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• La civitas
La civitas romana es una comunidad reducida, sólida unidad religiosa, participación ciudadana. Poco a poco se fue
distinguiendo entre lo público y lo privado, lo que dio origen a la diferenciación entre derecho público y privado. La
civitas romana evolucionó hacia el Imperio, es decir, hacia una comunidad política muy extensa y de población poco
cohesionada.
• El feudalismo
El poder estaba desgarrado entre las instancias particularistas feudales, burguesas y gremiales, de un lado, y, de otro
lado, las universalistas del Imperio y del Papado. No había una Administración propiamente dicha sino feudatarios
pertenecientes a la nobleza y al clero. No había relación entre el Rey y los súbditos debido a las instancias intermedias:
los señores feudales. El Derecho era privilegio de los estamentos, ciudades y gremios. Sólo la Iglesia presentaba una
organización monoista del poder.
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En esta fórmula se apoya toda la teoría de la soberanía estatal, distinta de la de la Iglesia, independiente frente al
exterior y suprema en el interior.
4 El pueblo/nación
Hemos de distinguir dos facetas:
5 El territorio
Nuestra Constitución de 1812: la nación (personas y territorio) española es libre e independiente. Ámbito espacial al
que se extiende el poder del Estado, e incluye:
6 El poder. La soberanía
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6.2 Institucionalización del poder político
Consiste en la distinción entre el titular del poder, el haz de potestades, funciones y competencias en que éste se
manifiesta, el sujeto ejerciente de cada una de ellas y la organización político-comunitaria.
6.3 Legitimidad
La legitimidad descansa, en última instancia, en la conformidad del poder con las creencias de los gobernados. Cuanto
mayor sea la conformidad, mayor legitimidad tiene el poder y menor será la fuente de conflictos. Max Weber distinguió
entre legitimidad:
7 El Derecho
El Derecho necesita un poder que lo respalde ya que, de otro modo, una norma no pasa de ser una recomendación. El
Derecho traza cauces, líneas de conducta, define competencias y establece sanciones. Según sea la relación poder-
Derecho, así será el régimen establecido (absolutismo, Estado democrático de Derecho). El ordenamiento jurídico
estatal es supremo y único. El Derecho estatal debe ser entendido como Ordenamiento, como sistema de normas.
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CAPÍTULO 2 - Inicio y evolución del régimen constitucional
1.1 Locke
Locke, en su obra Dos tratados sobre el gobierno civil refleja las demandas políticas de la sociedad y la opinión pública
que combatía el absolutismo. Locke parte del estado de naturaleza y su total inseguridad. EL estado de naturaleza está
regido por la ley natural. Conforme a ella, el individuo tiene derecho a castigar el crimen, protegerse a sí mismo y a los
demás y obtener la reparación del daño. Pero esto mismo lo hace inseguro. El único medio de conservar los derechos
con seguridad es la unión de los hombres en sociedad, mediante un pacto con el cual se construye un cuerpo político
con suficiente autoridad para salvaguardar los bienes y los derechos de todos. Nadie puede tomarse la justicia por su
mano.
Pero Locke entiende que no es necesario entregar todo el poder a la autoridad constituida. De manera que, cuando la
autoridad actúa de forma contraria a su misión, el pueblo es libre para instituir uno nuevo. Por tanto, el poder está
vinculado al fin para el que fue instituido: la salvaguarda de los derechos naturales. Estos son, fundamentalmente, a
vida, la libertad y la propiedad. De otro lado, el poder se ejerce sobre todo el territorio de la comunidad.
Así pues, Locke distingue tres funciones o poderes en un Estado constituido: legislativo, judicial y ejecutivo; en
ocasiones habla de legislativo, ejecutivo y federativo.
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2 La Revolución Francesa y Americana: Inicio del Régimen Constitucional
En el último cuarto del siglo XVIII, dos acontecimientos cambian la faz del mundo: la independencia de las
colonias británicas y la Revolución francesa.
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13. En España hubo un liberalismo radical o doceañista llamado así en recuerdo y homenaje de la Constitución de
1812, que reivindicaba los principios revolucionarios: soberanía nacional, sufragio universal, monarquía
limitada, división de poderes.
14. En otro orden de consideraciones, se distingue entre liberalismo económico, que defiende la propiedad, la
libertad total del mercado de bienes y de trabajo y el abstencionismo estatal y el liberalismo político que pone
su acento en la libertad de resistencia y la libertad de participación política.
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CAPÍTULO 3 - Estado liberal de Derecho y Estado social de Derecho. El
Estado social y democrático de Derecho
1 El Estado de Derecho
1.2 Evolución teórica del problema hasta el nacimiento del Estado constitucional
En esta tensión dialéctica, el poder ha buscado siempre un fundamento de su propia existencia y proyección y ha
pretendido, en consecuencia, desprenderse de toda sujeción, de toda norma.
Es usual citar la tragedia Antígona, de Sófocles, como texto que presenta con claridad la tensión entre el poder y ciertas
normas de general acatamiento y cumplimiento, bien que más que jurídicas fueran religiosas.
Platón, en La República, prefiere el gobierno del filósofo; el filósofo-político ha visto la realidad y debe enseñársela a
sus conciudadanos y conducirlos hasta ella. En Platón el poder se manifiesta con pureza en su rol directivo, motor, por
encima incluso de las leyes. En cambio, en su obra posterior Leyes, concede un importante papel a la ley junto al
gobernante.
Aristóteles, es más partidario del ejercicio del poder mediante el Derecho. Es el primer pensador que intenta una
fundamentación teórica de la institucionalización jurídica del poder: es peligroso, dice, que el poder no se halle regulado
por las leyes y que esté exento de toda responsabilidad; pedir cuentas a los gobernantes, es un principio saludable
para evitar la corrupción del poder y el enriquecimiento en el ejercicio del cargo.
Cicerón concibe el Derecho como la recta razón congruente con la naturaleza.
En el Medievo se da un difícil equilibrio inestable entre el poder del monarca como ungido de Dios y su subordinación
al Derecho, que lo hace Rey. El Rey está sometido al Derecho, pero no cabe contra él demanda ni resistencia.
Con el nacimiento del Estado se construye la doctrina de su razón. Para Bodino, el poder del Estado está por encima
de las leyes, no ligado por ellas: es absoluto. El poder se justifica por el hecho de su establecimiento y ejercicio.
Frente a esa doctrina de la soberanía absoluta, la escolástica española construye la doctrina de la soberanía como
poder supremo, pero no absoluto. Al ser el Rey parte de la comunidad, se obliga a las mismas leyes que promulga.
Aun así, como no hay poder superior al Rey, no cabe ejercer coerción sobre él.
Locke marca el inicio de lo que será el Estado constitucional y representativo. Justifica la separación de los órganos de
poder, la prevalencia del Legislativo y, en general, pone las bases teóricas del Estado liberal. Montesquieu insiste y
desenvuelve esta vía de la institucionalización jurídica del poder como garantía de la libertad. Rousseau erige la
supremacía de la ley, como expresión de la voluntad general.
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Concorcet hace del respeto a los derechos humanos el sumo criterio político. Kant confía mucho más en el Derecho
que en la moral para regular y contener al poder político. Y Sieyes habla de la necesidad de combinar en la Constitución
múltiples precauciones por las que el poder se vea constreñido a someterse a formas ciertas que garanticen su aptitud
para el fin que debe alcanzar y su impotencia para separarse de él.
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fueron, sobre todo, existencias de la construcción del ferrocarril. A fines de siglo, esta tenencia se manifiesta con toda
solidez.
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4 Concepto unitario de Estado social y democrático de Derecho
Hay que partir de un entendimiento unitario de dicha fórmula. Ni es sólo Estado de Derecho, ni sólo Estado social, ni
sólo democracia, sino que cada uno de esos enunciados condiciona y nutre a los demás. La fórmula es compleja y en
la reciprocidad de sus elementos debe ser entendida.
Dicha reciprocidad es considerada por muchos como incompatible, principalmente porque el Estado social puede
trastocar las líneas maestras de un Estado de Derecho y de una democracia entendidos al modo liberal. Esta crítica
contiene una lícita existencia, a saber: que cualquier intervención de los poderes públicos en la esfera social y
económica ha de hacerse con respeto de los controles y de los procedimientos jurídicos.
El Estado social y democrático de Derecho representa un estadio en el que, a la vieja aspiración de la limitación jurídica
del poder se le une la de que, sin embargo, ese poder actúe e incida en la sociedad para remodelarla, lo que sólo puede
hacer lícitamente ese poder si está legitimado democráticamente, si respeta los procedimientos jurídicos, si garantiza
los derechos y libertades, si es responsable de su actuación y si no bloquea los mecanismos de reversibilidad de sus
opciones políticas.
La plenitud del Estado social y democrático de Derecho consiste en un sistema de solidaridad nacional gestionado por
los poderes públicos con participación ciudadana efectiva y con respeto a la primacía del Derecho y de los derechos.
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Evolución del Estado en la actualidad.
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1.3 El régimen demoliberal como Estado de partidos
• asociaciones de vecinos;
• ligas de marginados sociales;
• movimientos feministas;
• organizaciones ecologistas;
• y, sobre todo, los sindicatos.
Todavía estas agencias se dirigen a los partidos políticos, como intermediarios que son entre la sociedad y el Estado
para que incorporen demandas en sus programas. Los partidos están, pues, en la misma evolución que siguió el
Parlamento, a medio camino de constituirse en aparato del Estado y dejar de llegar a su puerta con problemas. Si
logran atender los dos frentes, habrán ganado su batalla más decisiva: les va en ello su supervivencia.
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2 El Estado internacionalmente integrado
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La transición a la democracia ha marcado el comienzo de su integración supranacional. En 1977 ingresó en el Consejo
de Europa, si bien el Convenio de Roma no fue ratificado hasta 1979. En 1981 se integró en la OTAN. En 1986, en la
Comunidad Europea. Posteriormente, en la UEO y en el Grupo Schengen. Y, dentro de la Comunidad Europea, es uno
de los miembros que más decididamente apuesta por la unión política.
La propia Constitución ha facilitado jurídicamente esta política de integración:
15. El art. 93 prevé y regula la eventual cesión de ciertos aspectos del ejercicio de la soberanía a organismos
internacionales.
16. El art. 96.1 dispone que los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente
en España, forman parte del Ordenamiento interno y no se pueden derogar, modificar ni suspender sino por la
forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales de Derecho internacional. Este
tratamiento constitucional integra los tratados en el Ordenamiento jurídico interno: son Derecho español y, por
tanto, de aplicación obligatoria por parte de la Administración y de los órganos jurisdiccionales.
Más aún: como la Comunidad Europea crea Derecho este Derecho comunitario es Derecho español. Los reglamentos
son directamente aplicables por los órganos españoles; las directivas obligan al Estado español a acomodar a ellas su
legislación. En caso de colisión entre un reglamento comunitario y el Derecho interno prevalece aquél, y el
incumplimiento de una directiva faculta a la Comisión de las Comunidades Europeas para emplazar al Estado español
ante el Tribunal de Justicia en virtud del art. 169 del Tratado de la CE.
No es el principio de jerarquía el que rige las relaciones entre el Derecho comunitario y el de creación estatal, sino el
principio de competencia; al menos, en el caso español. El Derecho comunitario se aplica con preferencia porque el
Estado le ha cedido a la Comunidad la regulación de determinadas materias; dicha aplicación preferente se circunscribe
a esas materias tasadas y no permite una expansión no consentida de las competencias comunitarias a costa de las
estatales.
