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ANALISIS DE LA SITUACION PATRIMONIAL DE LA MUJER CASADA EN

SOCIEDAD CONYUGAL EN CONTRASTE CON LA SITUACION DE LA MUJER


CASADA CON SEPARACION DE BIENES.
Daniela A. Galindo Kiessling.

ÍNDICE
Pág.
A. INTRODUCCIÓN ------------------------------------------------------------------------- 2

CAP. 1 DEL MATRIMONIO


I. ¿Qué es el matrimonio? --------------------------------------------------------------- 3
II. Orígenes del matrimonio ------------------------------------------------------------- 5
III. Efectos del matrimonio:
A. Capacidad de la mujer casada --------------------------------------------------- 6
B. Regímenes matrimoniales ------------------------------------------------------- 8
CAP. 2 DE LOS REGIMENES MATRIMONIALES PROPIAMENTE TALES
I. De la sociedad conyugal ------------------------------------------------------------- 10
II. De la separación de Bienes ---------------------------------------------------------- 11
CAP. 3 SITUACION PATRIMONIAL DE LA MUJER CASADA
I. Patrimonio:
A. Desde el punto de vista del régimen de sociedad conyugal ---------------- 15
B. Desde el punto de vista del régimen de separación de bienes -------------- 17
II. Beneficios, ventajas y desventajas de cada sistema ----------------------------- 18
III. Efectos Jurídicos para la mujer ----------------------------------------------------- 21

B. CONCLUSIÓN ---------------------------------------------------------------------------- 23

1
A. INTRODUCCIÓN.

Toda comunidad de vida que se origina producto de la celebración del vínculo


matrimonial, hace indispensable conocer y comprender las opciones que otorga nuestro
ordenamiento jurídico para elegir el mejor sistema económico, de acuerdo a las necesidades
de cada cónyuge.
Debido a esto, es que surge la interrogante de saber ¿Qué regímenes patrimoniales
regulados en nuestro Código Civil dan mayor protección, beneficios y ventajas a los futuros
contrayentes; y cuales son las desventajas de elegir uno u otro sistema? Pero más
específicamente responder ¿Cuál de estos será más aconsejable y conveniente desde el
punto de vista del patrimonio de la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal o
bajo el régimen de separación de bienes?
De manera que los estatutos jurídicos que se establecen para la regular las relaciones
pecuniarias entre los cónyuges son: el régimen de sociedad conyugal; el de separación de
bienes y participación en los gananciales.
Por lo tanto, a la mujer casada, le será más útil y atenderá mejor a sus intereses de
índole económico, el sistema de sociedad conyugal. Dado que su patrimonio se vera
incrementado con la formación de los bienes sociales compuesto por los haberes: absoluto,
relativo y propio de cada cónyuge. Incremento que se materializa producto de la disolución
y liquidación de la sociedad conyugal; contando además, con su patrimonio reservado
establecido en razón a su trabajo remunerado y con independencia del marido.
La administración de la sociedad conyugal corresponde al marido, siendo la
intervención de la mujer bastante escueta y simple la que se realiza mediante la
autorización a que se refiere el artículo 1749 del Código Civil. Además, de gozar de ciertos
beneficios y ventajas características de este sistema como el beneficio de emolumento,
renuncia a los gananciales, disponer de preferencia sobre el marido para retirar los bienes
propios y su recompensa, de manera que si no alcanzan los bienes para que el marido retire
su recompensa se pagara ella y no el marido, entre otros puntos que se analizaran en el
presente trabajo.

2
CAPÍTULO 1
DEL MATRIMONIO

I.- ¿Qué es el matrimonio?

El matrimonio es la institución base que rige y regula el sistema jurídico del derecho de
familia.
El Código Civil chileno lo ha definido como: “Un contrato solemne por el cual un
hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de
vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”. 1
Definición de la cual se desprenden los siguientes elementos, el matrimonio:
1º Es un contrato;
2º Es un contrato solemne;
3º Que celebran un hombre y una mujer;
4º Por el cual se unen actual e indisolublemente y por toda la vida; y
5º Con el fin de vivir juntos, de procrear y auxiliarse mutuamente.
El profesor Hernán Troncoso Larronde, señala en su obra que el fin aparentemente más
importante es el de la procreación: la multiplicación y conservación de la especie. Así como
también lo son la vida en común y el auxilio reciproco, justificando ciertos matrimonios
que de otro modo no tendrían fundamento ni razón alguna, como el de las personas de edad
avanzada.2 Por tanto, el procrear es una finalidad no necesaria en casos de matrimonios
entre ancianos o de personas enfermas inclusive entre personas que se casan y no tienen
descendencia, sea por opción o por impedimentos biológicos del ser humano.
Se debe tener presente por lo tanto, al momento de tomar la decisión de contraer el tan
preciado vínculo matrimonial, tres aspectos relevantes en esta materia:3

1
CC, art, 102.
2
TRONCOSO L. Hernán, Derecho de Familia, Editorial Abeledo-Perrot, Legal Publishing, décima tercera
edición, 2010, p 11.
3
FIGUEROA Y. Gonzalo, “¿Para que sirve el matrimonio?”, Actualidad Jurídica, Año IV, Nº 9, Ediciones
Facultades de Derecho Universidad del Desarrollo, 2004, pp 32 ss.

