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El plan de crear organismos que puedan acoplarse a unos requerimientos ya definidos es una de las
ciencias más antiguas. Por ejemplo, la cría de manera selectiva de plantas y animales es un
procedimiento que lleva muchos años practicándose.
Cabe resaltar que las plantas suelen ser más sencillas de transgenizar en comparación con los
animales. Cuando un organismo resulta más complejo, tendrá muchos controles al momento de la
expresión de un gen, por lo que será más complicado que manifieste la proteína de un gen
constituido.
Microorganismos.- como las bacterias también pueden ser transgénicos, en este caso sus genes han
sido cambiados a fin de que estos puedan servir para producir algún producto de carácter industrial,
como por ejemplo: una vacuna.
RELIGION
La Iglesia y la transgénesis
A favor de las investigaciones científicas que estén orientadas, única y exclusivamente, al verdadero
bien del ser humano así como a la prevención y tratamiento de enfermedades.
En ella, el Papa Benedicto XVI explica que “podría ser útil tener en cuenta las nuevas fronteras que
se han abierto en el empleo correcto de las técnicas de producción agrícola tradicional, así como las
más innovadoras, en el caso de que estas hayan sido reconocidas, tras una adecuada verificación,
convenientes, respetuosas del ambiente y atentas a las poblaciones más desfavorecidas”
La Iglesia da importancia a la existencia de los alimentos transgénicos para combatir el hambre en el
mundo ya que busca es el progreso y el bienestar real de la humanidad.
Finalmente la iglesia resalta regular la producción de transgénicos para asegurar que esta actividad
no presente riesgo para la salud humana, ni para el medio ambiente.
Las ventajas que para el bienestar humano traerá la ingeniería genética relacionadas a los transgenes
son enormes: en la salud, fármacos, etc.; en la producción agrícola y animal, en el control biológico
y ya no químico de plagas; en la economía, al promover la creación de nuevos empleos; en la ciencia,
donde todo un universo de conocimientos y de acciones tecnológicas provienen de los conocimientos
básicos, pero también refuerzan el desarrollo del conocimiento científico.
No seamos, sin embargo, inocentemente optimistas. Nuevos problemas morales surgen y surgirán:
por ejemplo, el control, no ya de defectos genéticos, sino la selección de los hijos en función de rasgos
físicos o del sexo, como si se tratara de seguir una moda.
Habrá también problemas morales y científicos si el hombre sigue creyendo que puede tomar en sus
manos a la selección natural y suponer que, algún día, podrá controlarla, convirtiendo a todo el
proceso evolutivo en un fenómeno de selección artificial, semejante al que los humanos practicaron
desde hace milenios con las especies cultivadas y domesticadas. Estos problemas morales, aunque
nuevos en su materia, no serán, sin embargo, nuevos en cuanto al que hacer moral del ético -y de todo
individuo que actué moralmente-, constituirán simplemente el reestructurado campo de acción de la
continuamente renovada reflexión ética.
POLITICA
El artículo 255 de la CPE prohíbe la producción, importación y comercialización de organismos
genéticamente modificados, Bolivia cosecha soya transgénica desde 2008 e importa al menos 11 tipos
de alimentos elaborados en base a productos transgénicos.
El etiquetado de productos que contienen Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en los
mercados y supermercados es mínimo, pese a que la norma entró en vigencia desde el 1 de diciembre.
En tanto, la población que tiene el derecho de elegir si consume o no este tipo de productos desconoce
la norma.
El Decreto Supremo 2452, promulgado el 15 de julio de 2015, establece que el distintivo debe
aparecer en forma de leyenda o de símbolo. En el primer caso debe indicar: “Este producto contiene
material genéticamente modificado”, y, en el segundo caso, debe presentar un triángulo de con la
sigla OGM.
También señala que el Servicio Nacional de Seguridad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria
(Senasag) es la entidad encargada de controlar el etiquetado.
En base a estudios de la plataforma Bolivia Libre de Trangenicos, dio a conocer que existen más de
90 productos transgénicos o derivados que se encuentran a disposición del público y no incorporan
la etiqueta. La mayoría de éstos son importados de Brasil y Argentina.
