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Luis Gaitan Cárdenas - 10B

La Demanda del Consumidor

La teoría del consumidor nos explica que el consumo óptimo se logra cuando el
consumidor elige una canasta o una combinación de bienes y servicios que maximiza su
utilidad o bienestar dado un ingreso o restricción presupuestal. En términos gráficos, el
consumo óptimo se presenta cuando la recta de la restricción presupuestal es tangente a
una de las curvas de indiferencia.
Sin embargo, al no conocerse las curvas de indiferencia al detalle, un análisis gráfico
solamente nos daría las alternativas que tendría una persona para que logre su objetivo
que es la de maximizar su utilidad dada su restricción presupuestal.

En la figura1 Nº 1 tenemos el caso en que el consumidor tiene a su disposición dos


bienes, el bien “X” y el bien “Y”. Cuando el precio del bien “X” disminuye, se le
presentan tres alternativas de consumo.

El punto “1” es la condición inicial consumidor. Sea la siguiente ecuación de la


restricción presupuestal:

I = X.Px+Y.Py

despejando “Y”, tenemos que:


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Y = ( I/ Px) - ( Px/Py).X

Si el precio del bien “X” disminuye a “Px*”, tenemos la siguiente ecuación:

Y = ( I/ Px) - ( Px*/Py).X

donde

(Px*/Py) < (Px/Py)

Cuando el precio del bien “X” disminuye, el precio relativo del bien “X” respecto al
bien “Y” también disminuye. Este nuevo precio relativo se interpreta de la siguiente
forma: el precio del bien “X” se hace menor respecto el bien “Y”, sin embargo, el
bien “Y” se hace más caro respecto al bien “X”.

Analizando la figura Nº 1, el punto “1” es el inicial y cuando disminuye el precio del


bien “X”, el consumidor puede escoger otra canasta donde maximiza su utilidad.

Supongamos que escoge como canasta óptima el punto “2”. (ver figura Nº 2)
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El punto “2” se caracteriza porque el consumo del bien “X” y del bien “Y” aumenta.
Esto significa que el consumo de ambos bienes se complementan, es decir, cuando
disminuye el precio del bien “X”, aumenta el consumo de este bien y también se
incrementa el consumo del otro bien que conforma la canasta de consumo.

Al mantenerse constante el ingreso nominal “I”, entonces este ingreso se redistribuye


entre los bienes de la canasta. Al disminuir el precio del bien “X”, se origina un
ahorro que se orienta al consumo del bien “Y”.

Si el consumidor mantiene el consumo de “X”, se forma un excedente que podría ser


orientado en su totalidad al consumo del bien Y, pero éste no es el caso del punto “2”
de la Figura Nº 2. El consumo del bien “X” aumenta al hacerse más barato, pero este
aumento del consumo multiplicado por el nuevo precio, da un valor menor que el
gasto anterior en este bien. Esta diferencia o ahorro, se orienta al consumo adicional
del bien “Y”. En otras palabras, si bien es cierto que el consumo del bien “X”
aumenta, el gasto en éste será menor al anterior (con el precio inicial) lo que permitirá
al consumidor aumentar el consumo del otro bien, es decir, del bien “Y”.

Este es un caso de transferencia del consumo del bien “X” al bien “Y”, lo que
significa que ambos bienes se complementan en el consumo. El consumidor consume
más de ambos bienes pero el gasto marginal en el bien “Y” es mayor que en el bien
“X”.

Si volvemos a la figura Nº 1 y observamos el punto el punto “3”, el consumo del bien


“X” aumenta pero no así el del bien “Y”, lo que significa que el gasto en el bien “Y” y
en el bien “X” se mantienen iguales. Al no aumentar el gasto en el bien “Y” se deduce
que el gasto en el bien “X” tampoco cambia, dado que el ingreso nominal se mantiene
constante.

En el caso del punto “4” de la misma figura, el consumo del bien “X” aumenta pero el
del bien “Y” disminuye. Aún disminuyendo el precio del bien “X”, el gasto en este
bien aumenta ya que el gasto en el bien “Y” disminuye. Ambos bienes se sustituyen
en el consumo cuando varía el precio relativo. En este caso, el consumidor orienta el
ahorro obtenido en la disminución del precio del bien X al mismo bienY”.
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En el caso del punto “2” de la Figura Nº 1, el efecto variación del precio1 no es tan
fuerte como en el caso del punto “4” de la misma figura. En el primer caso, el bien
“Y”, dadas sus características, influye para que el consumidor decida menos en el
bien “X”. En cambio, en el caso del punto “4”, el bien “Y” influye para que se gaste
más en el bien “X”.

