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Formas de Gobierno

Durante toda la historia de la humanidad, el gobierno hacia la


población ha sido ejercido por unos pocos que dominan, oprimen y controlan a la
mayoría de las personas. Lo único que ha cambiado es la forma de hacerlo. Las
formas de gobierno son los métodos que utilizan los gobernantes para administrar,
organizar, ejercer un orden y control sobre la población. Las mismas han variado y
son muy diversas en cuanto al cómo y a cuántas personas ejercen el poder.
Un sistema o forma de gobierno es aquél por el cual un estado se
gobierna. Existe un amplio rango de formas de gobierno que se han sugerido y
usado a lo largo de la historia en función de la división de poderes existente y las
características de las élites dominantes, en lo que al acceso al poder se refiere.
Forma de gobierno, forma política, forma política del Estado, régimen
político, régimen de gobierno, sistema de gobierno, modelo de gobierno o modelo
político son algunas de las diversas maneras de nombrar un concepto esencial de
la ciencia política y la teoría del estado o derecho constitucional. Hace referencia
al modelo de organización del poder constitucional que adopta un Estado en
función de la relación existente entre los distintos poderes. Es la manera en la que
se estructura el poder político para ejercer su autoridad en el Estado, coordinando
todas las instituciones que lo forman. La formulación de las formas de gobierno se
suelen justificar aludiendo a muy diferentes causas: estructurales o idiosincráticas
(imperativos territoriales, históricos, culturales, religiosos, etc.) o coyunturales
(períodos de crisis económica, catástrofes, guerras, peligros o "emergencias" de
muy distinta naturaleza, vacíos de poder, falta de consenso o de liderazgo, etc.);
pero siempre como plasmación política de un proyecto ideológico.
En la actualidad suelen utilizarse de forma habitual tres tipos de
clasificaciones para las distintas formas de gobierno: El carácter electivo o no de la
jefatura de Estado define una clasificación, entre repúblicas (electiva) y
monarquías (no electiva). El grado de libertad, pluralismo y participación política
define otra clasificación, entre sistemas democráticos, autoritarios, y totalitarios; a
su vez, el sistema electoral utilizado para expresar la voluntad popular ha tenido
muy diversas conformaciones históricas (democracia directa o asamblearia,
democracia indirecta o representativa, etc.). Asimismo, la relación existente entre
la jefatura del estado, el gobierno y el parlamento define otra clasificación más,
entre presidencialismos y parlamentarismos (con muchos grados o formas mixtas
entre uno y otro).
Estas clasificaciones no son excluyentes, sino que se complementan,
de modo que una república puede ser democrática (Estados Unidos o Sudáfrica) o
no democrática (China o Corea del Norte); una democracia republicana puede ser
parlamentaria (Alemania o India) o presidencialista (Francia o Argentina); una
monarquía puede ser democrática y parlamentaria (España, Reino Unido o
Japón), no democrática (Arabia Saudí o Ciudad del Vaticano) o situarse en
posiciones intermedias (Marruecos), Etc.

Anarquismo

Con el nombre de anarquismo se conoce a una serie de ideas


filosóficas, sociales, políticas y económicas que defienden un modelo social libre
de autoridad y jerarquías, terminando con el Capitalismo, el Estado y cualquier
otra forma de autoridad.
El anarquismo propone un sistema, la anarquía, donde la libre
federación de los individuos, hace funcionar a la sociedad desde la base de la
igualdad, el respeto, la autonomía individual, la solidaridad y el apoyo mutuo.
Defiende, diversos métodos para alcanzarla, pero siempre desde la
concordancia entre teoría y práctica, la acción directa (llevada a cabo por uno
mismo, sin intermediarios) y la autogestión (como forma de independencia del
poder económico, sea este público o privado).
El anarquismo alcanza el pleno desarrollo en el siglo XIX,
adquiriendo gran relevancia social en algunas zonas del mundo durante la primera
mitad del siglo XX.
Autocracia

Es un sistema de gobierno autoritario, en el cual la voluntad de una


sola persona es la suprema ley.
Se refiere generalmente a la monarquía absoluta. En la actualidad, la
utilización del calificativo de autocracia por los políticos como sinónimo de
monarquía ha caído en desuso, por la aparición de las monarquías
constitucionales o limitadas y el aumento de uso del sinónimo de tiranía
(degeneración de la monarquía según los filósofos de la Grecia Antigua) o incluso
el de dictadura, pero su uso más habitual es para establecer un parámetro de
poder.
Esta palabra es un cultismo formado del griego auto: por sí mismo y
cratos: poder, autoridad, gobierno.

