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INTRODUCCIÓN

El campo profesional de la auditoría en el Perú, se ha visto afectado en los últimos años


por una serie de normas y disposiciones, unas de carácter legal y otras de carácter técnico,
que han obstaculizado su normal desarrollo a nivel nacional.
Actualmente, la auditoría financiera en el Perú, está recuperando su posición anterior como
resultado al pronunciamiento de interpretación legal a las disposiciones de control
gubernamental que limitaban sus actividades. La auditoría financiera tiene bien definido su
campo profesional: las sociedades de auditoría y los auditores independientes ofrecen sus
servicios profesionales a las empresas, bancos, entidades financieras y otras instituciones
públicas y privadas, emitiendo los Dictámenes de Auditoría, como culminación de su trabajo
especializado.
La auditoría tributaria en el Perú aún no alcanza un verdadero despegue profesional, porque
los colegios profesionales y las entidades gubernamentales encargadas de la recaudación
de impuestos y del control de contribuyentes, mantienen diversas posiciones. Se espera en
un futuro cercano, que se logre una verdadera unificación de criterios y decisiones, que
conduzcan a un solo fin: servir a los intereses prioritarios del Perú relacionados con una
óptima recaudación tributaria y una mayor ampliación del número de contribuyentes
cumplidores de sus obligaciones con el Estado.
Un nuevo campo de desarrollo profesional que alcanzará, sin duda alguna, un excelente
nivel de aceptación en el Perú, es la auditoría ambiental, llamada también auditoría
medioambiental o auditoría ecológica. La razón principal es que el Perú, con sus tres
grandes regiones naturales: costa, sierra y selva; ofrece una enorme variedad de problemas
medioambientales, que no son reportados por la auditoría financiera ni por la auditoría
tributaria, ni por otras auditorías especializadas como la de gestión operativa, de control
interno, etc. En Estados Unidos, por ejemplo, la auditoría ambiental comenzó a ser
ampliamente realizada a inicios de la década de 1970, con el advenimiento de crecientes
acciones regulatorias federales en lo ambiental. Allí, la profesión contable identifica su
participación en auditorías tanto con fines de uso interno como externo.
AUDITORIAS AMBIENTALES

AUDITORÍAS PARA USO INTERNO

Desde el inicio, las técnicas de auditoría interna, tales como el uso de metodologías
estandarizadas, el énfasis en el cumplimiento de normas, y la utilización de técnicas de
auditoría tales como los programas y modelos de riego, han sido aplicadas al establecer
programas de auditoría ambiental. Según el Instituto de Auditores Internos, las auditorías
ambientales han sido conducidas para fines internos, para informar a la Dirección que:
- Las operaciones cumplan con las regularizaciones.
- Los pasivos en las transferencias de propiedad se minimicen.
- Los operadores contratados para el tratamiento de desechos sean competentes.
- Las decisiones sobre administración ambiental sean tomadas sobre bases fácticas.
- Los pasivos por cuestiones ambientales sean adecuadamente devengados.

AUDITORÍAS PARA USO EXTERNO

Las auditorías ambientales también son comúnmente utilizadas para comunicaciones a


terceros interesados, tales como instituciones financieras y para los estados financieros en
general.
En este sentido, cabe destacar la aparición de la Norma Internacional de Auditoría N. °1010,
destinada a regular la actuación del auditor extremo de estados financieros en lo
concerniente a las cuestiones de carácter ambiental.
Consideraciones sobre esa normativa serán expuestas en el apartado referido a las
auditorías sobre pasivos ambientales devengados.
En el presente artículo se propone reconocer los objetivos de la auditoría ambiental e
identificar los distintos tipos de auditorías ambientales.

