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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL, SISTEMAS Y ARQUITECTURA


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

INDICE
1. EN EL LIBRE EJERCICIO DE LA PROFESIÓN ................................................ 2
1.1. FORMAS DE EJERCER ................................................................................. 2
1.1.1. STATUS ................................................................................................... 2
1.1.2. FIRMAS DE INGENIERÍA ........................................................................ 2
1.1.3. TRABAJOS PARTICULARES .................................................................. 3
1.1.4. CONSULTORES JUBILADOS ................................................................. 3
1.1.5. ESPECIALIZACIÓN ................................................................................. 3
1.2. RELACIONES CON CLIENTES Y COLEGAS ................................................ 4
1.2.1. OBLIGACIONES Y DERECHOS COMO INGENIERO ............................. 4
1.2.2. OBLIGATORIEDAD DE PRESTAR SERVICIOS PROFESIONALES ...... 4
1.3. LOS ERRORES Y LA CULPABILIDAD........................................................... 5
2. EL INGENIERO TRABAJANDO EN UNA FIRMA DE INGENIERÍA .................. 6
2.1. ATRIBUCIÓN PERSONAL DE ÉXITOS Y ERRORES ................................... 7
2.2. RESPONSABILIDADES DE LA EMPRESA Y DEL INGENIERO ................... 8
2.2.1. EXONERACIÓN DE RESPONSABILIDADES PERSONALES ................ 8
2.2.2. DESCUBRIMIENTO DEL AUTOR DEL ERROR .................................... 10
2.2.3. PUBLICACIONES .................................................................................. 11
2.3. LIBERTAD DE ACTUACIÓN DEL INGENIERO ........................................... 11
2.3.1. INDEPENDENCIA DE LAS DECISIONES EN LOS PROYECTOS ........ 11
2.3.2. LA INSUFICIENCIA DEL SABER TÉCNICO Y CIENTÍFICO ................. 13

ÉTICA PROFESIONAL EN INGENIERÍA 1


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DIVERSAS FORMAS DE TRABAJO


DEL INGENIERO: EL INGENIERO
TRABAJANDO SOLO COMO
TÉCNICO.
1. EN EL LIBRE EJERCICIO DE LA
PROFESIÓN

1.1. FORMAS DE EJERCER


1.1.1. STATUS
Lo esencial del ejercicio libre de la profesión es que el ingeniero no pertenece a una
empresa que le retribuya su trabajo con un sueldo, sino que lo ofrece al público, del
que espera encargos por los cuales cobrara honorarios. Es empresario de su propia
actividad profesional.

1.1.2. FIRMAS DE INGENIERÍA


Cabe incluir en este status a los grupos de ingenieros que trabajan asociados en una
firma de ingeniería si cada uno de ellos puede actuar prácticamente igual que los
establecidos individualmente.
Quizá tengan en común los gastos generales y repartan entre ellos los honorarios,
pero hacia fuera se conserva lo esencial (ahora para el conjunto de ellos) de lo que
representa el ejercicio libre de la profesión.
No sucede lo mismo cuando la firma de ingeniería funciona como una empresa, y en
ella el ingeniero es un empleado con sueldo y sin relación total con la gestión de
encargos. Estos los hace el cliente a la empresa de ingeniería, no a las personas. La
empresa cobra lo que pagan los clientes, y el ingeniero cobra una retribución fija
independiente de aquellos cobros. Muchas firmas de ingeniería que, en su origen
fueron del primer tipo, al crecer han pasado a este segundo tipo.
Quizá alguno de los primeros dueños ha conservado en parte el status de libre
ejercicio, pues los encargos siguen llegando, en cierta manera, a su nombre, y
considera que los que tienen un sueldo son sus ayudantes. En este caso, sería de
desean que, a medida que alcanzan más nivel, los ingenieros se fueran acercando
a este status y fueran titulares de los encargos.
Son muy comunes las firmas de ingeniería que tienen el nombre de los que fueron
sus fundadores, pero que en la actualidad son sociedades y los que trabajan en ella
son empleados. Cuando son ingenieros, no tienen el status de libre ejercicio, pero
pueden ser titulares de los encargos.

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1.1.3. TRABAJOS PARTICULARES


Un ingeniero que tiene un trabajo fijo en una empresa añade algunas horas
atendiendo encargos por los cuales cobra honorarios. Cabría considerar que esta
dedicación parcial cae dentro del concepto de ejercicio libre, pero no con la
calificación de ejercicio libre de la profesión. No es un profesional de esta actividad,
pues esto implica que el trabajo en cuestión sea la forma de vivir.

