y determinando un
constituido en ci piano dcl sistema estatal. Dc fenomeno conocido con ci nombre de milita-
ella se deriva que, si ambos sistemas fundan ,y-indust vial complex, que puede ser tornado
su permanencia en gran medida en los arma- como indicador de Ia creciente miiitarización
mentos, en ci sistemu internacional Ia proba- de los estados, incluso en periodos de paz. Un
bilidad de violencia actual es mucho mayor ejemplo clarisimo de tal situación está repre.
que en ci nacional, io que explica Ia costum- sentado pot Ia estructura y organización del
bre predominante de considerar ünicamente Departamento de Defensa norteamericano: el
ci papei bélico de los armamentos. liamado "Pentágono", sabre ci que cabe
Pero aunque los armamentos fueran con- recordar Ia denuncia formulada por C.
siderados solamente coma un instrurnento Wright Mills en ci cap. vu de La 1iie dd
que confiere Ia fuer,.a necesaria para ilevar poder, repre.senta en un cierto sentido el más
adelante una 'uerra, ci análisis de su influen- grande empresario del mundo.
cia politica no podria en ningün caso limitarse La profecia de Comte, que vela en ci desa-
al ámbito internacional. Incluso dentro de rrollo de Ia sociedad industrial Ia premisa
una función sustancialmente defensiva es para Ia eiiminación de Ia guerra, no ha sido
posible establecer una definición restringida solarnente desmentida sino iricertida, desde
de armamentos, cuando se quieran conside- el momento en que Ia guerra y su preparación
rar solamente aquellos instrumentos quc sir- se han convertido en aspectos cada vez más
yen para producir directa y ünicamentc Ia vio- importantes en ci mundo contemporáneo.
lencia, y otra definición ampiia que tenga en Esta situación se retrotrae sobre Ia teoria
cuenta el conjunto de las organizaciones corn- estratégica, Ia cual pasa de ser un estudio fun-
plementarias, pero necesarias, ul empleo dudo esencialmente en las acciones de los
directo de los mismos armamentos. No se hombres a convertirse en ci análisis dcl uso
puede pues prescindir de considerar como rnás eficiente de los instrumentos ofrecidos
algo estrechamente unido al papel politico de por ci progreso tecnologico.
los armamentos Ia influencia que ejercen
sobre Ia vida de un estado Ia investigación tec- II!. ARMAMENTOS V ESTRATEGIA. La teorla estraté-
noiógica o bien Ia ampliaciOn dcl aparato miii- gica contemporanea y Ia misma actividad de
tar, convertido en alga indispensable dada Ia los gobiernos de los estados más poderosos
complejidad de los servicios necesarios para (rnás urmados) tienen que enfrentar casi a dia-
poder emplear eficazmente mecanismos cada rio, tanto en Ia producción cientifica como en
vez mãs perfeccionados y delicados. A grun- Ia acción diplomatica, los problemas deriva-
des rasgos se puede pensar quc el motivo por dos de Ia existencia y continua fabricación de
ci que los armamentos han ccupado este lugar armas cada vez más potentes, Jo cual da a
en ci contexto social depende de Ia influen- entender la voluntad bélica de los estados pro-
580 ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS

ductores. Pero es precisamente ante esta voluntad pacifica de los gobiernos que part i-
situación que se multiplican los esfuerzos, cipan en las conferencias internacionales es
teóricoS y prácticos, para Ilegar a cierta for- por lo menos dudosa, y por otra purte el sig-
ma de control-reducción-desarme que invierta nificado de dicha participaciOn debe buscar-
Ia tendencia impuesta par Ia practica de Ia sc más allO de los contenidos especificos del
carrera armamentista. acuerdo logrado. En efecto, con las propues-
Mientras que ci periodo de Ia carrera arma• tas de reducción y decontrol de los armamen-
mentista se consideraba ames como una fase tos nose intenta tanto Ia exclusion de Ia fuer-
transitoria que indicaba ci paso de un tiem- za en Ia vida dcl sistema internacional (coma
pa de paz a un tiempo de guerra, periodo ocurriria si Ia voluntad de las partes fuera
naturaimente destinado a agotarse con elfin genuinamente pacifica), sino más bien Ia eli-
de Ia guerra, después de Ia segunda guerra minación de las deseconomias que comporta
mundial, sea por causa de las exigencias de una carrera armamentista cada vez mOs ace-
guerras locales recurrentes, sea par Ia exigen- lerada, ya que los arrnamcntos pasan a ser
cia del perfeccionamiento de las armas a del obsoletos apenas producidos. Si el desarro-
equilibrio estratégico, no se ha verificado nm- lio y Ia producciOn de los armamentos se
guna disminución en Ia carrera armamentis- sometieran a un control comOn por parte de
ta. Al contrario, en más de 130 conflictos loca- los estados se podria Ilegar a una situaciOn
les que se han producido en ci mundo a par- más segura sin necesidad de eliminar los
tir de 1945, se ha absorbido naturaimenic armamentos, o eliminando solamente los que
gran parte de la producciOn normal de Ia ya son ineficaces. Es precisamentc ci conccp-
industria militar (dejando bien claro el pre- to de seguridad, y no eI de paz, el que ocupa
juicio segün el cual Ia existencia de tantas ci centro de Ia literatura especializada en
armas favorece el desarroilo de los conflic- favor de estas prOcticas. Par lo que respecta
tos: no son las armas las que hacen estallar al problema de Ia reducciOn de los armamen-
las guerras, sino estas ültimas las que produ- tos, es necesario tener presente que, ya que
cen las armas. Valga como ejemplo —real- ningOn estado renunciart a las armas que
mente decisivo— Ia historia de La producción considera impartantes para su seguridad. Ia
de Ia primera bomba atómica). Más en gene- conclusion será Ia misma que ames: las armas
ral, se puede observar que hoy Ia producción eliminadas scrOn Onicamcnte las quc ya estén
ha liegado a tales niveles que supera lo que tecnolOgicamcnte superadas o resulten va me-
se necesita para Ia destrucción total de Ia ficientes. Dc ello se concluye que el verdade-
humanidad. A pesar de esta constatación. ro significado de Ia poIitica de reduccion-con-
lejos de pararse, se ha ido intensificando. trol de los armamentos está en ci valor de
Cuá1 es entonces Ia función de las propues- racionalizacion y de consolidación del siste-
tas formuladas en innumcrables confcrcncias ma politico internacional contemporáneo.
internacionales (en ci nivel gubernativo)? Esta Logicamente poco nos queda por decir
aparente cant radicción se desvanece tan sobre ci desarme v sus posibilidades de rca-
pronto recordamos que Ia función de los lizaciOn. El problema fundamental a este res-
armamentos no es tan solo Ia de destruir, sino pecto consiste en Ia dcterminación de Ia acti-
también Ia de prevenir Ia guerra: si Ia concep- tud que deberia informar las eventuales nego-
ciOn de dicha funciôn ha sido tradicionalmen- ciaciones: ipreferencia par los acuerdos téc-
te confiada a Ia sabiduria popular, con Ia apa- nicos parciales progresivos a dirigirse al
riciOn de las armas termonucicares ésta se acuerdo politico global? ScgOn P. Noel Baker
presenta dotada con Ia nueva justificaciOn de seria utOpico confiar desde un principio en
Ia posibilidad de Ia destrucciOn total. Los el segundo camino: ci clima favorable al
armamentos, especialmente los más moder- acuerdo global brotara precisamente del éxito
nos, alcanzan una categoria de valor politi- de una serie preliminar de acuerdos limita-
co: sirven para conquistar ci poder interna- dos. Sin embargo, esta tesis demuestra. a
ciorial, no a través de su empieo material, sino pesar de su sabidurla empirica, ci grado de
simpiemente por el hecho de su existencia. Si dificultad que acompana a un provecto de
éstc es escncialmentc el valor politico de los esta magnitud: los acuerdos parciales, distin-
armamentos, está clara par una parte que Ia tos de un acuerdo de control o de reducción,
ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS 581

serán posibles solo cuando sea distinta Ia del caudillo: las victorias napoleónicas se
voluntad politica dc los contrayentes; pero caructerizan precisamente por Ia capacidad
dicho carnbio deberia favorecerse precisa- de disponer en cada uno de los enfrentamien-
menic por Ia distension consiguiente a los tos de una inasa de combatientes superior a
diversos acuerdos parciales. Con esta misma Ia del adversario, el cual confiaba todavia en
dificuitad se encucntra Ia teoria del desarme ci recurso tradicional a las reglus del arte
unilateral, que se funda en Ia acLitud sacrifi- militar. La revoluciOn industrial, mientras
cada que asume una de las partes, quc se que por un lado contribuye a transformar Ia
desarma sin exigir contrapartida: asi, demos- politica internacional de ser esencialmente
trando de forma inequivoca Ia propia volun- europea a tener una tendencia mundial, a tra-
tad pacifica, se hace posible invitar a los yes de los I cnórnenos del colonialismo y del
adversarios, con grandes probahilidades de imperialismo, par ci otro pone a disposiciOn
ëxito, a que se comporten de manera recipro- de los ejércitos nuevas armas que permiten
ca. A partir de esta matriz unilateralista, se pasar por alto las diferencias de nümero de
ha desarrollado utrJ estrategia, sostenida con combatientes y que transforman, a través de
matices distintos par C.E. Osgood y A. Etzio- innovaciones brillantes coma el avión o el
ni, el j'rwluaIisin,, Ia cual reduce los peligros submarino, todas las nociones estratCgicas
y lo inaceptable dcl sucrificio total unilateral, tradicionales. A causa de que el esfuerzo pro-
distribuyenclo de modo gradual y concatena- ductivo requerido por tales armamentos
do diversus demostraciones de buena volun- implica Ia movilización de enormes recursos
tad, siendo cada una de ellas unilateral, pero y medios económicos, solamente los estados
limitada. más ricos podrán dotarse de ebbs y su poten-
La causa dcl desarme podria ciertamente cia se evaluará precisamente con base en la
favorecerse con una técnica unilateralista, superioridad de su armamento. En efecto, los
cuyo valor estã en ofrecer al adversario Ia presupuestos militares norteamericano (Ill
prueba palpable dcl significado de Ia propia mil milbones de dOlares en 1980) y soviético
acciOn, peru no existe todavia una táctica pant (107 mil milbones de dOlares) representan casi
convencer a un gobierno a que Ia haga pro- el 50% del gasto mundial (estimación de
pia, poniendo sus esperanzas de paz en Ia sIPRI). Es interesante señalar (como sintoma
colaboraciOn y no en las armas y en Ia hosti- de Ia difusión del papel de los armamentos
lidad. en ci mundo) que sotamente hace quince años,
o sea en 1966, ci porcentaje ruso-norteame-
IV. LA PROBLIMATICA ESTRATGICA CONTEMPORANEA. ricano respecto dci gasto mundial represen-
Si es cierto que tanto motivos internos como taba ci 61%. Sin embargo, estas cifras son tan
internacionales concurren a determinar el sOlo estimativas y permiten como máximo
papel politico de los armamentos, no se pue- una evaluaciOn comparativa: se ha de tener
de olvidar sin embargo que, precisamente presente que Ia reduccion del porcentaje de
debido al estimulo impuesto por ci recurso las dos superpotencias en reiación con ci gas-
a formas de guerra cada vez más totales, hay to mundial de armamentos no se debe a una
un progrc so en Ia técnica de producciOn de reducción de su gasto particular, sino más
los armamentos y en Ia forma de uso de los bien a un notable incremento del gasto res-
mismos, obligando a los estados a alcanzar pectivo de los paises del tercer mundo (area
niveles de moviiizaciOn cada vex más eleva- muy densa en cuanto a conflictos reales y
dos de hombres y de recursos. potenciales), que en 1971 gastaban ci 9% del
Aunque han existido siempre formas de total yen 1980 ci 16%. Además, mientras que
conscripciOn, solamente con Ia revoiuciOn antes Ia producción bélica era limitada en
francesa se establece ci principio de un ejér- cuanto al tiempo (al rnenos en un sentido reia-
cito nacional a "naciOn en armas"), carac- tivo), entre ci periodo que precedla inmedia-
terizado por el reclutamiento general y obli- tamente a Ia explosiOn de un conflicto y elfin
gatorio, que no se Ilega a realizar completa- del mismo, hoy dia Ia complejidad y variedad
mente hasta el siglo xx. La potencia de una de los conflictos hacen extensivas a los perio-
nación no se fundaba en Ia superioridad de dos de paz las caracteristicas que eran pro-
los armamentus, sino en el genio estratégico pias del movimiento econOmico y producti-
582 ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS

vo del tiempo de guerra: et gasto mundial por te a causa dcl desarrollo de técnicas de Ian-
concepto de armamentos alcanzaba en 1949 zamiento y de Ia extensa producciOn de nue-
los 51 mil millones de dólares (con valor cons- 'as armas, desdc las quimicas y bacteriolO-
tante), mientras que en 1980 alcanza los 455 gicas hasta los uRV y los cruise.
mil millones de dólares. Potencia armamen-
tista y potencia industrial se encuent ran pues V. El I'RIU3LFMA ULIALITATIVO. La existencia de
estrechamente vinculudas por su función de armas de una potencia destructiva tal que
requisito fundamental en el establecimiento haga posible Ia destrucciOn de Li humanidad
de las posiciones relativas de poder de los pone en discusiOn Ia misma definiciOn dcl
diversos estados en el ãmbito general dcl sis- papel politico de los armamentos. porque
tema internacional. A los armamentos se les obligan a enfrentar el problema de si. en estas
asigna el papel politico de estabilizador de las condicione's, ci recuiso a Ia guerra. v Ia mxii-
relaciones internacionales, entendidos como tuciOn misma de Ia guerra, tienen todavia Sen.
instrumento de prevención de Ia guerra. El tido, o por lo mcnos si no carecerá éste de
triunfo de esta concepción ha sido sin embar- parangOn con el papel desempenado por Ia
go determinado solo por Ia apariciOn de las guerra en los siglos anteriores a Ia apariciOn
armas atOmicas y termonucleares, hasta el de las armas termonucleares. A esia prctun-
punto de que Ia paz viene asegurada por el ta, que ha sido Ia cuestión central dcl gran
equilibrio dcl terror que se deriva del temor debate ético-politico de los aiios cincuenta
de su uso. Pero con las armas termonuclea- (baste recordar Ia obra v acciOn de B. Russell,
res se establece también Ia posibilidad técni- K. Jaspers, G. Anders), seria posible respon-
ca de Ia rcalizaciOn de un principio teOrko der afirmativamente en el caso de que Sc
de "uso absoluto de las fuerzas", que segOn lograra demostrar que Ia bomba atomica
Clausewitz encarnaba Ia esencia de Ia guerra, (usamos esta expresiOn como simbolo ) no
pero que no correspondia a una realidad solamente pone en crisis las concepciones v
empirica de una guerra que no implicaba Ia teorias tradicionales de Ia guerra clásica, sino
destrucciOn total para vencer, locual es posi- que convierte en algo totalmente improponi-
bk y connatural a Ia logica de Ia guerra ter- bk Ia gucrra lout court como instrumentu de
monuclear. Es pues en este contexto suma- soluciOn de los conflictos.
mente precario que se plantea Ia vocaciOn Respecto a este problema se pueden esta-
pacifista de los armamentos, cuvo papel se blecer a grandes rasgos tres posiciones: Ia pri-
justifica, como deciamos anteriormente, por mera —Ia reduccionista— sostenida entre
su capacidad de garantizar el mantenimien- otros por R. Aron, restrinc Ia cuestiOn a tér-
to del orden y de Ia paz. Pero al mismo tiem- minos puramente estratégicos: Ia diterencia
po Ia capacidad destructiva alcanza (e inclu- entre Ia bomba atOmica y las arnias clásicas
so supera) el ilmite tcOrico de Ia posibilidad es csencialmente cuantitativa; kis piobleinas
de Ia destrucciOn total de Ia humanidad. Con- morales que pueden surgir dcl riesgo de
siderando que el nümero de bombarderos matar una cantidad incomparablemente
estratégicos Cs de 348 para Estados Unidos mayor de individuos que en el pasado, se
y 156 para Ia UniOn Soviética; el de misiles resolverán a través de Ia formulaciOn de una
balisticos intercontinentales, 1 052 por par- "estrategia adecuada", como por ejemplo Ia
te de Estudos Unidos y 1 938 por parte de Ia que consiste en limitar cI teatro de Ia guerra
UniOn Soviética; ci de misiles batisticos sub- ünicamcnte a los mares. de modo que el
marinas, 603 para uno y 950 para Ia otra, y enfrentamknto fueia entre ubmarinos que
el equivalente a bombas ternionucleares representaran coma paladines a los pueblos
almacenadas en los arsenales (a transporta- implicados. Aparte de Ia falta de realismo de
das continuamente por cielo o por mar). 9 000 tat proposiciOn (baste pensar en las conse-
megatones par partc de Estados Unidos y cuencias de Ia contaminaciOn radioactiva de
7 coo por pane de Ia URSS; resutta que por las aguas), aceptando y reconociendo Ia born-
cada individuo que habita actualmente ci pla- ba atómica como un arma ku,.ti it Lis otras.
neta existen varias toneiadas de dinamita a Se acaba por avalar Ia politica fundada en el
su disposiciOn. La variedad de las formas de equilibrio del terror (o en Ia "sabiduria" conlo
violencia be amplia más y más, especialmen- preficre decir Aron), motivada no por cI mie-
ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS 583

do a Ia destruccion total, sino par ei miedo dos ya descritas, es Ia que podria llamarse con
a una destrucción excesiva. De ahi se sigue ci nombre de teoria dcl "tigre de papel".
que Ia ünica novedad estratégica derivada de Coma se sabe, desde 1946 Mao Zedong sos-
Ia cxistencia de Ia bomba atómica está repre- tuvo que Ia bomba atómica era precisamen-
sentada par Ia práctica de Ia disuasión. te un tigre de papel, un arma que no tenia por
La segunda posicion, alga más aceptada qué asustar al pueblo, va que si bien era cierto
quiza. puede definirse como totalitaria, ya que se trataba de un arma de capacidad des-
que, a partir de Ia existencia de Ia bomba ató- tructiva incomparable a cualquier otra Va
mica, deduce que Ia guerra se ha vuelto impo- existente, Ia posibilidud de recurrir a ella por
sibk: ya no puede considerarse. scgün Ia for- parte de un gobierno, aun imperialista, era
mula de Clausewitz. coma Ia continuación de muy pcquena por ci hecho de que su usa
Ia politica con otros medios, sino que Ia gue- habrIa susctado Ia rebeliOn del pueblo con-
rra atOmica es cualizarivamente distinta de Ia tra sus gobernantes, los cuales Se encontra-
guerra clásica. Peru, mientras que par una nan aislados, incluso en un nivel mundial, por
parte se afirma Ia omnipotencia de Ia bomba Ia condenación moral de haber recurridu a un
atómica. por Ia otra se reconoce quc, preci- arma tan monstruosa. Este planteamiento,
samente a causa de esta diferencia cualitati- descrito a grandes rasgos, tienc su base tco-
va, esta arma no puede ser usada, porque rica en el rechaxo a aceptar una concepción
implicaria Ia negación de Ia politica a Ia que de Ia omnipotencia de las armas respecto del
quiere servir. Como cunsecuencia, aunque papel del hombre o mejor dicho del pueblo,
este planteamiento se distingue netamente de por lo cual Mao Zedong puede declarar que
Ia posicion reduccionista en cuanto al juicio Ia bomba atómica separada de las luchas lie-
sobre Ia diferencia de cualidad entre armas vadas a cabo par ci pueblo no sirve para nada.
atOmicas y clásicas, en ci nivel politico se pro- Mientras que en ci piano general V estratégi-
duce un acercamiento. ya que Ia Paz mundiai co Ia bomba atómica se deprecia, perdiendo
continua confiándose al dominioejercido par asi valor Ia amenaza disuasiva imperialista,
ci miedo a Ia destrucción. Sin embargo, si Ia en ci nivel contingente y táctico Ia teonlu dcl
primcra posición pruponc como rcmcdio sola- tigre de papel nos invita a no infravalorar Ia
mente Ia innovación estrategica. Ia versiOn enorme destructividad de las nuevas armas.
totalitaria se ye obligada a proponer una prOc- LJna venificación empirica, aunque parcial, de
tica de rciación conflictiva que sustituya a Ia este planteamiento puede cntreverse en Ia
de Ia guerra, caracterizada par Ia competen- impotencia politica en Ia que se encuentra Ia
cia pacificu (coexistencia), que esconde a su bomba atómica ante Ia guerra de guerrillas,
vex un equivoco, si se tiene en cuenta que en cuanto su capacidad destructiva no seria
dichu propuesta deberla ser válida en un sis- ineficaz, sino más bien ineficiente.
tema internacional que es estructuralmente Sc pucdc pucs dar par concluido este pro- -

ci mismo que ha permitido hasta ahora ci blema recordando que, si bien es inaceptabie
estallido de las guerras, v que además ci tipo Ia instuncia quc hace de Ia bomba atómica un
de paz a que se ilega se continua basando en arma omnipotente, no lo cc Ia que Ia consi-
ci equiiibrio del terror. La posición totalita- dera un arma incomparable respecto a las del
na exalta pucs el papel politico de los arma- pas2do. La conciencia del cambio cualitativo
mentos: ellos son tan importantes que, aun podrá entonces establccerse coma ci momen-
no pudiendo sen usados, condicionan los fun- ta inicial con vistas a promover una actitud
damentos mismos de las relaciones politicas consciente y generalizada en oposiciOn al uso
internacionales. Como consecuencia de este politico y práctico de las armas termonuclea-
rlanteamiento lu teoria de Ia cualidad puede res, con base en el cual el niundo podria efec-
ilegar a concrctarse en un uso politico repre- tivumente Ilegar a su destrucción. La impo-
sivo: Ia amenaza de los ternibles daflos de una sibilidad de Ia guerra atómica se basa preci-
guerra atómica debenia servir pana defender samente en Ia posibilidad técnica de desen-
a los detentores de aparatos termonucleares cadenarla: Si cc cierto que es Ia politica y no
de las intenciones "agresivas" que tcngan los las anmas lo que predomina, en ella se debe
adversanios. fundar Ia bOs4ucda de Ia paz y no en cI chan-
Una tercena posiciOn, intenmedia entre las taje termonuclear.
584 ESTRATFGIA V POLITICA ARMAMENTISTAS

Una áltima consecuencia derivada de con- cia posterior. En realidad, ia epoea termonu-
siderar omnipotente Ia bomba atómica pue- clear empezó en 1952 con Ia explosion expe-
de verse en el éxito obtenido en los Ciltimos rimentai de Ia primera bomba H (norteame-
años par Ia doctiina que establece que Ia ricana) de Ia historia, cuya relacion propor-
mera existencia (disponibilidad) de los arma- cional con Ia bomba atOmica era alrededrjr de
mentos es una de las causas posibles del esta- i a 1000.
ilido de las guerras. En su version renovada Hasta aquel momento In estrategia estadu-
esta teoria se presenta a través de Ia formu- nidense no habia sentido ia neccsidid de recu-
iaciOn de algunos conceptos estratégicos flue- rrir a los anOlisis de politica internacional. ya
vos: guerra par error, guerra par adelantado, quc se basaba en ciementos sumamente sim-
guerra preventiva. La existencia de Ia born- pies. El primer esfuerzo de programación
ha atómica hace tan precaria Ia posibilidad estrati-gica (una vex entrados en Ia era termo-
de ganar Ia guerra, Si 110 se ha tenido Ia mi- nuclear) lo reprcsento Ia doctrina de Ia res-
ciativa de Ia misma, que no seria posible para puesta masiva (massive reialia lion), que fue
los gobiernos o comandos estratégicos esta- formulada oficialmente por ci secretario de
biecer con seguridad ci significado de ciertas estado norteamericano Foster Dulles en 1953.
acciones accidentaics, erróneas o imprevistas. La doctrina afirmaba que Estados Unidos se
supuestarnente pracdcntes del adversario reservaba ci derecho de opciOn sabre ci lugar
probable. Ya que ei tiempo ütil para las dcci- y las armas con que habria hecho frente, en
siones de respuesta termonucicar está esta- ataque de respuesta, a una agrcsiOn soviéti-
biecido airededor del cuarto de hora, se ca en cuaiquier parte del planetu. Aunque algo
podria producir ci estailido de un conflicto impreciso en sus términos, se trataba de res-
por error, debido por ejemplo a Ia precipita- ponder a una agresión soviética en cualquier
dOn causada por un error de lectura dci partc del mundo considerada impartante con
radar. La presunciOn de que ci adversario esta un ataque nudear contra ci "santuario" ene-
a punto de atacar, podria lievar a un gobier- migo, o sea contra Ia misma UniOn Soviéti-
no a desencadenar una guerra adelaniada, Ca. Esta doctrina fue durante mucho tiempo
descada con ci fin de preceder al goipe dci Ia posiciOn oficial del gobierno, aunque a fina-
adversario. Finalmente, Ia guerra prevenhiva les de los cincuenta ia situaciOn miiitar de los
se justificaria con in presunción de poder aga- dos bloques habia cambiado y anunciaba flue-
rrar impreparado ai advcrsario. Está ciaro vos cambios drásticos para un futuro inme-
que estas u-es posibilidades estratégicas diato. La UniOn Soviética, superior en el terre-
intentarian justificarse par Ia novedad de las no de las armas convencionalcs, Ilevaba a
condiciones impuestas par Ia 16ca de Ia gue- cabo un intenso prograrna de construcción de
rra termonuclear, a tal punto que seria Ia mis- cazabombarderos y misiles balisticos y ame-
ma estrategia, más que Ia voluntad poiitica, nazaba pucs con adquirir, en un tiempo rein-
Ia que determinaria Ia causa y las condicio- tivamente breve. Ia superioridad también en
nes dci estallido de una guerra. Sin embar- el terreno nuclear. Lo inadecuado dc Ia doe-
go, no debemos oividar que ci sobrevalorar trina de Ia rcspuesta masiva y sobrc todo su
estos riesgos tiene un significado ciaramen- pérdida de credibiiidad se hicieron del todo
te "retOrico", en ci sentido de que al senaiar- evidentes: no era yu verosImii que Estados
los se contribuye a difundir ci terror, el cual LJnidos estuviera dispuesto al riesgo de Ia des-
a su vez es un terrible instrumento de gobier- trucciOn dci propio territorio provoando un
no y de opresiOn. choque frontal con los soviéticos como res-
puesta a un ataque ilevado a cabo en una zoria
vi. LA ESTRATEc.IA TER\IONCCLEAR. En los prime- no considerada "vital". TeOricos como Henry
ros años de Ia posguerra Estados Unidos Kissinger (Nuclear weapons and forcing
gozaba de una situación de monopolio de las policy. 1957) y Herman Kahn (On tlwrmonu-
armas atOmicas, puesto que solamente en clear war, 1961) demostraron con argumen-
1949 Ia UniOn Soviôtica logro producir Ia pri- tos convincentes Ia absoluta inadecuaciOn de
mera. Sc trataba por lo demás de armas cuya Ia doctrina Duiles, preparando asi ci terreno
potencia era todavia iimitada, especialmen- para un cambio de rumba.
te si be las considera a Ia luz de Ia experien- La docirina .%lcNarnara fue formulada par
ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS 585

ei secretario de Defensa de este nombre inme- Sin embargo, se debe tener en cuenta ci dis-
diatamente después de su toma de posesión. tinto valor implicito en cada una de estas
sta se basaba en quc Ia respuesta norteame- alternativas: Ia estrategia contra ciudades
ricana a cuaiquier agrcsión sovietica deberia coriesponde (al mcnos dc manera relativa) a
ser proporcional al tipo de ataque (flexible res- un pianteamiento más defensivo (y por tanto
ponse). La nueva doctrina tomaba pues en menos agresivo) con respecto a Ia estrategia
consideración todas las posibiiidades de res- contra-fuerzas, dado que —renunciando a Ia
puesta, de Ia guerra iimitada con armas con- hipotesis de "desarmar" al adversario-
vencionales a una guerra nuclear limitada o apuesta a toda su población en el juego disua-
a una guerra convencional total. A fin de sivo, lo cual es indice de una prcdisposicion
hacer creibie Ia nueva doctrina era necesario no agresiva.
reorganizar todo ci sistema de armamentos, La distinción entre capacidad de primer o
disminuyendo el abismo existente en ci terre- segundo golpe esta vinculada al mismo tiem-
no de las armas convencionaks v Ilevando a po con Ia posibilidad de defensa y de disua-
cabo un inlenso programa de construcción de sión. La capacidad de golpear primero exis-
armas nucleares tácticas, intensificando final- tc realmenie cuando un estado tiene Ia posi-
mente los esfuerzos para Ia creacion de un sis- bilidad de golpear de manera definitiva (o sea
tema eficiente de misiies balisticos. La carre- con un mAximo de destruccion) las fuerzas
ra armamentista fue al mismo tiempo causa nucleares del adversario. La posibiiidad del
y efecto de las compiejas elaboraciones dcl segundo golpe es en cambio operante cuan-
pensamiento estratégico de aqucilos años. do, unu vez sufrido un ataque contra las pro-
La e. contemporãnea se fundamenta en el pias fucrzas. el actor posee todavia una capa-
mecanismo de Li disuasión. Con ci adveni- cidad de respuesta tal que pueda causar gra-
miento de Ia era nuclear ha venido a menos ves daños a Ia potencia militar udversaria.
Ia posibilidad de una victoria real y los pla- La invulnerabilidad (o vulnerabilidad) dc
nes estratégicos se basan en Ia capacidad de las fuerzas nucleares (su capacidad o no de
intimidar el adversario (v. dlsuasión). El duelo resistir a un ataque adversario) es ci eiemen-
estratcgico con armas similares implica dos to en quc se funda cI ilamado "equilibrio dcl
distinciones fundamentales que se refieren al terror", del cual depende ci funcionamiento
lugar y al momento en quc puede desencade- de Ia relacion disuasiva.
narse un ataquc nuclear. Es nccesario distin- Entre las fuerzas de respuesta podemos
guir entre: 1] e. contra-fuerzas —cuando el considerar tres relaciones posibles: ii ambas
objetivo del ataque son los armamentos ató- fuerzas de choque son vulnerables; 21 a una
micos dcl adversario— y e. contra-ciudades fuerza de choque invulnerable corresponde
(o contra-recursos) —cuando el objetivo son en el campo opuesto una fuerza de choque
los cent ros vitales del pals adversario—, y vulnerable; 31 ambas fuerzas de choque son
2] iniciativa del ataquc o primer goipe (first relativamente invuinerables.
strike) v respuesta o segundo golpe (second En el primer caso ninguna de las dos par-
strike). tes está en condiciones de proteger su fuerza
La distinción entre e. contra-fuerzas y e. de respuesta de un ataque por sorpresa: en
contra-ciudades, una vez formulada. sirvio tal situación gana el que goipea primero. Por
para superar Ia convicción ampiiamente ambas partes existe solo una capacidad de
difundida de que ci ünico tipo de guerra ato- primer golpe, pero no una capacidad de
mica posible consistia en Ia destrucción red- segundo golpe: ci equiIibrio entre los conten-
proca total de los actores en conflicto. Evi- dientes es inestable y Ia probabilidad de que
dentemente es más ütil para el atacante des- uno de los dos actores ceda a Ia tentación de
truir (si es posible) Ia capacidad de re.spues- atacar primero (preemptive blow) por temor
ta dcl enemigo, o sea sus fuerzas nucleares, de un ataque adversario es elevada.
que arra.sar indiscriminadamente las ciuda- En ci segundo caso Ia parte invulnerable no
des. Una vez destruida su fuerza de choque, tiene necesidad de atacar primero por cuan-
ci adversario ya no tendria posibilidad de con- to, por definicion, posee uni capacidad de
tratacar y se veria obligado a Ia rendiciôn con segundo golpe y está en condiciones de impo-
elfin de evitar el suicidio. ncr su supremacia estratégica al actor adver-
5St ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMETISTAS

sario. La parte vulnerable, a su vez, se encuen- de un punto de vista teórico, una serie de esta-
tra en una posicion de neta inferioridad estra- dios intermedios: desde Ia infiltración de gue-
tégica, por lo que ci hecho de atacar primero rrilleros hasta una guerra limitada con armas
no le asegura Ia Victoria. Incluso Ia credibili- convencionales, de Ia guerra nuclear limita-
dad de una amenaza de guerra total que pro- da a Ia guerra convencional total. La proxi-
venga del actor vulnerable resulta notable- midad de los diversos estadios y su vincula-
mente reducida. ción con In e. nuclear hacen que en cada fase
hit tercera hipotesis, finalmente, al menos persista In posibilidad de un prcceso de esca-
desde un punto de vista teorico, es Ia que lada (escalation) hacia el enfrentamiento
parece garantizar Ia maxima estabilidad. En nuclear.
estas condiciones cada una de las partes pare- Entre estos estadios mencionados ha adqui-
cc estar en grado de infligir ekvadas pérdi- rido una importancia particular en Ia discu-
das aI adversario. prescindiendo del hecho de siOn de los estrategas el conocido corno gue-
que sea una u otra In que golpea primero, rra limizada. Por razones prácticas (el inicio
garantizando asi aquel equiiibrio que. segün del conflicto vietnamitu) y pot razones leon-
los estrategas, seria Ia base fundamental de cas (Ia convicción ampliamente difundida en
In paz mundial (Ia invulnerabilidad recipro- Ia época de los gobiernos de Kennedy y John-
ca es de hecho Ia caracteristica actual de Ia son, segOn In cual las guerras limitadas repre-
relación entre las fuerzas de choque de Esta- sentaban el ünico medio de garantizur In paz
dos Unidos v las de Ia Union Soviética). Sin mundial, funcionando como vdlvula de esca-
embargo, el equilibrio se ha ido haciendo cada pe en Ia competencia entre las dos superpo-
vez mas inestable, debido a Ia carrera arma- tencias), los estrategas norteamenicanos de
mentista y al progreso tecnologico. En efec- los años sesenta dirigieron su atenciOn a esta
to, una fuerza de choque puede ser invulne- forma de conflicto.
rable en un determinado momento v vulne- Una guerra puede ser limitada cuando hay
rable poco despuos, a causa de Ia aparición disparidad dc potencia entre los dos comba-
de armas más modernas y complejas. La per- tientes (guerra de Corea, guerra de Vietnam,
cepción en cada momento del estado de rela- etc.); o bien cuando el actor que tiene a su dis-
ciones entre his fuerzas de choque respecti- posiciOn In maxima potencia no puede desple-
vas implica una flexibilidad continua y una gar todo su potencial bélico por consideracio-
modificacion incesanle del comportamiento ncs no militares (por ejemplo. ideologicas); o,
estrategico, sin contar con que es condición finalmente, cuando en un conflicto hipotéti-
esencial de funcionamiento de cualquier Co que implicara a las dos superpotencias,
cstrategia disuasiva el mantenimiento de un ellas tnismas se impusieran limites a fin de
cierto grado de incertidumbre, inseguridad. evitar un enfrentamiento nuclear. Una gue-
imprevi4bilidad. A este fin —evitar que Ia rra limitada entre las superpotencias, aunquc
excesiva estabilidad provoque un enquista- sea improbable, podnia plantearse confinada
miento de todo el mecanismo— se dirigieron a una determinada area, o sin utilizar todos
las preocupaciones posteriores. los armamentos de que disponen, o utilizán-
dolos limitando su uso a objetivos especificos.
VII. LA C01PLE.JIDAD DE LA LSTRATEGIA TERI()L La distinción más importante que es nece-
CLEAR. La e. contemporánea no se limita a sario establecer es aquella entre guerras limi-
elaborar Ia complicada serie de alternativas tadas con armas convencionales ' guerras
que hcmos mencionado en cI terreno de In limitadas con armas nuckares. La superaciOn
disuasiOn global. Tiene Ia tarea de orientar del "umbral atOmico" es el peligro real des-
a los decisioumakers cuando se ha dejado Ia de el punto de vista de Ia c. nuclear, porque
palabra a las armas. "Quiza el problema fun- Ileva a situaciones nunca experimentadas has-
damental de Ia estrategia en Ia era nuclear ta hov en el conflicto internacional. ste Cs
estã en etablecer una rclaciOn entre una poll- probablemente el motivo de que ni durante
tica de atemorizaciOn v una e. para combatir Ia guerra de Corea ni durante Ia de Vietnam
Ia guerra en ci caso de que Ia atemorización Estados Unidos recurriera a las bombas atO-
falk' (Kissinger, 1957). Entre Ia guerra micas. La hipOtcsis. tomada en consideración
nuclear total v In paz se pueden concebir, des- durartte el gobierno de Johnson, de u.sar
ESTRATF.GIA Y POLITICA ARMAMF.\TISTAS 587

armas atómicas de tipo tãctico en Vietnam tratos. El chantaje reciproco (consistente en


fue descartada porque se considerO un rics- tener cumo rehn, o sea bajo amenaza atómi-
go demasiado grande. at hacer posible una ca,a Ia ciudad del enemigo) es, seyün los estra-
escalada que escapuba at control de los pro- tegas, Ia probable fase posterior de un hipo-
tagonistas, por to que era preferible una tético conflicto nuclear. Es posible que los
derrota "limitada" a una posible victoria contendientes. despues de haber destruido
"iotal". parte de las respectivas fuerzas de choque, se
incluso en ci caso de una guerra limitada abstengun de In destrucción de las ciudades
CIJfl armas convencionales, subsiste In posi- por temor a una acciOn idéntica por parte del
bilidad de que sea traspasado el "umbra! ató- adversario. Pero incluso despues de que
mico". Su mayor o menor probabilidad havan empezado tales ataques ci proceso de
dependerO de Ia relaciOn entre las capacida- escalada puede detenerse antes de Ia destruc-
des de primer o scundo golpe de las respec- ciun total. Los dos actores podrian limitarse
tivas fuerzas de chuque. Si Ia relaciOn es asi- en una primera fasc a golpear solamente las
métrica, u sea si a In invulnerabilidad de uno ciudades de menor importancia, delando un
de los dos actores corresponde Ia vulnerabi- margen para las negocinciones; solo despues
lidad dcl otro. 0 iij, por hipotesis, et agresor del fracaso de esta maniobra se liegaria a In
(ci que inicia Li guerra limitada) es el actor fase de destrucción reciproca. Sin embargo
invulnerable, entonces cabrá esperar razona- In e. nuclear no considera so!amente los pro-
blemente que ci umbial nudear no serä tras- blemas vinculados a las posibilidades dc con-
pusado. a menus que sea él mismo quien to flicto entre las dos superpotencias, sino que
desee. Es en efecto dificil que para salvaguar - estudia tamblén las implicaciones estrategi-
dar un objetivo limitado (para Ia e. nuclear cas de Ia proliferación de las armas atômicas
todo objetivo que no sea ci mismo "santua- y las inherentes a los provectos de desarme
rio" csta considerudo limitado), ci actor 'ul- y control de armamentos. Si efectivamente ci
nerable se exporiga at riesgo del suicidio. objetivo primordial de In e. en Ia era nuclear
Igualmente difIcil resulta que ci umbral ató- es garantizar lit seguridad nacional to sea In
mico sca traspasado en ci caso de invuincra- supervivcncia de Ia naciOn v en un sentido
bilidad reciproca: Ia consecuencia seria In más amplio Ia salvaguarda de sus posiciones
detrucciOn de ambos actores. politicas Y econOmicas), tales implicaciones
Ya que Ia in%'ulnerzthilidad absoluta es plantean una serie de dilemas de no fácil solu-
irrealizabie, a partirde Ia eventualidad de una cion. El problema de In proliferaciOn de los
guerra limitada cada una de las panes en con- armamentos nucleares yen especial ci de SUS
fiicto puede caer en in tentaciOn de desenca- posibles efectos desestabilizadores es muy
denar un ataque preventivo. En tal cuso las delicado, aunque parezca sumamente impio-
probabilidades de enfrentamiento son direc- bable que tal pioliferacion pueda contribuir
tamente proporcionales at grado de tension en breve tiempo a aumcntar los peligros de
existente en ci sistema. El "umbrul atOmico" una guerra total (en cambio si puede aumen-
puede ser pues traspasado en cuniquier tar ci grudo de peligrosidad de las guerras
momento: ci proceso de escalada puede lIe- limitadas en las quc estén implicadas poten-
var a Ia guerra litnitada con armas nucteares cias nucleares menores).
y después, escalOn por escalOn (Herman Kahn Ninguna de las actuales potencias llamadas
ha establecido 44 posibles etapas dcl proce- menores (bajo ci concepto de armamentos
so de ecaiada), Itegar at ataque directo con- nucleare'), como China, Francia, Inglaterra
tra ci santuario enemigo. Pero incluso en esta o Li India, posee en efecto una fueri.t de cho-
evcntuaiidad. segün algunos estrategas que invulnerable. Ademas de carecer de una
(Kahn, Schelling), existe Ia posibilidad de que capacidad de segundo goipe, tales pulses
ci conflicto se mantentta bajo control, siem- poseen también una escasa capacidad de pri-
pre que los actores se comporten racional- mer golpe en relación con las sup.rpotencias.
mente. Despues de que los dos actores cc Dificilmente podrán alterar pues a corto pla-
havan infligido reciprocamente pêrdidas zo ci equilibrio nuclear existente, iii carecer
dcsastrosas }'or medio de una . cuntra-fuer- de una capacidad de atemorizaciOn similar a
/as, existe todavia un cierto margen para los In de Estados Unidos o Ia Union Soviética (con
558 ESTRATEGIA Y POLITICA ARMA%IF.NTISTAS

mayor razón esto también es válido para za de choque invulnerable (baste pensar en Ia
aquetlos paises como Sudáfrica. Israel o posición muy similar asumida por los sovié-
Japón, que pueden entrar en posesión de ticos en ci priodo de monopolio atómico esta-
armas alómicas en un futuro bastante dunidense, de 1945 a 1949). Pero existe Ia
próximo). duda sobre si se continua considerando váii-
do ci principio iradicional del asedio de las
VIII. LAS VARIANTES ESTRATEG1CAS SOVIETICAS Y ('HI- ciudades por parte del mundo rural. que ha
NAS. Paralelamente y en contraposición a Ia constituido una aportaciOn fundamental al
doctrina estrategica norteamericana (que Se pensamiento estratégico chino en los años de
funda en Ia mayoria de aserciones aqui ana- Ia "revoluciOn cultural" y del éxito de Lin
lizadas), se ha desarroliado, aunque más len- Piao, quiza ya actualmente superado, o puesto
tamente y a traves de elaboraciones quizás al margen, en favor de una politica mãs rca-
menos sofisticadas, una doctrina estratégica lista en materia de armamentos que no tienc
soviética. Despues de Ia muerte de Stalin, como objetivo competir con Ia Union Sovié-
segOn el cual Ia e. para combatir las guerras tica, sino más bien redirnensionar ci gasto
futuras debia fundarse en Ia experiencia de militar (que de 1971 a 1980 no tiene práctica-
las guerras pasadas, los soviéticos empczaron mente incrementos, de 39 mit millones de
a examinar seriamente las implicaciones dóiares a 40 mu) en benel'icio de otras formas
estratégicas de Ia existencia de los armamen- de inversiOn civil.
tos nucleares. Uno de los puntos esenciales
de diferenciación de Ia doctrina soviética, que Los teO-
IX. CRITICA DhI. I'ENSAIIENTO ESTRATEGICO.
desde entonces ha venido madurando y afi- ricos estadunidenses ban intentado convertir
nándose, con respecto a Ia estadunidense. Ia estrategia termonuclear en una verdadera
consiste en la negativa a estabiecer una dis- y propia ciencia social, sirviéndose entre
tinciOn neta entre e. contra-fuerzas y e. con- otras cosus de técnicas matemáticas, utilizan-
tra-ciudades, por Ia convicción de que ambas do computadoras y adoptando técnicas de
serian aplicadas en una eventual guerra icr- simulaciOn (como por ejemplo los "escena-
monudear. Esta posición y el consiguiente rios") en el juego estratégico. Sin embargoes
rechazo, at menos en ci piano oficial, a adop- posible formular diversas criticas, y de hecho
tar una doctrina que se funde en Ia respuesta han sido formuladas, ya sea acerca de Ia vali-
flexible antes que en Ia rcspucsza masiva, ha dez cientifica de tales usos, ya sea sobre Ia
determinado dos corisecuencias fundamenta- proclamada "neutralidad" de Ia e. nuclear.
les: 1] se hace hincapié en los armamentos Los teoricos de Ia e. han pretendido funda-
convencionales, ya que se tiene la convicción mentar Ia ilamada "ciencia estratégica" sobre
de que las armas nucleares no pueden POT sI todo en Ia teoria de los juegos y en el cálculo
solas decidir ci resultado de un conflicto aun- de probabilidades. Pero, como ha observado
que sea de carácter termonucleai-; 2] una acti- Anatol Rapoport (Strategy and conscience,
tud distinta (de mayor cautela) de los estra- 1964), tales usos revelan Ia existencia de pun-
tegas soviéticos respecto de los estaduniden- los débites en dos circunstancias fundamen-
ses acerca del problema de Ia guerra limita- tales: en primer Iugar en Ia presuposición,
da; considerando impen.sable Ia posibilidad requerida por Ia teoria de los juegos, de La
de diversas fases de escalada antes del esca- "racionalidad" de los actores en conflicto,
Ion supremo de Ia guerra termonuclear total, racionalidad que en realidad no existe en esta-
scñalan el alto grado de peligrosidad para Ia do puro, a sea libre de prejuicios idcologicos,
paz mundial que se deriva de Ia participaciOn implicaciones emotiva.s, tradiciones, condicio-
directa de una superpotencia en un conulic- namientos culturales, etc., de lo cual se siguc
to, aunque éste sea geogr.ificamente limitado. Ia imposibilidad de una "racionaIización
Por to que respecta at pensamiento oficial matemática" de Ia conducta estratégica segOn
chino en materia dee. nuclear, éste Se funda- Ia teoria de los juegos. En segundo lugar, ci
menta en gran medida en Ia "teoria del tigre cálculo de probabilidades es igualmente ma-
de papel", que ha sido considerada sobre todo plicable, como senala Rapoport, en materia
(sin evaluar del todo su significado) como un de e., por Ia simple razón de que las probabi-
repliegue impuesto por Ia falta de una fuer- lidades son matemáticamente calculabies
ESTRATEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS 5$9

solo en prcsencia de una larga serie de acon- de Estados Unidos en ci sistema internacio-
tecimientos iguales, de lo cual se sigue Ia nal), orientaciones que contradicen de un
imposibilidad, en contra de lo que proclaman modo flagrante las afirmaciones de "neutru-
los estrategas, de calcular por ejemplo las lidad" de Ia e. nuclear, rechazada ya por algu-
probabilidades de estallido de una guerra icr- nos estrategas como Herman Kahn o Thomas
monuclear durante una crisis internacional. Scheiling.
Faltando pues una secuencia de aconteci- Si es cierto pues que con ia aparición de las
mientos (ya que ci acontccimiento del que se nuevas armas ci papei de ias mismas ha pasa-
pretende formular Ia probabiiidad de reali- do a sen esencialmente politico, se trataria
zaciOn está caractcriiado por su "unicidad"), ahora de captar, a traves de las modificacio-
ci cálculo de probahiiidadcs resulta a todas nes que las armas termonucieares imponen
luces inutilizabie. a Ia teoria estratégica, Ia influencia que ejer-
Scgün Horowitz (The war game. 1963). ci cen sobre las regias de conducta politica de
principal defecto de las tcsis dc los estrate- los estados. Con este fin es necesario enfren-
gas consisie en ci casi total descuido de los tar ci problema que en Ia literatura estrat&-
aspectos politicos del juego estratégico, al gicd contemporánea se conoce con ci nombre
estur concentrados en ci estudio de las reia- de "paradojas de Ia era nuclear".
ciones de fucrza miiitar. Es significativo ci La paradoja fundamental, de Ia que se den-
hecho de que en las hipôtesis formuiadas por van otras menores. ha sido puesta en eviden-
los estrategas acerca de un eventual ataque cia en diversas ocasiones por R. Aron y pue-
soviético contra Europa se toman en consi- de formularse de In siguiente manera: por un
dcraciOn sOlo las implicaciones militares de lado los arsenaies van siendo continuamente
tal acontecimiento —situaciOn de las fuerzas enriquecidos con nuevas piezas cada vez más
miiitarcs curopeas. tipo de armamentos uti- potentes y destructivas, con base en Ia pre-
lizables por pane norteamericana, etc.- sunciOn de que su simpie presencia bastará
mientras que falta un anáiisis —observa jus- para disuadir el ataque de cualquier adver-
tamente Horowitz— acerca de posibks dc- sanio; pero por otro lado se declara que una
mentos politicos. como Ia caida de regimenes guerra atOmica seria demasiado terrible para
o similares, los cuaies podrian modificar sen. poder ser combatida: se disuade de Ia guerra
siblemente ei resuitado técnicamente pre- gracias a In presencia dc armas termonuclea-
visto. res. No se puede recurrir a estus armas por-
Otra tesis fundamental del pensamiento que son demasiado terribles, peno no sirve de
estratégico, fuertcmcnte rebatida por sus cr1- nada amenazar ai adversario con una posibi-
ticos, consiste en In afirmaciOn segün In cuai lidad en In quc no se cree o no se intenta rca-
los armamentos nucieares representarian Ia iizar.
Onica garantla de Ia paz niundiai. En realidad Dc dicha incongruencia estructural se den-
cste asunto, como se ha demostrado, tiene un van una serie de consecuencias, In más impor-
planteamiento erróneo, va sea porque postu- tante de las cuales es quc Ia amenaza de gue-
Ia In racionalidad" de los actores en conflic- rra con Ia quc Sc quiere conservar Ia situa-
to, que les permitirla evitar en cualquier dOn pacifica no puede vaiense de las armas
situación ci recurso a las armas termonuclea- atOmicas en relaciOn con conflictos menores,
res, ya sea porque no tiene en cuenta ci hecho porque serian desproporcionadas; de esta for-
de que el "cquilibrio dcl terror" está conti- ma dicho nivel de conflicto carece de inhibi-
nuamente amenazado por In carrera de arma- ciones, pero al mismo tiempo resuita que In
mentos Y por ci progreso tecnolOgico. amenaza no puede sen usada ni tan solo en
Por üitimo es necesario senalar que por nelaciOn con los conflictos mayores. por las
parte de casi todos los criticos dcl pensamien- nazones va mencionada. El significado del
to estratégico se tiende a poner ci acento recun.so a In técrica de In escalada se encuen-
sobre las orientaciones ideologicas claras en tra a su vez prejuiciado: representa un peli-
las quc se fundamentan las teorias de In gro que se quiere evitar, pero una amenaza
disuasión (originadas esenciaimcnte por In a In cual no se puede renunciar.
conciencia dcl papci dc "guardian del mun- H. Morgenthau cstableciO otras paradojas
do iibrc" hasta hov desempenudo por parte en In estrategia de In era termonuclear: 11 In
5'J ESTRVIEGIA Y POLITICA ARMAMENTISTAS

politica fundada en La decision de recurrir a les se funda Ia politica disuasiva. No cs pues


Ia fuerza cuando sea necesario está, al mis- un principio abstructo de solidaridad lo que
mo tiempo, paralizada por ci temor de tener garantiza La ayuda, sino más bien unu exigen-
que recurrir a ella; 21 es contradictorio inten- cia defensiva del mismo lider.
tar conciliar ci uso de las armas atOmicas con El contraste entre Ia carrcru armamentis-
Ia declarada irracionalidad de Ia guerra ató- ta y el intento por deteneria planten también
mica y, precisamente por esta iazón, inten- una tematica muy significativa: ic6mo pue-
tar descubrir un modo racional de usarlas; de ser que Ia práctica de Ia carrera armamen-
31 se sigue una politica de carrera armamen- tista sea seguida par aquellos mismos paises
tista al mismo tiempo que se pretende dete- que cada dia proclarnan descar alcanzar io
nerla: 41 se continua siguiendo una politica de más pronto posibie in estipulación de acuer-
alianzas que ha sido superada por Ia dispo- dos internacionales para ci control de arma-
nibilidad de armas termonucleares. mentos primero v para el desarme después?
Está clara que una situación tal no puede
dejar de reflejarse en ci nivel más general de X HAIANCL DE TREINTA ANOS 05 ESTRATE(.IA TERMO-
Ia estructura del sistema politico internacio- NUCLEAR. Quien quiera comparar ci gran auge
nal, y por lo tanto en el tipo de alianzas. En de in literatura especializada sobre estrate-
especial Morgenthau, seguido por los ideolo- gia en los ültimos años con ci corpus que se
gos de Ia force de frappe francesa, los gne- habia establecido en ci primer veintenio de
raics A. Bcaufre y P. Gailois, sostenia que en teoria estratégiczt termonuclear dificilmente
todo caso ci riesgo de destrucc ion atOmica podra evitar el desencanto producido par Ia
que podria correrse para salvar Ia propia vida sensación dcl deja vu: en los años rccientes
no puede aceptarse para avudar a un pals (finales de los setenta, principios de los ochen-
aliado que sea victima de una ugresiOn. Dc Ia ta) las publicaciones sobre estrategia han
consiguiente necesidad de que cada estado resurgido después de un periodo de estanca-
debe preocuparse de su propia defensa sin miento y de repeticion de teorias preceden-
confiar en avudas cxternas se dci iva Ia justi- tes, pero también es cierto quc simpiernente
ficaciOn para crear una fuerza de disuasiOn se han cambindo Los nombres a conccptos y
termonuclear independiente. Sin embargo, es problemas quc no eran nuevos. La e. de disua-
posible plantear un argumento completamen- siOn reciproca se llama actualmente SIAD
te opuesto al prescntado, ci cual tendria tam- (abreviatura de mutual assured destruction,
bien ci defecto de prescindir de Ia realidad que produce un juego de palabras —de mul
histOrica contemporánea. Si puede ser corn- gusto— para recordar que seria "ioco" qukn
prensibie Ia negativa de un pais a comprome- quisiera provocaria); Ia riqueza y Ia fiexibili-
terse en abstracto en Ia defensa de on alia- dad de los arsenales se ha convertido en Ia
do, no es asi en ci caso de que Ia derrota del "Triad" (misiles balisticos intercontinentaies;
aliado representara una perdida de poder misiles balisticos ianzados por submarinos;
internacional o una amenaza posterior a Ia bombarderos estratégicos y cruise, o bombar-
propia seguridad e integridad. Mäs que debi- deros no pilotados o misik- de crucero); pero
litar Ia estructura de las alianzas se puede los probiemas que las armas tenian que resol-
decir que ci contexto termonuclear contribu- ver con su mera presencia no son hoy menos
ye a consolidarla. haciendo conscientes rca- dramáticos que hacc veirite años.
listicamente a los palses pequenos de Ia pro- La sensaciOn de que estamos escuchando
pia incapacidad para garantizar, con sus snias una vieja melodia apenas arreglada puede
fuerias, la seguridad nacional, iievándolos parecer infundada para ci quc acentüe las
por consiguiente a aceptar ci "paraguas ter- diferencias entre ci sistema internacional
monucleur" que un pais más poderoso Ic ofre- actual (1982) ye! de anos atrás. La solidez del
cc con elfin de rcforzar ci control obre los orden iniernacional en los primeros anos
aliados. En esta situaciOn ninOn ataque ochenta aparece reducida respecto ai pasado;
sufrido por un aliado menor puede dejar iner- Ia capacidad de gobierno y decontrol en rela-
te ai lider, so pena de perder su credibilidad ción con los aliados que Estados Unidos y Ia
acerca de las arnenazas (a los adversarios) v UniOn Soviética habian Iorado, ahora requie-
de las promesas (a los aliados) sobre las cua- re un recurso a Ia fuerza ailá donde bastaba
ESTRATEGL' Y POLITICA ARMAMENTISTAS 591

antes Ia simple amenaza. Estados Unidos ha Esta ültima propuesta, viéndoio bien, no
perdido un ul iado geo-cst ratégicamente representa en absoluto ci anuncio dc una nue-
importante (Iran) como punto final de una va era. Al propuner que los estados no nuclea-
crecicntc dificultad en controlar Ia situación res (o no todavia) Ileguen a serb, en el fondo
del Oriente Media; Ia Union Soviética ha teni- Se acepta implicitaniente que todas deben imi-
do su "Vietnam" en Afganistán. El poder no tar a sus respectivus "hermanos mayores"
parece pues estar cerrudo dentro del ámbito (segün Ia expresión usuda hace veinte años
de las dos grandes potencias, sino que va par R. Aron), lo cual dificilmente puede pasar
redistribuvéndose (liberándose?) o "difun- por 5cr un huen signo, por nuevo oviejo que
diendose" segün Ia atortunada formula pro- sea ci planteamiento del sistema internacio-
puesta por ci International Institute for Stra- nal en ci que vivimos.
tegic Studies de Londres en 1977.
Si estas tendencias, a las que debe anadir- BWLIOGRAFIA: R. Mon, Paz '' guerra entre las
se Ia imposibilidad de controlar ciertas rebe- nacwnes(l962), Madrid, Alianza, 1963; A. Beau-
hones, se consolidaran, podriamos pensar que Ire. Iniroduccion a la estralegia, Madrid, Insti-
estamos a las pueltas de un nuevo sistema tuto de Estudios Politicos. 1965: N. Bobblo, 11
internacional. Los datos actuales de Ia situa- problema della guerra e le vie della pace, Bob-
cion politico-estrategica no son sin embargo nia, ii Mulino, 1979: L. Bonanate, Stralegia, en
favorables a Ia posibilidad que acabamos de Politica iniernaionale, a cargo de L. Bonanate,
senalar, parque si bien no cabe duda de que Florencia, La Nuova Italia. 1979; D..'sarnie, con-
los sintomas de crisis son reales, es dificil iwl de un,ia,,,enlo,s v seguridad nac'ional. a car-
sacar coma consecuencia que ya no existen go de D. Brennan. Barcelona, Seix Barral; D.V.
dos grandes superpotencias como tales. Es Edwards. .4 mis control in international politics.
significativo —desde este punto de vista— el Nueva York, Holt, Rinehart and Winston. 1969;
panorama de Ia literatura especializada en ci L. Freedman, The evolution of nuclear strategy.
tema estratégico de los anus más recientes, Londres, Macmillan, 1981; R.L. Garthoff, Soviet
preocupada en general en reproponer los strategy in the nuclear age, Nueva York. Praeger,
principios teOricos ya formulados hace vein- 1953; C.S. Gray. Nuckar strakgv: a case of a
te años, con excepción de algunos casos en iheor' of victory, en International Security. iv,
que se proponen aplazamientos a innovacio- nüm. 1, 1979; I.L. Horowitz, Ii gioco della gne-
nes dirigidas a confirmar Ia sustancial corres- rra. Milan, Feltrinelli, 1967; International Insti-
pondencia entre bipolaridad estratéica y tute for Stra1egic Studies, Military Balance
bipolaridad poiItica. Citemos par ejemplo dos (publicaciOn anual); K. Jasper, La bomba atd-
recientes escritos de K. Waltz (uno de los mis mica v el futuro del hombre. Madrid, Taurus,
eminentes investigadores sobre Ia teoria de 1966; H. Kahn, On thermonuclear war, Prince-
las relaciones internacionales). en ci prime- ton, Princeton University Press, 161; H.A. Kis-
ro de los cuales —en relaciOn con ci shock singer, A rmas nuc!ea res y politica inteniacional
provocado en Estados Unidos par ci sccues- (1957). Madrid. Rialp, 1962; Soviet military thin-
tro de los diplornaticos en Ia sede de Tehe- king. a cargo de E. Leebuert, Londres, Allen and
ran— se propone una estrategizi fundada en Unwin, 1981; B. Liddell Hart, Strategy: the indi-
ci recurso a fuerzas de rápida intervenciOn; rect approach. Londres. Faber, 1954; E. Luttwak.
en ci segundo —dedicado a Ia proliferacion Diccicmario de la guerra tnoderna (1971), Cara-
de los armamentos termonucleares— se cas, Monte Avila; S. Melman, La corsa alla pace,
sugiere: more may be beuer. Acabando con ci Turin, Einaudi, 1962; Hi. Morgenthau. The four
preluicio de que Ia exciusividad dcl club atO- paradoxes of nuclear strategy, en American Poli-
mico sea una iarantia de seguridad, Waltz tical Science Review. Lviii, marzo de 1964; P.
ostiene que (precisamente a Ia luz del pre- Noel Baker. Liz carrera de annamentos: nfl pro-
duminio del pianteamiento bipolar) una len- grama para el desarme ;;ziindial,Madrid. Tecnos.
La" difusiOn en Ia proliferaciOn convenceria 1964: R. O'Neill v D.M. Homer, New directions
a todos los estados (y en especial a los nue- in strategic thinking, Londres. Alien and Unwin,
vos poseedores de armas nucleares) de que es 1981; C.E. Osgood, An alternative to war or
necesario comportarse cada vez con mayor surrender, Urbana. University of Illinois Press,
prudencia. 1962: Strategy and the social sciences, a carvo de
592 ESTRATIFICACION SCCLL

A. Perlmutter y J. Gooch, Londres, Franck, Cass, sabernos que ciertas caracteristicas conside-
1981; G.H. Quester, Offense and deffe'nse in the radas generalmente como "naturales" sufren
international system, Nueva York, Wiley, 1977; el influjo de las condiciones sociales, por
A. Rapoport. Strategia e coscienza. Milan. Born- ejemplo Ia estatura, Ia fecundidud y asi suce-
piani, 1969; T.C. Schelling. La estrategia del con- sivamente.
flicto (1960), Madrid. Tecnos, 1964; SIPRI. Year- El hecho de que las desigualuades natura-
book of world armaments and disarmament les no coincidan con las sociales se demues-
(publicaciôn anual); SIPRI. ilrmamcntos v desar- tra precisamente par ci hecho de que los sis-
me en el mundo: anuario reducidu del SIPRI temas de e. presentan una grun variabilidad
1985. Dabs actualizados para 1986, Madrid, a través del tiempov de una sociedad a otra;
FF.PRI, 1986; R.D. Speed. Strategic deterrence in esto significa. en otras palabras, que los meca-
the 1980's. Stanford. Hoover Institution Press, nismos mediante los cuales Sc distribuyen los
1979; K.N. Waltz, A strategy for the rapid deploy- bienes y valores sociaics dependen de Ia
n:eut force, en International Security, v, num. 4, estructura de Ia sociedad rnis bien que de Ia
1981; K.N. Waltz. The spread of nuclear weapons: distribuciOn dcntro de Ia misma de caracte-
more mar be better, en ,ldelphi Papers, nüm. 171. risticas. dotes ' capacidades "naturales".
1981.
II. LOS PROCESOS DE DIFERENCIAcION. EVALUACION V
[LuIc.I BONANATE] ASIGNACION DE LAS RE(OMI'ENSAS. En Ia base del
fenOmeno de Ia e. se encuentra el hecho fun-
damental de In diferenciacion de las posicio-
nes y de las funciones sociales, vale decir In
estratificaciôn social divisiOn del trabajo. En una sociedad en que
no hubiera tal vcz divisiOn dci trabajo, en que
i. COSsIDERACIONES INTRODUcT0RIAS El concepto todos los hombres desempenaran las mismas
de e. tal como se usa actualmente en sociolo- actividades sustancialmente del mismo modo,
gia es con mucho sinónimo dcl concepto de no se producirian formas de e. El hecho de
desigualdad social, o sea indica quc los horn- que ninguna sociedad conocida dcl pasado y
bres están coiocados en posiciones diversas del presente esté exenta de alguna forma aun-
en to quc respecta at acceso a los bienes soda- que sea embrionaria de divisiOn dci trabajo
les, el deseo de los cuaics está generalizado, plantea inmediatamente Ia siguiente pregun-
pero cuya disponibilidad resuita escasa. Es ta: si Ia diferenciaciOn de las tarcas es pre-
importante seflalar Ia naturaleza social de Ia rrequisito de Ia e., esto implica también que
e. para no confundir las desigualdades socia- todas las formas de division del trabajo y de
les con las desigualdades naturales. Es cvi- diferenciaci&i de las funciones produzcan
dcntc que los hombres no son iguales, y quc necesariamente alguna forma de e.? La expe-
no solo difieren en to que respecta a sus carac- riencia historica sugiere una respuesta afir-
teristicas fisicas (peso, estatura, color de los mativa, ya que nose ha dado nunca una socic-
ojos v del cabello, sexo, salud, fuerza fisica, dad que no haya conocido algOn modo de cIa-
etc.) .sino también a sus capacidades menta- sificar en diversas funciones dentro de In
les. E.stas diferencias de por si no son capa- dimensiOn de inferior-superior y de asignar
ccs de explicar las desigualdadcs sociales, a los individuos a las diversas funciones. El pro-
pesar de que en ciertos casos pueden influir ceso de diferenciaciOn de las posiciones soda-
en ellas. En una sociedad que da mucha ics vaacompahada siempre, de hccho, dc un
importancia a In capacidad de manejar proceso de evaluaciOn diferencial de las mis-
armas, un individuo dotado de gran prestan- mas. La gran variabilidad de las formas que
cia fisica estarO en ventaja respecto a otro de adopta el proceso de evaluaciOn indica, sin
débil musculatura y de salud precaria. Una embargo. que no existe un nexo nccesario
cosa es, pUCS, el problema de analizar cómo entre Ia existencia de diversas funciones y su
una determinada sociedad asigna respecto de colocaciOn en una escala jerárquica, ya que
las demás gran valor a las dotes militares y Ia evaluaciOn diferencial de las posiciones
otro el de ver cómo stas se distribuyen dcc- sociales no es un ekmento quc furme parte
tivamente entre Ia poblaciOn. Por otro lado de Ia definiciOn de las funciones a las que
ESTRATIFICACION SOCIAL 593

éstas corresponden. Por ejemplo, en las sock- Ia actividud gigantesca de una gran sociedad
dades industriales de Occidente se tiende a financkra, el empleado de base de una peque-
valorar más el trabajo intelectual que el tra- ña empresa goza ciertamente de un prestigio
halo manual v más ci trabajo manual dc las muy bajo. Si el empleado se comparara cons-
fãbricas que ci dcl campo. Sin embargo, resul- tantemente con ci gran dirigente, el prestigio
ta claro que puede haber suciedades en que de que goza resultaria ser mâs bien una
In escala de valores sea Ia inversa. Adcmás, recompensa negativu. Respecto del mozo o del
una sociedad en constante estado de guerra dependiente de mostrador, ci empleado
con sus vecinos no solo tenderã a estimular adquicre cierto prestigio y su prcstigio
las virtudes militares en Ia poblaciOn sino a adquiere, par lo tan to. el valor de unu recom-
darles a las profesiones militares una valo- pensa positiva. El poder es, finalmente, una
raciOn particularmente elevada. En general. recompensa de naturaleza particular, yn que
In escala de valores con In que se valora Ia no solo determina en gran medida Ia distri-
inferioridad-superioridad relativa de las fun- huciOn de las demOs recompensas sino que
ciones sociales en una determinada suciedad resulta una recompensa positiva Onicamen-
refkja, por una parte, In importancia de las Ic para ci quc Ia ejerce. La carencia de poder
tareas que In misma sociedad debe cumplir no se puede considerar, en realidad, coma
para garantizar su propia sobrevivencia y, algo relativo a unu hipotética cuota cero,
por In otra, refleja las exigencias, de quienes segOn In cual ci quc no tiene poder no puede
oupan posiciones ekvadas, de conser'ar su hacer otra cosa que soportar al que lo tiene.
superioridad. En toda sociedad tenderá a pro- Con mucha frecuencia no solo In curva de
ducirse un cierto consenso sobre el modo de distribuciOn de estas tres categorias de
valorar In importancia relativa de Ins distin- recompensa sigue un comportamiento análo-
Las funciones sociales; peru si este consenso go sino que existe una ulta correlaciOn entre
no se produce, significa que Ia sociedad está las mismas, en el sentido de que el que tiene
sufriendo transformacioncs que hacen surgir muchas riquezas también goza en general de
un nuevo sistema de estratificaciOn. un elevado prestigio y ejerce un considerable
Después de los de diferenciaciOn y de valo- poder. Existcn, sin embargo, muchisimas
raciOn, el tercer proceso que forma parte del excepcioncs a esta regla; se podria decir, en
fenomeno general de Ia e. se llama proceso efecto, quc en ciertos casos Ins distintas
de asignación de las recompensas. Del mismo recompensas son capace.s de compensarse
modo que anteriormente hablamos de valo- reciprocamente. Por ejemplo, ci bajo ingre-
raciOn diferencial, hablaremos aqui de recom- so de que gaza un magistrado es compensa-
pensas diferenciales dadas a los que desem- do por el elevado prestigiu, en tanto que un
penan las distintas funciones sociales. Se hObli usurero podrá recabar mucho de su
acostumbra clasificar estas recompensas en actividad, peru no ciertamente en términos
tres categorias que, dada su importancia, se de consideración social.
consideran también con frecuencia como las Cada sociedad presenta mecanismos parti-
tres dimensiones fundamentales del proceso culares, regidos par un sistema algunas veces
de e.: se trata de Ia riqueza, dcl prcstigio y del compleju de normas o sanciones, para trans-
poder. La riqueza es Ia forma más generali- formar un tipo de recompensa en otro, por
zada de recompensa en las sociedades occi- ejemplo para transformar Ia riqueza en poder
dentales modernas, sobre todo por el hecho o viceversa, o bien en prestigio, y asi sucesi-
de que en su forma monctaria es un bien que vamente. Se ha Ianzado Ia hipótesis de que un
puede transformarse rápidamente en otros individuo que haya alcanzado cierta posiciOn,
hienes y determina, par Ia tanto, de un modo por cjemplo cn Ia escala de la riqueza, tende-
amplio, el estilo de vida de una persona. El rO a equilibrar su propia posicion también en
prestigio, en cambio, indica Ia cuota de honor, las demOs dimensiones, o sea a e!iminar los
deferencia o respeto ligada a una determina- llamados desequilibrios o incongruencias de
da posiciOn social, al ejercicio de una profe- estatus. La figura dcl parvenu representa un
siOn o al desempeflo de una funciOn. El con- caso ejemplar de incongruencia de estatus; Ia
cepto de prestigio es eminentemente relati- Iiteratura lo pinta cOma un nuevo rico ansio-
vu; respecto del gran dirigente que controla so de ver reconocida su posición por los que
-

594 ESTRATIFICAC ION SOCiAl.

furman parte, desde su nacimientu. de Ia cia- maciones de Ia estructura socioprofesional


se superior: tratará de imitar los gustos, ci correspondientes a los procesos de cambio
estilo ae vida dci grupo al que ambiciona per- tecnolOgico. Estos ültimos hacen dcsaparccer
lenecer, pedirá Ia admisión en los circulos de ciertas categorias profesionales al mismo
las personas de alta posiciUn, tenderá a ligar- tiempu que producen otras v generan, par Jo
se con éstas con vinculos de caráctcr perso- tanto, fenómenos de moviiidad social it'.) de
nal, de ser admit ido en su mesa y, en ci caso carácter colectivo. El segundo aspecto, en
extremo, de casarse con una de sus hijas. Por cambio, es de naturaiexa subjetiva, y depen-
el contraria, ci noble endeudadu a ci finan- de del modo en quc estas transformaciones
ciero que perdió todo en un dia de mala suerte son percibidas c intcrprctadus. Par ejemplo,
en Ia balsa lratará dcseperadamcnte de con- ci desarroilu cuantitativo de In clase media
servarse a Ia altura de Ia posicion ocupada puede interprctarsc par una parte como un
anteriormente mostrandu un nivel de cunsu- k-iiomcnn de movilidad social ascendente y
mo super ioral que efectivamente puede per- por air-a pucdc considcrarse t-orno un fenô-
mitirsc. menu de proictarizachin de las capas medias.
En toda sociedad habrá ubstaculos a Ia El segundo tipo de cumbios en Ia e. se refie-
transformacion dc tin componente dcl esta- re, a su vez, al modo en que los individuos se
tus en otros v, par Ia tantu, a pesur de Ia ten- distrihuven entre las distintas funciones
dencia al equilibria entre los distintos corn- saciales s, p01 lo tanto, en las capas. A este
poncntcs, se producirán siempre fenómenos praposito se distingue entre mecanismos de
de incongruencia. Si esta üitima no se relic- naturaleza adscriptiva v adquisitiva. Los pri-
re ünicamente a individuos sino a grupos meros prcvalecen en las sociedtdes en que Ia
sociales enteros, es probable que Sc convier- posición social de un individuo está determi-
ta en Ia base para las formaciOn dc acciones nada por caracteristicas trasmitidas esencial-
colectivas y de movimientos sociales encarni- mente par herencia: los segundos, en cambio,
nados a modificar ci sisterna dcc. Las mean- destacan Ia impurtancia de las capacidades
gruencias de estatus son en reaiidad una fuen- adquiridas par ci individuo para cumplir con
te primaria de cambio social. una dcterminada función, prescindiendo dc
Ia posiciUn social dc Ia familia de nacimien-
Ill. LOS CAMBIOS EN LA ESTRATIFICACION SOCIAL. Los to a de su perlenencia a grupos sociales par-
cambios en ci sistema dee. pueden ser esen- ticularmente privilegiados tanto en sentido
cialmente de dos tipus, aunque con frecuen- posit ivo como negativo. Muchos sociologos
cia éstos se prescntan unidos v combinados sostienen que los mecanismos adscriptivos
en un proceso ünico. Tenemos, en primer son tipicos de las sociedades tradkionales V
lugar, los cambios en Ia lurma de c. Si sta estáticas, en tanto que las sucicdades moder-
se representa, como es costumbre, mcdiante n-as v dinámicas ticndcn a prefeiir los men-
una pirámide, podrernos tener una base muv tos individuales v. par Ia tanto, los mecanis-
amplia que se va reduciendo rapidamente it mos adquisitivos. Sin embargo, Ia simple
medida quc se acerca al vértice (coma par comprobación dcl hecho de que las capacida-
ejemplo, en las sociedades basudas en Ia agri- des individuales son en si mismas un produc-
cultura), a bien una pirãrnide con una base to de ias oportunidades diferenciales ofreci-
muy estrecha, o tambien dos piramides uni- das a los distintos cstratos sociales v de que
this entre si por i -a base. Esta forma, seg(in tambiCn las sacicdadcs ma% dinámic:ts mues-
algunos. es Ia ms adecuada para represen- Iran una tasa eicvadisimu de heiedahiIidad
tar las sociedades industriales modernas de las po.siciones sociales, h-ace que toda afir-
avanzadas, cuya caracteristica dominante macion dc este tipo deba considerarse de una
serb el enorme desarrollo de Ia clase media mancra muv relativa si no desea ser una mera
respecto de las clases extremas v sabre todo declaraciOn dc principios de carãcter ideo-
Ia reducción cuantitativa de las clases infe- Iogico.
riores basadas en ci trabajo manual. En los En realidad, ci estudio de in e. no puede
cambios de este tipo se pueden distinguir ulte- separarse de las implicaciones ideologicas
riormente dos aspectos. El primero es de ligadas inevitabiemente con Ia probiematka
naturakza objetiva y depende de las transfor - de Ia desigualdad '.ocial, lo que se ha defen-
ESTRIICTURA 595

dido recientemente, sobre todo en relación do organico como ci de Ia e. social. As) como
con Ia teoria funcionalista de Ia e. formula- aumcnta Ia masa de los cuerpos vivientes, as)
da por primera vez en un ensavo de K. Davis también Ia e. de Ia sociedad suire un mere-
y W. Moore en 1940. Estos autores sostielien mt-nw debido a Ia integruciOn de comunida-
que Ia e. no solo es universal sino también ine- des pequenas y siinples. La integruciOn va
vitable v necesaria Na que no seria posible acompañado dc Ia diferenciaciOn de las par-
motivar a los individuos para ocupar posicio- tes (Un cargo gubernativo, Ia division entre las
nes elevadas de gran responsabilidud si no se partes reguladoras v las operalivas). Final-
les asignara a éstas una cuota desproporcio- mente una diferenciaciOn progresiva de las
nadamente elevada de recompensas en termi- lunciones Sc desarrolla simul táneamente con
nos de riqueza, poder v prestigio. Contra este Ia de las partes de km e. Las partes que Ia corn-
planteamiento. Tumin y otros han pueslo de pont-n son intcrdepcndk-ntes ya quc Ia corn-
relieve que Ia necesidad de recompen.sas dire- binaciôn de sus acciones es lo que constitu-
renciadas depende de los valores quc dorni- ye Ia vida del todo, y Ia modilicaciOn de una
nan culturalmente en nuestru sociedad, y no de ellas se refieja en todas las demás. Spen-
de caracteres atribuibles a Ia naturaleza cer sostiene que Ia e. social atraviesa pun un
hurnana y quc. por lo tanto, es posible poslu- proceso natural analogo al del mundo orgã-
lar en principio una sociedad en que los incen- nico, del que comparte las leyes evolutivas:
tivos paru desempenar los distintos cargos por esto, resulta inaceptable Ia tesis de Hub-
sociales no den lugar a Ia desigualdad de las bes, que puso el contrato social en ci origen
posiciones sociales. de Ia sociedad y proclarnO, por Io tanto, el
carãcter artifivai de Ia misma.
RIUU(K.RAFIA: R. Bendix y S.M. Lipset (comps.),
Clase, status y poder (1953), Madrid. Euraméri- II. LA ESTRUITIJRA EN EL FUN(IONAIASMO ESTRUI1t-
ca, 1972-1973,3 vols.; A. Carbonaro(comp.), Stra- RAL. Segün Talcott Parsons. Spencer fue vic-
tificazunie e clasi sociali, Bolonia, ii Mulino, Lima de Ia evoluciOn (de Ia ciencia), de Ia que
1971; F. Parkin, Orden politico r de'si,'ualdades habia sido uno de los sostenedores mãs con-
de clases (1971), Madrid, Debate, 1978; W.G. Run- vencidos. El funcionalismo estructural, dcl
ciman, haeguaMlianza e coscieuza suiale (1966), que Parsons es uno de los rns insignes expo-
Turin, Einaudi, 1972; M. Tumin, Es;ratificacion nentes, abandunó compleLamente, en efecto.
social: /ormw, )' funciones de Ia desigualdud Ia analogia estrecha con ci mundo organico en
(1967), Mexico, Trilias. Ia que Spencer habia basudo su concepto de
e. social. Talcott Parsons distingue dos nive-
[AlEssAsoko CAVALU] les de investigacion sociologicu: a] nivel des-
criptivo; hi nivel analitico. El primero se refie-
re a los datos concretos experimentados en
un reconocimiento empirico; ci segundo a un
estructura esquema logico grucias al cual consideramos
y describimos los fenOmenus de Ia acciOn
El término C." ha adquirido significados muy social. A este segundo nivel es al que uno debe
diversos, empezando par ci positivismo evo- referise para seguir Ia reconstrucciOn efectua-
lucionista y ilegando al estructuralismo da por Parsons del concepto de e. social. En
metódico. una primera aproximaciOn ésta indica Ia red
de relaciones entrc los sujetos comprometi-
I H. CO\( Erlo DE E.STRLCTIRA Es EL POSITIVISMO EVO. dos en un proceso de interacciOn. La partici-
LUCIONISTA DR HERBERT I'LNCEK Herbert Spen- paciOn del sujeto en esas relaciones estruc-
cer define ci concepto de e., que toma de Ia turadas tiene dos aspectos primarios: por un
hiologia, coma un conjunto de panes funcio- lado. Ia posición que ocupa ci sujeto respec-
nales respccto de Ia unidad que constituye, to de los dernás, o sea su estatus; pore! otro,
0 sea mutuatmente dependientes. Spencer des- ci aspecto de proceso, que se ref icre it lo que
cubrt' tambiCn en Ia organizaciOn social las ci sujeto hace en sus relaciones con los demás,
leves de Ia cvoluciOn univers;tl, que presiden o sea a su funciOn. Estas precisiones permi-
par consiguiente tanto el desarrollo dci mun- ten descubri los cuatro elementos de Ia e.
5% ESTRIWTURA

social: 11 ci acto social realizado por ci suje- siguen. El anáiisis estructural mcrtoniano se
to agente y orientado hacia uno o varios suje- basa en tres operaciones fundamentaies: i]
tos en iunción de objetos de referencia; 21 ci identificaciOn de las determinantes. Sc trata
cstatus-función, o sea el con junto de actos rea- de referencias concretas a las que puede
lizados por sujetos quc ocupan estatus reel- orientarse Ia acciOn de los sujetos, que pue-
procos; 31 ci sujeto como sistema de estatus den verse atraldos par los valores y normas
y funciones que pueden reducirse al mismo, de grupos de referencia, es decir de forma-
ya sea coma objeto de referencia ya sea coma ciones sociales de diversos tipos, ya sea par
autor de actividades de funcion; 4] finaimen- individuos de referericia, va sea finalmente
te estñ Ia unidad constituida por Ia colectivi- par modelos de funcion (entendiéndose con
dad, ya sea coma sujeto agente. yn sea como esto una identificatiOn más limitada con un
objeto. individuo en una sola de sus funciones); ii]
La identification de los cuatro componen- anáiisis de las propiedades estructurales; iii]
tes no agota todavia toda Ia riqueza v Ia corn- definitiOn de las condiciones est ructurales
plejidad de Ia notiOn de e. social. La teoria del comportamiento (par ejemplo, Ia obser-
de Ia actiOn está constituida, en efecto, en vancia de las normas, que es una de las pro-
Parsons, par tres centros: a] Ia e. social; b] los picdades estructurales, depende del estatus
aspectos motivacionales dcl sujeto; ci los que ocupa una persona. Asi, ci que detenta Ia
aspectos culturales de Ia acciOn, o sea los cri- autoridad tiene un conocimiento mayor de las
terios de valor. A Parsons Ic interesan parti- norinas, a fin de respetarlas. Va quc en esto
cularmente los modos de orientaciOn dcl suje- consiste precisamente Ia mayor garantia de
to respecto de Ia situ.aciOn: ci su jeto juzga. en su autoridad). Lu que se desprende de este
efecto, cuáles sari las propiedadcs de los obje- análisis es ci concepto mertoniano de e. social
Los de contexto de Ia situaciOn (proceso cog- como e. de Ia situaciOn, Ia cual comprencle:
noscitivo), si son favorabk's o destavorables a] ci con junta de refercncias, o sea Ia conste-
(proceso catético), cuáles necesidades satis- iación de los grupos, categorlas sociales,
facer inmediatamente y cuálcs pueden sat is- colectividades. subgrupos (partidos, sindica-
lacer después (proceso cvaluativo). El aspec- Los, etc.); b] las condiciones dc Ia seiecciOn
to cultural de Ia acciOn se refiere a los crite- sub jetiva de on determinado contexto estruc-
rios normativos que establecen silos juicios tural (0 sea de los valores v normas de on gru-
formulados por ci sujeto son válidos a bien pa de referencia). Este concepto dee. no toma
no lo son. Segun Parsons, ci sujeto integra en en cuenta, a diferencia del parsonsiano, ci
su propia personalidad los modos de orien- lado motivacional de Ia electiOn sub jetiva y
taciOn cultur.tl preexistentes y que les liegan deja surgir más bien los aspectos objetivos
desde ci exterior. (grupos de referencia, condiciones de Ia dcc-
Las consideraciones anteriores le permiten ciOn individual) de Ia situaciOn en que ci suje-
a Parsons, siguiendo las huellas de Durkheim, to se ye obligado a actuar.
definir, en Oltima instancia, Ia e. del sistema En ciencias pohticas. Almond llama e. a las
social coma ci conjunto de los modelos cul- uniformidades obscrvabks que constituven
turales normativos institucionalizados en ci ci sistema politico. En una forma más preci-
sistema e interiorizados en Ia person.tlidad de sa, Ia e. es un conjunto de funciones relacio-
sus miembros. Sc trata, en otras palabras, de nadas entre si. Por Ia funciOn se debe enten-
una correlaciOn de orientaciones psicologicas der Ia esfera de actividad de los individuos
y culturales, es decir de Ia interacción e inte- quc Cs inhercnte a los procesos çliticos. Par
gración de las motivaciones. ejemplo, Ia actividad dcl juez es una funciOn,
Mientras que T. Parsons reconstruye Ia C. ci tribunal es una e. Almond usa los términos
del sistema total. Robert K. Merton ilega a Ia funciOn y e.,'. no oficio e instituciOn, Va que
identificaciOn de Ia e. de Ia situaciOn. Tam- pretende referirse a comportamientos obser-
bién para este autor Cs válida Ia distinciôn ya vables v no a normas formales.
mencionada entre ci nivcl descriptivo y ci
nivel anailtico del procedimiento sociológico. itt. ASPECTOS MErODOLOGIcos DEL FUNCIONALISMO
En relacion con este Oltimo nivel es como se ESTRUCTURAL. El funcionalismo estruetural
deben entender las consideraciones que pertenece a los estructuralismos glohales.
ESTRLI(TU RA 597

cuyo carácter es el de sujetarse a las interac- En Ia perspectiva dci estructuralismo meto-


ciones observabies dc un determinado siste- dologico Ia e., además de no poderse compro-
ma W. Jean Piaget, El esiruciuruli.smo, Bue- bar a titulo de dato, posee, segOn Piaget, las
nos Aires, 1972). La reconstrucciOn de Ia e.es siguientes caracteristicas: i] Ia totalidad. La
ci redescubrimiento de un orden, en cierto C. consta de eiementos subordinados a leves
nivel de abstracción, dentro de Ia realidad de composiciOn. que Ic confieren al todo pro-
descrita. El nivel en ci que se Ileva a cabo esta piedades distintas de las de los clementos; ii]
operaciôn implica ci recurso a elementos ana- Ia transformabi lidad; iii] Ia autorregulacion,
liticos (por ejemplo, los conceptos de fin, o sea ci respeto de los limites y Ia conserva-
medio, condiciones, normas) a las que corres- ción de las leyes de Ia c. por parte de las trans-
ponden, en ci nivel empirico, valores prcci- formaciones estructuraics.
SOS (un fin, un medio determinado, etc.). El
estatus de este análisis estructural es, pues, V. F.A. ( 'cLrro DE ESTK((115A EN [A ANrRoI'ou)c;IA
fenomenologico (son Irecuentes, en efecto, las ESTRITURAI. La antropolugia estructural, que
referencias de Parsons a Husserl), va que con- podemos contar entre los estructuralismos
duce a Ia elaboracion dc un esqucma que per- metodolOgicos, formula una definición de e.
mite considerar v describir Ia realidad con- que es estrechamente afin con lade Ia linguis-
creta. Se trata de un estructuralismo estáti- tica estructural. Una disposición cualquiera
co preocupado por Ia interacción e integra- de las partes Sc convierte en una e. cuando
don de las partes. Finaimente reiaciona inti- responde a las dos condiciones siguientes: .4]
mamente ci concepto dc e. con ci de funciOn Debe ser un conjunto de elementos expresa-
dcfinida como consecuencia de Ia acciOn dos en forma simbólica, con propiedades
(Merton), o bien como condiciOn dc Ia conser- (reglas) quc aseguren su cohesiOn interna.
vacion dcl marco estructural (Parsons). Esta primera condiciOn permite una dobie
interpretaciOn: o Ia e. es un conjunto con pro-
IV. IL ESTRL(TURAIJSMO METODOIJ)(;I(OLa peculia- piedades, o hien se resuelve en las propieda-
ridad dcl liamado estructuralismo metodolO- des de este mismo conjunto. Esta ültima solu-
gico consiste en Ia .superación de Ia realidad ciOn es Ia mAs probable, conio es licito infe-
empirica y de su descripción. Llega, en dcc- rir tambiCn di, Ia definiciOn de e. elemental
to, a construir una c. que consta de reiacio- del parentesco, identificada con las Ieyes
nes lOgicas, y que no es, por lo tanto, ni un internas de pertenencia (a las) y de exclusion
"hecho" ni un orden que pueda encontrarse de las clases exogámicas, expresadas en for-
dentro de los "hechos". El viraje metodoiO- ma simbOlica, en que se ha subdividido una
gico ha sido marcado par Ia linguist ica, cuyas cierta poblaciOn (v. Claude Levi-Strauss, Las
perspectivas han terminado por interesar a esiructuras elemeniales dcl parentesco, Bue-
todas las ciencias que de distintas maneras nos Aires, 1969). ii] Debe 5cr una transforma-
cstán cntrcgadas al estudio del hombre (por ciOn estructural (por ejemplo, de una e. ele-
ejemplo, Ia antropologia estructural y ci psi. mental del parentesco a otra), a sea quc debe
coan,iiisis). pertenecer a un grupo de transformaciones.
La construcción estructurai lievada a cabo Una caracteristica fundamental de una e. es,
por Ia lingulstica no es, como en Ia fisica, una pues, su traductibilidad a otro conjunto de
construcciOn teOrica que sobrepone su pro- elementos de acuerdo cn reglas de trunsfor-
pio sistcma hipotético a los datos encontra- maciOn. Es necesario precisar que las trans-
dos por Ia invcstigaciOn cmpirica; ai contra- formaciones no son de naturaleza histOrica
rio, Ia red de relaciones lOgicas que se cons- sino logica, ya que Se Ilevan a cabo con ope-
truye, a pesar de no pertenecer al orden de raciones lOgicas (permutaciones) de un con-
los hechos y ni siquiera all de las abstraccia- junto de simbolos a otro. La pertenencia de
nes que se pueden deducir de éstos, no es, sin una e. a un grupo de transformaciones son
embargo, un esquema ficticio sino Ia traduc- una condición fundamental de su inteligibi-
ciOn, en terminus rigurosos, de una formula- lidad. Además, los grupos de transformacion
ciOn lOgica, de principios y relaciones existen- cstán sujetos a una sola combinatoria, cuyas
tes, como escribe Saussure, en el nivel de Ia reglas son las del espiritu humano, que gene-
conciencia colectiva. ra todas las e. posibles con una actividad
59$ F.STRL'(TLRA

inconsciente. Los con juntos de las e. cuyo son los objetos comunicables, en tan to que Ia
carácter incunsciente hemos puesto de relie- red es el conjunto de canales que se estuble-
ve, se encuentra universalmente presente en cen entre Ins emisores y receptores v a tra-
potencia, en tanto que su realización depen- yes dc los cuales se intercambian los men-
de de Ia acciön humana sobre Ia base dcl sajes.
material histórico de Ia que ësta dispone. El
carâcler univers.l de Ia e. garanhiza Ia obje- VI EL CONCEPTO LW ESTRUCTIIEA EN F.I. MARXISM
Liv idad dcl modelo quc Ia expresa: una c. üni- ESTRI rn RAUSTA. Pari formular cI concepto de
Ca SUOflC tunto el sistema como el objeto de e. scgOn el marxismo estructuralista es opor-
Ia investig.Iciun v las modalidades de apren- tuna estahlccer .ilgunas premisas rnetodolO-
dizaje dcl antropologo. gicas. El capital empieza con Ia exposiciOn de
Finalmenic. Ia ültirna caracteristica de Ia uii grupo de categorias qUe son indispensa-
C. Cs SU ahisturkidad; es decir. que Sc opone bies para Ia comprensiOn de Ia e. de cuatquier
a Ia historia. La oposicion entre sincronia V sistema de produceiOii mercantil: el concep-
diacronia es paralela a esta opciun. No ha to dc valor de camhiu de una mercancia. el
que confundir Ia e. con las relaciones socm- dinero, que aparece coma mercancia especial;
les de un sistema concreto: estas Ultimas son ci dinero definido coma una lorma de inone-
solo Ia muteria prima, uiiliiada para Ia cons- d*:cI capital, o sea el dincru que añade valor
truccion dcl modelo que pone en evidencia Ia at valor inicial: el plusvalor. Un aparato teó-
e., quc se convertira entonces en Ia "e. dcl sis- rico senlejante es necesarie para Ia identifi-
tema". Esta consta de Ia relación entre dc- caciOn de Ia e. cspecifica del sistema capita-
mentos simultáneos Y COflStitLIVC LIfl estadoen lista v de cualquier otro modo de producción.
equilihrio. La historia en cambio es Ia suce- El análisis del concepto de mercancia redu-
siOn de heehos contingentes (migraciones, ce las relaciones de producciOn; ci concepti)
guerras, alianzas) que pueden provocar una dc plusvalor se reprcscnta como el concepto
modificación de Ia e.; pero si Ia orientación de un con junto de rclaciones, o sea como ci
estructural resiste el gotpe, las nuevas solu- concepto de una c. de producciOn. En una pri-
CIOflCS Sc mantcndrán en Ia linea anterior. Sc mera aproximacion. Ia e. es el mecanismo de
producirá entonccs un desplazamiento de los produccion dcl plusvalor a travCs de Ia rela-
tirminos de Ia e., peru ésta conservará su pro- dOn capitat-trabajo. El proceso leórico que
plo equilibrio interno, aunque cambiandolo. permite Ia elaboración de Ia c. consiste en Ia
El ordenamiento estructural no tiene en si superaciOn de Ia realidad descriptiva, es decir
mismo el principio de su propia movimien- de Ia actividad concreta de los hombre,v en
to: este Oltimo Sc encuentra en ci exterior, en Ia construcciOn dc un aparato de conocimien-
Ia historia. Mientras Ia e. Cs una sLicesion de tos cientuficos. El descubrimiento del let ichis-
estados de cquilibrio. Ia histuria e, ci catali- mu (IC las mercancias, par ejcmplo, permite
zador de los cambios estructurales, o sea de superar las apariencias constituidas por el
Ia realización de las posibilidades intrinsecas intercambio de productos en el mercado y
a Ia estructura. Al equiiibrio estructural se descubrir el con jun10 de las relaciones de pr
le opone Ia scrie de hechus individuales y for- ducciOn. El proccso, IOcidamente descrito par
tuitos; al orden de lo necesario se Ic opone el Althusser, que se desarrolla de Ia generalidad
orden de lo contingente. El método de Ia i (o sea. de las representaciones de una rca-
antropologia estructural es, pues, un metu- lidad vcrilicada: de las abstracciones que
do fundamentalmente aristotélico, que con- reflejan espccularmentc el piano empirico) a
sidera cienUficamente inteligibic sOlo lo que Ia generalidad Ii!, constituida por el conjun-
sucede por necesidad o con frecuencia. to de conocimientos cientificos. Es Ia transi-
Anadamos una importante distinciOn: Ia ciOn de Ia ideologia a Ia ciencia. hecha posi-
que existe entre e. de codigo y e. de red. Las ble debido al cuerpo de conceptos que descri-
primeras son las reglas que rigen un conjun- bimos anteriormente. El resultado de esta
to de mensajes (por ejempto, los mensajes lin- operaciOn es Ia cunstruccion de Ia e. dcl sis-
güisticos); las otras son las reglus que rigen tema productivo definidu como el con junto
un conjunto de intercambios (por cjcmpio, los de dos relaciones: lila relaciOn de propiedad;
intercambios matrimoniales). Los mensajes 21 Ia relaciOn de apropiadiOn real. La prime-
ETNIA 599

ra expresa, scgun Marx, Ia relaciOn de perle- marco de referenda que Ic impide Ia acumu-
nencia al propictario tanto de los medios de lacitn ciega de datos empiricos.
producción coma dcl irabajador. La si.'gunda
se reficre a Ia cumbinucion de los medios de RIIILIOGRAItA. L Alihusser y E. Balibar, Para leer
producción y de lox individuos en ci proceso "Elcapiial"(1965), Mexico, Siglo XXI, 1967; M.
productivo. La identificación de Ia e. con las Godelier, Racionalidad e irracionalidad en eco-
dos relaciones excluye toda considcracián nomia (1966), Mexico. Siglo XXI, 1967; C. Levi-
antropolojica. Superada Ia perspectiva dcl Strauss, ilniropolugia esirucinral (1958), Buenos
horny oeunzornicu., es decir de los sujetos Aires, Eudchi;C. Levi-Strauss, Las e.slruciura dc-
humanos v dc sus necesidades, esta e .sc tra- ,nen tales dcl pareI:escu (1974), Buenos Aires, Pai-
duce ünicamente en Ia combiiiación de los dos; R.K. Merton, Teoria v estrueturas sociales
dilerentes elementos de Ia pruducción. La (1949), Mexico, Fonda dc Cultura Econórnica,
desapariciOn dcl sujeto, que constituye Ia 19682; T. Parsons, El sisierna social, Madrid,
garantia de Ia construcción cientilica de Ia e., Revista de Occidente, 1976; J. Piaget, Elestruc-
marca Ia distancia quc separa Ia obru mar- luralisnw(1968), Barcelona, Oikos-Tau, 1974; J.
xiana de Ia de los economistas clásjcos. Ade- Pouil Ion v 01 l0S. Problema.c dcl esiruelu ralismo
mis. Ia e. de las relaciones de producción es (1966), Mexico, Sialo XXI, 1967; L. Sebag, Mar-
prccisumcnte ci auténtico sujeto, Va que asig- xzsmo v estructuralismu (1967). Madrid. Siglo
na los lugares y las funciones ocupados y XXI, 1969; H. Spencer, Principios de soeio1oia
adoptado.s par los agcntcs de produccion, que (1904), Varios autores. ('Ik' cos 'è lo siruiiurulis-
son su.s portadores (Träger) (v. Alihusser y ?no?. Milan, ILl, 1971; Varios .iutores. Strueii.ra
Balibar, 1969). La disersa ubicación de los lisme ci ma rxisme, Paris, Union GénCrale d'Edi-
objetos y de los aentes de Ia producción res- Lions, 1970.
pecto de las relaciories estructurales permi-
te definii - Ia e. de cualquier sistema produc- [GUSTAVO Gozzi]
tivo (feudal, socialista a simplemente imagi-
nado, coma aquel at quc Marx llamó "el mudo
de pruducciOn mercantil").
Finalmente. Ia escuela althusseriana recon-
etnia
sideró Ia relación e.-supercstructura dentro
de Ia e. global. Ilamuda "con dominante", de La e. cx Ufl grupo scdal cuva identidad se defi-
Ia sociedad. No xc trata de una relación nwca- ne par Ia Icngua y cultura comunes, las tra-
nicista entre un fenómeno, a una apariencia, diciones y memoria histOrica y el territorio.
y Ia esencia. Por el contrario, xc trata de un La palabra e. parece quc lue usada por pri-
condicionamiento rCciproco de existencia. mera vez en 1896 en el libro Les selections
Como IaL e. productiva fue Ia condición del sociales de Vacher de Lapue. Es sinOnimo
desarrollo dc Ia e. juridica (Cs decir del con- de otras expresiones, como "comunidad étni-
jun10 de las relaciones juridico-formales entre ca y Iinguistica". 'nacionalidad espontOnea",
los individuos), ad estu Ultimu constituye, a "nacionalidad sin estado", etcetera.
su vez, Ia condicion de existencia, en cuantu Hablar Ia misma Iem'ua, estar radicados en
da forma a las relaciones de pruduccion. El el mismo ambiente humano y en ci mismo
conjunto de los niveles estructurales consti- territoria, tener las mismas tradiciones, son
tuye Ia e. jerárquica de Ia sociedad caracte- factores que constituycn Ia base de las rela-
rizada par el dominio alternativo de las dis- ciones ordinarias dc Ia vida cotidiana. Mar-
tintas e.: Ia e. dcl parentesco en Ia sociedad can tan profundamente Ia experiencia de los
primitiva; Ia e. politica en Ia polis griega; Ia individuos que pasan a ser un elemento cons-
c. económica en Ia sociedad capitalista. titutivo de su personalidad v al mismo hem-
La importancia de semejunte construcción pa definen los caracteres especificos del
terica cc mide en relación con Ia historia ya modo de vivir de una poblaciOn. Por otro lado,
que permite construir el modelo de funciona- las relaciones sociales, que son Ia consecuen-
mienta de cualquier sistema productivo, cia de pertenecer a una misma e., crean inte-
modelo que sirve coma hipótesis de trabajo reses colectivos v vinculos de solidaridad de
para Ia histórico y Al mismo tiempo coma carácter comunitaria.
600 ETN IA

Cabe observar que no hemos mencionado torios que pertenecen al estado espanol y al
Ia raza como criterio de base pura definir Ia frances. Pero no existen estados cuyos confi-
e. El concepto de raza, en su usa más comün, nes coincidan con los de un grupo étnico.
no tiene un fundamento cientifico. Los üni- La dicho prueba Ia arbitrariedad de Ia seu-
cos objetivos para los que ha sido usado (y doteoria de las "caracteristicas nacionales",
continua siéndoio) han sido los de justificar Ia cual postula Ia existencia de una afinidad
Ia discriminación y alimentar ci odio racial, étnica entre los miembros de los estados
creando y manteniendo Ia hostilidad entre nacionales, que distinguiria a los italianos o
grupos humanos. En efecto, las caracteristi- a los franceses del resto de Ia humanidad.
cas biologicas, trasmitidas por via heredita- Esta teoria tienc Ia I unción de justificar Ia
na, se distribuyen a lo largo de una linea con- constitucion de los estados naciunales v dar
tinua en las diversas partes dcl mundo, de un fundamento a Ia leyenda de los onigenes
manera que en cada grupo humano se puede de las naciones, segün Ia cual Ia nación pre-
constatar Ia preerninencia de determinadas cederia al estado. En realidad Ia experiencia
caracteristicas. Sin embargo, las caracteris- histónica demuestra que es ci estado ci que
ticas preeminentes de un grupo cunfluven crea Ia nación. En efecto, los comportamien-
gradualmente hacia las de los grupos conti- tos étnicos definen a grupos que se furman
guos, de modo que noes posible dislinguir a y mantienen sin Ia intenvención del poder
un determinado grupo basándose en caracte- politico. Par consecuencia Ia extensiOn de una
risticas biologicas distintivas. Por otro lado, e. es dcl todo independiente de Ia dimension
Ia genética y Ia antropologIa han puesto en territorial dcl estado y sus caractenisticas no
claro que no existe una relación directa de dependen de La forma de organización politi-
determinación de las caracteristicas psicoló- ca del estado. Estas consideraciones permi-
gicas a partir dc las biologicas, mientras que ten pues distinguir Ia e. de Ia nacion, enten-
las caracteristicas hereditarias v Ia evoluciOn dida coma "ideologia de un estado burocrO-
biologica de Ia especie humana están condi- tico y cent ralizado", Ia cual si tiene necesidad
cionadas en gran medida por factores de natu- de un estado para mantenerse.
raleza histórico-social, o sea por el conjunto La extraordinania vitalidad y fuerza de
de normas que regulan Ia reproducción y ci resistencia que han demostrado las etnias,
matrimonio, las cuales a su vez dependen del incluso en los estados nacionales, a pesar de
sistema productivo, de Ia estructura de Ia Ia constante actividad centralizadora de los
organización politica y de Ia forma de Ia gobiernos nacionales, prueba cuàn arbitraria
cultura. y artificiosa resulta Ia operaciOn politica de
Cabe anudir todavIa una observación en fusionar ci estado con Ia naciOn. Las e. que
cuanto a! territorio. Dc hecho, existen pueblos han continuado latentes en Ia época del nacio-
quc han mantenido su identidad cultural nalismo no solo no han perdido su sentido de
independientemente del vinculo con un tern- identidad bajo Ia fuerza centralizadora y nive-
torio determinado, como los gitanos y los ladora dcl estado nacional unitario, sino que
judios (antes de Ia constitución del estado de han renacido incluso en los estados naciona-
Israel). les de vieja constitución, como Francia v
Exuminados los criterios que permiten def i- España, v seconsolidan gracias ala constan-
fir Ia e., se hace necesanio distinguir Ia e. de te busqueda y reivindicacion de autonomia y
Ia naclén (V.). La observación de las curacte- participacion politica.
risticas étnicas pone en evidencia que Sc tra- Las instituciones federales se fundamentan
ta de grupos diferentes con respecto a los gnu- en un mecanismo que permite realizar (lo que
pos nacionales. En efecto, existen naciones en garantizaban en parte los impenios multina-
las que se asientan diversos grupos étflicos, cionales en el pasado) Ia coexistencia pacifi-
como pot ejemplo Francia, compuestu ade- ca v La igualdud de todos los pueblos, defen-
más de por franceses. por bretones. vascos, der su independencia y proteger sus derechos.
alsacianos, corsos, occitanos, catalanes v f Ia- Permiten adcmás evitar Ia fragmentacion de
mencos; y existen etnias que están divididas determinadas areas geograficas en pequenos
por fronteras de varios estados, como los va- estados solo formalmente independientes,
cos y catalanes, los cuales se asientan en tern- pero carentes, a causa de sus dimensiones. de
EUROCOML?NISMO 601

los recursos politicos, militares Y económicos portugués, no ha firmado las más importan-
necesarios para adquirir una efectiva autono- tes declaraciones "eurocomunistas" y no
mia internacional. Por ejemplo. Lafont ha comparte muchas de las posiciones pObiicas
puesto en evidencia que, en ci marco de la del e. y, por otro lado, partidos comunistas
federaciOn europea, seria posible una recom- no europeos. como ci japonés y el australia-
posicion de grupos étnicos actualmente divi- no, siguen Ia linea del eurocomunismo.
didos por las fronteras politicas. Analizando
el caso de Francia, propone Ia unificación de II. DIMENSIONES DEL EuRocOMUNIsMo. Existen
Ia pane espanola de Ia region vasca con Ia varios modos posibles de identificar las carac-
pane lranccsa. del Roselión con Cataluña. de teristicas constitutivas dcl c. Tratándose,
Corcega con Cerdena, de la parte francesa de coma hemos dicho, de un proceso, es come-
Ia region flarnenca con Ia parte belga, en una niente señaiar que estas caracteristicas, o al
forma tal que conciliara las exigencias de reu- menos algunas de ellas, pueden haber sido
nificacion de los grupos étnicos con Ia forma- adquiridas ames por algunos partidos y sOlo
dOn de regiones dotadas de dimensiones y después por los otros. pueden haber penetra-
recursos productivos necesarios para asegu- do pi'ofundamente en algunos y solo superfi-
rar Ia independencia econOmicj. cialmente en otmos, y que pun lo tanto los par-
tidos eurocomunistas se podnian clasificar a
BIBLIOGRAIIA J. Bencvto, Las aulonomias: Cl lo largo de una linea continua: de un máxi-
podt'r regio;ial en Espana, Madrid, Siglo XX!. mo a un minimo dee. Lo importante es tener
1980: G. Her-aud, Popo!i e !iugue d 'Europa. Milan, presente que ci ingreso en el ãmbito euroco-
Ferro, 1966; R. Lafont, La rvolueiOn regioualisia munista requiere Ia superación de un umbmal
(1967), Barcelona. Arid, 196$; S. Saivi. Le nazio- minimo que marca una nuptuna en Ia conti-
Hi protbiw. Florencia. Vallecehi. 1973. nuidad de las relaciones entre ci partido
neo-eurocornunista v Ia tradiciOn comunista
[ucio LEVI] encarnada en Ia UniOn Soviética y definida y
redefinida por ella.
Aceptado lo anterior, quizá sea posible aho-
ma establecer dos dimensiones sintéticamen-
eurocomunismo te definibles como "leninismo" v "stalinis-
mo". SegOn su genesis histórica todos los par-
i mnixicios. El tet-mino parece que fue acu- tidos comunistas son leninistas en el sent ido
nado en 1975 por un periodista yugoslavo, de que tuvieron que aceptar las veintiuna
Franc Barbieri, corresponsal de periOdicos tesis de Lenin para entrar a formar parte de
italianos. Con él intentaba sintetizar algunos Ia Tercera Intei'nacionai. Sin embargo, lo que
procesos, muv complejos, que han lievado a aqui nos intemcsa a fin de comprender ci e.
una diferenciaciOn de las posiciones sobre son las actitudes y comportamientos de los
politica internacional v sobre estrategia inter- partidos comunistas respecto a tres dimen-
na entre ci Partido Comunist.t de Ia UniOn siones especificamente leninist-as: Ia conquis-
Soviética y algunos partidos comunistas de ta del poder, Ia gestión dci poder v Ia natura-
Ia Europa occidental (v, casi al mismo tiem- leza del partido (su autopercepciOn).
po. ci Partido Comunista Japonés v ci austra- Por lo que respecta a Ia con quisla dcl poder,
liano). Rechuzado en un primer momento por con modalidades v tiempos divcrso,vincu-
los mismos purtidos definidos como euroco- lados en parte a su expeniencia histOrica s a
munistas, que tenian Ia implicacion relativa su existencia legal o clandestina. todo% los
a Ia creaciOn de un polo de referencia alter- partidos comunistas de Europa occidental,
nativo v en contraste con Ia UniOn Soviética, con Ia posible pero no segura excepción del
ci término tienc actualmente un uso amplio partido portugués, han abandonado Ia via
v generalizado. Con él se describe, más que leninista de acceso aI poder a trvCs de una
un fenórneno acabado, un proceso de trans- insurrecciOn. Con base en una fria valoracion
lormaciOn en curso. Su delimitación geográ- de las relaciones de fuerza internacionales,
fica no es dcl todo exacta, Va que al menus en un analisis detallado de Ia estructuna de
un impontante partido comunista europeo, ci Ia sociedad italiana y de las consecuencias de
.O2 EUROCOMU.'ISMO

Ia guerra civil en Grecia (lit "perspectiva grie- cas, .socialistas y comunistas (ci comprorni-
ga"). Togliatti formalizO para ci PCI (Partido so histOrico) atenta a prevenir una repetición
Comunista Italiano) el principio de Ia "via de Ia "perspectiva chilena", o sea una vasta
parlamentaria al socialismo". Esta adquisi- coalición de fuerzas anticornunistas de cen-
ción teórica de los comunistas italianos, en troy de derecha, o una arnenazadora rcacción
ci periodo inmediato de posguerra, por Ia que internacional. Cercanos a esta posiciOn se
no existe ningUn Palacio de Invierno que con- encuentran los comunistas españoles, signa-
quistar, se difundio entre los comunistas fran- tarios dcl acuerdo con los socialistas v con
ceses solo después de Ia puhlicación dcl infor- Ia Union de Centro Democrático conocido
me Jruschov sobre los crimenes stalinistas. como Pacto de Ia Moncloa. Los comunistas
El PCF ernpezO a hablar despuès de 1956 de I ranceses entraron desde 1972 en una allan-
una "via pacifica al socialismo". Por razones za con los socialistas: Union dc la Gauche,
obvias, ci Partido Comunista Español conti- basada en tin prugrama comun de gobierno,
nuó puniendo ci acento en Ia necesidad de una abandonado en septieinbre de 1977. La con-
ruptura democrática" con el franquismo secuencia fuc Ia derrota sufnida pot- los dos
hasta Ia trarisiciOn que culminO en las dee- partidos de izquierda en Ia consulta electo-
ciones libres de junk, de 1977. Pero desde ral de marzo de 1978. A Ia situacion de socio
1972 el PCE habia aceptado Ia idea v Ia pra- minoritario en una triuniante coalición de
xis de una amplia alianza de fucrias ppuia- izquierda para ci 'obierno, los comunistas
res. En camhio. por razones tamhién corn- franceses prefirieron entonces mantener su
prensibles. el Partido Comunista Portugues pureza de partido obrerista y de cuadros, o
crevO posible, halo ci empuje de Ia revoiuciOn sea mantener una organizacion estrecha y
de ..tbril de 1974 que derrumhO al rtgimen de cohesionada, disciplinada v unitaria. Peru Ia
Stlazar-Caetano, inlentar Ia conquista del opciOn rechazadu anteriormente se impuso
poder con el apoYo de los oficiales de izquier- despues de Ia victoria de Mitterrand en las
da. El fracaso de esta operación ha puesto en elecciones presidenciales y de Ia conquista de
movimiento un proceso de autocritica, aun- Ia mayoria absoiuta de los escaños por parte
que rnás bien lento v no lineal. Los demás par- de los socialistus en las legislativas de 1981.
tidos comunistas de Europa occidental, con Al suit-jr una seria pérdida electoral. ci PCF
Ia excepción del Partido Comunista Griego tuvo que aceptar una participaciOn subalter-
(liamado "desde fucra" filosoviético) han na en el gobiernu presidido por el socialista
aceptado en todo Ia via parlamentaria al Mauroy. Finaimente. los comunistas portu-
socialismo. gueses, después del fracaso de Ia via insurrec-
Naturalmente existen grandes dilerencias cional, se han replegado a Ia busqucda de una
entre los diversos partidos, segün su Iuerza alianza con los socialistas, clara s' repetida-
electoral. segOn sus pusibilidades de lograr mente rechaada pot éstos. Además dc los
ejercer concretamente el poder politico v CaSOS mencionudos, tumhicn en Suecia los
segOn In estratcgia que intentan ilevar a caho cornunista'. dcsempenan una iunciOn relevan-
para obtener ci poder politico. En algunos te; dado el estrecho marten existente entre
casos Ia cuestión ni se plantea, dada Ia esca- Ia coalicion burguesa y ci Partido Social-
sa consistencia de algunos partidos comunis- dcrnOcrata, los votos cornunistas han sido a
las (por ejemplo ci hritánico s ci austriaco). menudo determinantes, aunquc no fueron
En ott-os casos, como en Islandia v Finlandia, contratados abiertarnente ni tarnpoco han
los partidos comunistas han estado furman- recibido compensaciones politicas explicitas.
do pane a menudo dcl gobierno, en coalicio- El leninismo no lue solarnente una teoria
nes en las que no eran los socios dominantes. de Ia conquista dcl poder, sino también una
A causa de su potencial de coaliciOn y de teoria de Ia gestiOn dcl poder: la diciadura dcl
su consistcncia electoral s' parlamcntaria, los proletari ado. Tambien en esta dimension, con
partidos que han atraido mayor atención son diversa vaniaciones y tiempos, los euroconiu-
los de Francia, Italia, Portugal v E.spaña. Sus nistas '.c han ale jado de Ia concepciOn leni-
estrategias presentan diferencias signif icati- nista. hasta el punto de abandonar expilcita-
vas. Pot un lado podemos sit uar al PCI. favo- mente Ia teoria. Pat-a ci PCI no We ncccsario
rable a una amplia alianza de fuerzas catOli- un repudio Formal, sa que su tradiciOn y su
ELROCOMLNISMO 'O3

elaboraciOn teórica estaban yLa lejos de Ia dic- a las purgas y se deja on cierto cspacio a los
tadura del proletariado, modificada por Ia disidentes, que a veces es conquistado por
Iormulación gramsciana de lie gemonia, a con- ellos mismos; los grupos parlamentarios han
quistar en Ia sociedad a través de una acción adquirido una indispensable autonomia de
de penetración cultural, anterior al acceso al funciunamiento v decision; los sindicatos,
poder. Con ello Ia dictadura del proletariado para bien o para mal, son sensibles a otras
era ya un concepto obsoleto incluso antes de demandas y no sOlo responden a las órdenes
que empezara Ia revision de los elementos dcl partido, sino a una lOgica distinta de Ia
leninistas todavia presentes en un cierto plan- disciplina de partido, en reiación con los cam-
teamiento de Ia hegemonia. Por su lado, los bios acuecidos en sus grupos de referencia
partidos cornunislas frances y espanol, socioeconomicos.
impregnados más profundamenic de leninis- Sin embargo, es Ia persistencia del centra-
mo N. carentes de una tradiciOn marxista lismo demucratico lo que parece constituir ci
autüctona. han procedido a un abandono a talOn de Aquiles de los partidos eurocomunis-
bombo v platillo de Ia dictadura del proleta- tas que dicen haber renunciado al leninisnio.
riado. Con un procedimiento tlpicc) ci PCF La ci-itica que se les hace es que on partido
ratificO, en ocasión de su 22o. Congreso en organizado segUn principios decididamente
febrero de 1976. una decisiOn tomada en el jerOrquicos v centralizados puede recurrir
vertice dcl part idu al respecto. Los comunis- fácilmente a métodos no democráticos y
las españoles se liheraron por via rápida del potencialmente es wi arma organizativa en
leninismo despuCs de una amplia discusiOn condiciones de derrotar o marginar a los
en los diversos congresos regionales v des- potenciales socios guhernamcntaies. Su pro-
puCs de un apretadu veto en el seno del 9o. ceso decisional interno no of rece ninguna
Congreso riacional, en abril de 1978. garantia de que los derechos de las minorIas
El leninismo es tamhiCn una concepción sean respetados o sus opiniones v preleren-
especifica del partido que a menudo se ha cias escuchadas o tomadas en consideracion,
identiuicado polernicamente con ci aspecto del ni siquiera es seguro que .surjn efectivamen-
cent ralismo dernocratico. Ahora bien, ci pro- tc como venccdora Ia linea politica compar-
ceso de akiamiento del leninismo que han tida por Ia mayorIa. Unit minoria organizada
sufrido v estan sufriendo los partidos euro- puede aduenarse dcl partido v dirigirlo a su
cornunistas se vulora tambiCn con base en Ia gusto.
eventual disminución dcl coeficiente L1C leni- La cuestiOn dci centralismo democrOtico.
nismo en Ia organización del partido en sus vinculudo al problema todavia sin resolver de
cuutro componentes cruciales: central ismo Ia democracia interna de los partidos, está
democrOtico. control del partido sobre ci gru- cargada de on potencial emotivo y simbOlico
Pu pariamcntario, sindicatus como correa de que a menudo ha afcctado ci análisis concre-
trasmisiOn del partido, purgas frecuentes e to de las variacioncs acaecidas en el funcio-
intensas de afiliados v militantes. namiento efectivo de dicho centralismo demo-
En un cierto sentido, al venir a menos ci crOtico en los partidos eurocomunistas. En
centralismo democrático como praxis opera- lineas generales, al menus tres factores tie-
tiva dentro de los partidos eurocomunistas, nen una notable relevancia en Ia valoraciOn
declinaron 0 desaparecieron los otros tres de las distintas variedades de centralismo
componentes de on part ido or-anizativamen- democrático: Ia dimension del partido en tr-
te leninista. Del mismo mode, los cambios minos de afiliados v de unidudcs basicus (cClu-
acaccidos en Ia esfera politica de las demo- las v secciones). Ia homogeneidadheteroge-
cracius occidentales han hecho obsoletos v neidad en el con junto dcl partido v, entre los
muy costosos, en términos dc energia v ren- afiliadus, Ia autodefinición del partido.
dimiento politico, los intentos de subordinar En una primela aproximaciOn, los partidos
a los grupo parlamentarios, guiar a los sin- se sitOan en on continuum que va de los par-
dicatos. expuisar a todos los miembros disi- tidos pequeños con apovo social homogCneo
denies, etc., pero rns que lode resulta con- y que se definen como vanguardia de Ia ciase
traproducente para Ia imagen ' funcionalidad obrera, is los paitidos grands, con apovo
misma dcl partido. Asi pues Va no se recurre social heterogenee v que sc definen cumo ci
604 F.UROCO1UX ISMO

PCE como "una organización politica de van- a su vez en Ia estrutegia. Un partido de crc-
guardia de Ia clasc obrera y de las fuerzas yentes, de militantes, de revolucionarios de
progresistas de todos los pueblos de España" profesiOn. puede fijarsc ci objetivo de La palm-
o como el PCI quc "es órgano de Los obreros, genesis revolucionaria; un partido laico de
trabajadores, intelectuales, ciudadanos" adherentes a un programa se fijarã cumo
(mientras que ci PCF se dice "el partido de objetivo Ia transformaciOn social a través de
Ia clase obrera de Francia" y ci PCP "el par- reformas socioeconómicas estructurales,
tido politico del proletariadu portugués"). radicales e incisivas.
Peru inciuso partidos pequeños, como ci Par- Analizado ci componente ' leninista", pase-
tido Comunista Sueco, pueden tener un apo- mos al componente "stalinista". Aunquc
yo relativamente heterogenco v dejarse lievar obviamente ci staiinismo tuvo efectos gravo.
por exigencias y demandas no controladas sos y duraderos en La estructura dc los parti-
desde el centro. En definitiva lo que cuenta dos comunistas, en términos de burocratiza-
en ci centralismo democrático es Ia voluntad don y de cuito a Ia personalidad, su rasgo más
de los grupos dirigentes de dominar los flu- distintivo se encuentra en Ia absuiuta sumi-
jos de infurmación y Ia furmaciOn de las pre- 1 si6n de los intcreses y cstrategias dc los par-
ferencias politicas (y su capacidad para lie- tidos comunistas (v no solo de los de Europa
varlo a cabo) o tal vez su disponibilidad para occidental) a Ia defensa de Ia construcciOn del
mantener abiertos los canales de comunica- "socialismo en un solo pals" y por lo tanto
dOn o de influencia politica. En conclusion, a los intereses de Ia Union Soviética. Concre-
La misma posibilidad de gobernar y de gober- tamente, el componente staiinista en este con-
nar bien dependcra dcl tipo de modelo deci- texto está constituidu por Ia dimensiOn del
sional interno en ci que se transforme 0 Se apoyo dudo por los partidos comunistas a Ia
haya ya transformado ci centralismo demo- politica exterior soviCtica. Por lo tanto, res-
crático. Aunque se puedan introducir correc- pecto a esta dimension. las posiciones auto-
tivos al centralismo democrático, como Ia nomistas y las desviuciones respecto a las
posibilidad del voW secreto sobre tesis 0 per- opciones soviCticas califican a los partidos
sonas, ci verdadero contrapeso io da Ia corn- corno eurodomunistas.
petencia electoral y Ia fuerza de las otras Las etapas de este proceso son diversas y
organizaciones poilticas. Como para todos los tienen intensidad y grados de apoyo bastan-
otros partidos, las eventuales degeneraciones te diferenciados. El primer paso lo dio Tito
antidemocráticas de los partidos comunistas con Ia ruptura entre Yugoslavia y Ia UniOn
pueden ser bioqueadas o derrotadas solo por SoviCtica en 1948, pero quedO como un hecho
una sociedad fuerte o articulada. La historia aisiado. El segundo paso, provocado por las
de Europa occidental, cuna del e., parece insurrecciones en Polonia y Hungria en 1956,
dernostrar quc las instituciones politicas de se apoya por un mornento en los movimien-
las dernocracias occidentales han sido lo bas- tos nacionalistas, paru regresar en seguida al
tante fuertes o flexibles paru integrar ci reto apredlo de Ia causa soviética y verse obliga-
comunista, obligando a los partidos cornunis- do Togliatti a repudiar su doctrina dci palm-
tas a cumbiar en si mismos o a resignarse a centrismo. El tercer paso es ci cismu china-so-
un papel de oposición minoritaria perma- viético en 1961 y Ia imposihilidad para Ia
nente. UniOn Soviética de obtener una condena rati-
La autodefinicion del partido, sus transfor- ficada por todo ci movimiento comunista
maciones en ci truscurso del tiempo hacia una internacional. El cuarto e importantisimo
configuracion mOs abierta y mãs laica cons- paso es ci testarnento politico de Togliatti,
tituyen Ia tercera dimension con Lu que se conocido corno Memorandum de Yalta, de
puede medir ci alejamiento dcl leninismo, o 1964. En éI se encuentran claramente estable-
sea de Ia concepciOn de un partido de van- cidos los principios de Ia unidad en Ia diver-
guardia de clase, que cnseña y guia, controla sidad de los partidos que forman parte dc-I
v ordena. depositario Onico e infalible de Ia movirniento cornunista internacional, de Ia
verdad politica y de Ia linea estratégica. opcion estratégica autOnoma por parte de los
SegOn esta misma dimension se puede medir diversos partidos, del rcchazo de un centro
también Ia laicizaciOn del partido que incide organizativo. El quinto paso fue La condena,
EUROCOMUNISMO 605

por parte de un buen nOmero de partidos tras las relaciones entre el mundo occidental
comunistas occidentales (entre ellos el PCI. y Ia UniOn Soviética estabun marcadas por Ia
ci PCF y ci PCE), de Ia intervención sovktica dureza de Ia guerra fria, por una serie de razo-
contra Ia Priniavera de Praga de Dubcek en nes que iban de lo ideolOgico a lo financiero,
agosto de 1968. Después de ello. ci sexto paso de lo politico a lo estratégico, los partidos
y quizá ci más importante esta reprcsentado comunistas se veian obligados a mantener en
por ci proceso de convocaciOn v par los resul- alto ci nivel de identificacion con 'la gran
tados de Ia Conferencia de los partidos comu- combatiente antifascista y antimperialista".
nistas curopeos celebrada, después de varios con Ia "patria del socialismo". La tension
aplazamientos, en Berlin oriental a finales de entre las dos esferas de iniluencia impidiO ci
junio de 1976. surgimiento de matices v diferenciaciones: se
La declaración final de dicha conferencia pertenecia a un campo 0 al otro.
no fuc firmadu por varios partidos. no se con- El iniclo de Ia distension, los diversos pro-
siderO vinculante. reafirmO Ia independencia cesos de apertura politica y el nuevo climu
de cada partido, aprobO ci diálogo de los que se iba creando en un nivel internacional
comunistas con fucrzas progresistas no perniitieron a los partidos comunistas redu-
comunistas y sobre todo no mencionO ci inter- dr su identificaciOn con Ia UniOn Soviética
nacionalismo proletario (sustituido desde s' por tanto presentarse de una manera dife-
entonces pot Ia 'solidaridad internacional"). rente, mucho más autónoma, a los ojos de los
no propuso una linea politica general comOn, electorados occidentales. Además, las mismas
no hablO de dictadura dcl proletariado. El sociedades democraticas occidentales, cuyas
resultado final, todavia curl carãcter tempo- instituciones se hablan consolidado, se sen-
ral, de este proceso fue que Ia politica exte- tian mucho más confiadas en su capacidad de
rior era Va ci ünico minimo eomOn denomi- resistencia al reto comunista V permitieron
nador de intereses entre Ia UniOn Sovhtica una competencia politica más vivaz. A su vez,
los partidos comunistas de Europa occiden- teniendo en cuenta Ia imposibilidad de recu-
tal (c incluso oriental). rrir a caminos distintos de los electorales y
Si como conclusiOn integramos los movi- parlamentarios, de acuerdo con los ritmos
mientos a lo largo dc las dos lineas y los dos antes mencionados, los partidos comunistas
componentes (leninismo y stalinismo), obten- fueron obligados a adaptar SUS estrategias a
dremos los ejes sobre los que se mueven los los contextos en que debian operar. Surgie-
partidos eurocomunistu.s v podremos valorar ron asi, v no podia ser de otra manera, las ten-
su c. precisamente con base en su alejamien- dencias autonomistas v reformistas que
to del leninismo v del stalinismo. Por otro caracterizan al e.: autonornismo entendido
lado, por tratarse de un proceso, aunque algu- como opción de Ia estrategia peculiar en cada
nos elementos del mismo parecen irreversi- pais y reformismo como rechazo de las moda-
bles, no se exciuven pasos hacia atrás. En par- lidades leninistas de conquista y de gcstiOn
ticular un partido se puede "cerrar" despuès del poder. Cabe anadir que ciertas tendencias
de una derrota electoral o para tomar aire autonomistas aparecieron tambien en el seno
situándose en una posición más cOmoda; un dcl movimiento cornunista internacional, en
partido puede creer oportuno dar un apoyo Yugoslavia, Hungria, Polonia, China y Ruma-
condicionado a Ia politica exterior soviética, nia, N . finalmente en Ia Primavera checoslo-
etc. Las oportunidades y los vinculos, las vaca que tue Ia sintesis del autonomismo v
potencialidades v las limitaciones dcl e. pue- reformismo. Todo ello expresabu con moda.
den valorarse mejor después de determinar lidades diversas v con diferentes énfasis la
las condiciones gentticas v las causas del busqueda de un socialismo distinto, más
nacimiento del fenOmeno eurocomunista. apropiado a las condiciones de los paises en
particular, independientemente del modelo
HI ORK;ExEs Y COMICIOSES. Fundamentalmente soviético.
son dos las condiciones que dan urigen al e. Bajo muchos puntos de vista el empuje
En primer lugar el proeso de distension decisivo dci e., el verdadero cambio de rum-
internacional v en segundo Ia cvoluciOn de las bo. lo constituo el análisis v Ia valoraciOn del
sociedades democráticas occidentales. Mien- experirnento checoslovaco y su trágica con-
bOti EUROCOMUNISMO

clusión. Dc ello salieron reforzadas no sOlo IV. CONTENIDOS. Además de caracterizarse, en


las propensiones autonomistas y reformistas el aspecto negativo, como critica al modelo
de los partidos eurocomunistas, sino que tam- soviético, rechazando Ia subordinaciun en
biCn se abrio camino a un juicio critico sobre politica exterior v abandonando los compo-
Ia politica de potencia hegemonica de Ia nentes leninistas hi.stOrica y espucialmente
UniOn Sovietica v a urni valoración menos dados, puede el c. caracterizarse en un
positiva del balance de Ia construcción del aspecto positivo? ZSu reformismo es sola-
socialismo en los paises de Europa oriental. mente ci rechazo de Ia via insurreccional y Ia
A este propOsito surgen diferencias signi- indicación de una via electoral y parlamen-
ficativas entre los partidos. Limitándonos a taria, entendida tácticamente, o bien tiene ral-
los de Europa meridional, los portugueses no ces más prolundas? Naturalmente para pro-
formulan en Ia practica ninguna critica y se fundizar en esta temática seria necesario pro-
alinean con Ia posicion de Ia Union Sovièti- ceder a un minucioso anOlisis histórico de his
Ca. Los franceses concluven oficialmente que vuriaciones que se han ido introduciendo
el balance dcl socialismo en los paises del este poco a poco en ci léxico de los partidos comu-
es "globalmente positivo" (Marchais en el nistas occidentales. Nos limitaremos a pre-
XXLII Congreso de mayo de 1979). pero Jean sentar la formulaciOn mas avanzadu suscri-
Elleiristein habla de Ia Union SoviCtica como ta por los partidos frances, italiano v espa-
de un "antimodelo". Los italianus, real li-man- fbI en Ia cumbre de Madrid del 2 v 3 de mar-
do por un lado el valor histórico de Ia ruptu- io de 1977.
ra revolucionaria de 1917, Ilegan ala conclu- "Los comunistas espanoles, franceses e ita-
sión de que las experiencias actuales presen- lianos tienen como objetivo trabajar para Ia
tan un socialismo con rasgos contrarios a Ia construcciOn de una nueva sociedad en el plu-
libertad. A travCs de Ia pluma de Carrillo, el ralismo de las fuerzas politicas y sociales y
Partido Comunista Español no se limita a cri- en eI respeto. Ia garantia y el desarrollo de
ticar Ia faith de libertad, sino que pone de todas las libertades individuales y colectivas:
relieve los elementos antidemocráticos del libertad de pensamiento y de expresiOn, de
estado soviCtico y auspicia una transforma- prensa, de asociación y de reuniOn, de mani-
ciOn en Ia linea de un verdadero estado demo- festaciOn, de libre circulaciOn de las personas
crático de los trabajadores. dentro y fuera del pals, libertad sindical, auto- -

Respecto a lo anterior, está ciaro que Carri- nomia de los sindicatos y derecho de huelga,
llo toca el limite extremo de Ia autonomia que inviolabilidad de Ia vida privada, respeto al
los soviéticos pueden tolerar para los e.: sufragio universal y posibilidad de Ia alter-
poner en duda Ia misma legitimidad dcl socia- nancia democrática de las mayorias, liberta-
lismo en Ia Union Soviética. No se trata va de des religiosas, libertad de Ia cultura, libertad
una cuestiOn de disensiones sobre aspectos de expresión de las diferentes corrientes y
particulares ni de un tibio apovo a las opcio- opiniones filosóficas, culturales y artisticas.
nes de politica exterior ni de rechazo a dc- Esta voluntad de construir el socialismo en
mentos doctrinales: se toca el verdadero Ia democracia y en Ia libertad inspira las con-
nOcleo del problema de las relaciones entre cepciones elaboradas con plena autonomia
los partidos comunistas y Ia UniOn Soviética. par cada uno de los ti-es partidos. Los tres
De todos modos, el análisis y el juicio sobre partidos intentarán desarrollar en el futuro
Ia Union SoviCtica y sobre el socialismo en los Ia solidaridad internacionalista y Ia amistad
paises orientales, unidos al apovo a los disi- con b.se en Ia independencia de cada parti-
dentes, se han convertido, más que en posi- do, Ia igualdad de derechos, Ia no injerencia,
clones diferenciadas sabre problemâticas de el respeto a La iibrc opciOn de caininos y solu-
politica exterior, en Ia piedra -angular de Ia clones originales para Ia construcciOn de
solidcz y difusión del e. El carácter regional sociedades socialistas que correspondan a las
noes tan importante, va que al menos dos de condiciones de cda pals."
los partidos rnás influventes (el frances y el En otrus ocasiones (par ejemplo en Ia decla-
portuguCs) no parece que quieran ir mucho raciOn conjunta PCF-PCI del 15 de noviembre
mets allá en su critica eventual dcl modelo de 1975). los partidos eurc.comunistas hahian
soviCtico. dada respuesta a una objeciOn a menudo plan-
EUROCOMUNISMO 607

teada seflalando que su aceptación de Ia vida meridional en una coaliciOn gubernamental


democrática tiene un valor de principlo. "Esta constituye un triple rem. En primer lugar se
posicion no es táctica sino que se deriva de trata de un reto a Ia solidez de las institucio-
un anãlisis de las condiciories objetivas e his- nes democráticas dci pais en cuestiOn, a su
tóricas especificas de cada pals y de Ia relic- capacidad de adaptarse a un cambio rualita-
xion sobre ci con junto de las experiencias tivo sin temores y sin cesiones (y esto vale
intei-nacionalcs." también para las instituciones internaciona-
les del mundo occidental). En segundo lugar,
V. cOCLUSIO5, El. RLTO ELROCO\IL IS1A.Admitidos por su misma existencia, constituirá Un reto
en ci gobierno en Ia Ease de crisis que se cono- para ci mundo oriental: transformaciones
cc con ci nombre de reconstrucción, los par - incisivas en coaliciones amplias de fuerzas
tidos comunistas itaiiano v francs aceptaron progresistas podrIan refoizar los clementos
(0 soportaron) verse apartados cuanclo Ia de disensión dentro de los paises orientales
situación interna c mternaciunal cambió drás- y dur respiro a los elementos liberalizantes
ticamente. En ci gobierno de Ia primera Ease presentes en ci liderazgo soviético.
posrevolucionaria. ci partido portugués mien- Finulmente, ci tercer y mas importante reto
to arduamente crear condiciones favorables recae sobre los mismos partidos eurocomu-
para su permanencia indefinida, pero una vez nistas. Consistirá en su capacidad de refor-
derrotado, tue rekgado a Ia oposición. Cohe- mar las propias sociedades democráticarnen-
rentemente democrático, ci Partido Comunis- Ic ai mismo tiempo que transformen Ia pro-
ta Espaflol ha desarrollado su acción de pia organización de partido aflojando más y
cooperaciOn-competencia con rigor. Otros más los vincuios con Ia UniOn Soviética has-
partidos, como los va mencionados islandés tu su desaparición completa. Y esto io han de
y finiandés. entran ' salen de ias respectivas hacer sin gestos clamorosos ni n.ipturas trau-
coal iciones gubernativas segOn ios resultados mátic-a,cvitando provocar danos en las rela-
clectorales y ci ciima politico. z0ué sigiiiui- ciones internacionales o debilitar al propio
cado tiene todu cilo? zSc trata de una acep- partido, que es Ia dave de su obra de trans-
tación incoridicional, en los hechos y en las formaciOn. Reformismo incisivo y coherente,
conductas, de las regias de Ia democracia poll- transformaciOn del cent ralismo democrático,
ticas, de Ia alternancia decretada por las corn- abandono de reiacioncs privilegiadas con Ia
peticiones electorales? UniOn Soviética: èstas son las tareas que se
Con las diferencias anteriormente mencio- pianteun a los partidos eurocomunistas.
nadas Ia respuesta no puede ser sino positi- El e. es un proceso que viene de lejos, que
va. Pero ci problema se piantea teniendo en ha superado umbrales y saitado obstculos,
cuenta Ia solidcz de las instituciones demo- que ha sufrido derrotas y ha dada pasos atrás,
cráticus y Ia confianza v ci grado de acepta- que tiene dimensiones internas e internacio-
cion por pane de ia opiniOn pübiica a dichas nales. que es portador de elementos de esta-
instituciones, por un lado. y Ia penetracLn biiizaciOn y de desestabilizaciOn al mismo
de ideas v de conductas dernocráticas en los tiempo. En definitiva constituye uno de los
dirigentes comunistas y en las organizaciones aspectos más significativos de los esfuerzos
cercanas al partido. En general parece plau- de transformación social v de control demo-
sible que los diversos partidos v organizacio- crãtico de Ia misma que se han emprendido
nes colaterales rnás o menos vinculados a en los sistemas politicos occidentales. Y corno
ellos no estén dispuestos a poner en juego las tul se ha de analizar, criticar y comprender.
ventajas derivadas de Ia expansiOn de Ia
democracia para adueflarse del poder e ins- HlHLI01EAFlA, ('omnuinisni and political svste;,is
taurar unu experiencia de democracia popu- in Western Europe, a cargo dc D. Albriht. Boul-
lar de Ia que Va han visto v criticado, con der, Wesiview Press, 1979; D.L.M. Blackmer,
mayor o menor fueta, tod-as sus limitaciones, unity in dirt' rsitv: Italian corn,;zunism and z1z'
imperfecciones y degeneruciones. communist world. Cambridge, SlIT. 1968; 11
No cabe duda, por otro iado, que una trans- comuiismo in Izalia e Francia, a cargo de D.L.M.
formación de tan grande alcance como el Blackmer v S. Tarro, Milan, Etas Libri, 1976;
ingreso de un partido comunista de Europa S. Carrillo, Euroco,nztnis,no v esiudo, Bar celo-
608 EXTREMISMO

na. Critica, 1977; F. Claudin, Eurocomunismo v orientación (en ci terreno doctrinal), un corn-
soezalismo, Madrid, Siglo XXI, 1977; A. Kriegel. portamiento 0 Un verdadero modelo de acción
Comunismo diferenie? (1977), Madrid. Rialp. politica adoptado por un movimiento, por un
1979; N. Mclnnes. Los partidus comunisias de la partido a por un grupo politico que rechaza
Europa occidental (1975), Barcelona. Ibrica, las reglas del juego de una cornunidad politi-
1977; G. Pasquino, Organizational models of ca, al no reconocerse en los fines, en los valo-
Southern European communist parties, Johns res y en las instituciones propuestas a Ia vida
Hopkins Occasional Paper nüm. 29, abril de publica v que actüan para modificarlas radi-
1980; A. Rizzo, La frontiera dell'eurocomuuisrno, calmente. En ültima instancia, lo quc carac-
Ban. Laterza, 1977: A. Rubbi, 1 partiti comunis- teriza al c. es Ia tendencia a ver las relacia-
ii dll'Europa occidniak, Milan, Teti, 1978; M.L. nes politicas en ttrminos de aiternativas radi-
Salvadori. Eurocomunismo e socialismo sovie- cales s' ci consiguiente rechaza de Ia gradua-
tico (Probkni aituali del PCI e dcl pflorinlenlo lidad y de Ia parcialidad de los objetivos. Ia
operaul), Turin. Einaudi, 1978: R.N. Tannahill, repulsa del negociado y dcl compromiso, el
The communist parties of Western Europe, West- pedido urgente del 'todo y al momento". En
port, Greenwood Press, 1978: 1 partiti comunis- esta acepción, el término acaba por acercar
ii defl'Europa medizerranea, a cargo de H. Tim- su sign ificado (en el usa corniente) al de radi-
mermunn, Bolonia, II Mulino, 1981: Euro commu- calismo y al de marunahs,no, de los cuales
nism and détente, a cargo de R. Tokes, Nueva siempre habia andado separado.
York, University Press. 1979; B. Valli. Los euro- El e. es un fcnOmeno que se repite en Ia his-
comunislas (1976). Barcelona. DOPESA. 1977. toria politica moderna y contemporánea y ha
dado lugar a una gran variedad de movimien-
[GIANFRANO PASQUIO] los sociales y politicos, sabre todo en épocas
cnilicas de intensa movilización social y de
profundas transformaciones de los Ordenes
europeIsmo, V. UN IFICAC ION ELROPEA productivos e institucionales. La sociologia
politica, algo .sumariamente, ha clasificado
dos variantes fundamentales. Hay un tipo de
extremismo c. convencional considerado 'dc derecha",
emanación directa de clases y categorlas suje-
I. EL EXT REMISMO COMI) LATEGORIA SOCIOLOGICA. El tas a pérdidas repent inas de posición y de sta-
término "e." Ileva implicita una connotaciOn tus y a una drAstica reducción de su influen-
negativa que reclama remotos antecedentes cia polltica. Es el e. de quienes 'tuvieron",
filosóficos: ya en Ia ética aristotelica el equi- cuya acción politica se vuelve hacia Ia defen-
librio. Ia racionalidad y Ia virtud coinciden sa a ultranza y Ia reconquista de las prerro-
con el justo medio, mientras quc los extremos gativas politico-sociales tradicionales pro-
son las pasiones de las que hay que huir. La pias. El comportamiento ext remista de estos
convicción arraigada en ci sentido comün de grupos se concreta históricamcnte en el naci-
que in medio stat virrus traspuesta al piano miento de movimientos y de partidos porta-
politico sugiere como ideal al cual conformar dores de una practica subversiva y violenta,
el comportamiento politico la moderacion, ci que rechazan los vinculos formales de una
centralismo V ci statu quo. rcducción del conflicto a controversias pro-
En Ia literatura politica el concepto no ha pias de Ia tradición parlamentania.
sido capaz de emanciparse completamente de En el polo opuesto, surgido con I recuencia
esta hipoteca pevorativa. Aun en relación con simultáneamcnte con ci de derecha, hay un
Ia uhicación y Ia conducta de algunos parti- e. de izquierda, cuya matriz social puede más
dos v grupos parlamentarios (piénsese en Ia bien rastrearse en las clases que "nunca han
Estrema, surgida del parlamento posterior al tenido", que por lo tanto radica, segün algu-
Risorgimento en oposición intransigente al nas escuclas socioiogicas, en Ia clase obrera
extendido transformismo) "e." indica una v en ci subproletariado, favorecido por el bajo

* Transformismo e'. en Italia, Ia practica de formar idos. con elfin de superar Ia politica de grupos '. las
mavorias parLmentarias con expGneflte', de varios par- maniobra'. tradicionales. [i.]
EXTREMISMO 609

nivel de instrucción v de cultura de los gru- e. de izquierda, para sus criticos marxistas,
pus sociales más desheredados y par ello mis- tiene consecuencias graves en ci piano de Ia
mu inclinado —tal Cs Ia opiniOn por ejemplo tdctieu polilica. Dc éi se originan en efecto ci
de Lipset— a representaciones simpiificadas rechazo de todo compromiso y por lo tanto
y maniqucas de Ia realidad sociopolitica. El de toda alianza aunque sea parcial y tempo-
sindrume extremista, en esta interpretaciOn, ral, ci abstencionismo parlamentario, ci
encuentra su maxima expresiOn politica en rechazo a trabajar en los sindicatos "refor-
los movimientos y en los partidos cornunis- mistas", Ia subvaluación de !a necesidad de
las y en su intransigente cant raposicion a Ia dar murcha atrás y, de un modo más general,
democracia parlamentaria. de Ia "guerra de posiciunes", Ia Falta de corn-
Finalmente, segOn otros estudiosos, tenden- prensiOn ante las reivindicaciones nacionales
cias extremistas prosperan en todo movimien- y dcmocráticas de los pueblos, etcetera.
to social en slalus na.wenhi, en tan to portador En ci piano hisioriografico. Ia suma dc
en Ia fase de busqueda de una identidad pro- estas caracteristicas pertenece a una veta dcl
pia de "fines no negociables" y de furmas de movimiento obrero internacional, al que suele
lucha en consecuencia radicales. El pruceso designársele coma e. hisiórico, cuyo denomi-
de institucionalizaciOn, al que está sujeto todo nador comOn es Ia polemica, explicita a sub-
movimiento social, tiene como efecto remitir terránea, con por lo menus una de las partes
Ia vocaciOn extremista a Ia intransigencia en constitutivas de Ia doctrina leninista: Ia tea-
ci cauce del negociado, del compromiso y de na dcl partido, del estado, del imperialismo.
Ia gradualidad. En ci interior dci e. histOnico, sin embargo,
puede distinguirse entre componentes clara-
II. EXTREMIS%Io V UMI:Nl.SMO. En ci ámbito de Ia mente caracterizados, coma Ia sindicalistu
cultura marxista, sobre todo después del (iww, slwpstewards, etc.) o Ia de consejos
opOsculo de Lenin sobre El izquierdisrno", (Pannekoek, Korsch, etc.) o Ia trotsquista y
enfermedad infantil del conunismo, el con- otras menores.
cepto indica una desviaciOn de izquierda den- Al e. histOrico se adhirieron, en ci umbral
tro del movimiento obrero, contrapuesta a (y de los anus setenta, muchas posiciones de Ia
provocada par) Ia desviación de derecha, el izquierda estudiantil y extraparlamenturia,
oportumsrno, peru ncnos grave que aquella. identificando dentru del patrimonio teórico
Sin embargo, incluso ci e., cumo par Ia demás y práctico del e. cuanto de positivo ha produ-
ci oportunismo, tiene rakes de ciase, ubjeti- cido ci movimiento obrero desde Marx en ade-
vas: éstas residen en Ia penetraciOn en el lante, y su conciencia critica, aunque mino-
movimiento obrero de elementos pcqueflo- ritaria y discriminada. Ante Ia degeneracion
burgueses, que atracn dentro de si sus exas- del socialismo real y Ia burocratizaciOn de los
peradus resentimientus de estratos expropia- partidus obreros tradicionuies, ci e. histOri-
dos y proletarizados dcl capitalismo. Co y contemporáneo, hasta ci limite dc sus
Desde un punto de vista doctrinal, en las versiones más violentas y terroristas, es con-
raices de Ia desviaciOn extremista está antes siderado ya no coma Ia enfermedad infantil
quc nada Ia fallida asimilacion del método del comunismo, sino coma remedio a su
dialéctico. El método de análisis del e. es más enfermedad senii.
el de Ia lOgica clásica que ci de Ia dialéctica
marxista. Par.i resolver Ia cant radicciOn A-no HIRLIOCkAFIA. G.M. Bravo, Critica deli 'estremis-
A Ia Onica manera es 'uprimir uno de los dos ma, Milan, II Saggiatore, 1977; R. Campa (comp.),
términos. Par ejemplo, Ia contradicciOn entre Esiremismo e radicalismo, Milan, 1969; G. y D.
desarrollo de las fuerzas productivas y rela - Cohn Bendit, El izquierdismo, remedio a la enter.
ciones de producción no aparece resuelta, dia - medad scuil del comunismo (1968), Mexico, Gri-
lécticamente, negando Ia negaciOn y afirman - jalbo; V.I. Lenin, El "izquierdismo" enfermedad
do una sintesis que acoge y supera lo positi- infantil del comunismo (1920). en Obras compie-
vo dc Ia tesis. Para ci e. zerlium non datur su zas, Madrid, Akal, 1978, t. xxxiii; S.M. Lip'et. El
concepciOn es diádica y no triádica. El socia- izombre politico, Buenos Aires, Eudeba.
lismci niega al eapitalismo en su totalidad.
Esta actitud metodolOgica impikita en ci [sILvANo BELLIGNI]
fabianismo

I ILTLRMIM. En 1883. por obra dc un grupo cuestiOn mOs delicada y debatida. Muchos
de intelectuaks, entre los que se encuentran sostienen que ci f. es un fruto del liberalis.
Sidney Webb, George Bernard Shaw, Annie mo ingks que no ha sido afectado por el mar-
Besant v Edward Pease. se constituve una xismo: en primer lugar los mismos marxis-
asociación privada con el objeto de "contri- tas, ansiosos de demostrar quc los fabianos
buir a Ia reconstrucciUn de Ia sociedad de no conoclan a Marx; en segundo lugar, los
acuerdo con SUS mas aitas posibilidades socialistas ingieses. que no quicren admitir
morales". La asociación se inspira en Ia estra- que su socialismo tenga un rnodelo dist into
tegia contemporizadora lievada a cabo en Ia dcl socialismo de Robert Owen y de los re-
guerra del consul romano Quinto Fabio Mdxi- formadores sociales; finalmente, los labia-
mo, y adopta. por to tanto, el nombre de flos. orgullosos de Ia posiciOn singular ad-
Fabian Society. El término f. se hace famoso quirida por Ia asociaciOn en cI contexto so-
sOlo a partir de 1889 al indicar ci "socialis- cial ingks.
mo británico" elaborado en los Fabian essays En realidad no se puede negar ci intlujo dcl
in socialism. Esta recopilaciOn —que es Ia marxismo sobre elf.: los fabianos de La "Old
transcripciOn de un ciclo de conferencias- Gang" conocian muy bien El capital, yen las
examina en un contexto orgánico "las bases discusiones quincenales dcl Hampstead His-
dcl socialismo", "Ia organizaciOn de Ia socie- toric Club, centro fundado para ci estudio y
dad". "Ia transiciOn a Ia socialdemocracia". Ia difusión del marxismo en Inglaterra que
Las propuestas se refieren a Ia fiscalidad aibergaba entre sus admirudores a eminen-
redistribuidora, a La estutizaciórl o Ia muni- tes fabianos. Ia teoria dcl valor de Marx se
cipalizaciOn de Ia parte de Ia economia que convirtió en un punto central de interés labia.
de otra forma habria dado origen a grandes no en reiaciOn con el marxismo, siendo Ia pta-
monopolios privados, a Ia reducciOn de Ia ren- taforma de toda elaboración ecunómica pos-
ta inmobiliaria. it La legislacion social para Ia terior. Si se tiende a separar elf. del marxisrn
protección del trabajo y de Ia infancia, a La mo Sc debe en gran parte ai hecho de que el
absorción de Ia dcsocupaciOn mediante los f. se aparta, con Ia adopciOn de posiciones oh-
trabajos pOblicos. a Ia emancipaciOn politi. ciaks mu' precisas, dci revolucionarismo de
Ca de Ia mujer y a Ia aplicaciOn del metodo Ia Social Democratic Federation, abandera.
de investigaciOn de las ciencias a Ia reforma da dcl marxismo en Inglaterra, y ante ci Ira-
social. caso de estos métodos. elf. supera tambiên
una interpretaciOn de Marx en términos
II. LAS FUEXTES DEL FAaIANIsIO. El f. proviene de moderados —a diferencia del revisionismo
dos Corrientcs de pensamiento: por un lado. aiemãn— y descarta Ia inscrción en el ala
Ia tradiciOn liberal inglesa, trasmitida por los radical de Ia izquicrda para optar por una ubi-
escritos de John Stuart Mill y por el radica- caciOn ideologica sociulista que responda
lismo londinense de los aUos ochenta, tribu- mejor a las demandas que van surgiendo en
tario en gran parte de Ia doctrina positivista ci pals. Ademâs, admitir en cierto modo ci
francesa; por ci otro lado, ci socialismo en su infiujo dcl marxismo sobre elf. permite con-
elaboración teórica más significativa: el mar- siderar a éste como un aspecto del momento
xismo. En tanto que ningOn autor niega Ia socialista más amplio v no como un fenOmc-
presencia decisiva del liberalismo en Ia ideo- no Onico. separado. aislado.
logla fabiana, Ia relaciOn f.-marxismo es una La Ilamada unicidad del f. no depende de

it' 101
FABIAN ISMO hi I

Ia presencia a ausencia del rnarxismo dentro Ia pohlaciOn, etc.) destinados a los lideres y
del mismo, sino dc Ia mczcla especialisima dcl a los electores.
socialismo con Ia tradición liberal inglesa. A Junto con los Fabian Tracts de pocas pági-
csta ültirna elf. Ic dcbc ante todo Ia atencion nas v de ágil lectura, los temas politicos dcl
prestada a In cultura pulitica. Distinguiéndose f. se difunden en el largo piao por medio de
en esto de las demás componentes del socia- las obras monurnentales de los Webb sobre
Iismo británico, elf. prornueve una actividad Ia sociedad industrial, tales como The history
de propaganda completarnente peculiar: La of trade unionism (1894), English local govern-
permeation. Con esta estrategia se propone ment (15 vols., 1906-1922), industrial demo-
influir en las personas que —también, y sobre cracv (1920), The consumer's cooperative
todo, alejadas formalmente del socialismo- movement (1921). Otro canal de no menor
ocupan puestos claves de poder en todos los importancia de Ia permea lion labiana es ci
niveles y en todos los campos: éstos son pre- New Statesman, ci "semanario de hechos v
cisamente los destinatarios de las "dos o tres discusiOn", fundado par los Webb en 1915 y
gotas de socialismo" que George Bernard hecho famoso también por ci suplemento
Shaw consideraba ütil y fácil suininistrar. Si especial mensual, ci Blue Book. on Iasciculo
los objetivos primarios de Ia pennealion son de documentación de los hechos politicos
los hombres politicos, también los profesio- relevanLes y de los documen Los oficiales apa-
flistas, los macstros y los empresarios deben recidos en el mes.
"empaparse" de tal mancra que aborden Los Fabian Tracts desarrollan una obra sin-
coma socialistas sus respectivas profesiones gular de promotion de Ia idea socialistu que.
para prestar su servicio más valioso a Ia rota en los miles de problemas de Ia adminis-
comunidad y con elfin de prefigurar su pro- traciOn cotidiana, se restablece dentro de un
pia función en Ia futura suciedad socialista. marco más amplio en que Ia democracia, Oni-
En esta actitud elitista —comprensible si se co agente politico del socialismo, tiende a Ia
toma en cuenta Ia homogeneidad social y cul- conquista de Ia ináquina central dcl estado
tural de los ideologos de Ia primeru genera- con ci objeto predominante de organizar una
ción—, se pone de manifiesto Ia decision de produccion sucialista y democráticu. El 1. se
incidir de manera indirecta en In politica y propone como una fase de Ia evoluciOn gra-
de no adoptar en primera persona tareas de dual de Ia democracia, de una democracia que
administraciOn del poder. no se realiza nunca de manera completa: par
esto elf, no se preocupa por el futuro remo-
III. TEORIA Y PRAcTILA DEL FABIANIS10. Los materia- to sino solo par uno prOximo, y tiende a hacer
les en que se apoya Ia permeation son una eficientes las instituciones existentes más
serie de opOsculos (los Fabian Tracts) orga- bien que a modificarlas radicalmente. El f. no
nizada en tres secciones: a] monografias sabre se propone evocar costumbres Jjenas a Ia
temas especIficos de Ia sociedad industrial experiencia inglesa sino más bien descubrir
(desde ci minima salarial v Ia jornada labo- par medio de qué instrumcntos éstas se pue-
ral de ocho horns hasta Ia prevenciOn de los den insertar en una sociedad planificada que
incidentes en el trabajo, desde cl arbitrio obli- salvaguarde Ia práctica de Ia Iibertad dejan-
gatorio en caso de huelga husta Ia exigencia do un espacio adecuado al individuo. En sin-
de Ia municipalizaciOn del gas, de las centra- tesis, elf. pretende persuadir a las personas
les de In leche, etcetera: debido a esta Oltima para que usen de un cierto modo cI poder que
serie de exigencias, iel f. recibe Ia acusaciOn ya poseen, y establecer un clinia de interés
de haber reducido el ,socialismo a una cues- sereno par el sacialismo adaptando sus pro-
tión de gas y agua!); b] cuestionarios envia- pios ideales a las cualidades tipicas del carác-
dos a los candidatos a las elecciones de los ter británico: Ia tradiciOn del servicio pábli-
entcs locales para sondear su bagaje politi- co, eI respeto a Ia ley, el instinto de Ia unidad
co; finalmcntc, c] opusculos que contienen Ia social. Al f. Ic queda como herencia de In épo-
rcvelaciOn de los principales datos, actuali- ca victoriana Ia conhianza en el progreso y en
zados continuamente, de las grandes ciuda. Ia razón, Ia convicciOn de que el desarrollo
des in g lesas (ingreso per capita, produccion, histórico tiene un desenvolvimiento lineal, y
renta, ganuncias y salarios, movimientos de que las organizaciones sociales no deben
612 FABIAN ISMO

sufrir grandes transformaciones: "Los gran- una modificaciOn parcial— si quicre terier efi-
des cambios orgánicos de Ia sociedad —escri- cacia debe Ilevarse a cabo gradualmcnte y
be S. Webb— deben ser democráticos, gra- actuando en diversos puntos. en los de menor
duales, constitucionales y pacificos." resistencia. Es francamente obvia Ia oposi-
Del analisis de los escritos fabianos se ciOn total a un enfoque de tipo marxisla: a Ia
deduce una carencia voluntaria de una cons- preminencia dada al aspecto de Ia estructu-
trucciôn teórica de Ia economia: "En Ia actua- ra econOmica Sc Ic contrapone. en efecto. Ia
lidad no existen macstros autorizados dcl atenciOn a Ia cultura politica, a Ia sustituciOn
socialismo', escrihe George Bernard Shaw en de Ia clase en ci poder o al menos su conver-
ci prefacio de los Fabian essays in socialism. sión parcial, it una estrategia rcvolucionaria
Pero ci hecho de que esto no signifique falta una est rategia reform is ta-gradual ista. La
de atcnción para los probkmas econômicos tarea dcl f. no dehe consistir en atacar al esta-
se deduce de Ia fundacion, en 1895, por obra do en cuanto tal sino en utilizar su aparato,
de los fabianos, de Ia London School of Eco- sus instrurnentos dernocratkos para conse-
nomics and Political Science (isi), con ci guir los propios fines. El estado es ci vinculo
objeto de "dar una instrucciUn en las ciencias natural dcl programa dcl f. y deberá ser ini-
poiltica y económica [ ... ] esperando quc In camcnte un mecanismo neutral controlado
isi pueda convertirse en un centro de inves- por funcionarios incorrupt ihles: considera a
tigación sistemática de las ciencias sociales". Ia estructura del gobierno local y parlamen-
Sin embargo. existe Ufl modelo de referen- tario mOs que suficientc para los grandes
cia empirico. Mediante ci anäiisis histórico cambios que ci f. se propone realizar.
de las intervenciones realizadas, elf. se pro-
pone comprobar las teorias cconómicas pre- IV RELACIONES (ON H. l'AkI EDO l.AHORISTA. En Llfl
dominantes, liegando a Ia conclusion dc quc forma coherente con Ia logica dcl influjo
ci camino fabiano a] colectivismo pasa a tra- extelno sobre ci poder, los fahianos no han
yes de dos grupos de disposiciones: ci mini- qucrido nunca tomar dircctamente Ia admi-
mo nacional (Ia extension dc las funciones nistraciOn del partido socialista sino que han
estataics de protecciOn de Ia clase trabajadora representado Ia eminencia gus que ha presi-
de reglamentacion de Ia comunidad en su didojunto cone! Independent Labour Part.
conjunto) y Ia municipalizuciOn (gracias a Ia con Ia Social Democratic Federation v con el
cual se supera Ia concepción tipica dcl libe- Trade Unions Congress, Ia constituvente dci
ratismo ingles de una simple supervision del part ido iaborista (1900). Todavia en Ia actua-
estado para liegar a propuestas precisas de lidad Ia produccion literaria de Ia Fabian
intervenciOn no indiscriminada ni maniquea). Soc ietv es uno de los puntos cardinales de Ia
En ci piano práctico estas dos operaciones formaciOn teOrica dcl partido laborista, aun-
requieren quc Ia burocracia entendida a Ia que se insiste en Ia propia autonomia abso-
manera tradicionai sea sustituida por "Ia aris- luta respecto del aparato del partido. La aso-
tocracia del talento": una clase de funciona- ciaciOn estã afiliada al part ido y las relacio-
rios locales técnicamente preparados en nes de colaboraciOn son sumamente estables
estrecho contacto y bajo el control vigilante v abiertas; pero "que quede bien claro, Ia
de una administraciOn municipal verdadera- Fabian Society no es simplemente una parte
mente democrática. La municipalización se dci partido laborista sino un grupo separa-
presenta en este sentido como ci vector de una do de personas organizadas para hablar por
descentralización politica invocudo como Ia causa sodalista"(G. D. H. Cok. 1952). Como
medida necesaria para tavorecer una parti- productor de 'cultura politica" más que de
cipación politica activa mOs numerosa en Ia "acciOn politica", elf, no puede circunscri-
vida del pals. birse a un part ido porque ci socialismo noes
De todo esto se deduce que Ia actitud del para los fabianos solo una cuestiOn politica:
F. en rclación con ci sistema politico existen- es una teoria y un modelo de vida.
te tiende a Ia recuperación de sus rasgos posi- Por lo tanto, Sc caeria en un error si se con-
tivos: es un enfoque de ingenicria social más siderara a los fabianos como Ia sección de
bien que un ataque frontal. La modificaciOn estudios del partido laborista: éstos entien-
dci sistema —quc. por lo tanto, es siempre den más bien al partido como un instrumen-
FALANSTERIO 613

to para Ia realización práctica de sus propias en el campo de las costumbres; genial antici-
opiniones. El f. conserva un campo de acciOn pación de Ia cooperativa de producciOn y de
deliberadamente más vasto en el sentido de consumo para Charles Gide y todos los que
que sus destinatarios no son ünicamente los siguicron y siguen su interpretaciOn; mode-
laboristas, y at mismo tiempo mãs especifi- lo y punto de apoyo, finalmente, de Ia revo-
co dentro de los limites en que es más espe- luciOn global en que un nümero cada dIa
cifica Ia elaboración cultural que lade In poll- mayor entrevé el sentido del pensamiento de
tica. Y si Ia incidencia del 1. se ha ido debili- Fourier.
tando con ci tiempo, se ha debido a Ia pérdi- El agregado falansteriano —agregado
da general de poder de los intelectuates en los espontanco de I 6CD-1 800 personas aproxi-
partidos. madamente— representa ciertamente una
alternativa radical para Ia sociedad hurgue-
HtRLIoKAFIA G.D.H. Cole. The fabian society: sa, alternativa que, si bien se apoya en Ia res-
pai and present. Londres. Fabian Publications, tructuración econOmica, no se agota en ésta,
1952; G.D.H. Cole, Fabian socialism, Londres, sino que afecta todos los ámbitos de Ia vida
Frank Cass, 1971; M. Cole. The story of fabian indiiidual y social. Esta restructuraciOn se
ociahni. Londres, Heinemann, 1961; A.M. concreta en el abandono de Ia economia frac-
MeBriar, Fabian socialism and EnjlisI, politics. cionada o "incoherente" y en Ia sustitución
1884-1918. Cambridge, Cambridge University de Ia misma por una economia asociada que
Press, 1962; E. Pease, The hi.story of the Fabian encuentra su propio elemento transmisor en
Society. Londres, Frank Cass, 1963. Ia serie pasional". organismo societario de
Ia vida falansteriana en quc confluyen natu-
ERISTINA MAH(IIIARO (ERC 1110] ralmente los individuos animados de las mis-
mas tendencias o 'pasiones". Aplicada a Ia
eslera de Ia producciOn, en que por otra par-
falangismo, v. FRANQUISMO te encuentra su principal campo de acciOn,
Ia 'serie pasional" entraña Ia consolidaciOn
de una relaciOn distinta entre el hombre y Ia
naturaleza, a través de un trabajo que no se
falansterio presenta ya como castigo 0 rescate sino que
se caracteriza mOs bien como medio de mani-
El termino I., acunado por Charles Fourier festaciOn de Ia personalidad individual y
para designar el edificio destinado a hospe- lugar de un encuentro armonioso entre Ia sub-
dar a Ia "Falange", célula básica de su socie- jetividad y Ia objetividad. El trabajo, que de
dad ideal, ha sufrido un proceso de rápida este modo se vuelve atrayente", deberia
dilatación semántica y ha liegado a indicar el garantizar. en los intentos de Fourier, eI mâxi-
conjunto de las estructuras no solo materia- mo rendimiento individual y por to mismo el
les sino también económicas, domésticas, máximo producto social y, junto con las ecu-
morales, administrativas, etc.. en que se ap nomias realizadas a través del sistema aso-
yu el nuevo mundo teorizado por el utopista ciativo en el sector dcl consumo, deberia con-
frances. Ha terminado por resumir en Ia gb- tribuir a lograr Ia prodigiosa abundancia en
babilidad de sus aspectos Ia fOrmula social Ia cual este teórico pone el fundamento de Ia
de Ia alternativa opuesta por Fourier at sis- armonia social. Si en Ia sociedad falansteria-
tema en que vivIa. En consecuencia, Ia repre- na sigue existiendo en efecto Ia propiedad pri-
sentación del 1. ofrecida por Ia critica no ha vada y sigue vigente un sistema retributivo
podido dejar de reflejar Ia interpretaciOn que, a pesar de dar Ia mayor importancia al
general de Ia doctrina fourieriana presenta- trabajo. Ic da cabida at capital y at talento,
da sucesivamente par los diversos investiga- su extraordinaria opulencia deberia ser
dores: simbolo de una socicdad basuda en Ia capaz, sin embargo, de eliminar las conse-
más desenfrenada tolerancia hastu aproxima- cuencias negativas de Ia desigualdad: pudien-
damente los años setenta del siglo XIX, Si se do el rico satisfacer todas sus pasiones y
consideraba esta doctrina a travCs de Ia estre- estando garantizado a cada uno un minimo
cha Optica de las innovaciones que aportaba que Ic permite vivir desahogadamente, desa-
, I4 FANTISMO

parecen en cii.. segun Fourier, los supuestos tan ser discutidas por los demás, yen ci terre-
mismos de Ia servidumbre y de los conllicto.s no práctico Ic corresponde ci sectarismo, o
sociales. Dc ahi Ia inutilidad y In consiguien- sea Ia parciaiidad con los seguidores y ci cdio
Ic desaparicion cii ci f. de los tradicionales paru los no creyentes. En una sociedad en que
órganos politicos lepresivos y Ia translorma- un grupo de fanáticos toma in ddantera, se
don del gobierno rolitico en Ia merzi admi. genera por contrapeso s se difunde ci espiri-
nistración de las cujs. Dc ahi tambiên ci sur- tu dcl conformismo. El coniormista respon-
gimiento de una nucva inoralidad, en que ci dc at edo obstinado del fanático con ci edo
inheres individual sc lunde y se concilia con cobarde, del quc no quiere correr ci riesgo de
el de In cotectividad. ser perseguido por sus propias ideas. con In
Si ci principio asociativo, aplicado al see- aceptaciOn resignada v servii de las verdades
(or de Ia produccion, crea en In sociedad ajenas, aunquc en io interno no ies dC Ic; ci
lalansteriana las condiciones de In armonia conformismo Sc convierte, por asi decirlo, en
y de In moralidad pühlica. es conveniente ci antidoto natural dcli. en cuanto quc In total
recordar que ese principio opera en todos los renuncia a las propias ideas es ci modo mas
niveks de Ia vida individual: en ci campo cómodo dc escapar dci furor de las ideas aje-
domCstico. en que entraña In aboliciUn de Ia nas. El enernigu de ambos es ci espirilu criti-
iamilia; en ci afectivo, en que determina in co. ci uso dc In razon confortada por In expe-
consolidación de In plena lihertad sexual; en ricncia, quc contra In exaltacion de los lana-
ci sector educativo. en que dbre interesantes ticos cnseña ci sentido de In limitaciOn v In
perspectivas de educación de grupo. No han virtud de In tokrancia, v contra In resigna.
tenido en cucnta In complejidad de las impli- ciOn de los conformistas despicita in duda v
caciones de In utopia fourieriana los que han enscña a reliexion.ir con Ia propia cabeza,
tratado de lievar a cabo ci 1., reducido, en las actuando en ci primer caso corno dique v en
realizaciones prácticas que se han intcntado ci sci.undo caso corno acicate. El 1. v ci con-
(CondC-sur-Vesgre, Citeaux. Guise. para char fomnusmo, nacidos de un solo parto. están
solo las más importantes), a una simple coo- condenados a desaparecer juntos. Dcl mismo
perativa de produccion y de consumo. modo que en ci hien In tolerancia se contra-
ponc at 1., asi en ci mal se contrapone el cinis-
[uRELIA LRIZZAJ mo (en ci sent ido usual v no IilosOfico del iCr-
mino). El fanático cree de una mancra exas-
perada en una sol:i idea; ci cinico no cree en
ninguna, pero Cstá dispuesto a vaicrsc de
fanatismo todas segOn Ic convenga. Ariibos pueden lie.
var consigo in libido dmninandi; pero mien-
Por I. se entiende una obediencia ciega a una tras que uno ticndc ai Cxito sofocando las
idea, servida con edo obstinado, hasta ejer- ideas ajenas, ci otro tiende al exito vejando-
cer in violencia para obligar a otros a seguir- las, o mcjor dicho acariciundo urn una urn
in y castigar al quc no está di.puesto a abra- otra segOn ins circunstancias. No hay que des-
zarla. En ci concepto de f. esCi implicito que cartar que ci cinico xc sirva de los ianati-
In idea a In que se apega ei fanttico es una cos para conseguir sus fines; no ocurre lo
idea falsa y peligrosa, no digna de ser abra- invci-so.
zada con tanta perseverancia. En esto ci F. se El significado que Ic damos actualmente a
opone at entusiasmo: un cstusiasta siguc una in palabra f. v a todo lo quc comprendemos
idea noble, generosa o benCfica. La intoieran- con este concepto, asi como los juicios de
cia de las ideas ajenas v un espiritu de f. arre- valor que dcspierta, cstán intimamcnte liga-
batado que no evita los medios violentos y dos con in poIcmica iiuxtrada de los philoso-
hasta crueles, son consecuencias de una acti- phes. La palabra "f." ticnc un significado
tud y de una mentalidad Ianáticas. El f. cstá amplisimo en su lcnguajc: indica todo lo que
relacionado generaimente con ci dogmatismo, cllos combaten y quisieran ver desaparecer
o sea con In creencia en una verdad o en un del mundo para in felieidad dci individuo
s6tema de verdades que una vez aceptadas ci progmeso de In humanidad, es decir In
ya no deben ponerse en discusion v no acep- supersticiOn religiosa v las funestas conse-
FANATISMO 615

cuencias de Ia guerra. dc las hogueras, de las un cinico; sin embargo, expresO. con La for -
persecuciones. Si se tuviera que expresar con mula del "creer, obedecer, combatir", Ia divi-
unu fOrmula ci si'mificado global de Ia bata- sa v Ia quintaesencia de todo f. Otra diferen-
ha de las luces no se podria definiria me jar cia mAs profunda entre los philosophes y
que como Ia más extensa y popular batalla nosotros se refiere a las causas y a los reme-
intelectual contra elf. que jamás se ha reali- dios. Elks veian en Ia ignorancia del vulgo
zado. No se puede dejar de recordar a Voltai- (explotada por los astutos) Ia causa principal
re que en ci Dielionnairi' phi!osophiqnc defi- de Ia supersticiOn quc generaba los fenOme-
ne elf. como "unc folk réligieusc sombre et nos de f. individual v colectivo; y reduciendo
cruelle", y en Ia Henriade, at iniroducir elf. ci probiema a una lucha de Ia luz de Ia razOn
como consejero del asesino de Enrique 111, contra las tinichias de Ia supersticiOn, no
exclama: "II vient. Ic Funatisme et son terri- encontraban otro rernedioquc Ia difusión de
ble nom I Eniant dnaturé de Ia religion, I un conocimiento basado en Ia razOn y en Ia
Armé pour Ia défendrc, II cherche A Ia détrui- expericncia. Voltaire. en ci Diet ionaire philo-
re I EL reçu dans son scm, l'embrasse et Ia sophique dice: "El Anico remedio para esta
dCchire" (V. 83. 86). Dedica a Ia condena dcl enfcrnwdad epidémica es el cspiritu filosóf I-
1. una de sus mäs conocida.s tragedias (Le co, que. difundido pacicntementc de hombre
funatisme on Mahoniet le propheit', 1742), a hombie, tcrminarO por suavizar las costum-
cuvos senuidores son descritus como "Une hrcs de Ia humanidad, y par prevenir los exce-
troupe égar&.I Dc poisons de l'eircur avec sos del mal." Nosotros, dcspuCs de ha explo-
zèle enivrée. / Dc ses miracles faux soutient sión mAs tremenda de f. colectivo que tal vez
I'iilusion, / Répand Ic fanatisme et Ia sedition" jamAs haya existido, ci nazismo, estamos
(acto i, esc. 1), c intitula una de sus mAs des- menus scguros de las causas y meno.s confia-
piadadas obras de ci-itka biblica y religiosa dos en los remedios. Muy probablemente ha
Le ionibeau dii fanatisme (1767). mentalidad fanAtica xc debe a profundas per-
La diferencia entre los ilustrados, que turbaciones psiquicas, en las que un egocen-
salian de dos siglos de grandes guerras reli. trismo exagerado se une con una rigidcz y
giosas, y nosotros, consiste en que ci I que cerrazOn mental Ilevada hasta Ia monomania
combatian era casi exciusivamente religioso, y a una ener'ia volitiva irrefrenable. Sin
y ci que cxperimentamos actualmente es casi embargo, el problema dci f. no puede redu-
exciusivumente politico: los persona jes histO- cirse a un anAlisis psiquico: es un problema
ricos que encarnahan elf. eran, en sus escri- social. El fanAtico sin adeptos es mera y sim-
tos, un Torquernada, un Calvino, un Clement, plemente un cuso clinico, y se podria hlamar
dcl mismo modo que para nosotros son los mcjor un demenie o un monomaniaco. El f.
distintos doctores Goebbels de los regimenes siempre cstá ligado a Fenómenos de exaita-
totalitarios; asociaban cI f. con las grandes dOn colectiva, no es una enfermedad, sino
reIiiones coma Ia judia, Ia cristiana o Ia una epidemia: los personajes histOricos, a Los
musulmana, v les contraponian, idcaIizAndo- que xc les du ci nombre de fanAticos, son o
Ia. Ia religion filosOfica de Confucio, del mis- Eundadores o adeptos de sectas, y su acción
mu modo que nosotros to asociamos con Ia se dcsenvuelve en un determinado contexto
agudizacion de los movimientos nacionalis- social, que toicra y hasta provoca ese conta-
Las, con ci comunismo, con el nihilismo, con gio. El remedio, por lo tanto, debe ser social,
ci racismo y en gener4l con los regimenes dic- en ci sentido mAs amplio de Ia palabra. La
taturiales opuestos a los regimenes de liber- experiencia histOrica nos ha ensenado que las
tad (tOmese coma ejemplo de Ia polémica con- sociedades más inmunes a Ia infección del F.
temporAnea contra elf. L'hommc revolté de son aqucllas en las que Ia educaciOn intelec-
Albert Camus que es un libro cscncialmcnte tual y civil tiende cada vez más a basarse en
de critica pohitica). Esto no quiere decir que Ia libre discusiOn dc las ideas más bien que
los dict:tdores v sus colaboradores mAs cer- en Ia enseñanza de sistemas de verdades ya
canos sean ehlos mismos fanAticos sino que definidas. y cuyo regimen estt inspirado en
elf. de los eregarios es generahrnente un ins- ci principio de Ia multiplicidad de caminos
trumento necesario para su dominio. Musso. para iIcar a Ia verdad y en el rechazo, por
lini no tenia nada de jefe fanatico; era, tal ye,., Ia tanto, de una filosofia o de una ideologla
616 FASt ISMO

del estado que no sea In de In coexistencia precio de los valores dcl individualismo libe-
pacifica de todas las filosoflas e ideologias. ral, en el ideal de colaboración entre las cIa-
ses, en una cant raposiciOn frontal ante el
[soRul RIO BORRIOJ socialismo v ci comunismo, en el Ombito de
un urdenamiento de tipo corporativo; unos
objetivos de expansiOn imperialista en nom-
bre de in lucha de las naciones pobres con-
fascismo tra las potencias plutocraticas; una moviliza-
dOn de las masas, encuadradas en organiza-
I. PROBLEMAS DE DEFINItION. En In vasta produc- dunes dirigidas hacia una socializaciOn poli-
ción literaria acerca dcl fascismo es normal tica planificada en funciOn del regimen; una
encontrarse con definiciones conceptuales elimination de In oposiciOn por medio dci usa
diversas y a menudo contradictorias. La mul- de Ia viulencia terrorista; un aparato de pro-
tiplicidad de definiciones es indicativa de In paganda fundado en el control de In informa-
complejidad real del objeto investigado y de ciOn v de los medios de comunicaciOn de
una pluralidad de enfoques, cada uno de los masa.; un creciente dirigismo cstatal en ci
cuales destaca ciertos rasgos considerados Ombito de una cconumia que sigue siendo fun-
especialmente significativos para Ia descrip- damentalmcnte privada; un intento de inte-
don o explicacion dcl fenómeno. grar en las estructuras de control del parti-
En principio se pueden distinguir tres usos do o dcl cstado, segOn una lOgica totalitaria,
o significados principales dcl término. El pri- ci conjunto de las relaciones econOmicas.
mero se refiere al nOcleo histOrico original sociales. politicas y culturales.
constituido por elf. italiano en su especifici-
dad histórica: el segundo esta vinculzidu con Ii. LAS IEORIAS SORRE El. FASCISAIO. Como todo
In dimension internacional que elf. adquirio acontecjmicnlo historico dc relieve, el 1. ha
cuando el nacionaisocialismo se consolidO en suscitado desde su nacimiento un interés que
Alemania con caracteristicas ideulogicas, cri- a mOs allá de Ia contingencia de Ia lucha poll-
terios organizativos y finalidades pal iticas tica, para tocar una serie de temas importan-
tales que indujeran a los contemporãncos a tes a In comprensiOn de In sociedad contem-
establecer una afinidad sustancial entre elf. poránea. Haestimulado, pues. una imponen-
italiano y el Ilamado f. alemán; ci tercero. te reflexión teOrica sabre las causas v posi-
finalmente. extiende ci término a todos aque- bies consecuencias de los regimenes fascis-
lbs movimientos o regimenes que comparten tas, articulada en una serie de hipotesis
con el definido como "f. histOrico" un cierto intcrpretativas, que con ci tiempo se han ido
nOcleo de caracteristicas ideulogicas, crite- afinando v enriqueciendo. va sea por efecto
rios organizativos y finalidades politicas. En de In acumulaciOn de material emnirico, ya
esta ültima acepciOn, el término f. ha asumi- par efecto de In adopciOn de nuevos marcus
do una indeterminación tal que pone en entre- teOricos dc referencia. A esta serie de hipO-
dicho su utilización con fines cientificos. Sc tesis interpretativas. mets 0 menos sistemáti-
ha ido delineando pues cada vez má una ten- camente corrcLcionadas v más o menos yen-
dencia a limitar su uso solamente ul f. histO- ficadas empiricamente, se hace a menudo
rico, cuya vigencia cubre en Europa ci perio- referenda cuando se habla de "teurkis" sobre
do comprendido entre 1919 v 1945 y cuvas ci 1. v con esta amplia acepciOn será usado
especificaciones están constituidas esencial- tambiCn dicho tCrmino en ci presentc con-
mente por elf. italiano y el nacionalsocialis- texto.
mo alemán. Existen diversos criterios para cbasificar las
Por lo general se entiende por f. un siste- teonias sobre elf.: ci cronolOgico. ci poll ii-
ma de dominacion autoritario caracterizado co-ideológico. el disciplinar v ci sislcmdtico
por: un monopolio dc in representaciOn poll- —por citar los más usados—, los cuales be
tica por parte de un partido unico v de masas, pueden combinar diversamentccntrc si, dan-
organizado jerárquicamente; una ideologia do origen a tipologias más o mcnos compic-
tundamentada en el culto del jefe. en In exal- jas. La subdivision que aqui utilizaremos tie-
taciOn de Ia colectividad nacional y en el dcs- ne un caricter introductorio c intenta liamar
FASCISMO 617

Ia atención sobre los principales enfoques al at carácter represivo de Ia cultura, a las carac-
análisis del fenómeno, desarrollados por teristicas inmanentes de Ia lucha politica,
invcstigadorcs de diversas tendencias a par- etcetera.
tir de los años veinte. La propensiOn hacia las teorias singulari-
Utilizando La terminologia usada por E. zantes o generalizantes respectivamente no
Nolte en su conocido ensayo Theorien über puede atribuirse, como a menudo sucede, a
den Fasehismus, Ia cual forma ya parte del Ia diversa orientacióni de los historiadores por
léxico comün de los estudios sobre este tema, una parte y de los cientificos sociales por Ia
las teorias sobre elf. pueden dividirse en dos otra. Dc hecho, no faltan corrientes historio-
grandes categorias: teorias si;zgu1ariantes y graficas que, aun con la necesaria articula-
teorias generalizantes. ciOn de una investigaciOn en diversos niveles
Pertenecen a Ia primera categoria aquellas de cada realidad nacional, no sOlo no contra-
teorias que, para Ia explicación del surgimien- dicen una teoria generalizante, sino que recu-
to y de Ia consolidacion de los movimientos rren a ella —baste pensar por ejemplo en Ia
y de los regimenes fascistas, recurren a fac- historiografia marxista—, usi como existen
tores estrechamente vinculados con las par- anOlisis sociologicos que asumen como fac-
ticularidades de una determinada realidad tor explicativo general dcl surgimiento de
nacional v reehaz.mn todo intento de genera- regimenes fascistas Ia especifica configura-
lización desde un contexto histórico especi- ciOn de las relaciones entre sistema social,
fico a otro. Segün los partidarios de dicha politico v cultural de un pals determinado. La
aproximacion, las analogias que se pueden opción por una u otra orientación aparece
encontrar entre los movimientos Y regimenes mOs bien determinada por el tipo de factores
comünmente definidos como fascistas tienen que se consideran más relevantes con fines
un caräcter format, mientras que las diferen- de descripcion o explicaciOn del fenómeno o
cias entre una situación v otra son tan rele- por el nivel prioritario de analisis.
vantes que permiten una reflexión fundada Es preciso tener presente este Oltimo aspec-
cientificamente solo en los fascismos parti- to, porque —como ha observado Gino Germa-
culares. Por consiguicntc, el térinino 1. es apli- ni— Ia falta de distinciOn entre diferentes
cable correctamente al movimiento politico niveles de anOlisis dcl fenómeno fascista ha
consolidado en Italia en los años que siguie- originado a menudo contrastes interpretati-
ron inmediatamente a Ia primera guerra mun- vos más aparentes que reales, porque están
dial y al tipo de regimen instaurado por dicho fundados en Ia contruposiciOn de resultados
movimiento despues de tomar el poder, y solo válidos en diversos niveles de generalizacion.
de manera impropia se puede aplicar a otros En realidad, el f. en cuanto ucontecimiento
movimientos v regimenes asimilados de diver- histOrico concreto forma parte de una amplia
sa inancra a traves de Ia utilizaciôn de sus fenomenologla del autoritarismo en Ia socie-
esquemas analiticos. dad moderna y se plantea como resultado de
Pertenecen a Ia segunda categorla aquellas una serie bastante compleja de concatenacio-
teorias que consideran elf. como un fenOme- nes causales, unas remotas, otras más prOxi-
no supranacional que ha tenido, en las formus mas. que se estudian en sus interrelaciones
en que se ha presentado histOricamente, especificas. El problema principal pura Ia eta-
caracteristicas sustancialmente análogas. borución de una teorIa del f. consiste pues en
reducibles a un con jun10 de factores homo- Ia determinacion de un nivel de observaciOn
gencos. ScgOn los factores que SC consideren que permita captar Ia especificidad sin renun-
varian Ia definicion y el ámbito de .tplicación ciar a las conexiones de carácter general que
del concepto. Las teorias generalizantes pue- hacen del f. un fenOmeno radicado en algu-
den a su vez subdividirse en dos subcatego- nos rasgos tipicos de Ia moderna sociedad
rias, que se pueden definir respectivamente industrial.
como intrapolIticas v transpoliticas. Las pri-
meras se refieren a factores histórico-politi- UI. EL ENFOUE SISGUL;RIZAXTE. La tendencia a
cos determinados, empiricamente individua- analizar elf. como un producto de caracte-
bles; las segundas se refieren a factores ahis- risticas particulares de Ia sociedad italiana
tóricos, inherentes a Ia naturaleza humana, v de su historia es contemporánea al mismo
618 FASCISMO

surgimiento del 1. Aunque minoritaria en el evolución del sistema politico en un sentido


panorama global de los estudios sobre este moderno, habian sido terreno abonado para
tema, ha constituido una parte importante de elf., que se planteaba más en una linen de con-
In historiografkt italiana y extranjcra y ha tinuidad que de ruptura, respecto dci siste-
recibido nuevos impuisos en los anus recien- ma liberal. Dc aqui arranct un juicio sustan-
tes bajo In influencia de investigaciones como cialmente reductivo dci 1. y de su potenciali-
Ia de G. Mosse sobre Los origenes culturales dad de expansion, quc podia captarse sola-
del Tercer Reich, ciue. revalorando In impor- mente a partir del reconocimiento de los dc-
tancia del componente nacionalista para in mentos de novedad existentes. Va sea en las
comprensión de los aspectos esenciales dci técnicas de gestiOn del poder, va en ci modo
regimen nazi. y en primer lugar el del consen- de organizaciOn dcl cuerpo social, y, más en
so, ha abiertu de hecho nuevamente In discu- general, en In cant iguraciOn de las relaciones
sión sobre ci peso relativo de las diferencias entre estado y sociedad civil. Dicho con otras
y analogias entre F. y nacionalsocialismo pri- palabras. lo que les faitaha a los partidarios
mero v a continuación entre determinados de Ia tesis del f. coma revelaciOn era una per-
regimenes autoritarios que han marcado In cepciOn adecuada de In naturaleza de In cri-
historia contemporánea más reciente. sis que habia afectado ai sistema liberal, v no
Las primeras hipótesis de explicación del sOlo en Italia, en el periodo comprendido
f. sabre Ia base de factores internos v tipicos entre las dos guerras mundiales, ash como dci
de In sociedad italiana fueron naturalmenic tipo de soluciOn dada por cii. a dicha crisis.
formuladas en los anus veinte, simuitánea- La afirmaciOn del carácter tipicamente ha-
mente con In afirmación del movimiento las- liano del I, que incluso hicieron prupio, entre
cista, con In toma del poder por pane de Mus- otros, notables teóricos fascistas que reivin-
solini y con Ia progresiva transformación del dicaban para éi Ia culminaciOn del proceso de
estado liberal en un estado de connotaciones unificacion nacional iniciado con ci Risorgi-
totalitarias. Pocos supicron ver entonces en mento, fue puesta en tela de juicio al apare-
el f. Ia anticipación de una crisis más gene- cer movimientos lascistas en diversos paises
ral que conmovió Europa y produjo, a través eurupcos y sabre todo ror In ascension al
de In catãstrofe de in segunda guerra mundial, poder del nacionalsociaiismo en Alemania. A
profundos cambios en Ia organización inter- partir de los años treinta predominaron las
na de los estados nacionales en particular y interpretaciories tendientes a señalar ci carác-
en In situación internacional en general. ter supnanacional dcl F., que han orientado a
Las causas inmediatas de Ia victoria del 1. Ia mayor parte de las investigaciones y all-
fueron generaimente atribuidas al clima de mentado In discus iOn teOrica, inciuso despuCs
fuerte inestabilidad social, politica y econo- de ha segunda guerna mundial.
mica creado en hahn en los primeros años de Precisamente polernizanda contra tales
In posguerra. Sin embargo, con Ia intención interpretaciones sc ha ido delineando en ci
de explicar In vuinerabihidad de las institu- üitimo decenio una corriente historiografica
ciones liberales y su caida, algunos investi- tendiente a reducir nuevamente ci ámbito de
gadores Se preguntaron par ci pasado de Ia aplicabilidad dcl concepto de f. unicamcnte
historia nacionai, llctndo a detectar en el al contexto italiano. Plunteando In justa cxi-
proceso de formacion del estado unitario una gencia de evitar las generalizacioncs arbitra-
dehilidad intrinseca en sus estructuras. In rias, pero expresando ai mismo tiempo una
cual fue cuestionada par ci f. Surgio ash Ia oricntación nictodolOaica dc dcsconfianz-a
conocida tesis del 1. como "revelación", pro- respecto del usa de conceptos generales en Ia
pugnada por hombrcs tan distintos como G. investigaciOn histOrica y respecto de mode-
Fortunato, C. Rossdlli, P. Gobetti, G. Salvemi- los teOricos propios de las ciencias sociales,
ni v otros. El retraso del pals, Ia ausencia de dicha corriente —quc tiene en Italia a su expo-
una auténtica revoluciOn liberal. Ia incapaci- nente más notable en Renzo de Felice— ha
dad v pereza de las clases dirigentes, unida producido una serie de investigaciones sobre
a In arrogancia de una pequena burguesia ci 1. coma movimiento y como regimen con
parasitania y enferma de retórica, Ia prácti- el objetivo de estudiar ci fcnOmeno —par asi
ca dci transformismo, que habia impedido Ia decir— desde ci interior de aqui In utiiización
FASCISMO 619

de fuentes predominantemente fascistas) y de relaciOn con Ia burguesia y ci proletariado.


reconstruir Ia historia más ailá de esquemas ci 1. como movimiento representaria un
interpretativos preconstruidos. El resuitado momenta de ruptura respecto del pasado. una
de tales investigaciones ha sido ci de Ilevar propuesta de modernizaciOn de las estructu-
a una revaloración de las diferencias entre los ms de Ia sociedad italiana con cierta carga
diversos "fascismos". hasta Ilegar a poner en revolucionaria. El f. como regimen, en cam-
tela de juicio Ia utilidad de un modelo uni- hio, en cuanto resultado del compromiso
tario. entre ci ala moderada del movimiento v las
Las argumentaciones aducidas para soste- viejas ciases dirigentes, habria marcado un
ner esta nueva version de Ia especificidad dci freno del empuje subversivo de los origenes
f. italiano difieren radicalmenie de las que dci movimiento y ci predominio de las tradi-
hahian caracterizado los primeros análisis de cionales relaciunes de poder entre las ciases,
los investigadores contemporaneos al mismo. aunquc sin Ilegar a una pura v simple reac-
Estos fundamentaban ci tema de Ia especiui- ciOn. La deiegacion de Ia gestiOn del poder
cidad en un con junta de variables estructu- politico all. par parte de Ia burguesia marcO
raks tipicas de Ia sociedad italiana, cuya per- en efecto Ia puesta en marcha de un proceso
sistencia se asumia como principal factor de recamhio de Ia elite dirigente, ci cual, si
explicativo del regimen fascista, v ponian ci no hubiese sido interrumpido par Ia caida del
acento en Ia reiación de continuidad respec- regimen coma consecuencia de los aconteci-
to dci sistenla liberal, Ia cual, no por casuali. mientos hélicos, hubria podido desafiar a los
dad, ha sido despuCs aceptada por gran par. centros del poder real controlados hasta
te de Ia historiografia marxista o cercana al entonces por las viejas clases dominantes.
marxismo. Lu reafirmaciOn de Ia "unicidad" dcl 1. ita-
En otra perspectiva completamente distin- liuno v de Ia necesidad de hacer prevalecer
ta se ubicun en cambia las investigaciones que los elementos de diferenciaciOn entre regime-
hemos mencionado anteriormente. El análi- nes definidos como fascistas con ar'umenta-
sis se centra en ekcto sobre ci 1. en su dimen- ciones sólidas. con elfin de una comprensiOn
sión politico-ideologica y Ia tesis de Ia espe- histOrica más clara, ha suscitado muchas
cificidad se argumenta en primera instancia polCmicus. Estas no cuestionan tanto Ia 'ali-
sobre Ia base de las diferencias ideologicas dez de proposiciones determinadas —ningu-
v provectivas del f. italiano respecto dcl nazis- na de las cuales es de por si totalmente flue-
mo. No se niega Ia existencia de un denomi- va— como una cuestión de fondo que es aI
nador comOn entre los dos fenOmcnos y por mismo tiempo de mCtodo v de contenido; es
tanto de Ia posibilidad de integrarlos bajo ci decir, Ia lecitimidad de asumir como criteria
mismo concepto de f., pero dicho denomina- principal discriminante Ia dimension ideolO-
dor sirve rnOs para estabkcer limites rcspecto gico-cultural, con el riesgo dc considcrar
del exterior —o sea, en relacion con otros como distintos fenOmenos que son sustancial-
regimenes de tipo autoritario— que para cia- mente similares.
rificar Ia naturaleza, los objetivos de fondo
o Ia función histOrica. Estos objet ivos se yen IV El. ENFOOtEGESERALIZANTE. Queel f. italiano
difcrentes en cuanto se contrupone ci rudica- y ci nacionalsocialismo alemán, a pesar de las
lismo de izquierda v ci caracter revoluciona- diferencias debidas a las particularidades de
rio dcl niovimiento fascista italiano al radi- las respectivas historias nacionales, se deben
calismo de dcrccha, sustancialmente reaccio- considcrar coma especificaciones de tin
ntrio, dcl nazismo. modelo de dominaciOn sustancialmente cini-
También ci problema de Ia relación con ci cu, ha sido sostenido por Ia mavoiia de los
orden SOCLL1 y politico preexistente se plan- investigadares contemporáneo'. independien-
tea sobre bases distintas, v concretamente temcnte de su ubicaciOn ideologica y politi-
sabre Ia difcrenciacion entre 1. coma movi- ca. A ellos se debe Ia elaboraciOn de algunos
miento v f. como regimen. En cuanto a expre- esquemas interpretativos que han contrihui-
sion de las aspiraciones de Ia clase media do en gran medida a orientar ci trabajo de los
cmergcnte, o de una consistenle parte de Ia historiadores y de los cientificos sociales de
misma. con on papel politico autOnomo en Ia generaciOn posterior. Las hipOtesis expli-
620 FASCISMO

cativas que tales pianteamientos sugieren son ra, entre esfera de Ia economia y esfera do Ia
distintas, cuando no decididamente alternas, poiitica.
y dependen en diversa medida del tipo de fac- En La primeru formulaciOn, los origenes del
tores predominantes, del nivel de anáiisis en 1. coma fcnomcno internacional so plantean
ci que se mueven y de Ia diversidad de los en relación con Ia crisis histOrica del capita-
paradigmas de referencia. Lo quo tienen en lismo, que ha entrado ya en su fase final, Ia
comün es ci intento de captar las raices del del imperialismo, y con Ia necesidad, por par-
f., yen general de los fenomenos autoritarios to de Ia burguesla, ante las crisis econOmicas
en Ia sociedad moderna, dentro de un marco cada vez más graves y ante ci conflicto do cia-
de variables que trascienden los limites de las so cada vez más agudo, do mantener el pro-
realidades nacionales en particular. plo dominia intensificando Ia explotación de
For ci diverso peso que han ejercido en el las clascs subalternas, y en primer lugar do
panorama global de los estudios sobre el 1. Ia clase obrera. El imperialismo comporta
y por su aportacion al conocimiento del f. en una tendencia a Ia transformacion do las ins-
su dimension historica concreta, presentare- tituciones de Ia burguesia en un sentido reac-
mos aquelias interpretaciones que permiten. cionario, v elf. es Ia expresiOn más consecuen-
en diversa medida. traducir las hipotesis to de esta tendencia. El 1. constituye pues una
generales que contienen en cuestiones a inves- de las formas dcl estado capitalista, y preci-
tigar susceptibles de verificzicion empirica. samente Ia que se caracteriza por una dicta-
No tomaremos en cambio en consideración dura abierta do Ia burguesia cjercida ya sin
aquellas contribuciones que, ubicándose en Ia mediación do las instituciones do Ia demo-
ci terreno fiiosOfico ode filosofia de Ia his to- cracia parlamentaria. Italia y Alemania, on
na, constituyen un capitulo importante en Ia cuanlo anillos dehiles do Ia cadena imperia-
historia de las ideas de nuestro siglo, pero lista, fueron las pnimeras en experimentar
escapan a toda posibilidad de control que se esta forma dc dominacion, pero Ia amenaza
pudiera ejercer mediante ci recurso a catego- se cernia igualmente sobre los otros estados
nias histOricamente determinadas. cupitalistas.
Las elementos centrales du este tipo de aná-
a] El fascismo corno dictadura able na de Ia lisis son dos: Ia concepciOn instrumental de
buri,'uesfa. Entre los primeros que captaron los partidos y do los regimenes fascistas, con-
Ia dimensiOn internacional del f. y su poten- siderados como expresión directa do los inte-
cialidad expansiva están los exponentes del reses del gran capital y su funciOn esencial-
movimiento obrero en sus varias denomina- mente contrarrevolucionaria en el doble sen-
ciones. El elemento unificante entre las diver- tido de ataquc frontal contra las organizacio-
sas formas de reacción en Europa en ci perio- nes dcl proletariado y de intento do frenar ci
do comprendido entre las dos guerras fue el cur so del desarrollo histOrico. Par consiguien-
análisis de las contradicciones de Ia sociedad te so du escaso relieve al hecho, cualitativa-
capitalista y de las modificaciones introdu- memo nuevo respecto de las formas preceden-
cidas en ella por Ia dinamica de las relacio- tes de reacciOn, de que elf, opera a travs do
nes y del confiicto entre las clases en Ia fase Ia mediacion de un partido do masas de base
histOrica inaugurada con Ia primera guerra predominantemente pequenoburguesa, aun-
mundial. que sobre dlo liamaron Ia atenciOn comunis-
Dentro de esta interprctaciOn conviene dis- tas italianos o alemanes, coma Palmiro
tinguir una formulación "clásica" —retuman- Togliatti y Clai a Zetkin. Al contrario, fueron
do las tesis elaboradas por Ia Tercera Inter- decididamente rechazados, porque descono-
nacional comunista hacia Ia mitad de los años clan Ia definiciOn del 1. como dictadura de Ia
treinta— respecto de sus denivaciones paste- burguesia, todos los análisis quo desde diver-
niores, que retomarán temas y rasgos de Ia sas partes se hacian dentro del movimiento
discusión abierta entre los diversos grupos obreno acerca doll. como forma de "bonapar-
marxistas europeos a partir de Ia toma dcl tismo". o sea coma regimen caracterizado par
poder deli, en Italia, considerOndolas en fun- Ia cesiOn temporal del poder politico a una
ción de un análisis menos osquemOtico do las tercera fuerza y par unu relativa autonomia
reiaciones entre estructura y superestructu- del ejecutivo respecto de las clases dominun-
FASCISMO 621

tes, posibilitada por una coyuntura de equi- tes, en un contexto caracterizado por Ia dis-
librio de las principales fuerzas de clase en gregaciOn de los estratos sociales tradiciona-
lucha. les, ci derrumbe de sistcmas de valores cam-
La teoria del f. como dictadura de Ia bur- partidos, Ia atomizaciOn y Ia masificaciOn de
guesia constituye todavia Ia dave interpreta- los individuos, en una situación de burocra-
tiva dominante en aquellos estudios que tie- tizaciOn creciente.
nen coma paradigma de referenda ci marxis- El aspecto más importante de esta teoria,
mo y su concepcion del cambio histórico. Sin s al mismo tiempo ci más criticado. es Ia inte-
embargo. dicha teoria ha sufrido con ci tiem- gración bajo una misma categoria. Ia de esta-
0 una revision que ha hecho más problemá- do totaiitario, de regImenes fascistas y comu-
ticos aigunos nexus, en especial los existen- nistas sobre Ia base de las analogias existen-
tes entre Ia burguesla v elf., entre movimien- tes en Ia estructura y en las técnicas de ges-
tos y regimenes fascistas, cntre capitalismo, tiOn dcl poder politico. Al existir tales analo-
democracia v 1. Tal revision ha sido ci resul- gias, independientemente de los objetivos
tado de una reflexiOn teórica que ha tenido declarados, de los precedentes histOricos y del
importantes efectos en varias direcciones: en contenido de las ideologias rcspectivas, los
primer lugar. Ia atenuación del economicis- teUricos del totalitarismo las presentan como
mo presente en las primeras formulaciones privilegiadas en el piano descriptivo ' como
y ci reconocimiento de una autonomia rela- problema principal en ci piano explicativo.
tiva de Ia esfera de Ia politica respecto de Ia Los elementos que definen el cstado totali-
de Ia economia. Esto comporto un analisis tario en Ia formuiacion elaborada por Frie-
rnás profundo de Ia crisis en Ia que surgen los drich y Brzezinski en términos tipicos idea-
regimenes fascistas: una articulacion más les son: una ideologia oficial tendiente a
compleja de Ia relaciOn entre F. y clases socia- cubrir todos los ámbitos de Ia existencia
una consideraciUn mOs atenta de los humana, a Ia cual todos supuestamente se
aspectos institucionales de los regimenes fas- adhieren, al menus de manera pasiva; un par-
cistas, de su logici de Funcionamiento, de sus tido Onico de masa, guiado en su forma más
bases de kgitimacion. A pesar de todo no se tipica por un solo hombre; un sistema de con-
ha modificado Ia concepciOn dcl F. coma for- trol policiaco terrorista; ci monopolio casi
ma especial de dictadura de Ia burguesia, completo de los medios masivos de comuni-
peru si se ha atenuado con ci reconocimien- caciOn: ci monopolio casi compieto del apa-
to de una relativa autonomia de los estados rato bélico y, finalmente, un control centra-
fascistas respecto del gran capital en el ámbi- lizado de Ia economia. El objetivo general es
to de una convergencia comOn hacia los obje- conseguir ci control total sabre Ia entera orga-
tivos imperialistas. nización social al servicio de un movimiento
caracterizado ideoiogicamente.
b] El fascismo COma tolalizarismo. En una Las condiciones esenciales para su apari-
perspectiva completamente diversa de Ia cion son un regimen de democracia de masa
anterior se ubica ci anOlisis del f. en termi- 'la disponibilidad de un aparato tecnologi-
nos dc totaiitarismo, cuva aportación princi- co que solamente puede ofrecer Ia moderna
pal ha sido haber captado Ia novedad repre- sociedad industrial. El estado totalitario se
sentada por Ia aparicion de los regimenes las- cunfigura por lo tanto como una forma de
cistas en Ia escena politica v haber Ilamado dominación completamente nueva, no sola-
Ia atenciOn sabre las diferencias cualitativas mente respecto de los sistemas de democra-
entre las formas tradicionales de autoritaris- cia liberal, sino tambiCn respecto de las for-
mo v las modernas. mas precedentes de dictadura v de autocra-
El marco de refcrencia está constituido. cia, %a que en ci pasado no existian los supues-
directa o indirectamente. par las teorias de tos para su realización. El totalitarismo tie-
Ia sociedad de masas v se sustituve a Ia dma- ne además un carácter subversivo respecto
mica de las relaciones entre clases, coma prin- de Ia ordenación social preexistente, porque
cipal factor explicativo dcl surgimiento de modifica radicalmente una estructura funda-
fenOmenos de autoritarismo moderno. por Ia da en Ia existencia de una pluraiidad de gru-
dinOmica de las relaciones entre masas y di- pus v de organizaciones autOnomas.
t22 FASCISMO

Las razones por las que los regimenes tota- monstruoso experimento de ingenieria social,
litarios se consolidan se pueden encontrar en teniendo como fin Ia creaciOn de un nuevo
Ia decadencia del sistema liberal burgues, y tipo de hombre-maquina completamente he-
en especial en Ia disolución dcl sistema cia- terodirigido— y Ia renuncia expilcita a dar
sista que es causa y condición de su sobrevi- una explicación en favor de una morfologia
vencia. Sin embargo, lo que más interesa a los de los sistemas totalitarios.
partidarios de Ia teoria clásica dcl totalitaris- El segundo orden de problernas se ref iere
mo son los mecanismos de funcionamiento a Ia utilidad misma del concepto de totalita-
del estado totalitario en el dmbito de una mor- rismo en cuanto instrumento que no permi-
fologia imis general de los sistemas politicos. te una discriminaciOn entre regimenes que,
En esta perspectiva, las diferencias existen- aun presentando analogias de funcionamien-
tes entrc rcgimenes fascistas y coinunistas, to dcl sistema politico, difieren en lo que hace
como las que pueden encontrarse en su seno a otros aspectos importantes como los refe-
—que ciertamente no se niegan— pierden rentes a Ia con'ergencia de fuerzas que ha
importancia: unos y otros, en Ia nedida en favorecido Ia consolidacion de los mismos, a
que presentan Ia especial cornbinaciOn de dc- Ia relaciOn entre vie jas y nuevas elites, al tipo
mentos que definen al estado totalitario, per- de intervenciOn sobre Ia estructura econOmi-
tenecen a Ia misma clase de fenómenos y co-social y a sus consecuencias. Se ha ido pUCS
expresan el rostro del autoritarismo en Ia afirmando, entre los que retienen todavia Ia
sociedad mcderna. validez de Ia teoria en el piano descriptivo,
La teoria clásica del totalitarismo ha sido Ia exigencia de unu tipologia más amplia de
sometida a nurnerosas criticas que compor- los sistemas totalitarios, fundada en un aná-
tan dos órdenes de problernas. El primero se lisis comparado de los diversos regirnenes,
refiere al terreno especificu del anáiisis de los capaz de tener en cuenta tales diferencias. Dc
regimenes fascistas. Desde este punto de vis- aqui surge Ia tendencia a reconsiderar den-
ta parecc hoy dificilmente sostenible Ia hipo- tro del mismo tipo elf. italiano y el nacional-
tesis segün la cual el origen y el éxito de los socialismo alemán basándosc en las analogias
movimientos fascistas están en relación con que podemos ericontrar no soiamcntc en las
una serie de fenOmenos integrados bajo el técnicas de gestiOn dcl poder politico, sino
concepto de "sociedad de masas". Invest iga- también en Ia ideologia, en Ia base social yen
ciones recientes han demostrado que en los Ia funciOn histOrica de los dos regimenes.
paises en donde elf. se ha consolidado ci sis-
tema de estratificación es más rigido, ci peso ci El fascismo como cam thu a la moderniza-
de las estructuras tradicionales más fuertes ción. En Liempos más recientes se ha desarro-
y el grado de "atomización" —en términos de liado un nuevo tipo de enfoque que tiene como
faita de estructuras asociativas intermedias- referencia ci esquema teórico de Ia moderni-
bastante menor que en otros donde ci F. no zaciOn v considera a los regimenes fascistas
se ha plan teado nunca como alternativa con- como una de las formas politico-instituciona-
creta. Incluso ci intento de explicar el proce- les a cuyo travCs se ha Ilevado a cabo histOri-
so de fascistización en terminos de dinámica camente Ia transición de una sociedad agra-
de las relaciones entre masas carentes de una na de tipo tradicional a Ia moderna sociedad
precisa connotación de clase se contradice industrial.
con el dato empirico, boy aceptado, de Ia base Los análisis precedentes —a excepciOn de
de masas predominantemente pequenobur- los intentos por explicar Ia consolidaciOn del
guesas de los movimientos fascistas y su coa- I. en Italia sobre Ia base del retraso general
licion con amplios sectores de Ia burguesia de Ia sociedad italiana— tienen en comün un
agraria e industrial, ames v después de Ia aspecto: ci de situar a los regimenes fascis-
ascension al poder. Finalmente, dicha teorla tas en un contexto caracterizado en su con-
no logra aportar una explicación satisfacto- junto por una situación de industrializacion
na al problema de Ia funciOn histórica de los avanzada. La dinãmica cntre masas y elites,
regimenec fascistas, oscilando entre una res- el conflicto entre gran burguesia y proletaria-
puesta de tipo irracionalista —por Ia que los do en Ia fase imperialista del capitalismo, asi
regimenes totalitarios serian una especie de como Ia rebeliOn de los grupos medios emer-
FASCISMO 623

genies, son todo ello indicadores de un tipo sociopolitico tradicional.


de sociedad en Ia quc ci paso a Ia moderni- Los factores básicos para una solucion de
dad va se ha producido par completo o en par- tipo fascist-a se encuentran pucs en las moda-
te. Incluso los fenómenos de naturaleza más lidades asumidas per ci proceso de mode mi-
estrechamente poilticu que e piantean en zación en los paises donde se ha consolidado.
relacion con ci surgimiento de los movimien- Esta perspectiva de investigaciOn ha con-
los y de los regimenes fascistus son tipicos tribuido a enriquecer ci análisis de los fenó-
de un sistema dernocratico plenamente con- menos fascistas en diersas direcciones.
solidado, ya sea que Sc subraven sus contra- Reciamando Ia atencidn sobre Ia variedad de
dicciones intel-nas, corno pretende ci analisis formats que el 1. puede asurnir en distintos
marxista, yu sea que se establezca en él ci contextos nacionales, dicha teorla ha favore-
terreno espcifico dondc aqudlos pueden sur- cido ci desarrollo de Ia aproximaciOn histo-
gir y desarroilarse, como pretende Ia teoria rico-compa rativa, estableciendo las premisas
del totalitarismo. para Ia formulaciOn de generalizaciones empi-
El análisis dcl f. a Ia lui de las teorias de ricas fundamentadas en im'estigaciones sis-
Ia modernizacion, en cambio, lo ubica no en ternáticas y Ilevadas a cabo a Ia Iuz de cate-
relación con los confucius y las crisis propias gorias homoeneas. El concepto de moderni-
de Ia sociedad industrial sino con los conflic- zaciOn. corno proceso giobal de iransforma-
los y las crisis que caracterizan Ia fase de don que afecta a todas las esteras dcl siste-
transiciOn a ella. En este marco, los regime- ma sodaI, ha oi-ientado además los estudios
nes fascistas se configuran camo uno de los hacia un anOlisis de las interacciones entre
caminos a Ia modernizaciOn —siendo los sistema politico, sistema econOmico y siste-
otros caininos establecidos histOricarnente el ma sociocultural. originando fracturas. asin-
libera!-burgués v el comunista— fundado en tonias y discontinuidades que parecen carac-
el compromiso entre sector moderno v sec- terizar mejor las situaciones en las que sur-
tor iradicional. Los rasgos caructeristicus, en gen los fenOmenos fascistas.
Ia esfera econUmica, son una industrializa- La aportacion más consistente dt. este tipo
cion retrasada pero intensa, promovida des- de enfoque se ha producido en ci pIano de las
de arriba con Ia intervenciOn conspicua del indicaciones de metodo y, en ci pIano sustan-
estado en favor de Ia acumuiaciOn; en Ia esfe- tivo, en Ia profundizaciOn de las precondicio-
ra politica, ci desarrollo de regimenes auto- nes del f., pero parecen bastante problemáti-
ritarios y represivos, expresiOn de Ia coaliciOn cas las vinculaciones entre Cstas y el mismo
conservadora entre elites agrarias y elites f. En particular, cl anlisis del f. como dma-
industriales, que intenta avanzar sobre el mica de los procesos de modernizaciôn resul-
camino de Ia modernizacion econOmica, sal- ta más eficaz al explicar Ia vulnerabilidad de
vando al mismo tiempo las estructuras soda- Ins sistemas liherales burgueses de los pal-
les tradicionales; en Ia esferu social, ci mien- ses en que se ha consolidado que al estable-
to de evitar Ia disgregacion de tales estruc- cer las modalidades de Ia caida de estos dii-
turas obstaculizando o reprimiendo los pro- mos v del tipo de regimen que les ha sucedi-
cesos de movilización social puestos en mar- do. Acentuando el peso del componente tra-
cha por Ia industrializaciOn. dicional, dicha teoria tiende a infravalorar ci
El concepto de movilización social adquie- alcance del enfrent-amiento de clase entre bur-
re especial relieve en cuanto elf. se conside- guesia v proletariado, ci papel de las clases
ra como un tipo particular de respuesta a los media,., Ia crisis del sistema liberal y de sus
conflictos que surgen de Ia exigcncia de par- instituciones representativas, fenOmenos
ticipaciOn en ci goce de determinados bienes todos ellos que se presentan vinculados con
servicios —inateriales v no materiales— par las tensioncs que se producen en ci contexto
parte de scctores de Ia población anterior- de una sociedad que of rece como rasgos fun-
mente excluido3; respuesta fundada en Ia des- damentales las caracteristicas de una socie-
movilizacion forzada de los grupos que dad industrial moderna. La misma Optica,
habian empezado a movilizat-se, Ilevada a además, impide captar Ia especificidad de los
cabo par Ia coaliciOn entre viejas v nuevas cli- regimenes fascistas y los elementos de nove-
tes.en Iunción de Ia conservaciOn del stazu dad que presentan o difcrenciarlos respecto
624 FASCISMO

de otras formas de regimenes reaccionarios, ta sin embargo, desdc Ia consolidación del 1.


conservadores o autoritarios. en Italia, coma uno de los elementos caracte-
risticos del movimiento fascista.
dl El fascismo como rebelión de la pequeña Este hecho fue analizido por algunas obser-
burguesia. Al contrario que en las interpre- vadores en tCrminos de rebelión de Ia peque-
taciones precedentes, cada una de las cuales na burguesia urbana v rural, amenazada en
se encuadra en una perspectiva teórica bien su status par los procesos de transfarmación
definida, que ha permitido Ia elaboración de socioeconómica en acción, especialmente por
hipotesis relativamente homogeneas acerca los procesos de concentración industrial, y
de Ia naturaleza y Ia función de los regime- por ci consiguiente crecimiento en Ia escena
nes fascistas, ci análisis centrado en Ia rela- politica del peso de Ia gran burguesia y del
ción entre pequena burguesia y f. no ha alcan- proletariado industrial. El esquema de Ia
zado nunca una autonomia tal que le permi- lucha de clases, aplicado a Ia pequena burguc-
tieru imponerse como posibilidad interpreta- sia, aportaba el criterio interpretativo de un
tiva global. La mencionamos ya sea par Ia movimiento considerado revolucionario en
aportacion especifica dada al conocimiento SUS premisas subjetivas, pero reaccionario en
de aspectos decisivos del fenómeno. ya sea sus contenidos objetivos, en cuanto expresión
por su funcion de estimulo ejercido respecto de estratos marginados del desarrallo pro-
de esquemas teóricos demasiado simplifi- ductivo y de Ia evolución de Ia sociedad capi-
cados. talistu.
El hecho de que Ia pequefia burguesia En los años treinta, dcspuCs del éxito del
pudiera contribuir de modo determinante al nazismo en Alemania, Ia atraccion ejercida
éxito de los movimientos Fascistas, aportan- por los movimientos fascistas sobre Ia peque-
do los cuadros y las bases masivas en Ia fase ña burguesia se convirtió en objeto de inves-
de ascenso, asi como un uctivo consenso en tigación tendiente a intregar Ia explicación en
Ia fuse de regimen, no entraba en los esque- términos socioeconómicos con un análisis psi-
mas clásicos de Ia teoria liberal y del marxis- cosacial.
mo. Segün Ia primera, esta pequefia burgue- Las cuestiones a las que Ia apraximución
sia constitula uno de los presupuestos de Ia psicosociul pretendia dar respuesta eran del
ordenación democrática y Ia garantia de un siguiente tipo: ePor qué Ia pequeña burgue-
desarrollo pacifico y graduatmente progresi- sia, más que cualquier otra clase, se habia
vo de Ia sociedad; para el segundo, estaba adherido al f., del cual no podia venir ningu-
imposibilitada para desempenar un papel na solución a su situación de crisis? jOu& dc-
politico autónomo en virtud de su ubicación mentos de Ia ideologia fascista hablan ejer-
en Ia estructura de clase y su posición subal- cido una influencia tal sabre ella capaz de
terna respecto dcl conflicto fundamental más eficacia que cualquier otra propuesta
entre gran burguesla y proletariado. Dc presentada en términos racionales acerca de
acuerdo con tales esquemas. Ia aportación de las finalidades y objetivos del movimiento [as-
Ia pequena burguesia al Cxito de los movi- cista? iEstaban dichos elementos relaciona-
mientos fuscistas, o fue infravalorada, coma dos con Ia especial ubicación de clase de Ia
en Ia teoria del totalitarismo, en favor de Ia pequena burguesia en Ia estructura de Ia
relación entre masas indiferenciadas y elites, sociedad capitalista v con las modificaciones
o bien fue concebida en terminos instrumen- que éstu estaba atravesando? Ya que no existe
tales, atribuvCndole Ia función de masa mani- una relaciOn inmediata de correspondencia
pulada por un movimiento al .servicio de los entre situación de clase y acción de clase, vu
provectos del gran capital, coma en Ia teoria que ésta sufre la mediación de Ia percepción
del 1. como dictadura de Ia burguesia. subjetiva de aquClla, iqu6 aspectos del siste-
La capacidad de movilizar a Ia pequena bur- ma social pueden explicar Ia conducta social
guesia a partir de una ideologia compleja, en de Ia pequena burguesia y, más en general.
Ia que conflulan irracionalismo v voluntaris- Ia disposición de individuos, grupos y clases
ma, anticapitalismo y antisocialismo, vagas sociales a someterse a relaciones de tipa auto-
aspiraciones a una democracia radical unidas ritario?
a rasgos fuertemente nacionalistas, se presen- Las contribuciones más relevantes se abrie-
FASCISMO 625

ron en dos direcciones: por una parte en Ia V. LOS PkOI3LEMAS ABWRTOS. La variedad de las
profundización de las caracterfsticas de Ia interpretaciones que han sido elaboradas en
ideologia fascista n especial en su version ci curso de los anus sugiere una imagen del
alemana— asi como de su capacidad de cana- lascismo como un FenOmeno de muchas face-
lizar el resentimiento de Ia pequena burgue- las, cada una de las cuales capta un aspecto
sla hacia objetivos ficticiosacambio de satis- parcial, sin lograr reconstruir ci conjunto.
facciones por lo general simbOiicas; por Ia Una tal imagen parece dar razOn a los que sos-
otra, en ci establecimiento de un nivel de anâ- tienen que se debe abandonar ci camino
lisis intermedio entre situación de clase y demasiado trillado dc Ia investigaciOn de
acciOn de clase, como ci de Ia personalidad modelos explicativos de carãcter general pare
segOn Ia importancia de las estructuras de dirigirse a una investigación historica de los
socialización —en primer lugar de Ia fami- diversos fascismos, sin prctendei- juzgar o
ha— en cuanto sede de formación y reproduc- evaluar de manera global Ia naturaleza y ha
don de estructuras psIquicas congruentes funciOn de los regimenes fascistas.
con ha ideologia de las clases o elites domi- No es ahora ci momento de enfrentar las
nantes. complejas cuestiones de mCtodo que una
Que Ia reiacion entre pequeña burguesia y upción de este tipo hleva consigo. Tampoco ci
f. constituya uno de los aspectos dave para de establecer si una reconstrucciOn histori-
Ia comprensiOn de Ia naturaleza de los regi- ca carente de hipotesis interpretativas y guia-
menes fascistas está demostrado por el cons- da parch solo criteriu de "hacer habiar a los
tante interCs que tal tema suscita y por las hechos" seria posible y aun deseable. En rca-
numerosas investigadiones empiricas que Sc lidad el rechazo de los modelos interpretati-
Ilevan a cabo al respccto. Se trata sin embar- vos aceptados apelando a los hechos es el
go de una cuestiOn todavia no resuelta, sabre resuhtado de una opciOn, más a menos explI-
todo en lo que se refiere a ha funciOn, dirigente ditu, en favor de un modeho diverso a ha luz
o subalterna, de Ia pequena burguesia dentro dcl cual los hechos se seleccionan o inter-
del sistema de poder fascista. Mientras que pretan.
actualmente está suficientemente documen- Ahora bien, las dificultades para resolver
tado y articulado ci papel que ha desempena- algunas cuestiones fundamentales para ha
do como base masiva de los movimientos las- comprensiOn dc los regimenes fascistas den-
cistas, parece más problemático el intento de van en parte de Ia diversidad de los paradig-
presentar all. regimen coma expresión de Ia mas de referencia, asi como de Ia confusiOn
pequeña burguesia en el poder. Las investi- de has niveles de anáhisis y de ha poca exigen-
gaciones que se orientan en csta direcciOn, si cia respecto de una estrategia de investiga-
bien han demostrado ci crecimiento cuanti- cion tendiente a traducir las hipOtesis gene-
tativo de los estratos pcqueñoburgueses —c rules en cuestiones susceptibles de verifica-
ma consecuencia de Ia epansión dcl papel del ciOn empirica.
estado y de sus funciones politico-administra- Una relaciOn de las divcrsas interpretacio-
tivas, de los aparatos de propaganda y de re- nes y de su evoluciOn en ci tiempo permite
presiOn—. ci restablecimiento de las distan- establecer una senie de temas entre los cua-
cias sociales en Ia confrontaciOn con Ia clase les ha ido disminuyendo Ia distancia, ya sea
obrera, un cierto recambia de los cuadros par acumuiación de los datos histónicos acer-
dirigentes en los diversos niveles de las buro- ca de los sistema.s investigados, ya sea por
cracias politicas y administrativas, no han una mayor disponibihidad par parte de los
logrado sin embargo demostrar de manera investigadores de distintas tendencias para
convincente que las opciones de fondo de los proceder a una verificaciOn de los propios
regimenes fascistas respondieran a una logi- resultados a ha Iuz de los resultados de otros.
ca contruria a los intereses de las viejas cIa- Dc manera especial se ha producido una
ses dominantes ni que fueran reducibles a un convergencia notable en el análisis de las con-
proyecto de transformuciOn social dotado de diciones de surgimiento de los regimenes fas-
autonomia propia y tendiente a conferir a Ia cistas y en Ia forma pohitico-institucional a
pequena burguesia, vie ja a nueva, un papel travCs de Ia cuah se ha hecho intninseco su
hegemOnico. dominio. Esto ha llevado a un uso mâs criti-
626 FSCISMO

co del termino, cuvo ámbito de apiicación se y los que consideran que era Ia forma totali-
circunscribe eada vez más a los casos italia- maria más adecuada a los objetivos imperia-
no y alemán. listas del capitalismo monopolista (como
Más distanies quedan en cambio las evalua- Franz Neumann). Sc ha ido pucs planteando
ciones acerca dc la naturaleza v Ia función de Ia exigencia de pasar de un tipo de argumen-
los regImenes fascisLas. Una diferencia de fon- macion en terminus de objetivos buscados
do sigue siendo Ia tie Ia rciación entre capi- intencionalmente a otra fundamentada en ci
talismo y f. Siguc pues abierta Ia cuestion análisis concreto de los cambios producidos
acerca de si elf. habrá representado un tipo en las estructuras de Ia sociedad fascista,
especial de solución a las crisis de transfor- como resultantes de estrategias, a veces con-
macion dci sistema capitalista a lo largo de vergentes, a veces divergentes, de las mOlti-
una linea de identidad estructural o si más pies fuerzas en juego.
hien ha representadu Ia puesta en marcha de A partir dL' este trahajo de profundizaciOn
un proceso de modificación de las estructu- dirigidu en varius sent idos surge una imagen
ras dcl capitalismo tendiente a erear un orden de los sistemas fascismas bastante más corn-
econOmico y social distinto del capitalismo pleja v contradictoria que en el pasado. Esta
y del socialismo. La soiuciOn a esta cuestión complejidad v contradiccion parece vincula-
se vuelve cada vez más dii icil por ci hecho de da al hecho de que tales sistemas han repre-
quc Ia duraciOn relativamente breve de los sentado un ejemplu de solución a los conflic-
regimenes fascistas y su correspondiente cai• tos que surgen en ci campo de Ia sociedad
da como consecuencia de los acontecimien- industrial, fundada en Ia utilizaciOn de iCc-
tos bélicos sOlo permite hacer frente al estu- nicas politicas profundamente innovadoras,
dio en términos de tendencias. cuvas implicaciones no han sido formuladas
La cuestión gira airededor de Ia relación con Ia suficiente claridad.
entre politica y economia y del mayor o
menor grado de autonomia aicanzado por los HIBLIOGRAFIA: T.W. Adorno v otrus, The ant hori-
estados fascistas en relacion con las fucrzas lanai: per.-.rnzalit, vol. I de Studies in prejudi-
ecunOmicamcnte dominantes, especialmente ce, a cargo de M. Horkheimer v S.H. Flowerman,
ci gran capital industrial y financiero. Exis- Nueva York, Harper, 1950; H. Arendt. Los uri
ten al respecto dos lineas de invcstigaciOn e:ws del zc,iahturismo (1951), Madrid, Taurus,
importantes, que se mueven de manera diver- 1974; 0. Bauer, H. Marcuse V otros, Fascismo v
gente: Ia primera tiende a demostrar Ia con- capztahsmo (1967). Barcelona, Martinez Roca,
vergencia de intereses entre I. y gran capital. 1972; F. Borkenau, Zur Sociologie des Fascl,is-
con elfin de apoyar Ia tesis de una continui- mus, en ,lrchiv für Wissc::schafr und Sozialpoli-
dad estructural entre capitalismo y f., segOn uk, 68, 1923; R. de Felice, Fascismo: sus inter-
Ia cual Ia autonomia relativa dcl poder poli- pretaciones (19701, Mexico, Paidos; C.J. Friedrich
tico se explica dentro de una coincidencia sus- Z. Brzezinskv, Dictadura totalita via v autocra-
tancial de objetivos y fines respecto dcl poder cia (1956), Buenos Aires, Libera, 1975; G. Germa-
cconOmico; Ia segunda, en carnbio. tiende a ni, ,tutoritanismo, fa.c'is,no C classi social:, Bob-
presentar tal convergencia como resultado de nia, II Mulino, 1973; D. GuCrin, Fascismo y gratt
Situaciones contingentes quc evitan que apa- capital (1939), Madrid. Fundamentos, 1974; R.
rezca Ia contradicciOn de fondo entre Ia ideo- Hilferding, State capitalism or totalitarian slate
logia y práctica de los movimientos v regime- economy (1940), en Uodt'rn Retiew, t. 1947: Sun-
nes fascistas y las condiciones de sobre iven- di .sull'autorità e Ia famhlia (1936), a cargo de
cia del sistema capitalista. Bajo este aspec- M. Horkheimer, Turin, UTET, 1974; R. Kühnl,
to, las investigaciones ilevadas a cabo en Liberalismo v fascismo: dos formas de dominio
ambas ilneas no parecen haber modificado burgnés (1971), Barcelona, Fontanella, 1978; B.
los términos dcl problemu respecto de Ia dis- Moore Jr., Los origenes sociales de hi dictadura
cusiOn suscitada a principios de los años cua- v de la democracia (1966), Barcelona, Peninsu-
renta, incluso dentro del marxismo, entre los la, 1973; F. Neumann, Behemoth. Pensa;,:ie::to
que sostienen una incompatibilidad de fon- v acciou en el nacionalsocialismo (1942), Mcxi.
do entre Ia logica de los estados totalitarios co, Fondo de Cuitura Econórnica, 1943; E. Nol-
y Ia logica dcl capitalismo (como Hilferding) te. hLsc,s;no (1970), Barcelona, PIaia Janes,
FEDERALISMO 627

1972; '1.F. Organsky. Le forme dello .iriluppo poli- nizados emplearon los principios federalistas
tico (1965), Ban, LaterLa, 1970; N. Poulantzas, para definir su actitud politica.
Facismu v thezadura (1970), Mexico. Siglo XXI, Estus dos observaciones parecen indicar Ia
1971; Fascisrno e sociela italiana, a cargo de G. supenioridad del segundo modo de concebir
Oua,za, Turin, Einaudi, 1973; W. Reich, Psico- el 1, o sea entendido coma una doctnina social
logia de niasas dcl fascisrno (1933), Buenos Aires, de carãcter global como el liberalismo o el
Latina, 1974; P. Togliatti, Lecciones sobre el/as- socialismo, que no se reduce, en consecuen-
cisniu (1935), Mexico, Ediciones de Cultura Popu- cia, al aspecto institucional sino que entrana
lar. 1977; The nature of fascism, a ctrgo de J.S. una actitud autónoma hacia los valores, In
Woolf, Londres, Weidenkld and Nicholson, sociedad, el curso de Ia historia, etc. El pun-
1968. to de referenda obligudo para este segundo
significado es Ia utopia de Proudhon que, sin
[EDnA SACCOMANI] embargo, a pesar de haber hecho en ciertos
aspectos una aportaciün efectiva a In teoria
del f., al no basar su conccpción en una deli-
nicióncientifica de in estructura social y al
fascismo latinoamericano
dejar históricamente indeterminado su pro-
v. MII.1TARISM() LATINOAMERICANO
yecto federalistu, no fue capuz de darnos una
definición satisfactoria.
Para Ilegar a una definicion más nigurosa
federaclón. t. FEDERALISMO
es preciso pruceder, par medio del metodo de
las ciencias histórico-sociales, primero a
encontrar el conjunto de los dutos federalis-
federalismo las y luego a organizar los diferentes aspec-
Los identificados (de valor, de estructura,
I. LA (0511 sIO\ LIE 51.5 Sl(,\Ifl(AIJOS. En Ia cultu- histôrico-social) dentro de un marco coheren-
ra politica ci tCrmino 1. se usa para designar te. Dc este modo se podrã situar elf. en el cur-
dos objetivos diferentes. En una primera so de Ia historia y relacionanlo con las demãs
acepción, clara aunque reductiva, designa Ia ideologias.
teoria dcl estado federal. En una .segunda
acepción, más bien oscura, SC refiere a un H. LA NEciAcION DEL ESTADO NACIONAL Tal vez se
panorama global de Ia sociedad. puede Ilegar más fácilmente a comprender el
Si ci primer significztdo no es controverti- significado del F. si se empieza considerándolo
do, porque sc hasa en Ia teorIa del estado fede- desde el punto de vista de lo que niega, más
ral, modclo constitucional que ha sido obje- bien que desde el de lo que afirma. En efec-
to de numerosos estudios que han ilustrado to, desde el punto de vista histórico, las deter-
los aspectos fundamentales de su estructura minaciones positivas de In teoria del F. se han
y de su funcionamiento, es sin lugar a dudas ido aciarando a través de Ia experiencia de Ia
reductivo. En efecto. por un ]ado el conoci- negación de in division del género humano en
miento de un estado no es completo si no se estados soberanos. Y ya que esa division se
[oman en cuenta las caracteristicas de Ia ha man ifcstado de un modo más agudo en Ia
sociedad que permiten mantener y hacer fun- Europa de las naciones, elf. se ha precisado
cionar las instituciones politicas. Y. por con- coma Ia negaciOn del estado nacional.
siguiente, si cI estado federal es un estado con En Europa se ha puesto de manifiesto una
caracteristicas propias, que lo distinguen de corriente federalista al mismo tiempo que se
los demás tipos de estado, debemos suponer afirmaba el principio de in soberania nacio-
que Ia conducta de los que viven en ese esta- nal durante Ia revoluciOn francesa, y se ha
do tiene cierto caricter federal. Par otro lado, mantenido viva en el transcurso de los si gios
debemos poner de relieve Ia existencia de con- xix y xx. En Ia obra de Kant y en Ia utopia
duetas Federalistas aun luera de los estados europea de Saint-Simon se encuentra par pri-
federales: en Europa, durante el transcurso mera vez el elemento cosmopolita dcl ideal
de los siglos xix y xx, primero individuos ais- federalista. Este ideal se encuentra en los pro-
lados y luegu verdaderos movimientos orga- gramas de las asociaciones pacifistas, en las
62s FEDERALISMO

resoluciones de los congresos de paz y de los acciOn politica de los estados nacionales y de
congresos de los juristas del final del siglo las fuerzas que los soslenian, ya que prove-
pasado, en los escritos de Cattaneo, Frantz. nian de Ia creciente incompatibilidad entre
Mazzini y Proudhon. Y se presenta de mane- esta fOrmula politica ' el equilibrio interna-
ra persistente y consistente, aunque con los cional.
eclipses producidos por las vicisitudes histo- Mientras dominO en Europa Ia fOrmula
ricas, en el seno de las corrientes liberal, politica dcl estado absoluto, las relaciones
dcmocrãtica y socialista, que dominaron Ia internacionales fueron relaciones de reves o
historia dcl siglo XIX para atestiguar Ia con- de principes, en las que estaban exciuidos los
viccion de que los valores de los que esus pueblos. La aristocracia formaba una socie-
corrientes eran portadores no podian limitar- dad europea comün a Ia que Ic correspondian
se it un solo pals sin degenerar. Para simpli- obligaciones derivadas de Ia unidad moral del
ficar ci peso efectivo de ese ideal, baste recor- mundo cristiano v dcl reconocimiento de las
dar que Lenin sintió en 1915 Ia necesidad de normas dcl Ilamado "derecho europeo". que
adoptar una posición en contra de Ia "consig- tenia por objeto mantener ci cquilibrio de
na de los Estados Unidos de Europa". cuyo poder entre los estados. También las relacio-
valor positivo no pudo, sin embargo. refutar. nes entre individuos de nacionalidades distin-
Se limitó a insistiren que Ia tarea preliminar tas lieahan Ia huella de Ia convicciOn de per-
consistla en Ia realización de Ia reolución tenecer it una sociedad europea comün, en
socialista dondequiera que fuera posible. que los elementos de unidad eran más fuer-
empezando por algunos paises o aun por un tes que los de divisiOn. La formaciOn politica
solo pals. Pero como pensaba que ésta era de Metternich sufria ci influjo de csta reali-
inminente en toda Europa, solo se posponia. dad, v si ci orden europeo que emanó del Con-
a Ia época en quc ci socialismo hubiera triun- greso de Viena fue estable se debiO al hecho
fado, el momento de lanzar esa consigna. En de que esas obligaciones conservaban fuerza
consecuencia esta posiciOn adoptada no equi- vital aun en Ia era del incipiente nacionalis-
valia de hecho al rechazo del principio de Ia mo s' representaban todavia un contrapeso a
unidad europea. Ia confrontación ahierta de los egoismos
Dc todos modos, se traLiba de urni exigen- nacionales.
cia ideal, a Ia quc no correspondian todavia Porotra parte, las transformaciones sufri-
en Ia realidad histórica condiciones adecua- das por ci estado con las reformas democrá-
das para traducirla en acción politica. Sin ticas v sociales, quc al hacer que el gobierno
embargo, su raiz era profunda. La razón impi- se hasara en Ia participaciOn popular y cxten-
de considerar que los valores liberales, demo- dicra su propia competencia a Ia intenenciOn
crOticos y socialistas, que en ci siglo pasado en Ia vida económica ' social, favorecieron
dieron origen a nuevos modelos de conviven- una enorme concentraciOn de poderes en cI
cia pacifica y que, sin embargo, se realizaron estado burocrático, inconcebibles durante el
de manera parcial y precaria dentro de los ancien régime. El estado se apropiO de esta
estados nacionales, se limitan al solo espacio manera de las energias despertadas par Ia
nacional. Por otra parte, Ia difusión de estos rcvoluciOn industrial y por las transformacio-
valores en ci terreno europeo, para abrirles nes politicas que Ia acompafiaron. N , el resul-
camino a su consolidación universal, no es tado (no deseado ni previsto ni par los libe-
posible sin Ia utilización de estructuras poll- rales ni por los demócratas ni par los socia-
ticas federales. Además, los limites dcl esta- listas) fue Ia conccntración. Ia intcgraciOn
do nacional, que en un principio sOlo se nacionai y el nacionalismo. Esto sc debiO al
podian percibir en el horizonte tcOrico del f., hecho de que bajo Ia "nación soberana" esta-
o sea basándose en Ia negación de Ia preten- ba siempre cI estado con las vie las exigencias
siOn de Ia ideologla dominante de presentar de seguridad y de poder, pero que ahora se
las instituciones nacionales coma Ia Onica for- habia vuelto más agresivo .i causa de Ia nece-
ma legitima de organizaciOn poiltica dc Ia sidad de servir it los intereses cconómicos 5'
humanidad, con ci pleno desarrollo v Ia gene- sociales de las masas en una época en Ia quc,
ialiiaciOn dcl principio nacional, se transfor- a consecuencia de Ia revoluciOn industiial,
maron en limites prácticos de Ia misma que iba multiplicando las relaciones cntre los
FEDERALISMO 629

individuos pertenecientes a estados diversos, brio europeo y al hacer inevitable Ia primera


las relaciones internacionales tendian a difun- guerra mundial con sus caracteristicas de
dirse y a multiplicarse constantemente, agra- guerra generalizada y total, confirmO ci jui-
vando de este modo Ia anarquia internacio- cio histOrico de Proudhon y de Frantz.
nal, el desorden cconómico y ci autoritaris- Desde este momenta elf.. o sea Ia teoria del
mu. Por otra parte, ci control de los valores gobierno democrático supranacional, instru-
linguisticos, morales y culturales, que animan mento politico que permite establecer rela-
el sentimiento nacional y que hasta ese ciones pacificas entre las naciones y garanti-
momento habian quedado excluidos de Ia zar al mismo tiempo Ia autonomia mediante
lucha politica, paso al estado que los utilizó su subordinaciOn a un poder superior aunque
para fundamentar tanto Ia legitimacion de su limitado, puede empezar a convertirse ten-
propio poder como su propia poiltica exte- dcncialmente en una altcrnativa teOrica y
rior. Dc este modo, el estado nacional supri- práctica que puede funcionar historicamen-
mió todos los laws espontáneos de union que te, porque ci fracaso de Ia Internacional socia-
los hombres habian tenido siempre con las usia y ci estallido de Ia primera guerra mun-
comunidades territoriales más pequeñas y dial ponen de manifiesto los primeros efec-
con las colectividades más grandes de Ia tos catastroficos de Ia crisis histOrica del esta-
naciOn, para impedir que otros laws pudie- do nacional. Sin embargo, en tanto que Ia cIa-
ran debilitar Ia fidelidad absoluta quc de los se dirigente europea esperaba de Ia
ciudadanos pretendIa ci estado. generalizacion dcl principio nacional y de Ia
La Fusion del estado y dc Ia nación elimi- fundación de Ia Sociedad de las Naciones,
nO, en consecuencia, los limites internos e decididas en Versalles, el comienzo de una era
internacionales que habian evitado el choque de paz, se crearon las premisas del fascismo
entre los estados cuando estaban basados en y del nazismo, de Ia segunda guerra mundial
ci principio dinástico y los convirtió en gru- y del derrumbe del sistema europeo de los
pos cerrados, centralizados y belicosos. Y en estados.
las conciencias se albergo Ia convicciOn ideo- La teoria federalista, que en esta fase toda-
lOgica dc que las naciones eran "estirpes" via no se habia desarrollado en todos sus
absolutamente diversas, fundadas en princi- aspectos, y que se concebia simplemente
pios inconciliables. Al mismo tiempo que se como un complemento neccsario de Ia teorl a
difundla Ia ilusión de que fundamentando a liberal, de Ia democrática y de Ia socialista,
toda Europa sobre bases nacionales se podria permitiO iluminar Ia verdadera naturaleza de
garantizar el mejor equilibrio, Proudhon, con algunos aspcctos esenciales de este proceso
gran clarividencia, escribió que Ia mezcla histórico. Einaudi puso de manifiesto, desde
explosiva de Ia fusiOn dcl estado y de Ia nacion 1918, los limites dcl proyecto de Ia Sociedad
acentuarla las divisiones internacionales, de las Naciones que, basOndose en el princi-
transformando las luchas entre los pueblos pio de Ia confederaciOn, no limitaba Ia sobe-
en "exterminio de razas". Por otra parte, rania nacional, y le contrapuso Ia federaciOn
Frantz intuyO Ia contradicción fundamental europea coma Onico media para garantizar
del nacionalismo entre Ia aspiraciOn a Ia auto- Ia paz. Ademtts identificó en el problema de
nomia y a Ia igualdad de todos los pueblos y Ia unificaciOn europea ci hilo conductor de
su divisiOn politica. La divisiOn politica trans- Ia historia de nuestro siglo, definiO las gue-
forma los pueblos en grupos armados y hos- rras mundiales como dos intentos de resol-
tiles y vuelve precaria, y a Ia larga imposible, verlo por medio de Ia violencia y senalO Ia cau-
su cocxistencia pacifica. La distribuciOn desi- sa de tales guerras en Ia contradicciOn entre
gual dcl poder politico entre los estados deter- ci carácter tendencialmente supranacional de
mina relaciones hegemOnicas e imperialistas Ia producciOn y de todos los demás aspectos
de los estados más fuertes sobre los más débi- de Ia conducta humana ligados directa o mdi-
les. La autonomia y Ia fraternidad de todos rectamente a aquella y las dimensiones nacio-
los pueblos, sostenidas en los principios, son nales de Ia organizaciOn politica. Lo que que-
negadas en Ia realidad. Y Ia consolidaciOn del dO implicito y que L. Dehio, Oltimo represen-
principio nacional, primero en Italia y luego tame de Ia escuela histOrica rankiana, desa-
sabre todo en Alemania, al alterar ci equili- rrollO, aunque de manera incompleta, fue la
630 FLDERAIJSMO

reiaciôn entre In crisis dci estado nacional v ricana, Ia soviética y Ia china en ascenso),
el nazifascismo. Demostró que ci estado cuyo orden de magnitud hizo que tuvierun uii
nacional, a pesar de huberse convertido en un régi men politico más complejo que ci dc los
espacio demasiado restringido para ia expan- estado unitarios v diferencias sociales de on-
sión de In produccion, debia proveer a su pro- gen territorial más o menus destacadas. Sig-
pia defensa en un ciima de fuerte tension nos todos quc indican que In fOrmula dci esta-
internacional y, en consecuencia, dehia bus- do nacionai hahia quedado historicamcnte
car con ci proteccionismo Ia propia autosu- superadu y que ios estados europeos sOlo
ficiencia económica v ci debiiitamiento de los podian recuperar su independencia unificán-
vecinos. El nazifascismo representó, por to dose. Y se pudo prever que Ia uniOn de las
tanto, en el piano economico-sociai Ia respues- naciones histOnicas de Europa sOlo podia ser
ta autárquica y corporativu al estaneamien- de tipt) federal. Por otra parte, [unto Ia for-
to econOmico, at cmpohrecimiento de las maciOn de movimientos federalisias orcani-
masas proletarias y pequenoburguesas y a Ia zados durante Ia resistencia y su desarroilo
agudizaciOn de In lucha de ciases, v en ci pia- iOn durante In posguerra como ci grado uvan-
no politico, Ia respuesta imperialista a Un zadu de unilicaciOn europea parecen indicar
equiiihrio europeo ya insostenibie. Fue, en que elf. puede Ilevarse a In práctica en Euro-
una palabra, ci intento extremo dcl estado pa. En realidad, con Ia elecciOn pun sufragio
nacional de sobrevivir en un mundo cuyu por- universal del panlamento curopeo, Ia Cumu-
venir va estaba en manos de ios estados de nidad eurupea ha cumplido un primer paso
dimensiones continentales, ilevando hasta sus hacia In transformaciOn hacia una federaciOn.
Oitimas consecuencias In logica totalitaria de En efecto, en Ia historia no se cunocen ejem-
Ia comprcnsiOn dc todas las fuerzas produc- plus de confederaciones con una asamblea
tivas dentro de los propios confines v de In ciegida por sufragio universal: todas las unio-
movilización de todos los recursos sociales at nes de estados que se fundumen tan en el voto
servicio de Ia poiltica de potencia. son federaciones. Ciertamente, In Comunidad
En ci periodo comprendido entre las dos después de las elecciones es una federaciOn
guerras mundiaies, los representantes dci en estado embrionario, todavia no dotada de
movimiento federal ista inglés (Federal Union) tudos sus podercs (moneda. ejército. etc.).
emplearon elf. para explicar In crisis del esta- Pero. a partir de las eiecciones curopeas. ci
do nacional. Lord Lothiun dio una explicaciOn proceso de unificacion se mueve hoy sobre un
precisa de Ia enseñnza kantiana sobre Ia terreno constitucional, va que el voto consti-
naturaleza de In guerra y de In paz, aplicán- tuye el principal derecho constitucionai. Dc
dola al mundo contemporáneo, encontró en cualquier modo. en esta ültima fase de crisis
Ia anarquia internacional Ia causa de Ia gue- del estado nacional, Ia dc Ia integraciOn euro-
rra y señaió su remedio en las instituciones pea, elf. pudo Ilegar hasta el umbral de una
federates. Al mismo tiempo se identificO a In visiOn global de In sociedad, capaz de domi-
anarquia internacional como ci principal obs- nar tcórica y prácticamente lo que M. Alber-
táculo para In piena consolidación del iibera- tini llamó In fase supranacional del curso de
lismo (L. Robbins) v dcl socialismo (B. Woot- Ia historia, que actualmente se manifiesta a
ton). En esencia, ci principio impiicito en [raves dcl proceso de unificaciOn de Europa,
todos estos autores, y que se enunciaria por pero que, en ci futuro, tenderá a unificar el
parte de A. Spinelli v E. Rossi durante Ia resis- gCnero humano.
tencia en el Mauifero di Vntoiene, sosticne
que Ia [Inca divisoria entre Ia conservación M. EL ASFECTO DEL VALOR. En los escnitos politi-
y ci progreso coincide Va COfl Ia ilnea diviso- cos. juridicos v filosOfico-históricos de Kant,
na entre ci estado nacional y Ia fcderación en el umbral de In era del nacionalismo,
europea. encontramos Ia primera formulaciOn de algu-
Después de Ia segunda guerra mundiul las nos elemenios esenciales de In teoria federa-
nacione, europeas agotaron su funciOn his- lista cntendida como doctrina social global.
tOrica v quedaron reducidas a elementos Lu que caructeriza su pensamiento no Cs toda-
subordinados dc un sistema mundial forma- via Ia negación dcl estado nacional sino Ia
do por potencias continentales (Ia norteame- negución de Ia guerra v de In anarquia inter-
FEDERALISMO

nacional, denunciadas como los factores fun- utica de mancra rit'urosa el discriminante
damentales que mutilan al hombre y Ic inipi- quc scpara In paz de In guerra y coloca In tre-
den su tibre desarrollo. El provecto kantia- gun (a sea In situaciOn en que, a pesar de no
no de paz perpetua sc distingue profunda- haber hustilidades declaradas, sigue en pie In
mente de los quc lo precedicron, porque no amenaza de que estas se deben producir) del
está concebido como una propuesla que hay lado de In tuerra.
que presentar a los gabiernos v diplomticos Para Kant, In condiciOn fundamental de In
para akanzar un equilibria mejor. Por un paz es, por Ia tan to, ci derecho, o mejur dicho
lado, alegando que el derecho interntcionai Ia apiicaciOn dcl derecho a todas las relacio-
yet equilibria entre las putencias son instru- nes sociales, particularmente a In esferu de
memos elicaces para garantizar In paz, for- las relaciones cntre los estados. SOlo en ci
mula un juicio que In historia de divisiones Amhito de una federaciOn universal de pue-
y guerras de In Europa de las naciones con- blos libres ci derecho internacional se conver-
firmaria. Pot- ci otro lado, sosteniendo que tirO en una realidad juridica completa, basa-
solo ci I. permit iria establecer Ia paz, deline da en un poder capaz dc regular las relacio-
este valor en terminus radicalmente nuevos, nes entre los estadas y de impedir que los
como expresiOn de Ia exigencia de unilicar los hombres, aislados o en grupa, recurran a In
pueblos, que habian entrado en ci escenaria violencia para resolver sus confiictos. Dc esta
de Ia historia junto con In revoiución France- mancra, In idea de unu federación mundial,
sa, creando un gobierno supranacional. capaz dc eliminar In guerra y de garanuizar
Ya que en el nivel internacional. a diteren- In paz perpelua, rcpresenta el corolaria de In
cia de lo que sucedc dentro de los estados, Ia dactrina kantiana del derechoy dc In poIitic.
potencia no está monopolizada por un centro Pero. segOn Kant, para alcanzar el objeti-
de poder quc of rezca a todos una garantia vo de In paz perpetua, los estados que entran
legal sino que está dispersa, cada estado dehe- a formar parte de In federación mundial
rã permanecer armado, debiendo supuner deben regirse por una constitución republi-
siempre que debe haccrse justicia par si mis- cana, Onica farma de gobierno que garantiza
mo. Par to tanto, de acuerdo con Kant, las Ia libertad y In igualdad dc los ciudadanos.
relaciones internacionales pertenecen toda- Ella. en efecto, par un lado, ni limitur In liber-
via a Ia eskra prejuridica del cstado de natu- tad de cada uno, hace po.siblc In coexistencia
raleza. Y el derecho internacional, at que se pacifica de los individuos de acuerdo con una
deben adaptar las arganizaciones internucio- icy universaimente válida y, par ci otro, ies
nales madernas coma In Sociedad de las permite a los hombres obedecer solamente las
Nacionesy Ia ONU por carecer de un poder leycs quc han contribuido a elaborar. Bajo
propio, es un instrumento eficaz para elimi- estas condiciones es posible establecer rela-
nar In guerra, puesto que no limita Ia sob- clones efectivamente pacificas entre los mdi-
ran ía absuluta de los estados y no afecta ci viduos, Ia que en Ia actualidad liamamos paz
principiu de In autapratecciOn de .sus dere- social.
chus. Par Ia tanto, Ia guerra "aun cuando Len- Peru este regimen politico no podra alcan-
ga xito, es decir aun cuando sea victoriosa zar su propia perfección mientras no se cree
—escribe Kant—, no dirime In cuestiOn dcl "una rclaciOn externa entre los estados regi-
derecho'. da par leyes". La situación en que Ia guerra
Dc manera coherente con estas premisas, es siempre posible marca profundamente tan-
Kant define In paz coma "el F in de toda hos- to In estructura social como In misma condi-
tilidad" v no simplemente coma In suspensiOn dOn humana. Hamilton describiO los efectos
de las hostilidades quc se establece en el inter- que los conflictas internacionales determinan
valo comprendido entre dos guerras. La paz sobre Ia estructura de los estados; Kant las
no es una situaciOn que exista en ci cstada de cansecuencias de esos conflictos sabre Ia con-
naturaleza sina que debe construirse y garan- diciOn humana. Bajo In presión de In anarquia
tizarse con un ardenamiento juridico ostc- internacional, los recursos materiales e idea-
nido par un aparato coercitivo par encima de les de Ia sociedad se orientan en gran parte
los estados. Al definir Ia paz coma In situa- hacia las preparativos militares y los indivi-
ciOn en que In guerra es impasible, Kant iden- duos se insertan en estructuras politicas auto-
632 FEDERALISMO

ritarias, las más eficaces para garantizar Ia rra y de Ia amenaza permanente de Ia guerra.
independencia del estado en Ia palestra poll- Solo en esta etapa de Ia historia Ia sociedad
tica internacional. De ahi se deriva Ia conse- conquistaria ci poder de estabkcer un con-
cuencia de que las exigencias de seguridad y trol iaciunal sobre su propia actividad y sobre
de potencia dcl estado tienden de un modo su propio cambio, los hombres podrian rea-
fatal a prevalecer sobre las de libertad de los lizar plenamente su naturaleza racional y su
individuos y de autonomla de las comunida- conducta podria adaptarse plenamente al
des en las que éstos viven, transformando a pnincipio de In autonomia de Ia voluntad. Se
los hombres en instrumentos de Ia poiltica del trata de una transformaciOn radical de las
estado trastocando de este modo In relaciOn relaciones entre el individuo y Ia sociedad,
entre los medios y los fines sostenida por Ia que marca el logro de Ia condiciOn indispen-
religion cristiana y por el pensamicnto poli- sable para Ia extinciOn dcl estado, para in
tico liberal, democrático y socialista. Cada disoluciOn tendencial del poder en Ia socie-
estado fundamenta, en efecto, su propia auto- dad, y para realizar el reino" kantiano "de
nomia en el ejército y en ci poder de obligar los fines", en ci cual será posible tratar a los
a los ciudadanos a matar y a morir por Ia hombres como fines en todas las relaciones
patria. Y este poder solo puede legitimarse sociales.
con Ia condiciOn de que ci estado mistifique Kant es, por lo tanto, el primer gran pen-
en Ia conciencia de los individuos las carac- sador federalista y su apol-taciOn teOricu eon-
teristicas universales dc los valores cristia- siste en haber fundainentado el f. en una
nos, liberales, dcmocráticos y socialistas y les visiOn autOnorna de los vaiores v del curso his-
arranque por in fuerza a los ciudadanos una tórico. Sin embargo, por el hecho de no haber
fidelidad exciusiva, con Ia consecuencia de reflexionado sobre Ia naturaleza de Ia inno-
sacrificar y de subordinar Ia ieaitad a In vaciOn constitucional que habia permitido In
humanidad en urns de Ia lealtad a in patria. fundación de los Estados Unidos de Amen-
Por este motivo Kant califica In guerra como Ca, no llego a conocer ci funcionamiento del
"el obstáculo más grande de In moralidad, ci estado federal v, por lo tanto, no ilego a tener
eterno enemigo del progreso". La necesidad los instrumentos conceptuales necesurios
objetiva que lienen todos de adaptar su con- para concebir de manera real Ia posibilidad
ducta a una estructura social moldeadu en las de un gobierno democrático mundial, capaz
necesidades autoritarias y belicosas del esta- de limitar Ia soberania absoluta de los esta-
do y su conciencia a Ia etica del combate, quc dos, pero que fuera aI mismo tiempo limita-
esa estructura produce, determina, en efec- do. Estando prisionero de Ia teonia unitaria
to, un desarrollo limitado y unilateral de su del estado, temia que In federaciOn mundial
capacidad creativa e impide su progreso pudiese degenerar en tirania. Dc este modo,
moral. siempre quc abordO el problema del poder
Todo esto no es algo inevitable. Al contra- politico mundial se sintió inducido a optur
rio, se trata de Ia consecuencia directa dcl por ci principio de su "sustituto negativo",
modo irracional en que está organizado el es decir por una confederacion de estados,
género humano, de su divisiOn politica, del quc, sin embargo, al mantener Ia soberania
estado de anarquia en que está sumergido. Si absoluta de sus miembros, perpetuaria Ia
se realiza en todas panes Ia libertad y la igual- anarquia internacional, que ci gobierno mun-
dad con estados republicunos y In paz con Ia dial habrIa debido eliminar. A pesar de esta
federación mundial, tanto Ia forma de las contradiccion, concibiO correctamente el
relaciones sociales come las motivaciones de orden pacIfico mundial como un poder poli-
Ia vida individual sufrirán, segOn Kant, un tico y un ordenamiento juridico por encima
cajnbio radical. Si se conquista ci poder de de los estados, conccpcióri que Ic permitiO dar
canalizar dentro de los cauces dcl derecho una definiciOn rigurosa de In paz v hacer una
toda conducta social, se rompe el ciclo de Ia critica dci derecho internacional válida para
razón de estado, de las relaciones de fuerza siempre.
en Ia politica internacional, de In guerra, v Hay que señalar, no obstante, otru Iimitu-
desaparece in Iegitimacion de Ia violencia del ciOn de Ia teonla politica v de Ia concepciOn
hombre contra el hombre derivadas de Ia gLie- filosOfico-histórica de Kant, nun cuando no
FEDERALISMO 633

sea posible trutaria aqui de manera conve- cuenta, y que se producirá al termino del pro.
niente. Haber definido Ia paz como condición ceso de intcgraciOn social que va difundien-
esencial de Ia emancipación humana, haber do Ia interdependencia material de los hom-
encontrado el fundamento de Ia paz en ci bres por encima de las fronteras de los esta-
derecho y haberie asignado al derecho, en su dos y va formando individuos que desarroilan
forma perfecttmentc justa. Ia tarea de esta- sus relaciones en un piano universal, crean-
blecer un regimen republicano capaz dc do de este modo las bases sociales del cosmo-
garantizar Ia libertad y Ia igualdad polItica, politismo.
no es suficiente para abarcar ci conjunto de Asi, ci concepto de comunidad, que siem-
los factores que hacen posibie Ia Iiberación pre ha sido un elemento central de las metas
del hombre del dominio y de Ia opresión. En revolucionarias y de emancipaciOn de Ia his-
efecto, ci dominio del hombre sobre ci horn- toria de Ia humanidad, puede formularse dc
bre no depende ünicarnente de las estructu- on modo rnás claro en Ia teoria del f., que defi-
ras del estado, como se ha ido modelando bajo ne un criterio indispensable de imaginabili-
Ia presiOn de las exigencias detensivas y ofen- dad y una condición necesaria de realización:
sivas. sino, como lo ha puesto de manifiesto Ia federaciOn mundial, quc se precisa como
ci materialismo histórico. también de las ci gobierno cosmopolita de Ia humanidad
estructuras de Ia produccion, que determi- libre y desarmada. La imagen de Ia humani-
nan, en ültima instancia, las estructuras poll- dad desarrollada integramente en Ia forrna de
ticas, a pcsar de quc estas ültimas poseen una asociación federalista se configura, par lo tan-
relativa autonornia. to, como dividida en una pluralidad de comu-
Dc ahi se deduce que, por un lado existe una nidades libres y unida en un todo cosmopoli-
condición adicional, puesta de relieve por ta, formula que ofrece criterios básicos para
Marx y por Proudhon, sin Ia cual Ia paz no considerar Ia riqueza y Ia complejidad de las
puede tener un fundamento estable: Ia supe- relaciones sociales en un mundo liberado de
ración de Ia explotación de clase. Por lo tan- Ia divisiOn en clases y en naciones.
to, Ia realización de Ia libertad y de Ia igual-
dad en ci piano politico es una premisa nece- W. EL ASPECT() DE l.A ESTRUCTURA. Si se reulexiona
saria, pero no suuiciente, de Ia emancipación sobre Ia condición de los Estados Unidos de
humana, porque esos vaiores, para realizar- America —ci primer ejemplo de pacto fede-
se plenamente, exigen un fundamento ral entre estados soberanos y al mismo tiem-
econOmico-social, que solo Ia justicia social po Ia experiencia constitucional más impor-
puede garantizar a través del control demo- tante, a pesar de estar parcialmente desarro-
crático de Ia producciOn. Además, Ia completa liada, en Ia historia de las instituciones fede-
reaiización de Ia justicia social no puede con- rales—, no se puede dejar de concluir que
cebirse sin una planificación dcmocrática introduce un nuevo instrumento politico,
mundial, ünico instrumento capaz de romper cuyo fin universal es Ia paz perpetua. Los
ci cicio dci imperialismo, del subdesarrollo ensayos del Federalist, que Hamilton publi-
y de Li distribuciOn desigual de Ia riqueza en có entre 1787 y 1788 en coiaboración con Jay
ci mundo. v Madison para sostener Ia ratificación de Ia
Las energIas humanas liberadas de este constitución federal norteamericana, nos dan
modo podrân orientarse al libre gobiemo de Ia primera y una de las más completas for-
las "coinunidades" en que se desenvuelva Ia mulaciones de Ia teoria del estado federal. No
vida humana, en las que sea posible concebir existe, sin embargo, en esta obra ni en las
relaciones humanas en las cuates "el libre otras contemporáneas sobre ci mismo tema,
desarrollo de cada uno sea Ia condición del de acuerdo con el carácter pragmatico de Ia
iibre desarroilo de todos" y Ia propiedad pri- cultura anglosajona, ninguna consideración
vada pueda tambiCn 5cr aboiida. Pero este sobre ci sentido global de este instrumento
proceso, que Marx y Proudhon habian presen- institucional. Es que se presentó rnás como
tido, no podrá producir sus efectos sI no va medio de resolver los problemas politicos de
acompanado de Ia unificacion politica del los norteamericanos que como modelo de
gCnero humano, cuyas condiciones histórico- gobierno de Ia sociedad de las naciones.
sociales, por otra parte, Kant no tomô en El principio constitucional en que se fun-
64 FEDERALISMO

damenta ci estado federal es Ia pluralidad de naciOn de Ia competencia escolar al gobier-


centros de poder soberanos coordinados no central, que ai mi.smo tiempo controia ci
entre si, dc tat manera que at gobierno fede- ejCrcito, escapan de Ia lOgica tcndcncialincn-
ral, competente rcspccto de todo ci tcrritorio te totalitaria dcl estado nacional, el cual
de Ia kdcracion, se Ic confiere una cantidad emplea su poder para hacer de los ciudada-
minima de poderes indispensabies para nos buenos soldados.
,"arantizar In unidad politica y económica, v Como ci modelo federal ileva a cabo una
a los cstados federales, competentes cada uno verdadera divisiOn del poder soberano de
en su propio territorio, se ics asignan Los acucrdo con Ia divisiOn territorial, ci equili-
poderes restantes. La atribución at gobierno bria constitucional no puede mantenerse sin
federal dci monopoIio de lit competencia rela- Ia primacia de Ia constituciOn sabre todos los
tiva a Ia poiftica exterior v militar permitc cii- poderes. La autonornia de este modelo se tra-
minar las fronteras militares entre los esta- duce efectivarnente en ci hecho de que el
dos, de manera que las relaciones entre los poder de decidir en concreto, en caso de con-
estados pierden ci carácter violento v adquie- flicto, cuáies son los iimites que no pueden
ren un carácter juridico v todos los conflic- rehasar los dos órdencs dc poderes sobera-
tos pueden resoiverse ante un tribunal. La nos no Ic corresponden ni al poder central
transferencia a los órganos federates de aigu- (como sucedc en ci estudo unitario, en quc las
nas competencias en ci campo económico tie- colectividades territoriales más pequenas
ne par objeto eiiminar los obstácuIos de gozan dc una autonomia dcicgada) ni a los
cardeter aduanal v monetario, que impiden estados federados (coma sucede en ci siste-
Ia unificación dcl mercado, y atribuirle al ma coniederal, que no iimita Ia soberanla
gobierno federal una capacidad autónoma de absoluta de los estados). Este poder Ic corres-
decision en ci sector de Ia politica econOmi- ponde a una autoridad neutral, los tribuna-
Ca. La consecuencia dc esta distribuciOn de ies, a los que se les ha conferido el podcr de
las competencias entre una piuralidad de ccn- revisiOn constitucional de las leyes. Estos
tros de poder independientes v coordinados basan su autonomia en el equilibria entre ci
consiste en quc cada pane del territorio v poder cent rai v los poderes peril éricos y pue-
cada individuo cst%n sometidos a dos pode- den desempenar eticuzmcnte su funcion con
res soberanos, ai del gobierno federal y at de Ia condicion de que ninguno de los dos Orde-
un estado federado, sin que por esto desapa- nes de poderes rivales prevalezca de manera
rezea ci principio de unidad de decisiOn sabre decisivu. Con elfin de dar fuerza it Las deci-
cada probiema. siones judiciales, se estahiecen disposiciones,
Par to tanto, ci gobierno federal, a diferen- ya sea por partc de los estados federados, ya
cia del estudo nacional, que tiende a homo- sea par parte dcl gobierno central, que las
genciar tcdas las comunidades naturaies que apovan sicmpre que converian con sus respec-
existen en su territorio, tratando de imponer- tivas intereses. Por lo tanto, sOlo en virtud de
les a todos los ciudadanos Ia misma lengua .sus propias dccisiones el podcr judicial es
v las mismas costumbres, está fuertemente capaz de restablecer ci equilibria entre los
limitado porque los estados federados dispo- podcres definido par ia constituciOn.
nen de poderes suficientes para regirse autO- Par otra parte, Ia eiccciOn di recta del pre-
nomamente. En esta forma. las instituciones sidente de Ia federaciOn, que reOne los pode-
tipicas de Ia concentración estatal (los ejér- res de jeie dcl estado y jefe dci gobierno, Ic
citos basados de manera permanente en Ia conlierc ai ejccutivo los requisitos de fuerza
conscripciOn obligatoria, Ia escucia estatal, v de estahilidad neccsarios para cumpiir cii-
los grandes ribs repubiicanos. Ia imposiciOn cazmentc i-a I uncion equilibradora de Ia vida
a todas las colectividades territoriales mâs social v parzt ilevar a cabo de manera orgOni-
pequcñas del mismo sistema administratio ca V coherente e! programa de gobierno
v de Ia protección prefectoral) no se conocen, (actuaimente Ia pknificacion), en tanto que
o en cierto modo no han echado nunca raices Ia atrihuciOn de podercs soberanos a los esta-
profundas en los estados con regimen fede- dos miembros constituve ci [rena más eficaz
ral o fuertemente desecntraii.ado. Las estruc- al ahuso dc poder par parte dci gohierno cen-
turas federaies, en tanbo no conilevan Ia asig- tral v Ia garantia más sOiida contra los peii-
FEDERALISMO 63

gros de Ia dictudura. Y este equiiihrio cons- En ci estado centralizado no existe, en cam-


titucional, que permite conciliar ci principto bio, ningün centro autOnomo de poder fuera
de Ia unidad de Ia comunidad politica con ci del gohierno central. La lucha politica se
de Ia autonomia de sus partes, se refk a en desenvuelve en un solo marco institucional
Ia composicion dcl poder legislativo, una de para Ia conquista de un solo poder, quc con-
cuvas rarnas representa at pueblo de Ia fede- trola, a travCs de los gobernadores, todos los
radon en una medida proporcional al nüme- entes locales y que de hecho es árbitro de Ia
ni de los ciectores, en tanto que Ia otra Cs dc- constitución. Proudhon fue ci primero en
gida par los pueblos de cada uno de los esta- denunciar que in divisiOn de los poderes y ci
dos mienibros con tin numero igual de repre- sufragio popular —que deberian garantizar
sentantes, independientemente de las dii eren- Ia Iibertad v Ia igualdad politica respectiva-
cias dc pohiación. mente— en una eslructura estatal tan rigida
La distribucián del poder sobre Ia base se reducirian a formulas jurIdicas vacias. En
territorial es en realidad mucho más eficaz efecto, en los estados unitarios. en que Ia divi-
que Ia debase funcional en Ia relativo a garan- siOn de los poderes se hasa exciusivamente
tizar el control dividido dcl poder, principal en lits funciones, ci legislativo v ci ejecutivo
garantia de Ia lihertud politica, en cuanto que ticnden inevitahlemente a ser conirolados por
el gohierno federal v los estados miembros las mismas fuerzus politicas. con Ia conse-
pueden fundar su propia independencia en cuencia de quc ci poder judicial, el más dCbil
una ixtsc social distinta. El regimen federal, de los tres poderes, se reduce dc hecho a tin
coma dice Hamilton, permite "ampliar Ia ramo de Ia administraciOn publica. Dc este
esfera dci gobierno popular'. En efecto, al modo tin.i democracia que sOlo SC manities.
misnia tiempo que Ia deniocracia directa per- Ia en ci nRel nacional Sifl Ia hase del autoto-
mite realizar Ia lihertad politica en Ia ciudad- hierno local es una demticracia nominal, por-
estado V Ia democracia representativa. v Ia que controla dcsdc ci vCrt ice, sofocándolas,
divisiOn formal dci poder en legislativo. eje- a las comunidades, es dccir In vida concreta
cutivo y judicial, permiten realizar lit liber- de los hombres. Y se puede aiiadir que tam-
tad politica cii ci estado nacional, ci gobier- biCn Ia pIanificaciOn, si sc decide en ci cen-
no democático supranacional. v Ia divisiOn tro, sin una relación efectiva con ci ambien-
sustancial dci poder entre gohierno federal te humano en que están arraigadas las insti-
v estados federados (tambiCn estos con base tuciones regionales y locales v con las exigen-
democrática, permiten unificar diversas cias reales que Cstas expresan, no solo tiene
comunidades nacionales y realizar Ia parti- un carácter autonitario sino que es incficaz,
cipaciOn politicu en una extensiOn limitada porque no Se basa en las preocupaciones con-
del territorio hasta abarcar todo ci mundo v cretas de los hombres.
todo ci género humano. En particular, Ia La fcdcración constituve, por lo tanto. Ia
superaciOn dci principio de indivisihilidad de reaii,aciOn más elevada de los principios del
Ia soberania. con Ia posibilidad de hacer coc- constitucionalismo. En efecto. Ia idea del esta-
xistir en Ia misma area constitucional dos do de derecho. estado que pliega todos los
órdenes de poderes soberanos, permite con- poderes a Ia 1ev constitucional, sOlo parece
ciliar las ventajas de Ia pequeña dimension. poder encontrar su plena realizacion cuando
en Ia cual los individuos tienen mayor posi- los poderes ejecutivo v judicial, basándosc en
bilidad de partidipar directa v permanente- una distribución .sustanciai de las competen-
mente en ci proceso de formación dc la dcci- cias, adquieren las caracteristicas v Ia función
siones politicas v donde ci poder puede 5cr que ticnen en ci cstado federal.
sometido a un control más directo por parte
del pueblo, de modo que Sc dde ampiio espa- V EL ASPECT() IIISTORICO.sii( RI. La teorla dci esta-
cio al autogobierno de las comunidades lo- do federal. como se desprende de los ensavos
cales. con las ventajas de Ia gran dimensiOn, de Hamilton, no contiene un anOlisis de las
requerida por las condiciones modernas de condiciones histOrico-sociales que permiten
Ia produccion industrial v de Ia tccnica miii- a las instituciones federales funcionar v man-
tar . necesaria paia mantener ci desarrollo tenerse. Ya que ninguna instituciOn politica
econonlico v Ia independencia pal it ica. puede mantenerse sin una base social corres-
636 FEDERALISMO

pondiente y ningün equilibrio constitucional toda Ia sociedad en antagonismos entre bur-


puede durar sin ci soporte de on equilibrio gueses y proietarios— tiende a hacer preva-
social correspondiente (las instituciones esta- lecer ci sentido de pertenencia a una de las
bilizan ciertas realidades sociales preexisten- dos panes sociaies en conflicto sobre cada
tes, pero no pueden crearias ex novo), hay que una de las demás solidaridades de grupo e
ilevar el análisis hasta Ia estructura de Ia impide ci establecimicnto de fuertes vinculos
sociedad y tratur de encontrar las caracteris- de soiidaridad en ci nivel de las coiectivida-
ticas especificas de Ia sociedad federal. des iocaies, indispensables para ia apariciOn
En una federación, Ia sociedad civil tienc y Ia persistencia de ia bipoiaridad social tipi-
caracterIsticas unitarias en ciertos aspectos ca de Ia sociedad federal. Por otro lado, Ia pre-
y piuralistas en otros. La pobiación está uni- sion de los confiictos de poder determina ci
da en una sociedad de las mismas dimensio- reforzamiento dci poder central a costa de los
nes que Ia federacion y dividida en una plu- poderes locales, necesario para una rapida
raiidad de sociedades pequeñas, con confines moviiizacion de Ia sociedad en caso de gue-
territoriales bien definidos, en ci ámbito de rra. Al romper ci equilibrio politico interno
Ia sociedad más vasta. Dc ahi que el compor- entre ci centro y lit periferia, esta presiOn
tamiento social tipico de esa población ten- favorece Ia consoiidacion dci nacionaiismo y
ga un carácter bipolar: por on lado, está Ia del monismo social a costa de Ia iealtad hacia
iealtad hacia Ia sociedad global y, por el otro, las colectividades locales y del pluralismo
Ia lealtad hacia cada una de las comunidades social.
más pequenas diferenciada de acuerdo con Ia Las experiencias federalistas se han desa-
distribución territorial de Ia pobiacion. Y lo rroliado en los estados a los que ci sistema
singular es ci hecho de que el sentimiento de mundial de las potencias les ha asignado una
apego a ia union coexiste con ci dcl apego a funciOn neutral (Suiza) o aislacionista (Esta-
cada una de sus panes y ninguno de eilos pre- dos Unidos), que los mantenia al amparo de
valece sobre el otro, como sucede en un sen- los efectos centralizadores de los conflictos
tido en ci estado nacional y en el sentido internacionales. Por otra parte, se han pues-
opuesto en una confcdcración de estados. to de manifiesto en zonas en que Ia amcnaza
En efecto, una sociedad en Ia cuai se preci- de fuertes tensiones sociales se ha manteni-
sa ia unidad —que se deriva de Ia necesidad do frenada a través de Ia posibilidad brinda-
de resoiver de manera unitaria los problemas da a los oprimidos y a los descontentos de
relativos a Ia defensa v al desarrollo econó- colonizar inmensos espacios libres (V ci fede-
mico— es bastante fuerte para dar origen a ralismo de los Estados Unidos, de Canada y
instituciones poilticas independientes, pero de Australia tiene, en efecto, muchos aspec-
limitadas, y Ia necesidad de autorlomia de las tos comunes con ci colonialismo), o bien en
comunidades territoriales —diferenciadas el estado pequeno, como Suiza, en que los pr
desde el punto de vista de las tradiciones, de biemas de gobierno tienen más carácter admi-
las costumbres, de las instituciones politicas nistrativo que politico, o sea en situaciones
y aigunas veces tambien de Ia lengua— es en que Ia lucha de ciase no ha adquirido for-
suficientemente fuerte para permitirles sos- ma.s tan radicaies que impidan Ia formación
tener gobiernos independientes. pudiendo de una cierta solidaridad dentro de las comu-
funcionar solo con instituciones federales, nidades de base.
instituciones que permiten Ia division de Ia A pesar de cstas circunstancias sin duda
soberanIa popular cntre ci pueblo federal y favorabks, ci f. se ha presentado, en todas
cada uno de los pueblos de ios estados fede- panes, de manera imperfecta e inestabie. En
rados. efecto, en aquelios lugares en que Ia lucha de
Dc estas corisideraciones se deduce clara- clase se presenta sOlo en formas atenuadas,
mente que ci comportamiento social tipico de las relaciones sociales comunitarias no se
Ia sociedad federal sOlo es compatible con una pueden desarrollar plenamente y, por otra
situacicin en que Ia lucha de clase y los con- parte, en las sociedades en que el choque
flictos de poder dejan sentir poco su influjo entre las potencias se deja sentir sOlo de
sobre Ia estructura de Ia sociedad. En efec- manera mitigada. Ia lealtad hacia el gobier.
to, por on iado Ia lucha de ciase —al dividir no central, responsable de las relaciones
FEDERALISMO 637

internacionales, tiende a prevalecer sobre Ia que se presenta de este modo como una doc-
lealtad hacia las comunidades territoriales trina social de carãcter global, hay que rela-
más pequefias. Además, Ia creciente interde- cionarlo con las demas ideologias. El f. es Ia
pendencia de todos los estados del mundo ha teoria politica que por primera vez en Ia his-
climinado ya ci privilegio de las isias poilti- toria establece ci valor de Ia paz como obje-
cas, que favoreció ci desarrollo del federalis- tivo especifico de lucha. Y se distingue de
mo al margen del escenario principal de Ia todas las expresiones modernas del pensa-
historia. En esta fase histórica ya solo es con- miento politico y social que conciben Ia paz
cebible una sola isla, Ia formada por todos los como consecuencia automática y necesaria de
estados dcl mundo unidos y desarmados en Ia transformacion de las estructuras internas
una federaciOn, que generalizaria, perfeccio- de los estados en sentido liberal, democráti-
nándola, Ia situación insular. Se puede con- Co y socialista y Ic asignan, por lo tanto, una
cluir, por lo tanto, que ci regimen federal está posiciOn subordinada.
destinado a degenerar si permanece confina- La divercencia fundamental se refiere,
do a un solo estado (como lo muestra Ia cre- pues, a Ia evaluación de los fenOmenos de Ia
ciente centralizacion dcl poder en los Esta- politica internacional. de Ia paz v de la gue-
dos Unidos, despuês de Ia primera ' sobre rra. En Ia teoria del f., Ia polltica de potencia
todo despues de Ia segunda guerra mundial) y las tendencias belicosas que se forman en
y que solo puede realizarse de manera per- las relaciones internacionales se atribuyen
fecta Si adquierc dimensioncs mundiaks. csencialinentc a Ia anarquia internacional, es
Esta 1ev del desarrollo de las instituciones decir a Ia divisiOn pura v simple dcl género
federales se ha manifestado, aunque de mane- humano en estados soberanos, a consecuen-
ra parcial, a través de Ia actitud particular cia de Ia cual, cada estado, independientemen-
de Ia sociedad federal hacia las sociedades te del regimen politico v dcl sistema produc-
vecinas. En tanto que Ia organización cerra- tivo, debe plegarse a Ia 1ev de La fuerza para
da, rigida y monolitica del estado nacional se proteger su propia autonomia. Esto no signi-
traduce en una politica hostil y belicosa con fica que se niegue ci influjo subordinado a las
los estados limitrofes, Ia estiuctura abierta, estructuras internas, pues Kant afirmO que
flexible y pluralista de las federaciones per- Ia paz exige premisas de valor Iiberales y
mite asociar los vecinos al primer nOcleo democráticas, es decir, en esencia, Ia paz
federal, a pesar de que estos ültimos sigan social, que, sin embargo, como se ha visto,
manteniendo una amplia autonomia. La aper- solo podrá realizarse de munera parcial y pre-
tura de Ia sociedad federal hacia el mundo, caria dentro de los distintos estados, si no se
en acciOn mientras Ia presión de las rclacio- garantiza con un orden pacifico universal
nes de poder no imponga Ia cerrazOn v Ia cen- basado en un poder superior a los estados.
tralización, representa, por lo tanto, una En el horizonte teOrico de las demtts ideo-
auténtica alternativa a Ia soberania absolu- logias, Ia politica internacicnal se explica por
ta de los estados v a Ia violencia en las rela- medio de las mismas categorIas de Ia politi-
ciones internacionales. En esencia Sc puede ca interna, v las tensiones internacionales y
decir que Ia dialectica de Ia unidad en Ia plu- las guerras se atribuven exclusivamente a Ia
ralidad que anima a Ia sociedad federal habrã naturaleza de las estructuras internas de los
alcanzado su forma final solo cuando sus estados. Los liberales, los demOcratas v los
polos scan Ia sociedad federal mundial y las socialistas, habiCndose limitado a transfor-
comunidades. mar las estructuras internas del estado, no
El análisis dcl aspecto histOrico-social y del solo no han sido capaces de subordinar Ia
institucional permite, por lo tanto, descubrir politica internacional —que ha permanecido
las condiciones históricas v los instrumentos en el terreno de las relacioncs de fuerza— a
práctkos. respect ivamente, que posibil itan las exigencias que hicieron valer en Ia politi-
los fines pacifico. cosmopolitas v comunita- ca interna sino quc han caido en compromi-
rios que Kant Ic asigna al federalismo. SOS COfl ci imperialismo, Ia viokncia v los pri-
vilegios sociales.
VI EL. PC!FIS%1O DESDE LA UTOPIA FIASTA LA CIENCIA En cuanto teoria del gobierno supranacio-
Encrntrados los aspectus que definen ci f., nal, gobierno capaz de controlar las relacio-
FEDERALISMO

nes entre los estados, elf. es Ia teoria que per- La exigencia de Ia paz se
VII. LA LNIDAD EUROPEA.
mite conocer de manera cientifica las rclacio- ha dejado sentir de una manera más aguda
nes internacionales. Explica ci proceso histó- en Europa, en donde el problema de Ia coc-
rico a tra.ès del cual se ha formado una plu- xistencia entre los estados adquicre caracte-
ralidad de estados, descubre las fuerzas risticas muy distintas de las que se presenta-
reales quc determinan ci antagonismo entre ron en los asLos espacios deshabitados de Ia
los estados y las consecuencias que se crean isla politica norteamericana, que Ia historia
en su interior c identifica los instrumentos habia mantenido al amparo de las trágicas
necesarios para superur Ia anarquia interna- consecuencias de los conilictos entre los esta-
cional. Por un lado pone en evidencia que ci dos y las clases. Y Va que ninguno de los
mismo factor historico-social, que represen- miembros de esa federación habia tenido una
tO Ia base de Ia formaciOn de los estados amplia historia como estado independiente y
nacionales (Ia cvoluciOn del modo de produ- soberano, Ia experiencia federalista no repre-
cir que, con Ia revolucion industrial, unificó sentO Ia superación de naciones histOricamen-
ci comportamiento humano en los espacios te consolidadas. Por otra parte, ci carácter
de dimensiones nacionales), los está destru- mitigado que asumiO Ia lucha de clase no debe
vendo, porque cxtiende Ia integraciOn social atribuirsele al exito dcl movimiento socialis-
por encima de las barreras nacionales, des- ta, que nunca ha sido capaz de incidir en el
truvendo las bases mismas de su autonomia desarrollo histOrico de los Estados Unidos,
v crcando las dc estados continentaics y, en sino quc ha sido resultado de circunstancias
Ia luturo, las de Ia unificaciOn del género histOricas afortunadas. A pesar de que Hamil-
humano. Par otro ladu muestra que las rela- ton utilizó el ejemplo del sistema europeo de
cioncs entre los estados estaran dominadas los estados. con Ia anarquia internacional y
por Li 1ev de Ia iuerza mientras no se rijan el autoritarismo de sus instituciones de
por un poder cornin, y que Ia lucha entre los gobierno como termino de comparación para
estados influve en su estructura interna en ilustrar lo que se evitaria escogiendo Ia fede-
sentido autoritario. racion en lugar de Ia confederaciOn, es decir
Por Ia tanto, los valores democráticus, libe- Ia unidad en lugar de Ia divisiOn, concibiO Ia
rales y socialistas quedan indefectiblemente fundaciOn de Estados Unidos como un medio
subordinados a las necesidades belicistas y para atenuar el aislamiento, sin ser conscien-
autoritarias que Ia sobrevivencia del estado te del hecho de que las instituciones Iedcra-
en Ia palestra politica internacional alimen- les proporcionaban instrumentos prácticos
tt. Dc ahI que Ia subordinación de Ia politica pant ilevar a cabo Ia paz universal. En con-
internacional a esos valores no dependa tan- secuencia, el I. norteamericano no fue una
to de Ia transformaciOn dcl orden interno de experiencia politica autUnoma sino que se
los estados como, sabre todo. de Ia supera- presentO como un elemcnto subordinado al
ciOn de Ia anarquia internacional a través de liberalismo y a Ia democracia, como un ins-
Ia creación de un gobierno democrático mun- trumento institucional que, convirtiendo a
dial. La falta de una teoria adecuada, que sea Estados Unidos en una isla politica, protegia
capaz de conocer y dominar Ia politicu inter- las instituciones democrOtico-liberales de Ia
nacional, es Ia que explicu en definitiva Ia degeneracion que indefectiblemente sufren a
impotencia de las ideoloias tradicionales causa de Ia anarquia internacional.
frente a las guerras mundiales s' el I racaso de Par otra parte, Europa, en donde eI nacio-
los principios de Ia colaboraciOn pacifica nalismo puso en peligro las bases mismas de
entre los estados, de Ia fraternidad entre los Ia convivencia civi!, fuc el terreno en que Ia
pueblos y de Ia solidaridad internacional del experiencia federalista, a pesar de estar con-
prolet..iriado, sostenidos en teoria, peru sacri- denada por mucho tiempo a no tener salidas
ficados constantemente en Ia practica en aras coricretas, se desarrollO en ci sentido de una
de los egoisnios nacionales. Dc tal manera que visiOn global de Ia sociedad, que se definiO,
se puede concluir que el pacifismo, cuando coma hemos visto, como Ia conciencia teórico-
supera, gracias a Ia teoria federalista, los limi- práctica del curso supranacional de Ia histo-
tes dcl internacionalismo, Ileva a cabo Ia tran- na. Examinemos las caracteristicas esencia-
sición dc Ia utopia a Ia ciencia. les de esta visiOn dcl curso histOnico.
FLDERALISMO 639

En Ia primeIt Lise de Ia revoiución indus- nidad sabre el desarrollo económico y sobre


trial ci desarrollo de his fuerias productivas Ia vida social.
desencadenó Ia lucha de ciases, que luego se SOlo Ia superación de las naciones euro-
mitigO con ci reconocimiento de los principa- peas, expresión dc Ia más profunda division
ies derechos de las clases subaiternas y con politica del genero humano y de Ia mas fuer-
su integracion en Ia vida politica de los esta- Ic centralización del poder que la historia
dos nacionaics. Y en Ia medida en que se moderna jamãs haya conocido, permitira al
:cniovieron los obstãculos rnás graves que se f. contar con una primera realizaciOn signi-
oponian a Ia emancipación del proletariado ficativa en el piano de Ia historia universal.
en cuanto clase (dci echo de voto, de asocia- Sosteniendo in ilegimidad dci estado nacio-
ción, de huelga, salarios superiores al nivel nal, que todavia en Ia actualidad sc conside-
de subsistencia, reducción de Ia jornada de ra como Ia forma más elevada de organiza-
trabajo, control parcial de Ia programación, ción de La sociedad (como lo demuesira Ia
etc.), a pesar de que no se elirnino la expiota- experiencia de los paises salidos recientemen-
dOn, Ia historia poiie en Ia orden del dia Ia te de Ia dominaciOn colonial). Ia Iederación
lucha por Ia iiberaciOn dci individuo a traves europea se presentara como una fornutcion
de Ia creaciOn de relaciones sociales comuni- politica pluralista v abierta a todo ci gencro
tarias, imposible mientras Ia sociedad ente- humano. V Ia tensiOn que Ia impulse hará sur-
ra estuvo dividida por ci odio de clase. En una gir los valores que calilicun al f.: el cosmopo-
fase posterior, abierta en Europa después de litismo, que permitiri a los hombres tomar
Ia segunda guerra mundial, los estados nacio- conciendia de que prtcnecen a Ia humanidad,
nales, destruidos como centros de poder mdc- v ci comunitarismo, es decir Ia aspiración de
pendientes v reducidos a Ia condiciOn de sate- los hombres a arraigarse en las comunidades,
lites de las dos superpotencias, al dejar de fre- a participar activamentc en el gobierna local
nar ci desarrollo de las fuerzas productivas, v a consolidar su autonomIa.
dieron comicnzo a Ia integradión europea, No obstanic, Ia federación europea será un
proceso en cuvo dcsenvolvimicnto Ia sociedad estado entre los estudos. Deberá defender su
civil adquiere junto con el caracter exciusi- propia independencia con las armas y Ia Iogi-
vamente nacional uno europco y tiende a con- ca de potencia de las relaciones internacio-
vertirse en una sociedad federal. Se trata de nales la obligarã a encerrarse en si misma.
Ia manifestación rntLS avanzada dc una nue- Por otra parte, ci desarrollo insuficiente de
va fase histOrica de integracion dc Ia activi- las fuerzas productivas v Ia presiOn centrali-
dad humana pol- encima de las barreras de zadora de las relaciones de poder impedirán
los estados, quc tiene dimensiones mundia- superar Ia division social del trabajo v, por
les y quc crearã las condiciones sociales de Io Lanto, ci dominio y Ia expIotaciOn. A pesar
Ia fcderaciOn mundial. dc que Ia federaciOn europca contribuya a
El desarrollo técnico-productivo, que deter- lograr un equilibrio internacional más pad-
mina cstos efectos, al transformar las condi- fico v un ordenamiento social más libre (por-
cione' de vida de todo cl género humano pre- que contribuirá a formar un cquilibrio mun-
senta tambien agudos aspectos ncgativos. Por dial más elástico, de tipo policCntrico, v par-
un lado, las armas nucleares abren Ia posibi- que destruirá ci estado nacional junta con su
lidad de Ia destruccion fisica de Ia humani- autoritarismo y su impotencia frente a los
dad, y por ci otro Ia producciOn industrial problemas fundamentales dc Ia politica exte-
amenaza con la destrucciOu del ambiente rior y económica, que va alcanzan dimensio-
urbano natural. que ha representado ci mar- nes europeas), Ia negaciOn del estado nacio-
co de toda Ia actividad humana. Estas contra- nal que Ilevará a cabo será del todo inadecua-
dicciones dependen de Ia impotencia de las da rcspecto de los valores sabre los cuales
instituciones pohticas heredadas dcl pa'ado fundarâ su propia legitimidad. A pesar de
para controlar las fucrzas despertadas par ci estas limitaciones, la federacion europea, al
progreso tecnico. El problema tiene un carác- superar por primera vez a nuciones históri-
icr politico, y elf. parece proporcionar el ins- camente consolidadas, adoptará el significa-
trumento institucional para realizar pur un do de Ia negaciOn de Ia divisiOn poiitica del
lado Ia paz y poi el otro el control de Ia cornu- generu humano y abrirá el camino a Ia lucha
640 FEMINISMO

por Ia plena realización de esta negación feminismo


mediante Ia federación mundial.

