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En lo principal: Contesta demanda de Aumento de alimentos.

Primer
otrosí: Contesta demanda de Modificación de Régimen de relación
directa y regular. Segundo otrosí: Demanda reconvencionalmente
Rebaja de Alimentos. Tercer otrosí: Demanda reconvencionalmente
Modificación de Régimen de relación directa y regular. Cuarto
otrosí: Acompaña acta de mediación frustrada. Quinto otrosí: Se
tenga presente.

S.J.L. DE FAMILIA DE SANTIAGO (2º)

Claudia Parada Abate, abogado, por el demandado, don LEONARDO


JAVIER BASSO SOTZ, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número
12.868.350-K, con domicilio en calle Guillaume Apollinaire Nº6656, comuna de
Vitacura, en autos sobre Aumento de Alimentos y Modificación de Relación
directa y regular, causa RIT C-7832-2018, caratulados “Rouse/ Basso”, a
US. respetuosamente digo:

Que, encontrándome dentro de plazo y de conformidad con lo dispuesto


en el artículo 58 de la Ley 19.968 sobre Tribunales de Familia, vengo en
contestar la demanda de Aumento de Alimentos interpuesta en contra de mi
representado, por doña Pascale Corine Amelie Rouse Hollemart, ingeniero civil,
cédula nacional de identidad número 13.435.261-2, domiciliada en calle Lo
Arcaya N° 1889, comuna de Vitacura, en representación de sus hijos Martina
Sofia, Amelia Cristina y Vicente Emilio, de 7 y 4 años de edad respectivamente,
solicitando que dicha demanda sea rechazada, con costas, en base a las
siguientes consideraciones:

ANTECEDENTES DE HECHO

Mediante la interposición de la demanda que da origen a este proceso, la


demandante ha solicitado se aumente la pensión de alimentos menores
regulada en acuerdo completo y suficiente aprobado en autos RIT C-35-2017, a
la suma de $2.050.000 mensuales por concepto de suma dineraria más el pago
directo de dividendo y una distribución del pago de los gastos extraordinarios de
80% el padre y 20% la madre, aumento que resulta absolutamente
desproporcionada respecto, tanto de las reales necesidades de los niños
alimentarios como de la capacidad económica de las partes, la que superaría con
creces el 50% de los ingresos de mi representado.

En efecto, de manera injustificada y realizando un detalle abultado de los


pagos que a su juicio debiera efectuar el señor Basso, así como una información
errónea sobre supuestos ingresos extraordinarios, se pretende que mi
representado pague prácticamente el total de las necesidades de sus hijos e
incluso que financie necesidades de la actora no alimentaria.

Es así que la señora Rouse señala que las necesidades de los niños
alimentarios ascenderían a la suma aproximada de $3.117.461, incluyendo las
tres cuartas partes del valor del dividendo que paga directamente mi
representado, en forma íntegra, en circunstancias que demanda se mantenga el
total de dicho ítem, del cual además se ve beneficiada al pedir que capitalice el
equivalente a sus derechos en el citado inmueble que corresponden al 33% del
total.
En efecto, se produce así una inconsistencia mayor pues, a pesar de que
el concepto de vivienda que se asigna a los niños alimentarios corresponde a
los tres cuartos del valor del concepto total, de todos modos la actora en sus
peticiones pretende que mi representado se siga haciendo cargo del
100% del ítem vivienda, con lo que se aumentaría su aporte, superando
incluso el valor de las necesidades de los alimentarios.
Cabe destacar en este punto, que curiosamente la señora Rouse no
menciona que ambos son copropietarios del inmueble familiar, pero se
demanda el pago del 100% del dividendo, sin consignar cómo y quién asume el
100% de las contribuciones.
De esta forma la actora no solo pretende que mi representado aporte en
un monto superior a los tres cuartos que corresponden a los alimentarios, sino
que pretende además que se haga cargo de su propia obligación civil como
copropietaria de pagar el 33% del dividendo y demás prestaciones asociadas.
La exagerada pretensión alimenticia incluye conceptos que benefician a
la señora Rouse, lo que no corresponde, toda vez que NO es alimentaria y
otras partidas improcedentes como los costos de JARDINERO y PISCINERO -
los que evidentemente no constituyen necesidades de los alimentarios sino
gastos-, así como gastos ordinarios de los niños quienes permanecen el 50% del
tiempo en el domicilio de mi representado, con lo cual el señor Basso financia el
50% de los gastos de alimentación, vestuario, servicios domiciliarios, entre otros
de sus hijos alimentarios.

Resulta evidente, además, que en ningún caso el monto demandado se


enmarca dentro del carácter asistencial de la pensión alimenticia, toda vez
que, tal como se dispone en el artículo 323 del Código Civil, los alimentos deben
habilitar al alimentado para subsistir modestamente de un modo
correspondiente a su posición social.

Por otra parte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 332 del


Código Civil, los alimentos se entienden concedidos para toda la vida del
alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la demanda. En
consecuencia, la demandante debe indicar y acreditar cuáles son estas
modificaciones de circunstancias que justificarían un aumento de los alimentos.
Circunstancias, que a nuestro juicio justifican más bien un aumento de la
contribución.

