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Antología de poesía albanesa

Xhevdet Bajraj y Pedro Reygadas


Martin Camaj

Nació en Temal, de Dukagjin, en 1925. Estudió en Shkodra, en un colegio jesuita. Después

del establecimiento del comunismo en Albania escapó a Yugoeslavia. Ahí estudió en

Belgrado, aprendió italianística, romanística, teoría literaria, lenguas clásicas y eslavística.

A pesar de que vivió lejos de su lector natural y por ello careció de la realimentación de los

receptores, su literatura permaneció conectada a los albaneses.

Camaj se va de Yugoeslavia en 1956. En Roma hace su tesis doctoral y entra a los círculos

literarios donde conoce a varios autores emigrados de Europa del Este y en especial del

Báltico, miembros de un PEN club con sede en Londres. Es jefe de redacción de la revista

Shejzat. En 1961 se traslada a Munich, Alemania, donde se especializa en lengua albanesa y

se hace profesor de lengua y literatura albanesa por el resto de su vida. Muere en 1992.

Camaj escribía en el dialecto del norte de Albania, Kosovo y Montenegro. Escribió novelas

y ensayos. Entre sus obras poéticas están: Un caramillo por las montañas (Nji fyell ndër

male, 1953), Lírica entre dos tiempos (Lirika mes dy moteve, 1967), Poemas 1963-1967,

Poemas 1981, Drandja (prosa poética de 1981), Poemas (edición bilingüe albanés-italiano

de1985) y Con plumas de cuervo blanco (Me pendlat e korvit tëbardhë, edición albanés-

alemán).

2
El asesinato del poeta

La libertad escondida entre versos

no estaba sola:

ante ellos quedaban en cuclillas como guardias

aves carnívoras

con cara humana

Y tú eras para ellos una abeja

Tratando de llegar a la luz

de atravesar el vidrio para llegar a la luz

Más allá de las fronteras del mundo

humano

3
La calle blanca

Perdido por las calles camino

Por donde me arrastra el corazón

Insaciable de luz.

Corazón, tú regresa a ella

Cuando te canses de las andanzas

Si la luna besa la luz de la vela

en su ventana

en la noche tierna

Si la luz no se enciende en su ventana,

tarde, caminaré en la noche

sosteniendo el bastón de las sombras

hacia el poniente de la luna

Si la luz no se enciende

caminaré en la noche

hacia el poniente de la luna

4
Fatos Arapi

Nació en 1930, en Zvërnec, cerca del puerto de Vlora. Es un cantor del Mar Jónico y del

Mediterráneo. Estudió economía en Sofía (1949-1954) y trabajó en Tirana en el periodismo

y como maestro de literatura albanesa moderna. Desde sus primeras obras se introdujo

como innovador en el verso moderno: Senderos poéticos (Shtigje poetike, Tirana, 1962) y

Poemas y verso (Poema dhe vjersha, 1966). Fatos Arapi es autor de casi treinta libros en

verso e historias cortas.

5
Por fuerza

En el momento que tú viniste a mí

por fuerza algo grande, humano,

algo universal

debió de haber pasado en algún lugar

Un niño había pronunciado

La primera palabra

Por fuerza. Por fuerza

6
Naturalmente que los Césares mueren

Naturalmente que los Césares mueren

Y con la rama de olivo en la mano,

Césares mueren.

Los olivos son inmortales

7
El sol pequeño

Qué rápido surgieron las flores sobre la tumba de mi madre

Ni siquiera ha entrado bien febrero y la violeta

y el girasol llenaron la tierra.

Es mi madre,

como un sol pequeño,

allá

abajo.

8
Nadie ha visto el sol así

Allá abajo un río subterráneo.

Aquí arriba un río superficial.

Tu muerte lloras.

Yo vivo lloro.

Y me cubro los ojos con las manos,

para no ver la basura, el abono de almas,

mezclado con el lodazal.

¡Hermano mío! ¡Hermano mío!

Nadie ha visto el sol llorando así de cerca,

como nosotros acongojados.

Oye Dios, hasta cuándo a ese río de lágrimas

se le habrá de negar su desembocadura.

9
Ellos que aman todavía

Ellos que no tienen pan,

cuando recuerdan el pan,

a ti y a mí nos recuerdan.

Ellos que no tienen fuego,

cuando recuerdan el fuego,

a ti y a mí nos recuerdan.

Los insomnes del mundo,

con el ojo abierto como la noche,

en su media noche

a ti y a mí nos recuerdan.

Ellos que murieron

y aman todavía,

a ti y a mí nos recuerdan.

10
Ningún alma épica viva…

Ningún alma épica viva.

Bajo el cielo universal de este dolor,

bajo lluvias de lágrimas y sangre.

Ningún alma épica viva.

Soy cientos y miles de muertes inocentes;

soy camino terriblemente largo,

bajo el sol y la lluvia,

que regresa a sí mismo.

Dios, niño como yo,

con ojos espantados,

mira de un lado a otro

las ruinas de sí mismo.

Ningún alma épica viva.

1967

11
Dritëro Agolli

Escritor y publicista, nació en Menkulkas, Distrito de Devoll, Albania, en 1931. Realizó sus

estudios secundarios en Gjirokastra y los universitarios en Leningrado, en la década de

1950, donde estudió periodismo y edición. Desde su vuelta a Albania, vive en Tirana.

Inicialmente escribió para el periódico del partido comunista Zëri i Popullit. Sus primeros

poemas los publicó en 1958.

De 1973 a 1992 fue presidente de la asociación albanesa de escritores. Aunque sus poemas,

relatos cortos y novelas idealizan en ocasiones al sistema comunista y al hombre nuevo, sus

obras van mucho más allá de la alabanza. Incluso, su novela satírica El maravilloso viaje

del camarada Zylo, fue apreciado como una divertida crítica general a la burocracia del

partido. Ardit Gjebrea ha vuelto canción su poema Cuando estarás muy triste. Sus poesías

muestran su sensibilidad, su crítica y su empeño por el acabado formal. Agolli ha

continuado escribiendo año con año tras la caída del régimen comunista.

12
El silencio

El brote no se oye cuando sale en el árbol, sale en silencio;

La manzana no se oye cuando enrojece en la rama, enrojece en silencio.

El trigo no se oye cuando surge en la tierra, surge en silencio;

La luz no se oye cuando llega a la ventana, llega en silencio.

La noche no se oye cuando cae sobre los bosques, baja en silencio;

La vida no se oye cuando huye despacio, huye en silencio…

13
Humanos

(fragmento)

Hay gente que camina con los pies,

hay gente que con los pies te aplasta,

hay gente que come pan con los dientes,

hay quienes con los dientes te matan.

14
La gran humillación

No puedes encontrar dolor más grande que si has visto

Al noble en miseria y desconsuelo

Mientras ruega humillado el corazón herido

Y ayuda y aguarda esperanza de pendejos

15
Callado

El cigarro se quemó hasta el final,

sobre la mesa del sueño me agarro,

en las ventanas el viento no mueve las cortinas

y el pasillo está callado

Con la cabeza en la mesa dormido

Ver sueños verdes…

¡Qué asco!... Despertar y otra vez encontrar

en el rincón los vómitos que dejó la vida

16
Mar de la historia

En la mesa puesta de la historia

Todos esperan para tomar los cubiertos

Miran las carnes y quieren comer

Los golosos, pendejos, engreídos, fatuos

Pero la historia les da un café de pie

Y dice controlada algo entre dientes

“Perdónennos, porque esperamos que lleguen a la mesa

Aquellos que verdaderamente hacen la historia”

17
Cuando estés muy triste

Aquí no estaré me habré ido

en la tierra como los otros esfumado

en el bar preferido

no me verán los empleados.

Y por las calles donde he caminado

no se escuchará mi tos seca

sobre mi tumba se quedará callado

un ciprés como monje desamparado.

Tú entristecerás en aquel momento

porque no me vas a tener en la habitación vivo

y cuando sobre el vidrio sople el viento

llorarás con el viento lento adormecido.

Pero cuando estés muy triste

búscame en los libros del anaquel

allá yo estaré invisible

en alguna palabra en algún caracter.

Será suficiente que saques un poquito el libro

y bajaré tras de ti

18
y tú como antaño sonreirás con aflicción

como el verdor después de la crecida.

19
Rrahman Dedaj

Nació en 1939, cerca de Podujeva (Kosovo). Estudió literatura en Prishtina y fue editor

ejecutivo de Rilindja Publishing Company. Se trasladó a Londres durante la guerra de

Kosovo de 1999 y murió allí el 21 de agosto de 2005.

Dedaj fue un poeta en constante evolución que contribuyó sustancialmente a la

modernización del verso albanés en Kosovo. Combina la emotividad con la precisión de la

estructura y el sentido. Su verso, en ocasiones con tinte neosimbolista, busca el equilibrio

entre tradición y modernidad, así como entre los motivos sociales y personales.

Su primera colección fue publicada en Prishtina, en 1962: Con los ojos del canto (Me sy

kange). En 1968, produjo una obra neoromántica: Sinfonía de la palabra (Simfonia e

fjalës). Después contribuyó a una ruptura y a la recuperación de la dimensión mítica

albanesa con varios volúmenes: Balada escondida (Baladë e fshehur), de 1970: Sed (Etje),

de 1973; y Las cosas intangibles (Gjërat që s'preken), de 1980.

Su última producción comprende: La vida comete errores (Jeta gabón), de 1983; El

infortunio de la sabiduría (Fatkeqësia e urtisë), de 1987; y Cruce de sombras (Kryqëzim

hijesh), de 1997.

20
Cómico

Todo lo que se olvida es cómico

Y puede morir

Bajo la sombra de su propio arrepentimiento

Adiós pecado

21
En la calle General Vajs

En la calle General Vajs

El bolero mira los pies

Y según los zapatos

Califica los corazones

Lustra pies izquierdos

Pies derechos

En la calle General Vajs

El bolero –ríe dulcemente

Y se dice

Que la felicidad se encuentra

En cosas simples como la vida

Pone color rojo

Pone color negro

Pone color café

En la calle General Vajs

El hombre le pone el pie en el cajón

Mete las manos en los bolsillos

Y se oye el tintineo de las moneditas

Un allegro una música de faltriqueras

22
En la calle General Vajs

Se sonríe a sí mismo como un niño

Y asiente con la cabeza al pensar

¿Cómo pueden limpiarse corazones

Y ensuciarse los zapatos?

En la calle General Vajs

Ni lluvia cae

Ni el polvo se mueve

Y la gente respira el aire tibio

El bolero limpia

Pies izquierdos

Pies derechos

Y piensa astucias nuevas para los humanos

Diciéndose que la felicidad

Está en cosas simples como la vida

23
Mi amigo de las guerras mundiales

El recuerdo lo lleva hasta el tiempo detenido

Donde sueñan lo no vivido

Huesos que lo persiguen

En la Primera Guerra la infancia y la mano izquierda

En el mapa cortado con machete

Buscan la ciudad capital de su amor

Con la palabra de hoy entró

Por todas las casas de la patria

La pierna derecha de mi amigo

Que marchó por la Segunda Guerra

Todos cortaron con tijeras

La pintura de los periódicos

Y la pegaron en los corazones

Los muertos nos perdonaron los errores

El recuerdo lo lleva hacia el tiempo detenido

En calaveras que no lograron ser luceros

Los periódicos publicaron la pintura

24
De sus sueños

Y entró en el marco de la patria

Mi amigo conoció su mano izquierda

De la Primera Guerra

La pierna derecha de la Guerra Segunda

Se sabe de memoria el cumpleaños de los muertos

Envía felicitaciones por su amor

A la dirección de la patria

Y les dice a los niños que sus nombres

Fueron inventados mientras se cantaba la Marsellesa

Que la geografía se ha aprendido

Durante la búsqueda en el mapa cortado con machete

De la chica más bella

Para que cante como la libertad

En el campo florido del barrio mi amigo

Respira aire limpio

El árbol más verde

Camina con la pierna izquierda

Árbol que troza el pan con la mano derecha

25
Así colgado de las muletas

Andan la Guerra Primera y la Segunda Guerra

Y los pájaros que vuelven de la leyenda

Traen el azul de ojos desconocidos

Y dicen que cada día

Repica el gran reloj del tiempo

Cuando nos convencemos a nosotros mismos

Que pueden juzgarnos

Nuestras palabras

26
Se debe creer

La palabra no puede proteger la libertad

La historia se escribe a sí misma

Es locura creer

Plenamente en lo no dicho

Aceptar el alfabeto

Opaco de la verdad

El sentido engañoso

Es ilusión de vidrio que se rompe

Se debe creer que continúa

El caminar vertical

Que hay amor

Donde no entran tanques

Los pájaros parecen libertad

Sólo cuando vuelan

27
Din Mehmeti

Nacido en 1932, en la aldea de Gjocaj i Junikut, cerca de Gjakovë, es ya un clásico de la

poesía de Kosovo. Estudió lengua y literatura en la Universidad de Belgrado, para luego

formar parte del profesorado universitario en Gjakovë. Conocido como autor de casi una

veintena de volúmenes en verso, ha publicado también en prosa, ha practicado la crítica

literaria y ha escrito algo de teatro. Entre sus obras están Ni en la tierra ni en el cielo (As në

tokë as në qiell), Estallido es mi nombre (Krismë është emri im) y Canta o muere sin grito

(Këndo ose vdis pa klithmë).

