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Arrecifes de Coral

Un arrecife de coral o arrecife coralino es una estructura subacuática hecha del carbonato de
calcio secretado por corales. Es un tipo de arrecife biótico formado por colonias de corales pétreos,
que generalmente viven en aguas marinas que contienen pocos nutrientes. Los corales pétreos
son animales marinos que constan de pólipos, agrupados en varias formas según la especie, y que
se parecen a las anémonas de mar, con las que están emparentados. A diferencia de las
anémonas de mar, los pólipos coralinos del orden Scleractinia secretan exoesqueletos de
carbonato que apoyan y protegen a sus cuerpos. Los arrecifes de coral crecen mejor en aguas
cálidas, poco profundas, claras, soleadas y agitadas.
A menudo los arrecifes de coral son llamados "selvas del mar", ya que forman uno de
los ecosistemas más diversos de la Tierra. Aunque ocupan menos del 0,1 % de la superficie total
de los océanos, equivalente a la mitad de la superficie de Francia, son el hábitat de 25% de todas
las especies marinas, incluyendo peces, moluscos, gusanos, crustáceos, equinodermos, esponjas
y cnidiarios.
Paradójicamente, los arrecifes de coral prosperan a pesar de estar rodeados por aguas oceánicas
que proporcionan pocos nutrientes. Son más comúnmente encontrados en aguas tropicales poco
profundas, pero también existen, en menor escala, corales de aguas profundas y corales de aguas
frías en otras zonas.
Por su situación estratégica entre la costa y el mar abierto, los arrecifes sirven de barrera que
protege a los manglares y las praderas de hierbas marinas contra los embates del oleaje; los
manglares y praderas de hierbas, a su vez, protegen al arrecife contra la sedimentación y sirven
como áreas de reproducción y crianza para muchas de las especies que forman parte
del ecosistema del arrecife.
Los arrecifes de coral proporcionan servicios del ecosistema para el turismo, la pesca y
la protección del litoral. Sin embargo, los arrecifes de coral son ecosistemas frágiles, en parte
porque son muy sensibles a cambios de temperatura del agua. Están en peligro por el cambio
climático, la acidificación de los océanos, la pesca con explosivos, pesca con
cianuro para acuarios, uso excesivo de los recursos de los arrecifes, y usos perjudiciales de la
tierra, incluyendo escorrentía agrícola y urbana, y contaminación del agua.
Distribución Geográfica

Los arrecifes de coral cubren una superficie de aproximadamente 284.300 km², es decir, un poco
menos del 0,1 % de la superficie de los océanos. La región del Indo-Pacífico (incluyendo el mar
Rojo, el océano Índico, el Sudeste Asiático y el Pacífico) representa el 91,9 % de este total. El
sudeste asiático representa el 32,3 % de esta cifra, mientras que el Pacífico
incluyendo Australia representa el 40,8 %. Los arrecifes de coral de la región del Atlántico y
del Caribe representan el 7,6 % del total.
Aunque los corales pueden vivir, tanto en aguas templadas, como tropicales, los arrecifes de aguas
someras (aguas poco profundas) se desarrollan únicamente en una zona que se extiende desde
30°N y 30°S del ecuador terrestre. Como norma general, los corales hermatípicos no crecen a
profundidades de más de 50 m. La temperatura óptima para la mayoría de los arrecifes de coral es
26-27 °C, y pocos arrecifes existen en aguas con temperaturas debajo de 18 °C. Sin embargo, los
arrecifes del golfo Pérsico lograron adaptarse a temperaturas de 13 °C en invierno y 38 °C en
verano.
Los corales de aguas profundas, como Lophelia pertusa, pueden existir hasta a 3.600 metros de
profundidad, en temperaturas más frías, entre 1.11 y 25.28°C, y en latitudes mucho más elevadas,
tan al norte como hasta Noruega. Aunque los corales de aguas profundas pueden formar arrecifes,
se sabe muy poco acerca de ellos.
