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DPCA9RTB
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CIVIL
FECHA: 21-11-2018
MONTERREY NL
PRUEBA DE INDICIOS Y LAS PRESUNCIONES
CONCEPTO
Por indicio debe entenderse todo hecho conocido ( o una circunstancia de hecho
conocida) del cual se deduce, por si solo o juntamente con otros, la existencia o
inexistencia de otro hecho desconocido, en virtud de una operación lógica basada
en normas generales de la experiencia o en principios científicos o técnicos
especiales.
La voz latina indicium es una derivación de indicere, significa indicar, hacer
conocer algo.
Esta función la cumple el indicio en razón de la vinculación lógica que existe entre
el hecho indicador y el hecho indicado. Es decir, sin que medie ninguna
representación de éste (ni oral, ni escrita, ni por reproducción de imágenes o
sonidos).
CONSTITUYEN UN MEDIO DE PRUEBA
La mayoría de autores, cuya opinión compartimos, atribuyen a los indicios el
carácter de medio de prueba.
Entre los pocos autores que sostienen la tesis contraria podemos citar a FLORIAN
Y ROSSENBERG, quienes argumentan que los indicios no son prueba, sino
objeto y argumento de prueba.
El error de esta postura estriba en considerar el hecho en sí mismo, aislado de la
inferencia que de él obtiene el juzgador y que constituyen su fuerza probatoria.
NATURALEZA JURÍDICA
Los indicios son una prueba crítica o lógica e indirecta. En efecto, no pueden ser
una prueba histórica ni representativa del hecho indicado porque de lo contrario su
valor probatorio consistiría en esa representación y entonces si consistiera en un
objeto o una cosa representativa se trataría de un documento, y si consistiera en
una declaración sería un testimonio, una confesión o una pericia.
Ninguna prueba histórica puede ser indicio de un hecho:
Si se trata de una prueba histórica plena de un hecho distinto investigado, pero
que sirve para inducirlo, aquel hecho es indicio de éste, pero no lo es la prueba del
primero. Es decir, el hecho relatad por el testigo, la parte o el perito, o el narrado
en el documento, puede ser indicio de otro hecho, pero no es el testimonio, la
confesión o el dictamen.
Si se trata de una prueba histórica deficiente, que no alcanza a otorgar la certeza
del hecho que con ella se intenta acreditar, pero que merece determinada relativa
verisimilitud, nunca puede ser indicio de este hecho, sino que se tratará de una
prueba incompleta o imperfecta, cuyo mérito probatorio debe ser fijado conforme a
su propia naturaleza de testimonio, confesión, pericia o documento, y que puede
concurrir con toras probanzas a formar el pleno convencimiento del juzgador.
Tampoco la inspección puede ser un indicio del hecho inspeccionado o
reconocido, ni de otro que con aquél se relacione. Si no alcanza a demostrar el
hecho que era objeto de la diligencia, será una prueba incompleta o carecerá
absolutamente de convicción probatoria, según el caso; si acredita el hecho
inspeccionado, pero no se trata del hecho tema de prueba, sino de otro que sirve
para indicarlo, será éste el indicio de aquél, pero no la inspección.
INDICIOS Y PRESUNCIONES JUDICIALES
Existen algunos autores. Como por ejemplo MITTERMAIER, GIANTURCO,
GUASP, BONNIER, DE PINA Y ROCHA, que identifican estas dos nociones.
Lo mismo ocurre en diversos códigos civiles y de procedimiento.
La mayor parte, sin embargo, los diferencia, sin dejar de reconocer que los indicios
operan como base o supuesto de hecho de las presunciones judiciales y que éstas
concurren en la apreciación de aquéllos, puesto que son principios lógicos
fundados en la experiencia común o en conocimientos especializados, que
conducen al magistrado a apreciar el mérito convictivo de aquéllos.
Esta última postura es acertada en cuanto el indico es una prueba que consiste en
un hecho conocido y la presunción judicial consisten en el argumento lógico,
vasado en las máximas generales de la experiencia o en conocimiento
especializados, que le permiten al juzgador otorgante valor probatorio a aquél, al
inferir de dicho hecho otro desconocido de cuya comprobación se trata.
