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ALEKSANDRA KOLLONTÁI

MUJER
Y LUCHA DE CLASES

PRÓLOGO DE

YOLANDA MARCO SERRA

EL VIEJO TOPO
INTRODUCCIÓN

YOLANDA MARcos SERRA

Formación y juventud

Durante la segunda mitad del siglo XIX, en Rusia se


produjeron transformaciones económicas que, pese a su
lentitud, fueron lo suficientemente importantes para modi-
ficar de forma esencial las bases de la sociedad rusa, la
cual, bajo el régimen autocrático del Zar Alejandro II,
mantenía todavía en el campo, tanto en los modos de pro-
ducción coexistentes, como en las formas sociales, unas
características precapitalistas e incluso, en gran medida,
feudales. En 1861, el Zar decretó la abolición de la servi-
dumbre de los campesinos y con ello la reforma agraria.
De esta manera 23 millones de personas, de una población
total de 67 millones, dejaron de estar sometidas a la vo-
luntad de 103.000 latifundistas. En esas mismas fechas se
combate en EEUU por la libertad de los esclavos, que se
obtendrá en el curso de la guerra de Secesión.
El Viejo Topo/ Ediciones de Intervención Cultural SL.
Aunque el desarrollo económico y social de estos dos
Juan de la Cierva 6, 08339 Vilassar de Dalt (Barcelona)
países está a niveles muy distintos, estas medidas respon-
Diseño colección: Miguel R. Cabot
ISBN: 978-84-16288-78-6 den en el fondo a una misma necesidad: la de liberar, con
Depósito legal: B-8679-2016 destino a la incipiente industria, mano de obra excedente
Imprime: Ulzama
Impreso en España
en el campo.
Printed in Spain A partir de 1840, se hace sentir en Rusia la necesidad de

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grandes transformaciones económicas: la producción agrí- Con la abolición de la servidumbre se inicia un gran
cola es muy pobre, con lo que las exportaciones tradicio- cambio en la econ01nía rusa: la producción agrícola au-
nales de cereales a Europa se hacen insuficientes, siendo menta inmediatamente, y como consecuencia también lo
sus causas el arcaico sistema de tenencia de la tierra, que hace la exportación cerealícola (en 1857-59 se exporta-
no permite que se cultive gran parte de la misma, y las ron 8.750.000 quarters; en 1875-72, tan sólo 10 años des-
técnicas rudimentarias que hacen poco rentable el trabajo pués de la reforma, se exportaron ya 21.080.0000 quar-
del campesino, relegado durante siglos a una condición ters, aumento de un 150% aproximadamente). Este desa-
infrahumana. La burguesía siente la necesidad de una re- rrollo no comporta, sin embargo, ninguna mejora para el
forma agraria que, a la manera "prusiana", vaya transfor- campesino: las tierras que desde 1861 han sido puestas a
mando gradualmente, con el apoyo y control del Estado, su disposición, ya sea mediante compra o mediante arrien-
las estructuras precapitalistas en capitalistas. Las manu- do, fueron evaluadas en el doble de su valor real (de
facturas se desarrollan muy lentamente a causa tanto de la 180.000.000 de rublos en que eran tasadas se pasó a
ausencia de capital--que va consiguiéndose a base de inver- 342.000.000 de rublos en el momento de la Reforma); el
siones y empréstitos extranjeros-, como de la falta de ma- campesino, para poder adquirirlas o arrendadas, tuvo que
no de obra. En defmitiva, la autocracia y la servidumbre endeudarse con sus antiguos señores. El aumento del pre-
obstaculizan el desarrollo del capitalismo. cio del trigo en los mercados europeos no le benefició a él,
Desde 1848, la influencia del movimiento obrero euro- sino a los intermediarios exportadores. Por otra parte, el
peo se hace sentir en Rusia, no en el proletariado (casi crecimiento de la población es tal que si en teoría a cada
inexistente), sino entre los intelectuales, jóvenes de la bur- campesino le correspondían, en 1861, 5 Ha., en 1900 ya no
guesía y de la nobleza, que, profundamente idealistas, le corresponden sino un poco más de 2 Ha. Así, la brusca
creen ver en la comuna rural rusa (la obschina) la base es- b~iada del precio de los cereales en Europa, en 1870, oca-
tructural posible para un socialismo ruso campesino. Es- sionó la ruina de millones de campesinos, que ya no pudie-
tos primeros revolucionarios, "narodnikis"l, dieron a co- ron seguir manteniendo la propiedad, o el arrendamiento,
nocer en Rusia a Marx y Engels. de la poca tierra que tenían. Diez millones de campesinos
quedaron en paro. De ellos un gran porcentaje fue a engro-
sar el proletariado industrial. La crisis en el campo fue tan
grande que la miseria llegó a extremos pocas veces alcan-
zados. La agricultura, pese a la Reforma, no se desarroHa-
l. El nombre narodnikis procede de la palabra Naródnichestvo (po-
ba técnicamente. Pese a la utilización de una mayor exten-
pulismo) y designaba a los primeros revolucionarios rusos, proce-
dentes y enraizados en el campesinado. sión de superficie de cultivo y al em-pleo de una gran can-

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tidad de mano de obra, los renditnientos agrícolas bajaron, ca. No existía el derecho de asociación, ni el de huelga, ni
de 1861 a 1900, entre un 60 y un 80~'Ó. el de expresión. Sin embargo no era tan sólo esto lo que
Lo que produjo tanta miseria y hambre en el campo ruso estaba en desfase con el nivel de desarrollo alcanzado,
originó, en contrapartida, el despegue de la industrializa- sino también la situación de la burguesía, que todavía no
ción. La inversión extranjera aumentó considerablemente, había alcanzado la igualdad de derechos civiles y políti-
a pesar del creciente malestar social y del terrorismo re- cos con respecto a la nobleza. Rusia no había realizado su
voludonario cada vez n1ayor. En comparación con sus revolución democrático-burguesa ni en 1861, ni en la dé-
propios paises, era más seguro y productivo para el capi- cada de 1870. Existía un desarrollo parcial e incipiente,
talista europeo, sobre todo el francés, invertir en Rusia, en la industria casi exclusivamente, aunque con un eleva-
donde la mano de obra era más barata y el movitniento do ritmo de crecitniento, hasta que en la década de los 80
obrero apenas naciente (recuérdese que en 1871 aparece la intensificación en la construcción de la red ferroviaria
en Francia, en la Comuna de París, el pritner gobierno (se pasó de 3.800 km. en 1865 a 51.000 en 1900) dio el
obrero de la Historia). Las inversiones extranjeras aumen- últitno itnpulso a la gran industria~, las sociedades anóni-
tan. La población industrial crece considerablemente; el mas y la banca. Con ello, el desarrollo en Rusia del modo
proletariado metalúrgico se incrementa, de 1887 a 1897, de producción capitalista se pudo dar por casi acabado,
en 50.000 hon1bres, y el textil en 34.000 hombres. Toda por casi total; la burguesía iba ganando posiciones econó-
esta población se concentra sobre todo en las grandes micas. Pero la forma de gobierno seguía siendo una auto-
ciudades (Moscú, Petersburgo, Odessa, Bakú, Kiev), y en cracia cuya cabeza era el zar y la nobleza; en consecuen-
grandes unidades de producción. La producción industrial cia, se agudizó el desfase ya existente entre el modo de
global da un gran salto: en 1877 tiene un valor total de producción capitalista y el régitnen político, que no refle-
541.000.000 de rublos, que veinte años después es ya de jaba la itnport.ancia ascendente de la burguesía. La causa
1. 816.000.000 . fundamental de este desfase era que muchas de las trans-
A partir de la década 1870-80, las transformaciones formaciones económicas habían sido producto de la ac-
económicas y sociales permitieron el nacimiento de los ción del Estado, administrado por un funcionariado noble.
primeros núcleos organizados del movimiento obrero, y La obtención por el Estado de empréstitos en el extranje-
los primeros grupos revolucionarios socialistas de impor- ro, y la inversión en la industria de gran parte de los im-
tancia. Las condiciones de vida y de trabajo de los obre- puestos a los campesinos, no hacían la acción de la bur-
ros eran terribles: trabajaban 14 horas diarias, carecían de guesía tan básica como en otros países. Las relaciones
viviendas (ni siquiera una habitación por familia), al ex- sociales y jurídicas habían cambiado muy poco (todavía
tremo que a veces el obrero tenía que quedarse en la fábri- en 1878 se aplicaban castigos corporales a los plebeyos y

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la nobleza conservaba sus privilegios de casta). La bur- una joven generación de revolucionarios como Lenin. Es-
guesía nacional, débil, se tenía que apoyar en la pequeña tas sociedades secretas llevaron a cabo una gran actividad
burguesía y aun en organizaciones socialistas (como des- terrorista, la mayor de todo el siglo en la década 1872-82;
pués, en 1904, hizo con los "marxistas legales"), en con- se contaron por decenas los atentados, incluso se realiza-
tra de la nobleza y los terratenientes. Precisamente de la ron cuatro atentados, el último de ellos con éxito (1881),
burguesía y pequeña burguesía, incluso de la nobleza, contra el zar Alejandro II. Treinta y uno de estos revolu-
proc~~dían los jóvenes intelectuales que, arrebatados por cionarios fueron ahorcados o fusilados.
una admiración idealizada hacia el pueblo, hacia el cam- En esta precisa coyuntura, en el año 1872, nació en la
pesinado sobre todo, constituyeron círculos de rebeldes ciudad de San Petersburgo Aleksandra M. Domontovitch,
que se agrupaban bajo un nombre y una idea común y conocida luego por Kollontái, el apellido de su marido.
ambigua: "Yendo al pueblo". Formaron pequeños grupos Era hija de una familia de la nobleza terrateniente, sien-
que luchaban por un programa político-social poco defi- do su padre un general ruso de origen ucraniano, y su
nido pero que, en esencia, reclarnaba la tierra para el cam- madre finlandesa de origen campesino. Los aconteci-
pesino, la fábrica para el obrero, la convocatoria de la mientos que se estaban produciendo en Rusia, el tipo de
Asamblea Constituyente y una República (en estos últi- educación que recibió, la familia que tuvo, así como la
mos dos puntos había diferencias entre reformistas y re- ciudad donde nació, condicionaron su formación y su
volucionarios). Este movimiento, de principios de la dé- posterior desarrollo.
cada de los 70, dio origen a los narodnikis. Las formas de Vivir en San Petersburgo en las últimas décadas del
lucha que utilizaban contra el zarismo se basaban en la pasado siglo significaba vivir en uno de los centros indus-
violencia terrorista. Pero sobre ellos fue haciendo mella la triales más importantes de Rusia, superior a Kiev, Odesa
influencia de la teoría marxista -que muchos conocieron y Moscú. La industria pesada más importante del país
directamente al ser expulsados o tener que huir a Europa- radicaba allí, donde pronto se constituyó, a medida que
y de ahí surgieron los primeros grupos marxistas. iba creciendo la industria y la concentración obrera, uno
En 1877 el grupo "Tierra y Libertad" abarca a gran nú- de los focos más itnportantes del movimiento obrero
mero de estos revolucionarios, escindiéndose en 1878 en ruso. La primera manifestación obrera de toda Rusia,
dos sociedades secretas: "Herencia (o reparto) Negra" y organizada por los socialistas del grupo de Plejánov
"Voluntad del Pueblo", En esta última militaba Plejánov, "Tierra y Libertad", se produjo en 1876 en San Petersbur-
que se convirtió más tarde en uno de los fundadores del go. Esta era la ciudad con mayor relación política y cultu-
grupo "Emancipación del Trabajo" y en el teórico tnar- ral con el resto de Europa, y por tanto aquella a la que con
xista ruso más importante de su época, maestro de toda mayor rapidez llegaban todas las influencias del movi-

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miento obrero europeo y la propaganda política revolu- rales son elegidos, a propuesta de los propietarios rurales,
cionaria. Se transformó en el polo de atracción más im- entre la nobleza, con amplios poderes sobre los miembros
portante y primero de la propaganda socialdemócrata de la comuna, lo que devuelve al campesino, práctica-
rusa. El primer grupo marxista de San Petersburgo se mente, a una situación de servidumbre. La represión no
forrnó en 1885, dirigido por N. V. Vodovozov, pero tuvo sólo alcanzará al campesino, al proletariado y a los revo-
una existencia muy breve. En 1886, otro grupo marxista, lucionarios, sino incluso a los estudiantes, a quienes se
fonuado por Tochissky, trabajaba junto con los de Bla- somete a una gran vigilancia, obligándoseles a llevar un
goev, que publicaba la revista Raboschy, y de Brusnev, uniforme distintivo, y limitándoseles, según su proce-
que se relacionaba coh el grupo "Emancipación del Tra- dencia social, a un grado de enseñanza determinado, exis-
bajo", constituido por Plejánov y dirigido por él desde tiendo, por ejemplo, un cupo de plazas para los estudian-
1883 en Suiza. tes judíos en la enseñanza media y superior.
Los primeros años de A. Kollontái transcurren entre A. Kollontái nunca fue a un Instituto, porque sus padres
San Petersburgo y Finlandia. De las estancias en Finlan- tenían miedo de que allí conociese las corrientes ideoló-
dia, en la fmca de su abuelo, conservará muchos recuer- gicas revolucionarias a través de sus compañeros de estu-
dos, y a través de sus vivencias allí conocerá el problema dios. Pero el ambiente de la ciudad no podía pasarle de-
y las luchas del pueblo fmlandés contra la autocracia za- sapercibido, los grandes problemas sociales le eran cono-
rista. cidos desde su adolescencia. Como ella misma dice:
En su adolescencia, a partir de 1881, Rusia entera entra "Tempranamente adquirí clara conciencia de las injusti-
en un período de fuerte reacción en el que casi se llega al cias sociales que imperaban en Rusia". Sus maestros influ-
restablecinliento de hecho de la servidumbre. Después de yeron en gran manera tanto en el desarrollo de su espíritu
la muerte de Alejandro II como consecuencia de un aten- crítico como en la aproximación hacia los problemas de la
tado terrorista, su heredero Alejandro III creó la policía sociedad rusa. María Strachova, que fue una de sus profe-
política, la Ojrana, y restableció la censura previa para los soras más queridas, colaboraba con un grupo de jóvenes
periódicos opositores al régimen. Estas medidas se toma- revolucionarios de San Petersburgo. Por ella Aleksandra
ron, también, a consecuencia de la creciente movilización empezó a tener contacto con las teorías narodnikis. Años
de la clase obrera y de la proliferación de los grupos revo- más tarde formará parte de un grupo de jóvenes revolucio-
lucionarios marxistas. Durante la década 1881-1890, la narios de ideología populista, entre los cuales estará tam-
nobleza vuelve a adquirir derechos que le habían sido li- bién M. Strachova. Otro de sus maestros fue Piotr Pe-
mitados por la Reforma; sólo la clase dirigente tiene dere- trovitch Ostrogorski, célebre historiador de la Literatura,
cho a la enseñanza superior, los jefes de las comunas ru- quien dirigió el gusto que A. Kollontái sentía por ella hacia

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el periodismo, iniciándola así en el campo donde tanta ac- América, había condicionado la pervivencia de unas cos-
tividad habría de realizar años más tarde. Ostrogorski diri- tumbres, unas tradiciones y una forma de pensar que es-
gió a fmes del siglo la revista pedagógica Obrazovanie, taban todavía enraizadas en la cultura europea oriental
posteriormente transformada en uno de los órganos legales precapitalista.
deltnarxismo. Sus profesores, pues, influyeron decisiva- La familia, y también la comuna rural, eran los núcleos
mente en su formación. Aunque todavía no conocía el sociales donde se mantenían en su forma más pura las tra-
marxismo, había hecho crítico su pensamiento. diciones. La sociedad rusa tenía características de patriar-
Los padres de A. Kollontái tenían una mentalidad bas- cado. El hombre, el padre, era el agente activo que deci-
tante progresista para la época, como lo demuestra el he- día y controlaba, desde los núcleos más pequeños como la
cho de que permitieran a su hija tener acceso al máximo familia, hasta los más grandes como el aparato estatal y
de cultura posible, sin hacer distinción, en este sentido, económico. La mujer estaba relegada a un segundo pues-
por el hecho de que fuese mujer. Aunque originaria del to. En el campo, su trabajo no era tan importante como el
campo, la familia estaba arraigada en la ciudad, donde vi- del hombre (la mano de obra era abundante, sobraba) y su
vía los progresos económicos, el ingente proceso de in- misión consistía en la crianza de los hijos y el cuidado de
dustrialización, y conocía otros países europeos, teniendo la casa; las pequeñas labores artesanales o agrícolas que
elementos comparativos que le permitían ver con un cier- desempeñaba no tenían un valor fundamental. La mujer
to sentido crítico la situación del país. Quizá sus intereses no se había incorporado aún al trabajo industrial. En un
estuvieran al lado de la débil burguesía nacional, que lu- país donde existía tanta miseria y la mano de obra mascu-
chaba por alcanzar los derechos políticos. Respecto a esto lina era sobrante y baratísima, no se valoraba apenas la
no existen referencias concretas, sino que puede deducir- mano de obra femenina; la mujer obrera fue socialmente
se de las alusiones de Kollontái a su progresismo. Por otra casi inexistente, y su incorporación a los movimientos so-
parte, el sometimiento de Finlandia al gobierno zarista era ciales emancipadores fue mucho más tardía que en otros
vivido en la familia de una manera crítica, por el hecho de países europeos. La mujer de la burguesía, igual que la de
ser la familia rnatema finlandesa, y esta critica de la polí- las restantes clases sociales, también tenía un papel se-
tica zarista les daba conciencia de la necesidad de cam~ cundario: su misión consistía en criar hijos y constituir un
bios políticos en Rusia. No obstante, su progresismo era objeto de adorno en el hogar. Sin embargo, para cumplir
limitado. La familia seguía siendo la misma familia con- este último objetivo debía recibir una educación que, aun-
servadora, tradicional, de la sociedad rusa. El atraso eco- que superficial, poco a poco fue introduciendo unos cono-
nómico y político, y el aislamiento de la sociedad rusa cimientos, una relación con los movimientos literarios y
con relación a los países industrializados de Europa y filosóficos coetáneos, que subvertían los esquetnas del

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pensamiento tradicional. De esta clase social surgieron en desposeídas, y frente a su condición de mujer, en una so-
Rusia las primeras mujeres rebeldes que, o bien constitu- ciedad que no le otorgaba siquiera la personalidad civil.
yeron los primeros movimientos sufragistas femeninos Aleksandra Kollontái fue una de las primeras mujeres
rusos o, profundizando más en el análisis de las causas, rusas que lucharon por la emancipación de la mujer, y una
tanto de la explotación femenina como de la de los obre- de las primeras organizadoras del movimiento obrero fe-
ros y campesinos de su país, se adhirieron a los movi- menino. Su boda, en 1888, marca el primer paso de su vi-
mientos revolucionarios marxistas o narodnikis. Aun así da autónoma, constituye el pritner enfrentamiento contra
el n1ovimiento sufragista fue en Rusia muy superior a los las normas sociales de la época. El simple hecho de que-
del resto de Europa, :de la misma manera como lo fue el rer casarse "por amor, movida por una gran pasión", im-
desarrollo de su industrialización y el del movimiento plica un acto de rebeldía, primero, porque es negarse a
obrero y revolucionario. Tal retraso le dio una serie de ca- obedecer a su padre, que es quien debe decidir sobre su
racterísticas propias, al igual que a los partidos políticos. matrimonio, y además, porque el amor entendido de esta
Kollontái empezó su vida de adolescente destinada a ser forma apasionada e irracional no contempla las conve-
un buen partido; de ella (como de cualquier hija de la bur- niencias de tipo económico, que son la base real del ma-
guesía) se esperaba un comportamiento social "adecua- trimonio burgués. A pesar de que el matrimonio burgués
do", es decir, una vida social entre su clase, un carácter en su forma ideal se concebía como "la sana atracción
sumiso y la obediencia a sus padres, que velaban y diri- carnal entre los sexos y la afinidad psíquica", la práctica
gían su vida. Debía ser la continuación de las normas tra- contradecía esta idea, que era una simple justificación.
dicionales de pensamiento, el lazo de unión y transmisión El movimiento emancipador femenino ya hacía varias
de la moral y el pensamiento burgués a través de su futu- décadas que había comenzado en Francia, Inglaterra, Es-
ra función d·e madre. Pero su formación había sentado las tados Unidos~, etc. La lucha por la igualdad de derechos
bases de un inconformismo que iba a destruir tal posibili- políticos y civiles de las mujeres había comenzado a tener
dad. Una joven que leía en la novelística romántica fran- miles de partidarias en aquellos países donde existía el
cesa e inglesa del siglo XIX los amores apasionados e in- sufragio, aunque fuera censitario, allí donde la burguesía
conformistas de sus protagonistas femeninos:, no podrá había llevado adelante su revolución liberal. Todavía en
menos que rebelarse frente a las imposiciones paternas; la 1878, en el I Congreso Feminista Internacional de París,
boda de su hem1ana con un hombre de sesenta años le las mujeres no se atreven a abordar el problema del sufra-
afectó enormem,ente . Su rebeldía se empezó a manifestar gio femenino. Frente a esta organización burguesa que, en
de fom1a positiva, transformada en hechos, ante dos situa- este período de reflujo de las luchas obreras, no es dema-
ciones: ante la injusticia social que padecían las clases siado atrevida, una mujer, también de la burguesía, Hu-

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bertine Aullert, crea la sociedad de "Los Derechos de las femenino), las diversas legislaciones norteamericanas fue-
Mujeres" en 1876, y luego "El sufragio de las Mujeres" ron reconociendo a las mujeres el litigado derecho, hasta
en 1883. Pero aún en el II Congreso Feminista Interna- que en 1910 lograron votar en la capital (Washington). La
cional de 1900-1901, no se plantea el problema de los de- lucha continuó hasta el reconocimiento nacional del dere-
rechos políticos de la mujer. cho al voto de las mujeres, en 1920.
En Inglaterra, el movimiento feminista, conducido por Tales movimientos feministas, produjéranse donde se
las mujeres de la pequeña y mediana burguesía, obtuvo en produjeran, tenían dos características fundamentales: 1)
1869, con la ayuda de John Stuart Mill, un gran triunfo: el estar formados por mujeres de la "clase media" (pequeña
acceso de las mujeres al sufragio municipal. Pero sólo a y mediana burguesía) y de la alta burguesía, con una esca-
comienzos del S. XX Mrs. Pankhurst creó la sociedad fe- sa participación de mujeres proletarias; 2) su objetivo
minista "Women's Social and Political Union", que, can- central se cifraba en el derecho al voto. Por lo tanto, re-
sada ya de una lucha larga e infiuctuosa, y ante la crecien- quisito sine qua non para su desarrollo y existencia era el
te violencia con que su movimiento era reprimido por el siguiente: un desarrollo económico capitalista que hubie-
gobierno, propugnó, en 1912, la "acción directa": violen- se potenciado ya la hegemonía de la burguesía y la plas-
cia, manifestaciones, huelgas de hambre, terrorismo. A mación constitucional de las consecuencias políticas de
pesar de todo ello no se consiguió el derecho al voto sino tal hegemonía. Ahora bien, en la misma medida en que el
casi al finalizar la I Gran Guerra, en 191 7. movimiento sufragista iba alcanzando sus objetivos, el
En EEUTJ, la I Convención Nacional de Mujeres, en sufragismo iba perdiendo su sentido: las mujeres volvían
183 7, apoyó la lucha contra la esclavitud de los negros. a cumplir su tradicional función dentro de la familia y la
Sin embargo, en el Congreso Antiesclavista de Londres sociedad. Fue muy significativa, a este respecto, la orien-
(1840), sólo se les permitió estar "presentes" detrás de tación del voto femenino en las primeras elecciones en las
una cortina. Después de la Guerra de Secesión y de la li- que participaron masivamente: sus votos fueron a parar,
beración de los esclavos, la mujer sigue siendo un ciuda- tanto en Inglaterra como en otros países, a los sectores
dano de segunda clase, sin derecho a voto y discrimi11ada más conservadores del espectro electoral.
frente al hombre en el trabajo. Pero poco más tarde el mo- El nacimiento de las luchas reivindicativas de las muje-
vimiento feminista estadounidense cambió -como el in- res proletarias tuvo un sentido distinto. Las mujeres prole-
glés-- formas pacifistas por otras cada vez más agresivas tarias y las socialistas, en consecuencia, eran conscientes
y violentas (manifestaciones, intentos de votar a la fuer- de la doble explotación a que estaban sometidas: como
za, etc.). Por fin, después de Wyoming (que fue el primer mujeres frente al hombre, y como obreras. Su despertar e
Estado de la Unión que, 1869, concedió el derecho al voto incorporación a la lucha del movimiento obrero fue lenta,

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pero su aportación a las luchas sociales fue mucho más sector social en permanente tránsito entre campo y la ciu-
valiosa que la de las sufragistas. Desde fmes del siglo XIX, dad, y que formaba parte de esa enorme masa humana que
hubo ya mujeres que lucharon por la igualdad de la mujer no lograba obtener un trabajo estable y fijo, tenía casi la
desde la perspectiva de la clase obrera. Las mujeres socia- misma mentalidad y el mismo nivel cultural del campesi-
listas, que lucharon encuadradas dentro de un partido, de no. Si el mujik y el obrero estaban sumidos en una gran
un sindicato, junto con los hombres, empezaron a organi- ignorancia y atraso, con mayor razón lo estarían las muje-
zarse en asociaciones específicas que tenían objetivos res, quienes además jugaban un limitadísimo o casi nulo
propios: igual salario por igual trabajo, tanto para la mujer papel en la producción. Y así como las avanzadillas del
como para el hombre; igualdad de oportunidades, guarde- movimiento obrero en general surgieron de los grupos
rías infantiles para los hijos de las obreras, protección revolucionarios formados por jóvenes de la pequeña y la
social a la madre y al hijo proletarios ... gran burguesía, también las primeras mujeres que lucha-
En 1892, Clara Zetkin, en Alemania, formaba parte de ban por la emancipación de la mujer obrera tenían ese ori-
los órganos dirigentes del Partido Socialdemócrata Ale- gen social.
mán; junto con Rosa Luxemburg organizó las primeras Kollontái, que al poco tiempo de casada se siente ya
asociaciones obreras femeninas y uniones de mujeres so- frustrada por su vida de "esposa y madre", empieza a te-
cialistas, que se agruparían en un organismo federal. Des- ner una relación cada vez más intensa con los grupos de
de dos años antes (1890), Zetkin dirigía la revista Igual- jóvenes revolucionarios de Petersburgo. Su actividad en
dad (Gleichbeit), órgano del movimiento femenino prole- el seno de tales grupos le está haciendo dar un gran salto
tario. cualitativo, pues empieza a unir de forma progresiva su
En Rusia, socialmente mucho más atrasada que Ale- lucha íntima, personal, de mujer relegada a un segundo
mania o cualquier otro país europeo, la situación de la plano social, con la lucha y la defensa de los intereses del
mujer se correspondía con el estado general del país. El obrero, explotado y relegado por esta misma sociedad. De
movimiento sufragista femenino también tuvo sus repre- esta manera Kollontái conecta su lucha "personal" con la
sentantes entre algunas mujeres de la burguesía, pero fue de la obrera, que acumula sobre sí todas las injusticias,
un movimiento tardío y poco nurr1eroso, que jamás llegó toda la explotación posible. Pero este es un proceso largo,
a im.pactar a la mujer. Más de un 70% de la población, a que culmina cuando en años inmediatamente posteriores
fmes de siglo, era campesina; un 80% era analfabeta y reconoce al marxismo como método de análisis, interpre-
creía en toda clase de supersticiones. El clero rural, tam- tación y lucha social.
bién ignorante y oscurantista, contribuía al atraso cultural En 1891, después de separarse de su marido, comienza
de la población campesina. El obrero, que constituía un para ella una breve etapa en la que colabora con las socie-

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dades de difusión cultural que, en realidad, servían de los sectores revolucionarios, es el de la naturaleza y futu-
pantalla a diversas organizaciones clandestinas. En estos ro del capitalismo ruso. Los marxistas, constituidos ya en
años el marxismo le es todavía extraño y su ideario políti- una de las más importantes corrientes del movimiento re-
co se encuentra cerca del de los narodnikis. volucionario, afirmaban que el desarrollo capitalista ruso
Aquel mismo año el hambre se cierne sobre toda Rusia, era un proceso irreversible y que, por tanto, era en base a
no recordándose crisis semejante en todo lo que iba de si- esa incuestionable realidad que los revolucionarios de-
glo. La miseria que atraviesa el país, en este año y los bían levantar una estrategia de lucha. Por su parte, los po-
siguientes, acrecienta el desarrollo de las organizaciones pulistas (que continuaban sosteniendo el objetivo de un
revolucionarias clandestinas, que gozan de una relativa li- socialismo rural "sui generis") afirmaban que el capita-
bertad de movimiento (al menos, mayor que la de la déca- lismo ruso era artificial, y carente de bases objetivas; ne-
da anterior). Son años determinantes para muchos de los gaban toda posibilidad de futuro al desarrollo del capita-
revolucionarios del futuro. Así, Lenin se convierte a la so- lismo, sosteniendo, por ello, que la estrategia de los re-
cialdemocracia gracias a las obras de Plejánov, las cuales volucionarios debería erigirse a partir de las formas más
estudiaba concienzudamente. En 1894 Lenin funda en arcaicas de la sociedad agraria y del grado de desarrollo
San Petersburgo, el grupo "Liga para la lucha por la de la mentalidad del campesinado ruso.
Emancipación de los Trabajadores", al que se unieron En medio de tales luchas entre marxistas y populistas el
Martov y N. Krupskaia. En permanente contacto con Ple- movimiento obrero de Petersburgo irrumpió con un regue-
jánov, la Liga inicia y desarrolla sus actividades, sin que ro de huelgas que arrastró a más de 36.000 obreros tex-
se sepa que haya mantenido contacto con Kollontái. Por tiles, en 1896. Kollontái quedó fuertemente impresionada
esas tnistnas fechas ( 1896), Lenin y Plejánov realizan una por el movimiento huelguístico, y por una visita a la fábri-
dura lucha ideológica contra los narodnikis, que conti- ca de Kremgolmskaia, en Narva, donde pudo ver el modo
núan gozando del apoyo de importantes sectores de la de vida y de trabajo de 12.000 obreros y obreras. Ella mis-
juventud estudiosa. Lenin escribe "¿Quiénes son los ma declara: "1896 fue un año decisivo en mi vida".
Amigos del Pueblo?", oponiendo, a la admiración por el En las huelgas textiles que se produjeron ese año las
campesinado y el mir2, que los narodnikis profesan, la organizaciones marxistas clandestinas se hicieron noto-
concepción marxista del papel revolucionario del prole- riamente presentes. El conjunto de estos hechos, a la par
tariado. El ten1a central de los debates de la época, entre que la labor docente de Kollontái en la "Biblioteca itine-
rante de asistencia escolar y material didáctico" (sociedad
de difusión cultural que servía de fachada a diversas orga-
2. Los .mir eran las comunas rurales tradicionales, potencialmente
revolucionarias. nizaciones clandestinas), la fueron acercando al marxis-

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mo. Ese mismo año aparecieron las dos primeras revistas que el capitalismo tenía más recursos de los que habían
marxistas legales: Natchalo y Novoe Slovo, que abrieron podido imaginar Marx y Engels, recursos que le habían
una nueva perspectiva revolucionaria, lejos ya del popu- permitido ir superando una y otra vez las crisis sucesivas.
lismo, a Kollontái y a sus camaradas. Pese a ello se con- De ahí dedujo la obsolescencia del aparato metodológico
sideró aún poco preparada para integrarse en algún grupo del materialismo histórico, afirmando que la lucha de cla-
n1arxista. Fue en 1898, el mismo año del Congreso fun- ses sólo se mantendrá en los países de débil desarrollo
dacional socialdemócrata de Minsk, cuando publicó su industrial; en contrapartida, en los países más evoluciona-
primer trabajo periodístico ("Bases de la educación según dos la lucha de clases tendía a amortiguarse. Para todo
Dobroliubov"), en Obrazovanie, la revista dirigida por su ello tuvo que revisar la teoría marxista de la plusvalía, de
ex-maestro Ostrogorski. la concentración y la acumulación capitalista. Bemstein
preconizaba, por tanto, un socialismo basado en la posibi-
lidad evolutiva del capitalismo, sosteniendo que la estra-
Primeros viajes a Europa. Primeros años en el Partido tegia del movimiento obrero debería sustentarse en la
Socialdemócrata ruso alianza con las capas y clases "progresistas" de la socie-
dad, hasta alcanzar, de forma gradual, la transformación
Al Congreso de Mit1sk asistieron nueve delegados. Le- de la sociedad capitalista en socialista, después de una lar-
nin estaba en el destierro siberiano. Pedro Struve redactó ga lucha desde dentro del sistema.
el manifiesto del Partido. Plejánov continuaba en el exilio Contra el reformismo de Bemstein se erigieron funda-
y tampoco asistió. Kollontái decide salir al extranjero mentalmente dos posiciones distintas, que tenían en co-
para estudiar ciencias económicas y sociales, con el obje- mún la defensa del marxismo "ortodoxo". Kautsky, desde
tivo de profundizar sus conocimientos teóricos marxistas. una posición centrista, responde que la coyuntura que
Al llegar a Zurich conoce el debate que se está desarro- atravesaba el movimiento obrero reflejaba únicamente
llando en el seno de la Segunda Internacional. una crisis de crecimiento. Para él, la aparición del im-
En 1899, Bemstein publica su obra "Las premisas del perialismo comportaría una agravación de los antagonis-
socialismo y las tareas de la socialdemocracia:'', que cons- mos de clase.
tituía un intento de sistematización teórica para la revi- Desde la izquierda, Rosa Luxemburg hace la crítica ra-
sión de la estrategia del movimiento obrero. Según Bems- dical de las posiciones bemsteinianas, propugnando una
tein, la teoría del catastrofismo se había revelado falsa. estrategia revolucionaria de lucha contra el capitalismo y
Para él, la evolución del capitalismo, desde la Primera In- las tentaciones refomüstas.
ternacional hasta finales del siglo, ponía de manifiesto La polémica continuó durante bastante tiempo. El Con-

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greso de la Segunda Internacional, celebrado en París contra los marxistas legales y el economicismo.
(1900), estudió la táctica a seguir con los partidos burgue- Bajo el impulso del desarrollo económico, la situación
ses, pero la resolución adoptada al respecto fue de gran política del país ha sido cambiada. La industria ha recibi-
ambigüedad, dejando en libertad a sus secciones para do el espaldarazo de la inversión extranjera, pero el pro-
practicar o no alianzas con los partidos no proletarios. En ceso de industrialización seguía tropezando con la estre-
el Congreso de Amsterdam ( 1904) se impusieron las posi- chez del mercado interno. Mientras los inversores ex-
ciones contrarias a Berstein -condena de las tácticas no tranjeros se ven atraídos por la oferta de una mano de obra
basadas en la lucha de clases-, pero la cuestión de las barata y las posibilidades objetivas del desarrollo indus-
alianzas continuó sih clarificarse. De hecho, la polémica trial, la burguesía nacional no lograba imponer a la clase
dividió a la clase obrera, sembrando la discordia entre las gobernante (nobleza terrateniente y cortesana) un régi-
distintas secciones y en el seno de ellas mismas. men político liberal, pese al apoyo que encontraba para tal
En relación con la polémica, Aleksandra Kollontái to- proyecto en algunos sectores socialistas, tales como los
mó posición por Kautsky, por quien sentía gran admira- marxistas legales. En efecto, las escasas medidas "libera-
ción. Pero la lectura de Reforma o Revolución y de los ar- les" que se ve obligado a tomar el régimen zarista res-
tículos escritos por R. Luxemburg en Neue Zeit la entu- ponden a la presión de los intermitentes estallidos de vio-
siasmaron y apasionaron, mostrándose entonces decidida lencia campesina y obrera. Y es que en el campo aún se
partidaria de las tesis antiintegracionistas. Su posición an- padecen hambres que todavía tienen las mismas causas
tirreformista se vio fortalecida después de su viaje a In- que en la Edad Media: climatología adversa, técnicas
glaterra, donde conoc.ió a Sidney y Beatrice Webb, con rudimentarias de explotación, etc.; el campesinado medio
quienes sostuvo conversaciones en torno a la estrategia ve como sus ilusiones en torno a una reforma agraria que
tradeunionista del movimiento obrero inglés, mostrándo- se hace cada vez más imperiosa y necesaria, chocan y se
se en abierto desacuerdo con tal estrategia para el movi- esfuman ante los privilegios de la nobleza terrateniente.
miento revolucionario proletario. Ninguna clase social, salvo la misma autocracia, estaba
Al regresar a Rusia, un año después, sus padres habían conforme con el régimen.
muerto. Después de romper definitivamente con su mari- En medio de tal situación, el Partido Socialdemócrata,
do,, se dedicó totalmente al trabajo político. Su experien- al que Kollontái ya pertenece, se presenta ante los ojos del
cia europea la ayudó a tomar la decisión de afiliarse al zarismo como más n1oderado que los socialrevolucio-
Partido Socialdemócrata ruso, cosa que hizo inmediata- narios, pues se opone resueltamente a la acción terrorista.
mente, encontrándose con que la lucha contra los narod- Debido a ello disfrutó, durante unos cuantos años, de cier-
nikis había dejado paso a nuevas polémicas, esta vez ta libertad de acción, conservando sus órganos legales.

