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CAUSA DE MUERTE

(Villanueva. E. 1998), Indica que la causa de la muerte es el traumatismo,


enfermedad o combinación de ambos responsable de la iniciación de la serie de
trastornos fisiopatológicos, breves o prolongados, que terminan con la vida de una
persona (silencio eléctrico cardiaco y cerebral)Ademas nos dice que la causa de la
muerte es única (inmediata y fundamental) cuando la lesión o enfermedad
producen la muerte tan rápidamente que no hay lugar a secuelas o
complicaciones. Cuando hay una demora entre el inicio de la enfermedad o lesión
y la muerte final, pueden distinguirse una causa inmediata o última (la que produjo
la muerte directamente) y otra fundamental, inicial o básica.

Según (Galtes I 2009) no dice que este intervalo puede ser muy prolongado,
incluso de años. Es decir, cuando la lesión o enfermedad produce la muerte de
forma inmediata (decapitación, herida por arma de fuego en la cabeza, etc.), no
procede una distinción entre causa inmediata y fundamental, pues esencialmente
son la misma. Si hay un periodo de supervivencia y aparecen complicaciones
(ejm.neumonía) entonces ésta es la causa inmediata y la que inició el proceso es
la fundamental, siempre que exista relación de causalidad directa entre ellas.

Es decir, la causa inmediata de la muerte es complicación de la causa


fundamental o inicial. Además en un caso de traumatismo abdominal cerrado con
muerte tres días después por peritonitis, la causa fundamental es el traumatismo
abdominal y la peritonitis la inmediata.

DIVERSAS FORMAS DE MUERTE

Según (Garfia A 2003), nos dice que tenemos las siguientes causas de muerte:

MUERTE APARENTE: estado patológico del cuerpo humano que presenta una
atenuación de las funciones vitales, en grado tal que parece que estuvieran
abolidos los signos vitales. a.- pérdida de la conciencia b.- inmovilidad neuro-
muscular c.- ausencia aparente de latidos cardíacos y pulso además de
movimientos respiratorios (en realidad son muy débiles) Coma, síncope,
intoxicaciones, neurosis o histerismos, sumersión o asfixia mecánica.

MUERTE ABSOLUTA O REAL: Desaparición total de toda actividad vital.

MUERTE RELATIVA: Estado caracterizado por la suspensión efectiva de las


funciones cardiocirculatorias, respiratorias y neurológicas, en el cual se puede
conseguir, mediante medidas extraordinarias de reanimación, la reviviscencia del
individuo.

MUERTE INTERMEDIA: Estado en el cual se extinguen progresivamente las


actividades biológicas de sobrevivencia; y ya no se consiguen con maniobras de
resucitación volver a conseguir toda la vitalidad del organismo. Ej. Anoxia cerebral
con descerebración.

MUERTE SÚBITA: Es la muerte que sobreviene inesperadamente, fuera de toda


causa violenta, en una persona que, ya por su estado de salud aparente o por una
enfermedad que no inspira temores inmediatos para esperar un desenlace fatal.

MUERTE REPENTINA: Es la muerte que se produce en forma rápida en un


individuo que sufre de una enfermedad, bien sea aguda o crónica, en quien se
espera su deceso.

MUERTE NATURAL: Es la muerte producida por consecuencia de una patología


o enfermedad de cualquier etiología, ya sea infecciosa, tumoral, degenerativa,
etc.; y donde no ha intervenido ninguna causa externa violenta.

ORIGEN DE LA MUERTE, MUERTE NATURAL Y MUERTE VIOLENTA

(Marcalaín E 2006) Indica que la muerte natural es lo que se atribuye a la vejez,


y violenta a la consecutiva a un traumatismo fortuito o la que se ejecuta privando
de la vida a alguien intencionadamente.
De estas definiciones, desde un punto de vista médico-legal, quedarían todas las
enfermedades como causa de muerte natural, y como violentas todos los suicidios
y los accidentes causados por traumatismos, como las intoxicaciones, baja
temperatura ambiental, ciertas asfixias, etc.

