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Mujer y Polftica
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MUJERES Y POLITICA
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Ana Maria Yáñez


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MUJERES Y POLITICA
EL PODER ESCURRIDIZO
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Ana Maria Yáñez

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Programa de Participación Polftlca y Udel azgo
Textos a cargo de Ana María Yáñez, Coordinadora Ejecutiva de PROMUJER, con el aporte del equipo de
Participación Política y Liderazgo de Manuela Ramos: Lisbeth Guillén, Coordinadora Adjunta, Jennie Da-
dor y Zadid Vega quien se sumó para el último proceso electoral. El apoyo secretaria! estuvo a cargo de
Milagros Mogollón y Lucía Chumpitaz.
Victoria Villanueva, Coordinadora General del Movimiento Manuela Ramos, aporta su visión sobre las
"cuotas".
Rosa María Alfaro de Calandria, aporta un análisis del comportamiento de los medios de comunicación
en el proceso electoral del año 2000.

© Movimiento Manuela Ramos


Av. Juan Pablo Fernandini 1550, Pueblo Libre
Lima 21 - Perú
Teléfono: 423.8840
Fax: 332.1280 / 423.4031
E-mail: postmast@manuela.org.pe
http: //www.manuela.org.pe
Primera edición: agosto del 2001

Hecho el depósito legal: Registro N' 1501132001-4258


Impresión: Línea & Punto S.A.
RUC: 20109259757
Av. Arnaldo Márquez 2250, Jesús María - Telf: 463.6355

Manuela Ramos agradece a Etna Velarde por su colaboración con el dibujo de la carátula.

Esta publicación ha sido posible gracias al apoyo de la Oficina de Iniciativas Democráticas de la A1¡encia 1
para el Desarrollo de los Estados Unidos de América, USAID, bajo el Convenio 527-G-00-98-00257--00

las opiniones contenidas en esta publicación no comprometen a USAID, son de entera responsabilidad
de las autoras.
PRESENTACIÓN ....................................................................................................... 11

l. EL FACTOR SIMBÓLICO DE LAS CUOTAS .....•.•.••...............................•. 13

11. LA ACCIÓN INTERNACIONAL COMO PRECEDENTE .............................. 15

111. LOS PROCESOS ELECTORALES DE 1998, 2000 Y 2001 ...................... 17


1. LA EXPEDICIÓN DE LAS NORMAS SOBRE CUOTAS .................................... 19
2. ELECCIONES MUNICIPALES 1998 .................................................................. 23
2.1. CONTEXTO POtiTICO .......................................................................... 23
2.2. ZONAS DE INTERVENCIÓN .................................................................. 24
2.3. ACTUACIÓN DE PROMUJER ................................................................. 25
a) Problemas legales en la primera aplicación de la ley ............................ 26
• El valor de la fracción ....................................................................... 26
• La inclusión del candidato a alcalde o alcaldesa en la cuOla ........... 27
• Un precedente judisdiccíonal: el redondeo de cifras en
Huancayo y el fallo del JNE ............................................................. 28
b) Los adores polfticos ............................................................................... 29
• la oferta y la demanda de candidaturas femeninas ............................... 29
• Las opciones de las agrupaciones polllícas: ........................................... 29
> La mujer como caudal polllico .............................................................. 29

-S-
> la mujer como "relleno" ................................................................. 30
> las mujeres utilizadas ....................................................................... 31
• las oportunidades, posibilidades y limitaciones de las mujeres ...... 31
l> El despertar de la vocación de poder ................................................ 31
)> El municipio como posibilidad de un puesto de trabajo .................. 31
l> la limitación económica .................................................................. 32
l> la presencia de las mujeres en las mentes de los políticos ............... 32
l> El entrenamiento político .................................................................. 32
l> El aporte de las mujeres a la política ................................................. 32
• Estilos de campaña ............................................................................ 33
• las elegidas y el ejercicio del poder ................................................. 3 3
c) Las cifras de la cuota .............................................................................. 34
• Regidurías y Alcaldías ....................................................................... 34
• Tendencias o hipótesis ....................................................................... 36
d) Encuesta de opinión pública sobre elecciones municipales .................. 38
• Conoce la llamada "Ley de Cuotas?" ................................................. 38
• Considera muy importante la presencia de la mujer en las
listas de elecciones municipales? ...................................................... 39
• Considera nada importante la presencia de las mujeres en
las listas de elecciones municipales? ................................................. 39
• Cree que ha habido una participación importante de las
mujeres en las listas de su distrito y de su provincia? ........................ 40
e) Propuestas para mejorar la participación política de mujeres ............... 41
• Defensoría del Pueblo ....................................................................... 41
• Movimiento Manuela Ramos ............................................................ 41

-6 -
f) Resistencias encontradas ....................................................................... 42

• En las organizaciones pohlicas ......................................................... 43


• Entre hombres y mujeres ................................................................... 43
• Entre las mujeres ............................................................................... 44
• En la opinión pública ........................................................................ 44
g) Ausentismo, votación y ciudadanía ....................................................... 45
h) Relevancia de PROMUIER ..................................................................... 45

3. ELECCIONES GENERALES 2000 ...................................................................... 48


3.1. CONTEXTO POLÍTICO .......................................................................... 48
3.2. ZONAS DE INTERVENCIÓN ................................................................. 51
3.3. ACTUACIÓN DE PROMUJER ............................................................... 52
a) Escenario electoral, cuota de mujeres y expectativas ............................ 53
b) Encuestas de opinión pública sobre elecciones generales .................... SS
• Conoce usted la llamada ley de cuotas? ........................................... SS
• Aprueba que cada lista que se presente al Congreso
lleve 2So/o de mujeres? ..................................................................... S6
• Cree que esta medida logrará que haya más
mujeres en el Congreso? ................................................................... 56
• Se sentiría inclinado a votar por una mujer para el
Congreso de la República? ................................................................ 5 7
• Cree que defendería mejor los intereses de su región? ...................... 57
e) Elección presidencial ............................................................................. 58

• las opciones presidenciales según el sexo del elector ...................... 58


d) Elecciones congresal ............................................................................. 59
• las mujeres votan más por mujeres que los hombres ...................... 59

-7-
• Las Mujeres en el Congreso 2000 - 2005 ......................................... 60

• Feminismo y autoritarismo ................................................................ 61

• El asunto de la representación política ............................................. 62

• Composición del Congreso y "la cuota" de mujeres .•....................... 64

• Votación obtenida: más subieron las mujeres ................................... 65

• De candidatas a alcaldesas a congresistas ......................................... 66

4. ELECCIONES GENERALES 2001 ..................•................................................... 68

4.1. CONTEXTO POLITICO ............................................................................ 68


a) Cambios en la elección de congresistas: Distrito Electoral
Ünico (DEU) por Distrito Electoral Múltiple (DEM) ............................... 69

b) Se incrementa porcentaje mínimo de mujeres y varones


que deben integrar las listas de candidatos ............................................ 70

e) La campaña electoral ............................................................................. 70

4.2. ZONAS DE INTERVENCIÓN .................................................................... 71

4.3. ACTUACIÓN DE PROMUJER .................................................................. 72

al Encuestas sobre procesos políticos y electorales .................................... 73

• Sobre el gobierno de transición y el proceso electoral ..................... 73

• Sobre el ejercicio del derecho al voto ............................................. 73

• Sobre los principales problemas que debe


resolver el próximo gobierno ............................................................ 73

b) Disminución de cuota de mujeres al Congreso por parte del )NE ......... 74


e) Elección Presidencial ............................................................................. 76

• la precariedad política ..................................................................... 77


• El voto diferenciado entre hombres y mujeres .................................. 78

d) Elecciones Congresales y presencia de la mujer .................................... 79

-8 -
• La cuota y la composición del Congreso por sexo ............................ 79
• Composición del Congreso por organización política y sexo ........... 81
• Composición del Congreso por Distrito Electoral y sexo .................. 81
• los más votados y las más votadas .................................................... 81
• Movilidad en las listas: Las mujeres subieron más ............................. 84
• Reelección y votación ....................................................................... 84
• las no elegidas .................................................................................. 84

5. ALIANZAS Y COMPROMISOS ........................................................................ 86


5.1 Con otras organizaciones no gubernamentales ...................................... 86
5.2 Con instancias oficiales .......................................................................... 87
5.3 Con la cooperación internacional ......................................................... 88
5.4 Con los medios de comunicación .......................................................... 88

6. PUBLICIDAD DE LOS TEMAS TRABAJADOS .................................................. 89

7. PROMUJER EN INFORMES OFICIALES ........................................................... 91

IV. ENCUESTA POST ELECTORAL .............................................................. 93

V. CONCLUSIONES, LOGROS Y DESAFIOS ............................................ 105


al Conclusiones ............................................................................................ 105
bl Logros y desafíos ....................................................................................... 107

-9 -
DEBILIDADES ÉTICAS DE UNA ESFERA PÚBLICA MARCADA POR
EL NEGOCIO: DEMOCRACIA Y GÉNERO A LA DERIVA
Rosa María Alfaro Moreno ....................................................................................... 109
1. ¿Efectos políticos de los medios? .................................................................... 109

2. Uso político de medíos: populísmo de imagen y


ocultamiento del verdadero poder ................................................................ 111
3. la importancia de la mujer para medios y políticos de la dictadura:
suavizar el conflicto de género ...................................................................... 113
4. la mujeres como consumidoras de política: ilusión de integración
desde el espacio doméstico ........................................................................... 114
5. Retos de género y ley de cuotas .................................................................... 120

LA PARTICIPACIÓN POLITICA DE LAS MUJERES FORTALECE


LA DEMOCRACIA
Ana María Yáñez ..................................................................................................... 125
l. DESDE LA OFERTA: Las mujeres y sus aspiraciones ....................................... 125
11. DESDE LA DEMANDA: Fortalecimiento de la Democracia ........................... 128

111. TEMAS EN DEBATE ........................................................................................ 13 2

IV. LINEAMIENTOS PARA UNA PLATAFORMA DE ACCIÓN .............................. 132

a. Desde las mujeres ..................................................................................... 133


b. Desde la Democracia representativa ........................................................ 133

Anexo Nº 1 : Antecedentes y Recomendaciones de las Naciones


Unidas: entre la Equidad y el Desarrollo ........................................ 135

Anexo Nº 2: Países Latinoamericanos que cuentan con norma sobre cuotas ...... 155

Anexo Nº 3: Debates en el Congreso en torno a la dación de la Ley 26859


"Ley Orgánica de Elecciones", de la Ley 26864 de "Elecciones
Municipales" y de la Ley 27387 que establecieron e incrementaron
el porcentaje del mecanismo de cuotas .......................................... 157

- 10 -
En 1998 cuatro instituciones, MANUELA RAMOS, CALANDRIA, CESIP y CED:P nos re-
unimos para llevar adelante un programa de promoción política de mujeres, en el mar-
co de la expedición de las primeras normas legales de "cuotas• que asignaban un por-
centaje de espacios para las mujeres en las listas de candidatos a los municipios y al
Congreso de la República.
Esta publicación sistematiza los resultados y la intervención de Manuela Ramos en
los tres últimos procesos electorales: municipales de 1998 y generales (Presidente y Con-
greso) del 2000 y del 2001. El escenario poli\ico de los tres procesos fueron sustancialmen-
te diferentes y los márgenes que tuvimos para actuar también. En el proceso municipal
prácticamente no hubo problemas, más allá de los propios de una tarea novedosl. Así por
ejemplo, muchas mujeres rurales que iniciaban una relación con la política ofrecieron
ciertas resistencias pues parecía "sospechoso" que un grupo de mujeres se moviliz.ua desde
Lima para trabajar con ellas aspectos relativos al acto electoral o a las cuotas sin hacer pro-
selitismo político ni pedir nada cambio. las resistencias se fueron venciendo y los alcances
del trabajo dieron frutos que superaron nuestras expectativas.
El escenario político para las elecciones del año 2000 fue muy conflicti\éo; la ile-
gal postulación del Presidente a una tercera elección, polarizó las fuerzas p<•hlicas y
mientras las misiones de observadores señalaban los defectos del proceso e incidían en
el "déficit de legitimidad" que lo rodeaba, la re-relección del Presidente seguía ~u curso.
En este contexto, el régimen calificado de autoritario, presentó una lista de candidatas al
Congreso en la que las mujeres ocupaban los primeros puestos. Fue entonce; que se
inició, particularmente entre las mujeres, un ciclo de debates en tomo a la legitimidad de
la búsqueda de acceso al poder en el contexto de un régimen no democrático q.re pare-
cía destinado a perennizarse.
Luego llegaría la turbulencia de la caída del régimen fujimorista y con ella el ini-
cio de un periodo de transición que terminaría en un nuevo proceso electoral. :uando
pensábamos que en este nuevo escenario político tendríamos el campo abierto para
actuar a favor de mujeres democráticas, surgió el dilema entre nuestra apuesta p:>r "más
mujeres al poder" y el supuesto apoyo que esto significaba a la única candidata ¡¡ la pre-
sidencia, lourdes Flores Nano. Sus opositores políticos no dejaron de incomodarse con

- 11 -
nuestro mensaje pues sostenían que confundía a la población, en particular la femenina,
induciéndola a votar por la candidata presidencial. Se produjeron desde atentados a
nuestra publicidad hasta infundadas quejas ante la Defensoría del Pueblo, todo lo cual
no logró acallarnos. Sin embargo, la lección que nos dejó esta experiencia fue que en un
escenario democrático también encontramos resistencias.
El trabajo en consorcio de las cuatro instituciones ha sido enriquecedor y estimu-
lante. La posibilidad de confrontar ideas y opiniones políticas entre las integrantes nos
permitió abordar con éxito el sinuoso y empedrado camino de la política e iniciar con
muchas mujeres una ruta de familiarízación con la no muy bien tratada ni bien valorada
actividad política.
Agradecemos a USAID, a sus directivos y a su personal por su apoyo y compromi-
so con el progreso de las mujeres peruanas.

Lima, noviembre de 2001

ANA MARIA YÁÑEZ


Participación Polnica y Liderazgo

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Victoria Vil/;mueva

En la segunda mitad del siglo pasado la fuerza organizada de las mujeres en el mundo
hizo posible que se develaran múltiples aspectos de la vida cotidiana que permanecían
ocultos, aun cuando tenían incidencia en los asuntos públicos y del Estado pero que no
eran reconocidos como derechos.
la larga lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres ha tenido
momentos de gran efervescencia, encendidos debates con posiciones encontradas, con-
troversias importantes y siempre acompañados de movilizaciones y presion~ sociales.
Así fueron conquistando su lugar cuestiones que hoy son más bien consensuadas, como
decidir el número de hijos y su oportunidad, el rechazo a la violencia dorréstica. el
derecho al trabajo en igualdad de condiciones que el varón, el acceso al estu1io en to-
das las especialidades que las mujeres pudieran tener interés.
Sin embargo, es relativamente reciente el interés de los países por la aplicación del
derecho a la participación política de las mujeres en instancias de decisión, aun cuando
el derecho al voto se haya dado con varias décadas de anticipación. la política se con-
vertía en casi el último reducto masculino y el ingreso de las mujeres como ondidatas
de manera significativa sólo fue posible como resultado de la presión y de me:anismos
especiales, tales como el sistema de cuotas.
las cuotas aparecen en América latina en la década de los noventa y tiene sus
inicios en 1991 con Argentina; desde entonces se han implantado en otros países en pro-
porciones entre 20 y 40%. En el Perú, el Congreso de la República lo aprobó en octubre
de 1997 definiendo un 25% para Municipios y Congreso y posteriormente, en el 2000,
se incrementó a 30% para el Congreso.
A.I igual que en todos los lugares del mundo la discusión sobre las cuotas provocó
desconcierto que llevó a algunos a manifestar que •se pretendía hacer entrar a la mujer
por la puerta falsa" o magnánimamente expresaban ·que la mujer no necesita ayuda'.
Evidentemente, ni las instituciones ni las personas estaban preparadas Jara este
nuevo tramo. los escasos partidos polílicos existentes, sin una norrnatividad que resolvie-

Este artículo se publicó en el Encarte 'Mujer, Polilica y Democracia' distribuido con el día io 'El Co-
mercio" el día 30 de agosto del allo 2001.

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VICTORIA V!UANUEVA

ra específicamente este nuevo trance, no adoptaron una política afirmativa y se limitaron


a cumplir con la ley incorporando por lo general sólo el número exigido; las fuerzas po-
líticas perdieron así una valiosa oportunidad de liderar este nuevo proceso, tanto en sus
elecciones internas como en la inscripción de mujeres en las listas.
Ocupados de otros asuntos sin duda importantes, minimizaron la conveniencia
del fortalecimiento de nexos entre los partidos políticos y las organizaciones de mujeres,
de la realización de esfuerzos conjuntos para apoyar a sus propias líderes políticas e
incluso compitiendo con ellas sin considerar que podían ser esas candidatas quienes
estaban en mejores condiciones de levantar el nombre de sus partidos.
A pesar de todo, las cuotas tuvieron que ser tomadas en cuenta y se incrementó el
número de mujeres en las diversas elecciones tanto municipales en 1998 como para el
Congreso en los dos procesos electorales, pero no tuvieron eco en otras instancias como
el Gabinete Ministerial.
Hoy más que analizar el número de mujeres que accedieron y cómo lo hicieron
resulta importante referirnos al factor simbólico de las motas. Después que en América
Latina se conquistara el derecho al voto de las mujeres nunca antes se había dado un
debate tan intenso sobre un posible liderazgo político de las mujeres que permitió colo-
car en la escena pública el asunto de la igualdad de género y de qué manera la construc-
ción de la democracia tiene que ser necesariamente inclusiva.
Por otra parte, estas controversias han permitido poner de relieve que el acceso de
las mujeres a instancias de decisión conlleva también un compromiso con sus electoras
o electores, compromiso que las candidatas fueron contrayendo públicamente en los di-
versos momentos de la campaña electoral.
Los retos del momento evidentemente pasan por la reconstrucción de las institu-
ciones y de la democracia pero ésta no será verdadera sino se ofrecen oportunidades
similares para todas las personas.
Tomemos el caso de los derechos económicos que han sido siempre esquivos a las
mujeres. Si tenemos en cuenta que nuestra población económicamente activa es de 12
millones de personas, evidentemente los 400 mi 1nuevos empleos que han sido compro-
metidos por el gobierno es aún insuficiente para las necesidades de la población pues
sólo el crecimiento anual señala alrededor de 250 mil nuevas personas que se incorpo-
ran al mercado de trabajo. Sin embargo, nos unimos al entusiasmo concertado para salir
de la recesión y la creación de nuevos empleos pero nos preguntamos: ¿Qué proporción
de esos 400 mil nuevos empleos le corresponderá a las mujeres?
La experiencia de estos años para garantizar el acceso de las mujeres a instancias
de decisión a través de las cuotas puede ser útíl y replicable para diseñar una estrategia
que permita que las mujeres tengan oportunidades equitativas y logren, al fin, un puesto
de trabajo digno, seguro y estable, en especial quienes se encuentran en situación de
mayor necesidad.

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la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), la Convención sobre los
Derechos Políticos de la Mujer {1952), el Pacto Internacional de Derecho; Civiles y
Poh,icos (l 966) y la Convención sobre la Eliminación de todas las fonnas de Discrimina-
ción contra la Mujer (1979), contienen disposiciones para la promoción de l.1 mujer en
la esfera de la toma de decisiones políticas. la Convención de 1979, plantea además la
fonnulación de medidas de acción positiva, sin que ellas se consideren discriminatorias.
Estas normas internacionales de carácter vinculante han sido suscritas por el Estado Pe-
ruano y adoptadas por una gran cantidad de países en el mundo entero.
A partir de 1975 empiezan a producirse las Conferencias Mundiales d~ Mujeres,
convocadas por Naciones Unidas, en las que participan gobiernos y organiz<iciones no
gubernamentales corno voz de la sociedad civil y en ellas se adopta una suert~ de agen-
da de acción a favor de la mujer. Pese a no tener efectos jurídicos vinculante!, implican
un compromiso por parte de los Gobiernos a tomar medidas según lo acord.1do:
O 1 Conferencia Mundial de Mujeres, México, 1975. Se planteó la década de la mu-
jer, sobre la base de tres pre-requisitos: igualdad, desarrollo y paz, como condicio-
nes básicas para la eliminación de la discriminación.
O 11 Conferencia Mundial, Copenhague, 1980. Incorporó la preocupación por la si-
tuación de la mujer en materias tales corno empleo, salud y educación. Se avanzó
hacia una nueva concepción del derecho de igualdad, pasando de la igualdad de
derechos a la igualdad de oportunidades y responsabilidades para el de<;arrollo de
la mujer corno madre, trabajadora y ciudadana.
O 111 Conferencia Mundial sobre la Mujer, Nairobi 1985. Se planteó la meta de lo-
grar la igualdad de la mujer en la participación política y la toma de decisiones.
O IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing,' 1995. Se planteó que la partid·
pación de la mujer en todos los cargos de decisión era fundamental pa·a el logro
de un orden institucional justo y equitativo. Se invocó a los gobiernos a que:

' Anexo N9 1. Antecedentes y Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre pa11icipa< ión pohlica
de la mujer.

- 15 -
• Busquen un equilibrio entre hombres y mujeres cuando se trata de ocupa" car-
gos públicos.
• No se discrimine cuando se trata de altos cargos.
• Se examine y reforme, si es necesario, la representación política de las mujeres
en los sistemas electorales.
Esta última Conferencia marcó un hito en la evolución de la normatividad electo-
ral referida a la participación política de las mujeres. Salvo el caso de Argentina,
todos los demás paises de América Latina que aprobaron normas sobre cuotas de
participación mínima lo hicieron luego de la Conferencia de Beijing 3 • El Perú no
fue la excepción.
Sin embargo, es a partir de la década de 1990 que se hace referencia explícita a la
"participación política de la mujer" en alusión a la participación de la mujer en las esfe-
ras del poder formal, del poder instituido moldeado por la Constitución del Estado, por
las prácticas políticas y por el sistema de representación.

------·----
:; Anexo NQ 2. Relaclón de países de América latina con normas sobre cuotas.

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Una mujer en el siglo XVIII, en algún lugar del mundo. fue dec.1pítada por
haber pedido el voto para las mujeres. Ld sancionaron porr¡ut •quiso ser
un hombre de Estado, y la ley Cilstigó a esii conspiradora por ~aber olvi-
dado las virtudes propias de su sexo para mezclarse en los as.1ntos de la
Repúblicd... '.
En Olro lugar del mundo, a fines del siglo XIX, se dieron los si!·uientes ar-
gumentos en relación al volo de las mujeres •... No es posible ilmmcar a
la mujer del hogar y lanzarla a atender los altos intereses nac.onales (.. .)
el campo de acción del hombre está en los negocios en los asuntos públi-
cos, en las universidades y en el trabajo fuera del hagdr. El cdmpo de
acción de la mujer está en el hogar mismo·.
En el siglo XXI, un legislador a propósito de la participilcíón po/1?íci1 de lil
mujer sostuvo •... queremos ... que cada vez participen más muieres en la
cuestión pública, pero queremos que lo hagan voluntariamt nte y que
nadie las obligue a abandonar sus casas para dedicarse a /¡¡¡ p.>/J?icd ni a
ninguna otra tarea... '.

¿Debemos las mujeres seguir insistiendo en la efectiva igualda:J de dere-


chos po/JUrosl

Las mujeres hemos sido excluidas del ejercicio del poder formal desde tiempos
inmemoriales. Consideraciones biológicas (corno que la mujer por tener los h jos. debe
atender las tareas del hogar, etc.J y consideraciones sociales (la mujer es meros capaz
que el hombre para los asuntos públicos), han estado en la base de esta discri-ninación
histórica. Esta exclusión ha sido en algunos casos violenta: recordemos a las mi. jeres que
fueron decapitadas en la Revolución Francesa por reclamar para ellas los miSMOS dere-
chos que se reconocía a los varones. En tiempos recientes, la discriminación ·~menos
violenta y se asienta básicamente en argumentos derivados de concepciones y estereoti-
pos históricamente construidos, que no dejan, sin embargo, de ser eficaces.

- 17 -
Esta exclusión y marginación histórica nos privó de mujeres en las diversas instan-
cias de poder durante muchos años de la vida republicana. Sin embargo, la evolución de
los derechos humanos a partir del siglo XX, el reconocimiento expreso de los derechos
de las mujeres como derechos humanos, y el tránsito del mundo por la modernidad, han
ido rompiendo las barreras que impedían y que lamentablemente todavía existen en
relación al acceso de las mujeres al poder en igualdad de condiciones que el varón.
Hoy a inicios del siglo XXI, todavía las mujeres estamos sub representadas en las
esferas del poder institucional. A la fecha sólo uno de los quince ministerios está a cargo
de una mujer y, a pesar de que se ha incrementado la presencia femenina en el Congre-
so, sólo 22 congresistas son mujeres de un total de 120 Congresistas.

- 18 -
1.LA EXPEDICIÓN DE LAS NORMAS SOBRE CUOTAS

En marzo de 1997 las legisladoras Martha Hildebrandt y luz Salgado presEn!aron el


proyecto de ley que daría lugar a la incorporación del mecanismo de cuotas en las elec-
ciones al Congreso. En efecto la ley N• 26859, promulgada el 25 de setiembr= estable-
ció que las "listas de candidatos al Congreso deben incluir un número no mene r de 25%
de mujeres o de varones•. El 1 3 de octubre del mismo año se promulgó la ley N9
26864, ley de Elecciones Municipales, que señala en su artículo 1CP que la lisia de can-
didatos se presenta en un sólo documento y debe contener el "número correlativo que
indique la posición de los candidatos a regidores en la lista que debe estar co,formada
por no menos de un 25% de hombres o mujeres"'. Por ley 27387 del 29 de diciembre
del año 2000, se incrementó el porcentaje de cuota mínima de varones o mujeres en las
listas de candidatos al Congreso de la República al 30%.
Esta última modificación que amplió el porcentaje de la cuota, tenía cerno obje-
tivo contrarrestar los posibles efectos nega1ivos que podrían traer los cambios in1roduci-
dos en el régimen electoral. Hasta el año 2000 los representantes al CongreiO fueron
elegidos por distrito electoral único y para las elecciones del 2001 se acordó qle la elec-
ción de congresistas se haría por distrito electoral múltiple.
A diferencia de iniciativas sobre el mismo tema que tuvieron lugar en el 1ño 1991
y que no merecieron ninguna atención ni de la clase polílica ni de la prens;1, en esta
ocasión ocurrieron varías cosas:
• Primero, se tomó en serio la propuesta;
• Segundo, se produjo un intenso debate jurídico en torno a la natuBleza del
principio de igualdad consagrado en la Constitución Peruana y en g=neral en
todas las consiiiuciones modernas;
• Tercero, se abrió un debate polilico centrado en si las mujeres debían estar en
la poh,ica por derecho propio o si tenían que hacer méritos para elb;
• Cuarto, que las coordenadas en la votación del Congreso varforon. las
alineaciones en tomo a una u otra posición ya no tuvieron un eje político sino
que fueron alineaciones por sexo: hombres en contra (salvo honoros.ts excep-
ciones) y mujeres a favor (salvo lamentables excepciones).

• Para conocer más sobre este proceso se puede consultar "Poder Pol1lico con Perfu- •le Mujer",
Movimiento Manuela Ramos, lima, Perú, agosto de 1996.

- 19 -
Finalmente, se aprobaron las normas' y para salvar la objeción sobre el principio
de igualdad se incluyó en su formulación la cuota tanto para mujeres como para varones,
a nuestro juicio la redacción fue errónea como veremos más adelante. Ello nos lleva a
afirmar que no son normas estrictamente de acción afirmativa, lo que ha tenido conse-
cuencias negativas para las mujeres en su aplicación posterior. Sin embargo, para todos
los actores políticos y operadores jurídicos quedó claro que la intención de estas normas
era la promoción de la participación política de las mujeres, relegadas hasta ese enton-
ces-luego de casi medio siglo de ciudadanía plena- a un 10% 6 15% de presencia en las
instancias del poder formal.
El error en la redacción de la norma amerita un análisis y una modificación sub-
siguiente. Como hemos visto las disposiciones sobre cuotas han incluido el disyJntivo
•o• (varones o mujeres) para pretender garantizar la presencia de ambos sexos en cada
lista de candidatos. Sin embargo, la conjunción disyuntiva se refiere a "lo que tiene la
cualidad de desunir o separar. Es "... la que como "o" denota separación, diferencia o
alternativa entre dos o más personas, cosas o ideas"'. Es decir, para que el requisito le-
gal sea cumplido, basta que las listas de candidatos tengan 25% de hombres, o alterna-
tivamente, 25% de mujeres. Esta argumentación, que de validarse desnaturalizaría por
completo el sentido de las normas que sancionan las cuotas, ha sido deslizada por el
Jurado Nacional de Elecciones para justificar la disminución de la cuota en tres cir-
cunscripciones electorales, como veremos en el acápite reíerido a las Elecciones del
año 2001. Para evitar más confusiones o aplicaciones interesadas en su aplicación, de-
ben ser modificadas para estipular que hombres "y" mujeres deben estar en las listas.
La conjunción copulativa es la "... que como ''y'', "ni" coordina aditivamente una ora-
ción con otra, o elementos análogos de una misma oración gramatical',,. Es decir, debe
ir una conjuncíón que adicione un sexo al otro, garantizando así la presencia de am-
bos grupos: hombres y mujeres.
El éxito de las cuotas no sólo depende de la norma. Influyen otras variables como
la capacidad de negociar de las mujeres; la apertura de los partidos políticos para pro-
mover mujeres y ubicarlas en lugares de las listas que les permitan acceder al cargo; una
opinión pública favorable a su participación política, pero sobre todo, de los sistemas
electorales.
Los sistemas electorales en general, contemplan la posibilidad de listas cerradas y
bloqueadas (sólo se puede votar por una lista sin alterar el orden de los integrantes de la

5 Anexo N" 3. Transcripción de los debates parlamentarios en torno a la cuota.


' Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
' Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

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lista. No hay voto preferencial!, listas cerradas pero no bloqueadas (se puedE votar sólo
por los candidatos de una lista, pero pennite alterar el orden de los candídat°" mediante
el voto preferencial), o listas decididamente abiertas (permite el voto por cualquier
candidato y de cualquier lista). En el Perú tenemos dos tipos de listas:
(1) Listas cerradas y bloqueadas: elecciones municipales;
(11) listas cerradas pero no bloqueadas: elecciones congresales.
En el caso de las listas cerradas y bloqueadas como es el caso de las decciones
municipales se requeriría incorporar a la normativídad el criterio de alternancia •
para garantizar la elección de mujeres. Sí una lista de candidatos munici~al coloca
a las mujeres en los últimos puestos difícilmente saldrán elegidas por cuarto la lista
ganadora coloca al 50% más uno de sus miembros. tos demás cargos se van ocu·
pando con los primeros de las demás listas de acuerdo a la votación obtenida por
cada una de ellas. Aparentemente, en los casos de listas abiertas, no sería necesaria
la incorporación a la norma de cuotas el criterio de alternancia, pues cc·n el voto
preferencial las mujeres pueden conquistar al electorado. Sin embargo esto no es tan
cierto. la ubicación en una lista refleja la importancia que se le concede al candida-
to dentro de la agrupación política. Por ello, la Defensora de la Muíer ha :Jlantean-
do que se incorpore en nuestra legislación normas semejantes a las de otros países
latinoamericanos, en las que se considera la alternancia proporcional en la ubicación
de hombres y muíeres
En las elecciones del año 2000 y del 2001, como veremos más adelante, las mu-
jeres no estuvieron colocadas en los lugares que les hubiera correspondido de acuerdo
a su caudal electoral.
Otro problema es el que se refiere al distrito electoral. Existen hasta tres 'ormas de
elegir representantes. Mediante el Distrito Electoral Unico: una sóla circunscripción te-
rritorial para elegir a todos los representantes como en las elecciones del 2000; Distrito
Electoral Míiltiple: varias circunscripciones territoriales, que corresponden a los depar-
tamentos. Cada departamento tiene su propia representación, como en las e:eccíones
congresales del 2001; Distrito Electoral Mixto: una combinación de los dos anteriores
como se elegía a senadores -todo el país se consideraba un solo distrito elector•!- y a di-
putados. se elegía por departamentos. la experiencia con distritos electorales múltiples
con candidaturas uninominales (un solo candidato para cubrir un escaño) ha demostrado

• Al estar en prensa esta edición, la Comisión de la Mujer del Congreso aprobó por unanimidad la
ahemancia de la ubicación de hombres y mujeres en las listas de candidatos a regido<es.

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la poca efectividad de la norma de cuotas, como fue el caso de Bolivia en el que la par-
ticipación de mujeres disminuyó porque no se adoptaron medidas correctivas. Sin em-
bargo, en el caso del Perú que adoptó el distrito electoral múltiple en el último proceso
electoral, se contempló una doble exigencia:
(1) Que ninguna circunscripción electoral tuviera menos de tres candidatos,
aún cuando sea para elegir a sólo uno de ellos; y
(11) Que de esos tres candidatos, por lo menos uno debía ser mujer.
Estas disposiciones que han recogido los planteamientos de las organizaciones de
mujeres y de la Defensoría del Pueblo han permitido una composición variada del Con-
greso actual y que cuente con 11 congresistas mujeres de la capital y con otras 11 del
resto de departamentos del país, lo que probablemente contribuirá a contrarrestar las
fuerzas centrífugas del centralismo político.

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2. ELECCIONES MUNICIPALES 1998

2. t. Contexto político
El ambiente pre-electoral municipal (1998) estuvo interferido por otros acontlcimientos
como el conflicto y la posible firma de un acuerdo de paz con Ecuador k•:>ncretado
posteriormente) y el debate sobre el Referéndum destinado a impedir 'a tercera
postulación de Fujimori, promovido por el Foro Democrático y que luego sería desna·
turalizado y anulado por acción del Congreso de la República. Éste, medianie ley esti·
puló que para que proceda la convocatoria a un Referéndum, mecanismo de d<!ITIOCracia
directa, la propuesta debía pasar previamente por la aprobación de una minoria de con-
gresistas (48 votos que eran los seguros del oficialismol para que el Jurado N¡¡cional de
Elecciones procediera a su convocatoria y posterior realización. Estos problemlS y deba·
tes relegaron a un segundo plano, aunque temporalmente, la cuestión ele.-toral y la
participación de las mujeres en este proceso.
Este proceso electoral constituyó un primer ensayo de lo que sería el proceso de
elecciones generales que tendría lugar menos de dos años después. El oficial srno con-
venció, luego sabríamos cómo, al que fue el primer ministro• de Economía de fujímori
para que postulara a la Alcaldía de lima. La organización oficialísta que lo postuló
empezó a tender puentes a las organizaciones sociales de mujeres concedíén :ioles ubí·
caciones expectantes en las listas de candidatos, reiterando y agravando una h Sloría tur-
bia de utilización política de las mujeres.
Esta historia pudo desarrollarse y tener lugar debido en gran parte a •Ja dcslrucción
del tejido social organizado peruano en los fines de los 80 y principios ce los 90.
agudizada aún más en el periodo de gobierno de Fujimori, (que) crea las co"ldiciones
para una actuación política femenina fragmentada y relativamente despoliti;·ada (más
técnica y más atomizada). Esta situación estaría impidiendo el refuerzo de los vínculos y
estrategias compartidas entre varios actores colectivos femeninos, y entre ellos y el con-
junto de la sociedad civil organizada"'º·
Pese a este escenario la puesta en marcha del proyecto PROMUJER motivó el de-
bate en tomo a la participación política de las mujeres en el marco de la aplíc;:cíón, por
primera vez en el país del mecanismo de cuotas para promover una mayor presencía de

' Posteriormente se conoció por videos que al candidato se le había pagado considerables sumas de
dinero. Hoy esiá prófugo de la justicia.
u• "'Género, ciudadanía y cambio poiitico: el caso del pero•, Stephanie R.ousseau, proyecta de Investi-
gación.

- 23 -
mujeres en los gobiernos locales. Despertó también expectativas tanto en las organiza-
ciones políticas como en las mujeres por la amplia difusión que tuvo en la prensa escrita,
televisiva y radial. El respaldo se extendió a las autoridades públicas. la entonces
ministra del PROMUDEH remitió comunicaciones a las organizaciones políticas invo-
cando una aplicación democrática del mecanismo de cuotas. En el mismo sentido se
pronunció la Comisión de la Mujer y Desarrollo Humano del Congreso de la República.
Iniciado el proceso electoral, compitieron en la contienda presentando candida-
turas a nivel nacional, la lista del Movimiento Independiente Vamos Vecino constituido
por el oficialismo para las elecciones municipales, el Partido Aprista Peruano, Acción Po-
pular, Unión por el Perú y el Movimiento Independiente Somos Perú. Adicionalmente,
se inscribieron miles de listas distritales y provinciales para participar como movimientos
independientes en sus respectivas localidades. Al final, los municipios quedarían repar-
tidos aproximadamente en tres tercios: Vamos Vecino, Somos Perú y los movimientos in-
dependientes con algunos otros partidos.
Se presentaron problemas legales relativos a la aplicación de la norma sobre cuo-
tas -como veremos más adelante- pero en general, PROMUJER pudo trabajar con las
propias organizaciones políticas y con candidatas de las diversas agrupaciones, juntas y
por separado, capacitándolas y contribuyendo a su formación política y al conocimiento
de la gestión municipal.

2.2. Zonas de intervención


En un primer momento PROMUJER determinó sus zonas de intervención en función de
las áreas en las que ya venían trabajando cada institución integrante y en las que se ha-
bían iniciado procesos de reflexión sobre ciudadanía. Se sumaron otros criterios, corno
las sinergias con otros proyectos y la necesidad de atender a las poblaciones más pobres.
Así la intervención se realizó en los siguientes departamentos, provincias y distritos:
• Lima Metropolitana
• Lima distritos:
Barranco
- Villa El Salvador
Santa Anita
Rírnac
- Comas
La Victoria

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• Departamento de la Libertad, provincia de Trujillo, distrito de Huanchaco.
• Departamento de Arequipa, provincia de Arequipa.
• Departamento del Cusco, provincia de Cusco, distritos de Wanchaq.
• Departamento de Lambayeque, provincia de Chiclayo con proyección a Trujillo y Píura.
• Departamento de Moquegua, provincia de llo con proyección a las ciudzdes de
Moquegua y Arequipa.
• Departamento de Puno, provincia de Puno.
• Departamento de San Martín, provincia de de San Martín ITarapoto).
• Departamento de Loreto, provincia de Mainas, lquitos.
• Departamento de Ancash, provincias de Carhuaz, Yungay y Huaraz.

2.3. Actuación de promujer


la actuación de PROMUJER en el escenario descrito, estuvo centrada en la d vulgación
de la norma sobre cuotas de postulación de mujeres o varones en las listas de candidatos;
en la promoción de candidaturas femeninas y en la capacitación de mL jeres pre-
candidatas al inicio, y posteriormente candidatas, a fin de que éstas refuercen su capacidad
de negociación política, se entrenen en temas y mecanismos de campaña ele:toral y se
familiaricen con la gestión municipal. Además, se trabajó intensamente con las Oíganiza.
dones políticas, con las instituciones que conforman el sistema electoral y con los medios
de comunicación para que se respete no sólo la letra sino el espíritu de la norma sobte
cuotas. Precedidas por el lema de campaña "Renovemos la politíca, es tiempo dE mujeres",
las acciones se implementaron con criterios de pluralidad politica y diversidad !.'eO!l'áfica.
Entre los logros, cabe destacar el pronunciamiento de las candidatas :tue se re-
unieron en un encuentro promovido por Manuela Ramos y que se llevó a cabo el día 6
de agosto de 1998. En este pronunciamiento, las candidatas se dirigían a la clase politica
a la que pedían democracia interna, ubicación adecuada en las listas de candic!atos y for-
mación política; a la opinión pública respaldo a sus demandas; a los medios de comu-
nicación defender los derechos democráticos de las mujeres y superar sesgos
discriminatorios que se encontraban en la prensa y, finalmente, a las demás candidatas
debates alturados sobre temas y programas más no sobre personas. También proponían
continuar avanzando politicamente, reforzando el conocimiento sobre la aplicación del
mecanismo de cuotas.
En el caso del CEDEP su logro más importante fue la ubicación de las mujeres en
buenos lugares en las listas: 78% de las listas distritales y provinciales de su zona de in-

- 25 -
tervención (Ancash) llevaron a las mujeres en los tres y cuatro primeros lugares respec-
tivamente, en gran parte debido a la capacidad de negociación de estas mujeres.
En el caso de CALANDRIA sus mayores logros estuvieron en el área de comunica-
ciones (escrita, radial y televisiva), logrando colocar spots de TV en programas periodís-
ticos altamente sintonizados. Sus sondeos de opinión "Tiempos de Mujer" y "La política,
si es cosa de mujeres", también gozaron de amplia difusión lo que a su vez contribuyó
a posicionar las candidaturas de las mujeres en la mente de la opinión pública y de la
clase política.
En el caso del CESIP se empezó a perfilar el trabajo en tomo a una agenda de las
mujeres, siendo los principales problemas detectados los siguientes: escasas oportu nida-
des educativas y de desarrollo personal de las mujeres, escasas oportunidades para acce-
der a fuentes de empleo e ingresos, limitada participación en espacios locales, violencia
contra las mujeres y las niñas, indiferencia de las instituciones frente a las necesidades
específicas de las mujeres y contaminación ambiental que a'ecta la salud de las mismas.
Estos logros fueron resultado de foros, conversatoríos, cursos, "desayunos políti-
cos" y un trabajo intenso con la prensa, todo lo cual dio lugar al éxito en la primera
aplicación de la norma sobre cuotas. El trabajo comprendió a 687 candidatas a nivel
del total de zonas de intervención, permitió la capacitación de 13, 100 mujeres, el in-
cremento en aproximadamente 15% del número de mujeres candidatas hasta donde se
recopiló información, el incremento en 36% del número de votantes en Carhuaz y fi-
nalmente, que de un total de 357 listas presentadas en Lima y Callao, sólo 9 colocaran
a las mujeres casi sin posibilidades de que ninguna salga elegida. Sin embargo, hubo
otras situaciones que por su trascendencia en los procesos electorales posteriores des-
tacamos a continuación.

a) Problemas legales en la primera aplicación de la ley


Como toda norma reciente, su aplicación generó confusiones que lamentablemente
perjudicaron a candidaturas femeninas. El Jurado Nacional de Elecciones ()NE), para
viabilízar la aplícación de la norma, emitió la Resolución Nº 280-98-JNE del 17 de ju-
nio de 1998, que interpretando la Ley de Elecciones Municipales, determinaba el núme-
ro mínimo de mujeres o varones que debía considerarse en las listas de candida:os de
acuerdo al número de regidores determinado para cada distrito y/o provincia del país.
En esta Resolución advertimos dos situaciones que vale la pena analizar:
• El valor de la fracción. Cuando el 25% representaba una fracción, el JNE en
una interpretación correcta, redondeó la cifra hacia arriba. Por ejemplo, en los
distritos con cinco regidores, el 25% de mujeres debía ser de 1.25 regidor. El
Jurado dispuso que fueran 2, cifra que significa realmente un 40% de mujeres

- 26 -
en dicha lista. En general la aplicación de este criterio incrementó el porcentaje
de la cuota a casi un 27% de mujeres como mínimo en cada lista. Eile criterio
sin embargo, no fue seguido por el propio Jurado en un proceso electoral pos-
terior, perjudicándose así la participación política de muíeres.
• la inclusión del candidato a alcalde o alcaldesa en la cuota. El Jurado tam-
bién dispuso que este 25% debía computarse sólo para la relación de
regidores, en una interpretación de la ley de Elecciones Municip.1les que a
nuestro juicio no era correcta pues ella seliala en su Art. 1O que el "plazo para
la inscripción de la Lista de Candidatos a Alcalde y Regidores (subra)ado nues-
tro) que pertenezcan a un Partido Político ......• (. ..) y que las listas dE Candida-
tos se presentan en un sólo documento y deben contener: (...) 2. El número
correlativo que indique la posición de los candidatos a Regidores en la lista,
que debe estar confom>ada por no menos de un 25% de hombres o mujeres·.
La ley de Elecciones Municipales no contempla una "lista de regidNes", sino
una lista única de candidatos para alcalde y para regidores. Se argunentó que
la ley hace referencia al número correlativo y a la posición que deb<~n ocupar
los candidatos a Regidores en cada lista y que por consiguiente k cuota se
aplica sólo a estos últimos. Sin embargo, creemos que no es así: Es 1~ico que
la relación de regidores vaya en orden correlativo, pues la cifra rep<"rtídora se
aplica sobre los regidores y es preciso que su ubicación esté en orden correla-
tivo para detem>inar, en función del número de votos obtenido, quien o quie-
nes ingresan a confom>ar el Concejo Municipal por cada agrupación u organi-
zación pohlica. Sin embargo, esto no quiere decir que exista una li~a del Al·
calde y otra "lista de Regidores". Pareciera que el Jurado confundió 'Cifra Re-
partidora• con cuotas.
Adicionalmente a ello, en las listas de candidatos publicadas en "El "eruano•,
en algunos casos se incluyó al Alcalde como número 1, al Teniente Alcalde
como número 2 y así sucesivamente, y en otros casos aparece el Te,iente Al-
calde con el Número 1 de la lista y luego seguía el resto en orden correlativo.
Como vemos, había margen para la duda y para la interpretación legal. Sin
embargo, el JNE convalidando su resolución declaró la improcedencia de la
inscripción de algunas listas (lista Provincial de Canta, lista de Cond~yos en
Arequipa, listas de distritos de la provincia de Nazca) que estando presididas
por mujeres consideraron que el 25% de cuotas incluía al Alcalde.
Pese a que sabíamos que no se podía modificar la Resolución del )NE porque
eso hubiera significado cambiar las reglas de juego en un proceso electoral que
ya estaba en marcha, PROMUJER solicitó al Jurado que debido a la existencia
de diversas interpretaciones sobre la aplicación de la nom>a sobre cuotas, esta·

- 27 -
bleciera la posibilidad de subsanar los errores u omisiones producidas en apli-
cación de la Resolución del Jurado. Esto hubiera sido de equidad y justicia 11 •
• Un precedente jurisdiccional: el redondeo de cifras en Huancayo y el fallo
del )NE. Los problemas en la interpretación de la ley, dieron lugar a una queja
relativa al redondeo de cifras (cuando el 25% de cuota mínima arrojaba frac-
ción) presentada por el Grupo Impulsor Mujeres por la Igualdad Real ante la
Defensoría del Pueblo.
La queja se presentó contra el Jurado Especial Electoral de Huancayo, pues éste
había pretendido inscribir una lista (Frente Vecinal Independiente, FVI) que no
contaba con el porcentaje de mujeres exigido por la ley. Dicha lista prese~taba
9 candidatos a regidores y, en aplicación de la Resolución N 280-98-JNE,
debía incluir 3 candidatas. Sin embargo, sólo habla incluido a 2 rnujere:;. Por
ello, la Oficina Nacional de Procesos Electorales IONPE) comunicó al Jurado
Especial Electoral de Huancayo que la lista FVI no había cumplido con lo exi-
gido por el artículo 1O" inciso 2) de la Ley de Elecciones Municipales. En con-
secuencia, el Jurado Especial Electoral no incluyó al FVI dentro de las listas
hábiles.
Sin embargo, el candidato a la alcaldía por la lista FVI, interpuso recurso de
reconsideración, que fue declarado fundado por el mismo Jurado Especial
Electoral de Huancayo: el razonamiento fue que el 25% de 9 es 2.25 y que, di-
cha cifra, siguiendo las reglas de la matemática debía redondearse a 2 y no a 3.
Esta resolución fue revisada por el Jurado Nacional de Elecciones el que decla-
ró nula y sin efecto la Resolución del Jurado Electoral Especia! de Huancayo y
en consecuencia improcedente la inscripción de la lista. Esto constituvó un
precedente jurisdiccional que luego sería desconocido por el propio Jurado.
La Defensoría del Pueblo, argumentó a través de una comunicación dirigida al
Presidente del Jurado Especial Electoral de Huancayo que, en primer lugar, el ar-
tículo 1Oº inciso 2) de la ley de Elecciones Municipales contiene una regulación
que exige como mínimo que las listas incluyan un 25% de mujeres. En segundo
lugar, señaló que si se aceptara el razonamiento del Jurado Electoral Especia! de
Huancayo, es decir, si se admitiera una lista de 9 candidatos a regidores en la que
sólo se incluyera a 2 mujeres, se vulneraría el requisito mencionado en la ley,
pues 2 es el 22.22% de 9 y no el 25% corno estipula la ley.

11
El boletín "El Cuarto* Femenino" Nº 1 (setiembre, 1998) dio cuenta de esta situación.

- 28 -
Adicionalmente, la Defensoría remitió un oficio al Jurado Nacional de El«cio-
nes para que, de conformidad con el artículo s• de la ley NO 26486. ley Orgá-
nica del Jurado Nacional de Elecciones, lleve a cabo una adecuada difusión
sobre el sistema de cuotas para evitar problemas en futuros procesos electorales.

b) Los actores polll:icos


Cuando PROMUJER se constituyó en un referente sobre el tema de la participación po-
hlica de la mujer, varías organizaciones polílicas que nos demandaron nomt res de mu-
jeres interesadas en participar en la contienda electoral para incorporarlas en sus listas y
hubo también mu je res que querían participar en el proceso pero que no pertenecían a
ninguna organización política. En no pocas ocaciones nos constituimos er un medio
para la participación de las mujeres en las organizaciones pohlicas. Esta intervención nos
permitió identmcar algunos rasgos característicos del proceso:

• La oferta y la demanda de candidaturas femeninas


Entre las mujeres que pretendían postular había una gran varíedac de opcio-
nes. Unas que ya tenían una militancia o cercanía polílica con alguna orga-
nización política, lo natural era su participación a través de dicha a3rupación.
Hubo otro contingente significativo de mujeres que quería partí:ipar pero
que no tenían experiencia política. Entre éstas había las que se íd(·ntíficaban
con alguna candidatura o lista en particular y un importante grupo que que-
ría ir "en cualquier lista que me dé la oportunidad de salir elegida". Esta eu-
foria acompañada de pragmatismo llevó incluso a mujeres de una misma or-
ganización social de base, a postular por agrupaciones pohlicas ne· sólo dife-
rentes sino hasta antagónicas. Estábamos frente a una situación en la que por
un lado había mujeres sin partido polllico y por el otro, partidos pohlicos sin
mujeres. Esta especie de "feria" electoral, sin embargo, no era sino el reflejo
de la crisis de las organizaciones políticas y de la marginación de 1is mujeres
en la polllica.

• las opciones de las agrupaciones políticas


> La mujer como caudal político. Aquellas organizaciones más mo:lemas en-
contraron en las mujeres un caudal político positivo y convocaron a participar.
con grandes opciones de salir elegidas, a mujeres destacadas con lra)ectorfa de
trabajo social o alto perfil profesional.

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Somos Perú, llevó en su lista para Lima Metropolitana a conocidas mujeres
como Roelfien Haak quien trabajó en la Municipalidad de lima Metropolitana
en la gestión de Alfonso Barrantes organizando el Programa del Vaso de Leche
y a Olenka Ochoa abogada especializada en asuntos de género. Para los distri-
tos también llevó a la reelección a varias mujeres alcaldesas, como Francisca
Izquierdo en Jesús María; Luisa María Cuculiza en San Borja, Marina Sequeiros
en San Miguel y Esther Moreno, quien fuera alcaldesa en dos periodos anterio-
res además de Diputada de la República, en Independencia.
Por su parte Vamos Vecino llevó en el primer lugar de su lista, como Teniente
Alcaldesa, para Lima Metropolitana a Leonie Roca, quien estuvo liderando el
equipo de reforma del Estado y a Rosa Espinal, conocida dirigenta de comedo-
res, como regidora; a Martha Moyana hermana de la víctima del terrorismo y
mártir de la democracia María Elena Moyano para alcaldesa de Villa El Salva-
dor; a Cecilia Tait destacada deportista nacional como teniente alcaldesa para
Villa María del Triunfo; Benedicta Serrano, dirigenta de Comedores Populares,
para regidora de Santa Anita; además de Delia Vergara quien postuló a la re-
elección como alcaldesa en Chaclacayo .
Una de las agrupaciones que más mujeres llevó como postulantes a una alcal-
día fue Acción Popular: Mercedes T!jero para La lv1olina, Hilda Calderón para
San Mateo, Judith Crespo para Santa Eulalia, María Karina Quimper para Ba-
rranco, Blanca Méndez Gómez para La Victoria, además de Gisela Alva como
teniente alcaldesa del Distrito de Comas. No faltó una reina de belleza,
Deborah de Souza, ex Miss Perú que postuló por UPP a la alcaldía de La
Molina.
)> La mujer como "rellenoN. Las personas que se ubicaban en los últimos pues-
tos de las listas de candidatos tenían pocas posibilidades de salir elegidas. Mu-
chas organizaciones, sobre todo pequeñas agrupaciones de nivel distrital, par-
ticularmente en zonas alejadas de la capital, fueron resistentes a incorporar
en sus listas a mujeres y como no tenran otra alternativa, las colocaron como
"relleno" al final de la lista. Casos de éstos se registraron en Carhuaz, en don-
de el CEDEP detectó situaciones curiosas. Los varones no estaban enterados
de la existencia de las normas sobre cuotas y presentaron listas sin incluir
mujeres. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), no aceptó estas
listas. Pretendieron entonces colocar a sus cónyuges; la ONPE tampoco acep-
tó. Entonces no les quedó más remedio que actuar sin el consentimiento de
las mujeres: les pidieron prestadas sus libretas electorales a algunas conocidas
de los dirigentes, les hicieron firmar papeles en blanco y las inscribieron sin
que ellas supieran que iban a ser candidatas. Al enterarse las mujeres, algunas

- 30 -
~ v PaJoc.An fl(J;XR ~

se retiraron, otras optaron por dar la batalla desde adentro buscanco cambiar
su ubicación en las listas y otras aceptaron el lugar en el que las pusieron
como parte de un aprendizaje político, pese a saber que sus posibilidades de
salir elegidas eran muy remotas.
l> las mujeres utilízadas. En PROMUJER recibimos quejas de mujeres que se
sintieron utilizadas. Según manifestaron, algunas organizaciones políticas con-
vocaron a mujeres líderes en sus distritos para recoger firmas a fin ce inscribir
determinada candidatura. Ellas se movilizaron bajo el ofrecimiento de ocupar
un buen puesto en la lista. Sin embargo, al momento de la inscrípc ón se die-
ron con la sorpresa de no estar incluidas. No precisamos nombres de personas
ni de agrupaciones. Sin embargo, en una Audiencia Pública organizada por la
Comisión de la Mujer del Congreso, también se denunció públícame1te esta si-
tuación.

• las oportunidades, posibilidades y limitaciones de las mujeres


l> El despertar de la vocación de poder. las mujeres han respondido masiva-
mente a la convocatoria que les formuló el mecanismo de cuotas. Muchas de
ellas provenientes de experiencias de liderazgo en sus respectivas comunida-
des, sintieron que la ley les daba el respaldo necesario para dar el salto a la
pohlica. Iniciaron una carrera polilica que iría avanzando hacia esferas mayo-
res, como el Congreso de la República. Consideraban que desde un puesto de
poder podían incrementar su influencia en la respectiva comunidad, sobre
todo para mejorar aspectos sociales o aquellas áreas de interés prioritario para
las mujeres. Manifestaron cansancio y frustración frente al ancesiral ejercicio
del poder masculino, sintiendo que ellas constituían una reserva poli"ica y que
el país requería de su concurso y participación adiva.
l> El municipio como posibilidad de un puesto de trabajo. los regidc>leS muni-
cipales perciben dietas, que en algunos casos representan ingresos significati-
vos. Corno consecuencia, muchas mujeres -asf como también varones-- veían
en la Municipalidad una posibilidad de generarse un ingreso. De ahí ::¡ue algu-
nas que fueron convocadas para postular como alcaldesas sólo acept.iban pos-
tular como teniente alcaldesas o regidoras en los primeros puestos, sabiendo
que así tenían más posibilidades de ingresar al municipio. En otros •:asos, las
mujeres promovieron la creación de movimientos independientes en ;us distri-
tos y también postularon como teniente alcaldesas o regidoras en los primeros
puestos, contando con el voto de las mujeres de sus organizaciones de base
(comedores, vaso de leche, etc.) para salir elegidas.

