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José Alberto Pérez Gómez 25 de octubre de 2016

Algunas consecuencias negativas del fenómeno de aglomeración

La nueva geografía económica trata de proporcionar alguna explicación a la formación de una gran diversidad
de formas de aglomeración económica en espacios geográficos. La aglomeración o clustering tiene lugar tiene
lugar a distintos niveles geográficos y una gran variedad de formas distintas (Fujita & Krugman, 2013). Desde
esta perspectiva partimos sobre el debate de lo que está ocurriendo en la ciudad de México (CDMX), epicentro
de la llamada megalópolis de la república mexicana, los retos que plantea y las aportaciones de la geografía
económica para dar una explicación y solución a algunas de las problemáticas que viven sus habitantes.
Partimos de la nueva geografía económica dado que esta ciencia intenta explicar las diversas formas de
aglomeración económica en determinados espacios geográficos, como la formación de ciudades a partir del
surgimiento de distritos industriales, concentración de servicios y la creación de desigualdades entre los
habitantes de la ciudad. El Distrito Federal fue creado el 18 de noviembre de 1824, con la intención de albergar
a la capital y los poderes de la federación recientemente creada en nuestro país, pero es hasta el año de 1997
que los residentes de la capital recibieron el derecho a elegir a su primer Jefe de Gobierno y Cuauhtémoc
Lázaro Cárdenas Solórzano se convirtió en el primer jefe de gobierno de una de las ciudades que presenta una
fuerte concentración poblacional, industrial y de comercio en el país, y no es para menos ya que la ciudad de
México albergaba 8,851,080 habitantes según el censo de 2010 (INEGI, 2010), de los cuales 4,375,026 son PEA
y posee una tasa de desocupación de 6.16% en el 2013, es decir, 271,721 habitantes se encuentran parados
(SEDECO, 2013), lo que ha generado problemas de inseguridad, según el Centro de Estudios Sociales y de
Opinión Pública revela que el 37% de los habitantes de la ciudad de México percibe a la inseguridad como el
principal problema de la ciudad. Esta densidad poblacional también ejerce presiones sobre los servicios
públicos, por ejemplo, la demanda de agua en el Valle de México, es de alrededor de 77.0 m3/s de agua de los
cuales el 71% se extrae del subsuelo; 21% proviene del sistema Cutzamala; 6% del Lerma y el 2% de
manantiales y escurrimientos superficiales propios del Valle (Domínguez, 2011), este tema es muy crucial dado
que es un factor significativo en la salud de la población, según la Comisión Nacional del Agua el acceso
adecuado a servicios de agua potable y alcantarillado es crucial para la reducción de la mortalidad y morbilidad
entre la población menor de cinco años; la disminución de enfermedades de transmisión hídrica (hepatitis viral,
fiebre tifoidea, cólera, disentería y otras causantes de diarrea), así como de afecciones resultantes del consumo
de componentes químicos patógenos (arsénico, nitratos o flúor) (CNA, 2013), la contaminación también ha
afectado el aire, desde la década de los 1980 el aire en Ciudad de México estaba tan sucio que los pájaros
muertos abundaban en las aceras de las grandes avenidas (Malkin, 2016), desde entonces el Gobierno de la
CDMX ha realizado una serie de acciones que le ha permitido disminuir los niveles de contaminación del aire,
mediante un monitoreo continuo de la calidad del aire llamado IMECA que representa una medida paliativa de
retirar de circulación algunos autos por día, sin embargo este tipo de acciones no combate la generación de
contaminantes solo se refleja en un impuesto más o bien en normas de verificación más estrictas lo que
produce una serie de corruptelas en los centros de verificación. Considero que las autoridades deberían limitar
la venta de automóviles, eficientizar el sistema de transporte masivo como el metro o el trolebús, eliminar gran
parte de microbuses y combis del transporte público, estimular el uso de transportes alternativos como la
bicicleta, clausurar las fábricas que contaminen los ríos o mantos acuíferos y crear múltiples plantas tratadoras
de agua que le permitan reutilizar la gran cantidad de centímetros cúbicos que demanda de agua la ciudad.
José Alberto Pérez Gómez 25 de octubre de 2016

Bibliografía
CNA. (2013). Estadísticas del Agua en México, Edición 2013. México: Comisión Nacional del Agua.
Recuperado el 24 de 10 de 2016, de http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Noticias/SGP-2-
14Web.pdf
Domínguez, M. R. (2011). Diagnóstico resumido de los problemas de abastecimiento de agua y de
inundaciones en el Valle de México. Revista Digital Universitaria, 12(2), 1-11. Obtenido de
http://www.revista.unam.mx/vol.12/num2/art19/art19.pdf
Fujita, M., & Krugman, P. (2013). La nueva geografía Económica: pasado, presente y futuro. En M.
Valdiva, López, & J. Delgadillo, Macías, La Geografía y la Economía en sus Vinculos Actuales
(págs. 51-75). Cuernavaca: UNAM.
INEGI. (01 de 12 de 2010). Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Recuperado el 24 de 10 de
2016, de http://www3.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/default.aspx?e=9
Malkin, E. (13 de 06 de 2016). La contaminación en Ciudad de México va de mal en peor. The New York
Times.
SEDECO. (2013). Reporte de la ciudad de México. Recuperado el 24 de 10 de 2016, de
http://rincondegrandesbatallas.com/SEDECO/empleo_02desempleo.html

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