Mehmeti recrea con realismo e ironía las figuras y símbolos del habla popular de las

montañas del norte de Albania. Identificado con la tradición de la revuelta, no sacrifica la

creatividad ni la búsqueda de la perfección por la crítica, como lo muestra el poema

autobiográfico La policía y los libros.

28
La policía y los libros

Noche

La ciudad tiembla

Lamento entre disparos

Ellos vinieron también a mi casa

Como una tortura negra

Que arruina todo

Llegaron y bocabajaron todo

En mi biblioteca

Tiraron los libros en la habitación

Los patearon hasta destrozarlos

Las caras cerúleas de la muerte

Manos del horror del crimen

Dónde tienes las armas

Tengo sólo libros

Me clavaron sus ojos

de serpiente

y aullaron:

Libros libros libros

29
¿Por qué tanto libro?

Silencio largo

Los libros no respiraban

Ellos me miraban inquisitivos

Palidecieron y salieron sin decir nada

Quedó el aroma sucio

La execración el miedo

Gjakovë, abril 1999

30
Siguiendo el verso

Ser hueso para la carne

Carne para el hueso

Aguantar de pie

Caminar sin miedo

Tener nombre cara para aparecer

Iluminar el alma

Escuchar del otro lado del monte

De mi vida

Lanzarse contra

Mi torcedura

Quedarse despierto

No envejecer como yo

31
Yo

Soy luz horrorizada

Ante la oscuridad infinita

32
Biografía

He caminado con las esperanzas rotas

Por el sendero candente del treno antiguo

Me volví cenizas en las orillas de los disparos

Para atrapar una luz de amanecer

llamé a mi destino

En la Fuente Blanca

Hasta que me congelé en un lamento

Me han perseguido los rayos de los relámpagos

Por las cascadas de mi sangre

Y he muerto las veces en que debí nacer

Año con año

Pero desde las profundidades de la mansión se ha despertado

Un canto atronador

Y renací

33
Halil Qendro

Nació en 1936 en Progonat de Kurvelesh (Albania). Estudió lengua y literatura en Tirana.

Trabajó como periodista y redactor de una editorial fundamental del gobierno albanés, pero

debido a algunas de sus poesías, pasó luego a formar parte de las listas negras y fue

desterrado dentro de la misma Albania por veintidós años, sin tener derecho a publicar.

Debido a ello, fue juntando sus textos en un lugar en el campo, sin que nadie supiera.

Cuando cayó el muro de Berlín, buscó sus escritos, pero había olvidado el lugar del

escondite y nunca encontró sus poemas ocultos.

Entre sus libros se encuentran Dimra të Shqipërisë në dy kohë (Inviernos de Albania en

dos tiempos), Hemoragji (Hemorragia), Loti e diellit (Lágrima de sol), Endacaku i

shpresës (El vago de la esperanza, 1999) y Jam tepër i lodhur (Estoy muy cansado, 2003).

34
Esposas

Me sujetaron con esposas de magia de los ojos,

me hice esclavo despreciable.

Me sujetaron con esposas de hierro,

me hice amigo del dolor.

Me sujetaron con esposas de oro,

me hice enemigo del amor.

1966

35
Lección para principiantes

Subo por las escaleras del sol,

abro la puerta

y entro en la oscuridad.

Consigo mismo se quema en las tinieblas,

el sol ilumina sólo para los otros.

1994

36
El amor que se mide es pobre

Mido el dolor, ¡no se mide!

Mido el fuego, ¡no se mide!

Mido el nacimiento, ¡no se mide!

Mido la muerte, ¡no se mide!

Eres tú, ¡amor!

1965

37
La mujer negra de Nueva York

Desde la mañana una negra neoyorkina

con el bebecito en las palmas de las manos

paso tras paso atraviesa el infinito de la ciudad

embriagada con el sueño del santo negro,

sobre los pechos hinchados

el tatuaje del dios del sol,

donde ya viene la Santa María de Manhattan,

Belén, dos palmas grandes de sus manos,

criando al Cristo nuevo de la humanidad.

Nueva York, 2000

38
Whitman

Del amanecer al atardecer

con la segadora corta el pasto silvestre,

en la bolsa delantera de su chaqueta

una rosa seca de paja,

a los poetas lampiños

les cría barbas de hierba,

en la villa del rocío

cada mañana toma vino tinto

y escribe su obra maestra:

Una lista larga con nombres de razas y naciones

y para cada uno emprende un verso de saludo.

2000

39
Bienvenida albanesa

En partes iguales dividimos el hambre

así todos dormimos repletos,

si nos traiciona el estómago

todos moriremos

juntos.

1999

40
La mujer violada

No obstante va a dar a luz,

al hijo del violador

lo tomó la mamá de la mano

para llevarlo

a la tumba de su matriz.

El hijo mató a su padre,

sobre la tumba

ni flores

ni lágrimas.

El tiempo con el dedo índice

hizo un hoyo en la arena

1999

41
Consenso con la muerte

Dame tiempo

hasta que tome ese café después de la comida,

hasta que amanezca esa noche de insomnio,

hasta que prenda ese verso,

hasta que acabe ese poema,

hasta que lea los misterios del fuego,

hasta que sienta el respiro de la lágrima,

hasta que florezca la rosa de piedra,

hasta que escuche al bebé llanto de la vida.

Empezó el sueño...

Ahora puedo morir.

1996

42
Ismail Kadaré

Nació en 1936 y creció en la ciudad-museo de Gjirokastra. Estudió en la Facultad de

Historia y Filología en la Universidad de Tirana y, posteriormente, en el Instituto Gorky de

Literatura Mundial de Moscú, cuando las relaciones entre Albania y la Unión Soviética se

agriaron en 1960.

Kadaré trabajó como periodista. Inició su carrera literaria como poeta, con obras como

Inspiración juvenil (Frymëzimet djaloshare, 1954) y Sueños (Ëndërrimet, 1957).

Contribuyó a la renovación del verso albanés con Mi siglo (Shekulli im, 1961) e influyó en

las canciones de amor. En ¿Por qué piensan estas montañas? (Përse mendohen këto male,

1964) retrata la dictadura de Hoxha.

A partir de los años sesenta, Kadaré dedicó su mayor energía a la prosa y llegó a convertirse

en un escritor central en lengua albanesa, el más popular entre ellos y el de más amplia

reputación internacional.

Para muchos Kadaré fue la única esperanza en medio de la dictadura comunista de Albania.

A fines de la década de 1990, dos meses antes del colapso de la dictadura, solicitó asilo

político en Francia, aunque en el régimen participaba en el parlamento. Ahí, ha publicado

sus obras en diez volúmenes en albanés y francés, y ha sido honrado como miembro de la

Académie des Sciences Politiques et Morales.

En 2005 ganó el Man Booker International Prize. Kadaré ha sido candidato al Premio

Nobel.

La traducción original de los poemas que incorporamos a esta antología es de Ramón

Sánchez. Nos fue concedida por Enzia Verduci y no la hemos cambiado. Incluimos el largo

poema Lara que, en razón de su carácter juzgado demasiado intimista, no fue incluido en la

43
colección Mi siglo, porque señala la ruptura de las relaciones albano-soviéticas descrita

como un drama humano, al margen de cualquier contexto político y que por ello adquiere

carácter universal.

44
La derrota de los balcánicos en el llano de Kosova en 1389

El campo ahogado en sangre y delirios de mil lenguas se despliega.

Junto con el día, los balcánicos han sido derrotados. ¡Perdición!

La gran península se acostó Asia habiendo amanecido Europa.

El desastre cabalgaba las mesetas, recorría las gargantas

que no pudiendo contenerlo, lo devolvían a las gimientes montañas,

y lo hacían rodar por las pendientes, en busca de un lugar donde amansara;

pero hasta la geografía era confusa. Todo se había tornado desconcierto.

Espantadas en los cielos, vagaban como ciegas las tormentas.

Envejecían de pronto los relámpagos antes de desplomarse sobre el barro.

Los cielos quedaban desnudos. Pobres de vosotros, pueblos balcánicos.

Pobres de vosotras lenguas yermas, con los alfabetos ensangrentados y

las desinencias como varas secas.

La nostalgia os abrasará de engendrar un solo verso. ¡Perdición!

Cuánta sangre se verterá para reparar lo que aquí se ha roto.

Cae la noche. Un cielo ignoto se extiende helado sobre la totalidad,

Por fin salió la media luna y se hizo cargo de todo.

45
1975

46
La mala hora

Es por doquier una mala hora,

¿acaso es que no lo sientes?

El viento como con bronce en las costillas

silba en el interior del metro.

Las pintadas antes que la TV

difunden la noticia.

Con la garganta cortada un tren

al otro persigue entre la nieve.

Es momento de peligro, bajo los cuchillos

espera una nación tendida.

Como un obispo entristecido el horizonte

clama en favor de la piedad.

Un país pide a gritos ayuda, otro

en sueños mata a su vecino.

Desde las clínicas destruidas allá lejos

sopla un viento frío.

París, noviembre de 1991

47
Invierno en la Europa unida. Refugiados albaneses

Como polluelos de cuco dispersos al viento

los que hijos del águila fueron hasta ayer,

cansados ya de todo, de los trenes, de las visas,

y de las sirenas aullantes, son ahora despojos.

Vagan, para ellos a toda hora son extraños los cielos.

Las ciudades repletas de luz, de compasiones sin rastro.

Por el lodo y la fatiga las alas agotadas,

al ave regia al borde están de partírsele en dos.

Hubieron de irse de allí donde acababan de llegar.

Para venir hasta el lugar que alcanzar era su sueño.

La incertidumbre ha consumido de este modo sus espíritus,

mientras vagan sin descanso entre estados y fronteras.

El águila soberana buscan en lo alto

que acuda a reunir a sus perdidos ciudadanos...

Más no revela nada el cielo, y aún menos,

si no es en el delirio, el águila bicéfala.

48
El vuelo en V de las ocas salvajes

Trazaron la única letra

que ellas conocen:

la uve soberbia,

y emprendieron el vuelo.

Algo dejaron atrás,

portan algo sobre las nubes.

Gracias, agrestes ocas,

por lo que nos habéis obsequiado.

Con una sola letra

en el cielo inmenso,

cual entera biblioteca,

habéis libertado la nostalgia.

1980

49
Incluso cuando el recuerdo

Incluso cuando mi recuerdo fatigado,

como los tranvías después de medianoche,

sólo en las paradas principales se detenga,

yo jamás te olvidaré.

Recordaré

el crepúsculo callado e interminable de tus ojos,

el gemido ahogado contra mi hombro

como una nieve imposible de sacudir.

Ha llegado el final, me voy lejos de ti.

No hay razón para extrañarse.

Sin embargo alguna noche

los dedos de otro vendrán a entrelazarse

con los míos en tu pelo,

unos dedos de miles de kilómetros de largo.

1961

50
Lara

Lara,

de nuevo acudes a mi memoria, Lara.

En nuestro amor pasado

cavilo de nuevo

como rumia el toro la hierba de los pastos lejanos,

de noche,

en el aprisco cercado por la nieve.

Rumio

el asfalto y la negra grava crujiente,

los cláxones y la multitud de rótulos de los taxis,

los letreros repletos de luz de los cafés,

carteles, estaciones de metro

que contigo atravesé.

Las mandíbulas del corazón

me duelen,

Lara.

51
II

La lluvia sacude a empellones los cristales.

Allí es el cielo negro el negativo de un desierto.

Lara,

siento nostalgia de ti,

una nostalgia del color de la ceniza.

La noche como un manto gigante ahora

con orlas recamadas de luces,

tendido de este a oeste,

de paralelos y meridianos,

nos cubre inquieta.

Yacemos debajo nosotros,

febriles nos descubrimos,

separados,

distantes,

huérfanos.

