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34-42
ISSN 1989-9092
http://www.revistafactotum.com
La lectura heideggeriana
de la metafísica de Descartes
Natanael Pacheco Cornejo
Resumen: Una de las interpretaciones históricas más relevantes de la filosofía cartesiana es la de Martin
Heidegger. El objetivo del presente escrito es reconstruir esta interpretación a partir de las dos grandes etapas de
su reflexión. En la primera etapa veremos cómo Heidegger explora lo no pensado por Descartes (la naturaleza
ontológica de la res cogitans y de la res extensa) y critica su olvido a la luz de la pregunta por el sentido del ser.
En la segunda etapa se centra en determinar el lugar y las consecuencias históricas de la metafísica cartesiana,
ateniéndose a lo que Descartes pensó explícitamente acerca del ego cogito en tanto que subjectum. Ambas
lecturas son complementarias y, además, están vinculadas por el tema de la “vuelta” (die Kehre).
Palabras clave: Heidegger, Descartes, sujeto moderno, metafísica.
Abstract: One of the main historical interpretations of Cartesian philosophy is Martin Heidegger's. The aim of this
paper is to reconstruct that interpretation from the two big phases of his thought. In the first one we will see how
Heidegger explores that which wasn't thought by Descartes (the ontological nature of res cogitans and res
extensa) and criticises his oversight of these matters from the point of view of the question of the sense of being.
In the second phase he focuses in determining the place and historical consequences of the Cartesian
metaphysics, relying on what Descartes thought about ego cogito as subjectum. Both interpretations are
complementary and they are joined by the concept of die Kehre.
Keywords: Heidegger, Descartes, modern subject, metaphysics.
Reconocimientos: Agradezco los comentarios y aportaciones del Dr. Joan Lluís Llinàs Begon (UIB), del Dr.
Andrés L. Jaume Rodríguez (UIB) y de mi estimada amiga Marina Mulet Busquets.
Para Descartes, “mundo” es una de las ser no resulta accesible como ente, no queda
dos substancias que constituyen la res finita, más remedio que expresarlo mediante sus
aquella que se opone a la res cogitans y atributos. De este modo, si bien mentamos
cuya determinación fundamental es la la sustancia (en este caso, la sustancia
extensio, la extensión. Por otra parte, la corpórea que subsumimos en el concepto
extensión contribuye a constituir la “mundo”) no la comprendemos en su
espacialidad hasta el punto de que, según estructura de fundamento ontológico, sino a
Heidegger, Descartes acaba identificándolas partir de una de las propiedades ónticas que
(cf. Heidegger, 2003: 116). expresan aquella estructura. Descartes
De este modo, la extensión y la confunde así el dominio de lo ontológico con
espacialidad constituyen el verdadero “ser” el de lo óntico, y con ello reproduce el olvido
de la substancia corpórea “mundo”, y en ese del ser, en este caso por la negligencia de su
sentido constituyen el fundamento propia interrogación, la cual se ha quedado
ontológico del resto de sus determinaciones: en la superficie del fenómeno de la
mundanidad y ha dejado el ser fuera de su
“En efecto, la extensión a lo largo, búsqueda (cf. Antich i Valero, 1991: 62)
ancho y profundo constituye el ser Finalmente, Heidegger observa que al
propiamente dicho de la sustancia corpórea reducir el ser del mundo a la extensión,
que llamamos “mundo”. ¿Qué le da a la Descartes hace imposible el acceso de la
extensión este carácter privilegiado? Nam estructura de la mundanidad por parte del
imne aliud quod corpori tribui potest,
Dasein en tanto que el mundo (res extensa)
extensionem praesupponit. La extensión es
aquella estructura de ser del ente en y el hombre (res cogitans) son substancias
cuestión, que ya tiene que “ser” antes de radicalmente distintas. Dentro de su
todas las demás determinaciones de ser esquema metafísico, Descartes presenta dos
para que éstas puedan “ser” lo que son. La substancias heterogéneas, una pensante y
extensión debe “atribuirse” primariamente otra corpórea, que se hacen frente
a la cosa corpórea. Por consiguiente, la recíprocamente como dos entes
demostración de la extensión y de la heterogéneos y contiguos,8 y todo ello
sustancialidad del “mundo” caracterizada
debido, según Heidegger, a una
por aquella se realiza mostrando cómo
todas las demás determinaciones de esta sobrevaloración del carácter del espacio en
sustancia… sólo pueden concebirse como la constitución ontológica del mundo. De
modi de la extensio y que, a la inversa, la esta manera:
