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PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN

ALDEA FORO LIBERTADOR


 SECCIÓN 3201
UNIDAD CURRICULAR CRÍTICA

T.S.U. SILVIA HERNÁNDEZ

Profesora: Juliana N. Boersner H.

Caracas, Octubre 2014


La ciencias de la información ha tendido diferentes denominaciones, pero

en fin, en el campo está relacionadas con un espacio afín como la

archivística y la bibliotecología, la cual en la era del conocimiento y la

información como un dominio se consideran como un espacio común, ya

que es la ciencias de la información es un asunto focal con una lógica

asociado con algo vital para la relación entre información y sociedad. Según

Griffith, (1980), dice que la ciencia de la información tiene como objeto la

producción, recolección, organización, interpretación, almacenamiento,

recuperación, diseminación, transformación y uso de la información.

No optante Linares (2005); indica que La denominada ciencia de la

información aparece en 1962 en Estados Unidos, y surgió con el propósito

de atender la creciente información especializada de la posguerra, cuyo

carácter estratégico se acentuaba en el contexto de la confrontación política

con la Unión Soviética y la aparición de tecnologías computacionales. A esta

primera etapa, desde 1945 hasta finales de los años 70, se denomina etapa

fundacional. En ella, el proceso de construcción conceptual estuvo marcado

por una raíz positivista, empirista y pragmática.

Asimismo Capurro (2007) dice que la ciencia de la información nace a

mediados del siglo XX con un paradigma físico, el cual es cuestionado por un

enfoque cognitivo idealista e individualista, siendo este a su vez reemplazado

por un paradigma pragmático y social.


Como se puede ver, lo que aparentemente surge al final de este

relativamente corto proceso histórico, a saber el paradigma social, ya estaba

en sus comienzos, si bien no como paradigma de la ciencia de la

información, si de sus predecesoras, en particular de la bibliotecología y la

documentación.

Por ello, se refleja en primer lugar la información de interés en todas sus

expresiones; literaria, técnica, científica, empresarial, ciudadana, entre otras,

bajo los criterios más amplios que agrupe a todos los soportes en que esta

información esta expresa: información, soporte y escenario en que se da , no

solo la que está en los archivos, biblioteca y museos, sino la que está en la

sociedad humana en cualquiera de su relación con la sociedad, porque el

vocablo ha roto los paradigmas saliendo de esos recinto donde se

almacena los recaudos sino que las relaciones con la sociedad, se ha dado

en la misma sociedad en todas las épocas y circunstancias sociales en la

sociedad humana en lo largo del tiempo y el espacio. Donde la historia está

dividida en etapa, pero hay una manera de enfrentar estos términos con el

objeto de estudio dentro de la ciencias de la información y comprenderlos

con los elementos necesarios, para ser expresado y captado por el sujeto,

por lo tanto nos referimos al usuario como sujeto social, porque es quien

procesa esa información para convertirla en conocimiento. Asimismo la

relación entre información y sociedad como espacio que reúne a tres

disciplinas importantes como son la bibliotecología, archivística y museología


dentro de la ciencia de la información, donde esta última tiene un dominio en

la sociedad de información. Por lo consiguiente el término usuario, fue

acuñado por Buonocore (1986), quien planteo que “los usuarios son

aquellos que habitualmente utilizan uno o más de los servicios de la

biblioteca”. Por su parte, Martínez de Sousa (2004) refiere que el usuario es

la “persona que utiliza los servicios que puede prestar una biblioteca, centro

de documentación o archivo”. Otro autor no menos conocido que los

anteriores, López Yepes (2010), indica que usuario es la “persona que utiliza

una unidad de información para obtener los datos, información y/o

documentación que necesita”.

Además según el Glosario de Términos Utilizados en la Biblioteca

Nacional de Venezuela (2010), es un Receptor de los servicios de una

unidad de información. En cuanto se refieren Neveling y Wersing citados

por González (2005), quienes dicen que es una “Persona u organización que

necesita información especializada de un centro o servicio de información

existente a en fase de planificación”.