Los arrecifes de coral son raros a lo largo de las costas occidentales de América y África. Esto se
debe principalmente a la surgencia y las fuertes corrientes costeras frías, que reducen las
temperaturas del agua en estas zonas (las corrientes de Perú, Benguela y Canarias,
respectivamente). Los corales rara vez ocurren a lo largo de la costa del Sur de Asia, desde el
extremo oriental de la India (Madras) hasta las fronteras de Bangladesh y Birmania. También son
raros a lo largo de la costa noreste de América del Sur y la costa de Bangladés, debido al drenaje
de agua dulce de los ríos Amazonas y Ganges, respectivamente.
Entre las principales concentraciones de arrecifes de coral se distinguen las siguientes:

 La Gran Barrera de Coral, que comprende más de 2.900 arrecifes individuales y 900 islas, se
extiende sobre más de 2600 km a lo largo de la costa de Queensland en Australia.
 El arrecife Mesoamericano, se extiende sobre 1000 km a lo largo de la costa caribeña desde
la Isla Contoy en la Península de Yucatán hasta las Islas de la Bahía en Honduras.
 Lagunas de Nueva Caledonia-la segunda barrera coralina doble más grande, con una longitud
de 1500 km.
 La barrera de coral de Andros — el tercero más grande, siguiendo la costa este de la isla de
Andros entre Andros y Nasáu
 El Mar Rojo — incluye arrecifes bordeantes con una edad de 6000 años, que se extienden a lo
largo del litoral sobre una distancia de 2000 km.
 Numerosos arrecifes dispersos en las Maldivas
 El Triángulo de coral — incluso los arrecifes de las islas de Raja Ampat en Papúa
Occidental, Indonesia — en el Sudeste Asiático, el conjunto de arrecifes de coral con más
biodiversidad y más especies de coral (más de 500).
 El arrecife de Pulley Ridge en Florida — el arrecife de coral fotosintético más profundo.

Biología
Los corales hermatípicos vivos son pequeños animales que construyen esqueletos de carbonato
de calcio. Es un error pensar que los corales son plantas o rocas. Cabezales, o colonias, de coral
se componen de concentraciones de animales individuales,
llamados pólipos, dispuestas en diversas formas. El tamaño de los
pólipos puede variar desde una cabeza de alfiler hasta un diámetro
de 30 cm, aunque generalmente, la inmensa mayoría de los pólipos
coralinos mide entre 2 y 10 mm de diámetro.
Los corales constructores de arrecifes, o corales hermatípicos, sólo
viven en la zona fótica (por encima de 50 m de profundidad), la
profundidad marina en la que penetra suficiente luz solar para
permitir la fotosíntesis. Los pólipos de coral mismos no realizan la
fotosíntesis, pero tienen una relación simbiótica con
las zooxantelas; estos son organismos que viven dentro de los
tejidos de los pólipos y que proporcionan los nutrientes orgánicos
que alimentan al pólipo. Debido a esta relación, los arrecifes de
coral crecen mucho más rápido en agua clara, que admite más luz
solar. Sin sus simbiontes, el crecimiento del coral sería demasiado
lento para poder formar estructuras arrecifales significativas. Los
corales obtienen hasta un 90 % de sus nutrientes de sus
simbiontes.
Los arrecifes crecen cuando pólipos y otros microorganismos
depositan carbonato de calcio, en la base del coral, como una
estructura ósea debajo y alrededor de sí mismos, expandiendo el
cabezal coralino hacia arriba y hacia fuera. Las olas, peces
herbívoros (por ejemplo, peces loro), erizos de mar, esponjas de
mar, y otras fuerzas y organismos actúan como bioerosionadores,
rompiendo los esqueletos coralinos en fragmentos que se depositan en la estructura del arrecife o
forman fondos arenosos en las lagunas arrecifales. De la misma manera, muchos otros organismos
que viven en la comunidad arrecifal también contribuyen con carbonato de calcio de sus
esqueletos. Las algas coralinas son contribuyentes importantes a la estructura del arrecife, en las
partes donde los arrecifes son sometidos al mayor impacto de las olas (como el frente arrecifal, que
hace frente al mar abierto). Estas algas fortalecen la estructura del arrecife mediante el depósito de
capas de caliza sobre la superficie del arrecife.