RIBLIOGRAFIA: M. Albertini, Lo stato nazionale. I. DEFIMcION. Con este término se indica un


Milan, Giuffrè. 1960; M. Aibertini. 11 federalismo: movimiento y un conjunto de teorias que se
antologia e definizione. Bolonia, II Mulino, 1979; proponen Ia liberación de Ia mujer. El movi-
R.R. Bowie y C.J. Friedrich (comps.), Studi sul miento nació en Estados Unidos en Ia segun-
federalismo (1954), Milan, Comunità, 1959; L. du mitad de los años se.senta y se desarrolló
Einaudi. La guerra e l'unità europea, Milan, rápidamente en todos los paises avanzados en
Comunità, 1948; C. Frantx, Der FOderalismus als los años 1968-1977.
das leitende Prinzip für die soziale, staatliclze und El término Iiberación se entiende aqui
internationale Organisation. Maguncia, Scientia como contraposición a Ia idea de emancipa-
Verlag Aalen. 1879; A. Hamilton, J. Jay y J. Madi- ción de los movimientos del siglo pasado, de
son, El federalista (1788), Mexico, Fondo de Cul- los quc elf. contemporanco representa Ia fuse
tura Económica, 1943; 1. Kant. La pazperpetua extrema y a] mismo tiempo su superación. La
(1795), Madrid, Aguilar, 1966; 1. Kant, Idea di aria lucha por Ia emancipación consistia en Ia peti-
storia unui'ersah' dal punto di vista cosmopoliti- cion de la igualdad juridica, poIitica y eco-
co (1784), en Scruti politici e di filosofia della sto- nómica) con ci hombre, peru permanecia den-
na e del diritto, Turin, UTET, 1956; Lord Lothian, tro del ámbito de los valores masculinos
Pacifism is not enough, nor patriotism either, implicitamente reconocidos y aceptados. Con
Londres, Oxford University Press, 1935; P.-J. Ia idea de liberación se prescinde de Ia "igual-
Proudhon, El pnincipio fe'dera,jvo (1863). Madrid, dud" para afirmar Ia "diferencia" de Ia mujer,
Aguilar, 1971: L. Robbins, L 'economia pianificaza cntendida no como desigualdad o complemen-
e l'ordiue internazionale (1937), Milan, Rizzoli, tariedad, sino como asunción histórica de Ia
1948; L. Robbins. La cause economiche della gue. propia alteridad y busqueda de valores flue-
ma (1939), Turin, Einaudi, 1944; A. Spinelli y E. vos para una completa transformaciôn de Ia
Rossi. Pro blemi della Federazione europea. sociedad.
Roma, Edizioni dcl Movimento Italiano per Ia El punto fundamental de Ia doctrina femi-
Federazione Europea, 1944; K.C. Vheare, Del nista, muy vuriada y articulada airededor de
got'erno fede rule (1945), Milan, Comunitã, 1949; Ia proposiciOn de soluciones y problemas par-
B. Wootton, Socialismo e federazione (1940). en ticulares, es que existe una opresión especi-
Federazione europea, Florencia. La Nuova ha- (Ica de todas las mujeres. La opresión, que se
Ha. 1948. manifiesta tanto en ci nivel de las estructu-
ras coma en el de las superestructuras, asu-
[Luuo uvi] me formas diversas segün las diversas clases.
Por lo demás, no puede solucionaise ni con
mejoras juridicas dentro de Ia sociedad libe-
ral ni con una revolución económica, a pesar
de las previsiones formuladas por los socia-
listas, desde Marx y Engels hasta August
federallsmo europeo Bebel y Clara Zetkin. El ejemplo de Ia URSS,
dondc, después de algunas provisiones revo-
V. FEDERALISMO; UNIFICACION EUROPEA
lucionarias, se ha vuelto gradualmente a una
concepciOn de Ia farnilia pcqunoburguesa,
demuestra de hecho que no basta con abolir
feilcidad pübllca Ia propiedad privada v colocar a Ia mujer en
el mundo de Ia producción, sino que más ade-
Es cl valor más elevado indicado en Ia Ctica lunte debe cambiarse el modo de producción.
utilitarista, definido en forma clásica por J. Ia superestructura psicologica y cultural par
Bentham como "Ia mayor felicidad para el entero v que las mujeres deben administrar
mayor nümero" (V. utliltarismo). directamente su poder.
En su significado más amplio, el f. coma
denuncia de Ia opresión femenina, rechazo de
FEMINISMO Mi

Ia idea de desigualdad natural y par Ia tanto partir del cual, en vez de cncontrar Ia tan
de inferioridad, vision conflictiva de las rela. deseada iibertad, han adquirido "un odioso
ciones entre los sexos y reivindicaciOn de Ia guardian" (p. 27). Sin instrucción, sin medios
igualdad, se ha manifestado en ci tiempo de económicos, Ia mujer se sentia a merced del
diversas maneras, todas elias dependiendo hombre, padre, maridu o hermano. patron de
estrechamente de Ia sociedad en Ia que se on- su vida, árhitro ünico que decide si casarla
ginaron y de las condiciunes histOricas de Ia 0 nay que acabe su vida "sirviendo a los nie-
mujer. tos" (p. 23).
Un caso realmente particular y ünico lo
ii. F.I. lEMINISMO EN LA C0NTRARREFORMA. Aunque representa Ia figura y los escritos de Arcan-
el debate sobre Ia cuestiOn femenina suceda gela Tarabotti. Obligada pare! padre a entrar
siempre en %arios pianos, estando Ia mujer en 1620, a Ia edad de dieciséis años. al con-
integrada en las estructuras fundamentales vento de benedictinas de Santa Ana, A. Tara-
de Ia sociedad, dc todos modos es posibie dis- botti ire transcurrir, trasgrandes suirimien-
tinguir algunos grandes temas. En ci clirna tos, su existencia, hasta que muere en 1652.
misOgino de Ia contrarreforma, las reivindi- En eStos Ireinta y dos años, en las obras, en
caciones feministas debian partir del princi- las cartas escritas desde Ia "cárcel de muje-
pio dc Ia inferioridad femenina, a! que con fre- res", como Ilamabaal convento, A. Tarabotti
cuencia se contrapone, segOn ci esquema de persigue una denuncia original, par estar pri-
Ia obra dci humanista Cornelio Agripa (Dc vada de esquemas culturales y de referencias
uohzliiate et praceellentia foeminei .cexus, doctas, de Ia condiciOn de inferioridad feme-
1529), ci principio de Ia superioridad nina. En SUS obras, desde Ia Anlisalira y Ia
fcmcnina. Difesa delle donne coniro Horaiio Plata has-
En Italia, durante Ia primcra mitad del ta Ia más significativa Sernpliciià ingannalu
siglo xvii, tres intelectuales venecianas plan- o La lirannia paterna (Leida, Sambix, 1654),
tearon con extraordinaria fucrza y eficacia ci dcnuncia los falsos moralismos masculinos,
problema de Ia condiciOn femenina de su épo- Ia ausencia de libertad para Ia mujer, Ia vio-
ca. Lucrezia Marineili, en La nobilia e l'ccce- lencia sObita cuando, jovencisimu, cogida con
llenza delle donne (Venecia, Ciotti, 1601), sos- Ia pluma en Ia mano, fue devuelta "a Ia agu-
tiene Ia igualdad esencial de los dos sexos y ja y Ia rueca". Atada a los ambientes liberti-
descubre en ias teorias aristotéiicas, segOn las nos, critica en el enfrentamiento con ciertos
cuales Ia funcion social estaba determinada fonmalismos neligiosos, Ilega incluso a con-
par ias diferencias cualitativas naturaies, ci cebir una especie de religion punitiva para los
origen dc cierto antifeminismo cultural. En hombres, condenados en el más aiIá, en un
polémica can Ia historiografIa masculina que inmenso infierno dantesco, a expiar todas las
ulvidaba las "belias obra.s y las egregias accio- maldades y represiones contra ci sexo
nes de las mujeres" (p. 34), L. Marinelli quie- femenino.
re revaluar a las ilamadas "mujeres ilustra- En sus obras, A. Tarabotti anticipa algunos
das" y Ia contnibución que tantas mujeres de motivos racionalistas que encontrarán expre-
ciencia, filOsofas y guerreras, a pesar dc las siOn mOs madura en ci racionalismo cartesia-
prohibiciones formaies y de las dificuitadcs no y en Ia obna de Poullain de Ia Barre, De
materiaies, han dada a una historia de Ia clvi- l'ega!ize des sexes (1673). en Ia que se desarro-
Iización que no puede mCts quc ser comOn. Del ha el tema cartesiano de Ia lucha contra los
Menlo delle donne (Venecia, Imberti, 1600) de prejuicios extcndiéndola al prejuicio más
Moderata Fonte surge en cambio Ia situaciOn antiguo, el de Ia superionidad dcl sexo mas-
de Ia mujer hogarena de Ia época. Lejos de Ia culino.
presencia masculina, en un diálogo denso lIe-
no de poesia, un grupo de mujeres rcflexio- ill DELLIBERTIS1SSIOALA 1LCSTRACION.En eI siglo
na sabre Ia vida propia y sobre ci propio des- xviii, Ia difusiOn del iluminismo y. por lo tan-
tino. Este grupo de amiga.s critica una condi- to, dc Ia confianza en Ia capacidad de mejo-
dOn vital insoportable ("coma hestias confi- ramicnto humano y en los efectos positivos
nadas entre los murus") cuando expresan Ia de Ia cultura, tavorece Ia discusiOn sobre Ia
decepción encontrada en el matrimonia, a enseñanza femenina.
642 FEMINISMO

Por to que respecta a Ia ilustración France- año, Ia Convención rechazaba Ia propuesta de


sa, sus principales intérpretes. de Montes- iguatdad politica entre los dos sexos, ignoran-
quieu a Diderot, tuvicron sobre el prohiema do Ia valientc tesis de Condorcet que soste-
de Ia mujer actitudes gencraimente ambiguas nia ci derccho de Ia mujer "au droit de cite".
e inciertas y, en cuaiquier caso, sostienen Los IImites de Ia revoiución Fueron entre-
Albistour s' Armogathe, no es en ci articulo vistos por Mary Wottstonecraft (Vindication
"Femme" donde hay que huscar et carácter of the rig/its of women. 1792), que auspicia-
revoiucionario de Ia Encyclopedic. Rousseau, ba una revoiucion en ci comportamicnto de
en ci Ernile, trazO ci retrato de Sophie, cuya Ia mujer y Ia aboticiôn de todas las tiranias
educación terminaba a gusto del hombre, y de todos los privitegios, comprendidos los
aunque cuantos sostienen un Rousseau más del sexo. En Italia, Ia idea de los "derechos"
abierto se remitan a Ia Julie de Ia Nouvelle dc Ia mujer fue sostenida por Rosa Califro-
Helotse. Sin embargo. po.- to general. ci dis- nia con su Breve dift'sa dci diritti della do,,-
curso iluminista sobre Ia mujer cstá vincula- na (1794).
do con ci estudio de su naturaleza" v cerra-
do por consiguiente a toda posibiiidad de IV. EL FEMINISM() EMANClPAClOISTA. En Ia segun-
conocimiento historico. da mitad dcl sigio XIX se desarroila elF. como
En Itatia, ci problema pianteado en 1723 en movimiento de emancipación con ci fin de
Ia Accademia de' Ricovrati de Padua, acerca obtener Ia igualdad juridica (voto, educación,
de "Si his mujeres deben admitirse en ci estu- profesiones liberales) y se extiende de Ingta-
dio de las ciencias v de las nobles artes", abriO terra a los demãs paises europeos.
una larga poiémica sobre Ia "utilidad" de in Dc hecho, In situación de Ia mujer contras-
instruccion femenina, con intervenciones de taba con los principios de una sociedad que
Aretafila Savini dc Rossi y Diamante Meda- se deda liberal y, par otra parte, ci desarro-
glia Faini, que se deciararon totatmente en Ito industrial que reclamaba Ia participación
favor. A esta tendencia, aunque limitada, de de las mujeres e inciuso de los ninos, ponla
dar acceso a Ia mujer en in ciencia, corrcspon- de relieve in etasticidad de los conceptos y for-
de ci intento de itcvai Ia ciencia at nivel de mulas tales como et de Ia misión domCstica
Ia mujer. Con Ia obra de F. Algarotti, Ii new- de Ia mujer. Como observaba J. Stuart Mill
zonianismo perle dame (Nápoies, 1737). sc mi- (On the subjection of women, 1869), ia inca-
cia una serie de obras dc divulgacion relacio- pacidad de Ia mujer era ci ünico ejemplo en
nadas con Ia matemática, Ia botánica, Ia fisi- que las leycs golpean a un individuo desde su
cay Ia economia doméstica. En esta literatu- nacimiento y decretan quc, durantc el tiem-
ra, no carente de cierto narcisismo, cncontra- pa de vida que tenga, nunca serA autorizado
mos de todos modos un deseo de comunicar a competir par posiciones determinadas" (p.
que no debe dejarse de tado v si verse como 40). La prohibiciOn legal debida aI SCXO con-
un aspecto dci gusto mäs general por to pri- trastaha con los principios de Ia tihertad y de
mitivo, lo incontaminado. En Europa en los Ia libre competencia. Mitt retomaba ci prin-
saiones aristocráticos, Ia mujer represent-a cipio de Fourier segOn el cual ci grado de
más bien at "buen satvajc". ascenso o dc'censo de Ia mujcr es ci criterio
La revoiuciôri francesa marca, para muchos müs seguro para medir Ia civilización de un
estudiosos, ci iniciodel f. moderno. En 1791. pueblo N. proponia elfin de in disparidad de
Oiimpia de Gouges compone Ia Declaration los dercchos en In familia, Ia admisión de las
des droits de la femme ci dc Ia citorcnnc (s.c. muieres en todas las funciones v ocupaciones,
ni f.) en Ia que prociamaba que Ia mujer Ia participación en Ins elecciones V una mejor
posela, al igual que ci hombre, derechos natu- educación.
raies y que debla participar en Ia formación En Itatia, A.M. Mozzuni conduce entre 1864
de las Ieyes directa o indirectamente it través v 1920 un-a larga bat-all-a par-a incluir In cues-
de Ia elección de representantes. La obra corn- tión femenina en todos los probtemas que Ia
prendia un provecto de contrazo social entre Italia posterior a in unidad debia enfrentar
los sexos y representa Ia expresión más orga- (reforma dci códio civil, reform-a de hi 1ev
nica del f. racionalista y democrático. 0. de electoral). Dc formaciun i lurninista, ai
Gouges fue guiliotinada en 1793 y. ci mismo corriente del debate europea sabre el tema,
FEMINISMO 643

las tesis de A.M. Mozzoni resultan en ci pano- ticamente aisladas. La reforma electoral de
rama de una Italia cultural y económicamente Giolitti, en 1912, extendIa ci liamado sufra-
atrasada. La originalidad de sus posiciones gio "universal" incluso a los analfabetos, pero
sc obscrva desde su obra de 1864. La donna exclula a las mujeres, a los menores de edad,
e i suoi rapporti social,, en In quc, uniéndose a los condenados y a los dementes. Derrota-
a Cesare Beccaria, criticuba In concepción do politicamente, ci movimiento también lo
patriarcal segün Ia cual Ia sociedad está for- fue en ci piano histórico y cultural. Cuando,
mada por los cabezas de familia más que por en 1945, después dc dos guerras mundiales
un conjunto de individuos. La mujer debia ser v ci fascismo, las mujeres italianas obtuvie-
considerada en su relación con Ia sociedad y ron ci vow, todo ci preciaso material de relic-
no solo en Ia familia. Aqui era preciso dar a zion y propuestas acumulado en tantos años
In mujcr el derecho al voto, reformar ci sis- de batalla habia sido olvidado. Para elf. el
tema educativo y las relaciones dentro de In mito de Sisifo era de nuevo actual: se trata-
familia, asi corno dark la posibilidad de tra- ba una vez más de empezar desde cero.
bajo v de acceso a todas las profesiones y a
todos los empleos. Particularmente sensible V. EL FEMINISMO c0NmMP0RANE0. En el momen-
a los problemas de Ia mujer trabajadora I uc to en quc en Europa Ia mujer conquistaba ci
A. Kulisciofi, quien con sus actos y sus escri- voto yen ci quc parecian cuer las más cviden-
tos mantiene viva Ia cuestión fcmcnina den- tes prohibiciones lcgales, en una obra quc par
tro del Partido Socialista Italiano. La elabo- ci momento no obtuvo mucha resonancia, Le
rucion socialista de Ia cuestiOn femenina deuxième sexe (1949), Simone de Beauvoir
hubia sido formulada por August Bebel en El descubria que Ia opresión femenina tenia ral-
socialismo via rnujer(1889). Bcbel aceptaba ces muy profundas. En Ia historia, en Ia visiOn
el esquema engelsiano del paso de Ia socie- del mundo, el hombre establece una relaciOn
dad de una mitica y feliz fa.sc matriarcal a una directa con Ia naturaleza y Ia cultura, cob-
fuse pat riarcal basada en Ia propiedad priva- candose como sujeto, mientras que In mujer
da. Dc este modo, Ia emancipaciOn de Ia mujer se coloca en reiaciOn con ci hombre y es con-
venia unida y en cierto modo subordinada a siderada "el otro". Mientras tanto, se verifi-
Ia supresiOn de Ia propiedad privada. caba un fenOmeno absolutamente nuevo en
A.M. Mozzani mantenia par su iado que Ia Ia historia: entre I950y los sesenta un nOme-
opresión femenina no era de naturuieza exclu- ra cada vez mayor de mujeres accedla a Ia
sivamente econOmica y temia que, al dia enseñanza superior y entraba en el mundo de
siguiente de una revolución social, Ia mujer Ia praducción y del trabajo, aunque fucra en
se encontraria de nuevo "pupila, prohibida, trabajos inherentes a Ia funciOn femenina y
excluida, subordinada, accesoria, ni más ni mal pagados. Pero los caracteres de Ia opre-
menas que hay" (A.M. Mozzoni, I socialist i e siOn femenina sOlo habian cambiado. Las
i'ernancipazione della donna, en La liberazio- obras de las teôricas norteamericanas de los
ne della donna, a cargo de F. Picrani Borto- años sesenta encuentran una inmediata res-
lotti, 1975). La disidencia acerca dcl modo dis- puesta en el amplio publico femenino que
tint, de entender las exigencias y los modos logra comprender, a través del análisis pro- -

especificos de Ia lucha femenina, radical y pio, las razones de su malestar e insatisfac-


socialista, estallO airededor de las leycs tute- ciOn. Betty Friedan, en La mistica de la ferni-
lures votadas en 1902. Defendidas par A. neidad (1963) explica los nuevos caracteres de
Kulisciofi, fueron eriticadas par Mazzoni, Ia Ia opresiOn de Ia mujer en Ia sociedad indus-
cual temia que a fuerza de ser "tutelado" el trial, el contraste entre su capacidad y Ia
trabajo lemenino se viera reducido y limita- misión desarrollada, entre los predominan-
do a las labores domesticas. tes valores masculinos y Ia persistente mis-
La campana de emancipaciOn, en Ia que tica de In femineidad que niega Ia exigencia
participaron numerosos intelectuales, no tuvo fundamental de Ia maduraciOn de Ia perso- -

los resultados esperados. Las "sufragistas", nalidad, exigcncia quc nose acaba con Ia fun-
escarnecidas par Ia burguesfa conservadora, cion biolOgica. En casa las mujeres desarro-
juzgadas burguesas por ci partido socialista han un trabajo no retribuido, enajenante en
v peligrosas par los católicos. quedaron poll- su repetitividad, y tienen una importante fun-
644 FEUDALISMO

don dentro de Ia sociedad capitalista como des Femmes, 1977; M. Beard, Women as force in
compradoras. Asi se inicia un movimiento quc history (1946). Nueva York y Londres, Collier
crece en una acciOn de agregaciOn y separa- Macmillan, 1973; S. de Beauvoir. Elsegundo sexy
dOn y que alimenta, y a su vez es alimentado (1949), Buenos Aires, Siglo XX; A. Bebel. La
por ella, una original producción tcOrica, mujer v ci soewlismo (1889), Mexico, Ediciones
cuya amplitud de temas trtados es realmente de Cultura Popular, 1979: R. Califronia. Breve
sorprendente. Kate Millet descubre en ci difesa del dirini della donna. Asis. s.c. v s.f. (pero
pat riarcado Ia base de todo poder (La poif ii- 1974); G. Cappabianca y L. Capezzuoli, Ilistoria
ca del sexo. 1970) y S. Firestone (La dzalecri- de Ia e'?na'cipacithl fenienina ( 1964), Madrid. Cas-
ca de los sexos, 1970) auspicia una revoiuciOn teliote, 1973: G. Conti Odorisio, Donne e società
feminista capaz no solo de poner en discusiOn nel seicenlo. Roma. Buizoni, 1979; G. Conti Odo-
toda Ia cultura occidental sino también de ruslo, Sioria deli'idea jL',,l;ni,Iista in It aha. Turin.
modificar Ia organizaciOn de Ia propia natu- ERI, 1980; E. Garin, La qtie.clione femminile nel-
raleza. Se discute acerca de Ia relacion entre le eurrenti idt'oiogiche, en L 'emancipazio-
marxismo y 1., en los grupos de autoconcien- ne femminile in Italia, Florencia. La Nuova ha-
cia se profundizan los prohiemas especificos ha. 1963: F. Engeis. El origen de la familia. de
de Ia condiciUn fen,enina, los de Ia sexualidad, Ia propiedad privada v del estado (1884). MCxi-
Ia familia, ci trabajo. El movimiento se con- co. Cartugo, 1982: S. Firestone. La dialëctica del
solida al comprometerse en aigunos objetivos sexo(1970), Barcelona, Kairos. 1976; B. Friedan,
como ci divorcio v ci abortu (1ev 194 de 1978). l.a misliea tie Ia feunnidad (1963). Barcelona.
Con Ia ilegada de Ia crisis económica y del Sagitario, 1975: K. Millet. Politica sexual (1970).
debate sobre Ia violencia y el terrorismo (sien- Mexico. Aguilar, 1975; J. Mitchell. La eondieión
do elf. un movimiento pacifista). ci 1. de 1977 de Ia mujer(1966). Barcelona. Anagrama, 1977:
parece atravesar un momento de crisis v es J. Stuart Mill, La eselavizud femenina (1869). en
dificil prever su futura evoluciOn. Los elemen- J.S. Mill, Dc la lihertati. Dcl gohit'rno represen-
tos que habian determinado su desarrollo, Ia tativo. La eselavilud ft'menina. Madrid, Tecnos,
faita de organizaciOn, Ia falta de lideres y Ia 1965; La liherazione della donna, a cargo de F.
pluralidad de las posiciones, se han revelado Pierone Bortolotti. Milan, Mazzotta, 1975; M.
no aptas para asegurar su permanencia en un Wollstonecrait, Vindicaciön de los derechos de
periodo de graves crisis. la mulct (1792). Madrid, Debate, 1977.
Sin embargo, debemos observar que las
ideas feministas han penetrado, aunque sea [.lsIvRA CONTI 000RISIO]
en forma reducida, en algunos partidos, en
los sindicatos, en los medios de masas v en
general entre las mujeres politizadas c inte-
gradas a las instituciones. En Estados Unidos
y en las principales universidades europeas
feudalismo
(con Ia excepción de Italia) se afirma Ia vali-
dez cientifica de los nuevos sectores de inves- I cuEsilosEs (.ENERALES. El sistema feudal en
tigación, como Women's Studies y, reciente- su edad madura no es otra cosa que ci pro-
mente, en febrero de 1981, incluso ci parla- ducto de Ia tentativa real, lograda parcialmen-
mento europeo voto una resolución acerca de te, de colocar una nueva clase dirigente de on-
la situación de Ia mujer en los diversos pal- gen monârquico en lugar de las vie jas dirigen-
ses de Ia Comunidad, que, aunque resulta de cias como las expresadas tradicionalmente
un compromiso entre los partidos, es indica- por los diversos grupos Ctnicos popuiare.s ger-
tiva del camino recorrido por las ideas femi- mánicos. SOlo quc Ia capacidad insospecha-
nistas, y de todo lo que falta por hacer. da de reproducirse dc esta nueva clase hizo
que se les escapara de las manos el sistema
BIBLIOGRAFIA: L Abensour, Histoire gëné tale dz a los monarcas, de tal manera que ci ordena-
féminisme (1921), Ginebra, Slatkine reprints. miento feudal, concebido como realidad sus-
1979; G. ,%rrighi. La swria del femminismo. Flo- tancialmente centralista. adquirio en breve
rencia, Razzolini, 191 1; M. Albistourv D. Armo- tiempo las caracteristicas del fraccionismo
gathe. Histoire du féminisnw francais. Paris. Ed. mzts acentuado. Y Ia historia de Occidente
FELJDAL!SMO 645

quedo marcada de una manera irremediable. res y riquezas. En sus origenes, ci rey germá-
Estas observaciones permiten hacer inme- nico sOlo era de hecho un jefc politico o un
diatamente dos corn probaciones metodologi- ide ocasional: en realidad sOlo era ci jefe mill-
cas: Ia primera consiste en que al referirnos tar de Ia nalio gerrnánica, clegido cada vez por
al f. nos referimos aqui de manera exclusiva ci pueblo para guiarlo en las diversas expe-
al fenórncno tIpicamente europeo occidental diciones; de tal rnancra que el rey era algo asi
que vio Ia primera luz concreta en Ia época (y solo) como el simbolo y el modelo dc las
carol ingia (siglos vm.Ix) y hallO su ocaso deli- virtudes militares de su genie. Un maestro,
nhtivo —como sistema de gobierno local— en digarnos, de escuela de armas, al que acudian
Ia época de Ia revolución francesa; a aquel los jovenes de las farnilias rnás conspicuas
fenónieno quc habiendo nacido entre los fran- para aprender.
cos encontlO en Ia misma Francia Ia consa- Por más convcncional que sea este esque-
gración de su condena. Las otras dos lormas ma interpretativo —basado en algunos pasa-
o sistcmas feudaks que se manifestaron en jes conocidisimos de TOcito—, permite
civilizaciones diferentes yen épocas diversas reconstruir los origenes de Ia comiliva real
(ci Ilamado f. "chino", "indio", "otomano", que aparece en una época histórica, en el
etcetera) solo pueden aproxirnarse, en nues- tiempo de las migraciones de los pueblos a
ira opiniOn, al f. occidental desde el punto de los territorios dcl imperio romano, cuando ya
vista sociologico —recuCrdese Ia tentativa de sc habia establecido Ia instituciOn monOrqui-
Max Weber—, ya que desde el pun to de vista ca como forma continuadora de Ia guia
histórico no admiten cornparación sus premi- politico-militar de las naliones gerrnánicas.
sas y su desarrollo. Las figuras del vassus franco y dcl gasindio
La segunda ohservaciOn metodologica con- longobardo estãn bien documentadas en las
siste en que un tipo de evaluaciOn como ci que más antiguas fuentes literarias y jurfdicas
hemos senalado aqul deduce ci sistema feu- que han liegado a nosotros.
dal sustancialmente de Ia realidad social y Solo que estos fideles, ligados al rey por ci
politica, de los niveles culturales y de Ia cri- vInculo de una consaguiniras casi sagrada,
sis del mundo germãnico de Ia alta Edad porque se dcrivaba del riesgo comOn y de Ia
Media. Cualesquiera que hayan sido en Ia solidaridad en Ia batalia, frcnte a Ia muerte,
untiguedad temprana o tardia, determinados no eran originalmcntc titulares de ningOn
factores o técnicas de gobierno que se pue- poder particular o FunciOn especlfica, aunque,
den tomar también como antecedentes del F. obviamente, su relación con ci jefe del pue-
(Ia inmunitas, por ejemplo), nos parece que blo les aseguraba una posiciOn honorifica
debe considerarse que los fenOmenos de Ia notoriarnente influyente. El pueblo, por otra
decadencia romana cuando mucho pucden parte, seguia administrándose, de acuerdo
aprcciarsc como una indicaciOn de tendencia. con el esquema tradicional familiar-gentilicio,
Aunque en realidad, y para no hacer arqueo- con ci cual el jefe de cada uno de los grupos
logia juridica, estas instituciones, prOcticas (Fara, Sippe, etc.) se seguia definiendo no por
o indicaciones adquieren un tinte completa- su relaciOn con el rey sino Onicamente por sus
mente particular sOlo a Ia luz de Ia experien- relaciones de influencia, prestigio o dominio
cia germánica y asumen de este modo un sobre su propia genie. Dc tal modo que cuan-
valor original propio: tal es el caso de Ia expe- do esa genie se instalaba en forma estable en
riencia particular y sustancialmente novisi- un lugar, después de Ia conquista del oeste o
ma dcl F. carolingio franco. del sur de Europa, el mismo mecanismo defi-
nia Ia jerarquia territorial provincial. El jefe
U LA PRACTICA DE LA FII)FI.IT.4S GERMANICA. El f. del grupo, expresión de Cste, se converila
parece nacer de Ia antigua práctica de los pue - automáticamente en jefe del distrito.
blos aermánicos —pueblos que, como es sabi- Por otra pane, sin embargo, ci desarrollo de
do, fueron nOmadas, y por lo tanto guerreros Ia instituciOn monárquica, comportando una
durante largo tiempo— de enrolar en el sequi- acentuación de las funciones, permitiO que se
to (truslis) del rey a personas jOvenes y muy Ilamara a ocupar oicios que iban aparecien-
jOvenes para que sc perfeccionaran en el uso do en el palatiwn real principal y naturalmen-
de las armas y Sc ganaran de este modo hono- te a los fideles de Ia corniziva real, que de este
646 EEL DALISMO

modo empezaron a desarrollar un poder poli- las creada por el vinculo dcl vasalluje.
tico concreto, aunque todavia no como vassi En esta forma, dicha relaciOn se enrique-
sino solo coma funcionarios, embajadores, do y se transformó: para tener fideles en las
ministros del rey. A falta de un auténtico con- diversas Lonas, para vincularlos a Ia tierra,
cepto de estado, les pareciO natural a los flue- el rev concediO en beneficiz ,m a su vasallo una
vos rcyes germánicos de Occidente apoyarse porciOn de tierra tomada originalmente de los
principalmente en personas que habian uni- bienes dcl fisco a de las iglesias, territorios
do a su misma persona fisica, individual, sus que no se asignaba en propiedad sino en pre-
propios destinos. Los fideles del rey fueron earium (o sea ad nutum del rey, con un nego-
Ilamados de este modo a dirigir las funciones cio patrimonial unilateral y una concesiOn
cent rales y aun las provinciales, en competen- gratuita revocable en cualquier momento),
cia, sin embargo, v en condiciones de debili- territorio de cuvo trabajo ci vasslis debia
dad respecto de las estructuras y de las for- obtener los medios pura mantenerse, armar-
mas dcl poder politico territorial, esencial- se y vigilar los intereses dcl soherano en Ia
mente autarquicas. zona circunvecina.
En esta permanente diarquia y conflicto de La reiacion del vasallaje se completo, par
poderes entre el rev, en el centro, y los diver- lo tanto. con el bcneficio. de contenido con-
SOS grupos patriarcales y tribales de las pro- creto (aun cuando todavia tenia un valor obli-
vincias, radicaba, como es sabido. Ia causu gatorio y no real), constituido, en general, par
principal de todas las debilidades de las fra- el bien que en una econonlia ampliamente
gilisimas construcciones politicas creadas natural. como Ia de Ia epoca carolingia, sOlo
por los germanos en Occidente (agravadas por podia consistir en Ia tierra; el concepto del
otras tensiones con los grupos románicos más beneficium-fezidum se convirtiO en ci aspec-
numerosos, ci conflicto religioso entre arria- to caracteristico, primero del 1. franco, v lue-
nismo y catolicismo, etc.); asi. estas estruc- go del occidental. de inodo quc lo que era ci
turas se desvanecieron una tras otra por simple objeto del trato dana su nombre sig-
impulsos externos (visigodos, longobardos. nificativamente a toda Ia relaciOn (relaciOn
borgonones, vándaios, etc.) o quedaron para- feudal). Ia necesidad de crear con ci v assus
lizadas por largo tiempo (el mayor ejemplo enkudado un contrapeso válido para Ia tra-
de estas parálisis es aquello conocidIsimo de dicional organización territorial, entraño
los reyes franco— merovingios: los Ilamados también que el mismo vassus estuviera exen-
rois faineants). to de las prestaciones pOblicas, las que eran
administradas en Ia provincia par los pode-
III. LA FELIDAUZACION DEWS V-%SSl REALES COMO INS- res tradicionules; de este modo el t'assus no
TRUMENTO DE GOBIERNO. La exigencia del refor- pagaria al comes impuesto alguno, ni queda-
zamiento dcl poder real entre los francos fuc na comprendido en el marco de Ia reparticiOn
to que indujo a utiiizar sistemáticamente en militar local dcl ternitonio. ni estaria sujeto
forma politica Ia tradicionai estructura del a Ia jurisdicción del magistrado local: par
vasaliaje: ci cambio de Ia dinastia, Ia sustitu- todas estas cosas el t'assus tenia como inico
dOn de los merovingios con los carolingios jefe directamente al rev.
indujo a estos Oltimos —desde ci tiempo de Una amplia ramificaciOn feudal de este tipo
Pipino el Viejo y de Carios Martcl (y por lo Ic permitio al rev un control mucho mayor
tanto, aun antes del ascenso al trono de los sabre In realidad tribal de Ia provincia tradi-
grandes mayordomos dcl reino)— a buscar cional, asegurándole una /id.Jitas gene rat
nuevas relaciones directas con ci mundo mucho mayor. La función militar del tassic
popular, ligado a los esquemas tradicionales ciertamente es primaria, pero no exclusiva.
(y a Ia misma dinastla tradicional). Al no Esto permite rechazar Ia conocida tesis de
poderse difundir por razones objetivas más Brunner sobre Ia difusiOn del feudo I ranco
allá de cierto limite, ci poder basado en Ia unida a las necesidades militares en que SC
relacion de sangre, de familia —Onica rela- encontro Carlos Martel en tiempos de Ia ame-
dOn verdaderamente sOlida en ci mundo ger- naza árabc contra Ia Francia centro-
mánico—, se rccurriO a Ia utilizaciOn de Ia meridional: ci proccso dc trunsformación del
relación particular de affectia, de familiari- 'asszis en feudatario comensO. en realidad.
FEUDALISMO 647

mucho antes, por razones politicas precisas, dirigencias locales y provinciales con vassi de
aunque ciertamente las necesidades militares origen real, ci sistema feudal empezó a fun-
creadas par Ia invasion Otrabe favorecieron Ia cionar en contra de Ia cent ralización monár-
difusiOn sistemática de esta institución. quica: de instrumento en manos dci rey, cii.
Entre todas las fuenies conocidas. Ia insti- se transformo en instrumento fundamental
tuciOn feudal, como asunto juridico, puede en manos de las nuevas aristocracias locales.
deuinirse como una especie de contrato- Dc hecho, aparte de que con mucha frecuen-
de.sigual, privado, peru con una importancia cia el vasallo real investido de los rnáximos
püblica creciente. El vassus jura Ia fideliia.c poderes leudalizados (condado. marquesado,
a su dominus que por su parte le concede su misado, etc.) no era otra cosa que el nuevo
propia luitio (defensa): Ia ceremonia va acorn- exponente de los viejos puderes locales de
panada frecuentemente por Ia pronunciución estirpe a de familia, el hecho mismo dci éxi-
de palabras sagradas, por ci abrazo V par el to de Ia instituciOn induju a Ia gran feudali-
besu. Inmediatamente despucs, el do;ninus Ic dud a utilizarlo en beneficio propio, constru-
trasmite a .su nuevo horny Ia titularidad yendo con medios siniilares a sus dependen-
—desde los contenidos que van dcslizándose cias, una jerarquia feudal esencialmente idén-
puco a poco hasta Ia possessio y ci plenwn do- tica a Ia que el soberano habia difundido en
miniurn— sabre los territorios que se Ic han todo ci estado. Dada Ia debilidad creciente,
asignado, con las correspondientes inmuni- por su misma naturaleza. de Ia relaciOn jcrár-
dades. En esta rclación, el aspecto bend icia- quica dorninus-%'assus. se Ic creO con esto una
rio adquiriO cada vez más importancia respcc - burrera impenetrable ai poder soberano en
to del aspecto sacramental: a tal grado que las provincias que empezaban Ia progresiva
en Italia. todavia en una época muy 1-emota, autoccfalizaciOn y fragmentaciOn que fue ci
Ia concesiOn del feudum antecedia, en lugar hecho rnãs caracteristico de Ia sociedad feu-
de seguir. al sacra?nenfurn fidelitatis, o sea dal en su máximo florecimiento (siglos xxii).
que Ia jidelilas (relaciOn ético-espiritual) esta- El estado feudal permanecia intacto, pero
ba también subordinada estrechamentc a Ia de hecho ci soberano estaba cada vez más ale-
concesiOn del feudo (relaciOn patrimonial). jado de los habitantes del estado (no se pue-
de hablar obviamente de sObditos). Esto se
I'1. LAS REACCION1S PARTICUI.ARISTAS: LA FRAGMENTA- puso de manifiesto cuando un soberano como
dON Dr LA SOCIEDAD. Dc acuerdo con estas Carios el Calvo debio acudir al Capitular de
bases, Ia hibrida y compleja instituciOn feu- Kiersy (('apitolare ('arisiacum) del ano 877, en
dal se difundiO por toda Europa durante ci el que, par encima de las distinciones y limi-
siglo ix, trasmitida par Ia conquista franca, taciones formales. Ia práctica consuetudina-
y adquirio tanta mayor importancia cuanto na feudal construyO el fundamento de Ia suce-
mayores eran las exigencias dcl nuevo empe- siOn hereditaria de los grandes beneficios. La
radar franco-germanico de controlar los fun- fidelisas del heredero del feudatario difunto
dos extranjeros y las poblaciones celosas de —heredero identificado de acuerdo con las
su propia autonomla. Los limites de Ia apli- reglas estrictas del derecho familiar— se Ic
caciOn de esquemas privados para gobernar imponia al soberano coma válida para Ia suce-
fundos publicos, aunque fucra en aquel "esta- siOn en Ia rclaciOn feudal en el usufructo de
do de asociación individual" que constituyO Ia funciOn pOblica: Ia relaciOn fiduciaria bila-
Ia maxima experiencia politica germana, teral habia quedado sin valor, en suma, par
coma diria Mitteis, se pusieron, sin embargo, Ia necesidad de los feudatarios de asegurar
de manifiesta muy pronto, una vez que Ia difu- I-a sucesión a sus propios descendientes aun
sion misma dcl sistema feudal indujo u obli- en ci cargo püblico. El beneficiurn y su usu-
gO al rey a conferir a titulo feudal los gran- fructo ya eran mãs importantes que Ia fideli-
des cargos centrales a ci gobierno de las las, causa original y fundamental del trato.
reparticioncs provinciales, transformando asi Es sabido que dste proceso se dcsarrollO
el officiuni en beneficiurn. Desde ese momen- aun más y IlegO a Italia —sede de una expe-
ta, que teóricamentc era ci del máximo flu- riencia feudal muy particular— y fue capaz
recimiento dcl f. monárquico, porque permi- de asegurar Ia sucesiOn hereditaria aun para
tia Ia sustituciOn integra de todas las viejas los beneficios menores (Edicium de beneficiis.
64$ F1I.OSOFIA DL LA POLITIC A

de Conrado II, 1037), una decision con Ia que fflosofIa de Ja poiltica


ci monarca pudo devolver en cierto modo a
Ia grun aristocracia feudal ci golpe sufridu un
siglo v medio antes, a pesar de que semejan- I. (ONCLI'TO 1* FILOSOFIA poi.lTic.'. No es tarea
te acto, al perfeccionar Ia disgregacion del sis- fOcil establecer con ciaridad y precisiOn qué
tema feudal italiano. consagró una fragmen- cosa Sc entiende o se debe entender con "1.
taciOn quc debia perdurar por siglos, identi- de Ia politica" (o f. politica corno es preferi-
ficándose con Ia atomista experiencia comu- ble decir siguiendo el uso comün). Es tan
nat. Es muy fãcil, en efecto, identificar en ci grande Ia variedad de opiniones a estc pro-
edicto de MuOn de 1037 Ia premisa de In expe- pósito, que el mejor ctmino quc se puede
riencia siguiente de las comunas citadinas seguir no parece ser el de proponer, coma
como nuevo modo de organizarse de Ia peque- punto de partida, una definición a priori a
ña y media feudalidad italiana. convencional sino una definiciOn dcl tipo que
En aquellos lugares en donde las tierras actualniente se liamaria ostensiva, tomada
que no sufrieron esa fragmentacion estabili- dcl trabajo reLIizado par los historiadores del
zada v definitiva pudieron recuperar mOs pensamiento politico, del material recopila-
rOpidamente. con Ia ayuda de otros medios, do por éstos, remontOndose de los casos par-
su organizaciOn nacional unitaria a través dci ticulares al problema general, el problema de
resurgimiento de Ia instituciOn mondrquica. Ia existencia v de Ia posibilidad misma de una
Ia experiencia historica italiana estuvo con- consideraciOn filosofica dcl fenómeno
denada, par Ia pulverizaciOn del sistema feu- politico.
dal como instrumento de gobierno local, a Ahora bien, entre las muchas preguntas que
una ampliamente secular pulverizaciOn vienen a Ia mente cuando uno se coloca en
politica. esta perspectiva, se presentan inmediatamen-
Ic algunas de carOcter destacadamente criti-
BIBLIOGRAFIA: P. Anderson. Transieiont'.c de Ia co, que afectan v ponen, por asi decirlo, en
Aniigüedad a! fendalismo (1974). Madrid, Siglo tela dejuicio los mismos cOnones de Ia histo-
XXI, 1979; M. Bloch, La sociedad feudal (1939- riografia. los criterios seguidos por los his-
1949), Mexico, UTEHA, 2 vols.; R. Boutruche, toriadores de las dc'ctrinas politicas para deli-
Señor(o y feudalismo (1968-1970). Buenos Aires- mitar el campo de su investigaciOn y para
Madrid, Siglo XXI, 1973-1979. 2 vois.: R. Bran- exponer v discutir las ideas v los autores que
coli Busdraghi, La formaziout' storica del feudo consideran cada vez. Una primera pregunta
lombardo come diritto reale, MuOn, Giurire, librc de prejuicios podria ser, por to tanto,
1965; J. Dhondt. La alia Edad Media, en Histo- ésta: Con qué premisas explicitas o implici-
Ha universal, vol. 10, Mexico, Siglo XXI, 1971; tas Sc eligen estas "ideas" y se hacen objeto
J. Godechot y otros, La abolición del feudalismo de reconstrucción v de historia? iPor qué
en el niundo occidental (1971). Madrid Siglo XXI, (usando los tCrminos mOs simples) a algunos
1979; C.E. Labrousse y otros, Ordenes, estamen- autores se les considera "politicos" v se les
los)' clases (1973). Madrid, Siglo XXI, 1980; J. juzga merecedores de ser incluidos en esta
Le Goff, La baja Edad Media, en Historia univer- "historia", v se exciuve en cambio a otros. o
sal, vol. II, Mexico, Siglo XXI, 1971; K. Lehmann, se les cataloga con otras etiquetas, corno auto- -

Die langobardische Lelzenreclzt, Gotinga, Die- res de teorias económicas o, de una manera
trich, 1896; F.G. Maier, Las Ira nsformaciones del mOs general, de teorias sociales? Y iqu6 rela-
muudo mediterrdneo. Siglos 1114'!!!, en Histo- ciones exactamente intervienen entre estas
Ha universal, vol. 9, Mexico, Siglo XXI. 1972: H. trcs grandes categorias que Sc nos presentan
Mitteis, La sznature giuridiche e politicize dell'eid v en qué medida las ideas politicas difieren
feudale (1933), Brescia, Morcelliana, 1962; J.L. propiamente de las otras dos? ZQuiCnes son,
Romero, La rerolución burguesa en el mundo en esencia, los escritores "politicos", qué
feudal. Mexico, Siglo XXI. 1967; J.L. Romero, razones v qué caracteristicas nos permiten
Crisis v orden en el ;zundo f eu doburgutzs , Méxi- Ilamarlos asi? Una yes hechas estas pregun-
Co Siglo XXI, 1980. tas inmediatamente surge de manera espon-
tOnea otra pregunta: suponiendo que sahemos
[PAOL0 COLLIVA] quiCnes son. ( qué cosa hacian o pretendian
FILOSOFIA DE LA POLITICA 649

hacer estos escritores politicos? ZSe propo- entenderla Ic corresponde un significado


nian unicamente estudiar, analizar, describir diverso de Ia expresiOn f. politica. No una,
el fenómenu politico. a bien pretendian tam- sino muchas serian, por lo tanto, las defini-
bién evaluarlo? Y si lo evaluaban, icon qué ciones que se podrian dar de esta disciplina,
escala de valores lo haclan, con qué objeto? a no ser que, para declarar legitima una sola,
Para recomendar o propugnar un tipo ideal se declaren ilegitimas (Y Sc demuestre que lo
y perlecto de relaciOn politica, de estado, o son) todas las demás.
simplemente para scnalar remedios, correc-
ciones, ajustes a Ia realidud politica existen- II FILOSOFIA POLITItA ('DM0 DETERMISACKN DEL ESTA-
te? Dc este modo liegamos a una ültima pre- Do (WTIMO. A pesar de In conclusion un poco
gunta: Estos valores, estos ideales, que ins- desalentadora a que conduce, In ciasificacion
piraron a los pensadores politicos del pasa- que hemos expuesto de manera somera pue-
dos que a través de sus obras most raron que de resultar utilisima también para nuestros
estaban preñados dc consecuencias, hasta el fines, y parece ciertamente confirmada por
punto de provucar algunas veces rcvolucio- Ia investigación histórica. No es dificil, en
nes o cambios radicales en las vicisitudes de efecto, ejemplificar histOricamente, es decir
los hombres, qué signilicado adquieren asociar a nombres concretos los cuatro
actualmente para nosutros, y cómo podemos modos que hemos distinguido de filosofar
y debemos juzgarlos? sabre In politica. Empezando por ci primero
No pretendo ciertumente que esta breve —Ia f. politica entendida como bOsqueda de
enumeración circunscriba y abarquc todos oplirno slain reipnhlicae—, el ejemplo más
los interrugantes, todas las dudas que Ia icc- antiguo, más conocido V más Ilamativo es s
tura de los "ciásicos politicos despierta en sigue siendo In Repzthlica platOnica, modelo
nuestra mentulidad moderna. Creo, sin ideal de estado construido mediante un pro-
embargo. que ofrece una primera aproxima- cedimiento logico abstracto y deductivo, con
ción, que constituve un primer paso para una serena indiferencia sobre las posibilida-
entender v definir In naturaleza o, si se pre- des de su realizaciOn efectiva. En In misma
fiere, las caracteristicus sobresalientes de Ia senda de Platón se pueden agrupar en estas
disciplina que se conoce con el nombre de f. categorias de filOsofos politicos a todos los
politica. Determinar In esencia propia del utopistas. descriptores y teOricos también
fenOmeno politico v los elementos que los dis- ellos de modelos de sociedad perfecta: mode-
tinguen en el campo más vasto y complejo de los en que ci historiador moderno descubre
los fenómenos sociales; valorar criticamente con ojo critico reflejos aigunas veces dolien-
el método seguido cada vez por los investiga- tes de experiencias concretas, pero que expre-
dores quc se han ocupado del mismo; evaluar san todos de igual manera siempre Ia certi-
las explicaciones que proponen sobre las raz dumbre de dar una soluciOn definitiva al pro-
nes de esa relaciOn; examinar, finalmente (al blema politico, solución fundada en un valor
menos por interes histórico), los distintos supremo v absoluto de justicia. Por esta Olti-
modelos ideales de una sociedad perfecta que ma razón se pueden incluir, además, en esta
en cada época han inspirado v algunas veces cutegoria, escritores menos radicales que Phi-
obsesionado las mentes de los grandes pen- ton v que los utopistus, dispuestos (como por
sadores (0 por lo menos considerados como ejemplo Cicerón o Tomãs de Aquino) a reco-
tales por el consenso comün): estas cuatro nocer In divergencia entre In teoria v Ia prác-
tareas corresponden, en efecto (aunque sea en tica, mas no a renunciar por esto a seflalar
progresión inversa), a In clasificación que en el ordo just iliac In condiciOn Onica con Ia
Norberto Bobbiu propuso recientemente que puede realizarse un ordenamiento social
sabre los diversos modos en que Sc ha enten- v politico perfecto. Sc podrian finalmente
dido y puede entenderse In f. politica: coma anadir también a csta categoria autores que,
decripeion del estado optimo, como busque- aunque rechazan desdeñosamente In imputa-
da de su fundamentación, como identificacion ciOn de utopismo, consideran, sin embargo,
dc Ia "categoria de lo politico" y, finalmen- posible senalar como meta Oltimu de las lar-
te, coma metodologia de las ciencias politi- gas penalidades de In human idad In liberaciOn
eas en general. A cada uno de estos modos de de las cudenas de Ia explotaciOn s de Ia opre-
650 FILOSOFIA DE LA POLITICA

sión: recuerdese Ia transición del reino de un cáiculo utilitarista, en ci derecho de Ia san-


Ia necesidad al de Ia libertad" preconizado gre a en el consenso popular: lo que interesa
por los marxistas, o también las muchas for- es ci recurso a un determinado principio (a
mas "contestatarias" que vemos en nuestros a un conjunto de principios) —a una "ideolo-
dias. Si Ia caracteristica comün de los leon- gIa" particular, como se dice actualmente-
cos del estado perlecto consistia en creer que para justificar, exigir o impugnar el respeto
poscian un criterio de valor absoluto, Ia debido al detentador a a los detentadores del
caracteristica comün de los contestatarios poder. En ese sentido, sc pueden designar
modernos Cs Ia convicciOn de poseer un cri- como ideologlas tanto Ia teoria patriarcal de
terio de disvaior seguro, que permite Ia con- Filmer coma Ia dcl cant rato social de Hobbes,
dena inapelable del orden existente, dejando Locke y Rousseau: a esle ultimo escritor se
indeterminada Ia creación de un orden flue- Ic debe considerar tai vcz, par otra pane,
vo, libre de los defectos pasados. Seria super- como ci p'lmero que distinguio claramente,
Fluo anadir que esta ültima observaciOn se ha desde ci principio mismo de su obra más
hecho aqul por ci mero gusto de lo paradoji- importante, entre Ia existencia del poder y Ia
co (coma paradOjico es ci término 'utopia at Iegitimacion. Pero, ya que precisamente estas
revés" con que Bobbio designa estu actitud teorias se apoyan en unu premisa de valor, se
mental) v que, excepciOn hecha de algun fiel podria preguntar: 4no son una simple subes-
retrasado de Ia "gran tradición" como Hayek pecie de las relativas al estado Optimo, at csta-
o Strauss, o de algun profeta mesiánico de do ideal, que despues de todo también son
una nueva condiciOn humana, ya son pocos ideologias, ünicamente desanrolladas de una
los que se atreven a atribuirle a Ia 1. politica manera más amplia v completa? La diferen-
Ia tarea de elaborar una teorla del estado cia es sutil, pero, es sin embargo, import-un-
óptimo. Ic, porque las teorias de Ia Iegitimacion per-
miten una amplitud de interpretación s' dc
M. FILOSOFIA POLITICA (0510 BLSQUEDA DEL CRITERIO aplicaciOn mucho mayor que las del estado
DL LEGITIMIDAD DEL PODER. Es mucho menos óptimo: se limitun dt ordinario a señaiar las
ambiciosa, más rica y compleja, en efecto, Ia condiciones que el poder debe acatar para ser
segunda categoria en que, coma se dijo, se (0 merecer ser) aceptado coma válido, dejan-
pueden agrupar los escritores politicos que, do indeterminados los modos en que se pue-
en lugar de teorizar un modelo de estado den realizar de hecho estas condiciones;
ideal, se han propuesto analizar ci fundamen- recuérdesc Ia vaniedad y multiplicidad de los
to de Ia reiación politica, las razones de Ia sistemas politicos justificados actualmente en
relaciOn de dependencia quc esto implica, en nombre del 'pnincipio democnOtico". No son
una palabra, determinar ci por qué del esta- raros los casos en que sobreviven juntos prin-
do. los motivos que explican Ia obediencia que cipios de legitimidad muy diversos, sobrepo-
los hombres prestan o recusan al poder. El niéndose unos a otros, sin que los hombres
objeto de Ia investigaciOn ya no es el estado se den cuenta plenamente de su distinta pro-
optinio sino lo que se llama, con un vocablo veniencia y de su posible imcompatibilidad;
desusado, pero que recientemente ha cobra- recuérdese Ia formula "por Ia gracia de Dios
do actualidad, su "legitimi7.aci6n": problema v Ia voluntad de Ia NaciOn" que hasta aver se
que muy bien se puede decir que mancomu- acogia en Italia coma principio de legitima-
na a pensadores anhiguos v modernos, a pesar ciOn de Ia monarquia constitucional. Desde
de las variadisimas soluciones que en cada este punto de vista. Ia f. politica es, en conse-
ocasión se han dado del mismo y que, coma cuencia, una ideologia a, mejor dicho, una tea-
e sabido, Max Weber trató de clasificar con na de Ia ideologia: en su mismo nombre se
su merecidamente famosa tipologia de las halia contenida su definiciOn, aunque tam-
tres legitimidades: tradicional, curismãtica y bién, para muchos, su condena.
racional. En nuestra opiniOn, no reviste una
importancia particular ci hecho de que Ia legi- IV FILOSOFIA POLI1ICA ((.1510 E51E(IFICA(I0\ DF. LA
timaciOn dcl poder deba buscarse en su ins. (AmG0RIA DC LO POLITICO. La tercera acepciOn
titución divina a bien en una determinaciOn posible de Ia f. palitica es, coma se dijo, Ia
humana consciente, en el culto at pasado o en determinaciOn del concepto general de poll-
FILOSOFIA DE LA POLITICA 65 I

tica, de lo que caructeriza el fcnomeno poli- logIa de Ia fuerza como elemento constituti-
tico y lo hace tal, distinguiendolo y diferen- vo y al mismo tiempo legitimante del estado.
ciándolo de los demás fenómenos sociales. En No carece, par lo tanto, de significado ci
este punto el pensamiento vuela hasta Croce hecho de quc precisamente como seguidores
que, en un ensayo lamoso, senaiaba en ci des- de semejante ideologia hayan podido recibir
cubrimiento de Ia "autonomia de Ia politica" el nombre de "maquiavelicos" algunos Icon-
precisamente ci comienzo de Ia f. politica en cos politicos cercanos a nosotros, coma Mos-
sentido estricto: autonomia que significa ca v Pareto, para los que Ia esencia del icnO-
identificaciOn de las caracteristicas propias meno politico consistia en Ia imposición dcl
dc Ia actividad politica y de las ie'es que Ia poder par parte de una minoria sobre Ia
gobiernan y quc son distintas de (y algunas mavoria, v dentro de este contcxto no se pue-
vcces opuestas a) las propius de otras activi- de pasar pot alto otra teoria mucho mets
dades humanas. y marcadamente distintas de reciente, que considera encontrar Ia catego-
las de Ia moral. Segün Croce ci autor de este na de lo politico en Ia relaciOn amigo-
descubrimiento fue Nicolás Maquiavelo, v, enemigo. en Ia solidaridad de grupo frente al
debido a Ia gran resonancia que tuvo entre reto a Ia amt'nuza de un adversario: [curia for-
nosotros Ia ensenanza de Crocc, ha prevale- mulada hace unos treinta anus por un escri-
cido ciertumente esta acepciOn en nuestra dis- tor nazi (Carl Schmitt), y continuada recien-
ciplina (dentro de Italia). Es necesario, sin temente por dos filOsofos politicos. F rancés
embargo, poner dc manificsto de una vez por ci uno (Julien Freund), italiano el otro (Ser-
todas los limites v (para liamar las cosas par gio Cotta). También en este caso se Ic asigna
su nombre) Ia parcialidad de Ia tesis crocia- a Ia F. politica Ia [area de determinar las
na, que conduce ante todo (de lo que dan Fe caracteristicas diferenciales dcl fenOmeno
las mismas palabras de Croce) a una parado- politico, que se reduce, en Oltima instancia,
jica deformaciôn hisiorica. Quién se atreve- a una relaciOn de fuerza.
na actualmente, siguiendo los pasos de Cro-
cc, a empezar Ia historia de Ia f. de Ia politi- V. FIWSOFIA POLITICA (OMO MET000LOGIA DE LAS dEN-
ca a partir de Nicolás Maquiavelo, a buscar- CIAS PoLITIcs.Liegamos asi a lo que para las
Ia en los tediosos escritos de los teóricos de orientaciones filosóficas más modernas y agu-
Ia razón de estado, a seguiria a través de Vico das constituyc ci cuarto y más correcto modo
v de Galiani, excluvendo de ella a Rousseau, de entender Ia F. politica: de entenderla coma
y concediendo sOlo un modesto lugarcillo a una simple metodologia, coma una reflexión
Hegel v a Mars? Paru ser justos y reconocer critica sobre ci discurso politico, ya sea éste
coma filOsofos politicos a AristOtelcs o Mar- ci discurso del cientifico moderno o bien ci
silio de Padua, Jean Bodin o John Stuart Mill, de los teOricos politicos del pasado. La F. poli-
es necesario admitir que tambien 1 ilosofan tica se presenta aqui coma una investigación
sobre Ia politica otros autores de tipo no de segundo grado, que tiende a analizar, ada-
maquiavciico, autores que admitian o soste- nary clasificar ci lenguaje, los argumentos y
nian explicitamente las intimas relaciones de los propositos de todos los que han hecho a
interdependencia que unian Ia politica con siguen hacienda de Ia politica un objeto de
otros muchos aspectos de Ia experiencia prác- discusión v de estudio. En este scntido se pue-
tica: aunque tambien éstos debian tener su de hablar de Ia F. politica como de una "meta-
nociOn, aunque confusa, de lo que era Ia poll- ciencia". o sea de una comprobacion riguro-
tica, si no se atrevian a descrihir sus carac- sa de los procedimientos con que se Ileva a
teristicas v a senalar sus confines. Sigue cier- cabo Ia investigacion de Ia ciencia politica
tamente formando pane de laS tareas del empirica; habiando más en general, se Ic pue-
investigador Ia exigencia de aclarar de parti- de atnibuir Ia tarea de encontrar los elemen-
da, al estudiar a un pensador politico cual- tos dcl pensamiento politico tradicional, pen-
qukia. ci concepto que tiene de Ia politica. samiento que se presenta precisamente al
% sigue %iendo cierto que ci concepto que análisis como "impuno" desde el punto de vis-
Maquiavelo SC formaba sobre Ia misma cons- ta metodologico, como resultado. en Ia mayo-
titula sin iug-tr a dudas una ideologia (unu na de los casos. de Ia confluencia de tres pro- -

ideologia par Ia demás muv antigua): Ia ideo- pósitos muY diversos, y que son: a] Ia adop-
652 FILOSOFIA DE LA POLITICA

cion de conceptos no siempre comprobados tivistas; que condujera a reconocer que cual-
criticamente; b] una descripción que dice ser quier discurso politico está (0 por lo menos
objetiva y "evaluativa" de situaciones reales lo está en Ia situaciOn actual) condicionado
y de las leyes que rigen su curso, y finalmen- por el lenguaje que uno debe utilizar; lenguaje
te, c] una indicación de los fines a los que tien- que (como se ha visto) es un lenguaje "impu-
de o deberia tender Ia actividad politica, fines ro", o tat vez seria mejor decir un lenguaje
que por su parte se usan como cartabón para "dc muchas dimensiones"; un lenguaje que,
discernir y juzgar Ia realidad politica existen- en el acto mismo en que se usa, cumple fun-
te. Entendida de este modo, y solo de este ciones diversas: designa y evalOa, describe,
modo, Ia f. politica parece poder tener toda- y al mismo tiempo también prescribe (aunque
via cierta posibilidad de justificación a los sea de manera inconsciente), y esto por Ia sen-
ojos de algunos filOsofos modernos; pero cilIa razOn de que los vocablos que utilizan
todos se dan cuenta de que esta justificación tienen ya de partida un tinte emotivo, son
se obtiene a costa de eliminar como ilegitimos palabras "cargadas" que encierran una con-
o carentes de significado los tres modos res- notaciOn apreciativa que no es posible (o por
tantes, más o menos tradicionales, en que, to menos no ha sido posible hasta ahora) eli-
como hemos visto, se Ia ha podido concebir. minar. Los ejemplos que vienen a Ia mente
Eliminadas las dos primeras acepciones, o son numerosos: basta recordar el uso que se
más exactamente englobadas bajo el nombre da corrientemente al hablar de politica a pala-
de ideologias: posiciones apodicticas de valor bras como "libertad" o "igualdad", que desig-
no susceptibles de un discurso controlado y nan al mismo tiempo un hecho y un valor o
significativo; subsumida la tercera en el aná- Ia posibilidad de darle al mismo hecho poli-
lisis del lenguaje y en la tarea, confiada pre- tico un significado distinto y algunas veces
cisamente a Ia f. politica, a Ia que le corres- opuesto llamándolo con un nombre más bien
ponderIa, como metaciencia, depurar como que con otro ("castigo"-"represiOn", "fuerza"-
primera cosa ci concepto de politica y deli- "violencia"); basta reflexionar en Ia incerti-
mitar el campo en que se ejerce, o puede ejer- dumbre que reina todavia acerca del signifi-
cerse, Ia investigaciOn empirica. No es difi- cado exacto de terminos como "poder" y
cil descubrir en estas tesis radicales el influ- "autoridad" y su delimitaciOn reciproca; bas-
jo de las corrientes neopositivistas que pre- ta recordar lo que se dijo poco antes a pro-
dominan en Ia actualidad en Ia filosofla del pOsito de Ia dificultad de definir con preci-
mundo occidental, y de Ia polémica "antime- siOn to que se entiende por "politica".
tafIsica" que las inspira y Ia caracteriza.
Conside-
VII. FIWSOFIA POLITICA Y CIENCIA POLITICA.
Al
VI. FILOSOFIA POLITICA Y ANALISIS DEL LENGUAJE. rada desde este punto de vista, Ia f. politica se
final de este rápido recorrido panorámico no presenta ckrtamente, pues (y se puede definir
se puede dejar de concluir que es preciso par- provisionalmente, en Ia cuarta acepciOn que
tir de esta Oltima posiciOn examinada, pero hemos mencionado), como una operaciOn cri-
no para aceptar supinaxnente sus conciusio- tica que tiende a cuestionar cualquier discur-
nes sino más bien para desandar, por asi so (cualquier investigaciOn o razonamiento)
decirlo, el camino y ver si es posible Ilegar a que tenga por objeto Ia politica. Coma tal se
un juicio más caritativo y positivo sobre los distingue, por to tanto, principalmente (y esta
modos tradicionales de concebir la f. poilti- distinciOn es tal vez, en el momento actual,
ca. No es posible, en efecto, prescindir en Ia Ia más importante) de Ia Ilamada "ciencia
actualidad de Ia clarificacion preliminar del politica", de las orientaciones que prevalecen
lenguaje que es una exigencia fundamental actualmente en el estudio de los problemas
del pensamiento filosOfico moderno, lo dis- politicos y sociales, y se distingue, habria que
tintivo de to que, sin exageraciOn, se ha ila- anadir, por el hecho de colocarse frente a Ia
mado una verdadera revoluciOn en el modo ciencia politica no siempre (como se cree) en
de filosofar. Podria suceder, sin embargo, que una relaciOn de integraciOn reciproca sino
el análisis del lenguaje politico condujera a algunas veces también en una relaciOn de cla-
resultados todavia más radicales de lo que se ra oposiciOn: porque muy bien puede suceder
deduce de las observaciones de los neoposi- que Ia crItica fiiosOfica no se limite a escia-
FILOSOFIA DE LA POLITICA h53

recer y a afinar los procedimientos y los ins- no se ye par qué valga Ia pena discutir de poli-
trumentos de Ia investigaciOn cientifica sino tica si no se trata de entender las razones par
que impugne y llegue a hacer vanos sus pro- las que esto sucede. He citado ci otro caso,
pôsitos: o sea, puede suceder (usando una también altamente significativo, dcl distinto
metafora muy favorecida actualmente por los tinte emotivo que puede darse al mismo
defen.sores de Ia filosofia como "metacien- hecho recurriendo a palabras diferentes: el
cia") que Ia "terapia" en lugar de curar lie- uso o mal uso que en nuestros dIas Ic dan a
gue a matar al paciente. No es éste el lugar este expediente los que "impugnan" el orden
para examinar con detalle Ia naturaleza y los establecido es un ejemplo de esto. Al Ilamar
supuestos de una ciencia que en estas ültimas represión al castigo y violencia a cualquier
décadas ha encontrado amplio consenso y es intervenciOn coercitiva de los órganos esta-
objeto de un asiduo esfuerzo por parte de tales, interpolan un juicio de valor (a más
insignes investigadores. No se trata tampo- exactamente de disvalor) en lo que pretende
co de levantarle un proceso, enumerando las ser meramente Ia descripciOn de un hecho: a
objeciones que se les puede hacer (y que, decir verdad, los politologos, desconfiados
hechas, dan lugar actualmente a apasionadas como son de cualquier connotaciOn normati-
discusiones) a los tres supuestos fundamen- vu de los fenômenos sociales, no se muestran
tales (Ia empiricidad, Ia no prescriptividad y muy sensibies ante Ia diferencia cualitativa,
Ia evaluatividad) de acuerdo con los cuales esa y no sOlo cuantitativa, que se establece entre
ciencia trata de legitimarse y de incorporar- el ejercicio arbitrario de Ia fuerza v Ia fuerza
se entre las ciencias más desarrolladas. La eercida en nombre de Ia 1ev.
objeción fundamental sigue siendo la mencio- Pero ci ejemplo más probatorio y decisivo
nada anteriormente: Ia ambiguedad del len- de Ia imposibilidad que tiene el politologo de
guaje que se refiere al fenómeno politico, y prescindir, en Ia determinación misma de su
Ia incapacidad hasta ahora aparente de Ia propia tarea, de Ia adopción de una posición
ciencia politica pam crearse un lenguaje apro- evaluativa (o, si se prefiere, ideológica) se pue-
piado, o sea (como el de las ciencias exactas) de encontrar en Ia atribución realizada par
sin ninguna resonancia evaluativa, "estcrili- éstc, en el punto de partida, de un significa-
zado" v meramente factual. Ya he citado algu. do particular v especifico a Ia palabra "poli-
nos ejemplos de vocablos pluridimensiona- tica": atribuciOn no menos apodictica v pre-
les" que aparecen frecuentemente en ci len- juiciosa de Io que era Ia de los filôsofos poli-
guaje politico: quisiera anadir ahora que las ticos del pasado. Atribuir a determinados
tentativas realizadas hasta el presente por los fenómenos el carãcter politico noes de hecho
politOlogos de reducir estos vocablos a un sig- otra cosa que darles una importancia parti-
nificado Onico no mc parecen haber sido corn- cular respecto de los demás fenOmenos,
nadas por el éxito. Es de aycr una interesan- importancia que es par si misma una conno-
te polémica (Rivisia ile filosofia, Lv-LVI, 1964- tación de valor. La palabra "politica", den-
1965) sobre Ia posibilidad de dar una defini- 'ada originulmente de Ia expeniencia carac-
ciOn "neutra", cientifica, v por lo tanto obje- teristicu del mundo griego, se ha ampliado o
tivamente válida del concepto de libertad poli. restringido de diversas maneras para desig-
tica. La conclusiOn a Ia que ha Ilegado uno de nar experiencias muy distintas (recuërdese Ia
sus más fervientes sostencdores. Oppenheim, traducción medieval de polis por civiras vet
es por si sola suficiente para dejar perplejos regnum). Considerada durante largo tiempo
sobrc las ventajas de semejante reduccionis- como arte suprema del "bien vivir', coma
ma, pues. en opinion de Oppenheim, seria ciencia coordinadora y "arquitectónica" de
absurdo discutir si hay más libertad en una Ia convivencia humana. Ia politica se redujo
democracia o en una dictadura. Es solo cues- por obra de Maquiavelo a mera "gramática
tión de distribuciOn: en una dictadura Ia liber- de Ia obediencia", por obra de Locke a sim-
tad es Ia dci dictador, en una dernocracia Ia ple seguro sobre Ia vida v las posesiones.
de los ciudadanos. Cosa que puede ser cierta Varia su competencia de acuerdo con los
también desdc el punto de vista empirico, tiempos v con los lugares: aspectos de Ia vida
peru esto no quita que Ia palabra libertad siga que un thu se consideraban politicos vu no los
perturhando v embriagando los corazones: son en Ia actualidad; las convicciones religio-
654 FILOSOFIA DE LA POLfTICA

sas de los ciudadanos. irrelevantes para el examinadas, vimos someramente descritas


estado moderno, no lo eran para el estado como francas ideologlas. Finalmente, hay que
confesional; las relaciones económicas, con- enfrentar, por to tanto, cara a cara, ci uso (o
sideradas pulIticamente indiferentes pur un el abuso) que se hace corrientemente en Ia
liberal, no lo son ciertamente para un mar- actualidad de esa palabra, y preguntarse con
sista. Definir Ia politica Cs, por lo tanto, en qué fundamento nos libramos por medio de
si mismo adoptar una posiciOn acerca de los ella de las imponentes construcciones concep-
fines de In actividad humana, es establecer tuales a las que hace algün tiempo nos acer-
unajerarquiacntre las diversas formas de Ia cábamos con mayor respeto.
vida asociada, es, en una palabra, una elec- De acuerdo con una definición generalmen-
ciOn tie valor, prenada tie consecuencias prác- te aceptada ahora, sc entiende por aserciOn
ticas e indicativas de una vision particular dc ideologica "un puicio de valor disfrazado de,
Ia vida v del hombre. COmo no preguntarse, o cambiado por, una aserciOn tie hecho". Dc
entonces, si el concepto moderno de ciencia acuerdo con esta definicion todas o casi todas
politica, si Ia tentativa de estudiar "cientifi- las f. politicas del pasado son. por lo tanto,
camente". o sea de una manera totalmente ideologias v programas ético-politicos camu-
desapegada e imparcial, una determinada flados tie teorias cientifico-filosOficas, y Ia
esfera de relaciones humanas desigmidas tarea del investigation moderno consiste en
como "polIticas" no son también resultado de "desenmascararlas" poniendo al desnudo
una decision. Ia señal, digamos, de una ideo- entre otras cosas los intereses concretos v
login en particular? A este paso se termina- algunas veces sdrdidos que se ocultahan hajo
na por darles Ia razón a sus criticos mis esas construcciones, N. que éstas trataban de
encarnizados, a cuvos ojos Ia ciencia politica defender o tie consagrar, pretendiendo pre-
occidental, con su ideal de una "polItica cien- sentar como verdades irrefutables (porque se
tifica" que Ia caracteriza y La inspira, no es podian demostrar empirica o deductivamen-
otra cosa que el producto de un contexto his- te) algunas premisas necesarias o ütiles pam
tórico v social perfectamente determinado. convalidar un dcterminado sistema de reIn-
Desaparecida su pretension de "cientifici- ciones politicas N. sociales. No hay duda de
dad", a Ia ciencia politica no Ic quedaria otro quc, por este camino, se puede Ilegar a reali-
remedio que esperar sobrevivir como f. poll- zar una verdadera obra de desmantelamien-
tica del mundo contemporáneo. to tie las teorias politicas más célebres, un
verdadero jeu de massacre! TOmese por ejem-
viii. FILOSOFIA POLITICA C IDEOLOGIA. Si el anOlisis plo Ia doctrina aristotélica de Ia desigualdad
del discurso politico conduce o puede condu- "natural" de los hombres: 4qui6n podria
cir a conclusiones tan singulares, Cs obvio que negar que esa doctrina sirvió a las mil mara-
Ia reflexion filo.Ofica no puede detenerse villas para justificar Ia institución de Ia escla-
aqui, porque reconocen ci carácter evaluati- vitud? Y cuando AristOteles añade que Ia
vo o ideologico de este tipo de discurso hace naturaleza misma parece haber hecho más
surgir en Ia mente un probiema más, el del robustos los cuerpos de los esciavos, desti-
porqué tie ese carácter, 0 sea Ia exigencia de nándoios a las fatigas más pesadas, Z no está
entender las razones por In que Ia calificaciOn claro tal vez que disfraza con un juicio de
politica es una calificacidn evaluativa v no hecho lo que en realidad era un triste prejui-
solo descriptiva, tie encontrar una explicaciOn cio de los antiguos? 0 bien tOmese el ejem-
de Ia% decisiones que los hombres toman al plo de Ia teoria del contrato social: provec-
atribuirles a algunos EenOmenos una impor- tando hacia ci pasado el origen del estado.
tancia politica que excluven en otros y, sobre descubriendo ese origen en un acto delibera-
todo, de establecer exactamente qué cosa sig- do v consciente de los distintos elementos del
nifica esta atribuciOn, cuáles son sus conse- mismo, isus teOricos no partian tal vez de Ia
cuencias s cuál es, en una palabra, realmen- premisa de valor —Ia atribuciOn al individuo
te In puesta en juego. A estas preguntas res- de un derecho original a Ia libertad y a las p
pondian sin duda, o trataban de responder, .sesiones— tratando de corroborarla con una
las 1. politicas tradicionales: las que, enume- referenda a un hecho que se habia Ikvado a
radas en las dos primeras categorias recién cabo dnicamente en circunstancias histOricas
FILOSOFIA DE LA POLITICA 655

y ambientales particulares? En casos como nes, para Ilevar a cabo decisiones, para juz-
éstos, y en otros que se podrian citar aün, es gar Ia realidad politica, para aceptaria, para
perfectamente exacto decir que los filósofos melorarla v, si era necesario, para rechazar-
politicos del pasado carnuflabun con teorias Ia y transformarla. Un solo ejemplo podria
cientificas sus programus ético-politicos v dis- bastar para aclarar e ilustrar este punto: el
frazaban con una ascrciOn de hecho lo que en de Ia Ilamada doctrina del derecho natural,
realidad era un juicio de valor. que con frecuencia ha sido interpretada erró-
neamente por sus criticos como una ifirma-
IX. FILOSOFIA POI.ITI(A V TF.ORIA DE LOS VALORES. Y cion sobre lo que es Ia naturaleza del hombre,
sin embargo, viendo bien las cosas. Ia expli- en tanto que en sus mãs elevados sostenedo-
cación propuesta disfraza un poco los inten- res es más bien una reivindicación de lo quc
Los y Ia obra misma de los quc hace tiempo deberia ser considerado v respetado en el
filosofaban sobre Ia politica. Para empezar, hombre. Decir que los hombres son iguales
se debe señalar que no todos atribuian a los por naturaleza, señalaha Lincoln en Ufl() de
"hechos" Ia funcion de prueba decisiva v defi- sus mãs nobles discursos, no significa que
nitiva que se les imputa. Se podrian citar has- sean iguales de hecho (10 que seria una locu-
La casos dt filOsofos politicos que desde el ra) sino que deben ser tratados como poten-
principio descartun los hechos como irrele- cialrnentc iguales, y que solo es legitimo el
vantes para sus propósitos: Grocio, por ejem- ordenamiento politico en que las desigualda-
plo, que declara en los Prolcgwzeui al Dc jure des de hecho no constituven un factor de dis-
belli ac pacis querer estudiar ci derecho criminación.
"prescindiendo mentalmente dc cualquicr cir- Las filosofias politicas tradicionales son.
cunstancia particular', o bien Rousseau, quc por lo tanto, discursos sobre los valores v no
al principio de su Discurso sobre la desigual - discursos sobre los hechos, Va sea que se tra-
dad proclama: "Empecemos dejando de lado te de aquellas (aunque menos frecuentes) que
todos los hechos, porque no tienen nada que elaboraban modelos de estado ideal o de aque-
er con el problerna", o, finalmente, ci más Ilas (mucho mas numerosas) que huscaban las
significativo de todos. Kant, que al presentar razones. el porqui de Ia relaciOn politica v
ci contrato social como critcrio dc legitimi- proponlan criterios de legitimacion de las
dad del estado anade cxpresamentc que se relaciones existentes, o socababan sus bases
trata node un acontecimientu real sino de un en nombre de valores nuevos v revoluciona-
principio normativo: "simple idea". Pero no rios. Reconocer Ia validcz de este modo de
es sOlo porque los filOsofos politicos dcl pasa- filosofar no significa de ninguna mancra
do atribuian a los hechos un peso distinto del negar Ia posibilidad del otro enfoque. "cien-
que nosotros estamos inclinados a atribuir- tificr". 0 SI SC quiere "moderno", del proble-
les quc sus construcciones resisicli el "desen- ma politico del quc liemos hablado. Signifi-
mascaramiento" que pretenden realizar los ca simplemente reconocer que hay dos modos
modernos. El punto verdaderamente impor- de ahordar v ver el problema: que (usando
tante cs otro: que las que nos parccen ser (o una formula alo rancia v escolástica, pero
pretenden sefl "pruebas" no eran en realidad siempre oportuna) hay dos preguntas distin-
pruebas sino "razones"; aquellos filOsofos, en tas que se pueden hacer acerca de Ia realidad
otras palabras, no intentaban describir que nos rodea: una sobre el "cOmo" y otra
hechos sino prescribir decisioncs, propugnar sobre el "porqué". El politOlogo, si está cons-
valores, v sabIan muv bkn (mcjor tal vez de cienic de los limites dc su horizonte v de las
lo que creemos saber nosotros) que los valo- dificultudes que se derian de Ia imperfeccion
res nose "prueban" sino que se "proponen". de los instrumentos de que dispone, tiene el
se "argumentan", se "ensefian". se "atesti- pleno derecho de plantearse como objeto de
guan", no apelando Onicamente (como con su invcstigación cI conjunto de fenomenos
demasiada facilidad cstamos inclinados a que, separados de Ia esfcra más amplia de los
creer en la actualidad) a los instintos, a las fenOmenos sociales, se consideran, en el
cmocioncs, al lado irracional dcl hombre sino momento en que desarrolla su trabajo. como
a su capacidad dc entender v dc razonar, de fnOmenos politicos. Peru tambhn tiene ci
corregir los instintos, de durninar las emoeio- dchcr de admitir quc esus mismus fenOmcnos
656 FILOSOFIA DE LA POLITICA

pueden ser objeto de una investigación de un derecho v moral. Aunque no hay nadie que no
tipo radicalmente distinto; que Ia existencia se dé cuenta de que Ia ohligacion politica
misma de ese "poder" que él toma como dato entendida en ci primer sentido no es más que
üItimo e incontrovertible de dichos fenóme- un nombre para describir una condición de
nos, "existe" solo en cuanto hay hombres que hecho: una situaciOn de hecho en que ci tie-
lo reconocen Y 10 convierten en tal. Y para que mento determinante es Ia poscsiOn de Ia fuer-
los hombres lo reconoxcan v lo conviertan en za por parte dcl que manda, y su capacidad
tal, es necesario que existan razones (ci mie- de imponer ci acatamienlo dii una determi-
do, La vileza, Ia cobardia, dirian algunos; Ia nada conducta a los que están sujetos a ella.
cunvicciOn, Ia aceptación consciente Y razo- No han faltado ciertamente en Ia historia dcl
nada, dirian los otros) para que se sometan pensamiento politico autores que Ic han dada
y obedezcan sus mandatos. Estas razones son este signilicado a Ia obligacion politica. Sc
y no pucden dejar de stir ci objeto de Ia f. de puede decir que a éstos les ha respondido
Ia politica, que Sc presenta, de esta manera, Rousseau en nombre de todos en un célebre
precisamente como Ia entendian los que pasaje. "La tuerza es Ufl poder fisico —se let,
durante tantos siglos Ia practicaron: como en uno dii los capitulos introductorios a El
una invcstigaciOn critica sobre Ia naturaleza coniralo social— v vo no logro comprender
de Ia obligaciOn politica, como una investiga- qué consecuencia moral pueda tener. Ceder
ciOn sobre un probiema que, a pesar de Ia a Ia luerza es un acto de necesidad, no dc
diversidad de los tiempos v lugares, y a pesar voluntad; cuando mucho un acto de pruden-
de Ia diversidad de las soluciones propuestas, cia. ZEn qué sentido podria constituir on
ha permanecido esencialmente sin variar, deber? Debemos pucs convenir en que Ia fuer-
porque de él dcpende gran parte de nuestra za no crea ci derecho, v que no sc cstá obliga.
experiencia, y no solo de nuestra inevitable do a obedecer si no a los poderes legitimo.s."
condiciOn de ciudadanos sino de nuestra toda- El segundo problema estã estrechamente
via más inevitable condiciOn humana. relacionado con ci primero. Rousseau, como
hemos visto, habla de una consecuencia
X. NATURALEZA DE LA OBL.IGACIO\ POLITICA. Segün "moral" de Ia legitimidad del poder. Debe-
parece son esencialmente tres los probiemas remos concluir, por lo tanto, que Ia obligacion
que se plantean a Ia consideraciOn filosOfica politica se confunde en Oltima instancia con
sobre Ia naturaleza de Ia obligacion politica. Ia obiigaciOn moral? Estaes Ia posicion adop.
Los señaiaré brevemente a modo de con- tada mãs comOnmentc por los teOricos tra-
elusiOn. dicionales v marcadamente por los seguido-
El primer problema se ref iere al significa- res de Ia doctrina del derecho natural, que
do que hay que dane a Ia misma palabra hacian depender precisamente Ia exigericia de
"obligacion" en Ia expresiOn propuesta: si Sc fidelidad, dirigida al ciudadano, del valor
debe entcnder con esta expresiOn simplemen- moral encarnado en Ia orden del legislador.
te Ia situación del que, en un contexto politi- La 1ev "lusta" obliga in bra conscicntiae; las
co (entendido en ci sentido más amplio de leves inicuas magis suni t'iolentiae quam
relaciOn de dependencia de un poder consti- lees. Bastaria, sin embargo, volver a leer ci
tuido), se ye inducido a adoptar cierto tipo de Crizón o dirigir nuestro pensamiento a casos
conducta por Ia existencia de una sanción, o todavia más cercanos a nosotros para conven-
bien, si se debe entender, en cambio, como Ia cernos de que Ia obligaciOn politica no entra-
condiciOn de aquel al que Ic parece deseable, ña en realidad Ia atribuciOn de un valor moral
necesaria u "obligatoria" esa conducta mdc- a todas las leves a las que, en un contexto poli-
pendientemente de Ia posibilidad de su impo- tico, se les reconoce ci caráctcr obligatorio.
sicion coactiva por parte dcl poder superior. SOcrates no deja lugar a dudas en este pun-
La primera interpretación (casi no seria nece- to. Si en lugar de huscar escapatoria en Ia hui-
sario recordarlo) corresponde a Ia aceptada da obedece a Ia condena injusta, es porque
tradicionalmente por los juristas para seña- considera que éstc es su deher como ciuda-
lar Ia caracteristica de Ia obligacion juridica: dano de Atenas. En nuestros dias, ci juez que
ci elemento de Ia sanciOn (o de Ia coercibili- en nombre del principio dura lex sed lex apli-
dad) es un lugar comOn de Ia distinciOn entre ca una 1ev que preferiria que sc relormara o
FISIOCRACIA 657

abrogara, acata una obligacion distinta del gobierno sino simpiemente de "aducir razo-
que Ic impondria su conciencia moral. El ne'." para preferiria, como ci sistema que, al
objetor de conciencia. por otro lado, que asegurar Ia mayor participaciOn de todos en
rechaza empunar las armas en nombre del las decisiones fundamentales, hace menos
principio de Ia no violencia, no impugna por prohables In divergencia y ci conflicto entre
ello el orden constituido ni, en Ia mayoria de las obligaciones que se Ic imponen al hombre
los casos, sus otros deberes de buen ciu- como ciudadano y las quc se Ic imponen como
dadano. hombre o. por lo menus, que disminuve su fre-
Existe, por lu tanto, una diferencia sustan- cuencia, mitiga sus tensiones, disponiendo un
cial entre Ia obliguciOn politica y los utros modo pacifico de resolverios y superarlos.
muchos deberes que se Ic prescntan al hum-
bre, v unt dc las tareas de Ia 1. politica sin RISL.lO(.RAFIA: E. Birkcr. Principles of social and
duda consiste en analizar esta diferencia, political theory. Oxford, Clarendon Press, 1951;
poniendo de manifiesto lo que caracteriza en A. Brccht, Teoria politica: los fundumenios dcl
primer lugar esta obligacion y que sc podria pensamiento politico dcl siglo XX (1959), Barce-
Ilamar su caracter inclusivo 0, por asi decir- lona, Arid. 1963; C.J. Friedrich. Inlrudu.ione alia
lo, global: pur el cual implica v convalida toda leoria politica (1970), Milan, Istituto Librario
una serie de otras obligaciones, prescindien- Internazionale, 1971; F.E. Oppenhcim, Etica e
do dc los casos particulares e imponiendo filosufia poiiflca (1968), Bolonia, II Mulino, 1971:
conductas que algunas veces pueden estar en A. Passerin d'Entrives. Obhedienza e resistenza
abiertu y trágica cuntradicciOn con Ia obliga- in una societa demoeratica, Milan, Ed. di Comu-
dOn moral (como en los casos de Socrates, del nita, 1970; A. Passerin d'Entreves, Ii palchetto
juez y del objetor de conciencia). as!.egnato agli statisti. Milan. F. Angeli, 1979; A.
Son pocos por otra pane los que reflexio- Ouinton (comp.), Filosu flu politica (1967), Mexi-
nan seriamente en todas las consecuencias co, Fundo de Cultura EconOmica, 1974; L.
implicitas en Ia existendia de Ia obligacion Strauss, e 0ue, es filosofta politica? (1959),
politica: dispuestus en su mayoria a gozar de Madrid, Guadarrama, 1970; E. Weil, Filosofia
sus beneficios en Ia existencia cotidiana paci- poiitica (1956), Nápoles, Guida. 1973; S.S. Wolin,
fica, pero prestos a oponérsele de manera Politica v perspectiva: con tinuidad y camhio en
radical cuando los tiempos sc hacen dificiles ci pe;zsanuento politico (1960), Buenos Aires,
v las exigencias de Ia convivencia pacifica Amorrortu, 1973.
están en contradiccion con Ia aspiraciOn de En relaciOn directa con el tema deben recor-
nuevos ideales. La f. politica puede conducir darse las siguientes colecciones: Annales dc Phi-
a Ia comprensión más madura y más cons- losophic Politique, a cargo dcl Institut Interna-
ciente de Ia naturaleza de esta obligacion, y tional de Philosophic Politique, 1956 ss.; Philo-
en esto consiste justamente Ia tercera tarea sophv, Politics and Society, a cargo de P. Laslett,
que se Ic puede y debe asignar. Ya que en esto primero, y mas tarde de P. Laslett y W.G. Run.
precisamente sc manifiesta Ia oportunidad y ciman, 1956 ss.; Nomos, a cargo de Ia American
necesidad de Ia "argumentaciOn" sobrc los Society for Political and Legal Philosophy, 1958
valores mencionados anteriormente, y es Ia ss.
unica que permite juzgar Ia consistencia de
Ia obligacion politica y transformar eventual- [ALESSANDRO PASSERIN D'ENTREVES]
mente lo que en Ia mavoria de los casus es una
aceptaciOn pasiva 0 Ufl destino fortuito (Ia
dependencia de un ordenamiento politico par-
fislocracia
ticular. Ia pertenencia a un determinado esta-
do) en una aceptaciOn deliberada y convenci-
da, justificando Ia preferencia pot un deter-
minado tipo de ordenamiento más bien que I ImFINIuOs. Aquellos que en Ia historia del
por otro. Esta es, por ejemplo, Ia justificación pensamiento politico y del pensamiento eco-
que se podnia proponer del ordenamiento nómico Ilamamos "fisiOcratas" eran ilamados
democrático: no ya que Sc trate de "probar" por sus contempor-áneos simplemente econo-
que Ia democracia es un sistema perfecto de mistas. El término physiocratie (del griezo
hiS FISIOURMIA

pu8tc, naturaleza, v xpu, dominio) se encuen- Uitcriores elaboraciones dci Tableau se


tra por primera vex en 1767, dicz años des- encuent run en Ia Philosophic rurale de 1763,
pues del nacimiento del movimiento, en Ia tamhién en coiaboraciOn con Mirabeau, v en
antoiogIa que, con este titulo, recopilaba los 1766, en ci Analyse de Ia formule arithmêii-
escritos más importantes de dkha escuela. que du tableau èconomique de la distribution
Para los seguidores dc Ia misma, Ia F. era Ia des dépen.ses anmwlles dune nation agrzcole,
ciencia; para sus adversario.s, una sc'cta. El publicado en Ephëmè ride du Ciiovt', Ia revis-
neologismo refiejaba Ia aspiración a una Ia que difundia las ideas de Ia escuela. La sis-
vision cientifica, universal, de Ia historia tcrnatizaciOn delinitiva de In ciencia tuvo va
pasada y futura, Ia conhianza en un modelo lugar en Ia mencionada antologia Plzt'siocra-
natural todavia por descubrir, uii modelo al tie. bajo Ia direcciOn de Du Pont de Nemours
que nos tenemos que adecuar: ci mejor posi- (1739-1817), acne! Ordre naturel e't csst',,t,el
ble, por ser ci Unko capaz de i-ealizar Ia máxi- des s ?cittés polizique v (1767) de Le Mercier de
ma y más armOnka satisfacciOn de los inte- La Riviére.
reses de Ia autoridad soberana v de las cia-
ses que componen ci pals. Peru precisamen- UI 1.0s TAIILEALX. Las repl-L'sentaciones grafi-
te estas pretcnsioncs universales, Ia convic- cas del sistema de produccion v de consumo
ciOn de poder dar una respuesta acerca de como proceso circular const i tuen un inst ru-
todo a todo ci mundo, Ia forma catequistica menlo analitico que es como una ant icipación
de su enseñanza, ci ienguaje para inkiados de io que Ia cienciu econórnica de nuestros
y ci culto de Ia personaiidad de Francois dias llama un modelo. Por Ia que desde Marx
Quesnav, tueron terreno abonado paru Ia acu- hasta Wassilv Leontief se ha insistido conti-
saciOn de sectarismo contra los fisiOcratas, nuamente en Ia ?noderu,da(l de Quesnav. El
Ia cual mermaba SUS ambkiones de objetivi- Tableau precisa ci papel fundamental dcl
dad cientifica. capital: explica como todo ci mecanismo eco-
nómico se mueve par iniciativa del que anti-
ii. HIST0RIA. La fecha de nacimiento de Ia f. es cipa ci capital v distrihuve las ganancias. Sin
diciembre de 1758, cuando Luis XV se diver- embargo Quesnav ha sido naturaimente acu-
tia componiendo en Ia tipogralia real las sado de con fundir ci modo de producciOn de
pocas pginus dcl Tableau conomique, que un determinado periodo historico con una
se convertirá en ci texto Fundamental de Ia especie de mecanismo con supuesta validez
cscueia y, a los ojos de Karl Marx, en fruto universal, puesto par Ia naturaleza para
de una "idea de verdad genial". garantizar prosperidad a los hornhres de
El autor, François Quesnay (1694-1774). todos los tiempos v de todos los ivares a trd-
medico de ia Pompadour, sOlo dedicO a Ia eco- yes dcl desarrollo iiimitado del ahorro de los
nomia poco más de un decenio de su larga capitalistas privados.
'idu. Sus cscritos dc interCs econOmico, poli-
tico y sociai se sitOan en ci periodo compren- iv .t i(,\ I'oi.ITIC.t. Adernás de una teoria eco-
dido entre 1756, cuando coiaboró en Ia F;ic- nornica (ci análisis de Ia producciOn capita-
clopédie con ci articuio Fe'nniL'r, v 1768. LIe- usia que tanto impresiona a Marx) se puede
gO a Ia economia a los sesenta años y Ia aban- ver en Ia 1. una utopia social con presupues-
donó para dedicarse a estudios de geometria, tos scudocientilicos y un proyecto politico
precisamente cuando ci movimiento fisiocrá- que, pianteado va en 1758. será Ilevado ade-
tico se difundia par Francia v par Europa, lie- lame, hasta ci gobierno Turgot (1774-1776),
vando al poder a Turgot, colmando asi las par un movimiento organizado para influir
ambiciones de gobierno que desde 1758, con sobre Ia opinion pubiica con p:riódicos (el
Ia pubiicaciOn del Tableau economzque', Journal d4i,'riculrzqre primcro. las Ephemé-
habian sido objetivo de las iniciativas de rides du CitOvL'U después) v con gran nOmero
Quesnay. de foiletos, salidos de las plumas de Abeilie,
Una segunda versiOn del Tableau fue publi- Baudeau, Du Pont de Nemours, Le Trosne, Le
cada en 1760, en Ia sexta parte (pp. i 19-279) Mercier de Ia Riviere. Mirabeau, etcetera.
del Arni des hommes dci marques de Mira- El Tableau, coma toda Ia actividad de Ouc%-
beau (1715-1 789), primer disc ipulo del doctor. nay en el decenio de los sesenta, esta dentro
FISIO(RA('b 659

de un proyecto politico dirigido a evitar Ia cal- ya prescntc en su esencia en Ia obra de Ques-


da de Ia monarquia, incrementando las entra- nay y sobre todo en ci Tableau econornique
das del estado y estableciendo on equilibrio y sus apendices anexados en las posteriures
social duradero. Quenay estaba consciente redacciones de este documento fundamental
de Ia eravedad de Ia crisis y cunfiaba en Ia de Ia f. Du Pont de Nemours, ci primer histo-
posihilidad de que antes o despus se recu- riador dcl movimicnto fisiocrático, escribe en
rririu a las curaciones aconsejadas por su 1768: "Existe un camino net esaria para acer-
"medicina". Dc hccho Ia 1. inspiró los ültimos carse lo más posible al objetivo de Ia asocia-
provectos serios de reforma ames de Ia revo- ciUn enire los hombres v dc Ia formaciOn de
lución, desde los edictos sobre el comercio dcl los cuerpus politicos. Existe pues un orden
trigo hasta las iniciativas de Turgot. naiural. esencial y general, que comprende las
Ieyes constitutivas y fundamentales de todas
S610 recientemente se ha
V. IA iii- SCM PoIirI( A. las sociedades: un orden del cual las socieda-
dado un lugar a los fisiOeratas en Ia histori des no pueden alejarse sin dejar de ser menos
dcl pensamiento politico. Su fama de econo- sociedades, sin que ci estado politico deje de
mistas ha oscurecido siempre los contornos tencr menus consistencia, sin que sus micm-
de un sistema que partia de una concepción bros se encuentren dcsunidos yen una situa-
dcl mundo y de Ia sociedad para desarrullar ciun de violenciit: un orden que no puede
una teoria politica v. al Ilevar a caho esta ülti- abandonarse dcl todo si no se quicre Ia diso-
ma, desarroilar asimismo una politica econo- lución de Ia sociedad y como consecuencia Ia
mica. A Ia larga se ha invertido esta realidad destrucciOn total de Ia especie humana. He
histOrica y los supuestos F ilosóficos y politi- aqui lo que no sabia Montesquicu." Quesnay,
cos se han visto como lustificaciones poste- "animado por Ia importancia de estos puntos
riores de las instancias econOmicas. de vista v por Ia perspectiva de las grandes
Es cierto que, en orden cronologico. Ia consecuencias quc derivaban de elbos, aplicO
enunciación de las directivas de politica eco- toda su penetranic intcligencia a Ia investi-
nOmica precede a IaelaboraciOn de los escri- gaciOn de las Ieyes fisicas relativas a Ia socie-
tos de teoria politica. Pero tambien es cierto dad '' llego finalmente a apoyarse en cI fun-
que los fundamentos de Ia concepción dcl damento indestructible de tales leyes, a cap-
mundo y de Ia sociedad están ya presentes en tarlas en su con junto. a anaiizar sus concate-
ci Essai sur l'économie anirnale (en Ia redac- naciones, a extraer y demostrur sus resul-
don dcfinitiva de 1747) yen los articulos Evi- tados".
dence (1756) y Grains (1757) para Ia Encyclo- Casi cincuenta años despues, Du Pont de
pédie. Nemours escribirá a J. B. Say una apasiona-
Ya se ha dicho que ci movimiento I isiocrá- da carta en defensa de los principios y de los
tico se desarrulla basándose en una exigen- ideales fisiocráticos, sosteniendo que Ia eco-
cia práctica: sus origenes están estrechamen- nomia no debe ser simplemente una "ciencia
te vinculados con In crisis financiera que de las riquezus", sino "Ia ciencia del derecho
alcanzO su fase más aguda en plena guerra de natural aplicado a las sociedades civiliza-
los siete años, con una monarquia aislada das... Ia ciencia de las constituciones, 4ue
dentro del pais y sin una politica aiterna a Ia enscña y enseñará no solo lo que los gobier-
de proseguir las hostilidades contra Prusia e nos no deben hacer por su propio interés y
Ingla terra a cualquier costo. Quesnay, prime. par ci de sus naciones, o de sus riquezas, sino
ro por si solo, apoyado después por Ia acciOn también Ia que no deben hacer ante Dios...
de discipubus entusiastas, vio claramente que La economla politica es La ciencia de Ia lush-
Ia crisis no podia superarse con simples eco- cia ilusirada en todas las relaciones sociales
nomias, coma proclamaba ci parlamentu de y externas... Quesnay ha fundado nuestra
Paris en un intento de evitar Ia afectación de ciencia.. ., ha puesto las bases del templo.
viejos privilegios. Sin embargo. Ia politica ha construido SUS paredes maestras. Noso-
econOmica de los fisiócrdtas nace de una trus y vosotros Ic hemos puesto cornisas,
visiOn de Ia sociedad que pretende tener el remates, arbotantes, algun capitel sobre
valor de Ia ciencia. Dicho sistema, considera- columnas qe va estaban en pie."
do váiido para cualquier tiempo y lugar, está Tratãndos, de una adecuación a las beyes
660 FISIOCRACIA

naturales. d legislador, at publicar las kycs de In propiedad se defiende dcsplazando Ia


positivas, no hace otra cosa que tomar nota fundamentaciôn de In discusion dcl terreno
y deelarar In validez de un modelo perfecto. moral y juridico al social y económico. Para
La teoria contractual del estado es superada una formulaciOn más completa y categórica,
por una organización social que no es crea- lease In cuartu parte de las Maximes généra-
ción arbitraria, sino necesaria derivación de ic's: "Debe garantizarse a los legitunos posee-
Ia naturaleza dcl hombre y de las cosas. En dares Ia propiedad de los hi'nes inmuehics v
este sentido se debe interpretar In respuesta tie las riquezas muc'bles, vu que Ia seguri clad
que Le Mercier de Ia Rivirc dio a Catalina de lci propiedad c's el fundamc'nio esencial del
11: "Dar o hacer kycs. Señora, es una tarea orden econcmnec) tie la soejedad. Sin In certe-
que Dios no ha enconiendado it nadie." Dc za de Ia propiedad el territorio quedaria sin
aqui Ia teoria dcl despotismo legal, contra- cultivar. No existirian ni propietarios ni
puesta a In del despotismo ilustrado: funda. arrendatarios quc hicieran los gastos necesa-
do el prirnero en ci irnperio de leycs inmuta- rios para valorizarlo v cultivarlo, si no se use-
bles, descuhiertas de una vez para siempre: gurara In conscrvaciOn dci tondo', de los pro-
el segundo fundado en el arbitrio personal, ductos de los inversores. Es Ia seguridad de
condicionado a cadu caso en particular. In posesiOn permanente lo que estimula ci tra-
En qué consiste este modelo ideal? £Cuä- bajo y ci empleo de las riquezas para In mejo-
les son las caracteristicas del "gobierno cvi- ra y el cultivo de las tierras v para las inicia-
dentemente mãs perfecto". de aquel que pue- tivas comerciales e industriales. Solamente
de permitir In maxima extension dcl derecho el poder soberano asegura In propiedad de los
natural? Los principios fundamentales los sübditos v un derecho primitivo a Ia reparti-
encontramos en las treinta Maximes genera- don de los productos de In tierra. Onica tuen-
les du gouvernemeni ëL'onomique d un rova:i- te de riqueza."
me agricole, anticipadas dicz años antes en Se reclania tambien In tolerancia en mate-
un apéndice dcl articulo Grains y después en na de religion en nombre del interCs econó-
el Tableau èconomique. En ellas encontramos mico: "La libertad religiosa atrae a los horn-
Ia indicaciOn de los ejes de toda organización bres v las riquezas. La intolerancia demasia-
social propiedad. liheriad, seguridad y In do rigurosa los separa" (articulo Hommes.
determinaciOn de las funciones del gobierno No compartimos In opiniOn de Tocqueville de
(despoiisnw legal) y de las clases (criierio t/e que los fisiOcratas "adoraban In igualdad has-
produciividad en el orden social teorizudo ta In esclavitud", pero tampoco Ia de Louis
por Ia fisiocracia. Blanc, en el sentido de que ellos "inauguran
Propiedad, libertad, seguridad: los tres el reino del individualismo". Existe en Ques-
principios se resumen en el primero, desde nay una defensa de los principios liberates
el momento en que los otros dos sirven para que van más allá de In simple lihcrtad econO-
garantizar el máximo disfrute de In propie- mica (el laissez jairc', laissez passer), pero su
dad personal. Se los considera como condi- fundamento se sitüa exciusivamente en una
clones de existencia de cuaiquier sociedud. La valoraciOn economicista. Al contrario, por
teorla politica, vinculada estrechamente a los ejemplo, de Argenson, cuva maxima de Pus
principios de Ia economia politica y a las pres- trap gouverner se oponia al Laissez pious fai-
cripciones de Ia politica econOmica, está ya re de Colbert.
claramente expresada en el articulo Hommes Llegamos asi al nUcleo dcl pensamiento
(1757), en donde con gran capacidad de sin- politico de Quesnay y de Ia f.: Zc6mo se con-
tesis sostiene que "los estados se vivifican por cilia Ia teoria dcl desporisuzo legal con In liber-
Ia libertad y por ci interés privado", mien tras tad económica, prescindiendo de las otras
que el despotismo de los soberanos v de sus libertades invocudas, con las continuas adver-
ministros, Ia insuficiencia y Ia inestabilidad tencias de que no pese demasiado Ia autori-
de las leyes, las irregularidades del gobierno, dad del estado? La contradicciOn es solamen-
la incertidumbre de Ia propiedad de los bie- te aparente si aceptamos los supuestos dcl sis-
nes, las imposiciones desordenadas. destru- tema, recordando antes que nada quc ci legis-
yen Ia sociedad. lador no dche hacer otra cosa que declarar las
Cabe senalar que en Quesnay Ia instituciOn leves positivas, adccuándolas a las naturaks;
FORMACION SOCIAL 661

mientras quc los gobiernos deben controlar sociales en virtud de convenciones termino-
Ia aplicacion de las mismas y el ciudadano, Iogicas estahlecidas o de procediniientos con-
gozundo de Ia propia libertad moral, obser- trolables subjetivamente. En Ia literatura se
arlas con Ia conciencia de ampliar ci propio pueden haliar tres acepciones principales:
derecho natural cuandu ya no parecia posi- A] un concepto descriptivo: ci termino 1.
bie hacerlo. No se trata pucs de un despotis- social es un expediente taxonómico apto pura
mu de un hombre ode una aristocracia, ni de designur las más diversas configuraciones,
Un obscquio a cualquier ordenamiento social autónomas y distinguibles empiricamente, de
en defensa de intereses particulares, sino de las interacciones sociales estabil izadas;
un despot ismo de Ia "forma de gohierno evi- n] un eoneeplo ieórico ,narxisia: por f.
dentemente más perfecta", porque responde social se entiende Ia totalidad historico-sociai
a los principios del orden social natural y a constituida par un modo de producción y su
Ia maxima satisfaccion posible de los intere- superest ructura politica e ideologica;
.ses de tudos. c] nfl concepto teôrico socwlogieo: Ia f.
social se define coma un conjunto de estruc-
HIRLIO(iRAFIA: FranVois Quesnav ci Ia phvioera- turas de Ia personalidad, del sistema social,
lie, I. ii: Texles aunotécs, Paris, INED, 1958; Oko- de Ia cultura, congruentes entre sI.
nomiselu' Sebriften, a cargo de M. Kuczynski. Las tres acepciones se distinguen porque Ia
Berlin, Akademie Verlag, 1971-1976. 2 vols. en descriptiva designa Ia parte y las teóricas ci
4 t.: Quesnav s Tableau èconomique, a cargo de todo porque Ia descriptiva es comün tanto a
M. Kuczynski v R.L. Meek, Londres, Macmillan, Ia doctrina jurIdica como a las ciencias socia-
1972: E. Fox-Genovese, The origins of phvsio- les, mientras que las teóricas se usan solo en
eracy, Ithaca, Cornell University Press, 1976; A. las ciencias sociales; en fin, porque las teóri-
Maffey. 11 pensiero politico della fisiocrazia, en cas son tales en cuanto, a diferencia de Ia
Sloria delle idee politiche, economiche e suciali, accpciOn descriptiva, precisan Ia definición
a cargo de L. Firpo, Turin. UTET,1975, vol. iv, I. de las componentes "formacion"y "social"y
2, pp. 491-530; R.L. Meek, Fisiocracia (1963), Bar- del nexo que las une mediante teorias socio-
celona, Arid, 1975; F. Quesnay, y otros, Los fisia- lOgicas y epistcmologicas particulares: ci
cralas, Buenos Aires, Centro Editor de America materialismo histOrico y Ia abstracción deter-
Latina; F. Quesnay, Tableau èconomique y otros minada, Ia primera, ci funcionalismo estruc-
esiedios economicos, Madrid, Ministerlo de Tra- tural, ci empirismo y ci método de los tipos
bapo y Seguridad Social, 1974; C. Weulersse, Le puros, Ia segunda. La acepción dinamica del
mouvernen( physiocraiique en France de 1756 it lenguaje comün, ausente en ci concepto des-
l770. Paris, Alcan, 1910. 2 voIs. criptivo, está en cambio presente en los con-
ceptos teóricos.
[ALDO MAFFEY]
ii. CIENCIAS iLJRIDICAS V FORMACION SOCIAL. 11 Los
jurisws entienden por f. social aquellas aso-
ciaciones, comunidades o sociedades, inter-
formaciôn social medias entre ci individuo y ci estado. donde
ci individuo sc rcaliza como persona y
Con este térmi-
I. TRES ACEPCIONES DEL TERMINO. mediante las cuales se expresan y se unen
no se puede designar a cualquier orden de intereses particulares. La familia, Ia iglesia,
entes sociales claramente discernible. ci partido politico, Ia empresa, ci sindicato,
Dentro del lenguaje comün, el concepto de Ia escuela, las minorjas étnicas son las f.
1. oscila entre una acepción estática: Ia for- sociales más importantes de una sociedad.
ma, Ia disposición de los objetos en el espa- Los derechos y valores que intenta custo-
do, y una acepción dinámica: ci proceso de diar esta concepdión son: Ia democracia plu-
dar o tomar forma de un sujeto. El atributu ralista, ci desarrollo dc Ia personalidad huma-
social refiere este concepto a ]as relaciones na en las relaciones sociales, Ia libertad de
entre los hombres. asociaciOn, la participación democrática.
El concepto de f. social asume valor cienti- Resuita polémica su actitud frente a Ia con-
fico en Ia doctrina jurIdica y en las ciencias cepciOn liberal-estatalista, cuntr.sria o indife-
h62 FORMAtION SOCIAl.

rente a las sociedades interniedias entre el La posterior discusiOn doctrinal de los


individuo yel estadu, v I rente a Ia concepciOn juristas nos muestra particularmente empe-
totalitaria quc absorbe dentro del estado toda ñados en Ia defensa y diiusión de este concep-
bmw asociativa. La indikrencia. Ia hostiii- lode I. social a C. Mortati v a P. Rescigno. v
dad y Ia represión hacia las formas asociati- encuentra interlocutures en ci ámbito dci pen-
vas estabkcidas fuera del estado se practica- samiento social catóiico y criticos entre los
run histOricamente en Italia a través de los estudiosos dcl derecho laico (N. Bobbio). En
gohiernos y de Ia administracion pübiica, tan- esta discusiOn se pane de manifiesto Ia doble
to en ci periude liberal como en ci tascista. n.ituraleza de este concepto: es indudabie-
No es per casualidad que se haya introduci- melile prooresista cuando reconoce Ia exis-
do tal cunccpion. luego de las luchas de resis- tencia de ordenamientos fucra del estado,
tencia antilascistas, en Ia ConstituciOn de Ia peru homologos a éi en cuantu interesa a más
RepOblica Italiana, Ia cual en ci articulo 2 sujetus organizados segun normas, —fuentes
afirma: "La RepOblica reconoce y garantiza de saludahic cent rapoder— indispensables
los derechos iiivioiables dcl hombre ya sea para ci orden econOinico y politico de unu
come indiviuuo Va sea en las fomzae,onc.c socicdad pluralista, que debe por lo tanto
soczuks donde Se dcsarroila su personalidad garantizarse constitucionalmente, v cuando
v exige ci cumplimiento de los deberes mdc- revela con pesar que el Orlico de estos ordc-
rogables de solidaridad politica, economica namientos intermedios verdaderarnenLe pro-
y social." tegido per los cOdigus es Ia empresa privada
C. La Pira, en scsiOn de Ia Asaniblea Cons- capitaiista: peru a su vex resulta innegahie su
tituvente, sostiene que 'los derechos esencia- caractcr conservador cuando afirma Ia mien-
ks de Ia persona huinana no sc i-espetan —v dOn conciliadora de Ia participación demo-
per cite ci estadu no cuniple los fines para los cratica asi garantizada, sin reconocer en nm-
cuaies fue construidu— si no son respetados tZLn caso coino estiucluraics paru nuestro
los derechos de Ia comunidad familiar. de Ia Lipo de sociedad a ciertos conflictos de inte-
comunidad religiosa, de iacomunidadde Ira- reses..cuando convalida un modelo organi-
baja, de Ia comunidad local, de Ia comunidad cista de Ia sociedad con Ia comprobaciOn de
nacional. porque Ia persona es necesariamen- que estos grupos interniedius son portadores
te miembro de alguna de estas comunidades, de intereses, quiza mal expresados pero gene-
y posee su estatus". El desacuerdo expresa- rules, y ilega a considerarlos como medios
do por L. Basso fue superado par una inter- para un unico fin verdadero. Estas exposicio-
venciOn de Dossetti: "Este concepto funda- ncs, totalmente inadecuadas para describir
mental de Ia anterioridad de Ia persona. de los desarrollos dcl pensamiento social cutO-
su vision integral v de Ia inlegraciOn que CXpC- lico actual (testimoniades por Ia Enciclica
rirnenta en un pluralismo social que deheria Mater el Alugistra de Juan XXIII), tratan de
ser deseado por las corrientes progresivas indicar ci contexto en el que se sitOan las dis-
que representa, puede afirmarse con ci acuer- cusiones de Ia duct rina, tendientes a estable-
do de todos", v en el cual P. Togliatti deter- cer todu Ia que comprende el concepto de f.
minó un "amplio terreno de acuerdo" pusi- social: Ia constituciOn ampara explicitarnen-
ble. G. La Pira v L. Basso elaboraron un tex- te a las asociaciones en oencral (art. 18), a las
to que luego fue presentado per Ia subcomi- cornunidades religiosas (arts. 8. 19). a Ia farni-
sión a Ia asambiea plenaria de Ia Constituven- ha (art. 29), al sindicato (art. 19), at purtido
te: las "comunidadcs naturaks". que C. La (art. 49). a Ia empresa (privada y couperati-
Pira habla extraido del proyecto del codigo va: arts. 41,42, 43, 45)v establece corno lirni-
Mounier, se diluyeron asi en "formas socia- te para su amparo los intentos de delito v las
les" v finalmente en "formaciones sociales". handas armadas. Sin embargo, algunos inter-
El texto definitivo, rn-us breve, fue presenta- pretes afladen a Ia list-u a Ia universidad, las
do y aprobado con dos enmiendas idénticas Cst'LICIaS. las minorias étnicas, Ia huelga. Un
cuyos primeros firmantes fuerun. rcspectiva- in.slrumento terrnmnologico dc dclimitaciOn Ia
mente. A. Fanfuni v G. Amendola. El acuerdo cunstituen los diversus sinOnirnos dcl. social
relativo SC logro sobre Ia base, sugerida por en ci use juridico: cuerrus intermedios, SeCie-
A. Moro, de Ia "polemica antifascista". dades in Lermedias, curnunidades naturales.
FORMACION SOCIAL 663

comunidades interinedias, ordenajuientos vo" de luncionamiento del sistema politico,


intermedios. Cada uno de elios puede servir que consiste en ci negociado permanente del
para indicar una acepción jurIdicurnente rele- gobicrno entre representackmes de intereses
vante de 1. social, mkntras que ci término no sujetos a control eicctt,ral.
más general ha entradu ya a lormar parte de La concepciOn de las I. sociales corno inter-
las instituciones lundamentales del derecho. mediarios positivos enire ci individuo y ci
Un manual acreditado afirma 'que ci térmi- estadu siguc teniendo interés, no como ins-
rio '1. social' se usa en ci articulo 2 en un .sen- trumento cognoscitivo sino como una idea a
tido comprensivo de todus las entidades Ia quc Ia historia Ic ha dado pie, quiza dema-
supraindividuales con una base usuciativa, siado y en camino hacia metas inciertas, por
oiuntaria o nccesaria (corny en los entes lo menus tantas cuantos son los conceptos dcl
pühiicos) o con elernentos cumunes a Ia una pluralismo (r.), en virtud de lu indetermina-
v a Ia otra (corno ia iarniiia), Lorporativas 0 di, de Ia nocion y de Ia hiputeca integi-ista que
iristitucionales, provistas o carentes de per- pesa sobre ella.
.sonai idad juridica" Mortal i). Recordcmos por ultimo que ci término f.
2] Dentro de las cie'ncias xoczalex ci concepto social se usa corno traducciUn dci alemán
que ms corresponde a este uso juridico dci suziak' Gebilde, usado pot Max Weber, por
Lermino I. social es quizás ci dcl grupo .seciii- Werner Sombart v por Leopold von Wiese con
tiarto. aparecido en ci contexto de uhservacio- rclercncia al estado, a los grupus hurnunos,
fles einpiric.ts v teurias sobre las rciaciones a Ls seciedades, a las institucioncs rnás diver-
entre ci indikiuo y ci estado reunidas por E. sas c introducido luego en ci knguaje corrien-
Durkheim en aigunas lecciones dictudus en te de Ia sociologia alernana (por ejemplo en
Ia Sorbona entre 1898 v 1900, . pubiicadas Dahrendorf, Fuchs) juntoa su sinOnimo For-
postunlalnente con ci titulo Leçons de MJCIO- ma lion. El término frances correspondiente
ioi,'ie: PI,v.iqiie des ?nocur ci tin d roil (Paiis, lue usado por H. Jeanne para un analogy obje-
1950). to clasificaturio.
Lu tendencia de las solidaridades orgánicas
a prevalecer sobre las solidaridades mecáni• III MARXIsM0 y FORMAIOS ss tAt.. 11 F. social es
cas lundamenta Ia exigencia de que ci estado una abreviatura de furrnacii'in económico-
libere las personalidades individuales de ias social, tCrmino preferibie para indicar ci con-
obi igaciones de las colectivid..ides particula- cepto marxista de 1. social, ci cual designa ai
res, o bien de los grupos secundarios cuya conjunto de reiaciones que con ci dcsarroilo
inlurmaciOn, scgün comprucba ci autor, "es de un inodo de producciOn se van determinan-
inevitable, porque en toda sociedad de gran- do histOricamente entre Cste. .su superestruc-
des dimensiones existen siempre ifitereses tura politica e ideologicu, aspectos de otros
particulares, icales y profesionales, que tien- modos de prciducciOn y de otras superestruc-
den a reunir a his personas afectadas". Por turas.
otra parte, "Ia fuerza colectiva dci estado, Una I. social está compuesta por: a] fuer-
para set liberadora del individuo, necesita zas productivas, o sea herramientas, máqui-
eontrafuerzas, dehe estar con tenida por otras nas, edificios para Ia producciOn, organiza-
iuerzas colectivas, o sea por estos grupos clones dcl trubajo, medios de transporte,
secundarios". Estos, por 10 tanto, "no sirven conocimientos técnicos y cientIficos, mario de
solo para regular y administrar los intereses obra humana; b] relaciones sociales no sOlo
de su competencia. Tienen un papel más gene- econOmicas sino, segOn aigunos autores, poll-
ral: son una de las condiciones indispensubles ticas e ideolugicas, que dun lugar a una
de Ia emancipaciOn individual" (iección V). estructura de clase; c] ci estado, como insti-
El analisis socioiOgico comün para estudiar tuciOn y como con junto de organizaciones; dl
estas I. sociales o urupos secundarios usa, sin aspectos de Ia conciencia social (creencias,
embargo, conceptos menus comprensivos y valores, doctrinas) y de las instituciones
ma', eargados teOricamente, como orwziza- (como Ia I amilia, Ia iglcsia, Ia escuela, los par-
cion, grupo de inheres, grupo de preion. El tidos politicos, Ia industria cultural, en ci caso
texto citado puede consiclerarse todavia cumo de las sociedades modernas) que son sus vehi-
una anticipaciOn dci modelo "neocorpurati- cubs.
664 FORMACIO4 SOCIAl.

Las fuerzas productivas y las relaciones de designa predisamente como una "f. social
produccion, unidas en on modo de produc- [quel jamás perece hasta tanto no se hayan
clan, constituven Ia estructura cualificadora desarrollado todas las fuerzas productivas
de Ia 1. social, Ia base real para caracterizar para las cuales resulta ampliamente suficien-
a las componentes de Ia 1. social y sus rela- te". 'A grandes rasgos puede calificarse a los
clones, el desarrollo de Ia 1. social y sus con- modos de producciOn asiático, antiguo, feu-
tradicciones. Del conjunto de las coniponen- dal, hurgués, moderno de épocas progresivts
tes de Ia 1. social depende Ia reproducción de de Ia formación econOmica de Ia sociedad",
las relaciones sociales dominantes en una y Ia socicdad dcl modo de produccion
sociedad. 0 sea quc las componentes enuncia- capitalista-burgues es "Ia formación social
das antes no son elementos externos ci uno con que se cierra Ia prehistoria de Ia socie-
respecto dcl otro, colocados en el mismo pIa- dad humana".
no, tendientes a on equilihrio cstático; pore! En ci texto citado, v en otros pasajes faci-
contrario, cstán unidus por relaciones soda- les dc encontrar en los Grundrisse (1857-1858)
les, subordinados a Ia conliguracion del modo v en El capital (1867 ss.). ci mismo término ale-
de produccian, movidos por tensione.s. man Gesdllschaftsformation (o tambien öko-
El carácter del nexo entre los componen- nomische Geseli.cchaftsformation) se usa para
tes ha sido definido en diversas formas por dos conceptos similares pero distintos: el uno,
los estudiosos marxistas como reflejos o dado en español con Ia expresión formaciOn
interdependencia o art iculación con dominan- econom zea de la socit'elad, designa el lugar teO-
cia o correspondencia segün Ia teoria del rico de Ia continuidad cnn-c los modos de pro-
conocimiento implicita en su pensamiento. La ducción: el otro, dado en español con Ia expre-
determinaciôn de las modalidades históricas sión formacion ecm,omico-social, abreviada
de tales nexos, y de su misma existencia, con- a mcnudo como 1. social, indica ci lugar del
cierne a las investigaciones histórico-sociales condicionamiento ejercitado por las rclacio-
que adopta el concepto de f. social para sumi- nes sociales y las fuerzas pruductivas sobre
nistrar explicaciones estructuraics (y no el sistcnia politico v sobre Ia conciencia
estructuralistas) antes que tactoriales del social.
desarrollo de Ia sociedad. El término f. social Este segundo concepto, 1. social, está dado
no puede usarse pues como un sinónimo a Ia precisamente por Lenin. Definiciones expli-
moda de época o de sociedad, sin presuponer citas figuran en pasajes muy claros de Qziiè-
como ya dada a una totalidad que Cs, en cam- nes son los amigos del pueblo v cómo luchan
bio, un producto histórico quc debe ser reco- contra los socialde,;,ocrdzas? (1894), El con-
nocido como tal por Ia investigación. tenido econo?nzco dcl populismo v su critica
Mediante el concepto de f. social, el cläsi- en ci libro dcl señor Sirure (1894-1895) v Karl
Co problema de las relaciones entre estruc- Marx (1914). Estã implicito en una de las
tura y superestructura se puede replantear mavores obras de invcstigadiOn de Lenin: El
en términos eurIsticamente más válidos. El desarmilo deicapitalismoen Rusia (1898). En
problema más reciente de Ia coexistencia de estos .scritos el significado de f. social es
diversos modos de producción y de sus efec- siempre el mismo: "La base de Ia sociedad
tos sociales, descrito hasta ahora solo histo- —ci sistcma de las relaciones de produccion-
riograficamente, puede ser enfrentado con que se reviste de formas juridico-politicas v
una teoria. dc ciertas tendencias del pensamiento social."
2] Los cldsicos: Marx v Lenin. En Ia niedida Del concepto de f. social Lenin destaca con
en que el concepto de f. social expresa ci fuerza polemica el valor cientifico dcl instru-
nücleo teOrico del materialismo histórico, mento conceptual para conocer a Ia sociedad,
está presente en toda Ia obra de Marx en for- de Ia cual reconstruve un orden estructura-
ma implicita. La siguiente deuiniciOn explici- do ("organismo" es Ia metáfora utilizada a
ta de f. social figura en el "Prologo" a Ia con- veces por el autor) s explica ci desarrollo
tribución a la critica de Ia economia politica scgün su base real.
(1859): "El modo de producción de Ia vida La introduccion del "critcrio cientifico
material determina el proceso social, politi- general y objetivo de Ia reiterabilidad" en el
co e intelectual de Ia vida en general' y Sc estudio de Ia sociedad, mediante el concepto
FORM'tCI0N SOCIAL

de 1. social, es el fundamento de tal ciencia do Ia exigencia de un nuevo concepto de f.


social. social (Sofri, 1969).
En Ia obra de Marx v Lenin In aplicación
de Ia teoria del materialismo historico como IV. EL DEBATE COSTEMPORANEO. 1] El interés por
método de investigación pi-evalece sobre el este tema, renovado en Occidente par un ensa-
interés de encontrar una definicion precisa vo deC. Luporini publicado en 1966 y por Un
y explicita de las componentes de Ial. social, libro de N. Poulantzas de 1968, se produjo
del caráctcr de su nexo, dcl planteamiento sobre todo entre estudiosos italianos v fran-
categorial subyacente a las formulaciones del ceses próximos al i'ci ' al Pci7, tales coma E.
concepto. Tales detiniciones han sido reca- Sereni, C. Luporini, V. Gerratana, G. La Gras-
badas par los sucesivos especialistas que han sa, G. Labica. J. Texier. M. Godelier, C. Glucks-
intentado varias interpretacioncs dc las me- mann, R. Gallissot. G. Dhauquois. stos die-
tatoras usadas con deila frecuencia por ron lugar, entre 1970 y 1972, a un vasto debate
aiiibos autures. en las revistas La Pensëe v Critica Marxfsza,
Muy pronto el concepto N . los términos de instalada sobre Ia dimension sintáctica del
I. social caen en desusu en ci marxismo. En concépto de f. social quizá más que sabre Ia
los diccionarios de marxismo-leninismo, Ia semántica. La discusion. suscitada por un
voz 1. social es poco mãs que Ia enésima repe- ensayo de E. Sereni intitulado "Da Marx a
ticion de los cãnones del materialismo histO. Lenin: Ia categoria di formazione economico-
rico sovietico. También a los principales expo- sociale", en Quadcrni di critica marxisga
nentes dcl marxismo occidental les es extra- (nüm. 4. 1970). fuc particularmente vigorosa
ña Ia posibilidad de una teoria especial de las respecto de los problemas de interpretación
f. sociales. del texto de Marx —en el cual figuran dife-
Termino v concepto reaparecen hacia 1960 1-entes dicc jones: Gesellscliafisform. Gesells-
en Ia obra de dos sociologos. Z. Bauman v J. cha/is formation, Form, con o sin ökonomis-
Hochefeld, y de un econornista, 0. Lange, die— y sus problemas de relación entre ci
estudiosos del marxismo-ieninismo y de las concepto de f. social v los de modo de produc-
ciencias cconómkas y socialcs "burguesas". dOn Y superestrudtura.
Estos autores concihcn a Ia 1. social coma el Los principale's problemas de interpreta-
con jun10 que forman el modo de producción cion que se trataron son: a] el valor de Ia
v su superestructura. Con Ia contribución de cxpresión Form a Bildung, antes que Forma-
Ia sociologia occidental intentan una defini- lion; b] el valor del adjetivo 6L-OnOm1SCIW, o
ción más precisa de las componentes de Ia f. sea ci significado, Onicoo doble, de ökonomis-
social, sobre todo de aquellas superestructu- die Gesellschafzsforniation: Zsc debe entender
rales. El carácter del nexo se concibe en tér- como formacion econOmica de Ia soc iedad o
minos de causalidad, de interdependencia, de f. social?
funcionalidad. La teoria social adoptada es Ia a] La expresiOn Gesellschafzsformaziuu hu-
de las leves de desarrollo permanente de las biera sido preferible a Ia de Gesellsdia Its-
fuerzas productivas y Ia de Ia corresponden- form con el fin de acentuar ci curácter pro-
cia entre éstas' las relaciones de producción, cesual del fenómeno sin perder Ia metáfora
v entre el modo de producción y Ia superes- geologica presente en Marx al describirlo: su
tructura. La epistemologia implicita mezcla valor seria Ia "unidad de las diversas esferas
categorias positivistas y mecanicistas. La asi- en Ia continuidad y Ia discontinuidad del pro-
milación del concepto de 1. social a los de epo- ceso histOrico", segün Sereni, el cual ye en
ca y de sociedad es Ia consecuencia logica de esta ambiguedad estático-dinámica el inten-
Ia conccpción homogénea unilineal del desa- to de Marx par formular una categoria corn-
rrollo histôrico, como fue sostenida por J. prensiva del proceso v de su resultado del
Stalin con base en una interpretacion literal doble significado de formaciOn de Ia sociedad
y mecanicista de un fragmento de Marx cita- v de f. social, expresada par A. Labriola con
do ames, v que estos autores subentienden. las palabras "estadio morfolOgico en el flujo
El debate posterior sobre el llaniudo "modo de un proceso". M. Godelier concuerda con
de produciOn asiático" ha desmitiiicado v Sereni en cste punto. SegOn V. Gerratana.
negado esta hipotesis unihnealY ha plantea- Marx utilizO en camhio Ia palabra extranje-
FORNIACION SOCIAL.

ra Formation antcs que Ia akmana Bildung combinaciones de modos de produccion v una


—Ia cual indica un proceso de construcción- absi racciUn determinada. danda primacia,
precisamente para que al término f. social se respect ivamen te, a a un concepto descripti-
Ic atribuyera ci valor de resultado, de conjun- vo de f. social o it un concepto teOrico (véan-
to estructurado. El argumento fiiologico de Se Dhouquois v Lahica).
E. Sereni —Ia sustitución de Formation por ci En cuanto a las consecuencias semánti-
Form para acentuar ci carácter procesual dcl cas de tales soluciones, Ia sclecciOn del pri-
concepto de f. social— Ic parece errada a V. iner término de los casus ci V d] —unida a pri-
Gerratana, ci cual pone los conceptos expre- vilegiur Ia marxologia y Ia dimension sintác-
sados par ambas dicciones en relación de tica sobre Ia semántica dcl concepto de 1. so-
genero (Gesellsclzaft&/orm) a especie (Geells- cial— angina su lragmentaciOn en un nOmc-
chaf1sfornazion). ro tal de acepciones (1. socioeconOmicu,
b] Segün E. Screni, ci añadido dci adjetivo sociopolitica, econOrnica, social, economica
ñkonomisc lie significaria una precisiOn dcl de Ia sociedad). que se hace probleniutico SLI
Fundamenlo, dcl criterio de distincion de las cmpko en Ia investigacion social (véansc
1. sociales. constituido no par relaciones de Gal!issot v Texien), mientras que Ia selecciOn
propiedad en sent ida juridico. sino par rela- del scuundo término puede ser ci fundumen-
clones de producciOn en sentido econOmico- to teOrico de una definiciOn eunisticamente
social. No daiia lugar a ningOn concept nue- válida, coma Ia quc dio M. Godelier en un bre-
vo, como sostienc en camhio C. Luporini —de ve ensuvo sabre las componentes de It I.
acuerdo en este punto con G. Labicu y J. Te- social dcl antiguo imperio inca.
xier—, ci cual basa precisamentc sabre tal La sciccciOn del primer términu del caso c]
anadido Ia propia tesis de quc ökonomiscl,e v dcl segundo dcl caso ill caracteriza, en cam-
Gesellsehafisformaiiou indicaria un concep- bio, Ia posicion de C. La Grassa, centrada en
to diferente, Eormación economica de Ia socie- ci concepto tie reproduccion social como
dad, definido coma "ci lugur teórico de Ia con- arma teOrica eficaz contra el mecanicismo y
tinuidad dc las luerzas productivus en Ia dis- un cicrto hiperempirisnio.
cuntinuidad de Ins epocas historicas", quc es Toda Ia discusiOn se produce en icalidad
exciusivamente marxiano. entre una corriente "historicista" V una
Con respecto dc esto el concepto leniniana corriente "estructuralista" dcl marxismo, y
seria original, puesto que en Marx I. social arriha a Ia formulaciOn de dos conceptos de
seria alga más que una expresión ütil para 1. social: ci prirncro define las componentes
denotar el efecta dcl modo de producción de Ia fuerza social en términos análogos a los
sabre Ia sociedad de una época. Coddler, en marxianos y lcninianos, concibe su correla-
cambia, admite La presencia de arnbos signi- ción coma unidad de una totalidad histOrica
ficados en J texto marxiano. en devenit, adopta las teonias propius de Ia
cJ El asunto de Ia relaciOn entre I. social y escuela marxista gramsciana italiana, y tien-
superestructura se puede lievar otra vez a los de en Oitimo análisis a un uso historiografi-
dos conceptos de f. social, el marxiano y el co y descriptivo dcl concepto dc f. social,
leniniano, distintos en hI: el acento cac sabre mientras que ci segundo atribuve al concep-
el modo de producciOn para aquellos inves- to de f. social Ia pretension tcOrica de una
tigadores que Sc interesan en rastrear una ciencia de Ia saciedad. Entre sus principales
continuidad entre más épocas y saciedades en sostenedores mencionemos a N. Poulantzas
las fucrias productivus; cae sobre Ia superes- v a M. Godclkr.
tructura para los investigadores que huscan En Poder politico y clases sociales Poulant-
configurar coma f. social una articulaciOn ,as formula una teoria nlarxista dci prubie-
especitica de las esferas econOmica, sociul, ma politico en Ia que ci concepto de 1. social
politica. ideologica, en un contexto histOrico desempena un papel central. La f. social es
determinado (veanse Luporini y Sereni). "una unidad compleja y dominante de un cier-
d] Los marxistas franceses concihen Ia rela- to modo de producciOn sabre otros que Ia
dOn entre t. social v modo de producciOn, a componen". 'una totalidad social en un
hien coma relaciOn entre Ia concreto histOri- momenta de su existencia historica" carac-
co v el modelo, a hien cum, Ia relac iOn entre terizada par una articulaciOn particular
rORMACION SOCIAL 667

—Un indice de dominaciOn y sobredetermina- pertenencia dc una sociedad determinada a


don— de sus niveles o instancias: del econO- una 1. social. El estudio de sociedades parti-
mico, dcl politico, dcl ideologico y del teOri- cularmente avanzadas en ci desarrollo de un
co, que en ueneral, teniendo en cuenta las des- modo de produccion (como lo era Inglaterra
viaciones que se producen, es el del modo de para eI capitalismo analizado por Marx) es
producciOn dominante". muy Otil para tal investigaciOn.
El problema dcl cstado. considerado "fac- 21 !nt'estigacioues nza,is1as. Hasta ahora
tor de cohesion de los niveles de una 1. social" se ha utilizado el colicepto de I. social sobre
y "cstruetura en Ia que se condensan las con- todo en ci estudio de las sociedades mixtas.
tradicciones" dentro de ellos, se plantea en El carácter mixto dc Ia sociedad. cuva corn-
Ia obra anteriormente citada it partir de Ia probaciOn es obvia, sc transforma en un pro-
configuracion del modo de producciOn v dc biema a indagar en los casos de paises sub-
Ia 1. social, puesto que segUn el autor si todo desari-ollados, de socicdades con un desarro-
modo de produccioti tiefle SU proplo tipo de llo lucriernente irregular como Ia sociedad
estado, todo tipo tiene formas diversas, nor- italiana, de los periodos de transicion de Ia
males o de excepcion, que dependen de Ia rela- afirmación de un modo de producciOn a otro
ciOn quc se determina entre las contradiccio- (por ejemplo, feudalisrno-capitaIisnw.
ties de Ia 1. social. capitalismo-socialismo).
Las componentes de Ia f. social son pues las Algunos estudiosos de los paises ex colonia-
instancias econóniica, politica, ideolOgica, les, rcconocicndo las carencias de Ia teoria de
articuladas en un modo de produccion domi- Ia dependencia dc A. Gunder Frank —consis-
nantc, v las instancias de otros modos de pro- tentes en un ocultarniento de los caractercs
ducciOn coexistentes v subordinados a Ia prin- especificos dcl desarrollo econOrnico, de las
cipal. La I. social es una estructura en sitUa- estructuras de clasc, de los regimenes politi-
On de reproducirse: el mecanisino de Ia cos presentes en tales paises, en un oscure-
reproduccion ampliada es también el meca- cimiento de Ia posibilidad de una prãctica
nismu de subordinaciUn de las instancias politica emancipadora que conlleva— han
colaterales. Las relaciones entre las instan- realiiado investigaciones sobre los modos de
cias son conceptos en terminos de correspon- produccion locales. antcriores o contcmporá-
dencia v descarte. El aparato conceptual uti- neos respecto de Ia cobonizacion, para cxpli-
lizado es cl dcl marxismo de L. Althusser y car el tipo particular de subordinaciOn al
de E. Balibar. modo de produccion capitalista, externo e
Con I rario u Ia arquilect ura conceptual al- interno a las estructuras cconOmicas, soda-
thusseriana cs M. Godelier, preucupado por lo les, politicas v a las caracteristicus étnicas
dcmas en dar una posic ion teOrica al concep- locales. S. Arnin, S. Arrighi, C. Bettelheim, A.
to de f. social y con él a Ia investigaciOn his- COrdova. S. Divitciouglu, T. Dos Santos, M.
toriográfica v 'suciolO.ica" inarxistu. Pocas Godelier, M. Rodinson, han asi destacado en
investigaciones logran plcnamerite, sin Ia f. social el lugar tcorico, ademas del histó-
embargo, lo que pareceria el "programa cien- rico, de Ia coexistencia entre diversos modos
tifico" contenido en ci concepto rnarxiano de de producciUn v superestructuras.
f. social. Segun Godclier ello consistiria en E. Sereni, al icconocer Ia utilidad de ree-
una indagacion comparativa. historica y teO- 'aminar el problema del desarrollo del capi-
rica corno Ia de Marx en El capital (lxii), talismo en Italia. de Ia perrnanencia de res-
empeñada no en identificar sociedades con- tos feudales. mediante ci concepto de f. scial.
cretas sino en construir conceptualmente Ia Io considcra apto para explicar el carácter
naturaleza del modo de producciOn que fun- estructural del paso dcl teudalismo al capi-
damcnta una lorma pura de sociedad histO- Lalismo, operaciOn ya realizada en su tiempo
ricamente determinada (por e;emplo Ia socie- por Lenin en su estudio sobre el capitalismo
dad burauesa), sus leyes de funcionamiento en Rusia (èase Ia introduccion de 1968 a Ii
v desarrollo, los elcmentos desarrollados en capi ltAliS?m; nelle campague).
corre.sptindencia con las formas v leves del Finalmenie, una vasta literatura sobre Ia
modo de pruducciOn. Ia articulacion interna transicion al sc,.ialisrno, cuvos ixponentcs
de tal coriespondencia, donde reconocer Ia principales son hasta ahora C. Bettelhcim v
668 F0RMAC'ION SOCiAl.

C. Palloix, utiliza ci concepto de f. social para de los tres niveles parecen relativamente inte-
definir el puesto de las instancias en una gradas y sujetas a vicisitudes. a causa de un
sociedad de transición hacia el dominio del alto grado de coherencia reciproca".
modo de producción socialista, incorporan- La f. social resulta asi compuesta por: un
do aspectos de Ia precedente transición del tipo modal de estructura motivacional de los
feudalismo al capitalismo, sobre Ia cual tam- individuos; un conjunlo de instituciones y
bien N. Poulantzas ha escrito päginas intcre- organ izaciones pol it icas. económicas, integra-
santes (Poulantzas. 1968). tivas, repraductivas, constituventes de un sis-
En estos tres casos que son obieto de inda- tema social (par ejemplo, en ci caso de una
gación es siempre Ia relación entre modos de sociedad moderna: estado, empresa, comuni-
producción dominantes y modos de produc- caciones de masa, familia); una cultura. en el
cion subordinados o en declinación Ia que sentido antropologico del término, lo c'ue
caracteriza a una sociedad como "mixta". comprende tanto simbolos v valores como
Esta relación tiene su lugar en Ia 1. social, manufaciuras y tecnicas de producción; un
cuyos componentes superestructurales son sistema ecoiogico.
reconocibles en Ia cocxistencia estructural Tal concepto ha sido aplicado al estudio del
con mediaciones más a menos complejas. Un carácter mixto de Ia sociedad italiana, con
ejemplo de tales mediaciones Ia proporciona referencia a los problemas de Ia educación
Faseismo v dictadura del propio N. Pou- formal. sujeta a demandas sociales contrudic-
lantzas. torias (Gallino. 1968), vdei accionar de las cia-
Iv SOCIOLOGIA V FORMACION SOCIAL. Un concepto ses sociales que Ia evolucion de Ia estructu-
sociológico de f. social ha sido ektborado para ra de clases en Italia ha ilevado a un equili-
caracterizar ci modo de ser global e integra. hrio de fuerzas, arigen del estancamiento
do de tipos de sociedades determinados. 'F. (Gallino, 1970). Ambas investigaciones recons-
social" no es ci ünico candidato a satisfacer truen en Ia sociedad italiana tres tipos de f.
esta exigencia dc Ia teoria sociologica. El fun. social —tradicional-agricola, moderna corn-
cionalismo norteamericano, por ejemplo, Ia petitiva, contemporánea-dirigista— con base
resuelve con los conceptos de sociedad, sis. en las cuales se formulan las explicaciones y
temu societario. sistema social: valga por las previsiones de los fenómenos en examen.
todos ci ejemplo de T. Parsons en Sisternas Tal modo de describir Ia sociedad italiana
de sociedad (1972). El concepto de fenomeno permite una mayor articulaciOn respecto de
social total, elaborado por ci sociologo f ran- Ia hipOtesis dualista adoptada comünmente.
cés G. Gurvitch, no podrIa expresar mejor Su aplicacion a los problemas del estado y de
esta exigencia de observar Ia realidad social Ia politica en Italia configura diversos siste-
tomando Ia profundidad y Ia integración de mas politicos y tipos de organización de Ia
sus niveles, sea cual fuere el objeto del análi- administración püblica requeridas y parcial-
sis: institución o sociedad global. En esta mente logradas por las tres f. sociales coexis-
linea de razonamiento, dos sociologos como tentes en Ia sociedad italiana.
J. Habermas v L. Gallino han escogido en Las evoluciones de Ia teoria de los sistemas
cambio ci término f. social para indicar dos y de Ia sociobiologia injertadas en esta con-
conceptos distintos que sin embargo tienen cepción de Ia f. social conducen al autor en
en comün referencias teóricas parecidas, 1980 a reformular el concepto subrayando su
coma serian el funcionalismo estructural, Ia dinámica y determinación: ci sistema social
teorla de los sistemas y el marxismo. tiene un nücleo interior de relaciones más
En primera instancia, L. Gallino define asi densas, funcionales a su reproducción, que se
Ia f. social: "un conjunto de estructuras de articula en Ia reproducciOn biofisica de los
personalidad, de relaciones sociales sistema- individuos, en Ia reproducción sociocultural
ticas y de elementos culturales, no necesaria- de Ia identidad colectiva, en Ia organización
mente coextensivo con Ia sociedad entera y politica v en Ia produccion económica.
caracterizado a] por un determinado nivel de Estos mecanismos actüan extravendo
desarrollo de las fuerzas productivas en un recursos de otros sistemas vivientes: organis-
marco de relaciones de producción casi cons- mas, poblaciones, sistema psiquico, cultura.
tantes; bi por ci hecho de que las estructuras Puede cada una operar de maneras diversas,
FORMACION SOCIAL 669

pero se requiere una integracion entre estos zados segün un Unico y mismo principio, his-
tres modos. sin Ia cual se hace imposible toda tUricamente determinado, caracteristico. La
acciOn social. Cómo se combinan los modos f. social es incluso para Habermas un tipo
de reproducción tiene una especificidad v puro, no una sociedad concreta. Distingue
determinación histórica. El exito de Ia corn- una 1. social precultural, organizada por las
hinación es una 1. social. Una sola sociedad- funciones primarias de Ia edad y del sexo alre-
estado puede comprender varias f. sociales: dedor del nUcleo institucional del sisterna de
de hecho, ci mismo sistema social concreto parentesco; una 1. social tradicional organi-
puede presentar más modos de reproducción zada por un dominio politico de clase airede-
sociocultural, más modos de produccion, mts dor de Ia instituciUn del estado: una f. libe-
modos de organización politica, entre los cua- ralcapitaIista organizada alrededor de Ia rela-
les rige igualmente una cierta integracion, ciUn económica entre trabajo asalariado y
aunque distinta v menor respecto de aquella capital v en Ia institución del mercado; una
que existe entre los mecanismos de reproduc- formaciUn social capitalista tardia organiza-
cion de sisternas diversos, constitutivos de Ia da airededor de Ia adrninistraciOn de las cri-
1. social, quc es un tipo puro. sis de IegitimaciUn: una f. social de cara al
En el análisis sociolOgico se corisideran los futuro, posmoderna, organizada alrededor de
siguientes tipos de 1. social: comunitaria, teo- Un principio no clasista.
crática, antigua. latilundista esciavista, feii- En análisis de Habermas se detiene sobre
dal, burgo-artesanal, latifundista mercantil, todo en Li f. social capitalista tardia de Ia que
capitalista competitiva, capitalista oligopolis- capta que todo sistema tiene una funciOn y
ta, estatal. Cada una incorpora elementos que está sujeto a un tipo de crisis particular: fun-
representan un estadio evolutivo de civiliza- cion politicu es producir elecciones adminis-
dUn, en el orden superselectivo que no con s- trativas racionales v crisis de racionalidad;
tituve sin embargo una escala evolutiva por- funciOn económica es producir recursos ecu-
que toda f. social representa una respuesta nUmicos v crisis económicas: funciones socio-
historica particular a Ia exigencia de adapta- culturales son Ia Iegitimacion del sistema y
don al ambiente natural, a Ia poblacion exis- Ia motivaciOn de sus individuos miembros, y
tente, a Ia cultura disponible, a los tipos psi- las respectivas crisis. Caracteristica de esta
cologicos más difundidos de generaciones f. social es que sus crisis no se traducen en
sucesivas de individuos mãs allä dcl arco vital una crisis de identidad del sistema en su con-
de los cuales se ha reproducido el sistema junto, corno sucedia con las demâs 1. socia-
social. les, sino que pueden ser manejadas, reconver-
La teoria de Ia 1. social de Habermas privi- tidas de un sistema a otro (como sucede por
legia Ia funciUn de control s Ia problemática ejemplo para las crisis de legitimacion de ele-
de Ia crisis de los sistemas sociales al tiempo 'ada conflictividad industrial que Se resuel-
que su reproduccion y evolución. Dc hecho, yen en crisis econUmicas, o sea procesos de
Habermas sostiene, recobrando a Marx, que inflaciUn que reducen drásticamente Ia con-
aun cambiando el principio de organizaciUn flictividad).
del macrosistema a partir de Ia 1. social (Ia El concepto de f. social en todas sus versio-
disposicion privilegiada de los medios de pro- nes orienta no obstante el análisis sociologi-
duccion caracteristica de las f. sociales cIa- Co hacia interdependencias compiejas. Su
sistas), Ia may oria de las observadas institu- subsiguiente utilidad para Ia investigacion
cionaliza una relaciUn de dominio que a Ia lar- empirica ha sido en tal sentido confirmada
ga mina Ia integración social del sistema, en el caso italiano par A. Bagnasco. De hecho
creando los supuestos de una crisis de kgiti- constituyen una f. social per se —una "terce-
macion propia, al manifcstirse su incapaci- ra Italia" entre ci norte desarrollado v ci sur
dad por resolver los problemas de control subdesarroilado— las condiciones sociales,
suscitados al garantizar una distribuciUn de politicas v culturales que han favorecido en
excedente desigual aunque legitima. Para las regiones nororientales y centrales del pals
Hubermas, Ia 1. social es un macrosistema Ia difusiUn de pequeñas empresas que, con
constituido por subsistemas —los sistemas bajas inversiones y elevado cmpleo de mano
sociocultural, politico. cconórnico—, organi- de obra calificada, producen v cxportan
FORMAS DE GOBIERNO

manulacturas por las cuales Italiu goza dc las formas de gobierno


mejores posicR)nes en ci mercado internucio-
nal: confccciOn, tejidos, muebles, instrumen-
Los musicales, objetos de oro. Las cundicio- LA PROHI.EMATI(A. El análisis de las 1. de
nes de desarrollo de esta economia, "perifé- gobierno se plantea como conceptualmente
rica" respecto de Ia division internacionul del distinto del anilisis e-oncernientt' it las f. de
trabajo, satisfacen: Ia disponibilidad de oferta estado (o de regimen). Estas ültimas, va sea
de mano de obra precaria peru calificada, que se definan recurriendo a los criterios ziris-
familias dotudas de economias sumergidas de totélicos sobre el poder de uno, de pocos ode
bienes y servicios (huertos, labores caseras, todos, ejercido en beneficio de uno, de pocos
ayuda mutua de parientes % vecinos), eleva- o de todos, o en terminus modernos tales
da integraciün social, subculturas politicas como los de regimen autoritario, totalitario
homogeneas hegemOnicas (catOlicas v socia- o democrático, o que se limiten a una simple
listas). Muv diversas condkiunes se realizan distincion entre monarquia (cuvo titular ocu-
en las f. sociales "centrales" del noroeste v pa un cargo hereditario) v republica (cuyo
"inarginales" del sur, que favorecen Ia gran titular ocupa un cargo electivo), se reficren
empresa o Ia asistencia estatal. a probkmáticas diferentes de las que respec-
tan a las 1. de gobierno propiamente dichas.
BIUUO(,RAFIA S. Arnin. Stub s'iluppo inc,'uaie Dejando de lado las variedades de regime-
delk formazioni sociali, en Tcrzo .%hnido. 1972, nes autoritarios caracterizLdos por el poder
v. IS; A. Bagnasco, Tre Italic, Bolonia, II Muli- arbitrario de un jefe o, como ocurre más Ire-
no, 1977; A. Bagnasco. en Quaderni de Ia Fonda- cuentemente, de Ia instituciOn militar, asi
zione G. Feltrinelli, 1981. 14 v 16; Z. Bauman, como los regimenes totalitarios ceiitrados en
Fundarnemo.s de .cocioiogza marxista (1964), el poder de un solo partido politico, Ia aten-
Madrid, Coiaión, 1975; L. Gallino, Per.'onaiitã e don se dirige principalmente a determinar
i,,tIu.cznal,zzazione. Turin, Locscher, 1968; L. diferentes f. de gohierno en ci ámhito de Ia
Gallino, I. ei'oiuzione delia struttura di classe in f. de estado democratico. Dc esta manera
Italia, en Quadenti di Suciologia, 1970, xtx, 2; L. podremos ver cOmu Ia distinciOn entre
Gallino. La sociela, perchê cambia, come fuuzio- monarquIa v republica pierde en Ia práctica
na: miroduzione sisiemica aila se,cwkigia, Turin. toda relevancia.
Paravia, 1980; M. Godelier, Formazione Resumiendo, el análisis de las f. de gobier-
economtca-soc,ale, en Enciclopedia, TurIn, no se refiere a Ia dinámica de las relaciones
Einaudi, 1979, vol. vi; J. Habermas, Prohicmas entre poder ejecutivo v poder legislativu yen
de iegiti,;iaciôn en ci capitalismo turdio (1973), particular a las modalidades de elecciOn de
Buenos Aires, Amorrortu, 1975; V.I. Lenin, los dos organismos, su titulo de legitimidad
cQuiënes son los "amigos del pueblo" v coma v el balance de sus prerrogativas. Además,
luchan contra los sociaidemócrata.c? ( 1894), en dada Ia naturaleza de los regimenes democra-
Escritos econOmicos (1893-1899), Madrid. Siglo ticos modernos, adquicre una importancia
XXI, 1974, vol. 2: C. Luporini, en ('ritica Marxis- esencial para comprender y explicar el fun-
Ia, 1977, 3; K. Mars,('onrribucidn a la crilica de cionamiento de las diersas formas de gobier-
la economia politica (1859), Mexico, Siglo XXI, no el planteamiento del sistema de partidos
1980; N. Poulantzas, Poder politico v ciases socia presentes y operantes en dichas formas.
les en ci es!ado capuakcta (1968), Mexico, Siglo
XXI, 1969; N. Poulantzas, Fascismovdiciadura LA uIPARTI( ION CLASWA. La biparticion clásica
(1970). Mexico. Siglo XXI, 1971; P. Rescigno, Per- distingue entre f. de gohierno parlamentario
sona e comunila, Bolonia, II Mulino, 1966; G. y F. de gobierno presidencial. Es preferible
Sofri. El modu de prwlucciOn asiatico, Barcelo- mantener estos térrninos v no recurrir a Ia
na. Edicions 62; Varios autores, en Quaderni di distinciOn entre republica parlamentaria y
Crizica Marxisia, 1970, 4, v en Critica Marxisia, rcpüblica presidencial porquc, mientras que
1971. ix, 4; 1972. x, 1 v 2-3. el presidencialismo no puede más que ser pro-
plo de un sistema republicano, La forma de
(siRu,io S( A%!i nil gohierrio parlamentaria se encuentra tanto en
el ánibito de sistemas monárquicos comu en
FORM AS DE (OUIERNO 671

ci de sistemas republicanos. Más aOn, bajo miento dci equipo de gobierno desde el seno
muchos puntos de vista cabe senalar que ci del pariamento (Bagehot senaiaba que Ia fun-
gobierno parlamentario nace, se desarrolla v don mãs importante del parlamento era dc-
akanza su más alta expresiOn en el ámbito gir bien ci gobierno) v de su responsabiiidad
de las monarquias constitucionales, v en par- ante ci mismo parlamento, ci cual puede lie-
ticular de Ia británica (con otros ejemplos ar a decretar su caida. A su vez, en los siste-
luminosos en las monarquias escandinavas: mas parlamentarius cI gohierno tienc ci poder
Dinarnarca, Noruega, Succia). Segün aigunos de disolver ci parlamcnto o de pedir su diso-
autores, este desariullo posit ivo se deberia at lución al jefe dcl estado en ci momenta en que
hecho de que In exclusion de Ia competencia no obtenga de éste su confianza (o en aigunos
politica para Ia conquista del más alto cargo casos, coma ci ingles, a fin de convocar flue-
dcl estado —micntras quc ci parlamento limi- vas elecciones en nwjores circunstancias).
taba v contrastaba tat poder— ha tenido un El elemento diferencial de mayor relieve
efecto moderador en In lucha politica en los entre los diversos tipos de gobierno parla-
paises anterioi-mente mencionados. mcntario Ia constituve In naturaieza del sis-
La prirnera y m.is precisa distinciOn que se tema de partidos. En ciecto. en dondc exis-
conoce entre las dos f. de gobierno es Ia que ten sOlo dos partidos, a en el caso en que un
formuió Walter Bagehot. En su famoso ensa- solo partido obteriga In mavoria absoiuta de
vo sobre Ia Constitución inglesa (1865-1867). los escaños, Ia f. de gobierno parlamentaria
ci estudioso británico hacia ver ci contraste reviste caracteristicas de solidez v de estabi-
entre Ia 1. de gobierno parlamentaria dcl Rei- lidad mayores que en los lugares donde ci
no Unido. definida par ci como cabinet gobierno csti conipuesto par coaliciones de
gorernme;:t. y In forma de gohierno de Esta- varios partidos. Del nhismo modo, ci funcio-
dos Unidos, definida coma presidential namiento del sistema está influido positiva-
goi'ernmenz. Esta distinción, a pesar de In mente por In presencia de un part ido de opo-
posterior publicación de Ia obra Con gressio- sición quc puede presentarse por Si solo coma
nat gui -c rutnent (1885) dcl futuro presidente posibilidad legitima v confiable de gobierno.
de Estados Unidos Woodrow Wilson, sigue El modelo inglés esta precisamente carac-
siendo conceptualmente válida. No sOlo Ia terizado par Ia alternancia periOdica (en tiem-
gran mavorta de las 1. de gobierno contem- pos recientes más dificultosa) de uno v otro
poráneas se pueden hacei- derivar del prom- partido mayoral trente del gobierno. Dadas
tipo hritánico o del prototipo estadunidense, las caracteristicas de In competencia electo-
sino que ambas 1. de gohierno han permane- ral, con circunscripciones uninominales de
cido sustancialmente intactus en el ciglo que una sola opcion. y Ia existencia de sOlo dos
ha transcurrido. Asi por ejemplo, los paises partidos en condiciones de conquistar In
de elnigraciOn hianca de Icngua ingiesa, Atis- masoria absoluta de los escaños, Ia tarea de
tralia, Canada, Nueva Zelanda, Sudáfrica formar gobierno se confia automáticamente,
muchas cx colonias en Africa v en Asia, ban de parte dcl jefe del estado (en ci caso ingles
adoptado ci cabinet gore rmnent, mientras ci monarca), al lider del partido de mayoria.
que In casi totalidad de los paises del conti- Entre otrus cosas, dicha praxis hace obsole-
nente latinoamericano han importado ci pre- ta Ia afirmaciOn citada por Bagehot sobre In
sidential government. Par to que respecta a funciOn más importante del parlamento y
Europa continental, con In excepciOn que serA acentua in preeminencia del part v govern-
analizada despué dcl gobierno presidencial ment sobre In asamblea legisiativa, en térmi-
de In Francia de In V RcpOhlica, In 1. domi- nos de cantidad y cualidad de produccion
nante es Ia purlamentaria. A su vez. las dife- legislativa quc ae deriva de este hecho.
rencias que subsisten entrc ci parlamentaris- En los modelos parlamentarios plasmados
mo ingles clásico v las variedades continen- segOn ci modeio británico, ci primer minis-
tales c deben casi siempre a las diferentes tro lo es en cuanto iider del partido de mayo-
caracteristicas del sistema dc partidos. na. Esta coincidencia de cargos es de impor-
tancia decisiva a fin de mantener In cohesiOn
Ili FL OBIERN 'RLS1I5TARIo. La I. de iohicr- In disciplina del grupo parIarncntario v con-
no parlamentar ia se car acteriza por ci surgi- sccuentcmcnte a tin de asegurar In traducciOn
672 FORMAS DE GOBIERNO

en ieyes del programa de gobierno. Sin ponentes inquietos de Ia mayoria guberna-


embargo no es solo el grupo parlamentario mental y como instrumento de enfriamiento
del partido de mayoria quien tiene interés en de tensiones emergentes.
mantener su unidad de acción. A su vez, ci Resulta obligada una ültima observaciOn al
partido de oposiciOn constituye en su interior respecto. El análisis comparado de las vane-
un gobierno en Ia sombra (shadow cabinet), dades concretas de las f. de gobierno parla-
con ci doble objetivo de ejercer un estrecho mentarias revela que el caso italiano es Ia üni-
control sobre actividades y decisiones guber- ca excepción a Ia norma generalizada por Ia
namentales y de presentar al electorado un que ci lider del partido o coalicion de parti-
equipo ministerial alterno de alguna manera dos vencedores en las elecciones se convier-
ya entrenado. te automáticamentc en primer ministro,
En Ia misma linea dcl sistema de cabinet segün una praxis que confiere un mayor peso
government de tipo británico, fundado en el y relevancia inmediata a las opciones de los
gobierno exclusivo dcl partido de mayoria y declares y al mismo tiempo atribuye respon-
en su cohesiOn se encuentran los gobiernos sabilidades precisas al partido de mayoria,
de coalición caracteristicos de las democra- absolutu a relativa, y a su lider.
cias corninentales europeas. En estos contex-
Los, el problema fundamental está constitui- W. EL c.OBIERNO PRESIDENCIAL. La 1. de gobierno
do por Ia formación de una mavoria guber- presidencial se caructeniza, en su estado puro,
namental entre varios partidos que garanti- por Ia concentraciOn en un ünico cargo de los
cen una suficiente homogencidad y una ade- poderes de jefe de estado y de jefe de gobier-
cuada duración. En tales sistemas no. El presidente es elegido por sufragio uni-
multipartidistas, en especial en los escandi- versal par el electorado, subdividido o no en
navos, Ia consistencia politica yelectoral dc colegios. En dicha 1. de gobierno, el presiden-
los partidos socialdemócratas y Ia escasa dis- te ocupu una posiciOn central respecto de
tancia ideologicu entre los partidos "burgue- todas las fuerzas e instituciones politicas. En
ses' de oposición han permitido Ia formación el caso estadunidense eI es al menos nomi-
de equipos ministeriales estables. En otros nalmente, el jefe de su partido, el jefe del
sistemas, v en particular en Europa meridio- gobierno o administration, y escoge personal-
nal (comprendida Ia Francia de Ia IV RepO- mente a los diversos ministros o secretarios
blica), Ia inestabilidad de las coaliciones de departamento (que deben abandonar ci
gubernamentales parece endémica. aunque cargo a peticiOn de él y no son responsables
raramente se produce un recambio de clase ante ci congreso). El presidente representa a
politica o de los minisirables, precisamente Ia nación en las relaciones internacionales;
porque no se logra producir una circulaciOn estipula, aunque sujeto al advice and consent
de personal politico. del senado, los tratados internacionales; Ic
A dicha inestabilidad del gobierno parla- compete ci poder de declarar Ia guerra. Ade-
mentario en los sistemas multipartidistas se más tiene Ia iniciativa en las leycs más impor-
ha intentado responder con diversos correc- tantes v es fuente de decisiones.
tivos. A partir de Ia dramática experiencia de La centralidad de su funciOn deriva dcl
inestabilidad gubernamental de Ia repOblica hecho de haber sido elegido pun el conjunto
de Weimar y con ci fin de evitar vacios de del cuerpo electoral. Ante él se encuentran los
poder, Ia Icy fundamental de Ia RepUblica representantes de Ia cámara elegidos en cir-
Federal Alemana (Grundgesetz) establece Ia cunscripciones uninominales de extensiOn
necesidad de que Ia falta de confianza respec- similar, portavoces de intereses sectoriales,
to de un canciller no pueda ser declarada 5mb y los senadores, elegidos en colegios que
a través de Ia expresiOn de un vow de descon- cubren el territorio entero de los diversos
O

fiana cons! ructiva, con ci cual se elija al mis- estados, dos pura cada uno de los cincuenta
mo tiempo al nuevo canciller. Aunque sea estados de Ia UniOn. Cabe observar además
dudoso que en condiciones de crisis real este que Ia duraciOn a tenure del ejecutivo y de los
mecanismo pueda asegurar Ia estabilidad de miembros del legisiativo es significativamen-
Ia 1. de gobierno, puede actuar pmbablemente te diferente. Mientras que los congressmen se
coma elemento de disuasiOn entre los corn- someten a nuevas elecciones cada dos anus
FORMAS DE GOBIERNO 673

y los senadores duran en su cargo seis años, los diversos departamentos, sino también Ia
el mandato presidencial es de cuatro años, de hacer funcionar Ia máquina de Ia reclec-
renovable una sola vez (Ia enmienda corres- dOn. Finalmente ci presidente tiene amplios
pondiente fue introducida después de que poderes para efectuar nombramientos; en
Franklin D. Roosevelt obtuvo Ia elección especial son importantes los relativos at
durante cuatro mandatos consecutivos). poder judicial y a Ia elección de los jueces de
La centralidad del presidente en el ámbito Ia Suprema Corte. Aunque ci senado puede
del sistema de tipo estadunidense aparece ejercer con vigor y rigor sus poderes de con-
todavia más nItidamente SI SC observa Ia Fun- firmation. Ia discrecionaiidad del presidente
don que desempenan las otras instituciones. es bastante amplia y los casos de rechazo son
Por lo que respecta a los partidos politicos raros, más bien rcsonantes y casi nunca debi-
norteamericanos, su momento de mayor relie- dos al partidismo dcl senado.
ve, visibilidad y adtivismo, Ia ünica fase en Ia Precisamente porque el sistema gira aire-
que cumplen una función en el nivel nacional, dedor de Ia figura del presidente, sus capaci-
es ci proceso de seleccion del candidato pre- dades y su misma personalidad han influido
sidencial, Ia Ilamada nomination y el folklo- de manera decisiva en Ia evolución de Ia ins-
re (más que debate politico) que caracteriza titución y el funcionamiento del sisiema en
a las Ilamadas conventions. Después de su conjunto. HistOricamente ci sistema pre-
recientes reformas que han ampliado y refor- sidencial estadunidense se consolidó gracias
zado Ia democracia del proceso de elccción al primer periodo presidenciul de Washing-
de los delegados a Ia convención, se ha acen- ton y at de Andrew Jackson, extendió consi-
tuado una dedinación de las maquinarias par- derablemente sus poderes con Lincoln, que
tidistas nacionales. afirmO Ia preeminencia del gobierno federal
Como reflejo inmediato de este proceso, ci sobre los derechos de los estados, después con
presidente se convierte en Ia cabeza visible Theodore Roosevelt, Woodrow Wilson y,
de un partido evanescente (ci de los delega- sobre todo, debido a los retos internos e inter-
dos de Ia convención), mientras que los repre- nacionales en Ia paz y en Ia guerra, con Frank-
sentantes de su mismo partido en Ia cámara lin D. Roosevelt, hasta Ilegar a Ia criticada
y en ci senado par lo general no estan liga- presidencia imperial de Lyndon Johnson.
dos a él por ninguna orientación especifica, Por mucho que Ia institución dependa para
no presentan caracteristicas de homogenei- su Funcionamiento y para sus poderes efecti-
dad ideologica o politica y no tienen una dis- vos de quien ocupa el cargo, se ha ido pasan-
ciplina de voto. La creciente incapacidad del do poco a poco, en menus de dicz aflos, de una
presidente en hacer pasar su programa legis- preocupaciOn prevalente por Ia imperial a Ia
lativo es una de las consecuencias más rele- imperiled presidency (presidencia en peligro).
vantes de cste estado de cosas. Puesto que ci Una F. dc gobierno coma Ia presidencial, que
congreso reacciona a las iniciativas presiden- se apoya en tan gran medida sobre Ia capaci-
ciales, aunque rara vez tiene Ia capacidad a dad del sistema en seleccionar un liderazgo
voluntad de asumir por si mismo Ia iniciati- a Ia aitura de los tiempos y de los problemas
Va, de ahi se sigue Ia parálisis institucional, no puede dejar de resentir de manera fuerte-
debida obviamentc en gran parte a Ia deca- mente negativa los contragolpes derivados del
dencia de los partidos, causa y efecto de Ia mal funcionamiento del proceso de selecciOn.
fragmentación de Ia rcpresentación politica, En este sent ido, ci paso del credibility gap de
y a su falta de cohesion. Johnson al escándalo de Watergate de Nixon
Sin embargo el presidente es. para bien o fuc muy breve. El reajuste total de Ia admi-
para mal, ci punto de apoyo del sistema. Ade- nistraciOn, fenOmeno sin precedentes decidi-
más del reclutamiento de los miembros de Ia do en el verano de 1979 por Carter para apun-
administration, en tiempos recientes ci pre- talar su vacilante mandato y hacer subir su
sidente ha creado y ampliado un verdadero indice de popularidad, aparece como un sub-
y propio staff en Ia Casa Blanca que cumple terfugio que no logro borrar los sIntomas de
Ia tarea no sOlo de mantener los contactos con una crisis que puede pasar de politica a ins-
el congreso, desempenar una función de rela- titucional.
ciones püblicas ode controlar Ia actividad de La más importante y conocida variante de
674 FORMAS DF. GOSIERNO

gobierno presidencial Ia constituye ci mode- ción a Ia Asamblea, durante los mandatos de


Jo de Ia V Repiblica francesa. Las diferencias Dc Gaulle y de Giscard d'Estaing.
formaics y sustanciales respecto a Ia f. pre- A diferencia dcl sistema estadunidcnse, ci
sidencial estadunidense son muchas, pero pupel de los partidos en Ia eleccion dcl presi-
existen algunas importantes similitudes. La dente frances y en Ia formación de una mayo-
más relevante se retiere a Ia ekcción di recta na parlamentaria es muy importante y tal vez
del presidente de Ia Repüblica por parte de decisiva. Especialmente después de Ia desa-
Ia pabiación (procedimiento introducido por parición de Dc Gaulle, que par su personali-
enmienda constitucionul en 1962, después de dad y por su pasado pudo hasta cierto pun to
que Ia primera clección de Dc Gaulle en 1958 y en cierto momento (Ia segunda vuelta con
se habia realiz.ido par obra de un colegio de Mitterrand en 1965 fue significativa) desem-
notables) v por tanto su lcgitimacion por par- pcñar el papel de exponente super panes, las
te de un cuerpo electoral nacional. La m*s posteriores elecciones presidenciales de Porn-
contrastante se refiere a Ia asamblea nacio- pidou en 1969 v sobre todo las de Giscard en
nal, compuesta por representantes elegidos 1974y de Mitterrand en 1981 dejaron ver una
en circunscripciones uninorninales con escru- divisiOn dcl cuerpo electoral en dos campos
tinio mayoritario y con segunda vuelta. contrapuestos scgün lineas pat-tidistas. Del
Fuera de Ia similitud menciunada, impor- mismo modo, las elecciones legislativas de
tante por ci titulu de iegitimidad que ci pre- 1973 v 1978 reprodujeron en cada circuns-
sidente adquiere, existen toda una serie de cripciôn una segunda vuelta entre el candi-
diferencias que modelan un sistema global no dato de Ia nlayoria y ci de Ia oposición. Los
asimilable al norteamericano. En primer partidos franceses constituven ci apovo indis-
lugar, ci presidente de Ia Repüblica no es al pensable de cualquier ma onia presidencial.
mismo tiempo jefe del gobierno. Sin embar- —cosa que no sucede con los meros reagru-
go es de su incumbencia ci nombramiento de pumientos de tendencias purticularistus, ni
un primer ministro que de hecho depende de tampoco con partidos tan disciplinados y
él, coma de él dependen los demás ministros cohesionados como los britãnicos—, obliga-
clegidos dc mutuo acuerdo. En principio el dos coma estãn de todos modos a Ia forma-
gobierno no tiene necesidad de un voto expli- ción de coaliciones de gobierno.
cito de confianza par parte de Ia asambka, No obstante, sigue planteado ci problema.
Ia cual puede por lo demas votar una moción rnuv delicadoconstitucionalmente, de Ia coc-
de desconfianza. En este caso ci presidente xistencia entre un presidente de una purte
de Ia Repüblica puede decidir entre aceptar politica y una mayoria parlamentaria fuerte
Ia dimisión dcl gobierno o disolver Ia asam- y unitaria de Ia parte opuesta. Mientras que
blea, pero no se puede recurrir a Ia disolución en el caso estadunidense, donde no existe ci
en ci primer año después de las elecciones poder de disoluciOn de las cámaras, ci voW
legislativas. discrecional de los diputados en particular v
El mandato del presidente frances dura sic- los recursos de cant ratación a disposicion del
te afios y es renovabie, asI que no se excluye presidente permiten actuar al menos en par-
una evolución en sentido presidencialista del te el programa legislativo v evitar un conflicto
sistema —aunquc tampoco se excluve una institucional, en ci caso Frances no solo exis-
reafirmación del poder de Ia asamblea. El te el riesgo de quc se produzcan choques Iron-
periodo de poco más de veinte altos de vigen- tales, sino incluso se puede degenerar en una
cia de Ia Constitución de Ia V Repubiica, con verdadera crisis constitucional.
Ia sucesión de cuatro presidentes (De Gaulle, En definitiva, esta formula de gobierno pre-
Pompidou. Giscard y Mitterrand) tan diferen- sidencial. que parece a primera vista respon-
tes entre si par su extracción v personalidad, der eficazmente a Ia dobie exigencia de los
no permite avanzar hipotcsis fundamentadas. modernos gobiernos constitucionales —esta-
El mandato de Ia asamblea es de cinco altos. bilidad y eficiencia del ejecutivo— peru que
La primacla dcl presidente en ci sistema ha comporta un fuerte freno a Ia iniciativa y un
sido muchas veces reafirmada con relación fuerte control parlamentaria (va que el pre-
a los equip:s gubernamentales y a los prime- sidente Ia puede disolver por poderes extraor-
ros ministros en particular, asi como con rela- dinarios concedidos por el articulo 16). pre-
FRACCIONES 675

senta algunos inconvenientes potencialmen- Giappichelli, 1976; L. Elia, For.c di governo. en


te serios. Hasta que dicho sistema se pruebe Eucielopedia del diritto, Milan, Giuffre, 1969, vol.
con éxito en condiciones de crisis, su conhia- XIX. pp. 634-675; A. King, Executives, en Hand-
bilidad .siguc siendo dudosa. book of political science, a cargo de F.I. Greens-
tein v N.W. Poishy, Reading, Addison-Wesley.
V NOTASOBREELGOBIERNODIRFLTORIAL. Esta rela- 1975, vol. V. pp. 173-256; A. King. Modes of exe-
cion de las f. de gobierno seria incomptetu si cutive-legislative relations: Great Britain, Fran-
no se tomara en consideracion, aunquc sea en ce and We.t Germany. en Legislative Studies
sintesis, Ia liamada 1. directorial que carac- Quarterly, i, febrero de 1976; J. Linz. Totalita-
teriza at gobierno de Ia Confederación Helvé- rian and autlwriiarian regimes,en Handbook of
tica. Por una seric de motivos histUricos (gue- political science, cit., vol. in. pp. 175-41 1; C. Mur-
rras entre cantones protestantes y católicos), tati, 1.ezioni di diritto cosiiiuionale italiano e
etnicos (dilerencias protundas entre grupos comparato. Roma, Edizioni Ricerche, 1962; R.
Iingüisticos) y constitucionales (Ia natur ale- Neustadt, El poder presidencial, Mexico, Limu-
za constitucional dcl sisterna), ci conselo fede- sa, 1976; Presidents and prime ministers, a car-
ral, surgido del puder legisiativo, tienc una go dè R. Rose y E.N. Suleiman, Washington,
naturateza colegial. No puede disolver las American Enterprise Institute, 1980; A.M. Schle-
cámaras, es elegido con base en Ia represen- singer Jr., La presidencia imperial (1973), Bar-
tacion proporcional segUn Ia consistencia de celona, Dopesa, 1974.
los diversos partidos y funciona segün una
rotación periódica del cargo de presidente del IGIANFRANCO t'ASOUINO]
consejo federal.
Algunos autores han querido ver en Ia f. de
gobierno suiza solo una racionalizaciOn espe-
cifica de un Fenómeno o de una tendencia pre- fracciones
sente en otras pequenas democracias occiden-
tales (por ejemplo Austria u Holanda): des- i DLFisiciOs Las 1. son grupos que Sc organi-
mantelamiento de Ia oposicion y bOsqueda de zan autOnomamente dentro de un partido con
acuerdos de fondo de tipo consociativo, llá- el objeto de imponer su propia linea politica
mense Proporzdemok ratie o agrérnent amical. y adquirir una porción mayor de puestos cIa-
Continuar en estn linea de investigaciOn res- ye y de "botin" para los propios miembros.
pecto de los tipos de regimenes democráticos Si consideramos Ia organizaciôn autOnoma
—de alternancia, centristas sin rotaciOn, con- como un carácter distintivo de las f. podre-
sociativos— nos ilevaria demasiado tiempo. mos destacar su presencia poniendo atención
Cabe sin embargo señalar a este propOsito no solo en los grupos que compiten abierta-
que son Ia funciOn de los partidos, su asenta- mente en las ciccciones internas sino también
miento subcultural y el tipo de competencia en los grupos qt-ie —a pe.sar de presentarse
que plantean lo que diferencia a los diversos unidos a otros en Ins consultas de partido-
tipos de regimenes democráticos entre si, mantienen una organizaciOn distinta (sedes,
como nos han servido para diferenciar las Organos de prensa, pactos, etc.) y negocian
diversas fOrmulas constitucionales con sus f. autónomamente su propio ingreso en las coa-
de gobierno democrático respectivas. Partien- liciones que gobiernan el partido o su propia
do del principio de que Ia democracia moder- adhesiOn a cada una de las decisiones de Ia
na se fundamenta cn ci sistcma de partidos, mayoria a cambio de una aceptación por lo
serán Ia evoluciOn y Ia transformaciOn de los menos parcial de su propia linea politica y de
partidos las que introduzcan variaciones recompensas para sus propios miembros.
importantes en las f. de gobierno conocidas La f. se puede considerar como Ia especifi-
y brevemente analizadas en este articulo. caciOn de un fenOmeno más general. que Lass-
well define como"un grupo perteneciente a
BIBLIO,RAFIA: P.Avril, Le régime politique de la un conjunto más vasto que actOa para bene-
tie. République, Paris, Librairie Générale de ficio de personas particulures o de Ilneas poli-
Droit, 1964; N. Bobbio, La icoria dclle forme di ticas particulares". Sin embargo, no todos los
gotenlo nella sioria del pensiero politico. Turin. autores que se han ocupado de las f. se han
676 FRACCIONES

ocupado tambien de distinguir terminoiogi- organizados autónomamente (los fraccionis-


camente ci fenómeno del disentimiento orga- las. precisamente).
nizado dentro del partido de los fcnómenos
que se Ic parecen. Los autores de iengua ingie- H. CLASIFICACIONES V TIPOLOCIAS. Los primeros
sa —por ejemplo— usan ci mismo término intentos de clasificar las corrientes no han ido
faction para indicar: Ia facción en sentido cia- más allá de Ia distincion hecha por Hume
sico; las agregaciones en ci nivel social quc entre facciones 'dc interés" y facciones "dc
influyen en las formaciones poiiticas sobre opinion'. Sc trataba mãs bien dc clasificacio-
todo en los paises en vias de modernización; nes dc dificil apiicaciOn en ci piano empiri-
las formaciones prepartidistas en ci nivel par- Co. En los Oltimos anos hemos asistido a
iamentario; las tendencias ideoiogicas intra intentos de clasificacion dotados de mayor
e interpartidistas. los fenomenos de disiden- capacidad operativa. Junto a las dimensiones
cia en ci voto pariamentario y. finaimente. Ia que conciernen a las actitudes —f. orientadas
f. como Ia hemos definido nosotros. Esta defi- a los valores y 1. orientadas al "botin", f. idco-
nicion demasiado amplia y ambigua refleja logicas y f. programaticas—. 1. ubicadas en
dificuitades de concept ualización del fenóme- los diversos segmentos del arco derecha-
no, dificultades que implicaron no pocos pro- izquierda han hecho evidentes otras dimen-
blemas en Ia confrontación histórica y en Ia siones: Ia amplitud. Ia duracion en ci tiempo.
comparación en diferentes sistemas politicos. Ia función en ci interior de las coaliciones de
Por esto es preferible no adoptar Ia traduc- partido y de gobierno, ci tipo de liderazgo (f.
ción literal de faction [facción] para evitar personalistas y f. no personalistas). Ia corn-
esta ambiguedad, por ci carácter desusado posiciOn en terminos de instalaciones geográ-
del término en nuestro lenguaje polItico, y ficas, en términos de pertenencia ode prove-
sabre todo por su connotación frecuentemen- niencia social, de grado de instrucciOn de los
te negativa. componentcs. El camino para completar esta
El vocablo comünmente usado en Italia direcciOn parcce por Ia demâs bastante lar-
para indicar Ia 1. es corrente, otro termino que go, sea porque ci campo no parece todavia
presenta coiisiderables carencias a causa de Iimpio de clasificaciones que deberian pertc-
su carácter eufemista y minimizante; corrien- necer al marco definitorio (como aquelia
te se prestaria mejor. en efccto, para desig- entre f. organizadas y f. no organizadas) 0
nar una tendency, una lInea idcologica o pro- también sobre todo porquc no se ha encon-
gramática, antes que Ia presencia y Ia acción trado ci acuerdo entre Ia necesidad de que las
de un grupo organizado. También ci término dime nsiones observadas sean imporlanles y
f. se presta, en realidad, a criticas por su poli- Ia necesidad de que puedan llegar a serb.
valencia: en Alemania. por ejemplo, frak lion
indica en general Ia rcprcscntación parlamen- M. INFLLIENCIA DEl. FLNOMENO EN LOS PARTIDOS V EN
taria de los diversos partidos. No obstante EL 5ISTEMA POLITICo El juicio sobre ci tipo de
parece preferible este término. al menos por acción desarroliada por las f. tanto en ci inte-
dos razones: su proveniencia del lenguaje rior de los partidos en que operan como, más
matemático (f. como subdivision de un todo) en general, en los sistemas politicos en que
permite, en efecto, Ia maxima separación de se descubre su presencia. parece bastante
implicaciones evaluativas, y al mismo tiem- acorde con su evaluación negativa. Segun Ia
po Ia más fácii traductibilidad linguistica. Se gran mayoria de Ia literatura sobre ci frac-
trata, por lo tanto, dcl término más idoneo cionisino:
para Ia comparación; además se debe tomar * las producen inestabilidad v ambigue-
f.
en cuenta ci hecho de que ci termino f. va ha dad en ci gabierno de los partidos. La cxisten-
sido usado válidamente desde ci punto de vis- cia de 1. entrafia normalmente Ia necesidad
ta histórico. Recuérdese, por ejemplo, los par- de administrar ci partido por medio de una
tidos socialistas y comunistas europeos, en coalición de éstas. Además, al mismo tiempo
los que ci término f. se usa para indicar a los ci carácter menos definido ideologicamente
grupos internos, no solo disidentes de Ia y menos estable de las f. respecto de los par-
mayoria en el piano ideolOgico (los Ilamados tidos hacc que estas coaliciones internas pre-
desviacionisras) sino también y sobre todo los senten una inestabilidad v una incohcrencia
FRACCIONES 677

superiores a las —de por si alias— de las coa- * e l pluralismo exlreino v polarizado. El sis-
liciones gubernamentaics; tema parlamentario no garantiza suficiente-
* las annienlan azn mds Ia inesiabilidad
I. mente Ia cohesion en los partidos. Hay que
y la con flictividad inlerna de los gobiernos de considerar también el tipo de sistema parti-
coalición. A Ia inestabilidad y conflictividad dista. Por ejemplo, una fragmentacion extre-
derivadas de Ia necesidad de mitigar las diver- ma y una radicalización de las fuerzas politi-
gencias y de distribuir las perdidas entre los cas obstaculizan, en efecto, Ia alternaciOn en
partidos se anaden, en efecto, Ia inestabilidad el gobierno de partidos o coaliciones de par-
y los conflictos derivados de Ia necesidad anã- tido. En un sistema partidista de este tipo, en
loga de mitigar las divergencias y de distri- ci que ci elector no puede decidir cuál parti-
buir el "botin", dentro de los distintos parti- do o cuál coaliciOn de partidos ira al gobier-
dos, entre las f. Este problema ha sido des- no, y en el que, en consecuencia, tanto ci
crito de una manera eficaz por D'Amato (1966) gobierno como Ia oposiciOn, a los distintos
con Ia fOrmula de Ia "doble inestabilidad"; partidos, no se hacen prácticamente respon-
las f. no son represenialivas del eleciora- sables ante ci eiectorado, las decisiones poll-
do, que vota, par ci contraria, par Ia imagen ticasse toman considerando más las rclacio-
global (a mayoritaria) dcl partido; constitu- nes de poder dentro de los partidos que las
yen, par io tanto, un elemento de distorsiOn reacciones previsibles del electorado. El jue-
de Ia reprcsentación. go de las F. encuentra asi un terreno particu-
Sin embargo, algunos autores consideran larmente ampiio y favorable. Además, desde
positiva Ia acciOn desempenada par las f., el momenta en que Ia calda del gobierno no
especialmente en un sistema rigidamente implica automáticamente una derrota politi-
bipartidista a en un sistema con un partido ca definitiva, los grupos internos dcl partido
hegemonico o predominante. Partiendo del pueden permitirse actitudes opuestas a Ia
supuesto de que un sistema bipardista es linea mayoritaria y hasta a las opiniones del
incapaz de representar las diversas posicio- propio electorado;
* los sisiemas electorales ajenos a la corn-
nes politicas que realmente existen en el pals
—o sea que Ileva a cabo una reducción forza- pelencia inirapartidista. Todos los sistemas
da de Ia representaciOn—, Se considera que que prevén Ia competencia no solo entre los
las f. pueden cumplir una función positiva partidos sino tambien (y aigunas veces sobre
representando opiniones y posiciones diferen- todo) entre los candidatos del mismo parti-
ciadas respecto de las de los dos Onicos par- do favorecen Ia conflictividad interna y desa-
tidos. Igualmente, en un sistema partidista lientan Ia formaciOn de f. Estas, en efecto,
escasamente competitivo, y particularmente of recen a los candidatos Ia organización y los
ante Ia existencia de un partido hegemonico, medios necesarios para enfrentar las dcc-
las f. compen.san Ia carencia de oposición en ciones;
el sistema politico desarrollando tales funcio- * el voto secreto en las asambleas parlarnen-
nes desde el interior del partido mayoritario. zarias,que hace imposible en ci nivel parla-
A este propOsito se ha tratado de encontrar mentario identificar y castigar Ia disidencia
una relaciOn entre la falta de competencia intrapartidista. Por el contrario, la posibili-
entre los partidos y el surgimiento del frac- dad de comprobar Ia indisciplina pariamen-
cionaiismo en el interior del partido. taria (a través de Ia apeiacion nominal y el
voto abierto) le permite a la mayoria penali-
lv. FACTORES CUE AUENTAN 0 DESAUENTAN EL FRAC- zar a los parlamentarios de minoria, que coin-
cioisMo. Entre los principales factores que ciden frecuentemente con los dirigentes de las
parecen determinar el fraccionismo intrapar- F. Por esta razOn parecerian menos expuestos
tidista, las investigaciones realizadas hasta al fraccionalismo los sistemas parlamentarios
ahora indican: en que no se permite el voto secreto;
*e l sistema constitucional presidencial, en el sisiema electoral proporcional dentro
el que Ia falta de responsabilidad del ejecuti- de los distintos partidos que, par el hecho de
vu ante las asambleas pariamentarias entra- no penalizar a los grupos pequeños, favore-
ña menores necesidades de partidos homoge- cc su continua proliferacion. Dc este modo Ia
neos o cohesivos; administraciOn del partido por parte de una
678 FRACCIONES

mayoria compacta es sustituida par adminis- consideraron suficiente part producir ci frac-
traciones de coaliciôn quc están expuestas al cionalismo Ia dimension excesiva del partido
chantaje de algun grupo capaz de hacerle per- en tanto entrana automáticamente Un esca-
der a Ia coalición su carácter mayoritario. Par so control de sus miembros;
lo tanto, los grupos pequenos terminan por * la falia de disciplina interna. En algunos
adquirir un poder superior a su consistencia partidos Ia constitución de f. está vedada y
numérica; fuertemente penalizada hasta ilegar a Ia
* la dcst-e;:irulizacimi pohlicc-ad??unisirazi- expulsion de los componentes de Ia 1. La posi-
t'a. Confiiiéndolc una considerable impor- bilidad de construir f. estã por lo [unto liga-
tancia al poder local, Ia descentralización da a Ia ausencia a a Ia dehilidad de las san-
hace que los representantes locales dcl par- ciones disciplinarias rrenie a los comporta-
tidu, al cubrir cargos publicos iluportanles. mientos fruccionalistas;
goceii de recursos dc prestigio y de poder + la t-omposic-ion social lwiero,'énea dcl par-
que les permiten colltraponcrse al partido tido, en ci sentido de quc Ia cohesiOn de los
central: partidos —especialmente de los de clase-
* la ariwulacie,: funcivual dcl parlido. en dependeria de Ia unidad de intereses y de Ia
ci sentido de que Ia articulación dcl part ido homogeneidad cultural de SUS miembros;
en organizuciones culaterales —como los sin- * Ia ideologia: segün algunos autores. los
dicatos, las asociaciones profesionales y ju- purtidos quc premian ideologicamente ci
veniles— con objeto de reclutar miembros, disentimiento v el conflicto, legitiman ci
socializarlos e integrarios, de organizar ci hecho de que sus propios miembros lieven
voto y de recolectar financiutnientos, repre- esta teoria al interior del purtido v estén tnOs
senta un terreno ideal para Ia proliferacion expuestos, por lo tanto, al fraccionalismo;
dcl fraccionalismo mt rapart idista. Cuando El apovo empirico de Ia comparacion ha
las organizaciones escapan al control dcl apa- iogrado scnular en los sisternas electorales
rato central dcl partido. o no dependen de él extcrnos, en Ia art iculaciOn funcional v en el
(considérese Ia relaciOn entre ciertas organi- tipo de disciplina las principales dL'lerminan-
zaciones catóiicas y Ia democracia cristiana tes dcl fraccionalismo.
en Italia), en éstas, en efecto, fi%cilmente se
constituyen nOcleos de f., y de éstas salen esti- V. TECNICAS ASTIFRMCIONALISTAS. Si éstas son las
mulos y ayudas para Ins f. Si los miembros principales causas del f. que se encuentran
de las organizaciones locales o los miembros en Ia literatura, los remedios propuestos —co-
de las organizaciones coluterales actüan entre mo podria prcsumirsc— no son su simétrico.
si más que con ci part ido en su con junta, sir- La literatura se ha interesado más por encon-
viéndose de estructuras de comunicaciones trar las causas que par proporcionar técni-
preferencialcs (reuniones, pactos, sedes, pren- cas para reducir el fcnomcno, ya sea porque
sa), también se crea un verdadero "diferen- en ulgunos casos se deberlan emprender rev i-
cial de comunicaciOn" entre éstos y el parti- siones constitucionales (aboliciOn del sistema
do, lo que tambiên puede dar origen. en efec- prcsidencial y de Ia descentralización politico-
to, a una diferenciuciOn de linea politica. Ade- udministrativa) que en su mayoria son inopor-
mIts, los grupos locales v los dc las organ iza- tunas e imposibles de proponer, va sea par-
ciones colaterales, que escapan a un control quc en otros cusos Ia aplicuciOn de las mcdi.
efectivo del centro, pueden gozar de un acce- das antifraccionalistas se encuentra con
sO por lo menos parcialmente autOnomo a los situ.iciones consolidadas a entra en conflic-
principales recursos del partido: los votos v to con los valores politicos de los investiga.
el financiamiento. Las preferencias v el finan- dores. Esta cautela se inspira, probablemen-
ciamiento son tambien los principales recur- te, también en ci nivel poco avanzado de las
SOS de las f. desde el momento que les permi- investigaciones.
ten a los candidatos disidentes ser reelegidos Se deben tomar en cuenta, sin embargo, par
aun sin ci apoyo del partido. Purece, por lo lo menos cuatro propuestas: Ia de revisar ci
tanto, evidente Ia influencia de Ia organiza- sistema electoral proporcional externo
ción partidista en ci fraccionamiento intra- (D'Amato): Ia de suprimir ci vow prefer encial
partidista. A estc respecto algunos autores (Pasquino); Ia de rev isar ci sistema electoral
FRACCIONES 679

proporcional interno (Sartori) y par Ultimo Ia lar; además, Si Cs cierto que el financiamien-
de financiar püblicamente a los partidos to pOblico rcfuerza a los aparatos centrales
(Zincone). y mavorilarios del partido respecto de los
A Ia primera se Ic pueden hacer las mismas locales y minoritarios, se trata de un refuer-
crIticas concernientes a Ia revisiOn constitu- zo relativo, que por Ia niismo no exciuye que
cional, considerada como entidad de Ia inter- las f. continOen recibiendo los financiamien-
venciOn. La modificaciOn de una Icy electo- tos propios por utros canules y logren asl
ral entraña un acuerdu dificil entre las fuer- sobrevivir.
zas politicas interesadas, o una manipulaciOn
peligrosa de Ia mayurIa. AdemOs, se debe VL (ONCLUSIOSEs. Hasta mediados de los anus
recordar que, de acuerdo con ulgunus auto- setenta, las investigaciones sabre f. conside-
res, ci sistema electoral uninominal no ha raban los cstudios sabre sistemas partidistas
impedido en Gran Bretaña ci surgimie;lto del individuales, si no sabre partidos part icula-
fraccionalismo (véase ci caso de los sacialde- res o directainente sabre determinadas f. Por
mOcratas en ci purtido taborista inglës). largu tiempo ci fénumeno fue ignorado, con
La segunda propuesta, en parte, tiene con- Ia laudable excepcion dc Duverger, quien sin
traindicaciones de Ia primera, pero Son contra- embargo no se detuvo demasiado en el tema.
indicaciunes menores: sea par Ia menor lucrza El primer estudio sistemático se debe a Zaris-
de Ia intervenciOn, sea par Ia mayor facilidud ki (1960) v el primer estudio comparado
para encontrar un acuerdo que favoreceria a amplio a Ozbudun (1970). Este ültimo traba-
los componentes mavoritarios de todos los par- jo, sin embargo, se resuelve en un elenco de
tidus. los posibles factores capuces de influir en el
La tercera propuesta puede aplicarse sin fcnOmeno, elenco que destacaba los factores
excesivus dramas, peru podria tener sOlo dcc- aptos para explicar las 1. en los part idos esta-
tos temporales: no toca las raices del proble- dunidenses. La expansion desde mediados de
may puede fácilmente hacerse reversible. Dc los anus sesenta en adelante de los estudios
hecho es cierto que un sistema electoral inter- de politica comparada y Ia formulaciOn de
no de tipo mayoritario (quOrum o mayoria redes cognitivas para ci descubrimknto dv
para Ia eleccion de los delegadus at congreso los datos ha dada también sus frutos en este
o para )a elección de los órganos centrales del campo tan largamente descuidado: en Ia
partido) induce a las 1. a coaligarse para obte- segunda mitad de los años setenta Sartori
ner ci porcentaje de mayoria o para no verse (1916) intenta una elaboración sistemática del
excluidas de Ia competencia: ci quOrum alien- tema; Belloni y BelIer (1978) buscan sacar eI
ta Ia Iurmación de f. de tipo media, mientras hilo del trabajo desarrollado. Pero todavia
que el porcentaje de mayoria, al favorecer los hay falta una conceptualizacion univoca y
cárteles, deberã reducir ci nOmero de las f. prccisa dci I enomcno y las tipulogias del F rac-
Pero las viejas f. podrOn seguir actuando en cionalismo no han alcanzado todavia un gra-
ci interior de las nuevas macrofracciones; do de exhaustividad y de operatividad sufi-
además, es dilicil imaginar una revisiOn elec- ciente. En ci con junto, se han dado algunos
toral que no tome en cuenta las relaciones de pusos decisivos hacia adelante, pero si no se
fucrza entre las propias 1. que deberán reali- resuelven estos dos nudos Ia investigaciOn
zarla, y que par ello sea cficaz y duradera. La empirica podra continuar su progreso en ci
revision del sistema electoral interno sigue perfil c'Iantitativo, peru no podra alcanzar los
sicndu uno de los pocus instrumentos fOcil- niveles cualitativos que si se han logrado en
mente utilizables par quien se plantee el pro- otros campus.
blema de modificar el nUmeru y Ia dimensiOn
de las fracciones. HIBLI(X,RAFIA. F.P. Belloni y D.C. BelIer, Faction
El financiamiento pOblico de los partidos, politics: political parties and factionalism in corn-
si se confia al control de los aparatos centra- paralive perspective. Oxford, tac Clio Pre',s,
les v mavoritarios de los partidos, podria con- 1978; L. D'Amato, correnti di partfloe partito di
trabalancear ci acceso autónomo de las f. a correnti, Milan. Giullre, 1965; L. D'Amato, L'equi-
otras fucntcs de financiamiento. Esta provi- librio di on si sterna di "partiti di correnti' Roma,
sion tienc el dciecto de ser escasamente popu- Editori di Scicnze Sociali, 1966; E. Ozbudun,
680 FRANQUISMO

