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OSCILADORES

Un oscilador es un dispositivo capaz de convertir la energía de corriente continua en


corriente alterna a una determinada frecuencia. Tienen numerosas aplicaciones:
generadores de frecuencias de radio y de televisión, osciladores locales en los receptores,
generadores de barrido en los tubos de rayos catódicos, etc.

A) onda sinusoidal. B) onda cuadrada. C) onda tipo diente de sierra

La mayoría de los equipos electrónicos utiliza para su funcionamiento señales eléctricas de


uno de estos tres tipos: ondas sinusoidales, ondas cuadradas y ondas tipo diente de sierra.
Los osciladores son circuitos electrónicos generalmente alimentados con corriente continua
capaces de producir ondas sinusoidales con una determinada frecuencia. Existe una gran
variedad de tipos de osciladores que, por lo general, se conocen por el nombre de su creador.
Igualmente, los multivibradores son circuitos electrónicos que producen ondas cuadradas.
Este tipo de dispositivos, es utilizado ampliamente en conmutación.

Los generadores de frecuencia son, junto con los amplificadores y las fuentes de
alimentación, la base de cualquier circuito electrónico analógico. Son utilizados para
numerosas aplicaciones entre las que podemos destacar las siguientes: como generadores
de frecuencias de radio y de televisión en los emisores de estas señales, osciladores
maestros en los circuitos de sincronización, en relojes automáticos, como osciladores locales
en los receptores, como generadores de barrido en los tubos de rayos catódicos y de
televisores, etc.

Osciladores

Los osciladores son generadores que suministran ondas sinusoidales y existen multitud de
ellos. Generalmente, un circuito oscilador está compuesto por: un "circuito oscilante", "un
amplificador" y una "red de realimentación".
Esquema de un circuito oscilante

El circuito oscilante suele estar compuesto por una bobina (o


inductancia) y por un condensador. El funcionamiento de los
circuitos osciladores (osciladores de ahora en adelante) suele ser
muy similar en todos ellos; el circuito oscilante produce una
oscilación, el amplificador la aumenta y la red de realimentación
toma una parte de la energía del circuito oscilante y la introduce
de nuevo en la entrada produciendo una realimentación positiva.

Esquema general de un oscilador

Hay que tener cuidado y no confundir "circuito oscilante" con


"oscilador". El circuito oscilante es el encargado de producir las oscilaciones deseadas; sin
embargo, no es capaz de mantenerlas por sí solo. El oscilador es el conjunto que forman el
circuito oscilante, el amplificador y la red de realimentación juntos.

Circuito oscilante

Supongamos un circuito compuesto por un condensador y una inductancia conectados en


paralelo. En primer lugar, conectamos el condensador a una batería. Entonces, comienza a
circular corriente eléctrica que va a provocar que el condensador se cargue. Llegado este
momento, la corriente eléctrica dejaría de circular y el
condensador se encontraría totalmente cargado. A
continuación movemos el interruptor y conectamos el
condensador con la inductancia. En este mismo instante, la
bobina, en principio, se opone al paso de la corriente. Sin
embargo, comienza a circular corriente de forma progresiva
haciendo que el condensador se descargue y creando un
campo magnético en la bobina. Al cabo de cierto tiempo, la
corriente eléctrica comienza a cesar de forma progresiva y,
por lo tanto, el campo magnético se reduce. Se crea
entonces una tensión inducida en la bobina que hace que el
condensador se cargue de nuevo, pero esta vez con la
polaridad contraria. Una vez que el condensador se
encuentra totalmente cargado volvemos a estar como al
principio, aunque esta vez con el condensador cargado de forma inversa a como estaba
antes. Comienza pues otra vez el proceso de descarga progresiva del condensador sobre la
inductancia y de nuevo vuelve a cargarse el condensador. Vemos, pues, cómo es un vaivén
de corriente de un elemento a otro. Esto es lo que se conoce como circuito oscilante. Para
poder entender mejor este proceso se han esquematizado los pasos en la ilustración
correspondiente.