Dictadura

La dictadura es la forma de gobierno en la que se concentra en las


manos de un dictador el poder absoluto, controlando éste los tres poderes del
estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.
Aunque muchos dictadores han detentado el título de Presidente, con
el propósito de aparentar una legitimidad que no poseían, han gobernado con
poderes extraordinarios, a menudo no constitucionales, o de facto, degenerando
con facilidad en regímenes despóticos y tiránicos a menudo violentos.
Los dictadores pueden alcanzar el poder de formas muy variadas.
Pueden ser elegidos, designados por un partido único o heredar el poder. En
dictaduras modernas, el dictador ha llegado al poder tras un golpe de estado
militar, quedando posteriormente sostenido en su cargo por el ejército.
En una dictadura, los líderes no se renuevan periódicamente por
sufragio universal, libre, directo y secreto. De este modo, aunque el dictador
alcance el poder en unas elecciones democráticas (como Adolf Hitler en la
Alemania nazi) no transcurre mucho tiempo tras la elección antes de que el
dictador prohiba todos los partidos políticos (salvo el suyo) e imposibilite así
posteriores elecciones democráticas, aun cuando por razones propagandísticas
periódicamente se orquesten votaciones manipuladas.

Junta militar

Una junta militar es el gobierno de un país formado por altos mandos


de sus Fuerzas Armadas, normalmente tras la toma del poder por un golpe de
Estado. En algunos casos funciona como gobierno colegiado, sin designar un jefe
de estado o un jefe de gobierno.

Absolutismo

El absolutismo es una doctrina política caracterizada por la teórica


concentración de todo el poder del Estado en manos del monarca gobernante.
Al comienzo de la Edad Moderna se asientan en el poder los reyes
absolutos, creando los Estados nacionales. El absolutismo monárquico se impone
como ideología de Estado gracias a los juristas que salen de las universidades;
principalmente las de Bolonia, Salamanca, París y Valladolid; pero también triunfa
por que se extiende la doctrina del origen divino del poder de los reyes. Esto se
traduce en que el rey es el único que puede crear leyes, a través de la pragmática.
Los reyes apoyan su poder en diversas instituciones, que afectan a
todo el territorio, creando así los Estados nacionales. Son instituciones como el
Consejo Real, formado, principalmente, por la nobleza y los letrados profesionales.
Los reyes crean, también, ejércitos permanentes. Son ejércitos profesionales de
mercenarios que guardan fidelidad al rey. Esto les libera de la dependencia militar
de los señores feudales; pero son ejércitos muy caros, y están inmersos en
continuas guerras.
Se desarrolla la diplomacia, con los primeros embajadores
permanentes en los reinos extranjeros. Los primeros embajadores los envía
Venecia. Otra institución que se crea en esta época es la Administración de
justicia, a la que se acude: primero a los alcaldes, y en última instancia a las
Audiencias y a las Cancillerías. Esta Administración que sostiene el poder real se
extiende por todos los reinos, y afecta a todo el territorio.
Se crea una burocracia funcionarial, en la que los oficios son
otorgados por el rey. El Estado nacional se caracteriza porque la legislación no
está limitada por los fueros, las ciudades o a los señoríos, sino que se aplica en
todo el territorio. Esto no quita para que cada estamento social, o cada asociación
privilegiada, tenga sus leyes y sus jueces.
La única institución cuya legislación es de aplicación en todos los
reinos de una corona es la Inquisición, de la que se valen todos los reyes para
unificar las leyes de su corona.
Para autores como Tyndale la rebelión es siempre condenable, ya
que la autoridad ha sido instituida por Dios, y la obediencia a los reyes es un deber
natural. El rey representa la imagen de Dios en la tierra. Se condena no sólo la
rebelión contra el rey sino también contra el orden social establecido.
Sin embargo, aunque el rey tiene todo el poder, no debe abusar de
él, y debe aceptar las costumbres de los reinos que regenta. Según Seyssel el
poder real está limitado por tres frenos: las obligaciones de conciencia del rey y el
carácter cristiano de la monarquía, los parlamentos y las buenas leyes;
ordenanzas y costumbres de los reinos.
Pero los grandes teóricos del absolutismo en la Edad Moderna son
Nicolás Maquiavelo, Hugo Grocio, Thomas Hobbes y Jacques Benigne Bossuet.
En el siglo XVIII el absolutismo se convierte en despotismo ilustrado.
Monarquía

