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Factótum 9, 2012, pp.

34-42
ISSN 1989-9092
http://www.revistafactotum.com

La lectura heideggeriana
de la metafísica de Descartes
Natanael Pacheco Cornejo

Universidad de las Islas Baleares (España)


E-mail: natanael.pacheco@gmail.com

Resumen: Una de las interpretaciones históricas más relevantes de la filosofía cartesiana es la de Martin
Heidegger. El objetivo del presente escrito es reconstruir esta interpretación a partir de las dos grandes etapas de
su reflexión. En la primera etapa veremos cómo Heidegger explora lo no pensado por Descartes (la naturaleza
ontológica de la res cogitans y de la res extensa) y critica su olvido a la luz de la pregunta por el sentido del ser.
En la segunda etapa se centra en determinar el lugar y las consecuencias históricas de la metafísica cartesiana,
ateniéndose a lo que Descartes pensó explícitamente acerca del ego cogito en tanto que subjectum. Ambas
lecturas son complementarias y, además, están vinculadas por el tema de la “vuelta” (die Kehre).
Palabras clave: Heidegger, Descartes, sujeto moderno, metafísica.

Abstract: One of the main historical interpretations of Cartesian philosophy is Martin Heidegger's. The aim of this
paper is to reconstruct that interpretation from the two big phases of his thought. In the first one we will see how
Heidegger explores that which wasn't thought by Descartes (the ontological nature of res cogitans and res
extensa) and criticises his oversight of these matters from the point of view of the question of the sense of being.
In the second phase he focuses in determining the place and historical consequences of the Cartesian
metaphysics, relying on what Descartes thought about ego cogito as subjectum. Both interpretations are
complementary and they are joined by the concept of die Kehre.
Keywords: Heidegger, Descartes, modern subject, metaphysics.

Reconocimientos: Agradezco los comentarios y aportaciones del Dr. Joan Lluís Llinàs Begon (UIB), del Dr.
Andrés L. Jaume Rodríguez (UIB) y de mi estimada amiga Marina Mulet Busquets.

1. Las dos lecturas de Descartes en el Edmund Husserl llevó a cabo un renacimiento


proyecto filosófico de Heidegger del estilo cartesiano en sus Meditaciones
cartesianas, donde reconoce abiertamente su
Buena parte de la reflexión filosófica del deuda con el filósofo francés respecto al
siglo XX ha dirigido su atención al pensamiento planteamiento trascendental del ego cogito. Por
de Descartes, hasta el punto de que no hay otro lado, Martin Heidegger criticó dicho
problema vivo de la filosofía en cuyo trasfondo planteamiento, surgido de una interpretación
no aparezca.1 De hecho, dos de las corrientes metafísica no cuestionada que se habría
capitales del pensamiento actual han dedicado extendido a lo largo de toda modernidad.
una atención especial al cartesianismo: la Ambas lecturas tendrían una importante
fenomenología y la hermenéutica. Por un lado, continuidad en las interpretaciones posteriores,
situando el pensamiento de Descartes en el
1
Al respecto podemos citar algunos de los más importantes: la centro de numerosos debates.2
recuperación del cuerpo o la carne frente a la tradición platónico-
cartesiana, el replanteamiento de la relación cuerpo/mente, el
problema del otro, la crisis de la razón, el debate en torno a la 2
El debate en torno al dilema idealismo-realismo, que prosperó al
epistemología como discurso conmensurable, el carácter natural o principio del siglo, la fenomenología existencial o mundana, la
bien instrumental del lenguaje, etc. Todos ellos nos obligan, en última hermenéutica de la facticidad histórica, la problemática de la crisis de
instancia, a adoptar una postura determinada con respecto al la Ilustración y el inicio de los planteamientos de la postmodernidad
cartesianismo. son algunos de los ejemplos más relevantes.

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Si bien podemos circunscribir la lectura sin cuestionarlo las categorías ontológicas