3
1º- Las relaciones personales entre los cónyuges.
Esto es los derechos y obligaciones que se generan entre ellos. Conforme a lo dispuesto
en el Código Civil, se establece que: “Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a
socorrerse y ayudarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El marido y la
mujer se deben respeto y protección recíprocos”.4 Los derechos y obligaciones
reglamentados en nuestro sistema jurídico son;
- de fidelidad
- de socorro
- de ayuda mutua
- de respeto y protección recíprocos y,
- de vivir en el hogar común.
Dentro de las sanciones que se pueden configurar al infringir estos derechos y
obligaciones, se encuentra la posibilidad de demandar el divorcio o la separación judicial
en caso de adulterio civil cometido por algunos de los cónyuges. Así como también el
nacimiento del derecho del otro cónyuge a pedir alimentos en situación de faltar al deber
de socorro que se traduce en la obligación que tienen los cónyuges de auxiliarse en materia
económica. Y en general en esta materia el juez decretará la separación de bienes si el
marido, por su culpa, no cumple con las obligaciones que imponen los artículos 131 y 134,
o incurre en alguna causal de separación judicial, según los términos de la Ley de
Matrimonio Civil.5
2º Las relaciones económicas.
El matrimonio hace indispensable que la ley regule las relaciones económicas que se
crean producto de esta vida en común. Debido a esto el legislador ofrece a los cónyuges
variados sistemas de regulación económica. De tal manera que las alternativas se limitan a
la elección de un régimen el cual puede ser de sociedad conyugal, de separación de bienes
el que a su vez puede ser total o parcial, y régimen de participación en los gananciales.
Siendo los regímenes patrimoniales según el profesor A. Alessandri “el estatuto que
regla los intereses pecuniarios de los cónyuges entre si y en sus relaciones con terceros”.

4
CC, art. 131.
5
Ídem, art. 155.

4
3º El régimen hereditario.
En efecto, los cónyuges son asignatarios forzosos y legitimarios entre si, por tanto se
heredan recíprocamente.
De tal manera que el matrimonio no es solo una institución jurídica, sino también ética,
social y política; no solo el derecho influye en la estructuración y organización del
matrimonio y sus efectos, sino que también la costumbre y la religión.6

II.- Orígenes del matrimonio.

El matrimonio tiene su génesis en Roma dentro del Derecho Romano, en el cual no se


miraba como un acto jurídico ni tampoco como un contrato, que corresponde a la
naturaleza jurídica que hoy posee en el derecho civil moderno, sino como “Una unión de
hecho entre un hombre y una mujer, púberes, honorables y ciudadanos romanos”.7
Sin embargo, el matrimonio no solo persigue la procreación de hijos y la perpetuación
de la especie, sino que además la asistencia reciproca, la prosperidad material, moral o
intelectual y, especialmente, el apoyo efectivo entre los cónyuges; que crea una comunidad
de vida, la cual engendra deberes recíprocos entre estos y de ellos para con su prole. Estos,
caracteres generales del matrimonio los subraya Portalis al desarrollar la definición de
Modestino en el Digesto “consortium omnis vitas”-unión para toda la vida-: “El
matrimonio es la sociedad del hombre y de la mujer que se unen para perpetuar su especie,
para ayudarse, por el mutuo socorro, a llevar el peso de la vida, y para compartir su común
destino”.8
Por tanto, al igual que en el derecho civil moderno, el matrimonio producía efectos,
tales como: La mujer participa de la condición social del marido pero no pierde su calidad
de plebeya, si es que lo era cuando se casa con un patricio; el marido controla la dote y, si
hay separación, se devolvía al padre de la mujer o a ella misma; la mujer no podía beber
vino ni abortar sin el consentimiento de su marido; los esposos se debían fidelidad.

6
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p.10.
7
STÖHWIENG C. Silke, Ob. cit., p. 63.
8
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p.10.

5
Así, del Derecho Romano se desprenden y reflejan causales de terminación del
matrimonio, como la muerte de alguno de los cónyuges, uniones licitas como el
concubinato, impedimentos para contraer el vinculo matrimonial como el parentesco y la
dote que consistía en el aporte que hacia el padre de la mujer, o ella misma si era sui iuris,
al marido, para que este pudiese proveer con su producto al mantenimiento de su mujer
durante la vida conyugal, entre otros elementos a considerar que han servido de cimiento a
lo que es hoy en día la institución del matrimonio en nuestro ordenamiento jurídico.9

3.- Efectos del matrimonio.

A. Capacidad de la mujer casada.

La capacidad es la aptitud legal para ejercer por si sola los derechos de que es titular sin
necesidad de autorización o representación alguna. En esta materia la regla general es la
capacidad de manera que lo excepcional es la incapacidad. Lo que significa que habrá que
buscar en el listado de las incapacidades para saber si se es capaz o no.
Las clases de incapacidades que se reconocen en nuestro sistema normativo, son de dos
tipos, las absolutas y las relativas. Las primeras impiden celebrar acto jurídico alguno, esto
de acuerdo a lo establecido en el inciso 1 del artículo 1447 del Código Civil dentro de ella
encontramos a los impúberes, dementes, sordos o sordos mudos que no pueden darse a
entender claramente. Las segundas son aquellas que permiten celebrar actos jurídicos
válidos cuando se cumplen ciertas exigencias legales.
Por ello, que la ley pide a su efecto:
1. Que el incapaz relativo actúe autorizado por quien corresponda, y
2. Que actué por intermedio de su representante legal. 10
En tanto si el incapaz relativo es debidamente autorizado y se cumple con las
formalidades habilitantes puede celebrar un acto jurídico válido. Se encuentra dentro de

9
STÖHWIENG C. Silke, Ob. cit., pp. 64 ss.
10
LARRAIN P. Hugo, Apuntes de clases, año 2008.

6
esta categoría los menores adultos y los disipadores que se hallen bajo interdicción de
administrar lo suyo.
El artículo 1447, antes de la promulgación y publicación de la ley 18.802 de 9 de Junio
de 1989, la mujer casada en régimen de sociedad conyugal era relativamente incapaz y así
se sostenía en dicha norma al estar junto con los menores adultos y disipadores en
interdicción de administrar lo suyo. Cuestión que cambió con la entrada en vigencia de esta
ley que modifica y sustituye el texto en su inciso 3 dejando como incapaces relativos
únicamente a los menores adultos y a los disipadores en interdicción. De este modo
debieron modificarse además las normas que decían relación con esta incapacidad; como la
autorización que requería la mujer para comparecer en juicio, las exigencias para celebrar
actos y contratos, la forma como debía darse la autorización, entre otras. Disposiciones que
fueron derogadas por la ley 18.802 e incorporadas con posterioridad por la ley 19.335 que
tratan otras materias.11
Sin perjuicio, la mujer casada sigue manteniendo ciertas limitantes en relación a su
capacidad. Lo cual se refleja claramente de los artículos 1749, 1750, 1752 y 1754 cuando se
establece que el marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los bienes
sociales y los de su mujer. El marido respecto de terceros es dueño de los bienes sociales,
como si ellos y sus bienes propios formasen un solo patrimonio. La mujer, no podrá
enajenar o gravar ni dar en arrendamiento o ceder la tenencia de los bienes de su propiedad
que administre el marido. Lo que se traduce en un claro impedimento al ejercicio de la
plena capacidad de la mujer casada.
Ahora bien, es evidente que la norma fundamental sobre la plena capacidad de la mujer
se encuentra en el artículo 150 del Código Civil al señalar que “La mujer casada, que
desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de los de
su marido, se considerara separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio,
profesión o industria y de lo que en ellos obtenga …” Pero para esto será necesario un
trabajo que sea remunerado y desarrollado durante la vigencia de la sociedad conyugal el
cual sea independiente del marido. Dándosele así pleno poder para administrar los bienes
que obtenga con su trabajo.

