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DEBATE

Las religiones
en la era de la globalización
El actual proceso de globalización está transformando
el mundo. Desde la sociología, recogemos dos visiones
diferentes. PETER BERGERes muy conocido en España
desde hace más de 30 años por sus obras Construcción
social de la realidad, El dosel sagrado y Pirámides de
sacrificio. JOSÉ CASANOVA, español radicado en EEUU, ha
publicado recientemente Religiones públicas en el mun-
do moderno (PPC, 2000) y La Ética del Opus Dei y la
Modernización Española (Cambridge University Press)
de próxima aparición.

I. Globalización y religión

Peter L. Berger*

La globalización es un proceso mun- cia; quizás también nos tiente la idea de


dial, movido por fuerzas económicas y aquellos pensadores ilustrados, que
tecnológicas, que conlleva multitud de consideraban cualquier religión como
cambios, sociales y políticos; algunos de algo horrible. Sin embargo, permítanme
ellos positivos y otros, en absoluto, indicar que esto conduciría a una visión
como han dejado claro de manera con- muy distorsionada. Ante todo, la religión
tundente los acontecimientos más forma parte de la vida cotidiana de
recientes. Pero la globalización también millones de personas, totalmente aleja-
ha tenido consecuencias enormes en el das de actos de violencia. Así que, aun-
ámbito cultural; inclusive en la religión, que en nuestras circunstancias actuales
como fenómeno cultural de primera pueda ser difícil, para poder tener una
magnitud, y sobre el que vamos a tratar idea correcta debemos cultivar un cierto
en el presente texto. Dada la situación distanciamiento respecto a los llamati-
actual, resulta tentador centrarse en vos titulares de cada día.
cómo la religión puede servir para legiti- El centro de investigación que dirijo
mar los más horrendos actos de violen- en la Universidad de Boston terminó

* Profesor de Sociología en la Universidad de Boston


y Director del Instituto de Estudio Cultura Económica.

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Globalización y religión

hace poco su proyecto más ambicioso: paralelismo útil para la globalización


un estudio del impacto cultural de la contemporánea, describiendo la situa-
globalización en diez países. En la ción actual como “la fase helenística de
mayoría de los países estudiados, la la civilización angloamericana”. La era
religión es un área importante, en la helenística, como la nuestra, estuvo
que se ha sentido este impacto. No pre- marcada por un pluralismo de lujo,
tendemos aquí resumir el estudio, pero sobre todo en el tema de la religión,
la conclusión que sacamos es bastante pero también por el dominio de la cul-
clara: efectivamente existe una cultura tura derivada de Grecia, grecoparlante.
global emergente, de dimensión tanto Desde este punto de vista, el inglés
popular como de élite. En origen y con- americano es el equivalente de la koiné,
tenido es fundamentalmente occiden- un tipo de griego vulgar (como si dijé-
tal, especialmente americana. Su lingua ramos “griego básico”), la lengua en la
franca es el inglés, concretamente el que, no por casualidad, se escribió el
inglés americano. Tanto dentro como Nuevo Testamento. Sin embargo exis-
fuera de Occidente, algunos la perciben ten diferencias significativas, tanto en el
como una gran promesa, otros como alcance como en la velocidad de la
una gran amenaza. Pero ésa no es la penetración cultural. Podemos asegurar
imagen completa. La cultura global que la cultura helénica dominaba sobre
emergente no es algo pesado o rígido, todo los centros urbanos del mundo
ni uniforme ni indiscutido. Es recibida mediterráneo, lugares como Alejandría
de manera diferente en cada país, y sin- o Antioquía. Unos kilómetros más allá
tetizada, adaptada a las tradiciones cul- de estos centros –por ejemplo, en los
turales locales de muchas maneras, a pueblos del alto Egipcio o en la Siria
menudo llamativamente innovadoras. rural– la vida cultural indígena seguía
Es más, hay movimientos culturales, bastante igual. Y por supuesto, los
muchos de ellos religiosos, que se origi- medios de comunicación modernos han
naron fuera de Occidente y que tienen acelerado enormemente la velocidad
un impacto en él. Estos movimientos con la que las influencias culturales
constituyen globalizaciones alternati- pueden penetrar en las sociedades.
vas, que abren la fascinante posibilidad Para decirlo con la metáfora anterior,
de modernidades alternativas. Simple- hoy en día cualquier cosa de Cleveland
mente, no es muy probable que con el se puede encontrar en casi cualquier
tiempo todo el mundo se parezca a Cle- parte.
veland. Todo esto es muy pertinente cuando
Los científicos e historiadores socia- uno se fija en la cuestión religiosa. Por
les a menudo difieren en su valoración razones históricas bastante evidentes,
de la novedad de los desarrollos moder- Estados Unidos se encuentra en la van-
nos. Los primeros tienden a pensar que guardia del pluralismo “helénico” con-
este o aquel cambio es absolutamente temporáneo. Diana Eck ha llamado a los
nuevo; los últimos pueden revolver la Estados Unidos la sociedad más religio-
historia para toparse con algo bastante samente diversa de la historia; quizá
similar hace siglos. Claro que una eva- sea algo exagerado, pero al mismo
luación correcta suele estar en el térmi- tiempo plausible. Invito a cualquiera
no medio. Un colega mío, el historiador que lo dude, a meterse en un coche y
chileno Claudio Veliz, ha propuesto un conducir hacia el norte por la Calle 16 de

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Peter L. Berger

Washington, D.C., de la Casa Blanca que la mayoría de los estudiosos de


hacia el Hospital Walter Reed. Hay un dicho ámbito, tuve que desecharla ante
edificio religioso casi en cada bloque. Hay la evidencia apabullante de los datos
iglesias de cada denominación protes- empíricos. Curiosamente, muchos teó-
tante importante, una gran iglesia católi- logos que se afanan en adaptar el cris-
ca, sinagogas de varias ramas del judaís- tianismo a la presunta visión del mundo
mo americano, una iglesia griega del “hombre moderno” sí que siguen
ortodoxa y otra serbia ortodoxa, un cen- manteniendo esa idea. No; nuestra era
tro budista, un centro bahai, un gran no es la de la secularización, más bien
templo de una secta vietnamita que no al contrario: estamos en un momento
puedo identificar. Por lo que recuerdo no de religiosidad exuberante, que a
hay ninguna mezquita, pero a escasa menudo se manifiesta en movimientos
distancia hay un espléndido centro islá- exacerbados, de alcance global.
mico. Si América es la “sociedad van- Esto no significa que no se dé en
guardista” en el pluralismo religioso (el absoluto la secularización. Es un fenó-
término de Talcott Parson es bastante meno importante, pero limitado. Yo diría
apropiado aquí), tampoco es el único que esbozar esos límites es una de las
lugar donde se puede observar este tareas importantes de la sociología de la
fenómeno. Un estudio reciente ha suge- religión hoy en día. Aunque estoy dis-
rido que en Inglaterra hay más gente puesto a modificar mi idea al conocer
que va semanalmente a las mezquitas nuevos datos, me atrevería a sugerir el
que la que asiste a los servicios de las siguiente panorama: la mayor parte del
iglesias anglicanas. En algunas escuelas mundo actual es tan religioso como lo
inglesas, los niños sikh superan a los fue siempre –y en algunos lugares más
cristianos. Los musulmanes constituyen religioso que nunca–, aunque existen
en la actualidad la mayor religión mino- dos excepciones. Una es sociológica y la
ritaria en Francia, superando en número otra geográfica. La excepción sociológica
a los protestantes y a los judíos. Cuando es la élite cultural transnacional, que
hace poco visité Buenos Aires por prime- consiste fundamentalmente en gente
ra vez, deseando conocer la famosa ciu- con una educación elevada de estilo
dad de los escritos de Jorge Luis Borges, occidental, sobre todo en humanidades
lo primero que vi al salir del aeropuerto y ciencias sociales. Permítanme llamar a
fue un enorme templo mormón, remata- esto el “club de cultura universitaria”. La
do por una estatua dorada del ángel excepción geográfica es Europa central y
Moroni (que bien podría haber aparecido occidental. He llamado a esto “eurose-
en una de las historias de Borges). cularidad”. Tanto los datos conductuales
Para hacernos una idea válida de la como los subjetivos (esto es, datos
situación global de la religión hoy en sobre prácticas y creencias religiosas
día, uno de los tópicos comunes que manifiestas) indican que tales regiones
tenemos que desechar es el de que europeas constituyen una excepción.
nuestra época es de secularización. Es También parece que la secularización
decir, tenemos que desterrar la idea de forma parte del paquete de una cultura
que la modernidad y el declive de la europea común, que se ha extendido de
religión son fenómenos inseparables. norte a sur (sobre todo en España e Ita-
A mí me quedó claro trabajando lia durante la posguerra) y de oeste a
como sociólogo de la religión; al igual este (tras el fracaso del comunismo).

