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05 de Junio de 2016 | 4:30 h

Se acerca el invierno
Escribe: Pedro Salinas

No sé si lo ven igual que yo, pero ahí va. Las elecciones de hoy son una suerte de referéndum. Democracia o
autoritarismo. He ahí la cuestión. Independientemente de los resultados, que conoceremos hoy mismo en la
tarde, ese es el tema de fondo. Bueno. Es lo que pienso.

Y claro. Como vivimos en el Perú, me pongo en el peor escenario, el de desbarrancarnos, digo. Así las cosas,
deberíamos irnos preparando para el próximo quinquenio, en el que, gane o no el fujimorismo, su hegemonía
en el Congreso ya lo convirtió en un agente del populismo autoritario que vuelve con sangre en el ojo y los
dientes pelados. Pero si encima logra enfundarse la banda presidencial, agárrense todos. Porque todo lo
impensable ocurrirá. Fujimori será liberado. Montesinos volverá a mover sus hilos desde la prisión. Cipriani se
empoderará como en los viejos tiempos. El periodismo independiente simplemente desaparecerá de algunos
medios, que, ya adivinarán, se acomodarán a los intereses del caciquismo anaranjado.

Así que hoy toca vieja batalla. Evitar que el poder absoluto, que siempre trae corrupción a raudales y abusos y
censuras y amenazas, vuelva a entronizarse entre nosotros. ¿Cómo? ¿Que no se veía venir? Faltaría más.
Dos argumentos reiterativos que tienen que ver con el repunte fujimorista han ido en la línea de que, primero,
un gobierno de mano dura terminará con la inseguridad, y segundo, un gobierno con mayoría parlamentaria
podrá hacer las reformas económicas que hasta ahora no han logrado hacerse. Y oigan. Esto no me lo estoy
inventando, sino que lo he escuchado demasiadas veces en las últimas semanas.

Y que conste en actas que a mí no me gusta PPK, pues no lo veo como el heraldo de la democracia ni cosa
por el estilo, pero luego de haber observado con estupor el caso de Joaquín Ramírez y el de José Chlimper,
qué quieren que les diga, uno siente la necesidad de salir corriendo hacia cualquier parte. Ignoro si eso
también les ha pasado a ustedes, pero si existe dios, está claro que dios no es peruano. O está borracho, o
tiene mala entraña, o algo le hemos hecho para que nos tenga semejante ojeriza. Porque las cosas están así,
les cuento. Al punto que uno se alucina tripulante del Titanic. No sé si consigo explicarme.

Quienes no piensen como el arriba firmante, consideren por un segundo lo que les estoy diciendo. O repasen
lo que acaba de suceder hace poquito nomás con el secretario general del fujimorismo, quien es uno de los
principales financistas de este grupo político, y se encuentra actualmente bajo una investigación de la DEA.
Hablamos de Joaquín Ramírez, un excobrador de combi que ahora amasa una fortuna que no sabe cómo
justificar. Y ya ven. A Keiko le importa un pimiento si su secretario general está siendo investigado por lavado
de activos, mientras que a otros militantes de su grupo político los ha choteado por menos. ¿Por qué no lo
hace? Porque, ya lo dije, es su principal financista. Sin Ramírez, Fujimori no tendría dónde despachar o cómo
movilizarse o cómo solventar una parte importante de su campaña.

Y ahora, que mis amigos empresarios y ejecutivos asistentes a todos los CADE habidos y por haber, no me
digan que lo de Pepe Chlimper, el candidato a la vicepresidencia del fujimorismo, quien parecía representar lo
más “decentito” del fujimorismo, no es un escandalazo y confirma que no hay fujimorismo bueno y fujimorismo
malo. Porque su maniobra para torcer la verdad y manipularla a través de un programa de televisión, es
justamente eso. Una manifestación de lo peor del fujimorismo ramplón de toda la vida.

Encima, Keiko, en diferentes momentos, defiende a ambos. Justificando lo injustificable. Bueno. Si eso lo
estamos viendo ahorita, que todavía no se han puesto la banda presidencial ni han tomado posición de sus
curules, imagínenselos detentando todo el poder. Todo. Porque además van a tratar de sumar a más políticos
travestistas y chaqueteros, que, sin ningún escrúpulo, se prestarán a lo que sea con tal de ser parte de un
gobierno al que le importará un pito la democracia, el equilibrio de poderes y la prensa libre.