Es frecuente que esta actividad la escondan a la empresa donde trabajan. La ética


exige no sólo no restar tiempo de trabajo sino tampoco dedicación mental que haga
incurrir en olvidos, omisiones, etc., en el trabajo por el cual se cobrará un sueldo.

Esta dedicación parcial está mal vistas por los auténticos profesionales porque ven
a quienes las practican como competidores ilegítimos, ya que, como ésta no es su
principal fuente de ingresos, pueden ofrecer su trabajo a bajos precios.

Su obligación principal es desempeñar su trabajo en la empresa, y el particular le


impide actuar al ritmo que muchas veces pide ésta, pues le estorba, por ejemplo,
para cumplir con la dedicación interna a los encargos cuando éstos necesitan prisa.

1.1.4. CONSULTORES JUBILADOS


Es cada vez más frecuente que se jubilen personas que todavía pueden trabajar. Por
exigencia de las condiciones de jubilado (cobrando un retiro), no pueden trabajar en
forma fija y remunerada, pero es difícil impedirles desempeñar la actividad de
consultor y, en general, de suministrador de ideas y estudios en los campos en los
que se tiene experiencia.
Actualmente las entidades que agrupan expertos sénior (en España SECOT) tan sólo
pretenden proporcionarles entretenimiento a través del desempeño de su trabajo,
pero éste, por definición, no ha de ser remunerado y debe responder sólo a
peticiones de quienes no hubieran llamado a un consultor normal. Por tanto, tampoco
cabe considerarlos como ingenieros profesionales en ejercicio libre.

1.1.5. ESPECIALIZACIÓN
Cuanto más especializado sea el campo de conocimientos que ofrece el ingeniero
en ejercicio libre, es más asequible que su actividad sea individual, siempre que haya
volumen suficiente de demanda para el campo que le corresponde.
Así, hay consultores expertos en temas muy específicos que funcionan como un
médico, o un abogado. Aunque quizá son pocos los que necesitan de su especialidad
en cada lugar, tienen suficiente volumen de trabajo porque son conocidos en ámbitos
muy expertos.
Por el contrario, cuanto más se diversifique la oferta o si los servicios que un
profesional puede ofrecer exigen el trabajo en equipo, será más difícil que se puedan
hacer desde una empresa individual o incluso de varios, pero pequeña.

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1.2. RELACIONES CON CLIENTES Y COLEGAS

1.2.1. OBLIGACIONES Y DERECHOS COMO


INGENIERO
El saber técnico que ofrece el ingeniero debe ser seguro. Por eso no debe aceptar
encargos, para cuya materia no tenga idoneidad. No obstante, puede subcontratar
(por su cuenta) a alguien más especializado si lo ve conveniente. En los casos de
duda, hay que exponer al cliente, de alguna forma, hasta qué punto se consideran
expertos en la materia que es objeto del encargo, pero no es preciso que declaren la
búsqueda de expertos que vaya necesitando.
Respecto de los colegas (competidores o no), tiene la obligación de no perjudicar su
prestigio profesional directamente. Puede llegar a ser admisible la confrontación de
prestigio en la medida que no perjudiquen a alguien de modo directo y explícito. Pero
estas confrontaciones siempre serán graves faltas de elegancia y compañerismo
profesional cuando señalan algo negativo de cualquier persona o empresa.
Si reciben una petición de oferta para un trabajo que suponga revisión de otro de un
colega (competidor incluso), pueden declinar por principio. Si el cliente hace ver que
existe un riesgo que puede así resolverse, cabe admitirlo, pero intentando siempre
antes una solución de trabajo conjunto con el colega. Cuando quien encarga la
revisión se niega a ello, recabara el derecho a discutir con el colega los dictámenes,
antes de entregarlos al cliente.
En cuanto a los daños y riesgos, está obligado a advertir a los afectados si se les
perjudica a ellos en algún aspecto o al bien común (emisiones nocivas, molestas,
peligrosas y riesgos de todo tipo). Puede traspasar esta responsabilidad, en cada
caso, a su cliente, como una condición más de las que se estipulen en el encargo de
ingeniería, pero los proyectos deben definir bien los peligros y perjuicios al bien
común o a particulares que puedan producir.
Una memoria de proyecto para una planta industrial puede señal que las
intensidades de ruido exigen distancias a la vecindad más próxima de 150 m si hay
viviendas y de 190 si hay hospitales. Pero del cumplimiento de estas distancias se
desentiende el ingeniero, pues aquí termina sesión como técnico: avisa sobre lo que
hay que cumplir en adelante.