A. DEFINICIONES DE LA AUDITORÍA AMBIENTAL

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos define a la auditoría ambiental


como:
Una revisión sistemática, documentada, periódica y objetiva por una firma u otro ente
regulador de las operaciones y prácticas relacionadas a fin de verificar que cumplan con los
requerimientos aplicables.
Un sistema de gestión ambiental es una estructura organizacional de responsabilidades y
políticas, prácticas, procedimientos, procesos y recursos para proteger el ambiente y
administrar cuestiones ambientales.
La auditoría ambiental es una parte integrante de un sistema de gestión ambiental en el
que la gerencia determina si los sistemas de control ambiental de la organización son
adecuados para asegurar el cumplimiento de requerimientos regulatorios y políticas
internas.
Es dable destacar que la auditoría ambiental es objeto de una gran variedad de definiciones
ampliamente utilizadas. Algunas definiciones son restrictivas e incluyen sólo servicios que
pueden ser caracterizados como "auditorías" en el sentido que la profesión contable le da
término.
Otras definiciones consideran un amplio rango de elementos del sistema de gestión
ambiental, incluyendo servicios que pueden o no ser caracterizados como auditorías. Los
elementos de esas varias definiciones de auditoría ambiental comúnmente utilizadas
incluyen:
- Determinar la identificación y seguimiento de requerimientos regulatorios, y determinar la
distribución de la información.
- Determinar el cumplimiento real (riesgo legal) de las leyes, regulaciones ambientales y las
políticas y procedimientos organizacionales.
- Evaluar la efectividad de los sistemas de gestión ambiental.
- Determinar los riesgos operativos de negocios y financieros de las prácticas ambientales
actuales.
- Identificar y determinar los problemas históricos.
- Calcular el pasivo potencial y los riesgos en las transferencias de activos.
En síntesis, la auditoría ambiental es el proceso de autoevaluación en el que una
organización aprende si cumple con los objetivos ambientales legales e internos. Las
auditorías ambientales pueden inicialmente ser utilizadas para determinar el estado de
cumplimiento ambiental de una organización.
Pueden luego ser utilizadas como una herramienta de monitoreo del cumplimiento
ambiental en el tiempo, y para determinar la efectividad en el largo plazo del sistema de
gestión ambiental en su conjunto. La auditoría ambiental no es siempre un proceso de
autoevaluación. En el caso de auditorías transaccionales, la función es generalmente
cumplida por un tercero. Aunque el proceso haya evolucionado en términos de sofisticación,
objetividad, complejidad y alcance, no hay aún un procedimiento uniforme para conducir
una auditoría ambiental. Los programas de auditoría son hechos a medida para satisfacer
las particulares necesidades de la organización auditada. Por ello, auditoría ambiental
puede tener diferentes significados para personas, organizaciones o sectores diferentes.

B. OBJETIVO DE LA AUDITORÍA AMBIENTAL

La auditoría ambiental determina el cumplimiento pasado y la posibilidad actual y potencial


de cumplir con objetivos ambientales.
Los objetivos deben ser entendidos por auditores y auditados y pueden incluir:
- Determinar si la organización cumple con los requerimientos regulatorios y leyes, tales
como permisos, emisión de información ambiental, etc.
- Evaluar la efectividad de los sistemas de gestión y control ambiental, para administrar los
riesgos organizacionales.
- Determinar si la organización cumple con sus políticas, prácticas y procedimientos
internos.
- Cumplir con los requerimientos de clientes y obligaciones contractuales.
- Determinar y administrar el riesgo de recibir, comprar o vender inmuebles, o participar en
préstamos garantizados por inmuebles.
- Cumplir con las normas sociales adoptadas por la organización, tales como la Coalición
para las Economías Ambientalmente Responsables.
- Determinar las prácticas de administración de materiales peligrosos de una organización
que opera sobre su tratamiento almacenamiento o disposición.
- Determinar que los pasivos ambientales conocidos estén adecuadamente identificados e
informados.

BENEFICIOS
Algunas de las ventajas de esta herramienta de cuantificación de desempeño son las
siguientes:

 Salvaguardar el medioambiente y los recursos naturales.


 Demostrar el compromiso de la empresa con la preservación del entorno ambiental.
 Verificar el cumplimiento de las leyes ambientales nacionales e internacionales.
 Evaluar los programas de capacitación que potencien las iniciativas de desarrollo.
 Abordar los problemas potenciales que puedan surgir a corto o largo plazo durante el curso
de la acción.
 Identificar posibles ahorros de costos a partir de la minimización de desechos y otras
actividades.
C. TIPOS DE AUDITORÍAS AMBIENTALES

Las auditorías ambientales varían de una organización a otra dependiendo de sus objetivos
y de los tipos de riesgos ambientales abordados.
Siguiendo al Instituto de Auditores Internos, las auditorías ambientales pueden ser
agrupadas en siete tipos, en función a sus objetivos:
1. Auditorías de cumplimiento.
2. Auditorías de sistemas de gestión ambiental.
3. Auditorías transaccionales.
4. Auditorías de plantas de tratamiento almacenamiento y disposición.
5. Auditorías de prevención de la polución.
6. Auditorías sobre los pasivos ambientales devengados.
7. Auditorías de productos.
A continuación, se presenta una breve descripción de cada una de ellas.

