La «piscina del diablo», la más peligrosa del mundo.
Se encuentra en las cataratas Victoria, en África y visitarla no es apto para
aquellos que sufran de vértigo.
En uno de los puntos en que Zambia y Zimbabue se unen, se alzan
desafiando al paisaje las cataratas Victoria, un salto natural del río Zambeze ante el que es imposible no quedarse boquiabierto. No es para menos, pues cuentan con una altura de más de 100 metros y arrojan millones y millones de litros de agua por minuto contra el suelo. Podrían parecer un espectáculo por sí mismas pero, en su interior, albergan también una gran piscina natural que es conocida por su peligrosidad. Llamada «la Piscina del diablo» («Mosi-oa-Tunya» en la lengua local, término que se puede traducir como «el humo que truena»), este accidente del terreno es una de las mayores atracciones de África debido a que permite a los curiosos bañarse teniendo a pocos metros un abismo de unos 108 metros de altura.
A esta curiosa y extravagante piscina se puede acceder únicamente desde
finales de verano, hasta principios de navidad (de octubre a diciembre). La razón es sencilla: durante este período de tiempo es posible nadar sin temor a caer por las cataratas debido a que el nivel de agua del rio es considerablemente más bajo. Por el contrario, si decides darte un chapuzón en invierno, es probable que la pared de roca que se ubica en el borde del acantilado no sea suficiente para detenerte. A su vez, hay que tener cuidado, pues las crecidas son tan grandes que pueden aumentar el caudal del Zambeze en más de un metro en pocos minutos. Con todo, durante la temporada seca es seguro bañarse poniendo un poco de cuidado en ello.