extensio resulta comprensible sine figura
vel motu.” (Heidegger, 2003: 117) “Descartes no sólo ofrece posiblemente
una determinación ontológica errada del
Esta perspectiva determina de entrada mundo, sino que su interpretación y los
toda investigación posterior de la substancia fundamentos de ella conducían a pasar por
alto tanto el fenómeno del mundo como el
corpórea: el estudio del mundo sólo puede
ser del ente intramundano inmediatamente
ser concebido como explicación a partir de la a la mano [el Dasein].” (Heidegger, 2003:
espacialidad, en tanto que ésta nos 121)
proporciona la estructura de ser del mundo,
la extensión. Y ésta se determina mediante
un peculiar modo de conocer los objetos, el 3. La lectura del segundo Heidegger: lo
conocimiento físico-matemático, el cual se pensado por Descartes
sustenta en un criterio de certeza y en un
tipo de objetivación teorética que 3.1. El lugar histórico de Descartes:
“desmundaniza” la realidad de los objetos
fundador del pensamiento moderno
aprehendidos.
Respecto a este enfoque, Heidegger En su escrito “La época de la imagen del
reprocha a Descartes el haber adoptado mundo” (1938), Heidegger afirma que la
acríticamente el tipo de determinación metafísica constituye el fundamento de una
ontológica del mundo de la Edad Media: la época “desde el momento en que, por medio
determinación del mundo como res extensa de una determinada interpretación de lo
se basa en una idea de sustancialidad “no ente y una determinada concepción de la
sólo no aclarada en su sentido de ser, sino verdad, le procura a ésta el fundamento de
tenida por inaclarable, y expuesta mediante la forma de su esencia” (Heidegger, 1995:
el rodeo a través de la característica 75). Respecto a la Edad Moderna, Heidegger
sustancial más importante de la sustancia en 8
Descartes establecería así el esquema básico de la
cuestión”, esto es, la extensión (Heidegger,
metafísica moderna, esquema que llevaría la problemática
2003: 120). Descartes cae así en el extravío metafísica a la problemática epistemológica respecto a la relación
de toda la metafísica occidental: dado que el sujeto-objeto.
cree haber identificado ambos principios que medio de las facultades del hombre”
le son propios: por un lado, lo ente es (Heidegger, 2000: 113).
entendido como aquello que puede ser En este sentido, Heidegger entiende que
objeto de la representación del sujeto y, por la filosofía moderna continúa en la senda de
otro lado, la verdad es comprendida como la la metafísica clásica pero su pregunta
certeza que tiene el sujeto respecto a su rectora tradicional, “¿qué es el ente?”, se
representación (cf. Heidegger, 1995: 86). transforma en la pregunta por el método a la
Ambos principios, dirá Heidegger, tienen su hora de buscar un fundamentum
origen en la metafísica de Descartes,9 de ahí inconcussum veritatis. Esta transformación,
que debamos considerarlo como el dirá Heidegger, “es el comienzo de un nuevo
inaugurador una nueva época: pensar por el que la época se vuelve una
época nueva y la edad que le sigue se
“En el comienzo de la filosofía moderna vuelve edad moderna”, y es en la filosofía de
se encuentra la tesis de Descartes: ego Descartes donde ella recibe su impulso
cogito, ergo sum, ‘pienso, luego existo’. fundamental:
Toda conciencia de las cosas y del ente en
su totalidad es reconducida a la
autoconciencia del sujeto humano como “En el contexto de la liberación del
fundamento inquebrantable de toda hombre de los vínculos de la doctrina de la
certeza. En la época subsiguiente, la revelación y de la Iglesia, la pregunta de la
realidad de lo real se determina como filosofía primera reza: ¿de qué manera
objetividad, como aquello que es llega el hombre, desde sí y para sí, a una
comprendido por medio del sujeto verdad inquebrantable, y cuál es esta
representante y para él como lo que está verdad? Descartes pregunta por primera
arrojado y mantenido enfrente de él. La vez de este modo en una forma clara y
realidad de lo real es el ser representado decidida. Su respuesta es: ego cogito, ergo
por medio del sujeto representante y para sum, “pienso, luego existo”… En la
este.” (Heidegger, 2000: 109) proposición de Descartes… se expresa de
modo general una preeminencia del yo
humano y con ella una nueva postura del
Ahora bien, en qué sentido Descartes hombre. Éste no asume simplemente una
puede ser considerado el “comienzo” de la doctrina como artículo de fe, pero tampoco
época moderna es algo que debe ser adquiere él mismo meramente por
comprendido adecuadamente, y para ello es cualquier vía un conocimiento del mundo.