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Globalización y religión

Irlanda, que en su día fue el país más mantiene la teoría de la secularización–


católico, resulta un caso fascinante en que la gente abandone creencias y valo-
este sentido, pues su “europeización” ha res, sino más bien que estos ahora son
conllevado un notable declive del domi- elegidos más que sobreentendidos. Es
nio cultural de la iglesia católica. El cen- decir, que el pluralismo no cambia nece-
tro mismo de esta secularidad europea sariamente lo que la gente cree, sino
se puede localizar en la Alemania del cómo lo cree. Una vez más América, con
Este y en la República Checa. Paul su larga experiencia de pluralismo, está
Zulehner, un sociólogo de la religión a la vanguardia de este cambio, que
austríaco, ha descrito estos territorios queda perfectamente claro con la expre-
como las primeras sociedades en las que sión tan americana de preferencia reli-
ha habido un asentamiento cultural del giosa, en contraste con el término tradi-
ateísmo. Hay algunos otros casos loca- cional de confesión: “mi preferencia
les interesantes, como Australia y Que- religiosa es el catolicismo”, en lugar de
bec; que quizás podrían describirse “me confieso católico”. Entre ambas
como casos de “europeización a distan- expresiones la diferencia es abismal, y la
cia”. De todas maneras, la comparación raíz de tal diferencia es precisamente la
entre Europa y América es muy impor- elección. Si se quiere dignificar mi pro-
tante en esta conexión: si modernidad y puesta con el título “teoría del pluralis-
secularización van de la mano, ¿cómo se mo”, entonces la diferencia respecto a la
explica el caso de los Estados Unidos? teoría de la secularización se puede resu-
Se trata de una sociedad fervientemen- mir con bastante precisión: lo que carac-
te religiosa, y difícilmente podríamos teriza nuestra era no es que haya muy
decir que menos moderna que Holanda, poca religión, sino más bien que hay
por ejemplo. A menudo se oye hablar de demasiada. Es un reto formidable para la
la “excepcionalidad” americana. En teología y, lo que es más importante
muchos ámbitos puede ser un término aún, para las creencias religiosas de la
útil, pero desde luego en el terreno reli- gente corriente.
gioso no: lo “excepcional”, en lo que tie- Se puede argumentar que los dos
ne que ver con la religión, es Europa, no casos más notables de religión globali-
América. zada son el protestantismo evangélico
Si la ecuación “modernidad es igual –especialmente en su forma pentecos-
a secularización” no se sostiene, hay otra tal– y el renaciente Islam. Las dos son
proposición mucho más sostenible: “la obviamente diferentes en términos de
modernidad favorece el pluralismo”. No contenido religioso y moral, pero tam-
hay ningún gran misterio en esto. Resul- bién se diferencian bastante en sus
ta de la ruptura del aislamiento de las relaciones con la cultura global ("heléni-
comunidades culturales, ya que la gente ca”) emergente. Yo diría que el protes-
y las ideas se mueven libre y masiva- tantismo evangélico es una manifesta-
mente por todas las fronteras culturales. ción de la nueva cultura global a nivel
El pluralismo tiene una consecuencia popular. El Islam que resurge, no, pues
muy importante: mina el estatus de las supone, como poco, una modificación
creencias y valores que se dan por sen- deliberada de tal cultura, concibiéndose
tados, un proceso que afecta a la religión como una ruta alternativa a la moderni-
tanto como a cualquier otro componente dad global y, como mucho, es una clara
de la cultura. Esto no quiere decir –como oposición al “helenismo”.

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Peter L. Berger

Pentecostalismo traído la democracia a Chile? ¡Porno-


grafía, prostitución y protestantismo!”
El protestantismo evangélico en sus
(sospecho que en su mente lo peor es
distintas variantes se ha ido extendien-
lo tercero). Lo fundamental es entender
do por todo el mundo durante el último
que la transformación religiosa ha traí-
medio siglo, representando el pentecos-
do consigo una revolución cultural. Los
talismo un ochenta por cien o más de
nuevos protestantes manifiestan en un
tal expansión; es por el momento la for-
grado sorprendente los valores que Max
ma más dinámica del protestantismo
Weber llamaba “la ética protestante”,
globalizador. David Martin, el sociólogo
que jugó un papel importante –afirma-
británico que ha estudiado este fenó-
ba– en el desarrollo del “espíritu del
meno durante muchos años, estima
capitalismo” en Europa y en Norteamé-
que al menos hay 250 millones de pen-
rica. Esto tiene consecuencias de largo
tecostales en el mundo hoy en día, y
alcance social, económico e incluso polí-
posiblemente muchos más, por su cre-
tico en muchos países latinoamerica-
ciente aumento en China, bastante
nos, sobre todo en el surgimiento de
soterrado y por tanto difícil de enume-
una clase media protestante emprende-
rar. Fuera de Estados Unidos –donde se
dora y cada vez más influyente en
originó el pentecostalismo moderno
varios de ellos (Brasil es probablemente
hace cien años– la mayoría de los pen-
el caso más destacado). Podría resumir
tecostalistas son nuevos conversos. El
esto sugiriendo que Max Weber sigue
crecimiento más explosivo se ha produ-
vivo y coleando, en São Paulo.
cido en Latinoamérica, donde Martin
estima que hay unos 50 millones de Pero si Latinoamérica es la región
pentecostales. El movimiento tiene más importante de esta eclosión religio-
dimensiones diferentes en cada país sa, no es la única. El pentecostalismo se
latinoamericano, siendo Guatemala el ha extendido rápidamente en el África
caso más prominente –por razones que Subsahariana, a veces por sí solo y otras
no tengo claras– con aproximadamente en síntesis con tradiciones religiosas indí-
un 25% de su población actualmente genas, como las llamadas Iglesias Inde-
protestante, y un porcentaje aún mayor pendientes Africanas. Ha habido un cre-
en la zona de la capital. Sin embargo cimiento significativo en todas las
estas cifras dan una visión inadecuada comunidades chinas de ultramar,
del impacto del pentecostalismo en lo además de la propia China, y en las
que muchos aún consideran como un sociedades del Pacífico Sur. El pentecos-
continente católico. La mayoría de los talismo ha ganado terreno en Europa del
pentecostales son muy activos en sus Este, incluida Rusia (donde la iglesia
iglesias, mientras que la mayor parte de ortodoxa, con el apoyo del estado, está
los católicos no lo son. Así, la investiga- intentando reprimirlo). El pentecostalis-
ción en Chile ha demostrado que, aun- mo también ha llegado hasta los lugares
que los pentecostales aún son minoría más recónditos, especialmente entre
(entre el 10% y el 15%) el número de gente marginada (como los dalits –antes
pentecostales practicantes activamente conocidos como intocables– en India, la
es más o menos el mismo que el de gente de Nepal y, lo más sorprendente,
católicos igualmente practicantes. No es los gitanos europeos). En resumen, el
de extrañar que un obispo católico pentecostalismo es un movimiento ver-
exclamara hace algunos años: “¿Qué ha daderamente globalizante.

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Globalización y religión

Yo afirmaría que el pentecostalismo el pentecostalismo constituye con razón


como tal tiene una relación positiva con una “escuela de capitalismo” (y por tan-
la cultura global emergente. Podríamos to un vehículo para la movilidad social
decir que es un “helenismo vulgar”, en en una economía modernizante), y
contraposición con los movimientos quizás incluso una “escuela de demo-
“helenistas” de élite, como son el femi- cracia” (mucha gente que nunca ha
nismo o la ecología. Ha mostrado una tenido voz propia, aparece creando y
extraordinaria capacidad de adaptación manteniendo instituciones propias).
a las condiciones locales. Así, en Latino- Thabo Mbeki, el presidente de Suráfri-
américa utiliza el castellano y el portu- ca, ha hablado de un “Renacimento
gués –aunque algunos textos son Africano”. Sería un curioso giro de la
meras traducciones del inglés– y casi historia si este renacimiento estuviera
todos sus ministros son nativos de los constituido esencialmente por una reli-
respectivos países (actualmente, los gión que empezó en Los Ángeles.
pentecostales latinoamericanos suelen
enviar misioneros a los latinos en Esta- El Islam renaciente
dos Unidos). Hay mucha interacción
El Islam renaciente tiene un dina-
entre los pentecostales americanos y
mismo similar, aunque es algo menos
sus correligionarios de cualquier otro
global en su alcance. Se localiza princi-
lugar; podríamos llamarla una “interna-
palmente en poblaciones tradicional-
cional pentecostal emergente”. También
mente musulmanas, como los países
está el curioso fenómeno de la “pente-
islámicos del Norte de África o el Sures-
costalización” de las iglesias protestan-
te Asiático y las diásporas musulmanas
tes tradicionales; por ejemplo, en
en Europa y, en menor medida, en Nor-
Corea, donde antes se asentaron los
teamérica. Sin duda hay algunas con-
presbiterianos está surgiendo la gloso-
versiones, sobre todo entre afroameri-
lalia (hablar un idioma que ni el que
canos y más aún en pueblos del África
habla ni el que oye comprenden).
subsahariana (una región en la que el
Claro que, históricamente, todo tie- Islam choca directamente con el nuevo
ne sus orígenes en Estados Unidos, y protestantismo), pero el fenómeno se
por tanto representa la extensión de da especialmente entre gentes que ya
una forma de religión exclusivamente eran musulmanes, pero cuya fe está
occidental. Sin embargo creo que hay retomando fuerza y activándose con los
una razón más importante para ver que nuevos movimientos religiosos. A dife-
el pentecostalismo tiene una relación rencia del pentecostalismo, que irrumpe
positiva con la cultura global emergen- sobre todo entre gente pobre y margi-
te, pricipalmente en cuanto a sus con- nada, el renacimiento islámico es a la
secuencias psicológicas y morales. La vez un fenómeno popular y de élite.
más importante de todas éstas es la de Una razón obvia es el hecho de que el
una religiosidad individualizada, que se Islam procede de una civilización de
mide contra las colectividades y las inmensa riqueza cultural y sofisticación
jerarquías tradicionales. Por tanto, el intelectual en el pasado, riqueza de la
pentecostalismo es como una dinamita que el pentecostalismo carece total-
cultural, razonablemente temida por mente. Por tanto, a menudo son los
aquellos que mantienen la cultura tradi- hijos de las élites occidentalizadas,
cional. Por lo menos en Latinoamérica, secularizadas, quienes toman una apa-