Por su parte, no debemos olvidar que, a partir de la separación, el


alimentante ha debido hacer frente a la manutención de dos hogares,
intentando mantener en su residencia un nivel, para sus hijos, similar al que
mantienen con su madre, especialmente porque permanecen con él la mitad del
tiempo.

Es más, las circunstancias que sí se han modificado es que mi


representado financia hoy la pensión de alimentos mayoritariamente con
ingresos transitorios cuya permanencia en el tiempo es incierta, ya que ha
dejado de percibir algunos de los ingresos extraordinarios que generaba a la
época de suscripción del acuerdo vigente.

En este punto cabe, además, señalar, que nuestra legislación en materia


de contribución alimentaria es clara al consignar la obligación que tienen
ambos padres de aportar a las necesidades de los hijos comunes, EN
PROPORCION A SUS INGRESO: si hoy el señor Basso genera ingresos
inferiores a aquéllos que percibía a la época de suscripción del acuerdo vigente,
lo que procede es acoger una rebaja de la contribución económica y en ningún
caso un aumento de la ella.

Es así que los artículos 134 y 160 del Código Civil han dispuesto que
ambos progenitores deben proveer a las necesidades de los hijos comunes,
atendiendo a sus facultades económicas y en proporción a sus ingresos.

Resulta evidente, por lo demás, de la sola lectura de la demanda, que la


actora pretende hacer ver al señor Basso como un padre desconsiderado y
desinteresado en sus hijos -lo cual es absolutamente injusto y alejado de la
realidad- para hacer recaer en él la responsabilidad de cubrir el total de las
necesidades de los hijos comunes y parte de las necesidades de la propia
demandante, resultando infructuosos los esfuerzos del señor Basso por hacer
entender a la actora la necesidad de reducir los gastos familiares frente a la
exigencia manifiesta de hacer frente a los costos de otro hogar a partir de la
separación, manteniéndose la señora Rouse en su postura de sostener
exactamente el mismo nivel de vida del que gozaban hasta antes del cese de la
convivencia –lo que resulta materialmente imposible-.

Es así que resulta evidente advertir que el señor Basso realiza YA


enormes esfuerzos para efectuar la contribución económica actualmente
vigente, peses a percibir menores ingresos que los generados a la época de
suscripción del acuerdo, destinada a satisfacer las necesidades de sus hijos y sus
propias necesidades, para poder compensar la falta de aporte de la actora, quien
siendo una mujer profesional –con la misma capacitación que el señor Basso-,
pretende mantenerse aportando lo mismo sin esforzase demasiado en generar
mayores ingresos, obligando al alimentante a desempeñarse en extenuantes
jornadas de trabajo que están mermando su salud.

En efecto, el señor Basso mantiene un contrato de jornada completa en


la Universidad de Chile, donde se desempeña como Profesor Asociado en el
Departamento de Ingeniería Civil, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas,
desde el año 2002, es decir, el mismo empleo que mantenía a la época de
suscripción del acuerdo vigente.
Todos los académicos de la Universidad reciben un monto fijo de Marzo a
Diciembre, el que decrece en enero y febrero debido a que se les deja de pagar
una asignación llamada “AUCAI” , por lo que, en los meses de Enero y Febrero
sus ingresos disminuyen.
En el período comprendido entre marzo de 2017 y Diciembre de 2017,
adicionalmente a sus labores usuales, el alimentante fue encargado por la
Facultad para ser Co-Director del Proyecto “Una Nueva Ingeniería para 2030”.
Como esto requería horas adicionales de trabajo de sui parte, en esos meses se le
pagó una “productividad académica” bruta adicional, cargo que dejó de
desempeñar en enero de 2018. Es así, que sus ingresos en enero y febrero de
2018 mermaron tanto por AUCAI como por la desaparición de la productividad
que se le pagaba, dificultando el hacer frente a los alimentos convenidos.
Cabe hace notar que los descuentos sobre el ingreso bruto son
únicamente los legales, ya que no presenta descuentos por ahorro
previsional voluntario ni inversiones de ningún tipo.
En consecuencia, un altísimo porcentaje del salario líquido del
alimentante se destina al pago de los alimentos vigentes; del dividendo de la
casa dónde la madre vive con los niños y al pagos de gastos extras mensuales,
quedando obligado a generar ingresos adicionales para poder otorgarles a los
niños, en su casa, un nivel de vida similar al que tienen con la madre. Esto
último es particularmente importante dada la gran cantidad de tiempo que,
afortunadamente, los niños permanecen con su padre.
Estos ingresos adicionales son de naturaleza incierta y muy variable, por
ejemplo, mi representado ha recibido ingresos extraordinarios por ser miembro
del Directorio del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, cuyo
financiamiento está asegurado sólo hasta Agosto de 2019, habiendo
incertidumbre respecto del futuro del mismo.
Resulta importante destacar que estos ingresos variables, sin los cuales el
alimentante no alcanzaría a pagar siquiera un tercio del arriendo de su casa, son
obtenidos a raíz de desempeñarse en horas de trabajo que son adicionales a las
44 hrs. contratadas en la Universidad, en un tiempo no inferior a 25-30 horas
semanales, horario laboral que es, por decir lo menos, evidentemente dañino
para su salud física y mental.
En efecto, el señor Basso, lunes por medio, todos los martes, y todos los
viernes, se retira del trabajo a las 4pm para permanecer con sus hijos el tiempo
convenido en el acuerdo –tiempo que él valora enormemente-. Esas cinco horas
semanales promedio que deja de trabajar esos días, las recupera los días que no
está con los niños, es decir los miércoles y los jueves, trabajando desde las 9:00
hasta las 20:30. Por lo tanto el ingreso adicional, variable e incierto, que genera
es obtenido a costa de las horas de trabajo que realiza después de las 21:00hrs
los días de semana y con muchas horas los fines de semana. Esta situación
laboral extrema mantiene al señor Basso, ciertamente, en un estado de
cansancio, estrés y ansiedad que ha mermado su salud.
Por otra parte, el aporte convenido ha sufrido alzas importantes desde la
fecha del acuerdo: Primero, la suma dineraria aumentó en enero de este año
2018 y el pafo de escolaridad aumentó también en marzo del mismo año, debido
a mayores costos de escolaridad, pues Amelia y Vicente pasaron del jardín
infantil al colegio.
Por otra parte, actualmente el señor Bassos vive con su pareja, los dos
hijos de ésta y recibe a sus tres hijos el 50% de los días del mes, lo que lo obliga a
pagar un arriendo mayor que le permita albergar a siete personas la mitad de
los días del mes.