necesario precisar que es “lo nuevo” de la Lo que aparece es otra cosa: el hombre
sabe con certeza incondicionada que él es
modernidad. Heidegger es claro al respecto:
el ente cuyo ser posee mayor certeza. El
“lo nuevo de la época moderna respecto de hombre se convierte en el fundamento y la
la medieval, cristiana, consiste en que el medida, puestos por él mismo, de toda
hombre se dispone a conseguir desde sí certeza y verdad.” (Heidegger, 2000: 113)
mismo y con su propia seguridad, la certeza
y la seguridad de su ser hombre en medio Así, para Heidegger, la Edad Moderna es
del ente en su totalidad” (Heidegger, 2000: una “época nueva” en la medida en que se
112). Ya desde el Renacimiento, la ha colocado al hombre como fundamento de
naturaleza del hombre y del mundo es algo la certeza, de la verdad, encontrada y
cuya respuesta ya no se busca en elementos asegurada por él mismo. Este profundo
extrínsecos (la revelación o la tradición), cambio tiene dos grandes implicaciones: en
sino mediante el libre despliegue de las primer lugar, supone una “liberación” del
facultades humanas. Esta pretensión no hombre respecto de la verdad revelada
surge solamente de una voluntad de bíblico-cristiana y, en segundo lugar, supone
emancipación, sino también de una firme una transformación de la esencia del
voluntad de obtener un conocimiento cierto hombre.
y seguro frente al desafío escéptico. De ahí
Según Heidegger, podemos ver la
que en los albores de la modernidad
esencia de la Edad Moderna “en el hecho de
adquiera protagonismo la pregunta sobre
que el hombre se libera de las ataduras
cómo puede lograrse y fundamentarse una
medievales liberándose a sí mismo”
certeza de este tipo: la pregunta por el
(Heidegger, 1995: 86). Aunque reconoce
“método” en tanto que “camino a tomar”
que se trata de una caracterización
para conseguir “una determinación esencial
incompleta, ella constituye un buen punto de
de la verdad que sea fundamentable por
partida para su análisis. Mientras que el
fundamento metafísico de la Edad Media
9
Al respecto afirma Heidegger que “lo ente se determina por encontraba su base en la “certeza de
vez primera como objetividad de la representación y la verdad
salvación” (certeza proporcionada al hombre
como certeza de la misma en la metafísica de Descartes”
(Heidegger, 1995: 97). desde fuera de sí), en la Edad Moderna se
Referencias
FUENTES PRIMARIAS
Descartes, R. (2011) Discurso del método. Trad. de Risieri Frondizi. Madrid: Alianza.
Descartes, R. (2005) Meditaciones metafísicas. Trad. de Jesús M. Díaz Álvarez. Madrid: Alianza.
Heidegger, M. (2003) Ser y tiempo. Trad. de Jorge Eduardo Rivera Cruchaga. Madrid: Trotta.
Heidegger, M. (1995) La época de la imagen del mundo. En Caminos de bosque. Trad. de Helena
Cortés Gabaudan y Arturo Leyte Coello. Madrid: Alianza.
Heidegger, M. (2000) El nihilismo europeo. En Nietzsche II. Trad. de Juan Luís Vermal.
Barcelona: Destino.
FUENTES SECUNDARIAS