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CAPÍTULO 4 - Concepto y contenido de la Constitución
1 Terminología
La norma o código en el que se expresa la organización política de un país ha sido denominada de forma muy variada.
La Revolución francesa consagró el término Constitución. La restauración quiso años más tarde distanciarse de las
connotaciones revolucionarias de aquel término y utilizó el de Carta. En España se empleó el de Estatuto en 1834. De
nuevo en Francia, la III República prefirió regirse no por un código completo, sino por varias Leyes Constitucionales. Y,
ya en nuestro siglo, y en España, el Régimen de Franco Bahamonde utilizó la expresión Leyes Fundamentales. La
misma locución, Ley Fundamental, denomina a la Constitución de la República Federal de Alemania. A la postre,
superados los escrúpulos ideológicos, todas estas expresiones son intercambiables, pues todas, incluso la de la Carta,
apuntan a un contenido y una función similares: Las leyes constitucionales se llaman también fundamentales porque
son el apoyo, el cimiento, el fundamento del edificio social.
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En cambio, la Constitución de la II República, estableció un sistema de defensa de su supremacía: rigidez y control de
la constitucionalidad de las leyes, a cargo de un órgano creado al efecto, el Tribunal de Garantías Constitucionales. El
régimen de Franco Bahamonde no fue propiamente constitucional. Aparentemente era necesario un procedimiento
agravado para reformar las Leyes fundamentales. Pero ni Franco necesitaba tal procedimiento ni las Leyes
Fundamentales estaban plenamente vigentes por igual razón. La Constitución vigente rompe con la tradición española,
estableciendo su propio valor normativo y vinculante directo, necesariamente aplicable por todos los jueces y tribunales
3 Contenido de la Constitución
Con una u otra denominación, el contenido de la Constitución ha sido, sino idéntico, sí al menos análogo desde el siglo
XVIII: un sistema de normas jurídicas que organiza el poder político estatal y define la relación entre la esfera de la
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libertad y la de ese poder político. Para que esa organización política merezca el nombre de Constitución, debe contener
un estatuto jurídico de los gobernantes, es decir una definición de sus competencias, de los procedimientos de adopción
de las decisiones políticas y de los fines principales de su actuación. La Constitución contiene el título de legitimidad
para la actuación de los poderes públicos porque expresa cuáles son las competencias de cada uno. La Constitución,
al tiempo que habilita a los gobernantes para actuar, los limita al obligarlos a mantenerse dentro de su estricta esfera
funcional.
No sucede sólo que la Constitución es norma, y norma suprema, sino que se erige en fundamento y límite del resto del
Ordenamiento jurídico del país. En su virtud,
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CAPÍTULO 5 - Fuentes del Derecho constitucional. Tipología de las
constituciones
1.2 La jurisprudencia
Los órganos judiciales, al aplicar la Constitución, la interpretan, fijan o aclaran sus preceptos más oscuros, la adaptan
a las circunstancias sociales y políticas del momento. Pero esta labor es de mucho mayor alcance cuando se inscribe
en la función de jurisdicción constitucional. La jurisprudencia emanada en el ejercicio de tal función integra, junto con
otras fuentes, el Derecho constitucional del país. En los países en los que existe jurisdicción constitucional, como el
nuestro, se produce una judicialización del Ordenamiento jurídico, pues todas las normas tienen su fundamento y sus
límites en la Constitución. Debemos destacar las denominadas sentencias interpretativas, en las cuales se fija el único
sentido de un precepto legal conciliable con la Constitución o las interpretaciones inconciliables.
1.3 La costumbre
El Tribunal Supremo español ha definido la costumbre como la norma jurídica elaborada por la conciencia social
mediante la repetición de actos realizados con intención jurídica. Por mucho que unos mismos comportamientos sean
observados y muy aceptada que sea su obligatoriedad, la costumbre no es fuente del Derecho si no hay una norma del
Ordenamiento jurídico que le confiera tal carácter. Pero, a su vez, los ordenamientos no atribuyen la naturaleza de
fuente a cualquier conducta social si no reúne esos rasgos antes citados: reiteración y creencia en su obligatoriedad.
Cumple funciones importantes, tales como colmar lagunas, adaptar preceptos a situaciones nuevas y decantar la
eficacia de un precepto en una orientación u otra. El problema surge cuando una costumbre modifica sustancialmente
la aplicación de una norma escrita, más aún si ésta tiene una redacción inequívoca. Este es el problema de la costumbre
contra constitutionem.
La tesis más acorde es la de la neta subordinación de la costumbre a la constitución escrita e incluso a la ley. La
costumbre es costumbre y, como tal, es jerárquicamente inferior al Derecho escrito, al menos en el plano de validez de
las normas y en el sistema jurídico continental europeo.
Cuestión parcialmente diferente es la de la desuetudo, desuso o falta continuada de ejercicio de una competencia.
Mientras la costumbre contraria a la Constitución consiste en prácticas positivamente vulneradora del texto
fundamental, el desuso de una competencia es un no ejercicio, un no acto que sólo viola la Constitución.
En España, dada la juventud de nuestro régimen constitucional, no es fácil detectar la generación de costumbres
constitucionales. No obstante, se han hecho patentes algunas prácticas, dos como ejemplos:
• Normativas: regulan eficazmente el proceso político y son observadas por todos los operadores jurídico-
constitucionales.
• Nominales: muestran desajustes con la realidad política, que escapa parcial o temporalmente a su
normatividad, bien por inaplicación de los preceptos, bien porque la propia Constitución se proyecta hacia el
futuro, con normas programáticas, más que al presente.
• Semánticas: aquéllas que no rigen en absoluto y no son sino fachada simuladora y encubridora de una realidad
política autocrática.
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CAPÍTULO 6 - La reforma constitucional y el poder constituyente.
Procedimientos de reforma
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de intangibilidad. Pero esto se combina con una protección reforzada de ciertos bloques normativos, cuya reforma,
aunque expresamente permitida, se hace muy difícil sin un amplio consenso nacional.
2.2 Tipología
Todo está formulado sin diferenciar entre posibles tipos de poder Constituyente, como si el único modo de expresión
de éste fuera la aprobación de una Constitución. Pero no cabe duda de que también lo es la reforma constitucional. Se
acostumbra a llamar poder constituyente originario al primero y poder constituyente constituido al segundo, también
llamado poder constituyente derivado, o simplemente poder de reforma o de revisión constitucional.
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• Reforma ordinaria, aquella que, por ser parcial y no afectar a ciertas zonas del texto fundamental, sigue un
procedimiento no excesivamente costoso: aprobación por dos tercios de cada Cámara y referendo facultativo
(artículo 167).
• Reforma agravada (art. 168), protege especialmente algunas partes de la norma suprema y a ésta como
totalidad. Requiere:
o Aprobación de la decisión de reforma por dos tercios de cada Cámara.
o Disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones.
o Nueva aprobación de la decisión de reformar por cada Cámara de las Cortes elegidas.
o Aprobación del texto de reforma por dos tercios de cada Cámara.
o Referendo obligatorio.
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CAPÍTULO 7 - La Justicia constitucional y sus modelos clásicos.
Naturaleza. Tipos de control de constitucionalidad
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2.1 Modelo estadounidense
La Constitución de Estados Unidos no menciona expresamente la potestad del Tribunal
Supremo de enjuiciar la constitucionalidad de las leyes. Fue el propio Tribunal Supremo el que en
1803 estableció la doctrina y recabó dicha competencia para los jueces. La brillante argumentación del juez Marshall
en la sentencia sobre el caso Marbury contra Madison tuvo la virtud de presentar el control de constitucionalidad de las
leyes como una obligación, mejor que como una facultad, del Poder Judicial.
El deber de los jueces es declarar lo que es Derecho y, si dos normas están en conflicto entre sí, deben decidir cuál es
la aplicable. Si una de ellas es la Constitución, los jueces deben respetarla porque es superior a todo acuerdo ordinario
del Poder Legislativo. Pretender lo contrario es obligar a los jueces a incumplir la Constitución. El juez debe inaplicar la
ley inconstitucional. No puede anularla porque ello es función legislativa, que sólo al Congreso compete. De manera
que, en principio, esta decisión judicial solamente tiene efectos respecto del litigio concreto que se sustancia. Pero la
fuerza vinculante del precedente dota a la relación entre ley y jurisprudencia de un sentido especial, según el cual, la
ley no tiene otro contenido que el que le atribuyen las decisiones judiciales. Este modelo es denominado de jurisdicción
difusa porque el control corresponde a todos los jueces y tribunales.
• Cuanto más ambiguo sea el texto fundamental, más se coloca el Tribunal Constitucional en posición creadora.
• La labor del Tribunal se resentirá si los poderes públicos y las fuerzas políticas recurren sistemáticamente a él,
trasladándole los problemas que no han resuelto en el ámbito de su competencia.
• Finalmente, todo depende también del propio autocontrol del Tribunal Constitucional para no dejarse llevar al
terreno de las fuerzas políticas.
• La que estima que un Tribunal Constitucional es un órgano jurisdiccional por su procedimiento y político por su
función.
• La que sostiene que es de naturaleza irreductible (rebelde) a los clásicos poderes montesquinianos.
• La que detecta en él elementos jurisdiccionales (resoluciones en forma de sentencias) y políticos (sistema de
selección de sus miembros).
Un Tribunal Constitucional es un órgano de cierre del sistema político al ser la suprema garantía del Ordenamiento. La
supremacía de la Constitución como norma jurídica que vincula a todos los poderes públicos, incluido el Parlamento,
ha significado, el paso del Estado legal de Derecho al Estado constitucional de Derecho, que no niega a aquél sino que
lo perfecciona. Puede decirse que los preceptos que instauran el Tribunal Constitucional culminan el Estado de Derecho
porque constituyen el máximo intento de someter jurídicamente al poder político.
No le falta razón a H.P. Schneider cuando habla de la naturaleza poliédrica de los Tribunales Constitucionales, que
pueden parecernos órganos judiciales especiales, o bien órganos de modos operativos políticos, o bien un cuarto poder.
Según la tesis que se adopte se situará la jurisdicción constitucional por encima, por debajo o al mismo nivel de los
otros órganos constitucionales. El único antecedente español de la jurisdicción constitucional es el Tribunal de
Garantías Constitucionales de la II República. La Constitución española vigente ha optado por un órgano especial,
separado del Poder Judicial, para residenciar en él la jurisdicción constitucional en sentido estricto. Su regulación
constitucional y legal lo ha configurado como órgano jurisdiccional y político, e intérprete supremo de la Constitución.
Le corresponde:
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o Control preventivo o previo, se realiza antes de su promulgación y, por tanto, no enjuicia propiamente una
norma sino un proyecto.
• Por la vía de impugnación utilizada.
o Por vía de acción, estamos ante el recurso de inconstitucionalidad, también llamado control abstracto de
constitucionalidad. En él se somete la ley a un examen de su constitucionalidad por impugnación de quien
esté legitimado para ello, haya habido o no aplicación de la ley en la que hubiera podido apreciarse su
desajuste con la Constitución.
o Por vía de excepción, estamos ante la vía incidental, excepción de inconstitucionalidad o cuestión de
inconstitucionalidad. Surge en el curso de un litigio ante un órgano judicial cuando éste duda sobre la
constitucionalidad de una ley que ha de aplicar en el caso que está resolviendo. Como no puede dejar de
aplicar la ley ni puede aplicarla si es inconstitucional, eleva la cuestión al Tribunal Constitucional y, según
éste decida, aplicará o no la ley en su sentencia.