TRAUMATISMO Y ENFERMEDAD

(Marcalaín E 2006) también nos indica que una importante proporción de muertes
que ocurren a continuación de un hecho violento coinciden de forma secuencial o
simultánea entre traumatismos y enfermedades en orden a causar o contribuir a la
muerte pueden dar lugar a las más complejas y confusas situaciones. En todo
caso, el objetivo del patólogo forense debe ser valorar, con la mayor precisión e
imparcialidad posible, todos los factores que intervinieron, bien como causa
fundamental o como otros trastornos que contribuyeron a la muerte.

(Marcalaín E 2006) En algunos casos, ciertas enfermedades pueden crear


situaciones que lleven a la muerte violenta. Ejemplos clásicos son el ahogamiento
de un epiléptico en una bañera; o el traumatismo grave en accidente de tráfico de
un conductor cardiópata que sufre una pérdida de conciencia por un episodio de
bajo gasto cardiaco.

Las cuestiones que surgen en los casos de coexistencia o coincidencia de


enfermedad y traumatismo pueden ser anticipadas

Ejemplos de la situación "a" son las víctimas de muerte súbita cardiaca por
cardiopatía isquémica que tienen con frecuencia lesiones en el rostro al caer
colapsados inconscientes, lesiones que son irrelevantes en la producción de la
muerte. El problema puede surgir si la caída se produce desde una altura
importante y las lesiones son de cierta gravedad.

Los casos de la situación "b" se producen cuando una enfermedad letal es


complicación de una lesión más o menos antigua. El traumatismo inicial puede ser
causa de inmovilidad que se complica con: tromboembolismo pulmonar, neumonía
hipostática, etc.

Casos similares serían la sepsis urinaria por mielopatía traumática que ocasiona
una vejiga neurógena, obstrucción intestinal debida a adherencias por herida
penetrante en abdomen, lesión alveolar difusa después de traumatismos graves o
quemaduras y las complicaciones de la anticoagulación.

A mayor intervalo entre la lesión y la muerte, mayor es la duda de la relación de


causalidad, conexión causal. Si interviene otro factor que se desarrolla mientras
tanto puede romperse la cadena de eventos.

Las situaciones más problemáticas se presentan en el caso "c" en el que la muerte


es por el efecto combinado de trauma o estrés y enfermedad preexistente, ambos
están presentes y no pueden excluirse como participantes en la muerte. En estos
casos, a su vez, se pueden distinguir, entre otras, las siguientes situaciones:

Un traumatismo de grado moderado resulta mortal en un sujeto con una grave


enfermedad crónica

Ejemplo: un enfermo con antecedentes de cardiopatía isquémica crónica que sufre


una fractura de cuello de fémur, es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia
general y fallece por infarto de miocardio en el postoperatorio inmediato. Este
supuesto representa un prototipo de caso discutible a la hora de establecer origen
y causa de la muerte, aunque para la mayoría es evidentemente una muerte
violenta16.

En este ejemplo, nuestra opinión es establecer un origen violento, aunque la


causa inmediata sería infarto agudo de miocardio, la causa fundamental
cardiopatía isquémica y la fractura de fémur el factor precipitante u otra alteración
que contribuyó a la muerte pero no relacionada directamente con la causa
fundamental. No obstante, establecer un origen indeterminado también sería
aceptable.
Otro supuesto similar sería: traumatismo torácico con fracturas costales simples,
no más de 2 o 3 costillas, que descompensa a un paciente con EPOC severo y
fallece.

ESTUDIOS SOBRE MUERTE POR TRAUMTISMOS

Según el Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) del año
2010, el trauma es la 3ra. Causa de muerte en el mundo y la 5ta. En Cuba. Los
accidentes del tránsito son la principal causa de trauma en este país. En el año
2010 se reportaron 4 714 muertes por trauma y 1 489 de ellas (24,7 %) fueron
debidas a accidentes del tránsito. Con relación a los años de vida potencialmente
perdidos, ocuparon el 5to. Lugar de las diez primeras causas de muerte, superado
solamente por las enfermedades del corazón, los tumores malignos, enfermedad
cerebrovascular e influenza/neumonía. En Santiago de Cuba en el año 2010 se
registraron 447 fallecidos por trauma, que representaron una tasa de 42,7 por
cada 100 000 habitantes, cifra que la ubica en el 4to. Lugar junto con la provincia
de Matanzas.