heideggeriana de la metafísica de Descartes medievales a su nuevo punto de partida en
en el contexto de su crítica a la filosofía de el ego cogito, interpretándolo a la luz de la
Husserl, resulta más instructivo enfocarla metafísica griega de la ousia o sustancia;
desde la perspectiva de su proyecto histórico pero, por otro lado, modifica decisivamente
de revisión y cuestionamiento de los lo transmitido haciendo emerger la categoría
fundamentos de la metafísica moderna. fundante de sujeto, llevando a cabo el viraje
La lectura de Descartes que hace moderno de la sustancialidad del ser a la
Heidegger en su primera etapa se encuadra subjetividad (Cerezo, 1999: 220). Heidegger
dentro de su proyecto de “destrucción” observa que en Descartes tiene que estar
(Destruktion) de la ontología occidental latente una de las más importantes
desarrollado en Ser y tiempo. Esta “ocultaciones” de la originaria pregunta
destrucción consiste en el replanteamiento ontológica por el sentido del ser, y con ello,
de la historia de la metafísica a la luz de la el olvido más radical y extremo de la
pregunta por el sentido del ser. Para “diferencia ontológica” en una cultura
Heidegger, esta pregunta se encuentra antropológico/humanista dominada por la
históricamente determinada, de manera que técnica.
que se ve obligada a traer a la luz la La crítica al humanismo, vinculada al
historicidad a la que pertenece y a fenómeno de la consumación de la
enfrentarse a la tradición precedente. metafísica occidental en la técnica moderna,
Heidegger nos advierte entonces de que, en es el trasfondo de la lectura de Descartes
virtud del carácter ingenuo o dogmático en que hace Heidegger en su segunda etapa. En
que se está en la tradición, la pregunta por su curso “El nihilismo europeo” constata que
el ser suele pasar desapercibida, o bien le el descubrimiento de la esencia de la
confiere a sus contenidos la apariencia de lo metafísica sólo es posible en cuanto la
incuestionable: metafísica llega a su conclusión, y esto
ocurre en el pensamiento de Nietzsche.
“[L]a tradición que así viene a imperar, Heidegger observa que, pese a su expresa
hace inmediata y regularmente lo que voluntad de desmarcarse de la tradición
transmite tan poco accesible que más bien filosófica, la metafísica de la voluntad de
lo encubre. Considera lo tradicional como Nietzsche habría sido su último gran
comprensible de suyo y obstruye el acceso exponente:
a las fuentes originales de que se bebieron,
por modo genuino en parte, los conceptos
y categorías transmitidos. La tradición llega “Toda la metafísica moderna, incluido
a hacer olvidar totalmente tal origen.” Nietzsche, se mantendrá dentro de la
(Heidegger, 2003: 7) interpretación de lo ente y la verdad
iniciada por Descartes.” (Heidegger, 1995:
86)
Por esta razón, Heidegger se propone
llevar a cabo una vuelta rememorativa a los
Y es que, al haber concebido el ser del
orígenes con vistas a una “apropiación
ente como “voluntad de poder” (y que
positiva del pasado”, mediante la cual se
Heidegger entiende como “voluntad de
logre una iluminación del presente (cf.
voluntad”), Nietzsche habría hecho
Cerezo, 1999: 220). En la medida en que la
manifiesta la completa falta de fundación
pregunta heideggeriana se interroga por el
que caracteriza al ser de la modernidad,
sentido del ser, es decir, no simplemente por
proceso que arranca precisamente en la
qué es el ente sino por cómo aparece o
metafísica de Descartes: la reducción
como se muestra en cuanto tal conforme al
cartesiana del ser verdadero (y del
modo temporal de su aparición (y esto es
verdadero ser) a la certeza del sujeto no fue
precisamente lo que indica la conjunción de
otra cosa que la reducción de las cosas a sí
Ser y tiempo), está dicha pregunta en
mismo por parte del yo, la cual tiene el
condiciones de llevar a cabo un
carácter de una “toma de posesión”; así, la
cuestionamiento radical de la historia de la
reducción del ser a la representación cierta
ontología en función del modo mismo del
del ego cogito es, a la postre, la reducción
aparecer del ser.
del ser a la voluntad del sujeto.
¿Qué lugar ocupa la filosofía de
En esta “segunda” lectura, Heidegger
Descartes en el itinerario histórico que
profundiza en las implicaciones históricas de
Heidegger tiene en mente? La respuesta es
la filosofía cartesiana y, especialmente, en
bien conocida: Descartes es un punto crucial
su gran aportación: la transformación del
de recepción y de inflexión entre la Edad
hombre en sujeto, en subjectum o
Media y la Edad Moderna. Por un lado, aplica
fundamento sobre el que se funda el ser de

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lo ente y la verdad. Se trata de una lectura ni lugar alguno en el que no me


que comparte los rasgos “destructivos” de la encontrase, pero que no podía fingir por
primera pero ya no tanto desde la ello que yo no fuese, sino al contrario, por
lo mismo que pensaba en dudar de la
perspectiva de la pregunta por el sentido del
verdad de las otras cosas se seguía muy
ser y del Dasein, sino desde la perspectiva cierta y evidentemente que yo era,
de la “historia del ser”. mientras que, con sólo dejar de pensar,
aunque todo lo demás que hubiese
imaginado hubiera sido verdad, no tenía ya
2. La lectura del primer Heidegger: lo
razón alguna para creer que yo fuese,
no-pensado por Descartes conocí por ello que yo era una substancia3
cuya total esencia o naturaleza es pensar,
y que no necesita, para ser, de lugar
2.1. La indeterminación ontológica del alguno ni depende de ninguna cosas
sujeto cartesiano (ego cogito) material.” (Descartes, 2011: 122-123)