Pólipos de coral agitando sus tentáculos. Puede haber miles de pólipos en una sola rama de coral.

Los corales se reproducen tanto sexual como asexualmente. Un pólipo individual utiliza ambos
modos de reproducción durante su vida. Los corales se reproducen sexualmente ya sea por
fertilización interna o externa. Las células reproductoras se encuentran en las
membranas mesenterias que irradian hacia el interior desde la capa de tejido que recubre la
cavidad estomacal. Algunos corales adultos son hermafroditas, mientras que otros son dioicos,
exclusivamente masculinos o femeninos. Algunas especies cambian de sexo a medida que crecen.
Los huevos que son fertilizados internamente, se desarrollan en el pólipo durante un período, que
puede variar de algunos días hasta varias semanas. El desarrollo posterior produce una
pequeña larva, conocida como plánula. Huevos que son fertilizados externamente se desarrollan
durante el desove sincronizado. Los pólipos liberan simultáneamente grandes cantidades de
huevos y esperma en el agua, que se dispersan sobre un área grande. El momento de la
reproducción depende de la época del año, la temperatura del agua, los ciclos lunares y la marea.
El desove es más exitoso cuando hay poca variación entre marea alta y baja. Cuanto menos
movimiento del agua, mejor es la probabilidad de fertilización. Por lo general, la liberación de los
huevos o de las plánulas ocurre por la noche, y puede coincidir con el ciclo lunar (de tres a seis
días después de la luna llena). El período entre la liberación hasta la fijación sólo dura unos pocos
días, pero algunos plánulas pueden sobrevivir, flotando, durante varias semanas. Son vulnerables
a las condiciones del medio ambiente y a la depredación. Las pocas plánulas afortunadas que
logran fijarse en algún sustrato, luego tienen que enfrentar la competencia por alimentos y espacio.
Biodiversidad

Los arrecifes de coral forman uno de los ecosistemas más productivos del mundo,
proporcionando hábitats marinos complejos y variados, que sustentan una amplia gama de otros
organismos. Arrecifes bordeantes justo debajo del nivel de bajamar también tienen una relación
mutuamente beneficiosa con manglares a nivel de la marea alta, y las praderas
marinas entremedio: los arrecifes protegen los manglares y praderas marinas de olas y fuertes
corrientes, que podrían dañarlos o erosionarlos sedimentos en los que están arraigadas, en tanto
que los manglares y pastos marinos protegen al coral de una afluencia desmesurada
de sedimentos , agua dulce y contaminantes. Este nivel adicional de variedad en el medio
ambiente es beneficioso para muchos tipos de animales de los arrecifes, que pueden alimentarse
en las praderas del mar y utilizar los arrecifes para protección y procreación.
Los arrecifes coralinos son el hogar de una gran variedad de organismos, incluyendo peces, aves,
esponjas, cnidiarios (corales y medusas), gusanos, crustáceos (camarón, langostas y cangrejos),
moluscos (cefalópodos), equinodermos (estrella, erizos y pepinos de mar), tortugas y serpiente de
mar.
Sin contar el ser humano, los mamíferos son raros en los arrecifes de coral, siendo la principal
excepción las visitas de cetáceos como los delfines. Algunas especies se alimentan directamente
de los corales, mientras que otros se alimentan de las algas del arrecife. La biomasa del arrecife
está positivamente relacionada con la diversidad de especies.
Corales
Existen varios tipos de corales: los corales blandos o corales ahermatípicos y los corales duros,
mejor conocidos como pétreos o corales hermatípicos. En los arrecifes del Indo-Pacífico se han
identificado hasta 700 especies, mientras que en el Atlántico hay alrededor de 146 especies y en
el Caribe se han descrito 60 especies de corales pétreos. En la subclase Zoantharia o
Hexacorallia, y en el orden Scleractinia, se encuentran los arquitectos del suelo marino, formadores
de los arrecifes, los corales hermatípicos. Asociados a estos, se encuentran corales blandos
(orden Alcyonaria) o córneos (subclase Octocorallia) y el coral de fuego, Millepora alcicornis, de la
clase Hydrozoa.