Funcionamiento de un circuito oscilante

Este circuito oscilante podría ser un


oscilador si fuese capaz, por sí solo, de
mantener su oscilación indefinidamente. Sin
embargo, en la realidad existe una pérdida
de energía que hace que la corriente
oscilante se vaya atenuando cada vez más
hasta llegar a desaparecer. Esto es debido a
que la inductancia posee una cierta
resistencia óhmica que hace que con el paso de la corriente se vaya perdiendo cada vez una
pequeña cantidad de energía convirtiéndose en calor.
Representación de una onda amortiguada debido a la resistencia óhmica de la bobina

La frecuencia con la que oscila nuestro circuito depende evidentemente del condensador y
de la inductancia que coloquemos; cuanto mayor sea el condensador y la inductancia, menor
va a ser la frecuencia. Una vez dispuestos ambos elementos en el circuito, estos son fijos y,
por tanto, la frecuencia de oscilación es una característica de dicho circuito, la cual recibe el
nombre de "frecuencia propia del circuito oscilante". En realidad es bastante complicado
acertar en la elección del condensador y de la inductancia a la hora de obtener una
determinada frecuencia. Lo que se suele hacer es poner, por ejemplo, un condensador con
capacidad variable que, una vez funcionando en el circuito, se ajusta dicho condensador
hasta obtener el valor de la frecuencia de oscilación deseada.

Un circuito oscilante por sí solo no es capaz de mantener por mucho tiempo sus oscilaciones
y, por tanto, no es de ninguna utilidad. Para solventar este problema lo que se hace es
proporcionar una "ayuda extra" desde el exterior que compensa las pérdidas de energía
debido a la resistencia óhmica de la bobina; consiguiendo así que el circuito oscile de forma
indefinida mientras que la fuente de energía "extra" sea capaz de suministrarle energía. La
fuente de energía extra que se acopla al circuito plantea una incógnita relativa a la frecuencia
a la que debemos suministrar la corriente
eléctrica. Evidentemente existen tres casos
bien definidos, a saber: que la frecuencia de
la fuente sea mayor, menor o igual que la
frecuencia propia de oscilación del circuito. En
el caso en que la frecuencia sea la misma, se
produce el máximo valor de la tensión en los
bornes del circuito oscilante; por el contrario,
la intensidad de corriente que recorre el circuito es mínima. Si la frecuencia es mayor o menor
el voltaje en bornes va siendo cada vez menor, a la vez que la corriente que atraviesa el
circuito va aumentando de forma gradual. En la figura se muestran la variación de la tensión
y de la corriente en función de la frecuencia.

Vamos a ver los diferentes tipos de osciladores que hay. Antiguamente se usaba una válvula
termoiónica como etapa amplificadora pero estos osciladores están totalmente obsoletos.
Hoy día, se usa en su lugar un transistor como etapa amplificadora pudiendo estar conectado
en base común, emisor común o colector común, dependiendo del tipo de oscilador y de la
función que realiza en cada uno de ellos.

El oscilador Meissner

Como hemos visto hay muchos tipos de osciladores y cada


uno suele llevar el nombre de quien lo diseñó.
Comenzaremos con el oscilador Meissner que está
compuesto por un circuito oscilante LC, una etapa
amplificadora y una realimentación positiva. Una de las
características de este oscilador es que la realimentación
se produce por medio de un acoplo inductivo, es decir, entre
una bobina auxiliar y la bobina que compone el circuito
tanque. En estos osciladores la oscilación desacoplada y
amplificada debe ser introducida de nuevo en el circuito
oscilante, y para conseguir que la oscilación que entró en
un principio al circuito sea reforzada, la oscilación de la realimentación debe estar en fase
con ella. Para conseguir este efecto tenemos que cuidar que los arrollamientos del
transformador estén correctamente conectados porque, de lo contrario, no conseguiríamos
ningún tipo de oscilación. Para que se produzca una frecuencia de oscilación estable hay
que tener en cuenta todos los datos del transistor, es decir, cómo actúa frente a las diferentes
tensiones, intensidades y con los cambios de temperatura. La etapa amplificadora del
oscilador está formada por el transistor que, en esta clase de montajes, se coloca en base
común. El circuito oscilante se conecta al colector. Existe otro tipo de oscilador muy parecido
al de Meissner que se denomina oscilador de Armstrong.