En el parágrafo 6 de Ser y tiempo,


Así, para Descartes, el lugar originario
Heidegger afirma sobre su proyecto de
de todo “darse cuenta” no puede no ser,
destrucción de la historia de la ontología que
pues tiene la prueba irrefutable de su acto, y
“no puede llevarse a cabo sino en algunas de
dicho acto es pensamiento. Y dado que la
las etapas decisivas y fundamentales de esa
presencia o constancia de lo presente era lo
historia” (Heidegger, 2003: 46). Descartes
mentado por la categoría griega de la ousia
representa una de esas etapas y su
(substantia en latín), Descartes entendió que
peculiaridad consiste en la radicalización del
tal acto no podía ser otra cosa que una
olvido de la diferencia ontológica, omisión
realidad sustancial.
que se habría producido en el mismo
comienzo de su filosofía: Esta idea nos lleva a la segunda razón
de la omisión cartesiana de la naturaleza del
sum: más que dejarla indeterminada, 4
“Con el cogito sum Descartes pretende
proporcionar a la filosofía un fundamento Descartes la presupone tomándola de la
nuevo y seguro. Pero lo que en este tradición metafísica medieval: “Descartes
comienzo ‘radical’ Descartes deja lleva a cabo las consideraciones
indeterminado es el modo de ser de la res fundamentales de sus Meditationes mediante
cogitans, más precisamente, el sentido de la aplicación de la ontología medieval al ente
ser del “sum”. (Heidegger, 2003: 47-48) puesto como ens, y el sentido de ser del
ens, para la ontología medieval, queda fijado
El problema al que apunta Heidegger es en la comprensión del ens como ens
que, si bien en la formulación del principio creatum”, el cual, a su vez, “es un momento
“cogito, ergo sum” Descartes examina el estructural esencial del concepto de ser de la
enlace de los dos términos, se centra antigüedad” (Heidegger, 2003: 48). Así, a
exclusivamente en el primero (el cogito, la pesar de sus pretensiones de comenzar
cogitatio) y pasa por alto el segundo (el desde cero, el cogito cartesiano presupone
sum). En otras palabras, Descartes analiza una res cogitans “sustancial” cuya
la naturaleza del cogito y concluye que es, naturaleza esencial es el pensamiento, de
pero deja indeterminada la naturaleza de manera que:
este ser. Dos razones parecen dar cuenta de
esta omisión. La primera es que: “[E]l aparente nuevo comienzo del
filosofar se revela como el injerto de un
“[C]on el absoluto ‘estar cierto’ del prejuicio fatal en virtud del cual la época
cogito, Descartes se sintió dispensado de inmediatamente posterior habría de omitir
interrogarse por el sentido del ser de este la elaboración de una analítica ontológica
ser.” (Heidegger, 2003: 48) temática del ‘ánimo’, hecha al hilo de la
pregunta por el ser, y entendida como una
confrontación crítica con la ontología
Habría sido, entonces, la misma legada por la antigüedad.” (Heidegger,
evidencia con que se le impuso a Descartes 2003: 48)
el factum de la cogitatio, su propia “certeza”,
la que le impidió problematizar el sentido de
su ser. A ello se refiere Descartes en el
Discurso del método cuando afirma: 3
La cursiva es nuestra.
4
Respecto a esta cuestión, Marion (1986: 177-180) ha
“Al examinar después atentamente lo rechazado con muy sólidos argumentos que Descartes dejara
que yo era y ver que podía fingir que no indeterminado, en el sentido de “no-tematizado”, el sum del
tenía cuerpo alguno y que no había mundo cogito, puesto que reinterpreta a su luz en un sentido egológico la
categoría de sustancia.

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Así, vemos que la dimensión 2.2. La indeterminación ontológica del


propiamente ontológica del primer principio objeto cartesiano (res extensa)
del filosofar cartesiano no es examinada a
causa de su certeza factual y de los En la organización del tema del mundo,
presupuestos conceptuales de Descartes. desde el parágrafo 14 hasta el 24 de Ser y
Podemos entender entonces que la analítica tiempo, Heidegger establece tres apartados
existencial de Ser y tiempo es una vía para (A, B, C), el segundo de los cuales está
profundizar en aquello que Descartes dejó destinado a la discusión con Descartes
sin pensar. Pero no solamente eso. También respecto a su concepción del mundo. Dada la
puede verse como un programa de inversión relevancia de esta apartado en el conjunto
radical del cartesianismo (cf. Cerezo, 1999: de la obra, podemos considerar que la
224): refutación del enfoque cartesiano es
determinante para su articulación y
“Si el cogito sum hubiera de servir planteamiento. (Gabás, 1999: 326).
como punto de partida de la analítica Heidegger considera que la concepción
existencial del Dasein, no sólo sería cartesiana de “mundo” es la forma más
necesario invertir sus términos, sino que extrema del “pasar por alto” el fenómeno de
además se requeriría una nueva la mundanidad que se da en la metafísica
verificación ontológico-fenomenológica de
moderna.7 Esto no quiere decir que
su contenido. La primera afirmación sería
entonces el “sum”, en el sentido de yo- Heidegger afirme que el carácter ontológico
estoy-en-el-mundo. En cuanto tal ente, “yo del mundo no haya sido abordado
soy” en la posibilidad de estar vertido hacia filosóficamente por Descartes, sino que, al
diferentes comportamientos (cogitationes), establecerlo de entrada como res extensa en
como modos de estar en medio del ente oposición a la res cogitans, no fue
intramundano. En cambio Descartes afirma problematizado como mundo en el aspecto
que las cogitationes están-ahí, y que junto de su mundanidad, ignorando así uno de los
con ellas está presente un ego, como res
aspectos constitutivos del Dasein: su ser en
cogitans carente de mundo.” (Heidegger,
2003: 232)
el mundo. Para Heidegger, este “pasar por
alto” origina y justifica una determinada
interpretación del conocimiento que recorre
A partir de esta indicación de Heidegger,
toda la metafísica moderna. La estrategia
es posible entender la analítica existencial
que seguirá Heidegger para criticar esta
como la destrucción de la tesis cartesiana
interpretación consistirá en mostrar el
del cogito,5 yendo por detrás de sus propios
equívoco que radica en una de sus
supuestos hacia una estructura o modo de
convicciones más fundamentales: el carácter
ser que pudiera dar cuenta y derrocar a la
“espacial” o “extenso” del mundo.
vez la primacía de la autoconciencia: el
Dasein.6 La estrategia heideggeriana 7
La lectura heideggeriana de la definición cartesiana de
consistiría entonces en poner en entredicho “mundo” y de sus fundamentos la encontramos en el capítulo III
la primacía de la cogitatio, lo cual equivaldría de Ser y tiempo, secciones 19-24. Antes, al principio del capítulo
cuestionar el planteamiento epistemológico II, Heidegger desarrolla y justifica la idea de que la estructura
fundamental del Dasein es la de “ser en el mundo”, pero no ya en
cartesiano. A juicio de Heidegger, dicho
el sentido de “estar situado espacialmente en” sino en el sentido
planteamiento fue el responsable del más preciso de “habitar en”. Posteriormente, pasa a criticar los
encubrimiento de la naturaleza ontológica no presupuestos de la metafísica moderna tal como se había
sólo del sujeto (el ego cogito) sino también planteado desde Descartes, una metafísica que ha “pasado por
alto” la estructura esencial del Dasein en tanto que “ser en el
de los objetos (los cogitata) interpretados
mundo”, y, por ello, ha ignorado el fenómeno de la “mundanidad”.
como “mundo” (res extensa). Y es que, para Heidegger, es necesario emprender nuevamente
la tarea de examinar el fenómeno del mundo con el fin de
determinar cuál es su “mundanidad”, es decir, concretar en qué
consiste la estructura de aquello sobre lo cual se constituye el
5
Esta idea requiere de una precisión. En el parágrafo 18 de
Dasein. Dicho examen revela el mundo como Umwelt, como
Ser y tiempo Heidegger anuncia que la destrucción
mundo que envuelve, rompiendo así con la idea de “mundo”
fenomenológica del cogito sum sería desarrollada en la segunda
como una substancia independiente frente al sujeto y como una
parte de la obra, la cual nunca llegó a aparecer. Ahora bien,
mera “categoría” para pasar a ser un “existenciario” en sentido
podemos considerar que en la analítica existencial ya se da, al
pleno. Este análisis plantea entonces la cuestión sobre el papel
menos en parte, esta destrucción en la medida en que la
que juega el espacio (la extensio) dentro de la configuración de la
consideramos como un proyecto de inversión del cartesianismo
mundanidad, revelando dos opciones posibles: o bien es el
en la configuración del Dasein.
espacio lo que nos proporciona el atributo constitutivo de la
6
Respecto a los planteamientos trascendentales propios de la mundanidad y, entonces, la exégesis del mundo debe hacerse
filosofía de la conciencia, Heidegger expresa su completo partiendo de la espacialidad como hace Descartes; o bien, al
desacuerdo: “las ideas de un yo puro y de una conciencia general contrario, la espacialidad sólo puede ser explicada partiendo de la
están tan lejos de encerrar lo a priori de la real subjetividad, que estructura misma de la mundanidad. Heidegger sostendrá esta
pasan por alto o ni siquiera ven los caracteres ontológicos de la segunda opción pero para ello necesitaba revisar la postura
facticidad y de la constitución del ser del Dasein” (Heidegger, cartesiana mediante una crítica de sus presupuestos ontológicos
2003: 249). (Antich i Valero, 1991: 61).