- 31 -
}> La limitación económica. Para participar en las listas, según han manifestado
mujeres de diversas agrupaciones políticas, se solicitó dinero a los candidatos
para sufragar la campaña electoral. Mientras más alta la ubicación en la lista,
mayor habría sido el aporte solicitado. Algunas mujeres han señalado haber
sido separadas de la lista o "bajadas" de lugar por no haber podido aportar el
dinero exigido. En su lugar habrían entrado varones con mayor capacidad eco-
nómica. Esto habría configurado una suerte de discriminación indirecta pues
se impuso condiciones a un grupo vulnerable que no estaba en aptitud de
cumplir: de hecho y en general en el país, las mu¡eres tienen un tercio r1enos
de ingresos que los varones. Esta situación ha sido un obstáculo para el ingreso
de mujeres a la carrera política.
}> La presencia de las mujeres en la mente de los políticos. Durante este pro-
ceso quedó claro que desde que se institucionalizó el mecanismo de cuotas, los
políticos tendrían que pensar en las mujeres para su acción pública. Las muje-
res dejaron de ser sólo ob¡eto de clientelaje para convertirse en protagonistas
respaldadas por una norma legal. Sin embargo, en este proceso pareció que las
mujeres todavía no hubieran descubierto el potencial que representaban y no
supieron negociar mejor y ubicarse políticamente en situaciones expectantes.
> El entrenamiento político. Más allá de las limitaciones y los problemas, lo in-
teresante de este proceso y lo que hay que destacar es que las normas sobre
cuotas atrajeron un número muy importante de mujeres a la escena política.
Muchas de ellas, han manifestado que aceptaron ir de "relleno" pues querían
participar en actividades de capacitación, buscaban el contacto con la pobla-
ción, conocer sus demandas, en general perderle el miedo a la política y pre-
pararse para el futuro, bien sea para participar en el siguiente proceso de elec-
ciones municipales o en las elecciones para el Congreso. Por lo menos un con-
tingente de 25,000 mujeres fueron entrenadas en las lides electorales y adqui-
rieron mayor conocimiento de la problemática de sus comunidades. Son mu-
jeres líderes que ya saben lo que es tentar el poder formal, con sus ventajas y
dificultades.
}> El aporte de las mujeres a la política. Mucho se debate sobre cuál es el apor-
te de la mujer a la política, pues se espera que ¡ustiflque sus pretenciones de in-
gresar a este mundo eminentemente masculino, con "aportes" específicos. En
este y otros procesos, se ha podido advertir que también hay cambios en los
roles que asumen hombres y mujeres en el mundo político. Esto sin embargo,
no implica ni que uno sea mejor que el otro, ni una postura esencialista que
atribuya estas diferencias a la biología de cada uno de ellos. Sin embargo, el
comportamiento de las mujeres en la contienda electoral aportó elementos

- 32 -
impensables en fa forma de ejercer la política por parte de los varones, Asi,
cabe destacar la disposición que mostraron las mujeres para cornparti · espacios
de capacitación e intercambio de experiencias, aún entre aquéllas que cO<T>¡>e-
tían en un mismo distrito; la tolerancia demostrada frente a las diversas posicio-
nes pol!licas; la cooperación entre ellas para solucionar problemas d¿ su loca-
lidad; y, finalmente, su pragmatismo para enfrentar el éxito o el fra<·aso. Mu-
chas de ellas afirmaron •competimos para llegar a ser autoridades pero los
problemas que afrontamos son comunes•, •apoyaremos a las que lleguen·,
demostrando interés por resolver problemas a la vez que aseguraba"! la aten-
ción de sus demandas.

• Estilos de campaña
No se ha advertido una clara diferencia entre los estilos de campalla de hom-
bres y mujeres. Sin embargo, si se ha advertido diferencias en las ofertas elec-
torales y en los temas de preocupación e interés. En general, las campañas
electorales han respondido a los lineamientos de las organizaciones politícas,
independientemente del sexo del candidato pero en algunos casos h~ en-
contrado alusión a la condición de mujer para apelar al electorado. Por ejem-
plo •una muíer que sabe gobernar", o •una mujer del pueblo". Sin embargo,
esto ha sido excepcional.

• las elegidas y el ejercicio del poder


Las siguientes situaciones ilustran algunas de las caraderístícas especiales de las
mujeres en el eíercicio del poder:
Algunas regidoras de municipios pequeños, principalmente de zonas rora-
les, que estaban en minoría, prácticamente fueron excluidas de la gestión
municipal. Algunas de ellas quisieron •renunciar"" pues se sentían inútiles
y peor aún cobrando una dieta que •no se merecían• porque no habían
hecho nada por su comunidad. Esto evidencia una diferencia con os varo-
nes en la aproximación al poder. No se tiene registro de varone~ que no
hayan querido cobrar una suma •porque no se la merecían•. Esto podría

11
De acuerdo a la legislación peruana los cargos a los que se accede por elección popular son
irrenunciables. Lo único que cabe en caso de que una autoridad desee deíar un cargo po< elección,
es recurrir a la figura de la •vacancia".

- 33 -
estar indicando una mayor responsabilidad con relación al dinero, hipótesis
que se vería reforzada por los reportes sobre las mujeres como sujeto de
crédito, en los que también se advierte una mayor responsabilidad con re-
lación al manejo de dinero.
Probablemente algunas regidoras hayan sentido que tenían que cumplir con
una obligación que no asumieron con entusiasmo ni gustosamente. Parecería
que a estas mujeres no les interesaba el cargo en sí mismo, sino por lo quepo-
dían hacer a través de él. Esto marcaría una diferencia con el varón que podría
estar implicando un mayor compromiso con su comunidad. Podría implicar
además que las mujeres son más cuidadosas con el uso de su tiempo, lo que es
explicable por la doble y triple jornada que generalmente realizan las mujeres
(casa, trabajo y comunidad).
las regidoras de agrupaciones políticas surgidas sólo para el proceso electoral
municipal y que están en minoría, se han sentido abandonadas por sus organi-
zaciones, lo que parece lógico, pues muchas de ellas -;;ino la amplia mayoría-
se han diluido luego de las elecciones. En este sentido estarían manifestando
poca autonomía para desempeñar bien el cargo que ocupan.
Finalmente, cabe destacar que algunas mujeres regidoras manifestaron que su
deseo era ingresar al Congreso de la República. Es decir estarían repitiendo un
esquema de cualquier político tradicional, que no se siente comprometido
con su electorado, sino que más bien lo utiliza como medio para su reconoci-
miento político que le permita ocupar luego un cargo de mayor rango.

e) Las cifras de la cuota

• Regidurías y alcaldfas
La presencia de la mujer, en aquellos cargos en los que se aplicó la cuota
(regidurías) tuvo un incremento significativo. Sin embargo, lo más llamati-
vo fue lo ocurrido en zonas rurales. Muchos distritos en los que nunca una
mujer había sido elegida como autoridad, tuvieron por primera vez cna au-
toridad femenina. Hubo incluso el caso de cinco autoridades municipales
analfabetas de las cuales cuatro eran mujeres de edades entre 29 y 36 años.
La influencia de la cuota fue tal, que algunas mujeres nos refirieron que en
su respectiva comunidad campesina se había incorporado a una mujer en la
junta directiva, pues los comuneros preferían adelantarse "antes de que la
ley se los imponga".

- 34 -
Porcentaje de regidoras Variación

1995 1998 Parce lltual


Nivel Provincial
Lima 30.77% 28.21% -2.56%
Resto del Perú 10.SO°A. 21.38% 10.86%
Nivel Distrital
Lima 21.82% 29.70% 7.88%
Resto del Perú 6.96% 23.5% 16.54%

Fuente: ONPE.

En cuanto a PROMUJER, también podemos afirmar que las acciones desplegadas para
promover candidaturas de mujeres fué exitosa. Del total de distritos de lima, e~ aquellos
en los que PROMUJER trabajó las mujeres obtuvieron mejores resultados:

Distritos en los que Otros distritos


trabajó PROMUJER

Candidatas mujeres 8.45% 6.61%


por encima de la
cuota efectiva•

Porcentaje de 35.77% 26.<U>%


mujeres ganadoras

fuente: Gregmy Schmidt, Estudios sobre procesos electorales.

• L> cuota efectiva es el porcentaje que se obtiene al aplicar el 25% de cuota legal a cada li!la de can-
didatos. Como las fracciones se redondean hacía arriba, los porcentajes suben. /\.si, en una li!U de S
candidatos, se presentan 2 mu¡eres que representan el 40% de la lí51a. Promediando los >Ol'Centajes
de los distritos de lima, la cuota efectiva fue de 3 l .4!i%.

- 35 -
La presencia de mujeres en las alcaldías no es tan alentadora, si bien se incremen-
tó de 6 a 9 en las provincias del país, a nivel de distritos disminuyó de 47 a 46 alcalde-
sas. Esto puede ser también un llamado a la incorporación del mecanismo de cuotas en
las candidaturas a alcaldías municipales.

• Tendencias o hipótesis
No se hizo un análisis de candidaturas a nivel nacional por cuanto no se publi-
caron en el diario Oficial "El Peruano" todas las listas de candidaturas a distritos
y provincias del país (las cuales por lo demás, eran miles). Por tanto nuestro
análisis se centró en Lima. Para este efecto consideramos que la Lista de Candi-
datos empezaba con el teniente alcalde como número 1, pese a que en algunas
listas se consideró al alcalde como el número 1 de la lista.
En la contienda electoral de 1998, compitieron para ocupar cargos municipa-
les 246 candidatos a nivel de la Provincia de Lima y del Callao y 3,398 a nivel
de los distritos de lima.
A partir de los datos que analizamos, advertimos algunas tendencias, que nos
permiten aventurar también algunas hipótesis explicativas:
Mientras mayor es el espacio o la jurisdicción de un Municipio, menor es el
número de mujeres que participa en las listas de candidatos. Así, en Lima Pro-
vincia y en la Provincia del Callao el porcentaje de mujeres que particioó en
las listas fue de 35% y 33% respectivamente, mientras que en los distritos de
lima este porcentaje alcanzó el 37.3%. Esto podía estar reflejando el temor de
las mujeres al iniciar una carrera política: prefirieron hacerlo en el espacio más
pequeño, es decir en su distrito que es lo que mejor conocen.
Mientras más posibilidades tenía de ganar una agrupación política, el porcen-
taje de mujeres en sus listas era menor. Así Somos Perú y Vamos Vecino que
aparecían favoritos en las encuestas de Lima, con clara preferencia por la pri-
mera, llevaron en sus listas distritales 37% de mujeres, mientras que Acción Po-
pular, Unión por el Perú y el APRA a quienes las encuestas no favorecerían en
intención de voto, llevaron entre 38% y 40% de mujeres en sus listas. Parecería
que persiste la desconfianza en la competencia femenina para desempeñar un
cargo público. Así, si una agrupación política no tenía muchas posibilidades
de ganar en la contienda electoral, entonces arriesgaba una mayor participa-
ción femenina.
Mujeres de todas las organizaciones pohlicas, de ideologías diversas y de' listas
que competían entre sí participaron en las actividades de PROMUJER en un

- 36 -
ambiente de armonía y solidaridad. las diferencias ideológicas de las diferentes
organizaciones políticas no fue un impedimento para que postulara, mujeres
de una misma organización social de base por distintas organizacio;es pohli-
cas. Parecería no sólo que las mujeres primero son mujeres y después poli\icas,
sino que además se impuso un criterio pragmático para servir a sus bises socia-
les que subyacía en la decisión de postular a un cargo para el gobierno local.
Cuando el candidato a teniente alcalde era una mujer, la que siguió en el orden
de la lista estuvo ubicada por debajo de la mitad, con lo que sus posibilidades
de salir elegidas son escasas. Esto se apreció en el 40% de las listas qu~ llevaron
teniente alcaldesa mujer. Parecería que con asegurar el ingreso de una mujer,
hubiera bastado a algunas organizaciones poli\icas.
Un porcentaje de mujeres habría estado de •relleno#. De 357 listas, en 98 de
ellas, la mujer que ocupa el primer puesto está ubicada por debajo de la mi-
tad. En el 27.4% de las listas, las mujeres tenían muy pocas posibil dades de
salir elegidas, lo que sin embargo también podría decirse de los varones. Eslo
podría haber sido un reflejo de lo que expresaron las propias candidatas: las
mujeres querían ganar experiencia en la contienda electoral aún cuan:b sabían
que sus posibilidades de salir elegidas eran escasas.
Hubo un porcentaje significativo de mujeres, casi el 15%, que postuló para
ocupar el cargo de alcaldesas. De éstas, sólo el 4% pertenecían a agmpaciones
con posibilidades de salir elegidas. Esto indicaría, que pese a las resist~ncias, se
confía en un porcentaje de mujeres, aunque todavía bajo (14 mujNes en el
caso de lima), para que se conviertan en la máxima autoridad municipal.
En general, el balance que podemos hacer de la aplicación de las cuotas de
participación mínima de las mujeres es muy positivo: Salvo el caso de Lima,
tanto en provincias como en distritos se elevó significativamente el número
total de regidoras electas en los municipios.
Esto a su vez ha producido que algunas regidoras tomen la iniciativa para pro-
mover acciones a favor de las mujeres. Tales han sido los casos de lo; munici-
pios en los cuales PROMUJER ha tenido alguna intervención.
Además, como ejemplo citamos el caso de los distritos de Carhuaz •!n el De-
partamento de Ancash: Antes de la norma sobre cuotas sólo el 4% del total
de autoridades municipales eran mujeres. Al amparo de esta norm<i, en este
proceso electoral 44.6% de candidatos eran mujeres (CEDEP-TRAN5PAREN-
CIA) y salieron elegidas una o dos mujeres en cada distrito y/o prov;ncias de
su intervención.

- 37 -
d) Encuesta de opinión pública sobre elecciones municipales
En setiembre del ano 1998, el Movimiento Manuela Ramos encargó la aplicación de una
encuesta (IMASEN) en varias ciudades del país y en la Gran Lima, para identificar algunas
opiniones de la población sobre la participación de las mujeres en las elecciones munici-
pales. Esta información fue útil para planificar actividades y reforzar la presencia de
PROMUJER en determinadas áreas geográficas del país. Pero también fue útil para evaluar
las percepciones de la opinión pública sobre la participación de las mujeres en política.
La encuesta indagó sobre el conocimiento de la llamada "Ley de Cuotas" así como sobre la
importancia que se atribuye a la participación de las mujeres en los procesos electorales.

• Conoce la llamada "ley de Cuotas?"

GrallUma Plura lqufu>• Artquipa Puno Huaneayo Chlcla~ Ayaeucho Cusco j

TOTAL

1 28% 42% 34% 38% 40% 28% 28% 24% 4~


SEGIÍISEXO

..
H M H M H M H M H M H M H M H

..
M H M

29 29 51 33 3J
"' SI
"' 31
"' 24 32 24 3J 19
"'
Nota: Todas las respuestas están en porcentajes (%).

En primer lugar, sorprendió el relativamente bajo porcentaje de personas que


conocía la norma y además cómo variaba el conocimiento en cada departamen-
to. En Lima, sólo el 28% de la población conocía este mecanismo, pese a que
Lima era la ciudad donde se había propalado más el debate que se suscitó en el
Congreso para la expedición de la norma y en el que se difundió más la ley mis-
ma. Salvo Ayacucho, Lima era donde menos se conocía la Ley de Cuotas. Tal vez
el mayor conocimiento de esta norma en otras regiones del país haya sido un
reflejo de los deseos y proyectos descentralistas en marcha. En los departamentos,
tanto hombres como mujeres estarían más pendientes que en Lima de las normas
que les permite acceder al poder para forjar un nuevo escenario nacional, más
descentralizado, en el que cada región pueda dirigir sus destinos.
En el caso del conocimiento por sexo, no sorprendió que en general los hom-
bres estén más enterados que las mujeres de cuestiones que tienen que ver con
el quehacer político. Creemos que la cultura política de las mujeres es más dé-
bil, lo que explicaría las diferencias por sexo, pese a tratarse de una norma que
beneficia a las mujeres.

- 38 -
• Considera muy importante la presencia de la mujer en las listas de decciones
municipales?

1-1.1111
1
mTA.l.

'°"
"'""'
2l)'1.

-
- -
......A- -
-
All<¡ulpt

IC!'!. ..... 23'1.


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SSÚISl!XO

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11 H 11

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H

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11

Cl
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11

21
H

11
11

19
H

ZI

l1
H

l1

"'
Es interesante destacar que la mayor parte de respuestas estuvieron dirigidas a
convalidar la importancia de la mujer en las elecciones municipales Puno fue
el departamento que más importancia concedió a la participación <le las mu-
jeres pero, paradójicamente, fue uno de los pocos en los que la par:icipación
de las mujeres en el poder local de la provincia disminuyó. Esto prohablemen..
te se deba a la ubicación que tuvieron las mujeres en las listas.
Si desagregamos la información por sexo, veremos que las mujeres, en general
atribuían mayor importancia a su participación polilica que los varones, salvo
en el caso de Arequipa en donde parecería que las mujeres están <·onformes
con el rol que han desempeñado los varones, lo que también se puco advertir
en una encuesta anterior aplicada por IMASEN a solicitud del lnstitulo de Estu-
dios Peruanos.

• Considera nada importante la presencia de las mujeres en las listas de eleccio-


nes municipales?

1-1.1111
s..
- ... . ...
-
W H w1
1: : 1 : : 1 : w 1 : : 1 : 3 • 1 !

- 39 -
En esta pregunta se encuentra el menor número de frecuencias en las respues-
tas de la población. Es decir, es mínimo el porcentaje de personas que conside-
ra nada importante la presencia de Ja mujer en política.

• Cree que ha habido una participación importante de las mujeres en las listas de
su distrito y de su provincia

._G""'~º-·""~_,_~Pl_w_•~'---k¡u-1_•~~-'--Ate~qu_1~~'---•-un_•~_,__H_u~_,_•Y_•-'-~c"'_'_1ay_o---'~•v_~_•_~_•_..i.~_cusco ¡
PARA DISTRITOS/TOTAL

44% 61%
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
66% 36% 42% 1 37% 35% ssQ
SEGÚN SEXO

H M H M H M H M H M H M H M H M H M

43 48 !i8 ¡¡¡ 53 78 33 38 - - z¡ 46 :l2 41 38 31 $ $

Gran Uma Plura !qui.., Arequipa Puno Huancayo Chlclayo Ayaeud\o Cusco

PARA PROVlNCWTOTAL
..

27% 29% 54% 34% 47% 52%


1
35% 43% 44Q
SEGliNSEXO

H M H M H M H M H M H M H M H M H M

27 26 27 33 fil 31 38 '8 48 47 56 l2 44
" 38 48 4(} 43

Fuente: !MASEN, Encuesta especialmente preparada para el MOVIMIENTO MANUELA RAMOS,


septiembre de 1998. Elaboración: Movimiento Manuela Ramos, enero 1999.

Se observa una diferencia en las respuestas según se trate de las elecciom~s dis-
tritales o provinciales. En general, la población considera que ha habido una
participación importante en los distritos, pero menor en las provincias. ~~o sa-
bemos si estas respuestas se deben a falta de información (la población conoce-
ría mejor a los candidatos de su distrito que de su provincia) o que en efecto,
en el caso de las provincias, la participación de las mujeres en las listas electo-
rales ha sido menor que en los distritos (de acuerdo a los datos disponibles de
PROMUJER).

- 40 -
e) Propuestas para mejorar la participación política de mujeres
Las pasadas elecciones han demostrado que el mecanismo de cuotas es efic;u para pro-
mover la participación política de las mujeres. Sin embargo, a pesar de los logros men-
cionados, hay que señalar que no ha habido un incremento significativo en el número
de alcaldesas, sobre cuyas candidaturas no recayó el mecanismo de cuotas. Es:a preocu-
pación fue expuesta en diversos foros públicos, y también alcanzó a la Defensoría del
Pueblo, la que hizo una propuesta, que entre otros temas, plantea la inclusión de las
candidaturas a alcaldías en los porcentajes de cuota de participación poliiic<.
las propuestas difundidas fueron las siguientes:

• Defensoría del Pueblo


A partir de la evaluación de la aplicación del mecanismo de cuotas así como
de los problemas detectados, la Defensoría del Pueblo propuso los siÉuientes li-
neamientos para una futura reforma legal con el objeto de fortalecer la partici-
pación política de las mujeres:
Habida cuenta del desconocimiento de la ley, es preciso una mayor cifusión de
las normas electorales que exigen que haya un porcentaje d•· mujeres
candidatas, determinando expresamente las entidades estatales responsables de
tal difusión.
Debe establecerse la obligación de la Oficina Nacional de Procesos Electorales
(ONPE) de procesar la información indicando el sexo de los/as cancidatos/os,
a fin de tener datos exactos sobre la participación política de la rrujer. Adi-
cionalmente, sería conveniente conocer con más detalle el perfil de l:JS/as can-
didatos/as: edad, estado civil, grado de instrucción, ocupación, etc.
Cuando un movimiento o partido pohlico presente más de cuatro list.is, el 25%
de los candidatos al cargo de alcalde deben ser mujeres.
Debe incluirse un artículo semejante al artículo 60" del Código Electoral Argen-
tino, que establece que las listas que se presenten no sólo deben incluir un por-
centaje de mujeres sino ubicarlas en proporciones con posibilidad de resuhar
electas.

• Movimiento Manuela Ramos


Aparte de las encuestas de opinión pública, no existen mecanismos que permi-
tan identificar el sentido del voto femenino y masculino, como ocurre en otros

- 41 -
países de la región. Creemos que es importante identificar estas tendencias,
pues ello permitirá conocer la cultura política de mujeres y varones así como
los factores que la influyen.
A partir de la experiencia de otros países (Argentina y Chile por eje:nplo)
Manuela Ramos planteó que en cada mesa de votación se instalen dos ánforas
para depositar los votos emitidos: una para que depositen su voto las mujeres y
otra para los varones. Esto permitiría conocer las tendencias del voto masculino
y femenino y si éstas son diferenciadas.
Esta propuesta despertó preocupación por la posible violación del derecho a la
confidencialidad del voto, en el hipotético y remoto caso de que sólo una o
dos personas (hombre y mujer) se acerquen al acto de votación en una deter-
minada mesa. Sin embargo, esta hipótesis vale tanto para el caso de qu<, haya
ánforas separadas como para una sóla ánfora corno hay ahora. Implementar
esta propuesta no irrogaría mayores gastos pues:
Se utilizaría el mismo padrón electoral;
Se tendría que hacer dos actas de escrutinio: una en la que conste el voto de
las mujeres y otra en la que conste el voto de los hombres, lo que permitiría
identificar las tendencias del voto por sexo;
No se requeriría más personeros, observadores, ni representantes de las fuerzas
armadas;
Se utilizaría el mismo número de mesas de votación. Sólo habría dos ánforas:
una para varones y otra para mujeres;
Este sistema existe en otros países. Por ejemplo, en Argentina, donde a la mujer
se le reconoció el derecho al voto después del varón, como en el Perú, desde
el inicio contó con dos padrones electorales diferenciados por sexo. Esos pa-
drones se utilizan para los procesos electorales, junto con ánforas diferentes
para los votantes de cada sexo.

fl Resistencias encontradas
A través de las actividades de PROMUJER no se explicitaron resistencias a la propu€!Sla de
"más mujeres en el poder local", lo que es explicable pues nadie que quiera proyectar
una imagen mínimamente moderna iba a manifestarse contrario a una mayor pan:icipa-
cíón de mujeres en el poder. Veamos:

- 42 -
• En las organizaciones políticas
En Manuela Ramos iniciamos el desarrollo del proyecto con reunion('s - "desa-
yunos polllicos• - con miembros de los partidos pol11icos. El objetivo de estas
reuniones era que se comprometieran a colocar a las mujeres en ubicaciones
tales que les pennitieran salir elegidas. Ninguno de los representante' de parti-
dos polilicos manifestó resistencias; es más, algunos de ellos se compmmetieron
a sobrepasar el mínimo del 25o/o de mujeres en las listas. En efecto algunas listas
así lo hicieron. Esto explica porqué el porcentaje de mujeres en las listas, en
promedio, para los distritos de lima Metropolitana fue de 37%. Por Jtro lado,
el hecho de que hayan salido elegidas casi el 25% de mujeres indica que en
efecto fueron colocadas de modo tal que se ha asegurado el ingreso mínimo de
25% propuesto por las nonnas de cuotas. Pese a que la letra de la le,. era sólo
para postular, su espíritu es que efectivamente ingresen más mujeres .1 la esfera
del poder político.

• Entre hombres y mujeres


Las elecciones municipales implican básicamente una disputa por el control del
Municipio, a través del alcalde en el marco de una ley municipal "alcaldista•.
la ley Electoral asegura al alcalde el control mayoritario del municipio, por
cuanto su elección trae consigo el ingreso de por lo menos el 50% m3s uno de
sus regidores". En consecuencia, para las agrupaciones polmcas era muy impor-
tante el candidato o candidata a alcalde o alcaldesa y para las candidaturas a la
alcaldía no se aplicó ley de cuotas, por lo que la mayoría de candida1os fueron
varones.
Por su parte, la mayoría de mujeres prefirió ubicarse en el nivel de la cuOla, es
decir como candidata a regidora, pues así tenía más posibilidades dE salir ele-
gida sobre todo si ocupaba los primeros puestos en su lista, gane o r.o su can-
didato a Alcalde. Una mujer candidata que se ubicaba en el primer ouesto de
la lista de regidores, casi con seguridad ingresaba al municipio.
No ha habido pues -entre hombres y mujeres- una disputa por lo; mismos
puestos; más bien hubo una suerte de acuerdo tácito que satisfizo a ambos.

'' El candidato a alcalde que obliene mayoría relativa logra la mayoría de regidores, con lo e ..1.al la agru-
pación política ganadora asegura el control del Concejo Municipal.

- 43 -
• Entre las mujeres
En las zonas rurales en las que trabajó PROMUJER se reportaron casos de resis-
tencia de mujeres para postular a un cargo público. Para algunas de ellas, los
municipios eran instituciones lejanas que no tenían mayor relación con su vida
cotidiana, ni para bien ni para mal, simplemente no existían. Sin embargo,
como la ley obligaba a llevar mujeres sin distinción alguna, muchas de ellas se
vieron enfrentadas -por primera vez- a la posibilidad de ser autoridades locales.
Frente a la disyuntiva de permanecer igual o aventurarse a un cargo püblico,
las mujeres se sintieron temerosas y desconcertadas además de presionadas.
Antes de aceptar las candidaturas, muchas manifestaron temor a sus maridos, a
ser insultadas, a que sus hijos sufran las consecuencias de una campaña polrtica
sucia. Estos comprensibles temores obedecían a múltiples razones, entre otras,
a la falta de familiaridad con la política, algo que justamente la ley de cuotas
empieza a revertir.

• En la opinión pública
Las encuestas de opinión han mostrado, en más de una ocasión, que la pobla-
ción acepta y desea una mayor participación de las mujeres en la política. Un
significativo 80% de la población se ha pronunciado por una mayor presencia
femenina en las esferas del poder. Éste ha sido un elemento más que ha jugado
para que no haya resistencias a su ingreso al terreno político; la mujer se ha
convertido en un caudal polrtico para el desarrollo local y al parecer, las orga-
nizaciones políticas han tenido en cuenta este dato.
En general creemos que no ha habido resistencias en el proceso electoral mu-
nicipal porque;
Las elecciones municipales han significado de algún modo un ingreso masivo
de la mujer a espacios públicos y de poder considerados "pequeñosn. las mu-
jeres que han ingresado a la política por el mecanismo de cuotas ha sido a
cargos de regidoras.
lo más significativo de los cargos municipales, las alcaldías, no han entrado en
el marco de la ley de cuotas. Por eso, los hombres no se han sentido amenaza-
dos por las cuotas porque no tenían que disputar esos cargos. En esa medida no
han puesto resistencia.
Las mujeres no han disputado el cargo de alcalde. Era muy riesgoso. Preferían
asegurar su ingreso a través de una regiduría.

- 44 -
la opinión pública ha sido muy favorable a la participación polñica de las mu-
jeres y esto ha sido capitalizado por las organizaciones pohlicas.
finalmente, en un Seminario realizado por Manuela Ramos", u'la de las
panelistas, dijo que entre los dos sexos no se trataba de que unos ganen y oiros
pierdan. Evidentemente no se trataba de tener ganadores y perdedores, pero
inevitablemente habría ganadores y perdedores. En la medida que nás muje-
res accedan a los puestos del poder institucional o formal, menos hombres
accederán, es decir serán desplazados, lo que de hecho iña a producír resisten-
cias, por ejemplo, en el caso de las elecciones para el Congreso o de otros car-
gos de mayor envergadura.

g) Ausentismo, votación y ciudadanía


No creemos que la norma de cuotas haya influido en la reducción del ausentismo electoral,
salvo en aquellos lugares en los que la direccionalídad de los proyectos ejecutados para la
mejor aplicación de la norma de cuolas haya sido disminuir también el ausentismo rural.
El ausentismo disminuyó específicamente en las zonas rurales del Oepatamento
de Ancash, provincia de Carhuaz en donde ha caído en 48%. Detrás de esta disminu-
ción, pueden estar factores de seguridad e infraestructura (reducción del terrori~, exis-
tencia de más medios de transporte, particularmente caminos y carreteras) y factores de
coerción (elevación de multas, impedimento a la realización de trámites administrativos
como registro de nacimiento de hijos, cobro de cheques) que junto a una mayor infor-
mación sobre los centros de votación, pueden haber tenido impacto en la reducción del
ausentismo electoral.
La reducción del ausentismo es positivo politicamente, pues el hecho de votar
puede inducir al desarrollo de una mayor conciencia ciudadana: tener que VOiar, impli-
ca tener que elegir, lo que significa seleccionar al que tiene más méritos, lo qui· a su vez
supone conocer al candidato y evaluarlo en función de los intereses particulares.

h) Relevancia de PROMUJER
Al finalizar el proceso electoral municipal y ya con las mujeres actuando como autori-
dades municipales, PROMUJER puede aportar los siguientes elementos para mejorar la
participación de las mujeres en los gobiernos locales:

" •podef Polnico de las Mujeres: Hacia el Milenio de la equidad•, mayo de 1,999.

. 45.
+ Ratificar que la autoestima de las mujeres requiere de normas como las de cuo-
tas que les dan el respaldo institucional requerido para participar en política.
No les basta sólo con el enunciado constitucional de que tienen derecho a ser
elegidas. Llevarlo a la práctica sin la ley de cuotas, les hubiera significado mu-
cha presión, fricciones y negociaciones que se han aliviado con la ley;
+ Un grupo significativo de mujeres elegidas no se asume como autoridades. Pre-
guntan qué pueden hacer frente a tal o cual situación que implica un enfrenta-
miento con otra autoridad. Tal vez sea porque desconocen en gran medida las
facultades de las que está dotado el cargo. El mayor conocimiento debe gene-
rar mayor seguridad en su comportamiento como autoridades políticas;
• La participación política de las mujeres, es muchas veces percibida como un
favor, pese a que es un derecho. Los méritos son relevantes para salir elegidas.
Ante una vasta oferta electoral, el ciudadano esta en condiciones de escoger a
aquellas personas que más méritos hayan hecho para representarlo. El proble-
ma es que lo que se considera méritos en el varón no se considera méritos en
la mujer. A la mujer se reclama honestidad, generosidad, compasión hacia los
que sufren, trabajo fuerte y consistente; a los varones se les pide firmeza, capa-
cidad de gobernar, dominio de temas como economía, desarrollo, experiencia
técnico, etc.;
• No se puede afirmar concluyentemente si tener como eje de oferta electoral
asuntos de género significa una ganancia para la candidata. En el caso perua-
no, ninguna de las congresistas elegidas llegó portando una agenda de género.
La han construido una vez dentro del poder institucional, bien sea porque se
les ha encomendado trabajar el tema o por experiencias personales a partir de
las cuales tomaron consciencia de su situación de mujeres;
+ La inexistencia de partidos políticos, o el hecho de que se formen organizacio-
nes políticas sólo para fines de un proceso electoral, retrasa la formación polí-
tica de las mujeres y desalienta a aquellas que han ingresado por primera vez
a un espacio de poder institucional. Las mujeres se sienten sin respaldo tanto
para efectos de liderazgo político y el conocimiento de las reglas de juego de
la poh1ica, como para el aprendizaje del ejercicio de su cargo;
+ Es necesario una mayor formación integral de las mujeres que participan acti-
vamente en política; ellas requieren saber que un político además de una per-
sona representa una postura ideológica. Reclaman un mayor manejo de con~
ceptos y teoría. Se requiere escuela política y para eso, los partidos son indis-
pensables;
• Finalmente, el proyecto se ha dirigido principalmente a asegurar el acceso de
las mujeres al poder. La mayor presencia de mujeres en el poder constituye

- 46 -
•per se• una apertura democrática. Mientras mejor representados estén los dis-
tintos sectores o segmentos de la sociedad, mejor será también la representa·
ción en términos cuantitativos y cualitativos y, en síntesis, habrá una mejor
democracia. Una democracia será perfecta, cuando sea absolutamente indi-
ferente el sexo del gobernante.

- 47 -
3. ELECCIONES GENERALES 2000

3.1. Contexto político

Con la convocatoria a elecciones generales, se inició formalmente el proceso electoral


que sería el último del milenio y el primero también en el que se aplicaría el mecanismo
de cuotas para el Congreso de la República. Todo hacía presagiar que el mandatario de
entonces postularía a una tercera elección consecutiva como en efecto ocurrió, polari-
zando a extremos el ambiente electoral.
Conforme fueron transcurriendo las semanas y en la medida que se aceroba la
fecha de votación (9 de abril) la situación política se fue tensando más. Los canales de te-
levisión abierta no dieron espacios para el debate de ideas o de propuestas de los distintos
candidatos. Los programas poliiicos fueron cancelados o conducidos por personas afines
al régimen del postulante presidente. Sólo un canal de señala cerrada estuvo dispuesto a
difundir las propuestas políticas, a señalar los defectos del proceso electoral y a transmitir
los encuentros entre los diversos candidatos con su población electoral. En general, la
prensa más que silenciada estaba comprada por el régimen, salvo algunas excepciones
particularmente de prensa escrita". En el interín se produjo el escándalo de la falsifica-
ción de más de un millón de firmas para postular al candidato presidente bajo una nue-
va agrupación política, Perú 2000, la cual junto con Vamos Vecino, Cambio 90 y !\Jueva
Mayoría (las tres agrupaciones políticas creadas por el oficialismo para participar en di-
versos procesos electorales) que ya contaban con inscripción electoral y estaban aptas
para participar en la contienda, conformaron una alianza que postuló al candidato pre-
sidente: la Alianza Electoral Perú 2000. Este escándalo que fue denunciado por un diario
de circulación nacional (El Comercio) no mereció por parte de las autoridades electora-
les mayores investigaciones ni sanciones a los responsables. Se anuló la inscripción de la
agrupación política Perú 2000 más no la de la Alianza del mismo nombre que postulaba
al candidato presidente.
La Defensoría del Pueblo, en uso de sus facultades. intervino para velar por los
derechos ciudadanos a un proceso electoral limpio y transparente. Sin embargo, el De-
fensor fue acusado por diversos congresistas oficialistas de exceso en sus funciones con
el ánimo de frenar las denuncias de prácticamente el único órgano del sector público

IS Ver artículo "Debilidades Éticas de una Esfera Pública marcada por el negocio: Democracia y género
a la deriva" de Rosa María Alfa ro, páginas 109-124.

- 48 -
que contaba con respeto ciudadano. Por su parte las misiones de observadores, de diver-
sa procedencia (OEA, ONU, Unión Europea, Centro Carter, NDI, entre otros) señalaron
el *déficit de legitimidad" de la democracia peruana y, sin llegar a afirmar la existencia
de un fraude electoral, precisaron los defectos del proceso.
Por su parte la oposición se fue aglutinando en torno a la figura de .,lejandro
Toledo que había logrado superar y pasar las vallas que le impuso una campaña de des-
prestigio que había logrado pulverizar a otros candidatos fuertes como al entonces Akal-
de de Lima, Alberto Andrade líder de Somos Perú y al líder de Solidaridad 'lacional,
Luis Castañeda lossio. Pese a contar con un apoyo mayoritario de la poblacion -<:ono-
cimiento corroborado hoy por boca de los propios asesores del entonces ~residente
Fujimori- se impuso la segunda re-elección quedando como ganador para p;.sar a una
segunda vuelta el candidato presidente. La segunda vueha también la ganó: el :andídato
Toledo retiró verbalmente su candidatura.
En este contexto, se produjeron numerosas denuncias de diversa procedencia seña-
lando que la atención que brindaba el Estado a las mujeres a través de sus pro¡;ramas de
apoyo alimentario estuvo acompañada -en muchos casos.- de amenazas a las integrantes
de comedores, clubes de madre o Vaso de leche si no votaban por el candidato de Gobier-
no, si no se inscribían como personeras de Perú 2000 ó si no aceptaban las •inv taciones"
forzosas a los mitines del candidato-Presidente. Mujeres dirigentes de organizaciones po-
pulares se movilizaron y presentaron personalmente sus quejas en la Oficina Nacional de
Procesos Electorales, ONPE. También solicitaron que -en el marco de su obligación de
ofrecer educación electoral- este organismo electoral recordara tanto a los cancidatos en
campaña como a las mujeres del Perú, que el voto era libre y secreto.
Desde antes de la segunda vuelta electoral llamábamos la atención sobre esta pro-
blemática. En un artículo publicado en un diario de circulación nacional (El C•>merciol,
la Coordinadora General de Manuela Ramos, planteaba Ja necesidad de termin<ir con •la
utilización de las mujeres de los sectores populares en la campaña electoral" rtscatando
el rol de los comedores y de la red de sobreviviencia que se estableció para enfrentar la
pobreza y que había recibido reconocimientos dentro y fuera del país. Afirmabi también
el compromiso institucional con la defensa de la democracia que se veía seriamente
afectada cuando se vulneraban los derechos de las mujeres, en especial los derechos
políticos.
En un escenario altamente intimidatorio, algunas organizaciones de m1.jeres, no
sucumbieron al temor a las represalias y se manifestaron públicamenle:
El Movimiento de Mujeres Ciudadanas del Cono Norte, circuló una Ca1a Abier-
ta en la que se pronunciaba sobre el proceso electoral y la participación de I~ mujeres
integrantes de organizaciones de apoyo alimentario como comedores. Pidieron :¡ue cese

- 49 -
el "chantaje alimentario" que se ejerce contra las mujeres de los sectores populares y res-
paldaron las cinco condiciones" que fueran planteadas por el Defensor del Pueblo para
la realización de la segunda vuelta electoral.
la Plataforma desde las Mujeres de las Organizaciones Sociales, fue presen-
tada a la prensa y a la opinión pública, el 17 de mayo. Este documento que fue elabora-
do con la participación de representantes de veinte organizaciones, planteaba e~ una
primera parte, que quienes lo suscribieron reivindicaban su derecho a elegir libremente
y reafirmaban la exigencia de que se respete la autonomía de las organizaciones de
mujeres así como sus derechos. Del mismo modo, reiteraban que la alimentación era un
derecho que debía estar garantizado por el Estado y que los recursos de los programas
alimentarios no debían usarse con el objetivo de lograr clientelaje pohlico.
En su segunda parte planteaba a los candidatos y al nuevo gobernante, su plata-
forma de demandas en la que se reiteraba la necesidad de contar con la participación
de las mujeres en el diseño de políticas sociales con el enfoque de desarrollo humano
y no asistencialísta, con participación en la fiscalización y vigilancia de los programas
sociales.
Pronunciamiento de la Federación de Comedores Autogestionarios, esta orga-
nización de Lima y Callao se dirigió a la ONPE, al Jurado Nacional de Elecciones y a la
opinión pública en general rechazando el proselitismo y las presiones políticas que rea-
lizaban determinados funcionarios aprovechando la necesidad de las mujeres. Igualmen-
te, recordaban que "los comedores populares son organizaciones autónomas de mujeres
solidarias que surgieron hace más de 20 años, por iniciativa propia para enfrentar el
hambre de las familias de bajos ingresos debido a la aplicación deficiente de las pollticas
económicas y sociales. Las mujeres de los comedores con su trabajo volLntario
subsidian más del 30% del costo real de la ración diaria, el 50% asume la asociada/o y
la diferencia aporta el PRONAA en alimentos".
Las misiones de observación electoral, particularmente las extranjeras y la Asocia-
ción Civil Transparencia, tuvieron un rol decisivo para evitar que se consumara la elección
fraudulenta del candidato Fujímori en primera vuelta, Transparencia logró constituirse en

" a) Garantías para la efectiva neutralidad de las autoridades, funcionarios y servidores públicos; b)
Compromiso de limpieza en la campaña electoral a través de un Código de Conducta; c) Acceso
equítativo a los medios de comunicacíón con relación a la cobertura informativa y propaganda elec-
toral, tanto en los de propiedad del Estado cuanto en los privados; dl Medidas necesarias para disipar
las dudas sobre la competencia e imparcialidad de la ONPE, a efectos de restablecer credibilidad en
e1 proceso electoral, y e) Promoción de la vigilancia ciudadana, sustentada en más eficaces campañas
públicas de capacitación a los miembros de mesa, personeros y votantes.

- 50 -
un referente de imparcialidad y credibilidad no sólo entre los candidatos que competían
sino también entre el electorado, al punto que prácticamente arbitró los resulta:los electo-
rales con su conteo de votos. Los candidaloS en contienda manifestaron que se ;ometerían
a los resultados electorales que porporcionara Transparencia .
Para PROMUJER este proceso electoral fue sumamente desgastante por cuanto
había dificultades para promover un voto libre, secreto e informado; también las había
para promover mujeres al Congreso por cuanto la presencia de mujeres no se identifica-
ba con una mejora del sistema democrático y finalmente, las candida·as tenían
comprensibles recelos entre ellas, situación que particularmente se daba entre las
candidatas del oficialismo con las de las demás organizaciones políticas. P~se a ello.
nuestro compromiso seguía firme: más mujeres al poder. Bajo el lema "Elige hombres y
mujeres democráticos. Tienes dos votos preferenciales para el Congreso, dal~ uno a la
Mujer" se organizaron una serie de actividades, destacando entre ellas el prc>grama de
Televisión "Palabra de Mujer", primero en América Latina promovido por una organiza-
ción de mujeres feministas.

3.2. Zonas de intervención


En esta segunda fase de intervención, PROMUJER afinó sus zonas de intervención con-
centrándose en aquellas zonas en las que sus acciones podían potenciarse más y mejor.
Así las zonas que se delimitaron fueron las siguientes:
• Lima Metropolitana
• lima distritos:
-Barranco
-Rímac
Villa El Salvador
• Departamento de La libertad, provincia de Trujillo, distrito de Huanchaco.
• Departamento de Arequipa, provincia de Arequipa.
• Departamento de Lambayeque, provincia de Chidayo con proyección a Piura.
• Departamento de Moquegua, provincia de llo con proyección a las ciudades de
Moquegua y Arequipa.
• Departamento de Puno, provincia de Puno.
• Departamento de San Martín, provincia de de San Martín (Tarapoto).
• Departamento de Ancash, provincias de Carhuaz, Yungay y Huaraz.

- 51 -
3.3. Actuación de PROMUJER
Organizando sus actividades bajo los mismos criterios que en el proceso electoral muni-
cipal, PROMUJER en este proceso electoral buscó comprometer a la clase política para
mejorar y aplicar correctamente el mecanismos de cuotas, que se utilizaría por primera
vez en una contienda de elecciones congresales; buscaba también difundir el conoci-
miento de la norma de cuotas para evitar que se produzcan errores similares que en la
elección municipal anterior, promover candidaturas de mujeres y estimular la utilización
del voto preferencial para orientarlo a candidaturas femeninas. También se buscó el acer-
camiento con las candidatas para abordar temas como la importancia de la democracia
y la vigencia del Estado de Derecho, análisis de género en políticas públicas y el rol de
las mujeres en la vida pública. Se continúo aplicando encuestas a fin de conocer la evo-
lución de la opinión pública en torno a los temas de trabajo del Consorcio.
En total PROMUJER logró trabajar con 390 mujeres líderes, entre ellas mujeres rura-
les, una agenda que contenra cinco demandas básicas: erradicación del analfabetismo feme-
nino; disminución de la mortalidad materna; igualdad de oportunidades en el acceso al tra-
bajo; políticas integrales frente a la violencia familiar; y equidad en la participación política.
La elaboración de esta agenda que incluía demandas de las mujeres rurales, estuvo a cargo
de CESIP y de CEDEP y íue puesta en conocimiento directo de casi 7 mil mujeres. Por otro
lado, casi 200 mujeres de las diferentes organizaciones políticas que participaban en el pro-
ceso electoral recibieron apoyo para diseñar sus campañas electorales y formular sus progra-
mas políticos; 41 candidatas al Congreso compartieron formación en aspectos relativos a la
función congresal; más de 8 mil mujeres y 1S mil electores en general estuvieron sensibiliza-
das con el tema por obra de foros públicos, videos plaza, caravanas educativas y llenado de
cédulas; 27 instituciones fuera de Lima se sumaron a la promoción del voto por una mujer
a través del "lntercentros" promovido por CALANDRIA. En el caso del departamento de
Ancash, zona de intervención del CEDEP, se elevó el número de electores en 5%; 'en esta
misma proporción se redujo el ausentismo, en 11 % se incrementó el porcentaje de mujeres
inscritas en el padrón electoral y en 8% se redujo el porcentaje de votos nulos. Cabe destacar
que en la zona de intervención del CEDEP, el 66% de la población electoral conocía la nor-
ma sobre cuotas, muy por encima del promedio del resto del departamentos del país, inclui-
do Lima (28%). Al respecto también es destacable que en conjunto en las zonas de interven-
ción del proyecto, el conocimiento de la norma sobre cuotas subió en 10.4%.
Se inició el programa de televisión "Palabra de Mujer" en co-producción de
Manuela Ramos y el Canal N (señal cerrada) que tenía como uno de sus objetivos cen-
trales la promoción de candidaturas femeninas. Salvo una, todas las candidatas que lue-
go salieron elegidas para el Congreso participaron en algún momento en el programa.
Esta fue prácticamente una de las pocas ventanas que tenían para poner en conocimiento
del electorado su identidad, sus intereses y sus propuestas.

- 52 -
a) Escenario electoral, cuota de mujeres y expectativas
El proceso electoral convocado revestía una singular importancia para las mujeres polí-
ticas o que querían incursionar en la poh1ica, por cuanto se enfrentaban a s tuaciones
inéditas en el país:
Una candidatura presidencial de cuestionada legalidad que haría de Alberto Fujimori
el único peruano que ha postulado para tres períodos presidenciales consecutivos;
Un escenario político institucional débil, en donde los poderes públicos habían
perdido autonomía y por consiguiente vigencia;
Un control cerrado de los medios de comunicación social, en particular de la 1e-
levisión de seilal abierta y de la denominada "prensa chicha" (diarios de tajo costo
digitados por el Servicio de lnlelígencia Nacional);
La aplicación por primera vez del mecanismo de cuotas en las listas a l2s eleccio-
nes del Congreso de la República.
¿Qué relación existía enlre estos sucesos? Relaciones muy significativas, pues la
campaila iba a ser dura, cerrada y sin muchas garantías de libertad de opinión y de in-
formación. Para PROMUJER este escenario limitaba la posibilidad de trabajar con una
pluralidad política de candidaturas y dificultó la relación con las mujeres de organiza-
ciones sociales de base, las electoras, las cuales estaban muy presionadas por las fuerzas
del candidato oficialista. Por otro lado, se suponía -como en efecto ocurrió- que el nue-
vo Congreso estaría integrado por más mujeres que el anterior y la ciudadanía esperaba
de las mujeres un cambio en la forma de hacer pohlica. Se esperaba entonces, que las
mujeres tuvieran la fuerza y la decisión para retomar el camino de la instituci::malidad,
la vigencia del Estado de Derecho y por consiguiente la consolidación de la ::lemocra-
da. Sin embargo, dado "el déficit de legitimidad" del proceso electoral, no había mucho
espacio para el debate en tomo al deterioro de las instituciones democráticas que afec-
taba seriamente el equilibrio entre los poderes públicos. los sucesos que se pn-cipitaron
después, dejarían al descubierto una red de control pol11ico institucional que tenía como
objetivo la perpetuación en el poder para desde allí ocultar los altísimos niveles de co-
rrupción que tuvieron lugar en la década pasada.
Estaba claro para PROMUJER que las elecciones para el Congreso no iban a ser
iguales que para los municipios. los cargos eran de naturaleza distinta y existia una di-
ferencia abismal en prestigio social, poder pohlico e ingresos económicos entre uno y
otro. Por ello, se esperaba un enfrentamiento mayor entre hombres y mujeres que, a
diferencia de las elecciones municipales, disputarían los mismos cargos. Para e<>ntrarres-
tar las corrientes adversas, se alertó, a través de un comunicado público (11 de enero de
2000) a las organizaciones políticas para que promovieran la elección de mu.eres más
allá de lo meramente legal, a fin de respetar el espíritu de la norma de cuotas

- 53 -
Parece que no fue así. Ni las mujeres negociaron bien -muchas se enteraron de su
ubicación en la lista al momento de su inscripción- ni los partidos se prepararon para
cumplir a cabalidad con esta disposición legal. Pese a que la norma tenía ya casi dos
años de vigencia, gran parte de candidatas que participaron en la contienda electoral lo
hicieron en condición de "invitadas" de las organizaciones políticas y muchas fueron
convocadas a última hora. Pocas organizaciones políticas trabajaron con las mujeres que
postularían al Congreso por su lista con la debida anticipación.
En la mayoría de las listas hubo sorpresas, partícularmente en lo que respecta a la
ubicación de las mujeres. Algunas de ellas muy destacadas aparecieron en lugares poco
expectantes. Sin embargo, lo más llamativo ocurrió en las filas del oficialismo. Su lista
llevó a las candidatas más fuertes, las que ya eran congresistas, una ex ministra y dos ex
viceministras, en puestos que no eran los más visibles de la lista. En los primeros puestos
colocó a mujeres que no tenían trayectoria dentro de sus varias organizaciones políticas.
Del total de trece (13) congresistas, nueve (9) postularon a la reelección. De éstas
siete (7) pertenecían a la lista oficialísta.
Ahora bien, el primer efecto de la ley fue la elevación del porcentaje de candidatas
al Congreso de 11 % en 1995 a 26% en el año 2000. Al margen de que ganaran o perdie-
ran, lo significativo era que más mujeres conocerían los mecanismos internos de funcio-
namiento de los partidos, se prepararían para una oferta electoral y se enfrentarían a una
campaña política. Y todo esto, armonizando responsabilidades familiares con actuación
pública. Considerábamos muy importante este entrenamiento de vida por el cual las
mujeres que participaron en la contienda electoral ya no serían las mismas que antes.
Las acciones de PROMUJER se enmarcaron también en una perspectiva de plurali-
dad política, la que cada vez se hacía más difícil por el rechazo que habían despertado al-
gunas mujeres del oficial ismo a quienes se vinculaba con los atentados contra el Estado de
Derecho y la des-institucionalización del país. Esta situación colocó a PROMUJER en una
situación difícil pues habiendo defendido y difundido el valor de las cuotas, se cuestiona-
ba si la cuota era el mecanismo idóneo que además de garantizar el acceso de mujeres al
poder, garantizaba también calidades democráticas de esas mujeres. En un ambiente po-
larizado polfticamente, era difícil sostener que la cuota era un mecanismo que sólo garan-
tizaba acceso. Sin embargo y para introducir la necesidad de tener representantes mujeres
de procedencia o trayectoria democráticas, se lanzó el lema que invocaba a una elección
de hombres y mujeres democráticos: Elige hombres y mujeres democráticos. Para el Con-
greso tienes dos votos preferenciales ¡Dale uno a la mujer!
A fin de poner en conocimiento de los electores los nombres de las candidaturas
femeninas, y ante el cierre de los canales de televisión, paradójicamente de señal abier-
ta, sólo quedó recurrir a los medios de comunicación a través de avisos pagados. Así, en

- 54 -
un encarte aparecido en un diario de circulación nacional (la República) se pJblicitó el
nombre, número y organización política de todas las candidatas.

b) Encuestas de opinión pública sobre elecciones generales


Siempre siguiendo la evolución de la opinión pública con relación a la participación
política de las mujeres, PROMUJER se preocupó por la realización de encuest.ls realiza-
das por las propias instituciones que conforman el Consorcio o por otras instituciones o
grupos vinculados.
CALANDRIA aplicó una encuesta en la que se revelaba el desconocimirnto sobre
cómo votar, en particular sobre el uso del voto preferencial:
32% de la población creía que en estas elecciones sólo se elegiría a Prt-sidente;
26% no sabía que se podía votar por una organización polilica para prt-sidente y
por otra para congresistas;
41 % creía que se podía votar por dos candidatos pertenecientes a listas diferentes
para el Congreso;
35% de la población electoral ere fa que era obligatorio hacer uso del llOl:o pn!'Íetet 1cial.
En todos los casos, las mujeres mostraron mayor desconocimiento que los varones
sobre las reglas de juego de estas elecciones. Por eso se invocó a las organismos electo-
rales competentes, para que focalicen la capacitación electoral en el público femenino.
la ONPE órgano encargado de esta función cumplió parcialmente su oblígac ón.
Por su parte, el Grupo Impulsor Nacional (relacionado al seguimiento de la Confe-
rencia de Beijing) encargó la realización de una encuesta (!MASEN) en lima y Olras ciucta..
des del país para identificar algunas tendencias en la opinión pública sobre la participa-
ción polllica de las mujeres. Presentamos algunos resultados (en términos porcentuales!
desagregados por sexo, lo que nos permite hacer comparaciones entre ambos g"Upos:

• Conoce usted la llamada ley de cuotas?

:":~
SI

Lima Metropolilana Hombres 45.9%


Mujeres 41.4% 58.6%
1
Resto del país Hombres 43.2% S4.S%
Mujeres 36.1% 61.4%

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ANAMARi.o. YM;u

En relación a la encuesta aplicada con ocasión de las elecciones municipales, el


conocimiento de la norma de cuotas se incrementó significativamente, casi en un 18%.
Igual que en el caso de la encuesta de Calandria, se observa un menor conocimiento por
parte de las mujeres de las normas electorales.

• Aprueba que cada lista que se presente al Congreso lleve 25% de mujeres?

Sí No

Lima Metropolitana Hombres 79.5°ío 16.4%


Mujeres 87.3~~ 7.6%

Resto del país Hombres 76.8~/o 15.2%


Mujeres 85.5°/o
! 7.S"Yo

• Cree que esta medida logrará que haya más mujeres en el Congreso?

Sí No 1
!
Lima Metropolitana Hombres 73.0% 22.1%
1
Mujeres 88.0°/o 7.0%
i
Resto del país Hombres 69.0% 21.2% 1
Mujeres
1
80,3'o/o 10.2% _J
En las dos respuestas precedentes se observa la inclinación favorable de la pobla-
ción (mayoritaria en mujeres) hacia la participación de más mujeres en el Congreso de
la República, así corno una validación del mecanismo de cuotas para promover esta par-
ticipación.

- 56 -
• Se sentiría indinado a votar por una mujer para el Congreso de la República?

!.\1f Inclinado Más o Poco Nada


inclinado menos ínclinado 1nclínado
Inclinado

Lima Metropolitana
Hombres i 12.3% 48.4% i 18.4% 1 11.9% 7.8%
1
Mujeres 32.5% 47.8% 12.4% 3.2% 1 2.0%

Resto del país


Hombres 11.2% 39.5% 25.8% 11.7% 8.8%
Mujeres 31.5% 45.2% 14.0% 3.5% 3.22%

Fuente: !MASEN, mayo de 1999.

La suma de las dos primeras opciones es consistente con la respuesta ant<'rior. Entre
60% y 80% (hombres y mujeres respectivamente) se sentiría muy inclinado o inclinado
a votar por una mujer.

• Cree que defendería mejor los intereses de su región?

Un hombre UnaUujer

lima Metropofilana Hombres 36.1% 27.SlC.


Mujeres 14.9% 53.4·~

Resto del país Hombres 43.2% 23.1%.


Mujeres 36.1% 51.11'-
i

Fuente: !MASEN, mayo de 1999.

En estas respuestas se observa claramente que son las mujeres las que más valoran
a otras mujeres. La diferencia entre hombres y mujeres que cree que una mujer defende-
ría mejor los intereses de su región, en el caso de Urna Metropolitana es de casi 26%,
mientras que en el resto del país, más conservador, primero la brecha se agranda a 28%
y segundo, los porcentajes son más bajos.
Del mismo modo, para conocer la orientación del voto femenino y del voto mas-
culino, el Consorcio PROMUJER encargó una encuesta a "boca de urna• a la empresa

- 57 -
DATUM Internacional, la cual se llevó a cabo el día 9 de abril en las ciudades de Urna,
Callao, Huancayo, Trujillo, Arequipa, Puno, Maynas, Ayacucho y Huaraz. El total de en-
trevistados fue de 104,446 para el caso de la elección presidencial y de 83, 118 para el
caso de la elección al Congreso. De éstos, el 51% fue varones y el 49% mujeres.
Los resultados de la encuesta han confirmado las hipótesis que manejábamos: (i)
Más mujeres que hombres votan por el candidato Fujimori; y (ii) Más mujeres votan por
mujeres (en el caso del Congreso). Sin embargo, conviene hacer algunas preguntas y
plantear hipótesis en torno a los resultados de la mencionada encuesta.

e) Elección Presidencial
• Las opciones presidenciales según el sexo del elector. Un número superior
de mujeres -posiblemente de sectores populares· votó por el candidato presi·
dente Alberto Fujimori. Creemos que esto se explica, por el debilitamiento de
la conciencia cívica y política tanto de hombres como de mujeres producida
en los últimos años, producto de una serie de situaciones críticas: la erosión de
los ingresos; la extensión de la pobreza y el enorme esfuerzo que han hecho las
mujeres para paliar sus carencias; la desilusión de proyectos políticos colecti-
vos que poco contribuyeron a mejorar su calidad de vida y la de su familia; el
sufrimiento particular de la violencia senderista (rastrillajes en los que detenían
a familiares, enrolamiento de los hijos en el ejército, asesinato de esposos, entre
otros) y, la última pero no la menos importante, la manipulación política de
que han sido objeto las mujeres por ser las principales beneficiarias de los pro·
gramas de asistencia social del Estado, que se han implementado en paralelo
con una cruzada política a favor del régimen de Fu ji morí. En la medida que las
mujeres asumen decididamente la responsabilidad del hogar, no están muy dis-
puestas a arriesgar lo poco -que creen seguro- para el sostenimiento de su fa.
milia. Esta combinación de elementos ha hecho a las mujeres más pragmáticas,
lo que ha quedado plasmado en un voto más conservador (no por el cambio)
en el actual proceso electoral.

