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LA RESTRICCIÓN EN LA COMPRA

DE DÓLARES Y SU
CONSECUENCIAS EN LAS
EMPRESAS

ADMINISTRACIÓN I
3º AÑO “E”
Integrantes:
Galante Agostina
Renom Julian
Ciambotti Fiorella
Bianchi Ignacio
El cepo cambiario surgió en la Argentina ante el incremento de la denominada fuga de
capitales, es decir, la compra de moneda extranjera y divisas por parte de familias y empresas.
Consistió en una serie de medidas oficiales restrictivas, con el objetivo de disminuir el faltante
de dólares, evitando en ese momento tener que devaluar, es decir, no usar el mecanismo de
precios para ajustar ese exceso de demanda. La primera medida se tomó a partir del 1 de
noviembre de 2011. Desde ese día, todos los argentinos tuvieron que pedir autorización a
la AFIP antes de comprar divisas o moneda extranjera.

Si bien esta restricción casi total en la compra de dólares se impulsó para el


atesoramiento en las arcas nacionales de la mencionada moneda extranjera, evitar el posible
lavado de dinero y la evasión impositiva, acarreó consecuencias negativas tanto para las
empresas como para los ciudadanos residentes en el exterior como para los que habitan en
nuestro territorio.

Uno de los principales conflictos es el hecho de que, como la AFIP es el organismo


regulador en la compra de divisas extranjeras, cada día menos argentinos pueden acceder,
legalmente, a la compra de dólares. Las restricciones cambiarias que dispuso el Gobierno no
sólo redujeron drásticamente los montos que pueden obtenerse en el mercado cambiario, sino
que también dejaron afuera al 80% de los ahorristas que demandaba billetes todos los meses
en las ventanillas de los bancos. Este cambio, produjo un aumento en la compra del llamado
dólar blue, paralelo o negro, es decir, aquel que es adquirido de manera ilegal en el mercado
negro y expandió la diferencia de precios con el legal, siendo el ilegitimo más caro.

En el ámbito empresarial las consecuencias fueron mucho más profundas. Es que son
muchas las multinacionales que poseen expatriados alrededor del mundo con diferentes
modalidades de contratación y pago, sobre todo en las posiciones más importantes, como
gerencias y direcciones. Pero la Argentina presenta cada vez más restricciones para estos
ejecutivos al momento de adquirir y transferir moneda extranjera a sus países de origen, lo
cual está generando una complicación en sus compensaciones. En la medida en que esta
situación se extienda en el tiempo, "la consecuencia será que las empresas deberán
conformarse con los perfiles locales. Van a tener que cubrir muchas de sus posiciones clave
con candidatos internos, lo cual, sin embargo, no implicará un mayor movimiento dentro del
mercado. Por otro lado, una de las potenciales consecuencias en relación a esto, habrá menos
ejecutivos extranjeros interesados en venir a la Argentina. Las restricciones cambiarias son
un tema que cala hondo en la mente de los expatriados. Antes podían convertir a dólares
fácilmente el sueldo que percibían en pesos pero hoy ya no pueden hacerlo, o bien, tienen
que pagar un costo mayor, que ronda el 40% para conseguir divisas en el mercado paralelo.
Ahora los expatriados pueden enviar dinero al exterior a través de los bancos siempre y
cuando demuestren que es para cumplir con obligaciones como, por ejemplo, el pago de una
hipoteca.

En función del actual escenario, las empresas idearon distintas alternativas:

1) Realizar un "split del salario". Con este mecanismo, la casa matriz u otra filial pasa
a hacerse cargo del pago de la remuneración al ejecutivo, abriéndole una cuenta corriente a
la subsidiaria argentina que se compromete a devolverle el dinero cuando la situación se
arregle.

2) Dual Employment. Consiste en ser un empleador doble en los casos en los que el
ejecutivo tiene la responsabilidad de la operación en otro país, además de la Argentina, para
que pueda cobrar parte de su sueldo afuera. El expatriado deberá tributar en ambos países
pero, a la vez, según la ley, tiene que tener declarado que entre el 40 y 50% de su trabajo
está en el exterior.
3) El cobro parcial con fondos de la compañía en el exterior. En este caso, la opción
es transferir el dinero desde una cuenta corporativa extranjera a otra que el ejecutivo posea
en el exterior. Sin embargo, esta opción está atada a un alto riesgo fiscal.

4) La compra de bonos. "El dólar que surge de la operatoria del contado con liquidación
a través de la compraventa de bonos o acciones hoy vale $6,70. Acá el mayor costo lo absorbe
el expatriado. Lo puede hacer pero paga una diferencia alta. Para él es más caro y pierde
dinero", dice Rodríguez.

"Sin embargo -continúa- las empresas les están proponiendo que los compren y les
ofrecendevolverles la diferencia en la próxima liquidación, bajo algún concepto".

En estos casos la compañía se hace cargo del mayor costo pero no del riesgo, ya que
quien lo toma es el expatriado. En opinión del consultor, "a pesar de ser una opción muy cara,
es la mejor".

5) Asesoramiento ante organismos oficiales para la obtención de moneda extranjera.


En estos casos, las multinacionales se limitan a poner a disposición del interesado un estudio
contable, impositivo o de abogados que lo ayuden a ver cómo adquirir dólares por la vía legal.

Otra de las principales consecuencias es que ya son 40 empresas extranjeras que


decidieron irse de la Argentina desde 2011, el año en que el gobierno nacional implementó el
cepo cambiario. La mayoría son europeas, seguidas por las de Estados Unidos y de América
Latina. A principios de 2012, las compañías que debían adquirir dólares para girarlos al
exterior –por el pago de importaciones o por el giro de dividendos a sus casas matrices-
debían contar con autorización del Banco Central, una medida que no fue presentada por
escrito. Si bien la salida de empresas es un proceso que se da desde la convertibilidad, el
informe subrayó que “se exacerbó” a partir de 2011. De las 40 compañías del listado, la
mayoría son europeas. Dentro del rubro indumentaria, se encuentran Armani, Zegna, Escada
y Kenzo, que mostraron el camino para que las marcas de lujo se fueran del país. También
partieron las francesas Yves Saint Laurent y Louis Vuitton.

En conclusión, la instauración del cepo cambiario tuvo como principal objetivo detener
la caída de reservas de dicha moneda en las arcas del Estado, pero no pudo lograrlo, ya que
desde la existencia del mismo a la fecha se han perdido US$ 16.190 millones. Además, la
ineficiencia de la medida le ha costado el puesto a dos presidentes del Banco Central. Hoy en
día, y con el cambio de gobierno, se dio marcha atrás con esta medida, y se comenzó a liberar
el cepo cambiario. Esto, lejos de solucionar los problemas que estaban cuando se implementó
la medida, podría tener aparejadas consecuencias igual de graves como una gran devaluación
o la pérdida del poder inquisitivo en los sueldos.

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