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Para Descartes, “mundo” es una de las ser no resulta accesible como ente, no queda
dos substancias que constituyen la res finita, más remedio que expresarlo mediante sus
aquella que se opone a la res cogitans y atributos. De este modo, si bien mentamos
cuya determinación fundamental es la la sustancia (en este caso, la sustancia
extensio, la extensión. Por otra parte, la corpórea que subsumimos en el concepto
extensión contribuye a constituir la “mundo”) no la comprendemos en su
espacialidad hasta el punto de que, según estructura de fundamento ontológico, sino a
Heidegger, Descartes acaba identificándolas partir de una de las propiedades ónticas que
(cf. Heidegger, 2003: 116). expresan aquella estructura. Descartes
De este modo, la extensión y la confunde así el dominio de lo ontológico con
espacialidad constituyen el verdadero “ser” el de lo óntico, y con ello reproduce el olvido
de la substancia corpórea “mundo”, y en ese del ser, en este caso por la negligencia de su
sentido constituyen el fundamento propia interrogación, la cual se ha quedado
ontológico del resto de sus determinaciones: en la superficie del fenómeno de la
mundanidad y ha dejado el ser fuera de su
“En efecto, la extensión a lo largo, búsqueda (cf. Antich i Valero, 1991: 62)
ancho y profundo constituye el ser Finalmente, Heidegger observa que al
propiamente dicho de la sustancia corpórea reducir el ser del mundo a la extensión,
que llamamos “mundo”. ¿Qué le da a la Descartes hace imposible el acceso de la
extensión este carácter privilegiado? Nam estructura de la mundanidad por parte del
imne aliud quod corpori tribui potest,
Dasein en tanto que el mundo (res extensa)
extensionem praesupponit. La extensión es
aquella estructura de ser del ente en y el hombre (res cogitans) son substancias
cuestión, que ya tiene que “ser” antes de radicalmente distintas. Dentro de su
todas las demás determinaciones de ser esquema metafísico, Descartes presenta dos
para que éstas puedan “ser” lo que son. La substancias heterogéneas, una pensante y
extensión debe “atribuirse” primariamente otra corpórea, que se hacen frente
a la cosa corpórea. Por consiguiente, la recíprocamente como dos entes
demostración de la extensión y de la heterogéneos y contiguos,8 y todo ello
sustancialidad del “mundo” caracterizada
debido, según Heidegger, a una
por aquella se realiza mostrando cómo
todas las demás determinaciones de esta sobrevaloración del carácter del espacio en
sustancia… sólo pueden concebirse como la constitución ontológica del mundo. De
modi de la extensio y que, a la inversa, la esta manera:
extensio resulta comprensible sine figura
vel motu.” (Heidegger, 2003: 117) “Descartes no sólo ofrece posiblemente
una determinación ontológica errada del
Esta perspectiva determina de entrada mundo, sino que su interpretación y los
toda investigación posterior de la substancia fundamentos de ella conducían a pasar por
alto tanto el fenómeno del mundo como el
corpórea: el estudio del mundo sólo puede
ser del ente intramundano inmediatamente
ser concebido como explicación a partir de la a la mano [el Dasein].” (Heidegger, 2003:
espacialidad, en tanto que ésta nos 121)
proporciona la estructura de ser del mundo,
la extensión. Y ésta se determina mediante
un peculiar modo de conocer los objetos, el 3. La lectura del segundo Heidegger: lo
conocimiento físico-matemático, el cual se pensado por Descartes
sustenta en un criterio de certeza y en un
tipo de objetivación teorética que 3.1. El lugar histórico de Descartes:
“desmundaniza” la realidad de los objetos
fundador del pensamiento moderno
aprehendidos.
Respecto a este enfoque, Heidegger En su escrito “La época de la imagen del
reprocha a Descartes el haber adoptado mundo” (1938), Heidegger afirma que la
acríticamente el tipo de determinación metafísica constituye el fundamento de una
ontológica del mundo de la Edad Media: la época “desde el momento en que, por medio
determinación del mundo como res extensa de una determinada interpretación de lo
se basa en una idea de sustancialidad “no ente y una determinada concepción de la
sólo no aclarada en su sentido de ser, sino verdad, le procura a ésta el fundamento de
tenida por inaclarable, y expuesta mediante la forma de su esencia” (Heidegger, 1995:
el rodeo a través de la característica 75). Respecto a la Edad Moderna, Heidegger
sustancial más importante de la sustancia en 8
Descartes establecería así el esquema básico de la
cuestión”, esto es, la extensión (Heidegger,
metafísica moderna, esquema que llevaría la problemática
2003: 120). Descartes cae así en el extravío metafísica a la problemática epistemológica respecto a la relación
de toda la metafísica occidental: dado que el sujeto-objeto.