Party cohesion in Western democracies: a causal sobre Ia base de Opticas distintas a Ia de Linz,
analysis, Beverly Hills, Sage, 1970; G. Sartori dando primacla a los aspectos sociales o eco-
(comp.), Correnti, frazioni e fazioni nei purtiti nOmicos del regimen más que a los exclusi-
politici italiani, Bolonia. Ii Mulino, 1973; G. Sar- vamente politicos. Por otro lado, a Ia defini-
tori, Partidos y sislenias de parlidos: marco para cion dc Linz se Ic imputaba ser ideolOgica-
un andlisis (1976). Madrid, Alianza; R. Zariski, mente condicionada de modo favorable al
Party factions and comparative politics: some pre- regimen franquista. Los que han criticado
liminarv observations, en Midwest Journal of especificamente Ia definición de 1. como un
Political Science, iv (1960). caso de autoritarismo lo han hecho sobre todo
en tres direcciones: a] La noción de pluralis-
I(;iovANsA ZlN(OLE] mu limitado es sustancialmente inaceptable
en cuanto es contradictoria: el pluralismo (v.)
es un término carente de significado fuera del
contexto de las democracias competitivas;
franquismo b] No es cierto que elf, no haya tenido una
ideologia propia, sino sOlo mentalidad; al con-
I. DEFINICION DEL REGIMEN. Desde un punto de trario, elf. demostro poseer ideologias par-
vista exclusivamente cronologico, elf, ha sido cialmente distintas en periodos diversos de
el regimen que domino en España desde 1939 su historia; c] Dc todos modos noes correcto
hasta Ia muerte de Francisco Franco (20 de atribuir all. las mismas caracteristicas a lo
noviembre de 1975). Lo que ha sido efectiva- largo de su duración de casi cuarenta aflos.
mente dicho regimen, sus caracteristicas Si respecto a los dos primeros puntos Ia dis-
especificas, los momentos cruciales y los cam- tancia entre Linz y los otros autores se da por
bios acaecidos durante los 36 años de persis- una diversa valoraciOn de los mismos acon-
tencia, es dificil de establecer v es objeto de tecimientos o. como se ha dicho, segOn Ia
apasionada discusiOn entre los diversos inves- variable mOs acentuada, en ci tercer punto el
tigadores, espanoles o no, que han dado cara mismo Linz cstá de acuerdo (1975).
al problema. Linz (1964) ha sido el primer Dc Ic que se ha dieho hasta ahora se dedu-
politologo que ha intentado aisiar las carac- ce que una valoración correcta dcl fenOme-
teristicas principales del regimen franquista. no franquista debe hacerse sobre La base de
Más aOn, su análisis del f. Ic ha servido para una periodizacion precisa. Pero tampoco en
elaborar un modelo de regimen autoritario (V. este punto hay acuerdo entre los investigado-
autoritarismo) aplicable a otros paises. Pos- res, los cuales han dividido sucesivamente el
teriormente (1975) repropuso su modelo en ci 1. en dos. tres. cuatro o incluso cinco perio-
ámbito de una compleja tipologia de regime- dos, segOn las variables mayormente acentua-
nes politicos. Sin embargo, los elementos que das. Sin embargo se puede sostener que todos
él habla indicado como propios del 1. —plu- los autores aceptan una division minima en
ralismo politico limitado, escasa articulaciOn dos periodos: ci primero que empieza mucho
ideoiogica, baja movilización politica en las antes de 1939, con el golpe de estado militar
etapas centrales, poder de un jefe o de un gru- del 17-18 de julio de 1936, y termina con el
po dentro de limites previsibies— habian ya final de Ia segunda guerra mundial (1945), y
sido puestos en tela de juicio, en parte o del el segundo, que despues de una fase confusa
todo, por diversos autores. E. I. fue definido de cambios v crisis, se desarroila, con carac-
sucesivamente como un caso de cesarismo teristicas más ciaras, entre finales de los años
(v.), de bonapartismo (v.), de "democracia cincuenta v finales de los sesenta, terminan-
orgãnica' de sello corporativo (v. corporatl- do con el inicio de Ia transiciOn a Ia democra-
vlsmo) o incluso como una dictadura (v.), no cia (1975).
obstante sus rasgos pragmatico-conservado-
res, una forma de fascismo (V.), un regimen ii. EL FRANOt. ISV) COMO FASCISM) ARORTADO. El pro-
totaiitario (v. totailtarlsmo). un despotismo ceso de instauraciOn de un regimen que se ins-
modernizante asi como un rCgimen neo-bis- piraba en el modelo fascista italiano más quc
markiano. en ci nacionalsocialista alemán, se inicia con
Todas estas definiciones dcl I. se han dado ci golpe dc estado militar de julio de 1936. La
FRANQUISMO 6$ I

evidencia no está tanto en los dos decretos (25 tades, en seguida surgió una solucion ideoló-
de septiembre de 1936 y lOde enero de 1937) gica de recambio. El 1. no Se basaba ya en Ia
con los que se declaran ilegales todos los par- doctrina fascista y corporativa sino en una
tidos y sindicatos de inspiración socialista y version tradicional y autoritaria del solida-
anarquista, sino en Ia creación de un partido rismo católico a Ia que se Ic superpone un
unico y de los sindicatos verticales. El decre- cierto barniz democrático. El Fuero de los
to de unificaciOn (19 de abril de 1937) crea el espanoles(l7 de julio de 1945), Ia 1ev del refe-
partido ünico, Ia Falange Espaflola Tradicio- réndum (22 de octubre de 1945) y el mismo
nalista y de las iONS, integrando las dos fuer- referendum que convierte al regimen en una
zas politicas que habian apoyado el golpe de monarquia (6 de mayo de 1947) son Ia prue-
estado militar, los falangistas y los carlistas, ba de tal cambio de rumbo. En estos años se
dos actores importantes en aquellos anos, produce pues una acentuación de los aspec-
peru mucho menos rekvantes en los años cm- tos católicos del regimen. pasando a un Segun-
cuenta v sesenta. a pesar de los intentos de do pIano ci falangismo, casi desapareciendo
revitalización e institucionalización del Movi- los carlistas de entre los actores importantes
mien to. como será Ilamado después el parti- y representando los papeles principales
do ünico. monárquicos v catolicos, con una obsesiva
La estructura sindical corporativa se deli. insistencia en eI anticomunismo tanto en polí-
flea con el Fuero del Trabajo (9 de marzo de tica interna como internacional, un desarro-
1938), Ia 1ev de unidad sindical (26 de enero llo de Ia ideologia del caudillaje, que racio-
de 1940) v In 1ev de base de Ia organización naliza el papel de Franco como protagonista
sindical (6 de diciembre de 1940). Dc estas tres árbitro absoluto dcl regimen v una politica
instancias surge con evidencia Ia doctrina cor- de desmovilizacion (u. movlllzaclón) v de
porativa fascista inspirada en los principios represión de los residuos de resistencia con-
de unidad. totalidad y jerarquia. El sindica- tra ci regimen. Todo ello permite all. conti-
to vertical, que ponia juntos a todos los que nuar subsistiendo, incluso con el apoyo inter-
formaban parte de un mismo ramo produc- nacional dentro del clima de Ia guerra Inn,
tivo —del cmprcsario al obrero— era In ins- pero con el precio de una cierta transforma-
titución destinada a concretar los tres prin- ción interna.
cipios mencionados.
La misma 1ev institucional de las Cortes (17 ill. El. FRANOtISMO COMO AITORITARISMO MODERN!-
de julio de 1942) está en Ia linea de una repre- ZANTE. A finales de los años cuarenta elf, no
sentación corporativa basada en las tres "uni- estaba plenamente consolidado y habia sufri-
dades naturales" de las que habla José Anto- do ya sustanciales transformaciones en sus
nio Primo de Rivera, el lider falangista muer- caracteristicas politicas distintivas. Sus
to durante Ia guerra civil: familia, municipio mayores problemas eran entonces de carác-
v sindicato. ter económico: Ia politica autártica habia teni-
En aqucllos años, junto a In ideologla fas- do efectos desastrosos hasta Ilegar a un
cista corporativa y a los actores mencionados momento muv delicado de crisis(1955-I956),
—falangistas, carlistas v militares con el mis- en el cual incluso los altos mandos militares
mo Franco como árbitro— tienen también muestran preocupación e inquietud. Dc dicha
mucha importancia otros dos actores politi- crisis el regimen saldria asumiendo definiti-
cos: los monárquicos v Ia iglesia. .sta. que vamente unas caracterIsticas de autoritaris-
nunca habia aceptado Ia polItica anticlerical mo i;zode,iianr. Los miIitars continüan
de Ia Repüblica. habia apoyado desde un prin- sosteniendolo. va que de hecho han consegui-
cipio el Alamiento. oficializando in propia do una mejor posición económica a travCs de
posición en una pastoral colectiva de los obis- In oportunidad de un segundo trabajo. El par-
pos cspanoles (julio dc 1937). Cuando por dcc- tido ünico asume un papel cada vez más
to de contrastes internos entre monárquicos secundario inciuso después de Ia procLma-
y falangistas (1942-1 943), pero sobre todo por ción de los Principios del Movimiento (17 de
Ia influencia de factores internacionales —Ia mayo de 1958): cI provecto Arrese, que habia
guerra en Ia que iban perdiendo las fuerzas prcccdido a Ia proclamación. y todas las opo-
del Eje— d regimen se enconlró con dificul- siciones v discusiones que el mismo habia
682 FRANQLISMO

suscitado dentro del 1. ponian en claro defi- mado mentalidad —tomando prestado ci tér-
nitivamente que ci partido no seria nunca una mino del sockllogo alemãn Geiger. Aunque
estructura de movilización desde lo alto, sino aigunos autorcs ponen de relieve correcta-
que estaba condenado a ser, junto con los sin- mente el papel dave desempenado por Fran-
dicatos, una institución burocrática con su co, a quien se Ic imputan todas las decisiones
propia clientela, luente de poder para sus cruciales tomadas en estos años, no se pue-
dirigentes. La iglesia con tinüa apoyando ai f. de negar que desempeflan un papel importan-
y entre los catôlicos surge una nueva dite tec- te una pluralidad de actores, que se mueven
nocrática, formada en su mayor parte por en un contexto no demucrático: además de Ia
miembros dcl Opus Del. Gracias a! Plan de igIesia y del ejCrcito, Ia elite hurocrática v tec-
EstahilizaciOn y a las sucesivas politicas ecu- nocrática, expresión direcia de los intereses
nómicas, España fue saliendo dcl tünei del industriales y financieros que se habian desa-
subdesarrollo a que habia sido coridenada por rrollado en aqueilos mismos años. Por más
Ia destrucción de Ia guerra civil v Ia politica que queramos ver clernentos ideolOgicos,
autárticu. como el desarrollista y el consumista carac-
Surge entonces con claridad ci nuevo f., un teristicos del auloritarismo tecnocrático del
regimen autoritario que está en condiciones niismo periodo, no se puede negar que dichos
de promover el desarrollo económico, de elementos por si solos no son suficientes para
mejorar el nivel de vida de las clases medias, caracterizar una ldeologIa (v.) verdadera y
de admitir una contratacion coiectiva, aun- propia que mantenga a on regimen, sinu más
que dentro del ámbito de Ia vieja concepcion bien una mentalidad.
corporativa de los sindicatos verticales.
Evidentemente una purte importante en Ia lv El. FRASQUISMO CUMO NI0DELO. El I. se ha pre-
renovación de este marco son los procedi- sentado como un modelo de regimen politi-
mientos de relativa y aparente "apertura co no democrático, peru al mismo tiempo no
demoerática" de los aflos sesenta. En primer totalitario, que siendo politicamente conser-
lugar Ia Icy de Reforma Organica aprobaba vador logro inducir un desarrollo sociocco-
pur re[erCndum ( 14 de diciembre de 1966) quc nómico. Desde estc punto de vista ha sido
aunque rechazando coma nefastos a los par- sena!ado como ejemplo a imitar por parte de
tidos admite un 'legitimo contraste de opi- lIderes politicos que querian evitar los peli-
niones", modifica las modulidades de eiecciOn gros de inestabilidad de las democracias a las
de los miembros del Consejo Nacional dcl que se Ies hacla imposible seguir Ia via tota-
Movimiento y de las Cortes, amplia las posi- litaria. Pero ipuede el I. ser realmente un
bilidades de huelga por razones económicas modelo 'exportable" de autoritarismo moder-
y climina de las leyes fundamentales prece- nizante capaz de una duración más o menos
dentes las I rases de tipo corporativista y fas- larga?
cista. Aparece más tarde una Icy de prensa Si se observa lo ocurrido en España Ia res-
que aparentemente limita las precedentes puesta ha de ser negativa. En efecto, en ci
facultades de censura. Además, una scrie de ámbito del contexto econOmico y politico
leves, de 1958 a 1971, reconocen Ia contrata- europeo, España se ha desarrollado efectiva-
ción colectiva y prevCn un sistema de ekccio- mente, peru esto llevó a carnbios socioeconó-
nes sindicales para delegados y comités de micos profundos. como Ia urbanización, Ia
empresa. Le sigue una icy de tutela de Ia liber- industrialización, Ia sccularización cultural
tad religiosa (28 de junio de 1967 ) V finaimente ) en conjunto a Ia reactivación de algunos
el nuevo Estatuto del Movimiento en diciem- conflictos tipicos —desde ci regional y auto-
bre de 1968. nomista, ya existente en Ia España prefran-
Toda esta obra icgisiativa es Ia prueba del quista, hasta el de clasc, en especial entre
cambio-adaptación que ufria el regimen en industriales v obreros. Gracias a los cambios
aquelios aflos. Para dicho periodo tiene sen. mencionados Ia misma coalición pout lea que
tido habiar de pluralismo limitado y senalar sostuNo al I. Se modificO profundamente no
que no existe Va una verdadera ideologIa, sino tanto par el papel asumido par el partido üni-
solamente un conjunto de valores ambiguos, Co sino par otras razones. En primer lugar
escasamente articulados a los que Linz ha ila- por Ia gradual separacion de Ia iglesia respec-
FRENTE POPULAR 683

to dcl f., cuando se dio cuenta de Ia seculari- 1967; R. de Ia Cierva, Historia del franquismo,
zación en curso y de los peligros a que se vols. I 3 ii, Barcelona, Planeta, 1978; A. de
exponia de haber continuado sosteniendo at Miguel, Sociologia del frauquismo, Barcelona.
regimen. En segundo lugar par Ia separación Euros, 1975; E. Diaz, Pensamiento español 1939-
de Ia misma elite industrial que en un cierto 1973. Madrid, Edicusa, 1974; J. Georgel. 11 fran-
momento creyó más conveniente tratar con chismo: storia e bilancio (1939-71), Turin. SEt,
los sindicatos clandestinos. .-epresentantes 1972; R. GOmez Perez, Politica y religion en ci
tuténticos de los obreros, que con los simu- rCgimen de Franc-u, Barcelona, Dopesa, 1976; G.
lacros de los sindicatos verticales. Finalmen- Hermet. L 'Espagne de Franc-u, Paris, Armand
te, por Ia neutralización dcl ejército en un pals Cohn. 1974; J.F. Linz. An authoritarian regime:
estratCgicarnente importante, pero perifCri- Spain, en Cleavages, ideologies and party systems,
Co y reducido at rango de potencia secunda- a cargo de E. Allardt c Y. Littunen, Helsinki, The
na aliada de Estados Unidos. Westcrmarck Society. 1964; J.F. Linz, From
Junto at derrumbe de Ia coalición que habia Falange to Movimiento-Organizacidn: the Spa-
sostenjdo at f., debido sobre todo at mencio- ;iisli single party and the Franco reii;;ze, 1936-
nado cambio radical de Ia estructura social 1968. en Authoritarian polities in modern socie-
que to habia legitimado, crecian diversos lies, a cargo de S.P. Huntington v C.H. Moore,
tipos de oposiciOn dent to y fuera del regimen. Nueva York. Basic Bcsks, 1970; J.F. Linz. L'oppu-
La base social de dicha oposición estaba for- sizione in un regime auzorilariu: ii caso della
mada por intelectuales, estudiantes, obreros Spagna. en Sioria Conlemporanea, I. nüms. I y
y muchos católicos. Ante ellos no pudieron 2. 1970; J.F. Lini. Totalitarian and authoritarian
inucho Ia "democratización" apatente y los regimes, en Handbook of Politic-al Science, vol.
procedimientos rep! esivos adoptados por el 3: Macrc,politic-al theory, a cargo de F.I. Greens-
leginien. tein v N.W. Polsby, Reading. Addison-Wesley,
En esta situación se iniciaba y se iba pro- 1975: J.F. Linz, El rcgimeii franquiia, Barcelo-
fundizando Ia crisis del f. que nioriria con su na, Peninsula, 1978; S.G. Payne, Politics and the
fundador. En otros tCrminos, y paradojica- military in modern Spain. Stanford. Stanford
mente. Ia mecha de Ia crisis estaba ya pren- University Press, 1967; S.G. Payne, Franc-u's
dida desde que elf. llevO a cabo su transfor- Spain, Londres. Routledge and Kegan Paul, 1968;
macion en un regimen que promovia Ia M. RaniireziimCnez, España I939-1975Rêgimen
modernizacion de Ia sociedad v de Ia econo- politico e ideologia), Barcelona, Labor, 1978; S.
mia. El f. como autoritarismo modernizante Vilar, La naturaic-za del franquisino. Barcelona,
tenia en si mismo los gérmenes de Ia autodes- Peninsula, 1977; K. von Bevrne. Vom fasehismus
trucciOn v de nada sirvieron todoF los inten- zur enzwicklungsdiktaiur: . ,nac-hzelize und oppo- -

tos de institucionalizaciOn formulados por situ,;z in Spanien, Munich. Piper, 1971; Varios,
Franco v el compkjo mecarlismo de sucesiOn El reginwn franquista, en Papers, viii, nüm. 3,
preparado para Ia continuaciOn dcl regimen 1978.
después de su muerte. Por otro lado, ello no
excluye que en un contexto geopolitico no [LE0SARD0 %1ORLi!01
europeo v en un pais escasamente desarrolla-
do en et piano socioeconOmico un nuevo auto-
ritanismo modernizante pueda desarrollar las
mismas funciones del I.. v quiza persistir par
frente popular
más largo tiempo. logrando Ia institucionali.
zación. El f. popular es un tipa de alianza centrada
en Ia unidad de acción de los partidos de
BIBLIOGRAFIA: F. Almendros Morcillo, y otros. El izquierda. democrOticos v antifascistas, expe-
siudicalismo de clase en España (183 9-I977, Bar- rimentada por primera vez en el periodo 1934-
celona, Peninsula, 1978: J. Am.dia. Frauco poll- 1935 en algunos paises europeos. Remite his-
liE-al legacy: from fascism to façade democracy. tOricamente al antecedente del f. Onico, fOr-
Londres. Allen Lane, 1977; M. Beltrán, La elite mula politica fundada en el entendimiento de
hurocrOtic-a española. Barcelona, Arid, 1977; M. los partidos que Sc adhieren a Ia H y III Inter-
Grozier, Francv, Londres. Evre and Spottiswood. nacional. con Ia capacidad de promover v san-
6$4 FRENTE POPULAR

cionar Ia unidad de acción sobre objetivos o de inspiraciOn fascista v por Ia presencia


económicos v politicos transitorios de todos de peligro de guerra a continuación de Ia cri-
los sectores de Ia clase obrera, excepción sis econOmica internacional v de Ia declina-
hecha de Ia fisonomia ideologica y organiza- ciOn del liderazgo de las clases politicas libe-
tiva de cada uno de los partidos. La tenden- rales oligarquicas. La amenaza de guerra y de
cia a Ia unidad de acción, que se manifiesta una reacción fascista generalizada indujo al
por medio del frente ünico "desde Ia base" movimiento obrero a un nuevo análisis.
(sostenido por los primeros congresos de Ia menos esquernatico v menus scctario, de Ia
Internacional Comunista), cstá integrada, naturaleza dcl fascismo internacional y a un
desarrollada y orientada succsivamente por drástico vuelco dcl juicio sobrc Ia socialde-
el frente unico "desde arriha", que se Ileva mocracia, hasta entonces marcada de "social-
a cabo a través de acuerdos estipulados por fascismo": en el primero se reconoce al ene-
las direcciones de los partidos obreros. migo principal, mientras que Ia segunda se
El 1. popular constitu.'e una continuación convierte en el aliado fundamental en Ia lucha
v un desarrollo de frente ünico después de Ia antifascista (v. antifascismo). Dc aqui ci con-
division entre los partidos obreros. Consistc tenido defensivo y ofensivo a Ia vez de las poli-
en Ia unidad de acción sabre objet ivos comu- ticas de f. popular, quc comprenden reivin-
nes que abarca no solo los partidos obreros dicaciones de carácter econOmico v politico,
v las clases trabajadoras sino tambiên los en el corto y en ci mediano piazo: Ia protec-
partidos democraticos v radicales y las cia- ciOn de las condiciones de vida y de trabajo
ses pequenoburguesas dci cumpo v Ia ciudad. de las clases trabajadoras; Ia persecuciOn de
Mientras que el frente Onicoes mas bien una reformas estructurales en el campo económi-
alianza proletaria v anticapitalista, elf, popu- co y social que habian de lievar a debilitar las
lar es "democrático" v antifascista". posiciones de dominio de los grupos capita-
Esta coalición entre partidos politicos de iistas rnás reaccionarios; ci objetivo univer-
Ia izquierda acerca de objetivos intermedios sal de Ia defensa dc Ia paz V. para los comu-
comunes puede, y en ciertos casos debe, tener nistas, de Ia Union SoviCtica, y cI restableci-
su prolongacion y sanción en cI nivcl paria- miento o salvaguardia de las libertades demo-
mentario y gubernamental con Ia formulaciOn cráticas "burguesas". uunque fueran consi-
de acuerdos electorales, de programas comu- derados en su mavoria como precondiciones
nes y de gobiernos de f. popular, cuya corn- para Ia transiciOn al socialismo asi como tam-
posiciOn puede variar segün las caracteristi- bién como valores autónomos.
cas histOrico-politicas de cada pals, pero que Una ampliacion posterior de los f. popula-
necesariamente deben tener como nOcleo de res, como confirrnación dcl apoyo de quc
impulso la alianza entre purtidos comunistas gozaban entre gran parte de Ia opinion publi-
y partidos de matriz socialista. Los primeros ca antifascista, se ticne en nurnerosos paises
ejemplos de f. popular, ampliado o abierto a europeos y asiãticos en el transcurso de Ia
fuerzas populares diversas de las obreras y segunda guerra mundial, con alianzas antifas-
a organizaciones politicas radicales burgue- cistas (1. nacionales) extendidas a todas las
sas. fueron el espanol v ci frances, ambos con fuerzas politicas empenadas en Ia defensa
fuerza en 1936. nacional y en Ia resistencia. La plataforma
La politica de 1. popular representa un giro programática, en estos casos, es marcada-
táctico bastante marcado en ci ámbito del mente defensiva y circunscrita en el tiempo
movimiento comunista internacional liderea- a Ia fase dci surgimiento de Ia naciOn. El
do por Ia URSS de Stalin, giro que se concre- mCtodo es par regia general el de Ia lucha
tt en Ia resoiución dcl VII Congreso de Ia armada o ci de Ia guerrilla quc desemboca en
Internacional comuni.ta (1935) v en ci infor- La insurrecciOn. Un ejemplo de Ia aplicaciOn
me en él presentado por G. Dimitrov. El esce- de este modelo es elf. Onico china contra Ia
nario politico en ei que %C producen las pri- invasiOn japonesa.
meras experiencias y los primeros ohiernos La derrota dcl fascismo cierra una fase en
de f. popular es el caractcrizado par una gene- Ia historia de los f. populures v abre una
raiizacion a escala europea y mundial de segunda que, aunque conserva de Ia anterior
movimientos. partidos s regimenes de matriz puntos de contacto ext rinsecos. marca sobre
fl ERZA 685

todo diferencias profundas. Estrategias de le coma nista, en Studi Slorki. ii, 1974; F. Clau-
tipo Irentista caracterizan LLS reLiciones entre din, Crisis dcl ;norimiento comumsia: I. be Ia
comunistas, socialistas y fucrz,is radicales Konui1ern a! I.'omiu form. Barcelona, Ihérica,
democráticas en aigunas situaciones euro- 1978; F. Dc Felice (comp.). Fasci.smo, democra-
peas y extracuropeas de Ia posguerru. Tal es zia. Ironic popolare, Ban, Dc Donato, 1973; F. Dc
ci caso, en italia, del Fronie del popoio (1947- Felice, Fronii popolari. en Ii mondo contempo-
1948), alianza electoral entre el Partido Comu- ranco. Sioria d'Europa I, a cargo de B. Bongio-
nista y ci Partido Saciulista, desbarutudo de vunni, G.C. Joctau v N. Tranfaglia, Florencia, La
golpe en las elecciones de 1948. Fuera de Ita- Nuova italia. 1980.
ha son de observar las vicisitudes dramáti-
cas de ulgunos paises dcl bloque oriental en FsIi.vAso BII.lJtNI]
los que en ci momento dc Ia iiberación se
constituyeron oobiernos de coalición llama-
dos de 1. popular, de f. nacional democrãti-
co, union nacional antifascista. f. de Ia patria,
fuerza
etc., reagrupando a todos los partidos de Ia
resistencia antinazi. Dc 1945 a 1948. en Che- En el campo de las relaciunes politicas v
coslovaquia. Rumania. Hungria v Polonia, los sociales se entiende par "1." cualquicr inter-
izobiernos de couiiciOn se transforman en venciOn fisica voluntaria de un hombre a gru-
regimenes dirigidos casi en exclusiva par los pa contra otro honlbre o grupo, destinado a
comunistas. destruir, agraviar o coartar. En este sentido
Dentro de los mOdulos del frenlismo, como meramente descriptivo "f.' es sinOnimo de
se designa con frecuencia, no sin un explici- "violencia", v para un examen dci significa-
to intento despreciativo, al deseo de dar vida do v de las funciones politicas de estas inter-
a alianzas quc reproducen ci esquema dcl f. venciones fisicas remitimos a vlolencla. Vale
popular, pueden clasificarse igualmente las Ia pena recordar aqul brevemente las distin-
experiencias de Linidad Popular (1970-1973) clones quc se han hecho entre 1. s violencia,
v de Ia Union de Gauche; Ia cxpericncia chi- especialmente en Ia filosofia politicu, en Ia
lena de Salvador Allende termina trágicamen- duct rina junidica yen ciertas formulaciones
te coil ci golpe fascista de Pinochet, mientras ideolOgicas, v señalar las razones quc han
que Ia unidad programãtica entre comunis- desaconsejado su aceptaciOn en Ia literutura
Las v socialistas franceses no puede resistir politologica y sociologica.
las divisiones internas v termina tambien con En Ia filosofia politica, Ia distinciOn más
Ia derrota de SUS protagonistas. difundida es Ia que llama ' . 1" it las interven-
No es de ext rañar que esta seric de iraca- cioncs fisicas justas, que preservan ci orden
sos y dc tragedias ha ya Ilevado a estudiocus social o persiguen el bien cumün. v "viokn-
• politicos a considerar que Ia experiencia dci cia" a las intervenciones fisicas injustas, que
f. popular puede darse por terminada hay, y rompen ci orden social o se oponen al bien
ya no proponiblc: alternaciones, grandes coa- comun. En Ia doctrina juridica se tiende a
licioncs, democracia consociativa parecen a designar con ci término "f."Ias intervencio-
los respect ivos sostenedores formas de alian- fles conformes con Ia 1ev, v por lo tanto lici-
za pariamentaria y de gobierno más adccua- Las, V COfl "violencia" las intervenciones que
das a los desafios de las modernas socieda- violan las normas juridicas v quc son pur cso
des industriales. Sabre ci frentismo pesa Ia nlisnlo ilicitas. Finalmcntc, cntrc las concep-
sospecha dc scr un expediente tzctico para ciones ideoIogicas, podemos mencionar ha dc
preparar Ia hegemonia comunista. Ia acusa- Georges Sorel que, en una perspectiva de exal-
dOn de preferir ci terrenu electoral v parla- taciOn de Ia violencia. veia en Ia f. ci instru-
menlario at de las alianzas sociales, v de dejar menlo dc dominio autoritario dc urni mino-
irresuelto ci probkma capital dc Ia relaciOn na sobre Ia mavoria, y en Ia violencia el ins-
cntrt, democracia v socialismo. trumento de Ia Iiberaciôn de Ia mavoria dc Ia
explotacion par parte de unos cuantos. Es de
HlHIItx.IUFl. .1. Agosti, La svolia del VII ('mi- evidcnciu inmediata que todas estas distincio.
gresso in alcuni re'centi studi sail 'Internazionu- nes eslan fuertemente empapadas de juicios
686 FUERZAS ARMADAS

de valor. Una diversa valorización (ética, jurl- cia", usando Ia palabra en sentido desprecia-
dica o ético-politica), que se pronuncia sobre tivo. En esta situaciOn, lo que los agentes del
elfin, ci efecto o las modalidades de dos even- gobierno juzgan como asesinato puede ser
tos exteriormente anaiogos. es Ia que permi- considerado por los agentes de Ia revolución
te ilamar al primero, evaluado positivamen- como uria ejecuciOn de una sentencia pronun-
te, f., o al contrario, a Ia manera de Sorei, vio- ciada en nombre del pueblo o de Ia justicia,
icricia, y al segundo, evaluado negativamen- y lo que para los agentes del gobierno es una
te, violencia, o ci contrario F. Ahora bien, estos ejecucion capilal sancionada por Ia Icy legi-
luicios de valor, en cuanto formulados por tima del estado, para los agentes de Ia revo-
cuenta propia dcl filósofo, dci jurista o del lución puede convertirse en un simple asesi-
ideólogo. son legitimos en un discurso abler- nato. Per io tanto, parn evitar cualquier equi-
tamente prescriptive; pero no lo son en un dis- 'oco, parece miis oportuno, de acuerdo con
curso cientlfico y descriptivo, como ci de Ia ci uso ampliamente aceptado en los estudios
ciencia politica '.' de Ia sociologla. de Ia ciencia politica y de Ia sociologia, renun-
Naturalmente, también el politologo y ci ciar a Ia distinción mencionada entre 1." v
sociOiogo necesitan distinguir entre las inter- "vielencia", usando los dos terminus come
venciones fisicas. que en cierto ámbito social sinOnimos o empleando uno sOlo para seña-
se consideran legitimas, y las que no lo son. Jar las intervenciones fisicas, y distinguir, en
En este caso, ci investigador no pronuncia un cambio, con una formula que tenga Ia yenta-
juicio de valor por cuenta propia sino quc des- ja de Ia claridad inmediata, los empleos de Ia
cribe ci "sentido", incluyendo tambien eva- f. (o violencia) "considerados legitimos" de los
luaciunes, que los que pertenecen a un deter- empleos 'considerados ilegitimos" en deter-
minado contexto social atribuyen a ciertas minados grupos o agregados sociales, y dis-
relaciones. Solo de este modo se puede dis- tinguir, además, los diversos sistemas de valo-
tiniuir, dentro de una determinada sociedad, res que les sirven de base a los diferentes gru-
entre una muerte que Sc cunsidera "asesina- 0S o agregados sociales para considerar legi-
to" y una murte que se considera "ejecuciOn timos o ilegitimos ciertos usos de Ia F. (o vie-
capital". Sin embargo, usar en este scntido lencia).
las dos palabras "f." y "violencia" es con Ire-
cuencia engañoso, porque ci empleo de dos [MARIo STOPI'INO]
términos distintos tiende a objetivar Ia dis-
tinciOn, it hacerlu demasiado rigida, a suge-
rir que no existe Un consenso unánime 0 casi
unanime acerca de las intervenciones fisicas fuerzas armadas
que deben considerarse legitimas y las que
deben considerarsc ilegitimas. Mientras que I DEFINIUON. Las F. armadas representan ci
desde ci punto de vista de Ia ciencia Ia ampli- conjunto de las unidades y de los servicios
tud de Ia difusión de Ia creencia en Ia legiti- militures dci estado: su nOcico tradicional y
midad de determinadas intervenciones fisicas central está constituido per ci ejèrcizo, In
no puede darse por descontada por los mis- marina militar y Ia aviaciOn militar.
mos términos que se emplean sino que debe El ejército es una fuerza militar tipica de
verificarse cada vez por medio de una inves- tierra, preparada y equipad4 para desarroilar
tigación empIrica. Puede suceder, por ejem- operaciones de dek'nsa dcl territorio nucio-
plo, que amplios estratos de Ia población de nal y de ofensiva en territorie enemigo: su
un estudo, a pesar de no rechazarla activa- organizaciOn Ic permite operar en todos los
rnente, no compartan Ia creencia en Ia legiti- terrcnos empleando pequeños, medianos o
midad de muchas de las intervenciones fisi- grandes contingentes, segOn las caracteristi-
cas que Ileva a cabo ci jefe dcl gobierno. Y cas dcl teatro de operaciones y las exigencias
pueden existir grupos rebeldes o revolucio- bClicas. Sin embargo, en nuestro siglo, ci
narios que proclamen Ia legitimidad de sus empleo táctico de grandes contingentes de
propLs intervenciones fisicas v Ia ilegitimi- soldados ha resultado cada vez menos adecua-
dad de las del gobierno v que Ilamen a estas do a las exigencias de Ia guerra moderna y ]a
ültimas '•f" a In manera de Sorel, o 'violen- UtiliLuciófl bélica del ejército se ha caracte-
FUERZS ARMAIMS 687

rizado por In presencia de pequeños y agiles pot codigos miiitarcs comunes v por regla-
grupos coordinados par mandos centraliza- mentos diferenciadc,s. Estos cuerpos depen-
dos y estructurados en diferentes especiali- den en Italia dcl presidente de Ia RepObiica,
dades operativas y técnicas. en cuanto jefe de las 1. armadas y de los dis-
La marina militar se dedica a Ia defensa de tintos ministerios segOn las tareas que les han
las aguus territoriaks, de las infracstructu- sido encomendadas. En Italia son cue rpos
ras portuarias y 1-eceptoras v, en tiempo de armados Ia guardia aduanal, dependiente dcl
guerra, a Ia proteccian de las comunicacio- Ministerio de Hacienda, ci cuerpo de agentes
nes maritimas y de los convoycs comerciales. de vigilancia, dependiente del Ministerio de
En colaboración con el ejército asegura el Gracia v Justicia, el cuerpo de guardias fores-
transporte pot mar de tropas de tierra y, con tales, dependiente dci Ministerio de Agricul-
Ia aviación militar, ci empko de unidades por- tura y Bosques. En algOn momenta ha forma-
Laviones; se encarga dcl ataque de unidades do pane de los cuerpos arniados el cuerpo de
navaks adversarias v de Ia destruccion de las bomberos, dependiente del Ministeria dcl
infraestructuias portuarias enemigas. Opera Interior.
generalmente it base de convoycs constitul- Los cuerpos armados desempeñan funcio-
dos por unidades de diferentes especialida- nes tipicas de policia (v. policia) y tienen esca-
des, con vistas a una defensa mutua y a un sa relevancia desde el punto de vista militar.
empleo ofensivo más incisivo de sus medios. Un cuerpo que tiene al mismo tiempo funcio-
La aviación militar, Ia ültima de las tres nes militares (de policia militar) s civiles (de
armas en cuanto a su formaciôn histórica, policia civil) es el dc los carabineros, que for-
ademäs de suminisi tar aporo táctico alas tru- ma p:rrtc integral dcl ejército, dependiendo
pzts de tierra v a los convoycs maritimos, se dcl Ministerio de Ia Defensa en cuanto a pro-
encarga también de operziciones bélicas auto- blemas jerárquicos s organizativos, y del
nomas de destrucciOn, por medio de bombar- Ministerio dcl Interior por cuanto desempe-
deos de unidades o infraestructuras milita- ña tareas de policia y en lo referente a finan-
res enemigas v, Si es necesario. también del ciación s oper aciOn. Como parte integrante
aparuto industrial o de las infracstructuras dcl cjército SUS grados son equiparables.
civiles (centros habitados, etc.) de los pal ses
adversarios. La aviaciOn opera con unidades ii. ORGAN1zLtO5. Desde un punto de vista Eec-
simples para operaciones de reconoimiento nico militar, las 1. armadas estn internamen-
y con unidades organizadas en escuadrilla te organizadas en funciOn dc su preparaciOn
para una mayor concentraciOn del esfucrzo para las tareas que institucionalmente Ic han
ofensivo en los bombardeos. sido encomendadas: maximizaciOn del poten-
La distinción tradicional del lugar fisico de cial ofensivo y defensivo, relación Optima
emplco óptimo (tierra, mar, aire). que carac- entre gastos y calidad dcl equipo, asi como
teriza a las tres armas, tiende lentamente a ci más estrecho y funcional grado de integra-
desaparecer y toma cada vez mayor fuerza un ción entre los diversos cuerpos.
sistema dejensi'o-o/ensivo iizzej:rado. dirigi- Para coordinar csfuerzos y lograr los fines
do v organizado por un mando central ünico. propuestos, asi como por tradiciOn histOnica,
Sc han creado especialidades de conexion las f. armadas, y especialmente ci ejército, se
entre las tres armas: en Italia las unidades de subdividen en annas s sen'icios: las primeras
"incursores" y de "estacionarios" en la mari- son estructuras administrativas autOnomas,
na, los grupas de helicOptcros de Ia marina. quc se distinguen pot sus especialidades
una aviación ligera dcl ciercito. etc. Toda.s las tCcnico-opei-ativas (anna de cabalkr,a, de
unidade., oranizadas formalmente en las infanicria, de arzi!!eria, !e i,ienicrcn. ... ); los
tres armas, dependen en Italia del Ministerio segundos son estructuras de complemento de
de Ia Defensa (v. defensa). las primera , caracterizadiv, pot ci uso de téc-
A estas tres armas se han ido anadiendo nicas particulares de apoyo (servicio sanila-
poco a poco otros cuerpos armados. prepara- rio, vek'rrnarro, de lransporfe.s, de fransmi-
dos para desempenar predominantemente siones. ..
tarcas dc ordcn interno. organizados formal- Tal oreanizaciOn formal no responde
mente dentro de las 1. armadas. disciplinados actualmente it razones militares V operativas.
658 FUERZAS ARMADAS

sino a necesidades de funcionamiento y de de agresión realmente efectuado y limitan par


continuidad burocrática yjerarquica para el tanto el servicio de "defensa de Ia patria" a
desarrollo de Ia carrera del personal y para Ia posición defensiva. excluyendo acciones
una distribución funcional de los medios e preventivas 0 agresivas.
infraestructuras militares. En tiempo de gue- Sin embargo, históricamente también se ha
rra, en efecto, las unidades operativas de las entendido por "defensa de Ia patria" Ia con-
fuerzas armadas estân estructurads general- quisza de zerritorios considerados pane inte-
mente por cuerpos de ejército, organizados gra ate de Ia "pazria". par razones históricas,
por un mando centralizado con diversas con- étnicas o culturales, pero sometidos al con-
tribuciones de todas las armas y sert'icios. trol y jurisdicción de palses extranjeros, o
Resulta pues dificil analizar las F. armadas bien Ia con quista de territorios considerados
desde un punto de vista politico, con base en esenczalcs para la sobrevivencia v ci desarro-
ci sistema organizativo-burocratico de armas i/o econom ico dcl estado, prescindiendo de
Y sert'icios, porque esto tiene escaso valor ape- consideraciones de carácter nacionai v étni-
rativo y funcional y se reduce a ser el resul- co (salidas al mar, etcetera).
tado histôrico y tradicional de antiguas uni- A partir de esta ültima concepción, ya no
dades y cuerpos militares. solo defensiva sino también agresiva. de
En cambio, es más interesante ci análisis "defensa de Ia patria", se ha ampliado dicho
de Ia relación existente entre 1. armadas y cia- concepto a una defense, de los terrizorios de
se politica —en términos de respues:a al a/gun modo con: rolados por Ia adminiszración
requerirniento de servicios militares que esta estatal y a una conquista de los territorios
ültima les dirige— y entre 1. armadas y socie- considerados necesarios por laciase politicu
dad civil —sabre formas de participación de para ci desarrollo y Ia afirmaciOn internacio-
los ciudadanos en ci funcionamiento de las nal del pais. I-Ia sido asi posible confundir Ia
f. armadas y en ci tipo de reclutamiento "defensa de Ia patria" con Ia con quisza de
adoptado. territorios coloniales y su manteniniiento por
Ia fuerza, encubriendo Ia funciOn colonialis-
ILL. LOS SERVICIOS ILITARES. Entre los diversos ta e imperialista con Ia "patriOtica". Para los
servicios militares, Ia 'defensa de Ia patria" pulses colonialistas (por ejemplo Portugal)
representa indudabiemcnte ci requerimiento dicha cobertura resultaba tan precaria que
más comün que pueda dirigirse a las 1. arma- se vicron obligados a transformar las colonias
das. Una primera acepción de tal servicio con- en provincias, con los mismos derechos que
siste en Ia defensa de Ia agresión externa del Ia madre patria; de esta forma las 1. armadas
:erritorio, del espacio aéreo 'i de las aguas fueron empleadas en contra de los movimien-
territoriales nacionales. La prepurución para tos militares locales de IiberaciOn nacional
esta defensa comprende el adiestramiento dcl oficiulmente "en defensa de Ia patria amena-
personal miliar, Ia actualización de planes zada en una de sus provincias de ultramur".
defensivos capaces de rechazar Ia agresión y Otro servicio militar vinculado en parte con
Ia actividad referente al espionaje y conlraes- Ia "defensa de Ia patria" es el que concierne
pionaje. a Ia salvaguandia del orden püblico y de la
Una segunda acepción, en términos moder- esiabilidud interna. Sc requiere este servicio
nos v democrãticos, del servicio de "defensa en el caso de culamidades naturales, en las
de Ia patria" amplia los objetivos del servi- cuales a las f. armuda.s se les asignan tareas
cia a Ia dknsa de las inszi1ucione quc go ran- dc socorro y tutela de las zonas de desastre
zizan el funciona;nienro v la vida de?nocrdli- en colaboración con las fuerzas de policia,
ca dcl estado: el parlamento, ci gobierno, la's incluso para un verdadero control de Ia vida
regiones, las administraciones locales. etc. politica y de sus manifestaciones callejeras.
Segun tal acepción, las F. armadas están Ila- En este ültimo caso, Ia clase politica en ci
madas a defender ci estado incluso de agre- poder hace coincidir el concepto de "defen-
siones internas que tengan como objetivo Ia sa de Ia patria" v de sus instituciones con ci
destrucción de los ordenamientos politicos y de defensa del orden social v econOrnico %'igen-
administ ratios. Ambas acepciones vinculun Ic: las f. armadas empleadas en esta forma se
estrechamente Ia respue.sta militar a un acto convierten en instrumento de regulacion
FUERZAS AR1ADAS 689

interna de los conflictos v de las tensiones radOn de personal técnico par obra de las 1.
económicas y sociales del pals, liegando a armadas puede representar una utilidad con-
dcsempenar tarcas que son propiamente de creta. En cambio, en ci caso de un pals sufi-
policia (V. policia). cientemente industrializado dicho servico es
Otros dos servicios no directamente miii- de escasa importancia, aunque sigue siendo
tares recuen sol,ic las f. armadas en situtcio- un motivo de atracciOn para los jOvenes que
nes histOrico-politicas cspcciales: Ia alfaheli- no tienen una especialización, por su carác-
zaezón de los reeluias V Ia formacith, de una ter de enrolamiento voluntario.
ideologia naciunal. El primer servicio se den- El servicio de fonnacion y difusiOn de wia
va de Ia convergencia entre Ia estructura orga- ideologia nacionai Cs propio de las f. arma-
nizativa de las f. arniadas articuladas en todo das de paises confederados o quc han alcan-
ci territorio nacional y Ia rclación coercitiva zado recientemente Ia unidad nacional. La
existente entre f. armadas y ciudadanos en el organizaciOn de las I. urmadas. Onica y cen-
ãmbito dcl sistenla de reclutamiento obliga- tralizada, y las posihilidades de contacto y
torio. Los ciudadanos que han quedado fue- colaboración que se crean entre ciudadanos
ra del sisterna escolar obligatorio primario, procedentes de difcrentes situaciones étnicas
una vex reclutados en las 1. armadas, son ins- y sociales, permiten actuar con vistas a Ia for-
critos en cursus accierados de aifabetizaciOn, maciOn dc una ideologia y de una mentalidad
simultAneamcnte con ci normal adiestramien- nacional unitanias, que dc otra forma seria
to militar. Sin embargo, histOricamentc in dii icilmente alcanzabIe. Sin embargo. de
importancia de tat servicio no ha consistido manera parecida al servicio de alfabetizaciOn,
tanto en Ia funciOn real de llevar a cabo In también este servicio ha sido usado instru-
aifahetizaciOn coma en ci usa propagandisti- mentaimente con fines propagandisticos; en
co quc se ha hecho de tat IunciOn, presentan- Ia estructura disciplinada de las 1. armadas,
do a las 1. armadas como organización iitii caracterizada par un estado objetivo de cons-
para ci progreso civil dcl pals. Dc aqui se on- tricción moral y fisica hucia las armas de los
gina Ia vision de las 1. armadas, y en especial ciudadanos, por un aisiamiento del mundo
de las quc son reclutadas por ci sistema obli- dcl trabajo y de las fuerzas sociales económi-
gatorio, coma escuela de la uación, o bien camente activas, muy a menudo Ia formaciOn
como organismo formativo a Ia par del siste- de Ia idcoiogia nacional ha coincidido con Ia
ma escolar, y por lo tanto I uncionai respecto transrnisión forzada de Ia ideologia de Ia cia-
at desarroilo de las capacidades del pals. seen ci poder, sometiéndose Ia interprctación
Actualmente ci scrvicio de alfahetización de de una pante de Ia sociedad y dcl pals a los
los reclutas casi es inexi.stente en las f. arma- intcreses de toda Ia comunidad nacional. El
das de los paises industrializados y que tie- mismo sistema jerárquico que diferencia a las
nen por tanto un servicio escotar eficiente, f. anmaclas de las otras organizaciones de ser-
mientras quc en los paises en vias de desarro- j se usa para ci condicionamiento ideo-
Ito se ha añadido a Ia alfahetizaciOn Ia fun. logico de los ciudadanos con respecto a las
dOn de preparaciOn de personal hcnico espe- armas: Ia parcelacion de tareas y funciones,
cializado. En efecto, en ausencia de un siste- ci aislamiento, ci rechazo de una concepciOn
ma escuiar especializado en ci campo técni- social y cooperativa del trabajo militar, ban
co, los cuadros militares, precisamente par- representado los más seguros elementos de
que están en contacto con sistemas de armas condicionamiento ideologico profundo.
tecnologicamente avanzadas, fungen coma La transmisiOn de ideologia continua inclu-
elementos de preparaciOn de personal espe- so cuando los jóvenes rcgrcsan ai desempe-
cializado. Las dificultades para ilevar a cabo no de las ocupaciones civiles correspondien-
cstc servicio están en las sustanciates diferen- tes: es una tradiciOri bastante difundida que
cias existentins entre las tecnologias necesa- los cx militames se inscriban en las asociacio-
rias para ci funcionamiento de los sistemas iies de arma, segOn Ia especialidad a Ia que
de armamento de las 1. armadas y las utiliza- pertenecen (alpinos, jinctes, aviadores, cho-
das par ci aparato industrial civil. En un con- leres, paracaidistas, cazadores, tanquistas,
texto productivo atrasado estas diferencias etc.). Estas asociadones organizan cncucntros
pueden considerarse secundarias y Ia prepa- y desfilcs con acasión de conmemoraciones
9t) FUERVtS ARMMMS

militares, recreando y perpetuando momen- lidad de Ia conscripciOn obligatoria. Esta ülti-


tos de vida colectiva en los que se rcfucrza ma se consideru, en efecto, un tipo de reclu-
y revive Ia ideologia transmitida durante ci tamiento quc responde sabre todo al espiri-
servicio militar. tu democrñtico de los modernos ordenamien-
tos estatales: el deber de cumplir ci scrvicio
IV. EL RECLUTAMIENTO. Las 1. armadas están militar, V par tanto de prepararse para Ia
organizadas de modos diferentes en relación "defensa de Ia patria", se considera un dere-
con los servicios que les son requeridos. Un cho adquirido históricamente, en oposiciOn
elemento comün a todos los tipos de organi- al monopoIio de Ia defensa s dcl poder miii-
zacion está constituido par Ia presencia de un tar mantenido originalmente por lit aristocra-
nücleo orgánico de cuadros permanentes cia v los militares de ohcio. Sin embargo, Ia
'oluntarios, como garantia de continuidad en canscripción obligatoria ha conservado sOlo
Ia preparación de las unidades v como cen- formalmente esta caracterisi ica democrática,
tro propulsor de las 1. armadas en casa dc porque dicho monopolio se ha reproducido
conflicto. Las fuerzas armudas están pucs por Ia general dehido a Ia profunda diferen-
caracterizadas par ci tipo cle reclutarnienio cia cualitativa de preparación militar que
adoptado para corn pktar los cuadros yci per- existe cnn-c los componenics de carrera de las
sonal neccsario on tiempo de paz, aseguran- f. armadas y los componentes provisionales
do los servicios requeridos. procedentes dcl remplazo. El control v el
Un modelo de reclutamiento que se ha ido empico de las armas modernas presenta tales
consolidando desde Ia Revolución francesa es complejidades que sOlo pueden ser maneja-
el de La couscripciOn ohligaioria rnasc-ulina: das por personal altamente especializado.
todos los ciudadanos varones nacidos o resi- Este problema no puede resolverse con
dentes en el territorio del estado, apenas emplea de personal de reciutamienta, no solo
alcanzado un limite de edad establecido por par ci breve tiempo en ci que éste puede ser
Ia Icy, se inscriben en las correspondientes us- udiestrado, sino tamhién par el desaprovecha-
las de conscripcion de Ia administración local miento de recursos que representaria inver-
y, despues de una revista médica de idonci- tir ingentes sumas para preparar personal
dad efectuada por Ia autoridad médica miii- utilizable solamente para ci breve periodo que
tar, son enviados a las distintas armas. dura Ia leva.
El servicio militar prestado de csta forma Sabre todo on Ia aviación v on Ia marina
se considera un deber dcl ciudadano v tiene militar, los diferentes grados de especializa-
una duración establecida por Ia Icy en rela- ciOn han reducido poco a poco ci peso del per-
ción con ci coritingente que se considera nece- sonal procedente de Ia conscripciOn respec-
sario mantener en las distintas armas y para to del personal de carrera. Además, este Olti-
asegurar los servicios militares esenciales en mo ha prevalecido constantemente sobrc
tiempo de paz. aquéi debido a su mejor conocimiento dcl
El deber del ciudadano en el adiestramiento aparato militar y de su funcionamiento, mien-
militar no concierne a las mujeres en Ia tras que el personal de reclutarniento, llama-
mayor parte de paIses. Dicha exclusion está do a adiestrarse on ci uso de las armas duran-
en relaciOn, en ci piano histOrico. con Ia exclu- Ic el tiempo de paz una sola yes, no ha podi-
sión de las mujeres de Ia vida politica s- del do utilizar nunca los conocimientos adquiri-
goce de los principales derechos civiles. En dos durante el servicio militar para un efec-
estados de nueva formacion (par ejemplo, tivo control democrático del aparato.
Cuba e Israel) las mujeres son Ilamadas a Cada vez tiene menos valor Ia opiniOn de
desempenar ci servicio a Ia par que los horn- Ia conscripciOn obligatoria como tipo de
bres, mientras que en las democracias occi- reclutamiento "democrático": ci personal
dentales el problema de Ia ampiiaciOn a las proccdente de ésta se encuentra en efecto no
mujeres de Ia conscripcion obligatoria —plan- solo inserto en on aparato dcl quc no conoce
teado a veces como respuesta polémica on ci funcionarniento, sino que ademãs se Ic asig-
relación con los movirnientos feministas— no na una condiciOn subordinada y marginal con
ha llegado a resultados efectivos. respecto ai conjunta de funciones militares
Ella ha coincidido con Ia crisis de credibi- confiadas a las 1. armadas. La caracteristica
It LRZAS ARMADAS 691

dcmocrática de Ia conscripcion obligatoria ya descrilos, es el que se vincula con Ia concep-


no tiene pues razón di, existir y se ha tran.s- cion defensiva de Ia nación armada. Sc trata
formado en instrumento de propaganda en de un tipo especial de reclutamiento de cons-
manos de los miembros dc cal-rera de las f. cripción obligatoria masculina, en el cual, a
armadas en Ia confrontaciôn de Ia clase poll- un primer peniodo de instrucciOn de algunos
tica y Ia opinion püblica, coma cOmodo pro- meses. efectuado par los ciudadanos a Ia edad
tector que permite un control eicat de Ia vida de veinte anus, sigue una serie de Ilamadas
interna de las 1. armadas. mOs breves y distanciadas hasta alcanzar un
Esta diferenciación interna en las 1. arma- limitccomprcndidoentrelos4Ov los 50 anus.
das ha sido Ia base de otro tipo de recluta- El ciudadano es asi adiestrado y puestu al dia
mientu por el que una parte de Ia tropa nece- permanentemente no solo respecto de las
saria se obtienc de Ia conscripción obligato- innovaciones técnicas en el campu militar,
nav utra a través dcl reclutamiento volunta- sino también en cuanto a Ia doctrina defen-
rio de especialistas durante un periodo mas siva elaborada por el estado mayor. Este tipo
largo. Las 1. armadas reclutadas par este sis- de reclt-'amiento ha sido adoptado en Ia Con-
tema estOn pues constituidas, no sOlo de IedeiaciOn Helvetica y asegura a este estado
hecho. sino tambien oficialmente, por cua- Ia posesion de una eficiente Iuerza militar
dros de oficiales, suboficiales, personal espe- adiestrada permanentemente y pronta a Ia
ci.ilizado de carrera y tropa en general, I ar- defensa del territorlo; además, para eliminar
mada por conscriptos sometidos al tradiciu- el peligro de un ataquc imprevistu por parte
nal periodo de instrucciOn military enviados de fuerzas encmigas, con las consiguientes
de nucvu a su casa. dificultades relativas a Ia movilizución y
Este tipo de reel utamientu mixto de Ia 1w- armamento de los combatientes. cada ciuda-
pa, con parte obligatoria y partc voluntaria, dano-soldado tiene en consigna, par toda Ia
es el que está actualmente vigente en los ejér- duruciOn dcl servicio, a bien hasta Ia Oltima
citos de Ia mavonia de los estados europeos; Ilamada, un arma individual propia, de cuyo
éstos tenian el doble problema de no 3ustraer mantenimiento v eficiencia tiene que respon-
por un largo periodo de tiempo a las lucizas der periOdicamente.
productivas dcl proceso de trabajo y por otro Además de las ventajas reules en tCrminos
lado tener que preparar f. armadas eficien- de eficiencia defensiva militar de este tipo de
tes, sin renunciar a los más modernos y corn- reclutamiento, Ia estructura de Ilamadas
plejos sistemas de armamentoc. La presencia periOdicas hace que los ciudadanos estén pro-
institucionalizada dc personal profesional vistas de suficientes conocimientos sobre el
entre Ia tropa ha existido sicmpre en los ejér- funcionamiento del aparato military puedan
citos modernos: el fenómcno que aqul se seña- ejercer un control incisivo sobre el funciona-
Ia no consiste en Ia presencia de militares dc miento de las 1. armadas y, por tanto, sobre
carrera entre Ia tropa. sinoen el hecho de que el personal de camera de las mismas.
éstos concentran absulutamente en sus Un sisterna de reclutamiento que represen-
manos el control de los sistemas defensivos ta una modificaciOn ulterior de Ia conscrip-
y ofensivos más eficaces. Ha sido asi posible, ciOn obligatoria es el que se organiza alrede-
por ejemplo, dividir a las f. armadas en dos don de Ia concepciOn de una guerra de coman-
sectores operativamente separados: por una dos (v. guerrilla), para Ia defensa descentra-
parte un sector de empleo rápido, caracteri- lizada de las ciudades y de las plantas indus-
zado por sistemas de armamcnto no conven- tuiales de las diversas zonas dcl pals, por
cionales (nucleares) formado por profesiona- pane de los mismos habitantes. La constitu-
les (por ejemplo, Ia force de frappe francesa), ción dc grupos armados, con Ia contribución
s par Ia otra un sector formado par unidades de jóvenes de ambos sexos, es el sistema adop-
convencionales constituidas predominante- tado par ejemplo en Ia RepOblica de Yugos-
mente por conscriptos y utilizables coma apo- lavia. El grado de auLonomia de los diversos
so loistico a los pnimeros. grupos respecto dcl comando central, Ia sus-
Un tipo de reclutamienta que resuelve en tancial limitación geografica de sus objetivos
parte los problemas politicos planteados par a Ia defensa dcl territonio, d perfecto cono-
Ia conscripciOn obligatoria tal como ban sido cimiento del terreno de las operaciones y el
692 FUIRZAS ARMAIMS

estrecho vinculo que Se crea entre militares temas de reclutamiento de conscripciOn obli-
y realidad sociopolitica, permiten considerar gatoria del tipo nación armada o creación de
este sistema de reclutamiento como el más coma ndos armados, son los más seguros. En
apto para Ia defensa dcl cstado en sus confi- cambio, si a traves de una ampliación dcl con-
nes nacionales; además está Ia garantia de no cepto de "patria". existe una separación entre
menor importancia de quc tal sistema no pue- Ia concepciOn dcl estado y de sus intereses
de ser empleado para acciones bélicas agre- por pane de Ia clase politica en ci poder y por
sivas contra territorios de otros estados. parte de Ia mayorIa dc Ia poblaciOn, ci siste-
Una condición esencial para Hevar a cabo mu dc conscripción obligatoria de larga dura-
este tipo de reclutamiento y de organización c-jon o mixto permite utilizar con una función
militar es ci estrecho vinculo quc debe exis- subordinada Ia capacidad militar de Ia pobla-
tir entrc clase politica C instituciones estata- ciOn, sin ampliar Ia gestiOn dc los objctivos
les, por un lado, y pueblo y sujetos politicos, estratégico-militares. El sistema dcl t'olunta-
por ci otro; de lo contrario, Ia parcclación de riado total coloca linalmente a las 1. armadas
Ia fuerza militar y de las instancias decisio- en condiciones de responder a cualquier
nales militares en un sisterna de participación requenimiento de servicios militares, pero
politica inestable resultaria contraproduccn- puede comportar un aumento dcl gasto miii-
te para Ia estabilidad de las instituciones y tar debido a Ia neccsidad de asegurar al per-
ordenamientos del estado. sonal voluntario unos estipendios competiti-
Finalmente, aparece como más clara Ia Vos respecto a las profesiones civiles, sin olvi-
opcion de un voluniariado como ünico tipo dar ci peligro politico quc represenla Ia pre-
de reclutamiento de Ia tropa de las f. arma- sencia de un cuerpo organizado de militares
das en tiempo de paz: éste está formado sola- junto a Ia f. de policia, y por lo tanto una
mente por personal voluntario enrolado sobre mayor posibilidad de involucioncs pretoria-
Ia base de contratos de trabajo con términos nas de las mismas 1. armadas.
precisos. Este sistema ha sido adoptado en
Europa por Ia Gran Brctaña y permite dispo- BIBLIOGRAFIA: Anónjmo, I.e IStlIUZlO Ut militari e
ncr dc un eficiente pero limitado contingcn- !'ordinamenio cosiituionak, Roma, Editori Riu-
te de 1. armadas, sin distracr mano dc obra niti, 1974; Anónimo, Citiadini in unifornic,
dci mercado dcl trabajo. En caso de guerra, osenza, Lerici, 1976; V. Agresti v M. Pacelli.
alrededor de esta pequena estructura de 1. ('odice delle leggi sulk forze annaic, Milan. GluE-
armadas se organizan contingentes proceden- Ire, 1966 y 1971 (apendice); A. Boldrini y A.
tes de enrolamientos obligatorios. El recluia- D'Aics%io, Esercilo e politica in Italia, Roma, Edi-
mien to voluniario presenta además Ia yenta- tori Riuniti, 1974; S. Bova. Ii eonirollo politico
ja de niveiar a los ojos de Ia clase polItica y delk Iorze armale, Turin, Einaudi. 1982; S. Bova
de Ia opinion pObiica a las 1. armadas con las y C. Rochat. I.e forze armate in Italia, en Ineizies-
f. de policla, solicitando un mismo tipo de to, 2, 1971; G. Francesconi, Servizio militare e
control sobre la operación y posibles desvia- demoerazie, en Ii Mulino, 229. 1973; A. Giobbio.
clones de las dos organizaciones militares. I. 'esercilo e i sum crizeri, en Comuniià, 166. 1972;
Al querer vincular ci tipo de servicio miii- R. Ronza, Ii Pie vino va soldatu. Esperienze e pro-
tar requerido a las f. armadus con Ia organi- poste sul servizio militare in lialia, Milan, Jaca
zaciOn dci reciulamiento, cabe senalar que si Book, 1968; C. Tron, Ii servizio militarc', Torre
ci servicio militar requerido consiste en Ia Peliice. 1967.
"defensa de Ia patria" respecto de agrcsorcs
externos y existe un estrecho vinculo entre [sERcIo 130 VA]
poblacion e instituciones dci estado, los sis-
gailcanismo

I. DEFINICIOh. El término g. es reciente. Apare- g.: lade Ia apariciOn progresiva de las actitu-
cc en las controversias politico-religiosas del des y tesis galicanas (siglos xiv.xv), con
siglo xix sobre ci tema de Ia autoridad pon- momentos fuertes en ci conilicto entre Feli-
tificia y de las relaciones entre Ia Santa Sede peel Hermosoy Bunifacio VIII (1296-1303)y
v Francia, y por tanto en una época en que en Ia crisis provccada por el gran cisma (1378-
dicha temática ha perdido ya gran parte de 1438); Ia de su apogeo, al estabiecerse una
su importancia. Bajo esta denuminación se doctrina y aplicarse (desde finales del sigbo
comprenden varias teorlas sobre Ia divisiOn xvi hasta Ia Rcvolución francesa), y finaimen-
de los poderes en Ia iglesia y sobre las rela- te Ia prolongaciOn y desarrollo de las prece-
ciones entrc Ia autoridad secular y Ia sede dentcs durante ci perio'Jo revolucionario e
romana, que se fucron elaborando en ci tras- imperial (1789-18 15). Pero no se han de olvi-
curso de una larga histuria y quc tenlan como dar las manifestaciones de g. durante ci siglo
caracteristica comün su origen principalmen- xix y los rasgos quc todavia xc pueden des-
te I rancés (peru no exciusivamente) y el hecho cubrir a principios dcl siglo xx.
de proponer ciertos limites al superpoder En ci siglo xv, el g., después de haberse
pontificio. estructurado a grandes rasgos con Ia dispu-
A pesar de algunos intentos en lox siglos ta quc enlrentO a FeIipe ci Hermoso con Boni-
xvii y xviii. Ia ductrina galicana nunca fue faciu VIII, a propOsito de Ia jurisdicciOn rei-
claramente definida y ci elenco de sus propo- vindicada por ci papa respecto a! rey (1296-
siciones esenciaies ("las libertades y franqul- 1303) y haber cobrado consistencia con Ia cri-
cias de Ia iglesia galicana", expresiOn muy sis del gran cismu y del movimiento conciliar
antigua esta üitima y referida gcograficamen- (1378-1449), se puede decir quc ha adquirido
te a Francia) nunca se fijó ni siquiera en for- ya sus caracteristicas esenciales: estrecha
ma uficiosa. Tai vez se estableciO aiguna dis- uniOn entre ci rey y Ia igiesia (no exenta de
tinción, por motivos de claridad expositiva, graves dificultades), independencia dcl rey
entre un "g. episcopal" (o eclesiástico), preo- respecto dci papa en las cuestiones tempora-
cupado por afirmar los derechos de los obis- les, exenciOn de Ia iglesia respecto de ciertas
pos en reiaciOn con ci primado romano, y un intervenciones romanas en nombre de Ia
"g. politico" (a su vex subdividido en libertad y franquicias de Ia iglesia galicana
regio" y "g. pariamcntario"), ci cual desarro- y, como contrapartida, reconocimiento al rey
Ilaba ci tema de una ciertu autonomia de Ia de cicrtos derechos sobre los bienes de Ia igie-
iglesia de Francia respecto de Roma, aunque sia: tutela (garde), regalia (regale), impuestos;
al mismo tiempo recordaba los estrechos yin- no xc acepta "recibir" sin examen previo para
cubs de dicha iglesia con Ia monarquia. Pero su aplicaciOn en Francia Ia legislacion ponti-
ci g. es antes que nada un producto de Ia his- ficia, y a su vez se acepta Ia posibilidad de que
toria, resultunte, en sus diversas formas, de el rey legisle en materia de disciplina eclesiá-
una serie de situaciunes conflictivas. Por lo tica; linalmente xc declara Ia superioridad del
tantu no puede analizarse sin colocarlo den- concilio sobre el papa.
tro de este proceso histOrico. Estas máximas (y otras, como Ia condena
Dejando aparte las épocas en las que no es dcl tiranicidio), aparecidas poco a poco, sus-
posible hablar de g., ni tan sOlo embrionario, citadas por situaciones coyunturales, no lie-
sin forzar el significadu de las palabras, pode- gan a lormar un cuerpo dotrinaI bien deli-
mos distinguir tres épocas en Ia historia del nido. Será necesario esperar hasta finales del

16931
e'94 (,-'iJ.ICANISMO

siglo XVI pal-a ver aparecer los primeros Ira- bus quc justilicaban tales máximas para "Ufl
tados sobre las "libertades galicanas". tratado más amplio'. Dichos textos, recopi-
lados después de su muerte por P. Dupuv. fue-
II. LI GALICANISM A FINALES DEL Sl(;L.o XVI Y PRIMI• l-on publicados en 1639 por cste ültimojunto
('lOS DLI. xvii. La oposición de los parlamentos con otros cnsayos de Pithou v algunos otros
a Ia aceptacióri en Francia de los decretos dcl tratados sobre las libertades galicanas, en un
concilio de Trento(1545-1563)proporciona a nuevo Traitë des droits ci Iiberiés de i'Eglise
los galicanos una ocasión paru precisur sus gallic ant', condenado por los obispos france-
tesis y prcscntar visiuries de con junlo. En este ses. que lo considentron "un amasijo cusi infi-
momenhi) Sc muitiplican los tratados que Sc nito de falsus v heréticas servidumbi-es m;s
convcrtirán en las biblias dcl g. En 1594 se quc de lihertades". En Ia base de esta conde-
publican una serie de opusculos sobre las flat'iofl estahan los atentados perpetrados
libcrtades: los de Gus- Coquilk. Des droirs contra Ia autoridad pont ificia v los obstacu-
eeeksiasiiqzws ci liheries de i'Egii.ce 'a1liea- los que interponia al ejercicio dc Ia jurisdic-
lit' L'I les raz:mns ci moveus I ahuc ((mire lt's ciOn eciesiastica. Por lo demãs también el
bulks dêeeriit'e.s ;ar ie pape Grcgirt' XIV (-(m- episcopado estaba de acuerdo con las lihcr-
ire Ia France en 1591 (puhlkadc) en (kuvres tades gal icanas, por lo que queda en eviden-
de G. Coquille, t. I. Paris, J. Guignard, 1665); cia las consecuencias de Ia amhiguedad dc
el de P. Pithou (ParIs, M. Patisson), Tiaiit des dicha nociOn v Ia variahilidad de su conteni-
jibe rlës de i'eg!ise gailicane; ci de A. Hotman. do: ci g. purlamentario nose ha de confundir
Traiiê (IL'S druits ceelesiastiques, franchises ci con el episcopal. Sin embargo, ainbos estaban
jibe riës de l'Eglise galiicane. Al año siguiente de acuerdo en un punto esencial: en Ia con-
se publica ci Traiit des liberiës de l'Eli.w dena del tiranicidio, vieja discusiOn origina-
gallicune, de GLIV Lanier de Leffretier. En da en ci siglo xv, reanudada en Ia epoca dc
1609, L. Bochel (Bouchel) publica sus Deere- las guerras de religion v agudizada con ci ase-
tartan eceiesiae gallica nut' Libri Viii (Paris. sinato de Enrique IV.
Mace), v en 1617 ci Dc sac-ro pohita forensi de Otra mOxima que era objeto de vivaces con-
Choppin se traduce al frances con ci titulo de troversius era Ia quc negaha al papa ci dere-
Trois litres de Ia poiwe eecicsiasizque, ci cual cho de deponer al soherano, maxima defen-
trata des droits rvvaux sur les personnes ci it's didu por los galicanos desde principios dci
biens des ecclèsiastiqzws. Pithou daba uh den- sigio xiv. Peru, aceptando que el poder del
co de 85 proposicitincs, aun reconociendo que rev era delegado (transferido) por ci pueblo,
existian todaia otras. Dc hecho. los doctores se podia admitir que el pueblo depusicra a un
—teologos o juristas— no lkgaron nunca a reY excomulgado. Profesada por los pi-otes-
ponerse de ucuerdo sobre un elenco determi- tantcs, v despues por los Ligucurs, Ia doctri-
nado. Persistieron las divergencias en ci siglo na de Ia soberania popular estaba muv viva
xvii, por ejemplo sobre Ia regalia uiiiversal en Ia seiunda mitad del siglo xvi. Todavia se
sobre Ia apelación par ahuso. peru Ia misma mantiene en Ia asamblea del clero de 1615,
imprecision de Ia usia actuaba en favor de las como tenue sobrevivencia. Pero el triunfo dcl
pretensiones galicanas. ahsolutismo de derecho divino en ci siglo
El elenco de las libcrtadcs redactado pot xvii htce insosteniblc Ia idea de una deposi-
Pithou estaba dedicado a Enrique IV como ciOn dcl principc, cualquieru que sea Ia moti-
"Rey cristianisimo, hijo primogCnito v pro- vacón.
tector de Ia Iglesia v especialmente como Asi pues, a pesarde los intentos realizados
patrOn de Ia de vuestro reino". a finales dcl sigio xvi para fijar las máximas,
La, principaics reglas forniuiadas P01 Pi- ci g. continua siendo una doctrina multi-
thou indican que su g.. preucupadr, sobre todo forme.
par mantener las prerrogativas rezias v por Richelicu. obispo v cardenal, pero tambien
limitur las intervenciones pontificias en los primer minist ro del rev, intcntari concii iar
asuntos de Ia iglesia de Fruncia, se dirigia estas corrientes diversas entre 1624 v 1642.
tambiCn a estabiccer cicrias máximas refe- Custodio celoso dc las prcrrogItivas de Ia
rentes a Ia disciplina eclesiástica. corona, quicre asegurar ul mismo tiempo al
Pithou se reservo Ia exposiciOn de las pruc- papa el "respeto v reverencia que it' son dchi-
(.AI.KANISMO 695

dos". Coma jefe de gobierno. Richelicu pro- tución Intermultzphces, Alejandro VIII declu-
fesa un galicanismo politico que Ia lieva a afir- rará nulu In declaraciOn. Sin embargo, desde
mar Ia independencia absoluta del rev en el antes, las criticas que levantO Ia declaracion
dominia temporal; como obispu v caidenal desdc su misma publicacion, incluso en In
quiere e%itar un cisma, al que podrIa Ilevar facultad de teologia, en Francia y en varios
un g. exagerado. Dc todo ella se desprende su paises ext ranjeros. indujeron al rey a encar-
voluntad de moderar los excesos de Ia Stir- gar a Bossuet In redacciOn de una defensa. La
bona v de los parlamentos, politica prudente Defensio dec'la ra lionis cleri ga!licani, termi-
quc se expresa en los preceptos de su "Testa- nada en 1685, constituye lasiønma más corn-
mento politico": "si los reycs están obligados pleta del galicanismo. No obstante, su publi-
a respetar Ia tiara de san Pedro, igualmente catiOn no tue inmediata, purque se qucria cvi-
Ia estan a salvaguardar el poder de su pro- tar sin duda in tensiOn con Roma. Solamente
pia corona'. en los primeros años del siglo xviii se empie-
za a difundir en varias ediciones, aunque ya
III. OF l.A DEC I.ARA( 105 liE l2 Al. FI\ UEI. ASTI(;L() en 1684 se habia publicado el Tractatus de
SH.IME\. Para sostener su propia posición liberiatibus eccksiae ga!licanae de A. Charles.
respecto a lnocencio XI. Luis XIV se apoya En el siglo xviii eI "g. real" queda un poco
en Ia asamblea del clero. Sin liegar a Ia con- a In sombra. La monarquia, preocupada por
vocatoria de un concilio nacional, idea que las cont rover.sias jansenistas, tiene necesidad
habia sido tomada en consideraciUn par par- de Ia autoridad de Roma, y a menudo las ten-
Ic de algunos, reünc a una asamblea extraor- dencias ultramontanas se manifiestan en eI
dinaria del clero que el 19 de mayo de 1682 mismo consejo dcl rev.
publica In celebre declaration de los cuatro Cuando el ant iguo regimen toca a su fin,
art iculos en Ia que Ia doctrina galicuna se afir- Guyot, en su Repertoire universel ci raisons
ma de modo vigoroso. de jurisprudence (t. x, Paris, 1785, sobre Ins
Ya no se presenta como una codificaciOn Libertés j,'al!icanes) propane una detiniciOn
de usos de Ia iglesia de Franci;' sino que quie- moderada y prudentc de las libertades gali-
re ser considerada como ensenania doctrinal. canas: "La palabra 'libertad', que para los
El art iculo primero, que retoma con rigor las espiritus serviles de los ultramontanos pare-
tesi.s de los tres articulos de 1626 sabre In cc designar privilegios exorbitantes, no mdi-
independencia y autoridad del rey, cita el ca más que el antiguo derecho comOn de
Evaiigelio y a san Pablo. presentando Ia pro- todas las iglesias, derecho comOn que los
pia "doctrina....omo conforrne a Ia palabra franceses han sabido conservar y defender
de Dios". El articulo 2 confirma In autoridad contra las iniciativas de Ia carte de Rorna con
de los decretos dcl concilio de Constanza, mayor constancia que los magistrados y doc-
invocanclo "In prictica de los pontifices roma- tores de las otras naciones católicas."
nos" v In tradicion de In iglesia galicana en Considerada doctrina oficial, aunquc enten-
Ia que respecta a Ia "plenitud del poder" de dida de manera distinta par In monarquia, los
Ia sede romana, lo que significaba adopt-ar, parlamentos y el clero, ci g. no es solamente
sin decirlo explicitamente, In teoria de Ia tema de tratados y discursos. En el trascur-
superiaridad dcl concilia sabre el papa. El art. so del siglo xviii se pueden detectar manifes-
3 limita el gran poderlo pontificio, del que taciones sociales concrctas en Ia apelaciOn
"conviene regular el uso", mediante in obli- par abuso, en los impuestos sobre el clero, en
gaciOn de respetar las cánone ' usos, cspe- Ia jurisdicciOn cclesiástica y en Ia poca recep-
cialmente los de Ia iglesia galicana. Finaimen- tividad en Francia de las bulas pontificias
te ci art. 4 establecia que "el juicio del papa (coma par ejemplo una de Clemente XII en
no es irrelormable, a menos que intervenga Ia que canonizaba a san Vicente de Paul).
ci canseriso de Ia iglesia".
Los cuatro artIculos, obra principalmente 15. (OSTINCACION DEL PR(X.ESO EN L4 EPOCA REVOLU-
dcl obispo de Meaux, Bassuet, ser,.n durante UONARIA E IMPERIAL (1790-1815). Al votar Ia
más de un siglo Ia carta del g. y su enseñanza constitución civil dcl clero el 12 de julio de
en las facultade.s de teolagia tue prescrita par 1790. Ia asamblen constituyente realiza una
Ia autoridad politica. En 1691, con Ia consti- aplicaciOn de las doctrinas galicanas que nun-
696 (jLICANISMO

ca se habr Ian atrevido a hacer ni Ia monar- especial por lo que respcctu al nombramien-
qula ni los parlamentos del antiguo regimen. to de obispos).
La misma iniciativa es profundamente gali- No es posible ofrecer una exposiciOn deta-
cana: se trata de un dccreto de Ia autoridad llada de todas las manifestaciones deg. en Ia
poiltica que, sin acuerdo previo ni consultas Francia del siglo xix. El episcopado de Ia res-
con Roma, delihera sobre ci nuevo estatuto tauración continUa teniendo un Fuerte espi-
de Ia igicsia de Francia. La "constitución" ritu galicano. En 1818, Mathieu de Barrel,
mantiene además Ia apelacion por abuso. arzobispo de Tours, publicaba una Defense
TambiCn es una idea galicana Ia de Ia dcc- des liberies de l'Eglise gallicane; otro escrito
cion de los obispos v de ins párrocos, aun similar es publicado por el obispo-duque de
cuando los colegios electorales de departa- Langres, monseñor de Ia Luzerne, cardenal y
mento v de distrito no puedan ser considera- par de Francia.
dos como un simple retorno a las antiguas El g. episcopal sc preocupa en primer lugar
usanzas de Ia iglesia. El obispo, elegido par de salvaguardai- las prerrogativas de los obis-
los ciudadanos, será ordenado" canónica- pus en relaciOn con Roma. Como decia ci nun-
mente por ci arzobispo metropolitano. El cio apostolico, los obispos hacian una traspo-
papa solo recibirá una notificaciOn de tat siciOn de una ci"lebre formula y sostenian que
nombramiento como tcstimonio de Ia unidad el papa en Francia reina pero no gobierna".
de fe y de comunión" (t. ii, art. 19). Esto se podrU observar mejor hacia mitad de
El concordato de 1801, que tiene Ia inten- siglo at expiotar Ia controversia sobre Ia intro-
cion de poner fin a Ia crisis religiosa abierta ducciUn de Ia liturgia romana. Si por un lado
con Ia constituciOn, v los "artIculos orgáni- el g. afirma Ia independencia de Ia iglesia, per
cos" (1802) que lo acompañaron, no renuncian ci otro no impide a sus seguidores apelar, si
claramente al g. Al igual quc Ia "constituciOn conviene, al poder civil.
civil del clero", dan a la ilesia de Francia una Cuando en los primeros años de Ia tercera
organización que emana exclusivamente dcl republica at anticlericalismo se hace más
poder civil; ciertamente se presentan como agresivo, ci procedimiento galicano de Ia ape-
amliación de las disposiciones demasiado laciOn por abuso scrá utilizado por los repu-
generates dcl concordato, pero en realidad blicanos contra sus adversarios.
van mucho más altá y manifiestan un espiri- Sin embargo, poco a poco eI g. va decayen-
tu muy distinto. do. Sc conserva en una parte dcl alto cicro,
Una veintena de articulos enuncian los prin- en Ia compañia de sacerdotes de Saint Sulpi-
cipios generales formulados en el concorda- cc, que dirige numerosos seminarios (entre
to. Conciernen al nombramiento y juramen- ellos el de Paris), en alizunos altos funciona-
to de obispos v párrocos, los seminarios las rios, en ciertos magistrados y hombres poli-
ci rcunscripciones diocesanas y parroquiales, ticos, pero sc hace dificil encontrarlo en el
los emolumentos v alojamiento dc los minis- bajo clero, que se dirige gustosamente a
tros dcl culto, Ia utilizaciOn de los edificios Roma para buscar apovo contra ci autorita-
destinados al culto. rismo episcopal. El uitramontanismo domi-
Pero en los otros articulos no hay ninguna na entre religiosos que ejercen una fueric
referencia al concordato. Sus disposiciones, influencia sobre Ia poblaciOn catoiica y entre
que tratan de las relaciones entre Roma y los notables. Poco a poco Sc difundiru tam-
Francia v de Ia disciplina cclesiástica, se biCn entre el episcopado, aun sin Ilegar a una
insertan en Ia más pura tradición dcl g. par- generaiizacion.
lamentario. En 1853 Ia enciclica Inter multi plice.% con-
Rechazados por Pio VII desde el 24 de mayo dena cI g. y pone en el indice numerosos libros
de 1802, lOs articulos orgánicos ban sido siem- talicanos. Mas tarde, con lo que Sc pucdc con-
pre "ignorados" por Roma. Sin embargo, siderar Ia Ultima manifestacion colectiva del
seguirán considerándose como legislacion del g. episcopal, Uflos sesenta obispos, encabeza-
estado hata Ia Icy de separación del 9 de dos por monseflor Dupanloup, se separan de
diciembre de 1905, v en las diócesis de Metz Roma al no querer suscribir el decreto sobre
y de Estrasburgo, donde Sc mantuvo ci rtgi- Ia infalibilidad pontificia en ci Concilio Vati-
men concordatorio, son todavia aplicados (en cano I.
GAS DHISMO 697

Dc hecho, despues de las deliberaciones del noncialure cie Paris ci les a//aires Cccht'siasiiques
Concilio Vaticano 1, ci g. 'a no tiene muchas de France sojis k' regne di.' Louis.Philippe, 1830-
posibilidades de exprcsarse of icialmente. Por 1838. ParIs, 1949; J. Maurain. La politique écck-
otto lado los profundos cambios politicos lie- siasfique du Second Empire de 1852 it 1869, Park,
van consigo nuevas tendencias. La caida de 1930; G. Mollat. Les origines du gallicanisme par-
Roma plantea al mundo catóiico In cuestión lementaire aux xiv ci xve siècles. en Rev. d'His-
de In libertad dcl papa. En Francia, In lucha loire EcclCs.. t. 43, 1948; M. Nuttinck. La vie ci
republicana, el anticiericalismo v ci ateicmo l'oeuvre de i-an Espen, Lovaina, 1969; E. Preclin
provocan In formación de nuevos grupos, s' E. Jarrv. Les lunes politiques ci docirinales aux
faorecicndo un ultramontanismo cada vez xvii' clxviii" siècles. en Hisluire de l'Cglise, din-
más extendido. gida por A. Fliche v V. Martin, t. xix, Paris,
La solución dcl conflicto, con In separación Bloud et Gay, 1955-1956. 2 'oIs.; J. QuilIct. La
de In iglesia s' del estudo, plantea en nuevos philosophic poliiiqut' du 'So,e di. vergier",
términos In cuestión de las relaciones entre Paris, Vrin, 1977; J. Riviërc. I.e problème de l'dgli-
los dos poderes, asi como In de las relaciones se vi de I 'étar an zemps de Philippe Ic Be!. Spici-
entre Roma v las iglesias locales. Las tesis Iegiuin sacrum lovaniense. viii, Lovaina. 1926:
galicanas Va no of recen soluciones válidas y E. Sevestre. Les idCcs gallicanes el royalisres di.
los nuevos grupos sc forman alredcdor de un !,ai,i-c/crgC a Ia fin dv lAncien Régime, Paris,
ultramontanismo dominante en toda Europa. Picard. 1917.
Sin embargo, aunquc ci g. como doctrina per-
tenezea al pasado, durante mucho tiempo [t E4N CiALDEMET]
ciertos tipos de sensihilidad llcvarán todavia
su sello.
P. BIct. Li.' ckr'e ds! France ci Ia
BIRIIO(KAFIA:
gandhlsmo
monarchic, Roma. Univ ersidad Gre2oriana,
1959. 2 'ols.: P. Blet. li's as.semblécs du clergê "No existe algo parecido al g." Con esta afir-
ci Louis XIVde 16704 1693, en Analecta Gregu- maciOn en Ia que Gandhi (1369-1948) iflsistiO
riana, nüm. 19, Roma. 1972; J. Chetail, Libcr- durante toda su vida, queria señalar dos
tés de l'Eglise gallzcane dapres un commenialeur cosus: al ci caráctcr no definitivo, abierto y
du pèr' Thomassin. en Etudes juridiques ci his- experimental de SUS conccpciones éticas,
loriqucs dëdiées ii... R. Na, Mém. et doe. sociales y politicas. y en consecuencia, b] su
publiés par In Société suvoisienne d'Histoire. toma de posición contra toda forma de see-
t. 84, Muséc Savoisien, 1971; J. de Lanversin, tanismo que intentara apoyarse en su nombre.
1. 'appel coinme d'aI,us dans Ia jurisprudence du En 1936 escribia: "Las opiniones que me he
COHSL ii d'iai, en Rv. Athnini.ctratit'e, 1962; J. formado y las conclusiones a las que he lIe-
Gadille. La pensé..' ci l'aciion politique des évè- gado no son definitivas. Podnia modificarlas
ques francais an debut de Ia III' République, en cuaiquier momento" (Teoria e pratica della
1870-1883, Paris, Hachette, 1967. 2 vols.; R. non violenza, 1973, p. 5). Y en 1939 añadia:
Laprat. Libe'rié de l'elise ,ç'allicane. en Did. de "No tengo Ia intención de ser coherente con
droit canonique, a cargo di.' R. Naz Letouzey, mis anteriores aiirmaciones...sino de sen
Paris, 1955: A. Latreilk, Lt gallicanisme Ccclé- coherent..' con In verdad tal como se me pr..'-
siastique suns ic 1' Empire. en Rev. Hislorique, senta en un determinado momento" (Harijan,
t. 194. 1944: A.G. Martimort. L' gallicanisnit d..' 30 di.' septiembre de 1939). "La vcrdad y In
Bossuei. Park, Ceri. 1953; A.G. Martimort, LWa. ahimsa —escnibia en 1940— nunca serán des-
blissemeni dii lexi ile Ia 'iX'fensio dt'claraiionis" truidas, pero Si ci gandhismo no es mãs quc
.1' Bosuei. Park, Ccrf, 1956; AG. Martimort, I.e un nombre para indicar cierta forma d..' SCC-
ga/licanisini'. Paris, pur. 1973; V. Martin, I.e tarismo merece ser destruido" (Han jan. 2 di.'
a1licanisn,t' ci la re/arnie ca iholique ( tcsis), marzo de 1940). Reafirmó una v otra vez que,
Clcrrnont.Fcrnind, 1919; V. Martin, Li.' iallicanL'.- por lo menos mientras sicukra con vida, era
me palitiqiie Cl le clerC d..' France, Paris. Picard, imposible escribir un tratado sobre su con-
1929: V. Martin, Li's oriinLs di. i,'allicanism. ccpciOn du no violencia, v 5i se escnibia seria
Paris. Bloud et Gay, 1939. 2 vois.; J. Martin, La "necesariamente incompleto". I mismo
698 GANDHISMO

deciinó toda propuesta de escribir un trata- para los que es posibIe distinguir en Ia con-
do semejante, diciendo que "no estaba hecho cepción gandhiana "Ia que está vivo de Jo que
para redactar escritos academicos" ya que su está muerto", o sea distinguir aquellos aspec-
fuerte estaba en ci terreno de Ia acción. La tos que son merarnente culturales a relativos
mayor parte de sus escritos, en efecto, con- a una época a situación histOrica concreta de
sisten en miles de art iculos, Ia mayoria bas- Ia que es valido mas aIlá de ellos y continua
tante breves, reflexiones, carta.s, Ilamados, siendo de gran interés v actualidad. Enti-e Io
redactadus gencraimente con ocasión de que se considera vivo se encuentran general-
determinados acontecimientos y casi siempre mente: a] In critica de Gandhi aI industrialis-
con i'I fin de aclarar para Si y para los demás moen cuanto tal V no solo en su variante capi-
aspectos e iinplicaciones de su conccpciOn no talista; hi su cunccpcion de un "estado no via-
violenta. La mavor parte de dichos escritos lento"; c] sus ideas sohr In educaciOn fun-
aparccian en ingls en dos semanario. Young dada en Ia participaciOn en ci trahajo produc-
India y Harijan (literaimente "el pueblo de tivo, sabre todo manual; dJ su filosofia de los
Dios", expresión con Ia que Gandhi se refe- conilictos de grupo; ci su concepciOn de las
na a los intocables), a través de los cuales reIaciones entre iftica y politica, y fj su doe-
Gandhi se dirigio al pueblo india v al mundo trina del satvagraha como modalidad especial
entero por espaclo de casi treinta año' La de lucha politica. En este articulo nos limita-
recopilación completa de los escrit de remos a exponer en sus Ilneas esenciales los
Gandhi, todavia en proceso dc publicciön, ha dos ültirnos aspectos.
Ilegado ya al volumen setenta v cinco.
A partir de esta vasta obra se pueden I FTILA Y PoI.rrl(A. A nwnudo se suck distinguii-
extruer un conjunto de ideas filosóficas ' reli- entre ética individual o privada y ética de gnu-
giosas, cunceptos etico-politicos, proposicio- pa a politica, apelando a Maquiavelo, a Lute-
nes sobre ci sentido de Ia historia v de Ia vida ro, a los teOricos de In razOn de estado, a Mci-
humana, tesis sobre Ia naturaleza del hombre necke, a M. Weber v a muchos otros teóricos
v ins conflictos humanos, concepciones de Ia y tilosotos politicos. A Ia pnimera SC Ia hace
educacion, sobie Ia vida asociada v ci puder coincidir, grosso modo. con una éticu univer-
politico, propue'tas de estrategia y métodos salista articulada en una sci'ie de obligacio-
de lucha politica, todo Jo cual, sistematizado nes (no mentir, no matar. etc,) que el indivi-
segün cierto criterlo interpretativo, puede duo ha de aceptar en sus relaciones, incluso
presenlarse coma una "doctrina" particular conflictias, con otros individuos a cuyos inte-
a Ia que se Ic puede a.signar el término gan- reses debe estar abierto de manera imparcial
dhiS7O. v altruista. En dicha doctrina ética suhyace
La falta de sistematizaciôn de los escritos una conccpción dcl individuo humano coma
gandhianos We una manera muy similar a los scr racional, influible par una argumentaciOn
de Grumsci) y las incoherencias que a menu- a par una apelaciOn moral, capaz de simpa-
do aparecen entre ellos, hace muy laboriosa ha respecto a otros individuos con los que
Ia tarca de ofrecer una reconstrucción siste- entra en contacto v de una conducta no via-
mática v coherente de Ia "doctrina" gandhia- lenta incluso en situaciories de conflicto inte-
na, asi como Ia de defender una interpreta- rindividual muy agudo. La ética de grupo a
ciôn correcta de Ia misma. Dc hecho. las inter- politica, por ci contrurio, se identifica, siem-
pretaciones del g. son muchas y variadas (aci pre groso modo, con una ética particularis-
como las valoraciones de Ia obra politica de ta que plantea ci criteria de justificaciOn
Gandhi) v van desde Ia más neaativo, cuando moral de Ia acciOn colectiva, a de Ufl indivi-
se afirma que no se trata de una doctrina ori- duo que actüa en nombre de un grupo, con
ginal sino de un acervo de tcsis entresacadas miras a Ia maxima realizacion posible del
de aqui v de allá, hasta Ia extremadamentt- interes colectiyo (del etado, nación, clase,
positivo, cuando se ye en ci g. Ia ünica doc- part ido o en general de un cierto grupo). El
trina verdaderamente nueva de nuestro siglo fin, a sea el inheres del estado, naciOn, clase,
(considerando ci leninismo v el maoismo etc., justifica cualquier media apto para con-
coma una simple variante dcl marxismo). sequirlo de modo eticaz, y par tanto, si es
Entre estos dos extremos se uhican aquellos nccesaiio. también ci usa de medios violen-
GANDHISMO 699

tos. A una tal doctrina normativa subyace una hacer operante Ia "icy" en Ia que se funda en
concepción de los grandes grupos (naciona- Ia esfera politica, ya que al refutar toda for-
les, económicos, etc.) movidos exclusivamente ma de fuerza y constreñirniento no propone
por motivos de egoismo colcctivo o de todos ninguna alternativa concreta s' eficaz a Ia vio-
modos como minimamente intcrcsados en las lencia y acaba par renunciar del todo a Ia poll-
necesidades, incluso las más vitales, de otros tica. Pero no ocurre lo mismo con Gandhi, el
grupos y por lo tanto dificilmente influibles cual, al mismo tiempo que rechaza Ia violen-
por Ia apelación a ruzones de just ida, de don- cia y un poder fundado en Ia amenaza de Ia
de se deduce que las relaciones conflictivas misma, no renuncia a Ia politica, sino que par-
entre dichos grupos se van a regular par el ticipa en ella como primer actor v lider, indis-
usa del poder, o sea por Ia amenaza de Ia vio- cutible durante muchos afios, del movimien-
lencia v finalmente por ei empleo efectivo de to no violento de liberación de In India res-
Ia misma. La politica se convierte asI necesa- pecto del vugo del imperialismo británico. Y
rianiente en relación de poder v violencia puede hacer esto por dos razones concretas:
("threm Wesen nach Umgang mit derGewalt" a] porque su rechazo de Ia violencia no impli-
conio dice Ja.spers parafraseundo a Weber) v ca ci iechazo de toda lorma de fuerza a pre-
Ia ética politica. en cuanto distinta de Ia mdi- Sian, v b] porque Iogró inventar unu rnodali-
idual. no es más que una etica de justifica- dad de lucha no violenta en gran escala, apli-
ción del poder v de Ia violencia con vistas a cable en ci piano de Ia masa v especialmente
fines definidos en terminus de inte'reses de eiicaz. a Ia que dio ci noinbrc de sazvagrulza.
grupo considerados kgitirnos coma tales. La contribución particularmcnte interesante
Segün una interpretaciôn mu' comün, uno del g. a Ia cuestiOn de las relaciones entre eti-
de los aspectos más interesantes del g. con- ca v politica consiste por lo tanto en haber
siste precisamente en ci rechazo dc Ia concep- puesto en tela de iuicio ci tema pesimista de
cion dualista anteriou mente delineada. Gan- Ia acc iOn de grupo que subv ace en Ia concep-
dhi escribe: "Lu quc es eticamente malo para ción dualista, demostrando, a traves de sus
un individuo es igualmente malo para una "experimentos" de lucki satvagraha, que
comunidad o una nación" (Han jan, 26 de abril i,icluso los grandes grupos, en situaciones
de 1942). En dicha posiciUn no hay nuda ori- conflictivas agudas dcl tipo de las que se regu-
ginal en absoluto; solo para citar un ejemplo, Ian con el recurso a Ia violencia, están en con-
Bentham habia va rechazado implicitamen- diciones de comportarse de modo altan'iente
te Ia distinciOn entre t'tica individual v Ctica moral v no violento. logrando bloquear Ia vio-
de grupo senalando (en ci primer capitulu de lencia dcl udversario v akanzar determina-
los Principles of nzorals and lc.'islatiw,) que dos objetivos justificables y Cticamcnte legi-
ci principio de utilidad que está en la base de timos respecto de una concepciOn etica uni-
su doctrina Ctica es vitlidu indistintamente vcrsalista.
tanto en Ia esfera privada como en Ia politi-
Ca. Y Tolstoi, que tuvo una notable influen- ii. EL sATYAGRAHA.Gandhi distingue tres cipos
cia en Ia formación del pensamiento gandhki- de no violencia: "Ia no violenciu del fuerte",
no, habia va rechazado con anterioridad Ia "Ia no violencia del debil" y "Ia no violencia
concepcion dualista sosteniendo Ia existencia del cobarde". Con csta ultima expresiOn quie-
de uria sola itica, valida tanto para los mdi- re denunciar Ia actitud de los que huycn de
viduos coma para los grupos. y Csta era Ia Cti- Ia viokncia pot pura cohardia a par otros m
ca del amor. Ia cual piuhibe toda forma de tivos eoisLas. A %Mos, cuando sca neccsario
fuerza v constreñimicntu v prescribe asumir luchar par los intereses legitirnos propios o
los sufrimicnto en Ia propia persona siern- para proteger los intereses legitimos de otros,
pre que sea Ia ünica alternativa respec- Gandhi les recomienda el recurso a Ia via-
to a infligirlos a otros. "Li renuncia a toda lencia: . ctov convencido de que Ia no
oposicicn que implique ci uso de Ia fuerza... viokncia Cs infinitamente superior a Ia vio-
es lo que prescribe Ia Icy dcl amor no adulte- lencia... [pero] creo que en el caso en que Ia
rado par sofkmas' (asi escribe Tolstoi en una unica opciOn posible tuera entre Ia cobardia
famosa cart.t a Gandhi n cptiembre dc v Ia violencia, so aconsejaria Ia viokncia.
1910). Sin embargo, ci tolstoismo no logra Preferii-ia que Ia India recurriera a las armas
700 GNDH1SMO

para defender su honor antes que, de una lencia en ci mundo en lugar de disminuiria.
manera cobarde, se convirtiera en testimonio Para demostrar esta tcsis Gandhi se remite
impotente del propio deshonor" (Teoria e pra. a toda Ia historia humana, que si desde un
lica della non violeuza, 1973, pp. 18-19). Con cierto ánguio visual se presenta como una
Ia expresión "no violencia del débil" Gandhi emancipacion progresiva de Ia violencia (Ia
entiende Ia posición de aquelios que en una historia es en realidad ci rcgistro de todas las
situación conflictiva aguda no recurren at uso interrupciones en Ia constante acción de Ia
de Ia violencia por Ia simple razón de que no fuerza del amor", op. cit.. p. 65), por otro lado
disponen de los medios necesarios para lie- se presenta como un pruceso de continua
var adelante una lucha violenta. Gandhi for- escalada de Ia violencia armada, desde los
muló muchas veces Ia opinion de que Ia no tiempos en que los hombres se combatian con
violencia con Ia que ci Partido del Congreso armas de alcance destructivo muy limitado
se habia distinguido duranie Ia lucha de libe- hasta nuestros dias, en que el hombre dispo-
ración del vugo britãnico era de este tipo. La ne de instrumentos de destrucciôn que poncn
"no violencia del fuerte" es en cambio para seriamente en peligro Ia existencia del gene-
Gandhi Ia posición de aquelios que aun ro humano y de toda otra Forma de vida sobre
teniendo los requisitos necesarios (valentia. La tierra. "El punto de saturación de Ia vio-
espiritu de abnegacion, voluntad de resistir. lencia" está constituido, segCn Gandhi, por
etc.) para el uso de Ia violencia por una cau- Ia segunda guerra mundial, sellada por Ia
sa justa, se niegan a recurrir a este método matanza atómica de Hiroshima y Nagasaki:
de lucha por determinadas raiones de orden "a no ser quc ci mundu acepte uhora Ia no vio-
moral y sostiencn poder Ilevar adelante Ia lencia, ira de seguro aI suicidio" (Han jan, 29
tucha de manera eficaz con métodos distin- de septiembre de 1946).
tos. En este contexto se ha de emender Ia La no violencia a in que Gandhi se refiere
reflexión de Gandhi sobre Ia viotencia y ci sa- es el satyagraha, término acunado por éI mis-
tyagraha. mo y que significa, más a menos, una moda-
El rechazo de Gandhi a Ia violencia no con- lidad de lucha caracterizada por Ia firmeza
sidera solamente CI uso de Ia fuer,.a armada: en Ia verdad. Dicha modalidad dc lucha se
comprende cualquier forma intencional de define segCn seis principios fundamentales,
homicidio o de infligir sufrimientos, fisicos que cxpresados brevemente son los
o psiquicos. por comisión o por omisión, a siguientes:
cualquier ser sensible. Entendidu de este I] En una situación confhictiva no se han de
modo tan amplio Ia violencia no resulta del fijar objetivos incompatiblcs con Ia concep-
todo eliminable de nuestras vidas; "ya que ción Ctica que subyace en Ia doctrina no yb-
toda actividad comporta en cierta medida vio- lenta: "Es imposible practicar ci satyagraha
lencia, lo ünico quc podemos hacer es redu- at scrvicio dc una causa injusta" (Gandhi, op.
cirla a! minimo" (op. cit., p. 77). La norma quc cit., p. 22).
subvace en Ia doctrina no violenta de Gan- En una situaciórl conflictiva se debc plan-
dhi no es pues tanto Ia que prescribe abstener- tear desde ci inicio Ia lucha de modo tai que
se de Ia violencia como Ia que prescribe no amenace al adversario en sus intereses
actuar de modo tat que nucstra acción llcve vitales (Ia vida, Ia integridad fisica y psiqui-
• Ia mayor reducción posibie de Ia violencia ca), escogiendo técnicas de lucha deliberada-
• largo plazo yen todas sus formas. Con base mente dirigidas a minimizar los sufrimientos
en dicha norma no se puede cxcluir a priori quc el conflicto puede comportar para ha par-
el recurso a Ia violencia armada, por cuanto te adversaria.
ésta, en una determinada .situación conflicti- En una situación conflictiva es prcciso
va, pueda conducir a Ia maxima reducción estar dispuesto a asumir sacrificios que pue-
posible dc Ia violencia en el mundo. Se trata den Ilegar a ser considerables. Aparte el
pues de unu cucstión empirica. Sin embargo. hecho de que quien recurre a Ia violencia tam-
Gandhi tenfa Ia firme convicción de que ci biCn ha de estar dispuesto a asumir todos los
recurso a Ia violencia armada, de cualquier sacrificios que comporta tat método de lucha,
furma. además de corromper ci buen fin que incluidu ci saciificio de Ia propia vida, Gandhi
se busca con ella, hace que aumente Ia vio- fundamenta este mismo requisito en un doble
GANDHISMO 7() I

aspecto del satyagraha: ci primero, de natu- lucha satyagraha en Sudáfrica y en Ia India


raleza moral, se deduce de Ia siguiente afir- habian demostrado Ia vaiidez de las tres
macian: "La doctrina u • t violencia se refie- siguientes hipótesis: a] con una debida prepa-
re it una olensa causad or una persona en ración y organizaciOn es posible Ilevar a gran-
perjuicio de otra. Sulrr Ia ofensa en Ia pro- des masas a Ia práctica de formas de lucha
pia persona, por ci contrariu, forma parte de quc satisfacen en gran medida los requisitos
Ia esencia de Ia no violencia y constituye la del satyagraha; b] ci método satyagrdha cons-
aiternativa a Ia violencia contra el prójimo" tituye una concreta y eficaz alternativa a Ia
(op. cit.. p. 6). El segundo aspecto, de orden violencia armada en Ia lucha por las causas
psicoIagico, es aqud por el que ante Ia firme- justas; c] ci satyagraha tiende a bloquear. por
za testimoniada por los sufrimientos a los que Ia fuerza de factores morales, psicolOgicos y
ci satyagraha se somete por Ia propia causu politicos, Ia reacciOn vioienta del opositor, y
y a fin de ahorrar al mãximo los sufrimien- conduce a soluciones negociadas y construc-
Los que Ia lucha comporla para el adversario, tivas de los conflictos, y en consecuencia it
este üitimo no puede dejar de reaccionar de una maxima reducciOn de Ia violencia en ci
modo posit ivo y de convencerse de que ha de mundo.
ceder, o al menos regresar a Ia mesa de nego-
ciaciones: "ci satvagraha postula Ia conuis- I3IBLIO(.RAFL: J. Bandyopudhuyaya, Mao Tse-tung
La dcl adversario a través del sufrimiento en and Gandhi. Nuevu Delhi. Allied Publishers,
Ia propia persona" (op. cit., p. 18). 1973; J.V. Bondurant, Gon quest of violence: the
El cuarto principio del satyagraha pres- Gaudhian philosophy of conflict. Princeton, Prin-
cribe atenerse, en lodas las fases dcl conflic- ceton University Press, 1958; N.K. Bose, Studies
to, a Ia maxima objetividad e imparciulidad, in Gandl,i.m. Calcuta, India Associated, 1940;
apelando siempre a Ia razon. intentando corn- G.N. Dhawun. The political philosophy of Mahat-
prender los motivos y los argumentos de Ia ma Gandhi, Ahmedabad. Navajivan. 1946. y Con-
parte adversaria y no actuando en Ia ckindes- necticut. 1973; E.H. Erikson. l.a verdad tie Can-
tinidad. dhi(l969), Buenos Aires, Sudan'cricana, 1973; M.
Un requisito fundamental dcl satyagra- Gandhi, Non-violence in peace and var. Ahme.
ha es el tie un coinprumiso continuo y cons- dabad. Nuvajivan. 1942-1949. 2 ok.: M. Gan-
tante en un programa constructivo fundado dhi. Economic and industrial lift' and relations,
en parte en ci estabiecimiento de fines jerar- Ahmcdabad, Navajivan, 1959. 3 vols.; M. Gan-
quizados, de tal forma que su realizacion sea dhi Teoria e pratica della ,,o,i violenza, Turin.
en interés de las partes en confiicto y sOlo sea Einaudi, 1973; M. Gandhi. Non-violent resistan-
posibie por medio de una cierta colaboración cesatya,'raha), Nueva York, Shocken Books.
entre clias. Esto sirve para crear ci minimo 1951; M. Gandhi, eDefensa armada o defensa
de comuniciciOn sin ci cual una lucha del tipo popular no violenia?. Barcelona, Nova Terra,
satvagraha no es posible. "La mejor prepara- 1977; M. Gandhi, Thicia un socialismo no violen-
don a Ia no violencia v Ia mejor exprcsiOn de to, Buenos Aires, Plévade, 1981; M. Gandhi, The
Ia misma consiste en Ia incansable realizaciOn collvcted works, Ahmcdabad. Navajivan-
de un programa constructivo. Quien crea que Government of India. Ministry of Information
sin ci apoyo de un programa constructivo está and Broadcasting. 1958 ss.: hasta Ia fecha se han
en condiciones de demostrar en ci momento publicado 75 volümenes, ci ültimo es dc 1979;
deci.sivo una verdadera fuerza no violenta. R.N. Iyer, The moral and political thought of
esta destinado a un miserable fracaso" (op. .lahutma Gandhi, Nueva York, Oxford Univer-
cit., p. 240). sity Press, 1973; W.E.Muhlmann, .tfahatma
61 Un üitimo principio fundamental de Ia Gandhi. Der .1aun, ct'in Werk taid seine Wirking.
lucha satvugruha es ci Ilamado por Gandhi Tubinga, J.C.B. Mohr, 1950: A. Naess, Gandhi
"Icy de progresión de los medios": se puede and group conflict, Oslo, UniversitetsforlaL'et,
recurrir a formas mus rudicales de lucha no 1974; B.R. Nanda. Gandhi. Madrid, Cid, 1960; G.
violenta solamente después de que las niás Pontara, lntroduione a M. Gandhi. Teoria e pra-
blandas han dernostrado ser claramente mc- lieu delta non violenza, a cargo de G. Pontara,
I icaces. Turin, Einaudi, 1973, pp. vii-cxxxvii; N. Pvare-
Gandhi sostcnia quc SUS "experimentos" de lal, .tlahatma Gandhi: the last phase. Ahniedabad.
702 GEXOCIDIO-GEOPOLITICA

Navajivan. 1956-1958. 2 vols.; D.G. Tendulkar. grupo." La convención estuhlece ci principio


Mal,aima: life of M.K. Gandhi, Nueva Delhi, de Ia responsabilidad individual de las per-
Gu crnmnt of India Publications Division, 1960, sonas que cometen aclos de g. v prescribe
8 vols.; 1. Vccchiotti, ('he cosa ha verarnenw deity tambien ci castigo del acuerdo para cometer-
Gandhi, Roma, Astroiahio, 1971. lo, Ia instigaciOn püblica, ci intento y Ia corn-
plicidad en ci g. A los estados quc se adhie-
[ciIuI.IAso PONTARA] ren a Ia convenciOn se les obliga a introducir
en su ordenamiento interno las disposiciones
necc.sarias para cumplir las normas, mera-
mente pragmáticas, de Ia misma Convención.
enocidio Los reos del crimen de g, que para los fines
de Ia extradición no ha de considerarse como
El termino io usó por primera vez con ei sir- crimen politico, dehen ser juzgados por tn-
nificado actual, en 1944, R. Lemkin, para mdi- bunales del estado en que se cometiO ci acto
car ]a destrucción masiva de un grupo étni- ilicito o bien por una corte penal internacio-
cu asi como todo proyccto sistcmãtico desti- nal, en caso de quc se instituya.
nado a eliminar cuaiquier aspecto fundamen- La ConvenciOn de las Naciones Unidas, a las
tal de Ia cultura de un pueblo. Definido de que se adhirieron numerosos estados (entre
esta manera, el g. es casi tan antiguo como los cuales Italia que emitiO en 1967 una ie
Ia historia humana, peru solo después de Ia que modificaba su propio codigo penal), ha
üitimu guerra Ia comunidad internacional, sido criticada en varios aspectos. Se ha puesto
horrorizada por los enurmes crimenes come- en evidencia, de manera particular, Ia mdc-
tidos por Ia politica racial del nazismo, sin- terminacion de Ia cuestión de Ia pena, deja-
tiO Ia necesidad de Ii jar normas de derecho da completamente a discreción de los estados
intei-nacionai contra este crimen. En esta for- signatarios, y más aOn Ia pretension irreal en
ma naciO una nueva ficura de delito relevan- que Ia misma se fundamenta, de que ante cr1-
Ic en Ia esfera del derecho penal internacio- menes como el dcl g., que no pueden come-
nal v perteneciente a Ia categoria de los cri- terse sin inst rucciones o complicidad estata-
menes contra Ia humanidad. (v. crimenes de ics, un estado puede aceptar o castigar o
guerra). La Asamblea de Ia osu definiO —en hacer castigar a los que han actuado de acuer-
una resolucion dclii de diciembre de 1946- do con sus instrucciones o apoyandose en su
ci g. como "Ia negaciOn del derecho a Ia cxis- aquiescencia.
tencia de grupos humanos enteros", como un
"delito dcl derecho de gentes opuesto al espi- HIBLIOGRAFtA G. Chiarelli, La conveuzione sal
ritu y a los fines de las Naciones Unidas, deli- genocidlo, en Riv. St. Pu!. lute rnaz., 1959: R. Lem-
to que ci mundo civil condena", v dispuso Ia kin, Genocide: a new international crime, punish-
elaboraciOn de un proyecto de convenciOn a nient and prevention, en Revue Inter. de Droit
este propósito. El proyecto definitivo fue Penal, 1946; G. Persico, Sal delito di "genocidio
aprobado por Ia Asamblea General ci 9 de en Arch. Pep,., I, 1951.
diciembre de 1948. El articulo 2 de Ia onven-
ción define ci g. comu sigue: "Por g. se entien- [C;10R.lo HIANCHI]
de cualesquiera de los actos siguientes, come-
tidos con Ia intencion de destruir total o par-
cialmentc un grupo nacional, étnico, racial o
religioso en cuanto tal: a] asesinato de miem-
geopoiltica
bros del grupo: b] grave atentado contra Ia
integridad fisica u mental de los miembros Los redactores de Ia Zeiisch rift für Geopoli-
dci grupo; c] sometimiento intencional de un ilk de 1927 definieron Ia g. como Ia ciencia
grupo a condiciones de existencia orientadas que "trata de encontrar los lazos que unen los
a provocar su destrucciOn fisica total o par- eventos politicos con Ia Tierra v pretende
cial: d] medidas tendientes a impedir los naci- senalarle a los estados ]as directnices de Ia
mientos en ci ámbito dcl g rupu; e] transferen vida politica, tomada de un estudio
cia forzada de los niños de un grupo a otro geografico.historico de los hechos politicos,
GOBERNABILIDAD 703

sociales y económicos, y de su relación'. La de ser desempenada también por Estados


conducta politica y las capacidades militares Unidos, que goza de una posición semejante.
pueden explicarse y preverse basándosc en ci J. Spykman retoma, en cambio, Ia teulla de
ambiente fisico. Esta influencia puede liegar Mackinder y declara que Estados Unidos pue-
a dctermin.tr Ia tecnoiogia, Ia cultura, Ia ceo- de intervenir en ci "ciclo", señalado par ci
nomia de los estados. su poiltica interna geografo ingles. trastocándoio. Los gohernan-
externa v las relaciones dc poder entre ellos. tes norteamericanos deben comprender que
Las corrientes lundamentales de Ia g. son Ia seguridad dcl pals consiste en impedir que
las formuladas, siguiendo Ia estela de los con- las "isias circunvecinas", las rimlands, caigan
ceptos propuestos par F. Ratzei v R. Keiten bajo ci control de las grandes potencias de Ia
(ci estado como organismo que vive en ci espa- htartland, vu que de otra manera America
do), por K. Haushofer. J. Mackinder, A. T. quedará cercada. coma decia Mackinder.
Mahan y J. Spvkman. Probahiemente todos La g. como estudio dcl delerminismo del
los estudios de g. que se han hecho ban sufri- ambiente fisico sobre Ia poiitica de los esta-
do Ia mala fama qu' ics otorgó Ia obra de K. dos ha desaparecido va dcl mapa. Después de
Haushofer, Va que ci pensarniento de este gcO- aflos de rechazo de su ciudadania entre las
grafo y general alemán fue mAs bien una ciencias sociales, sin embargo, el estudio de
racionalización del expansionismo territorial los factores geográficos coaligados a los ienó-
hiticriano. La g. de Haushofer —que se con- menus politicos ha vuelto a Ia vida; ci análi-
sidera unánimemente como un congiomera- sis de las relaciones internacionales dci ülti-
do seudocientifico de "metafisica geografica", ma decenio ha puesto nuevamente su aten-
economia, antropoiogiu y racismo— Sc puc- ción en variables tales coma el ambiente I Ij
de reducir a Ia afirmación de que Ia raza ale- co, Ia distancia, los recursos. etc., a las que
mana estaba destinada a ilevar Ia paz a) mun- ahora se prefiere con mucho Ilamar variables
do a través de Ia dominación y, por lo tan to, ecolOgicas a del ambicnte no humano. H. v M.
los demás estados dehian asegurarle a Alema- Sprouts (Tottards a polities of the planer
nia su espacio vital (Lebensraum). Earth, Nueva York, Van Nostrand, 1972) son
El pensamiento dc Haushofer tuvo su on- las cabezas visibles de este enfoque global del
gen en lo que habia afirmado, aigunos años estudio de Ia politica internacional que tiene
antes, un geografo ingles, J. Mackinder, defen- relaciones estechas con cl analisis sistCmico.
sor de Ia heartland theon'. Dc acuerdo con Sabre todo mediante los conceptos s' las pro-
esta teorla, ci dominio de Ia zona central o posiciones analiticas del paradigrna sisttmi-
heartland (Alemania oriental, Rusia, Siberia) co es que, de hecho, se han injertado los fac-
de Ia world island (Eurasia), permite ci con- torcs geográficos en un examen global de Ia
trol de Ia faja periferica o rimlands (Europa sociedad dcl "planeta tierra".
occidental. Medio Oricnte, Indiav China), v
e! control de esta faja asegura ci control de (FLLvIo %TTIsA]
las islas circunvecinas (Gran Bretaña. Africa,
.
Indonesia N Japón) y de las "isias" transoceá-
nicas (America V Australia). Basãndose en csta
teoria. Mackinder auguraba Ia instauracion
gobernabilidad
de un equilibria que impidiera que un solo
estado fuera capaz de dominar Ia zona cen- I DEFISICION. Actualmcnte se usa con más fre-
tral, liamada también pivot area. cuencia ci termino opuesto de "ingobernabi-
Los norteamericanos A. T. Mahan V J. lidad". Marcado par implicaciones pesimis-
Spvkman claboraron otras dos teorias; pero tas (Crisis de g.) y a menudo conservadoras,
hay quc seña!ar que todus los escritores de el término se presta a multiples interpreta-
SC han basado esencialmente en Ia experien- ciones. En especial, las posiciones má genui-
cia histórica de Ia Gran Bretaha. A. T. Mahan nas son las de aquellos que atribuyen Ia cri-
es ci iiiiciador de Ia teoria dci pder naval (sea sis de g. a Ia incapacidad de los gobernantes
potter theory): ci estado quc cant rola las vias (hasta Ilegar a constatar Ia existencia de con-
maritimas controla Ia politica mundial: Ia diciones incurables v contradictorias de los
funciàn que descmpenO in Gran Bretaña pue- sistemas capitalistas) v las de los que atribu-
704 GOBERNABILIDAD

yen Ia ingobernabilidad a las demandas exce- y de una crisis de apoyo politico de los ciu-
sivas de los ciudadanos. En esta segunda posi- dadanos a las autoridads, a los gobiernos.
cion se define Ia ingobernabilidad como una En su formulaciOn más compieja. Ia ingoher-
sobrecarga de demandas. En linea general las nabilidad es Ia suma de una crisis de entra-
dos interpretaciones tienen aigunos puntos de da y de una crisis de salida. "Las crisis de sali-
contacto, pero si se consideran como comple- da tienen forma de crisis de racionalidad: ci
tamente distintas tienden a degenerar en acu- sistenia administrativo no logra hacer com-
.saciones (contra los gobernantes o contra patibles o mallejar los mccanismos de control
algunos grupos sociales, como los sindicatos) que Ic exige ci sistema eeonómico. Las crisis
o en posiciones ideologicas (regreso a un miii- de entrada tienen forma de CrisiS dt' legilimi-
co estado de 'quietud" dcl sistema fundado dad: ci sistema legitimatoro no logra man-
en Ia obediencia de los ciudadanos o avance tener el nivel necesario de iealtad de las
hacia ci socialismo o superucion dcl capita- masas al actuar los mecanismos de control
lismo). Su debilidad principal está en Ia falta que Ic exige ci sisterna econOmico"
dc integracion, en ci piano anulitico, de dos (Habermas).
componentes fundamentales: capacidad y Antes de pasar a analizar en particular y
recursos de gobiernos y gobernantes por un en sus diversos componentes las tres tesis
lado v demandas, apoyo y recursos de los ciu- expuestas sucintamente, cs coneniente plan-
dadanos v grupos sociales por ci otro. La g. tearse una cucstiOn preliminar: por qué a
v Ia ingobernabilidad no son pues fenOmcnos principios de los años setenta han prolifera-
acabados, sino procesos en curso, relaciones do las hipotesis, tesis e interpretaciones sobre
compiejus enire los componentes de un sis- ci concepto de ingobcrnabiiidad? En cierta
tcma politico. medida s evidente quc los estimulos quc han
suscitado Ia elaboracion de las tres tesis ante-
IL HIPOTESIS SOI3RE LA INGOBERNAT3LLIDAD. No es riormente mencionadas han sido diversos, ya
tarca fácil extraer de Ia iiteraturu especiali- sea en ci nivel teOrico o en ci nivel práctico
zada, vasta pero poco sistematizada, amplizt contingente. Pero no hay duda de que también
pero a menudo confusa, hipótesis cluramen- responden a un proceso comün que han sufri-
te planteadas. En un intento de siniplifica- do todos los sistemas politicos occidentales:
ción, es posible sostcncr que los autores quc Ia expansiOn de Ia politica, de toda su esfera
se ban ocupado de esta probiemática defien- •tcti•idad. de In participaciOn de los ciuda-
den en todo a en pane una dc las siguientes danos y de Ia intel-venciOn del estado. Dicha
hipOtesis (0 una cambinaciOn de las mismas): expansion constituvc ci motor de un fenOme-
1. La ingobcrriabiiidad es ci producto de una no que presenta rasgos peculiares respecto
sobrecarga de demandas a las que ci estado dcl pasado. Sin embargo las caracteristicas
responde con Ia expansion de sus servicios y atribuidas al fenómeno actual de ingoberna-
de su intervenciOn, pero que provoca mcvi- bilidad no son clementos absolutamente flue-
tablemente una crisis fiscal. En este caso vos. Crisis fiscales de los estados, falta de ins-
ingobernabiiidad sc considera equivalente a titucionalización de las organizaciones y pro-
crisis fiscal del estado (O'Connor). 2. La ingo- ccsos politicos, colapso de los aparatos :tdmi-
bernabilidad no es solamente ni principal- nistrativos y falta de legitimidad de his estruc-
mcnte un problema de acumulaciOn y distri- turas politicas se han producido en todo
huciOn de recursos, bienes v servicios a los tiempo y lugar, y frecuentemente han Ileva-
ciudadanos, sino más bien un problerna de do a revoluciones, guerras civiles v golpes de
naturaleza politica: ci de Ia autonomia, corn- estado. Queda pues rechazada Ia pretension,
plejidad, cohesiOn y legitimidad de las insti- propia de quien no posee una memoria his-
tuciones. En su exposicion más sintética e tórica suficicntemente amplia, de hacer resal-
incisiva. "Ia g. de una democracia depende de tar con CXCCSO las pecuiianidades de Ia época
Ia relaciOn entre Ia autoridad de las institu- actual. No obstante, no se descanta que ade-
clones de gobierno y Ia fuerza de las institu- más del fcnOmeno de expansiOn poiitica, exis-
ciones de oposiciOn" (Huntington). 3. La ingo- tan en Ia actualidad otras caracteristicas flue-
bernabilidad es ci producto conjunto de una vas que es preciso dcterminar con respecto
crisis de gestiOn administrativa del sistema a Ia ingobernabilidad.
(iOBIRNABILI DAt) 705

No sOlo ci estado con sus aparatos ideolO- respectivumente Ia versiOn débil y In version
gicos y administrativos se ha cunvertido en fuerte de una misma tesis que estabiece Ia
ci punto de referencia principal de las act ivi- raiz econUmica de Ia pérdida de legitimidad,
dades polIticas de los ciudadanos v de los gru- más o menus gradual, por parte del estado.
05 y con su intervenciOn creciente y subli- Amba.s versiones basan su planteamiento en
niinal en todus los estratos de Ia .sociedad ha el pupel dcl estadu en Ia economia, peru mien-
incidido sobre sus mismas fuentes de legiti- tras que Ia priniera se preocupa de los pro-
mizaciOn. Ademãs se han producido cambios cesos a corto plazo y no propone una inter-
no solamente en las relaciones de fuerza inter- pretaciOn global dcl estado capitaiista. Ia
nas de cadu estado, sino también en las rela- segunda intentu fundamentar una teoria de
clones entre estados. Por ejemplo, un conjun- In crisis del estado capitalista derivada de Ia
to de paises dcl tercer mundu puede dificul- asuncion de nuevas funciunes.
tar Ia adquiskiOn a hajo precio de nialerias La IormulaciOn dcl más prulifico exponcn-
primas y fuentes energeticus, introduciendo te dc Ia tesis de Ia sobrccarga es bastante sim-
un factor de Iuertc disfunciunalidad en Ia acu- ple: "Cuando ci producto nacional aumenta
mulación s distribution de recursus por parte mis lentamente que los costos de los progra-
de los sistemas politicos occidentaics. mas pOblicos y de las demandas salariales, Ia
Por lo tanto, Ia crisis actual, de cualquier economia estO sobrecargada" (Rose. 1978). Las
lorma que se interprete, tiene como telUn de consecuencias de Ia sobrecarga pueden ser de
fondo una seric de acontecimientos de carAc- diversos tipos. En primer lugar pueden mci-
ter politico en sent ido ampiio. Ciudadanos y dir en Ia eficacia del gobierno, o sea en su
grupos organizados tie los sistemas politicos capacidad paru alcanzar los objetivos prome-
occidentales, habituados a un crecimiento tidus y niantener In Ic en los compromisus.
constante e ininterrumpido desde finales tie En segundo lugar iniluyen en el consenso de
los cincuenta y hasta principios de los seten- los ciudadanos, u sea en su disposiciOn a obe-
ta, se han encontrado de improviso ante un decer espontáneamente las Ieyes y directivas
estancamiento del proceso N. una posterior dci gohierno aunquc éstas vuyan en contra de
inversiOn del mismo. A fin de alejar las con- sus intereses contingentes.
secuencias desagradables y aprovechando los Un gobierno que mantenga ci consenso de
numerosos espacios disponibles de purticipa- los ciudadanos, peru que pierda eficacia, scrá
ciOn, ciudadanos v grupos han presionado improductivo. Si Ia situación persiste, a In lar-
subre los respectivos gobiernos a fin de que ga Ia perdida de eficacia llevará a una dismi-
mantuvieran el mismo nivel de servicios nuciOn del consenso y por lo tanto a In iicgi-
sociales glohules. En los sistemas competiti- timidad a los ojos de los ciudadanos e inclu-
vos, los diversos gobiernos han accedido a so a una posibie caida. Es raro el caso inver-
tales dcmandas a fin de no perder las eleccia- so tie un gohierno que goza de escaso consen-
nes v asi ci dcsequilibrio entre entradas y sali- so peru que es eficaz, y que par lo tanto puede
das ha aumentado considerablemente apare- recurrir a In coercion con respecto a los opo-
ciendo Ia espiral inflacionaria (sin reducir par shores. Solamente un gobierno que se base
otro lado Ia insatisfucción tie los diversas gru- en In eficacia y en el consenso es un gobierno
pos). SegOn el tipo de sistema, Ia disponibili- plenamente legitimo y asi pues, en los siste-
dad de recursos, Ia capacidad de los gobier- mas politicos contcmporáneos, cada vez más
nos, ci nivel asuciativO y el control de las aso- Ia iegitimidad es el producto de las prestacio-
ciaciones sobre los procesos politicos, ci coe- nes gubernamentales que satisfacen las cxi-
ficiente de inflatiOn y Ia crisis de g. se han gencias tie amplios grupos sociales.
manifestado de mancra distinta. Sin embar- Recientemente los exponentes de In versiOn
go, dicha proceso ha afectado a todos los sis- de Ia sobrecarga se han pianteado Ia cuestiOn
tema' politicos. Pasemos a anali,.ar más deta- tie si esta sobrecarga pueda conducir final-
Iladamente las tesis anteriormente mencio- mente a In bancarrota de los gobiernos. La
nuda'.. pregunta se angina en ci constante desequi.
Iihrio entre entradas y salidas y en Ia impo-
Iii S0111' C 'C C PISIS I IMAL 1)11 i-.sIu;J. Suhie- sibilidad quc tienen algunos gobiernos de
curga crisis fiscal dci estadu representun reducir en forma significativa ci ga.sto pObli-
7e (.OBERNM3ILIDAI)

COO de aumentar de modo adecuado las entra- "el estado debe esforzarre por crear y conser-
das. La respue.sta a tal pregunta es que los var condiciones idOneas para unit rentable
gobiernos no pueden declararse en bancarro- ucumulaciOn de capital y, por otro lado, por
ta como hacen los Comerciantes o las indus- erear v conservar condiciones idOneas para
trias. Para evitar este fenómeno existen las Ia armonia social. Un estado capitalistu que
redes de solidaridad entre los gobiernos ccci- utilizara abiertamente sus propias fuerzas de
dentales, basadas en una valoración de las coerciOn para ayudar a unit clase a ucumu-
repercusiones internacionales que tendria. lar capital a Costa de otras clases perderia
Sin embargo con ello sigue planteado el pro- legitimidad y socavaria las propias bases de
blema de Ia erosion de legitimidad de un lealtad v consenso. Pero UII estado que igno-
gohierno que en Ia práctica resulta insolvente. rant Ia necesidad de estimular el proceso de
Los partidarios de Ia versiOn de Ia sabre- acumulaciOn de capital current el riesgo de
carga, cuando se aventuran a proponer solu- cegar Ia fuente dcl propio poder: Ia capaci-
ciones. caen en las recetas de sello neolibe- dad de Ia economla de generar excedentes v
ral. La primera de estas soluciones se consi- los impuestos grahados sobre tales exceden-
dera ya clásic: " reducir de modo significa- tes" (O'Connor).
tivo Ia actividad del gobierno". Se trata de Con una argumentación basada cusi exclu-
una receta a largo plazo, dados los compro- sivamente en el contexto estadunidense y en
misos de gasto asumidos pot numerosos pro- lit evoluciOn del presupuesto estatal v de los
gramas de gobierno y dadas las limitaciones sectures económicos de aquel pals, Ia tesis de
electorales, lo cual hace que no sea aceptada In crisis fiscal del estado aparece dudosa bajo
sino parcialmente. Ni siquiera los Ilamados distintos puntos de vista. En primer lugar Ia
gobiernos burgueses quc han sucedido a los premisa de fotido, que establece Ia necesidad
socialdemOcratas en Suecia han querido o por parte del estado (capitalista) de garanti-
han sabido desmantelar el estado de bienes- zar Ia acumulaciOn v de preservar Ia legiti-
tar. La segunda receta, de mayor complejidad, midad, parece olvidar que éstas son prácti-
consiste en intentar reducir las expectutivas camente las funciones indispensabks, esen-
de los grupos sociales, desvaneciendo Ia ilu- ciales, de todos los estados contemporãneos
sion de que en un momento u otro el estado desde ci momento en que se ha superado Ia
intervendrá para salvar o sanear cualquier etapa de un estado como vigilante nocturno.
situaciOn. Aunque choque con valores y creen- En todo caso varian las modalidades con las
cias muy difundidos, en caso de tener éxito que se cumplen tales funciones v el peso de
esta receta representaria Un elemento impor- Ia coerciOn v del consenso en el proceso de
tante "en descargo" de los estados. La terce- acumulacion y de distribuciOn de los
ra receta consiste en aumentar los recursos recursos.
o entradas a disposición del estado: a pesar Además falta unit explicación a fondo de las
de Ia "bendiciOn a medias" de Ia inflaciOn. razones por las que Ia crisis fiscal dcl estado
resulta una solución dificil. Finalmente, una se presenta con curacteristicas mâs graves a
receta apenas esbozada pot los investigado- partir de Ia mitad de los sesenta (aunque el
res de Ia sobrecarga Consiste en proceder a case norteamericano puedu interpretarse par-
una reorganización de las instituciones esta- cialmente a Ia luz de Ia excesiva expansiOn dcl
tales en el sentido de su simplificacion en Ia gasto pOblico derivada de Ia decisiOn de John-
que respecta a que Ia complejidad estorba a son de financiar ci estado de bienestar, o sea
su eficacia. En esta ültima temática se basa los prorumas de lit (;ran Sociedad, v el war-
también Ia versiOn fuerte de Ia crisis fiscal farL' stare, o sea Ia guerra de Vietnam) v no
del estado y las tesis de las crisis de Ia demo- se mencionan los mecanismos politicos que
cracia y de Ia racionalidad del estado. han conducido a este estado de cosas. No SC
Por lo que respecta a Ia tesis de Ia crisis fis- liega a un analisis profundo y adecuado de 1a
cal del estado, se pane de Ia premisa de que relaciones entre Ia funciOn de acumulaciOn
el estado capitalista. a fin de asegurar su vIa función de legitimacion, que segOn O'Con-
reproducciOn, debe desempenar dos funcio- nor estanian caracterizadas por una contra-
nes tundamentales: garantizar Ia acumula- dicciOn interna. En ci análisis econOmico de
ciOn y mantener Ia legitimidad. En resumen, Ia crisis fiscal dcl estado norteamericanu el
(.OBERNABI I .It)\1) 707

autor no cunsidera en absoluto ci papel de los los procedimientos y orgunizuciones politicas.


aparatos ideológicos y de Ia legitimaciOn sim- Si por el cuntrario disminuye Ia autoridad
bólica. Su tesis Ilega como máximo a scnalar politica sc sigue como consecuencia Ia ingo-
algunos problemas de crisis fiscal dcl estado, bernabilidad del sistema. Aunque a grandes
como el dcl desa uste debidu a Ia incapucidad rasgos ci punto de referencia siguc siendo ci
de finunciar ci aumento de los gastos con ude- caso estaduiiidense, su aplicabilidad tiene un
cuados incrementos tributarios. Peru, como alcance más arnplio: "Ia vitalidad de Ia demo-
ha observado acertadamenic Antonio Pedo- cracia en los años sesenta (manifestada en el
ne, una cosa Cs Ia crisis fiscal dcl estado v otra aumcnto de participación politica) genei-O
muv distinta Ia crisis dcl estado fiscal. Esta problemas para Ia g. de Ia democracia en los
ultima solamente tiene lugar cuando se pro- años setenta (derivados de Ia disniinuciOn de
duce una contracción drástica en Ia esfera de cunfianza del pOblico en Ia autoridad de
las actividades econOmicas sometidas a Ia mi- gobierno)" (Huntington).
ciativa privada y en consecuencia un agota- La situaciOn sc muestra especialmente gra-
miento de las "propias bases del estado fis- ve, ya que Ia expansiOn de Ia intervenciOn del
cal. Peru, como demuestra Ia experiencia, Ia gobierno se realiza en una fase en Ia quc se
disolución más o menos rápida dcl estado fis- produce una contracción de su autoridad,
cal puede ir acompunada de una expansion derivándose de ello un desequilibrio democrd-
o reforzamiento de Ia organizaciOn estatal" I1CO. La disminuciOn de confianza de los ciu-
(Pedone). dadanos respecto de las instituciones de
Los que sostienen Ia tesis de Ia crisis fiscal gobierno y Ia falta dc credibilidad en los
dci estado no proponen deliheradamente nm- gobernunics provocan autom.tt icamente una
gunu soluciOn a un problema quc cunsideran disminuciOn de las capacidades de estos Olti-
positivo porque revela las bases y socava los mos para afrontar los problemas, en un cir-
fundamentos dcl estado capitalista, adelan- culo vicioso que puede definirse como Ia espi-
tando su caida. La soluciOn es pues Ia espera ral de Ia ingobernabilidad.
de Ia caida (que paradójicamente puet! 'er Las causas de dicho fcnómeno se i emon tan
ci producto no querido y no intencional de. ts a las transformaciones culturales de amplio
rebeliones antiimpuestos de los contribuyen- alcance que cuiminaron en los años sesenta
ics de Ia clase media) o, más raramente, Un en un tipo de sociedades altamente escolari-
cambio de relaciones entre las clases. Pero es zadas, expuestas a los medios de comunica-
precisamente dicho cambio lo que a corto pla- ciOn de musa, tendientes a Ia participaciOn
zo constituye Ia causa más importante de Ia reivindicativa, lanzadus a desafiar a Ia auto-
necesidad de desarrollar, por parte dci esta- ridad en todos los campos y en todas las ins-
do, las funciones de acumulaciOn y legitima- tituciones, de Ia familia a Ia escuela, de Ia
dOn a un mismo tiempo. Sin embargo queda fábrica a Ia burocracia. Los etectos positivos
abierto ci problema de si Ia organizaciOn esta- de Ia ruptura de niodelos politico-culturales
tal que seguirá al cambio de i-elacioncs de cia- fundados a menudo en el paternalismo y en
se estará en condiciones de hacer frente a Ia ci autoritarismo resultaron ser de corto dcc-
propia exigencia de cambio y reproduccion to, ya que nada ha sustituido a tal desafio
sin crisis fiscal y sin coerciOn de las masas. antiautoritario, nada que permita una recom-
Resurgen los problemas politicos referentes posiciOn de los valores y un reagrupamiento
a Ia organizaciOn del consenso afrontados de de intereses. El resultado global ha sido un
mancra directa, dentro del marco capitalis- consenso sin objetivo.
ta y democrático, pur Ia tesis de Ia crisis de Determinadas las causas de Ia crisis de g.
la democracia. de Ia democracia en Ia relación entre trans-
formaciones culturales en sentido amplio y
IV. LA (kISIS DE LA DEMOCRAUA. En el nOcieo cen- estructuras y procesos politicos, los autores
tral de e,ta tesis se afirma que una democra- vinculados a Ia ComisiOn Trilateral han bus-
cia es tanto más fuerte cuanto más organiza- cado las soluciones en Ia misma esfera. En
da cstá y que el aumento de Ia participaciOn efecto, las mismas tensiones inflacionarias y
pulitica debe ir acompanado por una institu- las dificultades fiscales pueden canalizarse,
cionalizaciOn (legitimaciOn Y aceptaciOn) de en esta perspectiva, hacia Ia esfera politica
708 GOBERNAHILIDAD

y social: alta participación politica, fuerte preferencias y de las expectativas politicas.


compctición electoral, total dependencia de La lesis de Ia crisis de racionalidad intenta
los gobernantes a las preferencias de los ir mãs aiIá de estas premisas y en cierto sen-
gobernados, amplia aceptación de los valores tido las supera formulando una ambiciosa
democráticos de igualdad y de individua- proposiciOn de teoria global de Ia crisis del
lismo. "capitalismo maduro".
La solución más controvertida que se plan- Modificando numel-osos conceptos de Ia
tea a partir de tal relación consiste no tanto teoria de los sistemas y huscando una inser-
en auspiciar praxis no democrziticas como en cion en un esquema interpretativo que surge
ir frenando el proceso de democratizacion de una leciura moderna de Marx. Ia tesis de
("existen limites potencialmente auspiciables Ia crisis de racionalidad parte del análisis de
en un proceso de ampliación indefinida de Ia los estados capilalistas (yen realidad de todas
democracia politica"). con ci intenlo de "des- las Formaciones socioeconomicas) en cuanto
cargar" ci sistema poiitko de demandas que sistemas glohales basados en un "principio
amplien funciones 0 soca,en autoridad ("se organizador". Este principio tienc un doble
hace necesario sustituir una menor margina- aspecto: par un ladu consiste en Ia afirmaciOn
don de algunos grupos con una mayor auto- de un dominio no politico de clase ("despoli-
limitacion de todos los grupos"). par una rein- tizacion de Ia relación de clases y anonimato
troducción de diferenciaciones ("toda orga- dcl dominio de clase"): par ci otro. se explica
nizaciOn social requiere en cierta medida dis- en Ia instituciOn de un mercado en el que exis-
paridad de poderes y diferencias de funcio- Ic un "intercarnbio de equivalenies" y una
nes") y linalmente par una desceniralización accion orientada hacia el interés susliluve a
politica ("Ia g. de una sociedad en el piano una accion orientada al valor.
nacionai depende de Ia medida en que es Sin embargo. este principia de organización
gobernada elicazmente a niveles subnaciona- contiene en si misnlo una contradicciUn con-
les, regionaics, locales. funcionaies e indus- siderada fundamental. El esiado se encuen-
triales"). tra ante ci deber de pruteger Ia propiedad pri-
Aunque estas recetas puedan parecer por vada aI mismo tiempo que justifica SU exis-
un lado conservadoras y par otro poco mci- tencia ya que cumple funciones sociales. Asi
sivas, su valor real consiste en detectar terre- pues Ia incapacidad de desempenar las fun-
nos inmediatamenteoperativosa partirde los ciones sociales esenciales para ci manteni-
éxitos conseguidos en aquelios paises que han miento de Ia integraciOn social se refleja
superado Ia crisis de g. En Austria, Succia, inmediatumente en una crisis dcl sistema glo-
Suiza o Noruega, Ia credibilidad de los gobier- bal. Con palabras de Habermas, "en las sock-
nos es Ia resultante de Ia diferenciación de dades liberal-capitalistas las crisis se hacen
poder o de Ia presencia de una vasta red de endémicas purque los problemas de control
asociaciones a punto de unificar eficazmen- no resueltos a tiempo, generados por ci pro-
te los intereses y de formular reivindicacio- ceso de crecimiento econOmico a intervaios
nes con éxito dentro de un marco de compa- mas o menus rezularcs, amenazan coma tak's
tibilidad. Pero con base en lo dicho, ise pue- Ia integraciOn social".
de decir que no existe una verdadera crisis Fiel heredero de Ia tradiciOn de pensamien-
de los estados contemporáneos? to de Ia escuela de Franciort, Habermas
amplia su interpretaciOn hasta el punto de
V. LA CRisis DI. LA KACIOSUJOAD. La tesis de comprender ci sistema social entero en sus
Habermas acepta algunos de los presupues- diversos componentes. detectando en ci mis-
tos sobre lOs que se han construido las otras mu cuatro tendencias de crisis:
tesis que explican Ia crisis de g. En especial. el sistema econornico no crej en Ia mcdi-
acepta Ia premisa de Ia expansion del papel da necesaria valores consumibles;
del estado y del crecimiento de su interven- el sistema administrativo no genera en Ia
ción en Ia esfera de Ia economia y senala las medida necesaria opciones racionales:
caracterIsticas poilticas de Ia crisis debidas * el sistema de Iegitimizacion no aporta en
al camblo de relaciocs entre valores v est rue- Ia medida necesaria motivaciones gencrali-
tura. en el caInpi de Ia p.IrticipaeiOn, de las zadas:
(OBIRNHILIDAt) 709

el sistema suciocultural no genera en Ia cus quc han existido histOncaffente. Por lo


medida necesaria unu motivación para Ia tanto el término C. tiene connotaciones de
acción." problema efectivamente nuevo. Aceptado
Permanecicndo siempre cn Ia linca dc Ia esto. Sc plantea Ia discusiOn sobi-e las carac-
tradiciOn de Francfort. Habermas no formu- teristicas de tab novedad y sobre sus 1mph-
Ia soluciones especificas al problema de Ia cri- caciones. La confrontación de las diversas
sis de racionalidad. Sin embargo, partiendo tesis hastu ahora formuladas suscita una pro-
de Ia contradicción de fondo, quc se expresa blemOtica de tales dimcnsioncs que no pue-
de esta mancra: • en Ia medida en quc los de interpretarsc en forma reduccionista coma
recursos cconómicus no bastan para alimen- unu simple crisis de sobrecarga o crisis fis-
tar debidamente a las victimas del crecimien- cal del estado, ni tan solo como una mera cri-
to capitalista, se plantea ci dikrna entre inmu- siS de los aparatos politicos, sino como cri-
nizar al estado contra tales pretensiones o sis global de transforrnaciOn de las bases de
paralizar ci proceso de crecimiento". Haber- todo un sistema social (ya sea quc nos limite-
mas estabiece las soluciones que se han de mos a los sistemas capitalistas, coma se hace
evitar. En ahieria piêmiva contra Ia teoriza- comOnmente, o que nos extendarnos, como
ci6n de Nikias Luhmann, rechaza Ia soiución seria Ia correcto, a todos los sistemas contem-
fundada en Ia planihcucion o en Ia creación porOneos avanzados).
de un estado administrativo protegido par los En esta perspectiva, Ia indicaciOn metodo-
partidos y por Ia opinion püblica, inmuniza- IOgica de Liihmann adquierc todo su valor. La
do respecto a una participación demasiado necesidad de tener en cuenta interacciones
incidente. globales no reducibles a intercambios bilate-
En conclusion, aunquc articulada y profun- rales y relaciones en las que no son inmedia-
da en ci anlisis, Ia tesis de Ia crisis de Ia tamente identificables todos los actores, obli-
racionalidad dcl estado, aun captando mejor ga a avanzar en Ia linea de on análisis sisté-
quc cualquicr otra tesis los nexus entre las mico. Este se funda en Ia detección de cam-
dicrsa.s esicras que par si solos pueden expli- pos funcionales y en Ia verificaciOri de las
car Ia ingobernabilidad de los sistemas gb- pasibilidades existentes para Ia acción con Ia
bales, parece pecar de falta de realismo. En correspondiente selccción de opciones. Peru
efecto, algunas de las categorias usadas, entre tampoco Luhmann of rece indicaciones con-
ellas Ia de propiedad y Ia de clase social, han cretas en cuanto a perspectivas de investi-
sido sometidas a una severa y drOstica criti- gación.
ca, obligando a una reformulaciun; otrus, Si par un lado a algunas de las tesis ante-
como por ejempbo Ia dc participuciOn, estân riormente expuestas les falta Ia congruencia
actualmente en proceso de revisiOn. Haber- indispensable para ser verdaderas y reales
mas no Ilega a confrontar plenumente dos de teorias interpretativas (como es el caso de las
los ms importantes conceptos desarrollados tesis de Ia sobrecarga y de Ia crisis fiscal del
lUcida y friamente par Luhmann, a saber: Ia estado), par otro tienen ci mérito de ser fácil-
sustituciOn de una explicuciOn fundada en Ia mente falsificables. La tesis de Ia crisis de Ia
estratificaciOn par clases por una basada en democracia parece haber sido formulada en
Ia diferenciaciOn funcional y par Ia categoria términos tales que se pueda Ilegar a una yen-
de "globalidad social". ficación empirica, gracias a Ia detecciOn pre-
cisa de areas en las quc tal verificaciOn es
Es precisa-
Vi. h'ERSIEcTJVAS DE IA INVESTIGACION. posible y auspiciable. En cambio, Ia tesis de
mente Ia categoria de globalidad social Ia que Ia crisis de racionalidad, por su misma pre-
indica el camina patencialmente más kcun- tension de omnicomprensividad, se coloca en
do para el análisis de los problemas de g. y on nivel de abstracciOn excesivamente eleva-
de ingobernabilidud de los sistemas politicos do, huciéndose necesaria una traducción en
contemporáneos. No hay duda de que, desde términos operativos; par lo tanto está desti-
cualquicr punto de vista con que se enfrente nada a chocar con algunos de los procesos
Ia temática, se hace evidente que los sistemas reales detectados por Luhmann y a reformu-
politicos actuaks son más dificiles de gober- lar algunos de los conceptos dave que utiliza.
nary de transformztr quc los sistemas politi-
710 (;OHIER4O

RIBLIOGRAFIA: J. Hubermts, Prnhit'mas de legiii- poder de g. en un area estatal. &io en casos


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rico di dottiande, en .Sindncato e pulitica tielia idiomas latinos difierc del que Ia palabra
.societa post-indu.ctriaie, a cargo de G. Urhaiii, j,'overnme,,t tiene en los paiscs angiusajoncs.
Bolonia, II Mulino, 1976; C'hallen,'e to gove roan- Esta Ultima sitnilicu en efecto, • roso modo,
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tes de Ia icgiliuiidad(1977). Mexico, Siglo XXI. indicar lo quc entendemos con Ia palabra g.,
1980. en ci idioma inglCs Sc usan otros tCrminos
cumo cabinet, en ingiaterra, y administration.
[c;IASFRANc0 PAsOtI1N01 en Estados Unidos.
Aunque bajo Ia influencia del uso anglosa-
jon tambiCn en muchos estudios politicos
publicados en Europa continental Sc ha usa-
goblerno do con bastante frecuencia Ia nociOn amplia
dcl tCrmino g., parecc oportuno remitir para
En una primera aproximación. v
I. DLFINICION. este concepto a in voz regimen politico (v.) v
de acuerdo con uno de los significados que definir ci g. con In acepciOn mis limitada pro-
tiene ci tCrmino en ci lenguaje politico pucsta anteriormentc, porque cstã más de
corriente, se puede definir ci g. como el con- aeuerdo con ci icnguaje corriente.
junto de las personas que ejercen ci poder
politico, o sea que determinan Ia orientación ii. ORIGEN HISTORICO.Más arriba vimos que ci
poiltica de una cierta sociedad. Es necesario termino g. cstaba asociado ordinariamcnte a
añadir, sin embargo, que ci podcr de g., estan' Ia noción de estzrdo. Ahora bien, ci estado sOlo
do ordinariamente institucionalizado. sobre es una de las formas que ha adoptado Ia orga-
todo en ]a sociedad moderna, esta asociudo ni:iciOn politica de Ia sociedud en ci trans-
normalmente a Ia nocin de estado. En con- curso de Ia historia (In mãs evoiucionada v Ia
secuencia, con Ia expresión "gobernantes" se más compieja). en Ia quc se ha puesto de mani-
entiende ci conjunto de las personas que fiesto ci poder de g. Si ci estado es un tipo de
gobiernan ci estado y con Ia de "gobernados" organizacion politica relativamente rcciente
ci grupo de personus que cstán sujetas al We ordinario se situa su origen a piincipios
(.OBIERXO lii

del siglo xvi). Ia formación de un puder de g. especifica de Ilevar a caho Ia integraciOn de


SC remonta a una fase histórica muy anterior. Ia sociedad y defenderla de los grupos
Por ejemplo. Ia ciudad-cstado y ci imperio feu- externos.
dal son lormas preestatales de organización La supremacia del g. sobre los demás cen-
politica, en las que se puede encontrar un tros que operun en ci seno de Ia sociedad estA
poder de gobierno. garantizada por Ia tendencia a monopolizar
Desde ci momento en que Ia evolución de ci uso de Ia luerza. Ahora bien, si Ia existen-
Ia divisiOn del trabajo determinO. pur un lado. cia de un g. central que detenta ci monopoiio
Ia formaciOn de relaciones sociales más corn- de Ia fuerza es, indudablemente, un aspecto
pie jas quc las reluciunes de parentesco y, por tipico dci estado moderno, y representa, por
el otro lado. Ia consuiidación de profundas lo tanto. ci punto de Ilegada de una larga y
desigualdades sociales entre los individuos y compleja evoluciUn histOrica, ci uso de Ia
entre los grupos, se crearon conflictos tan fuerza (o Ia amenaza de recurrir a ella) ha sido
fuertes que surgiO Ia necesidad de organizar siempre ci medio especifico que han tenido
Ia pobiación bajo ci mando de un jefe, al que las autoridades dcl g. a su disposiciOn para
se k debia cunfiar Ia tarea de imponer las garantizar Ia suprernacia de su poder.
reglas necesarias para Ia producciOn y de Sin embargo, puede decirse que un g. serã
limitar los ekctos disgregatorios de esos con- fuerte si se funda en ci consenso, mientras
flictos. Dc esta manera se produjo. en sus tér- que ningOn g. podrá subsistir a ia iarga Si está
minus más generales, Ia transición de Ia constrenido a imponerse siempre por Ia fuer-
comunidad primitiva a Ia organización poll- za. Aunquc ci liberalismo, Ia democracia y ci
tica de Ia sociedad, en Ia que aparece por pri- socialismo hayan contribuido a ampliar Ia
mera vez una forma rudimentaria de base social del poder y, en consecuencia,
gobierno. hayan dado inicio a un proceso de humani-
No obstante. ci poder de g. no es sOlo ci zaciOn de Ia vida politica, el ejército. Ia poli-
resuitado de clernentos determinantes pro- cia, las cárceles, etc., constituyen aOn ci fun-
pius de Ia comunidad sino también de una darnento Oltimo sobre ci que descansa ci
necesidad externa. Ya que ci mundo siempre poder de gobierno.
ha estado (y todavia lo está) politicamente La fuerza y ci consenso son pues los dos
dividido y duminado por Ia anarquia interna- momentos diaiécticos que delinen al g. Se tra-
cional, cada g. debe proveer a Ia defensa de ta de términos contradictorios, que no obs-
los ataques de otras comunidade.s politicus. tante pueden conciliarse en una situación, que
La concentración del poder en los órganos de nunca se ha reaiizado en Ia historia más que
g. constituye. pues. ci instrumento mãs eli- coma aspiración, en Ia quc Ia fuerza se califi-
caz p..tra hacer frente a las exigencias de segu- que de autoconstricciOn de Ia sociedad sobre
ridad y de poder de Ia comunidad poiitica. si misma, en Ia que, en definitiva, fuerza y
consensu tiendan a confundirse.
in. FuNclox y L5TRCCTURA DEL GOS1EFO. Debido a Si nos proponemos ahora especificar más
que en ninguna sociedad se produce nunca las determinaciones posteriores del concep-
una adaptaciOn espuntanea y automática a ias to de g. en reiaciOn con las funciones del esta-
nurmas en que se funda el desenvolvimiento do, tal como se han ido distinguiendo lenta-
reular y ordenado dc las reiaciories sociales, mente en ci transcurso de Ia historia, y tal
en toda comunidad politica existe un Organo como se han formulado en Ia doctrina de Ia
quc tiene como tarea Ia de imponer las reglas divisiOn de los poderes, debemos afirmar que
de cunducta y de tomar las decisiunes nece- el g. coincide con ci poder ejecutivo, o mejor
sarias para mantener Ia cohesiOn dci grupo. dicho con los órganos de Ia cüspide de ese
Ete Organo es ci g. Por este motivo, en todo poder, o sea con exclusion de todo el aparato
ci trunscurso de Ia evolución histOrica de Ia de funcionarios que tiene Ia tarea de colabo-
humanidad, a partir de una determinada lase rar en el funcionamiento de los servicios
de su desarroilo, en toda sociedad se puede pOblicus, dando cumplimiento a las decisio-
encontrar alguna forma de g. entendido como nes dcl g., o sea Ia administraciOn pOblica.
poder relativamente autónomo respecto de Dc Ia definiciOn propuesta se deduce tam-
los distintos grupos sociaies con Ia función bién que los órganos iegislativos y los judi-
712 (.OBIFRNO MIXT()

cialcs no forman parte directamente de los cuyo papc!, en todocaso, no deberia exceder
órganos de g., a pe.sar de que estos ültimos ci de Ia presión o infiuencia sobre los horn-
ejercen su poder dentro de una competencia, bres quc estãn en el poder. Sin embargo, en
más o meno.s amplia y más o menus directa, todos los lugares en que se puede identificar
segtin los casos, con los primeros. Natural- Ia sedc efectiva dcl podcr de g.. en toda çomu-
mente, ci hecho de que esos Organos concu- nidad politka, es posible encontrar un con-
rran a! cjercicio del poder implica también junto de funcioncs estables y coordinadas,
que pueden delimitar v controlar en cierto liendas al uso del rnonopolio de In fucrza, en
modo In acción del gobierno. los que descansa ci poder dc dccidir de mane-
En ci estado modcrno, ci g. se componc nor- ra determinante In orientación politica. Des-
malmente del jefe dcl estado (monarca 0 pre- de el punto de vista de In teoria de Ia clase
sidente de Ia repüblica) v dci consejo de minis- politica, entendida como esquerna ciasifica-
tros, dirigidos por el jefe del g. En las repU- dor de las conductas de los que dedican Ia
blicas presidenciales ci jefe dci estado es In mayor parte dc su act ividad a In politica, Ins
figura prominente del g.. v en las repüblicas funciones de g. cunstituven, por lo tanto, sOlo
parlamentarias Ia figura prominente es. en una parte de Ia chise politica, In cüspidc de
cambio, Ia del primer ministro. En algunos In disc politica de g. con exclusion de Ia par-
tipos de federación, como en Estados Unidos, te restante de in clase poiItica de g. v de ia
ci presidente reüne los poderes de jefe del clase poiitici de oposiciOn.
estado y de ide dcl g. Dci mismo modo, en
las monarquias absolutas todo ci poder Ic per- G. Mosca, I t'mi'nhi di S('ielIa pith-
HIIiLIo(;RAFI.:
tenece al monarca. zici, Burl. Laterza, 1953'; Varios autores, Gun-
A pesar de quc desde ci punto de vista cons- t'er,,sjs ci '(nn'erp,a,zis, en Ri'eucil.c de Ia Soeitiè
titucional ci g. se define como ci ürgano en Jean Bodin pour I'Iiisioire eomparalne cit's ins-
que se manifiesta ci podcr estatal en toda su niuiz(ms. xxii-xxvtt, Bruseias, 1965-1969: M.
plenitud, desde el punto de vista socioiogicu Weher. La politica eonci pro lesion, en El iraha-
se comprueba que en los estados modernos, jo init'lt't'ival anna pro feston. Barcelona, Bru-
en quc se cumpien las condiciones de alguna guera. 1983.
forma, más o menus libre, de participación
electoral del pueblo, los centros de poder a [t.ucto iivi]
los que de ordinario está subordinado el g.,
en ültima instancia (subordinado naturalmen-
te de una manera no absoluta ni mecánica,
porque siempre cucnta con una autonomi.t gobierno mixto
rclativa propia) son ci partido o In coalición
de partidos de g. En los rcgimcnes de parti- I. ix i xrIc;tEn.u). Pari comprender quc Sc
do Unico, ci poder de g. Cs detentado por ci cnticndc par "g. mixto" en Ia historia del pen-
jefe o por los jefes dci part ido, v en los regi- samiento politico hay que partir de hi tipolo-
menes bipartidistas el jcfc dcl U. es ordina- gia chisica de las formas dc gobierno, segün
riamente ci jefe dci partido de Ia mavoria; en In cual existen tres formas buenas: Ia monar-
los regimenes pluripartidistas, Ia designación quia, Li aristocracia y Ia dernocracia. v tres
dci jefe dci g. surge de on compromiso entre formas malas: Ia tirania. In oligarquia v In
los partidos de Li coalición de gobierno. demagogia; hay que partir tambiên de Ia idea,
Porotra parte, puede sucederque ci poder comün a los principales escritores politicos
de g. esté concentrudo parciai o totalmente de Ia antiguedad. segOn Ia cuai las tres for-
en un grupo de tecnOcratas de Ia administri- mas bucnas ticnden fatalmcnte it degenerar
don publica, de jefes miiitares, de jefes reli- en las respect ivas forrnus malas. La doetrina
giosos, etc., a los que. de acuerdo con ci esque- dci g. mixto consiste en ci enunciadoy en Ia
ma constitucional de In divisiOn de poderes, argumentaciOn relativa en favor dcl principio
se les deberia negar ci poder de decision poli- scgOn el cual Ia degeneracion de una formu
tica, y al menos en io que concierne a Ia admi- buena en una maLt pLiede evitarse con Ia cons-
nistraciOn pübiica v al ejercito deberia habcr tituciOn de on gohierno que resulte de una
institucionalmente funciones de ejecución. v mezcla o combinacion o atemperaciOn o inte-
(IOHIERN() MIXTO 713

gruciOn reciproca a fusion sin mis de las tres dadera v propia ideologia dci g. mixto, y a
lormas huenas. En sustancia, ci g. mixto Poiibio se refieren generalmente tanto quie-
representa una cuarta a. si se tienc en cuen• nes Ia adoptan adaptándola a las diversas
ta tambkri a las formas malas, una siptima situaciones históricas cunio quienes In recha-
forma de gohierno cuvo tratamiento pertene- zan. En ci sexto libro de In Hisioria, Polibio.
cc no tanto al análisis descriptivo de las for- después de huber narrado las vicisitudes de
mas de gobierno v su consiguiente tipologia Ia bataila de Cannas (216 a.C.). se detienc para
cuanto al debate on tomb a Ia mejor forma describir Ia constituciOn romana, pues "Ia
de gobierno. con.stituciOn de on pueblo debe ser conside-
La prirnera referenda a In hondad de Ia con- rada In prirnera causa del ascenso v Ia caida
rnixtión se encuentra en conocid() pasaje de de toda naciOn" (vi, 2). Ahora In excelencia de
las Leve's de Platon, on el que put lo demás In constitucion romana consiste realmente en
nose enuncia Ia doctrina clasica dcl g. mixto que es una cunstituciOn mixta, pues "si Con-
porque las formas de gobierno tomadas en sideramos Ia pane dcl poder de los cOnsuks,
considerackn no son tres sino dos: despucs el estado aparecla sin mãs como monãrqui-
de haber dkho quc las dos formas de gohier- co o real, pero SI on cambio consideramos al
no madres de todas las deniis son Ia nionar- senado aparece coma amistocrtico, y si vemos
qula. de Ia que In mas alta expresiUn se el pudcr de Ia multitud parece sin duda demo-
encuentra en Persia. v Ia demcxracia, cuva cratico" (vi. 12). Esta excekncia depende del
rnás alta exprcsión se encucntra entre los hecho de que sOlo las cc,nstituciones mixtas
griegos, Platon precisa que "para que en un aseguran gobiernos estables. Polibio parte de
estado hava lihertad v concordia....s abso- In tipologia de las scis formus de gobierno,
lutamente necesario quc ci gobierno partici- tres buenas v tres midas: despuôs sostiene que
pe de una y otra de estas dos formas ... ; un cada una de las lormas buenas estã destina-
estado no podrá ser hien gobernado si faltan da a degenerar en Ia respect iva forma mala,
estas condiciones" (693d). En ci segundo libro dando origen it un ciclo histOrico lormado por
de In PoIiiica, Aristoteles, criticando esta afir- seis lases (munarquia, tirania, aristucracia,
macion piatUnka. anade: Me jar es ci parti- oligarquia, democracia, oclocracia). el cual.
do de aquellos que buscan mezclur los diver- al compietaise, regresa al principio (sc trata
sos tipos de constilución, purquc es mejor In de In famosa teoria de los ciclos o anaciclo-
forma de constituciOn que deriva de In fusion sis). La primeru constituciOn mixta, y ejem-
de niuchos tipos distintus" (1266a). Poco plar. es , .segOn Polibio, Ia de Esparta: habién-
antL's. ci propio Aristoteles daba ci eiempio dose dado cuenta Licurgo de que "todo
de Esparta: " Hay quien sostiene que Ia cons- gohiernu simple v fundado en on solo princi-
titución melor debc estar constituida por Ia phi era precario porque bien pronto cambia
nic,cia de todos los tipos de constitución y it Ia forma corrompida", elahorO una coristi-
por ello loan a In de Esparta: de hecho sos- tución que reunia "todus las cualidades y
tienen que esta deriva do hi monarquia. de In caracteristicas de los sistemas politicos exce-
oligarquia v de In democracia" (1265b). Aun- lentes, de modo que ninguno de ellos, al
que PlatOn en las Lt'ves se referia a In consti- udquirir una fuerza mayor que In necesaria,
tuciOn de Esparta conlo una eonstituciOn e desvie hacia los males congtnhtos. sino de
compuesta. que por cierto'. aspectus se pare- modo que Ia fuerza de uno neutralice las de
CC it una tirania, par otros a una democracia, los dem.ts, SC equilibreti los diversos puderes,
par otros mIs a una aristocracia Va una fliflgLiflb se exceda ci sistema politico per-
monarquia, no io hacia tanto con elfin dc dc- manezca por largo tiempo on perfecto equi-
varla a modelo como para constatar In difi- librio, como Ia nave que vence a Ia fuerza de
cultad de asienarla a tai o cual tipo de cons- In corriente que se Ic opone" (vi. 10). Dc este
titucion (712d-e). En toda Ia historia dcl pen- pasaje se ye adem.is que Ia superioridad dcl
sumknto politico Ia constituciOn de Esparta g. mixto no depende solo del hcho de que
se volvera un punlo de referenda obligado en garuntice Ia estabilidad mejor que las formas
Ia discusiun on pro o en contra del g. mixto. simpies. sino tamhiên del equiiihrio que se
empeiandu par Polihio. Ioi'ra instituir entre las diversas fuerzas
Precisamente con Polibia se inicia Ia ver- sociales iii atrihuir a cada una una parte del
714 CiOBIERN() MIXTO

poder, logrando de tal forma que ci poder de titucionaics que hicieran posible Ia transfor-
una controle ci poder de Ia otra (verdadero maciOn en g. mixtu de los estados que nunca
precedente historico del equilibno de fuerzas). han seguido aquel modeio o se han alejado de
Esta misma cualidad del g. mixto se pone en él.
evidencia en Polibio a propoito de Ia consti- Durante siglos, los dos estados que fueron
tucion romani, con esta perfecta representa- elevados a Ia condiciOn de modelos par su
don del poder limitado por el poder: "Cuan- cxcepcional estabilidad, por no ser estados
do uno de los órganos constitucionules, ensan- sujetos a las "mutaciones" a las que se yen
chándose, se ensoberbece y prevalece más de sometidos de ordinario los estados simples,
Ia conveniente, claro estã que no siendo una en los que se reconoce coma causa princi-
parte autOnoma... v pudiendo desviarse a pal de Ia estabilidad Ia propia naturaleza del
impedirse cualquier dcsignio, ninguna de las g. mixto, son Ia monarquia inglesa s' Ia rcpu-
partes excede a su competencia y sobrepasa blica de Venecia.
Ia mesura. Todos, pues, permanecen dentro La idea de quc ci estado inglés sea un g.
de los limites prescritos, por un lado porque mixto es comlin entre los escritores politicos
se les impide cualquier impulso agresivo, por ingleses por Ia menos desdc que John Fortes-
ci otro porque desde ci principio temen Ia cue (segunda mitad del siglo xv) definiera a
vigilancia de los demás' (vi, 18). Ia monarquia inglesa como un g. mixto, recu-
También el principal filósofo de In repübli- rriendo a Ia expresiOn de santo Tornás, dorni-
ca romana. CicerOn. teje ci elogio del g. mix- ;zium politic urn ci ri-gale, que indica una for-
to. Despues de relacionar las acostumbradas ma de regimen que se contrapone por un lado
tres for mas de gohierno, afirma que con al dorniniuin regale (0 monarquia absoluta)
mucho Cs mejor Ia monarquica, pero que a y par el otro al dorniniurn politicurn, o gobier-
esta Ia supera Ia que deriva en forma equili- no sometido a Ia ley. En realidad santo Tomás
brada de las tres en conjunto. CicerOn usa dos habia hablado de modo mucho más clara y
expresiones en endiadis...aequatum et tern- correcto de g. mixto en un pasaje de Ia Sum-
peratum", donde es de notarse aquel "tern- ma theologica, en ci que i-cfiriCndose al libro
peratum", palabra dave hasta nustros dias segundo dc Ia Poll tica de AristOteles sostic-
para indicar una forma de gobierno que con- ne que ci regimen me jar es aquel en ci que
trapone al rigor del absolutismo un control todos participan del poder, y habla de una
del poder por parte de las fuerzas sociales "politia bene conmixta cx regno, in quantum
organizadas. Tamblén para Cicerón, que tie- unus praeest, cx aristocratia in quantum mul-
ne ante sus ojos Ia repOblica romana, aunque ti principantur secundum virtutem, et cx
en ci ültirno ado (muere un año después del democratia, id est potestate populi, in quan-
asesinato de Cesar). Ia cualidad del g. mixto tum cx popularibus possunt eligi principes et
en relaciOn con todas las otras formas de ad populum pertinet electia principum" (ia,
gohierno radica en Ia estabilidad (firmitudo): ilae, q. 105, art. 1). Cuando. en Inglaterra.
"No hay motivo de cambio ahi donde cada estalla Ia controversia entre los partidarios
quien permanece sOlidarnente colocado en ci del primado dcl rey y los partidarios del pri-
propio lugar y no Se pane en condiciones de mado dcl parlamento, durante ci siglo xvii,
prccipitarse y caer" (Dc republica, i, 45). unos v otros se presentan coma sostenedores
del g. mixto, pues se ha vuelto corn munis opi-
ii EN LA EDAD \IOUERA. Dc Ia antiguedad clási- nio Ia tesis de que ci estado inglés es un esta-
Ca en adelante, a través de Ia edad media tar- do mixto v es una buena forma de gobierno
dia (sobre todo desde ci redescubrimiento de propio por cuanto logru mantener en peren-
Ia Polizica de Aristóteie, ci humanismo, ci ne equilibria ci contraste de los diversos esta-
renacimiento. Ia edad moderna y hasta Ia le. Para los partidarios del rey, Ia interpre-
edad contemportnea, Ia idea de que ci g. mi.- taciOn de Carlos I en Ia Answer to the nine-
to sea Ia mejor forma de gobierno estã tan zec;z propositions (1642) puede servir de ejem-
arraigada que induce a los escritores politi- pIo, en ella se lee: La experiencia v Ia abi-
cos a elevar a Ia categorIa de modelo aque- duria de nuestros antepasados han moldeado
lbs estados en los que se reconoce cierta for- cste gobierno a travCs de una combinuciOri de
ma de g. mixto a proponer reformas cons- estzLs tres formas Emc,narquia, aristocracia,
GOBIERNO MIXTO 715

democracia], para dar a este reino... las vim- una venga a corregir los detectos de Ia otra"
tajas de las tres, sin los inconvenientes de nm- (Opere, Florencia, Le Monnier, 1852, vol. i,p.
guna de ellas, con elfin de que haya un cqui- 393). Gianotti, partiendo de Ia idea de que Ia
Iibrio entre los tres estados v éstos se desli- mejor repubiica es aquella en Ia que todos los
cen con juntamente par su propio canal". Par ciudadanos pueden satisfacer sus deseos,
In parte opuesta, un ejemplo iauulmente nota- principalmente Ia libertad, el honor, Ia gran-
bk seria este fragmento de Reformation in deza, Ilega a Ia conclusion de que para "ins-
England (1641) por John Milton: "Los gobier- tituir un gobiemno en una ciudad donde hay
nos mejor constituidos y menos bárbaros han tales humores es preciso pensar en ordenar-
considerado una cierta combinación de sus Ia de modo que cadu una de aquellas partes
caracteres, purticipando de las diversas vir- obtenga su deseo: y de esas repübiicas que tie-
tudes de los demás estudos. de modo que cada nen este orden se puede decir que son perfec-
parte. por Si misma, pudiera conservar en Las" (Della repzthhlica fioreuzina, libro i, cap.
conjunto estahilidad e intc!yridud.. No exis- III).
te ningun gobierno civil conucido, ni el espar- En Fiorencia el modelo del g. mixto tuvo
tano ni el romano (aunque ambos havan sido reconocimiento aracias a Ia autoridad de
elogiados por el sabio Polibio), más divina y Maquiavelo, quien, en ci segundo capitulo de
armoniosamente regulado, más equitativa- los Disco rsos. remachando aqul s allá casi
mente equilibrado en su carácter v en ci literalmente eI texto de Polibio, habia decla-
balance de justicia de lo que lo sea Ia nación rado que todos los gobiernos simples son
inglesa, donde, bujo un monarca libre v here- "pest iteros" por su breve duraciOn, por lo que
ditario, los hombres más nobles, ricos v pru- los legisladores prudentes, conocedores de tal
dentes tienen en sus manos, con lu plena apr defecto, habian elegido una I orma de gobier-
hacion v el sufragio del pueblo, Ia suprema no "que participara de todos, considerándo-
y final decision de los asuntos mOs importan- Io más firme v más estable, pues el uno cui-
tes." da al otro, siendo en una misma ciudad el
Los propios escritores politicos ingleses, al principado de los próceres y eI gobierno popu-
rekiirse a los precedentes ilustres (Esparta lar". En polemica también con el Maqulave-
v Roma), no por ello olvidaban it Ia repOblica lo politico, Francesco Guicciardini se decla-
de Venecia, cuva representaciOn como ideal ra partidario en general del g. mixto. En par-
dcl g. mixto se debia principalmente al Dc ticular escribe para su patria el Dialogo dcl
,zagis1ratibz4s ci republica veneroru;n (1544) reggi;nt'ulo di Firenze (1526), en el que un per-
de Gaspare Contarini y al Della perfezione sonaje histórico, Bernurdo del Nero, al expo-
della vita polizica (1579) de Puolo Paruta, ade- ncr a dos amigos, de los que UflO es el padre
mis de los escritos politicos del republicano del propio Guicciardini, las ideas propias
florentino Donato Gianotti, que habia pro- sabre Ia reforma del estado, dice que ci
puesto el g. mixto de Ia repübiicu de Venecia gobierno libre v popular que tiene en mente
como modelo para Ia repubiica de Florencia. "se parece mucho al gobierno veneciano, cI
Gaspare Contarini, cuva obra era considera- cual, si no me engafio, es ci más beilo v mejor
da como un texto autorizado tanto par sus gobierno no sOlo de nuestros tiempos sino
seguidores como por los opositores (como también de cualquier ciudad que pueda haber
Bodin, por ejemplo), después de comparar In habido en los tiempos antiguos, porque par-
republ lea de Venecia con Ia de Esparta por ticipa de todas las especies de gobiemno, de
su caracteristica comun dc . mixto, explica- uno, de pocus ode muchos, yes moderudo por
ha que el Doro representa Ia autoridad regia; todos, de modo que ha recogido Ia mayor par-
el Senado. jun10 con el Consejo de los Diez v te de los beneficios que tiene en si cualquier
el Co1ejio. los organos de una republica de gobierno v evitado Ia mayor parte de los
!u' meicrc.v el Consejo mayor el Organo dci males".
'tado popular. El mismo concepto repite
Paulo Puruta: "Al huscar ordenar un estado, III 105 .RITICOS. El ejemplo inglés muestma más
lo mas perfecto que se puedu para conservar- que otro el argumento de que el principio de
lo kirgamente. Cs necesario puner juntas estas Ia comhin-acion de las tres formus de gobier-
tormas directas de gobierno, de modo que In no como principio dcl buen gobierno está aso-
716 (,OBIERNO MIXTO

ciido históricamente con Ia delensa dci esta- distinciOn cntre estado y gobierno, hoy diria-
do moderado contra toda forma de estado mos entre Ia titularidad dc In suberania v su
absoluto. Dc hcchu son propiamente los teó- jercicio, donde un estado rnonárquico, que
ricos del absolutismo los que. recurriendo a siguc siendo monárquico en cuanto estado,
diversos argumentos históricos y teóricos. puede ser gubernado democráticu oaristocrá-
atacan a Ia doctrina tradicional del g. mixto, ticamente segün quc ci rcy Sc sirva de on
mieniras quc en un pals coma Francia, enca- numero resiringidu de privilegiadus para
minado, a dikrencia de lngiatcrra, hucia ci ejerccr ci propio podcr o hicn conficra indis-
absolutismo, Sc rcfieren al g. mixto los sos- criminadamente cargos v Iuncioncs a los
tcncdores de Ia monarquia modcrada. En el humildes y a los grandes sin establecer pri-
ProIième dAppien (1510). prefacio a Ia traduc- vilegios para nadie. La monarquia uristocrá-
cion de Ia historia romana de Apiano, Clau- tica oIa democrática no son iormas de g. mix-
de dc Seyssel interpreta Ia monarquia I ran- to, son pura v simplemente formas distintas
cesa como una especie de g. mixto por cuan- de monarquiu. Siguiendo los pasos di' Bodin
to el poder absoluto del soberano se ye Ire- (citado en Elerne,,:.s of law natural and poli-
nado par Ia nohieza y par ci tcrcer estadu con tic, 1640, ii, 8, 7), también Hobbes refuta Ia
sus prcrrogativas y sus libertades (aunque doctrina del g. mixto, partiendo dci mismo
más tarde, en Ia obra mayor Dc la ,nonarchie supuesto de Ia indivisibilidad dci poder sobe-
dc la France va no recurre al modelo del g. rano, y Ia condena con tanta mayor fuerza
mixto y usa Ia expresión "monarqula regula- cuanto que In considera urni (curia sediciosa
da"). También Bernard de Girard, señor del quc pucde ilevar, coma sucediO en Ingiaterra,
Hailian, en su Dc I'esiui el succez des affaires a Ia guerra civil. Par Ia demãs. hay que obser-
de France (1570), aplica a Ia monarquia de var que, a partir de In indivisibilidad del
Francia ci modcio dcl U. mixto: el rev repre- poder. Hobbes apunta no sOlo hacia In divi-
senta ci principio monárquico, ci consejo y los sión entre rev y pariamento sino tambien
oficiales Ia aristocracia y los estados genera- hacia Ia de estado c iglcsia: Li unidad del
les Ia dcmocracia. podcr debe estar garantizada ya sea por Ia
El primer gran ataque a Ia doctrina dcl g. uniOn dcl podcr legislativo con el ejecutivo,
mixto pruviene dc Jean Bodin. En ci capitulo ya sea por Ia uniOn de poder temporal v espi-
dedicado a las furmas de gobierno en los Six ritual.
?ivrcs de Ia Rpublique (1576) enfrenta de Dc los escritores antiguos. Tácito habia
inmediato con decision y con una amplia negado vu Ia existencia del g. mixto. cuando
documentaciOn histOrica el problema. Las afirmaba quc "unum esse reipublicac corpus
lormas dcl estadu son tres, v no más de tres: et unius animo regendum" donde "cunctas
monarquia, aristucracia y democracia, pues nationes et urbes pupulus aut primores nut
el criterio par cuva base pueden distinguir- singuli rcgunt" (Ann. iv, 33). A Tácito remite
se es In tituiaridad del poder suherano y ci Vico para sostener que "además de estas tres
poder soberano es indivisible. Para demustrar formas de estadus pOblicos, prescritas segOn
Ia propia tesis Budin recurre esencialmente In naturaleza de las pueblos, las utras tres,
a dos argumentos. Antes que nada recurre al mezcladus por provisiOn humana, son más
argumento histórico: Esparta, Roma y Vene- dcseadas por ci cielo que posibles de conse-
cia, quc in tradiciOn cunsidera ejempios de g. guirsc y, si par suerte sucede esto, de todos
mixto, han sido segOn las épocas una vez modos no durarán" (Scienza nuova seconda,
momirquicos. otra aristocrãticos, otra demo- § 1004). Peroel Vico historiador busca hallar
craticos. Algun caso extremo, coma ci de In razón paru que cicrtos regimenes dcl pasa-
Dinamarcu, en ci que ei rev y Ia nobieza SC do o incluso de su tiempu havan sido inter-
di iden Ia soberania, demuestra que donde in pretados coma g. mixtos. No recurrc a Ia
soberania está dividida ci pals no tiene paz explicaciOn doctrinal de Bodin, que distingue
v ci regimen que deriva de éi parece ms una al estado dci gobiernu, sino que propone una
corrupciOn de estado que on verdudero esta- explicaciOn histOrica: partiendo de I-a digni-
do. En segundo lugar, a un argumcnto doc- dad de que, "al cambiar los }iombres, retie-
trinal, al cual se refcrirán para aprobario a rien par tin tie-mpo In impri'siOn de su habib
criticarlo autores sucesvos, como Vico: Ia primera", ubservu que en Ia fase sucesiva de
(;OBIERN0 MIXTO 717

una lorma de gobierno nunca desaparecen los to Ia purticipacion de las diversas fuerzas
modos y lormas de gobierno de Ia Ease pre- sociales con sus respectivos órganos en ci
cedenic. For dlo, si no pueden darse estados ejercicio del poder, on particular on Ia fun-
mixtos en el sentido propio de Ia palabra, en ción principal, que es Ia legislativa. Li con-
realidad son estados en los que las formas fusiOn puede nacer y mice dcl hecho de que
sucesivas se "mczclan" con las formas pre- ambas surgieron de Ia necesidad de resolver
cedentes supervivientes, Jo que ocurrió en on problema de equilibrio. Pero uno es el
Roma cuando Ia repühlica aristocrática se equilibrio de las fuer,.as sociales quc propug-
vul'ió popular v cuando Ia repUblica popu- na el gobierno mixto y otro ci de las funcio-
lar se volviô principado. Si huhiera g. mixios nes v el respectivoejercicio que propugna Ia
verdaderos v propios. L'stos scrian "mons- separación de poderes. La prueba mejor de
truos": el parangón de los g. mixtos con los su diversidad puede extracrse de Ia diferen-
monstruos Va hahia sido hechu por Hohbes cia entre los respectivos opuestos: Ia negacion
ahi donde Ia idea de semejante gohierno Ic dcl gobierno moderado es el despotismo,
suscitara Ia imagen del hombre "quc tiene mientras que Ia negación dcl g. mixto está en
otro hombre que IL' sale dcl costado" (Levia- las diversas formas de gobierno simples, que
Ian, cap. xxix). no nccesariamente son despOticas.
La interpretación más autoritada de Ia
1% ()BlERs() M1XI() %1u\AKOI1A (1)551111 CIOSAL. A monarquia constitucional como g. mixto Se
pesar dcl ataque de los part idurius de los encuentra on Ia Filnsofia del dcreclio d
gobiernos absolutos, ci ideal dcl g. mixto nun- Hegel. A Ia critica que Hegel lanxa contra Ia
ca desmava, antes renace con Ia teoria v Ia distinciOn clãsica de las formas dc gobierno
piuctica de Ia rnonarquia constitucional v aun fundada en on elemento ext rinseco, como to
se lo coniunde con frecuencia inadvertida- es ci numeru de los gobernantes —e incapaz
niente con Ia duct rina de Ia separación de los de comprender Ia complejidad de Ia monar-
podcres. QUC se de on Muntesquicu tanto Ia quia moderna v SUS articulaciones internas—,
defensa de Ia separación tie los pucleres cuan- sigue In afirmaciOn de quc las tres tormas
to Ia defensa de Ia rnonarquia moderada antiguas sun "rebajadas" en Ia monai-quIa
(siempre interpretada como especie de g. mix- constitucional de su momento: "El monarca
to) no dehe inducir a identificar, como con ft-c- es uno; con el poder guhernativo intcrviencn
cuencia se hace, ambos problemas. En su sig- los pocos v con ci poder legislativo Ia mayo-
nificado original, el g. mixto resuita de Ia dis- na on general" (§ 273). A Hegel Ic sale mejor
tribución dcl poder entre las diversa fuer- que a los cscritores precedentes Ia idcntifi-
/as sociales, cu'.a coiahoración debt, servir caciOn de Ia monarquia moderada con el g.
para mantener Ia concordia necesaria a Ia mixto porquc los tres poderes cunstituciona-
corivivencia civil. Li separación de los pode- les a los que sc ret iere aqul no son aquetlos
res rcsulta, ul contrario. de Ia distribución de tipicos dc Ia doctrina de Ia separaciOn de los
las tres funciones principaies dcl estado: poderes v Ic Falta, como cuaiquiera puede
legislativa, ejecutiva. judicial. en Organos dis- observur, el poder judicial. Aunque on este
limos. Podria haber una ciertu correspunden- contexto Hegd no Usa Ia expresiOn "g. mix-
cia entre ambas concepciones si cada fucrza to". Ia idea es clara: pot- to demás, on un cur-
social fueru el titular de una función especi- so posterior dado en el año 1824-1825 sobre
lieu, si, on utras palabrus, hubiera correspon- cI pusaje corrcspondicnte, Hegel explica que
deneia entre los sujetos entre los cuales se dis- Ia "constitución racional", v pot- "constitu-
tribu era ci poderv las funciones requeridas ciOn racional" entiende Ia cunstitución de Ia
a IuN delentadores del podcr politico: si pudie- monarquia constitucional, Cs Ia "cofistituciOfi
ran ctablecersc las tres ecuaciones: rev = mixtu".
potler ejeeutio. aristoci-acia = poder judi- Entre los constituciunalistas contcmporO-
cial, deimieracia = poder lcgislativo. Peru fleos, Ia misma interpretaciOn es acogida por
esta correpundenciu ni siquiera minimamen- Carl Schmitt. on Ia VerfascIfIItslcJzIL' (1928).
Ic es el objetivo dcl g. mixto, el cual mira no Para Schmitt Ia constituciOn del estudo dcl
tanto cilar Ia concentracion de las diversas derechu burgus es siempre una constitución
runciones dcl ctuclt) en unu sula inano cuan- mixta porquc on ella se LIflCfl V mezclan uno
7!8 GOBIERNO MIXTO

con otro los distintos principios y elementos ya aducidos de los gobiernos de larga dura-
formales, o sea ci principio monárquico, ci ciOn: ci reino de Esparta, Ia repOblica roma-
aristocrático y ei democrtico. Coino tal, na, Ia monarqula inglesa. Ia repOblica de
ref leja una ant igua tradición segün Ia cual ci Venecia, v en demostrar que Ia larga duración
ordenamiento estutal ideal descansa en una depende sin más de Ia propia naturaleza de
union y en una mezcla ( Verbindun und Mis- los g. mixtos.
cliung) de los distintos principios. Pero ci al-gumento de Ia estabilidud no es
Sin una referencia particular a Ia monar- ci Onico. Pueden aducirse otros tres. Dc
qula cunstitucional, Gaetano Mosca, que por hecho, se puede sostener que ci g. mixto obe-
otro iado mostro su fidelidad a tal monarquia dccc a un principio de justicia, al principio
en ci momenta en que se abate el hacha dcl segOn ci cual es justo dar a eada quien lo suyo,
fascismo sobre ci regimen liberal en Italia, si ci punto de vista es ci de quien pide justi-
teje repetidamente el elogio del g. mixto en cia, o bien es justo que cada quien haga lo que
sus obras politicas. En Ia segunda edición de Ic currespunde, si ci punto de vista cs ci de
sus Elernenli di scienza polirica (1923), des- quien otorga Ia lusticia. Con ci lenguaje de
pués de haber citado a los clásicos del g. mix- hoy, podria dccirse que ei g. mixto obedece
to, atribuve a los "grandes pensadores" Ia al criteria de una justa distribuciOn dcl poder
idea comün de que "Ia solidez de las institu- entre las diversas fucrzas sociales con Ia mira
ciones politicas depende de una uportunu de que una no prevaiezca sobre Ia otra. En
fusion v atemperamiento dc los distintos, aun- segundo iugar se ha sostenido, y es ci arru-
que constantes, principios y tendencias que mento quc ha acabado par prevaieccr, que ci
actOan indefectiblemente en todos los orga- g. mixto, al instituir un gobierno fundado en
nismos politicos" (p. 144). En las páginas fina- ci atemperamiento de las fuerzas sociales,
les dc Ia Sloria delle dourine politiche, casi permite ci control reciproco dc los diversus
a modo de conclusiOn de Ia larga exposiciOn podercs, c impide par Ia tanto ci ahuso dc
histOrica, afirma: "Del estudio objetivo de Ia poder, que es el pear de todos los males que
historia sc puede extraer Ia cunsecuencia de pueden corrompera un estado. Esta idea del
quc los mejores regimenes, o sea aquellos que equilibria de los poderes vu habia sido expre-
han iogrado una mayor duración v que par sadu con In maxima claridad por Polibio, que
largo tiempo han sabido evitar aquellas cri- también par esto puede ser considet ado con
sis violentas que de cuando en cuando, como justa razOn coma ci verdadero inspiradur de
sucedió con Ia caida del imperio romano, han Ia doctrina, a propOsito de Esparta y de
rechazado Ia humunidad par Ia barbaric, son Roma, tal coma se dijo en ci § i. Sobre todo,
los mixtos" (p. 307). Csta es Ia interprctaciOn que ha asegurado Ia
vitalidad dc Ia doctrina y ha permitido su uti-
V. LAS BUENAS RAZONES DEL (,OBJERNO MIXTO. Dc iización por parte de los autorcs modernos y
estas pal tbras de Mosca puede extraerse Ia contemporáneos.
razón fundamental por Ia que Ia ideologia del
g. mixto ha alcanzado tanta fortuna. La yen- BIBLIOGRAFIA F. Buttagliu, La dot Irma dello eIa-
taja principal que ci g. mixto asegura a una to mislo nei politici fiorentini dEl Rinascime;,-
colectividad es Ia estabilidad. Naturalmente, to, en Rh. ml. Iii. der., vii, 1927, pp. 286-304; G.
Ia estabilidad estL considerada coma un Cadoni, Liberia repubblicana e governo misto in
cartcter positivo (y a Ia inversa ci cambio un %lachjavellj, en Riv. in:. fil. der., xxxix, 1962, pp.
carzcter negativo) en una concepciOn de Ia 462484; L. d'Avack, I nodi del potere: la teoria
historia coma fue Ia de los griegos en los del ge,t'erno mistu nell 'Inghilzerra del scicento.
comienzos de PiatOn, para quien ci cambio de Milan, Giuffre, 1979; R. de Mattei, La fortuna del-
las formas de gobierno se interpretaba como la formula del governo mislo nel dottrinarismo
ci paso de una forma de gobierno buena a una politico italiano del cinque e seicento, en Rh'. mt.
mala par media de una continua degradacion, hI. der., L. 1973, pp. 633-656; K. Fritz, The theory
estableciendo ci parangón con Ia corrupción of the mixed conlitution in Antiquity, Nueva
dc las cosas de Ia naturaleza. Uno de los prin- York, Ama Press, 1975.
cipales argumentos en favor de los gobiernus
mixtos ha consistido siempre en las ejemplus [NORHERTO BOBNO]
GOBIERNOS SOCIALDEMOCRATAS 719

gobiernos socialdemécratas La relacion establecida entre partido v sin-


dicato es de intercambio reciproco y de
mutua interdependencia: ci part ido es el por-
I. IMRIIDO I IXDIiA1O. La experiencia de los g. tador de los intereses dcl sindicato en ci ãmbi-
socialdemócratas en Europa occidental tiene to parlamentario, añadiendo a sus propues-
Va tras de si, en ci cuso escandinavo, casi cua- tas un paquete que Ic permita contar con el
renta años. Sin embargo, en Ia actualidad este voto de un pubiico más amplio; ci sindicato
hecho noes objeto de celebraciones entusias- actUa como potcnte organismo al dirigir los
tas sino de criticas más o menus globales de votos hacia ci partido v los candidatos social-
todo ci provecto sociaidemócrata y de sus demócratas. En Ia fase mãs especificamente
resultados. de gobierno, el part ida tom-a las decisiones
Como aigo preliniinar hemos de senaiar que teniendo en cuenta los intereses del sindica-
Ia experiencia de los g. socialdemOcratas no to v ci sindicato, en Ia fase reivindicativa, se
ha sido producto de un proecto preexisten- comportará de un modo que no afecte las
te conscientemente delineado. sino Ia respues- competencias establecidas pun ci partido.
ta pur pane de un partido y de un sindicato Las condiciones indispensables para que
a una situación de crisis: Ia depresión de 1929- esta relación se mantenga en forma durade-
1932, que se intentaba superar. Por io tanto, ra v en función del crecimiento de Ia fuerza
lo primero que se ha de analizar v explicar organizada de ambos contraventes son: en
es Ia naturaleza v Ia lunción del partido primer lugar, quc partido v sindicato sean los
socialdemócrata v del sindicato. usi como de actores, si no ünicos al menos dominantes, en
sus relaciones mutu.ts. La experiencia social- ci ámbito de Ia ciase obrera; en segundo lugar,
demócrata es inseparable, par raoncs obvias, que ambos demuestren v esLn efectivamen-
de Ia existencia de un fuerte v dominante par- te en condiciones de aceptar los compromi-
tido socialdemocrata v de una estrecha rela- sos asumidos informalmente; en tercer lugar,
ción de colaboración de éste con ci sindicato. que Ia prestación global del sistema poilti-
El primer elemento importante es ci hecho co-econömico aporte los recursos necesarios
de que ci partido socialdemOcrata, en los iuga- para satisfacer los intereses de los grupos de
res donde Ilega al gobierno en los años trein- referencia electoral v social de ambos actores.
ta, es Ufl pantido lundamentalmente de Ia cia- Con ci fin de i-cducir Ia incertidumbi-e en
se obrera, con alguna aportación, en un nivel las relaciones y formalizar los canaks de con-
electoral y de conoimientos, de los sectores tratación y de evaluaciOn de resultados asi
técnicos e intelectuales v sin tener que afron- como para neutnalizar Ia oposicion de los
tar desafios signiticativos a su izquierda. Los otros grupos sociales, especialmente el de los
partidos comunistas. si es que existen concre- empresanios. los g. socialdemócratas han
tamente, son de poca envergadura v no cons- intentado a menudo Ia elaboración de fórinu-
tituven una alternativa crcible a los partidos las especificas para Ia contratación colecti-
socialdemócratas v carecen de amplia acep- a, comprendidas bajo ci nombre de neocor-
tacion dentro de Ia clase obrera organizada. porativismo (v. ci punto Iv).
El pai-tido viene a ser en gran medida expre- Además de las prestaciones positivas del
sión de Ia ciase obrera organizada v en algu- sistema poiitico-econOmico, ci éxito socialde-
nus casos, como en ci dcl Partido Laborista mócrata se basa en Ia capacidad de los parti-
ini1és, esta reLtción se formaliza clarumente dos de tat denominación de mantener una
atribuyendo al Trade Union Congress un posición dominantc cn ci sisterna de partidos,
poder especifico en una serie de areas de hasta ci punto de obtener Ia may oria absolu-
importanciu politica (puestos en ci comité ta de los escaños (como en Sueda o Norue-
central dcl parcido, candidatos en determina- ga) v pudiendo par tanto gobernar par si
das circuncripciones y obviamente una bue- solos. Esta capacidad ha sido resultado del
na pane dc los escaños panlamentarios y una exito en Ia obra de integraciOn de nuevos sec-
infiuencia en Ia formulacion de Ia platafor- tores sociales al mismo tiempo que Sc man -
ma politica); en Otros casos, como en las tenia Ia hegemonia respecto de Ia clase obre-
sucialdemocracias escandinavas, ia reiacion ia. Sin embargo se ha notado recientemente
es iguaimentc evidente. que In diversiticación de los sectores soda-
720 (OI31ER()S SOCIALDEM(CRATAS

les. Ia transformacion de las prelerencias en Ia gestiOn de los recursos globaics del


politicas, ci surgimienlo de fracturas socia- sistema.
les menos ligadas al tradicional conflicto Este tipo de politica economica de los g.
socioeconómico, ha hecho mucho más corn- socialdemOcratas, simiiares en todos los
pkja Ia obra de integración de partidos v sin- casos. tiene SUS ruices histOricas en el. hechu
dicatos socialdernocratas. Este knómeno se de que los primeros g. socialdernocratas tuc-
ha hecho evidente en especial en ci desafio a ron consecuencia de Ia depresiOn, v sus ml-
una gestión dcfinida como burucrática por ci ces intelectuales en In iurmula innovadora de
partido o sindicato v ha privado al partido del Keynes que en aquel mornento se hace lacti-
apoyo de sectores básicos dci electorado. Ia ble. Los g. socialdernOcratas creveron en el
cual ha signiticado en algunos casos (Suecia kevnesianisrno hasta épocas recientes, apli-
v Noruega) Ia derrota electoral. cando sus principales propuestas: gusto deli-
Partidos sólidos y enraizados, sindicatos citarlo, upova pOhlico a Ia dernanda v dcl en-
bien organizados v presentes capilarmente en sa dcl empleo. Peru actualmetite encuent ran
ci sisterna son acusados de haberse converti- ubstácuios en un contcxt() anternacional
do en máquinas pohticas burocratiiadas. dominado poi- in nueva inilaciun v en ci que
atentas a perseguir los intereses de las res- no han sahido maniobrar. Baja este puntu de
pectivas organi7aciones y dirigentes, y menos vista, Ia crisis de los g. socialdemOcratas es
atentas a Ia evolución social v a los nuevos Ia crisis de adaptacion de un modelo de ges-
intereses de los grupos surgidos dci piopio Lion econOmica que no ha sido tudavia eficaz-
éxito socialdcrnócrata. La burocrati,aciôn v mente renovado en funciOn de las nuevas
el vet tkalisrno son los principales delectos situaciones.
iniputados a partidos v sindicatos. Los criticus de las experiencias sociaiderno-
Sean o no justas dichas acusaciones, lo cier- cratas han detectado desde perspectivas dis-
toes que se ha producido una iigera pero sig- tintas dos incunvenientes lundamentaics de
nificativa declinacion de in fucrza organiza- .sus politicas econOrnicas. Sc ha scnalado quc
da v electoral dcl sindicato y dcl part ido, lige- un elevado v progresivo aurnentu de los
ra peru de gran importancia. va sea a Ia impuestos desanima a los emprcsurios en Ia
izquierda va ul ccntro de Ia formaciOn puliti- büsqucda de rnayures beneficios y pur otro
en. Sigue planteado ci problema de In moda- lado reduce los recursos disponibles pama Ia
lidad con Ia que partidos v sindicatos social- inversiOn. En unat situaciOn tat. Ia acumuia-
demôcratas estar(tn en condiciones de respon- cion cupitalista no logra desarrollarse a un
der al desaf ía de In desburucratización v de ritmu adecuado, las inverciunes caen Si no son
In uperturu en sus organizaciones. sostenidus par el estudo y el nivel de Lreci-
miento de Ia economia se resiente automáti-
I! LA 6I.STIO% 1w l.A E.coNofl.;. En un cierto sen- camente. SOlo gracias a unas circunstancias
tido, ci coraión de in experiencia socialdemó- favorables en Ia economia internacional, los
crata es Ia modalidad con Ia que se afronta socialdemocratas pudicri.rn Ilevar a cabo
Ia aestión de In econornia. Los socialdemôcra- con éxito sus puliticas hasta principio, de los
tas no han seguido in via comunista tradicio- setenta. Sin embargo, en In actualidud se ha
nal consistente en In expansion del sector Ilegado a un umbral mas allâ dcl cual no CS
estatal v han rechazado ampliamente ci recur- previsibie un crecimiento ulterior en Ia linea
so a las nacionalizaciones, prefiriendo ci de de estas mismas politicas, a no ser que se
una intcrvenciOn dci estado a través dc dos accpte una mayor injerencia dcl sector
instrumentos. El prirnero es un sktema fis- privado.
cal eficaz v global con respecto a las ganan- Otros criticos en cambio, partiendo tam-
cias de los particulares v de las empresas. El hiên de In corlstatacion dci estancamiento de
sezundo c Ia transierencia de estos rccursos las pui iticas econOmicas socialdemocratas,
en favor de los sectores econOmicos cuva tormulan un diagnosticu v sugieren un pro-
importancia to requiem (por motivos econO- no..tico bien distinto. La pulitica econOmica
micos a pur motivus suciIes, o en pro de gru- sociuldemOcrata, basada en Ia fisctIizaciOn
pus sucialesi. 0 sea que ci estadu ejerce pre- prugresiva v en ci poder de orientaciOn del
duniinantemente una lunciOn de orientacaun estado, ha agotudo sus potencialidades. No
(;OBIERNOS SOCIALIThMOCRATAS 721

puede ir más ailã: ha protegido al sistema mente Ia estratificación social en sus respec-
capitalista y lo ha lievado, sin sacudimientus tivos pulses. Esto no significa naturalmente
sin crisis, hasta su punto más alto, pero no que ci eiccto de los g. sociaIdcmóratas sabre
ha sidu capaz de transformarlo. Estc es ci pro- las condiciones de vida de las cla.ses trabaja-
blema actual: Ia transfurmación y .superación dora y media-baja no huya sido positivo. Peru
del sistema capitalista. Solo yendo más altá indica que las mejoras en cuanto al nivel de
podian scr uprovechudas plenamente las vida. Ia seguridad social y las expectativas no
potencialidades de Ia cxperiencia socialdemO- se han reflejado en un cambio de Ia estructu-
crata. Peru ir rnás aliá significa establecer ra dc ciase.
nuevas mudalidades de gestián económicu, de Nücleo de Ia cxperiencia socialdemocrata
participación de los trabajadores en los bene- c instrunlento dave con ci quc los socialde-
ficios de las empresas, de intervcnción dci mOcratas han logrado vincular a amplios sec-
estado. La discusión estâ ahicria y las solu- tores de Ia clasc obrera y de Ia clasc media-ba-
ciones propuestas van desde Ia autogcstion ja es ci estado de bienestar (welfare slate).
hasta Ia participacion en las ganancias segün Este ha actuado eficazmcnte como defensa
ci controvert idu pruyccto suecu cunocido ante los riesgos tradicionales de los trabaja-
corno Plan Meidner. dorcs: enfcrmcdad, desempico, rcducción del
Naturalmente, ci problema que se plantea nivel de vida por jubilaciOn, constituyendo un
a las economias socialdcmöcratas es Cfl gran poderoso cscudo protector, peru su efecto glo-
parte I'ruto de su mismo éxito. El estanca- bal no ha ido más ailá. Ampliadu progresiva-
nuentu actual es producto de una crisis glo- mente a enormes sectorcs sociaies, ci siste-
bal de Ia teoria econOmica y resultado de un ma asistencial por on lado ha significado una
carnhiu en las rclaciones de fucrza en ci sis- limitada v rckttiva rcdistribución dcl ingre-
tcrna economico internucional, cambio al que so entre los diversos estratos sociales y por
cstzin mztvormcnte expuestas aquellas econo- ci otro ha impuesto al cstado y a sus organi-
mias abiertas y de transiormación, como son zacioncs operantes en este sector una serie
las escandinavas v Ia hritánica. de tareas amplias y onerosas que han incidi-
do en Ia eficiencia global del aparato estatal
III. LA ISTRATIFICA1IN SOCIAL. Los criticos de has y en su politica ecunOmico-fiscal dc manera
experiencias sociuldemócratas senalan que, negativa.
más allá de haber sido fieles y hábiles gestu- La crisis dcl estado de bienestar es al mis-
res de Ia ecunomia capitalista, los g. social- mo tiempo producto de Ia protesta de algu-
dcmOcratas no han avanzadu muchu en lo que nos sectores sociales que se sienten excesiva-
se refiere a un camhiu de Ia estratificación mente gravados respecto a los beneficios
social. La estructura de clase en los paises esperados dcl sistema vigente (protesta a
socialdcmOcratas no ha cambiado sustancial- menudo egoista y con claro contenido de cia-
mente por Ia acciOn de los gubicrnos. Una se) y de Ia protesta contra un aparato buro-
comparaciOn cntrc Ia acciön de los socialde- crático quc ha crecido desmesuradamente
mócratas y Ia de los gohicrnos de los paises con ci transcurso dci tiempo, convirtiendose
de Europa oriental (Parkin) rcvcla que mien- cada vez miis en algo anOnimo e impersonal.
tras quc en estos ültimos se ha producido un A estos aspectos se han de añadir Ia reduc-
cambio radical en Ia estratificaciOn social, en ciOn de recursos disponibles en tiempos de
los paises socialdemócratas los cambios han crisis económica y ci desperdicio de tales
.ido inaitinalcs. recursos pur parte dc Ia administración.
Aunque obviamcnte ci antlisis de Parkin Estructura capital de las experiencias de g.
pucde '.cr rcfutahlc, utras luentes (Scase) mdi- socialdemócrata, el estado de bienestar como
can quc, aderna, de dilerencias significativas componentc no marginal de las poilticas key-
de pak a pal.-. (entre Gran Bretana y Suecia ncsianas atraviesa una fase de crisis quc pue-
por ejemplo), dehidas a Ia duración, solidcz dc atribuirse, como en otros aspectos de los
v eficacia de kt acción de uubicrno y al tipo g. socialdemócratas, a su mismo éxito. No se
de relaciones entre partido y sindicato, efec- exciuyc naturalmente que hayan ilegado a
tivamLntc los socialdcmcratas no han logra- ref orniar los aspcdtos más deficientes, redu-
do translormar radicalmcnte o significativa- cir Ia hurocratización y eliminar ci desperdi-
722 GOBIERNOS SOCIALDEMOCRATAS

do. ampliando Ia participación y mejorando servancia de las decisiones tomadas y ratifi-


Ia distribucion selectiva de las ganancias. cadas; finaimente permiten proceder a even-
Tambien en este caso el estancamiento es el tuales y necesarias correcciones de rumbo.
producto de dificultades teóricas y prácticas En parte, obviamente, su funcionamiento pa-
reales que ubican las experiencias socialde- sitivo se basa en Ia capacidad global del siste-
mocratas globalmente, en términos cuantita- ma para producir recursos a ser distribuidos.
tivos y cualitatios de servicios, a un nivel pci-a Ia naturaleza del consenso social no se ye
superior al de cualquier otro tipo de gobier- afectada solo par dilkultades temporales.
no (esto se ha notado en ci controvertido pro- La peculiaridad de las politicas neocorpo-
blema del escaso cambio en Ia estratificacion rativas en los casos de los g. socialdemOcra-
social). tas está en el hecho de que solo en tales casos
el sindicato puede sentirse suficientemente
IV. LA FINCIOS I*L. lsiAIO. Las experiencias protegido par el partido socialdeniOcrata en
socialdemOcratas no se han caracterizado el gobierno hasta el punto de ceder pane de
ültimamente por determinadas relaciones su poder real a cambio de potenciales bene-
entre partido y sindicato v por politicas eco- ficios en el futuro. Al mismo tiempo, las orga-
nómicas v sociales espcciticas. Estas han ten- nizaciones empresariales, aI entrar al juego
dido incluso a Ia creación de planteamientos de los planteamientos neocorporativos.
administrativos y politicos segün una estra- logran reducir el grudo de incertidumbre en
tegia global. En particular, se ha observado relaciOn con Ia conducta de las otras partes
como pilar de Ia experiencia socialdemócra- sociales y par lo tanto pueden programar las
ta sobre todo en los paises escandinavos Ia inversiones, Ia producción y Ia reconversion
creación de planes neocorporativos. de sus actividades. Si decae Ia disciplina inter-
En .sintesis (v. neocorporativismo). las poll- flu de los diversos grupos sociales, si surgen
ticas neocorporativas Sc caracterizan por grupos que no se sienten adecuadamente
estructuras en las que los más importantes representados par las estructuras existentes,
grupos sociales organizados (sindicatos y aso- si disminuve Ia credibilidad de los gobiernos
ciaciones empresariales) interactüan con el y obviamente si canibia el pantido en el
estado a fin de producir acuerdos relevantes gobierno, los planteamientos neocorporativos
respecto a las opciones econômicas y socia- tendrOn que transformarse o quizOs desapa-
les más importantes. El estado (a mejor dicho, recer. Esta fase puede considerarse ya inicia-
el gobierno) adquiere las informaciones nece- da en los paises escandinavos. aunque el con-
sarias pura sus acciones; los grupos sociales senso de fondo no parezca haber sido
al mismo tiempo comunican y obtienen infor- afectado.
maciones y compromisos, poniendose red-
procamente al corriente de las propias exigen- V. A(OTAMIFNTO 0 SUl'ERACIN OIL hXI'ERItENTO
cias y capacidades y asumiendo los compro- SOCIAI.DIW)CRATA? Una cvaluaciOn global de
misos ratificados par el gobierno. La proba- las experiencias socialdemOcratas resulta
bilidad de que dichos compromisos sean res- algo enormemente complicado si no se utili-
pctados depende obviamente en primer lugar zan estándares explicitos y se las relaciona
del grado de credibilidad. sobre Ia base de las con otras experiencia.. Los g. socialdemOcra-
prestaciones precedentes, que ci gobierno y tas han sido respuestas precisas a un estado
las contrapartes sociales han adquirido unos dc crisis: Ia superaciOn de Ia crisis y de Ia
a los ojos de los otros; en segundo lugar de depresiOn con fOrmulas dcmocráticas que
Ia coherencia de Ia acción de gobierno (tanto han llevado a gobiernos en los que el part ida
mãs probable cuanto más estabie y durade- representativo de Ia ciase obrera organizuda
ro sea el gobierno) y de Ia disciplina y cohe- era el cje fundamental a eI elemento dominan-
sión de las partes sociales. te constituye con toda seguridad el fcnOme-
Los planteamientos neocorporativos pci-mi- no positivo de mayor relevancia. Los paises
ten una relativa programación de las activi- socialdemócratas son ejemplos de una eficaz
dades de los diversos grupos sociales, inclui- integraciOn social v politica en Ia democra-
do ci gobierno; permiten asimismo valorar cia. Los criticos sostienen que dicha integra-
con seguridad el grado de observancia o mob- ción de Ia clase obrera, a pesar dc Ia repre-
GOLPE DE ESTADO 723

sentación del partido socialdemócrata, o qui- BIBLIOCRAFIA: A. Bergounioux y B. Manin, La


zás a causa de ella, ha sido una integración socialdémoera tie ou le compromis, Paris, Pres-
subordinada o quiths incluso manipulada. ses Universitaires de France, 1979; Eurocomu-
Para confirmar su posiciOn, los criticos de las nism and eurosocialism. The left confronts
experiencias socialdemócratas aportan por modernity, a cargo de B.E. Brown, Nucva York.
un lado dabs relativos a Ia estrutificación The Crco Press, 1979; F.G. Castles, The social
social, que muestran escasos cambios en su democratic image of society. A Study of achieve-
conjunto, con una relativa movilidad entre men is and origins of Scandinavian social demo-
estratos, y par otro lado aportan datos sobre cracv in comparative perspective, Londres, Rou-
Ia estructura económica que indican que el fledge and Kegan Paul, 1978; F. Claudin, Euro-
carácter capitalista de Ia economia no ha cam- comumsmo v socialisiao, M,xico, Siglo XXI,
biado y que los ricos propietarios privados, 1977; H. Heclo, Modern social politics in Britain
a pesar del sistema fiscal. cstán todavia en and Sweden, New Haven, Yale University Press,
condiciones de legar a sus herederos enurmes 1974; W. Korpi, The working class in welfare
pat rimonios. capitalism: work, unions and politics in Sweden,
Los sostenedores de las experiencias social- Londres, Routledge and Kegan Paul, 1978; L.
demócratas, evaluando positivamente Ia fase Panitch, Social democracy and industrial miii-
de los g. socialdemocratas en los años cuaren- tancv. The I.ahour Party, the trade unions, and
Ia y senalando Ia exigencia de avanzar más incomes policy, 1945-1974, Cambridge, Cambrid-
allá, nos hacen ver Ia importancia de algunos ge University Press, 1976; F. Parkin, Orden poli-
elementos generales. En primer lugar. el tjco y desigualdades de close (1971). Madrid,
carácter democrático amplio y sustancial de Debate, 1978; W.E. Paterson e I. Campbell. Social
las experiencias socialdemócratas. Ia estabi- democrac,v in post-war Europe, Londres, Macmi-
lidad politica y ci crecimiento económico. En 1km, 1974; Social democratic parrie.s in Western
segundo lugar, a pesar de In controvcrsia Eumpe, a cargo de W.E. Paterson y A.H. Thomas,
.sobre los cambios limitados en Ia escala de Londres, Croom Helm, 1977; A. Przeworsky,
estratificación social, no se puede negar que Social democracy as a social phenomenon, en
ci tenor de vida de Ia clase trabajadora y de New Left Review, 1980, nüm. 112; R. Scase,
las clases medio-bajas. Ia seguridad social, las Social democracy in capitalist society. Working
oportunidades de instrucción. son netamen- class politics in Britain and Sweden, Londres,
te superiores en comparación con otros pal- Croom Helm, 1976; A. Wolfe, Has social demo-
ses con similares condiciones pero no dirigi- crucv a future?, en comparative Politics, octubre
dos par g. sociaidemócratas. de 1978. pp. ICO-I25; A. Wolfe, Los limites de la
Criticos y partidarios están de acuerdo en legitimidad: cant radicciones polizicas del Ca pita-
un punto, par encima de las diferencias de lismo contempordneo (1977), Mexico, Siglo XXI.
fonda por las que los primeros consideran Ia 1980.
experiencia sociaidemócrata un fracaso sus-
tancial y los segundos un éxito sustancial. El [GIANFRANCO PASQUINO]
punto de acuerdo está en senaiar Ia necesi-
dad de ir más allá. Acerca de las modalida-
des concretas a perspectivas especlficas de
superacion de las experiencias socialdemó-
golpe de estado
ci-atas, Ia discusión sigue abierta y estã en
relación con una serie de cuestiones igual- El significado de
I. LA LvOl.L:CIIDS DLL SIGNIFICALO.
mente en discusión abierta: ci problema de Ia expresión g. de estado ha cambiado con ci
Ia transiciun democratica al socialismo, el de tiempo. La actual configuración del fenóme-
Ia gestiOn y trdnstormación de las sociedades no comparada con Ia acepción que se Ic daba
industritles con instrumentos liberales, ci de par ejemplo hace tres siglos, presenta diferen-
Ia naturaleza polItica, social y económica de cias que van desde el cambio sustancial de los
las socieddes poindustriales. etc. Esta dis- actores (quiCn lo hace) a Ia forma misma del
cusiOn inolucra el futuro de todos los siste- acto (cómo se hacc). Solo un elemento se ha
mas politicos modernos, tanto democráticos mantenido ir.mutable y se presenta justaxnen-
coma no demucráticos. te como trait d'union entre estas diferentes
724 GOLPE DE ESTADO

configuracionc.s: el g. de estado es un acto lIe- tiempos más cercanos, nos encontramos fren-
vado a cabo por parte de órganos del mismo Ic a una verdadera proliferación del fenOme-
estado. Una breve sintvsi.s histórica aclararã flO, Si bien con caracterislicas un poco distin-
mejor tanto las diferencias mencionadas las. Elect ivamente, a comienzos de los años
como Ia permanencia de este üitimo dc- setenta, más de Ia mitad de los paises dcl
menlo. mundo tiene gobiernos surgidos de g. de esta-
do exitosos y. por lo tanto, ci g. de estado
Ii. EL CAM HIO DE LOS ACTORES. La expresión coup coma método de sucesiOn guhernativa se ha
d'Etat ha adquirido dereeho de ciudadania en vuelto más usual que las elecciones o Ia suce-
Ia literatura francesa, tanto que Gabriel Nau- sion monárquiea. Pero los adores del g. de
dé escribia. ya en 1639, sus Considerations estado han cambiado. En Ia gran mayoria de
politiques stir it' Coup d'Etat. Para Naudé ci los casos, quienes se aduenan dcl poder poli-
g. de estado tiene las mãs variadas acepcio- tico a través dcl g. de estado son los titulares
nes y Ilega a confundirsc con Ia "ra-zón de de uno de los sectores elaves de Ia burocra-
estado". Dc tal manera. g. de estado es tanto cia estatal: los jefes militares. El goipe miii-
In decision de Catalina de Medici de eliminar tar o pronunciamienro, segUn Ia voz acunada
a los hugonotes Ia noche de San Bartolomé, par Ia tradiciOn espanola, se ha transforma-
coma Ia prohibicion dci emperador Tiherio do, de este niodo, en Ia forma más corriente
a su cuñada, que habia enviudado, de con- de g. de estado.
tracr nuevas nupcias para evitar el peligro de A través de este itineraiiu, desde Naudé
que los eventuales hijos de esta pudiesen aspi- hasta nuestros dias, el elcniento decisivo pam
rar a in sucesiOn imperial contra sus propios caracterizar el knOnieno se encuentra en In
hijos. Pero los multiples ejemplos senalados respuesta a In pregunta: r2quiefl in luice? En
por Naudé, bajo ci nombre de g. de estado, el primer caso, el soberano; en ci segundo ci
tienen en comOn el que se trata de Un acto lIe- titularo los titulares dcl poder palitico legal:
ado a cabo par el soberano para reforzar su en el tercero, un sector de funcionarios publi-
propio poder. Esta decisiOn es tomada, por cos, los militares (cuva tajada dc poder vu, de
lo general. sorpresivamente, para evitar reac- hecho, desde una importante influencia en
ciones contrarias por pane de aquellos que algunos paises a un papel de auténtica tutela
deberán cufrirla (y en ml sent ido Ia condena u ocupaciOn interna en otros).
a viudez perpetua quc recayó sobre Ia pobre
cunada del emperador era sin duda mucho lii. MODALIDADES DEL GOLPE DE ESIADO, Z ('O?1lO Sc'
menos g. de estado que Ia sangrienta deter- Izace un g. de estado? A diferencia de In gue-
minaciOn de Catalina dc Medici). rrilla o de Ia guerra i -evolueionaria, cuvo pri-
La expresión asi acuñada se ha delimitado mer objetivo es el debilitar hasta aniquilar o
cada vez más, sobre todo con el advenimien- dispersar las fuerzas armadas a de policia al
to del constitucionalismo: en este punto es scrvicio del estudo, ci g. de estado se Ileva a
necesario hacer referencia a los cambios de eabo no solo a través de funcionarios dcl mis-
gobierno operados violando Ia constituciOn mo estado, conio hernos vista en el parLgra-
legal del estado, generalniente de manera via- fo anterior, sino también usandu elementos
lenta, N . por parte de los mismos detentores que fornian parte dcl aparato dcl estado. Esta
dcl poder politico. El diccionario Larousse caracteristica diterencia también al a.. dc esta-
consagra Ia tradiciOn francesa dcl término do del levantamiento, entendido como insu-
definiendo a! g. de estado como una violation rreccion no organizada, quc tienc muy pocas
dCiiberCe des formes constizutiouneiles par on o ninguna posibilidad de lograr ci éxito en el
gouvernement, one assembiCe on on groupe intento de dcrroar a In autoridad politica dcl
de personnes qui dCtiennenr lauiuritC. Y en estado modernu. Curzio Malaparte habia des-
tal sentido, el g. de estado por antonomasia tacado Va en 1931. en su libro TCenica dcl gui-
es el concretado por Luis Bonaparte, en 1851, pe de esiado, que atacar Ins sedes del parla-
cuando dio el golpe de gracia a In II Republi- menlo o de los ministerios, hov en din, noes
ca, de la que éI mismo era presidente, v IogrO mas quc una ingenuidad. Si esto puede ilegar
proclamarse nuevo emperador de Francia. a ser una larea final. más quc nada simbOli-
Tomando como objeto de investigaciOn en, para eoronztr cI éxito dcl V. de est:tdo el
(OLPE IMi ESTADO 725

primer objet ivo es ocupar y controlar los cen- de un grupo pequeno no militar, no parece
Iros dcl poder tecnológico del estudo, como confirmada pur los ejempios que vemos cada
Ia red de teiccomunicaciones, Ia radio, Ia tele- dia. En primer lugar, no existen g. de estado
vision, las centi ales eléctricas, las estaciones hechos sóio ror Ia bureracia: ni siquiera por
ferroviarias y las intcrseccioncs de caminos: in policia sola(exccpto en pcqueñisimos esta-
esto permitira aduenarse de los órganos del dos donde in poiicia es Ia Onica fuerza arma-
poder politico. Justamente esta curacteristi- da). Resumiendo: in existencia, hoy en dia, de
ca indiscutible dcl g. de estado nos vuelve a organizadisimos servicios informativos en
poner ante ci interrogante de quiénes pueden cada sector de las fuerzas armadas, el estric-
ser los posibles protagonistas actuales dci to control que éstas ejercen sobre los oficia-
fenómeno. ies. tanto de Ia propia arma como de las otras,
implica que noes suuiciente Ia mera infiltra-
IV. (.OLrE OF ESTAIX) Y (.OLPI 1IUTAk. La compleji- cion de on grupo no militur que iogrc liegar
dad dci aparato tecnoiOgico del estado moder- a influir a on grupo de oiciales. Hoy no exis-
noes Ia luente tanto de su fuerza como de su te g. de estado sin Ia participación activa de
eventual fragilidad. Por encima de los técni- por lo menus un grupo militar o Ia
cos encargados de asegurar el funcionarnien- neutralidad-complicidad de todas las fuerzas
to y Ia custodia de esos nudos estratégicos, urmadas.
ci estado prevé Ia conhinuaciOn en In presta- En Ia gran may oria dc los casos el g. dc esta-
don de estos servicios aun frente a Ia llama- do en nuestros dias implica, por lo tanto, In
da insurrección o guerra interna. Esta tarea incautaciOn, por parte de un grupo de mili-
es generalmentc asignada a las fuerzas arma- tares o de las fuerzas armadas en su conjun-
das y a Ia policia. Dado quc ci primer objeti- to. de los órganos y las atribuciones del poder
vu en In estrategia del g. de estado es justa- politico, mediante una acciOn sorpresiva con
mente In conquista de los centros tecnoiogi- cierto margen de seguridad y que, normal-
dos del uparato estatal, para tener éxito en ci mente, reduzca Ia violencia inherente ai ado
intcnto es necesario que aqucllas iuerzas sean con ci minimo empieo posibie de violenciu
apiastadas (iocual impiicaria un proceso pre- fisica.
vio de dcs"aste de las mismas mediante una
iucha de guerrillas o de gucrra revoluciona- V DISTINCIONES ENTRE GOLPE OF ESTADO Y REVOLU-
na), o que se produzca In participación en el (ION. INDI(ADORES E1PtRICoS DEL FENOMENO. Has-
g. de estado de, cuando menus, un sector dcci- ta aqul hemos caracterizado at g. de estado
sivo de aquelias mismas iuerzas, que logre sin mencionar Ia distinciOn entre g. de esta-
impunerse sobre los demás sectores. La tcr- do y Ia revoluciOn. Alrededor de esta proble-
cera posibilidad, o sea una eventual neutra- mãtica, sin embargo, ha girado Ia discusión
iidad de las fuerzas urmadas frente a los suce- de Ia mayor parte de Ia literatura sobre ci
sos, implica en realidad on apoyo pasivo ul tema. Se parte de in caracterizaciOn de Ia
g. de estado. revoiución como proccso que instaura un flue-
En este orden de ideas, para Edward Lutt- vo orden politico y juridico y se Ia contrapo-
wak, autor de uno de los más modernos tra- ne al g. de estado que provoca solo cambios
tados sobre el tema, ci g. de estado consisti- de menor alcance. (El g. de estado es conce-
na "en Ia infiltraciOn en un sector limitado bido, dc tal manera, por ciertos autorcs como
pero critico del aparato estatal yen su empleo una "revolución mcnor".) Este tipo de trata-
COfl ci fin de sustraer at obierno ci control dos ha sido heredado por Ia teonla juridica,
de los restantes sectores". Esta caracteriza- pero en este ámbito eI problema no tiene soiu-
dOn no deja de ser abstracta y, entre otras ciOn: Kelsen ya ha demostrado, en Ia Teoria
CosZts, no muy cierta. Aunque el mismo Lutt- general del devecho v del esrado, cómo tam-
ak señule quc hov ci g. de estado se cfcctüa bién el g. de estado instaura siempre un flue-
fund:trnentulmente a través de sectores cia- vo orden juridico, pues Ia violación de Ia Iega-
yes dcl sisteina —empleados estatales de iidad del orden anterior implica también el
carrera. Iuerzas armadas y policia—, su tesis cambio de su norma fundamental y, por lo
segun In cual hastarL. Ia infiltraciOn en uno tanto, Ia invalidación de todas las leyes y dis-
de estus sectores criticos, incluso por parte posiciones emanadas en virtud de Ia misma.
726 (iRUPOS DE PREStON

En otras palabras, ci g. de estado iinplica Ia do. En su manifestación actual, en Ia mayo-


instauración de un nuevo poder de hecho que na de los casos, e.s efectuado por un grupo
impondra a su vez su propia legalidad. Este militar o por las fuerzas armadas en conjun-
poder de hecho podrá también, silo desea, to. En caso contrario Ia actitud de las fuer-
convalidar todas las leyes y disposiciones zas armadas es de neutralidad-complicidad:
resultantes del orden anterior, pero ci orden 21 las consecuencias mãs usuales del g. de
juridico dcbcrá corisiderarse nuevo puesto estado consisten en ci simple cambio de lide-
que habrá cambiado ci titulo de vaiidez. Y son razgo politico;
éstas las razones por las que, segün ci dere- 31 ci g. de estado pucdc ser acompanado o
cho internacional. ci gobierno surgido de un seguido de movilizaciones poilticas y soda-
g. de estado dcbe pedir un nuevo reconoci- les, pero éste noes un elemento ni recurren-
miento a los demas estados. Ic ni necesario at mismo;
Todo esto no significa absolutamente que generalmente Ia potenciación dcl upara-
ci g. de estado produzca rnodificaciones sus- to burocrático y policial dci estado sigue al
tanciales en las relaciones politicas, econOmi- g. de estado;
cas o sociales (es más, Ia experiencia históri- una de las consecuencias más tipicas del
ca demuestra lo contrario), sino tan solo que, fenomeno opera sobre las formas de agrega-
bajo ci aspecto juridico, entre g. de estado y ción de Ia demanda politica, puesto que es
revoiucion no existe diferencia. Part iendo de caractenistica recurrente Ia eliminaciOn 0
esta certeza, ciertos estudiosos han caracte- disoiución de los partidos politicos.
rizado ci g. de estado como "una revoiuciOn
en derecho, no en politica", una definición RIBLIO..HAFIA: C. Barbé, Colpo di stab, en Politi.
que no ofrece puntos de partida operativos cue .coclela, Florencia, La Nuova Italia, 1979, vol.
para ulteriores estudios. I; E.N. Luitwak, Tt'ciica dcl colpo di stab
Para evitar ci cailejón sin saiida ai que con- (1968), Milan. Longanesi, 1969; C. Naude, cousi-
ducen los tratados de tipo juridico y Ia pole- deraziop:i politiche sui colpi di claw (1639), Turin,
mica respecto de si ci g. de estado, que es tra- Boringhieri, 1958; D.C. Rapuport, Coup detat,
dicionaimcnte un m ~ todo de Ia derccha para the rkw of the nwii firiug pistols, en Rtrolution,
aduenarse del poder politico, puede tarnbiCn a cargo de C J. Friednich, Nueva York. Atherton,
.

(Tenerar un proceso en sentido inverso, un sec- 1967.


tor de Ia doctrina prefiere definirio como poll-
ticamente neutro y sostener que. si ci g. de [cARI.os BARBE]
estado habrá de ser o no ci primer paso de
un proceso revolucionario (respecto de ios
fines áitimos, sociales y económicos), esto uta-
ñe a las fututas acciones de aquCilos que con- grupos de preslón
quistan ci poder. Dc por si, g. de estado cons-
tituiria, pura y simplemente, un método para I. IA TIORIA DE LOS GRUPOS Y (iRIPOS DE f'RESIOX.
conquistar ci poder, sin connotaciones poll- Comünmente se suck empezar cualquier dis-
ticas o socioeconómicas. Esta definición se cusión sobre los g. de interes ode preiOn par-
detienc en ci estudio de Ia estrategia del g. de tiendo de Ia ILimada teoria de los grupos en
estado sin indagar las consecuencias del mis- ]a formuiaciôn d,da por Arthur Bentley, The
mo sobre ci sistema politico o sobre los dcmás process of goverroneut (1908) y cuntinuada por
sistemas sociales. David Truman, The goccrmneutal process
Por ci contrario, ci g. de estado podrä ser (1951). en Ia quc muchos cupitulos ctãn dedi-
mejor definido v mejor conocido siguiendo ci cado, e.pccificamentc, y no de manera
rastro de los indicadores empiricos del fenO- ca.LIaI, prccisamcnte a los g. dc inheres. En
meno segün su concreta manifestaciOn his- sintesis, Csta refcrencia obligada se pucde ju.
tórica. tificar ampliamente porque Bentley se pro.
Asi encaminados podemos encontrar mdi- ponia con su exposicion polemica dirigir Ia
cadores como Cstos: .ttcflciÔn v ci inicrCs de los politólogos dc las
1] en Ia tradición histórica ci . de estado institucioncs junidico-formaks a las activida-
es un acm ilevado a cabo por órganos dci esta- des informales de los distintos g. que actüan
C.RUPOS DE PRESIO 727

en una sociedad. Su afirmacióri de que "Ia formulaciOn carece de los atributos propios
gran tarea del estudio de cualquier lorma de de una teoria: no especifica las relaciones
'ida social es el análisis de estos grupos. entre las variables, no senala relaciones de
Cuaiido se presentan adccuadarnente los gru- causa y efecto, no establece una correspon-
pos, todo es presentado, ysi digo todo entien- dencia entre relaciones formales y fenómenos
do todo", se puede entender precisamente reales y, finaimente, no es falsificabie. En
como una tentativa que provoca Ia destruc- definitiva, afirma que toda Ia actividad poli-
cion dcl predominio de las disciplinas juridi- tica se reduce a una lucha entre g., y ya que
cas y parafilosóficas en ci estudio de los feno- Ia definición de g. es tan vasta que es omni-
menos politicos y que propone un análisis comprensiva y puede identificarse con La mis-
descriptivo y empirico, aunque solo en esta ma uctividad, esta afirmación resulta tauto-
mcdida restringida. lOgica. El g. es una masa de actividades, un
Otras tendencias intelectuales lievaron a un g. politico es una masa de actividades que se
análisis de Ia actividad politica en términos orientan en una direcciOn polItica comOn (Un
de actividad de grupo. Estaba ante todo Ia g. no es un conjunto de individuos quc inte-
reacción de los pluralistas ingleses —prime- ractOan, como pretende Ia definición socio-
ro Figgis y Maitland, y después G. D. H. Cole lOgica mas difundida); cuando se producen
y Laski— y alemanes —sobre todo Gierke- ciertas uctividades que tienden a satisfacer-
contra Ia teoria monista dcl estado como Oni- lo, existe un interés, de tal modo que las ideas,
ca organizaciOn autorizada a exigir obedien- las instituciones y los individuos se reducen
cia y obediencia absoluta (teoria propuesta en a g. cuyas interacciones terminan por produ-
Inglaterra por Austin y, en Alemania, ejem- cir las politicas gubernativas. Actuando de
plificada por Ia acciOn de Bismarck). En este modo desaparece, sin embargo, toda dis-
segundo lugar, ocupan una parte considera- Linción entre los tipos de g. existente.s en una
ble los esfueios de los sociologos europeos sociedad, tanto primarios como secundarios,
—Gumplowicz, Simmel y Ratzenhofer— por formales e informales, voluntarios o invotun-
comprender y explicar los procesos sociales tarios, en tul forma que no es posible evaluar
par medio de Ia categoria analitica de grupo. Ia incidcnciu de los distintos g. en el proceso
Entre estas dos tendencias se inserta Ia obra politico y en Ia distribuciOn de los valores
de Bentley que, baja el influjo de Dewey, tra- socialcs y los g. más complejos y organizados
ta de superar La reificacion de las categorias formalmente como ci gobierno, Ia burocracia
juridicas, politicas y psicolOgicas que preva- y ci ejército, se ponen en el mismo nivel que
lecia a principios dcl siglo. los demás grupos.
La primera observaciOn de Ia que hay que Sin embargo. Truman vu mucho más Iejo.s
partir para realizar un análisis de Ia teoria cuando habla dc "g. potcnciales" —distinciOn
de los g. consiste en quc Bentley no entendia que Bentley habia dejado en Ia oscuridad al
su estudio tanto como Ia elaboraciOn de una hablar de zrnderlving groups y de representa-
verdadera teoria sino como La tentativa de tive groups— que son actitudes compartidas,
piasmar un instrumento analitico. Y. de intereses ampliamente difundidos en Ia .socie-
hecho, no sc puede hablar propiamente de dad que inciden en el proceso politico uunque
una teoria, desde el momenta que, si se redu- sin estar organizados formalmente. Debido a
ce a lo esencial, Ia teoria de los g. no dice otra este artificio, Truman logra dar cuenta de las
co.sa que "Ia politicu es el proceso por mcdio reglas dcl juego, de los procedimientos de una
dcl cual los valores sociales se asignan de Un ciertu sociedad, del si.stema de creencias,
modo imperativo; esto se Iteva a cabo por incluyéndolas en Ia cutegoria de g. potencia-
media de decisiones; las decisiories son pro- les. Lu critica más fuerte a esta cxpOsiciOn es
ducidas par actividades; cada actividud noes que, par encima de su no falsificabilidud, Ia
tli'a ¼epaI-ado de las dcmás sino que masas realidad politica no puede 5cr rcducida, sin
(Ic acth iclac.ks tienen tendencias comunes res- dejar residuo, a un paralciogramo de fuerzas
pectu de las decisiones; estas ma.sas de acti- constituido par g. de interés, y los individuos
vidades son g.; en esa forma Ia lucha entre los no pueden 5cr considerados como protagonis-
t. (o intereses) determina qué decisiones se tas efectivos de los procesos politicos solo en
han de tomar" (Eckstein y Apter, 1963). Esta cuanto miembros de g. más o menos organi-
728 (.R1.POS LW. PREStON

zados, y mucho menos pueden considerarse haccr uso de In amenaza de sanciones.


simples árbitros de Un conflkto entre los g. G. de interês es Ia dicción mts dilundida
y los órganos de registro y ratifkacion de los de las lies que estarnos exaiiiinartdo, v su deli-
resuitados de es(os conilictos. niciôn más cxpiicita se encuentra en Truman.
A causa dcl defecto que los discipulos más segün el cual g. de inters es "cualquier g.
rides v más preparados no han sido capaces quc, basãndose en una o varias ac titudes corn-
de eliminar, y que consiste en unu serie de partidas, 11ev a adelante ciertas reivindicacio-
definiciones vagas, aproximativas y gencri- nes ante los demás g. de In sociedad, para ci
cas. cuando no hasta tautologicas, de sus con- establecimiento, ci mantenimiento o Ia
ceplos dave —g., inters v actividad—. In leo- unpliacion de formas de conducia que son
na de los g. no puede aspirar legitirnamentc inherentes a las actitudes compartidas". Estu
al estatus de teoria general dc Ia politica. En delinicion adolece, sin embargo, de ties
su forma menos ambiciosa, sin embargo, ha inconvenientes: pot- un lado. los distintos
at raido v despertado In atenciUn sobre ci anã- autores que Ia usan terininan arruinándola
lisis de las luerias ekctivas que estn en jue- iii convertir In nocion de interés en algo denia-
go en Ia actividad poiiiica y purticularmente siado genérico v, par Ia tanto, analiticamen-
sobre Ia interacción de los g. semipoliticos Ic inservible, de tal niodo que prácticamente
que tratan de obtener decisioiies favorables todo g. existente en unu sociedad se convier-
de los g. gubernativos organizudos e inslilu- te en on g. de intel-es; por otro lado, en
cionalizados, es decir ha impulsado el inte- muchos tic cilos existe Ia tendencia a reducir
rés de los investigudores hacia In actividad de insconsciente aunquc signilicativainente todo
los g. de presión v ha permitido plantear algu- inteics a inheres meramente econórnico, des-
nas preguntas significativas concernienles a cuidando otros intereses existentes v organi-
su exislencia. a su importancia, a In intensi- zados, como los intereses culturales, religio-
dad v al ãmhito de sus actividades v a las con- sos y asi sucesivair1ente; finalmente esta dcli-
diciones que favorecen o inipiden su exito. niciOn no nos pci-mite decir nada de las moda-
lidades de interaccion de los distintos g. exis-
ii. GRIJPOS Dli IXTERES. DE PRIiSIOX. LOBBYING Y PAR- tentes en In sociedad ni sobre el modo preciso
11005.El primcro y más importante problema en que tratan dc hacei prcvalecer sus intere-
que sc presenta en este punto es ci de dist in- ses. Bentley no sc planteU esle problema. ya
guir las expresiones que se usan comünmen- que ante todo considerahu al g. coma una
te de manera intercambiable, o sea g. de inte- categoria analitica s no concreta v , en segun-
rés, g. de presiOn v lobhvi;zg (o lobby). En do lugar. idcntificaba eI interes con Ia aclivi-
segundo lugar habrá que distinguir entre g. dad. uunquc procediendo de i-ste modo daba
de presión v partidos, y analizar las relacio- pot- descontado que todo intel-cs se manifies-
nes entre los g. y los partidos. Desembaraci1- ta en torma de aetividad, siendo quc puede
monos, ante todo, de Ia expresión lobbying. haher iritereses que no sc convierlcn en acti-
Como indica In expresión misma, tornada del vidades. Truman trata de resolver estas obje-
corredor de los edificios parlamentarios v de ciones usando Ia dicción g. de init'res politi-
Ia entrada de los grandes reeintos en que fre- co, pero tambien Csta es insatisfactoria pues
cuentemente residen los parlamentarios. se hay interesc no politicos que pueden consi-
trata de una actividad o, melor dicho, de un derar nccc aria In bUsqueda de Llccisiones
proceso ms bien quc de una organ izaciôn. Es politicas favorables a fin de estabiecerse,
el proceso par media del cuai los reprcsen- mantcncrse a ampliurse.
tantes de g. de interés, actuando como inter- - Quedu, por lo tanto. In dicciön g. de presión.
mediarios, ponen en conocimiento de io, Esta indica .tI mismo tiempo Ia existencia de
legisladores o de los dec,szon-make'rs los una onianizacion formal v Ia modalidad de
deseos de sus grupos. Por lo tanto lobhrinj: acción dcl a. mismo en vista a In eonseeución
Cs, sobre todo, una trasmisión de inensajes de de sus fines: In presion. Entendemos pun pre-
los g. de presión a los decision-makers por skrn In act ividad del curl junto de individuos
media de representantes especializados (y en que unidus pur motivacioncs comunes truhun
algunos cusos, como el de Estados Unidos, de iniluir, a travcs del uso 0 de In arnenaa
legalmente autorizados) que pueden o no dcl uso de saneiones, en las decisiones que
GRUPOS DE PRESION 729

toma el poder politico. sa sea a fin de cam- dirnensiones anteriores es fOcil senalar los
biar Ia distrihucin prevaleciente de bienes, conuniw, quc van desde ci máximo de persis-
servicios, cargus y oportunidades, ya sea a fin tencia de Ia actividad hasta el minimo, desde
de conservarla anLe las amenazas de interven- ci máxinio de organización hasta ci minimo
ción de otros g. o del poder politico mismo. y asi sucesivamente, Ia articulaciOn v Ia agre-
Preston, no es, pues. como consideran algu- gación parecen ofrecer, por lo menus en prin-
nos autores, tanto Ia posibilidud de tener ucce- cipio, un critcrio adecuado para la diferen-
so al poder politico, como Ia posibilidad de ciación. Pero noes asi. Si por ai-ticulaciOn de
recurrir a sanciones negativas —cast igos— o intereses entendemos, en efecto, 'cl procesc,
positivas —premios— con ci tin de influir en a través dcl cual los individuos y los g. for-
Ia asignación imperativa de los vulores socia- mulan demandas a las estructuras decisiona-
les a través dci poder politico. Distinguidas les politicas", no hay duda de que este pro-
de este modo las expresiones lohhvwj,', g. de ceso lo pueden empezar v controlar indiferen-
iiiterés v de g. de prcsiOn, quedu por resolver temente los g. de pres iOn o los part idos ni de
ci prohiema más delicado. o sea ci de dileren- que In linea de distincion tendrá un carOcter
ciar los g. de prcsion de los partidos politicos. cuantitativo v no cualitativo. Dc una manera
Si uno se apega a Ia teoria de los g., resuita semejante, si por agregaciOn de intereses
más dificil. pur no decir imposibic, efectuar entendemos 'la conversiOn de las demandas
esta distincion que es de fundamental impor- en decisiones politicas alternativas", habru
tancia. La definiciOn de g. de interës dada por muchos tipos de partidos que no ilenen esta
Truman v reproducida anteriormente no per- función v tendremos algunos g. de presiUn
mite dar ningun paso hacia adelante, Va que —las grandes confederaciones industriales,
tanto los g. de interés como los partidos SC agricolas y sindicales— que ademãs de Ia tute-
presentan como species del e;uis grupu. Las Ia de los intereses de sus asociados se propo-
prirneras tcntativas de diferenciación pusie- nen explicitamente el objetivo de formular
ron su atención en caracteristicas que no eran dccisiones politicas aiternativas.
capaces de distinguir los g. de presión de los En definitha, por lo que respecta a estas
partidos politicos sino que servian rnás bien dos funciones, tampoco podemos decir que
para hacei- distinciones deniro de las dos cate- los g. de presiOn scan Ia organizaciOn (o las
gorias. No puede servir a este objeto Ia con- estructuras) especializada en el cumplimien-
tinuidad o Ia iltternlilencict de Ia actividad: a to de In funciOn de articulacion de los intere-
este propOsito, en cfccto, se ha Ilegado a seña- ses asi como no podemos afirmar que los par-
lar que, por lo menos en ci contexto anglosa- tidos sean Ia estructura especializada en Ia
jOn, "las campafias de los g., comparadas con agrcgación de los intercses. Sc podria obje-
Ia interniitencia de las actividades pl-ácticas, tar que Ia distinciOn entre g. de presión como
con io abstracto v lo general de Ia propagan- articuladores de interescs y los partidos poli-
da Lie los partidos, resultan concretas y cons- ticos como agregadores de intereses existc
tantes" (Ehrmann, 1968). No puede servir por lo menos en ci nivel genético. Vale decir,
tampoco Ia thnwnswn de In oruanizaciUn, va los g. de presiOn surgen par el csfuerzo de
quc numerosos part idos son mucho rnás hacer frente a un problema inmediato, se
pequeños quc algunos g. de presiOn —rccuér- busan en un solo interés v se transforman lue-
dense no sOlo las confederaciones industria- go para prestar los servicios que sus afiliu-
le Nino también los mismos rindicatos—, ni dos van considerando necesarios, en tanto
ci oiizbiio de In actividad, va que hay g. de pre- que los partidos, desde ci momcnto de su
siun de caracter nacional y partidus sOlo loca- constituciOn. Se presentan como representan-
les o i-eiunales. ni In finalidad, va que hay g. tes de diversos intereses. Pero tampoco esta
Lie presiun y partidos que proclarnan finali- distincion es correcta ya que muchos g. de
d.tdes dc caracter ienerul, ni, finulmente, Ia presiUn surgieron con Ia intenciOn de defen-
arneziltwwn de los intereses como funcion der diversos intereses y, por otra parte, algu-
propi..t LIC los g. de presion v In a&regachiii de nos part idos surgieron basándosc en un solo
los intereses corno especifica de los partidos interés y ampliaron luego el ámhito de sus
politicos. actividades (ademOs, esta distincion no es
Sin embargo, mientrus que para tudas las capaz de explicar Ia existencia de los llama-
730 GRL'POS DE PRESION

dos partidos flash que viven el espacio de una de los purtidos o reciben, en cierto modo, de
sola elección). elios un apoyo indispensable. En este caso,
Se puede encontrar una solución a este pro- el control de los partidos ies impide a los g.
hiema refiriéndose a las funciones que se les de presión articular de manera autOnoma las
atribuyen comünmente a los g. y a los parti- demandas existentes en Ia sociedad, represen-
dos v tratando de descubrir las que solo desa- tar intereses especificos y pragmOticos y ter-
rrollan los purtidos. De una manera ode otra, minar por imponer un con tenido ideologico
ambas estructuras realizan todas las funcio- a todu Ia actividad de los g. de presión, impi-
nes de trasmisiOn de Ia demanda politica, de diendo que sus demandas puedan reagrupar-
intermediaciOn entre Ia sociedad v el gobier- se mediante negociaciones o compromisos.
no, de reclutamiento politico, de participa- El tercer caso es el mas difundido en los sis-
ción politica y de integración social. No ohs- temas democrOticos: existe una identidad de
tante, se pueden encontrar por lo menos tres intereses entre algunos g. y algunos part idos
funciones que realizan solo los partidos Y no en temas importantes. pero nimea CO 10(105
los g. de presión: Ia funcion de c'ornpe:encia los temas politicamente relevantes; en todo
electoral, Ia función de adminisrruciOn direc- caso, los programas de los partidos nose pue-
Ia del poder v tal vez Ia funcion de expresiOn den reducir nunca completamente a las pre-
democrática (Fisichella, 1972). En definitiva, siones de los grupos.
podemos concluir que son g. de presiOn los El problema de las relaciones entre parti-
g. organizados quc, a pesar de que tratan de dos v g.es, sin embargo, interesante también
influir en Ia distribución de los recursos den- en otro sentido, es decir cuando se anaiiza Ia
tro de una sociedad ya sea para mantenerla influencia de los sistemas politicos sobre las
invariada Va sea para cambiarla a su favor, actividades dc los g. de presión. En Ia litera-
no participan directamcnte en ci proceso dec. tura no todos estOn de acuerdo sobre el gra-
toral v. en cierto modo, no estan interesados do de influencia ejercido pun los distintos
realmente en administrar por cuenta propia tipos de sistemas partidistas. sobre ci nüme-
ci poder politico sino en cuanto a tener un nov sobre Ia intcnsidad de las act ividades de
acceso fdcil v franco a este Oltimo v en influir los g. de prcsión en ci caso de sistemas de par-
en sus decisiones. tido Onico, aunque Sc puede hablar tambien
Antes de pasar a esaminar cuOles son los de una manera correcta de g. de prcsiOn (V.
canules de acceso de los g. de presiOn al poder infra), I,stos actOan cuando mucho dentro dcl
politico v cuáies son los recursos que les per- partido mismo su numero es tanto mOs dc-
miten descmpcnar una función importante en vado cuanto más compieja es Ia sociedad y su
el proceso politico de las sociedades, demo- uctividad tanto mas intensa cuanto mOs
crOticus o no, es necesario prolundizar las "abiertu" es ci sistema de reclutamicnto del
rclaciones entre los g. de presión y los parti- partido (o sea cuando no es receptivo sOlo a
dos. El primer problema se refiere al tipo v algunos grupos ' hostil a otros). El desacuer-
grado de mutua penetracion entre los parti- do entre los investigadores surge a propOsi-
dos v los . de presiOn. Primer caso: los g. de to de los sistemas bipartidistas y de los sis-
presión controlan a los partidos. Cs decir no temus pluripartidistas. El contexto bipartidis-
solo financiztn Ia actividad de los partidos sino ta, se ha afirmado (Key, 1964), alicnta Ia for-
que pueden decidir también de una manera maciOn de los . de presiOn, Va que es muy
signifjcativu tunt') ci reclutamiento de los din- arriesgado para los partidos convertirse en
entes dcl partido como ci tipo de politica a portavuces de intcrcss dmasiado especifi-
seguir y realizar. En este cuso, los g. de pre- cos y caracterizados excesivamente por Ia cir-
sion obstaculizan fuertemente Ia capucidad cunstancia de quc su victoria ctO ligada a una
de los partidos para combinar intereses espe- .tpelaciOn mãs general izada. Precisamente
cilicos mediunte proramas que lienen por pant logrur una apclacion mOs vasta, se ha
objeto alcanzar un apovo más vasto. y pur lo obletado (Eckstein v Apter, 1963), los parti-
tanto el proceso le,'islativo Sc ye obligado dos de los sistemas bipartidistas se compo-
afrontar una serie de demandas burdas v par- nen frecuentemente de alas v fracciones qUc
ticulanistas o riidas v vagus. Segundo caso: se convierten en portavoces de intcrescs 5cc-
los g. de prcsión son verdaderas emanacioncs toriales, aunque no de cuaiquier tipo. Pur lo
GRUPOS DE PRESION 731

tanto, los sistemas bipartidistas no desulien- un control efectivo sobre el gobierno) el cen-
rn In constitucion de g. de presión sino mãs tro del proceso decisional y Ia medida en que
bien su acceso a través de los canales inter- in administraciOn publica interviene en Ia for-
nos de los partidos, en tanto que en los siste- macion v en Ia aplicacion de las decisiones
mas multipartidistas algunos partidos tienen politicas.
en Si mismos caracteristicas de g. dc presión.
En realidad, este análisis no es de por si iii. RF.C1RSOS DE LOS GRIPOS DE PREStON
suficiente porque las caracteristicas de los DEAccEsO. Liegamos ahora a un análisis de los
sistemas partidistas no son las ünicas que recursos que tienen a su disposicion los g. de
condicionan ci nümero de los g. de prcsion presion v a su estructura organizativa paru
v Ia intensidad de sus actividades sino tam- tratar de describir tanto sus modalidades de
bkn, por un lado, las car acteristicas de Ia acción como sus probabilidades de eito. Es
organización interna de los distintos partidos evidente que, vu que ci exito dcl grupo depen-
y, por ci otro, las caracteristicas del iuncio- de en gran medida de Ia organixación formal
namiento, de Ia mecánka del sistema parti- e informal del sistema en que opera el g., este
dista. En un sistema hipartidista, por elem- anáiisis deberia considerar Ia acti'.idad del g.,
plo, un g. de presion que maiitiene relaciones entre otras cosas, como una serie de respues-
privilegiadas con uno de los dos purtidos se tas y de adaptaciones a Ia cstructura dcl pro-
encont rará inevitablemente en desventuja ceso decisional del sislema. Aigunos autores
cuando el otro partido este en el poder y debe- sostienen quc uno de los indicadores más con-
ri, por lo tanto, buscar otros canales de acce- fiables que señalan en qué radica el poder real
so a los decision-makers. Pero si Ia disciplina consiste en identificar en dOnde aplican más
interna de los dos partidos noes rnuy rigida, sus recursos los g. de presion: otros Ilegan al
el g. de presión podria intentar influir en un grado de afirmar que, parn aumentar sus pro-
nümero suficiente de diputados para obtener bubilidades de éxito. ci g. de presiOn traIn de
medidas legislatius no dci todo desfavo- influir v de adoptar, en esencia. aigunas
rubles. caracteristicas importantes.
En un sistema muitipartidista en que se Un ejemplo significativo se refiere at eke-
produce una cierta altcrnaciOn en el poder, to de Ia organización centralizada o descen-
los g. de presión tienen grundes posibilidades tralizada, unitziria o federal, dcl estado. Si las
operativas aun en cI nivel de los partidos; en decisiones concernientes a una categoria pro-
cambio, en aquellos lugares en que. corno en fesional, por ejemplo a Ia de los profesores
los sistemas con un partido predominante o no universitarios, no cc tomun en un nivel
con un partido de muyoria relativa que siem- nacional o federal, sino regional o estutal, el
pre está en el gobierno, no existe o casi no g. de presiOn representado por los maeslros
existe esta altcrnacin. los g. de presión presumiblemente no esul organizado dc
"parientes" dcl partido en posición de pree- manera cent ralizada en el nivel nacional sino
minencia tendran un acceso prisilegiado V que está más bien descentralizado v es más
lograran decisiones favorables en tanto que aguerrido en ci nivel local. Siguiendo todavia
los demás . tratarán de intluir en los distin- por un momento en este terreno, Ia oraani-
tos reprecentantes dcl partido de mavoria zaciOn federal del estado puede producir una
—que de ordin.trio no está fuertemente dis- consecuencia adicional, descada o inespera-
ciplinado unido— o de precionar directa- da, In de crear g. de presion representantes
mente en Ia Ltdministraci6n publica, cuidán- de los estados o de las rezione. Asi, en Ale-
dose en ambos casos de no dejarse identifi- mania, los Lauder son verdaderos g. de pre-
car de una manera dem.siado manifiesta con sión no solo par ser representantes en el Bun-
los partidos de oposición (o con los demãs desrat en que cada Land dipone de una ofi-
partidos en general). Naturalmente. va que ci cina v de un equipo, sino también porque, a
objet ho de los g. de presiOn consiste en obte- caui dc una disposición constitucional,
ncr dccisiones faorables,e I análisis desarro- todos los provectos de le deben .ometerse
Ilado hasta aqui serla insuficiente Si no se al Bundesrat v los ministros de los distintos
tomara en cuenta Ia niedida en que los parti- !.andL'rgozan del priilegio de dirigirse direc-
dos ocupan directamente (aun por rnedio de tamente al Bundesrat v a sus comisiones para
732 (.RUPOS DE PRESIO

poner de relieve cuáles son los intereses que nes favorables: su politizacion es, al mismo
están en juego en los diversos provectos de tiempo, mãs intensa, pero estO ttmbién más
le. sujeta a crisis radicales —con ci consiguien-
Ahora debernos preguntarnos cuãles son te abandono o expulsiOn de Ia arena politica-
los lactores que determinan Ia formu que en los frecuentes casos de fracaso. El nOme-
adopta Ia actividad de los g. de presión. Dc rode g. que entran en competencia en un nivel
acuerdo con distintos autores, esta pregunta inferior al gubernativo v unit cievada compe-
dirige su atención esencialmente a las inic- tencia entre los grupos sun, en cierta mcdi-
racciones de los g. de presión con los orga- da, indicadores del grado de aceptaciOn del
nismos gubernamentales —el gobierno mis- sistema —o sea del consensu social— v de lit
mo v Ia adrninistraciôn püblica—. aunque es vitalidad del sistema mismo, a pesar de quc
evidente que, conforme al ordenamiento e.sta- las caracteristicas de esta competencia y ci
tal. scria ütil que Ia alención del inve.stigador grado de autonomia del guhierno respecto de
(y de los g. de prcsion) se dirigicra cada vez los distintos g. pi-esenten indicadores tal yez
también a los grupos parlamentarios v a los mOs seguros v más confiables para evaluar
partidos (v. supra). Es más raro ci caso de los Ia vitalidad y democraticidad del pruceso
g. de prcsión quc actüan simplemente sobre politico.
Ia opinion püblica por mcdio de amplias cam- En cuanto a I-a legitimidad, habrá que dis-
pafias publicitarias; en este caso sc habla de tinguir entre Ia legitimidad que Ia cuitura
grupos promolores o de propaganda. También poiitica del sistema les usigna a las activida-
los g. de presiOn pueden recurrir a Ia sensi- des de los g. organizados, v que va de un mini-
bilización de Ia opiniOn pOblica, aunque solo mo en los sistemas totalitarios y en los pal-
coma una etapa intermedia y como uno de los SCS nuevos a Un maxima en los paises anglo-
modos posibles de desarrullar unit actividad sajones —aunquc con diversos matices—,
de presión. Ia legitimidad tanto de Ia necesidad de con-
c Cuál es Ia razón de que, en algunos siste- vertirse en una organizaciOn formal coma de
mas politicos, lit actiridad de los g. de presion lit pertinencia de emprender ciertas acciones
v su nOmero resulten supriores a los de utros para proteger los propios intereses, o de Ia
sistemas? Una de las condiciones par las quc furma en que lit considera el liderazgu o Ia
ci nOmero de lose. es elevado se debe a Ia dii e- membrecia dcl grupo mismo (tómense en
renciación estructural de Ia sociedad, pero cuenta, aunque en pianos diversos, el hecho
esta condición todavia no es capaz de expli- de que las huelgas de los soldados y de los
car por qué los representantes profesionales carabineros no solo son ilegitimas sinu tam-
v las asuciaciones voluntarias creadas por lit bien ilegales y quc las de los medicos muchas
modernización se transforman en g. de pre- veces se consideran ilegales aun par parte de
sion v actüan como tales. La intervenciOn los mismos medicos).
cada vez mayor dcl estado en las esferas Las diferencias más significativas entre las
económico-sociales constituye solo una expli- distintas formas adoptadas por lit actividad
cación parcial. Hay que examinar, en efecto, de los g. de presiOn pueden basarse, par un
otros tres factores: ci grado y el tipo de con- lado, en las caracteristicas del proceso deci-
senso social, lit legitimidad asignada a los g. sional v, por otro. en Ia culiura poliiica del
de presiOn v ci funcionamiento del sistema sistema en que actOan. Comencemos par el
partidista. Dc este Oltimo factor Va hemos dis- segundo factor. En los paies en que su acti-
cutido arnpliamcnte; serzi mejui que veamos vidad evoia los fantasmas dcl gobierno invi-
los otro- dos. sible y de Ia corrupciOn y donde de alguna
Si ci consenso social es muv limitado, coma manera es considerada ilegitima y nociva, los
sucede en los paises totalitarios v en los pai- g. de presiOn no tienden a desarrollar unit
ses nuevos. es evidente que cuandu los dis- obra de persuasion s dc presiOn a plena luz
tintos grupos logran organizarse tratan de del sal —cosa que par au-a parte es sumamcn-
adueflarse directamente del poder v de cam- te rant aun en los sistemas en que su activi-
biar las modalidades y los procedimientos de dad esta permitida—, sinu a [raves de consul-
su ejercicio más bien que de aproveehar estos tas v negtJciacioncs mOs a menus secretas, y
procedimientos con elfin de obtener decisio- ci locu.s di' su actividad no es ci purlan1ento
GRUPOS DE I'RESION 733

v ci gobierno sino los distinios minislerios. grupo — y en esto ci pensumiento vuela inme-
Esic desplazarniento se ye favorecido o inhi- diatamente a los sindicatos obreros— por una
hido, además, por Ia amplitud o por Ia res- parte puede influir de manera explicita en las
tricción, respcctivamente. de Ia esfera de dis- posiciones adoptadas por los partidos que
erecionalidad de que gozan los distintos saben que tienen que depender de los votos
minislerios on Ia aplicaciOn de las leves apro- dcl g., v por lu otia. aunque de una manera
hadas por ci pariamento. En Gran Bretaña v menus clara, on las decisiones gubernamen-
on Estados Unidos cste ämbito de discrccio- tales que, si se elect uan en abierta oposicicin
nalidad es mOs bien elevado; en Francia s' on con los dcsideraia del grupu, deberán aplicar-
Italia. on Ia mavoria de los casos, es muv res- se con costos mucho mavores. La riqueza pue-
tringido(a causa de Ia proliferaciOn de leves de utilizarse en diversos modus: para corrom-
respecto de los reglamentos administrativos). per toz.t court a los que deben tornar o hacer
Otro factor que mi luse on Ia forma de acti- aplicar las decisiones —los parlamentarios o
vidad de los g. de prcsiOn está dado por Ia los burocratas, caso que. Si 110 Cs Irecuente
expansion de Ia esfera de intervcnción guber- on los sistemas politicos occidentales, cons-
narnental: ci estado de bienestar o asistencial. tiluvc siempre una posibilidad real—. para
con su creeicnte absorciUn de actividades eco- desarrollar amplias acciones publicitarias v.
nornicas v con Ia avuda a Ia satisfacciOn de linaimente, para apovar las campanas dcc-
necesidades sociales. ha ampliado considera- torales de los distintos diputados. Los cony-
blernente ci area on que es necesario presio- cimwulos son ütiles sobre todo en Ia Ease de
nar al gubiernu para obtener decisiunes favo- elaboraciOn de los provectos de 1ev —de
rabies o impedir decisiones desventajosas, mancra particular cuando Ia materia a regla-
obligando a los g. interesados a organhzarse. mentar es cornpleia v se pide su rcdacciOn a
Al mismo tiempo, Ia expansion de Ia eslera distintos diputados o a örganos ministeriales
gubernamental ha hecho quc los entes paracs- con on personal no preparado adecuadamen-
tataics se erijan tamhicn en calidad de g. de te—. on Ia Ease de discusiOn de las enmiendas
presion. " on Ia Ease de aplicaciciu de las Ieyes, sobre
Las probabilidadcs de ëxito de un g. de pre- todo caando &stas no están formuladas rii-
sion reciben un fuerte influjo de lox rccursos daizenic sinu que dejan discrecioiialidad a los
que ticnen a su disposiciOn. Entre estos recur- burócratas para emitir reglamentos intcgra-
sos, los más importantes purccen ser: Ia ti'.os.
dimensiOn (o magnitud dc Ia membrecia). Ia La ;preseniaiiridad puede entenderse de
riqueza, Ia calidad v Ia amplitud de los cono- dos modos: o ci Iiderazgo del grupo es real-
cirnicntus v Ia reprcsentatividad. En igualdad mente expresion de Ia base. Cs decir goza de
de recursos parece, adernas. quc Ia probabi- Ia confianza v es receptiva a sus exigencias
lidad de éxito de un g. de presiOn se acrecienta —reprcsentatividad que frecuentemente se
consjderahlemente cuando los at iliados v los fliega a los lideres sindicales— o eI grupo aco-
lideres de Ia organ ización provienen dc estra- ge una inmensa mavoria de las unidades que
los sociales superiores, cuando ci g. trata de operan on ci sector. Dc este modo, los lide-
promover fines quc no estOn on conflicto con rcs sindicales pueden también ser represen-
los valores soclaks prevalecientes, v cuandu tativos de su base, pero si sobre veinie millo-
los decision-makers considcran legitimo al g. nes de trabajadores los afiliados a los sindi-
No todos los g., sin embargo. poseen Ia mis- catos son soktmente cinco millones. los sin-
ma cantidad de recursos. v una evuluacion dicatos no se considcrarán repre.sentativos:
realista de Ia incidencia de los recursos a su dcl mismo modo. una confederación indus-
disposicicin. v por iv tanto de las tácticas a trial puede reunir un porcentaje considera-
seguir. aunlenta en consecuencia las pruha- ble dc industrias que operan en Ia suciedad,
bilidades de cxito, va que cada uno de los peru silas dos o tres industrias con ci nOme-
recursos menciunados anteriormente hace ro mas clevado de dependientes y con Ia fac.
que ci grupo sea capuz de tratar, desde una turacicin mas importante no forma parte de
posiciOn mas favorable, con una contraparte Ia misma. Ia representatividad de Ia confcde-
mas hkn qite con utra. raciOn industrial se vera muv disminuida.
Pot ejcrnplo. Ia inagninid dc los afiliados al Digase lo mismo on ci easy de que existan
734 GRUPOS DE PREStON

varias organizaciones sindicales en mutua representatividad de Ia organ ii.aciOn que los


competencia: este hecho disminuye Ia percep- utiliza pueden influir, por Ia meno.s en cierta
don de Ia representativ idad de los sindicatos medida, en las decisiones que se han de tomar
y • simultáneamente, aumenta los costos deci- v sobre corny se han de aplicar. Estos dos ülti-
sionales, haciendo más complicadas las ope- mos recursos se han hccho valei-. de ordina-
racioncs de consulta entre gobierno, burocra- rio, ante ci gohierno v tanibién ante Ia admi-
cia v sindicatos v casi imposibles las negocia- nistracion publica.
CWflCS en sentido estricto, requiriendo estos Por lo que respectu a las relaciones efltre
Oltimos Ia concentraciOn de Ia autoridad en g. de presiOn, partidos y administracion publi-
las contrapartes a fin de obtener el mãximo ca, se pueden identificar tres categorias
de credibilidad en Ia aplicacion de las dcci- importantes: Ia relaciOn deparenlesco por Ia
siones adoptadas de comün acuerdo. que ci partido sOlo se muestra receptivo a las
De nada sirve Ia posesiOn de ciertos recur- presiones v a las sugerencias de los g. de su
sos si no se hacen valer a través de los cana- mismo origen ideolOgico-politico. Ia rclación
les apropiados. La dimension de Ia membre- clientelar par Ia que diversos ministerios
cia v su cohesion son recursos que se pueden recurren para su funcionamiento adecuado
hacer valet en las competencias electoraics. a Ia aportacion de algunos g. de presiOn que
v no sOlo en el caso de circunscripciones se convierten al mismo tiempo en interlocu-
pequenas con sistema electoral mavoritario tores privilegiados y en los máximos bench-
sino tamhièn en donde Ia circunscripción es ciarios de las decisiones politicas. y Ia rela-
grande v el sistema electoral es de represen- ciOn de colonizaciOn, por medio de Ia coal
taciOn proporcional. El caso de las relaciones algunos g. de presión, par costumbre a par
estrechas entre irade-z,mo;,s v partido labo- un poder real de chantaje, son capaces de
rista en Inglaterra es demasiado conocido vetar el nombramiento de importantes fun-
como pura tener que insistir aOn más en cionarios administrativos, a de imponerlo. En
para Italia, Ia FederaciOn de Cultivadores algunos paises, y sobre todo en Estados Uni-
directos constituve ci caso más macroscópi- dos, se desarrolla una lucha de este tipo entre
co desde el momento quc presume, y con toda los g. de presiOn par el nombramiento no solo
probabilidad tiene razOn, de poder "mandar" de los distintos secretarios de departamento
al parlamentu una cuarentena de diputados sino también de los jueces de los circuitos
por legislatura (todos dentro de las filas federales, en favor o en contra de los indus-
democristianas. triaks, en favor o en contra de los trabajado-
A pesar de todo. Ia riqueza parece ser ci res, en favor o en contra de los negros. La
recurso de menor peso en Ia actividad de los representatividad, finalmente, es ci recurso
g. de presiOn, si no fuera porque además de que permite un acceso a los decision-makers,
poder aplicarse para dificultar Ia realizaciOn no solo informal sino tamhién formal, "ins-
de las decisiones gubernamentales Ia rique- titucionalizado" —cuando existen organismos
za es frecuentemente Ia dave para gozur de como el Consejo nacional de economIa y dcl
consultores preparados e influventes, para trabajo— S que en cierto modo legitima tam-
financiar campañas electorales de partidos bién Ia actividad de los g. de presiOn: cuanto
enleros y de diputados en particular y para más representativos tanto mOs legitimos a,
influir en Ia opinion publica a través de Ia por Ia menos, tanto menos ilegitimos.
prensa y Ia public idud. Por más que Ia rique- Todavia una palabra más respecto de Ia
za se considere ci recurso tipico de las orga- IunciOn de los Organos consultivos. En
nizaciones industriales, con mucha frecuen- muchos paises existen organismos de este
cia también los sindicatos disponen de Ia mis- tipo en los que encuentran cahida, junta con
ma en una medida considerable aunque, de los expertos que no pertenecen a g., también
cualquier modo. nunca en igual medida que los representantes dc los g. más importantes.
los industriales. Mientras que las dimensio- las Ilamadas asociaciones-cüspide. cuva tarea,
nes de Ia membrecia, Ia cohesion del g. y su por lo menos desde el punto de vista teOrico,
riqueza solo pueden influir, por Ia menos teó- es doble: alentar Ia agregaciOn de las deman
ricamente, en los que srán los dccision- das antes de quc lleguen a Ia mesa del minis-
;,zakcrs, Ia posesiOn de conocimientos y Ia tro v apovar Ia negociaciOn v ci compromiso
GRIPOS DE PREStON 735

antes de que ci problema resulte practicamen- ante todo analizando Si Ia actividad de los g.
te irritante y penctre en ci cainpo de las con- de presiOn solo es posible en los sistemas
troversias partidistas. El éxito de estos orga- democráticos, yen segundo lugar tratando de
nismos está ligado al funcionamiento mismo evaluar su función dentro de los sistemas
del sistema politico; cuando las condiciones democráticos, es decir si representan una
de pertenencia no estan muy ale jadas, coma degeneracion de estos sistemas U si desempe-
en Inglaterra y en Alemania, ci resultado nan funciones ütiles para ci mantenimiento
parece ser satisfactorio; en cambio cuando ci y in adaptacion de los mismos. yen qué con-
conflicto es bastante elevado, como en italia diciones y con qué riesgos.
y en Francia, Ia conciliación de los intereses Si uno se apega a Ia group theory of poli-
sOlo se produce rara vez v deja siempre yen- tics no es posible negar Ia existencia de g. aun
cidos v vencedores. dentro de los sistemas totalitarios, a pesar de
Un tema de inest igaciOn part icularmente lo que implica In definiciOn de totalitario, es
interesante es el de Ia tunciOn que desempe- decir monolitismo. Sin embargo. Ia quc nos
ña ci representante de un g. de presiOn que interesa es evaluar Ia existencia de dos con-
es elegido miembro del parlamento o nombra- diciones esenciales para Ia acti idad de los g.
do alto funcionario de un ministerio o juei de prcsiOn: ante todo Ia posibilidad de orga-
(en Estados Unidos). Habitualmente se con- niarse, posibiiidad no solo sancionada por
sidera que su conducta en Ia nueva posicion las leves sino efectiva, y en segundo lugar Ia
Se inspira fundarnentalmente en su prove- posihilidad de pra'sionar, de incidir en las dcci.
niencia v que, por lo tanto, Sc eslueria por siones tomadas en ci sistema. Ahora bien, sin
favorecer de cualquier modo v en cualquicr negar Ia existcnciu de g. informales dentro de
circunstancia los intereses dci g. del que pro- los sisternas autoritarios V totalitarios, encon-
viene v con ci que estã en deuda par su nue- tramos aqui de ordinario g. que tratan de con-
va posicion (Y al que, presumiblemente, pue- trolar, como lo senalamos más arriba, al
de deberie también su permanencia en Ia flue- gobierno, asi como una lucha por incidir en
a posición). Habria que profundizar en quc el proceso decisional: en segundo lugam, existe
medida las expLc1atitas dcl cargo que ci repre- ordinariamente en cstos sistemas una "par-
sentante dcl g. de presiUn ha Ilegado a ocu- te".TUia que puede ser Ia burocracia part idis-
par, las normas formales e informales que ta, Ia burocracia militar o Ia burocracia tour
rigen su act ividad. influyen en sus decisiones court y es escasa In autonomla de los demás
y provocan tensioncs que no se pueden resol- g., de tal modo que, en tercer lutar. In liber-
ver ni superar fácilmente con su simple adhe- tad de asociaciOn es casi siempre solo formal.
sión a Ins norinas del g. del que es represen- En definitia, nun cuando no se puede negar
tante. La misma nociOn evasia v escurridi- que ci proceso de industrializacion v tie
za de inleres general o pub/icy puede lievar modernizacion crca en los sistemas autorita-
al representante a adoptar posiciones incom- rios s en los sistemas totalitarios asociacio-
prensibles SI SC considera Onicamente su nes formales e informales (de escritores, de
background intelectual y su proveniencia. Del economistas, de cientificos, de gerentes, de
mismo modo que ci proceso de decisiOn no oficiales) noes correcto, sin embargo, Ilamar
puede reducirse a un simple anáiisis de los a estos grupos g. de presión, va que no Iknan
g. de presiOn en cuestión, in actividad de los las condiciones fundamentales de autonomia
representantes de los g. de presion que ocu- de los g. y de posibilidad efectiva de incidir
pan posiciones legislativas, administrativas en el proceso decisional.
o judiciales, no puede determinarse a priori Asi pues, los g. de presiOn en sentido estric-
par sU simple pertenencid de g. sino que to son organizaciones tipicas de los sistemas
requiere un anáiisis más cuidadoso y mis democrOtico. pero esto no significa que Se
atento de los conflictos entre las diversas ten- las considere inmediatamente coma parte
sione (de representaciOn o de cargo). integrante dci proceso politico ni que en Ia
actualidad se las acepte plenamente. En efec-
Iv DEtC:RAclAY(.Rtl'Osl)EPRESIO\ La discusion to, ni in teoria clásica liberal, que considera-
de las relaciones entic los g. de presiOn y In ba Ia actividad politica coma In suma de los
dernocracia puede ahordarse dc dos mancras: inlereses individuales v su composiciOn aUtO-
736 (.RUPOS DE PRF.SION

noma, ni Ia teorla rousseauniana demucráti- vu sea porque es diticil establecer qu& cosa
ca, en que Ia voluntad general no era Ia suma cs ci interés püblicu, vu sea porque no dispo-
de los intereses de los ciudadanos sino que nernos de otto término de comparaciOn. Sc
los trascendia, dejaban mucho espacio en Ia puede suponer que las dedsiones tomadas sin
sociedad para los cuerpos intermedios entre Ia intervención de los g. de presión hubieran
ci ciudadano y el estado. Y Ia polemica din- sido menos costosas en términos de amplitud
gida durante largo tiempo contra los partidos v complejidad de Ia consulta, pero mas cos-
no podia dejar de considerar también a las tusas para In adquisicion de infor maciOn y de
organizaciones coma los g. de presión que por los conocimieritos necesurios y mucho más
su misma naturaleza, no institucionalizada y costosas en ténminos de su aplicacion ante Ia
menos visible, resuitaban todavia más difici- resistencia de los g. no consultados.
les de controlar. Y a pesar de Ia lamosa afir- Entre los problemas más espinosos —ade-
ir.aciOn de rqucvilie de que para que los más del de encontrar Ia forma de que Sc
honibres sigan siendo civilizados a logren ser- expresen los intereses no organii.ados, pun ser
Ia se lequiere entre otras COSUS que el arte de rnás déhiles v tal vex menos aprehensibles
asociarse se desarrolle y se perfeccionc. en desde ci punto de vista electoral: los intere-
Ia misma medida en que aumenta Ia igualdud ses de los marginados, de los pensionados, de
de condiciories", los g. de presión seguiran los pobres, de los viejos y en ei caso extre-
siendo, durante largo tiempo, precisamente mo, de los consumidores— Sc encuentra ci
en Estados Unidos, en referenda a los cua- tema de las garantias que deben exigirse a las
les Tocqueville habia hecho su observación, act ividades de los g. de presión: ante todo, v
un fenómcno quc dcbcrã exorcizarse. sobre todo, menus secreto y, por lo tanto. Ia
Sin embargo, a mediados dcl siglo xx, los publicacion de los balances; en segundo lugar,
g. de prcsion Se presentan vu coma un elemen- democracia interna contra Ia perpctuación de
to probablemente ineliininahle dcl proceso oligarquias Y, por consiguientc, una rcgla-
politico de los sistemas dcmocráticos. La pri- mentación explicita de sus actividades. Es
mera pregunta que hay que hacerse es si estos cierto al parecer que ci surgimiento de los g.
sistemas funcionarian mejor a peor sin los g. de presiOn coma factor dominante en un Sis-
de presicn. La segunda pregunta es cuáles son tema politico scnala Ia grave crisis tanto en
las garantias necesarias para que stos ope- el nivel de Ia administ racion pOhlica coma en
ren como instrumento de estabilidad v desa- cI niveI de los organismos representutivus v
rrollo democrático v no coma factor de dege- tal vex también quc lax medidas sugeridas
neración. En Ia mavoria de los casos se podria pueden Ilegar demasiado tarde.
decir, respondiendo a Ia primera pregunta,
que los sisternas democrãticos funcionarian BIBUO(.SAFIA: A. Bentley, The process of .'overn-
pear si no existieran los g. de presiôn. En efec- ,nent: a study of social pressure (1908), Cambrid-
to, los partidos tienden, actualmente, a rcu- ge, Belknap Press. 1967; K. von Beyme, Interes-
fir Ins demandas politicas en gran escala en .sengruppen in der demok rune, Munich, Piper.
una medida no suficientemente frecuente y 1969; H. Eckstein. Group theory and the cmnpa-
en ocasiones limitada a las elecciones; proce- ralis'e study of pressure 'roups. en Coniparaiite
diendo de este modo, resulta quc frecuente- politics: a reader, a cargo dc H. Eckstein y D.E.
mente no estáfl en sintonla con las nuevas Apter. NUCVU York, Free Press, 1963; S. Ehrlieh.
demandas que emergen de In sociedad. Los Potere e gruppi di pressioue (1 97 I), Roma, Edi-
g. de presión oparan de una mancra más cons- tori Riuniti, 1974; H.W. Ehrmann leomp.), hue-
tante V más especifica v uctüan como inter- rest groups on four conhiuent.s, Pittsburgh. Uni-
mediario eficaz entre los g. sociales orguni- versitv of Pittsburgh Press, 1958; H.W. Ehrmann,
zudos y ci gobierno; ademâs pueden permi- Interest 'roups. en International Encyclopedia
tir una purticipación mâs significativu a sus of the Social Sciences, Nueva York. Collier-
afiliados que Ia que .:e logra con Ia actividad Macmillan, 1968, vol. 7; D. Fisichella (comp.), Par-
interna de lus partidos. No se puede afirmar till e i,'ruppi di prescione. Bolonia, II Mulino,
con seguridad quc las decisiones tomadas con 1972: V.0. Key. Poliiica. partido.sgrupos de pre-
Ia intcrvención de los a. de piesiOn estén m sión (1942). Madrid, Instituto de E.studios Poli-
de acuerdo con ci interes pühlico o general, ticos, 1962; R.B. Kvavik, Interest jroup.s in Nor-
(,tIEkRA 737

wegian politics, Oslo, Univcrsitetslorlagct, 1976; conocidas están las que sc inspintn en ci dere-
J. Lapalombari, Clienicla e purenwla: studio sui cho. Los internacionalistas han buscado los
gruppi d'interesse in Italia (1964). Milan, (omu- criterios quc pueden servir de base pura dis-
nita, 1967: J. Mevnaud, Los grupos de prLsión tinguir exactamente ci estado de g. del esta-
(1965), Buenos Aires, Eudeba; J. Meynaud y C. do de paz, con ci objeto de poder aplicar las
Rise, (;rtippi di pressione in haifa c' in Francia, normas Ilamadas de derecho bélico. Pero
Napoles, Esi, 1963: J. Meynaud y D. Sidjanski, estas definiciones no se proponen tunto cap-
Les groupes de pres.sion dans la communaute tar Ia e.sencia dci fenOrneno sino más bien
t'urupt'emw. 1958-1968, Bruselas, editions de poner en evidencia detcrminadas circunstan-
l'lnstitut de Sociologic, 1971: M. Olson, The logic cias [urinates, que —por Otra pane— van
of co!k'etive action: public goods and the 1/wary desapareciendo cuda vez mãs en Ia práctica
of groups, Cambridge, Harvard University Press. actual. El resultado es que tamhiCn los juris-
1965; R. Presthus (comp.), Interest groups in Las deben prestar cada vex mayor atención a
international perspective, en The Annals of the Ia naturaleza sustancial de Cste coma de otros
American Academy of Social and Political .Scien- fenomenos, cosa que hacen cuando recurren
cc, vol. 413, 1974; G.K. Roberts, Polities, parties al principio liamado de Ia 'efectividad".
and pressure gmnps in Britain, Lund res, Weiden- Desde ci punto de vista esencial, 0. Wright
feld and Nicolson, 1970: R.H. Salisbury. Interest define Ia g. en una primera aproximación,
groups, en Handbook of political .scie,,ce, a car- como "un contacto violento de magnitudes
go de F.I. Greenstein y N.W. Polsby, vol. Iv: Non- thstintas, peru semejantes". Obviamcnte, esta
governmental politics. Reading, Addison-Wesley, definiciOn comprende numerosos casos; sin
1975; P. Schmittcr. Interest conflict and politi- embargo, en nuestra opiniOn puede estar suje-
cal change in Brazil, Stanford, Stanford Uni%cr- Ia a dos criticas: 1] no abarca todo el concep-
sitv Press, 1971; H.G. Skilling y F. Griffith ,., to de g.; 21 no todo lo quc comprende se pue-
(comps.). Interest groups in .Soviet politics, Prin- de catalogar como g., de acuerdo con el sen-
ceton, Princeton University Press, 1971; D. Tru- tido comün. La doctrina ha insistido mucho,
man, The governmental 7occ's political inte- par at ra parte, en que Ia violencia sc mani-
rests and public opinion. Nue'a York, Knopi, fiesta en Ia g. a traviS de Ia fuerza armada.
1951; G. Wootton, I gruppi d'inh'rt'.sse (1970). Esto ha reducido indudablemente los casos
Bolonia, II Mulino, 1975. que adoptan Ia forma de g., pero tambien
aqui, SI SC ha ganudo tal vez en precisiOn, se
[(,IAsrKAsco I'ASOI 1551] ha perdido par lo menus ci contacto con las
realidades de nuestra épocu. En Ia actualidad,
en efecto. Ia fuerza ya no se manifiesta (o ya
no se cuncibe) Onicamente en tCrminos miii-
guerra tures sinu en terminus cconómicos, psicoIO-
gicos y de otro tipo. El hecho Cs, sin embar-
I sI(NIFICAL) [Ih] ASU.ISIS LIhSTIFIUJ LIE IA (.IEKRA go, que las normas de derecho bClico sOlo pue-
La g. ha sido siempre ubjeto de reflcxiOn par den aplicarse actualmcntc al fenOmeno de Ia
parte del hombre, peru sOlo desde hace poco g. entendida coma contacto violento a travCs
los cientificos estudian sistemãticamente el de Ia fuerza armada. Todos los demás tipos
lenórneno (en el que, par otra parte, it partir de g. (g. psicolOgica o g. frIa, g. económica,
de 1516 puso su atenciOn Muquiavelo) con ci etc.). que tambien influyen grandemente en
propOito de quitarle ci halo de inevitabilidad las relaciones intcrnacionales actuales, que-
que lu ha carzicterizado ab antiquo y de hacer- dan fuera de esta norma especifica.
lo entlar en Ia eskra de los tenOmenus comi- Todo esto equivale a decir que us mu)' %ago
cidos v, par Ia tanto, controlados v previsi- ci limite quc divide Ia g. de Ia paz. Los escri-
hies. En e'te sentido. se ha hablado atinadu- tores que se han ocupado de este tema están
mente de "desacralizaciOn de Ia g." (F. completamente seguros de esto. Von Clause-
Forn_iri). witz, par ejemplo, poniendo su atenciOn en Ia
forma externa de las relaciones internaciona-
ii r)trlsIr.rri\ Ifl.LCONCLPTO(;ULRRA Son muchas les, sostuvo que lag. es Ia cuntinuaciOn de la
las definiciones del concepto. Entre las má.s politica con otros medios. Otros se han pro-
738 GUERRA

puesto Ilegar más a fondo y han encontrado con los que se puede descomponer ci concepto
Ia esencia de Ia g. en ci grado de hostilidad de g. Par ejemplo, en reiaciOn con los grupos
psicoiogica que caracteriza. en un momento en lucha, Ia g. se llama internacional cuando
dado, las relaciones entre los estados. Para se realiza entre grupos sujetos al ordenamien-
Hobbes, par ejemplo. "the nature of war con- tojuridico internacional; interna o civil si se
sisteth not in actual fighting, but in the known realiza entre miembros de un mismo grupo
disposition thereto". Viéndolo bien. todo esto organizado (ciudadanos de un mismo estado);
está intimamente ligado con Ia conocida pro- colonial, silos grupos contendientes son pue-
biemática de Ia paz negativa y de Ia paz posi- blos de cit'ilizaciones diversas, una de las cua-
tiva. 0. Wright. ul tratar de conciliar las diver- les es considerada inferior a Ia otra. En cuan-
sas interpretaciones del fenómeno. concluye to a Ia intenciOn o a Ia psicologia de los pro-
que lag. es Ia "condic ion juridica que permi- tagonistas, Ia g. se subdivide en ofensiva,
te igualmente a dos a mãs grupos hostiles sos- defensiva, preventiva a de nervios.
tener un conflicto con Ia fuerza armada". CIa- Con relaciOn al tipo de armas utilizadas,
ro está, sin embargo. que también esta defi- puede ser convencional o nuclear. Finalmen-
nición, como todas las formulas de compro- te. con relacion a los objetivos perseguidos,
miso, no está exenta de criticas en ci piano Ia g. puede ser limitada (g. politica de acuer-
esencial. Se debe senaiar, por otra parte, que do con ci concepto de Clausewitz) o total o
Ia doctrina no ha ido mucho más aiiá de esta absoluta (cuando se Ilega hasta las Oltimas
definición, y esto es una prueba de Ia natura- consecuencias).
leza compieja del fenOmeno. Para Bouthoul, La g. merece una consideraciOn particular
por ejemplo, las caracteristicas distintivas de como instrumento politico. Cuando la g. es
Ia g. son tres: I] es un fenómeno colectivo; 2] absoluta tiene par objeto Ia destrucciOn total
es una lucha a mano armada; 31 tiene carác- del adversario; Ia g. limitada (Ia que R. Aron
ter juridico. Este autor deduce de Ia espcci- llama "g. real") es un instrumcntu para un fin
ficaciOn de estos elementos. Ia siguiente defi- deseado. La politica, ' inteligencia del estado
nicion de g.: "Lucha armada y cruenta entre personificado", utiliza dos instrumentos: Ia
grupos organizados", en que —por otra par- diplomacia y Ia g. Pero Si los medios son
te— no aparece su caracterización juridica en diversos, el designio que guIa Ia acción es Oni-
toda su evidencia. co. La diplomacia se retira cuando sus obje-
El análisis de Ia doctrina conduce, pucs, a tivos solo pueden alcanzurse a través de Ia
concluir quc no existe una definicián univo- fuerza armada, dispuesta a dejar sentir nue-
Ca del concepto de g. Podria apegarse más a vamente su peso, no bien se considere posi-
Ia realidad una definición que tomara en ble. El fin, en una palabra. noes Ia anulaciOn
cuenta —como propone, en otro lugar. 0. Wri- completa del contrincante sino Ia modifica-
ght— ci análisis de los hechos histOricos con- cion de algunas de sus motivaciones.
cretos que han recibido ci nombre de "g.".
Ahora bien, estos hechos se han caracteriza- iv. LAS FASES HI5TOKICAS V LA GUERRA. La historia
do por: a] una actividad militar; bi un eleva- de Ia g. puede dividirse en cuatro fases
do grado de tension en Ia opinion public;c] histOrico-cualitativas: g. animal (en sentido
Ia entrada en vigor de normas juridicas ti- psicolOgico), g. primitiva (en sentido sociolo-
picas respecto de las que rigen en ci periodo gico), g. histórica entre grupos civilizados (en
"de paz"; d] una progresiva integraciOn poll- sentido jurIdico), g. actual (en sentido tecno-
tica dentro de las estructuras estataics beli- lOgico). Dc este modo, Ia definición de Ia g.
gerantes. Dc este modo, la g. adopta al mis- se vt enriqueciendo cada vez más con nuevas
mo tiempo Ia forma de una especie de con- dimensiones a medida que avanza Ia civiliza-
flicto, de una especie de violencia, de un fcnO- ciOn, respondiendo, par lo mismo, cada vez
meno psicoiogico-social, de una situaciOn juri- más a Ia naturalezt compleja del fenOmeno.
dica excepcional y de un proceso de cohesiOn En correspondencia, las interpretaciones
interna. sabre las cauus de Ia g. son de orden psico-
logico, sociologico, juridico a tecnolOgico.
III. C.LASIFICACIONES POSIBLES. LA GUERRA COMO INS- El cstudio de lag. animal es sumamente ins-
TRLMENTO ?OLITIC0 Son muchos los criterios tructivo para los fines de una comprensión
GUERRA 739

cada vez más clara de los instintos que Ilevan cub (The element of decision in the pattern
a los hombres a atacarse entre si. Sin embar- of war, en American Sociological Review,
go, a pesar de las semejanzas, son importan- 1941,6) —despuês de un análisis parmenori-
tes también las difcrcncias, que rcflejan las zado de 25 g. histOricas— que "Ia decisiOn
diversas funciones de Ia g. animal y de Ia racional y caiculada se toma mueho antes dcl
humana. Par ejemplo, Ia g. animal es sabre estallido efectivo de las hastilidades 1. . .]; Ia
todo g. entre especies diversas, en tanto que decision de cmprender una g. se produce de
Ia g. humana es una g. entre miembros de Ia uno a cinco años antes dcl estallido de las hos-
misma especie. Las estadisticas, entre parén- tilidades".
tesis, muestran una elevada correlaciOn entre Par lo que respecta a las segundas, basta-
Ia g. y el grado de interdependencia de los rá evocar aqul Ia escuela psicoanaiitica y, a
estados (0. Wright, 1942). De este modo, Ia pri- titulo de ejemplo, el estudia de Sigmund
mera debe interpreturse funcionaimente en Freud y William Bullitt sabre Thomas Woo-
términos de Ia especie, en tan to que Ia segun- draw Wilson.
da debe interpretarse funcionalmente en tér- En ci nivel de grupo (estado), se deben
minos de Ia sociedad y de Ia cuitura. La pri- tomar en cuenta algunos subsistemas como
mera asegura ci equilibrio. Ia segunda el cam- ci gubernamental, ci burocrático, ci legisia-
bio. Sin embargo, coma dice 0. Wright, "aun- tivo, el económico, los grupos de presión y Ia
que Ia g. Luviera Ia función de ascgurar cam- naturaleza misma del estada (carácter nacio-
bios en La sociedad, su efecto ültirno ha sido nal, geografico. etc.). El anOlisis efectuado en
el de praducir oscilaciones en el surgimien- este nivel ha dada frutos concretos, mustran-
to y en Ia caida de las estados y de las civili- do, por ejemplo. que Ia g. no guarda una rela-
zaciones. Cuaiquier evolución persistente que ciOn causal directa mayor con un regimen
se haya producido en Ia historia de Ia huma- absolutista que con uno democrOtico. Basán-
nidad, no se ha debida tan to a lag. sina al pen- dose en observaciones estadisticas precisas,
samiento. Los Alejandro, las César, los Napo- 0. Wright puede afirmar que "Ia paz ha pro-
leon, han producido oscilaciones. Los Aristó- ducido más democracia que Ia democracia ha
teles, los Arquimedes. los Agustin, los Gali- producido paz". Además, de análisis hechos
leo, han producido progreso". en este nivel se deduce que las "grandes
potencias" desencadenan un mayor nOmero
V. cALssDELAGUERRA. El análisis de las causas de conflictos que las potencias medianas y
de Ia g. puede Ilevar a resultados tanto más pequcñas. Este resultado debe objetarse,
concretos cuanto más se refiera a los datos segOn parece, en cuanto al periodo reciente,
proporcionados por Ia realidad histOrica. tomando en cuenta Ia distinta naturaleza de
Ahora bien, el estudio cuidadoso de un gran las U. a partir de Ia revoluciOn nuclear. Actual-
nOmcro de g. reales (0. Wright) ha Ilevado a mente parece estar más cercana a La verdad
Ia conclusion de que las causas de los conflic- Ia afirmaciOn de que las g. se han convertido
tos bélicos pueden subdividirse en cinco cate- ya en "priviiegio" de las pequefias potencias.
gorlas: causas ideolOgicas, econOmicas, psi- A pesar de Ia indudable impartancia de los
colOgicas, politicas y juridicas. hechos presentados por los análisis efectua-
Sin embargo, esto no es suficiente. El ana- dos en este nivel, otros estudios muestran que
lista debe investigar aOn más. en tres niveles Ia politica exterior de los estados sufre cada
distintos (D. V. Edwards): ci individual, ci dc vez más el influjo de las situaciones externas.
grupo (estado) y ci de sistema de grupos (sis- En este punto, el análisis se sitüa en ci nivel
tema internacional). del sistema internacional (sistema de grupos).
En ci nivel individual se encuentran las Dc acuerdo con el supuesto de que todo sis-
decisiones conscientes y las motivaciones tema tiende a Ia autoconservación (concepto
inconsciclites. Par Ia quc respecta a las pri- de ho,neostasis), Ia g. se explica en términos
mcra, debe senalurse aqui Ia que dice K. sistemáticos, coma an instrumento para man-
Deut'.ch: que las g. presuponen siempre Ia tener el equilibrio (balance of power. En
organizaciOn. Dsde otro puma de vista, pero nuestra opiniOn, este nivel de análisis es par-
en Ia misma linea sustancial de pensamien- ticularmente adecuado para ci estudio de Las
to, Theodore Abel decia en 1941, en su arti- posibles causas de una g. nuclear. En este
74° GUERRA

caso. en efecto, Ia interacción parece preva- Desde hace aigOn tiempo J. David Singer
ieccr sabre Ia acción. Herman Kahn enume- (The correlates of war pro lee!) emprendió el
ra cuatro hipóte.sis acerca dcl origen de Ia camino de Ia mediciOn de los factores Utiies
misma: 11g. no intencional: 2] g. coma resul- para el estudio de las causas de Ia g. y cons-
Lado de un cákulo equivocado; 31 g. cakula- truvU una taxononhla general para Ia descrip-
da; 4] g. catalitica (cuundo es provocada par ciOn v ci análisis de los conflictos internacio-
una Lercera pane). Como puede verse, ci nales que, a diferentes niveles de análisis. pre-
ambiente exterior desempena aqul un papci senta tre.s clases de variables: las caracteris-
predoniinante, quc solo puede apreciarse en ticas —fisicas o materiales, estructurales v
ci piano del anOiisis sistcmãtico. culturalcs— de las entidades sociales, los yin-
Ohviamentc, una explicaciOn conipieta de cubs y las relaciones quc existen entre elkis.
los conflictos bélicos presupone una investi- v Ia conducta seguida pot' las mismas. Una de
gaciOn cuidadosa en cada uno de estos fli%C- las hipotesis fundamcntalcs que sirve de base
les. Viendolo bien, las explicaciones dadas se a Ia investigaciUn cimsiste en que Ia estruc-
sitüan en una escala temporal que Va desde tuia dcl sistema es mOs importante que sus
las condiciones basicas e inevitabks (nivel dci caracteristicas cuiturales v, tal vex, tamhién,
proceso decisional) hasta las causas indirec- que las fisicas o materiales.
tas o inmediatas quc requieren un hecho a un SegOn Ia hipotesis de que Ia prohuhilidad
acontecimiento particular (nivel de grupo) v de una c. eslá en funciOn de las "distancias"
hasta las especificas c inmediatas (nivel dcl que cxisten entne los estados v de las politi-
sistemu de grupos). Consideradas desde otto cas que estos persiguen. Y tratando dc dee-
punto de vista, las causas de Ia g. Se pLieden tuar previsioncs que no scan vanas, 0. Wright
clasificur, de acuerdo con las propuestas, distinguc ocho aspectos, o categorias, de esas
esencialmente homogeneas, presentadas par "distancias": tecnolOgica (1), estratégica (Si).
los cientIficus, historiadores v puhikistas. a intclectual (I), juridica o legal (I.), social (s),
pesar de quc estas categorlas de escritores Ic politica (I'), psiquica (i's) v de expectativa
dan frecuentemente —conio Ia menciona 0. (actitud ante Ia Iucrza, c'xpeclauev. i). Estas
Wright— signifkados diversos al concepto de "distancias" se pueden medir, aunque no de
causa, en: I] fuerzas mateniales (los cientifi- una manera totalmcnte perfecta, v constitu-
cos hablan de balauce of ,;ou'er, los historia- yen, par lo tanto, iniportantes indicadores
dores de factores politicos, los publicistas de predictivos. El aniIisis de las politicas de los
necesidades); 21 influencias racionales (dere- estados es, sin embargo, mOs impontante.
cho internacional, interés nacional, razOn); 3] para los fines de previsiOn, que ci examen de
instituciones sociules (organizaciOn interna- las "distancias" entre los mismos. Entre los
cionul, ideologia, cultura a costumbre): 41 métodos utilizados paru evaluar Ia probabi-
reacciones de Ia personalidad (opiniOn publi- lidad de un conflicto armado debe tomarse
Ca, factores psicolOgicos y econOmicos, capri- en cuenta eI que consiste en extrapolar las
cho o emoción). Es obvio que las concepcio- tendencias de cientos indicadores como los
nes sobre las causas de Ia g. serin distintas, presupuestos militanes v ci comercio interna-
dependiendo dci significado que se Ic atribu- cional (L. F. Richardson) v en niedir periodi-
ya a este Oltimo concepto (g. coma conflicto camente (Sc acustumbra hablar de tensiOrne-
de armas, de leves, de cult uras, de individuos). tros intcrnacionales) algunas variables rele-
vantes: actitud, conducta. capacidad O.
VI. CONTK.IBUCION A US ANALISIS PROVISIONAL Of LA Holsti).
GUERRA. Entre las causas de los conflictos
bélicos se podrian —y deberian— tomar en VII EL CONTROL DE LA G1ERRA Y LAS ALTLRNATIVAS DE
cuenta las que se relacionan con Ia opinion LOS CONFLIUTOS ARMADOS.Frecuentemente se ha
publica. La instituciOn y Ia actualizaciOn con- habiado de una funciOn sodal de las g. Se han
tinua de "mapas" de Ia tensiOn colectiva debe- considerado coma mecanismos de estahiliza-
na sen tarea de las Naciones Unidas o de Ia ciUn del poder o de Ia economia, a de regula-
isIso, que de este modo cumplirian Ia tarea dOn de Ia expansiOn demogrOfica. o de des-
de instituciones de observaciOn tan necesa- viaciones de las tendencias antisociales, ode
nias en nuestrzl época. promocion dcl desarrollo de Ia ciencia v dc
(;L'ERR,\ 741

