Capítulo 6: Las crisis militares bajo los gobiernos conservadores
Apartado: Un presidente civil entre el fraude y el ejército.
El proyecto político que lo lleva a Ortiz a la presidencia es la Concordancia.
Era un civil, radical anti personalista, eso le había alcanzado para ser el candidato propuesto por su antecesor Justo. Para el cargo de vicepresidente los conservadores impusieron su candidato Ramón Castillo. Así la formula Ortiz-Castillo gana las elecciones, también marcadas por el fraude, y las irregularidades de la época. El nuevo gabinete de gobierno estaba integrado por hombres de la política y otros del ámbito de los negocios. El ministro del Interior Taboada era administrador de compañías de ferrocarriles británicos, el ministro de agricultura, Padilla era un industrial azucarero. Ortiz a poco de asumir deja entrever en la Casa Rosada sus intenciones de gobierno, orientadas a retornar a prácticas electorales más honestas. A pesar de ser parte (sin sentirse parte) de la Concordancia, partido por el que había llegado a la presidencia, retorna nuevamente a sus bases, el Partido Radical, a quien junto con el ejército necesita aliarse si sus intenciones son evitar el fraude. Es durante su presidencia que se produce una gran reestructuración militar. Se crean nuevos comandos, un nuevo centro de Altos Estudios Militares para la formación de oficiales superiores y el primer Liceo Militar que se funda en 1938. Esta profunda reorganización militar tiene un trasfondo político, ya que permite ubicar en puestos importantes a liberales antiuriburistas, hombres de su confianza. Se plantea en el texto como una pregunta si la mano de Justo no estaría detrás de todo esto? Ya hacia 1940 la relación de Ortiz y el Ejercito está bastante fortalecida, ahora si siente que puede contar con ésta fuerza al momento de las elecciones próximas para evitar fraude. La primera medida la toma con la provincia de San Juan suspendiendo al gobernador conservador. Después en Catamarca a comienzos de 1940 cuando se producen elecciones para gobernador y los radicales denuncian fraude vuelve a intervenir directamente y declara nula las elecciones. Esta decisión lo enfrenta directamente con Castillo su vicepresidente, hombre también de Catamarca y que había brindado apoyo al gobernador electo en esa provincia. Estas medidas ya daban por finalizada la Concordancia, Ortiz parecía estar decidido a salir del partido, y los radicales ya festejaban su acercamiento y su accionar. La prueba definitiva del error de Justo al elegir a Ortiz como candidato a presidente quedó demostrada cuando en Buenos Aires el presidente hace la intervención federal al gobernador Manuel Fresco (sabiendo que quien lo sucedería en el cargo Alberto Barceló era sinónimo de corrupción y violencia política). Fresco que había sido parte del proyecto de setiembre del ’30, no duda en declarar la guerra a Ortiz y llamarlo “el mal elegido”. Quedaba más que a la vista que los ideales del ’30 por los que Uriburu, Justo y en la provincia de Bs.As. Fresco habían trabajado Ortiz los había abandonado. La alianza con Castillo, hombre si dispuesto a continuar el proyecto del ’30 estaba rota, pero Ortiz debe pedir licencia ya que desde hacía buen tiempo estaba muy enfermo y continua el mandato el vicepresidente. Cuando esto sucede ya se había desatado la segunda guerra y la política en argentina pasa a un segundo plano. El país debía definir una posición y opta por declararse nación no beligerante.