11
RAMOS P. René, Derecho de Familia (I), Editorial Jurídica de Chile, séptima edición, 2007, pp 151 s.

7
B. Regímenes matrimoniales.

Producto del matrimonio se generan una serie de efectos en los bienes de los cónyuges
que en el derecho moderno reciben la denominación de “Régimen patrimonial de la
12
Familia” o “Régimen económico de la Familia”. Por lo cual el legislador ha tenido que
regular tales efectos de los bienes y el conjunto de normas relativas a ellos.
El profesor A. Alessandri define el régimen matrimonial como “el estatuto que regla los
intereses pecuniarios de los cónyuges entre sí y en sus relaciones con terceros”.
En nuestro ordenamiento se aplica el principio de libertad de elección del régimen
matrimonial, los cónyuges pueden contraer matrimonio bajo sociedad conyugal, separación
total, separación parcial de bienes o régimen de participación en los gananciales.
La regla general en esta materia si nada se dice será la sociedad conyugal la cual regirá
esta unión matrimonial. Ahora bien, en caso contrario mediante las capitulaciones
matrimoniales se determinaran el régimen por el cual se regirán sus intereses pecuniarios.
Estas convenciones de carácter patrimonial pueden ser celebradas por los esposos antes
de contraer matrimonio o en el acto mismo del matrimonio.13 Pudiéndose pactar la
separación total de bienes o el régimen de participación en los gananciales. En el caso de
celebrarse en el acto mismo del matrimonio quedara constancia de ella, en la respectiva
acta levantada por el oficial del registro civil en la celebración del matrimonio14, siendo la
única solemnidad que el pacto conste en la inscripción de matrimonio, y antes de la
celebración del matrimonio se pactara por medio de escritura publica siendo necesario que
se subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial en el acto mismo del
matrimonio o dentro de los 30 días siguientes de su celebración.15

12
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p.123 s.
13
CC, art. 1715
14
LEY Nº 19.947 (17-05-2004), art. 9. La manifestación se hace ante cualquier oficial del Registro Civil, en
la cual los futuros contrayentes dan a conocer al oficial del Registro civil su intención de contraer matrimonio
ante él.
CC, art. 1715 inc. 2. En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio, sólo
podrá pactarse separación total de bienes o régimen de participación en los gananciales.
15
Ídem, art. 1716 inc. 1

8
Sera posible modificar o alterar las capitulaciones matrimoniales antes del matrimonio
por los esposos, para ello deben sujetarse a las mismas solemnidades de las capitulaciones
matrimoniales primitivas.16
Sin embargo, una vez celebrado el matrimonio, en principio éstas tendrán adquirirán el
carácter de inmutables pero esta regla tiene una excepción, ya que se puede modificar el
régimen matrimonial después del matrimonio, pero solo para sustituir el sistema de
sociedad conyugal por el de separación total de bienes, o por el de participación en los
gananciales, o el de separación total de bienes por el de participación en los
gananciales.17También pueden sustituir el régimen de participación en los gananciales por
el de separación total de bienes.
Estos pactos solo pueden celebrarse por los cónyuges mayores de edad y no se puede
volver al régimen matrimonial que se sustituyo, por lo tanto se permite por una sola vez
durante la vida del matrimonio cambiar de régimen.18
Por consiguiente, el sistema económico del matrimonio viene a regular dos categorías
de intereses, los de los cónyuges entre sí y la de estos en relación a los terceros. ahora bien
sea cual sea la estructura patrimonial que adopten las diversas legislaciones debe considerar
dos principios fundamentales, el respeto y el reconocimiento a la igualdad entre el marido y
la mujer, por una parte, y por otra, reconocer que el matrimonio importa una comunidad de
intereses, incluso económica, pues se trata de una institución. 19

16
Ídem, art. 1722
17
Ídem, art. 1723. Durante el matrimonio los cónyuges mayores de edad podrán substituir el régimen de
sociedad de bienes por el de participación en los gananciales o por el de separación total. También podrán
substituir la separación total por el régimen de participación en los gananciales.
El pacto que los cónyuges celebren en conformidad a este artículo deberá otorgarse por escritura pública y
no surtirá efectos entre las partes ni respecto de terceros, sino desde que esa escritura se subinscriba al margen
de la respectiva inscripción matrimonial. Esta subinscripción sólo podrá practicarse dentro de los treinta días
siguientes a la fecha de la escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste no perjudicará,
en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o de la mujer y, una vez
celebrado, no podrá dejarse sin efecto por el mutuo consentimiento de los cónyuges.
En la escritura pública de separación total de bienes, o en la que se pacte participación en los gananciales,
según sea el caso, podrán los cónyuges liquidar la sociedad conyugal o proceder a determinar el crédito de
participación o celebrar otros pactos lícitos, o una y otra cosa; pero todo ello no producirá efecto alguno entre
las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el inciso anterior.
18
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p.135.
19
SCHMIDT H. Claudia Ob. cit., p.175.