Algas
Los arrecifes corren un riesgo constante de sobrepoblación de algas. La sobrepesca y la afluencia
excesiva de nutrientes provenientes de la costa y del interior, pueden causar una sobrepoblación
de algas que puede resultar en la muerte de los corales. Estudios realizados en torno a islas del
Pacífico de los Estados Unidos -en gran parte deshabitadas- comprobaron que las algas viven en
un gran porcentaje de las localidades de coral investigadas. La población de algas se compone
de clorófitos, algas coralinas y macroalgas.
Invertebrados
Los erizos de mar o los nudibranquios se alimentan de algas. Algunas especies de erizos de mar
en particular, tales como Diadema antillarum, pueden desempeñar un papel fundamental en la
prevención de la sobrepoblación de algas en los arrecifes de coral.
Un número de invertebrados ocupan el substrato esquelético del coral, ya sea perforando en los
esqueletos (a través del proceso de bioerosión) o habitando en grietas pre-existentes. Los
animales que perforan la roca incluyen esponjas, bivalvos, moluscos y Sipuncula. Entre los
animales que se instalan en el propio arrecife se incluye muchas especies, especialmente los
crustáceos y gusanos poliquetos.
Peces
Más de 4000 especies de peces habitan en los arrecifes de coral. Cuando están sanos, los
arrecifes de coral pueden producir hasta 35 toneladas de peces por kilómetro cuadrado cada año;
en cambio los arrecifes dañados producen mucho menos.
Especies arrecifales incluyen:

 Peces que influyen al coral y que se alimentan de pequeños animales que viven cerca del
coral, algas, o del propio coral. Los peces que se alimentan de pequeños animales incluyen
a Labridae (peces limpiadores) que se alimentan en particular de organismos que habitan los
peces más grandes, peces balay Balistidae (ballestas) que se alimentan de erizo de mar,
mientras que los peces que se alimentan de algas son, por ejemplo, de
la familia Pomacentridae (damiselas) entre otros. Serranidae (meros) cultivan las algas por la
eliminación de criaturas que se alimentan de ella (como erizos de mar), y eliminan las algas
marinas no comestibles. Peces que se alimentan del propio coral pertenecen a las
familias Scaridae (peces loro) y Chaetodontidae (peces mariposa), por ejemplo.
 Peces que cruzan los límites de los arrecifes de coral y de las praderas marinas cercanas,
incluyen depredadores, como Trachinotus, Serranidae, Caranx, ciertos tipos de tiburón,
barracudas y pargos. Peces que se alimentan de plantas o de plancton también pueblan los
arrecifes
 Los peces que viven en los arrecifes de coral pueden ser tan coloridos como los propios
corales. Algunos ejemplos son los peces loro, la familia Pomacanthidae (pez ángel),
damisela, Clinidae o los peces mariposa (Chaetodontidae). Por la noche, algunos cambian a
un color menos intenso.
Aves marinas
Los arrecifes de coral forman un hábitat importante para especies de aves marinas, algunas de
ellas en peligro de extinción. Por ejemplo, el atolón de Midway en Hawái sustenta casi tres millones
de aves marinas, entre ellas dos tercios (1,5 millones) de la población mundial del albatros de
Laysan (Phoebastria immutabilis), y un tercio de la población mundial del albatros de patas negras
(Phoebastria nigripes). Un total de 17 especies de aves marinas viven en Midway y cada especie
tiene sitios específicos para anidar en el atolón. El albatros de cola corta (Phoebastria albatrus) es
la especie más rara, con menos de 2.200 aves supervivientes, tras haber sido cazada de manera
excesiva por sus plumas a finales del siglo XIX.
Otros
Serpientes de mar se alimentan exclusivamente de peces y sus huevos. Aves tropicales,
como garzas, alcatraces y pelícanos, también se alimentan de peces arrecifales.