Por último, existe una serie de gastos extraordinarios que son


importantes, que no existían a la época de la suscripción del acuerdo y que debe
ser considerados: gastos médicos, exámenes y cirugías, del alimentante. En
efecto, el señor Basso presenta una condición médica de diagnóstico incierto, y
que ha sido estudiada, de manera muy costosa, a lo largo de estos años. Los
gastos asociados son cuantiosos, puesto que en muchos casos se ha tratado de
exámenes que no están codificados por las Isapres o que han debido ser
enviados al extranjero. Su condición, además, ha implicado la necesidad de
realizarse algunas cirugías. Estos costos adicionales son extremadamente
variables, más aun cuando en su debe someterse a un estrés físico mayor, pese a
no constar aun con un diagnóstico certero. Los posibles diagnósticos son: una
forma atípica de fibrosis quística o una enfermedad autoinmune de baja
prevalencia. Tener una estimación de cuáles serán los gastos futuros, en
consecuencia, es muy difícil.
Por otra parte, además del pago del dividendo del inmueble que habita la
actora y los hijos alimentarios, existen una serie de deudas conjuntas que
quedaron en la cuenta corriente del demandado al momento de la separación. A
mayor abundamiento, tras la separación el señor Basso quedó sin muebles ni
artefactos de línea blanca y tuvo que adquirir un vehículo que le permitiese
transportar tres sillas de niños. Para poder solventar todos estos gastos, tuvo
que contratar dos créditos de consumo, parte de lo cual se encuentra pagando
hasta la fecha.
Aparte de estas deudas formales con el sistema bancario, y dado lo difícil
de su situación financiera, debió recurrir a préstamos de famili8ares, para poder
completar los recursos mensuales necesarios.
Por su parte, la madre posee el título de Ingeniero Civil de la Universidad
de Chile, al igual que el señor Basso. Asimismo, posee el grado de Magister en
Ciencias de la Ingeniería, aunque su grado es de la University of British
Columbia, en Canadá (una Universidad dentro de las mejores 40 del mundo).
Ella obtuvo su grado en el año 2006, lo que no consigna en su demanda.
Ambos poseen el grado de Doctor otorgado por la University of British
Columbia, Canadá. El grado de la señora Rouse fue obtenido recientemente.
Es decir, no existe diferencia alguna en términos de calificaciones entre la
madre y el padre, que pudiese explicar una diferencia en su capacidad de
generar ingresos, especialmente considerando que los niños permanecen con
cada uno el mismo tiempo durante el mes calendario.
Respecto de su situación laboral, si bien sostiene que fue desvinculada en
Marzo de 2017 de la Universidad Diego Portales, lo que sucedió en realidad fue
que resultó mal calificada pero ella decidió no apelar. El argumento que expresó
en ese momento fue que necesitaba un cambio, y que ya tenía trabajo de tres
cuartos de jornada en una firma consultora, lo que le vendría bien para bajar la
intensidad de su trabajo. Una vez terminadas sus labores en esa consultora, la
madre planteó que pasaría un tiempo sin trabajar, usando para financiarse el
desahucio de la Universidad Diego Portales, lo que beneficiaría a los niños.
Cabe destacar que este trabajo de tres cuartos de jornada, o el período sin
trabajar, se debe contrastar con el esfuerzo de cerca de 70 horas de trabajo
semanales que realiza el señor Basso. La señora Rouse manifiesta en su
demanda que no ha encontrado trabajo en una Universidad, el que sería su área
de desarrollo profesional, pero no explica qué otros intentos ha hecho por
generar mayores ingresos ha realizado, considerando la empleabilidad de un
ingeniero civil de la Universidad de Chile con Magister y doctorado en la
University of British Columbia.
Respecto de sus gastos y otros ingresos, la madre, sin trabajar las horas
que trabaja el padre, tiene una empleada doméstica jornada completa, piscina,
encargado de la piscina, televisión por cable y jardinero. Tiene, además, una
casa en el balneario de Pichidangui, el que le genera ingresos por arriendo y le
permite vacacionar sin incurrir en costos, contrario a lo que sucede en el caso de
mi representado.
Con todos los antecedentes aportados, se puede ahora analizar la
situación global y la demanda que la madre lleva adelante: lo primero que se
debe observar es que el aporte que el alimentante ha hecho en el tiempo,
corresponde, en promedio, a un 70% en 2017 y 80% en 2018, de su sueldo fijo
por el que trabaja 44 hrs. Es decir, su aporte ha venido creciendo en el
tiempo y, a pesar de eso, se lo demanda por más.
Es así que la demandada reconoce que el padre paga en la actualidad el
80% del gasto de los hijos cuando están con ella (esto sin comenzar a discutir si
los gastos que plantea son o no razonables) y, por lo tanto, reconoce que el
padre paga además el 100% del gasto de los hijos cuando están con él. No
obstante lo anterior, y el aumento del aporte en el tiempo, la demandante
plantea subir la suma dineraria en $470.000, y que el padre pague ya no el 50%
de los gastos adicionales sino que el 80%. Con esto, el padre llegaría al 91% del
gasto de los hijos cuando están con la madre, además del 100% cuando están
con él. Lo que pretende la madre, en la práctica, puede calcularse de manera
sencilla: Si lo que ella demanda hubiese estado en práctica en el año 2018, el
padre hubiese tenido que aportar el 98,2% de su sueldo fijo.
Es decir, la madre, que tiene las mismas calificaciones laborales que el
padre pero pretende que éste le entregue, completo, todo su salario.
No solo no corresponde este aumento de pensión si no que, por
el contrario, lo que corresponde es una rebaja, que contrarreste la
tendencia al alza que ha tenido el aporte que realiza el señor Basso.
La madre menciona en su libelo que el padre obtendría una
remuneración por las 44 horas que trabaja en la Universidad de Chile de
aproximadamente $4.300.000. La verdad es que, tal como se acreditará en la
oportunidad procesal que corresponde, sus liquidaciones de demuestran que
esto no es así: su ingreso líquido nunca ha superado los cuatro millones de
pesos y, de hecho, disminuyó en el año 2018. De hecho, su ingreso disminuyó en
2018.
En razón de lo expuesto, es que vengo en solicitar a US. se tenga por
contestada dentro de plazo la demanda de aumento de alimentos y
rechazarla en todas sus partes con costas, por resultar
absolutamente improcedente dado que el cambio de circunstancias
solo justifica una rebaja de los mismos, como se solicita en un otrosí.