9
CAPÍTULO 2
DE LOS REGÍMENES MATRIMONIALES PROPIAMENTE TALES

A. De la Sociedad Conyugal.

De acuerdo a lo establecido en los artículos 135 y 1718 del Código Civil, se desprende
de estas disposiciones que la sociedad conyugal “es una sociedad de bienes que se forma
entre los cónyuges por el hecho de contraer matrimonio y a falta de pacto en contrario”.
La sociedad conyugal existe entre el marido y la mujer; en sus relaciones jurídicas se
distinguen tres entidades: marido, mujer y sociedad conyugal. Pero la existencia de esta
última solo se manifiesta cuando se disuelve, para los efectos de determinar los aportes y
recompensas de cada cónyuge.
Respecto de terceros, la sociedad no existe; no hay más que marido y mujer: La
sociedad conyugal y el marido se identifican en forma de constituir una sola persona, el
marido es dueño de los bienes sociales como si ellos y los suyos propios formasen un solo
patrimonio.
La excelentísima Corte Suprema ha sostenido que la sociedad conyugal es una
institución sui generis, de naturaleza especial, que presenta características propias y
originales que la distinguen de toda otra. 20
Entre los cónyuges hay tres entidades distintas, el marido, la mujer y la sociedad, y
siendo esta una comunidad restringida a la que no entran todos los bienes de aquellos, hay
también tres patrimonios: el patrimonio común o social; el patrimonio propio del marido y
el patrimonio propio de la mujer, cada uno de estos patrimonios tiene su activo y pasivo.
La composición de cada uno de estos patrimonios esta determinada imperativamente
por la ley. Estableciéndose así los haberes de la sociedad conyugal: un haber absoluto o
real, relativo o aparente y un haber propio.
Los bienes de la sociedad se llaman sociales y los bienes de cada cónyuge que no
ingresa al haber de la sociedad conyugal se denominan bienes propios. Su dominio

20
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., pp 141 s.

10
corresponde al marido o a la mujer, según quien sea el propietario, a la sociedad solo le
pertenecen sus frutos.
Por lo tanto, para saber que compone el activo de la sociedad formado por estos haberes
habrá que estarse a lo establecido en el Código Civil. Siendo el haber absoluto aquellos
bienes que entran al patrimonio de la sociedad en forma definitiva e irrevocable, o sea, sin
derecho a recompensa o compensación a favor del cónyuge que los aporto. Los cuales se
encuentran regulados en el artículo 1725 Nº 1, 2 y 521. Por otro lado, el haber relativo esta
compuesto por aquellos bienes que si bien entran a formar parte del patrimonio social, lo
hacen en forma “aparente” porque el cónyuge dueño de ellos adquiere un crédito contra la
sociedad por la correspondiente recompensa. Establecido en el articulo 1725 Nº 3 y 422.
La disolución de la sociedad, se produce por causales taxativamente señaladas en la ley;
norma contenida en el artículo 1764. Los efectos que genera la disolución son: la mujer
puede aceptar o renunciar a los gananciales; puede surgir un régimen de comunidad; habrá
que liquidar la sociedad conyugal. Para liquidar la sociedad se deberá confeccionar un
inventario de los bienes y proceder a la tasación de ellos, formándose la masa partible de la
cual se procederá a la división del activo y pasivo. 23

B. De la Separación de Bienes

Según don Fernando Fueyo es “el régimen matrimonial de alternativa para los
cónyuges, cuando no se encuentran en el caso normal de formar la sociedad conyugal; y a
pesar de su carácter marcadamente opuesto al de la sociedad, puede subsistir paralelamente
con el, si la separación de bienes es parcial”.
21
CC, art. 1725.El haber absoluto de la sociedad conyugal se compone: 1º De los salarios y emolumentos de
todo género de empleos y oficios, devengados durante el matrimonio; 2º De todos los frutos, réditos,
pensiones, intereses y lucros de cualquiera naturaleza, que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los
bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen durante el matrimonio; 5º De todos los
bienes que cualquiera de los cónyuges adquiera durante el matrimonio a título oneroso.
22
Ídem, art. 1725. El haber relativo de la sociedad conyugal se compone: 3º Del dinero que cualquiera de los
cónyuges aportare al matrimonio, o durante él adquiriere; obligándose la sociedad a pagar la correspondiente
recompensa; 4º De las cosas fungibles y especies muebles que cualquiera de los cónyuges aportare al
matrimonio, o durante él adquiriere; quedando obligada la sociedad a pagar la correspondiente recompensa.
Pero podrán los cónyuges eximir de la comunión cualquiera parte de sus especies muebles, designándolas en
las capitulaciones matrimoniales.
23
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., pp. 204 ss.

11
Añadiendo además que es aquel que evitando la reunión de los patrimonios de los
cónyuges, los desliga entre si totalmente o bien en parte, conservando en tal caso cada
cónyuge los derechos de uso, goce y disposición de sus bienes.24
Legalmente la separación de bienes se encuentra definida como aquella que se efectúa
sin separación judicial, en virtud de decreto del tribunal competente, por disposición de la
ley o por convención de las partes.25
Esta clase de régimen rompe con la regla general de ser la sociedad conyugal el estatuto
que regirá las relaciones pecuniarias de los cónyuges.
Teniendo como características que cada cónyuge es dueño de sus propios bienes, los
cuales no pasan al patrimonio social, patrimonio que ni siquiera existe si la separación es
total. La administración de los bienes se realiza independientemente por cada cónyuge.

Clases de Separación de Bienes.


La separación de bienes puede clasificarse del modo siguiente:
1. Atendiendo a su fuente: legal, judicial y convencional. Así se desprende del artículo
152.
2. Atendiendo a su extensión: total y parcial.
La separación legal puede ser total o parcial; lo mismo la convencional. En cambio, la
separación judicial es siempre total.26

A) Separación Judicial de Bienes


Es muy importante hacer hincapié en cuanto no confundir la separación judicial de
bienes con la separación judicial. Esta ultima, es aquella autorización para que los cónyuges
vivan separados. En cambio, en la primera existe un matrimonio casado bajo régimen de
sociedad conyugal y dado que se da una causal de las establecidas en la ley, la mujer
demanda la separación judicial, demanda que termine la sociedad conyugal y que le
reemplace la separación total de bienes. Siendo una separación judicial por ser esta
consecuencia de un juicio entre marido y mujer.
24
Ídem. p. 226.
25
LEY Nº 19.947 (17-05-2004), art. 152.
26
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p 339.