La monarquía es la forma de gobierno de un estado en la que el


cargo supremo es de carácter vitalicio y comúnmente designado según un orden
hereditario. En pocos casos el monarca es elegido por un grupo selecto. El estado
regido por un monarca también recibe el nombre de monarquía, junto con el de
reino.
Tradicionalmente el monarca ha ejercido, en mayor o menor grado,
todos los poderes del Estado: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Cabe destacar que hay distintos tipos de Monarquías, las cuales
serán explicadas a continuación.

Monarquía parlamentaria

Sistema político, propio del siglo XX, en el que la monarquía acepta


una constitución y la constitución da a la monarquía tan sólo un papel
representativo, sin poder intervenir en política. Es, pues, un sistema en la que el
rey no interviene en política, a diferencia de la monarquía constitucional.

Monarquía Constitucional

Es una forma de gobierno donde el monarca ostenta la jefatura del


estado. Es un poder de mediano carácter simbólico, puesto que se encuentra
regulado por una ley, con frecuencia una Constitución. También, se caracteriza
porque el rey o la reina tienen un papel de moderador o árbitro en los conflictos
políticos del Gobierno, habitualmente, elegido democráticamente.
La monarquía constitucional fue un paso intermedio o evolucionado
ante la aparición de las primeras repúblicas modernas como Estados Unidos y
Francia especialmente en el siglo XIX. Se pretendía pasar de monarquías
absolutas, máximas representantes del Antiguo Régimen, a monarquías
parlamentarias con un poder limitado.

Monarquía hereditaria

Monarquía en la que el heredero al trono es un descendiente legal


del rey. El mismo suele ser el primer hijo del rey. No obstante si el primer hijo es
una mujer puede que esté excluida de la sucesión (es la ley Sálica).
En España el heredero de la corona es el Príncipe de Asturias, en el
Reino Unido el Príncipe de Gales.

Aristocracia

La Aristocracia es una forma de gobierno en la que el poder


soberano es conferido a un número reducido de ciudadanos, los cuales
generalmente son nobles o de alta alcurnia.

Plutocracia

Del griego ploutos que significa riqueza. Una Plutocracia comprende


un sistema de gobierno donde la riqueza es la base principal del poder.
Tecnocracia

El término nació en Estados Unidos alrededor del año treinta y alude


a la predominancia de la razón técnica en la dirección política. Es una clase
política integrada basicamente por técnicos cuyo criterio para la toma de
decisiones es más centrado en los aspectos instrumentales que los valores
propios de la política. Garcia Pelayo enseña que la tecnocracia carece de
institucionalización formal, se gana lugar por el hecho de saber y desarrollar
funciones en los diversos aparatos del estado.

Teocracia

La teocracia es el sistema de gobierno ejercido por la iglesia o


quienes controlan la religión en representación directa de Dios.
Ejemplos de Estados confesionales teocráticos en el siglo XXI son
Arabia Saudita (monarquía absoluta islámica), Irán (república islámica) y el
Vaticano (papado católico).

Democracia

Democracia es una forma de organización social que atribuye la


titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia
es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son
adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta
que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es
una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las
relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es
adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Hay
democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los
ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan
ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la
ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.
Finalmente, hay democracia directa cuando la decisión es adoptada
directamente por los miembros del pueblo, mediante plebiscitos vinculantes,
elecciónes primarias, facilitación de la iniciativa legislativa popular y votación
popular de leyes, concepto que incluye la democracia líquida. Estas tres formas no
son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios en
algunos sistemas políticos, aunque siempre suele haber un mayor peso de una de
las tres formas en un sistema político concreto.
No debe confundirse República con Democracia, pues aluden a
principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que democracia
significa el gobierno del pueblo.

Formas de democracia

Clásicamente la democracia ha sido dividida en dos grandes formas:


directa o representativa.