La presunción judicial sirve de razón para calificar o apreciar el mérito probatorio
de los indicios y , por consiguiente, no puede confundirse con éstos.
De ahí que el indicio puede ser anterior, coatáneo o posterior al hecho
desconocido que se investiga, en tanto, que la presunción judicial aparece
ineludiblemente después que el hecho investigado y el indiciario ha ocurrido.
Si se separan correctamente ambos conceptos, puede lograrse una noción clara y
exacta de ellos.
Por otra parte, las presunciones se aplican también a la valoración de todas las
otras pruebas.
IMPORTANCIA
La prueba de indicio tiene enorme importancia, tanto en el proceso civil, comercial,
laboral, como en el penal, para sustituir la ausencia, en particular en el citado en
último término de pruebas históricas del hecho investigado, y de su verificación por
el examen persona y directo por el magistrado.
Su relevancia se consolido con la supresión del tormento para lograr confesiones,
y en el derecho actual cuando merced a la libertad que se le concedió al juez para
merituarla conforme a las reglas de la psicología , de la lógica y de la experiencia,
se admitió que puede llegar a ser plena o completa, suficiente para formar por si
sola el convencimiento o la certeza indispensable para emitir el pronunciamiento
definitivo sobre los hechos investigados.
No se nos oculta que se trata de una prueba difícil apreciación y para concederle
el carácter de plena el juzgador no puede dejar de aplicar su mayor rigor critico,
pero no debemos olvidar que los mismo sucede con la prueba de los testigos.
En el proceso penal es una prueba insoslayable en casi todas las hipótesis.
También en muchos de los casos que se presentan en los procesos civiles ,
comerciales y laborales su aplicación es decisiva, cuando se discute sobre
posesión de estado civil, filiación extramatrimonial, conocimiento o ignorancia de la
ley, la intención de los contratantes cuando las declaraciones resultan ambiguas,
la mala e o fraude, la simulación de contratos, el consentimiento tácito, la posesión
material de bienes, etc.).
Las modernas técnicas de investigación de huellas y rastros, de los diversos tipos
de sangre y de escrituras, de identificación de materiales empleados en vestidos y
armas, de comparación de voces en cabellos humanos, de identificación de armas
de fuego y sus proyectiles, etc., han acentuado al máximo su trascendencia y la
utilización práctica de la práctica de la prueba por indicios.
Cabe consignar, por último, que dictámenes de los expertos en la técnica de
investigación, cada vez más comunes, cuando demuestran plenamente os hechos
objetos del miso la prestan hoy en día un apoyo de enorme valor a esta prueba.
En virtud de ello, algunos autores la estiman ya como la fundamental en el
proceso penal y una de las mejores en los restantes proceso; DELLEPIANE,
GIANTURCCO, FAUTRIER FRAMARINO DEI MALATESTA, BONNIER,
GARRAUD, etc.
DEVIS ECHANDIA se refiere a la relevancia que adquiere cada vez más esta
prueba en los siguientes términos, << Al abolir el tormento como medio absoluto
para obtener a toda costa la confesión del sindicado, creció la importancia de la
prueba indiciaria en el proceso penal. En un principio se la consideró como prueba
secundaria, ero la doctrina moderna ha sabido colocarla en su correcta posición
de prueba principal, al lado de las otras ya estudiadas, a medida que mejoró la
técnica de investigación y se precisaron sus requisitos, su naturaleza y los
principios fundamentales para su valoración>>. Y agrega:<< Como explica Vito
Gianturco, la verdadera transformación de esta prueba en el derecho moderno
ocurrió cuando, gracias a la libertad que se dio al juez para valorarla, de acuerdo
con las reglas de la psicología, de la lógica y de la experiencia, se le reconoció la
calidad de plena o completa, suficiente para formar por sí sola la convicción o
certeza necesaria para proferir la decisión sobre los hechos investigados, lo
mismo en el proceso penal que en el civil o en otro cualquiera.
