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DIAGNÓSTICO DEL TDA-H EN LA POBLACIÓN INFANTO-JUVENIL

¿Se ha transformado en un negocio el diagnóstico de TDA-H en la


población infantil?

Estudiante:

María José Correa

Docente:

Kevin Betancourt

Valdivia, 07 diciembre 2017.


DIAGNÓSTICO DEL TDA-H EN LA POBLACIÓN INFANTO-JUVENIL

¿Se ha transformado en un negocio el diagnóstico de TDA-H en la población infantil?

Para contestar esta problemática, primero que todo se hará una breve descripción de lo
expuesto por el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V), el
cual postula que “el trastorno por déficit atencional con hiperactividad (TDAH) es
clasificado como un trastorno del desarrollo neurológico, caracterizado por un patrón
persistente de inatención, hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento
o el desarrollo o ambos, y puede presentarse de las siguientes formas: Presentación
combinada (con síntomas de inatención e hiperactividad/impulsividad), presentación
predominante con falta de atención y presentación predominante
hiperactividad/impulsividad (DSM V, 2013).”

Presentamos fundamentalmente en que consta este diagnóstico, el cual sufre de un total


desconocimiento por parte algunos padres y madres, especialmente en el contexto de un
establecimiento educacional, en donde el profesor jefe, trata de explicar desde el modelo
médico que su hijo/a, padece de un problema conductual al interior de la sala de clases.

Cuando el profesor percibe una problemática a nivel cognitivo, conductual o ambos en el


menor en el contexto escolar, se da comienzo al protocolo de acción para insertarlo en la
categoría de estudiante con NEE, el cual se encuentra amparado por la ley de Inclusión
Escolar ha establecido que “Es deber del Estado propender a asegurar a todas las
personas una educación inclusiva de calidad. Asimismo, es deber del Estado promover
que se generen las condiciones necesarias para el acceso y permanencia de los
estudiantes con necesidades educativas especiales en establecimientos de educación
regular o especial, según sea el interés superior del niño o pupilo.” (Ley 20.845, Art 1°,
numeral 2)
Es aquí que el menor con NEE pasa a ser parte del Programa de Integración Escolar
(PIE), la cual consiste según el Manual de apoyo a la Inclusión Escolar (2016),en el marco
de la Reforma Educacional, del Ministerio de Educación:

“una estrategia educativa con enfoque inclusivo, en la medida en que su propósito


es favorecer la participación y el logro de los objetivos de aprendizaje de todos los
estudiantes, aportando recursos y equiparando las oportunidades educativas

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especialmente para aquellos que presentan mayores necesidades de apoyo para
progresar en sus aprendizajes”.

El diagnóstico del TDA-H, en el contexto escolar, es realizado principalmente en base a


las observaciones de los profesores hacia sus estudiantes, para lo cual, una conducta
inapropiada, de baja atención en clases o de intranquilidad por parte de un estudiante,
avala el hecho de que este profesor pueda realizar el Test de Conner bajo la sospecha de
que pueda padecer de TDAH. Este test según Campos et al. 2002, fue diseñado por C.
Keith Conners en 1969, originalmente utilizado para evaluar los cambios en la conducta
de niños hiperactivos que ya recibían algún tipo de tratamiento farmacológico, sin
embargo en la actualidad, el uso se ha abierto a procesos de evaluación anterior al
tratamiento. Esta escala ha sido de gran utilidad para detectar de forma expedita la
presencia de TDAH y otros problemas asociados.

Otra pregunta que surge a través de texto es: ¿Un profesor puede diagnosticar TDA-
H?

En Chile, con el decreto 170, la cual se encuentra enunciada en la página web


www.mineduc.cl “respecto de la evaluación diagnóstica integral de aquellos estudiantes
que presentan NEE de carácter transitoria, que reúnan las condiciones para participar en
un Programa de Integración Escolar y que accedan a la subvención de necesidades
educativas especiales de carácter transitorio; y respecto de la evaluación diagnóstica
integral de los estudiantes con NEE de carácter permanente que accedan al Incremento
de la subvención especial diferencial.”

Este decreto, además estipula que el TDAH, puede ser diagnosticado por un médico,
psicólogo o un profesor, con la única condición de que los síntomas presentados por el
infante, sean tanto en el establecimiento educacional como en su ambiente familiar. Sin
embargo, gran cantidad de los diagnósticos hechos por el profesor, son en base a su
percepción utilizando la versión abreviada del Conner, para evaluar la conducta del
estudiante.