• Por el aspecto de la norma impugnada.
o Control formal, se enjuicia si el procedimiento seguido en la producción normativa es el establecido en la
Constitución y demás normas que regulan dicho procedimiento.
o Control material, se aprecia la conformidad o disconformidad del contenido de la norma enjuiciada con los
preceptos constitucionales y con otras normas a los que la Constitución remite la regulación de una
materia. El conjunto de estos preceptos que sirven de parámetro o canon se acostumbra a llamar bloque
de la constitucionalidad.
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CAPÍTULO 8 - Las declaraciones de derechos. Evolución de los derechos
• El sujeto de los derechos es el hombre, todo hombre, el ciudadano, todo ciudadano de cualquier Estado. Y ello
es así porque son derechos naturales, inalienables e imprescriptibles.
• Estos derechos son anteriores a la sociedad y al Estado. La finalidad de éstos es conservarlos.
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• El Estado debe adoptar la forma de organización acorde con dicha finalidad. Dos principios aparecen como
inexcusables: la soberanía nacional y la división de poderes.
• La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a concurrir, personalmente
o por medio de representantes, a su formación.
• La libertad del hombre no es abstracta sino que se proyecta en un haz de libertades concretas, entre las cuales
las de mayor carga política son las de opinión y pensamiento y su libre comunicación, incluyendo la libertad de
imprenta.
• Los hombres no sólo son libres sino también iguales. La ley debe ser la misma para todos.
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A poco sensibles que seamos ante la evolución de los derechos habremos de aceptar su historicidad. La libertad es
una variable histórica cuyo objetivo depende de los fines de la clase política activa en una época, y su contenido, de
los obstáculos que se encuentre en el despliegue de tales objetivos
R. Sánchez Férriz las conceptúa como directamente derivadas de la libertad humana y de su lógica manifestación
exterior; se ejercen con relación a los demás, aunque no necesariamente de forma colectiva, y aspiran a una
repercusión externa. Son:
1- Libertad ideológica:
.Libertad de educación.
.Libertad de cátedra.
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4- Libertad de reunión y de manifestación.
5- Libertad de asociación.
7- Derecho de fundación.
9- Derechos penitenciarios.
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o Otras veces se dota al derecho de una garantía esgrimible frente a todos, como hace nuestra Constitución
con la no obligatoriedad de declarar sobre la propia ideología o religión. También debe incluirse en este
tipo de garantías el secreto profesional de los informadores y la cláusula de conciencia. Lo mismo puede
decirse del derecho de rectificación que tiene toda persona a que el medio de comunicación que haya
publicado una información que ella considera inexacta y lesiva, le publique una rectificación de la misma.
En la otra opción se incorpora a la Constitución esos regímenes excepcionales, el Derecho de excepción. Todavía
caben dos modelos básicos: el estado excepcional y la dictadura constitucional. Tienen en común su transitoriedad y
su finalidad de restablecer lo más pronto posible la normalidad constitucional. Se diferencian en que en la dictadura
constitucional se concentran todos los poderes en una sola magistratura y no se regulan distintas situaciones o grados
de gravedad de la crisis, caracteres que se dan en sentido inverso en el estado excepcional.
La Constitución española determina la posibilidad de suspensión de algunos derechos en los estados de excepción y
de sitio, y remite a una ley orgánica la regulación de estos estados más el de alarma. Se distinguen, pues, tres tipos de
estados excepcionales, pero no se describen las circunstancias en que procede declararlos. La ley orgánica reguladora
de dichos estados es de
1981. A ellos hay que unir el estado de guerra, que la Constitución diferencia del de sitio y que hay que suponer de
mayor gravedad aún, si bien no ha sido objeto de referencia alguna en la ley mencionada. La Constitución española
también faculta al legislador para que regule la forma y los casos en que pueden ser suspendidos ciertos derechos y
garantías a personas determinadas que estén relacionadas con elementos terroristas o con bandas armadas, o bien
los encubran o hagan apología de ellos.
Procede declarar el estado de excepción en caso de grave alteración del libre ejercicio de los derechos o del normal
funcionamiento de las instituciones o de los servicios públicos esenciales.
La declaración del estado de sitio requiere causas aún más graves, como la insurrección armada o un acto de fuerza
contra la soberanía o contra la integridad territorial del Estado.
Las constituciones que optan por esta fórmula especifican los derechos susceptibles de suspensión en las diferentes
situaciones de crisis constitucional. Igualmente determinará la duración máxima de los mismos y el procedimiento que
ha de seguirse para su prórroga en caso necesario. La declaración de uno de dichos estados debe incluir todos estos
puntos, así como el ámbito territorial afectado por la misma. El estado de alarma, previsto en la Constitución española,
no da lugar a suspensión de derechos.
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CAPÍTULO 9 - Concepto y elementos de la democracia. El régimen
autocrático. Evolución de la monarquía desde su forma absoluta
hasta la monarquía parlamentaria. La República y sus caracteres
La terminología utilizada por la doctrina ha variado a lo largo del tiempo, llegando a ser en la actualidad sumamente
confusa. Es frecuente que los autores hablen indistintamente de formas de gobierno, formas de Estado, sistemas de
gobierno, regímenes políticos, sistemas políticos; así, por ejemplo, un mismo autor habla de sistema parlamentario y
de régimen parlamentario. Pretender poner orden en este caso escapa de nuestras pretensiones, en el caso dudoso
de que fuera hacedero. A lo más que puede aspirarse es a convenir una terminología inteligible para facilitar su trabajo
al lector.
Son la monarquía y la república, al menos dentro de las democracias occidentales. En una democracia, el Rey no tiene
poderes efectivos sino sólo funciones simbólicas y de moderación. No dirige la acción del gobierno; por eso, difícilmente
puede la monarquía ser llamada forma de gobierno. En cambio, el Rey es símbolo de la unidad estatal por ser su
primera magistratura. La república es, en sí misma, mera forma de la Jefatura del Estado, caracterizada por su
electividad y temporalidad. Si le faltan esos elementos, no estamos propiamente ante una República sino ante una
autocracia.
A la forma política unitaria, federal o regional que puede adoptar un Estado, se le suele aludir en tratados y monografías
como forma de Estado.
c) Sistemas de gobierno.
Los diversos modos de relacionarse los dos poderes clásicos, Parlamento y Gobierno, y especialmente la forma en que
se regula la formación del Gobierno y su responsabilidad política, son frecuentemente llamados regímenes, sistemas
políticos y sistemas de gobierno. De las tres expresiones, parece que la más adecuada es la de sistemas de gobierno.
puesto que a la formación y responsabilidad del Gobierno se refieren. Los dos tipos básicos son el sistema
parlamentario y el presidencial o presidencialista, a los que debemos añadir el convencional o de asamblea.
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Del sistema parlamentario hay varios modelos:
-gobierno de gabinete
- gobierno de Canciller.
Del sistema convencional se ha derivado en Suiza el directorial. d) Regímenes políticos. Sistemas políticos.
Por último la principal distinción de formas políticas que descansa en una concepción básica acerca del puesto del
hombre en la comunidad política, acerca de la relación entre la libertad y la autoridad, podemos aplicarle la categoría
de régimen político o sistema político, siendo sus dos tipos esenciales la democracia y la autocracia.
3 Concepto de democracia
Un concepto elemental de democracia es el que la cifra en la identidad entre gobernantes y gobernados, en el
autogobierno del pueblo o, más gráficamente aún, en las palabras de Lincoln: gobierno del pueblo, para el pueblo por
el pueblo. A partir de él se han propuesto otros conceptos más elaborados, aunque de menor fuerza expresiva, como
el de gobierno de la opinión pública o del de régimen de soberanía popular gobernado por la mayoría.
Todos estos conceptos son descriptivos porque se centran en los procedimientos de gobierno. La democracia es
definida por ser un régimen pluralista y participativo. Junto a la concepción descriptiva de la democracia se ha elaborado
otra prescriptiva que la define por los valores a los que se vincula. Desde este prisma se afirma que la democracia, más
que un método, es una cultura, una forma de vida basada en la participación y en la tolerancia; una fe en la libertad, en
el pluralismo y en la igualdad. Kelsen, en su obra Esencia y valor de la democracia, define la democracia como método
y la considera, por ende, compatible con la acumulación de poder y con el aniquilamiento de la libertad. En oposición
a él se alzó la idea de la democracia militante, identificada con unos valores y con su defensa. Naturalmente, hay
posiciones intermedias. En esas posiciones intermedias se encuentran los regímenes demoliberales de hoy:
1) Reconocen amplias libertades de expresión, asociación, reunión y manifestación, pero con límites expresos y
garantías frente a sus excesos.
2) Definen unos tipos delictivos para quienes, pasando de la dialéctica de la palabra a la de las armas u otras formas
de violencia, actúan contra el Ordenamiento constitucional y contra las personas y sus bienes.
4 Elementos de la democracia
1. Soberanía Popular.
De la idea de autogobierno del pueblo se desprende directamente el elemento de la soberanía popular. El pueblo, como
titular de la soberanía, lo es de todo el poder. Pero su ejercicio se halla diversificado. Cuando la Constitución española
dice la soberanía nacional reside en el pueblo, de donde emanan todos los poderes del Estado quiere significar que el
pueblo, como titular del poder estatal, confiere su ejercicio a diferentes poderes u órganos, y con ello, legitima su
actuación.
2. Participación.
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Corolario ineludible del elemento anterior, la participación popular tiene lugar de dos formas: directa e indirecta.
Son formas de participación indirecta o representativa: el sufragio universal, libre, igual, directo y secreto en elecciones
periódicas.
3. Pluralismo.
El pluralismo tiene muchas variantes: social, cultural, étnico, religioso, lingüístico, sindical, etc. Si bien todas ellas tienen
un ulterior significado político, es el pluralismo de partidos el que más directamente afecta al funcionamiento del sistema
institucional. Sin pluralismo no puede haber libre competencia política ni, por lo tanto, elecciones libres y disputadas.
La democracia es pluralista.
4. Consenso.
Si la autocracia se basa en el temor, la democracia no puede apoyarse sino en el consenso de sus ciudadanos acerca
de los valores básicos sobre los que se asienta o debe asentarse y sobre las reglas del juego político.
5. Principio de mayoría.
Los votos no deben ser sometidos a control de calidad. Todos valen igual porque todos los ciudadanos valen igual. No
hay, pues, otro criterio democrático de adopción de decisiones colectivas que el cuantitativo, el de contar votos y hacer
valer como decisión del colegio de votantes el señalado por la mayoría de sufragios. Esta solución cuantitativa comporta
la única valoración cualitativa compatible con la democracia: el valor igual de todos y cada uno de los ciudadanos.
El principio admite variantes. El requisito de mayoría absoluta ño incluso más cualificada: tres quintos, dos tercios, para
ciertas decisiones se establece como garantía de las minorías, pues, para alcanzar una votación tan elevada, se hace
necesario normalmente contar con ellas. Tiene, sin embargo, el inconveniente de que puede bloquear decisiones
necesarias o urgentes.
Tanto peso como la regla de las mayorías tiene el respeto de las minorías en la definición de la democracia. La toma
en consideración de la minoría implica la institucionalización, directa o indirecta, de la Oposición política. En la
democracia de partidos, la real y efectiva división de poderes es la que se establece entre el partido o coalición
mayoritaria que gobierna y la minoría que se opone. La Oposición es la conciencia crítica, el freno del Gobierno. Así,
pues, Gobierno y Oposición son igualmente necesarios para la democracia.