Algunos reptiles terrestres visitan los arrecifes de vez en cuando, tales como lagartos
varánidos, cocodrilos marinos y serpientes semiacuáticas, como Laticauda colubrina.
Amenazas
Los arrecifes de coral están muriendo en el mundo entero. Las principales amenazas localizadas
para los ecosistemas coralinos son la extracción de coral, escorrentía agrícola y
urbana, contaminación (orgánicos e inorgánicos), sobrepesca, pesca con explosivos, la
enfermedad y la excavación de canales de acceso a islas y bahías. Las amenazas más amplias
incluyen el aumento de la temperatura del mar, la subida del nivel del mar, y el cambio
del pH debido a la acidificación de los océanos, todos asociados con las emisiones de gases de
efecto invernadero. En 2011, investigadores sugirieron que "los invertebrados marinos existentes
hacen frente a los mismos efectos sinérgicos de múltiples factores estresantes" que ocurrieron
durante la extinción de finales del Pérmico, y que los géneros "con una pobre fisiología respiratoria
y conchas calcáreas", como los corales, eran particularmente vulnerables.
En el año 2010, informes preliminares sobre los efectos de El Niño mostraron que el blanqueo de
coral alcanzó su peor nivel desde el año 1998, cuando los efectos de El Niño causaron la muerte
del 16 % de los arrecifes coralinos, como consecuencia del aumento de la temperatura del agua.
En la provincia de Aceh, en Indonesia se registró una tasa de mortalidad del 80 % de los corales
blanqueados. Los científicos aún no entienden el impacto a largo plazo del blanqueo de corales,
pero sí saben que el blanqueo los hace vulnerables a enfermedades, detiene su crecimiento y
afecta su reproducción, mientras que el blanqueo severo resulta en muerte masiva. En julio de
2010, Malasia tuvo que cerrar varios sitios de buceo en los cuales prácticamente todos los corales
fueron dañados por el blanqueo.
Con el propósito de encontrar respuestas a estos problemas globales, los científicos estudian los
diversos factores que tienen impacto sobre los arrecifes de coral. Incluye el papel del océano
como sumidero de carbono, los cambios atmosféricos, la luz ultravioleta, la acidificación del
océano, los virus, el impacto de las tormentas de polvo que llevan agentes hacia arrecifes lejanos,
contaminantes, bloom de algas, entre otros.
Estimaciones globales sugieren que aproximadamente el 10 % de los arrecifes de coral están
muertos. Alrededor del 60 % del total de arrecifes de coral está en riesgo debido a actividades
destructivas de los seres humanos. La situación es particularmente preocupante para los arrecifes
del Sudeste Asiático, donde el 80 % de los arrecifes se consideran en peligro de extinción. Se
espera que en la década de 2030, el 90 % de los arrecifes estén en riesgo por actividades
humanas y el cambio climático, y en 2050 todos los arrecifes de coral.
Investigaciones recientes demuestran que el ecoturismo en la Gran Barrera de Coral está
contribuyendo a las enfermedades que afectan a los corales.
En 2013, un equipo científico internacional destacó en un estudio que los arrecifes de coral
del Caribe han dejado de crecer o han comenzado a erosionarse por la baja cantidad
de carbonato, que ha disminuido hasta un 70 %. Hallaron que muchos arrecifes del Caribe tienen
un precario balance y son muy pobres y poco complejos, comparados con la Gran Barrera de
Coral. El estudio se realizó en Bahamas, Bonaire, Belice e isla Gran Caimán.
Protección
Las áreas marinas protegidas (AMP) se han vuelto
cada vez más importantes para el manejo de los
arrecifes. Las AMP's promueven formas responsables
de gestión de pesca y manejo de hábitat. Al igual que
los parques nacionales y los refugios de vida silvestre,
las AMP's restringen actividades potencialmente
dañinas. Las AMP's incorporan objetivos sociales y
biológicos, incluyendo la restauración de los arrecifes,
estética, biodiversidad y beneficios económicos. Los
conflictos que rodean a las zonas marinas protegidas
se deben a la falta de participación, opiniones
opuestas, eficacia y financiación. En algunas situaciones, las AMP's pueden proporcionar ingresos
equivalentes a los que habrían generado sin limitaciones, como ocurrió en las islas
Fénix en Kiribati.