En el seno familiar, es natural que al escuchar TDA-H, genere un cierto grado de


preocupación entre los padres, por lo que la recomendación y presente diagnóstico del
profesor, es adoptada por el núcleo familiar, con el fin de hacer la derivación a la consulta
de tipo psiquiátrica o psicológica al menor, debido a que por lo general no existe ayuda

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psicológica en los colegios y los profesores no se encuentran capacitados para atender
las diferencias individuales de sus estudiantes.

En clínica según mi experiencia, existe una gran cantidad de niños que son derivados por
colegios, presentando como motivo de consulta, según la percepción de los profesores
y/o inspectores, sintomatología o diagnóstico TDA-H entre otros problemas a nivel
conductual, en el cual solo algunos niños y niñas, están siendo medicados en la
actualidad con Metilfenidato (MFD) bajo este diagnóstico, debido a que ha habido padres
que han llevado con antelación a sus hijos al médico neurólogo, para aplacar las
necesidades del colegio.

Volviendo al ámbito escolar, según lo mencionado por los padres de algunos colegios en
la ciudad de Valdivia, todos estos sobre-diagnósticos proceden para que exista una mayor
subvención por parte del ministerio de educación, hacia los colegios el cual es por cada
alumno vulnerable inscrito en el PIE el promedio es de $170 mil mensuales por alumno
con Jornada Escolar Completa. Y si el menor además cuenta con la subvención SEP
(para estudiantes vulnerables), puede sumar más de $200 mil mensuales.

Esto si lo pensamos desde un punto de vista económico, la relación diagnostico-


subvención parece una camino fácil hacia la adquisición de capital para un
establecimiento educacional, que no siempre son distribuidos con el fin de mantener y
costear recursos materiales y humanos capacitados con el fin de ayudar a los niños con
NEE, sino más bien, son utilizados con otros fines no específicos.

Según el centro de investigación periodística www.ciperchile.cl en Santiago en el año


2014:

“Un total de $7.283 millones, destinados a niños con necesidades educativas


especiales, desaparecieron o se usaron para otros fines no permitidos por las
normas. La Contraloría fiscalizó el Programa de Integración Escolar (PIE) en 153
municipalidades y en 49 las cuentas comunales no registran fondos que fueron
recibidos, pero no se ejecutaron.”

Luego de este antecedente, podemos decir con argumentos dado por las investigaciones,
que existe este sobre-diagnóstico con el fin de obtener mayores recursos, olvidando por
completo, el bienestar, el cuidado y apoyo en el niño, observando a este como un recurso
más, sin medir las consecuencias que pueden afectar a nivel cognitivo o motor a un niño

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que está siendo medicado con MFD, ya que éste medicamento según Muñoz 2016,
produce un deterioro del rendimiento a nivel escolar a largo plazo, como además,
aumento en los trastornos del estado de ánimo, depresión y problemas a nivel relacional.

En clínica he sido testigo de las múltiples deficiencias a nivel relacional en niños


medicados con MFD, manifestando sentimientos de infelicidad con su entorno, una falta
de comprensión por parte de sus profesores y la angustia de no ser apoyados por sus
padres. Los niños y niñas al estar en sesión, al ver una persona que se ve comprometida
al entendimiento del porqué de sus conductas, mantienen un estado de dependencia
emocional a través de la validación, exploración y descubrimiento en conjunto de las
emociones que provocan al menor, este comportamiento considerado “problema” al
interior de las aulas.

Estos motivos de consulta que provienen de los colegios, he de manejarlos como forma
de prevenir la medicación en casos que no sean de total necesidad, evitando así la
exposición a los efectos secundarios de este fármaco, ya que según mi perspectiva, es
muy factible culpar al niño/a de una mala conducta, considerando el factor del profesor
que no adapta su metodología de enseñanza-aprendizaje, para que ésta sea más efectiva
en sus estudiantes, si no que la derivación a un terapeuta o médico, resulta más cómodo
para su atribución causal externa y además contribuye al establecimiento educacional ,
recibir dinero a base de esta NEE.