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Peter L. Berger

sionada identidad islámica, como Tur- abierta al pluralismo y a la democracia.


quía en el mundo árabe y la ex repúbli- Estaba representada por Aburrahman
ca soviética en Asia Central. Aquí tam- Wahid y su movimiento, y una de las
bién la transformación religiosa tiene trágicas consecuencias de su fracaso
consecuencias culturales de largo alcan- presidencial fue la debilidad de este
ce, como cuando las hijas de intelectua- movimiento, que habría ganado
les educados en Oxford o Harvard usan influencia a través del mundo islámico
el velo para manifestar modestia islámi- si Wahid hubiera logrado ser líder en
ca y los hijos se dejan crecer barba Indonesia –el país musulmán más
como símbolo de la hombría islámica, poblado– en un período de prosperidad
normalmente para disgusto de sus y democracia.
padres. Es preciso decir que ninguna
Sin embargo, incluso en sus formas
sociedad musulmana entre el Océano
más moderadas, el renacimiento islámi-
Atlántico y el Mar de China ha perma-
co representa una alternativa real a la
necido inmutable en este desarrollo.
cultura global emergente. Inevitable-
No hace falta decir que hoy en día mente plantea visiones alternativas de
hay elementos dentro del renacimiento vida social y política, de relación entre
islámico fanáticamente opuestos a todo religión y estado, y muy significativa-
lo relacionado con Occidente y con la mente de los roles propios de mujeres y
cultura global de tinte occidental. Ese hombres. Por tanto, pretende lo que el
“anti-helenismo” radical no lo inventó sociólogo israelí Samuel Eisenstadt y el
el actual sarpullido de terroristas homi- sinologista de Harvard Tu Wei-ming han
cidas. Hace algunas décadas el ayato- llamado una “modernidad alternativa”:
lah Khomeini ya condenaba a América o sea, una modernidad que diferirá bas-
como “el Gran Satán”, y había movi- tante de la modernidad que representa
mientos islámicos fuertemente anti- la cultura global de inspiración occiden-
occidentales que se remontan por lo tal. Pase lo que pase, lo seguro es que
menos al siglo XIX (podríamos recor- no será secularizada. Los cambios polí-
dar, por ejemplo, la revolución madhis- ticos del futuro próximo y no tan próxi-
ta en Sudán). También sobra decir que mo determinarán si esta visión podrá
esta forma de islamismo tiene gran realizarse.
importancia política, proporcionando al
Otras religiones occidentales
menos una verificación parcial de la
globalizantes
tesis de Samuel Huntington sobre un
“choque de civilizaciones”. Lo más Aunque el pentecostalismo es el
importante sobre todo en la actualidad caso más visible de un movimiento reli-
es enfatizar que este tipo de extremis- gioso derivado de Occidente con un
mo no representa la totalidad del rena- alcance global, tampoco es el único. En
cimiento islámico. Hay diferentes el sentido más amplio del término, está
voces, diferentes movimientos en el claro que “global” siempre ha descrito el
mundo islámico, aunque por el alcance de la Iglesia Católica Romana.
momento aparecen solapados por la Eso ocurre hoy en el contexto de la glo-
turbulencia del extremismo. Así, Robert balización contemporánea. Cada vez
Hefner ha mostrado cómo se ha desa- más, el perfil demográfico de la Iglesia
rrollado en Indonesia una versión dife- ha crecido en regiones fuera de Europa
rente del Islam, moderada, pacífica y y Norteamérica, hecho reflejado muy

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Globalización y religión

claramente en la distribución geográfica El Islam es sin duda el caso más


del Colegio de Cardenales y de la Curia. importante, pero hay otros. El budismo
Este hecho es importante para entender se ha abierto camino en los países occi-
la política del Vaticano. Las actitudes y dentales, sobre todo en Estados Unidos,
hechos que molestan a muchos católi- aunque no podemos confiar en las
cos instruidos en los países occidenta- estadísticas sobre grupos religiosos,
les, son exactamente las más populares porque el censo oficial prohíbe legal-
entre las masas de gente de los países mente hacer preguntas sobre la religión
menos desarrollados. Las actividades (hecho que puede satisfacer a los abo-
globales de la Iglesia se dan a niveles gados constitucionales, pero es frus-
tanto de élite como popular. Así, a nivel trante para los estudiosos de la religión
de élite, hay un planteamiento del Opus americana). Sin embargo, las estima-
Dei de considerable influencia en varios ciones acerca del budismo en Estados
países latinoamericanos y en Filipinas; a Unidos rondan los cinco millones. La
nivel popular, hay movimientos como mayoría son inmigrantes de regiones
los Legionarios de Cristo y Comunión y del mundo budista y sus hijos, pero se
Liberación, que provocan también un calcula que hay unos 800.000 conver-
amplio interés y apoyo. sos. Esto incluye a gente cuyo entendi-
El cambio demográfico de Occidente miento del budismo es bastante idio-
también afecta a otras comunidades sincrásico, comparado con las escuelas
cristianas, como la comunidad anglica- tradicionales de Asia. También incluye a
na; a sus Conferencias de Lambert asis- gente que es fiel adepta de una u otra
ten cada vez más obispos cuyas caras escuela (la mayoría de carácter Maha-
no son blancas y sus visiones difieren yana). En todos estos grupos, hay inte-
netamente de las de los anglicanos pro- resantes intentos de “americanizar” el
gresistas de Inglaterra o Estados Uni- budismo, no sólo en las formas exter-
dos. Los mormones también han tenido nas de organización –que a menudo se
éxito reclutando nuevos adeptos en parecen a las de los protestantes– sino
regiones alejadas de Salt Lake City, también en términos de contenido reli-
sobre todo en el Pacífico Sur. El judaís- gioso y moral (por ejemplo, en relación
mo, aunque continuando básicamente a la reencarnación –que algunos recha-
su larga tradición de evitar el proselitis- zan– y en el intento de encontrar una
mo, tiene su particular alcance global base budista para el compromiso social
que puede observarse bien en la y político). El trabajo de Stephen Prot-
influencia de los movimientos ortodo- hero ha sido pionero en describir las
xos, con sede en los Estados Unidos, en adaptaciones y modificaciones cultura-
Israel y en los antiguos países comunis- les del budismo y del hinduísmo en los
tas de Europa. Estados Unidos. Este último está menos
representado allí –las estimaciones
De Oriente a Occidente oscilan en torno a los dos millones–
pero es muy visible en Gran Bretaña,
Como he subrayado, la globalización donde también hay un número signifi-
no sólo funciona “de Occidente al resto”. cativo de sikhs. Probablemente es
También hay importantes movimientos demasiado pronto para saber si las ver-
que van en la otra dirección, que Colin siones específicamente occidentales de
Campbell ha descrito con el acertado estas religiones llegarán a emerger,
término de “orientalización”. como en el caso del Islam. Tales versio-

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Peter L. Berger

nes no sólo constituirán ejemplos de importantes cambios en las vidas de


“modernidad alternativa”, sino definicio- mucha gente, sobre todo en Estados
nes alternativas de identidades nacio- Unidos. Probablemente hay millones de
nales tradicionalmente muy cristianas. americanos que meditan regularmente,
En 1955 Will Herberg publicó su influ- que intentan establecer un tipo de rela-
yente libro Protestante, católico, judío, ción no-occidental con sus propios cuer-
en el que afirmaba que el abanico de pos y naturaleza, que creen en la reen-
religiones aceptadas socialmente se ha carnación, y cuyas ideas políticas se
extendido con firmeza desde su base guían por el ideal gandhiano de no-vio-
protestante original hasta incluir a cató- lencia. Y aquí, por supuesto, hay innu-
licos y judíos. Desde entonces, el abani- merables adaptaciones culturales. Por
co se ha ampliado. Cuando Herberg ejemplo, las técnicas asiáticas de medi-
escribió el libro, el punto de vista con- tación originalmente diseñadas para
vencional de la democracia americana contactar con realidades metafísicas
se basaba en “valores judeo-cristianos”. (como el brahman o el buda cósmico)
Últimamente se viene aceptando la lla- se instrumentalizan para procurar bie-
mada tradición “abrahámica” que inclu- nestar mental o incluso productividad
ye al Islam en el triunvirato de religio- económica (por ejemplo, “yoga para
nes adoradoras de un Dios único, y corredores de bolsa”). Otro ejemplo:
como tal dando legitimidad al régimen mientras que la reencarnación se ha
americano. Pero incluso siendo así, esto percibido como un horror sin fin del que
no da respuesta a la pregunta de cómo escapar en la imaginación religiosa de la
incluir a los adeptos de otras tradiciones India (los orígenes del budismo y del
no monoteístas del sur y el este de Asia. upanishad hindú no se pueden entender
¿Cómo se puede reconciliar el punto de sin esta percepción), ahora la reencar-
vista budista en el que el yo es una ilu- nación reaparece en América como una
sión con la idea de los derechos del indi- segunda oportunidad. No tenemos una
viduo? ¿O la valoración hindú de las idea clara todavía de la medida en que
castas con el igualitarismo americano? las ideas y prácticas de la Nueva Era
Añadamos las enormes diferencias en el han avanzado en las culturas occidenta-
entendimiento de los roles de género y les, pero donde lo han hecho ha habido
la libertad sexual. Mutatis mutandis, cambios “orientalizantes” significativos.
cuestiones parecidas sobre la redefini-
ción de la identidad nacional y la legiti- Retos para Occidente
midad política se alzan en Europa,
Creo que los cambios que he descri-
especialmente en relación con el Islam.
to presentan dos retos a las sociedades
Pero, como señala Campbell, las
occidentales, uno cívico y otro religioso.
influencias “orientales” en Occidente no
se limitan a la adhesión formal a reli- En principio, ambos retos tienen un
giones no-occidentales. Está, también, potencial positivo considerable. Ya he
el significativo fenómeno de la religiosi- hablado del reto cívico, que es el reto de
dad llamada “New Age”, presente en los definir la identidad nacional. ¿Qué signi-
países occidentales durante mucho fica ser un alemán con piel oscura, que
tiempo y claramente en aumento desde se arrodilla cinco veces al día para orar
los 60. Es un fenómeno cultural difuso, en dirección a La Meca? ¿Qué es un sikh
que apenas se manifiesta en organiza- irlandés? Tomemos un ejemplo utilizado
ciones, pero que sin embargo origina hace poco por Stephen Prothero: imagi-