7. Principio de reversibilidad.
9-14
Un acto de soberanía popular que tenga por objeto su propia supresión a manos de un grupo totalitario sólo puede ser
entendido como democrático de modo inconsistente: aunque ese acto haya sido adoptado por mayoría, si comporta la
irreversibilidad de la situación creada, si cierra toda posibilidad de cambio, está negando todo nuevo acto de soberanía
popular y de alternancia en el poder; es decir, está impidiendo la democracia como método. Un régimen apoyado por
una Mayoría que elimine la Oposición y niegue a la Minoría, es autocrático porque la Mayoría está erigiéndose en todo
el pueblo para siempre, impidiendo con ello que otra parte del pueblo pueda alcanzar alguna vez gobernar; y esto, es
contradictorio con el concepto de democracia como método.
El poder estatal es único pero diversificado en sus manifestaciones o poderes. Si un órgano o poder no tiene el freno
de otro, tiende al abuso. De ahí la necesidad de la Oposición. El control del poder es la clave del régimen constitucional.
Hay controles interorgánicos, como los existentes entre Parlamento y Gobierno, o el del Poder Judicial sobre la
Administración, e intraorgánicos, como el que practican entre sí los grupos parlamentarios en el seno de una Cámara.
El cometido de la Oposición es controlar al Gobierno y, en su caso, exigirle responsabilidad con vistas a una posible
alternativa política. En una democracia, donde hay poder hay responsabilidad y donde hay responsabilidad hay poder.
Viceversa: donde no hay poder no puede haber responsabilidad y donde no hay responsabilidad no puede haber poder.
Sin publicidad no hay democracia. La libertad de comunicación pública en su más rica diversidad garantiza la existencia
de la opinión pública, sin la cual no puede haber un régimen democrático. Porque el control del poder público y la
función de oposición política se hacen fundamentalmente de cara al electorado y con vistas a influir en su voto en la
próxima confrontación electoral; en esa labora son indispensables los medios de comunicación social, la fluidez de la
información y la libertad de expresión.
Sin primacía del Derecho no hay democracia, sin democracia no hay primacía del Derecho.
5 El régimen autocrático
La autocracia se define por oposición a la democracia. La autocracia perfecta sería aquella en la que faltaran todos los
elementos que hemos apreciado en la democracia, y por entero. En la autocracia lo esencial es la concentración del
poder en una persona, en un grupo étnico o religioso, en un partido o movimiento, y la correspondiente merma o
anulación de la libertad de los ciudadanos.
a) Totalitarismo.
Régimen totalitario es aquel en el que el hombre no es tratado como un fin en sí mismo sino como una pieza del todo,
un medio instrumentalizable. Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado. Los regímenes
totalitarios recientes, han sido el nacionalsocialista alemán, el fascista italiano, el franquista en España, etc. Algunos
politólogos han elaborado un modelo pretendidamente intermedio entre la democracia y el totalitarismo: el régimen
autoritario.
9-15
b) Dictadura.
Cuando enfocamos el problema bajo el prisma del Gobierno, la autocracia reviste la forma de dictadura, término que
también se emplea para designar un régimen. Si el dictador es Jefe del Estado, puede que asuma la dirección del
Gobierno, o puede que nombre uno de su completa confianza. Si la dictadura se establece en el nivel gubernamental,
o bien hay un Jefe del Estado o el propio dictador promueve el nombramiento como Jefe del Estado de una persona
enteramente dependiente.
9-16
CAPÍTULO 10 - Formas de la jefatura del Estado
10-17
Estos dos principios, tan enfrentados, han ido convergiendo históricamente hasta su compatibilidad actual. El Rey ha
aparecido siempre como persona sagrada porque era imagen de Dios. Señor o dueño porque no se distingue entre su
patrimonio y el reino. En esta concepción la monarquía está informada por dos elementos esenciales:
-Su exterioridad al sistema político y
-La unidad que proporciona a este mismo sistema.
El Rey da unidad al sistema pero no pertenece a él sino que lo precede y trasciende. Así pues, la Corona integró gentes,
tierras, derechos y poderes en una unidad precursora de la idea de Estado.
Esta monarquía era todavía feudal. La monarquía absoluta significa la plenitud del principio monárquico. Se distingue
en ella varios subtipos:
1) La monarquía religiosa o confesional.
2) La monarquía palatina o cortesana.
3) La monarquía ilustrada o despotismo ilustrado.
En la Monarquía Limitada, el Rey conserva la titularidad del poder ejecutivo y comparte con la nación el legislativo y el
constituyente. El Rey aparece como encarnación del poder neutral, moderador y arbitral. El régimen político se asienta
fundamentalmente sobre el principio monárquico por más que aparezca algo limitado por el Parlamento. El Rey nombra
y cesa a los ministros. Los actos del Rey deben ser refrendados por un ministro, pero esto no se traduce todavía en
una traslación de la competencia: es el Rey quien decide el acto y el ministro quien responde. El Rey tiene iniciativa
legislativa y veto de las leyes aprobadas por el Parlamento, que no lo son propiamente sin la sanción y promulgación
regias.
Monarquía orleanista: cuando la posición de los pactantes, Rey y nación se hace más equilibrada, las instituciones
derivan hacia una mayor limitación de la autoridad regia.
1) Va perfilándose un Gobierno como órgano colegiado, a cuyo frente se sitúa un Primer
Ministro como único interlocutor del monarca.
2) El refrendo traslada paulatinamente la decisión de los actos regios al ministro refrendante.
3) La responsabilidad penal de los ministros deriva hacia una responsabilidad política. Los ministros necesitan de una
doble confianza: la del Rey y la del Parlamento. Esta forma monárquica es conocida como orleanista por su realización
y desenvolvimiento en Francia bajo la Casa de Orleáns, de 1830 a 1848.
La monarquía parlamentaria como monarquía democrática : es en la monarquía parlamentaria en la que se produce la
síntesis entre la prerrogativa regia y la soberanía nacional. La necesaria irresponsabilidad e inviolabilidad del Rey y el
consiguiente requisito del refrendo para la validez de sus actos han derivado en beneficio del principio democrático. Así
pues, es el principio monárquico el que ha ido cediendo ante el democrático:
1) El soberano no es el Rey sino el pueblo.
2) Los poderes políticos efectivos no los ejerce el Rey sino los órganos directa o indirectamente representativos de la
soberanía nacional.
Se han conservado algunos rasgos del carácter excepcional de la monarquía:
1) La excepción del orden sucesorio común;
2) La excepción del principio general de la responsabilidad de los poderes públicos; y
3) El propio estatuto jurídico de los demás miembros de la Familia Real, que excepciona el
Derecho común de familia.
El refrendo es una de las máximas sutilezas del Derecho constitucional contemporáneo. En el sistema parlamentario,
es fundamental una limitación material del poder regio porque quien refrenda asume íntegramente la responsabilidad
de dicho acto. En conclusión, el monarca parlamentario reina pero no gobierna. Ejerce una magistratura de autoridad
e influencia, una magistratura equilibradora, simbólica e integradora, una magistratura que goza de la confianza del
10-18
pueblo. De ahí su óptima situación para animar, estimular, sugerir, aconsejar el funcionamiento de la máquina del
Estado y permeabilizar todas las instituciones
5.1 Designación
a) Elección popular.
La elección popular confiere al Presidente de la República una fuerza política semejante a la del Parlamento, sobre
todo si es elección directa. Este procedimiento suele corresponderse con una figura presidencial, pero su correlación
con el sistema presidencialista no se cumple siempre. En el sistema presidencialista por excelencia, el de Estados
Unidos, el Presidente todavía es elegido de modo indirecto, mediante compromisarios de cada uno de los dos partidos
políticos más importantes elegidos popularmente.
b) Votación parlamentaria.
Este modo de designación suele corresponderse con sistemas de gobierno parlamentario: del
Parlamento procede tanto el Gobierno como la Jefatura del Estado.
c) Votación por un colegio mixto.
Algunas constituciones prevén un órgano mixto, integrado por parlamentarios y otros miembros cuya designación ha
podido tener lugar por sufragio universal o por otros órganos colegiados, como los Consejos regionales italianos o los
Parlamentos de los Länder alemanes.
10-19
6 Poderes, funciones y responsabilidad política en la república
6.1.2 Responsabilidad
La irresponsabilidad de la Jefatura del Estado no es privilegio de los reyes. También los presidentes republicanos son
políticamente irresponsables, pero les alcanza la responsabilidad penal por cierto tipo de delitos, lo que está excluido
en las monarquías. En las repúblicas parlamentarias la irresponsabilidad del Jefe del Estado se corresponde con la
institución del refrendo. En las repúblicas presidencialistas responde a la severa separación de poderes
constitucionalmente establecida. Por lo demás, es difícil que se den las circunstancias y condiciones para el
procesamiento criminal de un Jefe de Estado. Lo más normal y pragmático es la presión para que dimita sin ulterior
proceso, con lo que la responsabilidad penal se resuelve en una atípica responsabilidad política.
10-20
CAPÍTULO 11 - Estado unitario y Estados compuestos. Estado
federal, confederación de Estados y Estado regional
En el Estado unitario existe un centro único de impulsión política y una sola estructura institucional del poder, aunque
la Administración puede estar descentralizada. Existe una sola Constitución y un Ordenamiento jurídico simple y
uniforme.
No obstante, cabe un cierto grado de descentralización dentro del Estado unitario. Junto al centro único de impulsión
política puede haber entes territoriales con reconocida capacidad de gestión y administración de servicios. Tales
entidades son, por lo general, los municipios y las provincias, pero pueden serlo otras unidades superiores, como los
departamentos y las regiones. De otra parte, por descentralización propiamente dicha, debe entenderse el
reconocimiento de que la titularidad de tales competencias corresponde a dichos entes territoriales y no su mero
ejercicio por vía de delegación.
El paso de la descentralización administrativa a la política determina la aparición del concepto de autonomía y del
modelo de Estado compuesto. En el Estado compuesto hay varios centros de impulsión política y una estructura
institucional compleja, en la que coexisten en tensión dialéctica, no necesariamente reñida con la armonía, órganos de
poder generales, centrales y locales. A su vez, el Ordenamiento jurídico es también complejo: hay una Constitución
federal o nacional y Constituciones de los llamados Estados miembros, más las normas jurídicas emanadas por los
órganos correspondientes de una y otras. Pero todo este complejo normativo integra un solo ORDENAMIENTO
JURÍDICO, pues, a un Estado le corresponde un Ordenamiento único y coherente.
- Por la federalización de un Estado hasta entonces unitario. En el primer caso, normalmente un trato internacional
formaliza primero la unión de los Estados y, después, la Constitución sella la inseparable unidad política resultante. En
este caso la configuración jurídico-política de la Federación reside propiamente en la Constitución, no en el tratado que
dio origen al proceso.
En el segundo caso, son los territorios federados la realidad emergente puesto que preexistía un Estado unitario. En
este supuesto resulta aún más evidente que el origen y fundamento jurídico del Estado federal es la Constitución: es el
Estado unitario anterior el que, ejerciendo su poder constituyente, decide organizarse federalmente y así lo dispone
en la Constitución.
Los dos principios jurídico -políticos que vertebran el Estado federal, son los de autonomía y participación.
1) Principio de autonomía. Una Federación implica la unión de comunidades políticas individualizadas y distintas que
disponen de órganos políticos propiamente dichos y no meramente administrativos: Gobierno, Parlamento y Poder
Judicial.
2) Principio de participación. Los entes federados intervienen en los órganos federales, singularmente en el Parlamento,
y, a su través, en la dirección política de la Unión. Participan, además, en la reforma de la Constitución federal.