Entonces se desprende de este análisis que el bien “Y” influye si el consumidor gasta
más o menos en el bien “X” cuando el precio de éste varía. El aumento del consumo
del bien “X” se puede deber entonces a dos efectos: el primero, el efecto variación del
precio, y el segundo, la influencia del bien “Y” en el bien “X”, es decir, como se
relaciona con el bien “X”.

El primero efecto se relaciona a como reacciona el consumidor cuando el bien se hace


más barato. El segundo efecto se relaciona con la influencia que tiene el bien “Y” en
el consumo del bien X, es decir, en la concepción que tiene el consumidor sobre el
bien “Y” y su importancia respecto a la variación que pudiera darse en el consumo del
bien “X”.

En el caso del punto “2”, el bien “X” tendrá una demanda rígida porque cuando
disminuye su precio, consumirá más del bien “Y”; en cambio, en el caso del punto
“4”, la demanda del bien “X” es flexible porque cuando disminuye el precio del bien
“X”, disminuye el consumo del bien “Y”.

El Enfoque de las Ventas

Todo consumo y gasto de los consumidores es un ingreso para las empresas.


Asumiendo que la figura Nº 1 representa las elecciones óptimas de un grupo de
consumidores representativos, podemos analizar como variarían las ventas de un
conjunto de empresas que venden bienes homogéneos.

Cuando el precio del bien “X” disminuye, y asumiendo que el consumidor se ubica en
el punto “2” de la Figura Nº 1, entonces el valor de las ventas del bien “X” disminuye
pero el ingreso en las ventas del bien “Y” aumenta.
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El aumento en el consumo del bien “Y” presionará el precio de este bien lo que traerá
una serie de variaciones hasta que se logre un equilibrio entre los precios nominales y
se forme el precio relativo.

En este caso, las empresas que venden el bien “Y” se benefician con la disminución
del precio del bien “X”, sin embargo las empresas que comercializan el bien “X”
tendrán menos ingresos brutos por las ventas.

Pareciera paradójico que suceda lo contrario cuando disminuye el precio de un bien,


pues, se esperaría que las empresas que comercializan el bien “X” se beneficien y que
las que venden el bien “Y”, se vean afectadas dado que el precio relativo del bien “Y”
respecto al bien “X” aumenta, mientras el precio relativo del bien “X” respecto al bien
“Y” disminuye.

Vemos así que se puede presentar esta situación en que la disminución del precio de
un bien ocasione que los ingresos por ventas disminuyan en lugar de aumentar,
mientras el ingreso por ventas de otro bien, relacionado al bien cuyo precio disminuyó,
aumenten. Esta situación se da cuando los bienes relacionados son complementarios
en el consumo, es decir, el aumento o disminución en el consumo siempre van en el
mismo sentido entre ambos bienes.

El caso del punto “4” es el contrario al del punto “2”, dejándolo al lector para que
efectúe el análisis respectivo.

La Demanda del Consumidor

En la sección anterior hemos analizado los cambios en el consumo cuando se presenta


una variación en el precio relativo. A continuación se deduce la demanda del
consumidor gráficamente.

Iniciamos el análisis con la figura Nº 2 donde se aprecian cuatro gráficos, dos


relacionados al bien “X” y al bien “Y”, y el otro gráfico, al bien “X” y al bien “Z”.

Asumimos inicialmente que el consumidor consume una canasta con dos bienes, el
bien “X” y el bien “Y”.
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En los dos gráficos de la izquierda, en el de arriba, se puede observar el presupuesto


del consumidor, y en el gráfico de abajo, la relación entre el precio del bien “X”, “Px”
y el consumo del bien X, “qx”.

Se observa que el precio del bien “X” disminuye y el presupuesto del consumidor
pivotea sobre el intercepto del eje vertical. El conjunto factible de consumo se
expande (área debajo de la restricción presupuestal) y el consumidor tiene la
posibilidad de consumir más de ambos bienes (que sería una de las alternativas
planteadas en la Figura Nº 1, el punto 2).

