Memento Mori

Arnolfa,
Sé muy bien que voy a morir. Los hombres y las cosas valemos en la medida en que somos
pensados dentro de nuestro mundo. Los lazos que nos atan ahora ni si quiera fueron
forjados por nosotros. Somos un triste resultado de la inevitable e imparable corriente del
tiempo.
La vida es sin duda alguna lo más bello del universo. Jamás me arrepentiré honestamente
de las formas en las que gasté mi tiempo y utilicé mi capacidad de actuar e influir sobre las
cosas. Soy el vivo testigo del nacimiento de millones de mundos, repletos de flores, colores
y seres vivos radiantes de luz. Mi corazón reboza de paz con la idea de terminar este ciclo,
el cual, en últimas, solo es uno entre muchos.
Nada de lo que me ata es real. Es un día más, ya las cosas no se pierden, solo se
transforman. Vivo en una constante desdicha, luchando en contra de todos los demonios de
mi inframundo. No puedo continuar. No hay otra cosa que pueda hacer, y sí, si no olvido,
moriré.
Por desgracia me leíste como un enemigo, desconfiaste de mi e hiciste un agujero en mi
corazón. Esta catástrofe lleva nuestros nombres. Nos convertimos en los protagonistas de
una historia que odiamos contar.
Aquí, ahora, en este momento, mi cariño por ti es más grande que nunca, pero entendí que
no puede ser más grande que el que siento por mí. El debate entre la vida y la muerte de mi
actual ser continúa, pero tú, quien alguna vez fue mi más grande anhelo, no puedes
continuar aquí. Debes irte, debemos crecer. No sé qué es lo que merezco, aunque estoy
seguro de que pronto lo sabré.
Pase lo que pase, te doy gracias por todo el amor que me diste, por los detalles, las palabras,
el apoyo. Demostraste ser una persona capaz de amarme y eso, querida, tiene un mérito
único. Gracias, Arnolfa.
Luego de esto, para bien o para mal, no volveré a ser el mismo. Seguramente tendrás que
conocerme de nuevo, si es que algún día los hilos vuelven a cruzarse y empujarnos en una
inevitable catástrofe. Yo ya no estaré aquí, y te pido desde ya perdón por mis acciones
desde ahora.
Desde lo más profundo de mi corazón, te deseo lo mejor y espero que estés bien.

Estas letras son libres de ataduras y de malos deseos, aquí solo están puestos mis más
profundos anhelos.