1. AUDITORÍAS DE CUMPLIMIENTO

Como consecuencia de las potenciales sanciones tanto civiles como penales por la
violación de las regulaciones ambientales, las auditorías de cumplimiento se convirtieron
en las auditorías ambientales más comunes para las industrias. Una organización sujeta al
cumplimiento de requerimientos ambientales debe considerar la implementación de un
programa de auditoría de cumplimiento, reconociendo que la extensión del programa
dependerá del grado de riesgo asociado a su no cumplimiento.
Los procedimientos de la auditoría de cumplimiento incluyen una auditoría detallada y
específica de las operaciones actuales, prácticas del pasado y operaciones planificadas
para el futuro. Generalmente, las auditorías de cumplimiento recaen primeramente sobre
las ubicaciones físicas y las instalaciones por sus riesgos potenciales.
Las auditorías de cumplimiento normalmente están programadas y se refieren a temas de
diversa índole, considerando la contaminación por aire, agua, tierra y desechos. Cubren
aspectos cualitativos y cuantitativos y deben ser repetidas periódicamente (no sólo hecha
por única vez), pudiendo incluir distintos niveles de intensidad.

2. AUDITORÍAS DE LOS SISTEMAS DE GESTIÓN AMBIENTAL

Bajo las leyes actuales en ciertos países muchas organizaciones tuvieron que afrontar
gastos para resolver cuestiones ambientales surgidas de prácticas que eran legales en el
momento en que fueron realizadas. A causa de esta situación, muchas organizaciones
ahora se focalizan en anticiparse a las futuras tendencias de las leyes, y reconocerlas en
sus sistemas de gestión ambiental. Como el proceso de auditoría madura y las
organizaciones se fortalecen en el cumplimiento de las regulaciones, el énfasis de esta
auditoría se centra en los sistemas de gestión ambiental.
Se focaliza en verificar si esos sistemas se ubican y operan adecuadamente para
administrar riesgos ambientales futuros.

3. AUDITORÍAS TRANSACCIONALES

Las auditorías transaccionales son también llamadas auditorías de compra, evaluaciones


de transferencia de propiedad, y auditorías de due diligence. Son el mejor método para
determinar los riesgos ambientales y los pasivos por la tierra o las instalaciones previas a
la transacción. Las auditorías transaccionales cobraron importancia en Estados Unidos
debido a que los actuales propietarios de tierras son responsables por la contaminación
ambiental, aún cuando no la haya causado. A través de estas auditorías, un comprador o
un prestamista puede intentar identificar y cuantificar la probabilidad de un problema, su
extensión, el posible pasivo financiero, y el costo de reparación. Dicha información puede
impactar sobre las transacciones de inmuebles en: el precio de la propiedad,
representaciones y garantías, cuentas de depósitos, limitación en los pasivos,
indemnizaciones, o en la tasa de interés de préstamo.
Las auditorías transaccionales son la herramienta de gestión del riesgo ambiental para
bancos, compradores de tierras, agencias de crédito, organizaciones de bien público,
inversores y cualquier organización que compre tierras para instalar una planta.
Compradores, prestamistas, etc. necesitan entender que el riesgo ambiental asociado con
la propiedad que están comprando, o hipotecando, o aceptando como donación puede
superar fácilmente el valor de mercado del activo debido a los pasivos ambientales.