2-71
Globalización y religión

ne que usted es un profesor de educa- aceptar en términos tanto teológicos


ción cívica en un instituto de Honolulú. como prácticos. Un paradigma empírico
La mayoría de sus estudiantes tienen más plausible pone al pluralismo en el
un origen étnico asiático, muchos de núcleo de la situación en la que las igle-
ellos no son cristianos. ¿Seguirá afir- sias se encuentran. Actualmente una
mando que la sociedad americana se masa creciente de pensadores protes-
basa en valores judeo-cristianos? Si es tantes y católicos lo han entendido así,
así, ¿cómo se lo explicará a estos chi- motivando cada vez más el diálogo con
cos? Y si no, ¿qué es lo que explicará? religiones no cristianas. Por descontado,
¿Incluiría los valores religiosos no-cris- han surgido distintas posturas teológicas
tianos y no-judíos como algo consus- en este cambio, y han salido a la luz per-
tancial a la base moral de la sociedad cepciones muy interesantes gracias a
americana, y entonces cómo lo haría? este amplio diálogo.
¿O tendría que volverse hacia una El reto del pluralismo religioso no es
visión puramente seglar de cómo la sólo una cuestión que deban tratar los
sociedad americana se debe legitimar teólogos académicos; es, sobre todo,
moralmente? Este ejemplo es útil por- para la gente profana y sus hijos, que
que subraya el hecho de que no son están codo con codo en los colegios y en
sólo cuestiones para debatirse en colo- otras partes con hijos de otras tradicio-
quios académicos, sino temas relevan- nes religiosas. Como ocurre con el reto
tes para las vidas comunes de la gente cívico, el reto religioso también debería
normal. Yo creo que el futuro carácter verse en términos positivos. Proporcio-
de las democracias occidentales estará na una ocasión muy oportuna para ree-
marcado, al menos en parte, por las xaminar las bases de la fe y de la iden-
respuestas que se den a estas pregun- tidad de los creyentes y sus
tas, tanto en Europa como en América. comunidades, y también para valorar
El reto religioso es el propio entendi- qué es sustancial para su fe y lo que no.
miento de las comunidades religiosas Dicho de otro modo, concierne a lo que
cristiana y judía. Éste es, en el fondo, el se podría “renunciar” en el diálogo con
gran reto del pluralismo que –como otras fés y a lo que se debe mantener,
sugería antes– es más importante que el incluso aunque uno tenga que decir
de la secularización. La respuesta judía “no” a los interlocutores de otras tradi-
se complica dada la naturaleza del ciones. En el desarrollo histórico del
judaísmo como identidad tanto religiosa cristianismo, por ejemplo, ha habido
como étnica, y a este respecto el enfren- enfrentamientos definidores: en sus orí-
tamiento judío con el pluralismo se genes con el judaísmo oficial; luego con
parece al de la ortodoxia cristiana orien- la cultura y el pensamiento del mundo
tal (un tema que no puedo tratar aquí). grecolatino; en la Edad Media, con la
Para las iglesias del cristianismo occi- civilización superior del Islam; y más
dental, tanto protestantes como católi- recientemente, con la modernidad. Hoy
cas, tendrá que darse un cambio de el enfrentamiento con las grandes reli-
paradigma, en su modo de entender la giones del sur y de Asia oriental será
situación actual. Durante casi doscientos igualmente una ocasión importante
años se ha interpretado su situación para un entendimiento renovado para la
como la persistencia en una era de secu- fe, tanto cristiana como judía.
laridad, que las iglesias han tenido que

2-72
Debate

II. Religiones públicas en un mundo global

José Casanova*

El pensamiento del prof. Casanova sobre el tema está ex-


presado en esta entrevista con los profesores Krishan
Kumar y Ekaterina Makarova, de la Universidad de Virginia.

¿La globalización es responsable Aparte de las últimas revoluciones


del resurgimiento de la religión, tecnológicas –que han hecho posible la
como tantos comentaristas afirman? proliferación de redes mundiales, de
medios de comunicación y de intercam-
bio–, lo que es nuevo o, por lo menos,
Antes de responder a la pregunta,
relativamente reciente, es la cultura de
permítame dos salvedades. Lo primero,
la globalización, con conciencia reflexiva
habría que evitar el atribuir un poder
de la condición global y su dimensión
causal a la globalización, como si fuera
ideológica como “proyecto” histórico. A
una fuerza social impersonal que dirige
este respecto, la globalización es la
procesos históricos. En mi opinión resul-
nueva filosofía del espacio, llegando a
ta más apropiado considerarla como el
reemplazar al progreso, la vieja filosofía
contexto estructural, inevitable, de la
de la historia. Ambas se conciben simi-
condición humana contemporánea; lo
larmente como procesos que se desa-
que Roland Robertson denomina “globa-
rrollan de manera significativa, teleoló-
lidad” o “la condición humana global”. El
gica, de forma inmanente, y avanzando
término simplemente denota el hecho
hacia adelante. Ambos procesos ocu-
de que el mundo se ha convertido en un
rren antes de que los humanos tenga-
solo lugar, que toda la gente es parte de
mos plenamente conciencia de ellos y
una sola humanidad y todas las socieda-
de la complicidad de nuestras propias
des parte de un único sistema mundial.
acciones para llevarlos a cabo. Sólo
Como tal, la globalización continúa con
entonces estos proyectos pueden llegar
la modernidad, con el sistema capitalis-
a ser rebatidos ideológicamente.
ta mundial y con el sistema mundial de
estados. Pero el término alude además La segunda aclaración tiene que ver
al hecho de que estos procesos, aunque con las enrevesadas suposiciones cons-
continuos, han entrado en una fase cua- truidas en torno a la frase “resurgir de
litativamente nueva. la religión”, que presupone un declive

* Profesor de Sociología en la New School University de Nueva York

2-73
Religiones públicas en un mundo global

previo, de acuerdo con las principales la ecología global. Ésta es la clase de


premisas de las teorías comunes de la asuntos que trata Roland Robertson y
secularización. No es éste el lugar para su escuela. Para Robertson, los discur-
tratar de los largos debates entre soció- sos universalizantes relacionados con
logos de la religión europeos y america- temas de la humanidad en su conjunto
nos, acerca de los méritos de la teoría son de por sí discursos religiosos, inde-
tradicional de la secularización. Permíta- pendientemente de si se basan en fuen-
me mencionar brevemente que tal tes tradicionales “religiosas” o en las
debate ha llegado a un punto muerto, modernas “seculares”. Las visiones de
que sólo puede superarse al adoptar una la humanidad global marxista, feminis-
perspectiva más global y comparativa. ta o ecologista compiten a este nivel
El modelo tradicional de seculariza- con las visiones reformuladas del cris-
ción ofrece una explicación plausible de tianismo, el islam o el budismo. Los pro-
la evolución europea, pero no de la yectos de globalización que compiten y
americana. El paradigma alternativo son rebatidos –incluyendo las guerras
americano que relaciona la vitalidad culturales sobre la religión y el huma-
religiosa con los libres mercados religio- nismo secular– operan a este nivel. La
sos funciona relativamente bien en el ventaja de tal acercamiento funcionalis-
caso de Estados Unidos, pero no en ta, neo-durkheiniano, es que relativiza
Europa. Ninguno ofrece una explicación las categorías de religión occidentales
válida de las variaciones internas en el particularistas, y se abre a concepcio-
marco de Europa. Y lo que es más nes más amplias y universalizantes.
importante, ninguno sirve mucho para Todo lo que tiene que ver con “lo pro-
abordar otras zonas y religiones del fundo de la vida” se convierte por defi-
mundo. Necesitamos dirigir de nuevo nición en religión. El principal inconve-
nuestra atención más allá de Europa y niente de este acercamiento es que
de Occidente, historizar y contextualizar tiende a no poner fronteras claras para
nuestras categorías, y adoptar una el análisis de lo religioso y lo secular,
perspectiva más global, lo cual debería haciendo de la categoría de religión algo
ayudar a relativizar las pretensiones tan proteico que mella su relevancia
universales de evoluciones históricas para diferenciar el análisis social.
particulares. A otro nivel, los procesos de globali-
zación tienden a exacerbar las cuestio-
nes de identidad común, individual y
Replanteando, pues, la pregunta:
colectiva. La conciencia reflexiva de la
¿la condición global contemporánea
condición global implica la relativización
ofrece un campo fértil
de la identidad personal del propio yo
para la evolución religiosa?
en referencia a la humanidad global, y
también la relativización de la pertenen-
Esta cuestión podría contestarse cia en cualquier sociedad o grupo parti-
afirmativamente en tres niveles. Prime- cular de la perspectiva global del siste-
ro, la condición global evoca aspectos ma mundial de sociedades. Hoy, como
“cuasi-religiosos” que tienen que ver siempre, la religión está intrínsecamen-
con la naturaleza de la humanidad, la te unida a procesos de formación de
correcta organización de la sociedad y identidad individual y colectiva, ya sea
del orden mundial, y la preservación de en la forma de reafirmación y recons-

