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Afelina Muerte Subita en El Deporte
Afelina Muerte Subita en El Deporte
Reduce
numerosas enfermedades como la obesidad, ayuda a controlar la tensión
arterial, disminuye el riesgo de padecer enfermedad coronaria o infarto de
miocardio. Además, te hace sentir mejor contigo mismo y como normal
general, mejora la calidad de vida. Sin embargo, en ocasiones nos
enfrentamos con eventos fatales que ocurren durante la práctica
deportiva contra los que debemos luchar para disminuir su incidencia.
La muerte súbita en el deporte es aquella que se produce de manera
inesperada durante la práctica deportiva o una hora tras finalizarla, por
causa natural, no traumática ni violenta, en una persona con aparente
buen estado de salud.
La muerte súbita en el deporte afortunadamente no es un problema
frecuente, pero sí que presenta una enorme repercusión en nuestra
sociedad. La mayoría de los casos no tienen repercusión mediática, pero
cuando se producen en eventos deportivos, alcanzan un impacto social muy
elevado. Es responsabilidad de todos intentar dar una información correcta
sobre estos terribles acontecimientos e intentar poner todos de nuestra parte
para que cada vez se reduzcan los casos.
El 90 por ciento de las causas de la muerte súbita se deben a problemas
cardiovasculares. Mª Dolores Masiá, actual coordinadora del grupo de trabajo
de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC)
explica que las causas de muerte súbita son dependientes de la edad de la
persona. “En menores de 35 años, las causas suelen ser estructurales,
por cardiopatías congénitas, es decir, problemas en el corazón con los
que se nace (en las válvulas, en lo que mide el corazón o en el origen de las
arterias que le llevan sangre, por ejemplo). Sin embargo, en los mayores de
35 años, suelen ser por cardiopatía isquémica, debido a que hay una o más
arterias obstruidas y provocan un infarto”.
Resulta complicado saber las cifras exactas por lo difícil que resulta
registrar todos los casos de manera precisa. “Se estima que en menores
de 35 años es uno de cada 100.000 casos; y en los mayores de 35 años, uno
de cada 18.000”, señala Masiá. Se deduce, por lo tanto, que es mayor la
incidencia en el deportista máster respecto al deportista joven.
Factores de riesgo
La muerte súbita afecta diez veces más a los hombres que a las mujeres,
ajustado a la frecuencia de participación en eventos por sexo, es decir, que el
aumento de la incidencia en hombres no es debido a que las mujeres
participen menos en acontecimientos deportivos.
Por supuesto, existe mayor riesgo de que se produzca en aquellas personas
que presenten factores de riesgo cardiovascular como es el sedentarismo,
la obesidad, ser diabético o tener la tensión y/o el colesterol elevados.
“Aunque estemos hablando de muerte súbita en el deporte, se muere mucho
más la gente sedentaria realizando su vida cotidiana que las personas
activas haciendo ejercicio físico, lo que pasa es que esta última es más
llamativa. Otro importante factor de riesgo es que el deportista presente algún
familiar cercano que por desgracia haya sufrido uno de estos terribles eventos,
siendo imprescindible en dicho caso realizar un estudio familiar. Los
antecedentes familiares son muy importantes y hay que tenerlos en
cuenta”, apunta Masiá.
Si hablamos de la incidencia por deporte, sería mayor en aquellos que
impliquen una mayor demanda cardiovascular, pero a pesar de todo, la
especialista insiste en que “no es tanto el tipo de deporte que sea peligroso
sino la persona que lo practica, ya que nadie se muere estando
completamente sano, si ocurre algo así, es porque hay un problema que no se
conoce”.
Entre los deportistas menos de 30 años, dos son las causas principales de muerte súbita y
suelen tener un origen hereditario. Por un lado, la miocardiopatía arritmogénica
(MCA) del ventrículo derecho, en la que “el tejido muscular se destruye y se va
sustituyendo por tejido adiposo, de forma que, cuando se hace deporte con intensidad, se
generan arritmias cardíacas que también conlleva a muerte súbita”, explica Gómez. Por otro
lado, los estudios apuntan a la a miocardiopatía hipertrófica (MCH) como causa de muerte
súbita en deportistas jóvenes. Es una enfermedad del músculo del corazón que se caracteriza
por el aumento del grosor de sus paredes (hipertrofia), que dificulta la salida de sangre del
corazón y fuerza al órgano a trabajar con mayor intensidad para bombear la sangre.
Hay otras muchas cardiopatías que pueden provocar muerte súbita en deportistas, e incluso
se registran muchos casos en los que estas situaciones tienen un origen
indeterminado (hasta en el 30% de los casos, según esta revisión).
¿Cuál es la incidencia de la muerte súbita en el deporte?
Los casos de muerte súbita de deportistas son un acontecimiento con gran impacto
social por ocupar los titulares de la prensa deportiva y por el hecho de que sea difícil
entender cómo un joven aparentemente sano, que hace deporte y mantiene un estilo de vida
saludable, puede perder la vida de forma súbita por un problema cardiaco. Sin embargo,
afortunadamente, la incidencia de este tipo de fallecimiento es baja.
Que un deportista haya alcanzado un alto rendimiento no garantiza que esté libre de
enfermedad coronaria u otras anomalías cardiovasculares.
Nos permite detectar enfermedades del corazón que con un simple electrocardiograma de
reposo no aparecen, o evaluar una posible enfermedad coronaria “silenciosa” en
individuos aparentemente sanos. También podemos descubrir respuestas anormales de la
tensión arterial y reproducir y evaluar los síntomas torácicos relacionados con el ejercicio.