Luego de obtener esta información, como estudiante en práctica de psicología clínica, es


importante saber en qué consiste este fármaco, su historia, efectos secundarios a nivel
individual, familiar y escolar.

Historia del MFD

El MFD se sintetizó por primera vez al terminar los últimos meses de la Segunda Guerra
Mundial, siento experimentada con una amplia gama de variantes químicas de la
anfetamina, en la búsqueda de moléculas con propiedades análogas, pero con efectos
adversos menos severos.

Según la Physician´s Desk Reference (1956) en 1954, el MFD fue patentado, revelando
una disminución en sus efectos colaterales neurovegetativos, como también las
reacciones adversas como la pérdida del apetito y el insomnio, saliendo al mercado como

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“Ritalin” en 1955 utilizado en primera instancia para el tratamiento de la narcolepsia, la
fatiga crónica y estados letárgicos y depresivos.

Luego en la década del 60, el MFD fue utilizado para tratar a niños con “hiperactividad” o
disfunción cerebral mínima (DCM), popularizando su uso a través del consumo entre
celebridades de la ciencia y la política.

Actualmente la medicación del MFD, es utilizada prioritariamente para tratar el TDA-H en


todo el mundo, siendo utilizada cuatro veces más por la población infantil masculina que
la femenina, para lo cual se ha transformado en una de las manufacturas más rentables
para la industria farmacéutica, generando ingresos en EE.UU, valores superiores a los
3.100 millones de dólares (Trenton 2005).

¿Cuáles serían las causas del TDA-H?

Según mi experiencia clínica, el TDA-H no tiene una causa específica, sino más bien,
sigue siendo un síndrome, o sea un conjunto de síntomas cuyas causas son
multifactoriales.

Cuando llega a un infante con sospecha de TDA-H, que por lo general el promedio es de
7 años, he de recibir informes de “Diagnósticos de personalidad” de profesores que
describen las conductas del menor, siendo éstas totalmente problemáticas para la
convivencia escolar. Por lo que como solicitud es “modificar la conducta del menor”

Al leer estas descripciones peyorativas acerca del niño o niña, acerca de lo “mal” que se
comporta al interior del aula, me llama la atención todo este “deber ser” que debe
manifestar el infante para ser funcional en el colegio, es decir para que un niño no sea
diagnósticado con TDA-H, ¿debe pasar 8 horas sentado poniendo atención en clases?,
donde queda la infancia, el juego, el SER.

Los niños cuando ingresan a sesión, toman asiento y me observan sin tener idea de que
podrían estar haciendo en consulta psicológica, por lo que les pregunto directamente si
tienen alguna noción del por qué se encuentran en sesión y responden que es por el
colegio, que se “portan mal”, sienten la necesidad de conversar con sus compañeros o de
pararse del asiento, para lo cual le doy beneficio de la duda a la posibilidad de este
diagnóstico TDA-H, sin embargo, éste cambia rotundamente al realizar test gráficos, en el

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cual el menor puede proyectar como vivencia su vida familiar conjunto a sus relaciones,
he de encontrar la respuesta… ¡el menor se siente solo!.

Es decir, ¿el menor al sentirse solo, llama la atención al interior del aula?, he de
comprobar en la práctica esta posibilidad, luego de hablar con el menor y preguntarle
acerca de la soledad, para lo cual, responde con tristeza, manifestando que sus padres no
están con él y ¡claro!, los padres hoy en día, con el ritmo de vida de actual, con todo lo
que hay que costear, hogar, comida, educación, llegan luego del trabajo a que, seguir
trabajando, terminar el trabajo que no se alcanzó durante la jornada, preparar la comida,
atender a los demás hijos o simplemente descansar, ¿y el menor?, invisibilizado, con
ganas de jugar, de compartir, de expresarse, sin embargo, nadie toma la atención
suficiente para él, dando como resultado que se sienta solo, llamando la atención donde
puede compartir con sus pares en el colegio, siendo en este contexto, diagnosticado o
siendo sospecha de TDA-H, sin medir las consecuencias del consumo de MFD.

Efectos del MDF

El Ritalín cuyo compuesto activo es el MFD, según estudios es efectivo para controlar los
síntomas del déficit atención y tiene un efecto que dura 4 horas , por lo que es necesario
que el menor consuma entre 1 a 2 dosis diarias.