Explicó que, por ejemplo, los productos distribuidos por el Estado en el subsidio prenatal, como la
leche y huevo, también deberían incorporar la etiqueta, puesto que son derivados de soya, y el 99 por
ciento de la soya boliviana es transgénica.
Por su parte la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), indicó que la etiqueta
que identifica a productos transgénicos no debe representar un efecto negativo en la población, puesto
que el uso de los OGM permite reducir la aplicación de plaguicidas para el control de plagas y
enfermedades, los cuales son más dañinos para la salud humana.
“Principalmente Estados Unidos y los países del Mercosur. Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay
son los orígenes, y si vienen productos derivados de estas materias primas (soya, maíz y canola), casi
con toda seguridad hablamos de productos o alimentos transgénicos”, explica.
LATINOAMERICA Y EL MUNDO:
Latinoamérica es la zona de mayor biodiversidad agrícola del planeta, y es la segunda región del
mundo en superficie de áreas cultivadas con organismos transgénicos.
La introducción de organismos transgénicos afecta a nuestros sistemas domésticos de producción y
por ende a la seguridad alimentaria de nuestros pueblos. Especialmente afectados son aquellos
métodos tradicionales de producción, basados en el conocimiento milenario de los ecosistemas que
han garantizado la conservación de la biodiversidad y el incremento de ésta.
En este sentido, la introducción de organismos transgénicos viola los derechos colectivos establecidos
en la Convención de Diversidad Biológica y en otros acuerdos multilaterales como el Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo y el Convenio de las Naciones Unidas sobre Derechos
Humanos. Por otra parte, se debe tomar en cuenta que impone un nuevo modelo de dependencia y
subordinación de las economías campesinas y tradicionales del tercer mundo al desarrollo de las
agroindustrias de las grandes transnacionales.
La ciencia no es capaz de predecir los riesgos y los impactos que puede producir sobre la
biodiversidad, la salud humana y animal, el medio ambiente,
La liberación de semillas transgénicas constituye una amenaza extremadamente grave, especialmente
para aquellos países de nuestra región que son centros de origen y diversificación de cultivos y
parientes silvestres, donde pueden provocar una peligrosa e irreversible contaminación genética.
¿Un Monopolio?-¿Antinaturales?
“reducirán el hambre en el mundo a través del incremento de la producción y la productividad de los
cultivos”Pero más aún, en culturas ancestrales que todavía están vigentes en diferentes partes del
mundo, las semillas son consideradas entes sagrados, dignos de rituales y ofrendas; son también
consideradas como parte integrante de la familia campesina, aquella que regenera la vida para la
continuidad de la misma.
En diferentes partes del mundo se viene demostrando que la manipulación genética de plantas
alimenticias representa un serio riesgo para la salud humana, pues los efectos de estos alimentos
generalmente no se detectan en el corto plazo, sino en el mediano y largo plazo.
Sin embargo, al mismo tiempo se oponen a que dichos productos sean etiquetados como provenientes
de plantas transgénicas, limitando la libre elección a que tienen derecho los consumidores de elegir
libremente los alimentos que deseen consumir.
En el ecosistema
Esta preocupación es mayor en países mega diversos, centros de origen de gran parte de la
biodiversidad agrícola como lo es Bolivia, existe el riesgo de contaminación con genes modificados
genéticamente hacia los parientes silvestres o variedades locales. Con animales transgénicos podría
alterar o romper el equilibrio de la cadena trófica del ecosistema.
Creación de nuevos y más potentes patógenos.
Existen evidencias científicas que muestran que los genes introducidos en microorganismos y virus,
a través de la transgénesis, pueden mutar, recombinarse, saltar de un organismo a otro y crear nuevos
patógenos muchos más agresivos y con mayor espectro de acción. Para el caso de plagas la situación
es similar. Por ejemplo, un maíz transgénico con el gen que codifica la toxina de la bacteria Basillus
thuringensis (Bt), con el fin de controlar insectos plaga, como reacción a la presión constante
rápidamente adquirirán resistencia a la toxina, pero a mayor escala puesto que se está convirtiendo a
la planta en un “insecticida permanente durante todo el ciclo del cultivo”.