ANTECEDENTES DE DERECHO

Los artículos 321 y siguientes del Código Civil regulan el derecho de


alimentos, señalando a quiénes y bajo qué circunstancias se deben alimentos,
entendiendo siempre que los alimentos deben habilitar al alimentado para
subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social como
ha señalado el artículo 323 del cuerpo citado, dando muestras del carácter
asistencial que tiene la pensión de alimentos en nuestro sistema jurídico.

Por su parte, la Ley 14.908 sobre Abandono de Familia y pago de


pensiones alimenticias establece la forma en que se realizará la contribución
económica a los hijos.

Se encuentra establecido que la obligación del padre de dar alimentos a


sus hijos ha sido recogida por nuestro legislador en el marco de un carácter
asistencial, y en el entendido que este beneficio debe habilitar para subsistir de
manera modesta, atendida la condición social de los alimentarios, no pudiendo
pretenderse que el alimentante mantenga el nivel y condiciones de vida del
grupo familiar, en circunstancias que a partir de la separación debe hacerse
frente a una duplicidad de gastos de subsistencia.

En este sentido es importante destacar que tanto el artículo 134 como


el 160 del Código Civil han dispuesto que ambos padres deben proveer a las
necesidades de los hijos comunes, atendiendo a sus facultades económicas y en
proporción a sus ingresos.

Es precisamente en tal sentido que el artículo 329 del Código Civil ha


determinado que: “En la tasación de los alimentos se deberán tomar siempre en
consideración las facultades del deudor y sus circunstancias domésticas”.

Por su parte el artículo 330 del mismo cuerpo legal nos confirma que
los alimentos no se deben sino en la parte en que los medios de subsistencia del
alimentario no le alcancen para subsistir de un modo correspondiente a su
posición social.

Finalmente, el artículo 332 del Código Civil, establece que los


alimentos se entienden concedidos para toda la vida del alimentario,
continuando las circunstancias que legitimaron la demanda no
existiendo en la especie circunstancias que justifique una rebaja de los
alimentos vigentes, sino muy por el contrario, los cambios que se han
presentado solo permitirían acceder a la rebaja que se demanda
reconvencionalmente en un otrosí.