11-2
5 Relaciones jurídicas entre la unión y los entes miembros
Las relaciones jurídicas entre la Federación y sus miembros son de coordinación, de jerarquía y de cooperación.
a).- Las relaciones de coordinación se plasman fundamentalmente en la distribución de competencias y en un
Parlamento bicameral.
b).- Las relaciones de jerarquía son:
1.- El Poder constituyente de los entes federados ha de sujetarse a lo dispuesto en la
Constitución federal.
2.- El Derecho federal, en caso de conflicto tiene primacía sobre el de los entes territoriales.
3.- La Federación se reserva una acción coercitiva, que puede llegar a ser armada en caso extremo, sobre los entes
federados para obligarlos al cumplimiento de la Constitución y de las leyes federales.
4.- También se establece una inspección y vigilancia federal sobre las funciones de los miembros, especialmente sobre
la Administración.
c).- Las relaciones de cooperación se ponen de relieve en la participación de los entes territoriales, en la formación de
la voluntad general de la Unión, en su dirección política y en la reforma de la Constitución federal.
6 Estructura institucional
Los órganos federales son:
a) El Poder Ejecutivo, puede responder a varios tipos: bien al modelo de Gabinete, con liderazgo más o menos
acentuado de un Primer Ministro o Canciller, bien al presidencial como sucede en Estados Unidos, bien al colegial, que
se da en Suiza.
b) Parlamento: Suele decirse que el bicameralismo es consustancial a los Estados federales. En el terreno de los
hechos, efectivamente, así acontece en todos los Estados federales. Pero ello no significa que estemos ante un
elemento esencial de la forma política federal, pues nada impide que el principio de participación tenga aplicación en
un Parlamento monocameral si su composición y la regulación de su organización y funcionamiento son adecuadas.
Es frecuente la diversidad de procedimientos de designación de los miembros de la Cámara territorial: elección por
sufragio universal directo, elección por sistemas diferentes según los entes federados, designación por las Asambleas
legislativas de éstos, designación por los diferentes gobiernos y sistemas mixtos de varios de los procedimientos
mencionados.
Por otra parte, mientras la Cámara Baja representa a los ciudadanos de la Unión, la Cámara Alta o federal representa
a los entes miembros. Así, respectivamente, en el Congreso de los Estados Unidos, Cámara de Representantes y
Senado; en el Parlamento alemán, Bundestag y Bundesrat; en la Asamblea Federal suiza, Consejo nacional y Consejo
de los Estados. Por último, en un Estado de partidos, éstos homogeneizan las actitudes de sus grupos parlamentarios
en una y otra Cámara, de manera que los problemas de la organización territorial del Estado se ventilarán en la Cámara
en la que tengan escaño los líderes de los principales partidos, sin perjuicio de su ulterior formalización jurídica en la
Cámara que sea constitucionalmente competente.
c) Un Tribunal Federal superior dirime los conflictos entre los entes miembros y entre éstos y la Federación, así como
los problemas suscitados por la aplicación del Derecho federal. En Estados Unidos la competencia reside en el Tribunal
Supremo. En Alemania, en el Tribunal Constitucional Federal. En cuanto a la Estructura institucional de los entes
miembros; los entes federados suelen dotarse de una estructura paralela a la federal, con la única variante de que sus
Parlamentos son monocamerales.
7 Distribución de competencias
En la distribución de competencias caben múltiples variantes, que podemos sintetizar en las siguientes:
1. Materias de legislación federal exclusiva. Cabe que la ejecución de esa legislación corresponda también a la
Federación o a los entes federados.
11-3
2. Materias de legislación exclusiva de los entes miembros. Puede que la ejecución corresponda a ellos mismos o a la
Unión.
3. Competencias compartidas. Cuando los órganos de uno y otro nivel tienen competencias diferentes dentro de una
misma función estatal.
4. Si unos órganos y otros son competentes en una misma materia, bajo una misma función estatal, pero atendiendo
aspectos diversos de ella estamos ante competencias concurrentes.
5. Competencia indistinta, las cuales admiten la actividad de unos y otros órganos en condiciones de igualdad e incluso
simultáneamente, exigiéndoseles sólo la debida coordinación para no entorpecerse. La Constitución federal suele
regular, finalmente, la colisión entre normas de uno y otro nivel, así como las lagunas que pudieran encontrarse por no
estar atribuida una materia o competencia.
Si el primer problema no encuentra solución por la vía interpretativa de las normas competenciales, se aplica el principio
de prevalencia del Derecho federal. En cuanto a las eventuales lagunas jurídicas, se colman atribuyendo a los entes
miembros o la Federación las competencias residuales que no encuentren ubicación en la distribución expresa de las
mismas.
11-4
10 Perspectivas actuales de las formas territoriales compuestas en el Estado social
e internacionalmente integrado
La insuficiencia del Estado nacional como marco de la política, su dimensión excesiva para la rápida y eficaz solución
de ciertos problemas es una de las razones de las experiencias descentralizadoras y regionalizadoras del siglo XX. Su
pequeñez y debilidad para afrontar otras cuestiones (defensa, mercado), ha motivado su superación en organizaciones
supranacionales.
De estas dos tendencias, es más fuerte la segunda, que debilita la primera. Las exigencias del Estado social juegan a
favor del fortalecimiento de los poderes centrales. El crecimiento de un sentimiento nacional gana terreno a la
reivindicación de la diversidad, como sucede en Estados Unidos y en Alemania. En cambio, este último no se da en
Estado como España, que, siendo menos descentralizados, experimentan en su seno fuertes nacionalismos. Veamos
sucintamente la incidencia de los dos primeros fenómenos:
1) La integración de Estados federales y regionales en una organización supranacional comporta uniformidad entre los
diversos Estados integrados. Ejemplo: la Unión Europea, cuyo Ordenamiento es aplicable en cada Estado integrado
en ella, sin necesidad de modificar formalmente su estructura territorial compuesta.
2) Por su parte, el Estado social también tiende a la uniformidad y a la centralización, porque responde de esa manera
a acuciantes demandas sociales. La interdependencia económica, militar y tecnológica del mundo actual ha motivado
un crecimiento del peso específico del poder central y un consiguiente debilitamiento de las regiones y entes federados.
El poder financiero reside principalmente en los órganos centrales, los cuáles, o prestan el servicio si son competentes
para ello, o ayudan financieramente a los poderes locales para que lo atiendan. Dicho muy rotundamente, el principio
de igualdad, propio del Estado social, se está imponiendo al de autonomía, propio del Estado compuesto.
11-5
CAPÍTULO 12 - Soberanía popular y representación política.
Democracia representativa y Estado de partidos. Instituciones de
democracia directa. El sistema electoral: concepto y elementos
12-1
3.1 Evolución de la democracia representativa en el Estado de partidos
Entre la representación decimonónica y la actual, media un abismo, el que va desde el sufragio censitario al universal.
Ahora cuando el pueblo está mejor representado en el Parlamento, éste ha dejado de ser el órgano decisivo del sistema
político, hoy el centro de decisión se ha desplazado al Gobierno y a la Administración. La función mediadora entre el
electorado y el poder que la tenía el Parlamento, ahora es cumplida por los partidos políticos.
El mandato representativo ha entrado en crisis en el Estado de Partidos, ya que los representantes tienen una rígida
disciplina en su comportamiento político, especialmente en las votaciones en que intervienen. La representación
produce un distanciamiento entre el titular de la soberanía (que residen en el pueblo) y su ejercicio por parte de los
representantes que la ejercen movidos por los partidos. No obstante también es cierto que la evolución de este régimen,
sobre todo con el sufragio universal ha permitido:
12-2
CAPÍTULO 13 - El sistema electoral
1 Concepto y elementos
Concepto: Conjunto de reglas y procedimientos conforme a los cuales se convocan y celebran las elecciones, se
asignan los escaños con relación a los votos obtenidos por las candidaturas y se resuelven los recursos a que todo
este proceso diere lugar. Elementos:
1. Derecho de sufragio.
2. Censo electoral.
3. Campaña electoral.
4. Forma de voto.
5. Circunscripción electoral.
6. Fórmula de escrutinio.
7. Recursos.
2 El derecho de sufragio
Las posiciones protoliberales, liberales doctrinarias y antiliberales dieron como resultado el sufragio censitario y
capacitario: votaban quienes aparecían incluidos en el censo de contribuyentes y quienes estaban en posesión de título
académico o de una formación intelectual reconocida. En el Estado social y democrático de Derecho, la soberanía
popular o nacional se traduce en el sufragio universal como derecho público subjetivo.
En algunos ordenamientos jurídicos como el belga o el italiano, su sufragio es obligatorio, y suele haber un alto índice
de votos en blanco o nulos. La Constitución Española caracteriza el sufragio como universal, libre, igual y secreto. Para
todas las elecciones, salvo las provinciales, es, directo. La Ley Electoral añade que es personal y singular. a)
UNIVERSAL (un hombre un voto). Los requisitos son:
1. Mayoría de edad: Sufragio activo y pasivo, masculino y femenino a los 18 años.
2. Inclusión en el censo electoral: no se puede votar si no se figura inscrito en él.
3. Nacionalidad o carta de ciudadanía: se admite el sufragio de extranjeros en las elecciones municipales si existe
reciprocidad, esto es, siempre que los españoles disfruten del mismo derecho en el otro Estado.
4. Pleno disfrute de los derechos políticos: la pérdida de este derecho sólo puede ser adoptada por la autoridad judicial.
1) LIBRE. Libertad de expresión, reunión y manifestación y un orden en el acto de la votación para evitar coacciones
dentro y fuera del colegio electoral.
2) IGUAL. Todos los votos tienen igual valor.
3) SECRETO. Existen papeletas y sobres oficiales y se instalan cabinas en los colegios electorales.
4) DIRECTO. En España sólo son de segundo grado las elecciones a las Diputaciones
Provinciales.
5) PERSONAL. Excluye su delegación en otra persona, pero se admite el voto por correo.
6) SINGULAR. Sólo se puede votar una vez en cada elección.
3 La circunscripción electoral
Se funda en tres principios íntimamente ligados, pero con frecuencia antagónicos:
1. La igualdad de sufragio, las circunscripciones electorales deben tener, en lo posible, un número igual de electores
por diputado.
2. La delimitación de circunscripciones debería apoyarse en otras ya existentes, administrativas o políticas.
13-3
3. La revisión de los límites de las circunscripciones en función de los movimientos de población (fórmula demográfica).
4 La fórmula de escrutinio
Se trata de interpretar los datos numéricos de la elección como base de la distribución legítima de los escaños.
1. Fórmula de mayoría.
Puede ser mayoría relativa y a una vuelta, como en Inglaterra, o mayoría absoluta y a dos vueltas, como en Francia.
Producen una sobrerrepresentación de los partidos fuertemente implantados en todo el territorio nacional y de los
partidos regionales si la circunscripción electoral es idónea.
La variante de mayoría absoluta busca representantes respaldados por su circunscripción, y puede beneficiar
paradójicamente a los partidos pequeños. La variante de mayoría relativa suele primar al partido más votado, pero
puede suceder y ha sucedido que gane la elección en escaños el partido que ha perdido en votos.
2. Fórmulas proporcionales.
Se consigue una representación más precisa de la voluntad general. En España tenemos una fórmula proporcional.
Destacamos dos tipos:
1) Fórmula del resto mayor. Cociente electoral = votos / escaños.
Se divide por el cociente electoral los votos de las candidaturas. Se obtiene los escaños que cada candidatura gana.
Los sobrantes son adjudicados a las candidaturas que hayan quedado con mayores restos.
