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 Aragón

TERUEL

El Ayuntamiento, condenado por no


impedir el ruido excesivo de un bar
Debe indemnizar con 24.000 euros a ocho personas que durante año y medio
soportaron emisiones sonoras por encima de lo permitido.
ACTUALIZADA 15/5/2019 A LAS 10:50
 LUIS RAJADEL

El Ayuntamiento indemnizará por no atajar los ruidos generados por un bar de la plaza
de los Amantes.HA.
El Ayuntamiento de Teruel deberá indemnizar con 3.000 euros a cada
uno de los ocho vecinos de un inmueble de la plaza de los Amantes -
24.000 euros en total- que le denunciaron por no impedir las emisiones
de ruido por encima de lo permitido de un bar del mismo edificio. La
compensación económica figura en la reciente sentencia delTribunal Superior
de Justicia de Aragón (TSJA) que anula un fallo del Juzgado de lo
Contencioso de Teruel que consideraba que el Consistorio había actuado
correctamente.
Los denunciantes soportaron durante año y medio el ruido excesivo
procedente del establecimiento y, aunque la Policía Local acudió a las
viviendas y constató la existencia de las molestias, el Ayuntamiento no actuó de
"la forma eficaz que debiera para evitar el perjuicio" sufrido por los vecinos,
según recoge la sentencia. El Tribunal considera que la pasividad municipal
comportó "una vulneración de los derechos fundamentales" de los
residentes en la finca, que sufrieron "una exposición al ruido inadmisible y
con evidente molestia y perjuicio para el descanso".
La sentencia, que puede ser recurrida, recoge el rosario de quejas vecinales
ante la Policía Local por los ruidos y otros inconvenientes derivados del
establecimiento hostelero. La lista de 17 denuncias arranca el 22 de diciembre
de 2014 y no cesa hasta agosto de 2016. En muchos casos, la Policía Local
levanta actas donde se constata el ruido excesivo procedente del
establecimiento.
La relación de actuaciones de los vecinos y del Ayuntamiento incluye
inspecciones de técnicos en control de ruidos en las que se evidencia que el
local hostelero no dispone del aislamiento sonoro o del limitador de sonido
precisos. En alguna inspección se detecta incumplimiento del horario
de cierre. En la visita técnica cursada el 17 de mayo de 2016 se "verifica" que
el micrófono del limitador de sonido "está dentro de una bolsa de plástico y
dentro de una caja y esta a su vez dentro de otra", con lo que su operatividad
queda muy limitada.
El fiscal del TSJA consideró que el Ayuntamiento no fue "eficaz" para cortar
"una vulneración de los derechos fundamentales" de los denunciantes, un
criterio que también sigue la sentencia. Señala el Tribunal que, aunque el ruido
procedente del bar era "evidente y molesto", la Policía Local no procedió a la
medición del nivel sonoro en las viviendas. También resalta la "ineficacia"
del limitador de volumen, encerrado en una doble caja, y la "falta de
aislamiento" del local.
Concluye el fallo por imponer al Consistorio la indemnización a los ocho
denunciantes que han acreditado la residencia en la finca del bar, aunque no se
pronuncia sobre la clausura del local que pedían los recurrentes porque la
actividad "ha cambiado" al pasar de bar a bar restaurante.

Una de las recurrentes explicó que aunque su piso está cinco plantas por
encima del que ocupa el bar, le era "imposible" dormir desde que
empezaba la música, a las 22.00, hasta bien entrada la madrugada. La
misma vecina explicó que con la cabeza sobre la almohada escuchaba el ruido y
notaba las vibraciones que llegaban a su casa a través de la estructura del
inmueble.
Calificó la situación de su casa de "desesperante" y señala que tuvo
que tomar "pastillas" para poder conciliar el sueño. Otros residentes de
la misma finca que tenían una alternativa de residencia dejaron sus casas. La
denunciante reconoció que la Policía Local "hizo su trabajo" al atender las
quejas vecinales. Señaló que el Consistorio, que "sabía perfectamente lo que
ocurría en el edificio", no actuó en correspondencia. "El Ayuntamiento se nos
rió. Fue una tomadura de pelo", concluyó la afectada.

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