Porque así será. Créanme. Acá no hay tutía. Keiko y su padre comparten el mismo ADN político. El cual,
como definió El Comercio hace poco, es algo así “como un ADN inescrupuloso que trasciende los tiempos y
los cambios (…) (al cual) le calza particularmente bien aquella expresión de Martín Fierro: ‘Si la vergüenza se
pierde, jamás se vuelve a encontrar’”. Pues eso.

Después no vengan con que no estaban advertidos. Y que quede en negro sobre blanco que a Keiko Fujimori
no la estoy juzgando por su pasado, o por ser la hija de un sátrapa, sino por su presente y su ética laxa.
05 de Junio de 2016 | 4:30 h

Keiko no es como su papá, es peor


Escribe: Claudia Cisneros

Ni siquiera son gobierno y ya tiene a su vicepresidente, José Chlimper, investigado en la manipulación de un


audio sembrado a la prensa (http://goo.gl/NlUNRP); un secretario general y financista, Joaquín Ramírez,
investigado por la DEA (http://goo.gl/lfs1Rv); y un cercano asesor, Hernando de Soto, que reconoce
implícitamente que el partido está infiltrado por el narcotráfico (http://goo.gl/C06QU2). Ni siquiera son gobierno
y la misma Keiko ya está siendo investigada por no poder justificar los miles de soles que su partido dice
haber recabado para la campaña (http://goo.gl/Hx3JKf).
Ni siquiera son gobierno y Keiko ya tuvo que aceptar –con cuentagotas por la presión del periodista– que en
anterior campaña la financió un procesado por narcotráfico (https://goo.gl/wqXDRQ). Ni siquiera son gobierno
y ya llenó de tapers, frazadas y toda clase de dádivas a los más necesitados para comprar su lealtad y
simpatía (http://goo.gl/2C6EkA). Ni siquiera son gobierno pero ha aplicado lo peor del clientelismo que usó su
padre durante sus 11 años de populista y manipulador gobierno.
Ni siquiera son gobierno y quien pretende ser presidenta ha mentido una y otra vez, con un profesionalismo
digno de mejores causas. Miente cuando desmiente a la Chacón diciendo que Alberto saldrá por la puerta
grande; miente cuando desmiente a Becerril diciendo que las minorías no cuentan porque ellos tienen mayoría
absoluta en el Congreso; miente cuando dice que faltó 500 días al Congreso por licencia de maternidad,
cuando los números no le cuadran; miente cuando dice que representa a la mujer, cuando jamás defendió a
su madre de las torturas y la pisoteó ocupando su puesto de primera dama. Miente cuando dice que está con
la mujeres peruanas, cuando jamás las defendió de las esterilizaciones que las mutilaron a la fuerza y que
hizo su gobierno, ese que tanto defiende y del que fue primera dama. Miente cuando dice que salió bien
librada de las investigaciones por la plata que usó para estudiar en el extranjero, cuando en realidad jamás se
le pudo investigar (https://goo.gl/jNn2Qf), no porque no hubiera indicios suficientes, sino porque el cuadernillo
de extradición de su padre no incluyó esa investigación. Sin embargo, Keiko oculta que la Fiscalía encontró
claros indicios para acusarla como autora del delito de receptación (https://goo.gl/7592yY).
Ni siquiera son gobierno y Keiko no tiene reparos en aliarse con lo peor de la mafia extorsionadora y asesina
de construcción civil (https://goo.gl/mxpE5Z). Me refiero a Augusto Ramos Dolmos, que ha estado preso en
Lurigancho, sindicado por el gremio oficial como quien está detrás del cobro de cupos y las muertes a quienes
no se alinean.

Ni siquiera son gobierno y Keiko sigue usando el dinero oscuro –las casas y carros– de su secretario general,
Joaquín Ramírez, investigado en Perú y Estados Unidos por lavado de activos y presuntos vínculos con el
narcotráfico (https://goo.gl/KP3TjM). Y como hizo su padre con su Montesinos, Keiko defiende a su Ramírez
(https://goo.gl/vhnl0Y).
No es gobierno pero Keiko se ha paseado estos años por el Perú inaugurando losas deportivas, amadrinando
iglesias de lujo cinematográfico (https://goo.gl/25FZro) “donadas” por el clan Ramírez, investigado por lavado
de activos (http://goo.gl/JpeqR7).

