La Princesa Flora

En el Reino de las Flores, tenían una princesa llamada Flora, era muy hermosa y todos
los habitantes la amaban.
Una vez al año cada uno de los 365 habitantes del reino, se ponían al servicio de la
princesa durante todo un día, para evitarle trabajo y la princesa pasaba el tiempo
asomada a la ventana de la torre del palacio.
En un reino vecino había crecido el príncipe Francisco, el parecía destinado a casarse con
ella, pero cuando la conoció se desilusionó porque la princesa no sabia hacer nada… y
regreso a su reino.
Los habitantes del Reino de las Flores, se molestaron e invitaron a otros príncipes al
reino, pero todos se desilusionaban de la princesa y regresaban a sus reinos.
Los habitantes del reino se reunieron en la plaza muy preocupados por su princesa,
todos la defendían, excepto una mujer con ropas viejas y cuyo cabello enredado tapaba
su rostro se atrevió a decir: “Esa niña es una inútil no sabe hacer nada por sí misma,
debemos dejar de servirle a diario, así por lo menos aprendería a hacer algo”, pero los
habitantes seguían defendiendo a su princesa.
Luego la mujer, ató su cabello y dejo ver su rostro, y para asombro de todos era la
princesa que les dijo: “No crean que estoy peinada y vestida así apropósito, no sé ni
peinarme y vestirme sola” y llorando les dijo a sus súbditos que los quería mucho pero
que les devolvería su cariño, sirviéndoles a cada uno de ellos.
No fue fácil, pero en un año aprendió a hacer las cosas por sí misma, Francisco se enteró
del cambio de la princesa, regreso y se caso con ella y todos fueron felices para siempre.