2) Fórmula de la media mayor en su variante de Dí Hondt. Se aplica en España en todas las elecciones salvo en las
del Senado. En grandes circunscripciones ofrece una buena proporcionalidad, pero en pequeñas perjudica
notablemente a los partidos menores.
- Se dividen los votos entre la serie natural de los números hasta el de escaños en litigio.
-Se ordenan los cocientes de mayor a menor.
- Cada candidatura gana tantos escaños como cocientes suyos hayan sido incluidos en esa selección.
3) Fórmula de la media mayor en su variante de Santa Lagüe. Favorece partidos medianos y mayores, y, desde luego,
perjudica a los pequeños porque el primer número divisor es muy elevado.
4) La Fórmula de A.B.W.R.
Conforme al sistema electoral alemán, el elector utiliza dos papeletas: con una vota una lista, con la otra, a un candidato
de su distrito, que puede ser de partido diferente al votado con la primera.
Se trata de un sistema de representación proporcional pero con elementos próximos al sistema de mayoría.
13-4
orden de prioridad (prelación) de los candidatos. Realizadas las comprobaciones oportunas por la Administración, se
hace la proclamación de las candidaturas. Contra ésta puede recurrir quien se considere improcedentemente excluido
y quien (partido o candidato) pueda sentirse perjudicado por la proclamación de un adversario.
13-5
CAPÍTULO 14 - El principio de autonomía parlamentaria.
Unicameralismo y bicameralismo. Organización y funcionamiento de
las Cámaras
Administrativa: regulan el estatuto del personal a su servicio. Los Presidentes ejercen los poderes administrativos y las
facultades de policía en su interior.
La regla general ha sido su reconocimiento tanto en constituciones moderadas como en las progresistas, así en las
monárquicas como en las republicanas, sólo se exceptúan: el Estatuto Real; el Acta Adicional de 1857, promovida por
Narváez; el Anteproyecto de Constitución de Primo de Rivera y las Leyes Fundamentales de Franco Bahamonde. En
un Estado social y democrático de Derecho hay que fundamentar la pervivencia del principio de autonomía
parlamentaria en la funcionalidad que presta al sistema político que consiste en la conservación y defensa de la inde
pendencia del Parlamento.
El bicameralismo ha evolucionado al compás del sistema social. Pero la Cámara Alta siempre conservó el carácter de
freno de la representación popular. Durante el siglo XIX con el avance del principio democrático, la Cámara Alta o
segunda Cámara pasa de estar integrada por la nobleza y el alto clero pasó a estarlo, además, por la oligarquía
14-1
terrateniente, financiera y, en algunos casos, industrial, en tanto que a la Cámara Baja accedía el resto de la ciudadanía
censitaria.
3. Se disminuye sus atribuciones políticas por lo que queda subordinada a la Baja. Cuando el bicameralismo es perfecto,
ambas mayorías sueles ser homogéneas y cuando es imperfecto el criterio de una Cámara se impone a la otra. En el
constitucionalismo actual el bicameralismo estructural deja paso al procedimental que busca su justificación en la
funcionalidad que aporta el régimen democrático y que no sería posible sin la disciplina que imprimen los partidos
políticos a través de los grupos parlamentarios.
La adopción de ciertos mecanismos constitucionales cumple la función de freno y prudencia atribuida a la segunda
Cámara dando garantías frente a la Mayoría Gobernante:
- Moción de censura.
2) Con sufragio universal directo, los senadores de los Estados Unidos se independizan más de los intereses locales
que los miembros de la Cámara de Representantes.
3) El sufragio indirecto y territorialmente compensado hace aparecer al Senado francés como una Cámara de
representación de intereses agrícolas.
4) En Italia, con sufragio universal directo, el Senado es tan representativo del pueblo italiano como la Cámara de
Diputados.
14-2
1.4 Monocameralismo y bicameralismo en la historia constitucional española
En periodos revolucionarios ha prevalecido la opción monocameral y en periodos conservadores ha prevalecido el
bicameral, con algunas excepciones. La Constitución de 1812 fue redactada por unas Cortes monocamerales. El
Estatuto Real convocó Cortes bicamerales. En la Constitución de 1837, las Cortes estaban compuestas por el Senado
y el Congreso de los Diputados. La Constitución de 1845 mantuvo esta estructura.
Funciones:
1. Representación de la Cámara.
5. Participación, junto a la Mesa y, en su caso, a la Junta de Portavoces, en la fijación del orden del día del Pleno.
6. En España, el Presidente del Congreso de los Diputados dirige las consultas regias previas a la propuesta de
candidato a la Presidencia del Gobierno y la refrenda.
Funciones:
1- Asistencia al Presidente.
14-3
2- Participación en la fijación del orden del día.
- La composición de las Comisiones, proporcional a las fuerzas de los grupos parlamentarios en el Pleno.
La no publicidad de sus sesiones. En España, sin embargo, tienen publicidad. El Pleno es el titular de las funciones de
la Cámara. A las Comisiones les incumben los trabajos preparatorios, si bien cada vez está más extendida la práctica
de la delegación legislativa. Junto a esta función legislativa, las Comisiones conocen de todos los asuntos que les
encomiende la Mesa de la Cámara.
Se trata de unos órganos de continuidad parlamentaria que hacen algunas de las funciones de sus respectivas Cámaras
para garantizarlas en periodos en que éstas no están reunidas. Su composición es de un mínimo de veintiún miembros,
que representarán a los grupos parlamentarios, en proporción a su importancia numérica.
Legislatura. Es el tiempo de mandato de la Cámara. Se inicia con la elección de los miembros y expira por expiración
del plazo establecido (4 años en España) o por la disolución de la Cámara por el Gobierno.
Periodo de sesiones. Es aquel en el cual la Cámara actúa. En España son dos anuales: de febrero a junio y de
septiembre a diciembre.
14-4
Sesión. Reunión de la Cámara para tratar un orden del día. Las sesiones pueden ser ordinarias (se celebran en los
periodos establecidos) o extraordinarias(convocadas por el Presidente de la Cámara, a petición del Gobierno o de un
determinado contingente de la misma, para tratar de un orden del día prefijado y sólo de él).
Quórum. Es el número de parlamentarios presentes exigido para que la Cámara pueda actuar. En España se exige la
presencia de la mayoría de sus miembros.
Votación.
Obstruccionismo. Son los medios utilizados por los parlamentarios para retrasar un debate y, en consecuencia, la
votación final, y destacamos:
Los reglamentos parlamentarios lo combaten con los siguientes procedimientos: Guillotina, fija tiempo estricto para una
deliberación.
Canguro, selecciona las enmiendas más importantes para debate y votación. Clausura, pone término a una deliberación
y pasa a la votación.
14-5
CAPÍTULO 15 - Los grupos parlamentarios. Mandato representativo
y disciplina de partido. Funciones del parlamento
1.1.1 Constitución
Se formaliza con la comunicación al Presidente de la Cámara y con su publicación en el Boletín Oficial de ésta. La
comunicación debe expresar el nombre del grupo, la relación nominal de sus miembros firmada por éstos y los nombres
de quien actuará como portavoz y de sus eventuales sustitutos.
La inscripción de los parlamentarios en un grupo es voluntaria. En España, quienes no se inscriban en uno quedan
incorporados al Grupo Mixto.
1.1.2 Composición
Las Cámaras deben tener una cantidad mínima de miembros. En España los estatutos del Senado han mantenido la
cifra de 10 como mínimo. En cambio, el número ha cambiado varias veces en el Congreso.
Hay dos clases de miembros:
1. Los inscritos, que normalmente militan en el partido.
2. Los adheridos, que no pertenecen al partido y a los que no se les exige una disciplina total.
1.1.3 Extinción
1. Por disolución, debida a un acuerdo de sus miembros o por abandono de alguno de ellos quedando el
grupo parlamentario por debajo del límite permitido.
2. Por término de la legislatura, en España se dispone de cierta supervivencia de los mismos a los
exclusivos efectos del funcionamiento de las Diputaciones Permanentes.
2 Funciones
Las funciones que cumplen los grupos en las Cámaras afectan a todo el funcionamiento y organización de éstas.
Generalizando compete a los grupos parlamentarios:
1. El estudio de los proyectos antes de su discusión en el Pleno o en la Comisión.
2. La solicitud de debates.
3. La iniciativa legislativa.
4. Todas las funciones atribuidas a los miembros parlamentarios individuales.
3 Naturaleza jurídica
Los grupos parlamentarios son asociaciones privadas investidas de funciones públicas. Lo determinante de su
naturaleza jurídico-privada es precisamente esa voluntariedad de su constitución. Sin embargo, el Grupo Mixto, no se
constituye libremente sino por mandato estatutario y alberga a parlamentarios pertenecientes a partidos políticos
enfrentados y puede pervivir con menos miembros del mínimo permitido para los demás grupos.
4 La junta de portavoces
Asiste al Presidente de la Cámara y tiene relevantes funciones para la determinación del orden del día y para la
organización del trabajo parlamentario. Lo positivo de la Junta de Portavoces es que agiliza y mejora el trabajo
parlamentario, debido a la no publicidad de sus sesiones, y un lado negativo ya que desplaza los debates
parlamentarios desde la sala de sesiones a la Junta de Portavoces, a puerta cerrada y sin publicidad.
15-1
CAPÍTULO 16 - El Parlamento (II): Funciones representativa, legislativa,
presupuestaria y controladora
• Los partidos presentan en las elecciones programas y candidatos y permanecen durante los periodos
interelectorales abiertos a las demandas sociales.
• Los electores orientan sus votos por esos programas y equipos personales más que por los candidatos
individualmente, y más si son listas cerradas y bloqueadas como en España.
• La excepción existe en las elecciones municipales, donde tiene mucha relevancia la personalidad de los
candidatos a alcaldes.
• Se espera que el diputado elegido sea coherente con todo el proceso preelectoral y electoral. El Parlamento
no pretende ser ya el templo de la razón. Hoy el Parlamento es el escenario de una representación política en
la que los individuos y los grupos interpretan un papel dirigido abiertamente al electorado para intentar captar
su voto, de ahí la importancia de la publicidad, de los medios de comunicación social.
• Pluralismo político.
• Estatuto de la Oposición.
• Reglamentos parlamentarios.
• Protección del parlamento individual.
• Neutralidad de los poderes públicos.
16-2
• Funciones legislativas y controladoras de la Cámara.
• Regulación y control de la democracia interna de los partidos políticos.
4 Función presupuestaria
La competencia exclusivamente parlamentaria para la aprobación del Presupuesto está en el origen del
parlamentarismo. El principio de legalidad tributaria estaría en la parte dogmática de la Constitución y el de legalidad
presupuestaria en su parte orgánica.
Principios del Presupuesto:
• La constitucionalización de los partidos políticos y/o de los grupos parlamentarios. La regulación de éstos
últimos en los estatutos parlamentarios.
• La legislación sobre partidos políticos.
• La legislación electoral.
• La regulación constitucional y estatutaria de la función de control parlamentario del Gobierno.
16-4
CAPÍTULO 17 - El Gobierno y sus relaciones con el Parlamento (I):
Los sistemas de gobierno
• El Sistema convencional:
Con un único centro de impulsión política, el Parlamento.
El Parlamento, reunido en asamblea o convención, concentra en sí los poderes legislativos y de dirección política.
Concentración de poder. Ej.: Suiza.
• El sistema presidencialista con dos centros de impulsión de igual o similar legitimidad electoral, el Presidente
de la República y el Parlamento, con separación de poderes. Ej.: E.E.U.U.