Hubo noches,

en que empapado en tu tormenta

callaba junto a ti y a mi pasión loca,

clavado a tus brazos y a tus piernas

como sobre una cruz enorme

y blanca.

52
Lo tomé tan a la ligera en un principio.

La palabra amor ni siquiera llegaba a articular.

Ignoraba que diez años más joven que Cristo

en tu cuerpo habría de ser crucificado.

III

Fíjate,

en el cielo los rayos ambarinos

garabatean tu dirección.

Como si estas nubes

cenicientas,

preñadas,

fuera a enviarte a modo de cartas, Larisa.

Cartas...

Entre todas las cartas que te he escrito

ignoro por qué sólo te envié la más loca,

donde como un personaje de Dostoievski

te imploraba cien veces “perdóname”.

Más tarde aquel error para enmendar

trataba de escribirte, pero en vano.

53
La pluma se atascaba en el papel

y yo quedaba rígido como un robot.

Te enfadaste cuando yo te lo explicaba,

se oscureció tu mirada, quedó inmóvil,

como los ojos del adivino al descubrir

entre las cartas el funesto vaticinio.

Algo se había quebrado en el mundo,

en su engranaje, en su eje mismo.

El vuelo de las cartas, como el de los pájaros,

no era sino el presagio de un invierno anciano.

IV

De modo que si te hubiera enviado estas nubes

hasta tu villa en las afueras de Moscú,

a medianoche allí aturdida

tú te habrías desvelado

para acercarte a los cristales:

¿Qué es lo que ocurre?

¿Qué es esta calamidad,

esta lluvia a veces triste, otras severa,

estas centellas,

54
estos rayos?

Y permanecerías toda la noche en la ventana

descifrando nubes.

Lara.

Difícil que nos volvamos a encontrar en esta vida.

Las direcciones extraviadas quedarán,

ya no hay cartas.

Tú las nieblas,

yo las nubes

nos enviaremos el uno al otro hasta que nosotros mismos

nos hayamos desvanecido.

VI

Lo recuerdo, abrí los periódicos de la mañana.

Como un furor, como un golpe de viento

las letras danzaban febriles:

Ruptura. Ruptura. Ruptura.

Ruptura de relaciones diplomáticas.

Nunca más volveré a verte.

55
Han cerrado las embajadas,

los pasaportes,

los visados.

Quedamos sumidos en el luto.

Sobre tus costados blancos

cayó el polvo,

sobre los ojos tuyos.

Larisa Diplomatiçéskaia,

¿qué ha ocurrido en nuestro mundo?

VII

Ante el globo terrestre me detuve.

Apoyé la frente ardiente

sobre las arrugas de los meridianos.

Hubiera querido con el globo irme a beber,

borrachos los dos vagar,

él a través del cosmos,

yo por las callejuelas de Tirana.

VIII

De dónde había salido este amor

cuando bochorno me producía el solo término.

56
Fue sin duda una forma de castigo

para quien ha osado burlarse del templo.

El encuentro en la estación Komsomolskaia

fue banal como pocas veces puede serlo;

el número de teléfono distraídamente garabateado

con un lápiz de labios,

bárbaramente.

Restaurante Leningrado,

champagne,

recíproco esnobismo,

vaciedad.

Las perlas, ¿por qué cada cual

trataba de ocultar en lo más hondo?

Una tos como de prostituta

ella dejaba escapar a menudo a modo de coraza,

mientras yo insistía en que de libros

aún entendía menos que de fútbol.

Sólo que ante la puerta de la casa,

bajo unos lilos,

ella suspiró humanamente

y echó a correr después del primer beso,

57
vuelta de nuevo en hada.

IX

La noche toda sobrevolamos las ciudades de Europa.

Todavía a oscuras toma tierra el avión.

¿Qué fue, Lara,

lo que ocurrió entre nosotros,

olvido, enfriamiento, aborto?

En la puerta del avión cortaba el viento.

Se me inunda el corazón de escarcha.

Como una inmensa soledad

descendía,

pero en el aeropuerto,

nadie.

Nadie.

Mozo, coja las maletas.

¿Son pesadas?

Están cargadas de espera.

La noche entera sobrevolamos las ciudades de Europa.

No sé qué pasó, no estabas allí para esperarme.

58
X

En el Café de los Artistas, juntos de nuevo.

Afuera la nieve rusa,

dentro tú.

Resopla en mi interior el gen de la raza:

de nuevo hacer el amor con una eslava.

Aléjate, viejo gen de la raza;

en las entrañas, en los abismos, calla.

Si mi vida ha de cargar con una cruz,

prefiero que mi cruz sea ella.

XI

Ya despertó la mañana de periódicos repleta,

oscura, estatal, de esperanza escasa.

Los dos nos despojamos ya de los blindajes,

ambos somos ahora como vidrios frágiles.

¿Dónde quedaron los días alocados,

los domingos frívolos, los martes,

cuando tú con desenfado, yo con ignorancia,

jugábamos como si lleváramos máscaras?

59
Ahora que los demás se han encajado las suyas,

nosotros de pronto nos las hemos arrancado.

¡Silba, aúlla, viento loco,

canta la hora de la ruptura!

XII

Ruptura...

Una palabra fácil de decir,

mas la ruptura es grave, te suspende el alma.

Edificar una ruptura digna

es más arduo que erigir una pirámide.

Como las estrellas son ciertamente los amores,

requieren grandes espacios y esfuerzos semejantes.

Pero la existencia de un hombre no es cósmica

para contener tanta estrella, ceniza y catástrofe.

En esta vida, tan corta, no basta el tiempo

para el amor,

para la ruptura,

para el olvido.

Los amores se entrelazan y las despedidas y el olvido,

ambulante cantor encanecido de ojos glaucos...

60
El viento de noviembre

hojea el tercer libro del otoño

y lo cierra aullando entristecido.

Recuerdo todo esto,

rumio.

Me rechinan entre los dientes las piedras del pesar,

el negro asfalto pende de mis mandíbulas cansadas.

Ya ves. Larisa la moscovita.

Eso es todo, Lara.

1961

61
Azem Shkreli

Nació en 1938, en las montañas de Rugova, cerca de Peja. Sus primeros poemas dibujan el

retrato de la sabiduría y el modo de vida de la tribu de los legendarios montañeses. Después

integró a su poética la percepción urbana. Llegó a ser jefe de Kosovo Film Studios, en

Prishtina. Murió en 1997.

Shkreli es autor de la novela La caravana blanca (Karvani i bardhë, 1965) y de los cuentos

cortos Los ojos de Eva (Sytë e Evës, 1965).

Azem Shkreli es un intelectual crítico, con fuerza expresiva y claridad ética. Gran parte de

sus versos están dedicados a los pueblos oprimidos del Tercer Mundo, expresan la

solidaridad con ellos en la batalla contra la explotación y el sufrimiento. Escogimos de él

algunos poemas que expresan su poética, enunciada con toda claridad en una anécdota:

cuando fue propuesto para ser miembro de la Academia de Ciencias y Artes de Kosovo,

retiró la aplicación, porque “para mí –dijo– no hay título más grande que el de poeta”.

62
Cuatro consejos a mí mismo

No te hagas poeta si no puedes nacer

con cada verso, nacer con cada palabra.

Levántate sobre ti si quieres agarrar las riendas del viento,

pisar una ráfaga de odio y tormentas de tu sangre.

Si te enamoras, enamórate de la flama y de la ola,

no de los ojos azules porque te vuelves el mar loco de pena.

No te hagas poeta si no puedes morirte

por cada verso, morir por cada palabra.

63
Palabras

Las pongo piedra sobre piedra y hago con ustedes

La muralla china de mi fe en los humanos

En mi sombra en las cosas que no me conocen

Las pongo piedra sobre piedra

Sobre pensamientos sobre silencio en el cual no creo

Sobre lo indecible recién parido las pongo

Piedra sobre piedra

Sobre el dolor del aguante sobre

Sangre que no les regalo sobre huellas

Que no dejé en el mal camino y sobre la culpa

Mía y de Cristo que nunca tuve

Por ustedes las pongo piedra sobre piedra

Sobre mis hombros sobre el pan que no se pisa

Y sobre los años encorvados de mi padre

Las pongo

Piedra sobre piedra

Sobre lo que no tengo y

Sobre todo lo que no puedo

Las pongo piedra sobre piedra sobre mi cabeza y juro

64
Cuando te vayas

Cuando te vayas

Déjame un beso

Para regalarle a los amaneceres solitarios

El recuerdo más bello

Cuando te vayas

Déjame la mirada de pesar

Para verte hasta cuando estés lejos

¡Oh!

Cuando te vayas

Déjame los recuerdos

¡Para que juegue con ellos como un bebé!

65
Mirko Gashi

Nació en Kraljevo, Serbia, en 1939. Asistió a la escuela primaria en Presheva y a la

secundaria en Gjilan. Estudió periodismo en Belgrado y posteriormente trabajó como

reportero para el periódico Llama de hermandad, en Skopje y para Radio Prishtina. Fue

admirado mucho en la década de 1980 por su poesía.

Gashi es un personaje singular de Kosovo, solía beber todo su capital. Lo que le daban lo

cambiaba por dinero para tomar. Su cuenta siempre estuvo en números rojos. En su primera

casa había que avanzar separando los periódicos y libros regados por el suelo. El día que

Mirko ganaba dinero, se bañaba, se vestía e invitaba a todos y se quedaba sin nada. La

sociedad de escritores le compró un departamento. Se metió a la tina y saliendo se rompió

la pierna y unas costillas, y entró al hospital.

La primera esposa de Gashi era música. Su relación no prosperó y al cabo, separado, no

podía siquiera ver a sus hijos.

Es memorable el que cuando Mirko Gashi leía, levantaba las manos y la gente lo aclamaba,

como en un concierto. La crítica lo llamaba el poeta del agua. Se burlaba de los poetas

oficiales.

Gashi fue traductor de literatura albanesa al serbo-croata. Su obra original fue compilada en

especial en las colecciones: La serpiente de la casa (Gjarpëri i shtëpisë, 1980); El árbol de

la vida (Arbor vitae, 1988) y La herida del agua (Plagë uji, 1990).

Siempre rebelde, hundido progresivamente en el sufrimiento de la depresión, Gashi se

ahogó en el alcohol para salvarse con la muerte en julio de 1995.

66
Qué bello día fue hoy

A mi hijo Toni

qué bello día fue hoy

quería caminar contigo y con tu hermana

pero en vano

ustedes estaban en otra ciudad lejos de mí

todo el día

se me pasó junto a la copa en el “Nita”

qué hermoso día

y yo sin ustedes

enfermo

67
Cuando el niño llora

Cuando el niño llora

seca el río

cuando el niño gime

el sol tarda en nacer

cuando te espantas por el niño

caen las hojas en primavera

68
El no saber

Las flores no huelen

porque no quisieron agua

Los pájaros se amarran por el cielo

aunque en la tierra

hay lugar para todos

69
Canto

Yo tengo canto

tú casa

y los dos somos poetas

yo no tengo casa

ni tú canto

los dos somos desafortunados

A mí las palabras me faltan

A ti con las manos te dictan

Los oídos se me inundaron de hongos

toqué un grito en el viento

no puedo calmar las manos

así que

todo se hizo bien

tú tienes casa

yo canto

y de ese modo

los dos somos poetas en ti

70
Frederik Rreshpja

Nació en 1940, en Shkodra, al norte de Albania. Estudió Derecho en la Universidad de

Tirana. Publicó su primer verso a los nueve años. Su obra incluye poemas para niños,

cuentos cortos y novelas.

Rreshpja es un poeta católico, de familia aristócrata, pero con una vida accidentada. Pasó

diecisiete años en la cárcel. La famosa Sigurimi, el servicio secreto de Albania, acabó por

trastornarlo. Lo abandonó su familia. Vivió solitario desde entonces. Se cuenta que lo

acogían los trabajadores de un hotel de Shkodra y le daban de comer, porque cuando tenía

algo de dinero, lo dejaba en el lugar. Después, iba a dormir al parque. Murió como mendigo

el 17 de febrero de 2006.

Los versos de Frederik Rreshpja se publicaron en varias colecciones: Rapsodia albanesa

(Rapsodi shqiptare, 1968); En esta ciudad (Në këtë qytet, 1973); Ha llegado el momento de

morir otra vez (Erdhi ora të vdes përsëri, 1994); Selección lírica (Lirika të zgjedhura,

1996); Quédate conmigo esta noche (Rri sonte te unë, 1998); y Soledad (Vetmi, 2004).