Por tanto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 58 de la Ley


19.968, 321 y siguientes del Código Civil y muy especialmente su artículo 332,
normas contempladas en la Ley 14.908 y demás normas legales citadas y
pertinentes,

Ruego a US.: Se sirva tener por contestada la demanda de Aumento de


pensión de alimentos interpuesta por doña Pascale Corine Amelie Rouse
Hollemart en representación de sus hijos Martina, Amelia y Vicente, de 7 y 4
años de edad respectivamente, en contra de mi representado, don Leonardo
Basso Sotz, todos debidamente individualizados en estos autos, y rechazarla
en todas sus partes, con costas.

Primer otrosí: Que, en representación de don LEONARDO JAVIER


BASSO SOTZ, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número
12.868.350-K, con domicilio en calle Guillaume Apollinaire Nº6656, comuna de
Vitacura, encontrándome dentro de plazo y de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 58 de la Ley 19.968 sobre Tribunales de Familia, vengo en contestar
la demanda de Modificación de Régimen de relación directa y regular
interpuesta en contra de mi representado, por doña Pascale Corine Amelie
Rouse Hollemart, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número
13.435.261-2, domiciliada en calle Lo Arcaya N° 1889, comuna de Vitacura, en
representación de sus hijos Martina Sofia, Amelia Cristina y Vicente Emilio, de
7 y 4 años de edad respectivamente, en los siguientes términos:

ANTECEDENTES DE HECHO

En esta materia debemos partir señalando que el acuerdo vigente es el


siguiente, en el que se alternan dos tipos de semanas:

Semana Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo


A Padre* Padre con Madre Madre Padre con Padre Padre
pernoctación pernoctación
B Madre Padre con Madre Madre Padre* Madre Madre
pernoctación
*: Los hijos son recogidos por el Padre, usualmente cerca de las 17:00, y vuelven
a dormir, comidos y en pijama, entre 20:00 y 20:30 a la casa de madre

Este acuerdo deja a ambos padres con la misma cantidad de tardes, en un


período de dos semanas. Adicionalmente, forma parte del acuerdo que el padre
lleva a los hijos al colegio todos los lunes, miércoles y viernes.

Respecto de la demanda, cabe señalar que parece razonable cambiar la


visita de los días viernes antes de un fin de semana que están con la madre, al
jueves y con pernoctación. Lo que no resulta admisible, es que esto se de todos
los jueves y que el padre pierda la visita del lunes que viene después de un fin de
semana con la madre, porque eso implicaría que él dejaría de ver a los niños un
viernes en la mañana, y no los volvería a ver hasta el martes siguiente en la
tarde. Es decir, serían cuatro días y tres cuartas partes de quinto (viernes,
sábado, domingo, lunes y gran parte del martes) sin permanecer con el padre, lo
que a nuestro juicio y considerando el estrecho vínculo que mantiene el señor
Basso con sus hijos y la corta edad de éstos, es excesivo.
En consecuencia, lo que esta parte propone es lo siguiente:

Semana Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo


A Padre* Padre con Madre Madre Padre con Padre Padre
pernoctación pernoctación
B Madre Padre con Madre Padre con Madre Madre Madre
pernoctación pernoctación

Respecto de las Vacaciones: La madre propone pasar de los 12 días


continuos que tienen a la fecha, a 14, lo que esta parte acepta, proponiendo
tomar los catorce primeros días.

Respecto de los cumpleaños, la madre propone pasar de lo que se


encuentra acordado: “El cumpleaños con amigos y compañeros será
organizado por ambos padres, teniendo ambos derecho a estar presentes en
esa celebración. Salvo que de mutuo acuerdo decidan algo diferente, a esta
celebración no asistirá nadie de las familias cercanas de los padres, salvo
acuerdo expreso previo”, a alternar la organización y presencia de los padres en
los cumpleaños, con lo que no estamos de acuerdo puesto que afectaría
directamente a los niños de autos. Los cumpleaños con los compañeros son una
de las pocas ocasiones en que los hijos comunes tienen a sus padres juntos. De
hecho, este año 2018, la madre informó el 7 de Agosto que no participaría, ni en
presencia ni financieramente, del cumpleaños de los hijos en común, en
circunstancias que los cumpleaños son el 14 y el 22 de Agosto, y los hijos y los
compañeros ya estaban avisados de las celebraciones. Esto obligó al señor Basso
a llevar adelante solo ambos cumpleaños con los compañeros considerando que
los niños no tienen por qué sufrir por las malas decisiones de los adultos.
En consecuencia, solicitamos que se considere lo expuesto al momento de
resolver sobre la acción interpuesta, y, particularmente lo planteado en la
demanda reconvencional de modificación de relación directa y regular
interpuesta en un otrosí de esta presentación.
EL DERECHO:

Encontrándose previsto y regulado en nuestra legislación el derecho del


que goza el padre, que no habita con sus hijos, a mantener con ellos una relación
directa y regular, debo señalar que es el propio artículo 229 del Código Civil
el que establece que: “El padre o madre que no tenga el cuidado personal del
hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que consiste en
mantener con él una relación directa y regular, la que ejercerá con la frecuencia
y libertad acordada con quien lo tiene a su cargo, o, en su defecto, con las que el
juez estimare conveniente para el hijo”.