2-74
José Casanova

trucción de identidades religiosas tradi- ciona “la de-secularización del mundo”;


cionales como en la construcción de Martin Marty, Scott Appleby y otros
otras nuevas. Como el resto de identi- estudiosos relacionados con el Proyecto
dades, las tradiciones religiosas tam- Fundamentalismo tratan del “resurgir
bién hacen frente a la presión de la rela- global del fundamentalismo religioso”;
tivización en sí mismas. Tienen que yo prefiero hablar de “la desprivatiza-
reafirmar su identidad particular y su ción de la religión”. Este último concep-
pretensión universal frente a otras reli- to me permite analizar por separado
giones. En este contexto, emerge una tres componentes distintos de la teoría
especie de sistema global de religiones, tradicional de la secularización: la dife-
en el que las relaciones entre las tradi- renciación y la emancipación de las
ciones religiosas cobran tanta importan- esferas seculares de las instituciones y
cia como sus identidades internas. normas religiosas; la privatización de la
A un tercer nivel, la globalización religión; y el declive general de las cre-
implica una relativización de la nación encias y prácticas religiosas. El hecho
imaginada como comunidad fundamen- de que en Europa occidental, con el fin
tal. Esto facilita la simultánea reafirma- de la cristiandad medieval, estos tres
ción y la creciente relevancia de lo local procesos parecieran estar históricamen-
y lo global sobre lo nacional. En particu- te interrelacionados, condujo a su con-
lar, la globalización facilita el retorno a ceptualización como componentes inhe-
las antiguas civilizaciones pre-naciona- rentemente interrelacionados del
les y religiones mundiales, no sólo como proceso moderno de secularización,
unidades de análisis sino también como como si la diferenciación de las esferas
sistemas culturales significativos y modernas seculares –tales como el
comunidades imaginadas como trans- estado, la economía capitalista, la cien-
nacionales, que se superponen y a cia, etcétera– implicaran necesariamen-
veces compiten con las imaginadas te la privatización de la religión y el
comunidades nacionales. declive de las creencias y las prácticas
religiosas. Pero la evolución en los Esta-
dos Unidos (una sociedad incuestiona-
¿La globalización es responsable blemente moderna, diferenciada, secu-
de la politización de la religión? lar) demuestra claramente que la
¿El cambio hacia una cultura política secularización del estado, esto es, la
secular implica un cambio de rumbo barrera de separación constitucional
en lo que muchos han mantenido entre la iglesia y el estado, no conlleva
que era un movimiento general necesariamente la privatización o el
intrínseco a la modernidad? declive de la religión.
Al menos desde los años 80, hemos
No hay duda de que estamos siento asistido a una creciente y generalizada
testigos de un cambio en lo que desprivatización de la religión por todo
parecían ser las tendencias históricas el mundo. Es cierto que la mayor parte
del mundo moderno. Los expertos han de las tradiciones religiosas había resis-
ofrecido diferentes explicaciones de tido a lo largo de todo el proceso de
este aparente cambio de rumbo: Daniel secularización, así como a la privatiza-
Bell fue el primero en hablar del “retor- ción y la marginalización de la religión
no de lo sagrado”; Peter Berger men- que parecía acompañar dicho proceso.

2-75
Religiones públicas en un mundo global

Lo que era nuevo en los 80 fue el hecho Si la desprivatización de la religión


de que las tradiciones religiosas de todo asume una forma fundamentalista es
el mundo –protestantismo, catolicismo, una cuestión puramente empírica. No
judaísmo, islam, hinduísmo y budismo– todas las formas de politización de la
rechazaran aceptar los roles marginales religión tienen un carácter antisecular,
y privatizados que habían reservado y antimoderno. La politización de la reli-
prescrito para ellas las teorías de la gión, como demuestra el rol crucial de
modernidad, teorías políticas liberales. las instituciones y movimientos religio-
Por todo el mundo las religiones están sos en la tercera ola de la democratiza-
entrando en la esfera pública y en el ción y en la emergencia global de la
campo de batalla de la protesta política sociedad civil, podría incluso contribuir a
no sólo para defender su feudo tradicio- la exitosa institucionalización de las polí-
nal –como hicieron en el pasado– sino ticas democráticas seculares, modernas.
también para participar en las mismas En particular la iglesia católica y los
luchas de cara a definir y sentar las movimientos sociales católicos desem-
fronteras modernas entre las esferas peñaron un papel fundamental en
privada y pública; entre legalidad y muchas transiciones democráticas, has-
moralidad; entre familia, sociedad civil, ta el punto de que Samuel Huntington y
economía y estado; entre naciones, otros han afirmado correctamente que
estados y civilizaciones en el sistema la tercera ola de la democratización fue
global emergente. Al haber asumido predominantemente católica. Esto
esta politización de la religión un carác- podría verse claramente como un ejem-
ter global, podríamos entenderla como plo de la globalización del catolicismo, o
una respuesta religiosa a los retos y como un acuerdo por parte del catolicis-
oportunidades que los procesos de glo- mo con lo que la teoría del “gobierno
balización presentan a todas las tradi- mundial” –de John W. Meyer y otros–
ciones religiosas. define como la difusión global de mode-
Uno de los resultados de esta pro- los culturales de acción política y la ins-
testa actual es un proceso dual, interre- titucionalización hegemónica global de
lacionado, de la repolitización de las los principios de los derechos humanos,
esferas privadas religiosas y morales y las normas democráticas, y los procesos
la renormativización de las esferas de la y modelos de crear constituciones.
economía pública y la política. Esto es lo En cualquier caso, el preponderante
que yo llamo –a falta de un término papel mundial de la religión en la políti-
mejor– la “desprivatización de la reli- ca contemporánea obliga a repensar los
gión”. Pero de la misma manera en que supuestos secularistas construidos
la diferenciación de las esferas secula- según las teorías de la modernidad y las
res de la religión no implica necesaria- políticas liberales. Hoy en día debería ser
mente la privatización de la religión, la prioritaria en la agenda de las ciencias
desprivatización de la religión contem- sociales la tarea de elaborar una socio-
poránea no implica necesariamente la logía y una antropología reflexivas del
resacralización de la sociedad o un cam- secularismo. En efecto, es destacable
bio de la cultura política secular. que la tendencia posmoderna de la
deconstrucción del racionalismo ilustrado
¿La desprivatización de la religión y de las grandes narrativas teleológicas,
lleva al fundamentalismo? todavía no haya dirigido una mirada crí-

2-76
José Casanova

tica hacia el autoexamen reflexivo de sus de ideología política mantenida con


propias premisas secularistas. El discur- autoconciencia, sino como una forma
so hegemónico del secularismo todavía secular de los sistemas culturales reli-
espera su deconstrucción genealógica. giosos, pues surgió a raíz de aquellos y
por oposición.
¿Hasta qué punto es responsable Pero la religión no ha sido importan-
la globalización del aumento te solamente en los inicios de la forma-
del nacionalismo religioso? ción de las naciones-estado modernas;
Este fenómeno, ¿está presente historicamente ha sido –y sigue siéndo-
por igual en las regiones occidentales lo en muchos casos– un factor frecuen-
y no occidentales? te en la política de los modernos países
occidentales. Sin duda, el sistema de
Desde mi punto de vista, el desarro- partidos de la mayoría de los países
llo del nacionalismo religioso se puede europeos continentales muestra lo
entender mejor como una función de la importante que ha sido la religión en el
expansión global de los modelos de origen de los conflictos políticos. Hasta
nación occidentales a las zonas no occi- que el aprendizaje negativo del fascis-
dentales. Me mantengo escéptico sobre mo los convirtió en partidos de Demo-
las teorías construidas en torno a la cracia Cristiana, muchos partidos reli-
oposición entre el nacionalismo secular giosos –especialmente los católicos–
occidental y el religioso no occidental; eran de índole democrática más bien
tales teorías evidencian una memoria dudosa. En Estados Unidos, el sistema
histórica muy corta, que pasa por alto el de partidos no se basa en distinciones
papel fundamental que desempeñó la religioso-secularistas como en Europa,
religión en la formación y el desarrollo pero ciertamente la religión ha sido y
de las naciones-estado occidentales. sigue siendo un factor importante en la
Según ha señalado Benedict Anderson, política americana. Las interpretaciones
la nación moderna debe entenderse secularistas de la política moderna se
como heredera de la monarquía dinás- basan en un residuo tradicional, que
tica (como sistema político) y también probablemente desaparecerá con la
de la iglesia (como comunidad religio- progresiva modernización y seculariza-
sa). Antes de que las personas se con- ción. Tocqueville fue quizás el único teó-
virtieran en sujetos o en ciudadanos de rico clásico moderno de la democracia y
los estados modernos, fueron miem- de la sociedad civil, que siguió sin con-
bros de las iglesias nacionales. La vencerse de aquel supuesto ilustrado
expulsión de judíos y musulmanes de según el cual la religión estaba destina-
España –que señala el punto de partida da al declive y a ser políticamente irre-
del proceso moderno de la territorializa- levante con el avance de la democracia
ción estatal global, y sin duda fue el pri- y las libertades individuales. Más bien al
mer caso de limpieza étnica moderna– contrario, Tocqueville creía que la incor-
fue necesaria precisamente porque los poración de la gente corriente a la polí-
judíos y los musulmanes no podían con- tica no haría sino aumentar la impor-
vertirse en sujetos de la nueva nación- tancia de la religión en la política.
estado católica. Siguiendo de nuevo a Si olvidamos esta compleja historia
Anderson, el nacionalismo moderno de enredos entre religión y política, si
debería entenderse no como una forma construimos una versión teleológica