Votación por agrupación política, según sexo

PARTIDO I AGRUPACIÓN Hombres 1


Mujeres
i
PERÚ POSIBLE 51.5% 50.5%
PERÚ 2000 35.1% 40.7%
SOMOS PERÚ 2.8'1b 2.5%
AVANCEMOS 2,5°/o
! 1.7%
continúa ...

- 58 -
o~continuaci6n

SOLIDARIDAD NACIONAL 2.0% 1.5%


APRA 1.5% 0.6%
FREPAP 0.9% 0.4%
ACCIÓN POPULAA 0.5% 0.3%
UPP 0.3% 0.2%
BLANCOS 2.2% 1.1%
VICIADOS 0.7% 0.4%
TOTAL VERTICAL 100% 100%

fuente: Encuesta a boca de urna, 9 de abril de 2000. DATUM lnlemacional.

Los datos recogidos muestran que:


En términos generales, la proporción entre el voto masculino y femenino en cada
lista, ha estado relativamente equilibrada, salvo los dos casos siguientes:
En el caso de Perú 2000 hubo una significativa diferencia en el porcent< je de vo-
tos obtenidos de varones y de mujeres casi: 6% más de mujeres que de varo~ votó por
la lísta oficialista;
En el lado opuesto, Avancemos convocó más varones que mujeres: dos tercios de
su electorado está compuesto por varones y uno por mujeres. La explicación puede ser
la relación de esta agrupación política con miembros del Opus Dei, sector muy conser-
vador de la Iglesia Católica.

dl Elección Congresal
• las mujeres votan más por mujeres que los hombres. Asumimos que el in-
greso de las mujeres al poder institucional, es una manera de aseguru que los
intereses de las mujeres estén mejor representados. Esto a su vez debería redun-
dar en un fortalecimiento de la democracia, pues a mayor y mejor representa-
ción de los intereses de los distintos actores y grupos sociales, la demccracia es
de mejor calidad. Las mujeres congresistas, en particular en la década de los
noventa y procedentes de todas las fuerzas polilicas, han promovidc la apro-
bación de normas legales así como la implementación de políticas en favor de
los derechos de la mujer. Este accionar de las mujeres ha sido visibili?ado por
la ciudadanía y parecería que son las mujeres las que más han apreci.1do estas
conquistas. Es por ello, que más mujeres votan por sus pares, pues esperan que
sus intereses estén mejor representados.

- 59 -
ANA MARL4. YÁÑEZ

Del mismo modo, los datos de la encuesta señalan que:


Más hombres que mujeres han hecho uso del voto preferencial: 84% varones y
82% mujeres;
La mayoría del electorado vota sólo por varones: 70% entre hombres y mujeres
votó por uno o por dos candidatos varones;
Una minoría del electorado vota sólo por mujeres: 14% entre hombres y mu-
jeres votó por una o por dos mujeres;
Más mujeres que varones votan por mujeres: 36% de mujeres frente a 25% de
varones votaron al menos por una mujer;
Más mujeres que varones votan sólo por mujeres: 18% de las mujeres votó por
una o por dos mujeres mientras que 11 % de varones votó por una o dos mujeres.

• las Mujeres en el Congreso 2000 - 2005


En un proceso electoral cuestionado por amplios sectores ciudadanos y por las
misiones de observación electoral se eligió Presidente y Congresistas de la Re-
pública. El resultado de la elección de estos últimos y la proclamación oficial
de los congresistas se consagró el día 2 de junio mediante Resolución N• 863-
2000-JNE, casi dos meses después de producido el acto electoral. En el camino
hubo acusaciones de todo tipo: adulteración de actas con modificación del
voto preferencial, digitadores comprometidos con candidatos, personeros que
actuaron a favor de sus preferidos, entre otras. Durante el proceso electoral,
también hubo acusaciones entre los miembros de una misma agrupación polí-
tica quienes se culpaban de interferir en la propaganda electoral que pretendía
ganar el voto preferencial del electorado.
Esta experiencia electoral nos llevó a cuestionar la bondad del sistema del voto
preferencial y la guerra fratidda que éste desata entre candidatos de una misma
agrupación. Entendemos, sin embargo, que cualquier modificación a este sis-
tema debe tener como pre-requisito la democratización interna de los partidos
políticos que nos asegure a los electores que los candidatos serán ubicados en
una determinada lista en honor a sus méritos y no a componendas entre los lí-
deres, lo que no parece haber ocurrido en este proceso electoral.
Como veremos más adelante, ha habido candidaturas que han obtenido una vo-
tación bastante más elevada de la que se preveía por su ubicación en una deter-
minada lista. Esto nos estaría indicando que los criterios que se tienen en cuenta
para la ubicación de los candidatos en cada lista no estaría considerando el

- 60 -
prestigio del candidato o su caudal poh,ico. Creemos que en el caso de algunas
mujeres --candidaturas fuertes- puede haber habido intentos de "baj< rlas" para
que no compitan con los líderes varones de la organización. Pese a e lo, cuatro
mujeres se ubicaron entre los diez congresistas más votados. Esto re¡:resenta el
40% del total de los más votados, muy por encima del 22% del total ce mujeres
elegidas.

Los diez eongresitas más votados


Varones y Mujeres según votación preferencial

Orden Nombre Votos Agrupación P

1 Francisco Tudela 840943 Perú 2000


2 Absalón Vásquez 735978 Perú 2000
3 Femando Olivera 348853 FIM
4 carios Ferrero 263182 Perú Posible
5 Antero Flores Araoz 174939 Perú Posible
6 Luz Salgado 156176 Perú 2000
7 Luis Solari 135359 Perú Posible
8 Mercedes Cabanillas 127825 APRA
9 Susana Higuchi 126451 FIM
10 Martha Chávez 106015 Perú 2000

Fuente: ONPE.

• Feminismo y autoritarismo
El tema que más controversias suscitó fue la elección de las mujeres, cue se du-
plicó, pasando de 13 a 26 parlamentarias. En el Perú con esto, se rE'gistró un
hecho singular. Produdo de una serie de circunstancias -nacionales•! interna-
cionales, la presencia de mujeres en el poder institucional se fue incr·.?melllan-
do considerablemente entre 1995 y el afio 2000. Así por ejemplo, he-nos teni-
do tres ministras al mismo tiempo, lo que representaba el 20% del total del
gabinete en su momento y lambién hemos tenido seis Vice-ministras que repre-
sentaban el 35% del total". Fadores que han ido desde las demanc as de las

17
Ver Mujeres en el Poder... y el Poder de las Mujeres. Suplemento Especial del diario "El Ú•Tien:io•
auspiciado por el Movimiento Manuela Ramos, 8 de marzo de 1999.

- 61 -
feministas, pero principalmente una política de Estado explicarían esta situa-
ción. Sin embargo, la incorporación de más mujeres al poder se fue dando en
un escenario de desmantelamiento de las instituciones democráticas y dentro
de un estilo de gobierno autoritario al cual las mujeres no han sido ajenas: al-
gunas de ellas han sido las que más contribuyeron al desmontaje institucional
a que aludíamos anteriormente. luego de la elección, las mujeres del régimen
fujimorista en un hecho inédito en el Perú y en América latina ocuparon to-
dos los cargos en la Mesa Directiva del Congreso de la República. Es decir, no
sólo estábamos frente a un proceso electoral que había duplicado la presencia
de mujeres en el Congreso, sino que el control del primer poder del Estado es-
tuvo, si bien por poco tiempo, en manos de ellas". La peculiar situación perua-
na causó desconcierto en analistas nacionales y extranjeros, pues se asumía -
aún cuando nunca se explicitó- que el rompimiento de las barreras de la discri-
minación por sexo en la política se daría en un contexto democratizador y
sobre la base de un proceso de selección "casi natural" que llevaría a las muje-
res de mayor trayectoria democrática a esas esferas de poder.

• El asunto de la representación política


Terminadas las elecciones en el marco de grandes sospechas de fraude, no era in-
frecuente encontrar mujeres, incluso algunas feministas, que afirmaban que las
mujeres elegidas "no me representan" pues no compartían la vocación democrá-
tica de estas mujeres. Es decir, no sólo no se identificaban, sino rechazaban, los
rasgos autoritarios de gran parte de las mujeres elegidas como congresistas. La
primera pregunta que saltaba entonces era ¡la representación polilica debe repre-
sentar a cada grupo en particular? ¿las feministas requieren congresistas feministas
para sentirse representadas? ¿Es posible que un grupo de mujeres pueda represen-
tar al conjunto de mujeres, con sus diferencias y diversidad cultural? Parecería
que sí, pero que eso depende de la existencia de un buen sistema de representa-
ción política que a su vez requiere de un sistema de partidos sólidos y democrá-
ticos, por un lado, y con una sociedad civil fortalecida y dotada de ciudadanía
plena, por el otro; que además requiere de mecanismos institucionales de cana-
lización de expectativas, de demandas y también de rendición de cuentas, nada
de lo cual existe todavía en el Perú, pero que se está intentando construir. Tam-
bién nos preguntábamos ¿qué hay detrás de esta pregunta? ¡cuál es la naturaleza
de la representación política? ¿de qué estamos hablando las mujeres cuando nos

18
La elección de las mujeres para presidir el Congreso respondió a una transaccíón política entre las
diversas facciones que dentro del fujimorismo pugnaban por la hegemonía.

- 62 -
preguntamos sí las mujeres que fueron elegidas -algunas bajo sospechi de frau·
de- nos representan? ¡las mujeres en pohiica deben representar a todos los grupos
de mujeres? Creemos que si bien la representación pohiica no es un espejo que
refleja identidades, que tampoco es un mandato para que el represent.mte haga
lo que el representado mande u ordene, si la o el representante tiene aJtonomía
y además vocación para "leer" o "interpretar" la voluntad de los elect0<es-cíuda-
danos y actúan en consecuencia, entonces si puede representar al conjunto no
sólo de las mujeres sino de la población mayoritaria. La existencia de· partidos
sólidos por otra parte, debería ser una garantía para la población po· quienes
llegan a formar parte de los poderes públicos y que deben ser aquellas personas
con experiencia, sentido pohtico, capacidad de comunicación y honesl dad para
ejercer la función pública. Por ello, para que una representación parl;mentaria
sea realmente representativa, se requiere pol11icos calificados que separ int~
tar la voluntad popular a través de mecanismos institucionales de interrelación
entre ellos y el electorado, a lo que debe sumarse una sensibilidad pohiica y una
verdadera vocación de servicio.
Pero en esos momentos las preguntas eran ¿a quién representan las mujeres que
estuvieron gradas a esta elección en el poder? ¡al conjunto de mL jeres? ¡a
quién rinden cuentas? Probablemente aquellas mujeres representabar. el sentir
de no pocos grupos de mujeres. De no ser así no hubieran salido eleg das y re-
elegidas posteriormente en un proceso electoral inobjetable. Probablemente
entre las mujeres que sí se sentían representadas se encontraban g-upos de
mujeres urbanas, incluyendo a algunas de sectores populares que en más de
una ocasión manifestaron que nunca antes se sintieron tan bien representadas
como en esos momentos.
Es importante señalar también que a las mujeres -las propias mujeres}' también
los hombres- les exigen estándares de calidad que no se les exige a los varones.
Si se cuestiona la representatividad de las mujeres debe también cuesli marse la
representatividad de los varones, pues ninguna satisface las expectativas del elec-
torado. El Congreso de la República, espacio de representación polilic1 por ex·
celencia, tiene uno de los índices más bajos de aprobación por parte de la ciuda-
danía respecto de su gestión. Y esto es expresión de la crisis de represenlacíón
del sistema político peruano en su conjunto, que se desarrolla durante los 80 y
que colapsa a inicios de los 90, crisis en la que los partidos políticos h;.n tenido
una cuota de responsabilidad que hasta ahora no terminan de asumir.
La crisis de representación estimamos que ha afectado particularmente a las
mujeres, pues su "debut en la política grande" se dio justo en este cortexto de
crisis que afecta a lodos los agentes políticos, aunque de modo desigual.

- 63 -
Entonces, creemos que es correcto afirmar que la presencia de mujeres -inde-
pendiente de su vocación democrática o autoritaria- es mejor para la represen-
tación de los intereses de las mujeres, que su ausencia. Y, aunque esta represen-
tación no satisfaga a todas las mujeres, ello significa un piso sin el cual no se
podrá construir un sistema político que canalice con acierto y equidad las de-
mandas de los diversos grupos sociales.

• Composición del Congreso y ºla cuotaN de mujeres


La mayoría relativa de Congresistas la obtuvo la agrupación ofícialista Perú
2000. Sin embargo es importante tener presente que uno de los cuestiona-
mientos más sostenidos por todas las agrupaciones políticas ha sido justamente
el alto porcentaje de congresitas de esta agrupación. El día de las elecciones el
oficialismo aparecía con 42 curules, luego subió a 46 para finalmente quedar
con las 52 que tuvo al iniciarse la primera legislatura del año 2000.
La presencia de mujeres tuvo un incremento significativo: de 13 (11 %) congre-
sistas que tuvimos en el Congreso 1995-2000, en el Congreso siguiente subió a
26, lo que constituyó el 22% del total de Congresis;as; es decir se duplicó la re-
presentación femenina acercándonos al 25% a que aspíra la norma sobre cuo-
tas. De esta representación, también la mayoría relativa la tuvo Perú 2000. Del
total de mujeres congresistas, 6 fueron reelectas y 20 nuevas, de las cuales dos
ya tenían experiencia parlamentaria: Mercedes Cabanillas (Senadora 1985-
1990) del APRA y Gloria Helfer (Diputada 1990-1992) de MOi. Sólo dos con-
gresistas que postularon a la reelección no lograron su curul: Aurora Torrejón
y Edíth Mellado, ambas postulantes por Perú 2000. Otras dos destacadas con-
gresistas y que aportaron significativamente al cambio del marco normativo de
los derechos de las mujeres, Lourdes flores Nano y Beatriz Merino Lucero, no
postularon nuevamente al Congreso.

N• y % de mujeres Congreso 1995-2000 Congreso 2000-2005

Número de mujeres 13 26

Porcentaje de mujeres 11% 22%


1
Fuente: ONPE, 1995 y 2000.

- 64 -
La composición pohlica de las congresistas mujeres fue la siguiente:

POl'Celdaje
Organización Polftlca Mujeres
Deltolal de Del total de
mujeres congresistas

Perú 2000 15 57.7 12.6

Perú Posible 4 15.3 3.~

APRA 3 11.5 2.6

FN 2 7.7 1.7

Somos Perú 1 3.9 0.11

UPP 1 3.9 0.11 '


1
TOTAL 26 100% 22'!1.
1
Fuente: ONPE, 2000.

• Votación obtenida: más subieron las mujeres


En este proceso electoral se utilizó el voto preferencial más que en cualquier
otro: 80% del electorado según la encuesta encargada por PROML JER. Esto
significó una movilidad sin precedentes entre los puestos que ocuparon los can-
didatos en las listas y la posición que ocuparon luego como electos dentro de
su propia lista. Entre éstos, el caso más destacable fue el de Mercedes
Cabanillas que no sólo subió del cuarto al primer puesto, sino que la vO!ación
que alcanzó triplicó la votación del que estaba primero en su lista, el congre-
sista Jorge del Castillo. Otro caso destacable fue el de Martha Chávez, que subió
del puesto N" 120 al puesto 4to de su lista, lo que era predecible por ·!1 rol que
tuvo esta congresista dentro de su organización política.
Del total de listas de candidatos al Congreso, ninguna estuvo presididl por una
mujer. Sin embargo, tres mujeres alcanzaron la más alta vO!acíón en su respec-
tiva agrupación: Mercedes Cabanillas en el APRA, Anel Townsend E•n Somos
Perú y Gloria Helfer en la UPP. El relegamiento de estas tres mujeres pudo ser
producto de tendencias discriminatorias contra las mujeres dentro de las orga-
nizaciones políticas por parte de sus líderes varones, tendencia que también se
observaría en el proceso electoral siguiente.

- óS -
Congresistas que obtuvieron la más alta votación en su organización politica

Congresista Organización Política Votación obtenida


Mercedes Cabanillas APRA 127,825
Anel Townsend Somos Perú 85.104
Gloria Helfer UPP 24,684

Fuente: ONPE.

Pese a esto, podemos afirmar que en general, el electorado privilegió, de algún


modo, la elección de mujeres. Si comparamos como fueron ubicadas en las
listas y los resultados obtenidos, vemos claramente que en la primera cuarta
parte de la totalidad de las listas, postularon 21 % de mujeres y sin embargo
fueron elegidas 39% de mujeres. Esta hipótesis se refuerza cuando vemos que
son ligeramente más las mujeres que subieron de ubicación: 65% en compara-
ción a un 63% de los varones.
En síntesis, con esta elección ratificamos la validez del mecanismo de cuotas
como promotor del mayor ingreso de mujeres al poder institucional. Existe una
suerte de "espejo" entre el porcentaje de candidatas mujeres y el porcentaje de
mujeres elegidas. Ocurrió en 1995 (alrededor de 11 % de candidatas y el mis-
mo porcentaje de electas), en las elecciones municipales de 1998 (25% de
candidatas y número similar de elegidas) y en las elecciones generales del
2000 (25% de candidatas y 22% de elegidas). Es decir parecería que el incre-
mento del porcentaje en la oferta electoral de mujeres tiene una incremento
proporcional en el electorado.

• De candidatas a alcaldesas a congresistas


Cuatro mujeres que postularon para alcaldesas en 1998, Martha Moyano para Villa
El Salvador, Julia Valenzuela para San Juan de Lurigancho, Jeanina Sor a para
Huancayo y Rubí Rodriguez para Castilla en Piura y que no ganaron, resultaron
elegidas para el Congreso. También es destacable el caso de Cecilia Tait, regidora
en Villa María del Triunfo que logró acceder al Congreso. Esto puede significar que
la visibilidad y la votación que lograron en su postulación a un cargo municipal
favoreció su ingreso al Congreso. En el caso de las candidatas por Villa El Salvador,
San Juan de Lurigancho y Huancayo hubiera sido necesario obtener una votación
mayor para lograr la alcaldía que un escaño en el parlamento, debido a la alta
concentración de electores en sus respectivas circunscripciones.

- 66 -
En general apreciamos de los datos obtenidos que el mecanismo de cuotas una
vez más mostró su eficacia para promover mujeres a espacios tradicionalmente
dominados por la presencia masculina. Si bien su implementación se ha produ-
cido en un contexto polfüco que no ha sido el más democrático, e.io no des-
virtúa la eficacia del mecanismo en sí. Sin embargo, el hecho de que la promo-
ción pololica de las mujeres haya tenido su mayor empuje durante la década de
mayor envilecimiento de la institucionalidad democrática y de corruxión, nos
ha llevado a analizar en puridad cuáles son los beneficios de la pa1ticipación
de la mujer en la polilica; porqué debe ésta -<:orno mujer, es decir corno per-
sona que pertenece a un sexo determinado- incorporarse en la toma de decisio-
nes y qué aporta esta mayor participación a la democracia. Produco de estas
situaciones, son las reflexiones que en su momento hicimos para demostrar que
estas demandas se inscribían en el camino correcto".

" Ver artículo 'la participación polAica de las mujeres fortalece la democracia• de Ana lolaria Yañéz.
páginas 125-133.

- 67 -
4. ELECCIONES GENERALES 2001

4.1. Contexto político


En setiembre del año 2000 a raíz de la difusión del primer video que ponía en evidencia
la corrupción política (el ex jefe del Servicio de Inteligencia pagaba US$ 15,000 al
congresista recientemente electo Alex Kouri para que engrosara las filas de la bancada
oficialísta), el electo presidente Alberto Fujimorí anunció el recorte de su mandato pre-
sidencial y la convocatoria a nuevas elecciones generales. El conmocionado ambiente
político y la sociedad civil reclamaron entonces que el cambio entre uno y otro gobierno
se hiciera en el marco del más estricto respeto a la legalidad. Esto requería -para empe-
zar- cambios constitucionales que permitieran convocar a un nuevo proceso electoral,
recortando tanto el mandato presidencial como el de los congresistas. Los plazos no
permitían -a primera vista-organizar los cambios en la Constitución pues esto requiere
de dos legislaturas ordinarias del Congreso. Sin embargo, quedó claro que cuando existe
voluntad política se pueden superar todas las dificultades y más aún cuando el proceso
pudo ser facilitado y asistido por la Mesa de Diálogo -promovida por la OEA- para res-
tituir la democracia en el país, en la que participaban representantes de todas las fuerzas
políticas. Se produjo entonces una fluida relación entre esta Mesa y el Congreso de la Re-
pública que hizo posible los cambios normativos necesarios para proceder a una nueva
elección. En el camino se produjo una recomposición de las fuerzas políticas -particu-
larmente en las fuerzas del ofícialismo el que se resquebrajó y quedó dividido en varias
facciones- lo que permitió la censura de la Mesa Directiva del Congreso íntegramente en
manos de mujeres, así como la aprobación acelerada de las normas requeridas para
viabilizar el nuevo proceso electoral.
No obstante el deseo de promover los cambios, hubo algunos obstáculos. Entre
estos últimos estuvieron las resistencias que opusieron algunos congresistas. Se rumoreó
que algunos de ellos solicitarían una cuantiosa indemnización por "lucro cesante" por
cuanto no pocos habían invertido significativas sumas de dinero que pensaban recuperar
durante sus cinco años de parlamentarios. Si es que llegaron a procesarse como pro-
puestas, éstas no prosperaron.
La reacción y los sentimientos de la oposición no fueron unánimes ni unifor-
mes. Algunos pensaban que el Presidente saliente Alberto Fujimorí debía liderar la
transición y otros que debía instalarse un nuevo gobierno de unidad nacional para
que la liderara. Ni lo uno ni lo otro: Fujimori se fugó y se refugió en el país de sus
ancestros -Japón- luego de un viaje oficial al Asía. Desde ahí envió su renuncia al
cargo -cargo que es irrenunciable- pero el Congreso de la República declaró la
vacancia del cargo por incapacidad moral, asumiendo la Presidencia de la República

- 68 -
el entonces Presidente del Congreso, doctor Valentín Paniagua, de confom idad con
lo prescrito por la Constitución.
El Gobierno de Transición tuvo la tarea de convocar a un nuevo procese electoral
y garantizar a la ciudadanía un proceso electoral limpio, transparente y con FOSibilida-
des de ser vigilado y supervisado no sólo por las misiones de observadores nacionales e
internacionales sino por la propia sociedad civil. lo más difícil se presentaba por el lado
de la limpieza que se tenía que hacer en los órganos electorales a fin de que éslos fueran
conducidos por personas idóneas de reconocida trayectoria ética y democrática. La
aceptación que tuvo el gobierno de transición, así como el reconocimiento y 1(-gitimidad
alcanzados entre la mayoría de los peruanos, logró su propósito y ofreció al pueblo pe-
ruano un proceso electoral justo, limpio y transparente.
En esta campaña electoral competían cuatro candidatos de relativa fuena: Alejan-
dro Toledo por Perú Posible, Lourdes Flores Nano, por un nuevo frente Unidad Nacional,
Alan García Pérez quien retornó del exilio para presidir la lista del APRA y Fernando
Olivera del Frente Independiente Moralizador quien tuvo una notoriedad como Congre-
sista de la República, además de otros candidatos de menor caudal electoral
El Congreso por su parte debatió varios aspectos de orden jurídíco-politíco que in-
cidirían en el proceso electoral. Entre éstos cabe destacar los siguientes:

al Cambios en la elección de congresistas: Distrito Electoral Único (DEU) por


Oistñ!O Electoral Múltíple (OEM)
En las elecciones del 8 de abril de 2001, el Presidente y Vicepresidente; de la Re-
pública fueron elegidos mediante sufragio directo, secreto y obligatorio en Distrito
Electoral Único (DEU), es decir, a nivel nacional.
Los congresistas fueron elegidos por Disirito Electoral Múhiple, DEM, (aplicando la
cifra repartidora que es un coeficiente que se obtiene una vez que se tiene el núme-
ro de votos válidamente emitidos en cada circunscripción electoral) y con doble
voto preferencial. Para este fin el país se dividió en 25 circunscripciones electorales,
uno por cada departamento y la provincia Constitucional del Callao.
Hubo propuestas para incrementar el número de CongresiS!as qU(' no pros-
peraron, por lo que continuarían siendo 120 representantes. El Jurado "-acional de
Elecciones asignó a cada distrito electoral un escaño por asignación directa {25
curulesl y distribuyó los restantes 95 escaños entre los distritos electoraks en forma
proporcional a la población electoral de cada uno.
Con esta medida, se corrigió una primera decisión del Congreso que acordó man-
tener la elección de los congresistas por DEU. La ciudadanía en general rechazó

- 69 -
ANA MAfzíA YÁÑEZ

este acuerdo y ante la iniciativa del recompuesto Jurado Nacional de Elecciones,


el Parlamento volvió a debatir el tema y finalmente aprobó el DEM.

b) Se incrementa porcentaje mínimo de mujeres y varones que deben integrar


las listas de candidatos
El Congreso, por iniciativa de las congresistas mujeres y atendiendo una solicitud
de PROMUJER, elevó la cuota de participación de mu¡eres candidatas a 30% con
la finalidad de neutralizar cualquier efecto negativo que pudiera tener en la elec-
ción de mujeres el nuevo DEM. También dispuso que en los distritos electorales
que tuvieran menos de tres escaños, las listas debían contener tres candidatos, uno
de los cuales debe ser mujer. Luego, el Jurado Nacional de Elecciones (Resolución
N2 068-2001-)NE, 24.01.2001) dispuso la forma de aplicación de la cuota de par-
ticipación pohlica de mujeres. Así las listas de candidatos debían estar integradas
al menos por:
Una (1) mujer en quince (15) distritos electorales.
Dos (2) mujeres en nueve (9) distritos electorales.
Once (11) mujeres en el distrito electoral de Lima.

e) La campaña electoral
Luego que quedaron firmes las candidaturas para el Congreso presentadas por las
organizaciones políticas, se estableció que el porcentaje de mujeres postulantes
había subido con relación al año 2000 en un 11 %. En el proceso electoral del año
2000 postularon 25.7%; el año 2001 postularon 36%.
Hasta este proceso electoral, parecía que el número de mujeres elegidas de al-
gún modo respondía a la oferta electoral de candidatas. Así ocurrió en las elec-
ciones al Congreso 1995, las municipales de 1998 y las del Congreso 2000. Sin
embargo, por razones que veremos más adelante esta hipótesis se confirmaría
sólo parcialmente.
El gobierno de transición dictó algunas disposiciones importantes para lograr la
transparencia electoral. Se facilitó el ejercicio del derecho al voto de los trabaja-
dores para que cumplan con su deber como miembros de mesa. Los trabajadores
del sector privado y público que votaron en provincias distintas a aquella en la que
prestan servicios contaron con permiso para ausentarse de su centro de trabajo
durante tres días. Se dispuso también una tolerancia para el ingreso o durante la

- 70 -
jornada de trabajo para ejercer el derecho al voto. Por su parte la Ministra de la
Mujer y Desarrollo Humano, en vista de la utilización que se había hedlO de los
programas alimentarios para fines proselitistas del fujimorísmo, aprotó normas
para garantizar la neutralidad política en los servicios y programas a su c.ugo. Estas
normas tuvieron como objetivo preservar el principio de neutralidad polfüca por
parte de todas las personas que prestan servicios al Estado y asegurar ::¡ue no se
utilicen bienes y recursos públícos a favor o en contra de cualquiera de los candi-
datos.
Mientras tanto los candidatos a la Presidencia de la República que partk íparon en
el proceso electoral, suscribieron, por iniciativa de la Asociación Civil Transparen-
cia un Pacto Cívico para elecciones justas. Para efectivizar el funcionaniento del
Pacto, se constituyó una Comisión integrada por un representante de al!:> nivel je-
rárquico y un suplente (no candidatos) de cada una de las organizaciones signata·
rías y dos representantes de Transparencia. Esta Comisión evaluó las quejas sobre
violaciones o incumplimientos al contenido del Pacto.
Al suscribir el Pacto, los partidos y movimientos políticos se comprometieron a
garantizar y fortalecer la institucionalidad democrática, debatir sobre ideas y pro-
gramas observando el respeto recíproco entre agrupaciones políticas y c 1ndidatos.
evitar toda manipulación política mediante la oferta de puestos, compr 1 de votos
o cualquier otro favor; así como a entregar oportunamente al Jurado Nacional de
Elecciones la información sobre el monto y fuentes de financiamiento de sus cam-
pañas. También se comprometieron a colaborar con quien resulte legi1imamente
elegido con planes, programas, proyectos o iniciativas de gobierno que fueran
presentados durante la campaña electoral. Las agrupaciones firmantes expresaron
su confianza en las autoridades electorales.
Así, en un ambiente de concertación y concordia se produjeron las ele:ciones el
día 8 de abril del año 2001.

4.2. Zonas de intervención


las zonas de intervención de PROMUJER para este proceso electoral fueron hs mismas
que para el anterior proceso. Esto permitió acumular y sumar las fuerzas institucionales del
Consorcio, las de otras instituciones y las de los propios recursos de las diversas comunida-
des con lo que se logró un impacto mayor. En algunas de las zonas encontramos mujeres
que no sabían que había un nuevo proceso electoral, no entendían porque teni;m que vo-
tarde nuevo •si ya lo habían hecho el año anterior"'. Pese a la premura y la escases de tiem-
po, se logró cubrir las distintas zonas en las que se trabajó, logrando una amplía cobertura
en las áreas rurales, particularmente en las zonas de intervención del CEOEP.

- 71 -
ANA MARA YA~

4.3. Actuación de PROMUJER


La intervención de PROMUJER estuvo centrada en la vigilancia de la correcta aplicación
de ta norma sobre cuotas y en la capacitación de mujeres para que puedan emitir un
voto libre, correcto, informado y responsable.
En materia electoral, se capacitó a un total de 22, 100 personas, aproximadamente,
2, 100 de las cuales fueron varones y 20,000 mujeres y en un total de casi 700 sesiones
de capacitación. De éstas, 40% fueron de zonas urbanas, casi 3% de zonas peri-urbanas
y 57% de zonas rurales. Entre las mujeres capacitadas hubo casi un 31 % de analfabetas,
con quienes se pudo trabajar gracias al uso de una metodología basada casi exclusiva-
mente en material gráfico.
En relación a las candidatas, Manuela Ramos continuó con los "desayunos :Jolíti-
cos" que permitieron establecer una agenda de prioridades para el próximo Congreso,
entre las candidatas que luego serían elegidas congresistas. Entre los aspectos más desta-
cados cabe señalar la necesidad de expedir una Ley de Partidos Políticos, la alternancia
en las listas de candidatos, el desarrollo de las mujeres rurales y más énfasis en la Nradi-
cación del analfabetismo.
A raíz de las críticas al mecanismo de cuotas destinado simplemente a la promo-
ción de mujeres, al margen de sus calidades políticas o personales, en esta ocasión
PROMUJER refinó aún más su lema enfatizando no sólo la condición de demócrata que
debía tener una candidata sino también su honradez. Así el lema representa la evolución
de la coyuntura política con relación a las candidaturas femeninas. Para las elecciones
del 2001 cuando ya se conocía parte de la corrupción que se había producido en el
régimen fujimorista el lema fue: "Tienes dos votos preferenciales para el Congreso, Vota
por una mujer pero .... asegúrate que sea honesta y democrática". Este lema estuvo en
todos los afiches y materiales de capacitación que en miles de ejemplares se editaron
para promover la elección de mujeres al Congreso de la República.
Sin embargo, en un escenario electoral en el que una mujer era candidata a la pre-
sidencia de la República y que además tenía una considerable intención de voto, los
personeros o representantes de otras agrupaciones pollticas acusaron a Manuela Ramos
de estar haciendo proselitismo político por la candidata de Unidad Nacional Lourdes
Flores Nano lo que fue desmentido y desvirtuado en cada oportunidad. Por otro lado, en
las jornadas de capacitación electoral, cuándo se incidla en la razón de ser del mecanis-
mo de cuctas, las mujeres llegaban rápidamente a la conclusión que no sólo debía haber
30% de candidaturas femeninas sino que se debía llegar al 50% para que estas candida-
turas fueran proporcionales a la población. En algunos casos esta promoción indujo a
algunas mujeres a sumarse a la candidatura presidencial de la única candidata mujer,
Lourdes Flores Nano. Este asunto motivó una queja por parte de personeros de las

- 72 -
agrupaciones contendoras ante la Defensoría del Pueblo contra Manuela Ramos por par-
cialidad en el proceso electoral. Luego de las investigaciones y aclaraciones del caso, la
Defensoría del Pueblo emitió una resolución en la que señalaba que en el trabajo elec-
toral realizado por Manuela Ramos no se encontró ningún indicio de que se estuviera
induciendo el voto de las mujeres por una determinada candidatura, sino que la institu·
ción hacía aquello a lo que leg1limamente tenía derecho, esto es la promocil n de can-
didaturas de mujeres al Congreso, en el marco de la norma de cuotas, Por esto, luego de
la resolución de la Defensoría publicamos un comunicado en el que decíamos "Manuela
Ramos se ratifica, más mujeres al poder".

a) Encuesl:as sobre procesos pollticos y electorales


CALANDRIA realizó una encuesta para recoger las impresiones de la ciudad.mía sobre
este proceso electoral. Entre sus principales hallazgos podemos citar los siguientes:

• Sobre el gobierno de transición y el proceso electoral:


El 53.3% de la población expresó confianza en este gobierno;
El 58.3% de la población reconoce que el proceso electoral es 1ransparen1e.

• Sobre el ejercicio del derecho al voto:


El 36.6% de la población pensaba que votar en forma diferente para Presidente
era un error. Es decir, no sabían que el voto cruzado era válido;
El 35.2% de la población pensaba que podía votar por dos listas diferen:es para el
Congreso, lo que también constituía un error;
El 53.6% pensaba que iba a votar por congresistas a nivel nacional, sin haber en-
tendido el significado del Distrito Eledoral Múltiple.
Las respuestas erróneas se incrementaban en la población femenina y en la de ma-
yor edad. Se indagó también por las candidaturas de mujeres, y las de mayor re-
cordación eran las que en ese momento eran congresistas. Había un débil posi-
cionamiento por parte de las nuevas candidatas que por primera vez
incursionaban como candidatas al Congreso.

• Sobre los principales problemas que debe resolver el próximo gobierno:


33.1 o/o refirió que debía ser la violencia familiar;

- 73 -
27 .8% consideró el acceso al empleo:
12.6% se refirió a la educación.

b) Disminución de la cuota de mujeres al Congreso por el JNE


Lo primero que hizo Manuela Ramos cuando se publicó la norma del Jurado so-
bre cuotas, fue alertar a las autoridades del Congreso (Comisión de la Mujer) y de
la Defensoría del Pueblo sobre el recorte de la cuota de participación de mujeres
en algunos distritos electorales. Esta constatación también permitió la movilización
de mujeres en los departamentos afectados. Sin embargo, el Jurado no corrigió sus
errores y sus disposiciones al respecto consagraron un precedente inaceptable en
el proceso electoral. Veamos:
El porcentaje de 30% aplicado al número de candidatos por cada distrito electo-
ral, en todos los casos, arroja fracciones, no números enteros. Como no se puede
"fraccionar" a las personas, esas cifras debían redondearse a un número entero.
Por ejemplo, en los distritos electorales con 4 escaños, el 30% es 1.2 candidatas.
Sin embargo, como la ley dice que el porcentaje de candidaturas de mujeres no
puede ser inferior a 30% la fracción debía elevarse necesariamente al nC1mero
entero superior, en el caso del ejemplo citado a 2 candidatas mujeres. Pues bien,
el Jurado Nacional de Elecciones por medio de su Resolución 068-2001-JNE
(24.01.2001) para el caso de lea, La Libertad y el Callao, redondeó la fracción ha-
cia el número entero inferior con las consecuencias de reducir el número mínimo
de mujeres postulantes en estas jurisdicciones y, lo peor, transgredir la ley electoral
que establecía un mínimo de 30% de cuota de mujeres. Además, el Jurado desco-
noció su propia resolución que, para el caso de las elecciones municipales de
1998, estableció el criterio contrario.
Manuela Ramos presentó su queja y reclamó ante el propio Jurado, así también la
Defensoría del Pueblo y la Comisión de la Mujer del Congreso solicitaron al Jura-
do la subsanación del error. Sin embargo, el Jurado declaró improcedente la soli-
citud de rectificación y continúo con el proceso electoral afectando el derecho a
la participación pol11ica de las mujeres. La resolución fue firmada por los vocales
Manuel Sánchez Palacios (Presidente), Adelaida Bolívar Arteaga, Gastón Soto
Vallenas, Carlos Vera Marquilla y Ramiro de Valdivia Cano.
Pese a esta resolución, la Defensoría del Pueblo, invocando los mecanismos de
control difuso, notificó a los Jurados Especiales de los departamentos afectados
(lea, La Libertad y el Callao) para que apliquen la ley y no la resolución del Jurado
como lo dispone la Constitución; sin embargo, estos organismos electorales

- 74 -
tampoco acataron la ley. la Defensoría apeló ante el JNE y, con las ínst.mcias in-
ternas agotadas, junto con Manuela Ramos presentaron una queja ante la Comí-
síón lnteramerícana de Derechos Humanos.
la argumentación del Jurado frente a las solicitudes de rectificaci•'.>n de la
Defensoría del Pueblo, de la Comisión de la Mujer del Congreso y del M<-vimiento
Manuela Ramos, se centró en el error de la norma que ya anotamos anteriormen-
te: "CONSIDERANDO... Que las listas de candidatos al Congreso de la República
en cada distrito electoral deben incluir un número no menor de 30% de mujeres
o de varones ... Que la legislación electoral sobre reservas de cuotas par.1 la parti-
cipación política de los ciudadanos no se dirige exclusivamente al se<o feme-
nino... •,resolvió declarar improcedentes las solicitudes antes mencionadas. En
razón de que las Resoluciones del Jurado Nacional no son revisables por ningún
otro órgano jurisdiccional, consideramos que no podíamos aceptar este preceden-
te que en los hechos significa la distorsión total del mecanismo de cuotas. que no
tuvo otro motivo que el de promover la participación de más mujeres en el poder.
Sólo por una consideración de carácter formal se incluyó en la norma a los varo-
nes, pero como señalábamos en páginas anteriores, con una redacción •-quivoca-
da que ha dado lugar a este fallo. Estas consideraciones motivaron la pre;entacíón
de la queja ante la Comisión lnteramericana de Derechos Humanos ICDHl que
está en curso. Por comunicación del 8 de noviembre del presente año, la Comi-
sión notificó al Estado Peruano de nuestra queja.
Parte de la fundamentación de la queja se centra en los propios argumentos desa-
rrollados por la propia CIDH respecto de la participación política de la mujer se-
ñalando que las medidas de acción afirmativas concebidas para promm·er la par-
ticipación política de la mujer son compatibles con los principios de igualdad y
no discriminación, y que son medidas destinadas a •corregir las condiciones per-
sistentes de discriminación de hecho mientras tales condiciones persist«n y hasta
que se alcance la igualdad de oportunidades". Este informe fue publicado en el In-
forme Anual de la Comisión lnterarnericana de Derechos Humanos en 1999. la
misma CIDH también ha sostenido expresamente que una forma concret<1 de cum-
plir con el deber de respetar y garantizar el derecho de participación en el gobier-
no y en los asuntos públicos, es a través de la adopción de medidas ele acción
afirmativa, para promover la participación de la mujer en esta esíera"' ~· que •las
obligaciones internacionales en materia de derechos humanos que les Estados
miembros han asumido conllevan el deber de adaptar la legislación y las prácticas

"' Informe de la CIDH sobre acciones afirmalivas.

- 75 -
ANA MARIA YAAcz

nacionales para que cumplan con las normas aplicables, incluyendo el derecho
de la mujer a participar en el gobierno y en los asuntos püblicos de su país"".
Manuela Ramos envió sendas comunicaciones a las misiones de observadores de
la OEA, de la Unión Europea y del Centro Carter/DNI además de la Asociación Ci-
vil Transparencia. Además, envió una comunicación a la Misión Electoral de las
Naciones Unidas, que aun cuando no tenía carácter de "observadora" cumplió
una función también vigilante en dicho proceso electoral.
Del total de instituciones convocadas, Transparencia colocó una nota sobre el in-
cumplimiento de la norma por parte del Jurado Nacional de Elecciones en su prí-
mer Informe de Evaluación del Proceso Electoral. Las demás misiones, también in-
corporaron la queja en sus respectivos informes.
En general la denuncia no tuvo mayor acogida por la comunidad política. Parecía
existir, en un sector de las autoridades, la presunción de que con la caída del ré-
gimen fujimorista ya se hubiera alcanzado el pleno respeto del Estado de Derecho
y que los reclamos de las mujeres no ameritaban, sino más bien perturbaban, la
realización de un proceso electoral limpio, justo, equitativo y ajustado a derecho
que se esperaba en un gobierno democrático.

c) Elección Presidencial
los candidatos presidenciales de Perú Posible, Alejandro Toledo y del APRA, Alan
García, obtuvieron las más altas votaciones sin alcanzar ninguno de ellos el 50%
más un voto, para ganar en primera vuelta. En segunda vuelta disputarían el sillón
presidencial.
Cabe resaltar la participación de la candidata de Unidad Nacional, Lourdes Flores
Nano, primera mujer candidata a la presidencia que obtuvo un porcentaje cerca-
no al 25%. Pese a no haber logrado pasar a la segunda vuelta se consolidó como
una líder de nivel nacional y se perfíló como una de las mujeres políticas más des-
tacadas a nivel internacional. Otras mujeres que han postulado a la presidencia
de sus respectivos países (Noemí Sanín, Colombia; Irene Sáez, Venezuela;
Graciela Fernández Meijide, Argentina) no obtuvieron la alta votación que logró
lourdes.
En segunda vuelta Alejandro Toledo fue elegido como el Presidente número 75
del país, ganándole por cinco puntos porcentuales (643,627 votos) a su seguidor

1
' Informe de la CJDH sobre acciones afirmativas.

- 76 -
Alan García del APRA. Pese a las agresiones que hubo en la campaña electoral, se
puede afirmar que la contienda se desarrolló dentro de los parámetros relativa-
mente normales en situaciones de esta naturaleza. Esto era coincidente con los re-
portes de las misiones de observadores que señalaron que se trató de un proceso
limpio, justo y que respetó la voluntad popular, salvo algunos excesos v errores.

• la precariedad política
El desgaste de los dos años de campaña electoral, debilitó la candidatu·a de Ale.
jandro Toledo y perdió la mayoría de votantes que tuvo en la primera vu~lta de las
elecciones del año 2000.
Los datos electorales, revelaron una situación de precariedad poh,ica que los fu-
turos gobernantes deberían tener en cuenta:
Sólo 37,25% del total de electores hábiles, equivalente a un 45,75% de los votos
emitidos, manifestó una clara e indubitable voluntad de que Alejandro faledo sea
Presidente del país. Es decir su base electoral, sólida, comprobada y medida es un
tanto superior a un tercio del total de las personas en aptitud de elegir;
La suma del ausentismo, de votos blancos, nulos e impugnados alcanzó a
4'445,807 votos que representan un total de 29,83% cifra cercana al 1ercio del
electorado. Al respecto, es conveniente aclarar que el voto en blanco es una clara
manifestación de voluntad: el elector opta por no dar su voto a ningu ,o de los
candidatos. El voto nulo es una incógnita, pues no permite identificar cuántos de
ellos corresponden a errores en la votación y cuántos a votos blancos que fueron
"viciados• para evitar que sean llenados por los algunos inescrupulosos miembros
de mesa. Con relación al ausentismo, se puede asumir, conforme señala la teoría,
que suele distribuirse en forma proporcional al voto emitido. Sin embargo. tam.
bién puede estar escondiendo la opción de quienes no quisieron votar p:>r ningu-
no de los dos candidatos;
El 32,93% del electorado hábil que equivale al 40,44% de los votos emiti:los, optó
por Alan García, lo que hacía recomendable que el próximo gobernante tenga en
cuenta las opiniones pohlicas de su muy cercano competidor.
De acuerdo a los datos electorales, se podía afirmar que -gruesamente. la ciuda-
danía con capacidad de elegir estuvo dívídída en tres grupos: Alejandro Toledo,
Alan García y un tercer grupo por ninguno de los anteriores o cuya volur!ad elec·
toral quedará siempre en la duda.

- 77 -
-------------··--··-

• El voto diferenciado entre hombres y mujeres


Cada vez resulta más claro y existen más evidencias de que hombres y mujeres vo-
tan distinto en función del sexo del candidato y que además dirigen su voto por
criterios diferentes. Las causas pueden ir desde una identificación con el sexo del
candidato hasta una valoración distinta de sus características personales y de sus
ofertas electorales.
A partir de esta elección, las y los candidatos que quieran ganar una elección de-
berán incorporar mensajes diferentes para hombres y mujeres en sus estrategias de
comunicación y en sus planes de gobierno. Sin embargo y pese a lo evidente de
esta realidad, sólo dos de los tres candidatos más fuertes recurrieron a esta estra-
tegia. El caso más llamativo fue el de Lourdes Flores quien sólo en la última sema-
na de su campaña dirigió su mensaje a la mujer, pese a que la mayorfa de su elec-
torado era femenino. Alejandro Toledo, quien tuvo conciencia de que la intención
de voto por Lourdes subía en base al electorado femenino, cambió y enfatizó su
mensaje hacia las mujeres anunciando mejoras para los comedores populares.
Alan García no tuvo un mensaje directo hacia las mujeres, y tal vez ahí estuvo su
debilidad.
En el caso de los dos candidatos varones, la mayor parte de sus electores fueron de
su mismo sexo: hombres. En caso de Lourdes también: mujeres. Esto está revelan-
do que en esta votación estuvo presente una identidad de género con el candidato.
Probablemente las mujeres, esperan que una persona como ellas se identifique
mejor con sus problemas y atienda mejor sus demandas; muchos varones que no
votaron por Lourdes probablemente todavía consideren que una mujer no está en
condiciones de conducir los destinos del país (de acuerdo a las encuestas hay un
núcleo duro de por lo menos 15% de varones que no votaría de ninguna manera
por una mujer para presidenta).
Por otro lado, una encuesta de APOYO mostró las diferencias de criterios que
guían el voto de hombres y mujeres. Sólo tomando los datos que demuestran
mayores diferencias entre las opiniones de ambos sexos, se hace evidente la seg-
mentación de la votación respectiva.
Este análisis no hace una evaluación cualitativa de los candidatos presidenciales ni
de los resultados electorales. Sólo interesa resaltar que hoy en día para ganar una
elección hay que tener presente que hombres y mujeres piensan distinto para
emitir su voto. Esto quiere decir que es necesaria una estrategia comunicacional
diferenciada. Sin embargo, esto sólo no basta; también se impone la definición de
propuestas de políticas públicas diferenciadas que respondan a los intereses distin-
tos de ambos sexos,

- 78 -
VOTACIÓN OBTENIDA POR LOS TRES PRIMEROS CANDIDATOS
DESAGREGADA POR SEXO·%

Tolal Naclonal Lima y Callao Interior .

Total H M Total H M Total H m

AlanGan:ía 24.5 27.7 23.0 22.4 25.3 19.5 27.3 29.4 25.2

Alejando Toledo 41.6 43.7 39.5 37.6 40.0 35.2 44.4 46.3 42.6

lourdes Acres 21.8 17.0 26.7 27.3 21.3 33.2 18.3 14.' 22.5

fuente: APOYO.

d) Elecciones Congresales y presencia de la mujer


En este proceso electoral se aplicó por primera vez el Distrito Electoral Múltiple
que tuvo como resultado el Congreso llamado de "todas las sangres· por cuanto
han sido elegidos congresistas de diversas procedencias regionales y de etnias va-
riadas, incluida la primera mujer aymara que accede al cargo polilico más alto
después del Presidente de la República.
Postularon un total de 575 mujeres que representaron el 36% del total de candida-
tos. Esto significó un incremento de 11 o/o de candidaturas femeninas en rel.1Ci6n a las
del año 2000, pese a que la cuota sólo subió en 5% (de 25% a 30%). Las conocidas
mujeres del fujimorismo, postularon a la reelección por dos listas distint<s que fue-
ron producto de diferencias y divisiones en sus filas luego de la caída del régimen:
las más conocidas postularon por Cambio 90-Nueva Mayoría y otra cong--esista que
presidió la Comisión de la Mujer, postuló a la reelección por Solución Popular.

• la cuota y la composición del Congreso por sexo


Hasta la elección congresal anterior hubo una relación directa entre el incremento
en la oferta electoral y el incremento en la elección de mujeres. En este proceso
electoral, se podía asumir válidamente que en las mismas condiciones que la elec-
ción anterior, la proporción de mujeres elegidas aumentaría al incrementa-se la cuo-
ta al 30% de postulantes al Congreso. Sin embargo, el establecimiento cel Distrito
Electoral Múltiple (DEM) cambió las condiciones del proceso y los result;;dos varia-
ron. Es importante destacar sin embargo que en el caso de lima que es la cin:uns-
cripción territorial más cosmopolita y moderna del país, el 31 % de ccngresístas

- 79 -
ANA MARlA YANEZ

elegidos son mujeres, es decir un punto más de la cuota de 30%. Entonces, podemos
afirmar que la hipótesis es válida para este tipo de localidades en donde se han su-
perado algunas barreras discriminatorias contra las mujeres y los estereotipos clásicos
del ejercicio del poder también están cuestionados o devaluados.
La representación parlamentaria descendió en promedio general en 4% (de 26 a
22 mujeres), en relación al proceso anterior lo que era comprensible bajo las nue-
vas reglas electorales. Aparte de las Congresistas de Lima, en el resto de departa-
mentos sólo 12 % del total de congresistas son mujeres. Esta sub-representación
puede estar evidenciando, bien sea la falta de destacados liderazgos femeninos en
los departamentos fuera de la capital, o la falta de reconocimiento y de valoración
de los liderazgos existentes por parte de las organizaciones políticas.
Uno de los resultados más sorprendentes se dio en las filas de la lista fujimorista.
Cinco mujeres ocuparon los primeros puestos en votación. Tres de ellas ingresaron
al Congreso: Martha Chávez, Luz Salgado y Carmen Lozada de Gamboa. Las dos
últimas fueron inhabilitadas por haber participado en una reunión que tuvo lugar
en el Servicio de Inteligencia Nacional en la que se hacían planes para controlar
el Poder Judicial. Fueron sustituidas por otras dos mujeres: Martha Hildebradt y
Martha Moyana, quedando la bancada fujimorista integrada sólo por las tres famo-
sas "marthas", mujeres aguerridas que son las que más ardorosamente defendieron
al régimen y aún defienden al ex mandatario Ingeniero Fujimorí. Parecería, por los
resultados de esta elección y la alta votación obtenida por las cuatro primeras, que
el electorado ha querido premiar la lealtad de estas mujeres a su líder.
El resultado, pese a la disminución de mujeres en el Congreso, es bastante estimu-
lante e invita a continuar perfeccionando el mecanismo de cuotas pero en el
marco de mejoras en el sistema de representación política en su conjunto:
bicameralidad, estructuras internas democráticas en los partidos pohlicos, cuotas
en diferentes instancias, mayor presencia parlamentaria en departamentos, mejores
canales de participación ciudadana, entre otros.

Mujeres en el Congreso • Ultimas tres elecciones

Mujeres elegidas 1995 -2000(1) 2000-2001 (2) 2001-2006(3)


Número 13 26 22
Porcentaje 11% 22o/a 18%

(1) Distrito Electoral Unico, sín cuotas


(2) Distl'ito Electoral Unlco, con cuotas
(3) Distrito Electoral Múltiple, con cuotas

- 80 -
• Composición del Congreso por organización polllica y sexo
La mayoría relativa del Congreso la obtuvo Perú Posible, partido de gobierno el
que cuenta con 45 Congresistas que representan 37.So/o. Lo sigue el APRA con 28
que representan el 23.4% del total y luego Unidad Nacional con 17 cc·ngresistas
que representan 14.2%. Sí tenemos en cuenta la alianza entre Perú Posib e y el FIM
y la adhesión de Renacimiento Andino y Acción Popular uno de cuyos más desta-
cados miembros es el Vice-Presidente de la República, el partido de gc·bierno ya
contaría con 60 Congresistas, a un voto de la mayoría absoluta. De este total de 60
congresistas, 12, es decir sólo el 20% son mujeres. Tendrán que hilar muy fino sí
desean hacer prevalecer sus criterios en muchas materias que lavon-cen a las
mujeres pero en torno a las cuales hay claras y marcadas diferencias de enfoques,
perspectivas y valoración entre hombres y mujeres, al interior de la bancada
oficialista.

• Composición del Congreso por Distrito Electoral y sexo


La composición del Congreso por distrito electoral ID.E.) estuvo de!erminada por
la ley. Sin embargo es importante anotar que sólo 1Odepartamentos han logrado
tener representación femenina. Los únicos departamentos con dos mujE res o más
son Lima, Puno y La Libertad.
La literatura sobre procesos electorales sostiene que el tamaño del distrito electoral
favorece la elección de mujeres, lo que tiene vigencia, sin duda, para Lima que tie-
nen 11 representantes; también para La libertad, que tiene el electorado más
amplio después de Lima, pese a que el Jurado le recortó las cuotas. Sin embargo.
el caso de Puno sorprende porque tiene dos representantes mujeres con un tama-
ño similar al de Arequipa y cajamarca que tienen una sola representante. El caso
de Puno creemos que se debe atribuir a la intensa actividad política qu~ siempre
ha caracterizado a los puneños, al significativo rol político de la Confederación
Campesina del Perú de donde proviene el liderazgo de una de las elegidas,
Paulina Arpasi, y el hecho de ser una ciudad fronteriza más vinculada con la
modernidad que otras ciudades de la sierra con alto componente rural

• Los más votados y las más votadas


La candidata más votada ha sido una mujer: Anel Townsend (Perú Posible). Su aho
porcentaje colocó en una situación incómoda al que le siguió en voios, carios Ferrero,
quien se perfilaba como el próximo Presidente del Congreso de la República. Otro
caso destacado ha sido el de Mercedes Cabanillas que alcanzó la más aha vc>Cación en
su agrupación pohlica el APRA Le correspondía por tanto tener un asiento en la Mesa

- 81 -
Directiva del Congreso en representación de su partido. Existe una tradición por
medio de la cual, la votación obtenida por cada candidato constituye una suerte
de mérito que juega en la determinación de las personas que van a ocupar los
cargos del más alto rango, como la Mesa Directiva. Sin embargo, ninguna de las
dos mujeres mencionadas, pese a su alta votación, integran la Mesa Directiva del
Congreso que está exclusivamente integrada por varones que obtuvieron una
menor votación que ellas. Siempre hemos sostenido que se trata de discrh1ina-
ción, aún cuando las propias mujeres han aceptado ser postergadas para no entrar
en contradicción con sus respectivas organizaciones políticas.

LA CADENA DE LA DISCRIMINACIÓN DE LAS MUJERES POLtrlCAS

ELECCIONES 2000 ELECCIONES 2001 CONGRESO 2001


CANDIDATAS CANDIDATAS 1 MESA DIRECTIVA

Anel Townsend, N' 4 Anel Townoond, N° 4 Presidente:


Mercedes Cabanlllas, Nª 4 Mercedes Cabanillas, N~ 4 Carlos Ferrero
¡ ! Vice-Presidentes:
Henry Pease
ELEGIDAS 1 ELEGIDAS Jorge del Caslillo
:i
1 '

Xavier Barrón
Anel Town ..nd, N' 1 Anel Townsend, N' 1 Javier Diez Canseco
Mercedes cahanlltas, Nº 1 !Mrcedes Cabanillas, N• 1 Luis lberico

Por otro lado, entre los primeros cinco congresistas más votados se encontraban
tres mujeres: Además de Anel Townsend, estuvo Mercedes Cabanillas la más votada
de su partido y quien ya tuvo en ocasiones anteriores problemas en su ubicación
en las listas. La sigue Luz Salgado, la cuarta más votada de la totalidad de congre-
sistas, pese a que su agrupación política sólo alcanzó el 2.5% de la votación total.
En la lista de los diez más votados aparece otra mujer también de Cambio 90-Nueva
Mayoría, Martha Chávez, quien fue la más votada en el año 1995. Por esta razón fue
elegida en esa ocasión, Presidenta del Congreso de la República, de acuerdo con la
tradición, reconocimiento que no ha tenido sin embargo la Congresista Townsend
pese a que se sostiene que el país está en camino a consolidar su democracia.
Cabe destacar que de la lista fujimorista sólo se eligió a tres mujeres, las cuales han
obtenido una votación mayor que la que obtuvieron en el proceso electoral pasado,
pese al derrumbe del régimen fujimorista, que encubrió corrupción y amparó el
desmantelamiento de las instituciones democráticas. Estas tres mujeres que han sido
las más ardorosas defensoras del cuestionado y perseguido ex - presidente, parecen
haber sido premiadas por el electorado, otorgándoles una votación muy por encima
de muchos postulantes que lucharon por restaurar la democracia en el país.

- 82 -
Los más votados en cifras absolutas fueron evidentemente los congrt.>Sístas que
pertenecen a Lima que es el DE más grande, con una cifra superior a los cinco
millones de electores. Presentamos una lista de los diez congresistas m<is vOlados.
todos de Lima.

