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Según (Galtes I 2009) no dice que este intervalo puede ser muy prolongado,
incluso de años. Es decir, cuando la lesión o enfermedad produce la muerte de
forma inmediata (decapitación, herida por arma de fuego en la cabeza, etc.), no
procede una distinción entre causa inmediata y fundamental, pues esencialmente
son la misma. Si hay un periodo de supervivencia y aparecen complicaciones
(ejm.neumonía) entonces ésta es la causa inmediata y la que inició el proceso es
la fundamental, siempre que exista relación de causalidad directa entre ellas.
Según (Garfia A 2003), nos dice que tenemos las siguientes causas de muerte:
MUERTE APARENTE: estado patológico del cuerpo humano que presenta una
atenuación de las funciones vitales, en grado tal que parece que estuvieran
abolidos los signos vitales. a.- pérdida de la conciencia b.- inmovilidad neuro-
muscular c.- ausencia aparente de latidos cardíacos y pulso además de
movimientos respiratorios (en realidad son muy débiles) Coma, síncope,
intoxicaciones, neurosis o histerismos, sumersión o asfixia mecánica.
TRAUMATISMO Y ENFERMEDAD
(Marcalaín E 2006) también nos indica que una importante proporción de muertes
que ocurren a continuación de un hecho violento coinciden de forma secuencial o
simultánea entre traumatismos y enfermedades en orden a causar o contribuir a la
muerte pueden dar lugar a las más complejas y confusas situaciones. En todo
caso, el objetivo del patólogo forense debe ser valorar, con la mayor precisión e
imparcialidad posible, todos los factores que intervinieron, bien como causa
fundamental o como otros trastornos que contribuyeron a la muerte.
Ejemplos de la situación "a" son las víctimas de muerte súbita cardiaca por
cardiopatía isquémica que tienen con frecuencia lesiones en el rostro al caer
colapsados inconscientes, lesiones que son irrelevantes en la producción de la
muerte. El problema puede surgir si la caída se produce desde una altura
importante y las lesiones son de cierta gravedad.
Casos similares serían la sepsis urinaria por mielopatía traumática que ocasiona
una vejiga neurógena, obstrucción intestinal debida a adherencias por herida
penetrante en abdomen, lesión alveolar difusa después de traumatismos graves o
quemaduras y las complicaciones de la anticoagulación.
Según el Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) del año
2010, el trauma es la 3ra. Causa de muerte en el mundo y la 5ta. En Cuba. Los
accidentes del tránsito son la principal causa de trauma en este país. En el año
2010 se reportaron 4 714 muertes por trauma y 1 489 de ellas (24,7 %) fueron
debidas a accidentes del tránsito. Con relación a los años de vida potencialmente
perdidos, ocuparon el 5to. Lugar de las diez primeras causas de muerte, superado
solamente por las enfermedades del corazón, los tumores malignos, enfermedad
cerebrovascular e influenza/neumonía. En Santiago de Cuba en el año 2010 se
registraron 447 fallecidos por trauma, que representaron una tasa de 42,7 por
cada 100 000 habitantes, cifra que la ubica en el 4to. Lugar junto con la provincia
de Matanzas.
Un estudio de Sánchez Portela 2010 demostró que las edades más afectadas
fueron las comprendidas entre los 20 y 39 años, y el sexo que más se afectó fue el
masculino con un 80 %. Concuerdan con la serie los resultados del Dr. Rodríguez-
Ortega 2009 donde se observó que las edades más comunes para la presentación
de traumatismos son de 21 a 35 años, en varones. Con este dato se comprobó
que el perfil epidemiológico del traumatizado en el hospital es similar al que
clásicamente se reporta por otros autores. Las lesiones traumáticas afectan a
individuos jóvenes en las edades económicamente más productivas y con mayor
esperanza de vida, lo que se traduce en implicaciones sociales.
LOS TRAUMATISMOS MAS COMUNES SEGÚN ESTUDIOS
(Sánchez Portela 2010) Indica que estos eventos se presentan como la primera
causa de muerte en todos los grupos. La tendencia general de los accidentes de
tráfico de vehículo de motor (ATVM) ha sido descendente , con una disminución
general de 36.9% entre adolescentes; la reducción observada del trienio 79-81 al
87-89 ha sido más importante, con una reducción de 33.5%, que la apreciada del
87-89 al 95-97, donde la reducción fue apenas de 5.1%. Esta tendencia
descendente ha sido más consistente para los grupos de 10 a 14 años que para
los de 15 a 19 años, donde se observan muchas variaciones en las tasas de
mortalidad.
(Sánchez Portela 2010) nos dice que la gran mayoría de las muertes en ATVM
correspondieron a peatones: la razón peatón/ocupante es de 9.2 para mujeres de
10 a 14 años de edad, 13.2 para mujeres de 15 a 19 años de edad, 14.8 para
hombres de 10 a 14 años de edad, y de 15.8 para hombres de 15 a 19 años de
edad. El registro de estos eventos muestra una tendencia ascendente, habiendo
un incremento de 20% durante el periodo estudiado. Estos son seguidos, en una
cantidad mucho menor, por el registro de defunciones ocurridas en ATVM a
pasajeros de vehículos (no motocicleta) y conductores, los cuales también
muestran una tendencia ascendente. Es de notar que la categoría "no
especificado" correspondiente a los ATVM muestra una tendencia descendente de
53.7%.
BIBLIOGRAFÍA