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“ALPARGATAS SAIC C/QUILQUILLEN SA S/SUMARIO”

En Buenos Aires, el trece de diciembre de mil novecientos noventa y nueve, se reúnen los señores Jueces de la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial para pronunciarse en la causa “ALPARGATAS S.A.I.C.
C/QUILQUILLEN S.A. S/SUMARIO” , donde se concedió un recurso de inaplicabilidad de la ley, con el objeto de
resolver la siguiente cuestión:

¿Prevalece la regla del art 244 ap. 2° del Código Procesal , en cuanto dispone que “ toda regulación de honorarios será
apelable”, sobre el límite pecuniario de apelabilidad que establece el art. 242, pto. 3°. Ap. 2° del Código Procesal?

I- Los Señores Jueces Julio J. Peirano, Isabel Miguez, Manuel Jarazo Veiras, José Luis Monti, Héctor M. Di Tella, Bindo
Caviglione Fraga y Martín Arecha dicen:
1- El art.242 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece la inapelabilidad de las resoluciones que se
dicten en procesos en los que el valor cuestionado no exceda del monto previsto en esa norma.
Por su parte, el art. 244 del mismo cuerpo legal dispone que “toda regulación de honorarios será apelable “,
estableciendo además el plazo en que debe interponerse y fundarse el recurso respectivo.
2- Como surge de la sola lectura de los citados preceptos, la apelabilidad irrestricta de las regulaciones de honorarios,
tiene su origen en lo expresamente previsto en el mentado párrafo 2° del art. 244, cuya especificidad sin duda prevalece
frente a la normativa general que en materia de admisibilidad del recurso de apelación establece el art. 242 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación
En tal sentido, y en concordancia con la doctrina citada por el Señor Fiscal de Cámara en el dictamen de fs. 201,
corresponde señalar que la incorporación en la ley adjetiva del principio de la apelabilidad irrestricta en materia de
estipendios profesionales, se debe a que la ley 21.839 –de aranceles de abogados y procuradores- , a diferencia de lo
que ocurría con la normativa arancelaria anterior ( ley 14.170 que modificó los arts. 2°, 6°, 7°, 16 y 37 del Decreto
30.439/44 –ley 12.997-) omite contener previsión sobre la apelabilidad de resoluciones que versen sobre honorarios de
los profesionales.
En efecto el art. 30 el Decreto 30.439/44 disponía que “Todo auto que regule honorarios será apelable por el profesional
interesado por él o los obligados a pagarlos”, y el art. 31 por su parte, establecía el plazo y la forma en que debía
deducirse la apelación respectiva.
Asimismo, corresponde agregar que se refuerza aún más el criterio de la apelabilidad sin restricciones de las
resoluciones que fijan la retribución de los profesionales, con lo expresamente dispuesto por el art. 544 del Código de
rito en cuanto señala que serán apelables las regulaciones de honorarios que contuviere la sentencia de remate,
aunque ella, en el caso, no lo sea.
3- Por lo que fuera expuesto, votamos por la respuesta afirmativa a la cuestión propuesta.
II- El Señor Juez de Cámara Enrique M. Butty agrega:
Coincido con la doctrina mayoritaria. Simplemente agregaré –reiterando mi postura anterior- un aspecto que no me
parece desdeñable: tratándose de recursos sobre honorarios, más allá de que la apelación en sí misma implique una
queja de contenido numerario, la cuestión concierne a aspectos del desempeño de una magistratura sine imperium
como es la que ejercen los abogados (arg. Art. 58 Cpr. ), origen del vocablo “Honorario” (v. Nota de Ure, Carlos E.
“Honorarios y dignidad de la labor del abogado”, L.L. Diario del 04-03-99, en torno a la noción de “salario de honor”) con
que la práctica forense y las leyes arancelarias designan su recompensa pecuniaria, que no necesariamente entonces
compromete con carácter principal aspectos económicamente aprehensibles.
III- Los Señores Jueces María L Gómez Alonso de Díaz Cordero, Ana I. Piaggi, Carlos M. Rotman, Felipe Cuartero,
Helios A. Guerrero y Rodolfo A. Ramírez, dicen:
1- a) la norma del último párrafo del Cpr. 242 –según texto dado por la ley 23.850-, trata de la admisibilidad del recurso
de apelación según el monto del valor cuestionado en el proceso de que se trate, y al respecto establece un principio y
dos excepciones a ese principio.
El principio es que son inapelables las sentencias definitivas y demás resoluciones “cualquiera fuera su naturaleza”,
dictadas en procesos en los cuales el valor cuestionado no exceda de determinado monto.
Las excepciones son dos: ese principio no se aplica a) en procesos en que se haya pretendido el desalojo de
inmuebles, y b) en los que se discuta la aplicación de sanciones procesales.
1- b) De su lado, la regla del Cpr. 244 contiene dos provisiones: a) en primer lugar, indica el plazo común para deducir el
recurso de apelación y b) luego, establece el régimen del recurso de apelación contra la regulación de honorarios.