Los diez congresltas más votados


Varones y Mujeres según votación prefaranclal

Orden Nombre Votos Agrupación Política

t Anel Townsend Diez Canseco 329,970 Perú Posible


2 Carlos Ferrero Costa 317,535 Perú Posible
:
3 Mercedes Cabanillas de Llanos 217,301 i APRA
1

4 Luz Salgado Rubianes • 169,344 Cambio 90-NM
5 Jorge del CaslíUo Gálvez 1

152,491 1 APRA
6 Luis Antonio lberico Núñe? 144,671 Frente Independiente Moralizador
1 Martha Chávez Cosslo 142,133 Cambio 90-NM
8 Jorge Mufarech Nemi 141,536 Penl Posible
9 An1ero Flores Araoz Esparza 126,489 Unidad Nacional
10 David Weisrnan Rjavinsthi 120,636 Penl Posible

Congresista inhabilitada posteriormente po..- el Congrfl<>. Fue reemptazada por Matth.a Hiktetnndl quien
obtuvo 94,663 VO(OS.

En dos distritos electorales, lima y Puno, dos mujeres de la misma agruFación po-
lítica (Perú Posible) obtuvieron la votación más alta; Anel Townsend y Paulina
Arpasi, respectivamente. Cabe destacar también que en estos DE las muieres reci-
bieron, en promedio, una mayor votación preferencial que los varones.
los más votados en cifras relativas. A propósito de la alta votación de la; mujeres,
se generó una polémica acerca de sí el congresista que obtuvo la más alt<: volación
debía presidir el Congreso, y sí para ello se debía tener en cuenta la votadón oble-
nida en términos relativos, es decir en proporción al total de su electcrado o la
mayor votación con términos absolutos. Sí se institucionalizara este último criterio
un representante de provincias nunca llegaría a presidir el Congreso pu~ es obvio
que quienes representan a lima siempre tendrían la votación más aha. El oJngresiSla
más votado en términos relativo per1enecía al Distrito Electoral más pequeflO: Madre

- 83 -
ANA MARI>. YAAEZ

de Dios. Fue el único congresista electo de la agrupación política "Renacimiento


Andino" y obtuvo 7,910 votos que significó el 20% del total de su electorado;
Del total de DE sólo 40% de ellos tienen representación parlamentaria femenina.
Entre éstos PROMUJER trabajó en Ancash (una representante de cinco curules);
Ayacucho (una representante de tres); Huancavelica (una de dos); La Libertad (dos
de siete); Puno (dos de cinco representantes), y Urna y Callao (12 de 39 represen-
tantes). Es decir, PROMUJER trabajó en el 70% de los DE que cuentan con repre-
sentación femenina.

• Movilidad en las listas: Las mujeres subieron más


Del total de mujeres que integran el nuevo Congreso, 11 son reelectas y todas ellas
de Lima. Las mujeres subieron más de ubicación con relación a su puesto original
en la lista, gracias al preferencial: El 41 % de ellas frente a 39% de varones. Sin
embargo, las mujeres bajaron más que los varones: 18% frente a sólo 14% de
ellos. El 41 % de mujeres se mantuvo en el mismo lugar que se le asignó en la lista,
mientras que el 47% de los varones no varió su ubicación.

• Reelección y votación
Los hombres perdieron. Del total de hombres reelectos (21) el 32% tuvo en estas
elecciones una votación más baja de la que tuvieron en el año 2000. En cambio
sólo 27% del total de mujeres reelectas (11) tuvieron más baja votación.

• Las no elegidas
Un grupo de candidatas, algunas muy destacadas, no salieron elegidas pese a ha-
ber obtenido una votación más alta que otros que sí salieron por su distrito elec-
toral. Esto se debe al sistema de la cifra repartidora. El caso más llamativo es el de
Martha Hildebrandt quien casi cuadriplicó a Mauricio Mulder, el congresista ele-
gido con el menor número de votos en Lima. A pesar de esto, Martha Hildebrandt
ingresó al Congreso como accesitaria de otra congresista, cuando ésta fue
inhabilitada por el Congreso junto con otra congresista por haber participado en
una suerte de conspiración para someter el Poder Judicial, tal como apareciera en
uno de los llamados "Vladivideos".
Otra sorpresa la constituyó la no elección de la ex congresista María Jesús
Espinoza, a quien las mujeres de sectores populares denominaban "María del

- 84 -
Barrio" y que lograba convocar impactantes masas de mujeres en tos actos públi·
cos que organizó en su condición de Presidenta de la Comisión de la Mujer del
Congreso. El importante caudal de normas legales que promovió desde este cargo
a favor de la mujer, hacía pensar que ella sería una congresista fija. Sir embargo,
sólo una persona accedió al Congreso por su agrupación poltlíca: un di rigente del
club de fútbol más popular del país.
Un caso que también llamó la atención fue el de la ex congresis· a Patricia
Donayre, quien hizo una buena gestión parlamentaria, sin embargo rw salió ele-
gida, pese a que tuvo más votos que el último de su Departamento (loreto), Jorge
Luis Mera Ramírez. Esto es resultado del sistema de adjudicación de escaños a
cada agrupación política por medio de la cifra repartidora que es un coeficiente
que se obtiene en función de la totalidad de votos emitidos y que perm'te adjudi·
car un número determinado de escaños a cada agrupación polilica de acuerdo a
su votación obtenida. Este sistema permite que candidatos con baja vot1ción pre-
ferencial pero cuyas agrupaciones políticas obtuvieron alta votación, hayan salido
elegidos frente a otros que tuvieron mayor votación preferencial pero que su agru·
pacíón política obtuvo menos votos en conjunto.

- 85 -
5. ALIANZAS Y COMPROMISOS

5.1 Con otras organizaciones no gubernamentales


Los logros y la extensión de los alcances de PROMUJER no hubieran sido posible
sin alianzas con 01\,Gs, con organizaciones de derechos humanos y contar con el
apoyo de las oficinas institucionales regionales (por ejemplo Manuela Ramos tiene
oficinas en siete ciudades del país) localizadas en las zonas de intervención del
proyecto. La participación y el concurso no sólo de estas organizaciones sino la
entusiasta contribución de líderes tanto femeninas como algunas masculinas, logró
despertar interés en mujeres de diversos estratos y condiciones sociales por los
temas promovidos por PROMUJER y un mayor interés por los procesos electora-
les. La participación activa de personas de las propias localidades permitió en
primer término desarrollar el capital humano en las localidades en las que se tra·
bajó los temas electorales y aquellos referidos a la participación política de la
mujer, tema que a su vez se deriva de los derechos humanos de las mujeres; un
número significativo de mujeres se involucró en las actividades de PROMUJER y
luego, al término de los procesos electorales, estaban motivadas para iniciar otros
emprendímientos como por ejemplo la conformación de Comités de Vigilancia
Ciudadana. El trabajo con personas de las propias zonas facilitó la comunicación,
no sólo en términos lingüísticos sino culturales lo que posibilitó además llevar a
las mujeres de las zonas rurales que mantienen débiles lazos de relación con el
Estado y con la compleja red de relaciones y acciones que ello implica, un men-
saje nuevo sobre algo impensado hasta antes de la existencia de las normas de
cuotas: su posible participación activa en política, en lugares en los que
secularmente han estado no sólo ajenas sino excluidas de la más mínima cuota de
poder.
Por parte de los equipos de trabajo de PROMUJER, estas relaciones contribuyeron
al enriquecimiento personal al permitirnos conocer meíor a las mujeres rurales, la
diversidad étnica y las distintas cosmovisiones del poder que los diversos grupos
humanos tienen, as( como la necesidad de trabajar con grupos mixtos para la
búsqueda de resultados, que pudieran ser pequeños pero que debían ser concretos
y tangibles. Permitió también identificar que nuestras metodologías en algunos
casos eran muy "urbanas'' e incluso muy "limeñas", lo que nos obligó no sólo a
revisar y adecuar la metodología a las características de cada zona, sino a repensar
toda la estrategia de intervención en las diferentes zonas seleccionadas. Estas rec-
tificaciones oportunas definitivamente contribuyeron al éxito de la intervención
de PROMUJER.

- 86 -
5.2 Con instancias oficiales
Otro tipo de alianzas fueron las que se hicieron con instancias oficiales, en
particular la Defensoría del Pueblo y la Comisión de la Mujer del Congreso.
Ambas instituciones se comprometieron a vigilar la aplicación de la norma de
cuotas y promovieron debates en torno a la participación de la rr ujer en la
política. la relaciones con las congresistas de diferentes agrupacionE>S políticas
fueron fluidas y en general mostraron receptividad a las propuestas de
PROMUJER. Estas dos instituciones además de Manuela Ramos fuimos las úni-
cas en impugnar la resolución del )NE que disminuyó el porcentaje ele la cuota
de mujeres en tres localidades.
El rol de la Defensoría fue clave para detener los intentos de algunos candidatos
varones al Congreso quienes sostuvieron que PROMUJER al hacer promoción por
las mujeres estaba violando las normas electorales, lo que no era cierto. En parti-
cular los aportes de la Defensora Especializada de los Derechos de la MJjer, Rocío
Villanueva, fueron irremplazables en la elaboración de la queja que junto con
Manuela Ramos, se presentó ante la CIDH.
Por su parte el Congreso de la República no sólo estuvo atento y vigilante a la
aplicación de la norma de cuotas, sinó que promovió el conocimiento del tema
de la participación política de la mujer en entre sus miembros. la Cocrdinadora
Ejecutiva de Promujer, Ana María Yáñez, fue invitada en tres ocasiones. La pri-
mera a fines de setiembre de 1998, en una Audiencia Pública ·MujP<es y Go-
biernos Locales; Propuestas Concretas•, organizada por la Comisión d-.! la Mujer
presidida por la congresista oficialista María Jesús Espinoza. Se compart ó la Mesa
con representantes de la Red Nacional de Promoción de la Mujer, Flora Tristán,
Transparencia, Cedep, y con candidatas a regidoras de lima Metropclltana. la
segunda a propósito del día de los derechos cívicos de la mujer, el 7 de setiem-
bre de 1999, en la Comisión de la Mujer, se explicó la evolución de los dere-
chos políticos de las mujeres en el Perú y en la comunidad intemac 'onal. Los
congresistas asistentes revelaron en algunos casos interés y seriedad para abordar
el tema, pero no faltó alguno que nos recordó que las mujeres "habíam:is nacido
de la costilla de Adán" y que por consiguiente nuestro destino era estar siempre
al lado del varón. La otra fue una conferencia magistral "Mujer y Po:ler", que
tuvo lugar a propósito del Día Internacional de la Mujer, llevada a obo en el
hemiciclo del antiguo Senado de la República, conferencia que se in>eríbía en
el marco de un ciclo organizado por la Comisión de Cultura del Congreso que
presidía la destacada congresista oficialista Martha Hildebrandt, lingüíst3, docen-
te universitaria y miembro de la Real Academia de la lengua.

- 87 -
A.NA MAAlA YA'íi::z

5.3 Con la cooperación internacional


Un comentario aparte merecen además las alianzas entre la cooperación interna-
cional. Inicialmente el consorcio solo contó con el auspicio de USAID, sin embar-
go al poco tiempo se obtuvo aportes complementarios de la cooperación cana-
diense y de la cooperación inglesa. La existencia de una mesa de donantes de gé-
nero (MESAGENJ establece vasos comunicantes entre las instituciones de coopera-
ción y coordinan apoyos para potenciar proyectos que consideran trascendentes
para las mujeres.

5.4 Con los medios de comunicación


Desde el inicio de PROMUJER se puso mucho énfasis en el trabajo con la prensa.
El proyecto se inició ofreciendo una doble noticia de importancia política y social
para la prensa: la aplicación por primera vez del mecanismo de cuotas en un pro-
ceso electoral, y la conformación de un consorcio de cuatro instituciones recono-
cidas en el medio que se dedicaría a impulsar una mayor presencia de las mujeres
en las esferas de poder.
Gracias a ello, se empezó a tejer una red de relaciones con períodistas de distintos
medios, los que dieron harta publicidad tanto al mecanismo de cuotas, como a su
implementación, pasando por las opiniones a favor y en contra tanto de ciudada-
nos corno de autoridades polftícas. Se llegó a !a prensa escrita, hablada y televisiva.
En los procesos electorales la radio ocupó un rol trascendente en la transmisión
del mensaje de "más mujeres al poder". La elaboración de cuñas en castellano y
en los diversas versiones del quechua y aymara, nos permitieron llegar a los sitios
más remotos de las zonas rurales y urbanas del país. Las más receptivas e interesa-
das en difundir nuestros mensajes fueron las propias emisoras locales. Las
televisoras de alcance local también mostraron mucho interés en el tema y en los
equipos de PROMUJER. Era infaltable una conferencia de prensa en cada visita a
las zonas de intervención, la que repercutía luego en los diversos medios locales,
que son los más leídos por sus respectivos ciudadanos y habitantes.
La capacitación electoral también rebotó en los medios de prensa bien sea porque
se invocaba a votar por mujeres o porque se recordaba la necesidad de asegurar
que los electores emitieran "un voto secreto e informado".
En síntesis, sin el trabajo de prensa, en algunos casos a través de medios contrata-
dos, pero las más de las veces a través de notas de prensa intencionales o espontá-
neas, no hubiera sido posible alcanzar las metas trazadas en el proyecto.

- 88 -
6. PUBLICIDAD DE LOS TEMAS TRABAJADOS

El interés de PROMUJER por dar a conocer la acción, preocupación e inte•eses de las


mujeres políticas, candidatas, autoridades y líderes de opinión, fue puesto clE manifiesto
en las publicaciones, cuñas radiales y espacios televisivos que cada ínstitucié•n realizó o
promovió a lo largo de los tres procesos electorales. Manuela Ramos dio cuenta de los
resultados electorales de los tres procesos a través de sendos encartes perioc:ísticos que
incluidos en el diario "El Comercio" se distribuyeron a nivel nacional, con un tiraje de
250,000 ejemplares (8 de marzo de 1999, 7 de setiembre de 2000 y 30 de agosto de
2001 ). Su boletín especializado "El Cuarto Femenino" a lo largo de sus 12 ediciones dio
cuenta de los logros, proyectos y dificultades de las mujeres polt)icas tanto en el nivel
municipal como en el nacional, además de informar sobre el comportami .. nto de los
órganos electorales y los actores de los diversos procesos. PROMUJER como consorcio.
publicó también un encarte para las elecciones del año 2000 con la relación de
candidatas al Congreso, los números de postulación en sus respectivas listas y su agrupa-
ción política.
El programa de televisión "Palabra de Mujer" al que hemos aludido en ·Xras opor-
tunidades también llenó un vacío en el peor momento de la restricción de la ibertad de
prensa, constituyéndose en uno de los pocos espacios que permitió al electorado cono-
cer a las candidatas, sus intereses y sus propuestas. El programa continúa ahora bajo la
denominación de "Barra de Mujeres· en el que se debaten temas políticos, ·:lesde una
perspectiva de género.
Por su parte el CESIP editó seis números de su boletín "Mujeres en los Gobiernos
Locales• que también proporcionó información sobre la gestión municipal de mujeres.
las agendas que contenían análisis y propuestas alrededor de los cinco princi::iales pro-
blemas que afectan a las mujeres (analfabetismo, acceso al empleo, violencia, nortalidad
materna y participación pol1,ica) para promover un Perú con democracia y equidad de
género se elaboraron y publicaron para la elección municipal y para las elecciones ge-
nerales; significaron un aporte importante de CESIP tanto para las mujeres c mdidatas
como para las mujeres elegidas que luego ejercieron sus cargos de autoridades.
El CEDEP publicó los Boletines de la Red de Regidoras del Callejón d<· Huaylas
que interrelacionaba a las regidoras y líderes locales entre sí. El CEDEP tiene también en
prensa un análisis de la problemática de la mujer rural y su relación con el ¡::oder que
resume su experiencia en sus zonas de intervención rurales.
CALANDRIA por su especialización en comunicaciones, promovió el corocimien-
to de mujeres candidatas, colocando spots de TV en programas políticos de alta sintonía
nacional. Alimentó permanentemente a la prensa con información sobre los procesos y

- 89.
los resultados electorales a través de su página Web para periodistas y de modo directo
con sus carpetas y la información procedente de sus sondeos de opinión.
Con esta información, la prensa estuvo siempre con posibilidades de conocer e
informar no sólo los productos de PROMUJER, sino también permitió colocar en la agen-
da pública nacional el tema de la participación de las mujeres en el poder y en la toma
de decisiones.

- 90 -
7. PROMUJER EN INFORMES OFICIALES

la experiencia de PROMUJER ha sido novedosa y también exitosa. Por ello ha merecido


menciones importantes como las siguientes:
a) En el "Informe Nacional sobre la Aplicación de la Plataforma de Acció1 de Beijing
1995 - 2000• elaborado por la Presidencia de la República y por el Ministerio de
Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano, PROMUDEH, se reconoce el apor-
te de PROMUJER a la promoción poh1ica de las mujeres. Así en el acápile 353, de
este informe se seilala lo siguiente: "Capacitar mujeres para propiciar una mayor
participación en los procesos electorales. Igualmente, es importante ;eñalar que
cuatro ONGS (MANUELA RAMOS, CALANDRIA, CESIP, CEDEP) de nujeres con
trayectoria en investigación y comunicación, están trabajando el tema de ciudada-
nía y participación polllica a través de un proyecto ubicado en lima y cuatro ciu-
dades importantes del interior del país. Este proyecto tiene como objttivo princi-
pal propiciar una mayor participación de mujeres en los procesos dectorales,
desarrollando acciones de capacitación tanto con las mujeres candid.1tas con las
que resulten electas".
b) En el informe "Cinco Años de respuesta (1994-1999) a la Plataforma de Acción y
la Declaración de Beijing de la Cuarta Conferencia Mundial sobr.~ la Mujer.
Beijing, China• de USAID, también se hace referencia a PROMUJER. E1 el acápite
G.I "las mujeres en el Poder y en la toma de Decisiones", en el punto sobre •Me-
didas adoptadas para asegurar igual acceso y participación complera .:Je la mujer
a las estructuras de poder y de toma de decisiones" se afirma le siguiente:
"PROMUJER en Perú. En 1977 el Congreso Peruano aprobó una nueva legislación
requiriendo que al menos 25 por ciento de mujeres estén en las listas de los parti-
dos para los consejos municipales y para el Congreso en el Perú. la Agencia Inter-
nacional para el Desarrollo Internacional (USAID) brindó soporte a las 3ctividades
de PROMUJER, cuatro organizaciones locales para promover una mayor partici-
pación de las mujeres en las elecciones municipales de 1998. las actividades in-
cluyeron identificación y entrenamiento a las potenciales candidatas nujeres; in-
cremento del número de mujeres votantes a través de educación cívie< y entrena-
miento de nuevas mujeres polllícas elegidas. las actividades tuvieron su foco en la
ciudad de lima, por su gran número de electores y en las provincias que tenían
las menores cifras de mujeres en posición de cargos por elección. El poccentaje de
mujeres en los gobiernos locales se triplicó de 8 por ciento a un destac.1ble 24 por
ciento a nivel nacional. Además, los votantes participantes en Carhu.u, Ancash
(una provincia con tradicional votación baja) se incrementó de 44 po· ciento en
1995 a 76 por ciento en 1998".

- 91 -
Manuela Ramos encargó una encuesta (DATUM, octubre de 2001) sobre divHsos aspec-
tos, destacando entre ellos los que se relacionan a la acticvidad política en general, la
particpación polilica de la mujer y la descentralización. la encuesta se aplico en lima y
en las ciudades donde preferentemente se han ubicado las acciones de PROAt,UJER, tales
como Lima, Puno, Chidayo, Huancayo e lquitos. los resultados son los sigtientes:

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¡Sabe Ud. cuántas mujeres congresistas han sido elegidas?

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H:Hombres
M: Mujeres

- 93 -
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Cuando hablamos de congresistas mujeres, ¿cuál es el primer nombre que se le viene a


la mente?

Gran Lima Clllelayo Puno 1qu¡1os

TOTAL H M H M H M H M H

Anel Townaend 25% 26% 23%


H

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H

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Paulina Arpui 22% 22% 23% 14% 14% 9% 15% 13% 18% 34% 3~ 52% 49%, 16% 16%

-Chm• 18% ¡ 16% ! 17% 22% 19% 18% 30% 25% 20% i!/% 18% 7% 6% 13% 10%

Mattha Hildtbnmdt 6% 6% 5% 8% 6-3 6% 3% 2%


1-------+----~
Susanatlgu$hl 3% 4% 2% 2% 2% , 2% 1% 4% 3% 2% 2% 1 5% 1% 10% ! 7%
~,--~---+---------------~--------·--->¡----·-----!
; CeciliaTaft 2% 2'% 3% 4% 3% 03 2% 2% 4% 1% 2% 1 0% 0% 2% 3%

ElvlradelaPvet!la 1% 1% 1% 2% 2% 1% 0% 1% 1'% 1% 2% 1% ! 0% 2% 0%
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Carmen Lazada* 0% 0% ,,. 0% 1% ! 0% 1% C% 0% 0'% :)% 1 0% 0% 0% 0%
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i Otra 2% 2%
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----------·~--·~
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¡ NSl4C 13% 11% 14% 12% 14% 21% 19% 12% 21% 2% 3% 1% 4% [ 14% 21% i

Congresistas inhabilitadas y reen1p!azadas por i\iartha H,ldebrandt y lvlartha Mo'¡tano, respec:ivamente.

¿Qué opina Ud. de la calidad de la actual representación parlamentaria femenina ¡cree


que es ... que el Congreso del periodo 2000-2001?

COllSOUOADO Gran Urna CIUQlayo Huancayo Arequ!pa Puno lqul!oll

TOTAi H M H M H M H M H M H 1 M H 1 M

...de mejor Wldad 44% 44% 45% 52% 51% 54% 49% 47% 47% 45~. 49% 17% 1 22% 40% !. 46%
'
.. .de Igual calidad 35% 35% 35% 29% 34% 3S% 31% 36% 37% 37~~ 33% 34% ' 43% 43% 35%

_.de peor calidad 8% 5% 8% 8% 5% 1% 8% 4% 5% 8% 9% 23% f 16% 5% 4%


-
Me ff lnclfertntt 5% : 8% i 4% 3% 2% 43 3% 5% 2% 5% 4% 13% ' 11% 8% 5%

N&!lC 8% i 7% ' B% 1% 6% 63 9% 8% 10% 5% 5% 13% i B% ""º 10%

- 94 -
¿Qué opina Ud. de la calidad de la actual representación parlamentaria mas.~ulina, cree

_._
-- - - -
que es ... que el Congreso del periodo 2000-2001 ?

C<M!lll llADO -..


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¡Cree que la inhabilitación y consiguiente salida del Congreso de luz Salgad:> y Carmen
lozada de Gamboa ha sido ... ?

COllSOLllAIJO

TOTAi H 11
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¡Considera que la participación pol1líca de las mujeres en la solución de 10! problemas


del país es ... ?

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CtllSOLllADO

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- 95 -
ANA MAR1A YÁÑEZ

¡Considera que la participación de las mujeres en el Congreso ha sido ... ?

CONSOLIDADO Gran Lima Chiclayo Huancayo Arequipa Puno lquitos

TOTAL H M H M H M H M H M H M H M

...beneficiosa para
las mujerea del país 58% 56% 60% 60% 58% 45% 52% 60% 66% 50% 60% 47% 57% 68% 64%

~.beneficiosa para
el Congreso 22% 23% 21% 23% 23% 30% 29% 20% 19% 29% 25% 11% 12% 21% 19%

...perjudicial para
las mujeres del país 5% 6% 4% 1% 4% 11% 8% 3% 1% 11% 3% 11% 5% 3% 3%

... perjudicial para


el Congruo 2% 3% 1% 2% 2% 2% 2% 1% 0% 2% 3% 10% 1% 3% 0%
----i
•••.Ha sido indiferente 8% 9% 8% 12% 9% 8% 6% 11% 5% 6% 8% 11% 13% 4% 4%

NSWC 5% 4% 6% 2% 4% 4% 3% 5% ' 9% 2% 1% 10% 12% 2% 1 9%


·-
'

¡Cree que existen los mecanismos suficientes para garantizar la participación de las
mujeres en las decisiones de gobierno?

CONSOLIDADO Gran Lima Chiclayo Huancayo Arequipa Puno !quitos

TOTAL H M M H M H M H M H M H H M

SI 56% 56% 56% 58% 56% 60% 75% 55% 55% 71% 64% 37% 36% 57% 50%

Si, pero no es
suficienl8 25% 23% 26% 17% 19% 10% 9% 31% 31% 19% 27% 39% 45% 30% 35%

No 16% 18% 13% 22% 21% 27% 11% 11% 8% 10% 8% 20% 12% 13% 11%

NSWC 4% 3% 5% 3% 4% 4% 5% 3% 6% .. 1% 4% 7% 0% 4%

- 96 -
¿Cree que las políticas en favor de las mujeres inciden positivamente en el desarrollo ... ?

--
--- - - - C()NSOl IDADO

roTAI. H 11 H 11 H
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¿Cree que el Congreso actual, con relación a la Constitución va a ser ... ?

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- 97 -
¡Qué institución, órgano o grupo debe ejercer mayor control sobre el Congreso?

COHSOUOAOO GranUma Cblclayo Huancayo Amqulpa Puno !quilo&


-;:;-

-
TOiAL H H M H M H M H 1 M H M H M
El Trlbunal do
1
Constitucionales 25% 28% 22% 26% 20% 24% 18% 38% 3'% 2&% 30% 25% 12% 30% 22%

La sociedad
civil -organizada 24% 27% 21% 35% l 24% 21% 22% 24% 18°1.
-22% 1
16% 30% 32% 22% 10%

La Ottensorfa del
20% • 26% ! 17%
Pueblo 23% 20% : 3t% 33% 32% 12% 21%
-2'% 14%
- ____, 21% 17% 26%

B Poder Judic:Ial 16% 1 14% 15% 19% 1€% 17% 18%

lalglesla 2% í 3%' 2% 2% 2%
20%

1% . 3%
17%

3% 2%
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2'f. 5%
12%

4% 0%
26%

2% 1 0%
31%

NS!«: 8% : 6%
' 10% 3% 4% 5% 17% 6% 15% 17% 4% 11%
8% 2% 8%

¡Qué institución, órgano o grupo debe ejercer mayor control sobre el Poder Ejecutivo
(Presidente, Ministros, etc.?

COHSOUOAOO Gran Urna Chiclayo Huancay.o Ar"Bqui_pa Puno lqul1os

ElC-dela
TOTAL H 11 H 11
H f-!- H 1 M H M H 1 M
1 1
H M

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Pueblo 26% 25% 1 26% 26% 31% 20% 31% 29% 22% 26% 25% 33% 20% 15'% 25%

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- 98 -
¿Cree que las mujeres deben organizarse sólo entre ellas para vigilar a las instituciones
públicas para que se respeten sus derechos?

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- 99 -
¡Cree que el dinero que gastan los partidos políticos en las elecciones proviene de ... ?

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¡Cree que es necesaria una ley de partidos políticos que promueva la democracia inter-
na, que trate igual a todos sus militantes y que los obligue a ser transparentes con su
economía?

CONSOU!JAOO Gran Lima Cllíelayo Huancayo Arnaulpa Puno lqull0$

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- 100 -
¡Cree que la elección de congresistas por departamentos ... ?

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- 101 -
¿Qué opina de las remuneraciones que percibe el Presidente (S/.63,000 al mes), de los
congresistas (5/.28,000 al mes) y de los ministros (S/.35,000 al mes)?

CONSOUDAOO Gran Uma Chiclayo Huancayo Arequipa Puno lquitos

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ac«de al cargo i
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Son proporcionales i '

a la responsabJlidad
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Nota: Las remunerac¡ones de los congresistas han sido calculadas multiplicando el sueldo mensual por
los 16 sueldos que perciben al año y dividiendo este total entre doo: mensualidades.

De los cuadros analizados, vale la pena destacar varios aspectos:


a) Una minoría de personas cree que conoce el número de Congresistas mujeres.
Sólo un 16% se aproxima a la cifra real, y de este total, las mujeres son las que
muestran mayor desconocimiento, observándose una brecha entre ellas y los va-
rones de 6 puntos porcentuales. Las mujeres más informadas son las de lquitos
con 24%. Entre las más desinformadas se encuentran Chiclayo y curiosamente
Lima que es donde mayor publicidad se ha dado a las congresistas. Esto tal vez
esté revelando la pobre cobertura de la televisión de señal abierta sobre los asun-
tos políticos.
b) No sorprende que la congresista más conocida (35% como máximo) sea Anel
Townsend, pues es la que obtuvo mayor votación entra la totalidad de candidatos
al Congreso. Sin embargo, ninguna ciudad tiene el nivel de recordación de Puno
respecto a su representante Paulina Arpasi (52%).
e) Sobre la calidad de la representación parlamentaria con relación al anterior Congre-
so, se observa una mejor calificación a la representación parlamentaria femenina,
pese a que no se les conoce mucho. Parecería que la presencia de las mujeres,

- 102 -
independientemente de su filiación política y de su rol en el Congreso, pmduc:e una
sensación de calidad, pese a que solo algunas congresistas son conoc das; Anel
Townsend, Gloria Helfer, Mercedes Cabanillas, Elvira de la Puente y las representan-
tes del fujimorismo Martha Chávez, Luz Salgado y Carmen Lozada de Gamboa, (sus-
tituidas por Martha Hildebrandt y Martha Moyanol.
di la mayoría de la población sostiene que tanto luz Salgado como Cal'Tl'l(•n tozada
de Gamboa, las dos congresistas fujimoristas inhabilitadas, han sido sancionadas
con justicia y de acuerdo a ley. Sin embargo hay algo más de un quinto de lapo..
blación que considera este acto como una •venganza poh\ica•.
e) Un 91 % de los encuestados considera muy necesaria o necesaria la participación
política de las mujeres en la solución de los problemas del país. Sin embargo este
alto concepto no se traduce en una mayor votación para ellas. Esta visión se cooo-
bora cuando encontramos que cerca del 60% de la población considua que la
participación de las mujeres en el Congreso ha sido beneficiosa para el p3is y para
el Congreso.
!) Salvo en Puno, la mayoría de los encuestados piensa que sí existen mecanismos sufi.
cientes para garantizar la presencia de las mujeres en las decisiones de gobie-no. Puno
es el único departamento en donde mayoritariamente se consideran insuficirntes esros
mecanismos. Tal vez esto explique porqué Puno presenta los mayores indio:s de des-
conocimiento de la incidencia de las mujeres políticas en el desarrollo.
g) Un tercio de los encuestados piensa que el actual Congreso va a ser igu1I de res-
petuosos (o sea irrespetuoso) o respetuoso sólo cuando le convenga de la Consti-
tución. Esto es una muestra más de la falta de credibilidad en la clase poh\ica,
pese a que dos tercios opina que este Congreso respetará más la Constitución que
los anteriores.
h) Sobre el control de los poderes públicos, en el Congreso de la República la opi-
nión se reparte más o menos en proporciones iguales, señalando que el Tribunal
de Garantías Constitucionales, la sociedad civil organizada y la Defensoría del
Pueblo deben ejercer control sobre el legislativo. la aparición de la sociedad civil
organizada es una novedad probablemente derivada de su rol en la caíca del re.
gimen fujimorista. En el caso del Ejecutivo, los encuestados estiman que debe ser
controlado por el Congreso, la Defensoría del Pueblo y el Poder Judicial, :orno en
efecto corresponde.
i) Existe una opinión mayoritaria para que las mujeres se organicen conjuntamente con
los varones para vigilar a las instituciones públicas con relación al respeto de sus
derechos. Esto podría estar indicando una percepción de que las mujeres c·rganiza-
das sólo entre ellas constituyen ghettos cerrados menos eficaces que los mixtos.

- 103 -
j) Con relación a los partidos políticos, las encuestas muestran claras evidencias de
que deben modernizarse y cambiar:
• 63% considera que hay discriminación contra las mujeres,
• 75% cree que su financiamiento proviene de donaciones interesadas,
• 71 % considera que debe haber una ley de partidos políticos que los haga más
transparentes e igualitarios.
k) Un alto porcentaje, mas del 62%, tiene expectativas de que las demandas de los
departamentos sean mejor atendidas con la elección de los congresistas por depar-
tamentos, Considera también la mayoría que la regionalización debe hacerse so-
bre la base de los actuales departamentos aunque un considerable tercio considera
que se deben agrupar varios departamentos.
1) Sobre las remuneraciones se obtuvo respuestas esperadas. Cerca del 90% de la po-
blación encuestada considera que son demasiado altas y una afrenta para la situa-
ción de pobreza del país. La encuesta se aplicó antes de que el Presidente y los
Ministros se redujeran sus sueldos, pero los de los congresistas siguen igual, pese a
que muchos de ellos señalan que perciben ingresos muy por debajo de sus ingre-
sos reales. Los Congresistas perciben 16 sueldos (uno de ellos por escolaridad, sin
importar sí el congresista tiene o no hijos en edad escolar), además de dos gratifi-
caciones y uno adicional a mitad de la segunda legislatura. Todos estos conceptos
mensualizados arrojan cifras alrededor de los 7,000 dólares.

- 104 -
a) Conclusiones
Con relación a los aspectos orgánicos y operativos del proyecto, debemos ~eñalar las
ventajas de trabajar en consorcio, con instituciones pares en donde ninguna -:>paca a la
otra y con un proyecto que si bien comparte una filosofía común, tiene suficiente mar·
gen de libertad como para que cada una de las instituciones afirmen su iden1idad a partir
de acciones que les son propias. El hecho de trabajar en un consorcio ha sido una expe-
riencia que ha enriquecido cada uno de los proyectos, ha potenciado el alcan:e geográ-
fico de las actividades, ha consolidado un mensaje común en materia de promoción de
la participación pohlica de las mujeres y ha permitido además la formación de un equi-
po profesional altamente especializado en los temas del proyecto.
En cuanto al fondo, una primera constatación que hicimos fue que el mecanismo
de cuotas tenía muchas potencialidades polilicas. Más allá de promover la participación
polilica de las mujeres, podía servir de palanca para modernizar el sistema <k· represen-
tación politica y aportar a la renovación de los partidos pohlicos en dos direcciones: (il
animar a las mujeres a ingresar a las organizaciones pol11icas y abrir el espectro de líde-
res politicas reconocidas; (ii) colocar en el debate el tema de la discriminación de la
mujer en las esferas del poder formal; y (iii) evaluar el comportamiento pohlico de hom-
bres y mujeres identificando los rasgos característicos de cada uno, sí los hutiera como
pareciera, y definir estrategias diferenciadas para sus propios candidaios.
En segundo término conslatamos que siendo el mecanismo de cuotas efi::az para la
promoción de mujeres en la polilica, su eficacia depende en gran parte de la a:>ertura del
Estado y de los partidos polilicos hacia una mayor presencia de mujeres en las esferas de
poder. En el régimen de Alberto Fujimorí, se promovió la mayor presencia de mujeres en
estas esferas. Independientemente de si las razones eran legilimas o espúre~. el hecho
incontrastable es que nunca hubo tantas mujeres en el poder como en dicho período. la
representación parlamentaria se duplicó y la presencia de mujeres en el EjecJtivo llegó
hasta casi el 30%, es decir al equivalente de la cuota para el Congreso. Actualrl'll!f'lte, en un
escenario de búsqueda de consolidación democrática, tenemos sólo una muje· en el Eje-
cutivo, menos mujeres en el Congreso y sobre todo fundadas sospechas de que el despla-
zamien!o de mujeres de alias cargos de poder en el Congreso pese a la alta vo:ación que
obtuvieron, obedecen a actos de discriminación por sexo. Esto nos demuena que las

- 105 -
mujeres debernos demandar por una participación equitativa en el poder más allá del ré-
gimen político que impere en el mundo siempre cambiante de los países en desarrollo.
Tercero, de acuerdo a la información precedente y en base a la experiencia, re-
sulta evidente que la noción de la participación de la mujer en la política y en las esferas
de poder, está afianzada en la mente de los ciudadanos más allá de lo meramente sim-
bólico. El electorado elige mujeres, si bien esto no es uniforme en las distintas zonas del
país. Hay una relativa equivalencia entre oferta electoral y elección de mujeres. Es claro
que se requiere todavía más trabajo particularmente en las zonas rurales del país y con
los sectores más pobres que están menos estructurados con el conjunto de la sociedad.
Es evidente también que el ingreso significativo de la mujer. en un contexto poco o nada
democrático, suscitó -en personas con poca capacidad de discernir entre un fenómeno
y el otro- ha estado rodeado de cuestionamientos políticos, que lamentablemente entur-
biaron un proceso que debió constituirse en un progreso político hacía una mayor de-
mocratización del poder, con equidad. lo lamentable es que creemos que este fenóme-
no tiene consecuencias concretas; tenemos la impresión que ahora se quiere hacer pagar
a todas las mujeres la acción o los perjuicios que pueden haber causado algunas mujeres
del régimen fujimorista a la democracia. No estamos convencidas de que las conductas
excluyentes que ahora se observan en no pocos políticos hacía destacadas y valiosas lí-
deres, no son sino un modo de "castigar" a las mujeres por haberse atrevido a invadir es-
pacios masculinos. ¡Será sólo casualidad que no haya ninguna mujer en la Mesa Direc-
tiva del Congreso? ¡Será también casualidad que no haya ninguna mujer en las instancias
de concertación que viene promoviendo el gobierno con las distintas fuerzas políticas?
Cuarto, por lo menos tenemos dos elementos de juicio para sostener que las mu-
jeres han sido más favorecidas que los varones: su movilidad ascendente ha sido superior
y la votación de las reelectas ha sido mayor que la de los varones reelectos en promedio.
Pese al descenso con relación al parlamento anterior, la representación parlamentaría
femenina sigue siendo alta, 18%. Se ubica entre las más altas de América latina que
oscilan entre el 10% y el 15%.
Quinto, la incorporación del Distrito Electoral Múltiple introdujo cambios al sistema
electoral, que produjeron una disminución de la representación parlamentaria femenina.
Este sistema sin embargo, nos ha permitido ver que se debe reforzar los liderazgos depar-
tamentales y democratizar las estructuras internas de los partidos para que las mujeres más
valiosas de sus respectivas localidades tengan oportunidad de acceder a cargos de poder.
Algunas tendencias, se han observado en el comportamiento del electorado: (i) los depar-
tamentos con mayor votación suelen tener más apertura hacia las mujeres; (ií) tanto en
Urna corno en Puno que son los dos distritos donde una mujer obtuvo la más alta votación,
las mujeres candidatas tuvieron una mayor votación preferencial. Parecería que una líder
fuerte femenina arrastra votos también para otras mujeres.

- 106 -
Sexto, las alianzas en general y las relaciones con la prensa, periodista> hombres
y mujeres, pero fundamentalmente con éstas últimas que son más sensíbles .11 tema, la
alimentación permanentemente a los medios con datos, novedades y aciertos :le las mu·
jeres en la función pública, constituye una estrategia clave para que la ciudadanía asuma
cada vez con mayor naturalidad la presencia de mujeres en esferas de poder y cada vez
en esferas más altas. Esta valoración de la ciudadanía, representa a la vez una presión so-
bre las organizaciones polllicas, que poco a poco tendrán que ir cediendo los espacios
de poder a más mujeres, hasta que adquieran el convencimiento de que una organiza.
cíón moderna que maneja equitativamente las relaciones de género, es más respetada y
valorada por el electorado y la ciudadanía.
Finalmente, el comportamiento del Jurado Nacional de Elecciones que ne respetó la
ley electoral respecto a la cuota en 3 departamentos: lea, Callao y la Libertad, debe ser reví·
sado y rectificado. Frente a nuestros reclamos, el Jurado no sólo ratificó su resolxión sino
que además varió su criterio de interpretación del redondeo de cifras con relación al mínimo
de mujeres que establece la ley de un proceso a otro. Ante esta vulneración de derechos po-
lilicos de las mujeres, hemos resuelto debatir jurídicamente hasta las últimas insta"\Cias inler·
nacionales, pues no se puede admitir que se consolide un precedente que puede terminar
por diluir el efecto de las normas sobre cuotas. Manuela Ramos, la Defensoría dt'I Pueblo y
algunas mujeres afectadas hemos presentado una queja ante la Comisión lnteramerícana de
Derechos Humanos.

b) logros y desafíos
PROMUJER ha logrado posicionarse entre las OJganizadones polilicas, la!' potencia-
les candidatas y entre las mujeres autoridades políticas (congresistas, alcaldesas. ministras,
entre ellas) como un referente sobre el terna de participación pohiica de muje-es.
Entre los desafíos se debe señalar la necesidad de difundir más y mejor algunos temas,
pues pese al impacto de las campañas de sensíbilizacíón y difusión sobre la importancia de
la presencia de las mujeres en la política, aún quedan temas de importancia cap tal -<orno
por ejemplo el de las cuotas- que no son conocidos aún por la población y en particular por
las mujeres, especialmente en los departamentos o zonas más alejados de la capital.
Del mismo modo se requiere analizar el impacto de la participación polilic<i de la mu-
jer en la democracia y hacer una evaluación cualitativa de la misma. E.slo no otstante que
entendemos que a las mujeres no se les puede aplicar estándares de calidad que nunca se
han aplicado a los varones, quienes por lo demás han dominado el escenario público y p<>-
litico desde la independencia del país. La relación entre dientelismo polaico hada las mu-
jeres y autoritarismo, es otro de los temas que ameritan un análisis más profundo. Sobre todo
por que estamos heredando una serie de normas que responden a los intereses de las mujeres

- 107 -
pero que han sido obtenidos en el marco del último periodo polfüco altamente autoritario y
además -como se sabe ahora a ciencia cierta- con altos índices de corrupción. Hasta donde,
esta política abierta a las propuestas para beneficiar a las mujeres, no ha sido un distractor de
los problemas de falta de democracia y corrupción de los ültimos años.
Además, en el terreno de los logros concretos para propender más a una mejor
participación política de las mujeres, nos quedan pendientes los siguientes retos:
Contribuir a renovar el sistema de representación política a fin de que se fortalezcan
los partidos y otras organizaciones similares y que éstos se organicen democráticamente, con
mecanismos de promoción de mujeres a su interior, y que además se constituyan en las prin-
cipales escuelas políticas, tanto para varones como para mujeres;
Contribuir a dotar al sistema de partidos de un esquema de financiamiento que les
permita promover candidaturas de varones y especialmente de mujeres (quienes tienen
menor capacidad económica) sin necesidad de recurrir a la "compra" de curules o de
candidaturas a otros cargos de representación popular. Esto debe dirigirse a una valora-
ción del candidato por sus calidades personales y no por su capacidad económica;
Plasmar acuerdos con los órganos electorales para que organice una profusa di-
fusión de las normas sobre cuotas, del derecho al voto libre y secreto y del derecho a ser
elegidos/as;
Proponer el incremento de la cuota del 25% al 30% para las elecciones munici-
pales tal como se ha hecho para las elecciones congresales, pese a que la cuota mu nici-
pal efectiva -en promedio- ha superado este 30% (ha sido de 31.69% para el nivel pro-
vincial, de 31.46% para el nivel distrital en Lima y de 39.51 % nivel distrital del resto del
país). Sin embargo es importante destacar que en la provincia más grande (con 39
regidores) la cuota efectiva ha sido de 25.64% y que en los distritos más grandes (con 15
regidores) la cuota efectiva ha sido de 26.67%;
Incorporar cuotas para candidaturas a alcaldes, tal como lo propone la
Defensoría del Pueblo;
Continuar interactuando con las organizaciones políticas para que instituyan me-
canismos de promoción de la participación polftica de las mujeres y para que alienten y
faciliten la militancia política de mujeres;
Contribuir a validar la participación de mujeres en los gobiernos locales, a nivel
de la opinión pública,
Estos retos, se duplican en el caso de que se realicen las elecciones regionales, en
las que no pueden estar ausentes las mujeres ni los mecanismos de promoción de su par-
ticipación en este nuevo espacio de poder,

- 108 -
DEBILIDADES ÉTICAS DE UNA ESFERA PÚBLICA MARCADA POR El
NEGOCIO: DEMOCRACIA YGÉNERO A LA DERIVA
Rosa María /\/faro Moreno

Quien puede dudar hoy en día de la importancia de los medíos masivos de comunica-
ción. Constituyen el espacio público más extenso e influyente. las legitimaci:>nes y los
resultados electorales dependen de su comportamiento estratégico. Es el qui• amplía y
legítima otros espacios como los debates en el Congreso, las manifestaciones o protestas
callejeras, entre otros. Más aún, los hechos más privados tienden a ser cambiados de
naturaleza, pues se hacen de todos, consumidos desde el ámbito personal y coméstico.
Los medios han permitido profundas transformaciones culturales y polfticas, redefiniendo
la trama de la propia acción pública y de la construcción del poder.

1. ¿Efectos polfticos de los medios?


Aunque hemos aprendido que su capacidad no reside en una relación dura de causa-
efecto, pues hay otros factores que inter11ienen en potenciar su influencia, OCJrren fun-
cionamientos más complejos. La presencia excesiva de un mensaje puede, po· ejemplo,
variar su intencionalidad y más bien generar dudas y resistencias negativas no previstas,
especialmente cuando hay sensibilidades y valoraciones construidas que son afectadas.
Igualmente, la ausencia en la pantalla de algo o alguien conocido o apreciado por el
receptor generaría por contraste simpatías por el tema o sujeto discriminad->, sea por
compasión o por un sentido básico de equidad. Cuando hay otras mo1ivaciones compro-
metidas con fuerza, introducir nuevas y en sentido contrario del sentido corrún puede
ser casi un desatino, por más que el mensaje haya obedecido a un extraordinario diseño
y realización, en los mejores días y horarios. Estos medíos no son, por lo tantc, mágicos
o deterministas, su influencia depende del contexto involucrado, de la oportLnidad. de
su capacidad de establecer contacto con unos u otros sectores de la población y de su
conexión con el poder.
No son culpables de todo lo que sucede, pero sí funcionan como correa de trans-
misión entre los sistemas sociales y polllicos con los de representación y comunicación.
No son un aparte de la sociedad misma, interactúan con ella, a pesar que algLnas veces
pueden construir una lógica de credibilidad de superficie y de manejo emotivc• altamen·
te perjudicial para una problemática o situación específica. Si bien no cambian a la
gente, generan procesos de legitimación de personajes, problemáticas, punto; de vista.

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ROM\ MAAIA Al.FARO MORENO

La situación emotiva, lo sensorial, es decir los climas de seguridad-inseguridad, como de


miedo-dudas-confianza, son campos en los que es más posible una manipulación eficaz,
justamente aquellos métodos sumamente preciados para la lucha polilica contemporá-
nea y los conflictos existentes. Dialogan con los sentimientos de valoración y
subvaloracíón de las personas, ya sea en el ámbito privado como en el público.
En determinados momentos de conflicto o de grandes dudas, sus discursos
pueden ser definitivos, especialmente cuando las personas no tienen otra fuente de
información. Es especialmente notoria su influencia en el campo político y en la
construcción de efectos más o menos inmediatos. Los hechos obtienen una veraci-
dad por sí mismos sólo al ser presentados. Y se legitiman aún más en el momento
que empatan con los sentidos comunes de la gente. Si éstos demuestran, por ejem-
plo, las capacidades de un poderoso líder, al ser expuestos a un conjunto masivo de
personas que comparten valores autoritarios su efecto será mayor. No sólo se refor-
zará una cultura política antídemocrática sino que actuará en la coyuntura a favor de
quienes conducen los vaivenes de la opinión pública. Sí sus públícos vienen de una
experiencia de temor generalizado como lo fue la época del terrorismo en el Perú,
naturalmente cualquier actividad con éxito que otorgue seguridad será valorada más
de lo que en realidad vale. Ello unido a que en nuestros pueblos, la gente requiere
de legitimación de sus imaginarios y maneras de ver desde el espacio público. Esa
necesidad satisfecha crea su propia veracidad.
Y en momentos electorales su importancia será mayor en el campo de las confron-
taciones. las sospechas están contenidas en muchos casos y sólo la presencia de una
imagen que pruebe una parte del conjunto, dará píe a un volcán de certezas adquirien-
do la duda una forma de verdad. Si no hay seguridades de tipo ideológico o partidario,
cualquier rumor será determinante y las percepciones a favor pueden cambiar notable-
mente. Por lo tanto, el momento electoral no será una contienda de propuestas sino de
ataques para hacer caer al adversario, como lo hemos presenciado a inicios del año
2,000. Es decir el momento, el sentido común y el estado de ánimo colectivo son facto-
res que unidos forman efectivas cadenas de influencia sobre el modo de pensar en el
momento, por ejemplo, de votar por uno u otro candidato.
Estos funcionamientos efectistas tí ene más éxito en sociedades de modernidad tar-
día, en los que el desarrollo educativo de los ciudadanos casi no se asume, mas bien se
estimula el servilismo y la conveniencia particular. Aquí es donde cargamos con una
esfera pública frívola y cambiante, sin apelación al uso de la razón. Al no contar con
otros sistemas de aprendizaje y discusión, los ciudadanos sólo tendrán como referente lo
que ven, leen y escuchan. Algunos, además pueden haber depositado en los medíos un
capital simbólico que relaciona verdad con imagen o visibilidad. Para otros puede ser lo
contrarío, los medios son un camino de lectura crílíca de lo que ocurre y de las maneras

- 110 -
de presentarlo, no creen en ellos. Y si hay un pensamiento y sistemas de valores
hegemónicos, los mensajes que los ratifican alejarán los cambios del universc simbólico
de la gente, mas bien podrían incrementar los fanatismos o darle más fuerza al esteroo.
tipo ya forjado. Todo lo cual nos habla de un complejo funcionamiento político de los
medios que los hace más importantes de lo que realmente pueden ser cuando interac-
túan con sus públicos y se comprometen con el gobierno de turno.

2. Uso polltico de medios: populismo de imagen y ocultamiento del verdadero


poder
El manejo de los medíos durante la década Fujirnorista y el proceso electoral del 2,000
asienta una intervención estatal en el país contra la libertad de expresión sin precedentes.
No porque antes no haya existido un uso poh1ico y hasta confiscatorio de los medíos por
otros gobiernos, sino porque la televisión, los diarios de circulación popular y algunas
emisoras de radio fueron parte sustancial de una estrategia política global de :oncentra-
ción de poder y de corrupción.
Un primer uso tenía que ver con la propaganda del propio Estado o e on la visi-
bilidad de Fujirnori en noticieros y páginas para contar con apoyo popular. desde una
estrategia de sobre exposición del presidente y sus obras, siguiendo la dinám•ca bastan-
te conocida de una política de imagen basada en una presencia y copamiE·nto conti·
nuo de la escena pública. Así el gobierno era una única figura simbólica, el "chino",
personalizando la pohtica hasta grados extremos. Idealización de la image, autorita·
ria. los demás actores no existían o si estaban era para producir problemas en la gran
gesta de cambio económico y social que se estaba implementando. Es decir. eran pre-
sentados como un estorbo. Por ello no podían presentar a otros personajes de su entor·
no o afiliación porque generaban dispersión. Bastaba y sobraba con el ¡;residente.
Estrategia que al usarse cotidianamente y durante tantos años permitía imp.1ctar efec-
tivamente logrando que se aceptara que era el único actor pohlico existente. Aposta-
ron la presencia frente a la ausencia. Porque aunque hubiese otros actores y movimien·
tos no salían por la tele y por lo tanto no existían. Fujimorí fue conslruic'o no sólo
como el gran actor político sino como el único. El daba por lo tanto el sentido de la
visibilidad del poder mientras que Montesinos trabajaba mas bien desde el Olro lado de
la luna, la que no se ve.
Pero, los medios no eran sólo un vehículo de difusión de mensajes a su favor sino
un modo constante y permanente de contar con apoyo popular especíalmt nte en los
momentos de tensión y conflicto. Para ello era esencial acercarse a la sensibilidad popu-
lar, a sus formas comunicacionales y las necesidades culturales y sociales de representa-
ción de las grandes mayorías. Se trataba de ganarlos de verdad, acomodándos·~ a ellos al

- 111 -
ROSA MARlA ALFARO MORENO

estilo de la publicidad más refinada pero en el campo del poder político. Los estudios
cuantitativos y cualitativos sobre efectos y necesidades subjetivas de la gente iban y ve-
nían. Formaban parte de la estrategia integral. La eficacia del impacto era una meta
política. Fue evidentemente una estrategia para vender un solo y fuerte producto: el dic-
tador y su autoritarismo.
Ello a la vez significó estilos nuevos de hacer política, popularizando al gobernan-
te y sus seguidores. Hacer noticia y endiosar al presidente al modo de pensar y esperar
de la población fueron las formas prácticas de implementar lo que pretendían. Los len-
guajes cambiaron, hasta hablar mal el español tenía significado. La vorágine de imáge-
nes coloridas y movedizas de esa simbiosis populista de múltiples disfraces, de abrazos
en los pueblos perdidos, de inauguraciones de obras en bien del pueblo creaban un cli-
ma comunicativo a favor. La tecnocumbia fue parte del tinglado a pesar de los malos
bailarines que les tocó forzadamente improvisar. Así se enfervorizaba a la gente pues se
trataba de su propios ritmos. Es decir el endiosamiento se contrapesaba con el acerca-
miento y la comprobación de una supuesta vinculación más compartida. Era uno de
ellos pero absolutamente superior, reeditando cierto mesianismo y legitimando la subor-
dinación en todos sus aspectos.
Si bien esta estrategia significaba la visibilidad de una serie de imágenes del poder
haciendo país en nuestra vida cotidiana, la función era generar una gran careta de men-
tiras bajo forma de verdad. Permitía a los dictadores pasar por gestores del desarrollo,
luchadores por la paz, gestores eficientes de gobernabilidad, ejemplo de moralidad y
conducción del país hacia un futuro mejor. Su sentido estaba en ocultar sus verdaderas
intenciones para trabajar oscuramente un otro dominio perverso y detalladamente pla-
neado. Es decir, la excesiva presencia cubría de silencio la verdadera intencionalidad
política y todo lo que allí se tramaba.
Pero esta tarea no sólo fue de autoría gerencial, comprometió incluso a mu-
chos periodistas. Una red de complicidades fueron copando la noticia. Pensar que el
ejercicio de la libertad de expresión es un negocio como cualquiera es quizá ei gran
obstáculo de los medios para adquirir responsabilidad social y compromiso con la
democracia. Es su debilidad ética central. En primer lugar porque el negocio debe
ser respetuoso de leyes y del bienestar ciudadano, es decir tiene barreras. Debe haber
un balance entre ética y negocio más aún hoy ante tanto desatino. Y porque la in-
formación que se la de a los ciudadanos y los climas subjetivos construidos son un
campo sumamente delicado, excepcional en el mundo del negocio. Como contraste
existe todo un movimiento mundial al respecto, planteando la responsabilidad social
de la empresa, poco desarrollado en nuestro país. Habría también que trabajarlo en
el campo comunicacional donde se compromete la esfera pública y el ejercicio de la
democracia.