En este mismo sentido, el artículo 48 de la Ley de Menores, en


virtud de lo dispuesto por la Ley 19.711, establece que: “...el padre o madre que
no tuviere el cuidado personal del hijo mantendrá con él una relación directa y
regular”.

Por su parte el artículo 9º de la Convención Internacional de los


Derechos del Niño señala que “se deberá respetar el derecho del niño que
está separado de uno o ambos padres a mantener relaciones personales y
contacto directo con ambos padres de modo regular”.

El artículo 8º de la misma Convención compromete a los Estados


Partes a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidas sus
relaciones de familia.

El artículo 12, a su vez, garantiza el derecho del niño a expresar su


opinión libremente en todos los asuntos que le afecten, teniéndose en cuenta su
opinión, en función de la edad y madurez. En el número dos del citado artículo
se señala además que se le dará la oportunidad de ser escuchado en todo
procedimiento judicial que le afecte.

A este respecto cabe también señalar que, como sostiene el artículo 16


de la ley de Tribunales de Familia, el interés superior del niño, niña o
adolescente, es un principio rector que el juez de familia debe tener siempre
como consideración principal en la resolución del asunto sometido a su
conocimiento, y que ha sido también recogido en el artículo 3º de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño, así como en el inciso final del artículo
242 del Código Civil.

Por tanto, en mérito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 229 y


242 del Código Civil, Ley 16.618, Ley 19.711, artículos 8º, 9º y 12 de la
Convención Internacional de los Derechos del Niño, y artículos 58 y 16 de la
Ley 19.968 sobre Tribunales de Familia, y demás disposiciones legales citadas
y pertinentes,

Ruego a US.: Se sirva tener por contestada en los términos indicados la


demanda de Modificación de Relación directa y regular interpuesta por doña
Pascale Corine Amelie Rouse Hollemart en representación de sus hijos
Martina, Amelia y Vicente, de 7 y 4 años de edad respectivamente, en contra de
mi representado, don Leonardo Basso Sotz, todos debidamente
individualizados en estos autos.

Segundo otrosí: En representación de don LEONARDO JAVIER


BASSO SOTZ, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número
12.868.350-K, con domicilio en calle Guillaume Apollinaire Nº6656, comuna de
Vitacura, vengo en interponer demanda reconvencional de Rebaja de Alimentos
en contra de doña Pascale Corine Amelie Rouse Hollemart, ingeniero
civil, cédula nacional de identidad número 13.435.261-2, domiciliada en calle
Lo Arcaya N° 1889, comuna de Vitacura, en representación de sus hijos
Martina Sofía, Amelia Cristina y Vicente Emilio, de 7 y 4 años de edad
respectivamente en base a los siguientes antecedentes:

ANTECEDENTES DE HECHO

Atendido que los antecedentes expuestos en la contestación de la


demanda de aumento de alimentos son los mismos que fundamentan esta
demanda reconvencional de Rebaja de alimentos, vengo en solicitar se tengan
por expresamente reproducidos, en virtud del principio de economía procesal,
la totalidad de los antecedentes expuestos en lo principal de esta presentación,
solicitando una rebaja de los alimentos vigentes a una suma que no supere el
50% de los ingresos fijos y permanentes del señor Basso consignados en sus
liquidaciones de remuneraciones correspondientes al contrato de jornada
completa en la Universidad de Chile, como Profesor Asociado en el
Departamento de Ingeniería Civil, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas,
manteniendo el 50% del pago de los gastos adicionales, lo que requiere que la
suma dineraria disminuya a lo menos en $330.000, debiendo cautelar, además,
que esta rebaja no implique que la madre pueda decidir unilateralmente el
cambio de los niños de colegio.

ANTECEDENTES DE DERECHO

Los artículos 321 y siguientes del Código Civil regulan el derecho de


alimentos, señalando a quiénes y bajo qué circunstancias se deben alimentos,
entendiendo siempre que los alimentos deben habilitar al alimentado para
subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social como
ha señalado el artículo 323 del cuerpo citado, dando muestras del carácter
asistencial que tiene la pensión de alimentos en nuestro sistema jurídico.

Por su parte, la Ley 14.908 sobre Abandono de Familia y pago de


pensiones alimenticias establece la forma en que se realizará la contribución
económica a los hijos.

Se encuentra establecido que la obligación del padre de dar alimentos a


sus hijos ha sido recogida por nuestro legislador en el marco de un carácter
asistencial, y en el entendido que este beneficio debe habilitar para subsistir de
manera modesta, atendida la condición social de los alimentarios, no pudiendo
pretenderse que el alimentante mantenga el nivel y condiciones de vida del
grupo familiar, en circunstancias que a partir de la separación debe hacerse
frente a una duplicidad de gastos de subsistencia.