12
La separación judicial solo puede demandarla la mujer; por las causales
específicamente establecidas en la ley. Es un derecho que la ley contempla exclusivamente
en su favor para defenderla de la administración del marido.27
En efecto esta facultad de la mujer es irrenunciable e imprescriptible, debe ser siempre
total y es irrevocable.
Decretada la separación judicial de bienes se termina la sociedad conyugal y se procede
a dividir los gananciales y al pago de recompensas, o si el régimen que había era el de
participación en los gananciales el crédito de participación en los gananciales habrá que
determinarlo.

B) Separación Legal de Bienes


La separación legal de bienes puede ser total o parcial. Existen por el solo ministerio de
la ley, reuniéndose los requisitos que se establecen para cada caso.
-Separación Legal Total de Bienes: es la que fija la ley y comprende todos los bienes al
igual de lo que pasa en la separación judicial. Hay separación legal total en los casos de
separación judicial y de los que contraen matrimonio en el extranjero.
-Separación Legal Parcial de Bienes: los casos de separación legal parcial son los
contemplados en los artículos 166 y 150 del código civil.

La situación del artículo 166.


Se refiere este caso a aquel en que la mujer casada se le haga una donación o se le deje
una herencia o legado con la condición precisa de que en las cosas donadas, heredadas o
legadas, no tenga administración el marido, y dicha donación, herencia o legado fuere
aceptada por la mujer.
La separación es legal, porque es la ley la que la establece e indica las consecuencias y
es parcial porque solo comprende las cosas donadas, legadas o heredadas, bajo condición
precisa de que no tenga la administración el marido.

27
RAMOS P. René Ob. cit., p 347.

13
La situación del artículo 150.
Se refiere este caso el de los bienes reservados de la mujer casada en sociedad
conyugal. El inciso 2 señala: “La mujer casada, que desempeñe algún empleo o que ejerza
una profesión, oficio o industria, separados de los de su marido, se considerará separada de
bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio, profesión o industria y de lo que en ellos
obtenga ...” Pasando la mujer a tener la capacidad establecida en el articulo 159.28

C) Separación convencional de Bienes


Es la que tiene su origen en un acuerdo de voluntades de los esposos antes del
matrimonio, en el momento mismo de su celebración o en un acuerdo de los cónyuges
mayores de edad durante la vigencia de la sociedad conyugal.
En cuanto a su extensión o contenido la separación convencional de bienes puede ser
total o parcial.
-La separación convencional total: se puede pactar en tres oportunidades: antes de la
celebración del matrimonio; en el momento mismo de su celebración o durante el
matrimonio. En los dos primeros casos no nace sociedad conyugal y el único régimen
matrimonial será el de separación total de bienes; en el tercer caso señalado se pone
término al régimen de participación en los gananciales o a la sociedad conyugal existente,
debiendo procederse a su liquidación, y un nuevo régimen matrimonial reemplaza al
anterior.
-La separación convencional parcial: es aquella que acuerdan los cónyuges de común
acuerdo. Estableciéndose tres oportunidades para acordarla;
1) En las capitulaciones matrimoniales celebradas con anterioridad al matrimonio y en este
caso los cónyuges pueden acordar separación total o bien separación parcial.29

28
CC, art. 159. Los cónyuges separados de bienes administran, con plena independencia el uno del otro, los
bienes que tenían antes del matrimonio y los que adquieren durante éste, a cualquier título.
Si los cónyuges se separaren de bienes durante el matrimonio, la administración separada comprende los
bienes obtenidos como producto de la liquidación de la sociedad conyugal o del régimen de participación en
los gananciales que hubiere existido entre ellos.
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., pp 225 ss.
29
Ídem, art. 1720

14
2) En las capitulaciones matrimoniales celebradas en el acto mismo del matrimonio pero en
este caso solo se puede pactar separación total de bienes, pudiéndose además pactar
participación en los gananciales.30
3) Durante el matrimonio, los cónyuges mayores de edad que estuvieren casados en
sociedad conyugal o de separación parcial de bienes, o en régimen de participación en los
gananciales, pueden convenir sustituir este régimen por el de separación total de bienes.31

CAPÍTULO 3
SITUACIÓN PATRIMONIAL DE LA MUJER CASADA

I.- Patrimonio.

A. Desde el punto de vista del régimen de la sociedad conyugal.


El activo de la sociedad conyugal esta conformado por tres clases de haberes: absoluto,
relativo y propio.
En cuanto al haber absoluto, éste esta formado por aquellos bienes que entran en la
sociedad de manera definitiva e irrevocable, o sea, sin derecho a recompensa a favor del
cónyuge que los aporto. Por otro lado, el haber relativo esta compuesto por aquellos bienes
que si bien entran a formar parte del patrimonio social, lo hacen en forma “aparente”
porque el cónyuge dueño de ellos adquiere un crédito contra la sociedad por la
correspondiente recompensa. Siendo este un derecho personal para que se le recompense, al
tiempo de la disolución de la sociedad conyugal.32
Las recompensas son “el conjunto de créditos o indemnizaciones en dinero que se
hacen valer al momento de liquidar la sociedad conyugal, a fin de que cada cónyuge
aproveche el aumento y soporte en definitiva las cargas que legalmente le correspondan”. 33

30
Ídem, art. 1715 inc. 2
31
Ídem, art. 1723
32
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p 145 y 151 s.
33
Ídem. p. 173