• EL SISTEMA PARLAMENTARIO, dos centros de impulsión política de diferente legitimidad, el Rey y el
Parlamento. Relación de poderes.
17-2
la actualidad se intenta crear un movimiento de opinión favorable a la reforma constitucional para adoptar un sistema
presidencialista.
e) ESPAÑA.
Es un sistema con monarquía parlamentaria, el Rey no tiene propiamente poderes sino más bien funciones simbólicas
y representativas que se traducen en actos debidos necesitados de refrendo.
El Gobierno español tiene primacía sobre el Parlamento y el Presidente del Gobierno sobre los ministros, esto se apoya
en:
6 Sistema presidencialista.
Tiene dos centros de impulsión política de igual o similar legitimidad electoral: El Presidente y el Parlamento, lo cual
avala igualdad de poderes, aunque la Constitución de Estados Unidos se inclinó por una separación neta de ambos. El
poder ejecutivo corresponde al Presidente, no al Gobierno. En realidad, no existe Gobierno sino secretarios del
Presidente. El Presidente designa a los secretarios entre personas no pertenecientes a las Cámaras. La separación de
poderes, sin embargo, no es tan radical que no haya relación alguna entre ellos:
• La designación del Ejecutivo (Consejo Federal) por el Parlamento (Asamblea Federal) por un periodo de cuatro
años.
• No existe Jefatura de Estado, la Asamblea Federal designa cada año, de entre los miembros del Consejo
Federal, un Presidente.
• El Consejo Federal no responde políticamente ante la Asamblea Federal (tampoco puede disolverla).
• Hay cierto equilibrio de poderes.
17-3
CAPÍTULO 18 - El Gobierno y sus relaciones con el Parlamento (II):
Referencia especial al sistema parlamentario
2. El Jefe del Estado abre un periodo de consultas. En España las consultas las hace el Rey con la mediación y el
refrendo no escrito del Presidente del Congreso de los Diputados. Terminadas las consultas, el Rey propone al
Congreso un candidato a la presidencia del Gobierno, el cual solicita la investidura de esta Cámara. Después será
nombrado por el Rey y propone a éste el nombramiento de los demás integrantes del Gobierno. ¿Existe un contrato de
legislatura? La Constitución portuguesa obliga al Gobierno a solicitar la investidura sobre un programa en el que figuren
medidas políticas y donde los miembros queden vinculados a tal programa.
No existe en los demás regímenes demoliberales norma parecida. En Portugal lo más que puede hacer el Parlamento
en caso de incumplimiento del programa es remover al Gobierno mediante una moción de censura. Pero esto es algo
que puede hacer siempre aunque el cumplimiento progamático haya sido exquisito.
• Moción de censura.
• Cuestión de confianza.
• Disolución de las Cámaras.
El primer voto de censura tuvo lugar en España en 1822 contra el Gobierno de Bardají. En el Estatuto Real se regulan,
a través de los reglamentos de las Cámaras, los procedimientos de acusación penal de los ministros. En 1835 con
Mendizábal, el Gobierno era responsable ante las Cortes. Los textos constitucionales de 1837 y 1845 ya hablan de la
facultad de disolución de las Cortes por parte del Ejecutivo. En la constitución de 1869, el Gobierno tenía que contar
con la confianza del Rey y de las Cortes, pues el Rey lo nombraba y separaba libremente y las dos Cámaras tenían la
facultad de censura. Aprobado un voto de censura, el Gobierno podía dimitir o proponer al Rey la disolución de las
Cortes.
Responsabilidad solidaria. En épocas anteriores la responsabilidad de los ministros, por ser sólo penal, era
exclusivamente individual. En España, en la actualidad, el liderazgo del Presidente hace que la responsabilidad de los
ministros sea finalmente asumida por el propio Presidente mientras los mantenga en el cargo. Art. 108 C.E. El gobierno
responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los Diputados.
4 Moción de censura
• Debe ser presentada por la décima parte de los miembros de la Asamblea Nacional.
• No puede ser votada hasta transcurridas cuarenta y ocho horas desde su presentación
• Requiere mayoría absoluta de la Cámara para su aprobación.
• Sus firmantes no pueden suscribir otra moción igual durante el mismo periodo de sesiones
• En caso de ser aprobada, el Primer Ministro debe presentar su dimisión y la del Gobierno al Presidente de la
República.
• La moción debe presentarse en la Cámara Baja, con la firma de, al menos, la cuarta parte de sus miembros.
• No se impide a los firmantes presentar otra durante el mismo periodo de sesiones.
• Ha de incorporar un candidato alternativo.
• Hay un periodo intermedio de negociación de 48 horas antes de la votación.
• La aprobación requiere la mayoría absoluta de la Cámara.
Además el Canciller puede anticiparse y plantear en la Cámara Baja una cuestión de confianza y perdiéndola puede
proponer al Presidente de la República su disolución o la declaración del estado de emergencia legislativa por un
período de seis meses, durante el cual interviene en el proceso legislativo únicamente la Cámara Federal. Este efecto
sólo puede evitarse si antes de votarse la cuestión de confianza la Oposición presenta una moción de censura que
resulte aprobada. Esta es la fórmula acogida por la Constitución Española (art. 113 y 114.2), con sólo dos variantes:
18-5
5 Cuestión de confianza
Control extraordinario del Gobierno por el Parlamento, en el que es el propio Gobierno el que toma la iniciativa, y somete
su continuidad a la aprobación, por parte de aquél, de un proyecto de ley o de cualquier otra declaración o decisión
política. (presión del Gobierno sobre el Parlamento).
• Francia.
El Primer Ministro francés puede presentar una cuestión de confianza sobre la votación de un proyecto de ley. Se
considera aprobado el texto y concedida la confianza si la Oposición no presenta dentro de las 24 horas siguientes una
moción de censura.
• Alemania.
El Canciller la presenta sobre un proyecto de ley, una modificación de su programa de gobierno o una declaración de
política general. Para ser otorgada la confianza solicitada, se requiere una mayoría de los miembros de la Cámara. Si
no es aprobada la cuestión, el Canciller puede dimitir o proponer la disolución de la Cámara o proponer la declaración
del estado de emergencia legislativa al Presidente Federal.
18-7
CAPÍTULO 19 - Caracteres y periodos del constitucionalismo
español
19-8
3.5 Segunda República: 1931-1936 (o 1939)
Un nuevo intento de régimen liberal democrático. Su texto fue la Constitución de 1931.
19-9
CAPÍTULO 20 - El texto de Bayona y la Constitución de 1812
1 El Estatuto de Bayona
2 Constitución de 1812
• - Caracteres:
o El texto resultante es muy extenso.
o Talante racionalista.
o Cierra la posibilidad de vuelta al absolutismo.
o Incluye una ley electoral completa.
o Incluye un Discurso preliminar, destacable por su extensión y porque supone una actualización de las
leyes fundamentales españolas violadas por el absolutismo.
o Texto completo y bien ordenado.
o División de poderes.
20-10
2.2 Principios políticos
• Soberanía nacional y mandato representativo; la democracia representativa.
Se instrumenta mediante el sufragio universal. La soberanía pertenece a la nación. La nación española es libre e
independiente y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.
El Rey lo es por la gracia de Dios y de la Constitución y queda obligado a guardarla y hacerla guardar.
• División de poderes:
o La potestad legislativa reside en las Cortes con el Rey.
o La potestad ejecutiva reside en el Rey.
o La potestad judicial reside en los tribunales.
o La forma de gobierno es una Monarquía moderada.
• Principio de libertad: los derechos fundamentales:
o Libertad y seguridad personales.
o Inviolabilidad del domicilio.
o Libertad de expresión del pensamiento.
o Abolición de las penas de tormento, apremio y confiscación de bienes.
o Derecho de sufragio.
• Principio de igualdad.
• Unidad religiosa y confesionalidad del Estado.
Queda prohibido el ejercicio de toda religión distinta de la católica, apostólica y romana.
4 El regreso al absolutismo
El golpe de Estado de Fernando VII que se alza contra su padre y obtiene el trono implanta el absolutismo.
5 El Trienio liberal
La historia española entre 1814 y 1840 es la lucha entre absolutistas y liberales por el poder. El liberalismo estaba
dividido en dos:
- Moderados (querían una reforma en la Constitución)
- Radicales (tenían mucha fuerza, exaltados).
Durante el periodo del Trienio liberal:
- Se restauró la obra legislativa reformadora de Cádiz.
- Se implantan medidas económicas liberalizadoras.
- Se promulga el primer Código Penal.
- Se reforma el Ejército.
La corriente europea conservadora y con el acuerdo de Fernando VII envía a España un ejército (los Cien Mil Hijos de
San Luis) que ocupan el país.
20-11
6 La Década ominosa y la cuestión sucesoria
Fernando VII declara nula la Constitución y restaura el absolutismo. A este nuevo periodo absolutista se le denomina:
la década ominosa. Fernando VII comenzará a evolucionar hacia un despotismo ilustrado y provocará una nueva
oposición, los absolutistas extremos. El nuevo matrimonio de Fernando VII vino a plantear la cuestión sucesoria. La
legislación tradicional española permitía el reinado de las mujeres, pero Felipe V había implantado la Ley Sálica, que
las excluía. Fernando VII, ante su posible descendencia femenina, publicó una Pragmática Sanción.
Enfermó Fernando VII y la Reina cedió ante la amenaza de guerra civil y derogó la Pragmática Sanción, pero sus
partidarios acudieron a los liberales más moderados para impedir el acceso al trono de los absolutistas extremos.
Recuperado Fernando VII, restableció la Pragmática Sanción y con ella los derechos sucesorios de su hija, que fue
jurada princesa de Asturias por las Cortes, convocadas al efecto.
20-12
CAPÍTULO 21 - El Estatuto Real. Constitución de 1837. Constitución
de 1845.Constitución nonata de 1856. Constitución de 1869
1 El Estatuto Real
• Breve.
• Incompleto (no regula los derechos y libertades).
• Flexible (no establece un sistema de reforma).
21-13
2 Constitución de 1837
• Breve
• Completo (contiene regulación de los derechos y libertades y de los poderes públicos)
• Flexible (no establece procedimiento para la reforma)
• Elástico
• Transaccional
• La división de poderes.
• La libertad individual.
• La tolerancia religiosa.
Hay que mantener el culto y los ministros de la religión católica que profesan los españoles.
21-14
3 Constitución de 1845
• Breve
• Completa
• Elástica
• Flexible.
21-15
el año 1855, pero la promulgación de la Constitución se aplazó hasta que estuvieran aprobadas las siete leyes
orgánicas. En estos momentos había tres poderes:
- El rey
- Las Cortes
- El de los dos generales
Concluyó la redacción de las leyes orgánicas pero la Constitución tampoco fue aprobada. La Reina y OíDonnell hicieron
dimitir a Espartero como Presidente del Gobierno. Ello determinó el fin del bienio progresista y el olvido del texto
constitucional.
4.4 Significado
Texto Constitucional no promulgado, de ideología progresista sin llegar a aceptar las tesis del Partido Demócrata. Fue
un segundo breve paréntesis en los treinta y cinco años de hegemonía moderada del reinado de Isabel II.
21-16
CAPÍTULO 22 - El Sexenio Revolucionario
1.1 Crisis constitucional de 1868
Causas:
• Extensión media
• Influencias foráneas de las Constituciones de Estados Unidos y Belga, la primera, en materia de derechos y
libertades y la segunda, en la regulación de la Corona
• Influencia general de la Constitución española de 1812
3 Principios políticos
• Democracia
Se plasma en el reconocimiento de la soberanía nacional y el sufragio universal (masculino). La mayoría de edad
electoral se fija en veinticinco años.
