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TRADICIONES DE MOLLENDO

La Cruz de Fierro
Siguiendo las indicaciones de la Santa
Sede de colocar una cruz en el punto más
alto del pueblo con la finalidad de recibir
el advenimiento del siglo XX;[cita requerida] el
1.º de enero de 1900, el Presbítero Juan
B. Arenas, autoridades y devotos, salieron
de la maestranza del ferrocarril, llevando
a lomo de bestia una cruz de fierro, de
aproximadamente cinco metros de altura.
El séquito, subió la primera cuadra de la
calle Tambo (Deán Valdivia), voltearon a
la calle Mayor Blondell y luego cruzaron la
avenida Mariscal Castilla; continuando
con la procesión escalaron los cerros
hasta llegar a la cima del cerro Colorado donde plantaron la cruz. Se ofició la santa misa
por la fiesta de Año Nuevo y la llegada del siglo XX. Desde entonces la luz del universo,
refleja los brazos indestructibles de la Cruz de Fierro haciéndola visible a las generaciones
venideras, como testimonio irrecusable del valioso legado de Fe que trasmiten las
generaciones del siglo XIX.
Desde aquella lejana fecha, en peregrinación jóvenes de ambos sexos visitaban la Cruz de
Fierro el primero de noviembre de cada año, para venerarla y reafirma su fe católica.

El Alma del Degolladito


Don Hospicio Rodríguez natural de
Chala, jurisdicción de la provincia de
Caravelí (Arequipa), ganó significativa
suma de dinero, en las salitreras de
Tarapacá.
Al decretar el gobierno chileno la salida
de los peruanos, que trabajaban en
dichas minas; don Hospicio tuvo que
regresar al Perú, estableciéndose en
Mollendo.
La gente que lo conoció, comentaba
que don Hospicio era una persona
amable y alegre, gustaba exhibir anillos
y un hermoso reloj de pulsera con
cadena de oro.
El 1.º de enero de 1914, en tan significativa fecha universal de Año Nuevo Dn, Rospicio
encontró horrible muerte. Después de haber libado licor en una cantina ubicada en la
quinta cuadra de la calle Tambo (Deán Valdivia), con un amigo a quien conoció en Chile,
siendo ya muy de noche, frente a la puerta principal del Cementerio de la ciudad, el desleal
amigo lo asesinó, degollándolo con un filudo corvo. La causa del crimen fue robarle sus
joyas y dinero que tenía en libras esterlinas.
Al día siguiente la noticia causó gran revuelo en la población mollendina; autoridades y
curiosos se hicieron presentes y vieron con estupor, la cabeza del infortunado cercenada
del cuerpo. A los pocos días el asesino fue capturado en los baños de La Aguadita.
El Presbítero Juan B. Arenas y el Reverendo Padre Jesús M. del Carpio (Capellán del
Hospital “El Carmen”) celebraron una misa el año 1923, con ocasión de la exhumación y
traslado al interior del Cementerio. Estuvieron presentes autoridades, numeroso público y
las escoltas del Ejército (Movilizables) y Policía.
Desde esa fecha del crimen que conmovió a Mollendo, tomó el nombre “El Degolladito”.
Sus devotos lo visitan el lunes de cada semana. El 1.º y el 2 de noviembre es venerado
masivamente. El alma del Degolladito para muchos de sus creyentes, es milagrosa.
EL CHOLLONCO DE MOLLENDO

Dia de San Pedro y San pablo

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