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ARQ. URB.

JORGE SARA VIA VALLE

MASTER EN PLANIFICACION
URBANA - REGIONAL
PLANIFICACION DE ALDEAS
RURALES

LIBRERIA EDITORIAL ―JUVENTUD‖


LA PAZ — BOLIVIA
INDICE

Pag.

Introducción………………………………………………………………………….....7

CAP. I – LA PROBLEMÁTICA……………………………………………………….9

CAP.II- EL SECTOR RURAL EN DESARROLLO…………………………………19

CAP. III- LA COMUNIDAD RURAL………………………………………………..29

CAP. IV- BASE DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL…………………………..41

CAP. V- CONCEPTO DE ALDEA RURAL…………………………………………51

CAP. VI- PLANIFICACION DE ALDEAS………………………………………….61

CAP. VII- LA VIVIENDA CAMPESINA Y EL DESARROLLO RURAL…………71

CAP. VIII- LA VIVIENDA RURAL Y SU MEJORAMIENTO……………………..81

CAP. IX- DESCRIPCION DEL ESQUEMA PROPUESTO…………………………93

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………….105

DISEÑOS……………………………………………………………………………107
CAPITULO I
LA PROBLEMATICA

Las raíces más remotas del hombre, lo caracterizan como esencialmente rural, en esos
albores de la humanidad, ya nómada o sedentario, primero se benefició de la naturaleza
tal como la encontraba, y cuando se estableció definitivamente en un lugar, comenzó a
cultivar las plantas y domesticar animales creando así la agricultura y a la vez su
derecho propietario en tierras, cosechas, animales y herramientas.

Este logro que demandó la necesidad del respeto y protección de sus bienes y la
seguridad de las personas mismas, originó la primera organización social, ya que era
evidente una vida en común, inclusive para la protección de los asentamientos
surgiendo una sociedad con un jefe cabeza, el que colaborado por algunos miembros
de la comunidad, debía preocuparse por la satisfacción de las necesidades comunes del
asentamiento (el gobierno, la administración).

Esta organización voluntaria conlleva a las primeras aldeas rurales, algunas de las
cuales al crecer rápidamente, trocando sus funciones; rimarías por otras ajenas al área
rural, se transforman en áreas urbanas.

La subdivisión de cualquier área territorial en urbana y rural no significa en caso


alguno, autosuficiencia de cada una de ellas, al contrario existe una interrelación
estrecha; las áreas rurales abastecen a las urbanas de los productos agrícolas,
principalmente para la alimentación y también como insumos para la transformación
en bienes manufacturados y/o industrializados, que a su vez la ciudad retorna al área
rural, este ejemplo válido para el nivel económico, no supone la ausencia de otras
interacciones principalmente a nivel social.

El tema que nos ocupa, si bien está referido con preferencia a Bolivia, es representativo
de la América morena, y de todos aquellos países, donde la población campesina es
mayoritaria o de aquellos en los que, las áreas rurales juegan importante rol en sus
economías.

Cuando años atrás (1980), publicamos ―Sistema nacional de Ciudades en Bolivia‖, por
encargo del Ministerio de Urbanismo y Vivienda, se hizo referencia a que los
asentamientos de nuestras principales ciudades en la época de la conquista y en
especial en el coloniaje, se debieron a la explotación de ricos yacimientos mineros
(primero la plata, luego el estaño, los más representativos), fundándose también
ciudades; intermedias entre los yacimientos y las costas del pacífico, destinadas, a la
exportación de estas riquezas hacia la metrópoli española, pero es evidente de que las
áreas entre esas ciudades, incluso la periferia de ellas, no fue descuidada, su función
fue la de producir los! productos agrícolas necesarios para abastecer las ciudades y el
excedente de población rural fue reclutado y utilizado en forma inhumana como mano
de obra en la explotación minera.

Ya en la época republicana, lamentablemente este, si se quiere precario equilibrio entre


áreas! urbanas y rurales fue abandonado y aquella clase social, que había ganado
prestigio e influencias durante la guerra de la Independencia, se benefició con la
herencia de las tierras usurpadas por los conquistadores, por lo tanto las tierras
solamente cambiaron de patrones.

Los enclaves mineros, siguieron operando, pero las áreas rurales y sus sistemas de
producción permanecieron en la rusticidad y primitividad.

Por otra parte, en el aspecto social, la población campesina estaba sometida a nivel de
servidumbre por los terratenientes, los cuales eran dueños de ―vidas y haciendas‖, en
esta organización al campesino se le permitía ocupar un lugar en la propiedad del
patrón y hacer siembra de autoconsumo, siempre y cuando trabajara gratuitamente en
las parcelas de la, finca, además de prestar otros servicios domésticos (pongueaje).

Esta fué la situación hasta 1952, año en que irrumpe en la vida política del país, un
gobierno nacionalista, cuyo origen ideológico y partidista arranca de la guerra del
Chaco, campaña¡ que descubrió a los mismos bolivianos, las a sincronías y tabús de
una administración y organización social de toda una época republicana.
Las características ―revolucionarias‖, para ese tiempo, permitieron al nuevo gobierno
tomar decisiones fundamentales que aún gravitan en el país, y en cuanto al tema se
trata, el 2 de Agosto de 1953, se promulga la Ley de Reforma Agraria.

Esta Reforma, la segunda en América (después de la mexicana) cambió la situación


imperante en el Agro, principalmente en la modificación de la estructura de la tenencia
de la tierra y de las relaciones de servidumbre, socialmente liberó al campesino, lo hizo
propietario de la tierra y en parte lo integró a la vida económica en un margen pequeño
de participación en el mercado, así como en su participación en el proceso de toma de
decisiones a nivel nacional (voto universal).

Sin embargo entre los aspectos negativos, la simple división de Ia tierra, agravada por
la sucesión hereditaria, consolidó una estructura minifundista, favoreciendo el espíritu
individualista, contrario a los valores ancestrales de una cultura basada en la vida
comunitaria, que posibilitara una organización de amplia base de producción. En
definitiva ausencia de una verdadera planificación económica.

Otro aspecto, es la insurgencia de la politización en el agro, con la conformación de


Sindicatos y Centrales campesinas sectarias, que con el apoyo de gobiernos de turno,
reemplazan al final de cuentas a los antiguos patrones, tiranizando a la población
campesina, liderizándola no en beneficio de los intereses agrarios sino en
conveniencias sectarias y partidistas.

Es evidente que esta politización, no es solamente privativa del ámbito rural, es ante
todo una ―epidemia‖ nacional, y entiéndase que estamos hablando de politiquería, no
de política que supone una acción racional .endiente a la superación de aspectos que
traban el desarrollo de los pueblos.

Redefinir la Reforma Agraria es un imperativo, activando el proceso a través


precisamente de la movilización y organización de los campesinos en función a sus
valores naturales de las comunidades agrícolas con incentivos económicos y sociales
reales de acuerdo al momento histórico,

Proyecciones que alcancen por lo menos al mediano plazo. Solo así campesino se
convertirá en agente de cambio, y si a esto en el sentido

Se incorpora el crecimiento económico, se estaría en presencia de un idéntico


desarrollo.

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