Ia tccnologIa. Por ott-u parte parece licito afir- da.s. es muy clara en este punto. En cierto sen-
mar quc ci advenimiento de las armas nuelca- tido Sc puede decir que ha recobrado actua-
res las ha privado vu de cualquicr función. A lidad Ia distinciOn medieval entre jus ad
consecuencia de esto. se ha desarrollado una helium y jus in hello. Resumkndo, en las tres
tendencia cada vez mayor a huscar, en térmi- fuses citadas, ci derecho ha considerado Ia g.:
nos cientificos y tecnolôgicos, de qué medios 1] como un posible medio de justicia; 21 como
de control dispone ci hombre y qué alterna- una prerrogativa de Ia soberania; 3] como un
tivas hay para los conflictos urmado.s. Esta crimea.
bUsqueda parte de Ia comprohacion de quc No hay duda de que Ia fuse de Ia "razOn de
los instrumentos decontrol tradicionales, es estado" coincidiO con Ia consolidaciOn de un
decir las normus juridicas y éticas, no han paradigma interpretativo de las i-elacianes
impedido Ia conflictividad armada We acuer- intcrnacionales, ya superado pur Ia doctrina,
do con estudios recientes, en 3 400 anus de que consideraba ci sistema internacional
historia Ia humanidad ha tenido sOlo 234 aflos coma Ia sede de Ia anarquia y de Ia conflicti-
de paz, que se pueden definir en terminus de vidad permanente y necesaria. Dc acuerdo
ausencia de conflictos armados. ScgOn los cal- con esta teoria, que —como es sabido— empe-
cubs de Singer, desde ci Congreso de Viena zo con los preceptistas italianos de los siglos
hasta hoy se han producido 93 guerras) y de xvi y xvii, y llegO a su punto mis alto con Ia
quc, par Ia tanto. es ncccsariu seguir el cami- docithia dcl eslado-polencia en el siglo XIX y
no del "ser', mas hicii que ci del "deber ser". a principios dcl xx, con Hegel. Ranke, Treits-
Dc este modo —par poner sOlo un ejemplo chke y Meinecke, cualquier estado, indepen-
entre tantos— Eizioni sugicre que es ütil para dicntemente de su estructura internu, está
tal fin ci cstudio de qué industrias han apren- condicionado en su politica exterior por Ia
dido a transformar sus objetivos negatiros y naturaleza anárquicu del sistema internacio-
destructivos de competencia (g. de precias) en nab y tiende, por lo tanto, de una manera con-
positivos y constructivos (competencia cua- tinua a buscur Ia consul idación de su propiu
litativa). Esta busqueda que tiene por objeto podcrio, a costa de los demOs estados, y aun
controlar Ia g. y construir alternativas pant Ia a costa de violar todas o casi todas las nor-
misma, vu se conoce con el nombre de peace mas morales y juridicas. Dc acuerdo con esta
research. teoria, Ia g. es, en esencia, just-a porque es
nece.saria.
VIII DESDE ELIIH.LI11 It'STItf HASTA [.AGUERRACOMO En las fuses I] y 3] y sobre todo en Ia Olti-
CItRIkN CONTRA LA III MANIDAD. La historia de Ia ma fuse, está implIcito un paradigma inter-
evaivación moral de I-a g. puede dividirse. por pretativo distinto. Segün esta interpretuciOn.
Ia menos en Ia que respecta a las obras rela- que al mismo tiempa precede yen parte sigue
tivamenle más cercanas, en tres fuses: Ia del a Ia cxpresada por Ia teoria de Ia "razOn de
helium Ia slum, Ia de Ia raison d'Jtai y Ia de estado", Ia g. es necesaria cuando es justa.
Ia guerra como crimen. La que equivale a Es interesante, par lo tanto, detenerse en
decir que con ci desarrollo de Ia conciencia Ia evoluciOn de Ia doctrina del helium justum.
social de los pueblos y con el progreso de Ia La primer-a distinción entrc g. justa s' g.
tecnologia militar, Ia g. se ha convertido cada injusta es de san Agustin. pero Santo Tomás
vez mis en un problema candente que exige es el que establece Ia teoria de las condicio-
una soiuciOn radical. Las justificaciones de nes —una formal y objetiva y las otras dos
Ia g. basadas en el derecho, que eran tan fre- esenciales, peru subjetivas— de Ia g. justa.
cuentes cuando estaba vigente Ia tesis del stas son:
beilum justum, pero que ya no se considera- lila declaracion de g. debe ser hecha por
ban tan necesarias cuando estaba en auge Ia Ia autoridad legitima;
teoria de Ia "razOn de estado", han encontra- debe subistir una "causa just-a";
do una funciOn muv precisa en ci marco de ci beilgerante dcbe tener recta intenciOn.
un sistema internacional que ya considera ill- Un-a cuarta cundiciOn, precisada par Ia dGc-
cita Ia g. como instrumento para resolver los trina, seria Ia de Ia necesidad, o sea de Ia
cunflictos internacionales. La carLa de San imposibilidad de hacerse justicia por otros
Francisco, establecida por las Nuciones Uni- med iot.
742 GUERRA

El surgimiento de los estados-nación cris- to que los mecanismos quc acabamos de men-
tianos, cada uno de los cuales apelaba a Ia cionar consideruban Onicamente las violacio-
misma doctrina, confirmó. en Ia vision de nes del derecho positivo. La duda se presen-
Grocio, Ia posiciOn escolástica de que, frente ta acerca de las Naciones Unidas, cuyo anüli-
a una sola justicia "objeliva", podian coexis- sis deberIa profundizarse aOn más.
tir dos, o más, inocencias "sub jetivas". Esta El hecho está en que Ia Sociedad de las
vision lle'O teOricamente a imponerles a los Naciones y las Naciones Unidas, aun dentro
estados neutrales determinadas obligaciones de sus diferencias sustanciales en cuanto al
que teniun por contenido una discriminaciOn problema de Ia licitud del recurso de Ia g.
entre las partes heligerantes. —sobre todo las Naciones Unidas— supera-
Las lentutivas de incorporar Ia doctrina dci ron Ia doctrina dcl helium jusium, por lo
bellum jusiwn en ci derecho posit ivo fueron, menos en ci sent ido de someter al conscnso
por otra parte, vanas v se tcndió entonces den- de Ia comunidad de los estados Ia determina-
tro del derecho internacional a desarrollar las cion de Ia legitimidad de los actos bélicos
normas para el control de las hostilidades, internacionales.
una vez que éstas hubicran empezado (jus in El supuesto de Ia doctrina tradicional, en
hello). El sis'ema dcl balance of power del cambio, era en el sentido de considerar a cada
siglo xix fue ci marco politico ideal para esta uno de los estados capacitado para decidir
consideraciOn realista de Ia licitud de Ia sobre Ia naturaleza, justa o injusta, de esos
guerra. actos.
Lu dicho anteriormente no Ic quita nada a Peru sOlo con el Pacto Briand-Kel lug. que
Ia giun importancia que Ia doctrina del se confirmaria en Ia Carta di, San Francisco,
helium lustuin tuvu a partir de Ia Edad Media. se produce un cambin de rumbo fundamen-
Probablemente esta importancia tuvo mas tal, es decir Ia transiciOn dcl jus ad helium
bien efectos negativos en el sent ido de que retumado por Covenant al ins contra bellum.
retardO el desarrollo de un sistenla de nor- Esto significa, en Ia especificaciOn normati-
mas juridicas capaccs de impedir Ia realiza- vu de las Naciones Unidas, que se consideran
dOn desenfrenada de conflictos belicos, a ilicitas todas y cada una de ins furmas de g.
pesar de que es indudable que tratO, aunque que no sean las comenzadas dentro dcl mar-
por otra parte sin gran exito, de deducir de co de los mecanismos di, protecciOn colccti-
las premisas del jus ad helium (uso de una a o Ia k'gitima defensa. admitida a tItulo pr
fuerza proporcional a Ia injuria sufrida, dere- visional.
chos de los combatientes y de los prisioneros, Con el nacimicnto del jus contra bellwn
etc.) las normas del jus in hello. cmpiezan también las tentativas de una def i-
El hecho es quc ci jus in hello se desarrollO niciOn acorde de los actos de agresiOn.
de ahi en adelante por separado y precisamen- Obviamente un estudio, aunque sea some-
te como consecuencia de Ia desaparicion de ro, dcl problema de Ia licitud de In g. no pue-
Ia convicciOn de poder establecer en concre- de prescindir de examinar Ia teoria leninista
to Ia legitimidad del recurso de Ia g., consi- en In materia, scgun Ia cual sOlo las g. que
derado ya como un hecho extraluridico. resultan de las luchas de clases pueden deli-
La disoluciOri del sistema europeo de balan- nirse como justas. A esta categoria pertene-
ce of power, ocurrida despuès del primer con- cen, por ejemplo, las g. rco1ucionarius nacio-
flicto mundial, llamO de nuevo Ia atenciOn nules contra las potencias imperialistas.
sobre Ia necesidad de reconsiderar las posi- Sin embargo. Ia actitud dcl partido comu-
bilidades de un jus ad belium. nista v del prolctariado en relaciOn con una
De este modo, segOn algunos autores, Ia g. no estO ni debe estar determinada tantu por
Sociedad de las Naciones, ci Pacto Briand- razones duct rinales como por razones de
Keliog, las Naciones Unidas, fueron mecanis- oportunidad pulitica. Dc este modo, por ejem-
mos inspirados en Ia doctrina dcl helium jus- plo. no debe apovarsc una g. "justa" quc puc-
turn. SegOn otros, en cambio, esta Oltima da dar oriten a consecueneias reaccionarias
tomaba en cuenta las vioLiciones del derecho en el nivel mundial.
positivo v del derecho natural en Ia construc- Por lo tanto. In importancia de Ia doctrina
cion del concepto dcl bellum just urn, en tan- leninista dcl heiiziii justum está subordina-
(IUERRA 743

da, sobre todo en las interpretaciones paste- IX EV0LUCIN DEL DERLCHO IXTEKNA(IONAL. Des-
naves de los escritores marxistas, a conside- pués de este breve estudio de Ia doctrina dcl
raciones concernientes a Ia praxis politica. helium juslum, es fácil darse cuenta de que
Dc cualquier modo, podria sostenerse que, su evolucián está intimamente ligada con Ia
a pesar de las diferencias indudables entre las del derecho internacional. Este ültimo no
posiciones del marxismo-leninismo y las sos- siempre ha logrado incorporar esta doctrina,
tenidas por el pensamiento politico contem- aunque siempre ha estado influido profunda-
poráneo no comunista a proposito de Ia lici- mente por ella.
tud de Ia g., tanto las unas como las otras han El derecho internacional de Ia g. y el de Ia
evolucionado en dirección del jus contra neutralidad han sido dos sectore.s del dere-
bellum. Las tendencias producidas reciente. cho internacional que han evolucionado en
mente en los estados de nueva formación y funciUn de Ia influencia ejercida par aquella.
en vias de desarrollo concuerdan con esta ten- Y aun cuando esta influencia ha disminuido
dencia. a ha sido objetada, estos dercchos —precisa-
En Ia base de todo esto se encuentra cier- mente par esta razOn— han sufrido transfor-
tamente Ia naturaleza distinta de lag. contem- macjones prolundas y algunas vcces radica-
poránea y Ia inconcebible potencia destruc- les. Hasta el punto de poder hacer ilegitima,
tiva de las armas producidas sobre todo par dentro del espiritu de las Naciones Unidas,
Ia tecnologia nuclear. Y esta revolucion icc- Ia condición misma de estado neutral.
nologica ha sido precisamente Ia que ha con- La neutralidad clásica, basada, en efecto,
trihuido a poner en crisis Ia misma validez en el deber de imparcialidad respecto de
moral de Ia doctrina del helium jusuni, con- todos los beligerantes independientemente de
siderada, por muchos, peligrosa en cuanto Sc Ia licitud o ilicitud de su conducta, se pudo
desarrolla alrededor dcl concepto del ju.s ad sostener en el periodo de Ia "razón de esta-
bellum, más bien quc alrededor dcl conccp- do", cuando ya se habla superado Ia distin-
to del jus contra bellum. ción entre g. licitas y g. ilicitas.
Otros, en cambio, consideran quc Ia teoria Sin embargo, el regreso a esta distinción,
tradicional todavia es aplicable a Ia época el progreso tecnologico, Ia naturaleza distin-
contemporánea, y hasta necesaria en Ia mcdi- ta de las relaciones internacionales y Ia apa-
da en que todavIa en Ia actualidad se consi- rición de dificultades para distinguir clara-
dera una utopia Ia abolición de Ia guerra. mente Ia g. de Ia paz, marcaron Ia decaden-
Sin embargo, el argumento principal con- cia, aparentcmente irreversible, de esta ins-
tra Ia doctrina dcl helium juslum parece refe- titución clasica del derecho internacional.
rirse al presupuesto niismo quc Ic da vida, a Como dice Sereni, "Ia neutralidad es un
sea el hecho de que ésta postula Ia licitud del aspecto de Ia g., y solo puede adquirir unit
hacerse justicia por si mismo e implIcitamen- fi.sonomia precisa cuando Ia distincion entre
te Ia falta de ilicitud del recurso a las armas paz y g. ha quedado claramente establecida".
cuando existe una causa justa. El discurso es Actualmente, puesto que Ia g. se considera
ciertamente complejo y está intimamente uni- coma un crimen contra Ia humanidad, cual-
do a Ia problemática sobre Ia paz y sobre Ia quier refugio en Ia misma se considera con-
no violencia. Se podria afirmar, sin embar- trario a Ia moral y al derecho.
go, que en un sistema internacional profun.
damente distinto y en una situación de tee- BINLIOGRAFIA R. Aron, Paz y guerra enfre las
nologia destructiva como Ia actual, el peligro naciones (1962), Madrid, Alianza, 1963; G. Bot-
mayor para los estados proviene precisamen- haul, Traité de sociologic: les guerre.s, elements
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ticia ya no puede prescindir de Ia exigencia atom bomb. Nueva York, Barnes, 1953; D.V.
parak'Ia de seguir procedimientos multilate- Edwards, ,lnálisis de la politico internacional
rides, procedimientos que encuentran su (1969), Mexico, Paidos; F. Fornari y otros, La des-
esencia junidica. pal itica y moral en Ia legis- miii jicacion de la paz v la guerra (1969), Barce-
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744 (1LJEKRILLA

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ger s otros. Explaining tear: eau.se.c and eurrela- de bienes s alimentos hasta ]a asistencia a los
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!nte'rnaiional Lncvclopedia of the Social Scien- refugios hasta el servir de gums v hasta Ia
ces, vol. xvi. Nueva York. Free Press, 1968. negativa a proporcionar iniormaciones a lax
iuer,.as antiguerrilleras. El control psicolO-
(LIMBIRTO CaRl] gico sobre las masas se ha considerado, por
lo tanto. junto con el conti-ol de las areas rura-
les (el "campo"). Ia piedra angular de Ia vic-
toria de los movimientos de guerrilla.
guerrilla La influencia sobre Ia población xc obtie-
ne de diversas nianeras: con una doctrina
La g. cx un tipo de cumbate que se calacteri- politica que condena las injusticias sufridas
za por el encuentro entre forniaciones irre- par Ia publacion, con el terl-orismo, con Ia
gulares de combat ientes y un ejCrcito regu- demostraciUn de Ia superioridad militar
lar. Los objetivos que con ésta se persiguen sabre las fuerzas regulares, con las mismas
son más politicos que militares. La destruc- campanas de propaganda.
ción de las instituciones existentes v La eman- Desde el punto de vista de Ia conducta mill-
cipaciôn social y politica de las pobluciones tar, Ia g. se conhia mucho en Ia improvisación
son, en efecto, los objetivos principales de los v en el aprovechamiento de las ocasiones favo-
grupos que recurren a este tipo de lucha rabies. Los guerrilleros evitan los encuentros
armada. Por este motivo, los terminox "g." y que no Ics permiten actuar en condiciones de
"guerra revolucionaria" se han ido identifi- superioridad. El buen conocimiento del terre-
cando cada vez más. La g. es tipica, en eke- no v ci apoyo de Ia población les permiten
to, de los estados en que existen profundas adopiar una táctica evasiva quc reduce ci
injusticias sociales v Ia población esti dis- nümero de los ataques sóIidos v asesta sus
puesta al camblo. golpes deeisivos bajo Ia forma de sabotaje s
Las poiibilidades de Ilevar a cabo investi- emboscada contra los puestos avanzados v las
gaciones para un anãlisis politico-social en unidades aisladas del ejCreito v de Ia policia,
este campo son más bien problemáticas; los contra las lineas de comunicaciOn y de rca-
estudios de cientificos politicos v sociales son. bastecimiento. contra las fuentes de riqueza
par lo tanto, pocos y generales. Existe, en del gobierno.
cambio, una amplia produecion dc jefes poli- Se evitan las grandes concentraciones de
ticos y militames que toman La g. desde el pun- fuerza durante largos periodos, va sea por-
to de vista práctico de Ia conducta de las ope- que no xc yen obligados a delenderse, va sea
raciones. para crear en las fuerzas rcgulares Ia impre-
Si se quieren aislar las caracteristicas prin- sion de estar en todas partes en cualquier
cipales de Ia g. es necesario concentrarse en momento: se trata dci Ilamado "efecto para-
tres sectores de investigación que están inti- lizante" que xc logra actuando siempre a Ia
mamente relacionados entre xl: relaciones ofensiva. Lu movilidad del ejCrcito regular se
entre guerrilleros y poblacián, aspectos reduce considerablemente, las tropas se yen
estrategicos-militares v ambiente fisico. obligadas a concentrarsey deben Iimitarse a
El exito de los movimientos de g. se basa actividadec defensivas. Esta situaciôn influ-
frecuentemente en Ia prolongada duración de ye inucho en Ia pobLtciôn, que ye que ci ejer-
Ia lucha, destinada a aislar moral, fisica v cito es incapaz de mantener ci orden.
politicamente a los gobernantes respecto de Enti-e las actividades de los cuerrilleros
Ia población v de Ia comunidad internacional. ligura tambicit el tcrrorisniu. rcalizadu en
GUERRILLA 745

perjuicio de personas 0 grupos ligados direc- adquiere ci peso mayor; en esta fase. además,
tamente con Ia clase en el puder. Puede estar se pone de manifiesto ci apoYo externo, poli-
dirigido también, con fines punitivos, contra tico y material, y se acrecienta debido a Ia
Ia población de alguna zona o pueblo que no confianza ganada con los Cxitos de los guerri-
ha colaborado; pero, siendo un indice de debi- lleros.
lidad, las fuerzas de Ia g. tratan de utilizarlo La intervención externa despierta cunside-
lo menos posible, Va que puede provocar, en raciunes gencrales sobre Ia función quc Ia g.
efeeto, reacciones contrarias en Ia poblacion. como fenómeno politico interno puede adop-
En cuanto a ius fueI7as de contraguerrilla, tar en ci sistema internacional. El potencial
éstas se hun caructerizado por unit gran supe- destructivo de las armas nucleares es tal que
riuridad de armamento, y se puede prever ponen en alerta a los estados sobre Ia peligro-
facilmente que podrian disponer de medios sidad de una guerra abierta; por lo tanto es
cada vez más ahundantes v eficaces. Peru esto probable que lit g. sea Ia forma de violencia
no cambiaria mucho Ia situación. Estas fuer- más accesible a Ia quc pueden recurrir poten-
zas se encontrarlan siempre con Ia dii icuitad, cias antagonistas. que, tomando parte en con-
si no es que con Ia imposihilidad, de contro- flictos internos, desean modificar Ia distribu-
lar simuitanea v continuamente todo un pals ción del poder existente en algunas regiones.
esccnario de movimientus de guerrilla. Lu expuesto hasta aqul indica, sin embargo,
El ambiente fisico, ci "terreno" en que se claramente que las regiones en que Cs OSI-
ha practicado Ia g.. se ha caracterizado skm- bk Ia g. son ünicamente las econOmicamen-
pre por ser montañoso v estar cuhierto por te subdesarruiladus, con unit red de comuni-
una espesa vegetación. Este terrenu reduce, caciones poco extendida v en que existe un
en efectu, In movilidad de los grandes ejCrci- amplio sector de Ia poblacion que no está poll-
tos convencionales v les da a las fuerzas irre- ticamente orientado.
gulares Ia ventaja de poderse esconder fácil-
mente v de no ser señaladas solo de unit mane- RI1.3LIUCRAFIA R.B. Asprey, War in the shudoics:
ra muy aproximada. t/le guerrilla in history, Garden Cit, Doubleday,
Los izuerrillcros utilii.an bases (los llama- 1971; Regis Debrav. I_a crilica de' las arnius. /
dos "santuarius") en que preparan sus planes, (1974), MCxico, Siglo XXI, 1975; R. Debrav. Las
furman a us hombres v desarrollan todas las pruehas tie fue'o. La en lieu de las anuas. 2(1974),
act hidades necesarias para Ia preparaciOn Mexico, Siglo XXI, 1975; R. Debra, La 'uerri-
dcl combate. Estas bases deben ser seguras, ha dcl Cue (1974), Mexico, Siglo XXI, 1975; W.
razon por Ia cual Se encuentran frecuente- Hahlweg, Sioria della guerriglia: Iauicu e sira-
mente en ci territorio de estados lirnitrofes legia c/ella t,'uerra seuza frunti, Milan, Feltrine-
que aceptan o toieran estas actividades. lii, 1973; W. Laqueur, The origin.'i of guerrilla doe-
Cuando Ia actividad de Ia a. ha liegadu a Ia trines, en Jwcnzal of C'onzesnporarv History, 1975,
constitución de unit fuerte organización poll- 3.
tica con ci apoyo de Ia poblacion, los facto-
res naturales pierden casi toda su iniportan- [FULVIO ATTINA]
cia, en tanto que ci control de Ia poblacion
hegemonia

I El. ISO 1*1 TERMI'..O IN IASRhI.ACIONES INrERNA das, sino en Ia tradición y en Ia historia. Asi,
UONALES. Pane de Ia literatura politica desig- para Gioberti, Ia Italia posterior al Rissorgi-
na con ei término hegemonia" —calca tail- mento puede contraponer su h. al doniinio del
na de In palabra griega hec,nonia, que sig- extranjero, y Roma, sede histOrica del papa-
nifica "direcciOn suprema", usada para mdi- do, gaza de Ia h. moral en una Italia que tie-
caret poder absoiuto conferido a Ins jefes de ne en ci Piamonte saboyano su brazo armada.
los ejércitos, ilamados justamente eernoni, Sin embargo, otros autores prefieren man-
o sea gulas— Ia supremacia de un estado- tener at concepto de h. dentro de un signifi-
nación o de una comunidad politico- cado más cercano al de su etimologia. de
territorial dentro de un sistema. La potencia darn inio apovado en Ia fucrza de las armas.
hegemonica ejerce sabre ci con junta de los Tal es ci casu de los historiadores alemanes
demás una preminencia no solo militar, sino de Ia tradiciOn quc se lunda en In duct rina de
tambien econOmica v cultural, inspirándoles Ia razOn de esiado, sobre todo Ranke y Dehia,
o condicionándoles las elecciones en virtud que elevaron Ia categoria de h. a canon inter-
de su prestigio no menos que de su potencial pretativo básico, colocándola en ci centro de
superior de intimidaciOn v coerciOn, hasta el su reflexiOn sobre Ia historia europea y mun-
punto de constituir un modeio para las comu- dial, en antitesis con ci concepto de equilibria.
nidades hegemonizadas. El concepto de h., Siendo Ia vocaciOn intrinseca al comporta-
por to tanto, no es un concepto juridico. de miento de todo e.stado Ia de una extensiOn
derecho pOblico o de derecho internacional; maxima del poder propio, In historia de las
connota más bien una relaciOn interestatal de relaciones internacionales no es otra cosa que
poder que prescinde de una reglamentacion una aiternaciOn perenne de equilibrios ines-
juridica precisa. Puede definirse a Ia h., de tables v de intentos hegemOnicos por parte
este modo, como una forma de poder de de estados en posiciOn interior a exterior a
hecho que en el continua infiuencia-dominio los sistemas internacionales que va consoli-
ocupa una pusiciOn intermedia, que oscila a dándose poco a poco: desde Ia ciudad-estado
bien hacia una de los polos a bien hacia el griega hasta Ia Italia de los prmncipados y Ia
otro. Europa de las grande.s manarquias. En este
Algunos autores, coma Triepel, subrayan su proceso han tenido una importancia decisi-
carácter de "influencia particularmente fuer- va las potencias periféricas o también los
te", que sc ejerce sin ci recurso directo a las espacios coloniales exteriores: los intentos
armas y a Ia fuerza, y que par ello no carece hegemonicos continuos que se han sucedido
de cierto fundamento de legitimidad. En esta en ci continente europeo desde Carlos V has-
acepiOn 'h." es una subespecie del concep- ta Hitler se hun desvanecido gracias sobre
to mOs general de direcciOn v se emancipa todo a Ia aportaciOn de las grandes potencias
casi totaimente de su significado originario externas en posiciOn insular (3 periferica
de supremacla politico-militar. Anaiogo es el (Inglaterra, Rusia, Estados Unidos), que
sentido en que se utiliza ci concepto en ci gio- supicron favorecer vastas coaliciones contra
bertiano 'Primado moral y civil de los italia- ci estado que amenazaba con imponer su pro-
nos", a sea en ci sentido de "superioridud... pia h., determinando asi Ia victoria del prin-
no legal, ni juridica, hablando propiamente, cipio del equilibria sabre ci de Ia h. v ampilan-
sino de eficacia moral". como primado etico do progresivamente las dimensiones del sis-
v cultural, tundado no en las fuerzas arma- tema internacional.

i74'I
FIECiEMONIA 747

Dentro de los limites de Ia acepción na de la h. que Antonio Gramsci puso en el


poiltico-militar dci término se situa del mis- centro de su refiexión sobre Ia politica y ci
mo modo Ia categoria de hegemonismo, de estado moderno consignada en las páginas de
derivación china. El hegemonismo consiste en los Cuadennos de Ia cdrcel.
una suma de comportamientos, diplomâticos SegOn Gramsci, en Ia sociedad ciasista, Ia
y militares, imputados al socialimperialismo supremacia de una clase social se ejerce siem-
de Ia URSS v de sus .satélites (Cuba, Vietnam), pre mediante las modalidades complementa-
con Ia mira de modificar el equilibrio mun- rias (), de hecho integradas par ser analitica-
dial y de imponer progresiamente el lideraz- mente disociables) del dominio v de Ia h. Si
go soviético. Como derivado de Ia degenera- el primero se ha hecho valer sobre los gru-
don imperiali.sta de Ia URSS, el hegemonis- pos antagonistas mediante los aparatos coer-
mo busca sustituir Ia fuerza de las armas, en citivos de Ia sociedad politica, Ia segunda se
ci momento del descenso de su prestigio como ejerce sobre los grupos sociales aliados o neu-
pals gula en ci campo socialista, para contra- trales justamente a traves de los "apalatos
poner a Ia perdida de h. una politica de poder hegemOnicos" de Ia sociedad civil. Una con-
agresiva v sin principios, cuyo desenlace me- jugaciOn de fuerza y de consenso, de dictadu-
vitable. aunque diferibic, es Ia guerra. ra y de h. esti en Ia base de todo estado, peru
Ia proporción entre los dos elementos varia
ii. El. iso MARXISTA. En los casos recordados en razOn del grado de desarroilo de Ia socie-
antes, el concepto de h. tiene como campo de dad civil, que coma sede de Ia acción orien-
aplicacion ci sistema inter nacional y las rela- tada ideologicamentc es el locus de formaciOn
clones entre los estudos. Por otra parte. Sc v de difusiOn de Ia h., el centro ncuralgico de
habla de h. hov también y sabre todo, en espe- toda estrategia politica. Donde aquella pre-
cial por parte de autores marxistas, peru no senta una 'estructura de masas", como suce-
sOlo de ellos, con referenda a las relaciones de en el Occidente industrial y movilizado por
entre las clases sociales, entre los partidos ci capitalismo, el papel de Ia acciOn hegemo-
politicos, a propOsito de las instituciones y de nica. no sOlo en Ia administraciOn sino tam-
los aparatos ptblicos v privados. blén en Ia conquista V en Ia edificacion dcl
Tamhkn en esta 'cgunda acepciOn del con- estado, es capital v privilegiado respecto del
cepto encontramos Ia oscilaciOn entre dos sig- dc Ia fuerza, aunque presente v necesarlo. No
nificados prevalecientes que ya destacamos solo el dominio no puede aqul mantenerse
a propOsito del uso tradicional de él. Un sig- mucho sin h., sino quc a dit'crencia de los pal-
nificado tiende a equiparar, o incluso a con- ses donde "el estado lo es todo" v Ia sociedad
cordar, Ii. con dominio, destacando ci aspec- civil es informe e indiferenciada, Ia conquis-
to coactivo respecto del persuasivo, Ia fuer- La del poder no es posible si Ia fuerza que
za ante Ia direcciOn, Ia sumición de quien cs ambiciona "hacerse estado" no sc vuclve
hegemonizado respecto de Ia legitimacion y antes hegemonica de un bloque social anta-
ci consenso. Ia dimensiOn politica respccto de gonista del bloque en ci poder. En otros tér-
Ia cultural, intelectual v moral. Tal es ci uso mino,,en Occidente Ia h. noes sOlo una moda-
que prevalece en los escritos de los teOricos lidad necesaria de ejcrcicio del poder por Ia
de Ia Tercera Internacional: Lenin en primer clase dominante, sino que es además un pre-
lugar, pero también Bujarin, Stalin, etc. Fren- rrequisito estratégico para toda clase rcvolu-
te a este significado parece prevalecer ho, cionaria. Gramsci expresa este concepto fun-
sabre todo en Ia cuitura politica italiana, tin damental de su teoria revolucionaria, en pole-
segundo significado que ye en Ia h. sobre todo mica con ci economismo dominante, median-
Ia capacidad de dirL'cez(in intelectual y moral te las metOforas de Ia "guerra de posiciones"
en virtud de Ia cual una clase dominante, a v de Ia ocupaciOn gradual de las "casamatas"
aspirante al dominio, logra acreditarse como del campo advcrsario por parte dcl sujeto
guia legitimo. se constituve en clase dirigen- adversarlo.
te v obtiene ci consenso o Ia pasividad de Ia A Ia luz de este levantamiento teOrico, se
mavoria dc Ia poblaciOn ante las metas impre- Ilega a comprender cOma Ia crisis del estado,
sas a Ia vida :;ocial v politica de un pais. Este en cuanto "organka". tenia como contenido
ultinu, es el signilicado que deriva de Ia ie- propia una crisis de h., una perdida de capa-
74.5 IIISTORICISMO

cidad de los grupos dominantes para ser tam- RII$i.I(XIRAFIA M. Basáiiez, l.a luciza POT la lw,'c-
bién dirigentes. un grave deficit de legitimi- monia en Mexico, 1968-1980, Mexico, Siglo XXI.
dad a partir del cual pueda madurar ci tras- 1981; C. Ruci-Glucksmann, Gramsci v el esiado
paso a una nueva forma de estado. a equili- (1975), Mexico, Sigio XXI, 1978; L. Dehio, Equi-
brios orgánicos más avanzados (coma es ci !ibrio o ej,,'ernonia (1948). Brescia. Morceiliana.
caso de Ia revoluciOn jacobina) 0 estOticos 1954; A. Gramsci, Cuadernosde la cárcel(i975),
(coma en el Rissorgimento italiano, en ci las- Mexico, Era, 1981-1986,4 vois.: L. Gruppi, Ii con-
cismo v en las numerosas variantes histOri- cello di egcnzonia in Gramsci, Roma, Editori Riu-
cas de revoiuciOn pasiva"). niti. 1972; J. Labastida Martin dcl Campo
Es natural que cada clase social se garan- (camp.), He,'e'mouia v aliernaiivas pohlzeas en
tice, en su proceso de organizaciOn en ciase America lalinu, Mexico, Siglo XXI, 1985; N. Pou-
dirigente, una instrumentación armónica pro- lantzas. Poder politico r cla.ses sociales en el esla-
pia peculiar: ci pariamentarismo, los partidos do capuahsia (1968), Mexico, Siglo XXI, 1969; H.
demoliberales, Ia opinion pubiica mediante Triepel, L'egemoi,ia (1938), Fiorencia, Sansoni.
los grandes Organos de informaciOn en ci caso 1949.
de Ia burguesia capitalista más aranzada. con
apoyo estructural dcl mercado y de su pro- [SII.VANO HELIl(.5I]
pia organizaciOn de fObrica; los consejos obre-
ros (en on primer momento), el sindicato v
sobre todo el partido revolucionario en ci
caso del proictariado en lucha par ci poder.
historicismo
A este Oltimo Ic espera Ia tarea de seieccio-
nar a los intelectuales orgánicos de Ia clase Tunto en ci contexto del
L DEFINIC ION (.LNERAI.
obreru. organizando su h., armándoia con una pensamiento filosolico como en el dcl pensa-
teoria y con una estrategia capaces de eniren- miento politico, ci tCrmino no tiene un signi-
tar victoriosamente a Ia h. de las ciases domi- ficado univoco. Para precisar los significados
nantes. fundamcntales en quc puede entenderse, con-
Con Ia ayuda de las indicaciones gramscia- viene por lo tanto purtir de Ia identilicación
nas, ci debate sobre Ia h. prosiguió hasta nues- de su contexto más general v par lo mismo
tros dIas, precisando ci concepto y enrique- comOn a los diversos significados que surgen
ciCndolo con determinaciones nuevas. Aigu- en ella. Desde este punto de vista, se puede,
nos estudiosos marxistas, en particular Nicos sin más, aceptar Ia indicaciOn dc Meinecke (El
Pouiantzas, han sostenido Ia capitalidad de historicismo y su genesis, "Introducción")
una función hegemonicu en ci interior dci pro- scgün ci cual ci h., que constituyc una acti-
pio bloquc en ci poder, con elfin de regular tud del pensamiento que surge de modo cons-
las contradicciones entre las distintas clases ciente a partir, groso modo, dcl periodo quc
v fracciones de clase que lo componen. La h. abarca los Oltimos años dcl sirlo XVIII s' los
de una ciase, o de una fracción, sobre his primeros del xix, representa ante todo una
demás que componen ci bloquc de poder reacción contra Ia orientaciOn iusnatural is-
dominante. determina que cada una renuncie ta domin,nte hasta entonces. El autor men-
a los intereses propios inmediato', cionado define de Ia siguiente manera esta
economico-corporativos, en favor dci interés ültima orientacion: "La actitud iusnaturalis-
politico comOn par Ia explotaciOn y el domi- ta del perisamiento, predominunte desde Ia
nb sabre las ciases subaiternas. La h. actOa Antiguedad, inculcaba Ia Ic en Ia inmutabiii-
como principio de unificaciOn de los grupos dad de la naturaieza humana antes que de Ia
dominantes y, con textualmente, de disfraz dci rtzOn humana. Las afirmaciones de Ia raiOn,
dominio de clase. Simetricamente, en ci bio- se decia, pueden verse ofuscadas por las
que rev olucionario entendido como unidad pasiones v por Ia ignorancia, pero si Ia razón
contradictoria entre clases dominadas, Ia h. se libera de estas ofuscaciones afirmará las
indica Ia constitución poiltica, además de mimas cosas en todos los tiempos y será
todo particuiarismo y corporativismo, dci capaz de encontrar verdodes eternas, de valor
interes de Ia clase obrera en intereses gene- absoluto, que corresponderán plenamente a
rales de todos los cxpiotados. Ia racionalidad de todo ci universo." Par ci
HLSTORICISMO 749

lado opuesto, ci primer principio del h. con- de Viena) de los aspectos irracionales de Ia
siste para Meinecke en sustituir una conside- vida de los estados, o sea de in Iuerza de las
raciôn generalizante v abstractiva de las fuer- tradiciones, de Ia costumbre, de los instintos
zas histórico-humanas por Ia consideración y de los sentimientos populares que condicio-
de su carácter individual, con Ia conviccion nan de manera decisiva. segün esta orienta-
de que Ia apiicación dc juicios generalizantes don de pensamiento, ci desarrollo histciricu
respecto del hombre v de los fenomcnos cul- concreto de Los estados. En esencia, el roman-
turales v sociales a los que este ha dado on- ticismo politico Ic atribuye una importancia
gen no permite comprender las transforma- histórica central a estos aspectos del compor-
clones profundas y Ia diversidad de formas tamiento humano. individual y colectivo, que
que sufre v adoptu Ia vidu moral y espiritual segOn el racionalismo iusnaturalista moder-
dcl individuo y de las comunidades, a pesar no deben considerarse Onica y exclusivamen-
de Ia permanencia invariada de ciertas cua- te como prejuicios irracionales destinados a
lidades humanas fundamentales. ser eliminados muy pronto por Ia razOn ilus-
En lo que respecta al contexto especifico dcl trada. con Ia condiciOn de que se Ic conceda
pensamiento politico. Ia actitud iusnaturalis- a ésta Ia mãs amplia posibilidad de acción.
ta contra Ia quc reacciona el ordenamiento El reconocimiento de in importancia de los
historicista es Ia doctrina de los derechos del aspectos irracionales de Ia t'ida politica con-
hombre. que surge de Ia version moderna duce, por otru parte, no solo a sostener Ia
racionalista del iusnaturalismo y que es sos- iniposibilidad de someter a una norma
tenida por las revoluciones nortamericana v, comOn, racional y universal, Ia vida y el desa-
sobre todo, francesa, en Ia que está implicita rrollo de todos los pueblos v, por lo tanto, de
Ia convicción dc que Ia forma del estado libe- todos los estados, sino, más en general, Ia
ral constituse on modelo de vaiidez absoluta imposibilidad, salvo dentro de lImites muy
v universal. Va que Se basa en las exigencias restningidos, por parte de Ia voluntad gum-
clernas, v por to tanto idénticas en todos los da par I-a razón, de orientar de acucrdo con
tiempos v en todos los lugares. de La razOn sus propios fines el desarroilo de las institu-
humuna. Contra esta pretension, Ia orienta- clones politicas y sociales, que tienen en cam-
clan historicista representa, en general. Ia bio un carácter esencialmente orgánico e
afirmaciOn dcl carácter histOricamente rela- inconsciente. Dc ahi Ia ulterior consecuencia
tivo de las formas de organización politicas de que las Onicas instituciones válidas y vita-
y sociales y, por to tanto, de una mancra más les para un pueblo sean las correspondientes
global, de los valores politicos. a su peculiaridad, a su irreductible individua-
Especificado en estos términos ci conteni- lidad, que se han ido formando a través dc
do mOs general de Ia orientaciOn historicista procesos históricos seculares v que no tole-
en ci contexto politico, Se puede proccder a ran rupturas bruscas de In continuidad de su
Ia especificaciOn LIe las tendencias teOrico- desarrol lo.
prácticas fundumentales en que se articula,
precisando los diversos modos en quc se ha Ii. El. HISIORICISMO RoMAvrIco La expresión mis
emendido Ia relatividad histórica de los valo- Organica coherente de esta cuncepciOn Ia dio
res politicos t, par Ia tanto, Ia especificidad Ia teonia del "espiritu del pueblo" (Volksgeisl)
de las ditersas formas histOricas de organi- formulada par Ia "escuela histOrica ulema-
7acion politico-social por partc de las orien- na', en particular par Suvignv v par los her-
taciojies criticas respecto de ks pretensiones manos Grimm, v anticipada par E. Burke y
dc ah,olutcz v dc univer'.alidad propias dcl A .Mü 11cr. El espiritu del pueblo, que cstá
iu-nit oral ismo mderno. constituido no por el conjunto de las tdun-
De-de cI punto de vista histonico. Ia prime- tades individuales sino que rcprcscnta un
ra turni.t slnll icativa de reacción histonicis- nexo orgánico v racionalmente insondable en
ti contra l.i doctrina de los derechos del horn- cuanto punto de encuentro v de convergen-
bre csti reprcscntada por In revatoraciOn cia de luerzas esencialmente irracionales, es
romantica (quc coincide con las luchas con- concebido por In teoria homonimn coma ci
tra Ia Francia ret otucionaria v con Li politi- principia crcativo unitario dc las multiples
ca de Ia Rc'tauraciUn despues del Congreso manifestaciones de Ia existencia dc cada put'-
750 HISTORICISMO

blo v, por lo mismo, tambien de sus institu- romántico, Ia doctrina del estado-potencia
clones politicas y sociales, de sus valores poli- formuluda por Ranke y sus seguidorcs, y que
ticos, que por lo tanto solo tienen validez nor- representa una fuse de profundización LeOn-
mativa en relación con el espiritu del pueblo ca más avanzada dentro de Ia tradición del
individual e irreductible que los ha produci- pensamiento basada en ci concepto de razOn
do, v no en cambio una validez absoluta y uni- de estado", e iniciada por Maquiavelo (t'.
versal. En consecuencia, se considera ci pro- razOn de estado), presenta un interés parti-
ceso histórico como ci terreno de Ia realiza- cular, ya que configura una determinada ver-
dOn de los diversos espiritus nacionales en sión del h. dentro del contexto politico. Tam-
su acción fundamentalmente inconsciente, en bién esta doctrina representa indudablemen-
sus relaciones y en su lucha. te una reacción a Ia doctrina moderna de los
Es claro ci significado politico conservador derechos dcl hombre. También ésta sostiene,
dcl irracionalismo romántico. Al negarle a Ia en contra de Ia pretendida validez absoluta
acción politica Ia posibilidad de transformar v universal dci modelo dc estado, caracteris-
las relaciones económicas, sociales y politi- tico de las revoluciones occidentales, que
cas, creadas inconscientemente por Ia miste- todas las experiencias estatales se desarrollan
nasa alma popular, de acuerdo con planes segOn un principio individual propio en ci que
racionales, que indican determinados fines y se inspiran indudablemente los responsables
las instituciones respectivamente necesarias del estado en cuestión. En el onigen de Ia espe-
para realizarias, esta orientación dc pensa- cificidad irreductible de toda experiencia
miento proporciona los instrumentos ideoló- estatal v. por io tanto, de los valores que sun-
gicos fundamentales de defensa de las insti- gen en Ia misma, no se encuentra, sin embar-
tuciones absolutista-feudales contra las ten- go, de manera principal Ia acción misteniosa
dencias reformadoras desencadenadas en e inconsciente del alma popular (cuya infiuen-
toda Europa por Ia revoiuciOn francesa y por cia reconoce, por otra parte, esta doctrina,
las guerras revolucionarius. En sus indicacio- aunque en una medida menos relevante), sino
nes más generales, csta forma de estado con- básicamente Ia posiciOn de poder del estado
servador, aun cambiando obviamente en las en ci sistema de los estados, con Ia influen-
indicaciones más especificas y acogiendo las cia determinante que de ahi se deriva para Ia
más diversas integraciones, ha mantenido una politica exterior e interior de cada estado. En
dcterminada y cierta vitalidud hasta nuestros esencia, Ia especificidad del estado coincide
dias en ci mundo de Ia praxis y de Ia cultura con ci "primado de Ia politica exterior" quc,
polItica. y se presenta siempre como descon- par ejemplo, en el caso de los estados conti-
fianza más o menos acentuada respecto de Ia nentales europeos impidiO, segOn este punto
tendencia a racionulizar las instituciones de vista, una evoIucion politico-institucional
sociales y politicas, y como preferencia por y económico-social analoga a Ia de los paiscs
un desarrollo lento y sin rupturas bruscas v liberales occidentale.s y planteo par el contra-
lo más espontaneo posibie W. conservaduris- rio estructuras de un tipa mAs conservador
mo). Existe, par otra parte. un aspecto de Ia y autoritario.
ternática del irracionalismo romántico que no La doctrina rankeana dcl estado-potencia,
tiene un significado conservador, y es Ia cxi- a pesar de unirse ai filón romántico, no tiene
gencia de salvaguardar las particularidades un significado univocamente conservador
culturales (tradiciones, lenguas, costumbres) coma ci de Ia teoria romántica dci espiritu del
dc los diversos grupos étnicos contra las ten- pueblo, precisamente porque tiende a despla-
dencias a Ia nivelaciOn v a Ia uniformidad pr zar el acento de los conceptos ncbulosos e
pias dcl centralismo burocrático moderno. indescifrables del irracionalismo romántico
Esta exigencia fue recibida por Ia doctrina a los datos conocibles v describibles en ten-
federalista v puesta en prãctica a través de minos conceptuales más claros, coma son pre-
las instituciones dl autogobierno local. cisamente Ia politica de patencia, el sistema
de los estados, ci influjo de Ia politica exte-
M. L'i BOCTIXA ALEMA\A DEL EsTADc-'oTExuA rior sabre Ia politica interna. En muchos
Entre las diversas orientaciones quc en cier- casos Ia doctrina rankeana se utilizó (V cier-
to modo Se relacionan con ci irracionalismo tamente por parte de su autor) con conteni-
HISTORICISMO 751

dos más o menus conscientemente conserva- economia clásica, como ci sistema de las nece-
dores y para rechazar. en reiación con las sidades y del trabajo de los hombres. A pesar
necesidades de seguridad y de defensa, refor- de basarse en un pianteamiento ideaiista
mas politicas v sociaies puestas en ci orden segün ci cual toda reaiidad económica y social
del thu por ci desarroilo historico. Pero se proviene de Ia idea, es capaz de comprender,
puede estar de acuerdo tambiên con un orde- dentro de este marco teórico, In relación exis-
namicnto historicista progresivo, ci cual, tente entre las estructuras económicas y
frente a Ia abstructividad de procedencia ius- sociaies, y las diversas formas que estus asu-
naturalista, reconuzca ci condicionamiento men en las diversas êpocas y situaciones his-
decisivo ejercido sobre Ia evoiucián de un tóricas, por una parte, Y las instituciones poll-
estado par su posicion dentro dci marco inter- ticas y sus correspondientes vaiores en su
nacionai, a pesar de que se yea en esto una cvoiución histórica, por Ia otra. En particu-
dificuitad que se debe superar de acuerdo con lar, considera ci derccho natural moderno y
las posibiiidudes históricas. ci correspondiente modelo liberal de estado
coma manifestaciones de In sociedad burgue-
IV. El. MATERIALJSTh) HISTORICO. Junta con Ia sa moderna basada en Ia propiedad privadu
orientación historicista que surge dci irracio- yen Ia libre competencia, V par io tanto reia-
nalismo romántico, ia tendencia historicista tiviza, en general (obviamente en un modo
más relevante en ci contexto politico es Ia quc todavia no satisfactorio), las instituciones y
tiene como fundamento ci materialismu his- los valores politicos en relación con las diver-
tórico, cuyas irnpiicaciones politicas son dia- sas fases históricas de Ia evolucion de las
metruimente opuestas a ias dci h. de origen estructuras económicas y sociales. Precisa-
romántico. Ames de examinar en qué térmi- mente par este aspecto Ia filusofia hegeliana,
nos configura ci materiaiismo histórico una cuyo significado politico no siempre es fãcil
forma de actitud historicista, es necesario de definir con precision (y en cierto modo
detenerse en un filosofo, cuvas tesis acerca aqui puede dejarse de iado este probiema),
de Ia problemiltica que estamos examinundo precede c introduce ci materialismo histórico.
ocupan una posición en cierto sentido inter- Si ahora se quiere indicar ci contenido esen-
media entre ci irracionaiismo romantico y ci cial dcl materialismo historico, en cuanto
materialismo histOrico. Sc trata de Hegel. puede ser cunsiderado coma una versiOn fun-
Hegel tienc en comün can Ia escuela roman- dtmcntal de Ia actitud historicista dentro dcl
tica ci recurso al concepto de espiritu del pue- contexto politico, se puede decir precisamen-
blo para explicar Ia especificidad de las dis- te que constituye unit radicalización y una
tintas épocas y situaciones históricas y, por profundizaciOn de las indicaciones hcgeiianas
to mismo, de los valores poiiticos que éstas acerca de lit relaciOn entre evoluciOn histOri-
manifiestan. Sin embargo, definió ci conteni- ca de las estructuras econOmicas y sociales
do de este concepto en términos muy distin- y especificidad de las instituciones y de los
tos. Ante todo, ios diversos espiritus de ios valores politicos en las diversas épocas y luga-
pueblos se conciben como encarnaciones del res. En esencia, dentro dci planteamiento de
"e'.piritu del mundo" y de Ia razón universai Marx y Engels, ci materialismo histOrico pre-
que gobierna Ia historia y se realiza sobre supone Ia eiiminaciOn de todo componente
todo a través de Ia acción de los "pueblos his- idealista, y en general de todo componente
tóricos", es decir de aquellos pueblos que metafisico de La filosofia hegeliana de Ia socie-
ejercen una función de guia en una deterini- dad y de Ia historia, v sc traduce en una con-
nada poca historica v en los que se manifies- cepción del desarrollo historico como un pro-
ta ci grado de progreso aicanzado por ci espi- ceso de revolucionamiento ininterrumpido de
ritu universal en ese momento. Además, todos los aspectos de Ia vida colectiva huma-
Hegel Ic du una impartancla decisiva entre los na, cuva fuerza motriz fundamental está cons-
ekmcntos que definen Ia especificidad de tituida por Ia evoluciOn del modo de produc-
todo pueblo hi'..tórico y, por to tanto, de toda ciOn (t'. marxismo). En esta perspectiva Ia
época histórica fundamental, a Ia estructura especificidad de las instituciones y de los valo-
de Ia ociedad civil". cntcndida por ci, rcs politicos que surgen en las diversas epa-
siguiendo los pasos de las enseñanzas de Ia cas y situaciones histOricas parece determi-
752 HCEL(,A

nada por las diversas fases de Ia evoiuciOn del BIBLIU(.MAFL. N. Bobhio, Hegel e ii gius;zaiurali.s-
modo de producción y parece corresponder ma, en Ririsia di filasofia, LVII. nüm. 4, 1966; K.
a éstas. Por lo que respecta a Ia doctrina de Mannheim, Da.s konservative Denken. en Archir
los derechos del hombre y al modelo liberal für Social wis.senschafi und Soialpolitik, 57.
de estado, éstos, lejos de ser considerados 1926. ahora en Wissensoziologie. Berlin-
como normas de valor universal, son conce- Neuwied, 1964: K. Mar,C.unirihución a la en-
bidos como superestructuras dcl modo de tica de la economia politica (1859), Mexico, Sigh,
producción capitalista burgues v, por Ia tan- XXI, 1980; K. Marx, C'r,lica de Ia filosofia dcl
to. históricamente relativos y destinados a ser dereeho de Hegel (1843). Buenos Aires, Ed. Nue-
superados por el paso at modo de producción vas. 19682; K. Marx v F. Engels, La ideologia ale-
socialista. niana (1846). Mexico. Ediciones de Cultura Popu-
La historización de las instituciones y de los lar, 1974: F. Meinecke, El l,isioricismo y s it
valores politicos en relacion con Ia evolución sis (1936), Mexico, Fonda de Cultura EconOmi-
del modo de producciOn propuesta por el ca, 1943; F. Meinecke, C'os;nopolitismo C slab
materialismo histórico tiene un significado nazionale (1908), Perugia-Venecia, La Nuova lta-
politico evidentemente progresista. Esta liii. 1930; F. Tes.siiurc, Profiki della SI oneismo
orientación teórica, en efecto, a pesar de cri- poluico, Turin, UTIT, 1981.
ticar el racionalismo abstracto del iusnatu-
ralismo moderno. recoge su exigencia racio- [sER.Io I'ISTOSEI
nalista fundamental, que significa una criti-
ca de las instituciones existentes desde el pun-
to de vista de las posibilidades racionales dci
hombre, y agrega el convencimiento de que
huelga
ci progreso hacia instituciones cadu vez más
racionales está condicionado por Ia evoiución I. HLELGAYCOSFLICTOI\DUSTKIAL. La h. es ]a for-
histórica de las estructuras económicas y ma más usual de expresiOn dci conflicto
sociales. Por otra parte. Ia uctitud progresis- industrial organ izado (V. confllcto Industrial).
tu del h. de origen marxista puede adoptar A diferencia de otras formas de conllicto labo-
una inclinaciOn revolucionaria o reformista ral, a en general de lucha obrera, Ia h. curl-
segün que ci desarrollo economico-social, y siste en Ia abstención organizada del trabajo
par to tanto politico, sc conciha en términos de un grupo max o menos amplio de trabaja-
de un proceso a través de contradicciones y dores.
rupturas o bien como una cvoiución gradual. Los dos elemcntos de Ia dcfiniciOn que mar-
Para completar el cuadro se debe recordar can los limites dcl fenomeno son: ci sujeto y
también que dentro de Ia orientación marxis- Ia modalidad de Ia acciOn conflictiva. El suje-
ta surgió Ia tendencia a considerar Ia teoria to puede variar desde comprender toda Ia
de los "caminos nacionales al socialismo" fuerza de trabajo, organizada vdirigida por
como 5i estuviera basada en una actitud his- un sindicato, hasta un pequellu grupo de tra-
toricista. Esta teoria rcpresenta, en efecto, bajadores (un equipo, una secciOn, una ofici-
una reacción contra Ia tendencia dci marxis- na) guiados por un lider informal; pero nun-
mo oficial soviético a considerar Ia experien. Ca puede relerirse a un solo individuo, coma
cia rev olucionaria v de con strucción del soda- en ci caso de ausentismo, los retrasos u otras
lismo lievada a cabo en Rusia coma un mode- formas de "desinterCs laboral". La h. es siem-
lo de valor universal para todos los movimkn- pre una acciOn colectiva que requiere un gra-
tos socialistas v comunista,v destaca Ia cxi- do minima de organización. Además esta
gencia de tomar en cuenta. en Ia lucha par Ia acciOn asume siempre Ia forma de una abs.
instauraciorl dci socialismo, Ia diversidad de tencion de trabajo, aunque puede ir acompa-
las situaciones nacionales. definidas no solo nada de otras formas de lucha (piquetes,
en términos de evoluciOn econOmico-social manifestaciones, etc.). Las acciones conflic-
sino también en relaciOn con Ia cultura, las tivas Ilevadas a cuba en ci lugar de trabajo
tradiciories v las cotumbres. sin intcrrupciOn de Ia actividad laboral (sabo-
tajes, disniinuciOn de Ia pruducción. etc., aun
cuando son colectivas y organii.adas, no
HUELGA 753

entran en ci concepto de h. propiamente rios del mismo. En los sistemas de relaciones


dicha. indust riales maduras (v. relaciones Industria-
Estas precisiones nos aclaran que Ia h. es les), en las que un porcentaje notable de Ia
solo una de las formas posibles. Ilevadas a fuerza de trabajo en Ia industria yen los ser-
cabo con eficacia, dcl conflicto industrial. Sin vicios —y no solo los ntcIcos centrales de Ia
embargo, ha sido Ia forma histOricamente clase ohreru— está sindicalizada, yen las quc
predominante. El "ret ira dcl trabajo" ha sido el sindicato está reconocido par parte de
en efecto Ia más obvia y directa amenaza quc empresarios y gobiernos como legitimo repre-
los trabajadores pueden plantear en las nego- sentante de los trahajadores y coparticipe en
ciaciones para una contrataciOn colectiva con Ia conlrataciOn, existe a menudo un desdobla-
los empresarios (Crouch y Pizzorno, 1977: 407- miento del fcnOmeno de Ia h. Por un lado,
433). La h. causa un dana electivo a Ia con- grandes huelgas organizadas par los sindica-
traparte porque bloquca Ia producción (diver- Los ulrcdedur de ternus vinculados a est rate-
samente de otrts formas de protesta "expre- gias a iargo plaza (emplea, derechos sindica-
sivas"), sin danar par Ia general las plantas les, etc.); par ci otra, microconilictividad orga-
y por lo tanto Ia continuidad del empleo nizada informalmente por partc de cada gru-
(como ocurre en ci caso dcl sabotaje). De pa dc trahajadores acerca de cuestioncs estre-
mancra distinta que en ci caso de disminu- chamente relacionadas con su situaciOn
dOn de Ia producciOn y de otras formas simi- concreta, salarial a laboral. Entre las h. orga-
lures, requiere solo de un mInimo de organi- nizudas par los sindicatos, junta a las propia-
zaciOn al mismo tiempo que provoca un nota- mente contractuales, aumentan dia a dia las
ble impacto en Ia opiniOn pOblica y en las dirigidas, directa o indirectariente, a los
autoridades de gobierno. poderes pOblicos, it fin de que intervengan con
Más aliá de su cficaciu respecto al proceso decisiones favurables a los trabujadores. La
de contratación colectiva, Ia h. ha sido a h. adquiere entonces ci significado de una
menudo considerada el arma principal de Ia prueba de fuerza, más que de una .tcción din-
lucha de clases. En efecto, Ia h. noes solo una gida a provocar un dana efectivo al adversa-
prueba de fuerzzt respecto del adversario; rio. Las h. dirigidas contra los empresarias
puede ser antes que todo un factor de identi- pueden también dividirse en h. "instrumen-
dad, un elemento que permite al grupo de tra- tales", a sea usadas para imponer a Ia con-
hajudores que participun en Ia h. reconocer- traparte las propias reivindicaciones en Ia
se como clase en oposiciOn a otra. Adcmás, contrataciOn coiectiva, y h. "demostrativas"
ha sido y sigue siendo un recurso importan- o simbólicas, dirigidas a consolidar las bases
te en ci contexto dcl conflicto politico. A fina- y a aumentar el grado de adhesiOn.
les dcl siglo XIX y a principios del xx, his La microconflictividad encuentra so razón
masas obreras buscaban a travts de Ia h. obte- de ser en Ia fragmentacion de las situaciones
ncr no solamente una mejora de las propias laborales y en el diverso poder contractual de
candiciones salariales y labarales, sino tam- los distintos grupos de trabajadores, además
bién Ia ampliaciOn dcl sufragio. Todavia hay de Ia institucionalización del sindicato, que
muchos movimientos obreros usan Ia h. (espe- no les permite representar adecuadamente
cialmente Ia h. general) para imponer al esta- todas las demandas de Ia base. En estos casos
do Ia adapciOn de politicas econOmicas y se tratu a menudo de h. de "niveiaciOn" o de
S(,CialCS o leyes favorables a elios. "imitaciOn" de situaciones relativamente pri-
vilegiadas. Otras veces se trata de h. de "pro-
II TIPOS I)!. IIUEL(,A. Si los aspectos anterior- testa" contra ciertas situaciones considera-
rncfltc mencionadas han determinado ci pre- das insostenibles, o incluso contra el sindica-
dominio histOrico de Ia h. par encima de otros to, cuando no representa eficuzmente algunos
tipos de conflicta, sus caracteristicas han ida intereses particulares.
cambiando con ci trascursa del tiempo. En
parte ban cambiado los sujetas, a sea Ia exten- III. ELPROCLSOOELASHUELGASYSUSCACSAS. El pro-
siOn y Li organización dcl grupo de trabaja- ceso discontinuo de las h. en el tiempo ha
dares que sustiene Ia h.. asi coma han cam- constituida desde siempre un problema
hiado tamhién los objetivos v los destinatu- importante de investigaciOn en las ciencias
754 HUELGA

sociales, además de ser un desaflo a cuuiquier tidumbre en Ia misma conceptualizaciOn del


vision simplista de desarrollo unidimensional fenOmeno de Ia h. SegOn un notable grupo de
del conilicto (hacia Ia institucionalizaciOn a teOricos, Ia h. es escncialmente una forma de
hacia una salida revolucionaria). "protesta" obrera, lo cual encuentra su expli-
En muchos paises capitalistas, las h. se han cación en las condiciones que hacen eplotar
producido "por oleadas" (Shorter y lilly, o bien canalizar Ia protesta. Otro grupo de
1974)o "por ciclos" (Crouch y Pizzorno, 1977), investigadores, actualmente predominanie.
más que por cambios graduales. Y esto Cs considera en cambio Ia h. coma un "instru-
cierto tanto desde el punto de vista cuantita- mento tãctico", quc los sindicatos usan a su
tivo como desde ci punto de vista de las prin- conveniencia; Ia cual se explica teniendo en
cipales caracterIsticas de Ia h. (objetivos, for- cuenta los factores quc hacen aumcntar su
mas de lucha, relaciones entre base y sindi- utilidad o disminuir los riesgos que puede
cato). Las investigaciones que se han plantea- implicar para las mismas organizaciones sin-
do coma problema Ia manifestación de ciclos dicaks. Apelando a Ia tipologia de las h. pre-
de luchas obreras con especiales caracteris- sentada en ci paragraio anterior, es hicil dar-
ticas de radicalismo, se han convertido en se cuenta que en los sistemas de relaciones
interpretaciones de alguna manera elabora- industriales maduros ambos aspectos estãn
das. Para esplicar este fenOmeno es capital presentes. Los limites interpretativos de las
Ia formación periódica de nuevas "identida- investigaciones sabre ci proceso de las h. se
des colectivas". que tiende a modificar los encuentran probabiemente en Ia heterogenei-
modelos existentes dc mediaciOn (Crouch v dad dcl fenOmeno que pretenden explicar, ya
Pizzorno, 1977: 407-433; Pizzorno, Reyneri, que fenOmenos sociales distintos requieren a
Regini, Regalia, 1978). su vez tipos distintos de explicacion.
Cuando se ha intentado en cambio explicar
ci proceso cuantitativo de las h. a todo lo lar- BIBLIOcRAFIA: 0. AshenIelter y G. Johnson, Bar-
go de extensos periodos históricos o en diver- ,'ainiug theori', trade uniOnS and industrial stri-
SOS contextos (nacionales o sectoriales), se ha ke activity, en American Economic Review, 40,
recurrido cada vez más a diversos tipos de 1969; 11 movirnento degli scioperi nel xx secolo,
variables como posibles factores de explica- a cargo de G. celia, Bolonia. Ii Mulino, 1979; Con-
ción. Variables econOmicas como ci Indice de flitti in Europa, a cargo de G. Crouch y A. Pu-
desempieo, ci de inflaciOn, Ia relaciOn entre zorno, Milan, Etas Libri, 1977; D. Hibbs, Indu-
salarios y ganancias, han sido considerados trial conflict in advanced industrial societies, en
por mucho tiempo como los principales fac- American Political Science Review, LXX, 4, 1976;
tores de expiicación del proceso discontinuo R. Hyman, Strikes, Londres, Fontana, 1972; C.
de las h. (Rees, 1952; Ashenfelter y Johnson, Kerr vi. Siegel, The inter-industrvpropensizv to
1969). A éstas se han anadido mOs reciente- strike, en Industrial conflict, a cargo de A. Korn-
mente variables politicas y sindicaks, coma hauser, R. Dubin v A. Ross, Nueva York,
Ia presencia de partidos de Ia clase obrera en McGraw-Hill, 1954; W. Korpi y M. ShaIe', Stri-
el gobierno, ci grado de sindicalizaciOn o ci kes. power and politics in the western nations.
de centralización de las relaciones industria- 1900-1976, en Political power and social theory,
les (Hibbs. 1976; Korpi y Shale, 1980). Ade- a cargo de M. Zeitlin, Greenwich, Jai Press, 1980,
más de Ia discontinuidd en ci tiempo, se ha vol. '; A. Pizzorno, E. Revncri, M. Regini e I.
estudiado también Ia e' istente entre diversos Regalia, Lotte ape raie e sindacato: il ciclo 1968-
sectores productivos (Kerr y Siegel. 1954; 1972 in Italia. Bolonia, II Mulino, 1978; A. Rees,
Shorey, 1977), desplazando a'i Ia atención Industrial conflict and business fluctuations, en
hacia variables relativas a Ia estructura pro- Journal of Political Economy, 60,5, l952;J. Sho-
ductiva y de hi mano de obra. A pesar de Ia rev. An inter-industry analysis of strike frequenc,
gran cantidad de investigaciones empiricas. en Economica, 43, 1977; E. Shorter v C. Tiil,
estos estudios cuantitativos Ilegan sOlo a con- Strikes in France, 18304968, Londres. Cambrid-
clusiones parcialmente satisfactorias, va sea ge University Press, 1974.
a nivel estadlstico o a nivel interpretativo
(CelIa, 1979: 583-627). [tiuso RI6IXI1
Además de estas dificultades, existe incer-
ideologia

I FREMISA, Tanto en ci knguaje politico prác- tat como se presentan en estratos politiiados
tico coma en ci de Ia Filosof ia, de Ia sociolo- o en Ia masa de ciudadanos. En su acepción
gIa y de Ia ciencia politica no existe quiiã nm- particular, to "ideologico" cstá sólidamente
guna palabra quc est' a Ia par de I. por Ia ire- contrapuesto, de modo explicito o implitico,
cuencia con que es empicada y, sabre todo, a lo "pragmático", y el caräcter de Ia "I." es
par Ia gama de signilicados distinto.s que Ic atribuido a una creencia, una acción a un esti-
son atribuidos. En Ia intrincada multipiicidad Ia politico par Ia pre.scncia en elks de cier-
de USOS dcl término se pueden todavia deli- Los elementos tipicos, como ci doctrinarismo,
near dos tendencias generates o dos tipos cI dogmatismu, un fuerte componente pasiu-
generates de significado, que Norberto Bob- nat. etc., que han sido diversamente definidos
bio ha propuesto Ilumar significado "debit" y organizados por diferentes autores. De este
y significado "Fuerte" de i. En su signiticado uso particular, o mejor dicho de este grupo
débil, "i." designa ci genus, a una species de usus particulares del significadu débii de
variadamente definida, de los sistemas de I., se deriva ci tema del "fin" a de Ia "dccli-
creencias politicas: un coniuntode ideas ' dc nación de las ideoiugias" en las suciedades
vulores concernientes at orden politico que industriules de Occidente, originado entre los
tienen Ia funciOn de guiar ins comportamien- anus cincuenta y sesenta par las interpreta-
Los politicos colectivos. El significado fucrte ciones de sociologos cumo Raymond Aron,
tiene origen en ci concepto de i. de Marx, Daniel Bet! y Seymour Martin Lipset, y lue-
entendido coma falsa con.secuencia de las go incorporado a un compiejo y proiongado
relaciones de dominación entre las clases, y debate que, en ciertos aspectos. perdura aün
se diferencia claramente del primero porque hay.
mantiene en ci propio centro, diversamente El significado fuerte de i. ha sufrida, por
modificada, corregida o alterada par los dis- su parte, una singular evolución. En Marx,
tintos autores, Ia noción de faisedad: Ia I, cs "i." denutaba las ideas y las teorias que son
una creencia faisa. En el significado débil, "i." socialmente determinadas par las relaciones
es un concepto neutro, que prescinde del de dominación entre las ciases y que justifi-
eventual carácter mistificunte de las creen- can tales retaciones dotándolas de una fulsa
cias politicas; en el significado fuerte 'L" es conciencia. En Ia evolución posterior del sig-
un concepto negativo que denota precisamen- nificado de Ia palabra ha sigo generalmente
te ci carácter mistificante, de falsa concien- ulvidada —salvo en ci lenguaje polCmico de
cia, de una creencia politica. Ia politica práctica— Ia conexión entre i. y
En Ia ciencia y en Ia sociologia politica con- poder. En cuanto at resto, el destino de este
temporánea predomina netamente ci signif i- significado de i. se ha planteado en las rela-
cado dCbil de i., tanto en su acepción general cianes entre dos de los elementos constituti-
coma particular. La primera acepción se vos de Ia iormulación original: el carâcter de
encuentra en los intentos más acreditados de falsedad de Ia i. y su determinación social. Por
teoria acneral, tanto tradicionales coma info- una parte se ha mantenida firme y se ha gene-
vadores, asi coma tambiCn en Ia interpreta- ralizado el principia de Ia determinación
ciOn de los particulares sistemas politicos y social del pensamienta, perdiendo asi de vis-
en ci anãiisis comparado de diversos siste- tact requisiti de Ia futsedad: Ia i. está disuel
nias, y en Ia busqueda empirica directa par ta en el conepto general de sociulogia dcl
establecer los sistemas de creencias poiiticas conocimicnto. Par otra parte se ha manteni-

l71
756 IDIoIAx;l

do firme, se ha generalizado y se ha reinter- co (Bohbio, 1969). Pareto abre asi ci camino


pretado ci requisito de Ia faisedad, olvidan- a Ia interpretación neopositivista. segOn Ia
do a su vez Ia detcrminación social de Ia i.: cuai "i." designa las deformaciones que los
ci punto de Ilegada es aqui Ia critica neoposi- sentimientos y las orientaciones práclicas de
tivista de Ia i. una persona provocan en sus creenciis, dis-
En ci primer sentido, ci desarroilo funda- frazando los juicios de valor hajo Ia forma
mental se encuentra en ci pensamiento de simbólica de las afirmaciones de hecho. Dc
Karl Mannheim, donde Ia critica del uso pole- este modo se mantiene ci requisito de Ia fal-
mico que hace Marx de Ia palabra "i." lieva sedad de Ia i., aunquc sea interpretado de
consigo, cusi inadvcrtidanientc, el ahandono modo muv particular. Pero aparece comple-
de Ia intcrprelaciOn rnarxiana de Ia genesis tameute ausente su ginesis social especilica.
social de Ia i. (las relaciones de dominación), Ante esta situaciOn no nos dcbe sorprender
y donde, sobre todo, con ci paso de Ia noción dcmasiado que Ia ciencia politica contempo-
"especial" a Ia "general" de I., Ia atención se ránea tienda a considerar parcialmente ci sig-
fija en el fenómeno muy gcneralizado de Ia nificado fuerte de "i.", relegandolo al domi-
determinación social dci pensamiento de nio de Ia critica o de Ia sociobogia del conoci-
todos los grupos sociales en cuanto tales. mienlo. y considcrändolo explicita o inipiIci-
Scgun Merton esta gene'raiizacion, que impli- tamente poco Otil en ci estudio empirico de
ca "no solo los errores 0 las ilusiones o Ia los fenomenos politicos. Giovanni Sartori ha
creencia no autCntica sino tamhien ci descu- expresado con ciaridad esle punto de vista.
brimiento de Ia verdad", es Ia "revoiuciOn "Las discusiones sobre Ia i. —escribe— caen
cupernicana" en ci campo de Ia sociologia del generalmente en dos grandes sectores: Ia i. en
conocimiento. Desdc ci punto de vista de Ia ci eonoctp?nel10 y Ia i. en la poiziwa. Respec-
función de Ia disciplina general de Ia socio- to dcl primer campo dc indagaciOn ci proble-
logia dci conocimiento. Ia observación de ma Cs si ci conocimiento del hombre estO con-
Merton es verdadera. Pero. al mismo tiempo, dicionado o distorsionado ideologicamente,
no aparece silenciado o disminuido ci hecho y en qué grado. Respecto dcl segundo campo
de que Ia general izacion de Ia determinaciOn de indagacion ci problemu consiste en saber
social del pensamiento ha sido tomada en con- si Ia i. es on aspecto esenciai de Ia politica v,
sideración dcmasiado trivialmente y ha pro- convenido que bo sea, qué es lo que ella est
ducido una concepción que escondc cada en condiciones de explicar. En ci primer caso
creencia, se limita a juzgar igualmente ver- Ia i. resuitu contrapucsta it Ia 'vcrdad', a Ia
daderas todas las visiones dci niundo de las ciencia y al conocimicnto vOlido en general;
distintas sociedades, ciases, iglesias, sectas, en ci segundo In importante noes el valor de
etc., y olvida dcl initivamentc ci concepto de verdad sino, por decirbo caprichosamcnte, ci
i. en su sign ificado original (por ejemplo, W. valor funcional dc Ia ideologia".
Stark, Sociology of knowledge. Londres, La objeciOn quc se puede hacer a esta posi-
1958). ción es que, en Ia interpretaciOn original del
En el segundo sentido, ci desarrollo funda- concepto, o sea en Ia inlcrpretación marxia-
mental está dado en ci pensamiento de Vii- na, Ia falsedad v Ia funciOn social de Ia i. no
fredo Pareto, donde Ia critica de Ia i. es en son reciprocamente independientes sino que
buena medida una critica minuciosa e infati- están estrechamcnte vinculadas entre si. Por
gable de Ia falsedad, y de los tipos particula- una pane. Ia falsa conciencia, veiando o
res de faLsedad, de las teorias sociales v poll- enmascarando los aspectos mãs duros v anta-
ticas, y dondc, en rclación con Ia genesis de gónicos de Ia dominaciOn, tiende a fucilitar
Ia i., el dominio social pasa decididamente a Ia accptaciOn de Ia situaciOn dc poder y Ia
segundo orden para dejar ci puesto a lo que integración politica v social. Por otra pane.
Pareto considera los instintos fundamentales precisamcnte por ser faisa conciencia, Ia
de Ia naturaleza humana. Dc aqui se deriva creencia ideolOgica no es una base indepen-
que Io que en Marx es un producto de una dicnte dcl poder, v su eficacia v su estahili-
determinada formu de sociedad, en Pareto ha dad dependen, en Oltimo análisis. de aquellas
devenido en un producto de Ia cunciencia propias de las bases elect ivas de Ia situaciOn
individual", objeto de un anOlisis psicolOgi- de dominaciOn (pant Marx: Ins relaciones de
IDEOI.OGJA 757

producción). Ahora bien, si en estas proposi- of reccn "una interpretacián dci pasadu, una
ciones se puede conkrir un signilicado des- cxpiicación dcl prescne y una vision dci futu-
criptivo y empirico, antes que polémico- ro" (A systems analysis of political life. Nue-
prescriptivo y metacmpirico, ci concepto va York, 1965). En rclaciOn con ia distinciOn
fuerte de i. se convierte por eso mismo en un entre gobicrno, regimen y comunidad politi-
conceplo importante para ci estudio cientifi- ca. Easton ciasifica las i. en parlidarius, din-
co del poder y. en consecuencia, para ci estu- gidas a organizar ci consenso hacia tipos par-
dio cientifico de Ia politica. La comprohaciôn ticulares de ilneas politicas y dc pricticas dc
dci caricter ideologico de una creencia poll- gobicrno: legitimanies, dirigidas a sostener o
tica permitiria, en decto, extraer conclusio- a impugnar ci regimen politico y ci derecho
nes significativas sobre Ia reiación de poder de los gohernantes a gobernar, y comunhta-
a Ia cual Ia creencia se refiere: por ejemplo, rias, dinigidus a apoyar Ia persistencia o Ia
sobre su conflictualidad potcnciai y sabre su transformaciOn de Ia comunidad poiltica en
estabilidad. su con junto. Esta clasificaciOn es anailtica y
Por io tanto, on discursu sobre ci estado dc ticnc en cuenta, más que Ia i. en sj, los diver-
los usos y de Ia utilidad dcl conccpto dc i. en sos niveics del sistema politico a los cuales
ci anilisis poiltico no puede hacer menos quc ella puede refcrirse. En Ia realidad, cada uno
ocuparse del significado fueric dc Ia palabra, de los tres tipos de i. no son mis que un aspec-
mis que de su significado debit. Es por eso to dc i. mis generates (como ci conservadu-
que Ia segunda parte de cstc cnsayo esti divi- rismo, ci liberalismo, ci socialismo, y otras),
dida en dos secciones. En Ia primera de ellas quc Easton llama i. omnibus, y que exprcsan
reseñaré aiguno.s de ius usos principales dcl onientaciones tanto hacia Ia comunidad poll-
signific:do debit de L. tanto en su accpcion tica como hacia ci regimen y hacia el
general coma particular, y recordarC los gobierno.
aspectos mis importantes del debate que tic- Otra dcfiniciOn general dc i. es Ia propues-
ne lugar alrcdedor de las tcsis de Ia "dccli- ta par Zbigniew K. Brzezinski: "Un progra-
nación de las i.". En ia segunda parte exami- ma apto para Ia acciOn de masas, derivado de
flare ias perspectiva.s actuales de una refor- determiiiados asuntos doctrinales sobre Ia
muiacion dci si2nificado fuerte de I., con ci naturalcza general de Ia dinámica de Ia rea-
objeto de convertirlo en un instrumento legi- lidad social, y que combina ciertas afirmacio-
timo y prometedor para Ia ciencia politica, y nes sobre Ia inadecuación del pasado o dcl
mostrarC, en especial, las probiemas que sur- presente con ciertos rumbos explicitos dc
gen. orientando Ia invcstigación en esta direc- acciOn para mcjorar Ia situaciOn y ciertas
ción, en relación a Ia estructura de ia i., es nociones sobre ci estado de cosas final y
decir, en primer lugar, a su caricter de "fal- deseado" (Ideology and power in soviet poli-
sedad". tics, Nueva York, 1962). Esta deliniciOn des-
taca Ia dimension activista, transformadora,
II. El. sI(;,aFlCADO DEBII. OF. IDEOLO(.tA. Al AL(;IJNOS de Ia i., y probablemente por esta razón Cle-
usos. Entre los usos más generaiizados dcl ment H. Moore ha podido construir su clasi-
significado dCbil de i. se puede mencionar ci ficaciOn de las i. de los partidos-gula de los
de Carl J. Friedrich, segin ci cual las i. son distintos sistcmas unipartidistas (scan ellos
"-.istemas de ideas conectados con Ia acción", un partido inico 0 Ufl partido predominan-
comprenden tipicamente "un programa N . una te). Este politóiogo tienc presentes dos pan-
itrutegia para su actuación", están dirigidas metros: ci objctivo afieLd de Ia i., diferencian-
a "cambiar a a defender ci orden politico exis- do entre transformación tot.tI y transforma-
tente" y tienen Ia funciOn de sostener simul- ciOn parcial de Ia sociedad, y Ia función efec-
tãneamcnte a un partido u otro grupo corn- tiva de Ia i., diferenciando entre funciOn "ins-
pi'ometido en Ia lucha politiczt (Man and his trumental", es decir prictica, de persistente
rj*'rflmt'nt, Nueva York. 1963), oct de David gula dc Ia accion, y función "expresiva", es
Easton, quien ye en las i. las interpretacio- decir sin cfectos directos sobre Ia acción pero
nes" v los "principios Cticos" expiicitos y eta- que cxpresan ci sentido de solidaridad y los
borados quc "definen los objetivos. Ia orga- sentimientos comunes de los miembros del
nización y los limites de Ia vida poiItica" y partido. Combinando estos dos parimetros se
755 IDE0LOG1

obtienen cuatro tipus de I. de los sistemas uni- democratico-constitucional norteamericana,


partidistas: las ideologias lotalitarias. que son v de esto sacan conclusiones preocupantes
instrumentales v cstan dirigidas a una trans- acerca dc Ia solidez dcl sisterna democrOtico
formación total de Ia sociedad (por ejemplo noricamericano a bien, más frecuentemente,
ci comunismo sovietico durante el periodo sta- consideran necesario redimensionar, de
linista); las ideologias tutelares, instrumenta- manera bastante drOstka, Ia importancia del
les v dirigidas a una transformación parcial consenso de Ia pohiacion sabre los valores
(par epemplo ci comunismo 'ugoslavo); las politicos fundamentales, como requisito para
milenarisias. epresivas y dirigidas a una ci buen funcionamiento v para Ia cstahilidad
transformacion total de Ia sociedad (por ejem- de on regimen democrático. MOs recicnte, en
plo ci lascismo italiano), v las adnunisirati- Ia literutura (IC los estudios referidos a los sis-
t'us, expresivas v dirigidas a una transforma- temas de creencias politicas, se ha perfilado
dOn parcial (par ejemplo, Ia i. del Purtido una corriente quc intenta cuestionar v corre-
Revolucionario Instit ucional de Mexico). gir, al menus parcialmente, Ia veracidad de
Un concepto general de I.. que destaca ci Ia existencia de una distancia radical entre
carOcter de Ia sistematizaciOn de Ia cuheren- las creencius politicas de las Clites v las dcl
cia, ha sidu tambiCu utilizado, especialinen- hombre comOn, y se ha cornenzado a estudiar
It, en Estados Unidos, en los estudios empiri- ci grado de coherencia de las actitudes v de
cos de las creencias politicas del pOhlico, o las creencias dcl publico general aun en una
bien a travCs de entrevistas prolongadas con perspectiva diacrOnica. es decir en su evolu-
pocus personas (R. Lane, Political ideology. dOn temporal, cncuntrando un sustancial
Nueva York, 1962) o hien, sobre todo. por incremento y, por Ia tanto, un aumento de Ia
mcdio de cuestionarios a personas represen- urientacion ideolOgica dcl hombre comOn
lativas de Ia población. Herbert McClosks, norteamericano.
autor de una de las mOs inicresantes de estas Las caracteristicas de Ia sistematizaciOn v
investigacioncs, define las i. coma "sisiemas de Ia coherencia que aparecen en aigunas de
de creencias explicitas, integradas y coheren- las definiciones generales de I. arriba mencio-
tes, que justifican ci ejercicio del poder, expli- nadas,v especialmente en Ia Oltima, retornan
can v juzgan los acontedimientos histOricus, tainbiCn a las nociones particulares del sig-
identifican to que estä bien y lo que est mal nificado dCbil de i., coii las cualcs SC deter-
en politica, detinen las relaciones entrc Ia mina una contradicciOn entre lo "ideologico"
politica v otras campo.s de actividad y sumi- v lo "pragrnItico", U otro concepto analogo.
nistran una guta para Ia acciOn" (('onsenszis Sin embargo, en estas acepciones part icula-
and ideology in American politics, en Ameri- res Ia i. o Ia "ideologico" resulta contradic-
can Political Science Ret'iew, i.viit, 1964). tony con otros diferentes requisitos especI-
Estas investigaciones gencralmen te han ficos. Edward Shils, por ejemplo. ha plantea.
encontrado que las caracteristicas de In sis- do una contradicciOn entre "politica ideolo-
tematización y de Ia coherencia distinguen gica" v "politica civil", con base en Ia cual Ia
netamente las creencias de kis elites politicas politica ideologica se caracteriza par Ia ferrea
de las fragmentarias c incoherentes del horn- preeminendia de un sistema 1eneral v cohe-
bre de Ia calle. El significado especifico de rente de principios. pun una perspcdtiva tota-
esta variedad, y las consecuencias que de aqui lizadora, par Ia obsesión hacia ci futuro, por
se han extraido, son sin embargo diversas. una visiOn dicotomica amigo-enemigo, por Ia
Lane, pese a encontrar que ci hombre comOn hostilidad hacia los compromisos, par una
norteamericano tiene opiniones politicas gm- tendencia cxi remista, v par otros dementos
seras v no estructuradas, sostiene sin embar- (Shils. 1958). Volviendo sobre el argumento
go que sus actitudes v sus creencias están sus- dicz años despucs, Shils ha idemificado Ia i..
tancialmente encaminadas a apoYar al sistc- entre todas las otras variantes de sistemas
ma democrático. Otros investigadores, en generales de interpretaciones v de ideas
cambio, han descubierto en el publico gene- morales concernienics .il hombre v Ia sock-
ral un estado muv difuso de confusiOn, dad. sohrc Ia base de Ia presencia con junta
inlcomprensi011 v desacuerdo sabre ci signi de nucvos rasgos caradteristicos: I] una for-
ficado de los valores fundamentales de Ia i. niulac ion explicita; 21 un alto grudo de intL'-
IDEOLOGIA 759

gr.iciOn v de coinpatibilidad sistemáticu, obte- cias se asocian con una mentalidad cerrada
nido a través de una concentraciOn pronun- y con una fuerte carga pasionai; al contrapo-
ciada sobre unas pocas proposiciunes cognos- nerse dos sistemas de creencias pragmáticas
citivas y valurativas; 31 Ia presencia destaca- tienden a dar vida a consensus o a compro-
da de In propia diversidad (antes que Ia misos, o en todo caso a transacciones prag-
similitud) respccto de los otros sistemas de mäticas, desde el mumcnto en que los siste-
creencias y de las otras i.; 4] Ia resistencia a mas de creencias Se asocian con una menta-
Ia% innovaciones dci sistema ideulOgko y Ia lidad abierta y con una carga pasional más
tendencia a negarle o a empequeccerie ci sig- o menos baja. Por otro iado Ia i., asi entendi-
niuicado; 51 Ia imperatividad con Ia cual Ia i. da, por SOs pronunciados componentes de
exige In obediencia en el pensamiento y en Ia variada dirección, es ci instrumento princi-
conducta a los individuos quc se Ic adhieren pal que cienen a su disposición las Oites poli-
y a Ia propia actuación prâctica; 6] una fucr- ticas para producir Ia movilizacion politica
te carga emotiva que acompana tan to Ia pro- de las masas y para lievar a un grado máxi-
muIgacion como In uceptaciOn y Ia aplicacion mu su manipulaciOn.
dc Ia i.; 7] ci consenso total requerido a todos Robert D. Putnam ha empieado a su vez el
aquellos que se le adhieren; 81 ci carãcter concepto de "estilo ideologico", connotándoio
autoritariu quc los simpatizantes reconocen como un modo de razunar en poiitica funda-
a su tormulaciOn explicita; 91 ci nexo con cual- do en principios generales, deductivo, que
quier forma de asociaciOn colectiva, dirigida pone ci acento subre Ia importancia de las
a mantener Ia disciplina entre los simpatiian- ideas y comporta una visiOn utópica del futu-
tes y a traducir en realidad el sistema idcu- ro. Estudiando las creencias poiIticas de un
lOgico. Las L. asi delinidas, no tienen por nece- representunte de los hombres politicos italia-
sidi.td una naturaleza primariamente politica; nos y de un representante de los hombres
solo a partir del siglo xvii su componente politicos ingleses. Putnam ha encontrado que
politico se vuelve crucial y a partir del xix ci estilo ideologico cs mucho más frecuente
decididamente predominante. Surgen .soia- en Italia que en Gran Bretana. Ha tratado
mente en periodos de crisis, cuando Ia vision también de ver si existen correlaciones entre
dcl mundo dominante no alcanza a sutisfacer estilo ideolOgico y otras actitudes determina-
nuevas e impelentes necesidades sociales y das que, como muestran las definiciones de
exige imperiosamente a sus adherentes una Shils y Sartori arriba señaiadas, están a
transformaciOn social de Ia sociedad o Un reti- menudo asociadas a Ia politica ideolOgica y
ro total de ella. aparecen a propOsito de resultados algunas
Giovanni Sartori ha construido expresa- veces positivos y otras negativos. En general,
mente una contraposiciOn entre i. y pragma- ha encontrado un nexo positivo entre estiio
tismo, funduda en una doble dimensiOn de los ideologico, por unu parte, y extremismu (a lo
sisternas de creencias politicas: Ia dimensiOn iargo dci eje derecha-izquierda). enajenaciOn
cognitiva y Ia emotiva. Los sistemas de creen- (en ci scntido de separación y de oposicion
cias ideolOgicas se caracterizan, en ci nivel radical a los ordenamientos politicos domi-
cognitivo, por una mentalidad dogmática nantes) y propensiOn a percibir los problemas
(rigida, impermeable tanto a los argumentos politicos en términos de confiicto, por Ia otra.
como a ios hcchos) y doctrinaria (que apeia Al mismo ticmpo no ha verificado una reia-
a los principius y a las argumentaciones ciOn significativa con Ia hostilidad hacia los
deductivas) v, en el nivel emotivo, por un fuer- compromisos, con ci fanatismo, con el dog-
te componente pasional, que les confiere un mati.mo y, en general, con una actitud nega-
alto potencial de actividad; por su parte, los Liva hacia ci proccder dcl pluralismo politi-
sktemas de creencius pragmáticas se carac- co. En cuanto a Ia hostilidad y a Ia intoleran-
terizan por Ia cualidad opuesta. Scgun Sar- cia hacia los opositores, segOn Putnam no
tori, este concepto de I. sirve para explicar los existe un-a correldciOn directa con el estilo
confIicto , politicos: ai contraponerse dos sis- ideulOgico, o sea en el nivel de las actitudes
temas de creencias ideolOgicas tienden a dar dc los hombres politicos particulares, sino
vida a conflictos más o menus radicales, des- que existe una correiaciOn indirecta en ci
de ci momento en que esos sistemas de creen- nivel del sistema politico en su toLtlidad.
760 IDEOLOC;IA

Ill. HI EL DEBATE SOBRE LA DLCLINA( ION DL LAS IDEO- cia habia ensenado que las demandus pohiti-
I.oGIAs'. Vinculada con ciertas connotaciones cas divergentes podian ser conciliadas. En
de Ia acepción particular de i., como el dog- 1958, en el mismo ensavo en el que proponfa
matismo, ci doetrinarismo, Ia fuerte carga Ia diferenciación entre "politica ideolOgicu"
pasional, Ia propensión hacia confucius radi- v "politica civil", Edward Shils expresaba Ia
cales, Ia tendencia extremista, valoradas en convicción de que Ia politica ideologica era
general de manera negativa, está Ia tesis dcl declinante en Ia sociedad industrializada de
"fin" ode Ia "declinaciUn de las i.". Esta tesis Occidente y daba una valoraci6n positiva del
toma forma hacia Ia mitad de los anus cm- fenómcno. En 1960, Daniel Bell observaba que
cucnta, en Ia atmósfera creada por on pro- las viejas i. sistenthticas, totalizantcs, empu-
nunciado desarrollo económico de Occiden- padas de pasiones v dirigidas a translormar
Ic, por ci deshielo suvietico v por Ia crecien- por entero el modo de vida dcl hombre, se
Ic desilusion respecto de Ia posibilidad de una estahan agotando en el mundo occidental par
afirmación dcl cornunismo en los paises on compkjo de razones histOricas, que hahian
industrialiadus. Entre otras proposiciunes alentado su adopcion y habian producido un
afirma las siguientes: quc en los ültimos vein- consenso suficientemcnte extcnso entre los
te años sc ha dado una relativa disminución portadores de las i. —los intcicctualcs— acer-
dcl extremismu, con lo cual resultahan afir- ca de los principales problemas politicos. La
mados los fines v los objet ivos ideológicos, y aceptaciOn tan difundida dcl "estado de bie-
que se habia prodiicido un aflojamiento rela- nestar", de una organi7.aci6n descentraliza-
tivo de Ia intensidad emotiva con Ia cual aque- da dcl poder, de una uniOn entre economia
has fines v aquclios objetivos eran persegui- mixta y pluralisino politico, tendia a poner en
dos. La ocasiOn para Ia primera difusión de ci ohvido los asperos contrastes ideologicos
Ia tesis lue ci encuentro sobre el "Futuro de de otro momento. En el mismo año, Seymour
Ia libertad", organ izado por el Congieso por Martin Lipset forniulaba de modo anaiogo Ia
Ia Libertad de ha Ctltura, celebrado en scp- tesis de Ia deeliiiacion de las i., centrando Ia
tiembre de 1955 en Milan, en ci Museo de Ia atcncion sobre todo acerca de un sustancial
Ciencia y de Ia Técnica. con Ia part icipación decrecinlienLo de Ia polarizaciOn idcolOgica,
de cerca de ciento cincuentu escritores, poli- es decir una decidida atenuaciOn de los con-
ticos, periodistas y profesores universitarios irastes cntrc derecha c izquierda. "Esta trans-
provenientes de todo ci mundu. Desputs de formaciOn de Ia vida politica occidental
dias de discusión v de debate, entre los par. —escribia— sc debe al hecho de quc los pro-
ticipantes occidentales se formó un consen- blemas politicos fundamentales dcspus de
so suficientemente amplio sobre ci hecho de Ia revolución industrial han sido resueltos: los
que las i. extremistas estaban en decadencia, trabajadores obtuvieron un rcconocimiento
que esta decadencia Sc rcfkjaba en una cier- de sus derechos economicos v politicos: los
ta convergencia entre las i. tradicionalmente conservadores han aceptado ci concepto dcl
antagónicas, v quc tal cosa debia ser consi- estado de bienestar; Ia izqukrda dcmocráti.
derada en relación con ci desarrollo econô- ca ha reconocido que un aumento indiscrimi-
mico y ci elevado bienestar de las sociedades nado de los poderes del cstado en vez de con.
industriales avanzadas. ducir a Ia soluciOn de los problemas econO-
Entre 1955 (aun antes del encuentro de micos comporta una seria amenaza para Ia
Milan) y 1960 se pueden hocalizar las formu. libertad. Este triunlo real v vcrdadcro, en los
laciones más notables e influventes de hi tesis paises occidcntaies, de Ia rcvoiuciUn social
de Ia declinacion de las 1.: las de Arun, Sbus, dcmocratica ha puesto un himite a Ia politica
Belly Lipset. En 1955, Raymond Aron desta- interna para aquelios inteicctualcs que, por
caba Ia declinaciOn dcl fanatismo asociado estar inducidos it ha acciOn politica, ncccsilan
con las creencias pohiticas; Ia pirdida de ser estimulados par i. o utopias."
importancia, Ia progresi%a erosiOn dc las i. La tesis de Ia declinaciOn de las i. ha pro-
tradicionales, algunzt vez rigidas e imperati- voeado numerosas y vivaccs cr11 icas v un
%as, y observaba que en los pulses occidenta- intenso y prolongado debate en eh cual han
les Ia atenuación de las contradicciones ideo- participado, además dc los soctenedores on-
logicas dependia dci hecho de que Ia experien- ainales de Ia tcsis, espccialmente Bell v Lip-
IDEOLO(AA 7h1

set, autores como C. W. Mills, J. Mevnaud, I. cierta confusion de términos, v aunque SUS
L. Horowitz, H. D. Aiken, J. LaPalombara. D. sostenedores no distingan de mancra sistemá-
H. Wrong, M. Harrington votro.s, cuas intcr- tica las i. de los otros sistemas de creencias,
venciones han sido casi todas recogidas en perspectivas y concepcioncs, que no son ideo-
dos volümenes anto16icos (Waxman, 1969; lOgicos, de sus escritos resulta claramente
Rejai, I971). Entre las muchas cilticas plan- que aquello de lo cual predican Ia declinaciOn,
teadas, las mis importantes y a las quc se v cuva declinación evalOan positivamente, es
recurre con mayor fi -ecuencia son cuatro. Dc un modo particular de emplear las ideas y los
éstas, las prilneras dos comprenden Ia vali- ideales en politica, y no las ideas y los idea-
dez cientifica 0 cognoscitiva de Ia tesis: su ver- les politicos en general. "Elfin de las i. —es-
dad o falsedad. Por su pane, las otras se relic- cribe par ejemplo Bell— noes —no debe ser-
ren a su componente valorativu o direct ivo. ci fin de la utopia I ... 1 Hoy mas que nunca
La primera critica sostiene que Ia tesis es Ia utopia es necesania, en el sentido de que
prácticamente falsa: no es verdad que las i. los hombres necesitan —como han necesita-
v los contrastes ideolôgicos ha yan termina- do siemprc— de una visiOn de su potenciali-
do o estén terminando, clesde el momento en dad que les permita unir Ia pasión a la inteli-
que todavia en el sistema politico norteame- gencia" (Bell, 1960). La tercera cnitica —Se-
ricano —que of rece las condiciones más pro- gun Ia cual Ia tesis de Ia declinaciOn de las
picias paru consurnursc elfin de las i.— esta- i. es ella misma una I.— puede sen aceptada
Ilan los problemas raciales v de Ia pobreza, a condiciOn de que se adopte, en este caso. una
y toman forma una derecha radical v Ia nue- acepciOn amplia, general de i. Es inobjetable.
-a izquierda. La segunda critica sostiene que en efecto, que los sostenedoi'es de In tesis
Ia tesis es una interpretacion equivocadu de —desdt, Anon hasta Shils. desde Bell hasta
un fcnómeno real, en el sentido de que des- Upset— no se limitan a aceptar que las i.
cribe como declinaciOn de las i. aquello que declinan en Occidente sino que también
es simplemente un desplazamiento del area expresan una apreciaciOn positiva del fenO-
del conflicto ideologico: mientras se atenuan meno. Con esto ellos hacen una elecciOn a
los contrastes ideologicos alrededor de los favor de un determinado tipo de politica y en
viejus problemas politicos, nuevos o nuis contra de otro tipo de politica: hacen una eke-
intensos contrastes ideológicos surgen en ciOn politica v, law seu,cu, ideolOgica. Lipset
nuevos sectores. La tercera critica sostiene lo ha reconocido explicitamente en unu pole-
que Ia tesis de In declinación de las i. es ella mica con LaPalombara. Ahora bien, estã cia-
misma una I.: una i., moderada, fundada en ro que esta elección puede ser compartida o
una valoración positiva de Ia politica pragma- rechazada. Pero tambiCn está claro que todo
tica. de los compromisos, dcl estado de bie- esto no tienc nada quc ver con el valor cienti-
nestar v demas, v por ello fundamentalmen- fico o cognoscitivo de Ia lesis. con su verdad
te favorable al slaizi quo. La cuarta critica, o su falsedad.
por ültimo, 5051 ienc que Ia tesis es Wi ataque Veamos pues las criticas refenidas a Ia vaii-
contra las visiones politicas generales v los dez cognoscitiva de In tesis. La primera criti-
ideales humanos v éticos, que no serian muv Ca, qite niega el "fin" de las i., es por cierto
importantes: explota un "fetichismo del empi- plausible pero no da en el blanco. No obstan-
nismo'. para usar las palabras de C. W. Mills, te Ia imprecisiOn de algunas formulaciones,
que debilita v vuelve irrelevante cualquier está suficientemente claro quc quienes apo-
capacidad de trascender Ia situación de yan Ia tesis no susticncn el "fin" —en senti-
hecho. do literal— de las i. sino m4s bien su dccli-
Pasando de Ia exposición a Ia valoracion, naciOn o, si se desea usar otra palabra, ci
comenzaré con las criticas que ponen In mira "fin" de las i. extremistas, empapadas de
en el componente directivo de Ia tesis de Ia pasiones, totalc.v cosas similares. Igualmen-
declinación de las i. La que mencioné en üiti- te. los favorecedores de Ia tesis, aun cuando
mu término, y scaun Ia cual In tesis de Ia dccli- Ia posicion de algunos de ellos pueda parecer
naciOn de Ia i. es un utaque contra los punto.s al respecto menus univoca, no entienden Ia
de vista gencraics y los ideales etico-puliticos, declinaciOn de las i. como un fenOnicno que
es Ia menos fundamentuda. No obstante una se ha manilestado de una vez v para sicinpre
762 IDEOLOGIA

, por to tanto, irreversible. Sin embargo ase- cincuenta, que el intentaba verificar: I] Ia
guran simplemente que en ci arco de tiempo hipötcsis de Ia convergencia, es decir de Ia dis-
quc oscila airededor dc Ia segunda guerra minución de Ia divergencia entre partidus,
mundial, entre los anos trcinta y los años cm- sobre problemas politicos: 21 Ia hipótesis de
cuenta y sesenta, ha habido una declinacion Ia dcspolarización, es decir del desplazmien-
de las i. en las sociedades industriales avan- to hacia Ia derecha de los part idus "obreros"
zadas, probablemente destinada a tener una y del desplazamiento hacia Ia izquicrda de los
determinjda duraciOn. Dc Ia primera de estas partidos "no obreros"; 3] Ia hipnesis de Ia
dos precisiones se concluye quc los ejemplos desradicalización, es decir del decrecimien-
de nuevos sectores y de nuevos contrastes to de las demandas de cambios, tanto de los
ideologicos no dejan de demoler Ia tesis de Ia partidos obreros como de los no obreros; 41
declinación —en sentido relativo— de las i.; Ia hipotesis del alejamiento de las i. tradicio-
a menos que con aquellos ejemplos no se nales, tanto de los partidos obreros como de
deseara sostener que Ia intensidad de Ia poli- los no obreros. El análisis de los cambios en
tica ideologica no ha disminuido sino que las posiciones politicas de los partidos con-
solamenie se ha desplazado a areas diversas firma Ia tesis de Ia declinaciOn de las i., tan-
desde las tradicionales. Es lo que sostiene, en to en el sentido de Ia convergencia entre los
efecto, Ia segunda critica, Ia má.s interesan- partidos politicos asi como también en ci de
te. A ella se Ic ha rebatido que los más imior- Ia desradicalizaciOn de las demandas de cam-
tantcs enire los movimicntos politicos .argi- bio. En cuanto a Ia despolarización, se ha con-
dos en las sociedades indusirializadas de firmado un desplazamicnto hacia Ia izquier-
Occidcnte, v especialmente en Estados Uni- da de los partidos no obreros, mientras que
dos, como ci movimiento estudiuntil, por Ia el desplazamiento hacia Ia derecha de los par-
paz v por los derechos civiles y de Ia nueva tidos obreros resulta irrelevante; esto pare-
izquierda, carecen de un sistema general v cc mostrar que Ia desradicalizac ion de los
coherente de principios, de una definicion de partidos obreros ha sido causada en grun
fines politicos comprensibles s de una estra- medida por el desplazamiento hacia Ia
tegia para Ilevarlos a Ia práctica, sin los cua- izquierda del status quo. Tamhién en cuanto
les no se puede hablar de i. en ci sentido acep- a las hipotesis dci ale jamiento de las i. tradi-
tado por los sostenedores de Ia tesis de Ia cionales, las conclusiones no son univucas: ci
declinación de las i. Al respecto, no tenemos alejamiento es confirmado por los partidos
sin embargo análisis art iculados e investiga- liberales, sucialistas y socialdemócratas, peru
ciones empiricas que encuadren v afronten no por los partidos laboristas del Common-
adecuadamente Ia cuestión en su totalidad. wealth y por los comunistas.
En lo restante, hi ausencia de respuestas bien
orientadas v controladas, incluso por parte lv. ELsiGN1FiLr,oFUEp.TE Di- iDFOIO(it'..'tjL' 'FALSE-
de los favorecedores de Ia tesis, quknes no DAD DE LA IDLOLOGIA (OMO I AL,SA KEPRhSENTACIOS
han intent.ido jamás una elaborada verifica- Ya he senaiado quc Ia via mâs adecuada para
cion empirica de ella, ha contribuido a tor- recuperar ci signilicado fuerte de i. en Ia
nar dificil, confuso v en gran medida incon- sociedad v en hi cicncia politica consiste en
cluso Ia totalidad del debate. una refoimulaciOn, en terminus empirica-
Un intento de verificación directa de Ia tesis mente aceptables, del concepto marxista de
de Ia deciinación de las i. ha sido realizado falsa conciencia y del nexo entre falsedad y
recientemente por John Clayton Thomas, funciOn social de Ia i. que está presente en
mediante un estudia de los cambio' , en las ella. Sin ernbarLo, esta orientación de las
posiciones de los partidos, en relaciön con investigaciones resulta ardua y requiere que
diversos problemas politicos, en doce paises se afronten v resuelvan diferentes v difIcilcs
industrializados, s teniendo como principa- prublemas. Los más importantes son los que
les puntos de referencias los periodos 1931- se refieren a Ia estructura, 'énesis y funciOn
1935, 1950-1956. 1957.1962. Thomas descom- de Ia i. Respecto de Ia estructura, se trata de
pone Ia tesis de Ia declinacion de las i. en cua- dar un significado preciso v empiricamente
tro hipótt'sis diferentes, referidas al periodo plausible a Ia "falsedad" de Ia creencia idea-
cumprendido entre los anus treinta v los años iogicu. Respecto de Ia genesis. se truta de dar
IDEOLOGIA 763

un significado preciso v empiricamente plau- pa, por una parte. V sus creencias, por In otra,
sible a Ia relación de deterrninación entre los v ha señalado Ia dirección que necesita tomar
inlerescs N. las exigencias prácticas de los para liegar a una definición de los intcreses,
hombres comprometidos con ci poder. par en sentido objetivo, que sea ütil a este fin. Fal-
una parte. v Ia creencia ideolOgica. por Ia otra. ta, sin embargo, una especificaciOn analitica
Respecto de Ia función, se trata de dar un sig- satisfactoria de todos los terminos del pro-
nificado preciso v empiricamente plausible a blema y de los procesos inconscientes o semi-
Ia acciOn quc Ia creencia ideologica ejerce en conscientes que estãn implicudos.
ci sentido de Ia justificación del poder y de Pero previa a cualquier otra investigación
Li integración poiltica, tunto del lado de Ia existe una reformulación cmpiricamcnte
obediencia como de Ia dominacion. manejable de Ia estructura dc Ia i., que es, en
Este trabajo de reformulación ha sido rca- primer lugar, ci significado de su "falsedad".
lizado o preparado en parte v en parte queda A las distintas maneras en que tal falsedad
por hacer. Poco hace que se afronto el tema puede ser entendida dedicare lo quc resta de
de Ia función de in i. y que se propuso, entre este ensayo, rctomando en grain parte un
otras, una solución del prublema más espino- reciente análisis sobre este tema (Stoppino,
so en este campo: ci de explicar cOmo una 1974).
creencia, que in prnnzs cubre y enmascara los Una primer a forma de definir Ia falsedad
intereses de los detentadores dcl poder, pue- de Ia i. Cs In de entenderla como una jalsa
de actuar como laisa conciencia también en rep reseniaciOn: una creencia ideológica es fal-
quienes cstán sujetos al poder. A este respec- sa porque no corresponde a los hechos. La
to, ci punto fundamental parece residir en Ia aplicacion de este concepto de falsedad a las
distincion entre intereses de corto plazo (ins- teorias sociales Y politicas es on a.pecto
critos en Ia situación de poder) e intereses de importante de Ia critica de las i. de Pareto.
largo plazo (relati%os al cambio de Ia situa- "En general —escribe al respecto en los Sis-
ción de poder). Tanto entre los dominantes lemi socialisti(1902-1903)— es necesario dis.
como entre los dominados. son los intereses tinguir siempre ci fcnómeno objetivo concre-
de corto plai.o —aunque para los dominantes to de Ia forma bajo Ia cual nuestro espiritu
scan mas bien positivos: o sea encarados a lo percibe; forma que constituve otro fenórne-
obtener o a conservar venukjas, mientras que no que se puede Ilamar cub jetivo. r'tciaremos
puma los dominado puedan ser ms bien esto con un ejemplo trivial: Ia inmcrsión de
sobre todo negativos: o sea encarados a cvi- un bastón vertical en ci agua es ci fenómeno
tar los males manures quc derivarian de Ia objetivo; nosotros vemos ci bastón como si
rebelion— quc ep1ican Ia aceptacion de unu estuviera roto, v si no nos damoc cuenta de
justificaciOn comün ideologica del poder. nucstro error lo describircmos como tal: éste
Esta crccncia ideologica hace corresponder cs el fenómcno suhjetio." Esta distinción
a ideales ético-politicos, v por ello oculta c entre "fenomeno objetivo" v "fenómeno sub-
idealiza, por un lado, Ia persecución de yen- jetivo" fue confirmuda por Pareto en obras
tujas propias y. por ci otru, ci temor de san- subsiguientes, aunque con palabras distintas.
ciones v ci sentimiento de humillnción Al mis- La importanic es que para Pareto las doctri-
mo tiempo, justamente obligada par esta idea- nas sociales v politicus son gencralmente doc-
lizaciOn de Ia situaciOn existente, in i. tiende trinas que describen In realidud social en In
a volver escasumente perceptibles los hechos misma forma en que nosutrus deccribiriamos
que puedan favorecer un cambio de Ia situa- el bastón inmero en ci agua Si dijéramos que
ción de poder, e incluso los intereses de lar- estal roto. Su critica se basa, en gran parte,
go plazo —que puedun ser contrapuestos más en ci hecho de que tales doctrinas son, de
o menus entre si— tanto de los dominantes hecho. falsas reprcsentaciones.
como de los dominados (Stoppino, 1978). También In critica marxi'.ta de In i. Sc pre-
En relaciOn con in genesis de Ia i., W. G. senta a menudo en lat forma de una erhica de
Runciman ha mostrado Ia lcgitimidud y Ia fulsas "represcntaciunes" de Ia realidad. Bts-
plau'.ibilidad empirica de Ia idea de un pusi- ta recordar ci pasaje fundamental de La ideo-
ble nexo causal entre los inlereses v las cxi- !ogiu alt'mana. donde Marx v Engels afirman
gencias practicas de un inditiduo o un .ru- que en su teoria "no se parte dc lo quc los
764 IDEOLOGIA

hombres dken, se representan o se imaginan, ineficuces, doctrinas verdaderas y eficaccs,


ni tampoco dci hombre predicado, pensado, doctrinas fuisas y eficaces, doctrinas fulsas
representado o imaginado, para liegar, arran- e ineficaces. Dc Ia verdad o falsedad dc una
cando de aqul, al honibre de came v hueso; doctrina no se puede deducir nada acerca de
se parte del hombre quc realmente actüa y, su eficacia o ineficacia, y de Ia elicacia a mc-
arrancando de su proceso de vida real, se ficacia de una doctrina no se puede deducir
exponc también ci desarroilo de los relic jos nada acerca de su verdad a fuiscdad. Ahora
ideoiogicos y de los ecos de este proceso de bien este dualismo de Pareto puede tal vez ser
'ida". Esta formulaciôn considera, par on correcto en determinados casos, en el senti-
iado. Ia genesis de Ia i., y afirmu que las imá- do de que hasta ahora Ia eficacia de una doe-
genes V las representaciones que los hombres trina social a poiitica puede conlievur unu
se hacen dc Ia situación social v de si mismos cierta praporciOn, por asi decirlo, de verdad.
son determinados (son "reflejos" a "ecos") Pero, en su aspectu fundamental, ci duaiismo
por ci proceso real de Ia vida en Ia que actüun. paretiano aparece irrefutable. En coiisecucn-
Por otro lado obscrva Ia faisedad de lit i., que cia, no podemos basarnos en Ia noekn de Ia
es entendida como una falsa representacion, falsa representación para dar unu interpre-
en el sentido de que las irnágenes que los horn- tación del concepto marxiano de i. que haga
bres se hacen de Ia situaciUn social v de si mis- explicito ci nexo, que se encuentra cnsombre-
mos son irnágenes que no corresponden a Ia cido, entre Ia faisedad y Ia función social de
realidad. Dc hecho, coma se lee Un poco más Ia creencia ideologica.
arriba, lo que cuenta es ci proceso de Ia vida La segunda objeción es mãs radical porque
de "individuos determinados", "no corno pue- utaca Ia viabilidad de Ia noción de Ia faisa
dan presentarse ante Ia imginación propia representación en los sisternas de creencias
a ajena, sino tal y como realmente son". Seria politicas. Los sistemas de creencias politicas
absurdo reducir ci concepto marxiano de Ia no son teorias cientificas que Sc iirnitan a Ia
lalsa conciencia a unu pura y simple falsa descripción y a Ia explicaciOn descriptiva. En
representaciOn. Pero se duel hecho de que Ia ellos se encuentran cicmcntos descriptivos asi
falsedad de Ia i. uparece aqui en lorma pre- coma tambiCn cicmentos prescriptivos, y
dominante, asi coma en otras pasajes, como estos ültimos son esenciales desde ci momen-
una descripción falsa de Ia realidad. to que las creencias politicas tienen una fun-
Mientras sea ci más simple y ci mãs obvio, cion eminentemente práctica. Su "dar un sen-
ci concepto de faisedad coma faisa represen- tido" a Ia situación politica es, par una par-
tación de Ia realidad es tarnbiCn ci más débil. te, una interpmetación de Ia realidad social en
v del que se puede uno desembarazar más Ia cual los hombres se mueven, pero también
fácilmente. Esto vu en contra, en nuestro con- es, par otra purte y de mancra especial, una
texto, de dos objeciones formidables. En pri- orientución y una gula de sus camportamien-
mer lugar, resulta aqui pertinente Ia di: tin- tos colectivos. Todo esto es sin duda obvio,
cion de Sartori entre ci valor de verdad v ci pero ileva consiga una notable consecuencia
valor funcional de Ia i., con Ia consecuencia para nuestro tema: las creencias politicas
de que Ia falsedad, coma falsa representación. pueden corisiderarse faisas solo en sus dc-
Cs poco o nada ütii en ci estudia de las fun- mentos descriptivos, no en los prescriptivos.
clones que los sistemas de creencias desarro- Si aceptamos Ia distinciOn fundamental entre
ilan en ci proceso politico. Del restu, ha sido las afirmacianes de hecho v los juicios de
ci propia Pareto quien ha distinguido con valor, ci carácter de Ia faisedad, coma falsa
mayor fuerza y coherencia entre Ia verdad a representuciOn, puede scm predicado de las
Ia faisedad de una doctrina, su eficucia a me- primeras, no de las segundas. En base ai cri-
ficacia y su utilidad o dano social. Limitán- terio de Ia correspondencia con los hechos,
donos a los primeros dos aspectos de Ia dis- las juicios de valor no son ni verdademos ni
tinciOn, que sun los quc interesan en esta falsos. Peru, de este modo. Ia caiificaciOn de
cuestión, podemos decir con Pareto que entre La falsedad Ia podemos referir solamente a
Ia verdad a Ia falsedad de una doctrina V su una parte, y no a Ia más importante, de las
eficacia a inelicacia no existen relaciones sig- creencias paliticas.
nificativas. Existen doctrinas verdaderas e Es cvidente, en cambia, que el concepto
IDEOLOGIA 765

marxiano de Ia falsa conciencia —que trata- porque. guste o no, el poder motivador de sus
mos de esciarecer y de rcformular en una for- critcrios resuita, at menus a veces, notable.
ma empiricamente mane jahie— considera el mente incrementado cuando ellos asumen Ia
sistema entero de creencias. Para Marx son forma de ideologias."
faisa conciencia no solo las afirmaciones y las SegOn esta perspectiva bergmanniana, uná-
interpretaciones sino también, v sobre todo, loga a Ia de Theodor Geiger V sustancialmen-
los ideales y los vaiorcs de Ia i. hurguesa. Si Ic recogida por Ernest Topitsch, ci carácter
a Ia nuciôn tie falsa conciencia se le quita ci ideologico de una proposición no reside on su
requisito de Ia compatibilidad, se Ic quita falta de correspondencia con los hechos. La
tambien una gran parte de su fuerza sugesti- proposición ideolOgica no es un juicio de
Va. Nuestro problema se transforma, por to hecho, incluso aunque tenga un estatus sim-
tanto, on ci siguiente: jexiste un significado bOlico: es un juicio de valor. En cuanto tal,
de "faisedad" que pueda iraducir, on térmi- Ia proposiciOn no "representa" Ia realidad v,
nos empiricamente plausibies, esta fuerza on consecuencia no es, desdc este punto de
sugestiva de Ia noción marxiana dci.? Pode- vista, ni verdadera ni falsa. Más bien su lal-
mos predicar Ia faisedad de determinados sedad es entendida como una fuLca presenla-
valores on un sentido que 110 sea simplemen- dmz: on Ia conciencia de Ia persona Ia yak-
te polemico y ni siquiera fundado on una con- raciOn se presenta bajo Ia falsa vestidura de
cepciOn incontrolable de Ia realidad v dc Ia una afirmación de realidad. Analiticamente,
historia? A Ia posibilidad de dar una respues- ]a faisedad de Ia proposiciOn consiste on Ia
ta positiva a este intento está ligada tambien incompatihilidad entre su conienido (que Cs
Ia posihilidad de resolver de un modo satis- una valoraciOn) y su forma simbolica (que es
factorio ci probiema relacionado con Ia res- Ia tipica de las afirmaciones tie hecho). Lu que
tauraciOn de un nexo significativo entre Ia fal- es falso es, por Io tanto, su estatus simbOli-
sedad v Ia funcion social de Ia ideologia. co, su modo de presentarse a Ia conciencia.
Esta interpretación es indudabiemente bri-
V 131 LA FALSLDAD OF IA IL)EOLOGIA (DM0 FALSA ilante, v especifica un fenOmcno de relieve.
KFI'kEsFTAcIO\ Un modO de atribuir ci canic- Sin embargo, respecto tie nuestro problema
ter de Ia fulsedad a ciertos juicios de valor se SC presta a dos objeciones que me parecen
puede ext raer dc Ia quc he ilamado interpre- dificilmente superables. La primera es que Ia
tacion neopositivista de Ia i. Esta interpreta- interpretación bergmanniana es mucho más
ciOn es expuesta por Gustav Bergmann de Ia Out en el campo de Ia critica del conocimien-
siguiente manera: "Si tomamos en cunside- to quc on el de Ia invcstigación politica. Sir-
radOn Ia historia humana, crco quc no se pue- ye para deslindar las distorsiones que los
de sustraer a Ia siguiente conclusion: ci poder valores v las inclinaciones prácticas infiltran
motivador de un juicio de valor se ye a menu- en his teulias cientificas v fiIusóficas, pro sir-
do muy incrementado cuando en ci 'racional' ye mucho menus para estudiar v comparar.
de quien lo tiene [es decir on ci coniunlo de on ci caso empirico, los sistemas de creencias
los conocimientos y de los ideales que cons- politicas.
tituven Ia base general de su modo de pensar] Su apiicaciOn práctica, en of ecto, presupo.
éste aparece no ya bao Ia bandera lagica ne una clara distinción entre las formas sim-
apropiada, o sea precisamente como Un jUI- bólicas "correctas" para los juicios de valor
do de valor, sino disfrazado de una afirma- las formas simbOlicas "correctas" para las
don de hecho. Llamaré a una afirmaciOn dc ascrdioncs de hecho. El punto importanic cc
este tipo. e decir a un juicio de valor trans- que esta distinciOn debe estar presente no
formadu en, o cambiado por una afirmación solo on el discur'o de quien aplica ci concep-
de hecho, afirmaciOn ideoiOgica. Llamarc i. to de i. sino también en ci discurso al que tales
a UD 'racional', o una parte importante de éI. aplicaciones se refiere. Si en este Oltimo dis-
que contenga, on aigunos lugares log icamen. curso Ia distinciOn es inexistente o tenue e
te cruciaks, aserciones idcolozicas. Y. on fin. inconstante, v las mismas formas simbOlicas
defino al hombre animal ideolugico', porqLle, se encuentran empleadas eon significados
al nienos hasta este pLinto de Ia historia. sus difejentes. tanto para expresar valoraciones
racuonalcs' han sido muv a menudo las i. cuanto para afii-mar hechos, entonces Ia apli-
7' IDEOLOGIA

caciOn del concepto bergmanniano de i. se ellos es ideoiOgica para ci primer esclavo por-
vuelve más dificil y poco concluyente. Cuan- que en su conciencia los juicios de valor .se
to más crete Ia divergencia entre Ia disiinciOn presentan bajo Ia forma de afirmaciones de
de ks forma.s simbolicas en ci discurso del hecho, pero no lo es para ci segundo porque
critico de Ia i. y Ia falta de distinción de las en su conciencia los juicios de valorse pre-
formas simbOlicas en ci discurso sometido a sentan en Ia forma simhOlica correcta.
critica. tanto más Ia operación critica tiende La verdad es quc enire Ia nociOn de i. de
a transformarse en Ia sobreimposición de un Bergmann v Ia marxiana existe una diferen-
lenguaje tecnico y con significados univocos cia de fondo. La primera es dictada principal-
a un lenguaje no técnico y con significados mente por el intento de purificar Ia teorIa o
polivalentes. el intelecto de las incrustaciones de Ia prác-
Por eso cte concepto de I. cs ütil sobre todo tica; Ia segunda por el de liberar Ia práctica
para analizar criticamente las tcoilas cienti- de los falseamientos de Ia teoria a de Ia con-
ficas y fiiosOficas que se caracterizan por un ciencia. El mOxino enemigo de Ia prirnera
uso controlado de los simbolos, v tambien las asevcraciOn es el dogmatismo y Ia inioleran-
doctrinas politicas, desde el momenlo en que cia; el de Ia segunda, Ia dominación del hum-
no tienen una directa funcion politico- bre par el hombre. Por ello, entendida en sen-
prãctica, pero representan Un empeño serio tido bergmanniano. Ia critica de Ia i. produ-
de reflexiOn v cumportan un empleo más a ce Ia claridad intelectual, el cenocimiento de
menus rigurosa del lenguaje. Pero se vuelve Ia distjnciOn entre hechos v valores; ernendi-
mucho menos fertil cuando se trata de apli- da en sentido marxiano, produce ci desenmas-
carlo a las creencias politicas, consideradas carumiento del atropello v Ia explotaciOn. Sc
en su efectiva v práctica existencia. Tales sigue que las creencias politicas pueden ser
creencias involucran grandes multitudes de referidas al concepto marxiano de falsa con-
hombres comunes, se expresan en Ia concien- ciencia independientemente de Ia forma sim-
cia v en el lenguaje del hombre comOn v están bólica que en ella asuman los juicios de valor:
lejos de las sutilezas del cientifico y del filó- ya sea Ia apropiada. a hien Ia incorrecta, que
solo, en las cuaks Ia distinciOn entre juicios pertenece a las afirmaciones de realidad.
de hecho y juicios de valor es, por no decir Las dos objeciones expuestas hasta aqui a
otru cosu, muv confusu e incoherente. v no las nociones de lalsa prescntaciOn son dcci-
existe una separaciOn clara entre las formas sivas e insuperables. Sin embargo, a estas dos
simbOlicas utilizadas para afirmur hechos y se les debe afladir una tercera, que parece
las utilizadas para expresar valoraciones. igualmente dccisiva para nuestros fines y que
En todo caso, incluso si dmitirnos su upli- constituye ci vuelco de unu de las criticas
cubilidad a las creencias politicas, ci concep- avanzadas a su época ante Ia noción de falsa
to de i. de Bergmann iria contra Ia segunda reprcsentaciOn. Puesto que contempla ci esta-
objeciOn: ello no resuelve nuestro problema tus sjmbólico de los juicios de valor, Ia false-
de encontrar un signilicado controlable para dad como falsa presentaciOn puede aplicur-
Ia idea de que los juicios de valor puedan se a los ideales, a los valores, a las normas,
constituir una falsa conciencia de una situa- a los principios éticos; pero no puede aplicar-
ción de poder. La falsa conciencia, tal como se a las descripciones, a las interpretaciones,
Ia entendia Marx, es algo que va mucho más a las previsiones, en una palabra a las alit-
allá dcl modo en quc una creencia es formu- maciones de hecho. No obstante, también las
lada o dcl estatus simbólico con el que se pre- afirmaciones dc hecho sun parte integrante
senta ante Ia conciencia. La falsa prcsentaciOn de aquel complejo aparato simbólico que da
es una cosa, Ia falsa conciencia es otra. Una sentido y justifica una situación dada de
creencia no deja de ser ideologica si en ella poder, y quc llamumos i. La nociOn de falsa
viene corregida Ia prescntación de juicios de presentaciOn tiene que ver sOlo con los juicios
valor, v estos Oltimos son todos restituidos de valor, tal coma vimos que Ia nociOn de fal-
al estatus simbólico apropiado. Por otra parte sa representaciOn tiene que ver sOlo con las
debemos decir. por ejemplo, que Ia creencia afirmaciones de hecho. El conceptu de false-
de dos esciavos que justifican coma buena y dad, que nos es nccesario, debe puderse apli-
legitimo el poder que ci patron tiene sabre ear, en cambio. tanto a Ia componente direc-
IDEOLOGIA 767

tiva como a Ia componenle descriptiva de una veto sobre SUS instintos y sobre sus sentimien-
ideologia. tos" (§ 1400), es decir precisamente sobre
aquellos que son para Pareto los moviles de
Vi C] LA FALSEDAD DE LA IDEOLOGIA COMO FALSA 1OTI sus acciones. Está presente cii Nietzsche, que
v.4c10x.Hemos vuelto asi a nuestro probiema: puede ser considerado ci tercer autor clási-
en qué sentido los juicios de valor pueden co en ci campo de Ia critica de Ia I. v para
constituir una falsa conciencia? Y. ademOs, quien nuestros juicios de valor y Ia moral mis-
de quc modo un mismo tipo de faisedad pue. ma son "solamente ci lenguaje figurado de
de predicarse tanto de los juicios de valor nuesiros impulsos", v detrás de nuestros
como de las alirmaciones de realidad? Para "motivos conscientes" está "Ia lucha de los
encontrar una respuesta sat isfactoria a estos impulsos y de las condiciones, Ia lucha por
interrogantes creo que se debe centrar Ia ci poder" (cit. en Barth, 1945). Sobre todo, es
atención sobre ci vinculo existente entre i. V central en ci concepto marxiano y engelsia-
poder. Los sistemas de creencias politicas, no de Ia falsa conciencia, quc enmascara los
que pueden tener tin caracler ideologico. intereses materiales de Ia clase dominante
interpretan y just ifican situaciones de poder con ci velo de vaiores morales y politicos, de
dadas. En ellas los juicios de valor caiifican modo que, como está escrito en La ideoloi,'ia
como legitimo, hueno o ütil el poder. Dc este alernana. por ejemplo, "unu época se imagi-
modo motivan los comportamientos de domi- na que se mueve por motivos puramente 'poli-
nación v los comportamientos de obediencia. ticos' o 'religiosos', a pesar de que 'Ia religion'
Sobre estt base se puede especilicar otra o 'In politica' son simplernente las formas dc
nociOn de falsedad: el juicio de valor puede sus motivos reales". Y, como sc lee en un
ser una falsa mouvacim,, que cubre o enmas- pasaje famoso de una carta de Engels a Mcli-
cara los motivos reales de Ia dominacion ode ring (del 14 de Julio de 1893), 'ia i. es Un pro-
Ia obediencia. Por ejempio, ci juicio de valor ceso realizado pur ci llamado pensador de
con base en el cual se cree en Ia superioridad modo consciente, pero con una falsa concien-
moral v "natural" de los patrones respecto cia. Los motivos reales quc lo impulsan per-
de los esciavos pueden enmascai ar, en mayor manecen desconocidos: dc otro modo no se
o menor grado, en Ia conciencia de los pzltro- trataria de un proceso ideolOgico. Por lo tan-
nes y en Ia de los esciavos. Ia motivaciOn de to. èi Sc imagina motivos falsos o aparentes".
hecho previieeicnte en ci dominio que pue- En su dinamismo psicolOgico, In i. como fal-
de ser el logro de los intereses v Ia motiva- sa motivaciOn es análoga ul concepto psicoa-
dOn, de hecho predominante de Ia obedien- nalitico de "racionaiización", con ci que se
cia, que puede ser ci temor a La violencia. Crco designa precisamente Ia eiaboraciOn de moti-
que este concepto de faisedad e, en gran par- vos ficticios de las acciones propias o de las
te, ci mthi prometedor para ci c.tudio empi- propias actitudes, cuvos monies reales per.
rico de In politica. manecen inconscientes. Peru, a diferencia de
La noción de falsedad como falsa motiva- Ia racionalizaciOn, cI concepto de i. tiene una
cion se encuentra en todos los escritores más naturaleza social porque comprende los corn-
impurtantes que han dado origen al signifi- portamientos colectivos y no los individuales,
cado fuertc de 1. o que han desarroilado, bajo , mas especificamente, loq comportamientos
distintas terminoioias, Ia critica de las i. Se colectivos que se establccen en una situaciOn
encuentra en Pareto, quien en los Sistemas de poder. Dc aqui se concluye que las creen-
socialistas destaca In "singular circunstancia" cias a las que se puede atrihuir ci caráctcr de
dc que "muv a nienudo los hombres no tie- i., son también ella'. creencias colectivas, que
nen conciencia de las fucrzas quc los impul- esconden o enluascaran los diferentes móvi-
'.an a actuar", y "dan a sus acciones caU'.as les de In conducta en ci nivel de grupo o de
imainaria'., muy diferentes dc las causas rca- agregado social antes que en el nivel dcl mdi-
L presente nocion de "derivaciOn", uno viduo. Esta formulación de Ia particular natu-
de to, conceptos capitales de Ia critica de las raleza social de Li I. es claramente una gene.
i., desarroliado en ci Tranato di sociologia ralizacion del punto de vista de Marx. porque
gciwralc, scñala los razonamicntos scudoló- es precisanicntc en Marx, mucho mas que en
gico'. con los que to, hombres tienden "un Pareto, v de manera mucho mas concrcta v
768 IDEOLOGIA

determinada que en Nietzche, donde Ia i. puede ser lalsa en su contenido dcscriptivo,


coma falsa motivación estâ insertada sóiida- pero irrelevante desde el punto de vista ideo-
mente en las relaciones de Ia dominación dcl iogico porque es un elcmcnto accesoria y de
hombre por ci hombre. poca influencia respecto de Ia funciOn justi-
Otros aspectos significativos de Ia noción ficadora v motivadora de Ia creencia de Ia que
de faisedad coma falsa motivación surgen forma parte.
cuando consideramos las relaciones quc se Por lo tanto. es Ia falsa motivación Ia que
sitüan entre esta y otras nociones de falsedad prevalece sobre Ia falsa representaciOn, y no
discutidas anteriormente: Ia falsa repiesen- viceversa. Ella provec el criteria unitario con
tacion v Ia falsa presentaciOn. La primera base en ci cual se debe valorar el earacter
reiación parece muy estrecha a primera is- ideologico de las creencias politicas. Lu que
Ia, ya quc Ia falsa motivación es, impilcita- no quiere decir, sin embargo, quc las false-
mente, una falsa representación. Lo falso no dudes factuales (o sea de las afirmaciones de
es ci juicio de valor en cuanto tal sino su fun- hecha) scan todas, por definición. idcologica-
ción de motivación, v por lo tanto Ia descrip- mente irrelevantes. Solo significa que tienen
cion (implicita) quc tiene Ia fuerza motivado- carácter ideologico en Ia medida en quc con-
ra exclusiva a principal de las relaciones de tribuyen significativamente al edificio simbO-
poder. For cjempIo, en relaciOn con un poder lico que constituve. en mayor a menor mcdi-
dado, el juicio de valor con base en ci cual los da, Ia falsa fuerza motriz dcl mando y de Ia
mejores gobernantes son aquclios elegidos obediencia.
por ci pueblo", no es de par si ni vcrdadero Este punto es importante porque permite
ni faiso; verdadera o falsa es Ia representa- superar ci dilema de Ia contradicciOn entre
don (implicita) segun Ia cual "ia creencia en Ia falsedad y Ia funciOn social de Ia i. La alir-
In legitimidad democrática dcl poder es Ia maciOn paretiana de que no hay relaciones
motivación predominante o exclusiva de los significativas entre ci aspecto "objetivo" (el
comportarnientos dc mando v de obediencia". acuerdo o no con Ia experiencia) y ci "subje-
Debe senalarse ahora que Ia noción dc fal- tivo" (Ia eficacia practical de Ia i., y Ia distin-
sa representación absurbe en si a Ia de falsa don de Sartori entre ci "valor de Ia verdad"
motivaciön?Quelas creencias politicas son (que es Ia que interca en ci campo de Ia cr1-
de las i. cuando dan una representación fal- tica v de Ia sociologia del conocimiento) y ci
sa del poder, con hi advertencia de que los jui- "valor funcional" de Ia i. (que es lo que inte-
dos de valor son interpretados como descrip- resa en ci cstudio de Ia politica), son legiti-
ciones de las motivaciones de Ia dominaciOn mas v correctas mientrzts Ia falsedad sea
y de Ia obediencia? La respuesta debe ser interpretada en el sentido de Ia faisa repre-
negativa ya que, si aceptáramos esta conclu- sentaciOn de Ia realidad, pero no rige ya des-
siOn terminariarnos vuxtaponiendo dos crite- de el momenta en que par falsedad se entien-
rios diversos de valoraciOn de Ia falsedad de Ia faisa motivación. Este ültimo tipo de fal-
ideologica de una creencia politica. Par Ia par- sedad observa directamcntc ci aspecto prac-
te descriptiva, juzgariamos con base en su tico v funcional dc las creencias politicas y,
conrenida; par Ia parte prescriptiva, juzgaria- precisamente, ci cartcter dependiente o mdc-
mos con base en su fwwian. Dc estc modo des- pendiente de su eficacia directriz de los corn-
cuidariamos ci hecho de que Ia funciOn de portamientos colectivas de Ia rclaciOn de
"dar un sentido", de justificar el poder. V par poder. Con base en esta interpretztciOn ci sig-
ella motivar Ia dominaciOn y In obediencia. nificado fuerte de i. qOc apunta sabre Ia
atañe no solo a los valores sino tambkn a los nociOn de falsedad recupera. desde ci punto
hechos verdaderos o presuntos que están con- de vista de los principias, toda Ia pertinencia
tenidos en Ia creencia politica. Una aserciOn v su importancia en ci cumpo de Ia interpre-
de realidad comprendida en una politica pue- taciOn empirica de los fenOmenos politicos.
de ser verdadera en su contenido descripti- Pasemos ahora a Ia segunda relaciOn. Res-
vo v falsa en su funciOn, cs decir coma dc- pecta de Ia falsa presentaciOn, Ia faisedad
mento que cant rihuve a motivar los compor- coma faisa motivaciOn constituve, SI SC mira
tamientos quc se establecen en hi relacion de Ia ustancia, un verdadero n astocanliento de
poder. 0 hien, una at irmación de realidad los terminUs. En ci primer tipo de falsedad
WIOtOGIA 7(,9

on juicio de valor se disliaza de aiirmaciOn po.sihlt' de las creencias que inlerprctan y jus-
de hechu. En ci segundo tipo de lalsedad es tilican las diversas rclztciones de puder, que
niás bien un hecho que se disiraza de valor. pueden estar presentes en dikrentc gi -adci y
For ejemplo, los quc son de hecho intereses que, cuando estan presentes, esconde otrus
particulares se transiorman en bienes comu- niotivaciones, otios factores determinantes
nes o, por el cant rario. lzi que es de hcho Ia de Ia reiaciOn de poder, los cuales no pueden
necesidad de subordinarse a una tueii.a supe- ser estabiecidos con ant icipaciOn v en forma
rior translorma ci deber de obedecer en un general sino quc dchen cspecificar.sc de sei
principio etico. Esie traslocamiento esclare- en vex pur media de Ia investigaciOn empiri-
cc aun nias Ia dikrencia de niveles a los quc ca. En consccuencia, v en quinto lugar. esta
se ret iere el concepto aqui sugerido y ci con- interpretacion abre el eaniino, al menos en
cepto bcrgmanniano de i. El primero, de on- principia, at un pusible tratamicnto empirico
gen rnarxiano, se reliere al cstadio en el cual de Ia laisedad ideolOgica de las creenci-as poll-
las condiciones rcales de poder contribuen ticas. Una vex roto ci vinculo con Ia filosofia
a lorjar (y at del urmar) las representaciones- marxiana de Ia historia, Ia cspecificacion de
accptacioncs dcl poder, y pun lo tanto los valo- hi lalsa conciencia no Sc lunda ya en Ia posi-
res mismos. El conceptu bergmanniano. en cion prktica privikgiada de una clase social
camhio, no ponc en discusiôn ci proceso de sino en los mttodos de venil icaciOn y de con-
iurrnacion de los valores sino que los acepta trol de Ia ciencia, empleados para buscar Ia
curno dados v concentra Ia aLenciôn en el esta- posible divergcncia entrc las condiciones
do anaiiticamente SUCCSIVO en ci cual los valo- detcrniinantes y las fucrza.s motrices reaies
res ya lurmadus, para incremental su propia dci poder v las lormas que asurnen en las des-
elkacia, se presentan en Ia lorma simbilica cnipcioncs yen las prescripcioncs de Ia creen-
de las aiirmaciones de hecho. Rcsumiendu: ci cia pulitica.
primer concepto ohscnva hi lorniacion (Ia
ginesis) de los v:tlores; el segundo concepto, HIBI.I(l(,RAIIA: D. Apter (cotflp.), ldeoloi,'v and clis-
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cuencia, y en segundo lugar, restaura ci nexo delle ideologit' (1957) y I. 'ideologia in Pareto e in
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mien to. nmica, 1941; D.J. Manning (comp.), The form of
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770 IGUALDAD

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the intellectual, en Sewanee Review. i. xvi, 1958; de diversa edad, raza o habilidad se conside-
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dene ideologiche relative al pc;tew, en Le forme ristica dada, algunos hombres pueden 5cr
del potere, Nápoles. Guida. 1974; M. Stoppino. iguales, mas no todos son iguales. La ünica
La junzione 'olitica delle credeuze ideologiche. caracteristica que comparten es una "natu-
en II I'oliiico, XLIII, 1978; J.C. Thomas, Ii dccli- raleza humana" comün, peru ésta es una afir -
no delle ideologie: inlerpretazioue e ve'rifica. en maci(5n tautologica.
Rivista Italiana di Scienzu Politica, iv, 1974: E. La i. v desigualdad de caracteristicas son
Topitsch, A eke serve l'ideologia (1961), Ban. indudablemente conceptos descriptivos. En
Laterza, 1975: C.I. Waxman (comp.). The end of efecto, que A v B tengan Ia misma edad, nacio-
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naIls, 1968. ricamente, asi como Ia aserción de que A tie-
ne mayor habilidad a aptitud que B. Estas
1MAR10 STOPPI\01 ascrciones descriptivas v no normativas se
Ilaman juicios de valor caracterizantes.

ii. IGL'ALDAD DR TkATAIIENTO. Si dos o más perso-


Igualdad nas son "tratadas de igual manera" a no, es
también una cuestiOn empInica. A v B son tra-
Ante todo determinemos Ia expresión que tados de igual manera por C. si C concede a
queremos definir. Aqui debemos hacer una A v B el mismo beneficio especitico (por ejem-
distinción. La "i." puede predicarse de cier - plo. un voto) o carga (Un alto de scrvicio miii-
tas caracteristicas personales, o de distribu- tar), o Ia misma cuota de algun beneficio o
ciones hechas por un actor al menos entre carga especificos (salario, carga fiscal). Si A
otros dos, o bien de normas que establecen puede votar, pero B no pucde. si A es convo-
cômo deben efectuarse estas distribuciones. cado a las armas, pero B es exonerado. si A
La "i." en los pnimeros dos signifkados no recihe un salanio mayor quc B, entonces A y
presenta ningün problema desde el punto de B son tratados de un modo desigual en estos
vista de nuestro tema, por lo cual nosotros aspectos.
nos ocuparemos principalmente de Ia i. como El hecho de que A v B deban recibir una dis-
propiedad de las normas de distribución. tribución igual o desigual depende de Ia regla
de distribuciOn que se puedc aplicar. Rspc-
I. IGUALDAD DL CARACTERISTICAs PERSONALLS. Cuan- to de una determinada regla de distnibucion
do se dice que dos a más personas son igua- A v B son tratados de igual manera no Va Si
les respecto de Ia edad, ciudadania, razu, ambos reciben Ia mismi concesiOn sino si Ia
IGUALDAD 771

regla se aplica a ambos de munera imparciul. (ci ectiva a imaginable) dc distrihución como
Respectu del derecho de votar limitado a igualitaria o no igualitaria. prescindiendo de
los blancos, blancus v negros son tratados de cualquier consideracion de valor a normati-
igual manera silos primeros tienen ci dere- vu? Examinemos ahora algunos de los erite-
cho de votary los ültimos no Jo tiencn. Cual- rios que se han aplicado tradicionalmente,
quier regla de distribucián puede aplicarse aunque con frecuencia sOlo de manera
de modo partial u imparcial. El tratamiento iniplicita.
de ucuerdo curl las reglas prevalecientes. sea
lo que lucre lo que estas puedan estabiecer, IV (KITEKIO5 TKAIM( IONALES lif I(,t AI.I lARISMO PAR.
siempre Cs igualitario en el sentido tie Ifs i(.AI.ES I'AKA 1(IL)OS SegUn una cunccpciOn
imparcial. extrema, un sisterna moralojuridicues igua-
litario si uulo.s los heneficios a cargas deben
III RI(.LA5 I(( ALITARIAS liE IIISIRIUt( 10\. Ouc en distrihuirse en partes iguulcs a todos. Este es
efecto dos personas cualesquiera scan trala- ci principio aristotélicci de i. numérica —"ser
das igualmente respes to de una determinada tratudos de una manera igual e idéntica en el
regla de distribución debe ser distintu del numero v cantidud de las cosas que se reci-
hecho de que dehan ser iratadas igualmente ben" (Politica, 1301b)— aplicadu a tudas las
en vi rind de esa regla. Este Cs el problema que cosas que cada uno debe recibir a a las quc
flos interesa: no nos ucupumos dcl Iratamien- debe renunciur. Lste es también ci principio
to igualitario correspundiente a una regia utilitarista enunciado por Mill —"todos cuen-
sino dcl carácter igualitario de las reglas tan para uno, ninguno cuenta para más de u-
mismas. no"— en Ia distribuciOn de todos los benefi-
La "i." y Ia lusticia" tienen clectivamente dos v cargas. Un tratamiento iguai dc tudos
un curâcter comun importunte: ambas pue- en todos los aspectos ha sido sostenidu par
den afirmarse solo por reglas que estabkcen aigunos anarquistas del siglo xix: Ia I. de
que ciertos beneficios o cargas deben distri- ocupaciOn (Ia participación dc los intelectua-
buirse entrc las personus. Se podria pregun- les en los trabajos manuales), dc consumo
tar si es moral o inmoral permitir o prohibir (comer y vestirse todus de mancra semejan-
el abortu a el divorcio, pero no si esas dcci- IC) y especialmente de educaciOn eliminaria
sione', sun jusias o injuslas (Frankena. en finalmente las desigualdades de las caructe-
Brandt, 1962), o si son igualitarias a no igua- risticas personales, como las del talento y de
litarias. Esta.s ültimas categorias se pueden Ia inteligencia. y forjaria por fin una especie
aplicar a principios que establecen ci modo humana uniforme.
en que el derecho de vato, los salarios, el El probiema que nus interesa aqul no es si
deber de pagar los impuestos a tie hacer ci semejante sociedad cs deseabie o tal vez posi-
servicio militar en las fuerzas armadus deben ble sino si Cs posible quc cxistan reglas de este
distribuirse. genera. Las reglas de distribución se refieren
Las reglas de distribucion tienen Ia siguien- siempre a ciertos beneficios o cargas que hay
te furma general: cualquier beneficio (pur que distribuir entre ciertas personas. Hasta
ejemplo, el derecho de voto) a carga (un principio.s generales coma los de Ia revoluciOn
impuesto general sobre ci ingreso) especifi- norteamericana o de Ia rcvolución francesa
cas deben distribuirse a negarse a una per- praclaman que a todos se les deben recono-
sona segOn tenga o no alguna caracteristica cer los mismos derechos fundamentales, es
especifica (por ejemplo, Ia de ser ciudadanu decir a todos los ciudadanos en cuaiquier sis-
con más de veinte años, Ia tie ser blanco, Ia tema politico por sus respectivos gobiernos.
de comprar cigarrillos). 0 bien. Ia cuota de Si igualitarismo significara partes iguales de
un beneficio especifico (por ejemplo, ci sala- todo para todos, prãcticamente todas las
rio) a tie una carga (un impuesto sabre ci reglas existentes serian no igualitarias.
inresu) estará en función del monto o del gra-
do en que una persona posce cierta caracte- V I'ARms Ir,UALLs.; LOS IGLALLS. El mismo Aris-
ristka (su habilidad, su ingreso). tóteles ampliO el criterio del igualitarismo
Ahora nos preguntamos: Zexistv un crite- para incluir reglas que asignan "partes igua-
ria que nos permita clasificar Walquier reglu Ics a los iguales", a sea partes iguales dc cual-
772 I(;UAIj)AI)

quier tIp() cspccilicado it todos los que son igualitario que sus predecesures, peru menus
iguak's respeclu de cualquier curacterist lea iguuiitario que los sostenedores posteriores
espccilicu. Por ci culitrarlo, unu rCglu no es del sufragio universal. Por otra parte, una
igualitaria 'cuando los igu.iies tienen partes norma que asignu cargas es tanbo mis igua-
desiguales o los no iguales lienen panes igua- litania cuanto niavor es Ia clase de ptrsunas
les" (Flica niem,,aq:wa, 1131 a). a his que se Ics inipotie. Esunerar it los estu-
Aqui se consagra Ia critica opuesta. Toda diantes del servicio militar es menus iguali-
regla de distribución concebibie se presenta barb que nroIarlos.
igualitaria en este sentido, vu que toda rcgla Este critenio tkne Ia gran ventaa de que
asigna ci inismo heneficio o carga a todos los igualitanismo v no igualilarismo se convier-
quc tienen Ia illisma caractcristica espcciii- ten cii conceptos compurativos. Desde el pun-
ct, y no a los que son desiguales on ese senti- mdc vista de Li ciencia empirica, csta es una
do. Sulragio universal sigiiil lea que bib ciu- yenta ja respecto de los concepbos menarnen-
dadano adulto tendria Un vobo, V quc los be clasificatorius, v eventualmente pLiede lIe-
menores o los demenies no tendrian ningu- var a Ia cuantilicacion.
no. El sufragio para los blancos significa que Sti ventaja consiste on que las reglas dcl
se concede ci derecho de voto it loins los ciu- tipo "a cada quien scgün su necesidad" resul-
dadanos adultus hla,icos, mas 110 U las perso- tarian altarnente inigLialilarias. a fienDs que
nas negras. Pun el ciint r;iriu, una regla no (nil na que uiia proporciun relativarnente
igualitaria on este sent ido es Ufla impusihili- grande de Ia publacion tenga Ia misma nece-
dad lUgica. tlna regla no pLiede establecer que sidad en grado elevado. Un iiupLlesto geticral
los iguales —en el scntido de Ins que poscen ai ingreso seria niuv igual itario; pero un
Ia caracterist lea espeelfica de Ia regla- impuesto progresivo sobre el ingresu serla
obtendrzin panes dcsigtiales y los no iguales clarainente inigualitanio, dado que divide a
panics iguales. Practicar Ia discriminaciàn los contnihuyentes no sOlo en dos clases sino
racial significa dun el Inismo tratamiento a on Un gran nOmeno de niveks. imponiendo Ia
los del mismo color, v dar partes desiguaks mayor earga fiscal al tiOtnero gencralinente
a los que no son iguaies respecto de esta imis pequeiio de los que tienen ci ingreso
curacterist lea. mayor. SOlo en el caso de que Ia grun mayo-
na fonme pane del nivel iiuis alto, un impues-
(;RtI'O RUl.AT1VA1I STE (RAN.
VI. PARTF.S IGLAI.ES A IN to prugresivo sobre ci ingreso puede resultar
DL. Ya que tuda regla de distribuciOn Se relic- mas igualit.tnio. Husta el principio de i. de
re a elena clase d, personas que dehen ser uportunidades seria, it pesar de su denumi-
tratadas de igual munera. SC podrian obser- flacion, inigualitario, dado que ks da a los que
var —curno lo hace Berlin (1961)— que una carecen de cicrtas oportunidades ventajas
regla es más igualitaria que otra Si asegura mavores que a los que vi las tienen.
"quc Un numero mayor de persouas (o clases
dc personas) recibirian un tratamiento seme- VII K;LAI.ptD I'Roi'okcIu\.0 Sin embanizo, nos
jante en circunstancias especilicas". Part ser inclinamos pun cunsiderar igualitaria Ia asig-
más precisos, una distnibución de heiwfiriw naciOn de heneficius mavores a los rnás flece-
es tanto más igualituria cuanto mayor es Ia sitados 0 Un impuesto prugresivo subre el
eLse de personas quc Ins recibe. si se corn- inereso. Son tales, en efecto, si ci icualitaris-
paran con ci nOrner() de las ewiuidas. El 1110 Se entiende en el sentido de Ia i. pi -opor-
sufragio universal, quc solo exclu e it los ciona!" n de hi "1. de reLiciones" de AristOte-
menores y a los dementes, Cs más igualitario ks (Politico, 1301 h).
que un sistcrna que excluye tambitn a los Se puede decir quc una reela it' distribu-
negros. Privar dcl derechu de voto a las muje- ciOn corresponde a esta exigenci -a Ni Ia cant i-
res es más inigualitario que privar it los dad de beneficin o de carga asignada a una
negros. si estos ultirnus coflstltUvefl menus tic persona es una funcion monotOnicu cnccien-
Ia mitad de Ia poblaciOn, pero es menus mi- me de hi cur.tctenlstic:l personal especilicada
gualitario si Ia mavorla Cs de color. Locke. pur Ia regla: cUalibo mayor es Ia c.iracterlsti-
que sostenia Ia I. de los derechos politicos ca, tanto inas grandc es hi paric. Dos iiidi i-
par:a lo puseedures de propiedades, era ms dtups cualesquiera son I ratados it' iguiI
I(IUALDAD 774

maner;i en este sentido cuando Ia dilereiicia Ic. Cuanto mOs nierecc una persona tanto
de Ia cuola distrihuida It eada unu se relaciu- mayor scr su recompensa. y par io tanto per-
na de manera semejante con ci gradu en que sonas de igualcs méritos mcreccn panes igua-
se dilerencian respeclo de Ia caracleristica km. Cualquiercriteriodc distnihuciOn que no
spciI icada. torna en cuenla ci menlo no CS enlonces yen-
Dc cualquicr modo, has.indose en esle cri- daderumenie igualitario.
Lerio toda regla coiicehihle resultaria iguali- En este cast, no se puede alirmar cierta-
Lana, prccisarllente como sucede con ci prin- mente que toda regla L'S iguuIilariu. La crili-
cipio de las partes iguztles a ios iguales. Tudas ca es ms hien que el igualitarisnio en este
las reglas de distribuciôn no solo asignan en caso se define en terminus de cvaluaciOui unOs
efecto "partes iguaks a los iguales" y "par- bien que en términos descniptivos. AnistOte-
tes desiguaks a Ins no iguaks" sinu las asig- les mismo considera que una distrihuciOn es
nan tambiên "en proporcion" a las desigual- igualitaria en este sentido si "los valnres rela-
dades de estos ultimos. Ambas rcglas "a cada tivos de las cosas dadas currcspundcn a los
quien segOn su propia necesidad" v "a cadu de las personas que las recihen" (Politico,
quicli segOn su propia estutura" dun partes 1280a). Ahora hien, ci valor relativu de las
dilerentes a personus diferentes en Ia propor- cosas dadas puede ser generalinente compro-
dOn en que tstus dilieren en neccsidad o en bado ohjctivamentc y medido, y esto vale tam-
estaturu. Un impuestolijovun impuesto pro- hiCn para las caractenisticas personales como
gresivo sobre ci ingreso salislacen ambos Ia Ia edad o ci ingrc.su y hasta para Ia inteligen-
exigencia de Ia i. proporcional. El ideal de cia o Ia aptitud para una detct'minada larea.
Marx era ci principio "a cada quicn segOn su Por ci contrario, el valor relalivo de una per-
propia necesidud" mOs bien que "a cada quien sona (que recihe), es decirel grado de su men-
segUn su prupio trabajo". Sin embargo. no to, es evidentemeiitc objeto de una evaluaciOn
nego que tamhién esia Oltima regla lucra sub jetiva, y no de unit comprobaciOn ubjeti-
igualitaria, ya que "ci derecho de los produc- vu. Aserciones que establecen que A tiene más
Lures (recihir medios de consumo) es propor- menlo (o ci dobk de menlo) quc B, en el scn-
ciin,al al trabajo desempCñado por ellus; Ia tido de que ii tienc un valor moral mayor, son
i. consiste en ci hecho de que Ia medida cstã juicios de valor gcnuinos, no caracterizantes.
hecha con un c'qifo denominaiorc, ci trahajo". Aqui esta implicita Ia doctrina platOnico.
Esta regla es por lo tanto un principio igua- aristOtelica scgün Ia cual los hombres tienen
litarin a pesar de que "reconoce L.tcitamentc esenciaimcntc un valor o un mCnito desigual,
que las dotcs individuales desiguales y por en conlraposición con ci posterior punto de
consiguiente In capacidad productiva son pri- vista cstoico de Ia igualdad de mérito o dig-
vilegios naturales". Tuinhién las regias quc nidad de todos los seres humanos. Basindo-
establecen sOlo dos categurias son igualitarias se en cI criterio en cucstiOn, Ia i., por ejem-
segUn esle critenio. Tantu ci sufragio univer- plo, de dcrechos politicos, senia igualitaria
sal como ci sufragio limitado a los biancos segün este Oltimo e inigualitaria scgün ci pri-
tratan a Lodas las personas en proporciOn a mer punto de vista. Y también, silos blancos
su desigualdad, respecto de Ia caracteristica son considenados "superiores" a los negros
especificada. Entonces. Ia I. numérica no Cs (en lo que concierne a los mCritos en general
otra cosa que un caso especificu de Ia i. pro- y no, pun ejemplo, a Ia inteligencia), entonces
porcional. Ia discriminación r.icial resulta igualitaria; Ia
misma politica seria inigualitaria para los que
.IlI. ( M)AQtIL% SE(.LS SI S psoplos%IrJtITos Aris-
.' no juzgan ci valor de una persona por su
tOteies contrapone algunas vcces Ia i. no a Ia color.
i. proporciunal en general sino a Ia "i. propor-
cional al mérito" (Polilica. I301a). Las canti- IX DtSTP.1RLClOIc DESIGU ALES C'O'RESI'ONDIENTLs
dades dc beneficios no deben ser proporcio- A DII EKENCIAS KLLEVA\TLS. Actuaimente Ia ver-
nales al grudo en que km beneficiarios tienen siOn más difundida de Ia i. proporcional Cs
no una curacicrislica cualquiera que Ia regla Ia siguiente: una rcgla de distribuciOn cs igua-
pudrLt epecificar sino una earacteristica litunia si y solamente silas diferencias en Ia
espccillc:i. es dccir ci mériti, correspondicii- distrihuciOn correspunden a difereneias rcle-
774 I(,LALDAD

vantes de caracteristicas personaks; en otras en discusiOn. Por ejemplo, Bernard Williams


palabras. si Ia caracteristica especificada es considera "decididamente falso" afirmar
relevante respeclo dcl genero de henefkios "que ci problemu de Si cierta consideracion
o de cargas por distrihuir. Ya que Ia edad y es relevante respecto de una cuestiOn moral
Ia ciudadania se consideran releantes res- es un prohiema cle eraluaciOn". Ei sostiene
pccto del derecho de ruto, es iguaiitario limi- io quc siguc: "El principio de que ios hombres
tar Ia franquicia a los ciudadanos adultos. La deberian ser tratados de manera dirersu res-
riqueza es relevante respecto dc los impues- pecto del bienestar simpiemente hasándose
tus; por to tanto Un impuesto fijoo Un impues- en ci color no es un tipo especial de princi-
to progresivo sobre ci ingreso son igualita- pio moral sino es (si acaso) una afirmaciOn
rios. Por ci contrario, una regia Cs iniguali- merumente arbitraria de voluntad, como Ia
tuna si se basa en diferencias de caracicris- de un tirano qic decidiese ajusticiar a todos
ticas no relevantes U si no toma en cuenta aquellus CUVO nombre tiene tres "erres"
para nada las relevantes. El sexo o ci color (1962). Mc parece, sin embargo, que ci con-
o Ia riqueza no son relevantes respecto dcl traste entre ml principlo moral V una asercion
hecho de rotar; Ia limitacion de este derecho urhitrania de voluntad no constituve una dico-
a los hombres a a los biancos 0 a los posee- tornia válida. SegOn Ia teoria no cognosciti-
dores noes igualitaria. La riquezu es relevan- vista de los ralones, tudus los principios mora-
te respecto de Ia imposiciun; en consecuen- ks (o por Io menus los fundamentales) son
cia. Un impuesto indirccto cs inigualitario ya "afirmaciones arhitrarias dc voluntad" en ci
que establece Un impuesto en Ia niisnui mcdi- sentido de quc expresan compromisos niora-
da para los compradores pobres V ricus. Ic'. subjetivos. Desde el puntu dc vista de nues-
Como ci mérito personal. Ia relevancia de tro argumento, es inüs importante Ia aserciUn
unu caracteristica personal es Ufl térrnino era- de que ci color es relevantc respecto de los
luativo. no descriptivo. Mientras Ia asignación henclicios sociaks noes descriptiva. vet mis-
a una persona de caracteristicas como Ia edad mo autor no reivindica que lo sea.
o el ingreso Cs un dato empirico, los juicios Argumenta ademas que 'si exiscen deter-
que establecen que estas caracteristicas son minadas razones" para Ia discriminacion
relevantes o no respecto de cierto tipo de dis- racial, "scrin rai.ones que tratan de retacio-
tribución son evaivatiros. El hecho de que Ia nar ci color de Ia piel con algunas otras carac-
edad sea importante para votar, v no to sea teristicas que se proponen cumu relevantes
en cambio ci color, significa no solo que es para establet-er el modo en que se deheria tra-
justo cxigir una edad minima para votar sino tar a un hombre, cumo Ia insensihilidad. Ia
que tumbién es injusto basar el derechu a repugnante estupidez, Ia i rrcsponsabilidad
votar en el color. Es iniguulitario —y esto sig- incorregible, etc.". No niego que una aserciOn
nifica que es injusto— tratar de manera desi- comb 'el color es rcicvante para determinar
gual a personas que compurten una caracte- ci grado de intdigencia" sea descriptiva. Ella
rIstica relcrante: peru concesioncs desiguu- signitica que Ia inteligencia es una luncion del
les a personas que dificren en cientos aspec- colon, v que estu aserciOn puede 5cr exami-
tos relevantes son iguaiitarias v por to tanto nada —v desmentida— empiricamente. Pero
justas. 0 bien, "una diferencia en ci trato en este caso es Ia intciiencia, v no el color,
requiere una jus:ificacion en terminos de dik lo que se considcra determinante, por ejem-
rencias relevanies y suficientes entre los que plo, para ci derecho de votar. A diferencia dcl
tienen derecho" (Ginsberg. 1965). Los soste- "colon es reIevante respecto dc Ia inteligen-
nedores y los oposilores de Ia discriminaciOn cia". "Ia inteligencia es relevante rcspccto dci
racial tienden a disentir sobre ci hecho de que dcrecho de votar" es Una asercion normati-
Ia raza sea una diferencia "relevante" v que Va; precisamente comu es unaasc nción noi-
Ia discriminaciOn sea justa. Basándose en Ia mat ira "ci color es relevante respecto dci
definición en cucstión, deberian estar tam- derecho de votar". Esta sinifica que este
bkn en desacuerdo respecto de si dicha poli- derecho deheria depender de Ia inteligencia
tica es igualitaria o no. o dci color, v que una reglu que lo estahkce
Esta intcrpretaciOn eaivativa dcl concep- es justa. Liamar i'z,uliiaria (mas hien que jus-
to de relevancia se ha puesto recienteimnte ta) a una regla fundada en diterencias coilci-
IGIALDAD 775

deradas relevantes, no altera ci carácter nor- terio descriptivu de igualitarismo como carac-
mativo de Ia aserción. teristica de las regias de distribución.
Más recienternente, W. T. Blackstone ilus-
tró el concepto de relevancia de este modo: X. DISTRIBLCIONIS DESI(.UM.hS JUSTAS. El igualita-
"Decir que 'X es relevante', cuandu se habla rismo se define aigunas veces en términos de
de tratamiento de personas, signhfica que X justicia (V no indirectamente, o sea a través
esta cfccti.a o potencialmente conectado de de Ia reics'ancia). SegOn on articulo reciente,
manera in.strumentaimcnte util 0 nociva con 'ia verdaderamente opuesto a i. es Ia desi-
Ia consecucion de un determinado fin v por gualdad de tratamiento arbitrario, a sea injus-
consigutenle deberia tomarse en considera- tificable o inicua". Dc ahi que Ia desigualdad
dOn en Ia decisiOn dc tratar a alguno en una justilicabIe o equitativa de tratamiento seria
manera determinada" (1967). Se puede cstar verdaderamente" igualitaria. Entonces, si Ia
de acuerdo con ci autor en que Ia primera par- discriminaciOn racial es iguaiitaria o no,
te de esta definicion es descriptiva v Ia segun- depende tambiCn dci hecho de que se consi-
da parte prescriptiva, peru no en ci 'por con- dere lusta o injusta.
siguiente'. La tesis de quc una aserciOn de Estc es on ejemplo de lo que quisiera ha-
relevuncia en terminus de io que es implica mar Ia falacia de Ia definición a Ia inversa.
otra en terminos de lo quc debe ser no es SOS. Y consiste en definir un término de valor, por
tenible. Tomemos precisamente su ejemplo: ejempio "bueno" o "deseabie", en relación
"Si, por ejemplo. Ia rai.a 0 ci color lueran con Iérnhinos descriptivo.s, como por ejemplo
adoptados como fundarnento para ci trata- "fciicidad" o "aprubacion". Ahora bien. si
miento diferencial de las personas respecto "buenu" sigiiifica Ia mismo que "contribuyen-
dci derecho al cstudio o se demostrara que Ic a Ia felicidad" o "deseable" io mismo que
ci color o ia raza no tienen nada que ver con "aprobado pur Ia mayoria", seria autocontra-
ci ser educable, entonces ci presupuesto empi- dictorio decir que una cosa que provoca Ia
rico de los que apeian a estos criterios demos- felicidad es mala o que unu cosa es indesea-
traria ser faiso y estos mismos criterios no ble PC() aprobada por Ia mayorin. La afirma-
serian relevantes (en ci sentido empIrico de ciOn aristotélica de que 'lu injusto es desigual
rcievante'). y ho justo es igual" es otro caso de esta fala-
"El color es relevante respecto de Ia edu- cia. Aqui ci concepto normativo de justicia Sc
cabiiidad" es una aserciOn cmpirica, y 'ia define en terminus de igualitarismo. que Aris-
educabilidad es relev ante respectu del dere- tOteles mismo considera como un término
cho ui estudio" es una aserciOn normativa. descriptivo, como se ha visto ya ("dando par-
Sin embargo, Ia primera no implica Ia segun- tes iguales a los iguales"). En cambio, no es
da. Aiguno puede estar de acuerdo en que ci contradictorio decir que un impuesto progre-
color "no tiene que ver nadu con", o sea no sivo sobre ci ingreso es iniguaiitario y sin
es reievante respecto de Ia educabilidad. Sin embargo es jUstO.
embargo, puede sostener, sin ser incoheren- Tenemos tambien el procedimiento inver-
Ic, que se deberian dar las mayores posibili. so. El igualitarismo, un concepto que desea-
dades de instruirse a los más educables, o a riamos que funcionara descriptivamente, se
1o, blancos, o que todos deberian tener igual define mediante ci concepto normativo de jus-
derecho al cstudio (o sea que ningOn grupo ticia. Si "Ia regla X es igualitaria" significa
deberla recibir un trato preferencial). El lo mismo que "Ia regla X es justa (justifica-
autur de esto dice: ' Fáciimente se podria dar ble o equitativa)", entonces es contradictorio
ci caso de que las personas están de acuerdo considerar justo peru no igualitario un
en Ia parte empirica de un juiciu de relevan- impuesto prugresivo, o injusto pero iguahita-
cia to sea que ciertos derechos cstán instru- rio un impuesto indirecto.
mentalmente relacionados con ciertos fincsj
y sin embargo discordar en ia parte pre.scrip- xi 1.IALUAU PROC.ESAL. Los que consideran el
Liva de ese juicio (0 sea en que ese juicio sea igualitarismo como un principio "procesal"
deseahie." Esto parece estar en contradicciOn relacionan Ia i. con Ia justicia: "trátese a las
con Ia aserciOn citada anteriormente ("por personas de manera igual, a menos que o
consi'uientc"). La "reievtndia" no es Un cri- mientras no exista una justificaciOn para tra-
776 IC,! AIDAI)

tunas en tot-ma de'ieual" (Frtnkena. en o Llhi.I carga especif icos dehe asighial .se a dos
Brundt, 1962). Tornado en este sentido. ci personas ctialesquicra, A v B. Las reglas de
igualitarismo no se i-efiere en realidad a uhta distnil,uciün i.cnihien se pucden considcrar
curacleraslica de las rcglas de distnihución desde ci punto de vista dcl resuliado final.
Sifl() a Ia misma reglu d distrihucion, Cs Cuanto iendrãn .4 v B despuës Lie quc sc les
deem: "todus las personas tlehen ser iratadas hava apik-ado Ia regla? j. C6nio dchcn redis-
en igual iornm, a menus que se chleueflt ren irthitirse Ins betielicios o las cargas entre A
huenas razones para iratailas en inrrni dier- v B? Sc dehen distinguir ahora trcs fases: II
sa". Es ciento qLIC esta "or den espresa de I. Ia distnihuciôn original —pun ejemplo A tie-
no Cs por si misma una regia positiva de cii- ale 8 Ullidades v B tiene 2: 21 Ia aplicacion de
ca sinu una reghi para adopt.ir ott -as reglas" alguna regla dc distnihucion —pun ejempin.
(Muni-uc. 1964). Sin embargo esa reglu es oar- quitarle 3 a A v dark' 3 it B: 31 Ia rcdi'.trihu-
math-a (por adoptar reglas susianciales). Este cion resultante de Ia apIicacion de Ia regla tie
principlo no es solo meramente normal IVI) disinihucion —eli este eeniptci especilicu. tan-
Sifl() que tUnll,1L'n Cs nieramcn te procesaI, tci .4 conui B tCI'flhiflIfl lL'nIerlLic, :'.
cornpal ihle con cuaIquier regia discrirninatci- Prupongo Ilamar igualitania a tina regla de
i- ia dc distrihucion que puedu considerarse disinihuciOn Si nivda, o por In menus redu-
"jListiiic.td.I" C) lundada en 'huenas razones'. ce, las diterencias enire las cant idades dc hie-
Este cruet io de igualitatismo no nos peirni- nc's. Tambien pueden lIamurse rc'Ias dt' iiire-
te dtsificar las reatlas susianciaks Lie dist i - i- lacimi las rcglas igLialitarias (IC distribucioui.
hue-ion en reglas igualitarias V no igLlalitarias. Pair el contl-ario. una i -cgla de ilistrihucion que
Hasta ahora Ia hüsquCLLI de LIfl.I deleami- deja i niacias las desigualdades an tenures de
nacion fructifei-a dcl concepto de i. ha sido heneficios ci dc cal -gas. C) hasta aumenta estas
ana. Resurniendo. Si igualitarismo se dciinie- ciiierenc- ias. c's inigualitaria. Nuest IC) ejc'ipIo
ra ' pal -tes iguales pal -a todos', liiugwia iegla anterior es un casu de aplicaciOn Lie una regla
seria igualitaria: Si significara 'panes igua- de nivelaciôn. Tamhicn quitark 3 a A v nada
les pura los iguales" a " igualdud proporcio- it B scnia igualitanio. vu quc Ia dilerencia en t nc-
nal'' (ada reglu In seria, s eualquier regla sos hiencs (5 - 2 3) es ahora alienor de lo
podnia ser igualitania de acuerdo con dcl mi- que era jnicialmcnte (8 - 2 - 6): pero es menos
clones que se ret icr en ul n)erit() t i las difC- igualitania quc si sos hienc's se nivelarun corn-
rencias reicvantes o a Ia justicia. La i. proce- pictumentc (como en ci primer epemplu). Por
sal no designa ni siquicra una caracteri%tica oil-a pane. quitarie I a .4 v I a B no senia igua-
de las reglas de distrihucion. "Partes iguales litanio (ya que no influina en Ia diversidad
a un grupo relativamente grande" siguc sien- anterior tie sus hiencs, o sea 6), v can mayor
do Ia dcfiniciOn mzis satisfacturia: peru vu se razali. quitanle I a A s 2 a B (Ia difc'rcncia scria
senalo ci hecho de quc so aplicacion ikva ahora tie 7).
resuliados que I recuentemen Ic son cont ruin- Estos ejeriiplos deiiiuc'st ran que Lana i -egla
tuitivus. Hasta los sostenedores de Ia discri- de reclist rihucicin puede I larnarsc igual ita na
minaciOn racial tienden, en etecto, a conside- o no solo en i-elacicin cC)fl aiguna distrihucion
rar no igualitario ci lirnitar los heneficios asis- anterior. El igualitarismo se transforma en
tenciales a los blancos independicnwmcnte de Lin eC)hicept() ui -dma) —una ventala qtie esta
Ia necesidad (aunque Ia grati mavoria de Ia definition tIehic' en coniun con Ia ''dcl inicicin
poblacion sea blanca). e igualiianio, en cam- nienos insatisfactoria" exarnmnada anterior-
bio, efectuar pagos asistenciales a las nece- niente. Respecto de una determinada distni-
sidades independienternente de Ia raza (aun- hucion, una regla de redistnibucmon es tanto
que los necesitados scan una pequcna mmci- mñs igualitania cuantu menon es Ia dilercn-
na). Creo que es posibic encontrar un crite- cia entre los hienes al final en comparacion
rio descriptivo general de igualitarismo que con ci principlo. Repitiendo: si alprincipio.4
tome en consideración estas distincioncs. tenia S v B tenia 2. quitark 3 a .4 s dark 3
a B es mus igualitaniu que quitarle 3 it .4 v
xii. REGLAS DE sivii.c io Todas las dc.'finiciu- nada it B.
nes que hemos exarninado hasta ahora toman Nuestros ejeniplo% ilustian adenia% que dis-
en consideracion solo cuanto de Un hcnel icio irihLlcicanes iguales pueden Ile an a iedistri-
IGL %LDA[) 777

huciones inigual ilarias v vkeversa. Un du comprar a otro, v que ninguno sea tan
impuesto indirecto es una regia de redistri- pobre que se vea obligado a venderse a si mis-
hución inigualitaria. porque const ituve Un mu" (El co!zIrato social. I. ii, cap. xi).
agravio niavor paru los iiipradoies pobies For otra pane. ni siquiera Ia igual disti'i-
y no reduce las dii..rencias tie iiquci.a. For ci hucion de diiiero Ilevaria a una lelicidad
cOflhtario. Un inipuesto progresivo sobre el igual. Es rnas. Ia Iclicidaci, Ia satislucciOn 0
ingrest) es una reglu de nielacion, v en cuanto Ia utilidad no son heneik'ios tangihles que C
tal es igualitaria. El concepto de nivelaciori pueda distnihuir o redistribuir entre A v B.
pime ahora rcnwclic, precisarnente a los ddec- ni en farina igual ni en iorma desigual.
tos de Ia del inicion examinuda anteriornientc.
Exaniinenios ahora algunas de las inis xiv ua ALIMDDEOPORfl \itMt)Is C no puede dar
inlportarites reglas tie dust rihucu.,n it Ia lui tie o distrihuir las utilidadt,s a Ia oportunidud
este C(Pilt'ept() tie igLialtiad. entre .4 v B. ".4 tiene Ia oportunidad dc obte-
ncr v' signilica que no ent'uentra ohstaculos
Xiii S!ViI.A io\ Lfl• IA Riot I ,; Hasta tionde exis- en ci camino puru obtener x, dc tat manera
Ic 1. de derecho tie piopiedad, en casi todas UC. Si quiere. pucde hacer x. C Ic da a A Ia
las sociedades Ia propiedad misma se distri- oportunidad tie ulcantar .v si eliminu deter-
hue en lorma desigual. Esta dcsigtialdad es nunatius ohshiculos v par In tanto pane a A
ci resultado de Ia hert'iicia. dcl estado social en condiciones de obtener x. por lu que ci
o tie Li c.ipacitiad personal mas que tic una hecho tie que .4 obtenga v depende solo de su
dist rihución ituhernainental deliheradu. Lna hahutidati natural v adqui rida v tie sti esi tier-
i1IClacu)fl total de los bienes rcqLieriria olivia- ,i. -I v B Iicncn igual opuntuiiidati tic enter
mente Ia aplicacion de distribuciones fuerte- en ulia competent-ia. si puncH tie Ia misina
mente desigtiaks. u sea quitarle a los rkos linea. Si .1 se ent'ueritri at print ipin at ras de
para dark a los puhres. Este resuitado pod na B. dehe dcsplaiarsc hacizi adelanie hasta Ia
lograrse it I raves tie Ia iniposicion ii tie Ia linea cuinl:in tie part ida para tener Ia misma
socializacion, por lu menos de los medius tie uportunidad que B.
prciduccion. Sti "posesu iii coniun" el irninana. El principia de Ia I.. o melon dicho de Ia
segün ci .tla;izfu'.sia del part ida conuInjsia. Ia nivelacion de oportunidades. se acupa pun lu
posibilidad tie explotuckm de una clase sobre tanto tic Ia redistrihucion del accesu a las dis-
otra, v "con Ia aholicion de las diferencias de tinta.s posiciones dc Ia sociedad, pero no de
clase desaparecenian pur Si sulas en furma Ia dust nihucion tie las posiciones mismas. El
autonaI ica todas las desigualdades sociales prohiema eonsiste, pues. en acoplar personas
v politicas derivadas tic estas". con dotes desiguaks con posiciones que rin-
A pesar tie que una nivelacion completa de den una remuneraciOn o un poder o Un pres-
los hienes se considcra deseahle, en general tigio desiguaks. La solucion consiste en
se jui.ga utüpica. .Aun cuando en un momen- hacerios accesibles it todos de acuei'do con
to dado se alcanzara esta meta, las dii eren- unu base competitiva. La hipotesis consiste
cias reaparecei - ian pronto. por In inenos por- en que. si todos tienen un punto de partida
que "Ins hombres son desiguales" en lo que igual. Ia poskion que ocupen al final depen-
respecta it las dutcs personales: por esle mull- dera exclusiamente tie Ia velocidad con que
o, el poder v Ia mt luencia quedanian nece- havan cornido y tie Ia distancia alcanzada.
saniamente dust rihuidos en lorma desigual en El liheralismo clasico sostenia quc Ia I. de
cLizilquier si,.tema politico o social. Nivelar Ia oportunidades se podia Itt'var a caho a traves
rique/.a signilica. en general. no tanto elimi- de una asignacion i'iial de los derechos lun-
nar coma reducir las desigualdades tie pro- damentaks "a Ia vida. a Ia lihertad v a Ia pro-
piedad existentes. Segun Ia dctinicion pro- piedad''. Solo si se eliminan Ins priikgius
ptiesta, este genet -o de redistrihucion. aunque se estzbIete una i. tie dercchos no hahrá nm-
menos igualitanu. es igualmente igualitaria. gun ahstaculo en ci camino de ninguno para
Conw diria Rousseau: ''For i. no dehe enten- quc bZLsqtle Ia felicidad con Ia huhilidad que
ticrst' que ci grado tie podertie riqueia sea tienc par-a acceder a Ia posiciãn adecuada a
thsulutainente ident ico para tudos sinu que su maxima capacidad.
I ... 1 IlinguEl ciujaduno sea tan rico qtIt' litiL' \1u tartit' se dieron ctienta tie tine Ia i. tie
778 161 ALDAD

derecho no Cs sulkiente para hacer accesi- laciCmn cstãn unidas generulmente con otra
hies, a los que socialmente estAn en desven- regla, inigualitaria, de redistribucion: a cada
taja. las oportunidades de que disponen los quien segCmn su propia habilidad. Una vez que
individuos socialmente privilegiadus. Se nece- se provee a las necesidades mmimas de cada
sitan distribuciones desiguales para Ilevar a uno, y todos tienen una posihilidad iguul,
los primeros a un nivel comün de partida, o empieza Ia competencia, V Ia pusicion ocupa-
sea que se necesitan privilegios juridicos v da al final por cada uno dependerá cmnicamen-
heneficios materiales para los no privilegia- te de su capacidad o "habilidad", por lo
dos económicamente. Por lo tanto, los progra- menus en teoria. A diferencia del "merito" de
mas head start, aunque son intrinsecamente una persona, su habilidad en el .sentido de
inigualitarius, son igualitarios extrinsecarnen- capacidad para alguna tarea especifica pue-
te. ya que 11ev an a una nivelaciôn de las opor- de determinarse objetivamente, por lo menus
tunidades de instrucción. en teoria. Peru como "a cada quien segCmn lo
que merece" —a diferencia de "a cada quien
XV lotAl. sArIsFACCICPN DE LAS NEC ESIDADES FUNDA- segCmn su propia necesidad"— tambien "a
NWNIM.Es El principio de Ia nivelación de las cada uno segUn su propia hahilidad" consti-
oportunidades está relacionado con utro prin- tuve una regla inigualitaria de redistribuciOn.
cipio de nivelaciôn: Ia igual sat isfacción de las Esquemáticamente podemos hacer una dis-
necesidades fundamentaks. Mientras las tincion entre las siguierates fases: 11 una dis-
necesidades personales varian en género y tribuciómi desigual inicial de bienes; 21 una
medida, hay on minimo de necesidades fun- regla inigualitaria de distrihución —adicio-
damentales quc son sustancialmente idénti- nal para los necesitados; 31 que se resuelve
cas para todos, en una determinada sociedad en una redistribución más igualitaria —igual
v en un determinado tiempo. Dc algun modo satisfacción de las necesidades fundamenta-
las personas son desiguales respecto de sus les, i. de oportunidades; 4] por lo tanto, una
necesidades lundamentales 110 .atisfechas. redistribuciOn inigualitaria final —a cada
"Seria necesaria una distribuciôn desigual de quien scgCmn su habilidad.
los recursos para riivelar los heneficios en los Este concepto de i. no solo es general v des-
casos de necesidad desigual" (Vlastos, en criptivo, sino también valorativamente neu-
Brandt, 1962). Cuanto mayor es Ia necesidad tral. Por ejemplo, ci i.mutor de The rise of men-
fundamental no satislecha de aigunos, tanto toe racy sostienc 'no una aristocracia de naci-
mavores son los beneficios que recibe. Aque- miento, no una plutocracia de riqueza sinu
lbs cuvas necesidades lundamentales va una verdadera meritocracia de los talentos"
están casi satisfechus pueden no recibir nada (Young, 1961). Dc acuerdo con ci criterio pro-
v tab vez deban renunciar a alguna cosa super- puesto, todos estos tres principios son iniguu-
flua para proveer a las necesidades de los litarios, tanto ci que êl propugna como los dos
demás. El resultado final de esta distribuciOn que rechaza. Nótese también que ci principio
desigual es, una vez más, una mayor nivela- inigualitario de meritocracia está relaciona-
don de Ia riqueza v de las oportunidades. do con las reglas igualitarias de i. de oportu-
"A cada quien segün su necesidad" es otro nidades v de satisfacciOn de las necesidades
principio de nivelaciOn atin más radical. Por fundamentales, peru es incompatible con Ia
lo menus teóricamente Ic impone a Ia socie- otra regla de nivelaciOn: a cada quien segOn
dad, v especialmente al gobierno, ci deber de su necesidad. prescindiendo de Ia capacidad.
satistacer todas las necesidades de cada uno, Por otro lado, los defensores de Ia "merito-
por desiguales que puedan ser en género v en cracia" no se proponen ampliar este princi-
grado. pio a Ia participación politica: se quedan a
favor del sutragio igual, prescindiendo de Ia
xvi 4 (ADA 01 lEN SEC,t N St HABILID4D Algunos capacidad.
detensures contemporztneos dci estado asis- Esto conduce a Ia conclusion de que Ia tea-
tencial democrático tienden a propugnar los na democrática moderna no puede caiificar-
principios menos estremistas de igual satis- se ni como igualitania ni como inigualitania
faccion de las necesidades fundamentales v sino que es una fusiOn de los dos génerus de
de i. de opurtunidad. Estas dos reglas de nive- prineipios: nivelaciun hasta un cierto punto
ILL STRAL ION 779

(a través de distribuciones desiguales), más obedience to law, en Law and phi iosophv, a car-
allã del cual intcrvicnen redistribuciones mi- - go de S. Hook, Nueva York, New York Univer-
gualitarias. stu es, por lo tanto. menos mi- sit's. 1964; R. Nozick, Anarchy. stale, and utopia,
gualitaria que las ideologias que basan Ia desi- Nueva York, Basic Books, 1974; A.M. Okun,
gualdad de tratamiento en Ia herencia, en ci igualdad v efieiencia: la grail disvunt:ca (1975),
color, en Ia religion o en Ia riqueza. Buenos Aires, Sudamericana, 1982; F. Oppcn-
Naturalmente no hav contradicciOn en con- heim, Egalitarian rides of distribution, en Ft1,ic.
siderar Ia incritocracia inigualitaria v justa xc, 1980; R.J. Pennock, No,na.c Viii: Eq,ualits,
al mismo tiempo. Tamblén se puede conside- Nuca York, Atherton, 1967; D. Rae, Equalities.
rar irijusta v sin embargo deseabie por otras Cambridge. Harvard University Press, 1981; J.
razones: injusta, porque Ia habilidad de un Raw Is, Teona de Ia juslicia (197 1 ). Mexico, Fun-
individuo depende en pane de factorcs que do de Culiura Ecoiiómica, 1979; J.H. Schaar.
no están bajo su control, corno Ia inteligen- .Soo,e ways of thinking about equality, en P/iilo-
cia innata, in educaciOn o ci adiestramiento sophr, politics and 'iocielv. a cargo de P. Lasleit
(por lo menos en ausencia de una compieta vW.G. Runcirnan, Oxford, Blackwell, 1962; M.
i. de oportunidades de instrucciOn); sin Young. El iriu,,fo de Ia men tocracia (1962),
embargo Cs deseabie de acuerdo con bases Madrid, Tecnos, 1964.
utilitaristas, va que los incentivos pana una
mayor pnoductividad aumentan ci hienestar [FELIX E. oPPEXIIEIlI
de todos.
Este analisis presenta cicrta relaciOn con
Ia cuestion dc Ia justificación de Ia i. Sc ha
afirmado con I recuencia que los hombres son
ilustración
iguales. v pun io tanto que ci igualitanismo es
jUsto () ci inigualitarismo equitativo porque I LA Ill SISAL I0X.I0RM,.'. DL PEXS.%R DIEt \NDA LX El,
los hombres son desiguales. Por c .jemplo, un SIGLO XVIII El término i. indica un movimien-
experto en ciencia poiltica considera, en un to de ideas que tuvo su origen en ci siglo XVII
articulu reciente. "Ia gran discrepancia entre (o incluso en los siglos precedentes, a partir
los hechos de desigualdad observados v ci del xv, segün Ia interpretacion de algunos
valor dc Ia i. como un scrio comprorniso inte- histoniadores), peru que se desarrollO sobre
lectual" (Schaar, 1964). Como si fuera inco- todo en ci siglo xviii, v que prccisamente pun
herente sostener qui' los hombres deberlan esto se llamO "siglo de las luces". Este movi-
tener iguales oportunidades a pesar de tener miento se propone desarrollar Ia lucha de Ia
inieligencias desiguales, o bien salarios desi- razón contra Ia autoridad, o bien Ia lucha de
guales a pesar de sus necesidades fundamen- Ia "Iuz" contra las "tinieblas". Dc ahi se den-
tales ituaies. Dc las generalizaciones empiri- Va ci nombre dc i., traduccion de Ia palabra
cas no se puede liegar a principios normati- alemana .4ufk1arung , quc significa esclareci-
vos; in i. v Ia desiguaidad de alguna caracte- miento. clarificaciOn, dilucidaciOn. La i. es.
ristica personal no entranan Ia descuhilidad pues, una filosofia miiitantc, de critica a Ia
dcl igualitaiismo o dcl iniguulitarismo. tradiciôn cultural e mnstiluciunal; su progra-
ma es Ia difusiOn del uso de Ia razOn para din -
BIBLIOGRAFIA. S.I. Benn v R.S. Peters. Social prin- g ir ci progreso de Ia vida en todos sus aspec-

ciples and the de;i,ocraiic state, Londres. Allen tos. Esto es. Ia expresiOn del procesu de secu-
and Unwin. 1959: 1. Berlin. Equality as idea!, en lani,acion de Ia ciencia politica.
Justice and social policy, a cargu de F.A. Oiafson, Mas .illá de esta definicion muy general, se
Enizlewood Cliff., Prentice Hali, 1961; V.T. necesita todavia considerar que no se trata
Blackstone, On 1/IL' nwa,ling (1!zd justification of de un movimiento hornogéneo: no se puede ni
the priu'iplt' of equality, en Ethics. lxxxi. 1971 encont mr en ella un sistemu de idets ni una
R.D. Brandi. Social Ju.clice. Engk'suod Culls. escuela; puede decirsc que es sobre todo una
Prentice Hall, 1962: C. Frankel. Equalitof mentalidad. una actitud cultural v espinituai.
opportunity, en Ft/us. i XXXI 1971: M. Gins- que 110 solo es dc los lilosofus en sentido
Ecr, 0,, justice in societ .v, Ithaca. Cornell Uni- estnicto. sino de gran parte de Ia sociedad de
versitr Press, 1965: C.B. Monroe. Equality and Ia epoca. en partLular de Ia burguesia v dc
78(1 ILL STRAttON

his intelectuak's, peru tamhieii de Ia sociedad No obstailte, Coil dilerencias a veces impoi-
mundana en sent ido ampliu. v hasta de algu tantes, taiiihiëii hay uni i. aleniana, italitna,
nos rees. Ic curresponde, por lo tanto, Un españula, austriaca, una I. de los pulses de
arnpiio clima de opinion, en ci que sin embar- Ia Europa oriental.
go se uh.servan. jun10 a las ideas predorninan- Claro está que :i tales caniplejidades corres-
tes, diversas excepciones y originalidades. ponden historias diversas en cuanto a peria-
tantu ideules corno geograficas o cronologi- dización, asi corno it problemutica. a relacio-
cas. El termino philosoplze. con que Cl ilus- lies entre los estratos sociules. a ifllercses ecu-
trado se dcl inc a si mismo. indica Ia figuru nómicos, etc. En cada pals iu i. tiene peculia-
de un vivil icador de ideas, de un 'educador". ridades pi -opias. Peru aun teniendo en mente
de aquel que en todo se deja guiar por las todo esto, puede inteiltarse. a tilulo de orien-
luces dc Ia razàn v que escribe para ser ütil, tacion, una periodizacion muv general, distin-
para dar una contribueián al progreso inte- guiendo una primera gcncración que madu-
lectual, social v moral, contra cualquier for- ra las ideas ilustradas en Ia prirllci-a mitad del
made tirania. Va sea intelectual, moral o reli- siglo xviii. una segunda ia.se. que es Ia de
giosa. El philosophe se dcl inc antes que nada Ia gencracion de los "enciclopedistas" en
pol' so luncion en Ia s ciedad: quiere Ilegar a Francia, de Lessing en Akrnaniu, dc los leO-
Ia instaurat-uon en ci mundo de on nucvo ricos de las reiormas juridico-politicas en ha-
orden, curacteriado pur Ia iclicidad, v por ha. F.sta segundu generaciOn es aquella que.
ello quid -c que Ia philosophic este al alcance part icularniente a partir de los anus sctenta,
de tudo, C fl &'Ofli raposicicni Cofl Ia I ilosofia se gradualniente extinguirse las ilusiunes de
.1111 IgLia. colaboracion con ci puder, v es en gran parte
Este modu de peilsar v de sentir se difun- por ello que, junto a las ductrinus de Ia hi,-
diu en muchos pulses de Eurupi durante el elopedie. se encuentran ideas igualitarias v
siglo x iii. Tuvo sus primeras manilestacio- tesis Utopistus.
nes en inglaterra v en Holanda, peru tue un
movimiento que inlercsO sobre todo a Fran- ii RAt iu\AIiS%l() S sAii SAl 15510 La Les un movi-
cia, donde Ia decadencia dcl gobierno abso- miento de escasa originulidad teOrica: es prin-
iuio oriento Ia filusofia a Ia doctrina politica cipairnente ecléctico. La ciencia, inlerpreta-
v social. En este pals. entre las clases privile- du en sentido práctico y utilitarista, es ci
giadas, ci ciero poseia cerca de Ia quinta par- nOcleo alredcdor dci cual gravita el pensa-
Ic del territorio nacional, con una enorme ren- miento. Para ci .siglo xviii, Ia scguridzsd y Ia
Ia V eon exenciones v privilegios sustancia- conlianza en Ia razOn se deriv-.in de Ia den-
les, v Ia nobieza tenia privilegios anãlogos V cia. Los éxitos de las ciencius experimentales
rentas sumamente considerables. por Ia quc fumentan Ia idea de que ese mismo inétodo
Ia burguesia, cusa cuitura v cuva importan- conduce a Un progresu concreto en todos los
cia economica aumentaron hasta ci punto de campos de Ia cultura v de Ia vida. Par este
convertirla en el verdaderu sosten de Ia sucie- motivo, tambien ci pensamiento politico tic-
did, no pudo dejur de considerarlas como cia- nc Ic en Ia posihilidad dc Ia felicidad v dcl pro-
ses de pai -asilos. En Ia primera niitad dcl siglo greso bajo ha guia de Ia iazun.
xiii, pues, se publican numero.sisirnos libros La razon. en electo, es ci organo tipicamen-
v opusculos de temas directamente v, aün te ilustrado, que Sc contraponc a Ia autoridad
más, indirectamente politicos: obras históri- a los prejuicios. Para algunus, pioporciona
cas sabre las antiguas instituciones I rancesas, pas verdades elementales e indudables, que
o hien sobre Ia justificacion v sobre ci fin del tienen ci valor de postulados de Ia ciencia,
gobierno, obras sobre Ia constituciün ingie- quc se consideran evidentes par si mismos,
su, intormes de vi.4es a paises exOticos que a tal grado quc no requieren ninguna demos-
generalmente se comparaban con Francia, tracion; estos pustulados constiluven ci fun
propuestas de reforma s. en general, obras dumento dcl raionaxnicntu v dcl crecimiento
de propaganda, con más Irecuencia negatisas de kis conocinlientos. Sin embargo, Ia razOn
que positisas. En Ia segunda mitad dcl siglo se aplica sobre todo a Los datos propordiona-
xuii se dilundiO ampiiamcntc Ia discusión dos por los sentidos; Ia i., en efectu, hace suva
de eslus tenias e insadio todo geiiero literario. Ia fOrmula ''uilzil est in inielleutu quod prius
lit STRA('1ON 7i I

non fueru in .sensu v, procediendo con ci do primitivo, u sea los derechos que Ic col -res-
nictudo analitico rucional de las ciencias. ponden a su dignidad de hombre, porch solo
.ispiia a encont rar verdadcs indiscul ihlcs 0, hecho de ser hombrc. Cuaiquiera que sea Ia
cuandu eslo no cs posihic, generalii.aciones razon por Ia que ci hombre ha pasado a Ia vida
iegitirnas quc tengan una validez mciodolO- civiiizada (cuando ci cstado de natLiraleza no
gica fundada. La cxpiicaciuii esta en ci hecho se considera coimi una simple hipotesis o icr-
de que los ilustrados tiencn urni confianza iii- nuno de comparacion meramente racional,
niitada en Ia i•a,on v se proponcn liberar ci esto no modilica las conclusiones). Ia puesta
conocirniento hurnano de todo lo quc no está a punk) de los derechos naturaics es impor -
dc acucrdo eon Ia rayon, sobre todo si pro- tame. precisaniente pura cstableccr los dere-
icnc dc ia tradjcjun v Lie Ia hisioria. Por esto. chos inuiienables dci hombre, es decir los
Kant Ic at rihuvc a Ia i. ci icma "aperc aiide! derechos quc Ia sociedad civil está ohiigada
Este espiritu CEIIICI). quc Sc propone some- a toinar en cuenta, asi corno para demostrar
icr todu ci saber al tanii, de Ia razUn, aharca ci rutwuiiiento racionai del estado.
todos Ins uspecins dc Ia actividad hurnana. No Utilizundo ci mismo procedimientu raeio-
taltan tampocc) las casperaeiunes dci pre- nal se habla tumhicn dc una rp roral natural v
dimicnio analitico racionul. que conducen ai dc uiia religion natural, en quc Ia ref erencia
rnccanicislno detcrniinista de on Li Mcitric a Ia naturaleza tiene ci mismo signilicado
o al inaterialisino dci h.iron de Hoihuch, cau- mencionado a proposilci dci dcrccho natural.
sados prccisln1entc por Ia pretension de apli- La moral natural se propone, ante todu, ser
car rigLIlosaluellic los eriterlos de Ia cicncia una moral indepcndiciiic de Ia religion, en
a Ia at-I ividad huinana, ZILIII i t Ia sent iiiiental. iuncurn dcl homhie mundano, considerado
cosu quc sc gana ias ci lucas de muchos de los tal COl() CS V no tal como dehcria ser. Dc alit
mismos jiustrados. Los resuitados mus inte- se deriva una ant ropologia V unu psicologia
rcsantcs de cste nuevo modo naturalista dc ilusiradas, dcstinaehts it poner tie i -eiieve Ia
lilosolar son las cunsideracioncs tie Montes- inevitabilidad de las pasioncs v tambien su
quueu sobre ci vincuio csistentc entre las ins- bondad, tiegando a cntenderlus aigunas veces
titUciouiCs pout icas v his leves juridicas. por como Ia condiciOn indispensable de Ia reali-
una parte. v ci ambicnie fisicuY ci climu. por /ae-ión de io sublime, tanto nias cuanto mis
Ia otra. fuertes son cuanto mas estãn en urmonia
Tarnhien en ci campo de Li filosot ia juridi- (véase, por cjciiipio. Didei -ot i. Los lundarnen-
ca todos est.in de acuerdo, aunque con diver- tos dc Ia moral ilustrada son aigunos princi-
sas earacteristicas, en estahieccr como fun- pius, tambien universales, percibidos igLiul-
daiiicnto dci derecho a Ia naiurale,a, Yse mente por todos los hombres ruionables, que
hahia dc dt'rt'eho ,iaizi,-c,l ode 1ev natural, en se rcduccn a see prineipios de tolerancia
que "naturaleza' significa ante todo to quc moral, vu que Sc crec quc tamhkn Ia moral
noes obrenatural,dc manera especilica Ia esta relacionada con las caracteristicus de un
esencia dcl hoinhi. e es decir hi razUn. Con pueblo v con los aspectos natui -ulistas del
esit) ia i. se Ufle a Ia escuela dci tkrccho natu- anihiente. Dc ahi se deriva una moral relati-
rai v crce podei - construir un cucrpo de nor- vista, hedonista, o una moral del sentimien-
mas jurudicas universales c inmutabics, que to. pert) de cualquier modo uiia moral utili-
pore! momento constituven ci critcrio de jui- tarista.
dO de Ia legisiaciun vigente, pero que en un Tambien en lo que se ref icre a Ia religion
esiudo iiustrado sc ILinslorinan al mismo las ideas son muv dilerentes entre si. aunquc
ticnipo en causa eticicnte final de Ia legis- siempre pi-evalecc un modo de sentir qie sc
iacion misma. Para expiicar los principius dci opune al niisterio como a lo que no csta dc
dererho natural sc recurre. cumo vu se habia acuci -do con Ia razOn. Dc At se deria ci
hecho en ci sitzio viu. a ha iiaturaleia huma- rechazo de las relidones revehadas en cnc-
na in ce, prccindienciu de las modilicaciones rat. La i-eligion mas tipicamenle ilustrada es
que ha mt roducido en ella Ia CRili/acion. ci deismo, que reconoce Ia existencia de un
supoiiit'iidii Un status ;ialurat anterior a Ia dius personal ereador dcl unicrso. conccp-
sociedad ci ii, dcl iniendo k% derechos que to ul quc SC liega racionalmcntc partiendu dc
ci hoinbie dehe haiicr tenido desde cslc csta- Ia uhser .icion tie Ia armonia que reinu en ci
782 1LUSTRCION

universo; sin embargo no se admite ningün mu ilustrado no signilica simplemente un


otro atributo de Dios, v mucho menos se recha,.o o un desinterés por todo io que ha
admiten los cultos, los ritos, los dogmas. etc. traido Ia histonia sino más hien un rechuzo
En una palabra también en este campo se de lo que liene autoridad por ci solo hecho
aceptan los principios quc se cunsideran dc ser histOrico, una ampliacion dcl tamiz de
comunes a todas las religiones y it todos los in razón a todo lo que desde sigios se acepta-
pueblos v que, desligados de los supuestos ba pasivamcnte, en conciusion, un rechazo del
trascendentales, resultan de acuerdo con Ia principio de autoridad.
razOn o con Ia naturaleza. La religiOn se con- Paradojicamente, justo ci Ilamado antihis-
'ierte en un modo de sentir, en un sentimien- tonicismo ilustrado esta en ci origen de Ia nue-
to intimo de comuniOn con Dios. que se den- a historiografia riquisima, que se prescnta
va de Ia adhesion sentimental a Ia arnionia como "critica", o sea que reexamina las fuen.
de Ia naturaleza. Es comprensible que Ia tran- les v reconstruve In historia con mente
siciOn dcl deIsmo al inmanentismo ' al pan- desembarazada de preconceptos politicos y
teismo sea facil; sobre todo los ilustrados más culturales, con método "cientifico", y da lugar
jóvenes ident ifican frecuentemente Ia natu- de esta manera a las grandes obras históri-
raleza con Dios, cuando no proclaman un cas e historico-politicas dci siglo xviii (basta
ateismo matenialista. Sin embargo, si el deis- pensar en las obras de Montesquieu y dc Vol-
mu es Ia religion de muchos ilustrados, se taire. cuyos métodos pueden asumirse cumo
puede afirmar que casi tudos ellos fueron, por tipicos intcntos de innovaciones respecto de
lo menus en una fase de su vida, deistas. Y Ia historia-relato de tipo tradicional, ci pri-
esta religion natural no sOlo pone de mani- mero por Ia conexion hecha evidente entre Ia
fiesto una exigencia de rechazo de lo subre- historia y Ia ciencia de Ia sociedad quc pue-
natural v dc opusiciOn a las religiones histO- de ext raersc de ésta; ci segundo por In con-
ricas sino tanihién una exigencia de proclu- cepciOn de Ia historia como historia de Ia civi-
mar nuevamente ci principio dc Ia tolerancia. iizaciOn, como conquista progresiva de cono-
En conclusiOn, in naturaleza es el funda- cimientos que es a Ia vez conquista de ai-rno-
mento de Ia ética v de in religion, del mismo nia, felicidad y libertad).
modo que es ci centro al que se orienta el Este Ilarnado antihistoricismu constituve
conocimiento v del que proviene ci conoci- por un lado ci Iimite de Ia i. en Ia medidu que
miento. Asi como proporciona las leyes de Ia significa abstractismo. Los ilustrados no con-
iOgica, asi también proporciona las Ieyes de sideran al hombre y a Ia sociedad como his-
Ia vida social v unifica todo el orden de las toria sino más bien corno razOn y naturale-
relaciones v de los fines del hombre. Basán- za, no los ven como entidades individuales
dose en Ia naturaieza es como ei hombre din- sino universales. A pesar de esto se puede ver
ge sus intereses: cc da cuenta de que su reali- en este cartcter Ia fuerza de Ia i. porque está
zación v su posibilidad de perfeccionamien- unido con Ia confianza que ci hombre tiene
to provienen de su conocimiento de Ia natu- en si mismo v en sus posibilidades. y Ic da
raleza, to que significa que tambien provie- fuerza para influir profundarnente en Ia cul-
nen de su posibilidad de librarse del dominio tura europea dcl siglo xviii v para suprimir
de Ia naturaleza v de dominarla por si mis- doctrinas e instituciones ya superadas. En
mo. En esto, ci hombre de Ia i. es el heredero realidad. mac que de antihistoricismo se
del hombre del Renacimiento. Si es cierto, deberia hablar de una nueva concepciOn de
pues, que In naturaleza esta en el centro de Ia historia, basada en Ia experiencia v en ci
su interés. también es cierto que ese interés descubriniientu de una relaciOn segura exis-
estO en funciOn del hombre y del acrecenta- tente entre Ia historia v el conocimiento de
miento de su poder. La i. tiene una confianza In naturaleza, que se vuelve patnimonio cul-
incondiciunat en In perfectibilidad dcl horn- tural comOn de todos los hombres. El senti-
bre y en su capacidad de progresar hacia una miento de solidaridad entre los pueblos y el
era mejor. Es. por Ia tanto, el mismo huma- cosmopoliti.smo ilustrados tienen su funda-
nismo ci que Ileva a Ia i. a una actitud que se mento en esta concepciOn.
ha Ilarnado, de una manera no tutaimenie
apropiada, antihistoricismo. Ei antihistoricis-
H.USTRACION 753

III RA70\ F i'.siii I ClONES La i. Ic da diversas que en general se puede decir que ninguno de
formas a Ia tentativa de racionalizar Ia con- ellos es propmamente un revolucionario. En
dición dcl hombrc, o bien de hacerla más feiiz. ci primer periodo se produce una ref lcxiOn
La obra de los ilustrados se concentra aire- sobre las instituciones que es sohre todo una
dedor de este fin práctico. Por lo coal Ilevan racionaiizuciOn de las mismas a una rekren-
conscientemente a caho Ia idea del progreso, cia a su deber ser o a su naturaleza. stc es
ahandonando Ia rcprcsentación de Ia historia ci sentido, por ejemplo, de gran parte de Ia
como una decadencia continua v gradual, obra de Montesquieu, que no niega de ningu-
para considerarla más bien como on progre- na manera Ia bondad de las instituciones del
sivo c indefinihie mejoramiento institucional, ancien regi?ne, sirto que explica su intima
economico, moral, civil, tanlo mayor cuanto racionalidad y senala Ia deontalogia de su fun-
más decididamente esté guiado por Ia razón. cionamienta, quc consiste precisamente en
Con esto es con lo que ci ilustrado pretende asegurar Ia libertad; cI liamado a Ia gai-antia
consoiidar su libertud de Ia historia, convir- de Ia lihertad se traduce en ci ilamada al res-
tiéndose en so dorninadoi- más hien quc en su peto de Ia constitución.
servidoi: con esto es con lo que Se proponc La teoria contractualista, quc pretende ser
consolidar su libertad ante las cosas, de las sohre todo on criteria de Iegitimidad del esta-
cuales se lihera ampliando sabre elias, coma do, tiene un significado parecido. Y ci moti-
sabre Ia historia, ci dominjo quc provienc de vo recurrente de Ia constituciOn inglcsa, hasa-
SO conocimiento v dci convencimiento corres- da en Ia idea de Ia distrihuciOn de poderes,
pondiente de que estas son sOlo un elemento más que una propuesta concreta pretcnde ser
condicionante c inevitable de Ia actividad una descripcion del modo en que un estado
humana. Si por una parte se iiberan las cosas monarquico puede asegurar Ia libertad, a una
humanas del dominin de lo trascendental, por exultación de Ia misma libertad, v principal-
Ia otra se sosticne Ia decision de construir niente de Ia iibertad de expresión.
sohrc ellas on nuevo mundo, libre v feiiz,', La insistencia de los ilustrados en In natu-
para tai fin Ia razOn inspira provectos de raleza v en ci espiritu de las leves v de las
reformas sociaies V economicas, nuevas legis. constituciones deriva del temor al peligro
laciones, una obra de educación colectiva. de siempre presente ante ci despotismu v dci cul-
Ia que se espera una renovaciOn efectiva de to genuino de Ia lihertad civil v pulnica, quc
Ia vida v on acrecentamiento de Ia felicidad. para ellos significa sin duda que Ia obligacion
La obra ilustrada por excelencia. Ia Encvclo- estO expresadu v aI mismo tiempo Iimitada
pédie, utiliza por on lado, como medio, Ia cr1- por Ia ley. Montesquicu. Voltaire, Rousseau,
tica universal aplicada a todos los campos, v Diderot, aun en Ia profunda diversidad de SUS
por ci otro se propone, como fin, reumr v uni- doctrinas, creen firmemente en este princi-
ficar en un sistema general los conocimien- pio. Los temas conectados con una reforma
tos para divulgarios v trasmitirlos a ia pus- judicial son objeto de atenta reflexiOn. La cul-
teridad, con Ia convicción de que el fortaleci- turn italiana, por Ia demãs, presta particular
miento de Ia instituciOn determina también atenciOn al problema juridico, a bien de Ia
ci acrecentamienta de Ia virtud y de Ia felici- codificación v de Ia administraciOn de Ia jus-
dad. El problema de Ia nueva instrucciün es ticia, partiendo del supuesto de que las leves
enfrentado v debatido directamente, sea racionales pueden v deben escribirse e impo-
como fuere, par los ilustrados en muchos pal- nerse como leves positivas v aplicarse rigu-
ses europeos. rosamente en los juicios.
La adhesiOn a estos conceptos adquiere En cuanto a Ia forma de gobierno, el ideal
caracterIsticas diversas entre cada uno de Los predominante es eI del despotismo ilustrado,
ilustrados. v sobre todo entre Ia primera v Ia es decir, del soberano filósafo que es on
segunda generaciOn de los philosopizes. La auténtico philosophe v que, ilustrado preci-
renovaciOn social. que esta implicita en las samente par Ia razón, fortalecida a su vez par
dod rinas ilustradas, para ios phi1osopIw SOS conocimientos. promueve las reformas
mOs Viclos es mzs hien una consecuencia mdi- adecuadas para el establecirniento del bienes-
recta. su critica a las institudiones CS menos tarv de Ia Iclicidad de los sübditos. No par
radical quc Ia de los ms jOvencs, a pesar de acasu en muchas occs de Ia E;zcvc!opedit
754 ILLsrRAcIo..

retorna ci concepto de quc Ia autoridad sobe- cstructuras iiistitucionalcs, tie un ordcnu-


rana está fundada en ci consenso, principio micnto social coniplctamciitc distinto del ac-
observado como valido por cualquicr forma tual. Aparcceii dntoncds cii algunas obras las
de gobierno. Por estu, muchos .sc oponen at ideas republicarias, quc ciertalncnte no son
ancien reinw a cualquiei lorma de urania ideas caracteristicas tic hi i. Dcl mismi, modo.
v cii ran so esperanza en los suberanos euro- surecti el socialismo v ci conlunismo dcl siglo
peos que se consideran ilustrudos, cumo Fcde- xviii. que dan origen a construcciones utopi-
rico de Prusia v Catalina de Rusia. La act itud cas, semejanics en muchos aspcctos a las de
negativa tie los ilustrados iranceses hacia Ia los ilamados socialistas utüpicos dcl siglo xix.
monarquia se dirige mas hien hacia Ia perso- Pur otra partc sc I rata tic maniicstacioncs Cs.
na del monarca quc a Ia institución. poradicas, Va que en general los ilustrados
La misma cconomia, que los iilósoios dci no atacan el dcrccho it hi propiedad privada
sigki xviii consideran Uflo de los principaics sino nias bien lo dci icndcn. Adcrnus, ninguno
instrumentos para Ia racionali,acion tie Ia dc cstos sociaiistas concibe Ia pusihiiidud con-
ida, cs juzgada curno un mcdio en manos creta de Ilevar a cabo una revolution cn ci
ante todo dcl soberano. La doctrina cconómi- campo politico; comu todos los deinás p/il/u-
ca tlpicamentc ilustrada es Ia fisiocracia, que sophe's, rcchazan toda acciun rcvol ucionaria
se basa en Ia idea tie un orden natural regido porquc Ia consideian conlu un rcmedio siem-
por las icves eternas, at que Cs racional adap- p1-c pcor que lu quc sc prctcndc sanar. El ideal
Larse, va quc esas leves, si no se violan. pro- rcpuhlicano dc cstas ubras es principalnien-
duceri Ia maxima prosperidad v armonia. te un ideal litcrario.
Para los i isiücratas. iegislacn
Ia io posiLiu Tamhiin los que lanzan acusacioncs viulen-
deheria Iaurccer, por lo tanto. Ia explicacion Las al gohierno v dcrnucstran a una clara
dcl ui-den natural, concediendo Ia maxima conciencia dc su propio estrato vdc Ia cxplo.
lihertad econürnica. Sin embargo, los iisiucra- taciün a que csta soinetida Ia hurgucsta, quc
Las no pretenden derrocar Ia nionarquia; por todavia eSLi cxcluida dc Ia vida pUhlica en
ci contrario, Ia nlonarqula ahsoluta cs para beneiicio tic las cluscs superiorcs, terminan
eilosaceptable en Ia medida en que adopten proponiendo rcmcdios extremadamcnte
una politica economica ilustrada. moderados,comu, por ejemplu, una educa-
Es comprcnsihlc que Ia liiosolia de Ia i. sea ción adecuada quc Se tiestinc principalmen-
Ia tilosolia dc Ia hurgucsia. El hurgués es ci te a los reves v quc dcsarrolle sU i-a/on it tal
hombre nucvo quc lucha por las rdorrnas grado que los Ikve a comprender quc su inte-
progrcsistas contra ci oscurantismo v contra rés personal es ci interés mismo tie los sub-
los privilegios de Ia aristocracia v dcl cicru. duos. Dc ahi sc dcriva una conccpcián por Ia
Su filosofia cs Ia tilosolia de Ia liberacion, de quc el verdadero ret urmador sigue sicndt,
un ideal racionalizado intelectualmente pero siernpre el sohcrano v Ia tarca del ,,hi!o-
no sucialmentc. La lihertad de comercio, Ia sop/ic siguc sicndo una vcz mas una tai -ca edu-
abolieión tic los prisilcgios v de las inmuni- cativa, o sea Ia Lentativa tic haccrlc entender
dades de las otras dos clases, Ia disulgaciün a1 sobci-ano quc Ia politica Lii-ãnica es unit
de Ia cultura, Ia rcisiOn dcl sistcma liscal, mala politica. "Tout pour le peuple, rico par
etc,, sun los motivus tie Ia filosoila dcl siglu Ic people" es Ia formula que rctoma Ia doe-
xviii, peru son sobrc todo las aspiraciones dc Irma dcl despotismo ilustrudu.
Ia burguesia. Sc puede dccir que Ia i. es Ia lilo- Tambien ci ideal rcvolucionario pucdc
sofia dcl Terccr Estado, mus no Ia filosolia cxciuirsc de los pensadoi-cs que cstablccen
del pueblo, hacia ci quc los phi!oop1ze mues- teOricamenuc suciedades ciriles basadas en Ia
ti-an mas bien cierta desconl ianza v cierto rc- voluntad del pueblo o, meior dicho. en Ia
edo. pur to rncnus mientras sc llcva a cahu SLI oluntad general, trmino que se refiere a uno
educacion. de los conccptos tundamentaies dcl pensa-
muento politico dc Rousseau, pet -u quc tam-
I p/ox N KI.\t, 105 sOt ii Solo en Ia scgun• hien es usado por oil -us ilust ratios N. Didc-
da twneracion ilustrada sc agudiian las rcic- rot, en ci viicahlo Droll nature! de Ia Fiievlo-
rencias a una rcnosaeiun social radical, Ia idea p'dii.Se trata dc ideas que dii icilnicnte tic-
tic una suciedad transiormada en sus misnias nen cahida tictitro dv Ia i. El pensarnicntu tipi-
II.USTRACION 755

camcntc ilustrado debe enconirarse en un %. II (sIKA(.ION I.. 11 Si(,I.l1 XX. PROBLEMAS 111510-
corpH.c litcrario y debe buscarsc sabre todo KIoRAEiJS I IIEkPKMAiIVos. En nuestro
en ci espiritu di, Ia Fu-rclupt'die. Las ideas siglo, y sabre todu a partirde Ia segunda gue-
que caraetel-izun en camblo estas nuevas rra mundial. Ia i. es cntendida en general
construeciolics sociaks indican inás bien que conlo Un pensamicnto en continuo progreso
.se esta abriendo earnino gradualmente otro v coma una apertura a Ia praxis concreta dcl
modo de sentir, que se está upagando Ia espe- hombre. A los ilustrados se lcs atiibuye ci des-
ranza puesta en Ia obra reformadora de los cubrirniento de Ia raxón no coma funciUn
déspotas ilustrados (Ia repartición de Polonia especulativa sino mas bien como un con jun-
Ic asesta un duro goipe a las ilusiones de los tode Inst runlcntus conccpivaIes operathos.
philosophes), v que se presenta por primera Par esto, Ia Resistencia hace suyos los valo-
vex ci ideal dci ejercieio dc Ia soberania par res de Ia i. y los identilica con sus ideules v
parte dci pueblo. con el pensamiento rev oiucionario capaz de
Las construcciones de sociedades perkctas, translormar ci mundo, ' asimismo se los opo-
quc ubundan sobrc todo en Ia segunda fuse ne a las filosofias conservadoras de Ia his-
dci movimiento, son racionalixaciones dcl to na.
conceptu de armonia, que Ia i. aplica a todos La esencia de Ia i. se encuentra en Ia alter-
los .tspectos de Ia vida. En este caso, Ia armo- nativa, dada que ci ilustrado considera quc
ilia, que cs Ia condición de Ia felicidudo Ia fell- Ia posihi I idad dcl perfeccionamiento huma-
cidad misma, se traduce frecuenteniente en no puede reaiixarse cii ci mundo de los horn-
Ia trasposicion dci mito dcl hoii sauvae, usa- brcs v que, en consecuencia, Ia actividad
do a inenudo en ci siglo xviii tarnhin coma humana y ci proceso histórico cstán condicio-
instrumento dc pokmica politica y antitco- nados ante todo par un ado de elección y pue-
logica. Las tierras quc los explor adores des- den sorneterse además a una cvaluación cr1-
cubren, y cuyus caracteristicas divulgan des- tica. Su concepdiôn pragmatica de Ia historia,
puis a través de relaciones de viaje que publi- orientada a encontrar las fucrzas motoras de
can a su regreso, simbolizan ci estado natu- Ia historia misma, evita de manera tenaz Ia
ral quc Ia civilizaciOn ha corrompido con sus husqueda, en Ia metahistoria, de Ia justifica-
convenciones. El salvaje parccc vivir una vida don de Ia actividad humana y, por Ia tanto,
auténtica y espontánca; ci ilustrado sahe quc su aceptaciOn pusiva.
ci reureso a un estado anterior a Ia civiliza- El ohlcto de Ia i. Cs, par ci contrario, ci
don es imposible, peru cstá convencido dc duminio de Ia razOn sobre Ia naturaleza inter-
poderse inspirar en las sociedades primitivas na y cxterna, V par Ia mismo Ia aboliciOn del
para crear ordenamientos comunitarios que miedo a Jo sobrenatural. Par este motivo
Ic permitan al hombre, cualquiera que sea ci Ia i. es también Ia Iliosofia de Ia ciencia y deja
pals en que viva y ci grado dc civilizaciôn en suspensa ci juicio sobre todo lo que no
alcanzado, una vida iguulmente auténtica N. sc explica con ci criteria dcl cálcuio y de Ia
cspontánea. El Ilamado antihistoricismo ilus- utilidad.
trado es tambien este modo de prescindir de Este rechaza dci principio de autoridad
las situaciones concretas de los pueblos. aciara inciuso por qué en las Oltimas décadas
El ideal revoiucionario es preparado, par en Francia ci término philosophe ha sido asu-
Ia tanto, par ci clima que Ia i. contribuye a mido par quienes quieren itcentuar Ia nave-
crear, pero no es un ideal ilustrado. Los phi- dad absaluta, Ia ausencia de ralces, de una
lusop&5 no tornan parte en Ia revolucion forma particular de crcatividad, artistica o
Francesa, exccpción hecha de Condorcet, ci critica. El ejempia mãs reciente es ci de un
mãs joven de ellos. Sin embargo, es signif I- grupo de intelectuales que se han definido a
cativo ci hecho de quc Ia revuiuciOn que nace si mismos coma los izouveaux philosophes, los
de ese clima sea una revolución burguesa, y cuales, desconociendo Ia eficacia de las res-
que Ia Declaran dc los Derechos dci Horn- puestas que los fiiOsofos precedentes han
bre redactada par Ia Asamblea Constituyen- dada a las inquietudes del hombre y a las cri-
Ic de 1789 sea unu cxprcsión dcl individua- sis de Ia sociedad, advierten un estrecho liga-
lismo de los intere.ses de Ia hurguesia. men entrc filosolia y politica, entre saber y
poder, sacan a luz su carácter represivo, y
786 lt.LSTRAUlO

sobre esto abren una critica radical a las for- denial, ci dilerna que sc plantea Cs si es pre-
mas culturales e institucionules dcl pasado CISC) ahandonarlo o hien iniroducir en
y del presente, rccha?an ci marxismo como correctivos que eliminen su tendencia des-
fundamento de su izquierdicmo y reivindican tructora V autodestructora. Esta segunda
Ia autonomia v Ia lihertad de su pensarnien- hipote.sis es Ia que inspira ci renacimiento
to sohre temas de nuestro tiempo. ilustrado por partc de Ia cultura alemana (por
Noes dificil explicar y comprender Ia con- ciemplo los mas jóvene-s seguidures de Ia
dena rumántica y sobre todo hegeliana de Ia escuela de Frankfurt).
i., que hizo que tuviera que pasar mucho tiem- La insatisfacciOn ante las lecturas parcia-
po. tras Ia revoluciôn, para que al movimien- les v Ia sensacion dc que muchos problemas
tode los ,;hilosoplzes se Ic dedicara una seria permanecen todavia sin solucion paru Ilegar
atención v fuera revaluado. Dc hecho. es pre- a una interpretaciOn segura. ha Ilevado
ciso ikgar ad umbral de nuestro sigin. cuan- rccientenicnte a los esiudiosos a Ia husque-
do Ia concepciun romantica de Ia historia v da hisiOricu quiia demasiado minuciosa, par-
en general las filosofias de Ia historia serán ticularmente en las zonas hasta ahura poco
sometidas a critica y puestas en discusiOn, exploradas, por lo que acivalmcnte se obser-
para que se inkie una historiografia seria de va un notuhilisimo refloiccimiento de los
Ia i. El menlo de ello pertenece a Wilhelm estudios sobre Ia ilustracicin.
Dilthev v más tarde a Ernst Cassirer vu Fnie-
drich Meinecke. Después de éstos, Ia histonio- HIBiIOIRAFiA: M.S. Anderson, historians and
gratia sobre Ia edad de las luces se vuelve eighteenth century Europe. 1715-1789. Oxtord.
niqulsima, v lo es todavia, considerando los Oxford Clarendon Press. 1979: B. Baczko, Iwo-
estudiosos que inuchos nudos quedan aun por pia: itizinagina.h;,re soezak i' rappresenlazione
resolver. Sc han inciuso intentado cluves uiopielie nell'età dell'illumiiusmo (197$), Turin.
interpretativas particulares que tienden a dar Einaudi. 1979: G. Benrckassa. Li' concen:riqi,e
unidad a un movimicnto tan variado, en ci que el le'xeenlrzque: marge.c des lu,;,iere, Paris,
eran comunes los enemigos a veneer, pero no Pavot, 1980; E. Cassirer, La filusofw di' la ilus-
desde luego las soluciones propuestas. Asi, Iracion (1932). Mexico, Fondo de Cultura Econo-
partiendo de un analisis sociolügico. In i. ha mica, 1943; L.G. Crocker. [!,,'elà di crisi: uomo
sido identificada bill court con el pensarnien- e mondu iiel pensiero francese del se'IIeceubo
to de Ia burguesia (por ejemplo, por L. Gold- (1959). Bolonia. II Mulino, 1975; F. Diaz. Filusti-
mann); ci estructuralismo intentó su leciura, fia pohuca nel selwcenbo francesi'. Turin.
y hoy todavia estudiosos en cierto modo yin- Einaudi. 1962: L. Goldmann, l.a ilustracicin v Ia
culados con el estructuralismo prestan aten- socie'dad actual (1967), Caracas. Monte AiIa; B.
don especial a los problemas linguisticos de Groethuvscn. Fikuo/ia della nt'oluzwne france.
los textos ilustrados. .se(1956), Milan. 11 Saggiatore. 1967: G. Gusdonf.
El significado problemático y "dialéctico' I. a%'cneinenl des sciences l,wnaiues an siècle des
lo ponen de relieve en cambio los padres de lurnieres. Paris. Pavot, 1973: N. Hampson. Sw-
Ia escuela de Frankfurt, M. Horkheimer na e en 1w ra dell'ilhouinismo (19(i8). Burl. Later-
T.W. Adorno, quienes, lejos de Li armonia bus- ,a. 1969: P. Ha7ard. La pe,isee europet'u?ze an
cada por los philosophes, consideran al con- xriii siecle: di' .%louwsquieu ii Lessing. Paris. Boi
trario que los ilustrados pagaron Ia adquisi- yin et Cic.. 1963; M. Horkheirncr T.W. Adorno.
ciOn de su dominio sobre Ia naturaleza con 1.)iakctiea del ilumiuis,no (1947). Buenos Aires.
el precio de Ia enajenaciOn de Ia naturaleza Sudamericana; R. Kosclkck. Criticu v crisis dcl
misma. La relaciOn entre el ilustrado v In i;nudo hurguês (1959). Madrid. Rialp, 1965: N.
naturaleza ha sido parangonado con Ia quc Mcrker, L illuininismo iedi'sco: eta di lessing.
hay entre ci dictador y los hombres: Ia cono- Ban. Laierza, 196$: R. Pomcau, I. Europe des
cc sOlo en tanto puede manipularlu; tambien lumu&'res: coslwpoltltsnht' Li unite eli ropeelluL' an
ci cientifico conoce las cosas en tanto puede dixhuitiE,ne siècle. Pani, Stock, 1966; A. Santucci
manipularlas, pero esto implicaria una trans- (camp.). !ntepreta:ioni dellillwnimsmv. Bolunia.
formacion de Ia esencia de las cosas en sim- II Mulino. 1979: F. Valiawc, HLsioria d' lii ihi.s-
ple sustrato de un dominio total. Por lo tan- tracicin in OeeidnlL (1961). Madrid. Riaip, 1*4:
to, si Ia i. es un paradigma de Ia historia occi- F. Venturi. Sellecenlo rrftirmotore, Turin. Einau-
IMPERIALISMO 787

di. 1969-1979. 3 vuls.; F. Venturi, utopia e ri/or- da respeclo a Ia Alernania nazi, un proyecto
ma ue1Iillu,,it,ijsmo. Turin. Einaudi, 1970. hegemonico mäs limitado en ci area dcl Mcdi-
terrzineo. 1)espues de 1945 se agotó ci prove-
ISA! F() 11.511151 IIISFI1 I so imperialista de los estadus europeos y del
JapOn v se produjo ci proceso de descoloni-
iaciOn. peru el fenómeno del i. ha continua-
Imperiallsmo do maniiestándose, obviamente bajo krmas
diversas. va sea a través de las relaciones
I i\IKODL'C( ION. Si los lcnómenos que normal- hegemOnicas instauradas entre las dos super-
niente Sc vinculan con Ia exprcsiôn "i." —ex- potencias v los estados de su bloque corres-
pansion violenta por porte de los estados u pondiente. Va sea a través de Ia politica neo-
de sistemas politicos anaiogos dcl árnbito colonialista practicada sobre todo por Esta-
territorial de su intluencia o de su poder dos Unidos (v en menor escala por las otras
directo v las lormas de explotaciOn econOmi- polencias cupitalistas).
ca en perjuicio dc los estados o pueblos some- Dc lo dicho se comprende ci surgimiento y
tidos que van unidas normalmente a e.stos fe- ci dcsarrollo de Ia amplia temática represen-
nomenos— se han manitestado, con I ormas tada por las teorias del i., las cuales tienen
s modalidades diversas. en cuda época de Ia esencialmente por ohj ci estudio de los
historia, Ia expresiOn es en cumbio relativa- fenómcnos imperialistas dc nuestra épocu,
mente reciente (B. Semmel considera quc se sin excluir en muchos casos In confrontación
I uc consul idando a partir de 1870 en Ia lnIa- con (Ii ras épocus o ci intento de elahorar tea-
terra victorianu para designar Ia polilka de rias mãs generales. relativas a los fenOmenos
Disraeli, dirigida a reforzar Ia unidad de los imperialistas de cada época.
estudos uutOnomos dcl imperio, o sea a crear En las raices de esic hecho existe sin embar-
Ia imperial federation) y solamente hacia fina- go, en nuestra opiniOn. una actitud de criti-
les dcl siglo xix se iniciO el estudio si.stemá- ca y de rechazo dci i., cada vez más difundi-
tico de dicho con junto de fenómenos, surgien- da, incluso en los paises imperialistas, en
do entonces las primerus teorias del i., dan- escaia mundial (en correspondencia al hecho
do vida a un tipo de unälisis que no ha deja- de que con Ia expansion imperialista europea
do de desarroilarse cuantitativa v cualitati- todo ci mur.do se translorma por primera vez
vamente hasta nuestros dias. Esto depende en un sistema interdependiente), y que tiene
evidentemente del hecho de que en los Olti- su fundamento en Ultimo término en el hecho
mos decenios del .siglo xix (especialmente de que cii. apurece como contradictorio res-
una vez terminados los procesos de unifica- pecto del principio de In autodeterminación
ciOn italiana y alemana en 1870) Se inici6 una nacional establecido por Ia revolución fran-
fase histOrica caracterizada por una especial cesa y reafirmado por In revolución soviéti-
intensidad v calidad de los I enOmenos impe- ca. Es en efecto significativo que las teorias
rialistas. En efecto, entre 1870 y el estailido deli. estén en su gran mayoria orientadas des-
de Ia prirnera guerra mundial tuvo lugar Ia de un punto de vista contrario ul i. y Ia mis-
reparticiOn casi completa de Africa entre los ma expresión '1." haya ido adquiriendo vcioz-
estados europeos y Ia ocupación (con parti- mente, después de haber surgido con una con-
cipaciOn del Japon y en menor escala de Esta- notación positiva, un significado generalmen-
dos Unidos) de amplios territorios de Asia, tc negativo —interrumpiendo de esta forma
que quedaron subordinados a Ia influencia una tradiciOn histórica en Ia que Ia expresiôn
europea (China. Persia, imperio otomanop. "imperio". de Ia que deriva Ia de "i.", tenfa
Concluida esta fuse, entre 1914 v 1945 se también un significado positivo, entendiéndo-
desarroilu ci i. particularmente agresivo de se entonces (como puede verse, por ejemplo,
Alemania, que intenta dos veces alcanzar su en ci Dc monarchia de Dante Alighieri) como
hegemonia en Europa; del JapOn, que inten- sinOnimo de paz internacional.
ta hacer lo misnio en Asia; de Ia Italia fascis- Una vez estahlecido esto, procederemos a
ta. que ocupa el Oitimo tcrritorio indepen- enumerar los puntos esenciales de las prin-
dkntc de ,lrica (Etiopia) e intcnta llevar a cipales icoria'. deli.. las cuales se pueden cIa-
aho. en una poskión de alianza subordina- sificar en cuatro grupos básicos: las teorias
7l$ IMPERIAI.ISMO

de inspiración marxista, que hasta liempos que el capitalismo tiende indefectiblemente


recientes han sido las rnas dilundidas; las de a producir precisamente como consecuencia
orielitaciOn socialdemOcrata, cntendidas en de sus manifestaciones imperialistas.
una linea que se distingue ya sea dcl lihera- Las teorias rnarxistas imis iniportantes del
lismo, ya dcl marxismo rcvolucionaiio; Ia i. son las de Rosa Luxemhurg v las dc-Lenin.
intcrpretaciOn liberal; Ia interprelaciOn fun- Después de In segunda guerra mundial sur-
dada en Ia teoria de Ia razOn de estado. gb una nueva interpretación importante ori-
ginal de los marxistas norteamericanos Baran
II lAS PRISCIPALIiS TFORIAS MAKXISTAS DEL IMPERIA- y Sweezv. Dc esta Oltima corriente, que lepre-
l.IsMo. Antes que todo conviene precisar al senta Ia aportaciOn marxista más impurtan-
respectu quc en las obras de Marx no se Ic al anilisis de los fenOmenos del neocolo-
cncuentra una Icoria especifica del i., ni por nialismo v dcl subdesarrollo, ha surgido ade-
lo tanto un USO de dkho término en su acep- mãs el intento por dar una explicaciOn del i.
don nioderna, y solo cabria scñalar algunas soviëtico en terminus rnarxistas.
apreciaciones más hien generales a dicho prc
blema en sus escritos sobre ci colonialismo. 1. l.a leoria del suheou.oimo. La explicaciOn
Su contribuciOn fundamental al estudio dcl dcl i. formulada por R. Luxcmburg se hasa
i. está en Ia leoria acerca de las contradiccio- en Ia inserciOn en el ámbito del planteamien-
nes del capitalismo moderno (en especial to marxista de Ia teoria del subconsurno cia-
sobre Ia baja tendencial de Ia tasa de ganan- borada anteriormente luera de este marco
cia y el problema de Ia realizaciOn del plus- ti-urico v que se atrihuve sobrc tudu a Mal-
valor, considerados como factores esenciales thus. Sismundi. Rudhertus v Hobson. v quc
dcl proceso histOrico cuntemporãneo destina- puede tener cicrta relacion con las tesis de
do a desembocur en In revoluciOn sucialista), Marx respecto al problema de Ia produccion
a Ia cual se han relerido más o menus tielmen- de plusvalor. Se puede resumir Ia teoria del
te sus seguidores que han elaborado las diver- subconsumo, segOn Ia version de Luxemburg,
SaS teorias marxistas del i. Estas, en efecto, diciendo que. Va que Ia clase trabajadora tie-
aun divergiendo netamente entre ellas en Ia ne incvitahlementc un hajo poder adquisiti-
forniulaciOn de los aspectos especificos con- vu, siendo mantcnida en tin nivel de vida mise-
tradictorios del sistema productivo capitalis- rable a consecuencia de las leves objet ivas de
ta que lievan al i., esttn de acuerdo en que. Ia acumulaciOn capital ista. es indispensable,
en Ia fase de pleno desarrollo de tal sistema para que pueda ser absorbida toda Ia produc-
que empieza precisamentc en los Oltimos don normal, Ia existencia de una "tercera per-
decenios del siglo xix, todas las formas de sona", de un comprador externo al sistema
violencia internacional se originan en defini- capitalista. En resumen, debe existir un mun-
tiva a de modo predominante en las contra- do no capitalista junto al capitalista, a fin de
dicciones estructurales del capitalismo, el que ci funcionamiento de este Oltimo no se
cuai en este periodo Ilega a instrumentar cada obstruva. En las primeras fases del deNarro-
vez nias eficazmente ci estado a los propios llo capitaiista, Ia tercera persona estaba
fines. Por ott-a lado eli. aparece como ci ins- representada por Ia economia rural. que cue-
trumento fundamental para enfrentar, expor- xiste todavia junto a In capitalista. Peru en
tándolas al piano internacional —a través de una fase sucesiva, coma consecuencia de Ia
Ia expiotaciOn de ott-os pueblos v la posibili- transformaciOn en sentido capitalista de tal
dad de hacer concesiones a Ia ciase obrera de sector, los mercados internos va no bastan v
las metropolis capitalistas—, las contradic- se hacen indispcnsahles los mercados exter-
ciones del capitalismo y por tanto para pro- nos para dar salida a Ia producciOn, los cua-
longar su sobrevirencia. Estrechamente yin- les se adquicren con Ia conquista de las cob-
culada a estas tesis cxiste Ia convicciOn de que nias. Ya que las areas de explotación eran
Ia elimjnación de los fenOmenos deli. v de Ia limitadas, ames o después los conflictus se
guerra es solamente posible a través de Ia hacian inevitabies. coma será también inevi-
superación del capitalismo v que, por otra table In catástrofe final dci sistema capitalis-
parte, ésta será posible debido a las prolun- ta. cuando los mercados extemnos va no scan
das crisis, potencialmente revolucionarias. tampoco stilicientes.
IMPERIALISM() 789

