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MI PRESENCIA IRÁ CONTIGO

Éxodo 33:13-14 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te
conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré
descanso.

Podemos advertir a un Moisés muy necesitado de la presencia de Dios y Dios le promete que va a tener esa presencia:
tendrás mi presencia constante en tu vida, yo estaré contigo, le dice el Señor. Era un Moisés que en esos momentos se
estaba manifestando con temor, con duda, había problema en su corazón, sin embargo, nosotros podemos advertir que
Moisés había sido un instrumento idóneo de Dios para que la gloria de Dios se manifestara en él, Dios lo había utilizado para
sacar al pueblo de Israel de la tierra de Egipto y sabemos que lo sacó con gran poder, lo sacó haciendo grandes milagros y
mostrando grandes señales.

Josué se llenaba del Espíritu Santo, buscaba estar siempre en la presencia de Dios, no se apartaba del tabernáculo, ¿se
qué le sirvió? Que el Señor fue al que tomó para que introdujera al pueblo de Israel a la tierra prometida; él lo llevó, por estar
ahí en su presencia. ¿Tú estás en la presencia de Dios? El Señor te va a utilizar y va hacer algo contigo y va hacer grandes
cosas. Josué estaba precisamente en la presencia de Dios, en el tabernáculo recibiendo bendición, en una estrecha relación
con Dios. Yo he podido advertir que en este mundo hay dos clases de personas.

1. Las que están fuera de la presencia de Dios.

2. Las que disfrutan estar en la presencia de Dios.

¿Tú en cuál de las dos estas? Estás en la libertad de escoger entre las dos opciones. Lo que te puede excluir de la
presencia de Dios en primer lugar es la maldad.

1. La maldad.

Génesis 6:5-7 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de
los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6Y se arrepintió Jehová de haber
hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los
hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me
arrepiento de haberlos hecho.

La maldad aparta al hombre de la presencia de Dios.

Versículo 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

¿ Y qué fue lo que hizo Dios con Noé? Lo apartó y lo puso en el arca junto con su presencia y ahí
permaneció.

2. La inmundicia.

Levítico 22:3 Diles: Todo varón de toda vuestra descendencia en vuestras generaciones, que se acercare a
las cosas sagradas que los hijos de Israel consagran a Jehová, teniendo inmundicia sobre sí, será cortado
de mi presencia. Yo Jehová.

3. La impiedad.

Job 13:16 Y él mismo será mi salvación, Porque no entrará en su presencia el impío.

4. La incredulidad.

Salmo 68:1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

¿Qué más impide que una persona entre en la presencia de Dios? Rechazar a Dios y su presencia, desobedecer su palabra,
permanecer en pecado.
2 Tesalonicenses 1:8-9 En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de
nuestro Señor Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de
su poder.

En pocas palabras, el pecado excluye a la persona de estar en la presencia de Dios; la maldad, la inmundicia, la impiedad,
la incredulidad, la desobediencia, la rebeldía, el pecado que sea hace que una persona quede fuera de la presencia de Dios.
Quien entra en su presencia, en la gloria de Dios, tiene plenitud de gozo.

Salmo 100:1-2 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia
con regocijo.

Hay tres aspectos que debes cubrir para entrar en la presencia de Dios.

1. Orar

Daniel 6:11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de
su Dios.

La oración nos va a llevar a la presencia del Señor, este es el inicio, rogando en su presencia, orar, estar ahí
dentro en comunión con Él, esto te trae bendición.

Daniel 10:12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo
he venido.

Cuando entras en oración, en su presencia, entonces el Señor viene y manda bendición sobre tu vida, si tu
dispones tu corazón y te humilla delante de Dios, y vienes en oración, tus palabras serán escuchadas por
Dios y desde ese momento te atenderá, así de fácil. ¿Por qué sentimos que Dios no nos oye? Porque no
entramos en su presencia. ¿Por qué tenemos que pedirle a los hermanos, a aquellos que sentimos que
tienen un mayor crecimiento y una mayor espiritualidad, que nos ayuden a orar? Porque nosotros no
estamos orando debidamente, porque no estamos entrando en la presencia de Dios, porque confiamos en
que otros lo van a lograr. Todos podemos entrar a la presencia de Dios, pero tienes que orar.

2. La alabanza.

Salmo 95:1-2 Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
2Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.

Versículos 6-7 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
7Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz.

La alabanza va a permitir que nosotros entremos a la presencia de Dios, nuestra alabanza alegre, nuestra
adoración postrándonos delante del Señor nos meterá en su presencia.

3. Una vida comprometida con Dios.

Yo veo que todo mundo alaba, veo que aún los simpatizantes de Cristo alaban al Señor y les gusta, es más,
en la iglesia idólatra ya se robaron los cánticos de los cristianos y los están cantando, y los cantan ahí en
medio de toda su idolatría, ¿sabes? Ahí no está la presencia de Dios, y cualquiera puede alabar, pero tener
una vida comprometida con Dios está difícil.

Salmo 140:13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.

¿Quién es un hombre recto? Una persona que tiene una vida comprometida con Dios, así de sencillo; Si no hay una vida
comprometida con Dios no puede haber rectitud, cuando se está comprometido verdaderamente con Dios entonces en
cualquier circunstancia, en cualquier orden, en cualquier situación hay rectitud y esa rectitud te hace morar en la presencia
de Dios; si tú quieres vivir en su presencia, si tú quieres que la promesa que dice: mi presencia irá contigo, y te dará
descanso; se cumpla en ti, entonces haz lo que dice la Palabra. Tres aspectos muy sencillos: Oración, alabanza y una vida
comprometida con Dios.

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