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cree haber identificado ambos principios que medio de las facultades del hombre”
le son propios: por un lado, lo ente es (Heidegger, 2000: 113).
entendido como aquello que puede ser En este sentido, Heidegger entiende que
objeto de la representación del sujeto y, por la filosofía moderna continúa en la senda de
otro lado, la verdad es comprendida como la la metafísica clásica pero su pregunta
certeza que tiene el sujeto respecto a su rectora tradicional, “¿qué es el ente?”, se
representación (cf. Heidegger, 1995: 86). transforma en la pregunta por el método a la
Ambos principios, dirá Heidegger, tienen su hora de buscar un fundamentum
origen en la metafísica de Descartes,9 de ahí inconcussum veritatis. Esta transformación,
que debamos considerarlo como el dirá Heidegger, “es el comienzo de un nuevo
inaugurador una nueva época: pensar por el que la época se vuelve una
época nueva y la edad que le sigue se
“En el comienzo de la filosofía moderna vuelve edad moderna”, y es en la filosofía de
se encuentra la tesis de Descartes: ego Descartes donde ella recibe su impulso
cogito, ergo sum, ‘pienso, luego existo’. fundamental:
Toda conciencia de las cosas y del ente en
su totalidad es reconducida a la
autoconciencia del sujeto humano como “En el contexto de la liberación del
fundamento inquebrantable de toda hombre de los vínculos de la doctrina de la
certeza. En la época subsiguiente, la revelación y de la Iglesia, la pregunta de la
realidad de lo real se determina como filosofía primera reza: ¿de qué manera
objetividad, como aquello que es llega el hombre, desde sí y para sí, a una
comprendido por medio del sujeto verdad inquebrantable, y cuál es esta
representante y para él como lo que está verdad? Descartes pregunta por primera
arrojado y mantenido enfrente de él. La vez de este modo en una forma clara y
realidad de lo real es el ser representado decidida. Su respuesta es: ego cogito, ergo
por medio del sujeto representante y para sum, “pienso, luego existo”… En la
este.” (Heidegger, 2000: 109) proposición de Descartes… se expresa de
modo general una preeminencia del yo
humano y con ella una nueva postura del
Ahora bien, en qué sentido Descartes hombre. Éste no asume simplemente una
puede ser considerado el “comienzo” de la doctrina como artículo de fe, pero tampoco
época moderna es algo que debe ser adquiere él mismo meramente por
comprendido adecuadamente, y para ello es cualquier vía un conocimiento del mundo.
necesario precisar que es “lo nuevo” de la Lo que aparece es otra cosa: el hombre
sabe con certeza incondicionada que él es
modernidad. Heidegger es claro al respecto:
el ente cuyo ser posee mayor certeza. El
“lo nuevo de la época moderna respecto de hombre se convierte en el fundamento y la
la medieval, cristiana, consiste en que el medida, puestos por él mismo, de toda
hombre se dispone a conseguir desde sí certeza y verdad.” (Heidegger, 2000: 113)
mismo y con su propia seguridad, la certeza
y la seguridad de su ser hombre en medio Así, para Heidegger, la Edad Moderna es
del ente en su totalidad” (Heidegger, 2000: una “época nueva” en la medida en que se
112). Ya desde el Renacimiento, la ha colocado al hombre como fundamento de
naturaleza del hombre y del mundo es algo la certeza, de la verdad, encontrada y
cuya respuesta ya no se busca en elementos asegurada por él mismo. Este profundo
extrínsecos (la revelación o la tradición), cambio tiene dos grandes implicaciones: en
sino mediante el libre despliegue de las primer lugar, supone una “liberación” del
facultades humanas. Esta pretensión no hombre respecto de la verdad revelada
surge solamente de una voluntad de bíblico-cristiana y, en segundo lugar, supone
emancipación, sino también de una firme una transformación de la esencia del
voluntad de obtener un conocimiento cierto hombre.
y seguro frente al desafío escéptico. De ahí
Según Heidegger, podemos ver la
que en los albores de la modernidad
esencia de la Edad Moderna “en el hecho de
adquiera protagonismo la pregunta sobre
que el hombre se libera de las ataduras
cómo puede lograrse y fundamentarse una
medievales liberándose a sí mismo”
certeza de este tipo: la pregunta por el
(Heidegger, 1995: 86). Aunque reconoce
“método” en tanto que “camino a tomar”
que se trata de una caracterización
para conseguir “una determinación esencial
incompleta, ella constituye un buen punto de
de la verdad que sea fundamentable por
partida para su análisis. Mientras que el
fundamento metafísico de la Edad Media
9
Al respecto afirma Heidegger que “lo ente se determina por encontraba su base en la “certeza de
vez primera como objetividad de la representación y la verdad
salvación” (certeza proporcionada al hombre
como certeza de la misma en la metafísica de Descartes”
(Heidegger, 1995: 97). desde fuera de sí), en la Edad Moderna se