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Tal experiencia, unida a la influencia de la polémica anterioridad a esas fechas, Kollontái intentó publicar en
Bemstein-Kautsky en el seno de la Internacional, favore- la prensa legal una serie de artículos contra Eduard
ció la formación de un ala derecha que abogaba por la Bemstein, en los que defendía las posiciones ortodoxas
utilización de las oportunidades que facilitaba el Estado del marxismo en tomo a la lucha de clases, pero la cen-
burgués, al tiempo que, olvidando el objetivo fmal de la sura lo impidió.
lucha revolucionaria, defendía la necesidad de apoyar e En su nueva salida al extranjero conoce personalmente
impulsar el desarrollo del capitalismo ruso, condición que a Kautsky, Rosa Luxemburg, Lafargue y Plejánov, por
defmían como necesaria antes de plantear siquiera la lu- quien sentía un profundo respeto. Estos contactos perso-
cha contra la burguesía y por el socialismo. Lenin, que nales la entusiasman: Plejánov, el veterano revoluciona-
desde 1897 (cuando escribió Las Tareas de los socialde- rio, tiene un gran prestigio dentro del Partido, ganado con
mócratas rusos) se planteaba, junto con Pl~jánov, la sus trabajos marxistas teóricos y con la lucha contra las
unión de todos los marxistas en un solo partido centraliza- corrientes reformistas. Kautsky la sigue impresionando
do, combatió encamizadamente esta corriente disgrega- por su capacidad teórica; Rosa Luxemburg la apasiona
dora del movimiento revolucionario. Kollontái cuenta en por su lucha revolucionaria y su interés por la lucha de
su autobiografía que, en una de sus primeras intervencio- emancipación de la mujer. En ese mismo viaje, publica un
nes como militante del Partido, en una reunión realizada artículo sobre Finlandia en la revista alemana Neue Zeit,
en casa de Ld. D . Strassova, defendió frente a Struve y firmando con el seudónimo de Helene Maline.
Tugan-Baranovsky las posiciones leninistas del ala iz- De regreso a Rusia (1903), toma por primera vez lapa-
quierda del partido. labra en un acto público. Se trata de una concentración de
Sus priimeros años de militancia socialdemócrata los estudiantes del colegio de Santa Tatiana. En esa ocasión
dedicó a un intenso estudio y a la elaboración de una se- defiende la concepción socialista del mundo frente a la
rie de trabajos de análisis social y político. Sus primeros concepción burguesa idealista. Con ello comienza el apren-
artículos de análisis político se refirieron a Finlandia, dizaje de lo que sería una de sus actividades más importan-
siendo publícados, en 1900, en varias revistas, entre ellas tes en el futuro: la oratoria revolucionaria.
algunas alemanas. Durante ·tres años estuvo recogiendo A su retomo de una nueva y corta estancia en el extran-
material estadístico sobre Finlandia, material que le per- jero, Kollontái se encuentra con importantes aconteci-
mitió la elaboración de su libro La condiciones de vida mientos nuevos: por una parte, el auge del movimiento de
de los obreros.finlandeses, que sería publicado en 1903. masas se manifiesta a través de revueltas campesinas y
El libro no fue bien acogido entre los marxistas legales, huelgas obreras de considerable importancia. Por otra
pero sí en los medios marxistas europeos. También, con parte, el Partido se encuentra convulso por el encendido

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debate que se lleva a cabo respecto a dos concepciones del "peligro burocrático que supone el ultra-centralismo".
distintas y encontradas sobre su organización. Kollontái conoció el debate estando fuera de Rusia. En
En el ll Congreso del Partido Socialdemócrata Ruso, una autobiografía suya manifiesta sentir más simpatías
que se celebra en Ginebra y en Londres, en el año 1903, por los bolcheviques, atraída por la intransigencia y espí-
Len in y Plejánov (aunque este último sólo durante breve ritu revolucionario que demostraban, que por los menche-
üempo) defendían un tipo de organización estructurada viques.
en base a un núcleo restringido, una vanguardia discipli- Pero pesaba mucho en ella el prestigio de Plejánov, fac-
nada integrada por revolucionarios profesionales. En el tor que le impedía tomar partido abiertamente contra los
debate Lenin introduce el concepto de dictadura del pro- mencheviques. Indudablemente la crítica de Rosa Luxem-
letariado. Para Lenin, la teoria de la organización es inse- burg, realizada en el seno de la Internacional, debió in-
parable de la estrategia de la revolución. Martov y un gran fluenciarla también. De hecho, Kollontái se mantuvo al
sector del partido, en desacuerdo con las tesis organizati- margen del debate, colaborando en la práctica con ambas
vas de Lenin, se mantuvieron en la oposición. La vota- fracciones.
ción, que dio mayoría a Lenin, no resolvió el antagonis-
mo que había de conducir en 1912 a la ruptura del
P.O.S.D.R. (Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia) 1905-1917: lucha contra la guerra. Bloque de agosto.
entre bolcheviques (mayoritarios) y mencheviques (mino- Organización del movimiento femenino obrero
ritarios). Plejánov, después del Congreso, se inclinó por la
conciliación con los mencheviques. Lenin, sin embargo, En vísperas de la revolución de 1905 se había agregado,
logró el control del sector clandestino del partido en Ru- a la difícil situación de Rusia, otro hecho catastrófico: la
sia, lanzando su contraofensiva contra los mencheviques guerra ruso-japonesa. La guerra, que tenía como objeto
("Un paso adelante, dos pasos atrás"). Defendió como la conquista de los mercados de Manchuria y China, fue un
positiva la escisión, puesto que presentaba la estrategia auténtico desastre para Rusia. La pérdida en dinero y en vi-
revolucionaria del proletariado. Lógicamente, los debates das humanas sirvió para desvelar la descomposición de la
que se desarrollaban en el interior del P.O.S.D.R.llegaron autocracia zarista. Todas las clases sociales rusas estaban,
al seno de la Internacional. En el VII Congreso de la In- aunque por diversos motivos, cada vez más descontentas.
ternacional, celebrado en Amsterdam en 1904, Rosa El campesinado soporta condiciones de vida cada vez más
Luxemburg combatió las tesis de Lenin y denunció "el precarias, y la presión demográfica agrava la situación
absolutismo ruso" que veía reflejado en la concepción agraria: cada vez menos tierras a precios más elevados.
centralista democrática propuesta por Lenin, advirtiendo La población excedente no puede ser absorbida en su

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totalidad por la industria. Esta última, pese a ser cada vez sarrollo del capitalismo. En consecuencia, el proletariado
más beneficiaria de la inversión extranjera, alberga a los debería guardarse de jugar un papel dirigente en los acon-
trabajadores peor pagados de toda Europa. Pero la inver- tecimientos; debería, en vez de lanzarse a la insurrección,
sión imperialista permite la puesta en pie de industrias esperar, prestar su apoyo a la burguesía y luego convertir-
que concentran ya, en 1904, cerca de 1.700.000 obreros, se en un partido de la oposición dentro del orden demo-
lo que facilita la organización y la generalización de las crático futuro.
luchas obreras. La urgencia y necesidad de grandes cam- Los bolcheviques, por el contrario, sostuvieron que el
bios era sentida incluso por la pequeña burguesía (comer- proletariado ruso, fuerte, numeroso y consciente, no debía
ciantes, artesanos, etc.), que veía afectados sus intereses ponerse a remolque de una burguesía débil e incapaz de
por el régimen de castas. hacer su propia revolución. Para ellos, la revolución de-
El 9 de enero de 1905, día del Domingo Sangriento, mocrática no podía ser realizada más que por el proleta-
Kollontái se pronunciaba a favor de la asistencia del par- riado, quien instauraría la "dictadura democrática de los
tido socialdemócrata a la manifestación que organizaba obreros y campesinos", realizando así las tareas del desa-
Gueorgui Gapón. Los bolcheviques se encontraban divi- rrollo capitalista, tareas que le negaban a la burguesía.
didos frente a este hecho, estando la mayoría contra la Esta concepción, polémica incluso después de la revolu-
asistencia por considerar la manifestación o una provoca- ción de 1905, fue aportada por Lenin, Trotsky y Parvus
ción o una súplica inútil. Kollontái sustentaba su razona- formaban una tercera tendencia dentro del partido basada
miento alegando que la manifestación era una "acción de en la teoría de la revolución permanente, más desarrolla-
masas" en la que estaría el proletariado, y que, por tanto, da después por Trotsky.
el Partido debería hacerse presente también. Defendió tal Durante 1905 y 1906, Kollontái colaboró en el órgano
tipo de acciones, a las que defmió como auténticas escue- bolchevique ''Proletari" (El Proletario), tanto como perio-
las de acción revolucionaria. En verdad, sus posiciones no dista como en los trabajos técnicos de la edición. Escribió
hacían más que responder al espíritu y la letra de ]as reso- allí un artículo pronunciándose contra la participación
luciones adoptadas en el Congreso de Amsterdam. obrera en la I Duma3, y llamando al proletariado a la insu-
Una vez más los acontecimientos de 1905 permitieron a rrección armada en contra de ella, manifestándose al mis-
mencheviques y bolcheviques medir fuerzas. Los men- mo tiempo partidaria de la convocatoria de una Asamblea
cheviques, que dominaban los órganos dirigentes del Constituyente. El llamamiento a la insurrección le costó
P.O.S.D.R., manifestaban que la revolución que se estaba un proceso en el que fue condenada, por lo cual huyó al
produciendo era burguesa y que, por tanto, elevaría a la
burguesía al poder, desde donde impulsaría un amplio de- 3. Asamblea legislativa.

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extranjero. Su posición frente a la Duma, y su criterio nizaciones femeninas. Hasta la Primera Guerra Mundial,
frente al papel de los sindicatos (que consideraba debían fecha en que los acontecimientos toman nuevos rumbos,
ser autónomos respecto al partido) la ponían en contra- los miembros del partido no hacían otra cosa que sopor-
dic-ción con la fracción bolchevique, siendo éstas las dos tar a las mujeres, con el objeto de conservar su apoyo.
fundrunentales discrepancias que determinaron su apoyo En la I Conferencia Internacional de Mujeres Socia-
a los mencheviques, desde 1906 a 1915. Sin embargo, listas, celebrada en Stuttgart en 1907, Kollontái formó
durante estos años no participó de forma intensa en la po- parte de la representación rusa. La Conferencia, aunque
lén1ica, orientando toda su energía a la orga.nización de las fue organizada por Clara Zetkin, no estuvo muy concurri-
obreras en el seno del partido y, ya en el exilio, a la lucha da, pues todavía el movimiento obrero de mujeres era
contra la guerra y por la reforma de la ll Internacional. incipiente. Clara Zetkin -en colaboración con Rosa Lu-
Dedicada desde 1905 a 1906 al trabajo de organización xemburg- fue la autora de la resolución, votada y aproba-
de las mujeres, Kollontái debió estar influenciada por el da, en la que se exigía igualdad de oportunidades, salario
trabajo de Clara Zetkin, a quien, si bien no menciona, igual para trabajo igual, ayuda social a las madres obreras
debió de conocer en sus diversos viajes a Alemania. Los y a los niños, y el derecho de sufragio.
comienzos de su trabajo fueron difíciles, ya que tanto ella La participación de Kollontái en el movimiento huel-
como Krupskaia tropezaron con innumerables resisten- guístico de las obreras textiles de San Petersburgo hizo
cias de sus camaradas masculinos, cuando intentaron la que se la condenase en un segundo proceso. Ante la posi-
organización autónorna de las mujeres -para la defensa de bilidad de ser detenida marchó al exilio. En esta época
sus intereses específicos- dentro del partido. Así como no (1906-1908) escribió diversos artículos, entre los que
se logró sino a través de una larga lucha que el obrero se destacaron: La lucha de clases y El Primer calendario
convenciera de que la tuujer obrera no era un competidor obrero. En 1908 publica las Bases sociales de la cuestión
(la mano de obra femenina era más barata que la mascu- femenina, e innumerables folletos. Dos años después
lina) ni un rompehuelgas (el proletariado femenino tardó (1910) forma parte de la delegación rusa a la II Confe-
n1ucho más que el masculino en tomar condencia de su rencia Internacional de Mujeres Socialistas, que se reali-
explotación y en integrarse a la lucha), en el partido so- za en Copenhague. A esta conferencia, mucho más con-
cialdemócrata tuvieron que transcurrir años y muchos currida que la anterior, asistieron delegadas de 16 países,
acontecimientos para que se demostrase la importancia en representación de 100.000 mujeres socialistas.
que tenía el aporte revolucionario de las mujeres y el va- En. el orden del día de la Conferencia (que duró dos
lor de sus reivindicaciones, y que tanto los militantes de días) figuraba, en primer lugar, el problema de Finlandia,
base como los dirigentes dieran todo su apoyo a las orga- votándose una resolución de apoyo al Partido Socialista

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finlandés y defendiéndose la tesis de que solamente una clase obrera; la consigna de la Internacional fue "guerra a
revolución socialista en Rusia podría garantizar a Fin- la guerra". Pero, al estallar por fin la contienda, los parti-
landia el respeto a la autodeterminac.ión. En esta tesis se dos obreros se dividieron respecto al papel que la clase
unían los intereses de la clase obrera fmlandesa a los del obrera debía desempeñar en ella. Las secciones que prac-
proletariado ruso. Kollontái, que tan a fondo había estu- ticaban una estrategia reformista y formaban parte de los
diado el problema fmlandés, debió ser una de las partici- gobiernos burgueses, como el partido socialista francés y
pantes que más lucharon por que se votase esta resolu- el alemán, se alinearon en defensa de la "patria" al lado
ción. Otro de los puntos de mayor interés en la Conferencia de sus gobiernos (los "social-patriotas"); por el contrario,
había sido la luch~: que todavía se planteaba de forma aquellas secciones que ya cuando comenzó el debate
preventiva, por el mantenimiento de la paz europea; aun- Bernstein-Kautsky adoptaron una estrategia revoluciona-
que esta temática tenía tanto interés para las mujeres ria, defendían dos posiciones entre las que había una cier-
socialistas como para los movimientos feministas burgue- ta diferencia: o bien lo correcto era transformar la guerra
ses, en cada uno de estos sectores se planteaba de forma en revolución en cada uno de los países que se veían com-
distinta: las sufragistas burguesas no deseaban la guerra prometidos en ella (la llamada tesis derrotista de Lenin y
por motivos puramente sentimentales, y sobre todo por- Rosa Luxemburg, a la que Kollontái daba su acuerdo), o
que ellas, como 1nujeres discriminadas por el gobierno, bien el proletariado debía llevar adelante una moviliza-
no podrían decidir sobre ella; para la Conferencia de Mu- ción tal que boicotease por completo la posibilidad de que
jeres Socialistas se trataba de una cuestión de principios, cada uno de estos países pudiera mantener la guerra (la
ya que la guerra era solamente un enfrentamiento entre tesis de Trotsky); como las opiniones de Lenin y Trotsky
las distintas burguesías que decidiría cuál de ellas obten- no se contradecían en la base de su argumentación, las
dría rn_ás beneficios que las restantes, mientras el proleta- dos tendencias pudieron unirse en una lucha común que
riado no tendría más beneficios que el servir de instru- iba a polarizar un grupo importante de disidentes, que, en
mento, una vez más, para la salvaguarda de los intereses últin1a instanci~ no sólo iban a discrepar con la II Inter-
burgueses. nacional por la falta de decisión mostrada en esta ocasión,
La posibilidad de que estallase una gran guerra entre las sino que iban a llevar la lucha a una mayor profundidad.
distintas potem;ias capitalistas europeas preocupaba a Esta convergencia de principio en 1914 había de facilitar,
todas las organizaciones que encuadraban al movimiento después de los agitados cinco años que siguieron, la for-
obrero. El tema se debatió largamente en la II Internacio- mulación de la necesidad de crear una III Internacional.
nal, y en los años que precedieron a la guerra se decidió La posición de Kollontái dentro del partido socialde-
evitarla mediante la mayor movilización posible de la mócrata ruso seguía dentro de la misma línea. No se pone

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abiertamente en contra de los mencheviques, pero está en tes económicos y una extremada clandestinidad) y desa-
total desacuerdo con su política de participación con di- rrollaban unas prácticas terroristas. Pero no era ésta la
putados del partido en la liT Duma zarista (1908). Desde única tendencia nueva dentro del partido, ya que, por otro
su salida de Rusia la absorbió casi por completo la lucha lado, Bogdánov y Krassin encabezaron un sector del
contra la guerra, y a esta actividad dedicó la mayor parte partido que se pronunciaba en contra de la política bol-
de sus energías. Durante los años de guerra pronunció chevique de participación con delegados socialdemócra-
rnuchas conferencias y participó en innumlerables mítines tas en la Duma zarista, y creía que la única política cohe-
en contra de la guerra. Su actividad periodística se acre- rente con una estrategia revolucionaria estaba, no en apro-
centó con numerosos artículos sobre el mismo tema, co- vechar las posibilidades propagandísticas que les ofrecía
mo "¿A quién le es necesaria la guerra?", que obtuvo una la tribuna de la Duma, sino en estar fuera en abierta opo-
gran difusión. Pero no descuidó por ello el tema de la sición. A esta corriente, que fue denominada de los "otzo-
mujer y siguió escribiendo para las obreras en distintas re- vistas", se unió otra, muy similar puesto que también es-
vistas. La igualdad de criterios respecto a la estrategia que taba en contra de la participación en la Duma, pero más
consideraba adecuada para el movimiento obrero ante la extremista todavía, que creía totalmente necesario para la
guerra europea le hicieron tener una relación constante supervivencia del partido y la pureza de su política prole-
con Lenin en todos estos años: ella y Schliapnikov eran taria el paso a la clandestinidad total. Estas dos tenden-
los enlaces entre Lenin y el Comité Central del partido y cias, aparentemente tan puristas, basaban sus argumenta-
los militantes del interior de Rusia. ciones en una revisión del marxismo tomando como pun-
Después de la revolución de 1905, el Partido Socialde- to de partida las razones de Mach. Lenin las atacó a fondo
mócrata ruso atravesaba un período de confusión que ha- y escribió en contra de ellas Materialismo y empiriocriti-
bía sido ocasionado, en parte, por el fracaso del movi- cismo, en 1908. Otzovistas y ultimatistas fundaron con-
miento revolucionario. juntamente un periódico: Vpéryod (Adelante), y colabora-
La disparidad de criterios que, con anterioridad a la re- ron también en la creación de una escuela en Capri, cuya
volución de 1905, se había concretado en torno a dos po- misión sería la formación de los militantes como propa-
siciones fundamentales: la de los mencheviques y la de gandistas, y que se encargaría a la vez de constituir un mo-
los bolcheviques, se multiplicó en varias tendencias. vimiento cultural totalmente revolucionario por cuanto
Lenin luchaba contra la acción de los "liquidacionis- la cultura sería entendida de una forma nueva, bajo el
tas", un grupo de militantes socialdemócratas que situa- punto de vista de las necesidades del proletariado (este
ban en un plano de primera importancia la necesidad que movimiento sería denominado Proletkult). Kollontái sim-
tenía el partido de sobrevivir físicamente (mediante apor- patizó con estas ideas y con el interés, que ya había maní-

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festado anteriormente, por la didáctica y la literatura, co- A los representantes allí reunidos se les denominó "Bloque
laboró en su escuela, en la que participaban también M. de agosto". La reunión fue un fracaso, ya que tanto los bol-
Gorki, A. Vasilievich, Lunatcharski, Bogdánov, M. N. cheviques como los mencheviques se negaron a asistir.
Liadov y G. A. Alexinski. Kollontái participó en esta reunión; también ella considera-
En enero de 1912, en Praga, fue convocada por la frac- ba de primordial importancia para la revolución proletaria
ción bolchevique una conferencia considerada como el rusa que el partido fuese único y fuerte. Pero a medida que
Congreso fundador del Partido Bolchevique. Las tenden- los bolcheviques iban definiendo su política, tanto en rela-
cias que habían quedado marginadas en esta conferencia, ción a la guerra europea como frente a la Duma, se fue
los mencheviques y los conciliadores, intentaron reagru- aproximando a ellos. Frente a la reunión de Viena, Lenin
par en tomo suyo a los excluidos de la conferencia de Pra- adoptó una posición todavía más enérgica al provocar la es-
ga, llamando a una conferencia general del Partido So- cisión entre los diputados bolcheviques en la Duma.
cialdemócrata a los socialdemócratas polacos, al Bund4 y En los meses que precedieron a la Guerra Europea el
al grupo de Vpéryod. Trotsky fue uno de los promotores gobierno zarista intensificó la represión contra los parti-
de esta conferencia, que él veía como un intento de reuni- dos obreros, sumergiéndose de nuevo Rusia en un perío-
ficación del partido, aunque de la conferencia se retiraron do de reacción: Los diputados socialdemócratas fueron
progresivamente todas las tendencias del partido, a excep- deportados a Siberia. Pero tras este período de retroceso,
ción de los centristas del ala menchevique de derecha, cir- con el comienzo de la guerra se abrió una nueva fase de
cunstancia que le desagradó enonnemente. De esta confe- ascenso de la lucha de masas.
rencia, cuyo origen había sido una reacción en contra del En 1915, los socialdemócratas europeos que ya se ha-
radicalismo de Lenin, surgió un programa de característi- bían manifestado por una lucha internacional contra la
cas mencheviques, pero que en defmitiva no aportaba nin- guerra se reunieron en la localidad suiza de Zimmerwald,
guna novedad. y constituyeron un bloque de oposición a la tendencia ma-
La tendencia conciliadora, cuyo máximo interés se cen- yoritaria dentro de la II InternacionaL Kollontái trabajó en
traba en la reunificación del Partido Socialdenrrócrata ruso, la intensa campaña desplegada a favor de la terminación
promovió a instancias de Trotsky, una reunión de los repre- de la guerra, que se exigía fuera inmediata y sin anexio-
sentantes de varias tendencias en Viena, en agosto de 1912. nes por parte de ninguna de las potencias beligerantes. El
acercamiento de Kollontái a los bolcheviques fue esta vez
defmitivo, adhiriéndose ese mismo año a ellos. Mientras
4. Bund: Unión General de los Trabajadores Judíos de Lituania, de Po- tanto, Plejánov defendía su punto de vista sobre la "defen-
lonia y ae Rusia sa nacional" en contra del imperialismo alemán, al que

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identificaba como máximo representante del capitalismo llontái desplegó una gran actividad, sobre todo como ora-
y del militarismo, y cuya derrota creía un gran avance pa- dora, y estuvo una larga temporada en EEUU, colaboran-
ra la lucha del proletariado, ya que iba a propiciar el adve- do con Trotsky y Bujarin en el periódico ruso de N ew
nimiento del socialismo; sus posiciones le iban a alejar York, Novy Mir.
para siempre de la fracción bolchevique. Poco después de su regreso a Europa, en 1916, tuvo lu-
1915 fue también el año en que se celebró la III Confe- gar la revolución de febrero de 1917 en Rusia y Kollontái
rencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la ciudad volvió rápidamente a Petrogrado.
de Berna. La conferencia tuvo esta vez cierto éxito, ya
qne la circunstancia :de la Guerra Europea actuaba entre
las mujeres proletarias como un revulsivo mayor que la Aleksandra Kollontái y la Revolución de Octubre
diaria explotación a que estaban sometidas. Acudieron a
la Conferencia 25 delegadas, de las cuales 6 eran rusas (2 La actuación de Kollontái durante los meses que prece-
de e:llas mencheviques y 4 bolcheviques; en esta ocasión dieron a la revolución de octubre la narra ella misma con
tatnbién participó Krupskaia). Kollontái fue una de las detalle en su autobiografia. Lo cierto es que su intenso
delegadas bolcheviques, y de nuevo Clara Zetkin ocupó el trabajo de esos meses la dio a conocer públicamente y au-
cargo de secretaria del Buró Socialista Femenino Inter- mentó su prestigio dentro del partido, pues su labor como
nacional. Aunque las delegadas bolcheviques estaban en agitadora era importante.
franca minoría frente al conjunto de la conferencia, logra- En la conferencia de abril del Partido, donde se debatía
ron hacer aprobar una resolución en la que se condenaba ampliamente el papel que jugaban los soviets, tuvo una
la guerra y se pedía una paz sin anexiones ni conquistas. intervención destacada. La mayoría del partido, de sus
Con la guerra, el movinüento socialista femenino no sólo miembros allí presentes -puesto que muchos de los bol-
ganó muchas militantes más para su causa sino que impri- cheviques exiliados todavía no habían regresado-, apo-
mió a su desarrollo una dinámica mucho más revolucio- yaban la tesis conciliadora (propiciada por Stalin, Ka-
naria. Ello contrastaba enormemente con el carácter del menev, Zinoviev) que defendía un apoyo condicional al
movimiento sufragista burgués, que desde comienzos de gobierno de Kerenski, siempre que el partido, a través de
la guerra había dejado su lucha para más adelante ponién- los soviets, lo controlara. Sin embargo, Kollontái y Sch-
dose a trabajar de inmediato al lado de sus respectivos liapnikov sustentaban posiciones que estaban en la línea
gobiernos (antes tan combatidos por él), olvidando hasta de las tesis formuladas por Lenin inmediatamente des-
años más "propicios" sus reivindicaciones. pués: en Rusia se estaba dando una situación de doble
Con10 propagandista del grupo de Zimmerwald, Ko- poder, en la que los soviets ya imponían a Kerenski su

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hegemonía, y por lo tanto ellos eran ya el embrión del traba en los puestos dirigentes, debido a su condición fe-
gobierno revolucionario. menina.
A la llegada de Lenin a la estación de Finlandia, en Pe- Con el Gobierno de los Soviets se abría un proceso
trogrado, Kollontái estaba presente. Inmediatamente des- revolucionario que tendía a cambiar esencialmente las ba-
pués de su llegada tuvo lugar una reunión del Comité ses de la sociedad rusa, y estos cambios afectarían en for-
Central del partido en la que Lenin defendió la necesidad ma enormemente positiva la situación del proletariado fe-
de la insurrección armada, tesis que ya había avanzado en menino. Aunque tanto en la legislación soviética como en
sus Cartas desde lejos. Dentro de una fuerte oposición la mentalidad y costumbres populares, las transformacio-
inicial, la única voz 'que le apoyó desde su primera pro- nes en el terreno de la moral familiar y sexual no fueron
puesta fue la de Kollontái. K.ollontái, como miembro del proporcionales a la envergadura de los cambios políticos
C.C. del partido (el Comité Central llamado posterior- y económicos, quedaba al menos planteada la perspectiva
mente "leninista"), llevó a cabo una serie de misiones de de instaurar unos nuevos lazos de unión conyugal, de
gran responsabilidad. El partido la delegó a la conferen- revisar las relaciones tradicionales dentro de una nueva
cia, que debía realizarse en Estocolmo, ,con el grupo de moral. La mujer rusa, con la revolución de 1917 alcanza-
disidentes de Zimmerwald, pero no pudo llegar hasta Es- ba su mayoría de edad legal, podía participar en todos los
tocolmo porque fue detenida por las tropas de Kerenski. sectores de la vida pública en igualdad de condiciones con
Al ser liberada se reincorporó a la lucha revolucionaria y los hombres; y estas enormes posibilidades iban acompaña-
fue la primera mujer elegida para el Comité Ejecutivo del das del ejemplo que constituían mujeres que, como Ko-
Soviet de Petrogrado, figurando posteriormente como llontái y otras, con su práctica en las gestiones públicas e
miembro del Comité Ejecutivo Panruso. Su actividad co- incluso en su vida privada, adelantaban las características
mo organizadora del sector femenino del Partido continuó de un tipo de mujer del futuro.
desarrollándola de forma paralela al resto de sus activida- La situación de igualdad recién adquirida por las muje-
des políticas. res tusas las situaba en una posición ventajosa respecto a
La desbordante actividad de estos meses, en que se esta- las mujeres del resto de Europa. Efectivamente, los países
ba poniendo en pie el gobierno revolucionario, la llenaba de la Europa "democrática" apenas empezarían a recono-
de ilusión; ella :misma cuenta, con gran orgullo, que fue la cer derecho al voto a las mujeres entre los años 20 y 30,
primera mujer en la historia que ocupó un ministerio gu- y en otros como Italia y Alemania daba comienzo un pro-
bernamental (en el invierno de 1917 a 1918, el Comisa- ceso reaccionario que iba a significar para la mujer el
dado del Pueblo para la Seguridad Social), y describe retomo a los moldes judaicos y orientales más primitivos
cómo iba venciendo poco a poco la resistencia que en con- con la legislación fascista y nazi.