Ni siquiera son gobierno y ya tienen a muchos en su entorno investigados o involucrados en temas vinculados
al narcotráfico: varios congresistas por lavado de activos (http://goo.gl/Enw41c); su propio hermano Kenji y su
empresa Limasa en la que se hallaron 100 kilos de cocaína (http://goo.gl/LE73h7); su aliado y confeso
traquetero de Tocache (http://goo.gl/CWj5cg); esto sumado a las graves declaraciones de su asesor De Soto
(https://goo.gl/4hF51L).
Y todo esto antes de siquiera llegar al gobierno. Por eso y más, Keiko no es como su padre, es peor. Ha
aprendido todo lo oscuro y se viene perfeccionando en ello. Y esa persona podría ser la próxima presidenta
del Perú. Ojalá esta agrupación llena de delincuentes probados e investigados no nos gobierne. Con fe, hasta
la última mesa, hasta el último voto y por amor al Perú, no queda más que apostar por quien garantiza
democracia. No hay otra opción.
05 de Junio de 2016 | 4:30 h

Pasando del domingo al lunes


Escribe: Rosa María Palacios

Como dice el famoso verso, “la resaca de todo lo sufrido”, llegará, terminado todo el zafarrancho electoral,
este lunes. Es como cuando acaban los mundiales de fútbol y por algunos días te repiten los goles que
hicieron gritar a la gente. Lo alargas un poquito, pero la agenda cambia. La adrenalina alta de este final,
mantiene en alerta, pero, poco a poco, se regresa a lo cotidiano: trabajar, estudiar, pagar gastos y créditos,
nacer, enfermarse, curarse o morirse. La vida ordinaria, que por unos días deja de ser la protagonista de las
conversaciones familiares, regresa a tomar su posición de dominio.
Es bueno que esto sea así. Las campañas dejan extenuados no solo a los políticos y periodistas, rodeados de
presiones para tomar decisiones definitivas, cada día. Cansa, sobre todo a un abrumado elector, porque en el
fondo, sabemos ya, que todo lo dicho en el proceso, pese a todas las cautelas tomadas, tiene un componente
de cortejo nupcial. Y no hay nada más falso que las falsas promesas de amor. El lunes comienza el camino
para que las promesas rotas vuelvan a ser las protagonistas por cinco años. Una a una, caerán. Nos gusta
engañarnos, pero la farsa termina rápido.

Sin embargo, son los miedos los que no se van a ir tan pronto. Dos preocupaciones alzadas en esta campaña
no son ni promesa rota, ni dulces palabras de amor. El miedo a la infiltración del narcotráfico en la política ha
sido, por primera vez, un tema de campaña. Ha estado y está con nosotros desde hace años, pero no se
había hecho tan explícito. El segundo miedo es el perder un esquema democrático que, con todas sus
falencias, es todavía aceptado mayoritariamente como el único que garantiza libertad y desarrollo. Ambos
miedos han perjudicado la candidatura de Keiko Fujimori en el último tramo post debate.

Los miedos mutan. Un buen político los detecta y los enfrenta. Crisis económica fue un miedo aplastante en
los ochentas y noventas, como lo fue el terrorismo. El desempleo fue el miedo mayor al inicio del siglo XXI.
Hoy lo es la seguridad, pero también la aspiración de prosperar y el miedo a un retroceso que lleve de regreso
a la pobreza a los millones que dejaron de serlo en los últimos 15 años.

Lamentablemente, una disposición legal, a estas alturas absurda, no me permite hablar con libertad. Por
WhatsApp millones de peruanos reciben hoy las encuestas confidenciales de las encuestadoras que realizan
este sábado su simulacro principal, que sirve de referente para el día electoral. Todos las conocemos, pero
estamos prohibidos de hablar de ellas. Las penas de multa son bastante elevadas. Es decir, no podemos
hablar de lo que ya todos conocen, como una familia que murmura un supuesto oscuro secreto del cual hasta
los más pequeños tienen conocimiento absoluto. Hace mucho tiempo que la tecnología, y la prensa extranjera
que publica en internet, venció a la ley. Es hora que la ley se ponga a tono con la tecnología.