2-77
Religiones públicas en un mundo global

esencialista de la modernidad occidental bien como producto de la política


como proyecto secular y contrastamos moderna y del estado modernizante.
este telos secular con el auge del nacio- Así, ya que se encuentran parecidos
nalismo religioso en los países no occi- impulsos “fundamentalistas” hacia la
dentales, aumenta la tentación de acha- simbiosis entre religión y política a
car la aparente conexión entre religión y través de la historia en la formación de
nacionalismo no al contexto global las naciones-estado en el Occidente
común de formación de naciones-esta- cristiano y similares impulsos “funda-
do, sino a la esencia supuestamente mentalistas” hoy en día dentro del
fundamentalista de las tradiciones reli- judaísmo en Israel, del hinduísmo en
giosas no occidentales. Esta interpreta- India y del budismo en Sri Lanka, yo me
ción tendenciosa se ve reforzada por el inclinaría a atribuir el impulso funda-
hecho de que las líneas directrices mentalista común al contexto global de
actuales en los países no occidentales formación de naciones-estado, más que
parecen ser el reverso de la seculariza- al carácter esencialmente fundamenta-
ción occidental, o sea, el paso de los orí- lista de las religiones.
genes seculares al fundamentalismo
religioso. Así, la aparición de movimien- ¿Cómo respondería usted
tos y partidos islamistas por todo el al argumento de que la globalización
mundo, como respuesta al fracaso significa occidentalización y que esto
manifiesto de distintas formas de nacio- explica la extensión y el éxito,
nalismo fundacional secular –en Tur- por ejemplo, del evangelicalismo
quía, Irán, Indonesia y muchos países protestante?
árabes– tiende a interpretarse como
evidencia del carácter esencialmente En mi opinión sería un reduccionis-
fundamentalista del Islam, por ejemplo. mo entender la globalización, con todas
Se supone que el fundamentalismo islá- sus complejidades multifacéticas, como
mico se basa en la simbiosis entre reli- una simple occidentalización. Por el
gión y política originada en la era profé- contrario, yo defendería que lo que
tica en que se fundó el Islam. Como caracteriza la globalización es precisa-
probablemente el moderno despertar mente el hecho de que la modernidad,
religioso islámico toma como modelo de alguna manera, se des-centraliza y
esa era profética sagrada, lo más nor- aparece menos centrada en Occidente;
mal es que también vaya acompañada un argumento que no contradice el
del rechazo a la alternativa secular hecho de que Estados Unidos se haya
moderna. convertido en el imperio dominante del
Por supuesto, la cuestión relevante sistema global único, y que todos los
es si el fuerte impulso de la política países occidentales sigan siendo el
moderna de los países musulmanes corazón del sistema capitalista mundial.
hacia el nacionalismo religioso y a esta- En realidad es en los países occidenta-
blecer estados islámicos se debe atri- les, especialmente en Europa, donde se
buir a una esencia propia consustancial encuentran los más feroces críticos de
–a la que los musulmanes no podrían la globalización, tendentes a ver el pro-
renunciar sin abandonar también su ceso de forma incluso aún más reduc-
tradición religiosa y su identidad– o si cionista, como una simple americaniza-
quizás tal impulso no debería verse más ción o “macdonalización”.

2-78
José Casanova

En el ámbito de la religión es donde ha empezado a extenderse en todas


quizás se pueden observar más clara- direcciones, incluso nuevamente a Esta-
mente las complejidades de la globaliza- dos Unidos.
ción cultural. La extensión y el éxito del Sin embargo, Latinoamérica no es el
evangelicalismo protestante, como occi- único centro mundial. El crecimiento de
dentalización, no es un fenómeno espe- la cristiandad pentecostal en el África
cialmente novedoso o reciente. La subsahariana (Ghana, Nigeria, Zimba-
expansión global de las misiones protes- we, Suráfrica) es igualmente asombro-
tantes anglosajonas, evangélicas, ha so. Más aún, el pentecostalismo africa-
sido constante desde el siglo XIX y las no es tan local, indígena y autónomo
denominaciones evangélicas americanas como su homólogo latinoamericano. Lo
continúan siendo portadoras clave de mismo podría decirse del pentecostalis-
este proceso. Se hace incluso más evi- mo en Corea o China. Los misioneros
dente cada vez, por ejemplo, que el pen- coreanos, por ejemplo, están haciéndo-
tecostalismo hoy en día es uno de los se omnipresentes en las misiones
sectores más dinámicos y de más rápido evangélicas globales. De hecho, el pen-
crecimiento de la cristiandad protestante tecostalismo global debe verse como
por todo el mundo, y probablemente se una difusión con múltiples fuentes de
convierta en la forma global predomi- evoluciones paralelas, acompasando
nante de la cristiandad en el siglo XXI, Europa, África, América y Asia. Verda-
uniendo probablemente a todas las igle- deramente se trata de la primera reli-
sias cristianas mediante movimientos de gión global. El pentecostalismo global
renovación carismáticos. no es una religión con un centro territo-
En sentido estricto, el pentecostalis- rial particular como la iglesia mormona,
mo se originó en los Estados Unidos a que está ganando rápidamente difusión
comienzos del siglo XX, con raíces en el mundial. Tampoco es un régimen trans-
metodismo americanizado y en la cris- nacional como el catolicismo, con un
tiandad afroamericana. Por tanto, des- alcance global. Como ha señalado Paul
de el principio, fue al mismo tiempo típi- Freston, uno de los principales expertos
camente americano y transnacional. Es del pentecostalismo brasileño, las nue-
importante reconocer que el pentecos- vas iglesias son expresiones locales de
talismo actual latinoamericano ni es una una cultura global, caracterizada por la
importación extranjera ni una variante invención paralela, la difusión compleja
local de una corriente religiosa transna- y las redes internacionales con flujos
cional, como parecían sugerir engaño- multilaterales.
samente las primeras interpretaciones, Al entrar en el tercer milenio, esta-
sino un producto auténticamente latino- mos presenciando el fin de la cristian-
americano. En realidad, me atrevería a dad europea debido al proceso dual de
decir que es tan latinoamericana como la secularización en la Europa post-cris-
la teología de la liberación. Se estima tiana y de la creciente globalización de
que actualmente dos tercios de los pro- una cristiandad des-territorializada y
testantes latinoamericanos son pente- des-centralizada. Por tanto, la milenaria
costales carismáticos. Latinoamérica asociación entre la cristiandad y la civi-
–sobre todo Brasil– se ha convertido en lización europea occidental llega a su
poco tiempo en un centro mundial de fin. Europa occidental está dejando de
cristiandad pentecostal, desde donde ser el corazón de la civilización cristiana,

2-79
Religiones públicas en un mundo global

y la cristiandad en sus formas más Además, la globalización contem-


dinámicas es cada vez menos europea. poránea del catolicismo no tiene sólo
Incluso en el caso del catolicismo una estructura radial centrada en
romano, aunque Roma aún sirva de Roma. En las últimas décadas ha habi-
centro simbólico y burocrático-institu- do un considerable aumento de relacio-
cional, se puede observar un desplaza- nes transnacionales e intercambios de
miento semejante de su núcleo, de su todo tipo entre naciones y religiones de
población, su jerarquía y sus dinámicas todo el mundo, a menudo sin tener en
del Viejo al Nuevo Mundo y del Norte al cuenta a Roma. La reconstitución del
Sur. Bajo el papado de Benedicto XV catolicismo como un régimen religioso
(1914-1922), el Vaticano empezó a transnacional es especialmente instruc-
promover el reclutamiento de clérigos tiva porque, de todas las religiones
indígenas y la formación de jerarquías mundiales, ninguna como la Iglesia
nativas, rompiendo con el legado colo- Romana fue tan amenazada en su
nial europeo y sentando las bases para esencia por el surgimiento del sistema
la moderna internacionalización de la mundial moderno de estados soberanos
Iglesia Católica. El Concilio Vaticano I territoriales. La Reforma Protestante
(1870) fue predominantemente euro- socavó sus pretensiones de ser la única,
peo, a pesar de que los 49 prelados de sagrada, católica y apostólica iglesia
los Estados Unidos ya constituían una cristiana. “Católico” perdió su connota-
décima parte de los obispos reunidos. El ción original de universalidad y se con-
Concilio Vaticano II, por el contrario, fue virtió simplemente en un término que
el primer concilio ecuménico verdadera- distinguía a la Iglesia Romana de las
mente global de la historia de la cris- otras denominaciones cristianas. No
tiandad. Los 2.500 Padres que asistie- resulta sorprendente por tanto que la
ron procedían de todo el mundo; los Iglesia Católica permaneciera durante
europeos ya no eran mayoría. La dele- siglos inflexiblemente antimoderna y
gación norteamericana –con más de desarrollara una negativa filosofía de la
200 obispos– era la segunda mayor en historia.
número, aunque menor que la suma de Los procesos actuales de globaliza-
los 228 obispos indígenas de Asia y Áfri- ción ofrecen oportunidades únicas a un
ca. Desde tiempos de Julio II (1503), no régimen religioso transnacional como el
sólo los papas sino la mayor parte de la catolicismo –que nunca se sintió real-
curia había sido italiana. Al final de la II mente en su casa con el sistema
Guerra Mundial, los italianos aún cons- moderno de estados soberanos territo-
tituían casi dos tercios del total de los riales– para expandirse, para adaptarse
cardenales. El Colegio de Cardenales rápidamente al sistema global reciente-
que votó por un papa no italiano en mente emergente, y quizás incluso para
1978 tenía ya una composición mucho asumir un rol proactivo al perfilar algu-
más internacional y representativa: 27 nos aspectos del nuevo sistema. A la
italianos, 29 del resto de Europa, 12 inversa, un análisis de la transformación
africanos, 13 asiáticos, 19 latinoameri- del catolicismo podría dar pistas sobre
canos, 11 norteamericanos. El cuarenta la dirección de los procesos de globali-
por ciento de los 135 cardenales actual- zación contemporáneos. Desde finales
mente aptos para la elección del próxi- del siglo XIX hasta la actualidad, se
mo papa proceden del Tercer Mundo. puede observar la progresiva recons-