Históricamente, el concepto de usuario tiene su origen en la

denominación que las instituciones bibliotecarias, las cuales la han utilizado

para designar a los lectores de la misma.

Aparte volviendo al dominio, expone Linares,(2012) en sus la

definiciones del dominio de la ciencias de la información de cómo ese

dominio a través de los tiempo crea una sociedad de información en el cual


genera un encuentro de información entre; la ciencias de la información,

bibliotecología y archivología, atañida en la percepción de información y

sociedad y el significado entre estas dos, con una visión en relación con la

sociedad identificada con la información, ya que la información en todas sus

expresiones va a tener valor de información en cualquiera que sea su

soporte, escenario entre otros, de la misma manera la sociedad es histórica y

tiene relación con la historicidad en tres tiempo los cuales están expresado

en la pre modernidad, modernidad y la postmodernidad.

Se ha considerado que en los últimos años del siglo XX el surgimiento

de nuevas corrientes teóricas en la ciencia de la información, cuya

característica fundamental es la importancia que se concede a lo social, lo

cultural y lo contextual. Donde el paradigma metódico de dominio en la

ciencia de la información plantea que el mejor modo de entender la

información (instrumentos, conceptos, significado, estructuras de

información, necesidades de información y criterios de pertinencia) es

estudiar los dominios de conocimiento como comunidades discursivas, de

hablantes o del pensamiento. Por su perspectiva social, concibe la Ciencia

de la Información como una ciencia social y, consecuentemente, toma en

consideración el contexto psicosocial, sociolingüístico, de la sociología del

conocimiento y de la ciencia. Es un paradigma funcionalista, porque intenta

entender las funciones implícitas y explícitas de la información y la

comunicación y de reconstruir la conducta informacional a partir de esto.


Procura encontrar la base la Ciencia de la Información en factores externos a

la individualidad y subjetividad de los usuarios y se define filosóficamente

realista. Ofrece una opción al mentalismo y la subjetividad de los

investigadores y reorienta la unidad de estudio del nivel individual, sostenido

hasta el momento por los paradigmas anteriores a las comunidades

humanas.

En segundo lugar Capurro cita a Kuhn, (1962); quien indica que la

palabra paradigma viene -- del griego paradeigma = ejemplar, mostrar

(déiknumi) una cosa con referencia (pará) a otra -- un paradigma es un

modelo que nos permite ver una cosa en analogía con otra. Como toda

analogía llega un momento en que sus límites son evidentes produciéndose

entonces una crisis o, como en el caso de teorías científicas, una “revolución

científica” en la que se pasa de una situación de “ciencia normal” por un

período “revolucionario” a un nuevo paradigma. Más adelante Kuhn señala

que existe una situación “pre- paradigmática” en la cual no se producen

progresos científicos, como sería el caso de las ciencias sociales incluyendo

también a la ciencia de la información.

En el mismo orden de ideas la ciencia de la información nos conlleva a

reflexionar como campo de estudio interdisciplinar que se ocupa de tratar el

conocimiento disponiéndolo como información, ejerce fundamental

importancia en lo que concierne a la calidad de la información accesada y


apropiada, visto que proporciona el cambio del estado de conciencia de los

individuos y de la sociedad de modo general.

El hecho que la Ciencia de la Información estudia e investiga las

propiedades y el comportamiento de la información, las fuerzas que rigen su

flujo y los métodos naturales y artificiales para su descripción, análisis de

contenido, recuperación y difusión, dentro de sistemas de organización de

información y conocimiento, además que utilizan las nuevas tecnologías de

información y comunicación, para desarrollar unidades, redes , servicios de

información y sistemas de organización de conocimiento, nos conduce a

establecer esa relación del estudio de los problemas relacionados con la

trasmisión de mensaje - comunicación- y el receptor – usuario, quien este

tiene la tarea de procesar la información y transfórmala en conocimiento.