4. AUDITORÍAS DE PLANTAS DE TRATAMIENTO, ALMACENAMIENTO Y DISPOSICIÓN

Bajo las regulaciones estandarizadas, todos los materiales peligrosos son seguidos "de la
cuna a la tumba" (desde su creación a su destrucción), y todos los titulares de esos
materiales tienen responsabilidad sobre ellos mientras esos titulares existan. La cadena de
titularidad es rastreada a través del uso de manifestaciones, que es un documento
requerido que rastrea el material desde su origen hasta su destrucción. Esto implica que si
una empresa industrial por ejemplo, contrata una compañía de transporte para disponer de
desechos peligrosos en un terreno para llenado, y el titular de ese terreno contamina el
ambiente, las tres organizaciones y sus directores son patrimonialmente responsables por
su limpieza.
Estas auditorías pueden ser realizadas en plantas que la organización posee, alquila o
administra para otros titulares, o en una planta de propiedad de terceros en la que los
desechos de la organización son tratados, almacenados o dispuestos. Algunas
organizaciones conducen estas auditorías en plantas de terceros antes de contratar el
servicio de transporte o de disposición; otras negocian en su contrato el derecho a realizar
esas auditorías en el futuro.

5. AUDITORÍAS DE PREVENCIÓN DE LA POLUCIÓN

El objetivo de la auditoría de prevención de la polución es identificar las oportunidades en


las que el desperdicio debe ser minimizado y la polución puede ser eliminada en la fuente
más que controlada al final de su recorrido. Las instalaciones industriales suelen crear
polución en varias de sus etapas operativas, incluyendo el almacenamiento y la utilización
de las materias primas, el uso de procesos químicos, el mantenimiento, el manejo y
disposición de productos terminados. La jerarquía de prevención de la polución a ser
utilizada en tales tipos de auditoría incluye los siguientes pasos:
- Recupero como un producto utilizable.
- Eliminación en la fuente.
- Reciclado y reutilización.
- Conservación de energía.
- Tratamiento.
- Disposición.
- Liberación.

6. AUDITORÍAS SOBRE LOS PASIVOS AMBIENTALES DEVENGADOS

La profesión contable encaró el desafío de reconocer, cuantificar e informar los pasivos


ambientales por los problemas conocidos. Los parámetros "probable", "medible" y
"estimable", que guían la aplicación de la definición del pasivo son redefinidos ante la
temática ambiental. Las cuestiones de cuando un tema ambiental se convierte en un pasivo
ambiental tampoco es claro. Hasta el momento, varios problemas aún están pendientes de
resolución.
Uno de los aspectos de utilidad de las auditorías sobre los pasivos ambientales devengados
incluyen su reconocimiento en los estados contables multipropósitos de uso externo. Dado
el amplio desarrollo de la Contabilidad Patrimonial o Financiera, existen diversos
pronunciamientos contables referidos al reconocimiento de los pasivos de carácter
ambiental.

7. AUDITORÍAS DE PRODUCTOS

Las auditorías de productos son diseñadas para determinar si la organización se esfuerza


en asegurar, en la medida de lo posible, que sus productos se hagan de manera no agresiva
hacia el medio ambiente, y para confirmar el cumplimiento de restricciones para el producto.
Los procesos de auditoría del producto resultan del desarrollo de productos completamente
reciclables incluyendo heladeras, automóviles, alfombras y papeles para decoración.
Adicionalmente, se produjeron importantes cambios en el uso y la recuperación del material
de embalaje, como la eliminación de algunos químicos, como el carbonofluoclorado,
sulfatos y sustancias creadoras de dióxidos. El personal involucrado en estas auditorías es
sumamente variado; deben participar clientes, especialistas ambientales, la gerencia y el
personal, especialmente de producción, ingeniería e investigación.

NORMAS ISO 14001


El reglamento que establece los estatutos y estándares que una empresa debe cumplir para
la protección del medioambiente se llama Certificación ISO 14001. Mediante este precepto,
las compañías deben cumplir con unos objetivos fijados, los cuales evalúan el impacto de
sus actividades sobre el entorno.
 Para ello, el auditor ambiental debe comprender los principios, procedimientos y técnicas
de auditoría. Asimismo, debe conocer el tema sobre el que se está auditando y cómo este
se aplica a diferentes organizaciones.

 Son evidentes los cambios que ha experimentado el planeta a consecuencia de las


deforestaciones masivas, la contaminación y emisión de gases. En ese sentido, iniciativas
gubernamentales para enfrentar el cambio climático, como las auditorías ambientales, son
siempre bienvenidas. Tu empresa también puede contribuir al cuidado y preservación del
medioambiente, con miras hacia un futuro con mayores posibilidades y crecimiento
sostenible.