Ese régimen exhibe, a su vez dos normas: a) según la primera de ellas, “toda regulación de honorarios será apelable”,
en tanto que b) la segunda establece pautas particulares para la fundamentación de la apelación contra la regulación
del honorario: tal fundamentación no está impuesta a título de carga procesal sino que es una facultad del apelante ;
más si se ejerce esa facultad, la fundamentación debe exponerse dentro del 5° día a contar desde la notificación del
honorario.
Obvio es que a los efectos del presente fallo plenario, sólo interesa aquella norma según la cual “toda regulación de
honorarios será apelable” .
2- Para la opinión mayoritaria, la del Cpr. 244, primera parte del párrafo segundo, constituye una norma específica –
particularmente referida al honorario, se entiende- que deroga aquella norma general del Cpr. 242 sobre la
inapelabilidad de resoluciones dictadas en procesos en los que el valor cuestionado no exceda de determinado monto.
En otras palabras: el Cpr. 244 introduciría una tercera excepción al régimen de inapelabilidad del Cpr. 242 –que se
agrega a las dos previstas en el mismo Cpr. 242.
Los suscriptos opinamos que el Cpr.244 no establece una tercera excepción al sistema del Cpr. 242, sino que operando
aquella norma dentro del régimen del Cpr. 242, torna apelables regulaciones de honorarios contenidas en resoluciones
en sí mismas inapelables en razón de la materia de que tratan – y no inapelables por el monto del proceso y según la
regulación del Cpr. 242.-
Es decir: según nuestro juicio, la regla del Cpr. 244 no contradice ni deroga la del Cpr. 242, sino que se refiere a una
cuestión distinta de la apelabilidad por el monto y aclara que algunas regulaciones de honorarios contenidas en
determinada resoluciones inapelables por la materia que resuelven, son en sí mismas apelables aunque –reitérese- no
lo sea la resolución continente de la regulación de honorarios.
3- a) El Código Procesal prevé la existencia de resoluciones inapelables en razón de la materia que resuelven.
Así, el Cpr. 96 indica que será inapelable la resolución que admita la intervención de terceros en el proceso, y el Cpr.
191 veda la apelación contra la resolución que disponga la acumulación de procesos.
Asimismo, del Cpr. 104 se infiere que es inapelable la resolución que desestima el pedido de levantamiento de embargo
sin tercería, pues el interesado puede acceder directamente a la vía de la tercería.
Ahora bien: en los casos indicados, la intervención de terceros , o la acumulación de procesos, o el pedido de
desembargo son las cuestiones principales por resolver en cada una de esas hipótesis, en tanto que las costas del
incidente y la consecuente regulación de honorarios constituirán las cuestiones accesorias.
Sobre esto último, coméntase que un distinguido procesalista –bien que con referencia a la sentencia definitiva de
primera instancia- engloba los temas de las costas, regulaciones de honorarios y –en su caso- declaración de temeridad
o malicia en lo que denomina el “contenido accesorio de la sentencia “ (Colombo, “Código...”, t° II, pág. 58, Abeledo
Perrot, Buenos Aires, 1969); estímase que igual relación de accesoriedad se presenta en las sentencias interlocutorias.
Así las cosas, el princiopio según el cual lo accesorio sigue la suerte de lo principal – principio recogido, v.gr. en el Cciv.
525- llevaría al siguiente razonamiento: inapelable lo principal resuelto – la acumulación de procesos, por ejemplo- sería
inapelable lo accesorio- la regulación de honorarios.
En nuestro parecer, el sentido, la finalidad y el alcance del Cpr. 244, primera parte del párrafo segundo, esimpedir ese
razonamiento: el monto del honorario será apelable aunque la regulación del mismo esté contenida en una resolución
inapelable por la materia.
3.-b) Estimamos que así enfocada, la mencionada regla del Cpr. 244 se presenta como enteramente racional y
coherente con el sistema del Cpr. 242 in fine-tema este segundo que trataremos mas adelante-.
Desde luego, la intervención de terceros-o la acumulación de procesos, o el pedido de desembargo sin tercería-pudo
darse en un juicio de muy significativa cuantía económica, de modo de generar un honorario de elevado monto.
De estar a las específicas normas que impiden la apelación de esas resoluciones (Cpr. 96, 191 y 104), esos honorarios
serían también inapelables, pese a lo elevado del monto. Es esa consecuencia – esto es: la posible inapelabilidad de un
honorario de monto elevado-lo que evita la previsión del Cpr. 244 que, entonces, en modo alguno entra en colisión Cpr.
242.
Una de las disposiciones legales citadas por el voto de la mayoría confirma la precedente tesis: la del Cpr. 554. Según
ese artículo, la sentencia de remate solo es apelable en la hipótesis que taxativamente menciona en sus cuatro incisos,
pero en todos los casos serán apelables las regulaciones de honorarios que contuviese esa sentencia.
