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Propiedades nutricionales
Historia y curiosidades
Recomendaciones
•Selección: al comprar espinaca, elija aquella cuyas hojas tienen un
color verde brillante , con tallos frescos y crujientes. Opte en lo posible,
por espinacas de crecimiento orgánico. Evite aquellas de coloración
verde amarillentas o con hojas dañadas.
•Almacenamiento: debido a que la espinaca es un vegetal delicado, se
recomienda guardadla en el refrigerador/heladera para mantener sus
propiedades nutricionales y su sabor. Guardarla en bolsas plásticas
antes de refrigerarlas, sacando la mayor cantidad de aire posible. No
lavarlas antes de refrigerarlas , ya que el agua las arruinará antes de
tiempo. Si se almacena apropiadamente, la espinaca se conservará
fresca alrededor de 5 días.
•Preparación: la espinaca debe lavarse bien antes del consumo para
retirar toda presencia de tierra. Descartar las hojas y los tallos que
estén decolorados o dañados. Cortar 2-3 cm del final del tallo. Lavarlas
en un bol con agua, cambiando el agua un par de veces hasta que no
haya más residuos de tierra. Dejar escurrir en colador.
Los tallos se pueden cocinar junto con las hojas . En el caso que sean
grandes y más duros, es conveniente separarlos y cocinarlos 2 minutos
antes de agregar las hojas.
•Cocción: la mejor forma es hervirla en forma rápida (1 minuto). Dejar
hervir el agua en un recipiente, agregar la espinaca, cocinar por 1
minuto sin tapar, retirar del fuego y colar. No hervir por largo tiempo ya
que perderá gran parte de sus nutrientes.
•
La espinaca es un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales,
que en comparación con las carnes, aporta pocas calorías y no contiene
grasas. Es también rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la
luteína, convirtiéndola en un vegetal con propiedades antioxidantes que nos
protegen del daño celular. Sus tallos son más ricos en fibra que las hojas.
La espinaca, cuyo nombre científico es Spinacea oleracea, pertenece a la
familia de las amarantáceas, quenopodiodeáceas, al igual que las
remolachas, la quinoa y la acelga. Crecen muy bien en climas templados,
siendo hoy en día Estados Unidos y China , entre otros, los países
productores más importantes. Están disponibles durante todo el año.