2-80
José Casanova

trucción, el resurgir o el reforzamiento el Judaísmo –la religión de la diáspora


de aquellas características transnacio- por excelencia–, forzado a des-territo-
nales de la cristiandad medieval que rializarse de la Tierra de Israel hace
casi habían desaparecido –o debilitado– milenios, ha vuelto a verse de nuevo
significativamente en la temprana era ligado físicamente a la Tierra de Israel
moderna: la supremacía papal y la cen- precisamente en la era de la globaliza-
tralización e internacionalización del ción.
gobierno de la Iglesia; la convocatoria
de concilios ecuménicos; las autorida-
¿Cómo explica usted el resurgir del
des religiosas transnacionales; la activi-
Islam, su impacto en Occidente y su
dad misionera; las escuelas, centros de
globalización?
formación y redes intelectuales trans-
nacionales; los lugares sagrados como
centros de peregrinación y de encuen- El Islam fue la última de las religio-
tros internacionales; y los movimientos nes mundiales en fragmentarse y terri-
religiosos transnacionales. torializarse en estados-naciones. La
Por tanto, la idea de que globaliza- disolución del Califato que siguió a la
ción significa occidentalización, al caída del Imperio Otomano, encontró
menos en el ámbito de la religión, es poca resistencia en el mundo islámico,
claramente reduccionista y engañosa. sobre todo en los países predominante-
Se pueden poner ejemplos parecidos de mente musulmanes. Con el resurgir de
otras ramas de la cristiandad y de otras distintas formas de nacionalismo secu-
religiones del mundo. El centro dinámi- lar tras la II Guerra Mundial, pareció
co del anglicanismo ya no reside en como si la nación se fuera convirtiendo
Inglaterra. El Patriarca de Constantino- también para los musulmanes en la
pla ha resurgido como un centro global auténtica comunidad imaginada, reem-
de la cristiandad oriental. Así, pues, la plazando a la vieja comunidad transna-
globalización de las religiones mundia- cional de los Umma. Sin embargo, cada
les les ofrece no sólo la oportunidad de vez es más evidente que, en las últimas
convertirse por primera vez en religio- décadas, el Islam se está reconstitu-
nes verdaderamente mundiales –o sea, yendo como un régimen religioso trans-
religiones globales– sino también la nacional y como una comunidad global.
amenaza de des-territorialización. Las La proliferación de las redes musulma-
oportunidades son mayores para aque- nas transnacionales de todo tipo, las
llas religiones como el Cristianismo, el enormes proporciones globales del
Islam y el Budismo, que siempre han peregrinaje a La Meca, el estableci-
tenido una estructura transnacional. La miento de medios de comunicación islá-
amenaza es mayor para las todavía micos globales, las expresiones de soli-
encarnadas en ámbitos de civilizaciones daridad global con la gente palestina y
concretas, como el Islam y el Hinduís- otras causas musulmanas... todo esto
mo, puesto que por medio de la migra- puede verse como manifestación de la
ción también se están haciendo globa- globalización contemporánea del Islam.
les y des-territorializadas.
En efecto, sus diásporas se están ¿Qué nos dice la evolución religiosa
convirtiendo en centros dinámicos para en Europa oriental sobre la relación
su transformación global. Irónicamente entre la globalización y la religión?

2-81
Religiones públicas en un mundo global

Por supuesto, no todo cambio reli- A lo largo de la modernidad, la cris-


gioso en el Este europeo está relaciona- tiandad oriental se fragmentó y territo-
do con la globalización, aunque la caída rializó en iglesias nacionales autocéfa-
del sistema soviético tuviera mucho que las, como el protestantismo y el
ver con ella. La difusión global de los catolicismo. Con la caída de los regíme-
principios de derechos humanos y las nes de tipo soviético, las iglesias nacio-
reglas democráticas, y la incapacidad de nales tanto católicas como ortodoxas,
las economías socialistas para competir pudieron liberarse del yugo del control
con el sistema capitalista mundial, fue- estatal y de la propaganda antirreligio-
ron factores importantes en la crisis de sa. Muchas de ellas también se benefi-
los regímenes de tipo soviético, mien- ciaron del auge religioso bastante efí-
tras que la caída del muro de Berlín o de mero que siguió, cuando la gente
la Unión Soviética facilitaron la acelera- intentó llenar el vacío espiritual que
ción de los procesos de globalización en dejó el desierto del ateísmo.
la última década. Incluso el auge de
En todas las religiones se manifies-
“Solidaridad”, en Polonia, estaba estre-
tan dos tendencias divergentes, a
chamente relacionado con la globaliza-
menudo enfrentadas. Por un lado, están
ción del catolicismo. Como resultado del
los intentos de restauración religiosa,
aggiornamento del Vaticano, vemos que
que pueden tomar las más diversas for-
por todas partes la Iglesia Católica está
mas: desde las relativamente inocuas
alzándose hasta las más altas tribunas
pretensiones de restitución económica y
en defensa de los derechos humanos,
restauración de la propiedad eclesiásti-
civiles y sociales, contra los estados
ca confiscada, a otros intentos más
autoritarios y los regímenes económica-
agresivos para conseguir de nuevo el
mente represivos. En muchos países
poder eclesial y la protección monopo-
católicos –como por ejemplo, España o
lista contra la competencia religiosa
Brasil– esta nueva actitud ha implicado
nativa o extranjera; e incluso se dan
un cambio radical en las relaciones igle-
combinaciones letales de nacionalismo
sia-estado. En el caso de Polonia, la
religioso y proyectos de creación de
naturaleza cualitativa del cambio pasó
estado que –como en el trágico caso de
bastante desapercibida hasta que se vió
Yugoslavia– pueden llevar a la limpieza
como continuación del conocido patrón
étnica y otros crímenes de guerra.
polaco de conflicto iglesia-estado y de
alianza iglesia-nación. Así, desde 1970 Por otro lado, hay un aumento del
–cuando las cartas pastorales del epis- pluralismo religioso y de la competencia
copado polaco empezaron a incorporar en los mercados religiosos, ya que las
el discurso moderno de los derechos nuevas democracias instauran la sepa-
humanos universales– nos encontramos ración constitucional entre la iglesia y el
con la Iglesia Católica polonesa resis- estado y la protección de la libertad reli-
tiendo al estado comunista, no sólo por giosa. Como resultado, no sólo se
el bien de su propia libertad institucional observa el resurgir de las iglesias, sec-
o por el bien de la nación, sino por el tas y minorías religiosas con larga pre-
bien de una sociedad civil autónoma y sencia histórica en zonas antes prohibi-
democrática. La elección de Juan Pablo das, sino también la proliferación de
II y su visita oficial a Polonia en 1977 nuevas religiones de todo tipo, desde
desencadenó el auge de Solidaridad un agresivas sectas evangélicas ignorantes
año más tarde. de la tradición cultural y religiosa local y

2-82
José Casanova

deseosas de llevar el Evangelio a los decir, por suponer que las religiones
nativos, hasta los omnipresentes mor- mundiales tienen algunas característi-
mones y Hare Krishnas, y también infa- cas esenciales inmutables. El propio
mes sectas apocalípticas como Aum análisis de Huntington de la ola católica
Shinrikyo. de democratización se puede utilizar
Los conflictos religiosos concretos para cuestionar tal suposición. En efec-
en una determinada zona simplemente to, si Huntington hubiera desarrollado
ejemplifican la tensión entre dos princi- su argumento sólo unas décadas antes
pios interrelacionados que aparecen rei- –antes de la puesta al día católica– la
teradamente por todas partes con la formulación de la tesis podría haberse
extensión de las modernidades globa- manifestado probablemente como el
les, principalmente la tensión entre el choque entre el oeste secular protes-
principio proteccionista de las culturas tante y “el resto”, y la cultura católica se
religiosas territorializadas y el principio podría haber constituido fácilmente
de los mercados religiosos globales como enemiga básica de la democracia.
competitivos, abiertos y libres. La mis- Era la vieja tesis no carente de cierta
ma tensión reaparece como un conflic- base real, que Tocqueville ya había
to entre los derechos individuales y de intentado refutar hacia 1830. La tesis
grupo, especialmente la tensión entre el tuvo especial eco en la América protes-
principio moderno individualista de tante, donde desde esa época hasta los
libertad de conciencia –que presupone años 60 del siglo pasado, tomó la
naturalmente el derecho de hacer pro- expresión de la alegada incompatibili-
selitismo, como el derecho de apostasía dad entre “Republicanismo” y “Catoli-
y de conversión– y el derecho de la cismo romanismo”.
comunidad étnica, atribuido a las iden- Yo creo que un breve panorama de
tidades de grupo (el derecho colectivo a las reformulaciones de la tradición islá-
la autodeterminación, que implica la mica que están teniendo lugar hoy en
protección de las tradiciones culturales día, desde la perspectiva comparativa
y religiosas locales de las prácticas inva- del aggiornamento católico, puede
soras depredadoras y colonizadoras de resultar instructivo. Como mínimo,
cualquier forma, pero especialmente las debería servir para relativizar las hipó-
cristianas occidentalizadoras). tesis de un choque entre el “Islam” y
“Occidente”. El problema –a menudo
reiterado por los críticos– no es sólo que
¿Hasta qué punto pueden verse el análisis de Huntington se basa en una
los conflictos actuales –tras el 11-S– concepción esencialista del Islam, sino
como conflictos de religiones? que la interpretación de “Occidente” en
¿Está teniendo lugar un “choque de que se basa no es menos esencialista.
civilizaciones”? La yuxtaposición de Catolicismo e Islam
muestra que el problema no sólo reside
La vision de Huntington de un con- en representaciones simplistas de un
flicto inminente entre el Occidente Islam “fundamentalista” uniforme, que
democrático cristiano y otras civilizacio- no sabe reconocer la extraordinaria
nes, en especial “los estados islámico- diversidad de las sociedades musulma-
confucionistas”, ha sido amplia y correc- nas pasadas y presentes. Igual de pro-
tamente criticada en muchos niveles, blemática y engañosa es la interpreta-
sobre todo por su esencialismo; es ción esencialista de un Occidente