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3. La importancia de la mujer para medios y políticos de la dictadura:
suavizar el conflicto de género
Las mujeres fueron muy importantes para la época autoritaria. Es una población amplia
y más manejable, en la medida que ellas eran y son administradoras de la pe breza y la
necesidad. Por ello los programas sociales abonaron a una relación dependiente de las
fuerzas gubernamentales. La respuesta del agradecimiento o de una utilizac ón mutua
estuvo siempre disponible al uso político del dictador y sus ambiciones de poder. Se
legitimó la ayuda social del estado, sin emancipación y equidad.
los medios desde sus diferentes géneros y formatos han banalizado el C•>nllícto de
género. Algunos niegan su existencia. Otros lo ridiculizan. En la mayoría de los casos,
ese "deber ser" moderno, es presentado como ya superado, no es más un lo5ro a con-
quistar. Muy pocos se atreven a marcar en el discurso directo el destino de la rrujer como
ama de casa y sujeta al orden patriarcal. El comportamiento discrímina:for se ha
reubicado en otros espacios y afirmaciones, diluyéndose. Ha renovado su existencia
desde el campo de la representación pues las oportunidades para la igualdad ya existí·
rían. Si algunas mujeres han logrado recolocarse en el poder polilico y económico, ello
probaría que todas lo pueden hacer si quisieran. Es decir, la mujer vuelve a ser culpable
de su propia sumisión y enclaustramiento, como si fuera su propia vocacitn, porque
nace naturalmente con ellas o porque es un acto de libertad de sí mismas sele<:cionando
esa colocación. El conflicto es así más oculto y cínico, más difícil de ubicar. anda ernpa·
rejado con una aparente equidad dentro de un clima de libertad.
En los medios se presentan diferentes representaciones de mujeres: las pohlicas
fuertes, seguras y duras; las del mundo del espectáculo, estrellas o conductoras. que
exhiben y usan públicamente su feminidad como tarea comunicativa; las prdesionales
especialmente periodistas, más impersonales, en las que el ser mujer es un aspecto se-
cundario; las amas de casa que están en los medíos pero también como modelo preferen-
cial del consumo de medios. Se trata de un desfile de figuras que trabajan una conviven·
cía pacífica sin tocarse ni interpelarse mutuamente. Todo vale, todo está bien lo que sí
es evidente es que ellas definen un ingreso de la mujer a los medíos, en nichos de au-
diencia específicos. Están menos presentes otras profesiones, el empres. riado, las
dirigentas sociales, la mujer que lucha por la equidad y la independencia.
Inclusive se ha creado una nueva figura: el de las vengadoras contra lo; hombres
y a favor de la mujer, multitemáticas, pues saltan del problema sentimental al polilico sin
acrobacias. Una Laura Bozo que expresaba el proyecto político del fujimorisno, descu-
bierto a tajo abierto. Alguien que salva a las mujeres, las defiende desde una estrategia
que golpea a los hombres pero conecta a las mujeres con la figura del gran p.1triarca. el
presidente. Es decir, mujerismo sin género, desprovisto de equidad y justicia

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Rc)SA MAAlA ALFARO MoR:!:NO

4. Las mujeres como consumidoras de política: ilusión de integración desde


el espacio doméstico
Hoy, la mujer ha ingresado a diversos espacios del ámbito público. No sólo se ha
reubicado en el campo intelectual y artístico, sino que de manera sorprendente se en-
cuentra desempeñando roles en el campo pol1tico y en el simbólico. Ella acompaña los
actuales procesos de conquista de la igualdad entre varón y mujer al interior de una
pugna por reorganizar el poder en nuestra sociedad. Es decir, su compromiso está modi-
ficando los proyectos culturales y políticos hegemónicos donde el varón y el autoritaris-
mo constituyen pilar y eje. La opinión pública reconoce la importancia de la mujer,
creándose nuevas sensibilidades. Ha adquirido visibilidad y protagonismo, en medio de
dificultades, conflictos, éxitos y vacíos por cubrir. Proceso complejo y muchas veces
engafloso pero que refleja cambios realmente significativos. Destacaremos algunos de los
caminos emprendidos relevando sus problemas, ambiguedades y tensiones. Sin embargo
es tan fácil convertirlo en un hecho de modernidad y no de equidad.
Hombres y mujeres comunes y corrientes, especialmente amas de casa, se relacio-
nan con la esfera pública y política sin salir del hogar. La relevante presencia de los
medios de comunicación ha permitido ver, oír y leer a los políticos, los acontecimientos
y la escenificación del poder, los problemas, las opiniones de otros, etc. Nadie descono-
cía al presidente y sus obras aunque jamás lo haya visto personalmente, para poner un
ejemplo paradigmático del fenómeno. El estuvo día a día en cada hogar, representado
desde el palacio presidencial o desde el pueblito más alejado del país. Se le ve u oye en
sus niveles formales de gobernar como en los amicales, incluso en los humorísticos
cuando es imitado en programas de radio y televisión de gran popularidad. Es decir, hoy
no podemos afirmar que la gente está distante de la política, mas bien vivimos un proce-
so vertiginoso de acercamiento, aunque ésta sea leída desde matrices culturales no pre-
cisamente políticas sino mas bien cotidianas y ligeras. Estaríamos ante una ilusión de
participación política, subrayando que es posible hacerlo desde la permanencia de la
mujer como responsable y auténtica defensora del mundo doméstico.
La naturaleza del acercamiento no sólo se circunscribe a la observación de imáge-
nes o la lectura, sino que tales representaciones y valoraciones de la política que se ex-
ponen por los medíos inducen a mujeres y varones, jóvenes y adultos, sectores sociales
varios, a construir una comprensión de la política y a establecer con ella algún tipo de
involucramiento (la percepción de sí mismo como sujeto político, por ejemplo). Es allí
que forman cotidianamente su opinión y las argumentaciones útiles para el voto. Están
expuestas y expuestos a conocer diversos comportamientos de actores frente al poder y
barajar o ensayar frente a la pantalla criterios de valoración sobre la eficacia de los mis-
mos. Es allí donde encuentran aquellos temas de conversación que les permitirán man-
tener relaciones de actualidad en sus circuitos familiares, amicales, institucionales,

- 114 -
~ v PodocA n ftX)(Jt ~

estableciendo luego coincidencias y diferencias, ingresando así a ser patte de l.15 corrien-
tes de opinión. Es desde ese espado privado. Sin embargo esa apettura quieta dialogó y
sigue haciéndolo con una información incipiente y descriptiva, donde la ernc1ividad es
su factor cen1ral de contacto con el mundo público.
Esta aproximación a la política se va dando en diálogo e interacción cor la forma-
ción de una cultura política massmediática que se forja durante la temporalida:l del ocio
y se inserta en la búsqueda humana de entretenimiento y placer. En ese sentido, la mujer
ha sido beneficiada pues ha conquistado en el espacio doméstico el derecho a divertirse
y a ser parte de un universo más amplio. Pero ha perdido el derecho a una c~lidad co-
municativa y de información banalizando su pertenencia a la sociedad.
Más audiovisual que escrita (Martín Barbero 94), esta cultura es fragmentada y via-
jera, obsesionada por el detalle del acontecimiento y su espectacularización, por la
imagen sintética que por sí misma explica, pues el discurso está inserto en ella; fascinada
por el movimiento y la acción del relato y por la combinación de narracione< y discur-
sos. Gusta de la variación aunque también desarrolla concentraciones o espe< ialidades.
Está siempre expuesta a ser errante sin muchas convicciones.
Relación política personalizada •, especialmente por la mujer y centrada en las
figuras de un presidente que todo lo puede y hace y un alcalde que sabe ejercer poder
vecinal en la ciudad. Pero terriblemente exigente con las instiluciones del estado de
quienes ya conoce sus roles y especificidades pero no su funcionamiento, en parte por-
que no las puede comprender y porque tradicionalmente merecen sospechas.
Representaciones desterritorializadas de lo pol1rico desde una mirada Cl l!ural que
tiende a mundializarse en los procesos de globalización (Ortíz 95). las fron·eras y las
puertas tienden simbólicamente a ampliarse o desaparecer, percibiéndose c<1da sujeto
como ciudadano del mundo. Estamos ante un consumidor que con el control remolo se
traslada por medios, canales, emisoras, comprando o prestándose periódicos y revistas,
folletines. Imaginaria y realmente (migración hacia el extranjero) ha aprendid.:} a explo-
rar con nuevos horizontes adelgazando viejas adhesiones e identidades ideológicas y
políticas que lo encuadren. Busca mas bien el desencuadre. Mujeres que aunque vaguen
menos por los ideales que los varones, pero también lo hacen' suei\an con los viajes
como ideas de futuro, progreso y felicidad.

' ALFARO M. Rosa María. •El difícil encuenlro de una modernidad democrática: leccione< pol~icas y
cukurales del proceso electoral presidencial ss·. Calandria 1995. pág 17.
1
Como hemos encontrado en investigaciones sobre consumo de medios, especialmentt· en radio y
televisión, en los que se demuestra que hombres y jóvenes tienden a navegar más por los medios y
por la Interne!, mientras las mujeres establecen más fidelidades con algunas olertas.

- 115 -
RosA MA~A ALFARO MORENO

Si bien los sentidos de lo nacional permanecen y seguirán existiendo, son


recontextualizados como espacio simbólico intermedio entre la idea de mundo y loca-
lidad. Lo comunitario se "des-organiza" y dispersa para reencontrarse menos sustancia-
lizado, funcionando en determinadas oportunidades. Como también reaparece en rela-
ciones de coincidencia e interpretación de la realidades como comunidades hermeneú-
ticas de interpretación (García Candi ni 95).
Los datos de ratings de las empresas dedicadas a su medición indican un alto con-
sumo en hombres y mujeres de programas noticiosos y políticos 3 • Lo que confirma que
la exposición a lo público y lo político tiene ya como partícipes a las mujeres. Es signi-
ficativo, sin embargo, comprobar como ellas prefieren y entregan confiabilidad a progra-
mas más conversacionales, mientras que los varones en términos cuantitativos están más
ubicados en noticieros. Los periódicos, son más leídos por ellos, los varones, en ct1anto
a información política• pura.
Cultura que ha desarrollado los sentimientos de pertenencia e integración a la
sociedad y su adhesión al sentido del progreso en la mujer. aunque ésta se efectivice
desde las relaciones más personalizadas, el relato dramatizado y la espectacularización
de la noticia. Así lo político es mirado por la mujer desde lo social y las relaciones
afectivas, como en el interés por el detalle tangible como sentido de veracidad. Desde
esas condiciones de lectura se enfrenta al personaje, la institución y la acción política.
El espacio doméstico en esa línea es hoy realmente un microcosmos, un espacio
de construcción de la política que no podemos descuidar. Esta telepresencia de lo públi-
co en nuestros domicilios, que en nuestros pafses está dado más por la radio y la televi-
sión que por el teléfono y la Internet (tecnologías no tan modernizadas y de acceso aún
no mayoritario), levanta nuevas problemáticas. Se dibuja una paradoja, pues. desde un
hogar aún jerarquizado de manera patriarcal se abren espacios de participación simbó-
lica y cultural en la política de las mujeres. ¡Se estarían procesando cambios realmente
significativos?. Nos preguntamos, además, en esa privatización de lo público, ¡cómo se
está ejerciendo hoy la política desde el ámbito del poder?. ¡Se piensa acaso su presencia
en los medios como una responsabilidad ética y política o es una forma simplista de
ganar popularidad? Nos preocupa que las únicas categorías que se asuman para llegar a
cada casa sean las estrategias publicitarias y no el diálogo político. Estar en lo público
desde lo privado es una estrategia de acceso, pero insuficiente, porque no genera parti-
cipación y ejercicio crítico; sin embargo es todo un enigma a descifrar.

' ALFAR O M. Rosa María. "Medios de comunicación e identidades de género". lnfonne de Investiga-
ción de CICOSUl. Universidad de Lima, 1995.
' ALFARO M. Rosa María "Mundos de renovación y trabas para la acción pública de la mujer", Calan-
dria, 1996. pág 22.

- 116 -
En un estudio realizado en agosto del presente año', identificamos a m.\s mujeres
desinteresadas por la política, pero sensibles a algunas problemáticas que potencialmente
podrían acercarlas al tema del poder. Los rasgos de este distanciamiento son ;ignificati-
vos dado el contexto de crisis y cambio pol1tico vivido en el país, que fue de al intensi-
dad y gravedad que podía interpelar en general a todos los ciudadanos sin distinción
alguna. Más aún cuando el tratamiento informatívo de los medios especialrrente de la
televisión destacaba la tensión vivida bajo un montaje de espectacularidad y dramatismo,
de alto impacto para cualquier persona no sólo del país sino del mundo. Será interesante
comparar estos resultados obtenidos con otros que se obtengan en momentos de mayor
calma. Nuestra hipótesis es que en esos otros escenarios el alejamiento de las mujeres de
la poi ítica será mayor.
Así encontramos que las mujeres suelen estar más desinformadas sobre a política,
en general, tanto en el ámbito contextual como coyuntural y especialmente en los as-
pectos institucionales de organización del estado. Desconocimiento que está asociado a
una comprensión más personalizada de la pohlica centrada en las autoridades de mayor
jerarquía. La percepción institucional de la democracia políiíca es aún frágil 'f confusa,
no la sienten como una necesidad clave para el desarrollo y la transformació~ del país.
El cambio democrático estaría en segundo lugar de importancia sin que esté muy preciso
en qué consiste. Su sentido común no diferencia suficientemente al Estado de l.1 sociedad
civil, a pesar del reconocimiento que hacen de las ONGs, ni tampoco tiener claras las
funciones de los diferentes poderes existentes. Les falta una ruta de conocirriento más
organizador de su percepción política. Los diez años del fujimorismo siguen pesando en
las subjetividades colectivas.
Pero, a la vez, ellas han desarrollado más que los varones una sensib lidad real
sobre la pobreza existente y sobre los derechos humanos no respetados por los gobiernos,
temáticas que le permiten leer más programáticamente la acción pohlica. Peo a la vez,
ya sabemos lo frágil que puede ser esta tendencia en el uso del poder. lgua mente les
interesa la resolución de los problemas de corrupción y la construcción más cercana de
relaciones entre políticos y ciudadanos. Esta mirada pragmática, relacional y h•1mana del
poder, incluso ética, podrían ser caminos útiles para ir descubriendo de mej~r manera
una mejor y más segura comprensión de cambios estructurales e institucionales buscan-
do el equilibrio de poderes y la eficiencia en la agenda del desarrollo. Para lo cual se
requiere una voluntad polilica fuerte en propiciar cambios en las mujeres. lde,tificamos
allí un estancamiento pues más les interesa el resultado, como por ejemplo el aumento
de sueldos o salarios, que el camino para conseguirlo que podría ser el crecimiento

' 'las mujeres en el proceso de transición democrátiéa', Sondeo nacional. Calandria. ""'osto 2,001.

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RoSA MARIA ALFARO MORENO

económico, aunque justo. En general, no han desarrollado una antena propia de com-
prensión económica del país y de la acción de gobernar. Pero sí su preocupación es más
social y ética que propiamente política.
Encontramos que el camino recorrido como ciudadanas les ha hecho ubicar mejor
los derechos que deben defender, especialmente aquellos que se consiguen a nivel gru-
pal o colectivo. Sin embargo, aún no descubren con suficiente fuerza, como tendencia
general, su involucramiento y responsabilidad con la democracia del país desde el ounto
de vista individual. No encontramos señales de una cultura política confrontada o rela-
cionada con la ley o los aspectos legales e institucionales de su ubicación y juicio polí-
tico. El propio sentido de justicia que manejan no se enlaza con el Estado de derecho y
lo propiamente jurídico.
Por todo lo anterior, podemos hipotetizar que su cultura política que se encarna en
derechos y relaciones entre personas, las hace más susceptibles a la manipulación polí-
tica, especialmente por los que tienen más poder, de allí esa intencionalidad presiden-
cialista que hemos observado en ellas. La descentralización es más comprendida como
conquista específica que como proceso de democratización del país, no confiando
mucho en las municipalidades.
Su acercamiento a la política está determinado por dos condiciones básicas de
vida cotidiana que limitan su participación: la preeminencia de su rol de ama de casa y
el consumo de medios en el hogar como su principal fuente de información, especial-
mente la televisión a nivel nacional y la radio en lo local. Y si bien las mujeres admiten
vigilar a las autoridades y a los medios, observamos temores a comprometerse indivi-
dualmente en algunos grupos. En general esa fiscalización a establecer estaría más orien-
tada a resolver problemas en el corto plazo. Se va perfilando su compromiso con la vi-
gilancia ciudadana aunque aún hay mucho que avanzar al respecto.
Más mujeres desconfían de la actual política gubernamental con respecto a la mujer.
Esta percepción si correspondiera a la realidad, como así parece, sería un problema serio
porque estarían dando oportunidad a que se asocie dictadura con apoyo a la mujer. Y
democracia con despreocupación por la equidad de género. Hay en ellas una gran actitud
crítica frente a las pocas ministras y a la no existencia de liderazgos formales de mujeres en
el Congreso de la República en un gobierno democrático. Ello sin embargo nos remite a
un apoyo explícito de las mujeres sobre la participación política femenina en el poder pero
tal apuesta no necesariamente las involucra, sino que la transfieren a las mujeres políticas.
Sería trágico que el mujerismo tenga más fuerza que la equidad de género.
En este contexto general, ubicamos el análisis del consumo de medios de las mu-
jeres en el país, buscando asociaciones entre los desintereses e desinformaciones ante-
riormente descritos de las mujeres, sus sensibilidades y el modo como reciben los

- 118 -
mensajes de los medios. Este enfoque es un modo diferente de apelación a lo; medios a
partir de los resultados que ayudan a generar o consolidar. Su responsabili1ad social
frente a la igualdad de género es apelante y exige cambios.
En cuanto al seguimiento del proceso de transición a la democracia, habría una
ligera pero mayor inclinación de las mujeres por la televisión en todas las fiudades y
menor que los varones por la prensa escrita. En cuanto a la radio es interesante ver cómo
más varones buscan la radio nacional, en cambio las mujeres la local. Igual sucede en
los diarios nacionales preferidos por más varones. En cambio, la televisión abierta nacio-
nal la seleccionan más mujeres. En general, la radio es menos importante en lima y más
en provincias. Cabe preguntarse qué sucede en las mujeres que se nutren de la televisión
abierta y de la radio local y si esas fuentes informativas-formativas las ayudin a com-
prender crisis políticas de gran envergadura como la que vivimos. Es pertin·~nte saber
cómo constituyen con estas referencias sus comprensiones y compromisos con la reali-
dad y la política. Allí se dibuja una posible debilidad informativa que transi:a entre el
espectáculo masivo de la televisión y la noticía local interpretada o no.
Es decir, la cultura audiovisual frente a la escrita es más apropiada por las mujeres,
especialmente en lima, lo que refleja una conexión más sostenida entre información.
imagen y espectáculo. Pero, a la vez, la preocupación por lo nacional desde la radio y
lo escrito está descuidada por más mujeres, centrándose en el consumo local de medios
especialmente en prensa y radio. la televisión es la puerta abierta a lo nacional para
ellas. Si tomamos en cuenta que lo político se expone mejor en la prensa escrita, pode-
mos encontrar aquí algunas explicaciones de la desinfonnación y el apolitismo femenino.
Pero, se dan grandes variaciones según la ciudad y el medio.
En otro estudio• realizado en el año 2,000, encontramos algunos sign:>S de una
cultura política autoritaria en más mujeres. Por ejemplo, los 1S minutos de propaganda
electoral les parecían insuficientes a más varones que a mujeres, corno a los de menos
instrucción. O cuando se pregunta si en esas elecciones donde competía fujimori había
más información que en el proceso anterior, la mitad de mujeres dice que sí y h otra que
no mientras que en los varones el no es contundente. Menos mujeres desean el r~iro de
la propaganda del Estado de los medios. Inclusive con respecto al papel de ks medios,
es menor el número de mujeres críticas. Algo estamos aprendiendo de la crisis política
vivida y la caída del autoritarismo.

• •Deficiencia informativa y debilidad democrática" teillízado en marzo de 2,000.

- 119 -
ROSA MARIA AlFARO MoR~NO

5. Retos de género y ley de cuotas


Una de las grandes deudas del movimiento feminista con la modernidad (o postmoder-
nidad según algunos) es la poca comprensión y uso de los espacios públicos como fina-
lidad y proceso de cambio, como lugar de estadía dialogante con otros, donde se pro-
duzcan interpelaciones sobre el sí mismo, sin esperar vuelcos ideológicos instantáneos.
Se ha tendido a verlos como instrumentales a la lucha por la conquista de derechos para
las mujeres. O como factor sexista que requiere ser cuestionado y hasta satanizado, aun-
que fuera también muy usado de manera difusionista. Es decir se les utilizó como propa-
ganda y sensibilización desde la propia verdad sin buscar debate y generación de con-
sensos. Se ha querido hacer ver pero no oir. En algunos casos se la trabajó como lobby
político, pero no como lugar de encuentro con caminos que hagan de la reinividícación
de género y de la mujer un proyecto de la ciudadanía.
Por ello, ha seguido primando el objetivo de construcción del poder real pero no
el cultural. Nuestros mejores logros están en el nivel legal o jurídico y últimamente en el
informativo a partir del reconocimiento de problemas reales de desigualdad. Cambiar las
relaciones reales entre varones y mujeres en el ámbito privado y público pasa por dialo-
gar o interactuar con los mundos de la subjetividad de unos y otras. La subordinación
está también dentro de las mujeres pues el poder está en nosotras, y nos habita no sólo
en las historias que vivimos sino en las narrativas que construimos o solventamos (como
el melodrama), en las nociones de amor, de maternidad y de vida que validamos, en las
imágenss que proyectamos cuando aparecen nuestras líderesas políticas. Es decir reque-
rimos confrontar las narrativas políticas y sus estrategias de visibilidad (Rey 98) con las
que estamos construyendo en nuestro ingreso a la política. El poder está allí en esos en-
cuentros y desencuentros y no sólo en el acceso de más mujeres a la política. Se trata de
producir un análisis más fino sobre las representaciones públicas que se crean y distribu-
yen, encontrando empatías con las personas comunes y corrientes que se retroalimentan
con ellas. Necesitamos identificar procesos y cómo éstos contribuyen a la construcción
de identidades de género basdas en la legitimación de la inequidad para saber dialogar
con ellas. Pero, a la vez requerimos enfrentarnos con seriedad y sentido de búsqueda a
ese diálogo más profundo y a la vez cotidiano con la discriminación de género y con to-
das las otras existentes en el ámbito público.
Estamos asistiendo a la aparición de una opinión pública dispuesta a avanzar sin
liderazgos disponibles para asumir una orientación. En muchos países vivimos una gran
carencia de líderes públicos con sentido ético, llenada hoy por el mundo del espectácu-
lo. No sólo requerimos de vigilar la institucionalidad de las conquistas legales y jurídicas
sino producir su conversión en capital simbólico de todos. La gran vía va por el hacerse
cargo de los conflictos objetivos pero también subjetivos. Tenemos serias dificultades
construir intereses, imágenes y espacios de encuentro, como matrices básicas de una
esfera pública democrática.

- 120 -
las mujeres jóvenes y los nuevos conflictos de género que nos plantear requieren
una escucha y un acercamiento particular. Surgen nuevos temas: la noción de pareía y
familia, la de convivencia entre ambos en el campo de trabajo y desde el encuentro de
los cuerpos: sexualidad. ¿Cómo recuperarlos para la polníca?. Nuestros mc,vimientos
siguen siendo más adultos. La apuesta al actor y a la autonomía es insuficiente como
propuesta movilizadora de los jóvenes. Es interesante examinar el caso de jóvenes que se
interesan por la polilica a partir de la comunicación, al revés que en nuestras ~eneracío­
nes7. Todo lo cual nos hace pensar cuán importante es pensar al movimientc• feminista
con una vocación de pluralidad y apertura, como espacio de encuentro de hs difererr
cías para construir un mundo nuevo. Un cambio que aún no logramos hacer para que
sea acompañante de nuestro ingreso a la política.
Entre todos esos vacíos y tensiones, ¡cómo repensar la ídea de comunídld política
superando posiciones organicistas y duras?. El individuo aislado con proyecte• sólo para
sí, no genera sociedades desarrolladas y articuladas sin discriminación, pues la compe-
tencia desigual entre todos destruye y somete. Cómo repensar a esa mujer emancipada,
ligada a quiénes y de qué manera. Ese es el quid del asunto. ¿El movimiento f1-minista es
el único lugar? ¿Cómo volver a la vivencia de solidaridad en un mundo polil co de cál-
culo? ¿Qué hacer con el espectáculo y la victimización de la mujer? ¿la negociación
ayuda o sólo construye imaginarios frágiles de cercanías?. Hemos acumulado iuerzas y
ganadas que debemos utilizarlas para repensar nuestros proyectos y colabc•rar con la
forjacíón de utopías que nuestras sociedades requieren.
Y en ese sentido hace falta hilar la nueva comunidad polilica que quere-nos forjar.
en su nivel de autonomías, como en el relacionado con la articulación con o·ros. Ya no
están más en contradicción. Es importante la formación de comunidades interpretativas,
desde Internet, por ejemplo. Pero también las de acción, basadas en coinc dencias y
explicítación de los desacuerdos. Igualmente es necesario mejorar la relación entre co-
munidades vivas e instituciones polilicas como vasos comunicantes hechos d<· tensiones
y complicidades.
las lecciones aprendidas nos son sumamente útiles. A partir de dive~ esfuerzos
se ha conseguido en el proceso electoral municipal y a nivel de todo el país, que ingre.
sen más mujeres a los gobiernos municipales, lo cual es un logro altamente positivo en
la construcción de la equidad. También se avanzó en el congresal. Esto ha si•Jo posible
gracias a un inteligente asociación entre una ley de cuotas dada por el gobiemo con una
acción movilízadora y de promoción de la participación poh1íca de las muieres llevada

' Como se demuestra en la autoevaluación realizada por Calandria ace«:a de un proyecto ,Je lide<azgo
jweníl local llevado adelante por J6venes y adolescentes amantes o estudiantes de la comunicación.

- 121 -
ROSA MARÍA ALFARO f\10RENO

a cabo por diversas instituciones de la sociedad civil, de manera más o menos articulada.
Actuación que logró establecer diálogos con una ciudadanía desengañada de la política
y que vuelve sus ojos hacia la mujer como esperanza de cambio.
Se logra así no sólo más mujeres en la política, sino que se producen embriones
renovadores sobre el sentido de los liderazgos políticos. Las mujeres perciben que sí pue-
den gobernar y se presentan de candidatas muchas más mu je res de las obligadas por la
ley. Se generan acciones de movilización de muchas mujeres. Se producen diálogos múl-
tiples entre mujeres y con autoridades anotando de manera colectiva una agenda munici-
pal de la mujer que está guiando no sólo a los gobiernos elegidos sino a los propios parti-
dos que se dan cuenta de la importancia de la mujer como masa votante y elegible. Se
revalora la importancia del gobierno local (descentralización posible). Y en todo este pro-
ceso la nueva gran protagonista que aparece es la mujer popular, surgida de organizaciones
populares de sobrevivencia con una larga historia de luchas y conquistas.
Sin embargo, la intervención centrada en el acceso de la mujer a la política pro-
duce dificultades para ubicar la reinvindicación de género como parte de un proyecto
político democratizador de conjunto. No se llega a cuestionar la noción de política
misma y el autoritarismo populista que ronda nuestras sociedades. Tampoco se articula
la búsqueda de poder con las reivindicaciones sociales y su tratamiento más global. No
se producen debates y deliberaciones colectivas y públicas que permitirían politizar la
presencia de la mujer y la discriminación positiva de la que se hacía uso. Más se instala
un proceso de despolitización de la participación política de la mujer cuando además se
busca proyectar una imagen de mujeres juntas y unidas a pesar de las diferencias políti-
cas centrales que las separan, en base a un reforzamiento homogenizador de la identidad
de mujer que busca la inclusión. Así las mujeres estarían por encima de sus partidos o
movimientos por el bien social. Propuesta que fue siendo armada por las propias
candidatas que probablemente apuestan una renovación política desde allí, sin noción
de proyecto político que lo sustente.
En la misma línea pero desde otro camino se legitima un discurso basado en la
feminización de la política. Muchas mujeres expresan con mucha fuerza su propia iden-
tidad de mujer como camino a la gestión pública. La fuerte presencia de la maternidad
como componente afirmativo de su capacidad política y el odio a los partidos, definen
el sentido y la pertinencia de sus candidaturas y no necesariamente se abrazan al hecho
de ser ciudadanas. Muchas de ellas, de todas las clases sociales, llegan a decir que el
gobierno local es muy similar al mundo del hogar, desde el cual establecen su modelo
de gobernar'. Y en ese panorama, el cambio de un sector político a otro durante la

Como también aparece en otra autoevaluación realizada por Calandria acerca de su apoyo al proce-
so de participación política de la mujer en las elecciones municipales de 1998.

- 122 -
campaña o despues de ella es un fenómeno bastante generalizado entre la; mujeres
postulantes y las elegidas.
Tales indicativos merecerían un análisis más riguroso. Lo que sólo quisiéramos
señalar es que reaparece un gran dilema. Nos ubicamos de un lado en la luche cíudada-
na incluyente que pone el énfasis en la neutralidad de los sujetos, pues son cíJdadanos
de derechos, a pesar de las diferencias de género, afirmando mas bien lo que se tiene de
igual entre todos o la aspiración a serlo. Y el énfasis en recuperar la identidad ~ílica
que parte de los procesos vividos y cierta exacerbación de las diferencias. Pu•!S las per-
sonas y los grupos hablan y se comprometen desde lo construido por ellas rrismas; de
esa manera empatan con los nuevos retos. Las versiones sobre uno mismo frente a la de
los otros, es una motivación para avanzar hacia la conquista de igualdades mas bien
futuras y no definidas.
El binomio ciudadanía-género, sin embargo, en el campo educativo en múltiples
experiencias realizadas es altamente significativo pues considera la identidad y la coloca
en tránsito y renovación, procesando rupturas y reencuentros de una nueva identidad
que no niega la anterior sino que la pone en términos de futuro•. Esto no sucede así en
el campo de la lucha política electoral, donde el ser mujer madre y doméstio:a la con-
vierte en madre social (Alfara 94) y ahora pohtica, en una línea de continuidad que re-
cupera cambios sin cuestionar el sentido de la diferencia, pues ésta no sería generadora
de subordinación sino que le otorgaría una participación pohlica singular que es la que
se tiende a legitimar.
Son dos maneras de enfrentarse a la participación pol11ica que requ~rirían de
mayores comprensiones y análisis. Y dos modos de trabajar la intervención par a transfor-
mar. En primer lugar, la educativa de largo aliento y poca llegada (es difícil ha.:er escue-
las de formación política para muchas) y que pone énfasis en la formación cíu::ladana. Y
aquella más amplia, la de la participación política más masiva e incluyente en momen-
tos electorales, abriéndose a todas las posibilidades, adelgazando el discurso de cambio
en lo que a perspectiva de género se refiere. Estamos ante certezas e incertídurrbres, ante
opciones y tensiones en pugna que levanta esta evidente conquista de lograr la panici-
pación política de las mujeres.
El lema de la Ley de cuotas se ha insertado en esta compleja red de repr·~ntacio­
nes simbólicas y de procesos culturales y políticos vividos por las mujeres y los varones.
Más aún ha bebido de otros enfrentamientos o discriminaciones como las ger·eraciona-
les, el poco respeto a los derechos humanos, la ausencia de civilidad y e >nciencia

• Como el proyecto Escuelas para lideresas 'Ciudadanas de primera·, implementado pu Calandria


desde hace varios años.

- 123 -
ROSA MARÍA ALFARó MORENO

ciudadana, la debilidad de la institucionalidad política en el país. Normatividades que


ayudan pero no necesariamente transforman. El año 98, en un sondeo realizado se pre-
guntó si la población estaba de acuerdo con la Ley que señala que debe haber un 25%
de mujeres en las listas de candidatos para las elecciones municipales, el 75% aprobó. Y
en principio había disposición a votar por ellas en alcaldías provinciales y distritales,
siendo las más apreciadas mujeres proiesionales y lideresas populares. Luego este por-
centaje se mantuvo subiendo, a pesar que las mujeres y los varones periodistas fueron
reacios a su aplicación. Hay signos de esperanza. El gran problema es cómo instalar la
política de género de manera menos vulnerable y oscilante, como gran conquista insti-
tucional y cultural. Para ello hace falta llegar a las mujeres comunes y corrientes e iniciar
un trabajo de transformación en los medios, desde la presión ciudadana. Porque la de-
mocracia no es sólo un sistema, sino un auténtico desarrollo institucional y una cultura
ética de la equidad que se edita día a día hasta que sea sentido común de nuestro país.

- 124 -
LA PARTIOPAOÓN POúTICA DE LAS MUJERES
FORTAUCE LA DEMOCRAOA
Ana M,1rla YJñez

La participación poh\ica de las mujeres es un fenómeno socio-polo1ico que vi€ne siendo


objeto de análisis por parte de especialistas, principalmeme politólogos, sociólogos e
historiadores, que tratan de identificar cuál es el aporte de las mujeres en la to'Yla de cJe.
cisiones polo1icas y cómo así su participación contribuye al fortalecimiento dE la demo-
cracia.
A partir de nuestro trabajo en PROMUJER vamos analizando las diversas hipótesis
que se manejan alrededor del tema, para a partir de nuestros conocimientos y ex¡>efien-
cia, ir descartando unas y avalando otras.

Para ordenar las ideas en torno a este tema, dividiremos el análisis en cuatro partes:

l. Desde el lado de la oferta, es decir de las mujeres y sus aspiraciones.


11. Desde el lado de ta demanda, es decir desde el sistema polilico y en particular los
requerimientos de la democracia representativa para fortalecerse.
111. Temas en debate.
IV. Lineamientos para una plataforma de acción.

l. DESDE LA OFERTA: Las mujeres y sus aspiraciones


1. Diversos informes y documentos de caráder histórico y sociológico dan cuenta de
que la participación polilica de la mujer empieza a manifestarse en el P~ a fines
del siglo XIX. Fueron principalmente mujeres de clase media y luego de sectores
populares (principalmente obreras) las que reclamaron una mayor par:icipación
de la mujer en la toma de decisiones políticas. Estamos entonces frente 1 un fen6.
meno que no es nuevo en la sociedad peruana.
Sin embargo, es a partir de la década de los 90 que se hace referencia explícita a
la •participación política de la mujer" en alusión a la participación d•? la mujer

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en las esferas del poder formal, del poder instituido moldeado por la Constitución
del Estado, por las prácticas políticas y por el sistema de representación.

Entonces, por participación política de la mujer entendemos:


a) Una mayor voluntad de la población femenina por participar en la toma de deci-
siones políticas, bien sea sólo a través del voto o a través de movimientos sociales,
de organizaciones no gubernamentales o de cualquier otra manifestación, organi-
zada o espontánea, que desde la sociedad civil canaliza y vehicula aspiraciones de
la población (o parte de ella).
b) Una voluntad expresa y direccionada de la población femenina por acceder a
puestos de poder formal o institucional, es decir a espacios desde donde se cons-
truyen agendas, deciden políticas públicas y/o se modela el carácter de la sociedad
peruana.

2. las formas de participación pol(tica de la mujer se expresan a su vez en dos di-


mensiones:
a) Mediante el ejercicio de ciudadanía.
b) Mediante el ejercicio del poder.

En estas dos dimensiones las mujeres tienen todavía un largo camino por recorrer:
a) Diversos estudios basados en estadísticas revelan un mayor desinterés de las mu¡e-
res por la "cosa pública". En consecuencia tienen menos motivación para mani-
festarse o expresarse en torno a ella y para ejercer su ciudadanía. Una explicación
que se da para esta "ciudadanía disminuida" de las mujeres es su exclusión social
en el plano colectivo y su encierro doméstico en el plano individual.
En el Perú y particularmente en el medio rural, las muíeres están excluidas social-
mente de participar en la solución de los problemas colectivos. Al aislamiento es-
tructural de vastas capas de la sociedad peruana, por razones económicas, étnicas
y sociales se suma el doble aislamiento de género, en particular por la ubicación
de las muíeres en determinados roles familiares, sociales y económicos al interior
de cada formación social. Suelen ser roles menos importantes en términos de acu-
mulación económica o menos visibles en términos de prestigio social, como es el
caso de las tareas reproductivas asumidas por las mujeres. Esta exclusión (que se
explica por ejemplo en menor cantidad de años de escolaridad de las mujeres que

- 126 -
de los hombres) es una de las causas que mejor explica la escasa participación de
la mujer en la esfera polllica formal, en particular en las zonas rurales. Sin embar-
go, la "minusvalía social" de la mujer se traslada también a zonas urbanJS en don-
de predominan representaciones colectivas de la mujer que la perciben como un
ser ajeno al quehacer pohlico.
En el plano individual, la división sexual del trabajo produce un encierro domés-
tico que también aisla a la mujer de los problemas nacionales, regionale; y aún lo-
cales, por cuanto su tiempo disponible y sus energías se concentran principalmen-
te en atender las tareas familiares y en resolver los problemas domésticos.
b) Las cifras sobre la participación de la mujer en los espacios de poder in;titucional
también muestran una situación de desventaja de la mujer. Las mujeres han llega-
do al 25% en los espacios de poder de los gobiernos locales al 18% e~ el Poder
Legislativo, lo que sin embargo constituye un avance significativo con relación a
los años inmediatos precedentes.
Esta situación no puede analizarse al margen de las anotaciones anteriores; es el
eslabón final de la cadena de exclusiones, aislamientos y por consiguiente dis-
criminación de la mujer. La oferta electoral de mujeres en general es nenor que
la de los varones, aún con la incorporación de mecanismos de cuotas en los dos
últimos procesos electorales. Es decir, hay menos mujeres que varones presio-
nando por ocupar cargos de poder. A esto también ha contribuido la ausencia de
partidos polllicos de carácter permanente (no sólo para procesos elec:orales es-
pecíficos como ocurre desde hace no menos de diez años) que no ha permitido
capitalizar pohlicamente a mujeres con vocación de poder. Por otro lado la es-
tructura interna de las organizaciones pohlicas, generalmente controlacas por va-
rones que ven amenazadas sus posibilidades frente a determinadas mujeres, las
han intentando marginar o de hecho las han marginado para allanar su camino
hacia el poder.
La falta de práctica polllica de las mujeres se ha puesto en evidencia en los dos úl-
timos procesos electorales: muchas de ellas no han negociado apropiacamente ni
su ubicación en las listas de candidatos a puestos públicos, ni un tratamiento ade-
cuado por parte de sus respectivas organizaciones polllicas. Tal vez detrás de esto
esté la educación altruista de las mujeres, que las ha dotado de capacidades para
representar mejor los intereses de terceros que los propios.
Finalmente, aquellas mujeres que logran postular a un cargo por eleccion pública
tienen en general menos oportunidades que los varones para hacer lleg.ir su men-
saje y su imagen a la opinión pública: menos recursos económicos y me'lOS apoyo
de las organizaciones polllicas.

- 127 -
Vemos pues que la participación política de la mujer depende de pre-requisitos so-
ciales -no sólo exigibles a los varones-- que van más allá de la mera intención de
promover esa participación. Las estructuras sociales de exclusión, aislamiento y
discriminación siguen jugando contra ellas. Sin embargo los logros alcanzados son
muy significativos y el incremento de mujeres en el poder se mueve en una progre-
sión que podernos llamar geométrica. Sin duda los mecanismos de cuotas incorpo-
rados en los dos últimos procesos para elegir autoridades a nivel local y nacional,
sumados a los ya consagrados logros en materia educativa y profesionalización de
las mujeres están apuntalando este proceso que parece dirigirse al logro de una
participación paritaria de las mujeres en el poder hacia fines de este nuevo siglo.
El hecho de que más mujeres aparezcan disputando un espacio clásicamente mas-
culino corno el del poder, contribuye además a romper estereotipos asf corno mo-
delos y representaciones distorsionadas de la mujer. Para los jóvenes y las nuevas
generaciones no es raro ni atípico ver a una mujer en pol11ica, lo que para las per-
sonas de edad media es todavía un "fenómeno nuevo".

11. DESDE LA DEMANDA: Fortalecimiento de la Democracia

Mucho se discute sobre cuál es el aporte de las mujeres a la democracia representativa.


Al respecto tenernos claro varios puntos que podemos concluir a partir de la experiencia
peruana de los últimos años.
a) La inclusión en la toma de decisiones políticas de un grupo tradicionalmente ex-
cluido, las mujeres. Históricamente las decisiones políticas se han adoptado sin la
participación de la mitad de la población: las mujeres. En consecuencia el sólo he-
cho de que un grupo excluido se incorpore a la vida política formal de un país ya
es un significativo avance democrático. Además y como consecuencia de esta par-
ticipación, el contenido de las decisiones y la forma como se puede llegar a deter-
minados acuerdos, también ha variado.
bl La incorporación de la perspectiva y los intereses de las mujeres en las políticas
públicas. Sin lugar a dudas la perspectiva y los intereses de las mujeres son distintos
a los de los varones, por consiguiente la presencia de mujeres en el poder asegura
que esa perspectiva y esos intereses estén mejor representados. Así por ejemplo, en
nuestro Código Penal existía una norma que eximía de culpa a los autores del
delito de violación en banda, cuando uno de ellos se casaba con la víctima. Al
difundirse la existencia de esta norma, tanto la prensa y analistas nacionales y

- 128 -
extranjeros manifestaron su asombro, porque ad portas del siglo XXI ne• se enten-
día la vigencia de una norma que violaba tan flagrantemente el dere-:ho de las
mujeres a una justicia equitativa. Sin embargo, la norma que exisiió curante un
periodo de 72 años o más, nunca fue cuestionada por ningún varón, r'IÍ aún por
aquellos que se identificaban con las causas más justas. Fue necesarb que una
mujer planteara el tema para que las demás mujeres se comprometieran con esta
causa. Finalmente, la norma en cuestión fue derogada, no sin un dure> enfrenta-
miento entre hombres y mujeres en el Congreso.
Así como este caso existen otros similares. Sólo para mencionar los más impor-
tantes nos referiremos a la ley de Violencia Familiar, la norma sobre la prueba
del ADN para demostrar la paternidad (que tuvo mucha resistencia por parte de
los varones), las dos leyes sobre cuotas de participación pohlica, la ley sobre
mujeres en las Fuerzas Armadas, la ley que convierte al delito de violación en
perseguible de oficio por el Estado y no sólo por la parte agraviada (c:ue dejaba
en la impunidad a la mayoría de violadores), las diversas leyes sobre condiciones
laborales de la mujer entre ellas la que califica de nulo el despido de la mujer
embarazada.
Es claro entonces que los intereses de las mujeres están mejor representados y son
mejor defendidos por las mujeres en el poder. Sin embargo, cabe preci5ar que en-
tendemos que los intereses de las mujeres son también intereses sociales y que si no
han sido asumidos así es precisamente porque estos problemas no se han ·JÍsibilizado
y porque se les ha atribuido a la mujer la responsabilidad directa y absoluta sobre
estos temas- No debemos olvidar que son las mujeres las que luego de m.?.s de veinte
años de insistencia han logrado colocar el tema de la violencia intrafamiliar en la
agenda pública, mereciendo la atención del Esiado, desde donde se han desarrolla-
do poi i1:icas destinadas a afrontar el problema. Así, entre otras poli,icas, ,;e ha llega-
do a diseñar y aplicar la primera encuesta a nivel nacional (que ademá; es una de
las primeras en América Latina) para tratar de cuantificar y medir el fentmeno. fsle
meritorio esfuerzo también estuvo monitoreado por mujeres que tuvieron que supe-
rar obstáculos de carácter técnico para brindamos por lo menos una ap'Oximación
a la magnitud y a las características de la violencia intrafmiliar.
La colocación de los temas de gravitante interés para un grupo tan significativo de
personas, las mujeres, en la agenda pública nacional es sin lugar a dud.lS un avan-
ce democrático, pues la democracia es mejor en la medida que permit~ represen-
tar los intereses de la población y atender los problemas de todos y e.ida uno de
los grupos sociales.
el Las mujeres colocan la defensa de sus intereses partículares por encima de las di-
ferencias polilicas. El éxito de las mujeres en conquistar normas y espacios

- 129 -
institucionales (Defensorías Municipales y Defensoría del Pueblo, Ministerio de la
Mujer, Comisión en el Congreso, Comisiones Municipales) para atender la proble-
mática específica de las mu je res, que en muchos casos se extiende por la fuerza
de la costumbre a los hijos. Esto se ha realizado sobre la base de una coordinación
y conjunción de esfuerzos de las mujeres al margen de su posición política, por lo
demás legítima y saludable para la democracia peruana. Esta conjunción de es-
fuerzos ha supuesto alianzas transversales entre las mujeres de diversas organi-
zaciones políticas y alianzas verticales entre las mujeres que ocupan cargos pú-
blicos y mujeres de la sociedad civil, particularmente la organizada. Muchos de
los avances logrados se deben en gran parte al aporte que vienen haciendo las
mujeres desde la sociedad civil. Es destacable el tema de la violencia familiar, la
reforma de las normas sobre violación, las cuotas, los derechos laborales de las
mujeres, todos ellos tratados, promovidos y alimentados por la acción de la.s mu-
jeres desde la sociedad civil.
Esta práctica, sin embargo no anula la capacidad de crítica política de las mujeres.
En problemas eminentemente políticos, por ejemplo el Acuerdo de Paz con Ecua-
dor, las mujeres han defendido ardorasamente posiciones antagónicas. Es más, en
este caso específico han sido mujeres las que han liderado el debate, lo que demos-
tró claramente que son los tópicos "femeninos" los que producen encuentros y
acuerdos entre las mujeres. Esta práctica tampoco ha anulado la capacidad de crítica
al Estado o al Gobierno por sus errores, excesos u omisiones. Es decir, el hecho de
coincidir en las demandas específicas de las mujeres no anula la capacidad de crí-
tica, a la que tiene derecho todo ciudadano. Entonces, frente a intereses comunes es
posible hacer a un lado diferencias políticas partidarias y superar temporal y parcial-
mente el enfrentamiento político que ha caracterizado a nuestra clase política.
Este accionar de las mujeres, sin embargo, también ha tenido sus detractores quie-
nes han calificado estas alianzas de "claudicantes" por tratarse de un gobierno au-
toritario con el cual se concertaba.
d) La perspectiva de género y la interculturalidad en las políticas públicas también
fortalece la democracia. Este es uno de los campos en el que más se aprecia el
aporte de las mujeres al escenario del poder. La presencia de mujeres, desde dentro
o fuera del aparato estatal, presionando por cambios en las políticas públicas, no
sólo incorpora la mirada de ambos sexos en el diseño y ejecución de estas políti·
cas, sino que además arrastra consigo una demanda por interculturalidad.
La función reproductora de la mujer, tanto biológica como social, se expresa
culturalmente. Qué manifestación más natural y a la vez más cultural que el naci-
miento de un hijo. Por ejemplo, en la sierra peruana las mujeres alumbran a sus
hijos en habitaciones oscuras, cálidas, en posición de cuclillas, con aromas de

- 130 -
plantas, con la ayuda de un miembro familiar cercano (generalmente el cónyuge
o la madre) y con atuendos que según ellas tienden a contrarrestar las molestias
del parto. Estas prácticas son radicalmente distintas a las formas utilizadas por las
mujeres urbanas a las que califican de •occidentalizadas" no compatible; con sus
costumbres. Esto ha creado una distancia entre la oferta de servicios públicos de
salud "occidentalizados" y una demanda "andina• insatisfecha que explica porqué
las mujeres no acuden a los servicios de salud del Estado, con su resultante de altos
índices de mortalidad materna.
Los mitos, creencias y rituales son parte esencial de la forma como se e<presa la
función reproductora, y ellos están asentados en lo más profundo de las personas.
La demanda de respeto hacia formas culturales arraigadas proviene más :le muje-
res que de varones por su vinculación estrecha con la reproducción tanto biológi-
ca como social. Por ello, la incorporación de la dimensión cultural en los servicios
públicos que se ofrecen, es uno de los factores que determinan sus posi:>ilidades
de ser eficientes. Un servicio de calidad es aquel que atiende mejor no sólo la
perspectiva de género sino que atiende también la dimensión cultural de la pobla-
ción hacia la que están dirigidos. Sin esta dimensión cultural, los hechos vitales
simplemente se vacían de significado humano y social.
las demandas •culturizadas• de las mujeres significan otro aporte a ademo-
cracia, que se está visualizando principalmente a partir de la presenci3 de más
mujeres en los espacios de poder municipal que interactúan con otr<s instan-
cias del Estado.
e) la visibilización de las mujeres en la polltica producto de las cuotas genera un cír-
culo virtuoso que también enriquece la democracia. la aplicación de la rorrna so-
bre cuotas ha tenido un efecto muy positivo. Se ha logrado un increme1to signi-
ficativo de mujeres a las esferas de poder formal y también una mayor presencia
de la variedad de mujeres que existe en nuestro país. Así por ejemplo, h€mos sído
testigos de las primeras incursiones de mujeres en polftica tanto en lima como en
provincias, siendo lo más destacable la participación de la mujer rural, hemos visto
mujeres analfabetas compitiendo y ganando a varones letrados por un cargo pú-
blico municipal y estamos viendo mujeres que han saltado de la pohlica local a la
nacional, con una participación exilosa en el último proceso electoral. Producto
del mecanismo de cuotas es también la visibilizadón de las mujeres en lu esferas
del poder, lo que a su vez está contribuyendo a que se aplique este mecanismo en
espacios no previstos por la ley. Así por ejemplo, el Poder Judicial ya dispuso que
el 40% de los jueces de paz no le1rados sean mujeres y una municipalidad provin-
cial ha dictado una ordenanza para que haya una representación equita:iva entre
hombres y mujeres en los cargos de funcionarios públicos.

- 131 -
111. TEMAS EN DEBATE

Queremos referirnos a dos cuestiones que se debaten en torno a la participación política


de 1as mujeres.
a) Tratando de justificar la necesidad de más mujeres en el poder, se ha deslizado la
hipótesis -a partir de una equivoca lectura de la opinión ciudadana- de que las
mujeres son más democráticas que los hombres. En este tema creemos que la res-
puesta es categórica. El autoritarismo y la democracia no se distribuyen en forma
desigual por sexo. Autoritarismo o democracia son modelos políticos para la
adopción de decisiones políticas que no tienen un referente en los géneros, por
cuanto no existen diferencias entre hombres y mujeres que nos lleven a concluir
que un camino o el otro es mejor para adoptar decisiones. La experiencia en este
campo nos ha mostrado a hombres y mujeres que por igual adoptan una u otra
forma, independientemente de su pertenencia a uno u otro sexo.
bl La presencia destacada de mujeres en el escenario político formal, con rasgos au-
toritarios ha motivado que determinados sectores (hombres y mujeres) reclamen
contra la presencia de más mujeres en el poder: "para qué querernos más mujeres
sí son autoritarias". Frente a eso cabría otro reproche: para qué queremos hombres
autoritarios sí podemos tener hombres democráticos. Sin embargo, creemos que
no estamos en condiciones de asegurarnos hombres y mujeres de la calidad a la
que aspiramos en la conducción de la cosa pública. la composición -autoritarios
o democráticos- de quienes detentan el poder dependerá de la madurez cívica y
política de la población y en particular de los electores. No creernos en cerrar a
priori el paso al poder a las mujeres por la presunción de que puedan ser "autori-
tarias"; eso sólo es una excusa porque no encontramos al ideal -hombre o rnujer-
que nos represente políticamente en este contexto.

IV. LINEAMIENTOS PARA UNA PLATAFORMA DE ACCIÓN

Sí llegamos a la conclusión de que la mayor presencia de las mujeres en la vida política


nacional contribuye a fortalecer la democracia, y a la vez que una mayor democratiza-
ción del país servirá para atender mejor las demandas de las mujeres y de la ciudadanía
en general, creernos que es necesario inducir procesos para acelerar los cambios y adop-
tar medidas para cualificar la participación política de las mujeres. Con este fin presen-
tamos lineamientos de una plataforma de acción, que se asienta en los objetivos de for-
talecer la institucionalización democrática y el proceso de descentralización del país:

- 132 -
a) Desde las mujeres:

O Promover el desarrollo de la conciencia ciudadana de las mujeres.


O Visibilizar las ventajas de vivir en un sistema democrático, bajo el imperio de la
ley y el Estado de Derecho, para hombres y mujeres.
O Promover una cultura política basada en la información, la libre decisión, la tole-
rancia ideológica y la convicción de que el diálogo y la concertación ~on los me-
jores instrumentos para alcanzar el progreso.

b) Desde la democracia representativa:

O Mejorar y extender los mecanismos de cuotas a otras esferas del poder formal.
O Replantear el sistema político, en particular el sistema de partidos.
O Desarrollar canales de participación ciudadana, revocatoria de autori:lades y re-
novación parcial del Congreso.
O Promover la existencia de canales institucionales que posibiliten la participación
política de los ciudadanos de los departamentos y regiones geográficas.
O Fortalecer la gestión de las mujeres autoridades, de nivel municipal y nacionales,
para que tengan resultados exitosos.
O Fortalecer y ampliar los canales de comunicación existentes entre la sociedad civil
y las esferas del poder formal.

- 133 -
ANTECEDENTES Y RECOMENDACIONES DE LAS NACIONES
UNIDAS: ENTRE LA EQUIDAD Y EL DESARROLLO

Hace más de 40 ai'los hablar de igualdad era algo muy lejano, pese a que en algu-
nos países se había reconocido el derecho al voto de la mujer. Sin embargo, es gracias a
la presión social que se logran cambios y se presiona a los Estados miembros de las Na-
ciones Unidas a fin de que se preocupen por la situación de la mujer, con el :>bjeto de
lograr el desarrollo de los pueblos sin discriminación. En efecto, recién en 1972 la Asam-
blea General de las Naciones Unidas declara en el año 1975 el Año lntemacional de la
Mujer y acuerda realizar una Conferencia Mundial con el objetivo de formular reco-
mendaciones a los gobiernos para lograr la plena igualdad y participación dE la mujer
en la vida social y pohlica 1 •
En 1990 la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de hs Nacio-
nes Unidas, en su Informe sobre El 34• Período de Sesiones, de fecha 2f> de fe~rero al 9
de marzo de 1990, examinó el Informe del Secretario General sobre la lguaLfad en la
Participación Polilica y en la adopción de decisiones e indicó: *Al cabo de cinc~ años de
aplicación de las estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro para el adel,mto de la
mujer, y habiendo transcurrido un tercio del tiempo fijado para el logro de los :>bjetivos,
hay obstáculos que siguen en pie. A pesar de que los conrínuos esfuerzos de las mujeres
en todo el mundo por lograr la igualdad, el desarrollo y la paz han comenzaclo a tener
repen:usíón a nivel popular, esos esfuerzos aún no se han traducido en mejoras ~ la vida
cotidiana de la mayoría de las mujeres (...r '.

' Betmúdez, Violeta; Espiooza. Rosa; Caldos. Susana; y Villanueva, ViC1oria. Apottes de hs Mujeres
Andinas hacia las Conferencias Mundiales. Bolivia, Colombia, Ecuado<, Peni y Venezuela. \4ovimíen-
to Manuela Ramos, 1994. p. 12.
1 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Informe Sobre El 34• Período dr Sesiones.
Del 26 de febrero al 09 de marzo de 199(). Consejo Económico y Social. Documentos Oficiales.
1990. Suplememo N" 5. Naciones Unidas. p. 18.

- 135 -
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A"IEXO 1: ANTECTOENTES Y RLCOMENDAC!ONES Df W NACO"lfS UN10PS fNTRE LA EQUIDAD Y El DESARl!O\.LO

La falta de igualdad de la mujer a participar en política y la adopción de decisio-


nes, llevó a la conclusión de que "la mujer está considerablemente subrepresentada en
la adopción de decisiones po"1icas", y que "fas decisiones sobre poMicas públicas que
afectan a la igualdad de la mujer están aún en manos de los hombres, que probable-
mente no tendrán tantos incentivos como las mujeres para ponerlas en práctica. "Y agre-
ga: ºA pesar de que existen indicios de que en algunos países las mujeres, al votar por
candidatos o partidos que prometen defender sus intereses, están comenzando a decidir
el resultado de las elecciones, la presencia de la mujer en los parlamentos, los partidos
y los órganos del gobierno sigue siendo baja. Esta situación persistirá hasta que se pre-
senten en elecciones y resulten elegidas más mujeres para ocupar cargos públicos y
puedan comenzar carreras para ascender a los niveles directivos superiores del sector pú-
blico, y hasta que la mujer ejerza su poder electoral en su propio interés asr como en
interés de la sociedad(. .. r '.
En atención a este análisis la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer emite la Recomendación VI: "(. ..)Los gobiernos, los partidos politicos, los sindica-
tos, los grupos profesionales y otros grupos representativos deben establecer objetivos
para aumentar fa proporción de mujeres en los cargos directivos hasta al menos, el 30%
para 1995, con miras al año 2000, y deben establecer programas de contratación y ca-
pacitación que preparen a la mujer a esos cargos (.. .)
Se debe estimular a los gobiernos, los partidos políticos, los sindicatos y las orga-
nizaciones de mujeres a que establezcan una lista de mujeres calificadas que pueda ser
utilizada para cubrir vacante.>. Se debe reconocer asimismo la importancia de capacitar
a la mujer en las aptitudes requeridas para las carreras políticas y administrativas (... )" •.
Pero, en la medida que persistían las diferencias, las acciones para lograr la igual-
dad debían continuar. Así, Naciones Unidas organizó en setiembre de 1995 la IV Con-
ferencia Mundial de Beijing, la que reunió a 30 mil mujeres de todo el planeta, para
aprobar una Plataforma de Acción que creara las condiciones para la efectiva participa-
ción de la mujer en las esferas de la vida social, económica, cultural y política'.
Reconociendo que aún faltaban mecanismos suficientes para promover el adelan-
to de la mujer, la Conferencia de Beijíng pidió a todos los gobiernos miembros de las Na-
ciones Unidas, respecto al tema de la participación política que:
• busquen un equilibrio entre mujeres y hombres cuando se trata de ocupar puestos
públicos,

Ob. cit. p. 21.


4
Ob. cit. p. 22.
Ibídem.

- 136 -
• no se discrimine a la mujer cuando se trata de cargos altos, y,
• examinen y reformen, sí es necesario, la representación polilica de las rr ujeres en
los sistemas electorales •.
En esa corriente, el Informe sobre Desarrollo Humano de 1995 habla de la •La re-
volución hacia la igualdad en la condición de los sexos• y de Id imporrancia d.:~ crear un
paradigma de desarrollo humano que tenga plenamente en cuenta la condietón de los
sexos7 • Sin embargo, las NNUU son conscientes de que los cambios para mejorar la vida
social, económica y polilica de la mujer no pueden quedar al libre juego de los procesos
económicos y políticos, en atención a las desigualdades que se presentan en hs estruc-
turas de poder. Ante esto, dice: •cuando existen tales barreras estmcturales, es necesaria
la intervención gubernamental, a la vez medianle una serie de medidas de •acción afir-
mativa•. Será necesario que cada país adopte su propio programa para superar los obs-
táculos que se oponen a la igualdad de derechos••.
Así, las medidas de acción afirmativa• como el "mecanismo de cuotas• cobran re-
levancia para lograr el acceso de las mujeres a las instancias públicas y de poder para
conseguir el real desarrollo y la equidad de género. Respecto a esto, el lnforTle sobre
Desarrollo Humano de 1995 señala entre sus recomendaciones que ·0eben'a e;tab/ecer-
se un límite mínimo del 30% para los puestos de adopción de decisiones ocu¡'ddos por
las mujeres a escala nacional"'º· Y concuerda con la recomendación del Informe emitido
en 1990 por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las '-ladones
Unidas 11 , en el que se habla por primera vez de la cuota como mecanismo para que las
mujeres accedan a los puestos directivos y de gobierno.

4 Ibídem.
' Informe sobre Desarrollo Humano, 1995. PNUO. Publicado para el Programa de las Naciones Uni-
das para el Desarrollo (PNUOl. Publicado para el Prograrna de las Naciones Unidas para 11 Desarro-
llo. México, 1995. pp. 1 y 2.
• Ob. cit. p. 9.
• Acción positiva o acción afirmativa es definida en sentido amplío "el término de acción pos;1iva es
cualquier medida <:uyo objetivo es asegurar la igualdad de oport!Jnidades". Faúndez. lulic. Acciones
Positivas en el empleo y la ocupación. Perspectivas Internacionales. USAIO. OIT, THE BRITISH
COUNOL Defensoría del Pueblo. Primera Edición: marzo de 2000. p. 15.
" Ob. CÍL p. lL
11 lnfonne sobre El 34• Período De Sesiones (26 de febrero a 9 de marzo de 1990) de la Corr isión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer. Consejo Económico y Social. Documentos Ofici.1les, 1990.
Suplemento N" 5. Naciones Unidas.