71
El motivo de la mujer del bracero

Te estoy esperando aquí, junto a ese sauce,

Bajo el cielo grande que apenas logra ser cubierto por la noche.

Las primeras estrellas que cayeron en mis manos

Las puse en cruz junto a la cabeza del silencio.

Hace tiempo que me quedé aquí para ti (desde hace tantos años),

Como Estatua de Espera, cincelada en el mármol blanco del dolor,

Escuchando el ansia del viento

Que llama en el vacío.

Pero tú no llegaste. Muchas lluvias

Rodaron sobre mis ojos que se deslavaron.

Ahora de vez en cuando salgo y espero bajo cielo de cantos,

Como Estatua de Espera, cincelada en el mármol blanco de las palabras.

72
Mi destino

Una catarata se asolea arriba en la montaña

Y juega con los arcoíris.

La niebla delgada frente a mi ventana

Llora con lágrimas de lluvia.

El alma del otoño, en el desierto de piedra

Aúlla con tristeza.

La muerte de los arcoíris cayó en el cielo

Y la muerte de las hojas en las manos.

Todos los migrantes están huyendo, tú ¡oh, pájaro, no te vayas!

Todos tenemos una palma que nos llama

Y el viejo camino queda colgado sobre el peñasco

Como herradura de la suerte a la puerta del canto.

73
Regresando al lugardenacimiento

En el umbral del periférico me rodearon los pájaros.

Llegué de los campos, por eso me dieron la bienvenida tan grandiosa.

Amigos volantes, ¡yo los quiero!

Su amor me inquietó

Más que las formas modernas de la poesía.

En mi vida he construido cientos de jaulas,

Pero siempre con las puertas abiertas.

Hasta mi infancia la recuerdo como si fuese paloma,

Pendiente sobre la paz de las pequeñas mañanas.

Y ahora estoy feliz por saber

Que estuve en su recuerdo que huía por los cielos.

74
Pajarillo

Ahora tú vas a huir por los cielos.

Pero todavía tu vuelo queda en mis manos.

¡No te olvides de mis manos!

En tal nido humano nunca más descansarás.

¡Vete, te están esperando los cielos!

He tenido muchas cosas que dejé ir de mis manos.

He tenido muchos amores que huyeron uno tras otro…

Eh, voló hasta esa última alegría.

Su sombra se volvió luna y cayó en el mar.

75
Acuarela

La estrella sube escalón-escalón por el crepúsculo en silencio

Con los ojos llenos de lágrimas.

En el jardín la rosa acaba de abrirse, justo como un hálito.

Las voces lejanas llegan y mueren con ese viento.

Corazón mío, ¿cómo fuiste a olvidarme así?

76
Crónica

Una hoja se hizo pájaro y se lamentó sobre el olivar.

Del pueblo de enfrente salieron los ancianos,

Corrieron tras las almas que surcaban en círculos el aire

hacia la Vía Láctea.

A los asesinados los ordenaron en la plaza DEMOCRACIA

envueltos en las sábanas de la primera noche de bodas.

Pero la prensa dijo que las elecciones eran limpias,

libres y correctas. También la TV.

Luego lavaron la sangre

En el olivar con árboles retorcidos de dolor

¡Eh! ¡Los olivos de Albania y su paz maldita!

77
Noche

Duermen los vuelos sobre los árboles

Duermen relámpagos en lo profundo de las nubes;

El campo se inclina bajo el viento.

Cada uno tiene un dolor donde recostar la cabeza

Cada uno tiene una añoranza que se dibuja como viñeta

Sobre el sueño del mundo.

Pero vienes tú y cada noche me zarandeas

El hombro con fuerza.

Ah, no sabía que los dedos del recuerdo

Podían convertirse así en cuchillos…

78
Alí Podrimja

Nació en 1941. Estudió lengua y literatura albanesa en Prishtina. Es autor de más de una

docena de volúmenes en verso moderno que le han valido el reconocimiento como

innovador en Kosovo y en Albania, e incluso a escala internacional.

Sus primeras elegías aparecieron en 1961 (Thirrje, Las llamadas), siendo todavía estudiante

en Gjakovë. En 1982 publicó la colección Lum Lumi (en homenaje a su hijo Lumi, que

murió de cáncer), que constituyó un punto de quiebre de la poesía en Kosovo. Podrimja

muestra una tendencia simbolista y alegórica con giros sintácticos y metafóricos

inesperados. Su construcción poética directa y concisa acude a diversos metros y rimas.

Recurre con frecuencia a los temas de la soledad, el miedo, la muerte y el destino.

79
Quién va a matar al lobo

a F. Altimar

Y la hiena dijo

Si te topas

Un albanés y al lobo

Mata al albanés

Y cuando la palabra llegó a su oído

El albanés sonrío

Y lió un cigarrillo

Si me matas a mí

oye infortunada

Quién va a matar

al lobo

Pobrecita manada

Kozencë 1988

80
Reliquia de fin de siglo

Cuando la violencia

se vuelve ley

La libertad está próxima

La gente se queda despierta

Ni el día ni la noche

Nos dicen la hora

Alrededor del cuello con dedos y oídos

y ojos de niño

las sombras se convierten

en tumbas vivas

La libertad no está lejos

cuando la ley

se vuelve violencia

81
Martin Cukalla

Nació en Progonat, Tepelenë, en 1943. Estudio minería en la Facultad de Geología. Fue

ingeniero de minas y director del Instituto de Minas. Fue gobernador de Durrës.

Siendo ministro de mineralogía, publicó un poema en el que criticaba la burocracia. El

gobierno convocó a una reunión para hablar de ese poema y castigarlo. Pero el primer

ministro le dijo al funcionario que podía afectarlo:

—¿Le gusta a usted el futbol?

—Sí.

—A él no le gusta el futbol, le gusta la literatura, déjalo en paz.

Así se evitó que juzgaran a Martin Cukalla.

Entre los libros de Cukalla se encuentran Magia de marzo actual (Magji marsi aktual),

Pago estrellas (Paguaj yjet, 1995), Despertar (Zgjimi, 2001), Tiemblan las pestañas

(Dridhen qepallat, 2003) y En la casa del mar (Në shtëpinë e detit, 2005).

82
3

la sonrisa está ciega,

a los huesos cansados de las guerras los cubrió la tierra:

¡uf de mí! en las noches oxidadas

crujen como arbustos en el hogar los huesos desempleados

gusanos púrpuras sonríen en las pantallas…

¡uf de mí!

en la noche descansa la maceta de flores

¿llegaron anoche las vigas para las casas destruidas?...

el lamento pendiente como cabeza del ahorcado

se pudre en el aire adormecido por el invierno.

83
4

¡muy grande la oscuridad!

nosotros mismos la construimos

ladrillo tras ladrillo desde una esquina hongueada,

silbando garabatos mal copiados.

tiene tantos y tantos laberintos ese nuestro camino de la libertad,

y bosqueja más mapas que vidas de naciones.

las garras del topo roen el camino

tragatodo

a los olivos de la paz se los come el invierno.

84
5

La tristeza me hace callar:

los niños no soportan más los cuentos de los abuelos

gritan y huyen corriendo por los yermos campos minados.

Tomados de Buenos días Kosovo

85
Jusuf Gërvalla

Nació en 1945, en Dubovik (cerca de Dechan, Kosovo). Fue poeta y cantante. Reivindicó a

la comunidad albanesa. Perseguido por los serbios yugoslavos, sufrió un atentado en 1982.

Tras recuperarse, murió, en forma no explicada, en un hospital de Sttutgart, Alemania. Se

dice que la noche previa a su muerte, el médico de guardia era un serbio.

86
Casa al pie de la montaña

Mis pasos hoy no migran no migran

mis palabras no vuelan igual que los pájaros de la tristeza

Esta noche, no sé

crearon la muerte o la obnubilación de las palabras

pero no prendieron el día en esta habitación

–él vino solo– con el alba lechera

y goteó con rocío desde los aleros de las casas

Fragmento

87
Ahora partimos

Ahora partimos si pudiéramos callar un poco

y dormirnos. Pero estamos cansados. Los pies hinchados

bajo la mesa. La cabeza que pesa. ¿Aspirina?

Ahora partimos ya es tarde. Hasta la última estrella

cayó sobre la mesa.

Nos parecemos al planeta que pide ser aceptado

trabajar como payaso

en el circo amarillo.

Yo luna pálida él sol ardiente

–ambos de papel amarillo–

Desde mañana nos espera el nuevo encuentro, conversaciones sobre salud,

amor, poesía.

Terminamos la conversación sobre el poeta enfermizo

–vámonos, se hizo tarde en esta taberna

sólo humo de tabaco y palabras que brillan

entre nosotros hay enfermos que convalecen

de palabras no dichas

y de hígado negro

88
Fragmento

89
El golpe de la casa

Apenas acabo el café y voy

por abrirte la puerta

de mi hogar de altas chimeneas

han disparado con el rifle de mi palabra y yo

había días que me callaba y bebía y bebía

aquella agua fría de mi enfermedad

Ya voy no toques escucho te veo te toco amarillo y en buena salud

se agarró el polvo a los muebles si quieres escapa, ey escapa

de mi habitación con el retrato del bosque río

muchacha árbol pasto cigüeña mi madre

ha tragado lava mi aguante

mi planta en la maceta

te he esperado tanto

Sé que vendrás a mí cuando vengan las temporadas de flores

He golpeado la casa he exprimido el lecho para ti

polo mío lejano piel de leopardo

90
Primo Shllaku

Nació en 1947, en Shkodra. Creció y maduró subrepticiamente en la sombra, durante la

dictadura. Vive en Atenas, Grecia, donde enseña francés.

Shllaku es autor de varias obras reconocidas: Flores Nocturnas (Lule nate, 1994); La luna

salada del día (Hana e njelmët e ditës, 1995); Y las palabras se van al infierno (Edhe fjalët

shkojnë në Ferr, 2005).

91
El amor por ti

Amarte a ti

significa tener una herida boquiabierta en el pecho,

una herida que debe procurarse para que crezca,

que no debe sanar,

una herida que debo sostener amarga y dolorosa

para fertilizar así,

todos los vuelos

toda la voluntad

que necesito

cada vez que debo enterrar

tu pasado

que acaba

con mi llegada

1977

92
Herida

Ya, esa fue mi sangre

Hace un rato ella corría por mi corazón

Agarra esta sangre y ponla en tu cielo

como sol.

Si no se puede

ponla como luna

Si tampoco se puede

ponla como hueso,

como sangre,

que hace un rato

recorría mi corazón

y tal vez en él vio,

en la oscuridad roja,

tus ojos llenos de luz.

1983

93
Condicional

Si tuviera alas,

querría en ti el cielo.

Si fueras mar,

querría en ti la sal.

Si tuviera alma,

querría en ti la libertad.

Si estuviera vivo,

querría en ti la vida.

Si estuviera ciego y sordo,

odiaría la oscuridad y el silencio.

Si tuviera sólo un ojo,

lo tendría sólo para ti.

Si tuviera dos ojos,

en ti vería el mundo.

Si tú me amaras,

yo te decepcionaría.

Si tú me decepcionaras,

yo te amaría.

Si yo tuviera inicio,

tú no tendrías fin…

1986

94
Eqrem Basha

Nació en 1948 en Dibra, Yugoslavia, en lo que ahora es la República de Macedonia. Ha

estado ligado a Kosovo y a su capital Prishtina por treinta años. En el inicio de la década de

1970 fue uno de los primeros estudiantes de la recién creada universidad en lengua

albanesa. Editor de la sección de teatro de la televisión de Prishtina, fue despedido por

razones políticas al adquirir los serbios los medios de comunicación en 1989-1990. Trabaja

actualmente en la industria editorial.

Basha produjo ocho volúmenes en verso entre 1971 y 1995. Cuenta además con tres

volúmenes de cuentos cortos y numerosas traducciones (en particular de literatura francesa

y teatro).

Eqrem Basha expresa en su lógica poética tintes de absurdo. Su escritura es coloquial y

ligera, despegada por completo de la tendencia declamatoria que lo precede. Entre sus

obras poéticas se encuentra Obras de maestro (Opuses de maestro), Paseo en la niebla

(Shëtitje nëpër mjegull, 1971), La vía láctea (Udha qumështore, 1986), Bruma en el

corazón (Brymë në zemër, 1989) y El pájaro negro (Zogu i zi), texto con el que obtuvo el

premio al mejor libro del año en Kosovo, en 1996.