2. La leorla leninisia del unperiuli.cmo. La leo- los monupolios no puede lirnitarse dentro de
na marxista más aceptada generaimente no los confines dcl estudo. El "capital financie-
es In del .subconsumo. sinu In más oriodoxa ro", iruto de Ia fusion enti -e capital bancurio
de Lenin. La hip(tesis central de Ia teoria de y capital industrial, intenta asegurarse ci con-
Lenin no se basa en el empobrecimienlo del trol de las materias primas y de los merca-
pruietariado y su incapacidad tie consumir, dos en escaIa mundial. Antes o después diver-
sino que se ref iere a In baja tendencial de In SOS intereses entran en conflicto entre ellos.
ta.su de ganancia. Las finanzas monopolistas, El mundo se divide en areas de influencia de
en las fases más avanzadas del capitalismo, los diversos monopolios, a hien, Ia que es lo
se yen ubligadas a explotar el mercado mun- mismu, de los diversos gobiernos. Una vez que
dial entrundo en cunflicto con atros grupos In divisiOn del mundo en areas de iniluencia
financieros que intentan hacer lo mismo, ya se completa, crece In tensiOn entre los due-
que los heneficius que se consiguen del mer- rentes grupos y Ia guerra se hace inevitable
eado interno tienden a desaparecer. La baja turde o temprano, abrkndose asi Ia posibili-
de In tasa de ganancia. en In teoria marxism. dad de desencadenar Ia revoluciOn socialista.
se explica grassy modo por In creciente corn- Corno sa hemos senalado, In doctrina leni-
petencia entre los capitalistas. Esta 1ev dcl nista deli. es In más dulundida entre los par-
mercado obliga a invertir grandes capitales tidarios del marxisrno, y todavia hoy, con
en maquinaria cuda vex más perfeccionada aigunas anadiduras, ocupa un lugar esencial
para veneer a Ia competencia. Peru si ésta res- en tal orientaciOn y especialmente en In due-
ponde al desafiu, muy pronto las nuevas Irma politica oficial de los paises dc regimen
máquinas serán obsoletas y serA necesaria su comunista. Las razones par las que esta ha
renovaciOn si no se quiere perder. Esta lucha sido casi siempre preferida en reiación con
sin tregua disrninuye los beneficios de los Ia de Luxemburg se pueden resumir sustan-
capitalistas y de vex en cuando puede Ilevar cialmente en las siguientes tres consideracio-
a un aumento temporal de Ia tasa de salario. nes. En primer lugar, In teoria leninista, al no
ya que los capitalistas están dispuestos a estar fundamentada en Ia hipOtesis del empo-
pagar más a los trabajadores para acaparar- brecimiento creciente del proletariado, pare-
los. Además, a largo plazo (aunque este aspec- cc ser más cercana a Ia realidad histórica, Ia
to del análisis de Marx noes retomado expli- cual ya en tiempos de Lenin, peru sobre todo
citamente por Lenin), sustituyendo en una en los años pa.steriores, ha cant radicho tal
escala cada vex más amplia con máquinas (ci hipOtesis tie una mancra cada vex mãs inequi-
capital constante) a Ia mano de obra (el capi- voca. En segundo lugar, Lenin supo criticar
tal variable), se restringe Ia misma fuente de de manera convincente a Luxemburg acerca
In que se derivu el plusvalor (siendo solamente del hecho de que los intereses imperialistas
el trabajo vivo ci que produce un nuevo valor). no sc refieren sOlo a los paises subdesarro-
La creciente e inevitable mecanización de Ia Ilados, sino tamblén a areas altamente capi-
produccion provoca por otro lado Ia concen- talistas. Las guerras entre Francia y Alema-
traciOn de ésta en pocas manos. A medida quc nia par Ia conquista de Alsacia y Lorena son
el capitalismo se desarrolla se pasa de Ia for- un claro ejemplo de ello. En tercer lugar, el
ma de mercado cumpetitivo a In monopolis- análisis de Lenin, aun habiendo sido formu-
ta. Unos pocus individuos, que se pueden lado coma cI tie Luxemburg en una época en
reducir incluso a uno, controlan conjunmos que Ia forma más usual deli, era el colonia-
enormes con miles de trabajadores. Esta es lismo. al ser más elástico, tiene una mayor
In fase más uvanzada del capitalismo. capacidad para acoger en su propio ámbito
Naturalmente, con el crecimiento s el refor- expl icativo fenómenos imperialistas distintos
zamiento tie los monopolios Se desarrolla de los de Ia expansiOn colonial o de las gue-
también In tendencia a controlar ci gobierno rras coloniales entre potencias imperialistas
dcl estado par purte del poder económico. La producidas par In misma expansion colonial.
politica nacional noes otra cosa que el resul- Par lo general este análisis, con algunas aña-
tado de esta iniluencia. En esta fase del desa- diduras, se ha podido aplicar al fenOmeno del
rrollo capitalista, dada Ia organización de Ia neocolonialismo, tipica del periodo posterior
produccion en escala mundial, In actividad de a Ia segunda guerra mundial, a sea a situa-
790 IMPIRli.I.tSMO

ciones en las que los pulses explotados lienen cer murido responde, par una pane, a Ia cxi-
un gobierno independiente, al menos formal- gencia de obstaculizar Ia extension del area
mente, de los estadus explotadores. socialista (Ia que explica Ia superaciUn de los
conflictos interimperialistas v Ia duradera
3. El "capiialis;iu i;wzupulisia" dc Barau v aceplaciOn par parte de lox paises capitalis-
Sweci. Ante los nuevos datos surgidos en Ia tas dcl liderazgo dcl max poderoso de ellos
ültima posguerra (sobreviwncia dcl capilalis- v tambien las ventaias econOmicas quc ella
mu a pesar de Ia (lescolonhxación y consoli- comporta), es par Otra parte funcional al desa-
dacion de un bloque de estados socialistas,e rrollo dc Ia sociedad opulenta.
subdesarrollo y el neucolonialismo, el papel Par Ia que respecta al problema del subde-
de Estados Unidos en esta nucva fase dcl sarrullo, esta Leoria sostiene (rctomando una
imperialismo), muchos investigadores mar- linea de pensamiento que se ha desarrollado
xistas (o mejor 'neomarxistas") ban sentido ampliamente en Ia ultima posguenra par obra
Ia exigencia de construir una nueva teoria en de numcrosos investigadores marsistas v no
lugar de intenlar mantener a toda costa el marxistas) que Ia expiutaciOn de los paises
planwamiento conceptual elaborado par atrasados cc ha podido IIear a cabo. no ubs-
Lenin (0 par Luxemburg). Entre ellos cube tamite haber lognado su indcpendeneia, porque
senalar especialmenic a los economistas nor- estos han continuado insertos en ci sistema
tearnericanos Baran y Sweezv, cuva intendón mundial cupitalista, d'minado por los paises
declarada es superar Ia teoria de Lenin. toda- capiialistas mas fuertes y par las grandes
via demasiado vinculada a una econoniia tic empresas transnacionaks (que son )as expre-
tipo competitivu. y Ia construcción de un clones max tipicas de Ia actual face de desa-
modelu teórico que considet-e más explicita- rrotlo del capitalismo monopolistu). El siste-
mente Ia ecunamia monopolista coma el prin- ma capitalista, dorninado par Ia husqucda de
cipal factor que mueve ali. La pane mac inno- Ia ganancia, asi coma tiende de manena orga-
vadora de esta teorla (que ha sido elaborada nica a pruducir desequilibnios sociales v tern-
teniendo coma objeto central de estudio Ia turiales dentro de los estados capilalistas,
economia norteanwnicuna) respecto a las tesis hact, lo mismo y con menos obstOcubos en el
de Lenin es Ia que se refiere al militanisnia. pIano mundial, obvianiente con per juicio de
Segün cstos autores, unu de los principales Ins poises mac dehiles v pobres, los cuales,
usos del 'excedente' (nuevo concepto intro- careciendo de un adecuadu poder dc contra-
ducido por ellos en lugar del concepto clási- taciOn en ci piano internacional, son cudu vcz
co de plusvalor, que vu noes adecuado en su mac pobres. La unica alternativa valida para
opiniOn a las condiciones dcl capitalismu ebbs es salir dcl sictema mundial capitalista
monopolista) estÜ representado por los gas- a tnaves de Ia guerra nevolucionuria v crear
tos militares. Estados Unidos no habi ia podi- una economia socialista. En Ia mnedida en que
do tener en Ia ültima posguerra tin desarro- cc produzca v se vaya extcndiendo, senO
No económico tan rapido v de dimensiones rnenor Ia posibilidad, par porte de las metro-
tan impresionantes si no hubiera empleado polis capitalistas, dc expontar sus contradic-
gran pane de su presupuesto en armamen- ciones pon ci mundo. y por tanto Ia supena-
tos. Dichos gastos permiten tener ocupada en ciOn revolucionaria del capitalismo volvenia
servicios militares directos e indirectos (sec- a Ia orden del dia tambiin en ellas.
tores productivos que trabajan para Ia defen- Pam concluir, cunviene necordar que en
sa) una gran parte de Ia poblaciOn quc dc utru una rccIaboraciOn neciente dcl análisis de
modo seria improductiva. Adcmás. los gastos unientación marxista del L, en In que ha
militares son un instrumento bastante cfec- desempeñado un papd impontante Sweezv,
tivo para favorecer el desarrollu tecnolOgico, existe un esfuenzo pon explicar. con base en
a que gran pane de las invenciones mas las categunias dc onigen manxista, ci fenUme-
imporlantes. usadas después en el sector civil, no deli, soviet ico. Despues de Ia invasion de
proceden de Ia actividad de investigaciOn del Checosiovaquia. que ha hecho mas dificil a los
sector militar. Cumo consecuencia, ci Ia poli- investigadores marxistac no subardinados a
tica norteamericana de contenciOn de Ia Ia idcobogia oficial sovitica negar Ia existen-
URSS v de presencia poiltico-militar en el icr- cia de aspectos impenialistas en La politica
IMPERIALISMO 791

exterior soviética (ya sea en ci sentido de Ia ciOn las tesis de los mãximos teOricos de Ia
iniposición por Ia iuerza de su propia volun- sociuldemocracia histórica. Entre éstos cabe
tad a los estados sateliic, ya sea en el .scnti- mencionar sobre todo a Kautsky (con el cual
do de su explotaciOn ecunümka, Sweezy concuerda sustanciulmente Hi Iferding. aun-
utros han abierto una nueva linea de reflexión que sus tesis acerca del capitahisnia linancie-
basada en Ia tesis de Ia restauraciOn del capi- ro constituyan uno de los ingredientes fun-
talismo en Ia URSS, y par lo tanto de las ten- damentales de Ia teoria leninista deli.), quc
dencias imperialistas propias y orgãnicas de sostiefle, en contra de Ia tesis de los marxis-
tal sistema economico-social. tas revolucionarios sobre Ia inevitabilidad de
las guerras imperialistas entre paises capita-
ID IA INThRPkEIA(IO5 .SOUAI.[HMOKATA flhI. IMI'I listas, que cli. agresivo constituye no una fase
RIALISMO. Al hablar de intcrpretación social- necesaria, sino una polzHca dcl capitalismo,
dem&rata deli.. se pretende estahiecer una In cual puede ser sustituida por una politica
oricntación interpretativa cuos elementos "ultraimperialista", que inipliquc Ia colabo-
caracteristicos son: a] ci recha7o (com(in a raciOn pacifica entre las potencias capitaiis-
todas las teorias no marxista.s deli.) de Ia tesis Las (lo cual, par it) dernts. es más convenien-
acerca del nexo orgánico existente entre i. y te, ya que eli. agresivu representa unos cos-
capitaiismo, de Ia cual se deriva que solo con tos mayores que sus beneficios) en Ia organi-
Ia superaciOn radical de este sistema econO- zaciOn dcl mercado mundial y en Ia inserciOn
mica-social es posibic eliminar eli. y las gue- en el mismo de los paises que estin todavia
rras; b] Ia convicción de que las tendencias fucra de él. Esta pohitica no eliminaria Ia ten.
imperialistas existentes en el capitalismo (y dencia de los pulses capitalistas a repartirse
que se pueden aliar con tendencias imperia- los paises atrasados, sabre todo los que apor-
listas derivadas de grupos sociales precapi- tan materias primas, v a explotarlos, ya que
talistas, coma par ejemplo las castas milita- Ia tendencia a Ia explotación dc los pulses
res) pueden ser eliminadas a través de ref or- atrasados es estructural en el sistema capi-
mas democráticas y relormas económico-so- tahista —y Kautsky desarrolia al respecto
cia les. tesis quc anticipan las modernas teorias del
Sentada esta premisa, puede integrarse a subdesarrollo, a sea una reflexiOn que los
esta orientación al exponente de Ia teoria marxistas revolucionarios contempuráneos
anteriormente mencionada del subconsumo, han prafundizado nienos, ya que partian del
Hobson, aunque en ci piano ideolOgico deba presupuesto de que eI capitahismo estaba a
cataiogarse como Ii beral-demOcrata más bien punto de ser completamente sustituido par
que coma sociul-demócrata. En efecto, ha Ia revolución .sociahista— y tal explotaciOn
ejercido una notable influencia en los ambien- solamente puede ser superada a través de
tes de Ia izquierda no marxista, especialmente relormas .sociaIistas dirigidas a intruducir un
en los partidos socialistas anglosujones, for- control politico cada vez mayor del desarro-
mulando a principios del siglo xx Ia tesis ho econOmica en función de los intereses
segUn Ia cual para curar Ia plaga del subcon- generales (econumia mixta, programaciOn.
sumo de las clases populares, con sus 1mph- etc.). El ultraimperiahismo ehiminaria sin
caciones imperialistas rinculadas a Ia inves- embargo Ia ruinosa conflictividad entre las
tigacion espasmOdica de mercados exteriores potencias capitaiistas, y par ho tanto Ia carre-
donde vender e invertir, se debe ilevar a cabo ra de armamentos y las guerras, ya sea a cau-
una politica de ref o,mas econOmico-saciales sa dcl reparto de las colonias o csté dirigidu
dirigida a aumentar, en ci marco de una eco- a Ia expansiOn territorial en Ia misma Euro-
nomia capi talista competitiva v librecambis- pa. Ella constituiria una situación bastante
ta, integrada sin embargo a Ia funciOn dcci- más avanzada respecto de Ia lucha par ci
siva dcl gasto publico. Ia capacidad de con- sociahismo, y Ia clase obrera tiene pues inte-
sumo de los trabajadores que permita el crc- rés en I avorecer una evoiuciOn en este senti-
cimiento constante v Ia regular absorciOn de do mediante una politica que favorezca las
k. produccion, sin tener quc recurrir a Ia tendencias mãs pacificas dci capitaiismo, que
expansiOn imperialista. dehilite el militarismo (ci cual refuerza las
Ohiamente se encuentran en esta orienta• tendencias imperial istas del capital ismo) y
792 IMPERIALISMO

abra Ia perspectiva de Ia progresiva realiza- maciOn, de In politica regional. etc.. en lugar


don de vinculos federaics entre los estados. de abandonarse a In actividad incontrolada
Este ültimo aspecto de Ia reficxiOn de de las grandes empresas transnacionalcs.
Kuutskv, o sea Ia relaciOn entre rniiitai-ismo Esta perspectiva se cunsidera una alternati-
e I., ha sido desarroilado orgãnicamente en -a mejor que In de introducir en los paises
Ia Oltima posguerra, refiriéndose al i. alemán, atrasados rigidos sistemas colectivistas, los
por Hans-Ulrich Wehier, el cual ha aportado cuales rompen los vinculos de dependencia
Ia mcjor contrihución a In elahoraciOn de Ia del mercado capitalista mundial, pero con los
teoria del "socialimperialismo". Esta tcoria que deben renunciar tambien a las ventajas
explica en sustancia ci i. par ci concepto de derivadas de Lt interdependencia con siste-
bonapa rlismo, senalando corno factor decisi- mas econOmicos fuertemente dinaniicos, pre-
vo In tendencia de Ia casta noble burocráti- cisamenle porque en ellos no se ha produci-
co-militar dominante en Prusia v en Alema- do una burocratizacion completa de Ia ceo-
nia U lievar a cabo, en alianza con Ia indus- nomia (cuvos limites son bastante evidentes),
tria pesada, una politica exterior de expan- coma ha sucedido en los paises de Ia esfera
sión imperialista y de prestigio. no tanto a no Soviet Ida.
principaimente pat-a obtener ventajas econo-
micas, coma pal-a debilitar y derrotar a las IV. S(HUMPETER Y LA INTERPRETACIOS lIBERAl,. DEL
fuerias politico-sociales que buscaban una IMPERIALIsM0. Si las doctrinas socialdeniOcra-
radical transformación democrática de ten- tas se s&'paran netamente de algunos princi-
dencia socialista de las estructuras autorita- pius busicos del marxismo ortodoxo o rco-
rias, conservadoras y militaristas del impe- Iucionario, dada su tendencia a considerar
rio alemán. Esta tesis, segOn Wehier, se pue- posible Ia correcciOn de los aspectos imperia-
de generalizar a muchos otros casos de i.. v listas dcl capitalismo, In teoria elaborada por
Cs cercana en algunos aspectos al plantea- Schumpeter en un ensavo de 1919 represen-
miento de Schumpeter, que veremos a conti- ta un cambio completo respecto al plantea-
nuacion, pero del que se diferencia netamen- miento nlarxista.
te a causa del puma de vista critico sobre ci A traves de un eruditu análisis de los feno-
sistema capitalista que está en su base. menos imperialistas desde In antigUedad has-
En conclusiOn, Ia linea interpretativa ta In primera guerra mundial, este autor lIe-
socialdcmocratn en esta posguerra tiene ga a Ia conclusiOn de que eli. moderno, lejos
coma caracteristica una posición (comün a los de ser un producto del nodo capitalista de
partidos que furman parte de Ia Internacio- produccion, es por el conlrario el reflejo de
nal socialista, v en Ia que convergen las tesis condiciones politicas, cuituralcs, psicolOgi-
del Club de Roma v las tendencias revisionis- cas, sociales v edonOmicas precapitalistas,
tas más avanzadas del comunismo occiden- que el desarrollo capitalista no ha logrado eli-
tal) sobre Ia problemática del subdesarrollo, minar todavia. En resumen, el capitalismo
Ia cual puede resumirse de Ia siguiente mane- (que para Schumpcter. en ci periodo en que
ra: asi como dentro de los paises industriali- escrihiO dicho tnsayo, en auscncia de inter-
zados más avanzados las politicas dirigidas ferencias politicas que operen en contra debe-
a subordinar ci desarrollo econOmico al inte- na tender naturalmente a on equilibrio Fun-
rés general aun sin eliminar radicalmente el dada en In librc competencia v en el libre
papel de Ia libre iniciativa y del mercado (pro- intercambio. en lugar dcl monopolio v el pro-
gramación cconOmica, control de las inversio- teccionismo) es por naturakza esencialmen-
nes, politica regional, etc.) han abierto ci te pacifico. por euanto poscc intrinsecamen-
camino hacia Ia superaciOn de los desequili- te una fuerte tendencia racionalizadora —en
brios econOmicos, sociales y territoriales pro- ci sentido del cálculo racional de astos e in-
ducidos por un capitalismo incontrolado, asi gresos— que extiende progrcsivamente su
también podrá suceder en escala mundial. influencia a todos los aspectos de Ia vida
par lo quc respecta al desequilibria funda- social. En especial tiende a neutralizar las
mental entre paises ricos y paises pobres, en actitudes agrcsivas c irracionales que se
Ia niedida en que el mercado mundial sea ntanitiestan en Ia praxis politica interna e
gobernado con los instrumentos de Ia prora- intcrnacional en diversas farmas de violen-
IMPERIALISMO 793

cia, como la guerra v Ia expansion imperia- es al mismo tiempo el más importante pals
usia, canalizándolas v dirigiendolas hacia una capitalista y ci que no ha tenido prãcticamen-
racional v pacifica competencia econOmica en Ic una tradición colonial. AdcmOs esta inter-
el mercado y favoreciendo sabre tal base Ia pretaciOn ha inspirado una vision muy difun-
afirmaciOn de procedirnientos democráticos. dida en los ambientes liberales por Ia que,
Dada tal tendencia dcl capitalismo, ci hecho partiendo del nexo "pleno desarrollo del capi-
de quc sc maniliesten ienOmcnos muy rele- talismo y del sistema liberal democrático-su.
vantes de poiitica imperialista en ci ámbito peraciOn del i.", tiende a considerar Ia polIti-
de Ia civilizacion capitaiista no se puede expli- ca soviética como Ia forma más relevante, si
car más que como consecuencia de Ia perma- no Ia Onica, de i. en Ia segunda posguerra, y
nencia en dicho ambito de actitudes psicolo- establece un nexo orgánico entre el i. v Ia
gicas v cuiturales asi como de intereses con- alternativa colectivista totalitaria respecto ai
cretos de origen v naturaleza precapitalista, sistema democrOtico-pluralista fundado en Ia
los cuaIcs manifiestan su influencia a través economia de mercado. Finalmente pueden
dcl poder politico. dirigiendolo precisamen- cntrar dentro dcl planteamiento schumpete-
te hacia una politica imperialista contradic- riano (aunque vinculados con Ia teoria del so-
toria respecto a Ia logica del capitaiismo. cial-imperialismo) ios análisis deli. norteame-
Concrctamentc Schumpeter llama Ia aten- ricano que se refieren al asi Ilamado comple-
don sobre las pasiones nacionaiistas irracio- jo militar industrial.
nales difundidas en amplios estratos de Ia opi-
nión publica de los palses europeos v deriva- V. LA ITERPRETACIC) DEL IMPEE1ALI5M() SOBRE LA
das dcl lastre histOrico de las incesantes BASE DE LA TEORIA DE LA RAZON 1* ESTADU. Entran
luchas par ci poder que se produjeron en dentro de esta linea interpretativa los análi-
Europa en los pasados siglos. Y sabre todo sis dcii. surgidos en el Ombito de las corrien-
pone en evidencia Ia orientaciOn acentuada- tes mOs modcrnas de ia tradiciOn de pensa-
mente belicista v filoimperialista de las cas- miento referente a Ia teoria de Ia razun de
tas militares v feudales asi como de amplios estudo, en especial a Ia ductrina alemana del
sectores de las burocracias de los estados con- estado-potencia (cabe mencionar al respecto
tinentaies europeos. Estos grupos sociules, a Paul Rohrbach. Max Weber, Otto Hintze,
que se han constituido o consolidado en ci Hermann Schumacher) v sabre todo a In
periodo del absulutismo v de sus continuas corriente federalista (Lionel Robbins, Lord
guerras de conquista, son todavia bastante Lothian, Luigi Einaudi, Ernesto Rossi, Altie-
fuertes en Ia época cupitalista v contribuven ro Spineili, Ludwig Dehio, Mario Albertini).
de modo decisivo it determinar el empuje El clemento distintivo de esta orientación lo
imperialista, no por un interés econOmico constituve Ia tesis de Ia autonomia de Ia poll-
dirigido a Ia expansiOn territorial, sino par- tica exterior respecto de las estructuras inter-
que esta politica justifica ci mantenimiento nas de los estados, Ia cual se cant rapone a In
v reforzamiento de enormes aparatos milita- tesis de la primacia de Ia politica interna res-
res v burocrOticos, o sea Ia base material de pecto a Ia externa, que constituye en cambio
su poder. de SUS privilegios ' de su prestigio. el fundamento teOrico comOn de las orienta-
Establecidas en dichos terminos las raices dci ciones interpretativas precedentes v es un dc-
i.. Schumpeter puede Ilegar a Ia conclusiOn mento caracteristico del i,izernacionalismo.
de quc "elI. es Ufl atavismo" v confiar par tan- En resumen, mientras que para estas inter-
to en su superaciOn progresiva como conse- prctaciones eli. deriva fundamentalmente de
cuencia del pieno desarrollo del capitalismo. las estructuras internas politicas v econOmi-
Esta interpretación deli, ha tenido mucho co-sociales de los estados y sOlo puede supe-
exito en los ambientes liberaies, v sabre todo rarse transformando tales estructuras (obvia-
en los liberal-conservadores norteamerica- mente en direccianes distintas segün los
nos, va que. puniendo completamente entre diversos puntos de vista). la orientaciOn que
parentesis Ia prohlemática deli, informal estarnos examinando ye en definitiva en eli.
par tanto Ia de Ia cxplotación neocoionial de una consecucncia de Ia estructura anarqui-
los paises atrasados. Se adapta perkctamcn- ca, por estar tundamentada en Ia soberania
tea Ia irnagen ideologica of icial de un pals que estatal absoluta. dc las relaciones internacio-
794 IMPERIALISMO

nales —Ia cual no excluye que el bonapartis- al periado comprendido entre 1870 y 1945 v
ma W. bonapartbmo) pueda ser un factor con- Los currespondientes al ultimo periodo pus-
comitante importante de Ia politica de poder belico.
s del i. La anarqula internacional estabkcc
entre los estados, cualquiera que sea su sis- I. El imperialismo enlre 1870 y 1945. El fac-
tema económico-social V SU regimen politico, tar decisivo sobre ci que se llama Ia atención
Ia 1ev de k fuerza, traduciendo par div me- para cxplicar eli. en este periodo. en el quc
xorablemente Ia diversa distribuck,n del tienen un papel decisivo las patencias euro-
puder entre los estados en un dominio de los peas v, en ci contexto asiático. ci Japón, en
más fuertes sobre los mäs débiles y por tan- donde se pasa dcl culonialismo a los intentos
to en Ia posibilidad de explotacion económi- hegemonicos de Alemania v de Jupôn, es Ia
ca de Los primeros hucia los segundos. empu- crisis del esiado nacional. Con este concepto
jando par otra pane a los estados, especial- (que ha sido claborado sobre todo par Ia
mente a las grandes potencias, a refurzar corriente federalista. a Ia que se hará referen-
incesantemente par exigencias de seguridad cia principalmente, pero quc también se fun-
Ia pi-upia potencia incluso a través de conquis- da en las contribuciones de los teOricos ale-
tas territoriules, apenas Se presente Ia ocasión manes dcl estadu-potencia, los cuales han lIe-
y Ia posihilidad. evitando al mismo tiempo Ia gado a justilicar sabre esta base eli. alemán)
intervención de las potencias competidoras. Se pane en evidencia en primer lugar Ia con-
En esta situación Ia unica lorma de elimin.r tradicción que se ha ida manilestando desde
de raiz cli., asi corny en general las guerras, finales del siglo xix entre las dirnensiones de
e.s (coma at Irma Ia corriente Iederalista: v. los estados nacionales europeos (v esto vale
razón de estado. Iv) Ia superación de Ia anar- tarnbién en cierta medida para JapOn) v las
quAa internacional mediante una constitución exigencias dcl desarrollo productivu, las cua-
federal mundial, Ia cual sustituya Ia politicu Ic,, coma consecuencia di.' Ia puesta en mar-
de potencia par Ia protecciOn juridica de Ia cha de Ia produccion de musa reque'rian mer-
independencia de las naciones. cados de dimensianes cantinentales. La con-
La tesis refei-ente al nexo entre i. y anarquia diciOn fundamental que ha hecho posibk Ia
internacional (que ha recibido infinidad de munilestación y ci progresiva agudizarse de
conhirmaciones desde Ia experiencia histOri- esta contradmcción ha sida detectada, de"de
ca, Ia cual pane en evidencia Ia continuidad finales de los anus setenta, en ci predorninia
de Ia palitica de potencia v deli.. aun habien- de Ia tendencia a un creciente prateccionis-
do cambiado los cuntenidos económicos v mu económico. Dc ella se deriva ci peligro de
sociales, més allá de las más radicules trans- ser exeluidos cada vez más de los mercadas
formaciones de Las estructuras internas de los extennos y. al I altar Ia voluncad politica de
estados) indica un aspecto esencial de los poner en marcha fonmas de intcgración
fenUmenas imperiulistas, aunque en un sen- supranacional. ya que los estados nacionales
tido muy general. Lu cual par si solo no per- europeos estaban en Ia dma de su fuerza y
mite una comprensión adecuada de tales fenó- no exist ía par tznto un espacio real para una
menos en su concreta determinaciOn históri- palitica de Iirnit.ción de Ia soberania, prera-
ca, par cuantu prescinde de los contenidos leció Ia tendencia a usegurar ci control poli-
econOmico-sciales especificos de las relacio- tico directo a indirecto de un tenritorio Ia mus
nes interestatales y de las confiuraciones amplio posibie, a sea a extender ci area de
concretas del sistema de los stados. Sin pnotecciOn (que los teórieos alernanes dehinen
emburgo. esta tesis aporta Ia base indispen- como "espacio vital"), eliminando ci pratec-
sable para una teoria general deli., a sea apli- cionismo de cualquier atro. Dc aqul Ia razón
cable, can las debidos ajustes, a contextos his- economica fundamental dcl abandono, inclu-
toricos distintos de los deli. moderno, con lo so par parte de Ia Gran Bretaña (Ia cual, sien-
cual Ia explicacion de los tenomenus deli, en do librecambista hasta 1931. retuma Ia expan-
su especificidad se lundamenta en ulteriores siOn colonial en grande para mantener lo más
determinaciones. Para reconstruir de mane- amplio posibk ci territorio sustraido a las
ra adecuada este desarrollo del análisis, con- politicas proteccionistas practicadas por los
viene distinguir entre los análisis re-i erentes utras estadas), de Ia tendencia al i. informal
IMPERIALISMO 795

que sc habia munifestado claramente en in dos dc un estado federal. Estu significa quc
epoca dcl libre intercambio. Se comprende asi Ia conditiOn institucional que hace pasibie
Ia raión economica de Ia agresividad especial operar efectivamente a dichas factores (a los
de Ia pohtica imperialista Ilevada it cuba por que se anadcn otros importantes: Ia exigen-
estados corno Alemania, lialia v JapOn, en los cia de desarrollar sectores econômicos de
que ci probiema de las dimensiones territo- importancia estratégica segOn los fines de
riales demasiado restringidas respecto de las una politica de potencia, aunque sean poco
exigcncias dci desarruilo cconómicu era espe- rentables desde un puma de vista estricta-
cialniente grave por ci retraso con que habian nicnte economico; In exigencia de defender ci
liegado a purticipar en Ia expansion imperia- empleo o en general las poiiticas dirigidas a
usia formal a informal. Dc ella se deriva un afrontar las crisis económicas, las cualec pro-
evklente nexo enire las fases de agudizacion ducen generalmente desequilibrios con reIn-
de Ia politica pioteccionista v las fases de dOn ai exterior) en ci sentido de introducir
expansionismo exasperado. ci prateccionismo o exagerar Ia soberania
Para emender nie jar el alcance de esta linea estatal absoluta. 8sta implica par una parte
interpretativa. conY iene precisar que pone en Ia subardinaciOn de las exh!encias economi-
cluro un punto debil fundamental en todas las cas a Ia razOn de estado v par otra signilica
oil-as interpretaciones. En sustancia, los teO- que no existe un poder soheruno par encima
ricos an icriormente inencioriados, atm de los estados, encargado de tutciar ci inte-
tornando en considerución ci nexu entre pro- rés cumUn y tciiiendo por tanto ci poder de
teccionismo c I. (Flillerding, Kautskv, Buja- impedir a los estadas una tutela particularis-
rin v ci mismo Schumpeter h.ihlan explicita- ta de los propias intereses, destinada mcvi-
mente de tendencia it Ia expansiOn imperia- tablemente a desencadenar represalias. La
usia del area protegida, paru poder exportar incapacidad de detectur en Ia soberania esta-
librcmente hacia ella mercancias v capitalesj, tal absoluta Ia rutz fundamental dci protec-
o soslienen que ci proteccianismo es una con- cionismo esta estrechamente vinculada a las
secuencia necesaria de Ia fase monapolista limitaciones dci punto de vista internaciona-
del capitalismo (Bujarin) a insisten, además usia que es ci fundamento de los otros plan-
de en dicho uspecto, en las exigencias para los tcamientas. Estando en efecto dicho punto de
pulses relativamente atrasudos poi - recuperar vista fundado en Ia tesis de Ia primacia de Ia
con ci proteccionismo ci ret raso respecto de politica interna, no pone en discusiOn Ia sobe-
Ia Gran Bretuña (Hilferding), a senalan Ia mania uhsoiuta, sino que tiende a considerar-
necesidad para los estadus capitalistas de Ia coma un data natural inmodificable (a.
crear para si areas reservadas. precisamen- coma en ci cast) de Kautskv, tiende a ver en
te mediante ci proteccionismo, lo ms Ia afirmaciOn de los vinculos federales entre
amplias posible para poder resolver el pro- los estados una consecuencia casi automáti-
blema de in realización dci plusvaior (Luxem- ca dcl rcfor-aniiento de las tendencias soda-
burg), a en definitiva hacen derivar ci protec- listas dcntro de los estados, v no comae1 fru-
cionismo de las prcsioncs en este sencido de to de unu acciOn politica deliberada v especi-
las castas nobles v militares precapitalistas ficamente dirigida hacia tal objetivo). v par
(Schunipeter). Dc este modo se olvidan de Ia tanto se Ilega a no tomamlo en consideraciOn
raiz fundaniental del proteccionismo, que es como ci factor decisivo del proteccionismo y
Li soberania estatal absoluta. Precisamente deli. Este obstáculo ideologico está ausente
esto Cs Ia que ponen en cvidencia los teoricos en cambio entre los ieOricos de Ia corriente
de Ia corrienie fedemalista, los cuales ilaman federalista pmecisamente porque ellos cues-
Ia atención sobre el hecho de que las mismas tionan practicamerne Ia soberania absoluta.
tendcncias anteriornientc indicadas, si están Sabre esta base. tstos entre otros han pudi-
formadas efectivamente par factores que lie- do p00cm en evidencia que eli. no está vincu-
van al proteccionismo, can todas sus conse- lado organicamente al capitalismo. si bien es
cuencias, en ci piano internacional, no pro- verdad que en este coniexto historico cuncme-
ducen en camhio consecuencias analagas en to han desempenado un papel decisivo los
Ins i-elacioncs entre las divcrsas regianes de intereses capitalistas, los cualcs (lunta con
tin estado unitario v entre los diersos esta- otros intereses. comprendidos Ins de grupos
796 IMPERIALISMO

enormes de trabajadores) han ilevado al pro- este contexto. a Ia decadencia de Ia potencia


teccionismo. Incluso se ha previsto que en un británica correspondiO su incapacidad de
futuro sistema de estados socialistas sobera- mantener ci libre iniercambio a escala mun-
nos, caracterizados por las mismas exigencias dial, mientrus que Ia opciOn de enfrentar con
objetivas de planificaciOn y por un fuerte pro- una respuesta imperialista Ia incipien1e cri-
teccionismo. no podria decaer Ia exigencia sis del estado nacional, unzi vex agotados los
econOmica de extender ci area protegida v por territorios extraeuropeos susccptibles de ocu-
tanto no podrian decaer los conflictos entre paciOn, dcrivO en ci Ultimo y terrible intento
eiIos, a no ser que ci orden no pudiera ser hegemonico que se ha producido en Ia histo-
garantizado por una potencia socialista hege- na del sistema europeo de los estados.
monica. Sobre esta base se ha criticado Ia El i. de las potcncias europeas (asi como ci
tesis de Kautskv y de Schumpeter acerca de del JapOn) desapareciO finalmente despues de
Ia no conveniencia económica dcl 1, demos- ser absorhida su autonomia en el marco del
trando que en un contexto proteccionista Ia sistema mundial bipolar dominado par Esta-
expansion imperialista tiene sobre todo Ia dos Unidos y Ia UniOn Soviétk-a. En este mar-
función de evitar las pérdidas que se deriva- co, en Ia zona de influencia norteamenicana
nan de abandonar ciertos territorios y caer (y en términos alga distintos tambien en Ia
éstos en manos de otros. Esta exiencia, aun- soviéticu), se ha podido poner en marcha, con
quc a menudo el proteccionismo sea impues- ci proccso dc integraciOn europea. Ia respues-
to par intereses partkulares, corresponde a ta pacifica a Ia crisis dcl estado nacional.
un interés nacionai, a sea interciasista. Va que
Ia pérdida de territorios sujetos al proteccio- 2. Fl imperialis,nu despué.c de Ia segunda gut'-
nismo de otros per judica a tocias las clases, rra mundial. Par Ia que respccta a los fenO-
v en mayor medida a las clases trabajadoras. menos imperialistas posterioresa 1945, en los
La dicho explica de manera decisiva ci hecho que tienen un papel decisivo las superpoten-
de que las politicas imperialistas hayan recu- cias Estados Unidos y URSS, el anáiisis fun-
rrido en definitiva al consenso de Ia gran dado en Ia teoria de Ia razOn de estado se
mavoria de las poblaciones de los paises caracteriza esencialmcnte par Ia tendencia a
imperialistas. senalar Ia influencia autónoma derivada de
Además de liamar Ia atención sabre ci nexo Ia configuracion concreta de las relaciones
entre proteccionismo e i., con ci concepto de interestatales en Ia manifestación de los fenO-
crisis dci estado nacional se ubica cli. en ci menos imperiulistas y sus modalidades.
contexto de Ia crisis del sistema europeo de Siguiendo el anterior criteria, en general se
los estados, establecido al consolidarse Ia fOr- llama Ia atenciOn sabre las implicaciones
mula dcl estado nacional en general y par el imperialistas del sistemu mundial bipolar.
nacimicnto del estado nacional alemán en Este sistema tiene ciertamente el mérito his-
particular. En ci marco de una paz armada, tónico de haber puesto fin a las cada vex más
que se ha ido haciendo cada vez más costosa ruinosas convulsiones dcl sistema europeo de
y precaria a causa del reforzamiento inaudi- los estados, v par tanto a las aventuras impe-
to dc Ia potencia de los estados europeos, rialistas dc las potencias europeas y dcl
hecho posibie par Ia industrializaciOn y por Japon. En este marco se ha desarrollado ade-
Ia conscripciOn obligatoria (caractcristicas mOs ci proceso de liberalizaciOn de los inter-
tipicas dcl estado nacional moderno) V a cau- cambios (Estados Unidos ha utilizado eficaz-
a de los factores de conflictividad introdu- mente su posiciOn hegcmonica respecto a los
cidos por Ia propia ideologia nacional (irre- estados de cconomia de mercado para reto-
dentismo, disminuciOn radical dci sentimien- mar Ia politica de libre cambio Ilevada a caba
to de pertcncncia a una comunidad suprana- par Gran Bretaña a mediadas del siglo xix)
cional, fruto de Ia herencia cultural comOn s el proceso de intcgraciOn europea (desarro-
europea). Ia crcaciOn dcl estado nacional ale- Ilado de maneras diversas y más limitadas
man, tan poderoso coma incierto en sus con- incluso en Ia esferu de influencia soviética).
fines. rompió definitivamente segün este pun- Ilegando al mismo tiempo a su fin ci gran pro-
to de vista el equilibria europeo v abriO una ceso de Ia descolonizaciOn. Par otra parte, Ia
fuse de creciente desorden internacional. En creaciOn dc bloques hegemOnicos par parte
IMPERIALISMO 797

de las superpotencias, necesariamente den- tema general de libre cambio, a desarroilar


vadas de Ia estructura bipolar del sistema (v. los paises atrasados y a Ilevar gradualmente
relaclones Internaclonales), ha determinado al autogobierno a los pueblos coloniules. El
relaciones de fuerte dependencia entre las limite de este punto de vista consistia pues
superpotencias y sus satélites Y por tanto Ia en Ia carencia de un anãlisis riguroso de las
posibilidad de imponer los intereses de las tendencias orgánicas hacia un desarrollo
primeras a los segundos, no excluvendo inclu- desequilibrado propias de un mercado mun-
so formas de explotación econömica, obvia- dial capitalista fuera del marco de los instru-
mente con distintas modalidades (papel dcl mentos de intervención publica dirigidos a
dálar, empresas transnacionales, dependen- hacer prevalecen el interés general en contra
cia tecnolOgica, etc., en Ia esfera de influen- de los intereses particulares. Lo cual refleja-
cia norteamericana; division internacional del ha las conviccioncs liberalistas demasiado
trabajo en el cumecon en funcion de los inte- optimistas de algunos de estos teóricos (espe-
i-eses soviéticos), segOn Ia diversidad de los cialmente Robbins y Einaudi) acerca de los
sistemas politicos v economico-sociales en las efectos positivos de un sistema generalizado
dos esieras hegemonicas. Dc aqui Ia necesi- de libre competencia y de libre intercambio,
dad de Ia superación de los bloques, evitan- no obstaculizado pun Ia intervención de fac-
do ci regreso a Ia hakanizaciOn de Europa con tones politicos perturbadorcs como el protec-
una unificaciOn federal del continente. cionismo.
Por lo que respecta al neocolonialismo y al Si esta laguna analitica se ve pues colma-
subdesarrollo, Ia reflexiOn parte de Ia conver- da a través dc una vision más clara de Ia nece-
gencia con Ia tesis, desarrollada por Ia orien- sidad de tener listos instrumentos de politi-
tación socialdemOcrata, segün Ia cual el capi- ca económica capaces de someter a un con-
talismo incontrolado tiende a conservar y trol eficaz las fuerzas espontaneas del men-
agravar los desequilibriosentre paises pobres cado mundial, Ia contnibuciOn especIfka de
y palses ricos en el mercado mundial, los cua- Ia corriente federalista a dicho propOsito con-
les sOlo podrian superarse progresivamente siste en aclarar Ia situaciOn de poder sin Ia
con Ia introducciOn de instrumentos eficaces cual tales instrumenlos no están en condicio-
de programación y de politica regional a esca- nes de operar. Esta situaciOn de poder no pue-
Ia mundial. Dc este modo se produce una inte- de más que consistir en definitiva en Ia orga-
graciOn con el anãlisis elaborado por los teO- nización del sistema democrático en un nivel
ricos de Ia corriente federalista de antes de internacional, lo cual es posible sOlo a través
Ia segunda guerra mundial, los cuales habian de instituciones federales (i'. federalismo). En
contemplado el problema de Ia explotaciOn de efecto, ha sido Ia afirmaciOn v consolidaciOn
los paises atrasados por parte de los paises del sistema democrático lo que ha permitido,
de economia capitalista madura, pero habian en ci ámbito de los estados capitalistas, rca-
insistido sobre todo en Ia relación entre tal lizar formas (todavia insatisfactorias a cau-
explotación v las luchas por el poder entre los sa de las dimensiones inadecuadas de los esta-
paises avanzados, las cuales, en el contexto dos) de control del desarrollo económico en
de Ia crisis del sistema internacional entre funciOn del interés general, ya que Ia necesi-
1870 y 1945. comportaban Ia necesidad de dad de los gobiernos democrOticos de obte-
recurrir a cualquier medio para incrementar ncr el consenso de todas las clases v de todas
Ia fuerza econOmica. V por tanto politiczt, de las regiones ha permitidu a las clases v a las
cada estado. Con base en estc punto dc vista, regiones menus favorecidas obtener un mayor
un predominio de Ia soluciOn federal, en lugar respeto a sus exigencias. El mismo proceso
de Ia imperial, del problema de Ia creaciOri puede producirse en una escala mundial en
de espacios económicos más amplios, hacien- Ia medida en quc las decisiones fundamenta-
do disminuir Ia necesidad objetiva de tratar les de gobierno de Ia economia mundial ya no
a los pueblos coloniales v retrasados en fun- serán fruto de puras relaciones de fuerza
cion de los intereses vitales de poder de los entre los estados sino de un proceso demo-
paes avanzados. habria ahierto automática- crático mundial, que se puede organizar a tru-
mefltc ci camino a una politica comOn de vts de estructuras tederales, las cuales. dejan-
estus Oltimos, dirigida, en el marco de un sis- do a los estados miembros el máximo de auto-
79$ IMPERIALISMO

nomia compatible con ci mantenimiento de imperialismo, Barcelona, Fontanella, 1975; P.A.


Ia unidad y permitiendo a todos los pueblos Baran y P.M. Sweezv, El capital monopolisia
hacer valer dcmocráticamente sus propios (1966). Mexico. Siglo XXI. 1968: N.I. Bujarin. La
intereses, están en condiciones de conciliar economia mundial v ci imperialismo (1915),
L's inmensas ventajas de un mercado mundial Mexico. Cuadernos de Pasado y Presente 21,
integrado con las exigencias de desarrollo de 1971; A.G. Frank, capizalismo v subdesarrollo en
los pulses menos favorecidos. America Latina, Mexico. Siglo XXI, 1970; V. 1.
Respecto a esta perspectiva, obviamente a Lenin. El imperialismo, elapa superior del capi-
largo piazo, de democracia federal mundial. zalisuw (1917), en Ohra.c completas, i. xxiii,
hay Ufl Paso necesario marcado por Ia evolu- Madrid, Akal, 1977: R. Luxcmhurg. La acumu-
don dcl sistema mundial bipolar hacia un sis- lacwn del capital (1913). Mexico, Gri jalho. 1967:
tema pluripolar más elástico (v. relaclones M. Magdolf. La era del imperialismo (1969). Mexi-
internac1ona!e), que produzca una distensiOn co, Nuestroliempo. 1971; E. Mandel v F. Char-
mas durable v dé una mayor autunomia V una her, La naturalea de la IJRSS. Barcelona, Fun-
mayor capacidad de hacer valer los propios tamara, 1978: K. Marx y F. Engels, India. Cina.
intereses a los estados más debiles. Dicha Rt4ssia. Milan, II Saggiatorc, 1960; K. Marx y F.
tesis tiene su clara confirmaciOn en los pro- Engcls. Sobre el colonialismo. Mexico. Cuader-
cesos de los Oltimos anus, los cuales han nos de Pasado v Presentc 37, 2a. ed., 1979; K.
demostrado que Ia disminución de Ia fuerza Marx v F. Engels, Irnperio v colonia. Fscrito.s
de las superpotencias ha abierto un cspacio .',ohre lrlanda, Mexico, Cuadernos de Pasado v
de muvimiento a los pulses del tercer mun- Presente 72, 1979.
do, especialmente a los poseedores de mate- InterpreraciOn socialdemdcraia: J. Gallagher
rias primas. En este marco tiene una impor- R. Robinson. The imperialism of free-trade, en
tancia decisiva realizar (Ilevando a término The Economic History Review, 6. 1953; J. Gallag-
en primer lugar Ia integraciOn de Ia Europa her. Sioria del mondo mode rHo, Milan. Garzan-
occidental) formas eficaces de integracion ti, 1970; R. Hilterding, El capital financiero,
regional v pur tanto federaciones en las reglo- (1910), Madrid. Tecnos, 1973; J.A. Hobson, Estu-
nes más homogneas, de manera quc Sc cieen dio del imperialisino (1902). Madrid. Alianza.
comunidades politicas con dimensiones ms 1982; K. Kautskv, Vie ja '' nueva polthca colonial,
tdecuadas a las exigencias del desarrollo ecu- en La Segunda lute rnacionai v ci problema nacio-
nOmico y capaces de unu autonomia real. nal y colonial, MCxicu. Cuadernus de Pasado Y
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poluicos, a cargo de J. Aricó, Mexico, Folios. impulso expansionista hacia el exterior para
1982. vol. I. corregir e integrar los iiinites de Ia constitu-
chin imperial v eiicontrar, n Ia conquistat, Ia
[SER(,I() PISTO'sE] continua c-on firmaijo del poder, los nuevos
motivos de consenso popular que los Organos
de representación o de opiniOn de los diver-
sos grupos sociales ya no expresaban.
imperio La aplicacion dcl modelo rornano v, en Ia
práctica, sobne todo Ia dcl romano tardio o
I. CARMTEKLSTI( AS GE.NKRALES Par mäs diversos constantiniaflo, tuvo conseeLlencias comunes
que havan sido en Ia historia de Europa y dcl precisas para Ia concepciOn del poder impe-
mundo cristiano en gencral los modos v las rial: ante todo, v sabre todo. Ia unicidad. A
formas de administraeiôn dcl poder politico pesar de que también en Ia era romana este
a titulo personal ode grupos rest ringidos (r. modelo solo fuc un dato parcialmente logra-
monarquia. señorio, y princlpado'.), no hay do, con Ia progresiva bifurcaciUn de las duae
duda de que el modelo mas completo v desa- park's coniuncflssuni Imperii dcsde ci siilo
rroilado fue ci i. Coma modelo tipicamente i'. en adelante, se convirtio en un hecho corn-
romano. tanto por Ia forma como par ci con- probado que todos los i. siempre quisieron
tcnido. eli. reprcsentO una sugest ion perma- presentarse como on uuzcum, coma un cen-
nente para todos aquelios I'eglmenes v orde- tro coordinadon de toda Ia humat-tidad o (con-
namielittis que, habiendo ilegado a un deter. creta v conscientementei de toda aquella par-
minado momento crilico de su dcsarrolio, se te de Ia humanidad que reconocia idénticos
dcdkarari a huscar v a delinir su superpoder motivos etnicos v politico-culturales de fun-
leg..tl v centralizador dentro de ellos mismos, do: esto puede decirse deli. bizantino, gestur
con ci objeto de superar sus dificultades. titular dcl helenismo v del cnistianisrno
El 1. se convirtio poco a poco en on instru- oriental, puede dccirse dcl Sacro i. rornano
menlo para conciliar realidades politicas en para Ia cristiandad occidental, v puede decir-
uposiciuti creck'ntc v diver2entc dentru dcl se tambiCn deli. ruso para el mundo esla'.o.
800 IMPERK)

Asi como Augusto habia sido el ünico jefe. en Ia concepciun hizantina v en Ia dcl i.
Ia unica guIa del orbis rornamfs, asi también romano-germánico restaurado, en ias quc,
ci !3usileus debia serlo de todo el mundo "clvi- finaimente, Ia sublimidad de Ia idea imperial
lizado" oriental de lengua y cultura griegas, parecia sustituir ia sustancial 1ragiiidad,
el piissimus Aiqustzis germãnico de Ia Sane- debilidad o semiinexistencia de poder real.
Ia romana respuhlica, ci zar de todo ci mun- Omnis poles las a Dea ...... por lo tanto de
do esiavo-oriental despues de Ia caida de Dios provenia ante todo v sobre todo Ia pri-
Constantinopla. SOlo hasta Ia época napoieO- mera de las potestades mundanas. Ia corona
nica y Ia ruptura definitiva del mundo medie- imperial que estaba preordenada para so/us
val se entra en una era de competencia para- ci honuum ani,narwn de todos los cristianos.
Ida v de no unicidad aun conceptual de i. Dc Como tituiar de un poder Onico y eterno, ci
este modo Ia formula designa solo un tipo par- emperador estaba revestido tamhien de Ia
ticular importante de estado (i. de los Iran- mãs aita dignidad sobre Ia tierra: ningün
ceses, de Austria. de Alemania, de todas las poder muridano huhiera podido competir con
Rusias. etcetera). Ci.
La concepción de Ia perennidad del i. cons- Estos datos complejos conici-tcn al i. en
tituvó otra caracteristica fundamental comün una reaiidad particular v signilicativa para
a todos los modelos imperiales realizados Ia Antiguedad romana v para Ia edad medic-
siguiendo todavia ci ejemplo del romano. al v moderna, que no se cansan de repetir-
Perennidad quc estaba unida al concepto de ia. Por Ia capacidad que siempre tuvo ci
continuidad v de necesidad: ci I. se conside- modelo imperial de adaptarse a los tiempos,
rO exactamente como instrumento necesario nutriCndosc de las diversas motivuciones tern-
para Ia salvacion de todo ci mundo que se porales y sacras que Ia sociedad Ic iha pro-
unia a Cl, y tambiCn IlegO a considerarse ins- porcionando, se presentO como instrumento
trumento concebido por Dios mismo para idOneo para organizar (a tratar de organ izar)
este fin, elemento escncial v exclusivo de sal- sociedades todavIa ampliamente unitarias y
vaciOn espiritual v temporal. gula Onica v plc- en trabaio de desarroilo.
na, perfecta v por Ia tanto permanente. Instrumento que no pudo mantenerse más
Esto provenia claramente de Ia perspecti- quc en epocas de contenidos culturales y
Va y de Ia doctrina cristiana: Dios habia con- sociales precisos, y que dc hecho sOlo rebasO
cedido a los romanos el i., primero para Ia los Iimite.s de su propio tiempo para desna-
dilusiOn y luego para tutela de su religion turalizarse. Pcrmanccicndo, si acaso, coma
revelada. El i., que al principio era hostil, se mero "imperialismo" dc potencia, muv arral-
habIa convertido en ci detensor y casi en el gado en nuestro tiempo a pesar de Ia inexis-
dcpo.sitario de in nueva religion, de tai modo tencia de su modelo formal.
que Ia perrnancncia de Ia religiOn exigia Ia
permanencia misma dcii.. de Ia esenciulidad II LOS 1)05 MOMESTOS DEL l'.IPFJ<lO DE IOMA. Las ral-
de Ia religion se derivaba Ia esencialidad del ces del Cxito de Ia fOrmula imperial deben
L, Ia perpetuidad de Ia religion conducia a huscarse en plena era romana, con Ia consti-
deducir Ia perpetuidad deli. mismo. Precisa- tuciun del "principado" de Augusta, unos
mente como decian muchos documentos treinta anus antes del nacimiento de Cristo.
medievales, .. .in perpezzwm ralizurum. Revestido varias veces del consulado, v des-
Dc ahi se deriva tambiCn Ia otra concepciOn pues de manera estable de Ia iribunicia poles-
comUn de Ia subiimidad deli.: durante Ia era las v dcl Imperium proconsularc maius, ade-
romana, primero ci princeps v iuego el domi. más de haber mecibido, despues del año 12 a.
nu.c estaban rodeados dcl esplendor v de Ia c., Ia suma autoridad pontificial. ci "buen
dignidad viva v .ustancial del !;np&'ru;n popu- Augusto" sOlo era formalmente ci primero
ii ro?nani. Lu just iticaciOn primero mundana entre los magistrados romanos de Ia antigua
v luego reiigiosa dada en ci mundo romano constitución municipal.
de Ia perennidad dcii. contenia en si Ia suma Coma lo dice CI mismo —v tai vez mejor que
dignidad de alicia v tunciOn dci que cubria cualquier otmo— en las Res gesla:.auc-
cse cargo. Concepto que Sc acrecentarla, en torila1 omnibus preslili, pOles(aliS aulm
lugar de dehilitarse con el paso dcl tiempu. nihilo amp!iu.s habui quam ceteri qui mi/ui
IMPERIO $o'

quoque in ;nagislratu conlegac fueruni[..j" los cultures de lo nuevo y los representantes


Superior en autoridad, se declaraba igual a de Ia tradiciOn, constituyO indudablemente
sus "colegas" dc magisil-utura (cónsuics. pro- una operación politica perfecta y una sulidu
cónsuies, etc.). La lOrmula qie melur cxpre- base para todos los endurecimientos que i-en-
sa Ia realidad constitucional de Augusto es Ia driun despues.
de princeps, de "primero" en Ia Reptthlica, Ia La administraciOn monocrática del desme-
que sin embargo es ya una forma anticonsti- surada i. romano, como es sabido, sc fue acen-
tucional a por lo menos aconstitucional, pues- tuando s' estuvo acompanadzt constantemen
to quc una Republica no puede estar regida te de una politica de expansion externa que
bajo Ia futile) de un prineeps sin una .sustan- hicieron coincidir verdaderamente los confi-
cial di.sminucion v limitación de autonomia nes del i. con los del mundo conocido; esto
vpodcr. sucedia mientras Ia decadeticia progresiva de
Estu fue de lo que se tratO en realidad: y Ia sociedad itálica y quiritaria iba debilitan-
ci compromisu de Augusto entre ci partido do cada vez mOs una de las columnas sobre
demucrático vencedor y Ia parte senatorial las quc se levantaba ci compromiso de Augus-
depositaria de los valores tradicionale.s del to. La crisis econOmica acompanada par Ia
estado romano contenia ya in nuce todo ci gravisima crisis politica del siglo in favore-
desarrollu imperiul y absolutista posterior. dO in transiciOn a Ia fOrmula deli. absoluto,
Por to demâs. Augusta adquirio para si y Ia misnia fOrmula que se transmitiria a Ia
sobrc Si un tItulo maycstáticu preciso, con Ia Edad Media.
simple e inconveniente fOrmula de Imperalor Coma dominus It'gihus solutus, en sentido
caesar Augustus quc dchIa encerrar todos los plenu, el Augusta, desde Constantino en ade.
desarroilos y las aspiracianes definitorias lante, circundado del fausto y distinguido con
posteriores. titulos cada vez más pomposos, dominus dcl
Dc hecho, Augusta, jefe del puder miiitar i. en el sent ido más pleno, con ci senado redu-
que provenia de Ia tradiciOn cesariana, fue cido a mera cámara dc trasmisión de las
inmediatamente ci titular de puderes amplI- directivas del principe, con tuda Ia Icgislacion
simo.s en todas las pruvincias no senatoria- rcsumida en las constitutiones principis (de
ics, ohjcto de cuitu y divinizaciOn en Egipto. ahi el apelutivo de era de Ia cudificaciOn). con
depositw . aun en Ia urbe y en ci antiguo Ia plena aceptaciOn de un sistema de sucesiOn
mundo romano, del poder de iniercessio, es dinástico, representO cada vez más y mejor
decir dc veto aI acto de cuaiquier magistra- el modcio de Ia que las luentes bizantinas
do citadino y provincial: ten ía en sus mano.s definirlan mOs tarde como ci aulocralor, ci
una aucioritas vastisima quc ha hecho pen- autOcrata. Duro autOcruta dcl que dependia
sar a los historiadores y it los juristas en una todo: desde ci regimen fiscal hasta el militar,
diarquia particularisima en Roma, entre el desde Ia fijación coactiva de los precios de las
ordenamiento republicuno y ci ordenamien- mercancias hasta el sistema productivu, des-
to principesco a (v es mejor) en una cspccie de Ia politica internacional hasta las cuestio-
de zuitio, en una espccie de poder de protec- nes religiusas.
dOn v guia ejercido por un estudo "nuevo" Hahiendo sidu advcrsario del cristianismo
(ci princeps, ci "primero", con sus funciona- husta ci 313 d. c, eli. se fue haciendo poco
rio-s) subre un estado "viejo" (representado it poco tolerante y mOs tarde se convirtiO en
por Ia respublica romanorum, lormalmente protector de Ia nueva religion, Ilegando a con-
intacta). vocar y presidir los primeros concilius ecu-
Respectu de Ia cit'ilitas romana, Augusto ménicos (a partir del (IC Nicea, en 325) y a
iritrodujo de hecho elementos nuevos: ci Sena- transformarse en guia y brazo secular en Ia
tus V ci populus romanus se fueron reducicn- lucha contra los paganos y los herejes. Defen-
do ampliamente en ci nuevo modelo princi- sor de Ia iglesia romana y de Ia ortodoxia con-
pesco. Modclo que precisamente por Ia saga- tra In herejia romana y barbara, el pcnulti.
cisimu contaminaciOn entre to viejo v Ia nuc- mo y Oltimo i. se convirtiO asi tambiCn en ci
VO, par ci patente respcto a his poderes que modelo del estado cristiano, tutor de Ia ver
iba vaciaiidu, par ci sentido de tranquilidad dad reconocida v detinida pal el papa y ci eon.
dc se'.uridad quc tue capaz dc dilundir entre cilia, aseguranduse Ia transformación que
$02 IMPFRIO

per petuaria tan grande exito ideal en Ia Edad nombre romuno, titular de on poder popular
Media (i. tambkn, princlpado; domlnaclón). muy distinto en sus fines v en su contenido
dci poder romano. Narra so hiógrafu que el
III. EL IMPERIO MEDIEVAL. A partir de 476 d. (.,ci nuevo Augusto de Occidc'nte lue ci primero
i. desapareció prãcticamcnte de las tierras de en maraviliarse de Ia esccnificaciUn quc pre-
Occidente, quedando vivo en Oriente con tendia hacer provcnir dci papa v dcl pueblo
caracteristicas cada vez más acentuadas romano ci poder que sOlo estaba preso en su
exclusivamente helénicas v bizantinas. Indu- duro puno hãrbaro. A pcsar de ser anacrUni-
dableinente ci I. conservo su unidad formal Ca. Ia cm onacion dc Ia navidad del 803(0 799)
de hecho se dieron disposiciones precisas tuvo cunsecuencias incaicLilabies, precisa-
a cste rcspecto par lo menus en Italia. prime- mente por ci hccho osado V repentinamente
ro en ticmpos de ZenOn (enviado de Teodori- absurdo de unir ci conccptu de Ia imperiali-
co ci Grande) y luego en tiempos de Justinia- dad romana con ci esquemático dominio bar-
no (guerra greco-gótica); pero Ia "transición haro, por ci hecho de incorpurar en Ia peis-
a Ia barbaric" de muchos estralos de las pectiva todavia pragmática y popular de Ia
poblaciunes románicas italianas y Ia reduci- monarquia franca Ia concepcion dc un poder
da defensa que opusieron en ci fatal 568 a Ia mayestitico, ubsoluto y de origen divinu (v.
penetración de los longobardos pusieron de monarquia).
manifiesto Ia que habia quedado en concre- Con cse titulo, ci papado hiio de Carlomag-
to de Ia antigua herencia romana en esas no un sohcrano muv distinto dc lo quc habia
experiencias. sido antes, scparO nuevumente a Occidcnte de
Dc hecho, cii,. dividido en diversos regna Oricntc v ireO las primcras premisas para ci
romano-germánicos interesados en arrebatar- regreso al i. en ci orhc romano-gcrmánico. Y
se Ia herencia territorial v estatal de Roma, at mismo tiempo Sc posesiono de macra esta-
Ilcgo a su ocaso en Occidente, donde no habia bic del aspecto creativo dcl Augusto, unien-
nada más ak'jado de Ia concepcion de Augus- do indefectiblcmentc su sucrtc a Ia del papa-
to que ci espiritu tribal nacionat de las do v del catolicismo romano.
diver.sas naciones germnicas. Todas ellas, Si Carlomagno v sus sucesores no lueron
muy alejadas dcl i., estaban arduamente durantc muchisimos años otra cosa que sohe-
empefladas en Ia adquisiciOn del concepto y ranus germallicos revestidos de Ufl titulo
de Ia perspectiva del regmim. mavcstatico puco comprensible, con ci tiem-
Si en Occidente se conservaha algo del i. po las cosas cambiaron v Ia concepciórl que
coma idea superior y supranacional, no debia ci emperador tenia de si mismo se modificO
buscarse en las cortes bárbaras, sino cxclu- sensiblemente. Las primeras escaramuzas sc
sivamente en Ia curia pontificia, que cstaba presentaron en ci breve gobiernu de OtUn HI
ocupada en defender su propia autonomia de Sajonia, huda ci final dcl siglo x. Sin
territorial recién lograda (Ducafus rwnanus embargo, ci renacimiento romanista siguientc
de los bizantinos v longobardos y que aspi- fue ci quc puso de manifiesto todos los tru-
raba siempre a hacer resurgir una concepcion tos de Ia restauración imperial intentada, jun-
imperial que le asegurase al mismo tiempo ta con ci progresivo surgimiento del prima-
Ia defensa temporal y Ia misión apostolica do en dignidad del emperador dentro de In
universal. suciedad feudal occidental v junto con Ia
Este hecho explica Ia aparentemente incom- aceplac iOn de su poder general —aunque ge-
prensible reproposición de Ia idea y del con- nérico— de guia v direcciOn: cI emperador
cepto de i., en plena era germánica v par crecia en poder dentro dcii. v se robusiecian
medio de un soberano germánico: Ia absur- sus caracteristicas de sublimidad, unicidud
da coronación en ci Vaticano por parte de un v necesidad.
papa coma Leon HI —que acababa de 'iibrar- Federico I de Suebia, llamado Barbarroja,
se" de las infamantes acusaciones quc Ic fue ci que par Ia menos en algunos aspectos
habia hecho Ia aristocracia romana— v en comprendiO con mayor claridad In concep-
favor de un "emperador" como Carlornagno, ción de Ia supremacia no solo torinal sino sus-
totalmente ligado a Ia tradiciOn germánica, tancial dcl emperador de Ia Rt'spuhlica cI,ri.-
expresiOn de una sociedad todavia hostil at tiana, v propusu iiucvamentc Ia I igura dc LIII
IMPERK) $03

domums quc se comportara concretamente (Italia centromeridiunal e insular) directa-


coma Ufl ai.ctocraiorde Ia lejana romanidad. mente sometidas al papado rornano; en todas
El joven Federico se desenvolvió con suma estas tierras cli. ejercia un alitoi dornznui;n
decisiOn en medio de una sociedad occiden- de naturaleia etica, cuasi espiritual, reserván-
tal que se iba desmembrando, que asistia al dose Ia meru soberania, en tanto que los pIe-
nacimiento de flUevos regna nacionales en el nos poderes de gobierno cran administrados
aeste, que asistia al explosivo F lurecirniento por his entidades locales (remus, comunas.
de las realidades comunales en ci suE (v. dinastias feudales).
comuna) V a Ia condensaciun y soiidihcucion El emperador, como udt'ucatus Ecclesiae,
de los poderes feudales teiritoriales en el cen- ra?On por Ia cual cli. tenia como confines los
tro v en el este. rnismos de Ia catolicidad v se ampliaba al
Su tentativa más grande consistiO, prime- expandirse Ia evangelizaciOn (aparte de las tie-
i-a, en el esfuerso por controlar autoritaria- rras .sujetas al Imperiai;i ('onsianlinapulita-
mente las realidades leudales v el mundo nurn. entre las que se cantaha. en Occidente,
curnunal italiano dentro de un equilibria pre- sOlo Ia ciudad de Venecia). era defensor de Ia
cario quc .se rompió definitivamente en Leg- Fe, tutor de los derechos de las iglesias y de
nano (1176); desde entonces, el César germi- todas las posiciones de dehilidad y niurgina-
nico se esforzo, de todos modos, poi- presen- dOn social (meflore,v iudas, ;niserahiles per-
tar nuevamente al I. como centro de coordi- sonae en gcneralj, garunte de Ia paz y de Ia
nuciOn suhcontinental y continental, coma unidad de Ia cristiandad occidental.
realidad en ascenso v guia de los diversos La Sancia rornanu respuhlic-a estaba guia-
mundos locales. Los demás Augustus de Ia da de este moda por el papa in spirituali bus
dinastia sueba siuieron este mismo camino y por el emperador in tern porali bus: un ele-
con diversa sucric, hasta que el proceso impe- vadIsimo modelo formal de estructura poll-
rial izante quedo bloqueado definitivarnente tica, destinado a corromperse y a desapare-
a Ia muerte de Federico II de Suehia (1250) cer cuando ci clima cultural y el elevado espi-
y el mundo Feudal germanico-italiano se dio ritu religioso en quc se apovaba dejaran de
cuenta progresivamente de Ia imposibilidad encontrar respuesta en las nuevas formas
tamhién lormal de presentarse coma centro mundunas y temporales dcl pensamienta occi-
courdinador y directivo de las explosivas y dental.
crecientes realidades particulares de todo el
Occidente. IV LAS EXPERIENUAS DE IA EDAD MODERNA Desapa-
Sin embargo quedo todavIa sólidamente recido ci Oltimo vestigio deli. bizantino con
con vida el modelo imperial ideal, cuyas prue- Ia calda de Constantinopla (1453) y cada vez
bas succsivas fucron primeru Ia experiencia más dehilitado eli. occidental por Ia insigni-
de Enrique VII y después Ia de Luis ci Báva- ficante consistencia de los Césares de Ia casa
ro que cobraron vida sabre todo en las apa- de Luxemburgo y por las nuevas ideas huma-
sionadas reconstrucciones teOricas de los nlsticas dominantes. Ia idea imperial de Occi-
escritores imperializantes encahezudos por dente vivio su Oltima época significativa con
las paginas del Dc rnonarchia de Dante. SegOn ci encuentro entre el titulo cesáreo y ci con-
Dante, que escribiO a principios dcl siglo xiv, junto de los dominios de Ia casa de Austria.
al emperador le competian de cualquier El Sacro Imperio Romano, fortalecido no
modo, v se le debian reconocer siempre de en si mismo sino par el conjunto de los domi-
manera general, dos I unciones: Ia de legisla- nios que su titular (Carlos V. precisamente
dor universal en las materias fundamentales, coma emperador, v I como re y de España)
de interés comOn, y lade juez supremo e ma- desarrollO nucvamente y de manera concre-
pclable en las controversias entre los estados, ta en Ia primera mitad del siglo xvi su fun-
realidades independientes, soberanas. semi- cion de coordinador y guia de Europa occi-
soberanas s autOnomas. dental v de defensor de Ia iglesia romana ame-
Dc acuerdo con este punto de vista, Ia rela- nazada por Ia nueva herejia luterana. Gran-
ciOn imperial abarcaba tado el Occidente des objetivos tradicionales en una sociedad
( ... in halia —escribia Juan dc Lcgnano- totalmente distinta, objetivos cuya consecu-
nulla terra e.si acephala... salvo las zonas ciOn constituyo Ia fuerza inquietante de Ia
$04 IN DICE NISM()

casa de Austria y marco también en su tota- recicntes— peru las cuaies nus ponen ante Ia
lidad ci agotamiento v Ia dcsapariciOn —in- cxtrema patologia de Ia instituciOn.
ciuso formal— de Ia idea imperial.
Desde ese momento, cumo es sabido, eli., HIKI.I(XIRAFIA E. Bussi, II diruto pubblico dcl
que hahia quedado en manos de una rama de Suet-u rumatu, impero alla fine del VIII .ceolu,
los Habsburgo, no fue capaz de desarroiiar Milan, Giuffr. 1957-1959, vats. i-il; R.W. v A.J.
una funciOn de dominio en Ia baja Akmania, Carlyle. I1 pensiero politico medie'ale (1903-
ni en Ia alta Italia, ni en parte de lu cuenca 1909). Ban, Latcrza, 1956-1968, vats. i.iv P. Dc
balcánica: i. todavia teóricamente Onieo y solo Francisci, ,lreana imperii. Roma, Bulzoni, 1970.
(con cxcepciOn de Ia experiencia de Ia casa de vuis. liii; A. Dempf. .Sacrzinz Imperiurn: Ia fib-
los Romanov que en Rusia se presentO hajo sofia della slot-ia e (kIl( stato tie! Methut't'o e izella
ci titulo imperial [Caesar = zar] como conti- rinasceuza politica (1962), Messina-Milãn, Prin-
nuadora tardia v absiracta del hizantinismo cipato, si; G. Dc Vcrgottini, l.ezwni di storia del
constantinupolitano), formalmente sicmpre dirinu jialiano: it dirfiio pubblico ilalianu nei
excelso, permanente, necesario. En realidad, st'coli xii-xi', Milan. GiuffrC. 1960-1, vol. I: F.
sOlo era uno de tantus estados, ulgunos inelu- Ercoic, Dab conuipte a! principabo, Florcncia.
so más fuertes que él, con una situaciOn de Valiccehi, 1928; G. Faico, La Santa romau€l
parcelización y de desintegraciOn interna que repiibblica: projilo sf0 rico del Ah'dio Ecu, Milan-
los tratados de Westfaiia (1648) definieron Nápoics, Ricciardi, 1950: H. Fichtcnau. L'iinpe-
tambiên de manera expresa v tajante. ro earolingio (1949), Ban, Latci-za, 195$: P.E.
Imperio ciertamente toduvia "sacro" y Sehramm, Kaiser. Rutti and Renoaiiu.Studien
romuno" en lo formal, peru en realidad, and Texie zur Gt'.ccliiclue des Riimiscl,e,, Ernea-
como decia su nuevo titulo oficial, 'dc Ia rflu,'sgedankL' corn Ernie des karolingiselien Rei-
naciOn alemana", definido cada vez de acuer- cites hiz z,i;;, Int'esliiiirstreil (1929), nueva ed.:
do con terminus iinguisticos, territoriaies y Daimstadt. Wisscnschaftlichc Buchgesellschait,
ambientales que cran exactamente to contra- 1975.
rio de Ia antigua construcciOn romana y
medieval. Se trata de un i., por lo tanto, redu- [cAoLo (01 LIV.%]
cido a mera forma, hasta que su mismo titu-
lo cayó en desusu corno habia sucedidu con
su contenido.
El titulo imperial, en lugar dc servir para
indigenismo
designar ai (por to menos potencial) jefe Cmi-
co de una parte de Ia humanidad, rico en fun- El termino i. designa a Ia politica instrumen
ciones sagradas y reiigiosas, guia moral antes tada por los gobiernos de los paiscs america-
que politica, se usó para designar poderes nos para tratur especificamente eon ci sector
monârquicos sectoriaies particulaiinente de Ia poblacion nacional definido, juridica-
fuertes o uniones nacionales de estadus coor- men Ic o de hecho. como iudu,'etia o indio. En
dinados entre si bajo un superpoder preciso, términos rigurosos, y segün esta definiciOn,
liamado precisamente i.; de este modo Napo- ha habido i. desde ci instante mismo en que
leOn quiso ser (v io fue) "emperador" de los los curupeos inkiaron Ia invasion dci conti-
franceses, Francisco II se dio a si mismo ci ncntc a fines dci siglo xv: sin embartzu, ci tCr-
titulo de "emperador" de Austria en 1806, v mino sc ha aplicado en forma restningida y
asi tambièn en ci momento de Ia unidad ale- se refiere Onicamente a las poilticas que se
mana ci titulo cesãreo, con una interpretaciOn formaiizun a partirde 1940. añoen que se rca-
totalmente nacionai (si no es que nacionalk- liza ci primer Conareso Indigenista Interame-
ta), se usó para definir ei puder de gula dci ricano en Pãtzcuaro. Es entunces cuando sur-
rey de Prusia. ge el movimientu indigenista que comparte,
Realidades todas elias novisimas, en reia- en mayor a menor medida. una cierta orien-
ciOn '610 formal con ci pasado: capaccs tic lacion teórica v poiitica un con junto de
crear sugestiones que desembocan en ridicu- practicas en su acciOn sobre los pueblos
las construcciones de i. ficticios —como ci indios.
que conociO Ia historia italiana en anus muv (;on,Io Aiuirre Beliran. uno de los indi
INDI(ENISMO 805

genistas de mayor influencia en America, ron a cargo de Gonzalo Aguirre Beltrãn y


resume en pocas palabras el nücleo del pro- Julio de Ia Fuente, quienes concibieron In
yecto indigenista at concebirlo como ideo- acción indigenista en tCrminos rcgionales de
logia del mestizaje, método y técnka de uni- manera que se transformaran las comunida-
I icación nacional" (1957). Por to menos en los des indias peru tambiCn sus relaciones de
paises de LatinoamCrica In pulitica indigenis- depcndcncia con los centros urbanos no
ta responde, efectivamente, a una conccpciôn indios enclavados en cada region, asi como
ideologica segün Ia cual la nacirn no esta las actitudes discriminadoras de In poblaciOn
totalmente construida y Ic corresponde al mestiza o "ladina" que se halia en reiaciOn
estado (que fue previo a In nación) accicrar constante con los indios. Se propuso una
ci proceso de unificaciOn nacional. La diver- acciOn integral a pai-tir del propio ccntro rec-
sidad étnica se aduce como un obstáculo en tor o metropoli ladina. Durante más de 25
ci empcno por lorjur In imciôn v ci i. corno años los esfucrzos por Ilevar a In präctica,
Ia herramienta privilegiada para removerlo. masivamente, Ia teoria indigenista, tropeza-
Todo ci proyecto descansa en Ia idea de que ron con In insuficiencia de los recursos, In
un estado abarca y define una nación y quc imposihilidad de coordinar ci coii junto dc las
tat correspondencia es on valor absoluto que aeciones gubernanientalcs en las regiones, los
debe realizarse. Si, como sucede en In reali- intcrescs creados para cuya defensa se recu-
dad, estado y nación no coinciden, Ia opckn rre frecuentemente a In violencia, y In resis-
del estado es construir In naciOn; pero en nm- tencia de los pueblos indios aferrados a sus
gun easy se plantea In alternativa contruria: propios proyectos.
ajustar ci estado a las caracteristicas nacio- En Brasil, con una problemática muy due-
nales y Ctnicas de Ia sociedad. rente por ti-atarse mayoritariamente de
Lo anterior explica ci Cnfasis dc In teoria comunidades seiváticas y no campesinas, ha
indigenista en In nociOn de inIcración. Antes habido también un notable desarrollo teOri-
de que se generalizara el uso de ese termino co en relación con ci indigenismo, a partir de
en In literatura especializada se emplearon los los trabajos de Darcv Ribeiro, Roberto Car-
de incorporacióu y asiniilación, que denotan doso de Olivcira y sus scguidorcs, quienes han
claramente Ia idea de climinar In especifici- explorado diversos modelos de "frentes de
dad étnica de los grupos indigenas. La inte- expansiOn" y han diseflado medidas para sal-
gración se ha planteado, segün Los principa- vaguardar a Ia población aborigen dcl impac-
les teóricos dcii., como un proccso capaz de to aniquilador que produce el contacto espon-
eliminar In marginación de In población mdl- táneo con los "civilizados". Sin embargo, ci
gena v asegurarle una posición de igualdad divorcio total entre los teOricos del i. y In
entre los demas sectorcs dc In scJedad nacio- agencia brasileña encargada de formular y
nal; desde ci congreso de Pátzcuaro y con una aplicar In pulitica indigenista, controlada par
fraseologia cambiante, on componente cons- many militar durante largos años, ha impe
tante deli, ha dado Ia consideración dcl india dido poner en práctica los proyectos más con-
como un sector social en aiguna forma debit secuentes.
y desvalido, lo que justifica Ia acción estatal Salvo algunas brutales excepciones, las
en su favor. El peso de Ia acción indigenista tesis indigenistas afirman siempre Ia necesi-
se ha cargado hacia La transformación de las dad de rccuperar los aspectos "positivos" de
comunidades y culturas indias para "inte- las culturas indias, que pueden ser ciertas for-
grarlas" a In vida nacional; de ahi que las mas de organización social, las maneras pro
lahores educativus (en alfabetización y caste- pias de expresión estética y algunos valores
llanización, saiud, tCcnicas agricolas y arte- nunca precisados. Parece que nunca fue nece-
sanaics y otros campoS) se cuenten siempre sario indicar quién decide lo que es "positi.
comc, proyectos centrales y logros fundamen- so" en In vida indigena: evidentemente es ci
tales en todos los planes indigenistas. estado, gestor de In politica indigenista. Los
Mexico ha sido ci pals latinoamericano en resultados en este terreno son paupCrrimos.
ci que se ha prestado mayor atención oficial Los individuos y grupos "integrados" no con-
al desarroilo de una teoria deli. Las formu- servan, en general, ningOn valor tradicional
laciones más ambiciosas v coherentes carrie- que pueda aceptarse coma "positivo". En
$o(. INDIGEN ISM()

algunas ocasiunes Sc usan lormas de trabajo das por dirigentes con experiencia y prepa-
comunal para real izar obras pühlicas decidi- raciOn tales que les permite aetuar no sOlo en
das por las agendas indigenistas, o se mere- ci interior de sus comunidades sino en ci
menta Ia comcrcializaciôn de objctus tradi- terrcno politico regional, nacional V aun inter-
cionaks convert idos en "urtesanias" para ci naciunai. Surge tambien una nueva irtelec-
turismo. tuaiidad constituida irccucntemente por per-
El debate sobre ci posihie destino de las len- sonas que recuperan su identidad india tras
guas indigenas ha ocupado constantemente un largo proceso de desindianizaciOn. Los
In alenciUn de los indigenistas. El uso de In piogramas. las deniandas y las luchas concrc-
lengua materna como pucilte porn Ia adqui- Las dc las organizaciones indias introducen
siciOn de In lengua nacional en los prirneros un nuevov fundamental elemcnto en ci pano-
años de escoiaridad hu sido recomendado mci- rama mndigenista dci continente. Muchos cun-
teradamente en los congresos indigenistas. dros v especialistas quc las agencias indige-
asi como in dcl ensa y ci estimulo de los idio- nistas lormaron en las propias comunidades
mas indios, pero puco se ha hecho en ese sen- con ci fin Lie que actuaran como agcntcs de
tido v resulta menus cuando sc compara con cambio en favor Lie In mntegmaciOn reciamLn
In creciente presiün quc se ejercc contra las ahora ci derecho a scr clios, en tanto indies.
lenguas indigenas por diversos mcdios, inclui- quienes decidan ins politicas convcnientes
do ci propio sistema cscolar. para el Lk'sarrolio Lie sus pueblos. Sc afirma
Cada estado naciunal imprinie a in politi- en todos los casos ci derecho a ser y segUir
ca indigenista su pwpio carácter, variable siendo indios, ci derecho a In diferencia que
segiin Ia curreiaciôn de las fuerzas que Sc dis- resulta de in especifkidad historica de cada
putan ci poder de decision. El I. chileno de pueblo, quc no debe signifkar desiguaidad.
1972 es radkalmcntc diferente dcl que impe- infc,-ioridad ni discriminaciOn. La participa-
ra dos años despus. Hay mornentos que per- dOn, antitesis de in margmnahidad. se conci-
miten accioncs más definidas en defensa de be suit) a partir dcl ejerciclo hibre Lie in pro-
In poblaciOn indigena v otrus en los quc cii. pin cultura. in que signilica un girl) de I 0"
es una punta dc lanza en heneficio de intere- Irente al i. intcgraL-ionisla. Mas uiIá dc las
ses no indios, frecuenteniente transnaciona- dcrnnndas inmediatas v angustiosas, los pro-
Ics. Dc ahi que, aunquc todo es ofkiaimente gramas de ins organiiaciunes poilticas indias
i., resulta dificil gencralizar sobre muchos proponcn Un provecto civilizatorio alierna-
aspcctos concretos. tivo, on ideal social diferente, basado en una
Hacia 1970 se puede fijar ci inicio de dos con-epcion distinta de In reiaciOn entre el
movimientos de contestaciOn deli. que mar- homhme, in sociedad v in naturaleza.
can toda In décadu. Por una parte, se desarro- Ante este retu planteado Va par los pucl,Ios
ha una corriente teOrica que cuestiona. des- indios los gobiernos se han visto obligados a
de los centros académicos, los fundamentos revisar sus pohiticas indigenistas. En cI caso
mismos del i. A escala latinoamericana esu de Mexico, a partir dc 1977 sc relormula el
posicion se expresa en Ia "DeclaraciOn deBar- discurso indigenista v se anuncia que eli. no
bados" (1971), que defiende ci derecho de los es mas una politica para los indios sino con
pueblos indios a ser protagonistas de su his- los indies, al misnio tiempo que se admite ha
toria y gestores de su propio destino v llama pluralidad Ctnica como un rccurso y no coma
a los gobiernos. las iglesias v los cientificos un obstacuio para in construcciOn dcl pals.
sociales a cunipiir su mision en concoidan- En otros cases in respuesta a Ia movilizacion
cia con ese objetivo. En este piantearniento creciente de los pueblos indios ha sido in per-
Ia autogestiOn ocupa el lugar de In integracion secuciUn v Li represiOn violenta. acompafia-
y ci desarrollo étnico rempiaza a In acultura- dade cambios administrativos vjuridicos que
don dirigida. buscan reforzar ci control absolute del esta-
Simultáneamente surge 01 ro movimicnto do subre el destino de los pueblos indios. Hay.
con objetivos similares pero mucho más como marco general. una nuca emhestida
importante: en todos los paises con poblacion quc intentu apodcrai-sc de los recursus natu-
indIgena comienzan a aparecer organizacio- males v in tuerza tie tmahajo quc han conser-
nes politicas indias de nuevo cuno, eneabeza- udo los pueblos indios.
INDUSTRIALIZACION 807

KIBLIO(RAF!A: G. Aguirre Belt ran, El proceso de nacional; 41 politico de ahundancia), hace


aculiuraciOn. Mexico. ISAM, 1957; G. Aguirre coincidir Ia poiitica de i. con las dos etapas
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co, Nueva Imagen. 1981; Documentos de Ia dere como ci aspccto económico de un pro-
Segundo Reunion de Barbados, ludianidad v des- ceso más general de modcrnización, ya sea
colonizacwn en America Lazina, Mexico, Nueva que se considere como un fenómeno hetero-
Imagen. 1979; Instituto Indigenista Interameri- geneo e independiente de ese proceso. Ia i.,
cano. IN!, 30 anus despuc.s. Mexico. isi. 1978: desde ci momento en que. a dilerencia del pro-
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Co. iNi. 1972; D. Riheiro, Las fronterar, indigenas minus cuantitativos v desde el momenlo en
(Ic Ia cztili:arinn. Mexico. Siglo XXI, 1971; quc es susceptible de una per iodiiacion más
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Tawantinsuvo: CIflCO siglos de lueha contra Espa- La rclación entre modernizaciOn c i. está
ña. Mexico, Nueva Imagen. 1981. definida mejor en Ia succsiOn cronolOgica al
identificar ci proceso de modcrnizaciOn en
[tII.iEKSIU RONFII. KATALIA] sentido estricto con Ia segundo lase de Pus-
tow (reuniOn de las condiciones preliminares
del desarrollo) yen particular con ci proceso
de unificacion nacional (Organski habla jus-
industrialización tamente, a proposito de este periodo, de poli-
ticO de unificaeiOn primitiva). Si ci estado
I UEFINI(IOs. Se entiende por i. en sentidu nacional siguc .siendo todavia Ia I orma más
general ci procesu a través dcl cual unu .socie- moderna de organizaciOn politico, es obvio
dad con actividades prcdominantemcntc pri- quc Ia decisiOn de colistruir un estado nacio-
marias se transforma en una .sociedad con nal marquc ci principio de un proceso de
actividades predominantemente terciarias. modernizacion s' que Ia consecución de Ia uni-
En este sentido. Ia i. es sinUnimo de creci- dad nacional, dentro de un determinado mar-
miento económico. desarrollo económico y Co constitucional autOnomo, sea su primer
modernización económ ica. acto.
En sentido más restringido, v con lines de Está comprobado histOricamente que Ia
análisis politico. Ia i. Sc reliere Unicamcnte unidad nacional —o sea una Ease del proceso
al periodo crucial dcl proceso currespondien- de modernizaciOn— es el presupuesto de Ia
te, o sea a Ia transición desde su comienzo I. Esto no signhfica que ci proceso de moder-
hasta ]a fae autopropulsiva, periodo que se nización termine con ci nacimiento dcl esta-
caracterizo por cambios drásticos y decisivos do naciunal y con ci principio de Ia i. Sin
en Ia conliguraciOn politico y social del pals embargo, después de Ia unidad nacional los
en cucstiôn (revolución industrial). dos procesos avanzan de manera asincróni-
En ci proceso de desarroilo económicu Rus- ca y pueden también entrar en conflicto. El
tow distingue cinco lases correspundientes: proceso de modernizaciOn tiende, en efecto.
1] Ia suciedad tradicional; 2] Ia reuniOn de las a Ia integracion nacional, o sea a introducir
condiciones preliminares para ci despeguc; 31 a todos los miembros de Ia comunidad en el
el despeue; 41 Ia transiciOn a Ia madurez; 51 circuito politico, con iguales derechos de par-
ci periodo de los grandes cun.sumos musivos tiCipacion. El proceso de i., por el contrario.
tRostow. 1962). Por i. en sentido estricto tiene sobre Ia sociedad nacional un efecto que
cntenderemos ci periodo correspondiente a en un primer momento es desintegrante.
Ia tercera v cuarta etapas. También Organs-
ki. que subdivide ci desarrollo politico en cua- ii. Oki(dN La i. no es un movimiento espontá-
tro etapas II] politico de unificaciOn primiti- neo. Responde a una decision Consciente de
Va; 21 politica de i.; 3] politico de bienestar desarrollo y es un acto Eundamentalmente
808 INDUSTRIALIZA(ION

agresivo hacia ci ambiente circunstante tunas, son fenómcnos incoherentes desde el


empezundo por ci umbiente natural nacional punto de vista estnicto de Ia objetividad eco-
al que Ic exige una transformacion. Sc suele nómica, pero Se insertan penfectamente en Ia
contraponer ci caráctcr espontánco de Ia pri- logica agresiva de Ia decision de desarrollo.
mera revoiución industrial a Ia i. tardia en La agresividad, coma caractcnistica de Ia
que el estado desempena una función prima- voluntad de desarrollo, explica cOma Ia gue-
na. Estudios recientes niegan el papel pasi- nra, que se presenta coma organizaciOn dc esa
vo dci poder en Ia i. británica y, aunque remi- agresividad, puede convert irse, y de hecho se
ten a Pitt ci Joven ci principio de una politi- ha convertido en muchas ocasiones, en un fac-
ca económica püblica programada. Sc irisis- tor acelerador del desarrollo. La voluntad de
te en quc Ia revolución industrial coincide con dcsarrollo puede partir obviamcntc de una
Ia organ ización dc una economia de guerra derrota militar coma clemento unificador de
al final de Ia concluskrn victuniosa de Ia cam- una agresividad reprimida o frustrada.
pana ant inapoléonica (Deane. 1971). Tamhién en este aspecto Ia primera revo-
A dilerencia de Ia voluntad modernizado- luciOn industrial. Ia bnitãnica, no se aparta
ra, Ia voluntad de desarroilo no se presenta del paradigma: reacciOn dc Ia sociedad nacio-
como una voluntad desinteresada sino quc se nal al aislamiento internacional (guerra de los
traduce siempre en Ia imposición, por pante 7 anus) v a Ia derrota militar (pCrdida de las
de Ia elite agresiva v despreluiciada, quc es colonias americanas). Las guerras napoleOni-
Ia pi-otagonista, dci pago dcl precio dcl desa- cas acompanaron al despeguc y ci imperialis-
rrollo a los sectores más déhiles de Ia socie- mo al drive fur mulu, -ifv.
dad nacionai y algunas veces tambiCn a see-
tones cxternos a Ia sociedad nacional. El pro- Se
iii. l5DLSTRILil.A('ION '1 SOCIEDAD; EL DUALISMO.
ceso de acumulación que hace posible ci desa- ha dicho que en un pnincipio Ia i. produce
rroiio autopropuisivo es pagado en general efectos contranios a Ia modernixaciOn, pUCS
par los sectores ajenos al desarnollo. Malihus en lugar de acelerar ci proceso de integracion
ilega a proponer Ia eiiminaciUn fisicu de los nacional produce un cfecto disgrcgativo en Ia
elementos marginaie. Ley dc bronce dc Ia comunidad nacional. La existencia de un sec-
politica de i. es Ia negación del bienestar. tor socioeconómico dinámico convierte en
El contenido agnesivo de Ia decision de obsoleto al sector tradicional v tambiCn a las
desarrollo explica que Csta aflore como reac- estructunas sociales y politicas del pals que
ción a unu humillación nacional. como reac- están kgitimadas exclusivamente par Ia
ción a un evento que simboliza traumática- sociedad tradicional. El crecimiento del sec-
mente las circunstancias negativas internas tor industrial hace cada vex más cstridcnte
y externas que bloqueanon Ia dilataciOn del ci contraste v más graves las descompensa-
potencial fisico y humano de una sociedad ciones sociales v politicas que se denivan de
considerada atrasada. ParadOjicamente, esta éI. Las medidas de autodelensa udoptadas por
reacción es al mismo tiempo impenialista los sectores que soportan ci peso de Ia acu-
hacia el exterior y antimpenialista hacia ci mulaciOn agravan los resquebrajamientos
interior. Imperialista hacia el exterior porque sociales v alimentan un particulanismo cor-
tiende a obtenen aun fuera de Ia comunidad porativo.
nacionai los medios pura su desarrollo (teo- Los contrastes generados por Ia i. pueden
na del "espacio vital". del "lugar bao ci sol". resumirse en el concepto de duaiismo. La
etc.). Antimperialista hacia ci interior purquc sociedad he presenta dividida en dos: un sec-
ticnde a considerar cuaiquier injerencia exter- tor inoderno y dinOmico, ci sector en vias de
na como factor de fniccion en Ia consecuciOn i., y ci sector tradicional, estático, peru insti-
del desarroilo autopropulsivo (xenofobia, pro- tucionalmente capaz de oponer una resisten-
teccionismo, tendencias autárquicas, cxpui- cia durisima a las nuevas fuerzas sociales. El
sión de los capittles externo, etc.). El cob- dualismo tiende a profundizarse de tat mane-
nialismo y ci belici?..mo de los paises en vias ra que genera una situacion de guerra civil
de desarrollo par un lado, v por ci otro sus latente, quc puede resolverse con Ia imposi-
hostilidades hacia las intervenciones externas ciOn de una disciplina autoritaria o con una
a pesar de ser econOmicamentc complemen- muvilizaciUn genci-al de Ia sociedad nacional,
INDUSTRIALIZACION 809

o bien puede desembocar en ci conflicto abier- administrur ci proceso de i. cambiando su


to (guerra de secesión norteamericana, gue- naturaleza (como sucede con ci comunismo
rra civil española, etc.) cuando las dos socie- soviético)o promoviendo programas imperia-
dades presentan entre si una dosis demasia- listas externos que unifican todos los secto-
do elevada de irreductibilidad o cuando fal- res de Ia sociedad nacional, en unu mistica de
tan modelos unitarios eficaces. agrcsión externa (liberalismo victoriano, In
Desde ci punto de vista politico constitucia- Jacksonian Democracy en Estados Unidos,
nal, ci dualismo hace saltar los mecanismos radicalismo frances, democracia rural
de conciliación preexistentes (comprendidos israelita).
los sistemas politicos representativos), que, Los sistcmas capaces de cicatrizar autori-
asignando en ci mejor de los casos igual peso tariamente ci dualismo, uniendo las ramas
al sector dinãmico quc al sector estático de principales de Ia sociedad nacional, tienen en
In sociedad, paralizan al primero. Ciertos cambio posibilidades de exito en ci periodo
fenomenos de retroceso politico que sobrevie- de Ia industriulizacion.
nen en ci momento dramático del dualismo La i. en si misma no se presenta como fac-
y que se presentan en abierto contraste con tor de dcmocratización. Al contrario, postu-
In linealidad abstracia del proceso de moder- Ia por lo menos transitoriamente una orga-
nizacián, son tales solo en apariencia v de nización autoritaria de Ia sociedad. La prime-
cualquicr modo no cstán en contraste con In ra revoluciOn industrial de In historia, In bri-
lOgica dcl proceso de i. Sc trata simplemente tánica, no constituye una excepciOn.
de superaciones drasticas dcl dualismo. El panorama politico quc presenta Inglate-
El dualismo, ejemplo tipico de In situación rra en las dos dCcudas de las guerras napo-
de descomposiciOn social que Jules Monne- leOnicas es realmente desolador: el habeas
rot llama "situation de ditrcsse", tiene como corpu' queda suspendido, los salarios reales
consecuencia inmediata una "demanda de van disminuvendo, los alborotadores son
poder" (Monnerot, 1969). reclutados en las fuerzas de Ia Marina. Cual-
quier tentativa de asociaciOn en ci ámbito
IV. IxI)LSTRIALI1ACIOr. V POLITICA. H. PROBLEMA DL LA obrero es rcprimido par los ('ombinazivi, Acts
DEMOCR.WIA, La relaciOn entre i. v sisterna de como práctica restrictiva dcl comercia. La
gobierno debe considerarse de acuerdo con rcprcsión se promulga por un largo periodo
Ia capacidad de este ultinio de proporcionar aun despues de In conclusion de las guerras
un complemento de poder necesario para nupoleOnicas. Los delitos contra In propiedad,
detener ci proceso de disgregaciOn nacional. que comprenden también los delitos "sindi-
Las fOrmulas polIticas que no se manifies- cales", entranan In aplicaciOn por via admi-
tan capaces de proporcionar un complemen- nistrativa de Ia pena de In deportacion. Los
to de puder son extrapoladas inexorablemcn. jefes de las agitacioncs obreras corren peli-
te por ci proceso de i. Y entre las primeras gro de muerte. El Reform Bill de 1832, con
en ser extrapoladas estän las ideologias que el que empieza Ia apertura democrática del
nacen en ci periodo de Ia i. % que se identifi- sistema politico ingles, representa simple-
can con los intereses de los grupos que estan mente Ia cooptación, pon parte de los estra-
empenados en ella. Nos referimos tanto a las tos dirigentes tradicionales, de la clase empre-
ideologias protectoras de In clase obrera sarial en ascenso (de Schweinitz Jr., 1964).
(social ismo, comunismo, anarquismo, anar- En ci periodo de In i. cI principal obstácu-
cosindicalismo, etc.) como a las ideologias Ia para In democratizaciOn es In imposibili-
tipicas de los estratos tc.nicos y empresaria- dad que Csta tiene de ofrecer un mejorarnien-
les (liberal ismo, radicalismo. socialdemora- to al nivel de vida de las masas populares. El
cia, utilitarismo, saintsimoflismo, etc.) v de problema de los sistemas politicos que pro-
las vanguardias culturales (futurismo). Tan mueven Ia i. no Cs ci de mejorar ci nivel de
to las unas como las otra no pasan de estar vida de las masas populares sino ci de dar una
en funcion de intereses sectoriales v dan on- justiiicación vãlida a In falta de mejoramien-
gen a sistemas que en lugar de superar ci dua- to, hasta del empeoramiento, tomando en
lismo lo asravan. Pueden resultar en sistemas cuenta quc tumbien los p3sibles mejoramien-
de cohierno estables que Onkamente logran tos se ven moralmcnte anulados por ci eke-
$10 INDUSTRIAI.IZACION

to negativo de Ia ostentosa opulencia de In eli- tada todavia por Ia gucrra civil). Unicamente
te industrializadora. En este sentido. In gue- ci primer tipo es aceptable desde el punto de
rra, o dc aiguna manera una organización vista histOrico; en efecto, sus caracteristicas
militar del pals contra una amenaza exterior (I]autoridadjerárquka; 2]fidelidad total; 31
aun ficticia, se presenta como una coartadzt flexibilidad táctica; 41 unitarismo; 5ldifusi(5n
mistica de una austeridad inevitable. ideologica) Ic permiten responder a las cxi-
Existen de cualquier modo sistemas com- gencias inmediatas de in sociedad dualista.
patibles con In intensificacion del proceso de El politólogo brasikño H. Jaguar ibe of re.
democratizaciOn: está ci caso que denomina- cc los siguientes modebos: I] el "nacional-
remus de In "i. mimética' o de Ia "democra- capitalismo", basado en ci prcduminio de In
cia dependiente' o "satelite". Pste se lieva a burguesia empresarial, apovado en un part i-
cabo cuando Ia I. se exporta literaimente de do del desarrollo que bajo un liderazgo de tipo
un ptIs a otru. La agresividad Sc apaga de esta neobismarckiano se convierte en partido
manera porque Ia misma decisiOn de desarro- mavorilario v coma tal ejcrce el poder con ci
Ilo se sustituve con una decisiOn externa. His- apovo de las masas en oposicion a las tuer-
tOricamenle tenemos el ejemplo de Estados zas reaccionarias v radical-revolucionarias v
Itnidos, que dehen ci comienzo del despegue oriente In comunidad hacia ci desarrailo
a In expansion de Ia i. britanica. Dentro de nacional mediante una adecuada programa-
esta misma linea se desarrolia toda In trayec- ciOn, asegurandoles a los empresarios Ia
toria del proceso de I. en Canada, en Austra- direcciOn de las empresas; 21 el "capitalismo
lia y en diversos paises europeos (Rélgica. de estado', para los casos en que prcdomina
Hoianda, Suecia, Suiza). Sc puede hablar de In clase media tecnocrática quc toma ci poder
1. mimetka iambién en el caso de Italia duran- mediante on golpe de estado, constituve Un
te ci periodo anterior a 1915 (baste pensar en partido rcvolucionario para aliarsi- a través
Ia parte de los capitales alemanes, suizos. de éI con las masas rurales v prolctarias. v
franceses e ingieses, en las primeras iniciati- con el apoyo de éstas promueve ci desarroblo
vas industriales. yen In vâlvula de escape de nacional mediante una programaciOn adccua-
nuestra emigraciOn) v durante ci periodo da asegur.indole a In burocracia tccnocrati-
siguiente a 1945. En esos modelos, ci dualis- en In dirección de las empresas; 31 ci "soda-
mu se atenüa, tanto por ci aumentu de los lismo desarrollista", forma radical del capi-
recursos disponibles que permite detener los talismo de estado, caracterizado por In sociu-
sacrificios como par Ia relativa debiiidad de iizaciOn de his medios de produccion v por Ia
In elite industrializadora que en parte es aboliciOn de Ia economia de mercado, que
externa. También Ia lucha de clase se atenüa promueve el desarrollo a través de Ia planifi-
par Ia posibilidad de Ilevar a cabo simuitá- cación, asegurándole a Ia burocracia revolu-
neamente una politica acelerada de I. v una cionaria Ia direcciOn de las empresas.
politica aceicrada de transformaciOn social La cla.sificaciOn de Jaguaribe tienc al mis-
v de difusión dcl bienestar. ma tiempo un caracter preceptista v determi-
nista. Dc hecho sostiene que los paises con un
V TI}OL(X,IA POLITICA 1* LA INDUSTRIALIZACION.La baja nivel de ingreso sOlo pueden industria-
clasificacion ms difundida de lOS regimenes lizarse aplicando ci segundo o el tercer mode-
promotores del desarrollo Ia ha dado David Ia. en tanto que ci primer modelo sOlo es ade-
Apter: 1] 'mobilization system"; 21 "reconci- cuado para los paises en vms de desarrollo
liation system; 31 "modernizing oligarchy' con un ingrcso superior a los 250 dOlares
Apter. 1970. (Jaguaribe, 1969).
A In clasificacion de Apter se Ic pueden Comparando con In ohservaciOn empirica
hacer las skuientes observuuones criticas: el los esquemas de estos v de otros investigudo-
tercer tipo Sc refiere a paises que están toda- res (Organski v Graciarena) resulta que en el
ia en Ia prehistoria de In i. (y algunos hasta periodo de i. surgen los siguientes modelos
en una fac "prerrostowiana"): ci se2undo politicos:
tipo no olrece modt-lus duraderos vãlidos si 1] inodelos pin ralistw:
no están ligados con In i. mimética (Apter a] democracias imperialistas Unglaterra,
tomaha coma prototipo una Nigeria no af cc- Estados Unidos, Francia, Bélgica, Hcilanda V
INDUSTRIALIZACION Sit

actualmenic, India e Israel). maturgo capaz de suturar las heridas de una


h] dernocr.rcias dependientes (Canada, Aus- sociedad en crisis. La función dci caudillo Ia
tralia, Palses escandinavos, Suiza v, actual- asumen en las suciedades mudcrna.s las fuer-
mente. varios paises sudamericanos); zas armadas en su con junto. El recurso a las
2] ;nodelos de hegemunia miliiar: fuerzas armadas como "estado de reserva" es
a] con pluralismo imperfecto (Turquia de Ia forma más simple de proveer el compie-
hoy; Espana, 1945-1975; Portugal de Salazur- mento de poder requerido por Ia i. Con su
Cactano; Hungria dc Horthv: Grecia, organizaciUn unitari.r v al mismo tiempo capi-
1967-1974); lar. ci ordenamiento militar se sobrepune a
31 azodelos ;zaczoual-populzstas: Ia suciedad desintegrada como un gigantes-
a] bipolares o neotradicionaics o sincréti- co envesado. La intervenciUn militar se tra-
cos (Italia fascista; Argentina peronista: Bra- duce, en esencia. en Ia imposiciön de una gue-
sil, 1935-1938: Espana, 1939-1945; Irak, Siria, rra social v politica que. en Ia medida en que
Argelia de Ben Bella, TUne,, Mexico posrevo- permite Ia continuación del crecimiento eco-
iucionario); nUmico yen Ia medida en que secunda Ia mar-
hI monopoiares o revolucionarios a totali- cha de Ia historia, tiene posihilidades de dura-
tarios (uRss staliniana, China, Cuba actual). ciUn indefinida.
El mismo pals puede adoptar durante Ia i. El sistema militar se presenta en general
diversos modclos. Asi, por ejemplo, Italia con caracteristicas de provisionuiidad y pue-
anles de 1914 puede calificarse como una de no sustituir todo ci sistema representati-
dernocracia dependiente (con tentativas de vu preexistente al que se reservan franquicias
transformaciUn con Crispi v con ci mismo mUs o menos amplias, promoviendo igual-
Giolitti, en democracia imperialista), desde mente coaliciones de poder ITurquia, Brasil,
1942 hasta 1943 como sistcma nacional- Argentina v Ia Espana franquista). Aun cuan-
populista, v desde 1943 hasta ci tCrmino de do el sisterna represenlalivo queda totalmen-
Ia i. nuevamente como una democracia depen- te eliminado (sistemas carismUticos), ci rCgi-
diente. La transición de Ia demucracia depen- men militar no Io sustitu%e con un ordena-
diente al modelo de hegemonia militar o al miento radicaimente nuevo. El regimen miii-
modelo nacional-populista es bastante fre- tar, eminentemente proyectivo, es ci gendar-
cLiente, dada Ia incompatibilidad creciente me de Ia i. Su estabilidad depende de Ia
entre i. tardia e I. mimCtica. Otro fenorneno eficacia de su obra de tutela.
tipico de nuestros dias es Ia dobk naturale- Los sislemas nacional-populistas se pueden
za imperialista v dependiente de algunos pal- reducir a on modelo Unico: ci fascismo itaiia-
ses en vias de i. con modelo piuralista (India, no, del quc siguen siendo todavia variantes
Israel). En ci pasado tambiCn BClgica y Holan- inconfesadas (v. fascImo). Se puede aceptar
da tuvicron ci dohie carácter de satClites Ia distincion de Graciarena entre regimenes
imperialistas. Las formas tipicas estUn cons- nacional-populistas neotradicionales (o sin-
tituidas, por otra parte. por modelos de hege- cráticos. si queremos usar i-a terminologia de
mania militar a nacional-populista, quc repre- Orgzrnski, o hipolares, si qucremos usar una
sentan va Ia regla de los paises en vias de terminologia ms exacta), quc no introducen
industriaiiiación. cambios en las relaciones de propiedud v lIe-
van a cabo una politica de compromiso con
VI. (ARA(ThRISTI( AS OF LOS SISTEMAS POLITICOS DE L las fuerzas tradicionales, v los recimenes
INDUSTRIALIZACIO\ 'IambiCn en los regimenes nacional-populistas revolucionarios, que
piuralistas dernocratkts es irecuente ci introducen alteraciones radicales en ci orde-
recurso a Un jefe militar con una capacidad namiento juridico del mundo econOmico
de jtracción c:Iri'matica interciasista en io (reforma agraria, socialización de los medios
momentos cruciales de Ia i.: %%eIiinton en de produccion, supresión de Ia economia de
IngLiterra. MacMahon en Francia (I uis Napo- mercado, etc.). En ese caso di, puede restrin-
leon puede considerarse por su parte porta- gir el modelo lascista a los regimenes
dor de on ctrisma militar). Jackson v Grant nacional-populistas bipolares v considerar el
en Estados Unidos rcspondcn al appcl an so!- stalinismo como prototipo dc los modelos
dat. El caudillo es considerado como un Iau- nacional-populistas monopolares o totulita-
812 INDISTRIALIZACION

rios. Existen, sin embargo, considerables de Ia disciplina represiva (sistema militar)


semejanzas entre los dos sistemas, tanto que sino en el pIano de Ia movilización emotiva
no se puede concluir que in logica dcl siste- y per Ic tanto consensual, hace quc estos sis-
ma produza una transformación en sentido temas sean capaces de ofrecer lo que se ha
revolucionario dcl regimen neotradicional e, Ilamado un new deal of e,,w:ious (Gerschenk-
hipótesis todavia más frecuente, Ia transfor- ron, 1965) y los obligan a mantener permanen-
macion en sentido opuesto del regimen revo- temente al pals en una temperatura de ebu-
lucionario en correspondencia con una fuse liiciOn cercana a Ia explosion.
avanzada dcl proceso de i. (Brzezinski habla La fOrmula nacional-populista contiene de
de "socialfascismo" a propOsito de Hungria algun mode elementos sugestivos tales que
y de Ia Rumania actuales; los casos de MCxi- hacen que a menudo sea imitada aun por los
COY de Bolivia son casos tipicos de transfor- sistemas militares (especialmente los semica-
maciOn de regimenes nacional-populistas rismáticos), y esto explica muchas de las con-
revolucionarios en regimenes nacional- fusiones en Ia clasificación.
populistas neotradicionales.) Una de las caracteristicas comunes de los
La distinción entre sistemas militares v sis- sistemas no pluralistas descritos es Ia tran-
temas nacional-populistas estã dada por Ia sitoriedad. Superado el despegue, adelanta-
tendencia de los primeros a resolver el dua- do ci desarrollo autosostenido, subordinado
lismo con métodos empiricos, o sea con In o eliminado el sector tradicional, Ia i. deja de
desmovilizaciUn del aparato politico e ideo- requcrir Ia hibernaciOn o Ia exasperaciOn del
logicu. con on proceso de despolitizacion y aparato politico. El bienestar de las masas no
con Ia acentuaciOn de los elementos economi- se convierle en un obstOculo sine más bien
cistas del sistema. La politica se subordina en un incentivo para Ia i. Es posible una orga-
a Ia economia. El desarroilo económico goza nización del consenso basuda en Ia difusión
de una prioridad ubsoluta. La problemática del bienestar v no en Ia disciplina o en in neu-
politica y social se pone en relaciOn con el rosis colectiva. Ya nose pone en discusión Ia
estado de atraso. Su solución se pospone a in existencia de In comunidad nacional. En el
i. completa con Ia confianza de que entonces ámbito de Ia sociedad industrial aflora Ia dia-
esa problemática ya habrá perdido su conte- lCcticu de los grupos de presiOn y de los gru-
nido dramático. pus de interCs. El pluralismu surge en ci inte-
Los sistemas nacional-populistas proponen, rior mismo dcl bloque politico de poder de
pore! contrario, una ideologia global, o mejor origen nacional-populista (sistema colegial en
dicho un programa nacional global, encarna- Ia URSS) o militar (Espana franquista. Portu-
do por un liderazgo carismático capax de gal, Argentina). Estu no quita que In descom-
atraer un consenso interclasista y realizar presiOn polItica resulte muy larga y compli-
una movi!izaciOn de masa, un proceso gene- cada, como lo demuestran divcr.sos casos. D
ral de politizaciOn que abarca a todas las cia- todos modos, el proceso de i. actua en las
ses y edades sin distinciOn. La movilizacion fases avanzadas en el sentido del proceso de
sc realiza alrededur de reivindicaciones de modernización y de democrntizaciOn, dejan-
curácter nacional (in grandeza del pals). algu- do de actuar en sentido divergente.
nas veces a costa de retardar Ia i. o de defor-
maria (politica armamentista). La misma pre- VII. cO5CLUSI0ES En Ia coyuntura internacio-
tension de permanencia de estos regimerles, nal actual Ia I. solo excepcionalmente resul-
y por lo tanto Ia necesidad en que se encuen- ta compatible con los sistemas pluralistas y
tran de prolongar artificialmente Ia tensiOn, va acompañada casi en todas partes per In
los hacen mAs aventurados v por lo mismo suspensiOn del sistema representativo, per
más vulnerables —sobre todo externamente- graves restricciones de Ia libertad individual
a los sistemas militares, paradOjicamente y per una organizaciOn represiva o instru-
mucho más prudentes v empiricos, a menos mental de los estrutos subordinados en bene-
que in movilizaciOn de masu no estC sosteni- ficio de una omnipotente Clite cupular.
da pot un aparato totalitario particularmen- El carácter tardio de los precesos de i. en
te eliciente (stalinisme). En esencia, Ia reali- curse tiende a agravar las complicaciones
zaciOn de Ia unidad nacional, no en ci plane politicas descritas, aumentando aOn más Ia
INSURRECCION 513

agresividad latente en las sociedades atrasa- tégicos furman parte de un discurso más
das, en las llamadis naciones proletarias. La amplia sobre Ia rev oiuciôn, a bien desapare-
ünica tendencia contraria podria estar repre- cc por si misma, v por este motivo tiende más
sentada por proccsos de integraciOn interna- biam a coincidir siempre con manifestaciones
cional basados en Ia i.'mimtica, o sea en Ia masivas pero que entraflan una participacion
accptación sistemática, por parte de las menor de personas, como Ia sedición a Ia sub-
potencias industriales, del peso del desarro- version.
lb de los paises no industrializados. Derivando ci término i. del latin iusurgere
[levantarse contra], en el pasado recibió Ia
BIBI.IO(.RAFIA D. Apter. System, process and the mayoria de las veces ci significado limitati-
politics of ecmlol?;ic dcvciop;;iczt. en Industria- vo dci movimiento "legitinm", guiado por los
lizatiot, and soCie1', a cargo de B.F. Joselitz y defensores del derecho v de Ia legitimidad,
W.E. Moore, Mouton, Unesco. 1970: Ph. Deane. contract usurpador o los usurpadores que se
La primera revolució;i industrial (19651, Barce- hablan apoderado del poder par medlo de Ia
lona. Edicions 62: L. Garruccio, L'industriaiiz- fuerza v ci engano. Con Ia revoiuciOn france-
zaziune Ira na:ioualismo e rivoluzione. La' idea- sa adquirio ci sent ida moderno de movimien-
iopie poiiHciie dci paesi in via di svzluppo, Bob- to contra Ia opresión dcl pueblo v par Ia libe-
nia, II Mulino. 1969: A. Gerschenkron, Elairaso ración general, ilevado desde Ia base hasta Ia
ecOnoflhic'o a'U 511 pe'rSpeCIii'a l,istórica (1965). Bar- cuspide y destinado a derrocar al gohierno
celona, Arid; J. Graciarena, Poder v clases socia- existente (i. con fines politicos) o bien a Ia cia-
les ci desarrollo ik A,nérica Larina, Buenos se dirigente en su totalidad (i. con fines
Aires, Eudeba, 1967: H. Jaguaribe, l)esarrnllo sociales).
ecoinmuco v desa 'roilo pohtico (1969), Buenos En Ia i. ci elemento tOctieo es determinan-
Aires, Eudeba; J. Monnerot. Socioio,'ia 1e Ia revo- te; en efecto. no se puede estar nunca a Ia
luewn (1969), Buenos Aires. Eudeba, 2 vois.; defensiva, porque de este modo caerIa en una
A.F.K. Organski, i.e fornie dcliv suiluppo politi- derrota inevitable, sino más bien a Ia ofensi-
co(1965). Ban, Later,.a, 1970: W.W. Rostow, Las va. es decir, a pesar de partir de los elemen-
elapa.c dci crecimienlo eeonOmico (1953), Mêxi- tos voiuntaristas v espontaneistas quc pueden
co. Fondo de Cultura Económica. 1961; W.W. haberia generado. dehe superarbo.s inmedia-
Rostow, Polities and the sIa'es of growth. Cam- tamente a través dci hecho de Ia organ ización
bridge, Cambridge University Press, 1971; K. de revolucionaria, que constituve su máximo
Schweinit, industrialization and democracy. desarroiio v ci punto de desapariciOn de Ia i.
Giencoc, The Free Press, 1964. En ci curso de Ia revoiución francesa, tenien-
do como fuente indirecta el pensamiento de
[i. UDOVICO IXCISA) Locke. hubo intentos de iegaiizar ci derecho
a Ia i., de resolver con Ia Icy lo que histórica-
mente siempre se resolviO por medio de una
manifestaciOn de fuerza; en efecto. en el arti-
insurrecciôn culo 35 de Ia Declaracicin de los derechos dci
hombre v dci cumdadauo del acta constitucio-
Es ci movimiento generalizado de un nucico nab del 24 de junio de 1793, se afirmaba que,
de individuos contra ci poder dominante, que cuando ci gobierno viola los "derechos del
ordinariamente se puede identificar con ci pueblo". Ia i. se convierte, tanto para ci pue-
gobierno: coincide en general con cualquier blo como para los individuo. en "ci más
rebelion de masa v se caracteriza por ci usa sagrado de los derechos yen ci mOs indispen-
de Ia violencia, a pesar de que esta no nece- sable de los deberes". Esto evidentemente es
sarianlente debe manifestarse en forma fisi- un caso anomalo de leislacion, tipico de un
ca a material sino que puede sen sirnpknien- gobierno revoiucionario. pero e' significati-
te moral. La i. es una especie de premisa de vo porque ha tenido algunas conlirmaciones
Ia revolución. v su rasgo distintivo e.stá dado en ci mundo contemporáneo en situaciones
sobre todo por su curia duratrión: en efecto. de emergencia o de alta tensiOn ideal.
o da origen ' Ia revolucion. par Ia niismo.
Ia preparacion tactica V los ubletivos estra- t(I\ MARIO HRVO]
$14 INTEGRACION

integración segunda corriente destaca tanto Ia validez


empirica de Ia concepción que considera al
poder politico como ci motor de los procesos
I I\TI-;RM IO\ ', LSIFI(ACIOS En sentido lam, I. de i., de tal modo quc sin su intcrvenciUn eke-
significa supelación de las divisiones y de las tiva pierden impulso v fracastn, como ci
rupturas V vinculación orgAnica entre los hecho de que Ia mayor receptividad dcl poder
miembros de una organizaciOn. En Ia actua- politico a las demandas de los miembros de
lidad esta organización se identilica normal- las distintas organizacioncs lo convierte, al
mente con ci estado-nacion; se trata, enton- mismo tiempo, en un instrumento mAs demo-
ces, de rupturas entre los diversos grupos que crAtico y mãs sensible. Mientras que Ia pri-
furman parte dcl mismo. Si Ia urgani/.ación mera corriente parece caer, en definitiva, en
cstA constituida por una federación, las rup- una especie de inevitahilidad —dadas ciertas
turas se deben al grado de heterogeneidad de condiciones— de Ia integraciOn. Ia segunda
los estadus mienibrus. La i. puede considerar- parece estar mAs fAcilmente en condiciones
Sc como Un proceso, u bien como una ctmdi- de dar cuenta de las dificultades v de las
cióu. Cuando se considera como una condi- inversiones de tendencias registradas por los
ción se habla de organizaciones mAs o menus numerosos procesos de i. nacional y supra-
integradas. El nivel de I. dcpcndcrA de los see- nacional emprendidus en nuestrc, siglu.
tores particulares que se lumen en cuenta. Dc Dc lu dicho hasta aqui resulta claramente
este modu se puede tener una elevada I. juri- que Ia i. politica no puede distinguirse facil-
dica v ecunUmica juntamente con una baja i. mente de los procesos de uuificaciou naclo-
politica. Hahitualmente Ia 1. económica y Ia ;ial v supranacional, v que el término i. mdi-
I. .Iundica son dos condiciones que favorecen ca gencralmente un proceso mAs vasto y mAs
Ia i. pulitica; peru cuando el poder politico es complejo quc Ia simple unificación. Un esta-
el motor de Ia i. uno de sus primeros actos do o una organizaciOn pueden ser unitario'
consistirA en intentar promover Ia i. juridica y tener, no obstante, un bajo nivel de i. El
v economica. mvel de i. se puede medir en relación con tres
Sin embargo, no se puede establecer a prio- parámetros: una organizacion estA tanto mAs
ri en cuAl de los sectores del sistema se debe integrada cuanto mAs logre cant rolar los ins-
ilegar a una I. más estrecha o mAs rápida para trumentos coercitivos e imponer Ia observan-
obtener una i. mAs clevada en todos los sec- cia de las normas v de los procedimientos que
tores. Esta tentativa debe basarse en un anA- emanan de ella; estará tanto mAs integrada
lisis de Ia estructura interna de Ia sociedad cuanto mAs controle las decisiones concer-
o de las sociedades que están involucradas en nientes a Ia distrihución de los recursos, y,
el proceso de i. Existen en literatura, a este finalmente estará tanto más integrada cuan-
propOsito, dos corrientes de pensamiento: to mAs constituva cI centro de referencia a de
una, llam.tda funeioualisia, sostiene que Ia identificacion dominante para los miembros
ampliación gradual de las Areas de colubora- de Ia organización misma. Es importante tam-
ción entre las distintas organizaciones esta- bien el alcance de Ia i. que depende ante todo
tales y el aumento de los beneficios garanti- del nümero de las Areas en que interactUan
zados a los miembros de estas organizacio- de manera habitual los diversos elementos de
nes terminarAn produciendo intereses cons- Ia organización y de Ia intensidad de las inte-
titutivos para el mantenimiento de las Areas racciones.
integradas hasta desembocar en una i. global Oucda par scnalar Ia cvaluación de las posi-
de todas las areas. Otra corriente pone de bilidades de éxito de una tentativa de i. basa-
relieve que, Va que Ia mayor parte de los pro- da en Ia naturaleza de las unidades que Ia pro-
blemas que hay que resolver para ilegar a una mueven. La hornogeneidad cultural de las dis-
organización integrada son de naturaleza y de tintas unidades parecc ser un elemento dcci-
carácter politicos o inciden de manera reic- sivo para que dé comienzo una tentativa de
vante en el comportamiento v en Ia actividad i., peru no es un elemento suficiente para
de todos los miembros de las distintas orga- hacerla avanzar hacia nireles más cievados.
nizaciones, el poiler politico es el que debe Una vez empezado ci prueso, Ia cantidad y
tomar Ia dirección del procesu de i. Esta Ia calidad de los beneficios que puedc cunse-
INTEGRACION $15

guir de Ia organh/.acion son los que impuisan perifcrias, con el uso de Ia fuerza en Ia mayo-
a los diferentes miembros a unir sus energias na dc los casos. Si ci grupo quc conquista ci
para alcanzar niveks más altos de i. Sin tcrritorio v somete a los dcmás grupos es de
embargo. los beneficios económicos o simbO- lengua y de composicion étnica diferente, ci
licos no son tampoco sulicientes para que una proceso de i. territorial dejarA residuos difi-
organización quede integrada en todas sus cues de eliminur. Sc producirOn, en efecto,
esiei-as, dc mantra unhforme y en niveles ele- desobediencias y oposiciones recurrentes a
vados, si falta el impulso de una elite (es posi- las directivas del grupo en ci poder, conflic-
bie que dos o tres dues potenciales actüen tos prolongados v tentativas de seccsiOn. Esto
como cent ros propuisores, pero cs ms corn- ocurri rá, particuiarmente, cuando ci grupo
probable una coinpetencia entre ellas V ci con- en ci poder intente cancelar Ia autonomia
siguiente estancarniento del proceso) y si fal- local a través de In supresiOn de Ia enseñan-
ta ci incentivo de fines dinárnicos (o sea no za de Ia lengua de los grupos perifericos
merarnente dci ensivos v negativos). Tenien- (ejempios tipicos, las luchas de Cataluna v dcl
do presentes todas estas observaciones, e pais vasco contra Castilla).
insistiendo en que ci proceso de integraciOn En Ia fusion se tiene un proccso lcnto de
tienc una dimensiOn histOrica relevante, se acercarniento progresivo critre los diversos
puede esbozar una tipologia de Ia i.: i. terri- grupos geograficamente contiguos, que de
torial, I. nacional e i. social. ordinario se ye facilitado por Ia comunidad
Iinguistica, pero que puede iarnbién ser ci
ii INTEGRAVION TERRIToRIAl. La i. territorial resuitado de Ia percepciOn dc intereses comu-
representa ci proceso mediante ci cual ci con- nes. El primer caso cstá representado por Ia
trol dcl poder de un grupo logra extenderse unificaciOn italiana, quc se produjo, por lo
a todo un territorio anteriormente tracciona- menos hasta 1861, corno con secuencia de un
do. Dc acuerdo con las normas y las costum- acercamiento progresivo entre los dii crenles
bres del derecho internacional, cste territo- estados y quc culrninó en Ia conquista dci rei-
rio se considera, desde ese momento, sujeto no de las dos Sicilias v de Roma. El segundo
al dominio del poder unificador. Este tipo de caso esta iepresentado por Ia cxperiencia de
i., que entrana Ia transferencia de Li ohedien- Ia ConfederaciOn Helvetica, sobre todo des-
cia desde his distintas regiones y desde los pues de Ia guerra de 1847-1848 entre los can-
distintos grupos a las autoridades cent rales, tones protestantes y los cantones catOlicos.
se define comünmente, en Ia ciencia politica El tercer modelo de i. territorial, Ia irradia-
cunternporánea, con Ia expresiOn construe- dOn, requiere ante todo Ia existencia de un
ción del esiadv, v constituve, segün muchos simbolo central aceptado por todos los gru-
autores, ci primer paso en ci camino de Ia 05 como punto de referencia en segundo
modernizaciOn poiltica (v. modernlzaclôn). La iugar una considerable homogeneidad Ctnica
i. territorial puede producirse de acuerdo con y. en tercer lugar, Ia necesidad de un perio-
diversas modalidades concernientes a las do prolongado de mancra que las capacida-
relaciones ceniro-pe rife via.'. su objetivo no es des del sistema se expandan ai mismo nitmo
ünicamente Ia creación de una autoridad cen- que Ia tasa de movilizaciOn y de las expecta-
tral fuerte sino Ia construcciOn de un merca- tivas de los grupos. El sistema puede abrirse
do Onico, ci estabiecimiento de un codigo juri- de este a todos los grupos colocándolos en el
dico uniforme, de un sistema de transportes mismo nivel de oportunidades y de retribu-
unificado v dc un sistema tributario extendi- ciones. Estc moddo caracterizO a Ia i. terri-
do a todos los grupos. torial de Gran Bretana y de Japón.
En una primera aproximación se pueden
distinguir tres modelos diversos de i. territo- Ill. IXTEGRACIOS SACI0NAI.El segundo tipo de i.
rial: Ia conquista. Ia fusion y Ia irradiaciOn. se reliere al proceso de creaciOn de una iden-
Los tres modelos entrañan un con junto de tidad comün a todos los grupos Ctnicos, un-
reiaciones bien configuradas entre ci centro guisticos, religiosos v regionales con elfin de
v Ia periferia. En Ia Loll quisla nos encontra- que se sientan pane de Ia misma comunidad
mos frente a un centro quc toma Ia iniciativa polltica. Este proceso se define, en Ia ciencia
dci proceso de i. territorial de las distintas pal it ica contempoi-ánea, como conslrucciOu
$16 INTEGRACION

de Ia iiacióu. Ya se conocla en ci siglo xix; 'iCiOs —casas, escuela.s, hospitales— y de


dentro de esta perspectiva hay que interpre- oportunidades, dirigidas par los miembros de
tar Ia famosa frase de Massimo DAzegiio: Ia comunidad politica a las autoridades, es
Hecha Italia hay que hacer a los italianos." probable que aumenten los conflictos entre
Mientras que ci proccso de i. territorial con- los diversos grupos de Ia comunidad respec-
siste esencialmente en Ia imposición de Ia obe- to de Ia repartkiOn dc los bienes, de los ser-
diencia, ci proceso de i. nacional consiste en vicios y de las oportunidades y de Ia imposi-
Ia aceptación, por parte de Ia población, de ción de diversas cargas necesarias para el fun-
las órdenes provenientes de las autoridades cionamiento dcl sistema.
centrales porque se consideran legitimas. Es evidente que el proceso de arreglo y de
El proceso de i. nacional recibe un fuerte solucion de los conflictos se ye faciiitado noto-
infiujo dcl modo en que se desarroita ci pro- riamente en ci caso de quc Ia movilizaciOn de
ceso de i. territorial. En efecto, si esta ülti- las masas esté estrictamcntc controlada por
ma ha lievudo a una posición de preminencia las elites de Ins diversos grupos Pero esto de
a un determinado grupo étnicoo social, y este por si no es suficiente, pues se necesita tam-
sigue manteniendo todas las posiciones de biCn que las elites se pongan de acuerdo sobre
poder, es dilicil que los demás grupos acep- algunos procedimientos para Ia rcsolución de
ten sus órdenes sin oponerse. Por otra pane los conflictos. acuerdo que disminuve el tiem-
Ia situación sc complica aün más porque 0 que hay que dedicar a cada conflicto y que
podemos encontrarnos ante un grupo flume- refuerza Ia cohesiOn entre las elites. La exis-
ricamente mavoritario en el poder, o bien tencia de estructurus partidistas capaces de
ante un grupo numCricamente minoritario en mediar en los conflictos y de agrupar los inte-
ci poder, o bien ante grupos en igualdad reses, el reclutamiento de los Euncionarios
numérica sustancial y ante su coalición en ci publicos v de los magistrados de manera pro-
poder o, finalmente, ante un completo frac- porcional entre los distintos grupos, asi coma
cionamiento de Ia sociedad. El grupo flume- una economia en expansiOn, son tudos dc-
ricamente dominante toma tarde o tempra- mentos que permiten una solucion positiva
noel poder central y se encuentra ante ci due- del proceso de i. nacional por lo que concier-
ma de Ia opresión de los grupos minoritarios, ne a Ia difusión y aceptaciOn de los valores
y su asimilación, o Ia aceptación de Ia unidad comunes. Algunas veces, sin embargo. Ia
en Ia diversidad. Esta ültima estrategia Ira- rcpresentación excesiva de algunos grupos
casó recientemente en Nigeria (entre Hausa- dentro de Ia burocracia nacional, el poder
Fulani, Ibo y Yoruba) v en Malasia (entre los excesivo de algunos partidos politicos (0 su
malasios, chinos e indios). La opresión de un obra de encapsulamiento de algunos grupos)
grupo étnico numricamente dominante se Ia corrupción de Ia magistratura constitu-
aplico con Cxito en Ruanda por parte de los yen precisamente ci obstáculo más grande.
Uhutu sobre los Watussi. La opresión de un Hemos dicho que cuanto más movilizadas v
grupo numCricamente minoritario se produ- cuanto menos asimiladas cstén las masas en
jo en Sudáfrica y en Rodesia del Sur, que el proceso politico de nacionalizaciOn tanto
representan casos evidentes de no-i. nacional. más importante resultará Ia funciOn de las eli-
Hasta ahora sOlo Ia India, debido tambiCn a tes de los distintos grupos. Estas pucdcn ser-
Ia ceccsiOn de los musulmanes de Pakistan, vir de ultra para las nuevas movilizaciones
consiguiO mantener Ia unidad politica y Ia para las crecientes demandas, aunque con
diversidad cultural. frecuencia su lucha por ci poder las llevará
La creaciOn de un consenso minimo sobre precisamente a movilizar a las masas coma
algunos valores fundamentales. v especial- instrumento de lucha politica. Tácticas de
mente sobre Ia aceptación de algunos proce- este tipo dan origen a fenOmenos definidos
dimientos para Ia resoluciOn de los conflic- como de i. negaliva (como en el caso de Ia
Los, rev iste una importancia relevante para cocialdemocracia en Ia Alemania guillermina)
ci proceso de i. nacional Desde el momenta a de agudizaciOn de las fracturas sociales
en que Ia modernizaciOn entrañzt un proceso (como en ci conflicto entre Ia India v Pakis-
dc morilizaciOn en amplia escala, dcl que se tan, en Cevlán v en Chiprej.
derivan demandas crecientes de hienes v ser-
INTE(;RACION 517

Iv. INTU.RAUON SOCIAL El tipo de I. quc delini- deriva de aquCila, constituyen dos caracteris-
mos como .ocial se refiere a Ia superación de ticas esenciales de Ia modernidad. Y, en gene-
Ia divergencia entre elites y masas, entre ral, Ia renuencia a colahorar indica precisa-
gobernantes y gobernados. Esta divergencia menic una tendencia peligiosa a Ia desinte-
no adquiere importancia politica mientras las gracion de las organizaciones. En este tipo de
masas acepten como justo ci gobierno de las conducta. que Ilamaremos integrante, influ-
elites. Pero csta percepcion tiende a cambiar yen tanto las caracteristicas culturales de una
cuando se produce Ia transición de una for- poblaciOn como las capacidades de las elites
mula de poder a otra v, tipicamente, cuando para ponerse como guia y para senalar fines
se pasa del poder tradicional, basado en una dinãmicos a las actividades dc Ia sociedad.
obediencia cuyo origen ya no se recuerda, a
nuevas formas de poder, basadas generalmen- V. ALJTONOMIA E INTEGRCIN. El proceso de i.
te en Ia legalidad yen Ia racionalidad, es decir poiltica de las distintas comunidades es, en
en un apego de las normas y de las Ordenes definit iva, on proceso multidimensional,
a procedimientos acordados y consulidados. sometido a numerosos influjos internos V
Sin embargo, ci problema de hucer que ci pals externos. Estos Oltimos, en particular. se han
legal sea cada vez más representativo dcl pals dcscuidado frecuentemente. Pero, asl coma
real no desaparece en este punto. Ya que Ia Ia i. politica de los estados europeos recihió
divergencia entre elites y masas no se dehe on influjo profundo de las distintas guerras
sOlo a una desigualdad de acceso al poder sino sostenidas en ci continente, asi tamhiCn Ia i.
que depende tamhiCn de Ia desigualdad en Ia politica de los paises nuevos, marcada par Ia
instrucciOn y en ci nivel di, conocimienlos v expansion colonial y par sus consecuencias,
de Ia dificultad de las comunicaciones, su se ye retrasada par Ia actividud de las gran-
superaciOn requerirO intervenciones comple- des patencias neocoloniales y par las grandes
jas y mOltiples. compañias cconOmicas internacionales y tras-
El problema de Ia comunicaciOn entre eli- nacionales. Estas Oltimas tienden, en efecto,
tes v masas, pero también Ia comunicación a favorecer conscientemente a algunos gru-
de las demandas de las masas, es importan- pos más que a otros y a mantener en el poder
te, aunque es mucho mOs importante aOn Ia a gobernantes desacreditados con tal de que
actitud de las elites respecto de las masas. Si apayen su politica econOmica. Las companias
las Clites consideran a las masas Onicumente internacionales encuentran redituable finan-
coma medio para acrecentar ci poder dcl esta- ciar a algunos grupos, a aigunos sectores y
do, sOio coma una materia prima quc hay quc a algunos estados creando aristocracias dci
plasmar, es probable que Ia divergencia se trabajo e islas de desarroilo y acrecentando
agudice a medida quc avanza Ia moderniza- Ia divergencia dcntro de los distintos estados,
ciOn hasta que se ponga urni coniraClite a Ia tanto respecto de los grupos de trabajadores
cabeia de las masas. Por ci contrario, si las coma respecto de los grupos regionales y Ctni-
elites logran mantener siempre un justo equi- cos lavorecidos par ellos a travCs de sus inver-
librio entre Ia necesidad de dar una gula y una siones privilegiadas. Los ya de por si difici-
orientaciOn a Ia sociedad y Ia apertura a los les probiemas internos de los paises del ter-
deseos de las masas y a los lideres elegidos cer mundo se complican aün más por el corn-
par C.stas. Ia divergencia tcnderá a reducirse. piejojuego internacional dcl que. par Ia bue-
La superaciOn de Ia divergencia elites. na a par Ia mala, ya han entrado a formar
masas está, par lo tanto, condicionada fuer- pane.
temente par Ia calidad del lidcrazgo, aunque Pero, adcms de los paises del tercer mun-
Ia disponibilidad de recursos económicos v do, tambien en los paises occidentales los pro-
simhólicos reprcsenta una ventaja no despre- blemas de Ia i. politica han resultado difici-
ciabie para Ia consecuciOn de Ia i. social. Ade- les de solucionar, coma lo atestiguan los per-
más, a medida que avanza Ia i. aumenta Ia dis- sistentes conflictos de orden religioso, cultu-
ponibilidad de los individuos a trabajar uni- ral y étnico de los años sesenta. Salvo en
dos par Ia consecución de objetivos comunes. pocos casos afortunados, no se ha alcanzado
Esta predisposiciOn v Ia capacidad d hacer todavla el justo cquilibrio entre autonomia e
funcionar organizaciones complelas que se integraciOn.
818 INTIEGRISMO

HIRLIO(.RAFIA Ret wee;: sot'ert':gniv and integra- prendida Ia ciudad de Roma, se acelerO el pro-
zion, fasciculo especial de (,s'ernment and ceso de ruptura, detcr:ninando el rechazo
Opposition, ix, invierno de 1974; K.W. Deutsch, radical del estado italiano por purte de Ia
Nationalism and soda! communication, Nueva curLi rornana y en consecuencia una actitud
York, John Wiles' and Sons, 1953; A. Etzioni, Uni- de intransigencia par parte dcl mundo cató-
fwawne politica (1965), Milan, Etas Libri, 1969; lico organizado respecto del nuevo estado uni-
R.O. Keohane y J.S. Nye, international interde- tario. Al rechazur ci nuevo orden. Ia iglesia
pendeuce and integration, en handbook of poli- se encuentra con una actitud de oposiciOn en
tical science, a cargo dc F.I. Grcensiein v N.W. varios paises: en Francia, Ia ('omuna cambia
Poisby, Reading, Addison Wesley. 1975, vol. viii; radicalmente de uctitud con reiaciOn a Ia igle-
R.O. Keohane (comp.). Transnaiional relations sia; en Alemania aparecerá el Kulturkampf
and world politics, Cambridge. Harvard Univer- que enirentarO a Bismarck contra Ia iglesia
sity Press, 1972; L.N. Lindberg y S.A. Scheingold catOiica. politicamente organizada alrededor
(camps.), Regional i:Itegration: tl,e'urt and del partido del ('en rro; en paises tradicional-
research, Cambridge. Ham yard University Press, mente catOlicos (España, Portugal. America
1971; M. Weiner. Political integration and poli- Latina) Ia iglesia Sc enfrenta con los gobicr-
tical development, en The Annals. 358, 1965; C.E. nos liberales anticlericales. La Onica solución
Welch Jr.. Dream of unity: Pan-a fricanism and posibie parece ser el retorno a un orden social
political unification in West A/rica, Ithaca, Cor- cristiano. En ello estarán de acuerdo los
nell University Press. 1966. papas que se iran sucediendo: LeOn Xlii reco-
ge Ia herencia de Plo IX, indicando un cami-
[GIANFRANCO PASOLINO] no que será continuado por Plo X.
Plo IX se habia mantenido a Ia defensiva;
LeOn XIII retoma Ia iniciativa. Asi se expli-
can sus diversas intervenciones. primero para
integrismo restaurar en las escuelas catOlicas una rigi-
da disciplina de pensamiento, regresando a
El término i. tiene su connotación precisa a Ia tradicion tomista; despuCs estabieciendo
partir de Ia segunda mitad del siglo xix, para las bases para unas nuevas relaciones entre
indicar una concepción global y unitaria del Ia iglesia y los estudos; finalmente, y sobre
cristianismo, no solo porque reafirma Ia todo, dando al orden social cristiano un con-
intangible integridad doctrinal, sino también tenido de acuerdo con los datos concretos de
y sobre todo porque se presenta como un sis- Ia época. Fiste será precisamente el progra-
tema de vida y de pensamiento aplicado a ma v ci objetivo de Ia enciclicu más conocida
todas las necesidades de Ia sociedad moder - de este papa. Ia Rerum Not'arzun (1891). que
na, mientras que el liberalismo y después el se convierte en el texto bCsico dcl catolicis-
socialismo piensan que Ia sociedad tiene en mo integral, que confirma asi su intransigen-
si misma los medios parzt resolver sus pro- cia con fuertes enunciados sociales. Contra
blemas y Ia religion debe seguir siendo una Ia burguesia y su revolución, que ha provo-
cuestiOn privada, un simple problema de con- cado ci desorden social de donde nacera nece-
ciencia. sariamente ci movimiento socialista, Ia igle-
Las premisas de ]a concepciOn integral del sia se presenta corno Ia defensa del pueblo
catolicismo se encuentran en ci Syllabus de cristiano, de las categorias menos favoreci-
Pio IX (1864), donde se reafirma en términos das y olvidadas por ci nuevo orden burguCs.
explicitos Ia imposibilidad para Ia iglesia de Pasundo a realizaciones concreta.el cato-
reconciliarse con Ia sociedad moderna, por licismo integral descubre Ia miseria de Ia vida
cuanto dicha sociedad quiere excluir Ia igle- obrera y campesina. v tal descubrimiento
sia y Ia religion de Ia vida pOblica. A una con- determina ci nacimiento de ciertos movimien-
cepcion laica y privada de Ia religion. Ia igle- los en los que Ia juventud cutOiicu v el ciero
sia opone su concepciOn integral y confe- se dedicarCn a Ia acción social v de ahi surgi-
sional. ra Ia denweracia cristiana. Esto no significa
Cuando se complete Ia unidad de Italia con quc Ia iglesia abandone a Ia burguesia: ul con-
Ia pérdida de los estados pontificio.. corn- trario. intentará %arias veces Ia reconquista
I TEI .ECTIJAI.ES $19

de Ia misma, abriendo ci camino a Ia futura BIRLIO(.RAFIA. Sobre Ia historiografia y Ia histo-


alianza clerico-moderada. na de las diversas actitudes del mundo católi-
La actitud intransigenic de Ia iglesia apa- co, vCase el Djzjonario storico dcl movimento cat-
rece pues como consecuencia directa dc esta tolice, in Italia 1860-1980, Turin, Marietti, 1981.
concepciOn integral de Ia vida rcligiosLt y del vol. I, t. I y 2; G. Cannizzo, Alcuni recenfi .studi
orden social cristiano. En un sentido amplio, sull'iniegristno. en Rivista di Stvria della Chie-
dicha actitud indica un rechazo de los valo- sa in lialia, 1970,2; E. Poulat, Intégrisme et cat-
res liberales de Ia sociedad moderna; en un 1,olicis,ne integral. Un rCseau secret inleruatio-
sentido más estricto. Ia intransigencia será Ia nal:la 'Sapiniere"(l909-!921), Paris, Casterman,
connotaciOn de fondo del movimiento catOli- 1969; E. Poulat, Catholicisme, democratie et
co italiano, nacido y esiructurado a partir del soctahsme, Paris, Casterman, 1977; F. Siccardo,
rechazo a reconocer los hechos consumados "IntCgriste" e 'mn140grisme' Siratigrafia di due
de Ia toma de Roma y del fin dcl poder tem- vocaboli francesi, GCnova, ii Mclangolo. 1979: G.
poral. La actitud de intransigencia prevale- Tassani, La cultura politic a della destra canoli-
cerä hasta finales del siglo xix, a pesur de Ia Ca, Roma, Comes, 1976.
presencia de una tendencia transigente y con-
ciliadora, pequena minoria duramente com- [EMiLE POtILAT]
batida por el movimiento oficial.
Resulta confusa Ia identificación de los tér-
minos, sobre todo en aquellas lenguas dondc
se usan indistintamente "integrismo" o "inte-
intelectuales
gralismo" (inlegrismo en espanol, peru inte-
gralismus en alemOn, integralism en ingles, I Dc)R1.1%.SI6NIFlCAD0YOkKLN DEI.TRMINO Al sus
integrah.smo en italiano). tantivo i. se Ic puede dar dos significados
A finales de siglo yen los primeros anus del principales, aparentemente semejantes peru
sigio x,c uando aparecen de manera cada sustancialmcnte diversos. En primer lugar,
vez mãs evidente los sintomas de Ia Crisis, designa una categoria o estrato social parti-
incluso dentro dcl mundo catOlico, de Ia con- cular, que se distinguc por Ia instrucciOn y
cepciOn integrista rigida acerca de Ia religion Ia competencia cientIfica, tCcnica o adminis-
y por tanto acerca de Ia actitud intransigen- trativa superior a Ia media y que comprende
te, nace su ültimo epigono, ci integrismo pro- a los quc ejercen actividades Iaborales o pro-
piamentc dicho. Originariamente el término lesionales especializadas. A este propósito es
indicaba un partido politico espanol, disiden- tipica sin duda Ia definición que se da de los
te del carlismo, fundado con escaso éxito aire- i. en Ia Union SoviCtica, en donde éstos cons-
dedor de 1890. coma aplicaciOn del Syllabus. tituyen un estrato intermedio compuesto de
Adoptado en Francia algunus años después. trabajadores no manuales", como los inge-
se usO para indicar Ia oposiciOn al progresis- nicros, los medicos, los abogados, etc., y que,
mo en materia de exegesis biblica, y por tan- a pesar de distinguirse del proletariado por
to para definir las formas de oposiciOn mãs el contenido de .su actividad laboral, no tie-
duras contra ci modernismo, especialmente nen sin embargo una posición independiente
después que ci mismo modernismo habia sido en el sistema de producciOn. Por otra pane,
condenado por No X (con Ia enciclica Pascen- no es muy distinta Ia definición dada por
di de 1907). Acabará asi por asumir una con- muchos sociOlogos norteamericanos, segOn
notaciOn polémica, refiriCndose a los catOli- los cuales los i. son aquellos que están ocu-
cos que se oponen por todos los medios y sis- pados en Ia producciOn y aplicación de los
tcmas a toda apertura a Ia modernidad. conocimientos y de los valores. Entendida de
Más que este i. estrecho, ci i. más general este modo, Ia nociOn de i. se conivierte en sinO-
siue siendo una concepcion v una actitud nimo de lécnicos 0, dicho a Ia francesa, de
:tbierta y cuestionada. Dicha concepciOn se cadres.
pre-.enta siempre que se analiza Ia ubicación Junto con esta primera acepciOn del tCrmi-
v
de Ia religiOn en Ia sociedad se constata que no, que se puede encontrar con mucha fre-
ella no puede reducirse al solo ámbito de Ia cuencia en los ensavos de carActer sociolOgi-
conciencia, de lo interior o de lo privado. co y econOmico, hay una segunda, más difun-
520 INTELECTUALES

dida en las publicacioncs dc actualidad tile- puës, también los mãs grandes exponenics del
raria v poiltica, segün las cuales i. son los sindicalismu revolucionario. coma G. Sorci V
escritores "comprometidus". Par extension, E. Berth. Recihido con desconfianza en los
ci término se uplica también a artistas, inves- diccionurios, v considerado a menudo coma
tigadores, cientificos s'. Cfl general, a los quc vox jergal y despreciativa, ci término L con-
han adquirido, con ci ejercicio de Ia cuitura, servaha todavia ci sentido politico que tenlu
una autoridad y un influjo en las discusiones por ci hecho de haher sido acunado. coma si
pibiicas. Esia ultima acepcion, menus precisa fuera un nombre de hatatlia. en ci cunllicio
quc Ia primera. es sin embargo Ia mOs inte- que pusu [renic a I rente a cunservadores
resanic de prolundizar, ya que esta relacio- progresistas en torm) at a/faire Drevfus. Aun
nada con ci discutido problema de Ia conduc- en Ia actualidad, señaiarse a si mismu a it los
Lu politica de los i. y de su act itud critica y demás coma i., no designa, en electu, unica-
cuestionadoru, que los predisponc a Ia opo- mente una condicion social v profesional sint
siciOn dc ii.quierda v, no rara vex, también al quc sohreentieiide una eicccion pulemica dc
apoyu militante de movimientos revoiucio- uhicacion v de alincamiento. Ia insatisiacciOn
narios. por una cuitura que no CS capaz de conver-
Esta duplicidad de significado cstá docu- tirse tambiên en pulitica, o par una politica
mentada iambién en Ia hisioria dci lérmino. que no quiere emender las razones dc Ia
Aparte de aigunos antecedcntcs inciertos. ci cultura.
adjeti'o latino cnconlrO una primera tornia Partiendo de csta duplicidad de signilica-
de sustantivaciOn hacia Ia niitad dcl siglo do. Ia historia del problema se cant igura
XIX. en Ia kngua rusa. con ci termino coma historia dc Ia rL'Iacion y al 111151110 hem-
iuwliI,'zwulsia, acuñado por ci novelista P. D. pa de Ia oposicion existeni' cnn -c mteliguenl-
Boborykin v casi simultaneamente reprodu- sia e L. entre Ia lormacion v composicion dc
cido y difundido par 1. S. Tuigucniev. hans- los esti-atos cultos v Ia eticacia politica de Ia
critu a tudas las principales lenguas europeas, cult u ru.
este termino indicó primeramente a un gru-
po social particular, tipico de Ia Rusia 7.aris- II. los ISTELE(1iAI.ES (OMi) FRA(cI\ Pk(V,RE.SISI.t III
ta y dc Ia mayoria de los dcmás paises esta- LA RL RGLESIA RI Volt (IO'iARIA Atgunus auhurcs
vos; peru mus pronto se generatixu para hablan tie nianera genérica de estratos cultos
designar ci estrato culto. Ia categona de las a i., en sentida lato, asociando inshitucioncs
personas que tenian una instruccion superior. vfiguras sociales muy diversas desde ci punto
en todas las sociedadcs. de vista histOrico, como Ia casta saccrdotai
Cerca dc cuarcnta años después de esta pri- dcl anhiguo Egipto, los mandarines de Ia Clii-
mera I orma de sustantivaciOn aparccc una na clth.ica. los sofistas griegos. los cicI'igus iti-
segunda en kngua franccsa. con ci trmin() nerantes dc Ia Edad Media, los doctos huma-
iniellecuwis. Esta palabra probablemcnic Va nistas v, en tencrai. los estudiusos los artis-
sc habia difundido ames en algunos circulos tas de cualquier êpoca y pals. Sin pretender
literarios v politicos, pero ci acta de nacimien- negar aigunas semejanzus v analogias, está
to, por asi decir oficial. SC remonta al céle- claro, sin embargo, que sOlo sc puede hablar
bre Manifesie des inielleciuets, publicado por en una forma cunvenicnte de i. en sentido pro-
el diana ,lurore dcl 14 de encro dc 1898. Este pio refiriéndose a Ia época moderna, en que
manifiesto (el primero de una serie larguisi- el desarrollu de las tuerzas product ivas v Ia
ma) estaba firmado prccisamcutc por Cscn- formacion dc Ia sociedad civil establecen las
tores, criticos v estudiosus como . Zola, los bases materialcs para una protunda transtor-
dos Hakvv, A. France. L. Blum V M. Proust. maciOn de las que hasta enhances se llama-
junto con otros, que cxigian Ia revisioll dci ban aries liberales. desti-uvendo Ia orguniza-
proceso Dreyfus. Parece quc Ia idea dcl litu- ciOn corporativa. Junto con estu. la' reformas
lo se debc a Clemcnceau, director dci diario. del aparato administrativo v burucratico esta-
El 050 pOblico dcl término provocó inmedia. tal. Ia relativa liberalizacion del acceso a los
tamente una mordaz respuesta en Ia prensa cargus pOblicos, que hasta enhances habia
nacionalista por parte dc M. Barrs: a Ia pok- sido ci rctugio de Ia aristo_lacia v del ckro.
mica contra los 1. se unian, algun tiempo des- v sal,re todo Ia inshitucion de cscuelas publi-
INTELECTIJALES $21

cas v Ia renovaciOn de las universidades y de propia ala más radical y avanzada, adaptOn-
las academias, hacen pusible Ia existencia de dola a las condiciones de un desarrollo
un verdadero estrato culto, que es un fenO- gradual.
meno social muy distinto de Ia existencia de La acusaciOn hecha a los escritores de
castas, sectus v curporaciones de doctus v corromper a las ciases inieriores fingiendo-
sahius que Se encuent ran en las sociedades se estar a su servicio, con fines de pocler. relIc-
antiguas y en Ia Edad Media. ja ci contraste entre los i. y las demüs elemen-
Durante ci .siglo xviii Ia "gente instruida" tos de Ia burguesia. El joven Fichte, que des-
o estrato culto representa, en los origenes de de hacia poco tiempo era profesur en Jena.
lo que B. Groethuyscn llamO "espiritu bur- Ic respondia con sus célebres lecciones sobre
gués", on elemento importante de Ia hurgue- Ia misiOn del docto(Finige Vor1esunj.eu über
sia, con ci que Ia burguesia misma se identi- (lie Bestippinning des Gelehrien, 1794), en quc
ficziha v por Ia que tuvo hegemonia. Los phi- se reivindican Ia autonomia de los doctos v
losopizes ilustrados cunstituyen su iracciOn Ia libre comunicaciOn dci saber coma Ia
rnOsavaniada Y progresista. Uno de los pio- expresiOn fenoménica rnis cercana al ideal
motores de Ia Fncklopedia, D'Alemhert, kantiano de Ia autodeterminacion coma fin
escribe un Essai stir les gen.c de let: res (1753), en si mismo de los seres racionales. Ademãs,
cjue puede considerarse como ci primer estu- para Fichte, Ia autonomia del docto no pue-
dio, en sent ido moderno. del problema de los de,realizarse en ci aislamiento: su tarea con-
i. Es signilicativo que ci tema dci ensayo sea siste en conocer las necesidades de su hem-
Ia puIimica contra ci mecenismo corruptor po y los remedios para sutisiacerlas, prom
de los grandcs y de los nobles y Ia presenta- viendo Ia ni.us amplia y orgánica cooperación
cion del philosophe como nuevo DiOgenes. En entre los hombres, como forma de socializa-
esta pokmica se puede encontrar. par on ción de Ia libertad. En esta primerd redacciOn
lado, ci rechazo de Ia condiciOn subordinada, de Ia obra se perciben, junta con los motivos
de curtesano, que el hombre de letras tiene ilustrados, indicaciones nuevus y socialistas.
en las sociedudes aristocrãticas y, par ci otro, Para responder a las acusaciunes de desorga-
Ia propuesta y Ia intuiciOn de una funciUn nicidad que Ic hacen, el docto se ye obligado
independiente y "libre de nexus' de los escri- a apelar a una solidaridad que está por enci-
lures. que Ia creciente autonomia económica ma de su clase de pertenencia, Ia burguesia,
de Ia burguesia, encaminada vu hacia Ia rev buscando pura su causa otras clases y estra.
iuciOn, hace posible con el otorgamiento a los Los. Este fenómeno es mucho más evidente en
philosophe.s del apoyo de una numerosa e H. de Saint-Simon. Escritor fecundo y discon.
iniluyente opinion püblica. tinuo, siempre en busca del principio en que
basar Ia 'filosofia social", sostiene en algu-
III El. DISTA\(IAMILNTO ENTRE INTELLCTUALES Y BLR- nos de sus primeos opüsculos, escritos entre
;UESIA EN EL PODER. La hegemonia del estrato I804 y 1814, que Ia causa principal de las gue-
cuito y Ia funciOn de vanguardia burguesa de rras y de las revoluciones que sacuden a Ia
los i. solo son posibles, sin embargo, en las Europa de esa época debe buscarse en el
situaciones en que, como en Ia Francia pre- hecho de que las creencias con que las masas
rrevolucionaria, ci marco de las relaciones rigen su conducta no tienen ningün funda-
juridicas y politicas sofoca el desarrollo de mento cientifico y han sido destruidas por Ia
las fuerzas productivas. Aunque Ia revoiuciOn obra critica y negutiva de los escritores ilus-
Se encuentra todavia en su comienzo, ya E. trudos. Ya es hora de que Ia filosofia se con-
Burke (Reflexions on the revolution in Fran. vierta en un instrumento de reorganizaciOn
Ce, 17901 pane en alerta a Ia burguesla de social; por esta razón, Saint-Simon apela a los
Inglaterra en ci poder sabre los riesgos que savants europeos para que vuelvan a hacer un
corren las naciones en que los hombres de uso positivo de su saber, promoviendo una
Ictras se convierten en "politicos" y pueden religion fundada en Ia ciencia que reeduque
formar una "cábala I ilosOfica y literaria" que a las masas, haciendo pasar a Ia humanidad
detente ci monopolio de Ia opiniOn pOblica. de una época critica a Ia nuevu época orgáni-
Una vex Ilegada al puder. Ia burguesia se ca dcl futuro.
encuentra Irente al problema de muderar su En realidad, con Ia revoluciOn industrial v
522 INTELECTIMLES

con Ia imposición de las relaciones capitalis- Se que no tenia nada que perder excepto sus
tas de mercado, el estrato instruido perdia su propias cadenas V cuya emancipación coin-
propia importancia determinante dentro de cidiria. por lo tanto. con Ia de Ia humanidad
Ia burguesia, desclasándose a on estrato entera. Solamente con Ia alianza con los
intermedio. incupaz de proporcionar ci sos- explotados Ia filosolia habria podido poner
ten a una direccion dci movimiento por par- fin a su propia miscria v a in mistilkaciOn de
te de los i. La pretensiOn de escritores v filO- lo real, transformándose en una fuerza mate-
solos de comprometer a Ia burguesia en con- rial e histOrica capaz de rev olucionar las rela-
tra de sus propios intereses que recicn se ciones sociales y orientar el desarrollo pro-
habian consolidado, en una ampliaciOn de Ia ductivo.
socialidad y de Ia cooperaciOn, estaba desti-
nada a presentarsc cada vex mis como una IV DFSDF H. PROBI FMA DE IA ALTONOMIA OF. lOSIS rr-
utopia o comu una ahstracciOn, semejanic a l.EtTI .tl.FS HASTA IA EXPEKII-.N(IA 1*1. FRI STE POPI
Ia de los i. franceses, los ideOlotos que Napo- I.AR El debate sohie los i. continua hasta ci
leon habia ianzado bruscamente, en su presente en los tcrminos alternativos fijados
po. a Ia rualidad dcl poder. Reanudando, mas par Tocqueville v por Marx, esto es entre Ia
de sesenta años despues. Ia polèmica ahierta imposibilidad de repetir Ia experiencia ilus-
por Burke, A. de Tocquevilie demuestra que trada de direcciOn v vanguardia de Ia burgue-
ya se habia consumadu ci distanciamiento sia v Ia posibilidad de volver a tener una fun-
entre los i. v Ia burguesia. En L 'ancien rtgi- dUn politica dentro tic Ia alianza con cI pro-
meet Ia revolution (1856), Tocquevilie sostie- letariado. Respecto de estos terminus, los
ne que Ia poiitizaciOn de los i. nace de su fal- escritores de inspiraciUn radical han insisti-
La de experienciu prctica v de su amor a las do. sin embargo, en Ia dificultad de aceptar
ideas gencrales, que los hacen indulgentes con Ia alternativa v en In necesidad de buscar una
ci extremismo simplificador v apriorista. cue- posicion intermedia v no exclusiva. Si desde
migos mãximos de una correcta conducciOn ci punto de vista sub jetivo es mu- dificii para
de los asuntos publicos ' de Ia lihertad poli- los i., sobre todo en los momentus de radica-
tica. El scntido implicito de estu arguinenta- Iizacion, no verse comprornetidos v no parti-
don es quc los I. sOlo pucden tener una fun- cipar en In lucha politica, por otra parte su
cion negativa en In politica, exaltando a In uhicaciUn social intermedia impide una adhe-
muchedumbre con sus simplilicaciunes V siun sin reservas a una de las dos partes en
abriendo ci camino al despotismo. Dehen cant ienda. Max Weber nos ha dejado tanto en
retornar pues a las leiras. dejando Ia polio- sus escritos comu en su experiencia propia
ca a una clase de gobierno experta v capax. una imagen inquieta y cuestionante de este
Casi al mismo tiempo. Marx y Engels, par- contraste lacerante para los i. Dividido entre
tiendo tambkn de Ia dcnuncia dc Ia 'ideolo- Ia pura entrega a su proplo objet ivo V Ia neec-
gia" del extremismo impotente v charlatan de sidad de adoptar una posición v participar en
las "cabezas alemanas", Ilegaban a resuita- los prohiemas de su tiempo, para M. Weher
dos muv distintos v en cierto sent ido opues- Ia tarea deli. Ia constituve ci continuo esfuer-
Los. Su itinerario juvenil dci radicalismo al zo critico v In tenion entre Ia complensiOn
socialismo, parece marcado por un descubri- v Ia autonomla de ;uicio, Ctica de In respon-
miento, econOmico v filosófico: que contraria- sabilidad v de in inteneiOn, como têrminos
mente a lo que habian afirmado primero Fich- que par ser inconciliahies es necesario
tcv despus Hegel, rcproducicndo cn ctu on afrontar.
punto de vista ilustrado. los I. no eran de nm- A diferencia de Weber. K. Mannheim tratO
guna manera Ia clase representante de los de dar una respuesta posit iva al dilema de los
intereses más generales de Ia sociedad: más i. respecto de las clases en lucha, configurán-
bien, tomados en si mismos, no eran ni siquic- doLt coma Ia busqueda de un Ici-cer camino.
ra una clase. un grupo social fundamental. La ubicaciOn intermedia de los i. se convier-
Por Si solos nunca hubieran podido ilevar a ic pal a Mannheim. en garantia sociologica
cabo el provecto de libcraciOn historica que 1e imparcialidad en capacidad de evitar ci
Ia izquicrda hcgeiiana habia cuncchido. Era condicionanueiitu hi.storico v existencial del
preciso. por el contrario, consider-ar a Ia cia- pensanucntu. Esto se lograria si his i. lueran.
INTELECTLJALF.S $23

a dikrencia de las castas sacerdotales de las volviendo it sus raices nacionales y populares.
sociedades antiguas, on grupa frei.whwebend. Dc este modo, Ia palabra i. adquiria un sig.
libre de nexus (Ia expresión fue acunada por nificado univoco en los años dcl frente popu-
Alfred Weber, hermano dcl más célebre Max). lar. en Ia guerra espanola y en Ia resistencia:
porque estaria compuesto por individuos pro- junta con los obreros y campesinos, los i. se
venientes de todas las clases sociales v, por convierten en una de las categorias constitu-
lo tanto, purque seria capaz de elahorar pre- tivas del frente unido antifascista, en rcpre-
cisamente en su interior una sintesis de valo- senttntes de Ia pcquena burguesia revolucia-
res capaz de trascender al punto dc vista uni- naria y en los elementos más avanzados de
lateral de las ideologias y de transformar Ia Ia misma.
utopia en una empresa cientifica en Ia que
participaran las mejores energias de todos los V. LA IMPt.GNAC ION FSIUDIANTIL Y LA REVOLUCION CL'L-
grupos y clases .sociales. TudavIa mas que i1RAI. Al final de los años sesenta, ci proble-
Ideologie und Utopie (1929), los escritus ma parece trustocarse con Ia guci-ra de Viet-
siguientes de Mannheim, sobre todo los que nam y con ci movimiento estudiantil: a Ia cri-
tratan de Ia 'pIanilicación de Ia lihertad", tica intelectual dcl poder Ia sustituye Ia
ponen de manifiesto que, en realidad. Ia auto- impugnación palitica de Ia cultura. A los ojos
nomia de los i. como tercer camino se tradu- de muchos, Ia Ilamada impugnuciOn" se pre-
ce en una propuesta de dirección social y poli- .senta coma una tentativa ext remista de recha-
tica por parte de stos. En otras palabras, ci zar y dar por terminado ci discurso sabre los
"tercer camino" se presenta coma el mismo i. en Ia forma en que lo habian desarrollado
que Ia burguesia huhiera podido seguir Si Ia las generaciones anteriores. Aunque ci juicio
experiencia de Ia ilustraciôn huhiera conti- histOrico sabre un periodo tan reciente no
nuado. En esos mismos anus el moralista pueda considerursc todavia maduro, ya se
Frances J. Benda se dedicaba a reflexionar con puede entrever que Ia impugnación solo fue
una miradu mãs penetrante en las causas que en muchos aspectos el enCsimo episodio del
en nuestra Cpoca impiden Ia vuelta a Ia ilus- proceso que Ia razOn habia intentado hacer
tracián. En una obra que pronto se haria cCle- contra Ia razOn, en eundiciones suciales dis-
bre (La irahison des clercs, 1927), Benda tintas. Par encima de las tendencias irracio-
encuentru el sentido de Ia autonomia de Ia!, nalistas que se presentan siempre en las socie-
i. en Ia lucha contra las pasiones irraciona- dades industriales. In cue.stiOn relevante con-
les, siempre difundidas pero que por prime- siste en saber si ci desarrollo de las fuerzas
ra vez tienen coma propagadores y sostene- productivas, en escala no sOlo nacional sino
dares it los 'clerigos", it los hombres de cul- internacional, habia eliminado las condicio-
tura. La tarea histórica de los i. se convertia nes quc hacian posible Ia alianza entre el pro-
de este mudo en Ia lucha contra el fuscismo. letariadu y las fracciones más avanzadas de
La impurtancia de csta posicion de Benda los estratos medios. La cultura critica se
más que doctrinal cs pulitica, vu que al reco- estaria transformando, pues, de elemento
ger Ia herencia trasmitida par los I: dreyfu- progresivo en un privilegio y en un instrumen-
sard.s de una batalla cultural y civil contra el to de conservación de relaciones sociales ya
nacionalismo, el antisemitismo y el militaris- superadas? Es de particular interés, a este
mu, hacia posihie el encuentro v ci dialogo propósito, ci análisis de Ia revoluciOn cultu-
entre ci punto de vista liberal v ci marxista. ral china. Esta Oitima muestra, por un lado,
Ya sea con G. Luekács, que al estudiar Ia difu- quc ci avance en Ia profundizaciOn dcl pro-
sión de las tendencias irracionales en Ia cul- ceso de socializaciOn de las masas campesi-
tura burauesa describia su historia como Un nas s- obreras requiere un cuestionamiento
asalto ala razón"; vu sea con A. Gramsci, que radical de Ia relaciOn entre divisiOn del tra-
teorizaba respecto de Ia necesidad —ames de baja y cultura, s por otro lado, que ci desa-
Ia toma dcl pader par parte del proletariada- rroilo programado y estatul de Ia economia
de on hioque histOrico de clases v dc una hace desaparecer cicrias figuras capitalistas
lucha par Ia hcemonia que indicara a los coma los "propietarios" y los empresarios,
mismos I. hurgueses on camino para U rcn- pero hace surgir al mismo ticmpo on nucvo
cimiento de Ia c.ulttira despues del lascismo, estrato dirigente, formado por administrado-
824 INTERCLASISMO

res, técnicos y cuadros politicos. En este no en .sentido despreciativo. En este sentido,


estrato eli. encuentra una alternutiva de cia- cualquier forma de i. implica actuar o pen-
se a Ia alianza con ci proletariado; es sign iii- sar contra los propios intereses reuks de cia-
cativo que en China Ia polémica ya nose dirija se por parte de los que en Ia sociedad suiren
contra eli. tradicional sino contra un nuevo el poder de otra clase. Por el contraria, los
tipo de i. que "estudia para convertirse en que niegan que Ia vida social y politica debe
funcionario". Es igualmente signil icativo que necesariamente adoptar Ia forma de lucha o
Ia reoIución cultural, a pesar de haber esta- de conflicto de clase, han usado ci termino en
do precedida por on choque dentro dcl par- sentido positivo.
tido. hava empezado como movimiento masi- En los sistemas politicos contemporaneos
vo, a partir de discusiunes filosóficus en las es irecuenic Ia existencia de partidos intel--
universidades y a partir de Ia reprcsentacion clasistas. Estos pueden ser tales desde tres
de espectáculos teati-ales. El espiritu iguali- puntos de vista: 1] sus niiembros se reclutan
tario de Ia revoluciun cultural no solo tuvo en todas las clases o por lo menus en varias
su origen cii ci estimulo masivo sino en cier- de ellas; 21 su ideologia es interciasista en ci
La forma en aquel racionalismo de los i. que sentido de una concepciOn de Ia sociedad en
Tocqueville definia como abstracto. Por esto, que las clases no se oponen entre Si SIflO con-
si en China y en otras partes ci desarrollo de tribuven todus al bien colectivo; 3] los objet i-
las fuerzas productivas hizo posible y actual, vos que persiguen no son en hcneficio cxclu-
a través del dirigismo, que los i. adquirieran sivo de ninguna clase sino de Ia sociedad en
UflU funciOn de poder como 'expertos". no su con junto. Con mucha frecuencia estos tres
por esto los i. como grupo social estOn con- elementos nose encuentran todos juntos. En
denados inevitablemente a ser absorbidos por Ia mayoria de los casos los part idos intercla-
Ia nueva 'burguesia de estado"; ni Ia cultura sistas son partidos cuvos objetivos consisten
ha dejado de ser Ia fuente de tendencias v en mantener ci orden, a diferencia de las ten-
movimientos de radicalización politica. dencias subversivas v revolucionarias, y en
superar situaciones de crisis. Se ti-ata, por lo
BIHUOGRAFIA: A. Asor Rosa, Intelleuuali L' c!asst' tanto, con mucha frecuencia, de partidos quc
operazu, Florencia. La Nuova Italia, 1973; N. Bob- de hecho persiguen intereses de clase, v en
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Stella, Inteilcizuali c capitaic ,zt'lla socicid ha/ia- naclonallsmo). El i. se ye favorccido por deter-
na del dopoguerra, Ban, Latcrza, 1972; Varios. minadas situaciones que estimulan Ia forma-
Storia d 'Italia. i-tnnall. Jnielleuuali L' pulere, ciOn de solidaridudes colectivas. por ejemplo
Turin, Einaudi, 1981. una comunidad azotada par una catástrofe
natural, una sociedad en guerra. o sea por
[CARLo 'IARLETT11 situaciones en que Ia existencia de una ame-
naza externa hace necesaria Ia moviliziciOn
de todas las energias disponibles. En situa-
dunes jevolucionarias, finalmente, se mani-
interciasismo fiesta en general una coalicion de todas las
clases contra Ia clase dominante que se con-
Por 1. se entiende toda forma de acción, urga- sidera como Ia clase de los opresores. En este
nizaciOn, ideologia o situaciOn que involucre caso el frente revolucionario puede estar corn-
per'onas v grupos pertenecientes a clases puesto por individuos v grupos muv hetero-
sociales distintas. Los que consideran que las zCneos en cuanto a su situación de ciase, pero
conductas significativas en el niel politico, unidos en ci objetivo de subveriir el stain quo.
social v cultural Se basan todas en Ia clase, La misma situaciUn intcrclasista se prcscnta
han usado con muchu frecuencia este termi- tambien en cI caso de Ia fundaciOri de un flue-
ITERS NACIONAL 825

vo estado o de Ia unificación de varios esta- tas para obtener un grado suficiente de auto-
dos soberanos. A pesar de que estos procesos suficiencia económica; puede determinar Ia
pueden resultar ventajosos para los intereses adhesion en una posiciOn .subordinada a blo-
de una clase mãs bien que de otra, involucran ques hegcmonizados por una potencia que
de hecho, aunque en diversa medida, los inte- restringe más a menos fuerternente Ia auto-
reses de todas las clases v de Ia sociedad en nomia de los satelites, pero que garantiza su
su con.Iunto. seguridad; finalmente. puede, junto con otras
razones, conducir a In propia eleccion de Ia
IALESSA'DRo ('vAi.i.il integracion supranacional. o sea a Ia progre-
siva renuncia a Ia soberania nacional abso-
iuta en favor de instituciones supranaciona-
les, mediante las cuales un con junto de pue-
interés nacional blos que han perdido una capacidad de real
autonomia internacional tienden a recuperar-
Para aciarar qué se entiende por i. nacionai, Ia ya no individualmente, sino como con jun-
antes que nada hay que distinguir entrc ci to (v. Integraclon europea).
contexto de las relaciones internacionales v Partiendo de esta ditima experiencia, pue-
ci de Ia politica interna. de incluso teorizar quc en un futuro no dema-
En ci contexto de las relaciones internacio- siado lejano, dado Ia difusión v ci perfeccio-
nales (donde esta expresion se usa con más namiento de las armas de destruccion total,
frecuencia) ci i. nacional se entiende por to que tienden a excluir Ia posibilidad del recur-
general (con Ia avuda de las enseñanzas de Ia so a Ia guerra coma instrumento de solución
teoria de Ia razOn dt' estado. no raramente de los conflictos entre estados, v dada Ia inter-
definida corno "teoria de los intereses de los dependencia cada vez más estrecha v profun-
estados") corno Ia exigencia de seguridad pro- da en ci piano econOmico v en ci ecologico
pia de cada estado en Ia condicion anárquka entre todos los paises del mundo, eli. nacio-
de las relaciones internacionales, Ia cual hace nat podra impuisar a todos los estados del
en verdad quc los conilictos entre los estados mundo hacia Ia progrcsiva crcación de insti-
se resuelvan en ultimo analisis con ci uso 0 tuciones de integracion supranacional en ci
Ia amenaza de Ia fuerza. Para poder defender nivel mundial, entendidas como condiciones
los intereses propios, económicos o de otra indispensables para Ia supervivencia de toda
naturaleza. cuando entran en conflicto con los Ia humanidad v por lo tanto de cada pals por
de otros estados, v también, en definitiva, separado. En este caso, sin embargo, desapa-
para poder decidir con autonomia en las cues- receria eli. nacional entendido como interés
tionCs internas. cada estado debe proveer de seguridad en un mundo anárquico.
ante todo a In propia scguridad, v cIlo procu- Todo esto arroja Iuz ace! ca de L6niu el con-
ràndose una adecuada potencia militar, v aun cepto de i. nacional, referido al contexto de
desarrollando una actividad diplomatica que las relaciones internacionales, indica una ten-
tienda a equilibrar Ia fuerza de Ia potencia o dencia bastante importante. pero de carácter
de Ia I ormación de potencias con las que hay general —Ia busqueda prioritaria de Ia pro-
o pueden preverse divergencias y conflictos. pia seguridad—, cuva externaciOn concreta es
Más allâ de esta tendencia general, cii. nacio- extremadamente variable y remite, pari ser
nal entendido asi puede determinar por otro claramente comprendida, a Ia atenta consi-
lado comportamientos distintos segün Ia deraciOn de Ia situación histOrica CoflCrcta.
situaciôn historica concreta, Ia fuerza del Pasando al contexto de Ia politica interna,
e.taclo en cuesliôn, su estructura econômica ci i. nacional se entiende aquA como ci inte-
e incluso cu regimen politico. Esto puede lie- rés de Ia generalidad de los habitantes de un
var a polAticas expansivas o de contencion de pals tel cual es susceptible de diversas defi-
otras potencias para mantener ci equilihrio: niciones v realizaciones segün las distintas
puede lkvar a Li busqueda de espacios vita- situaciones históricas v las demandas que
les, para garantizarse ci acceso a los merca- surgen de Ia sociedad civiii y se contrapone
dos v a las materias primas de importancia a los intereses particulares de los ciudadanos
estratégica, asi como a politicas proleccionis- individuales v de cada uno de los grupos
826 INTERNACIONALISMO

econOmico-sociales (pero en este caso se Lien- nen un peso excesivu los intereses naciona-
de a usar con mayor frecuencia Ia expresión les de tipo particularista.
"interés general' o "interés pOblico") y sobre
todo a los intereses regionales de caricter [seiu;io IISTONE]
particularista. Para dar on ejemplo, Ia poll-
tica de avuda a las regiones deprimidas de un
pals se considera en correspondencia con el internacional, organizaclón. V. ORGANI-
I. nacional de aquel pals más que con el inte- ZA(.ION I\TERN( IO5.AI.
rés legitimo de las regiones deprimidas, mien-
tEas que Ia resistencia a tat politica provenien-
Le de las reglones ricas aparece como debida
a intereses regionales part icularistas. A este inteinacionales, i'elaciones. V. RELACIO-
propOsito se observa también quc entre ci NES INTF.RNACIO\ALES
interés regional bien ciitendido y cii. nacio-
nat no has contradicción, destacando cOrno
los desequilibrios regionales, at provocar vas-
Los fenOmcnos migratorios, con todas sus con-
Internacionalismo
secuencias, tendencias infiacionistas, y asi
suce.sivamentc, perjudican en definitiva tam- I DEL COSMOPOLITISM') Al. Is ERNA& IONAI.ISMO PRULL-
bién a Ia generalidad de Ia pohlacion dc kis rAluo. El término "i.' entró a tormar parte
regiones más ricas. del vocabulario politico en Ia segunda mitad
Una prublemática analuga. aunque se del siglo xix y se empleO inicialmente para
expresa con formulas verbales distintas, se designar movimientos idealistas y fenOmenos
presenta en Ia Comunidad curepea, que hov politicos muv diversos, peru todos ellos carac-
por hoy es el ejemplo más importante v avan- terizados genéricamente por ci predominio
ado de organizaciOn que tiendc a realizar una asignado a los intereses comunes de las nacio-
integración supranacional. En etecto, en este nes, a Ia solidaridad politica v econOmica de
caso se cumprueha una cumpleja diaiectica todos los pueblos, a su vuluntad de coopera-
entre el interés comOn europeo u interés ciOn reciproca, a los intereses v moviles nacio-
comunitario (que corresponde al I. nacional nales y estatales. Esta acepcion tan amplia se
en ci marco de un estado) v los distintos inte- deriva de Ia herencia del cosmopolitlsmo (V.)
reses nacionales (que corresponden a los inte- iluminista v abraza en su seno tendencias tan
reses re2ionales en ci marco dc un estado), los diversas como Ia genéricu aspiraciOn huma-
cuales pueden tener un carãcter esencialmen- nitaria a una comunidad de ideas s- de idea-
te particularista v estar en contrdicciOn con les capaces de unir a todus los pueblos en una
ci interés comunitario, o en cambio pueden .sola organización civil, el esfucrzo par hacer
ser coincidentes tendencialmente con tiles progresar Ia causa de Ia paz a través de un
intereses, como parece el caso (y por las mis- sistema de instituciones y de normas supra-
mas razones ames indicadas) para Ia deman- nacionales, como el urbitraji.- obiigatorio o los
da de los estados mäs pobres de una maor tribunales de justicia internacionales, o Ia
solidaridad por porte de los más ricos. La utopia de Ia iiberalizacion completa de los
diferencia entre Ia situaciOn de Ia Comunidad intercambios comerciales dirigida a confor-
v Ia dcl estado individual, bajo este aspecto. mar las relaciones mundiales segOn una pre-
COflsiste pur Ia demá en ci heclio de que, aun- sunta armonia de intcreses dc todos los pue-
que en este Oltimo los Organos encargados blos. Todas estas formas de i., producidas ai
institucionalmente de hacer prevalecer ci mismo tiempo que Ia hegemonia social de Ia
interes comOn, es decir un parlumento elegi- burguesia e inscritas en el universo ideal dcl
do diretamente V un gohierno con poderes liheralismo, .se basan en Ia convicciOn —cx-
re-ales. están plenamente desarrolladosen Ia presada Ecneraimente en pro ectos nebula-
Comunidad curopea son par ci momenta bas- sos v moralizantes— de que es posible mejo-
tunic más debilcs (se trata de hi legisiatura rar dc una manera padi ica v gradual ci orden
curopea. aunquc tudavia no de un verdudeio soiaI existente. superando los conflictos
gubierno europeo) v por to tanto toda ia tie- riaciunules a través de Ia creaciOn de nuevas
INTERNACIOViLISMO $27

instituciones y Ia relorma de las concepcio- ha creado una clase que tiene el mismo inte-
nes pollticas predominantes. A ellas se con- rés en todas las naciones, para Ia cual Ia
trapone de una manera cada vez más clara ci nacionalidad ha sido va anulada; es una cIa-
I. proletario. que apela a Ia solidaridad de la se que se ha liberado realmente de todo el vie-
clases trabajadoras, oprimidas por el orden jo mundo v al mismo tiempo se contrapone
social vigente, Y que ve en Ia eliminación de a éstc."
Ia sociedad de clases por medios revolucio-
narios Ia premisa de Ia superacion de los ama- El desarrollo v el
ii. LA PRIMERA Ix'TERNACIoNAI..
gonismos nacionales. resultado de las revoluciones europeas de
La conciencia de Ia existencia de una soIl- 1848 confirman este análisis: por un lado
daridad internacional entre los trabajadores ponen en evidencia ci carácter iniernacional
de distintos paises Cs casi simultánea a Ia apa- de Ia lucha entre absolutismo v democracia,
ricion de los primeros movimientos obreros por el otro demuestran que Ia burguesla ha
organizados, airededor de 1830: diversos fac- perdido en gran parte su empuje revolucio-
tores estimulan su desarroilo, como Ia emi- nario y, cuando sin más no Ilega a alcanzar
gración masiva, Ia competencia en los mer- un equilibrio de compromiso con las clases
cados mundiaks, Ia voluntad de los trabaja- aristocráticas feudales, se cierra dentro de los
dores de los distintos paises de apovarse reci- limites del estado respectivo a defender los
procamente en los repectivos conflictos privilegius adquiridos, sustituvendo ci utopi-
economicos, Ia comunidad de ideales de- co programa de una alianza internacional de
mocraticos v Ia tendencia a defender Ia in- los pueblos contra los tiranos con Ia prosai-
depcndcncia de las pequeña% nacionalida- ca realidad de unu lucha sin cuartel por el
des, Ia defensa de Ia paz. Ia propagaciôn del reparto de los mercados. La bandera de Ia fra-
ideal sociaiist;i de Ia cmancipación de Ia cia- ternidad internacional solamente puede
se obrera. tomarla v asumirla como propia el proleta-
En el periodo posterior, hasta las revolu- riudo, quc, elevandose a "clase nacional", cli-
clones de 1848, Ia idea de una organización minará "Ia explotación de una naciOn por
internacional Sc convierte en patrimonio obra de otra nación".
comün de minorias rev olucionarias que for- Sin embargo, ames de que eli. obrero se
man parte del contexto de los emigrados poli- acabe de formar y tome conciencia de si mis-
ticos en Gran Bretaña, Bélgica v Suiza. En vis- mo, deberán pasaralgunos años, durante los
peras de Ia insurrección parisiense de febre- cuales sus programas v sus métodos se entre-
rode 1848, ci Manifie'szo del parrido comums- lazan estrechamente con los del I. democrá-
Ia, escrito por Marx v Encls, aporta por pri- tico. En ci periodo comprendido entre Ia
mera vez una formulación completa dcl i. publicacion del Manifiesto v Ia fundación de
proletarlo. fundamentandolo en un análisis Ia Primera Internacional casi es imposible
preciso de las relaciones entre las ciases en separar las dos formas de I.: las asociaciones
In epoca de las revoluciones burguesas. "Las secretas de Mazzini. Buonarroti. Blanqui, los
separaciones v los antagonismos nacionales grupos inspirados por Owen, Ia Association
de los pueblos —afirma un patje famoo del Dcmocratique de Bruselas, Ia asociación de
.tlanifiesio— 'ian desapareciendo cada ve Io prôfugos frunceses de Ia isla de Jersey,
más,va sea por el desarrollo de Ia bzirgzw.sia. etc., desde el punto de vista ideologico son
a por L* libertad de comercio, Ia unilormi- todas ellas una mezcla de socialismo mesiá-
dad ile In produccion industrial o sUs corres- nico, i. liberal y tadicalismo revolucionario.
pondientes condiciones de existencia. El No tienen un carácter especifico de clase ni
dominio dcl proletariado los hará desapare- disponen de un clam programa politico: están
cer todavia rni. Una de las primeras condi- todavia impregnadas de los ideales revolucio-
clones de su emancipación es Ia acción uni- narios generosos aunque vagos de 1848, los
taria, al meno en los paises civilizados." cuaks se expresan can las palabr-as de orden
Unos anus antes Marx habia escrito en La de "fraternidad dc los pueblos". 'repUblica
zdeologta alcmana: "Mientras quc Ia burgue- universal". "solidaridad de todas las nacio-
sia de cada nación conscrva todavia intcrcscs tics oprirnidas". En esta fase. incluso Marx y
nacionales particularistas, Ia gran industria Engels senolan como tarea principal de las
828 INTERN ACIONLISMO

fuerzas revolucionarias en Ia escena interna- La decadencia de Ia AlT se acelera debido a


cional Ia lucha contra ci absolutismo y con- otros factores: Ia experiencia de Ia Comuna
tra Ia reacción, asi como Ilevar a cabo ci pro- de Paris profundiza y agudiza ci conflicto
ceso de unificación de las grandes naciones entre los diversos componentes ideales y poll-
"historicas", Alemania e Italia en primer ticos que habIan convivido en su senop y Ia
lugar, interpretando esta lucha como una for- gran depresion económica iniciada en 1873
ma concreta, históricamente necesaria, de Ia frena y debilita ci desarroilo de las luchas
lucha de clases en escala planetaria. obreras, ilevando a on repliegue dcfensivo en
Con Ia reanudación de las luchas obreras el ámbito estrictamente nacional. Dc aqui Ia
a finales de los años cincuenta se producen necesidad de organizar ci movimiento en el
nuevos esfuerzos para establecer formas de marco nacional para apuvarlo en bases más
vincuiacion permanente entre los movimien- solidas. En ci momenta en que se abre cami-
tos de diversos paises, que culminan con Ia no —contra Ia resistencia que oponen los
fundacion de Ia Asociaciôn Internacional de mutualistas y los anarquistas— In convicciOn
los Trabajadores (AlT), que más tarde será de que ci movimiento obrero debe convertir-
conocida como Ia Primera Internacional. seen protagonista de Ia lucha politica y cons-
En los temas principales de los trabajos del tituirse en partido politico independiente,
congreso de fundación (Londres, septiembre organizado en ci nivel nacional e inserto en
de 1864) se reflejan de manera significativa Ia realidad de los diversos paises, Ia misma
los componentes ideales deli. que predomi- AlT pasa a ser un instrumento superado y Ia
nan en esta fase histórica: por un lado Ia soli- prãctica del i. asume nuevas tormas.
daridad con Ia lucha de las naciones oprimi-
das par su independencia (es ci caso de Polo- in. LA SEGUNDA INTERNACIONAL La disolución de
nia, por su insurrección en 1863), por el otro Ia All —decidida oficialmente en 1876, pero
Ia necesidad de hacer frente con una acción de hecho ya implicita en Ia resoluciOn toma-
coordinada a las repercusiones de Ia coyun. da en 1872 de transferir ci consejo general a
tura internacional en los niveles de ocupación Nueva York— no significa Ia de.sapariciOn de
y de salai-io de Ia ciase obrera (como par ejem- las aspiraciones internacionalistas, quc sabre-
pio en Ia situación creada en las industrias viven en los rcpctidos intentos, tanto por par-
textiles francesas e inglesas como consecuen- te de los anarquistas como por parte de los
cia de Ia guerra civil norteamericana, que marxistas, por revivir Ia vieja instituciOn. Los
habia producido Ia interrupcion del suminis- sensibles progresos del socialismo registra-
tro de algodón). dos hacia finales de los años ochenta y el crc-
La Primera lnternacional liega a su máxi- cimiento dcl movimiento obrero en Ia mayor
mo esplendor en ci bicnio 1868-1869. El agra- parte de los paIses europeos, hacen madurar
vamiento de Ia tension internacional, que aflo- las condiciones para el restablecimiento de
ra en Ia iYuerra franco-prusiana de 1870, rca- una organizaciOn internacional capaz de coor-
viva los sentimientos nacionalistas y marca dinar Ia actividad de los diferentes partidos
el principio de su decadencia. Ante ci conflic- obreros nacionales: nace asi en Paris en 1889
to, ci i. obrero revisa sus posiciones acerca Ia que será después conocida como Segunda
de la iuerra: si hasta entonces, en contraste Internacional. A pesar de Ia continuidad de
con Ia tradición pacifista del cosmopolitismo tal denominaciOn —usada vu par los contem-
iluminista, no se rechazaba Ia guerra "en Si". poráneos de Ia fundaciOn y en seguida acep-
sino que se veia en ella un medio ütil para tada universalmente—, el nuevo organismo
hacer precipitar Ia crisis del absolutismo (de expresa en realidad algo profundamente dis.
aqul la insistencki de Marx v Engels sobre ci tifltO COn relaciOn a Ia All. Coma senala F.
significado progresista de una guerra contra Andreucci. "sus primeras fases de existencia
Rusiaj, ahora se condena Ia guerra coma con- parecen de hecho sancionar Ia real idad de Ia
firmuciOn de Ia "razOn del más fuerte" v recién conquistada autonomia e independen-
"media de sumisiOn de los pueblos a las cia- cia dcl movimiento socialista de cada pals, no
ses privilegiadas o a los gobiernos que las re- Ia voluntad de establecer una linea politica
presenlan" y se senala Ia renovada vocaciOn V una estrategia comün... El desarrollo desi-
pacifista del movimiento obrero. gual del capitalismo, los periodos distintos en
INTERNACIONALISMO $29

Ia formaciOn de Ia clase obrera, las diferen- Es cierto quc los probiemas que ci movi-
cias nacionales en ci tcrreno de las relaclo- miento obrero tiene que afrontar presentan,
nes entre ci movimiento sodalista y las otras al menos en escala europea, una notable
lormaciones politicas (Ia democracia. ci anar- semejanza: ci periodo comprendido entre
quismo), las diferentes formas en Ia estruc- 1873 y 1896 está caracterizado casi en todas
tura institucional de Ia democracia represen- partes por una tendencia a Ia depresiOn eco-
tati%a, Ia diversa amplitud de las libertades nómica, Ia cual amenaza por distintos fren-
democráticas en cada pals y pot tanto las dife- tes al cmpieo y los salarios, provocando ten-
rencias onzanizati%as del movimiento obrero, taciones autoritarias recurrentes en las cia-
finairncnte las diversas opciones ideologicas ses dominantes (ieyes antisocialistas en Ale-
en ci ärnbito de las ductrinas socialistas. todo mania, aventura boulangista en Francia, reac-
ello constituyo Ia base sobre Ia cual ci prin- cion de Crispi en Italia, reforzamiento de las
cipio de autonornia asumió ci papci central tcndencias imperialistas en Inglaterra); por
on las relaciones entre los partidos socialis- esto los diversos partidos socialdemocratas
tas y caracterizó sus vincuios internacio- nacionales se baten a fondo por la defensa y
nales". Ia mejora de las condiciones de vida de los tra-
Asi, por más de dicz años Ia Segunda Inter- bujadores —que se consiguieron a menudo a
nacional rechaza plantearse como organiza- través de una politica social ' asistencial del
ciOn permanente, carece de estatuto por años estado— v por Ia democratización de Ia vida
y de una dirección central, o siquiera cuenta politica (plena libertad de asociaciOn. amplia-
con un secreturiado organizativo. Si Ia AlT d(5n del derecho de vow, etc.). Sin embargo,
habia asumido ci carácter de vcrdadero y pro- este marco de referenda, aunque permite
pio purtido inier,:acicnial, Ia Segunda Inter- detectar Ia homogeneidad de objetivos soli-
nacional, aunque Ic guste presentarse como citados por las organizaciones intersocialis-
tal, on realidad noes niás que una libre fede- tas V Ia posibilidad de una confrontación
radon de grupos autonomos nacionales —ya sobre los problemas de interés comOn, seña-
scan partidos o sindkatos— y ejeree un puder Ia también que el tcrreno donde ci proceso dc
vinculanic muv iimitado sobre sus miembros. foimaciOn y desarrollo de los partidos soda-
Representa una trihunu on Ia que se van dis- listas adquiere toda su amplitud es ci de las
cutiendo periOdicamentc los principales pro- sociedades nacionales. Con este telOn de Ion-
blemas dcl movimiento obrero curopeo, ejer- do, cli. quc caracteriza ci periodo de Ia Segun-
ciendo sus decisiones una influencia conside- da Intcrnacional sc presenta como un senti-
rable en Ia definiciôn dcl programa de los miento arraigado pero vago, fundado en Ia
dier'os partidos socialistas, peru solamen- conciencia genérica de pertenecer a un movi-
te en ci orden moral. Hasta 1900 no tiene miento universal que expresu e interpreta las
placticamente vida propia luera de los con- Ievcs de Ia evoluciOn histOricu.
gresos, que se reüncn con una periodicidad A principios del siglo xx, cuando liega a su
irregular, v que de todos modos evitan inter- fin Ia larga depresion económica v ci mundo
enir on las cuestiones internas de las scccio- capitalista conoce un periodo de expansiOn
nes nacionales. A partir de 1900, con Ia Cons- v de nueva prosperidad, se esfuman las espe-
tilución de una oficinu de secretaria perma- ranzas de un cambio radical del orden esta-
nente con sede en Bruscias —ci Bureau Soda- blecido. La concepciOn deli. proletario relic-
lisic International— v sobre todo a partir de ja Ia desorientaciOn y Ia revision de valores
i'O, cuando asume dicha secretaria ci bel- quc ufectan al campo socialista; si habia va
g.t Ctmiile Husmans. Ia Segunda Internaciu- perdido su caracter originario de teoria y
iliti empie!...i a tencr una organizacion consis- estrategia de Ia rcvoluciOn curopea para
tente, peru esto no hace cambiar Ia situaciOn: transformarse en vehiculo de circulacion de
durante toda su existencia los process de experiencia v de discusion sobre tacticas,
pcn-anhicilto y de acci6nsocialistas estän más ahora acentua su caráetcr defensivo y se
detcrminados por Lis experiencia vividas por expresa. on su forma mas visible, como corn-
ci movimicnto obrero internacional on cada prorniso de lucha comun contra Ia arnenaza
pals que por las influcncias leuricas v paliti- de guerra.
cas irradiadas desde Ia central internacional. Sin embargo, corno señala tambien
$30 INTERNMIONALISMO

Andreucci, "los probiemas de una verdadera Con Ia Victoria dc


IV. LA TERCERA INTF.RSAcI0SAI..
y propia 'politica exterior de Ia clase obrera', In revoluciOn de Octubre, Ia convicciOn de que
vinculados a una estrategia revolucionaria estaba madurando una nueva fuse historica
mundial, no podian resolverse solamente en en ci desarrollo de las luchas del proletaria-
ci piano de Ia lucha contra Ia guerra. Segulan do y de que era necesario adecuar sus instru-
planteadas las complejas distinciones respec- mentos politicos a objetivos inmediatos de
to de las caracteristicas de las guerras posi- poder pasa a ser pat rimonio de amplios see-
bles (de defensa, de agresión, colonial, etc.); tores dci movimiento obrero, v al mismo tiem-
segulan sin resoiverse los problemas de las p0 existe Ia persuasiOn de quc Ia misma
nacionalidades, que tendrian despues un peso supervivencia del poder soviético en Rusia
relevante en ci estallido de Ia primera guerra dependla de Ia ampliacion y consolidaciOn del
mundial; los contrastes entre estados de proceso revolucionario más allá de SUS fron-
caracteristicus diversas, finaimente, se impli- teras, y en primer lugar en algunos de los
cahan continuamente en el incierto juicio de principales paises capitalistas europeos. La
los socialistas". Tercera Internacional o Internacional comu-
La faita de resoluciOn de estos conflictos nista (Comintern) nace preci.samente en 1919
constituye Ia base de Ia caida de Ia Segunda como expresiOn organizativa de un proyecto
Internacional al estallar Ia guerra de 1914, al revolucionario considerado realizable a cor-
alinearse Ia mayoria de los partiJos socialis- to plazo y como garantia de las conquistas de
tas con las opciones de las clases dominan- in primera revoIucion proletaria victoriosa.
tes de los respectivos paises en nombre de Ia Por lo tanto, desde su origen, expansion dcl
"uniOn sagrada" de Ia nación para Ia defen- proceso revolucionario y defensa de su pri-
sa de Ia patria y de Ia 'paz civil". mer bastion están indisolublemente 'incuIa-
Pero el fracaso de Ia Segunda Internacio- das en Ia estrategia del "partido mundiai de
nal no representa en ningUn momento Ia desa- Ia revoluciOn", abriéndose el camino a una
pariciOn dcl principio deli.: silos partidos posible Osmosis entre los intereses de Ia revo-
socialistas de los paises beligerantes se decla- Iucion en Europa y en ci mundo y los intere-
raron casi todos en favor de Ia guerra, en su ses csta tales de Ia rcvoluciOn proletaria en el
interior pequeños grupos minoritarios no poder. El principio de Ia solidaridad interna-
renunciaron a denunciar ci carOcter imperia- cional de Ia clase obrera de todo.s los pulses,
lista dcl conflicto y se batieron por Ia reanu- que se funda en ci supuesto de Ia comunidad
dación de una acciOn internacional comOn del de ideales y de fines de los trabajadores de
movimiento obrero, y los partidos de los pal- cualquier naciona!idad, y que consiguiente-
ses que permanecieron neutrales sostuvieron mente reconoce Ia primacia de los intereses
a dichos grupos. En el seno de esta minoria generales del movimiento obrero internacio-
internacionalista, un ala más intransigente, nai sobre los particulares dcl movimicnto
representada sobre todo por los bolcheviques obrero de cada pals, debe tener en cuenta que
ruso, no Se limita a perseguir ci objetivo de por primera vez hay una nueva realidad que
Ia paz inmediata, "sin anexiones y sin indem- dejará una huella imborrable en eli. de los
nizaciones", sino que afirma claramente que años siguientes: Ia condiciOn de desiguaidad
no puede existir una paz efectiva y duradera entre las clases trabajadoras de una nación
"en tanto que no Ic sea arrebatado al capital en que hun conquistado —o al menos asi se
el poder de decidir Ia vida y Ia muerte de los presume— el poder politico y económico, y
pueblos", que es necesario translormar Ia las de otros pal ses en que están oprimidas por
guerra imperialista en una guerra civil revo- eI capitalismo v el imperialismo.
lucionaria. Desde aquel momento, esta ala La contradiccion potencial inherente a esta
intransigente considerO a Ia Segunda Inter- situaciOn serã resuelta por el movimiento
nacional condenada a muerte e intenta dar comunista segOn Ia mencionada completa
vida a una nueva Internacional. en condicio- coincidencia entre los intereses de Ia UniOn
nes de ponerse a Ia cabeza del proceso revo- Soviética v los intereses de Ia revoluciOn mun-
Iucionario que Ia guerra .suscitará en escala dial. En efecto, mientras Ia Rusia soviética es
mundial. considerada como un pals atrasado, aunque
las circunstancias lo han Ilevado a ocupar el
INTERNACIONALISMO 831

puesto de guia del movimiento revoluciona- tiende cada vez más a atribuir a Ia mera exis-
rio internacional, y cuya consolidaciôn no era tencia de Ia URSS ci papel de catalizador y
imaginable sin un proceso revolucionario vic- de detonador de las contradicciones del mun-
torioso a escala europea. Ia politica dcl esta- do capitalista asi como una función de radi-
do soviètico tendió, al menos en teoria, a calizaciOn politica de las masas explotadas.
subordinarse a las exigencias de Ia causa del La nueva orientación asumida por Ia poll-
proletariado in ternacional, regulando las pro- tica exterior soviCtica despues de Ia victoria
pias acciones can base en las necesidades v de Hitler en Alemania, que permite al movi-
percpectivas de Ia revolución mundial. Pero miento comunista identificar sin equivocos al
a medida que Ia ola revolucionuria de Ia pos- fascismo con10 "enemigo principal". inyecta
guerra Sc agota sin que ci proletariado con- nuevo vigor en las venas deli.. caracterizado
quiste el poder en ningün otro pats fuera de desde entonces como antifascista en sus con-
Rusia, el problenia de Ia revolución mundial tenidos v valores fundamentales. Con esta
empieza a verse bajo una nueva luz: a partir renovaciOn se produce un reanudamiento de
de 1921, a medida que se constatan por un los motivos deli, democrático de los decenios
lado los exitos sorprendentes del regimen centrales del siglo xix: por un lado Ia unidad
soviCtico v por el otro el constante retraso de de todas las fuerzas progresistas contra Ia
Ia revoluciün en Europa. Ia Internacional reucción, por el otro Ia aceptacion e incluso
comunista considera que su tarea esencial es Ia conveniencia de las guerras "justas". en
Ia detensa v el reforzamiento dcl primer esta- este caso de las guerras de defensa frente a
do proletario. Ia agresión nazi-fascista. Sin embargo, a dife-
Este es ci marco en ci quc se elabora v, des- rencia de aquel pasado ya lejano, existe ci
puCs de 1924, se consolida con creciente fuer- hecho nuevo y decisivo de Ia proclamada coin-
za Ia teoria —de Stalin y de Bujarin— de Ia cidencia total entre Ia politica del movimien-
"construcción del socialismo en un solo pals". to obrero internacional v Ia politica exterior
Ia cual expresa por un lado Ia confianza de de Ia URSS: coincidencia que es un elemento
Ia victoriosa revolución rusa en si misma, que de fuerza, porque en virtud de Ia misma el
Va no tiene necesidad de depender de una avu- movimiento obrero es Ilamado por primera
da externa, y por el otro asignu al movimien- vez a actuar como factor activo de las rela-
to revolucionario de los otrus paise un papel ciones politicus internacionales, en una lucha
más adecuado a su fuerza al'cctiva, desde ci por Ia paz quc vu no es una opcion moral gene-
momento en que Ia conquista dcl poder pare- rosa sino que se apova en un bloque de esta-
cc relegada a un futuro lejano e indetermina- dos; pero tambiCn representa una limitacion,
do: deja entender it los partidos comunistas porque vincula las opciones de las diferentes
que, aunque no logren hacer caer ci viejo secciones del 'partido mundial de Ia revolu-
orden social a corto plazo. no dejaran de tener ción" a los bruscos cambios de Ia razOn de
una misión histürica si siguen afirmándose estado de Ia URSS.
como baluarte contra los planes imperialis- El pacto sovietico-alemOn de agosto de 1939
tas de restauración del capitatismo en Ru'.ia hace resaltar en efecto el absurdo politico de
y aetuando como centinelas del primer expe- una tesis segOn Ia cutI una determinada situa-
rimento de construcción dci socialismo. ciOn internacional debe implicar las mismas
En 1929 ci horizonte internacional se hace reacciones en partidos v movimientos de dis-
todavia mãs propicio a Ia con'.olidación de tinta ubicación, senalando Ia necesidad de
esta vision fuertcmente unilateral dcl proce- establecer una relación diferenciada. ya no de
'.o rcwlueionario y deli. Despues de Ia explo- simple v total identificaciOn, entre Ia politi-
siOn de hi crisis econOmica mundial. Ia con- ca exterior del e'.tado soviCtico v Ia actitud
cepckin de Ia construcciOn del socialismo en de Ia Internacional. Cuando poco despues,
un '.olo pal' se impone cada vez mãs como cunio consecuencia de Ia agresión n,tzi a Ia
teofla global de Ia rcvoluciOn mundial. El rut- CRSS v del regreso a las palabras de orden
dost, cuntri'.tc entre los do'. si'.tcmas, el capi- de lucha contra el fascismo y de defensa de
taiisiiio en i'uina- V ci sociulismu en construe- las libertades democráticas, los partidos
dOn, Sc ye como el meollo profundo de In comunistas asLlmcn una función de primer
rev oluciOn internacional; por otro lado. se orden en los movimientos dc resistencia v
832 INTERNACIONALISMO

logran conquistar una dimension de masa ejerza todavia. de manera indirecta, sobre
como nunca antes habian conseguido, empie- millones de trabajadores, su vida organizada
za a delinearse una dialectica nueva que, se reduce a Ia de una tribuna de libre discu-
imponiendo de hecho sus Icyes objetivas más sión e intercambio de experiencias entre los
allO y par encima de los esquemas de una uni- partidos afiliados.
dad monolitica, nace del mismo desarrollo y Despues de Ia segunda guerra mundial, el
avance del mo'imiento. En este sentido, Ia i. obrero no ha creado formas organizativas
resoluciOn que decreta Ia desaparición de Ia permanentes comparables a las del pasado
Comintern (15 de mayo de 1943), cuando afir- por su influencia o sus tendencias universa-
ma que "Ia forma de organización y de union listas. Sobrevive una Cuarta Internacional,
de los trabajadores elegida por elI Congreso fundada par iniciativa de los grupos trotskis-
de Ia Internacional comunista se veIa cada vez tas en 1938, con base en Ia presunciOn de que
más superada a medida que el movimiento Ia Tercera Internacional, dominada par Ia
crecia y aumentaba Ia complejidad de sus pro- burocracia stalinista, habla perdido definiti-
blemas, hasta el punto de convertirse inclu- vamente Ia auténtica acciOn revolucionaria,
so en impedimcnto al reforzamiento ulterior pero está afectada par escisiones internas y
de los partidos obreros nacionales", no pro- su influencia real Cs muy limitada. En 1951
porciona solamente una coartada a las opcio- se reconstituvO Ia Internacional socialista,
nes de Ia diplomacia soviética —que quiere bajo el signo de una opciOn declarada de cam-
ganarse Ia confianza de los aliados con una po en favor dcl "mundo libre" occidental,
renuncia solemne a exportar Ia revolución pero su papel no ha Ilegado nunca más aIIa
socialista a otros paIses—, sino que registra del de un organismo de consulta entre los
una situación real y plantea las premisas para mayores partidos socialdemócratas europeos,
una nueva fase de desarrollo de Ia solidari- escapando a sus objetivos cualquier función
dad revolucionaria internacional. de coordinaciOn sistemática de su acciOn.
Par lo demás, Ia conccpciOn deli. represen- En el movimiento comunista, el viejo i.,
tada por Ia Comintern no habia alcanzado un caracterizado por una adhesion total y acri-
monopolio absoluto dentro dcl movimiento tica al modelo soiético, ha sobrevivido por
obrero, ni siquiera en el periodo comprendi- largo tiempo, en las condiciones de tension
do entre las dos guerras. La guerra y Ia revo- creadas por Ia guerra frIa, más allá de Ia diso-
luciOn rusa, par el contrario, marcan un cam- Iución formal de Ia Comintern, cristalizando
bio de rumba en la historia dc dicho movi- en 1947 en una forma organizativa especial,
miento, provocando una profunda cscisiOn Ia Oficina de InformaciOn (Cominform), cons-
entre sus filas, reflejada en Ia contraposiciOn tituida por los partidos comunistas en el
de organizaciones internacionales pal iticas y poder en las democracias populares y par los
sindicales, divididas par fuertes polêmicas. partidos comunistas italiano y frances, cuyos
Junta a Ia Internacional comunista, en par. temas de propaganda idcologica (divisiOn del
ticular, continua existiendo una Internacio- mundo en dos campos, lucha por Ia paz) pre-
nal obrera socialista. Ia cual, coma I ruto a su sentan algunos elementos de continuidad con
vez de un proceso de paciente reunificaciOn Ia concepciOn deli. propia de Ia Comintern.
de las diversas corrientes de Ia socialdemo- Pero Ia crisis dcl stalinismo, que abre un pro-
cracia, se proclama heredera de Ia Segunda ceso de difercnciación dentro dcl movimien-
Internacional. Sin embargo no es mãs que una to comunista, puso rápidamente fin a esta
pálida imagen de esta ültima: no Ilega nunca experiencia. Por otro lado, el surgimiento de
a representar una expresión colectiva orga- un conflicto cada vez mOs grave entre Ia URSS
nizada dcl movimiento socialista internacio- y China —sosteniendo ambas sus razones en
nal, sino que se queda a nivel de federacion, nombre de Ia concepciOn "marxista-Ieninis-
con vinculos internos todavia más inconsis- ta" del I.— representO un golpe muy serio a
tentes que los que caracterizaban a su prede- las esperanzas de cdii icar un universo socia-
cesora, Ia de los partidos socialistas de Euro- lista en el que desaparecerian los contrastes
pa occidental de los que refleja Ia confianza entre las naciones. El i. proletario demuestra
incondicional en los métodos de Ia democra- sin embargo una gran vitalidad como senti-
cia parlamentaria. Aunquc su influencia se miento de solidaridad hacia los pueblos opri-
INTERNACIONALISMO 833

midos que luchan por su propia liberación mundial, peru desarrolla una actividad muy
(por ejemplo en ei caso de Vietnam y antes limitada y de hecho no incidc sobre Ia oricn-
el de Argelia, con una gran carga de movili- taciOn de los partidos miembros.
zación de Ia opinion pOblica y sobre todo En 1947 se constituyó también en Oxford
entrc las masas juveniles). Comu realidad una Internacional liberal, con Ia adhesiOn de
organizativa operante, en cI sentido de ejer- partidos liberales de 19 paises, en su may
cer influencia directa sabre las relaciones na europeos. La Internacional liberal apro-
poilticas internacionales, ci i. aparece hoy bó una nueva deciaración progrumática en
fragmentado en muchas corrientes, tal vez 1967, donde se indica como tarea impedir Ia
complementarias pero más a menudo contra- degcneracion totalitaria de Ia democracia de
puestas, que tienden it definir sus propios masas y comprometerse en ia formaciOn pro-
objet ivos y tareas en escala regional (v. eur gresiva en todas partes dci mundo "de socie-
comunlsmo). dade.s libres, compuestas de ciudadanos ilus-
rados y responsabies, defendidos adecuada-
V. OTRAS FORMAS DF. INTERNACIONALISMO. Junto al mente a I raves de sus esfuerzos comunes con-
I. proletario se han ido consolidando en ci tra ci miedo y Ia carestia y contra toda oprc-
trascurso de este siglo, con una fuerza expan- siOn interna y externa".
siva mucho menor y con estructuras organi-
zativas mucho más débiles, cuando no del I31HLRX,RAF1A: Obras de cardcter ,'eneral: W. Aben-
todo inexistentes, otras lormas de i., que ape- droth. Histuria del movimiento obrero euro pea
Ian a fuentes de inspiraciOn distintas del mar- (1965), Barcelona, Cultura Popular, 1968: A.
xismo y tal vex contrapuestas al mismo. Omi- Agosti, Le Internazionali operaie, Turin, Loes-
timos mencionar los intentos promovidos en chcr, 1973; J. Braunthal, Gechichte derinterna-
diversas ocasiones, antes y dcspués de Ia tionak. Hanover. Dictz, 1961-1971. 3 vois.; G.D.H.
segunda guerra mundial, por los diversos Cole, Historia del pensamienfo socialista (1953-
movimientos fascistas nacionales para dar 1960), Mexico, Fondo de Cultura EconOmica.
vida a internacionaics fascista.s. 1957-1963,7 vc,is.; The revolutionary internatw-
Poco conocido es ci intento de Ia liamada nal.s 1864-1943, a cargo de M.M. Drackhovitch,
"Internacional blanca", cuya coristituciOn fue Stanford, Stanford University Press, 1966; A.
auspiciada desde 1920 por Luigi Stur,.o coma Kriegcl, Las internacionales obreras (1970), Bar-
medio de coordinaciOn entre los diversos par- celona, Martinez Roca, 1972; L. Lorwin, Labour
tidos de inspiraciOn catóiica. En 1925, par mi- and internal iopwlLsm, Nueva York, Macmillan,
ciativa del Partido Democrtico Popular fran- 1929; M. Molnar, Internationalis,nus, en
cés, se constituyO un secretariado permanen- Sowjetsystem und demokraiische Gescllschafi. t.
te. A dicha organizaciOn se adhirieron belgas, 3, Friburgo, Herder, 1969; E. Ragionicri, Ii mar-
akmanes, austriacos y los rcprcscntantes dci xismo , l'In&rnazionak. Roma, Editori Riuni-
Partido Popular italiano en ci exilio. Entre Li, 1968.
1925 y 1933, Ia "Intcrnacionai blanca" cele- Sobre la Primera Internacional: A. Arru, Pri-
brO diversos congresos, peru, a pesar de las ma Internazionale, en 11 mondo conzemporaneo,
presiones de los delegados italianos, agotO sus a cargo de N. Tranfaglia, Fiorencia, La Nuova
trabaios en simpies declaraciones de princi- Italia, 1979; A. Arru, Clase ypartido en la Primera
pio. (Ia reforma dcl estadu y de Ia familia), internacional, Madrid, CorazOn, 1974; G.M. Bra-
.iii tumar una posiciOn clara sabre ci fascis- vo, La Prima Internazionak'. Sloria documenta-
iri', Ia unidztd europca o las cuestiones poli- na, Roma. Editori Riuniti, 1978; G.M. Bravo,
ticas internacionaics. El involucioriismo aut Marx e Ia Prima Internazionale, Ban, Lterza,
rit.rio en Alemania yen Austria y más tarde 1979; La Primera Inrernacional, a carvo de J.
Ia guerru civil en España provocaron escisio- Frcvmond, Madrid, Zero, 1973. 2 vols.; Institu-
ne, creciente-, entre los partidos de inspira- te of Marxism-Leninism, Dciiments of the First
ciuii ttOlica v dejaron a Ia Internacional sin International, MoscO, Prouress, 1967; La Pre,niè-
irifluencL aiuna. Una Internacional de par- re Internal zonale. L 'institution, 1 implant at ion, le
tidos democristianos, con adherentcs en rayonnement, a cargo dci csis, Parf., 1965; M.
Europa occidental y en Amirica Latina, se ha Moinar, El dclive de la Pthncra Internacional,
reconstituido despues de Ia segunda guerra Madrid, Cuadernos para ci Diáiogo, 1974; G.M.
834 INTRANSI(.FNTISMO

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nacional comunisra (17 de junio-8 de julio de
Intransigentismo
1924k Informes, Mexico, Cuadernos de Pasado V
Presente 55 y 56. 1975; VI congreso de la Inter. El I. católico tiene su realizaciOn concreta y
nacional Comunista. Primera pane: Tesis, maui- su maxima expresión en Italia a partir de Ia
fiestos y resoluciones, Mexico, Cuadernos de mitad dcl siglo xix como consecuencia dcl
Pasado y Prescntc 66, 1977; VI ('ongreso de la proceso de formaciOri del estado unitario, al
Internacional ('ornunisia. Segunda pane: In for- cual se contr.ipone. Y tanto es asi que duran-
nies v discusiones, Mxico, Cuadernos de Pasa- tc mucho ticinpo, en los estudios sobre esta
do y Presente 67, 1978; Fascismo. democracia temática, se entendia por 'movimiento cató-
frente popular. VII ('ongreso de Ia Iniernacional lico" a aquellos católicos que, fieles a las
Comunista, Mexico, Cuadernos de Pasado v Pre- directivas pontificias, se organizaron para Ia
sente 76. 1984. defensa de Ia iglesia contra ci estado liberal.
Sobre la Tercera Internacional: A. Agosti. La En efecto, el movimiento intransigente
Terza Internazionale. Storia documenta rio, encuentra su correspondericia en el pIano cul-
Roma. Editori Riuniti, 1974-1979. 3 vo!s.; A. Ago-.- tural en Ia actitud de contraposicion v nega.
ti, It marxismo ncll'cià della Terza Iuternazkma- don de Ia sociedad moderna surgida de Ia
Ic, en Storia del marxismo, Turin, Einaudi, 1980- revolucion francesa: eli. va a "combatir Con-
1981. vol. in, 1 y 2; M. Caballero, La Interuacio- tra todo lo que ha sido pensado '- Ilevado a
nal Comunisra y AmErica Larina. La seccióu vene- cabo fuera de Ia Iglesia". deconociendo lo
zolana, Mexico, Cuadernos de Pasado y Presen- que hay de verdadcro, de bueno v de cristLi-
te 80, 1978; E.H. Carr, El V. ('ongrt'so de la Inter- no en Ia civilizacion moderna" (F. Fonzi)'
nacional Cornunista, en 1' Cougreso de la Inter- viendo en el liberalismo Ia ideologia que corn-
nacio,al Comunista, cit. (primera parte), pp. 5- prende todos los males dcl siglo y contra Ia
29; E.H. Carr, Historfu de la Ruciu .soriEzica (1950- cual es necesario comprometerse en un
1978). Madrid, Alianza, 1974- 1985. 11 vols.; F. enfrentamiento decisivo.
INTRANSt(IXTISW) 635

La primera manifestación politica intran- sos que exceden los limites especilicos de este
sigente fue In propuesta dirigida a los catOli- artIculo, cabe .senaiar que In posición intran-
cos por ci directoi de Arm miia, dom Giaco- sigente puso sin duda en evidencia una de las
mo Margotti, en enero de 1861. de no part ici- limitaciones dci nuevo estado unitario italia-
par en las elecciones politicas (Ni etc gidos ni no: ci control politico de Ia nación entera
electores), propuesta bien acogida en diversos detentado por un grupo restringido. Este
ambientes catóiicos y que encontró ci apoyo aspecto se fundaba en Ia premisa del mdlvi-
del mismo Pio IX, dando asi consistencia a duulismo liberal, que era ci sustrato ideoiO-
Ia posición abstencionista, aspecto que carac- gico del nuevo estado, ci cual no habia pre-
terizó al movimiento intransigente en los visto en su estructura orgánica las asociacio-
decenius pasteriores La pubiicaciOn del Sila- nes (por cjempio, religiosas) autOnomas res-
bo (1864), las decisiones dci Conciiio Vatica- pecto de In autoridad estatal ni habia dado
no ly Ia ocupación de Roma no hicieron más ci espadio adecuado para una presencia de
que agravar Ia situación y hacer cada vez más cuerpos sociales intermedios entre ci indivi-
duro ci enirentamiento entre catolicismo y duo y ci estado, aspecto este Ultimo que se
liberaii.smo, entre igiesia y estado, ci cual tuvo convertirá en punto esencial de los programas
en Ia Clvi ha C'aiiolka ci ariete teórico de esta politicos de los catOlicus en los decenios pos-
contraposición, asi como en In numerosa teriore.s.
prensa catóiica local una eficaz caja de reso- Sin embargo esta critica dci pianteamien-
nancia. to individualista y burgues "no reconoce nm-
Precisamente a partir de Ia situación crea- guno de los valores positivos que ilevaba con-
da despues de 1870, los intransigentes logran sigo Ia revoluciOn liberal y está anclada en un
realizar su proyecto de organización nacional, absurdo sueno de retorno al pasado, a una
que hasta entonces no habian podido concre- relaciOn ideal entre sociedad religiosa y socie-
tar. No por ca.sualidad ci 12 dejunio de 1874. dad civil que no hacia Ia necesaria distinciOn
en In apertura del congreso catóIico de Vene- entre las dos esferas y ya no correspondia a
cia, ci baron siciliano Vito D'ondes Reggio Ia nueva realidad histOrica" (P. Scoppola).
pronunció In "declaraciOn de intransigencia" Después de una etapa de incertidumbre,
(repetida en todos los congresos posteriores), que corresponde a los primeros aflos del pon-
que representa ciertamente ci marco ideola- tificado de lOn XIII, ci movimiento intran-
gico en ci que se basa desde sus principios In sigente cobra de nuevo fuerza a mediados de
"Opera dci congressi e dci comitati cattolici los anus uchenta. Haciendo notar su presen-
in Italia", constit'ida oficialmente un ano cia incluso en ci terreno cconOmico-social, los
después, con ocasiOn dci segundo congreso intransigentes intentan dar una base masiva
ceiebrado en Fiorencia. La Sagrada Peniten- ul movimiento convirtiéndose al mismo tiem-
dana, que se convirtiO en bastiOn de Ia orga- po en abanderados de Ia linea poiitico-religio-
nizaciOn católica en todo ci territorio italia- sa de LeOn XIII acerca de una inserción de
no, indicO a los obispos que preguntaban si In igiesia en Ia sociedad civil. La acciOn social
estaba permitido a los catOiicos participar en pasa a ser ci aspecto en ci que confluyen flue-
las elecciones que "Attentis omnibus circuns- vas energias, especialmente de jOvenes y en
tantiis, non expedit", cncontrando asi ci abs- particular despuès de Ia publicaciOn de Ia
tencionismo intransigente su confirmaciOn enciclica Rerum novarum (15 de mayo de
oficial. Al mismo tiempo ci abstencionismo 1891), pero no logra incidir en Io más mini-
electoral (exceptuando las eiecciones en ci mo en ci piano politico general deli.. escuda-
piano administrativo, en las que a partir de do todavia en posiciones de defensa del poder
los ochenta Ia presencia católica será fuerte) temporal y de Ia más cstricta aplicaciOn del
refucrza Ia posiciOn intransigente, Ia cual abstencionismo electoral.
—separ.ndo'.e definitivamente de las posicio- En ci clima de crisis general que afecia al
nes icgitimistas— se lanza a In defensa dcl pals en ci Oltimo decenio del siglo xix, surge
"pals real" contraponiéndosc ai "pals legal". ci contraste dentro del movimiento catOlico
Más ailá de las motivaciones pokmicas que intransigente entre ci grupo dirigente de Ia
están en Ia base de Ia posiciOn intransigente Obra de los congresos y los "jOvenes". La
v mz'ts aiiá de los aspectos meramente reIigio- aceptaciOn por parte de estos ültimos de los
836 ILSNATURALISMO

principios fundamentales de Ia duct rina democrãtico constitucional, dando voz it las


social catolica no signilicu sin embargo quc masas populares v superando Ia actitud
no captaran ciertos limites en Ia acciOn social paternalista), Ia que iievó a una nueva curn-
propuesta por Ia organización intransigente bre edesiástica en agosto de 1903, bajo Ia pre-
y no sintieran Ia necesidad de unir a Ia relic- sidencia de Pio X, v a Ia disolución de Ia Obra
xion sobre Ia "democracia social" otra sabre de los congrcsos en julio de 1904. Se pane Tin
Ia "democrucia politica": en 1896, por parte all, en ci piano politico-rciigioso v en ci orga-
del grupo milanés, reunido airededor dcl nizativo con Ia decision, tomada despues de
Osservarore C'auolieo v de su director dom Ia primera huelga general, de invitar a los
Davide Albertario (durante muchos años una catOiicos a participar en las ciecciones poli-
de las figuras mOs representativas de Ia pole- ticas apovando aigunas candidaturus lihe-
mica intransigente), se lanza ci Santo y señu rales.
"preparación en Ia abstencion", con Ia inten- En ci momento en quc los catóiicos entran
dOn de superar Ia actitud pasiva que hasta en Ia vida politico-electoral —aunque parcial-
enlonces hahia distinguido a los católicos. mente v en una posición suhaiterna— se cie-
En septiembre de 1897, en ci decirnoquin- rra una etapa de Ia historia del movimiento
to congreso celcbrado en Milan, ci movimien- catoiico, dando inicio a una politica den-
to católico todavia se presenta con una facha- co-moderada s recomponiéndose Li divisiOn
da unitaria y de aiguna manera "rica". El con- entre catolicismo transigente e intransigente.
greso de MuOn, en etecto, marca Ia meta dcl
camino iniciado veinte afios antes en ci pia- SIBLIOaRAFIA: C. Brezzi, Cnstianc, soda/i e tot ran-
no organizativo par Ia Obra de los congresos sij,'enzi. L'opera di Medoiai,'o Albani jino al/u
y representa una verdadera y propia demos- "Rerwu uoi'aru;,i ", Roma. Cinque Lunc. 1971; G.
traciOn de fuerza dci movimiento intransiien- CandL'loro, Ii moi'mie,it,i eattoheo in lialia,
te v un "apogeo deli." en ci piano de los con- Roma, Rinascita, 1953: G. Dc Rosa. Sioria dcl
tenidos (G. Dc Rosai. Las dilerenciaciones muvimenlo caitoiwo in Isa/ia. Vol. I: Dab Rex-
entre catOlicos surgieron con ocasiOn de los tail raiont' all IA gwiittiana, Ban, Laterza, 1966;
acontecimicntos de Ia primav era del 98, que Fonzi, I cattoliei e la societti italiana dupo l'uiii-
ademOs de representar Ia culniinaciOn de Ia à, kuma, Studium, 1977 3 ; A. Gambasin, Ii mvii-
crisis politica v social de finales de siglo sig- menlo sociali' ;zell'Opera dci congressi (1874-1904).
nifican sin lugar a dudas una divisiOn en Ia (onirthutii per la doria dci caitolicesimu soda-
historia del movimiento catóiico intransigen- it' in ha/ia, Ruma, Gregoriana, 1958: ilspetti della
te. La mavorii apoyu las posiciones de los culiuru caizolica ne/la c'là di Lewie XIII, it car-
dirirentes cnfocadas a demostrar Ia imposi- go de G. Rossini, Roma. Cinque Lune, 1961; P.
bilidad de conjugar ci catolicismo con los Scoppola, Dci mwogueifi.snio alia denwcrazia Cl-is-
"rojo subversivos" v a acelerar ci camino de liana, Roma, Studium, 19791; D. Secco Suardo,
acercamiento al estado liberal. Los jOvencs I catsoiwi imrapisfe,iii. Studio di mu: psieoio,i,'ia
cristianos dernocrOticos en cambio, precisu- e di zuw mplt'ntalità, Bre5cia, Morceliiana, 1962;
mente debido a Ia represiun dcl gobierno, diii- Spadolini, L 'opposizione eaztoiica. Da Purta
gen sus fuerzas a una incisiva acciOn "politi- Pia a! V8, Flurcncia, Vaileechi, 1954; G. Vt'ruc-
Ca", partiendo de Ia aspiraciOn de una recon- ci, .1urnmwnu, euttoiwo dail'zuzità al faseisimia, en
quista de Ia sociedad par parte de Ia iglesia Ii mmmdv conlemnporamwo, a cargo de F. Levi, U.
a travCs de una acción social —caracteristi- Levra v N. Tranfatlia, Florencia, La Nuova ha-
ca del pontificado dc Leon XIII— sin dcjarse ha, 1978, vol. ii.
influir sin embargo par cii. de tipo Lempora-
lista. [c%1ILLo akiJill
Coma consecuencia de los acontccimientos
mencionados SC produce Ia salida a canipo
abierto de los demOcratas cristianos (con Ia
presentaciOn de una iinea propia aiternativa
lusnaturalismo
respecto a las posiciones oficiales del catoli-
cisino. Ia cual, mediante un partido politico, I UIVLRSA5 roRM.s DE L.A tc RIX. DEL DI RU HO
fundamentara ci estadu liberal en ci terreno 5.ATL s.i.. El i. es Li duct rina segOn Ia cual
IUSNATURALISMO $37

exisle v puede conocerse un "derecho natu- II. H. I('SNArt;RAusMo ASTIOI() V MEDIEVAl.. Las pni-
ral" (ius naturale), o sea un sistema de nor- meras manifestaciunes dcl i. se presentaran
mrrs de conducta intersubjetiva distinto del en In antigua Grecia, y en casi un simbolo del
constituida par las normas establecidas por mismo ha devenido Ia figura de Antigona en
ci estado (derechu positivo). v este dere-ho In tragedia homOnima de Sófocles. en Ia cual
natural tienc validcz par si mi.smo, es ante- el personaje Sc niega a ubedecer In orden del
nor v superior al derecho positivo y, en caso rev parque considera que las Ordcnes de êste,
de conf licta con este ültiniu, dehe prevalecer Cs decir de Ia autoridad palitica, no pueden
sabre ci mismo. El i. es par Ia tarno Ia doctri- ser superiares a aquellas. eternas, de los dio-
nu opuesta a Ia Ilamada "positivismo juridi- ses. La alirmaciUn de un "jUsto por natura-
ca". segün Ia cual el unico derecho cs ci que leza" apuesto a un "justo por Icy" se dehe a
establece J estado v cuva validcz es indepen- Varios sofistas que, desde enhances, entendian
diente de cualquiera de sus relerencias a valo- ese "justo par naturaleza" en diversas lormas
res éticos. Aigunts veces ci término i. se reser- 'i con consecuencias politicas diferentes. Sus
va, par antonumasia, para las duct rinas que, pasicianes son más hien tipicas y reaparecen
teniendo algunas caracterisi icas especil icas muchas veces en Ia histaria dcl pensamiento
camunes de las que hablaremos en seguida, juridico-politico: Calicles. par ejemplo, afir-
sastuvieron esas tesis en las sigios XVII y ma que lo justo par naiuraicza es Ia mãs diii-
xviii. al grado de que se ha praducido Ia opi- cil de dominar; en c-ambio Hipias, AntifOn y
nión equivocada de que Ia doctrina dcl dere- Alcidamas, cansideran coma justa par natu-
cho natural empezó s6lo hasta ese periodo. raleza Ia quc est(r de acuerdo can Ia nazOn.
El i. es una expresiOn peligrosamente equi- proclamando Ia igualdad natural de todos los
voca, pues su significado, tanto I iiosóf ica hombres.
coma politico, varia mucho de acLierdo con El i. que se encuentra en PlatOn Y. nunque
las distintas concepciones dcl derecho natu- de inanera incidental, en AristOteles, fue cia-
ral. En Ia historia de Ia filosofia juridica- horado en Ia cultura griega, sabre todo pan
pobitica aparecen, en ekcta, par lo menos tres los estoicas, para quienes toda Ia naturaleza
versiones fundamentales de este Ultimo (cada estaba gobernada par una 1ev universal racio-
una de las cualcs tiene sus variantes): Ia de nal inmanente; conocemas su doctrina, a este
urni Icy establecidu par voluntad de una divi- prupOsito, sabre tado par Ia divuigación que
nidad y revelada por esta a las hombres; Ia de ella hizo CicerOn en Roma, en pãginas quc
de una Icy "natural" en sentido cstricto, en ejercieron una influencia capital en ci pensa-
cuanto algo fisicamente connatural, it modo miento cristiano de los primeros siglos, en el
de instinto. para todas los seres animados, y. medieval y tambien en las primeras doctri-
finalmente, Ia de una ley dictada par Ia razOn, nas iusnaturalistas modernas. En un célebre
y especifica par Ia tanto del hombre, que In pasaje del Dc yes publica, CicerOn sostiene Ia
vuelve a descubrir en forma autOnoma den- existencia de una "verdadera" Icy acorde con
tro de si mismo. Se trata de concepciones Ia razón, inmutable y eterna, que no varla de
heterogéneas v, en algunos aspectos, apues- acuerda can los distintos paises y las distin-
ta aunque algunas veces coexisten en doc- tas épacas, y que el hombre solo puede via-
trinas particulares, coma las panteistas. que lar renegando de su propia naturaleza. Al ser
identifican Ia divinidad can Ia naturaleza fisi- reproducido y acogido por Lactancio, uno de
ca V con Ia razón); sin embargo, todas tienen los Padres de Ia Iglesia, este pasaje influyo
en comOn Ia idea de una sistema de norma grandemente en el pensamiento cristiano de
bogicamefltL antel iores y éticamente superb- cultura latina que. como habia sucedido des-
res a las dcl estado, de cuyo poder canstitu- de ci siglo tu con el de cultura griega. acogió
yen una limitación infranqueable: las normas In idea de un derecho natural dictado por Ia
juridicas y In aetividad politica de los esta. razón. Esto despertO, sin embargo, entre los
dos. de las entidades N. de las individuas que Padres de Ia Iglcsia graves problemas de
se opongan al derecha natural, de cualquier orden teologico, ya sea par Ia dificultad de
mancra que se conciba, son consideradas lIe- explicar Ia coexistencia de una icy natural y
gitimas par las doctrinas iusnaturalistas y de una ley revelada, yn sea porque Ia admi-
periniten Ia desohediencia de los ciudadanus. siOn de In existencia, en ci hombre, de una Icy
838 IUSNATURALISMO

moral autonoma ponia en ida de jukio Ia scgOn el cual ci derecho natural es on dicta-
necesidad de Ia gracia. Estas dificultades do de Ia razOn. pero Ia razUn no es mãs que
atormentaron sobre todo el pensamiento de un medio de comunicarle al hombre Ia volun-
san Agustin, que a esle propOsito adoptO acti- tad de Dios, que puede modificar, por lo tan-
tudes rnuy difcrentes en diversas epocas. to, ci derecho natural a su arbitrio: tesii que
También los juristas romanos huhian torna- Fue retomada v desarrollada, desde ci prin-
do de los estoicos Ia idea de un derecho natu- cipio. por Ia Reforma protestante.
ral, que sin embargo no profundizaron; uno Con irecuencia se hizo valer el principio del
de los más grandes, Ulpiano. mOs bien Ia des- i. de santo Tomãs (que, en realidad, habIa sido
figuro profundamente, definiendo el derecho enunciado por san Agustin y que santo Tomás
natural como 'el que Ia naturaleza ha ense- habia aceptado con serias limitaciones y
ñado a todos los seres anirnados", incluyen- reservas). scgOn ci cual una Icy positiva con-
do entre &tos de manera explkita a las bes- traria al derecho natural, v por lo mismo
has, lo cual reducia el derecho natural, antes inlusta, no era una verdadera 1ev ni obliga-
que a una norma de conducta, a un nwro ins- ha. Este principio, muv por encima de las
tinto, a una necesidad de orden ilsico. Esta intenciones de santo Tomás. se esgrimiO
definiciOn ulpiana es por otro lado rnuv muchas veces para atacar Ia validcz de las
importante, porquc fue acogida frecuente- Ieyes del estado en los casos en que ste se
mente par los escritores medievales jun10 con enconiróen oposición con Ia iglesia; Iosjuris-
Ia de Cicerón, a pesar de ser antittticas. tas v pIiticos catolicos apelan at mismo aOn
La aceptaciOn indiscriminada deli, en todas en nuestios dias.
sus versiones, sin tomai' en cuenta su recipro-
ca incompatibilidad, es una caracteristka, en ill EL OR1(.EN 1*1. IL5NATcRALis10 SiODERNO. En
efecto, del pensamiento medieval. Junto con realidad, Ia doctrina tomista de Ia 1ev natu-
Ia versiOn naturalista de Ulpiano v Ia ra-io- ral no hacia otra e-osa que retomar Ia estoicu-
nalista de Cicerón (V también aquella. dehi- ciceroniana de Ia "verdadera" 1ev en cuanto
da a una maLi interpretación de un dialogo racional, encerrándola, sin embargo, en un
tardlo de Platon, de una justicia inmanente marco teologico. Y a pesar de quc un dilun-
en todo el universo como principio de Ia didisimo lugar cornun historiográfico afirme
armonia dcl mismo), Ia Edad Media desarro- IC) conlrario, en Ia actual idad se va abriendo
110 Ia doctrina de un derecho natural. identi- camino Ia opiniOn de que cli. moderno (que
I icado con Ia Icy revelada por Dios a Moises adoptO, sobre todo en el siglo xviii, caracte-
y con el Evangelio: esto se debiO sobre todo risticas decididamente laicas v, en el campd -
al canonista Graciano (siglo xii) y a sus politico, liberales) se desarnollo en gran par.
comentaristas. Ic a partir de Ia doctrina estoico-ciceroniana
Santo TomOs de Aquino (siglo xw) puso fin dcl derecho natural trasmitida precisamen-
a esta confusion de ideas, entendiendo como te gracias a su acogida en el torni%mo. Sobre
"1ev natural" Ia parte del orden, cstabkcido todo pun el hecho de que Ia orientaciOn tornis-
par Ia razOn de Dios gohern:tdor dcl univer- ta se opuso energicarnentc, it partir dcl siglo
so, que Se encuentra en Ia razOn del himihrc: xiv v sobre todo en ci 'iglo xu. durantc Ia
una norma, par lo tanto, racional. El i. tie san- Reforma, al voluntarismo teologico inspira-
to Tomás reviste una gran importancia his- do en las tesis de Guillermo de Ockam, que
tórica porque constituve. aunque no siempre establecia coma fuente primera de tuda nor-
se entiende de una manera perfecta v univo- ma de conducta v coma fuente de legitimidad
Ca. Ia base dcli. católico que Se hizo tradicio- de Ia autoridad politica. Ia voluntad divinay.
nal y que, a pesar de no haber sido declarado por lo mismo, la Sagradas Escrituras. Por
nunca por In igiesia materia de Ic, forma, sin Io general. todos los juristas epanoies que
embargo, parte central de Ia doctrina moral estudiaron ampliamente el derecho natural
y juridico-politica católica. En el imbito de (entre los que ocupa ci lugar principal Fran-
Ia teologia de Ia Edad Media tardia fue obje. cisco Suârez), trataron de estublecer una
to de ásperas objeciones por pane de las mediaciOn entre ci voIuntarismo eli. de ins,
corrientes voluntaristas cuvo mayor exponen- piracion tomista.
Ic fuc Guillermo de Ockam (sitzlo xii), '. Precisarnente en oposicion al voluntarismo
IUSNATURALISMO M39

de las alas extremas dcl calvinismu, naciô Ia mente para Grucio, dcl derecho internacional:
dactrina que se acostumbra considerar pie- en ese ticmpo los tratados de este derecho
dra angular dcl i. modcrno: Ia dcl hulandés casi siempre hlevaban el titulo de Ace rca dcl
Hugo Grocio (Huig de Groot), enunciada en de'recho naiural y de la:, genies.
el De lure belli ac pacis de 1625. En esa obru
Grucio afirma —al establecer el derecho natu- IV. CARACTI,RISTICAS DEL IUSNATURALIS10 MODERNO.
ral basado en un dcrecho quc podia ser reco- Se ha difundido muchisimo Ia opinion de que
nocido coma válido por todos las pueblos (y entre c-I I. antiguo-medicval y el i. moderno
que se convertiria en el derecho internacia- existe una profunda ant itesis, en cuanto que
nal)— que ese derecho habia sido dictado par ci primero estaria constituido par una teoria
Ia razon, y que era independiente no solo de dcl dcrccho natural coma norma objetiva,
Ia valuntad de Dios sino también de su mis- mientras que el segundo seria una tcoria
ma existencia. Esti afirmacion, que se hizo exclusivamente de derechos subjetivos, de
Famosisima, se considero en Ia época ilustra- lacultades. En realidad, entre ci i. antiguo,
da como revolucionaria y precursora de Ia medieval y moderno no existe de hecho una
nueva cuitura laica y antiteologica, a Ia cual, ruptura sino rnas bien una continuidad sus-
par cso misino, cli. grociano Ic habia abier- tancial; sin embargo. Ia cierto es que c-I i.
to el camino en el campo de Ia moral, del dere- maderno pane decididamente el acento en el
cho y dc Ia politica; Ia ductrina de Grocio aspecta subjetivo del derecho natural, o sea
actuO, en efecto. en este sentido, aunque Ia en los dercchus innatos, dejando en Ia oscu-
tesis de Ia independencia de Ia Icy natural res- ridad su correspondiente aspectu objetivo, ci
pecto de Dios repruducia viejas fOrmulas de norma, en el que generalmente insistieron
escolásticas ligadas a Ia polémica entre el i. los iusnaturalistas antiguos y medievales, y
racionalista v ci voluniarismo, y se remunta- también el mismo Giocio. Precisamente por
ba hasta el emperadur rumano Marco Aure- esta caracteristica eli. moderno, a sea ci de
ho, seguidur de Ia filosof ía estaica. los siglos XVII y XVIII, informa prufundamen-
En el siglo XVII, Ia obra dc Grocia, debidu tea las doctrinas palIticas de tcndencia mdi-
Lambién a su actualidad. en cuanta estudia vidualista y liberal, estableciendo rcsuelta-
sistemático del derecho internacional, y a Ia mente Ia instancia del respeto, par parte de
fama quc camo tal alcanzó en tada Europa, Ia autoridad politica, de lo que se proclama
dii undiO con gran eficacia Ia idea de un dcrc- coma dcrecho.s innatos del individuo.
cho "natural", en el sentido du "no sabrena- El i. muderno considera al estado mismo
tural", de un derecho que tenia coma fuente coma unu obra valuntaria de los individuas
de validcz exclusivamente su canturmidad y no, coma en Ia mayor partc de las doctri-
con Ia razOn humana, v cta coneepciOn dcl nas clásicas y medievales, coma una institu-
derecho natural influyO profundamente en Ia ciOn necesaria par naturalcza. Para los ius-
proposiciOn de Ia idea de Ia necesidad de naturalistas modernos, las individuos aban-
aduptar ci derecho pasitivo y Ia constitución donan el 'cstado natural" (entendido par cada
pulitica de los estados a un derecho semejante uno de ellas de un modo divcrso, pc-ru siem-
y, tambión, de Ia legitimidad de Ia desobedien- pre sin organización politica) y dan vida al
cia y de Ia resistencia a los que no se adapta. estado organizada pohiticamente y con auto-
ban al mismo. Esta tendencia se desarrollO, ridad, precisamentc para que se vean mejor
par otra parte, también fuera dcl influjo protegidos y garantizadus sus derechas natu-
directo deli. inspirado en Grucia a derivudo rales, y el cstada es kgitimo sicmprc y cuan-
del misma, y al encontrarse en Inglaterra con do cumpla esta funciOn esencial suya, que se
Ia antigua tradiciOn constitucionalista de ese he ha delegado par medio de un pacto estipu-
pals lv% constitucionallsmoj, que ya habia esta- lado entre los ciudadanos y el soberano (con-
blecida limitc al poder dcl rev, halló su for- tratu social). En algunas doctrinas iusnatu-
ma precisa en los Ensavos sabre el gobierno ralistas modernas se rechaza ci individuahi-
civil de Locke, escritos alredcdor de 1680 y ma hasta el grado de coniderar a Ia ocic-
aparecidus en 1690. Adcmás de c-sm, eli. dcl dad misma coma Iruto de un contrato cntre
siIo XVII tUvo gran impurtancia coma funda. has individuos, y dc dividir ci contrata social
mento teOrico, camo Ia habia sidu precisa- en dos aspectos: pacta de uniOn y pacto de
540 IUSNATURALISM()

sujeciön; aunqut' esto es mucho mas raro de Ia rai.On sino tamhién pur cancehir camo tales
lo que se cree. va quc aun entre los iusflatU- las que en reaiidad sOlo eran instancias poll-
ralistas modernos ci "estado natural" se ticas,v no rara vex econOmicas, de Ia socie-
representa generalmenic coma una forma de dad de Ia epoca. Par otra parte, el hecho mis-
sociedad; sodedad, sin embargo, precariu c mci de haherlas tornado coma exigencias
incierta, que hace convenienic Ia salida de esa racionales absolutas les confiriO a estas ins-
condición para dar vida a una instilución tancias Ia fuerxa que condujo a su pleno corn-
juridico-poiltica organizada. plimiento. El ideal iusnaturalista dcl siglo
Los derechos innatos, ci estadu natural v xviii tuvo de esta manera efectos mu' gran-
ci cant rato social, a pesar de ser entendidos des on Ia poiltica: Ia DeciuraciOn de Indepen-
de diversas maneras p.r los distintos escri- dencia de los Estados Unidos de rnierica
tores, son conceptos caractcristicos dcl i. (1776). on Ia que se alirma que todus los horn-
moderno v seencuentran on todas las doctri- bres tienen derechos inalienahies, coma Ia
nas dcl derecho natural de los siglos xvii v vida, Ia lihertad v Ia husqueda de Ia telicidud,
xviii, tanlo quc se ha podida hablar (aunquc se inspiro on Li doctrina del derecho natural
on realidad impropiamente) de una 'escuela —aunque tarnbién cant rihueron aigunos dc-
dcl derecho natural". Esto ha cant rihuido it mentos historicus y duct rinales. deriados
que muchos reserven Ia expresiön "i." para sabre todo de Ia i radiciOn ctinstituciunalista
las doctrinas de este periodo histurico v ha inglesa. La DeclataciUn de los Dcrechos dcl
creado tanibkn Ia opinion equivocada de que Hombre v dcl Ciudadanu, 1789. que fue uno
Ia idea del derecho natural nació y se cult ivó de los primeros actos de Ia revolucion fran-
solo a partir de ese periodu, v mas precisa- cesa, en Ia coal se prodaman igualmente
mente desde Grocio en adelante. coma "derechos naturales" Ia lihertad, Ia
Las teorias de los distintus iusnaturalistas igualdad, Ia propiedad, etc., tiene on car-ac-
de los sielos xviii v xix (entre los que se pta'- ter francarnente iusnaturalista.
den nwncionar, además de Grocio v Locke, a
Milton, Pufendorf, Cumberland, Tarnasio, V El. i(S\.II KMiSt() I\ II SIfliO xix. El i. dcl
Barbevrac, Wolff, Burlamaqui, Vattel v, en 51gb x in tuva tambien aiim efectos concre-
una posicion particular, a Rousseau v Kant, los iniportantisimos. El derecho natural
v, ademOs, en Ia primera fase de su pensa- representaha un modelo perfecto para las
micnto. Fichtc) presentan ditcrcncias que legislaciones positivas y parcela proporcionar
algunas veces ilcgar a ser profundas, v los el media para Ilevar a caho, aun en este cam-
mismos cunceptos de estada natural v de con- pa, una relorma quc no respundia sOlo al espi-
tram social se presentan en ellos configura- ritu innovador de Ia epoca sino quc satisia-
dos de diversa manera. Dc estus escritoi-es, cia, ademOs, exigencias prácticas v tcnicas.
los primcros parecen referirlos a hechos real- La idea de on sistema racional v universal de
mente sucedidos, on tanto quc los Oltimos normas (idea acorde con Ia tendencia de Ia
—sobre todo Rousseau v Kant— los presen- cultura ilustrada. que consideraba Li racio-
tan como meras ideas, capaces de explicar nalizaciOn v Li sisternatizaciOn di, todos los
racionalmente Ia realidad histOrico-polit ica aspectos de Ia realidad, rcchazando las apor-
v de constituir un termino de referenda v dc tcloncs de la tradicion v de Li historia, v todo
cvaluación para csta; o sea que el estado Io que na tuviera Ia uparienci..i de un dictado
encuentra su justificaciun raciunzil (no histo- de Li razOn), .e oponia, on electo, de una
rica) on ci contrato que ks es inmanente v quc manera estridente a Ia realidud de Ia vida juri-
es kgitimo en Ia medida en que se adapta a dica de esa época.
los términos racionales dcl contrato mismo. Este periodo se caracteri3O por un grave
En otras pakibras: ci estado. para 5cr legiti- estido de confusion v di incertidunibre, cau-
mo, deberki existir como si on cada momen- sadu par Ia crisi, del dcrccho vigentc on cse
to de sU existencia naciera dcl cant rato. enhances. que era un derecho Ilamado
Ciertamente cI i. de los sk:lus xviii v xix "cornUn", a scU el derecho ramana justinia-
pecO gravemente de falta de sent ido histori- no modificado v complicado a travcs de lu ,
Co, no solo poi iiaber presentado como even- siglos par el concurso de otras variadisima.
tos sucedidos realmente meras exigencias de I uentes dc normas juridicasv practicamen-
IUSNATURAI.ISMO $41

Le imposibie de conucer a ciencia cierta. Sc de ios derechos innatos. SI SC entendian coma


sentia, por lo tanto. Ia necesidad imperiosa ios entendian efectivamente ios iusnaturuiis-
dc reiorma.', legislativas que k dicran at dere- Las de los siglos xvii y xviii, esto es connatu-
cho, sobre todu, ccrtidumbre, y ci i., con su rules at hombre independientemente de su
teoria dc Ufl derecho absoluto v universal. situaciOn historica.
mente vidido porquc habia sido diciado por En ci transcursu dci siglo xix, eli. cavo en
Ia razOn, ofrecia Ia base doctrinal de una un descredito total. SobreviviO Onicamentc en
rcforma racional dc Ia lerislacion. Se crevó. su forma catóiica quc se apovaba en Ia doe-
en efecto. que ci prohierna de esta consistia trina de ias leves de santo Tomás, pero exclu.
en traducir las nornias dcl derecho natural sivamente en los amhientes ciericaics, con
en normas positivas que dehian Ilevarse a una tunciOn conservadora v frecuentcrnente
cabo de una vcz por todas, v éste fue ci tcrna reaccionaria v, sobre todo, coma instrumen-
dc las codificaciones quc se hicici-on (entre las todc impugnaciOn de Ia legitimidad dci esta-
que son part icularnicnte importantes ia pru- do liberal v constituciunal. Los uristas usa-
siafla v Ia trancesa) cntre cI final dcl sido ban ci adjctivo "iusnaturaiista" en sentido
xviii v el principio dci siglo xix: en realidad dcspreciativo. para indicar concepciones o
los codificadores tomaron en cuenta, ademts argumentaciones ajenas at campo de Ia juri-
del derecho naturai, ci dcrccho vigente. Ira- dicidad, pucs se entiendc vu par "juridico'
tando de dark it este ültimo un ordcnamien- ünkamente to quc corrcspondc al derecho
to racional. quc Ia accrcura al niodclo iusna- posituvo. Dc vez en cuando se anunciaha algun
t u ral ista. "resurgimiento" dci dcrecho natural; pero sc
En ci momenta en quc sc ceiebraha su trataha, sin embargo, de voccs aisiadas. que
triunfo, sin embargo, ci i. agotó su funcion caian totaimente en ci vaclo.
eon Ia promulgaciOn dc ios codigos, sobre
todo dcl napokonico. Traspucsto ci dcrecho Vi El. IUS5ATtRALISMOcoxThIPoRAxEO Ei i. des-
racional en ci eUdigo. no se considcrô ni se perto. después de Ia segunda guerra mundizLl.
admitio otru dcrccho quc ci dcl código v se coma rcacción al cstatismo de los i-cgmmene
considero ilcgitimo Iccurrir it principios a a totalitarios. En gran partc ci ienOmcno se pro-
nornl,.is ajcnas ai sistema dci derecho positi- dujo todavia en ci .imhito dc Ia cultura cato-
vu. Sc Ilego hasta el punto de ncgar, txccp. iica: pero tamhin en los anibientes protes-
don hecha dci codigu austriaco dc 1811. Ia tantes alemanes v, en una medida bastantc
posihilidad de recurrir at derecho natural en considerable, también en ci mundo Lieu Ia
caso de lagunas dci ordenamiento juridico idea dci derccho natural se abria p'so, sobre
positivo: triunFó el principio, caractenstico todo como diquc v limite dcl poder dcl esta-
dci positivismu juridico (de ia posiciön anti- do. Es caractcrlst lea, it este rcspecto, Ia posi-
ktic.t at iusnaturalismo), de que para cuai- clan adoptada par uno de los más grundes
qukr caso se puede encontrar Ia solución den. juristas aiemanes: Radbruch.
tro dcl urdcnamiento juridico dcl cstado. Hasta pensadorcs provenicntes dcl idealis-
En esos mismos alias —principio dci siglo mu. que par su historicismo escnciai se
xix— Sc Ic hizo un fuerte ataque al i. par par. habian opuesto siempre a Ia idea del dcrecho
tc dci historicismo a1emn (Ia "cscueia histo- natural —entre cuvos criticos más acErrimos
rica dcl derccho") quc, coma manifcstacion cstaha Bcncdctto Croet—, se tucron acercan-
dcl romanticiino en ci canipo dcl derceho. do al i., v esto se via favorecido par ci hccho
reaccionaha dc esta manera a to que habia de quc los iusnaturalistas, par su parc. se
sido. en cambio. en ese campo, ia manitesta- decidieron a abandonar las tcsis dc Ia inmu-
clan de Ia iiustraciOri. Los juristas de Ia esLIC- tabilidad v de Ia eternidad dcl dcrecho natu-
Ia historica acusaron ai i. de abstraccionis- ral v cmpezaron .t coniderarlo como inma-
mu intclectualista par su pretensiOn de esta- ncnte a Ia historia, tai cornu io habia consi-
hlcccr norma,, y vaiores inmunes ai devenir deradu en ci siglo xviii G. B. Vico. o en cicr-
historico, demos c inmutahk, y consiguie. ta torma como aigo que devenia con ella,
run alga al sciialar, camo cxprcsioncs dc cc coma to habia concehido Romagnosi en ci
abstracciunisnm. cnnccptos como los dcl esta- siglo xviii. Sin embargo este renucimiento
do natural v dcl contrato social, v iamhien ci deli, no estuvo excnto de oposidiones: ataca-
842 IUSNATURAL1SMO

do enérgicamente por los seguidores del posi- contenido del derccho natural (no excluida,
tivismo juridico, que velan en él una traspo- por otra parte, par Santa Tomás, en quien Sc
sición ilegitima del derecho del piano de Ia inspira eli.) parece inclinarse actualmente a
validez formal al del valor, rccibió criticas accptar una dimensiOn historica del mismo.
también baja ci aspecto ético, coma doctrina Si se concibe histOricamente, coma expresiOn
objetirista y universalista, incompatible con de los ideales juridicos y politicos siempre
Ia concepción moderna de Ia moral. La pok- nuevos que van surgiendo de Ia transforma-
mica en pro V en contra del I. se desarrolió ción de Ia sociedad en oposición con ci dere-
frecuenteniente en pianos diferentes: en algu- cho positivo (que por Ia misma estructura de
nos casos en el de Ia ética, en otros en ci de los órganos legislativos no siempre es capaz
Ia politica, o bien en ci de Ia cienciajuridica, de adaptarse a esu transformaciOn), eli. tie-
y los argumentos de los contendientes, al no ne ante si una funciOn, peligrosa tal vcz, pero
ser homogéneos, caveron en ci vacia: a sea que puede ser lecunda; ci problema de los
que estuvo viciada, por ambas partes. por pre- fines v de las limitaciones de Ia misnia alec-
juicios clericales o anticlericales, por Ia con- La, sin embargo, al de Ia relacion entre ci juez
vicciOn errónea, aibergada todavia par y Ia icy y, par lo tanto, al de las rciaciones
muchos, de que Ia concepción del derecho entre ci poder legislativo v ci poder judicial,
natural era propia de Ia doctrina catóiica. ya que SI SC admite que ci juez puede apovar-
La lorma en que actualmente ci i. puede se en un "derccho natural" y puedc compro-
tener todavia vitalidad es, segün parece, Ia meter Ia certeza dcl derecho, sc ics atribuyc
quc se aproxima it las doctrinas sociologicas a los Organos judiciales ci poder, en escncia,
v realistas" dcl derecho que rechazan el posi- de crear dcrecho.
tivismo juridico por su tormalismo, o sea prc-
cisamente por ci nusmo defecto que ci histo- BIBLIJGRAFIA. N. Bobbio. El problezna del positi-
ricismo romántico e idealista Ic achacaba al vismo juridico(1965), Buenos Aires, Eudeha: G.
i. Los seguidores del positivismo juridico con- Fasso, Lu lege della ru'inw (1964). Bolonia, ii
sideraban iusnaturalistas", desde ci primer Mulino, 1966; G. Fa.sso. IIi.swzia de hi filusofia
momento de su aparickrn, a his doctrinas juri del derecin, (1966-1970), Madrid, Pirzimide, 1982-
dicas dc inspiraciôn sociolOgica que no toma- 1983. 3 vols.; G. Fassô, La .scieuza e la filusofia
ban en cuentu Ia estructuru formal dcl dere. del diritto, cn Stone delle idec politicIze. econo-
cho sino su contenido real, v, par otra parte, miche c suciali, a cargo de L. Firpo, Turin, LIET,
los pensadores positivistas que upoyaban en 1979, vol. vi; E. Galán v Gutiérrcz, ins uaturut'
Ia sociologia, como Spencer o Ardigô. acep- (1954), Madrid, instituto Editorial Reus, 1961,2
taran exprcsamcnte Ia idea dci derecho natu- vols.; A. Passerin d'Entreves, La dutirina dcl dliii-
ral, N . los juristas sociolOgico, como ci nor- to ,zaturale(i954), Milan, Comunita, 1962; P. Pio-
teamericano R. Pound, hablaron de "derecho vani, Giusnaturalisina ed eticn moderna, Ban,
natural positivo"; a principios del sigio xx, Latcrza, 1961; F. Pollock, The history of the law
los defensores de unu "investigación libre del of naturt' (1900), reed. en Jurisprudence and legal
derccho" (Ehrlich, Kantorowicz, Gény), apro- esavs, Londres, Macmillan, 1961; H. Rommen,
ximaron su idea del derecho al derecho Derecho natural: historia, doctrina (1947j, Méxi-
natural. co, Jus; J. Sauter, Die philosophi.sciw;z Grundla-
Ciertamente, solo desligudo de Ia idea de un en des Naturrecizt.s (1932), Frankfurt, Sauer und
derecho natural metalisico, extrahistOrico, Auvermann, 1966; H. Vc1ze1, Din Ito naturale e
cterno e inmutabie, eli. puede encontrar un i,'iustizia mateniale (19622). Milan. Giuffre, 1965.
lugar en Ia cultura juridicu-poiltica actual. Y
en efccto, ci mismo i. catóiico, que siempre [.LHxJ FAssO]
habia rechazado It variabilidad histOrica dci
jacobinismo

Aunque un diccionario de Ia iengua francesa se en ci grupo politico más intransigente den-


de uso muv difundido como ci Robert consi- tro del procesu revoiucionario iniciado en
dere que ci sinónimo moderno del télmino 1789. Los jacobinos "histOricos" fueron ios
"jacohino" sea ci de "republicano ardiente e indiscutibies protagonistas de Ia vida politica
intran.sigente", es indudable que en ci kxico francesa e inciuso europea durante los trece
politico de los dos ultimos siglos el area meses que van de junio de 1793 it julio de
semántica de dicho término. aunque no se 1794, o sea desde Ia destituciOn de los jeles
contradice formalmente con tal definición, se girondinos provocada por ci cornité insurrec-
ha ampliado notablemente y se ha cargado de cional hasta ci golpe de mano moderado dcl
connotaciones a rncnudo contradicturias 9 dc Termidor, que conciuvo con Ia muerte de
entre si, comb puede verse en Ia definiciOn, Robespierre v de Saint-Just.
mis pevorativa quc Ia dcl Robert, que da del A partir de este periodo Ia importancia poll-
j. ci Grand Larousse: "opinion democrática tica e ideologica de los jacobinos dentro de
exaltada o sectaria". In revoluciOn I rancesa empieza a trascender
Es conveniente distinguir desde un primer ci pui-o contexw histOrico v asume un nivel
momento entre ci significado restringido dci parudigmatico, convirtiendose en modelo de
término. que encontramos en los historiado- un posibie comportamiento politico, màs allá
res, v ci significado umpiio dcl mismo. mas de Ia gran atracciUn que suscitO entre los
propio dci iéxico politico, aunque obviamen- dcmOcratas y revolucionarios eu ropeos con-
te ci proceso de osmosis entre los dos signi- temporáneos, deseosos de "hacer como en
licados im liegado a un punto tal que resulta Francia v de destruir, con toda in eneria
imposible mantener aislados en su pureza posible, los vinculos feudales. En un primer
uno v otro concepto. Aunque haya ganado en momcnto ci club (influido por ci modelo
eIension, ci término no ha pérdido intensi- inglés) empieza it presentarse como una espe-
dad. Para los historiadores, ci arco cronoiO- cie de partido de gran eficiencia, dotado de
gico dcl j .se puede reducir esencialmente al instancias locales organizadas sobre base
decenio 1789.1799. Los jacobinos son los territorial (de Ia regiOn al barrio) y tal vez
genuinos representantes del tercer estado creadas por Ia acción y Ia propaganda de un
que, como grupo compacto de Ia Asamblea militante enviado del centro a Ia periferia;
Nacionai, Sc reOnen en un primer momento empieza asi a perfilarse, en una situaciOn de
baio ci nombre de "club bretOn' v después ha- radicalización del enfrentamiento reolucio-
jo ci de "Société des amis de Ia Constitu- nario, ci primer cmbriOn de partido politico
tion". A partir de octubre y noviembre de moderno (de cuadros v de masu), cuva con-
1789 se reüncn en ci convento dc los domini- soiidaciOn posterior serã una de las causas
cos (0 jacobi us) de Ia calle de Saint-Honoré, determinantes de que perdure con éxito ci tér-
siendo denominados por sus adversarios mino jacobinismo.
'jacobinos" (cij. tiene en comün con ci "mar- Un segundo aspecto dc Ia impurtancia pam-
sismo" ci hecho curioo de que debe ci on- digmática delj. be refiere a Ia atención pres-
en de su nombre a sus idversarios). En 1791 tada pur Ia organizacion poiltica a Ia realidad
se produjo una escision significatia v los m fisica de las clases sociales: paraiclarnente a
derados lundarun ci club de los fcuiiiants". Ia presencia social de la plebe, ci ascenso poli-
Dsde cstc molnento eij. se cunvicric dcfini- tico de los jacobinos, con su propaganda acti-
tivarnente en republicano. hasta ransformar- va contra los "monopolizadores" v todo gene-

:
44 JACOBINISMO

ro de parásitos, configura un momento de monia politica. 1793, son sinónimos de una


hegemonia de todos los estratos productivos. especie de salto de calidad en Ia dinãmica del
Esto es un hecho importante: desde ci proceso revolucionario, par cuanto se radi-
momenta en que Ia poiltica se profesionaliza caliza y Ilega a su extremo ci enfrentamien-
a través de una red de militantes revolucio- to. Dc Ia reflexiOn sobre este IenOnieno se
narios (económicamente no productivos), se derivan diversas categorlas interpretativas,
abre camino Ia ambición, difundida gracias a Ia vex histOricas s politicas (todas con una
a una idcologia puritana y austera (elj. se pre- gran carga de pasiOn ideolOgica), coma Ia
senta como una dictadura de Ia virtud), de revolución permanente. Ia dictaduru revolu-
sanar las intoierabies iacras de Ia sociedad cionaria, ci terror dci estado revolucionario,
civil. De estos dos aspectos del paradigma se o también Ia autonominacion dcl momenta
deriva un tercero, que lunge como vigoroso politico respecto a Ia sociedad civil, el origen
apovo ideoiogico: elj. se presenta en calidad de Ia democracia totalitaria. Ia desviaciOn en
de poder revolucionario radical, hasta ci pun- sentido centralizado-dictatorial de un proce-
to de autoinvestirse de una misión palinge- so de modernizacion poiltica v de desarrollo
nética v al mismo tiempo nacional-patrióti- liberal-democrático.
Ca. etica y social. Karl Marx, en los anus 1843-1844, vera en
Se comprende pues par qué el término el periodo jacobino ci intento de Ia vida poll-
ha seguido siendo usado mucho más allá del tica por sofocar su mi.smo supuestu: Ia cocie-
decenio 1789-1799, alimentando no solo las dad civil. Sin embargo, Ia permanencia de Ia
pasiones politicas, sino también las refiexio- revoluciOn lievurá a Ia restauraciOn y Ia mis-
nes teóricas. En éI están implicadas Ia estruc- ma revolución permanente se transformará
tura de Ia forma-partido. Ia reiacion entre ci en las guerras permanentes de Napoleon. cul-
partido y Ia nación (considérese Ia "patria en minación logica de Ia radical autonomia de
peligro") y entre el partido v aquellos secto- lo politico, establecida par ci terror jacobi-
res más vivos de Ia sociedad que después cc no. El "marxismo", dispositivo teórico-prác-
ilamarán clases sociales. También resulta tico pOstumo, restringirá ci significado uni-
implicado ci nücleo profundo de Ia categoria versal del j. al mAs estrecho de revolución
moderna de "politico", o sea Ia relaciOn entre burguesa, y par tanto de revoluciOn incom-
ci partido v ci poder estatal, entre ci momen- pleta, quc Sc debe completar can los mismos
to de Ia organización. de Ia administraciOn y métodos eficaces del j. En Francia, "marxis-
del gobierno: a todo ella se vinculan los temas ma" y j., disfraxudos de guesdismo v de bian-
de Ia democracia y de Ia dictadura y Ia eter- quismo, tenderán a identificarse a menudo v
na cuestión de los medios y de los fines, o sea ci fracaso de Ia Comuna de Paris significara
de Las modalidades y oportunidades de ejer- par una parte una revaioración de los orige-
cer ci poder (considérese ci Terror). nes nacional-jacobinos del movimiento insu-
El episodio signilicativo de Ia conjuraciOn rreccionai y par Ia otra una apeIaciOn a una
de los iguales de Babeuf, desafortunado apén- mayor energia centralizada por parte de los
dice dci j. v al mismo tiempo primer nücieo revolucionarios. La propia Segunda Interna-
de agitaciOn "comunista", introduce en ci cional, ci organismo de Ia socialdemocracia
debate politico Ia cuestión de Ia permanen- de todos los pulses, serzi fundada en ParIs ci
cia de Ia organizaciOn rerolucionaria y de las 14 de julio de 1889, con ocasiOn del centena-
posibilidades insurreccionales en un periodo rio de Ia gran rcvoiuciOn; ci movimiento obre-
marcado por una coyuntura desfavorabie; de ro cc siente cada vez mac fascinado por Ia
aqul ci dobk problema de hi conspirtciOn y revoiuciOn incompieta (ademas de traiciona-
de Ia clandestinidad, dos factores que no da por Ia burguesia cariservadora) v elj. cc
podrán dejar de enfatizar Ia tendencia de Ia convierte en un modelo poiiticrevoiuciona-
lorma-partido a darse a si misma una estruc- rio adaptable también a las exigencias dcl
tura centralizada v coherente. además de vici- proktariado. Lenin definirá ai sociaidemOcra-
lante rcpecto a infiltraciones, aun de orden ta revolucionario como un perfecto jacobino;
ideologico. El probiema histórico del j. se Trotski v Rosa Luxemburg cc opondrãn, en
inserta también en los anáiisis de Ia mecáni- los primeros años dcl siglo xx. al boichevis-
ca de Ia revolución. El j. v ci año de su hege. mu leninista, interpretando ci j. como una
JURISDICCtONALISMO 845

estructura politica no indiferente al carácter 1971: P. Kropotkin, La grande rivoluzione, 1789-


burgues de Ia revolución de 1789. 1793(1909), Catania, Ed. della rivista "Anarchis-
El juicio politico acerca delj. condiciona las mo", 1975; G. Lefebvre, 1789: la revolución fran.
interpretaciones historiograficas fundamen- cesa (1951). Barcelona, Laia, 1976; G. Martin. Lcs
tales sobre Ia naturaleza de Ia revolucion jacobins, Paris, P1'F, 1945; A. Mathiez, Le boiché-
francesa. La interpretación que convencional- visme ci Ic jacobinisme, Paris, Librairic de
mente Ilamaremos liberal ye en eij. una des- I'HumanitC, 1920; R.R. Palmer, L 'era delle rivo-
viaciUn respecto al proceso de democratiza- luziom democraziche (1959-1964). Milan, Rizzo-
cion, una desviacióri autoritario-plebeva den- Ii, 1971; G. Rude, La Europa ret'olucionaria, 1783-
tro de una dinámica ya iniciada en ci ,-lucien 1815(1964), Mexico, Siglo XXI, 1974; A. Soboul,
regime y en condiciones de dirigir el mundo La revoluciOn Ira ucesa (1981), Madrid, Tecnos,
moderno hacia ci estado de derecho y las ins- 1983: J.L. Talmon, Los on genes dc la deinocra-
tituciones libres. La interpretacion que llama- cia ioialiiuria (1952), Mexico, Aguilar, 1956; Ii
remos democrática ye en elj. un momento de mito della rivoluzione ira ucese, a cargo de M.
ruptura necesariamente violenta con ci mun- Terni, Milan, 11 Saggiatore, 1980; A. de Tocque-
do feudal de Ia monarquia reaccionaria; los ville, El anhiguo regimen y la revolución (1956),
jacobinos se convertirán en heroes trágicos Madrid, Guadarrama, 1969.
de esta interpretacion, a Ia manera de cier-
tos heroes anhiguos, porque encarnan las [aRuxo BO5(ilOVANNI]
necesidades de Ia historia v los dolores de par-
to de Ia nueva civilizaciOn democrática. La
interpretación marxista ortodoxa ye en elj.
el momento más avanzado de Ia revolucion
Jurisdiccionalismo
burguesa, cerrado dentro de los limites socia-
les de dicha revolución, pero capaz de apor- Se conoce con este nombre un sistema de poli-
tar al futuro proletariado el modo politico tica eciesiástica por el cual ci estado ejerce
definitivo (partido, dictadura. revolucion per- una injerencia más o menos amplia en los
manente, estado revolucionaiio) de Ia orga- actos de Ia autoridad eclesiástica v en Ia vida
nización de clase v de Ia revolución socialis- de Ia iglesia en cosas que no conciernen a
to. La interpretaciôn libertaria ye finalmen- materias propiamente dogmáticas. Sc trata
teen cI I. un grupo politico particular que, ep del Ilamado his circa sacra. Las aplicaciones
nombre de ideales universales, usurpa y de este principio son naturalmente muy varia-
expropia autoritariamente Un movimiento das; se pueden senalar como principales: I]
revolucionario genuina v espontáncamente control de Lt pubiicación de los actos de Ia
popular. autoridad eclesktstica (decreto, pastorales,
bulas pontificias, etc.) par medio de un visto
I;HL1c.aRAFt. Acies dit colloque girondins ci bueno Ilamado placci o exequafzIi 21 control
mouiaguards, Paris, SociCtC des Etudes Robes- de las relaciones entre ci pontificc y las auto-
A. von Borcke, Die Urspri.n,, des
pierristes, 1980; ridades eciesiàsticas dcl territorio cstatal; 31
BciicIwwhmzis. Die jakobiuischc Tradition in revision dc Ia legitimidad de las sentencias de
Rus.%land und die Theorie tier tevahitiondrer Dik- Ia autoridad eclesiástica; 4] IegisLicion res-
laizir, Munich, Berchmans, 1977: A. Cochin, Mec- trictiva (v eventualmente hasta Ia abolición)
canieu d.'lla rirolu:ione (1924), Milan, Rusconi, de las órdenes rcli2iosas; 5] restricciOn acer-
1971: G. Ferrero, Potere: i geni invisibili della iz- ca dc Ia adquisicion y ci ejercicio de Ia pro-
là 09421, \lilàn, Surearco, 19S1; F. Furet, La piedad eclesiástica (leyes de manos muertas);
u,i fra,,cea ( 1978), Madrid. Rialp, 1982; 6] alto dominio sobre ci patrimonio eclesi.t-
A. (k'iaid, Lo% 'iila' dL' Ia retolucithz francesa tico (impuestos, administración de los ingre-
(197Uh l;cc1, Ediciuiis 62. 1973: J. Goiecht, sos de sedes vacante. [ci llamado u.s rL'aliae),
L' 10111lL:u!:'s. Barcelona, Labor, 1977: D. Gui- confiseaciones): 7] injerencia en el nombra-
iin. La Iziella tie closes Lii ci apo 5eo de la reuolu- mienit) de los obispos v, en general. en el otor-
chm /ranctsa (1973), Madrid, Aliani.t, 1974; J. garniento de oficios v hencficios ecicsiàsticos,
JaurCs. Sloria socialista della riroluzioiie fran- va sea negatia (ilLs cxclz,sita,1, Va sea positi-
cese (1901-1904), Rowa. Editori Riuniti, 1969- Va, eon Ia propuestu o el nombramiento.
$46 JISTICIA

El sistema jurisdiccionalista ocupa un susodichis alirmaciones tienden a denutar to


lugar intermedio enire ci dc Ia teocracia (v.). descable dcl estudu de cusas que dcscriben.
que absorhe ci estado en Ia igksia, v ci del Sin embargo, esto no cs nccesariamente cier-
cesaropapisino ft.), quc absorbe Ia iglesia en to. No es ineohercnte dccir que no es iguali-
ci estado. Prcsupone Ia distinción v at mismo tario ci pago de salarios más elevados at pert
tiempo lit correlación entre los dos poderes sonal especializado, a pesar de quc pueda ser
v Sc oponc pur to tanto tamhién at separatts- deseahie, o que se deherla rcducir Ia tihertad
mo (r.). Por este carácter intermedio es sus- de expresiOn por el hicri de ia seguridad naclo-
ceptibk de muchas gradaciones. Otro presu- nat. La j. es, por otra parte, on concepto nor-
puesto, si no e.strictamentc juridico al menos mativo, y expresiones como "esta acción o
politico-moral, cunsiste en que ci mismo esta- esta norma o esta institucion es justa", o bien
do que practica eij. profesa ci mismo Ia rcli- "es justo establecer Icycs fiscales igualita.
giôn de Ia igiesia sohre Ia que ejerce su poder rias", reprcsentan jukios normativos y no
(igiesia de estadu) v protege a una v a otra. afirmaciones descriptivas. No deberiumos
El sistenia jurisdiccionalistu pertenece por dejarnos enganar por una expresion platoni-
tanto esencialmente at pasado: los dos sigios ca como "estamos huscando Ia j. que es más
en que floreció más lueron ci xvii v ci Xviii; preciosa que muchos trozos de oro" (Platôn,
en Ia segunda mitad de este ültimo adoptó. La RL'pü.bhica. i, 336). La j. no es una "cosa"
en ci imperio hahsburgico de Jose II, Ia for- y menus aün una cosa visible (ni .siquiera en
ma extretna de joscfinis;w. En Ia actualidad ci scntido pIatónico). Para maur claridad se
los restos delj. sobreviven en forma de clãu- deheria evitar ci sustantivo v usar ci adjeti-
sulas de los concordatos estipuiados entre los vu. "X es justo" es mãs parecido a "X tiene
distintos estados v ci papado. razOn' que a "X es igualitario". Un rucista
y su rival no pueden estar de acuerdo subre
Biauo(ikAriA: P. Gismundi. 11 uuovgi Ril,risdjZjo- ci hecho de que Ia discriminucion racial es
italismo jiahano. Milan, Giuilrë. 1946; A.C. Jemo- realmente inigualitaria; pero cs probable quc
io Stow e chiesa ,ie!i scriiwri pulilici de: set- no estén de acuerdo en juzgar justa o injusta
('Cflt() C dci settecenlo, Turin, Bocca, 1914: A.C. esta prâctica. %• su desacuerdo se base en una
Jemolo. ii 'ian.seuis,nu in Ira ha prima della rivo. actitud moral, mas no en una prueba em-
luzwne. Ban. L.aterza, 1928. pinica.