Democracia indirecta o representativa

El pueblo se limita a elegir representantes para que estos deliberen y


tomen las decisiones, de forma jerárquica.
Democracia semidirecta o participativa

Algunos autores también distinguen una tercera categoría intermedia,


la democracia semidirecta, que suele acompañar, atenuándola, a la democracia
indirecta. En la democracia semidirecta el pueblo se expresa directamente en
ciertas circunstancias particulares, básicamente a través de cuatro mecanismos:

Referéndum: El pueblo elige «por sí o por no» sobre una propuesta.

Plebiscito: El pueblo concede o no concede la aprobación final de


una norma (constitución, ley, tratado).

Iniciativa popular: Por este mecanismo un grupo de ciudadanos


puede proponer la sanción o derogación de una ley.

Destitución popular o revocación de mandato: Mediante este


procedimiento los ciudadanos pueden destituir a un representante electo antes de
finalizado su período.

Democracia directa

Se trata de la democracia en estado puro, tal como la vivieron sus


fundadores atenienses o se practica en Suiza. Las decisiones las toma el pueblo
soberano en asamblea. No existen representantes del pueblo, si no, en todo caso,
delegados que se hacen portavoces del pueblo, que únicamente emiten el
mandato asambleario. Se trata del tipo de democracia preferido no sólo por los
demócratas de la Antigua Grecia, sino también para muchos pensadores
modernos (Rousseau, por ejemplo) y para una buena parte del Socialismo y del
Anarquismo. Un ejemplo de democracia directa más conocido es el de la Atenas
clásica.

Democracia líquida

La Democracia Líquida es una clase de democracia directa en la que


cada ciudadano tiene la posibilidad de votar por Internet cada decisión del
parlamento y realizar propuestas, pero puede ceder su voto a un representante
para aquellas decisiones en las que prefiere no participar.
Democracia representativa
Sistema democrático de gobierno en la en la que la soberanía no la
ejerce cada ciudadano en todo momento, sino que delega en unas Cortes para
que sus miembros ejerzan, en representación del pueblo, esa soberanía.
Son sistemas representativos la democracia parlamentaria, la
democracia liberal, la democracia presidencialista y otros regímenes mixtos. Hoy
en día todas las democracias desarrolladas son representativas.

Democracia parlamentaria

La democracia parlamentaria es el modelo de Estado más extendido


en el mundo capitalista, y es el propio de las democracias representativas de los
países más desarrollados del planeta. Se fundamenta en la división de poderes
que estableciera Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial. Las diferencias entre
unas democracias y otras están en la manera en que se establecen las relaciones
entre estos poderes en su constitución. En el caso de los regímenes
parlamentarios, es importante subrayar que la división de poderes no implica
separación, al menos en lo que a poderes ejecutivo y legislativo se refiere. Al
emanar el ejecutivo del legislativo, al estar el gobierno forzosamente respaldado
permanentemente por la mayoría parlamentaria, es difícil la erección de un
efectivo contrapoder legislativo frente al ejecutivo, tendencia que se agrava en
sistemas electorales de listas, sean cerradas o abiertas, donde los diputados, de
facto, suelen estar sujetos por la disciplina de voto de su grupo. Esta sujeción
nunca puede ser de iure porque el escaño pertenece al diputado y no a su partido.
La diferencia con un sistema presidencialista es muy notable, porque en este
último caso sí se cumple, formalmente, el principio de la separación de poderes.
El Parlamento surge de la voluntad popular a través de unas
elecciones directas. Por regla general el voto es universal, libre y secreto, aunque
puede no serlo. Es el poder legislativo.
El Gobierno surge de la mayoría parlamentaria. Es el poder ejecutivo,
aunque suele tener la iniciativa legislativa ante el Parlamento.
La Justicia se administra en nombre del pueblo por jueces y
magistrados independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente
al imperio de la Ley.
Teóricamente, los tres poderes son iguales, aunque el ejecutivo
suele dominar al legislativo, al ser el Parlamento quien decide el gobierno. Esta es
una democracia representativa, no directa, salvo en las elecciones, en la que el
pueblo delega su poder en el Parlamento. Es un sistema típico de la concepción
liberal burguesa del Estado.
La constitución es el marco en el que se definen las relaciones entre
poderes y con el pueblo, los derechos y deberes, y la forma del Estado. Es la
garantía última de que todo el sistema funciona, todo se remite a ella y nada
puede ir en su contra. Es una ley fundamental.