El oscilador Hartley

La principal característica de estos circuitos osciladores es que no utilizan una bobina auxiliar
para la realimentación, sino que aprovechan parte de la bobina
del circuito tanque, dividiéndose ésta en dos mitades, L1 y L2.
Colocamos dos resistencias para polarizar adecuadamente el
transistor. Hay dos formas de alimentar al transistor: en serie y en
paralelo. La alimentación serie se produce a través de la bobina,
L2, circulando por ella una corriente continua. La alimentación en
paralelo se efectúa a través de la resistencia del colector,
quedando en este caso perfectamente aislados el componente
de continua y el componente de alterna de señal. La reacción del
circuito se obtiene a través de la fuerza electromotriz que se
induce en la bobina, L1, y que se aplica a la base del transistor a
través de un condensador. En estos circuitos la frecuencia de
oscilación depende de la capacidad C y de las dos partes de la bobina, L1 y L2, del circuito
oscilante. Según donde se coloque la toma intermedia de la bobina se va a producir una
amplitud de tensión u otra; pudiendo llegar a conectarse o desconectarse el circuito.

El oscilador Colpitts

Este oscilador es bastante parecido al oscilador de Hartley. La


principal diferencia se produce en la forma de compensar las
pérdidas que aparecen en el circuito tanque y la realimentación,
para lo cual se realiza una derivación de la capacidad total que
forma el circuito resonante. Una parte de la corriente del circuito
oscilante se aplica a la base del transistor a través de un
condensador, aunque también se puede aplicar directamente.
La tensión amplificada por el transistor es realimentada hasta el
circuito oscilante a través del colector. Como en todos los
circuitos que tengan transistores necesitamos conectar
resistencias para polarizarlos. La tensión de reacción se obtiene
de los extremos de uno de los condensadores conectados a la bobina en paralelo.

El oscilador en puente de Wien

Hasta ahora hemos visto los osciladores tipo


LC, vamos a ver ahora un oscilador tipo RC,
el denominado oscilador en puente de Wien.
Cuando trabajemos en bajas frecuencias no
vamos a poder usar los osciladores tipo LC,
debido a que el tamaño de la bobina y de la
resistencia tendrían que ser demasiado
grandes y caros. Para sustituirlos vamos a
usar una red desfasadora formada por RC, es
decir, resistencias y condensadores, como es
el caso del ya mencionado oscilador en puente de Wien. Está constituido por una etapa
oscilante, dos etapas amplificadoras, formadas por dos transistores. El circuito está
conectado en emisor común y al tener dos etapas en cascada la señal es desfasada 360º y
después vuelve a ser realimentada al circuito puente. La señal de salida del segundo
transistor se aplica al circuito puente constituido por dos resistencias y también es aplicada
a la entrada del puente de Wien, que es el circuito oscilante formado por una resistencia y
un condensador. La frecuencia de oscilación viene determinada por los valores de la
resistencia y del condensador que forman el puente de Wien. Este tipo de circuitos presenta
una gran estabilidad a la frecuencia de resonancia. A parte de ésta tiene como ventajas su
fácil construcción, un gran margen de frecuencias en las que trabaja perfectamente y la
posibilidad de obtención de una onda sinusoidal pura cuando tienen la suficiente ganancia
como para mantener las oscilaciones. Dentro de sus inconvenientes podemos mencionar
que se pueden producir pérdidas en las resistencias y una salida variable con la frecuencia
de resonancia.

El cuarzo

Muchas son las veces que hemos oído hablar del


cristal de cuarzo como elemento imprescindible
en gran variedad de aparatos electrónicos. Así,
por ejemplo, raro es encontrarse un reloj que no
lleve en su interior tan preciado cristal. La razón
de la utilización masiva del cuarzo radica en una
propiedad electromecánica, conocida como
efecto "piezoeléctrico", la cual es, como
veremos, de una gran utilidad en los osciladores.
El cuarzo tiene la propiedad de deformarse
mecánicamente, es decir, aumentar o disminuir
su volumen, cuando se le aplica una diferencia de potencial entre sus extremos. Además,
este efecto piezoeléctrico es reversible, por lo que, si de alguna forma somos capaces de
oprimir un cristal de cuarzo, podríamos observar cómo, durante el tiempo en que el cristal
está reduciendo su tamaño, produciría una diferencia de potencial entre sus caras opuestas.
Este efecto reversible es parecido al de un motor eléctrico, el cual, si le aplicamos una
diferencia de polaridad comienza a girar pero si, por el contrario, lo hacemos girar
manualmente, se produciría una diferencia de potencial entre sus dos conexiones.

