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Entre los aspectos más importantes que se rescatan de este capítulo tenemos que Holanda
empieza a perfilarse como una super potencia, tal y como la conocemos actualmente, este
país abre sus fronteras, reduce aranceles y se dedica al comercio internacional. También
desarrollo un sistema financiero ágil, eficiente y abierto al público.
El Banco de Amsterdam empieza sus operaciones en 1609, temporada en el cual el dinero
se sentía abundante y la sensación de riqueza reinaba en el área de los países bajos,
también se dieron cuenta que la apertura de mercados y la anuencia con el exterior traía
más beneficios que problemas.
También, se implementa la Ingeniería financiera en la horticultura del siglo XVII, de las
cuales se rescatan los siguientes datos interesantes:
Todo gira en torno a los tulipanes, que tienen entre sus características que El tulipán se
introdujo en Europa hacia 1550 desde el Imperio Otomano, por un botánico flamenco,
Charles de I’Écluse (también conocido como Carolius Clusius), luego de obtener un puesto
en la universidad de Leiden (Holanda). L’Ecluse puso en marcha lo que denominó hortus
academicus (hoy denominado Hortus Botanicus de Leiden) destinado al cultivo de plantas
tropicales, especias y flores de eventual aplicación medicinal, entre ellas también se
encontraba un bulbo de tulipán que el emperador Fernando I de Habsburgo, nieto de
Fernando el Católico, le había enviado desde Turquía, era tan bella la flor que se hizo muy
codiciado entre los aristócratas y nobles, dando un símbolo de estatus quo, haciendo
escasear esta planta lo que incrementaba su valor, echo que atrajo a toda clase de
inversiones y especulaciones.
Sin embargo, el tulipán como el resto de flores tiene debilidades tales como: El tulipán
florece en apenas una semana y se marchita a una velocidad increíble, como es posible
que un producto así se apreciara económicamente tan rápido y la La semilla tarda entre 7
y 12 años en convertirse en bulbo para que pueda florecer, sin embargo los bulbos son
clones perfectos y con el virus pasando de un bulbo a otro la producción de tulipanes era
excelente solamente había que crear las condiciones necesarias para poder cultivarlos,
esto se volvió el centro neurálgico de la especulación.
Las transacciones se producen en dos periodos: al iniciar la primavera (venta al público) y
durante el verano (productores). El primer periodo es el del producto terminado en
mercados de Ámsterdam (La Haya y Harlem), adquiriendo el producto a precio de oro.
Los holandeses fueron pioneros de muchos de los métodos financieros modernos, como
por ejemplo el mercado de futuros.
El precio de los tulipanes empezó a bajar a tal punto que hubo entre los compradores de
futuros y los vendedores, tanto que las autoridades se vieron obligadas a intervenir restando
valor a los contratos firmados pues habían sido una pura venta de humo.
El gobierno holandés, ideó una solución: Establecieron que que no podía obligarse a
comprar en un futuro a un precio absurdo y que no se podía dejar al propietario del bulbo
sin un duro, por lo tanto, el que poseyera contratos en el momento de su vencimiento
podía abstenerse de ejercer la compra, pero estaba obligado a abonar el 10% del importe
pactado. Actualmente Holanda concentra el 87% del mercado mundial de tulipanes con
un valor de 11 millones de Euros anuales.
De la prosperidad al endeudamiento por la guerra
En mayo 1702 se desató la guerra de Sucesión Española. Inglaterra, junto con Austria,
Holanda y Dinamarca, declaró la guerra a Francia y España, para financiar los elevados
gastos de la campaña bélica, el gobierno emitió deuda pública sin descanso. En 1719 la
deuda del gobierno inglés alcanzó los 50 millones de libras, pasando, en sólo 10 años, del
5% al 40% de su Producto Interno Bruto.