[Lun.i SAI.VATORH.LI ] II DEFIS1CIrJX Si Ia j. es un concepto normztti-


vo, surge entonces ci problema de Ia posibi-
lidad de definirla en términos descriptivos.
La j. se ha equiparadu con Ia legalidad. Ia
justicia iinparcialidad, ci igualitatismo, Ia retribución
del individuo de acuerdo con su grado, su
I LX COSCI.l'TO \011ATI() La j. es un fin social. habilid.td u su necesidad, etc. Ahora bien, si
como Li iguaidad. Ia libertad, Ia dernocracia estas definiciones fueran aceptabks, se
oct bienestar. Eistc, sin embaryu, una dife- podria partir de premisas empiricas para lIe-
rcnciu import.inle entre ci concepto del. y los gar a conclusiones normativas. Por ejcmplo,
dcmis conceptos quc acabamos de mencio- si "justo" tiene ci mismo significado que
nar. "Igu.ddad". "libertad", etc., son térmi- "igual". entonces, si una determinada norma
nos descriptivos. Y aunque son abstractos v Cs igualitaria, sin duda también seria justa.
teóricos, se pueden definir de tat mancra que LOgicamente seria incohenente, pur to tantu,
resulten comprobables en general las all rma- considcrar injusta cualquien norma igualita-
clones que ztparccen mediante Ia referencia na c inju%ta cuaiquien norma no igutlitania.
a Ia evidencia cmpirica; por ejemplo, "esta 1ev Evidentemente esta definiciunes no son
fiscal e' iauilitaria", "Ia libertad de Ia ptia- aeeptabks. Y por cierto no podemos pasur dcl
bra pre..ilecc en esta sociedad" (tj. igualdad "5cr" al "dcber ser", de los hechoc a los s'alo-
y Ilbertad). Es cierto quc estos términos ban res. Toda , las dcl iniciones dej. presentadas
adquirido, por to menos en Ia actualidad, con- aqui rcsultan no .r cfl icalidad dcl iniciones
notaciones eulemistas v que, por lo tanto. las sino más bien juiclos nonmativos, bajo ci
.JL'STI(IA 47

ropaje verbal de definiciones. con ci objeto, derecho" (Rawls). Dc cste modo, dccir quc una
en general. de una eficiencia retórica. No determinada acción. norma. politica a aetivi-
dehemos, por lo tanto. intcrpretar afirmacio- dad cs injusta, implica al mismo tiempo cuc
nes como 'lit j. significa igualitarismo" como determinadas persona% tienen dcrccho a
una definición del concepto de j. sino como determinados beneficios, v esto siunifica, a su
expresiôn dcl principio norinativo de quc las vez, que los demi*s tienen el deber de no inter-
normas igualitarias de distribución son jus- I cnn en determinadas acciones dcl primero,
Las, v las no igualitarias injustas, dc to quc como por ejcmplo Ilevar adelante sus respec-
Se deduciria que solo las normas dcl primer tivas reivindicaciones.
tipo deberian 5cr aprohadas v aplicadas. I.o Esto sirve para demostrar. coma lo señalO
mejor es considerar Ia '. coma nocion etica Hume. que en las sociedadcs surgen prohle-
fundamental v no definida. rnas dej. porque los hombres estin intcrcsa-
dos esencialmente en si mismos v los blimes
III itsiKiA RIL. DERFIHOS ZNo e s to mismo son esencialmente escasos. "La j. tiene su on-
decir que una acción Cs jusla que decir quc gen ünicamente en el egoismo v en Ia limita-
es moralmente buena? Pkuton tendia a consi- da generosidad dc los hombres. junta con los
derar hij. v Ia virtud eumo sinOnimos..Aris- CSCU5OS recursos quc Ia naiuralcza ha dis-

bides identiticaha Ia j., en su sentido mzIs puesto para sus necesidades F ... ] Elevad it Un
ampljo. coma "virtud plena v excelencia en grado suiicicnte Ia hondad de los hombres.
el veidadero sntido de 1., palabra" (Etiea. a Ia abundancia de Ia natunaleza. v hahréis
I 130a). Aristótdes mismo, sin embargo, esta- inutilizado Ia j., sustituvendola con virtudes
ba rnás interesado en considerar cI tipu dc j. mucho mis nobles v con hendiciones mis
"que torma pane de Ia virtud" (ibid.). En este aliusas" (A lreatzst' of /z,ona,z ;ialure, 1739,
sentido mis rcstringido y mis comUn hablu- libro iii. pane ii, secciOn U).
mos de "justo" v de "iii justo" "cuando no nos
ocupainos de Ia condueta de un solo mdlvi- 1% ii STIIIA fli.STRlItt TIVA Y JLSII(IA REPAKADURA
duo sino dcl modo de tratar a las cla.ce's de ma conducta justa e injusta puede conistir
ijidividuos, cuando tenemos que distribuir en Ia promulgacion de normas que asignan
entic dos alguna eurga o aIun bencficio heneficios (por ejemplo. cargos, votos, sala-
Justo c injusto son lormas mas espccificas Lie rios) o cargas (por ejemplo. impuestos, mul-
cnitica moral quc to buena o to mali) o lo tas) a clases de individuos; en Ia aplicación
muralnicnte buena a moralmente malo" de esas normas it casos panticulitres v en Ia
(H a rt. La lctal izaCnn a Ia condena legal dcl ob.'en'w,cia de estas norma'.. No solo las levcs
uhunto a dcl divorcia, a ci ejercicio de estas propiamcnte dichas sino tambien las costum
practica'.. pueden con'.iderarse moralmente bres v los principios éticos, puedcn cansidc.
equiceadas, peru dii iciimcntc puedcn con- ransc justos o injustos. En sentidu deri ado
sidcrtrc injusta. "No tada las accioncs se puedc hablar de una persona justa (que
moralmentc buena' —par cjcmpio, los actos tiende a actuar de un modo justo). de normas
dc bcncvokncia, los actos de piedad. o el justas (cuva pnomulgacion constituvc una
dcv o!vcr bicn por mat—. pueden descrihirse acciOn justa), dc instiluciones 0 sistemas
propiamente como justas. No todas las accio- sociales justos (que constan de nonmas
nes moruimente malas son injustas. Ls con- justas).
sideraciones sabre hacer j. son solo una espc- Sc ha udoptado en general lit distinción
cie de las consideruciones sobie hacer ci aristotélica entrc j. distnibutiva v j. nepara-
bien" (Fraiikcnu). dora. La primera es "la quc se manifiesta en
El concepto de j. csta Intimumenle ligado Ia distnibucjOn de cari!a.s, dc bienes matenia-
no sOlo con ci de hien Nino tambkn con ci dc lcs o dc cualquicr otra cosa que pueda divi-
derceho, en ci scntido de derecho Ieai v dirsc entrc los que tomun panic en el sistema
moral. presentan prohiemas dc j. cuan- politico" (Erica. 1930b); en cambio, Ia sceun-
do c propunen rci indicaciones opuestas Cfl da esta reladonada de una mancra mis csre-
lit proveccion de una actividad v cuando se cifica con situacioncs en que una persona ha
du por deseontado que cada uno insistira, has- sufrido una ufensa Lie otia p:i solla v exige,
La donde sea posihic. en Ia que considera su por Ia tanto. una rcparación. Las norma'. dc
848 JUSTICIA

Ia j. reparadora se subdividen, además, en lesion para los dermis" (Del Vecchio. cap. VIII;
normas de j. compensativa y normas de j. las cursivas son mias). Precisamente porque
correctiva. Las primeras se refieren a tran- ci concepto de j. es normativo, sus principios
sacciones privadas y voluntarias y ticncn por deben expresarse en terminus descriptivos.
objeto restablecer un equilibria perturbadu,
mediante Ia compensación de Ia parte ofen- VI. JUSTIUA FORMAL. "Dada que el que viola Ia
dida; Ia segunda inflige el cast igo al culpable. 1ev es, como hemos dicho, injusto, y en cam-
La j. reparadora puede considerarse, pues, bio el que respeta Ia Icy es justo evidentemen-
como una subclasc de Ia j. distributiva, en que te todas las acciones legitimas son justas en
los beneficios y las cargas que hay que usig- cierlo .sentido porque 'legitimo' es lo que ci
nar están representados por recompensas v arte legislativo ha definido como tal, y llama-
castigos. Esta voz se ocupa sobrc todo de Ia mos 'justo' cualquier procedimiento legisla-
j. distributiva en ci sentido más restringido tivo particular" (AristOtcles, Elica, II 29b). Las
del término. 'La tarea de una teoria de Ia j. acciones legitimas son acciones justas en ci
distributiva consiste en proporcionar Ia sentido restringido de que se adapten a un
maquinaria en cuyos terminos se puedan eva- cierto sistema preexislcntc de ieyes positivas.
luar los méritos y deméritos relativos a una Dada un sistema cualquiera de este tipo, una
distribución, efectuando esta 'evaluacion' des- acciOn es justa si es exigida o permitida par
de un punto de vista éticoo moral" (Rescher). las normas, e injusta ci éstas Ia prohIben, Este
Examinaremos por Ia tanto los distintos prin- es ci principio de legalidad, a dc Ia j. formal
cipios alternativos de j. distributiva que se a abstracta (Perelman). A pesar de que está
han propuesto. expresada en términos descriptivos es casi
tan vaclo de significado coma las formulas
V. SORMASVA&IAS. Los principios dej. expresa- citadas en ci § v. Deciamos "casi" porque
dos en términos normativos son vacius y tau- prohihe a los ciudadanos desobcdecer las nor-
tológicos. Es imposible en rigor de logica vio- mas sustantivas que están en vigor en esc
lar, por ejemplo, Ia norma de que Cs justo dar momenta. Además les exige a los que aplican
a cada uno lo que Ic corresponde. Los que des- las nornias, por cjemplo a los jucces, quc
tinan a otros a los campos de concentración actOen de manera imparcial. Asi, un juez,
pueden afirmar que les dan lo quc merecen, para Ilegar a una decisiOn formalmente jus-
es decir lo que deberian obtener. Se pueden ta, deberia "tratar los casos semejantes de
hacer criticas del mismo tipo también a fOr- modo semejante y los casus diversos dc un
mulas como: "una justa distribuciOn Cs uque- moda diverso", pero sOlo en ci sentido de quc
ha en que ci valor relativo de las cosas corres- deberia lamar en cuenta las scmejanzas y las
ponde a los valores de las personas que las diversidades dc las caracteristicas persona-
reciben" (Aristoteles, Politica, 1280a). El valor les que Ia Icy misma senala especificamente
relativo de las cosas, por ejemplo, se puede coma reIevante. Si cc deja Ilevar par prefe-
medir frecuentemente en términos moneta- rencias personalec a cc corrompe con di*di-
rios; mas no el valor relativo de las personas, Vas, SO veredicto serã injusto. Si todos los ciu-
quc es un probiema de evaluaciOn normati- dadanac tienen dcrecho al voto scrIa injusto
Va. Y no puede haber un tratamiento injusto impedirle a un ciududano de color que vota-
si es justo tratar a la personas de un modo iii. Dentro de un sistema que limita ci dere-
diverso entre si, siempre que las diferencias cho de vow sOlo a los ciudadanos bhincos, Ia
correspondan a distinciones relevantes s no mi.ma acciOn serf a legal y par lo tanto for-
arbitrariasde las caractcristicas persoriales. malmente justa, y seria ilegal e injustu per-
Algunos costienen quc las diferencias racia- mitirhe a un negro que votara. La j. formal
les son relevantec para los fines dcl dcrccho excluyc lat arbitrariedad v cxige Li preisihi-
de voto, ho que significa quc el sufragio debe- lidad no sOlo en las decisiones judicialcs sino
na basare en ha raza. Dc Ia misma m.tncra, también en el ejercicia dc Ia autoridad poli-
cuaiquicr norma imaginable de distribuciOn tica: "gobierno de heycs y node hombres". Las
resulta just..i ci Ia j. impone "el deber dc hacer normas juridicas mismas pueden 5cr judas
a los dem:s Ia que fzmdadan1n1L pueden pre- en sentidri formal, sk-ndo ci Onicu criteria dis-
tender y no hacer ho que constituiria una tintiva el de determinar ci han entrado en
JUSTICIA 549

vigor de acuerdo con Las normas de compe- ra semejante y casos diversos de manera
tencia del sistema juridico en si, por ejemplo diversa queda comprendido, de este modo, en
cuando son constitucionales. el concepto mismo de norma. Para liegar a Ia
La j. formal se aplica a las normas mora- enunciación de principios sustanciales de Ia
les y a las normas juridicas. Frecuentemente j. es neccsario especificar las semejanzas y las
se sostiene que el mismo concepto de mora- diferencias de caracterIsticas personales que
lidad entraña In idea de una conducta gober- deberian tomarse como base para un trata-
nada por normas, y de ahi nacc el deber moral miento semejante o diferenciado. En realidad,
de decidir cada caso de acuerdo con algiin el paradigma de cualquier norma de distri-
principio etico general más bien que de acuer- buciOn es: un beneficio (par ejemplo, una exen-
do con su valor. La reciprocidad moral se con- cion) o una carga (par ejempio, un impuesto)
vierte de este modo en un caso particular de determinado (y especificado) debe asignarse
imparcialidad moral y ambos son ejemplos 0 negarse a cuulquier persona, segOn tenga a
de j. formal. Ic falten determinadas caracteristicas espe-
Los filósofos como Hobbes usan ci concepto cificas (par ejemplo, raza, ciudadanIa, rique-
dcj. exciusivamente en sentido formal, si no za, habilidad). "La bu.squeda histórica de Ia
directamentejuridico. En consecuencia, en ci j. ha consistido, en efecto, de amplios inten-
estado natural carente de ieyes "nada puede los por eliminar determinadas diversidades
ser injusto. Las nociones de moralmente bue- como bases para una diferencia de tratamien-
no y moralmente malo, de j. e injusticia, no to y determinadas semcjanzas coma bases
encuentran cabida dentro de in misma [ ... ] para una identidad de tratamiento" (Franke-
Por lo tanto, antes de que los térniinos 'jus- na). Establecidos estos principios sustanciales,
to' e 'injusto' encuentren su ubicaciOn debe pueden resultar justas determinadas accio-
existir cierto pcdcr que obligue a los hombres nes, no contempladas par Ia Icy positiva, o
a acatar de manera igual sus pactos, mediante directamente ilegales. Del mismo modo las
Ia amenaza dc dgun custigo de mayor enti- decisiones legales se pueden juzgar injustas
dad quc los heneficios que podrIan esperar- desde un punto de vista moral. Pero Ia más
sc dc in ruptura de su pacto" (Lcviaiá,z, caps. importante de todo es quc hay normas juni-
13 y 14). Actuar juctamente es rcspctar todo dicas formalmente válidas que pueden criti-
lo que las kycs mandan, con Ia condición de carse como sustancialmente injustas.
que huvan sido promulgadas par un sobera- Algunus filosofkis de in j. han puesto de
no sul icientemente poderoso para hacerlas manifiesto caracteristicas personales sabre
respetar. las que los individuos no tienen ninguna posi-
Tarnbién Marx y Engels usan ci concepto bilidud de control, ya sea fisicas (por ejem-
dej. en sentido formal y no en sentidujuridi- plo, sexo, edad, raza) o sociales (par ejemplo,
co. El hecho de quc ci excedente creado par posiciOri, religiOn. riqueza heredada). Dc
Ia mano de obra quede en beneficio dcl capi- acuerdo con estos puntos de vista, Cs justo
talista "es un ekmento de suerte particuLti que los que ya gozan de alg.una ventaja (par
pala ci comprador, aunque de acuerdo con ejempio, los libres, los aristOcratas, los ricos)
las leves que rigen ci intercambiu de las mer- recibun ulteriores privilegios (por ejempio,
cancizs no representa en realid:id una injus- posiciones de un nivd mas elevado, mayores
ticia hacia ci vendedor" (en este caso, el pres- derechos politicos, más amplias oportunida-
tadr,r de Ia obra) IEnels, Anti-Dii hying). En des profesionales y educativas); en cambio los
otras palabras, estas transaccione son br- quc carcccn de ventajas (por ejemplo, bc
malmente justas en terminos de normz. de esclavos, los extranjeros, los pobre, los que
distrib!'ciOn cupitalistas. E-ta es prccisamcn- pertenecen a unu ruza "inferior" o a una fe
tc i.-, razOn par In quc .e considera que el re- "equirocada") dcberán soprtar cargas mz
media no es una ditribuciOn de los saLinas grandes (par cjemplo, hacer servicios ms
má ' justa" sinu Ia ahalicion de un sistema pesado.', pagan impuestos más elevado.). Dc
de producciOn que Cs más malo que injusto. acuerdo con el punto de vista opuesto, Cs JUS-
to dar alguna cumpensaciOn par las desven-
vii J1siiclASLSiAUAL El principio formal de tajas inicialcs. Dc este modo el principio "a
que casos semejantes debn tratarse de mane- cada uno segOn su necesidad" requiere que
850 JUSTICIA

a los necesitados (por ejemplo, enfermos, ingreso es igualitario y un impuesto sobre las
pobres, desocupados) se les asignen mayores udquisiciones inigualitario (ya que afecta de
beneficios y cargas menores, o por lo menos una manera mzis pesada a los compradores
que ninguno pueda disponer de bienes super- más pobres).
fluos antes de que todos hayan satisfecho sus Actualmente, Ia mayor parte de Ia gente uti-
propias necesidades fundamentales. En con- liza principios dej. sustancial distintos en see-
secuencia, los salarios mInimos, Ia cuota de tores distintos: normas de voto esencialmen-
desocupación, las asignaciones familiares, te igualitarias (sufragio universal para todos
etc., se consideran principios fundamentales los ciududanos de una cierta edad, sin tomar
de j. distributiva. en cuenta ci 'mérito"); ci principle igualita-
Los principios de mérito establecen que rio de Ia satisfacción igual de determinadas
ventajas tales como las posiciones y los sala- necesidades minimas (to que requiere mayo-
rios sean proporcionales al mérito o al valor res beneficios para los que tienen mayores
que se calcula de acuerdo con distintos cr1- dcsventaas); además de esto. sin embargo.
terios: por ejemplo. Ia habilidad innata (otro existe ci principio inigualitario de los salarios
factor sobre ci que nose tiene ningün control), diferenciados de acuerdo con Ia habilidad y
Ia habilidad adquirida o demostrada o poten- ci resultado; estas desieualdades, a su vez, se
cial (que depende por lo menos parcialmente reducen parcialmente a través de impuestos
del esfuerzo personal), o Ia cantidad o cuali- progresivos sobre el ingreso.
dad del trabajo producido. Entre todos los
demás inmunerables principios, cito solo Ia En el caso de una
VIII. METAET1CA DE I.A .IusTicIA.
afirmaciOn de que un precio justo o un sala- discrepancia entre j. formal y j. sustancial
rio justo es el que se puede conseguir on un surge Ia pregunta normativa sobre cuOl de las
mercado abierto. dos debe prevalecer. ZUn juez esta obligado
Sc ha tratado de Ilegar a estándares mãs moralmente a aplicar de manera justa las
generales de j. sustancial. Mientras que Ia j. leves injustas, o bien deberia guiarse per prin-
formal es al mismo tiempo igualitaria (igual cipios de "una Icy superior"? ZLos ciudada-
tratamiento a los que poseen determinadas nos dcben obedecer todas las lcvcs pusitivas,
caracteristicas especificas) e inigualitaria o tienen on cambio el derecho moral, v tam-
(diversa distribución it los que difieren en esie bién ci deber, de seguir Ia "verdadera" justi-
sentido). tanto Ia igualdad como Ia desigual- cia? Pero, entre los principios distintos y
dad se han esgrimido como criterios de j. opuestos mencionados on el § vu, icuiiles son
social en general. Por ejemplu, PlatOn sostie- los verdaderos? ZEs posible demostrar que
ne que las normas de distribuciOn para ser cualquiera de elks es objetivamente vilido?
justas deben ser inigualitarias, on tanto que La escuela cognoscitiva ha respondido afir-
Rousseau defendia los principios igualitai-ius mativamente it esta pregunta y Ia escuela no
de Ia j. La dificultad estriba, .iqui, on que una cognoscitiva negativamente. y sigue sin tre-
cierta norma de distribuciOn sOlo puede cali- gun Ia antigua disputa entre estas dos escUe-
ficarse de igualitaria o inigualitaria rcspec- las metaéticas.
to de una distribucion preexistente; igualita- El cogniLiismo puede subdividirse a su vez
na si reduce, inigualitaria si acrecienta las on intuicionismo v naturalismo. Los intuicio-
diferencias entre his propiedades Lie aquellos nktas afirman que se puede demostrar Ia ver-
a los que se aplica (v. Igualdad). Pur ejcinplo, dad de determinados principios morales on
ampliar el veto a todos los propkturios fue. general, y dcj. social en particular. hastndu-
en su época, una exigencia igualitaria dirigi- seen Ia intuición va sea moral (por ejemplo.
da contra los privilegios hereditarios de Ia Platon). Va sea religiosa (per ejemplo. an
nobieza. Las calificaciones de prupietario Agustin), va sea racional (santo Tomts Lie
para tener dercchc, al veto se convirtieron on Aquino). La mayor pane de los teOricos del
una norma inigualitaria, cuando se esgrimie- derechu natural son intuicionistas del tercer
ron en defensa de los intereses .idquiridus de tipo. He aqul dos ejemplos niodernus de intui-
propiedad y en contra de los detensures dcl cionisniu aplicado a Ia I. Del \'ecchiu alirma
sufragio universal. Contrariamente a lo quc que "Ia idea y ci sentiniicnto" de Ia j. (cap.
parece. un impuesto progresivo sobre el vii) pueden "obtenerse pun deducciun a par-
JUSTICIA $51

tir de una consideración trascendcntai de declara, pero no constituye una afirmación


nuestra misma naturalezu" (cap. viii) que a de hecho y, par lo tanto, no resulta en una
su vez entrana "nuestra fe en Ia existencia de afirmaciOn que sea verdadera a falsa. Hume
otros sujetos" (cap. VII) (una Ic quc "emana es ci representante clásico de este punto de
de Ia Intima necesidad del espiritu [ ... ] y no vista metaético, y se pueden citar, coma ejem-
está ligada precisamente a Ia representación pbs modernos, Hans Kelsen y All Ross. A Ia
empirica de tat o cual individuo" [ibid.]). No "pregunta de si un dcterminado derecho es
estâ claro, sin embargo. que Ia conciencia de justo a no, y en qué consiste ci elemento esen-
Si y de los demãs comprenda principios sus- cial de Ia j. [ ... ] nose puede de ninguna mane-
tanciales de j. como ci de que todos tienen ra responder cientIficamente [ ... ] Su decisiOn
iguales derechos naturales a una libertad Cs on juicio de valor, determinado par facto-
igual (cap. xl). El punto de vista de Rawis, i-es emotivos y, por lo tanto, de carOcter sub-
muy discutido en Ia actualidad, podria con- jetivo [ ... ...(H. Kelsen, 1963). "Una persona
siderarse como un tipo dc intuicionismo de que sostenga que una determinada norma, o
intuiciOn racional, combinado con un rena- un cierto ordenamiento —por ejemplo, un sis-
cimiento de Ia tcorIa del contrato social. Sos- tema impositivo—, es injustu. no dt ninguna
tiene quc las personas autorizadas y raciona- razón de su actitud sino que manifiesta una
les que no tienen ninguna autoridad entre si cxpresiOn emotiva. A dice: 'Yo soy contrario
y para las que se "requicre comprometerse a esta norma porquc es injusta'. Lo que debe-
formalmente dcsde antes, sin saber cuál será na decir es: 'E.sta norma es injusta porquc yo
su condición particular", esturian obviamente me opongo a ella' "(A. Ross, 1959). Los no cog-
de acuerdo sabre determinados principios de nitivistas no niegan que una vez que hayamos
"j. como un conjunto de tres ideas: libertad, adoptado un principio normativo, por ejem-
igualdad y bien comün". Esta Leon a ha sido plo 'el igualitarismo es justo", Ia ascrción "ci
criticada ampliamente. sufragio universal es justo" sea verdadera,
Los naturalistas sostienen que las normas basándose empiricamente en ci hecho de que
dcj. sustancial pueden en cierto modo dedu- ci sufragio universal es igualitanio. Podernos,
cirse de generalizaciones empiricas o teleo- en verdad, demostrar que una detenininada
lOgicas (par ejemplo, Aristótelcs) o de defini- acción o norma es justa a injusta, pero solo
ciones descriptivas de términos éticos (par en términos de un determinado estándar de
ejemplo, Bentham). Ahora bien, una afirma- j. El no cagnitivismo es adcmás incompatible
ción coma "todos los hombres son iguales" con Ia apIicaciOn de cnitenios de racionalidad
(ien qué rcspecto?) no conduce a que las nor- a Ia elecciOn de principioS de j. Par ejemplo,
mas igualitarias son justas. Par otra parte, si sc puedc demostrar que el compromiso de
par definiciôn Ia j. se equipara con el iguali- una persona con ci igualitanismo coma están-
tarismo, se deduce por to tanto quc si una nor- dar general dej. no es racional si ha adopta-
ma es igualitania también es justa. Sin embar- do ci principio de una escala salarial diferen-
go, en ci § iv se senaló que constituye un ciada de acuerdo con Ia habilidad. La contro-
error definir un concepto normativo coma el vensia entne las dos filosofias metaéticas se
igualitarismo a de cualquier otro moda des- refiere Onicamente al estatus cognoscitivo de
C ript iv a. principios inti-insecos de justicia.
Los no cagnitivistas coma Hobbes niegan
que "justo" e "injusto" tengan algun signifi- IX. JLSTIUA v UTILIDAD Cualquiena que sea Ia
cado, salvo cuando sc usan coma sinônimos posición metaética de cada uno se dcbe lie-
de "legal" e "ilegal" (v, § VI). Sin embargo. Ia var a cabo una elecciOn entre los principios
mvor parte de los no cognitivistas no consi- alternativos de j. sustancial. Estos pueden
dera carente de significado hablar de lees oponerse entre si, no sOlo el uno con el otno,
justa'. e injustas sino que sostiene que estos v con Ia j. formal, sino también con otros fines
término% de valor no tienen significado des- sociales, coma Ia benevolencia y el bienestar.
criptio sino ünicamentc emotivo. En canse- Obligar a pagan a un individuo pobre los
cuencia, Ia expresión de un juicio intrInseco daños hechos a un individuo rico pucde con-
dc valor como "ci sufragio universal cS jUS- sidcnarsc justo, aunque moralmente equivo-
to" cxpresa ci comprumiso moral dci que to cado. Y. en contra de John Stuart Mill, que
$52 JUSTICIA

sostenia que laj. está "implIcita en ci mismo de Ia genie tenderia a dar más valor a Ia j. que
significado de utilidad" (Utilitarianism, cap. • Ia utilidad. Asimismo, pocos osarian Ilegan
v), estos dos puntos de vista se oponen Ire- • adoptar Ia maxima general fiat juslilia,
cuentemente entre si y deben sopesarse el uno pereat inundus.
contra el otro. De este modo, mientras que "Ia
idea de Ia j. sostiene los derechos del indivi- HIBLIOGRAFIA R. Barry, A liberal :lieor' of justi-
duo, aun del individuo culpable, contra las ce, Oxford, Oxford University Press, 1973; R.B.
exigencias de Ia utilidad [ ... ] las considera- Br.indt (comp.). Social justice. Englewood Cliffs,
ciones de interés social general, en circuns- Prentice H-all, 1962; N. Daniels (comp.), Reading
tancias excepcionalcs, pueden ilegar a auto- Rawis, Nueva York, Basic Books, 1975; G. Del
rizar Ia detención de una persona que no haya Vecchio, La giustiia, Bolonia, Studium, 1924;
violado ninguna icy" o a aislar personas afec- C.J. Friedrich y J.W. Chapman (comps.). Numos
tadas por enfermedades contagiosas o a VI: Justice, Nueva York, Atherton, 1963; H.L.A.
excluir del servicio militar a hombres con Hart, El concepto de derecho (1961). Buenos
capacidades particularmente importantes Aires, Abeledo-Perrot, 1968; H. Kelsen, Teoria
para los fines de Ia guerra" (Raphael). Del mis- general dci derecho y del esiado (1946), Mexico.
mo modo Ia j. puede exigir que se les conce- UNAM. 1969; J.R. Lucas, On justice, Oxford,
dan beneficios particulares a los miembros Oxford University Press, 1980; F.E. Oppenheim.
menos product ivos de Ia sociedad. por ejem- Elk-ac filosofia poluicu (1968), Bolonia, II Muli-
plo los viejos o los inválidos, en tanto que con- no, 1971: C. Perelman. Dc hi justicia (1963), Mexi-
sideraciones de utilidad podrian exigir que co, UNAI, 1964: D.D. Raphael, Pwhlt'mas de lila-
los salarios y los beneficios se usaran solo sofia politica (1970), Madrid, Mianza, 1983; J.
como incentivos para una mayor productivi- Rawls, Teona de Ia justicia (1971), Mexico, Fondo
dad. Hasta Ia institución de Ia esclavitud, de Cultura Económica, 1979; N. Rescher. distri-
injusta de acuerdo con Ia mayor parte de los lire justice, Indianapolis, Bobbs Merrill. 1966;
cánones de Ia j.. podria defenderse segOn una A. Ross, Sobre ci derecho v la justicia (1959),
base igualitaria, si Sc pudiera demostrar que Buenos Aires, Eudeba.
las ventajas de los patrones de los esclavos
son superiores a Ia infelicidad de los escia- [IL LIX E. oI'PENHIIM]
vos. En este caso, sin embargo, Ia mayor parte
laborismo

1. EL TERMINO. Labourisrn (laborismo) deriva, guentsia haya sostenido y ganado algunas de


obviamente, de labour (trabajo). El sufijo sus batallas más importantes por los dere-
denota tanto una orientacióri politica como chos civiles y Ia reforma del estado antes del
una orientación ideologica. Desde este segun- éxito institucional del movirniento obrero,
do punto de vista, es significativo que ese suf i- resultó muy importante para los fines de Ia
jo esté ligado a un término generico como consolidaciOn del regimen parlamentario
labour, destacando ciertamente la naturale- ingles y de su adaptación a la sociedad indus-
za de clase del movimiento pero dejándolo en trial.
Ia indeterminación ideolOgica. El socialismo El problema correlativo de Ia formación de
ingles permaneció siempre, en efecto, en una una clase politica especifica del movimiento
posición minoritaria, sectaria, ya sea por el obrero debe relacionarse con este crecimiento
éxito del asociacionismo sindical, estimula- organizativo e institucional del movimiento
do ciertamente por los mismos agitadores sindical asi como con las diversas particula-
socialistas, ya sea por la difundida tradición ridades de Ia polItica municipal orientada
del siglo xix de un modo particular de selec- más precozmente hacia soluciones colectivas.
cion de los jefes —a través de una pluralidad No por nada, Ia formula rnás original del
de instituciones radicales y no conformistas- socialismo ingles fue Ia de la Sociedad Fabia-
que destacaba sus capacidades operativas y na", sostenedora de un "socialismo gas y
organizativas, o bien por Ia fuerte tradición agua", o sea de una administración colectiva
obrerista derivada de la compacidad precoz de los servicios locales, y por otra parte no
de Ia clase y de una rigida jerarquizaciOn de identificada claramente antes de Ia guerra
Ia sociedad. En consecuencia, el sufijo sirve mundial con el movimiento politico del tra-
para definir más coherentemente Ia instan- bajo. Por el lado contrario, otro importante
cia politica del mundo del trabajo. grupo "socialista", sostenedor de Ia represen-
El término, como tal, aparece en la segun- tación polltica independiente del trabajo, o
da mitad del siglo xix unido a liberal para sea el Independent Labour Party (ILP) fue un
designar Ia orientación de algunos jefes sin- producto caracteristico del forte industrial
dicales de explIcito alineamiento en el parti- y no conformista: aqui Ia tradición revivalis-
do liberal (los lib-labs). Resulta, en efecto, sin- ta no era ciertamente Ia más idónea para la
gularmente idóneo para senalar Ia naturale- determinaciOn de una solida plataforma ideo-
za particular de un movimiento que se con- logica. El tercer grupo socialista importan-
solidó ante todo como movimiento sindical y te, Ia Socialist Democratic Federation (sDF),
cuvas primeras instancias polIticas fueron las fue sobre todo un movimiento londinense que
caracterIsticas de un grupo de presión. El se apoyó en ci marxismo pero que muy pron-
encuentro entre el "trabajo" y Ia gran tradi- to Se aisló del movimiento politico principal,
don radical de Ia inteliguentsia inglesa fue en cicrta forma destinado al éxito, para ais-
ocasional, intermitente y no carente de equi- larse en una posición sectaria.
vocos: se trató, más tarde, de un encuentro
entre el trabajo y el mundo de las profesio- Por lo
II. NACIMIENTO DEL PARTIDO Y SC EVOLUCION.
nes, que aparece en el siglo xx como una que respecta al partido laborista británico,
especialización sociolágica respecto de Ia tra- éste nació formalmente como "Comité de
diciOn intelectual de caracteristica filiacion RepresentaciOn del Trabajo", resultado de
whig y liberal. El hecho de que esta inteli- una decision tomada en 1899 por ci congreso

18531
84 LABORISMO

de los sindicatos y por las organizaciones solide, en contra de un partido politico par -
antes mencionadas en ci sentido dc crear un lamentario débil e incierto, una linea agresi-
organismo electoral y parlamentario. Se tra- va de acción industrial que fracasarla ruido-
to tipicamente, por lo tanto, de un caso dc on- sarnente en el famoso "Viernes Negro" dc
gen "externo" al parlamento y de estricta 1921 y más tarde cn Ia huelga general de 1926.
dependencia de los sindicatos, que nunca Era Ia clhsica situación de las promesas béli-
desapareceria. El crecimiento del partido, cas incumplidas. Posteriormente Ia depresión
penosisirno por lo demás, se produjo en dos consumO las esperanzas obreras y entonces
direcciones; per una parte hacia las trade se produjo sobre todo el drama de los mine-
unions, en la tentativa de apartarlas progre- ros, un cuerpo organizado de más de un
sivamente de Ia tradición de lealtad liberal y, millOn de trabajadores.
per Ia otra, hacia el Partido Liberal mismo Más tarde, la crisis económica acrecentO los
con elfin de obtener para los candidatos del sufrimientos de los obreros con Ia desocupa-
trabajo en las circunscripciones electorales ciOn masiva, testimonio agudo de las contra-
encuentros directos con los candidatos con- dicciones del sistema capitalista que.debia
servadores. Esto, naturalmente, hacIa vanas transformar la consulta electoral de 1945 en
dos instancias caracteristicas del socialismo una importante prueba de Ia memoria colec-
politico continental: Ia coherencia y Ia fideli- tiva de Ia naciOn inglesa.
dad ideológica y el espiritu de no compromi- El partido laborista estuvo dos veces en el
so oficial. Dc hecho, antes de Ia guerra mun- poder aunque sea en posición minonitaria: en
dial, el nuevo partido no logro reunir mhs de 1924 y en 1929-1931, oportunidad en que se
medio millón de sufragios; pero en 1922, des- vio dramhticamente traumatizado por la
pues de la desafortunada Khaki election" de "traiciOn" de sus jefes y en particular de Ram-
1918, los sufragios fueron de 4 millones y say MacDonald, que pasO a guiar un gobier-
medio y el Labour Party se convirtió en Ia no de coaliciOn nacional.
Oposición de Su Majestad. Los afiliados a las El Partido Laborista, como partido consti-
unions pasaron de menos de un millón en tucional, comprometido, sin embargo, a par-
1886 a dos millones al finalizar ci siglo, alcan- tir de 1918, en una transformaciOn socialista
zando los cuatro niillones antcs de 1914; des- de Ia sociedad, carecia en absoluto dc una fib-
pues de la guerra los inscritos fueron mhs de sofia politica adecuada, de una cstrategia, de
ocho millones. En esta forma se ponen en cvi- una ideologia de gobierno y seguia siendo
dencia dos hechos: en pijmer lugar, no se pro- totalmente impotente Irente a Ia desocupa-
dujo un avance paralelo entre un fenómeno ción masiva. La lección se aprefldliO en In dOca-
y el otro; en segundo lugar, la guerra actuó dia sigulente a partir die las primeras experien-
en ambos casos como elemento dccisivo de cias de planificación europea y a partil- del
transformación. De cualquier modo, las cifras "New Deal" de Roose9elt y die las enseñanzas
sindicales son las que expresan de una mane- ne Hobson y de Keynes. El partido, nacido
ra más djrecta la dinámica del movimiento como federaciOn de sindicatos y cuerpos poli-
social. La generalizaciOn del movimiento sin- ticos, cayO en esa decada en manos de los
dical entranaba, de hecho, formulas organi- podlerosos jefes sindicales corno Bevin y Citri-
zativas nuevas, polIticas difercnciadas, ascen- ne. Sc consumaba mientras tarito Ia divisiOn
so de riuevos jefes obreros; en una palabra, del ILP e iba madurandola crganizaciOn die
el creciniiento de la conflictividad social. Del las circunscripciones politicas del partido que
unionismo de oficio se pasaba al unionisrno te)minaron obteniendo una representación en
general: ya no solo los artesanos sino también el ejccutivo, dominado ya por los jefes sindi-
los semiespecializados y los simples obreros cales y los parlamentarios.
se convertian en protagonistas del movimien-
to. Las trasformaciones industriales, sobre En el trOgico 1940 se
III. LA SEGUNDA POSGUERRA.
todo en la industria mecánica, estimulaban formó el gobienno de coaliciOn Churchill-
en gran medida la militancia de los obreros Attlee. Posteriormente Ia victoria de 1945
especializados, otrora privilegiados. abria el periodo del quinquenio creativo: las
No hay que sorprenderse, pues, de que en nacionalizaciones, ci servicio medico nacio-
Ia situación inmediata de Ia posguerra se con- nab, Ia continuidad del sistema fiscal rcdis-
LABORISMO 855

tributivo impuesto durante Ia guerra, Ia icy Por lo que respccta a la evoiución de la


de Seguridad Nacional furidada en ci famo- sociedad, puede descubrirse un proceso pro-
so Informe Beveridge. El que tomó Ia admi- fundo de crecimiento dc Ia clemocracia en
nistración del poder en 1945 era, en efecto, Gran Bretafla, dc progrcso en la concicncia
un partido nuevo. La mayorIa parlarnentaria social y civil. Dci mismo modo, ci carácter de
era clara y los cuadros parlarnentarios habIan la formación polItica antagónica —ci partido
cambiado considerablemente: la representa- conservador— sc ha ido transformando
cion obrera habIa cedido ci paso a la de los simultáncamcnte. Corno ia lucha poiltica csth
profesionistas —abogados, medicos, maes- programada en términos de una conticnda
tros, periodistas, universitarios— y ci control por cI control de las circunscripciones mar-
politico fue tornado por el partido parlamen- ginales de dudosa lealtad pohtica o dc los gru-
tario que restableció su independencia res- pos sociaics igualmente fluctuantcs —en tér-
pecto dcl poderoso 'Consejo General" de las minos de una "yenta dc Ia imagen pfiblica dci
trade unions. Por una parte, pues, ci partido iIder" y dc una selección estratégica del
realizaba, como punto de convergencia dcl momcnto electoral favorable—, asi también
movirniento progresista, como centro dc aglu- ci antagonismo entre los partidos se hace
tinarniento de las distintas corrientes histó- cada vez más ritual, en tanto que su conteni-
ricas dcl pensamiento social ingles, io que R. do tiende a diferenciarse cada vez menos.
Titmus ilamaba Ia welfare tradition; por ia "Paradójicamentc, las vicisitudes de los mi-
otra, reafirmaba un principio cardinal de la cios de los años ochenta, por ser todavia flui-
tradición constitucional inglcsa: ci dc ia mdc- das, parecen confirmar esta tendencia. La
pendencia dcl partido parlarncntario. apertura politico-ideolOgica de los dos parti-
A pesar dc que el proccso dc cvolucion his- dos por iniciativa dcl monetarismo de Mar-
tórica puede dar Ia impresión dc que sc efec- garet Thatcher en el poder y de W. Benn en
tuó una simple sustitución de protagonistas Ia oposición, parece abrir ci camino a una ter-
—ci partido lahorista en lugar dci partido li- cera fuerza de centro que anuncia el fin del
beral—, no obstante, la cstructura misma del bipartidismo. Asimismo los innovadores
partido victorioso dernuestra que no se tratO tuvicron su prirnera derrota electoral, desti-
de una simple trasmisión de las consignas. nada a alargarse a menos que haya una dra-
Per lo que respecta a la organización dci rnatizaciOn de la situación internacional."
partido laborista ingles, hay que señaiar quc Las nuevas orientaciones del radicalismo
a partir de 1927 los inscritos en los sindica- socialista dentro del partido iaborista (desar-
tos pasaban automáticamente a ser miembros me unilateral, retiro dcl mercado comün
del partido a menos que sc opusieran expiI- europeo, proteccionismo, etc.) no por acaso
citamente (cláusula del contracting out) y una se han vinculado a una batalla institucional
parte de sus cuotas sindicales se destinaba al cuyo intento, destinado a reducir la autono-
partido. Esta cláusula se suprime en 1946, y mia parlamentaria, contrasta ciaramente con
posteriormente sc establece de nucvo con Ia Ia tradición politica inglesa aceptada hasta
consecuencia dc que cerca de un tercio de los este mornento sin discusión.
inscritos en los sindicatos no siente una ver-
dadera atracción por ci partido (no manifiesta iv. JNA EvALUAcION. En los Oltimos treinta años,
una adhesion voluntaria), hablOndosc en estos ya sea que los conservadores o los iaboristas
casos de adhesiones colectivas indirectas. No estén en ci poder, la cuestiOn dominante pare-
solo el partido depende fuertemenie de los cc haber sido, en efecto, una sola: Ia de Ia
sindicatos para su sostenimiento financiero balanza de pagos. Se puede decir que ci iogro
y para Ia propaganda electoral, que, en de la moderación de Ia lucha politica y Ia
muchos casos Ia desarrollan, en las distintas superación, tal vcz precaria y no definitiva,
circunscripciones, los comités locales de los de La brecha abierta por la rcyoiución indus-
sindicatos; también en la práctica el Trade trial, cahfican conjuntamente a Ia eiaboraciOn
Union Congress, aunque no de manera mono- de la problemhtica dcl estado dci bienestar
litica, da Vida a una corriente mu)' influyen- y a la experiencia laborista inglesa,
te quc se rclaciona con Ia izquierda dcl Si uno se detiene finicamente en ésta, es
partido. preciso sehalar, entonces, que Ia originahdad
856 LAICISMO

deli. debe buscarse ante todo en el complejo historia de las instituciones y Se pueden resu-
acontecer hi stórico menciondo anteriormente mir en las dos expresiones de "cultura Iaica"
de manera resumida. Este acontecer surgió y de "estado laico".
de la confrontación entre una gran fuerza En la primera expresión confluyen las
social, la clase obrera inglesa, y una tradición corrientes de pensamiento que sostienen la
politica excepcional como Ia del parlamenta- emancipaciOn de ]a filosofia y de Ia moral res-
rismo ingles. El movimierito laborista fue ci pecto de la religion positiva. La cultura del
instrumento de esta conciliación fundamen- Renacimiento, a] revaluar las ciencias natu-
tal, pero para esto fue necesario que otras tra- rales y las actividades terrenales en lugar de
diciones y otras fuerzas —intelectuales y mo- la especuiación teologica, dio lugar, a partir
rales— se unieran a su tronco. Vale Ia pena del siglo xvii, a un gradual distanciarniento
recordar, sin embargo, que existen movimien- entre ci pensamiento politico y los problemas
tos y partidos laboristas en otros paises de religiosos y a Ia difusión de una mentalidad
habla inglesa, "exportados" desde la madre laica que se consolidó en ci siglo xviii reivin-
patria sobre todo a Australia y a Nueva Zelan- dicando ci primado de la razón sabre el mis-
dia (y a Canada); at mismo tiempo se les ase- terio. Por lo tanto ci 1. echa sus propias raI-
mejan también los partidos socialistas escan- ces en ci proceso de secularizaciOn cultural
dinavos, todos elios con lazos estrechos con que interviene para reforzar las teorias pree-
los sindicatos, con ideologia pragmática y xistentes sobre la naturaleza secular del
como agentes de representación e integración gobierno.
"positiva" de la clase obrera dentro de sus La cultura laica es tributaria de las filoso-
respectivos sistemas politicos. fIas racionaiista e inmanentista que rechaza-
ban la verdad revelada, absoluta y definitiva,
BIBIJOGRAFIA: M. Beer, Storia del socialismo bri- y afirma por ci contrario la libre bOsqueda
tan nico (1940), Florencia, La Nuova Italia, 1964; de las verdades relativas, a través del exarnen
G.D.H. Cole, Historia del pensamiento social is- critico y la discusión. En terminus cultura-
ta, Mexico, Fondo de Cultura Económica, 7 vols., les ci 1. no es tanto una ideologia cuanto un
1957-1963; E. Grendi, L'avvento del laburismo: método, y más bien pueden definirse preci-
il movimento operaio inglese dal 1880 al 1920, samente coma un método orientado al desen-
Milan, Feltrineili, 1964; Kingsley Martin, Harold mascaramiento de todas las ideologias.
Laski, ted rico del laborismo, Madrid, Tecnos, La segunda expresión, que tiene una rela-
1972; R. Miliband, II labourismo: storia di una ciOn más extrecha con ci lenguaje politico, es
politica (1963) Roma, Editori Riuniti, 1968. Ia de estado laico, que indica lo contrario del
estado confesional, es decir del estado que
[EDOARDO GRENDI] adopta como propia una determinada religion
y concede privilegios a sus ficles rcspecto de
los creyentes de otras religiones y de los no
laicismo creycntes. A la nociOn de cstado laico sc refic-
ren las corrientes politicas que sosticnen la
1 DEFINJCIONES; CULTURA LAICA Y ESTADO LAICO La autonomia de las instituciones pOblicas y de
distinción entre iglesia docente y pueblo dis- ia socicdad civil respecto del magisterio ecic-
cente, o sea entre clero y laicos, ha ejercido siOstico y de las injerencias dc las organiza-
una incidencia peidurable en la cultura poll- ciones confesionales, el regimen de separa-
tica y en las instituciones pOblicas de los pai- ciOn juridica entrc cstado c iglesia y ia garan-
ses catOlicos; el término I. que se deriva de tIa dc libcrtad de los ciudadanos en Ia con-
ahI es de usa corriente en los paises de len- frontacion con ambos poderes.
gua latina, en tanto que no tiene equivalente La tcorIa dcl estado laico se basa en una
en ci lenguaje politico anglosajOn, en el que concepciOn secular y no sacra del podcr poli-
Ia acepción moderna de 1. puede traducirse tico como actividad autOnoma respccto de las
más bien, en forma aproximada, con el tér- confesiones religiosas; las que sin embargo,
mino "secularism". colocadas en un mismo piano de igual liber-
Los diversos significados de 1. se refieren, tad, pueden ejerccr un influjo politico de
a un tiempo, a la historia de las ideas y a la acuerdo con su propia importancia social. El
LAICISMO 857

estado laico entendido adecuadamente no presente en los primeros siglos del cristianis-
profesa por to tanto una ideologIa "laicista" mo, en contraposición con la unificaciOn
en caso de que se entienda por tal una ideo- pagana de las funciones del sacerdote con las
logia irreligiosa 0 antirreligiosa. del magistrado civil. La inviolabilidad red-
Del mismo modo que el término "laico" tie- proca de las dos jurisdicciones, que procede
ne históricamente el significado de "no cle- de afirmaciones de los textos sagrac'os, es
rical", el I. indica to contrario de clericalis- reconocida por Ia patrIstica y Se configura at
mo (v.) y más en general de confesionalismo final del siglo v por obra del pontIfice Gela-
(v.); pero asI como el anticlericalismo no coin- sio I con Ia imagen de las 'dos espadas", que
cide necesariamente con la irreligiosidad, de no pueden ser empufladas por una sola mano.
la misma forma el termino "laico" no es sinó- Enunciada originalmente con ci fin de sus-
nimo de no creyente, ni pueden definirse pro- traer a los eclesiásticos at juicio de los tribu-
piarnente laicas las corrientes de radicalismo nales civiles, la teorIa de las dos espadas
irreligioso que conducen at ateismo de esta- constituyO ci punto de referencia en las con-
do. La relación entre to temporal y to espiri- troversias medievales entre at papado y ci
tual, entre la norma y la fe no es de contra- imperio (siglos xi y xii) y entre el papado y el
posición sino de reciproca autonomla entre reino de Francia (entre fines dcl siglo xiii y
los dos aspectos distintos del pensamiento y principios del xiv). La distinción entre las
de Ia actividad humana; asi también, la sepa- dos autoridades diferia de Ia concepción
ración entre estado e iglesia no implica nece- moderna de la iglesia y del estado, que el pen-
sariamente oposición entre los dos poderes. samiento medieval consideraba como aspec-
El estado, en cuanto garantiza a todas las tos diversos de una sociedad cristiana univer-
confe.siones lihertad de religion y de culto, sin sal, sujeta at mismo tiempo a las dos autori-
establecer con ellas ni un sistema de privile- dades dependientes directamente de Dios;
gios ni un sistema de control, no tutela sola- pero ya en las disputas con los papistas apa-
mente la autonomia del poder civil respecto rece intermitentemente, junto con las tesis de
del poder religioso sino que tutela igualmen- la dependiencia directa de Ia soberania secu-
te Ia autonomIa de las igiesias respecto del lar respecto de Dios, también la tesis desti-
poder temporal que no puede imponerles a nada a consolidarse en la edad moderna: de
los ciudadanos ninguna profesion de ortodo- acuerdo con esta segunda tesis, a la sociedad
xia confesional. La reivindicación de Ia laici- secular Ic compete proveer at propio gobier-
dad del estado no corresponde Onicamente a no sin interferencia del clero, ai que, dentro
las corrientes laicistas sino también a las con- de la comunidad civil, le corresponden solo
fesiones religiosas minoritarias, que encuen- tareas de instrucciOn y de exhortacion.
tran en ci cstado laico la garantIa para ci ejer-
cicio de la libertad religiosa. III. ACEPCIONES MODERNAS OE LA AUTONOMIA RECIPRO-
Del mismo modo en que rechaza los regI- CA ENTRE RELIGION Y POLITICA. La noción moder-
menes teocrOticos o curiahstas, por medio del na del 1. contiene en si no solo la distinciOn
cual la iglesia subordina a sI misma el esta- entre estado e iglesia sino también la concep-
do, elI. rechaza los sisternas en que ci estado ciOn de Ia iglesia como asociaciOn voluntaria;
sujeta a la iglesia o la reduce a un rarno de estos dos elementos aparecen en ci pensa-
su propia administración. Finalmente, ya que miento de los puritanos ingieses del sigio
ci 1. sostiene no solo Ia separación politica y xvii, en los escritos de John Milton sobre la
juridica entre estado e iglesia sino también libertad religiosa y de John Locke sobre Ia
los derechos individuales de libertad respec- tolerancia.
to de los dos, ci I. resuita incompatible con El principio de que "ci estado 110 puede
cualquier regimen que imponga a los ciuda- nada en materia meramente espirituai y Ia
danos no solo una religion sino tambiCn una iglesia nada en materia temporal" es afirma-
irrehgiOn de estado. do por Locke en la Epistola de tolerautia
(1689): ci poder politico no debe expresarjui-
ii. ORIGENES DE LA DISTINCION DC LOS PODERES EN LA cios sobre la religion, ya que no es competente
TEORTA DE LAS DOS ESPADAS.La distinciOn entre para dar definiciones en materia de fe, y por
autoridad espiritual y poder temporal está ya su parte la igiesia debe mantener su propia
858 LAICISMO

autoridad dentro de la esfera espiritual que Se comprende, por lo tanto, cómo los opo-
Ic es propia. Ya que elfin de la religion es la sitores al 1., oponiéndose a la teoria dcl jui-
con secución de la vida eterna lograda con ci cia privado en las cosas de fe, la cual le asig-
culto a Dios, las leyes eclesiásticas no deben na al foro interno de Ia conciencia individual
referirse a los bienes terrenales ni recurrir ci arreglo de la relación entre realidad terre-
a Ia fuerza, que Ic pertenece sOlo al magistra- nal y perspectiva ultraterrena, consideran ci
do civil; Ia Onica fuerza de que es legitimo 1. como un resultado dci individualismo pro-
depositario ci poder eclesiástico es la de la testante y una manifestacion del subjetivis-
persuaciOn, que tiende a promover el libre mo escéptico. Desde esta posición Giovanni
consenso de Ia conciencia individual, y la Oni- Gentile (Genesi e struttura della società, 1946)
ca sanción para los disidentes es que, al sostenia que "ci espIritu laico o estado laico
ponerse en contra de la iglesia, dejan de for- es una fábula" producida por ci democratis-
mar parte de ella. mo agnóstico, y que ci estado, en cuanto es
El planteamiento de autonomla reciproca "humanidad dcl hombrc", debe contcner en
dado por Locke a Ia relación entre religion y Si la religion, ocuparse de la fe del pueblo y
politica se encuentra en escritores politicos favorecer el culto rcligioso nacional.
posteriores que trataron de conciliar el libe- Del lado contrario, la cuitura laica contern-
ralismo con Ia doctrina cristiana. poránea contrapone a los dogmatismos Ia
En La dernocracia en Amrica (1840), Ale- libertad religiosa y la libertad de critica a las
xis de Tocqueville observa, como se sabe, que religiones, porque las herejlas de hoy pueden
las religiones deben ser capaces de delimi- ser las ortodoxias del maflana, y presupone,
tar su propia esfera de acción. Mahoma, por por lo tanto, quc ninguna certeza es indiscu-
ejemplo, hizo descender dcl cielo y puso en tibie y que las Onicas certezas razonables son
ci Corári no solo doctrinas religiosas sino tam- las que surgen de la discusiOn misma. La defi-
bién máximas polIticas, leyes civiles y pena- niciOn sintetizadora de esta acepciOn de 1. ha
les y teorias cientificas. El Evangelio, en cam- sido formulada por Guido Calogero, segOn el
bio, habla sOlo de las relaciones de los horn- cual eli. no es una filosofia o ideologia poli-
bres con Dios y de los hombres entre si. Entre tica particular sino el método de convivencia
miles de razones, ésta sola bastaria para de todas las filosofias e ideologias posibles,
demostrar que Ia primera de estas dos reli- y el principio laico consiste en Ia regla de "no
giones no podra dominar por largo tiempo en pretender poseer más verdad de Ia quc cual-
épocas de civilizaciOn y de democracia" (vol. quier otro puede pretender poscer".
ii, parte 1, cap. iv). Todavia rnás amplia es Ia definciOn de 1. for-
Hay que recordar, además, que Locke par- mulada por Nicola Abbagnano, quien inter-
tia de Ia premisa de quc "toda iglesia cs orto- preta elI. como reciproca autonomia no sOlo
doxa para Si misma y errOnea o herética para entre eI pensarniento politico y ci pensarnien-
los demás", casi adelantOndose con esta intui- to religioso sino entre todas las actividades
ción al racionalismo moderno que somete a hurnanas; las diversas actividades no deben
un control permanente las verdades acepta- estar subordinadas unas a otras en una rela-
das por la razOn y excluye todaabsolutez def i- ciOn de dependencia jerárquica, ni pueden
nitiva. El lazo que une ci 1. con ci liberalismo cstar sujetas a fines o intereses ajenos a las
en un fundamento racionalista comOn se mismas, sino que deben, en cambio, desarro-
encuentra, por ejemp)o, en la Historia del Ithe- ilarse autOnomamente de acuerdo con sus
ralismo europeo, de Guido de Ruggiero (1925): propias finalidades y reglas internas: en la
"En ci orden politico esto quiere que Ia racio- acepciOn de Abbagnano eli. corresponde, en
nalidad dcl estado liberal no consiste en Ia las relaciones entre las activades hurnanas,
expansion ilirnitada de su dominio sino en Ia a Ia libertad en las relaciones entre los mdi-
capacidad de senalarse lirnites y de impedir viduos.
que ci dominio de la mera razOn se convierta
en el dorninio opuesto dcl dogma y que ci Iv. EL LAICISMO POLITICO EN EL SIGLO xix. EL I. poli-
triunfo de Ia verdad no cierre ci camino al tico del siglo xix se centra en el conflicto
fatigoso proceso por medio dcl cual se alcan- entre la iglesia catOiica y los movimientos
za la verdad." liberales. En la Historia de Europa en el siglo
LAIC ISMO 859

XIX (1932). Benedetto Croce definia ci con- La "derecha historica" tributaba al estado
traste entre Ia iglesia de Roma y la "religion casi una fe laica, hasta el punto de conside-
de Ia libertad" como el encuentro entre "dos rarlo como antagonista moral de Ia iglesia:
fes religiosas opuestas", observando que el ci I. del Risorgirnento, empapado profunda-
movimiento liberal, en cambio, no era ataca- mente por valores éticos, diferia del I. radi-
do sino rnAs bien favorecido por las confesio- calizante de las décadas posteriores, al que
nes protestantes "que se habian hecho prime- Croce criticO en cuanto tributario de tenden-
ro racionalistas e iluministas, y por Oltimo cias cientificas y positivas.
idealistas e historicistas [ ... 1 tanto que Ia igle- La sistematización jurisdiccionahsta que ci
sia romana ponIa en un solo haz ai protestan- estado quiso dar a las relaciones con Ia igle-
tismo, ]a masonerIa y ci liberalismo". sia por medio de las garantias (1871) fue
Si en relación con algunas corrientes pro- rechazada por Ia iglesia, quien, a pesar de ate-
testantes Se puede hablar, siguiendo los pasos nuar con ci tiempo Ia polémica contra ci esta-
de Max Weber y de Ernest Troeltsch, de reli- do nacional, solo en 1929 llegó, con Ia estipu-
giones "laicas", o bien secularizadas, en los lación de los Pactos de Letrán, a Ia concilia-
paises catóiicos cii. del siglo XIX adoptó, en ciOn, todavia vigente, basada en ci regimen de
cambio, connotaciones anticlericales y aun coordinaciOn entre estado e iglesia por acuer-
irreligioras. La maxima difusiOn del I. radi- do concordatarlo.
cal se encuentra en Francia (Emile Faguet,
L'antictdricalisrne, 1906). El racionalismo car- V. DIFUSION DE LOS PRINCIPIOS DE LAICIDADEn algu-
tesiano, el escepticismo de Bayle, ia Ilustra- nos documentos dcl Concillo Ecuménico Vail-
ciOn y el enciclopedismo desarrollaron en la cano II, y sobre todo en La constituciOn pas-
cultura francesa una orientación antimetafi- toral Gaudiurn et Spes sobre Ia iglesia en ci
sica general. El I. del siglo xix influyó en gru- mundo contemporáneo, se afirma explicita-
pos culturales y politicos dispares, desde los mente Ia relaciOn de autonomia de los laicos
protestantes hberales hasta los catolicos gab- en los asuntos seculares (Gaudiuni ci Spes, 43)
canos, peru Ia polemica confesional fue sos- y se acepta ci principio de quc "Ia cornunidad
tenida sobre todo por los librepensaclores politica y la iglesia son inclepcndicntcs y autO-
ligados a Ia masoneria. La carnpagne laique nomas una de Ia otra en su propio campo"
alcanzó las manifestaciones más agudas hacia (ibid., 76).
ci final del siglo, con ci af faire Dreyfus. La lite- En razOn de Ia misiOn ieligiosa que Ic es
ratura anticlerical tuvo entonces una fácil propia, Ia iglesia declara quc no se conside-
popularidad por obra, entre otros, de Emile ra ligada "a alguna forma particular de civi-
Zola y Anatole France. lizaciOn humana o sistema politico, econOmi-
En Italia, el desarrollo del I. politico en ci Co 0 social" (ibid., 42).
siglo xix está intimamente unido con las 'ici- Por otro lado, Ia mayor parte de los esta-
situdes dcl Risorgimento, siendo ci fin del dos reivindica principios dc laicidad, ante
gobierno temporal del papado condición nece- todo en lo que concierne a Ia Iihcrtad religio-
saria para ci cumplimiento de Ia unificación sa de los ciudadanos: por ejemplo, la Decla-
nacional: eli. del Risorgirnento fue, por lo tan- radOn universal de Los derecl2os del horn bre,
to, simultOneamente una cuestiOn de concien- proclamada en 1948 por Ia asamblea general
cia y una cuestion de estado. En contra de Ia de las Naciones Unidas, reconoce a cada mdi-
coexistencia en Ia nación catOlica de las dos viduo ci derecho a Ia libertad de religion:
autorfdades, respecto de las cuales los ciuda- "este derccho incluye Ia libertad de cambiar
danos eran doblemente subditi legtiin y sub- de religion o de fey Ia libcrtad de manifcstar
did canoriurn, el I. dcl Risorgimento sostuvo aislada o cornunitariarnente, en pOblico o en
La distinción de los dos poderes (Cavour decla- privado, Ia propia religion o ci propio credo
ró en ci parlarnento que éstos no podian estar en la enseñanza, en las prhcticas, en cI culto
reundos bajo una autoriclad Onica sin gene- y en la observancia de los ritos" (art. 18).
rar "ci más asqueroso despotismo") y con Ia La ConstituciOn de Ia ReptThlica italiana
formula "iglesia libre en estado libre" sostu- (1948) configura un estado laico en sus prin-
vo a libertad de la iglesia en el estado v Ia cipias fundarnentales, en cuanto declara Ia
libertad del estado respecto de Ia iglesia. irrelevancia uridica de las convicciones ieli-
860 LEGALIDAD

giosas de los individuos (art. 3), establece la hasta las sociedades industrializadas, urba-
independencia y la soberanla del estado y de nas y profanas, en las que se asiste a una
la iglesia católica, cada uno en su propio reducción progresiva del alcance pOblico de
orden (art. 7), y reconoce la pluralidad de las Ia religion organizada, que pierde cada vez
confesiones religiosas dotadas de igual liber- más Ia función de control social. La progre-
tad, que por otra parte no significa igualdad, siva "desacrahzaciOn" de la sociedad moder-
ante la ley (art. 8). Al mismo tiempo, la cons- na descrita por Max Weber (EcononIa y socie-
tituciOn establece, sin embargo, que las rela- dad) resuelve por si misma algunos de los
clones entre estado e iglesia se rigen por los aspectos históricos deli.; pero al mismo tiem-
Pactos de Letrán, dejando con esto sin resol- P0 surgen, precisamente en las sociedades
ver algunas dificultades de la relación entre más secularizadas, como para suplir los valo-
los dos poderes, especialmente en lo que con- res sacros perdidos, ideologias totalizantes
cierne al ordenamiento de la familia y de la que constituyen nuevos atentados a ia concep-
escuela, que constituyen, no solo en Italia, los ción propiamente laica de Ia politica y de Ia
aspectos sobresalientes de Ia problemática cultura.
del 1. en Ia actividad politica concreta.
BIBLI0GRAFIA: G. Calogero, Filosofia del dialogo,
Vi. LAICISMO Y SECULARIZACION. Los desarrollos Milano, Comunità, 1962; A.C. Jemolo, Chiesa e
actuales del pensamiento laico se han libera- stato in Italia dall'unificazione a Giovanni XXIII,
do casi totalmente de Ia tradición anticleri- Turin, Einaudi, 1965; H. Lubbe, La secolarizza-
cal y con mayor razón de las tendencias irre- zione (1965), Bolonia, II Mulino, 1970; L. Salva-
ligiosas que caracterizaron elI. del siglo xix torelli, CI-iiesa e stato dalla rivoluzione francese
en los paIses latinos. Podrian admitirse, si ad oggi, Florencia, La Nuova Italia, 1955; Varios
acaso, siguiendo a Hans Kelsen (Los funda- autores, La laicidad (1960), Madrid, Taurus, 1963;
mentos de La democracia) que la actitud de G. Weill, Storia dell'idea laica in Francia nelsec.
tolerancia de pensamiento propia del 1. se xix (1929), Ban, Laterza, 1937.
consolida cuando 'la convicciOn religiosa no
es bastante fuerte como para sobreponerse [VALERIO ZANONE]
a la inclinacion politica"; sin embargo, ya que
Ia comunidad politica comprende incluso a
los creyentes, el 1. acepta también el influjo
de las iglesias en la vida politica con la con- legalidad
dición de que provenga de su importancia
autOnoma social y no de privilegios concedi- En ci lenguaje politico se entiende por I. un
dos por el estado. atributo y un requisito del poder, por ci cual
En la sociedad contemporánea el significa- se dice que un poder es legal o actda legal-
do deli. se apega en muchos aspectos al pro- mente o tiene caráter de 1. cuando se ejerce
ceso de secularizacion (v.) siempre que éste en el ámbito a de acuerdo con las leyes esta-
se entienda no en el significado original pro- blecidas a de algOn modo aceptada. Ya que
pio del derecho canónico (en el que el térmi- no siempre se distingue, en el usa comOn, y
no 'secularización" es distinto de "laiciza- con frecuencia tampoco en el uso técrlico,
ciOn" en cuanto indica el regreso al mundo entre 1. y legitimidad, se puede emplear ]a I.
secular sin renunciatotal al estado religioso), a propOsito del ejercicio del poder y Ia legiti.
sino en el significado derivado que se difun- midad a propOsito de Ia titularidad: un poder
diO en Europa airededor de 1880 y que, por legitimo es un poder cuyo titulo está funda-
otra parte, ya aparecia algunas décadas antes do jurIdicamente, un poder legal es un poder
en los escritos de Victor Cousin, en expresio. que se ejerce de acuerdo con las leyes. Lo con-
ries como 'sécularisation de l'état" y "enseig- trario de un poder legItimo es un poder de
nement séculier de Ia philosophie". hecho; lo contrario de un poder legal es un
En Ia literatura sociologica, el término poder arbitrario. No siempre que se tiene un
"secularización" se emplea comOnmente para poder de hecho se ejerce arbitrariamente, asi
indicar ci proceso de transición desde las como no siempre los que ejercen ci poder
sociedades patriarcales, rurales y "cerradas" arbitrariamente tienen Onicamente un poder
LEGALIDAD 86

de hecho. De acuerdo con esta acepción del bres, contraposiciOn que va acompanada por
término 1., se entiende por principio de 1. el un juicio de valor constante, por el cual ci
principlo de acuerdo con el cual todos los gobierno bueno es el primero y el malo el
órganos del estado, o sea todos los órganos segundo. Donde gobiernan las leyes, ahI está
que ejercen un poder püblico, se considera el reino de Ia justicia; donde gobiernan los
que actüan dentro del ámbito de las leyes, sal- hombres, ahI está el reino del arbitrio. Uno
vo en casos excepcionales establecidos expre- de los rasgos permanentes con que está mar -
samente, y legalizados también por el hecho cado el gobierno tiránico es el de ser gobier-
mismo de haberse establecido expresamente. no de un hombre por encima de las leyes, y
El principio de 1. tolera ci ejercicio discrecio- no de las leyes por encima de los hombres.
nal del poder, pero excluye el ejercicio arbi- La "isonomia" de los griegos, la "suprema-
trario, cuando por ejercicio arbitrario Se cia de la ley" (rule of law) de la tradición ingle-
entiende un acto realizado de acuerdo con un sa, ci "estado de derecho" (Recl-itsstaat) de la
juicio exciusivamente personal de la doctrina alemana del derecho pOblico en el
situación. siglo pasado, refiejan, aunque en diversas
No obstante que el principio de 1. se consi- situaciones históricas, la permanencia del
dera como uno de los puntos de apoyo del principio dell. como idea reguladora del buen
estado constitucional moderno, del liamado gobierno por excelencia, aunque después sOlo
"estado de derecho", es tan antiguo como la se pueda encontrar Ia piena realización del
especulación sobre los principios de la poll- principio —segdn Max Weber— en el estado
tica y sobre las diversas formas de gobierno. moderno, el cual se ha ido organizando como
Se remonta al ideal griego de la isonomia, o una gran empresa a través de Ia expropiación
sea de la igualdad ante las leyes, considera- y la adjudicacion de los medios de servicio
da como esencia del buen gobierno, como lo que en los estados anteriores pertenecian pre-
atestigua el elogio de Euripides en Las supli- cisamente a los que estaban investidos de fun-
cantes: "No hay nada más hostil para una ciu- ciones pOblicas, o sea de la forma de poder
dad que un tirano, cuando no existen ante que Se llama "legal o racional" y que, a dife-
todo leyes generales, y un solo hombre está rencia del poder tradicional y del poder cans-
en ci poder, convirtiéndose a sí mismo en Ia mático, recibe su propia legitimidad del
ley, y no existe de ninguna manera igualdad" hecho de estar regido por leyes y de ser ejer-
(vv. 403-405). En el De legibus, CicerOn escri- cido de acuerdo con las leyes que lo rigen.
be: "Comprendéis, por lo tanto, que la función Para caracterizar el poder legal también Max
del magistrado es la de gobernar y prescri- Weber recurre a la contraposición entre
bir lo que es justo y ütil y acorde con las leyes poder regido por las leyes y poder personal:
[coniuncta cwn legibus]. Del mismo modo que mientras que en el caso del poder tradicional
las leyes están por encima de los magistra- se obedece a Ia persona del señor y en ci caso
dos, éstos se encuentran por encima del pue- del poder carismático se obedece a la perso-
blo; y se puede decir muy bien que el magis- na del jefe, en ci caso del poder legal ci ciu-
trado es la ley que habla, y la ley es el magis- dadano obedece "las ordenaciones imperso-
trado mudo" (iii, 1, 2). Uno de los principios nales y objetivas legalmente estatuidas y las
fundamentales y constantes de la doctrina personas por elias designadas, en méritos
medieval del estado es el de la superioridad éstas de la legalidad formal de sus disposi-
de Ia ley aun respecto de la voluntad del prIn- ciones dentro del cIrculo de su competencia"
cipe, cuya formulacion más célebre Ia da (Economia y sociedad, Mexico, 1964, t. I, p.
Bracton en el De legibus et consuerudinibus 172).
Angliae: "Rex non debet esse sub homine, sed Como todas las ideas cardinales de la teo-
sub Deo et sub lege, quia lex facit regem" [El na politica, tampoco el principio de Ia I. es
hombre no debe estar sometido al hombre, una idea simple. Se pueden distinguir por lo
sino a Dios y a la Ley, porque la ley hace al menos tres significados de acuerdo con los
rey]. Desde Ia antiguedad hasta nuestros djas, diversos niveles en que se considera la rela-
uno de los términos recurrentes del pensa- ción entre Ia ley, entendida como norma gene-
miento politico es ia contraposición entre el ral y abstracta, y ci poder. F.l primer nivel es
gobierno de las leyes y ci gobierno de los horn- ci de Ia relaciOn entre icy y persona del pnIn-
862 LEGITIMIDAD

cipe: a este nivel, gobierno de Ia ley signifi- orden arbitrario; Ta aplicación del derecho de
Ca, como en Ta formula anteriormente citada acuerdo con Ta Icy garantiza ci tratamiento
de Bracton, que ci principe no está nunca legi- igual de todos los que perteneccn a la cate-
bus so/titus, y por Jo tanto debe gobernar no goria establecida por la Icy, y abs salva dci
segOn su propio beneplácito sino de confor- peligro dcl tratamiento prcferenciai y odio-
midad con las ieyes que son superiores a él, so de tal o cual individuo, dc taT o cual gru-
a pesar de que estas leyes no sean leyes posi- p0, como resuitaria de un juicio caso por caso.
tivas sino las leyes divinas o naturales, o sea
las leyes fundamentales del pals, cuya vali- [NORBERTO BOBBIb
dez depende o de Ta tradición o del pacto cons-
titutivo del estado. El segundo nivel es ci de
Ia reiación entre ci principe y sus siTibditos:
en este nivel, Ia idea del gobierno de las leyes legislativo, proceso. v. PROCESO LEGIS-
debe interpretarse en ci sentido de que los LATIVO
gobernantes deben ejercer su propio poder
Unicamente mediante Ia promuigaciOn de
leyes, y solo excepcionalmente mediante orde-
nanzas o decretos, o sea a través de normas
legitimidad
que valgan para Ta generahdad de las perso-
nas y no para grupos particulares 0, peor ann, I. DEFINICION GENERAL. En ci lenguaje ordinario
para individuos en especiai, y, en cuanto tales, el término 1. ticnc dos signilicados: uno gene-
que tiendan al bien comdn y no al interés par- rico y uno especifico. En ci significado gene-
ticular de tal o cual categoria de sujetos. El rico, I. es casi sinónimo de justicia o de razo-
tercer nivel es el relativo a Ia aplicación de nabilidad (Se habia de I. de una decision, de
las Ieyes a los casos particulares: a este nivel una actitud, etc.). El significado cspeclfico
ci principio de I. consiste en exigir que los jue- aparece a menudo en ci lenguaje politico. En
ces decidan las controversias que se les some- este contexto, ci referente más frccuentc del
ten no de acuerdo con un juicio equitativo, o concepto es ci estado. Naturalmente aqul nos
sea caso por caso, sino de acuerdo con pres- ocupamos dci significado especifico.
cripciones estabiecidas en forma de normas En una primera aproximaciOn se puede
legislativas. ExpresiOn tradicional de este definir Ia 1. como ci atributo dcl estado que
aspecto del principio de legalidad es la máxi- consiste en la existencia en una parte relevan-
ma: "Nt//urn crirnen, nt/la poena, sine lege" te de la pobiación de un grado de consenso
[No hay crimen, ni pena, sin icy anterior al tal que asegure Ta obediencia sin quc sea nece-
hecho]. En otras palabras, usando Ia distin- sario, salvo en casos marginales, recurrir a
ción Fundamental entre ci momento de Ia pro- la fuerza. Por To tanto, todo poder trata dc
ducción y ci momento de Ia aplicaciOn dcl ganarse ci consenso para que sc Ic rcconoz-
derecho, Se puede decir que respecto del pri- ca como legitimo, transformando Ia obedien-
mer momento ci principio de 1. expresa Ta idea cia en adhesiOn. La creencia en Ia I. es, pues,
de Ta producción dcl derecho niedianie lcyes ci elemento integrante dc las relaciones de
y respecto al segundo momento expresa Ia poder que se desarroilan en ci ámbito estatal.
idea de Ia aplicaciOn de acuerdo con las leyes.
Ya sea que seconsideren los tres niveies o 11. LOS NIVELES DEL PROCESO DE LEGITIMACION. Aho-
bieri quc se tengan en cuenta los dos momen- ra bien, si se con sidera ci estado desde ci pun-
tos, Ta importancia del principio de 1. está en to dc vista sociolOgico y no juridico, se corn-
ci hecho de que asegura los dos valores fun- prueba que ci proccso dc IegitimaciOn no tie-
damentales en cuya realización consiste Ia ne como punto de referencia aT estado en su
función del derecho, ci valor de Ia certeza y conjunto sino sus diversos aspectos: Ia comu-
ci valor de Ia igualdad (formal). La produc- nidad poiitica, ci regimen, ci gobierno y, cuan-
ción dci derecho mediante Ieyes, o sea a tra- do ci estado no es independiente, ci estado
yes de normas generales y abstractas, permite hegemOnico a] quc cstá subordinado. Por To
prever las consecuencias de las propias accio- tanto, la legitimacion del estado es ci resul-
nes, es decir se saiva de Ia inseguridad dcl tado de una scrie de elementos dispuestos en
LEGITIMIDAD 863

niveles crecientes, cada uno de los cuales con- determinación institucional del poder, para
curre de modo relaiivamente independiente que se calilique como iegItimo basta que este
a determinarla. Es necesario, por lo tanto, Oitimo se haya formado de conformidad con
examinar separadamente las caracteristicas las normas del regimen y que ejerza el poder
de estos elementos que constituyen el punto de acuerdo con esas normas, de tal manera
de referencia de Ia creencia en Ia legitimidad. que se respetcn determinados valores funda-
a] La cornunidad poliiica es ci grupo social mentales de la vida poiltica. Puede suceder,
con base territorial que reüne a los individuos sin embargo, que La persona que es jefe del
ligados por Ia division del trabajo politico. gobierno sea directamente objeto de Ia orde-
Este aspecto del estado es objeto de Ia creen- nanza en Ia I.
cia en la I. cuando en Ia pobiación se han En ci estado moderno ocurre esto cuando
difundido sentimientos de identificación con las instituciones poiIticas estOn en crisis y los
Ia comunidad polItica. En el estado nacional Onicos fundamentos de I. del poder son el
Ia creencia en la I. se configura predominan- ascendiente, ci prestigio y las cualidades per-
temente en términos de fideiidad a Ia comu- sonales del hombre puesto en el vértice de la
nidad politica y de lealtad nacional. jerarquia estatal. En todos los regimenes exis-
b] El regimen es el conjunto de instituciones te, aunque en diversa medida, una dosis de
que reguian Ia iucha por el poder y ci ejerci- personalización del poder, como consecuen-
cio del poder y de los valores que animan la cia de ia cuai los hombres no olvidan nunca
vida de esas instituciones. Los principios las cualidades personales de ios jefes bajo ia
monárquico, democrCtico, socialista, fascis- función que ejercen. Pero lo que es esencial
ta, etc., definen algunos tipos de institucio- para distinguir ci poder legal y ci tradicional
nes y de vaiores correspondientes, en los que del poder personal o carismático (esta céle-
se basa Ia I. del regimen. La caracteristica fun- bre division es de Max Weber) es que ia I. del
damental de la adhesion al regimen, sobre primero se hasa en Ia creencia en Ia legalidad
todo cuando ésta se basa en Ia Fe en la iegah- de las normas del regimen, estatuidas cx pro-
dad, consiste en ci hecho de que los gobernan- fesso y de modo racionai, y del derecho de
tes y su poiitica son aceptados en cuanto mandar de los que detentan ci poder basado
estOn legitimados los aspectos fundamenta- en tales normas; ia 1. del segundo tipo se apo-
les del regimen, prescindiendo de las distin- ya en el respeto a las instituciones consagra-
tas personas y de las distintas decisiones poll- das por Ia tradición y a la persona (o a las per-
ticas. De ahi que el que legitima ci poder debe sonas) que detentan ci poder, cuyo derecho
aceptar también el gobierno que se forme y de mando se atribuye a la tradicion; ia 1. del
actOc de conformidad con las normas y con tercer tipo se funda sustancialmente en las
los valores del regimen, a pesar de que no io cualidades personales dci jefe, y en forma
apruebe o hasta se oporiga al mismo y a su subordinada en las instituciones. Este tipo de
politica. Esto depende dcl hecho de que exis- 1., al estar iigado a Ia persona dci jefe, tiene
te un interés concreto que mancomuna las una existencia efImera, porque no resuelvc ci
fuerzas que aceptan el regimen: ia conserva- problema fundamental del que depende ia
ción de las instituciones que rigen Ia lucha continuidad de las instituciones poiIticas, o
por ci poder. El fundamento de esta conver- sea ci probiema de Ia trasmisiOn dci poder.
gencia de intereses consiste en ci hecho de que d] Queda todavia por examinar ci caso dcl
se adopta el regimen como plataforma comOn estado que, ai no ser independiente, no es
de lucha entre ios grupos politicos, ya que capaz de desempenar Ia tarea fundamental de
estos Oltimos io consideran como una situa- garantizar La seguridad dc los ciudadanos (o,
ción que ofrece condiciones favorables para algunas veccs, ni siquiera ci desarroflo ceo-
Ia conservación de su poder, para Ia conquista nOmico). No se trata, pucs, dc un estado en
del gobierno y para Ia reaiización parcial o ci verdadero sentido de ia palabra sino de un
total de los propios objetivos politicos. pais conquistado, de una colonia, de un pro-
c] El gobierno es ci conjunto de funciones en tcctorado o de un satélite de una potencia
que se concreta el cjercicio del poder politi- imperial o hegemonica. Una comunidad poll-
co. Se ha visto que normalmente, es decir tica que se halla en esas condiciones encuen-
cuando la fuerza del gobierno descansa en la tra muchas dificultades en despertar La Leal-
864 LEGYFIMIDAD

tad de los ciudadanos, porque no es un cen- propone un modo distinto de administrar el


tro de decisiones autónomas. En consecuen- sistema conslituido. El segundo tipo de lucha
cia, su lealtad debe basarse completamente está dirigido contra ci orden constituido y tie-
o en parte en Ia del sistema hegemónico o ne por objeto rnodificar sustancialmente algu-
imperial del que Forma parte. El punto de nos de sus aspectos fundamentales; no corn-
referencia de Ia creencia en la 1. será, enton- bate finicamente al gobierno sino también al
ces, total o parcialmente La potericia hegemO- sistema de gobierno, o sea a las estructuras
nica o imperial. dci que éste es expresiOn.
Con esto hemos pasado ya a examinar ci
III. LEGITIMACION E IMPUGNACTON DC LA LEGITIMIDAD. comportarniento impugnador de Ia I. En cste
Los diversos niveles del proceso de 1. definen sector hay que distinguir dos actitudes: Ia de
otros tantos elementos que representan ci rcbelión y Ia revolucionaria. La actitud de
punto de referencia obligado hacia ci cual Se rebehón se hmita a Ia simple negaciOn, ai
orientan los individuos y los grupos en el con- rechazo abstracto dc La realidad social, sin
texto politico. Si analizamos Ia acciOn de estos determinar históricamenie Ia propia ncgación
ültimos, desde este punto de vista podemos y ci propio rechazo. En consecuencia, no es
descubrir dos tipos fundamentales de corn- capaz de reconocer ci movimiento histórico
portamiento. Si determinados individuos o de Ia sociedad, ni de encontrar objetivos de
grupos se dan cuenta de que ci fundamento lucha concrctos, y termina sicndo prisione-
y los fines del poder son compatibles o están ro de Ia rcalidad que no iogra cambiar. La
en armonla con su propio sistema de creen- actitud revolucionaria Ileva a cabo, en cam-
cias y actüan en pro de Ia conservación de los bio, una negación determinada históricamen-
aspectos básicos de Ia vida politica, su corn- te de Ia realidad social. Su problcma consis-
portamiento se podrá definir como legitima- te siernprc en descubrir Ia lucha concreta,
ción. En cambio, si ci estado es considerado puesta de manifiesto por ci movimiento his-
en su estructura y en sus fines como contra- tOrico real que permita realizar las transfor-
dictorio con el propio sistema de creencias, macioncs posibles de Ia socicdad. Esto signi-
y este juiclo negativo se traduce en una acción fica que Ia acción revolucionaria no tiene nun-
orientada a transformar los aspectos básicos ca corno objetivo cambiar radicaimente Ia
de la vida politica, este comportamiento sociedad sino cierribar las instituciones poll-
podrá definirse corno inpugnación de ía legi- ticas que impiden ci desarrollo y cl -ear otras
timidad. nuevas capaces de liberar las tendcncias que
El comportamiento de lcgitirnacion no ban maduraclo en Ia sociedad hacia formas
caracteriza solamente a las fuerzas que SOS. de convivencia rnás elevaclas. Por io que res-
tienen ci gobierno sino tarnbién a las que se pecta, Lucgo, a la cleccion del metodo legal o
oponen al mismo, en cuanto no tengan ci p ro- iLegal para rcalizar Los objetivos revoluciona-
pósito de cambiar tarnhién ci regimen o Ia rios, se trata de un problema que se resuelve
cornunidad politica. La aceptación de Las en las cLilerentes fases de La lucha en función
"reglas del juego", en particular, o sea dc las dc Ia utilidad y CIC a cLicacia de cada una de
normas en que se basa ci regimen, no cntra- Ins acciones relacionadas con el I in. La estra-
fia solamente, como ya se ha senalado, Ia tegia debe, en ciecto, adaptarse a las circuns-
acCptación del gobierno y de sus mandatos, tancias en que se clesarrolla la lucha, quc no
en cuanto estCn conformes con cL regimen, pueclen see eLegiclas. Es preciso subi -ayai- que
sino tamblén Ia legitirna expectativa, para La Ia irnpugnacion dc Ia I. no solo ticnc una cali-
oposición, de transformarse en gobierno. licación de izquiercla, tarnbién puede tenerla
La diferencia entre oposición de gobierno dc derecha. Un cjcrnplo de ello lo encontra-
e irnpugnación de la 1. en ciertos aspectos mos en Ia oposicion fascista y nazi a los rcgi-
corresponde a La que existe entre politica menes democráticos en Italia v en Francia o
reformista y politica revolucionaria. El pri- en Ia oposiciOn nacionalista al movimicnto de
mer tipo de lucha tiende a lograr innovacio- uflitiCación europea.
nes —conservando las estructuras politicas
existentes—, combate al gobierno pero no a IV. ESTRUCTURA POIATICA Y SOCIAL, CREENCIAS EN LA
las estructuras quc condicionan su acciOn y LEGITIMIDAD C IDEOLOGIA. El intlujo del consen-
LEGITIMIDAD 865

so de los diferentes miembros de una comu- adaptarse a Ia dura realidad de su condición


nidad poiItica en Ia legitimacion de cualquier social, ci hombre ordinarlo se ye Ilevado a
estado, aun del más democrático, no es de idealizar su pasividad y sus sacrificios en
hecho equivalente. El pueblo no es una suma nombre de principios absolutos capaces de
abstracta de individuos, cada uno de los cua- hacer realidad ci desco y de convertir en ver-
les participa directamente con igual cuota de dad su esperanza.
poder en el control del gobierno y en el pro- En cambio, cuando ci poder est en crisis,
ceso de formación de las clecisiones poiIticas, porque su estructura ha entrado en contra-
como aparece a través de la ficción jurIdica dicción con ci desarrollo de Ia sociedad, entra
de la ideologia democrática. Las relaciones también en crisis ci principio del. que lojus-
sociales no subsisten entre individuos abso- tifica. Ocurre esto porque en las fases revo-
lutamente autónomos sino entre individuos lucionarias, o sea cuando el aparato del poder
situados que ocupan un papel definitivo en se deshace, caen también los velos ideologi-
Ia division social del trabajo. Ahora bien, la cos que lo ocultaban a Ia poblaciOn y se mani-
divisiOn del trabajo y Ia lucha social y politi- fiesta a plena luz su incapacidad de resolver
ca que se deriva de ella hacen que Ia socie- los problemas que van madurarido en ia socie-
dad no se considere nunca a través de repre- dad. Entonces Ia conciencia de las masas
sentaciones conformes con Ia realidad sino entra en contradicción con Ia estructura poll-
con una imagen deformada de los inlereses tica de la sociedad; todos se vueiven politica-
de los protagonistas de esa lucha (ideologIa) mente activos, porque las decisiones son sim-
cuya función consiste en legitimar el poder pies y comprometen directamente al hombre
constituido. Se trata de una representación ordinario; ci poder de decision está realmen-
completamente fantástica de la reaiidad y no te en manos de todos. Naturalmente estos
de una simple mentira. Cada ideologia, cada fenómenos ocurren mientras no se haya for-
principio de 1. del poder, para desarrollarse mado otro poder y, en consecuencia, otro
con eficacia, debe, en efecto, contener tam- principio de I. La experiencia histórica
biéri elementos descriptivos que lo hagan crel- demuestra, en efecto, que a todo tipo de esta-
ble y, en consecuencia, idóneo para producir do Ic corresponde un tipo distinto de 1., o sea
el fenómeno del consenso. Por este motivo, a cada forma de iucha por el poder Ic corres-
cuando las creencias en que se basa ci poder ponde una idcoiogia dominante distinta.
no corresponden ya a Ia reaiidad social, se
abandonan y se asiste al camhio histOrico de V. EL ASPECTO DC VALOR DC LA LEGITIMIDAD.El con-
las ideologias. senso hacia ci estado no ha sido nunca (y no
Cuando ci poder cs estable y es capaz de es) libre sino siemprc, por lo menos en parte,
cumplir de manera progresista o conservado- forzado y manipuiado. La legitimacion se pre-
ra sus propias funciones esenciales (defensa, senta de ordinario como una necesidad, cual-
desarrollo econOmico, etc.), esto hace valer quicra quc sea ia forma dci estado. Nurnero-
simultáneamente Ia justificación de su pro- sat invcstigacioncs sociologicas han probado,
pia existencia, apelando a determinadas cxi- por cjempio, que ci fcnómeno de ia man ipu-
gencias iatentes en las masas, y con ia poten- iaciOn del consenso existe también en los regi-
cia de su propia positividad se crea ci consen- menes dcmocráticos. Ahora bien, corno el
so necesario. En los periodos de estabiiidacl podcr determina siemprc, por lo menos en
poiitica y social el influjo sobre ia formación parte, cI contenido del consenso, que puede
de Ia conciencia social de quienes Ia division ser, por consiguiente, más o menos iibre o
dci trabao ha colocado en el vértice de Ia más o menos forzado, no parece licito dane
sociedad es decisiva, porque es capaz de con- ci ainibuto de iegitimo tanto a un estado
dicionar en forma relevante el comportamien- dcmocrático como a un estado tiránico por
to de quienes no ocupan papeles privilegia- ci solo hecho de quc en ambos Sc manifiesta
dos. A estos Oltimos les parcce tan importante Ia aceptación dcl sistcma.
Ia realidad dcl estado que tienen Ia sensación Si nos 1 imitamos a definir como legItimo un
de encontrarse frente a una fucrza natural o estado dci que se aceptan los valores y las
condiciones necesarias e inmutabies de Ia estructuras fundamentales, esta formulaciOn
existencia asociada. Por otra parte, para termina inciuyendo también lo opuesto de lo
866 LENINISMO

que comilinmente se entiende por consenso: gico, tanto más serd aparcnte. Dc acuerdo con
ci consenso impuesto y ci carácter ideoiogi- esto se puede formuiar una nueva dcfinición
co de su contenido. La definición propuesta de 1. que permita superar las limitaciones y
al principio se ha vueho, por Jo tanto, insa- las incongruencias de la propuesta al princi-
tisfactoria, porque es compatible con cuai- pio. Se trata en esencia de integrar en Ia defi-
quier contenido. Para superar esta incon- nición ci aspecto de valor, que es un elernen-
gruencia, que parece invalidar Ia nlisma exac- to constitutivo dci fenOmeno. Por consiguien-
titud semántica de la definición descriptiva, te se podrá decir quc Ia 1. dcl estado es una
hay que poner en evidencia una caracterIsti- situaciOn que no se realiza nunca en Ia histo-
ca quc ci término I. tiene en cornün con na, sino como aspiración, y que, por consi-
muchos otros términos del lenguaje politico guiente, un estado será más o menos legiti-
(libertad, democracia, justicia, etc.): designa mo en Ia medida en quc realice ci valor de un
al mismo tiempo una situación y un valor de consenso manilestado hbrcmente por parte
Ia convivencia social. La situación que desig- de una cornunidad de hornbrcs autónomos y
na ese término consiste en Ia aceptación del conscientes, o sea en Ia medida en que se acer-
estado por parte de una fracción reievante de quc a Ia idea limite de Ia clirninación del
la poblacion; ci valor es ci conscnso iibremen- poder y de Ia ideologia de las relaciones
te manifestado por una comunidad del horn- sociaies.
bres autónomos y conscientes. El sentido de
Ia palabra 1. no es estático sino dinamico; es BIBLIOGRAFIA: D. Easton, Esquerna para an and-
una unidad abicrta, de Ia que se supone un lisis politico (1965), Buenos Aires, Aniorrortu,
cumphmiento posibic en un futuro indefini- 1969; G. Ferrero, Potere, Milan, Comunitd, 1947;
do y cuya realidad actual es solo un asomo. C. Schmitt, Legalidad v legitiniidad (1932),
En cualquier manifcstación histárica de ia 1. Madrid, Aguilar, 1971; Varios autores, L'idde a'e
brilia siempre Ia prornesa, presentada hasta ldgitirnitd, Paris, Presses Universitaires de Fran-
ahora como irrealizada, de una sociedad jus- ce, 1967; M. Weber, Econopniasocieclad (1922),
ta en que ci consenso, que constiluyc su esen- Mexico, Fondo de Cuitura Económica, 2a. ed.,
cia, pueda manifestarse hbremente sin inter - 1964; A. Wolfe, Los lirnites cle La legitiniidad
ferencia dcl poder y de Ia manipulaciOn y sin (1977) Mexico, Siglo XXI, 1980.
mistificaciones ideologicas. Con esto hemos
adelaritado cuáles son las condiciones socia- [LUCID L,EVtj
les que permitirian aproximarse a Ia plena
rcalización del valor incorporado en ci con-
cepto de 1.: Ia desapariciOn tendenciai dci
leninismo
poder en las rclaciones sociales y del elemen-
to psicoiogico quc está iigado a elias: Ia ideo- L DEL POPULISMO AL MARXISMO. El 1. es la interpre-
logia. tación teórico—prCctica dcl marxismo, des-
Ahora bicn, ci criterio quc permitc discri- dc ci punto de vista revolucionario, elabora-
minaç los divcrsos tipos de conscnso parcce da por V. I. Lenin en un pals y para un pals
consistir en ci distinto grado de deformación industriaimentc atrasado, como era Rusia, en
ideologica a que está sometida Ia creencia en donde los campesinos representaban Ia
Ia 1. y en ci distinto grado de rnanipuiación inmensa mayonia dc Ia población.
corrcspondientc a que se sujeta dicha creen- Sobre la base de esta realidad habia bi -ota-
cia. Dc acuerdo con este criterio se podnia do una ideologia cspeclfica, el populismo, de
dcrnostrar que no todos los tipos de conscn- cuya influencia ni siquiera ci ala de Ia inteli-
so son iguales y que seria rrlás legitimo ci esta- guentsia que introduce ci rnarxismo en Rusia
do en quc ci consenso pudiera cxprcsarse rnas logro sin embargo hberarse nunca del todo.
hbrcmente y en ci que fuera menor ia inter- Tanto quc incluso cii., como ha escrito recien-
vcnción del poder y dc ia manipulación y, por temente un historiador comunista, 'se carac-
io tanto, menor ci grado de deformación ideo- teriza por su vinculo de cant inuidad orgCni-
logica de la realidad social en la mente dc los ca y creadora con la expericncia intelectual,
iñdividuos. Por tanto, cuanto más forzado sea primero, y organizativa, después, dci popu-
ci consenso y más tenga un carácter ideoió- lismo ruso" (Strada).
LEN IN ISMO 867

Dc aqul Ia necesidad, para entender eli., de trado a Alejandro lIen 1881, aunque sin con-
remontarnos a las razones que, aun favore- scguir los resultados politicos esperados,
ciendo ia penetración del marxismo en Rusia, entre los conjurados que cayeron vIctimas de
le impidieron sin embargo aicanzar una Vic- Ia rcpresión se encontraba Alejandro Ulianov:
toria definitiva sobre ci populismo. Vladimir Ulianov, Ilamado postcriormente
El populismo ruso se caracterizó por tres Lenin, que entonces tenia diez y siete años,
elementos: I] una devocion mistica hacia ei cmpezó de este niodo, siguicndo las huellas
pueblo campesino; 2] ci rechazo de Ia indus- de su hermano mayor, Ia carrera revolucio-
trialización, por el precio que imphcaba pre- naria como populista, y manifesto siempre su
cisamente para las ciases rurales, por lo admiraciOn por ci instrumento organizativo
menos en Ia forma privatista competitiva del creado por ci populismo, a pesar de quc la
modelo ingies, con Ia con secuente idea de lie- muerte de su hermano io llevó a revisar ia
gar directamente al socialismo desde ci orde- estrategia populista basada exclusivamentc
namiento comunitario tradicional del campo, en los grupos sectarios y en Ia práctica de los
basado en Ia comuna rural u obschina, saitan- atentados.
do ia etapa dci capitalismo; 31 finalmente, un Mientras tanto, aun antes dcl atentado con-
elemento mcsiánico—nacionalista, que los tra Alejandro II, un pcqucno nücico de popu-
deriva o en cierto modo mezcla con Ia derc- Iistas guiados por Piejánov(1856-1918) habia
cha esiaváfiIa, a través del cual Ia percepción rechazado, por estéril, la via dcl terrorismo,
del gran atraso dci propio pais, sentido pro- desplazando sus propias csperanzas de Ia cia-
funda y dolorosamente por los intelectuales se campesina, quc por asI decirlo no habia
rusos, se transforma en un sentido compen- dado mucstras de ser digna de tomarse en
satorio de superioridad, totaimente irreai, cucnta, a ia clase obrera, todavIa en los albo-
pero no por esto menos prepotente y eficaz res en Rusia, pero respecto de Ia cual ci mar-
como estimulo para Ia acción. xismo, importado de Occidente, garantizaba
Cuando, a principio de los aflos setenta dcl La segura vocación revolucionaria.
siglo pasado, después de décadas de prepa-
radon teárica, ci movimiento populista se IL EL DILEMA DEL MARXISMO RUSO. La tarca teóri-
concretó en ci acercamiento al pueblo, dcl que ca dcl nOcico marxista consistió, ante todo,
debIa tomar ci nombre, sobrevino inmedia- en demostrar quc a Rusia Ic esperaba un por-
tamente Ia dcsilusión y Ia crisis. En efecto, venir capitaiista y, en consecuencia, Ia forma-
los campesinos dieron una pésima acogida a ción de una ciase obrera numerosa y aguerri-
los entusiastas que liegaban a ellos con Ia da. Dc ahI surgió una polémica quc duró déca-
esperanza de promover la madurez civica y das con los populistas, quienes negaban la
politica para inducirios al levantamiento con- posibilidad de un desarrollo capitalista en su
tra ia autocracia. El populismo no abandonó pais debido a la falta de un mcrcado interno
por esto su fe en Ia potenciahdad renovado- como consecuencia de la extremada miseria
ra dci campesino ruso sino que se dio cuenta dc los campesinos, o sea dci 90% de la pobla-
de Ia importancia de ias instituciones libera- ción, y Ia no disponibiiidad de mercados exte-
les para realizar un contacto provechoso entre riores, acaparados todos ellos por las mayo-
los intelectuales y ci pueblo, de todas mane- res potencias industriales.
ras prisionero del atraso cultural y de una ins- Cuando Lenin, Ilevado por ia misma nece-
tintiva desconfianza por io nuevo. NaciO de sidad de una ccrtcza fideista en Ia incvitabi-
este modo Ia NcirOdnaia Volia, organización lidad de Ia rcvolución, arribO al marxismo se
terrorista quc se proponIa intimidar con aten- dio tiempo para endurcccrsc asentando los
tados a ia autocracia, para induciria a con- ililtimos y decisivos golpes en esta polémica.
ceder una constitución de tipo occidental. En sus escritos juveniles, apoyándose en ci
Esta organización sccreta, que agrupaba bajo segundo libro de El capital, escasamente
una rIgida disciplina una elite de extracción conocido por los populistas, quc considera-
burguesa y hasta noble, constituyó ci mode- ban como un tesoro al primero, Lenin demos-
io dci posterior partido leninista. Cuando en tró de una maricra irrefutable ci carácter eco-
1887 fracaso ci atentado contra Alejandro III, nómico y no geografico dcl concepto de mer-
después de que habia tenido éxito ci perpe- cado, cuya amplitud no debe medirse, por lo
868 LENINISMO

tanto, en kiiOmetros cuadrados y ni siquiera, lucionarias, las cuales se reunieron después


en rigor de términos, en miliones de habitan- en ci partido que se ilamó precisamente socia-
tes, sino en función de Ia division social del lista rcvoiucionario y que estuvo destinado a
trabajo, que depende, a su vez, del desarro- desempenar un papel dc primer piano en
Ilo de Ia ciencia y de Ia técnica. 1917.
Por el momento Lenin no se dio cuenta de Sin embargo Lenin no dudó ante ci dilema:
que en esta forma habia ido más allá del blan- o traicionar ci espiritu cientifico del marxis-
co, presentando una imagen de Ia dinámica mo, enarbolando la antigua idea populista del
capitalista privada de contradicciones inter- salto de Ia fase capitalista, a aceptarlo a fon-
nas insuperabies, en condiciones de causar ci do, sacrificando Ia impaciencia por 'La revo-
fatal tropiezo. Hombre de acción, y por lo tan- luciOn socialista, y ser un marxista ortodoxo.
to lievado a enfrentar las dificultades a mcdi- El desarrollo del capitalismo en ci nivel de las
da que se iban presentando, se comprende estructuras y ci csarroi10 de Ia democracia
muy bien que ante ei hecho tangible de Ia no parlamentaria en ci nivel de las supercstruc-
respuesta de Ia clase campesina a la misión turas eran, en efecto, para él, las tareas pri-
revolucionaria quc Ic habian asignado los marias y perjudiciales del partido socialde-
populistas, Lenin no se dejara tocar por Ia mócrata ruso. Cuando más, en la obra final
duda teOrica en el sentido de que tampoco Ia dcl primer periodo de su miiitancia marxis-
clase obrera manifestaba estar a Ia aitura de ta, El desarrollo del capitalismo en Rosin
esta misión. (1899), se nota cierto esfuerzo por dernostrar
El traspiante del marxismo a Rusia plan- que ci pals era más capitalista, y por lo tanto
teaba si acaso una dificultad más, inherente, rnOs cerca del socialismo, de bo que era la rca-
esta vez, al cuerpo mismo de los postulados lidad.
fundamentales de Ia doctrina, y por io lanto
includibie. Subordiriando rigurosamente el III. EL DEBATE ALREDEDOR DEL REVISION ISMO Y EL
advenimiento del socialismo al pieno desarro- NACIMIENTO DEL LENINISMO. Fue solo en los Olti-
Ilo de Ia fase capitalista-burguesa, especial- mos años del siglo, al difundirse en Rusia Ia
mente después de Ia pobemica que en Ia Euro- conciencia dcl revisionismo bernsteiniano,
pa de los años setenta lo habia contrapuesto hecho suyo inmediatamente por diversos inte-
al voluntarismo anárquico, ci marxisrno obli- lectuales rusos, cuando en Lenin empezó Ia
gaba, en efecto, a los socialistas rusos a crisis que terminó en 1902 con ci cQué hacer?,
luchar por una revolución solo burguesa, a destinado a convertirse en ci texto bhsico de
abrir más bien el camino al pieno desarrollo una nueva ideologia, precisamente ci leni-
de un sistema que, por definicion, un socia- n i smo.
lista pareceria destinado a combatir sin cuar- El revisionismo (v.) impugnaba en efecto,
tel, es decir ci sistema capitalista. La enorme desde cI seno mismo del marxismo, y por obra
desproporción ernie Ia parte atrasada y la dc Bernstein —uno de los rnas grandes cola-
parte más moderna de Ia econornia rusa ale- boradorcs todavia vivos de los dos macs-
jaba además por algunas generaciones la tros—, Ia vocación revolucionaria de la clase
siguiente revoiución: Ia socialista. obrera, basándose en por lo menos medio
Dc este modo, si ci marxismo parecia satis- sigbo de experiencia occidental, tal como los
facer Ia necesidad de certeza en Ia revolución, marxistas rusos, en csto 'revisionistas" del
entrañaba, sin embargo, ci sacrificio de un populismo, hablan negado anteriormente Ic
ciemento tanto 0 más esencial quc la psico- de Ia ciase campesina. En este momento esta-
bogia dcl auténtico revolucionario: la impa- ha comprometida también Ia certeza que el
ciencia y ci deseo de vivir como protagonista marxismo parecla garantizar. El gradualismo
ci acontecimiento palingenetico. Esto expli- por el que los marxistas rusos habian subor-
ca por qué ci marxismo, a pesar de que ci dinado la revoluciOn socialista a la burguc-
desarrollo capitalista que se produjo en Rusia sa, entraba de ese modo en crisis. El adveni-
en los años del cambio de siglo ies dio plena- miento de Ia democracia pohtica y ci pleno
mente Ia razón, no iogró sin embargo desa- desarrollo del capitalismo dejaban de presen-
lentar ci populismo. La impaciencia contenIa tarse como la garantla del seguro cumpli-
una parte considerable de las fuerzas revo- miento de la revoiución socialista. Por ci con-
LENINISMO 869

trario, al permitirle a Ia clase obrera gozar socialismo de este género, en lugar de negar
de libertades "burguesas" y conseguir mejo- radicalmente la sociedad democrático-
ras progresivas en su propio tenor de la vida, burguesa, se presentaba sin embargo, depo-
debilitarian, como ya habla sucedido en Ingla- niendo cualquier veleidad palingenetica,
terra, su voluntad combativa, transforman- como perfeccionamiento de Ia misma, y el
do su vocación revolucionaria en una prácti- marxismo arribaba asi también él al reformis-
ca reformista. Ya que por otra parte no habIa nio (v.).
surgido todavia ninguna nueva clase a la que Lenin admite sin prejuicios la naturaleza
se pudiera trasferir de nuevo Ia misiOn palm- reformista de Ia clase obrera y rechaza impli-
genética, la aceptaciOn de Ia prioridad perju- citamente Ia teoria del derrumbe espontaneo
dicial de la fase democratico-burguesa en del capitahsmo, en el que fincaba sus espe-
Rusia implicaba, más bien, Ia renuncia a la ranzas revolucionarias los marxistas ortodo-
revolución socialista. Qué hacer, entonces? xos, precisamente porque pretende salvar con
Si Lenin se planteO con lucidez Ia pregun- hechos, y no sOlo con palabras, Ia perspecti-
ta, fue, entre otras cosas, por ci excepcional va revolucionario-palingenetica. La concor-
instinto politico del hombre y por su parti- dancia objetiva entre I. y revisionismo se
cular formación marxista. Se puede decir, en detiene por lo tanto en ci cliagnostico. En un
efecto, que las premisas teóricas de los coro- nivel de terapia, el I. se caracteriza, en cam-
larios operativos de Bernstein, Lenin las bio, por el esfuerzo por poner en acciOn un
habia elaborado con anterioridad y con conjunto de instrumentos ideologico-
mayor precision, en ci curso de Ia polémica organizativos capaces de trastocar el curso
contra los populistas. So teoria sobre los mcr- natural de las cosas.
cados equivalia, en efecto, a negar Ia existen- Si Ia evolución de Ia clase obrera, en un
cia de obstáculos de orden económico al desa- regimen democrático parlameniario, Ia con-
rrollo indefinido del capitalismo y por consi- duce fuera de las vias del socialismo, se reque-
guiente al mejoramiento indefinido de la con- nra ante todo una guia que mantenga las
dición obrera dentro dcl sistema. "La histo- masas en el camino justo. Dc ahi, pucs, Ia
na de todos los paises atestigua que la clase necesidad y Ia función de un partido de revo-
obrera —escribe Lenin en Qué hacer?—, lucionarios de profesión de origen pcqueno-
exclusivamente con sus propias fuerzas, solo burgues, constituido fuera de Ia clase obre-
está en condiciones de elaborar una concien- ra y no controlable ni influible por ella. El
cia tradeunionista, es decir, Ia convicción de partido, depositario de Ia verdad en cuanto
que es necesario agruparse en sindicatos, intérprete de Ia esencia de Ia clase obrera,
luchar contra los patrones, reclamar a! encarnación presente del socialismo y Onica
gobierno Ia promulgacion de tales o cuales garantma de su advenimiento futuro.
leyes necesarias para los obreros." For lo tan- Y sobre el tipo de partido que hay que cons-
to, "Ia conciencia politica de clase solo pue- truir se produce en 1903, dentro de Ia social-
de dhrsele al obrero desde fuera, o sea, desde democracia rusa, La division entre bolchevi-
fuera de Ia lucha económica". Lo que, en ques y mencheviques. La cuestión, solo en
rigor, significa que a Ia lucha de ciase le apariencia de orden meramente organizativo,
corresponde una conciencia de clase que no entraOaba en realidad unjuicio distinto acer-
es el socialismo: lucha de clasc y socialismo ca de las instituciones democrático-liberales:
no solo no coinciden sino más bien divergen. los mencheviques, al no compartir, omo
El revisionismo, en realidad, no habia lIe- Lenin, ía tesis de los revisionistas srbre la
gado más allá. Más bien habia seguido pen- naturaleza reformista de Ia clase obrera,
sando que, a partir de Ia suma de los esfuer- seguian considerando las instituciones
zos y de las luchas por elevarse social y cul- democrático-parlamentarias como u na etapa
turalmente, se habia ilegado a Ia maduración al mismo tiempo necesaria y Otil para los que
en la clase obrera de una autoconciencia deseaban un partido democrhtico de masa
socialista, simultOneamente al proceso que, que pudiera utilizarlas plenamente; en tanto
a partir de Ia suma de las reformas arrebata- que los bolcheviques de Lenin, a pesar de no
das o impuestas, habria visto transformarse llegar todavia a Ia negaciOn de Ia necesidad
a Ia sociedad de capitalista en socialista. Un de una fase democratico-burguesa, tcmian la
870 LENIN ISMO

capacidad de seducción de ésta en las con- venir con La desautorización de hecho, y si era
frontaciones de La clase obrera, a Ia que inten- necesario con Ia supresión mera y simple de
taban suministrar, a través del partido mono- las instituciones liberales, el alejamiento de
litico, el antIdoto que Ia salvase a pesar suyo. La clase obrera de Ia senda del socialismo.
La verdadera puesla en juego de Ia escisión De este modo, regresaba en Lenin Ia anti-
en el Congreso fue pues el destino de Rusia: gua idea populista del salto de la fase burgue-
o bien hubiera debido concluirse con la euro- sa, aunque profundamente cambiada, para
peización del pals, como querIan los libera- responder a preocupaciones de un orden corn-
les a Ia par con los mencheviques, o bien con pletamente distinto. Mientras los populistas
una asimilación de la técnica occidental, aun- se sentIan impulsados por La generosa ilusión
que dentro del marco de Ia permanencia de de poder darles a las masas el bienestar, aho-
los caracteres origiriales de Ia civilización rrándoles los tormentos de la industrializa-
rusa, segün el espIritu del populismo, "el cual ción, para Lenin, y en esto siguió siendo siem-
se mostró mucho más tenaz de lo que creye- pre (aun en 1917) rigurosamente marxista, La
ron los primeros socialdemócratas y los libe- fase de Ia industrializaciOn y, por lo tanto, del
rales", logrando asi dar su fuerte impronta capitalismo, era inevitable; se trataba, segün
al I. naciente, después de que se le crela ya éi, de salvar el aspecto iiberal-democrático de
muerto (Strada). Ia era burguesa, para impedirle a la clase
La teorla del partido, de evidente base obrera manifestar su propia propensiOn al
populista, todavIa no podia por Si sola bas- aburguesamiento. El programa leninista con-
tarse para dar all. Ia capacidad de determi- sistia, pues, en La conquista del poder para
oar en el sentido deseado el futuro curso de promover un desarrollo más rápido de la
Ia historia rusa. Pero qué eficacia podrIa industrializaciOn bajo ci control de un esta-
tener el partido monolitico, una vez que la cla- do omnipotente, capaz de sofocar cuaiquier
se obrera, admitida al goce de las institucio- impulso autónomo de la sociedad civil hacia
nes liberales, rechazara su función de gula o objetivos distintos del socialismo. Con las
la conservara de hecho indiferentemente? La palabras de Lenin: capitalismo de estado +
urgencia de esta pregunta, que se deriva con dictadura del proletariado.
férrea lOgica de la pretensián de conciliar Ia Asi, Lenin se reconciiiaba con Ia teoria de
revolucion socialista con la desconfianza en La revolucion permanente de Trotski, a la que
La voluntad socialista de la clase obrera lie- en una primera época habia marcado con ci
vará all. del partido monolitico hacia el esta- sello de anárquica. Y a través de La teorIa de
do totalitario, dnico instrumento que parecia Ia revolución permanente, al marxismo revo-
capaz de permitirle al partido desarroilar a lucionario de Lenin y de Trotski se coligaba
fondo y, de algun modo, "aun en contra de Ia de nuevo con 'aquel conjunto dc teorlas del
clase obrera", la función de gula hacia el desarrol lo modernizador acelerado que toma
socialismo. Solamente entonces, desapareci- eI nombre de populismo", el coal no habia
da junto con la clase obrera también su ten- dejaclo nunca de influir a "toda La linea anti-
dencia al tradeunionismo, se extinguirian el menchevique y antiliberal de Ia socialdemo-
estado y el partido, cediendo su lugar a Ia cracia rusa" (Strada).
libertad universal en Ia igualdad universal. Dentro del marco internacional este progra-
Afládase a esto que en Rusia las institucio- ma colocaba a Rusia siempre a la cola respec
nes democráticp-parlamentarias todavia esta- to de los palses occidentales, ya maduros para
ban por conquistarse. La debilidad y Ia inde- ci socialismo, por lo menos de acuerdo con
cisión de la burguesia parecian, además, con- La ortodoxia marxista, de La coal Lenin nun-
fiar esta tarea al partido sociaidemócrata: en ca renegó expLicitamente. Dc ahi la tentación
tanto que los mencheviques estaban ansiosos de asignarle a Rusia La función demiñrgica de
de asumirla y de realizarla en Ia mejor for- reavivar para el socialismo a las masas pro-
ma, los boicheviques, dadas las premisas que Letarias de los paises evoLucionados, inexph-
hemos visto, estaban tentados en cambio a cabiemente —siempre dentro de los términos
instrumentar la lucha democrática para tras- del dogma— entorpecidas. 0 sea el regreso
tocar la autocracia y convertirse en duenos de otro elemento también del populismo: el
absolutos de la situación de manera de pre- nacionalismo mesiánico.
LENINISMO 871

IV. LA FUNCION REVOLUCIONARIA DC LA GUERRA Y LA te menos autocráticas, en tanto que la clase


TEORLA DEL IMPERIALISMO. Dos tipos de critica se obrera empezaba por primera vez a sacar
levantaron en contra de esta estrategia des- algOn provecho del desarrollo capitalista, que
de las filas del socialismo internacional. En retomaba sus fuertes ritmos iniciales, y, por
primer lugar, se dudaba que pudiera consi- una inevitable repercusiOn, se producia una
derarse aOn socialismo, o sea autogobierno resquebrajadura inevitable en el seno de la
de Ia clase obrera, cuando en realidad se pre- inteliguentsia revolucionaria. Sin embargo,
figuraba como enrolamiento de Ia clase y del de los acontecimientos de 1904-1905 se des-
pueblo en su totalidad bajo la dictadura no prendla también una indicación positiva, que
sindicable del secretario del partido. En Lenin comprendió inmediatamente: Ia derro-
segundo lugar, que un conjunto de expedien- ta de Rusia en la guerra contra Japón provo-
tes organizativos sirviera verdaderamente có el arrojo revolucionario de las masas y Ia
para garantizar Ia revolución en el caso de desorientación de Ia clase dirigente, espera-
que Ilegara a faltar efectivamente Ia voluntad dos en vano por casi un siglo de Ia dinámica
de Ia clase obrera. Lenin se mostró insensi- interna del sistema. No quedaba, pues, más
ble al primer tipo de crIticas, seguro como que esperar una guerra de proporciones toda-
todo profeta de encarnar Ia verdadera volun- vIa más gigantescas y una derrota todavia
tad del pueblo elegido; en cambio el segundo más desastrosa para prometerse nuevamen-
tipo no cesO de atormentarlo internamente, te una revoiución victoriosa. Y en enero de
hasta la victoria de octubre y después de ella, 1913 Lenin escribia precisamente a Gorki:
determinando asI el desarrollo posterior de "Una guerra de Austria contra Rusia seria
su pensamiento. muy Otil para la revolución [en toda Ia Euro-
Al sólido realismo de Lenin, que provenia pa oriental], pero es poco probable que Fran-
del populismo en combinación con el marxis- cisco José y Nicolás nos procuren este
mo Ia estrategia del Qué hacer? clebia apa- placer."
recer, en efecto, considerándolo con mhs aten- La teoria del imperialismo, elaborada en
ción y aleccionado por los hechos, como basa- 1916, después de que la guerra habia estalla-
da en una hipOtesis infectada de idealismo. do, tiene Ia tarea de descargar la responsabi-
Que toda una clase social actOe de acuerdo lidad en la dinámica del sistema capitalista,
con una conciencia impuesta desde el exterior reintegrando de este modo creativamente en
y no, en cambio, de acuerdo con sus propios un nivel teórico Ia ortodoxia dcl marxisrno,
reflejos naturales condicionados por el probada tan duramente por los acontecimien-
ambiente social, era una perspectiva politi- tos de 1870-1914.
ca más bien inconcebible en términos del rca- Desde el punto de vista cientifico, la teoria
lismo socioiOgico marxista. Si no hay razón que considera la guerra por Ia reparticiOn de
para sostener que Ia clase obrera se yea los mercados como Ia salida inevitable de Ia
impulsada a atacar el poder por ci agrava- imposibilidad objetiva para el capitalismo de
miento inexorable de sus condiciones de vida; elevar ci nivel de vida de Ia masa obrera,
si resulta igualmente improbable que la cia- ampliando asi su propio mercado interno
se dominante caiga en el marasmo por la inca- para hacerlo capaz de absorber Ia producción
pacidad de hacer frente a las contradiciones siempre creciente, no merece la atención
del sisterna y Ia protesta obrera que se den- excesiva que se le ha dado. Se trata, en efec-
va de ellas; si esto sucede se requieren enton- to, de una repetición de temas populistas que
ces otros estimulos y otras causas, igualmente encuentran su mejor refutación precisamen-
poderosas y realistas, para lograr los mismos te en los escritos juveniles de Lenin.
resultados; de otra forma, ci partido, por per- Es dificil, en cambio, exagerar su importa-
fecta que sea su organización e incontamina- cia en la historia de la ideologia marxista. Ya
da su doctrina, corre peligro de caer en el hemos visto que a los populistas desilusiona-
vaclo. dos de Ia clase campesina el marxismo se les
Esto era lo que estaba sucediendo realmen- presentaba como la promesa del advenimien-
te en Rusia en los aflos que fueron testigos, to de una clase "verdaderamente revolucio-
despues de Ia revolución de 1905, de Ia esta- Dana" y que Lenin, habiendo llegado a dudar
bilización del zarismo en formas ligeramen- también de ésta, habIa trasladado al partido
PVVA LENINISMO

Ia tarea de Ia vanguardia revolucionaria. El momento de su comienzo hasta su culmina-


fracaso ante la guerra de 1914 por parte del ción, es una explosion de anarquismo que,
partido alemán, considerado como un mode- mientras destruye las bases del antiguo régi-
lo por Lenin, lo obligaba por lo tanto a bus- men, ye el ingreso de grandes masas en el
car garantias mucho más eficaces. En Occi- escenario politico. Ahora bien, en el curso del
dente el partido habia fracasado porque esta- largo periodo prebélico, durante ci cual la
ba corrompido, y estaba corrompido porque esperanza de Ia revolución sOlo habia podi-
se habia ideritificado con la aristocracia obre- do preservarse con los medios legalistas de
ra que, interesada en las migajas del botin Ia socialdemocracia (v.), entre ci marxismo y
colonial, habIa abdicado de su misión. La el anarquismo se habia liegado, a causa de la
insurrección de los pueblos coloniales, hecha impaciencia revolucionaria que caracteriza-
inevitable por Ia creciente explotaciOn a la ha a este ültimo, a una ruptura total, que
que se entregan los palses capitalistas en el habia comprometido a todas las corrientes y
vano intento de alejar ci derrumbe que ame- matices del sociaiisrno marxista, sin exciuir
naza las estructuras económicas, como con- a la boichevique. Se rcqueria, por lo tanto,
tragolpe haria de nuevo explotar las contra- ajustar la mira. Además, en Rusia, después
dicciones del capitalismo y de ese modo aca- de que la revolución de febrero de 1917 habIa
rrearIa al proletariado occidental, o mejor introducido la democracia parlamentaria y
dicho a su partido, el apoyo de las masas cob- los soviet, se trataba, para el partido, de moti-
niales explotadas. Por encima de las innume- var la siguiente revolución que, en sus inten-
rabIes c inexplicables incongruencias inter- ciones, o mejor dicho en las de Lenin y Trots-
nas, la teoria pone a salvo el mesianismo revo- ki, debia darles ci poder absoluto, pero que
lucionario, y hasta lo extiende por primera en terminos de la doctrina marxista debia lie-
vez verdaderamente al nivel mundial. Y esto var a una forma transitoria de estado, cier-
es lo que cuenta polIticamente. tamente dictatorial como todo estado, pero
Dc campesinos a campesinos, ya que las menos y no más dictatorial, más y no menos
masas colonizadas del tercer mundo no están democrática que Ia repOblica parlamentaria
constituidas sino por campesinos, Ia teoria burguesa. Y que de acuerdo con Ia doctrina
dcl imperialismo es, pues, Ia dave de Ia orien- de los anarquistas, cuyo entusiasrno revolu-
talizaciOn del marxismo, del resurgimiento en cionario se trataba de conquistar, solo podia
su seno de antiguos motivos populistas. Sin justificarse si conducia al establecimiento
embargo Lenin solo ha puesto las premisas inmediato dcl autogobierno, a Ia aboiición
de estos avances contemporáneos. En lo que sObita dcl estado. Añádase a esto que ci capi-
respecta a éi, fiel en esto al nOcieo del mar- talismo, lejos de haber liegado a Ia madurez,
xismo, siguió eurocéntrico hasta el final, con- se encontraba en los comienzos de su reco-
vencido de la primacia de los partidos comu- rrido, de tal manera que entre las tarcas de
nistas de los paises ya industrializados, a los los vencedores se encontraba tarnbién Ia de
que, con El irnperialisrno, mOs que un susti- ia industrializacion, que ciertamente no podia
tuto trataba de dane un sostén y un acicate realizarse sin una fuerte dosis de coercion.
para compensar las deficiencias, inexplica- Cuál es Ia respucsta dc Lenin frente a cxi-
bles, segfin Ia teoria aunque advertidas y gencias tan contrastantes? Defiende el acuer-
sufridas de manera realista por Lenin en sus do sustancial con los anarquistas, en cuanto
Oltimos años. al fin Oltimo: la abolición del estado. Pero
insiste en ci hecho de que a través del derro-
V. ESTADO Y REVOLUCION. La iniciativa del parti- camiento del estado hurgues sc debe liegar
do de elite en lugar de Ia del proletariado; ci de inmediato al establecimiento de Ia dicta-
desquiciamiento de las estructuras sociales dura dci proletariado. No oculta ni siquicra
provocado por Ia derrota militar en lugar de que, por las condiciones particulares dc atra-
los tropiezos de la dinámica capitalista: final- so dc Rusia, Ia dictadura scrO más férrea dc
mente la teorIa del imperialismo para justi- lo previsto por los cánones. Pcro para salvar
ficar ideobogicamente estas sustituciones Ia ortodoxia marxista, y satisfacer y cstimu-
pues hacia falta algo todavia para completar lar al mismo tiempo las aspiraciones anárqui-
Ia teoria leninista. Toda revolución, desde el cas de las masas, concede ci estabiccimiento
LENINISMO 873

inmediato de la democracia directa o autogo- autor de El estado y La revoluciOn, se Ia enten-


hierno de los productores. Lenin no explica, dla no en un sentido anárquico sino en un sen-
sin embargo, por lo menos en El estado y La tido jacobino-blanquista. Dc hecho, como
revolucidn (agosto-septiembre de 1917), en ponIa de relieve el lider menchevique MOrtov,
qué forma se regularIan las relaciones entre Lenin dirigia paradójicamente aquel lema
estos dos poderes: la dictadura del partido a "contra los soviet reales ya existentes", aque-
nombre del proletariado y el autogobierno de lbs que 'la mayoria del proletariado" habia
los productores por medio del sistema de los libremente expresado después de la revolu-
soviet o consejos obreros. Nada impide enten- ciOn dernocrOtica de febrero. Seg6n Mártov,
der, a tal vez esto es precisamente lo que se signo evidente de que tras de "Ia ilusión anár -
quiere dejar de entender, que habra una espe- quica de destruir al estado" se ocultaba la rea-
cie de division de tareas: a la dictadura, Ia lidad 'la tendencia a concentrar toda la fuer-
dirección polItica suprema de la revolucion; za coercitiva del estado en manos de una
en Ia democracia directa, Ia dirección de Ia minoria", basándose en Ia convicciOn de que,
producción y Ia administración de la vida si 'el socialismo cientIfico es Ia misma ver-
cotidiana de las comunidades locales, basta dad", el grupo que la posee "tiene el deber
Ia extinciOn de la dictadura, o estado, en el de imponerla a las masas".
momento de Ia plenitud de los tiempos. EL estado y La revoLuciOn no por ello marca
El espiritu que empapa Ia obra y los ante- par parte de Lenin una revision o un retoque,
cedentes del pensamiento leniniano no per- sino el perfeccionamiento final del edificio
miten, sin embargo, esta interpretación, que totalitario del que habia empezado a echar los
por lo dernás es rechazada cxprcsamente por cimientos en 1902 con Qud l2acer?
Lenin mismo no bien un diario menchevique
insin0a que, habiendo optado por el espon- VI. LA ULTIMA REVISION. El jercicio del poder
taneismo andrquico, los bolcheviques no imponIa a Lenin Ia tarea de aportar todavia
lograrian mantenerse en ci poder una vez que una Oltima revision, Ia mOs significativa, al
lograran conquistarlo. Lenin replica: "Cuan- marxisrno iradicional. Frente al fracaso
do los escritores de la Novaia Gizn afirmari desastroso del comunismo de guerra, y fal-
que, dejando Ia consigna del 'control obrero', tando en Ia doctrina cualquier indicación res-
caeremos en el sindicalismo, su afirmación pecto de Ia estrategia económica a seguir para
no es más que un modelo tonto y escolástico lievar a cabo Ia moclernizaciOn acelerada de
del niarxismo. El sindicalismo o repudia Ia Rusia, Lenin lanzaria en 1921 la nueva poll-
dictadura del proletariado, o la relega, como tica económica (NEP), que implicaba un regre-
al poder politico general, al ültimo lugar. so guiado al capitalismo.
Nosotros Ic damos el primer lugar." Además: Caia asi Ia idea de que construcciOn del
"Cuando deciamos 'control obrero' [entendia- socialismo y destrucción del capitalismo fue-
mos] solo el control obrero del estado obre- ran las dos caras de un mismo e idéntico pro-
ro." Pero para confirmar que nunca tuvo Ia ceso, destinados par elbo a andar al mismo
inlención de abandonar Ia teoria que le asig- paso. Hacia adelante. En vez de ello, ahora se
na al partido Ia tarea de tutelar los verdade- admitia que la marcha hacia adelante del
ros intereses de las masas en lugar de las socialismo en el mundo podia sin mOs acorn-
masas mismas, que el autogobierno, para él, panarse con Ia deliberada promoción de un
solo es una palabra de orden propagandista, limitado desarrolbo capitalista, cuando ella
Lenin concluve: "Después de Ia revolución de era indispensable o servia simplemente para
1905, 130000 propietarios nobles gobernaron reforzar las posiciones ya conquistadas. Bas-
Rusia. j los 240 000 inscritos en el partido taba con que el poder total del partido sobre
bolchevique no hubieran sido capaces de Ia sociedad civil, a la que se be consentia resur -
gobernarlas en beneficio de los pobres con- gir de sus propias cenizas, no hubiera de
tra los ricos?" Es discutible que Ia formula sufrir, de modo que su grupo dirigente fuera
"todo el poder para los soviet", o sea a un simpre e1 responsable de determinar los limi-
organismo de representantes electos, corres- tes y la duración del experimento.
pondiese de verdad a Ia abolicion anárquica El populismo contemplabla una moderni-
del estado. Dc todos modos, por partir del zación acelerada de Rusia, sin pasar par el
874 LEN iN ISMO

capitalismo, pero no tenia ni Ia menor idea 1939), que vio all. declararse en defensa del
de cómo hacer que esto fuera posible concre capitalisrno democrático, donde éste todavia
tarnente. Al contrario, al marxisrno contem- estaba en pie en Europa.
plaba Ia transforrnación socialista de una La fase sucesiva se abrió en La segunda pos-
Rusia ya modernizada por el capitalismo, guerra con Ia accptaciOn de la via pacifica y
pero no podia indicar cuál podia ser en este democrática hacia ci poder, en iugar de Ia imi-
proceso Ia función de un partido socialista tación en Europa misma de Ia via seguida en
revolucionario. Ambas ideologias, cada una Rusia. El modeio soviético seguia siendo de
por su cuenta, por lo menos en Rusia, esta- todos modos váiido para la sociedad a cons-
ban conjuntamente en un punto muerto. Con- truir después de Ia conquista del poder.
juntándolas, Lenin se propone reactivarlas. SOlo despuOs de que ci XX Congreso dcl
Por ello era bastante logico que ci I. ilegara ms en 1956 reveió a qué horrorcs se hahia
a Ia identificación del socialismo con ci pro- lievado con Stalin ci vuelco de La democracia
ceso de rnodcrnización (popuiisrno) y de este deseado por Lenin fue que esta segunda vuel-
ñltimo con Ia imitación del capitalismo (mar- ta deli, en Occidentc rnaduró ientamente sus
xismo), a condición de que fuera guiado por consecuencias. Tendriamos asi ci reconoci-
un partido que de antemano se presenta como miento de la dernocracia como valor peren-
dueno absoluto del poder por medio de Ia ne y ci ernpeno en cerrar un comprorniso
rcvolución (populismo y rnarxisrno). cluradero, si no con ci capitalismo, que siguc
Esto explica por qué Ia fortuna deli, ha que- siendo una rcahdad negativa que hay que
dado circunscrita a las zonas atrasadas dci "abatir", "superar", "destruir" (Berhnguer),
mundo, en las que nunca faita un anarco- por lo menos con Ia propicdacl privada, y no
populismo local al cual injertar el rnarxisrno solo con Ia pequena, y con ci mercado.
para dane vigor. Dc este modo, ci 1. en Occidente, más que
voiver a las posiciones de Ia socialdemocra-
VII. LAS METAMORFOSIS DEL LENTNISIvIO EN OCCIDENTE. cia (v.) clasica, respecto dc las cuales, con ci
Por ci contrario, Ia suerte del I. en los palses rechazo del colectivismo integral, se coloca
avanzados es rnuy clistinta. En aigunos de si acaso mOs a Ia derccha, se acerca a Ia
ellos, donde Ia socialdemocracia (v.) habia izquicrda sociaidemocrática. Signo de esta
logrado efectivamente mantener abierta la convergencia es la comOn reivindicación de
esperanza en la revoiución, ci I. puclo todavIa una "tercera via". A diferencia de Ia mayo-
prosperar, pero sin Ilegar nunca a ia conquis- na Ia izquierda sociaidcmocrática no identi-
ta del poder. El componente popuiista que en fica de hecho ai sociahsmo de Ia tercera via
los paises de desarrolio retrasaclo gaivaniza con ci modelo hecho por ci propio partido, en
ai marxismo, en aquelios industnialmente ci que ye cuando mOs una variante mejorada
maduros pesa sobre él ulteniormente, conde- dci capitaiisrno, sino que lo husca en una ter-
nándolo a marcar ci paso. cera via entre el reformismo (v.) burgués y ci
La posición sin salida ha puesto en movi- colectivismo soviético, tai corno lo hacen hoy
miento un proceso de revision inciuso en ci inciuso los euroleninistas.
interior del 1., quc se ha despiegado en dos Lo quc todavla faita para una perfccta iden-
tiempos, ci segundo de los cuales toclavia está tidad de puntos de vista entre los sociaidemO-
en curso de evoiución. cratas de izquicrda y los curoleninistas es ci
La prirnera fase tornO irnpulso muy tirnida- reconocimiento, por pante de estos Oltirnos,
mente en tiempos del propio Lenin, cuando die que ci centralismo iiamado democratico
ci lider boichevique debenia haber tornado es Ia negación de ia dernocracia de partido,
consciencia de que Ia ocasiOn revolucionaria al igual que ci sociaiismo liamado real es La
en Europa se habla alejado. En espera de quc ncgaciOn dci sociaIismo. No Se trata de cues-
voiviese, se consentia a los partidos ieninis- tiones abstractamente idcologicas, sino que
tas que rnaniobraran en ci marco de Ia iega- estO en ,Jucgo ci vinculo que los euroieninis-
lidad dernocrOtica. Cuando mOs tarde se hace tas todavia quieren conscrvar con Ia URSS.
sentir en Ia URSS Ia amenaza dci fascismo, Siernpre y cuando fuera superado este obs-
esta vuelta táctica fue lievada ai extremo con táculo, queda clara que La parObola dci I. en
la poiItica de los frentes populares (1935- Occidente Ilcgaria a su fin.
LI B ERALISMO 875

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1965; 1 Ire protagonisti della rivoluzione d'Of to- sos paises, que Ienian diversas tradiciones
876 LIBERALISMO

culturaies y diversas estructuras de poder, ci II. EL ADJETIVO LIBERAL. Para ci historiador es


I. se encontró con probiemas politicos parti- una cosa obvia y natural pensar que la Onica
culares, cuya solución determinó la fisonomia definición posible dell. es la histórica, dado
y precisó los contenidos, que con frecuencia que está convencido de que su esencia coin-
son una variable secundaria respecto dc Ia cide con su historia: cli. es un hecho históri-
esencia deli. Añádase a esto una cierta mdc- co y on conjunto de acciones y de pensamien-
terminación en Ia correspondencia histórica tos que se han dado en un cierto momento de
del término I.: ésta puede indicar unas veces la historia curopea y americana. Sin embar-
un partido politico y otras veces un movi- go, pueden existir diversas definiciones his-
miento politico, una ideologia poiitica o una tóricas. Partamos dcl uso, en la historiogra-
meta pohtica (o una ética), una estructura ins- fia, dcl adjetivo "liberal": éstc se ha usado de
titucional en particular o la refiexion politi- un modo meramente receptivo, fotografian-
ca que ésta ha estimulado, a fin de promover do todos los contenidos que lievan la etique-
un mejor orden pohtico, precisamente el ta de liberal, o en un modo exphcativo, como
liberal. critcrio para indicar un periodo o una edad
En un principio solo es posibie dar una defi- histOrica, Al mismo tiempo se ha usado en
nición bastante genérica: el I. es un fenOme- niveles de invcstigación muy diversos que
no histórico que se manifiesta en la edad encabezan diferentes disciplinas: para descri-
moderna y que tiene su centro de gravedad bir las orientaciones de los movimientos y de
en Europa (o en ci area atlOntica), a pesar de los partidos politicos que se definen como
haber influido en los paises que experimen- liberales, para catalogar en una historia del
taron con más fuerza esta hegemonIa cuitu- pensamiento politico las ideas liberales, para
rai (Australia, America Latina y, en parte, la caracterizar en ci piano tipolOgico ci estado
India y Japón). En efecto, durante Ia época de liberal entre las demás formas de estado, para
Ia descolonización, es Ia menos exportada o comprender filosOficamente ci carOcter pecu-
exportable de las ideoiogias nacidas en Euro- liar de Ia civilización occidental.
pa, como Ia democracia, ci nacionalismo, ci Entre las muchas definiciones históricas
socialismo, ci catolicismo social, los que en que usan ci adjetivo liberal, está ante todo Ia
cambio tuvieron gran éxito en los paises del ingcnua dcl historiador pumo, que parte dcl
tercer mundo. Entre las diversas ideologias uso politico dci término "liberal", que perte-
europeas es la Onica que no realizó ci conte- nece ai siglo XIX (primero, en ci icnguajc
nido cosmopolita que no obstante tenia, jun- comfin, indicaha una actitud abierta, toleran-
to con Ia democracia y ci socialismo. Tal vex tc y/o generosa, o las artes practicadas por
se pueda descubrir en este hecho, aunque des- los hombres libres). Dc hecho, ci adjctivo libe-
de un punto de vista negativo, un criterio pam ral aparece en Ia proclama de Napoleon dci
dar una cicfinicion dcl liberahsmo. 18 Brumario, y despues entra definitivamen-
Una definición más restringida dcl I. debc te a formar parte dcl lenguaje politico con ias
partir necesariamente Lie Ul examen de la ide- Cortes de Cádiz dc 1812, para senalar ci par-
ratura existente mOs madura a fin de probar tido servil y en ia literatura, con Madame dc
Ia validez y los lirnites dc los respectivos enfo- Staël y Sismondi, para indicar uria nueva
qucs. Solo con posterioridad, despuCs dc orientaciOn etico-poiitica quc se estaba con-
haber experimentado la escasa utilidad dc los solidando. El limite de esta definición estO en
dos enfoques mOs radicales, ci dci historia- ci hecho die quc ci historiador, si se encuen-
dor y ci del fildsofo, cuyas dëfinicioncs calan ti-a desprovisto de un criterio lOgicamcntc
respectivamcnte demasiado poco o dernasia- definido sobre lo que es "liberal", tcrminara
do (ii, ui), y después de haber puesto dc cambiando ci adjetivo por ci sustantivo, los
manifiesto algunos prejuicios" que Sc pre- liberales por ci 1., o sea por incluir —y atri-
sentan en algunas interpretacioncs historicas buir al I.— tocia una serie de comportamien-
de amnplio espectro (iv, v), trataremos dc tos politicos, en tanto que ci sustantivo sOlo
dar una definición del 1. ('i), para ver Si éstc designa algunos. La aceptaciOn acritica dcl
es una teoria critico-empirica actual o perte- ICimnino "liberal", por ejemplo, puede Ilevar
nece mds bien al pasado europeo y es un a consccucncia pcligrosas, ya sea que Ia ateri-
"experimento" ya concluido (vli). don sc ponga en grupos o partidos que se
LIBERALISMO 877

autodefinen como liberales, ya sea que se pon- al hacer coincidir la causa nacional con Ia
ga en ideas que se prociaman liberales. En liberal, perdian con frecuencia ci significado
este piano ingenuo, la historia del I. europeo liberal de una organización federal o subor-
es una historia de enredos: tenemos muchos dinaban Ia libertad a la unidad nacionai; los
liberales diversos entre sI, pero no ci libera- catóhcos (o los protestantes) liberaics que,
lismo. contra los clericales antiliberales y los anti-
Es una definicion peligrosa, entre otras clericales (quiza liberaics), sostenian Ia sepa-
cosas porque no siempre los grupos y parti- ración de Ia iglesia respecto del estado; los
dos que se inspiraban en ideas liberales adop- liberales-democrOticos que, contra la vision
taron el nombre de liberal, de Ia misma mane- restrictiva dell. en términos dc mera garan-
ra que no siempre los partidos liberales ejer- tia de los derechos individuales, insistian en
cieron una politica coherente con ci princi- ci clemento de Ia participaciOn democrOtica
pio prociamado. El registro de los grupos, en Ia dirección dcl pals; finalmente los
movimientos o partidos liberales del siglo liberales-librecambistas que, a diferencia de
xix y del siglo xx presenta notorios espacios los liberaics-estatalistas, pugnaban por Ia
vacIos; lo quc no significa que en esos paises absoluta no intervención dcl gobierno en el
no hayan existido ideas liberales. Además, mercado interno y en sus relaciones con ci
ayer como hoy, los diversos partidos de nom- internacional (antiproteccionismo). Algunos
bre o de ideales liberales han ocupado en las de cstos contenidos como la fe monárquica,
alineaciones pariamentarias posiciones muy el ideal nacional, ci privilegio cxclusivo dcl
diversas: conservadoras, centristas, modera- laissez faire, laissez passer, ya no caracterizan
das, progresistas. cli. de boy; otros, en cambio, se han acentua-
Todavia en Ia actualidad Ia palabra liberal do, como Ia relación indisoluble entre I. y
tiene significados diversos segOn las diversas democracia o ci rcdcscubrimicnto de Ia fun-
naciones: en algunos paises (Inglaterra, Ale- ción de la religion conlo antidoto dcl mate-
mania) indica una posicion de centro, capaz rialismo de las sociedadcs opuientas.
de mediar entre innovación y conservación; Como se ha dicho, aun a nivel de las ideas,
en otros (Estados Unidos) ci radicalismo de el término "liberal" resulta amhiguo debido
izquierda, agresivo defensor de nuevas y vie- frecuentemente al hecho de que se usa en
jas libertades civiles; en otros, a su vez (Ita- ámbitos disciplinarios muy diversos cntrc si.
ha), los conservadores de Ia libre iniciativa Tenemos, por cjcmpio, Un 1. juridico, que mira
econOrnica y de la propiedad privada. Por sobre todo a Ia particuiai - organización cons-
esto, un autorizado pensador liberal (F. A. titucional dci estado capaz de garantizar los
Hayerk) propuso renunciar al uso de una clerechos del individuo, un 1. que a menudo
palabra tan equivoca. Sin embargo, los diver- se ye lievado a transformar sus PrQPis solu-
SOS partidos liherales se han encaminado en ciones particulares en fines absolutos (véase
este siglo hacia formas de integraciOn, prime- por ejemplo Ia lucha de los hberaics france-
ro con "L'Entente internationale des partis ses en Ia era de Ia Restauración, firmes en ci
radicaux e des partis democratiques similai- garantismo, contra los demócratas, o Ia teo-
res", fundada en Ginebra en 1924, y después na alcmana del RecI-iistaat, a ci regreso al
con Ia ''Internacional liberal'' fundada en Estatuto invocaclo por Sonnino en 1897).
Oxford en 1947; boy, en ci Pariamento euro- Tenernos ademsis un I. pohtico, en el que es
peo, se encuentran federados en el grupo libe- mas lucite ci senticIo sic Ia lucha politica pal--
ral y clemocrático. lamentaria; éste se compendia en ci principio
Con Erecuencia, sin embargo, grupos y par- del "justo medio" como auténtica expresión
tidos no usan, solo, ci adjetivo liberal; en ci dc un arte de gobierno capaz de aceptar y pro-
sigio XIX eStuvO aconipanaclo de otros tèrmi- mover las innovaciones, mas no Ia revolucian.
nos politicos que aigunas veces ternllnaban En su realización prOctica, sin embargo, este
negando o limitanclo ci contenido. Tenemos, arte de gobernar osciló continuamente entre
por ejemplo, los mondrquicos-hberaies que, ci simple compromiso pariamentario, orlen-
en La firme defensa dcl principio monárqui- tado a nlantener invariados los equilibrios
co, admitian formas restringidas tie represen- existentes, y La capacidad de una sintesis crea-
tación politica; los liberales-nacionales que, tiva entre Ia conservaciOn y Ia innovaciOn
878 LIBERALISMO

capaz de liberar y movilizar nuevas energIas. liberando autónomamente, a partir dcl siglo
A esta politica se debe ci paso de la monar- xvii, de Ia estructura corporativa, ci indivi-
quIa constitucional a la parlamentaria, a duo aparecc inserto "naturalmente" en Ia
pesar de que el liberal no era por principio socicdad y este cspacio sc contraponc al
republicano, o ci encuentro entre I. y demo- gobierno, que siempre es considerado como
cracia, aunque las resistencias fueron consi- un mal necesario. En aquellos lugares, corno
derables por ci recuerdo de Ia experiencia en Francia, en que la sociedad conserva su
jacobina o por ci miedo de los clericales y de naturaleza corporativa, Ia revoiución apela al
los socialistas. Finalmente, tenemos un 1. eco- estado como depositario de Ia sobcranIa dci
nojnico, ligado estrecharnente con Ia escueia pueblo, para liberar al individuo, razón pot
económica de Manchester: éste, ai sostener Ia cual no se admite ninguna mcdiación entre
que la rnaximización de Ia fehcidad general ci individuo y ci estado. En aquellos lugares
depende de que cada uno busque libremente en que, como en Alemania, Ia sociedad por
su propia felicidad, ha descuidado con fre- capas manifiesta todavIa su vitalidad, cii. pre-
cuencia los costos que esto entraña en térmi- senta una concepción orgOnica del estado que
nos de libertacles civilcs y ha olvidado que ci mantiene —sin divisioncs ni contraposicio-
fin de Ia felicidad ha sido precisarnente la nes, sino como su elemento preliminar y ne-
finalidad de los cstados absolutos. cesario— ala sociedad civil, de ha que se pre-
Otra razOn de Ia dificultad del uso del tér- senta como verdad manifiesta. La primera de
mino liberal en ci campo de Ia historia de las estas tres posicioncs —asociacionista, indivi-
ideas se dehe a las diversas estructuras dualista y orgánica— prevaleció como conse-
socioinstitucionales en que se maniliestan. Dc cuencia de Ia rcvoiución industrial —segOn
acucrdo con Ia accpción de la Ilustración Tocqueville—, a pesar de quc cii. scguia pre-
francesa (aceptacla integramente por ci pen- sentando dos caras o dos estrategias: Ia que
samiento reaccioriario o católico de principios seOalaba Ia sociedad civil como sede natural
dcl siglo xix) y del utilitarismo inglés, I. sig- dci hbre dcsarrolio del individuo, en oposi-
nifica individualismo, y por individualismo ción al gobierno, y la que veia en ci estado,
no se entiende solo Ia defensa radical del inch- en cuanto dcpositario de ia voluntad general,
viduo, Onico y solo protagonista de Ia vida eli- ci garanite politico, en uitirna instancia, de Ia
cay económica contra ci estado y Ia sociedad, libertad individual.
sino tambiéri Ia aversiOn a la existencia de Otra oposiciOn, que domino sobre todo
cualquicr sociedad intermediaria entre ci entre ci final dcl siglo xviii y Ia primera
individuo y el estado, por lo que, canto en el mitad dci xix separando ci I. continental del
mercado polItico como en el cconómico, ci ingies, se clebió a diversos contextos cultura-
hombre dcbe actuar por si solo. No obstan- les en que sc desenvolvian los hberaics y a Ia
te, ci I. en contextos socioinstitucionales particular filosofia de Ia práctica que servIa
diversos insistió en ci carácter orgánico dci de soporte a su acción, pot lo que tenemos un
estado, Oitimo clemento sintético de una serie I. ético y un I. utilitarista. Estas dos conccp-
de asociaciones particulares y naturales basa- ciones son de ruptura o dc potencial ruptura
das en ci eslatus, o reivindicó la funciOn de con Ia formulación particular del individua-
las asociaciones libres (partidos, sindicatos, lismo dada por Ia filosolia iusnaturalista y
etc.), ya sea para protegcr al individuo del contractualista; ambas ponen como fin abso-
estado burocrOtico, ya sea para estimular la Iuto Ia realizaciOn de los dcrechos del horn-
participación politica dci ciudadano, quc ci bre, pero luego se scparan radicalmente, en
individualismo (de los propietarios) habia ter- ha mcdida en que cli. Ctico tiene su fuente —a
minado por encerrar en Ia esfera de la vida travCs dc Kant y Constant— en Rousseau, y
privada. ci I. utilitarista —a travCs de J. Bentham y
Estos contextos socioiristitucionaies corres- James Mill— en Hobbes. Para cii. utilitaris-
ponden a diversos modos de desarrollo poli- ta ci deseo del propio placer es ci Onico mOvil
tico. Podemos describir sintéticamente trcs del individuo: la confianza en Ia posibilidad
posiciones diversas, tomando como punto dc dc la armonia de los intcreses privados egoi-
referencia Ia sociedad civil. En aquellos luga- tas o de la coincidencia de ha utilidad priva-
res en que, como en Inglaterra, ésta se ha ido da con Ia pOblica sc hizo posible gracias a Ia
LIBERALISMO 379

aplicación analogica a la politica de los con- contra Ia historia, se Ic contrapone ci histo-


ceptos formulados por la economia de los ricismo y su nueva concepción de Ia indivi-
librecambistas Adam Smith y Ricardo, o sea dualidad, que no es asocial o abstracta sino
Ia de los mercados y de Ia utilidad. Las estruc- determinada simpre históricamente. El his-
turas polIticas que maximizaran el mercado toricismo liberal, precisamente per su senti-
politico, expandiendo ci cálculo utilitario al do de Ia concreción y de la realidad, sostiene
mayor nOmero de personas, e hicieran depen- que solo es posible hacer una nueva historia
der a los gobernantes de las leycs del merca- si no se rompe totalmente con ci pasado, To
do, a través de frecuentes elecciones, permi- quc se logra necesariamente por medio de las
tirian Ia maxima felicidad dcl mayor nOme- reformas y no por medio de Ia revolución,
ro de personas. Sin embargo ci I. utilitarista aunque se puede aceptar esta filtima en esta-
es sobrevaluado por ci peso indudable que do de necesidad y rechazar ci rnilo de Ia revo-
tuvo en ci radicalismo inglés, en el movimien- iución, propia de los demócratas y de los
to por las reformas juridicas, económicas y sociahstas.
electorales de las primeras décadas del siglo; La individualidad, tanto de los distintos
se trata, sin embargo, de un paréntesis, pues- individuos como de Ia naciOn, tiene derecho
to que ya con John Stuart Mill se real irma el a Ia hbrc manifestación, en vistas a una
I. ético que será ci distintivo de todo ci I. ingles mayor eievación moral de los hornbres coma
posterior. de los pueblos. Dc Ia libertad, entcndida de
Como conclusion de esta panorámica sobre esle modo, se derivan en todos los sectores
los grupos y sobre los partidos "liberales" y consecuencias que cambian rápidamente al
sobre las ideologias o sobre las filosofIas aspecto de Europa: en ia vida econOmica, la
"liberales", solo es posible concluir que ci ruptura de los lazos corporativos y de los pri-
Onico comOn denominador entre posiciones vilegios fcudaies permite ci despeguc econó-
tan diversas es Ia defensa dcl estado liberal, mico que va acompanado de un nuevo fenó-
que nació antes dcl uso politico dci término mcno, ci dci asociacionismo (lanto para ci
liberal: un estado que termina por garantizar progreso cconómico como para ci socorro
los derechos del individuo frente al poder mutuo); en ci campo politico, Ia formación de
politico y por esto exige formas, mOs o menos una opinion pObhca informada que controla
amplias, de representación politica. al gobicrno a través de un debate libre; en ci
En ci piano histórico se usa ci adjetivo libe- campo de Ia vida social politica y cultural, Ia
ral para una dcfinición más totalizante, expli- lucha contra Ia opresión clerical por medio
cativa y no descriptiva: se habla de una "era" de Ia aboliciOn de los bienes de manos muer -
liberal, que empieza con Ia Restauración tas y del tribunal eclesiástico, por la laicidad
(1815) y que concluyc o con Ia revolución dcl estado y de Ia enseñanza, y, finalmente,
democrática de 1848, o con ci distinto clima Ia lucha contra las monarquias absolutas,
ético-politico posterior a 1870, por ci quc pre- para obtener constituciones, instituciones
valeciO la Rea/politik, ci nacionalismo y ci representativas, Ia responsabilidad del
imperiahsmo, en politica, y ci hedonismo, ci gobierno en una palabra, nuevas institucio-
materialismo y ci irracionalismo en Ia ética nes que frecuentemente son un compromiso
(Croce), o con Ia primera guerra mundial y Ia cntrc ci absolutismo, Ia monarquia y Ia sobe-
consiguiente crisis dci ordenamiento liberal rania popular. Un comprorniso que, bajo La
(Dc Ruggiero, Laski). Se habia de una era libe- presiOn de las fuerzas democráticas, aprove-
ral no sOlo por que en este periodo se dan cha totaimente a Ia monarquia, a pesar de que
cuenta de que Ia iibcrtad es ci valor supremo del viejo estado absoluto sobreviven los gran-
de Ia vida individual y social sino también des cuerpos, como Ia burocracia y ci ejército
porquc Ia libertad es a categoria gcncrado- permanente. Digase Ia mismo de la nación: ci
ra y explicativa de toda una seric dc conduc- principio liberal de Ia nacionalidad se propo-
las polIticas y sociales Intimamente ligadas nia al mismo tiempo Ia unidad de Ia nación,
entre Si. Aunque se regresa a los grandes prin- si ésta se haliaba dividida en diversos esta-
cipios de Ia revolución francesa, Ia atmOsfe- dos, su independencia, si estaba sujeta al
ra cultural ha cambiado radicalmente: a Ia dominio de un estado extranjero, y su liber-
Ilustración, con su fe exciusivista en Ia razán tad, o sea las estructuras ins titucionales que
880 LIBERALISMO

le permitieran manifestar y ejercer, de este un estado autoritario o una democracia popu-


modo, su misión particular en el concierto lista o totalitaria.
europeo. El estado nacional, capaz de dar una
expresión politica al espiritu de Ia nación, Si la reconstrucción
111. CL SUSTANTIVO LIBERTAD.
sigue siendo Ia expresión sintética de la era del mapa de los diversos partidos y movimien-
liberal. tos liberales del siglo xix no nos permite ile-
Es dificil estar plenamente de acuerdo con gar a una adecuada definición del 1. tal vez
esta reducción deli, a ideologIa rectora de Ia sea Otil intentar explorar el camino opueslo
era liberal. En efecto, en la Europa de Ia Res- y tratar de encontrar el valor del que los libe-
tauración esta era no explotó por casualidad: rales, con su mismo nombre, se proclaman
no solo tuvo, en el plano de las ideas (por defensores, o sea ci de "libertad". En esta for-
ejemplo: el individuo como fin), un prologo ma pasamos de una definición histOrico-
providencial en la cultura de la Europa empirica a una esencialmente teórica, del
moderna, desde el humanismo en adelante, adjetivo al sustantivo.
sino que sobre todo heredó el estado liberal, No nos interesa aqui el antiguo problerna
tal como se habIa delineado en la tradición del libre albedrio, y sOlo nos interesa margi-
plurisecular de Inglaterra o en la experien- nalmente, por sus reflejos politicos, el hecho
cia revolucionaria de los Estados Unidos y de de que el hombre, en cuanto naturaleza, esté
Francia. Después, habiendo concluido la era sujeto a la ley de Ia causalidad y sea objeto,
liberal a causa de la ampliación del derecho por lo tanto, de estudio por parte de Ia biolo-
electoral y del correspondiente advenimien- gia, de la antropologIa y de la psicologia. Tam-
to de los partidos de masa —con ideologIas poco nos interesa porque desde el punto de
frecuentemente antiliberales o aliberales—, vista cientIfico o experimental la libertad no
el estado liberal (en lo que tenia de peculiar) es demostrable, como no es demostrable su
no desapareció sino que más bien siguió toda- contrario. Mos ocuparemos Onicamente de Ia
via en la version liberal-democrática. Tal vez libertad en relación con la acción del hombre
por estos motivos, precisamente porque esta- (y por consiguiente también en relación con
ha arraigado en la historia europea particu- la polItica) mas no de Ia libertad interior,
lar", el 1. resulta un ideal y una estructura .siguiendo los pasos de las tres principales
polItica difIcilmente exportable. definiciones que el pensamiento politico-
Es necesario, por lo tanto, utilizar otra filosófico moderno ha dado de las caracteris-
perspectiva que .ponga a prueba no sOlo los ticas que distinguen la acciOn libre: Ia liber-
grupos o las ideas o Ia era liberal sino el esta- tad natural, la racional y Ia liberadora.
do liberal, pasando de la parte al todo. Si los Ante todo es oportuno considerar la concep-
liberales tuvieron a su lado reaccionarios y ciOn naturalista de Ia libertad: el hombre es
revolucionarios, autoritarios y demOcratas, verdaderamente libre cuando puede hacer
clericales y socialistas, el estado liberal mani- todo lo que le place. Es una concepción natu-
festó una sorprendente continuidad y una ralista, en la medida en que Ia acciOn huma-
capacidad de adaptación a las situaciones his- na sigue u obedece sus propios instintos o
tóricas modificadas y de supervivencia a ese apetitos ocasionales; pero, para tener la posi-
totalitarismo, que parecIa dar fin definitiva- bilidad de satisfacer sus propios deseos y, por
mente a la experiencia liberal europea. En lo tanto, ser libre, el hombre no debe encon-
otros términos, el 1. no debe entenderse como trar obstáculos y, silos encuentra, debe tener
una simple ideologla politica de un partido, también la fuerza (o el poder) de obligar o
sino comprenderse como idea encarnada en subordinar a los demOs hombres.
instituciones politicas y en estructuras socia- Es una libertad que presupone, pues, Ia desi-
les. Todas las grandes ideologias del siglo xix gualdad. Dado que La libertad coincide con el
—como las democrática, nacionalista, cató- poder, el que tiene más poder es más libre;
lica (en su version reaccionaria y en su ver- parodój icamente el hombre verdaderamente
sión social), socialista—, en la medida en que libre es el déspota.
se apartan explicitamente del 1. tratan de Esta libertad nos Ia describio Hobbes cuan-
construir una formO distinta de estado, que, do puntualizaba Ia condición del hombre en
de acuerdo con el patron ideologico, podia ser el estado de naturaleza, o Freud cuando veIa
LIBERALISMO 881

en el principio del placer el instinto consti- sus propias pasiones y de sus propios instin-
tutivo de Ia naturaleza humana. Sin embar- tos. Sc debe abstener de to que ci individuo
go, los contractualistas y los psicoanalistas no es capaz de controlar, se debe adaptar a
están de acuerdo en poner en evidencia la des- Ia necesidad que corresponde a un orden cós-
proporción existente entre las necesidades y mico, se debe Ilevar, at nivel de Ia conciencia,
los instintos, por un lado, y, por el otro, los Ia vida instintiva a través dci autoanálisis.
medios y los recursos para satisfacerios, que La otra direcciOn, Ia que pretende entender
de hecho son escasos y limitados. Surge de Ia posición dcl hombre en ci orden social, defi-
este modo Ia polItica como poder de decision ne a éste de un modo estático (en los siglos
sobre Ia distribución de estos medios y de xvii.xvin) a de on modo dinámico (en ci xix);
estos recursos: ci hombre, at no poder tener entre estas dos definiciones se encuentra Ia
todo, por to menos tiene algo plegOndose a la teoria dcl estado y Ia filosofia de Ia historia
autoridad o al principio de realidad. En otros de Hegel. Para los primeros (para Hobbes,
términos, en todo grupo social, que tenga un Spinoza, Rousseau) Ia verdadera libertad Se
mInimo de organización, la libertad de los tiene solo en ci estado (absoluto o democrá-
individuos de hacer to que les place está más tico) que, conjuntamente, realiza ci orden y
o menos restringida, de acuerdo con Ia opi- es depositario de un valor ético, dado quc en
niOn que tiene las clases dominantes sobre Ia ci elemento estatal ci egoismo del individuo
nocividad social de tal o cual libertad natural. se comprime y se supera a través de la volun-
Es necesario pasar ahora a otra definición tad más clevada o general que engloba en si
de Ia libertad, que es radicalmente opuesta también ci alter o ci socius. Para Marx y Corn-
a Ia que parte de Ia libertad natural y liega te la verdadera libertad consiste en ci cono-
a la identificación de Ia libertad con Ia fuer- cimiento de Ia dirección de la historia y en
za. Esta, en efecto, contrapone la verdadera la acción correspondiente para realizar su fin
libertad con ei arbitrio del individuo, que no inmanente, quc seria Ia sociedad sin ciases o
es iibre en la inmediatez y en Ia espontanei- ci orden social planificado por Ia ciencia.
dad de su acción sino que puede liegar a ser Mientras Ia iibertad natural siempre es una
libre en la medida en quc se adapta a un orden libertad respecto del estado, ésta, en cambio,
necesario y objetivo en que Sc sustancia Ia ver- es una libertad en el estado (a en Ia clase o
dadera libertad. El "puedo [ser librel porque en ci orden descubierto por Ia ciencia).
quiero y porque tengo el poder de actuar" se Existe, finalmente, una tercera definiciOn
sustituye por ci 'puedo porque debo, y lo de ia libertad que, en modos diversos, parti-
debo en cuanto, corno hombre, participo de cipa tanto de la primera como de Ia segunda.
un orden racional". Un instrumento para lIe- Por un lado, en efecto, seflala que Ia verda-
gar a ser hbre es ci conocimiento, y algo dera iibertad no consiste en Ia espontaneidad
opuesto ai instinto, precisamente como el natural sino en Ia emancipación ética dcl
hombre en su estado de naturaleza es opues- hombre; por ci otro, sin embargo, sostiene
to a] hombre racional que vive en Ia sociedad. que no existe un criteria objetivo y necesario
La verdadera libertad se presenta, asi, como para estabieccr to que es buena y lo que es
conocimiento de la necesidad. malo, y mucho menos un poder (Ia igiesia, ci
Es difIcil resumir en qué consiste este estado, La ciase, ci partido, la ciencia) que sea
orden, y por consiguiente esta iibertad, por- intérprete o ejecutor dcl mismo. En otros tér-
que las respuestas varian segOn los dive rsos minos, la verdadera libertad, consiste en una
pensadores. En forma esquemática podemos situaciOn de posibilidad, para ci hombre, de
indicar preliminarmente dos direcciones muy escoger, manifestar y difundir sus propios
diversas: una que mira sobre todo ai hombre valores, tanto morales como politicos, para
en su dimensiOn antropolOgica, aigunas veces realizarse a si mismo.
en un orden cOsmico, y otra que to entiende Sc ha habiado de una situaciOn de posibili-
en su dimension social. La primera interesa dades, porque, para ser libre, deben cumplir-
sOlo marginaJmente: es la que encontramos sc dos condiciones precisas. Par un lado es
en Ia filosofia helenista, en Spinoza y en necesario ma.xirnizar las posibiiidades obje-
Freud, segOn Ia cual ci hombre se hace libre tivas de eiccción en un sisterna politico y en
en Ia medida en que se conoce y es dueOo de un contexto social, que garanticen Un plura-
882 LIBERALISMO

lismo real tanto para las vocaciones como esta hbertad es una esfera esencialmente pri-
para las profesiones: ciertamente no es muy vada, que Ic pemite al hombre un testimonio
iibre el que se ye obligado a escoger entre de SUS valores morales, o CS Ia esfera de lo
aceptar o rechazar, entre ia presencia o ci "polItico", para contribuir a deterrninar la
silencio, y, además, es más libre una sociedad eiección de Ia calidad de in vida.
en Ia medida en que es menor Ia eliminación Estas tres definiciones de Ia paiabra Iibeio
entre las vocaciones y las profesiones. Por el tad no nos sirven de mucho para identificar
otro lado, en cambio, es necesario iniuirnizar ci fenOmcno histórico deli., dado que abar-
los condicionamientos (externos e intcrnos) can demasiado. Con cstas treS definiciones
de los motivos o móviles de Ia acción. Conti- podriamos, en efccto, comprerider toda Ia his-
nuando con algunos temas senalados en este toria de Ia fiiosofia politica moderna, y
parágrafo, es nccesario tener presente que no podriamos encerrar en cilas todas las formas
sálo los procesos normales de sociaiización de organización dci poder que ciertamente no
(desde Ia educaciOn hasta los medios de comu- son liberales, ciesde Ia absolutista hasta Ia
nicación de masa) sino también Ia psicologia democrática (pura) y Ia socialista (soviética).
y Ia biologia, utilizadas en nivei instrumen- Sin embargo, ci análisis que se ha hecho puc-
tal por ci poder polItico, pueden condicionar de ser Otii, si nos preguntamos cuOl es Ia res-
Ia elección del individuo. El cual, por otra par- puesta de los pensadores que comOnmcnte se
te, aun sin estos condicionamientos, para ser han considerado "iibcraies" al problema de
libre debe aduenarse de sus propios inslin- eStas tres hbertades: Ia libertad natural, Ia
tos y de sus propias pasiones a través dcl liberiad en el orden racional y Ia libertad
conocimiento. corno auto-cmancipacion.
Con esta tercera definición hemos pasado NingOn pensador liberal se opone a Ia res-
necesariamente dc una libertad dc autoe- tricción, por parte del estado, de Ia libertad
mancipaciOn o dc reaiización de si mismo" a natural ode ia esfera del arbitrio de cada mdi-
una "iibertad respecto de los condicionamien- viduo, aunquc con dos condiciones precisas:
tos externos e internos". La libertad de hacer por on lado, sc trata de conciliar una esfera
supone, dc esc modo, Ia libertad dc poder mOxirna de arbitrio para el individuo (ci
haccr: destacamos Ia paiabra "poder" preci- hombre contra ci estado repreSivo) con la coe-
samente porque éste sigue ligado de aigtin xistencia de los arbitrios dc los demOs, de
modo a Ia libertad, dado quc Ia libertad de acucrdo con ci principio de Ia igualdad juri-
querer requiere, en ci nivei de Ia acción, aigu- dica; por el otro, Ia restricción de Ia libertad
nas garantias, o sea Ia ausencia dc impedi- natural dcbe utilizar como instrurnento ci
mentos y condicionarnientos externos e inter- derecho —Ia norma juridica general vOlida
nos. En otros términos, requiere la existen- para todos—, un derecho que sea cxprcSión
cia de un espacio pübiico que permita y de una voluntad cornOn (Kant). En otros tér-
garantice al mismo tiempo ci libre ejercicio minos, Ia decision sobrc Ia nocividad o no de
de las facultades del hombre y el dc los pro- Ial o cual libertad y ci correspondiente con-
cesos politicos y sociaies. Pero esta transiciOn trol social llevaclo a cabo a través del dere-
necesaria no implica quela libertad sea un cho debe responder a ia opinion pOblica y a
estatus politico y socialmente garantizado: es las formas institucionales a travéS de las cua-
solo una condición o un prerrequisito de Ia Ics estO organizada.
posible manifestaciOn de Ia libei - tad, de Ia Los pensadores liberalcs han dcfcndido his-
emancipaciOn o de la realizaciOn del hombre, tóricamcnte dos liberiades naturales contra
que depende siempre de una elecciOn o, me (or dcl estado. En Ia era dcl capitalismo nacicn-
dicho, de una acción del mismo. En este sen- te iucharon per Ia libcrtad econOmica; ci csta-
tido, por acción librc se enticnde Ia que es do no debia cnironicterse en ci libre juego dcl
capaz de liamar a la existencia lo que no exis- mercado, que en ciertos aspectos se prcscn-
tia, rompiendo asi los procesos histórico- taba como un estado natural o mejor dicho
sociales que, por Ia pasiva repctición de los como una sociedad civil basada en contratos
fines de la acción, corren peligro de volverse entre privados. SOlo se accptaba al estado
automOticos y petrificarse. Falta todavia por como gendarme, dejando una libertad com-
establecer si Ia esfera en que sc manifiesta pleta (laissez faire, laissez passer), en el arre-
LIBERALISMO 883

glo de los conflictos entre trabajadores y zador del valor ético en que se debe sustan-
dadores de trabajo, al poder contractual de ciar Ia vida dcl individuo, porque el estado,
las partes, o en los conflictos entre las diver- por on lado, es considerado coma gobierno
sas empresas (en el ámbito tanto nacional (y como parte respecto del todo que es Ia
como supranacional) al poder de resistir Ia sociedad) y, par ci otro, coma una simple
competencia, que premia al mejor. En la era organización polItica y juridica de Ia fuerza
posindustrial y tecnologica, en cambio, Ia que, para ci liberal, debe obtener su propia
izquierda reivindicO la libertad sexual y el uso legitimidad dcl consenso.
de las drogas en contra de las inhibiciones de El pensador liberal, sin embargo, se ye obli-
una moral que era al mismo tiempo católica gado siemnpre en su concepciOn, que es rela-
y burguesa, sacramental y productivista, en tivista en Ia medida en que se opone al que
favor de Ia resurreción terrena de Ia came. considera que hay un orden necesario y obje-
Ambas libertades son naturales de diversas tivo del que alguien es intérprete y garante,
maneras, ya que premian al más fuerte, tan- a conservar un bien absoluto, que es precisa-
to en ci mecado como en Ia bfisqueda del pla- mente ci estado liberal. Sigue siendo un bien
cer; por lo tant.o generan conflictos y violen- absoluto, a pcsar de que so sustrae de Ia esfe-
cia y un debilitamiento de Ia tuteia jurIdica, ra de Ia ética (libertad interna) y se sornete
que es Ia tarea natural para la que se ha cons- en cambio a Ia dcl derecho (libertad externa),
tituido el estado moderno. Muchos pensado- a pesar de que el estado liberal debe ser
res modernos, sin embargo, siempre han moralmente neutral y permitir Onicamente
aceptado una cuota —mOs o menos alta— de una organización de Ia sociedad en Ia que
conflicto y de violencia en el ámbiio estatal, cada individuo y cada grupo social sea capaz
precisamcnte para ampliar Ia esfera del arbi- de perseguir libremente sus propios fines y
trio ode Ia libertad natural del hombre, pero do elegir su propio destino, a su propio scm
sin renunciar nunca a Ia intervención del en el mundo, sin que los demá,s hombres o los
gobierno, en ültima instancia, como poder demás grupos puedan impedirselo; en una
arbitral entre las partes en lucha (mediacio- palabra, a pesar de ser un estado que se redu-
nes en los conflictos laborales, proteccionis- ce a un mero procedimiento politico y juridi-
mo, leyes contra los monopolios) o como Orga- co. Es un bien absoluto precisamente porque
no que garantiza las posiciones de los más presupone coma valor al individuo entendi-
cléhiles (tutela dc los derechos civiles, refor- do como fin y no como medio, ci principio dcl
ma del derecho familiar, con particular aten- diabogo, Ia superioridad de Ia persuaciOn
ción a los menores de edad y a Ia condición sobre Ia imposición, ci respeto de los demOs
de Ia mujer, lucha contra las drogas fuertes). y, bajo este valor, ci significado positivo de
Los liberales han sido, en camhio, predo- las diferencias y de las diversidades. En sin-
minantemente contrarios al principio de In tesis: el 1. absolutiza un método, no los fines.
libertad en ci estaclo, siempre que este prin- El estado liberal, coma bien absoluto, sigue
cipio se interprete Onicamente coma libertad siendo siempre on ideal limite o regulador de
politica y como participación en Ia determi- la experiencia politica, porque los conflictos
naciOn de Ia orientaciOn politica dcl gobier- o las tensiones, inherentes a Ia estructura plu-
no, al mismo tiempo que reivindican una ralista, no siempre so resuelven en ci diOlo-
libertad social (de palabra, de reunion, de aso- go con Ia persuaciOn sino frecuentemente la
ciación, dc prensa, do empresa) par parte del fuerza interviene como factor determinante;
cstado. Los liberates, salvo los que se han ins- sin embargo se tmata siempre de una fuerza
pirado en Ia filosofia de Rousseau o de Hegel, quo acepta una regla juridica, aquélla par Ia
no han creido nunca que Ia voluntad general coal es mejor contar las cabezas que romper-
manifestada par el estado sea cualitativamen- las. Sin embargo, no obstante esta tentativa
te diversa de Ia suma, o mejor dicho de Ia de regular el usa de Ia fuerza, es necesario
agregaciOn basada en compromisos de las dis- reconocer quo ésta no ha eliminado Ia exis-
tintas voluntades de los individuos o de los tencia de los poderosos y de los debiles en el
grupos. Además, siempre se han opuesto a Ia mercado politico y social; la tentativa de legi-
afirmación dc que ci estado, en cuanto uni- timar Ia fuerza, al transformarla en poder
versalidad concreta, sea depositario y reali- (legitirno), no Ia elimina nunca de manera
884 LIBERALISMO

completa, ya que sigue existiendo un estado men "teórico" de las diversas definiciones de
de naturaleza precisamente en los espacios Ia libertad, nos proporcionan, sin embargo,
que ha dejado abiertos en Ia sociedad civil una perspectiva con Ia que podemos exami-
(por ejemplo, tanto ci mercado económico nar —aunque siempre on ci campo de Ia cr1-
como el espacio polItico). tica— algunas definiciones históricas de
La tercera definicion de la libertad, la que amplio espectro dcl I. La perspectiva esta
Ia entiende como emancipación o como auto- dada precisamente por estas dos lineas con-
rreahzación del hombre, parece comprender vergentes que deberian servir para poner a
Ia verdadera libertad; sin embargo hay que prueba ci 1.: por un lado, un dato "duro" y
reconocer que en las teorizaciones que se han "frio", ci estado liberal, con sus mecanismos
hecho de ésta frecuentemente prevalece ci ele- jurIdicos y politicos; y, por ci otro, un dato
mento ético (y por lo tanto una libertad que "suave" o "cálido", los reales desenvolvimien-
podria desarrollarse en el mero piano priva- tos culturaies, politicos y sociaies de eman-
do) sobre el politico de Ia administración del cipación humana respecto de estructuras
poder: en el caso extremo podria entenderse autoritarias y de ruptura de los automatismos
también como hbertad respecto de Ia poiIti- de los procesos histórico-sociales, en suma las
ca, on tanto que para ser libres hay que hacer estaciones hberaies.
sOlo lo quc está dentro del propio podcr, y ci
estado moderno cxperimcnta fuertes tcnden- IV. LII3ERAUSMO Y civIuzAcioN MODERNA. Examina-
cias que conduccn a un mOximo de despoliti- remos ahora dos tipos de interpretaciOn dci
zación y de neutralización del individuo en Ia i. que definiremos respectivamente: la prime-
esfera de io privado y de io no politico. ra, "epocal", en la medida en que trata de
Estc 1. ético corre peligro de presentarse comprender ci espiritu de una época; Ia
como una posición aristocrática, reivindica- segunda, "estructural", on Ia rnedida en que
da por restringidas elites, como Ia politica de trata de comprender las estructuras, ya sean
los intelectuaies. La ausencia dci eiemento éstas institucionales (el estado) o sociaies (el
especIficamente politico se explica, en parte, mercado, Ia opinion pOblica). Dado que pro-
por ci hecho de que estas reivindicaciones cedemos tipolOgicamente, se puede afirmar
surgen sobre todo on periodos en que las que Ia primera dominO en Ia cultura politica
estructuras autoritarias dci estado no permi- entre las dos guerras, en tanto que Ia segun-
ten Ia politica, o en aquellos on que Ia movili- da Sc ha ido precisando mejor y configuran-
zación totalitaria dc los individuos reduce do en esta posguerra. Sin embargo, ambas se
todas las manifestaciones de La vida en poli- desenvuelven dentro del mismo horizonte de
tica: baste pensar on Ia rcivindicación de Ia discurso: eli. es un fenOmeno que caracteri-
libertad religiosa en ci periodo dci absolutis- za Ia Europa en Ia edad moderna. Esta afir-
mo o en ia "religion de la libertad" de Croce macion es justa si ci uso dcl adjetivo "moder-
en ia era de los totalitarismos. Sin embargo, no" fuera neutral y descriptivo Onicamente
ci pensamiento politico liberal (con Locke, (después dcl siglo xvi); con frecuencia es, en
Montesquicu, Constant) ha sostenido siempre cambio, aitamente evaluativo (el bien despues
que Ia libertad politica y Ia participación efec- del mal), dado que lo "moderno" tiene un
tiva de los ciudadanos en ci poder legislativo "valor". Este punto de vista es muy peligro-
es, en üitima insjancia, ia Onica garantIa ver- so y entraña graves riesgos de malas interpre-
dadera de todas las demás libertades autOno- tacioncs en ci plano histórico del 1. que tra-
mas, en tanto que Tocqueville tendia a consi- tarernos de senalar aI hablar de tres "prejui-
derar que la instancia ética hberai podia rca- dos": ci filosófico (iv), ci jurIdico y ci histO-
hzarse Onicamente en ia politica. rico (v).
A través de esta reinterpretaciOn, hecha con Inicialmente Se dcbe observar que si todo
la ayuda de los "clásicos" del I., de las tres lo que se da on lo "moderno" se liga positiva-
definiciones del concepto de libertad, no niente con ci 1. se termina por transformar
hemos logrado todavIa definir eli.; los resul- Ia contiguidad de procesos históricos diver-
tados de Ia reconstruciOn "histOrica" del sos on su coincidencia. Dc este modo se Ilega
registro de los movimientos y de las ideas con frecuencia a una visiOn providenciai y
hberales, por un lado, y por ci otro, del exa- triunfalista del 1. que pierde la aspereza de
LIBERALISMO 885

sus luchas, sus frecuentes derrotas, Ia diver- cstO por conquistarse en su totaiidad, repre-
sidad de sus estrategias segiin las diversas cir- senta la primera ruptura radical con Ia Edad
cunstancias históricas. En suma, se pierden Media, en Ia quc no habia cabida cultural para
las estaciones liberales concretas para tener Ia convicción del valor universal y creativo de
un 1. siempre —al menos hasta Ia segunda Ia libertad, quc solo se daba bajo Ia forrna de
mitad del siglo xix— en la cima de Ia historia: privilegio. Más adelante, Ia reforma protes-
ci I. en SU historia más verdadera no coinci- tante —y sabre todo ci caivinismo— Ileva a
de siempre con ci gobierno, puesto que con la doctrina dci libre examcn, dcrnuele ci prin-
mucha frecuencia se encontró en las posicio- cipio de una jerarquIa cclesiástica como Orga-
nes de una radical oposición, Si no es que has- no de de mcdiación entre ci hombre y Dios,
ta de una herejia. por lo que sc emancipa la conciencia de los
Además, esta interpretación unitaria del I. distintos individuos, ministros dci vcrdadc-
en Ia edad moderna conduce a describir SUS ro Dios, que en Ia ascesis intramundana dis-
albores, su apogeo y su ocaso. En las inter- ciplina racionalmcnte toda su propia vida. Dc
pretaciones epocales, más optimistas, el I. mancra semejante, con Descartes se produ-
deberIa ser verificado y superado per ci socia- ce un rechazo de la tradición, y Ia razón
lismo, hijo tàmbién de Ia modernidad (Dc encuentra en si misma su punto de partida,
Ruggiero y Laski). En las interpretaciones eliminarido con Ia duda mctódica y ci espiri-
estructurales, más pesimistas, el final del I. tu crjtico todos los dogmas y todas las creen-
es un fenOmeno de autodestrucción y coinci- cias, confiada Onicamente en los nuevos méto-
de con Ia crisis de Europa (Habermas, Kose- dos empirico-analiticos de Ia ciencia. Esta
heck); la apariencia dell. cstá demostrada per revoiución cultural llegará a su plenitud poll-
su rápida conversion en "fascismo" (Marcu- tica en la IlustraciOn, puesto quc en nombre
se, Horkheimer), como consecuencia de Ia de Ia razón se declara Ia guerra contra la tira-
transformaciOn del mercado: son dos formas nIa ejercida por ci estado, por Ia iglesia, por
dcl dominio "burguesas" (Kühnl). En ci mer- Ia escucla, per los mitos y por las costumbres
cado, en efecto, primero operan los capitalis- sobrc las conciencias, puesto que, en una
tas individuales, con Ia posesión efectiva de palabra, se empieza a aplicar el espiritu den-
las propiedades privadas, garantizadas por un tifico al dominio de Ia naturaleza y a la reor-
estado neutral; pero después, con ci capita- ganización de Ia sociedad.
lismo monopolista o con ci capitalismo de Sc trata de un largo proceso histórico quc
estado, se quita toda cabida a Ia libertad y se ha ihevado al individuo a sentirse libre, a tener
encamina hacia Ia sociedad total del puro una plena conciencia de si mismo y de su pro-
dominio, porque estaria reguiada por una pio valor, a quercr instaurar completamente
razón que solo calcula las magnitudes y las ci regnun hon-zinis sobre la tierra. Los orige-
cosas, en tanto que margina Ia lihertad y Ia ncs deli. coiciden de este modo con Ia forma-
fantasia de los hombres. ción de Ia misma "civihización moderna"
Las interpretaciones epocales dell., al tra- (europea), que constituye Ia victoria del inma-
tar de definir ci espiritu, buscan todas ci "prO- nentismo sobre ci trascendentismo, de Ia
logo en ci cielo" de las formas históricas del libertad sobre Ia reveiación, de Ia razón sobre
I. (Dc Ruggiero, Laski). Este espiritu consis- Ia autoridad, de Ia ciencia sobre el mito.
teen Ia nueva concepción del hombre, que se El limite de esta rcconstrucción epocal dcl
va consolidando en Europa a través de Ia rup- 1. consiste en un prejuicio "filosófico" que lie-
tura con Ia Edad Media y que tiene como eta- va a resultados que —en ci piano de Ia criti-
pas esenciales ci renacimiento, la rcforma, ci ca histórica— ya no son sostenibles. Interpre-
racionalismo (de Descartes a la IlustraciOn). ta, en efecto, un fenOmeno estrictamente poli-
El Renacimiento, con su concepción antropo- tico, como es precisamente eli., partiendo de
cénirica en contra del dualismo medieval, con Ia tradicional periodizacion de Ia historia de
su indicaciOn dc Ia dignidad del hombre, con Ia filosofia moderna, entendida como victo-
su vision terrena de Ia vida y de los problc- ria del subjetivismo sobre la trasceridencia o
mas que en Ia misma debe resolver ci horn- como redescubrimiento de lo absoluto en el
bre, con sus ciencias mundanas, con su sen- hombre mismo que, de esta manera, se uni-
tido orguiloso y optimista de un mundo que versahiza. En esta reconstrucciOn, los clásicos
886 lIBERALISMO

del 1., ligados todos elios a Ia politica, tienen tado desde cl punto dc vista fiiosófico y eli.
poco peso, en tanto que tienen dcmasiado desde el punto de vista politico consiste en
peso los de la filosofia, por lo que se corre el ci hecho de quc ci primero exalta Ia unidad
peligro de convertir ci 1. en Ia manifestación de Ia voluntad politica soberana y ci segun-
poiltica de Ia filosofia "moderna". En otros do defiende las diferencias cntrc los diversos
términos, se corre ci peligro de convertir el grupos sociales. En Ia historia de Ia Europa
1. en una concepción del mundo, en una ideo- moderna se da toda una seric de fenómcnos
logIa sincretista, reconstruida a posteriori, culturales y socialcs quc rompen ci orden en
sobre materiales filosóficos divergentes, pre- quc se apoyaba el mundo medieval y disgrc-
cisamente cuando es muy dificil, si no impo- gan Ia sociedad. Por un lado, tenemos Ia refor-
sible, insertar los clásicos del pensamiento ma protestantc y Ia aparición dc una plurali-
politico liberal en una historia de La filosofia dad de iglesias; por el otro, tcnemos Ia con-
periodizada de acuerdo con ci criterio de in solidaciOn de un mercado abierto en que sur-
"nioderno" (ilustrado o romántico). gen nuevos grupos sociales, que empiezan a
Esta reconstrucción epocal debe examinar- darse cuenta de si mismos y a contraponer-
se nuevamente desde un punto de vista poii- Sc. El acto de nacimiento dcli. consiste, pre-
tico y no fiiosófico que tome en cuenta pro- cisamente, en darse cuenta de que esta diver-
cesos sociales mucho más vastos y comple- sidad no es un mai sino un bien, y de que, por
jos. No cabe duda que ci 1. está estrechamen- consiguiente, es necesario encontrar las soiu-
te ligado con Ia teoria del individualismo, que ciones institucionales para que esta sociedad
es propia de Ia cultura de la Europa moder- "diversa" pueda manifestarse. Las dos gran-
na; aunque las motivaciones culturales cam- des etapas a través de las cuales madura ci
bian profundamente desde ci renacimiento I. son el debate sobre Ia libertad religiosa, con
hasta ci romanticismo. Sin embargo, cii. solo Ia necesaria separación entre lo politico y lo
es una de las soluciones politicas de esta teo- rehgioso (Milton, Locke), y la defensa de los
rIa, la que se presenta histOricamente como partidos politicos como canaies de expresiórl
vencedora con Las diversas Declaraciones de de ios diversos grupos sociales (Hume,
los derechos del hombre y del ciudadano, que Burke).
consagran las libertades —en plural—dc los Finalmente, la misma concepción inmanen-
distintos ciudadanos. El punto de vista file- tista es Ia que dehc trastocarse y entendersc
sófico conduce, en cambio, a senalar, dentro no come on desarroilo ideal (o filosOfico) a
de una visiOn progresista (ilustrada) o provi- iravés del cual ci pensamiento alcanza Ia pie-
dencial (romántica) las etapas necesarias c nitud de Ia autoconciencia sine como un sim-
inevitables a través de las cuales ci hombre ple hecho, o come un proceso histórico-sociai,
se cmancipa para ilegar a Ia razón abstracta que caracteriza ia historia de Ia Europa
"universal" de Ia Ilustración o a Ia razón his- modcrna, liamado actuaimentc de seculariza-
tórica "universal" de la filosofia romántica, cion o de Ia muerte de Dios: en cste escena-
en cuyos elementos, segOn los diversos auto- rio se debe coiocar Ia historia dci I. Per una
res, se encontraria Ia plena convicciOn de Ia parte, se debe tener presenle ci proceso de iai-
idea liberal. Pero este if fiiosofico, dc proce- cización de Ia cuitura politica, cada vez rnas
dencia franccsa (Rousseau, Condorcet) o ale- marcado a partir del sigio xvi, y que resuitó
mana (Hegel), mira a la hbertad en singular inevitable debido a la mayor complejidad de
—o sea absoluta— que ci individuo solo alcan- Ia administracion del estado moderno, per lo
za Si cs capaz de elevarse a lo universal a Ia que eian necesarias técnicas racionales, basa-
voluntad general o a La voluntad dcl cstado, das en Ia cuantiiicación, o Ia aplicaciOn de Ia
que Onicamentc son manifestaciones de una razón para uniformar los dates de Ia tradi-
libertad auténtica. En sintcsis: Ia perspecti- ciOn. Per Ia otra parte, se debe tener presen-
va fiiosófica reduce in libertad dci individuo te ci crcciente procese ne difusiOn de Ia cnil-
ala voluntad general o al estado, en tanto que tura, desde Ia invención de Ia imprenta, que
la perspectiva politica pretende garantizar las muitiplicó Ia fuerza y Ia difusión de las ideas,
libertades empiricas de los distintos mdi- hasta Ia revoIución de los niedies de cemuni-
viduos. caciOn de masa, que puso a los individuos en
Una segunda diferencia cntre ci 1. intcrpre- condiciones de sentirse sujelos hbres y autO-
LIBERALISMO 887

nomos en la formuiaciOn de su propio juicio. o sea Ia confianza en la razón, sostenida per


El subjetivismo moderno, que lieva at mdi- Ia voluntad de la mayoria, o en Ia ciencia, que
viduo a someter progresivamente at control seria capaz de construir ci verdadero orden
de Ia razón todas las formas condicionantes econOmico, planificando Ia vida social. En
de su vivir (desde la razón hasta la ciencia, otros términos, ci 1. no cree que Ia sociedad
desde Ia polItica hasta Ia economia, desde Ia sea una mOquina quc pueda construirse arti-
ética hasta la estética), y a expresarse a tra- ficialmente de acuerdo con un modelo doctri-
yes de las formas más variadas y extravagan- nario 5mb que Ia ye como Un organismo que
tes, no consiste tanto en una evoiución fib- debe crecer de acuerdo con las tendencias de
sófica cuanto en un verdadero proceso social sus fuerzas interrias, en la libertad dialécti-
hacia una igualdad cada vez mayor de las con- ca de ios valores que expresa (J: S. Mill). El
diciones y de los pensamientos, en la que la marxismo es más bicn ci hcredcro dcl racio-
lábil subjetividad empirica triunfa sobre el nalismo constructivista de Ia IiustraciOn. Pre-
sujeto trascendental: en este nuevo ordena- cisamente por esto cii. Sc ye lievado a recla-
miento social ci absoluto, descubierto por la mar limites para el poder dcl gobierno, a des-
filosofIa como inmanente en el individuo, se confiar de la verdad objctiva y absoluta, a
ha manifestado —trastocado— con el confor- estimular una mentalidad experimental y
mismo de Ia sociedad de masa, en la que todos pragmática, que someta continuamente a
los hombres se creen libres y autónomos en comprohacián empirica sus propios enuncia-
sus pensamientos, y con Ia destrucción de dos, porque solo ésta permite una confronta-
todas las autoridades institucionalizadas o de dOn o dialogo positivo entre posiciones poh-
todos los valores trascendentes, en tanto que ticas diversas. En otros términos, los libera-
aumenta Ia presión de la opinion comOn que, les se reconocen mAs en un mOtodo quc en
at cambiar de las modas, da cabida maxima una doctrina.
a Ia libre manifestación de una subjetividad Sin embargo la equivocaciOn más grave
fuera de toda norma. consistc en ver en ci I. una consecuencia de
Este prejuicio 'fiiosOfico" que pone en el Ia rcforma (o dcl puritanismo): una tesis muy
renacimicnto, en Ia reforma y en ci raciona- difundida tanto entre los catOlicos integris-
lismo el "prologo en ci cielo" dell., lieva a tres tas como cntre los libcralcs laicos, que igno-
graves equivocaciones en ci piano histórico, ra los rnotivos radicalmentc religiosos no libe-
que ahora es conveniente senalar. En ci pen- rales que animaron a luteranos, caivinistas
samiento politico liberal, simpre atento a Ia y puritanos, y olyida que Ia rcforma es Ia anti-
realidad, falta compietamente el ideal del tesis y no Ia continuaciOn del renacimiento.
renacimiento de Prometeo, la orgulbosa cer- Si ci pensamiento liberal asume motivos de
teza de que ci hombre, una vez rotas las cade- la religiOn crisliana, los absorbe tanto de Ia
nas, realizaria en Ia tierra su completa eman- reforma catOlica (cl libre alhcdrio de Erasmo)
cipación junto con Ia de Ia humanidad. Lo que corno de Ia protestante (ci pesimismo antro-
ie impide acceder a esta concepc ion perfec- polOgico), pero en una sintcsis, que es politica-
tista es ci arraigado pesimismo antropologi- secular y no religiosa, daclo quc no mira a la
co, por el cual at liberal Ic corresponde Oni- saivaciOn uitraterrena sino a un orden poli-
camente un paciente trabajo de reconstruc- tico terrenal basado en las libcrtadcs civiles
ción contra las amenazas, siernprc nuevas y v en ci control dcl poder politico, at quc sc
siempre distintas, a La libertad. Su confianza Ic quita todo fundamento sacro. Ciertamen-
en ci individuo 00 es ilimitada: sOlo se tine Ic cs verdad quc en Francia, durante las gue-
de tintes optimistas en Ia polémica contra ci rras dc religiOn, y en Ingiaterra, antes y
paternalismo absolutista que parte dc Ia mis- durante las guerras civiles, encontramos en
ma premisa antropologica pesimista para ci debate politico una combinaciOn esirecha
concluir que los hombres son incapaces de entre argumentaciones constitucionaics, teo-
autogobernarse v de clegir su propia feiici- rias politicas dcrnocrOticas y motivaciones
clad (Kant). religiosas, pero sOlo se trata de una combi-
Dc manera semejante, ci pensarniento libe- naciOn, dehida a las circustancias histOricas
ral no comparte ci racionalismo constructi- particulares, quc Ia secularizaciOn de Ia cub-
vuta propio de una parte de Ia IlustraciOn, tura pohtica desharia facilmente.
888 LIBERALISMO

En estos debates politicos empiezan a des- encima del estado que pueda limitar su volun-
tacarse los primeros principios deli. Pero este tad: el estado canquista de este modo el poder
solo pane de manifiesto su aspecto de auto- de determinar par media de las leyes ia con-
nomia en la respuesta que da al problema de ducta de los sObditos. Los mismos derechos
Ia ruptura de Ia unidad religiosa, respuesta subjetivas se presentan con frecuencia coma
que, en un principio, es de tolerancia y que concesiones gratuitas a coma expresión de
luego es de libertad religiosa: Ia libertad reli- una autolimitación del poder del estada. Ade-
giasa es Ia cuna de la libertad moderna. La más, se define frecuentemente Ia saberania
conclusion de esta larga y compieja historia, en términas del poder y no de derecho: sobe-
que es testiga de las aportaciones de las poli- rano es aquel que tiene la fuerza para hacer-
ticos, que razonaban en términas de razón de Sc abedecer y no el que deriva este poder de
estado para defender Ia tolerancia, de los una icy superior. En ci piano politico, el esta-
catálicos formados en la tradición humanis- do moderno representa Ia destrucciOn del plu-
ta erasmiana, que preferIan la persuación a ralisma orgánico prapio de la sociedad car-
Ia persecución, del ala más radical de la refor- parativa par capas: baja su incesante acciOn
ma perseguida en todas partes, y posterior- se eliminan todos las centros de autoridad
mente de los deistas y de los ateos, no es cier- que reivindican funciones politicas autOno-
tamente el estado democrático laico con su mas, coma las ciudades, los estados, las car-
religion civil, ni el estado ético, que nas lie- paraciónes, de manera que no haya ninguna
gan de la tradición del jacobinismo frances mediación (politica) entre ci principe, depo-
y del idealisma alemán, respectivamente, pre- sitario de una voluntad superior, y los mdi-
cisamente porque "laico" y 'ética" son expre- viduos, reducidos a una vida merarnente pri-
siones de la religion de lo "moderno". La ver- vada e igualados todos en cuanto meros sOb
dadera conclusion se encuentra en ci princi- ditos. En el piano sociolOgico el estada moder-
pia, claramente enunciado par Tocqueville, no se prescnta coma estado administrativo,
de iglesias libres en estada libre, en que las en la medida en que está a disposiciOn del
iglesias no representan un refugio para el principe un instrumento operativo nucvo: Ia
individuo en su ser privada sina que cansti- moderna burocracia, que es una máquina que
tuyen una verdadera institución politica, que acida de manera racional y eficiente en vis-
garantiza a la comunidad toda Ia riqueza de tas a un objetivo directamente dependiente
una vida ética y religiasa, capaz de aponerse de él.
a los impuisos hedonistas hacia la sociedad La historia dell., segOn ellos, pasa de este
del bienestar, que representa ci peligro más mado a través de la historia dcl estado abso-
insidioso para Ia libertad en una saciedad luto, porque la consolidaciOn dcl elemento de
democrática de masa. ia autoridad constituye Ia premisa necesaria
para una auténtica libertad, que no sea un
V. LEBERALISMO, ERA BURGUESA. La interpretación mero privilegia de esa clase a de ese estrato.
estructural, tradicional entre las juristas, ha El I. (y/o la democracia) representa de este
sido retomada recientemente par histariado- modo la reconquista desde la base de esta for-
res de inspiracion marxista a weberiana: el ma de estado Ilegada a su plenitud: ci 1. con-
1., seOn éstas, es hija dci estada moderno a, duce a la autolimitaciOn del estado a fin de
mOs ampliamente, nace coma consecuencia garantizar los derechds pOblicos subjetivos
a coma respuesa a la nueva farma de arga- de los ciudadanos en tanto que la democra-
nización del poder que se instaura en Euro- cia sirve para Ia legitimaciOn de este estado
pa a partir del siglo xvi. a través dcl sufragio universal. Esta tesis es
El estado maderno se define coma ci mona- Ia expresiOn del prejuicio "juridico" que con-
polio de la fuerza (a del poder de decision en duce a intcrpretar mal Ia historia del 1. y a
Oltima instancia), que Se ejerce en tres five- desconocer la contribuciOn quc sOlo éste ha
les: juridico, politico y sociológico. En el pla- dada a la proyecciOn de proccdimientos juri-
no juridico, con la afirmación del concepto dicos y estructuras institucionales garantis-
de soberania que canfia al estado el manapo- tas. En cfecto, en ci piano juridico, elI., debi-
ho de la praducciOn de las normas juridicas do a sus lazos estrechisimos con el constitu-
par Ia que no existe un derecho vigente par cionalismo, siempre tuva fe en ci principia
L1BERALISMO 889

(medieval) de Ia limitación del poder politico Ia naturaIcza (liberal y no democratica) y los


a través del derecho, por lo que solo son sobe- orlgencs (medievales y no modernos) de una
ranas las leyes, precisamente las leyes que institución cardinal de los actualcs sistemas
limitan el poder dcl gobierno. En ci piano constitucional-pluralistas, ci dcl control de Ia
politico ci I. se presentó siempre como un constitucionalidad de las leyes, quc sirve pre-
defensor de las autonomias y de las liberta- cisamente para garantizar los derechos de los
des de Ia sociedad civil y de los cuerpos inter- "distintos" ciudadanos contra Ia voluntad dc
medios que median entre las exigencias rca- Ia mayoria y sin la cual cualquicr dcclaracion
ies de Ia sociedad y las instancias más espe- de los derechos dcl hombre queda como la
cificamente pohticas: al poder central que mera expresión de un acto de buena voluntad.
opera de manera minuciosa, uniforine y sis- Esta intcrpretación juridica ha sido refor-
temática, siempre le contrapuso la variedad, mulada recientemente por la historiografia
Ia diversidad, la pluralidad, que se dan en Ia alemana (Koselieck, Habermas, Kühnl) c
sociedad civil, corno valor positivo. En ci pla- inglesa (Macpherson) y puede constituir una
rio sociologico cii. no estuvo nunca de acuer- reformulacion más sagaz de una tcsis marxis-
do con la idea de estado administrativo, que ta ya tradicional: ci 1. es ia ideologia politica
para realizar ci orden o ci bienestar o Ia jus- de Ia burguesia en su fase ascendente, cuan-
ticia social relega a los individuos a Ia vida do ci mercado permitia márgcnes de ganan-
privada: en tanto que ci estado burocrático cia, en tanto que en la era de los monopolios
permite un máxirno de despolitización de Ia y de La pianificación económica La burgucsia
sociedad y de neutrahzacion de los conflictos, optO por ci estado autoritario, ya sea ci fas-
para los pensadores liberales lo que debe revi- cista (Laski, Marcuse), ya sea ci del capitalis-
talizarse es precisamente la polItica (incluso mo de estado (Horkheimer).
confiada a cstratos o clascs más o menos res- Dc acuerdo con csta interpretacion Ia mis-
tringidos), aceptando ci costo en términos de ma logica del estado absoluto es ia que ha
conflictos quc esto implica, porque éstos, si creado las premisas de su propia dcstrucción,
se mantienen dentro dcl marco constitucio- ya que, en efecto, instaura una rigida scpa-
nai, son manifestación de vitalidad y no de ración cntre politica (o esfera ptiblica) y moral
desorden (o esfera privada), desterrando de este modo
En sintesis, estc prcjuicio "juridico" nos Ia moral de la reahdad poiitica y relcgando
impide ver que eli., en continuidad con ci pen- los distintos individuos, una vez convertidos
samiento medieval, se configura prccisamen- en meros sübditos, a la csfera privada. Sin
te como lucha contra la consolidación del embargo, dentro de cada estado absoluto se
estado absoluto, con posicioncs aparcntemen- forma un espacio privado intcrno, que Ia bur-
tc diversas en los diversos paises, de acucr- guesia, al darse cuenta de su propia morail-
do con Ia mayor o mcnor atcnciOn quc se pres- dad, ocupa progresivamente para convertir-
tc ai piano institucional de los principios dcl lo en püblico, aunque no directarnente en poií-
absoiutismo. Dc este prejuicio se pueden tico: las acciones politicas crnpiezan a ser juz-
deducir, desde ci punto de vista teórico, gadas por ci tribunal de Ia moral. Este tribu-
numerosas interpretaciones equivocadas: por nal de Ia socicdad (ciubes, bares, bolsa, cafés,
ejemplo, Locke puede parecer a muchos academias, diarios) se llama "opiniOn pObli-
como la expresión de la alianza entre la aris- ca' y actOa en nombre dc la razón y de Ia en-
tocracia y la burgucsia, en tanto quc Montes- tica. Sin embargo, mientras que en Inglatc-
quicu puedc ser rciegado a Ia reacción aris- rra se tiene una coordinación cntrc moral
tocrática, a pesar de que en esencia su pen- (opinion pObiica) y politica (gobierno), en
samiento no difiera mucho. Además se pue- Francia, con La Ilustración, sc radicaliza el
de afirmar que en ci siglo xix ci 1. aceptó al contraste, preparando de este modo la crisis
cstado burocrático (autoritario), en tanto que revolucionaria. La burguesia liberal se con-
precisamente ci pcnsamiento liberal, desde sohda, de estc modo, en ci siglo XVIII con ci
Tocqueville hasta Weber, fue ci que vio en ci monopolio del podcr moral y del poder coo-
estado administrador Ia mayor arnenaza para nómico, respccto del coal ci estado absoluto,
ia politica y pot lo mismo para la libertad. en cuanto estado mcramente politico, scguia
Finalniente se corre pchgro de no entender siendo neutral. Su transformación y so des-
890 LIBERALISMO

trucción provienen de Ia opinion pñblica y del siempre fue liberal Ia burguesia capitalista,
mercado. coma no siempre fueron los liberales deferi-
Pero al desaparecer el elemento crItico de sores de esta burguesia. Esta es una interpre-
In opinion publica y de la libertad de merca- tación mecanicista que pierde al misma pro-
do, al desaparecer estos espacios autOnomos taganista, en Ia medida en que es incapaz de
de Ia sociedad civil, desaparecen también los entenderlo desde ci interior, y, anclada total-
supuestos estructurales de Ia acción liberal mente en la trayectoria de Ia burguesia, debe
de Ia burguesia. Si, par otra parte, se mostrá concluir can el final del 1. a can la realizaciOn
que el individualismo, que tanto en su version del I. en el fascismo (admitiendo que el fas-
ética coma en Ia utilitarista era Ia base del cisma sea un fenómeno del capitalismo que
1., es Ia manifestación de la estructura mis- ha ilegado al momenta de su crisis y no una
ma del mercado, donde el individuo, en cuan- etapa del desarrollo politico debido a un pro-
to propietaria, es totalmente libre excepto de ceso de atraso en Ia industrializaciOn del
las obligaciones contractuales voluntarias, Ia pais).
sociedad mercantil y las institucianes politi- Se trata de un prejuicio, parque, en ci pla-
cas liberales de origen contractualista tienen no einpirica, se puede falsificar fOcilmente
una relación indisoluble. Dc ahi la inevitable esta identificación. Ante todo no da ninguna
crisis actual dell., porque esta teoria se pre- cabida, en efecto, a todas las reivindicaciones
senta coma inadecuada para servir de funda- de libertad politica que provienen de los estra-
menta a Ia obligacion juridica derivada del tos aristacráticos y que han sido determina-
surgimiento de la clase obrera con una estruc- dos (en Inglaterra y en Francia) par Ia destruc-
tura politica distinta, basada en la solidari- ción del poder absoluto del principe, que
dad, que no acepta las leyes inevitables del encontró en Europa, durante Ia era del des-
mere ado. potismo ilustrado, un sostén precisamente en
Nos encontramos ante el tercer prejuicia, Ia burguesia precapitalista y resistencia en Ia
el "histórico", que es ciertamente el mOs nobleza de toga o burguesia de servicios. Este
arraigado de los tres: el 1. es la ideologIa de origen aristocrático y no burgues dell. debe,
Ia burguesIa. Un prejuicia debido a dos erro- en cambia, se?ialarse, precisamente para
res metodologicos: ante todo, Ia burguesia, entender algunos aspectos sobresalientes del
como clase, es un término muy vago y equi- 1. contemparáneo: éste, en efecto, tiene con-
voco, porque, cuando se usa para un periodo fianza, contra Ia democracia populism, en Ia
histórico tan largoque coincide con Ia forma- dialCctica entre las elites abiertas y cspontO-
don de la Europa moderna, puede indicar los fleas, y contra Ia democracia administrativa,
habitantes dc Ia ciudad, los detentadores de en ci aspecto de Ia lucha o de la confronta-
cargos, los prapietarios-rentistas, los estra- ciOn politica. La posición de Tocqueville es
tos mercantiles, los capitalistas, el estrato representativa de esta transición: un aristó-
medio de las profesiones libres, los emplea- crata, pero también 'un liberal de tipo nue-
dos de cuello bianco, las clases dominantes va' —como Ci mismo se definió—, que aspi-
(o clase politica). La burguesia se convierte ró a filtrar cii el pueblo las pasiones aristo-
asi en un fantasma de mil caras, al que es difi- cráticas.
cii imputar Ia estrategia clara y consciente En segundo lugar, si elI. politico se identi-
para el propia desarrollo, que seria precisa- fico, sobre todo en Ingiaterra, con el 1. ceo-
mente el liberalismo. nOrnico, hay que reconocer también que no
El segundo error metodológico consiste en toda Ia burguesia europea fue librecambista,
deducir de in contiguidad cronológica de dos dada que con mucha frecuencia apravecha-
procesos históricos muy distintos (Ia revolu- ha ci proteccionismo cstatal, obligando a
ción industrial y Ia consolidación de Ia bur- menudo a los liberales-librecambistas o a los
guesia capitalista coma clase social hegemo- libiecambistas no liberales (a veces socialis-
nica, par un lado, y dell. politico, por ci otro) tas) a Ia oposición.
lazos que no sean meramente cantingentes y En tcl-cer lugar, se trata de comprobar si,
transitorios, convirtiendo al I. en un mero con ci ocaso de Ia era burguesa y con ci adve-
subproducto de la burguesia, en tanto que, nimienta de la sociedad de masa, en que se
desde el punta de vista historiografico, no da un pracesa de proletarización de los anti-
LIBERALISMO 89!

guos aliados de Ia burguesIa capitalistas, o Solo dcspués dc habcr intcntado una


con ci advenimiento ne las sociedades socia- reconslrucción histárica deli., como fenOme-
istas, en las que Ia burguesia detentadora de no "ético-pohtico" que se injerta en ci procc-
los medios de producción ha sido eliminada so dc desarrollo de las instituciones pohticas
en beneficio de una "nueva clase" burocráti- reprcsentativas dc los estados europeos, sc
ca, los temas tradicionales del 1. y Ia defensa podrá delincar mejor ci papel dci pensarnicn-
de los derechos civiles contra ci poder politi- to liberal en Ia dobie tendencia dci estado con-
co y social y Ia lucha por la maximización de temporOnco hacia una soiución "social" o
la participaciOn poiItica en este poder toda- hacia una solución "asistcncial", para ver si
via son actuales o no. cste papel es ci de un mero con servadurismo
Dc este pianteamicnto, que trata de diso- o dc una mcra proyccción utópica, privada dc
ciar ci I. de Ia burguesia (entendida a Ia mane- toda esperanza de realización prOctica, por
ra marxiana como c)ase detentadora de los lo que Ia fe liberal se ye obligada a encerrar-
medios de producción), se deriva necesaria- se en ci cspacio privado dc la conciencia
mente una rcvaluación dcl eiemento ético dci moral.
I.: éstc se presenta, asi, como una respuesta
a una necesidad moral y espirituai, sentida VI LAS EFAPAS DEL ESTADO LIBERAL, Estos cuatro
por ci hombre en cierta etapa de su evoiución enfoques distintos (histOrico, filosOfico, cpo-
civil, corno una respuesta quc tiende a ser cal y estructurai) nos han permitido poncr
válida para todos los hombres y, por io tan- me (or a prucba muchos aspcclos del 1., pero
to, universal. Este pianteamicnto implica una nos han mostrado también que es imposibie
desvalorización dc los motivos extrinsecos del (lar una dcfinición adecuada del mismo, pre-
I. y de las respuestas que los liberales o bur- cisamcnte porque no se pucde trazar una his-
gueses o burgueses-hberaies dicron a proble- toria del 1. curoamcricano como si fuera on
mas contingentes desde ci punto de vista Ienómeno unitario y homogeneo, que tiene
meramentc politico de razón dc estado, de uti- sus origenes en Ia transición del constitucio-
iitarismo, de intereses particuiaristas de nalismo medieval al moderno, durante las
ciase. guerras de religion y ia era del iusnatumalis-
A csta altura vueive a ser actual Ia pregun- mu, su apogeo durante a era de la revoiuciOn
ta sobre ia actualidad dcli.: con ci capitalis- democrática (1776-1848) y su crisis en el adve-
mo dc estado (administrado por Ia vie ja bur- nimiento de los regImenes totaiitarios o de los
guesia o por Ia nueva clase de las burocracias estados asistenciales. Esto no quita que haya
socialistas) ci estado contemporáneo ha sido "estaciones" Iiherales, en las que podamos
testigo, en efecto, por on lado, de Ia progesi- entrever dos constantes: una en ci piano ins-
va desaparición dc ia opinion pdblica racio- titucional y Ia otra en ci piano de los conteni-
nal y crltica por Ia manipulacion de los dos ético-politicos.
meclios de comunicación dc masa y, por ci En ci piano de Ia organización social v cons-
otro, del mercado, como espacio autOnomo en tltucional de Ia convivencia, ci I. siempre ha
que puedcn confrontarse elOsticamentc las promovido como instrumentos de innovación
diversas estratcgias y los consumidores pue- y de transformaciOn social, en contra de cual-
den cxprcsar iibretnciite su voto. Ahora bicn, quier lorma posible de estado absoluto, las
Ia prcgunta es ésta: cl estado contemporá- instituciones representativas (o sea Ia liber-
neo permite todavia una posibilidad de cxpre- tad politica con Ia participacion indirecta de
siOn pOblica y no privada de Ia nccesidad los ciudadanos en Ia politica y con Ia I - eSpOfl-
moral y espiritual dcl hombre o, por ci con- sabiiidad del gobierno en las confrontaciones
trario, tiendc a conccntrar en si mismo no de los panlamentos v/c, del electorado), Ia
sOio ci poder politico (como ci estaclo abso- autonomia de Ia sociedad civil como autogo-
luto), 5mb también ci poder moral-in teiectuai biemno local v asociativo 0 como espacio ceo-
(por los medios de comunicaciOn de masa) nOrnico (ci mercado) v cultural (Ia opinion
ci poder cconómico (a través de Ia planifica- publica) dentro del estado, no administrado
ciOn), sienclo de cste modo solo un perfeccio- directamente por este Oltimo. Desde ci pun-
namiento o Ia conclusiOn logica del anniguo to de vista institucional, ci I. se configura
absol otis mo? como Ia racionaiizaciOn dci constitucionalis-
892 LIBERALISMO

mo medieval en Inglaterra y de la experien- les, y los modos, más o menos eficaces, para
cia colonial en America, o como tentativa, en su tutela jurIdica.
Francia, primero de revitalizar antiguas ins- La cuna de la libertad moderna son las gue-
tituciones caidas en desuso, y luego de pro- rras de religion que permitieron La consoli-
yectarlas de acuerdo con mdelos racionales, dación del ideal de la libertad religiosa, y
o en Alemania, de racionalizaciOn jurIclica del todos los clásicos del I. permanecen fieles a
estado absoluto (el estado de derecho, los esta reivindicación de la libertad ética del
derechos pOblicos subjetivos) o como reinter- hombre. Locke, al ir más adelante, reivindi-
pretaciOn de la vieja sociedad por capas en ca, en materia politica, Ia autonomia de Ia ley
ci marco de un estado orgOnico. A pesar de moral o "fiiosófica" respecto de Ia ley civil
que en Europa prevalece el elemento racio- y del poder espiritual del juicio moral que Ic
nalista sobre ci tradicionalista, el modelo corresponde a la opinion pOblica. Este ele-
anglosajon, en sus dos versiones del regimen mento ético no solo puede encontrarse en Ia
pariamentario y del regimen presidencial, se construcción teórica del utilitarismo ingles,
encuentra presente en todas las organizacio- del utilitarismo que seria criticado precisa-
nes constitucionales. Desde ci punto de vista mente por John Stuart Mill.
histOrico, estas instituciones liberales presen- De esta defensa de la autonomia moral del
tan una continuidad verdaderamente impre- individuo se deriva precisamente una concep-
sionante y, si excluimos los dos imperios de ciOn relativista, la cual reconoce como posi-
Francia, solo experimentan una verdadera tiva para toda Ia sociedad una pluralidad de
ruptura con el advenimiento del totalitaris- valores, Ia importancia del disentimiento, de
mo. Pero no se puede hacer coincidir Ia his- Ia discusión y de la competencia. Solo le pone
toria del 1. con Ia historia de las instituciones como ilmite que el conflicto y Ia competen-
Iiberal-democrOticas: estas Oltimas presentan cia sean institucionalizados: en las costum-
ciertamente una continuidad y una resisten- bres a travCs de Ia tolerancia, en Ia politica
cia a los cambios imprevistos y radicales, a través de instituciones representativas que
pero dentro de estas eStructuras se encuen- permitan la discusión (el parliamenlorn) y de
tran frecuentemente fuerzas politicas y socia- normas juridicas generaies, pues solo en el
les que se desenvuelven de acuerdo con pro- derecho es posible encontrar un criterio de
gramas e ideologIas que no son liberales, si coexistencia entre las Iibertades y/o Los arbi-
es que no son explicitamente antiliberales. trios de los distintos individuos. Este relati-
En el piano de los contenidos ético- vismo no es manifestaciOn de escepticismo
politicos, el 1. revivió de distinto modo, segün sino de antidogmatismo porque presupone
los diversos movimientos culturales que man- una corifianza en Ia criticidad del pensamien-
tenian una continuidad cronológica con él (el to, que se encuentra presente tanto en Ia cul-
renacirniento, el racionalismo, el utilitarismo, tura ilustrada como en La historicista, las cua-
el historicismo). Sin embargo, es constante la les —en diversos aspectos y en diversos cam-
defensa del individuo contra el poder (ya sea pos— confLuyen en ci 1. contemporáneo a
del estado, ya sea de Ia sociedad) en pro de nosotros. Por un lado, se destaca en materia
un valor moral autónorno y original del que politica, económica y social ci hecho de que
aquel es depositario. Esta defensa resuita si Ia razón quiere ser critica debe someter sus
siCmpre primaria, aun en aquellos pensado- propios proyectos y sus propias soluciones a
res que rechazaron una concepción radical- comprobaciones experimentales continuas,
mente individualista, como Locke con el so pena de caer en La ideologia; por ci otro
redescubrimiento de la sede del valor moral lado, con Ia convicción del ser histOrico o de
en Ia comunidad o como Tocqueville con su Ia historicidad de todas las ideas se confia en
defensa de La asociación, Unico instrumento la capacidad del pensamiento para persuadir
posible para la consolidación de Ia libertad criticamente sobre Ia desadaptación a los
politica del iridividuo. Una manifesta.ciónjuri- tiempos de determinados valores.
dica de este complejo proceso histórico son Dicho esto, Se puede afirmar que La concep-
las distintas cartas y declaraciones de los ción liberal es esencialmente competitiva, en
derechos del hombre y del ciudadano, de su cuanto está orientada a poner a los individuos
libertad politica como de sus derechos civi- en condiciones de maximizar su autorreali-
LIBERALISMO 893

zación, porque de esto se deriva un bien para fiaba a las representaciones de la nación la
toda la sociedad. Aquella cree en la compe- tarea de determinar, a través de la icy, la
tencia y en ci conflicto, porque solo éstos pue- voluntad comOn de la nación (Locke, Mon tes-
den seleccionar aristocracias naturales y quieu, Kant, Humboldt, Constant). Los minis-
espontáneas, elites abiertas, capaces de impe- tros eran "penalmente" y no "politicamente"
dir la mediocridad de un conformismo de responsables ante la representaciOn nacional.
masa, gobernado administrativamente por El segundo reto afecta, en cambio, al 1. en
una rutina burocrática (Tocqueville, J. S. Mill, ci poder, y coincide con ci advenimiento de
Weber, Croce). Es oportuno recordar que la democracia. A éste se le respondió, ante
para el pensamiento liberal la teorIa de las todo, con la ampliaciOn dcl sufragio electo-
elites corresponde a un hecho (y es por lo tan- ral y con la marginación de Ia cámara here-
to empiricamente falsificable) y no a una ideo- ditaria (que se convertiria luego también en
logia, en tanto que cae en peligrosas formas electiva), y posteriormente con la propuesta
de mistificación ideologica precisamente de una division del poder politico, ya sea on
quien Ia niega. Puesto de relieve este hecho, sentido vertical (autonomias locales, federa-
para el liberal se trata, en efecto, de maximi- lismo) ya sea on sentido horizontal, en el que
zar Ia participación a través de estructuras la antItesis mayoria-minoria tomaba el lugar
que permitan la circulación y Ia competencia de Ia antItesis rey-parlamento (Federalist,
entre una pluralidad de elites. Adams, Tocqueville, J. S. Mill).
Dicho esto, es necesario articular algunas Esto coincidiO con una distinta localización
gradaciones on la historia del 1. que, en sus de los intereses del pensamiento politico, por
estaciones más válidas, ha sido siempre una lo que Ia atcnciOn ya no se puso en ci estado
respuesta original a los nuevos retos poten- y en sus instituciones, sino en Ia sociedad y
cialmente absolutistas planteados por ci desa- en sus estructuras, precisamente porque tam-
rrollo politico y por el cambio social: una res- bien —y sobre todo— de ella podIan derivar-
puesta en la que él se presentaba más como se peligros y amenazas para Ia libertad del
fuerza dinámica quc como Fuerza dirigida a individuo on Ia general atomización social.
Ia estabilizaciOn. Una fuerza dinámica clirigi- Contra Ia concepción de Ia democracia, enten-
da a valorizar, como positivas todas las dife- dida como realizaciOn del bien comin a tra-
renciaciones que se iban presentando en el yes de la voluntad general, o basada en Ia exal-
desarrollo cultural, politico y social de Euro- taciOn de la voluntad de la mayorIa, contra
pa, rechazando de este modo los ideales poli- estas concepciones monistas reafirmO —a
ticos de uniformidad propios del absolutis- nivel de la sociedad— Ia validcz dcl principio
mo. Al principio Se propuso el ideal de Ia pluralista. Este se realiza ahI donde hay cohe-
libertad religiosa, luego se descubrió Ia fun- rencia real entre los diversos grupos para la
ciOn parlamentaria de los partidos (Hurne, conquista del poder en el mercado electoral,
Burke), como expresión de grandes ideales ahi donde es elevada Ia autonomia de los sub-
politicos, finalmente se identificO la tarea de sistemas (partidos, sindicatos, asociaciones,
las asociaciones como un modo distinto en grupos de presiOn) respecto dcl sistenia poli-
que la sociedad civil podia articularse (Toc- tico, ahi donde Ia elevada participaciOn poll-
queville). tica permite ci control sobre los diversos iIde-
El primer reto está representado por Ia res, ahi donde ci pluralisrno permite diversos
transformación de la monarquia constitucio- centros de poder (politico, econOmico y cul-
nal medieval en monarquia absoluta y buro- tural) y poderes intermedios que cjercen una
crática. El contrataque deli. al absolutismo función de mediaciOn polItica capaz de garan-
parte de Ia reivindicación de los derechos tizar cspacio de autonomia, o, más brevemen-
naturales del individuo y afirma el principio te, ahi donde hay un regimen poliOrquico.
de Ia separacion de los poderes. Con este prin- Finalmente, en la época contemporanea,
cipio se garantizaba, por un lado, Ia indepen- tenemos dos formas muy distiritas dc 1., ci
dencia del poder judicial, mero aplicador del occidental y ci oriental (o de los paises del
derecho (ya sea una ley o una costumbre), y, este), que cstán ligadas, de maneras radical-
por el otro, se dejaba al monarca Ia titulari- mente distintas, al reto del socialismo.
dad del poder ejecutivo, en tanto que se con- El I. occidental no puede dejar de prescn-
894 LIBERALISMO

tarse como metapolitico o prepartidista (B. esencia del I.: las libertades de. DifIcil tam-
Croce), dado que se ha convertido en patrimo- bién porquc las formas modernas de estado
nio de otros movimientos polIticos y que las totalitario (aunque de color politico opuesto:
estructuras del estado Iiberal-democrOtico ya comunismo y nazismo) han procedido a una
no se ponen en discusiOn: no puede dejar de planificaciOn radical de Ia economia. En otros
invocar, como ideal, el imperio de la icy y Ia términos, Ia diferencia entre el 1. y ci socia-
anarquia de los espiritus (Einaudi). Ha teni- Iisnio no consiste tanto en la mayor o menor
do que dar respuesta, sin embargo a Ia cues- velocidad con que se pretende llevar a cabo
tiOn social y al reto del socialismo ante Ia acu- las reformas cuanto en Ia "cualidad" de la
sación de defender libertades que sOlo eran intervención estatal o en Ia estrategia gene-
"formales", en tanto que la gran mayorIa de ral dcl desarrollo social que puede conducir
Ia población no gozaba de las libertades "sus- a un estado asistencial o a un estado social.
tanciales", que eran el supuesto iogico o la El I. oriental, a pesar de no haber mostra-
condición esencial de las primeras. El I. luchO do todavia de manera compieta su rosiro, pre-
esencialmente por las libertades de (o sea de senta una fisonomIa totaimente diversa: su
religion, de palabra, de prensa, de reunion, máximo intérprete es Milovan Djiias, y su
de asociación, de participación en el poder expresiOn politica culturalmente más profun-
politico, de iniciativa econOmica de los mdi- da ha sido Ia "primavera" de Praga y luego
viduos), y por esto reivindicó un no impedi- el "otoOo" polaco. El 1. dcl este nace como ten-
mento por parte del estado y una garantia de tativa de superación de Ia solución totaiita-
estos derechos individuales, civiles y politi- na que tuvo en esos paises ci socialismo con
cos. Ahora, en cambio, el acento se desplaza Ia con vicciOn de que ci socialismo sOlo podrá
a las libertades respecto de (o sea de las caren- ser realizado por ci reformismo liberal. Sc
cias, del miedo, de Ia ignorancia), y para Ia desarrolia en tres direcciones: Ia reivindica-
consecución de estos fines, que estaban en Ia cióri de las libertades individuales y civiles y
logica universalista del 1., se renunció al dog- de una igualdad efectiva; Ia defensa dcl pro-
ma de Ia no intervención del estado en Ia vida ceso de diferenciación de )a sociedad, en Ia
cconOmica y social. Para eli. ci probiema de quc las ciases, las agrupaciones sociales y los
conciliar Ia hbertad econOmica y Ia justicia grupos nacionales puedan Ilegar a ser auto-
social (o el socialismo) se ha presentado, por conscientes, y, finalmente, ci redescubrimien-
ejemplo, no como un problema ético —don- to de Ia función dcl mercado en una econo-
de los valores no estOn disponibies— sino mia socialista, para hacer más eficiente y
como un problerna prOctico de corresponden- menos dogmatica su administración, sustra-
cia de los medios con los fines; y de este modo yéndola de la "nueva clase" que estO forma-
ha podido hacer una notoria contribución rca- da por una burocracia parasitaria.
usia al reformismo democrOtico.
Por lo tanto se logra comprender mejor ci Para
VII. EL ESTADO LIBERAL: SOCIAL 0 ASISTENCIAL?
I. occidental contemporáneo en los diversos concluir sobre Ia actualidad dcl I., se puede
pensadores o en las diversas escuelas intere- partir de una afirmaciOn de Keynes segOn la
sadas en Ia politica económica y en Ia poiIti- cual los sistemas politicos democrOtico-
ca social: L. Einaudi, W. Röpkc, Beveridge, Ia liberalcs demuestran con hechos su superb-
escuela keynesiana, Ia escuela de Friburgo ridad al garantizar al mismo tiempo un mOxi-
(W. Eucken) y la escuela de Chicago (M. Fried- mo de eficiencia econOmica, de justicia social
man, F. H. Hayak). A pesar de quc todos y de libertad individual. Esta tesis es Otil no
subordinari Ia soiución de Ia cuestiOn social ya para confirmar —o no— Ia superioridad
(Ia justicia) a Ia libertad, estas escuelas Se dife- de los sistemas dcmocrOticos sobre los socia-
rencian entre sl por ci mayor o menor temor listas sino para identificar los elementos pro-
de quc ci estado asistencial lieve inevitable- blcmáticos insertos en Ia coexistencia de vaio-
mente al tin del I. La respuesta dci I. al reto rcs tan divcrsos, siempre quc por libertad no
dcl socialismo es, en efecto, Ia respuesta más se entienda una mera situaciOn garantizada
clificil, porque Ia instrumentación concreta por Ia Icy. En otros terminus, se trata de ver,
con la que se deben realizar estas hbertades tenicndo presentes las inquictudes de Ia lite-
respecto de corre peligro de comprometer Ia ratura liberal más reciente, si Ia respuesta
LIBERALISM 0 895

dada al probiema de la eficiencia econOmica conciencia de los distintos individuos. Los


con la aceptación de Ia lógica de la tecnica, medios de comunicación de masa bombar-
o al de Ia justicia social con el fortalecimien- dean cotidianamente, en efecto, Ia mente del
to del estado administrativo, es compatible espectador, de manera que crean en él emo-
con el ejercicio por parte del individuo de una ciones pasajeras —aunque intensaS— y no un
libertad polItica y social efectivas: en sinte- hébito critico arraigado. Además, cuando
sis, si ci estado de bienestar es un estado dependen dcl estado o de grandes concentra-
liberal. ciones económicas, pucden permitir una ver-
La lucha contra Ia pobreza, por llevar a dadera manipulación, desde Jo alto, de Ia opi-
cabo la libertad de Ia necesidad, no siempre nión piThilca, marginando los grupos minori-
ha tenido como resultado un aumento en Ia tarios del disenso (tienen ci mismo poder
participación polItica: ci que ha salido bene- sobre el mercado, viciando, a través de Ia
ficiado ha sido más bien el tiempo libre (pri- publicidad, Ia eiección por parte del consu-
vado) de los distintos ciudadanos y no la acti- m i dor).
vaciOn de sus libertades pollticas formales, Además, las exigencias de Ia sociedad tec-
y ha pres'alecido la distracción y no el esfuer- nologica ha lievado a una marginación de Ia
zo. Además, la sociedad del bienestar ha Kuliur y a Ia difusión de un saber que se pue-
engendrado una forma de desorientación de evaluar técnicamentc: las instituciones
espiritual, por Ia que ha entrado en crisis los educativas tienden menos a Ia formacion de
lines del desarrollo económico, en Ia medida un háhito crItico, con ideas que estén a Ia altu-
en que al hienestar de amplias areas de pohia- ra de los tiempos y que sirvan para vivir en-
ción se contraponen despilfarros y zonas de ticamente ci presente, y més, dentro de Ia par-
pobreza, Ia destrucción ecologica, el tedio celizaciOn dcl saber, a Ia formación de un
espiritual y la apatIa politica. Finalmente, Ia "especialista bárbaro" (Ortega y Gasset) fun-
lucha contra Ia pobreza, realizada a través de cional a Ia eliciencia del sistema económico.
Ia maximización de Ia eficiencia del sistema Por ejemplo, junto con ci mercado desapare-
económico, ha ilevado a una desaparición ten. cc Ia opinion pOblica como dcpositania del jui-
dencial dcl mercado, como espacio ahierto y do moral: tienden a desaparecer los dos pila-
libre, on pro de una economIa administrada res dcl I. clásico. No sOlo esto: en Ia desapa-
desde ci centro por medio de Ia planificacion. i-ición tendencial de estos dos espacios ci
En efecto, ha ido desaparecendo cada vez poder politico, ci económico y ci moral-
más Ia distinción entre estado (politica) y ideologico terminan por concentrarse en
sociedad civil (economia), en Ia medida on que manos de una rcstringida elite del podcr que
ci primero tiende cada vez más a intervenir puede ejercer, en relaciOn con Ia libertad de
en Ia segunda a través de sus programacio- los gobernados, una forma mOltiple de con-
nes y de Ia administraciOn de grandes empre- dicionamiento, que va desde Ia coacción juri-
sas (el estado-capitalista o industrial), en tanto dica propiamente dicha hasta Ia presión psi-
que en Ia segunda se han formado grandes colOgica y Ia pérdida del puesto de trabajo.
concentraciones monopolistas, las cuales tie- En fin, Ia lucha contra Ia inscguridad, para
nen necesidad dcl apoyo y del sostén del lievar a cabo Ia libertad dci miedo, o sea para
gobierno. tutelar a los indigentcs y desocupados, los
La lucha contra Ia ignorancia ha tenido enfermos y los ancianos, los marginados y los
grandes éxitos en algunos paises, ya sea con discnirninados, ha determinado la formación
Ia arnpliación de las estructuras educativas, de una miriada de cntcs y agendas burocrO-
ya sea con la amplisima difusión de los me- ticas, que administran los ciudadanos, pro-
dios de comunicación de masa. Pero tam- veyendo a su seguridad y dcsarroilando al
poco esta lucha ha hecho sustancialmente mismo ticmpo una funciOn propia de ia socie-
más lihre al individuo en su relación con Ia dad civil que tcnia como sedes más idOncas
sociedad Si se compara con los tiempos en que a Ia famiha y las asociaciones. El estado inter-
su cultura era sobre todo oral, pues ha brin- viene de este modo en problernas distintos de
dado la posibilidad de transformar las masas los tradicionales respecto de Ia conscrvaciOn
en objetos de rnanipulación polItica, cultural del derecho y dcl orden, dado que instituye
y económica, expropiando dc este modo la una senie dc scrvicios para las necesidades
896 LIBERALISMO

comunes, para toda una serie de fines socia- blemas de la justicia y de la seguridad social
les que esthn destinados a aumentar cada vez se da en el nivel de Ia sociedad civil y no en
más. Esto entraña, por un lado, la restricción el nivel institucional estatal, con subsistemas
de las posibilidades de elección por parte del autónomos en relaciOn con el sistema politi-
ciudadano en cuestiones importantes de su co, con iniciativas que no dependen de y que
vida (como Ia salud, Ia vejez) y, por el otro, colaboran con parte de las fuerzas sociales
Ia acción paternalista de máquinas burocrh- espontdneas, y no con acciones burocrático-
ticas que evalüan discrecionalmente Las nece- administrativas. En otros términos, ci proble-
sidades del ciudadano y el bien pdblico y ma histOrico que está debatiendo actualmente
actfian sin controles politicos eficaces o sin el pensamiento liberal —de derecha y de is-
una participación real en La administración quierda— es el de redescubrir y readaptar a
por parte de Los usuarios, a los que se les qui- nuevos contextos la función otrora desarro-
ta hasta Ia posibilidad de elegir. La seguridad liada por las autonomias locales en contra del
social tiene, por ejemplo, sus costos: Ia segu- estado burocrático-centralista, de reforzar
ridad favorece La apatia politica del ciudada- una vez más ci primado de Ia sociedad civil,
no y lo moviliza ünicamente para recibir cada encontrando nuevas formas para su expre-
vez más del estado (paterno), realizando asi sion, dejando al estado la tarea de garantizar-
una enajenación entre el ciudadano y el sis- les a todos la ley comlin y La función de órga-
tema politico, que solo algunas formas con- no de equilibrio y de incentivación de las mi-
cretas de participación pueden superar. ciativas autónomas de Ia sociedad.
El pensamiento politico liberal demuestra La Onica alternativa a este regreso a Ia
actualmente que es consciente de que, para socicdad civil y al mercado es ci neocorpora-
ser capaz de responder al reto dci socialismo, tivismo (v.) o estado corporado, que se basa
se encuentra ante una elecciOn entre el esta- en la organización de los grandes intereses
do asistencial, variante del viejo "estado- privados y en su colaboraciOn en ci nivel poli-
policia", que confia Ia realizacion del antiguo tico en cuanto a las decisiones del cstado,
bienestar o de los fines sociales a aparatos organizaciones que asi quedan incorporadas
burocráticos y asume de este modo una acti- a él.
tud paternalista ante los ciudadanos, y ci esta-
do minimo, que responsabilice a los indivi- BIBLIOGRAFIA: B.A. Ackerman, Social justice in
duos —solos o asociados— mediante el libre the liberal state, New Haven, Yale University
mercado. En el estado asistencial Ia conclu- Press, 1980; I. Berlin, Four essays on liberty, Lon-
siOn inevitable es una sociedad totalmente dres, Oxford University Press, 1969; P. Costa ii
administrada, en la que no hay cabida para progetto giuridico, Milan, Giuffrè, 1974; M.
eli., y que marca elfin del estado liberal y Cranston, Freedom: a new analysis, Nueva York,
ci principio del estado autoritario o del puro Basic Books, 1968; B. Croce, Storia cl'Europa net
dominio. En otros tbrminos, eli. contempo- secolo clecimonono, Ban, Laterza, 1932; E. Cuo-
ráneo tiende a poner de manifiesto la no ido- mo, Pro lila del liberalisnio europeo, Nhpoles,
neidad de los estados burocrOticos para resol- Edizioni Scientifiche Italiane, 1981; R.D. Cum-
ver Ia cuestión social, precisamente per La ming, Human nature and history.' A study of the
fatal desviaciOn de las organizaciones respec- development of liberal political thought, Chica-
to de las funciones preestablecidas (la forma- go, University of Chicago Press, 1969; G. de Rug-
ción de una nueva clase que acthe en vistas giero, Storia dcl liheralismo europeo, Ban, Later-
a su propio interbs) y por la necesaria contra- za, 1925; M di Lalla, Storia del liberalisnio ita-
dicción entre la logica de los aparatos y La de liano, Bolonia, Formi, 1976; M. Duverger, Las dos
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LIBERALISMO LATINOAMERICANO 897