El cuarzo es uno de los minerales más abundantes en la naturaleza formado por anhídrido
de silicio. Se encuentra en la naturaleza en diferentes formas, principalmente como "cuarzo
a", que se obtiene a alta temperatura y es hexagonal, y como "cuarzo b", que existe a
temperatura ordinaria. Sin embargo, para su utilización en circuitos, la única variedad que
nos interesa es la formada por cristales prismáticos hexagonales.

Volviendo al efecto piezoeléctrico, diremos que un cristal de cuarzo tiene una frecuencia
natural de oscilación. Supongamos que conectemos un cristal de cuarzo a una diferencia de
potencial provocando, por tanto, que este se deforme; si, a continuación, dejamos de
aplicarle la diferencia de potencial, el cristal tenderá a su forma original ya que ha cesado la
causa que lo deformaba. Durante su "vuelta" al estado original, el cristal, comienza a oscilar
aumentando y disminuyendo su tamaño hasta que, al cabo de cierto tiempo, se detendrá
definitivamente. Este aumento y disminución de tamaño son oscilaciones propias del cristal
y a una frecuencia fija que depende exclusivamente del cristal y es lo que llamamos
frecuencia natural de oscilación.

Para comprender mejor esta oscilación del cristal de cuarzo, pensemos en el clásico globo
inflado de aire. Supongamos que cogemos de un extremo del globo y lo estiramos cierta
cantidad sin llegar a explotarlo. El globo se deforma. Pues bien, si, a continuación, lo
soltamos, el globo evidentemente, va a volver a su posición original. Pero esta "vuelta" a su
posición original no es instantánea, sino que, aunque apenas se aprecie debido a la velocidad
con que ocurre, el globo, una vez que hemos dejado de estirarlo, vuelve a su posición
oscilando, es decir, primero se hace más pequeño que inicialmente, luego más grande, de
nuevo más pequeño y así sucesivamente hasta que termina por adoptar su tamaño original.
Esto lo hace en un tiempo que podría ser del orden de 0,2 segundos y depende del material
con que esté hecho el globo. Para hacernos una idea aproximada de las oscilaciones del
cristal de cuarzo pensemos que este puede oscilar con frecuencias del orden de MHz, es
decir, de millones de veces por segundo.

Oscilador de cristal

Con lo visto sobre el efecto piezoeléctrico parece lógico


poder aplicar las propiedades de este material, el
cuarzo, para producir oscilaciones. En efecto, si a un
cristal de cuarzo le aplicamos sobre sus caras opuestas
una diferencia de potencial, y el dispositivo está
montado adecuadamente, comenzarían a producirse
fuerzas en las cargas del interior del cristal. Estas
fuerzas entre sus cargas provocarían deformaciones en
el cristal y darían lugar a un sistema electromecánico
que comenzaría a oscilar. Sin embargo, vuelve a ocurrir
lo mismo que en los circuitos formados por un
condensador y por una inductancia. Esto es, las
oscilaciones del cristal no duran indefinidamente, ya que se producen rozamientos en la
estructura interna que hacen que se vayan amortiguando hasta llegar a desaparecer. Por
tanto, necesita de un circuito externo que mantenga las oscilaciones, compensando las
pérdidas producidas por el rozamiento.

A) representación de un cristal de cuarzo. B) equivalente eléctrico de un oscilador


piezoeléctrico

El comportamiento eléctrico del cuarzo se puede asemejar al de una inductancia, una


resistencia y un condensador conectados en paralelo con otro condensador. Por lo tanto, es
equivalente colocar un circuito con estos componentes que poner un cristal de cuarzo.

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