15
De manera que el objeto de ellas será: evitar todo enriquecimiento de un patrimonio a
expensas de otro; impedir que los cónyuges se hagan donaciones disimuladas en perjuicio
de sus respectivos legitimarios y acreedores; mantener el equilibrio entre los tres
patrimonios, la composición de cada uno esta determinado por la ley o por las
capitulaciones matrimoniales y no pueden alterarse una vez celebrado el matrimonio;
proteger a la mujer en contra de los abusos del marido, por ser el administrador de la
sociedad.34 Finalmente tenemos el haber propio o personal de cada cónyuge, aquí la
sociedad conyugal constituye un régimen de comunidad restringida de bienes, conservando
cada cónyuge un cierto patrimonio propio o personal. Forman parte de éste:
1) Los inmuebles que un cónyuge tiene al momento de casarse;
2) Los inmuebles adquiridos por uno de los cónyuges durante la vigencia de la
sociedad conyugal a titulo gratuito;
3) Los bienes muebles que los cónyuges excluyeron de la comunidad en las
capitulaciones matrimoniales;
4) Los aumentos que experimenten los bienes propios de cada cónyuge;
5) Las recompensas, y
6) Los inmuebles subrogados a un inmueble propio o a valores destinados a ese objeto
en las capitulaciones matrimoniales o en una donación por causa de matrimonio.35
Por consiguiente, la mujer no tiene mayor injerencia en materia de administración de la
sociedad puesto que la regla general establece que “el marido es el jefe de la sociedad
conyugal, y como tal administrara los bienes sociales y los de su mujer”.
Sin embargo se establecen ciertas limitaciones al marido; las establecidas por los
esposos en las capitulaciones matrimoniales36 y las impuestas por el titulo XXII del Libro
IV del Código Civil.37

34
Ídem. p. 174
35
RAMOS P. René Ob. cit., p 184.
36
CC, art. 1720. En las capitulaciones matrimoniales se podrá estipular que la mujer dispondrá libremente de
una determinada suma de dinero, o de una determinada pensión periódica.
37
CC, art. 1749. El marido no podrá enajenar o gravar voluntariamente ni prometer enajenar o gravar los
bienes raíces sociales ni los derechos hereditarios de la mujer, sin autorización de ésta.
No podrá tampoco, sin dicha autorización, disponer entre vivos a título gratuito de los bienes sociales, salvo el
caso del artículo 1735, ni dar en arriendo o ceder la tenencia de los bienes raíces sociales urbanos por más de
cinco años, ni los rústicos por más de ocho, incluidas las prórrogas que hubiere pactado el marido.

16
En cuanto a la autorización de la mujer se refiera esta deberá ser específica y otorgada
por escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esta solemnidad, o interviniendo
expresa y directamente de cualquier modo en el mismo. Podrá prestarse en todo caso por
medio de mandato especial que conste por escrito o por escritura pública según el caso. La
autorización a que se refiere el presente artículo podrá ser suplida por el juez, previa
audiencia a la que será citada la mujer, si ésta la negare sin justo motivo. Podrá asimismo
ser suplida por el juez en caso de algún impedimento de la mujer, como el de menor edad,
demencia, ausencia real o aparente u otro, y de la demora se siguiere perjuicio. Pero no
podrá suplirse dicha autorización si la mujer se opusiere a la donación de los bienes
sociales.38
Dado esto, es que se establece un patrimonio especial con el producto del trabajo de la
mujer para que ella lo administre libremente que se denomina Bienes Reservados puesto
que no es mucho lo que puede hacer bajo el régimen de la sociedad conyugal.
Establecido en el articulo 150 del Código Civil, siendo necesario que la mujer casada
desempeñe algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de los de
su marido, considerándose separada de bienes respecto del ejercicio de ese empleo, oficio,
profesión o industria y de lo que en ellos obtenga.
El patrimonio entonces pasa a conformarse los bienes que la mujer obtenga con su
trabajo; lo que la mujer adquiera con el producto de su trabajo, y los frutos tanto del
producto del trabajo como de los bienes que haya adquirido con ese producto.39

B. Desde el punto de vista del régimen de separación de bienes.


Cada cónyuge conserva el dominio, la administración y el goce de todos sus bienes,
independientemente de su naturaleza, época y titulo de adquisición, prescindiendo por
completo del principio de la unidad de intereses que implica la vida matrimonial, razón por
la cual, equivale prácticamente a la ausencia de todo régimen matrimonial.

Si el marido se constituye aval, codeudor solidario, fiador u otorga cualquiera otra caución respecto de
obligaciones contraídas por terceros, sólo obligará sus bienes propios.
38
CC, art. 1749 inc. 7.
39
RAMOS P. René Ob. cit., p 303.

17
Por lo tanto, la única forma de aumentar su patrimonio que tiene la mujer es tener un
trabajo fuero del hogar, lo cual genera un problema ya que el 60% de las mujeres chilenas
no desarrollan una actividad remunerada fuera del hogar, siendo este sistema claramente
perjudicial para ella, al no existir un patrimonio social entre los cónyuges que en razón a su
disolución y liquidación de la sociedad conyugal, se produce un reparto de los gananciales
por mitad para cada uno, pudiendo la mujer estar dentro de este porcentaje de no tener
trabajo remunerado, salvo que reciba bienes a titulo gratuito.40

II.- Beneficios, ventajas y desventajas de cada sistema.

Sociedad Conyugal: Beneficios y ventajas.


1) La mujer interviene en la administración de la sociedad conyugal mediante la
autorización a que se refiere el artículo 1749.
2) En las capitulaciones matrimoniales se le permite estipular que dispondrá libremente de
una determinada suma de dinero, o de una determinada pensión periódica.
3) Cuenta con un patrimonio propio que si bien es administrado por el marido, no podrá
este enajenar o gravar los bienes raíces de la mujer, sino con su voluntad.
4) Podrá administrar en forma extraordinaria la sociedad conyugal, cuando en el caso de
interdicción del marido, o por larga ausencia de éste sin comunicación con su familia,
hubiere sido nombrada curadora del marido, o curadora de sus bienes41.
5) Se establece en su favor la institución de los bienes reservados, en virtud al artículo
150.
6) Goza del llamado beneficio de emolumento, el cual es un límite a la responsabilidad de
la mujer sobre el pasivo de la sociedad. Así se establece en el artículo 1777 que señala:
“La mujer no es responsable de las deudas de la sociedad, sino hasta concurrencia de su
mitad de gananciales”. Por lo tanto, no cubre con sus bienes propios las deudas sociales
sino que con la mitad de los gananciales que reciba en el reparto y liquidación de la
sociedad conyugal.
40
SCHMIDT H. Claudia, “Los sistemas económicos del matrimonio”, Revista de Derecho de la Universidad
Finis Terrae, Año III, Nº 3, Ediciones Facultad de Derecho Universidad Finis Terrae, 1999, pp. 178.
41
CC, art. 1758

18
7) Puede renunciar a los gananciales, así lo establece el artículo 1719. Siendo una medida
de protección otorgada a la mujer, para compensar su ninguna injerencia en los
negocios sociales y los amplios poderes administrativos del marido. Por lo tanto, se
libera por completo del pasivo social.
8) Dispondrá de preferencia sobre el marido para retirar los bienes propios y su
recompensa.
9) Tiene una preferencia de cuarta clase para el pago de estas deudas que tiene en contra
de la sociedad conyugal y del marido.