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cismo, (1971), MuOn, Feltrinelli, 1973; H.J. Las- lideres sino seguramente tambibn par las par-
ki, El liberalismo europeo (1936), Mexico, Fon- ticulares conexiones de las elites criollas con
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borghese (1972), MuOn, ISEDI, 1973; H. Marcuse, don entre ci I. y Ia democracia.
La lotta contra il liberalismo ne/la concezione Filósofos y doctrinarios europeos principal-
totalitaria della stab (1934), en Cultura e soc/c- mente fueron la fuente más explIcita de ins-
là, Turin, Einaudi, 1969; N. Matteucci, Illibera- piraciOn de los independentistas liberaics,
lismo in on mondo in bras for!naZione, Bolonia, pero las dificultades de diversa lndole que
II Mulino, 1972; T.P. Meill, The rise and decline prontamente se produjeron llevaron a
of liberalism, Milwaukee, Bruce, 1953; W.A. muchos de éstos a acentuar los contenidos eli-
Orton, The liberal tradition, New Haven, Yale tistas y aun autoritarios de sus propuestas
University Press, 1945; M. Salvadori, L'eresia organizativas. Ejemplar en este aspecto es ci
liberale, Bolonia, Formi, 1979; J.S. Schapiro, Libe- proyecto politico bolivariano, expresado en
ralismo (1958), Buenos Aires, Paidós; D. Spitz, diferentes ocasiones pero en el que prevale-
The liberal idea of freedom, Tucson, University cc Ia convicción de que sOlo un orden fuerte-
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antico e nzoderno(1968), MilOn, Giuffrè, 1973; F. efectos disgrcgadores de una realidad que, de
Watkins, The political tradition of the west: A otro modo, se prevé coma irremisiblemente
study in the development of modern liberalism, centrifuga.
Cambridge, Harvard University Press, 1948; R.P. Naturalmente, durante ci periodo de Ia
Wolff, The poverty of Liberalism, Boston, Beacon organización nacional de los nuevos estados,
Press, 1969; V. Zanone, Il liberalismo moderno, ci I. se veria duramente confrontado con las
en Storia del/c idee politiche, economiche e socia- tendencias conservadoras, que ya en las pri-
Ii, a cargo de L. Firpo, torno VII. Turin IJTET, meras dbcadas del proceso entrevieron una
1972- posibilidad más acorde con sus pretensiones,
ya sea por una coyuntura internacionai favo-
[NIc0LA MATTEuccI] rable a par los efectos decididamente desa-
lentadores que podian detectarse fOcilmente
en la primera mitad del siglo xix coma pro-
ducto de las guerras de independencia prime-
liberalismo latinoamericano
ro y de las luchas civiles después. Esta reali-
dad resultaba no obstante tan poco propicia
El 1. se halla ligado a la historia latinoameri- para los experimentos innovadores que inclu-
cana desde los origenes mismos de ]as nacio- sive muchos de los liberales fueron adoptan-
nes independientes de esta parte del mundo. do definiciones que, en sus extremos, produ-
En definitiva, buena parte de las ideas que jeron una resultante ecléctica entre las pro-
generalmente aparecen vinculadas al tema pias posiciones y las conservadoras. Obvia-
liberal circularon durante el periodo prein- mente, experiencias europeas coma Ia Restau-
dependentista corno aroma ideologico justi- ración, Ia guerra carlista en Espana o las
ficatorio de la necesidad de romper ci vincu- revoluciones francesas de 1830 y 1848 —to-
lo colonial. Estas nociones se expresaron ya do esto dentro del ambiguo fenómeno, en su
sea en el registro económico —donde elI. real- faz politica, representado per ci romanticis-
mente ofrecia a sectores ansiosos de un acce- mo— debian ser otras de las ensefianzas uti-
so directo al mercado mundial la atracción lizadas por los latinoamericanos para diagra-
indudable del librecambio--- como también en mar modelos de nación cuya inorganicidad
otras expresiones relacionadas con Ia teoria estaba determinada por sociedades civiles
politica e incluso con una actitud general ante gelatinosas que parecian demandar Ia emer-
898 LIBERALISMO LATINOAMERICANO

gencia de estados fuertes. Estas confrontacio- de Colombia; on Venezuela, Rafael Maria


nes entre liberales y conservadores no a)bcr- Barait publicó ci Resutnen de Ia Ilistoria aflti-
gaban solo ci carácter de una polémica mOs 'ua v moderna c/c Venezuela, micntras que en
o menos doctrinaria sino que implicaban cur- Mexico José Maria Lois Morn —siempre den-
SOS de acción divergentcs en una seric de tro dc esta categorias hberaLes— compuso
aspeclos concretos y decisivos. Dentro de Mexico y sos revoluciones. Esta sornera iista
ellos aparecian corno relevantes las aiterna- sOlo puede ciertaniente recuperar algunos
tivas entre ci federaiismo o el centralisrno; ci t itulos y nombres al tamente significativos,
papel que debIa serle reconocido o negado a dentro de lo que fue un nOcico dc intensa pro-
Ia iglesia; Ia estatización o of reconocirniento ductiviclad durante ci siglo xix, y on ci cual
de aquélla en Ia estructura educativa, —tras of propósito expreso tie reconstrucción
etcetera. dcl pasado— se jugaban en realidad diversos
Y silas corrjentes conservadoras accntua- proyectos alternativos para Ia construcciOn
ban los aspectos mOs ligados con La tradición de las respectivas naciones.
hispánica en una hnca que necesariamente La polémica antilibcral lievada adelante
debla desembocar en una reivindicaciOn por los conservadores contaria igualmente
imphcita o manifiesta de Ia colonia, no resul- con una nutnida y por cierto nada subcst ma-
tarO sorprendente que posteriormente cstos ble producciOn, especialmente si se piensa en
juicios valorativos Sc tradujeran en diferen- ci ecuatoriano Gabriel Garcia Moreno o ci
tes conccpciones historiograficas. En torno inexicano Lucas Alamán, pero io importante
dc esta interrogación —que scrO tan recurren- aqui es que las cniticas quc dirigieron al I.
te como inseguras se revelaren las fuentes de pusieron nuevamentc en cuestiOn aigunos de
La nacionalidad para los nuevos estados— se los eiementos doctririarios y realizacioncs
fueron disenando las primeras producciones pr/tcticas que aquél más expresamente rcivin-
reairnentc originales dc lo que a partir de dicaba. En este orden de ideas, ci elemento
cntonces se constituIa como una cultura espe- central de Ia polérnica fue otra vcz ci referi-
cifica. includablemente, uno dc Los textos fun- do al juicio sobre Ia conquista espanola, ci sis-
dadores en cstc scntido lo configuro ci Facto-i- tema colonial y la actitud de La iglesia. Como
do dci argentino Domingo Faustino Sarmien- se ha dicho, muchas de estas criticas conta-
to, que dihujó para toda una gcneración libe- ban en su favor con el turbulento periodo que
ral La contraposicion —leIda con una Lineali- siguiO a las independencias nacionales, situa-
dad extrema— entre la "civiiización" urbana cion que condujo a muchos Liherales a mode-
y abierta a las iniluencias europcas, por un rar sus propucstas igualitaristas y a descri-
lado, y Ia 'barbaric" refugiada en las zonas bir de hecho aquci movimienlo refcrido de
rurales e impermeables a aquellas mismas acercamiento con ciertas posiciones conscr-
influencias, por ci otro. En el mismo sentido vado ras.
de reivincLicación de Ia vision liberal opera- En este filtirno sentido, hacia las Oltimas
nan las obras de Bartolomé Mitre y de Vicen- décadas del sigio pasado sc impone on no
te Fidel Lápez, siempre dentro dc la intelec- pocos paIses Latinoamericanos La paradOjica
tualidad argentina, pero también en ci veci- concepcion de La "dictadura Iibera i",scgOn
no Chile esta tendencia tendria representan- La cual las éhtes poscedoras die Los biencs y
tes de vastos alcances, corno es of caso de del saber debian tutciar Los intereses tIc La na-
Francisco Bilbao, que revelaba su 1. radical ciOn con considerable autonomia respecto de
en Sociabiliclad chilena, asI como los historia- Las masas, cuya participación politica qucda-
dores Diego Barros Arana, José Victorino Las- ba relegada a una etapa posterior nunca bien
tarria y Benjamin Vicuna Mackenna, aulor definida, y que seria resuelta en los hechos
este Oltimo —entre otras— de Vida de O'Hig- por via transformista o revolucionaria, segOn
JiUs y 1/ida de Portales. Tendencias semejan- las diversas situaciones Latinoamericanas.
tes son detectables on ci Perti en la obra de Estas concepciones pudieron circuiar cOmo-
Daniel F. O'Leary, La amancipación del Perd darnenie dentro de La ideologia positivista,
yen la Historia del Perd independiente de Feli- que hacia esa misma época diagramo una de
pe Paz Soldán. En Colombia, José Manuel Las propuestas culturales más operantes pre-
Restrepo escribió La Historia de la revolución senciadas por este subcontinente. Y es que de
LIBERALiSMO LATINOAMERICANO 899

esta simbiosis —expuesta naturalmente a ten- gliense Ruben Dana— dan cuenta en su hete-
siones obvias---- entre 1. y positivismo (v. posi- rogeneidad de una parte del élan novocentis-
tivismo latinoamericano) surgió un sistema ta que desde perspectivas muy disimiles cues-
de ideas y de prácticas que penetraron no solo tionaba ci plan liberal. El Ariel dcl uruguayo
a los sectores gohernantes sino que fueron Rodó, aparecidu en 1900, debiO al hecho de
compartidas incluso por fuerzas que en otros sintetizar muchas de estas tendencias un exi-
aspectos tratahan de cuestionar politicamen- to que no lo abandonarIa durante varias
Ic aquella dominación. AsI, ci mito del pro- decadas.
greso indefinido —que actuaba sobre estra- Pero junta con csta protesta, otro cstrato
tos anteriores y de Ia misma direccionalidad de Ia cultura latinoamericana iba a detectar
contenidos en Ia idea de "America como tie- en elI. una eventual fuentc de males que aten-
ri- a de promisión"— paso a coristituir prác- taban directamente contra la idea misma de
ticamente un contenido ideoiogico propio dcl La nacionalidad. Un presunto cosmopolitismo
sentido comOn, sobre todo en aquellos paIses atribuibic a aquel habria concluido —segOn
donde la incorporación al mercado mundial aquelia critica— por disolver algunas esen-
capitalista se habIa revelado clamorosamen- cias sin las cualcs no era posible signar nm-
te exitosa. gOn proceso de identidad nacional. Es enton-
Por lo demás, aquellas minorias mantenian ccs cuando se produce, como movimiento
férreamente su poiltica iaicizadora de las reactiva, un retorno hacia aquelios presuntos
estructuras de Ia vida estatal y social, con lo nOcleos originarios en una dirección que cada
cual volvieron a chocar con los intereses ecle- cultura habrIa de recorrer segiin su propio
siásticos, especialmente en una época signa- pasado. Obras como Curnandd del ecuatoria-
da en este terreno por las cncIclicas Quanta no Juan LeOn Mera, Enriquillo del dominica-
cura y Syllabus, en las cuales los sectores no Manuel de JesOs Galván, Tabard del uru-
catOiicos encontraron nuevas fuentes de res- guayo Juan Zorrilla de San MartIn, Ayes sin
paiclo para su poll tica antiliberal. Pero esta nido de Ia peruana Clorinda Matto de Turner,
critica tradicional prontamente verla surgir Canaan del brasileno Graça Aranha, consti-
sobre Ia escena politica y cultural otro tipo tuyen una muestra rcpresentativa de este
de cuestionamientos, muchos de elios expre- retorno a Ia tierra, al negro a al indio en un
sión de a emergencia de nuevos sujetos socia- intento de refundaciOn de Ia nacionahdad.
les en ci piano de Ia comunidad politica. RefundaciOn quc era experimentada como
Dichos cuestionamientos tenian de todos más acuciante en aquelios palses como los del
modos cliversos origenes y perseguian obje- sur del subcontinentc en donde ci aluviOn
tivos iguaimentc diferentes y no siempre cia- inmigratorio habia modificado de manera
ramente explicitos. Uno de los registros de más radical Ia composiciOn dcmografica y los
esta actitud crItica hacia ci I. iba a nuclearse hhbitos cotidianos de dichas republicas. Un
en tomb de lo que en Ia terminologia de la caso tipico en este sentido lo configurO la
época se llamO 'la cuestión social", y quc Argentina, donde se asiste hacia ci Centena-
denunciaba ci cariicter piutocrático y oligar- rio a un vasto proceso de constituciOn de Ia
quico en que habia desembocado ci proyecto nacionaiidad sobre ci tipo rural del gaucho
liberal. Esta oposiciOn formó una amplia y ci poema MartIn Fierro, de José Hernándcz,
mancha temática dentro de Ia cual se conec- quc lo expresaba ejemplarmente.
taban transversaImente motivos de pertenen- No obstante, y por difundidos que algunos
cias tan diversas como ci modernismo litera- de estos mavimientos rcsultaren, ninguno de
rio, corrientes radicales de capas medias que ellos puso en crisis real una serie de valores
demandaban un cspacio politico de partici- pravcnientes del prayecto liberal, lo cual se
pación, movimientos socialistas y grupos tradujo en las dificuitades de los sectores
anarquistas. Figuras coma las del peruano antiliberales par elaborar alga más quc cri-
Manuel Gonzalez Prada, los argentinos Lean- ticas parciales y proponer, por ci contrario, un
dro N. Alem y Juan B. Justo, ci mexicano modelo alternativo global de sociedad y de
Francisco Madero, los uruguayos José Bati- cultura. No habian faitado par cierto criticas
Ic y Ordóñez y Emilio Frugoni, sin olvidar la radicalizadas del misma, pero inciuso las que
figura dcl jefe dcl modernismo —ci nicara- se fundaron de una u otra manera en ci ejem-
900 LIBERALISMO LATINOAMERICANO

plo fascista debieron aguardar a que se pre- dad menos deformada por los ricsgos dcl cos-
sentara una coyuntura materialmente crIti- mopohtismo (v.). Ya la revolución mexicana
ca para poder difundirse en sectores rnás habIa rcvclado una fuertc componente jndi-
amplios que los limitados circulos que hasta gcnista quc promovcria una serie de ensayos
entonces habIan constituido su audiencia. sobre Ia "mcxicanidad", conccpción que
Aquella coyuntura fue, precisamente, Ia ofre- —alcntada por José Vasconcelos— se desa-
cida por la crisis de 1930, en Ia exacta mcdi- rrolló a través de pensadores, sociologos y
da en que vino a desquiciar un modelo de artistas que buscaban definir ci "ser nacio-
desarroilo económico e ideologico que hasta nal". En el PerU el aprismo (v.), fundado por
entonces habIa mostrado una aita cuota de Victor RaUl Haya de Ia Torre, también incor-
funcionalidad. Por las grietas ahora Si pUCS- poró no pocos de estos clementos, a los que
tas al descubierto en el modelo liberal comen- se sumaban los quc habian sido arrastrados
zaron a penetrar con fuerza una serie de movi- o constituidos en el vasto movimiento latinoa-
mientos y de ideas de corte nacionalista de mericanista dc Ia reforma universitaria (v.).
diverso signo que, en el periodo que precedió Igualmente en Bolivia cstc sentimiento Se
a Ia segunda guerra mundial, gravitariari con cncarnó en Ia prkdica del Movimiento Nacio-
diversa intensidad sobre algunas corrientes nalista Revolucionarlo dc Victor Paz Estcns-
de niasas. soro y su teoria dc Ia "bolivianidad". En el
Estas tendencias iban a soldarse, por Jo Brash, ci presidente GctUlio Vargas fundO ci
demas, con un registro de rnás vieja data en Estado NUvo sobre expresos lincamientos
Ia conciencia latinoamericana, como ci cons- antilibcralcs, y en Ia Argentina Juan Domin-
tituido por ci 'antimperialismo". Si en un pri- go Pcrón (v. peronismo y populismo) sc prco-
mer rnomento esta tendencia se habia expre- cupO por tratar de cstructurar una conccp-
sado más acabadamente y por primera vez ción alcjada dcl marxismo y dcl liberalismo.
luego de la guerra hispano-norteamericana, A estc cmbaic dc los populismos contra ci
y habIa tenido sobradas ocasiones de desple- I. no habia rcsuitado extraUa Ia izquicrda lath-
garse ante el intervencionismo estaduniden- noamcricana (v. marxismo latinoamericano)
se del big slick de Theodore Roosevelt, aho- cspecialmentc Ia agrupada bajo Ia influcncia
ra deli. también era sentado en ci banquillo de Ia III Internacional, que durantc mucho
de los acusados por su tendencia a establecer licmpo —y siemprc dc acucrdo con los vai-
pactos económicos con potencias extranjeras venes dcterminados por Ia politica gcneial dc
que habrian desembocado en un proceso de a Comintcrn— idcntificO las Ilaniadas "liber-
dependencia cuyas consecuencias negativas tadcs formales" con consignas libcrales patri-
estaliaban con ocasióri de Ia crisis. Dentro de monio exclusivo de las burgucsias locales (v.
este universo de discurso, ci 1. se fue trans- burguesIa nacional). Esta linca scria en no
formando en un término acusador, con el cual escasa medida recogida por Ia revolución
se denotaba Ia doctrina econámica de Ia oIl- cubana, cuya influencia sobre Ia izquierda
garquia asociada al capital extranjero. latinoamcricana scria tan vasta como profun-
La critica, sin embargo, no se detenla en el da en el decenio de los sesenta. Esa revolu-
puro aspecto económico sino que cuestiona- ción acentuaria ash muchos dc los aspcctos
ba hasta ci mismo tipo de ejercicio de la poll- antilibcralcs que ya habian sido rclevados por
tica y de Ia representatividad irnaginado por los populismos o por un cierto rcgistro de la
eli. para Ia partiêipación (0 exclusion) de las izquierda, y apuntaria sus cucstionanhientos
masas en ci poder. En su lugar aparecerIan tanto sobre los aspectos dc Ia depcndencia
una serie de doctrinas y de realidades que cconómica cuanto dc las desigualdades socia-
ponian en ci primer plano de la escena Ia figu- les promovidas por estructuras quc reprodu-
ra de caudillos populares (v. caudillismo) que clan en su interior una estratificación de cia-
una primera pero prontamente insuficiente ses quc solo podria hallar tOrmino con Ia
terminologia terminá por clasificar bajo ci const rucción dcl socialismo. También dcsde
rubro uniformante de los "populismos" (v. estc anguio, pucs, parecIa Ilegada Ia hora final
populisnio). Estos rnovimicntos apelarian a del 1. en Latinoambt - ica. Y sin embargo los
aquelios elementos ya seOalados en los cua- regirncncs ferozmcnte represivos y autorita-
les se suponIa podia fundarse una nacionall- iios (v. militarismo iatinoamericano) sui-gidos
LJBERALSOCIALISMO 901

en Ia Oltima decada especialmente en ci cono los liberales los que sometlan su propia doc-
sur, asi como las graves dificultades en los trina a una cerrada critica.
paises del liamado "socialismo real" para Fue probablemente ci fiiósofo inglbs John
satisfacer una participación democratica en Stuart Mill (1806-1873) ci primcro entre los
ci poder, han alentado recientemente un teóricos liberaics en destacar, en ci ambito
intento por retomar algunas de las ideas libe- de Ia concepción liberal del estado, algunas
rales al respecto. instancias propuestas por ci socialismo pre-
marxista europco: en particular Ia exigencia
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mericana, Buenos Aires, Paidós, 1970; J.L. Rome- sándose como ideologia y despertando mayor
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co, Siglo XXI, 1976; Liberalismo, en II mondo les dc toda Europa. Por una parte, la crisis
contemporaneo, VI: Storia dell'America Latina, dcl marxismo y ci acalorado debate sobre ci
a cargo de Marcello Carmagnani, Florencia, La revisionismo provocado por los escritos dc
Nuova Italia, 1979; L. Zea, Dos etapas del pensa- Eduard Bernstein (1850-1932) planteO a los
miento en HispanoamCrica: del romanticismo al socialistas ci probiema de conciliar hipótcsis
positivismo, Mexico, El Colegio de Mexico, 1949. y principios de Ia doctrina marxista ortodo-
xa con Ia rcalidad de Ia sociedad capitalista
[COMITE EDITORIAL] y Ia prhctica dci niovimiento obrero organi-
zado, y lievo a los teóricos y iidcrcs de parti-
do a aceptar, de una maricra más a menos
expilcita, algunos puntos claves de Ia concep-
liberalsocialismo don liberal, mitigando ci ciasismo y ci recha-
zo dci método pariamcntario e induciéndolos
1. LAS PRIMERAS F0RMULAcI0NEs. Desde ci punto a iuchar por estructuras coiectivistas no ohs-
de vista histórico general es oportuno recor- tante ci persistir de Ia cconomia de mercado.
dar que en Europa se empczó a hablar de 1. Por otra parte, y en ci mismo periodo, ci desa-
o socialisrno liberal o liberalismo socialista a rrollo industrial y los avances dcl movimien-
partir de Ia primera mitad del siglo pasado. to obrero impuisaban en diversos paIses a los
En Alemania, al mismo tiempo que Marx teóricos dci libcralisrno, o por io menos a los
redactaba ci Manifiesto del partido cornunis- mks inquietos y atormcntados, a descubrir
La, ia cxpresión liberaler Sozialismus ya cir- ciertas limitacioncs de Ia ideoiogia propug-
culaba en ci debate politico; asi en Francia y nada, que a la vista se manifcstaba incapaz
en Inglaterra hacian su propia aparición locu- de contrarrcstar eficazmcnte tanto ci injerto
ciones analogas. La aspiración a Ia sintesis de Ia idea imperialista sobre ci tronco libe-
entre sociaiismo y liberalismo provenia des- ral coma ci mensaje marxista, orientado éste
de entonces de parte de liberales insatisfechos a senaiar con fuerza Ui exigencia de Ia justi-
y de socialistas de diversas escuelas: pero, por cia social para las masas proletarias. En esta
razones históricas intuibles. eran sobre todo forma se percibIan de un lado y dcl otro ten-
902 LIBERALSOCIALISMO

tativas de sIntesis entre socialismo y libera- ci liberalismo librecambista favorecIa por su


lismo, acentuando ya uno ya otro término del parte Ia permanencia y ci acrecentamiento de
binornio. las situaciones de privilegio y de desigualdad
Pero en este punto es necesario hacer una existentes en ci orden capitalista.
distinción: en ci sentido que acentos y moti- Los liberalsociaiistas sostienen que el error
vos liberalsocialistas se encuentran en una fundamental es ci de considerar que las dos
serie de movimientos y corrientes diversos corrientes son opuestas e inconcihables entre
entre si, caracterizados principalmente per si, pucs en Ia rcalidad su integración no solo
otras instituciones, y no es por lo tanto ilcito es posibie sino dcseablc. La condición nccc-
referirse a ellos en el momento en que Se pre- saria para quc esto suceda es que tanto Ia una
tende delinear el nücleo de La ideologIa libe- como la otra renuncien a algunos de sus pro-
ralsocialista. De este modo, en lugar de refe- pios "dogmas" que ya no encuentran cabida
rirse a los fabianos o a Bernstein y, en gene- en La realidad.
ral, a todo el revisionismo europeo de prin- El "dogma" al que dcbe rcnunciar ci libe-
cipios del siglo xx, seria más 6ti1 referirse en ralismo es, para los liberalsocialistas, ci librc-
forma precisa a los teóricos que al hablar del cambismo. SegOn una distinción fundamen-
1. o socialismo liberal lo colocan explicitamen- tal dcbida, como se vio, a Stuart Mill y ada-
te en ci centro de su especuiación. Y, desde rada y prccisada posteriormcnte por Croce,
este punto de vista, el hilo conductor corre considerar ci librccambismo como una carac-
desde ci ingles L. T. Hobhouse hasta el italia- tcristica irrcnunciable de la doctrina liberal
no Saverio Francesco Merlino y, también en significa convcrtir csto que es un "principio
una época más reciente, desde Carlo Rosse- económico lcgItimo" en una "tcoria ética ile-
lii hasta Guido Calogero y los demás teóricos gitima", o sea dane a una norma contingen-
del movimiento liberalsocialista de los años te surgida en un dcterminado periodo histó-
treinta y cuarenta. A estas corrientes en par - rico y ligada estrechamcntc con una concep-
ticular se clebe referir uno actualmente —aun- ción filosófica superada, como ci utilitarismo
que sin olvidar ci surgimiento y el resurgi- ético de Bastiat, ia dignidad y ci valor de icy
miento de brotes análogos en diversos palses, social váLida en cualquier época y en cual-
sobre todo entre las dos guerras mundiales- quier circunstancia. Estc cs un error cuyas
para diseflar las caracterIsticas esenciales de consccuencias se manifiestan cada dia más,
esa ideologIa. a mcdida que el dcsarrolio industrial y La for-
macion dc grandcs masas prolctarias recla-
La doc-
II. CRITJCA DEL MARXISMO ' DEL LIBERALISMO. man La intervcnción sólida dcl estado ya sea
trina liberaisocialista nace de un análisis parE proporcionar servicios esenciales a ia
cerrado, pero a su modo distanciado y sere- comunidad o bien para coordinar y discipli-
no, de la crisis en que caen el socialismo mar- nar las actividades económicas con ci fin dc
xista y el liberalismo librecambista. Los obje- evitar los excesos espcculativos y ci predomi-
tivos de las dos corrientes son comunes —el nio dc unos pocos en La vida nacional.
progreso general de la sociedad humana—, El liberalismo no tiene nada que oponer a
pero son atacados de iados diferentes: una La intervenciOn estatal en La economia Si csto
pone el acento en La solidaridad social, en Ia ocurrc dcntro dcl respeto de Los dcrechos dcl
responsabilidad y en los deberes que tiene ci individuo y con ci objeto de salvaguardar los
fuerte en relación con el debil; sus consignas intcreses comunitarios. El problema, Si aca-
son cooperación y organizaciOn. La otra sos- so, consiste en concihar Los unos con los
tiene que el ejercicio completo de Ia libertad Otros, salvando de ia tradiciOn librecambis-
de cada uno no puede dejar de ilevar al pro- ta lo que no choca con Las nucvas cxigcncias
greso de toda la sociedad. Pero ci sociaiismo dci progreso social.
marxista descuida las conquistas fundamen- Rcspecto dcl socialismo Los liberalsocialis-
tales de La democracia liberal, empezando por tas sosticnen que ya es tiempo dc superar La
todos los derechos individuales de Libertad, conlccpción marxista dci cstado y de La socic-
convencido equivocadamente de que éstos son dad humana. El debate revisionista ha demos-
resabios del capitalismo liberal y en definiti- trado, en opinion dc éstos, que cl nücleo deter-
va dc una civilización que hay quc derrocar; minista, economicista y fatahsta dcl marxis-
LIBERALSOCIALISMO 903

mo no se adapta muy bien con la libre expre- liza y ci bien económico de que se dispone":
sion de Ia personalidad de los individuos que a cada uno, en sintesis, segOn su propio tra-
ocupa un lugar central en Ia concepcion libe- bajo. Semejante objetivo de Ia ideologia hbe-
ral y conduce las masas a buscar en forma ralsocialista se traduce en un prejuicio anti-
total la transformación material de Ia socie- capitalista, no absoluto sino relativo, orien-
dad (socialización de los medios de produc- tado sobre todo a impedir situaciones de
ciOn, etc.) y a no comprometcrse en esa 'revo- parasitismo o de privilegio particular (de ahi
iución de las conciencias' que es ci presu- Ia insistencia en Ia necesidad de la imposición
puesto de todo ordenamiento socialista nue- progresiva) y sobre todo en ci establecimien-
vo. También aqui se coloca en ci mismo pia- to de una economia 'mixta" o dc dos secto-
no lo que es un medio, aunque sea importante, res" en la que coexisten empresas privadas
para un cambio revolucionario como la socia- al lado de sectores nacionalizados o contro-
lización de los medios de produccióri, con los iados en alguna forma por el estado de acuer-
fines de Ia revolución que consisten en Ia do con criterios distributivos de tipo empiri-
transformación de las masas y en Ia construe- co, que emanan en cada caso de las exigen-
ción de una sociedad que elimine los privile- cias de Ia sociedad en su conjunto.
gios sociales y económicos y les dé a todos la En los problemas internacionales se repro-
hbertad respecto de la necesidad como cual- ducen los puntos esenciales de La ideologIa:
quier otra ilbertad consagrada por la tradi- aplicaciOn de Ia exigencia comunitaria en las
ción liberal (los derechos politicos de la per- relaciones entre los estados, lucha contra
sona, Ia libertad de palabra, de prensa, de racismo, imperialismo y nacionalismo, ten-
voto y asi sucesivamente). dencia a la cooperación y a Ia expansion cada
vez mayor de organismos internacionales
III. LAS INsTANcIAs FUNDAMENTALES. Dc acuerdo representativos.
con esto se explica con precision Ia parte posi- El 1. presta particular atención a Ia cons-
tiva del I. 'Liberalismo y socialismo, consi- trucción de un estado de tipo nuevo, a las
derados en lo mejor de su esencia —ésta es garantias jurisdiccionales y a Ia educacion de
la definicion que se encuentra en un escrito las masas. En una sociedad que se basa en
de Guido Calogero— no son ideales opuestos normas eficaces en cuanto manifestaciOn de
ni coriceptos divergentes sino especificacio- Ia rnayoria de los ciudadanos es necesario dis-
nes paralelas de un Onico principio ético, que poner de instrumentos idóneos para comba-
es el canon universal de cualquier historia y hr y erradicar eventuales abusos legislativos
de cualquier civilización. Este es el principio o administrativos: de ahi Ia conveniencia de
mediante el cual se reconoce a las personas reforzar Ia independencia y Ia autonomia del
de los demás ante Ia propia persona, se Ic da cuerpo judicial y de constituir una corte
a cada una de ellas un derecho igual al dere- suprema que defienda Ia Icy fundamental, o
cho propio.' sea Ia Constitución. En cuanto a la escuela,
Dc ahi Ia exigencia, en ci campo politico, sOlo cuando ésta se organice, de manera que
de que cada ley y cada norma de gobierno pueda ofrecer a todos una instrucciOn corn-
obtenga su derecho dnicamente del consen- pleta y generalizada, se podrOn alcanzar dos
so de Ia mayoria y que los individuos y gru- objetivos esenciales dell.: Ia revoiución de las
pos sociales tengan modo de luchar libremen- conciencias y Ia iguaIdacl de oportunidades
te por la consolidaciOn de sus propias ideas: para cada ciudadano.
por ejemplo, no es compatible con Ia concep-
ción liberalsocialista una libertad de prensa El I., por ci hecho de haber-
IV. LA TERCERA VIA".
infectada por ci dominio financiero de unos se desarrollado en un periodo que tenia frente
cuantos grupos editoriales o Ia existencia de a si dos tipos de sociedad, la capitalista occi-
movirnientos politicos que no respeten en su dental y la comunista soviética, sufre los efec-
interior las reglas fundamentales de la demo- tos de esta situaciOri no solo al proponer una
cracia. mediaciOn, y casi una sintesis, entre los dos
En ci piano económico-sociai, Ia instancia sistemas sino al prever tambien su futura con-
fundamental es 'logro de Ia maxima propor- ciliaciOn y fusion. Los liberalsocialistas no
cionalidad posible entre ci trabajo que se rca- creen, como los marxistas ortodoxos, que el
904 LIBERTAD

socialismo, o mejor dicho la nueva sociedad valorativo. Las definiciones descriptivas de


liberalsocialista, tenga necesidad de realizar- "1." designan estados de hecho dcterminables
se mediante una sacudida revolucionaria: el empiricamente y pueden ser aceptadas por
socialismo, en cuanto heredero del liberalis- cualquiera sin considerar los puntos de vis-
mo, los sucederá gradualmente después de ta normativos de cada uno en lo que refiere
haber absorbido las instancias vitales y el a la 1. (§§ I.Iv). La "1." en sentido valorativo
capitalismo occidental y el comunismo sovié- (§ v.viii) se usa para recomendar más que
tjco verán desaparecer gradualmente los con- para describir; en consecuencia, tiene signi-
trastes y las diferencias reciprocas. La "ter - ficados diferentes de acuerdo con los diver-
cera via" prevista por Sombari está destina- sos modelos éticos en que se inspiran los
da a realizarse. "Es posible concebir —escri- escritores.
be Rosselli en Socialisno liberale— que Ia El concepto de 1. interpersonal o social se
transición de una sociedad a otra se Ileve a refiere a las relaciones de interacción entre
cabo con un proceso gradual y pacIfico; con personas o grupos, es decir aI hecho de que
una transición que, salvando las ventajas ya un actor deja a otro actor en 1. de actuar en
aseguradas por Ia una, las rcfuerce progresi- cierto modo. Estc concepto debe definirse con
vamente con las ventajas de la otra." referencia a otra relación de interacción, Ia
de Ia no-I. interpersonal o social.
BIBLIOGRAFIA: G. Calogero, Difesa del liberalsocia-
lismo (1945), Milan, Marzorati, 1972; G.D.H. Cole, I. NO.LIBERTAD SOCIAL.Respecto del actor B, eI
Historia del pensamiento socialista, Ill: La Segun- actor A es no-libre de realizar la accibn X, Si
da Internacional, 1889-1914 (1956), Mexico, Fon- y solo Si B hace imposible a A Ia realización
do de Cultura Económica, 1959; A. Garosci, Vita de x, o sea punible para A hacer x. "B hace
de Carlo Rosselli (1946), Florencia, Vallecchi, imposible a A la realización de x" significa
1973; T.H. Green, L'ohbligazione politica (1882), que B lieva a cabo Ia acciOn y tal que si A
Catania, Giannotta, 1973; L.T. Hobhouse, Libe- intentase realizar x fracasaria en su intento.
ralismo (1911), Florencia, Sansoni, 1973; C. Ros- Negándole a un ciudadano el pasaporte, el
selli, Socialismo liberale (1930), en Opere scelte gobierno lo hace prácticamente incapaz de
di C. Rosselli, L. I. Turin, Einaudi, 1973; N. Tran- viajar al extranjero y por lo tanto no-libre de
faglia, Carlo Rosselli dall'interventisrno a Gins- realizar esa acción. Respecto de Estados Uni-
tizia e Libertà, Ban, Laterza, 1968; L. Valiani, Il dos, Ia China comunista es no-libre de con-
liberalsocialisrno, en Rivista Sto,-ica Jialiana, quistar Formosa y viceversa, ya que las fuer-
nm. 1. 1969. zas norteamericanas presumiblemente impe-
dirian la invasiOn de una de las dos potencias
[NICOLA TRANFAGLIA] por parte de Ia otra. Si el Ku Klux Klan impi-
diera con la fuerza a los negros entrar en una
escuela pOblica, estos Oltimos serIan no-libres
de hacerlo respecto de esa organización, pero
libertad no respecto del gobierno. "B hace punible
para A hacer x" significa que si A Ilevara a
La palabra 1. tiene una fuerte connotación cabo x, B realizaria Ia acción y que castiga-
epfemisia. Por lo tanto se ha usado para na a A. Las sanciones del gobierno en contra
cubrir cualquier acción polItica o institución de los actos legales son Onicamente un ejem-
que pudiera considerarse válida, desde Ia obe- plo de punibilidad entre los tipos de no-
diencia al derecho natural o positivo hasta la libertad social. Respecto de un sindicato una
prosperidad económica. Los escritos politicos empresa es no-libre de rechazar ciertas
rara vez dan definiciones explicitas de Ia "1." indemnizaciones si el primero organiza pique-
en términos descriptivos; pero con frecuen- tes frente a la segunda. Respecto de los ye-
ciase pueden extrapolar del contexto defini- cmos, que tratan de imponer el ostracismo
ciones descriptivas. El concepto de 1. se refie- a los anticonformistas, los habitantes de un
re más frecuentemente a Ia 1. social, que debe edificio de los suburbios modernos son no-
distinguirse de otros usos de la palabra tan- libres de apartarse de ciertas normas no es-
to en sentido descriptivo como en sentido critas.
LIBERTAD 903

II, LIBERTAD SOCIAL. La 1. social no es to opuesto cidad) y nos abstenenios de acciones que
simétrico de no-I. social. Oficialmente yo no sornos libres de reabizar (por ejemplo, condu-
soy no-libre de pagar los impuestos sobre Ia cir a cualquier velocidad inferior at limite).
renta; no obstante tampoco soy libre de
pagarlos; más bien soy no-libre de rehusar el III. LIBERTAD SOCIAL Y OTRAS RELACIONES SOCIALES.
pago. Una relación de I. se refiere a una serie Las relaciones de 1. y de no-l. interpersonal
o por to menos a dos acciones, o tipos de o social pueden existir entre dos personas a
acciones alternativas. Yo soy no-libre de grupos cualesquiera; por ejemplo, miembros
hacer esto; yo soy libre de hacer esto o aque- de una familia, compradores y vendedores,
lb. Un actor es libre de actuar en uno cual- parlamento y ejecutivo, papa y emperador,
quiera de distintos modos, con tal que no haya rniembros del mercado comün. La I. de un
otro actor que to haga no-libre de realizar gobierno puede estar o no limitada por cual-
cualquiera de estas acciones. Por ejemplo, quier otro gobierno, una iglesia, una organi-
respecto de B, A es libre de hacer x o z, si B zación internacional, los propias ciudada-
no hace ni imposible ni punible para A el nos, cualquier grupo de interés dentro o fue-
hacer x o z. 'L. de vot.o" significa 1. de votar ra de su jurisdicción, etc. La 1. politica es una
o de abstenerse; pero "I. dc difundir la ver- subcategoria de Ia I. social y normalmente se
dad" significa no-l. de difundir opiniones refiere a la 1. de los ciudadanos a de las aso-
"erróneas". Además, yo puedo ser libre de ciaciones respecto del gobierno. El interés par
actuar de un modo o de otro con una perso- la I. politica en los diversos periodos de Ia his-
na a con un grupo, en tanto que otro actor me toria se concentra en la 1. de religion, de pala-
hace no-libre de entregarme a una de estas bra o de prensa, de asociación (religiosa, poli-
actividades. Oficialmente, los norteamerica- tica, econOmica), de participación en el pro-
nos tienen Ia I. de escoger cualquier religion ceso politico (sufragio). La idea de 1. polItica
o de no apegarse a ninguna, pero muchos nor- ha sido Ia misma para cubrir Ia exigencia de
teamericanos son no-libres de ser agnósticos 1. econOmica, de I. de necesidades, de autode-
respecto de ciertos grupos no oficiales que terminación nacional, etcetera.
someten a los "ateos" a todo género de san- No-I. y poder o control son categorias que
ciones informales. se interfieren. Impidiendo a A hacer x, B
Se puede determinar con certeza, pero sOlo hace a A no-libre de hacerlo y controla su
cx post facto, si un actor era no-libre de hacer comportamiento. Si B castiga a A porque hizo
to que hizo en realidad. Si eb intento de A de x, A era, respecta de B, no-libre de hacer x,
hacer x fue frustrado por B, a si A logro hacer pero B no controlO la acciOn x de A, ya que
x, pero fue castigado por B por haberlo lìecho, su amenaza de castigo no bogro intimidar a
se deduce per definiciOn que A fue, respecto A en su realización dcx. El influjo es una ter-
de B, no-libre de liacer x. El hecho de que A cera forma de poder: si B logra, per ejemplo,
sea no-libre de hacer x, o el hecho de que A persuadir a A de votar per los demócratas,
tal vez sea o seria libre de hacer x o z son hipO- no limita Ia libertad de A de votar per los
tesis empiricas que pueden sostenerse Onica- rcpublicanos (o per los demócratas). En este
mente con cierto grado de probabilidad, caso las relaciones de poder y de I. subsisten
dependiendo de Ia respuesta a preguntas entre Ia misma pareja de actores. Lo mismo
como: si A hace x, B to castigaria? Si el sesen- sucede en las siguientes situaciones: B con-
ta per ciento del total dc los que en Francia trola a A respecto de un campo limitado de
sobrepasan los limites de velocidad son decla- abternativas; A es libre dentro de ese campo.
rados culpables, los conductores franceses Por ejempbo, el gobierno tiene el poder de
son en esa proporciOn no-libres de sobrepa- obligar a los ciudadanos a prestar su servi-
snr los limites de velocidad, sin tomar en cio en las fuerzas armadas, pero puede dejar-
cuenta cuántos sobrepasan esos limites y son los en 1. de someterse a la conscripciOn a de
multados y cuOntos reSpetan Ia Icy. La I. enrolarse coma \'oluntarios. A puede ser, con
social de una persona no depende de su corn- respecto a B, libre de hacer x, a porque B no
portamiento efectivo. Con frecuencia realiza- tiene ningOn poder para limitar Ia I. de A, a
mos acciones que no somos libres de iealizar porque be permute a A hacer x. El Congreso
(por ejemplo, sobrepasar los limites de \'elo- de Estados Unidos es libre de legislar a su
906 LIBERTAD

arbitrio respecto del presidente, en la medi- tos ramos del gobierno, ci gobierno y los
da en que este Oltimo decide no ejercer su gobernados, Ia mayoria y Ia minoria. Igual I.,
poder de veto. Decir que la I. de palabra pre- no mOs I., es Ia esencia de Ia democracia.
valece en una determinada sociedad equiva-
Ic a referirse a las siguientes relaciones de 1. IV. OFROS SIGNIFrnADOS DESCRIPTIVOS. Mien tras Ia
y de no-i. (y de poder) entre dos cualesquiera I. social se refiere a dos actores y a sus res-
de sus miembros A y B: A deja a B y B deja pectivas acciones, Ia 1. de elección designa una
a A en 1. de decir lo que quiera; respecto dc relación entre un actor y una serie de accio-
B, A es no1ibre de impedirle expresar sus opi- nes alternativas potcnciales. "A tiene la I. de
niones y viceversa; A y B son no-libres de escoger x o z" significa que para A es posihlc
hacerlo, no solo uno respecto del otro sino hacer x o z; para A, tanto x como z son acce-
también respecto del gobierno, quc protege sibies o evitabies; que A efectuará x con la
ci derecho de palabra a cualquiera. condición dc quc elija hacer x. Por ci contra-
Aigunas I. sociales estOn protegidas por rio, si para A es imposihlc o necesario haccr
derechos legalmente reconocidos y por los x, A no ticne 1. de elecciOn en cuanto a x. Es
correspondientes deberes. Los conceptos rela- caracteristica de este uso la dcfinición de I.
tivos al comportamiento efectivo y al derecho de Hume entcndida como 'el poder de actuar
deben ser distintos. Todos los conductores tie- o no actuar, dc acuerdo con la determinación
nen ci deber impuesto por la icy de no sobre- de Ia i.' La 1. de ciección no es una condición
pasar los iImites de velocidad; son no-libres ni necesaria ni suficicntc de la 1. social. Si A
de sobrepasar estos lImites en Ia rnedida en no pucde hacer x, es no-libre de hacerio solo
que son multados. Por ejemplo, ci conductor 51 Sn incapacidad ha sido provocada por aigdn
A, que sobrepasO los ilmites de velocidad en otro agentc B. Dc otra manera, A sigue sien-
una ocasiOn particular, sin ser descubierto, do iibrc de haccr x, ann cuando no tenga 1.
fue, en sentido conductista, libre de hacerlo de elccciOri en cuanto ax. La mayor parte dc
en esa ocasiOn, a pesar de que no tenIa nm- las personas es incapaz, a pesar de tenor la
gOn derecho reconocido legaimente en ese 1., de convertirse en millonario o de obtener
sentido. Si ci 40% dci total de los que en Fran- ci premio Nobel. La desocupación durante la
cia sobrepasan los limites de velocidad esca- rccesión es una ejemplo do faita de 1. de dcc-
pan a la condena, los conductores franceses ción, no de falta de 1. social, a menos que Ia
son en esa proporción social (aunque no legal- recesión pueda relacionarse causalmente, por
mente) libres de sobrepasarlos. ejemplo, con una politica particular dcl
Muchos crcen que Ia democracia cs "una gobicrno. El costo elevado de Ia duración de
sociedad libre". Sin embargo, cualquier socie- una trasmisiOn teievisiva hace quc este medio
dad organizada está constituida por una red sea inacccsible a Ia mayoria; esta circunstan-
intrincada de relaciones particuiares de 1. y cia limita la 1. de eleccion, pero no ia I. de pala-
de no-i. (no existe nada semejante a Ia 1. en bra. Cada uno es socialmente "hbre de dor-
general). Los ciudadanos de una dcrnocracia mir debajo de los puentcs" o en casa, inclu-
pueden tener Ia 1. politica de participar en ci ycndo a los que no tienen casa, los cuales no
proceso politico a través de clecciones pueden eiegir en csta materia (en todos estos
"libres". Los votantes, los partidos y los gru- casos es probable que ci actor cval0e las posi-
.pos dé presiOn tienen por ello ci poder de limi- bilidades que no tiene y'no la 1. que ticne). Por
tar la 1. de los candidatos que han elegido. La ci contrario, tenemos I. de elecciOn respecto
democracia exige que las "1. civiles" sean pro- dc la mayor parte de acciones punibles, y nos
tegidas por derechos reconocidos legalmen- hacemos no-iibres de realizarlas prccisamcn-
te y por lo correspondiente deberes, y estos tc porque son accesibles.
Oltimos implican también limitaciones de 1. Los indeterministas sostiencn con frecuen-
En un tipo ideal de dictadura, ci gobernante cia que los seres humanos tienen "libre alhc-
tiene una 1. ilimitada respecto de sus sObdi- drio" en Ia medida en que tienen 1. de dcc-
tos, en tanto que estos Oltimos son totalmen- ción; es decir quc sus elecciones efectivas, y
tc no-libres respecto del primero. En una ci comportamiento que sc desprende de éstas,
democracia las 1. y no-i. estan distribuidas en no están determinados causalmentc sino que
una forma más igualitaria: entre los distin- constituyen cventos accidentales. Los deter-
LIBER.TAD 907

ministas pueden negar, con perfecta coheren- un sentido de I. del hecho de que se les deja
cia, la doctrina del libre aibedrio y sostener en 1. cuando "huyen de Ia 1." para someterse
sin embargo que los hombres tienen a menu- a una autoridad que los condiciona a querer
do I. de elección. Argument an que ci hecho de haccr lo que deben haccr. El Gran Inquisidor
que A pueda hacer x o z no impide Ia posibi de Dostoievski juega con estos dos significa-
lidad dc explicar o prever la elección efecti- dos de la palabra: "Hoy ia gente cstá más con-
va de A gracias a las leyes (por ejernpio, psi- vencida que nunca que tiene absoluta 1.; sin
colOgicas o socioiOgicas) causales. embargo, nos ha entregado su 1. y Ia ha pues-
Dc una acción se puede decir que fue libre to humildemente a nuestros pies."
o no-libre cuando decimos: "Este asesinato A causa de la caractcristica eufemista de
fue una acción hbre"; "Pago los impuestos, Ia palabra 1. los escritores se han visto inch-
pero no libremerite". El comportamiento nados frecuentemenie a definirla respecto de
involuritario es no-libre y tales son las accio- aquelias y sOlo aquellas relaciones, ya sea dc
nes no deliberadas, por ejemplo las que ci 1. o de no-i., que suelen apreciar a recomen-
aclor está condicionado a realizar. Las accio- dar a otros. Estas definiciones persuasivas de
nes voluntarias son libres, a menos que eslén 1. son 6tiles no como instrumentos de las den-
rnotivadas por ci temor o por el castigo. La cias sociales empiricas sino como expedien-
entrega de su propio dinero por parte de A tes retóricos; les dan a los escritores Ta posi-
a B, quc apunla su fusil contra A, es una bilidad de manifestar en forma asertiva su
acción no-libre (sin embargo es una acción punto de vista normativo. Por ejemplo, al afir-
voluntaria, determinada on parte por Ia ame- mar quc obedecer "a las leyes establecidas
naza de B y on paile por ci deseo de A de sal- por Ta sociedad es ser libre", Rousseau trata
var so vida). Pero ci rcchazo de A a ceder es de exhortar a los ciudadanos a obeceder esas
una acción libre. Sc puede hacer libremente ieyes más hien que cxplicar ci significado dc
lo que SC CS no-libre de hacer. Por otra parte, Ia 1. Las definicioncs persuasivas de 1. se han
si B persuade a A de haccr x sin amenazar cas- usado para proponer cualquier género dc
tigos, Ia acción x de A es libre. Algunas veces, ideologia polItica, como lo ilustran los
sin embargo, se ha usado ci termino "hbre" siguientes ejemplos.
en un sentido más amplio on relación con
acciones que son autónomas, o sea quc están V. LIBERTAD COMO PROTECCIöN DE LOS DEREcHOS FUN-
determinadas exciusivamente por las decisio- DAMENTALES. El hiberalismo clásico, desdc
nes dcl autor y no por ci influjo dc los demás. Locke hasta Spencer y sus seguidores, soste-
Por ejemplo: "La ünica 1. digna de este nom- nIa que ci estado dcberla limitar Ia 1. de una
bre es Ia de perseguir nuestro bien a nuestra persona cuando y sOlo cuando fuera necesa-
manera" (J. S. Mill). rio protcger los dcrechos fundamcntaies de
"Libre" a menudo no se refiere a caracte- otra persona (considerados frccuenternen Ic
risticas de las acciones sino de las personas. como correspondierites a los derechos natu-
Se puede decir que una persona cs libre en raies). Por esto, "ninguna sociedad en que
la medida en quc cstá dispuesta a actuar libre- estas leyes no scan respetadas en su conjun-
mente a a actuar autOnomarnente, o a desa- to cs hibre" (J. S. Mill). Por ci contrario, una
rrollar al máximo su propia capacidad. Por sociedad es Iibrc 5l Sc funda en estos princi-
ejemplo, Marx profetizó una sociedad "en que pios de laLssez faire. Y una persona que goza
ci libre desarrollo de cada uno es condición de estos derechos lcgalmente reconocidos y
del libre desarrollo de todos". La 1. se convier- cstO sujeta a los correspondientes deberes es
te en sinónimo de autorrealización. libre, aunque puede ser no-hibre on otros
Con frecuencia se dice quc la 1. consiste en aspectos y respecto de agentes distintos del
hacer lo que uno quiere. Serla más preciso gobierno, por ejemplo a causa de la explota-
decir que un actor se siente libre en Ia mcdi- ción económica o de ha presión social. Asi, Ia
da en que hace lo que quiere. La I., como esta- Suprema Carte de Estados Unidos sostuvo
do mental, es independiente de la 1. como esta- que has leves que fijaban un saiario mInima
do empIrico. Entre las cosas que quiero cvi- y un maxima de horas de trabajo violahan ci
tar puede haber alguna que soy libre y otra principio constitucional de Ia 1., porque estas
que soy no-librc de hacer. Aigunos deducen reglas no eran necesarias para la protección
908 LIBERTAD

de los derechos fundamentales y si consti- fuera del establecido por el estado por con-
tuian limitaciones "arbitrarias" de la "1. con- senso comUn" (Locke). Bajo este sistema los
tractual" del dador dcl trabajo y del sala- hombres son libres porque su I. estO limita-
riado. da sOlo por disposiciones en cuya promulga-
ción estaba en 1. de participar. Con un ligero
VI. LIBERTAD COMO SATISFACCION DE LAS NECESIDADES cambio, Ia "1." deja de basarse en ci deber del
FUNDAMENTALES. Los neoliberales ponen de estado de scr sensible a la voluntad de ios ciu-
relieve que el derecho a adquirir las cosas dadanos para apoyarse en ci deber de los ciu-
indispensables para la vida tiene poco valor dadanos de obedecer las disposiciones dcl
para los que carecen de la posibilidad de gobierno que ref lejan Ia voluntad de la mayo-
adquirirlos; que el estado deberia hacerlos rIa o de Ia "voluntad general". SegOn Rous-
accesibles a todos: que esto exige por parte seau los hombres son libres si cumplen libre-
del estado una limitación de Ia 1. individual mente esta obiigacion 0 si han sido "obliga.
a través de reglas sobre la salud püblica, Ia dos a ser libres". Y de este modo la I. ilega
instrucción y ci bienestar. El bienestar social, a referirse no ya at hecho de actuar de un
no la 1. social, es su objetivo ültimo; aunque modo o de otro sino at hecho de no actuar de
usan la palabra "I." para designar este obje- ninguna otra manera que de la prcscrita por
tivo. "L. personal significa, en efecto, poder Ia autoridad.
del individuo de asegurarse ci alimento, el
alojamiento y el vestido suficiente" (S. y B. VIII. LIBERTAD COMO CONSTRUCCION MORAL. Las defi-
Webb). Por ci contrario, los que son incapa- niciones dc 1. consideradas hasta aqui, inclu-
ces de conseguir to que Ia sociedad deberia yendo también las persuasivas, sc componen
hacerlos capaces de aicanzar, pero son libres totalmente de términos descniptivos. Sin
de hacerlo respecto del gobierno, carecen de embargo las definiciones de I. incluycn con
la "verdadera I." "La I. de carencias", a dife- frecuencia términos éticos, como "justo",
rencia de la 1. de palabra, no se refiere direc- "deber" o "virtud". En esos casos no solo ci
tamente a Ia 1. social sino a la ausencia de término por dcfinir (I.) sino también Ia cxprc-
carencias y a la existencia de un nivel satis- siOn definitoria tienen un significado valora-
factorio de vida para todos. SOlo en un senti- tivo. Por cjcmplo, "Ia 1. puede consistir Oni-
do indirecto los hombres menesterosos no camente en poder hacer to quc debemos
son hombres Iibres" (F. D. Roosevelt). Estos hacer" (Montcsquieu). Del mismo modo se
tienen poca I. de elecciOn y socialmente son dice frccuentcmentc que una persona es Iibrc
no-libres respecto de los poderosos desde ci 00 Si actüa libremente o si desarroila sus
punto de vista económico. La "1." se refiere capacidades SiflO Si rcaliza "to mejor" o 'b
no solo at objetivo del bienestar sino también esencial" de si misma.
a cualquier limitación de la 1. social conside- Por cjcmplo 'ia 1. se puede definir como Ia
rada necesaria para alcanzarlo. La Suprema afirmación por parte de un individuo 0 de un
Corte actualmente interpreta Ia I. en ci senti- grupo dc su propia naturaleza" (Laski). Algu-
do de incluir las leyes sobre el salario mini- nos han sostenido que es sumamente proba-
mo y otras "reglas y prohibiciones razonables ble que si a alguien se Ic deja en I. de elegir
impuestas por el interés de Ia comunidad". por si solo realice su propia naturaleza. Dc
La "1." incluye Ia no-i. social deseable y exclu- acuerdo con otra tradjciOn que, partiendo de
ye Ia I. social indeseable. Piatón, a través de los cstoiCos y ci pensamien-
to cristiano llcga at neohcgelismo, ci hombre
VII. LIBERTAD COMO GOBIERNO BASADO EN EL CON- alcanza Ia forma más alta de autorrealización
SENSO. La definición persuasiva de 1. como sometiendose a alguna norma moral impues-
gobierno basado en el consenso se usa para ta desdc ci exterior por aiguna autoridad reli-
manifestar la norma de que ci gobierno debe- giosa o politica, o por cI propio "yo superior"
na basarse en el consenso de los gobernados, que ordinariamente se identifica con la fe, Ia
y esto significa, ordinariamente, gobierno razón o Ia conciencia moral. "Llamo libre it
representativo y regla de Ia mayoria. Por que se deja guiar Onicamente por la razón"
ejemplo, 'la I. del hombre en la sociedad con- (Spinoza). "La obedicncia a una icy quc noso.
siste en no estar bajo otro poder legislativo tros mismos prescribimos es 1." (Rousseau).
LIBRECAMBISMO 909

La 1. deja de designar la ausencia de limita- librecambismo


ciones desagradables para designar Ia exis-
tencia de limitaciones agradabies. "En efec-
to, no adquirimos la 1. apagando lo que desea- I DEFINIcION. Aqui, en su acepción más simple
mos sino destruyendo nuestro deseo" (Epic- y estricta, el 1. es una doctrina favorable a Ia
teto). En sIntesis, la 1. es Ia no-I. de hacer ci libertad económica, segün las razones filosó-
ma!, en tanto que Ia 1. de desviarse del cami- ficas que expuso Adam Smith de manera sis-
no prescrito es licencia. "Si a todos se !es con- temOtica, en abierta polémica contra el mer-
cediera una !icencia desenfrenada de pa!abra cantilismo. La difusión deli. (nunca cuestio-
a de escrito, no qucdarIa nada de sagrado e nada) iba acompanada de una vision de la ceo-
invio!ado [. .] De este modo, la licencia gana- nomia distinta de ia tradicional, que duran-
na !o que !a 1. terminaria por perder" (Enci- te milenios habia constituido casi ia ünica
c!ica Libe v/as). interpretación del conflicto entre los hombres
Si se usa "1." como etiqueta para las prefe- y que se basaba en ci viejo axioma de que "la
rencias morales o politicas de cada uno, ci ganancia de imos es la pérdida de otros". "Dc
esfuerzo de cada cua! por Ia 1. serIa vano. Aristóteles en adelante, los filósofos especu-
Todos estarian de acuerdo en que Ia 1. es ci laron a cste respecto definiendo con precision
bien supremo, pero no estarian de acuerdo en Ia utilidad reprobable, a sea la excedencia dcl
ninguna otra cosa. Un desacuerdo significa- justo precio" (J. Schumpeter). En cambio con
tivo sobre ci valor de lal. presupone un acuer- el 1. se refuta la idea de Ia economIa como
do sobre el significado de 1. en términos no "operación con suma cero" y se empieza a
valorativos. El concepto de 1. social propor- considerar coma posible fuente de un mayor
ciona una base adecuada para una discusión bienestar para todos, de modo que Ia liber-
fructIfera sobre los aspectos tanto normati- tad no degenere necesariamente en libcrtina-
vos como empiricos de Ia 1. En cuanlo a los je, sino que deje espacios para una colabora-
sectores a los que se les deberIa ampliar o ción contratada.
lirnitar la 1. social, habrá opiniones divergen- No hay duda de que el paso de Ia vieja a la
tes, dependiendo del valor que se les asigne nueva doctrina fue ayudado por Ia decaden-
a otros fines sociales, corno Ia igualdad, Ia jus- cia de Ia agricultura, que perdió Ia primacia
ticia o ci bienestar, que pueden compctir con productiva, y por el desarrollo de Ia industria,
elfin de Ia libertad. que adquirio tal primacia. En Ia agricultura
la riqueza principal es Ia tierra, o sea un
BIBLIOGRAFIA: R. Aron, Ensayo sobre Las liberia- recurso natural escaso y no renovable; ago-
des (1965), Madrid, Alianza, 1969; C. Bay, La tada Ia disponibilidad de tierra virgen a de
estructura de Ia libertad (1958), Madrid, Tecnos, nadie, quien desce más propiedades las tie-
1961; I. Berlin, Libertad y necesidad en La histo- ne que sustraer a otros. En cambio, en Ia
lia (1969), Madrid, Revista de Occidente, 1974; industi-ia Ia riqueza dominante es ci capital,
J.P. Day, Threats, offers, law, opinion and liberty, un recurso artificial renovable a voluntad,
en American Philosophical Quarterly, xiv, 1977; acumulable aun sin Ilegar a sustraerlo dc
C. Fricdrich (comp.), Liheri, Nueva York, Ather- poseedores anteriores. Sin embargo, hasta
ton, 1962; F.A. von Hayek, Pundamentos tie La poco antes de La revolución industrial, en Ia
/ihertad (1960), Madrid, Union, 1969; F. Oppen- bpaca de la revolución mercantil de los siglos
heim, Dinlensioni della Libe rib (1962), Milan, Fel- XVI y XVII, el oro y la plata, además de Ia tie-
trinelli, 1964; Political concepts:A reconstruction, rra, confirmaban Ia existencia en el mundo
Chicago, University of Chicago Press, 1981; W. de una dotación finita de riqucza, de donde
Parent. Some recent work on the concept of un pedazo mayor para una imponia un peda-
liberty, en A me rican Philosophical Quo rierlv, x. zo menor para algOn otro.
1974; A. Passerin d'Entrèves (comp.), La libertci La tierra no producia mOs tierra, ni el oro
politico, Milhn, Cornunith, 1974; H. Steiner, mdi- mbs oro, ni la plata más plata. Un grano de
vidual liberty, en Proceedings of the Aristotelian trigo si producIa mhs granos de trigo y, en
Society, LXXV, 1975. cfecto, hasta finales del siglo XVIII (incluidos
los fisiOcratas), se continuO pensando que solo
[FELIX E. OPPENHEIM] Ia producción agraria genera un eXcedente,
an LIBRECAMBISMO

pero un excedente tan exiguo que impide una este 1. se transformó cada vez más en un
mejora general duradera de las coridiciones enfrentamiento entre Ia economla de merca-
de vida. Incluso después de Smith, los econo- do y la economia planificada, en ci cual sc
mistas clásicos, aun admitiendo Ia posibili- oian por un lado las voces de los economis-
dad de un excedente fuera de Ta agricultura, tas teOricos y per el otro las voces de los
insistieron en ocuparse sobre todo de los hechos históricos de cualquier tipo, que con
antagonismos acerca de su distribución. Por el paso del tiempo iban enriqueciendo la expe-
ci contrario, la ampliación global del exceden- riencia. Además del 1. como doctrina econó-
te se continuaba considerando en cierto sen- mica, existIa Un 1. como polItica econórnica
tido inOtil, ya que se temIa que aumentara Ia o como polItica tout court, COfl su propia evo-
población en Ia misma medida (los hombres lución, y es precisamcnte a dicha evolución
crecian "como ratas en un granero"), mante- de la práctica librecambista a Ia que vamos
niendo un salario mInimo de subsistencia: asi a dedicar Ta siguiente sccción.
hahia ocurrido durante milenios y asi conti-
nuarIa ocurriendo. Ernpe-
II. EvouJcIoN DC LA PRACTICA LIBRECAMBISTA.
Aunque contrario al pesimismo demográ- cemos diciendo quc, obviamcnte, si por un
Fico de los maithusianos, K. Marx liegaba por lado contamos con ejemplos de I. teórico en
otros caminos mat modernos a las mismas estado puro, carecemos por otro dc ejemplos
conclusiones, y teorizando Ia "lucha de cia- de 1. politico libres de compromisos o parcia-
ses" entre proletarios y capitalistas rebatia lidades. Del mismo modo, ninguna polItica
corno nunca se habia hecho la conccpción con- planificadora ha Ilegado a ser aiguna vcz inte-
flictiva de Ia economia, dándole nuevos fun- gral, y ci mismo mercantilismo como polIti-
damentos. El socialismo se presentaba de ca resultó en todas partes niuy deslavado.
repente como un aclversario formidable de Ia Cuando Smith atacaba ci mcrcantilisrno bri-
incipiente doctrina librecambista, Ia cual tánico, admitia sin embargo que las Actas de
solamente con los econornistas neociásicos de Navegación (leyes tipicamente mercantilistas)
la segunda rniiad del siglo xix elaboró ideas habian sido quizás "las más sabias reglarnen-
fuertes para defenderse y atacar. Entre tales tacioncs comcrciales de Inglaterra", Si SC valo-
ideas prevalecia Ta de la productividad mar- ran en ci piano del poder nacionai además del
ginal de cada factor en particular: trabajo, económico. En efecto, aquel tipo de mercan-
capital, tierra. Ninguno dc los factores sus- tilismo cia un arma de guerra de Gran Bre-
traia nada a los otros, porque To que recibia taña contra Holanda, que entonces estaha a
en los mercados competitivos era su contri- la vanguardia del desarrollo cconómico: un
bución a Ia producción: si recibia más era gra- arma similar a los propios cafiones que aca-
cias a su mayor productividad, no per efecto baron por usarse para resolver Ia cuestión.
de una mayor exacción de las contribuciories Por To dcmás, cualquier seguidor de esta doc-
ajcnas. El razonarniento neoclásico o margi- trina sabe que ci monopolio hacc dano a quien
nalista era criticable, pero rcflejaba Ia eviden- io sufre y cualquier ingles se alegraba dc
cia de salarios reales, que, per primera vez poder hacer dano a los enemigos de Ingla-
en Ta historia, iban crecindo continuamen- terra.
te sin perjudicar a las ganancias. En ci comercio internacional, la regla con-
Desde entonce, eli. como doctrina econó- siste en que ci I. sea más grato a los paises
mica, o sea en su accpción más simple y mas desarrollados y menos grato a ios demas,
estricta, siguiO la suerte de las teorias neo- los cuales intentan disminuir o anular su infe-
clásicas o marginalistas que le servian de apo- rioridad con recursos proteccionistas. A
yo. Tuvo vigencia y aceptación hasta in pri- medida que la inferioridad británica se ate-
mera guerra mundial; después acusó las nuaba para convertirse finalmente en supe-
duras crIticas de J.M. Keynes en 1936 y de P. rioridad, con la rcvolución industrial, ci 1. se
Sraffa en 1960 (porno citar más que dos nom- consolidaba y se hacia más seguro mas allá
bres y dos fechas), aunque recientemente vol- del canal de la Mancha, dejando a los paises
vió a adquirir cierta fuerza con las teorias de que se quedaban atras a merced de sus pro-
los economistas que podernos Ilamar neo-neo- pias decisiones al rcspecto. Fern incluso los
clásicos. La polémica en pro o en contra de librecambistas aceptaban que las nuevas
LIBRECAMBISMO 911

industrias nacientes" tenIan necesidad de rizaba el fundamento de Ia sociedad civil en


una cierta protección temporal, hasta liegar defensa de Ia propiedad privada, fruto del tra-
a su edad adulta. Habian desaparecido bajo individual, y no por casualidad, un libre-
muchas de las condiciones objetivas y muchas cambista de hoy como R. Nozick retoma los
de las creencias del mercantilismo, ya nadie argumentos de Locke para formular la igual-
pensaba que Ia ganancia de uno representa- dad entre un gobierno justo y un gobierno
ra inevitablemente la pérdida de otro, pero minimo.
los politicos continuaban actuando en la prOc- Sin este halo, que pone all. en contacto con
tica como uno o dos siglos atrás. los grandes ideales eXtraeconómicos dcl horn-
Sin embargo, si consideramos la economIa bre, no se explicaria la aceptación dell. inclu-
interna de cada nación en particular, en lugar so fuera de Gran Bretafia, en America, en Ia
de Ia economIa internacional, observamos un Europa continental, en Ia época de Ia Ilustra-
panorama distinto. En pleno siglo xvii, toda- ción y después, en tiempos y lugares diver-
via en condiciones de relativo subdesarrollo sos, en condiciones económicas diferentes. En
económico, Gran Bretaña no dudaba en reco- Italia fueron librecambistas los Romagnosi,
nocer a sus ciudadanos (no asi a los extranje- los Cavour, los Francesco Ferrara, varios pro-
ros) amplias libertades económicas, distin- tagonistas del Risorgimento, y por las mismas
guiendose en este aspecto netamente de Ia razones de fondo que movian al Risorgimen-
Francia absolutista: "Entre .l mercantilismo to. El mfls grande economista italiano, V.
ingles y el colbertismo y sus derivados exis- Pareto, fue librecambista; lo fue también Lui-
te la misma diferencia que entre un traje gi Einaudi, que entre las dos guerras mundia-
hecho a Ia medida y otro ya confeccionado" Jes, en un periodo de graves crisis econórni-
(C. Wilson). Incluso los privilegios monopo- cas, polemizaba con Keynes acusándolo de
listas de las compaflias mercantiles se vieron ofender no tanto all. como a los valores mora-
siempre con suspicacia por parte de Ia opi- les todavia más preciosos en que se basa.
nión publica inglesa o de algunos sectores del Actualmente Ia sobrevivencia del 1. (como
parlamento, sobre todo cuando entraron en Ia de su antitético, el socialismo "obligato-
conflicto con los intereses de los industriales. rio") no depende ya de sus aspectos especifi-
Cuando Gran Bretana se apuntaló en Ia indus- cos acerca del comercio internacional, la efi-
tria y el carbon, desmanteló rOpidamente las ciencia económica o cualquier otra cuestión
compaOias mercantiles asI como las viejas limitada ala rnera economia. B. Croce, en dis-
corporaciones de artes y oficios, mientras cusión con Einaudi, interpretaba el 1. como
favorecIa las innovaciones técnicas y Ia libre perteneciente a Ia esfera de lo Otil y no a la
iniciativa empresarial. de lo justo, y por lo tarlto lo relegaba a un
Los intereses agrarios, representados por ámbito subordinado al de la moral más noble
la poderosa nobleza, fueron igualmente sacri- del Iiberalismo. Pero casi ninguno de los libre-
ficados a los intereses industriales "burgue- cambistas actuales apoyarIa a Croce contra
ses" cuando entrahan en conflicto. Sin embar- Einaudi; al contrario, casi todos tenderIan a
go, Ia abolición de las Ieyes proteccionistas creer que el I. es la version más pura e inte-
sobre el trigo, avanzado ya el siglo xix, no gral del liberalisrno, corno veremos en la
fue consecuencia de Ia politica económica bri- siguiente sección.
tánica sino Ia continuaciOn de un proceso mi-
ciado mucho antes, en el siglo xvi. Tal orien- iii EL RENACIMIENTO DEL LIBRECAMBISMO POLITICO.
tación no respondIa sOlo a motivos económi- El actual credo librecambista, entendido en
cos: en Gran BretaOa eran muchos los que sentido amplio, empieza con las primeras
concebian la libertad econOmica como parte palabras del libro de Nozick, AnarquIa, esta-
integrante de la libertad humana en sentido do y utopIa: "Los individuos tienen derechos;
amplio, un derecho natural consolidado con hay cosas que nadie, individuo o grupo, pue-
dos revoluciones polIticas en el siglo XVII: Ia den hacerles (sin violar sus derechos)." Lo
puritana y la "gloriosa", que tuvieron lugar colectivo es para los librecambistas solo una
en el seno de una monarquia constitucional reunion de individuos y no trasciende nunca
Onica en Europa. Locke interpretaba un sen- los individuos. Los deberes que se contemplan
tirniento británico muy difundido cuando leo- son de los individuos respecto de otros mdi-
912 LIBRECAMBISMO

viduos, el "reverso de Ia medalia" de unos de millones y milloncs de individuos desco-


derechos individuales. Lo cual Se vincula con nocidos, pero ci librecambista duda dc quc
la idea librecambista de que cada individuo un planificador central pueda en algOn
es distirito de los otros, ünico e irrepetibie; momento disponer, aunque lo quisiera, de
nada lo puede sustituir, lo cual establece ci toda la información necesaria para su obje-
valor y la sacralidad de toda vida humana. El tivo, y cree en cambio quc ci mcrcado corn-
individuo tiene ci derecho de vivir su vida, que petitivo se acerca más al ideal de la "sobera-
no es de nadie más; tiene el derecho, y quizás nIa de los consumidores".
tambien ci deber, de hacer expilcitas sus La formula del comunismo: 'a cada uno
exclusivas capacidades creativas, de hacer su segOn sus necesidades" serIa perfectamente
propia obra maestra, siguiendo "la tendencia aceptable para ci hbrecambista si no hubic-
fundamental a la excelencia". Por io tanto ra escasez y si los bienes disponibles basta-
necesita libertad de elección y de experimen- ran para satisfacer todas las necesidades de
tación, para actuar su originalidad, como con- todos. Pero al no bastar, los bienes escasos
diciOn para ser io que los otros no son ni pue- se asignan respetando pnioridades, las cua-
den ser. les o son establecidas por una autoridad poli-
AsI entendido, cli. es una forma dci indivi- tica o son expresadas por los mismos indivi-
dualismo, que no debe confundirse con ci duos mediante su disposición a gastar más en
anarquismo individualista. Al realizar sus ciertos bicnes y menos en otros. El librecam-
experimentos, ci librecambista descubre dos bista se dcclara en favor, obviamentc, de estc
vInculos o lImites: ci respeto de los derechos segundo método, aun estando consciente de
y libertades de los otros y la escasez de los sus defcctos: quien no tiene medios para gas-
recursos materiales disponibles (aunque en tar no está en condiciones de manifestar en
continuo aumento). La polItica y la economia, ci mcrcado ninguna demanda de alimentos,
en cuanto ciencias, están pues liamadas a por mucha hambre quc tenga. El mercado no
coiaborar, pero Ia primacia de la economia se fundamenta en ci egoismo sino en la cqui-
entre los instrumentos liberales deriva del valencia entre lo que sc da y lo que se recibc
hccho de pensar que la escascz dc los recur- a cambio, estabiccida mediante la competen-
SOS sea una de las causas principales dc las cia y ci contrato. Quien no tiene nada que dar
dificultades politicas y no viccvcrsa. El anar- a los demás, nada recibe, salvo que ci inter-
quismo parece atribuir poca importancia a la cambio permita ci don. El hibrecambista es
cscascz, como Si la naturaleza proveycra lo favorable a la generosidad privada vohunta-
suficicnte para satisfacer al hombrc en cuan- na, pero desconfIa de Ia generosidad piThli-
to desaparczcan los males artificiales dcl ca bajo presiOn, porque teme sus abusos, que
gobicrno y dcl derecho; no asI ci librecambis- van desde ci robo legal hasta ci proteccionis-
ta, que no cree suprimible Ia penuria rcspcc- mo indebido.
to de nuestros deseos ilimitados y se dirigc Aun asI no considera justa y equitativa cual-
a la naturalcza como a algo que hay que con- quier redistribución dci ingreso y de la rique-
quistar dc manera prometeica. za en sentido iguahtario. Para éi, ingresos y
La lcccion del librecambista Adam Smith riquezas se juzgan no por io que son, iguales
consistia en demostrar que la divisiOn dcl Ira- o desiguaies, sino segOn cómo se formaron
bajo ayuda al hombre a liberarse, salvo cxccp- históricamente: su distnibución scrO justa,
cioncs, dc los pcores imedimcntos cconOmi- aunque desigual, si fue justa en su origen y
cos quc incluso y sobre todo lo castigarian en fueron justas las posteriores variaciones,
rclaciOn con aqucilas actividades no ligadas enmendando toda injusticia que pudiera apa.
a fines econOmicos. Pero Ia division del tra- recer en ci proceso (principio de Nozick). En
bajo multiplica cnormcmcnte los vinculos ci mercado competitivo, ci éxito y la niqueza
sociales y los extiendc, más alIá de ia fami- son asignados por la gente a quicn mOs la
ha, de las amistades, del vccinazgo, dc la tn- satisface: no importa si se premia ci mérito
bu y de Ia nación, a personas alejadas y des- o Ia suertc, ai iibrecambista le importa quc
conocidas. Sc precisa de una organización prcmicn Ia iniciativa de quicn logra satisfa-
compleja para provecr a las necesidades cer a Ia gentc. La hbre competencia es nece-
diversificadas y continuamente cambiantes saria porque no resulta seguro establecer por
LIBRECAMBISMO 913

adelantado quién sea el mejor satisfactor: No tenemos ni siquiera la certeza de que entre
solo Ia experiencia puede decidir al respec- los gobernantes no Se introduzcan malvados
to. Contrariamente a lo que dicen muchos e incompetentes, a pesar de todas las precau-
libros de economla, ci empresario, tal como ciones para evitarlo. Asi pues la pregunta mks
lo entienden los librecambistas, no calcula el importante para el librecambista no es quién
máximo beneficio partiendo de un conjunto debe gobernar, sino cómo debe gobernar para
de datos, sino que modifica el conjunto de no perjudicar demasiado en cualquier even-
datos que encuentra y hace lo que otros no tualidad posible. También por este camino,
se imaginan que se pueda hacer o creen equi- que es ci que sigue K. Popper, se liega al
vocado. gobierno "mInimo".
El librecambista está pues dispuesto a El librecambista no tiene confianza en los
sacrificar Ia eficiencia a la hbertad, si éstas grandes proyectos, y prefiere proceder con
entran en conflicto, o mks bien considera efi- pequenos pasos experimentales, con ci méto-
ciente lo que se dirige a satisfacer las libres do del ensayo y error. La iniciativa individual,
eiecciones de consumo, de trabajo, etc.; no le aunque encerrada entre estrechos horizontes
interesa Ia eficiencia de Ia economIa "racio- y no coordinada aparentemente, a través de
nalizada" con planes, monopolios o estanda- los sigios tal vez ha liegado a construcciones
rizaciones propuestas por tecnócratas como colectivas en gran medida sistemáticas, las
W. Rathenau. La eficiencia conquistada al cuales nadie ha proyectado y de las que todos
precio de Ia uniformidad, que destruye las disfrutan; ci mercado, Ia lengua, ci derecho
opciones individuales, es rechazada por el en los paIses dci common law, el hábito
librecambista, ci cuai por analoga razón no social. F. Hayek insiste, como librecambista,
acepta ni siquiera la democraticidad de cual- en decir quc ci orden social nunca se alcanza
quier decision votada por una mayorIa. No ye solamente con una perfecta comprensión logi-
Ia razón de votar por mayorIa, imponiendo a ca de los nexos causales entre medios dispo-
Ia minorla una uniformidad que ésta aborre- nibles y fines deseados, sino tambien necesa-
cc, siempre que ci voto se refiera a lo que por riamente con reglas cmpIricas de conducta
su naturaleza puede ser diferente de la elec- trasmitidas de generación en generaciOn,
ción de los individuos. Además, allá donde la adaptadas de vez en cuando, gradualmente,
uniformidad sea inevitable por razón de su y quc disminuyen los efectos de nuestra ine-
objeto, eli. recomienda que ésta sea modera- vitable ceguera respecto del futuro. El 1. deja
da, o sea que no ofenda nunca los derechos mucho espacio a la casualidad, a la suerte, y
individuales principales. acepta no solo los premios, sino también las
El librecambista no se opone en absoluto "injusticias" y los danos. En economia, una
al socialismo y al comunismo, e incluso está mala coyuntura pucde encontrar remedios
dispuesto a apoyar experimentos en tal sen- librecambistas, pero con la conciencia de que
tido, siempre que sean voluntarios, como es errar es humano y de que Ia perfecta estabi-
ci caso del kibbutz israelita. Lo que repudia lidad es irrcalizablc en ci mundo de los vivos.
es ci socialismo y ci comunismo forzados, Negando al superhombre, ci 1. cree sin
obligatorios: para el librecambista, Ia supe- embargo en ci hombrc adulto, responsable,
rioridad del capitalismo está en esto, en que independiente, moderado, que quizás no exis-
admite los actos de comunismo entre adultos te o existe en unos pocos ejempiares insufi-
que consienten en ello, mientras que ci comu- cientes para dar ci tono debido a la sociedad.
nismo no acepta tal reciprocidad. El mejor El 1. defiende la libertad de consumo, pero
gobierno no es el que ofrece su utopia, sino está consciente de quc los consumos de los
ci que permite un campo de libertad en el cual hombres bastos serán asimismo bastos, y lo
todos puedan pacIficamente buscar y experi- lamenta. La hbertad es como un espacio vacIo
mentar las propias y diversas utopias. En este que es necesario ilenar de cosas bellas, no de
sentido Nozick reclama el gobierno 'mIni- cosas feas. Y a estc respecto eli. acepta y aco-
mo'. Los gobernantes son hombres como ge todo lo que cualquier otra filosofia pueda
todos los demás, con los vicios y debilidades ofrecerie con vistas a una vida mcjor y pro-
de los demás: no tenemos ninguna garantIa metedora en algOn sentido. Para concluir, ci
de que sus utopias sean mejores que las otras. 1. es una filosofia abierta y su conteriido no
914 LIDERAZGO

se puede describir más ailá de una cierta mente más fructifero— considerar cii. coma
posicion. un papel: que a] Se desempena en un contex-
to especifico de interacción y refieja en sI mis-
BIBLIOGRAFIA: L. Einaudi, La fine del laissez- mo (y en su "cometido") Ia "situaciOn" de este
faire?, en Riforma Sociale, noviembre-diciembre contexto; b] manifiesta ciertas motivaciones
de 1926; M. Friedman, Capitalismo y libertad del lIder y requiere ciertos atributos de per-
(1962), Madrid, Rialp, 1966; F.A. Hayek, Funda- sonahdad y habilidad, adcmás dc ciertos
mentosde lalibertad(1960), Madrid, Union, 1978; rccursos en general, que son todos (motiva-
J.M. Keynes, The end of laissez-faire (1926); J.M. ciones, atrihutos y recursos) variables del
Keynes, TeorIa general de La ocupacion, el inte- papel en función de su contexto; ci está liga-
rs y el dinero (1936), Mexico, Fondo de Cuitura do a ias expectativas de sus seguidores, con
Económica, 1943; R. Nozick, Anarchia, stato e sus recursos, sus demandas y sus actitudes.
utopia (1974), Florencia, Le Monnier, 1981; K.R.
Popper, La sociedad abierta y sus enemigos II. FUNCION Y CONTEXTO Entender el 1. en este
(1966), Mexico, Paidós, 1980; A. Smith, Investi- sentido no significa —obviamente— excluir
gacidn sabre La naturaleza y causas de La rique- que ci lider pucda por si mismo ciaborar su
za de las naciones (1776), Mexico, Fondo de Cu!- papel, en una medida mOs o menos determi-
tura EconOmica, 1958; Ch. Wilson, Ii cammino nante, y hasta prornover ia formaciOn del con-
verso l'indusirializzazione (1965), Bolonia, Ii texto en ci que se coloca coma I. Se trata mhs
Mulino, 1979. bien de precisar Ia distinción entre I. deter-
minado par ci papei y Ilder quc determina ci
[seEGlo RICOSSA] papel.
Desde este punto de vista, B. de Jouvenel
(1958) establece una diferencia de posiciOn y
de mentalidad entre ci reizlier politique y ci
Iiderazgo entrepreneur poli(zque (clistinción quc —en ci
pensamiento dcl autor— eslO unida a la que
1. EVOLUCION DEL CONCEPTO DE LIDERAZGO, El 1. se existe entre ia autorité szihsistante o préexis-
entiende normalrnente, en Ia actualidad, en tante y ia auloritê érnergeante). Y sobre esta
un sentido muy distinto del concepto corrien- base (H. Gerth y C. W. Mills (1953) distinguen
te en toda una tradición de pensamiento que tres tipos dc lider: ci rutinario, cI innovador
se rernonta hasta Platón. y ci precursor. Con esta ultima figura, enten-
Como ejemplo de uná formulación moder- diendo por precursor" un licicr que crea su
na del concepto tradicional se puede citar la papel pero no ticnc ninguna posibilidad de
definición de 1. que dan R. M. Maclver y C. desernpenarlo (por ejemplo, Rousseau coma
H. Page (1937), quienes lo consideran coma ideologo), Gerth y Mills le dan a su tipoiogia
"La capacidad de persuadir a dirigir a los in misma amphiud excesiva que —coma se
hombresque se deriva de cualidades perso- verO maS adeiantc— ic dan a su concepto de
nales independientemente del oficio". AquI ci i. Siguc sicndo cicrto, sin embargo, desde ci
1. se identifica y se resuelve en la esfera de punto dc vista quc acabamos de considerar,
poder que es la resuitante de las actitudes del que se pucdcn clistinguir efectiva y Otiimen-
iIder en cuanlo tal. El concepto de 1. perma- tc par lo menos tres tipos de i.:
n'ece, de este modo, Intimamente ligado a Ia *ei licler rutinario, que no crca (y no reela-
idea de una biologIa particular del iIder: y bora) iii su papei ni ci contexto en que io
hste es el ültimo reducto de una concepción desempena sino que cumpic Orlicarnente, den-
del lider coma "héroe" carismOtico que ha tro de ios iImitcs gcneraimentc prcvistos, un
entrado en crisis —en ci piano de Ia praxis papei de gula de una institución ya existeD-
poiitica— con las revoluciones democráticas te, un papcl al que —Si acaso— Ic imprime su
de los siglos, xix y xx. y —en ci piano de ia cstiio personai (por ejcmpio, en Itaila, un pre-
elaboración doctrinal— con ci desarroilo de sidentc de la RepOblica que se comporte coma
las ciencias sociales ocurrido en estas Oltimas lo hicicron Dc Nicoia y, por lo menos hasta
décadas. 1954, Einaudi);
Es, en cambio, mhs realista —y cientifica- * c l liclerinnovador, que reelabora también
LID ERAZGO 915

radicalmente un papel de gula de una insti- mismo 1., aunque un hincapié excesivo en este
tución ya existente y a pesar de todo reela- aspecto —se6alado justamente par A. S. Tan-
bora ci papel mismo de esta institución (por nenbaum (1968) en Ia mayor parte de los estu-
ejemplo, on Italia, un presidente de la Rep6- dios sobre ci tema— entrana una teorización
blica que logre asegurarse poderes de direc- del 1., interpretado conservadoramente, que
ción politica, o bien —para poner otro ejem- es per lo menos unilateral.
plo sacado de Ia actualidad italiana— un 1.
sindical que asuma como propias las funcio- Después de lo que
111. LIDERAZGO Y PERSONALIDAD.
nes de los partidos); se dijo en ci §i, apenas 5i es ci caso seflalar
* e i Ilder promotor, una figura semejante que no tendria mucho sentido insistir on ten-
aunque no idéntica a Ia dcl organization buil- tativas de compilar una especie de lista de los
der tal como lo idcntifican F. H. Harbison y atributos de personahdad y habiiidad intrIn-
C. A. Myers (1959), o sea como un lIder que secos a la figura del Iiderazgo.
crea tanto su papel como ci contexto en quc Estas tentativas han sido muy numerosas,
Jo realiza (por ejemplo, ci que se convierte en y aigunas veces también muy autorizadas. Es
fundador de un grupo, un sindicato, un par- ci caso de Platón, como ya se indicó, que —en
tido, o también de un estado, sicmpre y cuan- la Repdblica— disena un modelo de ilder for-
do —Se entiende— logre dane un mInimo de jado para su papel de "custodio del estado",
consistencia a su iniciativa y mantenga una no solo par "una cicrta disposición natural"
posición de Ilder dentro dela instituciOn que sino sobre todo por Ia educación. Y de Aris-
ha promovido). táteics, que —en la PolItica— desplaza ci acen-
Par otra parte, Ia personalidad del lIder no to precisamente hacia las dotes naturales
es más que uno de los factores que infiuyen ("desde ci nacimiento, aigunos están destina-
en la detcrminación de uno de los diversos dos a obedecer, y otros a mandar"). Michels,
tipos de 1. En los casos de papeles ya deter- a su vez —en Los partidos polIticos (1911)—,
minados, éstos puedan definirse más a menos enumera toda una serie de "cuahdades per-
—como procedimiento de reclutamiento y sonales por las quc aigunos logran controlar
como regla de conducta— y corresponder a a las masas y quc, por lo tanto, deben consi-
exigencias más o menos flexibles, y, por Jo derarse coma dotes especificas de los hderes"
tanto, pueden resultar mbs o menos suscep- (además del taiento oratorio —evaluado como
tibles de reelaboración por parte dcl 1. En ci "fundamento dcl I." en ci primer periodo
todo caso, es decisivo ci hecho de que cii. se del movimiento obrcro—, fucrza de voluntad,
relaciona siempre con la situación del contex- superioridad de conocimientos, profundidad
to en que se consolida, aun cuando esta rela- dc convicciones, solidez ideologica, confian-
ciOn no aparezca tan mecánica coma para za en si mismo, capacidad de concentración
poder decir tout court que "los ilderes son y "en casos especiales" también bondad de
siempre, ocuita o abiertamente, 'preseleccio- ánimo y desinterés, "en cuanto Ics recuerdan
nados' por sus sostenedores de acuerdo con a las masas ia figura de Jesucnisto y despier-
las necesidades situacionales del grupo" (L. tan on ellas los sentimientos rehgiosos no
G. Seligman, 1968). Ya Hegel, par ejemplo, extinguidos sino Iinicamente adormccidos").
senaló que los "grandes lIderes" surgen más A difercncia de otros autores, yo no afladi-
fácilmente en las sociedades en fase de rápi- rIa en cambio a esta lista —que por lo demás
da transformación estructural. solo tiene an valor de ejempiificación— ci
Dc mancra semejante, las funciones (y los nombre de Maquiavclo. En El Principe,
objetivos) dell. no pueden considerarse comer Maquiavclo propone un concepto de la "vir-
si reflejaran exclusivamente las motivaciones tud" politica tan elástico que puede intcrprc-
(y los intereses) del Jlder, siendo que siempre tarsc may bien, en ci ienguaje de ciencia
deben considerarse, en cambio, relacionados moderna, coma una variable en funcion del
en cierto modo con ci "cometido" atribuido contexto on que se desempeña el papel de
al I. por ci contexto que expresa. Por esta lider.
razón es cierto que ci lIder, en cuanto tai, tien- Esle enfoque es precisamente cI más con-
de siempre a la conservaciOn de las estructu- veniente para ci anáhsis de Ia personalidad
ras y valores de integraciOn respecto de su delI. Lo atestiguan las investigaciones ileva-
UFO LIDERAZGO

das a cabo en esta materia, las cuales, cuan- deW. Lange —en su estudio sobre ci "proble-
do no se limitari a proporcionar resultados ma del genio"— retomada por Gerth y Mills).
demasiado genéricos, identifican otras tantas Asimismo hay que distinguir entre Ia irnagen
constelaciones de atributos personales deli. e1 papel y Ia imagen de su titular.
tan numerosas como los tipos de grupos estu-
diados (y sus situaciones). Dentro de su sim- iv. LIDER '' SEGUIDORES. En cuanto a los seguido-
plicidad, es válida Ia enseflanza que yaen res, probablemente —como hace notar C. A.
1948 R. M. Stogdill sacaba de una de sus rese- Gibb (1968)— 'la cosa más importante que
ñas de los estudios sobre los factores perso- hay que decir acerca dci concepto de segui-
nales deli.: ya que este es "una relación que dores es que éstos también desempenan pape-
existe entre personas insertas en una deter- ies activos". En los análisis tradicionales el
minada situaciOn social [ ... ], las personas que 1. se consideraba como una reiacion unilate-
son lIderes on una situación no necesariarnen- ral: "uno, o guia 0 CS guiado". Pero ya a prin-
te pueden ser lideres en otras situaciones". cipio del siglo —como recuerda Tannen-
Las dotes de personalidad y habilidad del baum—, G. Simmel, en lugar de adherirse a
iIder —como sus rnotivaciones— forman par- una concepciOn del I. más bien tradicionai
te, en efecto, del marco de los recursos que, desde ci punto de vista global, advertla que
en Ia situación especIfica, se ponen en juego "todos los que guian son también guiados"
para la conquista y la conservación del 1.: y y, además, "en innumerables casos ci jefe es
eslos recursos pueden ser tan diversos como esclavo de sus esclavos". Ahora bien —tanto
diversas pueden ser las razones por las que más después de los estudios de C. J. Friedrich
se estabiece una relación de influencia. sobre la "regla de ias reacciones previstas"—,
No es —como podrá entenderse— que la está ciaro que lider y seguidores se encuen-
personalidad del lider no constituya un fac- tran dentro de una relación de influjo reel-
tor de importancia relevante, ni que la figu- proco. Se trata de dos reahdades complemen-
ra del lIder no tenga connolaciones especifi- tarias: tanto que los seguidores se pueden
cas respecto de la de sus seguidores. Se tra- definir —como sugiere S. Verba (1961)-
ta solamente del hecho de que los aspectos como "colaboradores" del liderazgo.
personales del I. no puedan generalizarse, Sobre Ia reiaciOn entre lider y seguidores
más allá del umbral de Ia banalidad, si no es —más exactamente sobre el papel que adop-
dentro del marco de una tipologIa precisa (de ta ci lider respecto de sus seguidores—, se
Ia que actualmente todavia no disponemos). basa Ia tipologia propuesta por M. Conway
Cuando mucho, se puede convenir con H. D. (1915), que distingue tres tipos de Iiderazgo:
Lassweli y A. Kaplan (1950) cuando escriben *los ilderes que arrast ran a Ia mucliedum-
que "el rasgo distintivo del tipo politico de bre, que "son capaces de concebir una gran
personalidad comOn a todos los lIderes es Ia idea, de formar una muchedumbre suficien-
acentuada demanda de valores de deferencia, temente grande para realizarla y de forzar a
sobre todo del poder y del respeto y, en menor Ia muchedumbre a realizarla";
medida, de la rectitud y del afecto". Sin duda, *I oS ilderes inte'rpretes de Ia mucliedumbre,
"el lider, como tipo de personalidad, es emi- que son hábiles sobre todo "para hacer cia-
nentemente un politico: su conducta está ramente explicitos los sentimientos o ideas
determinada por corisideraciones relativas a vagos y oscuros de la masa";
Ia adquisicion y al disfrute de los valores de *los Ilderes representantes de la mucliedurn-
deferencia". bre, que se hrnitan a "manifestar solamente
Por otra parte, no debe confundirse Ia per- la opinion conocida y establecida por Ia
sonalidad del ilder con su imagen: ya sea muchedumbre".
como "autoimagen" —la que ci llder tiene de A su vez —aunque desde un punto de vista
si mismo, o la que de aiguna manera tiende distinto, reiativo a las razones por las que se
a acreditar—, ya sea como imagen que los unen al lider— los seguidores pueden dividir-
seguidores se forman de su lIder. Por ejem- se en dos tipos: los fieles, que se comprome-
plo, la "grandeza" se manifiesta más a menu- ten por razones de carOcter "moral', y los
do como un atributo de la imagen que del rnercenarios, que lo hacen por motivos de
hombre al que se refiere (es una observacion interOs. Se trata de una distinción que desa-
LIDERAZGO 917

rrolla F. G. Bailey (1969), pero él mismo tie- nos autores —por ejemplo, S. Verba (1961) y
ne que señalar que la relación entre lider y M. Sherif (1962) —seflalan precisamente este
seguidores sigue siendo de la misma natura- aspecto de Ia "espontaneidad" de los segui-
leza en ambos casos. Un lider 'no puede dores en cuanto tales. En su formulación, el
influir y dirigir los actos de sus seguidores concepto de espontaneidad implica además
sino en la medida en que distribuye recur- el de grupo: "el estatus mismo del lider —di-
sos": y las relaciones "morales" son tan recur- ce Sherif— existe dentro de un grupo, y no
so como los demás. Por otra parte, si los fuera del mismo". Y el concepto de grupo a
"mercenarios" pretenden una "paga" direc- su vez, está ligado a la idea de un acuerdo
ta, también los "fieles" imponen obligaciones entre lider y seguidores sobre los objetivos
a su lIder, por lo menos Ia obligacion de "ser- a alcanzar, Jo cual es una constante que se
vir a Ia causa" y de comportarse como 'el encuentra en casi todas las definiciones
modelo de sus ideales". Tanto en un caso modernas de liderazgo.
como en el otro se realiza, por lo tanto, una Los autores que se refieren al carácter
relación de "transacciOn". "efectivo" de su poder ponen en evidencia
En realidad —en materia de relaciones otra caracterIstica de Ia figura del lider. Como
entre lIder y seguidores—, el problema de fon- escribe K. Lang (1964), 'el 1. siempre es una
do es el de conocer "por qué el que es guiado acción efectiva, no un mero prestigio". Cuan-
sigue al que lo guIa" pero, en sus términos do se produce "un escaso ejercicio de poder
generales, éste es el mismo problema del efectivo —precisan Lasswell y Kaplan—, tene-
poder (v. poder) y de su legitimacion. mos una autoridad formalista, mas no un I."
(pero son los jefes y no los ilderes los que ejer-
V. DEFINICION DE LIDERAZGO.Las dudas y las con- cen un poder efectivo "sin que éste se forma-
troversias sobre este problema pesan no poco lice en vistas a La autoridad").
en las definiciones dadas del concepto de 1., Pero Ia posición del lider no es una posición
que, con todo, son bastante vagas e impreci- cualquiera de poder sino una posición "cen-
sas, a pesar de que C. Barnard no podrIa repe- tral", tanto en el sentido en que habla tam-
tir ciertamente en Ia actualidad —después de bién Lang cuando dice que el lIder "es el pun-
los modernos análisis de psicologla, sociolo- to focal de Ia actividad de su grupo" (y W. F.
gia y ciencia politica— el lapidario juicio que Whyte [1943] demuestra que esta "centrali-
pronunciaba en 1940 senalando que 'el 1. ha dad" distingue las iniciativas del lider de las
sido tema de una cantidad extraordinaria de iniciativas de un seguidor), como en el senti-
despropósitos (nonsense) enunciados dogma- do en que habla A. S. MacFarlan (1969) cuan-
ticamente". do señala que "Ia idea de 1. combina al mis-
SegOn Gerth y Mills, se puede calificar mo tiempo los dos conceptos importantes de
como relación de 1. toda relación 'entre uno poder y decisiones cruciales" (issue salience).
que guIa y uno que es guiado", o sea toda En conclusion —aunque sin la pretension
situación en que "a causa del que guia los que de dar una definicion totalmente exhausti-
son guiados actñan y sienten en una forma va—, se puede decir que son lideres los que
diversa de lo que lo harian en un caso distin- a] dentro de tin grupo b] detentan tal posición
to". Sin embargo, el concepto de I adquiere, de poder que influye en forma determinante
de este modo, una amplitud excesiva y se con- en las decisiones de carácter estratégico, c]
funde prácticamente con el concepto de poder que se ejerce activamente, d] y que
influencia, sin poner de manifiesto su rasgo encuentra una legitimacion en su correspon-
especIfico. Los mismos Gerth y Mills advier - dencia con las expectativas del grupo.
ten que "tal vez" serla más exacto "delimitar
el I. a ciertas especies de autoridad", enten- BIBLIOGRAFIA: E.G. Bailey, Las reglas del juego
dida ésta como un poder que por una parte politico (1969), Caracas, Tiempo Nuevo, 1972; H.
Se ejerce consciente e intencionalmente y que, Gerth y C. Wright Mills, Cardcter y estructura
por la otra, se acepta y se reconoce esponta- social(1953), Buenos Aires, Paidós, 2a. ed., 1972;
neamente. C. A. Gibb, Los principios y rasgos del liderazgo
Como una caracteristica especifica de la (1968), Turrialba (Costa Rica), nc, (1969); F.
figura del lider respecto de la del "jefe", algu- Harbison y C. Myers, La organización de ernpre-
918 LUDDISMO

sas en ci mundo industrial (1959), Mexico, 2 deportaciones a las colonias por haber atcn-
McGraw-Hill Latinoamericana, 1972; B. de Jou- tado contra Ia manufactura de Cartwright. A
venel, La teorla pura de Ia poiltica (1958), Madrid, pesar del irnponente despliegue de tropas
Alianza, 1965; A.S. MacFarland, Power and lea- para Ia represión, el movimiento siguió su
dership in pluralist systems, Stanford, Stanford evolución, sobre todo por las pésimas condi-
University Press, 1969; R.M. Mclver y C.H. Page, ciones en que se encontraban las clases tra-
SociologIa (1937), Madrid, Tecnos, 3a. ed., 1977; bajadoras ingiesas, a causa de los efectos mhs
R. Michels, Los partidospohticos(1911), Buenos inmediatos de la rápida revolución industrial
Aires, Amorrortu, 1972; L.G. Seligman, Leaders- y del bloqueo continental napoleónico, que
hip: political aspects, en International encyclo- habla cerrado todos los mercados. Se produ-
pedia of the social sciences, Nueva York, Free jeron motines por ci encarecimiento del pan
Press, 1968; A.S. Tannenbaum, Psicologla de la y ci estado de agitación era endémico en toda
organización laborai (1968), Mexico, CECSA, 1968; Ia población de escasos recursos, con mati-
S. Verba, El liderazgo: grupos y con ducta politi- ces que iban desde Ia conjura jacobina hasta
co (1961), Madrid, Rialp, 1968; W.F. Whyte, Esti- la rcbelión luddista.
mulo económico y rendimiento laboral (1943), Es claro, sin embargo, que si dnicamente
Madrid, Rialp, 1969 para los acontecimientos descritos aquI de
manera somera se puede usar ci término 1.,
[0RAZI0 M. FETRACCA] hubo ya otras formas de protesta en 1718,
1724, 1738, 1757, 1766, 1795, manifestando-
se con inundaciones de minas, incendios de
cosechas, destrucción de maquinaria. Des-
luddismo pues de la crisis de los aflos 1811-1812 y 1816-
18 17, surgieron todavia violentos motines en
Movimiento de protesta obrera que se desa- 1826 contra los telares de vapor. Poco des-
rrolló en Inglaterra a principios del siglo XIX: pués, en 1830-183 1, hubo una revuehta de asa-
a través de Ia destrucción de algunos tipos de lariados agricolas, que destruyeron trihlado-
maquinaria textil trataba de obtener mejoras ras. Investigaciones más recientes ponen en
salariales y frenar Ia mecanización comple- su perspectiva justa la compiejidad del rnovi-
ta del ciclo de producción textil. El nombre miento, señalando además su aspecto politi-
deriva de un fantástico lIder del movimiento co, su relación con los clubes de izquierda y
ilamado "Nedd Ludd" (que habria sido el pri- su relacion con la agitaciOn por Ia reforma
mer obrero textil que destruyó ci telar del pariamentaria. La generalización del modo de
patron, a causa de un conflicto con él, en producción industrial y del poder burguCs,
Loughborough, Leicestershire, hacia fines del que conducia a un mayor control sobre Ia cia-
siglo xviii), por lo que sus seguidores se ha- se obrera, asi como Ia formacion de las pri-
maron ludders o luddites (ludditas). El 1. pro- meras trade-unions (legalizadas en 1824), limi-
piamente dicho estailo en Nottinghamshire, taron ha importancia y Ia posibilidad de las
Lancashire y Yorkshire entre los años 1811 rebeliones ludistas. La destrucciOn del mer-
y 1817, con dos momentos culminantes en ci cado interno fundado en la manufactura
invierno de 1811-1812 y1816-1817. Tuvo como parte del sistema de fábrica ponia ha
caracteristicas locales bastante diferenciadas relación entre obreros y maquinaria en nue-
(más acentuado elaspecto de Ia reivindicación vos tCrminos y hacia fracasar aquel contras-
salarial en Nottinghamshire, más fuertemen- te directo entre trabajo humano y trabajo
te pohitizado en Yorkshire, en función anti- mecánico que estaba en ha base de esta for-
londinense y antigubernamental, de una orga- ma de protesta. La palabra I. terminó siendo
nización más militarizada en Lancashire). La emotivamente negativa, tanto para las ciases
lucha tuvo su punto culminante en ci asalto dominantcs, atacadas directamente en Ia pro-
nocturno a la manufactura de William Cart- piedad privada y en el capital industrial,
wright, en Yorkshire, en abril de 1812. El año como para las organizaciones obreras infiui-
siguiente se realizó en York el proceso mhs das de manera diversa porch marxismo, sien-
amphio contra los luddistas: sobre 64 incul- do manifestaciOn de un modo de producción
pados se emitieron 13 condenas a muerte y ya profundamente industrializado. La pala-
LIJDDISMO 919

bra sabotaje puede servir mejor para califi- BIBLIOGRAFIA.E.J. Hobsbawm, Studi di storia del
car los actos de violencia obrera, incluso movinento operaio (1964), Turin, Einaudi, 1972;
colectivos, que de algin modo no tienden a Lionel Muroby, The loddites and other essays, a
Ia subversiOn del sistema de producción cargo de E.J.Hobsbawm, Londres, 1971.
industrial, sino que atacan a Ia propiedad y
al capital. [MACRO AMUROSOLI]
macart ismo

M. es un término de uso politico estaduniden- nes sobre el comportamiento de empleados


Se e indica una actitud de anticomunismo de entidades püblicas. Los violentos ataques
absoluto que se concreta en una vision poil- y ci intento de someter a investigaciones al
tica maniquea y en una real persecución de cx presidente Truman y a varios oficiales del
hombres e instituciones declaradas antinor- ejército, asi como el clima de sospecha, des-
teamericanas por ser "comunistas". Históri- confianza y desorganizacion creados en la
camente el m. representa Ia culminación de administracion pOblica, empujaron al presi-
Ia guerra frIa en la poiItica interna de Esta- dente Eisenhower, a su vez atacado, y al Sena-
dos Unidos y coincide con los años do a actuar contra McCarthy. Una mociOn de
—1950-1954— en que se consuma Ia parábo- censura votada contra él por el propio Sena-
Ia del senador republicano Joseph McCarthy do en diciembre de 1954 hizo que decayera
(1907-1957). rápidamente su estrella pohtica y dio inicio
La historia del m. coincide con el periodo a Ia declinación de todo el movimiento.
inmediatamente posterior a Ia Victoria de la El m. es un fenomeno estrechamente liga-
revolución china y al estallido de Ia primera do a las pecuharidades historicas de Estados
atómica soviética (1949), el mismo de Ia gue- Unidos. Desde un punto de vista histórico, ello
rra de Corea. Es ci momento de más exaspe- se funda en una hipótesis conspiratoria que
rado anticornunismo de la segunda posgue- encuentra su paralelo en los movimientos
rra, que da lugar a una serie de "purgas" poli- politicos antimasones y anticatólicos del siglo
ticas en todo nivel yen todos los campos —pe- xix, preocupados por salvaguardar Ia identi-
ro sobre todo en el intelectual—, en un clima dad estadunidense. Este "estilo politico", que
de caceria de brujas més intenso que Ia más R. Hofstadter definiO como paranoide" por
dura lucha interna al comunismo de otros la mania persecutoria a la que es afecto y que
periodos. acaba por volverse contra todos los adversa-
Lider politico y moral de este movimiento rios, parece ligado a la dificultad histOrica de
fue ci senador McCarthy, que le dio una pla- proporcionar adecuados sistemas de identi-
taforma teórica al formular la tesis de que las ficacion a una naciOn que se ha formado por
derrotas norteamericanas en polItica exterior la continua sobreposiciOn de grupos inmi-
solo podian explicarse por Ia infiltración en grantes disimiles entre si. Esto y el intenso
ci aparato estatal de espIas y agitadores clima de competencia social entre los grupos
comunistas y de sus simpatizantes, que sis- étnicos, parece haber conducido a profundas
temáticamente saboteaban su operaciOn para inseguridades de las que la politica "paranoi-
lograr Ia Victoria de la Union Soviética. En de" es Ufl sintoma. No por nada Ia populari-
consecuencia, ci prerrequisito de toda manio- dad de McCarthy parece haber sido particu-
bra de polItica exterior era una dura cruza- larmente viva entre los grupos de más recien-
da contra Ia conspiración interna. La Victo. te inmigración o que apenas estaban conso-
na republicana en las elecciones presidencia- lidando su posición social.
les y congresistas de 1952 llevO a McCarthy Pero es evidente que esta hipOtesis por si
a la presidencia del poderoso Senate Commit- sola no basta para explicar concretamente el
tee on Government Operations, asi como del fenómeno. Recordemos que McCarthy no
Permanent Subcommittee on Investigations encabezaba un movimiento popular espontO-
de aquel, que le permitió dar vida durante neo y antiinstitucional. Los medios de comu-
todo ci aOo 1953 a una serie de investigacio- nicaciOn de masa Jo pusieron sin duda en con-

19201
MAFIA 921

tacto con ampiios estratos de opinion pObli- la cantidad y La calidad de las cosechas, cobra
ca de lo mhs receptiva; pero siempre actua- los alquiiercs y los impuestos. Aircdedor de
ron dentro de las estructuras politicas exis- éste, en un nivel ejecutivo, gira toda una car-
tentes y precisamente con el apoyo de Ia te de capataces, guardianes y arrendatarios
derecha conservadora del partido republica- rncnores, mientras quc los Onicos que traba-
no. La Victoria republicana de 1952 vino a dar- jan La tierra con sus propias manos, asegu-
le una posicion de poder en ci Congreso y rando las ganancias para todos, son los cam-
algunos poderosos senadores rcpubhcanos pesinos y los peoncs, los cualcs rcprcscntan
fueron quienes favorecieron con todos los ia base de ia pirámidc.
medios las investigaciones en ci ámbito de un Un codigo de Icycs no cscritas regula las
más ampilo designio politico conservador. relaciones que van dcsdc ci propietario has-
Clararnente, ci objetivo de sus ataques fucron ta los arrcndatarios, y hasta los campesinos;
sobre todo los miembros o simpatizantes del para asegurar el respeto de las mismas, antes
partido demócrata. Incluso su caIda se dio dcl sesenta, los barones acostumbraban tener
dentro y con los instrumentos de Ia vida poll- a sucido verdaderas mihcias privadas, inclu-
tica oficial y se debiO al "radicalismo de dere- so compuestas par dehncuentcs comunes.
cha" del que siguieron siendo prisioneros y Dcspués dc Ia unificaciOn, que en una cicrta
que les impidiO moderar su posición cuando medida marca un limite al superpoder de Ia
ci partido republicano, consolidándose en ci ciase agraria, sc forman en cambio pcqueflas
poder, hace mOs flexible la propia linea poll- asociaciones, liamadas cosche, intcgradas por
tica interna e internacional. pocos individuos que se encargan de garan-
tizar, sin liamar mucho la atcnción, Ia esta-
BIBLIOGRAFIA: R. Griffith, The politics of fear: J. bilidad dc las relaciones económicas y socia-
McCarthy and the Senate, Lexington, Kentucky les en una determinada zona. Estc es ci acto
University Press, 1970; R. Hofstadter, The para- de nacimiento de la m.: forma de monopolio
noid style in American politics, Nueva York, de Ia violencia que sustituye los poderes del
Knopi, 1965; Antiintelectualisrno en la vida nor- estado y Sc encarga de mantener ci "orden"
teamericana, Madrid, Tecnos, 1969; M.P. Rogin, más alla de La icy. La m. intervicne general-
The intellectuals and McCarthy: The radical spec- mente a través dc "acuerdos entre amigos",
ter, Cambridge, MIT Press, 1967; R. H. Rovere, a Si no, en los casos más dificiies, con ci uso
Senator Joe McCarthy, Nueva York, Harper Row, de Ia fuerza, y ascgura de esc modo Ia sobre-
1959. vivcncia de un sistema agrario feudal en ci
interior dc un estado quc se proclama liberal.
[TIzIAN0 BONAZZI] Como estructura de poder dc hccho, Ia m.
Sc coloca a mitad de camino en ia fractura
fundamental que la sociedad civil prescnta en
estas zonas más atrasadas de Sicilia, aquelia
mafia que existe entre los propictarios de cnormcs
cantidades de terreno y quiencs las trabajan,
Fcnómeno crirninoso tIpico de la Sicilia occi- se asume la tarea dc mediarla. Por lo tanto
dental cuyos origencs hay que relacionar con la m. termina siendo Ia organizaciOn dc todo
las formas dc expiotación dcl iatifundio, que ese compiejo mundo que existc cntrc ci
es Ia estructura sustentadora de Ia economIa patrOn y ci peOn, y obticne una rcnta de La tie-
en esta parte de Ia isla. La explotacióri dcl lati- rra sin tener ningOn tituio particular. Dc esa
fundio consiste en una compieja y claborada forma ejerce su presiOn en dos direcciones:
especulación, organizada en forma rigida- hacia los propietarios para pagar los alqui-
mente piramidal. El vértice csth rcprcscnta- lercs más bajos posibles y hacia los campesi-
do por ci propietario, quc habitualmentc vive nos para que entrcguen Ia totalidad de Ia cose-
de renta en la ciudad y preficre ceder la ges- cha. Poco a poco asume todo ci control dc la
tiOn del feudo a un gran arrcndatario, ci gabe- economia de una zona, sobre todo dcl agua
Ilotto, que tiene en sus manos Ia rcsponsabi- y del comercio. A través de los mcrcados
lidad mayor: subdivide la tierra en lotes penetra más tarde en las ciudades, donde se
menores quc después subarricnda, controla dirige hacia las licitaciones de obras pOblicas
922 M ANIPU LACION

y comienza su ascenso hacia Ia administra- con elfin de alterar su forma. Per ejemplo,
cion püblica y la politica. se hablaba y se habla de 'rn." en relación con
Esta es la fase resolutiva en la afirmación el procedimiento artificial de ia arnalgarna de
de Ia m.: primero las administraciones loca- metales nobles, o en relaciOn con ci tratamien-
les, luego ci pariamento nacional, la magis- to de las sustancias en ios experimentos quI-
tratura, Ia burocracia, los órganos de segu- micos. En analogIa con este significado on-
ridad pñblica; más a menos, toda la clase poll- ginario, en la transposición a la esfera social
tica liberal tiene vinculos con Ia m. Ahora ya y polItica "rn" indica toda una serie de rela-
estamos frente a una organización de enor- ciones caracterizadas por una brecha rnuy
mes dirnensiones, que interviene en cualquier marcada eritre ci carácter activo e intencio-
relación de la vida polItica, econórnica y nal de Ia intervención del rnanipulador, din-
social, que administra una justicia suya, dis- gida a transformar Ia conducta del manipu-
tribuye premios y castigos; todos los inten- lado, y el carácter pasivo e inconsciente de la
tos de extirparla con medidas de policla con- conducta resultante de este ültimo. El mali-
tra sus jefes reconocidos Se revela obviarnente pulador trata al manipulado coma si fuera
vano. El fascismo consigue lirnitar sus demos- una cosa: controla, maniobra, plasma sus
traciones de fuerza, pero en Ia segunda pos- creencias y conductas, sin contar con ci con-
guerra Ia rn. surge nuevamente con toda su sentimiento o la voluntad consciente de este
potencia. Hasta los aflos cincuenta la rn. curn- tiltimo. El rnanipulado, a su vex, ignora que
plió esencialmente una función conservado- es objeto de m.: cree tener una determinada
ra: se opuso a las ocupaciones de tierras por conducta segün una opciOn propia, cuando en
parte de los campesinos y a Ia destrucción de realidad su opción es controlada desde la
los feudos con Ia reforma agraria; vez por vez oscuridad por ci manipulador.
es independentista, rnonárquica y finalmen- En la esfera social y polItica, la m. puede
te dernocristiana. Finalmente renuncia a una definirse, en lineas generales, y con alguna
defensa inütil de sus posiciones en Ia econo- excepción que senalaremos rnás adelarite,
mia agraria y se dirige hacia campos más ren- como una caracterIstica del poder (v.), defi-
clidores. La m. actual tiene modos más ruido- nido a su vez como Ia determinación inten-
sos y violentos, tiene las dimensiones empre- cional a interesada de la conducta de otros.
sariales del gangsterisrno norteamericano y La m. es una relación en la que A determina
sus campos de acción son los mercados al por una cierta conducta de B y at mismo tiempo,
mayor, Ia industria de la construcción, el con- por una parte, A no reclarna abiertamente a
trabando, el tráfico de Ia droga. Entre la vie- B tat conducta, sino que, at contra rio, escon-
ja y la nueva m. permanece, quizás, un vin- de a B su intención de obrenerla (a bien la
culo de mentalidad: Ia especulaciOn, Ia explo- naturaleza de su intervención para obtenerla)
tación parasitaria coma 6nico modo para y, par la otra, B no se da cuenta del hecho de
enriquecerse, la violencia contra los más débi- que su conducta es la voluntad de A (o bien
les corno forma para hacerse valer en Ia vida. no advierte el mnodo como es causada par la
intervención de A), sino que, at contra rio, cree
[ALFI0 MASTROPAOLO] elegir libremente (o tomar una decision cons-
ciente). Las caracteristicas principales de la
m. social son dos. En primer lugar su coridi-
manipulacion ción de algo escondido o invisible. El sujeto
manipulado no sabe que lo es y cree decidir
I. QUÉ ES LA MANIPuLAcION.El uso de la palabra libremente, mientras que su conducta está de
'm." para indicar determinadas relaciones hecho controlada por ci manipulador, como
sociales o polIticas, que vinculan individuos los movimientos del titere están controlados
a grupos, no es un uso original sino deriva- por ci titiritero. El carácter oculto de la m.
do. Originalmente ci término fue empleado puede referirse a Ia existencia misma de Ia
para designar ciertas intervenciones del horn- intervención del manipulador, como sucede
bre sobre ]a naturaleza, mediante las cuales en el caso que acabamos de describir, a bien,
se trataban con las manos, o en general físi- coma se ha dicho en la definición general,
camente. determinadas sustancias naturales puede referirse a Ia naturaleza de Ia intenven-
MANIPULACION 923

ción del manipulador. La segunda caracteris- intervención manipuladora se puede distin-


tica consiste en ci aspecto intencional de ejer- guir netamente ci concepto de m. del de ideo-
cer Ia m. No solo ci manipulador quiere pro- logla, entendida en su significado "fuerte", o
vocar intencionalmente Ia conducta deseada sea como falsa conciencia de una situaciOn de
por parte del manipulado, sino que intenta poder (v. ideologIa). En su sentido más fuer-
también esconder Ia existencia o naturaleza te, una situación "ideologica" comporta que
de la intervención que provoca la conducta Ia justificación ideologica del poder sea acep-
del manipulado. tada tanto por los dominados como por los
Si se observa ci carácter escondido de Ia m., dominadores. Por consiguiente, tal justifica-
respecto de la existencia de la intervención ción dci poder cs una falsa conciencia, no por-
manipuladora, Ia reiación de m. puede con- que ciertos actores sociales enganen intencio-
traponerse a la de persuasion. Cuando un naimente a otros actores sociales, 5mb por-
sujeto intenta persuadir a otro para que abra- que ésta Constituye una falsa motivación de
ce una cierta creencia o siga una cierta con- las conductas de mando y de las conductas
ducta, está indicando de manera explIcita y de obediencia, mediante la cual los domina-
abierta aquelia creencia o conducta, formu- dores y los dominados Se autoenganan a tra-
lando de manera igualmente expiIcita las yes de procesos inconscientes. Se trata pre-
razones que actOan en favor de tal creencia cisamente de una "faisa conciencia", no de
o conducta. De esta manera Ia persuasion, al una "falsedad consciente". For ci contrario,
contrarir. de Ia m., se dirige a obtener el con- Ia falsedad que caracteriza ciertos tipos de m.
senso voluntario y consciente del sujeto. Pero Cs propiamente un engaflo consiente: un ins-
evidentemente no todos los mensajes persua- trumcnto que el manipulador emplea de
sivos se asemejan a lo que podrIamos liamar manera deliberada respecto del manipulado.
ci modelo ideal de Ia persuasion racional, Esta distinciOn conceptual entre ideologia y
cuyo objetivo seria argumentar la verdad, la m. no impide sin embargo que, de hecho, en
racionalidad o la razonabilidad de una aser - situaciones sociales concretas, puedan darse
ción, opinion o decisiOn en cuanto tal. Muy casos, y a menudo se dan, de tipo intermedio,
a menudo, especialmente en la esfera politi- caracterizados por una combinación de los
Ca, los mensajes persuasivos de los hombres, dos fenOmenos. En tales casos, se unen una
con tal de obtener Ia deseada adhesion de los presencia más o menos difusa dc una falsa
destinatarios, recurren a medios que son conciencia de la situación de poder y delibe-
inadmisibles segOn ci modelo de persuasion radas prOcticas manipuladoras para inculcar
racional, pues están dirigidos a enganar a los Ia doctrina ideolOgica, por parte de los domi-
destinatarios, a piasmar sus opciones sin res- nadores.
petar su libertad; por ejemplo en los casos de Desde ci punto de vista axiologico, Ia rn. es
distorsiOn de la informacion, de mentira pro- un fenónieno univoca y decididamcnte nega-
piamente dicha o del recurso a mecanismos tivo. Dc todas las formas dcl poder es Ia que
psicologicos inconscientes. En esto casos, el merece una condenación moral mOs fuerte.
mensaje Cs aparentemente un mensaje per- Se ha dicho, por ejemplo, que constituye "ci
suasivo, pero en realidad se trata de una per- rostro más torpe del poder", o "Ia forma más
suasión engañosa o, corno se ha dicho, de una inhumana de violencia", o que ci sujeto que
persuasiOn oculta, y por tanto de una fornia a sufre 'es defraudado en ci alma". Esta cla-
de m. El carOcter oculto de estas relaciones ra connotaciOn axiologica se puede formular
no se refiere a Ia existencia de la intervenciOn, con tres importantes aserciones: la rn. es
que por lo general ci destinatario percibe cla- siempre un mal; niega de raiz ci valor moral
ramente, sino que se relaciona más bien con del hombre; es irresistible. 1] Otros términos
Ia naturaieza de Ia intervención. Lo que apa- peyorativos usados con relación al poder,
rentemente Cs una persuasion racional y como "opresión" o "explotación", se refieren
explicita es en cambio una plasmación del a sus efectos. En tai caso el poder se cons ide-
mensaje en las creencias y conductas dci des- ra axiolOgicamente neutro, que puede conver-
tinatario por medio de instrumentos que éste tirse en un mal o en un bien segün los efec-
ignora. tos que produce. En la m., en cambio, ci jui-
Si se observa el carácter intencional de Ia cio de valor se refiere al poder en si, o sea al
924 MANIPULACION

modo en que se ejerce. La forma de poder ha- Ila creencia a aquella acción.
mada "rn.' es siempre y necesariamente un En segundo lugar, se puede operar sobre
mal. 2] Desde este segundo punto de vista, rn. la estructura de las motivaciones que empu-
es similar a "coercion", que denota también jan a los hombres a determinadas creencias
un modo de ejercicio del poder univocamen- a a determinadas acciones. Coma veremos
te malo. Pero la coercion, si bien destruye In más adelante, Ia estructura de las motivacio-
libertad del sujeto, no niega una franqueza nes puede entenderse en un sentido arnplio,
brutal: es abierta y expilcita, y se dirige a comprendiendo también los condicionamien-
obtener por rnedio de una amenaza una con- tos sociales asi coma las estrategias y las tác-
ducta que no deja de ser voluntaria y cons- ticas adoptadas par el sujeto. Sin embargo,
ciente. La m. en cambio es sutil y oculta, y tra- las relaciones rnOs conocidas e importantes
ta al hombre como una cosa: plasma su con- de m., que operan sabre la estructura de las
ducta sin pasar a través de su voluntad cons- motivaciones, se rcfieren a los impulsos y a
ciente, negando no sOlo la libertad, sino la los dinamismos psicologicos, de carOcter
misma capacidad de opciOn del hombre: o sea repetitivo a automático o casi automático,
el atributo que lo hace un sujeto moral. 31 De que podernos encontrar en Ia base de las
lo dicho anteriormente podemos deducir que creencias y conductas humanas. Las opciones
se puede resistir a la coerciOn, pagando un del hombre, tanto en términos de creencia
precio más a menos alto; pero ante Ia m. toda coma en términos de conducta, no son sola-
resistencia es imposible. El mártir a el cons- mente fruto de deliberaciones racionales y
pirador, que prefieren la muerte antes que conscientes; en grado mayor o menor, son
renegar de su propia fe o traicionar a los también el resultado de dinamismos psicoló-
compafleros de lucha, pagan al precio de la gicos, injertados en la estructura de la per-
vida; pero al mismo tiempo resisten al poder sonalidad, cuyo sujeto no es consciente ni
o incluso lo ponen en jaque. En cambio el puede liberarse. Par consiguiente, se pueden
alumna al que su maestro adoctrina explotan- controlar ocultamente las creencias y las
do su vulnerabilidad no puede resistir, par- acciones de los hombres mediante el control
que no es colocado frente a una opcion e igno- (activación/desactivación) de los dinamismos
ra que es objeto de manipulación. psicologicos inconscientes. B abraza una
Existen dos formas generales de ejercer la creencia, o se comprornete en una acción, que
m. social. Se puede actuar con base en las pre- él mismo elige; pero la opción de B, sin que
misas de las creencias o con base en las accio- él lo sepa, está determinada per A per media
nes de los hombres. Toda opinion y toda con- del control que A ejerce sobre los dinamismos
ducta humana, que no sea puramente instin- psicologicos incanscientes de B, y que dirige
tiva, está guiada a justificada per los conoci- a B hacia aquella creencia a aquella acción.
mientos y valoraciones del sujeto sobre el Par lo general, la activación manipuladora
ambiente, percibido como relevante para Ia de los dinamismos psicologicos inconscientes
opinion y la acción. Per esto se pueden guiar opera a través de la emisión de mensajes que
ocultamente las creencias y las acciones de impactan al sujeto pasivo, y que están orga-
un individuo a de un grupo, controlando y nizados de manera programada para invadir
modelando las comuniçaciories que recibe las dimensiones inconscientes de su persona-
acerca del ambiente relevante. Esta forma de lidad. Las prácticas manipuladoras más tipi-
m. Se puede ilamar distorsión o supresiOn de cas de este genera pertenecen al campo de la
La infonnacion, entendiendo el térruino publicidad comercial y de Ia propaganda polí-
"información" en un sentido general, que tica. A esta clase de m. la liamaremos m. psi-
incluye tanto los mensajes de contenido des- cologica. Sin embargo, no debemos olvidar
criptivo como los mensajes de contenido valo- que ha activación (a desactivaciOn) de los
rativo. B abraza una creencia, o se compro- impulsos, y en general de los estados emoti-
mete en una acción, que él mismo elige; pero vos, a inclusa de los estados de atenciOn y de
la opción de B, sin que él Ia sepa, está deter- inteligencia, puede operarse por medio de una
minada par A par media del control y de Ia alteraciOn fIsica del cuerpo de un sujeta. Bas-
distorsión, que A ejerce sabre informaciones te pensar en los productos de la moderna neu-
recibidas por B, y que dirigen a B hacia aque- rofarmacologIa (los llamados psicofármacos),
MANIPULACION 925

asi corno en las posibilidades abiertas por Ia tas de relieve y argumentadas por muchos
combinación de las técnicas de los microme- pensadores politicos clásicos, como Platón y
canismos electrónicos con la cirugia cerebral. Maquiavelo. En nuestra época son bien cono-
Mediante la inoculacion de sueros o el surni- cidas las falsedades empleadas despreocupa-
nistro de pIldoras o la instalación de micro- damente en Ia propaganda de algunos gobier-
mecanismos electrónicos en el cerebro, se nos totalitarios. Sin embargo, Ia mentira poli-
pueden controlar, temporal o indefinidamen- tica no es propiedad exclusiva de los regime-
te, los impulsos de un hombre, sus estados nes no liberales. Entre los casos conocidos
ernotivos, de la atención o de la inteligencia. que se han producido recientemente en los
Si el sujeto pasivo no sabe que está sornetido palses liberal-democráticos-y que han tenido
a alguna de estas intervenciones, o bien no consecuencias de largo alcance cabe destacar
conoce la naturaleza y los efectos de las mis- Ia resoluciOn llamada del golfo de TonquIn,
mas, ciertarnente es objeto de m. A esta clase con la cual el Congreso de Estados Unidos,
Ia Ilamaremos m. fisica. Nótese que ésta no basándose en falsas noticias acerca de un ata-
se diferencia de Ia clase anterior por la meta que contra naves de guerra norteamericanas,
o por el objetivo, que sigue siendo psicologi- concediO amplios poderes al presidente John-
co, ya que se refiere a los impulsos y a los son en relación con Ia guerra de Vietnam.
estados de Ia mente. Se diferencia de Ia rn. La supresión de Ia informacion es una
psicológica" por ci medio que emplea: la segunda técnica general de m. informativa. Dc
modificación fIsica del cuerpo del sujeto pasi- por si, Ia supresión de la informaciOn no corn-
vo, en lugar de la ernisión de un mensaje sim- porta ia mentira: simplernente no se hacen
bOlico dirigido a él. piiblicas determinadas noticias, interpreta-
Para concluir este punto, cabe recordar que ciones o valoraciones. En este caso, Ia rn. ope-
se pueden distiriguir dos formas generales de ra una restricción de Ia base de los conoci-
rn., una que opera sobre las premisas cognos- rnientos, interpretaciones y valoraciones de
citivas y valorativas de las opciones y otra que que pueden disponer los destinatarios de la
opera sobre la estructura de las motivaciones información, y por consiguiente también ope-
de las opcioncs. Ya que la segunda forma de ra una restricción de las posibilidades de
m. se puede descomponer a su vez en dos sub- opción con las que se encuentran, ya sea en
tipos principales, hemos de considerar tres términos de creencias o de conductas. Dc
clases de m.: la ni. de La informacion, o sea hecho, las formas más cornunes de supresión
la distorsión o supresión de informaciOn; la polItica de la información —como las prácti-
m. psicologica, o sea la activación de dinarnis- cas de control secreto y de censura politica
mos psicologicos inconscientes rnediante ins- de los medios masivos de comunicación e
trumentos sirnbólicos, y la ni. fIsica, o sea la incluso de las comunicaciones privadas— tie-
activación de impulsos y estados de Ia mente nen como objetivo principal inhibir a la opo-
rnediante instrurnentos fisicos. En los siguien- sición potencial.
tes apartados nos ocuparemos separadamen- La m. puede operar no solo a través de una
te de cada una de esta tres clases de manipu- limitación de la información, sino también a
lación. través de un exceso de informacion. La cmi-
siOn incesante de multiples informaciones y
Ii LA MANIPULACION DE LA INFORMACION. El ejemplo de interpretaciones diversas o contradictorias
más simple de rn. de Ia información es Ia men- puede saturar Ia capacidad de recepción y de
tira. Proporcionando a B falsas inforrnacio- valoración del destinatario de los mensajes,
nes acerca de hechos que son relevantes para empujOndolo hacia una actitud defensiva, de
sus opciones, A puede coritrolar ocultarnen- indiferencia o de IimitaciOn a una esfera de
te a B induciéndolo a una cierta conducta, intereses rnás cercanos. Este efecto ha sido
mientras que B, tomando las inforrnaciones puesto de relieve especialmente en las inves-
por verdaderas, cree optar libremente. La tigaciones sobre los medios masivos de comu-
importancia de Ia mentira en polItica, asI nicación, pero una técnica parecida se emplea
como su eficacia con fines de manipulación, a menudo en las asambleas y en los comités
esto es, para conseguir ci consenso del publi- politicos, cuando un lider deja primero que
coo de otros actores politicos, han sido pues- sus seguidores se desorienten por un exceso
926 MANIPULACION

de documentos o de informaciones, con las ca en la que son todavia en gran medida mol-
que no Ilegan a ninguna conclusion a pesar deables y por lo tanto en gran medida vulne-
de su compromiso y del calor de la discusión, rabies. SegOn algunos, la escuela, al ser Ia
para presentar después una interpretaciOn sede privilegiada de la reproducción de los
simple de los hechos y una propuesta de valores y de las orientaciones sociales, es pot
acciOn igualmente simple, que serán acepta- lo mismo un "aparato al servicio de la ideo-
das de inmediato y con alivio. logia dominante", que implica necesariamen-
Otros tipos más especiales de distorsion de te adoctrinamiento y m. Sin embargo, esta
Ia información se pueden encontrar en el uso tesis parece unilateral y bastante cargada
que Se hace de los simbolos tanto en un dis- emotivamente, con el grave defecto de no
curso persuasivo dirigido a un auditorio limi- hacer distinciones y usar una etiqueta pobre
tado, como en el discurso persuasivo dirigi- en contenido explicativo. De hecho, una vez
do a vastos auditorios por los medios masi- que es aceptado el condicionamiento estruc-
vos de comunicación, y que puede asumir el tural que actOa sobre Ia institución escolar,
papel, explicito o implicito, de Ia propagan- sigue siendo importante distinguir entre una
da (v.). En cuanto a los recursos retOricos, enseflanza dirigida a la comprensión, a pro-
caracterIsticos de los discursos del primer mover el pensamiento y Ia capacidad de jui-
tipo, cabe recordar que pueden emplearse cio autónomo del educando, al servicio de la
para que ci auditorio acepte aserciones que verdad y de la libertad, y una enseñanza din-
la figura retórica no menciona directamente, gida a hacer creer, a hacer del educando un
y quc sin embargo presupone o implica táci- instrumento dócil de Ia sociedad, de la nación
taniente. Baste pensar en ciertos usos del o de Ia revoluciOn, y por ello al servicio de una
eufemismo ('paises en vias de desarrollo" en entidad politica colectiva y de su poder. En
lugar de 'paises subdesarrollados"), de la este segundo caso, o sea en el caso del adoc-
comunión (ci "nosotros" que abarca a orador tninamiento, ya sea éste de tipo conformista
y auditorio), de la calificación ("Ministerio de (basado en los prejuicios ya adquiridos en Ia
la Defensa" en lugar de "Ministerio de la Gue- sociedad para reforzanios), ya de tipo secta-
rra"), de la metáfora, de la interrogación retó- rio (que ataca los prejuicios radicados para
rica, etc. Entre los recursos propagandIsticos sustituinios por otros), observamos un uso
usados para fines manipuladores cabe seOa- generalizado de técnicas de supresión y de
lar, además de la selección controlada de los distorsión de Ia informaciOn, tipicas de lam.
mensajes a trasmitir, que es una forma de informativa.
supresión de la información, las técnicas anO- La condición que influye de manera deci-
logas que perrniten subrayar o dar más relie- siva en el grado y eficacia de la m. de la infor-
ve a ciertas informaciones que a otras (lugar maciOn es el regimen en ci que opera el emi-
privilegiado en el espacio, repetición en el sor: puede existir un monopoiio de Ia infor-
tiempo, etc.); Ia mezcla de noticias, interpre- maciOn o bien un pluralismo competitivo
taciones de los hechos y valoraciones de los entre diversos centros emisores. En un régi-
mismos, que permite presentar como funda- men pluralista, Ia competencia entre los
mentada en estos hechos la conclusion direc- diversos emisores produce una pluralidad de
tiva deseada ("los hechos hablan"); Ia aparen- descripciones, interpretaciones y valoracio-
te dérivación de la conclusiOn deseada de las nes que hace posible ci reconocimiento y Ia
ideas y principios morales del auditorio. corrección de las distorsiones y de las supre-
Una forma de m. de la informaciOn especial- siones unilaterales de Ia informaciOn; por
mente insidiosa es la que puede producirse consiguiente, se limita de modo sustancial Ia
en Ia escuela, cuando Ia enseñanza se convier- posibilidad de que cada emisor ejerza una m.
te en adoctrinarniento. Se trata de una forma eficaz. For el contrario, el monopolio aumenta
muy insidiosa, debido a las condiciones espe- en forma desmesurada la vulnerabiliclad de
cialIsirnas que Ia favorecen. Por un lado, la los destinatarios de los mensajes; correlati-
escuela forma parte de la vida de los jóvenes vamente, aumenta Ia posibilidad de que el
durante un largo periodo de años y durante Onico emisor informativo recurra a Ia m. y
muchas horas al dia; por el otro, los jóvenes lo haga con plena eficacia. Al faltar la posibi-
liegan y permanecen en ella durante una épo- lidad de acceso a fuentes de informaciOn
MAN IPULACION 927

alternas, disminuye Ia posibilidad estructu- en Ia que B Se mueve, y que B cree que es


rada de Ia crItica y de Ia impugnación pübli- secrcta, A está en condiciones de hacer movi-
ca. En Ia medida en que el monopolio se hace mientos eficaces para ejercer un poder mani-
absoluto, la supresiOn de Ia información acer- pulador sobre B. Esta posibilidad de utilizar
ca de un hecho se convierte, por asI decirlo, con fines de poder, y con fines de m., las noti-
en Ia supresión del hecho; las distorsiones y cias reservadas que conciernen a los actores
las valoraciones unilaterales pasan a ser sociales, hace potencialmente peligroso ci
hechos y valores indiscutibles; Ia misma men- control centralizado de las informaciones per-
tira, repetida incesantemente y faita de sonales por medio de computadoras, y hace
impugnación, se convierte en verdad. Debe- especialmente insidiosos los micromecanis-
mos anadir que ci monopolio informativo mos de espionaje electrOnico que permiten
debilita gravemente inciuso Ia posibilidad de registrar o escuchar a distancia conversacio-
resistir a Ia m. psicoiógica y a la m. fisica, nes reservadas. Dichos instrumentos no ejer-
dado que solamente Ia libertad de investiga- cen de por si la m., pero aumentan Ia vulne-
ción y de información hace posibie ci recono- rabilidad de los actores Sujetos a ellos, y pue-
cimiento y Ia denuncia piThlica de dichas for- den constituir una premisa para ejercer Ia m.
mas de m. Dc hecho, ci regimen de los medios sobre los mismos.
de información es tan decisivo politicamen- Pasemos a abordar lam. psicolOgica. Como
te que se presenta como elemento constituti- una clase de m. operante sobre Ia estructura
vo de los diversos tipos de sistemas politicos: de las motivaciones, ésta se basa en una espe-
el pluralismo de las fuentes de información cial vulnerabihdad del sujeto pasivo, que pue-
y Ia posibilidad efectiva de Ia impugnación de definirse precisamente como psicoiogica.
püblica son un requisito fundamental de los Existe m. psicologica cuando A explota los
sistemas liberal-democráticos y poiiárquicos, determinismos psiquicos inconscientes de B
y ci monopolio de los medios de comunica- para controlar ocultamente su conducta. La
ción es un requisito necesario de los sistemas gran eficacia social y politica de la m. psico-
totalitarios. logica depende esencialmente de dos factores.
El primero es que los impulsos emotivos
Como ya se ha
III. LA MANIPULACION PSTCOLOGJCA. inconscientes motivan muchas de las opcio-
dicho anteriormente, Ia m. psicologica y Ia nes y de las acciones de los hombres. El
fisica no agotan compietamente Ia categorIa segundo es que existen simbolos o imágenes
de las intervenciones manipuladoras operan- que tienen una fuerte capacidad de atracción
tes en Ia estructura de las motivaciones. Hay sobre aquellos impulsos. La tarea del maui-
una forma general de m. que se hace posibie pulador consiste por tanto en asociar el sim-
cada vez que un actor conoce los determinis- bob-dave y Ia imagen-ciave oportunos al
mos, no solo psiquicos y fisicos, sino también objeto social sobre el que pretende aplicar ci
sociales, que dirigen en mayor o menor gra- impuiso emotivo (un producto que comprar,
do Ia conducta de otro actor. Por una parte, un jefe politico que amar u obedecer, una
en la medida en que tales determinismos din- nación extrarijera que odiar y combatir); al
gen efectivamente Ia conducta de B, éste tien- repetirse de modo incisivo y contiriuo esta
de a reaccionar de una manera previsibie a asociación, ci nexo entre ci objeto social y la
unos estimulos ambien tales dados, y por ello emociOn Ilega a sen automático en los indivi-
es vulnerable respecto del poder, y en espe- duos manipulados, como un reflejo condicio-
cial del poder manipulador de otros actores. nado. Estas tCcnicas han sido aplicadas de
Pun otra parte, si A conoce los determinismos manera refinada por ia publicidad comercial
que dirigen en cienta medida Ia conducta de basada en la investigación motivacional: para
B, está en condiciones dc ejercer poder, y vender los productos más dispares se movi-
poder manipulador, sobre este filtimo. Lo que lizan emociones profundas tales como Ia
se ha esbozado acerca de los determinismos angustia, Ia agresividad, Ia sexualidad, ci mie-
sociales se puede aplicar tamhién a las estra- do al aisiamiento y a Ia diversidad, etc. Pero
tegias y tácticas de acción, en las cuales un desde siempre se han servido de las mismas
actor se compromete de manera secreta o técnicas, aunque fuera de manera intuitiva,
reservada. Si A conoce la estrategia de acción los propagandistas politicos y religiosos. El
928 MANIPULACION

apego y el amor por Ia divinidad, por la tn- ción de todo ci sistema de valores e ideas
bu, por Ia patria, por el partido, asi como ci adquiridos por un sujeto, asI como en cier-
miedo y el odio por otras naciones, religiones, tas clases extrcmas dc adoctninamicnto, cono-
razas o ciases, han sido propalados por lo cidas con ci nombre de lavado de cerebro. Los
menos en parte del mismo modo: mediante ejemplos más conocidos de lavado de ccrebro
Ia asociación de ciertos sImbolos a otros, y son recientes: las técnicas empleadas para
en definitiva con determinados impuisos obtener las "confesiones" de las victimas de
inconscientes de los hombres. los procesos stalinistas, las "conversiones" de
La apelación directa a los impulsos emoti- los prisioneros norteamericanos en Corca, las
vos inconscientes es particularmente eficaz prácticas drásticas de adoctrinamiento usa-
cuando va dirigida a una muititud. En una das en China con ci nombre de "reeducaciOn".
multitud ci autocontrol racional y ci sentido Sin embargo cxisteni precedentes en Ia histo-
de Ia responsabilidad personal de los indivi- na de épocas anteriores: baste pensar en las
duos se debilitan; tomn un relieve decidida- técnicas con las quc los tribunales de la Inqui-
mente más pronunciado y abierto los compo- siciOn arrancaban las "confesiones" a las
nentes irracionales e inconscientes de Ia per- "brujas". En todos estos casos podemos
sonalidad, y tiende a verificarse una especie encontrar rasgos comunes. En primer lugar,
de contagio emotivo entre los miembros de una gran cantidad dc intervenciones fIsicas:
la multitud. Todo ello hace que los individuos aislamicnto social, impedimcnto del sucño,
sean especialmentc'vulnerables a ia sugestión rcducción fuerte de alimentos y tal vez tor-
emotiva. Se trata de una situación clara para tura. A menudo se dan tarnbién técnicas de
los agitadores y demagogos politicos, que m. fIsica, como el suministro de drogas y de
incluso utilizan catalizadores especiales para psicofármacos. Sin embargo, ci nOcleo del
incrementar ci control emotivo de Ia multi- procedimiento es principalmente psicologico
tud. Piénsese en ci uso ritual de palabras que y consiste en Ia inhibición a ultranza de los
conforman lemas o juramentos, a veces acorn- reflejos adquiridos, o sea de las ideas, de los
paflados con mtisica (himnos nacionales o pnincipios morales e incluso de la identidad
patrióticos, marchas populares, etc.) y por las del sujeto pasivo. Las referencias dc hecho y
coreograflas visuales de banderas, emblemas de valor dc la victirna, su profesión, su reh-
y gestos estilizados. Estas técnicas fucron lie- gión y tal vez su mismo nombrc son aniqui-
vadas a un grado eievado de eficacia en los lados y sustituidos por otros. Esta pérdida de
estados totalitarios, y en particular en la Ale- significado de palabras cargadas por ia expe-
mania nazi. A veces Ia tension emotiva crea- riencia del pasado —rcforzada por intcrroga-
da con ci uso de estos catalizadores era tan torios intcrminables, con intervalos irregula-
intensa que, cuando Hitler empezaba final- res, siempre sobrc los mismos temas, con ci
mente a hablar, ci contenido dcl discurso fin de hacer surgir continuas contradicciones,
carecIa casi de importancia para la multitud jun10 con un creciente agotamiento fIsico cau-
histérica y en adorãción. En ciertos casos pue- sado por Ia imposibilidad dc dormir y por Ia
de actuar como catalizador del control emo- desnutrición— Ileva al sujeto a un estado dc
tivo de un grupo ci uso de actos o palabras desintegración de la personaiidad, de miedo
que no tienen nada que veT con la situaciOn, y de angustia intolerabics, hasta ci punto de
y que sin embargo, por sus caracterIsticas que sc activa en él unmecanismo psiquico
intrInsecas, aumentan ci impacto dcl mensa- extremo de autodefensa: Ia canalización de su
je. Este mecanismo psicoiogico éxistIa, por carga emotiva hacia un modeio opuesto al que
ejemplo, en ci juramento dc los mau mau, guiaba su conducta habitual en ci pasado. Se
cuyo ritual, obscenamente terrorIfico y gra- liega asI al momento de ia plcna confesion de
tuitamente extrafio, reforzaba Ia potencia actos nunca cometidos, y al rechazo total de
irracional de la ceremonia y ci control emo- las ideas y de los principios morales quehabIa
tivo de los individuos. poseido en Ia anterior experiencia vital.
Una forma especiaimente intensa y prolon-
gada de m. psicoiogica, combinada con inter- La m. de la informa-
IV. LA MANIPuLAcION FISICA.
venciones coercitivas igualmente intensas y ciOn y la m. psicológica, que traté hasta aqui,
prolongadas, Se da en los casos de desintegra- son formas de poder social. En ambos casos,
MANIPULACION 929

en efecto, un actor (individuo o grupo) modi- contra Ia voluntad de quien la sufre, se pue-
fica la conducta voluntaria de otro actor (mdi- de mover o desplazar su cuerpo, pero no se
viduo o grupo). Es cierto que el sujeto mani- puede determinar ninguna conducta social-
pulado ignora estar sometido a la voluntad mente relevante. Ahora bien, es precisamen-
del manipulador (o bien ignora la naturaleza te desde este punto de vista que la "nueva vio-
de su intervención), pero no por ello deja de lencia", o sea lam. fisica, asume un papcl del
haber una condición de existencia de una rela- todo especial. Parece superar los lImites de
cion de poder: esto es, que el objeto de Ia eficacia de la violencia tradicional, ya que con
intervención esté constituido por una conduc- la inoculación de un suero o el suministro de
ta voluntaria. Con otras palabras, en la m. de una pIldora o Ia trasmisión de un impulso
la información y en la psicologica el sujeto eléctrico al cerebro se puede, al menos en el
activo de Ia relación opera por medio de men- plano de las hipótesis, producir a agilizar
sajes que penetran en el campo de atención directamente una conducta positiva: un
(consciente o inconscientemente) del sujeto hacer, no solamente un no hacer. Veamos
pasivo, de modo que logra modificar con efi- pues en qué grado sucede esto en los diver-
cacia su voluntad. SOS tipos de m. fisica y en qué grado este
Las cosas cambian cuando pasamos a la m. modo de operar de Ia "nueva violencia" pue-
fIsica. En este caso, el objeto de la interven- de ser utilizado en el dominio politico.
ción manipuladora no es la voluntad, sino el Los tipos principales de m. fIsica son dos:
cuerpo del sujeto pasivo. En la m. fIsica el el suministro de psicofármacos y la estimu-
manipulador opera por medio de instrumen- lación eléctrica del cerebro. En ambos casos
tos quImicos a eléctricos, que alteran los se trata de técnicas surgidas y desarrolladas
mecanismos fIsicos que controlan los senti- en el ámbito de la práctica médica para el tra-
dos y los estados del organismo del sujeto tamiento y curación de enfermedades menta-
pasivo, de manera que éste conforma con efi- les. Se convierten en una forma de m. fisica
cacia su receptividad o reactividad a los men- cuando el sujeto pasivo no sabe que le son
sajes a estimulos ambientales. Es cierto que aplicadas o no conoce su naturaleza y efec-
la m. fisica sirve para influir en la conducta tos. La caracterIstica empIricamente distin-
del sujeto pasivo, y por ello es un Inst rumen- tiva, y éticamente perturbante, de estas for-
to para ejercer el poder, pero, considerada en mas de m. fIsica es que, una vez que Se ha pro-
si misma, noes poder, porque no actda sobre ducido la intervención, el sujeto pasivo no
la voluntad, sino sobre el estado fIsico del puede reaccionar en absoluto. Dicho de otra
sujeto pasivo. Se podrIa decir más bien que manera, Ia irresistibilidad de lam. liega a su
se trata de una forma de violencia, si COn este grado más intenso. En la m. de la informa-
concepto designamos las intervenciones cion y en la psicológica siempre es posible,
intencionales de un actor sobre el estado fIsi- como hipótesis, que el sujeto pasivo se dé
co de otro actor, contra Ia voluntad (expresa cuenta en un segundo momenta del hecho o
o presunta) de este ültimo (v. violencia). de Ia naturaleza de la m. y por lo tanto inten-
En sus manfiestaciones tradicionales, la te reaccionar y huir de la misma. La m. fIsi-
violencia es una intervención fisica dirigida ca, en cambio, invade de un modo tan eficaz
a herir, a matar, a destruir; o bien a inmovi- la subjetividad del manipulado que éste,
lizar, a apresar en un espacio cerrado. Esta mientras dura el efecto de la intervención, no
violencia "tradicional" —Ia violencia de las puede dejar de ser un aliado del manipulador.
armas y de las fuerzas armadas, de las car- Al suministro de psicofarmacos y a la estimu-
celes y de los campos de concentración— tie- lación eléctrica del cerebro se podrIa afladir
ne unos lImites de eficacia bien precisos. Si el control (parcial a total) de los nacimientos
consideramos los efectos directos de Ia inter- con vistas a una selección genética de los que
vención fIsica en cuanto tal, la violencia tra- han de nacer. Este tipo de intervencióri no es
dicional sirve para impedir que el sujeto pasi- sin embargo una forma de m. de la conduc-
vo haga algo: matándolo o aprisionándolo, se ta, en el sentido aquI definido. Este tipo de
le impide tener cualquier conducta social- control no sirve para modificar las creencias
mente relevante; pero no sirve para obligar- o las conductas de determinados individuos
lo a hacer algo: con Ia mera presión fisica, y o grupos; sirve para programar los individuos
930 MANIPULACTON

que deben o no entrar a formar parte de Ia de servicio pOblico. Pero, para conseguir ci
sociedad. En este sentido, segiTh ci punto de efecto, Ia sustancia quimica deberIa ser tan
vista que se adopte, el control selectivo de los poderosa que inhibiria no solamentc el espi-
nacimientos puede interpretarse como algo ritu de rehelión, sino también cuaiquier for-
más o algo cnenos que Ia m. fisica de la con- ma de participación activa y especializada en
ducta, pero en todo caso es algo distinto. Ia vida social; asi pues este tipo de interven-
Los psicofármacos son compuestos quimi- ción podria resultar diii solo en el caso,
cos que actdan sobre el sistema nervioso cen- actualmerite muy poco probable (aunque no
tral y a menudo influyen en "humores" de dcl todo desechable), en clue una elite domi-
carácter general. Los tranquilizantes calman nante se conforme con Ia obediencia ciega y
a las personas; los estimulantes las excitan con una actividad manual y burda de un con-
poniéndolas en un estado de euforia; los alu- glomerado de hombres. En cambio es mOs
cinOgenos alteran las percepciones y la con- que probable, ya que se ha realizado muchas
ciencia. Recientemente, a estos tipos genera- veces, ci uso de instrumentos quimicos corn-
les de fármacos se va anadiendo toda una binados con otras formas de intervención con
serie de compuestos especiales, con los que ci fin de coritrolar individuos socialmente
se busca, con más o menos éxito, actuar sobre desadaptados o incluso activistas politicos de
componentes psicologicos determinados, oposiciOrl. Por ejemplo, ci ernpleo de com-
como Ia agresividad o la memoria. El alcan- puestos quimicos para alterar el estado men-
cc de los efectos de todos estos compuestos tal dci manipulado se da a menudo en los
quImicos es indudablemente notable. Sin complejos procedirnicntos de "lavado de cere-
embargo, con fines de control dcl hombre, bro", que hemos mencionado ya bajo ci rubro
para que lo dirija hacia creencias y conduc. de Ia in. psicologica.
tas especificas, son menos cficaces dc lo que Intervenciones fIsicas más sciectivas y efi-
a menudo se cree o se teme. Por ejemplo, ci caces, en coniparacion con las hasta ahora
liamado 'suero de Ia verdad" (ci pentotal), mencionadas, han sido posibles por la corn-
sobre el que se ha fantaseado a menudo pre- binación de técnicas de rniniatunización de
sentándolo como un ama irresistible, es un instrumentos electrónicos y de cirugia cere-
compuesto anestésico con efectos hipnóticos bral. Con ci uso de dichas técnicas se puede
y relajantes, que puede ayudar a una perso- penetrar en ci cerebro, introduciendo entre
na inhibicla, y que tenga ya la intención de los tejidos cerebrales microinstrunienlos
hablar, a retomar recuerdos que estaban clectrónicos estimuladores de tipo eléctrico
reprimidos y a referirlos, pero de niriguna o de tipo quimico, los cuales permiten con-
nianera tiene ci poder de obligar a una per- trolar desde ci exterior incluso los propios
sona a revelar hechos que quiere mantener mecanismos centrales de control dci cerebro.
en secreto. Por lo general, los lImites del con- Accionando impuisos eléctricos, que actOan
trol quimico de la conducta son principalmen- directamentc o por medio de rcaccioncs qui-
te dos: en primer lugar los psicofármacos son micas, es posible estimular o incrernentar,
escasamente selectivos, en ci sentido de que suprirnir o disminuir funciones dci cuerpo,
solo rnuy débilmente logran actuar sobre acti- crnociones y estados mentaics vincuiados con
vidades psiquicas especIficas, teniendo bajo detcrminadas zonas y procesos cerebrales:
control las otras actividades. Dc ahi se den- por ejemplo, las acciones del corner, beber o
Va, en segundo lugar, que dichos psicofárrna- dormir; ci terror o ci amor; la docilidad o Ia
cos son más eficaces para inhibir un tipo agresividad; Ia memoria, la atcnciOn, Ia curio-
general de conducta, por ejemplo la agresi- sidad, Ia inteligencia. Los progresos quc se
vidad, que para dirigirla hacia objetivos par- han hecho en cste campo, ya sea en la inves-
ticulares. Todo ello hace bastante improba- tigaciOn experimental con animalcs, ya sea en
ble un uso politico masivo de estos instrurnen- Ia práctica clinica con un nOmcro creciente
tos quimicos. Seria posible que la agresividad dc hombres victirnas de diversas enfcmmcda-
de una poblacion poiIticamente sornetida fue- des, hacen pcnsar que la tccnologia de la esti-
ra inhibida de una manera constante intro- rnulaciOn eléctrica dci cerebro puede en ci
duciendo una cierta cantidad de compuestos futuro Ilegar a algo cercano a las hipOtesis del
quimicos tranquilizantes en ci agua potable control absoluto dc Ia conducta. Las perspec-
MAO1S MO 931

tivas de uso politico de estas técnicas son más posiciones ideologicas o teóricas, a menudo
bien inquietantes, aunque sea improbable un importadas de paises extranjeros y adoptadas
uso masivo de las mismas. A propósito de ello por los chinos solo en términos intelectualis-
puede repetirse lo que ya se ha dicho respec- tas. Otro motivo lo podemos encontrar en el
to del uso politico de los psicofármacos. Por rechazo per parte de Mao Zedong a acentuar
una parte, la complejidad de las intervencio- el aspecto teórico, con tendencia abstracta,
nes de penetración cerebral, que comportan de su propia obra, Ia cual quiso siempre yin-
una exploración refinada de cada individuo cular a la praxis para que fuera fuente de una
y costos muy elevados, hacen muy dificil una praxis ulterior y no de elaboraciones teóricas.
aplicación masiva. Por otra parte, sin embar- No se trata evidentemente de una actitud
go, no se excluye Ia posibilidad de recurrir "modesta" por parte de Mao, ya que Mao fue
a Ia estimulaciOn eléctrica del cerebro para voluntaria y conscientemente el promotor del
controlar a determinados miembros de una culto a su propio pensamiento y a su función,
oposición polItica y, con mayor razón, a deter- con objetivos politicos. En efecto, el m. más
minados individuos socialmerite peligrosos. que una formulación ideologica propiamen-
te dicha ha sido una linea estratégica que en
BIBLIOGRAFIA: J.A.C. Brown, Técnicas de persua- un cierto momento —sobre todo en los años
sión (1963), Madrid, Alianza, 1978, y Buenos sesenta— fue considerada y en cierta mane-
Aires, Abril, 1972; P. Bourdieu y J.C. Passeron, ra elaborada como una concepción alterna-
La reproduccidn (1970), Barcelona, Laia, 1977; L. tiva a la del conjunto del movimiento obrero
Cavalli, La democrazia manipolata, Milan, Comu- occidental y a Ia del movimiento comunista
nità, 1965; S. Ciacotin, Tecnica della propagan- internacional vinculado al partido comunis-
da politica (1952), Milan, Sugar, 1964; M. Edel- ta soviético.
man, The symbolic uses of politics, Urbana, Uni- A esta linea global, muchos de los que la
versity of Illinois Press, 1964; R.W. Goodin, Mani- hicieron propia Ic anadieron después elemen-
pulatory politics, New Haven, Yale University tos que derivaban de complicados procesos
Press, 1980; E. Katz y P.E. Lazarsfeld, L'influenza existenciales del todo extraOos, no solamen-
personale nella comunicazione di massa (1955), te a las formulaciones ideologicas sino inclu-
Turin, ERI, 1968; P. London, II controllo del com- so a las experiencias histOricas concretas y
portamento (1969), Milan, Istituto Librario Inter- a las exigencias politicas contingentes de Mao
nazionale, 1971; H. Marcuse, El hombre unidi- y de los comunistas chinos. En cierta mcdi-
mensional(1964), Mexico, J. Mortiz, 1966; V. Pac- da este proceso de transformacion del m. en
kard, Las formas ocultas ne Ia propaganda (1957), un conj unto de fenOmenos de impugnación
Buenos Aires, Sudamericana, 1958; 0. Reboul, del orden social y cultural existente se pro-
Adoctrinamiento (1977), Buenos Aires, Ateneo, dujo también en China y operó en un sentido
1981; J. Rudinow, Manipulation, en Ethics, opuesto a las exigencias que habian movido
LXXXVIII (1978). a Mao.
Más allá de las mitificaciones y de las tras-
[voRIo STOPPINO] posiciones ilicitas hacia el exterior de su con-
texto, conviene analizar Ia experiencia histó-
rica de la revolución china y el papel que
desempenó Mao en la misma, a fin de cons-
maoIsmo tatar si es lIcito o no el concepto de maoismo.

i. DEFINIcION.El tbrmino m. nunca se ha usa- II. POTF.NCIAL REVOLUCIONARIO DE LOS CAMPESINOS Y


do en China y los comunistas chinos han obje- sus UMITAcIONEs. El elemento que motivó la
tado siempre el uso del mismo incluso cuan- experiencia histórica de Mao Zedong en 1927
do lo hacian fuerzas extranjeras que se ins- fue Ia constatación-convicción del potencial
piraban en sus posiciones politicas. El origen subversivo que constituian los campesinos
de esta actitud se debe a multiples circuns- pobres en un pais como China, asI como de
tancias, una de las cuales puede ser Ia des- su capacidad de desempefiar tareas revolucio-
confianza que se difundió en China desde los narias modernas por las cuales el empuje
aiios veinte respecto a los 'ismos", o sea hacia hacia Ia transformacion se dirigiera a fines
932 MAOISMO

actualizados y se encuadrara en una vision el elaborado por Marx, mientras que Ia ref Ic-
que tuviera en cuenta los procesos sociales xion sobre Ia función histOrica del partido fue
a largo piazo y de alcance mundial de una más limitada en Mao hasta las vIsperas de in
fuerza polItica capaz de superar los limites revolución cultural. En sustancia, Mao acep-
histOricos tanto de la sociedad china como de taba el principio de Marx por el que solo el
las condiciones subaiternas tIpicas del mun- proletariado industrial puede llevar a cabo Ia
do colonizado. Esta fuerza era para Mao el emancipaciOn de todos los oprimidos, por sus
partido comunista chino, formado con la caracterIsticas de modernidad y su capacidad
opciOn cultural de numerosos intelectuales a organizativa, pero transferIa al partido esta
partir de 1919 en favor del marxismo en su funciOn histórica del proletariado. .sta fue
interpretación leninista, consolidado después, sin duda una de las más graves limitaciones
entre 1921 y 1927, en una serie de luchas obre- del maoismo.
ras y nacionales. Un planteamiento de estc En una situación tal se planteaba en ci
tipo implicaba para el partido revolucionario nOcleo del proyecto politico el problema de
una función "didáctica" permanente y capi- Ia trasmisión y de la formulación de Ia ideo-
lar que iba más allá de la tesis leninista del logia, que constituia precisamente el elemen-
partido como vanguardia de Ia clase obrera to "moderno" de ruptura respectn del estáti-
y que retomaba en cierta medida Ia concep- co mundo tradicional de los campesinos y de
ción tradicional china de los intelectuales los intelectuales-administradores. Para Mao
como maestros-dirigentes-organizadores de Zedong y para los otros comunistas chinos
las masas campesinas, a pesar de que los jove- en lucha activa estaba claro que ci marxismo
nes intelectuales comunistas rechazaran e en su acepción leninista habIa sido asumido
impugnaran el derecho al privilegio y el con- en China adaptando algo creado en ci exterior
servadurismo de Ia clase dirigente tradicio- por ci movimiento obrero de los palses desa-
nal china. rrollados. Sin embargo una repetición trivial
"Bajo la guIa del partido" —en una relaciOn o Ia simple aphcación de los principios y de
dialéctica en Ia que los intelectuales enseña- las prOcticas del marxismo no habrian podi-
ban a los campesinos una concepción moder- do dar lugar a una experiencia vital en China
na de la revolución y los campesinos pobres sino a través de un proceso original de repen-
condicionaban a los intelectuales a trabajar samiento y replanteamiento teórico. Esto era
por in liberaciOn de los oprimidos— las masas muy dIficii de realizar en los aflos treinta por
rurales podIan desempenar una funciOn his- parte de cualquier partido comunista, debi-
tOrica tal como Ia que desempenó ci proleta- do a las presiones que in Internacional comu-
riado en la sociedad burguesa descrita por nista —y a través de ella ci Partido Comunis-
Marx, aunque Mao nunca identificó a los cam- ta de Ia URSS— ejercia para obtener la "bol-
pesinos pobres con ci proletariado ni a Ia chevización" de los otros partidos comunis-
revoiucidn por su emancipaciOn de la explo- tas, para hacerlos homogeneos segOn ci mode-
tación de notables y terratenientes y por Ia lo de partido comunista concebido por Lenin
iiberaciOn de China respecto de Ia dominación y sobre todo poco despues por Stalin. Dc aquI
extranjera con la revolución invocada por Ia necesidad por parte de Mao de combatir
Marx para hacer caer a la burguesia y crear constantemente ci "culto del libro", el dog-
una sociedad socialista. Mao derivó de Marx matismo y las influencias extranjeras, o sea
la concepción de fas clases como partes corn- Ia tendencia a transferir a China las fórmu-
ponentes antagónicas de la sociedad y de las ideologicas y politicas claboradas para Ia
Lenin la vision del partido como organizaciOn URSS, en especial por lo que respecta a las
indispensable de vanguardia para la direcciOn estructuras del partido. Esta lucha por in
de Ia lucha revolucionaria, además de Ia autonomia ideolOgica de los comunistas chi-
denuncia del imperialisrno como sistema nos fue uno de los aspectos dave dc la obra
mundial vinculado a Ia sociedad capitalista. de Mao y tuvo sus etapas fundamentales, en
Sin embargo su análisis de las clases de Ia cuanto a elaboraciOn dc una estrategia dc gue-
sociedad china resultó, por motivos propios rrilla en 1930-1935, en el plantcamicnto de
de in estructura social de un pais subdesarro- una resistencia nacional frente a JapOn de
liado, bastante más compieto y flexible que 1937 a 1945 y en las opciones para in cons-
MAOISMO 933

trucción de Ia sociedad socialista despues de pre considcró estrcchamcnte vinculada con


1949. los intercscs dc Ia red local dc poder de los
notablcs-tcrratcnicntcs, quc era Ia base dc
III. LUCHA DE CLASES RURAL ARMADA, BASES ROJAS, inserción en China dc Ia influencia cconómi-
RESISTENCIA PROLONGADA. Segün Mao, Ia trans- ca, politica y militar cxtranjcra. Este fcnóme-
formación de la sociedad rural china no podia no dc colaboración se hizo cspcciaimcntc cvi-
producirse por un proceso pacIfico, ya que Ia dcntc en ci caso dc Ia invasion japonesa a par-
represiOn sutil ejercida sobre los campesinos tir de 1937, cuando los japonescs quc busca-
pobres por parte de los terratenientes y por ban en China abastccimicntos alimentarios,
medio de las milicias patronales y otras orga- de matcrias primas y de mano de obra, mci-
nizaciones de tipo mafioso, asi como ci con- dian dircctamcntc en la supervivencia de los
trol mantenido por ios notables y los intere- campcsinos y encontraban todo tipo de cola-
ses subordinados de los órganos de poder boración cntrc los tcrratcnientcs. Prccisa-
local cxcluian cualquicr perspectiva de desa- mcntc en los años do la rcsistcncia frcntc a
rrolio democrático o uria gcstión alternativa Japón, actuando en la base dc la socicdad
tanto en el piano de la aidea como en ei de rural a través dc la cspesa y vasta red dc ia
la provincia o del estado, debido a las garan- guerrilla, los comunistas lograron instituir
tias rccIprocas y connivencia entre ci comple- una socicdad alternativa en miles dc aldcas
jo de intereses entre notables-terratenientes del riortc dc China. La caida de cuaiquier régi-
y la pirámide dcl poder provincial y central. men quc hubiesc intentado restabiccer ci anti-
La lucha de ciases en China solamente podia guo orden habria sido fácii, como se demos-
ser por lo tanto una lucha de clases armada, tró durantc Ia guerra civil entre comunistas
como siempre habia sucedido en el trascur- y cI Kuomintang, cntrc 1946 y 1949.
so de las tradicionales revueltas campesinas.
También bajo este punto de vista ci partido IV. EL SOCIALISMO COMO VIA DE SUPERVIVENCIA. Des-
comunista podia y debIa actuar respecto de pues dc la toma dci poder en 1949, y de la
los campesinos segñn una nueva relación a radical reforma agraria quc quito Ia ticrra a
través de Ia constitución dci "ejército rojo", los propictarios que no Ia cultivaban y la dis-
cobertura constante y capilar —con su acti- tribuyó a los campcsinos pobrcs, Mao —pre-
vidad de guerrilla móvil— dc la transforma- sidcntc dci partido y por diez años dcl nucvo
ción social en curso de elaboración en las estado— intcntó elaborar una estratcgia de
aideas. Partido y "cjército rojo", cstrccha- desarrollo quc permiticra concretar la victo-
mcntc vinculados si no coincidentes, eran la ria sobrc Ia dominación cxtranjcra y sobrc los
vanguardia indispensable para Ia constitu- notabies-terratenientes con una sustancial cli-
ción de las "bases rojas", fragmentos de Ia minación de la miscria, sobrc todo Ia rural.
nucva sociedad insertos en ci contexto dcl Mao cstuvo sicmprc convcncido de quc Ia
antiguo regimen y dcstinados a ampliarse gra- industrializaciOn —ilevada a cabo predomi-
dualmentc a medida que prosperaban la labor nantcmcntc por Ia iniciativa cstatal y con
cducativa por parte dci partido y Ia toma de capital pOblico— era la via indispensable para
concicncia por parte de los campesinos, jun- aumentar Ia cantidad dc biencs producidos
to con su capacidad de organización y de y dc ingreso disponibic para ci pueblo chino.
gobierno y la transformacion dc las rciacio- Sin embargo, nunca pcnsó quc la industria-
ncs sociales. Todo cilo implicaba un desarro- lización en cuanto tal pudiera resolver los
Ho gradual, una "lucha prolongada" quc per- problcmas de los campcsinos, carentes dc
mitiera cntrar en ci jucgo a los compiejos dc- capital para invertir, Si DO era posiblc multi-
mentos socialcs, politicos y económicos, pero plicar Ia producción, la productividad y por
también humanos y psicoiogicos, quc cran tanto ci ingreso de los campcsinos dc mane-
indispensabics para llcvar a cabo una revo- ra quc sc be garantizaran a Ia industria, al mis-
lución en un pais atrasado. Esta lucha capi- mo tiempo, matcrias primas, capitales y mer-
lar, fundada en Ia transformacion de las acti- cados de sabida. Mao consideraba quc cste
tudes humanas, era también Ia base dc la aumento dci ingrcso dc los campesinos se
Iucha por Ia cmancipación nacional dc la podia obtcncr potenciando y sobrc todo racio-
dominación imperialista, la cual Mao sicm- nalizando Ia inversion dc trabajo por partc de
934 MAO!SMO

los campesinos y organizando su actividad. hicieron resaltar sin embargo también sus
Esta organización racional podia producirse limitacioncs y contradicciones, por ejemplo
solamente a través de estructuras socialistas entre Ia ilamada a una moviiizaciOn perma-
que represeritaran para los campesinos una nente de las masas sobre Ia base de lemas
mejora de las condiciones materiales como revolucionarios y la opción polItica dc man-
compensaciOn por su aumento de trabajo y tener bajo estrecho control a las mismas
de producción, dando a dichas mejoras un masas; la denuncia sistemática del privilegio
carácter colectivo. social por un lado y ci monopolio dcl poder
Partiendo de estas bases, Mao promoviO y del privilegio reservado a pocas personas
entre 1955 y 1956 la colectivización de Ia agri- incontroladas por ci otro, asi como también
cultura y después la reestructuración de las el propio culto a Mao; Ia formulación de una
instituciones politicas y productivas del cam- ideologIa dialéctica compleja y rica por una
po en las liamadas "comunas del pueblo", en partc y la reducción del "pensamiento de
1958. E.sta exigencia de transformación social Mao" a formulas triviales carentes de verdad
continua implicaba una serie de rupturas den- historica y social por Ia otra; Ia difusiOn de
tro de la sociedad, entre ciudad y campo, y los ideales democráticos —sobre todo en Ia
sobre todo entre campesinos y clase dirigen- educación— y la práctica de una dictadura
te (administradores, intelectuales, cuadros que no tiene nada que ver con Ia del proleta-
del partido), producierido numerosas ten sio- riado como clase social concreta.
ries sociales e intensos impulsos igualitarios. La exigencia quc se abriO camino en ci
En este mismo sentido iba Ia preocupación movimiento obrero occidental de proceder a
de Mao, sobre todo a partir de 1960, por impe- una critica del marxismo soviético y al mis-
dir el surgimiento y Ia reproduccióri dentro mo tiempo Ia urgencia de una alternativa a
de la sociedad de estratos y grupos privile- ia falaz "sociedad del bienestar" fundada en
giados y parasitarios que consumiesen los la explotaciOn dci "tcrccr mundo" hicieron
excedentes, impidiendo Ia acumulacion de que el m. aparcciera como una soluciOn váli-
capital indispensable para superar ci atraso. da para problcmas quc Mao nunca sc habia
A este temor a una restauración del privile- pianteado y que no podian rcsoiversc con una
gio de unos pocos contribuIa la vision tipica idcologla quc, aunque basada en una acepta-
de Mao acerca de Ia dialéctica —mOvil, arti- ciOn tOcita dci marxismo, surgiO en un pals
culada y no predeterminada—: sustancial- tan distinto de aquellos quc 'habIan visto
mente negaba que la marcha hacia ci socia- naccr Ia sociedad burguesa, Ia democracia, el
lismo fuera un progreso regular, natural e movimiento obrero y las sociedades capita-
irreversible, y consideraba más que probable listas actualcs. Por ello, Ia popularidad del rn.
un proceso de involución social apenas la se ha reducido drásticamentc, lo mismo en
trarisformación revolucionaria dejara de all- China que en Occidentc, dcspués del fracaso
mentarse de Ia lucha de clases. Estas instan- de Ia rcvoiución cultural y de Ia muerte de
cias nos dan una explicaciOn de la revolucion Mao. A pcsar de ello, cl m., con sus contra-
cultural desarrollada en China a partir de dicciones y limitaciones, debido a su fuertc
1966 sobre Ia base de los principios ideoiOgi- carga de movilización, a su apasionante com-
cos formulados por Mao, pero también sobrc ponentc educativo y moral y a su valorizaciOn
Ia base de las contradicciones complejas e dcl ideal humano, quc quizás ha sido utopi-
imprevisibles implicitas en Ia sociedad china. co, pero de todos modos igualitario, ha deja-
do una hucila imborrabic en todos aquellos
V. c0NTRADIccI0NEs, L!MJTES Y AP0RTAcION VITAL DEL quc en una cicrta etapa dc su vida se vieron
MAolsMo. La rcvoiuciOn cultural fue ci fenó- influidos por éi o lo han adoptado como valor
meno histórico que dio mayor notoriedad al de refcrencia. Esto Oltimo vale indudablcmcn-
maoIsmo, o mejor dicho al "pensamiento de tc tanto para China como para Occidente.
Mao", como formulación orgánica de una
estrategia revolucionaria válida no solamen- BIBLIOGRAFIA: E. Collotti Pischel, La revalución
te para China y como planteamiento dialéc- china (1958-1979), Mexico, Era, 1981, 2 vols.; E.
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MAOUIAVELISMO/MARXISMO 935

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na (1965), Vilassar de Mar, Oikos Tau, 1968; Mao supuestas metodologias cientificas y de estra-
Tse-tung, Obras escogidas, Madrid, Fundamen- tegia politica, en general Ia concepción del
tos, 1974-1978,5 vols.; Mao Tse-tung, Discorsi ice- mundo, de Ia vida asociada y de la politica,
diti, a cargo de S. Schram, Milan, Mondadori, considerada como un cuerpo homogéneo de
1975; Mao Tse-tung, Sobre Las diez grandes rela- proposiciones hasta Ilegar a constituir una
ciones, en E. Collotti Pischel y otros, La revolu- verdadera "cloctrina", que se puede extraer
cidn cultural china, cit.; Mao Tse-tung, Per La de las obras de Karl Marx y de Friedrich
rivoluzione culturale, Turin, Einaudi, 1974; Mao Engels. La tendencia, que se ha manifestado
Tse-tung, La construcción del socialismo en Chi- muchas veces, a distinguir el pensamiento de
na, en La cons/ru cción del socialisi-no en Ia URSS Marx del de Engels se desarroila en el inte-
y China, Cordoba, Cuadernos de Pasado y Pre- rior dcl mismo m., es decir que es en sí mis-
sente 65, 1976; E. Masi, La contestazione cinese, ma una forma de m. Se distinguen varios rn.,
Turin, Einaudi, 1967; J. Rue, Mao Tse-tung in tanlo sobre Ia base de las diversas interpre-
opposition, Stanford University Press, 1964; S. taciones del pensamiento de los dos fundado-
Schram, Mao Tse-tung, Madrid, Cid, 1967; D. Wil- res como de los juicios de valor con los que
son, Mao Tse-tung ante Ia historia (1977), Méxi- se pretende distinguir el rn. que se acepta de
co, Era, 1980. aquel que se rechaza: para ejemplificar, m. de
la II y de Ia III Internacional, rn. revisionista
[c. coLLorTJ pIscHEL] y ortodoxo, vulgar, dogmatico, primitivo, etc.
Aqul nos limitamos a exponer las lineas de Ia
teoria marxista del estado, y en general de Ia
maquiavelismo pohtica, con Ia advertencia de que Se tendrhn
en cuenta principaimente las obras de Marx
y solo subsidiariarnente las de Engels, que,
Es una expresión utilizada sobre todo en el como siempre, y por to tanto también en este
lenguaje comOn para indicar una manera de caso, representando Irecuentemente las tesis
actuar, tanto en politica como en todos los de Marx en polémica con los que las malen-
sectores de la vida social, faisa y sin escrO- tienden a con los difarnadores, termina
pubs, que implica ci uso, rnOs que de la vio- muchas veces por hacerlas mOs rIgidas.
lencia, del fraude y del engaño. "Maquiavbii- Corno es notorio, Marx no escribió ningu-
co" se considera en particular a quien hace na obra de teoria del estado en sentido estric-
creer que su conducta se inspira en principios to, aunque su primera obra de aliento, que
morales y altruistas, mientras quo en reali- por otra parte perrnaneció incompleta y por
dad persigue fines egoIstas. Esa expresion casi un siglo inédita (escrita en 1843 se publi-
constituye en ci lenguaje cornOn un testimo- có por primera vez en 1927), fue un cornenta-
nio de Ia reacciOn que contini1a suscitando en rio y una crItica, párrafo por phrrato, de una
Ia conciencia popular Ia doctrina de Maquia- par/c conspicua de la sección sobre ci esta-
vebo y de Ia tendencia a considerarla corno do de Ia Filosofia del derecho de Hegel (obra
una enseñanza inrnoral. Esta expresión pue- ahora conocida con el titubo Critica de La fib-
de también utilizarse en un sentido estricta- sofia del clereclio ptiblico de Hegel), y aunque
men/c técnico para indicar ]a doctrina de en Ia obia inmediatamente posterior, que per-
Maquiavelo o, rnás en general, Ia tradición de rnaneció también incompleta e inbdita, cono-
pensarniento fundada sobre el concepto de cida con el titulo Manuscritos econdmico-
razón de estado (v.). fiLosoficos de 1844, habia preanunciado en las
prirneras lineas del "Prefacio" que habria de
[sERGI0 P/STONE]
seguir una a una en ensayos diversos e mdc-
pendientes Ia critica dcl clerecho, de la moral
y de Ia politica". Muchos aOos mas tarde, en
marxismo el "Prologo" de Ia Contribucidn a ía critica de
ía economia politica (1859), explicando Ia his-
1. MARX Y EL PROBLEMA DEL ESTADO. Por 'rn." se toria de su formaciOn, narró cOmo habia pasa-
entiende ci con junto de las ideas, de los con- do de los primeros estudios juridicos y fib-
936 MARXISMO

sOficos a los estudios de economIa politica, cedentes, en particular de Ia teorIa hegelia-


y cómo, a través de estas investigaciones na (§ 2); segundo, teoria general del estado (
habIa ilegado a la conclusion de "que tanto 3); tercero, teorla del estado burgues en par-
las condiciones jurIdicas como las formas ticular (§ 4); cuarto, teorIa del estado de tran-
poilticas no podIan comprenderse par sí mis- siciOn (§ 5); quinto, teorIa de la extinción del
mas ni a partir de lo que ha dado en liamar- estado (§ 6).
se el desarrollo general del espIritu humano,
sino que, par el contrario, radican en las con- II. LA CRITICA DC LA FILOSOFIA poLtrIcA HEGELIANA.En
diciones materiales de vida". Para reconstruir la filosofIa del derecho de Hegel se habia lle-
el pensamiento de Marx alrededor del esta- vado al cumplimiento (y a la exasperación) la
do es necesario par lo tanto recurrir a los tendencia, caracteristica dcl pensamiento
señalamientos dispersos que se encuentran en politico quc acompaña el nacimiento y Ia for-
las obras econOmicas, históricas y politicas: maciOn del estado moderno, de Hobbes en
aunque después de su obra juvenil de crItica adelante, a considerar al estado coma la for-
de Ia filosofla del derecho de Hegel no exista ma racional de la existencia social del ham-
una obra de Marx que trate especificamente bre, en cuanto garante del orden y de la paz
el problema del estado, no hay de igual modo social, que es el iSnico interés que todos los
obra de la cual no se puedan extraer sobre individuos vivientes en una sociedad tienen
este mismo problema pasajes relevantes e ilu- en comün (Hobbes), a en cuanto árbitro
minadores. No es necesario agregar que, a imparcial más allá de las partes que impide
causa de esta fragmentariedad y también a Ia degeneracion de Ia sociedad natural, es
causa del hecho de que estos fragrnentos decir sostenida solamente par las Ieyes de Ia
están disenados a través de un periodo de más naturaleza a de la razOn, en un estado de con-
de 30 años y las tesis que éstos expresan en flictos permanentes e insolubles (Locke), a en
forma concisa son frecuentemente expuestas cuanta expresión de la voluntad general a tra-
en forma ocasional y polémicamente, toda yes de Ia cual cada una, renunciando a la
recanstrucción demasiado rigida de Ia teorla libertad natural en favor de tados los demás,
marxiana del estado corre el riesgo de ser adquiere Ia libertad civil o moral y es más
deformante a par lo menos unilateral. Pero libre que antes (Rousseau), a en cuanto es el
es preferible correr este riesgo antes que dete- media a través del cual es posible dar una rea-
nerse en la aceptación de una insuperable lizaciOn práctica al principia jurIdico ideal de
ambiguedad, a en el registro de la presencia la coexistencia de las libertades externas, par
de dos (o tres a cuatro) tearias paralelas. lo cual no es tanta el efecto de un cálcula uni-
Partiendo de la crItica de Ia filosofia del tario sino el de una obligacion moral par par-
derecho y del estado de Hegel, que Ia ileva a te de los individuos el salir del estado de natu-
una inversion de Ia relaciOn tradicional entre raleza y entrar en el estado (Kant). Iniciando
sociedad (natural o civil) y estado, Marx pro- Ia sección de la Filosofla del dereclzo dedica-
pane una teorla del estado estrechamente yin- da al estado, Hegel habia dicho que "el esta-
culada con Ia teorIa general de la sociedad y do, en cuanto es la realidad de la voluntad sus-
de Ia historia, que él extrae del estudio de la tancial [ ... ] es lo racional en si y por si', dedu-
economIa polItica. Esta teorIa general le per- ciendo que el "deber supremo" de cada uno
mite dàr una interpretaciOn y hacer una cr1- de los individuos era el de "ser camponentes
tica del estado bu'rgués que Ic es contempo- del estado" (§ 258).
ráneo en las diversas formas en las que se pre- La crItica que Marx, bajo Ia influencia de
senta y dar una interpretaciOn y formular Feuerbach, hace a Hegel en el escrito juvenil
algunas propuestas relativas al estado que anteriormente citado, Cell ica de la filosofla
deberá seguir al estado burgues; finalmente del derecho pdblico de Hegel (que cantiene un
le permite deducir el fin a Ia extinción del comentaria a los paragrafos 261-313 de los
estado. De todo esto se deduce que para una Fundamentos de la filosofla del derecho), tie-
exposición lo más sistemática posible de las ne más un valor filosOfico y metodologico que
lIneas generales de Ia teoria marxiana del politico, en el sentido que lo que interesa prin-
estado es necesaria tocar los siguientes cm- cipalmente a Marx en este escrita es la criti-
co puntos: primero, critica de las tearIas pre- ca del método especulativo de Hegel, es decir
MARXISMO 937

del método segdn el cual lo que deberIa ser tos objetivos irrcales" a, con otras paiabras,
ci predicado, la idea abstracta, Sc convierte mientras que éstos son "ci factor activo" (cs
en ci sujeto, y lo que deberIa ser ci sujcto, el dccir un rcai sujcto histOrico), en Ia fiiosofia
ser concreto, se convierte en ci predicado, especulativa los "activa" la idea real y "deben
como resuita más claramente que de cual- su existcncia a otro cspiritu que no es cl suyo
quier explicación per ci ejemplo que siguc. propio", por io quc "ia condición pasa a ser
Hegel, partiendo de Ia idea abstracta de sohe- io condicionado, lo dctcrminantc sc convicr-
ranIa antes que de la figura histórica del tc en lo dcterminado, ci productor es convcr-
monarca constitucional, formula ia proposi- tido en producto dci producto" (Escritos de
don especulativa 'la soberania dcl estado es juventud, pp. 322-323). Dcsdc ios primcros
ci monarca", micntras que partiendo dc Ia párrafos dcl comentario Marx llama a este
observación de la realidad ci fiiósofo no cspc- procedimiento "misticismo logico". No es
cuiativo debe decir que "ci monarca (cs dccir nccesario dctcnerse en las criticas particula-
ese personaje histórico que tienc aqueiios res quc Marx hacc a esta o aquclla tcsis poh-
dcterminados atributos) ticne ci poder sobc- tica de Hcgcl: as suficicnte decir quc las más
rano" (en las dos proposicioncs, como sc ye, importantes son aqucilas con respccto a ia
sujcto y predicado cstán invertidos). En un conccpción dcl cstado como organismo, la
paragrafo dc La sagrada familia (1845), que exaltación dc la monarquia constitucionai, la
cs ci mejor comentario a csta crItica, intitu- interprctación de ia burocracia como clase
lado "El misterio dc la construcción espccu- universal, ia teoria de la represcntación por
iativa", Marx, despues de habcr ilustrado con cstratos contrapuesta ai sistcma rcprcsenta-
otr cjcmpio ci mismo tipo de inversion (para tivo que habia nacido con Ia rcvolución fran-
ci filósofo no especulativo Ia pera es una fru- cesa. Es neccsario destacar particularmcnte
ta, mientras quc para ci filOsofo espcculati- quc ci rcchazo dci método cspccuiativo dc
vo ci fruto se plantea coma una pera), cxpii- Hcgci iicva a Marx a invertir ia rciaciOn entre
ca quc esta operación consistente en ci con- socicdad civil y estado, consecuencia de este
cebir la sustancia como sujcto (micntras quc método, a dctcncr su atenciOn mucho más
deherla scr ci predicado) y ci fenómeno como sobrc Ia socicdad civil quc sobre ci cstado, y
predicado (micntras dcberIa scr ci sujeto) par lo tanto a cntrcver Ia soiución dci proble-
"forman ci carácter csenciai dci método hcgc- ma civil no en la subordinaciOn de Ia socic-
liano" (La sagrada farnilia, p. 125). dad civil al cstado sino, par cI contrario, en
Sc entiende quc, una vez aplicada Ia crIti- ia absorciOn del estado per parte dc ia socic-
ca dcl método cspeculativo a la filosofIa poiI- dad civii, en lo que consiste la "vcrdadcra"
tica de Hcgcl, Marx rechaza no soiamente ci democracia, de ia cual los franceses diccn quc
método hcgeiiano sino tambien los resultados en Ia misma "dcsaparccc ci estado politico"
quc Hcgei creyó poder dcducir con este méto- (ibid., p. 344), y cuya institución fundamen-
do rcspecto de ios probicmas dcl estado. Lo tal, ci sufragio universal, ticnde a climinar Ia
quc Marx critica y rechaza es ci mismo plan- diferencia entre cstado politico y socicdad
tco dci sistema dc ia filosofIa dci derecho civii, con "dcntro del cstado politico abstrac-
hegeliana fundado sobre ia prioridad dcl esta- to, la cxigcncia de su disoiuciOn, asI coma dc
do sobre Ia famiha y sobrc Ia socicdad civil Ia disolución de Ia sociedad civil" (ibid., p.
(es dccir sabre las esferas quc históricamen- 432).
tc prcccdcn ai cstado), prioridad quc Hcgei
afirma sin observary sin respctar Ia rcahdad lIT. EL ESTADO cOMa SUPERESTRUCTURA. La inver-
historica de su tiempo ni estudiar cómo efcc- sión dc la rclaciOn cntrc sociedad civil y csta-
tivamcntc sc forma ci estado modcrno sino do realizada por Marx rcspccto de la filoso-
quc la deduce de Ia idea abstracta de cstado fia politica de Hcgcl marca una verdadcra
como totalidad superior y precedcnte a sus ruptura con toda Ia tradiciOn dc la filosofia
partcs. Mientras quc en la realidad familia y pohtica modcrna. Micntras ésta ticnde a ver
sociedad civil son los presupucstos dci csta- en Ia sociedad preestatal (sc tratc dci estado
do, "en la cspeculación, ocurrc a la inversa", dc naturaleza de Hobbcs, Ia socicdad natural
vale dccir "los sujetos rcaies, la sociedad civil dc Locke, o ci estado de naturaleza a primiti-
y ia familia [ ... 1 sc convicrten aqui en momcn- vo dc Rousseau, o ci estado dc las relaciones
938 MARX ISMO

de derecho privado-natural de Kant, o Ia fami- son solamente modaliclades especiales de pro-


ha y Ia sociedad civil de Hegel) una infraes- ducciOn, y se rigen por Ia icy general de ésta"
tructura, real, si, pero efImera, destinada a (Escritos cle juventud, p. 618). AOn rnOs clara
ser resuelta en Ia estructura del estado en Ia y ampliamente en Ia gran obra que Ic siguió,
cual solamente ci hombre puede conducir una La ideologfa alemana (1845-1846): "La vida
vida racional, y par lo tanto desaparecer total- material de los individLios, que en modo algu-
mente o en parte una vez que se ha constitui- no depende de su simple 'voluntad', su modo
do ci estado, Marx considera al estado, enten- de producciOn y Ia forma de intercarnbio, quc
dido como e] conjunto de las instituciones se conchcionan mutuamente, constituyen La
politicas, en ci que se concentra la maxima base real dcl estado y se mantienen como
fuerza imponibie y disponibie en una deter- tales en todas las fases en que siguen siendo
minada sociedad, pura y simpiernente corno necesarias Ia division del trabajo y Ia propie-
una superestructura respecto de Ia sociedad dad privada, con absoluta independencia de
preestatal, quc es el lugar donde se forrnan Ia voluntud de los individuos. Y estas relacio-
y se desarrollan las relaciones materiales de nes reales, lejos de ser creadas par ci poder
existencia, y en cuanto superestructura des- del estado, son, par ci contrario, el poder crea-
tinado a desaparecer a su vez en Ia futura dor de el' (p. 386). En Ia obra dcl mismo perio-
sociedad sin clases. Mientras que Ia filosofia do, La sagrada farnilia, a difcrencia de la pre-
de Ia historia de los escritores precedentes cedente que queda inédita, publicada en 1845,
hasta Hegel (y con particular fuerzajustamen- Ia inversiOn de Ia idea tradicional, personifi-
te en Hegel) procede siempre hacia un mayor cada en este contexto por Bruno Bauer, para
perfeccionarniento del estado, la tilosofia de ci cual 'el ser universal del cstado debe tener
Ia historia de Marx procede inversarnente unidos cada uno de los átomos egoistas", no
hacia Ia extinciOn del estado. Aquello que podia exprcsarse con mayor agudeza: "SOlo
para los escritores precedentes es de La socie- la supersticion politica se figura, aOn hoy, que
dad preestatal, es decir ci reino de Ia fuerza ci estado debe mantener ligada la vida bur-
irregular e ilegitima —se trate dci belluni guesa, cuando en realidad es Ia vida burguc-
ornniuni contra ornnes de Hohhcs, o ci esta- sa Ia que mantiene Ia cohesion dcl estado" (p.
do de guerra o de anarquia que, segOn Loc- 139). Respecto de las relaciones entre estruc-
ke, una vez que comienza no puede abolirse tura y superestructura el pasaje importante
sino con su saito en la sociedad civil o politi- es ci farnoso dci "Prologo" a Ia Contribución
ca, o La socit civile de Rousseau, en La cual a La critica de La econon-iia politica: "La tota-
rige ci pretendido derecho del mOs fuerte, que lidad de esas relaciones de producción cons-
en reahdad no es derecho sino una mera cons- tituye Ia estructura econOrnica de La sociedad,
tricción, a ci estado de naturaleza sin nm- la base real sobrc Ia cual sc alza un edificio
guna garantia jurIdica" y por lo tanto provi- [Uherbati] juridico y politico, y a ia cual
sional de Kant—, es para Marx todavia ci esta- corresponden determinadas formas de con-
do, ci que, en cuanto reino de Ia fuerza o ciencia social. El modo de producción de Ia
segOn la conocida definicion que se da en El vida material determina [hedingen] ci proce-
capital, "violencia organizada y concentrada so social, politico e intelectual de ]a vida en
de lasociedad" (t. 1/3, p. 940), no es Ia aboli- general" (p. 4).
ción ni ia superación sino Ia prolongacion del Contra Ia "supersticfOn pohitica", es decir
estado de naturajeza, es decir cs el estado de contra Ia sobrcvaioracion dci cstado, ci ata-
naturaleza como estado histOrico, o prehis- que de Marx, a pesar de lo quc dicen aigunos
tOrico, no solamente imaginario o ficticio, de interpretes recientes, es constante. Es este
la humanidad. rechazo de ha supersticiOn politica Lo que Ic
Ya en los Marzuscritos econamico-filoso/icos hace decir en un cscrito juvenii, La cuestión
de 1844 Marx expresa este concepto funda- judIa (1843), quc Ia revolución francesa no ha
mental segOn ci cual ci estado no es ci sido una revoLución completa en Ia medida en
momento subordinante sino que es ci mornen- quc ha sido solamente una revolución politi-
to subordinado dci sistema social tornado en ca, y que Ia crnancipación politica no es aOn
su conjunto, afirmando que "religion, farni- Ia emancipación hurnana. Y en un esc,ito de
ha, estado, derecho, moral, ciencia, arte, etc., Ia madurez contra Mazzini dice que éste no
MA RXISMO 939

ha entendido nunca nada porque "para él el cia que sobre Ia deperidencia dcl cstado rcs-
esiado que crea en su imaglnación es todo, pecto de Ia sociedad: "Esta iogica, que con-
mieniras que Ia sociedad, que en realidad vierte ai servidor dci propictario de un bos-
existe, no es nada" (que es otra forma de decir que en una autoridad del cstado, convierte a
que una revolución solamente politica no es Ia auto ridad del estaclo en servidora de Los pro-
una verdadera revoiución). pietarios de hosques" (Escritos de jui'eniud,
p. 267). rcfiriéndose particularmcnte al esta-
IV. EL ESTADO BURGUS COMO DOMISTO DE CL'.SE. El do burgués, es decir a esa fase del desarrolio
condicionamiento de Ia superestruc Lura poll- de Ia sociedad civil en ia cual los Ordenes se
tieD por parte dc Ia estiuctura económica, 0 han transformado en ciases y Ia propiedad en
lo que Cs io mismo Ia dependencia del cstado cuanto privada se ha cmancipado completa-
de Ia sociedad civil, semanifiesta en ci hecho mente dci estado, Marx afirma en La ideolo-
dc que ésta es ci lugar donde se forman las gia alemana que ci estado "no es más que Ia
clases sociales y Se revelan sus antagonismos, forma de organización que los burgueses se
y ci cstado es ci aparato, o ci conjunto dc los dan Poe neccsidad, tanto hacia ci exterior
aparatos, de los cuales ci dcterminante Cs el corno hacia ci interior, a fines de garantizar
aparato represivo (ci uso dc Ia fuerza mono- rcciprocamentc su propiedad y sus propios
polizada), cuya I unciOn principal es, por lo intereses". Dcspues de haber precisado una
enenos en general, y por lo tanto salvo casos vez rn/is que 'la independcncia del estado hoy
cxccpcionales, impedir cjue ci antagonismo no Sc encuentra rdâs que en aquelios paises
Llcgcrlcre en lucha perpetua (que serIa un donde los órdenes no se han todavla desarro-
retorno puro y simple al estado de naturale- ilado en ciases", y por lo tanto en Alemania
Zn), no ya mcdiando los intercscs de las cia- pero no en Estados Unidos, formula Ia pro-
ses contrapucstas sino reforzando, Cs dccir pm tesis en los siguientes términos genera-
contribuvendo a niantener, cl dominio de Ia ics e inequivocos: "El estado Cs la forma bajo
ciase domiriante sobre Ia clase dominada. En Ia que los individuos de una clase dominante
ci Mani/lesto c/el partido cornunista ci "podcr hacen valer sus intereses comunes y en la que
politico" se dcfinc con una formula que se ha se condensa toda ia sociedad civil de una épo-
convcrtido en clOsica: "ci poder de una clase Ca" (La ideologia alernana. p. 71).
organizado para oprimir otra". Que en ciertos periodos de crisis, en los quc
Aun sin dejar de lado las formas de poder ci confhcto de ciases Sc hace rnás agudo, la
politico en otros tipos de sociedad distintas clase dorninante ceda o se i'ea obligada a
dc la burguesa, Marx concentió su atcnción ceder ci propio poder politico directo, que
y reunió Ia gran mayoiia dc sus ref lexiones ejerce a heaves dcl parlamento (que no es mOs
sobre ci estado bui'gues. Cuando 61 hahia dci que un "corni té dc riegocios" de Ia burgucsia),
estado como del "dominio" o como del "des- a on personaje que aparece rnás ailá de las
potismo" dc clase, o como de la "dictadura" partes, corno sucedió en Francia después del
de una ciase sobre otra, ci objeto histórico cs goipe de estado dci 2 de diciembie dc 1851
casi sicrnprc ci estado burgues. Ya desde uno que dio ci poder suprcrno a Luis Napoleon,
de sus primeros articulos comentando los no significa de ninguna manera que ci esta-
DebateS sobre Ia let' castiqando los robos c/c do cambie su vcidadera naturaleza: lo que
lei)a (1842), habia notado cómo ci inheres dcl sucede en este caso (ci iiamado "honapartis-
propietario de bosques era "ci principio mo', que Engels extenderb, convirtiéndolo en
determinante de toda ia sociedad". con Ia con- una categoria histórica, al regimen inst aura-
secuencia dc que "todos los Organos del esta- do por Bismarck en Alernania) es pura V SinS-
do se convierten en oldos, ojos, brazos y pier- plenienie ci pasaje dc las plerrogativas sohe-
nas por medio de los cuaies puede ole, icr, ranas, en ci interior del mismo cstado hur-
tasar, defenderse, apresar y correr ci interes gués, dcl podei' iegislativo ai poder ejecuhivo,
dcl propietario dci bosque". Poe lo tanto, reprcsentado Poe ci regente dc Ia administra-
habja concluido con una frase quc merece see ciOn pühlica, en otras paiabras del parlamen-
destacada en contra de las intcrpretaciones to a Ia burocracia, que por otra parte es prec-
deformantes, y a ml parceer inciuso parah- xistente al parlamento, habiCndosc formado
zantes, que insisten más sobre la independen- durante la rnonarquia absoluta y constituyen-
940 MARXISMO

do un 'espantoso organismo parasitario que riéndosc justamentc al ditimo capitulo del


se ciñe como una red al cuerpo de la socie- escrito sobrc el goipe en Francia (El diecio-
dad francesa y le tapona todos los poros" (El cho Brumario de Luis Bonaparte), en ci que
dieciocho Brumario, en K. Marx y F. Engels, habla afirmado que "todas las revoluciones
Obras escogidas i. p. 488). Esta sustitución de perfeccionaban esta máquina —Ia máquina
un poder por otro puede dar la impresiOn de dcl estado—, en vez de destrozarla" (ibid., p.
que el estado se haya convertido en indepen- 488), rcafirma, después de 20 aOos, quc 'ia
diente de la sociedad civil: y, en cambio, inclu- prOxima tcntativa dc la revolución en Fran-
so esta forma extraordinaria de "despotismo cia deberá senalarsc como objctivo la destruc-
individual" no puede sostenerse si no se apo- ción dci aparato burocrático mihtar y no,
ya en una determinada clase social, la cual como ha succdido hasta ahora, haccr que pase
en el caso especIfico de Luis Napoleon es, de unas manos a otras. Es ia condiciOn escn-
segOn Marx, la clase de los pequenos propie- cial para cualquicr rcvoiucion realmcntc
tarios campesinos, y sobre todo la función del popular en ci continente" (Cartas a Kugel-
poder politico, esté el mismo en poder de una mann, p. 128). Precisa por lo tanto quc ci objc-
asamblea del parlamento o de un hombre tivo ai quc ticnden los parisicnscs sublcvados
como ci dictador, no cambia: Bonaparte sien- es justamente éste: no tiendcn a aducflarsc del
te, observa Marx, que 'sc cree llamado a aparato burgués sino quc tratan dc "quebrar-
garantizar el 'orden burgues' "(ibid., p. 495), b'. En las consideraciones sobre la Comuna,
aun si después, sumido en las contradiccio- Marx vucive frecuentcmente sobre este con-
nes de su papel de mediador más allá de las ccpto: en un momcnto dice quc la unidad de
partes, es decir de un papel cuyo ejercicio y la nación sc dcbe convertir en una reahdad
cuyo éxito han sido convertidos en impracti- "al dcstruir ci poder dcl estado, quc pretcn-
cables por las condiciones subjetivas de la dia ser Ia encarnación de aquella unidad mdc-
sociedad de clase, no tiene éxito en la tenta- pcndiente y situado por encima de la misma
tiva (o por lo menos Marx juzga quc, en vez nación, en cuyo cuerpo no era más que una
dci orden prometido, el presunto salvador ter- excrecencia parasitaria"; a veces habia de la
mine dejando ci pals de una nueva anarquia). Comuna como de una nueva forma de estaclo
En realidad, si la burguesia renuncia al pro- que "quicbra" ci moderno poder cstatal, y quc
pio poder directo, vale decir al regimen par- sustituyc con 'ia autoadministración de los
lamcntario, para confiarse ai dictador, esto productorcs" al viejo gobicrno centralizado
sucede porque considera (aun haciendo un (La guerra civil en Francia, en K. Marx y F.
cálculo que dcspués resultará equivocado) Engels, Obras escogidas ii, p. 234).
quc en un momento dificil ci dictador asegu- Parece por lo tanto que para Marx Ia depen-
ra su dominio en Ia sociedad civil, porque es dencia dcl poder estatal rcspccto dci poder
el dominio lo que cuenta, mejor que ci parla- de clase cs tan estrecha quc ci pasajc de la
mento, es decir "confiesa", como dice Marx, dictadura dc la burguesla a la dictadura dcl
"que para mantener intacto su poder social proletariado no puedc ocurrir simpiemcntc
tiene que quebrantar su poder politico", o a través dc la conquista dci podcr estatal, es
más vulgarmente, "quc para salvar Ia bolsa, decir de esc aparato quc la burgucsla ha uti-
hay quc renunciar a Ia corOna" (ibid., p. 447). hzado para ejercer el propio dominio, sino
quc exige la dcstrucción dc aquellas institu-
V. EL ESTADO DE TRANsIcTON. Dc Ia afirmada cioncs y su sustituciOri con instituciones corn-
depcndencia dcl cstado dc Ia sociedad civil, plctamente diferentes. Si el cstado fuesc sola-
dcl podcr politico dc la clasc dominante, Marx mcntc un aparato neutral más allá dc las par-
da una confirmación precisa en oportunidad tcs, Ia conquista de cstc aparato o incluso
en quc plantea el problcma dcl pasaje del csta- solamente la penetración en el mismo seria
do cuya clasc dominantc cs Ia burguesia al suficiente por si mismo a modificar ia situa-
cstado cuya clasc dominantc scrh ci proleta- ción cxistentc. El estado es, si, una máquina,
riado. Sobre cste problcma lo harh meditar pero no cs una mOquina que cada uno pucde
sobrc todo ci episodio de la Comuna dc Paris utilizar a su placer: cada clase dominantc
(marzo-mayo de 1871). En una carta a Lud- dcbc forjar la mOquina cstatai segdn sus pro-
wig Kugelmann del 12 dc abril dc 1871, refi- pias cxigcncias. Sobrc los caractcres dcl flue-
MARXISMO 941

vo estado Marx da algunas indicaciones suge- mero, que la existencia de las clases solo va
ridas justamente por Ia experiencia de la unida a determinadas fases del desarrollo his-
Comuna (de las cuales tomará inspiraciOn tórico de Ia produccion; segundo, que la lucha
Lenin en ci ensayo El estado y la revolucidn de las ciases conduce, necesariamente a la dic-
y en los escritos y discursos de los primeros tadura del proletariado; tercero, que esta mis-
meses de la revolución): supresión del ejérci- ma dictadura no constituye de por Si más que
to permanente y de Ia policia pagada y susti- ci trOnsito hacia la abolición de todas las cla-
tuciOn de ambos por ci pueblo armado; fun- ses y hacia una sociedad sin clases." La expre-
cionarios electos o colocados bajo el control siOn es, par decirlo de alguna manera, con-
popular, y por lo tantoresponsables y revo- sagrada en la CrItica del pro grama de Gotha
cables; jueces electivos irrevocables; sabre (1875): "Entre la sociedad capitalista y la
todo sufragio universal para la elección de los sociedad comunista media ci periodo de la
delegados con mandato imperativo y por lo transformacion revolucionaria de la prime-
tanto revocables; abolición de la alardeada ra en la segunda. A este periodo corresponde
pero ficticia separación de los poderes ('la también un periodo politico de transición,
Comuna no habia de ser un organismo par- cuyo estado no puede ser otro que la dicta-
lamentario, sino una corporación de trabajo, dora revolucionaria del p roletariado" (Obras
ejecutiva y legislativa al mismo tiempo"), y escogidas in, p. 23).
finalmente una ampiia descentralización que
permita reducir a pocas y esenciales las fun- VI. LA ExTINcION DEL ESTADO.Como aparece en la
ciones del gobierno central ("Las pocas pero carta a Weydemeyer, ci tema de la dictadura
importantes funciones que adn quedarIan del proletariado esta estrechamente vincula-
para un gobierno central II . .1 serIan desem- do al de Ia extinción del estado. Todos los
pefladas por agentes comunales y, por tanto, estados que han existido han sido siempre dic-
estrictamente resposables") (ibid., pp. 233- tadura de una clase. A esta regla no es una
234). Marx llamó a esta nueva forma de esta- excepción ci estado en el que ci proletariado
do "gobierno de clase obrera" (ibid., p. 236), deviene clase gobernante; pero a diferencia
mientras que Engels, en la introducción a una de la dictadura de otras clases, que han sido
reedición de los escritos marxianos sobre la siempre dictaduras de una minoria de opre-
guerra civil en Francia, la llamo con fuerza sores sobre una mayoria de oprimidos, la dic-
y con intención provocadora "dictadura del tadura del proletariado, en cuanto dictadu-
proletariado": "Ultimamente, las palabras ra de la gran mayorIa de los oprimidos sabre
'dictadura del proletariado' han vuelto a una minoria de opresores destinada a desa-
sumir en Santo horror al filisteo socialdemó- parecer, es todavIa, si, una forma de estado,
crata. Pues bien, caballeros, queréis saber pero de tal modo que, teniendo coma objeti-
qué faz presenta esta dictadura? Mirad la vo la elirninación del antagonismo de ciase,
Comuna de Paris: he ahI la dictadura del pro- tiende a Ia gradual extinción de ese instru-
letariado" (ibid., p. 200). Ya desde el Manifies- mento de dominio de clase que es justamen-
to Marx y Engels habIan dicho muy claramen- te ci estado. La prirnera indicación de Ia desa-
te que, habiendo sido siempre el poder poli- parición del estado se encuentra en la Oltima
tico de una clase organizada para oprimir página de Ia Miseria de Ia filosofia: "En el
otra, ci proletariado no habria podido ejer- transcurso de su desarrollo, Ia clase obrera
cer ci propio dominio sin convertirse a su vez sustituirh Ia antigua sociedad civil par una
en clase dominante. Parece que Marx ha asociacián que excluya a las clases y su anta-
hablado par primera vez de 'dictadura del gonismo, y no existirá ya un poder politico
proletariado" en sentido propio (y no es sen- propiamente dicho" (p. 159). El Manifiesto
tido polémico coma habla en Las luchas ne introduce ci tema de in desaparciOn del esta-
closes en Francia de 1848 a 1850; Obras esco- do en ci propio programa: "Si en la lucha con-
gidas i, p. 288) en una conocida carta a Joseph tra la burguesia ci proletariado se constitu-
Weydemeyer del 5 de marzo de 1852 donde ye indefectiblemente en clase; si mediante Ia
confiesa no haber sido el primero en demos- revolución se convierte en ciase dominante y,
trar la existencia de las clases y se reconoce en cuanto clase dominante, suprime par la
el ünico mérito de haber demostrado: "Pri- fuerza las viejas relaciones de producción,
942 MARXISMO LATINOAMERICANO

suprime, at mismo tiempo que estas relacio- sidn y de la superación puede decirse que Ia
nes de producción, las condiciones para Ia supresión del estado burgues no es la supre-
existencia del antagonismo de clase y de las sión del estado sino que es ia condición para
clases en general y, por to tanto, su propia su superación. Y es por esta razón que ci esta-
dominacion de ciase" (en K. Marx y F. Engels, do burgues debe en un primer tiempo ser su-
Obras escogidas i, p. 130). El análisis que primido, a diferencia de to que sostienen los
Marx realiza en La guerra civil en Francia de socialdemOcratas, para poder ser en un Se-
Ia nueva forma de gobicrno de la Cornuna gundo tiempo, a diferencia de to que sostie-
demuestra que él individualiza Ia novedad de nen los anarquistas, superado.
la misma respecto de todas las formas de
dominio precedentes, justamente en el hecho BIBLIOGRAFIA Muchas de las obras citadas aqui
de que contiene en emhriOn las condiciones de Marx y Engels pueden cncontrarse en las
para la gradual desaparición del estado como Obras escogidas en tres volümenes publicadas
mero instrumento de represión: la Comuna por Editorial Progreso de MoscO. Hay un inten-
fue "una forma politica perfectamente flexi- to de edición de las Obras completas por Eclito-
ble, a diferencia de las formas anteriores de rial Grijalbo de Barcelona v unas Obras funda-
gobierno, que habian sido fundamentalmen- mentales que inició ci Fondo de Cultura Econó-
te represivas" (ibid., p. 236). El estado en el mica de La ciudad de Mexico. Siglo XXI ha pubh-
que Ia clase dominante es el proletariado no cado una edición anotada (si no critica) de El
es por to tanto un estado como todos los olros capital, asi como Ia Contribución a la critica de
porque está destinado a ser el ñltimo estado: Ia econoinIa politica, los Grundrisse y Miseria de
Cs rm estado de "transición" a la sociedad sin Ia filosofla, tambiCn anotados. Per otra parte,
estado. Y es un estado diferente de todos los reunió Ia Correspondencia entre Marx, Engeis y
otros porque no se limita a aduenarse del el socialista ruso Danielson. En Cuadernos de
estado existente sino que crea uno nuevo, y Pasado y Preserite se ericuentran igualmente
crea uno tan nuevo que coloca las condicio- diversos escritos de Marx menos conocidos
nes para elfin de todos los estados. El esta- (como sus Escriios sobre Rusia). VCanse en espe-
do de transición estb caracterizado por dos cial, K. Marx, Escritos de Juventud, Mexico, Fon-
elernentos dilerentes que se deben mantener do de Cultura Económica, 1982; La ideologia ale-
bien distinguidos: el misrno, aun destruyen- mana, Mexico, Ediciones de Cuitura Popular,
do el estado burgués precedente, no destru- 1974; La sagrada fasnilia, Mexico, Grijalho, 1967;
ye at estado en cuanto tal, y sin embargo, Cartas a Kugelmann, Barcelona, Peninsula, 1974;
construyendo un nuevo estado, coloca ya los S. Avineri, Ii pensiero politico e sociale di Marx
cirnientos de la sociedad sin estado. (1968), Bolonia, Ii Mulino, 1972; L. Gruppi, Socia-
Estos dos caracteres sirven para distinguir lismo e democrazia. La teoria marxista dello sb-
la teorIa de Marx, per una parte, de la social- to, Milan, Ediziorn del Calendario del Popolo,
demOcrata y, per otra, de Ia anarquista. La 1969; M.A. Losano, La teoria de Marx ed Engels
primera sostiene que Ia tarea del moviniien- sul diritto e sullo stab, Turin, ciur, 1969; D.
to obrero es Ia de conquistar ci estado (bur- Losurdo, Stato e ideologia nel giovane Marx, en
gues) desde el interior, y no de 'quebrarlo", Studi Urbinati, nOm. 1-2, XLIV, 1970; R. Mih-
Ia segunda sostiene que se puede destruir at band, Marx e lo stab, en Critica Marxista, iv,
estado en cuanto tal sin pasar a través del 1966; Marxis,no v politica (1977), Madrid, Siglo
'estado de transición. Contra Ia teoria social- XXI, 1978; N. Poulantzs, Poder politico y clo-
demócrata Mart sostiene, por el contraric, ses sociales en ci estado capiralisza (1968), MCxi-
que ci estado (burgues) no se puede conquis- co, Siglo XXI, 1969.
tar sino que debe ser primeramente destrui-
do; contra la teorIa anarquista sostiene que [NORBERTO BOBBIO]
Ia que debe ser destruido no es el estado tout
court sino justamerite ci estado burgubs; por-
que el estado en cuanto tal, una vez destrui- marxismo latinoamericano
do ci estado burgubs, está destinado a Ia extin-
cicn. Manteniendo diferenciados los dos mo- La inserciOn del
I. CONSIDERACIONES GENERALES.
rnentos dialécticamente unidos de la supre- m. en la cultura politica latinoamericana
MARXISMO LATINOAMERICANO 943

plantea un conjunto de problemas de dificil juicio "europeista", ci soslayamiento era un


dilucidación dado que ci vocablo incluye una resultado hasta cierto punto inevitable de
vasta constelación de perspectivas diferencia- limitaciones subyacentes en Ia propia teoria
das en términos doctrinarios y programáti- per éi elaborada. Forzado por ci fuerte per-
cos. Esta circunstancia se complica porque, fil antihegeliano que adoptó polémicamente
en muchos casos, partidos politicos o movi- su consideración del estado moderno, Marx
mientos nacionales que reclaman enfática- se sintió inclinado a negar ieóricamente todo
mente para si la calificación de marxistas posibie rol autónomo del estado politico. Al
deberlan con justa razón ser considerados extender indebidamente at mundo no europeo
expresiones más o menos modernizadas de Ia critica del modelo hegeliano de un estado
antiguas corrientes democráticas latinoame- politico como forrna suprema y fundante de
ricanas, anteS que formaciones ideologicas Ia comunidad ética, Marx debIa ser conduci-
adheridas estrictamente at pensarniento de do, por Ia propia iogica de su análisis, a des-
Marx o a las corrientes que de él se despren- conocer en ci estado toda capacidad de fun-
dieron. La dificultad inicial, y no por eSto la dación o de "producción" de la sociedad ci Al
menos importante, reside en ci escaso inte- y, por extension y analogia, cualquier influ n-
rés (para no hablar de soslayamiento prejui- cia sobre los procesos de constitución o fun-
cioso) que los fundadores del m. prestaron a dación de la naciOn. A partir de estos presu-
esa suerte de "conf in" del mundo europeo que puestos, que en ci caso de sus trabajos sobre
el colonialismo de ultramar hizo de America. America Latina nunca estuvieron claramen-
Y este hecho acabó gravitando negativamen- te explicitados, aunque pueden ser deducidos
te sobre ci destino teórico del continente en del análisis que hizo, por ejemplo, de Ia figu-
la tradición socialista. En primer iugar, por- ra de Simon Bolivar, Marx se rehuso a con-
que a diferencia de to ocurrido con aquelios ceder espesor histórico, alguna determina-
paises donde el m. pudo ser de manera signi- ción real, a los estados-naciones latinoame-
ficativa Ia teorla y Ia práctica de un movi- ricanos y at conjunto de los procesos ideolO-
miento social de carácter fundarnentalmen- gicos, culturales, politicos y militares que los
te obrero, entre nosotros sus intcntos de tra- generaban. Al privilegiar ci carOcter arbitra-
ducción no pudieron medirse criticamente rio, absurdo e irracional de tales procesos en
con una herencia teórica "fuerte" como Ia del America Latina Marx conciuye haciendo un
propio Marx, ni con elaboraciones equivalen- razonamiento semejante at de Hegel y con
tes por su importancia teórica y pohtica a las consecucncia similares. Por que si éste exclu-
que él hizo de las diversas reahdades nacio- ye a America de su Filosofla de la historia,
nales europeas. Ausente una relación original Marx simplemente Ia soslaya.
con la complejidad de las categorias analiti- La idea de un continente "atrasado" que
cas del pensamiento marxiano, y con su solo podia lograr Ia modernidad a través de
potencial cognoscitivo aplicado a formacio- un acelerado proceso de aproximación y de
nes nacionales concretas, ci m. en America identificación con Europa —paradigma fun-
Latina fue, salvo muy escasas excepciones, dante de todo ci pensamicnto latinoamerica-
una replica empobrecida de esa ideologia del no dcl siglo pasado y de las dos primeras
desarrolio y de la modernización canonizada décadas del presente— estaba instalada en la
como marxista por la II Iriternacional y su matriz misma del pensamiento de Marx. La
organización hegemonica, la socialdemocra- exhumación de los trabajos sobre Rusia y
cia aiemana. otros palses "anómaios" demuestran cómo
Pero ci "menosprecio" de Marx per la Amé- esta idea ya habIa sido impugnada por ci pro-
rica hispana, o mejor dicho, su indiferencia pio Marx, sin embargo su pensamiento siem-
frente at problema de Ia naturaleza especIfi- pre reacio a dejarse enccrrar en Ia ortodoxia
ca de las sociedades latinoamericanas —en sistematizadora se cristalizó en Ia tradición
una etapa de su refiexión en Ia que, paradóji- marxista bajo la forma de una ideologia fuer -
camente, abordó con mayor amplitud y aper- temente eurocentrica. La inserción de esta
tura crjtica ci mundo no europeo—, tuvo tam- tradición en Ia realidad latinoamericana no
bién consecuencias negativas por razones de hizo sino acentuar, con ci prestigio que le
orden estrictamente teórico. Más que un pre- otorgaba su presunta "cientificidad", Ia arrai-
944 MARXISMO LATINOAMERICANO

gada conviccion de una identidad con Euro- tas "marxistas". Porque Ia aceptación per los
pa que permitia confiar en una evoluciOn segundos de una insuprimible dimension poli-
futura que suturase en un tiempo previsibie tica de Ia lucha obrera los Ilevaha necesaria-
los desniveles existentes. La "ariomalia" lati- mente a privilegiar una exigencia heredada
noamericana tendió a ser vista por los socia- de Ia I Internacional y que constituyó ci pun-
listas de formación marxista como una atipi- to de ruptura entre bakuninistas y marxistas:
cidad transitoria, una desviación de un esque- Ia formación de un partido politico autóno-
ma hipostatizado de capitalismo y de relacio- mo con respecto a Ia democracia burguesa.
nes entre las ciases adoptado como modelo De ahi entonces que todos aquellos que cob-
"clásico". Pero en Ia medida en que un razo- cándose desde el punto dc vista de Ia ciase
namiento anaiogico como el aqui planteado obrera expresaran Ia necesidad de constituir
es, per su propia naturaleza, de carácter con- un partido politico propio, Se pensaran a si
trafáctico, las interpretaciones basadas en Ia mismos como marxistas, no importa qué
identidad de America con Europa, o más conocimientos tuvierarl de las ideas de Marx.
ambiguamente con Occidente, de Ia que los El marxismo fue entonces en America Lati-
marxistas latinoamericanos se convirtieron na una determinación de fronteras precisas
on los más fervientes portavoces, no represen- respecto de los anarquistas y de Ia democra-
taban en realidad otra cosa que transfigura- cia burguesa, antes que Ia introducción de
ciones ideologicas de propuestas politicas una forma del saber, reconocida on sus cate-
modernizantes. De ahI entonces que Ia dilu- gorias fundamentales. Para los socialistas
cidación del carácter histórico de las socie- latinoamericanos Marx no era sino uno de los
dades latinoamericanas, elemento imprescin- tantos en una vasta pleyade de reformadores
dible para fundar desde una perspectiva sociales que las deficientes ediciones espano-
marxista las propuestas de transformación, las mal traducian del frances, mientras que
estuviera fuertemente teñida de esta perspec- en la publicistica de Ia época eran mucho más
tiva, eurocéntrica. A fin de cuentas, no era citados Louis Blanc, Pablo Lafargue, Enrico
tanto la realidad efectiva, como la estrategia Fern, o los anarquistas Bakunin, Proudhon,
a implemeritar para modificarla en un senti- Malatesta o Reclus.
do previamente establecido, lo que tendió a Los partidos socialistas que se formal] ya
predominar en el marxismo latinoamericano. a partir de fines de sigio en America Latina
El perfil eurocéntrico de Ia "traducciOn" (v. socialismo latinoamericano) sOlo recogen
latinoamericana del m., derivado de Ia forma del marxismo —en forma abstracta y sin ci
teórica e ideolOgica adquirido por éste al con- necesario "reconocimiento nacional"— las
vertirse desde fines del siglo en Ia doctrina tres orientaciones fundamentales recabadas
de una parte significativa del movimiento de los prograrnas de acción del socialismo
social europeo, encontró un terreno fértil de europeo:
convalidacion en las caracteristicas singula- a] Ia autonomla idcologica, politica y orga-
res del-proceso de formación de un proleta- nizativa del movimiento obrero y en conse-
riado moderno en las areas de mCs tempra- cuencia Ia necesidad de que ci partido socia-
no desarrollo capitalista. De origenes abru- lista se distinguiera nitidamente de los par-
madoramente europeos, los trabajadores que tidos democrOticos o radicales burgueses;
dan vida a las primeras expresiones de un b] Ia exigencia de que el movimiento obre-
movimiento obrero estructurado encuentran ro autómono no se aislara on Ia espera de una
on el pensamiento y en Ia acciOn de los parti- crisis revolucionaria, sino que se preparara
dos socialistas europeos las orientaciones para ella y para su resolución favorable cuan-
fundamentales para su actividad. En paIses do sobreviniera, mediante la panticipación en
como Argentina, Chile, Uruguay y Brasil, ci las luchas cotidianas de los trabajadores per
reconocimiento per los mismos trabajadores la extensiOn de Ia den]ocracia y por Ia satisfac-
de una condición propia, Ia conquista de una ción ne sus propias reivindicaciones de ciase;
identidad obrera, estuvo tenida de una volun- ci Ia convicciOn de que Ia crisis revolucio-
tad de transformacion social que se expresó naria era ci resultado de una necesidad his-
inicialmente bajo las formas antagOnicas de tOnica inmanente al propio desarrolbo de Ia
Ia contraposición de anarquistas y socialis- sociedad capitalista.
MARXJSMO LATINOAMERICANO 945

Sin embargo, a los nücieos dirigentes dcl ra vez en America Latina. Pero durante estos
socialismo latinoamericano les faltó —no años iniciaies y hasta Ia constitución del Par-
importa fueran reformistas o revoluciona tido Socialista on Ia Argentina, en 1896, ci
rios, sindicalistas revolucionarios o sindica- conocimiento de las obras más importantes
listas reformistas— una comprensión más o de Marx estaba en manos de Los pequeños
menos adecuada de cómo estas tres orienta- nOcleos de La emigración politica alemana
clones podian ser piasmadas en Ia realidad. —que ieia tales obras en su idioma original-
Faitos de una sóiida cu]tura marxista, adhe- o francesa e italina. Pablo Zierold, desde
ridos a las corrientes más paternalistas de La Mexico, o ci ingeniero socialista alemOn Ger-
II Internacional, imbuidos de una Fe inconmo- man Ave Laiiernant, desde Argentina, mantu-
vible on La ciencia y ci progreso de Ia huma- vieron un estrecho contacto con Los socialde-
nidad, no pudieron elaborar una definición mócralas alemanes, y en especial con Kautsky
sobre las condiciones "nacionaies" en las que y su revista Die Neue Zeit, de la que eran
su voluntad de transformación debia abrir- corresponsales. Sin embargo excepto en ci
se paso. Concibieron al movimiento obrero pequeno n0cleo de emigrantes alemanes que
como Ia prolongacion del movimiento radical- protagonizó con Laliemant La experiencia de
democrático, y el encargado por tanto de lie- un periodico declaradamente marxista como
var a cabo las tareas histOricas que La burgue- El Obrero, publicado on Buenos Aires desde
sIa no habIa sabido o podido resolver. El 1890, ci conocimiento del marxismo no pudo
socialismo marxista significaba para ellos expandirse en los medios obreros e intelec-
una acción doctrinaria y politica tendiente a tuaies latinoamericanos, aunque ci nombre de
lograr La progresiva democratización de Ia Marx comenzara a ser reiteradamente men-
sociedad y del estado mediante los instrumen- tado por pensadores como José MartI, TobIas
tos democratico-burgueses de la concientiza- Barreto, Euciides da Cunha y otros. Fue sin
ción del pueblo y de La conquista de mayorIas duda desde La creaciOn por militantes soda-
parlamentarias. Dentro de esta concepción el listas argentinos dci periódico obrero La Van-
marxismo no era sino una vertiente más que guardia, on 1894, y dos años dcspués, dcl Par-
contribuyO a Ia Formación del pensamiento tido Socialista, quc La teoria marxista comien-
socialisia, y sus hipótesis fundamentales no za a difundirse en forma orgOnica, y en tor-
desempeñaron ningOn papel determinante en no a Ia cxperiencia idoiOgica y politica de un
su práctica politica. organismo obrero que sUstenta tal fiiiaciOn.
Solamente desde Los años veinte dcl nuevo En 1898, y como resultado del memorable
siglo, y con Ia formación del movimiento esfuerzo intelectual deL socialista Juan B. Jus-
comunista, se inició on America Latina una to, se publica en Madrid la primera traduc-
actividad sistemática de edición y difusión de ción directa y compieta dci primer tomo de
Ia literatura marxista. Sin embargo, descie El capital al espanoi. Desde 1909, y durante
mucho tiempo antes, más precisamente con varios años, comienza a editarse en Buenos
la repercusión que tuvieron en las corrientes Aires, y bajo La dirección dci sociaiista Enri-
democráticas Latinoamericanas los fulguran- que del VaLie Iberiucea, La Revista Socialista
tes acontecimientos de La Comuna de Paris, Internacional, colocada, scgOn su presenta-
en 1871, se despertó ci interés por la figura ción, "en ci dominio teórico de La concepción
de Karl Marx y por su pensamiento. Debe marxista". Desde ese momento, y hasta Ia for-
recordarse que en America Latina Ia Comu- macion de Los partidos comunistas, ci mar-
na fue unánimemente considerada como La xismo teórico en America Latina fue patrimo-
obra exciusiva de Ia Asociación Internacional nio casi exciusivo dcl nOcieo gcnerado en
de Los Trabajadores y todo ci espectro de las Argentina en torno a Ia figura de Juan B. Jus-
tendencias ideologicas on ella presentes, des- to, y de sus otras areas continentaics de
dccl jacobinismo y la democracia social has- expansion (Uruguay, Chile, Bolivia, Brasii).
ta ci sociaLismo revolucionario y ci anarquis-
mo, fueron remitidos por La opinion püblica 11. JUAN B. JUSTO Y SC REINTERPRETACION DEL MARXIS-
a una matriz: Ia Internacional. Es asI como MO. El fundador y dirigente más respetado
ya en 1870 un periOdico obrero mexicano del socialismo argentino durante Las tres pri-
pubhca ci Manijiesto Cornunista por prime- meras décadas dcl siglo, Juan B. Justo, repre-
946 MARXISMO LATINOAMERICANO

serita indiscutibiemente un caso particular en lizada en ci pensarniento social de su época,


el m. I., no sOlo, per su excepcional nivel inte- desde ci inicio de sus reflexiones intcntó
lectual, sino porque en nigOn otro pais logrO encontrar las raices del socialismo en una
coagularse en tomb a una personalidad equi- revalorización critica de toda Ia historia
parable un nOcleo dirigente como ci que din- nacional, repensada desde el punto de vista
gió per muchos años al Partido Socialista de dc Ia lucha de clases. En realidad su "teoria
su pais. Vinculado estrechamente ai rnovi- cientifica de la historia y de ia politica argen-
miento socialista internacional, lector asiduo tina" no fue sino Ia reiteración dci papel rcle-
de las principales publicaciones sociales euro- vante desernpenado por el "factor econOmi-
peas y americanas, estudioso de Ia probiemá- co" durante Ia revolución de Mayo de 1810
tica teónica y polItica de los movimientos y la guerra civil que le siguió, sobre ci cual
sociales, traducior de El capital ya a fines de habia insistido la historiografia liberal. A dife-
siglo, Justo fue una de las grandes figuras de rencia de ésta, sin embargo, su anáhsis con-
la II Intemnacional injustamente soslayada. cluia en una condena radical de ias ciases din -
Como otros pensadores (Pablo Iglesias, Jean gentes argentinas y una revalorización posi-
Jaurès, Emile Vandervelde) tratO de mante- tiva de las clases populares. El partido socia-
ncr una relación critica con Ia doctrina de lista era, en su pensamiento, ci ünico capaz
Marx, definiéndose a sj mismo y al propio de fusionar los esfuerzos histOricamente "cie-
partido como socialista que encontraha en éi, gos" de aqueilas clases subaiternas con ci
pero tambien en otros hombres de doctrina movirniento obrero moderno en gestación,
y de acción, un conjunto de ideas y de pro- porque constituia ci Onico partido politico
puestas Otiles para realizar ci propOsito al dotado de un programa y de un objetivo his-
que dedicO toda su capacidad critica y su tórico compatibles con la evoluciOn de Ia
voluntad de lucha: el de crear, en las condi- sociedad.
ciones especIficas de Ia sociedad argentina, La concepción del socialismo como un
un movimiento social de definido carácter inconteniblc movimiento emergente de la
socialista y un cuerpo de ideas que, sinteti- modernidad de la sociedad argentina, pero
zando los conocimientos aportados por la con capacidad de recuperación de las tradi-
ciencia y derivados de la experiencia del pro- ciones de lucha de las clases expiotadas dci
pio rnovimiento, se constituyera en una guia pais, contribuyo a que el partido socialista
certera para alcanzar ci objetivo final de una lograra echar sólidas raices en Ia vida politi-
sociedad democrática ysocialista. En tal sen- Ca, social y cultural argentina. Sin embargo,
tido, su experiencia representa la primera los éxitos alcanzados en Ia construcción dcl
tentativa, teóricamente elaborada, de utilizar nuevo partido no lograron superar los limi-
la doctrina de Marx para formular una pro- tes existentes en Ia propia hipótesis estraté-
puesta que basada en el anOlisis de las con- gica de Justo, iImites que condicionanon dcci-
diciones sociales de su pais permitiera Ia sivamente su acción politica y su capacidad
constitución de un movimiento capaz de con- de conquista de las masas trabajadoras argen-
ducir a las ciases trabajadoras a una activa tinas para su proyectb estratégico.
participaciOn en la vida politica argentina. El Del marxismo Justo adoptó sobre todo Ia
marxismo deja de ser asi una mitologIa de concepciOn de la iucha de clases. En un pals
redencion social para convertirse en un ins- en el que, no obstante Ia estructura institu-
trumento a partii de cuya reinierpretación cional republicana, se exclula de hecho a las
puede ser pensada y transformada una reali- clases populares del sistema y de la vida poli-
dad inedita. tica, Ia iucha de clases debla ser utilizada no
Concibiendo al socialismo como ci resulta- solo para imponer, a tmavés de Ia organizaciOn
do necesario del progreso politico y del desa- sindical y poiltica, las exigencias corporati-
rroilo democrático de las instituciones, Jus- vas de los trabajadores, sino también —y
to supo valorar ci significado civil de las tra- fundamentalmcnte— para la conquista dcl
diciones hberaies que tuvieron en Domingo sufragio universal, como forma capaz de
F. Sarrniento (18 11-1888) ci exponente más ilu- amplian la acción clasista posibilitada pon la
miriado de Ia sociedad argentina. Per esto, a democratizacion del estado. Antes que un
diferencia de lo que era una actitud genera- mero actu de conquista del poder por parte
MARXISMO LATINOAMERICANO 947

de los socialistas, Ia emancipación del prole- modo, de integración de las rnasas populares
tariado debIa ser el resultado de un proceso en el estado. Asi la lucha por la democratiza-
de lucha social en ci que Ia clase obrera apren- don radical de la sociedad aparece como ci
de a organizarse y a gobernar una sociedad nudo estratégico esencial, ci polo central de
nueva. Más que una creación ex novo es la cul- agregación de un nuevo bloque social dcl que
minación de un proceso en el que los elemen- la clase obrera es sri fuerza decisiva. La
tos fundantes de su solución positiva ha modernización del conflicto implicaba, por
madurado en Ia sociedad burguesa. "La tanto, una reconstituciOn de Ia clase politica,
madurez polItica de Ia clase trabajadora —de- de Ia que ci partido socialista era de hecho
cia Justo— consiste en poder modificar las ci motor impulsor.
relaciones de propiedad, por via legislativa o iPero cuOl fue ci limite nunca superado de
gobernativa, elevando al mismo tiempo ci esta hipótesis y que al mantenerse inaltera-
nivel técnico-económico del pals, o al nienos da comprometió Ia suerte futura y hasta la
sin deprimirlo", pero esta madurez debe propia existencia dci Partido Socialista argen-
expresarse en ia construcción de un movi- tino? Hoy resulta fácil demostrar cómo dicho
miento surgido desde ci interior de la socie- limite estaba subyacente en una estrategia
dad, que por disciplina y capacidad politica que, al cxagcrar las posibilidades de moder-
se presente ante las clases populares como nización dcl conilicto social, no dejaba espa-
una alternativa social al sistema. La revolu- cios para el reconocimiento de aquelias fuer-
ción, con toda Ia carga de ambiguedad que ci zas que, como ci radicalismo y el anarquis-
tOrmino posee en Justo, debla ser un hecho mo, al ser vinculadas por Ia concepción de
social antes que politico. Al negarse a creer Justo al atraso politico dcl pals, cran desca-
en Ia existencia en cl sistema capitahsta de lificadas a nivel de supervivencias cuiturales
contradicciones económicas que condujeran de un pasado destinado inexorablemente a
inevitablemente a su derrumbe, Justo era lie- desaparecer. Privilegiando la dimension
vado por su priviiegiamiento de la revolución formal-institucional en la percepción dcl
como hecho social a indicar diversos caminos movimiento de las clases subalternas, los
para ci avance organizativo y politico de Ia socialistas tendicron a dejar de lado todas
clase obrera, sin renunciar por esto a Ia pro- aquelias corrientes programaticamen te mdc-
puesta de transformación social. Y precisa- finidas, vinculadas a tradiciones politicas
mente en Ia resolución de este nudo de pro- pasadas, o que expresaban ci larvado males-
blemas Justo demuestra una autonomia de tar social, y que dc un modo u otro se mos-
pensamiento que lo distancia de las corrien- traban renuentes frente al organicismo soda-
tes kautskiana y hernsteiniana en Ia que se lista. Al aceptar de hecho al pariamento como
habia lacerado ideologicamente Ia socialde- sede privilegiada para Ia manifestacion del
mocracia alemana, y por extension europea, conflicto subestimaron y hasta ridiculizaron
desde fines dcl siglo. ci espontancismo subversivista de los anar-
El objetivo esencial planteado por Ia pro- quistas y la contradictoria bOsqueda de un
puesta de Justo era ci de encontrar una for- punto de encuentro con ci movimiento obrc-
mula poIItica capaz de destruir Ia corteza ro dcl irigoyenismo. Si ci sociahsmo era un
resistente de Ia estructura económica gene- resultado directo de Ia democracia, y éste sOlo
ral, de controlar Ia tendencia subversiva de era posible como superación dci atraso poli-
las masas, y de impuisarlas hacia Ia consoli- tico de las masas y como conquista de su pro-
dación de una organización civil democrOti- pia autonomia politica y organizativa, todos
ca. La unidad entre desarrollo económico y aquellos movimientos vinculados de algun
proceso de democratización era para él un modo a estc atraso debian ser combatidos a
objetivo alcanzable mediante ci desplaza- fin de que ci progreso pudicra abrirse paso.
miento del antagonismo del sector moderno La transformacion de Ia doctrina de Marx
hacia aquel campo de la conflictualidad ins- en un canon interpretativo basado en Ia uni-
talado en Ia vieja sociedad, para lo cual ci dad tendencial de evolución técnico-
socialismo debia tensionar al mOximo su pro- econOmica y evoluciOn politica le impedia a
yecto de democratización de Ia vida politica Justo advertir que no era ci atraso sino pre-
y de las instituciones o, para decirlo de otro cisamente la modernidad capitahsta ci tras-
948 MARXISMO LATINOAMERICANO

fondo de Ia morfologla concreta adoptada por que contribuyó a modificar radicalmente los
ci proceso dc constituciOn de las masas popu- términos en que se habia pianteado hasta
lares. La vision de una trasparencia de las entonces Ia posibilidad del sociahsmo en Lati-
relaciones entre esfera económica y esfera noamérica. Par prirnera vez ci tema de Ia con-
politica en la sociedad argentina concluIa en quista del poder corrio supuesto inderogable
ci fácil sociologismo de privilegiar una insti- de un proyecto de transformación revoiucio-
tucionalidad perfecta que sOlo existia en ci naria de là sociedad era colorado en ci cen-
papel y que condujo al partido socialista a tro del debate y defendido coma la divisoria
estreilarse infructuosamente con la opacidad de aguas cuya aceptación o rechazo determi-
de un mundo irreductible a Ia transformación naba Ia condiciOn a no de rnarxisfas de las
proyectada. Justo advirtió como pocos —y fuerzas que se prociamaban socialistas. El
aqul reside ci valor de su hipótesis— que ci leninismo (v.) se convirtió en là ideologIa no
socialismo podia ser una fuerza "nacional" solo de quienes lo recuperaron desde ci inte-
en Ia Argentina finisecular si mostraba ser rior de un movimiento socialista escindido en
capaz de luchar por Ia nacionaiización de las adelante en las corrientes revolucionarias y
masas trabajadoras extranjeras y por Ia reformistas, sino también de todas aquelias
acción politica de Ia clase obrera. En la lucha fuerzas que emergieron de Ia crisis de posgue-
par Ia imposición del sufragio universal, de rra con objetivos de transformacion poiItica
ia libertad poiltica sin restriccioncs, por ci y social. Contra ci orden natural de las cosas,
gobierno de las mayorIas y ci respcto de las ci leninismo apostaba fuertemente a Ia sub-
minorias, habrIa de operarse Ia fusion de jetividad de Ia lucha dc ciases, a Ia energia
masas "extranjeras" y "nacionales" requeri- y creatividad de las masas, a là voluntad de
da para ia formacion de un movimiento de poder de un grupo sOiidamentc estructurado
masas moderno, que como tal era compati- y de cuya energia, audacia y organizaciOn
ble con la modernidad alcanzada par ci desa- dependIa fundamentalmente su posibilidad
rroiio de las fuerzas productivas en Argenti- dc transformarse en estado. En un continen-
na. Pero ci problema no residla en Ia perspec- te instaiado en Ia desarticulación y là depen-
tiva en sí, sino en los procesos que debla pro- decia, una ideologia que tendia a colocar todo
tagorlizar ci movimiento obrero argentina en ci terreno de là polItica y quc inspiraba una
para que pudiera movilizarse en torno a dicha experiencia social de là magnitud de là soviO-
propucsta estratégica. Y es aquI donde se cvi- tica no podia dejar de convertirse en una cam-
dencia una distancia profunda entre su pen- ponente muy fuerte —aunque no siernpre re-
samiento y ci marxismo. Porque si para Marx canacida coma tal— de todas las agregacioncs
la autoemancipación de los trabajadores u- politicas de tipo socialista a nacionalistas
ponIa siempre una compieja dialéctica entre revolucionarias y populistas que proliferaban
movimientos histOricos de la clase y capaci- en Ia America Latina de los aOos veintc y
dad develadora de ia teoria, para Justo en treinta. Par lo que si puede habiarse en esos
cambio se reduce a una simple explotación años de una creciente difusiOn del marxismo,
directa ciaramente visualizable par un movi- solo io es a condición de aclarar que ci cono-
miento ai que Ia lucha poiltica, la lucha sin- cimiento de las obras de Marx y de Engels
dical y Ia asociación cooperativa permite rápi- estuvo teOido de las lecturas leninista y ter -
dameñte alcanzar los conocimientos y la dis- ccrainternacionalista que de clias se hicicron.
ciplina necesarias para Ia conquista de la Si bien ci ieriinismo arrastraba consign una
emancipaciOn social. Desaparecido a mutila- absolutizaciOn de la forma partido, que aca-
do ci marxismo reaparece esa vieja idea que baria par desvirtuar y anular ci marxisma en
permea todo ci movimiento socialista y que cuanto que forma teórica del movimiento dc
Lassalle lievó a su mOs clara expresión: là del autoemancipaciOn humana, encerraba tarn-
encuentro y fusiOn del proletariado con Ia bién, virtualmente, là pasibiiidad de pensar
ciencia como presupuesto para reaiización las procesos de transformacion de las socie-
del socialismo. dades no europeas segfin una nueva perspec-
tiva. Independienternente de las formas teó-
Fue sin duda
III. EL LENINISMO EN AMERIcA LATINA. ricas y politicas que adoptO en ci pensamien-
la introducciOn de là perspectiva leninista la to de la III Internacional y de los comunistas
MARXISMO LATINOAMERICANO 949

el reconocimiento de Ia especificidad de la todas las consecuencias derivadas de La admi-


naturaieza de los procesos revolucionarios en sión de Ia autonomia de la revoiuciOn colo-
los paises liamados 'dependientes y colonia- nial residia, en consecuencia, su lirnite mayor,
les", ci leninismo hizo emerger toda una flue- lo que Ic impidió una traducción" adccua-
va y compleja temática ignorada o subestima- da o politicamcnte productiva a las realida-
da por Ia II Iniernacional. Si ci debate sobre des especificas dcl mundo no europeo. Una
estos problemas se habIa quizãs ya iniciado apertura como Ia vislumbrada por Lenin
en algunas areas más o rnenos excéntricas del requeria necesariamente de una bOsqueda
socialismo europeo, la posibilidad de anali- autónoma de los distintos niveles histórico-
zar scgün una perspectiva socialista la revo- sociales, de las diversas corifiguraciones poll-
lución colonial solo emergió como resultado ticas y culturaies de los paiscs donde opera-
de Ia fractura provocada por ci leninismo en ban, pero una bfisqueda tal no podia dejar de
ci marxismo segundointernacionalista. Sin modificar ci marco cstratégico general den-
abandonar Ia Optica eurocéntrica implicita en tro del que se intentaban subsumir aqueilas.
ci pensamiento marxista, las tesis sobre Ia Privilcgiar una estrategia general conducia
cuestiOn colonial —redactadas por Lenin y ci inevitablemente a desdibujar y hasta menos-
hindO M. N. Roy— aprobadas por clii Con- prcciar las realidades nacionales. Mientras
greso de ia III Internacional asignaban a La esa estrategia general se desplazaba hacia los
lucha emancipadora de los pueblos colonia- supuestos centros de Ia revolución mundial,
les y no europeos un papel de primer orden ci sectarismo era en parte atcnuado por la
en ci proceso revolucionario mundial, sin autonomia relativa de que gozaban las seccio-
subordinarlas a Ia victoria del proictariado nes nacionales de la Cornintern, especialmen-
metropolitano. El carácter autónorno de los te las del mundo latinoamericano. Cuando
movimientos de Iiberación nacional y su fun- ancló definitivarnentc en la realidad soviéti-
ción antiimperiahsta y anticapitalista estaba ca, y se constituyó en una prolongacion de los
implicito en Ia concepción de Lenin, que lo requerimientos propios de ésta, ci campo teó-
reafirma un año después, cuando en el III rico dcl reconocimiento nacional y del análi-
Congreso de la Comintern enfatiza ci papci sis diferenciado como sede privilegiada para
activo y autónomo de tales movimientos. una traducción latinoamericana del marxis-
Sin embargo, esta intuición de Lenin, que mo, virtualrnente abierto por ci pensamien-
lo Hevaba a admitir Ia potencialidad revolu- to de Lenin, quedO clausurado. En adelantc,
cionaria de movimientos no suhordinados a Ia posibiIidad de una recomposiciOn critica
Ia hegemonia de Ia clase obrera, o que lo hacia del marxismo, sin Ia cual las realidades nacio-
reflexionar sobrc Ia necesidad de adecuar Ia nales no podIan ser pensadas, solo era facti-
composición social y los objetivos propios de ble fuera de los marcos de la III Internacio-
los partidos comunistas de los paIses no euro- nai, o por lo menos fuera del peso opresivo
pcos al abrumador predominio en éstos del de su pensamiento y de su maquinaria orga-
mundo rural, quedo tinalmente aplastada por nizativa. Y si en Europa será entre los redu-
una tradición obrerista que ci ieninismo con- cidos grupos de exiliados alemanes y austria-
tribuyó paradójicamente a consolidar. Dc ahi cos, o en las reflexiones desde la c.Arcel de
que Ia contradicciOn de fondo de las elabora- Grarnsci, donde se extraerán las lcccioncs de
clones estratégicas de la III Internacional la derrota del movimiento ohrero y se anali-
sobre ci problema colonial —categoria en Ia zarOn las nuevas formas de la restructuraciOn
que estaba tambien incluida Ia reahdad lati- capitalista; y si en China la excentricidad
noamericana— residia en que, mientras recla- incontrolable del nOcleo de comunistas chi-
maba de los comunistas un apoyo a los movi- nos dirigidos por Mao Zcdong y enclaustra-
mientos nacionales revolucionarios opuestos dos en las montañas de Yenan le permitirá
al imperialismo, pretendia que éstos intenta- rcconocer las potcncialidades revolucionarias
ran crear partidos comunistas de composi- inéditas de sus areas rurales, en America Lati-
ción esencialmente proletaria, como condi- na le correspondcra a José Carlos Mariátegui
ción inexcusable para ci triunfo de la revolu- (1894-1930) recrear ci marxismo en oposición
ción colonial. a Ia corriente populista y a la teorIa y la prác-
En Ia incapacidad del leninismo de extraer tica dc los partidos comunistas.
950 MARX1SMO LATINOAMERICANO

IV. MARIATEGU! Y LA FORMULACIN DE UN MARX!SMO formaciones en America Latina por la revo-


LATINOAMERICANO. La intuición leniniana de Ia lución en Europa, hasta qué punto ambas
autonomia de Ia situación colonial y de la estrategias, Ia de la II y la de III Internacio-
necesidad de su descentralizacion encontra- nal, no conducIan finaimente a una anOloga
rá en America Latina Onicamente en el movi- actitud quietista? Y poco cambiaba esta situa-
miento intelectual y social peruano —verte- ción ci hecho de que los partidos comunistas
brado en torno a la revista Amauta— una ten- latinoamericanos durante los aOos veinte pro-
tativa relativamente elaborada de dilucida- yectaran su impotencia real, como les repro-
ción. Y no porque este movimiento dispusie- chaba la Internacional, sobre ci "espejismo
ra, en virtud de circunstancias excepcionales, de la revolución mundial".
de un conocimiento vedado para los demás En reahdad en aquelios años, y en un pals
de las elaboraciones fundamentales de Lenin completamente excéntrico a las areas tradi-

y por to tanto de las razones de esta preo- cionales de desarrollo teOrico y práctico de
cupación suya por Ia autonomIa colonial—, Ia experiencia social, se perfila una tentativa
sino por el hecho de que tal grupo compren- de respuesta at dilema ante el cual se habia
diO como ningOn otro en America Latina que detenido ci pensamienta revoiucionario. La
para dar una respuesta a las demandas de una paradoja de las virtudes productivas del atra-
realidad irreductible a La vision marxista tra- so se presenta en America Latina con la mis-
dicional se debIa necesariamente cuestionar ma fascinación que condujo a Marx a poner
los supuestos sobre los que éste se fundaba. en discusión Ia idea de un modelo unilineal
Si se trataba, por to tanto, de Ia reconstitu- de sucesión de los modos de producción. El
ción de un corpus teOrico que como tal no conocimiento de Ia particular situación de
admitIa directamente una traducción valede- Rusia llevó a Marx a descubrir Ia potenciali-
ra, más que de Ia adquisicion de una perspec- dad de una via de desarrollo distinta de Ia
tiva marxista a leninista par el movimiento europeo-occidental, en ia cual el atraso apa-
peruano deberla hablarse, con mayor propie- recia como una virtud antes que coma un
dad, de una verdadera refundación del mar- llmite insuperable. El hecho curioso es que en
xismo. Lo que se estaba operando en el PerO America Latina, y en un pals distinto de
de mediados de los años veinte era Ia "pro- Rusia, pero lacerado por una idéntica crisis
ducción" de un marxismo at que por prime- ideal y de canciencia, se opera un mismo pro-
ra vez le cabia enteramente el término de ceso de reapropiación critica del marxismo,
"latinoamericano". Nuevamente el marxismo que conduce a cuestionar el paradigma euro-
como tal era puesta en cuestión, pero a difc- céntrica del que padecia gravemente ci socia-
rencia de Ia reconstrucción planteada y lismo latinoamericano. El Perd podia ser la
resuelta por Juan B. Justo a expensas del Rusia de America Latina porque no existla
achatamiento de la teorIa a mera expiicación quizás otra pals en el que más abiertamente
económica de Ia historia, de La explotación del contradictoria se mostrara la experiencia his-
trabajo humano y del papel de La lucha de cia- tórica del socialismo con las condiciones de
ses, ahora ci debate se desplazaba hacia los atrasa económico y social, de crisis intelec-
temas fundamentales del carácter del desa- tual y moral que soportaba La nación. La frac-
rroilo económico en los paIses dependientes tura profunda que canmueve a la sociedad
de America Latina, sobre Ia posibilidad de su peruana a partir de su derrota frente a Chile
cnnstitución como verdaderas naciones y en Ia guerra del Paclfico (1879-1894) hace aflo-
sobre las relaciones entre estos procesos de rar desde su interior una carriente intelectual
democratización radical y la revolución socia- favorable at mundo de Las clases subalternas
lista. y que se pregunta con inquietud par La iden-
La idea de una revolución socialista que tidad de una naciOn que tradicionalmente se
solo podia ser el producto de una maduración creIa tal y que Ia guerra ha mostrada coma
de Ia sociedad capitalista habia sido quebran- un pais invertebrado, como un mero "proyec-
tada par Ia hipótesis leninista de una mathi- to a realizar". Dc tal modo Ia "cuestiOn nacio-
ración a nivel histórico-mundial del capitalis- nal" se revelO coma el punto de partida obli-
mo. Pero si la estrategia de Ia Comintern sus- gado para cuaiquier reflexiOn sabre Ia posi-
tituia en los hechos y en Ia teorIa las trans- bilidad de un prayecta de transformaciOn de
MARXISMO LATINOAMERICANO 951

Ia sociedad peruana. Pero para que este pro- de llegar a Marx a través de esa auténtica
ceso de refundaciori pudiese alcanzar elemen- refundación de Ia dimensiOn crItica y activis-
tos reales de novedad, fue necesaria una con- ta de su pensamiento que se operaba en el
centración igualmentc excepcional de capa- socialismo italiano. Pero esa revision de fuen-
cidad teórica, de conocimiento de la realidad tes tan diversas —que van del historicismo
nacional y mundial, de actitud crItica frente crociano hasta Marx, pasando por Sorel,
al propio marxismo. Bergson, Gobetti y la presencia catOrtica dc
La matriz del pensamiento de aquellos inte- Lenin— fue posible solo porque Ia realidad
lectuales que encoritraron en la revista Amau- nacional sobre la cual operaba, ese PerO de
ta y en la personalidad de José Carlos Maria- los aflos veinte, se presentaba como un labo-
tegui un nücleo privilegiado de agregación, se ratorio politico indicativo también de un con-
nutre de Ia diversidad de filones liberados en junto de problemas que caracterizaban y corn-
la cultura europea por Ia crisis del positivis- prometian a toda America Latina. En el cri-
mo. Las corrientes vitalistas, antiintelectua- sol de Ia realidad peruana y de sus comple-
listas, antipositivistas, anticientistas, antieco- jas exigencias, la estación italiana de Maria-
nomistas, en relacián con las cuales se estruc- tegui logro amalgamarse con experiencias tan
tura la recuperación mariateguiana del mar- diversas como las del grupo de intelectuales
xismo, habIan sido denunciadas por el mar- "indigenistas", los movimientos obreros de
xismo oficial como expresiones de Ia tendencia anOrquica y sindicalista, las
decadencia burguesa. A su vez, la polItica cul- corrientes radicalizadas de los estudiantes,
tural de fusiOn de las vanguardias estéticas las vanguardias artIsticas; asi su conocimien-
con las vanguardias politicas propugnada por to excepcional de los sucesos de la historia
Arnauta, ya habIa conocido en Europa una mundial Ic permitió absorber las contradic-
decisiva fractura. Estos dos hechos muestran torias vicisitudes de la revoluciOn mexicana
hasta dónde Ia experiencia de la revista perua- en vIas de transformarse en estado, la expe-
na estaba colocada en las antipodas de la con- riencia de Ia revolución china y las elabora-
cepción ideologica y cultural de Ia III Inter- ciones estratégicas de Ia III Internacional. De
nacional. Es por esto posible afirmar que si esta confluencia de historias de vida y de tra-
Mariategui logro dar de la doctrina de Marx diciones culturales tan diversas emerge un
una interpretación tendencialmente antieco- bloque intelectual y politico unificado en tor-
nomista y antidogmatica —en una época en no a dos ideas-fuerza, sobre las cuales se basó
que intentarla desde las filas comunistas era Ia posibilidad de constitución dc un marxis-
teóricamente inconcebible y politicamente pe- mo latinoamericano: 1] una aguda conciencia
ligroso— solo pudo ser posible por una doble del carácter original, especifico y unitario de
situaciOn que ayuda en parte a explicar cómo Ia realidad latinoamericana; 21 la aceptación
surgió en el PerO un marxismo renovado. En del marxismo, pero de este marxisrno hete-
primer lugar, porque la formación marxista rodoxo, como el universo teórico comOn,
de MariOtegui Se produce fuera del moimien- segOn el cual las sociedades latinoamerica-
to comunista y de la III Internacional; en nas, como cualquier otra realidad, podIan ser
segundo lugar, porque el movimiento socia- discretas y analizadas determinando sus posi-
lista peruano se estructura en el interior de bilidades de transformaciOn.
un amplio movimiento intelectual y politico, Admitir como un principio indiscutible el
no sujeto a la presencia constrictiva del par- reconocimiento del carácter original, especi-
tido comunista, y sin la hercncia de un parti- fico y unitario de la realidad peruana y lati-
do socialista que hubiera lijado en el movi- noamericana significaba de hecho ci cuestio-
miento social Ia fuerte impronta positivista namiento del paradigma eurocéntrico que
que modificO al propio marxismo. MariOtegui habia acompanado Ia constitución del mar-
leyO a Marx y a Lenin con ci filtro del histori- xismo como tal. Sin embargo, aunque Ia admi-
cismo italiano y de su polémica contra toda siOn de Ia originalidad de Ia region ya estaba
visiOn positivista y fatalista del desarrollo de presente en Ia discusión de los comunistas
las relaciones sociales. latinoamericanos y se evidenciO en los deba-
El destino reservO al joven Mariategui la tes del VI Congreso de Ia ic, solo fueron los
posibilidad, Onica para un latinoamericano, peruanos y en particular MariOtegui y Victor
952 MARX1SMO LATINOAMERICANO