- 137 -
ANEXO l: ANTEQJJEN'l'ts V RíCOMENU...CK)Nf'S Df LAS NAC:()NfS LJ,-.¡;f)AS ENTRE LA EQUIDAD Y H. OESAfU<CltLO

El Informe del PNUD pone el acento en la temporalidad de las medidas de accíón


afirmativa hasta alcanzar la igualdad al indicar: Hfn el Informe se recomienda que cada
país establezca un calendario firme para superar el límite del 30% en algunas esferas fun-
damentales de adopción de decisiones. El límite del 30% debería considerarse como un
m(nimo y no como la meta en última instancia; pero al alcanzar este límite, se adquiriría
un impulso suficiente para poder conquistar la igualdad total" 12 •
Las Naciones Unidas en atención al monitoreo de la Plataforma de Acción de
Beijing y seguimiento al cumplimiento de los estándares internacíonales, en su 41º Pe-
ríodo de Sesiones, celebrado en 1997, a través la Comisión de la Condición Jurídica y
Social de la Mujeres de las Naciones Unidas, reafirmó "/a necesidad de determinar y
aplicar las medidas que corregirían la representación insuficiente de la mujer en la adop-
ción de decisiones. Se consideró que la eliminación de las prácticas discriminatorias y la
introducción de programas de medidas positivas eran instrumentos de política eficaces
para el logro de ese propósito"''·
En el 392 período de sesiones, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer de las Nacíones Unidas, en su calidad de órgano preparatorio de la Cuarta Con-
ferencia Mundial sobre la Mujer, se recomendó que aprobaran el reglamento provisional
de la Conferencia. Al abrir el debate sobre el tema, la Secretaría General de la Cuarta
Conferencia Mundial sobre la Mujer dijo que el éxito de ésta dependería totalmente de
la labor que se llevara a cabo en el 39º período de sesiones. Los preparativos nacionales
e internacionales marchaban a buen ritmo y se preparaban actividades diversas en que
se examinaban las cuestiones decisivas para el adelanto de la mujer, en particular la pro-
moción sustancial de la investigación y el análisis de pol:ticas. El Estudio Mundial de
1994 sobre el papel de la Mujer en el Desarrollo y el segundo examen y evaluación de
las Estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro para el adelanto de la Mujer consti-
tuían la base teórica y práctica de la Plataforma de Acción. Recalcó que ésta debería
basarse en los resultados obtenidos en las Conferencias regio~ales y otras conferencias de
las Naciones Unidas y que debería tener en cuenta las necesidades de todas las mujeres
del mundo 14 •

12
Informe sobre Desarrollo Humano, 1995. PNUD. Publicado para el Programa de las Naciones Uni-
das para el Desarrollo IPNUD). México, 1995. p. 11.
" Naciones Unidas. "Mujer 2000 igualdad entre los Géneros, Desar-ollo y Paz para El Siglo XXI', Nue-
va York, 5 a 9 de junio de 2000. Nota Informativa N 2 7. p. 1.
14
Informe sobre El 392 Período de Sesiones de las Naciones Unidas. Comisión de la Condición Jurídi-
ca y Social de la Mujer. Consejo Económico y Social. Documentos Oficiales. Naciones Unidas. Nueva
York, 1995. PP iii y 35.

- 138 -
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer estaba orientada a pronover una
nueva visión del desarrollo basada en la realidad y los derechos de la mujer;; fin lograr
el adelanto y la igualdad. Pese a los adelantos de Nairobi, muchas representantes de los
países que asistieron al 39" Período de Sesiones afirmaron: 'que había aument.ido fa par-
ticipación de fas mujeres en los órganos de decisión nacionales, muchas otras subraya-
ron que éstas se hallaban aún muy lejos de tener poderes iguales y que habría 1ue adop-
tar medidas más radicales y mostrar una voluntad poMica firme para implanta' reformas
a corto plazo, especialmente en cuanto afectaba a la estructura y a la mentalidad de las
instituciones. La participación de la mujer en la adopción de decisiones conrtituía una
condición sine qua non de fa democracia, que debería regir a todos los niveles. desde las
organizaciones de base hasta los órganos superiores de decisión de los sectoms público
yprivado {...r ''.
Así, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones
Unidas preparándose para la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer consideró corno
temas prioritarios los siguientes: Igualdad en la adopción de decisiones eccnómicas,
Promoción de la Alfabetización, la Educación y la Capacitación con indusi :m de ap-
titudes tecnológicas y la Participación de la Mujer en la vida política y la adopción de
decisiones••.
La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beíjing, tuvo dos instancias:
(i) La Conferencia Gubernamental que convocó a todos los Estados Miembros de
la ONU, organismos del Sistema de Naciones Unidas y Estados y organismos "IO guber-
namentales observadores.
(ií) El Foro de ONGs que se realizó la semana previa y que congregó a más de
treinta mil personas provenientes de ONGs, organizaciones de mujeres y representantes
de diversos sectores de la sociedad civil "· Ese 95 tuvo lugar en Huairou, ciudad cercana
de Beíjing y asistieron hombres y mujeres, además de jóvenes de ambos sexos. En este
foro se definió una Agenda y un Plan de Acción para el siglo XXI ".
En tomo a las Políticas y adopción de decisiones el proyecto de la Plataforma de
Acción, propuso lo siguiente:

.. Ob. cit. p. 37 y 38.


•• Ob. ciL p. 64.
" Diversidad en Beijíng. Una experiencia de participación. Cuarta Conferencia Mundial de las Nacio-
nes Unidas sobre la Mujer. llDH. Comunidad Económica Europea. San José de COS'.(a Rica. Primera
Edición, 1996, p. 75.
" Ngo forum oo Women. Beijing 95. Look at lhe W0<ld Through Women's Eyes. foro de ONG sobte
la Mujet 30 Ago<to-6 Setiembre. Informe Final.

- 139 -
/V,.i'XO l; A' TtCEOENTíS y RtCO/viFNOACIONES Df LAS N ..O.C10SES l MOAS HURE U\ !QlJ.DAD y Et DE~ARROtLO

• Que se adopten medidas para conseguir que haya una masa crítica de mujeres en
puestos dirigentes, ejecutivos y directivos.
• Que se vigilen y avalúen los progresos logrados en la representación de la mujer
en todos los niveles de los diversos puestos de adopcón de decisiones en los sec-
tores público y privado.
• Que se proteja y se promueva la igualdad de derechos de las mujeres y de los
hombres en materia de actividades políticas y libertad de asociación, incluida la
afiliación a partidos políticos".
El Informe de las Naciones Unidas sobre la Cuarta Conferencia Mundial de la
Mujer, al delinear objetivos estratégicos y proponer medidas incluyó el tema del ejercicio
del poder y la adopción de decisiones. Esto significó un gran salto al poder político, li-
gado al "ernpoderamiento" y al principio de "autonomía" de la mujer, principios claves
para el desarrollo de la ciudadanía, de los derechos hurnanos y de la consolidación de
la democracia sin exclusión de género.
El Informe de Naciones Unidas señaló: 'la Declaración Universal de los Derechos
Humanos establece que toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su
país. la habilitación y autonomía de la mujer y el mejoramiento de su condición social,
económica y politica son fundamenta/es para el logro de un gobierno y una administra-
ción transparentes y responsables y del derecho sostenible í...). Las relaciones de poder
que impiden que las mujeres puedan vivir plenamente funcionan a muchos niveles de la
sociedad, desde el más personal al más público. La consecución del objetivo de igualdad
de participación de la mujer y el hombre en la adopción de decisiones proporcionará un
equilibrio que reflejará de una manera más exacta la composición de la sociedad y se
necesita para reforzar la democracia y promover su correcto funcionamiento. La igual-
dad en la adopción de decisiones políticas ejerce un poder de intercesión sin el cual es
muy poco probable que resulte viable la integración real de la igualdad en la formula-
ción de polfticas gubernamentales. A este respecto, la participación equitativa de la
mujer en la vida poh1ica desempeña un papel crucial en e! proceso general de adelanto
de la mujer. La participación igualitaria de la mujer en la adopción de decisiones no
s6/o es una exigencia básica de justicia o democracia sino que puede considerarse una
condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujer. Sin la parti-
cipación activa de la mujer y la incorporación del punto de vista de la mujer a todos lo.>

" Fourth World Conference On Women. Action Far Equality, Development And Peace, 4-15 Septiembre
1995, Beijíng, China. For further lnformation contact. Oepartment of Public lnformation. Room S~955,
United Nations. New York, NY 10017 (USA). Resumen Analítico 7.

- 140 -
niveles del proceso de adopción de decisiones no se podrán conseguir los obíetivos de
igualdad, desarrollo y paz"'.
Con relación a las instancias del Ejecutivo que es desde donde se dirige, las polí-
ticas públicas, el Informe sobre la Cuarta Conferencia Mundial Sobre la Mujer ndica: "A
pesar de que en la mayoría de los países existe un movimiento generalizado de demo-
cratización, la mujer suele estar insuficientemente representada en casi todos l?S niveles
de gobierno, sobre todo a nivel de los ministerios y otros órganos ejecutivos, r ha avan-
zado poco en el logro de poder poli1ico en los órganos legislativos o en lo qu.~ respecta
al cumplimiento del objetivo aprobado por el Consejo Económico y Social dé que para
1995 haya un 30% de mujeres en puestos directivos. A nivel mundial, sólo u? 10% de
los escaños de los órganos legislativos y un porcentaje inferior de los cargos mi 1isteriafes
esMn ocupados por mujeres. De hecho, en algunos países, incluso en los que están ex-
perimentando cambios políticos, económicos y sociales fundamentales, ha disminuido
significativamente el número de mujeres representadas en los órganos legisfaflvos. Aun-
que las mujeres constituyen por lo menos la mitad del electorado de casi todos los países
y han adquirido el derecho a votar y a desempeñar cargos públicos en casi todos los
Estados Miembros de las Naciones Unidas, la proporción de candidatas a cargo.' públicos
es realmente muy baja*".
Se afirmó que *Las modalidades tradicionales de muchos partidos poil1icos y es-
tructuras gubernamentales siguen siendo un obstáculo para la participación de la mujer
en la vida pública. Las actitudes y prácticas discriminatorias, las responsabili! 1ades con
respecto a la familia y la crianza de los hijos y el levado costo que supone asp•rar a car-
gos públicos y mantenerse en elfos son factores que pueden disuadir a fas mujeres de
ocupar puestos po"1icos* ".
En la Cuarta Conferencia Mundial se puso el acento en que "las mujeres que OCU·
pan puestos poltticos y de adopción de decisiones en los gobiernos y los órga'>Os legis·
fativos contribuyen a redefinir las prioridades poh?icas al incluir en los programas de los
gobiernos nuevos temas que atienden y responden a fas preocupaciones en nJJteria de
género, los valores y las experiencias de las mujeres y ofrecen nuevos puntos de vista
sobre cuestiones politicas genera/es• ".

,. Ver Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. lleijing, O>ína. 4 al 15 de setiembre de 19'•5. Informe
de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Naciones Unidas. Centro de Análisis. p. 98.
" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijíng, 4 a 15 de Setiembm de 1995.
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Naciones Unidas. Centro de AnáliS1s. Punt > G .. item.
182. p. 98.
" Ob. cit p. 99.
" Ob. cit p. 99.

- 141 -
ANf-XO l; l\NTtcrtlfNTES y RECOMENDACIONCS or LAS N'\CIONfS UNl!)_-\5 ENTRE LA rQUJDAD y El OfSARRotLO

Beijing también tuvo en cuenta que "la mujer ha demostrado una considerable
capacidad de liderazgo en organizaciones comunitarias y no oficiales, así como en car-
gos públicos. Sin embargo, los estereotipos sociales negatims en cuanto a las funciones
de la mujer y el hombre, incluidos los estereotipos fomentados por los medios de difu-
sión, refuerzan la tendencia a que las decisiones políticas sigan siendo predominante-
mente una función de los hombres. Asimismo, la escasa representación de la mujer en los
puestos directivos en el campo de las artes, la cultura, los deportes, los medios de comu-
nicación, la educación, la religión y el derecho, ha impedido que la mujer pueda ejer-
cer suficientemente influencia en muchas instituciones clave" 24 •
Aunque hay obstáculos en el acceso a los puestos públicos, como dice Beijing, "/as
mujeres han conseguido ingresar a las organizaciones no gubernamentales y organiza-
ciones de base popular". Así, "fas mujeres han podido dar expresión a sus intereses y
preocupaciones e incluir las cuestiones relativas a la muieren los programas nacionales,
regionales e internacionales" 25 •
Como anota el informe de las Naciones Unidas, la desigualdad en las relaciones de
poder debe ser enfocada en un cambio de actitud frente al reparto de responsabilidades
en el hogar y esto está ligado con la división sexual del trabajo. En efecto se afirma "la
desigualdad en el terreno público tiene muchas veces su raíz en las actitudes y prácticas
discriminatorias y el desequilibrio en las relaciones de poder entre la mujer y el hombre
que existen en el seno de la familia, como se define en el párrafo 29 supra. la desigual
división del trabajo y de las responsabilidades en los hogares, que tienen su origen en las
relaciones de poder desiguales, limita las posibilidades que tiene la mujer de encontrar
tiempo para adquirir los conocimientos necesarios para participar en la adopción de
decisiones en foros públicos más amplios, y, por lo tanto, sus posibilidades de adquirirlos.
Al repartirse más equitativamente esas responsabilidades entre la mujer y el hombre, no
sólo se proporciona una mejor calidad de vida a las mujeres y a sus hijas, sino que tam-
bién se les da más oportunidades de configurar y elaborar polfticas, prácticas y gastos
públicos, de forma que sus intereses puedan ser reconocidos y tenidos en cuenta.
las redes y modalidades no oficiales de adopción de decisiones a nivel de las co-
munidades locales, que reflejan un espíritu predominantemente masculino, restringen la
capacidad de la mujer de participar en pie de igualdad en la vida política, económica y
socfafl' 26.

" Ob. cit p. 99.


" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijíng 4 al 1S de Setiembre de 1995. Na-
ciones Unidas. Centro de AnáHsis. p. 99.
" Ob. cit. pp. 99 y 1OO.

- 142 -
Frente a las dificultades que encierran los datos cuantitativos, se admití(• que• t;u
instituciones de estadísticas nacionales, regionales e internacionales no tienen todavía la
capacidad necesaria para presentar las cuestiones relacionadas con la iguald;.d de trato
de mujeres y hombres en las esferas económica y social. No se utifízan todavi.1 suficien-
temente las bases de datos y las metodologfas existentes en fa importante edera de la
adopción de decisiones•".
A fin de afrontar estos desafíos se establecieron los siguientes objetivos y medidas
a adoptarse por los gobiernos:
Objetivo estratégico G 1. Adoptar medidas para garantizar a la mujer igualdad de acce-
so y la plena participación en las estructuras de poder y en la adopción de decisiones "·

Medidas que han de adoptar los gobiernos "':


a. Comprometerse a establecer el objetivo del equilibrio entre mujeres y hcmbres en
los órganos y comités gubernamentales, así como en las entidades de la adminis-
tración pública y en la judicatura, incluidas, entre otras cosas, la fijación de obje-
tivos concretos y medidas de aplicación a fin de aumentar sustancialme,te el nú-
mero de mujeres con miras a lograr una representación paritaria de las 'llujeres y
los hombres, de ser necesario mediante la adopción de medidas positiv lS a favor
de la mujer, en todos los puestos gubernamentales y de la administración pública.
b. Adoptar medidas, incluso, cuando proceda, en los sistemas electorales, que alien-
ten a los partidos poh1icos a integrar a las mujeres en los cargos públicos electivos
y no electivos en la misma proporción y en las mismas categorías que los hom-
bres.
c. Proteger y promover la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres en ma-
teria de participación en actividades polnicas y libertad de asociación, irduida su
afiliación a partidos políticos y sindicatos.
d. Examinar el efecto diferencial de los sistemas electorales en la represent.1cí6n po-
lítica de las mujeres en los órganos electivos y examinar, cuando proceda, la po-
sibilidad de ajustar o reformar esos sistemas.

" Ob. cíL p. 1OO.


,. Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing. 4 a 1S de setiembre de 1995. Na-
ciones Unidas. Centro de Análisis. p. 100.
29
Ob. ciL pp. 100 a 102.

- 143 -
ANtXO 1: ANrfCfDENTES Y RECOME"!DAOONB DE lAS NACIONfS IJNIOAS E"<TRE LA EQUlDAO V fl DESARROLLÓ

e. Vigilar y evaluar los progresos logrados en la representación de las mujeres me-


diante la reunión, el análisis y la difusión regular de datos cuantitativos y cualita-
tivos sobre las mujeres y los hombres en todos los niveles de los diversos puestos
de adopción de decisiones en los sectores público y privado, y difundir anualmen-
te datos sobre el número de mujeres y hombres empleados en diversos niveles en
los gobiernos; garantizar que las mujeres y los hombres tengan igual acceso a toda
la gama de nombramientos p(Jblicos y establecer, dentro de estructuras guberna-
mentales, mecanismos que permitan vigilar los progresos realizados en esa esfera;
f. Apoyar a las organizaciones no gubernamentales y los institutos de investigación
que realicen estudios sobre la participación y la influencia de las mujeres en la
adopción de decisiones y en el ámbito de adopción de decisiones;
g. Alentar una mayor participación de la mujer indígena en la adopción de decisio-
nes a todos los niveles;
h. Promover y garantizar, según proceda; que las organizaciones que reciban finan-
ciación pública adopten políticas y prácticas no discriminatorias a fin de aumentar
el número y elevar la categoría de las mujeres en sus organizaciones;
1. Reconocer que las responsabilidades compartidas entre las mujeres y los hombres
en el ámbito laboral y en la familia fomentan una mayor participación de la mujer
en la vida pública, y adoptar medidas apropiadas para lograr ese objetivo, incluidas
medidas encaminadas a hacer compatibles la vida familiar y la profesional;
j. Procurar lograr el equilibrio entre ambos sexos en las listas de candidatos naciona-
les designados para su elección o nombramiento para los órganos de las Naciones
Unidas, los organismos especializados y otras organizaciones autónomas del siste-
ma de las Naciones Unidas, en particular para puestos de categoría superior.

Medidas que han de adoptar los partidos poi íticos30 :


a. Considerar la posibilidad de examinar la estructura y los procedimientos de los
partidos a fin de eliminar todas las barreras que discriminen directa o indirecta-
mente contra la participación de la mujer;
b. Considerar la posibilidad de establecer iniciativas que permitan a las mujeres par-
ticipar plenamente en todas las estructuras internas de adopción de decisiones y
en los procesos de nombramiento por designación n elección;

'º Informe de la Cuarta Conrerencia Mundial sobre la Mujer. Be1jing, 4 a 15 de setiembre de 1995. Na-
ciones Unidas. Centro de Análisis. p. 102.

- 144 -
c. Considerar la posiblidad de incorporar las cuestiones de género a su '.Jrograma
político tomando medidas para lograr que las mujeres puedan participar en la di-
rección de los partidos políticos en pie de igualdad con los hombres.

Medidas que han de adoptar los gobiernos, los órganos nacionales, el sector privado,
los partidos polfiicos, los sindicatos, las organizaciones de empleadores, las institu-
ciones de investigación y académicas, los órganos subregionales y regionales y las
organizaciones no gubernamentales e internacionales'':
a. Adoptar medidas positivas para conseguir que exista un número decisi\o de mu-
jeres dirigentes, ejecutivas, y administradoras en puestos estratégicos de adopción
de decisiones;
b. Crear o fortalecer, según proceda, mecanismos para vigilar el acceso dE· la mujer
a los niveles superiores de adopción de decisiones;
c. Revisar los criterios de contratación y nombramiento para los órganos consultivos
y de adopción de decisiones y el ascenso a puestos superiores para garantizar que
tales criterios sean pertinentes y no discriminen contra la mujer;
d. Alentar los esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos y el
sector privado para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres en sus distintas
categorías, incluida la participación igual en sus órganos de adopción de decisio-
nes y en las negociaciones en todos los sectores y a todos los niveles;
e. Desarrollar estrategias de comunicación para fomentar el debate público sobre los
nuevos papeles que las mujeres y los hombres en la sociedad y en la fa'Tlilia, se-
gún se define ésta en el párrafo 29 ~
f. Reestructurar los programas de contratación y desarrollo profesional para velar por
que las mujeres, y especialmente las jóvenes, tengan igualdad de acceso¡¡ la capa-
citación de asuntos de gestión, conocimientos empresariales, técnicos y de jefatu-
ra, comprendida la capacitación en el empleo;
g. Desarrollar programas de adelanto profesional para mujeres de todas les edades
mediante la planificación profesional, la preparación para funciones determinadas.
la orientación profesional, el asesoramiento individual, la capacita< ión y el
readiestramiento;

" Ob. cit. p. 102.

- 145 -
--------------··-·----
ANrxo 1: ANTEcr.DrNn:s y RtCOMrNDACIONEs DE tAS NAC10Nrs u ... 10,.,s ENTRE LA EQUIDAD 't n rnsARRou.o

h. Alertar y apoyar la participación de las organizaciones no gubernamentales de


mujeres en las conferencias de las Naciones Unidas y en sus procesos preparatorios;
i. Proponer como objetivo y apoyar el equilibrio entre las mujeres y los hombres en
la composición de las delegaciones ante las Naciones Unidas y ante otros foros in-
ternacionales.

Medidas que han de adoptar las Naciones Unidas 31 :


a. Aplicar las políticas y medidas existentes y adoptar otras nuevas en materia de
empleo y categorías superiores a fin de lograr una igualdad general de mujeres y
hombres, especialmente en el cuadro orgánico y categorías superiores, para el año
2000, teniendo debidamente en cuenta la importancia de contratar personal con
arreglo a una distribución geográfica lo más amplia posible, de conformidad con
el párrafo 3 del artículo 101 de la Carta de las Naciones Unidas;
b. Desarrollar mecanismos para presentar a mujeres como candidatas para el nom-
bramiento a puestos superiores en las Naciones Unidas, los organismos especiali-
zados y otras organizaciones y órganos del sistema de las Naciones Unidas;
c. Seguir reuniendo y difundiendo datos cuantitativos y cualitativos sobre la mujer y
el hombre en la adopción de decisiones y analizar las repercusiones diferenciales
en la adopción de decisiones y vigilar los progresos realizados hacía el logro del
objetivo del Secretario General de que para el año 2000 estén adjudicados a
mujeres el 50% de los puestos administrativos y de adopción de decisiones.

Medidas que han de adoptar las organizaciones de mujeres, las organizaciones no


gubernamentales, los sindicatos, los interlocutores sociales, los productores, las or-
ganizaciones industriales y las organizaciones profesionales":
a. Fomentar y reforzar la solidaridad entre las mujeres mediante la información, la
educación y las actividades de sensibilización;
b. Defender a la mujer en todos los niveles para que pueda influir en las decisiones,
procesos y sistemas políticos, económicos y sociales y esforzarse por conseguir que

" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijíng, 4 al 15 de Setiembre de 1995.
Naciones Unidas. Centro de Análisis. p. 103.
" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing 4 al 15 de Setiembre de 1995. Na-
ciones Unidas. Centro de Análisis. p. 103.

- 146 -
los representantes elegidos actúen responsablemente en lo que respect2 a su com-
promiso respecto de la problemática del género;
c. Establecer, conforme a las leyes sobre la protección de los datos, bases de datos
sobre la mujer y sus calificaciones para utilizarlos en el nombramiento de mujeres
a puestos superiores de adopción de decisiones y de asesoramiento y para difun-
dirlos entre los gobiernos, las organizaciones regionales e internadc•nales y la
empresa privada, los partidos pof{ticos y otros órganos pertinentes.

Objetivo estratégico G2. Aumentar la capacidad de la mujer de participar En la adop-


ción de decisiones y en los niveles directivos"'·

Medidas que han de adoptar los gobiernos, los órganos nacionales, el sector privado,
los partidos polfticos, los sindicatos, las organizaciones de empleadores, los órganos
subregionales y regionales, las organizaciones no gubernamentales e internaciona-
les y las instancias de enseñanza ":
a. Proporcionar capacitación para ocupar puestos directivos y fomentar h autoesti-
ma con el fin de prestar asistencia a las mujeres y a las niñas, especialmente a las
que tienen necesidades especiales, a las mujeres con discapacidades y il las muje-
res que pertenecen a minorías raciales y étnicas, para que refuercen su ilutoestirna
y para alentarlas a ocupar puestos de adopción de decisiones;
b. Aplicar criterios transparentes para los puestos de adopción de decisiones y garan-
tizar que los órganos selectivos tengan una composición equilibrada ent-e mujeres
y hombres;
c. Crear un sistema de asesoramiento para las mujeres que carecen de exp~encia y,
en particular, ofrecer capacitación, incluida la capacitación para puest:>s dire<:ti-
vos y para la adopción de decisiones, para tomar la palabra en públícc• y para la
autoafirmación, así como en lo que respecta a hacer campañas políticas;
d. Proporcionar a mujeres y hombres una capacitación que tenga en cuenta el géne-
ro con el fin de fomentar relaciones de trabajo no discriminatorias y el mspeto por
la diversidad en el trabajo y en los estilos de administración;

,.. Ob. cit. p. 104.


" Ob. cít p. 104.

- 147 -
ANEXO 1: ÑiTECFDENTES Y RECOMENDAOONfS Df LAS NA.CIONES lJ-.i10AS ENTRE !A FQUlOAO Y H 0'!$\RROlLO

e. Desarrollar mecanismos y proporcionar capacitación para alentar a la mujer a


participar en los procesos electorales, las actividades políticas y otros sectores re-
lacionados con las actividades de dirección.
Un Informe de Naciones Unidas indica "Se han creado en casi todos los Estados
Miembros mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer orientados, entre otras
cosas, a diseñar, fomentar, aplicar, ejecutar, vigilar, evaluar, estimular y movilizar el apo-
yo de políticas que promuevan el adelanto de la mujer. Los mecanismos nacionales
adoptan formas diversas y tienen una eficacia desigual, y en algunos casos se han redu-
cido. Marginados a menudo en las estructuras nacionales de gobierno, estos mecanismos
se ven, con frecuencia, perjudicados debido a mandatos poco claros, falta de personal,
capacitación, datos adecuados y recursos suficientes y un apoyo insuficiente de los diri-
gentes politícos nacionales. (..f 36 •
Respecto a la agenda de género, en Beijing se subrayó la "necesidad de tener en
cuenta los factores relacionados con el género en la planificación de las poh1ícas y los
programas"; admitiéndose que "en muchos casos esto no se ha realizado""·
En relación a los mecanismos institucionales y las políl:icias de los gobiernos, en el
item 201 del 38 punto H de la Plataforma se indicó que "Los mecanismos nacionales para
el adelanto de la mujer son los organismos centrales de coordinación de políticas de los
gobiernos. Su tarea principal es prestar apoyo en la incorporación de la perspectiva de
la igualdad de géneros en todas las esferas de poMica y en todos los niveles de gobierno.
Para lograr el funcionamiento eficaz de los mecanismos nacionales es preciso que:
a. Se los considere en las instancias más altas de gobierno que sea posible, y que
estén bajo la responsabilidad de un ministro del gabinete;
b. Existan mecanismos o procesos institucionales que agilicen, según proceda, la
planificación descentralizada, la aplicación y la vigilancia con miras a lograr la
participación de las organizaciones no gubernamentales y organizacines comuni-
tarias, empezando por las de base;
c. Se disponga de suficientes recursos presupuestarios y capacidad profesional;
d. Haya oportunidades para ejercer influencia en la formulación de todas las polnicas
gubernamentales".

" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing. 4 a 1S de setiembre de 1995. Na-
ciones Unidas. Centro de Análisis. pp. 104y105.
37
Ob. cit. p. 1os.
33
Ob. cit. p. 106.

- 148 -
El mismo Informe de de Naciones Unidas sobre la Cuarta Conferencia Mundial
Sobre La Mujer se plantea "Al abordar la cuestión de los mecanismos para la promoción
del adelanto de la mu¡er, los gobiernos y otros agentes deben fomentar la formulación de
polfticas activas y visibles para la incorporación de una perspectiva de género en todas
las polilicas y programas de modo que, antes de que se adopten fas decisiones. se realice
un análisis de sus posibles efectos para uno y otro sexo•"·
En esa línea se establecieron en la Plaforma de Acción de Beijing los siguientes
objetivos estratégicos y medidas a adoptarse por los gobiernos "":

Objetivo estratégico H. 1. •crear o fortalecer mecanismos nacionales y otr.1s órganos


gubernamentales•"

Medidas que han de adoptar los gobiernos:


a. Velar por que la responsabilidad de las cuestiones relacionadas con el a:felanto de
la mujer recaiga en las esferas más altas de gobierno que sea posible; <n muchos
casos esta tarea podría estar a cargo de un ministro del gabinete;
b. Crear, sobre la base de un sólido compromiso político, un mecanismo nacional,
cuando no exista, y fortalecer, según proceda, los mecanismos nacional~ existentes
para el adelanto de la mujer en las instancias más altas de gobierno que sea posible;
el mecanismo debería tener mandatos y atribuciones claramente definirlos; la dis-
ponibilidad de recursos suficientes y la capacidad y competencia para níluir que
cuestiones de políticas y formular y examinar la legislación serían elemer tos decisi-
vos; entre otras cosas, debería realizar un análisis de políticas y llevar a cabo funcio-
nes de fomento, comunicación, coordinación y vigilancia de la aplicación;
c. Proporcionar capacitación en el diseño y el análisis de datos según un i perspec-
tiva de género;
d. Establecer procedimientos que permitan al mecanismo recopilar ínforma:ión sobre
cuestíones de política, en todas las esferas del gobierno, en una fase temprana y uti-
lizarla en el proceso de formulación y examen de poh1icas dentro del gobierno;

" Informe de la Cuarta Conferencia Mundial Sobre La Mujer. Beijing. 4 a 15 de Setiemb'e de 1995.
Naciones Unidas. p. 106 .
.JO Ob.cit. pp. 106a 111.
.. Ob. cit. p. 106.

- 149 -
ANEXO l; ANTfCTOENTts Y RECOMENDACIONES DE LAS NACIONfS UMOA5 EN1RE u\ EQUIDAD Y El OfSARROUO

e. Informar periódicamente a los órganos legislativos acerca del progreso alcanzado,


según proceda, en la aplicación de las medí das encaminadas a incorporar la pro-
blemática del género, teniendo en cuenta la apliación de la Plataforma de acción;
f. Alentar y promover la participación activa de la amplia y diversa gama de agentes
institucionales en los sectores público, privado y voluntario, a fin de trabajar por
la igualdad entre la mujer y el hombre.
Objetivo estratégico H.2 "Integrar perspectivas de género en las legislaciones, políticas,
programas y proyectos estatales" 42 •

Medidas que han de adoptar los gobiernos 43 :


a. Velar por que, antes de adoptar decisiones en materia de pol.tícas, se realice un
análisis de sus repercusiones en las mujeres y los hombres;
b. Revisar periódicamente las políticas, los programas y los proyectos nacionales, así
como su ejecución, evaluando la repercusión de las políticas de empleo e ingresos
a fin de garantizar que las mujeres sean las beneficiarias directas del desarrollo y
que toda su contribución al desarrollo, tanto remunerada como no remunerada,
se tenga en cuenta en la política y la planificación económicas;
c. Promover estrategias y objetivos nacionales relacionados con la igualdad entre
mujeres y hombres a fin de eliminar los obstáculos al ejercicio de los derechos de
la mujer y erradicar todas las formas de discriminación contra la mujer;
d. Trabajar con los miembros de los órganos legislativos, según proceda, a fin de pro-
mover la introducción en todas las legislaciones y políticas de una perspectiva de
género;
e. Encomendar a todos los ministerios el mandato de estudiar la política y los pro-
gramas desde el punto de vista del género y teniendo en cuenta la Plataforma de
Acción; confiar la responsabilidad del cumplimiento de ese mandato al nivel más
alto posible; establecer o reforzar una estructura de coordinación interministerial
para cumplir ese mandato y vigilar los progresos hechos y mantener el enlace con
los mecanismos pertinentes.

" Ob. cit. p. 107.


" Ob. cit. p. 107.

- 150 -
Medidas que han de adoptar los mecanismos nacionales":
a. Facilitar la formulación y aplicación de polí1icas gubernamentales sobre la igual-
dad entre mujeres y hombres, elaborar estrategias y metodologías adecuadas, y
promover la coordinación y la cooperación dentro del gobierno cent·al a fin de
conseguir que una perspectiva de género se incorpore normalmente e, todos los
procesos de formulación de políticas;
b. Promover y establecer relaciones de cooperación con las dependencias pertinen-
tes del gobierno, los centros de estudio e investigación sobre la mujer, las insti!U-
ciones académicas y educacionales, el sector privado, los medios de difusíón, las
organizaciones no gubernamentales, especialmente las organizaciones :le mujeres
y todos los demás agentes de la sociedad civil;
c. Emprender actividades centradas en la reforma jurídica con relación a entre otras
cosas, la familia, las condícíones de empleo, la seguridad social, el impuesto sobre
la renta, la igualdad de oportunidades en la educación, las medidas positivas para
promover el adelanto de la mujer, y la percepción de actitudes y de Lna cultura
favorables a la igualdad, y también promover una perspectiva de género en las
reformas jurídicas de las pol11icas y los programas;
d, Promover una mayor participación de la mujer como agente activa y beneficiaria
en el proceso de desarrollo; lo cual tendría como resultado mejorar la :alidad de
la vida para todos;
e. Establecer vínculos directos con órganos nacionales, regionales e intemacionales
relacionados con el adelanto de la mujer;
f, Dar capacitación y asesoramiento a los organismos gubernamentales a fin de que
tengan en cuenta en sus poh1icas y programas una perspectiva de génf'ro.

Objetivo estratégico H.3 "Preparar y difundir datos a información destinadc>S a la pla-


nificación y la evaluación desglosados por sexo".

•• Ob. cit. p. 107.


" Informe sobre la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing. 4 al 15 de septieml:"' de 1995.
Naciones Unidas. Centro de Análisis. p. 108.

- 151 -
ANEXO l: ANTECEO€NTES y RtcOMtNDACIONES Df LAS NAoo>.,¡5 lif'<IDAS FNTRE iA EQUIDAD y El DESA~ROU.0

Medidas que han de adoptarse":


Este punto no pretende enunciar todas las medidas a adoptarse, únicamente recogemos
las más relevantes en torno a la participación política de la mujer. En general se asumen
medidas a adoptarse para los servicios nacionales, regionales e internacionales de esta-
dística, así como los órganos gubernamentales y los organismos de las Naciones Unidas
pertinentes, en cooperación con las organizaciones de investigación y documentación,
en sus respectivas esferas de actuación.
Tratar de velar que se recojan, compilen, analicen y presenten por sexo y edad es-
tadísticas sobre la persona que reflejen los problemas y cuestiones relativos al hombre y
la mujer en la sociedad;
Recoger, compilar, analizar y presentar periódicamente datos desglosados por
edad, sexo, indicadores socioeconómicos y otros pertinentes, incluido el número de fa-
miliares a cargo, para utilizarlos en la planificación y aplicación de políticas y progra-
mas;
Asegurar la participación de las organizaciones y centros de estudio e investiga-
ción sobre la mujer en la elaboración y ensayo de indicadores y métodos de investiga-
ción adecuados para mejorar los análisis de género, así como en la vigilancia y evalua-
ción de las medidas para alcanzar las metas de la Plataforma de Acción;
Designar o nombrar personal para fortalecer los programas de reunión de estadís-
ticas con una orientación de género y asegurar su coordinación, supervisión y vincula-
ción a todos los demás campos estadísticos, y preparar resultados en que se integren las
estadísticas correspondientes a los diversos ámbitos de que se trata;
Mejorar la obtención de datos sobre toda la contribución de la mujer y del hom-
bre a la economía, incluyendo su participación en el sector no estructurado;
Desarrollar un conocimiento más integral de todas las formas de trabajo y empleo
..
(. ).
Desarrollar y estimular el desarrollo de estudios cuantitativos y cualitativos por
parte de las organizaciones de investigación, los sindicatos, los empleadores, el sector
privado y las organizaciones no gubernamentales, sobre la distribución del poder y la
influencia en la sociedad, en que se indique el número de mujeres y de hombres en
cargos superiores, tanto en el sector público como en el privado;
Utilizar, en la formulación de políticas y en la ejecución de programas y proyec-
tos, datos que reflejen mejor las cuestiones de género.

" Ob. dt p. 108 a 111.

- 152 -
En el Foro de las ONGs •tos temas más debatidos se refirieron a fas rel.iciones de
las mujeres con los sistemas poli?icos, la institucionalidad pública y estatal y St. presencia
en los espacios de decisión (29%). (. .. ). Las relaciones de fas mujeres con fa po 11tica sigue
siendo una cuestión de interés que bien puede expresar fa demanda de fas rrujeres por
una mejor y mayor presencia en los espacios públicos (.. .) ".
"La importancia que adquiere el liderazgo puede leerse a la luz de estos resulta-
dos. La disposición por promover el liderazgo de las mujeres, mejorar sus habilidades de
negociación con otros actores, entre ellos los gobiemos, puede corresponder a una estra-
tegia destinada a incrementar su poder e influencia en el sistema pofflico y er. el queha-
cer de los gobiernos. El foco de atención parece, entonces, haberse ampliadc desde los
movimientos de mujeres hacia el sistema po/Jtico• ...
En los paneles de discusión se advirtió que *existe una tendencia por debatir los
temas referentes a la institucíonalidad y las formas en que es posible incidir sobre ella
para transformar la situación de las mujeres (34% de los paneles incluidos en esta cate-
goría). Esta región da una gran importancia a la participación de fa mujer en fa poli1ica
y al desarrollo de liderazgos de mujeres. La priorización dada a la participación polttica
de las mujeres se relaciona con fa relevancia atribuida a la educación (... ) ••.

" Guzmán, Virginia, Vásquez, Ana y Mauro, Amalia. Fom de ONGs Sobre l• Mujer, Beijíng 'IS.
"Beijíng: las Agendas Global y Regionales". Cenuo de Estudios de la Muje<-CEM. Grupo ce Iniciativa.
Chile. Coordinación Regional de ONGs de América latina y el Caribe. AEO. Ediciones: Centro de la
Mujer Peruana Flora Tristán, 2 de octubre, 1996. p. ll.
,.. Ob. ciL p. 12.
"
9
Ob. cit. p. 37.

- 153 -
PAÍSES LATINOAMERICANOS OUE CUENTAN
CON NORMA SOBRE CUOTAS

Q ARGENTINA: Noviembre de 1991.


30% de mujeres para cargos por elección. las listas no sólo deben incll:ir un por-
centaje de mujeres sino ubicarlas en proporciones con posibilidades ce resultar
electas.

Q COSTA RICA: Noviembre de 1996.

Los partidos políticos deberán tener conformadas sus delegaciones de las asam-
bleas distritales, cantonales y provinciales por al menos 40% de mujeres.

Q PARAGUAY: Abril de 1996.

Para cargos electivos un porcentaje de mujeres no inferior al 20% y e nombra-


miento en proporción significativa de ellas en cargos públicos de decisión.
Una candidata mujer por cada cinco cargos a elegir.

Q BOLIVIA: Marzo de 1997.


Las listas deben contener:
Para Senadores, una de cada cuatro mujeres
Diputados plurinominales, 30% de mujeres, distribuidas de modo tal que una de
cada tres, sea mujer.
Diputados uninominales, procurando la participación efectiva de la mujer.

- 155 -
,.~~ous PAGE BLANK
ANExo 2: PAlscs tt.11NON.trR1cANos QUE wENTAN CON NORMA SOORf CUOTAS

!J BRASIL: Setiembre de 1997.


25% de mujeres para 1998 y 30% de mujeres a partir del año 2000 para elecciones
municipales.
30% corno mínimo y 70% corno máximo reservado para candidatos de cada sexo
en las elecciones de Diputados, Cámara legislativa, Asambleas Legislativas y cá-
maras Municipales.

!J ECUADOR: Enero de 1997.


20% mínimo de mujeres titulares y suplentes de candidaturas pluripersonales. En
cada elección se incrementaría en 5%.
Contratación de un mínimo de 20% de mujeres mínimo en cargos de jueces, no-
tarios, registradores, ministros y demás curiales.

!J PERU: Setiembre y octubre de 1997.


25% de hombres o mujeres en las listas de candidatos a las elecciones municipales
y 30% para congresales.

!J VENEZUELA: Diciembre de 1997.


Para cuerpos deliberantes nacionales, estatales, municipales y parroquiales, 30%
de mujeres. No se aplica a candidaturas uninominales.

!J COLOMBIA: 31 de mayo de 2000.


30% mínimo de los cargos de máximo poder decisorio serán desempeñados por mu-
jeres y 30% de otros niveles decisorios también serán desempeñados por mujeres.

- 156 -
DEBATES EN El CONCRESO EN TORNO A LA DACIÓN DE LA LEY
26859 "LEY ORCÁNICA DE ELECCIONES", DE LA LEY 26864 OE
"ELECCIONES MUNICIPALES" Y DE LA LEY 27387 OUE
ESTABLECIERON E INCREMENTARON El PORCENTAJE DEL
MECANISMO DE CUOTAS

1. ley Orgánica de Elecciones

Comisión de la Mujer

•como firmante del proyecto creo que es importante que fas mujeres estemos sumando
esfuerzos... la propuesta sobre una determinada cuota de mujeres como ca.1didatas al
Congreso de la República, es un mínimo del 15% tal como se ha presentado nos parece
correcto y racional que a nadie le debe llamar la atención porque esos sistemas se vienen
aplicando con éxito en los países como Chile, Venezuela, A'1J€'ntina, Paraguay sin contar
algunos países europeos.
Sin embargo...teniendo en cuenta que el Congreso de la República no es el único ni el
exclusivo foro donde las mujeres tenemos el derecho pleno a participar en te.do sistema
democrático así como en el nuestro hay instituciones fundamentales que 11Jualmente
juegan un papel importante en el sostenimiento de la democracia, en esas ir:stituciones
donde los cargos públicos emanan de la voluntad popular, se requiere la presencia cuan-
titativa y cualitativa de la mujer. .. por ejemplo en los gobiernos locales tanto provinciales
como distritales ... ·congresista María Jesús Espinoza Matos (Cambio 90-Nueva Ma-
yoría). Comisión de la Mujer del Congreso de la República, Sesión de fecha 18 de
marzo de 1997.

- 157 -
ANEXO 3: DESATES EN Et CONGRt$0 ("<TORNO A "lf:Y ÜRC..ÁNICA Df EtECOONfi", "EttC(l\)NfS MUNIO!'AtrS" V Df lA lt:Y 27387

uEs muy bueno que la mujer participe a nivel municipal, a nivel de ministra, a nivel de
vice ministra, a todos los niveles, yo estoy por todo eso, estoy encantada con la idea; pero
por favor, este Proyecto es sobre una sola cosa y si nosotro> empezamos a hincharlo y
añadirle y acojinar/o, vamos a perder todo ... ,,Congresista Mart.ha Hildebrandt (C90-
NM). Comisión de la Mujer del Congreso de la República, Sesión de fecha 18 de
marzo de 1997.

"... Coincido con la doctora Martha Híldebrandt en que debemos dar el primer paso,
creo que eso es importante y por supuesto estoy totalmente de acuerdo en el tema, creo
además que hay que dar un debate, ... es un tema perfectamente constitucional, porque
eso va a ser un primer argumento en contra, esto quiebra el principio de igualdad de la
ley y eso no es exacto, está absolutamente señalado por la doctrina que el principio de
igualdad, justamente el principio consiste en tratar igual a los iguales y admitir el princi-
pio de igualdad penníte un trato diferenciado cuando la naturaleza o las circunstancias
lo ameritan...
En la Comisión de Constitución planteamos el tema, ... , la choteada fue total, pero eso
importa poco, hay que volver a la carga, yo creo que hay que volver a la carga en la Ley
Electoral, ... hay que dar la batalla ahora no sólo porque creo que es interesante e impor-
tante plantearlo, sino porque además yo creo que debe ser en la Ley Electoral... n Con-
gresista Lourdes Flores Nano (PPC). Comisión de la Mujer del Congreso de la Repú-
blica, Sesión de fecha 18 de marzo de 1997.

*Yo considero que éste sí sería un proyecto inconstitucional, puesto que la Constitución
busca la igualdad en todo el sentido de la palabra tanto para varones como para mujeres.
Yo creo que la mujer va avanzando, pero va avanzando por sí sola. No necesita
ayuda ... Se está destacando en todas las ramas del saber, en el aspecto político, en todas
las actividades realmente la mujer se va destacando tremendamente. Por esta razón,
señorita Presidenta, yo me opongo a que sea el 25%, pero sí estoy de acuerdo que sea el
50%n. Congresista Edilberto Díaz Bringas, (C90-NM). Comisión de la Mujer del Con-
greso de la República, Sesión de fecha 18 de marzo de 1997.

"Yo estoy de acuerdo con la mayor participación de las mujeres en todas las actividades
de la nación, en todos los puestos públicos, cargos públicos. Es el respeto que se debe
tener a las mujeres, ...
... Por eso este sistema de cuotas me da la impresión de que en el caso de las damas no es
tan necesario ... porque hay una capacidad de las damas con la capacidad que están

- 158 -
demostrando dentro del Congreso que francamente se encuentran, pues, der.tro del ter-
cio superior en lo que se refiere a rendimiento y a eficiencia en el Congreso ele la Repú-
blica... • Congresista Adolfo Amorín Bueno (C90-NM). Comisión de la Mujer del Con-
greso de la República, Sesión de fecha 18 de marzo de 1997.

•El derecho de las personas a participar en el gobierno en su país está recono:ido por la
Constitución y también instrumentos internacionales tan importantes como 1a Declara-
ción Universal de los Derechos Humanos, Civiles y Poli?icos, entre otros.
Hay quienes afirman que el ejercicio de este derecho se encuentra restringido para las
mujeres, quienes al ver limitado su derecho a la igualdad de oportunidades 110 cuentan
con la representación que les corresponde en los poderes del Estado como el Parlamento.
... El Sistema de Cuotas consiste en disponer que los partidos poli?icos incorporen en sus
listas al Parlamento un cupo determinado de candidatas mujeres que varía ertre el 25%
y el 30%. Nuestra intención desde la Comisión de la Mujer es examinar exhaustivamente
si para lograr los cambios hacen falta medidas legislativas y cuáles serían ésta; y adoptar
las decisiones que ustedes y nosotros encontramos conjuntamente... • CongrEsista Bea-
triz Merino (Frente Independiente Moralizador, FIM). Comisión de la Mujer del Con-
greso de la República, V Audiencia Pública de fecha 9 de Abril de 1997.

". .. La cuota es un mecanismo de acción afirmativa orientada a establecer la igualdad de


oportunidades por medio de determinada fórmula utilizada para definir el número m1:
nimo de mujeres que deben ser postuladas y/o, que quede claro y/o designad1s a cargos
públicos. Por ello, las medidas de acción positiva o medidas de acción afirmativa se
conocen hoy también como medidas correctivas, su objetivo entonces es corregir una
situación que de fado existe.

¡Cuál es la diferencia entre cupos y cuotas?, ...


La cuota mínima de participación poli1ica... exige a las agrupaciones poli1icas :¡ue en sus
listas de postulación a cargos públicos, por ejemplo el Congreso de la Repúb ica, ofrez-
can al electorado, a las electoras y electores un porcentaje mínimo de candidatas muje-
res con posibilidad de ser electas.
El cupo de representación ... supone la asignación efectiva de espacies determi-
nados para poblaciones o grupos específicos; es decir, se predeterminan cufotas curu-
les, cuántos asientos va a tener asignada determinada población en deterrrinada ins-
tancia de decisión.

- 159 -
ANEXO 3: OtllATES EN a CONCRLSO (N TORNO A "lfy ÜRGÁ".;!CA Df EtfCóONB", "EtiCnONtS MUNIOPALfS" y (;f LA ifY 27367

Por el contrario, entonces, en el sistema de cuota mínima de participación política


de mujeres, lo que se pretende promover es la mayor participación política de la mujer
en las organizaciones políticas y garantizarnos a hombres y riujeres, al electorado en ge-
neral una mayor oferta de diversidad, es decir, una mayor oferta de mujeres como
postulantes a cargos públicos ... no sólo estamos hablando del derecho de la mujer a
participar en la vida política, sino del derecho de los electores y electoras a tener una
gama más amplia para poder optar la elección por mujeres y no solamente por varones .
... La cuota debe ser entendida como un m1ñimo y jamás como un techo para la participa-
ción política de la mujer. ... Es decir, debe ser un punto de partida y no un punto de llega-
da. Este sistema debe ser entendido como un sistema de carácrer transitorio y no aislado de
otros programas que ayuden a impulsar la participación política de las mujeres... u Doctora
Violeta Bermúdez (Movimiento Manuela Ramos), Comisión de la Mujer del Congreso
de la República, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

". .. Nosotros lo que hemos trabajado es cómo se incorporaría esta cuota de un mínimo de
representación femenina en los distritos electorales.... y manifestar que en todo caso,
institucional y personalmente, creemos que es un avance muy importante en la consti-
tución de la democracia ampliar los espacios de participación por género" Licenciado
Federico Velarde (Transparencia). Comisión de la Mujer del Congreso de la Repúbli-
ca, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

"... El propósito es analizar si en el marco de la vigente Constitución de 1993 el tema de


las cuotas tiene o no tiene amparo constitucional. En conclusión, el principio de igualdad
es esencialmente la igualdad de trato. La igualdad de trato admite un tratamiento diferen-
te siempre que las diferencias sean reales y además relevantes. Lo que está vedado al
legislador es normar una desigualdad arbitraria. La prohibición de discriminación se
refiere a una diferenciación arbitraria o no fundada en razones concretas atendibles y la
justificación racional de la decisión debe sustentarse en una razonable relación de pro-
porcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguidan Congresista
lourdes Flores Nano (PPC). Comisión de la Mujer del Congreso de la República, V
Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

"El sistema de cuotas colisiona asimismo con otro principio fündamental en toda demo-
cracia efectiva, el derecho de cada lector o ciudadano a elegir libremente la opción que
se le presente. El concepto de discriminación positiva a favor de la mujer no es
conciliable con el principio de libertad de elección y de la igualdad formal ante la ley
entre hombres y mujeres.

- 160 -
Los aflJUmentos estadísticos revelan simplemente una situación de hecho que no pueden
ser invocadas para justificar la transgresión de los principios, tampoco la pueden justifi-
car el hecho de que ese sistema haya sido adoptado en España, Noruega, Alemania,
Francia, Suecia, Chile, Paraguay, Venezuela o Argentina... • Congresista Arturo Sal azar
larrafn (Renovación). Comisión de la Mujer del Congreso de la República, V Au-
diencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

•... Quiero señalar que el planteamiento de un sistema de cuotas para incrementar fa


palticipación de las mujeres en pofi?ica... nace de las diversas convenciones/ conferen-
cias internacionales que han analizado el tema sobre la mujer, de la experiencia de otros
países sobre el tema y del reconocimiento por palte de algunos congresistas hombres y
mujeres de una realidad histórica, fa escasa participación política del 50.4% c!e fa pobla-
ción peruana constituida por las mujeres del Perú.... • Congresisla luz Salgado
Rubianes de Paredes (C90-NM). Comisión de la Mujer del Congreso de la República,
V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997_

•... Yo creo que hay que buscar las condiciones para que la sociedad perua-ia sea una
sociedad de iguales, y no solamente para que nos sintamos iguales ante la ley, fa fey tiene
que tratar las diferencias para eliminar las diferencias en lo que sea eliminable, y para
crear situaciones de igualdad· congresista Henry Pease García (Unión por el Perú,
UPP). Comisión de la Mujer del Congreso de la República, V Audiencia Pública de
fecha 9 de abril de 1997.

•... Yo creo que el sistema de colocar un dispositivo en el Código Efectora/, disponiendo


que no menos del 30% de estas listas confeccionadas recojan presencia de muieres, fe da
al elector. ... una verdadera libertad para escoger dentro de una propuesta realmente
diversificada; pero, naturalmente que esta propuesta diversificada tiene qut colocar a
mujeres en lugares con posibilidades de elección, quizás podna redactarse :on mayor
exactitud el artículo...precisando... que los lugares deben ser intercalados. .. • Doctora Mer-
cedes Cabanillas, Ex Ministra de Educación y Ex Senadora. Comisión de la Mujer del
Congreso de la República, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

•... El sistema de cuotas no es anti equitativo porque remedia una injusticia de siglos,
provisionalmente para llenar este vacío que esperemos que se llene pronto y luego..
Entonces, no estamos pidiendo ningún privilegio cuando luchamos por un _;istema de
cuotas provisional, admitiéndolo, si se quiere como un mal menor; pero absdutamente

- 161 -
A:-rl'XO 3: DEBATES EN ft CO...,C.'<ESO EN TORNO A "LEY ÜRCÍ,,NJC.I\ [)( EtECC!ONES", •'f.1 fCOONtS MUNIC!f'/\LES" Y DE LA lrY 27387

indispensable para llevar este vacío" Congresista Martha Hildebrandt Pérez (C90-NM).
Comisión de la Mujer del Congreso de la República, V Audiencia Pública de fecha
9 de abril de 1997.

"... Quiero manifestar que no creo en ninguna forma de discriminación, ni positiva, ni


negativa. Eso no significa que no comprenda y no partícipe de la inquietud( de las mu-
jeres en el mundo y de la mujer peruana de alcanzar el lugar que legítimamente le
corresponde.... hablar de equidad solamente o de igualdad y plantearse en forma der7ni-
tiva y no temporal que la cuota debe existir pero para ambos sexos... "Doctor Francisco
Sánchez Moreno (Decano del Colegio Médico). Comisión de la Mujer del Congreso
de la República, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

ula acción positiva no es una cosa nueva en el Perú. La acción positiva existe desde
muchos ángulos de lo que es la acción del Estado. Por ejemplo, el Ministerio de Trabajo
tiene en estos momentos dos programas: uno para jóvenes y otro para mujeres para ca-
pacitarlos, para mejorar sus posibilidades de colocación en el mercado de trabajo .La
creación del Ministerio de la Mujer es una acción positiva. la misma creación del minis-
terio, promoción de la mujer ya es una acción positiva; las políticas públicas están pla-
gadas de acciones positivas y ésta que se propone ahora para la esfera polttica no es fa
primera acción positiva que va a existir en la legislación nacional... , la existencia de estas
y otras múltiples acciones positivas... no ha destruido el Estado de Derecho... u Doctora
Ana María Yañez (ADEC-ATC). Comisión de la Mujer del Congreso de la Repúhlica,
V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

"... Nuestra posición en relación al tema de la cuota minima... refleja una aspiración lar-
gamente reflexionada con un contingente amplío de mujeres procedentes de diversos
sectores y experiencias, a lo largo del país Nos honra haber contribuido a modificar ideas
y prácticas que de modo secular excluyeron a las mujeres de fa esfera pública y pervir-
tieron el principio de universalidad de los derechos ciudadanos... " Doctora Giulia
Tamayo (Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán). Comisión de la Mujer del Con-
greso de la República, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997.

º ... Es importante que se entienda que el feminismo no está en defensa de las mujeres sino
en defensa de las relaciones de equidad y de felicidad para los hombres y las mujeres... "
Doctora Susana Galdos (Movimiento Manuela Ramos). Comisión de la Mujer del
Congreso de la Mujer, V Audiencia Pública de fecha 9 de abril de 1997).

- 162 -
*Las cuotas se suscriben en una pohlica de acción positiva y que buscan corregir la
distancia de representación entre hombres y mujeres en los procesos elecMrales, son
para nosotras un ado de justicia para con las mujeres y un compromiso con la de-
mocracia. Un acto de justicia porque contribuye a garantizar a las ciudadanas mu-
jeres una oportunidad para obtener logros poliUcos en posiciones de pod.:r, un acto
de justicia porque desde esa propuesta se intenta que la participación social de Ja
mujer demostrada largamente en este país se refleje también a nivel de las instancias
polilícas de decisión ... * Cecilia Olea (Centro de la Mujer Peruana Flora Trislán}.
Comisión de la Mujer del Congreso de la RepClblica. V Audiencia Pública de fe-
cha 9 de abril de 1997.

*...Soy mujer y como tal pienso que la discriminación positiva es siempre disetiminaci6n,
... y mi posición es que cualquier discriminación, sea positiva o negativa es discrimina·
cíón, y que el hacemos objeto de una discriminación significa tenernos come una espe-
cie de minusválidas sexuales, que no lo somos* Congresista Edith Mellado Céspedes
(C90..NM). Comisión de la Mujer del Congreso de la Rep6blica. V Audiencia Pública
de fecha 9 de abril de 1997.