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Las primeras polémicas dentro del partido en los pri- gobierno soviético, y en consecuencia para el partido bol-
meros años de la Revolución chevique, era una promesa que debía cumplirse, porque
además de la opinión del pueblo razones de tipo econó-
A partir ya de 1918) y sobre todo de 1920, se desarrolla- mico y político exigían la terminación de la guerra: era
ron fuertes debates en el interior del partido en tomo al necesario reinsertar a la población que estaba en el frente
papel que debían jugar en el nuevo Estado los sindicatos, en la vida productiva, terminar con la sangría económica
los soviets y el partido tnismo, y al carácter de las relacio- que representaban los gastos militares. Se añadieron a es-
nes entre ellos. La necesidad de poner fin a problen1as dra- tas razones consideraciones de tipo político: el Gobierno
tnáticos como el bru:sco descenso de la producción agrí- soviético no podía mantener una guerra que respondía a
cola e industrial, agravado por la situación de guerra, in- los intereses del anterior gobierno zarista, pero tampoco
tensificaba aún más las polémicas. Sin embargo, la reor- podía firmar una paz en la que no se respetase democráti-
ganización, a pesar de ser una necesidad acuciante, debía camente el derecho de las naciones que Alemania preten-
·efectuarse bajo unas premisas originales: bajo la perspec- día anexionarse. Esta era una cuestión de principios en la
tiva de una sociedad sujeta a los intereses de una clase que no podía cederse. Inicialmente se intentó ganar una
social, el proletariado, que no tenía ningún tipo de expe- tregua mientras se decidía la política a seguir. Las distin-
riencia práctica ni en la gestión económica ni en la gestión tas opiniones que se manifestaron en el C.C. del partido
administrativa del Estado y la sociedad. se polarizaron en dos corrientes, después de largas y con-
La posición de Kollontái en estos años, los más creado- tinuas reuniones. Una de ellas era llevar adelante una gue-
res y fructíferos de su vida política, fue en términos gene- rra revolucionaria (tal como propuso Bujarin, y Kollontái
rales públicamente opuesta a las directrices del partido. apoyó esta postura), ante el avance de las tropas alema-
Desde diciembre de 1917 a marzo de 1918, el Gobierno nas, contando para ello con que la guerra revolucionaria
soviético se enfrentó al problema más grave de los que se iba a desencadenar la revolución proletaria en los países
le planteaban: la necesidad de terminar con la guerra con- involucrados. La otra tendencia pensaba que el proletaria-
tra Alemania a la mayor brevedad posible. La terminación do ruso, después de demostrar al proletariado internacio-
de la guerra había sido una de las reivindicaciones del pro-· nal su decisión de no pactar con Alemania (cosa que ya
letariado y del campesinado que el partido bolchevique había demostrado con la tregua que acordó en su último
había recogido en su programa, uno de los puntos que más intento de detener a los alemanes), no tenía más alternati-
apoyo popular le había proporcionado. El pueblo ruso, y va que firmar la paz a pesar de las condiciones onerosas
más aún el campesinado, que había sido devastado por la que exigía Alemania. Sobre la base de que ésta era la úni-
guena, deseaba que ésta terminase cuanto antes. Para el ca posibilidad que tenía la revolución de sobrevivir, el

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propio Lenin era partidario de esta última opción. La pri- alemana y europea, y manteniendo una estrategia política
mera de las dos tendencias aglutinó a su alrededor un gru- adecuada a esta relación internacional de interdependen-
po denominado "comunistas de izquierda" (entre los que cia. Pero la Rusia Soviética no podía mantenerse en pie
se contaban Bujarin:, Bubnov, Piatakov, Uritsky y Smir- hasta que se produjeran las revoluciones europeas, por
nov), cuya oposición al tratado que se firmaría en la ciu- muy cercanas en el tiempo que se las creyera, a menos de
dad de Brest-Litovsk se podía concretar en la frase pro- lograr cierto respiro.
nunciada por Kollontái en el Vil Congr,eso del partido: Los "comunistas de izquierda" tenían otras discrepan-
"Si nuestra República Soviética debe perecer, otros lleva- cias con la mayoría del partido, en cuestiones como el pa-
rán el estandarte (de: la revolución) adelante". Al prevale- pel que debían desempeñar los organismos de gobierno,
cer la opinión de Lenin y Trotsky, el tratado fue firmado los sindicatos y los soviets. Afmnaban que tanto la admi-
el tres marzo de 1918, pero el desacuerdo dentro del par- nistración del Estado como la producción debían estar
tido estuvo a punto de provocar una escisión encabezada sujetas al "control obrero". Frente a ellos, Lenin afmnaba
por Bujarin, que no se produjo sobre todo porque no se que la producción, para recuperarse después de su enorme
había llegado todavía a un desacuerdo de principios. caída durante la guerra con Alemania, debía racionalizar-
Los "comunistas de izquierda" estaban dispuestos a no se bajo la dirección del Estado. En términos globales, los
hacer ni una concesión al imperialismo alemán, aun cuan- comunistas de izquierda deseaban poner de inmediato en
do ello supusiera la destrucción del incipiente Estado So- práctica una especie de ''Estado-comuna": administrado y
viético. La posición de Lenin y Trotsky (que fue el encar- controlado, desde abajo, por los obreros.
gado de tratar con los alemanes) se orientaba ante todo a Kollontái, en el debate que tuvo lugar en el VII Congre-
la pervivencia del Estado Soviético, a costa de concesio- so en relación al tratado de Brest-Litovsk, renunció a su
nes si no cabía ninguna otra alternativa. Pero no por ello puesto en el Comité Central después de haber renunciado
se abandonaba la perspectiva ni la estrategia de la revolu- ya a su cargo de Comisario del Pueblo, para manifestar su
ción internacional. Lenin se negaba a admitir la tesis de oposición a la fmna del tratado con Alemania. Ya nunca
Riazanov~, que afirmaba que la disyuntiva era: '"el partido más volvió a estar en el Gobierno.
se enfrenta al dilema de estar con las masas campesinas o A pesar de estar apartada de los puestos dirigentes, su
con el proletariado de Europa Occidental". Lenin afirma- actividad no disminuyó, si bien su prestigio decayó. In-
ba que, en efecto, el tratado era condición indispensable cluso después de esta primera ocasión en que hubo un de-
para lograr el apoyo del campesinado ruso, pero que la sacuerdo importante entre Kollontái y las decisiones del
revolución rusa sólo podía llevarse a cabo de forma efec- C. C. del partido, su pensamiento no varió, y siguió defen-
tiva tomando en cuenta la perspectiva de la revolución diendo su posición en cada momento en que la situación

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lo hacía necesario. En su autobiografía habla de los pri- burguesía, a la que se añadía la actividad antibolchevique
meros años de la revolución: " ...La revolución estaba en de algunos grupos socialistas disidentes como los social-
plena actividad. La liucha [de fracciones] se tomó cada revolucionarios y los mencheviques, obligó al gobierno a
vez más irreconciliable y sangrienta, y mucho de lo que adoptar fuertes medidas represivas que ni en los primeros
sucedía no estaba de acuerdo con mis principios. Pero momentos de la revolución, en octubre del1 7, había teni-
todavía quedaba un trabajo por hacer, lograr la emancipa- do necesidad de tomar. En diciembre de 1918 fue creada
ción de la mujer", dando a entender con ello que, a pesar por el Comité Militar Revolucionario del Soviet de Petra-
de que la actividad revolucionaria estaba en sus comien- grado la Cheka, una comisión extraordinaria dedicada
zos, el desacuerdo eón la política del partido la llevaba a exclusivamente a combatir la contrarrevolución y el sa-
centrar su actividad en el sector de la organización del botaje.
movimiento femenino. Su afrrmación no es exacta, pues Los: treinta meses de guerra civil que transcurrieron
durante mucho tiempo siguió luchando en el partido por desde mayo de 1918 hasta fmes de 1920, se defmen como
imponer lo que, según sus principios, era realmente cohe- la etapa del "comunismo de guerra". Durante este tiempo
rente con una política revolucionaria proletaria. Esas el Gobierno de los Soviets no sólo se enfrentaba a enemi-
palabras suyas, por tanto, responden sin duda a un deseo gos externos, primero Alemania y luego los aliados, sino
de ocultar su acuerdo con los disidentes, ya en una época, también al Ejército Blanco y las facciones interiores. Para
1926, en que la situación del partido había cambiado pro- el Gobierno existía un interés que privaba por encima de
fundamente y no se admitían las tendencias. cualquier otro: la necesidad de abastecer al Ejército Rojo
La guerra civil, que se desencadenó en mayo de 1918, y a los habitantes de las ciudades, que en defmitiva eran
actuó como un elemento aglutinador para el partido. Los los que podrían mantener el régimen soviético. Esta nece-
comunistas de izquierda desistieron de todo propósito de sidad obligó, por un lado, a movilizar los recursos huma-
escindirse ante la necesidad de unir las fuerzas del prole- nos de que se disponía, trasladando a los mejores cuadros
tariado contra el enemigo común, el ejército de la reac- del partido y a los obreros allá donde fueran necesarios,
ción. ya en el ejército o en regiones alejadas donde fuera nece-
La guerra civil modificó el desarrollo de la revolución y sario organizar las requisas de alimentos, y, por otro lado,
la actitud de los revolucionarios frente a las clases socia- se forzó al campesinado a proporcionar trigo al resto de la
les que habían detentado el poder con el Zar. Las peores población, mediante la requisa de toda la parte de la cose-
consecuencias de la guerra no fueron de tipo económico cha que se estimaba sobrante respecto a lo necesario para
(aunque fueron terribles), sino políticas. La agresión al la mera supervivencia del campesino y su familia. La
gobierno soviético llevada a cabo por la pequeña y la gran industria fue nacionalizada, pero no había tiempo ni posi-

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bilidad de prestarle mayor atención al desarrollo indus- los comunistas expresan los intereses de la clase obrera,
trial. El mismo gobierno, por boca de Lenin, arengaba a por lo tanto, no se podía hablar de "sustitución" de la cla-
los obreros de Petrogrado a partir hacia el frente aun de- se obrera por el partido; el partido, como defensor de los
jando las fábricas. Ante las dificultades fmancieras y mo- intereses del proletariado, asume todos los cargos de res-
netarias del país, la moneda perdió todo su valor y la po- ponsabilidad del Estado a todos los niveles del poder
blación dejó de utilizarla en los intercambios, sustituyén- soviético, copando incluso los de la Cheka y del Ejército
dola por un intercambio en especie. El comercio privado Rojo. Este hecho, que cambia en forma esencial la estruc-
desapareció, quedando sustituido por trueques directos, tura de los soviets, afecta de igual manera al partido. Los
que el Estado era incapaz de controlar, entre la población antiguos "revolucionarios profesionales" dejan de ser mi-
urbana y la rural. litantes cuyo campo de acción es el partido, se han trans-
A pesar de lo crítico de la situación, con las medidas del formado en jefes militares, administradores, gobernantes.
"comunismo de guerra" Rusia pareció aproximarse bas- El Partido Comunista se entremezcla con el aparato del
tante al esquema de una sociedad comunista, tal como la Estado. El funcionamiento del Partido se vio profunda-
habían soñado los utópicos del pensamiento socialista; mente afectado por las vicisitudes de la guerra, se hizo
pero, en realidad, dada la situación de extrema pobreza y mucho más efectivo, pero en contrapartida quedó cada
necesidad del país, no era más que "la igualdad en una vez más relegada la democracia interna. Los organismos
miseria que se aproximaba mucho a una vuelta a la bar- regulares del partido solo se reúnen en contadas ocasio-
barie". nes. Las decisiones importantes referentes a la orientación
La insurrección de los socialrevolucionarios de izquier- general se toman en el Comité Central, y los organismos
da en julio de 1918 y la posterior represión que desenca- soviéticos se limitan a ratificarlas, a través de los miem-
denó, marcó, en la práctica, el fin del sistema multiparti- bros del partido, desde el Comité Ejecutivo hasta los so-
dista dentro de los soviets. En el futuro, en los Congresos viets locales. El partido ya ni siquiera tenía una autono-
de Soviets Panrusos se enfrentarían ya solamente el Par- mía fmanciera, y en este sentido dependía de los soviets.
tido bolchevique y una pequeña minoría que aglutinaría Svérdlov, secretario del Comité Central y a la vez presi-
varias corrientes, la calificada de los "sin partido". dente del Comité Ejecutivo de los Soviets en 1919, afrr-
Pt~ro no fue f!l cambio de su composición política la maba que las organizaciones bolcheviques locales no eran
causa n1ás importante en el proceso de descomposición más que las secciones de agitación de los soviets locales.
que sufrieron los soviets a partir del comienzo de la gue- Preobrazhenski sugirió incluso que se decidiese la desa-
rra civil. El acaparamiento de los soviets por miembros parición del partido, puesto que era innecesario. En el
del partido se produce, en principio, de una forma lógica: VIII Congreso del partido se discutió sobre las relaciones

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que debían privar entre el partido y los soviets; la tesis a trario, agravó momentáneamente la situación: con la des-
la que se llegó fue la necesidad de mantener los soviets movilización aumentó el desempleo. La situación del
como organismos independientes, cauces de expresión de campesinado era insostenible, los campos permanecían,
la ·voluntad popular, pero dirigidos por el partido. De he- en gran parte, muchas veces sin ser sembrados porque las
cho el proceso de sustitución se producía de forma acele- requisas implicaban que el campesino que más trabajaba
rada. y con este proceso se iba introduciendo en los so- y mayor cosecha obtenía resultaba, automáticamente, el
viets el mismo funcionamiento que caracterizaba al Par- más perjudicado. La disyuntiva en la elección de un méto-
tido Comtmista, cada vez más monolítico y menos demo- do de reconstrucción suscitó las mayores polémicas. La
crático. necesidad de dar un giro a la política económica era sen-
Tomando algunos de los planteamientos que ya habían tida por grandes sectores de la población, desde el delin-
puesto en pie los comunistas de izquierda, surgirá, ya en cuente hasta el obrero. Los dirigentes de la República So-
1919, consolidándose al fmalizar la guerra civil en 1920, viética se enfrentaron al problema con la NEP (Nueva
una fuerte corriente de oposición dentro del partido, la lla- Política Económica), impulsada por Lenin; esta política
mada Oposición Obrera. económica liquidaba la economía de guerra. El objetivo
principal de esta programación era conseguir para el país
unas condiciones económicas mínimas que permitiesen el
Kollontái y la Oposición Obrera comienzo de la reconstrucción; se trataba, en defmitiva,
de darle cierto margen a un desarrollo de tipo capitalista
Esta tend·encia contó desde sus primeros momentos con que permitiría una acumulación de capital y la revitaliza-
el apoyo pleno de Aleksandra Kollontái, quien, junto con ción de la agricultura y la industria a través de algunos de
Schliapnikov, fue una de las figuras tnás relevantes de di- los mecanism.os económicos del intercambio capitalista,
cha tendencia. La disputa, que tuvo su punto álgido en cosa que podría lograrse mediante la introducción en el
los meses que precedieron al X Congreso del Partido, mercado de un excedente agrícola. Así pues, la primera
surgió en tomo al papel de las organizaciones obreras, en medida de la NEP fue la sustitución de las requisas de los
particular los sindicatos, en la construcción de la nueva excedentes de alimentos del campo, que habían sido una
sociedad. necesidad durante la guerra, por un impuesto único en es-
Al fmalizar la guerra civil, el Estado Soviético se en- pecie sobre la producción agrícola, y la autorización a los
contró con una economía en estado catastrófico. La paz campesinos para disponer de lo que les quedaba, ya fuera
por sí sola no solucionaba ninguno de los graves proble- para intercambiarlo por productos industriales, ya para
mas planteados: abastecimiento, materias primas; al con- venderlo en los mercados locales. El impuesto en especie

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tenía también la finalidad de dar a los campesinos un in- el hecho mismo de producirse, un significado político: las
centivo económico para aumentar la producción agrícola, organizaciones políticas que trataron de capitalizar el mo-
que había caído en vertical durante las requisas. El obje- vimiento pedían una auténtica democracia laboral (auto-
tivo era el aumento de la producción industrial. La indus- nomía y democracia dentro de los sindicatos). Durante las
tria no estaba sin embargo en condiciones de aumentar rá- huelgas tuvo lugar la insurrección de Kronstadt.
pidamente su producción para responder a una creciente La Oposición Obrera se había conformado, principal-
demanda; antes le era indispensable conseguir grandes in- mente, aunque no fue su causa única, como respuesta a la
versiones, que a corto plazo sólo podían venir del extran- política adoptada por Trotsky, Comisario de Comunica-
jero, y materias primas de las que carecía. Tal situación ciones (cuya fmalidad inmediata era restablecer lo antes
convenció a Lenin de la necesidad que se desarrollaran la posible la red de ferrocarriles). Desde este cargo, Trotsky
producción artesanal y las pequeñas fábricas y coopera- había publicado, a fmes de 1920, un folleto en el que ex-
tivas. Lenin era consciente de que esta política económi- plicaba sus intenciones de colocar a los sindicatos bajo el
ca iba a profundizar en el campo las diferencias entre los control estatal, y utilizarlos, por medio de dirigentes nom-
campesinos pobres y los kulaks, a favor de estos últimos. brados directamente por· el Estado, como instrumentos
También iba a favorecer la posición de los campesinos para la promoción de los planes de reconstrucción econó-
respecto a los obreros; pero tal política se veía como la mica (años más tarde el mismo Trotsky estará en desa-
única salida frente al problema de la escasez del capital cuerdo con sus planteamientos de 1920). Se trataba, se-
necesario para crear una gran industria estatal. Pero así gún Trotsky, de transformar de una forma perfectamente
como necesarias, también creía que eran transitorias, va- planificada los sindicatos, de "estatizarlos"; lo que para la
lm·ando destacadamente el papel integrador que la NEP Oposición Obrera equivalía a desvirtuarlos, a despojarlos
podía jugar con respecto al campesinado. de su verdadero carácter de organización autónoma de
La crisis en la agricultura en 1921 hizo pareeer que es- clase, representante de los intereses del proletariado fren-
tas medidas no tuvieran ninguna posibilidad de éxito, y te al Estado.
acrecentaron las discrepancias que existían en el partido La posición de Lenin en la discusión sobre los sindica-
y en los sindicatos respecto a elia. Poco antes de que tos disentía de las dos anteriores. Aunque no estaba de
Aleksandra Kollontái leyera en el X Congreso del Partido acuerdo con los "sindicalistas", como llamaba a la Oposi-
(m.arzo de 1921) la plataforma de la Oposición Obrera, se ción Obrera, juzgaba que la posición de Trotsky era de-
inició una importante huelga general en las fábricas de masiado intransigente. El Comité de los Diez, un Comité
Petrogrado y luego en Moscú, Kiev, Bakú, cuyas reivin- especial que se formó en el partido para analizar el pro-
dicaciones, aunque de carácter económico, adquirían, por blema de los sindicatos, expuso la posición de Lenin:

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dejar a los sindicatos como organismos independientes, ta: la dirección ideológica del proletariado, única clase re-
pero tomar medidas para asegurar que fuesen a colaborar volucionaria. Lo cual suponía que, en el momento en que
siempre con los programas del Estado, ocupándose de se subordinasen sus intereses a los de los campesinos o la
forma principal del aumento de la productividad, de ase- pequeña burguesía ligada a la industria (como los técnicos
gurar que el trabajo se efectuase de la forma más racional especializados), se estaba traicionando la revolución. Aun
posible, luchando contra el absentismo, contra el descui- teniendo en cuenta la importancia que en Rusia tenía el
do:, etc. En general, esta propuesta equivalía a la de Trots- campesinado, se oponían a hacerle concesiones, afrrman-
ky, pero con formas distintas, sin admitir abiertamente do que éstas iban a cambiar el carácter de la revolución.
que lo que se pretendía era igualmente transformar los En consecuencia, debía preservarse la capacidad directiva
sindicatos en instrumentos del Estado. Esta posición era del proletariado, dejando que los sindicatos fueran, por un
la que privaba en el partido, no sólo respecto a los sindi- lado, órganos independientes de clase que defendiesen
catos sino también a los soviets y a cualquier organiza- frente al Estado los intereses del proletariado, y por otro,
ción autónoma de la clase obrera. La fmalidad era la de que fueran ellos los encargados de elaborar (por medio de
acaparar, mediante los miembros del partido, los puestos los congresos de productores a escala nacional) la políti-
dirigentes en todos estos organismos, y lograr que éstos ca económica del Estado Soviético. En la fase de transi-
impusieran la política del partido sin necesidad de que ción que se caracterizaría por la existencia de un Estado
estas instituciones estuvieran sujetas de forma oficial ni al denominado Obrero y Campesino (ente abstracto y con-
Estado ni al partido. Consideraban que los sindicatos eran tradictorio) debía garantizarse el curso de la revolución
la escuela donde debía prepararse el proletariado, donde mediante la dirección del proletariado, hasta la total inte-
debía llegar a entender y a saber aplicar el comunismo, gración en la sociedad soviética de los campesinos y de-
antes de poder ingresar en el partido, que sería quien, di- más capas sociales.
recta o indir1ectamente, guiaría la política del Estado obre- La Oposición Obrera pensaba que la clase obrera, por sí
ro y campesino. misma, sería capaz de crear una economía avanzada, esta-
Los planteamientos de la Oposición Obrera disentían de bleciendo nuevas relaciones de producción. Quizá si hu-
las anteriores posiciones en cuestiones de principio. En bieran desarrollado su programa, es decir, si hubieran da-
general no reconocían la necesidad de instaurar una polí- do unas pautas concretas respecto a los problemas econó-
tica económica que, como lo hacía la NEP, realizara unas micos, estructurando totalmente un nuevo sistema eco-
concesiones tales al campesinado que ponían en peligro al nómico, hubieran conseguido más eco.
Estado Soviético de dejar de lado los principios funda- Su mayor error táctico fue el no plantear una aportación
mentales en que debía sustentarse una sociedad comunis- positiva. Su labor se limitó a una crítica, a un intento de

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sistematizar, en el marco del partido, la óptica del obrero los de la clase obrera. Este era el núcleo de la crítica de la
de fábrica. Su mayor acierto fue quizá señalar, por prime- Oposición Obrera al Partido, y posiblemente a que Lenin
ra vez, los peligros de la incipiente burocracia que estaba y Trotsky menos importancia dieron, enzarzándose en
ya minando los fundamentos económicos y políticos de la una lucha contra las derivaciones de esta idea, en tomo a
detnocracia proletaria. Era indudable que el proletariado los sindicatos y la NEP.
-a quien debía corresponder el control del Estado y la La plataforma de la Oposición Obrera, redactada por
producción- cada día sufría más los inconvenientes pro- Kollontái, desglosaba los siguientes puntos como rei-
vo<:~ados por la gestión de una capa burocrática formada vindicaciones inmediatas: plena igualdad de salarios para
por funcionarios procedentes incluso del antiguo régi- todos los obreros y funcionarios sin discriminar los dis-
men. A partir de 1917 el Estado Soviético tuvo que hacer- tintos trabajos; libre distribución de alimentos y artículos
se cargo de una inmensa máquina administrativa para la de primera necesidad a todos los obreros, y gradual susti-
cual no tenía personal adecuado, y se tuvo que recurrir a tución de la moneda por el pago en especie. Posiciones
miembros de la antigua capa dirigente para ponerla en políticas centrales eran: autonomía total de los sindicatos,
funcionamiento. El problema de la escasez a todos los ni- al igual que de los soviets; la dirección de la economía, si
veles aumentó notablemente la cantidad. de controles y bien correspondería al Congreso de productores de toda
papeleos. Rusia, en un nivel inferior debía estar a cargo de los sin-
Según Kollontái, el problema tenía sus raíces en la cri- dicatos, desde donde se organizaría hacia los órganos su-
sis que el partido sufría, y que ella achacaba en primer periores. Por principio se oponían a las concesiones a los
lugar a las condiciones desfavorables en que se había campesinos. Y, aunque se manifestaban en contra del mi-
tenido que desarrollar la revolución rusa, y en segundo litarismo, apoyaban las medidas económicas y políticas
término a la entrada en el partido, después de 1918, de un del comunisrrw de guerra; es decir, no aportaban ninguna
gran número de militantes que no conocían el marxismo, nueva solución a los problemas del momento.
entre ellos muchos cuyo único interés era hacerse con una Uno de los problemas mayores con que se enfrentaba el
posición ventajosa en la nueva sociedad, dándose incluso país era el de si se llevaba o no a efecto una política ex-
el carrerismo. Estos hechos habían ido deformando al portadora de productos agrícolas. A falta de las inversio-
partido bolchevique y lo estaban convirtiendo en una es- nes extranjeras, que, a pesar de las facilidades ofrecidas
tructura esclerotizada e impermeabilizada a los senti- por el gobierno soviético, se producían en proporciones
mientos populares. Estaban creando dentro de él una serie mínimas, se hacía necesaria la exportación como única
de vicios que posibilitaban la existencia de una capa de medida posible para facilitar la importación tanto de bie-
burócratas cuyos intereses podían privar por encima de nes de consumo como de máquinas y materias primas pa-

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ra la industria. La única forma en que Lenin veía posibles curso contra la mayoría del C. C. del Partido Comunista
estas importaciones era la consabida ventaja concedida a ruso, fue ftrmada también por Kollontái. Esta carta de-
los campesinos para aumentar la producción. Pero aun nunciaba la desproletarización del partido, causada tanto
siendo así, lo que se podría exportar no era excedente, ya por su composición (contaba con un 60% de militantes no
que el excedente agrícola sería necesario para el consumo obreros), como por su política dictatorial. Se decía textual-
de: la población urbana. El problema residía entonces en mente: " ... los órganos dirigentes del partido llevan a cabo
darle o no mayor importancia a las necesidades de la po- una lucha implacable y desmoralizadora contra todos éstos
blación urbana que a las necesidades de la industria, que (disidentes) y, en particular, contra los proletarios que se
por otro lado era indispensable revitalizar. En principio, la permiten tener una opinión personal; la expresión de esta
tnayoría del partido, incluida la Oposición Obrera, valo- opinión es objeto, en el seno del partido, de diferentes
raba más la necesidad de abastecer de lo imprescindible al medidas de represión". Y es que, en efecto, el X Congreso
proletariado, pero se discrepaba acerca de si hacerlo en del Partido había adoptado, como medida extraordinaria y
base al tortalecimiento del campesinado. Preobazhenski transitoria ante los graves problemas planteados por la
fue quien vio con más claridad este problema y propuso, necesidad de reconstruir la economía después de la guerra
ya en 1921, una solución a largo plazo, presentando la civil, dado que la paz no había implicado signos de recu-
fórmula de la "acumulación socialista primitiva", muy peración, una resolución sobre la necesidad de mantener la
criticada por Lenin. A la Oposición Obrera le faltó una vi- unidad del partido, y prohibía que las fracciones hicieran
sión de largo alcance, una perspectiva más amplia de la propaganda de sus desavenencias para evitar el peligro de
situación. una escisión en aquellos momentos en que privaban tanto
Las tres propuestas presentadas en el X Congreso del el problema del hambre como otros cuya solución debía
Partido fueron éstas: la de Lenin y Zinoviev o plataforma ser inmediata. Lo cierto es que, ya antes de que se hubiera
del "Comité de los Diez", que obtuvo en la votación 336 votado esta resolución en el Congreso, Kollontái encontró
votos; la de Trotsk'}' (y Bujarin) que obtuvo 50 votos, y la muchas dificultades para poder editar su plataforma, que
de la Oposición Obrera, que obtuvo 18 votos. tenía que distribuirse en el Congreso.
La Oposición Obrera siguió su lucha a pesar de este fra- La Internacional formó una Comisión, presidida por
caso, impulsada además por la decisión tomada, en este Clara Zetkin, encargada de estudiar la situación en el Par-
mis1no Congreso, de prohibir la formación de tendencias tido Comunista Ruso y de elaborar un informe acerca de
dentro del partido, y por los intentos de expulsión sufri- ella. Ante la Comisión, Lenin se remitió a la resolución del
dos por Kollontái y Schliapnikov. La llamada "Carta de X Congreso "Sobre la unidad del Partido, y las tendencias
los 22", dirigida a la Internacional Comunista cmno re- sindicalistas libertarias". En su informe a la Internacional

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Comunista, la Comisión reconocía la difícil situación que cada vez con mayor virulencia, hasta el punto de tenerse
atravesaban la revolución y el partido en Rusia, pero ad- que organizar clandestinamente.
mitía que la Nueva Política Económica agravaba el peli- Lenin había presentido las graves consecuencias que
gro de una creciente influencia de la pequeña burguesía para la marcha de la revolución podría acarrear la asfixia
en los órganos del Estado y del Partido. El problema no total de democracia dentro del partido, lo mismo que el
tuvo mayor trascendencia en la Internacional después del excesivo control que se ejercía sobre los órganos de poder
inf(Jrme. proletario. Sus últimos escritos reflejan, de forma angus-
Con posterioridad a estos acontecimientos, en el XI tiosa, esta preocupación. Así Lenin, aunque no enfocaba
Congreso del Partido~ en marzo de 1922, después ya del en toda su dimensión el problema, ya que lo creía una he-
primer ataque cerebral de Lenin, que le alejó de la vida rencia del pasado zarista, llegó a escribir, refiriéndose a
política, se intentó excluir del C.C. tanto a A. Kollontái la fuerza incontrolada y al crecimiento monstruoso de la
como a Schliapnikov, pero ello no llegó a producirse. burocracia: "Creo que soy enormemente culpable ante
Los que habían formado la Oposición Obrera se disper- los trabajadores de Rusia, por no haber intervenido lo
saron después de estas fechas. Kollontái se desligó por bastante radicalmente, lo bastante vigorosamente en este
completo de sus camaradas. El resto de los que habían for- asunto".
mado la oposición pennanecieron en ella de una forma u Una de estas tendencias formadas al margen del partido
otra: Schliapnikov y otros muchos fueron purgados en la fue la denominada Grupo de Trabajadores del Partido
década de los 30 por Stalin. Solo Kollontái sobrevivió. Comunista Ruso. Sus fundadores, Miasnikov y Kuznet-
sov, fueron expulsados del partido en el XI Congreso. La
razón formal de su expulsión fue la de haber sido fmnan-
Últimas actividades tes, en su mornento, de la Carta de los 22.
En septiembre de 1923 (Lenin se encontraba ya grave-
A pesar de la resolución del X Congreso del partido, mente enfermo) fueron detenidos veinte de los compo-
siguieron surgiendo distintos movimientos disidentes nentes del grupo. Kollontái y Schliapnikov les negaron su
dentro del partido comunista soviético, productos del des- apoyo. ¿Constituía el Grupo de Trabajadores una organi-
contento que se observaba en grandes sectores de lapo- zación contrarrevolucionaria? En absoluto. Constituidos
blación trabajadora (como consecuencia de la escasez, como una continuación de la Oposición Obrera, reivindi-
sobre todo) y también por la imposibilidad que existía caban la expulsión de los capitales extranjeros y se oponían
dentro del partido para expresar cualquier tipo de dis- a la prioridad e importancia que se daba a los problemas
conformidad. Las tendencias disidentes fueron reprimidas agrarios, en detrimento del desarrollo industrial. De hecho,

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éste no fue sino uno de tantos grupos, y no el más relevan- vimiento de emancipación de la mujer, tanto en el interior
te, de los muchos que aparecieron en aquellos años. de Rusia como en el plano internacionaL Es difícil conci-
El manifiesto del Grupo de Trabajadores fue publicado liar tal actitud con sus posiciones políticas anteriores.
en Alemania, al igual que otros muchos documentos simi- ¿Cómo justificar su silencio ante el cambio constitucional
lares, por el Partido Comunista Alemán de Trabajadores. de 1936? La nueva Constitución de 1936 significó un gra-
Este partido había publicado en 1921 una edición crítica ve retroceso respecto a las conquistas obtenidas en 1917
de la Plataforma. En esta ocasión, Kollontái protestó por por el movimiento de emancipación femenino. No hay
su publicación y prohibió nuevas reproducciones. que olvidar que Kollontái criticaba abiertamente la
Desde 1922 hasta su muerte, A. Kollontái no volvió a Constitución de 1918, por considerarla, en lo que respec-
participar en nínguno de los numerosos debates que tuvie- ta a los derechos de la mujer, atrasada en relación a las
ron lugar en el seno del Partido Comunista Ruso. Su si- leyes de los países burgueses desarrollados. Quizá apun-
lencio, en principio, parecía obligado por circunstancias temos en buena dirección, en la búsqueda de las razones
poco propicias; pero lo que pudo ser transitorio se con- de tal actitud, si tomamos en cuenta que, por múltiples y
virtió en norma a partir de fmales de 1922, fecha en que variadas razones, muchos de los campeones de la lucha
se la non1bra para un cargo diplomático, con el evidente proletaria se convirtieron, unos en víctimas, otros en ins-
propósito de alejarla del terreno de los acontecimientos trumentos de represión, o fueron condenados al silencio.
que están sacudiendo a Rusia. Al alejarse de la política Representante de la Delegación Soviética en Noruega,
activa, Kollontái se dedicó a actividades menos compro- desde 1923 a 1925 (primero de una forma oficiosa, luego
metidas: su trabajo diplomático y su afición por la litera- de forma oficial), alcanzó el rango de plenipotenciaria a
tura, sin olvidar sus artículos esporádicos sobre la mujer partir de 1924. De Noruega pasó a México, donde perma-
y la nueva moral proletaria, dirigidos en su mayoría a la neció como diplomática de 1925 a 1927, para luego retor-
juventud. nar y permanecer en Noruega hasta 1930. De 1930 a
En 1930 Kollontái tomó pública posición a favor de 1945, fecha en que volvió a Rusia retirada, ejerció como
Stalin. A partir de entonces guardó hermético silencio en diplomática en Suecia.
torno al nuevo curso de la revolución y a las polémicas a Los últimos veinte años de la actividad diplomática de
que ello dio lugar y mantuvo tal posición hasta su muer- Kollontái no quedaron jalonados por hechos destacados,
te, pese a que e:l régimen de Stalin supuso la hipertrofia mereciendo quizá tan sólo ser anotado que en 1935, año
del burocratistno al que tan enérgicamente se había en- en que formaba parte de la delegación diplomática rusa en
frentado cuando, con Schliapnikov, encabezó la Oposi- Estocolmo, transmitió oficialmente al gobierno sueco un
ción Obrera, y pese al retroceso que significó para el m o- ultimátum, relacionado con la denegación de un visado a

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Trotsky, y que en 1994 tuvo cierta intervención en las
negociaciones de la independencia de Finlandia. Murió en
Rusia en 1952. ALEKSANDRA KOLLONTÁI

MUJER
Y LUCHA DE CLASES

SELECCIÓN DE TEXTOS
A CARGO DE HIGIN10 POLO

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LOSFUNDAMENTOSSOCULESDE
LA CUESTIÓN FEMENINA

(Extractos)

Dejando a los estudiosos burgueses absortos en el deba-


te de la cuestión de la superioridad de un sexo sobre el
otro, o en el peso de los cerebros y en la comparación de
la estructura psicológica de hombres y mujeres, los segui-
dores del materialismo histórico aceptan plenamente las
particularidades naturales de cada sexo y demandan sólo
que cada persona, sea hombre o mujer, tenga una oportu-
nidad real para su más completa y libre autodetermina-
ción, y la mayor capacidad para el desarrollo y aplicación
de todas sus aptitudes naturales. Los seguidores del mate-
rialismo histórico rechazan la existencia de una cuestión
de la mujer específica separada de la cuestión social gene-
ral de nuestros días. Tras la subordinación de la mujer se
esconden factores económicos específicos, las caracterís-
ticas naturales han sido un factor secundario en este pro-
ceso. Solo la desaparición completa de estos factores, so-
lo la evolución de aquellas fuerzas que en algún momento
del pasado dieron lugar a la subordinación de la mujer,
serán capaces de influir y de hacer que cambie la posición
social que ocupa actualmente, de forma fundamental. En
otras palabras, las mujeres pueden llegar a ser verdadera-
mente libres e iguales sólo en un mundo organizado me-
diante nuevas líneas sociales y productivas.

