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Biografía del Mcal.

Francisco Solano López


Francisco Solano López fue el 2º presidente constitucional de la República del
Paraguay entre 1862 y 1870. Se desempeñó como comandante en jefe de las
Fuerzas Armadas, Presidente y Jefe Supremo de la nación paraguaya durante la
Guerra de la Triple Alianza, donde perdió su vida.

Francisco Solano López nació el 24 de julio de 1826 en Asunción. Fue hijo de Don Carlos
Antonio López y doña Juana Pabla Carrillo. Realizó sus primeros estudios con el maestro
argentino Juan Pedro Escalada y más tarde con el jesuita Bernardo Parés. Era un lector por
excelencia, aprendió a hablar correctamente el francés y algo de inglés, antes de su viaje a
Europa. Ingresó muy joven al ejército.

En 1845, ya era coronel y al año siguiente fue nombrado comandante del Cuerpo
Expedicionario por el tratado del 2l de noviembre de ese mismo año. En el año 1849, fue
comandante de la División Paraguaya que reocupó las Misiones al sur del Paraná;
posteriormente, fue nombrado Jefe del Ejército Nacional, con asiento en Pilar.

En 1853 fue nombrado embajador del Paraguay e hizo contactos en los países europeos de
Reino Unido, Francia, Prusia, España y Cerdeña con el objetivo de obtener el reconocimiento
de la independencia paraguaya por parte de esos países, además de comprar armas y barcos
para el ejército. Durante su estadía en París conoció a la irlandesa Elisa Alicia Lynch, que se
convirtió en la compañera del resto de su vida y en la madre de sus siete hijos reconocidos,
pues tenía tres hijos naturales con la pilarense Juana Pesoa. A su regreso en 1854, trajo
consigo armamentos y un buque de guerra "Tacuarí", adquirido del Reino Unido. Además,
en otro barco y en contra de sus familiares, trajo a su amada irlandesa y a su primer hijo Juan
Francisco, quien después sería conocido como el coronel Panchito López.

En 1856, fue destacado para viajar a Río de Janeiro con el fin de establecer un tratado con el
canciller Paranhos sobre navegación de los ríos. A causa de una enfermedad, fue reemplazado
por José Berges. Ese mismo año fue nombrado ministro de Guerra. En 1858, actuó como
representante especial para efectivizar el tratado con Paranhos, en Asunción.

El 27 de setiembre de 1859, partió de Asunción a bordo del "Tacuarí", acompañado por el


mayor José María Aguiar, el capitán Rómulo Yegros y los alféreces José Díaz y Pedro Duarte
con la misión de mediar en el conflicto entre los gobiernos de Paraná y Buenos Aires. El
acuerdo firmado el 11 de noviembre y que se conoce como el "Pacto de San José de Flores",
establecía que Buenos Aires se declara integrante de la Confederación Argentina siendo la
República del Paraguay el garante del cumplimiento del convenio solicitado tanto por el
Excelentísimo Presidente de la Confederación Argentina como por el Excelentísimo
Gobierno de Buenos Aires. López recibió altos honores y el título de "Pacificador", de parte
de los generales Mitre y Urquiza, entre otras personalidades argentinas. De regreso al país se
dedicó a organizar un moderno ejército, visitando constantemente Humaitá.

El 10 de setiembre de 1862, muere Don Carlos Antonio López, y Francisco Solano fue
designado sucesor de su padre en el gobierno, hasta tanto se reuniera un congreso para elegir
un nuevo mandatario. El 16 de octubre de 1862, el Congreso se reúne y lo elige presidente
por un periodo de 10 años.

Sus primeros años de gobierno se caracterizaron por una intensa actividad en la


administración pública, entre ellas: se extendieron las vías del ferrocarril hasta Pirayú, se
inició la construcción del Palacio de Gobierno, el Oratorio de la Virgen de Asunción y el
Teatro Nacional. Se fundaron hospitales, escuelas y se otorgaron becas a estudiantes para ir
a Europa. Además se creó un nuevo campamento en Cerro León, en el que reunió a cinco mil
soldados. Francisco Solano modernizó al país, trajo mucho de la cultura europea y la
implementó en el Paraguay.

Durante su mandato ocurrió la Guerra de la Triple Alianza, donde perdió la vida el 1º de


marzo de 1870. Su última frase antes de ser ultimado con un tiro en el pecho fue: "¡Muero
con mi patria!", pues pensaba que con su desaparición, el Paraguay dejaría de ser
independiente y que su territorio sería repartido entre la Argentina y el Brasil, aunque esta
versión no es la única, pues ciertos historiadores sostienen que la frase fue en realidad:
"¡Muero por mi patria!", sabiendo que con su muerte terminaría la guerra. Sus restos
descansan en el Panteón de los Héroes.

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