Democracia presidencialista

El sistema presidencialista se caracteriza porque el presidente de


Gobierno y el jefe del Estado son la misma institución, cosa que no pasa en la
democracia parlamentaria, ni en la democracia liberal. El presidente de Gobierno y
jefe del Estado se eligen por elecciones directas y no a través del Parlamento, el
cual tiene sus propias elecciones.
El presidente tiene derecho de veto sobre las leyes aprobadas por el
Congreso; y el Congreso puede negarse a aprobar las propuestas por el
presidente, ya que no necesariamente el presidente ha de contar con la mayoría
parlamentaria. Los conflictos más habituales se presentan a la hora de la
aprobación de los presupuestos.
Este sistema puede ocultar ambiciones personales de poder de base
oligárquica, sin sujeciones democráticas que degeneran en dictaduras militares,
como las de América Latina de los años 70, aunque funciona perfectamente en
Estados Unidos, y es el existente en países como Perú o Venezuela.
Para gobernar es necesario tener un conocimiento constante del
estado de la opinión pública. El presidente ha de ser un líder de masas.
No obstante, hay regímenes parlamentarios que funcionan, en la
práctica, como presidencialistas, en lo que a liderazgo se refiere, con el agravante
de que la carencia de separación de poderes entre Ejecutivo y Legislativo vuelve
mucho más difícil el contrapeso y control entre poderes, terminando por ceder
absoluta preponderancia al Poder Ejecutivo. El parlamentarismo de la Europa
Continental ha tenido esta tendencia, reforzada además por un sistema electoral
proporcional, con disciplina de voto por parte de los diputados, lo que ha llevado,
en ocasiones, a convertir a los parlamentarios en fieles ejecutores de instrucciones
emanadas de las ejecutivas del partido político correspondiente. Cabe hacer una
excepción con el Reino Unido, donde la inseparación de poderes propia del
parlamentarismo ha visto atenuados sus efectos por un sistema electoral
mayoritario que permite la existencia de distritos electorales que constituyen, en si
mismos, un contrapoder electoral notable frente a la preponderancia del partido, lo
que también redunda en mayores posibilidades de erigir un efectivo contrapoder
legislativo frente al Ejecutivo
Democracia semipresidencialista

En Francia nos encontramos con un sistema de Estado mixto,


semipresidencialista, particular. No llega a ser una democracia presidencialista.
El régimen francés consta de dos cámaras, una popular: la Asamblea
Nacional, y otra conservadora: el Senado. Estas cámaras se renuevan cada nueve
años, eligiéndose un tercio de la cámara cada tres años, por un procedimiento
indirecto. Se trata, pues, de un parlamentarismo corregido.
El presidente de la República es elegido por sufragio universal, libre y
directo, pero ha de ser apoyado por la mayoría parlamentaria. Se elige cada cinco
años, lo que implica que puede haber una mayoría parlamentaria de un partido y
un presidente de la República de otro. A esta situación se le denomina
cohabitación, y suele ser un periodo de fuertes luchas políticas.

Democracia popular

Se llaman democracias populares a aquellos países cuyo Estado


está dominado por el partido comunista, al estilo de la Unión Soviética pero en los
que la toma del poder por los comunistas no fue a través de una revolución sino
por medio de un golpe de Estado apoyado por la Unión Soviética. Son, pues,
países con una dictadura comunista de partido único, dirección de partido,
prosoviéticos, y dominadas desde el exterior por la Unión Soviética.
El proceso de caída de estos regímenes ha sido diferente según los
países. En Checoslovaquia, Hungría o Bulgaria el tránsito ha sido relativamente
pacífico, aunque Checoslovaquia se desmembró en dos países: la República
Checa y Eslovaquia. En Rumanía fue necesario hacer una revolución y conquistar
el poder por la fuerza. El presidente Nicolau Cheauchesco fue asesinado. En
Albania el proceso llegó más tarde, pero la crisis de las embajadas y la huida
masiva hacia Italia hizo caer el régimen comunista.
El proceso de designación más dramático lo tuvieron en Yugoslavia,
donde las tensiones nacionalistas y el intento del Partido Comunista, dominado
por los servios, de conservar el poder, provocaron una guerra civil que duraría seis
años. Actualmente el territorio está dividido entre cinco países, Eslovenia, cuya
guerra duró poco al estar en medio los croatas, Croacia, Bosnia-Herzegovina,
Macedonia y Yugoslavia, con los territorios de Servia, Montenegro y Kosovo.

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