CONCLUSIÓN CLAUDIA: (Parte 2)

Respecto al objeto del derecho comparado, se ha convenido restringirlo a las sociedades, debido
ya que los sistemas jurídicos tienden a ser tanto societarios en sus alcances como específicos de
las sociedades a las que pertenecen. La dificultad está en decidir qué aspectos de tales sistemas
jurídicos se han de comparar, porque cuentan con diferentes componentes como son: la cultura
jurídica, las instituciones jurídicas, los papeles desempeñados por los protagonistas dentro del
sistema jurídico (juez, abogados, notarios), las formas de actividad jurídica, las normas jurídicas
secundarias y las normas jurídicas primarias.

Las normas jurídicas primarias se refieren a las disposiciones que crean modifican regulan o
extinguen las relaciones jurídicas y éstas son consideradas por los juristas como el objeto básico
de la comparación, algo errado ya que se enfatizan solo en un aspecto de un complejo sector de
la sociedad. Vemos de esta manera, que lo debatible respecto al objeto del derecho comparado
es sobre qué punto de vista de política social debe prevalecer la comparación.