 La certificación ISO 14001 tiene el propósito de apoyar la aplicación de un plan de manejo


ambiental en cualquier organización del sector público o privado. Fue creada por la
Organización Internacional para Normalización (International Organization for
Standardization - ISO), una red internacional de institutos de normas nacionales que
trabajan en alianza con los gobiernos, la industria y representantes de los
consumidores. Además de ISO 14001, existen otras normas ISO que se pueden utilizar
como herramientas para proteger el ambiente, sin embargo, para obtener la certificación
de protección al medio ambiente sólo se puede utilizar la norma ISO 14001. El grupo de
normas ISO, que contiene diversas reglas internacionales que han sido uniformizadas y
son voluntarias, se aplica ampliamente en todos los sectores de la industria.
¿Cuáles son los principales requisitos?

La norma ISO 14001 exige a la empresa crear un plan de manejo ambiental que incluya:
objetivos y metas ambientales, políticas y procedimientos para lograr esas metas,
responsabilidades definidas, actividades de capacitación del personal, documentación y un
sistema para controlar cualquier cambio y avance realizado. La norma ISO 14001 describe
el proceso que debe seguir la empresa y le exige respetar las leyes ambientales nacionales.
Sin embargo, no establece metas de desempeño específicas de productividad.
¿Cómo obtener la certificación?

La certificación ISO 14001 la otorgan agencias certificadoras gubernamentales o privadas,


bajo su propia responsabilidad. Los servicios de certificación para el programa ISO 14001
son proveídos por agencias certificadores acreditadas en otros países, ya que todavía no
existen autoridades nacionales de acreditación en Centroamérica. Muchas veces, los
productores le pagan a un consultor para que les ayude en el proceso de preparar y poner
en práctica el plan de protección ambiental y después, el productor paga el costo de la
certificación a la agencia certificadora. ISO 14001 certifica la finca o la planta de producción,
no el producto.

¿Cuáles son las principales ventajas y limitaciones?

La certificación ISO 14001 es bien conocida en el sector industrial. Con esta certificación
se trata de mejorar la manera en que una empresa reduce su impacto en el medio ambiente,
lo que puede crear beneficios internos al mejorar el uso de los recursos (por ejemplo,
reduciendo el uso de materia prima y energía, o mejorando el manejo de desechos). La
principal limitación con ISO 14001 es que no hay requisitos específicos. Esto quiere decir
que una empresa con metas muy ambiciosas y una con metas más modestas, pueden ser
certificadas por igual. En algunos casos, una certificación ISO 14001 sólo significa que la
empresa ha desarrollado un plan de protección ambiental y que está cumpliendo con las
leyes nacionales referentes al medio ambiente, mientras que para otras, implica mucho
más. En consecuencia, el efecto depende en gran medida del compromiso que asuma cada
empresa de manera individual. Los productos de una finca con certificación ISO 14001, no
pueden llevar la marca ISO 14001 en la etiqueta y no reciben ningún sobreprecio en
particular. Dado que cada vez más empresas están obteniendo la certificación ISO, es
posible que esta norma no sea un factor determinante para obtener una mayor ventaja en
el mercado, pero como se mencionó anteriormente le puede traer beneficios internos a la
empresa.

PASOS PARA LLEVAR A CABO UNA AUDITORÍA AMBIENTAL

Como explican en cualquier curso de auditoría ambiental, las etapas para realizar esta
intervención varían en función del alcance que se haya previsto para este tipo de
intervención y de la categoría de la misma.

PLANIFICACIÓN DE LA AUDITORÍA

El punto de partida de una auditoría ambiental es la elección del responsable de la auditoría.


Una vez designado el equipo auditor, se le proporciona la información necesaria para
la planificación de la agenda y para fijar la metodología que se aplicará para llevar a cabo
la auditoría ambiental.

GESTIONES PREVIAS A LA AUDITORÍA AMBIENTAL

El auditor debe revisar distintos documentos antes de realizar la auditoría para tener una
idea formada sobre la actividad de la organización, las características del Sistema de
Gestión Ambiental adoptado y los requisitos legales que debe cumplir. En algunos casos,
también pueden realizar una visita previa a la empresa para verlo de primera mano, pero
normalmente solo se revisan los documentos.
Éstos son:
❖ Misión de la compañía.