Desventajas.
1) El marido es jefe de la sociedad conyugal y por ende le corresponde la administración
ordinaria de ella. Solo en casos eventuales la mujer tendrá la administración
extraordinaria de la sociedad pero cesada la causa que le dio origen, recobrara el marido
sus facultades administrativas, previo decreto judicial.42
2) El marido aparece como único dueño de los bienes de la sociedad, es respecto de
terceros, dueño de ellos, como si estos y sus bienes propios formasen un solo
patrimonio, de manera que durante la sociedad los acreedores del marido podrán
perseguir tanto los bienes de éste como los bienes sociales.43
3) La mujer por sí sola no tiene derecho alguno sobre los bienes sociales durante la
vigencia de la sociedad.

Separación de Bienes: Beneficios y ventajas.


1) La sociedad conyugal puede subsistir paralelamente con el régimen de separación de
bienes, si esta es parcial.
2) La separación judicial de bienes fue establecida como una medida de protección a la
mujer dentro del régimen de la sociedad conyugal, cuando procedan las causales
taxativamente señaladas en la ley. Por lo tanto, solo puede ser pedida por la mujer,
facultad que es irrenunciable.

42
Ídem. art. 1749 y 1758
43
Ídem. art. 1750

19
3) En virtud de la separación bienes cada cónyuge administra independientemente sus
bienes. Por lo tanto los acreedores del marido solo tienen acción sobre los bienes de
este.
4) Cada cónyuge es dueño de sus propios bienes, los cuales no pasan al patrimonio social.
5) Solo la separación total de bienes pactada en las capitulaciones matrimoniales otorgadas
antes del matrimonio o en el acto de su celebración puede ser modificada
convencionalmente, y por una sola vez, por una participación en los gananciales.44
6) Los acreedores de la mujer separada de bienes, por actos o contratos que legítimamente
han podido celebrarse por ella, tendrán acción sobre los bienes de la mujer. El marido
es responsable con sus bienes, cuando hubiere accedido como fiador o de otro modo a
las obligaciones contraídas por la mujer; del mismo modo será responsable, a prorrata
del beneficio que hubiere reportado de las obligaciones contraídas por la mujer,
comprendiendo en este beneficio el de la familia común, en la parte en que de derecho
haya debido él proveer a las necesidades de ésta.45

Desventajas.
1) No existe patrimonio social, si la separación de bienes es total.
2) No puede la mujer renunciar anticipadamente al derecho de pedir la separación judicial
de bienes, ya que es irrenunciable e imprescriptible.
3) En cuanto al patrimonio reservado, se dice que mas bien se trataría de gananciales, pues
los actos o contratos celebrados por la mujer en esta administración separada, obligan
los bienes comprendidos en ella y los que administre con arregle a las disposiciones de
los artículos 166 y 167.46
4) Los acreedores persiguen los bienes propios de la mujer, no hay un patrimonio social.
5) La mujer casada que no cae dentro del artículo 150, no podrá aumentar su patrimonio.
Por lo tanto, el cónyuge que trabaja fuera del hogar percibe un ingreso que sólo
aumenta su patrimonio, aumento o ganancia de la cual no participa el cónyuge que

44
Ídem. art 1792-1 inc. 2
45
JUSTINIANO R. Julio, Síntesis del Derecho de Familia, Ediciones Jurídicas la Ley, segunda edición, 1999,
p. 150.
46
CC, art. 150 inc. 5

20
trabaja dentro del hogar, siendo alrededor de un 60% aproximadamente de las mujeres
chilenas que no desarrollan una actividad remunerada fuera del hogar.47

III.- Efectos jurídicos para la mujer.

A) Régimen de Sociedad Conyugal:

En materia de administración, siendo el marido el jefe de la sociedad conyugal y como


tal administrador de los bienes sociales y los de su mujer; requerirá de autorización de ella
para obligar bienes sociales. Acarreando su omisión nulidad relativa o inoponibilidad,
dependiendo de la realización del acto.
Facultad de aceptar o renunciar a los gananciales, el efecto que produce su renuncia es
que los bienes de la sociedad conyugal y los del marido se confundan e identifiquen, aún
respecto de la mujer. Este efecto se produce desde la disolución de la sociedad conyugal,
con lo cual:
Es innecesaria la liquidación de la sociedad conyugal; la mujer no puede reclamar parte
alguna del haber social y no tiene responsabilidad por las deudas sociales.
De manera que la mujer pierde todo derecho sobre los bienes de la sociedad, estos
pertenecerán exclusivamente al marido. Se libera por completo del pasivo social; las deudas
de la sociedad gravarán exclusivamente al marido; El activo y el pasivo pertenecen al
marido o a los herederos de éste.
De ahí que, la renuncia no afecta ni el dominio de los bienes propios de la mujer, ni a
sus bienes reservados, tampoco pierde esta el derecho a cobrar las recompensas y, en su
caso, de pagar las que adeuda.48
Conservación de responsabilidad por sus deudas personales, por las contraídas en su
patrimonio reservado, por las contraídas en la gestión de los bienes donados o asignados
con la condición de que no los administre el marido como asimismo, por las obligaciones