95
Por un vistazo desde la ventana

una ventana abierta

en tu monte

Venus

un ojo cerrado

luego una canción

un temblor

yo soy como niño

juego contigo

sufro por ti

pago por ti

por un vistazo

desde tu ventana

96
Palabra en silencio

entre nosotros

olor a rosa

olor a sudor

olor a alcohol

que emborracha

entre nosotros

entre tú y yo

mirada muerta

sólo un

perdóname

préstame el encendedor

97
Epitafio III

No me levantaré más

No me levantaron

duermo

porque no me despiertan

98
Bardhyl Londo

Nació en 1948 cerca de Lipa, de Përmet (Albania). Es uno de los principales poetas

albaneses de los años ochenta. Estudió lengua y literatura en la Universidad de Tirana, y

enseña en su natal Përmet. Trabajó para la revista literaria Drita (Luz). También se

desempeñó como presidente de la Unión de Escritores y Artistas albaneses hasta febrero de

1998. Es autor de ocho colecciones de poesía de 1975 a 1996.

Londo recupera detalles y momentos de la existencia transformándolos en verso con

erudición y control. Su poesía sigue en general el metro y la rima. En 1989, fue

galardonado con el premio Migjeni.

99
MIGJENI1

Dadme una ola-

para daros un río,

dadme una palabra-

para daros un canto,

dadme un pájaro-

para daros un cielo.

dadme un cariño-

para daros un dolor,

dadme una esperanza-

para daros una vida,

dadme un puño

para daros la libertad,

dadme un sueño-

para daros un futuro,

dadme un dios-

para daros una blasfemia,

para daros un nombre…

1
El título corresponde a las siglas del nombre de Milosh Gjerj Nikola, padre de la poesía albanesa
contemporánea.

100
Sólo Ítaca queda

Han cambiado las naves. Ya no son como las de Odiseo.

Han cambiado los amores. Ya no son como los de Menelao.

Las mujeres son diferentes. Ya no se parecen a Helena.

Y de nuevo cambiarán en los siglos por venir.

Sólo Ítaca queda,

Ítaca en la infancia, Ítaca en genio,

Aquello eterno,

Sueño,

amor,

vida,

muerte:

Ítaca-humanidad misma.

101
Crónica de amor

El lunes nos conocimos. Intercambiamos nombres.

El martes nos hicimos amigos. Sonreímos.

El miércoles nos enamoramos. Nos olvidamos por las calles.

El jueves nos peleamos. Nos entristecimos.

El viernes recreamos los días pasados como en una película.

El sábado nos buscamos por las calles uno al otro.

El domingo redescubrimos el amor como Colón.

Luego llegó otra vez el lunes.

102
Mi Tierra

Voy a quitarme los zapatos, tierra mía, voy a quitármelos

para sentir mejor tu lodo tu hierba

voy a tirar la camisa, tierra mía, voy a tirarla,

hasta sentir en la médula tus lluvias mojándome.

Voy a beber todos tus manantiales, voy a beberlos,

y otra vez voy a quedarme sediento,

voy a besarte, cada palmo, voy a besarte

y otra vez me quedaré como añoro quemado

Y me basta tu ojo, me basta

extender lo humano, la vida

y me basta tu palabra, me basta

sentir lo humano, lo verdadero

Y no sueño nada más, no sueño

sólo en la almohada de tus montañas recargar la cabeza

y he querido sólo una cosa, he querido

y mil veces si nazco, otra vez por ti moriría

103
Moikom Zeqo

Moikom Zeqo, escritor y arqueólogo, nació en 1949 en la antigua ciudad portuaria de

Durrës y estudió en la Facultad de Historia y Filología en la Universidad de Tirana. Trabajó

para el Museo de Arqueología de la localidad, así como para la División de Arte Medieval

de la Academia de Ciencias y fue luego director del Museo Nacional de Historia de Tirana.

Zeqo ha publicado numerosas monografías y artículos sobre la historia de Albania, la

mitología, la literatura y la cultura. Su poesía se inspira en buena parte en la grandeza

perdida de su antigua Dyrrachium. Entre sus textos están: Dentro de uno mismo (Brenda

vetes, 1974); Libro abierto (Libër i hapur, 1986); Cien corazones (Njëqind zemra, 1989);

Medusa (Meduza, 1995); y Zodiaco (Zodiak, 2000).

104
Madre

Los ladrillos de la casa

¿Quién los convirtió

En hojas?

En el alambre del arcoíris

¿Quién tendió

Mis camisas?

El mar saló

Mis pesadillas

Con plata.

Manos invisibles

Acariciaron

Mi cabello.

Te has levantado ¿mamá?

105
Balada

He conocido a un anciano,

que al caballo le daba tabaco

con boquilla.

El caballo se tranquilizaba

con labios y dientes

con oro de nicotina.

El caballo entristecía

Por el hierro las flores

se oxidaban.

Al anciano se le había muerto la esposa

No tuvo hijos.

Las mariposas le decían “¡Papá!”.

Las hormigas con sus lágrimas

hacían un collar

para el viento.

Y los otoños respiraban para él

toda la nicotina

106
de la luna.

Los huesos de los cadáveres

concentraban

tabaco fosfórico.

El anciano cerró los ojos.

Los ángeles aprendieron

del caballo cómo se fuma con boquilla.

La boquilla se mueve en el cosmos

El mismo Dios, Dios

humea por todas partes de dolor.

107
¿Qué alma atrapé de este modo?

¿Qué alma atrapé de este modo

como un pájaro

y lo estoy desplumando

entre sus gritos?

¿No es el alma

de Gent el rey ilirio?

Ya, veo en sus pies el grillete

de oro romano.

Y después de tantos siglos

lo reconocí.

Y si dejo libre esta alma

no podrá irse,

porque lo dejé sin plumas.

108
Prostituta

Según Gottfrid Ben

Un diente de la boca de la prostituta

estaba bañado en oro

y la prostituta había muerto

No se sabía su nombre

Aquellos que la veían

se quedaban callados

como en un pacto secreto.

El joven del servicio de la morgue

no dudó

en quitarle

el diente de oro.

Lo vendió

para gastarlo

en bailes de medianoche.

Porque, dijo él

Sólo el lodo

109
debe volver

al lodo.

110
Historia

En realidad,

en realidad

la historia

es

Santa María.

Desvirgada

mucho antes

de que naciera

Cristo.

111
Última cena

Ante la mesa de la Última Cena,

Cristo se desvaneció

como el tiempo.

Los doce apóstoles

siguieron comiendo.

¿Por qué no se hartan ya?

Tomaban vino tinto.

¿Por qué tanto?

Luego sacaron las barajas

Gritan,

Apuestan

por aquél...

que será crucificado.

112
Sin título

Veo hojas con vellos asquerosos,

¡Se amonan los árboles!

El poeta bebe el olvido 

copa de cognac azul.

Los senos de Afrodita

se pudren.

Las palabras secretas son feudalismo

caído con la revolución.

Metáfora bestia

que necesita cortarse las garras.

Si no te va a despedazar

como el tigre de circo aparenta con su domador.

113
Myrtezan Arifi

Nació en 1950, en Llërcë, Tetovo (Macedonia). Estudio lengua y literatura en Skopje. Toda

su vida trabajó como maestro de literatura. Escribió para niños y para adultos, tanto poesía

como cuentos y ensayos. Ganó varios premios literarios en los años 80. Fue redactor en el

magazine Tribuna-Sh y en Brezi 9. Murió en 2001.

Entre sus publicaciones se encuentran Las flores de la helada (Lulet e acarit, 1997) y en

forma postmortem se dieron a conocer El ojo del corazón (Syri i zemrës, 2001), Barco

estrellado (Barka yjore, 2005) y Poemas y ensayos (2004).

114
Las flores heladas

Aquellas macanas de angustia se alargan

hacia la luna congelada.

Murciélagos construyen mansiones de rumores.

Los capullos helados florecen en la ventana

de los vahos repletos de la primavera

de los sueños.

Tetovo 1990

115
Los refugiados albaneses

Cuando cruzan la frontera

tienen tan grandes las alas de los sueños

que no se encuentra un lugar

para su aterrizaje.

Quedan suspendidos

y vuelven de nuevo la mirada

hacia el nido

donde pueden asentarse

y juntar las alas.

Tetovo 16.V.1991

116
Los peces son buenos albaneses

Los peces

son

buenos

albaneses.

Muerden

el anzuelo

y se sirven

en la mesa

de los cerdos.

1995

117
Séptima Brigada Albanesa

Ellos comenzaron la marcha hacia una mariposa

y llegaron

a la muerte

de pronto.

¿Cómo era aquella canción

aquella canción roja y negra

hermanos?

(Lágrimas y estrellas

−lágrimas y noche)

1995

118
Prometeo

Aquellos pájaros extraños

con alas de fuego

encendieron el sol.

Prometeo en cadenas

oxidadas

derrama arcoíris

Los buitres celebran una boda

sosteniendo en cada pico

un ojo de fuego.

24.I.1995

119
Sabri Hamiti

Nació en 1950 en Dumnicë, cerca de Podujeva, en Kosovo. Poeta y crítico, Sabri Hamiti

estudió literatura comparada en Zagreb y en la École Pratique des Hautes Études de París,

donde fue influenciado por el estructuralismo francés. Realizó su doctorado en la

Universidad de Prishtina.

El escritor de Dumnicë es autor de numerosos volúmenes de prosa, poesía y teatro, así

como de críticas innovadoras. Entre sus colecciones de versos están: Cuchillo de olvido

(Thikë harrimi, 1975); Tronco ilirio (Trungu Ilir, 1979); Documentos de identidad (Leja e

njohtimit, 1985); Caosmos (Kaosmos, 1990); y ABC, 1994.

Sabri Hamiti fue la mano derecha del presidente de Kosovo. En la guerra sufrió un atentado

a manos de la policía secreta cuando estaba en la puerta de su edificio. Subió y tocó la

puerta de un vecino para pedir que no espantaran a su familia ni llamaran a su esposa.

Despertó en el hospital, donde se recuperó. Tiene un puesto permanentemente en el

parlamento kosovar.

120
Flor roja

Flor loca

que brotas junto al camino

en enero

cuando el día oscurece

cuando el amanecer lagrimea

cómo te abres entre espinas

121
Epitafio

Cuantas veces nacimos nosotros

Tantas veces moriste

Y nosotros quedamos vivos

Para llorarte

122
El Despertar

Si te espera la muerte

es buena señal:

estás viviendo.

Si estás vivo

es buena señal:

naciste para morir.

Si estás muerto

es buena señal:

una vez viviste.

En ese puente pasajero

queda vivo el recuerdo:

vine vi y caí.

123
Roland Gjoza

Nació en 1950, en Tirana, Albania. Estudió lengua y literatura albanesa. Al cumplir 18 años

publicó su primer poemario. Poco después fue castigado y recluido en Pukë, cerca de

Shkodra. Es autor de numerosos guiones para películas de ficción y documentales, como

Huellas en la nieve de 1984, Tres días de una vida de 1986 y El círculo de la memoria de

1987. Cuenta con cerca de 20 libros de poesía, cuento y novela. Entre ellos están Cena

Mística (Darka mistike), y el reciente Pan y vino (Bukë dhe Verë), de 2007.

124
Café Latino

El aroma del café latino en mi recámara

es penetrante. Me mata. Me quita el aliento.

abajo en la calle de las castañas silvestres dos veces al día

se tuesta y se muele café en la tienda.

Las flores han brotado como corona real

y se sacuden por el mistral.

Las mujeres de negro estornudan en los balcones, y sacan sus pañuelos delgados

hacen mariposas en las puntas de los dedos.

Recuerdan esposos fallecidos

en tiempos en que los amaban.

Luego lloran como vírgenes, se arrepienten y rezan sin sentido

porque las mujeres de negro son dolientes e hipócritas.

La nostalgia que las cimbra, no es la de los maridos difuntos,

sino el aroma penetrante del café latino.

125
Muerte en agosto

Es agosto y locura

Muere el grillo

Y el poeta muere.

Las historias siempre empiezan bien

El poeta pobre

Que nunca ha visto un tarro con cerveza

Pasa las vacaciones en Korfuz.

Los hoteles están llenos de turistas.

Los árboles con grillos

Sólo parques y estatuas son libres.

Acuéstate, poeta y duerme, bajo los pies de Aquiles.

Tocan buzuquet en las tabernas junto al mar

Y el mar se emborracha con popote en vasos largos con tronos

El poeta canta como loco y golpetea sus costillas.

Los grillos caen de los árboles

Las hormigas se los comen aprisa.

Corre, poeta, huye lo más pronto posible de ese lugar azul.

El poeta recoge grillos muertos.

126
Korfuz se vuelve azul y violáceo

Como la muerte

Que llega cuando eres todavía hermoso.