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Sin embargo, esto no significa que la mejora parcial de su bienestar económico se ha construido sobre arena. La
la vida de la mujer dentro del marco del sistema actual no demanda de igualdad política es una necesidad para las
sea posible. La solución radical de la cuestión de los tra- mujeres que surge de la vida en sí misma.
bajadores sólo es posible con la completa reconstrucción La consigna de "acceso a las profesiones" ha dejado de
de las relaciones productivas modernas. Pero, ¿debe esto ser suficiente, y sólo la participación directa en el gobier-
impedirnos trabajar por reformas que sirvan para satisfa- no del país promete contribuir a mejorar la situación eco-
cer los intereses más urgentes del proletariado? Por el nómica de la mujer. De ahí el deseo apasionado de las
contrario, cada nuevo objetivo de la clase trabajadora re- mujeres de la mediana burguesía por obtener el derecho al
presenta un paso que conduce a la humanidad hacia el rei- voto, y por lo tanto, su hostilidad hacia el sistema buro-
no de la libertad y la igualdad social: cada derecho que crático moderno.
gana la mujer le acerca a la meta fijada de su emancipa- Sin embargo, en sus demandas de igualdad política nues-
ción total. .. tras feministas son como sus hermanas extranjeras, los
La socialdemocracia fue la primera en incluir en su pro- amplios horizontes abiertos por el aprendizaje socialde-
grama la demanda de la igualdad de derechos de las muje·- mócrata permanecen ajenos e incomprensibles para ellas.
res con los de los hombres. El partido demanda siempre y Las feministas buscan la igualdad en el marco de la socie-
en todas partes, en los discursos y en la prensa, la retira- dad de clases existente, de ninguna manera atacan la base
da de las limitaciones que afectan a las mujeres, es sólo la de esta sociedad. Luchan por privilegios para ellas mis-
influenc.ia del partido lo que ha forzado a otros partidos y mas, sin poner en entredicho las prerrogativas y privile-
gobiernos a llevar a cabo reformas en favor de las muje- gios existentes. N o acusamos a las representantes del mo-
res. Y, en Rusia, este partido. no es sólo el defensor de las vimiento de mujeres burgués de no entender el asunto, su
mujeres en relación a su posición teórica, sino que siem- visión de las cosas mana inevitablemente de su posición
pre y en todos lados se adhiere al principio de igualdad de de clase ...
la mujer.
¿Qué impide a nuestras defensoras de los "derechos de
igualdad", en este caso, aceptar el apoyo de este partido La lucha por la independencia económica
fuerte y experimentado? El hecho es que por "radicales"
que pudieran ser las igualitaristas, siguen siendo fieles a En primer lugar debemos preguntamos si un movimien-
su propia clase burguesa. Por el momento, la libertad polí- to unitario sólo de mujeres es posible en una sociedad
tica es un requisito previo esencial para el crecimiento y basada en las contradicciones de clase. El hecho de que
el poder de la burguesía rusa. Sin ella resultará que todo las mujeres que participan en el movimiento de liberación

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no representan a una masa homogénea es evidente para esclavitud económica de la clase trabajadora. Las femi-
cualquier observador imparcial. nistas ven a los hombres como el principal enemigo, debi-
El mundo de las mujeres está dividido -al igual que lo do a que los hombres que se han apropiado injustamente de
está el de los hombres- en dos bandos. Los intereses y as- todos los derechos y privilegios para sí mismos, dejando a
piraciones de un grupo de mujeres les acercan a la clase las mujeres solamente cadenas y obligaciones. Para ellas,
burguesa, mientras que el otro grupo tiene estrechas cone- la victoria se gana cuando un privilegio que antes disfruta-
xiones con el proletariado, y sus demandas de liberación ba exclusivamente el sexo masculino se concede al "sexo
abarcan una solución completa a la cuestión de la mujer. débil". Las mujeres trabajadoras tienen una postura dife-
i\.._si, aunque ambos :bandos siguen el lema general de la rente.
''liberación de la mujer", sus objetivos e intereses son di- Ellas no ven a los hombres como el enemigo y el opre-
ferentes. Cada uno de los grupos inconscientemente parte sor, por el contrario, piensan en los hombres como sus
de los intereses de su propia clase, lo que da un colorido compañeros, que comparten con ellas la monotonía de la
específico de clase a los objetivos y tareas que se fija para rutina diaria y luchan con ellas por un futuro mejor. La
sí mismo ... mujer y su compañero masculino son esclavizados por las
A pesar de lo aparentemente radical de las demandas de mismas condiciones sociales, las mismas odiadas cadenas
las feministas, uno no debe perder de vista el hecho de que del capitalismo oprimen su voluntad y les privan de los
las t1mlinistas no pueden, en razón de su posición de clase, placeres y encantos de la vida. Es cierto que varios aspec-
luchar por aquella transformación fundamental de la estruc- tos específicos del sistema contemporáneo yacen con un
tura económica y social contemporánea de la sociedad sin doble peso sobre las mujeres, como también es cierto que
la cual la liberación de las mujeres no puede completarse. las condiciones de trabajo asalariado, a veces, convierten
Si en determinadas circunstancias las tareas a corto pla- a las mujeres trabajadoras en competidoras y rivales de
zo de las mujeres de todas las clases coinciden, los obje- los hombres. Pero en estas situaciones desfavorables, la
tivos finales de los dos bandos, que a largo plazo deter- clase trabajadora sabe quién es el culpable ...
tninan la dirección del movimiento y las estrategias a se- La mujer trabajadora, no menos que su hermano en la
guir, difieren mucho. Mientras que para las feministas la adversidad, odia a ese monstruo insaciable de fauces do-
consecución de la igualdad de derechos con los hombres radas que, preocupado solamente en extraer toda la savia
en el marco del mundo capitalista actual representa un fm de sus víctimas y de crecer a expensas de millones de
lo suficientemente concreto en sí mismo, la igualdad de vidas humanas, se abalanza con igual codicia sobre hom-
derechos en el momento actual para las mujeres proleta- bres, mujeres y niños. l\1iles de hilos la acercan al hombre
rias es sólo un medio para avanzar en la lucha contra la de clase trabajadora. Las aspiraciones de la mujer bur-

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guesa, por otro lado, parecen extrañas e incomprensibles. ¿Dónde, entonces, está la "cuestión femenina" general?
No simpatizan con el corazón del proletariado, no prome- ¿Dónde está la unidad de tareas y aspiraciones acerca de
ten a la mujer proletaria ese futuro brillante hacia el que las cuales las feministas tienen tanto que decir? Una mira-
s~e toman los ojos de toda la humanidad explotada ... da fría a la realidad muestra que esa unidad no existe y no
El objetivo final de las mujeres proletarias no evita, por puede existir. En vano, las feministas tratan de conven-
supuesto, el deseo que tienen de mejorar su situación in- cerse a sí mismas de que la "cuestión femenina" no tiene
cluso dentro del marco del sistema burgués actual. Pero la nada que ver con aquella del partido político y que "su so-
realización de estos deseos está constantemente dificulta- lución sólo es posible con la participación de todos los
da por los obstáculos que derivan de la naturaleza misma partidos y de todas las mujeres". Como ha dicho una de
del capitalismo. Una mujer puede tener igualdad de dere- las feministas radicales de Alemania, la lógica de los he-
chos y ser verdaderrunente libre sólo en un mundo de tra- chos nos obliga a rechazar esta ilusión reconfortante de
bajo socializado, de armonía y justicia. Las feministas no las feministas ...
están dispuestas a comprender esto y son incapaces de Las condiciones y las formas de producción han subyu-
hacerlo. Les parece que cuando la igualdad sea formal- gado a las mujeres durante toda la historia de la humani-
mente aceptada por la letra de la ley serán capaces de con- dad, y las han relegado gradualmente a la posición de
seguir un lugar cómodo para ellas en el viejo mundo de la opresión y dependencia en la que la mayoría de ellas ha
opresión, la esclavitud y la servidumbre, de las lágrimas y permanecido hasta ahora.
las dificultades. Y esto es verdad hasta cierto punto. Para Sería necesario un cataclismo colosal de toda la estruc-
la mayoría de las mujeres del proletariadn, la igualdad de tura social y económica antes de que las mujeres pudierall
derechos con los hombres significaría sólo una parte igual comenzar a recuperar la importancia y la independencia
de la desigualdad, pero para las "pocas elegidas", para las que han perdido. Las inanimadas pero todopoderosas con-
mujeres burguesas, de hecho, abriría las puertas a dere- diciones de producción hall resuelto los problemas que en
chos y privilegios nuevos y sin precedentes que hasta un tiempo parecieron demasiado difíciles para los pensa-
ahora han sido sólo disfrutados por los hombre:s de clase dores más destacados. Las mismas fuerzas que durante
burguesa. Pero, cada nueva concesión que consiga la mu- miles de años esclavizaron a las mujeres ahora, en una
jer burguesa sería otra arma con la que explotar a su her- etapa posterior de desarrollo, las está conduciendo por el
mana menor y contLnuaria aumentando la división entre camino hacia la libertad y la independencia ...
las n1uje:res de los dos campos sociales opuestos. Sus inte- La cuestión de la mujer adquirió importancia para las
reses se verían más claramente en conflicto, sus aspira- mujeres de las clases burguesas aproximadamente en la
ciont~s más evidentemente en contradicción. mitad del siglo XIX: un tiempo considerable después de

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que la mujer proletaria hubiera llegado al campo del tra- corriendo los pasos de sus hermanas menores y reco-
bajo. Bajo el impacto de los monstruosos éxitos del capi- giendo los frutos de los esfuerzos de sus manos llenas de
talismo, las clases medias de la población fueron golpea- ampollas.
das por olas de necesidad. Los cambios económicos Entonces, ¿es realmente posible hablar de las feministas
hicieron que la situación fmanciera de la pequeña y me- como las pioneras en el camino hacia el trabajo de las
diana burguesía se volviera inestable, y que las mujeres mujeres, cuando en cada país cientos de miles de mujeres
burguesas se enfrentaran a un dilema de proporciones proletarias habían inundado las fábricas y los talleres,
alarmantes, o bien aceptar la pobreza o conseguir el dere- apoderándose de una rama de la industria tras otra, antes
cho al trabajo. Las esposas y las hijas de estos grupos de que el movimiento de las mujeres burguesas ni siquie-
sociales comenzaron a llamar a las puertas de las univer- ra hubiera nacido? Sólo gracias al reconocimiento del tra-
sidades, de las galerías de arte, de las casas editoriales, de bajo de las mujeres trabajadoras en el mercado mundial
las oficinas, inundando las profesiones que estaban abier- las mujeres burguesas han podido ocupar la posición in-
tas para ellas. El deseo de las mujeres burguesas de con- dependiente en la sociedad de la que las feministas se
seguir el acceso a la ciencia y los mayores beneficios de enorgullecen tanto ...
la cultura no fue el resultado de una necesidad repentina, Nos resulta difícil señalar un solo hecho en la historia
madura, sino que provino de esa misma cuestión del "pan de la lucha de las mujeres proletarias por mejorar sus con-
de cada día". diciones materiales en el que el movimiento feminista, en
Las mujeres de la burguesía se encontraron, desde el general, haya contribuido significativamente. Cualquiera
primer mmnento, con una dura resistencia por parte de los que sea lo que las mujeres proletarias hayan conseguido
hombres. Se libró una batalla tenaz entre los hombres pro- para mejorar sus niveles de vida es el resultado de los
fesionales, apegados a sus "pequeños y cómodos puestos esfuerzos de la clase trabajadora en general, y de ellas
de trabajo" 9 y las mujeres que eran novatas en el asunto mismas en particular. La historia de la lucha de las muje-
de ganarse su pan diario. Esta lucha dio lugar al "fetni- res trabajadoras por mejorar sus condiciones laborales y
nismo": el intento de las mujeres burguesas de permane- por una vida más digna es la historia de la lucha del pro-
cer unidas y medir su fuerza común contra el enemigo, letariado por su liberación.
contra los hombres. Cuando estas mujeres entraron en el ¿Qué fuerza a los propietarios de las fábricas a aumen-
Inundo laboral s.e referían a sí misn1as con orgullo como tar el precio del trabajo, a reducir horas e introducir mejo-
la "vanguardia del movimiento de las mujeres". Se olvi- res condiciones de trabajo, sino el temor a una grave
daron de que en este asunto de la conquista de la inde- explosión de insatisfacción del proletariado? ¿Qué, sino
pendencia económica, como en otros ámbitos, fueron re- el miedo a los "conflictos laborales", persuade al gobier-

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no de establecer una legislación para limitar la explota- del camino, y los crueles predadores están acechando.
ción del trabajo por el capital? ... Pero sólo tomando este camino la mujer es capaz de
No hay un solo partido en el mundo que haya asumido lograr ese lejano pero atractivo objetivo: su verdadera
la defensa de las mujeres como lo ha hecho la socialde- liberación en un nuevo mundo del trabajo. Durante este
mocracia. La mujer trabajadora es ante todo un miembro difícil paso hacia el brillante futuro la mujer trabajadora,
de la clase trabajadora, y cuanto más satisfactoria sea la hasta hace poco una humillada, oprimida esclava sin
posición y el bienestar general de cada miembro de la derechos, aprende a desprenderse de la mentalidad de es-
fanlilia proletaria, mayor será el beneficio a largo plazo clava a la que se ha aferrado, paso a paso se transforma a
para el conjunto de la: clase trabajadora ... sí misma en una trabajadora independiente, una persona-
En vista a las crecientes ditlcultades sociales, la devota lidad independiente, libre en el amor. Es ella, luchando
luchadora por la causa debe pararse en triste desconcier- en las filas del proletariado, quien consigue para las mu-
to. Ella no puede sino ver lo poco que el movimiento jeres el derecho a trabajar, es ella, la "hermana menor",
general de las mujeres ha hecho por las mujeres proleta- quien prepara el terreno para la mujer "libre" e "igual"
rias, lo incapaz que es de mejorar las condiciones labora- del futuro.
les y de vida de la clase trabajadora. El futuro de la huma- ¿Por qué razón, pues, debe la mujer trabajadora buscar
nidad debe parecer gris, apagado e incierto a aquellas una unión con las feministas burguesas? ¿Quién, en rea-
n1ujeres que están luchando por la igualdad pero que aún lidad, se beneficiaría en el caso de tal alianza? Cierta-
no han adoptado la perspectiva mundial del proletariado o mente no la mujer trabajadora. Ella es su propia salvado-
no han desaJTollado una fe firme en la llegada de un siste- ra, su futuro está en sus propias manos. La mujer traba-
ma social más perfecto. Mientras el mundo capitalista jadora protege sus intereses de clase y no se deja engañar
actual permanezca inalterado, la liberación debe parecer- por los grandes discursos sobre el "mundo que compar-
les incornpleta e imparcial. Qué desesperación deben ten todas las mujeres". La mujer trabajadora no debe ol-
abrazar las más pensativas y sensibles de estas 1nujeres. vidar y no olvida que si bien el objetivo de las mujeres
Sólo la clase obrera es capaz de mantener la moral en el burguesas es asegurar su propio bienestar en el marco de
mundo moderno con sus relaciones sociales distorsiona- una sociedad antagónica a nosotras, nuestro objetivo es
das. Con paso firme y acompasado avanza firmemente construir, en el lugar del mundo viejo, obsoleto, un bri-
hacia su objetivo. Atrae a las mujeres trabajadoras a sus llante templo de trabajo universal, solidaridad fraternal y
filas. La mujer proletaria inicia valientemente el espinoso alegre libertad ...
camino del trabajo asalariado. Sus piernas flaquean, su
cuerpo se desgarra. Hay peligrosos precipicios a lo largo

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El matrimonio y el problema de la familia una hipócrita "doble moral". La sociedad burguesa encie-
rra a la mujer en un intolerable cepo económico, pagán-
Dirijamos la atención a otro aspecto de la cuestión dole un salario ridículo por su trabajo. La mujer se ve pri-
femenina, el probletna de la familia. Es bien conocida la vada del derecho que posee todo ciudadano de alzar su
importancia que tiene para la auténtica emancipación de voz para defender sus intereses pisoteados, y tiene la in-
la mujer la solución de este problema ardiente y comple- mensa bondad de ofrecerle esta alternativa: o bien el yugo
jo. La aspiración de las mujeres a la igualdad de derechos conyugal, o bien las asfixias de la prostitución, abierta-
no puede verse plenamente satisfecha n1ediante la lucha mente menospreciada y condenada, pero secretamente
por la emancipación política, la obtención de un doctora- apoyada y sostenida.
do u otros títulos académicos, o un salario igual ante el ¿Será preciso insistir acerca de los sombríos aspectos de
mismo trabajo. Para llegar a ser verdaderamente libre, la la vida conyugal de hoy, acerca de los sufrimientos de la
mujer debe desprenderse de las cadenas que le arrqja en- mujer que se ligan estrechamente a las actuales estructu-
cima la forma actual, trasnochada y opresiva, de la fami- ras familiares? Ya se ha escrito y se ha dicho mucho sobre
lia. Para la mujer, la solución del problema familiar no es este tema. La literatura está llena de negros cuadros que
menos importante que la conquista de la igualdad políti- pintan nuestro desorden conyugal y familiar. En este cam-
ca y el establecimiento de su plena independencia eco- po, ¡cuántas tragedias psicológicas, cuántas vidas mutila-
nómica. das, cuántas existencias envenenadas! Por ahora, sólo nos
Las formas actuales, establecidas por la ley y la cos- importa resaltar que la estructura actual de la familia opri-
tumbre, de la estructura familiar hacen que la mujer esté me a las mujeres de todas las clases y condiciones socia-
oprimida no sólo como persona sino también como espo- les. Las costumbres y las tradiciones persiguen a la madre
sa y como madre. En la mayor parte de los países civili- soltera de idéntico modo, cualquiera que sea el sector de
zados~, el código civil coloca a la mujer en una situación la población a la que pertenezca, las leyes colocan bajo la
de mayor o 1nenor dependencia del hombre, y concede al tutela del marido tanto a la burguesa como a la proletaria
marido, adellítás del derecho de disponer de los bienes de y a la campesina.
su mujer, el de reinar sobre ella moral y físicamente ... ¿No hemos descubierto por fm ese aspecto de la cues-
Y allí donde acaba la esclavitud familiar ofic~ial, legali- tión femenina sobre el cual las mujeres de todas las clases
zada, empieza la llamada "opinión pública" a ejercer sus pueden unirse? ¿No pueden luchar conjuntamente contra
derechos sobre la mujer. Esta opinión pública es creada y las condiciones que las oprimen? ¿Acaso los sufrimientos
mantenida por la burguesía con el fm de proteger la "ins- comunes, el dolor común borran el abismo del antagonis-
titución sagrada de la propiedad". Sirve para reafirmar mo de clases y crean una comunidad de aspiraciones y de

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tareas para las mujeres de diferentes planos? ¿Acaso es separado, sino las fuerzas inanimadas y poderosas de la
realizable, en cuanto a los deseos y objetivos comunes, producción, que están intransigentemente construyendo
una colaboración de burguesas y proletarias? Después de vida, sobre nuevos cimientos ...
todo, las feministas luchan a la vez por conseguir formas La heroica lucha de las jóvenes mujeres individuales
más libres de matrimonio y por el "derecho a la materni- del mundo burgués, que arrojan el guante y demandan de
dad", levantan su voz en defensa de la prostituta a la que la sociedad el derecho a "atreverse a amar" sin órdenes ni
todo el mundo acosa. Observad cómo la literatura femi- cadenas, debe servir como ejemplo a todas las mujeres
nista es rica en búsquedas de nuevos estilos de unión del que languidecen bajo el peso de las cadenas familiares:
hombre y la mujer y de audaces esfuerzos encaminados a esto es lo que predican las feministas extranjeras más
la "igualdad moral" entre los sexos. ¿No es cierto que, emancipadas y también nuestras modernas defensoras de
mientras en el terreno de la liberación económica las bur- la igualdad aquí. En otros términos, según el espíritu que
guesas se sitúan en la cola del ejército de millones de pro- anima a las feministas, la cuestión del matrimonio se re-
letarias que allanan la senda a la "mujer nueva", en la solverá independientemente de las condiciones ambienta-
lucha por resolver el problema de la familia los reconoci- les, independientemente de un cambio en la estructura
mientos son para las feministas? económica de la sociedad, sencillamente merced a los
Aquí en Rusia, las rnujeres de la mediana burguesía -es esfuerzos heroicos individuales y aislados. Basta con que
decir, este ejército de mujeres que, poseedoras de una si- la mujer "se atreva", y el problema del matrimonio caerá
tuación independiente, se encontraron de golpe, en la dé- por su propia inercia.
cada de 1860, arrojadas al mercado de trabajo- han Pero las mujeres menos heroicas mueven la cabeza con
resuelto en la práctica, a título individual, multitud de as- aire dubitativo: "está todo muy bien para las heroínas de
pectos embarazosos de la cuestión matrimonial, saltando las novelas que un previsor autor ha dotado de una cómo-
valientemente por encima del matrimonio religioso tradi- da renta, así como de amigos desinteresados y de un ex-
cional y reemplazando la forma consolidada de la familia traordinario encanto. Pero, ¿qué pueden hacer quienes
por una unión fácil de romper, que se corresponde mejor carecen de rentas, de salario suficiente, de amigos, de
con las necesidades de esa capa intelectual, móvil, de la atractivo extraordinario?" Y, en cuanto al problema de la
población. Pero las soluciones individuales, subjetivas, de maternidad, que se alza ante la ansiosa mirada de la mu-
esta cuestión no cambian la situación y no mitigan el tris- jer sedienta de libertad, ¿qué hay? El "amor libre", ¿es
te panorama general de la vida familiar. Si alguna fuerza posible, realizable no como hecho aislado y excepcional,
está destruyendo la forma actual de familia, no es el titá- sino como hecho normal en la estructura económica de la
nico esfuerzo de los individuos más o menos fuertes por sociedad de hoy, es decir, como norma imperante y reco-

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nacida por todos? ¿Puede ser ignorado el elemento que célula individualista? Tan sólo una transformación radical
determina la actual forma del matrimonio y de la familia, de las relaciones productivas puede crear las condiciones
la propiedad privada? ¿Se puede, en este mundo indivi- sociales indispensables para proteger a la mujer de los
dualista, abolir por entero la reglamentación del matrimo- aspectos negativos derivados de la elástica fórmula del
nio sin que padezcan por ello los intereses de la mujer? "amor libre". ¿Realmente no vemos qué confusión y qué
¿Puede abolirse la única garantía que posee de que no desórdenes de las costumbres sexuales se esconden, en las
todo el peso de la maternidad caerá sobre ella? En caso de actuales circunstancias, a menudo en semejante fórmula?
llevar a efecto tal abolición, ¿no ocurriría con la mujer lo Observad a todos esos señores, empresarios y administra-
que ha ocurrido con: los obreros? La supresión de las tra- dores de sociedades industriales: ¿no se aprovechan fre-
bas causadas por los reglatnentos corporativos, sin que cuentemente a su manera del "amor libre" al obligar a
nuevas obligaciones hayan sido instituidas para los patro- obreras, empleadas y criadas a someterse a sus caprichos
nos, ha dejado a los obreros a merced del poder incontro- sexuales, bajo la amenaza de despido? Esos patronos que
lado capitalista, y la seductora consigna de "libre asocia- envilecen a su doncella y después la ponen en la calle
ción del capital y del trabajo" se ha trocado en una forma cuando ha quedado embarazada, ¿acaso no están aplican-
desvergonzada de explotación del trabajo a manos del do ya la fórmula del "amor libre"?
capitaL El "amor libre", introducido sistemáticamente en "Pero no estamos hablando de ese tipo de 'libertad',
la sociedad de clases actual, en lugar de liberar a la mujer objetan las defensoras de la unión libre. Por el contrario,
de las penurias de la vida familiar, ¿no la lastrará segura- exigimos la instauración de una 'moral única', igualmen-
mente con una nueva carga: la tarea de, cuidar, sola y sin te obligatoria para el hombre y la mujer. Nos oponemos al
ayuda, de sus hijos? desorden de las costumbres sexuales de hoy, proclama-
Únicmnente una serie de reformas radicales en el ámbi- mos que sólo es pura una unión libre fundamentada sobre
to de las relaciones sociales, reformas mediante las cuales un amor verdadero". Pero, ¿no pensáis, queridas amigas,
las obligaciones de la familia recaerían sobre la sociedad que vuestro ideal de "unión libre ", llevado a la práctica
y el Estado, crearía la situación favorable para que ei prin- en la situación económica y social actual, corre el riesgo
cipio del "amor libre" pudiera en cierta medida realizarse. de dar resultados que difieren muy poco de la forma dis-
Pero, ¿podemos contar serian1ente con que el Estado cla- torsionada de la libertad sexual? El principio del "amor
sista actual, por muy democrática que sea su forma, esté libre" no podrá entrar en vigor sin traer nuevos sufri-
dispuesto a asumir todas las obligaciones referentes a la mientos a la mujer más que cuando ella se haya librado de
madre y, a la joven generación, es decir, aquellas obliga- las cadenas materiales que hoy la hacen doblemente de-
ciones que atañen de momento a la familia en cuanto pendiente: del capital y de su marido. El acceso de las

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tnujeres a un trabajo independiente y a la autonomía eco- puede disponer del salario que ella ha ganado, si como
nómica ha hecho aparecer una cierta posibilidad de "amor marido posee el derecho de obligarla a vivir con él aun en
libre", sobre todo para las intelectuales que ejercen las contra de su voluntad, si le puede quitar a los hijos por la
profesiones mejor retribuidas. Pero la dependencia de la fuerza, etc. Pero no son tales párrafos del código civil los
mujer con respecto al capital sigue ahí, e incluso se agra- que determinan la situación real de la mujer en la familia,
va a medida que crece el número de mujeres de proleta- y tampoco se resolverá en ellos el difícil problema fami-
rios empujadas a vender su fuerza de trabajo. La consig- liar. Sea legalizada la unión ante notario, consagrada por
na del "amor libre" ¿puede mejorar la triste suerte de estas la Iglesia o fundamentada en el principio de libre consen-
mujeres que ganan ju~to lo mínimo para no morir de ham- timiento, la cuestión del matrimonio llegaría a perder su
bre? Y, además, el amor libre ¿no se practica ya amplia- relevancia para la mayoría de las mujeres si -y única-
mente en la clase obrera, hasta tal punto que más de una mente si tal ocurre-la sociedad les descargara de las mez-
vez la burguesía ha elevado la voz de alarma y ha denun- quinas preocupaciones caseras, inevitables hoy en este
ciado la «depravación» y la «inmoralidad» del proletaria- sistema de economías domésticas individuales y disper-
do? Cabe señalar que cuando las feministas hablan con sas. Es decir, si la sociedad asumiera el cuidado de la ge-
entusiasmo dtj nuevas formas de unión extramatrimonia- neración más joven, si estuviese capacitada para proteger
les para las burguesas emancipadas, les dan el bonito la maternidad y dar una madre a cada niño, al menos du-
nombre de "amor libre". Pero cuando se trata de la clase rante los primeros meses.
obrera, esas mismas uniones e:xtramatrin1oniales son vitu- Las feministas luchan contra un fetiche: el matrimonio
peradas con el término despectivo de "relaciones sexuales legalizado y consagrado por la Iglesia. Las mujeres prole-
desordenadas". Es bastante característico. tarias, por el contrario, arriman el hombro contra las cau-
No obstante, para la proletaria~, habida cuenta de las sas que han ocasionado la forma actual del matrimonio y
condiciones actuales, las consecuencias de la vida en co- de la familia, y cuando se esfuerzan en cambiar estas con-
tnún, ya sea ésta de origen libre o consagrada por la Igle- diciones de vida, saben que también están ayudando, por
sia, siguen siendo siempre igual de penosas. Para la espo- ende, a reformar las relaciones entre los sexos. Ahí es
sa y la madre proletarias, la clave del problema conyugal donde estriba la principal diferencia entre el enfoque de la
y familiar no reside en sus formas exteriores, rituales o burguesía y el del proletariado al abordar el complejo pro-
civiles, sino en las condiciones económicas y sociales que blema familiar.
determinan esas complejas relaciones familiares a las que Al creer ingenuamente en la posibilidad de crear nuevas
debe hacer frente la mujer de clase obrera. Por supuesto, formas de relaciones conyugales y familiares sobre el
también para ella es importante conocer si su marido sombrío telón de fondo de la sociedad de clases contem-

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poránea, las feministas y los reformadores sociales perte- que se apodera de uno cuando el ser amado ya no nos
necientes a la burguesía buscan penosamente tales formas quiere y nos deja? ¿Dónde puede encontrar consuelo la
nuevas. Y, puesto que la vida misma aún no las ha susci- persona solitaria, individualista? La "colectividad", en el
tado, precisan inventarlas a toda costa. Deberían ser, a su mejor de los casos, es "un objetivo" hacia el cual dirigir
juicio, formas modernas de relaciones sexuales que sean las fuerzas morales e intelectuales. Pero, ¿es capaz la per-
capaces de resolver el complejo problema de la familia sona de hoy de comulgar con esa colectividad hasta el
bajo el sistema social actual. Y los ideólogos del mundo punto de sentir las influencias de interacción mutuamen-
burgués -periodistas, escritores, y destacadas mujeres que te? ¿La vida colectiva puede por sí sola sustituir las pe-
luchan por la emancipación- proponen, cada cual por su queñas alegrías personales del individuo? Sin un alma
lado, su '';panacea familiar", su nueva "fórmula de matri- que esté cerca, una "única" alma gemela, incluso un so-
monio". cialista, incluso un colectivista está infmitamente solo en
¡Qué utópicas suenan estas fórmulas de matrimonio! nuestro mundo hostil, y únicamente en la clase obrera po-
¡Qué débiles estos paliativos, ·cuando se considera a la luz demos vislumbrar el pálido resplandor que anuncia nue-
de la penosa realidad de nuestra estructura moderna de vas relaciones, más armoniosas y de espíritu más social,
familia! ¡La "unión libre", el "amor libre"! Para que tales entre las personas. El problema de la familia es tan com-
fóm1ulas puedan nacer, es preciso proceder a una reforma plejo, embrollado y múltiple como la vida misma, y no se-
radical de todas las relaciones sociales entre las personas. rá nuestro sistema social quien permita resolverlo.
Aún más, es preciso que las normas de la moral sexual, y Otras fórmulas de matrimonio se han propuesto. Varias
con ellas toda la psicología humana, sufran una profunda mujeres progresistas y pensadores sociales consideran la
evolución, una evolución fundamental. ¿Acaso la psico- unión matrimonial sólo como un método de producir des-
logía humana actual está realmente dispuesta a admitir el cendencia. El matrimonio en sí mismo, sostienen, no tiene
principio del "amor libre"? ¿Y los celos, que consumen ningún valor especial para la mujer: la maternidad es su
incluso a las m~jores almas humanas? ¿Y ese sentimien- propósito, su objetivo sagrado, su misión en la vida. Gra-
to, tan hondamente enraizado, del derecho de propiedad cias a tales inspiradas defensoras como Ruth Bray y Ellen
no sólo sobre el cuerpo, sino también sobre el alma del Key, el ideal burgués que reconoce a la mujer como hem-
compañero? ¿Y la incapacidad de inclinarse con simpatía bra antes que como persona ha adquirido una aureola
ante una manifestación de la individualidad de la otra per- especial de progresismo. La literatura extranjera ha acep-
sona, la costumbre bien de "dominar" al ser amado o bien tado con entusiasmo el lema propuesto por estas mujeres
de hacerse su "esclavo"? ¿Y ese sentimiento amargo, modernas. E incluso aquí, en Rusia, en el período anterior
mortalmente amargo, de abandono y de infinita soledad a la tormenta política [de 1905], antes de que los valores

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sociales fueron objeto de revisión, la cuestión de la mater- maternidad tiene un carácter casi sagrado. Luchando por
nidad había atraído la atención de la prensa diaria. El le- romper los falsos prejuicios que marcan a una mujer por
ma "el derecho a la n1aternidad" no puede evitar producir dedicarse a una actividad natural -el dar a luz a un hijo-
una viva respuesta en los círculos más amplios de la po- porque la actividad no ha sido santificada por la ley, las
blación femenina. Así, a pesar del hecho de que todas las luchadoras por el derecho a la maternidad han doblado el
propuestas de las feministas en este contexto fueran de palo en la otra dirección: para ellas, la maternidad se ha
Íildole utópico, el problema era demasiado importante y convertido en el objetivo de la vida de una mujer ...
de actualidad como para no atraer a las mujeres. La devoción de Ellen Key por las obligaciones de la
E1 "derecho a la maternidad" es el tipo de cuestión que maternidad y la familia le obliga a ofrecer una garantía de
afecta no sólo a las mujeres de la clase burguesa, sino que la unidad familiar aislada seguirá existiendo incluso
también, en mayor medida aún, a las mujeres proletarias. en una sociedad transformada en términos socialistas. El
El derecho a ser madre -estas son bellas palabras que van único cambio, tal y como ella lo ve, será que todos los ele-
directamente al "corazón de cualquier mujer" y que hacen mentos acc·esorios que supongan una ventaja o un benefi-
que le lata más rápido. El derecho a alimentar al "propio" cio material serán excluidos de la unión matrimonial, que
hijo con su leche, y asistir a las primeras señales del des- se celebrará conforme a las inclinaciones mutuas, sin ce-
pertar de su conciencia, el derecho a cuidar su diminuto remonias ni formalidades: el amor y el matrimonio serán
cuerpo y a proteger su delicada alma tierna de las espinas verdaderamente equivalentes. Sin embargo, la célula fa-
y los sufrimientos de los primeros pasos en la vida: ¿Qué miliar aislada es el resultado del mundo individualista
madre no apoyaría estas demandas? moderno, con su lucha por la supervivencia, sus presio-
Parece que nos hemos topado de nuevo con un proble- nes, su soledad, la familia es un producto del monstruoso
ma que podría servir como un momento de unidad entre sistema capitalista. ¡Y Key espera legarle la familia a la
mujeres de diferentes estratos sociales: podría parecer que sociedad socialista! La sangre y los lazos de parentesco
hemos encontrado, por fm, el puente de unión entre las en la actualidad sirven a menudo, es cierto, como el único
mujeres de los dos mundos hostiles. Echemos un vistazo sostén en la vida, como el único refugio en tiempos de
más minucioso, para descubrir lo que las mujeres burgue- penuria y desgracia. ¿Pero será moral o socialmente nece-
sas progresistas entienden como "el derecho a la materni- saria en el futuro? Key no responde a esta pregunta. Ella
dad~'. Entonces podremos ver si las mujeres proletarias, tiene demasiado en consideración a la "familia ideal",
de hecho, pueden estar de acuerdo con las soluciones al esta unidad egoísta de la burguesía media a la que los de-
problema de la maternidad previstas por las igualitaristas votos de la estructura burguesa de la sociedad miran con
burguesas. A los ojos de sus entusiastas apologistas, la tal admiración.