1.2.2. OBLIGATORIEDAD DE PRESTAR SERVICIOS


PROFESIONALES
Los profesionales en ejercicio libre pueden aportar especiales servicios a sociedad.
Cabe preguntarse si están obligados a contribuir con su ciencia y su saber a resolver
los problemas y las necesidades que se plantean en las materias que ellos dominan.

Si un médico no puede inhibirse cuando se encuentre ante la necesidad de atender


a un paciente que necesite sus servicios, cabra plantearse si el ingeniero debe
siempre atender lo que le encarguen, aportando su saber para resolver las
necesidades o peligros que surgen en los campos del saber que domina. En

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principio, el servicio que cada hombre debe a la sociedad inclina a responder


afirmativamente a esta pregunta. Sin embargo, hay que respetar siempre la voluntad
de no intervenir en un determinado asunto cuando el profesional cree que no debe
hacerlo, salvo si se encuentra como única persona que puede evitar males
inmediatos.

1.3. LOS ERRORES Y LA CULPABILIDAD


En principio, un profesional libre es un experto que pone en juego su leal saber y
entender para acertar en cada caso con la mejor solución, pero siempre como
hombre falible. En algunos casos puede no dar con lo mejor o incluso cometer
errores. Si se acepta la falibilidad humana, cada vez que tenga un desacierto se
estará dispuesto a considerarlo un fallo humano que toda persona puede tener. Por
el contrario, si se parte del supuesto de que los fallos son siempre causados por la
falta de ciencia o por negligencias, se confunden los conceptos de fallo (error) y
culpabilidad.
Nótese que el riesgo de fallo es mayor precisamente cuando el objeto del trabajo es
más ambicioso. Si se atribuye culpabilidad al fallo, se mata la emulación para
estudios, proyectos, etc., en campos nuevos, y para la investigación y desarrollo en
general.
Un profesional que no produce nada nunca se equivoca, y no será más de encomiar
que otro que produce mucho y se equivoca algunas veces. Lamentablemente, la
culpabilidad moral por haber cometido errores no coincide con la atribución de
culpabilidad que al profesional puede corresponderle judicialmente.
En la medida en la que se dé cabida a la responsabilidad objetiva en algu tjs
supuestos, sin distinguir si ésta se debe a negligencia o a mero error, los
profesionales se irán inhibiendo ante los proyectos, estudios, y trabajos en general
que por su misma naturaleza entrañen riesgos de desacierto; no admitirán encargos
por ejemplo, para los casos que exigirían arreglos difíciles, corrección de datos, etc.;
e incluso tenderán a rechazar los que exijan manejar conceptos no muy conocidos.
En estas condiciones falta motivación para emprender trabajos con creatividad. La
sociedad, a veces, se engaña incitando al poder judicial a ser severo on los
profesionales cuya actuación haya producido daños por error, sin darse cuenta de
que esto es un arma de doble filo, pues los desanima para servir en los casos
difíciles.
EJEMPLO
Un desprendimiento de tierras en la ladera de un monte, sepultó do« casas (con sus
habitantes), recientemente construidas. El juez procesó al arquitecto autor del
proyecto por haber situado allí aquellas casas, y arquitecto municipal, por haber dado
el permiso para ser construidas allí.
Con objeto de determinar las causas del desprendimiento de las tierras, se dirigió al
Colegio de Ingenieros de Caminos, para que le propusieran un perito en la materia.

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Este experto estudió el caso, y presentó un, tú dio muy bien hecho sobre los estratos,
sus buzamientos y la infiltración da las aguas entre ellos.
El alcalde del municipio le preguntó cuánto cobraría por un estudio de consolidación
de aquella ladera, y el ingeniero le contestó que no haria mui ca tal estudio mientras
quedaran jueces que procesen a los técnicos, pues. la solución que proyectara algún
día podría ser materia de delito.

