Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Rómulo Gallegos”
Bachilleres:
CRITERIOS:
El año 1968 se publicó el Informe del Comité Especial de la Escuela de Medicina de Harvard
para examinar la definición de la muerte. Dicho Comité enumera una serie de criterios (Criterios
Harvard) para identificar lo que denominan “coma irreversible”. Con los criterios citados, trataron de
definir las características de una ausencia de función cerebral permanente, y propusieron que esta
situación fuese aceptada como un nuevo criterio de muerte. Para este Comité un órgano (cerebro u
otro) que no funciona y que no tiene posibilidad de funcionar otra vez debe considerarse, a efectos
prácticos, muerto.
En 1971 Mohandas y Chou publican una serie de criterios, luego conocidos como Criterios de
Minnesota, en la que establecen el daño irreversible del tallo como criterio de muerte.
Corneal.
Cilioespinal
Oculovestibular.
Oculocefálico.
Nauseoso.
6. EEG no obligatorio.
Una Persona con cese irreversible de todas las funciones del cerebro ¨ en-tero¨ , incluyendo el
tronco encefálico, está muerta.
2. Irreversibilidad.
Hipotermia:
Con menos de 32.3 ºC de temperatura corporal, no es posible la muerte hasta que se restaure la
normotermia.
Niños:
Shock:
f) presencia de cianosis.
Corrientemente, el médico recurre al examen físico del individuo para comprobar los signos
negativos de vida y, ocasionalmente, a un electrocardiograma u otro tipo de monitor cardíaco para
determinar la ausencia de actividad eléctrica del corazón, o a saturómetros capaces de medir por vía
transcutánea la saturación arterial de oxígeno. La cianosis se observa más fácilmente en la mucosa de la
boca y labios y en el lecho ungueal; las pupilas se observan midriáticas o en posición intermedia, sin
reflejo constrictor ante estímulos fóticos intensos y la falta de respuesta palpebral se pone en evidencia
aplicando un estímulo sobre la córnea
El período de observación para establecer con seguridad la muerte es de unos pocos minutos
en aquellas situaciones clínicas en que la muerte es esperada, como ocurre, por ejemplo, cuando en el
curso de una afección grave y progresiva se produce una respiración irregular o agónica y, finalmente,
el cese de la respiración y la actividad cardíaca. Por el contrario, cuando la muerte del paciente es
inesperada o repentina o el médico no ha sido testigo de la evolución que lo llevó a la muerte, los
exámenes requieren ser más detallados y la observación extenderse durante un lapso prolongado de
tiempo, en tanto se mantienen los esfuerzos de reanimación cardiovascular.
3.- Prueba de atropina negativa: La frecuencia cardiaca no aumenta más de 5 latidos por
minuto, sobre la frecuencia cardiaca previa, durante 10 minutos de observación continua posteriores a
la administración de 2 mg endovenosos de atropina.
3. SIGNOS DE MUERTE
La muerte no es sólo un hecho biológico. No lo es, al menos, para el hombre, que le ha querido
buscar siempre un significado. La historia de la humanidad trata de la vida del ser humano, pero
también de su postura ante la muerte.
El comportamiento del hombre ante la muerte a lo largo de la historia ha estado siempre lleno
de ambigüedad, entre la inevitabilidad de la muerte y su rechazo. La conciencia de la muerte es una
característica fundamental del hombre.
Para los profesionales de la salud, y más específicamente para los médicos, la muerte es
también un personaje tremendamente incómodo. Una mezcla de sentimiento de fracaso, falta de
formación específica y también la angustia ante su propia muerte pueden explicar la escasa atención
que algunas veces se presta a los enfermos.
Falta de formación: Los profesionales sanitarios son cada día más hábiles en el manejo de
aparatos y en la utilización de técnicas complejas, pero a menudo se sienten desprovistos y desarmados
de cara a la angustia y la soledad del moribundo e incapaces de establecer una relación de ayuda con él.
No han sido preparados para ello.
Angustia ante la propia muerte: Parte importante de este problema, es que la confrontación
ante la muerte del otro nos obliga a afrontar la realidad, tantas veces negada, de la propia muerte. El
paciente con cáncer despierta nuestra propia angustia de muerte y por lo tanto, agrede a nuestro
sentimiento de inmortalidad. Porque plantea una situación que sabemos que podremos manejar cada
vez menos, agrede a nuestro sentimiento de omnisapiencia y omnipotencia.
La ley es un sistema social creado por el hombre en un intento por regular racionalmente a la
sociedad; todos los aspectos de la vida o de la muerte están afectados por la reglamentación legal.
De acuerdo con La ley General de Salud título decimocuarto: Donación, trasplantes y pérdida de
la vida. Capitulo IV, pérdida de la vida, artículo 343, l a pérdida de la vida ocurre cuando:
La muerte es un acontecimiento natural que pasa a ser hecho jurídico cuando, a partir de ella,
surgen derechos, facultades, deberes, obligaciones, y responsabilidades para las personas.
Desde el punto de vista médico, la medicina legal capacita a los profesionales de la salud,
quienes como expertos en el arte médico, asesoran a los tribunales de justicia, ya sea en el ámbito
laboral, civil y penal.
Desde el punto de vista judicial, se manifiesta en el hecho cierto de que los jueces para resolver
situaciones legales sometidas a su consideración, requieren técnicamente de los conocimientos
médicos, asesoramiento científico y peritajes de los especialistas en medicina forense, que le permitan
interpretar adecuadamente los informes periciales, de cara a una sana y expedita administración de
justicia.
Para el abogado es de gran valor, puesto que este profesional universitario requiere conocer
los principios básicos de esta especialidad que le permitan posesionarse de las herramientas necesarias
como litigante, y así disponer de un abanico inmenso de elementos probatorios a su favor, en relación a
las causas donde le corresponda actuar, ya sea como defensor o como acusador.
Desde el punto de vista legislativo, la medicina legal contribuye a la formulación de las normas
en la materia que le concierne, a los fines de cumplir el proceso creador de las leyes y demás
reglamentos específicos, es así como el legislador debidamente asesorado en el ámbito forense, podrá
redactar los diferentes instrumentos jurídicos, que en sus aspectos médicos contengan situaciones
comprobables por el especialista, y donde se respete el sagrado principio de la plenitud hermética del
derecho.
El abogado investigador judicial con instrucción médico forense sabrá preservar aquellos
elementos de valor o evidencias de interés criminalístico para el proceso penal, amén de estar obligado
a acatar lo referido a la cadena de custodia, según lo establecido en el ordenamiento jurídico positivo.