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Por consiguiente, cada analogía, comparación, semejanza, “paralelismo” etc que se hizo
en ese tiempo de la relación entre la anatomía humana y la formación de los planetas es
más que todo una personificación, una explicación no objetiva de la realidad. Y como el
conocimiento para un científico medieval se trataba de semejanzas, la astrología era una
ciencia, válida para comparar cualquier cosa con otra. No obstante, se cae en la línea
delgada de estar fuera de contexto, o hacer relaciones que no se deben como en este caso
la forma de los planetas o su posición respecto al cosmos debido a que no hay un
fundamento OBJETIVO EXACTO actual que me determine que si Júpiter está en tal lado
entonces se me va a colapsar un pulmón porque sí, no, más bien la relación entre la
astrología y la medicina es más que todo una relación de las diferentes fuerzas de
atracción, repulsión, todas las leyes químicas etc que van a regir a los átomos por el simple
hecho de tener la misma composición, materia. por lo tanto desde esta comparación si es
válido determinar que los astros influyen en nuestro diario vivir, porque pej influyen una
fuerza de gravedad a nosotros y nosotros hacia ellos. Como se sabe la luna es la que
mantiene las mareas, y muchas veces la presión sanguínea de nuestras mareas internas,
sin ella nuestra Tierra sería un caos. Cada estrella del mundo por más lejana que se nos
influye de alguna forma por el simple hecho de que somos átomos, más no porque
estemos relacionados teratomorficamente con ellos o porque nos determinen hasta la
forma que caminamos. Como conclusión, un médico no debería saber de astrología si no
de las leyes físicas que nos rigen a todos como un universo.