El MFD es un psicoestimulante derivado de la piperidina, de estructura similar a la


anfetamina. Las propiedades farmacodinámicas y farmacocinéticas de los estimulantes,
como el MFD, son utilizadas en el tratamiento del TDAH especialmente cuando el subtipo
es inatento, por cuanto pueden ampliar las señales tónicas de la noradrenalina y la
dopamina (Stahl, 2011;Biederman & Spencer, 1999).

Según Wilens & Spencer (2000), en los niños y niñas diagnósticados con TDA-H, el MFD,
actual disminuyendo las conductas impulsivas y la inquietud motora, aumentando a su
vez, la actividad cognitiva especialmente la atención y memoria, lo que genera una mejora
en la concentración en tareas que demandan esfuerzo mental.42

Es decir a nivel del sistema nervioso según Aboitiz (2012), “el MFD actúa sobre el lóbulo
frontal aumentando la carga de dopamina, al activarse el lóbulo frontal, se facilitan las
funciones ejecutivas y el sujeto mejora su conducta; de allí que mejora su focalización
atencional y al mismo tiempo reduce su impulsividad e hiperactividad, mejora su
capacidad de perseverar y concretar tareas”.

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Clínica, Educación y Diagnóstico

En el ámbito clínico, han de existir gran cantidad de derivaciones por parte de los
establecimientos educacionales, debido a la existencia de niños, con sospecha de TDA-H,
esto debido a que manifiestan conductas como pararse constantemente durante la clase,
no poner atención, no realizar tareas entre otras disfunciones de carácter cognitivo-
conductual, por lo que para los docentes es importante que sigan un tratamiento
psicológico con opción de trabajar con psiquiatras para la mejorar el comportamiento al
interior del aula.

Gran parte de estos niños ya han sido diagnósticados con TDA-H por el neurólogo o
médico psiquiatra, en la cual la dosis diaria de MFD, puede ser desde los 60mg, ya que
con dosis más bajas producen menor respuesta, cuya acción después de la ingestión oral,
se observa en 30 a 45 minutos y desaparece en 3 a 5 horas.

Sin embargo al citar a los padres para recoger información inicial acerca del motivo de
consulta y esta sospecha de TDAH, varios de los padres me manifiestan en el nulo
conocimiento de lo que respecta este diagnóstico, que ven a sus hijos “normales”, lo que
significa según su percepción, que juegan, entablan relaciones sociales y son
demandantes como cualquier niño de 6 a 8 años. Es por ello que solicitan en que
consiste, según palabras literales de algunos padres el describir el diagnóstico TDA-H,
para lo cual he de hacer una breve explicación sobre el TDA-H según las categorías del
DSM-V, sin embargo casi nunca se expone que el futuro es incierto en cuanto a la
medicación a largo plazo, como también que el TDA-H se ha convertido en una máquina
de hacer dinero para las farmacéuticas.

Metilfenidato como droga

Ya hemos abordado el uso del MFD en el contexto escolar con niños diagnósticados con
TDA-H, sin embargo hay otro uso, el cual no es tan conocido que es el que realizar los
jóvenes y adultos, que recurren a este fármaco por su efectos estimulantes y/o
recreativos, esto debido a que este fármaco puede causar alucinaciones visuales,
pensamientos suicidas y comportamiento psicótico.

La clasificación establecida por la Administración de control de drogas de Estados Unidos,


el MFD se encuentra como un narcótico de clase II, siendo acompañada por la cocaína
las afetaminas y la morfina.

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Este fármaco es conocido en las calles de España como Piña, Cocaína del pobre, Coca
para niños, Skippy, Vitamina R entre otros.

Algunos estudiantes de EE.UU, que no logran concentrarse en sus estudios, por poco
dinero consiguen Ritalin, lo muelen y lo inhalan como cocaína para obtener una absorción
más rápida, lo que da como resultado, que se mantengan despiertos por horas, no
obstante el efecto posterior provoca un “bajón”, el cual provoca sentimientos de fatiga y un
estado anímico disminuido, lo que incita al consumidor moler una nueva dosis, la cual
puede ser mayor para mantener la alerta lo que genera el circulo vicioso y posterior
adicción, mientras mayor sea el consumo, se alcanza un mayor estado de euforia.