Ello es de toda lógica, y del todo congruente con la regla del Cpr. 242: a) la sentencia en si misma es inapelable porque-
v.gr.-no se opusieron excepciones (nótese que esa inapelabilidad no tiene ninguna relación con el monto del proceso,
sino que depende de otro elemento: la inexistencia de excepciones), b) pero la cuantía del honorario será apelable,
porque ella puede ser de elevado monto (y el Cpr. 242 interpretado a contrario, autoriza la apelación de decisiones
adoptadas en el marco de un proceso cuyo valor económico sea superior a cierto umbral; va de suyo que, según
nuestra opinión, si el crédito ejecutdo no supera el umbral de apelabilidad, el honorario que se regule en la sentencia de
remate será inapelable conforme con el Cpr. 242, porque la regla del Cpr. 554 también opera dentro del sistema del Cpr.
242).
3.-c) También estimamos que así enfocada la cuestión, se respeta cabalmente el sentido y finalidad de la norma del Cpr.
242 in fine.
Evidentemente, la ratio legis de esa previsión es evitar la intervención de la alzada en cuestiones de escasa
significación económica, criterio tradicional según el cual de minimus non cura praetor y que en nuestro sistema
procesal se aplica incluso al recurso ordinario de apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Véase que el Cpr. 242 in fine establece la inapelabilidad en razón del monto cuestionado, de las sentencias definitivas y
demás resoluciones “cualquiera fuere su naturaleza”, norma en si misma de total amplitud que, empero, es limitada por
ella misma, aunque –pensamos-sólo por ella misma y no por el Cpr. 244.
Las limitaciones establecidas por el propio Cpr. 242 son razonables y coherentes con el sistema resursivo, porque: a)
los créditos por alquileres – cuya falta de pago conduce al juicio de desalojo- suelen ser de pequeña cuantía en relación
a l valor del inmueble- en general y tradicionalmente, el valor locativo mensual de un inmueble par vivienda oscila
alrededor del 1 % de su valor de venta-, b) las sanciones procesales tienen un valor moral superior al de su importe
pecuniario.
En ambos casos arriba mencionados, pues, esos pequeños créditos autorizan la intervención de la instancia de revisión,
pero no nos parece igual en el caso de los honorarios de los profesionales actuantes en el proceso.
En efecto: no advertimos los suscriptos motivo alguno para diferenciar entre el pequeño crédito de un profesional letrado
por honorarios y el pequeño crédito de otra cualquier persona por otra cualquier causa. Excepto las vinculadas con
desalojos de inmuebles o sanciones procesales, según prevé la ley y se ha dicho aquí la razón de ello – puesto que el
elemento de interés para definir la apelabilidad sólo está dado por escasa cuantía o pequeñez del crédito.
4.- En síntesis, pensamos:
a) Que la norma del Cpr. 244, parte primera del párrafo segundo, no contradice ni limita ni deroga la regla sobre
inapelabilidad por el monto que consagra el Cpr.242 in fine.
b) Que la norma del Cpr. 244, parte primera del párrafo segundo, sólo tiene por efecto establecer la apelabilidad de
regulaciones de honorarios contenidas en resoluciones en si mismas inapelables por razones distintas del monto del
proceso.
c) Que, consecuentemente, c.1) son inapelables las regulaciones de honorarios contenidas en sentencias dictadas en
procesos cuyos montos reclamados por capital no exceda el umbral de inapelabilidad, y c.2) son inapelables por altas
regulaciones de honorarios de monto inferior al umbral de inapelabilidad (en tanto ésta constituye el valor disputado en
último término en el recurso, en el cual no procede cuestionar por alto lo que resulta mas bajo que el umbral de
apelabilidad).
Como corolario de todo lo expuesto, damos respuesta negativa al tema del plenario fijado por la Presidencia de esta
Cámara: consideramos que la regla del Cpr. 242, primera parte del párrafo segundo, no prevalece sobre el límite
pecuniario de apelabilidad fijado por el Cpr. 242 in fine.
IV.-Por los fundamentos de Acuerdo precedente, se fija como doctrina legal que: Prevalece la regla del art. 244 ap. 2°
del Código Procesal, en cuanto dispone que “Toda regulación de honorarios será apelable”, sobre el límite pecuniario de
apelabilidad que establece el art. 242, pto 3, ap.2 del Código Procesal.
Se deja sin efecto en lo pertinente el pronunciamiento de fs. 176/177, por no ajustarse a esta doctrina.
Pasen losautos a la Presidencia del Tribunal, para el sorteo de la Sala que dictará nuevo pronunciamiento.
( M.L.Gomez Alonso de Diaz Cordero- H.M. Di Tella- C.M.Rotman-I.Miguez de Cantore- J:J:Peirano-M.Jarazo Veiras-
E.M.Butty-S.I.Piaggi- J.L. Monti-R.B.Caviglione Fraga-F.M.Cuartero-H.A.Guerrero-R.A.Ramírez-M.Arecha)

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