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Pero la talentosa aunque imprevisible Ellen Key no es que ahora mismo es imposible imaginar con precisión
la única que pierde el norte en las contradicciones socia- cómo serán las relaciones del futuro, cuando se haya cam-
les. Probablemente no haya otra cuestión como la del ma- biado todo el sistema radicalmente. Pero la lenta evolu-
trimonio y la familia sobre la que haya tan poco de acuer- ción de las relaciones entre los sexos que tiene lugar ante
do entre los socialistas. Si organizásemos una encuesta nuestros ojos atestigua claramente que el ritual del matri-
entre los socialistas, los resultados probablemente serían monio y la familia cerrada y constrictiva están abocados
muy curiosos. ¿Se marchita la familia? ¿O hay motivos a la desaparición.
para creer que los problemas de la familia en la actualidad
son sólo una crisis trtmsitoria? ¿Se conservaría la forma
La lucha por los derechos políticos
actual de la familia en la futura sociedad, o será enterra-
da junto con el sistema capitalista moderno? Estas son
preguntas que bien podrían recibir respuestas muy dife- Las feministas responden a nuestras críticas diciendo:
rente:s .. , incluso si os parecen equivocados los argumentos que es-
El paso de la función educativa desde la familia a la tán detrás de nuestra defensa de los derechos políticos de
sociedad hará desaparecer los últimos lazos que mante- las mujeres, ¿puede rebajarse la importancia de la deman-
nían unida la célula familiar aislada. La vieja familia bur- da en sí, que es igual de urgente para las feministas y para
guesa empezará a desintegrarse aún más rápidamente y, las representantes de la clase trabajadora? ¿No pueden las
en la atmósfera de cambio, veremos dibujarse con tma mujeres de ambos bandos sociales, por el bien de sus as-
nitidez cada vez mayor las siluetas todavía indefmidas de piraciones políticas comunes, superar las barreras del an-
las futuras relaciones conyugales. ¿Qué siluetas confusas tagonismo de clase que las separan? ¿No serán capaces
son esas, aún sumergidas en las brumas de las influencias seguramente de librar una lucha común contra las fuerzas
actuales? hostiles que las rodean? La división entre la burguesía y
¿Hace falta repetir que la form_a opresiva actual del el proletariado es tan inevitable como otras cuestiones
matrimonio dejará sitio a la unión libre de individuos que que nos atañen, pero en el caso de este asunto particular
se aman? El ideal del amor libre, que se presenta a la las feministas creen que las mujeres de las distintas clases
hambrienta imaginación de las mujeres que luchan por su sociales no tienen diferencias.
emancipación, se corresponde sin duda hasta cierto punto Las feministas continúan volviendo a estos argumentos
con la pauta de relaciones entre los sexos que instaurará con amargura y desconcierto, viendo nociones preconce-
la sociedad colectivista. Sin embargo, las influencias so- bidas de lealtad partidista en la negativa de las represen-
ciales son tan complejas y sus interacciones tan diversas, tantes de la clase trabajadora a unir sus fuerzas con ellas

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en la lucha por los derechos políticos de las mujeres. ¿Es un colorido de clase incluso a la demanda de igualdad de
realmente éste el caso? ¿Existe una identificación total de derechos políticos con los hombres, que podría parecer
las aspiraciones políticas o, en este caso, al igual que en una demanda general de las mujeres. Diferentes objetivos
todos los demás, el antagonismo en la creación de un ejér- e interpretaciones de cómo deben usarse los derechos
cito de mujeres indivisible, por encima de las clases? Te- políticos crea un abismo insalvable entre las mujeres bur-
nemos que responder a esta cuestión antes de que poda- guesas y las proletarias. Esto no contradice el hecho de
mos definir las tácticas que las mujeres proletarias utiliza- que las tareas inmediatas de los dos grupos de mujeres
rán para obtener derechos políticos para su sexo. coincidan en cierta medida, puesto que los representantes
Las feministas declaran estar del lado de la reforma so- de todas las clases que han accedido al poder político se
cial, y algunas de ellas incluso dicen estar a favor del so- esfuerzan sobre todo en lograr una revisión del Código
cialismo -en un futuro lejano, por supuesto- pero no Civil, que en cada país, en mayor o menor medida, dis-
tienen la intención de luchar entre las filas de la clase crimina a las mujeres. Las mujeres presionan por conse-
obreJra para conseguir estos objetivos. Las mejores de guir cambios legales que creen condiciones laborales más
ellas creen, con ingenua sinceridad, que una vez que los favorables para ellas, se mantienen unidas contra las regu-
asientos de los diputados estén a su alcance serán capaces laciones que legalizan la prostitución, etc. Sin embargo, la
de curar las llagas sociales que se han formado, en su opi- coincidencia de estas tareas inmediatas es de carácter
nión, debido a que los hombres, con su egoísmo inheren- puramente formal. Así, el interés de clase determina que
te, han sido los dueñ.os de la situación. A pesar de las la actitud de los dos grupos hacia estas reformas sea pro-
buenas intenciones de grupos individuales de feministas fundamente contradictoria ...
hacia el proletariado, siempre que se ha planteado la El instinto de clase -digan lo que digan las feministas-
cuestión de la lucha de clases han dejado el campo de ba- siempre demuestra ser más poderoso que el noble entu-
talla con temor. Reconocen que no quieren interferir en siasmo de las políticas "por encima de las clases". En tan-
causas ajenas, y prefieren retirarse a su liberalismo bur- to que las mujeres burguesas y sus "hermanas menores"
gués que les es tan cómodamente familiar. son iguales en su desigualdad, las primeras pueden, con
Por mucho que las feministas burguesas traten de repri- total sinceridad, hacer grandes esfuerzos en defender los
mir el verdadero objetivo de sus deseos políticos, por mu- intereses generales de las mujeres. Pero, una vez que se
cho que aseguren a sus hermanas menores que la partici- hayan superado estas barreras y las mujeres burguesas
pación en la vida política promete beneficios inconmen- hayan accedido a la actividad política, las actuales defen-
surables para las mujeres de clase trabajadora, el espíritu soras de los "derechos de todas las mujeres" se converti-
burgués que impregna todo el movimiento feminista da rán en defensoras entusiastas de los privilegios de su

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dase, se contentarán con dejar a las hennanas menores LAS RELACIONES SEXUALES
sin ningún derecho. Así, cuando las feministas hablan con
las mujeres trabajadoras acerca de la necesidad de una
Y LA LUCHA DE CLASES
lucha común para conseguir algún principio "general de
las mujeres", las mujeres de la clase trabajadora están na-
turalmente recelosas.

Traducción de .lvfaría Teresa García Banús efectuada en 1931 Entre los múltiples problemas que perturban la inteli-
y revisada por Tamara ~uiz en 2011 para En Lucha. gencia y el corazón de la humanidad, el problema sexual
ocupa indiscutiblemente uno de los primeros puestos. No
hay una sola nación, un solo pueblo en el que la cuestión
de las relaciones entre los sexos no adquiera de día en día
un carácter más violento y doloroso. La humanidad con-
temporánea atraviesa una crisis sexual aguda en la forma,
una crisis que se prolonga y que, por tanto, es mucho más
grave y más difícil de resolver.
En todo el curso de la historia de la humanidad no en-
contraremos seguramente otra época en la que los proble-
mas sexuales hayan ocupado en la vida de la sociedad un
lugar tan importante, otra época en la que las relaciones
sexuales hayan acaparado, como por arte de magia, las
miradas atormentadas de millones de personas. En nues-
tra época, más que en ninguna otra de la historia, los dra-
mas sexuales constituyen fuente inagotable de inspiración
para artistas de todos los géneros del arte.
Como la terrible crisis sexual se prolonga, su carácter
crónico adquiere mayor gravedad y más insoluble nos pa-
rece la situación presente. Por esto la humanidad contem-
poránea se arroja anhelante sobre todos los medios que
hacen entrever una posible solución del problema "maldi-

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to". Pero a cada nueva tentativa de solución se complica ses y de los diversos grupos sociales, opuestos por sus in-
más el enmarañado complejo de las relaciones entre los tereses y sus tendencias.
sexos, y parece como si fuera imposible descubrir el úni- N o es la primera vez que la humanidad atraviesa un
co hilo que nos ha de servir para desenredar el compacto período de crisis sexual aguda. No es la primera vez que
nudo. La humanidad, atemorizada, se precipita desde un las al parecer ftrmes y claras prescripciones de la moral al
extremo al otro; pero el círculo mágico de la cuestión se- uso, en el campo de las relaciones sexuales, han sido des-
xual permanece cerrado tan herméticamente como antes. truidas por el aflujo de la corriente de nuevos valores e
Los elementos conservadores de la sociedad llegan a la ideales sociales. La humanidad ha pasado por una época
conclusión de que es: imprescindible volver a los felices de "crisis sexual" verdaderamente aguda durante los pe-
tiempos pasados, restablecer las viejas costumbres fami- ríodos del Renacimiento y la Reforma, en el momento en
liares, dar nuevo impulso a las normas tradicionales de la que un formidable avance social relegaba a un segundo
moral sexual. "Es preciso destruir todas las prohibiciones término a la aristocracia feudal, orgullosa de su nobleza,
hipó1~ritas prescritas por el código de la moral sexual co- acostumbrada al dominio absoluto, y en su lugar se asen-
rriente. Ha llegado el momento de arrojar a un lado ese taba una nueva fuerza social, la burguesía ascendente, que
vejestorio inútil e incómodo ... La conciencia individual, crecía y se desarrollaba cada vez con mayor impulso y
la voluntad individual de cada ser es el único legislador en poder.
una cuestión de carácter tan íntimo", se oye afirmar entre La moralidad sexual del mundo feudal se había desa-
las filas del campo individualista burgués. "La solución rrollado a partir de las profundidades de la "forma de vida
de los problemas sexuales sólo podrá hallarse en el esta- tribal": la economía colectiva y el liderazgo autoritario
blecimiento de un orden social y económico nuevo, con tribal que reprimía la voluntad individual de cada miem-
una transformación fundmnental de nuestra sociedad ac- bro. El viejo código moral chocaba con el nuevo código
tual", aftrman los socialistas. Pero precisamente este es- moral de principios opuestos que imponía la clase bur-
perar en el mañana, ¿no indica también que nosotros tam- guesa en ascenso. La moral sexual de la nueva burguesía
poco hemos logrado apoderarnos del "hilo ~~onductor"? estaba basada en principios radicalmente opuestos a los
¿No deberíamos encontrar o al menos localizar este "hilo principios morales más esenciales del código feudal. El
conductor" que promete desenredar el nudo? ¿No debe- estricto individualismo y la exclusividad y el aislamiento
ríamos encontrarlo ahora, en este mismo momento? El de la "familia nuclear" sustituyen al énfasis en el "traba-
camino que debemos seguir en esta investigación nos lo jo colectivo" que fue caract~rístico de la estructura econó-
ofrece la historia misma de las sociedades humanas, nos mica tanto local como regional de la vida ancestral. Los
lo ofrece la historia de la lucha inintenumpida de las cla- últimos vestigios de ideas comunales propias, hasta cier-

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to punto, de todas las formas de vida tribal fueron barri- ideales y las normas de dos concepciones diferentes de la
dos por el principio de "competencia" bajo el capitalismo, sociedad, y donde precisamente la crisis sexual, cada vez
por los principios triunfantes del individualismo y de la más grave y amenazadora, se apoderaba de sus víctimas.
propiedad privada individualizada, aislada. Los campesinos, reacios a toda innovación, clase apegada
La humanidad, perdida durante el proceso de transición, a sus principios, continuaban apoyándose en las viejas
titubeó durante todo un siglo entre los dos códigos sexua- columnas de las tradiciones ancestrales, y no se transfor-
les de espíritu tan diverso, ansiosa de adaptarse a la sitllla- mab~ no dulcificaba ni adaptaba a las nuevas condiciones
ción, hasta el momento en que el laboratorio de la vida de su vida económica el código inconmovible de la moral
transformó las viejas normas en un molde nuevo y logró,
1

sexual tradicional más que bajo la presión de una gran


cuando menos:, una armonía en la form~ una solución en necesidad. La crisis sexual durante la época de lucha agu-
cuanto a su aspecto externo. da entre el mundo burgués naciente y el mundo feudal no
Pero durante esta época de transición, tan viva y llena afectó a la "clase tributaria".
de colorido, la crisis sexual, a pesar de revestir un carác- Es más, mientras los estratos superiores de la sociedad
ter de gravedad, no se presentó en una forma tan grave y rompían los viejos hábitos, la clase campesina se aferraba
amenazadora como en nuestros tiempos. La principal ra- con mayor fuerza a sus ancestrales tradiciones. A pesar de
zón de esto estriba en que durante los gloriosos días del todas las tempestades que se desencadenaban sobre su
Renacimiento, en la "nueva era" en la que la brillante luz cabeza, que conmovían hasta el suelo que pisaba, la clase
de una nueva cultura espiritual inundó el moribundo mun- campesina en general, y particularmente los campesinos
do con sus vivos colores, inundó la vacía y monótona vida rusos, lograron conservar durante siglos y siglos, en su
de la Edad l\1edia, la crisis sexual sólo la experimentó una forma primitiva, los principios esenciales de su código
parte relativamente reducida de la sociedad. La capa so- moral sexual.
cial más considerable de la época, desde el punto de vista El problema de nuestra época presenta un aspecto total-
cuantitativo, el campesinado, no sufrió las consecuencias mente distinto. La crisis sexual de nuestra época no per-
de la crisis sexual más que de una manera indirecta, cuan- dona siquiera a la clase campesina. Como una enferme-
do, lentamente, con el transcurso de los siglos, se trans- dad infecciosa, no reconoce "ni grados ni rangos". Se ex-
formaban las bases económicas en que estaba fundada tiende desde los palacios y mansiones hasta los barrios
esta clase social, es decir, únicamente en la medida en que obreros más concurridos, entra en los apacibles hogares
evolucionaban las relaciones económicas del campo. de la pequeña burguesía, y se abre camino hasta la mise-
Las dos tendencias opuestas luchaban en las capas su- rable y solitaria aldea rusa. Elige sus víctimas lo mismo
periores de la sociedad. Allí era donde se enfrentaban los entre los habitantes de las mansiones de la burguesía eu-

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ropea, que en los húmedos sótanos donde se hacina la go sexual que rija estas relaciones aparecen en la historia
familia obrera y en la choza ahumada del campesino. Para de la humanidad, de una manera invariable, como uno de
la crisis sexual no hay "obstáculos ni cerrojos". Es un pro- los factores esenciales de la lucha sociaL Nada más cier-
fundo error creer que la crisis sexual sólo alcanza a los to que la influencia fundamental y decisiva de las relacio-
representantes de las clases que tienen una posición eco- nes sexuales de un grupo social determinado en el resulta-
nóJmica materialmente asegurada. La indefinida inquietud do de la lucha de esta clase con otra de intereses opuestos.
de la crisis sexual franquea cada vez con mayor frecuen- El drama de la sociedad actual es tan desesperado por-
cia el un1bral de las habitaciones obreras, y causa allí tris- que nlientras ante nuestros ojos vemos cómo se desmoro-
tes dramas que por su intensidad dolorosa no tienen nada nan las formas corrientes de unión sexual y cómo son
que envidiar a los conflictos psicológicos del "exquisito" desechados los principios que las regían, desde las capas
rrmndo burgués. más bajas de la sociedad se alzan frescos aromas desco-
Pero precisamente porque la crisis sexual no ataca sólo nocidos que nos hacen concebir esperanzas risueñas sobre
a los intereses de "quienes todo lo poseen", precisamente una nueva forma de vida, y llenan el alma humana con la
porque estos problemas sexuales afectan tan1bién a una nostalgia de ideales futuros, pero cuya realización no
clase social tan extensa como el proletariado de nuestros parece posible. Somos personas que vivitnos en un mun-
tiempos, es incomprensible e itnperdonable que esta cues- do caracterizado por el dominio de la propiedad capitalis-
tión vital, esencialmente violenta y trágica, sea considera- ta, un mundo de agudas contradicciones de clase e itnbui-
da con tanta indiferencia. Entre las múltiples consignas dos de una moral individualista. Aún vivitnos y pensamos
fundamentales que la clase obrera debe tener en cuenta en bajo el funesto signo de un inevitable aislamiento espiri-
su lucha para la conquista de la sociedad futura, tiene que tual. La terrible soledad que cada persona siente en las
incluirse necesariamente la de establecer relaciones se- inmensas ciudades populosas, en las ciudades modernas,
xuales más sanas y que, por tanto, hagan más feliz a la hu- tan bulliciosas y tentadoras; la soledad, que no disipa la
manidad. compañía de amigos y compañeros, es la que empuja a las
Es imp~erdonable nuestra actitud de indiferencia ante personas a buscar, con avidez malsana, a su ilusoria "alma
una de las tareas esenciales de la clase obrera. Es inexpli- gemela" en un ser del sexo contrario, puesto que sólo el
cable e injustificable que el vital problema sexual se rele- amor posee el mágico poder de ahuyentar, aunque sólo
gue hipóctitamente al casillero de las cuestiones "pura- sea momentáneamente, las tinieblas de la soledad.
mente privadas". ¿Por qué negamos a este problema el En ninguna otra época de la historia ha sentido la gente
auxilio de la energía y de la atención de la colectividad? con tanta intensidad como en la nuestra la soledad espiri-
Las nelaciones entre los sexos y la elaboración de un códi- tual. N o podría ser de otra manera. La noche es mucho

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1nás impenetrable cuando a lo lejos vemos brillar una luz. Quizá no haya ninguna otra relación humana como las
Las personas individualistas de nuestra época, unidas relaciones entre los sexos en la que se manifieste con tan-
por débiles lazos a la comunidad o a otras individualida- ta intensidad el individualismo grosero que caracteriza
des, ven ya brillar en la lejanía una nueva luz: la transfor- nuestra época. Absurdamente se imagina la persona que
mación de las relaciones sexuales mediante la sustitución para escapar de la soledad moral que le rodea le basta con
del ciego factor fisiológico por el nuevo factor creador de amar, con exigir sus derechos sobre otra alma. Única-
la solidaridad, de la camaradería. La moral de la propie- mente así espera obtener esa rara dicha: la armonía de la
dad individualista de nuestros tiempos empieza a ahogar afinidad moral y la comprensión entre dos seres. N oso-
a las personas. El hoinbre contemporáneo no se contenta tras, los individualistas, hemos echado a perder nuestras
criticando la calidad de las relaciones entre los sexos, ne- emociones por el constante culto de nuestro "yo". Cree-
gando las formas exteriores prescritas por el código de la mos todavía que podemos conquistar sin ningún sacrificio
moral corriente. Su alma solitaria anhela la renovación de la mayor de las dichas humanas, el "amor verdadero", no
la esencia misma de las relaciones sexuales, desea ardien- sólo para nosotros, sino también para nuestros semejan-
temente encontrar el "amor verdadero", esa gran fuerza tes. Creemos lograr esto sin tener que dar, a cambio, los
confortadora y creativa que es la única que puede ahu- tesoros de nuestra propia alma.
yentar el frío fantasma de la soledad que padecen los indi- Pretendemos conquistar la totalidad del alma del ser
vidualistas contemporáneos. amado, pero, en cambio, somos incapaces de respetar la
Si es cierto que la crisis sexual está condicionada en sus fórmula de amor más sencilla: acercamos al alma de otro
tres cuartas partes por relaciones externas de carácter so- dispuestos a guardarle todo género de consideraciones.
cioeconómico, no es menos cierto que la otra cuarta parte Esta sencilla fórmula nos será únicamente inculcada por
de su intensidad es debida a nuestra refmada psicología las nuevas relaciones entre los sexos, relaciones que ya
individualista, que con tanto cuidado ha cultivado la ideo- han comenzado a manifestarse y que están basadas en dos
logía burguesa dominante. La humanidad contemporánea, principios nuevos también: libertad absoluta, por un lado,
como dice acertadamente la escritora alemana Mcisel- e igualdad y verdadera solidaridad como entre compañe-
Hess, es muy pobre en "potencial de amor". Cada uno de ros, por otro. Sin embargo, por el momento, la humanidad
los sexos busca al otro con la única esperanza de lograr la tiene que sufrir todavía el frío de la soledad espiritual, y
mayor satisfacción posible de placeres espirituales y físi- no le queda más remedio que soñar con una época mejor
cos para sí, utilizando como medio al otro. El amante o el en la que todas las relaciones humanas se caractericen por
novio no piensan para nada en los sentimientos, en la labor sentimientos de solidaridad, que podrán ser posibles a
psicológica que se efectúa en el alma de la persona amada. causa de las nuevas condiciones de la existencia.

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La crisis sexual no puede resolverse sin una transfor- conservado en su alma la fe en la firmeza de los princi-
mación fundamental de la psicología humana, sólo puede pios 1norales pueda continuar admitiendo estas contradic-
ser vencida por la acumulación de "potencial de amor". ciones y salvar estos criterios morales irreconciliables,
Pero esta transformación psíquica depende absolutamen- que necesariamente se destruyen el uno al otro. Tampoco
te de la reorganización fundan1ental de nuestras relacio- resuelve la cuestión la justificación que se oye corriente-
nes socioeconómicas sobre una base comunista. Si recha- mente: "Yo vivo conforme a los principios de una moral
zamos esta "vieja verdad", el problema sexual no tiene nueva", puesto que esta "nueva moral" se encuentra toda-
solución . vía en proceso de formación. Precisamente la labor a rea-
A pesar de todas las formas de unión sexual que ensaya lizar consiste en hacer que surja esta nueva moral, hay
la humanidad presente, la crisis sexual no se resuelve en que extraer de entre el caos de las actuales normas sexua-
ningún sitio. les contradictorias la forma, y aclarar los principios, de
N o se han conocido en ninguna época de la historia tan- una moralidad que corresponda al espíritu de la clase re-
tas formas diversas de unión entre los sexos. Matrimonios volucionaria ascendente.
indisolubles, con una familia firmetnente constituida, y a Además del extremado individualismo, defecto funda-
su lado la unión libre pasajera; el adulterio conservado en mental de la psicología de la época actual, de un egocen-
el mayor secreto, al lado del matrimonio y de la vida en trismo erigido en culto, la crisis sexual se agrava mucho
común de una muchacha soltera con su amante; el matri- más con otros dos factores de la psicología contemporá-
monio "por la iglesia'\ el matrimonio de dos y el matrimo- nea: la idea del derecho de propiedad de un ser sobre el
nio "de tres", e incluso hasta la forma complicada del otro y el prejuicio secular de la desigualdad entre los se-
"matrimonio de cuatro", sin contar las múltiples variantes xos en todas las esferas de la vida, incluida la esfera
de la prostitución. Al lado de estas formas de unión, entre sexual.
los campesinos y la pequeña burguesía encontramos ves- La moralidad burguesa, con su familia individualista
tigios de las viejas costumbres tribales, mezclados con los encerrada en sí misma basada completamente en la pro-
principios en descomposición de la familia burguesa e piedad privada, ha cultivado con esmero la idea de que un
individualista, la vergüenza del adulterio, la vida marital compañero debería "poseer" completamente al otro. La
entre el suegro y la nuera y la libertad absoluta para la jo- burguesía ha logrado a la perfección la inoculación de
ven soltera. Siempre la misma "doble moral". esta idea en la psicología humana. El concepto de propie-
Las formas acmales de unión entre los sexos son contra- dad dentro deltnattimonio va hoy día mucho más allá que
dictorias y embrolladas, de tal modo que uno se ve obli- el concepto de la propiedad en las relaciones sexuales del
gado a interrogarse cómo es posible que el hombre que ha código aristocrático. En el curso del largo período históri-

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co que transcurrió bajo los auspicios de la "tribu", la idea con una crueldad y una falta de delicadeza que sería in-
de la posesión de la mujer por el marido -la mujer care- comprensible a la humanidad futura. De la misma mane-
cía de derechos de propiedad sobre el marido- no se ex- ra pretendemos hacer valer nuestros derechos sobre su
tendía más allá de la posesión física. La esposa estaba "yo" espiritual más íntimo. El amante contemporáneo es-
obligada a guardar al marido fidelidad física, pero su alma tá dispuesto a perdonar más fácilmente al ser querido una
no le pertenecía en absoluto. infidelidad física que una infidelidad moral, y piensa que
Los caballeros de la Edad Media llegaban incluso a re- le pertenece cada partícula del alma de la persona amada,
conocer a sus esposas el derecho de tener adoradores pla- que se extiende más allá de los límites de su unión libre.
tónicos y a recibir el testimonio de esta adoración de ca- Considera cualquier sentimiento experimentado fuera de
balleros y menestrales. El ideal de la posesión absoluta, los límites de la relación libre como un despilfarro, como
de la posesión no sólo del "yo" físico, sino también del un robo imperdonable de tesoros que le pertenecían ex-
"yo" espiritual por parte del esposo, del ideal que admi- clusivamente y, por tanto, como un expolio cometido a
te una reivindicación de derechos de propiedad sobre el sus expensas.
mundo espiritual y emocional del ser amado es un ideal El mismo origen tiene la absurda indelicadeza que co-
que se ha fonnado totalmente y que ha sido cultivado meten constantemente dos amantes con respecto a una
igualmente por la burguesía con el fm de reforzar los fun- tercera persona. Todos hemos tenido ocasión de observar
damentos de la familia, para asegurarse su estabilidad y un hecho curioso que se repite continuamente. Dos aman-
su fuerza durante el período de lucha para la conquista de tes que apenas han tenido tiempo de conocerse en sus re-
su predominio social. Este ideal no sólo lo hemos acep- laciones mutuas se apresuran a establecer sus derechos
tado como herencia, sino que llegamos incluso a preten- sobre las relaciones personales anteriores del otro y a
der que sea considerado "como un imperativo" moral intervenir en lo más sagrado y más íntimo de su vida. Dos
indestructible. seres que ayer eran extraños el uno para el otro, hoy, úni-
La idea de propiedad se extiende mucho más allá del camente porque les unen sensaciones eróticas comunes,
matrimonio legal. Es un factor inevitable que penetra has- se apresuran a poner la mano sobre el alma del otro, a dis-
ta en la unión amorosa más "libre". Los amantes de nues- poner del alma desconocida y misteriosa sobre la cual ha
tra época, a pesar de su respeto "teórico" por la libertad, grabado el pasado imágenes imborrables y a instalarse en
sólo se satisface:n con la conciencia de la fidelidad psico- su interior como si estuvieran en su propia casa.
lógica de la persona amada. Con el fin de ahuyentar de Esta idea de la posesión recíproca de una pareja amoro-
nosotros el fantasma amenazador de la soledad, penetra- sa extiende su dominio de tal forma que casi no nos sor-
mos de una manera violenta en el alma del ser "amado" prende un hecho tan anormal como el siguiente: dos re-

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cién casados vivían hasta ayer cada uno su propia vida, al haya sabido desde hace tiempo superar las prescripciones
día siguiente de su unión cada uno de ellos abre sin el me- del código de la moral en uso, será incapaz de sustraerse
nor escrúpulo la correspondencia del otro, y, consecuen- a la influencia del medio ambiente y emitirá un juicio
temente, el contenido de la carta procedente de una terce- completamente distinto, según se trate de un hombre o de
ra persona que sólo tiene relación con uno de ellos se con- una mujer. Bastará un simple ejemplo: imaginemos que
vierte en propiedad común. Una "intimidad" de este tipo un intelectual burgués, un hombre de ciencia, un hombre
no puede adquirirse más que como resultado de una ver- que está involucrado en asuntos políticos y sociales, que
dadera unión entre las almas en el curso de una larga vida es en definitiva "una personalidad", e incluso, una figura
común de amistad puesta a prueba. Lo que ocurre en ge- pública, se enamora de su cocinera -hecho que, además,
neral es que a esta intimidad se le busca un sustitutivo se da con bastante frecuencia- y llega, incluso, a casarse
legítimo, que tiene por base la idea, totalmente equivoca- con ella. ¿Modificará la sociedad burguesa por este hecho
da, de que la intimidad física entre dos seres es una razón su conducta con respecto a la "personalidad" de este hom-
suficiente para extender el derecho de propiedad sobre el bre? ¿Pondrá acaso en cuestión su "personalidad"? ¿Du-
ser emocional de la persona amada. dará de sus cualidades mo:rales?
El segundo factor que deforma la mentalidad del hom- Naturalmente, no. Ahora pongamos otro ejemplo: una
bre contemporáneo, y que es una razón para que la crisis mujer perteneciente a la sociedad burguesa, una mujer
sexual se agudice, es la idea de desigualdad entre los se- respetada, considerada, una profesora, médica o escritora.
xos, desigualdad de derechos y desigualdad en la valora- Una mujer, en suma, con "personalidad", se enamora de
ción de su experiencia física y emocionaL La '~doble mo- un criado y cohna el "escándalo" consolidando esta cues-
ral", inherente tanto a la sociedad burguesa como a la tión con un matrimonio legal. ¿Cuál será la actitud de la
aristocrática, ha envenenado durante siglos la psicología sociedad burguesa respecto a esta persona hasta ahora res-
de hombres y mujeres. Estas actitudes son tan parte de petada? La sociedad, naturalmente, la mortificará con su
nosotros que es mucho más difícil librarse de su pene- "desprecio". Pero todavía será mucho más terrible si su
trante ponzoña que de las ideas tocantes a la propiedad de marido, el criado, posee una bella fisionomía u otros atrac-
un esposo sobre el otro, heredadas de la ideología bur- tivos de carácter físico. Nuestra hipócrita sociedad bur-
guesa. La concepción de desigualdad entre los sexos, in- guesa juzgará su elección de la forma siguiente: "Es ob-
cluso en la esfera de la experiencia fisica y emocional, vio de qué se ha enamorado".
obliga a aplicar constantemente medidas diversas para La sociedad burguesa no puede perdonar a la mujer que
actos idénticos, según el sexo que los haya realizado. In- se atreve a dar a la elección del hombre amado un carác-
cluso la persona más "progresista" de la burguesía que ter demasiado individual. Según la tradición heredada de