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pretende situar dicho fundamento en una 3.2. La transformación de la esencia del


certeza en la que el hombre se asegurase lo hombre: el “yo” como sujeto
verdadero desde sí mismo. En este contexto,
el papel de Descartes es crucial pues: El examen heideggeriano de la
concepción cartesiana de “sujeto” la
“[S]u tarea fue la de fundar el encontramos desarrollada principalmente en
fundamento metafísico para la liberación dos textos: en los suplementos de su escrito
del hombre hacia la nueva libertad en “La época de la imagen del mundo” (1938) 12
cuanto autolegislación segura de sí y, de manera mucho más amplia en “El
misma.”10 (Heidegger, 2000: 123) nihilismo europeo” (1940), quinta lección de
su obra Nietzsche (1961).13 En este último
De acuerdo con esta nueva concepción texto, Heidegger afirma: “con Descartes y
de la libertad, el hombre que se autolibera desde Descartes, el hombre, el “yo”
es el mismo que establece la obligación humano, se convierte en la metafísica de
vinculante para su acción.11 Ahora bien, manera predominante en ‘sujeto’”
Heidegger observa que detrás de esta (Heidegger, 2000: 119). Como ya hemos
pretensión no solamente hay un impulso mencionado, Heidegger ve en los orígenes
“moral” de liberación, sino una voluntad de del pensamiento moderno un proyecto de
dominio: emancipación del hombre respecto de la fe
revelada, en el cual éste se afirmaría a sí
“Dentro de la historia de la época mismo como centro y medida de todo
moderna y como historia de la humanidad conocimiento y acción. Según Heidegger, fue
moderna, el hombre intenta desde sí, en Descartes quien pensó por adelantado y
todas partes y en toda ocasión, ponerse a fundamentó ese concepto de hombre, que se
sí mismo en posición dominante como resume en su principio cogito, ergo sum:
centro y como medida, es decir, intenta
llevar a cabo su aseguramiento. Para ello
es necesario que se asegure cada vez más “Pero advertí en seguida que aun
de sus propias capacidades y medios de queriendo pensar, de este modo, que todo
dominación, y los tenga siempre es falso, era necesario que yo, que lo
preparados para una disponibilidad pensaba, fuera alguna cosa. Y al advertir
inmediata.” (Heidegger, 2000: 122) que esta verdad –pienso, luego soy
[cogito, ergo sum]– era tan firme y segura
que las suposiciones más extravagantes de
Para Heidegger todos estos cambios los escépticos no eran capaces de
encuentran su base filosófica en la conmoverla, juzgué que podía aceptarla sin
metafísica de Descartes. Y si bien es cierto escrúpulos como el primer principio de la
que Descartes no fue el primero que filosofía que buscaba.” (Descartes, 2011:
reivindicó esta liberación del hombre, sí fue 122)
el primero en pensar el fundamento de su
liberación “en un sentido auténticamente Descartes enuncia esta proposición como
filosófico” (Heidegger, 2000: 123). un conocimiento primero y de rango
supremo mediante el cual queda establecida
una nueva determinación de la esencia del
10
Según Heidegger, este proceso no sólo implicó un cambio hombre: el hombre se convierte en
de fundamento de la libertad, sino también una transformación en
su concepción misma: ser libre querrá decir que “el hombre pone
subjectum, en fundamento ontológico del ser
una certeza en virtud de la cual y en la cual alcanza certeza de sí
como de aquel ente que de ese modo se coloca a sí mismo como 12
Die Zeit des Weltbildes es una conferencia pronunciada por
su propia base” (Heidegger, 2000: 120). En este sentido, la nueva Heidegger el 9 de junio de 1938 bajo el título “La fundamentación
determinación de la libertad no consiste en un libero arbitrio de la moderna imagen del mundo por medio de la metafísica”,
completamente abierto y sin dirección, sino en la libre elección, última de una serie que fue organizada por la “Kurstschaft” de
por parte del hombre, de lo que es vinculante para él y su Friburgo de Brisgovia y que tenía como tema la fundamentación
consiguiente libre vinculación a ello. En otras palabras: la nueva de la moderna imagen del mundo. Los amplios suplementos que
esencia de la libertad consiste en la libertad como Heidegger adjuntó a este texto fueron escritos al mismo tiempo,
autodeterminación (cf. Heidegger, 2000: 120-121). aunque no fueron pronunciados en la conferencia.
11
El establecimiento de una “moral provisional” (morale par 13
La obra Nietzsche recoge en dos volúmenes publicados en
provision) en el Discurso del método y el proyecto de una “moral 1961 una serie de cursos universitarios dictados en Friburgo entre
definitiva” que se siga del conjunto del saber humano por parte de 1936 y 1940, además de otros escritos y esbozos de menor bulto.
Descartes es una clara muestra de lo que aquí quiere significar Esta obra constituye algo así como una summa de las
Heidegger con la “transformación de la esencia de la libertad”. La indagaciones de Heidegger no sólo sobre Nietzsche sino sobre
dirección de la acción humana ya no es buscada por Descartes toda la historia de la metafísica, y ocupa una posición
en un agente externo sino en sus propias facultades. La “moral significativamente central en el desarrollo del Heidegger posterior
provisional” es, sin duda, una moral imperfecta o, si se prefiere, a Ser y tiempo, precisamente porque la reflexión sobre la
incompleta, pero posee la cualidad de haber sido establecida metafísica constituye la continuación del esfuerzo por concretar
desde el ejercicio de la propia razón y, por ello mismo, posee un de manera extrema la analítica existencial, empeño en virtud del
carácter vinculante. El proyecto de una moral definitiva comparte cual Heidegger se orienta para clarificar el sentido del ser, que
dicho carácter. era el objetivo al que tendía Ser y tiempo (Vattimo, 1986: 80).