En el punto “1” de la Figura Nº 2, el consumidor maximiza su utilidad; cuando


disminuye el precio del bien “X”, y suponiendo que el consumidor mantenga el
mismo consumo, entonces no estaría maximizando la utilidad.

Dado el concepto que el consumidor tiene sobre la relación entre ambos bienes, al
disminuir el precio del bien “X”, consumirá más de ambos bienes.

El punto “1” de la Figura Nº 2 se relaciona con el primer precio del bien “X” y por
ende con el primer precio relativo del bien “X” respecto al bien Y. El punto “2” se
relaciona con el segundo precio del bien “X” y con el segundo precio relativo
respectivo.La pendiente de la restricción presupuestal nos permite apreciar la
variación en el valor del precio relativo.

En el gráfico de la demanda, observamos dos precios relativos, que se relacionan con


dos consumos diferentes. La unión de ambos puntos forman la curva de la demanda
del bien “X”, la cual la podemos definir con la siguiente función:

qx = ƒ ( Px / Py , I )

donde se asume que el precio del bien “Y” no varía.

Esta función nos explica que el precio relativo y el ingreso nominal influyen en el
consumo del bien “X”.
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Si asumimos que la canasta del consumidor solamente posee el bien “X” y el bien “Z”,
tendremos otra función de la demanda que dependerá del precio relativo del bien “X”
respecto al bien “Z” y del ingreso nominal.

En el caso del bien “X” y del bien “Y”, estos bienes son complementarios porque el
consumo de ambos aumenta cuando disminuye el precio relativo. En el caso del bien
“X” y del bien “Z”, ambos son bienes sustitutos, porque mientras aumenta el consumo
del bien “X”, el consumo del bien “Z” disminuye.

En el análisis vemos que la demanda es más rígida cuando el bien “X” se relaciona
con el bien “Y”, y la demanda es más flexible cuando se relaciona el bien “X” con el
bien “Z”.

La demanda en el caso de la limitación en el consumo

Si se retoma la figura Nº 3.10, la misma que se ha incluido en la Figura Nº 3.3,


observamos que la demanda del bien “X” sufre una distorsión cuando existe una
restricción en el consumo del bien “Y”. Este sería el caso donde el gasto en el
consumo del bien “Y” tiene una gran proporción en el gasto total del consumo de la
canasta en términos monetarios, dichos en otras palabras, del ingreso nominal.1

Analizando la Figura Nº 3.3, vemos que existen cuatro precios relativos del bien X
respecto al bien Y, dado que se asume que el precio nominal del bien X disminuye y
el precio nominal del bien Y se mantiene constante durante el ejercicio. El punto a, b,
d y f son consumos óptimos y nos dan una curva de demanda determinada, la misma
que se puede observar en la parte de debajo de la Figura Nº 3.3. Sin embargo, los
puntos “c” y “e” no son óptimos pero son los consumos que tendrá el consumidor
dada la existencia del límite inferior en el consumo del bien Y.

El consumidor consume como mínimo la cantidad QY* y por más que disminuye el
precio nominal y el precio relativo del bien Y. Se puede deducir fácilmente que ne los
puntos c y e el consumidor tendrá una menor utilidad, dado que dichos puntos
pasarían curvas de indiferencia menores que las que pasan por los puntos d y f. En el
punto e y f la tasa marginal de sustitución o la pendiente de la curva de indiferencia
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será menor que la pendiente de la restricción presupuestal con el precio relativo Nº 4,


presentándose la situación explicada detalladamente en el capítulo Nº 1. Esta
situación se caracteriza en que el consumidor estará dispuesto a entregar una mayor
cantidad del bien Y a cambio de una unidad más del bien X. En términos teóricos, el
óptimo es en l punto f, pero en términos prácticos, el óptimo es el punto e, dada la
restricción en el consumo del bien Y. El punto e sería un consumo sub-óptimo lo que
contradice la teoría del consumidor, lo que significa que esta teoría podría ser aplicada
solamente cuando no existan restricciones en el consumo del bien X o cuando el gasto
destinado el bien Y tiene una proporción grande en el gasto total, en este caso del
ejemplo, este gasto sería

Py.Qy*

Se podría plantear luego de este análisis que el ingreso nominal es una restricción para
cierto precio relativo, en vista que el consumo del bien “X” es reducido, pero si el
precio relativo disminuye, entonces el consumo del bien “X” no aumentaría de una
manera natural sino el aumento sería de una manera restringida. En tal sentido, la
proporción del gasto límite del bien “Y” sería

(Py.Q*y)/(Px.Qx+Py.Q*y) = Py.Q*y / I

Esta proporción sería una variable importante en la demanda del bien “X”, en vista
que si es pequeña, no influirá en el consumo del bien “X”, pero si es considerable, sí
influye en el consumo del bien “X”.