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costumbres tribales, nuestra sociedad pretende todavía cosas? ¿Qué causa determina una apreciación tan contra-
que la mujer continúe teniendo en cuenta, en el momento ria? Esta diversidad de criterio no tiene otro origen que la
de entregar su corazón, una serie de ,consideraciones de idea de la desigualdad entre los sexos, idea que ha sido
grados y rangos sociales, que tenga en consideración el inoculada a la humanidad durante siglos y siglos y que ha
n1edio familiar y los intereses de la familia. La sociedad acabado por apoderarse de nuestra mentalidad de una ma-
burguesa no puede considerar a la mujer como una perso- nera orgánica. Estamos acostumbrados a valorar a la mu-
na ilndependiente, separada de la célula familiar, le es jer, no como una personalidad, con cualidades y defectos
cornpletamente imposible apreciarla como una personali- individuales, independientes de sus experiencias físicas y
dad fuera del círculo estrecho de las virtudes y deberes fa- emocionales. Para nosotros la mujer no tiene valor más
miliares. que como accesorio del hombre. El hombre, marido o
La sociedad contemporánea va mucho más lejos que el amante, proyecta sobre la mujer su luz y, es a él, y no a
orden de la antigua sociedad tribal en la tutela que ejerce ella misma, a quien tomamos en consideración como el
sobn;; la mujer. No sólo le prescribe casarse únicamente verdadero elemento determinante de la estructura espiri-
con hombres "dignos" de ella, sino que le prohíbe inclu- tual y moral de la mujer. En cambio, cuando valoramos la
so que llegue a amar a un ser que es su "inferior". personalidad del hombre hacemos por anticipado una
Estamos acostumbrados a ver cómo hombres de un ni- total abstracción de sus actos en relación a sus relaciones
vel moral e intelectual muy elevado eligen como compa- sexuales. La personalidad de la mujer, por el contrario, se
ñera de vida a una rr1ujer insignificante y vacua, que de valora casi exclusivamente en relación con su vida sexual.
ninguna manera se corresponde con el valor espiritual del Este modo de apreciar el valor de una personalidad feme-
marido. Apreciamos este hecho como cmnpletamente nina se deriva del papel que ha representado la mujer du-
normal y, por tanto, no merece siquiera nuestra conside- rante tantos siglos y sólo ahora es cuando se está logrando
ración. Todo lo más que puede suceder es que los amigos poco a poco una reevaluación de estas actitudes, al menos
"se lamenten de que Iván Ivanovitch se haya casado con en términos generales.
una mujer insopmiable". El caso varía si se 1trata de una La atenuación de estas falsas e hipócritas concepciones
mujer. Entonc.es nuestra indignación no tiene límites, y la sólo podrá realizarse con la transformación del papel eco-
expresamos con frases como la siguiente: "¡Cómo es po- nómico de la mujer en la sociedad, y con su entrada inde-
sible que una mujer tan inteligente como Maria Petrovna pendiente en la producción.
pueda amar a una nulidad así! ... Tendremos que poner en Los tres factores fundamentales que distorsionan nues-
duda su inteligencia ... " tra mente, y que deben afrontarse si se pretende resolver
¿A qué obedece esta manera diferente de juzgar las el problema sexual, son: el egoísmo extremo, la idea del

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derecho de propiedad de los esposos entre sí y el concep- las condiciones que se están creando demandan y dan lu-
to de desigualdad entre los sexos en el ámbito de sus ex- gar a un nuevo fundamento para la experiencia psicológi-
periencias fisicas y emocionales. La humanidad no en- ca que está en consonancia con lo que hemos estado ha-
contrará solución a este problema hasta que no haya blando? Ya en nuestra sociedad avanza un nuevo grupo
acumulado en su psicología suficientes reservas de "sen- social que intenta ocupar el primer puesto y dejar de lado
timientos de consideración", hasta que su capacidad de a la burguesía, con su ideología de clase y su código de mo-
fut][].ar sea mayor, hasta que el concepto de libertad en el ral sexual individualista. Esta clase ascendente, de van-
matrimonio y en la unión libre no sea un hecho consoli- guardia, lleva necesariamente en su seno los gérmenes de
dado. En suma, hasta que el principio de camaradería no nuevas orientaciones entre los sexos, relaciones que for-
haya triunfado sobre los conceptos tradicionales de desi- zosamente han de estar estrechamente unidas a sus obje-
gualdad y de subordinación en las relaciones entre los se- tivos sociales de clase.
xos. Sin una reconstrucción total y fundamental de nues- La compleja evolución de las relaciones socioeconómi-
tra psicología el problema sexual es irresoluble. cas que tiene lugar ante nuestros ojos, que pone en con-
¿Pero no será esta condición previa una utopía despro- moción todas nuestras concepciones sobre el papel de la
vista de base, utopía en la que basan sus consignas inge- mujer en la vida social y destruye los fundamentos de la
nuas los idealistas soñadores? Intentemos aumentar la moral sexual burguesa, trae consigo dos hechos que a pri-
"capacidad de amar" de la humanidad. ¿Acaso los sabios mera vista parecen contradictorios.
de todos los pueblos, desde Buda y Confucio hasta Cristo, Por un lado, observamos los esfuerzos infatigables de la
no se han entregado desde tiempos rem.otos a esta tarea? humanidad por adaptarse a las nuevas condiciones socio-
Sin embargo, ¿hay alguien que crea que la "capacidad de económicas cambiantes. Esto se manifiesta ya sea en un
amar'' ha aumentado en la humanidad? Reducir la cues- intento de conservar las "viejas formas", dándoles un nue-
tión de la crisis sexual a utopías de este tipo, por muy bien vo contenido (mantenimiento de la forma exterior del ma-
intencionadas que sean, ¿no significará prácticamente un trimonio indisoluble y monógamo, pero al mismo tiempo
reconocimiento de debilidad y una renuncia a buscar la el reconocimiento de hecho de la libertad de los esposos),
so]ución anhelada? o, por el contrario, en la aceptación de nuevas formas que
Veamos si esto es cierto. ¿Es la reeducación radical de lleven en su interior, sin embargo, todos los elementos del
nuestra psicología y nuestro enfoque de las relaciones código moral del matrimonio burgués (la unión libre en la
sexuales algo tan unprobable, tan alejado de la realidad? que el derecho de propiedad de los dos esposos unidos
¿No podríamos decir que, por el contrario, mientras que "libremente" sobrepase los límites del derecho de propie-
grandes cambios sociales y económicos están en curso, dad del matrimonio legal).

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Por otra parte, no podemos dejar de señalar la aparición voca, por tanto, una serie de hechos en lo referente a las
lenta, pero constante, de nuevas formas de relaciones en- relaciones entre los sexos, análogos a los que se producen
tre los sexos, que difieren de las formas externas tanto en también en otras capas de la sociedad. Debido a los bajos
la forma exterior como por el espíritu que anima sus nor- salarios el obrero retrasa de manera continua e inevitable
mas vivificadoras. la edad de contraer matrimonio. Si hace veinte años un
La humanidad sondea con inquietud los nuevos ideales. obrero podía casarse de los veintidós a los veinticinco
Pero basta examinarlos un poco detenidamente para reco- años, hoy día no puede crear un hogar hasta los treinta
nocer en ellos, a pesar de que sus límites no están todavía años aproximadamente. Además, cuanto más desarrolla-
lo suficientemente niarcados, los rasgos característicos das están en el obrero las necesidades culturales, tanto
merced a los cuales están estrechamente vinculados con más valora la posibilidad de seguir el ritmo de la vida cul-
las tareas del proletariado, como aquella clase social a la tural, de ir al teatro, de asistir a conferencias, leer perió-
que le incumbe apoderarse de la fortaleza asediada del dicos, consagrar el tiempo que el trabajo le deja libre a la
futuro. Quien quiera encontrar en el laberinto de las nor- lucha sindical, a la política, a una actividad por la que
mas sexuales contradictorias los gérmenes de relaciones siente afición, al arte, a la lectura, etc., y más tarde tiende
más sanas entre los sexos -que prometan liberar a la hu- a casarse. Sin embargo, las necesidades físicas no tienen
manidad de la crisis. sexual que atraviesa-, tiene necesa- para nada en cuenta su situación fmanciera, son necesida-
riamente que abandonar las cultas estancias de la burgue- des vitales de las que no se puede prescindir. El obrero
sía, con su refinada psicología individualista, y echar una "soltero", lo mismo que el burgués "soltero", resuelven su
ojeada a las habitaciones hacinadas de los obreros. Allí, problema acudiendo a la prostitución. Este es un ejemplo
en medio del horror y de la miseria causada por el capita- de la adaptación pasiva de la clase obrera a las condicio-
lismo, entre lágrimas y maldiciones, surgen a pesar de to- nes desfavorables de su existencia.
do manantiales vivificadores que se abren paso por la Tomemos otro ejemplo. Al casarse un obrero, y a causa
nueva senda. del nivel tan bajo de los salarios, la nueva familia obrera
Entre la clase obrera, bajo la presión de duras condicio- se ve obligada a resolver el problema del nacimiento de los
nes económicas, bajo el yugo implacable de la explo- hijos de igual forma que lo hace la familia burguesa. La
tación del capital, se observa el doble proceso al que aca- frecuencia de infanticidios y el aumento de la prostitución
bamos de referimos. La influencia destructiva del capita- son dos son expresiones del mismo proceso. Ambos son
lismo, que aniquila todos los fundamentos de la familia ejemplos de adaptación pasiva del obrero a la espantosa
obrera, y obliga al proletariado a adaptarse "instintiva- realidad que le rodea. Pero lo que no hay que olvidar es
mente" a las condiciones del mundo que le rodea, pro- que en estos procesos no hay nada que caracterice propia-

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mente al proletariado. Esta adaptación pasiva es propia de un modo defmitivo las bases de su superioridad social.
todas las clases y sectores sociales que se ven envueltos en El intento de los intelectuales burgueses de sustituir el
el proceso mundial de desarrollo del capitalismo. matrimonio indisoluble por los lazos más libres, más fá-
La línea de diferenciación comienza precisamente cuan- cilmente desligables del matrimonio civil, conmueve las
do entran en juego los principios activos y creadores; la bases de la estabilidad social de la burguesía, bases que
delimitación se marca allí donde no se trata ya de una no pueden ser otras que la familia monógama cimentada
adaptación, sino de una reacción frente a la realidad opre- en el concepto de propiedad.
sora. Comienza donde nacen y se expresan nuevos idea- Todo lo contrario sucede en la clase obrera. Una mayor
les, donde surgen tímidas tentativas de relaciones sexua- libertad en la unión entre los sexos, una menor consolida-
les dotadas de un espíritu nuevo. Pero aún hay más: de- ción de sus relaciones sexuales concuerda totalmente con
bemos señalar que este proceso de reacción se inicia las tareas fundamentales de esta clase social, y hasta po-
únicamente entre la clase obrera. demos decir que se derivan directamente de estas tareas.
Esto no quiere decir, en modo alguno, que las otras cla- Lo mismo sucede con la negación del concepto de subor-
ses y capas de la sociedad, principahnente la de los inte- dinación en el matrimonio que rompe los últimos lazos
lectuales burgueses, que es la clase que por las condicio- artificiales de la familia burguesa. Todo lo contrario suce-
nes de su existencia social se encuentra más cerca de la de en la clase proletaria. El factor de la subordinación de
clase obrera, no se apoderen de estos elementos nuevos un miembro de esta clase social a otro al igual que el con-
que el proletariado crea y desenvuelve. La burguesía, im- cepto de posesividad en las relaciones, tiene efectos noci-
pulsada por el deseo instintivo de inyectar vida nueva a vos sobre la mente del proletariado. A los intereses de la
las formas agonizantes de la suya, y ante la impotencia de clase revolucionaria no les conviene en modo alguno
sus diversas fórmas de relaciones sexuales, aprende a toda "atar" a uno de sus miembros, puesto que a cada uno de
prisa las formas nuevas que la clase obrera lleva consigo. sus representantes independientes le incumbe ante todo el
Pero, desgraciadamente, ni los ideales ni el código de deber de servir a los intereses de su clase y no los de una
moral sexual e~laborados de un modo gradual por el pro- célula familiar aislada.
letariado corresponden a la esencia moral de las exigen- El deber del miembro de la sociedad proletaria es ante
cias burguesas de clase. Por tanto, mientras la moral se- todo contribuir al triunfo de los intereses de su clase, por
xual, nacida de las necesidades de la clase obrera, se con- ejemplo, actuando en las huelgas, participando en todo
vierte para esta clase en un instrumento nuevo de lucha momento en la lucha. La moral con que la clase trabaja-
social, los "modernismos" de segunda mano que de esa dora juzga todos estos actos caracteriza con perfecta cla-
moral deduce la burguesía, no hacen más que destruir de ridad la base de la nueva moral proletaria.

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Supongamos que un empresario, movido únicamente miembros de una sola y misma clase, son conceptos con-
por intereses familiares, retira de los negocios su capital trarios a la esencia del concepto de camaradería, que es el
en un momento crítico para la empresa. Su acción, apre- principio proletario más fundamental.
ciada desde el punto de vista de !a moral burguesa, no Este principio básico de la ideología de la clase ascen-
puede ser más clara, "porque los intereses de la familia dente es el que da colorido y determina el nuevo código
deben figurar en primer lugar". Comparemos ahora este en formación de la moral sexual del proletariado, merced
juicio con la actitud de los obreros ante el rompehuelgas al cual se transforma la psicología de la humanidad y lle-
que acude al trabajo durante el conflicto para que su fami- ga a adquirir una acumulación de sentimientos de solida-
lia no pase hambre. Lbs intereses de clase figuran en este ridad y de libertad, en vez del concepto de la propiedad,
ejemplo en primer lugar. Representemos ahora a un mari- una acumulación de compañerismo en vez de los concep-
do burgués que ha conseguido por su amor y devoción a tos de desigualdad y de subordinación.
la familia tener alejada a su mujer de todos sus intereses, Es una vieja verdad la que establece que toda nueva
a excepción de los deberes de ama de casa y de mujer clase ascendente, nacida como consecuencia de una cul-
consagrada por completo al cuidado de los hijos. El juicio tura material distinta de la del grado precedente de la evo-
de la sociedad burguesa será: "un marido ideal que ha sa- lución económica, enriquece a toda la humanidad con la
bido crear una familia ideal". ideología nueva característica de esta clase. El código de
Pero, ¿cuál sería la actitud de los obreros hacia un la moral sexual constituye una parte integrante de la nue-
miembro consciente de su clase que intentase hacer que va ideología. Por tanto, basta pronunciar los términos
su mujer se apartase de la lucha social? La moral de la "ética proletaria" y "moral sexual proletaria" para escapar
clase exige, a costa incluso de la felicidad individual, a de la trivial argumentación: la moral sexual proletaria no
costa de la familia, la participación de la mujer en la vida es en el fondo más que "superestructura", mientras no se
de lucha que transcurre fuera de los muros de su hogar. experimente la total transformación de la base económica
Atar a la mujer a la casa, colocar en primer plano los inte- de la sociedad, no puede haber lugar para ella. ¡Como si
reses familiares, propagar la idea de los derechos de la una ideología, sea del género que fuere, no se formase
propiedad absoluta de un esposo sobre su mujer,. son actos hasta que se hubiera producido la transformación de las
que violan el principio fundamental de la ideología de la relaciones socioeconómicas necesarias para asegurar el
clase obrera~, que destruyen la solidaridad y el compañe- dominio de la clase de que se trate! La experiencia de la
rismo y que rompen las cadenas que unen a todo el prole- historia enseña que la elaboración de la ideología de un
tariado. El concepto de posesión de una personalidad por grupo social, y consecuentemente de la moral sexual tam-
otra, la idea de la subordinación y de la desigualdad de los bién, se realiza durante el proceso mismo de la lucha de

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este grupo contra las fuerzas sociales adversas. EL COMUNISMO Y LA FAMILIA
Esta clase de lucha sólo puede fortalecer su posición
social con la ayuda de nuevos valores espirituales sacados
de su propio seno, y que respondan totahnente a sus ta-
reas cmno clase ascendente. Sólo mediante estas normas
e ideales nuevos puede esta clase arrebatar el poder a los
grupos sociales contrarios.
La tarea que corresponde, por tanto, a los ideólogos de La mujer no depende ya del hombre
la clase obrera es buscar el criterio n1oral fundamental,
producto de los intereses específicos de la clase obrera y ¿Se mantendrá la familia en un Estado comunista? ¿Per-
armonizar con este criterio las nacientes normas sexuales. sistirá ·en la misma forma actual? Son estas cuestiones que
Ya es hora de comprender que únicamente después de atormentan, en los momentos presentes, a la mujer de
haber tanteado el proceso creador que se realiza allá aba- clase trabajadora y preocupa iguahnente a sus compa-
jo, en las profundas capas sociales, proceso que engendra ñeros, los hombres.
necesidades nuevas, nuevos ideales y formas, será posible No debe extrañarnos que en estos últimos tiempos este
vislmnbrar el camino en el caos <.~ontradictorio de las rela- problema perturbe las mentes de las mujeres trabajadoras.
ciones sexuales y desenmarañar la enredada madeja del La vida cambia continuamente ante nuestros ojos; anti-
problema se:xual. guos hábitos y costumbres desaparecen poco a poco. Toda
Debemos recordar que el código de la moral sexual, en la existencia de la familia proletaria se modifica y organi-
armonía con las tareas fundamentales de la clase obrera, za en forma tan nueva, tan fuera de lo corriente, tan extra-
puede convertirse en poderoso instrumento que refuerce ña, como nunca pudimos imaginar.
la posición de lucha de la clase ascendente. ¿Por qué no Y una de las cosas que mayor perplejidad produce en la
servirse de este instrumento, en interés de la clase obrera, mujer en estos momentos es la manera como se ha facili-
en su lucha por el establecimiento de un sistem.a cmuu- tado el divorcio en Rusia.
nista y, a la vez también, por establecer nuevas relaciones De hecho, en virtud del decreto del Comisario del Pue-
entre los sexos, que sean más perfectas y felices? blo del18 de diciembre de 1917, el divorcio ha dejado de
ser un lujo accesible sólo a los ricos; desde ahora en ade-
Traducción de Tamara Ruiz a partir de la versión inglesa de lante la mujer trabajadora no tendrá que esperar y meses,
Alix Holt de 1977, para En Lucha. e incluso hasta años, para que sea fallada su petición de
separación matrimonial que le dé derecho a independizar-

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se de un marido borracho o brutal, acostumbrado a gol- leer cómo vivían las gentes del pasado, e inmediatamente
pearla. De ahora en adelante el divorcio se podrá obtener vemos cómo todo está sujeto a cambio y cómo no hay
amigablemente dentro del periodo de una o dos semanas, costumbres, ni organizaciones políticas, ni moral que per-
todo lo más. manezcan fijas e inviolables.
Pero es precisamente esta facilidad para obtener el di- Así pues, la familia ha cambiado frecuentemente de
vorcio, manantial de tantas esperanzas para las mujeres forma en las diversas épocas de la humanidad.
que son desgraciadas en su matrimonio, lo que asusta a Hubo épocas en que la familia fue completamente dis-
otras mujeres, particularmente a aquellas que consideran tinta a como estamos acostumbrados a admitirla. Hubo un
todavía al marido como el "proveedor" de la familia, co- tiempo en que la única forma de familia que se considera-
mo el único sostén de la vida, a esas mujeres que no com- ba normal era la llamada familia genésica, es decir, aque-
prenden todavía que deben acostumbrarse a buscar y a en- lla en que el cabeza de familia era la anciana madre, en
contrar ese sostén en otro sitio!, no en la persona del hom- tomo a la cual se agrupaban, en la vida y en el trabajo co-
bre, sino en la persona de la sociedad, en el Estado. mún, los hijos, nietos y biznietos.
La familia patriarcal fue en otros tiempos considerada
también como la única forma posible de familia, presidi-
Desde la familia genésica a nuestros días da por un padre-amo, cuya voluntad era ley para todos los
demás miembros de la familia. Aún en nuestros tiempos
No hay ninguna razón para pretender engañarnos a no- se pueden encontrar en las aldeas rusas familias campesi-
sotros mismos: la familia normal de los tiempos pasados nas de este tipo. En realidad podemos afirmar que en esas
en la cual el hombre lo era todo y la mujer nada -puesto localidades la moral y las leyes que rigen la vida familiar
que no tenía voluntad propia, ni dinero propio, ni tiempo son completamente distintas de las que reglamentan la
del que disponer libremente-, este tipo de familia sufre vida de la familia del obrero de la ciudad. En el campo
modificaciones día a día, y actualmente es casi una cosa existen todavía gran número de costumbres que ya no es
del pasado, lo cual no debe asustarnos. posible encontrar en la familia de la ciudad proletaria.
Bien sea por error o ignorancia, estamos dispuestos a El tipo de familia, sus costumbres, etc., varían según las
creer que todo lo que nos rodea debe permanecer inmu- razas. Hay pueblos, como por ejemplo los turcos, árabes
table, mientras todo lo demás cambia. Siempre ha sido y persas, entre los cuales la ley autoriza al marido a tener
así y siempre lo será. Esta afrrmación es un error pro- varias mujeres. Han existido y todavía se encuentran tri-
fundo. bus que toleran la costumbre contraria, es decir, que la
Para darnos cuenta de su falsedad, no tenemos más que mujer tenga varios maridos.

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La moralidad al uso del hombre de nuestro tiempo le El capitalismo ha destruido la vieja vida familiar
autoriza para exigir de las jóvenes la virginidad hasta su
matrimonio legítimo. Pero, sin embargo, hay tribus en las La familia, en su forma actual, no es más que una de
que ocurre todo lo contrario: la mujer tiene por orgullo tantas herencias del pasado. Sólidamente unida, compac-
haber tenido muchos amantes, y se engalana brazos y ta en sí misma en sus comienzos, e indisoluble -tal era el
piefinas con brazaletes que indican el número ... carácter del matrimonio santificado por el cura-, la fami-
Dilversas costumbres, que a nosotros nos sorprenden, lia era igualmente necesaria para cada uno de sus miem-
hábítos que podemos incluso calificar de inmorales, los bros. Porque ¿quién se hubiera ocupado de criar, vestir y
practican otros pueblos, con la sanción divina, mientras educar a los hijos de no ser la familia? ¿Quién se hubiera
que, por su parte, califican de "pecaminosas" muchas de ocupado de guiarlos en la vida? Triste suerte la de los
nuestras costumbres y leyes. huérfanos en aquellos tiempos; era el peor destino que pu-
Por tanto no hay ninguna razón para que nos aterrori- diera tocarle a uno en suerte.
cemos ante el hecho de que la familia sufra un cambio, En el tipo de familia a que estamos acostumbrados, es
porque gradualmente se descarten vestigios del pasado el marido el que gana el sustento, el que mantiene a la
vividos hasta ahora, ni porque se implanten nuevas rela- mujer y a los hijos. La mujer, por su parte, se ocupa de
ciones entre el hombre y la mujer. No tenemos más que los quehaceres domésticos y de criar a los hijos como le
preguntamos: ¿qué es lo que ha muerto en nuestro viejo parece.
sistema familiar y qué relaciones hay entre el hombre tra- Pero, desde hace un siglo, esta forma corriente de fami-
bajador y la mujer trabajadora, entre el campesino y la lia ha experimentado una destrucción progresiva en todos
catnpesina? los países del mundo en los que domina el capitalismo, en
¿Cuáles de sus respectivos derechos y deberes armoni- aquellos países en que el número de fábricas crece rá-
zan mejor con las condiciones de vida de la nueva Rusia? pidamente, juntamente con otras empresas capitalistas
Todo lo que sea compatible con el nuevo estado de cosas que emplean trabajadores.
se mantendrá; lo demás, toda esa anticuada rrwrralla que Las costumbres y la moral familiar se forman simultá-
hemos heredado de la maldita época de servidumbre y neamente como consecuencia de las condiciones genera-
dominación, que era la característica de los terratenientes les de la vida que rodea a la familia. Lo que más ha con-
y capitalistas, todo eso tendrá que ser barrido juntamente tribuido a que se modificasen las costumbres familiares
con la misma clase explotadora, con esos enemigos del de una manera radical ha sido, indiscutiblemente, la enor-
proletariado y de los pobres. me expansión que ha adquirido por todas partes el traba-
jo asalariado de la mujer. Anteriormente era el hombre el

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único sostén posible de la familia. Pero desde los últimos La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre
cincuenta o sesenta años, hemos experimentado en Rusia para cumplir con tres tareas que pesan al mismo tiempo
(con anterioridad en otros países) que el régimen capita- sobre ella: disponer de las horas necesarias para el traba-
lista obliga a las mujeres a buscar trabajo remunerador jo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o es-
fuera de la familia, fuera de su casa. tablecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor
posible, a los quehaceres domésticos y, por último, cuidar
de sus hijos.
Treinta millones de mujeres soportan una doble carga El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mu-
jer trabajadora un peso que la aplasta; la ha convertido en
Como el salario del hombre, sostén de la familia, resul-
obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y
taba insuficiente para cubrir las necesidades de la misma,
madre.
la mujer se vio obligada a su vez a buscar trabajo remu-
Por tanto, nos encontramos con que la mujer se agota
nerado; la madre tuvo que llan1ar también a la puerta de
como consecuencia de esta triple e insoportable carga,
la fábrica. Año tras año, día tras día, fue creciendo el nú-
que con frecuencia expresa con gritos de dolor y hace aso-
mero de mujeres pertenecientes a la clase trabajadora que
mar lágrimas a sus ojos.
abandonaban sus casas para ir a nutrir las filas de las fá-
Los cuidados y las preocupaciones han sido en todo
bricas, para trabajar como obreras, dependientas, oficinis-
tiempo el destino de la tnujer; pero nunca ha sido su vida
tas, lavanderas o criadas.
más desgraciada, más desesperada que en estos tiempos
Según cálculos de antes de la Gran Guerra, en los paí-
bajo el régimen capitalista, precisamente cuando la indus-
ses de Europa y América ascendían a sesenta millones las
tria atraviesa por un periodo de máxima expansión.
mujeres que se ganaban la vida con su trabajo. Durante la
guerra ese número aumentó considerablemente.
La inmensa 1rnayoría de estas mujeres estaban casadas; Los trabajadores aprenden a existir sin vida familiar
fácil es imaginarnos la vida familiar que podrían disfrutar.
¡Qué vida familiar puede existir. donde la esposa y madre Cuanto más se extiende el trabajo asalariado de la mu-
se va de casa durante ocho horas diarias, diez mejor dicho jer, más progresa la descomposición de la familia. ¡Qué
(contando el viaje de ida y vuelta)! La casa queda nece- vida familiar puede haber donde el hombre y la mujer tra-
sariamente descuidada; los hijos crecen sin ningún cuida- bajan en la fábrica, en secciones diferentes, si la mujer no
do maternal, abandonados a sí mismos en medio de los dispone siquiera del tiempo necesario para guisar una
peligros de la calle, en la cual pasan la mayor parte del comida medianamente buena para sus hijos! ¡Qué vida fa-
tiempo. miliar puede ser la de una familia en la que el padre y la

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madre pasan fuera de casa la tnayor parte de las veinti- de la familia. La mujer, que va a trabajar, se ha converti-
cuatro horas del día, entregados a un duro trabajo, que les do, a este respecto, en igual a su marido. Ha aprendido no
impide dedicar unos cuantos minutos a sus hijos! sólo a ganarse la vida, sino también, con gran frecuencia,
En épocas anteriores era completamente diferente. La a ganar la de sus hijos y su marido. Queda todavía, sin
madre. el ama de casa, permanecía en el hogar, se ocupa- embargo, la función de la familia de criar y mantener a los
ba de las tareas domésticas y de sus hijos, a los cuales no hijos mientras son pequeños. Veamos ahora, en realidad,
dejaba de observar, siempre vigilante. lo que subsiste de esta obligación.
Hoy día, desde las primeras horas de la mañana hasta
que suena la sirena de la fábrica la mujer trabajadora corre
apresurada para llegar a su trabajo; por la noche, de nue- El trabajo casero no es ya una necesidad
vo, al sonar la sirena, vuelve precipitadamente a casa para
preparar la sopa y hacer los quehaceres domésticos indis- Hubo un tiempo en que la mujer de la clase pobre, tanto
pensables. A la mañana siguiente, después de breves ho- en la ciudad como en el campo, pasaba su vida entera en
ras de sueño, comienza otra vez para la mujer su pesada el seno de la familia. La mujer no sabía nada de lo que
carga. N o puede, pues, sorprendernos, por tanto, el hecho ocurría más allá del umbral de su casa y es casi seguro
de que, debido a estas condiciones de vida, se deshagan que tampoco deseaba saberlo. En compensación, tenía
los lazos fruniliares y la familia se disuelva cada día más. dentro de su casa las más variadas ocupaciones, todas úti-
Poco a poco va desapareciendo todo aquello que con- les y necesarias, no sólo para la vida de la familia en sí,
vertía a la familia en un todo sólido, todo aquello que sino también para la de todo el Estado.
constituía sus seguros cimientos, la familia es cada vez La mujer hacía, es cierto, todo lo que hoy hace cual-
menos necesaria a sus propios miembros y al Estado. Las quier mujer obrera o campesina. Guisaba, lavaba, limpia-
viejas formas familiares se convierten en un obstáculo. ba la casa y repasaba la ropa de la familia. Pero no hacía
¿En qué consistía la fuerza de la familia en los tiempos esto solo. Tenía sobre sí, además, una serie de obligacio-
pasados? En primer lugar, en el hecho de que era el mari- nes que no tienen ya las mujeres de nuestro tiempo: hila-
do, el padre, el que mantenía a la farnilia; en segundo lu- ba la lana y el lino; tejía las telas y los adornos, las medias
gar, el hogar era algo igualmente necesario a todos los y los calcetines; hacía encajes y se dedicaba, en la medi-
miembros de la familia, y en tercer y último lugar, porque da de las posibilidades familiares, a las tareas de la con-
los hijos eran educados por los padres. servación de carnes y demás alimentos; destilaba las bebi-
¿Qué es lo que queda actualmente de todo esto? El ma- das de la familia, e incluso moldeaba las velas para la casa.
rido, como hemos visto, ha dejado de ser el sostén único ¡Cuán diversas eran las tareas de la mujer en los tiem-

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pos pasados! Así pasaron la vida nuestras madres y abue- se como compañera una mujer con "manos de oro", frase
las. Aún en nuestros días, allá en remotas aldeas, en pleno todavía proverbial entre el pueblo.
campo, en contacto con las líneas férreas o lejos de los Porque sólo los recursos del hombre, sin el trabajo do-
grandes ríos, se pueden encontrar pequeños núcleos don- méstico de la mujer, no hubieran bastado para mantener
de se conserva todavía, sin modificación alguna, este mo- el hogar.
do de vida de los buenos tiempos del pasado, en la que el En lo que se refiere a los bienes del Estado, a los inte-
runa de casa realizaba una serie de trabajos de los que no reses de la nación, coincidían con los del marido; cuanto
tiene noción la mujer trabajadora de las grandes ciudades más trabajadora resultaba la mujer en el seno de su fami-
o de las regiones de gran población industrial, desde hace lia, tantos más productos de todas clases producía: telas,
mucho tiempo. cueros, lana, cuyo sobrante podía ser vendido en el mer-
cado cercano; consecuentemente, la "mujer de su casa"
contribuía a aumentar en su conjunto la prosperidad eco-
El trabajo industrial de la mujer en el hogar nómica del país.