Por ende nos referimos al Usuario de Información, quien según Sanz,

(1994). “…es aquel individuo que requiere información para desarrollar sus

actividades. Continúa planteando Sanz Casado, que se les divide en dos

grandes grupos: usuarios potenciales, aquellos que necesitan la información

para realizar sus actividades pero no son conscientes de ello, y no las

expresan, y usuarios reales, que son conscientes de que necesitan y utilizan

la información para desarrollar sus actividades. Mientras que Jiménez (1986)

y Arboleda (1990) señalan que a “todos los beneficiarios potenciales de una

unidad o sistema de información, se trate de individuos, empresas,


organismos oficiales o entidades que necesitan utilizar información científica

o técnica para la toma de decisiones”

Según Mendoza (2013) Usuarios reales son los que asisten a la

biblioteca y hacen uso de sus servicios en forma esporádica o sistemática y

son, por lo tanto tangibles, concretos y verdaderos. Asimismo expresa

Aguilar, (2006), “Son persona o instituciones que hacen un uso efectivo de

los recursos y servicios de una unidad de información”.

De igual forma nos dice Mendoza (2013), que Usuarios potenciales toda

la comunidad de la institución a la que la biblioteca debe satisfacer sus

necesidades de información y que por lo mismo son posibles usuarios de los

servicios bibliotecarios. En el mismo orden de ideas, González Teruel (2005)

define a los usuarios potenciales como “Aquellos que necesitan información,

independientemente de si este hecho se traduce en la consulta de una fuente

de información, continua expresando González Teruel, que los usuarios

potenciales constituyen la población que debería ser atendida por los

sistemas de información”. Sin embargo Endean-Gamboa (2010) caracteriza a

los usuarios potenciales como aquel aparte quien el bibliotecario prepara y

deja disponible los recursos y servicios de la biblioteca, aunque pudiera

tender a ocurrir que nunca asista a ella, quizás porque según este autor el

ciudadano o ciudadana encuentra barrera en el acceso adicionalmente.


En consecuencia todos los seres humanos somos usuarios –potenciales

o reales– de información, pues necesitamos este recurso para realizar

actividades profesionales, intelectuales, estéticas, entre otras.

Otro que debemos considerar son los Usuarios Presenciales-Virtuales,

quienes visitan la biblioteca digital y sitios web, es decir, el usuario remoto,

que en el avance de las nuevas tecnología de información se encuentra en

la presencia de la biblioteca en Internet y la hace accesible de modo remoto,

tanto a los usuarios para los que específicamente están destinadas, como a

otros.

Referencia a lo mencionado el término usuario presenta una compleja

conceptuación y denominación que dificulta su comprensión, sobre todo por

la diversidad de definiciones existentes. Por lo tanto el vocablo más frecuente

para designar a este individuo es usuario, aunque también se conoce como:

destinatario, receptor de información, cliente, consumidor de información,

entre otros. Cada una de estas denominaciones presenta connotaciones

diferentes en dependencia del espacio o área del conocimiento en que se

empleen.

Mientras que según Marín Milanés (2006), Para una mejor comprensión

del término desde una perspectiva etimológica, la palabra usuario procede

del latín usuarius . La raíz del término proviene, a su vez, del

término, usus (uso), participio de uti (usar). El sufijo ario es una forma de

nombrar la persona a cuyo favor se realiza algo. Además el Diccionario de la


Real Academia Española define al usuario como aquello “que usa

ordinariamente una cosa”. Si se sustituye el término cosa por productos y

servicios de información, se conformaría la definición de usuario de

información como: “todo aquel individuo que usa o utiliza un servicio o

producto de información o que disfruta el uso de un producto o bien

informativo”.

En cuanto a Izquierdo (1999), hace hincapiés de que el

vocablo usuario de información en la ciencia de la información y en sus

disciplinas afines presenta diferentes calificativos, de manera general, puede

decirse que un usuario de la información es “aquel individuo que necesita

información para el desarrollo continúo de sus actividades, sean

profesionales o privadas, que utiliza un servicio o hace uso de un producto

informativo”

Por su parte en trascurso del tiempo, en los años 20 aparecen los primero

registro de estudio de usuarios en el contexto norteamericano, y colocaron el

centro de su atención en el análisis de las fuentes de información utilizadas

por los investigadores. Entendiéndose por Estudio de usuario: según la

UNESCO (1981), se refiere a los estudios de usuarios como un subgrupo de

la investigación de las ciencias sociales dedicadas al estudio de los

individuos y sus actividades, actitudes, opiniones, valores e interacciones.

