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Seminario. Introduccion al método histórico crítico. Prof.: Ska.

Alumno: Damián Correa.

A pesar de su brevedad, Dt 31,1 es un verso de difícil comprensión. La LXX y Qumran


(1QDeutb) presentan una lectura diversa respecto a TM. A favor de la lectura de TM, se
sostiene principalmente, el principio de lectio difficilior y la imposibilidad de error mecánico.
En efecto, la vorlage de la LXX y Qumran (1QDeutb) concluyen de forma prolija el discurso
comenzado en Dt 29,1. La tendencia a la prolijidad de la LXX, se puede observar por otras
adaptaciones en el mismo verso (como la adición de lk antes de ~yrbd at). Quizá al
entender el término hlah de forma anafórica se buscó una conclusión al discurso que ya
había comenzado en Dt 29,1 y se alteró de esta forma TM. En cambio, TM y PS ofrecen una
lectura incomoda al repetir innecesariamente una misma introducción1.
A favor de la lectura que plantea la prioridad de LXX se esgrime la lógica narrativa. La
lectura de la TM no sería la lectio difficilior sino la lectura incoherente. En este sentido, la
LXX sería testigo de un documento que respeta el sentido lógico de la unidad narrativa.
Lohfink y Tov siguen este criterio apartándose así del principio de la lectio difficilior2. La
unidad narrativa más fiable quedaría comprendida entre Dt 29,1-31,1. Tanto su inicio como
su cierre estarían destacados con cierta importancia. La desventaja principal de asumir la
precedencia de LXX y considerar la lectura original como lkyw radica en el hecho que resulta
difícil explicar la motivación del cambio en TM y volver así más difícil la lectura. Una razón
aludida para justificar el cambio en el TM reside en el interés por destacar la novedad de Dt
31-323.

El verbo $lh, especialmente cuando se lo emplea en su forma infinitiva absoluta, tiene una
función auxiliar respecto otros verbos. Mediante esta fórmula no se expresa movimiento, sino
solo progresión de la acción. Sin embargo, no encontramos en el Dt el uso de esta raíz en
combinación con rbd. Distinta es la situación de la combinación de los verbos hlk con rbd.
En Dt podemos encontrar 2 atestaciones (Dt 20,9; 32,45) que manifiestan el uso temporal de
la formula. Asumiendo entonces la precedencia de la LXX, con apoyo del también del
vocabulario, se podría considerar que su vorlage ofrece un testimonio antiguo de la BH, la
cual fue corregido por TM de forma tardía, como demuestra Qumran. Se podría suponer que
la vorlage de LXX concluía su narración con la misión de Josué. En esta hipótesis, el verbo
hlk en Dt 31,1 sería perfectamente lógico. Posteriormente, se podrían suponer adiciones más
allá de Dt 31,8. No sería difícil especular en la posibilidad del carácter tardío de ciertos
pasajes (solo en esta parte se encuentran pasajes poéticos: Dt 32,1-43; 33; y discursos directos
de YHWH: Dt 31,14, 16-21,23; 32,48-52; 34,4). Sin embargo, en este periodo todavía podría
permanecer el verbo hlk en Dt 31,1 junto con los capítulos últimos. Finalmente, el TM
notaría la dificultad del verbo hlk ante la presencia de nuevos discursos de Moisés
(31,10.23.25.30; 33,1) y mediante una sencilla metátesis se procedió a su modificación.
Si bien, nos damos cuenta del carácter hipotético de la reconstrucción creemos que se puede
responder a la principal objeción contra la precedencia de la LXX. La modificación de TM

1
MCCARTHY, et al. (ed.) BHQ. Deuteronomy V (Stuttgart 2007) 134*.
2
F. NWACHUKWU, “The Textual Differences Betwenn the MT and the LXX of Deuteronomy 31. A response
to Leo Laberge”. Bundesdokument und Gesetz. Studien zum Deuteronomium (G. BRAULIK) (HBS 004, Freiburg
1995) 89.
3
G. PAPOLA, Deuteronomio. Intorduzione, traduzione e commento a cura di Grazia Papola (Nouva versione
della Bibbia dai testi antichi 005; Cinisello Balsamo 2011) 334
Seminario. Introduccion al método histórico crítico. Prof.: Ska.
Alumno: Damián Correa.

intenta salvar la incoherencia que emerge de los añadidos posteriores. En este sentido nos
parece más firme el principio de la línea narrativa que el de la lectio difficilior.

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