Cuando el consumo aumenta paulatinamente, se va generando una mayor tolerancia en


el individuo, lo que da como resultado que dosis mayores de MFD, pueden provocar
convulsiones, dolores de cabeza y alucinaciones, como también casos extremos de niños
que han sobrepasado el consumo diario y han muerto de forma instantánea por el daño
relacionado con esta droga.

Al indagar la página web www.centroadiccionesbarcelona.com, existe el estudio donde se


informa que en EE.UU:

“entre 1990 y 2000, hubo 186 muertes relacionadas con el Ritalin. El riesgo más
alto es para quienes inhalan la droga en grandes cantidades y desde 1995, se ha
clasificado en la lista de la Administración de Control de Drogas de EE.UU. como
uno de los medicamentos “más robados”.

Y alrededor de 7 millones abusaban de fármacos recetados, incluyendo Ritalin, más de la


cantidad de los que consumían cocaína, heroína, alucinógenos, éxtasis e inhalantes,
combinados. Esos 7 millones eran sólo 3.8 millones en el 2000, un incremento del 80% en
sólo seis años.

Al tener conocimiento acerca del consumo de este fármaco como droga estimulante, he
de estar al tanto de la facilidad que una persona tiene de adquirir este medicamento, ya
que cualquier joven que actúe desatención y/o hiperactividad al interior del aula, puede
ser derivado a un neurólogo o médico psiquiatra el cual con una simple revisión puede ser
diagnosticado con TDA-H y obtener receta para ser medicado con MFD y utilizar estos
fármacos con propósitos recreativos y/o comerciales sin medir las consecuencias de este
consumo.

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Estos fármacos son populares en la población juvenil y adulta, debido a que como se
señala anteriormente, potencia el área cognitiva de la concentración, lo que es de utilidad
para estudiantes o individuos que mantienen trabajos nocturnos y además se puede
utilizar para aumentar la euforia en fiestas y/o generar ganancias debido a que al
consultar en páginas de compra/venta la caja de 30 comprimidos de Ritalin está alrededor
de 25.000 a 30.000 pesos, lo que de todas formas de igual manera se convierte en un
negocio.

¿Por qué es de importancia abordar el uso del MFD en salud mental?

En clínica, a través de la realización de la anamnesis hacia las madres de los menores, he


conseguido determinar que existen varios síntomas que se repiten en los menores
consumidores de este fármaco, las cuales son, pérdida del apetito, labilidad emocional e
insomnio.

Al ir a la página www.farmarciasahumada.cl al consultar acerca del Ritalin, ha de llamar


mi atención el hecho de que se reafirma que las causas de TDA-H son desconocidas,
esto lo podemos observar de modo literal: “la etiología específica de este síndrome es
desconocida, y no se dispone de una prueba diagnóstica: para obtener un diagnóstico
apropiado, se requiere una investigación multidisciplinaria en la que confluyan la pericia
médica, neurosicológica, pedagógica y social”.

Considerando este párrafo, en mi rol como futura profesional de la psicología, puedo


establecer que las causas pueden ser múltiples, como se mencionó anteriormente, ¿pero
qué ocurre con estos diagnósticos que no son realizados con búsqueda en la causa,
según la historia, el contexto y la emocionalidad del menor?

Al seguir leyendo la descripción de este fármaco, he de averiguar los posibles efectos


secundarios, solo se ha de describir que “el tratamiento con fármacos no se indica en
todos los casos de niños con este síndrome. Los estimulantes no son indicados en niños
con síntomas inducidos por factores ambientales”.

Sin embargo y buscando en otras páginas web dedicadas a la información sobre salud
mental, como medlineplus.gov se describen en columna los efectos secundarios del
consumo de este fármaco, estos son:

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Nerviosismo; dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido; mareos;
náusea, vómitos; pérdida de apetito; dolor de estómago; diarrea; acidez; boca seca; dolor
de cabeza; tensión muscular; somnolencia; movimiento incontrolable de una parte del
cuerpo; agitación; hormigueo, ardor o adormecimiento de las manos o los pies; menos
deseo sexual.