Solo puedo decir que me preparo para lo peor y espero lo mejor. Deseo, lo que todos deseamos para los
próximos cinco años: paz social con amplia libertad de expresión, crítica y protesta; crecimiento económico
con redistribución inteligente; demolición del narcotráfico y sus secuelas criminales y sociales en la salud de
miles de jóvenes adictos; seguridad, pero dentro de esquemas democráticos que reconozcan derechos a
inocentes, innovación, reforma institucional, libertades para todos. No será fácil en ningún escenario, pero el
Perú lo tiene todo para lograrlo. Solo estamos a un voto de cambiar el rumbo de nuestra historia. A usarlo
bien. Que cuente. ¿Y después? A seguir adelante, que la vida continúa.
Edición Impresa del 05 de Junio de 2016

Inflación Nacional y Electricidad Residencial


Escribe: La República

Con la última información disponible, la inflación nacional anual entre Junio 2015 y mayo 2016 es 3,46%, pero
más importante es la inflación desde diciembre 2011 (el INEI no publica los meses previos) a la fecha que
totaliza 15,31%. Lo cual, visto así, implica un promedio anual de 3,28% que está por encima de la meta
máxima del BCR que es de 3% y que inexplicablemente fue reducida de 3,5% al inicio de la gestión García.

Fuera de los factores domésticos, como la devaluación del dólar y de factores foráneos como la inflación
importada, existe un rubro en la canasta de bienes y servicios del IPC que ha subido 36,85% en lo que va de
este gobierno. Es el rubro de electricidad residencial, cuyo precio a más que duplicado el precio promedio de
los bienes y servicios de la canasta familiar.

Hay que recordar que la electricidad residencial es insustituible a menos que la iluminación sea a kerosene o
con velas y que se deje de utilizar aparatos electrodomésticos para reducir la factura mensual. Resulta de
interés que el gobierno, desde sus distintas instancias, expliquen cómo se ha llegado a este resultado que el
INEI reporta.

Pero aun así subsiste el problema de una inflación observada por encima de una meta irreal de un máximo de
3%. La próxima gestión presidencial debe retornar al rango meta vigente durante la gestión Toledo (1,5%-
3,5%) y eventualmente ampliarla a un nuevo rango de 1% a 4%, dada la contracción de la economía mundial.

Mantener una meta de inflación artificialmente baja inducirá a mayor desaceleración económica y menor
inversión pública.

El periodo 2001-2013 estuvo marcado por un continuo crecimiento del precio de nuestras materias primas y
con ello una mayor afluencia de dólares a nuestra economía que permitía un dólar a la baja.

Aunque todavía no llegamos al pico histórico de 3,62 soles por dólar de noviembre 2002, no es impensable
que en los próximos 5 años se llegue a S/ 4 en el contexto que el precio de las materias primas continúe
deprimido. Es importante que la meta inflacionaria no sea un concepto abstracto, sino contextualizado por la
realidad mundial.
Por Diario UNO el junio 5, 2016
Anunciado hoy el flash electoral de las 4.p.m., los peruanos tendremos dos alternativas: aceptar el resultado o rechazarlo por
ilegítimo, lo cual implicará salir a las calles a manifestar nuestro repudio moral a la imposición de un fraude.

La experiencia del fraude de la primera vuelta, nos permite proyectar su repetición en segunda vuelta, no hay razón que nos permita
pensar que quienes hicieron trampa el 10 de abril último y los días posteriores en el conteo de los votos, para robar curules e inflar
el resultado de la votación de su candidata presidencial, no lo hagan esta vez, especialmente cuando es más fácil por el pequeño
margen diferencial de votos entre ambos candidatos.

Conocer al fuji-montesinismo como un monstruo perverso incapaz de actuar correctamente, nos permite anunciar que harán fraude
otra vez, y que el 6 de junio tendremos que empezar una batalla legal internacional para anular estas fraudulentas elecciones. No
importa si gana realmente PPK, ellos saldrán ganadores en los resultados informáticos de ONPE.

La denuncia penal interpuesta contra los miembros del JNE y JEE Especial Lima Centro 1 que expidieron las resoluciones
prevaricadoras a favor de mantener en el proceso a Keiko Fujimori a pesar de haber incurrido en la transgresión del art. 42 de la Ley
28094, modificada por la Ley 30414, de modo claro y ampliamente probado, tiene por objeto la sanción penal de los actores de los
delitos de prevaricato, abuso de autoridad, encubrimiento real y omisión de denunciar el delito de corrupción de la voluntad electoral
que ha venido cometiendo sistemáticamente dicha candidata en los últimos 10 años, sin que ninguna autoridad del sistema electoral
la haya denunciado, a pesar de ser su deber funcional.