Pleno del Congreso

*... y se refiere a la Ley de Cuor,as, a la patticipacíón de un porcentaje de candidaturas fe-


ministas como un mecanismo de discriminación positiva que busca promover 1..na presen-
cia de liderazgo pol1?íco en las esferas del Estado y en la representación de los partidos
como el que le corresponde a la mujer. Esta disposición, que está considerada e'I todos los
proyectos, es de carácter temporal, porque se trata de incentivar temporalment.: esa parti-
cipación con el fin de lograr una igualdad de oportunidades entre ambos sexcs.
Tratándose de un tema que debiera estar presente, planteo que la Comisión respectiva
tenga a bien tomarlo en cuenta y, en todo caso, mantenerlo en reserva para discutirlo
oport11namente, de modo que podamos incorporar el criterio de una mayor participa-
ción femenina -según mi iniciativa, en no menos del treinta por ciento de las c-andidatu-
ras; según otra iniciativa, en no menos del veinticinco por ciento. y que apurte no sólo
al problema de los candidatos, sino también a las listas para la conducción de la pohlica
de los movimientos. En consecuencia, se busca que las estructuras partidarias cuenten
con estos métodos de participación tanto en la propuesta de candidaturas p.1ra cargos
públicos como en la conducción de las fuerzas armadas.

- 163 -
ANEXO 3: ÜCSA1fS EN EL (ONGKESO [N 10RMJ A ~LEY ÜRGÁN!O\ Of Eu_CC!ONES", "ELECCIONES M~t..IOPALES" Y DE LA LEY 27387

Con un carácter más integral, habrfa que incorporar la propuesta de la "Ley de Cuotasn
en estas disposiciones; por lo tanto, planteo, señora Presidenta, que se mantenga en re-
serva este tema para poder votarlo oportunamente, luego de que la Comisión se pronun-
cie. Javier Diez Canseco Cisneros (Plural). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996.
242 Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997 1•

"Quiero apoyar, justamente, la inquietud que ha expresado Javier Diez Canseco con
relación a un tema que merece debate. (. .. ). Debo recordar que en la Comisión de la
Mujer, a iniciativa suya, señora Presidenta, y de la congresista Luz Salgado, se planteó
una propuesta en el sentido de establecer un mínimo de veinticinco por ciento de pre-
sencia de mujeres en las listas parlamentarias. También hubo iniciativas de Javier Diez
Canseco y Lourdes Flores Nano, y creemos que es indispen>able mantener esla reserva
para dar lugar a un debate sobre el particular.
Existe ya una opinión de una Comisión Especial, como es de fa Mujer, la cual, efectiva-
mente, no es dictaminadora; pero es importante que estén presentes aquf fas personas
que han impulsado este proyecto. En consencuencia, señora Presidenta, estoy de acuer-
do con reservar este tema parq que sea tratado seriamente en un espacio especfficon.
Anel Townsend Diez Canseco (UPP). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 24º
Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997.

"El planteamiento se resume en fo siguiente: ¿vamos aceptar una cuota mínima en el


número de mujeres candidatas en las listas para el parlamento o no?. Yo estoy de acuer-
do con que sea un treinta por ciento como mínimo para candidatas mujeres. Ese plan-
teamiento es el que debemos votar de inmediato para superar esta situación" Congresis-
ta Roger Cáceres Velásquez (Plural). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 24º
Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997.

"Señor Presidente: Pido que se dé ingreso formal al dictamen que elaboró la Comisión
de la Mujer sobre estos proyectos, de los cuales se rescata el que hemos presentado la
doctora Martha Híldebrandt y quien habla. Se trata de un tema bastante amplio y com-
plejo en el que tanto en mayoría como en minoría todavía no hay unidad de criterio.
Ya que estamos empezando a debartirlo, supongo que este inicio no va a obviar el

Diario de Debates de la 249 Sesión Matinal de la Segunda Legislatura Ordinaria de 1996, de fucha 18
de junio de 1997. p. 2516.

- 164 -
hecho de que también puedan hacer uso de la palabra otros congresistas qJe quieren
opinar sobre el particular.
El planteamiento de un sistema de cuotas para incrementar fa participación d~ fas muje-
res en la poh?ica no nace del capricho de algunas congresistas o del reclame de un mi-
núsculo grupo de feministas radicales, como se ha dicho; tampoco es fruto de una men-
talidad fantasiosa o de una idea descabellada que algunos califican de disparate jurídico;
nace de fas diversas convenciones y conferencias internacionales sobre la mujer, de la
experiencia de otros países sobre este tema y del reconocimiento por parte de algunos
congresistas- hombres y mujeres- de una realidad histórica: la escasa particip.1ción fXJlí-
tica de las mujeres, a pesar de constituir un cincuenta punto cuatro por ciento de la
población peruana Hay quienes desconociendo esta realidad, no quieren aceotar la dis-
criminación históríca de la que hemos sido objeto las mujeres.
El reconocimiento de fas mujeres como ciudadanas con derecho a elegir y~ elegidas
no fue consagrado, como en el caso de los hombres, con el establecimiento d~ la prime-
ra Asamblea Legislativa, el 20 de setiembre de 1822, sino ciento treinta y trec años des-
pués, el 7 de seliembre de 1955.
Hoy, nosotras y nuestras hijas gozamos de este derecho del que no gozaror: en ciento
treinra y tres años nuestras abuelas y nuestras madres, quienes cal vez no ¡xxlrían com-
prender por qué, a pesar de ser parte del Perú, no podían elegir a quienes regían sus
destinos. Tuvieron que pasar ciento treinta y tres años para que en una asarr.blea com..
puesta por hombres se dieran cuenta de que las mujeres teníamos también derecho a
ser ciudadanas.
No ha bastado, sin embargo, este reconocimiento formal. Esta igualdad, comedida lue-
go de ciento treinta tres años, no se ha plasmado en fa realidad. Basta observilr cómo se
ha venido conformado el Parlamento peruano desde 1945 a fa fecha. En 1545, de los
cuarenta y seis escaños en senadores, ninguno fue ocupado por una mujer; en el año
1950, de cuarenta y dos escaños, ninguno fue para la mujer; en el año 19~6, de cin-
cuenta y tres escaños, uno fue ocupado ¡xJr una mujer; en el año 1963, de cuarenta y
cinco escaños, ninguno fue para la mujer; en el año 1980, de sesenta escaños, dos fue-
ron para mujeres; en el año 1985, se sesenta escaños, tres fueron para mujeres· en el año
1990, de sesenta escaños, cuatro fueron para mujeres; y hoy, señor Presíde'lte, de un
total de ciento veinte congresistas, trece somos mujeres.
Así, en un periodo que abarca desde el año 1945 hasta el año 1990, podemcs apreciar
que, de cuatrocientos veintiún representantes del Senado, sólo doce fueron mujeres, lo
que equivale al dos punto ocho por ciento del total. los personajes van, desie el cero
por ciento del año 1963, hasta el seis punto siete por ciento del año 1990. D~ mil tres-
cientos diez representantes en la Cámara de Diputados, sólo cuarenta y oclio fueron

- 165 -
ANEXO 3: DrBATES t:N tt CONG!ltso EN roRNO A "Lt-:Y ÜRGA!'.ICA DE EL:caONts", ''ELcccoNtS Mu'<tOPAus" Y oE LA LEY 27387

mujeres; es decir, ef tres punto seis por ciento del total. los porcentajes van, desde el uno
punto cuatro por ciento del año 1963, hasta el siete punto dos por ciento del año 1980.
Esta realidad, evidenciada en los cuadros que acabo de detallar, nos muestran claramente
que una cultura política patriarcal y machista es la responsable de que, de un total de dos
mil treinta y un parlamentarios, sólo ochenta y cuatro fuesen mujeres. Esta situación de des-
igualdad y de discriminación nos ha llevado a plantear una solución: el sistema de cuotas.
Este sistema deriva del principio de discriminación positiva, y se orienta al logro de
una igualdad real. No vamos a hablar de cómo esta medida de acción afírmativa es
cumplimiento efectivo del principio de igualdad, sino que quiero señalar más bien
algunos puntos centrale5 de por qué resulta conveniente incorporarla a la legisla-
ción nacional. Las cuotas constituyen una estrategia de carácter temporal- repito,
temporal- que permite corregir las discriminaciones e igualar las oportunidades
entre hombres y mujeres. Nace porque la realidad nos demuestra que ni la Cons-
titución ni los diversos convenios internacionales que consagran la igualdad polí-
tica de la mujer han conseguido eliminar las desigualdades ni las situaciones de
discriminación de las mujeres.
Es preciso ya no insistir tanto en la igualdad formal, sino pasar a crear los mecanismos
para una igualdad real. Se trata de una medida de carácter estrictamente temporal que
cesará una vez que hombres y mujeres lleguemos a una igualdad real en cuento a la
participación polilica. Las cuotas son un mecanismo efectivo para lograr, a corto plazo,
una mayor participación de las mujeres en política. Como hemos visto el proceso de
incorporación de Ja mujer al Parlamento en el Perú ha sido demasiado lento, y han sido
necesarios cuarenta años para que sólo un diez punto ocho por ciento de mujeres inte-
gren la asamblea parlamentaria. Con ese ritmo, recién en el año 2051 podríamos tener
un veinticinco por ciento de mujeres congresistas; quiere decir que serían necesarios casi
cincuenta y cuatro años.
El sistema de cuotas permite que se acorte esta brecha, que esta desigualdad no se man-
tenga por mucho tiempo. Para quienes sostienen que la participación de la mujer en
política se debe dar en forma espontánea y hasta en un cincuenta por ciento, quiero
decirles que, usando datos de las propia Organización de las Naciones Unidas, existir(a
paridad de representación hombre-mujer de aquí a cuatrocientos años si dejamos que
las cosas sigan por el camino natural.
Aquellos países donde las mujeres ocupan un alto porcentaje en los escaños parlamen-
tarios son precisamente los que han aplicado un sistema de cuotas. En Suecia, donde
existe el sistema de cuotas, las mujeres han llegado a ocupar el cuarenta punto cuatro
por ciento de los escaños parlamentarios. En Argentina, con la dación de la llamada Ley
de Cupos, promulgada el 29 de noviembre de 1991, en la Cámara de Diputados se logró

- 166 -
pasar, del seis punto tres por ciento del año 1989, aun veintiuno punto ocho l)Or ciento
de representación femenina en 1995; quiere decir, que ni siquiera con el .<istema de
cuOlas llegan a cubrir un veinticinco por ciento.
Por otro lado, el sistema de cuotas destaca el importante rol que ha asumido 1.1 mujer en
nuestra sociedad y plantea su incorporación en la polt1íca. La mujer en el P~rú ha de-
mostrado su gran capacidad y valentía para enfrentar el terrorismo y contribuir con la
pacificación del país. Ahf estifn los ejemplos de María Elena Moyano. de Pasc'-Jala ROS<J-
do y de tantas otras mujeres que han promovido el desarrollo de sus propias ,·omunida-
des luchando en contra de la violencia y optando por la paz. Las mujeres f an sabido
también afrontar los retos que plantea la pobreza, organizándose alrededor de comedo-
res populares, el Programa de ll.1so de Leche, Clubes de Madres y demostran 1o su gran
capacidad administrativa y dirigencial.
las mujeres ocupan hoy un espacio importante en la organización social y c'.>nstítuyen
un eje de desarrollo que reclama una mayor presencia en los puestos de dtcisión. En
este sentido, las cuotas favorecen a toda la sociedad, dado que la presencia dt• fas muje-
res implica nuevos análisis dede una perspectiva solidaria, desde una perspec. i~·a comu-
nal, y en defensa de la propia especie de la que somos generadoras.
las cuotas constituyen, además, un mecanismo que pelTTlite al Perú cumplir con los
compromisos asumidos en las diversas convenciones y conferencias internacionales.
La Convención sobre Eliminación de Toda Fo!TTla de Discriminación contr<' la Mujer.
adoptada el 18 de diciembre de 1979 y ratificada por el Perú el 13 deoctubmde 1982.
señala expresamente: •La adopción por los estados partes de medidas especi.1les de ca-
rácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el varon y l.1 mujer no
se considerará discriminación. Estas medidas cesarán cuando se hayan alc<nzado los
objetivos de igualdad, de oportunidades y trato•.
En la declaración final de la Conferencia Especializada Interparlamentaria •Lf¡¡cía una
Asocidción entre Hombres y Mujeres en PoltUca ", realizada en Nueva Delhi d~I 14 al 20
de febrero de 1997, se precisa: ·Es evidente que para cada uno de nosotros el sistema de
cuotas es un mal necesario que sólo debería ¡¡p/icarse temporalmente para corregir un
desequilibrio llamativo que separa a los hombres de las mujeres. Este mecanisno deben'a
eliminarse una vez obtenido el efecto deseado*. Se recalca as1; señor Preside.1te, que el
sistema de cuOlas es una folTTla para abreviar esta desigualdad(... ).
Se afirma de manera sarcástica que, bajo esta lógica, tendríamos que admitir cuotas para
os de raza negra, para los pelirrojos, e incluso para los homosexuales. De qwdar claro,
señor Presidente, que las mujeres no somos un sector ni un grupo minoritario de la so-
ciedad,· somos más de la mitad de la población mundial y estamos presentes en todos los
sectores sociales (. .. ).

- 167 -
ANexo 3: DrnArrs EN n CONGRESO EN TORNO A "LEY ORGÁNICA DE ELECCIOl'<Es", ''EL re (1oors MU"'IK'IPALES" v DE LA LEY 27387

El sistema de cuotas sirve para poner las cosas como debieron estar desde el principio. Y
aqu( quiero repetir una frase de un poeta de Bangladesh: "Todos los logros de la civiliza-
ción son esfuerzos de hombres y mujeresn. Quiere decir que debemos trabajar y tener las
responsabilidades compartidas. No se trata de crear una diferencia o una competencia
desleal, sino de que vayamos juntos en este esfuerzo por luchar por una sociedad mejor
(. ..)"Congresista Luz Salgado Rubianes de Paredes. (C90-NM). Segunda Legislatura
Ordinaria de 1996. 24° Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997.

nMe voy a referir a los criterios por los cuales considero necesario introducir una cuota
mfníma de veinticinco por ciento de candidatas en las /islas de postulantes al Congreso
de la República. El sistema de cuotas en las listas de candidatos al Parlamento permite
cerrar la brecha de la marginación de la mujer en la acción polftíca de las democracias
contemporáneas.
En las dos últimas décadas, y a nivel mundial, las Naciones Unidas registraron un nota-
ble incremento de la participación de la mujer en la educación y en el mercado laboral;
sin embargo, este notable avance contrasta con el evidente retraso en la representación
pohtica a nivel de las más altas esferas de decisión.
Las mujeres en el mundo sólo alcanzan a participar en un seis por ciento de las carteras
de ministro de Estado, y sólo ocupan el diez por ciento de los escaños parlamentarios.
Este perfil se reproduce casi exactamente en nuestro pafs. El avance de la participación
de la mujer peruana en la economía y en la educación no se corresponde con el noto-
rio estancamiento de la muy discreta participación femenina en la cartera de ministro de
Estado- seis por ciento- ni con el ligero incremento en la igualmente magra representa-
ción parlamentaría- que alcanza hoy al diez puntos ocho por ciento del total de escaños-
. Sólo la cuota electoral femenina permitiría superar la inercia de una evolución desfa-
vorable a la inclusión de la mujer en la representación parlamentaria.
Fue una cultura pohtíca patriarcal y machista la responsable de los ciento treinta y tres años
de retraso en la decimonónica democracia parlamentaría peruana sin mujeres, y ese mun-
do pohUco excluyentemente masculino dejó su huella en la evolución posterior. La mujer
peruana obtuvo el derecho al voto nacional sólo en 1955. Fueron necesarios cuarenta
años para que trece mujeres ingresasen al Parlamento sobre un total de ciento veinte con-
gresistas, no llegando ni siquiera al once por ciento de la Representación Nacional. A ese
ritmo, serian necesarios treinta mujeres congresistas en el Perú; o sea, el veinticinco por
ciento del total que se está proponiendo. Ello ocurrir/a en el año 2051. Pero se trata de es-
tablecer una cuota femenina en la afeita electoral y no en los propios escaños parlamen-
tarios, porque la inercia discriminatoria también es evidente en las listas de candidatos de
los diversos grupos políticos. Sin impoltar las diferencias ideológicas, los partidos y las listas

- 168 -
independientes que participaron en la última contienda electoral sólo incluyenn doscien-
tas noventa y siete mujeres entre dos mil cuatrocientos candidatos; es decir, un doce punto
cuatro por ciento de candidatas.
Como ejemplo de que esta postergación de la mujer no es patrimonio de der~has ni de
izquierdas, cuatro de las ocho listas con mayor votación, pertenecientes a la derecha,
centro e izquierda, tuvieron una representación femenina por debajo del promedio. Si
repetimos la anterior simulación en la evolución espontánea de la inclusión í.menina en
las listas de candidatos al Parlamento, el veinticinco por ciento de candidat;•s sería una
realidad en el año 2038.
El sistema de cuotas, que las mujeres rechazamos en principio porque de1esta7IOS la idea
de pedir privilegios, resulta, al fin y al cabo, un mal menor, y debe entender.ce como un
recurso transitorio. El camino de las cuotas constituye un atajo para el logro de la equidad
de los sexos en polltica. Es un atajo, indudablemente, pero es igualmente impartante p~
mover el liderazgo femenino al más alto nivel de decisión. Para esto es imp•escindible
brindar a las mujeres más capaces y emprendedoras la oportunidad de comp.mir con su
pareja la responsabilidad de la crianza de los hijos; y también es necesario íacihtar horarios
y ofrecer sistemas flexibles de trabajo en la alta dirección y en la administración del Estado.
Las limitaciones referentes al actual estado de cosas explican el llamado tech? de cristal
que bloquea a un nivel determinado las carreras poblicas de funcionarias, de intelectua-
les y de dirigentes femeninas, antes que supuestas conspiraciones masculinas en las altas
esferas de decisión po/J?ica.
El sistema de cuotas ha demostrado ser un eficaz mecanismo temporal de compensación
que permite que las mujeres, al incrementar su participación poMica en los p¿•rlamentos,
sean las directas responsables de que estas instituciones adopten poh1ícas púb'icas orien-
tadas a erradicar todo tipo de discriminación contra la mujer.
la última Asamblea de la Unión Interparlamentaria Mundial, realizada el año pasado en
Nueva Delhi, fue clara en reconocer por consenso la importancia de las cuo:as femeni·
nas para favorecer la adopción de poh1icas y establecer una legislación que f.ermitil a la
mujer ejercer sus derechos a viajar, a contraer matrimonio, a tener hijos, a clmrciilrse,
a administrar y heredar bienes y a defenderse de la eventuill violencia de su pareja, il la
vez que promueve el compromiso del cónyuge para el logro del desarrollo económico
y de la reforma democráticil de la vida en común.
Nuestra propuesta se dirige, pues, a establecer un mecanismo correctivo tra 1sitorio de
una situación que es, a todas luces, desigual. El sistema de cuotas no violenta t'l principio
constitucional de igualdad ante la ley. Una vez alcanzadil la equidad entre 'iombres y
mujeres en el campo de Ja polttica, este mecanismo de discriminación positiva dejalia de
tener vigencia.

- 169 -
------------·-----···--

ANEXO 3: DEBATES rN h CONGRESO EN TORNO A "LEY ÓRGÁNJCA OE ELECCIONES", "Elfu'.ONES MUN!OPALES" y OE lA LEY 27387

Por último, quiero dejar claro que nuestro proyecto de ley se aiusta a la Convención sobre
Eliminación de Toda la Forma de Discriminación de la Mu¡er, adoptada el 18 de diciembre
de 1979 y ratificada por el Perú el 13 de octubre de 1982, Se ajusta, asimismo, a las reco-
mendaciones de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Pekín en setiem-
bre de 1995. Y también se ciñe a la Declaración Final de la Conferencia Especializada
Interparlamentaria "Hacía una Colaboración entre Hombres y Mujeres en Política'~ reali-
zada del 14 al 20 de febrero de 1997 en Nueva Delhí, donde tuve el honor de presidir la
delegación peruana, que estuvo integrada equitativamente, tal como lo pedía la invitación,
por un número igual de congresistas de sexo femenino y masculino" Congresista Martha
Hildebrandt Pérez Treviño (C90-NM). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 24º
Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997.

nEn el Perú de hoy, señor Presidente, la mayoría de los habitantes son mujeres, pues re-
presentan el cincuenta punto tres por ciento de la población peruana. Asimismo, en este
país, que tiene una tradición marcadamente sexista y machisla, la mujer no solamente es
madre, sino que en un porcentaje muy alto de los hogares también es padre, es la cabe-
za del hogar, sostiene a la familia, trabaja, y a la vez cna a los niños. El porcentaje de
familia cuya cabeza es una mujer que cumple sola la función de padre y madre es extre-
madamente extendido.
Y en este país, en el que las mujeres son más de la mitad de la población, ellas ni de lejos
son la mitad de los profesionales del Perú, ni de lejos son la mitad de los generales de
nuestros institutos armados, ni de lejos son la mitad de los congresistas en el Parlamento
Nacional, ni de lejos representan la mitad de los alcaldes del país o de los regidores de
los municipios o de los representantes de los gobiernos regmnales.
Evidentemente, eso no obedece a una dificultad de origen genético, no obedece a una
discapacidad de la mujer para ejercer representación y participar equitativamente en el
poder poh1ico, no obedece a una discapacidad que haga que la mujer desarrolle sus facul-
tades mentales o profesionales en forma desigual al varón; obedece a una cultura de la dis-
criminación, obedece a una forma de organizar a la sociedad en la cual a la mujer se le ha
encomendado funciones subalternas y se le ha sujetado a fórmul.is de opresión en la relación
entre géneros, no permitiéndose/es un pleno desarrollo como persona, como ser humano.
Reconocer esta situación implica la necesidad de llevar a cabo una polltica íntegra/ que
apunte a enfrentar esa discriminación, que apunta a generar igualdad de oportunidades,
que apunte a promover posibilidades para el pleno desarrollo de la mujer; e implica
también reconocer iguales derechos en el trabajo, cosa que no ocurre.
Cualquier investigación sobre el problema laboral en el Perü revelará que la mujer gana
los sueldos y salarios más bajos entre los que tienen determinada ocupación, revelará

. 170.
que en la gran mayoría de los casos sufre una discriminación en 5115 condiciones labora-
les, revelará que no es contratada la mujer porque ella puede llevar un emb.lfazo ade-
lante y resulta inconveniente para determinados objetivos de la empresa, re;elará que
en algunos casos la mujer es separada de la opción de ocupar determinados puestos, y
revelará que las oportunidades laborales y profesionales no están equifibrad;,s entre los
géneros en el Perú. (.. .}, siendo las mujeres el cincuenta punto tres por ciento de lapo-
blación peruana, la mujer ha tenido acceso en el Congreso a una representación que
apenas ha superado ligeramente el diez por ciento; y cuando digo diez por ;iento, me
estoy refiriendo a la más alta de todas las presentaciones de la historia.
Este país, hace menos de cincuenta años, no le daba derecho al voto a la muj•!r. Estamos
casi a la vuelta de la esquina en la que la marginación de la mujer llegaba al punto de ni
siquiera dársele a ella el derecho a votar. El hecho de habérsele dado el derecho a votar
hace apenas cincuenta años, frente a los años de historia republicana que tiene el país con
el rol protagónico del hombre en el desarrollo pohlico, requiere de mecanismos de com-
pensación, de discriminación positiva, que traten de acelerar la igualdad de opo1unidades.
En el caso de los municipios, por ejemplo, una cosa notoria de las elecciones oasadas es
que, de ciento ochenta y tres alcaldes, sólo nueve son mujeres- menos del cinco por
ciento-. A nivel distrital, en la provincia de lima, sólo cinco de cuarenta y tr<!S alcaldes
son mujeres- el once punto seis por ciento.
En las elecciones que se realizaron en el año 1989 para la Asamblea Regional de ciento
setenta y un representantes en los gobiernos regionales, el uno punto ocho oor ciento
menos del dos por ciento eran mujeres. Y el año 1992 se dio un salto a tres punto nue~-e
por ciento; es decir, a menos del cuatro por ciento.
Eso ocurre, señor Presidente, en diversos espacios del poder, incluso se ve en las organi-
zaciones gremiales, en las organizaciones profesionales y en las organizacil·nes de los
sectores productivos. ¿Cuántos dirigentes de colegías profesionales son mujere.<! ¡cuántos
dirigentes de sociedades industriales, mineras, petroleras, agrarias son mr,¡eres?. De
manera que éste es un problema extendido en la sociedad, y ésta tiene que reconocerlo
como un problema; y para reconocerlo como tal, debe desarrollar un mecani<rn<> que sí
es discriminatorio, pero de discriminación positiva.
Habrá quien diga que la Constitución no autoriza la discriminación por sex.>, y rendrá
razón; pero la ley que estamos proponiendo es antidiscriminatoria, porque se reconoce
que en la vida real hay una discriminación de la mujer. En amparo a que la Gmstirución
no reconoce una discriminación por género, se acrúa en el sentido de una áscrímina·
ción positiva para promover la igualdad de oportunidades.
Esto mismo ocurre con otros sectores. A las personas con discapacidad, por e1emplo, no
se les puede pedir que estén en el mismo punto de partida de una persona qtoe no wfre

- 171 -
ANEXO 3: DEBATES EN EL CONGRESO EN TORNO A "LEY ÜRGÁNlCA DE EucoONn", "ELc,:·noNES MUNICIPALES" y DE LA LEY 27387

discapacidad, tiene que haber un handicap que las ayude a equilibrar la desigualdad de
ocasiones y de oportunidades.
La mujer no es una persona con discapacidad,· pero sí es una persona a la que se le ha
buscado imponer una discapacidad política y cultural en el país, y se le ha marginado y
discriminado. Para cumplir con el mandato constitvcional de no discriminar en razón
del género, hay que desarrollar medidas que promuevan la participación de la mujer en
las actividades políticas, en los partidos y, en el caso de fa ley que nos compete, en las
candidaturas.
Nosotros hemos propuesto que por fo menos el treinta por ciento de las candidaturas
correspondan a fas mujeres; y la propuesta de la doctora luz Salgado y de la doctora
Martha Hildebrandt es de un veinticinco por ciento como mínimo. No recuerdo de
cuanto es la propuesta de Lourdes flores; pero la diferencia entre los proyectos existentes
es secundaría frente a un tema de fondo que debe encarar una posición que permita
reconocer igualdad de oportunidades y promover la participación y el derecho de la
mujer a tener mayor presencia en la escena polftíca. (. ... )Se trata de una medida tempo-
ral y lo será hasta que se logre equilibrar estas oportunidades. La legislación electora/, en
esas circunstancias- no en meses, sino en años- logrará eliminar finalmente este elemento
de discriminación positiva que está planteado en el texto.
Estas son las razones por las cuales avalamos que se incorpore en el articulado de este
proyecto una norma que introduzca el sistema de cuotas para una participación especí-
fica de la mujer en las listas de candidatos que postulen a los diversos cargos poMicos en
el país, sean de carácter nacional, regional o municipal" Congresista Javier Diez Can-
seco Cisneros (Plural). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 242 Sesión Matinal de
fecha 18 de junio de 1997.

"(... )A una mujer no se le debe engañar, principio al que en mi vida matrimonial, por
ejemplo, nunca he dejado de tener presente; por esa razón, por que sé hablar en el idio-
ma franco que las mujeres quieren oír, yo les digo ahora que no estoy de acuerdo con
este proyecto, puesto que es anticonstitucional y ha entrado al debate de una manera
sesgada en este Hemiciclo.
Que o sepa, no hay un dictamen de la Comisión de Constitución, y oblicuamente se ha
introducido el tema a través de la opinión que ha expresado la Comisión de la Mujer.
fuera de ese defecto formal, yo encantado de discutirlo y debatirlo. Me parece que es un
asunto muy importante, pues considero que la mujer debe estar cada vez en mayor pro-
porción en este tipo de foros y en este tipo de instituciones. /.es tengo una fe tan inmensa
a las mujeres, que quizás la mujer de más éxito político ha sido mi ídolo: Margaret
Thatcher.

- 172 -
Margaret Thatcher es una persona a la que yo respeto y a la que se le debe nspeto en el
mundo, porque puso las virtudes de una mujer al servicio de la po/i1ica y me,Oró su pafs
como nadie lo ha mejorado en los últimos veinte, treinta o cuarenta años.
Por estas razones, nosotros tendríamos que analizar con sumo cuidado lo esta.':>lecido por
el artículo 2 de la Constitución, que es sumamente claro y que solamente podría ser
obviado con una reforma constitucional. De manera que deberíamos conenzar por
reformar la Constitución.
El inciso 2 del artículo 2 de la Constitución dice: "Toda persona tiene deredo: (... ) 2) A
la igualdad ante la ley es una igualdad de tipo formal. Nadie debe ser discriminado por
motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económie< o de cual-
quier otra índole."'. Este artículo de la Constitución no puede set obviado par el hecho
de que estadísticamente haya tantas mujeres en el Congreso ahora o mañan3 o pasado
mañana, ni por cualquier otra consideración de tipo más bien anecdótico qu~ se nos ha
planteado acá.
Si nosotros queremos hacer realmente un servicio a la mujer, deberíamos primero entrar
por la puerta principal; es decir, por la reforma de la Constitución. Despué• de que la
reforma de la Constitución haya sido establecida podremos tranquilamente ir i cualquier
tipo de regímenes como éste e introducir un concepto como el de la discrimmación po-
sitiva, que me parece sumamente discutible. Que lo hayan hecho en otros p¡.íses no tie-
ne ninguna importancia, porque la Constitución del Perú es ésta, y lo que S<•ñala en su
artículo 2 está expresado con toda claridad.
Fuera de eso, este proyecto de ley dispone que a los partidos po/i1icos se les in•ponga una
cuota de candidatas; y yo considero que, de aprobarse eso, se estaría desv ·rtuando la
naturaleza de los partidos poli?icos.
En anteriores oportunidades ya he señalado que los partidos poltlícos son como antenas
que perciben y registran la diversidad de opciones que hay en la sociedad.
Pongo un caso concreto que ya lo he planteado en la Comisión de la Mujer. ¡qué pasaría
por ejemplo, con un partido ecologista que en razón de esta desigualdad llamada formal
tuviese que verse en la obligación de excluir veinticinco por ciento de partidrríos de las
explosiones nucleares!, ¿o en el caso extremo de un partido feminista que tuvies~ que •'e<Se
obligado a poner un setenta y cinco por ciento de candidatos varones!. Me ¡>arece una
desigualdad completa y una verdadera torpeza en el planteamiento de este principio.
Yo creo que por esta vfa, por esa puerta falsa, no deberían entrar las mujeres Les tengo
tanta consideración y tanto respeto a las mujeres, a su criterio, a su sapiencia y su hones-
tidad, qe me causa pena que se sientan en la necesidad de buscar esta puert« falsa para
entrar a una representación mayor. Ellas son suficientemente inteligentes, sufic:entemente

- 173 -
ANEXO 3: DEBATES EN EL CONCRfSO EN T()F(NO 1'. "LEY ÜRGANICA O~ ELECCIONES" 1 ·'ELtCr:IONES M\JNIClf'AlES" Y DE LA LEY 27387

capaces y, sobre todo, suficientemente honestas en la admjnistración de las cosas y pueden


entrar en libre competencia con los hombres; y, cuando lleguen, yo sf votaré por ellas"
Congresista Arturo Salazar Larrafn (REN). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 24º
Sesión Matinal de fecha 18 de junio de 1997.

4
Yo sé del aprecio y del gran cariño que siempre ha demostrado el congresista Arturo
Salazar Larraín hacia las mujeres, empezando por su diMinguida familia; pero a él debo
decirle que existe un dictamen en minoría que ha sido discutido en la Comisión de
Constitución, como ya lo informó la doctora Martha Ch.ivez. Por lo tanto, no hay ningún
problema legal respecto de la forma como se ha introducido el tema al debate.
Por otro lado, en la Comisión de la Mujer exjste una opinión favorable, y eso no tiene
por qué menospreciarse. Si bien no es una comisión dictaminadora en esta legislatura,
ojalá que en fa próxima lo sea; en todo caso, es una comisión en la que el congresista
Arturo Safazar ha trabajado con más de doce parlamentarios que casi por consenso he-
mos acogido este proyecto.
Debo precisar, además, que no se vulnera la capacidad o la voluntad del efector, porque
lo que se está haciendo es colocar en el partidor -si se quiere llamar así- a un porcentaje
mínimo- si desean más, en buena hora; supongo que van a tener mejor aceptación, va-
yan pensándolo- de representantes mujeres. Lo que vendrá luego dependerá del trabajo,
del carisma, de la responsabilidad y de la calidad de la gente que se presente ante el
elector, quien será el que se decida por ella o por él.
Pero lo que estamos buscando en esta etapa de inicio es que los partidos polltícos fijen
sus ojos en mujeres capaces. Por ahí ha salido una teoría en el sentido de que no se va a
encontrar el número suficiente de mujeres. ¡Por Dios, nos están tratando de poner en el
lado opuesto!. Quienes sostienen tal teoría piensan que nosotras somos menos capaces
que los varones, y eso no es así.
Entonces, así como no se critica que pongan parlamentarios oscuros o parlamentarios que
no tengan mayor representación, las mujeres debemos tener una mayor oportunid,1d de
presentarnos ante el elector para que sea éste quien nos califique. Hay que darles esa
oportunidad a tantas mujeres capaces que tienen excelentes ideas e iniciativas y mayor
transparencia para entrar a trabajar por la nueva po!trica que queremos todos los peruanos.
El día que en este Parlamento haya un veinticinco por ciento de mujeres, otras van a ser
las djscusiones, otro va a ser el nivel. Y, por favor; que no nos menosprecien, porque, en
capacidades, mejor no hagamos competencia'Congresista, tuz Salgado Rubianes de
Paredes (C90-NM). Segunda Legislatura Ordinaria de 1996. 242 Sesión Matinal de
fecha 18 de junio de 1997.

- 174 -
'(. ..)Muy por el contrarío, no sólo no menosprecio a las mujeres, sino que la valoración
y la estima que les tengo son inmensas. Por esa razón, quisiera que ellas no entraran por
la puerta falsa a la representación pohtica, sino por la puerta grande. por l.1 puerta de
sus propios méritos, por la puerta del elector, al que se está olvidando ahora. cuando es
él quien tiene que decidir. Y yo estoy seguro de que estaría muy satiefecho s.· hubiera el
doble o el triple de mujeres en este Hemiciclo.
De ninguna manera podría ser interpretada mí actitud como algo que va en contra de
las mujeres, al contrario, se que les gusta que les hablen francamente, como dempre me
gusta hablar; pero no al oído, como les gusta hablar a algunos hombres que terminan
finalmente engañándolas.
Considero que las mujeres deben entrar por la puerta principal a la representación po-
lltica, y digo esto, en función a que, felizmente, no tengo el interés elector,,/ detrás de
ellas. No me lleva ese espíritu de estar captando votos de mujeres; lo que quiero es cap-
tar la simpatfa, la inteligencia y el acierto de las mujeres* Congresista Arturo Salaz ar
larraín (RENI. Segunda legislatura Ordinaria de 1996. 249 Sesión Matinal de fecha
18 de junio de 1997.

'(. .. es cierto que la Constitución, al señalar que somos iguales ante la ley, dicr que nadie
puede ser discriminado, entre otros motivos, por razones de raza o sexo. Pero aquí jus-
tamente lo que estamos haciendo es combatir la discriminación, o mi am,go Salazar
Larrafn quiere que esperemos cuatrocientos años para alcanzar una representación ba-
lanceada, como dicen los cálculos de Naciones Unidas.
Como no vamos a vivir cuatrocientos años, yo quiero que en nuestra vida t••ngamos la
posibilidad de ver en este Congreso que por lo menos la mitad de los representantes
sean mujeres.
En junio del año pasado presenté un proyecto de ley general de partidos poltticos, y allí
incluía el siguiente texto:
'Es principio fundamental la incorporación de mujeres en los órganos de dir.?Cción par-
tidaria en proporción no menor del treinta por ciento de los mismos. Igual proporción se
señalará para la confección de listas de parlamentarios, regidores y; en genera', cualquier
tipo de representación poli1ica que no sea unipersonal a la que pretenda postular la or-
ganización partidaria. Este principio se incorpora obligatoriamente a sus est.1tutos. Este
artículo de un proyecto de ley que no ha sido aún debatido lo incluí en el d.damen en
minoría que presenté en la Comisión de Constitución, luego de que debatimos este tema
a iniciativa de varios señores congresistas.
La verdad es que planteo dos cuestiones a la vez, porque no me estoy refinendo sola-
mente a la lista, sino también a la organización partidaria. Las mujeres •an a tener

- 175 -
ANEXO 3: D~PATIOS EN L CONGRESO f"' TORNO A "LEY ÜRCÁN!O. Df E~ECCIO"<ES"_, "ELEc.,::10;.,Es i\11JNIC1PAlfS" y OE LA L'EY 27387

menos oportunidades de hacer una buena campaña si no tienen presencia en la organi-


zación partidaria; por lo tanto, necesitan igualmente el acceso a la función directiva de
los panidos polfticos.
Es cierto que en nuestro medio hay machismo, y es cierto que hay estilos y maneras de
hacer las cosas -la poli1ica, entre ellas- que significan discriminación.
La manera de sustentar una mayor oportunidad de participación para las mujeres es
hablar hoy día de algo que en todo el mundo se admite: la discriminación positiva.
Pero, si le preocupa el tema constitucional a cualquiera de los congresistas presentes, en
la fórmula que presentó Lourdes Flores Nano estaba resuelto el problema, porque justa-
mente para evitar que le dijeran que estaba discriminando v que se debía entrar en la
discusión de si era posirívo o no señala: nninguna lista podrá tener menos del treinta por
ciento de mujeres o de hombres". Con lo cual, en el fondo se afirma lo mismo.
Lo que se está diciendo no es que el partido feminista del Perú tenga que presentar un
setenta por ciento de candidatos hombres. Ese partido presentará setenta por ciento de
candidatas mujeres, pero tendrá treinta por ciento de candidatos hombres; y el partido
machista del Perú presentará una lista de hasta setenta por ciento de candidatos hom-
bres, pero tendrá un treinta por ciento de candidatas mujeres. Entonces lo que se hace
es combatir la discriminación, y ése es un combate necesario.
Observaros que en los últimos años ha aumentado el número de mujeres en los diferen-
tes cargos públicos y especialmente en los congresos. Sin embargo, tengo la impresión,
por ejemplo, de que la proporción de aumentos en los consejos municipales es má.s len-
ta; aunque, de hecho, la del Congreso también lo es. Por e.<o, se trata de poner un pie
forzado para combatir esa actitud machista, esa costumbre de dejar de lado a las muje-
res en la polltica o esa costumbre de ellas de no panicipar en polftica. Lógicamente, se
requerirá además de otras medidas, y estoy seguro de que se podrá concenar; pues no
creo que aquí haya mayor problema con cualquiera de las fórmulas. Yo estoy proponien-
do un treinta por ciento; pero se puede llegar a un consenso.
Mi opinión es que se debe incorporar la doble dimensión en las listas a regidores, a órga-
nos regionales, al Parlamento y a cualquier otro órgano de más de una persona que se
establezca, y también en las directivas parlamentarias, para que se aseguren mejores con-
r
diciones de participación (... Congresista Henry Pease Garía (UPP). Segunda Legisla-
tura Ordinaria de 1996. 24º Sesión Matinal de fecha 1 B de junio de 1997.

H(... ). Sabemos que el sistema democrático reposa sobre el orincipio de que la sobera-
nía corresponde a la colectividad, tal como lo afirmó Juan }acobo Rousseau. Con el ad-
venimiento de los partidos políUcos, las democracias occidentales evolucionaron hasta

- 176 -
MuotEs v PalnCA e. POOER f5C\AtROZO

convertirse en domocracias representativas; y es allí donde surge el hecho de a/temar


el poder polilico, y los pueblos asumen responsabilidades de gobierno, dentro del
cause de la ley y con pleno respeto a los derechos y libertades fundamentalt•s, como la
igualdad, la tolerancia, etcétera.
Sin embargo, en este contexto de evaluación de nuestras democracias, encc ntramos la
ausencia de una auténtica y verdadera democracia pluaralista con participación de todos
los sectores del país, donde el derecho de la mujer en la participación activa dentro de
la po/i1ica se ha subestimado.
Considero que la pluralidad de género, de tendencias y de órganos recíprocamente con-
trolados es la única forma humanista de vida poh?ica; y en un sistema demc>erático re-
presentativo, el principio de igualdad es básico. Nuestra Constitución Po/i?ica consagra
el principio de igualdad de todas las personas ante la ley en el inciso 2 del ar'ículo 2; es
decir, la igualdad formal, según la cual todas las personas deberían ser traodas como
iguales frente a la ley.
Esta igualdad formal, garantizada por nuestra Carta Magna y que significa una iEJUafdad en
la asignación de derechos, ha sido insuficiente para lograr una igualdad efect ·va y real.
Se reconoce que existen desigualdades entre los miembros de una sociedad, 1íesigualda-
des atribuibles a factores estructurales, a la forma de organización societaria, por lo que
la demanda de igualdad efectiva y real ha generado la necesidad de un trato d~gual que
tome en cuenta las diferencias, en contraposición al principio de partes igua 'es para to-
dos que fundamentó inicialmente el principio de igualdad ante la ley. entonces, surge el
concepto de diferenciación para la igualdad, que consiste en tratar desigualmente a
quienes son desiguales, con el fin de disminuir las distancias económicas, sociales, cul-
turales y po/1?icas entre los miembros de la sociedad.
Sin duda, ello supone reconocer que no todas las personas tienen el mismo status y que
existen diferencias en la situación y condición de las mismas. Por ejemplo, n :> todas tie-
nen los mismos recursos, entonces, se cobra más impuestos a los que tienen 'llás, y me-
nos a los que tienen menos; se dan becas a los jóvenes más necesitados y que no pueden
pagar su educación; se diseña un mapa de la pobreza, porque se reconoce que hay sec-
tores sociales más necesitados que otros.
Entonces, la diferenciación produce una desigualdad como medio para com.eguir el fin
de una situación más igualitaria y justa, esto es lo que se denomina la "disciminación
positiva•. En el inciso 2 del artículo 2 de nuestra Constitución Po/i?ica se precisa además
que nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opi-
nión, condición económica o de cualquier otra índole. Este principio se vic>la cuando
una ley otorga un trato distinto, sin motivo justificado, a personas que se encuentran en
igual situación y en las mismas circunstancias. Sin embargo, el principio de ir:ualdad no

- 177 -
AN!XO 3: DrBAUS f.N U CONGRtSO El'< ".'ORNO A "LfY ÜRCAN!CA ot EtECOO'-'iS", "ElfCCOSFS MUNICIPALES"'< DE LA. LEY 27387

tiene carácter absoluto, exige que no se haga diferencias entre dos o más personas que se
encuentran en las mismas condiciones jurídicas o en condiciones idénticas; pero no se
puede pretender un trato igual cuando las condiciones o circunstancias son desiguales.
l ..). En este sentido, las mujeres en el mundo, al igual que en nuestro país, han sido dis-
criminadas negativamente, quebrantando lo que manda el inciso 2 del artículo 2 de
nuestra Carta Magna. (. ..).
Hablar de la discriminación negativa que sufre la mujer es hablar de la familia y de la
sociedad peruana en fas condiciones de pobreza, humílfacíón y marginación que duran-
te siglos ha padecido. Y una de fas acciones afirmativas para incorporar a la mujer en el
contexto de las decisiones de fa sociedad, en el campo po/1ríco, es del de establecer un
sistema de cuotas de participación femenina, que en otras latitudes, ya se estableció (...).
América latina ha avanzado notablemente en lo que atañe al sistema de cuotas. Con
singular éxito en Chile, por ejemplo se ha estatuido la inclusión del veinte por ciento de
mujeres en puestos de dirección de todas las estructuras partidarias; en Paraguay, se ha
establecido el veinte por ciento en puestos de dirección; y todas las experíencías polrti-
cas que conocemos, de ninguna manera han marginado ni desplazado al varón, al con-
trario, las cuotas favorecen a toda la sociedad, porque las democratiza y hace posible que
la mujer se reivindique y asegure una participación efectiva en fa toma de decisiones.
(.. .), reconocemos a la mujer peruana a la qe, en muchos lugares de nuestro país, vemos
participar activamente en acciones de desarrollo en su comunidad (. ..)madres de las
diferentes organizaciones formadas en los pueblos jóvenes, delegadas, dirigentes l..)tra-
bajan como hormigas y, sin embargo, no se las reconoce (..J siempre han sido represen-
tadas por el varón. (...), siempre se ha desplazado a la mujer. (...)
Pienso que esta situación tiene que ir mejorando. (. ..). Por esas consideraciones, estoy segura
que los congresistas varones nos vana a respaldar y apoyar, no sólo por el fundamento razo-
nable de la propuesta, sino porque con su voto darán fa reivindicación hum,wa, cultural,
social e histórica a la mujer peruana (... )"Congresista María Jesús Espinoza Matos (C90-
NM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

"(. .. }. Este es un tema que ha causado obviamente polémica, y entre las mujeres presentes
en el Parlamento hemos comentado el hecho de que efectivamente llegamos hasta aquí
gracias a una cuota, y que hemos hecho esfuerzos individua/es y colectivos para partici-
par en polrtica. Pienso que debemos rendir homenaje a las mujeres precursoras de la
democracia en el país, que no tuvieron leyes ni medidas que fas ayudaran a actuar. Te-
nemos el trabajo cívico y el impulso pofl1ico de mujeres como Magda Portal Angela Ra-
mos, Matifde Pérez Palacios, María Rostorowski, Judith Pietro de Zegarra, fas hermanas
Blanco- que llegaron al Parlamento-, Irene Silva Santo/a/la- la primera senadora- y María

- 178 -
Colina de Gowzzo, tambíén Virginia lzaguirre -precursora de los derechos dt· la mujer-.
Todas ellas milítaron en distintos movimientos poltticos o impulsaron el deb3te a favor
de que la mujer sea ciudadana, porque resulta ser que fue el 17 de junio de 1956 que.
por primera vez, votaron las mujeres y fueron ciudadanas.
Quiere decir que durante muchos años de vida republicana las mujeres i.npulsaron
movimientos polfticos, ayudaron a su formación, pero no tenían la posibifidad ni de
elegir, ni de ser elegidas. Creo que esto fue un factor para el desbalance quE existe ac-
tualmente en cuanto a la participación femenina en la vida po/J?ica.
Esto no quiere decir que porque se dé el sistema de cuotas encontraremos k solución.
No quiere decir que solamente porque las mujeres sepan que van a tener un \·einticinco
por ciento de opon.unidades en las listas, ya van a estar suficientemente con·pensadas.
Sabemos que hay muchas mujeres que temen entrar en la competencia po/t1i'.:a y que a
veces no se han animado a ingresar a listas partidarias. Creo que medidas como ésta, por
su carácter transitorio, obviamente, y no como principio, sino como una estri'legia para
compensar la desigualdad, van a animar a muchas mujeres a patt.ícipar. No J/videmos
que más de la mitad de la población del Perú está compuesta por mujeres.
Sabemos que las estadísticas no nos favorecen en el sistema de poder. Tenemos cono-
cimiento que en las instancias de gobierno, a nivel mundial, se habla solamente de un
once por ciento de participación femenina y que dentro de la población económica-
mente activa, ésta representa únicamente un treinta y ocho por ciento. A nivel mundial,
en el Parlamento, solamente hemos elevado la cifra, entre 1975 y 1993, de ;eis punto
ocho por ciento a ocho punto ocho por ciento. A nivel ministerial, la partic1oación de
la mujer está en el orden del seis por ciento. A pesar de los datos mencio'lados. en
lima, en nuestra capital, el veintitrés por ciento de los hogares está a cargo de una
mujer; mujeres que organizan el hogar y que además lo mantienen y trabajm para la
educación de sus hijos.
Considero que todo eso significa que la mujer sí se está preparando, y cada ó'a ingresa
a cargos de mayor responsabilidad por méritos propios, sin necesidad de Cu•>tas, en el
ámbito público y comunal; sin embargo, aún no es suficiente.
Se nos ha informado que hay un estudio internacional que señala que recién en el año
2025 quizás de logrará una participación equitativa entre hombres y mujere:« Por eso,
cuando se ha hablado aquí de acciones afirmativas, nos referimos a medidas desiguales
para siwaciones desiguales, y ésta es una medida especffica que va en contra d:J una des-
igualdad que está en la realidad.
Nuestra Consti11Jcíón, justamente, señala que no debe haber discriminación por sexo,
religión, raza, etcétera, pero hay una discriminación real que debe ser cambiada, no
necesaria ni únicamente por una ley, pero sí por una nueva actitud que pu~e verse

- 179 -
A.Ntxo 3: DEBATES FN EL Ú)NCRE~ EN TORNO A "lLY ÜRGANICA OE f'.,ECCIONES", "EHCCIONES MLNIC!PALCS" 'f OE lA LEY 27387

impulsada y fortalecida por una medida en el Código Electoral. (... ). Una ley no cambia
la realidad, pero se atlrma una idea. Una ley sí impulsa la voluntad y el desafío que
debemos tomar todas las mujeres. En ese sentido, rendimos homenaje a las mujeres que
han llegado a representar al pueblo en este Parlamento a lo largo de nuestra entrecortada,
por golpes de Estado, vida republicana. En nuestra vida republicana, tan alterada y agi-
tada, han destacado mujeres que lucharon por mantener las elecciones libres, la prensa
libre y la participación democrática de todos los grupos políticos. Así, es que no creo
que la ley cambie un poco ese criterio de que el poder es sólo prerrogativa de un sexo.
(.. .)HCongresista Anel Townsend Diez Canseco (UPP). 24 Sesión Vespertina de fecha
18 de junio de 1997.

"(... ). Al respecto, quisiera hacer la siguiente observación: El texto constitucional


dice que todos tenemos derecho a la igualdad ante la ley, pero no dice que tenemos
derecho a la igualdad en la ley, quiere decir que en la ley sr pueden haber diferen-
cias en función de las desigualdades desfavorables, tal y como existe en otros siste-
mas legislativos. Lo que sí es evidente es que hecha la ley, todos somos iguales ante
ella. Esta es una diferencia importantísima, porque es justamente la que permite afir-
mar que este proyecto no inconstitucionaf, sino que es perfectamente constitucional.
Repito, es posible hacer igualdad o diferencias en fa ley, pero es imprescindible tener
una igualdad ante e/fa.
La segunda cosa es, señora Presidenta, que en mi opinión, la noción de discrimina-
ción positiva no es tan exacta; en realidad, esta noción es la de darle más derechos
a quien históricamente ha estado desfavorecido, y tiene mucho que ver con la doc-
trina de John Rowles expuesta en su famosa obra "i.a Teoría de la Justiciah, respecto
a fa cual se dice que es el libro más famoso e importante, probablemente de fa teoría
política del siglo XX. Esto de dar más derechos a quienes son desiguales es algo que
proviene de la doctrina norteamericana y ahí la denominación no es de discrimina-
ción positiva, sino affirmative action o acción afirmativa, que es como, yo creo de-
bemos denominar a esto.
No es una discriminación, sino una acción afirmativa para combatir la situación de dis-
criminación histórica de la mujer en la participación política.
Por lo tanto, y con esto termino, señora Presidenta, el texto expuesto por la señora Luz
Salgado y otros congresistas, y que muchos han apoyado, es absolutamente constitucio-
nal, en primer fugar, y, en segundo lugar, yo lo denomin,1ria más que discriminación
positiva, una acción afirmativa para combatir la situación de discriminación histórica de
la mujer"Congresista Carlos Chipoco Cáceda (UPPJ. 24 Sesión Vespertina de fecha
18 de junio de 1997.

- 180 -
·r. ..
J apoyo decididamente el proyecto presentado por las congresistas Luz S.1/gado, Au-
rora Torrejón, Lourdes Flores y usted(. ..). las mujeres representan casi el cincuenta y uno
por ciento de la población, sin embargo, en este Congreso, sólo están repres.•ntadas por
un poco más del diez por ciento, De tal manera que la brecha de la que ust~ hablaba
todavía es muy amplia y se tienen que realizar muchas acciones para cerrada.
(.. .). Pienso que el tema de la educación es fundamental y su desarrollo t'ene que ir
paralelo a este sistema de cuotas que hoy se aprobará. En ese sentido, debe íomentarse
también la participación del hombre en las tareas del hogar, para que la mujer tenga
realmente la oportunidad de participar activamente en po/flica. Porque en buena cuenta,
nosotros incrementamos el número a través de esta cuota de la participadón de fas
mujeres, pero si la mujer sigue en la misma situación en que se encuentra, prcbablemen-
te no pueda, real y efectivamente, participar en la poli?ica.
Creo, como lo ha expuesto el congresista Chipoco, que no hay conl1icto ;•lguno con
la Constitución, y que además ha habido un malentendido, porque algun;,s personas
han creído que esto automáticamente hace que el veinticinco por ciento de las
mujeres se conviertan en parlamentarias, lo cual ha sido aclarado por la congresista
Luz Salgado.
Significa solamente la posibilidad de que ese veinticinco por ciento accec.'a a cargos
en el Parlamento, donde tendrá seguramente que luchar a brazo partido cori los hom-
bres y mujeres de fas otras listas para conseguir curules. Esto no es la panact•a, no es la
solución al problema de marginación y discriminación en que han vivido pe. r siglos las
mujeres en el mundo y en el Perú, en particular; pero creo que es un gran avance en
ese terreno. Esta es una forma de pagar la deuda que la humanidad tiene c:m las mu-
jeres, por fa marginación a fa que han sido sometidas y, en particular, la deuda que
tienen los hombres en el Perú con las mujeres, donde esa marginación y eH discrimi-
nación, voluntaria o involuntariamente, fa hemos ejercido duranre toda nui>stra histo-
ria8 Congresista Ernesto Gamarra Olivares (FIM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18
de junio de 1997.

•(. ..) En el Perú hemos avanzado mucho, repito, desde que las mujeres tuvierm derecho
a voto y por primera vez entraron al Parlamento y se les contaba con los dedos de la
mano. Eran señoras que se dedicaban a asuntos que podrían llamarse estrict1men1e fe-
meninos. Hoy día tenemos una representación femenina que nos honra, y q.1e entra al
debate con los mismos t11ulos, los mismos derechos, la misma versación- o nayor- que
los representantes de sexo masculino; y todo eso se ha alcanzado sin cuotas.
¡Dónde vamos a ir por el camino de las cuotas? También los enanos querrán una CUOliJ para
los enanos, y otros querrán una cuota ¡sabe Dios para quiénes!. Entonces, vamos a dividir el

- 181 -
ANEXO 3: ÜEBATES EN fl CONGRESO l;N IORNO A "lfY ÜRGÁNICA DE fLFCOONES", "f.ECCJONF.S MUMCIPAtES" Y DE LA LEY 27387

Parlamento, de modo que cada sector ciudadano tenga una cuota. Espero que no, espero
que no nos desbarranquemos por ese camino, que es la negación de la democracia.
Las señoras, las proponentes de la cuota para la mujer, ya han ganado la partida, va a
haber cuota para la mujer, las felicito, y ojalá que yo esté equivocado en las reflexiones
que acabo de expresar' Congresista Enrique Chirinos Soto (REN). 24 Sesión Vespertina
de fecha 18 de junio de 1997.

º(...). Voy a respetar el acuerdo de la mayoría, sí decide otorgar cupos de mujeres en las
listas parlamentarías y municipales, pero pienso que con ese criterio después vamos a
tener que otorgar cupos para jóvenes, para ancianos, para h!ancos, para negros o para
chinos en la lista de candidatos. (...). Lo que se pretende con esta propuesta es una dis-
criminación positiva o negativa, pero al final una discriminación. En esto coincido con
los conceptos vertidos por el congresista Arturo Salazar, puesto que según la Constitu-
ción, tanto hombres y mujeres son iguales y pueden postular sin cupos de ninguna espe-
cie. Puede haber una lista íntegramente conformada por muieres y nadie va a impedirlo;
puede haber una lista íntegramente conformada por hombres y tampoco podría ser
impedida; lo mismo sucederá, como está sucediendo ahora, ;i la lista es combinada. Al
final, el pueblo siempre es el supremo juez.
El proponer cupos, creo que es una aspiración loable, pero colisiona con la Constitución,
y aún que se diga que es temporal, es preocupante, porque lo temporal en el país siem-
pre deviene en permanente.
Creo que las mujeres van consiguiendo cargos, honores, privilegios y jerarquías que con
justicia merecen, y que este proceso seguirá por vía natural hasta que consigan la plena
igualdad a la que aspiran. (...)"Congresista Angel Bartra Gonzáles (CODE-AP). 24
Sesión Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

"(. .. ). Si la democracia como sistema po/11ico, es la que mejor expresa los valores de
igualdad, libertad y solidaridad, habrá que continuar buscando caminos que nos permi-
tan contribuir a cambiar nuestra situación de desigualdad y discriminación. (. ..)¿Qué es
la acción positiva, señora Presidenta? Según la definición del Comité para la Igualdad
del hombre y la mujer del Consejo de Europa, la acción positiva es una estrategia desti-
nada a establecer igualdad de oportunidades a través de medidas que van más allá del
control de la aplicación de leyes de igualdad, puesto que su finalidad es poner en mar-
cha programas concretos para proporcionar a las mujeres 11entajas concretas.
No es posible conseguir la igualdad entre el status social del hombre y de la mujer, pro-
hibiendo solamente tratos discriminatorios. Sí se quiere corregir la diferencía que hoy

- 182 -
existe, es necesario proporcionar, a corto plazo, ventajas en dererminados caMpOS a uno
solo de los sexos. Una ley para la igualdad entre hombre y mujer que prohíb1 estas me-
didas destinadas a mejorar la condición de la mujer, acabaría negando su prt>pia finali-
dad. Impulsar medidas que favorezcan la participación pohlica de las muieres en el
mundo público, ha sido una estrategia.
Sabiendo, sin duda, que mientras no haya cambios de mentalidades que hagan del
mundo privado un espacio de corresponsabilidad entre mujeres y hombres. ct>ntinuarán
las dificultades de las mujeres que participan de los espacios poli?icos. Espachs que aun
con avances sustantivos siguen siendo lugares predominantemente masculinos.
Hasta hoy, los instrumentos que han tenido éxito han sido, por un lado, la ¿probación
de cuotas mínimas de representación femenina, y por otra, la creación de c•rganismos
públicos encargados de políticas para eliminar la discriminación de la mujer.
En nuestro país, en el régimen del Presidente Fujimori y siguiendo con esta poli?ica de-
cisiva de dar el sitial que le coffesponde a la mujer peruana, que ha sido un a1XJyo indis-
cutible en las épocas cn1icas que hemos vivido en el país, se ha creado el M.nisterio de
Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano, así como, en otros países, y quisiera
decirle, que el fundamento y sustento jun'dico se viene dando desde la comunidad inter-
nacional. En ese contexto, tenemos la Conferencia Mundial de la Mujer, realizada en
México el año 1975. Allí se planteó como campo de alta preocupación, l.1 reducida
presencia de mujeres a nivel de cargos representativos de la poh1ica formal, así como,
en los puestos de alto nivel y toma de decisiones en la administración de los E;iados y en
las estructuras supranacionales; situación expresiva de las condiciones de discríminación
sobre la población femenina a escala mundial.
De igual manera,{... ) la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó .a Conven-
ción de la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Muj.•r. la Con-
vención señala expresamente que los estados parte tomarán en todas las ederas y, en
particular, en las esferas polilica, social, económica y cultural, todas las n1'Cesidades
apropiadas incluso de carácter legislativo. Y eso es lo que estamos tratando de hacer esta
noche, al incotporar en el Código Electoral el sistema de cuotas femeninas' Congresista
Aurora Torrejón Riva de Chincha (C90-NM). 24 Sesión Vespenina de fe,:ha 18 de
junio de 1997.