Un estudio de Sánchez Portela 2010 demostró que las edades más afectadas
fueron las comprendidas entre los 20 y 39 años, y el sexo que más se afectó fue el
masculino con un 80 %. Concuerdan con la serie los resultados del Dr. Rodríguez-
Ortega 2009 donde se observó que las edades más comunes para la presentación
de traumatismos son de 21 a 35 años, en varones. Con este dato se comprobó
que el perfil epidemiológico del traumatizado en el hospital es similar al que
clásicamente se reporta por otros autores. Las lesiones traumáticas afectan a
individuos jóvenes en las edades económicamente más productivas y con mayor
esperanza de vida, lo que se traduce en implicaciones sociales.
LOS TRAUMATISMOS MAS COMUNES SEGÚN ESTUDIOS

Traumatismos producidos durante el tráfico de vehículo de motor

(Sánchez Portela 2010) Indica que estos eventos se presentan como la primera
causa de muerte en todos los grupos. La tendencia general de los accidentes de
tráfico de vehículo de motor (ATVM) ha sido descendente , con una disminución
general de 36.9% entre adolescentes; la reducción observada del trienio 79-81 al
87-89 ha sido más importante, con una reducción de 33.5%, que la apreciada del
87-89 al 95-97, donde la reducción fue apenas de 5.1%. Esta tendencia
descendente ha sido más consistente para los grupos de 10 a 14 años que para
los de 15 a 19 años, donde se observan muchas variaciones en las tasas de
mortalidad.

(Sánchez Portela 2010) nos dice que la gran mayoría de las muertes en ATVM
correspondieron a peatones: la razón peatón/ocupante es de 9.2 para mujeres de
10 a 14 años de edad, 13.2 para mujeres de 15 a 19 años de edad, 14.8 para
hombres de 10 a 14 años de edad, y de 15.8 para hombres de 15 a 19 años de
edad. El registro de estos eventos muestra una tendencia ascendente, habiendo
un incremento de 20% durante el periodo estudiado. Estos son seguidos, en una
cantidad mucho menor, por el registro de defunciones ocurridas en ATVM a
pasajeros de vehículos (no motocicleta) y conductores, los cuales también
muestran una tendencia ascendente. Es de notar que la categoría "no
especificado" correspondiente a los ATVM muestra una tendencia descendente de
53.7%.

Traumatismos con armas de fuego

(Rodríguez-Ortega 2009 )dice que las defunciones producidas por proyectiles de


arma de fuego mostraron una tendencia ascendente durante el periodo, de 79-81
a 87-89, de 4.5%, y un descenso de 87-89 a 95-97 de –16.3%. Estas tendencias
difieren según la intencionalidad del evento. Para los traumatismos no
intencionales se observa una disminución de aproximadamente –23.3% entre
adolescentes. Por otra parte, para los suicidios y los homicidios se observan
incrementos de 176.9% y 13.9%, respectivamente.

BIBLIOGRAFÍA

 Villanueva. E,. Problemas Tanatológicos Médico-Legales. Medicina Legal Y


Toxicología. 5a Ed. Barcelona: Masson 1998.
 Galtes I, Cos M. Muerte súbita y epilepsia. Cuad Med Forense. 2009
 Marcalaín E. Patología Forense y Salud Pública. VIII Curso de Patología
Forense.
 Garfia A .- La importancia del Laboratorio de Histopatología en la Autopsia
Médico-Forense. Revista Española de MedicinaLegal
 Sánchez Portela Carlos A, Delgado Fernández Juan C, Robaina Arias Luis
E, Rodríguez Lorenzo Simón, Díaz Arteaga Yovani. Morbilidad y mortalidad
por traumatismo abdominal (2002 a 2004). Rev Cubana Cir [revista en la
Internet]. 2007 Sep [citado 2013 Ago 14] ; 46(3)
 Rodríguez Ortega FM. Experiencia de 11 años en la atención del paciente
politraumatizado en la Unidad de Trauma-Choque de la Cruz Roja
Mexicana marzo de 1990 a septiembre de 2001. Anales Médicos Hospital
ABC. 2003;48(1):18-23.

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