• Iusnaturalismo racionalista.
Los derechos naturales son naturales, son inalienables y no susceptibles de restricciones por la ley ni de medidas
preventivas que dificultan su ejercicio. Se prevé la suspensión temporal de las garantías concernientes a ciertos
derechos: la libertad personal, inviolabilidad de domicilio, libertad de residencia, de expresión, de reunión y de
asociación. El derecho de propiedad aparece igualmente rodeado de garantías. Se prevé la libertad de cultos, se habla
del mantenimiento del culto y de los ministros de religión católica, garantizando a los extranjeros el ejercicio de cualquier
otro culto, y si algún español profesa otra religión distinta de la católica es aplicable lo dispuesto anteriormente.
• Monarquía parlamentaria
Es un sistema parlamentario porque el Gobierno está sometido al control de las Cortes y necesita la confianza de éstas
para mantenerse.
• Reconstruyó el Ejército.
• Suspendió las garantías constitucionales.
• Cerró periódicos extremistas.
• Propició la formación de un Partido Republicano Unitario
• Fue objeto de una dura crítica por ser dictatorial.
Castelar fue derrotado en el Congreso por el General Pavía que sacó las tropas de los cuarteles, rodeó el Congreso y
entró en él, disolviéndolo. Pavía entregó el Gobierno a Serrano, que se queda una vez más al frente de la República,
destacando:
• Ley Electoral.
• Ley de Orden Público.
• Ley Orgánica del Poder Judicial. Código Penal.
• Leyes Municipal y Provincial etc.
La consolidación del régimen debía ser obra principalmente de las fuerzas políticas, la situación dependía del ejército.
La búsqueda de un Rey fue motivo de graves divisiones. Don Amadeo de Saboya declinó el ofrecimiento en un primer
momento y sólo aceptó más tarde. Los gobiernos se sucedieron rápidamente. El agotamiento de la Monarquía de
Saboya y el veto a la Casa de Borbón hizo que muchos creyeran que la República sería la solución a los problemas.
La falta de consenso político, que no fue simplemente antimonárquico, explica la debilidad de la Primera República, y
además podemos añadir:
22-19
CAPÍTULO 23 - Restauración de la Monarquía y Constitución de
1876. Dictadura de Primo de Rivera
1 Restauración de la Monarquía
Se desintegra la I República y Martínez Campos proclamó en Sagunto, Rey de España a Alfonso XII en 1874. La
Restauración monárquica y dinástica fue aceptada de modo general, salvo por los sectores republicano y carlista ya
que el régimen anterior se había agotado por completo. Tras el pronunciamiento de Sagunto, Cánovas constituyó un
Ministerio-Regencia, presidido por él mismo, hasta la llegada de Alfonso XII, Gobierno que sería confirmado por el Rey
a su venida. El Ministerio-Regencia de Cánovas fue casi dictatorial con censura y prohibición a la prensa.
• Breve
• Flexible
• Elástica
3 Principios políticos
• TOLELANCIA RELIGIOSA.
Cánovas se inclinó por una fórmula entre la unidad religiosa y la libertad religiosa, la interpretación del art. 11 se
inclinaría a un lado o a otro según fuera el Gobierno en ejercicio.
• LIBERTAD DE ENSEÑANZA.
La Constitución de 1869 reconocía libertad para fundar y mantener centros de enseñanza, la de la Restauración añadía
con arreglo a las leyes y reservaba al Estado la expedición de títulos profesionales y la fijación de las normas para su
obtención.
• DERECHO DE SUFRAGIO.
Con ciertas limitaciones ya que surgían cuestiones como ¿Tienen derecho a votar los impuestos quienes no los van a
pagar? ¿Tienen derecho a participar quienes ni conocen ni entienden? El sufragio universal se consideraba que
representaba la voluntad caprichosa de un momento, es el dominio de los ignorantes, sin embargo no consagró el
sufragio censitario, como habían hecho las de 1837 y la de 1845, sino que remitió su regulación a una ley futura. Este
silencio y remisión era al mismo tiempo una puerta abierta a la supresión del sufragio universal.
23-21
monárquicos, su base social se encontraba entre comerciantes, industriales y profesionales. Ambos son partidos
burgueses.
El Partido Conservador pudo desarrollar su programa que apenas era otro que el mantenimiento de la Monarquía y la
consolidación de la Monarquía. El Partido Liberal suavizó algunos conflictos, acabó con la distinción entre partidos
legales e ilegales. La diferencia ente conservadores y liberales dejaba de ser programática y sólo lo era de talante en
el ejercicio del poder. No eran partidos muy organizados, sino un conjunto de seguidores políticos de unos líderes, que
se desintegraron al desaparecer éstos.
• El establecimiento del sufragio universal con un electorado agrario que no estaba sensibilizado con los procesos
democráticos ni con las distinciones ideológicas
• Los movimientos regionales tampoco encontraron su identidad
• La corrupción electoral
• Los republicanos históricos no tienen fuerza
• El regeneracionismo era más bien un movimiento de intelectuales de denuncia.
• La abstención en el electorado.
23-22
6 Agotamiento y liquidación del sistema: la Dictadura de Primo de Rivera
A partir de 1917 el régimen fue una continua crisis. El régimen pudo perdurar unos años debido más a las disidencias
y contradicciones internas de los partidos de la oposición que a la propia fuerza. El General Primo de Rivera, Capitán
General de Cataluña, dio un golpe de Estado en 1923, aceptado inmediatamente por el Rey, el cual le entregó plenos
poderes a la vista de que el golpe tenía el apoyo de casi todo el Ejército, de la Iglesia, de la burguesía industrial catalana.
Primo de Rivera, nada más tomar el poder, disolvió las Cortes, suspendió las garantías constitucionales e instauró un
Directorio Militar con facultad para dictar decretos con fuerza de ley. Creó la Unión Patriótica, como movimiento político
único con el Dictador como jefe nacional.
Primo de Rivera sustituyó en 1925 el Directorio Militar por un Gobierno con participación de políticos civiles,
concediéndoles un conjunto de poderes discrecionales y facultades cerca de la Administración de Justicia. Primo de
Rivera creó la Asamblea Nacional para elaborar un anteproyecto constitucional cuyos rasgos fundamentales van a ser:
- Soberanía del Estado
- Organización territorial unitaria
- Cortes unicamerales de composición tripartita y desigual: la mitad de los diputados serían elegidos por sufragio
universal, treinta serían designados por el Rey y tendrían carácter vitalicio y los demás debían ser de
representación corporativa
- Religión católica como la oficial del Estado, pero con tolerancia de cultos
- Creaba un Consejo del Reino.
23-23
CAPÍTULO 24 - Segunda República y Constitución de 1931.
1.2 Interpretación del resultado. Toma del poder por el Comité Revolucionario.
Aunque el cómputo de concejales electos fue favorable a las candidaturas monárquicas, los líderes republicanos
supieron hacer valer su victoria en las grandes capitales, que fue absoluta en Madrid.
En Madrid, los integrantes del Comité revolucionario esperaron inútilmente varias horas a que el Gobierno de Aznar les
transmitiera oficialmente el poder; se dirigieron al Ministerio de Gobernación sin encontrar a nadie para el protocolario
acto, habiendo de hacerse cargo del poder en presencia del pueblo de Madrid.
El Rey cumplió con su deber retirándose y no utilizando al Ejército en contra del pueblo. El Gobierno Provisional
representaba las fuerzas de oposición a la Monarquía: republicanos, socialistas y regionalistas. Quedaban fuera las
fuerzas monárquicas y las situadas a la izquierda del PSOE.
3 Principios políticos
3.1 Democracia.
• Soberanía nacional, los poderes de todos los órganos del Estado emanan del pueblo, un pueblo español o
nación española pero no Estado español.
• Sufragio universal, igualdad de derechos electorales de hombres y mujeres de 23 años.
• Participación política directa.
3.2 Liberalismo político: garantías de los derechos y división de poderes. Se plasma en:
1) La declaración de derechos, recogiendo tanto los civiles como los políticos, los derechos relativos a la familia, a la
economía, a la cultura. Los derechos relativos a la libertad personal, de circulación y residencia, de emigración e
inmigración, de expresión, de reunión y manifestación, de asociación, y sindicación y la inviolabilidad del domicilio
podían ser suspendidos totalmente o en alguno de sus aspectos en todo el territorio nacional o en parte de él mediante
decreto del Gobierno cuando así lo exigiera la seguridad del Estado en casos de notoria e inminente gravedad, con
una duración de no más de treinta días y su prórroga necesitaba previo acuerdo parlamentario.
2) Distribución orgánica del poder político. El Gobierno se hallaba sometido a una difícil doble confianza: la de las
Cortes y la del Presidente de la República.
3.3 Regionalismo.
Se quería afrontar el problema regional de una manera abierta sin perjuicio de la unidad nacional. Las ideas rectoras
del Estado integral eran:
3.4 Laicismo.
El Estado español no tiene religión oficial. El Vaticano protestó ya que no se oponía o, al menos, era negociable:
4 Órganos constitucionales
• Nombramiento y separación libre del Presidente del Gobierno y, a propuesta de éste, de los ministros
• Adopción de medidas urgentes que exigiera la seguridad de la nación
• Promulgación de las leyes y derecho de veto suspensivo
• Aprobación, a propuesta y por acuerdo unánime del Gobierno, de decretos-leyes de urgencia.
• Suspensión y disolución de las Cortes.
Su responsabilidad política era exigida por las Cortes y también era criminalmente responsable en el ejercicio de sus
obligaciones constitucionales.
24-26
4.3 El Gobierno.
Se componía de un Presidente y de los ministros. Las funciones eran:
El Presidente del Gobierno dirigía y representaba la política general.
Corresponde al Consejo de Ministros la elaboración de los proyectos de ley y del proyecto de Presupuesto, la
aprobación de los decretos, el ejercicio de la potestad reglamentaria, la deliberación sobre los asuntos de interés público
y la suspensión de las garantías constitucionales.-A los ministros les compete la dirección y gestión de los servicios
públicos. El Gobierno era políticamente responsable ante las Cortes y jurídicamente lo eran sus miembros ante el
Tribunal Supremo en lo civil y ante el Tribunal de Garantías Constitucionales en lo criminal.
• Independencia de jueces
• Unidad de fuero, con la limitación de la militar
• Gratuidad para los económicamente débiles.
• Participación popular en la Administración de Justicia a través del Jurado.
24-27
5 Significado de la Constitución y del régimen
• Mayoría republicana
• Mayoría laica en el primer bienio y mayoría religiosa en el segundo
• Mayoría regional en el primer bienio y estatal en el segundo
• Mayoría económica, de distinto signo en cada bienio.
24-29
CAPÍTULO 25 - El régimen de Franco Bahamonde
• Derechos y libertades.
Se negó la libertad de asociación política y sindical y del derecho de huelga, y los órganos de prensa eran políticamente
controlados por el Estado.
25-30
1.3 Periodo de desarrollo económico e institucional: 1955-1966.
• Crecimiento económico y proceso de desideologización.
Aparece un enfrentamiento entre los partidarios de aprovechar la apertura exterior para favorecer un crecimiento
económico y quienes seguían defendiendo la autarquía agraria y artesanas, venciendo la primera opción. En España
ingresa capital extranjero, se incrementa el turismo y las divisas procedentes de los emigrantes que favorece la
industria. El crecimiento económico existe aunque sea desordenado, especulador e inflacionista.
2 Instituciones políticas
25-32