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Tus votos matrimoniales?

“En las buenas, y en las malas…”

“En enfermedad y salud…”

“En riqueza, o pobreza…”

Estas promesas presuponen tiempos difíciles. Entramos a nuestro matrimonio con nuestros
ojos abiertos, por lo que realmente no hay excusa para no poner todo sobre el tapete, cuando
las cosas – alguna vez – se ponen feas.

Dificultades en el matrimonio:

1. Inmadurez. Las grandes relaciones se supone que maduran con el tiempo. Si todavía se
relacionan entre sí de la misma manera que cuando recién se casaron, entonces es hora de
que el matrimonio crezca. Participa en grupos de parejas en tu comunidad de fe. Ámense en
voz alta. Invierte en el matrimonio como si tu vida dependiera de ello – pues así es.

2. El sexo no es “solo sexo”, es un tipo de intimidad entre esposo y esposa realmente


importante. Se ha de tratar como algo valioso, un don precioso que vale la pena guardar, en
el que se ha de trabajar, en el que vale la pena mejorar, hacerlo prioritario, invertir en
ello, rezar por ello. No hay que menospreciarlo como un añadido menor.

3. Infidelidad. Los matrimonios se encuentran con esta dificultad a menudo. Puede que no
durmamos con otras mujeres, pero todos somos culpables de ser infieles cuando se trata de
tiempo, atención, prioridades, la manera en que usamos nuestros recursos, y mucho más.
Una manera de luchar con esto, es comprometerte con tu esposa. Deja en claro dónde están
tus prioridades una y otra vez. Cortéjala de nuevo. Deja en claro dónde están
prioritariamente dirigidos tu tiempo y atención.
4. Enfermedad. Nos olvidamos de lo mucho que dependemos el uno del otro, hasta que
alguien decae físicamente. Si eres tú el que sigue de pie, haz todo lo que está en tu poder
para ser un siervo de tu esposa. Claro, es difícil hacer todo, pero tú intento con un espíritu
dispuesto, hará la diferencia.
5. Depresión. Todo el mundo para por tiempos tristes en su vida. Aquí, de nuevo, se trata de
tener el corazón de siervo, de recorrer la milla extra, de poner las necesidades de tu esposa
en lugar de las tuyas propias. Busca a Dios como tú fuente de felicidad, se un conducto de
alegría para tu esposa, y busca atención médica.

6. Lucha Financiera. El estrés asociado con los problemas económicos, puede ser agobiante.
Pero al final, es solo dinero, y el dinero no tiene poder sobre tu compromiso con tu relación.
 Compromete a un plan.
 Vive sencillamente.
 Nunca permitas los secretos financieros con tu esposa.
7. Desafíos Con Los Hijos. Incluso los hijos mejor comportados en el mundo, representan
desafíos, y la víctima número uno es siempre la relación entre mamá y papá. Así que recuerda
esto: “El matrimonio es primero.” No lo niños, el matrimonio. Alimenta tu relación con tu
esposa, y estarás mejor equipado para lidiar con cualquier cosa que tenga que ver con tus
hijos.

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