Finalmente, la demanda del bien “X” deberá ser investigada por segmentos de la
población donde la proporción antes planteada sea de dos tipos, primero, una
proporción que no influye en el consumo del bien “X”, y la otra, que si influya en el
consumo del bien “X”. Para este último caso, la demanda puede ser representada por
la Figura N º 3.4

La demanda representa la cantidad que un consumidor desea comprar de una


serie de bienes, ya sea expresada como una función de los precios y el ingreso o como
una función de la utilidad y de los precios.

Debemos partir de que el comportamiento del consumidor es racional. Si las


decisiones que toma el consumidor contradicen los supuestos, entonces el consumidor
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es considerado irracional. De hecho, un estudio en sicóticos crónicos realizado en una


institución mental en New York (USA) encontró que aquellas personas a quien la
sociedad considera como "irracionales" siguen la famosa ley de la demanda:
"compran menos cuando aumentan los precios" (Battalio et-al 1973).

Obviamente la discusión sobre "el comportamiento racional" es más profunda de lo


que se considera aquí, ya que no necesariamente se necesita estar en una institución
mental para caracterizar a un individuo como "irracional", o que comprar menos
cuando aumentan los precios, ratifique el comportamiento maximizador de los
individuos.

3.1. Unicidad y continuidad

La demanda que corresponde a un vector de precios e ingreso podría no ser única,


como se observa en la gráfica (3.1); allí existen dos soluciones xA y xB
correspondientes a la restricción de presupuesto. Desde un punto de vista técnico, la
condición que garantiza una función de demanda única consistirá en:

"Si un orden de preferencias es continuo, satisface la insaciabilidad local, y es


estrictamente convexo, entonces para todo p >> 0, y > 0 la demanda x( p, y) es única,
define un valor singular, y es una función continua de (p, y)".)

3.2. El excedente del consumidor y disponibilidad a pagar

La teoría del consumidor nos muestra un individuo eligiendo una canasta de bienes,
dados unos precios e ingresos ¿Qué sucede cuando el entorno que rodea al
consumidor cambia? Este será el objetivo de esta sección.

Consideremos a un consumidor con preferencias racionales, continuas y localmente


no saciadas. Asumiremos también que las funciones de gasto y utilidad indirectas son
diferenciables, y concentraremos nuestro interés en los cambios de precios. Suponga
que la riqueza del consumidor permanece constante a un nivel y > 0 y el vector inicial
de precios es p0. Nosotros deseamos evaluar el impacto sobre la riqueza del
consumidor, de un cambio de p0 a un nuevo vector de precios p1. Dicho cambio no
debe parecernos extraño. Por ejemplo, si el gobierno decide aumentar los impuestos
esto se traducirá directamente en los precios.

3.3. Integrabilidad de la función de utilidad

A partir de la función de demanda x(p,y) se puede recobrar la función de utilidad


subyacente, en lo que se conoce como integrabilidad.

Suponga que nosotros tenemos un función de demanda continua y diferenciable x(p,y).


Si esta función se encuentra bien definida y se cumple el supuesto de insaciabilidad
local (y la ley de Walras) asegurando la igualdad, entonces como previamente se ha
demostrado, deberán cumplirse las siguientes condiciones:3.4. Preferencias
reveladas

Los axiomas básicos sobre las preferencias son criticados por ser demasiado fuertes,
ya sea en su preordenamiento o en su ordenamiento completo. Sin embargo, a
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menudo observamos cómo los individuos realizan elecciones, aunque las restricciones
sobre el conjunto de preferencias no sean observables. Una forma de hacer
compatibles los supuestos sobre las preferencias y las decisiones que observamos en
el mercado, consiste en lo que comúnmente se denomina como preferencias
reveladas.