En este sentido es importante destacar que tanto el artículo 134 como


el 160 del Código Civil han dispuesto que ambos padres deben proveer a las
necesidades de los hijos comunes, atendiendo a sus facultades económicas y en
proporción a sus ingresos.
Es precisamente en tal sentido que el artículo 329 del Código Civil ha
determinado que: “En la tasación de los alimentos se deberán tomar siempre en
consideración las facultades del deudor y sus circunstancias domésticas”.

Por su parte el artículo 330 del mismo cuerpo legal nos confirma que
los alimentos no se deben sino en la parte en que los medios de subsistencia del
alimentario no le alcancen para subsistir de un modo correspondiente a su
posición social.

Especial importancia reviste el artículo 332 del Código Civil,


norma que establece que los alimentos se entienden concedidos
para toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias
que legitimaron la demanda existiendo en la especie circunstancias que
justifican un aumento de los alimentos vigentes.

Y, finalmente, debe considerarse el límite establecido por el artículo 7°


de la ley 14.908.

Por tanto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 58 de la Ley


19.968, 321 y siguientes del Código Civil y muy especialmente su artículo 332,
normas contempladas en la Ley 14.908 y demás normas legales citadas y
pertinentes,

Ruego a US.: se sirva tener por interpuesta, en la representación que


invisto, demanda reconvencional de Aumento de Alimentos en contra de doña
PASCALE CORINE AMELIE ROUSE HOLLEMART, ya individualizada,
respecto de sus hijos menores de edad MARTINA, VICENTE Y AMELIA,
todos de apellidos BASSO ROUSE, a fin que se rebaje la pensión de alimentos
vigente a una suma que no supere el 50% de los ingresos fijos y permanentes del
señor Basso consignados en sus liquidaciones de remuneraciones
correspondientes al contrato de jornada completa en la Universidad de Chile,
como Profesor Asociado en el Departamento de Ingeniería Civil, Facultad de
Ciencias Físicas y Matemáticas, manteniendo el 50% del pago de los gastos
adicionales, con costas.
Tercer otrosí: En representación de don LEONARDO JAVIER BASSO
SOTZ, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número 12.868.350-K, con
domicilio en calle Guillaume Apollinaire Nº6656, comuna de Vitacura, vengo en
interponer demanda reconvencional de modificación de relación
directa y regular en contra de doña Pascale Corine Amelie Rouse
Hollemart, ingeniero civil, cédula nacional de identidad número 13.435.261-
2, domiciliada en calle Lo Arcaya N° 1889, comuna de Vitacura, a objeto de
que se modifique el régimen comunicacional vigente entre mi representado y
sus hijos MARTINA, VICENTE y AMELIA, de 7 y 4 años respectivamente,
en los términos que a continuación se señalan en base a los siguientes
antecedentes:

ANTECEDENTES DE HECHO

Atendido que los antecedentes expuestos en la contestación de la


demanda de aumento de alimentos son los mismos que fundamentan esta
demanda reconvencional de Rebaja de alimentos, vengo en solicitar se tengan
por expresamente reproducidos, en virtud del principio de economía procesal,
la totalidad de los antecedentes expuestos en el primer otrosí de esta
presentación.
En este punto cabe destacar que dos aspectos del régimen vigente que
deben flexibilizarse, destacando que estos acuerdos fueron impuestos al señor
Basso cuando aún no se firmaba el acuerdo de divorcio, dificultando su relación
con los niños de autos, en circunstancias que el régimen que habían
consensuado las partes antes del acuerdo, tenía las mismas características que
finalmente fueron acordadas.
El petitorio de esta parte en materia de modificación de la relación
directa y regular es el siguiente:
a. En todos los acuerdos del punto QUINTO se establece que es el
Padre quien debe retirar a los niños. Por ejemplo “El padre
retirará a los niños desde el hogar materno entre las diecisiete y
las diecisiete treinta horas del día viernes…”. Esto, por cierto, será
así siempre que sea posible. Pero en ocasiones surgen otras
obligaciones ineludibles por lo que solicitamos que el acuerdo
tenga una mayor flexibilidad: “El padre o quien él designe,
retirará a los niños desde el hogar materno…”
b. El punto QUINTO letra (e) dice: “La Madre o el Padre se deberán
avisar recíprocamente dónde dormirán los niños cuando sea en
un lugar diferente de la casa de la Madre o el Padre
respectivamente. Si alguno de los niños no duerme con el padre o
madre o los abuelos, se requerirá discusión y aprobación por
parte de ambos padres para definir la pertinencia. Los niños no
pueden pernoctar en una casa que no sea la del padre/madre o
abuelos, salvo que alguno de estos últimos pernocte con los
niños”. Nos parece que con la edad de los niños y la
responsabilidad y presencia que el padre ha mantenido siempre
respecto de sus hijos, basta con señalar que “La Madre o el Padre
se deberán avisar recíprocamente dónde dormirán los niños
cuando sea en un lugar diferente de la casa de la Madre o el
Padre respectivamente.”, eliminando el resto del párrafo.
c. Viajes. Por razones laborales, mi representado debe viajar con
una frecuencia de 3 a 5 veces en el año. La madre también viaja y,
posiblemente de trabajar en una Universidad, lo hará más
frecuentemente. Hasta ahora, los viajes han sido tratados en gran
medida dependiendo de los estados de ánimo, lo que sólo aumenta
la tensión entre las partes. Para tener una solución general al tema
de los viajes por trabajo, esta parte solicita se establezca lo
siguiente:
i. Los padres siempre tratarán, en la medida que sea posible,
que los viajes de trabajo no afecten los fines de semana que
a cada uno corresponde con los niños, lo que no siempre
será posible por las fechas inamovibles de conferencias o
charlas, o por lo lejano del destino.
ii. En caso de que un viaje afecte un fin de semana en que a un
padre le corresponde permanecer con sus hijos, las partes
acordarán un intercambio de fines de semana.
iii. Respecto de los días de semana con pernoctación en casa
del padre que se vean afectados, la primera prioridad será
que esa noche pernocten donde la madre. Si es necesario
que la madre le pida a la nana que se quede a dormir, el
padre pagará esa noche extra (como ha ocurrido en
ocasiones anteriores). Si la madre no pudiese o no quisiere,
entonces el padre se hará cargo de resolver la pernoctación
de los niños y la ida al colegio con la ayuda de terceros.
iv. Respecto de las visitas sin pernoctación que se vean
afectadas, éstas se cumplirán igual, en casa del padre –
donde Amelia, Vicente y Martina pueden compartir
normalmente con la pareja del Padre y sus hijos con
quienes mantienen una excelente relación- o en casa de los
abuelos o tías.
v. Respecto de los traslados al colegio de los lunes, miércoles y
viernes que se vean afectados por un viaje, si la madre no
puede o no quiere llevarlos, el padre deberá coordinar los
traslados con terceros.