Raul Haya de la Torre, los que extrajeron las dicho bloque se asigna a cada una de ellas,
consecuencias rnás radicales que de aquella y sobre Ia relación entre ol proceso nacional
se derivaban. Y sus conclusiones, aunque no peruano y la revolución socialista. Mientras
idénticas y con diferencias que luego se con- Haya de la Torre duda sisternáticamente de
vertirán en oposiciones, se aproximaron Ia capacidad del proletariado y de los caIn-
curiosamente a las del Marx estudioso de la pesinos de construirse autónomamente corno
comuna rural rusa. El desarrollo econOmico sujetos politicos y concibe al estado como la
y social latinoamericano se apartaba del euro- sede natural de una articulación que necesa-
peo occidental, por lo que de ninguna mane- riarnente debe descender del poder. Mariáte-
ra podia ser admitido éste como prefigura- gui piensa en cambio en un laborioso proce-
ciOn y modelo universal. Era necesario reco- so do construcciOn de una voluntad nacional
nocer Ia presencia de una nueva tipologIa his- popular que se despliega dosde las bases de
tórica que admitiese cuanto aparecIa como Ia sociedad, como una suerte do replica de ese
anornalia en su auténtico carácter de tipici- movimiento cristiano primitivo que su maes-
dad. Entre Europa occidental y Ia region lati- tro Sorel habIa tornado corno ejemplo para
noamericana no existia un continuum defini- mostrar 'el valor perenno del mito en Ia for-
do on términos de modernidad y atraso, sino macion de los grandes movirnientos popula-
una conflictiva interdependencia que debia res" (J. C. Mariátegui, Prologo a Tempestad
ser definida en su especificidad. Una redefi- en los Andes, de Luis E. Varcárcel, incluido
nicion de Ia naturaleza de las formaciones en La polernica del indigenismo, Lima, 1976).
econOrnico-sociales arnericanas implicaba En consecuencia, es verdad que tanto Haya
necesariarnente un cambio en Ia caracteriza- de la Torre corno MariOtegui sostuvieron que
ción do las clases de los sujetos sociales sobre of sujeto histórico de Ia transformaciOn revo-
los que podia basarse un proyecto de trans- lucionaria del PerO debia ser un bloque de las
forrnación, pero adernás on la forma de orga- fuerzas populares. Pero a partir de un análi-
nizaciOn polItica capaz de ostructurarlos. Y sis en of quo se esboza con elevada cohoren-
es quizOs en la discusión de este Oltimo pro- cia una primera teoria marxista de la depen-
blema donde las diferencias iniciales entro dencia, Haya deduce de Ia incipiencia y atra-
Mariátegui y Haya de la Torre se mutaron en so do las clases sociales en of PerO una con-
contraposiciones radicales, que acabaron por cepción de ese bloque social que acaba degra-
fragmentar Ia unidad de un movimiento ideo- dando los sujetos históricos al nivel do grupos
logico sobre el que tantas esperanzas se cifra- econumico-corporativos articulados desde of
ban. De esa ruptura emerge el aprismo (v.) estado. Aparece asI claramente evidenciada
corno una de las grandes corrientes ideologi- la poderosa influencia que ejerció sobre Haya
cas del pensarniento radical de izquierda lati- la teorIa leninista del partido politico revo-
noarnericano. lucionario, que es leida por éste desde la pors-
Una loctura cuidadosa y dosprejuiciada de pectiva mesiánica quo acornpafló siempre su
las dos obras teóricas mas significativas del vision do los procesos sociales. El rechazo
pensarniento social latinoamericano: los Sic- mariatoguiano del proyecto de Haya so fun-
to ensayos de interpretación de Ia realidad daba on una concepciOn democrOtica, popu-
peruana, de Mariátegui y Ejczntiirrzperialismo lar y laica del socialismo y do la propia too-
y el Apra, de Haya de la Torre (precedida ésta rIa rnarxista, quo lo conducirá luego a recha-
por otro libro de gran significado corno Por zar también Ia presión do la Internacional
La emancipación dc America Latina), muestra Comunista para la formaciOn do un partido
que utilizando ambas al marxismo como un comunista, a su parecer similar al do Haya.
instrumento de análisis antes que como una La vota antiestatalista quo permea todo su
teoria prescriptiva, ilegan a un idéntico roco- ponsamionto so manifiesta on su rnanora do
nocirniento nacional, más allO del cual apa- ver los procesos histOricos "desde abajo", dos-
recen sin embargo las diferencias que habrán do los procosos do ConstituciOn y do fragmen-
deconvertirse luego en rupturas. Y tales dife- taciOn do las masas popularos, desdo sus for-
rencias versan procisamente sobre Ia organi- mas oxpresivas, sus mitos y sus valoros, para
zación polItica del bloque de clases y de fuer- doterminar y potonciar sus tendencias hacia
zas sociales revolucionarias y ol papel que en la construcción do una propia autonomia. Es
MARXISMO LATINOAMERICANO 953

sin duda posibie rastrear en José Caros Mariátegui hacia aflorar de una mancra me-
Mariálegui Ia presencia de este filón de pen- dita ci problcma de la nación peruana. Por-
samiento ya en sus prirneros escritos de los que ya no se tratará de Ia liberación de una
años precedentes a su viaje a Europa. Su par - nación irredenta, ni de ia autodeterrninaciOn
ticular formación intelectual durante Ia esta- dc una nacionalidad oprimida, tal corno Sc
ción italiana lo preparó de algün modo para entendia la "cucstiOn nacional" en ci discur -
ci carnbio de perspectivas que se produce en so de la III Internacional, sino de Ia incorpo-
su vida poco tiempo después de su regreso al ración dcmocrática de las masas antes mar -
Peru. El descubrimiento del mundo fascinan- ginadas a un proccso constitutivo de Ia nacio-
te nc las clases subalternas aparece clararnen- nalidad, que debla necesariamente fusionar-
te evidenciado en su artIculo de 1924 sobre se con un proyccto socialista.
El problema primario del Perfi" dedicado a Amenazado por Ia Internacional Comunis-
analizar ci probiema indigcna. Y este descu- ta, que en Ia confcrcncia de Buenos Aires dc
hrimieuto ci que senalará ci punto de parti- ios partidos comunistas habia criticado vio-
da de una nacionalización de su discurso y dc lcntarnentc sus posiciones y los presupuestos
una rcfundación de su marxisrno, concebido ideologicos y politicos sobre los que Se fun-
no ya como una teoria exterior, slob corno una daban, aislado de los grupos socialistas que
traducción productiva para el propio recono- en ci interior dcl Peru se inclinaban per las
cimiento nacional de Ia realidad peruana y posiciones dc Ia lntcrnacionai, obligado a sos-
para ci análisis diferenciado de sus procesos. tcner una amarga polémica con los antiguos
La hipótesis lcninista de un bloquc social compañcros apristas, alineados ahora con
construido sobre Ia alianza entre la clase Flaya de Ia Torrc, coda vez más dehilitado por
obrera y los campesinos podia encontrar en una enferrncdad que algunos años antes lo
el PerO una forma de traducción que Ia hiciesc habia obligado a Ia inmovilidad, Mariátegui
enierger corno exprcsión propia y original de vivió una Iarga agonia quc concluyO ci 16 de
Ia realidad. Mariátegui —a diferencia dc Haya abril de 1930. Con éI sc clausuró Ia breve esta-
de Ia Torre y del pensamiento de Ia III Inter- ción del marxisrno teóiico latinoamericano,
nacional— logro analizar ci problema indige- y dcbiO esperarse rnOs de treinta aflos para
na desde una perspectiva de close que torna- quc ci sacudimiento provocado per Ia rcvo-
ba posibie su introduccidn en una propuesta luciOn cubana liberara dc su explicito o vcia-
socialista y revolucionaria. Y no simplemen- do ostracismo la figura cxccpcional dc un
te per ci hecho de que comprendió que el pro- pensador convertido boy en ci punto de refe-
blema indigena era ci problema de Ia tierra rencia obligado de todo pcnsamicnto critico
y no ci de nacionalidades oprimidas, sino por- y revoiucionario.
que operó una transformacion de todo ci dis-
curso marxista oficial que lo condujo a basar V. EL MARXISMO LATJNOAMER1CANQ DESDE LOS ANOS
sobre ci indio Ia fuerza social cstratégica de TREINTA HASTA LA REVOLIJcION CUEANA. Dcsdc la
todo proyccto socialista de transformación. clausura de ia tentativa rnariateguiana dc
Iluminando de tal modo la centralidad del rccornposición tcórica y politica dci marxis-
problema indigcna para una solución socia- mo, hasta fines de los aOos cincuenta, ci pen-
lista de Ia transformación peruana, Mariáte- samiento dc Marx sufre un singular proceso
gui dcbió neccsariamcntc fundar una lectu- dc neutralización. La dilatación creciente de
ra antieconomista de Ia clase, destinada a su conocirniento en los medios intelectuales
tencr consccucncias importantcs sobre todo y acadCmicos se produjo a expensas de Ia
su discurso socialista. capacidad de penetraciOn dc sus estructuras
No solo porquc contrastaba radicaimente con analiticas y mctodologicas en ci campo de las
la vision "clasista" dcl rnarxisrno oficial, sino elaboraciones poiIticas, operandosc una pro-
porquc lo difcrcnciaha dcl jacobinismo csta- funda fractura entre cultura y politico.
talista dc Haya dc Ia Torrc. Colocando comb En cuanto fenórncno ideologico ci marxis-
eje tcórico y politico de su anOlisis socialista mo acompaflado dc sus sucesivas adjetivacio-
un universo que sc dcfinIa más en término dc nes —prirnero lcninismo, pero dcsdc los años
cuitura quc en los cstrictamente de clasc, un cuarenta también cstalinismo— no era 5mb
objeto nacional y popular antcs que obrcro", un referente gcnérico, y per tanto neutro, de
954 MARXISMO LATINOAMERICANO

las propuestas programáticas de los partidos gra de El capital y de otros escritos funda-
comunistas, en cuanto que fuerzas hegemó- mentales de Marx.
nicas del discurso socialista marxista. Pero Sin embargo, esta significativa y aun no
estas propuestas eran fieles traslaciones a suficientemente valorada actividad de difu-
contextos diferenciados de las elaboraciones sión del pensamiento de Marx, por importan-
teóricas y poilticas efectuadas por Ia III Inter- tes que hayan sido sus efectos en los pianos
nacional —hasta su disolución en 1943— y ideologico y cultural, no logro suturar la frac-
por el Partido Comunista de la Union Sovié- tura entre cultura marxista y politica socia-
tica. Sin embargo, es por esos aflos que hsta emergente en Europa de Ia derrota del
comienza una constante actividad de difusiOn movimiento obrero y de Ia involución estali-
del pensamiento de Marx y de sus seguidores nista, y agudizada en America desde Ia con-
más relevantes. Es un hecho conocido, pero dena de Mariátegui. Es asI como se ira pro-
aun no estudiado en toda su real envergadu- duciendo uria escisión siempre mayor entre
ra, el papel desempenado por la emigraciOn una izquierda socialista en buena parte mar-
polItica europea en un mayor conocimiento ginada del movimiento obrero y cuya adscrip-
del marxismo en America Latina. El ascenso cion marxista es meramente ritual, y un cam-
del fascismo y del nazismo en Europa, y Ia po intelectuai y acadérnico cada vez más inte-
consiguiente destrucción de areas importan- resado en estudiar el marxismo como estruc-
tisimas de Ia eiaboración teórica marxista tura de pensamiento y como corpus teórico
como Alemania, Austria, Europa central y Ia cuya significacion se rnuestra cada vez mOs
propia Italia, obligO a buena parte de Ia inte- relevante en las ciencias sociales contempo-
lectualidad socialista a emigrar finalmente a rOneas y en Ia cultura en general. La poten-
America. En algunos casos fueron grupos cialidad teórica y politica del marxismo es asi
enteros los que debieron reconstituir su acti- desmembrada en dos esferas separadas y
vidad en ambientes no siempre favorables practicamente incomunicables. Ni los estu-
como fueron los de Estados Unidos para la dios sobre las realidades nacionales o coriti-
Escuela de Francfort (Adorno, Horkheimer, nental, hechos desde una perspectiva marxis-
Pollock, Marcuse, Kirchheimer, Lazarsfeld, ta, fundamentan las propuestas programOti-
Grossmann), o para el grupo de consejistas cas de las fuerzas de izquierda, ni tales pro-
alemanes y holandeses (Mattick, Korsch, Pan- puestas reciaman esos estudios para cons-
nekoek); en otros fueron intelectuales aisla- truirse. El marxismo se bifurca en una ciencia
dos los que intentarort continuar desde Ia académica aparentemente neutra como las
cátedra universitaria, el periodismo o la acti- demás yen una ideologia legitimadora de pro-
vidad editorial, una difIcil labor de difusiOn gramas de accián construidos con base en
del marxismo y de las corrientes más impor - modelos aceptados a priori.
tantes del pensamiento moderno, menciona- Quizás ningün otro caso como el del pen-
remos casos como los de R. Mondolfo y E. sador marxista AnIbal Ponce (1898-1938)
Suda, en Argentina, o de Kozlik, en Mexico, exprese esta fractura entre cultura y politi-
La masiva irnnigración intelectual y polItica ca que en la America Latina de los aflos trein-
espanoia provocada por la caida de la Repü- ta a los cincuenta alcanza una magnitud sig-
blica espanola, estimuló también poderosa- nificativa. DiscIpulo de J. Ingenieros, al que
rnente ia expansion de iniciativas editoriales se mantuvo fiel casi hasta el final de sus dias,
que comenzaron a-realizar por esos anus una Ponce unió a su vasta cultura humanista un
sistemática labor de publicación de las prin- conocimiento profundo de Ia publicistica
cipales obras del marxismo. Los esfuerzos de marxista. Como lo prueba Ia experiencia de
Ia Editorial Europa-America o de la "Biblio- Ia revista DialCctica, publicada en Buenos
teca Carlos Marx", dirigida por Wenceslao Aires en 1936, Ponce mucstra una versatili-
Roces para Ia Editorial Cenit, de Madrid, fue- dad sorprendente en los comentarios margi-
ron proseguidas por editoriales americanas nales de los textos marxistas que por prime-
que, como Fondo de Cultura Económica de ra vez hace conocer a sus desinformados lec-
Mexico y merced al trabajo pionero del mis- tores. Sin embargo, en sus ensayos sociolO-
mo W. Roces, pusieron al alcance de los estu- gicos y filosOficos, o aun en las obras consa-
diosos latinoamericanos la traducción Inte- gradas a estudiar ciertos aspectos de Ia vida
MARXISMO LATINOAMERICANO 955

nacional, nunca aparece claramente puesta de dro Korri, no olvidando tampoco las tentati-
man ifiesto Ia intención de utilizar al marxis- vas de aquellos intelectuales que influidos por
mo como una dave interpretativa de Ia socie- ci trotskismo pretendieron analizar la reali-
dad argentina. A diferencia de un pensador dad latinoamericana a través de una sIntesis
como Mariátegui, Ponce no pareciera intere- original entre el marxismo y las ideologias
sarse por encarar un análisis sistemático del democrOticas latinoamericanas. Es precisa-
desarroilo histórico dci estado y de Ia socie- mente en estos Oltimos grupos donde el tér-
dad argentina. Su marxismo opera en el pia- mino de m. 1. se acuña como referente teóri-
no de la crItica cultural, y en tanto que tal per- co de lo que dio en Ilamarse "socialismo
manece inmodificado, como un cuerpo teóri- nacional", o también "izquierda nacional".
co concluido que no necesita medirse con una Dentro de una perspectiva marxista, aun-
realidad histórica conereta para validar su que fuertemente adherido a las elaboraciones
potencialidad cognoscitiva. Sin embargo, y frentistas dcl VI Congreso de la Comintern y
para hacer justicia a on ensayista desapare- a la doctrina "marxista-leninista", el intelec-
cido trágicamente en on momento de profun- tual mexicano Vicente Lombardo Toledano
da mutación de su pensamiento, debe recor- (1894-1968) intentó formuiar una propuesta
darse eómo desde el exilio mexicano al que ideolOgica, cultural y politica desde ci propio
lo empujó a fines de 1936 la reacción conser- interior de Ia revolución mexicana. Definién-
vadora argentina, Ponce corta amarras eon dose a si mismo como on "marxista radical,
el pensamierito de Ingenieros y modifica, no aunque no comunista", eriticO a éstos por su
sabemos hasta qué punto radicalmente, su falta de preparación ideologica, por su see-
vision antes negativa de las clases subalter- tarismo y per "su olvido de los grandes pro-
nas argentinas. Poco tiempo antes de su muer- blemas nacionales y ci estudio de la concre-
te, en los trabajos sobre "La cuestiOn indige- ta recuperación de los derechos de la clase
na y Ia cuestión nacional", da fe de su volun- trabajadora". Lombardo Toledano prcsentó
tad de encarar una perspectiva de anOiisis que a su propuesta programOtica como ci resul-
implicaba necesariamente una ruptura con su tado de Ia aplicación de una nunca cuestio-
pensamiento anterior. nada verdad universal del marxismo-
El caso de Ponce es paradigmatico de la ten- leninismo al anOlisis y la construceión de una
dencia del m. 1. a convertirse en un saber neu- perspectiva radical y de izquierda de la revo-
tro, por lo menos en el piano de la acción poli- lución mcxicana, basada en Ia fortaleza idco-
tica, y cuya gravitación es preciso rastrearla IOgica, social y politica dcl movimiento obre-
en los efectos que indudablemente produjo en ro organizado. Su vision del pensamiento de
los medios culturales e intelectuales. Su pene- Marx, leIdo en dave 'marxista-leninista",
traciOn en el mundo académico lo convierte estaba absolutamente fijada en tomb a Ia
en una dimensiOn insuprirnible del pensa- experiencia cardenista y al papel excepcional
miento eontemporáneo, destinado luego a que Ic tocó desempenar como dirigente mOxi-
fijar una impronta significativa en las cien- mo de la Confcderación de Trabajores de
cias sociaies iatinoamericanas. Pero ci hecho Mexico (cTM). En tal sentido, sus conccpcio-
es que durante todo este periodo el marxis- nes se aproximan de manera significativa a
mo ha perdido en Ia utilización que de él hace las elaboraciones hechas por los sovieticos
el movimiento comunista toda Ia originalidad desde ci XX Congreso dcl peus sobre Ia
que evidenció tener en los años veinte, cuan- "democracia nacional" comb forma de tran-
do se desató la polémica entre apristas y mar- sición al socialismo en los paIscs dependien-
xistas. SerO preciso buscar fuera de los mar- tes y coloniales. Pero es Otil recordar que tales
cos estrechos dcl "marxismo soviético" formulaciones constituyeron ci nOcleo mismo
—aceptando Ia designaciOn de Marcuse— los de las ideas expresadas en los años veinte y
intentos de aplicar un instrumental marxis- treinta por Haya de la Torre y el aprismo.
ta renovado para ci analisis de realidades Consolidado el bloque de poder quc aun hoy
reconocidas como anómalas. Y en tal senti- dirige el proceso mexicano, v marginado
do, deben mencionarse los trabajos de estu- totalmente de la central sindical que habIa
diosos como Sergio Bagü, Oscar Waiss, Julio contribuido a formar, Lombardo Toledano se
César Jobet, o las reflexiones de on Alejan- trasformO en un mero portavoz de las corrien-
956 MARXISMO LATINOAMERICANO

tes de izquierda interiores al establishment turación del campo de Ia izquierda latinoa-


y su marxismo, on uria pedestre ideologia legi- mericana —exccpto los partidos comunistas,
timizadora. que en general mantendrAn inmodificadas sus
tracliciones teóricas, aunque a costa de frac-
VI. EL MARXISMO LATINOAMERICANO A PARTIR DE LA turas internas y desprendimientos de sus
REVOLUCI(DNCUBANA. El triunfo de Ia revolución corrientes más renovadoras— ya no se reco-
castrista on Cuba inaugura una nueva esta- nocerán en las viejas tradiciones de Ia II y la
cion del m. 1., caracterizada por una extrema III Internacional y tratarán de establecer nue-
variedad de posiciones y de perspectivEs aje- vas formas de recomposición entre Ia teoria
nas en su mayoria a las clásicas delimitacio- marxista y las configuraciones inéditas de Ia
nes de tendencias establecidas por Ia expe- politica. El marxismo dejarh asi de presentar-
riencia de Ia II y de la III Internacional. Su se coma una estructura de pensamiento y un
extraorclinaria capacidad expansiva en Ia corpus teórico univoco para convertirse en lo
joven intelligentsia radicalizada —provenien- que Braudel llama 'un pueblo de modelos",
te de sectores que como los católicos o los de una diversidad de perspectivas girando en
partidos politicos tradicionales no habIa mos- torno al denominador comOn de una perspec-
trado antes excesiva proclividad al discurso tiva de transformación social.
marxista— abre un inmenso campo de acción A partir de una situación semejante deja de
para las ideas de Marx, que son ahora recu- tener sentido plantearse Ia pregunta de Ia
peradas en claves esencialmente voluntaris- existencia a no de un marxismo latinoameri-
tas. Vuelven asI a aflorar los temas del huma- cano, porque es boy una convicción generali-
nismo marxiano, de su ética revolucionaria, zada que Ia posibilidad de la reconstrucción
de la función del mito en la construcción de de su historia en nuestro continente solo se
una voluntad nacional, del hombre coma pro- torna factible si Ia atención está puesta en sus
ductor de la historia, que recorren el joven areas nacionales y no globales de expansiOn.
Marx y que reaparecen siempre en los Motivada historicamente por Ia necesidad de
momentos de accesos revolucionarios. El prohar sus condiciones de validez on un terre-
ejemplo cubano, Ia imposibilidad de reducirlo no ajeno y diverso de aquel en que se consti-
a los modelos clásicos, su profunda hetero- tuyó, no es necesario ya plantearse esa pre-
doxia teórica, su adopcion del marxismo gunta porque la disgregación de sus centros
como orientación ideolOgica pero a través de constitutivos reintegra el marxismo a su cam-
una lectura que enfatizaba sus supuestos o po real de validaciOn, cual es el de la recons-
reales elementos de continuidad con la tra- trucciOn de las conexiones existentes entre el
dición martiana, posibilitaba una ruptura con proceso de elaboración de Ia teorIa y los pro-
el determinismo cientificista al que habIa sido cesos reales de constitución de una fuerza
reducido el pensamiento de Marx en los años social y de una voluntad transformadora.
del reflujo obrero europco. Se liberan asi las Pues en Oltima instancia, y parafraseando a
potencialidades criticas y revolucioriarias de Marx, en qué otra cosa que on su "devenir
una teoria que requiere para su recomposi- mundo" consiste la "realización de la filoso-
ciOn de una nueva sutura entre cultura y poll- fia" y par tanto del marxismo?
tica. Desde una perspectiva polItica, los escri-
•tos fdndamentales a través de los cuales la BIBLIOGRAFIA: Luis E. Aguilar, Marxism in Latin
revolución cubaria pretende constituirse en America, Nueva York, Knopf, 1968; Jorge Ama-
un cuerpo de doctrina, y que hará emerger do, Vida de Luis Carlos Prestes, Buenos Aires,
al castrismo (v.) coma una corriente nueva en Claridad, 1942; José Aricó (comp.), Maridteguiy
el interior del marxismo, se constituirán en los origenes del marxismo latinoamericano,
adelante en los ejes vertebradores de un deba- Mexico, Cuadernos de Pasado y Presente 60,
" ne corroerá las elaboraciones teóricas y 1978; José AricO, Marx yArnerica Latina, Lima,
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este debate habrá de producirse una anni del/a III Internazionale, on Storia del mar-
nda recomposición de todas las estruc- xismo, t. 3, 2a. parte, Turin, Einaudi, 1981; Rod-
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MAX1MALISMO 957

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mexicano, Mexico, Universidad Obrera VLT, preveia como programa mAximo (de aqui el
1976; Richard Morse, La culturapoiltica iberoa- término m.) un objetivo final que era la pro-
rue ricana, on Dc historia e historiadores(volumen piedad social de los medios de producción y
de homenaje a José Luis Romero), Mexico, Siglo de cambio, pero consideraba tambiCn Ia nece-
XXI, 1982; Luis Pan, Justoy Marx, Buenos Aires, sidad de luchar por la realizacion de un pro-
958 MAXIMALISMO

grama minimo, esencialmente politico-admi- medios respecto al fin, y en esto se distinguia


nistrativo y legislativo, concretado en primer de todos los programas meramente ref ormis-
lugar en ci sufragio universal masculino y tas y de todo otro modelo, cristiano o bur-
femenino, en el escrutinio secreto, en ci sis- gués, de filantropIa social. A partir de estas
tema proporcional, en el uso de la legislacion bases (dentro del Psi) tuvieron lugar durante
directa (referendum), en Ia descentralización muchos aflos largas polémicas (atizadas per
administrativa y en formas de autogobierno la actitud de Giolitti respecto a Ia estrategia
regional y provincial. El programa minimo social-reformista) que dividieron al partido en
prevela además una legislaciOn social articu- diversas corrientes: reformistas, revoluciona-
lada para proteger el trabajo, Ia jornada labo. rios, centristas unitarios ("intermedios" y
ral de ocho horas, Ia supresión del trabajo de "mediadores"), intransigentes, sindicalistas
los ninos, la creación de órganos de inspec- revolucionarios. El problerna central de la
ción para controlar las condiciones higieni- discusion polItica era siempre el valor que
co-sanitarias de trabajo, Ia participación de debIa atribuirse a las luchas obreras interme-
los trabajadores en Ia administración de la dias (el "tradeunionismo") y a las reformas
empresa. El programa máximo era elfin de politicas democraticas: los gradualistas se
la acción socialista (en Erfurt se evitó cuida- concentraban alrededor del programa mini-
dosamente decir si era o no necesaria la vio- mo para ilevar a cabo reformas posibles en
lencia para alcanzarlo) y las reformas eran los un momento concreto e inmediato de la
contenidos concretos de la lucha obrera socia- acción sociahsta (con las consiguientes alian-
lista y al mismo tiempo las etapas interme- zas y "bloques" con los grupos democráticos
dias en dirección de Ia meta socialista. Inevi- y republicanos), mientras que los intransigen-
tabiemente, la coexistencia entre los dos pro- tes (los futuros 'maximalistas") tendIan a
gramas dejó de ser pacIfica a la larga. El cen- infravalorar este momento y a considerarlo,
tro ortodoxo kautskiano logro, per su propia más que una conquista en sj mismo, un tram-
autoridad, imponer la comparecencia de las poiIn de lanzamiento hacia la completa rea-
dos tendencias en los años posteriores, pero lización revolucionaria del programa máxi-
muy pronto Bernstein y la tendencia revisio- mo. La escisión de los sindicalistas revolucio-
nista sostuvieron que elfin no era nada y el narios en 1907 y el ilamado largo ministerio
movimiento lo era todo, recalcando Ia concre- Giolitti favorecieron de momento a los refor-
ción practica del programa mInimo y las mistas minimalistas, pero muy pronto Mus-
reformas consiguientes. La izquierda revolu- solini tomó las riendas del partido y logro en
cionaria ponia el acento sobre todo en la 1912 hacer expulsar a Bonomi, Bissolati y
importancia de no perder nunca de vista los Cabrini (minimalistas declarados y explicitos)
fines ültimos: esta corriente retomó fuerza con ocasión de la guerra de Libia. Después los
con Ia caIda de la Segunda Internacional y con acontecimientos se suceden con gran rapidez:
Ia guerra mundial, y tanto fue asi que en 1918 estalla Ia guerra, Mussolini es expulsado y la
Rosa Luxemburg, retomando ci lenguaje de corriente favorable a la reaiización inmedia-
las viejas polémicas, sostenia que el socialis- ta del programa máximo (reforzada per el
mo era el minimo a realizar. derrumbe nacionaichauvinista de Ia socialde-
También en Italia Ia discusión se desplazó mocracia internacional) pasa a ser amplia-
tnuy pronto al mismo terreno y en el congre- mente mayoritaria. La revolución rusa y el
so de Parma delpsi (1895) se decidió enco- conocimiento, todavia imperfecto, de los pro-
mendar a una oficina ejecutiva central Ia gramas del bolchevismo internacionalista y
tarea de elaborar los proyectos de los progra- revolucionario reforzaron todavia más esta
mas minimos, de naturaleza esencialmente corriente, que empezará a ilamarse abierta-
politica y administrativa. Arturo Labriola ela- mente 'maximalista" en el congreso de Bob-
borá un esquema caicando el de Erfurt, pero nia de 1919.
fue criticado. La cuestión, presente en todos Desde aquel momento empezó a usarse
los congresos socialistas, se retomó con ampliamente ci término m. en Italia, aunque
amplitud en el congreso de Roma de 1900, más bien en un sentido negativo. Ya fuera ia
donde se precisó que el programa mInimo era derecha gradualista del partido socialista
respecto al programa máximo como los (Turati, Treves, Modigliani), ya la izquierda
MERCANTILISMO 959

comunista (Ia fraccion comunista abstencio- solo fragrnentaria, o viceversa, presentar una
nista de Bordiga y el grupo turinés "ordino- aproximación sintética que no peque de gene-
vista" de Tasca y Gramsci) difundieron la ima- rica o de deficiente perspectiva. Por lo tanto,
gen, no del todo injustificada, pero ciertamen- cualquier definición o reconstrucciOn histó-
te excesiva, de un quiste centrista incapaz y rica será insatisfactoria. Por una parte corre-
enamorado de Ia frase escarlata". En 1921 riamos el riesgo de asentarnos sobre una tau-
se produjo en Livorno una escisión del esi, tologIa trivial ('el m. comprende las polIticas
que separó del viejo tronco Ia izquierda comu- económicas de los siglos xvi y xvii"), y por Ia
nista y filoboichevique, adherente a Ia nueva otra llegarIamos a distinciones quizás vOlidas
Internacional. En 1922 los reformistas ("uni- en on determinado territorio o en cierto
tarios") se separaron de los maximalistas, que periodo, pero arbitrarias e insatisfactorias en
se quedaron solos y fueron incapaces de cuanto a una valoración de con junto. Entre
tomar una posición clara (en el periodo dra- "ci m. fue todo" y 'el m. no existió", Ia inves-
mático del advenimiento del fascismo) respec- tigación acerca de las caracteristicas comu-
to del socialismo o del comunismo. Fuera de nes de las teorias de polItica económica de los
Italia ci area poiItico-ideologica correspon- siglos xvi y xvii puede aportar algOn fruto, al
diente al m. dejO de existir hien pronto, en menos en cuanto a las finalidades didácticas
cuanto el comunismo y Ia socialdemocracia de una obra de apoyo al lenguaje politico
se integraron en campos ideologicos y en corriente, el cual peca de muchas ambigue-
aiianzas internacionales netarnente distintas. dades y simplificaciones. Pero Ia aportación
Sin embargo, el término siguió usándose en más Otil para una comprensiOn del m. Ia pode-
Italia, donde el Psi mantuvo después de la mos encontrar en el conocimiento de los horn-
guerra un pacto de unidad de acción con ci bres, cuya obra fue considerada después
pci, resultando al mismo tiempo más eferves- como una unidad histórica. El m., a diferen-
cente que los comunistas en cuanto a reivin- cia de Ia fisiocracia (v.), no nació como escue-
dicaciones politico-sociales y subalterno res- Ia. Fue más bien ci efecto de contraposicio-
pecto a Ia politica stalinista. Se volvió a nes polémicas entre otras escuelas (entre ellas
hablar de m. en 1964, en ocasión de Ia forma- Ia fisiocracia) y otros economistas (empezan-
ción del esiue por obra de los socialistas hos- do con Adam Smith, a quien se debe el pri-
tiles a Ia coalición de centro-izquierda. rner intento de reconstrucción histórica en
Hoy el término parece haber perdido sus The wealth of nations, 1776, 1. iv, cap. 8).
primitivas ralces históricas y se ha converti-
do en un simple sinónimo de intransigencia ii 0BJETIv0s. MOs que una definiciOn, Ia corn-
ideologica y de rigidez en Ia lucha polItica de prensiOn del m. Ia podemos encontrar en Ia
Ia izquierda, conservando Ia connotación determinaciOn de los objetivos comunes en el
negativa dirigida a denunciar una acción poll- pensamiento y la acción de los mercantilis-
tica carente de resultados concretos y pura- tas: objetivos muy generales, de maxima, váli-
mente demostrativa. dos para los siglos xvI y xvii, tanto en Italia
como en Alemania, Francia, Espana o Ingla-
[BRUNO BONGIOVANNJ] terra, más allá de las barreras polIticas, cul-
turalcs y religiosas.
El objetivo mOs general en cuanto a propO-
sitos, y eI mas generalizado en cuanto a difu-
mercantilismo siOn geografica, consiste en la superación de
un supuesto de Maquiavelo: no solo no es
1. DEFINIcION. A una lInea de pensamiento y de necesario para Ia prosperidad del estado que
acciOn que se va abriendo camino durante dos Cste sea rico y los sObditos pobres, sino que
siglos (xvi y xvii), integrando politica y eco- es precisarnente la riqueza de los sObditos lo
nomia en la teorIa y en la prhctica, no se Ic que hace rico y poderoso al estado. He aquI
puede pedir unidad ni plena coherencia en su pues unidas dos instancias que se abren cami-
desarrollo; tampoco es posible, para quien no con fuerza en los albores de Ia edad moder-
intente investigar dicho proceso, presentar na, en un intento de sIntesis que más tarde
una aproximación omnicomprensiva, sino nos parecerá aberrante: la afirmación, a! mis-
960 MERCANTILISMO

mo tiempo, del absolutisnio estatal y de Ia metálico y alteración de los sistemas mone-


empresa privada. Dos instancias cuya conf]ic- tarios; agresividad de los estados nacionales;
tividad se vela atenuada por una serie de cir- aumento incesante del gasto pOblico; tenden-
cunstancias histOricas determinantes: en pri- cias pianificadoras en el terreno económico
mer lugar, la necesidad de competir militar (por ejemplo ci coibertismo en Francia).
y económicamente con las otras potencias. La
primera necesidad suponIa un estado autori- III. MERCANTILISTAS. En Italia, Alemania, Fran-
tario, la segunda una estructura comercial cia, Espafla, Ingiaterra: en todas partes, en los
que serIa tanto más audaz cuanto mejor pro- estantes de Ia biblioteca económica de los
tegida; una y otra estrechamente interdepen- sigios xvi y xvn, el primer objetivo declara-
dientes. Poder al estado para defender el do es la defensa del estado. Los escritores de
comercio con las armas y con las barreras cuestiories econOmicas parecen unirse al coro
aduanales; mercaderes enriquecidos con la de los que sostienen ci absolutismo politico.
exportación de productos man ufacturados, lo Pero on realidad noes asl. Observando mejor
cual provoca Ia acumulación de metales pre- dicho feriórneno, ci estado no se considera un
ciosos de importación y el mantenimiento en fin sino un medio: el valor supremo es Ia
territorio nacional de la producción de au- riqueza, la prosperidad. Esta estará cada vez
mentos. menos vinculada a una entidad abstracta y
El internacionalismo que permeó la filoso- cada vez más a una ciase social: en ci caso que
flay la práctica poiltica de la edad media cede estudiamos historicamente, la de los merca-
a la voluntad de poder, y entre los instrumen- deres.
tos de la nueva vision del estado nacional sur- Una opción que responde a las exigencias
ge y toma cada vez mayor fuerza Ia polItica del lenguaje politico contemporáneo nos lie-
económica. Un mercader será escuchado lo va a ejemplificar Ia difusión de las teorias
misrno que un general, por lo que nacerá una mercantihstas a iravés de autores represen-
nueva figura de consejero politico: el econo- tativos de las diversas realidades nacionales,
mista. Se afirma expilcitamente el principio lirnitándonos a los aspectos politico-sociales.
utilitarista, casi sin tapujos: toma vuelo, ideal John Hales (?-1571), uno de los primeros
y rnateriaimente, el espiritu burgues y capi- mercantilistas ingieses, debe ser citado por
talista. encima de William Petty, Thomas Mun y
Profundizando en los objetivos del m. ile- Josiah Chiid por la claridad con la que afir-
gamos a vislumbrar un modelo teórico prác- ma Ia naturaieza económica, antes que poll-
tico, con el que se puede reconstruir una espe- tica y religiosa, del vinculo que une a los horn-
cie de aventura paralela del pensamiento eco- bres, detectando una solidaridad de los inte-
nómico y de Ia historia económica, que se reses económicos más alIá de la relación so-
extenderá a lo largo de dos siglos. Reconstruc- berano-mercader: "todo mercader —escri-
ción dificil, dados los numerosos puntos de be— es miembro de Ia repOblica (common
vista que se han de tener presentes constan- weal) y todo oficio lucrativo para uno puede
temente para no perderse, como advierte jus- serlo para quien quiera ejercerbo del mismo
tamente Aldo De Maddalena (1980), en el déda- modo; lo que da berieficio a uno, lo darh tam-
lo de los escritos mercantilistas: formación bién a quien está cerca de él, y por corisiguien-
y consolidacion del estado unitario nacional; te, a todos" (A discourse of the common weal
ocaso definitivo de las aspiraciones de un of this realm of England, publicado on 1581,
poder supranacional; supervivencia de idea- pero escrito alrededor de 1549 y ampliamen-
les e instituciones de naturaleza particularis- te difundido en forma manuscrita).
ta; ruptura del monolitismo religioso y ecie- Antoine de Montchrestien (1576-1621), ci
siástico; piena victoria del capitalismo corner- primero que escribe un Traité d'économie
cial; descubrimientos geograficos y apertura politique (1615), pone en evidencia la nueva
de nuevos mercados de compra y yenta; des- moral burguesa y capitalista de una manera
plazamiento de las corrientes de tráfico inter- clara y sintética, cuando escribe por ejempbo,
nacioriales; consolidaciOri de politicas y que 'la felicidad de los hombres consiste prin-
estructuras monopolistas e imperialistas; cipalmente en la riqueza, y la riqueza on el
introducción de gran cantidad de circulante trabajo".
MER1TOCRACIA 961

Antonio Serra (1550-1560 - 1620-1625) es, ese modo la progresiva extinciOn del princi-
segiin Ia interpretación de Schumpeter, en su plo de Ia ascription (segdn el cual las posicio-
Historia del andlisis económico, el clarividen- nes sociales son atribuidas por privilegio de
te precursor de los modernos análisis de Ia nacimiento), sustituido por el principio del
relacion entre estrUcturas económicas y achievement (por el cual tales posiciones
balanza cornercial, a través de la superación sociales son por el contrario adquiridas gra-
de las teorIas monetaristas imperantes (los cias a las capacidades individuales): Ia rn se
feriórnenos monetarios, sustancialmente, son presenta justamente coma una sociedad don-
considerados como consecuencias más que de rige plenamentc el segmdo principio. Ade-
como causas; tienen un valor sintomático más más la m. se remite al ideal de la igualdad de
que una importancia propia). posibilidades, que estaban ya presente en el
En Ia órbita del m. giran tambien dos auto- artIculo 6 de Ia Declaración de los derechos
res cuyos nombres cstán vinculados todavia del hombre y del ciudadano de 1789, segdn
hoy a las citadIsimas "leyes" económicas: la cual los ciudadanos "son igualmente admi-
Thomas Gresham (Ia moneda mala desplaza sibles a todas las dignidades, puestos y
a la buena) y Gregory King (el precio global empleos pdblicos, segdn su capacidad y sin
de Ia cosecha de trigo en un pals europeo dis- otra distinción que aquella de su virtud y de
minuye cuando la cantidad de trigo produci- su ingenio". Este principio, indiscutible en el
do aumenta). piano formal, en Ia realidad social resulta de
dificil aplicación, tanto que Ia igualdad de
BIBLIOGRAFIA: P.W. Buck, The politics of mercan- oportunidades es considerada par algunos
tilism, Nueva York, Octagon, 1942; A. Dc Mad- sociOlogos (Bourdieu y Passeron) nada más
dalena, Il mercantilismo, en Storia delle idee poli- que una ideologia, apta para justificar la per-
tiche, economiche e sociali, dirigida por L. Fir- manencia de las desigualdades, haciéndolas
po, Turin, UTET, 1980, vol. iv, pp. 637-704; P. aceptables a todos. En efecto, segdn estos
Deyon, Los origenes de la Europa moderna: el autores el sistema educativo, al que le corres-
mercantilismo, Barcelona, Peninsula, 1972; E.F. ponde sancionar las capacidades de cada uno,
Heckscher, Ii mercantilismo (1931), Turin, UTET, funciona en realidad como mecanismo de
1936; J.W. Horrocks, A short history of mercan- reproducciOn de la estratificacion existerite
tilism, Londres, Methuen, 1942; J.A. Schumpe- a causa de los ineliminables condicionarnien-
ter, Historia del andlisis económico (1966), Méxi- tos sociales del logro escolar; en otras pala-
co, Fonda de Cultura Económica, 1971. bras, la selección escolar meritocrática serla
imposible de realizar, y la función del siste-
[ALDO MAFFEY] ma de enseñanza serla justamente Ia de hacer
aparecer naturales capacidades diversifica-
das que, por el contrario, derivan de las dife-
renciaciones sociales prexistentes.
meritocracia
II, EL ADVENIMIENTO DE LA MERITOCRACIA.Michael
Par m. se entiende, en términos
L DEFINIcI0NES. Young, con un ensayo reciente que propone
generales, el poder de Ia inteligencia, que en en una dave satirica la utopia sociologica del
]as sociedades industriales estarla sustituyen- advenimiento de una m., ha contribuido nota-
do a aquel que tiene su origen en el nacimien- blemente a difundir el usa de este término.
to en la riqueza en virtud de Ia función cum- En esta obra se describe la Inglaterra del 2033
plida por la escuela. Segün este planteo los como una sociedad perfectamente dirigida a
méritos de los individuo, expresados princi- Ia maximilización de la eficiencia producti-
palmente por las capacidades intelectivas, va a través del empleo completo de los recur-
que son sancionadas por el sistema escolar sos intelectivos de la poblacion oportunamen-
a través de diplomas y titulos, constituiria Ia te valorizados por Ia escuela. Young imagina
base indispensable, aunque no siempre sufi- que Ia aceptación generalizada del principio
ciente, del poder de las nuevas clases dirigen- del mérito puede lievar a la constitución de
tes, obligando también a los tradicionales gru- una clase dirigente de hombres perfectamen-
pos dominantes a adecuarse. Se postula de te seleccionados, los cuales, después de nume-
962 MILITARISMO

rosos y cuidadosos tests de inieligencia, te, referiOndose explIcitamente a Ia rn., ha dis-


logran acceder a los más altos grados de Ia cutido ci valor de la actual "revolución en ci
instrucción asumiendo después todos los car - campo de Ia instrucción", Ia cual constitui-
gos directivos. En base a criterios cientIficos ra casi una sintesis de las precedentes rcvo-
los inteligentes son separados de los otros, luciones: industrial y democrática. En efec-
dando vida a dos ciases diferentes, aunque de to, igualdad dc oportunidades e igualdad poli-
un nuevo tipo y con una movilidad generacio- tica de los ciudadanos, Ia primera ideologica
nal completa. El que es de Ia clase superior, y utOpica Ia segunda, encontrarian a través
con cociente intelectual elevado, tiene dere- de Ia rncdiaciOn dci sistema educativo una
cho a una buena instrucciOn y a notables pri- mayor posibilidad de realización; sin embar-
vilegios económicos y sociales; Ia ciase infe- go, las desigualdades subsistirian, aunque
rior recibe una instrucción elemental que, con menos arbitrarias.
motivo de Ia extension de Ia automatización, Las posiciones favorables a Ia rn. estOn yin-
no Ic estarO permitido ni siquiera ci trabajo culadas a un igualitarismo lormal que augu-
obrero y, por lo tanto, estarOn relegados al ra ci reconocimiento de los mCritos de cada
trabajo dornéstico en las casas de los super- uno, mientras que muchas de las posiciones
dotaclos. El problema de Ia igualdad y de Ia contrarias se basan en on igualitarismo nive-
instrucción se piantea de manera humoristi- lador que pretende negar las diferencias entre
ca: El error consistiria justamente en haber los individuos Diterente es Ia posición sobre
considerado fundamental in igualdad de las ci problema que pLiedle extraerse dcl ankhsis
posibiiidades, Ia coal en ci mundo actual, marxiano. Marx, en efecto, en Ia Crulica del
dominado por los valores de eficiencia pro- progrania de Got/ia, afirma Ia necesidad, para
ductiva de Ia industria, lieva inevitablemen- Ia sociedad comunista del luturo, de considc-
te a una desigualdad cada vez mayor. En ci mr Ia diferencia individual no desde a pers-
libro se critica la hmitaciOn de Ia escala de pectiva dcl reconocimiento diferencial de los
valores de Ia m., augurando una sociedad sin rnéritos sino en Ia atribución 'a cada uno
clases, es decir aquella que "tendrá en si y segOn sus necesidades". Por lo tanto las dife-
actuará segfin una pluralidad de valores. Por- rencias naturales son aceptadas pero se
que si nosotros valorOsemos las personas no rechaza Ia sanciOn social dc las mismas: se
solo por su inteligencia y cultura, por su ocu- trata de reconocerias para impedir que "desi-
pación y su poder, sino también por su bon- guales capacidades individuales, y por lo tan-
dad y su coraje, por su fantasia y sensibili- to capacidades de rendimicnto", sc transfor-
dad, por su amor y generosidad, las clases no men en privilegios. Respecto de Ia m. este aná-
podrian existir mks" (Young, p. 174). lisis se coloca en una altemnativa radical, opo-
El ideal de la igualdad permanece válido y niendo dos tipos de reconocimiento social: ci
se debe obtener a través de una instrucción de los mdritos y ci de las necesidadc'.c, neta-
capaz de dar a todosuna buena formación de mente antitéticos
base trasladando mucho más adelante toda
diferenciación funcional de los estudios. La BIBLIOCRAFIA: T. Parsons, El sistema social (1971),
actitud meritocrOtica representacla por el Madrid, Rcvista dc Occidente, 1976; D. Riesman,
contrario lo opueslo de Ia igualdad y de Ia Remarks on meritocracy, en Toward the year
democfacia, aunque a prirnera vista esto pue- 2000: Work in progress, a cargo de D. Bell (1967),
de no aparecer claramente en cuanto puede MuOn, Bompiani, 1969; M. Young. El irizoifo de
parecer justa una selecciOn basada sobre Ia La meritocracia (1958), Madrid, Tecnos, 1964.
valoración cientifica de Ia inteligencia y de los
esfuerzos de cada uno; pero ci resultado serO [LORENZO FiSChER]
sOlo una niasa pasiva cada vez más separada
de Ia elite intelectual.

HI, VALORACIONES CRITICAS DE LA MERITOCRACIA.


militarismo
Frente a las valoraciones crilicas como Ia de
Young se preseritan juicios positivos, corno L ORIGEN DEL CONCErTO Y DEL FENOMENO, El rn
por ejemplo ci de Parsons, que recientemen- constituyc un vasto con)unto de cost umbres,
MILITARISMO 963

intereses, acciones y pensamientos asociados ci ejercicio dcl poder imperial. Este fenóme-
con In utilización de las armas y con Ia gue- no, denominado pretoria n/SOld), constituye on
rra y que sin embargo trascienden los objeti- ejemplo iluminante de m. ante litteram. Pero
vos puramente militares. La naturaleza del m. ci pretorianismo era una especie de m. inter-
es tal que puede incluso Ilegar a obstaculizar mitenle que, carente de las bases estructura-
e impedir in obtención de los objetivos miii- les necesarias pal-a plasmar Ia sociedad, ter-
tares. Se asigna lines ilimitados; tiende a per - minaba siendo solo ci sucedOneo de procedi-
mear de si toda Ia sociedad, a impregnar Ia mientos constitucionales para ci traspaso del
industria y ci arte, a dar Ia preminencia a las poder. Se puede afirmar por lo tanto con
fuerzas armaclas sobre el gobierno; rechaza seguridad que el peligro del m. se presenta
la cientificidad de toda elección y de su racio- con Ia forrnacion de los ejercitos permanen-
nalidad y ostenta caracteristicas de casta y tes, con Ia conscripciOn masiva. Como ci fenó-
de culto, de autoridad y de Ic. Si el modo miii- meno no se habia presentado precisamente
tar de actuar consiste en Ia concentración de en Ia Roma republicana, cuando ci mando dc
hombres y de recursos con elfin de conseguir los ejércitos se confiaba a magistraturas
objetivos especificos con ci minimo dispen- cxtraordinarias bajo ci control dcl senado, a
dio de tiempo y de energias, de sangre y de civiles quc deseaban retornar a so trabajo
dinero y mediante Ia aplicación de las técni- habitual (Cincinato es ci ejemplo más lumi-
cas más racionales, entonces ci m. es una noso de esta tradición), ci fenómeno no se
degcneracion del modo militar de actuar manifesta hasta que no surge Ia necesidad de
(Vagts 1937, 11). las sociedades occidentales de recurrir a los
La expresiOn ni. se usó relativarnente tar- especialistas de la violencia, de Ia guerra.
de respecto de Ia aparición de las primeras El m. no tenia derecho de ciudadania en el
formas del fenórneno y por pnmera vez en periodo feudal cuando a las levees en masse
Francia, baja ci Segundo Jmperio, por los para las guerras seguIan después las disolu-
republicanos y por los socialistas para denun- ciones de los ejércitos, una vez concluida Ia
ciar el regimen de Napoleon III. El término expedición, y el rctorno de los soldados a sus
se difundiO rápidamente en Inglaterra y Ale- casas y a sos trabajos: en este periodo no
mania para indicar Ia predominancia de los habia ejércitos permanentes sino "guerreros"
militares sobre los civiles, Ia creciente pene- permanentes, esto es los señores feudales. El
tración de los intereses de carOcter militar en primer nOcleo de aquello que habria sido on
ci tcjido social y su amplia aceptación, ci ejército permanente se formo en Francia,
empleo de recursos extraidos con sacrificio paradojicamente corno consecuencia de la
por Ia poblaciOn y con perjuicio de Ia cultu- nccesidad de disolver ci ejército quc habia
ra y del bienestar y la disipaciOn de las ener- tornado parte en Ia guerra de los cien aflos.
gias de Ia nacián en las fuerzas armadas. M. Con elfin de defenderse de todos aquellos quc
ha terminado por significar, concretamente, no hahian tcnido otro trahajo sino ci de las
control de los militares sobre los civiles, sis- armas y, si era posible, liquidarlos, Carios VII
temática Victoria de las instancias de los pri- decidio tomar a su scrVicio en forma perma-
meros. Lo contrario de m, es por lo tanto ncntc on grupo de guerreros. La revocación
poder de los civiles y no pacifismo (v.). Lo con- de csta ordenanza por partc de so hijo Luis
trario de pacifismo, amor por Ia paz, es en XI suscitó las criticas de Maquiavelo que, sin
efecto helicosidad, amor por Ia guerra. embargo, parece haber confundido las armas
Si rn. es ci control ejercido por los milita- mercenarias con ci sistema de los caudillos.
res sobre los civiles, el mismo nace en una A csto se agrega ci hccho de que Maquiavelo
época muy anterior al siglo XIX; en efecto, se no comprendiO plenamentc Ia importancia de
presenta por prirnera vez en ci Oltimo perio- un ejército de profesionaies dependientes del
do del imperio romano, cuando tanto las monarca en Ia creaciOn del estado nacional
guarniciones instaladas en los confines del y, en lo que se rcfiere directamente a Floren-
imperio para defenderlos de los hOrharos cia, no foe más ailá de Ia intuiciOn estratégi-
como los pretorianos residentes en Ia misina Ca de una rnilicia dc ciudadanos soidados.
Roma constituIan un instrumento indispen- Otra etapa importante es ci proceso comen-
sable para Ia conquista, el mantenimiento y zado por ci monarca prusiano después de ia
964 MILITARISMO

paz de Westfalia (1648), proceso durante el tras Inglaterra habla sido vacunada contra ci
cual él utilizó la formación de un ejército esta- m. por la experiencia de Ia dictadura de Crom-
ble más bien consistente como arma para fun- e1l y por ci hecho de que los burgueses
dar Ia unidad del estado, contra los privile- hablan logrado rápidamente ejercer su con-
gios de las capas. No estamos todavIa cerca- trol sobre ci poder de gastos del rey, blo-
nos a Ia creación de un cuerpo de oficiales quearido asI las asignaciones de fondos con
profesionales, pero no hay duda de que el ejér- fines militares, en Francia y on Alernania Ia
cito estable constituyo un primer paso en Ia burguesla se reveló más débil, y ci rey y su
dirección de una mayor exigencia de adies- burocracia nobiliaria consiguieron mantener
tramiento también de los oficiales. Pero no el control del area militar y de sus dotacio-
podia tratarse solo de adiestramierito sino nes financieras. Los nobles y los aristócratas
también de modalidadades y tipos de reclu- consiguieron asI conservar por mucho tiem-
tamiento. Dc suerte que Ia verdadera fecha p0 su preminencia en los rangos de los ofi-
de inicio de la 'profesionalizaciOn" de los ciales, preminencia quebrada en Prusia —solo
militares debe considerarse el 6 de agosto de de principio, nunca de hecho— por ci decre-
1808, cuando el rey de Prusia con un decreto to mcncionado más arriba y solo temporal-
abrió los altos grados del ejército a todos mente en Francia par las armadas revolucio-
aquellos que poseyeran los niveles exigidos narias, ya que la Restauración, la monarquIa
de conocimientos profesionales, de instruc- burguesa y el Segundo Imperio nunca se Jibe-
ción y de valentla. Este decreto, que consti- raron compictamente del reclutamiento pri-
tuIa Ia respuesta prusiana a las desastrosas vilegiado on las filas de los oficiales prove-
derrotas de Jena y Auerstadt por obra de la nicntes de la nobleza no calificados profesio-
armada napoleónica, fue seguido por Ia fun- nalmente, con todas las consecuencias disfun-
dación de la primera escuela militar de espe- cionales que derivaban para Ia conducción de
cialización —Ia Kriegsakademie— y habria de la guerra.
lievar finalmente a la revancha sobre los fran- Por un largo periodo los nobles europeos
ceses on la guerra de 1870. Con el decreto de que habian perdido su función con Ia disgre-
1808 el rey de Prusia no solamente dio fin al gación dcl sistema feudal fueron salvados de
reclutamiento adscriptivo, por ci cual solo los Ia bancarrota por los cargos quc consiguic-
nobles podIan cubrir el cargo de oficial, reclu- ron ocupar en los distintos ejércitos, obte-
tamiento que habIa constituido justamente nicndo asI una especie de sinecura. La amc-
desde los tiempos de Carlos Villa regla en naza a cste priviiegio vino no sOlo de las arma-
las sociedades occidentales, con la Onica das revolucionarias francesas sino también
exclusiOn de Inglaterra, sino que dio comien- dcl ejemplo estadunidense, un pals carente de
zo al proceso quc haria de Prusia el estado un ejército permanentc, guiado por oficiales
guIa de Ia unificación alemana y ci cuartel de reclutados entrc la gente comOn y con un
Europa. comandante suprcmo que afirrna Ia superio-
El proceso a través dcl cual los nobles dad de su función de civil aI finalizar la guc-
habIan ocupado hasta ese entonces todas las rra de hberacion victoriosa. El sistcma de
posiciones de mando en los ejércitos de los ejército permanente, confiando a nobles
varios estados europeos —prescindiendo de carentes de una instrucción especifica y sin
sus capacidades profesionales— se inicia otra calificaciOn que su blasón, sacudido por
naturalmente desde ci momenta en ci que se dos revoluciones, es definitivamente atacado
exige a los combatientes correr con los gas- y derrotado por la fundaciOn de Ia Kriegsa-
tos del equipo necesario para las campanas kadcmic prusiana. Pero este momento, que
militares, sigue con la racionalización de que marca ci comienzo de Ia profcsionalización
los puestos de mando en guerra debian de los oficiales, marca también ci fin dc Ia
corresponder a aquellos que ocupaban las subordinación de los militares a los gobernan-
posiciones de preminencia en tiempo de paz tes civiles on cuanto miembros de una mis-
y se refuerza cuando la naciente burguesIa ma clase con los mismos intereses objetivos.
prefiere dedicarse al cornercio y a las activi- El complejo probiema de Ia reiación civiles-
dades industriales y delega el improductivo militares partc de esta transformacion.
oficio de las armas a los nobles. Pero mien-
MILITARISMO 965

IJ. DIFERENCIACION ESTRUCTURAL Y PROFESIONALIZA estén cubiertos por los mismos individuos, es
CION OF LOS MILITARES. Qué se entiende exacta- decir que haya una clara mezcla, o bien que
mente por profesionalización? La pro fesiona- los lIderes politicos y los jefes militares se
lización es el proceso mediante el cual un gru- recluteri de manera diferente, en base a dife-
po de individuos adquiere una serie de capa- rentes calificaciones, y siga un distinto cur-
cidades y de conocimientos técnicos y se orga- sos honorurn.
niza en una instituciOn con normas y Naturalmente estas distinciones no deben
reglamentos propios que los separan de los observarse de manera estática sino que pue-
otros grupos y de las otras instituciones pre- den cambiar y generalmente cambian en el
sentes en Ia sociedad. La institución militar, tiempo originando modelos diferentes de rela-
como toda otra organización profesional, pue- ciones entre militares y civiles. La tesis pre-
de de esa manera regular el acceso de indivi- valeciente sostiene que estas relaciones están
duos a su interior tanto reclutando solo aque- caracterizadas por un predominio de los civi-
lbs que poseen ciertas capacidades y cono- les, representarites de toda la sociedad, ante
cimientos explIcitamente sancionados como ella responsables y por ella revocables, cuan-
socializando a los individuos reclutados a las do Ia modernizaciOn de las estructuras poli-
normas, a los reglamentos e incluso a las cos- ticas —en particular Ia racionalizacion y Ia
tumbres vigentes en ci interior de la institu- Iegitimación de Ia autoridad— haya precedi-
cion. El proccso de profesionalización de los do a Ia creación de un ejército moderno y ef i-
militares forma parte por lo tanto del mOs ciente de profesionales. Esta relaciones tien-
amplio proceso de diferenciación estructural den a registrar una prevalencia, con modal i-
que las sociedades occidentales o no, han atra- dades y bajo formas diferentes, de los mih-
vesado y que experimentan aOn ahora en el tares sobre los civiles cuando ci ejército
curso de la modernizacion social, económica representa Ia estructura más moderna de un
y politica. pais en ci que las otras estructuras están atra-
Pueden distinguirse tres diferentes niveles vesando fases de profunda transformaciOn y
de diferenciación. Antes que nada, en el nivel las estructuras politicas en particular están
de las relaciones entre sociedad y fuerzas en Ia bOsqueda de nuevos tipos de legiti-
armadas, estas Oltimas pueden constituir par - midad.
te integral de Ia sociedad y reflejar e incor-
porar sus valores dominantes y desarrollar IJI. REL.ACIONES CIVJLES-MJLITARES Y ESTADO-
funciones no puramente militares o pueden GUARNICION. Naturalmente las relaciones entre
ser netamente diferenciadas y desarrollar militares y civiles deben también examinar-
ilinicamente funciones militares y sobordina- se a la luz de los cambios tecnolagicos y del
das al poder politico en Ia aceptaciOn de los sistema internacional que se han producido
valores dominantes de la sociedad. En el desde elfin de Ia segunda guerra mundial has-
segundo nivel se colocan las relaciones entre ta hoy y que han Ilevado, segün algunos auto-
el liderazgo de las fuerzas armadas, es decir res, hacia Ia instalación de una tecnoestruc-
el cuerpo de oficiales, y las varias elites socia- tura militar o de un complejo militar-
les, econOmicas y politicas. Entre estos gru- industrial y que, segi.in otros autores, podria
pos puede haber una compenetración tal que desembocar en ci Ilamado estado-guarniciOn.
la elite militar pueda formar parte dc Ia elite Por bo que se refiere a Ia primera hipotesis
económica y/o tener los mismos origenes se ye cOmo el sistema internacional actual
sociales y los mismos modebos de comporta- hace imposible el empleo de las armas actual-
miento, o si no una division neta por Ia coal mente a disposiciOn de los militares so pena
Ia elite militar sigue modebos de comporta- del holocausto de la humanidad misma. Es la
miento social y profesional diferentes e funciOn del militar como especialista de la
incompatibles con aquellos de las otras posi- violencia la que se pone en crisis, salvo su
ciones de elite. El tercer nivel es ci de las rela- ejercicio en algunas guerras locales, en las
ciones de los jefes de las fuerzas armadas y cuales por otra parte la frustraciOn por el veto
los lideres polIt os más irnportantes. Inclu- dado por los civiles al empleo de las armas
so en este nivel puede verificarse el caso de atOmicas resolutivas crea un enorme descon-
que las tareas de mando politico y militar tento entre los jefes de las fuerzas armadas.
966 MILITARISMO

No por esto el militar abandona completa- La tesis del estado-guarnicion, elaborada


mente su papel de experto y continua solici- por Harold Lasswell durante Ia segunda gue-
tando más dinero, más armas y más hombres rra mundial y rexaminada par él veinte años
con elfin de cumplir su función de protección más tarde, se vincula con este üitimo punto
del estado. y sostiene, dicho brevernente, que Ia sobrepo-
Para obtener los medios necesarios para el sición de crisis de scguridad en los paIscs
buen funcionamiento de sus instituciones, los industriales impulsará a sus lideres a movi-
militares deben cumplir tres funciones gros- lizar la sociedad en preparativos cada vez más
so rnodo politicas: la función c/c representa- vastos y cada vez más capilares para la gue-
ción c/c los intereses de la institución militar rra y llevará inevitablemente a una organiza-
a la cual es constitucionaimente confiada Ia ciOn sociopolItica que vera ci predominio de
protecciOn y la defensa del territorio nacio- una coalición de lidcres civiies y militares.
nal y de los ciudadanos; Ia función de conse-
jo respecto de los que deteritan ci poder poll- IV. INTERVENCION DR LOS MILITARES EN POLITICA.
tico, y finaimente la función de realización de Aunque ci concepto y ci fcnOmeno del m. nace
los objetivos politicos elaborados per los civi- en Europa occidental, en las democracias
les incluso sobre Ia base de los consejos dados constitucionales europeas (coma por otra par-
por los expertos militares. Los militares tra- te en los reglmenes camunistas) el m., enten-
tan sin embargo de escapar at control de los dido coma intervcnción directa de los milita-
civiles erigiendo airededor de sus actividades res en politica, no ha tenido mayor cabida
y de sus pedidos dos tipos de barreras: la sino de manera muy intermitente: pueden
barrera del top secret, o secreto de estado, citarse los casos de la Aicmania guillermina
y Ia barrera de la competencia. Estas dos y hitleriana y, solo forzando un poco y siem-
barreras permiten también a los militares pre en medida mucho menor, de Francia des-
dirigirse directamente, en la carrera de los de 1871 hasta los airededores de 1900 (de Bou-
armamentos, a las industrias belicas y crear langer al caso Dreyfus). El fenómeno del m.
una serie de vinculos de cointerés con estas aparece, par el contraria, can puntas máxi-
industrias que han permitido habiar justa- mas en las palses en vias de desarrallo y,
mente de complejo milita r-industrial. actualmente, sabre tada, en Africa y, par un
El m. presenta entonces su rastro moder- larga periada de su historia, que tadavIa no
no precisamente cuando los militares se ha terminado, en America Latina. Sc aponen
encuentran obligados par su avidez de armas dos tesis que intentan explicar ci fenómena
nuevas y cada vez más perfeccionadas (en las dcl m. tanta en los rcgimcncs occidcntaies
puntillosas demandas en las cuales subliman coma en las paIses del tercer mundo.
parte de las energias que no consuman en Huntington sostiene sabre todo que las ver-
batalla) a efectuar presiones de naturaleza daderas causas de Ia intervención de los mili-
extraconstitucionales sobre los civiles. Estas tares en politica no deben buscarse principal-
presiones consisten habitualmente, en orden mente en ci interior de la arganizaciOn mili-
creciente dc importancia, en amenazas de tar sina que solo pueden camprenderse 51 SC
dimisiones, en hacer püblico el disenso, en estudian las relaciones entre arganizaciOn
abiertas manifestaciories de desprecio, en militar y organizaciones civiles. Los estimu-
rechazo de la ejecución de las órdenes, en reti- los a la intervención de los militares a ia
ro del âpoyo al gobierno y en intervención demanda dc un liderazgo de tipa militar pue-
armada directa. Los objetivos de estas ame- den verificarse en tres acasioncs: primera,
nazas pueden ser tanto ci gobierno coma algu- cuanda Ia sociedad atraviesa un perioda de
nos grupos politicos bien individualizados. caos y de anarqula a tal punto que se cree que
Cada vez que estas amenazas tienen éxito pue- salamente las fuerzas armadas pueden frenar
de hablarse de intervención de los militares el praceso de decadencia y de desintegracion
en politica, intervencióri que puede ir desde social restableciendo ci ardcn y la disciplina.
ci simple veto de la actividad gubernativa a Segundo, cuanda hay dos grupas en compe-
de sus sectores relevantes a Ia introducción tencia y el ejército es liamado a defender ci
de personal militar en ci gobierno y hasta Ia orden vigente par el grupo en el pader a a pro-
gestión directa del poder. mOver los intereses del grupo excluida. En
MILITARISMO 967

tanto los jefes militares teman provocar frac- de ejercer so influencia solamente en los
turas en ci interior de las fuerzas armadas, modos prescritos par Ia constitución y no
eligiendo un grupo antes que otro, es raro que exceden la normal actividad de prcsión. En
los mismos no tomen posición en caso de no los sistemas con cultura politica desarrolia-
ser posible acertar a priori de qué grupo se da", es decir aqucilos en los que Ia legitimi-
harán sostenedores. Esta elección depende dad de los procedimientos para Ia transferen-
frecuentemente del origen étnjco, de la pro- cia del poder no ha sido todavia bien consoli-
veniencia geografica y de Ia ciase de pertenen- dada, las fucrzas armadas intervienen en la
cia de los oficiaies además de su actitud hacia esfera polItica en forma limitada y esporOdi-
ia actividad poiltica, de las tradiciones nacio- ca, siendo los lirnites de Ia intervención dados
nales y de las fuerzas armadas y de sus expe- por las fuerzas sociales organizadas. En los
riencias precedentes. Tercero, cuando haya sistemas politicos con cultura politica "inma-
varios grupos en competencia no solo por ci dura", es decir donde los grupos organizados
controi del poder central sino sobre temas de son pocos y débiles, o "minima", es decir don-
fundamental importancia incluso para los de el gobierno puede ignorar para todos los
miiitares como la corrupción, ci orden social, efectos a la opiniOn pñblica, la intervención
Ia constitución y la politica exterior, las fuer- de los militares es relativamente mas fOcil,
zas armadas pueden intervenir frecuentemen- más directa, más frecuentc y mOs duradera.
te interpeladas por una de las facciones de los Segfin Finer es un error pensar que es Ia
civiles, y sOlo excepcionaimente en forma profesionalización Ia que impuisa a los miii-
autónoma. tares a encerrarse en los cuartcles. Lo que
La estructura del sistema social, su grado cuenta son otros factores entre los cuales des-
de diferenciacion estructural y ci nivel de pro- taca el grado de aceptaciOn social de las nor-
fesionalización de las fuerzas armadas cons- mas constitucionales y del principio de la
tituyen, segOn J-Iuntington, elementos impor- supremacia del gobierno civil. Los militares,
tantes y frecuentemente decisivos para disua- además, pueden ser frenados en Ia interven-
dir a los militares de Ia intcrvención en Ia ciOn por el temor a que las capacidades de sus
esfera politica en forma abierta. Huntington tropas no scan adecuadas, por ci mieda que
destaca esencialmente la profesionahzación Sc verifiquen escisiones en ci interior de las
reaizando cómo un cuerpo de oficiales forma- fuerzas armadas y par Ia preocupacióndc
do por "profesionales" es celoso de sus pre- colocar en peligro el futuro mismo de su ins-
rrogativas, consciente de su incompetencia en tituciOn en ci caso de que la intervenciOn fra-
Ia estera politica y bien dispuesto a aceptar case. Precisamente La profesionalizaciOn pue-
su papel de ejecutor de las decisiones guber- de impulsar a los militares a intervenir en Ia
namentales. Ya que Ia profesionalización es vida politica, en primer lugar porque ellos
función de la diferenciación, cuarito menor es pueden considerarse servidores del estado y
la misma tanto más probable es Ia mezcla de la naciOn más que de un particular gobier-
entre funciones polIticas y funciones milita- no, en segundo lugar porque pueden termi-
res y tanto menor es Ia justificación de la obe- nar por identificar los valores de su institu-
diencia de los militares a las autoridades poll- cion y su fuerza con los fines de Ia protecciOn
ticas. de La sociedad y de su scguridad, en fin por -
La tesis de Finer se funda por ci contrario que pueden ternen aquellos cambios en ci
en ci concepto de cultura poUtica entendida orden constituido que Ics provoquen desven-
en ci sentido especifico de adhesion a las nor- tajas —pérdidas de prestigio social y de finan-
mas y a los procedimientos dcl sistema poll- ciamientos— y sin embargo lieguen a resis-
tico y a sus instituciones estimadas dignas de tirse a ser usados corno defensores de un par-
obediencia. El nivel de cultura politica varIa ticular orden constituido.
naturalmente segOn ci ambito de los grupos Las tesis de Finery de Huntington solo apa-
organizados que profesan esta adhesiOn. En renternente son antagónicas: profesionaliza-
los sistemas con cultura poiltica "madura", cidn y cultura polItica sirven para destacar
es decir aquellos en los cuales los nurnerosos algunos componentes de Ia adhesion de los
grupos organizados manifiestan su apoyo a militares a aquelias normas, de Ia tradición
las instituciones civiles, los militares tratan iiberal-democratica por un lado y dci pensa-
968 MILITARISMO

miento marxista por otro, que subordinan los diar a la preparación obtenida por los civi-
militares a los civiles. Aun corriendo el ries- les en las sedes universitarias. Por lo demás,
go de simplificar excesivamente, vale Ia pena la comOn experiencia de aprendizaje ha crea-
notar que esta adhesion y la relativa obedien- do en muchos oficiales un fuerte espiritu de
cia no se pueden obtener más que cuando el cuerpo.
gobierno sea considerado legilimo: son las En decadencia las dos rCmoras más impor-
bases de la legitimidad del gobierno, su fuente tantes para el ejercicio directo del poder de
y su ámbito, además de las modalidades de gobernar, y adquiridos asi conocimientos y
las modificaciones a través del tiempo, las que Fe en las propias capacidades y competencias
permiten explicar y prever Ia intervencián de y Ia legitimidad de amplios sectores de la cia-
los militares en polItica, siendo claro que esta se media, que están dispuestos a delegar en
intervención es por lo general inconcebible los militares tecnócratas" ci honor y Ia car-
sin un áspero conflicto de intereses entre los ga del gobierno, las intervenciones de los mili-
representantes civiles de los grupos organi- tares en la politica en los años sesenta y seten-
zados. La intervención de los militares en poll- ta, sobre todo en America Latina, han perdi-
tica es, primero, sIntoma y efecto de decaden- do sus caracterlsticas de temporalidad y de
cia de Ia sociedad civil y de la ciase poiltica contradictoriedad entre facciones contra-
y, luego, causa de una ulterior desintegracion. puestas. El nuevo pretorianismo, como ha
sido definido, ha ilevado a intervenciones ins-
V. REGTMENES MILITARES. Hasta hace cerca de titucionales, es decir de las fuerzas armadas
veinte aflos, las intervenciones de los milita- en su conjunto (aunque no hayan faltado
res en politica eran sustancialmente de carác- manifestaciones, minoritarias, de disensión),
ter quirürgico. Se limitaban, pues, a ampu- y a la creación de gobiernos militares que
tar la esfera politica de algunos de sus parti- rápidamente han intentado convertirse en
cipantes, como lIderes, grupos y partidos no regimenes. Los casos de mayor éxito son los
gratos, y a consignar el poder, despues de un que se registraron en Brash (en 1964) y en
breve interludio militar, a los civiles gratos. PerO (en 1968). Desde ci punto de vista de la
Esta decision dependIa sobre todo de dos con- capacidad de dirección politica y de transfor-
sideraciones. En primer lugar, los militares macion socioeconOmica, menos éxito alcan-
no creIan poseer la competencia necesaria zaron los casos de Argentina (1966-1973, y des-
para gobernar por si solos y en segundo lugar pués en 1976), Uruguay y Chile (ambos en
Se daban cuenta de que su intervención solo 1973). Y, sin embargo, el poder permaneció
podia de algun modo legitimarse si quedaha en manos militares. No solo eso, sino que se
claro que el poder serla restituido rápidamen- introdujeron reformas y cambios incluso irre-
te a los civiles. Es decir que los militares goza- versibles.
ban de cierta legitimación al intervenir pero Aunque muy criticados, los regImenes miii-
de ninguna a la hora de gobernar en nonibre tares han encontrado también apologetas. Se
propio. ha dicho que garantizan la estabilidad politi-
La situaciOn ha cambiado, particularmen- ca, bien vista después de las intensas tensio-
te en America Latina (v. militarismo latinoa- nes y choques que caracterizaron a los ante-
mericano), y las consecuencias ban saltado a riores regImenes civiles. Se sostiene que han
la vista de inmediato. El proceso de profesio- dado origen a desarrollo económico, incluso
nàlizacion no sOlo ha acrecentado los cono- reduciendo la alta tasa de inflación endémi-
cimientos de los rdilitares en su campo espe- ca; que han lanzado transformaciones profun-
cifico, sino que ha diversificado sus compe- das en Ia esfera de la propiedad agraria
tencias. La creación de escuelas de alta espe- (como, por otra parte, es cierto en solo ei caso
cialización para los oficiales del estado mayor peruano); que ha facilitado Ia integración
ha producido en los aflos cincuenta, en algu- social. Ahora bien, abierta a6n Ia discusiOn,
nos paIses, sobre todo en Brasil y PerO pero pareceria por los datos que estân a nuestra
también en Argentina y en Chile, un grupo disposicion (Nordhnger) que los Cxitos de los
consistente de oficiales con preparación poll- regimenes militares han sido más bien liii-
tica, económica y sociológica y en un sentido tados. Seria errado generalizar sobre Ia base
mCs amplio técnica, que riada tiene que envi- del puro caso brasileno, que ha gozado de una
MILITARISMO 969

estabilidad polItica pagada con un alto nivel E. Finer, La influencia de los militares en la poli-
de represión, y de una inflación contenida, tico, Buenos Aires, Sudamericana, 1970; D. Hers-
pero solo hasta hace poco, a expensas de los pring e I. Volgycs, Civil-military relations in com-
salarios agrIcolas e industriales. AsI como munist systems, Boulder, Westview Press, 1978;
serIa equivocado y descarriado valorar el exi- S. P. Huntington, The soldier and the state: The
to de los peruanos en ci kmbito de la movili- theory and politics of civil-military relations,
zación de una sociedad compleja sin tener en Cambridge, Harvard University Press, 1957; M.
cuenta la involución, más bien inevitable, Janowitz, El soldadoprofesional, Buenos Aires,
experimentada a partir de los afios setenta. Tres Americas, 1970; M. Janowitz y J. van Doom
Sobre todo, si prescindimos de los demás (comps.), On military ideology, Rotterdam, Rot-
casos, en los que los regImenes militares, terdam University Press, 1971; On military inter-
posiblemente por estar privados del apoyo de vention, Rotterdani, Rotterdam University Press,
parte de amplios sectores de las clases medias 1971; E. Jot fe, Party and army: Professionalism
asi como del sostén interesado de los grupos and political control in the Chinese officer corps,
transnacionales, han recurrido a un elevado 1949-1964, Cambridge, Harvard University Press,
nivel de represión, permanecen abiertos los 1971; C. Keileher (comp.), Polilical.military
problemas de una administracion poiltica del systems, Londres-Beverly Hills, Sage Publica-
gobierno que ileva al cambio y que favorezca tions, 1974; R. Kolkowicz, The Soviet military
sucesiones ordenadas y apertura a los inte- and the Communist Party, Princeton, Princeton
reses de grupos más amplios. Al contrario, la University Press, 1967; K. Lang, Military orga-
experiencia de casi todos los casos de regime- nizations, en Handbook of organizations, a car-
nes militares (a los citados prodriamos afla- go de J. March, Chicago, Rand McNally, 1965,
dir los de Ghana y Nigeria) demuestra que los pp. 838-878; R. Luckham, A comparative typology
regimenes militares sofocan los conflictos sin of civil-military relations, en Government and
resolverlos y los dejan en herencia, exacerba- Opposition, VI, invierrio de 1971, pp. 5-35; The
dos, a los civiles o a otros gobiernos milita- Nigerian military: A sociological analysis of aut-
res y, por lo tanto, son presa constante de Ia hority and revolt 1960-196 7, Cambridge, Univer-
inestabilidad politica que buscaban destiuir. sity Press, 1971; E. Nordlinger, I nuovi pretoria-
ni. L'intervento dei militari in politica (1977),
VI. PERSPECTIVAS DE INVESTIGACION. A juzgar por Milan, Etas Libri, 1978; F.M. Nunn, The military
los intentos de algunos regimenes militares, in Chile: an history. Essays in civil-military rela-
aquellos mejor institucionalizados, ci proble- tions, 1810.1973, Albuquerque, University of New
ma que se les presenta es doble: democrati- Mexico Press, 1976; G. Pasquino, Militari epotere
zación de la estructura politica e inserción in America Latina, Bolonia, II Mulino, 1974; A.
civil. Estos pasos, difIciles, se van dando con Perimutter, The military and politics in modern
lentitud y no sin contradicciones. No queda times: On professionals, praetorians, and revolu-
ciaro que sea posible una democratizacion sin tionary soldiers, New Haven, Yale University
ruptura y sin choques con las alas extremis- Press, 1977; Il nuovo potere militare in America
tas de las organizaciones militares (y éste es Latina, en Politico Internaziortale, mayo-junio de
un tema de investigación de primera magni- 1977; P. Schmitter (comp.), Military rule in Latin
tud). Ni queda claro si Ia evolución podrIa lle- A merica. Functions, consequences, and pe rspec-
varse a cabo en ci sentido de un regimen mix- tives, Londres-Beverly Hills, Sage Publications,
to militar-civil, en ci que corresponda a los 1973; A. Stepan, Brasil: los militares y la politi-
primeros ci poder Oltimo. Al permanecer sin co (1971), Buenos Aires, Amorrortu, 1974; J. van
resolver e indefinido el cuanto de participa- Doom (comp.), Armed forces and society, La
ción polItica que garantizar a los civiles, ci Haya, Mouton, 1968; Military profession and
estadio pretoriano de muchos sistemas poli- military regimes, La Haya, Mouton, 1969; C. E.
ticos de America Latina y del tercer mundo Welch jr. y A. K. Smith (comps.), Military role and
debe considerarse en plena evoluciOn. rule. Perspectives on civil-military relations,
North Scituate, Duxbury Press, 1974; C. E. Welch
8IBLIOGRAFIA. H. Bienen y D. Morell (comps.), jr. (comp.), Civilian control of the military.
Political participation under military regimes, en Theory and cases from developing countries,
Armed Forces and Society, t, verano de 1975; S. Albany, State University of New York Press,
970 M1L1TARISMO LATINOAMERICANO

1976; W. W. Whitson (comp.), The military and paiscs que reguian Ia reiaciOn entre ejército
political power in China in the 1970s, Nueva ' politica a partir de pautas liberales —o sea
York, Praeger, 1972. que jerarquizan los principios de Ia prescin-
dencia polltica de los militares y su sujeción
[GIANFRANCO PASQUIN01 al poder constituido— aquéllos cuentan por
to menos reconocirniento por parte dcl siste-
ma politico para opinar sobre detensa, scgu-
ridad y politica interriacionai. Dc manera que
militarismo Jatinoamericano la cuestiOn del militarismo no remite al aban-
dono por parte de los militares de una supues-
1. CARACTERIZACJON DEL CONCEPT0. Las ciencias ta actitud de prescindencia politica. El térmi-
sociaies Jatinoamericanas registran en ci no m. evoca mOs bien, especialmente para ci
decenio de 1960 la apariciOn de un tema que caso latinoamericano, un exceso. Sc aplica a
hasta entonces habla sido sOlo objeto de abor- una desmedida intcrvcnción de los militares
dajes ocasionales: ci de la presencia de los en poiitica. IntervcnciOn que se caracteriza,
militares en la politica. Dicha aparición ponla bhsicamente por ser / recuente y lesiva de twa
de manifiesto un dobie influjo ejercido sobre legalidad vigente. La lesiOn de una lcgalidad
los cientistas sociales de Ia region. Por un lado institucionada no hace referencia cxclusiva-
la influencia de algunas investigaciones de mente a la quiebra de los ordenamientos cons-
autores norteamericanos, quienes fueron los titucionales, par to comun de corte liberal en
primeros en encarar estudios sistemhticos la region. Vale incluso para regImenes miii-
sobre el particular. Como por aquellas fechas tares quc estatuyen de facto una juridicidad
—inicios de los 60— Ia presencia de ia escue- por encima de Ia constituciona], que pucdc
Ia funcionalista era fuerte en los medios aca- scr también violada como ilustran los casos
démicos del area, no resulta extrano que junta de los rempiazos de Velasco Alvarado en PerO
a las corrientes teóricas inspiradoras se ano- y dc Ongania en Argentina. Es decir que el in.
taran algunas de sus preocupaciones temOti- hace presa inclusive de los propios regime-
cas. Pero, por otro ]ado, Ia propia realidad nes militares.
latinoamericana ponia io suyo: desde mecha-
dos de los 50 crecIa ci nOmero de los golpes IL LA EXPLICACION DEL FENOMENO Ha sido fre-
rnilitares y la intervención mihtar en polIti- cuente que Ia cxplicaciOn dci m. reposara
ca se convertia en u17 fenómeno que difIcil- sobre dimensiones dc Ia situación, esto es del
mente podia pasar desapercibido. Con ci contexto a partir del cual actOan polIticamen-
correr del tiempo, ci análisis de Ia actuación te los militarcs. Cuestiones tales como Ia ines-
militar en politica, sus ligazones con ci siste- tabilidad politica y Ia insuficiencia hegemO-
ma de dominacion, ci examen de sus carac- nica —la incapacidad de quc sector alguno
teristicas en cuanto organización, sus moda- proycctc su pocier sobre Ia sociedad en tér-
iidades de intervenciOn, sus rasgos institucio- minos consensuales— quc presentan buena
riales y otros temas afines, se fueron consoli- parte de los paiscs de Ia regiOn; Ia dcpcnden-
dando coma Ombitos particulares de Ia refie- cia y la ligazon de los ejércitos locales a los
xion socioiogica y politica de Ia region. dictamenes de Washington; o bien el hecho
Surgieron entonces una serie de conceptos de que aquellos constituyan ci epicentro dci
como los de intervencionisrno militar, auto- dispositivo represivo dcl estado burgués, apa-
ritarisrno y ci propio de militarisrno, destina- recen recurrentemente en las intcrpretacio-
dos a dar cuenta de Ia participación de los nes corrientes coma los fundamentos dcl
militares en poiltica. intervencionismo rnilitar. Sin embargo estas
Para una caractcrizaciOn del concepto de variables no están en condiciones de agotar
militarismo conviene reconocer de entrada Ia explicaciOn del fenOmeno. Si se observa a
que en las sociedades modernas es normal grandes rasgos el cuadro de la intervenciOn
que el anna intervenga en politica. Es cosa militar en politica en ci Ultimo mcdio siglo
corriente, por ejemplo, que representantes de latinoamericano se torna cvidcnte Ia necesi-
las instituciones armadas en calidad de tales dad de introducir otras dimcnsioncs de anO-
integran los gahinetes presidenciaics. Aun en lisis para dar cuenta dcl hccho quc nos ocu-
MILITARISMO LATINOAMERICANO 971

pa. El tema de Ia insuficiencia hegernónica 3. Modalidades propic-iadoras do hegemonias


—o de Ia crisis de hegemonia como prefieren nacionalrnente alternativas
llamarla otros autores— está sin dudas sis-
ternticamente prescntc. Pero si bien arroja 3.1. Con participacidn rnilitar directa en los
iuz sobre el por qné del intervencionismo, comienzos que deja lugar posteriormente al
nada nos dice en cambio acerca dcl cómo, es funcionamiento de medios demopariamenta-
decir acerca de los diversos modos de hacer rios de rcprcsentaciOn politica, de aceptable
en poillica de los militares una vez que han contenido consensual. Este seria el caso de
ocupado el escenario estatal. Argentina durante ci periodo de surgimien-
Tomando como referenda Ia cuestión de Ia toy de instalaciOn dcl peronismo en ci poder
insuficiencia hegemOnica es posible construir (1943-195 5).
Ia siguienle tipoiogIa de las modalidades que
ha asumido ci cornportarniento politico inter- 3.2. Con participacidn rnilitar directa y fun-
vencionista de los mu dares latinoamericanos: cionamiento de instancias institucionales con-
sensuales precarias; aqui ci caso de Velasco
1. Modalidades dictotoria/es Alvarado en ci PerO (1968-1974).
Esta clasificación no pretende sec exhaus-
1.1. Afirmadoras de una dominacián imposi- Ova sino simplemente mostrar Ia variedad de
hilitada de converlirsc en consensual por comportamientos politicos de los militares en
mtromisi(jpi di recta de los mill tares: los casos la region. Introduce aclemás un concepto —ci
de Somoza. Stroessner, Castelo Branco, Pino- de hegernonias nacionaimente alternativas-
chet, etcetera. que mercce 5cr expilcitado. Por aquellas
1,2. Afirmadoras de una dominaciOn imposi- deben entenderse los procesos que sin extra-
bilitada de convertirse en consensual por limitar ci marco capitalista procuran modi-
jnfrom 15100 indirecta: los casos de Colombia ficar las bases econOmicas, sociales y poliO-
en Ia actualidad y de Argentina durante Ia ila- cas de sustentaciOn de Ia naciOn, en un gra-
mada Década Infame (1930-1943). En estas dir- do tal que representan una vcrdadera ruptu-
cunstancias Ia instituciOn armada por comi- ra de los ordenamientos anteriores. Las socic-
siCn o por omisión consiente ci viciarniento dades tardo-dependientes presentan la
del regimen demoparlamentario, en ci cual, posibilidad de una alter'narividad nacional
a travCs de diversos procedimientos, se obtu- quc sc asienta sobrc Ia posihiiidad de alterar
ran las posihilidades de participación de los la condición general de Ia dependencia —que
sectores polIticos percibidos como "amena- admite diversas rnorfologias s se expresa on
za" por los dominantes. diferentes aspectos dci quehacer social— en
bcneficio de Ia autosustcntación cconómica
2. Modalidac.les rendientes a reconstruir no sis- y de Ia autodeterrninación politica. En ci pia-
te,na hegernoriico afectado no dc lo nacional es posibic afirmar que fren-
te a las distintas ntodalidades can fivas de La
2.1. Pauta ,noderadora, tal como ha sido nacidn exisle Ia posibilidad de naciones auto-
caracterizada por Stepan para el Brasil. Los cent radas. Lo que suele configurar conflictos
mihtares intervienen fideicomisariamente intcnsos, dramáticos e incluso violentos por
para corregir los "excesos" —corrientemen- la naciOn, aunque en ningOn caso se prctcn-
te las intrusiones populistas percibidas como da extralimitar los parametros generales
desbocadas" por parte de los sectores domi- capitalistas. Para completar esta apretada
nantes y del propio ejército— de un sistema sintesis en tomb aI tcma de Ia aiternatividad
politico al que se regresa en husca de solu- nacional debe aOadirsc que Ia posibilidad de
don. Asi, los regimenes militares aparecen Ia autocentradiOn nacional nada afirma sobre
como transitorios e intercalados entre dos las posibilidades de su viahilidad histOrica.
rcglmenes civiles. Este es otro problerna que no puede disol'er,
2.2. Pauta bonapartista. El caso mOs tipico es ernpero, ci hecho concreto de que dicha alter-
ci regimen de Get0lio Vargas, instaurado con natividad haya encarnado en movimicntos
posicrioridad al levantamiento de octubre de politicos e incluso hasta en fases estatales en
1930. Ia hi toria latinoamericana.
972 MILITARISMO LATINOAMERICANO

Volvierido a los militares es posible obser- co en el interior de los ejércitos, a saber: la


var que ci tipo que mejor ilustra la insuficien- corn posiciOn social de la oficialidad; los aspec-
cia de las variables situacioncs para dar cabal tos doctrinarios; y las caracteristicas del ejér-
cuenta del por qué, y especialmente del corno cito coma organización.
del m. en Ia region, es ci referido a las moda-
lidades propiciadoras de hegemonIas nacio- Insuficiencia hegemónica. Resulta de la inca-
nalmente alternativas. En efecto, en estos pacidad de sector social aiguno para imponer
casos, si no se introducen variables concer- su proyecto a la sociedad en forma perdura-
nientes a los actores militares como tales, ci ble a partir de modalidades consensuales de
cuadro es imposible de completar. Hay una dominaciOn. Segün la atinada caracterización
voluntad poiItica, un modo de significar los de J. Nun (1966) la insuficiencia hegemonica
hechos y las situaciones por parte de los miii- —él prefiere hablar de crisis de hegemonia-
tares, que no son determinados de modo en ci periodo comprendido entre 1930 y 1966,
directo por las variables de la situación y que se deberia a la circuristancia de que ci lugar
son insoslayabies para ci examen de las inter- dejado vacante en términos de hegemonia por
venciones correspondientes a este tipo. Por Ta dominación oligOrquica no habria sido ade-
otra parte, Si riOS fijamos en otros tipos encon- cuadamente ilenado par las alternativas de
traremos de nuevo cierta autonomia de la remplazo que surgian en los distintos casos
voluntad militar respecto de las determina- nacionales. Las "clases medias" emergentes
ciones situacionales. Por ejemplo, tanto en —este concepto de Nun es excesivamente
Brasil como en Argentina ci comportamicn- amplio e indeterminado; alude con él a los
to militar, en 1964 con el advenimiento de sectores comprendidos entrc los grupos agra-
Casteio Branco y en 1966 con OnganIa respec- rios tradicionales y los sectores populares, y
tivamente, evolucionan del subtipo 2.1. al sub- su nücieo más significativo parecerIa ser el
tipo I.I. Pueden arguirse exclusivamente empresariado industrial local— dcberian su
razones situacionales para explicar dicha incapacidad hegemonica al hecho de haber-
modificación? Evidenternente no. Es inevita- se coristituido precisamente como medias, en
ble otra vez introducir variables de los un proceso de "industrializaciOn sin revolu-
actores. don industrial".
Dc lo que Ilevamos dicho Sc desprende que Con posterioridad a 1966 ci tema de Ia insu-
en la explicaciOn del m. es menester tener ficiencia hegemOnica se presenta un tanto
siempre presente ci vaivén que va de Ia situa- modificado en su apariencia. La crisis econó-
ción a los actores militares y viceversa. 0 sea mica internacional que despuntó a comienzos
que el m. conjuga elementos de Ia situaciOn de 1970 colocó en ia region ci probiema de Ia
con comportamientos de los actores miiita- busqueda de patrones nucvos de acumuia-
res, configurando un cuadro en ci que se hace ciOn, superadores de los "desarroilistas" o de
nccesario contemplar ambos órdenes de pro- los "nacional popuiares" intentados hasta ese
blemas; Parece adecuado también adoptar a momento. Via la Iuz entonces un 'nuevo"
prion ci criterio metodologico de que los miii- intervencionismo militar conectado a las posi-
tares conservan en sus orientaciones cierta ciones de interés y a las necesidades de rca-
cuota de autonomIa relative frente a las deter- comodamiento dcl capital transnacional y de
'minaciones situacionales. Es decir, pareceria los sectores econOmicamente dominantes de
conveniente no encerrarse de inicio en con- la regiOn.
ceptualizaciones de los militares que los Esta conexiOn entre dictadura militar y
reduzcan a la condición de mero instrumento. nuevos patrones de acumulaciOn, procesado-
Los aspectos más destacables de la situa- ra dcl reacomodamiento de los sectores eco-
don a tener en cucnta en un anOiisis dcl m. nOmicamente mOs poderosos de Ia region, dio
serlan entonces los siguientes: Ia insuficien- lugar a Ta emergencia de dos conccptos que
cia hegernónica; Ia dependencia y Ia asisten- procuran expresaria: ci de autoritarisyno y ci
cia externa; y el ejército coma instituciOn esla- dc fascismo. Ambos reconocen coma punto de
tal. El nivei de los actores, par su parte, debe partida Ia coercitividad originada en ia men-
considerar los aspectos quc primordiaimen- cionada bOsqueda. Y son también coinciden-
te contribuyen a la constitución de lo poilti- tes en ci senaiamiento de que dicha coerciOn
MILITARISMO LATINOAMERICANO 973

se ejerce especial aunquc no exciusivamente influencia sobre los mihtares latinoamerica-


sobre las expresiones polIticas y sindicales nos. Pero esta influencia, como lo demuestra
del sector popular. El por qué de Ia elección ia evidencia histórica, es variable y no nece-
de una u otra expresión remite a diversas con- sariamente disuelve la calidad de actores de
sideraciones —que deben inciuso rastrearse los militares, convirtiéndolos en meros ins-
autor por autor— que no es posibie contem- trumentos.
plar dentro de los lImites de este escrito. No Asi pues la influencia norteamericana es un
obstante puede senalarse que es frecuente eiemento de Ia situación, cuya eficacia deter-
que quienes rehisan caracterizar como fas- minativa en relación ai m. deberá establecer-
cistas a los actuales estados de excepción del se con arreglo a los casos concretos y a los
area aduzcan la inconveniencia de utilizar un momentos histOricos especificos.
concepto acunado bajo circunstancias y en
escenarios histOricos extraños a la region. Sea El eército corno instituciOn estatal. El m. sue-
como fuere, lo importante a destacar es que le 5cr explicado a partir del papel desempe-
ci "nuevo" intervencionismo expresa la insu- nado por los militares, en diversas ocasiones,
ficiencia hegemOnica en un contexto también de restauración de ia posiciOn politica de
nuevo, tanto interno como interriacional. supremacIa de los sectores económicamente
Finalmente es posible concluir de lo que se más poderosos frente a los embates de las
Ileva dicho que la insuficiencia hegemonica fuerzas populares. En tanto ci estado es un
aparece corno la variable situacional funda- instrumento de la dominación burguesa —se
mental propiciadora del m. Es, en suma, la dice— que monopoliza ci ejercicio legItimo de
que nos da la más eficiente respuesta al por la violencia, y siendo ci ejército el epicentro
qué de aquel. del dispositivo estatai para Ia coercion, nada
más natural que cumpla con la función seña-
La dependencia y La asistencia externa. Fre- lada. Esta tesis es correcta siempre que se res-
cuentemente se afirma que Ia situación gene- pete ci nivei de generalidad en ci que es dable
ral de dependencia de nuestros paIses se espe- plantearla. Hay que saber distinguir entre un
cifica en el terreno militar a través de los ejército al servicio de un lipo de estado, por
mecanismos de la asistencia en armamentos, ejemplo del tipo burgués o del tipo socialis-
ci adiestramiento ye! adoctrinamiento. Y que ta, y un ejército al servicio de una fonna par-
este conjunto de situaciones y procedimien- ticular de estado. Obviamente la tesis consi-
tos amarrarian a los ejércitos locales a ios derada es váiida solo para ci primer caso.
designios de los Estados Unidos. Esto es par- Hemos visto a través de ia tipologla presen-
cialmente cierto. Debe plantearse, en primer tada precedentemente que, sin abandonar ci
iugar, que el estado norteamericano tenderá tipo capitahsta, ci ejército se ha puesto al ser-
a defender e incluso a imponer en cuanto ello vicio de formas estatales diversas. Aun más,
fuere posible en la region los intereses tanto dci propio ejército incluido en una forma esta-
pOblicos como privados que Ic son inheren- tal determinada han surgido procesos que
tes. Y que para conseguirlo hace y hará uso han negado dicha forma estatai. Esto se refle-
de toda su capacidad de influencia. En segun- ja, entre otros casos, en Ia deposición de Var-
do lugar debe reconocerse que dicha capaci- gas y elfin dcl Estado Novo en 1945, en ci gol-
dad de influencia existe. No solo porque hay pe militar de 1943 que terminO con ci perio-
condiciones materiales para que ello ocurra do de la restauración oligarquica en la Argen-
sino también porque su posición y funciones tina yen ci proceso que ilevó en PenS, en 1974,
en Ia defensa continental y aun transcontinen- al remplazo de Velasco Aivarado. No obstan-
tal es, por lo comilin, valorada positivamente te es posibie extraer Ia siguiente conclusion
por los ejércitos vernáculos. Lo que contribu- frente a esta cuestión: Ia experiencia latinoa-
ye a facilitarle canales de presión y de influen- mericana indica que los militares dci area
cia politicos y doctrinarios. jamás se han orientado hacia una modifica-
Sin embargo estos condicionamientos no ción dci tipo de estado. 0 sea que ci hecho de
necesariamente convierten a los ejércitos del quc constituyan una institución estatal parece
area en apéndices del Pentágono. Los Estados determinar la imposibilidad de que rebasen
Iinidos estAn en condiciones de ejercer una ci tipo general de dominación. EncontrarIa-
974 MILITARISMO LATINOAMERICANO

mos aqul, entonces, uno de los iImites de la miento entre ejércitos. Es tamhién un esfuer-
autonomla polItica relativa de los militares zo en el quo se conjugan los diversos recur-
del area. Aunque han impulsado diversas for- SOS tanto humanos como materiales de que
mas estatales burguesas, nunca han propicia- pueden disponer una sociedad. Y es también
do una transforrnacion social que negara los un hecho que se desarrolla en un conlexto
ordenamientos capitalistas. iniernacional que descubre aliados y adver-
Un aspecto por Jo comin poco atendido do sarios. Esta es la razón par Ia cual las doctri-
Ia función estatal de los ejércitos tiene, sin nas sobre Ia guerra, en todo ejército media-
embargo, especial significacion con relación namente profesionalizado, contienen e'lernen-
al prohiema quo estamos considerando. Me has politicos.
refiero a Ia guerra. La responsabilidad de Ia La difusión do doctrinas militares quo con-
guerra, función manifiesta principal do los tienen elernentos politicos en ci interior do los
ejércitos, tiene repercusiones decisivas sobre ejércitas es un fenórneno carriente desde bas-
el nivel de los actores a través dc las dimen- tante tiempo atrOs, aunque solo recientemen-
siones doctrinaria y organizacional, do las que to haya Ilamado Ia atenciOn de analistas e
nos ocuparemos en seguida. investigadores. Este hecho poco atendido
desempena, sin embargo, on papel significa-
La corn posición social do La of icialidad. A par- tivo en Ia constituciOn do lo politico coma pro-
hr de io que más arriha so ha denominado el blematica interna al ejército. Las doctrinas
"nuevo" intervencionismo, las tesis sabre Ia sohre Ia guerra so constituyen, par lo camdn,
extraccián do clase de Ia olicialidad como alrededor de 4 ejes básicos: a] una concepción
variable fundamental para Ia explicacion del de Ia guerra propiamente dicha (convencio--
coma del rn. han perdido el vigor que tuvie- nal, nuclear, fronteriza, etc.), quo incluye con-
ran otrora. En efecto, nada indica que Ia pro- sideraciones sobre ci contexto internacional,
dominancia de las capas medias en Ia corn- fuentes do abastecimiento de recursos béli-
posiciOn de la oiicialidad, relevada par diver- cos y no bélicos, etc.; b] una concepción sobre
sos autores, se haya modificado. Pero si resul- Ia naciOn, en ci sentido do quo ésta constitu-
ta ya imposibie —a diferencia del pasado- ye ci soporte de Ia posibilidad de hacer Ia gue-
adjudicarle a los Castelo Branco, Pinochet, rra; c] una concepción de Ia relación quo el
Videla, etc., una "racionalidad do clase ejército debe establecer con el sistema poli-
media". Lo que parecen suhrayar estos regI- tico; y dJ consideraciones estrictarnente
menes, en toclo caso, es ía necesidad de acer- técnico-niilita res: 0 ipótesis de goe ira, regla-
carse a un análisis social do los militares que mentos do conducciOn, do combate, etc. Obvia-
los reconozca como una categorla social. El monte los puntos a], b] y c] colocan a los miii-
análisis de clases, coma es sahido, recorta tares dentro do los linderos de la polItica.
agrupamientos sociales —ciases y fraccio- En términos generales podria afirmarse
nes— a partir de Ia posición que ocupan en que las doctrinas sobre Ia guerra afianzadas
ci proceso de producción. Hay sin embargo en America Latina en ias Oltimas décadas han
agruparnientos que no se ligan en forma sido las tres siguientes: Ia liberal, Ia "perua-
directa a dicho proceso y quo por corisiguien- nista" y Ia quo se ha constituido privilegian-
te solo -son distinguibles a partir do las fun- do las temas de Ia seguridad y ci desarrollo
ciones sociales que.desernpefian. No siendo ni (a esta Oltima suele denominarsela "doctri-
clases ni fracciones, suele denominOrseles na de Ia seguridad nacional"). Vale Ia pena
categorias sociales. Que es precisamente Ia destacar quo estos desarrolIos doctrinarios
que constituyen los militares. En tanto cate- no son meras justificaciones "ideolOgicas"
gorIas sociales, los comportamientos deriva- que los militares enarbolan a posteriori de su
dos de su funciOn social estarán mucho mOs avance sabre ci escenario estatal, coma a
determinados par las funciones estatales que veces se los quiere ver. Son, par el contraria,
desarrollan quo par Ia clase de Ia quo pro- desarrollos inherentes a Ia naturaleza insti-
ceden. tucional do los ejércitos, quo abonan sustan-
tivamente su visiOn del mundo.
Los aspectos doctrinarios. La guerra no es
solarnente un problema técnico de enfrenta- El ejCrcilo coma organizaciOn. Las caracteris-
MILITARISMO LATINOAMERICANO 975

ticas organizacionales de los ejércitos contri- do simultáneamente al por qué al córno del
buyen a dane peculiaridad al modo en que se mismo. En relación al por qué lo que hemos
constituye lo politico en su interior. Tal como Ilamado la insuficiencia hegemonica que pre-
se ha caracterizado en ci § i, el m. implica un sentan buena parte de las sociedades de la
sobredimensionamiento de !a actividad poll- region aparece proveyendo las claves inter-
tica de !os hombres de armas. Pero !a orga- pretativas fundamentales. En lo que respec-
nización militar se define a partir de !as nece- ta a! córno —esto es al modo especifico de
sidades técnico-profesionales de !a guerra. Es hacer politica y de disponer del poder del
decir que no existen dos estructuras parale- estado por parte de !os militares— las cosas,
!as, una que atienda a Ia res be//urn y ! a otra sin embargo, no se presenitan tan claras y uni-
a la res publica, sino que !o politico debe adap- formes. sta es !a razón por la cual he trata-
tarse a la forma, amoldarse al estilo de lo do de seflalar las variables situacionales a mi
especIficamente militar. La discip!ina, la juicio más importantes en Ia configuracion
jerarquia y !a vertica!idad, per obvias razo- del m. y he procurado ilamar la atención
nes, constituyen !as regias de oro de lo miii- sobre la necesidad de atender a las variables
tar. Los modos de Ia politica —el cotejo de de los actores. Me resta soiamente senaIar,
opiniones, la discusión, las decisiones por para concluir, que todo anblisis concreto del
mayonia, etc.—, en cambio, atentan contra m. deberá poner en relacidn ambos órdenes
dichas reglas. Lo politico, sin embargo, se de problemas, las concernientes a Ia situación
subordina a Ia forma pero no a !o militar en y los relativos a los actores militares, tratan-
si. Esta es la razón per !a cual las pugnas do de no reducir a priori a estos Oltimos a Ia
internas, !os conf!ictos por !as sucesiones condición de meros iristrumentos.
—como ilustra el caso de Brasi! desde 1964
a !a fecha— asumen esa forma soterrada,
palaciega, tan dificil de penetrar por ci obser- BIBLIOGRAFIA: V.R. Beltrán, El papel politico y
vador externo. Es un juego de presiones, de social de las fuerzas arrnadas en America Lati-
coinpulsas informales, de medias palabras, a na, Caracas, Monte Avila, 1970; M.E. Carranza,
veces de audacia y a veces de paciencia, Fuerzas arrnadas y esiado de excepcidn en Amé-
refractario a producir decisiones fundadas en rica Latina, Mexico, Siglo XXI, 1978; G. Germa-
el n6mero o en !a consulta abierta. Este es, ni y K. Silvert, Estructura social e intervención
pues, uno de los posibies caminos a través de rnilitar en America Latina, en Argentina, socie-
!os cuales lo organizacional condiciona lo dad de masas, a cargo de T.S. di Tella et al., Bue-
politico. nos Aires, Eudeba, 1966; J. P'tun, America Lati-
Lo organizacional contribuye per otras vIas na: Ia crisis hegernónica y el golpe militar, en
a constituir lo po!itico en el interior de !os Desarrollo Económico, nüm. 22-23, Buenos Aires,
ejércitos. Frecuentemente ci prestigio militar 1966; R. Potash, El ejército y la politica en Ia
personal —de un Ongania, por ejemplo, en ci Argentina: 1928-1 945, Buenos Aires, Sudamenica-
caso argentino, o de un Gois Monteiro en !os na, 1971; A. Rouquié, Pouvoir militaire et socié-
ya lejanos tiempos de Get6lio Vargas— se te politique en Republique Argentine, Paris, Pres-
convierte en un eiemento de agiomeracion ses de Ia Fondation Nationale des Sciences Poli-
politica. La so!idaridad por armas sue!e ser tiques, 1977; HegemonIa militar, estado y domi-
tambibn un modo extrapolitico de aglomera- nación social, en Argentina boy, a cargo de A.
ción pohtica. AsI como el vaivén que se pro- Rouquie, Mexico, Siglo XXI, 1982; Elestado mill-
duce entre merecimientos profesiona!es y tar en America Latina (1982), Mexico, Siglo XXI,
consideraciones polIticas en materia de 1984; A. Stepan, Brasil: los militares y Ia polIti-
ascensos y destinos. Todo !o cual se articu!a ca (1971), Buenos Aires, Amorrortu, 1974; V.J.
para constituir circuitos internos de lealtades Tapia, El terrorismo de estado, Mexico, Nueva
a través de los cua!es, también, io organiza- Imagen, 1980.
cional condiciona lo politico.
[ERNE5TO LOPEZ]

Se ha procurado encarar la
III. coNcLustoNrs.
cuestiOn del m. en America Latina atendien-
976 MITO POLITICO

minoria: V. DECISIONE3S COLECTIVAS pasar por el filtro de formas intelectualiza-


das, siempre manipuladoras y manipuladas.
El ataque de Sorel está dirigido a Ia sociedad
capitalista, que provoca on conocimiento dis-
mito politico torsionado segOn los intereses dcl que posee
el poder; pero entre los mismos incluye, ade-
L EL MITO POLITICO ENTRE RACIONALISMO E IRR.ACIONA- más de los burgueses, incluso a los lideres de
LISMO: SO NACIMIENTO Y DESARROLLO COMO CONCEPTO partidos y sindicatos socialistas, que se han
TEORIco. El m. politico surgió como concepto dejado envolver, junto con los primeros, en
en los comienzos del siglo xx, pero no se ha Ia lucha por Ia division del poder y que por
fijado en ninguna doctrina aceptada amplia- lo tanto desean evitar a cualquier costo Ia
mente. Existen, per el contrario, fuertes revolución. El m. politico de Ia huelga gene-
impulsos tendientes a considerarlo on fenó- ral, que elude toda forma de acciOn y de pen-
meno anormal y a excluirlo de la categoria samiento organizado desde arriba, está des-
de los instrumentos de análisis politico. Pero tinado a restituir al proletariado su auto-
hoy puede decirse que la disputa en esta mate- nomia.
na se basa en supuestos erróneos e histori- En las formas de on personal isimo revisio-
camente superados. Conviene por Jo tanto nismo marxista se revela aqui el sentido de
hablar del m. politico como de la instancia crisis y de desconfianza que era comOn en
intelectual y práctica que el pensamiento poli- muchos intelectuales y politicos europeos,
tico no ha consegoido delimitar e identificar, qoe veian en Ia sociedad urbanizada e indus-
tanto por Ia dificultad de fijar sus relaciones trial de fines del siglo una realidad en rOpi-
con Ia mitologia, como por Ia de distinguirlo da y quizás imparable "decadencia". Es sobre
del concepto de "ideologia" y, finalmente, este tema —vinculado con el atraso del mode-
porque se ha encontrado en el centro de toda lo clásico de Ia sociedad burguesa frente a las
polémica entre racionalismo e irracionalismo. transformaciones que llevarán a Ia sociedad
La fortuna de Ia expresión m. politico y so de masas— donde se ubica la dialéctica de la
principal teorización está vinculada a Jean cual nace la problemática del m. politico. En
Sore! (1847-1922) que en las Reflexions surla efecto, las transformaciones sociales del
violence (1905-1907) define a Ia "huelga gene- periodo, que parecian indicar, contra las
ral proletaria" —máximo instromento de expectativas del individualismo progresista
lucha de Ia clase obrera— como un mito, es del medio siglo, una evolución politica y
decir "una organización de imágenes capaces moral proporcional al desarrollo cientIfico y
de evocar instintivamente todos los senti- económico, provocaron Ia crisis del pensa-
mientos que corresponden a las distintas miento democrOtico-liberal, tanto en su aspec-
manifestaciones de la goerra emprendidas to positivista como en su confianza de poder
por el socialisrno contra Ia sociedad moder- generalizar a todos los individuos el raciona-
na". El m. politico no es, per lo tanto, para lismo utilitarista sobre el cual se fundaba.
él, un acto del intelecto, analitico y abstrac- Esta crisis. al mismo tiempo teórica y prác-
to, sino un acto de la voluntad, fondado en tica, Ileva por una parte a Ia bosqueda de for-
Ia adquisición intuitiva —inmediata, global y mas de conocimiento alternas respecto de
ho analitica— deuna verdad vinculada "a las aquella de las ciencias fisicas y naturales —Cs
más fuertes tendencias de un pueblo, de un el caso del intuicionismo bergsoniano—, y per
partido, de ona clase", y por lo tanto parti- otra a una creciente atención por la psicolo-
cularmente idóneas para sostener la acción gia social y por los cornportanhientos de Ia
politica de masa. La explicita matriz bergso- muchedumbre, que destaca los comporlentes
niana y la remisión, aunque sea lejana, a la irracionales en el sentido de que no puede remi-
teorIa de los mitos de G. B. Vico demuestran tirse a una exacta determinación causal y uti-
cómo Sorel esta tratando de suministrar al litaria. El m. politico soreliano, aun nacien-
proletariado un tipo de conocimiento politi- do en este contexto, no quiere sin embargo
co inmediatamente verdadero, que explicite representar una concesión a tendencias irra-
de manera directa su conciencia de clase —es cionales o espiritualistas sino recuperar, con
decir la autoconciencia— sin la necesidad de instrumentos nuevos sustraidos a Ia logica
MITO POLITICO 977

enajenante de los institutos capitalistas, el individualismo nihilista nutrido de lecturas


valor social de Ia ciencia y de La técnica. A su baudelaireanas, alcanzO el más completo tra-
novedad teórica Sorel pone por lo tarito limi- dicionalismo, fundado en el culto de La patria
tes suficientemente precisos, pero Ia contra- y de los muertos, de La sangre de los muertos
posiciOn al racionalismo utilitarista tenia que continOa corriendo en las venas dc los
irnpiicaciones de tanta importancia que vivos y de La cultura, de las costumbres, de
sobrepasaba cuaiquier tentativa de recupera- las instituciones que eilas trasmiten: una
cián o de mediación. herencia biológica e intelectual que sola da
Desde un punto de vista intelectual, Ia reac- dimension, equihbrio y sentido a La vida. El
don al individualismo y al racionalismo libe- déraciné, aquel que ha sido sustraido o se ha
rales clásicos provocó una fecunda y nueva sustraido a La tradición, se convierte para él
rneditaciOn en el campo de las ciencias huma- en ci simboio del hombre sin forma ni espe-
nas, permitiendo Ia superación del mecanicis- ranza, infeliz y aportador de desorden como
mo utilitarista y La modificación del mismo todo ser libre, no ligado a ninguna forma de
concepto de cientificidad con Ia comprensiOn continuidad con el pasado. BarrOs no teoriza
del pensamiento simbólico y del proceder no el m. politico pero a su "culto de los muertos
lOgico y colectivo. Desde un punto de vista y de Ia patria" puede aplicarse Ia definiciOn
politico, por el contrario, de Ia misma se apro- soreliana, asi como su déraciné estructural-
piaron los movimientos de a derecha euro- mente corresponde al hombre enajenado de
pea, que hipostatizando los términos de racio- Sorel: otra prueba de cOmo este Oltimo hacia
nalismo e irracionalismo identificaban en Ia culto dc La afloraciOn de una instancia teóri-
idea de "razOn' el germen de toda revolución ca vital para ci periodo histórico en discusion.
y sobre todo de Ia revolución francesa, y por La idea soreliana no tuvo desarrollos cien-
lo tanto ci embriOn de Ia "decadencia" moral tificos inmediatamente fecundos porque La
y politica. El remitirse a un grupo de conoci- contraposición racionalismo-irracionalismo
miento extrarracional e intuitivo ya valores de Ia cual nacia, en si misma escasamente fun-
cuya verdad debia ser "sentida" y "vivida", dada, pero histOricamente prefiada, ocupó
no demostrada, les sirvió a los misrnos, en res- todo el horizonte intelectual y se convirtió en
puesta a los desarrolios sociales anteriormen- el lugar privilegiado de La lucha y de Los pen-
te señalados, para fundar Ia verdad epistemo- samientos politicos. Por una parte, como ya
logica y psicoiOgica de teOrIas autoritarias y Se ha dicho, del m. politico Se aduenó Ia dere-
nacionalistas normalmente basadas en hipó- cha en cuanto al irracionalismo elevado al
tesis organicistas. Es en éstas donde sc reen- credo semirreligioso se encontraba perfecta-
cuentra el m. politico, ya sea que se remitan mente con Los temores y con las reacciones
explicitamenle al mito o a un conocimiento provocadas por Las transformaciones de fines
de tipo mitico, entendido como conocimien- de siglo en Los estratos sociaies expuestos
to fundamental que debe servir de gula inclu- mayorrnente a un drama cultural; por otra
so al comportainiento politico, ya sea que no parse fue vaciado de sentido por Los autores
lo hagan, porque la propuesta de una teoria y politicos conservadores y moderados que,
politica fundada en verdades intuitivas, en salvo un universo teOrico necesariamente
cuanto manifestaciones de verdades ontoló- racional, midieron contra ci mismo Las "des-
gicas expresadas simbólicamente, recuerda, viaciones irracionales" dcl proceder prácti-
aunque invirtiendo los términos, la teorIa Co. Es ci caso, por ejempio, de Vilfredo Pare-
soreliana. Esta Oltima, por lo tanto, noes un to)i848-1923), para ci cual elm, politico sore-
fenOmeno aislado, viriculado ala meditación liano demuestra cOmo fines racionales y con-
de un autor, individual, sino que indica una cretos son normalmente perseguidos con una
problemática central para Ia politica y ci pen- eficiencia mayor utilizando argumentos fan-
samiento politico del siglo xx. tOsticos y emotivos, sierido esos fines deter-
Un primer y tipico ejemplo de apropiación minantes en el juzgar y analizar la acciOn.
de ternas "misticos" e "irracionalistas" por Estamos aquI frente a un reduccionismo quc,
parte de Ia derecha en ci periodo indicado si bien se demuestra verdadero en algunos
puede verse en el pensamiento de Maurice casos concretos, está aOn vinculado al univer-
BarrOs (1862-1923). Habiendo partido de un so liberal utilitarista y está desarmado y es
978 MITO POLITICO

incapaz de comprender un pensamiento y una mente revolucionario —no en el sentido pro-


práctica politica fundados sobre valores sirn- gresista y decadente—, en cuanto anuncia que
bólicos y sabre Ia relaciOn intuitiva con los Ia raza elegida, la aria, la Onica pura par natu-
mismos. raleza y capaz de producir Kultur, despues
Impugnado por los moderados, casi como de un periodo en el que las razas inferiores
si fuese un sImbolo de la debilidad humana, han tenido la posibilidad de desarrollarse pro-
y rechazado per las izquierdas, que lo juzgan vocando la decadencia de toda la civilización
una teorla veleidosa y sutilmente reacciona- humana, retomará el timOn de Ia historia.
na, y aislado el anarcosindicalismo de matriz
soreliana, el m. politico en el siglo xx, como II. EL MITO EN LA SEGUNDA POSGUERRA. La utiliza-
categorIa de pensamiento e instrumento de ción nazi del m. politico provocó una dura
acción, permanece par lo tanto vinculado reacción contra el m. politico en cuanto tal
sobre todo al pensamiento politico de dere- y contra Ia "cultura romántica", irracionalis-
cha y a teorlas autoritarias e irracionalistas ta y mistificante, que seria su base. Entre los
de grupos y partidos fascistas y prefascistas. intérpretes principales de esa reacciOn figu-
Solo Ia Action Fran caise entre estos Oltimos, ra Ernst Cassirer (1874-1945), quien, en su
y su fundador y lider Charles Maurras (1868- Oltimo libro, escrito durante Ia segunda gue-
1952), representa una excepción, aunque for- rra mundial, The myth of the state (1945), ha
mal, en cuanto entendieron dar vida al mito desarrollado uno de los análisis más comple-
tradicionalista de la "Diosa Francia" sobre Ia tos de nuestro tema. Cassirer no es prejuicio-
base del racionalismo clásico y de un utilita- samente adversario del mito, al que le da un
rismo casi positivista. amplio espacio coma forma genuina del cono-
El caso más macroscópico de teorización del cimiento en su teorja de las formas simbóli-
m. politico en el siglo xx se ericuentra en el cas. A esta apreciación éI agrega, sin embar-
nazismo. Alfred Rosenberg (1893-1946), el teó- go, una teoria del desarrollo histOrico de la
rico oficial de Ia Alemania hitleriana, ya des- humanidad que convierte a toda mitologIa en
de el titulo de su obra principal. Der Mythus nefasta para la era contemporanea. El mito
des 20. Jahrhunderts (1930), asume el térmi- es, en efecto, para él, el modo tipico del cono-
no "mito" coma un momento explicativo y cimiento primitivo y expresa simbólicamen-
accionador de la historia, y afirma inmedia- te las emociones, ligadas "al profundo deseo
tamente después que 'el mito del siglo xx es del individuo de liberarse de Las cadenas de
el mito de Ia sangre, quo bajo el signo de Ia Ia propia individualidad II ... , de perder so
esvástica desencadena la revolucion mundial propia identidad"; pero la historia demues-
de la raza". Esta proposiciOn vive en el inte- tra, en su deber ser, una tendencia hacia la
rior de una filosofIa racista de la historia que individualizaciOn psicológica, moral y politi-
encuentra en R. Wagner, H. S. Chamberlin y ca del hombre que convierte al mito en obso-
P. de Lagarde sus inspiradores inmediatos. La leto. Esta tendencia, que podriamos decir
misma Se basa en Ia contraposiciónl, de on- representa el triunfo de Ia cultura sabre Ia
gen romántica, entre Kultur y Civilisation, la naturaleza, culmina para Cassiren en el impe-
primera producto de Ia union intima entre un rativo ético kantiano y en on nuevo modo de
pueblo y las fuerzas naturales del universo, conocer, analItico y cientifico. Par lo tanto,
que permiten la expresión genuina del Volk- el mito es genuina y profundamente humano,
sgeist, Ia segunda, par el contrario, producto pero inutilizable en nuestro estadio históri-
de un árido racionalismo mecanicista e mdi- co. Quener hacerlo revivir, coma habIan hecho
vidualista que provoca solo egoismo y deca- los romOnticos y los posrománticos en Alema-
dencia. El m. politico racista es par lo tanto nia, habia sido on trágico error que, reforzan-
colectivo y extrarracional; además es profun- do en el sentimiento de subordinación a enti-
damente antihistoricista y antievolucionista, dades colectivas —razas, estado—, habia ido
porque el "espIritu" de un pueblo es siempre necesariamente al mismo paso con todas las
el mismo desde Ia eternidad, no sujeto a nm- tentativas autoritarias de quitar al individuo
gOn influjo del ambiente e instrasmisible a su responsabilidad moral en el campo politi-
otros pueblos. Justamente par esto, sin co y habia terminado desembocando en la
embargo, el mito racista se declara genuina- aberración nazi.
MITO POLITICO 979

A La condena de Cassirer, duramente pro- ridad del detentador del poder. Aparte de su
bado en su fe en Ia ética kantiana del nazis- naturaleza restrictiva, que no permite tener
mo y el irracionalismo, Se agrega la igualmen- en cuenta los mitos revolucionarios, esa defi-
te dura condena marxista. Gyorgy Lukács nición destaca La actitud "práctica", hereda-
(1885-1972) en El asalto a la razón (1953), aun- da de un Viliredo Pareto y filtrada a través
que no tratando directamente del m. politico de Ia ingenieria social estadunidense, con lo
traza Ia historia de cómo la fi1o?ofia alema- cual buena parte de los cientificos de Ia pa11-
na liega a declinar desde el nivel de Hegel y tica han considerado Ia posibilidad de conver-
Marx al de Rosenberg y convierte al irracio- tir ci m. politico no en unelemento destruc-
nalismo en una Weltanschauung que refieja la tor negativamente connotado sino en un fenó-
irracionali&sd de Ia situación social alema- mena racionalizable y controlable.
na en su evolucion hacia el imperialismo sin En este sentido se ha movido también la
haber pasado a través de una fase burguesa. sociologia politica, interesada en individua-
Más aiIá de Ia exposición histórica, Lukács lizar las consecuencias dcl m. politico enten-
intenta demostrar cómo una ideologIa irra- dido como fenómeno colectivo y no como teo-
cionalista y mitologica es siempre la expre- rIa, sobre ci cambio social, y no ya las moda-
sión de una ubicación politica irracional, es lidades de su verificación. Pero La sociobogia,
decir antihistórica, por parte de quien Ia for- con más facilidad que la ciencia de la poilti-
mula o Ia abraza. Por esto afirma que el irra- ca, ha podido nutrir un escaso interés par ci
cionalismo moderno actüa contra el materia- m. politico coma concepta y dedicarse a su
lismo y ci método dialéctico, expresiones fib- estudio coma fenómeno, con ci resultado de
sóficas de la progresividad racional de toda que a ella en buena parte se debe si en la pos-
situación de desarrollo. Las teorIas que gucrra se ha podido continuar hablando de
hemos definido como m. politico recaen nece- m. politico sin rIgidos prcjuicios éticos y poll-
sariamente en la definición de irracionalismo ticos. Esto ha abierto un vasto campo a Ia
de Luckás, tanto por su contenido fibosófico investigaciOn en cuanto se ha podido sacio-
como politico. Podemos concluir par lo tan- logicamente individualizar La presencia del m.
to que para él ci m. politico es siempre Ia politico en todas aquelias situaciones, sobre
expresión de una "falsa conciencia", muestra todo en las de canibio rápido y de crisis, en
lo negativo de Ia historia, su componente dia- las que los grupos sociales a partidos agre-
léctico negativo, y solo en ese sentido debe gan La demanda politica de sus miembros por
estudiarse. media de teorjas estructuradas airededor de
Una doble y convergente condena de este simbolos y relatos simbólicos, o bien dcl mis-
tipo destinada a terminar con todas las dis- ma modo intenta cxpresar y aclarar las expec-
cusiones y a lanzar nuevamente ci pensamien- tativas politicas fundamcntales y no organi-
to politico sabre los carriles de una dialécti- zadas de una ciase, un pueblo, una naciOn. La
ca entre dos formas de racionalismo: ci libe- historia y la politica contemporánea suminis-
ral y ci marxista. Una indicación reforzada tran numerosos ejemplos en este sentido. Son
por Ia ciencia de la polItica, cuyos principa- tipicos los m. politicos ne liberacion nacional
let exponentes coadyuvaron en la posguerra que se pueden encontrar en los paIses dcl ter-
a un completo dehilitamiento del m. politico cer mundo, en los que los temas religiosos
como instrumento analitico. Esto ha ocurri- —importantes sabre todo en las naciones is-
do no tanto condenando su irracionalidad, lámicas— se suman a elementos carismáticos,
considerada coma un simple dato y no coma vagas teorlas socialistas, visiones de rescate
un valor, sino reduciéndoio a sus efectos cultural —piénsese en Ia negritud—, hipOte-
sobre ci sistema politico, efectos cuantifica- sit eficientistas y tecnocráticas, creanda con-
bles y rcconducibies a csquemas interpreta- juntas intelectualmente hibridos, pero poten-
tivos formalizados. Dc esc modo, par ejemplo, temente capaces de sastener incluso par
C. J. Friedrich y Z. L. Brzezinski (Totalitarian mucho tiempo Luchas politicas de masa.
dictatorship and autocracy, 1961) Ia han defi- Esto ha servido para demostrar la presen-
nido coma un relato dc eventos pasados que cia del m. politico inclusa fuera del influja del
lcs da a los mismos un significado especial romanticismo y del decadentismo europeos
para ci presentc y sirvc para reforzar La auto- y para demostrar que ci mismo no está yin-
980 MITO POLITICO

culado solamente a Ia contraposición la maleria. Sc ha centralizado de ese modo


raciorialismo-irracionalismo y a la situación una scrie de problemas, de los cuales los mOs
histórica que Ia ha provocado. Los estudios importantes son ci de Ia relación entre rn
históricos han contribuido a su vez a Ia yen- politico y mitologia general y entre rn. polIti-
ficación de Ia amplitud del feriómeno. El m. co, ideologia y utopia. Los estudios posbéh-
politico por excelencia del mundo clásico, par cos, en efecto, insistiendo especialmente en
ejemplo, es el de la "fundaciOn de Roma", Ia "politicidad" del rn. politico, on sos conse-
estudiado entre otros por Karl Galinski cuencias, es decir en Ia distribución del poder,
(Aeneas, Sicily and Rome, 1969), alredcdor del han pretendido su aplicabilidad solo a las
cual se construyó la identidad del pueblo sociedades clásicas y modernas, en las cua-
romano y que, en sus numerosas reelabora- les la poiItica es Un componente'activo y vivi-
ciones —inclusion o exclusion del mito, grie- do conscientemente par Ia sociedad. Sin
go o etrusco, de Eneas y su vinculación con embargo, esto no ha podido hacer olvidar sus
el latino de ROrnulo y Remo—, sirvió para dar caracteristicas miticas el hecho de que ci rn.
on sentido a las luchas externas e intestinas politico provoca una serie de reacciones
hasta convertirse, con Virgilio, en nticleo de colectivas autornáticas e inconscientes, "irra-
la ideologIa imperial. Después de la caida de cionales", y presenta rasgos de contenido y
Roma ci mito de su polencia politica, enten- es tructuras arcaizantes, verdaderos arqueti-
dido como expresión de un orden metafIsico, pos rnIticos. Por otra parte, su rnanifestaciOn
foe asumido por otros pueblos y lo encontra- en ci interior de sociedades politicas, cada vez
mos nuevarnente en ci Sacro Impenio Roma- mOs diferenciadas y ahiertas, en las cuales ci
no Germánico, en ci mito de Bizancio "segun- poder pierde su carácter sagrado para con-
da Roma" y en aquel, teOido con aspectos vertirse en una expresiOn inmediata de equi-
escatolOgicos, del irnperio ruso, en el que libnios socioeconórnicos y en las cuales, por
MoscO aparece como Ia "tercera Ronia". En lo tanto, Ia lucha par el poder comporta Ia
Ia Europa cristiana premoderna han sido bas- rnanipulación directa y continua de los varios
tante frecuentes los m. politico-religiosos componentes de Ia opinion pOblica, ha hecho
radicales capaces de inspirar la acción de las necesario fijar las relaciones del m. politico
masas populares, vinculados sabre todo con con Ia utopia, y sabre todo con Ia ideologIa.
expectativas y profecIas escatológicas y mile- Dc esta necesidad se ha hecho intérprete
naristas; piénsese on los escnitos de Joaquin George Gurvitch (1894-1974). El se ocupa de
de Fiore y en los movirnientos heréticos del la eyolución dcl conocirniento mitico de las
medievo (Norman Cohn, The pursuit of the sociedades primitivas, poco diferenciadas, a
millenium, 1970), es decir en las sectas, sobre las modernas, muy diferenciadas. En las pri-
todo anabaptistas, de Ia era de Ia Reforma y meras, ci mismo es un conocirniento de tipo
en Tomas MOntzer. La enumeración podria existencial, fundado en la participaciOn dcl
continuarse anipliamente y ref erirse tanto a grupo on Ia vida y en ci orden del cosmos. El
m. politico con fondo religioso corno laico, pasaje a socicdades jerhrquicas y luego cia-
coma los dcl "yugo normando", sobre ci cual sistas, prorneteicas en vez de tradicionales en
los juristas puritanos ingleses fundaron su so estructura y fines, provoca, segOn Gun-
lucha contra la "tiranIa" Stuart en ci siglo vitch, la transformaciOn del mito on We/tans-
xyii (Christopher Hill, Puritanism and revo- chauung y, posteniormente, en ideologia. 0
lution, 1968), o ci mito de fundación estadu- sea que las mitologias comunitarias se quic-
nidense de ios "padres peregninos" y de los bran y sos residuos entran a formar parte,
"padres fundadores". coma m. politicos y sociales, de Ia concien-
La irivestigación sociologica e histórica por cia de los numerosos grupos en lucha cntre
lo tanto ha propuesto nuevamente al m. poli- ellos per ci poder: una conciencia que refle-
tico coma realidad para analizar y no sola- ja, sin embargo, al hombre desintegrado pos-
mente para exorcizar. Contemporáneamente comunitario, apoya sos expectativas coma
también la ciencia de la politica ha registra- miembro de un grupo y no de toda Ia comu-
do con mayor atención los probiemas dcl len- nidad y puede, par lo tanto, transformarse en
guaje simbólico y de Ia simbolizacion abrien- falsa conciencia, en ideologla, en una fornia
do el camino a una nueva meditacióri sobre de falso conocimiento vinculado a intcreses
MITO POLITICO 981

particulares. Es en esta situación de lucha consecuencias en ci cuerpo social, se ha deja-


entre mitologIas entre ideologias distintas do de lado la posibilidad de estudiarlo como
que nacen las utopias, un sincretismo entre instrumento euristico. Hoy que Ia sociologIa
mito e historia". La utopia, afirma Gurvitch, y Ia psicologia social han demostrado Ia rele-
trasciende Ia historia para juzgarla en nom- vancia de los aspectos simbólicos en la crea-
bre de los arquetipos mIticos; pero lo hacen ción y en Ia comprensión de Ia realidad social,
construyendo modelos racionales de compor- que los estudios religiosos y Ia antropologia
tamiento. Esta es por lo tanto una experimen- han hecho del mito un tema central para ci
tación mental que se funda en ci aporte miti- estudio de la "cultura" y que la psicologIa de
co, no rma abstracción sin sentido opuesta a! lo profundo ha superado la dicotomIa
mito, como sostiene Sore!. Puede concluirse racionalismo-irracionalismo, es sin embargo
diciendo que en Gurvitch la evolución de las quizá posible proponer nuevamente ci m. poli-
formas sociales está acompanada por las for- tico como concepto analitico en ci estudio de
mas de conocimiento, pero que Ia relación Ia polItica. Esto se puede hacer teniendo por
entre las mismas no es rIgida ni está vincula- una parte presente el carácter 'politico" del
da a una escala de valores como en Cassirer. m. politico en ci interior de la historia de las
La situación mItica pierde su papel global en formas y de las transformaciones de función
la edad moderna y, en cuanto vinculada cork de Ia conciencia mitica segdn lo hace Gur-
situaciones sociales parciales, puede ser vitch, y fundándose por otra parte en una
manipulada, pero permanece como expresiOn rccuperaciOn de una identidad entre mito y
existencial tanto en la forma de genuino m. m. politico ala luz de los estudios contempo-
politico y social como tranformándose en el ráneos sobre la mitologia.
lenguaje racional de Ia utopia. En Ia vida polItica la actividad dirigida
racionalmente con objetivos concretos y la
III. PARA IJNA RECUPERACION DEL MITO POLITICO COMO actividad simbólica se sobreponen continua-
INSTRUMENTO DC ANALISIS POLITICO: MITO Y MITO POLI- mente (Murray Edelman, The symbolic use of
TICO, El excursus historico realizado hasta politics, 1964), por lo que todo acto politico
aqui, aun siendo incompleto, destaca que, Si debe ser examinado tanto en ci nivel de las
el concepto teórico de m. politico está histó- con secuencias sobre la dinámica dcl poder
ricamente vinculado a la crisis del raciona- como en ci nivel dci significado que ci mis-
lismo liberal del siglo XIX y a Ia disputa entre mo asume como instrumento de condensa-
racionalismo e irracionalismo, no depende de cion de esperanzas, temores y, generaimen-
los mismos, asi como el fenámeno m. politi- te, emociones repnimidas e inconscientes. El
Co no está iigado a una fase del arco de desa- m. politico se coloca en ci interior de esta pre-
rroilo de la sociedad burguesa. La vinculación sencia de lo simbólico en polItica, Constitu-
entre m. politico y crisis dcl racionalismo es yendo su parte más organizada y de mayor
sin embargo importante y significativa en incidencia sobre la dinámica y las transfor-
cuanto demuestra Ia incapacidad del segun- maciones dci poder. Por esto la neccsidad y
do, como sistema global de pensamiento y de Ia intimidad de su vincuiación con ci mito,
acción, de dar cuenta de Ia pohtica e incluso quc, como es visto en Cassirer y Gurvitch,
en cuanto demuestra los riesgos politicos que representa la forma más intensa de expresión
corre una sociedad vinculada a una autocom- simbólica tanto en ci nivel de Ia conciencia
prensión racionaiista. como de organización social. En efecto, es a
La recuperación del m. politico por pane través de la esfera simbólica quc los elcmen-
de las ciencias sociales en Ia scgunda posgue- tos miticos confiuyen en la politica fijbndo-
rra no ha obviado este problema, pues acae- se en puntos y momentos especificos. La con-
cc todavia en un clima de racionalismo, aun- tinuidad cntrc m. politico y mito es sobre todo
que no ya ético y utilitarista sino, a travbs de relevable formaimente, en cuanto ci m. poli-
funcionalismo y estructuralismo, sistembti- tico, de la misma manera que ci mito, consis-
CO. Dc ese modo se ha perpetuado hasta boy te en relatos estructurados simbólicamente,
ci reduccionismo que se senalaba precedcn- y por lo tanto con un sentido sobredetermi-
temente y, en Ia tentativa de individualizar Ia nado, vinculados no en modo analitico sino
fenomenologia concreta del m. politico y sus emotivo con determinadas situaciones de
982 MITO POLITICO

hecho y destinadas a instituir formas privi- interior de las funciones sin seguir normas
legiadas de accián, cuya "verdad" el relato tradicionales. A este tipo de poder "politico"
mItico mismo funda. Se puede además basar Se vincula ci m. polItico, fundando sus con-
sobre la presencia on ci m. politico de verda- tenidos y sus fines en una relación todavIa no
deros mitologemas reconducibies a arqueti- aclarada, pero continua e Intima, con ci aná-
pos niiticos como Ia edad del oro o Ia recon- lisis y la acción racionalmente dirigida hacia
quista del Eden, Ia fundaciOn por parte de objetivos concretos y sosteniendo además el
heroes civilizadores, el libro sagrado, la trans- poder politico a través de Ia creación a su
formacion y la inversion de los papeles, etc. alrededor del consenso necesario.
Hay también una frecuente vincuiacion con Habiendo reconocido la continuidad entre
acciones polIticas de caracterIsticas rituales, m. politico y mito, para analizar cOmo ci pri-
a través de las que el m. politico se convierte mero actila en una situación "politica" nos
de relato en "presencia" y 'potencia", basta debemos dinigir a las caracteristicas del
recordar en tal sentido las reuniones de masa segundo. Cualidad fundamental del mito es
y las reuniones con el jefe; las asambleas de Ia de ser un fenómeno de limite y de pasaje
rnasa y la adquisicion de una conciencia de (Victor W. Turner, Myth and symbol, en inter-
clase revolucionaria, el voto y Ia actualización national Encyclopedia of the Social Sciences).
de Ia democracia, el jurarnento y Ia fidelidad Los mitos demuestran cómo una situaciOn se
a una naciOn o a una causa, etcetera. transforma en otra: Ia pérdida de Ia inmor-
Contrariamente a lo que sostiene Cassirer, talidad por parte de los hombres, la diferen-
ci m. politico y por tanto los elementos miti- ciación de los sexos desde un original ser
cos, existen con pleno derecho en la edad androgino, Ia fundación del mundo y la inven-
moderna porque eltonocimiento mitico y ci ción de una determinada técnica por parte de
racional coexisten on la estructura psicologi- dioses o heroes civilizadores, etc. Cuando el
ca del hombre, aunque históricamente uno y mito, en momentos predeterminados, es
otro pueden ampliar o restringir su esfera de ritualmente actualizado, los participantes on
acción. Es sin embargo cierto que las modi- consecuencia son Ilevados hasta un estado
ficaciones histOricas deben tenerse preserites, liminar, que es un estado más ailá del tiem-
como ha hecho Gurvitch, y que los modos de po —ci tiempo originario—, en ci que todo es
ser y las funciones del m. politico no son las posible porque se trata de una situación de
mismas en las sociedades ilamadas primiti- pura potencia. Durante ci rito los mismos se
vas. La importancia de la calificación "poli- encuentran en un limbo en el que las estruc-
tico' en Ia expresión m. politico no debe por turas cuiturales se anulan o se simplifican
lo tanto ser olvidada. Esta no indica simple- considerablemente. Orgias, canibalismo,
mente que ci m. politico es, en la edad moder- matanza de animales totémicos, cambio de
na, instrumento de ubicación del poder, ya papeles entre los sexos, igualdad, son sus
que también los mitos primitivos, regulando caracteristicas, porque se encuentran on un
la organización social, regulan ci poder. Se momento creativo y de restructuración, no en
trata más bien de distinguir entre sociedades uno de caos y destrucción. El relato dcl mito
en las cuales ci poder está on una relación de en este periodo ritual es instrucción, gnosis
completa interdependencia con las otras fun- y verdadera creaciOn, que lieva a Ia reapari-
nones e instituciones sociales —relaciones ción y aceptación de las estructuras sociales
matrimoniales y familiares, creencias y ritos o de las funciones sociales cambiadas o pun-
religiosos, relaciones económicas, técnicas, ficadas. El mito es, por lo tanto, una experien-
etc.— y aquellas on las cuales es por lo menos cia de crisis que elirnina las estructuras exis-
parcialmente independiente y administrable tentes y liega a un estado de absoluta hher-
on cuanto tal. En este segundo caso, cuyo on - tad, que es al mismo tiempo la situación ori-
gen histOrico se remonta normalmente a las ginal desde Ia cual todo ha nacido y una situa-
civilizaciones europeas clásicas, el poder es ción de muerte, fundamento de un retorno a
una variante flexible en una estructura social Ia vida. La dramaticidad del mito y Ia excep-
cada vez más abierta y puede ser usado para cionalidad de las situaciones que hace vivir
modificarla on todo o en parte o para cam- comporta que ci mismo sea actuado o relata-
biar en un breve periodo a las personas on ci do en momentos especiales, de crisis también
MITO POLITICO 983

ellos, vinculados con puntos centrales del el producto, de Ia interacción entre situacio-
ciclo vital —pubertad, muerte— o natural nes concretas de crisis individual y social y
—siembra, cosecha— o a catástrofes como procesos psIquicos. Las primeras desencade-
sequIa, inundaciones, invasiones. nan conflictos inconscientes, son vividas e
Además de la liminaridad el mito está iriterpretadas en el nivel psIquico segün la
caracterizado por la amhiguedad. Ambigue- peculiar dinámica del inconsciente y son res-
dad del lenguaje, ileno de trasposiciones sim- tituidas a Ia conciencia bajo forma de relato
bólicas, de condensaciones, de incertezas y mitico: testimonia del conflicto y disfraz en
oscuridades; ambiguedad en el relato, contra- Ia solución siempre precaria que se le da.
dictorio, logica y materialmente imposible; El mito por lo tanto no puede definirse posi-
ambiguedad de situaciones morales, ya sea tiva sino negativamente en sus contenidos,
respecto de la cultura de la cual se origina delimitándolo desde afuera a través del aná-
como de prohibiciones imperativas transcul- lisis del relato y de las situaciones de las cua-
turales. La ambiguedad es, sin duda, propia les nace. El mito es un vacIo inalcanzable para
también de la esfera de lo simbolico; pero no Ia conciencia y del cual nace la estructura
puede decirse que ci mito es ambiguo en cuan- misma de la conciencia: podemos individua-
to simbóiico sino todo lo contrario, es decir lizar el mecanismo del cual surge, pero no su
que Se sirve del lenguaje simbólico —tanto naturaleza. La ambiguedad del relato mitico,
intenso cuanto abierto— a causa de su ambi- ligada a Ia represiOn pulsional, manifiesta
guedad de fondo. Esto podrá comprenderse esta situación, que ci lenguaje simbólico,
una vez individualizado el mito en la relación dinámico y abierto, expresa. El mito, por lo
entre ambigUedad y liminaridad, que es lo que tanto, no es uria representaciOn de momen-
debe instaurarse en forma privilegiada. tos irracionales o primitivos del hombre sino
La liminaridad del mito nace del hecho de una consecuencia de un modo suyo de ser y
que, en cuanto fenómeno que interviene y de afrontar los problemas que siempre sur-
actüa en los momentos de crisis, dirigiendo- gen y que nacen de su constitución puisional
la y resolviendola a partir de un cuestiona- y de las relaciones entre esta ültima y ci
miento global de instituciones culturales, el ambiente. Por eso es inextinguible y la disgre-
mismo es un principio formador de concien- gación de las sociedades tradicionales, si bien
cia social y creador de las estructuras del se ha lievado consigo la destrucción de Ia
actuar y del pensar. El mito por lo tanto plan- mitologIa como organización cultural global,
tea y delimita un conjunto de posibilidades no ha destruido los mitos aunque la función
—Un campo de Ia posible—, que es uno de los y la forma han sido modificadas.
sentidos de la hminaridad; pero al mismo
tiernpo se demuestra ambiguo en el conteni- Iv. PARA UNA RECUPERACION DEL MITO POLITICO COMa
do porque el orden que crea y reconstruye INSTRUMENTO DE ANALISIS POLITICO: MITO POLITICO Y
está siempre resquebrajado por Ia posibilidad POLITIcA.Los mitos ciásicos y primitivos ten-
del desorden, de tal modo que exije periódi- dian sobre todo a mantener la validez de las
cas contribuciones rituales para rnantencrse. respuestas tipificadas, tradicionales, a las Cri-
En su delimitar, en efecto, como demuestra sis individuales y sociales, que de ese modo
la psicologia freudiana de lo profundo, ci mito eran a su vez tipificadas y privadas de buena
no es libre ni hgado a un cálculo práctico sino parte de su carga destructiva. El proceso que
que está determinado por el juego puisional ha Ilevado a las culturas clásicas y modernas
inconsciente. Su naturaleza es, por lo tanto, a hacer más flexibles los objetivos y las rela-
una vez rnás liminar —el lugar más aIlá del ciones entre las varias instituciones sociales
cual no se consigue mirar— y ambigua, en ha hecho que esas culturas estuvieran más
cuanto Ia "censura" efectüa allI sus interven- expuestas a crisis inesperadas en todos los
ciones, destinadas a disfrazar la descarga de niveles y contemporáneamente se convirtie-
las pulsiones que el momenta de la crisis, ate- ran las mismas en pramatoras de crisis, es
nuando las estructuras existentes, provoca ya decir de transformaciones estructurales. En
evitar consecuencias deteriorantes. Limina- esta nueva situación el mito, en sus varias
ridad y ambiguedad indican por io tanto al manifestaciones, de las cuales ci m. politico
mito coma al lugar, y al relato mitico como no es más que una, elabora las respucstas
984 MITO POLITICO

inconscientes, pero esta vez no de toda Ia sociedades tradicionales, ser matriz de insti-
comunidad sino de segmentos de Ia misma, tucionalizaciOn, porque esa funciOn cstá asig-
a Ia creciente dinámica cultural. nada at pensamiento y a Ia actuaciOn racio-
El surgimiento del m. politico depende de nales sobre todo por to que atañe a la estruc-
Ia aparición de la politica como función cen- tura del poder. En las cuituras modernas asis-
tral de Ia sociedad e instrumento de cambio timos por to tanto, en ci nivel de modelos, a
social y de la consecuente coagulacion alre- una contraposiciOn entre politica, que quie-
dedor de Ia misma de fuertes impulsos emo- re ser sostenida por ci principio de Ia reali-
tivos. Los relatos mIticos producidos por con- dad y a la cual están reservadas las tareas de
flictos inconscientes ligados a situaciones de Ia elahoraciOn institucional, y m. politico, sos-
crisis social —en el doble sentido de cambio tenido por ci principio del placer y at cual
potencialmente favorable a desfavorable at esas tareas le han sido sustraidas.
grupo agente— asume de ese modo carácter Este conflicto, intrinseco at modelo de las
politico, es decir se desarroila en un escena- culturas modernas, es profundizado por la
rio y usa un lenguaje politico y se dirige a la dinámica cultural. La politica, en su impul-
acciOn politica. Su naturaleza sigue siendo, so racionalizador, olvidando sus propias
sin embargo, psicologica, siendo el conteni- matrices inconscientes, termina cii efecto por
do politico la via culturalmente abierta a la convertirse frecuentemente en ciemento per-
expresiOn del conflicto, asi como la religion turbador de las estructuras psiquicas preva-
to era en las sociedades tradicionales: to lecientes, desencadenando de ese modo con-
demuestran el mencionado retorno en ci m. flictos frente a los cuales está absolutamen-
politico de arquetipos miticos y la elabora- te desarmada. Peru no es sOlo ci contraste
ciOn en nuevos contextos de materiales muy entre procesos conscientes e inconscientes to
antiguos, que siempre han servido a Ia expre- que provoca conflictos sino incluso Ia conti-
siOn de procesos inconscientes. nuidad existente entre unos y otros. La refle-
Esto abre ci capitulo, todavIa, por escribir- xiOn y la acción politica nacen en efecto, en
se, de las relaciones y de Ia interacciOn entre muchas ocasiones de m. politicos, de los cua-
m. politico v politica, sobre ci cual se tratará les, sin advertirlo, son Ia racionalizaciOn; cosa
de dar alguna indicaciOn a titulo experimen- que en si misma no Cs negativa mientras el
tal. Las culturas modernas se fundan en Ia m. politico refleje adecuadamente Ia situaciOn
tentativa del pensamiento y de Ia actuaciOn concreta y dependa de procesos inconscien-
racional de estructurar Ia sociedad segOn los tes no neurOticos, pero se convierte en algo
propios fines, sirviéndose de varios instru- grave en el caso contrario, cuando Ia adecua-
mentos de los cuales Ia politica es uno de los ciOn de la politica at principio de realidad
más importantes. El surgimiento simultáneo deviene sOlo aparente. Sostenido por ci prin-
en la Grecia clásica de Ia reflexión filosOfica cipio del placer, y por to tanto tendiente a Ia
y de Ia politica es en este sentido extremada- satisfaccion completa de su propia carga de
mente significativo.La fractura entre cons- libido o a Ia defensa neurOtica de los conflic-
ciente e inconsciente, perseguida con Ia pre- tos no resueltos de los que nace, ci m. politi-
tensiOn de una vida individual y social que Se co puede impulsar at grupo a posiciories des-
supone puede devenir del todo preserite a si tructivas y autodestructivas, es decir permi-
misma, demuestra sin embargo ci propio limi- tir a otros grupos, que individualicen y sepan
teen la permanencia dcl mito y en su meta- explotar los mecanismos psicolOgicos, que to
morfosis en nueva formas entre las cuales conviertan en un instrumento piopio.
está el m. politico. La existencia de este Olti- La relación entre politica y m. politico
mu demuestra cómo ci pensamiento lOgico en resulta por to tanto, incluso en un examen
su expresiOn pohtica vuelve automOticamente muy superficial, extremadamente complica-
a las propias matrices inconscientes con Ia da, pero en consecuencia rnuy densa. En base
creaciOn de un producto que reconstituye un a to ya dicho, y como hipOtesis, podemos fijar-
pucnte entre consciente e inconsciente. Esto Ia en tres niveles. En ci modelo general de las
es sin embargo causa de un continuo y poten- culturas modernas, en las que se contrapone,
cial conflicto. En efecto, al m. politico no le como anunciado, tanto que convierte en pro-
estO permitido, como le estaba at mito en las blemático todo equilibrio. En Ia realidad psi-
MODERNISMO 985

quica, en los que ambos —directamente uno, lado de Ia reflexibn y de Ia acción —como
indirectamente ci otro— nacen de procesos componente fundamental del concepto de
inconscientes, en consecuencia de los cuales 'politica" que suscita las mayores perpleji-
cambian sus papeles, se crLlzan, se niuestran dades estb en ci hecho de convertir en nece-
uno como Ia continuación del otro en una saria una lOgica de lo ambiguo y dc lo con-
serie muy complicada de disfraces cuya tradictorio opuesta a Ia cientIficamente domi-
caracteristica es Ia ambiguedad. En In real i- nante. Sc trata sin embargo dc una conse-
dad histórica, en Ia cual la creciente flexibi- cuencia a la cual as imposible escapar y de
lidad y complicación de Ia dinbmica social cuya accptación depende Ia posibilidad de
impide a los rnismos tener un significado uni- profundizar ci estudio del rn. politico coma
voco: Ia politica corno ci m. politico son cada fenómeno constitutivo y no aberrante de la
vez rnbs incapaces de asumir connotaciones rcalidad social
glohales, válidas para toda Ia sociedad, aun-
que ambos aspiren a esto. BII3LTOGRAFIA R. Barthes, El mito, hay, en su
La politica actda sobre lo social en una rela- MitologIas (19702), Mexico, Siglo xxi, 1980; E.
ción con ci rn. politico convcrtida en no menos Cassirer, El mito del estado (1945), Mexico, Fon-
sustancial por Ia pretension de negarlo o de do dc Cuitura Económica, 1968; N. Cohn En pos
convertir ai m. politico en un propio apéndi- dcl mi/cola (1970), Barcelona, Barral, 1972; M.
cc instrumental. La continuidad y Ia natura- Douglas, Simbolos nato va/es. Exploraciones en
leza de esa rciación tot-na en consecuencia cosmologia (1970), Madrid, Aliariza, 1978; M.
necesario asumir al rn. politico como concep- Edelnian, The symbolic use of politics, Urbana,
to analItico independiente, y csto no a la Illinois University Press, 1967; C.J. Friedrich y
manera de un reduccionismo psicoiogico, por- Z.L. Brzezinski, Totalitarian dictatorship and
que en nuestro mismo vivir está irnphcita, autocracy, Nueva York, Praeger, 1965; K. Galins-
como "punto de vista", la imprescindibilidad ki, Aeneas, Sicily and Rome, Princeton, Prince-
de Ia reflexiOn racional consciente y de Ia poh- ton University Press, 1969; M. Garcia Peiayo,
tica, pero para obviar ci reduccionismo racio- Mitos y simbolos politicos, Madrid, Taurus, 1964;
nalista —verdadera dirninutio para el horn- M. Godelier, Rapporti di produziane, miti, societcz
bre--, que ha rechazado todo contacto con los (1975), Milan, Feltrineili, 1976; Ch Hill, Purita-
productos simbOlicos y fantásticos, cataloga- nism and revolution, Londres, Secker-Warburg,
dos coma 'irracionales" El m. politico tiene 1968; G. Sorel, Reflex/ones sabre la violencia
por Ia tanto valor euristico en la restitución (1905-1907), Madrid, Alianza, 1976; 11. Tudor,
del pensamiento politico a si mismo, hacién- Political myth, Londrcs, Pall Mall, 1972.
dole comprender no Ia inutilidad dc sus
esfuerzos sino Ia imposibilidad de cuniplir su [i- IzIANo li0NAZZI1
propia función si se aisla en una esfera de me-
xistente autonomia. La conquista del princi-
pio de realidad por parte de Ia politica depen-
dc en efecto sobre todo de su reconocersc his- modernismo
tórica y estructuraimente como parte de la
diaiéctica conscicnte-inconscicnte en ci nivel El neologismo rn aparece por distintos luga-
de institucionalización de las relaciones de res hacia Ia mitad del siglo XIX para indicar
poder. Sobre csta base ci m. politico, defini- muv vagamcntc una corrierite dc estilos y con-
do comu producto del mostrarse-csconderse tenidos poéticas nuevos. A principios de cste
de conflictos inconscientes de los grupos siglo pasa, par analogia, del campo literario
sociales precipitados por momcntos de crisis, al religioso. Inicialmcnte fuc usado con iro-
tiene un valor analitico duradero, en cuanto nia per los catOlicos tradicionalistas en pole-
permitc Ilegar a lo imaginaria dc esos grupos mica contra los simpatizantes y promotores
y mostrar coma son vividas las situaciones de de un movimiento cultural innovador que
crisis, cudles expectativas o temores crea, qué apelaba sobre todo al evolucionismo en cual-
tipos de relación y de predisposición en la quier sector, implicando en su crItica a todas
actuación politica provocan. las iglesias históricas, empezando con la ens-
El aspecto de inserción dcl m. politico al tiana yen especial la católica. Can este signi-
986 MODERNISMO

ficado reformistareligioso el término entra dominici gregis, que presentaba una reduc-
prácticamente en el léxico europeo, perma- cion unitaria y deformante (no solo segOn la
neciendo ya definitivamente en él. AsI que opinion de los interesados), condenó toda
hablar hoy de modernismo es reevocar un manifestaciOn del m. A esta encIclica le siguie-
movimiento dotado de ideas sustancialmen- ron una serie de sanciones y decretos disci-
te religiosas en un sentido critico, muy corn- plinarios contra los innovadores, verdaderos
plejo y variado en sus multiples expresiones, o presuntos, con las que Se organizó una info-
que a principios del siglo xx y en el mundo ble carrera entre las curias diocesanas res-
occidental intentó sustraer la formulación de pecto a Ia cacerIa de brujas, que duró casi has-
la fe revelada de un marco metafisico abso- ta el pontificado de Benedicto XV.
lutizante para insertarla en el proceso real de Para hablar correctamente y con un senti-
la historia y de la cultura en continuo cam- do histórico, el movimiento modernista no
bio. De una manera más simple, el modernis- puede reducirse a un bloque doctrinal corn-
mo significo un esfuerzo por armonizar Ia fe pacto y homogeneo, sino que debe verse más
con el progreso cientifico, esfuerzo que se ira bien coma un estado de ánimo caracterizado
replanteando en los momentos de paso de una por aspiraciones comunes que después Se
época a otra. convertirán en valores distintos, no solo en
Asi pues los promotores del m. pensaban los diferentes contextos ambientales y socia-
interpretar (en aquel determinado periodo les, sino también dentro de una misma con-
que corresponde a Ia aparición de las van- fesión religiosa e incluso de una misma
guardias artIsticas y a los nuevos descubri- regiOn. AsI pues, con todos los elementos que
mientos cientificos) las exigencias de Ia con- aparecen en las sIntesis generales, en los Esta-
ciencia religiosa moderna ante los grandes dos Unidos de America (Hecker, Gibbons, Ire-
cambios politicos, antropológicos y socioló- land, Keane, O'Connel, Spalding, Perié) toma
gicos producidos bajo el empuje de las vas- un color de pragmatismo naturalista en un
tas transformaciones estructurales y técnicas contexto de cristianismo competitivo; en Ale-
en el nivel europeo. En todos elms estaba pre- mania (Harnack, Schell, Kraus, Ehrhard, Sic-
sente —con el telón de fondo de una crisis de kenberger, Muth, Engert, Rudolphi) se centra
valores vinculados a una economia agrope- en Ia critica histárica y bIblica en un sentido
cuaria y de subsistencia en decadencia— un liberal; en Francia (Loisy, Houtin, Auguste
ansia fundamentalmente apologetica del ens- Sabatier, Laberthonnière, Duchesne, Le Roy,
tianismo, dirigida a sintonizar las expresio- Bergson) se presenta como voluntarismo fib-
nes teologicas e historico-criticas de Ia igle- sófico o psicologico-religioso; en Inglaterra
sia oficial con "el espIritu del tiempo", a sea (Newman, Tyrrell, Petre, Von Huge!, Lilley,
con las instancias y resultados del progreso Bishop, Collins, Hummersley) como anti-in-
cientifico y filosófico correspondientes a los telectualismo inmanentista; en Italia (Buo-
nuevos modos de producción industrial. naiuti, Minocchi, Murri, Fogazzaro, Graf, Fra-
Sus escritos, al menos en Ia mayor parte de cassini, Genocchi, Gambaro, Semeria, Vannu-
los casos, no ponIan en discusión el nücleo telli) con una fuerte ansiedad pastoral-apolo-
original cristiano sino el recubrimiento ideo- gética no carente de apelaciones a! evangelio.
logico y las innumerables interpolaciones que De igual forma, no acaban de convencer las
el paso de los siglos habla ido acumulando. categorIas escolásticas, introducidas por la
En la práctica, Ia acción selectiva de detritos enciclica papal y asumidas despues por un
respecto a lo sustancial, por diversas causas, cierto sector de pensadores, que vinculan las
no lograba hacerse con agilidad y sin dolor, distinciones especificas con los diversos sec-
provocando no pocas crisis personales. tores afectados por Ia crItica (modernismo
La autoridad eclesiástica romana, partien- bIblico, filosófico, politico, social, literario,
do de otras premisas completamente distin- etcetera).
tas, vinculadas a una concepción fijista y dog- La distinción más lOgica, que adernás se
matizante, no tardó en oponerse con mucha basa en algunas constantes y que agrupa las
dureza a dicho movimiento, viendo en el mis- multiples expresiones del modernismo en los
mo 'la sIntesis de todas las herejIas". Plo X, diversos campos, es la que se establece entre
en agosto de 1907, con laenciclica Pascendi modernismo moderado y modernismo radi-
MODERNISMO 987

cal. El primero comprende Ia corriente refor- se podrIa decir que ci catolicismo liberal sien-
mista, que salva la trascendencia segiin Ia for- te alga que lo acerca al m. modcrado, pero de
mulaciOn del magisterio eclesiástico, lirnitán- ningftn modo al radical, o sea al verdadero m.
dose a un trabajo de correcciOn y de moder- El ejemplo más ciaro lo encontramos en ci
nización técnico-cientifica a través de un obispo Bonomelli.
"rejuvenecimiento" formal del patrimonio En general, la historiografIa itahana, ya sea
doctrinal de la iglesia institucional; ci Segun- de inspiraciOn católica a laica, aunque par
do, en cambio, desarrolla hasta ci fondo las razones diferentes, hasta hacc pocc , no ha
premisas ético-culturaies del sentimiento reli- demostrado demasiado interés par la contro-
gioso, prescindiendo de las categorlas tras- versia modernista ni por lo que trajo consi-
cendentalistas y reveladas, a través de una go: una par la repugnancia a indagar sobre
mediación antropologica no dualista, que se una fase indudabiemente represiva por par-
resuelve en la experiencia subjetiva y en ci te de la autoridad eclesiástica, la otra por pre-
sentimiento de fe. juicios ideahstas. Pero en resumidas cuentas
De todo ella, sierr. 1 re en ci plano de la inter- ambas con una tendencia a considcrar el
pretación, se deriva una distinción ulterior movimicnto rnodcrnista como un hecho inter-
entre movimiento modernista en general y no a Ia institucián eclesiástica, sin relación
catolicismo liberal, que a menudo se confun- diaiéctica alguna con las transformaciones de
den debido a una cierta identidad verbal en la sociedad civil, a sea cxtrapolado de los con-
cuanto a sus denuncias (clericalismo, poder textos rcaics y politicos. El ünico que captó
temporal) o a cierta convergencia de juicio un cierto vinculo de este tipo fuc Gramsci, ci
respecto a la politica eclesiástica (estado-igie- cual scnaló en Ia crisis modernista una scric
sia, autonomia de la ciencia). Sin embargo, de implicaciones dc interacción entre socie-
detrás de estas ambiguas y ligeras coinciden- dad civil y sociedad rehgiosa.
cias, si consideramos a fondo todos los aspec-
tos, existc una divergencia fundamental. En BIBLJ0GRAFIA: Fonti e documenti, Urbino, Argaha,
efecto, los dos movimientos parten de una 1972-1981 (10 vols. hasta ahora); Der Modernis-
concepción eclesiologica diametralmente mus, Tubinga, 1974; L. Bedeschi, Interpretazio-
opuesta, par no hablar de otras cosas. El cato- ni e sviluppo del mode rnismo cattolico, Milan,
licismo liberal, que tiene una preocupación Bompiani, 1975; L. Bedeschi, La curia romana
predominantemente poiltica, concibe Ia igle- durante Ia crisi modèrnista, Parma, Guanda,
sia como sociedad completa y jurIdicamente 1968; L. Bedeschi, Lineamenti dell'antimodernis-
perfecta, mientras que el modernismo, con mo. Ii Caso Lanzoni, Parma, Guanda, 1970; E.
preocupaciones de orden prepolItico o meta- Buonaiuti, Ii pellegrino di Roma, Ban, Laterza,
politico, ia considera una reahdad espirituai 1956; A. Houtin, Histoire do modernisme catho.
que se realiza progresivamente en ci tiempo; lique, Paris, ca., 1913; A. Loisy, Mémoires pour
para ci primero, la cuestión crItico-exegéti- servirà l'histoire religieuse de notre temps, Paris,
ca se considera una puesta al dla de orden tee- Nourry, 1930-1931, 3 vois.; G. Martini, Cattoli-
nico de la "ortodoxia" tradicional, mientras cesimo e mode rnismo. Momenti di una crisi del
que para ci segundo dicha cuestión es la base pensiero religioso mode mo, Nápoles, Edizioni
para una refundamcntación de la fe, no nece- Scicntifiche Ita!iane, 1951; E. Poulat, La crisis
sariamente coincidente con Ia formulacion de mode rnista (historia, dogma y crItica), Madrid,
Ia teologia oficial. En sIntesis, silos católicos Taurus, 1974; M. Ranchctti, Cultura e riforma
liberales se presentan par un lado como más religiosa nella storia del mode rnismo, Turin,
preocupados por las relaciones entre libertad Einaudi, 1963; J. Rivière, Le modernisme dons
y autoridad asi coma por la salvaguardia obje- l'église, Parts, Letouzey, 1929; P. Sabatier, Les
tiva del hecho cristiano, por ci otro no ilegan modernistes, Paris, Fischbacher, 1909; P. Scop-
a percibir o incluso rechazan toda problema- poia, Crisi modernista e rinnovamento cattolico
tica que afecte ci patnimonio doctrinal de la in Italia, Bolonia, I! Muiino, 1979; A. Vidler, A
iglesia institucional, revelando asi una indu- variety of catholic modernists, Cambridge Uni-
dable falta de adecuaciOn entre ci tipo dc versity Press, 1970.
reformismo auspiciado y ci análisis históri-
co de donde lo hacen derivar. Como maxima, [LORENZO BEDESCHI]
988 MODERNIZACTON

los instrumentos que permitan incidir sobre


modernización of proceso de m. en acto y guiar su curso hacia
los fines deseados.
1. DEFIMCJON. Se entiende por m. ci conjunto de
cambios en la esfera poiltica, econórnica y Cualquier definición
11. M0DERNJ7ACJON POLITICA.
social que ha caracterizado a los iiltimos dos de Ia m. politica debe ser tal que abarque ci
siglos. Prácticamente, como fecha del comien- proceso en su desarrollo dinámico sin asumir
zo del proceso de m. podrIa mencionarse la como modelo formas poiiticas existentes;
revoiución francesa de 1789 y Ia casi contem- debe permitir enfocar las caradteristicas de
poránea revoiución indus trial on Inglate rra rnodernidad respecto de los ciudadanos y res-
que iniciaron una serie de cambios en gran pecto dci sistema politico y no confundir
arnplitud, respectivamente on Ia esfera poll- modernidad y democraticidad. La definiciOn
tica y en Ia esfera económica, cambios estre- hasta ahora mOs compieta y que responde a
chamente interrelacionados. Maturalmente estos requisitos coioca al acento sobre tres
los fermentos de estas dos grandes transfor- caracteristicas principales: Ia igualdad, Ia
maciones deben buscarse en las condiciones capacidad y la difercnciación.
y en los procesos que se habIan ido desarro- Por lo tanto hay m. poiltica respecto de Ia
Ilando desde aigunas décadas anteriores y que poblacion de una comunidad poiitica en su
encuentran su punto cuiminante en las dos conjunto cuando se verifica ci pasaje de una
revoluciones. Estos procesos de transforma- condición generalizada de sObditos a un
ciones profundas y frecuentemente acelera- nñmero cada vez mayor de ciudadanos uni-
das tuvieron inmediatas repercusiones en of dos entre si por vinculos de coiaboracion,
sistema internacional y fueron exportadas un pasaje acompanado por la expansion del dere-
poco a todas partes por los europeos, aunque cho al voto y de la participación politica, por
prospera solo on forma lenta y parcial. Esto una mayor sensibilidad y adherencia a los
explica por qué ci proceso global haya sido principios de igualdad y por una más amplia
designado vez tras vez con ci nombre de euro- aceptación del valor de la icy erga omnes. Hay
peización, occidentalizaciOn y, finalmente, m. politica respecto de las prestaciones guber-
con ci término rnOs comprensivo y menos namentales y del sisterna en su conjunto cuan-
etnocéntrico de modernización. do se verifica un aumento de Ia capacidad de
Además se ha liegado a comprender, con ci las autoridades para dirigir los negocios
pasar del tiempo, que la m. no es simplemen- pObhcos, controlar las tensiones sociaies y
te ci proceso de difusión de las instituciones, afrontar las demandas de los miembros del
vaiores y técnicas europeas sino que es un sistema. Respecto de Ia organizadión de Ia
proceso abierto y continuo de interacción esfera politica hay m. polItica cuando se yen-
entre las diversas instituciones, las diversas fica una mayor di/erenciación estruciural, una
cuituras y las diversas técnicas. Este proce- mayor especificidad funcional y una mayor
so interesa a todas las esferas del sistema integración de todas ias instituciones y de
social frecuentemente de manera conjunta, se organizaciones que forman parte de la esfe-
desarrolla segün modelos alternativos que ra politica (Pye y Verba, 1965, 13). Esta defi-
presentan caracteres similares junto con nición que examina lam. polltica a tres nive-
peculiaridades, pero modeios que permiten les: a nivel de la poblaciOn, a nivel del siste-
distinguir en ci arco histórico sistemas poll ma politico y a nivel de los subsistemas, con
ticos, económicos y sociales más o menos particular énfasis sobre ci subsistema guber -
moderrios de otros con base on categorias namental, es muy eficaz porque no postula
comparadas. Y ci aspecto más interesante dcl sOlo un crecimiento indefinido e inevitable en
proceso de m. concierne justamenteal emer- las tres dimensiones sino que permite anali-
ger de formas polIticas, económicas y soda- ticamente abarcar incrementos en una dimen-
les distintas y diferenciadas. El estudlo de ia sión v declinaciones en las otras, además de
m. intenta dar una respuesta a las preguntas la incompatibilidad entre los diferentes tipos
que ataOen a los factores quc originan la de incrernentos simultáneos. Sc trata, en defi-
extraordinaria variedad de formas polIticas, nitiva, de una definiciOn estimulante porque
sociales y económicas, y se propone elaborar es abierta, no unilineai y multidimensional.
MODERNIZACION 989

III. ESTADIOS Y CRISIS DR LA MODERNIZACION.En el normalmente, ci estado-naciOn. Las crisis de


estudio de la m. Se ha recurrido a una con- identidad y de legitimidad son desafios de
ceptualización de empleo sumamente difun- carácter esencialmerite culturales, a los cua-
dido y consolidado en las ciencias sociales, les las respuestas de las autoridades funcio-
recientemente repropuestas con vigor en eco- nalmente positivas tienden a ser de carácter
nomIa, que interpreta los desarrollos histó- cultural. La solución de la crisis de identidad
ricos segiin una secuencia, más o menos rigi- será favorecida per una politica que tienda
da, de estadios. Luego de un cuidadoso exa- a la protecciOn de los derechos de las mino-
men de la historia de los sistemas politicos rias, de la igualdad en ci trato de los varios
occidentalcs, ciertos autores senalaron aigu- grupos (sobre todo por lo que se refiere al
nos desafios fundamentales o crisis sistémi- reclutamiento politico) y por una continua
cas que, aparentemente, aunque con modali- producción de simbolos de carOcter riacional.
dades y secuencias diferentes, todos, los sis- La soluciOn de la crisis de legitimidad corn-
temas deberian enfrentar. Esta crisis, sobre portara la creaciOn de mecanismos y dispo-
cuyo nOmero y sobre cuya secuencia Optima sitivos constitucionales adecuados a la repre-
no existe todavia un acuerdo completo, pue- sentación de los diversos grupos, pero con-
den de este modo ser definidas y clasificadas cerniente sobre todo a Ia obtención de un
segün la tendencia más difundida en Ia lite- acuerdo de base sobre La naturaleza del
ratura: crisis de penetración, de intcgración, gobierno legitimo y sobre sus resporisabilida-
crisis de identidad, crisis de legitimidad, cri- des y atribuciones en la superaciOn de las
sis de participaciOn y crisis de distribución. fracturas entre ci centro y Ia periferia, entre
Las crisis de penetración y de integraciOn se el estado y Ia iglesia, entre Ia ciudad y ci cam-
refieren al proceso a Iravés del cual nace un po, entre Ia industria y la agricultura. Más
estado más o menos centralizado. Este esta- aliá de los mecanismos, muchos autores des-
do trata de extender y ref orzar su autoridad tacan que lo que mhs importa en esta fase es
penetrando en los diversos sectores de Ia ci estilo y ci ethos dcl gobierno.
sociedad, exigiendo y obteniendo para el La crisis de participaciOn se verifica cuan-
poder central la obediencia debida antes de do se amplla ci hmbito dc los individuos o de
los centros de poder locales. Las crisis de los grupos que pretenden tomar parte en las
penetración y de integraciOn son dos desafIos decisiones polIticas. Las demandas de parti-
que pueden indicarse como de carácter cipaciOn se manifiestan habitualmente en
estructural, a los cuales las respuestas de las concomitancia con relevantes mutaciones en
autoridades centrales tienden a ser esencial- los sectores econórnicos y sociales que gene-
mente estructurales. En efecto, las autorida- ran nuevas nccesidades. Las respuestas de las
des centrales tratarán de constituir una buro- autoridades a estas demandas pueden consis-
cracia estatal, de reclutar un ejército de leal- tir en la concesión dcl derecho al voto, de reu-
tad segura yen general un cuerpo de policIa, nión, de asociación, de libertad de prcnsa, en
de unificar los mercados y las monedas y de la abolición dcl voto ptiblico y en la instaura-
construir infraestructuras viales que favorez- ciOn del principio de un hombrc-un voto, en
can las comunicaciones entre el centro y Ia la extensiOn del sufragio a toda Ia comunidad
periferia y viceversa. Las crisis de identidad con exclusiones hasadas solo en los requisi-
y de legitirnidad se refieren al proceso los de edad y, finalmente, en la completa legi-
mediante ci cual los ciudadanos Ilegan a obe- timaciOn de Ia oposiciOn hasta su acceso al
decer las leycs emanadas del estado, a acep- gobierno. En el proceso de solución de la cri-
tarias como justas y vinculantes y a sentirse sis de participaciOn aparecen las primeras
parte de la comunidad politica. Estas dos cri- organizacioncs politicas permancntes como
sis afectan, por lo tanto, por una parte, y en los partidos politicos y, más adelante, los gru-
una dimension vertical, las relaciones de los pos de intcrés. Finalmente, la crisis de distri-
ciudadanos con las autoridades; por otra, y bución afecta las modalidadcs dcl ernplco de
en una dimension horizontal, las relaciones los poderes gubernativos para efectuar trans-
entre los varios grupos sociales, económicos, ferencias de riquezas cntre los ciudadanos y
religiosos, etnicos y rcgionales. A través de para distribuir bicnes, servicios, valorcs y
Ia soluciOn de estas dos crisis Se ha formado, oportunidadcs. Soluciones posibles de esta
990 MODERNIZACION

crisis son todas las intervenciones que tien- innovaciones en los diversos sectores de la
den a convertir en operante y efectivo el prin- sociedad. Algunos autores han destacado que
cipio de la igualdad de oportunidades y por hay una tension entre dos exigencias opues-
lo tanto, en particular, Ia institución de un sis- tas pero igualmente necesarias de la m. poll-
tema escolástico universal y gratuito, Ia crea- tica. Esta tension surge entre Ia centraliza-
ción de un sistema asistencial sanitario y de ción del poder en Ia autoridad central y Ia
pension generalizado, la instauraciOn de un difusión de las innovaciones en Ia sociedad.
sistema de impuestos progresivos y toda otra AsI, por un lado tenenios sistemas politicos
medida de repartición equitativa de la renta con fuerte autoridad central que estOn en
nacional. capacidad de imponer los cambios necesarios
Estas crisis representan los desafIos cuyas —pero también de obstaculizarlos y de opo-
respuestas modernizan a los sistemas polIti- nerse a ellos tercamente—, pero no son aptos
cos occidentales; las respuestas que se han para alentar la producción de innovaciones
delineado representan solamcnte algunas de entre los miembros del sistema; por el otro,
las varias posibles. Por una parte, en efecto, tenemos sistemas polIticos descentralizados
no hay que olvidar que las respuestas a cada con autoridad menos fuerte, en los que Ia
una de las crisis están condicionadas por el capacidad puede prosperar, pero en los cua-
precedente orden del sistema y constituyen les Ia aceptaciOn y Ia difusión de las innova-
ulteriores condicionamientos para las res- ciones en los sectores de Ia sociedad resulta
puestas a los desafIos sucesivos. Por otra par- difIcil, desigual y lenta.
te, las capacidades innovativas del homo poli- El periodo en el que la rn. polItica ha comen-
ticus son grandes y por lo tanto no se pueden zado es comparativamente importante sobre
excluir a priori respuestas originales por par- todo porque ha dado una gran ventaja a los
te de los sistemas que todavIa no han resuel- que han liegado primero, permitiéndoles
to sus crisis, ni sorprendentes innovaciones plantear y resolver los problemas iniciales,
en las respuestas a los desafjos que cierta- frecuentemente de capital importancia, con
mente serán exigidos por una época que debe el minimo de presiones externas y conforme
enfrentar los problemas de la posibilidad del a sus tradiciones, sin tener que someterse a
suicidio atómico colectivo, de la carrera a la las imposiciones forzadas de modelos elabo-
conquista de los espacios y de la superpobla- rados y experimentados en otra parte y cvi-
ción del tercer mundo. tando las ansias de Ia competencia. El perio-
Particularmente son çuatro los factores que do en el que Ia m. polItica ha comenzado, más
influyen, e históricamente han influido, en ci aIlá de la estructura de la sociedad tradicio-
curso de Ia m. polItica. Primero de todo, el nal, ha tenido notable importancia incluso
tipo de estructuras y de cultura polItica tra- sobre las relaciones entre las distintas clases
dicionales; en segundo lugar, el momento his- sociales y sobre la elecciOn de diferentes tipos
tórico en el que comenzó el proceso de m.; en de organizaciOn estatal. Sc ha notado que en
tercer lugar, las caracterIsticas de liderazgo paises como Inglaterra, Francia y Estados
modernizante, y, finalmente, la secuencia en Unidos, que se modernizaron precozmente, y
la que se han presentado las distintas crisis. como quiera que sea a la mitad del siglo XIX,
TodavIa no es posible adelantar generaliza- y en los cuales el proceso de transferencia del
ciones-empIricas sOlidamente documentadas poder politico de las manos de los propieta-
sobre qué tipo de estructuras y de cultura rios de la tierra a las de los empresanios
politica tradicional son mayormente capaces industniales se realizO tranquilamente, se eli-
de absorber y de generar mutaciones polIti- giO ci camino de Ia democracia burguesa; en
cas. En linea general se destacan sobre todo paises como Alemania, JapOn e Italia, en los
las caracterIsticas de Ia legitimidad, de la que la m. comenzO hacia fines del siglo xix
autonomia y de la eficiencia de las institucio- bajo presiones externas y se realizO a través
nes politicas y también Ia flexibilidad y Ia de una dificil alianza entre elites agricolas,
capacidad imitativa de la cultura tradicional. burocráticas e industriales, con exclusiOn de
La m. polItica es un proceso que implica la las masas de Ia participaciOn politica, se cob-
transferencia del poder de unos grupos a caron en ci camino del fascismo, y, finalmen-
otros y el uso de este poder para introducir te, en paises como Ia UniOn Soviética y Chi-
MODERN IZACION 991

na, en los que la m. comenzó solo en ci siglo tralizadoras del estado y Ia tentativa de pre-
xx y tuvo necesidad de la movilización de las servación de los privilegios corporativistas
masas campesinas contra los terratenientes por parte de la iglesia. Las otras dos fractu-
y las clases parasitarias urbanas, se encami- ras son ci producto de la revolución industrial
naron hacia revoluciones comunistas (Moo- y se refieren al conflicto entre los intereses
re, 1969). de los grandes terratenientes y los intereses
Este anáiisis conduce inevitabiemente al de los empresarios y ai conflicto entre pro-
estudio de las caracterIsticas del liderazgo pietarios y dadores de trabajo, por un lado,
modernizante, caracterIsticas que constitu- y prestadores de trabajo y asalariados, por
yen una importante variable en la explicación ci otro. La manera en que estos conflictos son
del proceso formativo de ciertos tipos de mediados y resueltos, La forma en que las
gobierno en vez de otros. Tipicamente en los fracturas en la sociedad se recomponen o bien
primeros paises por modernizar, y más gene- la manera en que los conflictos se acumulan
ralmente en Europa occidental, ci papel de y se superponen y las fracturas se agudizan
guIa fue desempenado, si bien con distintas Se traducen en sistemas partidisticos que
modalidades segOn los paises, por Ia burgue- difieren sustancialmente ya sea respecto del
sIa, es decir por una naciente clase comercial papel desempeflado por la mayoria de Ia acti-
y empresarial en lucha por una parte contra vidad y de la legitimizaciOn de la oposición.
Ia aristocracia latifundista y por otra contra Siempre a través de Ia lente conceptual de
los campesinos y contra el primer proletaria- Ia histonia de la burguesia, Ia m. de tipo fas-
do industrial y urbano. Los intelectuales, cista puede verse como ci tipo de m. que ha
como tales, no tuvieron un lugar privilegia- tenido lugar en los paises en los cuales Ia clase
do en este proceso cuyo impulso provenia del burguesa no dispone de Ia fuerza suficiente
sector industrial. Más aOn, podria incluso ver- para derrotar a las elites agrarias tradiciona-
se buena parte del proceso de m. politica de les y debe aliarse con ellas, con los burócra-
Europa occidental a través de la lente concep- tas y con los militares para hacer avanzar sus
tual de Ia lucha de La burguesia contra los inicreses. El elemento sobresahente de este
otros grupos sociales con elfin de obtener el tipo de m. es que si no se cumple desde ann-
predominio econOmico y el control de las ba por individuos unidos por un fuerte senti-
palancas del poder politico. Noes exagerado do de su misiOn y Ilenos de sentirnientos de
afirmar que hubo una fase de este proceso en autoritarismo y de desprecio por las masas
ci que el estado no representó más que ci termina por provocar un largo periodo de
comité ejecutivo de los intereses de la bur- inmovilidad politica, ya que ci conflicto entre
guesia. elites agrarias y elites industriales se resuel-
Es en este periodo y en virtud de Ia bataila ye en un compromiso en penjuicio de Ia pobia-
desencadenada por Ia burguesia que se yen- ciOn usada como masa de maniobra por
fican o se agudizan algunas fracturas en ci ambos grupos, pero sustancialmente exclui-
interior del sistema social. Una tesis influyen- da de La participaciOn en Los beneficios, aun-
te y ampliamente documentada hace derivar que mInimos, producidos por este lento nt-
de los contrastes enire los grupos sociales mo de moviiización de los recursos del pais.
organizados Ia existencia de cuatro fracturas En este sistema, o los intelectuaies se resig-
y destaca su incidencia sobre la instituciona- nan a desanrollar Ia tarea de legitimacion
lizaciOn de las estructuras politicas, sobre su ideologica del regimen o simplemente se mar-
funcionamiento y sobre la expresión del con- ginan. Con el éxito de las revoluciones comu-
flicto y del disenso. Dos de estas fracturas nistas dcl siglo xx, la rusa realizada predomi-
derivan directamente de la revolución nacio- nantemente por una uniOn de intelectuales y
nal y conciernen a los conflictos y relaciones obreros de la industria y la china por intelec-
entre Ia cultura y las demandas del "centro" tuales y campesinos, los intelectuales con-
y Ia cultura y las demandas de Ia periferia quistan un papel dominante en ci proceso de
—como sea que se defina a la "peniferia": rn. de sus paises, aunque lo hacen con distin-
sobre Ia base de caracterIsticas étnicas, eco- ta suerte y a través de humillaciones y perse-
nómicas, religiosas, linguisticas o geografi- cuciones peniodicas.
cas— y el conflicto entre las tendencias cen- Hoy ci debate sobre cuál ciase o grupo debe
992 MODERN IZACION

desempenar las funciones de liderazgo en los dos, sino que empobrece a continuación a los
paIscs del tercer mundo se centra en Ia posi- paises que tendrian mOs necesidad de técni-
bilidad de que se verifique el advenimiento cos y de investigadores calificados. A veces,
de una clase media con un fuerte espiritu sin embargo, la fuga de los estratos de técni-
empresarial e impregnada de nacionalismo y cos y profesionales puede verse influida por
populismo que proceda, por una parte, a la las elecciones politicas de los lideres de los
emancipación del pals de la tutela del capi- paises del tercer mundo, pero Ia seduccion de
talismo internacional y, por otra parte, que estos profesionales es sin ninguna duda una
sepa apelar a las masas obreras y campesi- sutil manifestación del imperialismo. Las con-
nas prometiéndoles y realizando una mejorla secuencias politicas relevantes de este drena-
susiancial de las condiciones de vida. Esta je de las energIas intelectuales son que a los
tesis, vigorosamente impugnada por muchos paises del tercer mundo les falta ese tipo de
en el plano de Ia cultura de Ia nueva clase individuos que, históricarnente, han sido los
media y sobre Ia base de un anAlisis estruc- más interesados en Ia instauración de formas
tural de las sociedades en las que ésta actUa, de organización politica y económica que
es contrabalanceada por Ia tesis que ye en las comtinmente se definen como modernas.
revoluciones campesinas, conducidas a tra- Por lo que concierne más especificamente
yes de una larga guerrilla en Ia cual se tern- a Ia crisis, ci problema central afecta Ia super-
plen las energias y se formen los cuadros din- posiciOn de las mismas y las modalidades con
genies, el ünico camino todavia abierto a Ia las que se presentan, Se enfrentan y se resuel-
m. polItica, económica y social de los paises yen. Sobre todo la superposición de las cri-
del tercer mundo. Poe otra parte, juzgando sis de identidad, legitimidad, participación y
por la reciente experiencia de Ia revolución distribuciOn crea situaciones muy complica-
cubana, parece que los intelectuales están das. Si Ia ampliación de Ia participación poll-
destinados a cubrir funciones directivas tica, entendida esencialmente como sufragio
incluso en las auguradas revoluciones cam- universal se pide y concede en sistemas poli-
pesinas de fines del siglo xx. ticos en los que todavia no estO rnuy claro
Una de las ventajas de los primeros paises quiCn forma parte de Ia cornunidad politica
que realizaron Ia m. ha sido Ia oportunidad y quién estA excluido ni cuáles son los proce-
que se les ofreció de poder, en un cierto sen- dirnientos aceptados para Ia solución de Ia
tido, diferir las distintas crisis y sobre todo crisis, las probables consecuencias SOfl, Poe
de enfrentarlas en una secuencia no destruc- un lado, tendencias separatistas de los gru-
tiva. A propósito de esto es ütil destacar Ia pos que se consideren desfavorecidos y, por
importancia de Ia emigración como válvula cI otro, continuas y bruscas mutaciones en los
de seguridad de algunos regImenes, en parti- dispositivos constitucionales. Si, luego, Ia cri-
cular de la Inglaterra de los siglos xviii-xix. sis de clistribución se presenta antes de que
con Ia que se eliminaba no solo un excedente se haya verificado un desarrollo econOmico
de población sino que se alejaba a los disiden- bastante sostenido, Ia satisfacciOn precoz dc
tes politicos haciendo más hornogOnea a Ia la demanda de distribución provocará graves
comunidad polItica y descargando algunos desequilibrios en Ia forrnación de las inver-
conflictos sociopoliticos de gran alcance. Hoy, siones y por lo tanto en las sucesivas posibi-
por el eontrario, la emigraciOn actOa en direc- lidades de producir des2irrolio econOmico y
ciOn muy diferente y, sobre todo a causa del de Ia distribución de sus frutos. Enti -c las
desnivel ne los ingresos y de las oportunida- I irnitadas generalizaciones con cienta yalidez
des, se resuelve en un drenaje de los recur- parece see una de las mOs fundadas Ia que sos-
sos intelectuales de los palses del tercer murl- tiene Ia exigencia de que Ia comprensiOn de
do a favor de los paises occiden tales. En efec- los consumos y un alto poncentaje de inver-
to, el ilarnado brain-drain no solo enriquece siones se mantengan hasta el mornento del
a los paises mAs adelantados en el sector de logro del desarrollo autopiopulsor y que, con-
Ia investigaciOn cientifica creando un ulterior secuentemente, subordina la solución dc Ia
circulo vicioso al convertir en más atrayen- crisis de distnibuciOn al despegue industrial.
tes las comunidades cientificas de los paises Por lo que se refiere a Ia participación politi-
'maduros", y esencialmente de Estados Uni- ca, dado que Ia m. es Ufl proceso de adapta-
MOD ER N IZAC ION 993

clan constante y de continuas innovaciones, no de m. y es, en Ia práctica, difIcilmerite


no es de rlinguna manera arriesgado preve capaz de explicar las mutaciones que advie-
Ia aparición de nuevas formas de participa- nen en paIses coma China, donde se teoriza
cion, sobre todo en sectores limitados y sobre "el primado de Ia polItica". La tercera posi-
materias especIficas que afectan Ia distribu- ción constituye la inversion de los términos
ción del poder, su ejercicio y su control. de Ia perspectiva marxiana y afirma justa-
La m. politica no se produce, y no puede mente el predominio de la esfera politica
producirse, in vacuo, es decir sin entrar en sabre las otras esferas. Curiosamente, los
contacto con In m. de los demás sectores y, antecedentes histOricos y logicos de esta
particularmente, con Ia m. económica y corriente de pensamiento pueden encontrar-
social. Este aspecto del problema ha sido cla- se en algunos elementos de Ia teoria leninis-
ramente advertido por casi todos los estudio- ta de la conquista y del ejercicio del poder en
sos, entre los que, sin embargo, se han mani- un pals atrasado, segOn los cuales para la m.
festado distintas orientaciones en lo que se de Rusia y Ia instauración del socialismo
refiere al papel especIfico de la esfera polIti- habria sido suficiente "el poder de los soviets
ca en el proceso global de modernización. más Ia electrificación", y en la constante acen-
Sobre este aspecto hay treS posiciones. Están tuación del poder politico coma medlo para
los que Sostienen la autonomla de la esfera Ia creación de nuevas relaciones sociales que
polItica respecto de las esferas económica y constituye un filón relevante del pensamien-
social y que por Ia tanto analizan los cambios to de Mao Zedong. La posiciOn aqul asumi-
en el interior de Ia esfera politica tratando de da es que se debe partir, coma aproximaciOn
pormenorizar SUS efectos sobre Ia m. socioe- más fecunda y más comprensiva, de Ia auto-
conómica y los reflejos sobre Ia estructura y nomia de Ia esfera politica y que debe anali-
sobre Ia cultura polItica de los cambios en las zarse la m. de un sistema en su conjunto a tra-
esferas económica y social. Esta aproxima- yes de las interacciones de Ia esfera politica
ción parece particularmente fructifera si bien con la esfera económica y con Ia esfera social.
su aplicación exige notables esfuerzos anall-
ticos para la circunscripción lo más limpida iv. MODERNIZACION EcoNOMIcA. Se define coma m.
posible de las variables en examen; no ha sido económica al proceso a través del cual Ia orga-
muy utilizada hasta ahora. Están aquellos que nizaciOn de Ia esfera económica de un deter-
sostienen Ia dependencia de Ia esfera poilti- minado sistema se hace mCs racional y más
ca respecto de Ia económica y social. Es Ia cia- eficiente. La racionalidad se mide en base a
sica posición marxiana, adaptada en diversas Ia correspondericia de los medios usados res-
formas y reformulada, que considera los cam- pecto de los fines que se intcnta alcanzar. La
bios en Ia superestructura polItica determi- eficiencia se mide segün tres indices: el pro-
nados (o condicionados) por los cambios en ducto nacional bruto, el ingreso percápita y
las relaciones sociales de producción. Para- el indice de crecimiento de Ia producción per-
dojicamente se verifica una convergencia de capita. Mientras los dos primeros indices
la tesis marxiana en su forma más extrema fotografian la situación de una economla en
con Ia posición fuertemente conservadora y un tiempo determinado y son par lo tanto
de clefensa del status quo de aquellos que des- estáticos, el tercer indice filma la situación
tacan las 'leyes de Ia economla" coma alga y permite observar el proceso mismo de desa-
que no puede y no debe contaminarse con rrollo y de crecimiento de Ia económia, corn-
intervenciones de naturaleza poiltica. Esta es, parar varias economias y prever sus posibi-
Linalmente, también la perspectiva de muchos Iidades de desarrollo posterior. Para obtener
estudiosos conductistas (v. conductismo) que Ia calificación de moderna una economla debe
observan las instituciones polIticas a través pasar a través de distintas fases. Si bien la
de lentes conceptuales derivadas de Ia econo- Ilamada teorla de los estadios del desarrollo
mia, de la psicologIa y de Ia sociologIa. Aun- econOmico (Rostow, 1962) ha sido variada-
que en si misma üil, Ia aproximación neo- mente criticada, y con frecuencia de manera
marxiana conduce sin embargo a Ia acentua- correcta, surninistra sin embargo una coma-
ción y al privilegiamiento de una sola cara de da y estimulante slntesis del proceso de m.
Ia cambiable realidad de los palses en cami- económica. SegOn Rostow este proceso se
994 MODERNIZACION

desarrolla partiendo de la sociedad tradicio- scntada ejcrnplarrncnte por la cxperiencia


nal con una economla de subsistencia, a tra- ingiesa. Esta primera fase, además, está tarn-
yes de Ia creaciOn de los requisitos para ci bién caracterizada por la ausencia de orga-
despegue, el más importante de los cuales es nizacioncs formales de los trabajadores. Con
Ia acumulaciOn primitiva, hasta el despegue modalidades levcmente diferentes, que ata-
que representa un verdadero cambio, un sal- flcn a la gran disponibilidad de tierras y a Ia
to cualitativo centrado sabre la industriali- gran inmigraciOn —que tiene una importan-
zación realizada. Luego se efectüa el pasaje cia notable para el mercado del trabajo y para
a la madurcz que es ci estadio en el que se con- las luchas obreras— Sc desarrolla Ia experien-
solidan los cambios estructurales aportados cia cstadunidense. En cfecto, una corricnte
por la industrialización y se eliminan los dese- rcvisionista de historiadores de la econornia
quilibrios sectoriales y, finalmente, ci ha pucsto de relieve coma, sabre todo en ci
momento del consumo de masas en ci que ci sector del crédito bancario y de las inversio-
sector económico, primeramente orientado nes, ci gobierrio estadunidense ha desempc-
solo hacia la expansiOn dci sector producti- flado un papel más importante de lo quc sos-
vo, con particular atención a los bienes ins- tiene Ia idcologia nortearnericana predomi-
trumentales, es adaptado a la producción nante, individualista y librecambista. En una
cada vez mayor de los bienes de consumo. Si scgunda fase, la m. econOmica está favoreci-
bien es cierto que los estadios pueden verifi- da y frecuentemcnte lanzada par estudiadas
carse como modalidades y tiempos diferen- intervenciones estatalcs, como en Ia Alcma-
tes (siguiendo por ejemplo la icy del desarro- nia de Bismarck y en el Japón Meiji. La poten-
llo combinado formulada por Trotski quc cia económica se considera uno dc los medios,
sostiene para los paIses subdcsarrollados la el más importante, para el ejercicio de Ia acti-
necesidad y la posibilidad dc superar algunos vidad polItica, de tal mancra que se asiste a
estadios, como por ejempio ci estadio capi- una sustancial subordinación de la esfera cco-
talista, gracias al aprovechamiento de los nOrnica respccto de ia esfera polItica, mien-
conocimientos ya adquiridos en otros paIses), tras que en los casos ingles y norteamerica-
sobre todo por lo que se refiere a la adopción no se habIa desarrollado entre ci poder polI-
y a ia aplicación de las innovaciones tecnoló- tico y ci poder económico una larga seric de
gicas, la idea central de que se debe necesa- interacciones de resultado variable, aunquc
riamente pasar de un estadio de fuerte corn- si generaimentc más favorable a los intere-
prensiOn de los consurnos, de notables aho- ses económicos. En la tercera fasc, represcn-
rros y de grandes inversiones a una fase de tada no solo por los regImenes comunistas
desarrollo económico autopropulsivo y de rcvolucionarios, coma la Union Soviética y
expansion de los consumos, no parece ser China, sino por la mayor parte de los paises
puesta en duda. en vias de desarrollo, India incluida, ci poder
La m. econórnica, por lo tanto, conduce a politico se conyierte en empresaria ya sea par
la sociedad altamente industrializada, pero la debilidad, la corrupciOn o Ia inexistencia
ci procedimiento que la misma impiica y las de la clase empresariai nacional o par los
mutaciones que induce son mucho más vas- objetivos que Cl mismo se piantea teniendo
tos que los provocados par Ia industrializa- por objeto no sOlo un ritmo rápido de dcsa-
clan; Sin embargo, el tema que intcresa de rrolio sino un desarrollo programado segOn
manera particular a los estudiosos de la m. dircctiyas de tipo socialista en sentido lato.
se refiere al tipo de estructuras politicas que El cstado ernpresario, tanto en su fasc más
facilita este proceso, las contribuciones quc atenuada dc fines del siglo xix como en su
estas estructuras pueden aportar a un rápi- fase más marcada en los paises modcrnizan-
do y equilibrado desarrollo dcl mismo y los tes del siglo xx, tiende a controlar can seve-
reflejos que la m. económica tiene sobre Ia ridad las organizaciones de los trabajadorcs,
esfera polItica. Históricamente ha habido tres negando a las mismas autonomla, posibilida-
fases. La primera fase se caracteriza por ci des de contratación y participaciOn en el pro-
laissez faire y par una serie de ajustes casi ceso decisional, termiriando de ese modo par
totalmente independientes de Ia intervenciOn impregnar de autoritarismo ci mismo funcio-
del estado en la esfera económica y está repre- namiento de la máquina estatal.
MODERNIZACION 995

En los estados ex coloniales Ia dialéctica participar en las ventajas de la civilización"


entre las exigencias de Ia m. económica, y por (Bendix, 1969, 114).
lo tanto comprensión más 0 menos prolonga- El proceso de alfabetizacion es acompafla-
da de los consumos —pero esencialmente a do y favorecido por la exposición en los
Costa de la clase obrera y de los Campesi- medios de comunicaciOn masiva, y solo rela-
nos—, y demandas de participación polItiCa tivamente en forma tardia en ci caso de los
y de distribuCión de los bieries y ServiCios, se palses de Europa occidental, pues los prime-
presenta de manera aguda y por ahora no ha ros ejemplos de prensa "popular" se remon-
encontrado su adecuada solución. En general, tan a Ia Inglaterra de comienzos del siglo
ci problema Central de la m. económiCa XIX. A continuación Ia utilización de los
importa al politologo por las ContradiCCioneS medios de comunicación masiva respondió,
que ci poder politico puede aportar a una por un lado, a los esfuerzos de los gobernan-
mejor organización de la esfera económica, tes por comunicar las decisiones politicas a
sobre todo en cada uno de los estadios de los gobernados de la forma más rápida y corn-
desarrollo, y por la capacidad de las estruc- prensiva posible y lograr enterar los deside-
turas polIticas de atenuar, mediar o resolver rata de los gobernados a través de Ia prensa
los Contrastes entre las ciases sociales pro- de la oposicion y de Ia prensa en general y,
ducidos por Ia misma m. económica (Holt y por ci otro, fue producido por la alfabetiza-
Turner, 1966). don más extendida y por el relativo aumeni-
to del tiempo libre. Las exigencias funciona-
V. MODERNIZACION SOCIAL. Junto a las transfor- les de la sociedad, en particular par Jo que se
maciones que se originan en la esfera econó- ref iere al trabajo en las fabricas y a una mejor
mica, influidas por ésta o a ésta vinculadas, utilización de los recursos tanto humanos
se verifican profundas transformaciones coma materiales, facilitan poco a poco los
incluso en Ia esfera social. La m. económica, desplazamientos no sOlo entre ci campo y la
que tiende a una mejor organización de las ciudad sino de sector a sector de la actividad
capacidades y de las potencialidades produC- y alientan considerablemente la movilidad
tivas de una sociedad, implica sobre todo un geografica. Uno de los efectos más importan-
éxodo más o menos consistente de mano de tes del incremento de movilidad geografica
obra sobrarite de los campos, mano de obra y de las exigencias del trabajo en Ia fábrica
en parte expulsada por Ia mecanización del consiste en Ia ruptura de los esquemas tradi-
sector agricola y en parte atraida por las cionales de estratificación y en ci advenimien-
nacientes industrias urbanas. Dc este modo to, aun con grandes limitaciones, de un nota-
se crean grandes conglomerados urbanos. La ble grado de movilidad social que parece ser
exigencia del manejo de máquinas complica- ya una caracteristica comün de las socieda-
das y de ayudar a Ia administraciOn de gran- des industriales adelantadas. Por lo que se
des empresas hace necesario un aumento de refiere a la estratificacion, la m. socioeconó-
la alfabetizaciOn que permita una adquisicion mica demanda y produce el pasaje desde una
más rápida, segura y difundida de los cori- estratificaciOn rIgida basada sabre vinculos
cimientos exigidos. A esto debe agregarse que de casta, primero a modelos de estratificación
la alfabetizaciOn adquiere también una rele- basados sobre vinculos muy estrechos y sOil-
vancia politica propia. "La exigencia de una dos como los de las clases de tipo marxiano,
instrucciOn elemental es comiin a todas las luego a modelos de estratificación en los cua-
posiciones politicas: los conservadores Ia apo- les los vinculos entre las clases se hagari fle-
yan porque temen la indisciplina insita en ci xibles y variados, y finaimente a una estrati-
pueblo, indisciplina que hay que dobiegar con ficación que produce Ia agrupación de los
la instrucción sobre fundamentos religiosos individuos segOn Ia función que los mismos
incuicando de ese modo la fidelidad al rey y cumplen en Ia sociedad. Este Oltimo modelo
al pais; los liberales sostienen que el estado de estratificacion que se apoya sabre las cua-
nacional exige ciudadanos educados por los lidades personales y sobre las efectivas con-
organismos del estado; los populistas a su yes tribuciones al funcionamiento de la sociedad
afirman que las masas populares que contri- y que tiene corno iegitimacion una ideologia
buyen a crear Ia riqueza del pals deberian de la adecuaciOn de los medios a los fines, fre-
996 MODERN IZACION

cuentemente definida como ideologia de Ia culturales tradicionales. Del estudio weberia-


ciencia, resultaria tan rIgida como Ia estrati- no de La constelaciOn de valores propios del
ficación basada en las castas, y podria ser protestantismo precapitalista (y que otros
moderado solo por una aplicación del prin- han encontrado, por ejemplo, en ci sintoismo
cipio de Ia igualdad de ls oportunidades en japonés) se ha pasado luego a Ia bOsqueda de
Ia forma más comprensiva posible, no solo un Onico valor como media de impulso de Ia
hasta incluir a todos los miembros de la socie- m. sacioeconOmica y politica. Las explicacio-
dad sino incluso ilegando a dar una ventaja nes manofactoriales de la m. que reciente-
inicial a los más desfavorecidos. mente han tenido mayor resonancia han des-
Las transformaciones producidas en los tacado la busqueda del éxito, la achievement
modelos de estratificaciOn tienen naturalmen- need (McClelland, 1961) y Ia empatla (Lerner,
te una notable incidencia sobre las transfor- 1958), es decir sabre Ia capacidad fisica de
macjones que se realizan en los varios tipos identificarse con otra persona, de lograr pro-
de representación polItica (Apter, 1968). AsI, yectarse en los papeles desempeflados por
mientras que en los sistemas con estratifica- otras individuos. Se sostiene que Ia empatia
cion de castas la representación politica es es el presupuesto de la movilidad, porque solo
muy limitada y refleja solo los intereses de quien consigue imaginar el propio comparta-
pequeOos grupos que giran airededor de los miento en papeles, circunstancias y locahda-
gobernantes, a medida que se procede en la des distintas de las habituales se empenará
erosion de los vinculos rIgidos de las castas en lograr Ia poSición imaginada hacienda pro-
y de las clases de tipo marxiano se Ilega a una gresar con sus esfuerzos Ia misma sociedad.
representación divers ificada basada primera- Dc Ia distinción de Ia existencia de valores
rnente en el predominio de los intereses eco- correlativos a la m. a en relacion de causa y
nómicos, luego sobre el principio un hombre- efecto con Ia misma se ha pasado al estudia
un voto hasta Ilegar, en la época actual, a una de los modos con los que éstas son creados,
mezcla de representaciOn popular con la trasmitidos y modificados y, consecuente-
representaciOn funcional, es decir basada en mente, a una indagacion cada vez más corn-
Ia preminencia en algunos sectores de los pleja y refinada de los procesos de socializa-
expertas de esos sectores (un caso tipico: los ción primaria que no excluyan a priori el peso
comités para la programaciOn económica). de las estructuras paliticas y sociales.
La mayor parte de los estudios dedicados
VI. VALORES Y VARIABLES ESTRUCTURALES. NingOn a los fenOmenos de transiciOn de socieda-
examen de Ia m. puede èximirse de un análi- des tradicionales a sociedades modernas ha
sis de los valores, de las orientaciones, de las usado ampliamente Ia conacida formulaciOn
actitudes y de las motivaciones de cada uno de una tearIa de Ia acciOri social efectuada
de los individuos y de los grupos que pueden par Talcott Parsons sobre Ia huella del análi-
incidir sobre la producción de nuevas formas sis weberiano. La teoria parsonsiana se apo-
de actuación social, ya sea en sentido positi- ya en cinco pares de variables estructurales
vo a negativo. El punto de partida obligado presentados en forma dicotOmica: adscrip-
de este examen está constituido por ci análi- ciOn-realizaciOn, particularismo-universalis-
sis que Weber hizo de la relaciOn entre la éti- ma, difusiOn-especificidad, afectividad-neu-
ca protestante y el espiritu del capitalismo, tralidad afectiva, y orientaciOn tendiente al
idterpretado no como una relación de causa ya-orientaciOn hacia Ia colectividad, de las
y efecto sino coma la djstinción entre la corre- cuales las primeras indican las caracteristi-
laciOn y el condicionamiento de ciertos valo- cas del comportamiento en las sociedades isa-
res —el ascetismo individual, la bOsqueda de dicionales y las segundas las caracterIsticas
Jo absoluto en la actividad mundana, la ética del camportarnienta en las sociedades mader-
del trabajo— sobre el nacimiento de un nue- nas. Si particularmente en las saciedades isa-
vo sistema social. En una dave consonante dicionales ci estatus se apaya en considera-
con ci espiritu weberiano, el anOlisis puede ciones adscriptivas y hereditarias, en las
extenderse a Ia distinciOn entre las capacida- sociedades madernas se apaya en considera-
des innovadoras y de transformación que ciones de mérito; en las primeras 5C es vala-
poseen ciertas religiones y algunos sistemas rado par La que se es, en las segundas par Ia
MODERNIZACIUN 997

que se hace; en las primeras el sistema de las social. Por lo tanto, para que su comprensión
relaciones de funciOn está funcionalmente sea completa y cuidadosa es necesario una
difuso en el sentido de que todos los aspec- constante atención a las interacciones entre
tos del comportamiento pueden considerar- los varios sectores y el uso de métodos mOl-
se relevantes para cualquier relaciOn; en las tiples y de aproximaciones interdisciplina-
segundas estas relaciones son funcionalmente rias. Los dos temas fundamentales que sur-
especificas, es decir limitadas a las conside- gen del estudio de Ia m. son, por una parte,
raciones esenciales para mantener Ia eficacia Ia tentativa del hombre de controlar Ia natu-
del sistema. La base normativa de las relacio- raleza y de sujetarla a sus necesidades y, por
nes sociales puede prever una consideracion otra, ci esfuerzo perenne para ampliar el
del objeto social en base a un punto de vista ámbito de las elecciones polIticas y sociales
particular en las primeras y en base a crite- para el mayor nOmero de personas. La m. es
rios generales o universales en las segundas. Ia historia de estos intentos y de estos
El sujeto actüa sobre Ia base de consideracio- esfuerzos.
nes de afectividad cuando busca Ia satisfac-
cion inmediata de las propias necesidades y BIBLIOGRAFIA: G.A. Almond y J.S. Coleman
de neutralidad afectiva cuando ejerce un (comps.), The politics of the developing areas,
autocontrol sobre la base de consideraciones Princeton, Princeton University Press, 1960; G.A.
de largo alcance. El sujeto puede perseguir Almond, S.C. Flanagan y R.J. Mundt (comps.),
exclusivamente su propio interés o tener en Crisis, choice, and change. Historical studies of
cuenta también los intereses del grupo al que political development, Boston, Little, Brown and
pertenece. Co., 1973; D.E. Apter, Estudio de la moderniza-
Estas variables estructurales dicotómicas ción(1968), Buenos Aires, Amorrortu, 1970; Poli-
han sido criticadas en varias formas. En efec- tico de La rnodernización (1965), Mexico, PaidOs
to, las niismas no deben considerarse como Mexicana; R. Bendix, Estado nacional y ciuda-
dkotomIas sino como polos de un continuum. dania (1964), Buenos Aires, Amorrortu, 1974; L.
Es indispensable, ademas, destacar el hecho Binder et al., Crises and sequences in political
de que ninguna sociedad es comp]etamente development, Princeton, Princeton University
moderna ni completamente tradicional y que Prcss, 1971; C.E. Black, La dinamica de la moder-
en todas las sociedades se encuentran indivi- nizzazione (1966), Milan, Istituto Librario Inter-
duos que actüan segOn consideraciones de nazionale, 1971; G. Germani, Sociologia de Ia
tipo moderno y otros que actOan segOn con- mode rnización (1971), Mexico, Paidós Mexicana;
sideraciones de tipo tradicional, ademhs del R. Grew (comp.), Crises of political development
hecho de que el mismo individuo, en sus mOl- in Europe and the United States, Princeton, Prin-
tiples relaciones sociales, puede comportar- ceton University Press, 1978; R.T. Holt y J.E. Tur -
se vez por vez sobre Ia base de consideracio- ner, Bases politicas del desarrollo económico
nes de tipo distinto. Por Io tanto todo lo que (1966), Madrid, Euramérica, 1973; S.P. Hunting-
se ha dicho para Ia cultura politica puede ton, Orden politico en las sociedades de cambio
extenderse al análisis de la acción social: (1968), Buenos Aires, Paidós, 1972; S.P. Hunting-
"Todos los sistemas politicos son, desde el ton y J.I. Dominguez, Political development, en
punto de vista de Ia cultura politica, sistemas Handbook of Political Science, a cargo de F.I.
'mixtos'. No existen culturas 'completamen- Greenstein y N.W. Poisby, Reading, Addison-
te modernas' en el sentido de Ia racionalidad, Wesley, 1975, vol- 3, pp. 1-114; A. Inkeles y D.H.
y ni siquiera completamente primitivas en eI Smith, Becoming modern, Cambridge, Harvard
sentido de Ia tradicionalidad. Difieren tanto University Press, 1974; D. Lerner, The passing of
por el relativo predominio de una sobre Ia traditional society. Modernizing the Middle East,
otra como por el tipo de mezcla de los dos Glencoe, The Free Press, 1958; D. McClelland, La
coniponentes" (Almond y Coleman, 1960, 11). sociedad ambiciosa (1961), Madrid, Guadarrama,
2 vols.; B. Moore, Los orIgenes sociales de La dic-
Concluyendo, Ia m. es un fená-
VII. cONcLUsION. tadura y La democracia (1966), Barcelona, Edi-
meno complejo, de largo aliento y multidi- ciones 62, 1973; G. O'Donnell, Modernización y
mensional, que se verifica con diferentes autoritarismo, Buenos Aires, Paidós, 1972; A.F.K.
tiempos en todos los sectores del sistema Organsky, Le forrne dello sviluppo politico (1965),
998 MONARQUIA

Ban, Laterza, 1970; G. Pasquino, Modernización conocernos, hayan tenido prácticamente to-
y desarrollo polItico (1970), Barcelona, Nova das como su matriz fundamental Ia m.: ya
Terra, 1974; L.W. Pye y S. Verba (comps.), Poli- que donde ha podido identificarse en una m.
tical culture and political development, Prince- nacional ha cumplido hasta aqui sustancial-
ton, Princeton University Press, 1975; W.W. Ros- mente una obra definitiva.
tow, Las etapas del crecimiento económico (1960), Por lo tanto no es unIvoca Ia definición de
Mexico, Fondo de Cultura EconOmica, 1961; C. las caracteristicas esenciales de Ia m: para
Tilly (comp.), The formation of national states in que haya un regimen monárquico es necesa-
Western Europe, Princeton, Princeton University na Ia existencia de una persona estable en el
Press, 1975. vértice de la organización estatal con carac-
teres de perpetuidad y de irrevocabilidad ya
[GIANFRANcO PASQUINO] que el monarca lo es desde el momento de su
elevación al trono hasta su muerte, salvo en
el caso de su voluntaria abdicación. Para
sacarlo del poder es necesaria una revolución
monarquIa auténtica.
Aunque hay una infinidad de ejemplos his-
I. INDIcAcI0NEs DE UBIcAcION GENERAL.Se entien tóricos en este sentido, noes conceptualmente
de comtinmente par m. ese sistema de admi- pensable una reducción no voluntaria del
nistración de la cosa pdblica que se centra de poder del soberano, un poder que es teórica-
manera estable sobre una sola persona con mente uniforme e igual desde el primer dia
poderes especiales, precisamente monárqui- del reino hasta el Qltimo. En la prevalecien-
cos, que la colocan en forma muy clara más te y más madura tradición rnonárquica euro-
allá del con junto de los gobernados. Obvia- pea (pero también extraeuropea) el poder del
mente no es suficiente el gobierno monárqui- rey deriva originariamente par derecho de
co para que haya m., ni ]a detentación del nacimiento: la entronización adviene por
total de lo poderes del estado pues puede sucesión y nace par lo tanto de una atribu-
haber un gobierno monopersonal no monár- ción personal del sujeto a, ampliando el cIr-
quico (el jefe de una administración republi- cub, de su familia.
cana con regimen Ilamado "presidencial") y El rey es aquel que es generado par otro rey
administracion monárquica sin Ia efectividad o designado par linea colateral de la familia
de los poderes de gobierno (la ilamada m. que detenta el poder monárquico. Es justa-
"constitucional"). mente en Ia fase delicada y crItica de la suce-
De esta manera se entiende par m. —en la sión al trono cuando surge el carácter sustan-
compleja formacián histórica de Ia institu- cialmente familiar de hi detentación del dere-
ción— un regimen sustancialmente, pero no cho a reman. El acceso a la m. por sucesión
exciusivamente, monopersonal, basado en el es Ia forma más reciente de Ia institución: en
consenso, generalmente constituido sobre la era romano-bárbara y feudal era sistemé-
base hereditaria y con aquellas atribuciones tico recurrir al método de Ia elecciOn, si bien
que Ia doctrina define con el término sobera- era una elección que tendIa a concentrarse
riIa. Una suma de caracteristicas de deriva- sistemáticamente sobre los miembros de una
ción histórica y tradicional modelan por lo o de pocas familias. La tendencia irresistible
t'anto la m. en losdistintos tiempos y en las de Ia m. a la identificacián con un determi-
distintas experiencias locales y territoriales: nado nücleo familiar resulta operante ya des-
pero con una lInea de tendencia comün a de los primeros tiempos de Ia edad media.
todos los fenomenos de m. en el tiempo, es Esto porque la m., a diferencia de la tira-
decir Ia tendencia a un progresivo aumento nia —que es también un regimen unipersonal,
y centralizacion del poder en las manos del definitivo y centralizado en una sola perso-
monarca. na, el dominus, Ia suma de los poderes—, se
La simplicidad y la efectiva eficacia histO- basa normalmente en el consenso, un consen-
rica de la institución explican su extraordi- so que tiende naturalmente a consolidarse en
nario éxito en el tiempo, y hacen que las expe- los hijos y en los descendientes en general del
riencias estatales europeas, como nosotros las soberano que lo haya merecbdo de su pueblo,
MONARQU!A 999

un consenso que frecuentemente se expresa TE 0LIGAROuIcA. HistOricamente Ia idcntifica-


en términos fideIstas y sentimentales; un con- ción de las caracterIsticas fundamentaics de
senso que siendo Ia base de las fortunas de Ia m. nos parece que Sc puede haccr distin-
la m. ha sido también, no hay que olvidarlo, guiendo tres periodos: el de la m. germánica
la base del proceso formativo y unificador del y feudal, ci deJa m. absoluta y ci de Ia m. cons-
estado. titucional. En ci primer periodo gcnético
El soberano, identificado sobre una base —dejando de iado, par razoncs dc método, las
hereditaria, seguido e incluso amado por el complejas experiencias de Ia edad antigua-
pueblo (potencialmente por todo el pueblo, la m. aparece cvoiucionando ientamcnte en
hasta por la gran masa de personas que no Ia inestable constitución del orden gcrmáni-
poseen poder politico pero que tienen los co posterior a la invasion, organizando pri-
genéricos poderes del consenso), se encontró mero su base popular y iuego su base feudal.
en los siglos cada vez más investido de aquc- La m. originariamcnte era una instituciOn
lbs poderes que ann ahora no sabemos def i- militar: ci rey no era más que ci jefe mihtar
fir más que con el término de "soberanla": dc su gente que dcspués dc Ia asignación y de
tanto por efecto de Ia teoria del derecho divi- Ia tcrritorialización de los visigodos, francos,
no como por las consecuencias del redescu- longobardos, etc., se convirtió poco a poco en
brimiento de las doctrinas mayestáticas jcfe poiItico. Más lentamente procedieron par
romáriicas a partir del siglo xH, los poderes el mismo camino los poderes monárquicos
de la m. se definicron cada vez mejor, espe- constituidos en las ticrras originariamente no
cialmente en ci sentido de que se ampliaron ramanas, par imitaciOn de la monarquIa occi-
cada vez más, hasta que el rex no coincidió dentai a de la bizantina (paIses esiavos). La
con el irnperator (de ahi la formula: rex [Fran- suma de los podercs dci rey resultO bastante
ciae] est imperator in regno suo), resultando reducida, primero limitada par la asamblea
finalmente ci ünico depositario de aquella de los libres y iucgo disminuida en asamblea
suprema rnaiestas de la cual, desde ci siglo de los grandes: Ia relación dialéctica rey-
XIX en adelante, se convertirá en titular el parlamento fue siempre inciiminabie en la m.
estado contemporaneo. gcrmOnica y constituyó su lImite mOs cvi-
Los poderes mayestáticos eran y son pode- dcntc.
res de supremacla, de dignidad, de gobierno: Esto derivó del hecho, muy simple, de que
de ese modo ci rey vivIa en una esfera de gran en los reinos ramano-germánicos despues dcl
dignidad y de derechos sumamente persona- siglo v-vi ci poder cfectivo estaba en manos
ies, sosteniendo por si solo, o por medio de de los distintos grupos gentilicios (Sippe, gen-
delegados, toda ia cosa pOblica, con un poder tes, etc.) sustanciaimcntc sospechosos y hos-
no limitado sino par la ley divina y natural tiles entre Si y dispuestos a aceptar nada más
de las antiguas costumbres y derechos dcl rei- que un biando y generico ejercicia del poder
no que, muy frecuentemente, habla jurado monárquico sabre cilos (poder que justamen-
respetar en ci momento de su asunción al tro- te, par ser expresado con ncccsariedad des-
no (parlamentos, derechos nobiharios, auto- de ci interior de uno de los grupos tribales,
nomias locales, derechos de Ia iglesia, etc.). aparecia coma poder de una gens sabre todas
A partir dci Medievo tardIo, y aunquc con los las dcmás). Agréguese a estas datos politicos
limites senalados, ci monarca dejó de ser de concretos la sustancial cxtraneidad dc Ia ins-
alguna manera un representante, un delega- titución monárquica respccto de Ia angina-
do de su pueblo: tcóricamente, derivando su na constituciOn popular germánica y ci radi-
poder de Dios, se colocaba en una esfera supe- cal sentido de Ia autonomia propia dcl hom-
rior. Ciertamente no era (o no lo eran mOs) brc germOnico que tenIa detrás sigios de vida
Organo dcl estado, si es posible hablar de esta- nómada a scminOmada.
do para determinados periodos, cuando no Esto explica cOma, si bien algunas grandes
pretendIa, coma con Luis XIV, ser el mismo personahdades (Clodovea, Teodorico, AlboI-
pura y simplemente todo ci estado. no, Autaris, etc.) pudieron fundar Ia m. en
Occidente (coma instrumento cscncial dcl
II. LA MONAROUtA GERMANICA Y FEUDAL COMO EXPRE- dominio y dci control dcl restringido grupa
SION DR UMA SOCIEDAD GENTILIcIA Y POSTERIORMEN. germánico sabre la masa de los romanos yen-
1000 MO N ARQU IA

cidos), ésta permaneció fundamentalmente no que no consistiera Onicamcnte en un vin-


como una institución fragil y precaria, justa- culo de fidehdad a través de los habituales
mente como casi todos los estados romano- vInculos tribales y nacionales: y esto obvia-
germánicos. SituaciOn de precariedad del mente porque, por un lado las gentes, las tn-
poder estatal y monárquico que no sc modi- bus como centres de poder, eran ya instru-
ficó sustancialmente a pesar de un adveni- mentos en via de disolución (por la progresi-
miento que luego fue decisivo para todos los va fusion con los grupos romanos domina-
desarrollos futuros y para Ia ampiiación de dos), y por otro porque ci vInculo nacional ya
Ia concepción y Ia praxis monárquica en Occi- no scrvia más a un sobcrano que gobernaba
dente, como fue ci encuentro de la experien- una senie de nationes distintas y hostiles entrc
cia germánica con Ia concepción imperial si. Dc cse modo fuc forzoso recurrir, como
romana, encuentro consagrado por Ia coro- instrumento de gobierno, al nexo feudal (v.
nación de Carlomagno. feudalismo), recurso éstc que consagraba ci
Una coronaciOn imperial, en verdad, no nuevo fundamento real dcl poder en una
monárquica, elevación a un poder más eleva- sociedad agraria y disgregada, es decir ci con-
do, estable y directo que ci de los reyes, pero trol (y luego la posesión) de Ia tierra.
siempre camino para una nueva conccpción Lam. feudal asumió de cse modo, más allO
del poder soberano que, habiendose genera- de los aspectos formales absolutistas que
do sobre ci plan del imperio, debIa mucho reencontramos puntualmente en todos los
más tarde conducir todos sus frutos imitati- grandes soberanos —tanto emperadores
vos hacia ci terreno del reino. Ante todo ci come reycs— de Otón I a Federico II, ci carác-
poder a Cariomagno era atrihuido, a través ter de una primacla teórica sin poder real fuc-
del pontIfice romano, por Dios mismo y no ra de las zonas de control inmediato y direc-
pore! pueblo. Y, sobre todo, se trataba de un to. Asumió, en resumen, un carácter de gene-
poder incomparablemente más lato que ci de rica representatividad en un sistema que de
Ia antigua soberania germánica, a un poder hecho era una ohgarquIa de potentes dinas-
de separar y de unir, de elevar y de bajar, un tjas terratenientes: ci rey como jefe de la
poder sustancialmente de tipo sacerdotal, nobleza, pero noble éi mismo y por lo tanto
carismático: ci hombre que habia sido eleva- no diferente de Ia ciase que le aseguraba Ia
do a ese poder no solo estaba ubicado más elección y ci poder. Esta es una caractcrIsti-
arriba dcl pueblo, estable y definitivamente, ca que sustanciaimentc, a pesar de todos los
sine que se ic reconocIa un derecho autOno- esfuerzos contrarios, acompanará a Ia m. has-
mo, sumamente personal, a! gobierno. ta su declinación.
Y sin embargo fuc justamente a partir de
la época de Carlomagno cuando, a pesar dcl 11L LA EMERGENCIA DE LA INSTITUCION COMO RIGIDA
encuentro entre concepciones mayestáticas y ESTRUCTURA DE PODER EN LA LUCHA ENTRE LOS GRU-
monarcado germánico, ci poder monárquico POS SOCIALES. LA LLAMADA MONAROU1A "ABSOLUTA",
en Occidente cntró en un nuevo, delicado y Los verdaderos poderes de Ia m. comcnzaron
difIcii periodo. Las instituciones polIticas que en realidad a surgir, sobre la base teórica pri-
lacoronación de san Pedro en ci Vaticano mere dcl dominio carolingio y luego dci redes-
habIa hecho nacer habrIan de germinar muy cubrimiento de Ia doctrina románica, cuan-
lentamente en los sigios venideros. Tampoco, do los datos de la realidad social y económi-
además teorIa polItica alguna pudo cambiar ca rompieron Ia dura e inmodificada cstruc-
jamás por Si soia los términos concretos de tura oligarquica dcl mundo europco occiden-
Ia realidad; asi quc debe decirse que incluso tal de los sigios ix-xi.
después de Carlomagno —y dejando dc lado La formación dc nuevas clases burguesas,
ci irrepctible periodo deF su dominio— Ia m. de una seric de centros de poder ciudadanos
en Occidente continuó viviendo fatigosamente y locales que poco a poco se contraponIan y
como habIa vivido hasta entonces. escapaban al control feudal, gcneró una corn-
En efecto, justamcnte ci esquema maycstá- pleja articulacion dci tejido social y una sus-
tico de Carlomagno, favorecicndo la difusión tancial disgrcgacion de Ia ya homogCnca
dci poder universal del rey franco, lo indujo estructura feudal: en ci choque, mientras la
a buscar una base dc consenso para su gobicr- sociedad no se deshizo en una estructura ccn-
MO NARQU IA 1001

trIpeta de poderes locales autónomos y esquemas de Ia vieja monarquia feudal en el


semiautónomos (como en Italia, donde era mundo alemán.
más débil la trama feudal y, contrariamerite, Donde, como en Francia, Inglaterra, Casti-
más fuerte y vigorosamente combativas las ha, el intento de fundacion de una m. de nue-
nuevas realidades ciudadanas, v. comuna), la vo tipo, central, eficaz, tuvo éxito, se desarro-
m. pudo sustancialmente plantearse como liaron con anterioridad los efectos progresi-
instrumento de rnediación y de equilibrio, vamenle centralizadores de ha experiencia
reforzando progresivamente sus poderes en monárquica, con tal eficacia que estas formas
perjuicio de las otras realidades poilticas. de constitución estatal suministraron más
Para que esto ocurriese era necesario que tarde los modelos, incluso exteriores, para Ia
ninguno de las dos componentes fundamen- totalidad dcl renovado mundo politico euro-
teles absorbiera y venciese a la otra, que Ia peo después del siglo xvi y ci definitivo adve-
burguesia en las ciudades y Ia feudalidad en nirniento en toda Europa de elementos estruc-
ci campo y en los Centros menores se encon- turales que permitieron casi en todas partes
traran de aiguna manera obligadas a estabie- ci lanzamiento pleno de la experiencia de ha
cer entre si relaciones de entendimiento y de m. occidental.
convivencia. Todo esto abriO el camino a lo que despues
A propósito de esto se dice frecuentemen- se definió m. absoluta, aunque en realidad no
te que ci papel de Ia m. en ese confhcto fue lo fue totalmente nunca, salvo quizás en bre-
el de apoyar a la burguesia contra Ia gran y yes periodos antes de Ia revolución francesa.
sofocante feudalidad; pero razonando de esta Y esto porque la m. conservó hasta lo Oitimo
manera no Se observa, por una parte, cómo los caracteres y los datos que habian consa-
la m. de origen feudal por estructura y por grado su fortuna: o sea que el poder monár-
mentalidad de sus sostenedores no habria lue- quico, paso a paso y progresivamente desa-
go podido vivir en una reahdad dominada por rrollado, conservó los lImites originarios, es
la burguesia mercantil citadina (como habrIa decir los de ha mediación entre las fuerzas
demostrado Ia experiencia italiana del medic- politicas en confhcto.
vo tardio y los sucesos histOricos de las eda- Mediación que aseguraba un papei prima-
des que nos son cercanas) y por otra parte rio a Ia nobleza de origen feudal, asignando
cómo a Ia m. le era absolutamente necesaria a Ia misma, como real y principal soporte del
la conservación del nexo feudal como instru- poder (una vez que se habian frenado, después
mento indispensable para mantener un con- de los siglos xv y xvi, las veleidades autono-
trol territorial general. Dc esta manera, nos mistas), los principales puestos de mando en
parece que en realidad Ia m. debla sostener ci estado monárquico como tácita compensa-
Ia feudalidad el tiempo necesario para con- cion por los poderes perdidos en las provin-
tener ci empuje burgues, solo tratando poco cias, en las que cada vez más se remplazaba
a poco de sustituir al feudatario en la gestión Ia autoridad del rey. La creación de una con-
directa de los poderes püblicos en las pro- ciencia y de una lealtad dinástica y por ho tan-
vincias. to estatal en estas ciases superiores represen-
Donde Ia m. tuvo éxito en esta obra de par- to una auténtica obra macstra, base de fuer-
cial sostenimiento ci sistema feudal se asegu- za y de prestigio de la m. que de este modo
rO a si misma ci porvenir; donde, como en ha- plasmaba una conciencia unitaria y vincuha-
ha, no pudo impedir que Ia ciudad tomara Ia ba a sus intereses estatales (y dinásticos) a
delantera sobre ci campo o donde, como en todos los grupos dirigentes con una precisa
Alemania —con un fenórneno exactamente y definitiva ideologla del poder.
antitético y con evidente impulso contrario Pero al mismo tiempo, y frente a estos pri-
a la situación italiana—, no supo evitar el vilegiados, Ia m. se presentaba como tutora
indiscutido primado dcl mundo feudal sobre y protectora del clero y de las chases citacli-
el burgues-citadino, se condenó a Ia derrota: nas, a las cuales, si bien no les reservaba el
tuvo que desaparecer de hecho de Italia comu- gobierno dcl estado, les aseguraba control de
nal centro-septentrional (y se hace referencia Ia vida urbana y de Ia vida comercial, mante-
a cualquier tipo de In., incluso Ia eclesiásti- niendo en los grupos de poder de Ia burguc-
Ca) o tuvo que mantenerse en los anticuados sia una real eficacia y un peso real en Ia vida
1002 MONARQUIA

pOblica. Luego, todas las clases que eran toriosa, se salvo lo que todavIa quedaba del
extrañas a este delicado equilibrio estaban antiguo significado de Ia estabilidad del régi-
estrechamente sometidas a los grupos privi- men monárquico, insertándoio en un sistema
legiados, fuera y bajo el estado, si bien una en el que las palancas del poder babian ya
cierta acción de propaganda estatal y religio- pasado a otras manos.
sa trataba de asegurar su consenso, aunque La constitucionalizaciOn de Ia m. fue mucho
no al precio de lesionar en lo mas mInimo los más radical y rOpida cuanto más fuerte era
intereses dominantes. Ia clase burguesa dominante y cuando más
En este marco el papel del rey fue diIatán- decididamente ésta habla incidido , con ci
dose progresivamente con ci desarroilo dcl proceso revolucionario económico y politico,
"estado máquina" en Ia edad moderna: ejér- sobre la estratificada estructura social pree-
cito, burocracia, finanza Se convirtieron en las xistente. Lo que explica un poco en todas par-
columnas del poder de Ia m. para frenar y yin- tes de Ia fortuna del regimen de la m. consti-
cular al rIgido sistema centralizado que se tucional y los giros hacia ci pasado que este
estaba gestando los demás poderes del esta- tipo de regimen pudo adn efectuar.
do. En el misrno interés del equilibrio insti- En ci sistema constitucionalizado del siglo
tucional aicanzado, el trono divino, práctica- xix ia m. estaba vinculada a un pacto preci-
mente en todas partes, hereditario: el rey so de garantlas juridicas en Ia gestión del
acentuó sus caracteristicas de investidura poder: garantias que si bien eran concedidas
divina y de superioridad y, más aün, de extra- formalmente en base a un documento gracio-
neidad frente a todos los grupos sociales. samente concedido por ci monarca, no por
Siendo árbitro, la m. era superior a todos, esto resultaban menos completas desde un
presente, incluso exteriormente, en los signos punto de vista contractual y bilateral. Con el
del poder y de Ia majestad: en esta superiori- pacto constitucional la m. cesaba de ser una
dad los grandes componentes del estado instituciOn por encima del estado para con-
(nobleza, burguesIa, clero) encontraron Ia vertirse en un organismo del estado al que de
garantia formal y sustancial de Ia imparcia- hecho transmitia todas sus prerrogativas,
lidad de Ia m. y en consecuencia Ia garantia del incluidas las de suprema potestas que, como
respeto de sus posiciones, si bien, repetimos, ya se ha dicho, de alli en adelante se vieron
segOn el esquema de valores y de preceden- como correspondientes a la institución
cias ya consagrado y cristalizado por la tra- estatal.
dición. Resumiendo en el órden, nobleza, cle- El rey se convertia en un simple represen-
ro y burguesIa se sintieron garantizados por tante de la unidad y de Ia personalidad dci
ci sistema piramidal guiado por la m. Hasta estado, con funciones cada vez más reducidas
que Ia decidida predominancia y Ia declara- a medida que se pasaba del sistema constitu-
da ambición hegemonica de una clase sobre cional puro al sistema constitucional parla-
otra, destruyendo este sistema laboriosamen- mentario. En ese orden, como es notorio, las
te elaborado durante siglos, trastornaron funciones de jefe del ejecutivo y de órgano
finalmente incluso a Ia m. que no podia sos- legislativo quc todavia conservaba Ia m. fue-
tenerse mOs que sobre la conservación, y has- ron de hecho in toto absorbidas por Ia cáma-
ta que fuese posible conservarlo, del orden ra electiva, con un rápido proceso dc vacia-
social y politico de drivación tardo-medieval. miento de las prerrogativas que la m. se habIa
reservado, a favor del Ilamado gobierno par-
IV. coNsTITucIoNALIzAcION DE LA MONAROUIA EN LA !amentario. Se hacia fundamental, para la
ERA DEL PREDOMINJO DR LA BIIRGUESIA Y PROGRESIVA gestión del poder, ci consenso del parlamen-
DECADENCIA DEL PRINCIPIO MONANQUICO. El surgi- to, más que ci del soberano a! que Ic queda-
miento, a través de una serie complicada de ba sustancialmente una función certificato-
sucesos, de Ia m. constitucional, primero en na y ratificatoria de las decisiones tomadas
Inglaterra, luego en Francia y más adelante en los recintos parlamentario y partidistico.
un poco por doquier en el siglo XIX represen- Resulta evidente cómo, en este sistema, se
tO el compromiso con ci que, en la ruptura simphfica ci pasaje a una forma institucional
del viejo orden social jerárquico y con el pre- republicana, es decir a una forma de admi-
dominio de la ideologia de la burguesIa vic- nistraciOn que puede prever Ia elecciOn direc-
MOVILIDAD SOCIAL /003

ta o indirecta del mismo jefe del estado per


un determinado nümero de años: y esto por
movilidad social
la misma logica del poder, ni bien el parla-
mento advierte que, por las condiciones his- I. DEFIE/CION DEL CONCEPTO.Par m. Se entiende ci
tóricas ya cambiadas, podia no sOlo desem- desplazamiento de individuos a grupos de una
penar su papel en la selecciOn del jefe de posiciOn social a otra. Puede haber varios
gobierno sino incluso extenderlo a la eiecciOn tipos de m. segün los varios atributos dci
del jefe del estado. espacio social que se pueden asumir para
En efecto, Ia progresiva parlamentarizaciOn definir ]as posiciones sociales y ci tipo de
de Ia vida pOblica y Ia decadencia de la eco- movimiento entre estas posiciones. En este
nomia rural reducian progresivamente el sentido se distingue sobre todo entre m. hori-
papel y la efectiva incidencia de la m. ala que zontal y vertical. Par m. horizontal se entien-
le quedaba, como instrumento extremo, el de todo desplazamiento que conileva ci pasaje
consenso popular, un consenso que, Sin entre dos posiciones sociales entre las cuales
embargo, estaba ya sin medios para mante- no es posible establecer una diferencia de
ner y para extenderlo. La m. constitucional niveles. Dc este tipo son, por ejemplo, muchas
estaba ya en manos de las cámaras electivas, formas de m. territorial, aunque con frecuen-
de manera que no es sorprendente cómo ci :ia un cambio de residencia puede significar
progresivo ingreso en el parlamento de fuer- un desplazamiento incluso en dirección ver-
zas extrañas a Ia vieja tradición monárquica, tical. 0 bien, cuando un individuo cambia de
en tanto contrapuestas incluso a Ia misma confesión religiosa, se inscribe en un parti-
alta burguesia que habIa estipulado también do politico diferente de aquel en que estaba
ci pacto constitucional con Ia m., impedla inscrito precedentemente, se divorcia para
cada vez más la conservaciOn de regImenes crear un nuevo nOcleo familiar, cambia pues-
institucionales dirthsticos. to de trabajo manteniendo ci mismo tItulo
Sin embargo, alli donde Ia m. supo usar rec- profesional, estamos frente a distiritos casos
ta y prudentemente las prerrogativas forma- de m. horizontal.
les que todavIa conservaba pudo durar y man- La m. vertical indica, par ci contrario, un
tenerse incluso en regimenes parlamentarios: desplazamiento entre posiciones sociales dife-
pero justamente y solo como organismo del rentes apreciables en términos de superiori-
estado, continuamente —si bien tácita- dad a de inferioridad; se habiará par lo tan-
mente— confirmada por ci consenso popular. to de m. vertical ascendente y descendente
Consenso que solo entonces garanliza ci res- segOn Ia dirección dcl dcspiazamiento. Basán-
to de sus manifestaciones. dose en los distintos atributos que Sc Consi-
deran para definir los varios estratos socia-
BIBLIOGRAFIA; G. Astuti, La formazione dello sta- les es posible distinguir una m. econOmica,
to moderno in Italia, Turin, Giappichelh, 1969; politica, profesional; cuando los estratos se
E. Crosa, La monarchia nel diritto pubblico ita- componen teniendo en cuenta las combinacio-
liano, Turin, Bocca, 1922; H. Fichtenau, L'irnpe. nes entre estos atributos habiaremos de rn.
ro carolingio (1949), Ban, Laterza, 1958; A. social verdadera. Es importante destacar que
Marongiu, Stone del dinitto pubblico. Principii ci concepto de m. se refiere solo a desplaza-
e sisterni di governo in ha/ia della metà dell'xi mientos relativos; cuando la remuneraciOn de
al/a metä del XIX secolo, Milán-Varese, Cisalpi- un individuo aumersta par efecto de un
no, 1956; H. Mitteis, Lest ru/lure giuridiche e poli- aumento general de los precios que abarca
tic/ic del/eta feudale (1933), Brescia, Morcellia- todas las posiciones no podrh hablarse de
na, 1962. movilidad.
Cuando se considera la m. vertical es
[PAOLO CULL! VA] importante destacar silos que se desplazan
son individuos a grupos. Un campesino que
emigra a la ciudad y es empleado como obre-
ro en una fábrica es un ejemplo de m. indivi-
dual; una categorla de funcionarios estatales
que obtiene ci tratamiento juridico y econó-
1004 MOVILIDAD SOCIAL

mico y Ia consideración social de una catego- ciones urbanas, la formaciOn de nuevos pues-
rIa hasta ese momenta considerada más ele- tos de trabajo y, par lo contrario, la disminu-
vada suministra un ejemplo de m. de grupo. ción de viejas ocupaciones y algunas veces su
desaparición. Si del cálculo de Ia m. se elimi-
II. LOS CANALES DE LA MOVILIDAD.La forma de m. na ci efecto de las transformaciones en Ia
más frecuentemente estudiada es la m. pro- estructura ocupacional, el resto que se obtie-
fesional. Esto no depende solamente de Ia ne indica el porcentaje puro de m. Es clara
mayor facilidad para encontrar datos sobre que si se elimina el efecto de las mutaciones
Ia materia y del hecho de que se han elabora- que cambian la camposición cuantitativa de
do refinados procedimientos metodoiogicos los diversos estratos saciales, a una carrien-
para este tipa de estudio sino también del te de m. ascendente debe correspander una
hecho de que la condición profesional resul- analoga corriente de m. descendente. Esta
ta el mejor indicador singular de Ia posición situación se verifica en una sociedad estOti-
social de un individuo. Incluso a propósito de ca, en las sociedades madernas, sin embargo,
este tema se distinguen dos formas, depen- la m. ascedente supera en general notable-
diendo del método de estudio empleado. Si se mente Ia m. descendente justamente par efec-
compara la profesion de un individuo en dos to del aumento cuantitativa de las posiciones
distintas fases de su ciclo de vida, por ejem- en el vértice y en la parte iritermedia de la
pio en el momento de ingreso en la actividad escala social.
profesional y el momento de la pensiOn, se Conocer el parcentaje de m. tanta general
tendrá un caso de m. intrageneracional. Si se coma puro puede ser iitil para un análisis
compara la profesión de un individuo con la comparativo cuando, par ejempla, se compa-
profesión del padre en la misma fase del ciclo ran entre ellas sociedades can distinta grada
de vida, se estudiarO la m. intergeneracionaL de desarrallo ec000mica. Sin embargo, cuan-
En el primer caso se puede hablar incluso de do se quieren conacer los mecanismas y los
carrera, sobre todo si los desplazamientos canales que alimentan estas carrientes de m.
ocurren dentro de Ia misma organización y es necesario lievar el análisis a un nivel más
si en ésta éstan fijados los recorridos y los profundo. Un primer métoda consiste en ci
mecanismos para ci paso de una pasición estudia del origen social de los individuos que
jerárquica a otra como generalmente sucede componen un cierta grupo profesional y en
en las organizaciones complejas, sean éstas particular los grupos de elite, par ejemplo,
empresas o burocracias pOblicas. medicos, abogados, escribanos, jueces, dipu-
En general, sin embargo, cuando se dice tados del parlamento, obispos, miembros del
que en una sociedad Ia m. es mayor que en consejo de administración de grandes socie-
otra se hace referencia a Ia m. intergenera- dades par accianes, etc. Sc vera entonces que
cional, es decir al hecho de que en Ia misma incluso en las saciedades más móviles hay
hay un nümero menor de personas que ejer- grupas que se reclutan prefereniemente de
cen la misma profesión u oficio del padre. Las sus mismas filas; se trata en general de gru-
condiciones para que se verifique un eleva. P05 cuya herencia prafesional está ligada a
do porcentaje de m. se realizan en aquellas Ia trasmisión de un patrimonio, de un estu-
sociedades que sufren un proceso de cambio dia profesional, a dande se ha consalidado Ia
social lamayor parte de las veces producido tradición de que las hijos sigan las mismas
par la industrialización. Las carrientes más carreras de los padres. Se pueden par lo tan-
conspicuas de m. intergeneracional se deben to catejar entre ellos varios grupos profesio-
efectivamente a las transfarmaciones que en nales y clasificarlas segfrn las menores a
el area de una generación intervienen en la mayores posibilidades de acceder a las mis-
estructura de las acupaciones. Las transfor- mos par parte de individuos que par naci-
macjones que producen el crecimiento de Ia mienta provienerl de grupos diferentes y en
industria y del sector terciaria y que cambian particular de estratas sociales inferiores. Hay
Ia fisonomIa de los campos alimentan corrien- grupas, par ejempla el clero, que par defini-
tes migratorias entre ci campo y la ciudad que ción excluyen Ia trasmisión hereditaria y que
a su vez dan coma resultado un aumento de par lo tanta representan históricamente
la m., es decir la creación de nuevas ocupa- importantes canales de movilidad. Una de las
MOVILIDAD SOCIAL 1005

consecuencias sociales más importantes del dio y por to tanto en una disminución de la
celibato de los sacerdotes católicos, en efec- importancia de la escuela como canal de
to, ha sido ci haber dejado abierto el acceso movilidad.
a las jerarquias superiores a ios individuos
provenientes de los estratos sociales más III. LAS CONSECUENCIAS DE LA MOVILIDAD 5OBRE EL
humildes. En algunos palses, en particular en COMPORTAMIENTO. Los estudios que se han rca-
los paIses subdesarrollados del tercer mun- lizado en varios paIses han llevado a Ia con-
do, un papel 2málogo es cumplido por los miii- clusiOn de que la experiencia de la m. tide
tares. En otros paises, por el contrario, el uso importantes consecuencias sobre ci campor-
de las armas está rigurosamente circunscri- tamiento de los individuos implicados, Si bien
to a quienes pertenecen a una reducida cas- las consecuencias varIan de pals en pals. En
ta militar. Con la transformación de la estruc- Estados Unidos, por ejemplo, se ha revelado
tura propietaria debido at advenimiento de cOmo las personas que han pasado de la cia-
las grandes sociedades por acciones, los más se obrera a Ia clase media son pollticamente
altos niveles de las jerarquIas empresarias se más conservadoras que aquelias que ya per-
han convertido en accesibles incluso a mdi- teneneclan a la clase media desde ci nacimien
viduos sin propiedades. La afirmacion de los to. Esto se explica par ci hecha de que aque-
partidos obreros ha permitido frecuentemen- lbs que entran a formar parte de un grupo
te el ejercicio de posiciones de poder a mdi- tienden a interpretar los valores y los modos
viduos provenientes de las clases inferiores. de comportamicnto en forma más rigurosa
Hay, además, ciertos grupos profesionales, que aquellos que ya forman parte. En los pal-
tipicamente el de los docentes de primaria, ses europeos parece, en cambio que actüa un
que representan frecuentemente un escalon mecanismo cantrario; en efecto, los indivi-
de un recorrido de m. que abarca ci arco de duos pasibles de movilidad, especialmentc si
varias gencraciones. Los docentes de la escue- son de extracción obrera, tienden a ilevar can-
Ia primaria son con frecuencia hijos de per- sigo, par to menos en parte, los valores y las
sonas pertenecientes a las ciases obreras, actitudes de ia clase a Ia que pertenecian.
campesinas a de empleados, mientras que sus Parece también que en todos los paises los
hijos pueden acceder a las profesiones de gra- individuos y los grupos que han experimen-
do superior. Esto se debe at hecho de que en tado una declinación en su posición social
general los docentes atribuyen particular tienden, en general con mayores probabilida-
importancia a la instrucción y en consecuen- des, hacia pasiciones e ideologlas extremis-
cia se esfuerzan por poder hacer estudiar a tas, frecuentemente de derecha. Una de las
sus hijos. En las sociedades modernas la ins- interpretaciones socioiogicas más difundidas
trucción representa en efecto uno de los cana- del fascismo indica, par ejemplo, que la base
les más importantes de movilidad. En igual- social de los movimientos eversivos de dere-
dad de condiciones se prefiere asignar fun- cha tiende frecuentemente a reclutarse de los
ciones que implican responsabilidad y pres- grupos sociales de Ia clase media en declina-
tigio a individuos que disponen de un titulo dOn y en particular de los pequenos empre-
de estudio elevado. sarios, artesanas y agricultores independien-
La lnstrucción sin embargo funciona como tes que yen amenazada su posición par ci sur-
canal de m. ascendente solo cuando el acce- gimiento de Ia importancia pal itica de la cia-
so a los distintos tipos de escuela resulta de se obrera y del gran capital.
todos modos limitado y selectivo con algOn La experiencia de m. tiene también desta-
criterio. En una sociedad que garantizara a cadas consecuencias sabre la personalidad de
todos los ciudadanos ci alcance de los mOxi- los individuos implicados. Es fácil que las per-
mos niveles de escolaridad sin que at mismo sanas móviles y sus familias experimenten
tiempo se modificara la estructura de las ocu- situacianes de marcado aislamiento social; en
paciones, la instrucción no funcionarIa mOs efecto, tenderán a perder ias relaciones socia-
coma canal de movilidad. En efecto, el aumen- les tanto de naturaleza familiar coma de amis-
to de la escolaridad resulta en las sociedades tad del ambiente de procedencia y encontra-
avanzadas vinculado con una desvaloración rOn dificuitad para estabiecer nuevas relacio-
de la importancia social de los titulos de estu- nes con personas y familias del estrato del
1006 MOVILIZACION

cual han entrado a formar parte. Esto se refle- movilización


jará necesariamente en un notable aislamien-
to de la familia nuclear que deberá soportar
el costo psicológico de este aislamiento. Todo El término m. se utilizó por primera vez en
lo cual explica por qué en estos casos Ia ins- el lenguaje militar e indica ese proceso a tra-
titución familiar resulta más expuesta a la yes del cual toda la población de un estado
disgregacion; en efecto, cuanto más los mdi- se prepara para sostener una guerra. Se
viduos dependen emotivamente de la familia habla, en este caso, de m. general, total o de
como fuente de gratificacion en las relacio- masa. La proclamación del estado de m. se
nes interpersonales tanto más ésta estará usa normalmente como medio de presión
expuesta a tensiones que amenazan su inte- sobre los paIses adversarios con el fin de
gridad. Lo mismo vale para la mayor inciden- ostentar una precisa voluntad de intervenir
cia de enfermedades mentales, y en particu- con la fuerza para resolver las controversias
lar de neurosis, entre los individuos móviles pendientes. M. politica, en oposiciOn a parti-
respecto de aquellos que no han tenido esta cipación polItica, indica el proceso de activa-
experiencia. La m. exige de los individuos una ción de las masas por parte de los gobernan-
alta capacidad de adaptacion a situaciones tes, de los inscritos por parte de los jefes de
todavia no muy bien estructurales tanto des- una organización polItica, o sea que indica
de el punto de vista cognitivo como emotivo, una actividad de incitamiento a la acción
y esto resulta para muchos, a la larga, exce- impuesta desde arriba en contraposición a las
sivamenie desgastador. El individuo móvil se actividades espontáneas provenientes desde
encuentra entre dos exigencias dificilmente la base y que indican la participación genui-
conciliables: Ia necesidad de ser olvidado por na (v. participación polItica). En este sentido
el grupo de procedericia y la necesidad de ser las organizaciones pollticas pueden tratar de
aceptado por el grupo al que Se incorpora, y movilizar a sus inscritos con elfin de aumen-
esto en particular si entre los dos grupos la tar su potencial de presión sobre el gobierno
distancia social y cultural resulta notable. El y sobre las otras organizaciones, asi como los
hecho de que toda estructura de personalidad estados proceden a la m. general como ins-
presente de todos modos algdn grado de rigi- trumento de presión en las relaciones inter-
dez es probablemente uno de los factores que nacionales.
contribuyen en toda sociedad a mantener bajo Recientemente el término m. ha sido
el porcentaje de movilidad. empleado para la descripción de un fenóme-
no social de gran alcance. M. social significa
BIBLIOGRAFIA R. Bendix y S.M. Lipset, La rnovi- entonces un proceso complicado que conile-
lidad social (1959), vol. in de R. Bendix et al., va el pasaje de un tipo de comportamiento a
Clase, status ypoder, Madrid, Euramérica, 1973; otro. Este proceso Se conceptualiza mejor si
V. Capecchi, La nzisura della ,nobilità sociale, en se lo concibe en tres estadios: ruptura de los
Questioni di sociologia, Brascia, La Scuola, 1966, viejos modelos de comportamiento, aisla-
vol. II; R. Girod, Disuguaglianza-disuguaglianze, miento y disponibilidad, inducción en nuevos
Un'analisi della rnobilità sociale(1977), Bolonia, modelos de comportamiento y su aceptación
Ii Mulino, 1979; J. Lopreato, La rnobilità sociale e interiorización. Cuando faltan en la socie-
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1974, ndm. 4; M. PaOi, Mobilitd sociale e parteci- cedimiento capaces de responder a las deman-
pazione politica, en Quaderni di Sociologia, xv, das y a las exigencias de los grupos moviliza-
1966, nüm. 3-4; P. Sorokin, EstratificaciOn y dos, Se verifican permodos más o menos pro-
rnovilidad social (1925), Mexico, Instituto de lorigados de comportamiento apático y de
Investigaciones Sociales de la UNAM, 2a. ed., anomia que puede finalmente desembocar en
1961. la enajenación (v.).
La m. social implica un conjunto de proce-
[ALES5ANDRO cAvALLI] sos en los distintos sectores del sistema
social. En la esfera social propiamente dicha
significa movilidad social (v.) y urbanización;
en la esfera económica significa ampliacion
MOVIMIENTO OBRERO 1007

de la economla de mercado e industrializa- ca en ci trabajo asalariado y no tienen ]a pose.


ción; en la esfera cultural significa instruc- sión de los medios de producción, en contra-
ción universal y exposición a los medios de posición a los cuales están los poseedores de
comunicación de masa; en Ia esfera religiosa dichos medios, vale decir del capital.
significa abandono de la supersticiOn y secu- La concepción del m. obrero tal como se ha
larizacion; en la esfera poiltica significa sufra- ido desarrollando en el curso de casi dos
gio universal, fin de la discriminación politi- siglos en los paIses económicamente adelan-
ca y mayor participaciOn. tados de todo el mundo, paso a paso se ha ido
En su version más acreditada Ia m. social identificando con los cOnceptos de proletaria-
no es un proceso unilineal, irreversible o do y de clase obrera, y boy el m. puede ser
siempre positivo. Los esfuerzos de industria- definido como la expresión directa de todo el
lización pueden fracasar; a las primeras ten- proletariado on una determinada época (de un
tativas de participación polItica puede suce- determinado pals, de alguna region, etc.) o
der la apatia; la activación de grupos linguis- como la expresión actuante o combativa,.es
ticos, religiosos, étnicos y culturales pueden decir el momento dinámico, de la clase obre

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