La "eficacia" de la teoría de la preferencia revelada radica en que el estado de las


preferencias se construye a partir de las decisiones observables, esto es, de las
elecciones actuales realizadas por un consumidor determinado.

Dado un vector de precios p 0, un nivel de ingreso y > 0 y una canasta de bienes


x X, se puede definir una restricción presupuestaria de la forma px y. Asumiendo
que la existencia de la restricción presupuestaria está relacionada con la elección de
una casta posible x para el consumidor, donde x depende de p e y de la forma x( p, y)
cuando se realiza la

3.5. Agregación

Un punto de singular importancia consiste en la agregación sobre los individuos, ya


que el comportamiento agregado de los consumidores, en muchas situaciones, es más
importante que el comportamiento de un consumidor en particular. Y desde un punto
de vista econométrico, deberán existir restricciones en la agregación cuando se
estimen las funciones de demanda.

En torno a la demanda agregada se deberá discutir en primer lugar si ésta puede ser
expresada como una función de los precios y de la riqueza agregada. En segundo
lugar, si las restricciones individuales sobre las preferencias se sostienen en el
agregado; y en tercer lugar, cómo se medirían dichos cambios agregados. Una
agregación perfecta en un período, depende de que todos los precios sean los mismos
para todos los individuos. Así, las variaciones provienen por parte de la riqueza que
cada individuo posee. Por otro lado, en modelos de elecciones intertemporales no sólo
existen diferencias en el ingreso, también existen diferencias en la edad y en las
expectativas acerca de los precios futuros.

TeoríA De La Demanda Del Consumidor

. 1. TEORÍA DE LA DEMANDA DEL CONSUMIDOR<br />POR


ROSMERY KAROL GARAY FLORES<br />
. 2. TEORÍA DE LA UTILIDAD<br /> Las personas establecen una escala de
necesidades o de preferencias, las cuales ordenan según la importancia que les
conceden. Esta escala de preferencias les permite calificar la utilidad de los
bienes que asignan a la satisfacción de cada una de sus necesidades. La
Utilidad que la persona asigna a los bienes que sucesivamente utilizan,
disminuye en la medida en que aumenta el número de estos bienes.<br />
. 3. UTILIDAD MARGINAL<br /> La unidad de valor a sea la utilidad
marginal de un bien para un consumidor esta basada en la cantidad de un bien
establecida por el consumidor para satisfacer su necesidad media relativa, si
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esta se cumple se mantiene las unidades de bien. Esta utilidad parcial menor,
relativa a la unidad de bien, se conoce con el nombre de Utilidad Marginal o
Final, por lo tanto la unidad de medida del valor es la utilidad marginal<br />
. 4. UTILIDAD MARGINAL<br />
. 5. PREFERENCIA DE LOS CONSUMIDORES<br />La teoría de la
demanda del consumidor comienza al manifestarse la preferencia de los
consumidores por los diferentes bienes y servicios disponibles para el
consumo, donde se deriva la curva individual y la cierva de demanda de todo
el mercado, o curva de demanda del mercado.<br />De cualquier

conjunto de
combinaciones alcanzables, de bienes o servicios, los cuales proporcionan
satisfacción, el consumidor puede determinar cuál combinación le es
preferible y cuáles le proporcionan igual satisfacción.<br />
. 6. CURVAS DE INDIFERENCIA<br />Se considera que un consumidor
comprando dos bienes, se supone que está en capacidad de informar si prefiere
una u otra combinación de 2 los bienes al igual que informar si prefiere una u
otra combinación. Es la unión de dos puntos sucesivos que muestran las
combinaciones de bienes que proporcionan a un individuo similar
satisfacción<br />
. 7. CURVA DE INDIFERENCIA<br />
. 8. PUNTO DE EQUILIBRIO<br />Es aquel donde la pendiente de la recta de
restricción presupuestaria es igual a la pendiente de la curva de
indiferencia.<br />Es aquel que se alcanza cuando la relación es igual a la
relación entre el precio y cada uno de los bienes<br />
. 9. PUNTO DE EQUILIBRIO<br />
. 10. LA CURVA DE ENGEL<br /> En la Figura siguiente podemos ver que si
aumenta la renta, la restricción presupuestaria se desplaza en forma paralela
hacia afuera y el consumidor alcanza puntos sobre curvas de indiferencia cada
vez más alejadas del origen. Si unimos los puntos óptimos obtendremos la
curva de oferta-renta que también se denomina senda de expansión de la renta.
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Dicha curva muestra las cestas demandadas (combinaciones óptimas de los


dos bienes) a distintos niveles de renta, manteniendo fijos los precios de X e Y.
Si los bienes son normales, esta curva presenta pendiente positiva (en un
apartado posterior trataremos los casos de bienes particulares)