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41 Natanael Pacheco Cornejo

de lo ente, en “sujeto”.14 Esto equivale a presentar [Vor-stellen]” (Heidegger, 2000:


decir que “toda conciencia de las cosas y del 126). Así, si entendemos cogitare como
ente en su totalidad es reducida a la representar (Vor-stellen, poner-ante) en
autoconciencia del sujeto humano”, en tanto sentido literal, nos acercaremos más al
que este constituye “el fundamento concepto cartesiano de cogitatio y
inconmovible de toda certeza”. De este perceptio.18 Ahora bien, no debemos obviar
modo, la realidad de lo real queda que el cogito remite a un “yo” y no a una
establecida como “la representatividad mera representación de un objeto, de ahí
mediante el sujeto representador y para que para Heidegger, ego cogito corresponda
éste” (Heidegger, 2000: 120). a cogito me cogitare: todo “yo represento
Para comprender correctamente la algo” implica de manera igualmente
lectura heideggeriana de la transformación inmediata que “me” pongo o “me”
del hombre en “sujeto” es conveniente represento a mí, que soy el que represento,
precisar qué se entiende por subjectum. Esta ante mí mismo. De este modo, el yo, que
palabra latina es la traducción de la palabra representa, es también “co-representado”,
griega hypokéimenon, que significa lo que subyace en toda representación o cogitatio.
está debajo, lo que yace como fundamento, Cuando Descartes afirma cogito, ergo
y que como tal “reúne todo sobre sí” 15 sum dice mucho más que un simple “pienso,
(Heidegger, 1995: 87). Como observa luego existo”, pues en esta sentencia se
Heidegger, la cuestión decisiva del paso de resumen la certeza fundamental e
la Edad Media a la Modernidad es la inamovible de la que se deriva el resto de
constitución del hombre como el auténtico y principios, la nueva determinación del ser de
único subjectum, fundamento absoluto e lo ente y de la verdad que pasarán a
indudable de la realidad ante el cual se debe dominar el pensamiento moderno y,
legitimar el ser de las cosas.16 fundamentalmente, la nueva esencia del
Siguiendo los principios de su lectura de hombre:
la historia de la metafísica, Heidegger
observa que la proposición cartesiana “La proposición [cogito, ergo sum]
fundamental debe ser correctamente habla de una conexión entre cogito y sum.
comprendida. Cogito suele traducirse por Dice que soy en cuanto aquel que
“pienso”, pero ello no da cuenta de manera representa, que no sólo mi ser está
determinado esencialmente por este
suficiente de lo que Descartes pretende
representar sino que mi representar, en
significar. Para iluminar su sentido preciso, cuanto re-praesentatio determinante,
Heidegger señala que en algunos pasajes decide sobre la praesentia [Präsenz] de
importantes17 Descartes utiliza en lugar de todo representado, es decir sobre la
cogito la palabra percipere (per-capio), la presencia [Anwesenheit] de lo en él
cual quiere decir tomar algo en posesión, mentado, es decir sobre el ser de este
apoderarse de una cosa “en el sentido de re- mismo en cuanto ente. La proposición dice:
mitir-a-sí [Sich-zu-stellen] en el modo del el re-presentar, que está esencialmente re-
presentado a sí mismo, pone el ser como
poner-ante-sí [Vor-sich-stellen], del re-
re-presentatividad y la verdad como
certeza. Aquello a lo que se retrotrae todo
14
“Lo decisivo”, nos dice Heidegger en La época de la imagen como fundamento inquebrantable es la
del mundo, “no es que el hombre se haya liberado de las esencia plena de la representación misma,
anteriores ataduras para encontrarse a sí mismo” sino que “la en cuanto que desde ella se determinan la
esencia del hombre se transforma desde el momento en que el esencia del ser y de la verdad, pero
hombre se convierte en sujeto” (Heidegger, 1995: 87). también la esencia del hombre, como aquel
15
Podemos ver entonces que, originalmente, “subjectum” que representa y el modo en que sirve de
hacía referencia a la substancia, esto es, a la base que rige todos
medida.” (Heidegger, 2000: 135)
los caracteres “accidentales” o propiedades del ente. Por eso
Heidegger observa que “subjectum” no indicaba de por sí al
hombre ni al yo humano, sino que podía ser aplicable también a La nueva esencia del hombre
las piedras, a los animales o a las plantas (Heidegger, 2000: 119). resumida en la sentencia cogito sum puede
16
De este modo, es el propio hombre el que pasa a
determinar aquello que puede ser considerado como subjectum y
precisamente por eso se constituye como tal. Además, gana para 18
Esta observación etimológica de Heidegger requiere de una
sí mismo la libertad y la capacidad de fundamentar y, por ello, breve puntualización. La palabra alemana para “representar es
dominar, desde sí mismo, todo lo que puede ser conocido por él. “vor-stellen” (representación = Vorstellung). La traducción de
En este sentido, nos dice Gianni Vattimo, cogito ergo sum no es estos términos resulta a veces difícil, ya que Heidegger
sólo un fenómeno que corresponde al desarrollo de cierta aprovecha su contenido para expresar matices de su contenido.
mentalidad o una cuestión de puras palabras, sino que se trata de Escrito Vor-stellen significa literalmente: poner ante (sí), como la
un hecho que atañe al ser mismo, es decir, el modo en que el expresión citada: Vor-sich-stellen. Pero el prefijo Vor- indica
ente se manifiesta al Dasein y, por consiguiente, el modo en que también la anterioridad, de antemano propio del representarse
el ente es (Vattimo, 1986: 84). algo. Todos estos matices hay que tenerlos en cuenta cuando se
17
Desafortunadamente, la alusión de Heidegger no viene habla de representación o de representar, aunque no sea posible
acompañada por ninguna referencia concreta. expresarlos juntos en esta traducción (Berciano, 1990: 53).