El poeta entra en la iglesia y pregunta a los curas:

¿hacen misas para los grillos?

Los curas se ríen.

Entonces, ¿tampoco hacen misas para los poetas?

Los curas se ríen.

Afuera encienden velas pequeñas.

Velas grandes, de un metro, de dos metros

Aquellos que no tienen aquellos que tienen.

Nadie quiere morir tan pronto.

Y así, se inventa otra vez el cuento de La Fontaine

Pero con diferente moraleja;

Primero mueren grillos y poetas

Porque cantaron tienen que morir.

127
Jamarbër Marko

Nació en Tirana, Albania, en 1951. Es hijo del escritor en prosa Petro Marko y de la pintora

Safo Marko. Terminó sus estudios de periodismo en 1974 y comenzó a escribir versos,

aunque no se le permitió publicar durante el régimen comunista. Pasó siete años de su vida

en prisión por insultar la figura del dictador albanés, Enver Hoxha. Posteriormente se vio

obligado a trabajar como un simple cargador y ahora está en paro, como consecuencia de

un accidente. Su poesía fue publicada por primera vez en el decenio de 1990, por Fatos

Lubonja, y recientemente ha sido el destinatario de varios premios nacionales.

Jamarbër Marko es el autor de dos colecciones de versos: Casualmente a propósito

(Rastësisht me dashje), Tirana 1995; y Pro nobis, Tirana 2001.

128
Los perdoné el día en que me sentenciaron a muerte

Les he perdonado

El día en que me sentenciaron a muerte

Les he perdonado

La hora cuando sufrí locura

Les he perdonado

El minuto en que me enamoré de la mentira

Voy a vengarme por el segundo en que me hicieron Dios.

129
En juicio

Les ruego verdugos

Sonríanme

No soy fotógrafo

Soy simplemente

Su asesino

130
Hasta la sala vacía

Hasta la sala vacía

Con una sola silla

Con una vela apagada

Nuestro pensamiento hace

Que tenga vida

131
Una sospecha

Trajeron la primavera congelada

Y dijeron

Es invierno

Y dijeron

Tiempo.

Envolví las luces de la calle con las manos

Y partí a encontrar el futuro.

132
Petraq Risto

Como hemos escrito en la antología sobre el autor (El guardián de las golondrinas,

publicada por Géiser & Toshka en 2008), Petraq Risto nació de las cenizas de la guerra, en

1952, en la playa, en la ciudad antigua de Durrës, en Albania.

Risto acabó estudios universitarios de periodismo y una maestría en crítica teatral. Trabajó

como periodista y librero en Tirana. Ha sido director de la editorial privada “Globus R.”,

por 18 años. Es autor de varios poemarios, novelas, cuentos y libros de literatura infantil.

Entre sus perlas poéticas se encuentran: Manzana desvirgada de relámpagos, Juego de

ajedrez en el siglo XXI, Ángel con virus H5N1, y ahora su más reciente poemario

Hallelulja! Petraq Risto escribe con éxito poesía posmoderna, con sentido de la protesta

social vestido de metáforas.

En su narrativa se destacan novelas como La bella fantasma y yo señor, Toca Muere, Avión

del paraíso, Butterfly, y los libros de cuentos La muerte del payaso y Prohibido matar

lobos. Aunque es escritor de los Balcanes, su prosa puede incluirse en la escuela del

realismo mágico.

La crítica contemporánea evalúa y aparta la creación de Risto como una vanguardia de la

literatura de su país y del más alto nivel europeo.

133
La muerte de una monja

Cuando murió ella

la campana no repicó…

Encontraron al campanero

llorando.

134
***

Todos se callan…

Hirviéndoles la sangre

Sin importar cuán caliente el agua

Apaga el fuego.

31.05.1996

135
El vendedor de semillas de girasol

Él tiene un privilegio:

puede morir en la calle

rodeado de pájaros

Tomado de la sección “Aroma de haikú”.

136
El guardián de las golondrinas

Cuido todos los nidos de las golondrinas que partieron

como un coleccionista aferrado los cuido;

los pájaros no me prometen riqueza con trinos

cuando me dejan sus llaves de oro al inicio del otoño.

Me encargo de todos los nidos de las golondrinas que partieron

entro en ellos, descanso, escribo poemas…

La golondrina es negra,

pero tiene el gaznate blanco,

el gaznate donde vive la canción.

Cuido todos los nidos de las golondrinas que partieron

por su belleza hasta tuve que enfrentarme con el mundo

recuerdo a un hombre de ojos grises como dos cigarros apagados

que quiso destruir un nido.

Pero volverán los pájaros, le dije, volverán las golondrinas

como niños sonrientes paseando en domingo

y voy a pedirles un favor, un único favor:

que te hagan un nido

¡bajo el ala del sombrero!

P.S.

Me regalaron cuatro recuerdos: nidos en nueva villa.

137
Pero por qué se me escaparon las golondrinas, por qué…

Se escaparon espantadas por los disparos

no me dejaron ni las llaves de oro

el verano aquí es invierno -

los trinos me dijeron temblando.

Recojo un ala de golondrina

me la pongo en la solapa como señal de luto

y en las calles de Tirana luzco diferente:

mitad pájaro mitad hombre.

138
Visar Zhiti

Nació en 1952 en Durrës (Duracio, la latina Dyrrachium), a las puertas del Mar Adriático.

Por su poema El segundo sol, fue llamado a tribunales en la Albania de los años 70. En el

juicio en su contra, su llamado poético a “un segundo sol” fue interpretado como el llamado

a un segundo sistema político, en ese entonces alumbrado por el “sol del socialismo”. Zhiti

fue sentenciado a diez años de cárcel por su atrevimiento implícito.

139
El segundo sol

Mucha sangre

se ha derramado en este mundo

pero todavía no hemos creado el sol de la sangre

Escucha, amigo mío

Estas palabras que tiemblan:

Un segundo sol nacerá

de nuestra sangre

en forma de corazón

140
No lustro los zapatos

No, no

¡No lustro nunca los zapatos

con los boleros!

No quiero gente a mis pies

141
Estatuas

En los lugares donde no hay elefantes

hay estatuas de elefantes

Las estatuas de los dictadores

están en los lugares de las dictaduras

Langenbozch 12.V.93

142
Alambre de púas

Alambre de púas

Como rayones de los vagos en las paredes de la vida

Entre ellos-nosotros.

Nos insultan. Nos insultan.

Aunque nos insultan sus dientes siguen blancos

¡Increíble!

143
Gracias arcoíris

Gracias, arcoíris

Vertió la lluvia todas las lágrimas de los segregados

Pero nosotros habíamos olvidado el arcoíris

Ahí salió

en el monte del otro lado

Brinca el alambre de púas

como una reno montaraz

Nos congregamos

Para verlo juntos

Gracias

a ti, milagro,

Que nos conectaste con el mundo exterior

1982

144
Adem Gashi

Nació en 1953 en Nekoc, Drenica, Kosovo. Su maestría poética se apoya en el mundo

académico con un postgrado en Lengua y Literatura albanesa en la Universidad de

Prishtina. De 1999 a 2005 dirigió la Asociación de Escritores de Kosovo. En 2001 recibió

una beca de cuatro meses por la fundación alemana Heinrich Böll para el trabajo creativo

literario, de cuya época recuperamos un par de versos. Sus libros han sido honrados con

decenas de premios literarios. Cuatro de ellos han ganado premio nacional (de narrativa y

de poesía) en Kosovo. Su canto se escucha en alemán, serbo-croata, inglés, macedonio y

rumano, en varias antologías en el campo de la poesía y la historia. El autor trabaja en el

campo de los medios de comunicación en Prishtina, las vueltas de la vida lo han llevado a

girar hacia el periodismo.

145
Sangro del labio mordido

Sangro del labio mordido

De una tristeza inventada

Queriendo ver tras la montaña

Me volví vidrio roto

Que despedaza caras de niños

O lágrimas congeladas

Mi amor

Es flama que quema el árbol

Que espera brotar

En la primavera apagada

146
Lady Macbeth X

Sangro del labio mordido

De una tristeza inventada

Queriendo ver tras la montaña

Me volví vidrio roto

Que despedaza caras de niños

O lágrimas congeladas

Mi amor

Es flama que quema el árbol

Que espera brotar

En la primavera apagada

147
EN LA CASA DE HEINRICH BÖLL2*

Primera Noche

Quién dijo que la muerte es la goma que borra

Se ha olvidado que la yerba brota cada primavera

Que llueve y que nieva

Y que calienta e ilumina aquel sol eterno

Que el sueño es olvido

quién lo dijo

En el fondo negro de la noche

Su alma ozónica

El sueño arcoiriseño teje

Y aparece el dos de mayo

Del primer año del nuevo siglo

Delante de mí desnarra

El embrollo con sombra de sospecha

Quien dijo…

2
* Poemas escritos en la casa de Heinrich Böll.

148
Digo yo aquí en su casa

Sentado en su sofá

Junto con él y con la palabra y por escrito

Que viva eternamente

En la flor de cereza del jardín

En el verde Langenbroisch del relato

149
Coro de las aves

Me saludan en la lengua más universal del mundo

El pajarés

Lengua que entiendo muchísimo mejor

Que el alemán

Saludos ciudadanos del mundo

Que conocen sólo una frontera suprema –

Venida/Llegada a la vida y la muerte

Si a fuerza/necesariamente debe suceder la transformación

De la imposibilidad de convertirme en pájaro

Adoptaría el papel de peregrino

Entre su alegría

y la tristeza de la humanidad

Con palabras y versos de una sílaba

Construiría una onomatopeya de contrición

Por todo lo que no hice

Como memorándum dirigido a Dios

150
Estamos de acuerdo

Pío-pío en el reino del campo

Del bosque del cielo

Cuando los ornitólogos descubrieron

El secreto de su canto de amor

Usted desafió el sonar de los celulares

Alo alo pío-pío

Sincronizados el coro contemporáneo

Y el coro de la prehistoria

151
Faruk Myrtaj

Nació en 1955, en Selenicë de Vlora, Albania. Tardó nueve años en adquirir el derecho a

hacer estudios universitarios. En el ínterin trabajó como obrero en una mina de carbón. Se

graduó como Ingeniero de Supervisión de Minas, pero laboró en esa función sólo por un

año.

Desde 1989, se inició como periodista en Tirana. Llegó a ser vicedirector de la Agencia

Albanesa de Noticias y luego fue periodista en el Ministerio de Cultura. Emigró a Canadá

en Noviembre 2003 y desde 2004 es miembro de la Asociación de Escritores de Canadá y

del PEN Canadá.

Mirtaj tiene siete publicaciones de historias cortas, como La gente innecesaria (2000) o Los

guerreros son asesinados en la paz (2003). Recibió el premio al mejor libro de historias

cortas de 1999 por Desnudo Oficial (Nudo Zyrtare). En 1988 publicó la novela La ciudad

de los ministros. Ha escrito varios ensayos y elaborado varias traducciones del inglés al

albanés, entre ellas, The Grass Harp, novela de Truman Capote y El poder de Gabriel

García Márquez, de John Lee Anderson.

Su poesía inició con El sol subterráneo (Dielli i nëntokës, 1985) y La ropa de las palabras

siempre me aprieta (Rroba e fjalëve gjithnjë ngushtë më rri, 1991).

152
Contraste

Con ropa blanca se vestía

Durante la negra noche

Con ropa negra se viste

En ese blanco día…

Por qué la amaba,

no sé,

No sé

por qué empecé a odiarla…

153
Los polvos de la mina

De aquellos años quedé seco

Con tos a hurtadillas en los pulmones

Tenía que descender bajo la tierra,

en territorio de los muertos,

y salir de nuevo…

Sólo mi mamá y mi novia

Recuerdan mi cabello rubio

Que hasta en las fotos ha caído

En la ausencia ha encanecido…

¡¿Pero quién está preguntando por la apariencia saciada?!

Los huesos me lloran

Y la espalda se ofrece

Como galería poco a poquito…

No tengo miedo de las enfermedades, no…

Pero por qué carajos aparecen ahora,

en los ojos de mis niños

154
Franco Esposito

Hemos seleccionado a Esposito como un autor que muestra la pervivencia de la lengua

albanesa en vínculo con la tradición italiana.

155
Dos amigos

A Franco Cosentino

Frente a la pequeña iglesia

griego-ortodoxa

dos amigos y un papa;

sentados evocaban años

de desesperación y de negrura del pan,

años de amores y de honorabilidad

y hablaban albanés. El Homero ciego.