Pero la batalla por la anulación del proceso electoral se llevará a cabo en las instancias internacionales, pues deberemos interponer
una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por violación de los derechos políticos de todos los
peruanos.

El Derecho a elegir y ser elegido, a participar en la vida política de nuestro país en condiciones de igualdad, el principio de legalidad
y de veracidad, como garantías del debido proceso electoral se han vulnerado de modo manifiesto, siendo esto recurrible ante el
Sistema Interamericano de DDHH, por vulneración a la Convención Americana de Derechos Humanos, al Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y a nuestra propia Constitución.

El pueblo en las calles en manifestación firme y democrática, será el contenedor del desborde del abuso del poder y de la
imposición del fraude, la corrupción y el narcotráfico que habrán tomado por asalto el Estado peruano, en tanto libremos, otra vez,
una batalla legal para devolverle la dignidad, el orden moral y la democracia al Perú.
Por Diario UNO el junio 5, 2016
Hace un par de semanas, Mario Vargas Llosa escribió en La República que “en los pocos meses que está en el poder Mauricio
Macri ha llevado a cabo reformas valientes y radicales para desmontar la maquinaria intervencionista y demagógica que estaba
arruinando a una de las naciones más ricas del mundo”, agregando que “no es necesario recurrir a sondeos y estadísticas para
demostrarlo: el cambio está en el aire que se respira”.

El Nobel peruano se refiere con estas palabras al modo violento en que el presidente argentino, Mauricio Macri, ha aplicado – desde
que llegó al poder a fines del año pasado – un programa de ajuste fiscal que ha impacto fuertemente en el ingreso de los
trabajadores y las prestaciones sociales del Estado, para al mismo tiempo pactar altos pagos (ilegítimos) a los fondos buitres del
poder financiero que sin mayor derecho, y mucha usura de por medio, demandaron judicialmente a la Argentina una deuda que
recompraron a precio huevo.

Todo ello ha sido justificado, por el marketing político de Macri, en una supuesta gran crisis económica, que esconde en realidad el
interés económico de quienes hoy despachan desde la Casa Rosada. Como dice el exministro Axel Kicillof “nos quieren convencer
de que hubo una crisis que nunca vivimos, una rara especie de crisis: “invisible” o, como dijo el diario Cronista Comercial,
“asintomática”. Es como un médico que te quiere operar diciendo “usted nunca sintió absolutamente nada, pero está gravemente
enfermo”.

Basta ver las cifras positivas de evolución de empleo, del crecimiento económico y del ingreso de las familias en Argentina durante
los últimos diez años para toparse con una verdad que los medios de derecha del continente han ocultado por oposición política e
ideológica al kirchnerismo.

Por eso Vargas Llosa dice que no hacen falta encuestas ni sondeos de apoyo/rechazo a las reformas antipopulares. Peor aún, lo
que calla Vargas Llosa es que Mauricio Macri, a quien el mainstream de la prensa quería vendernos como el nuevo político
latinoamericano líder del giro a la derecha en la región, es en realidad un delincuente de saco y corbata, un criminal de cuello
blanco.El escándalo de los Panamá Papers así lo demuestra.

Macri tiene al menos 9 empresas “off shore” constituidas en paraísos fiscales para blanquear su fortuna familiar y no pagar
impuestos. El presidente ha echado la culpa a su padre, pero no ha podido quitarse la imagen de ser un pirata de los negocios
convertido en presidente.

El diario argentino La Nación, que de izquierdista tiene nada, fue el que destapó este caso que incluye además de Macri y su familia
a varios de sus colaboradores más cercanos en el poder como Néstor Grindetti, Pablo Clusellas y Gustavo Arribas.

La investigación que ha abierto la fiscalía argentina en base a estos hechos no deja dormir tranquilo a Macri en sus primeros meses
como mandatario. Pero eso no importa a Vargas Llosa, porque el escritor también aparece en la lista de los Panamá Papers. Esa es
la derecha latinoamericana.
Por Diario UNO el junio 5, 2016
Se da hoy en el Perú uno de esos momentos en los que, como diría el maestro sanmarquino Raúl Porras Barrenechea, no es
posible hablar o callar sin peligro. Ante senderos que se bifurcan, los ciudadanos tienen que elegir entre dos direcciones distintas,
que no conducen al mismo objetivo.