Para ayudar a combatir la acidificación del océano, se promovieron leyes para reducir los gases de
efecto invernadero, como el dióxido de carbono. En los Estados Unidos, la "Ley de Agua Limpia"
(Clean Water Act) presiona a las agencias del gobierno estatal a controlar y limitar el escurrimiento
de contaminantes que pueden causar la acidificación del océano. Se instalaron prevenciones de
sobrecarga de aguas pluviales, así como zonas de amortigamiento entre las tierras agrícolas y la
costa. Esta ley promueve también la protección de los delicados ecosistemas de cuencas, como
los humedales. La Ley de Agua Limpia es un proyecto financiado por el gobierno federal, y es
supervisada por varias organizaciones de cuencas. Muchas leyes de uso del suelo tienen como
objetivo reducir las emisiones de CO2mediante la limitación de la deforestación. La deforestación
causa erosión, que libera una gran cantidad de carbono almacenado en el suelo, que a su vez
desemboca en el océano, y contribuye a la acidificación del mismo. Para reducir los kilómetros
recorridos por vehículos, se usan incentivos que reducen las emisiones de carbono en la
atmósfera, reduciendo así la cantidad de CO 2 disuelto en el océano. Los gobiernos estatales y
federales de los EE.UU. también controlan la erosión costera como medio para disminuir la
acidificación del océano.
En Australia, la Gran Barrera de Coral está protegida por la Autoridad del Parque Marino Gran
Barrera de Coral. Es objeto de mucha legislación e incluye un plan de acción detallado. Este plan
de acción consta de numerosas estrategias de manejo y de sensibilización del público, incluyendo
la reducción de la emisión de carbono para reducir la acidificación de los océanos.
Los habitantes de la isla Ahus, provincia de Manus, Papúa Nueva Guinea, han seguido una
práctica desde hace muchas generaciones, consistente en restringir la pesca en seis áreas de la
laguna arrecifal. Sus tradiciones culturales permiten la pesca con caña, pero prohíben pescar con
una red o la pesca submarina. Esta práctica resulta en una producción de biomasa
significativamente mayor a la de lugares donde la pesca no tiene restricciones.
La declaración de una zona arrecifal como reserva de la biosfera, parque marino, monumento
nacional o Patrimonio de la Humanidad puede contribuir a la protección de los arrecifes de coral.
Por ejemplo, el arrecife de barrera de Belice, archipiélago de Chagos, Sian Ka'an, islas
Galápagos, Gran Barrera de Coral, isla Henderson, Palau y Papahānaumokuākea ya fueron
declarados patrimonio de la Humanidad.
Restauración
La acuicultura de coral, también conocida como agricultura o jardinería de coral, ha demostrado ser
una herramienta que puede ser eficaz para la restauración de los arrecifes de coral. El proceso
evita las etapas de crecimiento de los corales cuando están en mayor riesgo de morir. Esquejes de
coral se cultivan en viveros, luego son replantadas en el arrecife. El coral es cultivado por
agricultores de coral, que viven en la zona de los arrecifes y que cultivan para fines de
conservación o para generar ingresos.
Esfuerzos por ampliar el tamaño y número de arrecifes de coral, por lo general, incluyen el
suministro de sustrato para permitir que más corales encuentran un hogar. Entre los materiales
utilizados como sustrato artificial se incluyen neumáticos desechados, barcos hundidos, vagones
de metro, y formas de concreto, por ejemplo bolas de arrecife. Algunos arrecifes también pueden
desarrollarse sin ayuda en estructuras marinas artificiales, como plataformas petrolíferas. En
grandes proyectos de restauración se utilizan corales hermatípicos cultivados que son fijados al
sustrato con pasadores metálicos, adhesivos como cianoacrilato o milliput. Para fijar corales
ahermatípicos al sustrato, se utiliza también aguja e hilo.