CLASES
No obstante que la cantidad de los indicios son prácticamente incontables,
algunas de las clasificaciones que los antiguos juristas confeccionaron conservan
cierta utilidad práctica, por ejemplo:
1° ) la de indicios anteriores, concomitantes y posterior al hecho desconocido
que se trata de comprobar;
2°) la de indicios personales o subjetivos y reales o materiales, según se refieran
a condiciones y modos de ser un persona (como la capacidad intelectual, física y
moral para el acto delictivo o el hecho de significación civil) o a cosas, huellas, o
rastros y similares.
3°) la de necesarios y contingentes, según que uno resulte suficiente para
producir el convencimiento en virtud de que supone necesariamente el hecho
indicado (lo cual únicamente sucede cuando corresponde a una ley física
inalterable) o que apenas constituya una inferencia de probabilidad.
4°) la de grave y leves, en que se subdividen los contingentes, o también la de
inmediatos y mediatos, según la proximidad de la conexión entre los dos hecho,
5°) la de positivos y negativos, según que concurran a indicar la existencia o la
inexistencia del hecho investigado, o de la responsabilidad del sindicado.
6°) la de causales y de efectos, según que determinen la causa del hecho o
signifiquen efectos del mismo ( FRAMARINO DEL MALATESTA habla de indicios
causales de la capacidad intelectual, física y moral del sindicado para cometer el
ilícito, y de indicios de efectos deducidos de las huelas materiales y morales del
delito; ELLERO alude a indicios causales de capacidad para delinquir, del móvil,
de la oportunidad para delinquir, y de indicios de efectos como huellas del delito y
manifestaciones posteriores a ésta);
7°) ordinarios y técnicos, según requieran o no conocimientos especiales para
valorarlos.
FASE CONCLUSIVA.
Contenido y objeto de los alegatos. Concluida la recepción de las pruebas, el
tribunal dispondrá que las partes aleguen por sí o por sus abogados o
apoderados, primero el actor y luego el demandado; el Ministerio Público alegará
también en los casos en que intervenga, procurando la mayor brevedad y
concisión. No se podrá hacer uso de la palabra por más de un cuarto de hora en
primera instancia y de media hora en segunda.1 Queda prohibida la práctica de
dictar los alegatos a la hora de la diligencia. Los alegatos serán verbales y pueden
las partes presentar sus conclusiones por escrito.2 Los tribunales deben dirigir los
debates previniendo a las partes se concreten exclusivamente a los puntos
controvertidos evitando digresiones. Pueden interrumpir a los litigantes para
pedirles explicaciones e interrogarlos sobre los puntos que estimen conveniente,
ya sobre las constancias de autos o ya sobre otros particulares relativos al
negocio. 3 De esta audiencia, el secretario, bajo la vigilancia del juez, levantará
acta desde que principie hasta que concluya la diligencia, haciendo constar el día,
lugar y hora, la autoridad judicial ante quien se celebra, los nombres de las partes
y abogados, peritos, testigos, intérpretes, el nombre de las partes que no
concurrieron, las decisiones judiciales sobre legitimación procesal, competencia,
cosa juzgada e incidentes, declaraciones de las partes en la forma expresada en
el artículo 389 de este Código, extracto de las conclusiones de los peritos y de las
declaraciones de los testigos conforme al artículo 392 del mismo ordenamiento, el
resultado de la inspección ocular si la hubo y los documentos ofrecidos como
pruebas si no constaren ya en el auto de admisión; las conclusiones de las partes
en el debate oral, a no ser que por escrito las hubieren presentado los litigantes, y
los puntos resolutivos del fallo. 1 Ibídem; artículo 393. 2 Ibídem; artículo 394. 3
Ibídem; artículo 395.
Bibliografía
https://jorgemachicado.blogspot.com/2010/03/proceso.html#_Toc256630754
http://derecho.isipedia.com/optativas/derecho-procesal-del-trabajo/04-el-proceso-
laboral
http://derechoprocesalagrario10.blogspot.com/