2. EL INGENIERO TRABAJANDO EN UNA


FIRMA DE INGENIERÍA
En la siguiente exposición a esta se refiere al ingeniero que traba como empleado
en una empresa en general. Cuando la empresa es de ingeniería, surgen algunos
puntos de análisis peculiares: el ingeniero se encuentra situado en posiciones en
parte parecidas a las descritas en el ítem 1 (ejercicio libre de la profesión) y en parte
incluibles en el tema de exposición siguiente. Por eso se ha intercalado entre ambos
este status. En la medida en que el ingeniero sea director o parcialmente dueño de
la firma de ingenieros, su posición se acerca a la del ejercicio libre de su profesión,
y, en la medida en que trabaje a las órdenes de otros, se acerca más a lo descrito a
aquellos ingenieros empleados en una empresa en general.
Las firmas de ingeniería ofrecen un producto intangible: el saber técnico de los
ingenieros que trabajan en ellas Este valor, además de ser vendido al cliente, queda
en quien lo produjo, y, por lo tanto, es parte de su propio patrimonio técnico Esto
obliga alguna vez a definir la autoría de los trabajos del ingeniero.

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2.1. ATRIBUCIÓN PERSONAL DE ÉXITOS Y


ERRORES
Cada ingeniero, como autor real de proyectos, estudios y trabajos en general, se
beneficia del prestigio que los éxitos y aciertos suponen para su curriculum, y carga
con las consecuencias de los posibles errores y fracasos. Puede decirse que los
resultados de su trabajo se van incorporando al patrimonio profesional de la persona.

A cada autor se atribuye, en principio, la responsabilidad. Luego se verá si hay o no


exoneración por parte de su empresa a efectos económicos y mercantiles.
Desgraciadamente no está en manos de la empresa exonerar a efectos judiciales, la
persona que estiman responsable en cada caso y solamente admiten la
responsabilidad civil subsidiaria de su empresa.
En el ámbito interior de cada empresa, es donde caben las atribuciones personales
de éxitos y fracasos. Lógicamente se atribuirán para aclarar las causas, buscar
soluciones y organizar arreglos, aunque hacia afuera hayan sido exonerados. Por
otra parte, en la medida en que el ingeniero hubiera pedido a la empresa que le
autorice a aparecer como autor personal en trabajos más o menos públicos
(conferencias, congresos, artículos, libros, etc.), será también más pública la
atribución de éxitos o errores. En tales casos, la empresa ni le impedirá el personal
prestigio ni le ayudará a recuperarlo si lo ha perdido. A veces, puede exigir al
ingeniero que se ocupe de subsanar los errores y sus consecuencias, corregir erratas
en publicaciones, aclarar confusiones, etc.
El uso personal fuera del ámbito de la empresa del prestigio profesional de un
ingeniero puede dar lugar a situaciones delicadas.

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EJEMPLO
Terminado el proyecto de saneamiento de una ciudad, el ingeniero civil que lo
había dirigido solicitó al gerente de la empresa de ingeniería que le autorizara
a aparecer como autor personal figurando su nombre antes del de la firma de
ingeniería. Se le concedió esta petición, y a los dos años se independizó como
consultor de ingeniería sanitaria. En su curriculum destacaba que era el autor
de aquel proyecto. No puede decirse que haya hecho nada ilícito, a menos
que, cuando pidió el permiso, tuviera ya planeado lo que luego hizo, pero hubo
una gran falta de elegancia profesional.

2.2. RESPONSABILIDADES DE LA EMPRESA Y


DEL INGENIERO

2.2.1. EXONERACIÓN DE RESPONSABILIDADES


PERSONALES
 La firma de ingeniería para la que trabaja el ingeniero como empleado, es la
que asume la responsabilidad de los aciertos y desaciertos, los ingenieros
laboran bajo directrices dadas por la propia empresa, quien es la que recibe
los encargos de los clientes y cobra por ellos.
 Si el error es atribuible solo a la falibilidad humana, es también la firma de
ingeniería quien carga con la responsabilidad, pues esta también se benefició
con los aciertos y éxito de sus proyectos.

EJEMPLO
Una máquina con piezas en movimiento alternativo presentaba el peligro de que la
frecuencia de vaivén de sus masas móviles se acercara a la del conjunto máquina-