Según Sanz, (1994), es el conjunto de estudios que tratan de analizar

cualitativa y cuantitativamente los hábitos de información de los usuarios


mediante la aplicación de métodos, entre ellos los matemáticos - estadístico

a su consumo de información. Según Wilson (1980), plantea que es un

término que cubre una gama muy amplia de investigación potencial, desde el

estudio de las elecciones de libros de los usuarios de una biblioteca, a través

de las reacciones a las salidas de la búsqueda en línea, al análisis en

profundidad de las necesidades subyacentes que resultan en la búsqueda de

información.

A todo ello la Historia de los Estudios de usuarios; Según Sanz (1994),

se origino en los Estados Unidos debido al crecimiento de la producción

científica por empresas que vendía la información. Y lo reafirma Córdoba

(2010) quien dice que el inicio de los Estudios de Usuario se dieron a partir

de la II Guerra Mundial, debido a la explosión de la información

especialmente al crecimiento de la información científica, es aquí donde los

bibliotecólogos empezaron a idear que hacer con la gran cantidad de

información; de ahí nació el tema de control bibliográfico, todo el proceso del

material y conceptos como el documento. Se utilizaron los estudios de

usuarios como herramientas con los cuales se determinarían necesidades

de los diferentes grupos de usuarios. Al determinar cómo se podrían

satisfacer necesidades, se podría encaminar en como ofrecer la información

y procurar mejoras en los sistemas de información.

Posteriormente, en los años 60 se da la Influencia de las Ciencias

Sociales y en relación a los estudios de usuarios, pero lo importante de esta


etapa es que los estudios ya van siendo más profundos ya que utilizaban

“técnicas de recogidas más sofisticadas, con ello se intentaba dar respuesta

a problemas y situaciones más complejas” González Teruel (2005), Continua

este autor planteando que existe más profundidad ya que dichos estudios y

técnicas intenten ubicar a los usuarios ya más allá de sus preferencias de

lecturas, ahora están encaminados a ubicar al usuario dentro de un contexto

que dicho sea de paso condiciona sus necesidades en relación a trabajo, rol

dentro de los grupos de trabajo y dentro de la sociedad misma lo que origina

que estas particularidades modifiquen sus necesidades y comportamientos,

esto lo podemos determinar en la actualidad donde el usuario se ha

convertido un usuario potencial a razón del avance vertiginoso de las TICS.

Seguidamente en los años 70, los E.U utiliza metodología mediante

cursos de formación, publicaciones especializadas e investigaciones. En

esta década los estudios de usuarios alcanzan su mayor desarrollo, al

ampliar los criterios y planificaciones políticas y organizativas mediante

investigaciones aisladas con el objeto de conocer a los usuarios de las

bibliotecas, para atender mejor sus necesidades educacionales, didácticas y

profesionales, para determinar el valor real de las colecciones, así como el

uso de técnicas bibliometricas empleadas.

Luego en los años 80, el modelo cambia ahora está orientada al usuario,

donde éste conlleva un rol activo dentro del proceso de búsqueda de la

información. Se introdujo un enfoque cualitativo, y herramientas como la


observación y la entrevista profunda, lo cual ayuda a determinar las

necesidades latentes que no conoce de si realmente el usuario. Aclara

González Teruel (2005), que de esta manera nace un “nuevo paradigma que

influirá en la manera de definir, medir y explicar la conducta de los usuario

de las bibliotecas”.

No obstante en los años 90 y en actualidad, junto con el aumento del

interés por el contexto que rodea al usuario, se genera una realidad la gran

explosión de la tecnología y sus aplicaciones. Es decir la Web, el Internet lo

que transforma las necesidades de estos y su rol dentro de la sociedad.