Una corriente eléctrica de baja tensión, aplicada a través del agua de mar produce
la cristalización de los minerales disueltos en estructuras de acero. El carbonato blanco (aragonita)
resultante es el mismo mineral que forma los arrecifes de coral naturales. Los corales rápidamente
colonizan estas estructuras revestidas y también crecen a tasas aceleradas. Además, las
corrientes eléctricas aceleran la formación y el crecimiento, tanto de roca caliza química, como de
los esqueletos de los corales y otros organismos que producen conchas. La proximidad
del ánodo y cátodo crea un entorno con alto pH, que inhibe el crecimiento de algas filamentosas y
carnosas competitivas. Mayores tasas de crecimiento dependen plenamente de la actividad
de acreción. Durante la acreción, los corales muestran una mayor velocidad de crecimiento, y
mayor tamaño y densidad, pero después de completar el proceso, la densidad y velocidad de
crecimiento vuelven a niveles comparables al crecimiento natural, con tamaños iguales o
ligeramente más pequeños.
El mayor proyecto de restauración de arrecifes llevado a cabo, se ha desarrollado entre 2010 y
2014, en la Reserva Marina de la isla de Cousin, en Seychelles. En este archipiélago del océano
Índico fueron especialmente devastadores los efectos del Niño en 1998, así como del tsunami de
2004, estimándose que estos eventos destruyeron el 97% de los corales hermatípicos de
Seychelles. Ha sido un gran proyecto piloto, en el que ha participado un equipo de 30 científicos,
entrenándose al tiempo en técnicas de cultivo y trasplante in situ, y que ha procesado 40.000
esquejes de corales, provenientes de las colonias coralinas de la zona que resistieron los
impactantes efectos en su ecosistema. Este hecho ha sido uno de los factores de éxito del
proyecto, dado el que dichas colonias coralinas han demostrado su mayor resistencia frente a los
efectos adversos climáticos. Otro factor decisivo e innovador del proyecto, ha sido el cultivo de los
esquejes de coral mediante la técnica conocida en inglés como coral gardening, o jardinería de
coral. Esta técnica, se realiza en su totalidad bajo el agua, frente a otras técnicas empleadas hasta
ahora para la restauración de corales, que cultivan en cautividad los esquejes para trasplantarlos al
medio natural posteriormente. La técnica empleada en Seychelles consiste en engarzar en cuerdas
de 20 metros unos 80 esquejes de coral, del tamaño de un pulgar humano aproximadamente.
Posteriormente, las cuerdas se instalan formando una especie de red que flota a unos ocho metros
de profundidad, y a 10 metros por encima del fondo, garantizando así, tanto la necesaria luz para
la fotosíntesis de las zooxantelas en los tejidos de los corales, como las corrientes que
aporten plancton para completar su alimentación. Pasados 12 a 18 meses de cultivo en la
"guardería", según la especie de coral, se procede a su trasplante al área del arrecife a restaurar.
Procediendo a hundir las cuerdas de cultivo hasta el fondo, mediante un equipo de buzos, que, una
vez allí, los fijan al sustrato con un cemento, para contribuir a su fijación, que los corales completan
en unas semanas.
El proyecto, que ha estado coordinado por la bióloga española Sarah Frías-Torres, ha acabado a
finales de 2014, con un total de 24.400 colonias de corales trasplantadas y aclimatadas
adecuadamente, sobre un total de 40.000 cultivadas, lo que supone una tasa de supervivencia del
70 %, a pesar de que durante el proyecto un ciclón destrozó 5.000 ejemplares. El éxito del
proyecto ya se puede observar, con la repoblación natural del arrecife restituido por peces, pulpos,
caracoles, tortugas marinas, tiburones o delfines.

Corales creciendo sobre concreto no tóxico


Porciones de coral Acropora cervicornis, provenientes de roturas de colonias por accidentes
producidos por embarcaciones o tormentas, cuelgan suspendidas de una estructura artificial, con el
fin de repoblar, cuando crezcan, los arrecifes dañados. Programa de Restauración de Arrecifes.

Arrecife artificial Manta ray Biorock en las islas Gili, Indonesia

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