No es cuestión de arrojar un papel en la ranura de un ánfora. La decisión involucra una alternativa: o un país gobernado por el
narcotráfico, con su carga de corrupción y muerte, un país con impunidad para asesinos, un país de represión y cinismo, un país de
coimas y de trampas, un país gobernado por quienes aspiran a establecer una monarquía hereditaria que dure 30 años, lo suficiente
para que este suelo de Túpac Amaru, José Carlos Mariátegui, César Vallejo y José María Arguedas deje de ser una patria con
identidad y soberanía. O un país con libertad para luchar por derechos, un país en que el diálogo no sea sustituido por la masacre,
en que se imponga la serena y libre discrepancia, un país en que sea posible levantar la voz y la calle contra el amo imperialista.

La historia dirá que en el Perú del siglo XXI se instaló una alianza entre el fujimorato y un Apra en estado de putrefacción. Vladimiro
Montesinos y Agustín Mantilla, estafa en el tren eléctrico de Lima, robo de millones en fondos destinados a la defensa nacional,
manipulación del Poder Judicial para santificar entuertos, ejemplos de inmoralidad que contagian la moral de los de abajo,
complicidad con los narcos, defensa cerrada y reveladora de Joaquín Ramírez, quien fuera secretario general de Fuerza Popular y
es innegablemente investigado por la OEA debido a sus vínculos narcos.

Es, pues, enorme la responsabilidad que pesa sobre el ciudadano peruano cuando se yerga ante la mesa de sufragio. No votará
solo por su opinión personal; elegirá un destino colectivo.

En días recientes he repetido que en el voto no se trata de optar por el mal menor, sino de evitar el mal mayor. No es que los dos
candidatos sean iguales y que, por eso, no importa que gane Keiko. Importa, y por esa razón me alegra que el sector más lúcido del
campo progresista haya llamado a votar por Pedro Pablo Kuczynski.

Los medios de comunicación internacional, sobre todo los europeos, saben que, en este momento, horas antes del voto, hay un
empate técnico entre los dos candidatos a la presidencia de la República. Por eso hay que vigilar la limpieza del voto y del triunfo.
Vigilar para vencer.

Los personeros tienen ahí una responsabilidad histórica. Cada voto, cada mesa, llaman a la puerta del futuro político y moral del
Perú.
Por Diario UNO el junio 5, 2016
Los fujimoristas dicen que todos los activistas, movimientos y marchas contra su candidata son movidos por el odio. Pero se
equivocan, no es odio lo que los motiva, sino memoria.

Rememorar los crímenes del Grupo Colina, Barrios Altos, los estudiantes y el docente de La Cantuta, el Santa, Pedro Huilca, no es
odio, es memoria.

Enfatizar los crímenes nunca resueltos de Ernesto Castillo, Melissa Alfaro, las torturas en el Pentagonito y el descuartizamiento de
agentes del SIN, no es por odio, tan solo memoria.

Hablar de las más de 200,000 mujeres humildes, quechua hablantes y jóvenes esterilizadas por la política que emprendió el
gobierno de Alberto Fujimori no es odio, es memoria.

Mencionar los más de 6 mil millones de las arcas del Estado que desaparecieron el gobierno de los 90 no es odio, ni siquiera rencor,
solo memoria.

Aludir a los más de mil millones de soles que se apropió la corrupción gubernamental de la Caja Militar Policial, es decir las
pensiones de miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales no es tampoco odio, estrictamente memoria.

Señalar la privatización de grandes empresas del Estado con procesos apurados, amañados y corruptos, donde los destinos de los
fondos y las coimas que se entregaron siguen siendo un misterio, no es odio, es también memoria.

Identificar las viejas relaciones del gobierno fujimorista y su asesor estrella con el narcotráfico, las decenas de denuncias, los cargos
levantados por Vaticano, y los vínculos nunca negados con grandes carteles internacionales de las drogas, no son producto del
odio, es la memoria.

Precisar cómo Montesinos trianguló armas desde Jordania pagadas con dinero sucio para entregarlas a la FARC en Colombia, para
luego aludir a una supuesta conspiración terrorista en Palacio, y acompañado del Presidente, no es odio, es memoria.

No desconocer a los vigilantes y trabajadores del Banco de la Nación sacrificados por el incendio del local central para tratar de
culpar a la marcha de los 4 suyos, no es odio, es memoria.