DATOS
Crece superficie de producción mundial. El informe 2017 de la International Association of
Student Surgical Societies (Iasss) destaca que la superficie mundial cultivada con transgénicos
alcanzó en 2016 la extensión total de 185,1 millones de hectáreas, superior a las 179,7 millones en
2015 y las 181,5 millones en 2014.
La soya es el principal cultivo en el mundo. La mitad de la superficie cultivada en 2019
correspondió a soya, seguida por maíz (32,7%), algodón (12,0%) y canola (4,6%). La papaya, la papa,
la manzana, la alfalfa y la remolacha azucarera representan menos del 1 por ciento.
SOCIEDAD:
Los cultivos transgénicos en el mercado están pensados para favorecer la agricultura industrial, están
orientados a la exportación y su uso principal es la alimentación del ganado o la producción de
agrocombustibles. No contribuyen para nada en aportar a las poblaciones pobres alimentos
suficientes, diversos y culturalmente adaptados.
¿Realmente informados?
En un sondeo realizado en la página web de Los Tiempos, el 73 por ciento de 352 personas indica
que no compraría un producto alimenticio si supiera que éste es transgénico; el 21 por ciento responde
que sí lo consumiría y un 6 por ciento no sabe qué haría.
ECONOMIA:
Siendo Bolivia es uno de los países con mayor diversidad de recursos genéticos de la agro-
biodiversidad en el mundo.
Bolivia tiene 84 de los 103 ecosistemas que existen en el mundo, por lo que hacen a nuestro país un
potencial agrícola, que es el tercer pilar en la economía nacional, en ese sentido conservar nuestras
especies es vital para la alimentación de las y los bolivianos, y a futuro exportar nuestros productos
y he allí el problema con los alimentos transgénicos, debido las características de la mejora
genéticamente de los productos para una mayor producción, es por eso la preferencia de los
empresarios en especial de oriente en optar por ese recurso.
A pesar de eso los agricultores bolivianos utilizan de forma mayoritaria los métodos de cultivo
tradicionales.
Producto Marca Producto Marca Jugos Watt’s Gaseosa Coca-Cola Toffe Ambrosoli Caramelos Adam’s
Mantequilla Lonco Leche Aceite de maíz Jugo líquido Zuko Néctar light Parmalat Toffe Arcor Chocolates Ambrosoli
Arco
Néctar Soprole Néctar light Lonco L. Calugas Dos en Uno Bon o Bon Arcor
Mantequilla Soprole Aceite vegetal
Bonanza Néctar Parmalat Gaseosa Pepsi Chocolate M & M Astoria Astoria
Pellets Purina
Cereales para el desayuno Conservas
Pellets Puppy
Choco crispi Kellogg’s Cereal Mix Arcor Cholgas Angelmo Cholgas al aceite
Pellets Pedigree Angelmo
Froots Loops Kellogg’s
Pelletscat Purina Atún en agua Aruba Lomitos en aceite
Choko Crispi Kellogg’s Aruba
Pellets KiteKat
Zucosos Nestlé Filetes Aceite Vancamps
Descremada Lonco Leche cultivada Sémola Lucchetti Harina Carozzi Mermeladas Watt’s
Lonco
Sémola nutrina Carozzi Harina Luchetti Papas fritas, manÍEs
Condensada Parmalat Yogur cereal Nestlé
Carne de soya Gourmet Polvo para Palitos queso Cheetos
Zucosos Nestlé hornear Royal
Papas fritas Pringles
Salsas
Leche decremada Nestlé
Maní salado Líder Sopas en polvo
Mostaza Hellmann’s Mayonesa
Entera Nestlé
Hellmann’s Sopas Maggi
Chococrispies Nestlé
Salsa tomate Luchetti Mayonesa Maggi Cremas Maggi