2-83
Religiones públicas en un mundo global

secular moderno, incapaz de ver la cris- cratización de las estructuras políticas y


tiandad católica como parte integral del a la institucionalización de una sociedad
pasado y el presente de la modernidad civil abierta y pluralista, hecha de
occidental. Cada acusación hecha al “públicos” y “asociaciones” basadas en
Islam de ser una religión fundamenta- la protección de las libertades individua-
lista, antimoderna y antioccidental, se les? Claro que no deberíamos esperar
podría haber dirigido justificadamente una respuesta inequívoca y uniforme a
contra el catolicismo no hace tanto. Es esta pregunta. Los “expertos” y los
más, la mayoría de las características “observadores” profesionales del Islam
del islam político contemporáneo que están enzarzados en un apasionado
los observadores occidentales encuen- debate sobre este tema. Para algunos la
tran con razón tan censurables –inclui- fragmentación de la autoridad –por
dos los métodos terroristas y la justifica- muy caótica que sea–está sentando la
ción de la violencia revolucionaria como base del pluralismo democrático. Para
un instrumento adecuado para alcanzar otros, simplemente, se suma a una vio-
el poder político– se pueden encontrar lenta y destructiva “rebelión de las
en el pasado no tan lejano de muchos masas”. Al final, el tiempo dirá. Pero
países occidentales y en muchos movi- como muchas intervenciones teóricas
mientos modernos seculares. en cuestiones públicas tienen en reali-
Además, en comparación con la dad repercusiones prácticas e incluso
estructura administrativa centralizada y pueden tener el carácter de profecías de
jerárquica de la Iglesia Católica, la autocumplimiento, yo prefiero contri-
Umma islámica –al menos dentro de la buir al pensamiento positivo observan-
tradición Sunni– tiene una estructura do el resurgir contemporáneo como una
más conciliadora, igualitaria, laica y forma de puesta al día del Islam.
descentralizada. El carácter pluralista y Sin embargo, hay una diferencia
descentralizado de la autoridad religio- crucial entre los dos aggiornamentos.
sa, que siempre había distinguido al La transformación católica había tenido
Islam, se ha hecho aún más pronuncia- el carácter de una reforma oficial relati-
do en la edad moderna. En la actuali- vamente uniforme y rápida desde arri-
dad, si hay algo en lo que están de ba, que encontró poca resistencia des-
acuerdo la mayoría de los observadores de abajo y podía ser fácilmente
y analistas del Islam actual, es el hecho reforzada a lo largo del mundo católico,
de que la tradición islámica en el pasa- resultando una destacable homogenei-
do más reciente ha llevado a cabo un zación global de la cultura católica, por
proceso sin precedentes de pluraliza- lo menos entre las élites. En cambio, el
ción y fragmentación de la autoridad Islam carece de instituciones centraliza-
religiosa, comparable al iniciado por la das y estructuras administrativas que
Reforma Protestante. definan y refuercen las doctrinas oficia-
Pocos negarían que esta pluraliza- les y, por tanto, las puestas al día
ción y fragmentación de autoridad reli- musulmanas que se están desarrollan-
giosa se suma a una revolución partici- do hacia las realidades y prédicas glo-
pativa y a una democratización de la bales modernas, probablemente serán
esfera religiosa. ¿Pero puede este fer- plurales, con resultados múltiples y a
mento, a menudo caótico, transformar- menudo contradictorios. Las redes de
se en una fuerza favorable a la demo- terrorismo global que declaran la jihad

2-84
José Casanova

al resto del mundo son manifestaciones “enmarcar” su discurso en un lenguaje


tan poco representativas del resurgir islámico públicamente reconocible. Las
islámico contemporáneo como las redes llamadas a la privatización del Islam
globales de intelectuales musulmanes como condición para la democracia
liberales, líderes religiosos y élites que moderna en los países musulmanes
trabajan con sus homólogos de otras sólo producirá respuestas islámicas
civilizaciones y religiones del mundo antidemócratas. En cambio, la elabora-
para construir un orden global más jus- ción pública, consciente, de tradiciones
to, humano y pacífico. La brutal repre- normativas del Islam en respuesta a los
sión de las mujeres por los talibanes era retos modernos, a las experiencias de
una manifestación de este caótico fer- aprendizaje político y los discursos glo-
mento semejante a la movilización de bales, tiene la posibilidad de generar
los “Hermanos del Islam” en Malasia y distintas formas de Islam civil público
en cualquier parte donde se defienden que quizás favorezcan más la democra-
los derechos humanos, civiles y políti- tización. El problema no es que una tra-
cos de las mujeres musulmanas, inclu- dición religiosa esencialmente funda-
yendo su derecho religioso a participar mentalista prohiba tal elaboración
en la interpretación de la tradición islá- reflexiva, sino más bien que los estados
mica. En medio hay toda una serie de modernos autoritarios en los países
manifestaciones de las múltiples pues- musulmanes –muchos de los cuales se
tas al día del Islam en los distintos basan en el apoyo militar y económico
ámbitos de la vida. de Estados Unidos y otras potencias
Deberíamos estar abiertos a la posi- occidentales– no den cabida a espacios
bilidad de que la tradición islámica, su públicos abiertos donde podría llevarse
discurso público distintivo y las prácticas a cabo tal reflexión.
musulmanas, moldeen el tipo de socie-
dad civil y las instituciones democráticas
¿Cómo respondería usted a quienes
que pueden surgir en los países musul-
defienden que la mayoría
manes. Hay múltiples modernidades
de las religiones son propensas
occidentales, y puede haber múltiples
al fundamentalismo y a dificultar
modernidades musulmanas.
la expansión de la democracia?

¿Contribuirán o dificultarán
Por supuesto, dudo de que los secu-
estas modernidades musulmanas
laristas irreflexivos se convenzan con mi
a la expansión de la democracia?
comparación entre el Catolicismo y el
Islam. Tal vez, incluso lleguen a reafir-
No hay ninguna garantía de que los marse en su creencia de que ambas
movimientos de renovación islámica religiones en su resistencia a la privati-
favorezcan uniformemente la democra- zación representan una amenaza fun-
tización; en realidad es poco probable. damentalista para un orden global
Lo que es casi cierto es que difícilmente secular moderno. En cierto sentido tie-
la democracia crecerá y prosperará en nen razón. Si tiene que haber un
los países musulmanes, a menos que “orden” global moderno, que no sea
los actores políticos que están esforzán- simplemente impuesto hegemónica-
dose en ello sean también capaces de mente, tendrá que conseguirse con la

2-85
Religiones públicas en un mundo global

tradicional vitalidad de éstas y otras tra- protagonismo en el escenario global.


diciones religiosas. Ahí yace el mérito Pero, probablemente, desempeñarán
de la tesis de Huntington, al reconocer estos papeles más como “comunidades
la importancia creciente de las civiliza- imaginadas” transnacionales que como
ciones y tradiciones religiosas para la actores geopolíticos territoriales. Las
política mundial. Donde Huntington pro- naciones continuarán siendo, en un
bablemente se equivoca es en su con- futuro próximo, comunidades imagina-
cepción geopolítica de las civilizaciones das relevantes y portadoras de identi-
como unidades territoriales semejantes dades colectivas en el espacio global,
a naciones-estados y superpotencias, lo pero las identidades locales y transna-
que le lleva a anticipar futuros conflictos cionales, en especial las religiosas, pro-
globales a lo largo de fallos civilizacio- bablemente se harán aún más promi-
nales. Sin duda, la globalización repre- nentes. Mientras vayan emergiendo
senta una gran oportunidad para los nuevas comunidades imaginadas trans-
regímenes religiosos transnacionales, nacionales, y la ciudadanía cosmopolita
como el Catolicismo o el Islam, para fomentada por las élites sea una de
liberarse ellos mismos del corsé de la ellas, las más relevantes probablemen-
nación-estado y reconquistar con ello te serán de nuevo las viejas civilizacio-
sus dimensiones transnacionales y su nes y religiones del mundo.

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