Y tampoco es odio sino memoria recordar el golpe del 5 de Abril, la degradación de las instituciones, el sometimiento vergonzoso
del Congreso, Poder Judicial, Ministerio Público; la compra y prostitución de los medios, el uso hamponesco de la prensa chicha; la
manipulación y deterioro de las Fuerzas Armadas y Cancillería; la ocupación de las universidades; los miles de despidos y la
persecución a los gremios, con la dación de leyes y normas que retrotrajeron los derechos sociales a principios del siglo XX; la
privatización de la educación, salud, pensiones, y un largo etcétera de hechos, acciones y normas impuestas de manera autoritarias
y con la pasividad de una población manipulada, o comprada con favores.
Por Diario UNO el junio 5, 2016

No sé qué lo provoca, posiblemente estos dos anti-líderes que hoy se enfrentan en las urnas para intentar gobernar al ingobernable,
e indómito Perú. Lo cierto es que en ese período que yo llamo de “duermevela” (no sé por qué), que es el que abarca nuestro
tránsito del sueño a la vigilia, me suelen entretener o abrumar con ideas que luego desaparecen.

En esta mañana de viernes, previo al domingo de dientes apretados que nos espera, apareció en mi horizonte mental una vieja
oración católica. “Yo, pecador”, cuyo nombre, si es que me lo enseñaron bien los curas con los que pasé el peor año escolar de mi
vida, es “Credo”. Luego comenzó a ponerse en marcha el maridaje sueño-vigilia, con una alteración al texto de la oración que decía
así, “Yo, depredador me confieso ante Dios Padre, etc.”

Pensé que quizá mi aversión a la idea del pecado difundida por los católicos, que en un niño es corrosiva, antipedagógica e inútil,
estaba haciendo de las suyas. Pero, ya más (o menos, no sé) lúcido me di cuenta que nuestro gran pecado, el pecadazo original, es
haber nacido para devorar, destruir, aniquilar, pulverizar, sin mayores miramientos, esa obra prodigiosa que, haya tenido o no un
creador, es una suma de maravillas y espantos (según el nicho social, económico y educativo en el que uno haya nacido).

Yo, depredador privilegiado, tuve amor, comida, respeto y muchos abrazos, muchísimos abrazos, abrazos de aquellos que no se
olvidan, de aquellos que se convierten en bellos tatuajes del alma, por lo cual la creación que me deslumbraba y que llegaba a su
paroxismo cuando, sin otros seres humanos a mi alrededor, galopaba cada atardecer en el lomo de la Paica, aquella yegua cuyo
sudor perfumado aún me hace llorar cuando llega a mí a través de otro caballo.

Eso hizo que para el niño y el adolescente que fui y que sigo siendo más allá de mi voluntad y de la mentirosa imagen que me
devuelve el espejo, el respeto por la vida, por todas las formas de vida, todas maravillosas, inusitadas, mágicas, dramáticamente
emocionantes en lo más profundo de mi conciencia o de mi inconsciente, fuera total. Total.

Esa totalidad que es parte esencial de mi relación con el mundo se ve confundida, atacada, agredida, indignada cuando cada
mañana, al repasar la prensa, compruebo las heridas, muchas de ellas irrestañables, que recibe el planeta y cuyo actor y guionista
principal, es el ser humano. Es de ESPANTO. No hay otra palabra.

Y para colmo con algunos depredadores en uso del poder que afirman, sin vergüenza, que nada de lo que ocurre, ni de lo que
ocurrirá con la naturaleza, es responsabilidad del ser humano. ¡Qué va! Si nosotros, verdaderas bestias irracionalmente
depredadoras, pasamos por esta vida en punta de pie para no perturbar el sueño de algunos pájaros o la vigilia de las lechuzas.

Estas bestias con tal de defender sus cuentas bancarias no sólo venden a su madre, sino que destruyen el hogar común. Son tan
pero tan miserablemente cobardes que ahora destruyen vida humana a través de robots que es lo único que han podido crear con
menos conciencia que ellos mismos.

Si señores. YO DEPREDADOR, pido perdón a la vida por haber olvidado que ella, que ese milagro múltiple y tenaz llamado VIDA,
es, en realidad, el único bien real que poseemos. Por eso creo que nuestro compromiso es luchar para que ella perdure más allá de
los antivalores que siembra esta sucursal del infierno en la que hemos transformado al planeta Tierra. Amén.

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