La teoría del consumidor es una rama de la microeconomía, que estudia el


comportamiento de un agente económico en su carácter de consumidor de bienes y
de servicios encaminada a la obtención de la curva de demanda del consumidor para
los distintos bienes, llegando al concepto de utilidad marginal. Esta teoría relaciona
las preferencias, las curvas de indiferencia y las restricciones presupuestarias a
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las curvas de demanda del consumidor.

Teoría neoclásica del consumidor[editar]


Es la teoría más comúnmente recogida en los manuales de microeconomía. Y entre
los supuestos más fuertes están:

1. Las preferencias del consumidor pueden modelizarse como una función de


utilidad U convexa y al menos dos veces diferenciable.
2. Las funciones de utilidad no varían en el proceso de consumo, esto tiene el
efecto de que el consumidor se comporta igual que si antes de consumir nada
decidiera como distribuir la renta disponible (en lugar de ajustar
adaptativamente el consumo a medida que gasta la renta disponible).
De acuerdo con estas asunciones, fijado un nivel de precios un consumidor
perfectamente racional consumirá cantidades de cada bien de tal manera que la
utilidad total sea la máxima posible compatible con la renta disponible. Es decir, un

consumidor racional consumiría cantidades de bienes de tal manera se cumpla:

Donde el conjunto se refiere al conjunto de valores a los que afecta la restricción


presupuestaria:

Donde:

es el vector de precios (positivos) de los n bienes de la economía.

es la renta disponible del individuo para el consumo.


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Consecuencias[editar]

 Los supuestos anteriores implican que existe una curva de demanda continua
para cada consumidor.
 Los supuestos anteriores implican que no existen bienes insubstituibles, es
decir, que una disminución en el consumo de un bien, puede ser compensada con un
mayor consumo de otros bienes. Esta consecuencia ha sido criticada, argumentando
que ciertos bienes, como algunos alimentos, son necesarios y no son
intercambiables por una mayor cantidad de ocio por ejemplo.

Teoría poskeynesiana del consumidor[editar]


La teoría del consumidor poskeynesiana difiere abruptamente de la anterior al
admitir que las preferencias tienen una estructura lexicográfica incompatible
con la existencia de una función de utilidad escalar. Así el consumidor dividiría
los bienes entre categorías y preasignaría una parte de la renta a cada
categoría distribuyendo entre los bienes de cada categoría posteriormente el
presupuesto. Existe una cierta evidencia empírica de que los consumidores
gastan su dinero de esta manera. Las ideas básicas proceden de Nicholas
Georgescu-Roegen y Herbert Simon de la escuela behaviorista. Los principios
básicos son:
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1. Racionalidad procedimiental (Herbert Simon). El consumidor se regiría


por reglas o hábitos no compensadores.
2. Saciedad (Georgescu-Roegen). Más allá de un umbral finito la necesidad
queda satisfecha y consumir más unidades no aumenta la satisfacción o
"utilidad".
3. Separación (Lancaster). El consumidor divide los bienes y necesidades en
diversas categorías, débilmente relacionadas (medidas a partir de
las elasticidades-precio cruzadas).
4. Subordinación (Georgescu-Roegen). Las necesidades están jerarquizadas
y subordinadas unas a otras.
5. Crecimiento (Georgescu-Roegen, Pasinetti). El tiempo y el aumento de
ingresos permiten pasar de una necesidad a otra de forma escalonada.
6. Dependencia (J. K. Galbraith). Las necesidades están influidas por la
publicidad, las modas, la cultura y los amigos.
7. Herencia (Georgescu-Roegen). Las elecciones de hoy están condicionadas
por las elecciones de ayer. De acuerdo con esto a medida que mejora o
empeora la renta de un consumidor las variaciones de las cantidades
consumidas serán dependientes de las del pasado más que decisiones
optimizadoras.

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