En los tiempos de nuestras abuelas eran absolutamente


necesarios y útiles todos los trabajos domésticos de la La mujer casada y la fábrica
mujer, de Jlos que dependía el bienestar de la familia.
Cuanto más se dedicaba la mujer de su casa a estas ta- El capitalismo ha modificado totalmente esta antigua
reas, tanto mejor era la vida en el hogar, más orden y forma de vida. Todo lo que antes se producía en el seno
abundancia se reflejaban en la casa. Hasta el propio Es- de la familia, se fabrica ahora en grandes cantidades en
tado podía beneficiarse un tanto de las actividades de la los talleres y en las fábricas. La máquina sustituyó a los
mujer como ama de casa. Porque, en realidad, la mujer de ágiles dedos del ama de casa. ¿Qué mujer de su casa tra-
otros tiempos no se limitaba a preparar purés para ella o bajaría hoy día en moldear velas, hilar o tejer tela? Todos
su familia, sino que sus manos producían muchos atros estos productos pueden adquirirse en la tienda más próxi-
productos de riqueza, tales como telas, hilo, mantequilla, ma. Antes, todas las muchachas tenían que aprender a te-
etc., cosas que podían llevarse al mercado y ser conside- jer sus medias; ¿es posible encontrar en nuestros tiempos
radas como mercancías, como cosas de valor. una joven obrera que se haga las medias? En primer lugar,
Es cierto que en los tiempos de nuestras abuelas y bisa- carece del tiempo necesario para ello. El tiempo es dine-
buelas el trabajo no era evaluado en dinero. Pero no había ro y no hay nadie que quiera perderlo de una manera im-
ningún hombre, fuera campesino u obrero, que no busca- productiva, es decir, sin obtener· ningún provecho. Ac-

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tualmente, toda mujer de su casa, que es a la vez una obre- ropa blanca, y vestidos de la familia (remendado y repaso
ra, prefiere comprar las medias hechas a perder tiempo de la ropa).
haciéndolas. Estos son trabajos agotadores. Consumen todas las
Pocas mujeres trabajadoras, y sólo en casos aislados, energías y todo el tiempo de la mujer trabajadora, que,
podemos encontrar hoy día que preparen las conservas además, tiene que trabajar en una fábrica.
para la familia, cuando la realidad es que en la tienda de Ciertamente que los quehaceres de nuestras abuelas
comestibles de aliado de su casa puede comprarlas per- comprendían muchas más operaciones, pero, sin embar-
fectamente preparadas. Aun en el caso de que el pro- go, estaban dotados de una cualidad de la que carecen los
ducto vendido en la Henda sea de una calidad inferior, o trabajos domésticos de la mujer obrera de nuestros días;
que no sea tan bueno como el que pueda hacer una ama éstos han perdido su cualidad de trabajos útiles al Estado
de casa ahorrativa en su hogar, la mujer trabajadora no desde d punto de vista de la economía nacional, porque
tiene ni tiempo ni energías para dedicarse a todas las son trabajos con los que no se crea nuevo valor. Con ellos
laboriosas operaciones que requiere un trabajo de esta no se contribuye a la prosperidad del país.
clase. Es en vano que la mujer trabajadora se pase el día desde
La realidad, pues, es que la familia contemporánea se la mañana hasta la noche limpiando su casa, lavando y
independiza cada vez más de todos aquellos trabajos do- planchando la ropa, consumiendo sus energías para con-
mésticos sin cuya preocupación no hubieran podido con- servar sus gastadas ropas en orden, matándose para pre-
cebir la vida familiar nuestras abuelas. parar con sus modestos recursos la mejor comida posible,
Lo que se producía anteriormente en el seno de la fami- porque cuando termine el día no quedará, a pesar de sus
lia se produc.e actualmente con el trabajo común de hom- esfuerzos, un resultado material de todo su trabajo diario;
bres y mujeres trabajadoras en las fábricas y talleres. con sus manos infatigables no habrá creado en todo el día
nada que pueda ser considerado como una mercancía en
el mercado comercial. Mil años que viviera, todo seguiría
Los quehaceres individuales están llamados a desapa- igual para la mujer trabajadora. Todas las mañanas habría
rect~r que quitar polvo de la cómoda; el marido vendría con ga-
nas de cenar por la noche y sus críos volverían siempre a
La familia actualmente consume sin producir. Las tareas casa con los zapatos llenos de barro ... El trabajo del atna
esenciales del ama de casa han quedado reducidas a cua- de casa reporta cada día menos utilidad, es cada vez más
tro: limpieza (suelos, muebles, calefacción, etc.); cocina improductivo.
(preparación de comida y cena); lavado y cuidado de la

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La aurora del trabajo casero colectivo en una ciudad comunista estarán al alcance de todo el
mundo.
Los trabajos caseros en forma individual han comenza- Lo mismo se puede decir del lavado de la ropa y demás
do a desaparecer y de día en día van siendo sustituidos por trabajos caseros. La mujer trabajadora no tendrá que aho-
el trabajo casero colectivo, y llegará un día, más pronto o garse en un océano de porquería ni estropearse la vista
más tarde, en que la mujer trabajadora no tendrá que ocu- remendando y cosiendo la ropa por las noches. N o tendrá
parse de su propio hogar. más que llevarla cada semana a los lavaderos centrales
En la Sociedad Comunista del mañana, estos trabajos para ir a recogerla después lavada y planchada. De este
serán realizados por una categoría especial de mujeres modo tendrá la mujer trabajadora una preocupación
trabajadoras dedicadas únicarnente a estas ocupaciones. menos.
Las mujeres de los ricos, hace ya mucho tiempo que vi- La organización de talleres especiales para repasar y re-
ven libres de estas desagradables y fatigosas tareas. ¿Por mendar la ropa ofrecerán a la mujer trabajadora la opor-
qué tiene la mujer trabajadora que continuar con esta pe- tunidad de dedicarse por las noches a lecturas instructi-
sada carga? vas, a distracciones saludables, en vez de pasarlas como
En la Rusia Soviética, la vida de la mujer trabajadora hasta ahora en tareas agotadoras.
debe estar rodeada de las mismas comodidades, la misma Por tanto, vemos que las cuatro últimas tareas domésti-
limpieza, la misma higiene, la misma belleza, que hasta cas que todavía pesan sobre la mujer de nuestros tiempos
ahora constituía el ambiente de las mujeres pertenecientes desaparecerán con el triunfo del régimen comunista.
a las clases adineradas. En una Sociedad Comunista la No tendrá de qué quejarse la mujer obrera, porque la
mujer trabajadora no tendrá que pasar sus escasas horas Sociedad Comunista habrá terminado con el yugo domés-
de descanso en la cocina, porque en la Sociedad Comu- tico de la mujer para hacer su vida más alegre, más rica,
nista existirán restaurantes públicos y cocinas centrales más libre y más completa.
en los que podrá ir a comer todo el mundo.
Estos establecimientos han ido en aumento en todos los
países, incluso dentro del régimen capitalista. En realidad, La crianza de los hijos en el :régimen capitalista
se puede decir que desde hace medio siglo aumentan de
día en día en todas las ciudades de Europa; crecen como ¿Qué quedará de la familia cuando hayan desaparecido
las setas después de la lluvia otoñal. Pero nlientras en un todos estos quehaceres del trabajo casero individual? To-
sistema capitalista sólo gentes con bolsas bien repletas davía tendremos que luchar con el problema de los hijos.
pueden permitirse el gusto de comer en los restaurantes, Pero en lo que se refiere a esta cuestión, el Estado de los

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Trabajadores acudirá en auxilio de la familia, sustituyén- de los jornales, la inseguridad en el trabajo y hasta el
dola; gradualmente, la Sociedad se hará cargo de todas hambre convierten frecuentemente al niño de diez años de
aquellas obligaciones que antes recaían sobre los padres. la clase trabajadora en un obrero a su vez independiente.
Bajo el régimen capitalista la instrucción del niño ha Desde este momento, tan pronto como el hijo (lo mismo
cesado de ser una obligación de los padres. El niño apren- si es chico o chica) comienza a ganar un jornal, se consi-
de en la escuela. En cuanto el niño entra en la edad esco- dera a sí mismo dueño de su persona, hasta tal punto que
lar, los padres respiran tnás libremente. Cuando llega este las palabras y los consejos de sus padres dejan de causar-
momento, el desarrollo intelectual del htjo deja de ser un le la menor impresión, es decir, que se debilita la autori-
asunto de su incumbencia. dad de los padres y termina la obediencia.
Sin embargo, con ello no terminaban todas las obliga- A medida que van desapareciendo uno a uno los traba-
ciones de la familia con respecto al niño. Todavía subsis- jos domésticos de la familia, todas las obligaciones de
tía la obligación de alimentar al niño, de calzarle, vestir- sostén y crianza de los hijos son desempeñadas por la so-
le, convertirlo en obrero diestro y honesto para que, con ciedad en lugar de por los padres. Bajo el sistema capita-
el tiempo, pudiera bastarse a sí misn1o y ayudar a sus pa- lista, los hijos eran con demasiada frecuencia, en la fami-
dres cuando éstos llegaran a viejos. lia proletaria, una carga pesada e insostenible.
Pero lo más corriente era, sin embargo, que la familia
obrera no pudiera casi nunca cumplir enteramente estas
obligaciones con respecto a sus hijos. El reducido salario El niño y el Estado comunista
de que depende la familia obrera no le permite ni tan si-
quiera dar a sus htjos lo suficiente para comer, mientras En este aspecto también acudirá la Sociedad Comunista
que el excesivo trabajo que pesa sobre los padres les impi- en auxilio de los padres. En la Rusia Soviética se han em-
de dedicar a la educación de la joven generación toda la prendido, merced a los Comisariados de Educación Pú-
atención a que obliga este deber. Se daba por sentado que blica y Bienestar Social, grandes adelantos. Se puede de-
la familia se ocupaba de la crianza de los hijos. ¿Pero lo cir que en este aspecto se han hecho ya muchas cosas para
hacía en realidad? Más justo sería decir que es en la calle facilitar la tarea de la familia de criar y mantener a los
donde se crían los hijos de los proletarios. Los niños de la hijos.
clase trabajadora desconocen las satisfacciones de la vida Existen ya casas para los niños lactantes, guarderías in-
familiar, placeres de los cuales participamos todavía no- fantiles, jardines de infancia, colonias y hogares para ni-
sotros con nuestros padres. ños, hospitales y sanatorios para los enfermos o delica-
Pero, además, hay que tener en cuenta que lo reducido dos, restaurantes, comedores gratuitos para los alumnos

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en escuelas, libros de estudio gratuitos, ropas de abrigo y gar los esfuerzos del proletariado hacia su libertad, para
calzado para los niños de los establecimientos de ense- debilitar el espíritu revolucionario del hombre y de la
ñanza. ¿Todo esto no demuestra suficientemente que el mujer proletarios. La preocupación por lo que le pueda
niño sale ya del marco estrecho de la familia, pasando la pasar a su familia, priva al obrero de toda su firmeza, le
carga de su crianza y educación de los padres a la colec- obliga a transigir con el capital. ¿Qué no harán los padres
tividad? proletarios si sus hijos tienen hambre?
Los cuidados de los padres con respecto a Jlos hijos pue- Contrariamente a lo que sucede en la sociedad capita-
den clasificarse en tres grupos: 1°, cuidados que los niños lista, que no ha sido capaz de transformar la educación de
requieren imprescindiblemente en los primeros tiempos
1

la juventud en una verdadera función social, en una obra


de su vida; 2°, los cuidados que supone la crianza del ni- del Estado, la Sociedad Comunista considerará como base
fío, y 3°, los cuidados que necesita la educación del niño. real de sus leyes y costumbres, como la primera piedra del
Lo que se refiere a la instrucción de los niños, en escue- nuevo edificio, la educación social de la generación na-
las primarias, institutos y universidades, se ha convertido ciente.
ya en una obligación del Estado, incluso en la sociedad No será la familia del pasado, mezquina y estrecha, con
capitalista. riñas entre los padres, con sus intereses exclusivistas para
Por otra parte, las ocupaciones de la clase trabajadora, sus hijos, la que moldeará el hombre de la sociedad del
las condiciones de vida, obligaban, incluso en la sociedad mañana.
capitalista, a la creación de lugares de juego, guarderías, El hombre nuevo, de nuestra nueva sociedad, será mol-
asilos, etc. Cuanto más conciencia tenga la clase trabaja- deado por las organizaciones socialistas, jardines infanti-
dora de sus derechos, cuanto mejor estén organizados en les, residencias, guarderías de niños, etc., y muchas otras
cualquier Estado, tanto n1ás interés tendrá la sociedad pa- instituciones de este tipo, en las que el niño pasará la ma-
ra aliviar a la familia del cuidado de los hijos. yor parte del día y en las que educadores inteligentes le
Pero la sociedad burguesa tiene miedo de ir detnasiado convertirán en un comunista consciente de la magnitud de
lejos en lo que respecta a considerar los intereses de la esta inviolable divisa: solidaridad, camaradería, ayuda
clase trabajadora, y mucho más si contribuye de este mo- mutua y devoción a la vida colectiva.
do a la desintegración de la familia.
Los capitalistas se dan perfecta cuenta de que el viejo
tipo de familia, en la que la esposa es una esclava y el va- La subsistencia de la madre asegurada
rón es responsable del sostén y bienestar de la familia, de
que una familia de ·esta clase es la mejor arma para aho- Veamos ahora, una vez que no se precisa atender a la

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crianza y educación de los hijos, qué es lo que quedará de liberando de todos los trabajos domésticos que anterior-
las obligaciones de la familia con respecto a sus hijos, mente eran otros tantos pilares que sostenían la familia
particularmente después que haya sido aliviada de la ma- como un todo social. ¿Los cuidados de la limpieza, etc.,
yor parte de los cuidados materiales que lleva consigo el de la casa? También parece que han demostrado su inuti-
nacúniento de un hijo, o sea, a excepción de los cuidados lidad. ¿Los hijos? Los padres proletarios no pueden ya
que r1equiere el niño recién nacido cuando todavía necesi- atender a su cuidado; no se pueden asegurar ni su subsis-
ta la atención de su madre, mientras aprende a andar, tencia ni su educación.
agarrándose a las faldas de su madre. En esto también el Estas es la situación real cuyas consecuencias sufren
Estado Comunista acude presuroso en auxilio de la madre por igual los padres y los hijos.
trabajadora. Ya no existirá la madre agobiada con un chi- Por tanto, la Sociedad Comunista se acercará al hombre
quillo en brazos. El Estado de los Trabajadores se encar- y a la mujer proletarios para decirles: "Sois jóvenes y os
gará de la obligación de asegurar la subsistencia a todas amáis". Todo el mundo tiene derecho a la felicidad. Por
las madres, estén o no legítimamente casadas, en tanto eso debéis vivir vuestra vida. No tengáis miedo al matri-
que amamanten a su hijo; instalará por doquier casas de monio, aun cuando el matrimonio no fuera más que una
maternidad, organizará en todas las ciudades y en todos cadena para el hombre y la mujer de la clase trabajadora
los pueblos guarderías e instituciones semejantes para que en la sociedad capitalista. Y, sobre todo, no temáis, sien-
la mujer pueda ser útil trabajando para el Estado mientras, do jóvenes y saludables, dar a vuestro país nuevos obre-
al mismo tienrrpo, cumple sus funciones de madre. ros, nuevos ciudadanos niños. La sociedad de los trabaja-
dores necesita de nuevas fuerzas de trabajo; saluda la lle-
gada de cada recién venido al mundo. Tampoco temáis
El matrimonio dejará de ser una cadena por el futuro de vuestro hijo; vuestro hijo no conocerá el
hambre, ni el frío. No será desgraciado, ni quedará aban-
Las tnadres obreras no tienen por qué alarmarse. La donado a su suerte como sucedía en la sociedad capitalis-
Sociedad Comunista no pretende separar a los hijos de los ta. Tan pronto como el nuevo ser llegue al mundo, el Es-
padrt~s, ni arrancar al recién nacido del pecho de su ma- tado de la clase trabajadora, la Sociedad Comunista, ase-
dre. No abriga la menor intención de recurrir a la violen- gurará el hijo y a la madre una ración para su subsistencia
cia para destruir la familia como tal. Nada de eso. Estas y cuidados solícitos. La Patria comunista alimentará, cria-
no son las aspiraciones de la Sociedad Comunista. rá y educará al niño. Pero esta patria no intentará, en
¿Qué es lo que presenciamos hoy? Pues que se rompen modo alguno, arrancar al hijo de los padres que quieran
los lazos de la gastada familia. Esta, gradualmente, se va participar en la educación de sus pequeñuelos. La Socie-

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dad Comunista tomará a su cargo todas las obligaciones ras. ¡No más "servidumbre" doméstica para la mujer! ¡No
de la educación del niño, pero nunca despojará de las más desigualdad en el seno mismo de la familia! ¡No más
alegrías paternales, de las satisfacciones maternales a temor por parte de la mujer de quedarse sin sostén y
aquellos que sean capaces de apreciar y comprender es- ayuda si el marido la abandona!
tas alegrías. ¿Se puede, pues, llamar a esto destrucción La mujer, en la Sociedad Comunista, no dependerá de
de la familia por la violencia o separación a la fuerza de su marido, sino que sus robustos brazos serán los que la
la n1adre y el hijo? proporcionen el sustento. Se acabará con la incertidumbre
sobre la suerte que puedan correr los hijos. El Estado co-
munista asumirá todas estas responsabilidades. El ma-
La familia como unión de afectos y camaradería trimonio quedará purificado de todos sus elementos mate-
riales, de todos los cálculos de dinero que constituyen la
Hay algo que no se puede negar, y es el hecho de que le repugnante mancha de la vida familiar de nuestro tiempo.
ha ll'egado su hora al viejo tipo de familia. No tiene de El matrimonio se transformará desde ahora en adelante en
ello la culpa el comunismo: es el resultado del cambio la unión sublime de dos almas que se aman, que se profe-
experimentado por la condiciones de vida. La familia ha sen fe mutua; una unión de este tipo promete a todo obre-
dejado de ser una necesidad para el Estado como ocurría ro, a toda obrera, la más completa felicidad, el máximo de
en el pasado. la satisfacción que les puede caber a criaturas conscientes
Todo lo contrario, resulta algo peor que inútil, puesto de sí mismas y de la vida que les rodea.
que sin necesidad impide que las mujeres de la clase tra- Esta unión libre, fuerte en el sentimiento de camarade-
bajadora puedan realizar un trabajo mucho .más producti- ría en que está inspirada, en vez de la esclavitud conyugal
vo y mucho más importante. Tampoco es ya necesaria la del pasado, es lo que la sociedad comunista del mañana
familia a sus miembros, puesto que la tarea de criar a los ofrecerá a hombres y mujeres.
hijos, que antes le pertenecía por completo, pasa cada vez Una vez se hayan transformado las condiciones de tra-
más a manos de la colectividad. bajo, una vez haya aumentado la seguridad material de la
Sobre las ruinas de la vieja vida familiar veremos pron- mujer trabajadora; una vez haya desaparecido el matri-
to resurgir una nueva forma de familia que supondrá rela- monio tal y como lo consagraba la Iglesia -esto es, el lla-
ciones completrumente diferentes entre el hombre y la mu- mado matrimonio indisoluble, que no era en el fondo más
jer, basadas en una unión de afectos y camaradería, en que un mero fraude-, una vez este matrimonio sea susti-
una unión de dos personas iguales en la Sociedad Comu- tuido por la unión libre y honesta de hombres y mujeres
nista, las dos libres, las dos independientes, las dos obre- que se aman y son camaradas, habrá comenzado a desapa-

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recer otro vergonzoso azote, otra calamidad horrorosa que gará a no establecer diferencias entre "los tuyos y los
mancilla a la humanidad y cuyo peso recae por entero so- míos"; tendrá que recordar siempre que desde ahora no
bre el hambre de la m.ujer trabajadora: la prostitución. habrá más que "nuestros" hijos, los del Estado Comunis-
ta, posesión común de todos los trabajadores.

Se acabará para siempre la prostitución


La igualdad social del hombre y la mujer
Esta vergüenza se la debemos al sistema económico hoy
en vigor, a la existencia de la propiedad privada. Una vez El Estado de los Trabajadores tiene necesidad de una
haya desaparecido la propiedad privada, desaparecerá au- nueva forma de relación entre los sexos. El cariño exclu-
tomáticamente el comercio de la mujer. sivista de la madre por sus hijos tiene que ampliarse hasta
Por tanto, la mujer de la clase trabajadora debe dejar de dar cabida a todos los niños de la gran familia proletaria.
preocupars,e porque esté llamada a desaparecer la familia En vez del matrimonio indisoluble basado en la servi-
tal y conforme está constituida en la actualidad. Sería mu- dumbre de la mujer, nacerá la unión libre fortificada por
cho mejor que saludaran con alegría la aurora de una el amor y el respeto rnutuo de dos miembros del Estado
nueva sociedad, que liberará a la mujer de la servidumbre Obrero, iguales en sus derechos y en sus obligaciones.
doméstica, que aliviará la carga de la maternidad para la En vez de la familia de tipo individual y egoísta, se le-
mujer, una sociedad en la que, fmalmente, veremos desa- vantará una gran familia universal, en la cual todos los
parecer la más terrible de las maldiciones que pesan sobre trabajadores, hombres y mujeres, serán ante todo obreros
la mujer: la prostitución. y camaradas. Estas serán las relaciones entre hombres y
La mujer, a la que invitamos a que luche por la gran mujeres en la Sociedad Comunista de mañana. Estas nue-
causa de la liberación de los trabajadores, tiene que saber vas relaciones asegurarán a la humanidad todos los goces
que en el nuevo Estado no habrá motivo alguno para sepa- del llamado amor libre, ennoblecido por una verdadera
raciones mezquinas, como ocurre ahora. igualdad social entre compañeros, goces que son desco-
"Estos son mis hijos. Ellos son los únicos a quienes de- nocidos en la sociedad comercial del régimen capitalista.
bo toda mi atención maternal, todo mi afecto; ésos son hi- ¡Abrid paso a la existencia de una infancia robusta y sa-
jos tuyos; son los hijos del vecino. No tengo nada que ver na; abrid paso a una juventud vigorosa que ame la vida
con ellos. Tengo bastante con los míos propios". con todas sus alegrías, una juventud libre en sus senti-
Desde ahora, la tnadre obrera que tenga plena concien- mientos y en sus afectos!
cia de su función social, se elevará a tal extremo que lle- Esta es la consigna de la Sociedad Comunista. En nom-

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bre de la igualdad, de la libertad y del amor, hacemos un LA PROSTITUCIÓN Y CÓMO COMBATIRLA
llamamiento a todas las mujeres trabajadoras, a todos los
DISCURSO EN LA TERCERA CONFERENCIA DE
hombres trabajadores, mujeres campesinas y campesinos
DIRIGENTES DE LOS DEPARTAMENTOS REGIONALES DE
para que resueltamente y llenos de fe se entreguen al tra- LA MUJER DE TODA RUSIA
bajo de reconstrucción de la sociedad humana para hacer-
la más perfecta, más justa y más capaz de asegurar al indi-
viduo la felicidad a que tiene derecho.
La bandera roja de la revolución social que ondeará Camaradas, la cuestión de la prostitución es un tema
después de Rusia en :otros países del mundo proclama difícil y espinoso al que se le ha prestado muy poca aten-
que no está lejos el momento en el que podamos gozar ción en la Rusia soviética. Esta oscura herencia de nues-
del cielo en la tierra, a lo que la humanidad aspira desde tro pasado capitalista continúa envenenando el ambiente
hace siglos. de la república de los trabajadores y afecta a la salud físi-
ca y moral de los obreros de la Rusia soviética. Es cierto
que en tres años de revolución la naturaleza de la prosti-
tución ha variado un poco bajo la presión de las cambian-
tes condiciones económico-sociales. Pero estamos toda-
vía lejos de librarnos de este mal. La prostitución sigue
existiendo y amenaza el sentimiento de solidaridad y ca-
maradería entre los obreros y las obreras, los miembros de
la república de los trabajadores. Y este sentimiento es el
cimiento, la base de la sociedad comunista que estamos
construyendo y haciendo realidad. Es hora de que afron-
temos este problema. Es hora de que reflexionemos y
atendamos a los motivos que dan lugar a la prostitución.
Es hora de que encontremos formas y medios de desha-
cemos de una vez por todas de este mal, para el cual no
hay lugar en una república de los trabajadores.
Nuestra república de los trabajadores hasta ahora no ha
aprobado leyes enfocadas a la erradicación de la prostitu-
ción, y ni siquiera ha publicado una redacción prestigiosa

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y científica de la consideración de que la prostitución es ya redactado. Nuestra actitud vaga hacia este complejo
algo que perjudica al colectivo. Sabemos que la prostitu- fenómeno social es la responsable de algunas distorsiones
ción es un mal, hasta reconocemos que, en este momento, y desviaciones de los principios subyacentes a nuestra le-
en este período de transición tan complejo, la prostitución gislación y moral.
se ha vuelto extremadamente común. Pero hemos dejado Debemos por tanto no sólo encarar el problema de la
de lado el asunto, nos hemos quedado callados al respec- prostitución sino buscar una solución que esté en la línea
to. En parte por las actitudes hipócritas que hemos here- de nuestros principios fundamentales y el programa de
dado de la burguesía, y en parte por nuestra propia reti- transformación económica y social que sigue el partido de
cencia a considerar y ponemos de acuerdo sobre el perjui- los comunistas. Debemos, sobre todo, defmir claramente
cio que causan el incremento y la extensión masiva de la qué es la prostitución. La prostitución es un fenómeno que
prostitución en el colectivo obrero. Y nuestra desgana en está estrechamente ligado a las rentas, y se desarrolla y
la lucha contra la prostitución se ha visto reflejada en prospera en la época dominada por el capital y la propie-
nuestra legislación. dad privada. Las prostitutas, desde nuestro punto de vista,
Hasta ahora no hemos aprobado ningún estatuto que son mujeres que venden su cuerpo a cambio de beneficio
reconozca la prostitución como un fenómeno social per- material -por comida decente, por ropa y otras ventajas;
judicial. Cuando las viejas leyes zaristas fueron derogadas son prostitutas todas aquellas que evitan la necesidad de
por el Consejo de Comisarios del Pueblo, se suprimieron trabajar entregándose a sí mismas a un hombre, ya sea por
todos los estatutos sobre la prostitución. Pero no se pre- un tiempo o de por vida.
sentaron nuevas medidas basadas en los intereses del pue- Nuestra república soviética de trabajadores ha heredado
blo trabajador. Por consiguiente, la política de las autori- la prostitución del pasado capitalista, donde sólo un
dades soviéticas hacia las prostitutas y la prostitución se pequeño número de mujeres trabajaban directamente en
ha caracterizado por su diversidad y sus contradicciones. la economía nacional y la mayoría contaba con el sostén
En algunas áreas la policía todavía detiene a prostitutas masculino de la familia, con el padre o el marido. La pros-
igual que en los viejos tiempos. En otros lugares, subsis- titución surgió con los primeros Estados como una som-
ten burdeles muy abiertamente {la Comisión Interdepar- bra inevitable de la institución oficial del matrimonio, que
tamental para la Lucha contra la Prostitución tiene datos estaba concebido para preservar los derechos de la pro-
sobre esto). Y hay otros sitios donde las prostitutas son piedad privada y garantizar la herencia de la propiedad a
consideradas criminales y son recluidas en campos de tra- través de un linaje de herederos legítimos. La institución
bajos forzados. Las diferentes actitudes de las autoridades del matrimonio hizo posible impedir que la riqueza acu-
locales resaltan así la ausencia de un estatuto reconocido mulada fuera desperdigada entre un gran número de "he-

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rederos". Pero hay una gran diferencia entre la prostitu- amenazantes por primera vez. La venta del trabajo de la
ción de Grecia y Roma y la prostitución que conocemos mujer, que está estrecha e inseparablemente conectada a
hoy. En los tiempos antiguos el número de prostitutas era la venta del cuerpo femenino, se incrementa ininterrum-
pequeño, y no existía esa hipocresía, esencia de la moral pidamente, llevando a una situación donde la respetada
del mundo burgués, que fuerza a la sociedad burguesa a esposa de un obrero, y no sólo la abandonada y "deshon-
quitarse el sombrero respetuosamente ante la "legítima rada" chica, se une a las filas de las prostitutas: una madre
esposa" de un magnate industrial (la cual obviamente se por el bien de sus hijos, o una joven como Sonya Marme-
ha vendido a un marido al que no ama) para repudiar a ladova por el bien de su familia. Este es el horror y la
una chica que ha sido fdrzada a las calles a causa de lapo- desesperanza que resulta de la explotación del trabajo por
breza, la indigencia, el desempleo y otras situaciones so- el capital. Cuando los salarios de una mujer son insufi-
ciales que se derivan de la existencia del capitalismo y la cientes para mantenerla viva, la venta de favores parece
propiedad privada. El mundo antiguo tenía la prostitución una posible ocupación complementaria. La moral hipócri-
como c;omplemento legal a las relaciones exclusivamente ta de la sociedad burguesa fomenta la prostitución por la
familiares. Aspasia, la amante de Pericles, era respetada estructura de su economía explotadora, mientras que al
por sus contemporáneos mucho más que las insulsas mu- mismo tiempo cubre con desprecio a cualquier chica o
jeres del aparato de reproducción [entiéndase aquí apara- mujer que es forzada a tomar este camino.
to como conjunto de personas -nota del traductor]. La sombra negra de la prostitución acecha al matrimo-
En la Edad Media, donde predominaba la producción nio legal de la sociedad burguesa. La historia nunca antes
artesanal, la prostitución era aceptada como algo natural ha presenciado tal crecimiento de la prostitución como ha
y legítimo. Las prostitutas tenían sus propios gremios y ocurrido en la última parte del siglo XIX y el siglo XX.
participaban en festivales y actividades locales de igual En Berlín hay una prostituta por cada veinte de las llama-
manera que los otros gremios. La prostituta aseguraba que das mujeres honestas. En París la proporción es de una de
las hijas de los respetables ciudadanos permanecieran cada dieciocho y en Londres de una de cada nueve. Exis-
cast-:ts y sus mujeres fieles, ya que los hombres solteros ten diferentes tipos de prostitución: existe una prostitu-
podü.m, por una retribución, acudir a las miembros del ción abierta, que es legal y está sujeta a regulación, y está
gremio para obtener consuelo. La prostitución se tomaba el tipo secreto, "ten1poral". Todas las formas de prostitu-
así beneficiosa para los respetables propietarios y era ción florecen como una flor venenosa en los barrizales del
abiertan1ente aceptada por ellos. estilo de vida burgués.
Con el ascenso del capitalismo, la situación cambia. En El mundo de la burguesía no perdona ni a las niñas, for-·
los siglos XIX y XX la prostitución alcanza proporciones zando a las jovencitas de nueve y diez años a los sórdidos

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abusos de ancianos ricos y depravados. En los países ca- turaleza. Independientemente de dónde o cómo tales mu-
pitalistas hay burdeles que se especializan exclusivamen- jeres pudieran haber vivido, se habrían dedicado a una vi-
te en chicas jovencísin1as. En el actual período de pos- da de pecadoras. Los marxistas y los académicos, médi-
guerra, toda mujer tiene que afrontar la posibilidad del de- cos y estadísticos más conscientes han demostrado clara-
sempleo. El paro azota a la mujer en particular y causa un mente la idea de que la "disposición innata" es falsa. La
enorme incremento del ejército de las "mujeres calleje- prostitución es sobre todo un fenómeno social; está estre-
ras". Masas hambrientas de mujeres en busca de compra- chamente conectado a la necesitada posición de la mujer y
dores de "blancas" inundan de noche las calles de Berlín, su dependencia económica con respecto al hombre en el
París y otros centros desarrollados de los Estados capi- matrimonio y la familia. Las raíces de la prostitución están
talistas. El comercio con los cuerpos de mujeres se desa- en la economía. La mujer, por un lado, está en una posi-
rrolla muy a la luz, lo cual no debe sorprendemos si con- ción económicamente vuh1erable, y, por el otro, condicio-
sideramos que toda la vida burguesa está basada en la nada por siglos de educación para esperar favores mate-
compra y la venta. Hay un elemento innegable de consi- riales de un hombre a cambio de favores sexuales -ya se
deraciones materiales y económicas incluso en el más den estos dentro o fuera de la atadura del matrimonio. Es-
legal de los matrimonios. La prostitución es la única sali- ta es la raíz del problema. Aquí está el origen de la pros-
da para la mujer que no puede mantenerse permanente- titución.
mente. La prostitución bajo el capitalismo les da la opor- Si los académicos burgueses de la escuela Lombroso-
tunidad a los hornbres de tener relaciones sexuales sin Tamovsky estuviesen en lo cierto al mantener que las
tener que asumir la responsabilidad de mantener a las mu- prostitutas nacen con el sello de la corrupción y la anor-
jeres hasta la tumba. malidad sexual, ¿cómo se explicaría algo que es bien sa-
Pero si la prostitución tiene tanto arraigo y está tan ex- bido por todos: que en tiempos de crisis y desempleo el
tendida, hasta en la misma Rusia, ¿cómo debemos luchar número de prostitutas se incrementa inmediatamente?
contra ella? Para responder a esta cuestión debetnos pri- ¿Cómo se explicaría que los proveedores de "mercancía
niero analizar con más detalle los factores que hacen ~ur­ humana" que llegaban a la Rusia zarista provenientes de
gir la prostitución. A la ciencia burguesa y sus académi.. otros países de Europa occidental siempre encontraban
cos les encanta demostrar al mundo que la prostitución es una buena cosecha en zonas donde los cultivos habían si-
un fenómeno patológico, por ejemplo, que es el resultado do un fracaso y la población estaba sufriendo hambre?
de las anormalidades de algunas mujeres. Del mismo ¿Por qué tantas de mujeres que supuestamente están des-
modo que algunas personas son criminales por naturale- tinadas por naturaleza a la ruina sólo se han dado a la
za, algunas mujeres, se argumenta, son prostitutas por na- prostitución en años de hambre y desempleo?