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cimiento con la elasticidad del terreno sobre el que se apoyaba. Tal acercamiento
supondría una resonancia fatal.
El director del proyecto reunió a los varios ingenieros que intervenían en él y añadió
un especialista en mecánica del suelo para que calculara el módulo elástico del
terreno. Este hizo unos ensayos de compresión, y con ellos determinó dicho módulo.
Con este valor y las dimensiones de la base, el ingeniero mecánico y el de los
cimientos concluyeron que, con los pesos de máquina y hormigón, la frecuencia
propia del conjunto quedaba muy lejana de la del vaivén de las piezas móviles.
Lo que ocurrió en realidad es que hubo resonancia porque ambas frecuencias eran
muy cercanas entre sí; y se rompieron los anclajes y parte de la máquina.
El director del proyecto reunió de nuevo aquel grupo y les dijo que él (en nombre de
la empresa) se haría responsable del error o errores que se hubieran cometido, y
que cada ingeniero podía descargar su parte de error en la empresa de ingeniería.
Sin embargo, para rehacer el proyecto, era necesario que, de puertas adentro, se
aclararan los conceptos, las hipótesis adoptadas y las magnitudes de cálculo.
Al hacerlo se vio que el módulo elástico del terreno se había calculado mal a partir
de los ensayos de compresión. Sin embargo, el ingeniero de mecánica del suelo vio
con agrado que le confirmaran que él también podía descargar su responsabilidad,
pues la empresa de ingeniería le había movilizado, le había explicado el problema,
él lo había interpretado, se había equivocado y los demás habían admitido el dato
con el error. No sería razonable que la empresa quisiera explicar al cliente que todos
los ingenieros menos uno habían acertado en sus cálculos, responsabilizándole a él
del fracaso del proyecto. El cliente paga a la firma de ingeniería y no a éste o a aquel
ingeniero, los cuales no han sido escogidos por él, sino por aquella firma. De todo se
hace cargo la empresa ante su cliente. Otra cosa será que cada ingeniero tenga
luego más o menos prestigio (y sueldo) según la altura y la seguridad con la que
aplica sus conocimientos, desde el punto de vista de su empresa.

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2.2.2. DESCUBRIMIENTO DEL AUTOR DEL ERROR

DESCUBRIMIENTO DEL
AUTOR DEL ERROR Cuando el ingeniero haya tomado decisiones atrevidas
acompañadas de negligencia y sin informar a la empresa.

Cuando el error tiene consecuencias catastróficas y es


necesario hacer público el error. (Ejemplo: Accidentes
aéreos)

EJEMPLO
En el arranque de un motor eléctrico de 7.000 kW, surgían problemas con la
reactancia que había que conectar para suavizar el arco de intensidad.
El ingeniero ordenó puentear las conexiones de la reactancia y arrancar en directo,
porque había calculado el producto de tiempos por intensidades y había visto que el
calentamiento de la máquina sería admisible. En este aspecto había calculado bien,
pero, durante el tiempo de aceleración, la tensión del sistema bajó a la mitad. Como
consecuencia, varios motores se pararon y se produjo un colapso en la producción
de una línea de proceso continuo.
En este caso se trata de una de una decisión muy arriesgada por parte del ingeniero,
por lo tanto la empresa aunque se hacía cargo de los daños económicos, explicó al
cliente que la decisión de arranque directo había sido tomada por el ingeniero.

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2.2.3. PUBLICACIONES

El autor puede publicar el desarrollo de sus ideas con su nombre


PUBLICACIONES

personal, pero la empresa que es una firma puede exigirle que lo que ha
realizado dentro de ella lleve su nombre.

La empresa también puede prohibir la publicación de todo aquello que


considere patrimonio exclusivo del saber técnico de la firma y que quizá
sea lo que la diferencia de sus competidores

2.3. LIBERTAD DE ACTUACIÓN DEL


INGENIERO

2.3.1. INDEPENDENCIA DE LAS DECISIONES EN LOS


PROYECTOS
Mientras desarrolla un proyecto, el ingeniero está continuamente en un
proceso creativo, ideando posibilidades y decidiendo adoptarlas o no en cada
caso. Aunque un proyecto no es una obra, en la que hay que dejar solo al
artista con su inspiración, en cierta manera son cosas del mismo tipo. No
tendría sentido encargarle a una persona que proyecte algo, y luego llevarle
de la mano diciéndole lo que tiene que ir haciendo. El verdadero autor sería,
en este caso, la persona que le indicara lo que tiene que ir haciendo.
El ingeniero, dentro de la firma de ingeniería, puede recabar el derecho a la
independencia en sus decisiones pero la firma de ingeniería tiene también el
derecho a estar enterada en todo momento de tales decisiones y siempre a
estar a tiempo de negar el permiso para adoptarlas. Cuando la firma de
ingeniería no pide al ingeniero un informe periódico sobre lo que va
decidiendo, este sigue teniendo la responsabilidad de avisar siempre que
algún concepto o magnitud se salga de lo corriente, porque, de no hacerlo,
se puede presumir que adopta siempre alternativas dentro del marco normal
de soluciones experimentales y valores moderados. La empresa está en su
derecho de saber a tiempo que alguna alternativa adoptada está fuera de lo
normal.