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caracterizarse entonces en los siguientes presentante mismo” (Heidegger, 2000:


términos: yo, como representador, soy 136). De esta manera resulta que:
(existo), y mi ser se caracteriza por este
representar. De este modo, todo ente tiene “El ser del que representa, asegurado
el ser en el carácter de representación y en el representar mismo, es la medida para
toda verdad del representar consiste en el ser de lo representado, tomado en
asegurar lo representado para el que cuanto tal. Por ello, todo ente se mide de
representa. La representación del sujeto se acuerdo con esa medida del ser, en el
sentido de la representatividad asegurada y
convierte así en el fundamento ontológico de
que se asegura a sí misma.” (Heidegger,
la realidad de lo real. 2000: 136)
Con lo dicho anteriormente, Heidegger
observa que es posible comprender mejor la
Con esta clarificación del principio
razón por la que Descartes deduce de la
cartesiano cogito, ergo sum, Heidegger
proposición ego cogito la proposición sum
considera haber aclarado lo que significa el
res cogitans. Ella no significa que yo sea una
sujeto cartesiano en tanto que subjectum,
cosa que tiene la facultad de pensar, sino
hypokéimenon o fundamentum inconcussum
que “soy un ente cuyo modo de ser consiste
veritatis. Todo se remite a la representación
en el representar [esto es, en el poner-ante-
del sujeto, y por eso decimos que éste se
mi], de modo tal que ese re-presentar pone
constituye como la medida del sentido, del
también en la representatividad al re-
conocimiento y del ser de la realidad.

Referencias

FUENTES PRIMARIAS

Descartes, R. (2011) Discurso del método. Trad. de Risieri Frondizi. Madrid: Alianza.
Descartes, R. (2005) Meditaciones metafísicas. Trad. de Jesús M. Díaz Álvarez. Madrid: Alianza.
Heidegger, M. (2003) Ser y tiempo. Trad. de Jorge Eduardo Rivera Cruchaga. Madrid: Trotta.
Heidegger, M. (1995) La época de la imagen del mundo. En Caminos de bosque. Trad. de Helena
Cortés Gabaudan y Arturo Leyte Coello. Madrid: Alianza.
Heidegger, M. (2000) El nihilismo europeo. En Nietzsche II. Trad. de Juan Luís Vermal.
Barcelona: Destino.

FUENTES SECUNDARIAS

Antich i Valero, X. (1991) La crítica de la mundanitat cartesiana i la noció d’espai a Heidegger.


En Acadèmia de filosofía Liceu Joan Maragall, Lectura de Heidegger. Barcelona: PPU.
Berciano, M. (1990) La crítica de Heidegger al pensar occidental. Salamanca: Universidad
Pontificia de Salamanca.
Cerezo Galán, P. (1999) La destrucción heideggeriana de la metafísica del cogito. Enrahonar, 19
(número extraordinari), pp. 217-230.
Escudero, J. A. (1999) La destrucción fenomenológica del ego cartesiano y el tránsito hacia el
Dasein. Enrahonar, 19 (número extraordinari), pp. 173-174.
Fernández Brezmes, D. (2000) La interpretación germana de Descartes. Anales del Seminario
de Historia de la Filosofía, 17, pp. 101-112.
Gabás, R. (1999) Antes del pensar: las aventuras del ‘ergo’ desde Descartes hasta Heidegger.
Enrahonar, 19 (número extraordinari), pp. 323-332.
Marion, J.-L. (1986) Sur le prisme métaphysique de Descartes. Paris: PUF.
Vattimo, G. (1986) Introducción a Heidegger. Barcelona: Gedisa.

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