❖ Política ambiental de la empresa.

❖ Mapa de situación.

❖ Permisos legales con los que cuenta.

❖ Procedimientos que se llevan a cabo.

❖ Manual del Sistema de Gestión Ambiental adoptado.

NOTIFICACIÓN DE LA REALIZACIÓN DE LA AUDITORÍA AMBIENTAL

Normalmente se notifica con antelación la ejecución de la auditoría para dejar constancia


de la fecha y hora elegidas y del alcance que tendrá la misma.

SESIÓN DE APERTURA DE LA AUDITORÍA

Se establecen las reglas de auditoría y la metodología que se va a aplicar. En este paso


pueden celebrarse reuniones si fueran necesarias para recibir y obtener información entre
el equipo auditor y las personas implicadas en la intervención.

DESARROLLO DE LA INTERVENCIÓN

En este paso se realiza el trabajo más profundo de la auditoría. Se trata de evaluar el


Sistema de Gestión Ambientalque tiene implementado la empresa según la norma ISO
14001, además de las condiciones en las que la compañía lleva a cabo sus actividades en
materia de impacto medio ambiental.

CIERRE DE LA AUDITORÍA

Se produce la comunicación de los resultados obtenidos en el transcurso de la auditoría


ambiental a los responsables generales de la compañía y a los departamentos cuyos
procedimientos han sido auditados. En caso de que hayan sido detectadas áreas
pendientes de mejora se presentan las medidas correctoras que conviene adoptar.

ELABORACIÓN DE UN INFORME DE LA AUDITORÍA AMBIENTAL

Los resultados obtenidos se plasman en un documento de una forma detallada. Se explican


absolutamente todas las observaciones y datos de relevancia que se han recogido durante
la realización de la auditoría para que quede constancia del resultado de la misma.

¿QUÉ ES EL REGISTRO Y CERTIFICACIÓN EMAS?

EMAS (Eco Management and Audit Scheme) es una normativa de carácter voluntario a
nivel de la Unión Europea que pone el foco en facilitar a la gestión en materia ambiental a
las empresas con un Sistema de Gestión Ambiental implantado. Esta normativa contiene
todos los aspectos incluidos en la norma ISO 14001, pero también otros propios que buscan
mejorar el comportamiento ambiental de las compañías.
Uno de factores más relevantes dentro de la EMAS es la denominada ‘Declaración
Ambiental’. Esto es un documento de carácter público que las empresas reconocidas con
el EMAS deben elaborar de forma periódica. En él debe recogerse el funcionamiento del
Sistema de Gestión Ambiental implementado en la compañía de una forma transparente.
Los datos ofrecidos en esta declaración son verificados por organizaciones independientes
que garantizan su fiabilidad.
Existe un Registro en el que figuran las empresas que se guían por la normativa EMAS, de
modo que se benefician de la buena reputación que genera el interés y la preocupación por
el medio ambiente. La concienciación de la sociedad con este tipo de temas hace que se
busquen empresas con estos perfiles, incrementando así las posibilidades de aumentar su
volumen de negocio con respecto a la competencia.

PRINCIPALES DIFERENCIAS DE LA NORMA ISO 14001 Y EMAS

Ámbito de aplicación: los estándares recogidos en la norma ISO 14001 son aplicables a
nivel mundial. El reglamento EMAS tiene su ámbito acotado a los países pertenecientes a
la Unión Europea.
 Aplicación de los reglamentos: la norma ISO tiene en cuenta a la totalidad de
sectores y departamentos que conforman una organización, mientras que el
reglamento EMAS pone su foco en el centro de operaciones de la compañía.

 Requisitos exigidos: el estándar 14001 no contempla ningún requisito específico de


declaración ambiental. El reglamento europeo sí que requiere la declaración
ambiental para que pueda ser consultada por las personas interesadas. Ésta debe
estar siempre verificada por algún organismo externo que pueda certificar la validez
de los datos.

 Auditoría ambiental: para obtener el certificado ISO 14001 se debe determinar la


periodicidad de las distintas auditorías ambientales, dejando a libre elección de la
empresa la fijación de las fechas. La realización de la auditoría ambiental dentro del
reglamento EMAS se fija cada tres años.