Termina diciendo González Teruel (2005), “Esto Lleva a dos retos: adaptar

los distintos modelos desarrollados a este nuevo escenario y encontrar el

modo de recabar información del usuario virtual”.

Aun cuando diversos autores ya citados anteriormente, plantean que los

estudios de usuarios encuentran diferentes aplicaciones en el desarrollo de

las actividades de las unidades de información en aspectos tales como: toma

de decisiones, diseño y desarrollo de servicios de información, políticas de

selección y adquisición de materiales, entre otros. Por lo tanto según Sanz

Casado (1994) los estudios de usuarios encuentran aplicabilidad

propiamente en aspectos como: Conocer los hábitos y necesidades de

información de los usuarios, así como detectar los cambios que se vayan

produciendo, evaluar los recursos de los centros de información medir la

eficacia de los centros de información adecuar el espacio, evaluar el sistema


nacional de información, conocer la estructura y dinámica de los colectivos

de investigadores y facilitar la realización de cursos de formación

(alfabetización) de usuarios.

De acuerdo con Marín Milanés (2006), La presencia del paradigma

cognitivo en los sistemas de información se caracteriza porque en ambos

extremos del canal de comunicación (codificación - decodificación) se

desarrollan procesos cognitivos; el mensaje no solo porta información

objetiva, sino que además contiene otras características subjetivas,

determinadas por el contexto en que crea y recibe, ya que la “actividad

humana es una actividad esencialmente social, mediatizada por la

comunicación con otras personas, y todos los elementos internos de la

personalidad que las personas se ponen en función en el proceso de

comunicación, para ser percibidos, interpretados y comprendidos por

aquellos con quienes interactúan.

Para Finalizar, en el acontecer histórico, las disciplinas informativas se

han percatado de que es necesario crear canales de comunicación más

eficientes que tengan como premisa al usuario. Los sistemas de información

han transitado desde posiciones que despreciaban o desechaban las

opiniones y los puntos de vista de los usuarios hacia sistemas más flexibles

capaces de representar y satisfacer, aunque, en muchas ocasiones, solo sea

de una forma momentánea hasta que se cree una nueva necesidad de

información– las demandas e intereses de los usuarios.


Pero, hoy en día la palabra usuario es referida por todos y a todos los que

necesita o adquieren información o un servicio, sobre todo en la web, es

indudable que el usuario de la información debe prepararse desde una

inquietud que no obvie los procesos cognitivos, en consideración a que entre

el sistema de información, donde los usuarios intervenga en un proceso de

estrecha comunicación, por lo tanto, Marín Milanés (2006), plantea que se

debe emprender un modelo de la organización donde este trabaja, y con una

comprensión de las influencias organizacionales e interpersonales que

pueden afectar su comportamiento en la búsqueda de información”. Además

es imprescindible un acercamiento global al usuario para comprenderlo y

entender sus relaciones con el entorno.

Para concluir es importante la formación de usuario como conjunto de


actividades orientadas hacia el desarrollo de habilidades, competencias y
conocimientos en los miembros de una sociedad para que usen la
información en cualquier lugar del mundo, independiente del formato y el
soporte. Porque con la formación puede contribuir a ayudar a que los
usuarios sean capaces de obtener información de calidad, a que sean
autónomos en información y en un entorno en constante evolución, en una
sociedad en la que la recogida, selección, recuperación y transmisión de
información deben constituir aprendizajes imprescindibles en los que el
usuario cuente con estrategias para desarrollar sus capacidades por sí
mismo.

Asimismo la sociedad de la información actual presenta como

características un continuo avance tecnológico, que provoca un gran flujo de


información que, junto al soporte electronico , propician una sobre

informacion de la información, los usuarios deben enfrentarse al proceso

de elegir la correcta dentro de un conglomerado existente de informacion ,

sin dejar a un lado el libro impreso, como fomar de adquirir infornacion que le

permita contruir el conocimiento, en un mundo de cambios sociales.

Por ello, la información como proceso de producción de conocimientos es

una de las líneas esenciales de la construcción y la existencia de uno u otro

dominio del saber.


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