También se describen otros efectos que son considerados como graves, los cuales son:
ritmo cardiaco rápido, irregular o lento; dolor de pecho; dificultad para respirar; cansancio
excesivo; dificultad para hablar o hablar lento; desmayos; debilidad u hormigueo de un
brazo o una pierna; convulsiones; cambios en la visión o visión borrosa; agitación; creer
cosas que no son ciertas; sensación inusual de desconfianza de las demás personas;
alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen); tics motores o tics verbales;
depresión; ánimo anormalmente emocionado; cambios de humor; erecciones frecuentes,
dolorosas; erección que dura más de 4 horas; adormecimiento, dolor o sensibilidad a la
temperatura en los dedos o dedos de los pies; cambio en el color de la piel de pálido a
azul a rojo en los dedos de las manos o pies; heridas sin explicación en los dedos o dedos
de los pies; fiebre; urticaria; sarpullido; ampollas o descamación de la piel; picazón;
inflamación de los ojos, el rostro, los labios, la boca, la lengua o la garganta; ronquera;
dificultad para respirar o tragar (medlineplus.gov).

Al obtener este conocimiento, me provoca sorpresa el desconocimiento que existe sobre


estos efectos secundarios, que claramente no son informados por los docentes ni
profesionales de la salud, lo que hace que cuestione la práctica de algunos profesionales,
que se hacen un sueldo a través de la farmacoterapia a los niños, abusando del
desconocimiento, ignorancia y preocupación de algunos padres que desean que sus hijos
mejoren su conducta o dejen de estar “enfermos” de TDA-H.

En sesión, en la actualidad y con todo este nuevo conocimiento, he de orientar a las


familias acerca del TDA-H y el uso del fármaco MFD, con el propósito de que orienten la
atención hacia las posibles causas del porqué de estos comportamientos en el menor,
que desde los 5 a 10 años, los llamados de atención, el egocentrismo, curiosidad y
necesidad de explorar en los niños, son totalmente normales y ajustados a su ciclo vital.
Cómo también al haber trabajado en colegios, puedo destacar que algunos docentes, no
ajustan las metodologías de enseñanza- aprendizaje hacia los menores que posean
necesidades educativas especiales y que para que el niño se mantenga quieto, no hay

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nada más fácil que drogarlo diariamente, manteniendo el docente en sus propias manos,
el rol de médico que suministra el fármaco al menor antes de entrar al aula.

Cómo futura profesional, establezco compromisos entre mi labor y las familias, llegando a
acuerdos en torno a la búsqueda constante y explicación de esta conducta, siento
responsable en la revisión de cada categoría del TDA-H en el Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales (DSM –V), dejando al MFD, como último recurso,
debido a todas las consecuencias que podrían provocar en el menor.

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Bibliografía:

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cuerda floja: la neurobiología del trastorno por déficit atencional e Hiperactividad. Revista
Médica de Clínica Las Condes, 2012.

Amador Campos, J.A., Idiázabal Alecha, Mª Ángeles, Sangorrín García, J.Espadaler


Gamissans, J.M., Forns i Santacana, M. (2002). Utilidad de las escalas de Conners para
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http://portales.mineduc.cl/index2.php?id_portal=20&id_seccion=3084&id_contenido=1226
9

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Extraído de: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=117132

Jara, Matías & Ramírez Pedro. Reportajes de investigación. “Más de $7 mil millones
destinados a niños con problemas de aprendizaje están “perdidos” recuperado de:
http://ciperchile.cl/2014/09/11/mas-de-7-mil-millones-destinados-a-ninos-con-problemas-
de-aprendizaje-estan-%E2%80%9Cperdidos%E2%80%9D/

Ley 20.845, Art 1, numeral 2. De inclusión escolar que regula la admisión de los y las
estudiantes, elimina el financiamiento compartido y prohíbe el lucro en establecimientos
educacionales que reciben aportes del estado. Extraído de
www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1078172

Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5 ª ed.). Arlington, VA:.


American Psychiatric Publishing

12
Muñoz, Ana (2016). Un estudio muestra los efectos negativos del Ritalin en niños.
Recuperado de: https://www.aboutespanol.com/un-estudio-muestra-los-efectos-negativos-
del-ritalin-en-ninos-3973096

Programa de Integración Escolar PIE, (2016). Manual de apoyo a la Inclusión Escolar en


el marco de la Reforma Educacional Ley de Inclusión 20.845. Ministerio de Educación -
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Trenton NJ. (2007). Adult use of ADHD drugs up. Study: rate of use doubles among group
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https://www.centroadiccionesbarcelona.com/uso-y-abuso-de-metilfenidato-rubifen-
concerta-ritalin/

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