EL DERECHO:

Encontrándose previsto y regulado en nuestra legislación el derecho del


que goza el padre, que no habita con sus hijos, a mantener con ellos una relación
directa y regular, debo señalar que es el propio artículo 229 del Código Civil
el que establece que: “El padre o madre que no tenga el cuidado personal del
hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que consiste en
mantener con él una relación directa y regular, la que ejercerá con la frecuencia
y libertad acordada con quien lo tiene a su cargo, o, en su defecto, con las que el
juez estimare conveniente para el hijo”.

En este mismo sentido, el artículo 48 de la Ley de Menores, en


virtud de lo dispuesto por la Ley 19.711, establece que: “...el padre o madre que
no tuviere el cuidado personal del hijo mantendrá con él una relación directa y
regular”.
Por su parte el artículo 9º de la Convención Internacional de los
Derechos del Niño señala que “se deberá respetar el derecho del niño que
está separado de uno o ambos padres a mantener relaciones personales y
contacto directo con ambos padres de modo regular”.

El artículo 8º de la misma Convención compromete a los Estados


Partes a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidas sus
relaciones de familia.

El artículo 12, a su vez, garantiza el derecho del niño a expresar su


opinión libremente en todos los asuntos que le afecten, teniéndose en cuenta su
opinión, en función de la edad y madurez. En el número dos del citado artículo
se señala además que se le dará la oportunidad de ser escuchado en todo
procedimiento judicial que le afecte.

A este respecto cabe también señalar que, como sostiene el artículo 16


de la ley de Tribunales de Familia, el interés superior del niño, niña o
adolescente, es un principio rector que el juez de familia debe tener siempre
como consideración principal en la resolución del asunto sometido a su
conocimiento, y que ha sido también recogido en el artículo 3º de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño, así como en el inciso final del artículo
242 del Código Civil.

Por tanto, en mérito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 229 y


242 del Código Civil, Ley 16.618, Ley 19.711, artículos 8º, 9º y 12 de la
Convención Internacional de los Derechos del Niño, Ley 19.968 sobre
Tribunales de Familia, especialmente su artículo 16 y demás disposiciones
legales citadas y pertinentes,

Ruego a US.: se sirva tener por interpuesta, en la representación que


invisto, demanda reconvencional de Modificación de régimen de relación
directa y regular entre mi representado, don LEONARDO JAVIER BASSO
SOTZ y sus hijos menores de edad MARTINA, VICENTE Y AMELIA, en
contra de doña PASCALE CORINE AMELIE ROUSE HOLLEMART, todos
debidamente individualizados, a fin que se Modifique el régimen
comunicacional vigente, en los términos solicitados o en los que US. estime más
adecuados para el normal desarrollo de los niños de autos, con costas.

Cuarto otrosí: Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 106 de la


Ley 19.968, vengo en acompañar Acta de mediación frustrada extendida por la
mediadora inscrita doña Sylvana Aranda Castellano con fecha 11 de diciembre
de 2018.

Quinto otrosí: Sírvase SS. tener presente que comparezco en


representación de don LEONARDO JAVIER BASSO SOTZ, en virtud de
escrito de patrocinio y poder presentado en estos autos el día 11 de diciembre
pasado.

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