47
SCHMIDT H. Claudia Ob. cit., p. 178
48
Ídem. art. 1784.
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p 208.

21
contraídas por el hijo de familia respecto de actos o contratos celebrados por éste o los que
la mujer celebre en representación de aquél.
Liquidación de la sociedad conyugal, específicamente lo relativo a la formación de la
masa partible (acervo líquido). La mujer goza de ciertos derechos especiales: se paga de las
recompensas y hace las deducciones antes que el marido49; si los bienes sociales son
insuficientes, puede dirigirse sobre los bienes del marido50; para pagarse de las
recompensas que le adeude la sociedad conyugal o el marido la mujer goza de un crédito
privilegiado de cuarta clase.51
Reparto de los gananciales, se dividirán por mitad entre los cónyuges, salvo que hubiere
habido ocultación o distracción dolosa de un bien de la sociedad, caso en que el cónyuge o
heredero responsable pierde su porción en la misma cosa y debe restituirla doblada; cuando
en las capitulaciones matrimoniales se hubiere convenido que los gananciales se repartan en
otra proporción o cuando la mujer renunció a los gananciales. Si uno de los herederos de la
mujer renunció a su cuota en los gananciales, la porción del que renuncia acrece a la
porción del marido.52

B) Régimen de Separación de Bienes:

El principal efecto de este sistema, radica en que se evita la reunión de los patrimonios de
los cónyuges, los desliga entre si totalmente o bien en parte, conservando en tal caso cada
cónyuge los derechos de uso, goce y disposición de sus bienes.53
Cuando la separación de bienes es parcial, subsisten paralelamente los regímenes de
sociedad conyugal y de separación. Ahora bien, si la separación es total, el régimen de
sociedad conyugal desaparece enteramente, siendo suplido por el de separación que queda
como único régimen.

49
CC, art. 1773.
50
Ídem, art. 1773 inc. 1.
51
Ídem. art. 1481 Nº3.
52
RAMOS P. René Ob. cit., p 287 s.
53
TRONCOSO L. Hernán Ob. cit., p 225.

22
Los acreedores del marido, no tendrán acción sobre los bienes que la mujer
administra, salvo que se pruebe que el contrato celebrado por el marido cedió en utilidad
de la mujer o de la familia común.
Patrimonio reservado de la mujer, se obliga los bienes comprendidos en su
patrimonio reservado, y los bienes a que se refieren los artículos 166 y 167 del Código
Civil, y no obligaran los bienes del marido, a menos cuando este se hubiere accedido
como fiador, o de otro modo, a las obligaciones contraídas por la mujer. Asimismo será
responsable, a prorrata del beneficio que hubiere reportado de las obligaciones contraídas
por la mujer; comprendiendo en este beneficio el de la familia común, en la parte en que
de derecho haya él debido proveer a las necesidades de ésta.54

B. CONCLUSIÓN.

En definitiva, la institución de los sistemas económicos del matrimonio son un pilar


fundamental para regular los efectos jurídicos que se producen entre los cónyuges en
razón de la celebración del vínculo matrimonial.
Por lo tanto, es una decisión que se debe analizar y tener en consideración al
momento de optar por cual régimen se regirán.
De manera que la regla general, de si nada se dice, se entenderá que los cónyuges
se casan bajo el régimen de sociedad conyugal no es aplicable a todos los matrimonios
y es aquí donde aparecen los otros posibles sistemas el “régimen de separación de
bienes” y el “régimen de participación en los gananciales”.
Pero a lo que a la mujer respecta el sistema que la protege y vela por sus intereses
económicos es y será el de la sociedad conyugal, claro esta en un sentido amplio
puesto que en situaciones de que no sea este el correcto, el legislador le da otras
opciones a las cuales optar.
Es la sociedad conyugal el sistema por excelencia principalmente por la unión de
patrimonios que se forma entre los cónyuges; de modo que se resguarda a la mujer en

54
CC, art. 161

23
múltiples sentidos, siendo un claro ejemplo de esto, la situación de la mujer casada que
no goza de una actividad remunerada fuera del hogar común, pudiendo ésta percibir y
aumentar su patrimonio con los ingresos del marido que trabaja fuera del hogar.

BIBLIOGRAFÍA

MANUALES, MONOGRAFÍAS Y TRATADOS.-

JUSTINIANO R. Julio, Síntesis del Derecho de Familia, Ediciones Jurídicas la Ley,


segunda edición, 1999, pp. 51 ss.

RAMOS P. René, Derecho de Familia (I), Editorial Jurídica de Chile, séptima edición,
2007, pp. 152 ss.

TRONCOSO L. Hernán, Derecho de Familia, Editorial Abeledo-Perrot, Legal Publishing,


décima tercera edición, 2010, pp. 113 ss.

ARTÍCULOS DE REVISTAS JURÍDICAS.-

BUSTAMANTE S. Luis, “Plena capacidad de la mujer casada en sociedad conyugal”,


Revista de Derecho, Año LXV, Nº 201, Editorial Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Universidad de Concepción, 1997, pp. 159 ss.

FIGUEROA Y. Gonzalo, “¿Para qué sirve el matrimonio?”, Actualidad Jurídica, Año IV,
Nº 9, Ediciones Facultades de Derecho Universidad del Desarrollo, 2004, pp. 31 ss.

RODRÍGUEZ G. Pablo, “Los regímenes patrimoniales”, Revista de Derecho de la


Universidad Finis Terrae, Año III, Nº 3, Ediciones Facultad de Derecho Universidad Finis
Terrae, 1999, pp. 157 ss.

24
SCHMIDT H. Claudia, “Los sistemas económicos del matrimonio”, Revista de Derecho de
la Universidad Finis Terrae, Año III, Nº 3, Ediciones Facultad de Derecho Universidad
Finis Terrae, 1999, pp. 175 ss.

STÖHWIENG C. Silke, “El matrimonio desde sus orígenes hasta la actualidad en nuestro
ordenamiento jurídico”, Lex et Veritas, Vol. 3, Edición Universidad Internacional SEK
Facultad de Ciencias Jurídicas, 2005, pp. 63 ss.

CÓDIGOS, LEYES U OTRAS FUENTES NORMATIVAS.-

CC, art. 102 a 1792.

LEY Nº 19.947 (17-05-2004), art. 4 a 52.

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