1
no votaré por veinticinco, ni por un treinta por ciento, pues conociendo la valía de
(. •• ).

las mujeres, incluidas las de mí propia casa, no tendríamos por qué pensar en darle a los
varones un setenta por ciento y a las mujeres un veinticinco por ciento. Sin embargo. erro
que éste es un paso mJs, señora Presidema. Siempre he sido respe!UOSO de lo qi..e señala la
Constitución, en cuanto a que la igualdad debe darse entre hombres y mujeres. pero esto

- 183 -
ANEXO 3: DEBATES EN fl CONGREW EN TOl\NO A "LEY ÓRGÁN!CA DE ELfCGONf:S", "[uz oONES MuNlClf'Al€5" y oc lA LEY 27387

tal vez sea, como ya se ha mencionado, un mal necesario{.,,) voy a apoyar esta propuesta,
repito, aun cuando mi propuesta inicial siempre estuvo orientada a la igualdad, tanto para
hombres como para mujeres, pero al fin y al cabo solamente se va a dar una ley y, defini-
tivamente, quien tiene que decidir es el pueblo" Congresista Edilberto Díaz Bringas
(C90-NM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

uNo creo que seamos un mal necesario, porque en todo se estaría contradiciendo con lo
necesarias e indispensables que muchas veces somos cuando asumimos ser padre y
madre en nuestros hogares. Esta propuesta tiene por objeto garantizar el ejercicio y el
goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales de fa mujer en igualdad de
condiciones con el hombre.
la Comunidad lntern,1cional (.. .), en el año 1985, en la Conferencia de la FIR de la dé-
cada de la Mujer de Nairobi, volvió a reiterar su preocupaciñn en matería de participa-
ción política de la mujer.
En el plano constitucional, desde 1979, el Perú consagró el principio de discriminación
por razones de sexo, desarrollando dicho principio en el sentido propuesto por la Con-
vención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Con-
tra la Mujer. la Constitución de 1993, bajo el marco de las normas supranacionales,
reitera la vigencia y los alcances de dicho principio.
En junio de 1993, l,1 Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena, de la cual
participó el Estado Peruano, en su declaración y programa de acción, señaló en el nume-
ral 18, que la plena participación en condiciones de igualdad de la mujer en la vida
polftica, civil, económica, social y cultural, en los planos nacional, regional y cultural
en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de
discriminación basadas en el sexo, son objetivos prioritarios de la Comunidad Internacio-
nal. (. ..), esta propuesta definitivamente tiene un sustento con los antecedentes interna-
cionales y nacionales que se han mencionado, por lo qe vamos a apoyar a conciencia al
proyecto, y no solamente con un espíritu electorero, ni mucho menos porque seamos un
mal necesario" Congresista Aurora Torrejón Riva de Chincha (C90-NM). 24 Sesión
Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

n(. •• ). Hasta 1920, las constituciones no reconocieron derecho ninguno a la mujer para
que intervenga activamente como electora o como elegida para ninguna función públi-
ca. Es la Constitución de 1933 la que permite que la mujer pueda ser elegida para cargos
municipale,;; pero todos sabemos que durante la vigencia de esta Carta Pol/tica hasta
1963, no hubo elecciones municipales en el Perú. La reforma introducida mediante la

- 184 -
Ley NP 12391 del 7 de setiembre de 1955, permitió a la mujer tener la calida<f deciuda-
dana y, por lo tanto, no solamente de elegir sino también de ser elegida. Fue un paso
importante en la historia pohtica del Perú, porque se agregó al universo eiectoral un
cincuenta por ciento más de electores y, naturalmente, eso ha permitido y p=rmite que
la participación femenina sea trascendente en las elecciones poli1icas mur.icipales y,
cuando las haya, en las elecciones regionales.
Sin embargo, las mujeres han tenido una intervención muy importante en .'a vida del
Perú. Han sido mencionados los nombres de distinguidas damas que antes de la vida
republicana y durante la República, tuvieron un papel trascendente para la dirección del
destino del país.
De manera que no se requirió de ninguna ley para que las mujeres tengan unz presencia
efectiva y eficaz en la vida po/J1ica de nuestro país. Sin embargo, el proyecte• de ley en
debate me parece que en vez de dar a la mujer el lugar que tiene en el panoraffliil politico
del Perú, constriñe su presencia, porque como ya se ha recordado, el an.ículo 2, inciso 2
de la Constitución, establece que la mujer tiene iguales derechos que el hom.'Jre. Puede
parecer alguna elucubración sobre si es ante la ley o en la ley, pero eso no es trascendente.
Evidentemente, en materia de legislación laboral por ejemplo, mientras que el hombre
debe trabajar hasta cuarenta y ocho horas semanales, la mujer tiene un máxino de cua-
renta y cinco horas a la semana, además, de otros privilegios inherentes a su S<?XO.
la Constitución de 1979 introduce normas expresas e importantes para que/:¡ mujer, al
igual que el hombre, pueda intervenir decisivamente en el manejo de la cosa pública.
Pero antes de la Constitución de 1979, ya se habían aprobado algunas Convenciones
Internacionales que el Perú refrendó mediante sendas resoluciones legislativas. Entre esas
Convenciones, sobre derechos pol1ticos de la mujer, me permito citar la adopiada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 640, del 20 de diciembre de
1952, aprobada en nuestro país mediante Decreto Ley N• 21177, del 1O d~ junio de
1975, en cuyo artículo 1 se establece que las mujeres tendrán derecho a vot< r en todas
las elecciones, en igualdad de condiciones que los hombres y sin discriminaci m alguna;
y en el artículo 2 se señala que las mujeres serán elegibles para todos los organismos
públicos electivos establecidos por la legislación nacional, en condiciones rk igualdad
con los hombres, sin discriminación alguna; y luego, en el artículo 3 se indi::a que las
mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funcicnes públi-
cas establecidas por la legislación nacional en igualdad de condiciones que lo:< homlxes,
sin discriminación alguna. De manera, que ya en 197S existían estas normas que obliga-
ban al Perú como país signatario.
{. ..). La otra Convención fue la referida a la Convención Sobre Eliminación dt· Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer, aprobada igualmente por la AsamUea Gene-
ral de las Naciones Unidas, mediante Resolución 34/180 del 18 de díciembrP de 1979,

- 185 -
ANEXO 3: DEBATES 8'; El ÜJNGRESO EN TORNO A "Ln- ÓRG.i.MCA DE EltCOONts", "Eu:coONFS MUNIOPAUS" y O( LA ltY 27387

aprobada en nuestro país mediante Resolución legislativa N,23432 del 4 de junio de


1982"Congresista Javier Alva Orlandini (CODE-AP). 24 Sesión Vespertina de fecha
18 de junio de 1997.

"{,,.) Debo decir que, en consecuencia, no es admisible que se establezca una cuota de
solamente veinticinco por ciento para que en la lista de candidatos al Congreso partid·
pen las mujeres y, en igual porcentaje, en las listas de regidores a los cargos municipales.
Considero que si hay igualdad entre los hombres y las mujeres, al margen de que ligera·
mente pueda haber en la población dos o tres mí/ mujeres más que hombres, la regla
tiene que ser de igualdad: cincuenta por ciento para los hombres y cincuenta por ciento
para las mujeres. Sí no establecemos una norma de esta naturaleza, es preferible que en
la ley que estamos discutiendo sobre las elecciones polftíca.s y municipales nopongamos
ninguna cuota, para que as( rija el principio constitucional de la igualdad de derechos
entre los hombres y las mujeres.
(.. .)en estos últimos tiempos, en estos dfas que vivimos intensamente, hay dos muje-
res cuyos nombres han removido la conciencia a los peruanos, me refiero a dos
agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército: una descuartizada, Mariela Barre/o;
y otra, objeto de torturas realmente infamantes, Leonor la Rosa. A esas dos mujeres,
a las cuales el Perú conoce por sus nombres y porque simbolizan el espíritu comba-
tivo de la mujer peruana, quiero rendirles homenaje en el Congreso. ( ..J. , votaré a
favor del proyecto si es que se señala que las cuotas serán de cincuenta por ciento
para las mujeres y cincuenta por ciento para los hombres. Esa es la igualdad ante la
/eyncongresista Javier Alva Orlandini (CODE-AP). 24 Sesión Vespertina de fecha
18 de junio de 1997.

"(. ..), en este Congreso estamos presentes trece congresistas mujeres y no hemos necesi-
tado de un sistema o un mecanismo como el de las cuotas de participación para lograr
esa presencia. Nuestra presencia en el Parlamento Nacional simboliza el esfuerzo hecho
por la mujer peruana y la mujer en el mundo para lograr una mayor participación. Es-
fuerzo que ha sido muy grande, porque todas las condiciones son adversas; incluso, se ha
querido obstaculizar la participación cívica y poli1ica de la mujer argumentando que es
su deber atender a la familia.
Afortunadamente, la condición de madre y de esposa ya no son obstáculos para la par-
ticipación cívica y polfl:ica de la mujer; porque se está demostrando en el mundo entero
y en nuestro pafs que es posible articular ambas funcione.;. Es cierto que para ello, la
mujer tiene que hacer un doble o triple esfuerzo, y esto es así porque un "mal negocio"
haría la sociedad sí, por un lado, favorece la partcipación po'11ica y cívica de la mujer y,

- 186 -
por el otro, desarma la esructura familiar. Eso sería un suicidio social al que rosotros no
podrfamas prestarnos.
Sin embarga, como bien ha dicha usted, la congresista Salgado y la congresista
Torrejón, señora Presidenta, hay una tendencia mundial a la que el Perú no puede es-
tar ajeno, y que nos lleva a analizar la posibilidad de la implementación de cuoti1S
como un mecanismo para apoyar una mayor participación de la mujer. Repito las que
estamos aquí no hemos necesitado de esos mecanismos... • Congresista Martha
Chávez Cossio de Ocampo (C90-NM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio
de 1997.

•(. ..), espero que un sistema de cuotJS no permita que la participación fementn<1 sea , de
alguna manera, c;1pturada por quienes siendo una minoría dentro del grupo femenino,
tenemos una mayor preparación, una mayor oportunidad. Existen muchJS mtjeres en el
Perú y en el mundo que tienen que luchar con sus propias fuerzas, hacer es'uerzos in-
mensos para ponerse a la altura de la competencia que significa una sociedad que favo-
rece la participación del hombre.
Hay una constatación real con respecto a que la mujer; por razones que cada día deben
irse eliminando, no tiene el nivel de educación alcanzado por los hombres. Incluso al-
gunos congresistas que están a favor del planteamiento de las cuotas, han exp:esado que
le mayor número de profesionales y directivos no son mujeres, y que, la mayor parte de
los hogares del Perú están a cargo de mujeres. Entonces, real y enfáticamente, la mujer
se encuentra en una situación disminuida. Consecuentemente, cuando la sociedad gene-
ra, como ahora, la exigencia de un mecanismo como el de las cuotM, ¿qué Está dicien-
do!. Está diciendo •frente a la necesidad de que haya una mayor participación de la
mujer, me olvido de que hay un hecha real y cierto, consistente en que fa mt.ier no está
adecuadamente preparada para ocupar; en el número que se propone en la cuota, las
posiciones que se le brinda*.
Sin embargo, la sociedad dice-- y ahf me refiero al mal menor al que se hada --eferencia-
•ooena, quiero correrme el riesgo de que las mujeres, no obstante no estar de':Jidamente
capacitadas, y darles una participación, ante la posibilidad que el trabajo de algunas
mujeres na llegue a tener la calidad que se necesita•.
(...) creo que hartamos muy mal en pensar que sólo por el hecho de ser mujer ya tene-
mos todas las potencialidades, todas las condiciones, eso na es así. En realidad, hay
muchas mujeres que hay participan en los cargos de concejales y de alcaldes.is, que ríe--
nen serias dificultades y cuya participación a veces es menospreciada o es objeto de
burla, ¡por qué?. Porque no están adecuadamente preparadas y participan en una acti-
vidad a la que van simplemente con las armas de su propio esfuerza, empujf.' y respeto

- 187 -
ANEXO 3: DEBATES EN EL CONGRESO fN TORNO A "lfY ÜR:GAN1CA De ELECCIONES", "ElECCJOf',(5 MU"llCIPAlf.S" Y De LA LEY 27387

personal, pero sín más instrumentos de instrucción que los que han adquirido de una
manera muy restringida.
Sin embargo, repito, la sociedad decide que corre el riesgo y que no interesa, en un primer
momento que la mujer no esté adecuadamente preparada, pero le da esa participación, por
lo que esto significa. Sin embargo, tengo otras preocupaciones, como decía.
En primer lugar, que no sea que esas cuotas del veinticinco, cuarenta y cincuenta por
ciento que se han propuesto sean asumidas o, de alguna manera, como decía, captura-
das por un grupo de personas, que al final resulten siendo una minorfa.
¿Qué nos interesa?. Nos interesa que la mujer del pueblo sea la que participe, no de las
elites. (. .. ), En consecuencia, señalo qe una ley de cuotas debe ir aparejada con meca-
nismos que el Estado y la sociedad no pueden, de ninguna manera, dejar de lado, y que
tienen que ayudar a la participación de la mujer, porque - repito- la ley de cuotas, si no
va junto con mecanismos que permitan a la mujer cumplir sus tareas como miembro de
una familia, entonces va a ser una norma que no cumplirá su< objetivos, o que, de algu-
na manera, signifique un perjuicio para la sociedad.
Entonces, el Estado y la sociedad civil deben establecer mecanismos que favorezcan la
instrucción de las mujeres, sistemas de guarderías que permita a la mujer dejar a sus
hijos con tranquilidad; de lo contrario, las mujeres que participen en política van a estar
con el pensamiento puesto en sus hijos, que quizás estén encerrados bajo llave, sujeto5
a todo peligro, en el peor de los casos y en el mejor de los casos, desaprovechando la
capacidad que tiene la infancia para aprender.
Sí esto no va acompañado de mecanismos muy claros, tan agresivos como la Ley de
Cuotas, que rompe toda una conducta, una secuela cultural y política en el país; sí esa
agresividad positiva no va emparejada con otra, lo que vamos a tener, en realidad, es un
mecanismo que facilite el acceso de las minorías de las elites femeninas, a instancias de
poder como la del Parlamento. Esa es una primera reflexión (. ..).
{... ). En el Perú, no hay una norma que obligue a los partidos a tener un número equis de
mujeres o de hombres. Si encontramos un partido que tiene, por ejemplo, noventa por
ciento de hombres y diez por ciento de mujeres, le estaríamos obligando a "prestarseH un
quince por ciento de mujeres. Si es que aprobamos la Ley de Cuotas estableciendo un
veinticinco por ciento de participación femenina. lo obligamos a prestarse un quince
por ciento, o lo obligamos a tener una representación del veinticinco por ciento, que es
mayor al porcentaje de su base femenina. Entonces estariámos violentando el equilibrio
que debe haber en una organización polt1ica.
(. .. ). Hay partidos que no porque ellos quieran excluir a las mujeres, sino porque las
mujeres no piden inscribirse en sus listas, ser verían perjudicados. Como aquellos que

- 188 -
tienen, por ejemplo, un diez por ciento de mujeres y el resfo de hombres; en consecuen-
cia, si se les obliga a que presenten un veinticinco por ciento de candidatas, St' les estaría
obligando a presentar candidaturas en forma desproporciona/ con respecto i sus bases.
Esa es una preocupación que considero que debe ser analizada.
(... ). yo me sumo , y no con el carácter quizás de extremismo con el que pudo haberse
planteado- yo no juzgo la conciencia-, a que sea un cincuenta por ciento, ur. cincuenta
punto tres por ciento o cincuenta y uno por ciento, de acuerdo a lo que estadi'sticamente
nos informe el Instituto Nacional de Estadística como población femenina. ¿Por qué?
Porque de ese modo la participación de la mujer estará referida a un porcentaje real, y
no a la arbitrariedad de un Parlamento que hoy decide que sea veinticinco p:>r ciento y
mañana podría decidir que sea treinta o más de cuarenta por ciento..
Lo real es que las mujeres representan un porcentaje mayor al de los hombrts y ello no
ha sido tomado en consíderaciónf...r Congresista Martha Chávez Cossfo de Ocampo
(C90-NM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

N(•• ) ¿Por qué no se ha establecido un porcentaje del cincuenta por ciento? ¡Por qué se
viene diciendo durante el transcurso de esta discusión, y en la mañana, q Je todavía
muchas mujeres no están preparadas?. Este último es un argumento que se h;, venido
expresando en varios debates, y que no es cierto. Potque si nosotros evaluamcs a los p;¡r-
lamentarios, alcaldes, regidores o regidoras, comprobaremos que si hay incapacidad,
ésta se demuestra tanto en hombres como en mujeres; entonces, por qué v.1mos a ser
crt?icos, y pedir que las mujeres sean más cap;,ces, como condición para SEr elegidas.
Considero que ese argumento no es factible.
Se habla de un veinticinco por ciento potque ahora representamos únicamente algo más
del diez por ciento, pero pensamos que podremos ir incrementando gradua 'mente ese
porcentaje. Este es un trabajo que necesita irse tallando en varios aspectos, :amo bien
ha mencionado la congresista Martha Chávez, porque se trata de educar a :as propias
mujeres para hacerles perder el miedo a particip;,r en pohlica. Hay mujeres capaces,
líderes comunales en provincias, en distritos, en asent;,míentos humanos, que tienen
miedo de ingresar a pohtica, porque existe el prurito de que ésta es sucia, fea. que hace
perder la intimidad, la femineidad Esos son tabúes que se han manejado y qL e tenemos
que ir rompiendo con educación, tenemos que deshacer esquemas mentales, tanto en
hombres como en mujeres.
Las mujeres deben participar activamente en los diferentes cargos públicos; ero es nece-
sario. Tenemos que seguir trabajando, es como el proceso de descentralización, que no
puede realiz;,rse en form;, inmediata, o creerse que con una sola ley vamos¿ estar des-
centralizados, síno que debe atravesar etapas.

- 189 -
ANEXO 3: DEBATES EN EL CoNGRFSO ~N 70R"<0 i\ "lEY 0;!GAN1CA DE ELECCla-.~s", "Elf(Cl()t<,,ES MUNICJP,.i.,tES" Y DE LA LEY 27387

Pienso que aquellos congresistas que abogan por cuotas del cincuenta por ciento, como
el congresista A/va Orlandini, lo hacen porque consideran que así va a ser más difícil que
se apruebe este sistema de cuotas. El congresista A/va manifestó anteriormente que el
sistema de cuotas no era factible, ni de veinticinco por ciento, ni de ningún otro por-
centaje; entonces, para él resulta más fácil manifestar que está a favor del cincuenta por
ciento, porque así tira abajo la propuesta más rápidamente. Yo no creo que eso mismo
esté pensando la colega Martha Chávez, ella sí quiere que mujeres, líderes, que saben de
los problemas de ese pueblo, a reclamar por él, desde su perspecriva de género, pues los
hombres nunca van a pensar igual que las mujeres, porque no sienten las cosas que sen-
timos las mujeres, y eso es un tema que jamás nadie va a poder rebatir(. . .).
{.... ), tenemos que trabajar en este proceso con un veinticinco por ciento y no con cin-
cuenta (...JU Congresista Luz Salgado Rubianes de Paredes (C90-NM). 24 Sesión
Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

u(. .. ) Lo que no veo claro es por qué tienen que decir cincuenta pro ciento. lo que creo
señora Presidenta, es que debe haber igualdad en las listas en cuanto a la cantidad de
hombres y de mujeres. Si tomamos ese concepto, me parece que sí estaríamos siendo
equitativos. En consecuencia, si se habla de ciento veinte congresistas, tendrán que ser
sesenta hombres y sesenta mujeres. Igualdad. Eso es lo que creemos que debe ser lo correc-
to, igualdad de oportunidades. El elector es el que decide si quiere que este Congreso esté
conformado por más mujeres que hombres, haciendo uso del voto preferencial. Eso queda
a decisión posterior. Eso es lo que quería proponer" Congresista Miguel Ve lit Núñez
(C90-NM)_ 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio de 1997.

d(. •.), el sustento de este mecanismo que hoy día estamos discutiendo, parte de la consta-
tación efectiva, objetiva y real de que hay una discriminación que perjudica la participa-
ción de la mujer. (. ..), mi preocupación es que este tipo de cuotas y mecanismos, no se
vean como una concesión, un regalo arbitrario, sino que tengan que referirse a un elemen-
to objetivo, y en este sentido, reitero el criterio de la población es el más adecuado.
(... ), pienso que resultaría incompleto hablar solamente de congresistas, cuando de-
biéramos hablar también de alcaldesas, de representantes en los gobiernos regionales,
y también dentro de los partidos políticos, porque de lo contrario- repito-, estaría-
mos obligando a que los partidos po/Jíicos tengan que prestarse candidaturas d,, una
base social que no es la que está afiliada a ellos, y eso puede romper la norma de que
un partido político debe estar representado por sus afiliados" Congresista Martha
Chávez Cossío de Ocampo (C90-NM). 24 Sesión Vespertina de fecha 18 de junio
de 1997.

- 190 -
luego de un amplio debate en el Pleno, el relator dio lectura al artículo 130 cel Proyecto
de ley que señala: "la lista de candidatos al Congreso deberán incluir como mínimo un
25% de mujeres y dos candidatos por cada departamento y la províncía constitucional
respectivamente, para lo cual debarán estar residiendo en el Departamento :londe pos-
tulen, cuando menos dos años continuos, previso a la elección" 2.
El señor Torres y Torres lara dijo que Cáceres Velásquez sugería que se "incluya la posi-
bilidad de presentar simultáneamente hasta tres candidatos suplentes, para los efectos
que pudieran producirse según el artículo 132 y otros pendientes" 1.
Se recuerdan varios proyectos en torno al tema. Torres y Torres lara dice "El doctor
Chirinos Soto plantea abolir la cuota de candidatas mujeres; en tanto que el señor lajo
lazo propone que "las listas de candidatos al Congreso deberán incluir cono mínimo
un 24% de mujeres, contando los 60 candidatos nacionales y 60 provindal•.!S".
Por su parte, las señoras luz Salgado Rubianes de Paredes y Martha Hildebrandt. el señor
Luis Delgado Aparicio y la señorita María )esús Espinoza plantean el texto que dice: "Las
listas de candidatos al Congreso deben incluir un porcentaje no menor del 25% de mujeres
y varones•. Hay otra propuesta que dice: "la lista de candidatos al Congreso de~á incluir
como mínimo un 25% de mujeres y 2 candidatos por cada departamento y l.1 Provincia
Constitucional del Callao, para lo cual, deberán haber nacido o estar residi=ndo en el
departamento donde postulen cuando menos 2 años continuos previos a la elección".
Los señores Róger Amurúz Gallegos y Huamanchumo Romero proponen "La lista de
candidatos al Congreso se conforrna en proporción a la población elector 11 de cada
departamento y la provincia constitucional, debiendo incluir corno mínimo un 25% de
mujeres y un candidato por cada circunscripción señalada. los candidatos deberán es-
tar residiendo en el departamento donde postulen cuando menos 2 años con"inuos pre-
vios a la elección".
Otra propuesta en la presentada por los señores Vargas Marín, Huamanchu TI<> Rome-
ro, Figueroa Vizcarra, Villasante Chmbi, Ruiz Caro Alvarez, Colchado /\rellano,
Gutiérrez Mercedes y Anaslasio Vega, que dice: "la lista de candidatos al Congreso se
conforrna de acuerdo a la proporcionalidad de la población electoral de cada depar-
tamento y provincia constitucional, con la inclusión del 25% de mujeres. En los de-
partamentos que no alcancen el mínimo de la proporcionalidad deberá necuaríamen.
te considerarse un candidato•'.

' 25 Sesión Matínal de fecha 25 de junio de 1997,


' 25 Sesión Matinal de fecha 25 de junio de 1997"
• 25 Sesión Matinal de lecha 25 de junio de 1997,

- 191 -
ANexo 3: DEBATI:S EN a CONGRESO EN !ORNO A "lcv ORGÁNICA DE ELECCIONES"' "Eucce>NES MLiNICPALFS" y DE LA LEY 27387

Torres y Torres lara señaló que existían varias propuestas sobre la materia de cuotas y
que se discutiría en torno a la "proporción que debe alcanzar la participación de las
mujeres• y a la "proporcionalidad que debe existir en los departamentos". En atención a
que el tema era polémico se decidió que este tema quedaría pendiente de votación para
ser tratado al final de la sesión.
luego de un amplio debate, se retomó el tema. Torres y Torres lara dijo "Dos artículos
finales señor Presidente. El primero es el artículo 1 39. Como recordaremos, éste quedó
pendiente porque estaba por establecerse el porcentaje de las mujeres que deberían
participar en las listas de candidatos. La propuesta de los diversos grupos políticos es que
este porcentaje sea de veinticinco por ciento como mínimo, pero también ha habido
observaciones en el sentido de que se trataría de un condición de ventaja para la mujer.
Si bien todos queremos favorecer a las damas, la norma constitucional díce que no pue-
de haber diferencias por razón de sexo. Entonces, para superar esta dificultad y lograr el
objetivo propuesto, se ha hecho una redacción que incluye tanto a hombres como a
mujeres de la siguiente manera: "la lista de candidatos al Congreso debe incluir un por-
centaje no menor del 25% de mujeres o varones". Con lo cual, las mujeres tenderían de
todas maneras un mínimo de veinticinco por ciento de participación en las listas de
candidatos al Congreso" 5 •
luego, se procedió a la votación que fue de la siguiente manera;
"Al voto, se rechaza el artículo 130 del texto original"
Al voto se aprueba el artículo 130 alternativo, expuesto por el señor Torres y Torres Lara,
por 66 votos a favor, 4 en contra y 9 abstenciones"'.

25 Sesión Matinal de fecha 25 de junio de 1997.


6
25 Sesión Matinal de fecha 25 de junio de 1997.

- 192 -
2. Ley de Elecciones Municipales

Pleno del Congreso

8
De otro lado, señor Presidente, he tenido la opon.unidad de acceder al ir:forme final
( ••• ).

de un congreso de la l\MPE en el que las señoras y señoritas alcaldesas hacen e' pedido de
incluir el veinticinco por ciento de participación femenina. Sé que este tema es
controversia/ y nos costó mucho trabajo incluirlo en el código electoral- en las 'istas de los
partidos o movimientos poli?icos. En ese sentido, señor Presidente, me perm.to hacer la
propuesta, y no es que seamos feministas, sino que las mujeres somos el cíncuePta y un por
ciento de la población nacional; entonces es lógico que tengamos acceso a J.1 participa-
ción de las listas municipales como la tenemos en las listas parlamentarias.
Hasta el momento las alcaldesas han demostrado una eficiencia fabulosa y que pueden
administrar mucho mejor sus municipios. Ellas pueden estar a la altura de cualquier
varón, cosa que antes era criticada.
Esto se lo hago presente al colega Enrique Chirinos, porque siempre hay u11 prejuicio
sobre las mujeres. Hace unos momentos estuve conversando con Ja congresista lozada
sobre el tema municipal, y el congresista Chirinos nos llamó la atención porqu~ creía que
estábamos hablando del maquillaje o de nuestro vestido. NOS-Otras estábamos '.:Dnversan-
do sobre el tema municipal ¿por qué tenía él que prejuzgar en el sentido de c•ue estába-
mos hablando de cosas sin importancia?.
Reclamo que en esta reforma del código electoral municipal también se ircluya esta
propuesta, con el fin de que las listas de candidatos a regidores deben estar ce nformadas
por no menos de un veinticinco por ciento de hombres o de mujeres' Señor J Congre-
sista Luz Salgado Rubianes de Paredes. (C90-NM). Primera legislatura Ordinaria de
1997. 122 Sesión de fecha 17 de setiembre de 1997.

8
l .. ). Por otro lado, quiero decir que no estoy de acuerdo con la propuesta t:k la señora
luz Salgado respecto de que las mujeres deban constituir el cincuenta por c'ento de la
lista de candidatos. Considero que eso rompe el principio de igualdad ante la ley que
está previsto en el artículo 2 de la Constitución. Además, tengo la convicción de que las
mujeres no necesitan cuotas. la prueba de ello es que este Parlamento está int"grado por
un buen número de damas. De otro lado, de admitirse que ello es necesario, también
tendríamos que admitir la posibilidad de establecer cuotas para la participación de la
juventud con el fin de que empiece a hacer polt1ica en los municipios. Ese, incluso, sería

- 193 -
ANEXO 3: DEBATES EN El CO"<GRESO EN TORNO A "lfY ÜRGANICA Dr ElrcaONrs", "E~.ECC!ONES MüNICIPAtES" y DE LA LEY 27387

un mejor criterío que poner cuotas a favor de las mujeres, lo cual, sf resulta más
discriminatorio. Ya se cometió un error en el Código Electoral al incluir una norma en
ese sentido; y no me parece que, por una falsa solidaridad de género, se deba decir aho-
ra que el cincuenta por ciento de la lista de candidatos debe estar conformada por mu-
jeres ¿Y cómo se haría en los municipios en los que hay cinco integrantes? ¿Se dividiría
o se buscarla una confluencia extraña?. Si hay mujeres que hacen méritos en su comu-
nidad, pues postularán por esos méritos, y no porque la ley imponga el número de
mujeres que deben formar parte de una lista.
¿Y por qué sostengo esta posición?. Porque, aunque no estoy de acuerdo con que la lista
de candidatos al Congreso también tenga esa norma, a diferencia de ella, el voto prefe-
rencial finalmente puede hacer que se elija o no mujeres; en cambio, en la lista munici-
pal, que es una lista cerrada, ello no sucede igual, rompiéndose el principio de igualdad
ante la ley, que puede sonar muy simpático a un sector de fa población, pero yo estoy
seguro de que la gran mayoría de mujeres no acepta eso, porque es un trato
seudopreferencial que realmente puede no ser representativo de la voluntad popularH
Congresista Jorge Del Castillo Gálvez (PAP). Primera Legislatura Ordinaria de 1997.
12º Sesión de fecha17 de setiembre de 1997.

H(. .. ) Lamentablemente, señorita Presidenta, no puede estar presente durante la interven-


ción del congresista Del Castillo, quien expresó su posición a mi propuesta acerca de la
participación femenina en la lisa de candidatos en las elecciones municipales.
Seré breve en esta ínterrupci6n, para no desviar mucho del tema al congresista Coral.
Quiero expresar que mí propuesta no trata de obligar a ningún partido político a po-
ner mujeres en los cinco primeros puestos de las listas de regidores; pero s1; con un ca-
rácter democrático, podrían alternarse en fa relación de candidatos, sí no en la propor-
ción de uno por uno, podría serlo de dos candidatos varones por una candidata mujer.
Se trata de que los partidos po111icos coloquen a las mujeres en lugares de igual tras-
cendencia que a los hombres. Lo importante es que haya una representación de muje-
res del orden del veinticinco por ciento, por lo menos, en esas listas de regidores,
porque de esa manera se dará la oportunidad de desempelíar esa función a mujeres
valiosas y capaces.
Yo no creo, señorita Presidenta, que las mujeres que militan en el Partido Aprista Perua-
no estén de acuerdo con la posición del colega Del Castillo. Se trata de valorizar la
participación poh1ica de las mujeres, y se tiene debe de hacer un esfuerzo para que los
partidos poli1icos entiendan que nuestra representación es para compartir responsabili-
dades(...YCongresista Luz Salgado Rubianes de Paredes (C90-NM). Primera Legis-
latura Ordinaria de 1997. 12º Sesión de fecha 17 de setiembre de 1997.

- 194 -
·r. ..J. Respaldo la propuesta formulada por la congresista luz Salgado con relación al
tema de las cuotas femeninas. Creo que hemos avanzado en ese tema al plan•earlo en el
Código Electoral respecto de las listas parlamentarias.
Me parece bien que el doctor Del Castillo se encuentre ocupando en este momento un
lugar entre los escaños de las congresistas Mattha Híldebrandt y luz Salgaéo, que son
persuasivas y seguramente lo van a convencer. Plantear las cuotas femeninas no viola el
principio de igualdad. la Constitución, por el contrario, abre el camino de .a discrimi-
nación positiva como una posibilidad. En ese sentido, convengo con lo que ta señalado
la Congresista Salgado: éste es un camino para que los gropos polr?icos o m:>vimientos
que aspiren a patticipar en las elecciones municipales abran sus puettas y llamen a gente
valiosa que, por su propio mérito, será reconocida con el voto popular• Congresista
Lourdes Flores Nano (PPC). Primera legislatura Ordinaria de 1997. 12" Sesión de
fecha 17 de setiembre de 1997.

•Debe ser una de las pocas cosas en que no coincido con mi colega laureles Flores. las
cuotas femeninas sólo marcan la diferencia machista que hay en el Perú, y 1esulta casi
ofensivo a la mujer tener que colocarle cuotas para que surja en la vida polt?ic a. Estoy en
contra de ello; pero es una curiosa y cordial discrepancia•congresista Xavier 8alT6n
Cebreros (PPC). Primera legislatura Ordinaria de 1997. 12° Sesión de fecha 17 de se-
tiembre de 1997.

En la Primera legislatura Ordinaria de 1997, 12• Sesión Vespet1ina, de fech.1 17 de se-


tiembre de 1997, se incorporó la propuesta de luz Salgado. Se indica: ·En el inciso 2)
del mencionado arrículo, señor Presidente, se ha incorporado la propuesta de la congre-
sista Salgado con relación a que las lisas deben estar conformadas por no merns de •-ein-
tícinco por ciento de hombres y mujeres, respectivamente*.
En relación a esta propuesta Mattha Hildebrandt señaló: *Hay un pequeño t•rror de re-
dacción. Debe decirse el número correlativo que indique la posición de los Candidiltos
o Regidores en la lista, que debe estar conformada por no menos de un 25% c!e hombres
o mujeres", quitando respectivamente. Asl se seguiría la misma llnea de la ley Electoral,
porque aquí no se trata de una discriminación positiva a favor de la mujer s.·no de una
igualdad, porque no podría presentarse una lista de cien mujeres ni tampoco 1ma lista de
cien candidatos, sino tendría que tener en cada caso un mínimo de veinticinco por
ciento de hombres o de mujeres. O sea en lugar de •y· colocar ·o· y que ;e quite el
vocablo *respectivamente• Congresista Martha Hildebrandt Pérez Treviño (C90-NM).
Primera Legislatura Ordinaria de 1997. 12• Sesión Vespertina de fecha 17 de se-
tiembre de 1997.

- 195 -
A"KXO 3: DEBATES EN fi (oNCRf$0 EN TORNO A "LEY ÚRCÁNICA DE ELECCIONES", "EUCOO"lf:S MUNfOf'ALFS" Y ot lA li:v 27387

"(... ). En primer lugar, queremos agradecer el aporte de la Congresista Martha


Hildebrandt. En segundo lugar, le decimos al doctor Del Castillo que cuando dice "no
menos#", significa que lo otro no se tiene que llenar con vacas ni con caballos, sino con
personas que pueden ser indistintamente de ambos sexos; el problema es que los aboga-
dos son muy difíciles de entender las matemáticas. En tercer lugar, debo manifestar que
el representante Arturo Castillo tiene razón. lo que nosotros queremos -y que quede
sentada esta posición de la bancada mayoritaria- es que todos tengan las posibilidades
de aspirar a muchos cargos; seguramente muchos congresistas van a ser candidatos a la
presidencia de la República; por lo tanto, no vamos a poner restricciones de ese tipo.
Entonces, reiterar/amos la segunda palte del inciso 3 del artículo an Congresista Carmen
Lozada de Gamboa (C90-NM). Primera Legislatura Ordinaria de 1997. 12º Sesión
Vespertina de fecha 17 de setiembre de 1997.

Luego de un largo debate, se concluyó con la aprobación del texto, aprobándose en el


artículo 1O los siguiente:"(.. .). La lista de Candidatos se presenta en un solo documento
y debe estar conformada por no menos de un 25% de hombres o mujeres". 12º Sesión
Vespertina de fecha 17 de setiembre de 1997.

- 196 -
3. Ley que eleva al 30% el porcentaje de las cuotas para el Congreso de
la República

Pleno del Congreso

Marcenaro Frers al dar lectura sobre el dictamen emitido por la Comisión d~ Constitu-
ción seifaló:
R(. .. ) La tercera reforma de gran importancia ha sido el tema de la cuota fe.nenina. Es
decir, como ustedes recordarán, 25% ha sido el porcentaje de las normas aprobadas
hasta ahora, y hemos aprobado para someterlo a consideración de ustedes elevarlo al
30%. Al elevarlo al 30%- y así ha sido aprobado en el dictamen -nos originaba el si-
guiente problema: y qué hacemos con aquellos departamentos que van a tener uno o
dos representantes, ¿cómo les aplicamos el 30%l; es fácil en aquellos que tíiYJen tres o
más, porque si tienen tres o más un candidato tendrá que ser mujer. Pero qut:' ocurre en
aquellos que tienen uno o dos, cómo les sacamos un tercio.
Bueno, en ese caso se ha puesto una norma que en esos departamentos que 1engan uno
o dos, tendrán que haber tres candidatos, de los cuales uno tendrá que ser mujer. No
significa que van a ser elegidos los tres; si ese departamento tiene uno solo. evidente-
mente tendrá que ser elegido uno sólo; pero los candidatos tendrán que ser rres, de los
cuales, uno tendrá que ser mujer, y la población de ese departamento que time un solo
cupo, tendrá que decidir de esos tres candidatos a cuál prefiere.
De esta forma hemos respetado la cuota en todos los casos y de esta forma ilemos per-
mitido que exista este tercio, 30% un poquito menos de un tercio, para que pueda exis-
tir también la cuota mujer(. ..)
Por eso era necesario que la Comisión de Constitución se reuniera el día de ª> -er y trajera
hoy día este dictamen. En consecuencia, Señor Presidente. en conclusión, h.?mos apro-
bado el Distrito Electoral Múltiple, hemos aprobado permanecer con 120 p3rfamenta-
rios,(...J. Hemos acordado elevar la cuota de las mujeres de 25% al 30% y h'cYTK>s acor-
dado reducir el plazo de inscripción de la lista parlamentaria de 75 días a 50 días(.. r
Ricardo Marcenaro Frers (C90-NM). Segunda Legislatura Ordinaria De iOOO. 13 a
Sesión, Matinal de fecha 27 de diciembre de 2000.

*l ..J. Internamente en el partido, con reservas de por lo menos un miembft' del grupo
parlamentario, vamos a presentar también una modificación al artículo 116 para que la
proporcionalidad de mujeres en las listas permanezca en 25% como fue vot<>tío en este
Congreso; es una razón técnico partidaria.

- 197 -
1
ANEXO 3: DEBATES EN f'I_ ÜJNGRESO EN TORNO A "LEY ÜRGÁNICA DE ElKC!Of-.'fS ', "ftrCOCW•<f:S MuNtOPAlES" Y DE LA lf'f 27387

Para construir la lista en el año 95 y en el año 2000, sobre todo, mi partido tuvo que
dejar de lado a varias decenas de miembros del partido que fueron democráticamente
designados por sus bases, los tuvimos que dejar de lado porque estábamos obligados a
cumplir con un número determinado de mujeres; y les tuvimos que explicar a estos
miembros del partido, que habían sido democráticamente designados, que lamentába-
mos no poderlos incluir, pero teníamos que cumplir con el mandato de la ley" Congre-
sista Luis Solari (PP). Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. 13 a Sesión, Matinal de
fecha 27 de diciembre de 2000.

"Yo lamento que esté dando esa explicación. Soy una de las autoras de la ley de Cuotas
y del 25%, porque era una forma de ir incrementando la participación política de mu-
jeres. Pero, me llama mucho la atención que diga que a la hora de fa selección a su gru-
po partidario tuvieron que dejar de lado a hombres promirientes. ¿Esto quiere decir,
porque no habían mujeres prominentes que pudiera convocar Perú Posible?. Yo creo
que usted está menospreciando, inclusive, fa calidad de mujeres que ha traído su grupo
político; y creo que si hubieran buscado y hubieran iniciado un trabajo en el que ubican
a mujeres que tienen la capacidad, no hubieran tenido esa dificultad. Creo que esas ase-
veraciones menosprecian a la mujer peruana(. ..)H Congresista Luz Salgado Rubianes de
Paredes (C90-NM). Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Matinal de fecha
27 de diciembre de 2000.

ºla deduccción de la congresista Salgado es una deducción personal de ella que no


comparte mi partido, porque la razón para que lo conozca, mí partido recibió única y
exclusivamente 25 currícula de precandidatas mujeres, eso es lo que recibió mí partido
y tuvimos que trabajar con esta realidad y simplemente vamos a presentar democrática-
mente porque es potestad de los congresistas y ciudadanos del Perú, que este Congreso
votó por 25% lo ratificó aquf el proyecto de la señora Moya no, y simplemente estamos
en la libertad de pedir que e5fo permanezca en 25%. Y queremos al contrario que en
toda la República cada vez participen más mujeres en la cuestión pública, pero quere-
mos que lo hagan voluntariamente y que nadie las obligue a abandonar sus casas para
dedicarse ni a la política ni a ninguna otra tarea, sino que lo hagan voluntariamente.
Una de las tareas fundamentales del Perú en los próximos 20 años es la reconstruc-
ción de los paradigmas y nosotros, nosotros como Nación y como partido protegere-
mos siempre la restauración de la solidaridad como paradigma, no vamos a permitir
que en el Perú, países del norte, o grupos de poderes internacionales le impongan a
nuestro pafs modelos foráneos a la cultura peruana, a la identidad peruana y a los
paradigmas de la nación peruana. Bienvenida las mujeres en la política, tenemos

- 198 -
honorables mujeres, bienvenida las mujeres en la cuestión pública, bienvenida las
mujeres para todo en el Perú y soy un defensor absoluto de la partícip.1ción de la
mujer en todos los términos, pero ningún ciudadano en ninguna parte dL'IJe obligar
a ninguna mujer a participar donde libremente no lo desea• Congresista Luis Solarí
De La Puente (PP). Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Matinal de
fecha 27 de diciembre de 2000.

»(. •• )no se han dado cuenta que el porcentaje de la cuota no solamente es para mujeres,
sino para hombres. Imagínese, señor Presidente, sí yo tendría que dejar mí cocina a la
que nunca he entrado, porque no sé cocinar, mi futuro esposo sería quien se quede en
la cocina para yo poder volver a la politica; entonces hay que aclarar eso, señores. El
porcentaje no solamente es para las mujeres, sino también para los hombres como mí-
nimo para que nadie los deje de llevar en la lista, señores caballeros.
Lo que quisiera decir ahora si, pasando al tema de fondo, es que quiero 1eferitme al
principio de igualdad constitucional. Y hablo del principio de igualdad, porque este
principio implica un trato desigual a quienes nos encontramos en situación c'e desigual-
dad. Es el caso, seflor, del departamento de Loreto• Congresista Patricia Oonayre
Pasquel (FIM). Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. Sesión, Matinal de fecha 27
de diciembre de 2000.

'(. .. }sobre la ley de cuotas acaba de darse una discusión. Y quisiera decir, co'l el debido
respeto que me merecen las damas, para mí me parece una ofensa la ley de cuotas por-
que se impone. las damas tienen derecho, hay que darles el sitial que les romsponde por
convicción y no por imposición de la ley. Entonces, hay que reformar también eso•
Congresista Pedro Morales Mansilla (AP-UPP). Segunda legislatura Ordinaria de
2000. Sesión Matinal de fecha 27 de diciembre de 2000.

*(. •• }. De igual manera el artículo 116, queremos manifestar y el día de hoy se ha discu-
tido la Ley de Cuotas, y yo quiero hacer recordar que en una Asamblea Nact0nal de los
alcaldes del Pení, cuando era Presidente de la AMPE, presentamos una popuesta en
relación a los regidores de los gobiernos locales, y hoy día quiero presenta 1o en rela-
ción a los congresistas de la República. Debe decir el artículo 116 de la siguiente manera:
*la lista de candidatos al Congreso, en cada distrito electora/, debe incluir un número de
50% para hombres y 50% para mujeres. En las circunscripciones en que s.? inscriban
listas con 3 candidatos, por lo menos uno de los candidatos debe ser mujer". Esto no es
ningún tipo de discriminación a nadie, porque simplemente el hombre y 1a mujer es

- 199 -
-------·-·-......_ _ _ _ _ _

ANEXO 3: DEBATES EN El CONGRESO L"1 TORNO!\ "ltv ORGÁNICA or EttCOO~E5", "E-<_EC(:!O"'i[S MUNIQPALES" y DE LA LEY 27387

votante y el 50% son hombres y el 50% son mujeres; y me parece que está en legítimo
derecho de que debe estar esa proporciónn Congresista luis Guerrero Figueroa (So-
mos Perú). Segunda Legislatura Ordinaria De 2000. Sesión Matinal de fecha 27 de
diciembre de 2000.

"(... )mí preocupación; porque quisiera que se precise adecuadamente el proceso de in-
cremento de 25 a 30% de la cuota de candidatas en las listas de postulantes al Congreso,
con lo cual estamos todos de acuerdo, y el Presidente de la Comisión de Constitución, y
la Comisión de Constitución ha hecho suya esta propuesta en la sesión del día de ayer;
pero, que me precise para el caso de más o menos ocho departamentos, cómo sería el
cálculo de ese porcentaje, habida cuenta que en el cuadro que yo he pedido, al aplicar
el porcentaje de la cuota en 30% a los departamentos que tienen cinco congresistas les
toca 1,5% como cuota femenina; es decir, una mujer y medía. Vamos a entender que
hay que redondear al nivel superior a partir de la fracción de cinco y de más de cinco,
definitivamente.
Yo quisiera que esto esté cfaramente establecido para que no vayan de repente a través
de interpretaciones del Jurado Nacional de Elecciones, a disminuir la participación que
corresponde a la mujer, sobre todo en este incremento que lamentablemente no ha sido
ni de 33%, ni de 50%, como nosotros lo propusimos, pero que no logramos hay que ad-
mitir- el respaldo necesario para poder sacar adelante este incremento real de la cuota de
participación de mujeres en la lista.
Pero sí, alcanzar esta preocupación al Presidente de la Comisión de Constitución, para
que esto quede claramente establecido, y sea una práctica real de incremento de la pre-
sencia de mujeres.
Es cfaro, cuando hay departamentos que tienen solamente dos cumles, se debe de inscri-
bir una lista con tres candidatos, uno de los cuales, sería una mujer; pero, no es claro, y
eso hay que precisar/o, cuando nos encontramos ya con fracciones, con un entero y frac-
ciones adicionales (. .. ).
Mí preocupación: cuál ser(a en términos reales y concretos la cantidad o el tercio corres-
pondiente a la presencia de mujeres. Porque entendemos que el tercio es 33,33, hemos
acordado, parece que vamos a acordar 30%, por eso, ha y que redondear algunas frac-
ciones, señor Presidente, de modo que podamos realmente garantizar una mayor presen-
cia de mujeres como candidatas, que estoy segura, se va a traducir después de las elec-
ciones en una mayor cantidad de mujeres en el Congreso de la Repúblican Congresista
Mercedes Cabanillas Bustamante. Segunda legislatura Ordinaria de 2000. Sesión
Matinal de fecha 27 de diciembre de 2000.

- 200 -
•(...). Pero encuentro una contradicción, la contradicción que encuentro es .m su parti-
do, en Perú Posíble, que a través de su representante manifestó que no estaría :le acuerdo
con las cuotas.
la participación de las mujeres y las mujeres a nivel nacional también tiene? derechos
y ha rechazado la capacidad de las mujeres de poder participar en un may.Jr número,
congresista; entonces, encuentro una contradicción entre su intervención y'ª interven-
ción del representante de Perú Posible. En todo caso, podría estar yo equivccada, pero
no quería dejar de manifestarlo y disculpe, Presidente• Congresista Mar!h a Moyano
Delgado (C90-NM). Segunda legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Matinal de fe-
cha 27 de diciembre de 2000.

•tamentablemente la congresista Moyano tuvo una parcial interpretación 1e la ínter·


vención del congresista Solari. Tanto nuestras propuestas como la propueSia de dicta-
men en mayoría, como la expresión del congresista Solarí, está garantizada. señor
Presidente, el espíritu de a la participación expresada en la ley de cuota5. la ley de
cuotas, señor Presidente, no refleja la posibilidad de que se garantice la participación
de mujeres, no, la ley de cuotas expresa, señor Presidente, que tiene que haber una
participación de ambos sexos, hombres o mujeres, en una lista electoral; <'S decír, no
puede haber una participación de una lísta sólo de mujeres o sólo de homores. Por lo
tanto, creo que todos los proyectos reflejan esa necesidad· Congresista Robinson
Rivadeneyra Reátegui (PP). Segunda legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Mati-
nal de fecha 27 de diciembre de 2000.

·r. ..
J. El principal dirigente de mi partido ha dicho que hay consenso en que no se eleve
la cuota de 25% establecida al 30%. También manifestó que un miembro de esta banca-
da se oponía al pretendido dictamen en mayoría de mi bancada. Ese miemoro es la qe
habla, y debo decirle a todas las mujeres de este país que afortunadamente ;iorque aún
no se puede romper el paradigma de la manera de pensar de algunos homb.-es, algunas
mujeres de este Congreso sacaron la ley de cuotas. Por supuesto. no debe obligatSe con
una ley de cuotas a que las mujeres intervengamos en poli1ica, no debe oblgatSe. Pero
como hay todavía paradigmas masculinos que no se rompen. entonces, la ley de cuOlas
existe. Particularmente, debo decir que estoy totalmente de acuerdo con que la ley de
cuotas se eleve del 25 al 30%.
Debo decir también que a ninguna mujer que se dedique a polt?ica se le su;trae de sus
tareas dentro del hogar. Particularmente, yo soy muy respetuosa, muy considerada y
valoro demasiado el trabajo que las mujeres han hecho en esta etapa de la luch;1 por la
recuperací6n de la democracia. Un trabajo por demás fantástico, donde 'ª mujer ha
jugado un rol preponderante.

- 201 -
ANEXÓ 3: DFSATFS EN fL CONGRESO !;N TORNO A "trY ÜRGA~'°' Of ÚECCl()l\l-ES
1
·, "EtrcnONES MV:SIC!PALES" y 01' LA LEY 27387

Finalmente, quiero decir a todos los hombres que aún no rompen ese paradigma de que
las mujeres no deben intervenir en pohlica porque se sustraen de sus tareas del hogar, que
yo ya cociné, ya limpié mi casa, ya atendí a mi madre enferma y ya sé la agenda de mi
esposo y de mis hijos, estoy en el Congreso y soy dirigente nacional de mi partido Perú
Posible"Congresista Doris Sánchez Pínedo De Romero (PP). Segunda Legislatura Or-
dinaria de 2000. Sesión Matinal de fecha 27 de diciembre de 2000.

"(. .. ) indudadabfemente es mucho más equitativo un distrito múltiple que un distrito


único (. .. ) . Me parece muy interesante que acompañado a esto también contenga este
dictamen un 30% de representación femenina ampliando la ley de cuotas. Y a nadie le
queda duda de que esta discriminación positiva que significa una obligación de candi-
daturas ha significado que haya más mujeres en el Congreso. Esta vez tendremos una
meta más difícil todavía, significará el desafío de tener mujeres democráticas porque no
es solamente ser mujer, hay que ser mujer democrática para poder servir al pals muchf-
simo mejor# Gloria Helfer Palacios (AP-UPP). Segunda Legislatura Ordinaría de
2000. Sesión Vespertina de fecha 27 de diciembre de 2000.

"(... ). Respecto a la cuota femenina, saludo el incremento; y quiero manifestar por su


intermedio, señor Presidente, al doctor Solari y decirle que nosotras las mujeres quere-
mos, podemos y debemos de participar en poli1ica, en la vida política del país y lo ha-
cemos con ese sentimiento propio de las mujeres que queremos participar; aportar, tra-
bajar para conseguir un Perú más justo, más digno y más solidario" Congresista Rubí
Rodríguez de Aguilar. Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Vespertina de
fecha 27 de diciembre de 2000.

"(... ) Y comparto también el 30% de la cuota de mujeres porque creo que como mujer
no tenemos por qué ser dejadas de lado. Las capacidades humanas y los valores huma-
nos son iguales en los hombres que en las mujeres" Congresista Marianela Monsalve
Aita (W). Segunda Legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Vespertina de fecha 27 de
diciembre de 2000.

"{. ..). Nosotros creemos que es necesario e imprescindible que todavía se respete la ley
de cuotas, la ley de cuotas que mañana más tarde con el trabajo de las mujeres en este
Congreso lo van a necesitar los varones, señor Presidente y, para que no se vayan ellos a
cocinar le vamos a dar la oportunidad de tener también un porcentaje obligatorio de
varones en la ley Electoral. Esta propuesta determina que los tres candidatos que se es-
tarían presentando por lo menos uno debe ser mujer, en ningún caso dice las lisas inclui-
rán menos del 30% de varones o de mujeres, de esa manera los varones también tendrán

- 202 -
salvaguardados sus derechos de participar en la próximo Congreso (. ..r Congresista
Carmen lozada de Gamboa (C90-NM). Segunda legislatura Ordinaria de 2000.
Sesión Vespertina de fecha 27 de diciembre de 2000.

•(. ..). Es cierto que señala que el sentido de este artículo y del 116 que está m.is adelante,
es proteger el derecho a un porcentaje de curufes de género, es decir, tanto p.1ra mujeres
como para varones; sin embargo, ese porcentaje a la cual está debatible si es 30% o
25%, pienso que no puede estar limitado a Jos distritos electorales provincia.es o depar-
tamentales, si no que debe señalarse en forma amplia que no basta que solamente debe
señalarse que debe ser el 30% que represente.
Decía que debería expresarse en forma amplía, sin limitar al distrito elecrora 1 provincial
el porcentaje de género, es decir, que cada partido polltíco puede presentar su 30% o
25% de varones o mujeres en forma amplia, sin limitar a cada distrito electora (...r
Congresista lau Chufón (PP). Segunda legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Vesper-
tina de fecha 27 de diciembre de 2000.

·r. ..JAdelanto, Presidente, que si hay una decisión de mantener el 25% de euota a mu-
jeres, subirlo a 30% o a 50% o hacerlo al 100%, igualmente voy a •·otar ¡xr el distrito
electoral múltiple• Congresista Miguel VeHt Núllez. Segunda legislatura Ordinaria
de 2000. Sesión Vespertina de fecha 27 de diciembre de 2000.

•(. ..). Yo soy partidaria de la bicameralidad como una salida democrática y re·7exiva para
un Congreso. Todos estos hechos no se han podido conseguir en esta circunstancia po-
htica, porque sabemos que estamos en una etapa de tránsito, que salimos c'e una con-
centración absoluta de poder LJ, para entrar en una nueva etapa que asegure que la
ciudadanía sea la real vigilante de la conducta parlamentaria.
Es entonces que en esa línea también incluir el tema de la elevación de las c.JOlas feme..
ninas hacía el Congreso lleva a una participación democrática. Eso no quiere decir que
todas las mujeres que sean elegidas van a pensar igual, sino que el debate .;e va a am.
pliar y que la participación será mayor. Allí donde pueden haber más candidatos que
cupos para el Congreso habrá una mujer que pueda competir(.. .)• Congresista Anel
Townsend Diez Canseco. Segunda legislatura Ordinaria de 2000. Sesión Vespertina
de fecha 27 de diciembre de 2000.

luego de un amplio debate en tomo al Distrito Electoral Múltiple se incrementó la cuota


de mujeres en las listas de candidatos al Congreso de 25% al 30%.

- 203 -
'Mujeres y Poh?ica: el poder escurridizo. Lill cuotas en
los tres últimos procesos electora/es', se terminó de
imprimir en el taller de Linea & Punto S.A.,
sito en la Av. Amaldo Márquez 2250,
Jesús Maria, en diciembre de 2001.

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