156
Milazim Krasniqi

Nació en 1955, en Breznicë, cerca de Prishtina. Estudió literatura albanesa en la

Universidad de Prishtina, donde hizo la maestría y el doctorado. Su tema de tesis fue el

soneto en la poesía albanesa.

Trabajó como técnico médico en la clínica de la facultad de medicina, donde fue también

traductor. Fue jefe de redacción de la revista literaria Fjala (Palabra) y de la revista Interés

Nacional. Se desempeñó como corresponsal del diario El mundo hoy y como columnista de

Kosovo hoy y Nueva gaceta. Fue parte del equipo de dirección de radio y televisión de

Kosovo, y analista de radio Europa Libre. Imparte cursos de sociología de la literatura en la

Facultad de Filología, en Prishtina. Por once años fue secretario de la sociedad de escritores

de Kosovo.

Escribe novela, dramaturgia y publicidad. Entres sus textos poéticos están: Imagen gris

(Imazhi gri, 1982) que obtuvo el galardón de la sociedad de escritores al mejor primer libro,

Atalaya de la visión (Pirg vegjimi, 1985), Risa sardónica (Qeshje sardonike, 1987),

Fórmula de Catón (Formula e Katonit, 1990), Curso de pantomima (Kurs për pantomimë,

1994) y Salida de la patria y de los sueños (Dajla e atdheut edhe nga ëndrrat, 1996).

157
El gallo de Gjika

Toda la bendita noche cantó aquel gallo

En el balcón de la posada

Bajo la oscuridad azulada de Saranda

Lo llevaban como refugiado

Para buscarle un mejor destino

Lejos de las ruinas de la dictadura

Él cantaba con rencor

En su última noche

En la patria

Puede ser que sabía

Que le cantaba por última vez

A su patria con el cogote sangrante

158
Terremoto

Cuando cayó el terremoto aquella mañana de septiembre

Aquel hombre se quedó en cuclillas junto a mí

Fumando un cigarrillo

Y en vano miraba el valle

Sin casa después de ese instante

Acariciaba la tierra con la mano

Como para calmarla

Con el corazón resentido

Luego con los suyos se fueron lejos

Como asustados de la furia de la tierra

Pero aquel temblor

Desde miles de kilómetros de profundidad

Peor que a sus casas de lodo

Derrumbó mi amor

Que era frágil como una choza de paja

159
Tahir Desku

Nació en 1957 en Desk (Klinë, Kosovo). En la guerra, al regresarse por una botella, lo

hirieron en una nalga. Contaba después que nunca se imaginó que iba a tener que tomar

alcohol acostado bocabajo mientras lo acosaban las balas. Murió en 2005.

160
Pude haber muerto

Qué larga esa escopeta

que me hace sombra sobre la cabeza

y esta roca donde escribo

este verso

Pude haber muerto

Por ejemplo en Beverly Hills

Londres París o Barcelona

en los bulevares de Europa América

entre senos de muchachas

rimas y cimas

pude haber muerto lejos

hermosamente estoy muriendo

en esta roca

en este verso

161
Andi Bejtja

Poeta y reportero, director diputado del Instituto Albanés de Medios de Tirana. Ha escrito

para diferentes periódicos albaneses por años. En 2007 entrevistó al presidente de E.U.

George W. Bush.

162
Toda la noche

Toda la noche

Camino sobre los sueños

En la mañana

No me duelen los pies

Sino el corazón

163
Angustia de la espera

Él tenía hambre

Cortó el pan en rebanadas delgadas

Y no comió

Él tenía sed

Llenó los vasos de cristal

Y no bebió

El tenía sueño

Se acostó en su cama mullida

Y no durmió

Ella todavía por llegar

Él la besaba...

En sueños

164
Astucia del recién nacido

Él se ríe con los ojos, con los cachetes

Ríe con el corazón, por afirmaciones y negaciones

Ríe su descuido y su claridad

Que caen en el circuito de los sueños

Muy pequeños

Él siempre ríe en silencio

La voz la guarda para llorar

165
Un poco de nieve

Un poco de nieve para los niños

Para los enamorados

Para los ancianos un poco de nieve

Un poco de nieve sobre las tumbas

Para que no se vean los epitafios

Y los pájaros se olviden

De posarse sobre las tumbas

166
El fin del pesimismo

Quiero tener amigos desgraciados

Para no verter

ni una sola lágrima

cuando mueran

167
Shazim Mehmeti

Nació el 10 de Noviembre de 1958, en Balindoll de Gostivar. Poeta y pintor albanés, dibuja

en letra y color el alma de Macedonia. Ocho libros de poesía, cuentos y ensayos le han

valido premios por su obra tanto cuentística como poética. Además, su pensamiento circula

a diario escrito con la tinta del periodismo. Entre su obra se encuentran Balade per Sedren

(Balada para Sedren) y Lumenj Qe Fluturojne (Ríos de vuelo). Sus poemas declaman y

reclaman en francés, inglés, alemán, rumano y macedonio en las antologías del mundo.

168
Historia

El pobre dios

Se gastó tanto los nervios

Tanto lodo

Para darle forma hermosa

Y apariencia de humano

Le dio aliento boca a boca

Y lo mimó:

Ahora, hazte hombre y parte

Tienes bastante sol

Tienes bastante tierra

Bastante agua…

Y él

Al abrir los ojos

Le sonrió con cinismo

Le dijo:

¡Oh padre!

Soy Dios

Del sol

De la tierra

Del agua…

Ahora, dame una Eva

169
Y ¡lárgate!

170
Kosovo

Piensa en una muerte vertical

Y di: KOSOVO

Piensa en una vertical inmortal

Y di: KOSOVO

Si quieres, ¡ni lo pienses!

Sólo, ¡di, KOSOVO!

171
Halil Matoshi

Nació en 1959, en Hajvali, Kosovo, cerca de Prishtina. Durante la guerra de Kosovo fue la

policía a su casa, lo encarcelaron. Al acabar la guerra, lo policía se lo llevó a la cárcel de

Serbia, donde permaneció más de un año, sometido a torturas. El gran poema a su madre

está escrito en albanés tal como se habla, con un sabor arcaico que da mayor fuerza y

emoción a su poesía.

172
El oficio de atraer fuego en los Balcanes

en mi península se guarda un ritual

un juego de dioses medio dioses medio humanos

cuando los niños juegan con encendedores

según ese ritual se dividen en dos

o más bandos

y se enfrentan uno a otro

… en la frente tienen fuego3

cuando dos piedras se frotan

surge una chispa

que nos cuenta la posibilidad de la llama

pon el encendedor entre piedra y tea

puedes encender un cigarro

… y el barrio

cuando los hombres de la tierra frotan hueso con hueso

después de haberse comido la carne uno a otro

3
El poeta juega con la palabra Balcanes: Ballkan, separada en Ball (frente) y Kanë (tienen).

173
se enciende una riña entre tribus

… una guerra balcánica

174
Honrar

en todas las guerras por la libertad

me gusta el final

los héroes verdaderos son aquellos

que las detienen

ante ellos me inclino

2.VIII.1998

175
Qué fácil fue cargar a mamá en los hombros…

le he visto el horror mientras le pesaba en las pestañas

cuando veía en TV mujeres ancianas

perseguidas por el enemigo

a quienes alguien jalaba arrastradas sobre un costal o

entenebreciendo como un niño congelado por el frío, aterido en un carrito

con la llanta desinflada…

ni hablar de cuando escuchaba lamentos sobre niños

y hombres molidos a cuchillo

mamá no hacía ni diez pasos sin jadear

cuando caí en las manos de los serbios y me preparé para que me fusilaran

extrañamente soportó sin decir nada como una estatua de tierra, petrificada,

a quien los arqueólogos le toman medidas y los tamaños le confunden la edad el pulso

la resistencia al impacto

y los temblores de la tierra madre

y tratan de encontrarle la punta de la vida

y para construirle una muerte demasiado trágica

provocarle un dolor tan grande como el asesinato del hijo

un horror ilimitado como la historia mundial para tejerla

luego en un tic literario

y hacer un drama para todoslostiempos

176
de lo sencillo y calladito de una madre

le eché un vistazo y sólo los ojos se le movieron

sólo para darme cuenta que la dejé viva

espérame madre quise decirle

y la voz me traicionó…

y ahora la oigo a ella diciéndome

no voy a morir sin que regrese mi hijo de la cárcel en tierra ajena

estoy cien por ciento seguro que quiso decirme

a morir no voy pero puso la mano en la boca

no cometas sacrilegio

la muerte no quiso mencionar

para que no le saliera un quejido

“no voy a olvidar aquel día hasta que la tierra me caiga en

la cara” −había dicho mi madre

ella se convirtió en una madre fantástica y me esperó

para verme la frente sin sangre apretarme las manos

sin cadenas

yo me hice un hijo paciente y esperé su muerte

177
era blanca la belleza de la mortaja

vi qué fácil es cargar a la madre al hombro

cinco hijos crecidos… mientras se intercambian con sus hijos

(¡¿tan ligera era mi madre y parece como si las dos piernas se

me hundieran en la tierra −tal vez es todo igual a cuando ella

cargaba el niño en el vientre, sólo que ahora tú tienes añoranza ella entonces

estaba alegre, ella cargaba vida?!)

me vio la libertad le vi la muerte…

178
Lulzim Haziri

Nacido en Gostivar en 1960. Poeta y periodista. Admirador de Kadaré, de Danilo Kish, de

Bukowski y de Kafka, de la música de Waits y Gjurmet. Es director de la Asociación para

el Programa de la Iniciativa Democrática de Macedonia.

179
(Prólogo)

Desde fuera cuando ves

caras alargadas

con ojos hinchados

que observan con burla

te preguntas a ti mismo

quién lo puso en ese acuario

o tal vez durante el escape del anzuelo de oro

entró él mismo

tanto tiempo ha pasado

que no se recuerda

180
El Muro de Berlín

Aquí estaba alucinante ese Muro

Que separaba dos mundos

Un pueblo

Dice Ahmet

Y cimbra en el aire

el pasaporte de emigrante político

Ahí junto escrito

Den Opfern der Gewalt

Y nombres de los asesinados

Como cadáveres congelados en una morgue

Vdo Dullick 5 octubre 1961

Vinifred Frendberg marzo 1986

Que intentó cruzar el Muro

En globo

Ahora un pedazo de Muro

Envuelto en porcelana

Se vende en cinco marcos

Mientras lápidas marmóreas

Nadan turbias en el recuerdo

181
Mimozë Ahmeti

Nació en 1963, en Kruja (Albania). Exploró nuevas posibilidades de la poesía con sus

propios sentidos. Explora las posibilidades de la realidad albanesa, en un país empobrecido,

arrastrado hacia Europa y en busca de los valores humanos.

Publicó dos poemarios al fin de los ochenta. En 1994 su Delirio llamó la atención del

público de Tirana. Se ha dicho que su obra contribuye a crear el público actual, más en

sintonía con la cultura occidental, incluyendo una más abierta sensualidad como mujer y

una gran fluidez de la escritura, más allá de la polarización masculino-femenino.

182
Arte Poética

Sólo si se hiela la tinta en la botella,

si los dedos se entumecen en las bolsas,

pensamiento – pendiente del nervio

sin poder llegarme a los labios,

sólo si se congelara el amor:

hielo,

cristal, quebrado en el corazón,

el sol poético no calentaría más las vidas

183
Canto

Si germinaras tú,

pero no como planta

como volcán si germinaras

Si te levantaras tú,

pero no como pájaro

como sol te levantaras

Si te cayeras tú,

pero no como hoja

como relámpago te cayeras

Planta, pájaro y hoja

déjame ser yo

184
Canto por Luis Llach

Sendero como sendero,

con sus horrores

Tú no partas –me dices– ahorita

Es el horror mío

no hacer lo que ansío

Tengo mi gana

y no pregunto a nadie

Guerra como guerra,

Con sus tumbas

Tú no mates –me dices– tan joven

A la muerte nunca se comprende,

pero y si comprendiese,

tengo mi gana

y no pregunto a nadie

Canto como canto,

Con sus gritos

Tú no cantes –me dices– en esa negrura

El canto no se detiene,

Pero y si se detuviese,

Tengo mi gana

185
y no pregunto a nadie

186
Antón Berishaj

Nació en 1965 en Tuz (Montenegro). Su padre quiso que fuera sacerdote, de modo que

Anton estudió teología, pero dejó la iglesia porque se casó con las letras. Da clases de

literatura albanesa en la Universidad de Prishtina.