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Nótese, por ejemplo, la importancia de este riesgo si, por lucirse en el


proyecto, se diseñan formas muy esbeltas y se admiten esfuerzos muy
atrevidos, etc. O cuando el ingeniero toma una decisión que puede resultar
contraria a los intereses de la empresa.
Esto se aplica también a los costes. Cuando las consecuencias económicas
de alguna decisión adoptada son significativamente mayores que los de otras
soluciones posibles, el proyectista está disponiendo de un dinero que no es
suyo, sino de quien va a pagar el proyecto y de lo que él haga responde a la
firma de ingeniería.

EJEMPLO

Un grupo de ingenieros pertenecientes a una empresa hidroeléctrica fue


encargado por sus directores para proyectar una presa muy importante.
Estudiada la geología y morfología de las rocas, todos estuvieron de acuerdo
en que podría construirse una bóveda que quizá sería la más esbelta del
mundo.
Una vez dibujada la sección, la relación entre el espesor y el desarrollo de las
generatrices era tan acusada que parecía imposible que aquello pudiera
llevarse a cabo. Los ingenieros aseguraron que el cálculo había sido
completamente serio y estaban dispuestos a discutirlo con cualquier consultor
internacional. Ante la incredulidad de sus directores, apelaron al consejo de
administración de la hidroeléctrica. Éste les ordenó que abandonarán aquella
solución y proyectaron una presa de gravedad.
El principio, los que gobiernan (jerarquía dentro de la firma de ingeniería)
tienen, entre otras atribuciones, la de no autorizar una solución determinada,
Aunque quienes la propongan tengan más ciencia que el que les niega la
autorización.Si no fuera así. El saber técnico sería una coartada para cualquier
desobediencia dentro del ordenamiento jerárquico.
En cambio, quién gobierna, no puede mandar a los que proyectan que
adopten determinadas soluciones. Sólo puede proponérselo y esperar que
esos técnicos no las vean imposibles.

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2.3.2. LA INSUFICIENCIA DEL SABER TÉCNICO Y


CIENTÍFICO
Nadie sabe a priori, absolutamente todo lo que hará falta para desarrollar un proyecto
que le encarguen. Mientras se avanza en los trabajos, en parte se aplican
conocimientos previos, y, en parte también se estudia para añadir otros.
Esto sucede con las personas y con las firmas de ingeniería como conjunto de
personas. Los ingenieros ante su empresa y esta ante su cliente pueden preguntare
hasta que punto puede ser admisible aceptar un encargo si no hay suficiencia de
conocimientos y experiencia en aquel tema, esperando que se lograra adquirir el
saber técnico necesario. Esto se puede esperar mientras no falte capacidad para
entender los conceptos. Muchos despropósitos en proyectos y estudios tienen su
origen en la falta de capacidad para comprender bien los conceptos que había que
manejar.
Respecto de su cliente, una firma de ingeniería podrá aceptar encargos o la
construcción de obras en la medida que considere posible reunir conjunto de
personas necesarios para desarrollar los temas nuevos que les piden. El trabajo que
se acepta se debe poder apoyar, por lo menos en parte, en personas ya existentes
en la empresa. Si todos habrán de ser contratados, es casi seguro que el cliente, de
saberlo, no hubiera buscado esta firma para la construcción de su proyecto.
En general, se puede ser optimista esperando la adaptación de personas a temas
nuevos si no hay premura para tomar decisiones en ellos y se ve posible la consulta
a especialistas, libros, otros proyectos, etc.
Piénsese que para progresar se precisa un mínimo de agilidad para afrontar nuevos
temas. Sin ella no habría más que practicones.
EJEMPLO
Un viejo ingeniero contaba que la vida le había llevado a emprender estudios y
proyectos referentes a temas tan diversos que catorce veces seguidas el tema
de cada nuevo trabajo fue para el desconocido y no sabia ni como hincarle el
diente. Pero había ido viendo que, en menos de tres semanas, se encontraba
en cada nuevo tema con el saber necesario para trabajar en el asunto, incluso
concretando soluciones. Añadía que nunca se arrepentía de haber aceptado
todos esos encargos, y creía que sus clientes tampoco.
la honradez de ingenieros y empresas de ingeniería se manifestará en no llevar esta
agilidad más allá de lo que suponga un riesgo concreto para el cliente. Tampoco hay
que ocultarle si existen otras personas o empresas que aportarían un saber
sustancialmente mayor a un precio y con unas garantías de independencia
admisibles.

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