 Ámbito de actuación: la norma ISO 14001 es certificable en cualquier tipo de


empresa, independientemente del sector al que pertenezca. El reglamento EMAS,
de momento, no es aplicable a todos los tipos de compañías, solo al sector industrial,
sector servicios o gobiernos locales. Esto con el paso del tiempo se va ampliando
debido al éxito cosechado.

 Revisión ambiental: el reglamento EMAS contempla la revisión ambiental como un


requisito imprescindible para su implantación, pero la norma ISO 14001 solo la
recomienda para poner en marcha el Sistema de Gestión Ambiental.

LA GESTIÓN AMBIENTAL EN EL PERÚ: SUS AUTORIDADES COMPETENTES

En el ámbito estatal el Minam, el OEFA, el Tribunal de Fiscalización Ambiental y las


autoridades ambientales sectoriales, cumplen diversos roles orientados a garantizar el
cumplimiento de las normas ambientales. Conozcamos un poco más sobre cada una de
estas entidades.
Durante años, el Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conam) fue la autoridad ambiental
nacional y el ente rector del Sistema Nacional de Gestión Ambiental. Pero con la aprobación
del Decreto Legislativo 1013 en el año 2008 se creó el Ministerio del Ambiente (Minam),
que ha incorporado al Conam dentro de su estructura. Por ello, el Minam es actualmente el
organismo rector del sector ambiental.

Con la creación del Minam también se crea el Organismo de Evaluación y Fiscalización


Ambiental (OEFA), un organismo público técnico especializado adscrito al Minam. El OEFA
es el ente rector del Sistema de Evaluación y Fiscalización Ambiental, y por lo tanto es el
encargado de la evaluación, supervisión, control, fiscalización y sanción en materia
ambiental, así como de la aplicación de los incentivos y todas las acciones orientadas a
garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental y de los instrumentos de gestión
ambiental por parte de las personas naturales o jurídicas en el territorio nacional.
El OEFA ejecuta directamente las acciones de fiscalización y sanción respecto de
actividades bajo su competencia. También supervisa el desempeño de las entidades de
fiscalización ambiental nacional, regional o local, a través de acciones de seguimiento y
verificación.
Las competencias del OEFA fueron fortalecidas mediante la Ley 29325, norma que crea el
Sistema de Evaluación y Fiscalización Ambiental. La finalidad de este sistema es asegurar
el cumplimiento de la legislación ambiental por parte de todas las personas naturales o
jurídicas, así como supervisar y garantizar que las funciones de evaluación, supervisión,
fiscalización, control y potestad sancionadora en materia ambiental, a cargo de las diversas
entidades del Estado, se realicen de forma independiente, imparcial, ágil y eficiente.
La Ley del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental asigna cinco
funciones generales al OEFA:
a. Función evaluadora: comprende las acciones de vigilancia, monitoreo y otras similares
que realiza el OEFA, según sus competencias, para asegurar el cumplimiento de las
normas ambientales.
b. Función supervisora directa: comprende la facultad de realizar acciones de
seguimiento y verificación con el propósito de asegurar el cumplimiento de las normas,
obligaciones e incentivos establecidos en la regulación ambiental por parte de los
administrados.
c. Función supervisora de entidades públicas: comprende la facultad de realizar
acciones de seguimiento y verificación del desempeño de las entidades de fiscalización
ambiental nacional, regional o local.
d. Función fiscalizadora y sancionadora: comprende la facultad de investigar la comisión
de posibles infracciones administrativas sancionables y de imponer sanciones por el
incumplimiento de obligaciones derivadas de los instrumentos de gestión ambiental, así
como de las normas ambientales y de los mandatos o disposiciones emitidos por el OEFA.
e. Función normativa: comprende la facultad de dictar en el ámbito y en materia de sus
respectivas competencias, los reglamentos y normas que regulen los procedimientos a su
cargo y otros de carácter general referidos a intereses, obligaciones o derechos de las
personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, que fiscaliza.
Para poder cumplir con sus funciones de fiscalización, el OEFA cuenta con varias
facultades, entre las cuales figuran la de realizar fiscalizaciones sin previo aviso, hacerse
acompañar por peritos y técnicos en las visitas de fiscalización, así como recabar y obtener
información, datos o antecedentes con relevancia para la función fiscalizadora.
Asimismo, el OEFA podrá proceder a practicar cualquier diligencia de investigación,
examen o prueba que considere necesario para comprobar que las disposiciones legales
se observan correctamente, y especialmente para requerir información al fiscalizado o al
personal de la empresa sobre cualquier asunto relativo a la aplicación de las disposiciones
legales; exigir la presencia del empresario o de sus representantes y encargados en el
centro fiscalizado; examinar la documentación con relevancia en la verificación del
cumplimiento ambiental y tomar o sacar muestras de sustancias y materiales utilizados o
manipulados en el establecimiento; realizar mediciones; obtener fotografías, videos,
grabación de imágenes; y levantar croquis y planos, siempre que se notifique al sujeto
fiscalizado.
El reglamento de organizaciones y funciones del OEFA establece que el Tribunal de
Fiscalización Ambiental es el órgano encargado de ejercer funciones como última instancia
administrativa del OEFA. Las resoluciones del tribunal son de obligatorio cumplimiento y
constituyen precedente vinculante en materia ambiental, siempre que se lo señale en la
misma resolución.
Por otro lado, las autoridades ambientales sectoriales concentran funciones normativas,
técnicas y, algunas de ellas, de fiscalización. Administran y otorgan autorizaciones y otros
derechos relativos al acceso a los recursos naturales renovables y no renovables, así como
al propio desarrollo de algunas actividades que se sustentan en ellos o que pueden afectar
la calidad ambiental.
Entre las funciones más importantes que desarrollan estas autoridades se encuentran:
a. Otorgar derechos sobre los recursos naturales.
b. Otorgar la certificación ambiental (la aprobación de la declaración de impacto ambiental
o del estudio de impacto ambiental).
c. Aprobar instrumentos de gestión ambiental, como el plan de cierre de minas en el caso
de las empresas mineras.
d. Llevar el registro de consultores ambientales.
e. Llevar el registro de auditores/fiscalizadores ambientales.
f. Sancionar las infracciones ambientales a su cargo.
g. Fiscalizar el cumplimiento de las obligaciones ambientales.