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Es también significativo que en los países capitalistas la ciales, la dependencia económica de la mujer respecto al
prostitución recluta a sus empleados entre los sectores hombre, y la mala costumbre por la cual las mujeres espe-
desposeídos de la población. Trabajo mal pagado, indi- ran sermantenidas a cambio de favores sexuales en vez
gencia, pobreza extrema y la necesidad de mantener a los de a cambio de su trabajo.
hermanos y hermanas más pequeños: estos son los facto- La revolución obrera en Rusia ha destrozado las bases
res causantes del mayor número de prostitutas. Si las teo- del capitalismo y ha asestado un duro golpe a la antigua
rías burguesas sobre la disposición innata corrupta y cri- dependencia de la mujer respecto al hombre. Todos los
minal fueran ciertas, entonces todas las clases de la ciudadanos son iguales ante la comunidad del trabajo.
población deberían contribuir igualmente a la prostitu- Están obligados por igual a trabajar por el bien común y
ción. Debería haber la misma proporción de mujeres co- son aptos por igual para el apoyo del colectivo cuando lo
rnlptas entre los ricos y entre los pobres. Pero las prosti- necesiten. Una mujer se mantiene no mediante el matri-
tutas profesionales, mujeres que viven de sus propios monio sino por el papel que juega en la producción y por
cuerpos, son contratadas en las clases pobres con raras la contribución que realiza a la riqueza popular. Las rela-
excepciones. La pobreza, el hambre, la privación y las fla- ciones entre los sexos se están transformando. Pero toda-
grantes desigualdades sociales, que son la base del orden vía somos prisioneros de las viejas ideas. Además, la es-
burgués, conducen a estas mujeres a la prostitución. tructura económica está lejos de ser completamente or-
O de nuevo uno puede señalar que las prostitutas en los ganizada de un modo nuevo, y el comunismo queda aún
países capitalistas tienen en su n1ayoría entre 13 y 20 muy lejos. En este período de transición es natural que la
años, de acuerdo con las estadísticas. Niñas y mujeres jó- prostitución siga teniendo un fuerte arraigo. Al fm y al ca-
venes, en otras palabras. Y la mayotia están solas y sin bo, aunque las causas principales de la prostitución -la
hogar. Las niñas criadas en ambientes ricos que tienen propiedad privada y la política de fortalecimiento de la fa-
una estupenda familia burguesa que las protege rara vez milia- han sido eliminadas, otros factores tienen peso. La
caen en la prostitución. Las excepciones son generalmen- indigencia, el abandono, las condiciones insalubres en las
te víctimas de trágicas circunstancias. Por lo común son viviendas, la soledad y los bajos salarios para la mujer se
víctimas de la "doble moral" hipócrita. La farrúlia bur- mantienen en nuestros días. Nuestro aparato productivo
guesa abandona a la chica que ha "pecado" y ella -sola, sigue desplomado y continúa la dislocación de la econo-
sin manteninliento y estigmatizada por el desprecio de la mía nacional. Estas y otras condiciones económico-so-
sociedad- ve en la prostitución la única salida. ciales llevan a la mujer a prostituirse.
Podemos por tanto enumerar como factores causantes Luchar contra la prostitución significa sobre todo luchar
de la prostitución: los salarios bajos, las desigualdades so- contra estas condiciones -en otras palabras, significa apo-

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yar la política general del gobierno soviético, que está di- república de los trabajadores? No. No puede ser permiti-
rigida al fortalecimiento de las bases del comunismo y la do, porque reduce las reservas de energía y el número de
organización de la producción. las manos laboriosas que están creando la riqueza nacio-
Algunos podrían decir que no se necesita ninguna cam- nal y el bienestar general. Desde el punto de vista de la
paña especial, puesto que la prostitución estará fuera de economía nacional la prostituta profesional es una deser-
lugar una vez que el poder de los obreros y las bases del tora del trabajo. Por esta razón debemos oponemos sin
comunismo estén fortalecidos. Este tipo de argumento no compasión a la prostitución. Por los intereses de la eco-
tiene en cuenta el efecto dañino y divisor que tiene la nomía debemos empezar una lucha inmediata por reducir
prostitución en la construcción de una nueva sociedad el número de prostitutas y eliminar la prostitución en to-
comunista. das sus formas.
La consigna correcta fue formulada en el prin1er Con- Es hora de que entendamos que la existencia de la pros-
greso de la Mujer Obrera y Campesina de Toda Rusia: titución contradice los principios básicos de una repúbli-
"Una mujer de la república obrera soviética es una ciuda- ca de los trabajadores que lucha contra toda forma de
dana libre con iguales derechos, y no puede ni debe ser salario inmerecido. En los tres años de revolución nues-
objeto de compra y venta". La consigna se proclamó, pero tras ideas sobre este tema han cambiado mucho. Una nue-
no se hizo nada. Sobre todo la prostitución perjudica la va filosofía, que tiene poco en común con las viejas ideas,
economía nacional y obstaculiza el desarrollo de las fuer- está forjándose. Hace tres años considerábamos a un co-
zas productivas. Sabemos que sólo podemos superar el merciante una persona totalmente respetable. Asegurán-
caos y mejorar la industria si empleamos los esfuerzos y donos de que sus cuentas estaban en orden y no engañaba
las energías de los obreros y si organizamos la fuerza de ni estafaba a su cliente de una forma demasiado clara, era
trabajo disponible de los hmnbres y las mujeres de la ma- recompensado con el título de "comerciante de primera",
nera más racional posible. ¡Abajo el trabajo improductivo "estimado ciudadano", etc.
de las tareas domésticas y del cuidado de los niños! Abrir Desd~e la revolución las actitudes hacia el comercio y
paso al trabajo que está organizado y es productivo, y que los comerciantes han cambiado radicalmente. Ahora lla-
sirve a la comunidad del trabajo. Estas son las consignas mamos al "comerciante honrado" un especulador, y en
que nos deben ocupar. vez de recompensado con títulos honorarios lo llevamos
¿Y qué es, después de todo, la prostituta profesional? Es ante una comisión especial y lo ponemos en un campo de
una persona cuya energía no es usada por y para el colec- trabajos forzados. ¿Por qué hacemos esto? Porque sabe-
tivo; una persona que vive de los demás, tomando de las mos que solamente podemos construir una nueva econo-
raciones de los demás. ¿Se puede permitir esto en una mía comunista si todos los ciudadanos adultos se impli-

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can en el trabajo productivo. La persona que no trabaja y duzca su capacidad de trabajo. Y la prostitución extiende
que vive de alguien o de un salario inmerecido perjudica enfermedades venéreas. Por supuesto, no es el único me-
al colectivo y a la república. Nosotros, por tanto, perse- dio por el cual la enfermedad se transmite. El hacina-
guimos a los especuladores, a los comerciantes y a los miento, la ausencia de hábitos de higiene, la vajilla y las
acaparadores, ya que todos viven de las rentas. Debemos toallas comunes también contribuyen. Además, en esta
luchar contra la prostitución como otra forma de deser- época de normas morales cambiantes y particularmente
ción laboral. cuando hay también un continuo movimiento de tropas
Por tanto, no condenamos la prostitución y luchamos de un sitio a otro, se registra un intenso ascenso en el nú-
contra ella como una categoría especial sino como un tipo mero de casos de enfermedades venéreas que tuvieron
de deserción laboral. Para nosotros en la república de los lugar al margen de la prostitución comercial. La guerra
trabajadores no es importante si una mujer se vende a un civil, por ejemplo, está arrasando en las fértiles regiones
hombre o a muchos, si está considerada como una prosti- del sur. Los cosacos fueron abatidos y han regresado con
tuta profesional vendiendo sus favores a unos clientes o los Blancos. Las mujeres se quedan solas en las aldeas.
como esposa vendiéndose a su marido. Todas las mujeres Tienen abundancia de todo excepto de maridos. Lastro-
que evitan el trabajo y no toman parte en la producción o pas del Ejército Rojo entran en la aldea. Son alojados en
en el cuidado de los niños se exponen a la posibilidad de las casas y se quedan varias semanas. Se desarrollan rela-
que, al igual que a las prostitutas, se las fuerce a trabajar. ciones libres entre los soldados y las mujeres. Estas re-
No podemos diferenciar entre una prostituta y una esposa laciones no tienen nada que ver con la prostitución: la
legítima mantenida por su esposo, quienquiera que sea su mujer va con el hombre voluntariamente porque se sien-
marido -incluso si es un "comisario". El fracaso a la hora te atraída por él, y no hay ningún pensamiento de obte-
de forrnar parte del trabajo productivo es el hilo común ner ganancia material de ello. No es el soldado del Ejér-
que conecta a todos los desertores del trabajo. El colecti- cito Rojo el que mantiene a la mujer sino más bien lo
vo obrero condena a la prostituta no porque entregue su contrario. La mujer cuida de él durante el tiempo en que
cuerpo a muchos hombres sino porque, igual que la espo- las tropas se alojan en la aldea. Las tropas se marchan,
sa legítima que se queda en casa, no hace ningún trabajo pero dejan enfermedades venéreas detrás. La infección se
útil para la sociedad. extiende. Las enfermedades se desarrollan, se multipli-
La segunda razón para organizar una campaña delibera- can y amenazan con destrozar a las generaciones más
da y planificada contra la prostitución es la de salvaguar- jóvenes.
dar la salud del pueblo. La Rusia soviética no quiere que En una reunión conjunta del departamento de protec-
la enfermedad paralice y debilite a sus ciudadanos y re- ción de la maternidad y el departamento de la mujer, el

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profesor Koltsov habló de eugenesia, la ciencia de mante- mente más conscientes deberían en consecuencia fomen-
ner y mejorar la salud de la humanidad. La prostitución tar el desarrollo de la solidaridad en todos los sentidos y
está estrechamente relacionada con este problema, ya que luchar contra los que entorpecen su desarrollo -la prosti-
es una de las formas principales en que se extienden las tución destruye la igualdad, la solidaridad y el compañe-
infecciones. Las tesis de la comisión interdepartamental rismo de las dos mitades de la clase obrera. Un hombre
sobre la lucha contra la prostitución señalan que es una ta- que compra los favores de una mujer no la ve como una
rea urgente el desarrollo de medidas especiales para lu- camarada o como una persona con iguales derechos. Ve a
char contra las enfermedades venéreas. Se deben por su- la mujer como dependiente de él nlismo y como una cria-
puesto dar pasos para tr~tar todo tipo de enfermedades, y tura desigual de rango inferior que es inservible al Estado
no sólo la prostitución en la forma que la hipócrita so- de los trabajadores. El desprecio que tiene por la prostitu-
ciedad burguesa lo hace. Pero aunque las enfermedades se ta, cuyos favores ha comprado, afecta en su actitud hacia
extiendan hasta cierto punto por las circunstancias coti- todas las mujeres. El desarrollo de la prostitución, lejos de
dianas, no obstante es esencial difundir una clara idea de permitir el incremento del sentimiento de camaradería y
cuál es el papel que la prostitución juega aquí. La organi- de la solidaridad, fortalece la desigualdad de las relacio-
zación correcta de la educación se~xual para los jóvenes es nes entre sexos.
especialmente importante. Debemos armar a los jóvenes La prostitución es ajena y perjudicial para la nueva mo-
de información precisa que les permita llegar a la vida con ral comunista que está en proceso de formación. La tarea
los qios abiertos. No debemos quedamos por más tiempo del partido en general y de los departamentos de la mujer
callados ante cuestiones relacionadas con la vida sexual; en particular debe ser lanzar una amplia y decidida cam-
debemos romper con la falsa e intolerante moral burguesa. paña contra esta herencia del pasado. En la sociedad bur-
La prostitución no es compatible con la república obre- guesa todos los intentos de luchar contra la prostitución
ra soviética por una tercera razón: no contribuye al desa- eran un inútil gasto de energía, ya que los dos factores que
rrollo y fortalecimiento ni del carácter de clase del prole- alimentaban el fenómeno -la propiedad privada y la de-
tariado ni de su nueva moral. pendencia material, directa de la mayoría de las mujeres
¿Cuál es el atributo fundamental de la clase obrera? respecto al hombre- estaban frrmemente establecidas. En
¿Cuál t~s su arma moral más fuerte en esta lucha? La soli- una república de los trabajadores la situación ha cambia-
daridad y el compañerismo es la base del comunismo. do. La propiedad privada se ha abolido y todos los ciuda-
Hasta que este sentido no se desarrolle ampliamente entre danos de la república están obligados a trabajar. El matri-
los trabajadores, la construcción de una verdadera socie- monio ha dejado de ser un método mediante el cual la mu-
dad comunista es inconcebible. Los comunistas política- jer podía encontrar alguien que la mantuviese y así evitar

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la necesidad de trabajar y de mantenerse a sí misma me- masas en tomo a la cuestión de la prostitución. Debemos
diante su propio trabajo. Los grandes factores sociales abordar este tema teniendo en cuenta los intereses del
que daban pie a la prostitución han sido eliminados en la colectivo obrero y asegurar que la revolución dentro de la
Rusia soviética. Un número de factores secundarios eco- familia se complete, y que las relaciones entre los sexos
nómicos y sociales aún perviven, con los cuales es más se sustenten sobre una base más humana.
fácil acabar. Los departamentos de la mujer deben abor- La comisión interdepartamental, como dicen las tesis
dar la lucha con energía y encontrarán un amplio campo claramente, es de la opinión de que la lucha contra la pros-
para la actividad. titución está relacionada fundamentalmente con la realiza-
Por iniciativa del Departamento Central, se organizó el ción de nuestra política soviética en el área de la economía
año pasado una comisión interdepartamental dedicada a y la construcción general. La prostitución será erradicada
la lucha contra la prostitución. Por varias razones el tra- cuando las bases del comunismo se fortalezcan. Esta es la
bajo de la comisión fue descuidado por un tiempo, pero certeza que determina nuestras acciones. Pero también
desde el otoño de este año ha habido señales de vida, y necesitamos comprender la importancia de crear una mo-
con la cooperación del doctor Goldtnan y el Departa- ral comunista. Las dos tareas están estrechamente conec-
mento Central (de la Mujer) se ha planeado y organizado tadas: la nueva moral la crea una nueva economía, pero
trabajo. Se han implicado representantes de los Consejos no construiremos una nueva economía comunista sin el
de Comisarios del Pueblo de salud, trabajo, seguridad so- apoyo de una nueva moral. La claridad y un pensamiento
cial e industria, el Departamento de la Mujer y la Unión preciso son esenciales en este asunto, y no tenemos nada
de la juventud comunista. La comisión ha impreso las te- que temer de la verdad. Los comunistas deben aceptar
sis en el boletín no 4, distribuye circulares a todos los abiertamente que están teniendo lugar cambios sin prece-
departamentos regionales de seguridad social que esbo- dente en la naturaleza de las relaciones sexuales. Son los
zan un plan para establecer comisiones similares por todo cambios en la estructura económica y el nuevo papel que
el país, y ha comenzado a poner en marcha una serie de la mujer juega en la actividad productiva del Estado obre-
medidas concretas que abarcan los factores que dan lugar ro los que han dado vida a esta revolución. En este difícil
a la prostitución. período de transición, donde se está destruyendo lo viejo
La comisión interdepartamental considera necesario y lo nuevo está en proceso de crearse, las relaciones entre
que los departamentos de la mujer tomen parte activa en sexos a veces se manifiestan como no compatibles con los
esta tarea, ya que la prostitución afecta a mujeres despo- intereses del colectivo. Pero hay también algo bueno en la
seídas de clase obrera. Es nuestro trabajo, es el trabajo de diversidad de relaciones que se tienen.
los departamentos de la mujer organizar una campaña de Nuestro partido y los departamentos de la mujer en par-

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ticular deben analizar las diferentes formas de relaciones zapatos, etc. o bien con la esperanza de conseguir un
para determinar cuáles son compatibles con las tareas ascenso.
generales de la clase revolucionaria y sirven al fortaleci- ¿Cómo podríamos luchar contra esta situación? La co-
miento del colectivo y sus intereses. Los comunistas de- misión interdepartmnental tuvo que afrontar la importan-
ben rechazar todo comportamiento que sea perjudicial te cuestión de si debía hacerse o no de la prostitución un
para el colectivo. Así es como el Departamento Central de delito. Muchos de los representantes de la comisión se
la Mujer ha entendido las tareas de la comisión interde- vieron conducidos hacia el punto de vista de que la pros-
partmnental. No sólo es necesario tomar medidas prácti- titución debería ser un delito, argumentando que las prosti-
cas para luchar contra la situación y las circunstancias que tutas profesionales son verdaderas desertoras del trabajo.
nutren la prostitución y resolver los problemas de la vi- Si se aprobaran tales leyes, las detenciones y los can1pos
vienda y la soledad, etc; sino también ayudar a la clase forzados para las prostitutas se convertirían en política
obrera a establecer su moral junto a su dictadura. oficial.
La comisión interdepartamental señala que en la Rusia El Departamento Central se pronunció fmne y absolu-
soviética la prostitución se practica (a) como una profe- tamente en contra de esa medida, señalando que, si las
sión y (b) como un medio de conseguir ingresos comple- prostitutas debieran ser arrestadas sobre tales bases, tam-
mentarios. La primera forma de prostitución es menos bién debería arrestarse a todas las esposas legítimas que
común y en Petrogrado, por ejemplo, el nún1ero de pros- son mantenidas por sus maridos y no contribuyen a la so-
titutas no ha sido reducido significativamente por las de- ciedad. La prostituta y el ama de casa son ambas deserto-
tenciones de los profesionales. El segundo tipo de prosti- ras del trabajo, y no se puede enviar a una a campos de
tución está extendido en los países capitalistas (en Petra- trabajos forzados sin enviar a la otra. Esta fue la posición
grado, después de la revolución, de un total de cincuenta que tomó el Departamento Central, y fue apoyada por el
rnil prostitutas sólo unas seis o siete mil estaban registra- representante del Comisariado de Justicia. Si tomamos la
das), y continúa bajo distintas apariencias en nuestra Ru- deserción laboral como norma, no podemos ayudar a san-
sia, las mujeres soviéticas intercambian sus favores por cionar todas las formas de deserción laboral. El matrimo-
un par de botas de tacón alto; las mujeres trabajadoras y nio o la existencia de ciertas relaciones entre los sexos no
las madres de las familias venden sus favores por harina. tienen importancia ni juegan ningún papel en la defmi-
Las mujeres campesinas duermen con los encargados de ción de los delitos en una república del trabajo.
los destacamentos anti-especuladores con la esperanza En la sociedad burguesa una mujer está condenada a la
de ahorrarse su comida empaquetada, y las trabajadoras de persecución no cuando no realiza trabajo alguno en bene-
oficina duermen con sus jefes a cambio de raciones, ficio de la comunidad ni porque se vende por beneficios

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materiales (dos tercios de las mujeres en la sociedad bur- y qué no es un delito? ¿Podemos realmente persuadir a
guesa se venden a sus legítimos maridos), sino cuando sus una pareja para que admita si hay un elemento de cálculo
relaciones sexuales son informales y de corta duración. El en su relación o no? ¿Funcionaría una ley como esta, es-
matrimonio en la sociedad burguesa se caracteriza por su pecialmente teniendo en cuenta que ahora mismo se tiene
duración y por la naturaleza oficial de su registro. La he- una gran variedad de relaciones entre los obreros y que las
rencia de la propiedad se conserva de esta manera. Las ideas sobre la moral sexual están en constante cambio?
relaciones que tienen una naturaleza temporal y carecen ¿Dónde termina la prostitución y dónde empieza el matri-
de sanción oficial están consideradas vergonzosas por los monio de conveniencia? La comisión interdepartamental
intolerantes e hipócritas :defensores de la moral burguesa. se opuso a la sugerencia de que las prostitutas deberían
¿Podemos nosotros, que defendemos los intereses de ser penadas por prostituirse, por ejemplo por la compra y
los obreros, defmir las relaciones temporales y no regis- la venta. Se limitan a sugerir que todo convicto desertor
tradas como delictivas? Por supuesto que no. La libertad del trabajo se dirija a la red de seguridad social y de allí a
en las relaciones entre los sexos no contradice la ideolo- la sección del Comisariado encargado de la utilización de
gía con1unista. Los intereses del colectivo obrero no se la fuerza de trabajo o a los sanatorios y hospitales. La
ven afectados por la naturaleza temporal o duradera de prostituta no es un caso especial; como con otras catego-
una relación o porque esté fundamentada en el amor, la rías de desertor, sólo es enviada a hacer trabajos forzados
pasión o una atracción física pasajera. si evade el trabajo una y otra vez. Las prostitutas no son
Una relación es dañina y ajena al colectivo sólo si se da tratadas de un modo diferente de los otros desertores del
el negocio material entre sexos, sólo cuando los cálculos trabajo. Este es un paso importante y valiente, digno de la
mundanos son un sustituto de la atrac.ción mutua. Si el primera república del trabajo del mundo.
negocio toma la forma de prostitución o de una relación La cuestión de la prostitución como un delito se trató en
de matrimonio legal no es importante. Estas relaciones la tesis n° 15. El siguiente problema que tenía que ser
dañinas no pueden ser permitidas, ya que amenazan la afrontado era el de si la ley debería penar a los clientes de
igualdad y la solidaridad. Debemos por tanto condenar la prostitución. Había algunos en la comisión que estaban
toda prostitución, e ir igual de lejos explicando a estas es- a favor de esto, pero tuvieron que abandonar la idea, que
posas legítimas:, que son "mujeres sustentadas", qué la- no se derivaba lógicamente de nuestras premisas funda-
mentable e intolerable papel están jugando en el Estado mentales. ¿Cómo se defme a un cliente? ¿Es alguien que
obrero. compra los favores de una mujer? En ese caso los mari-
¿Puede la presencia u otra forma de negocio material dos de muchas esposas legítimas serían también culpa-
ser empleado como norma en la determinación de qué es bles. ¿Quién puede decidir quién es un cliente y quién no?

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Se sugirió que este problema se estudiara más a fondo an- ciales debe ser tratado. La tarea del departamento de la
tes de que se tomase una decisión, pero el Departamento mujer debe ser influir en las autoridades de la educación
Central y la mayoría de la comisión estaban en contra de para que redoblen la provisión de formación vocacional
ello.. Como representante del Comisariado de Justicia, para la mujer trabajadora.
admití que, si no era posible defmir con precisión cuándo El atraso político de la mujer y su falta de conciencia
se había cometido un delito, entonces la idea de penar a social es una segunda causa de la prostitución. El depar-
los clientes era insostenible. La posición del Departa- tamento de la mujer debería incrementar su trabajo entre
mento Central fue adoptada una vez más. la mujer proletaria. La mejor forma de luchar contra la
Pero mientras la comisión aceptaba que los clientes no prostitución es elevar la conciencia política de las amplias
podían ser penados por la ley, se expresó por la condena masas femeninas e involucrarlas en la lucha revoluciona-
moral de aquellos que frecuentaban a prostitutas o que de ria para construir el comunismo.
alguna forma hacían negocio de la prostitución. De hecho El hecho de que la situación de la vivienda no se haya
las tesis de la comisión señalan que los intermediarios que resuelto aún también fomenta la prostitución. El departa-
sacan tajada de la prostitución pueden ser procesados co- mento de la mujer y la comisión para la lucha contra la
mo personas que ganan dinero de otra forma que no es de prostitución pueden y deben tener algo que decir sobre la
su propia fuerza de trabajo. Las propuestas legislativas solución de este problema. La comisión interdepartamen-
para ello han sido redactadas por la comisión interdepar- tal está sacando adelante un proyecto sobre la provisión
tamental y expuestas al Consejo de Comisarios del Pue- de comunas barriales para los jóvenes trabajadores y so-
blo. Entrarán en vigor próximamente. bre el establecimiento de casas que proveerán de acomo-
Me falta indicar las medidas puramente prácticas que damiento a las mujeres cuando hayan recién llegado en
pueden ayudar a reducir la prostitución, y en la imple- cualquier lado. Sin embargo, hasta que el departamento
mentación de las que el departamento de la mujer puede de la mujer y los konsomoles de las provincias muestren
jugar un papel activo. No hay duda de que los salarios ba- algo de iniciativa y se muevan en este sentido, todas las
jos e insuficientes que las mujeres reciben siguen funcio- directrices de la comisión quedarán como bonitas y bené-
nando como uno de los factores reales que empujan a la volas resoluciones -pero se quedarán en el papel. Y hay
mujer a la prostitución. Según la ley, los salarios de los mucho que podemos y debemos hacer. Los departamen-
trabajadores y las trabajadoras son iguales, pero en la tos locales de la mujer deben trabajar conjuntamente con
práctica la mayoría de las mujeres son contratadas entra- las comisiones de educación para plantear la cuestión de
bajos no cualificados. El problema de mejorar sus habili- la correcta organización de la educación sexual en los co-
dades mediante el desarrollo de una red de cursos espe- legios. También podrían mantener una serie de debates y

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lecturas sobre el matrimonio, la familia y la historia de las nistas políticamente más conscientes tienen miedo de
relaciones entre sexos, remarcando la dependencia de este contemplar honradamente la verdad, dejan de lado la evi-
fenómeno y de la moral sexual misma con respecto a los dencia que demuestra sin lugar a dudas que las ataduras
factores económicos. de la vieja familia se están debilitando y que las nuevas
Es hora de que esclarezcamos la cuestión de las rela- formas de la economía dictan nuevas formas de relacio-
ciones sexuales. Es hora de que nos aproximemos a esta nes entre sexos. El poder soviético reconoce que la mujer
cuestión con un espíritu de crítica implacable y científica. tiene un papel que jugar en la economía nacional y la ha
Ya he dicho que la comisión interdepartamental ha acep- situado en una posición igual a la del hombre en este sen-
tado que las prostitutas 'profesionales deben ser tratadas tido, pero en la vida diaria aún tenemos que soportar las
de la misma forma que los desertores laborales. De aquí "viejas formas" y estamos dispuestos a aceptar como nor-
por tanto se deduce que la mujer que tenga un trabajo pero males matrimonios que se basan en la dependencia mate-
que esté practicando la prostitución como fuente de ingre- rial de la mujer con respecto al hombre. En nuestra lucha
sos secundaria no puede ser perseguida. Pero esto no contra la prostitución debemos aclarar nuestra actitud ha-
quiere decir que no luchemos contra la prostitución. So- cia las relaciones conyugales que se basan en los propios
mos conscientes de que, cotno he señalado anteriormente principios de "compra y venta". Debemos aprender a ser
en más de una ocasión, la prostitución perjudica al colec- inflexibles en este tema; no debemos desviarnos de nues-
tivo obrero, afectando negativamente a la psicología de tro propósito por demandas sentimentales tales como
los hombres y las mujeres y distorsionando los sentimien- "mediante tu crítica y tu sermoneo científico violas los
tos de igualdad y solidaridad. Nuestra tarea es reeducar al sagrados lazos familiares". Tenemos que dejar bien claro
colectivo obrero y armonizar su psicología con las tareas que la vieja forma de familia ha sido superada. La socie-
económicas de la clase obrera. Debemos desechar inflexi- dad comunista no tiene ninguna necesidad de ella. El
blemente las viejas ideas y actitudes a las que nos aferra- mundo burgués dio su bendición a la exclusividad y al
mos a través de las costumbres. La economía va por de- aislamiento de la pareja matrimonial respecto del colecti-
lante, ha aventajado a la ideología. La vieja estructura vo; en la sociedad burguesa, atomizada e individualista, la
económica se est.á desintegrando y con ella el viejo tipo familia era la única protección de la tormenta de la vida,
de matrimonio, pero nos aferramos a los estilos de vida un puerto tranquilo en un mar de hostilidad y competen-
burgueses. Estamos dispuestos a rechazar todos los aspec- cia. La familia era un colectivo independiente y cerrado.
tos del viejo sistema y dar la bienvenida a la revolución En la sociedad comunista esto no debe existir. La socie-
en todas las esferas de la vida, sólo que ... ¡no toques a la dad comunista presupone un sentido tan fuerte del colec-
familia, no trates de cambiar la familia! Incluso los comu- tivo que se excluye cualquier posibilidad de existencia del

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grupo familiar aislado e introspectivo. En el presente se ro comunista. Está en nuestras manos acelerar la llegada
puede observar que las ataduras de parentesco, familia e de este futuro. Debemos fortalecer el sentido de solidari-
incluso de vida matrimonial se van debilitando. Nuevas dad en el seno de la clase obrera. Debemos fomentar este
ataduras están siendo forjadas entre los trabajadores y el sentido de compañerismo. La prostitución obstaculiza el
compañerismo, los intereses comunes, la responsabilidad desarrollo de la solidaridad, y por tanto debemos apelar a
colectiva y la fe en el colectivo se están asentando como los departamentos de la mujer para que comiencen una
los n1ás altos principios morales. campaña inmediata para erradicar este mal.
No me haré cargo de predecir la forma de matrimonio o ¡Catnaradas! Nuestra tarea es cortar las raíces que dan
de relaciones entre sexos que se asumirán en el futuro. vida a la prostitución. Nuestra tarea es librar una lucha sin
Pero de una cosa no hay duda: el comunismo estará au- tregua contra todos los remanentes de individualismo y
sente de toda dependencia de la mujer con respecto al del antiguo tipo de matrimonio. Nuestra tarea es revolu-
hombre y de todos los elementos de cálculos materiales cionar las actitudes en la esfera de las relaciones sexuales,
que se hallan en el matrimonio contemporáneo. Las rela- armonizadas con el interés del colectivo obrero. Cuando
ciones sexuales estarán basadas en un instinto saludable el colectivo comunista haya eliminado las formas con-
de reproducción provocado por el desenfreno del amor temporáneas de matrimonio y de familia, el problema de
joven, por una ferviente pasión, por un fogonazo de atrac- la prostitución dejará de existir.
ción física o por una cariñosa luz de armonía intelectual y Pongámonos manos a la obra, camaradas. La nueva fa-
emocional. Tales relaciones sexuales no tienen nada en milia está ya en proceso de creación y la gran familia del
común con la prostitución. La prostitución es espantosa triunfante proletariado mundial se está desarrollando y
porque es un acto de violencia de la mujer sobre sí misma haciéndose más fuerte.
en el nombre del beneficio material. La prostitución es un
acto brutal de cálculo n1aterial que no deja lugar para el
amor y la pasión. Donde empieza la pasión y la atracción,
termina la prostitución. Bajo el comunismo, la prostitu-
ción y la familia contemporánea desaparecerán. Se desa-
rrollarán las relaciones sexuales saludables, alegres y li-
bres. Una nueva generación surgirá, independiente y va-
liente y con un fuerte sentido del colectivo: una genera-
ción que sitúa el bien del colectivo por encima de todo.
¡Camaradas! Estamos sentando las bases para este futu-

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ÍNDICE

Introducción 5
Yolanda Marco Serra

Primeros viajes a Europa. Primeros años en el partido


socialdemócrata ruso 24
1905-1917: lucha contra la guerra. Bloque de agosto.
Organización del movimiento femenino obrero 31
Aleksandra Kollontáí y la Revolución de Octubre 43
Las primeras polémicas dentro del Partido en los
primeros años de la Revolución 45
Kollontáí y la Oposición Obrera 54
Últimas actividades 64

MUJER Y LUCHA DE CLASES


Aleksandra Kollontái

Los fundamentos sociales de la cuestión femenina


(Extractos) 71
La lucha por la independencia económica 73
El matrimonio y el problema de la familia 82
La lucha por los derechos políticos 95
Las relaciones sexuales y la lucha de clases 99

El comunismo y la familia 125


La mujer no depende ya del hombre 125
Desde la familia genésica a nuestros días 126
El capitalismo ha destruido la vieja vida familiar 129
Treinta millones de mujeres soportan una
doble carga 130
Los trabajadores aprenden a existir sin
vida familiar 131
El trabajo casero no es ya una necesidad 133
El trabajo industrial de la mujer en el hogar 134
La mujer casada y la fábrica 135
Los quehaceres individuales están llamados
a desaparecer 13 6
La aurora del trabajo casero colectivo 137
La crianza de los hijos en el régim.en capitalista 139
El nifío y el Estado comunista 141
La subsistencia de la madre asegurada 143
El matrimonio dejará de ser una cadena 144
La familia como unión de afectos y camaraderia 146
Se acabará para siempre la prostitución 148
La igualdad social del hombre y la mujer 149

La prostitución y cómo combatirla


Discurso a la tercera conferencia de dirigentes
de los Departamentos Regionales de la Mujer de
toda Rusia 151

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