187
La muerte de la verdad

Los elegidos de la tierra llegaron felices

juntaron a los maestros albañiles y a los botones desempleados

y a los animales de carga

ellos eran grandes trabajadores

así que construyeron la avenida más ancha

y más larga

y le dieron alma

los maestros albañiles

los botones

y los animales de carga

no querían por ningún motivo creer

que la calle no servía

para caminar

188
Acacia

Al humano no le gustaba la muerte

un viejo encorvado

en el rincón donde nunca llega el frío

se queda meditando en la muerte

allá no llega la luz

sino sólo oscuridad y nada más

para el anciano que medita en la muerte

él debe saberlo

por eso no es de pura casualidad

que deja que le tiemblen los párpados

él dice algo oculto

las chicas quieren patinar

como las mariposas en la nieve

a él para nada le molesta

que la muerte libere sus hilos como acacia

desde los párpados congelados

189
Luljeta Lleshanaku

Nació con los vientos de la Primavera de Praga y la revuelta estudiantil en 1968, en

Elbasan. Se educó en la Universidad de Tirana, Albania. Fue editora en jefe de la revista

semanal Zëri i rinisë (La voz de la juventud) y trabajó luego para el periódico literario

Drita (Luz).

Luljeta es autora de cuatro textos de poesía. En 1996, recibió el premio por el mejor libro

del año de la Eurorilindja Editorial. En 1999, participó en el Programa Internacional de

Escritores en la Universidad de Iowa. Un volumen de sus versos ha aparecido en Inglés,

traducido por Henry Israeli et al.

190
Del aburrimiento

Del aburrimiento

los renos duermen con los sapos

y la luna se disuelve como píldora para dormir

en el estómago de la noche

Del aburrimiento

los pasos se comen las calles

con el hambre de Chaplin en las películas sin sonido

Del aburrimiento el espíritu recuerda el destino de la amiba:

en cuanto se llena empieza a desgarrarse a sí misma

para nunca quedar sólo una

191
Se fueron los pájaros

Se fueron los pájaros

se fueron y como ansia dejaron sus nidos aquí

el invierno como copas los llenó de lluvia

los llenó y los bebió

los bebió y se emborrachó

de soledad.

192
El misterio de los rezos

En mi familia

los rezos se hacían a escondidas

en voz baja, con la nariz enrojecida bajo la almohada,

casi murmurando,

con un susurro al principio y al final

delgado, y limpio como una garza.

Adosado a la casa,

hubo sólo un par de escaleras

aquellas de madera, recargadas todo el año en el muro,

para reparación de ladrillos en agosto después de las lluvias.

En vez de ángeles,

subían y bajaban hombres

que sufrían de ciática.

Rezaban viéndose a los ojos con Él,

como en un pacto entre los dioses superiores

pidiendo que se atrasara el plazo

“¡Dios, dame fuerza…!”, y nada más,

porque eran descendientes de Esaú,

benditos, con la única cosa que quedó de Jacob,

−la bendición de la espada.

En mi casa

el rezo era una debilidad,

193
que no se insinuaba nunca,

como hacer el amor

e igual

como hacer el amor

se acompañaba de una espantosa noche de pena.

194
Teuta Arifi

Nació en 1969 en Tetovo (Macedonia). Escritora, poeta y ensayista. Enseña en la Facultad

de Filología "Blazhe Koneski" en Skopje. Cuenta con varios textos sobre la mujer albanesa

y el feminismo. Entre sus poesías se encuentra Mi Geografía. Es responsable de la

colección Siete Días Mágicos (Shkupi, Skopje), de 1996.

195
Pro patria

De nuevo pasó la noche con él

había sudado mucho en la mañana

luego la besó por última vez y se fue

se fue a morir por la patria

ella se quedó en la casa

eran aquellos grandes tiempos

cuando mucha gente pasaba junto a su puerta

No se dejaba nada para mañana en esos días

y en esas noches de invitados

que morían por otra patria

murieron y murieron muchos por la patria

se tranquilizó la calle a la puerta de la casa

en vano buscaba la patria en el mapa

la patria se encontraba entre sus piernas

196
Salajdin Salihu

Nació en 1970, en Tetovo (Macedonia). Se graduó en la Facultad de Filología, en el

Departamento de Lengua y Literatura. Ha sido traductor y también editor del periódico

Lajm. Ha publicado los siguientes libros de cuentos y poemas: Muero por las Pequeñas

Cosas (1996), La primera noche de la invasión (1998), Mentira Sincera (2004) y La verde

noche de la soledad (2006), publicado en albanés y macedonio. Sus libros de ensayos son

Panteón de la utopía (1997), Huellas (2000) y Digresiones (2008).

Los poemas de Salihu han sido traducidos al inglés, francés, alemán, macedonio, eslovenio,

croata, turco, griego, búlgaro, etcétera. Su obra ha sido retomada en diversas antologías. Es

ganador de varios premios literarios. En 2008 se desempeñaba como maestro de la

universidad pública en Tetovo.

197
Habitación del poeta

Puede tener un escritorio

Donde escribe poesía

Libreros con libros que nunca ha leído

Una taza de café amargo como el día

Un cenicero lleno de colillas quemadas de desilusión

Hojas garabateadas sueños pálidos

Graznidos que se estrellan en el vidrio del pensamiento

Puede tener días cansados de soledad

Envueltos con velos de vanidad

Siglos quemados de utopía

Sueños congelados con vistas que no empalidece el olvido

Puede tener un paisaje de otoño y hojas muertas

Ríos de esperanza

Refulgencia tiniebla niebla

Mefistófeles Hamlet Yago Coronel

Santiago puerco sufrido y Sócrates –puerco

Puede tener meteoros de pensamientos que se queman

Y de ser se apagan súbitamente en el universo

En alguna parte en zonas oscuras del humano

Nociones arriba abajo a la derecha a la izquierda

Pueden perder el sentido

El tiempo puede correr hacia atrás en la clepsidra de la vida

198
Puede ser que ahí no esté el poeta…

Que haya ido lejos

Con la esperanza de regreso en los ojos

Y puede regresar otra vez a esa habitación

Y encontrar su cuerpo –cadáver

Todo puede suceder en esa habitación…

199
Callemos

Se me encanecieron los pensamientos

Y se me han cansado las palabras

Mucho hemos hablado hemos mentido

Debemos aprender a callarnos querida

200
Ahora hasta tú te vas a ir

Cisternas lavan las mejillas del cemento

Besado por los pasos pesados del día

Tú te preparas para irte

Arreglas tu maquillaje el cabello el ritmo del corazón

A la casa debes regresar sonriente

Nadie debe saber nada

De la historia escrita

En las bancas del parque de la ciudad

Ahora tú debes irte envuelta con la sábana de esta noche

Rota por los jadeos

Con el amor escondido en la bolsa del alma

Como arma sin permiso de fuego

Escondida a los órganos competentes

Ahora tú estás preparada para irte

Siento profundamente cómo respira la ausencia

201
Ervin Hatibi

Nació en 1974 en Tirana. Publicó un primer volumen de poesía durante la dictadura, pero

su verso anticonvencional se popularizó hasta la década de los 90, en particular entre los

estudiantes en Tirana. Estudió francés en el Instituto de Lenguas Extranjeras, además es

ensayista y artista plástico.

Su obra poética se concentra en: Diario miro el cielo (Përditë shoh qiellin, 1989); Poesía

(Poezi, 1995); Espejo de la materia (Pasqyra e lëndës, 2004).

202
Noche de febrero

Disparos

La noche se pincha y gotea

Se llena la ciudad con agua de gatos

Disparos, disparos

Cae el sueño sobre las madres

Se derrama por las calles la leche de los senos

Valium

El miedo ciudadano, misa suave bajo las bancas de madera

Disparos disparos

Retumban en los párpados zapatos pesados

Con pies de niños soldados adentro.

203
Arben Idrizi

Nació en 1974 en Kosovo, en el núcleo homérico de la locura de la resistencia albanesa.

Melancólico, de físico delgado como la muerte, de verso denso como la vida. Es poeta,

traductor del italiano, periodista y crítico literario. Tradujo a Eugenio Montale, Cesare

Pavese, Mario Luzi, Alda Merini y Valerio Magrelli. Trabaja en el diario Express. En honor

al arte y refractario al dinero, es la primera vez que acepta aparecer en una antología tanto

en albanés como en cualquier otra lengua. De aire pavesiano, su lema es escrivere è il mio

dovere (escribir es mi deber).

204
El nuevo orden de clavado

los sesos rotos como únicos zapatos viejos

el corazón agujerado como el del conejo cazado

con munición envenenada

mi amigo tira de sí mismo arrastrado

por la tierra candente de la patria

el todopoderoso del absurdo y del horror

lleva colgado en el cuello un punto de interrogación sangrante

del futuro

¡bienvenidos al nuevo orden de clavado!

205
Una buena idea para el suicidio

un hombre desesperado

no sé qué tantas veces trató

de suicidarse

y lo detuvieron

y le prometieron

y lo apapacharon

y lo calentaron en el pecho suave

y le explicaron la ira de Dios

y él ni se calló

y se les enfrentó con todo su ser

y a la gente le pareció repugnante

su idea

de que puedes vengarte de Dios

206
Enemigos

una muchacha de diecisiete años

prendida por la cerveza y un poquito de droga

se recarga en el poste blanco del semáforo

abre las piernas

para sostenerse con dignidad

orina sin levantar su falda corta

y sin quitarse los calzones

lo salobre le cosquillea en las piernas desnudas

queda claro que la felicidad no tiene límites

y que sólo la muerte y los educadores son enemigos

ella orina unas gotas más con dificultad

soportando

y creyendo que los guardias en la puerta del paraíso

no son todavía tan locos como para castrarse

los coches se detienen

respetan el semáforo ídolo

aúllan, se sorprenden, roncan

“¡cien marcos alemanes!” dice el señor de cuarenta años

ella sólo disfruta la música en otra lengua

que viene del Golf abierto

los cláxones destruyen el disfrute

el hombre se siente ofendido

207
aprieta el claxon y se va creando círculos con la mano derecha

y ella, no obstante, no puede moverse

piensa de sí misma que nunca ha regresado

de dónde fue una vez

nunca ha pensado que cien marcos alemanes tales

tendrán valor moral y espíritu santo

se siente sabia cuando define el asunto

como algo que se debe definir

y todo lo que puede concretar es que

al menos los semáforos no están puestos casualmente

208
El perro orina y se salva sin clavarse ni una espina

Un perro callejero orina

las flores en el jardín

de un edificio del gobierno

y el guardia

varias veces

palmea para espantarlo

y se ríe hasta casi rompérsele los cachetes

se carcajea

estalla

y con la voz soldadesca

se dice a sí mismo

mataría al perro

si no hubiera saludado con la pata

209
Linditë Ahmeti

Desde pequeña, Linditë vive en silla de ruedas. La poesía es su vida. Nació en Prizren,

Kosovo. Estudió filología clásica en la Universidad de Skopia, en Macedonia, donde

obtuvo la licenciatura en 2006. Sus libros son Bayas y blues (Mjedra dhe Blues, 1993), Isla

Adular (I shull Adular, 1996), Arco Iris (Brezi Zonjës) y Sola frente al eros (Vetë përballë

erosit, 2004). Además, La luna de piedra (1998) y El sueño azul han sido traducidos al

macedonio.

210
Hacemos como si camináramos sin tierra bajo los pies

Aquí los días se estrellan de un muro al otro

como ola inquieta del mar sobre la orilla negra

y no caminan

no cambian

parecen alambre que se extiende tendido de un día al otro

y en ella

en ella entonces

a nosotros macilentos nos ahorcaron en serie

somos ahorcados nosotros y no vemos

y hacemos como si camináramos sin tierra bajo los pies

mientras ellos

ellos son buena gente

que camina sobre la tierra

y que saben sus asuntos

pero se han robado la manzana amarilla

joya

la han aventado delante de nosotros

aquí tienen una manzana nos dicen

para que coman

y la manzana nos come a nosotros

mientras nosotros quedamos ahorcados como sombras tres días

largos

211
ellos son buena gente

mientras nosotros aguantamos ahorcados y los días pasan debajo

ellos trabajan nuestros sembradíos

cosechan nuestros frutales

la buena gente

212
Plegamiento del amarillo

Ay Dios cómo se ha plegado el amarillo

en esta habitación mía sin puerta de salida

las ventanas inevitablemente son amarillas

sillones alfombras paredes

la vieja máquina de escribir

y su repique

y el sol que enjuaga los vidrios

y él está amarillo

y mi cara

y mi canto

y la esperanza

de que voy a ver

flores amarillas

cuando el otoño amarillee

bosques y valles

que susurran en albanés

213

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