CONCLUSIONES

1. El avance de las regulaciones en todos los órdenes, la creciente complejidad y


competitividad de los mercados han marcado un cambio en los requerimientos en
materia de servicios profesionales que la comunidad de negocios reclama.
2. La auditoría ambiental constituye una de esas nuevas demandas, surgida por la
existencia de requerimientos de carácter legal o por prácticas comerciales que así
lo exigen.
3. El rol que los Contadores Públicos pueden asumir en ese tipo de tareas es
importante en la medida que desarrollen las habilidades suficientes, en forma
oportuna, para dar respuesta a esas necesidades.
4. En este sentido es dable destacar el avance que implica la existencia de una norma
como la NIA 1010 que aborda la problemática ambiental y su impacto en la auditoría
de estados financieros de uso externo.
5. Puede señalarse que la necesidad de un marco regulatorio a las auditorías
ambientales y la falta de una formación específica constituyen los principales
obstáculos para que los Contadores Públicos, participen en los distinto tipos de
auditoría ambiental.
6. Innegable es la necesidad de integrar equipos multidisciplinaríos en aquellas
actividades que no pertenecen al campo de acción contable. Para ello, sin embargo,
será necesario reforzar las convicciones profesionales del Contador Público, sobre
su capacidad de servicio a la comunidad, intentando anticiparse al simple
cumplimiento de requerimientos regúlatenos.
7. Reconocer los requerimientos sociales y las aptitudes que los Contadores Públicos
presentan para dar respuesta, son las bases para el desarrollo de actividades de
valor agregado para la comunidad a la que responde.

BIBLIOGRAFÍA

Atristain Monserrat, Patricia y Álvarez Barrón, Ricardo. La responsabilidad de la


contabilidad frente al medio ambiente. México, Instituto Méxicano de Contadores Públicos,
1998.

Blancao Luna, Yanel. Normas y Procedimientos de Autoría Integral. Colombia, Edit. Poesga
1998.

Gray, Rob; Bebbington, Jan; y Diana Walters. Contabilidad y Auditoria Ambiental. Traductor
Samuel Alberto Mantilla. Colombia, ECOE Ediciones, 2001.

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