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CALCULO DE LAS SEMANAS DE GESTACIÓN Y FECHA PROBABLE DE PARTO

El embarazo se mide en semanas de embarazo. Un embarazo normal dura


40 semanas de embarazo (abreviatura: SE) o 281 días. Para calcular esto,
se aplica como fecha de inicio el primer día de la última menstruación, y como
fecha de parto el final de la última semana de embarazo.

La mayoría de las mujeres no conocen la echa exacta de fertilización, por lo


que, para facilitar el cálculo, se emplea el primer día de la última
menstruación. Este método no es el más correcto a nivel médico, ya que
la ovulación a partir de la cual el óvulo es fertilizable tiene lugar entre 14 y 16
días desde el comienzo del periodo.

La forma más correcta de calcular el tiempo de embarazo es a través del día


de la concepción. Sin embargo, es muy difícil definir exactamente cuál fue el
día en que el espermatozoide encontró su ovulo. Es importante recordar que,
aunque solamente se tuvo una relación sexual en el mes en que se quedó
embarazada, esto no significa que la concepción ocurrió este día. Los
espermatozoides pueden permanecer viables en el sistema reproductor
femenino durante 5 a 7 días, dependiendo de la viabilidad de los mismos. Así,
si se tuvo relaciones sexuales el día 16, pero solamente la persona ovulo el
día 19, la concepción se produjo solamente 3 días después de la cópula
Si has tenido más de una relación sexual en el mismo mes, es casi imposible
averiguar cuál fue el día exacto de la fecundación. Como el óvulo es viable
durante 24 horas y los espermatozoides hasta 7 días (generalmente 3 a 5),
si la persona quedo embarazada en un mes que tuvo relaciones en los días
12, 14, 17 y 19, esto significa que la fecundación del ovulo podría haberse
producido entre 12 y 26 días del mismo mes. En otras palabras, una inmenso
intervalo de 2 semanas.

Por lo tanto, ya que es casi imposible saber el día exacto que se ha producido
la fertilización, para hacer el cálculo más simple fue designado el primer día
de embarazo como el primer día de la última menstruación. Es muy común
que los médicos se refieran a este día como DUM (sigla para Día de
la Última Menstruación).

Para facilitar la comprensión, vamos a imaginar una situación ficticia:

Uno mujer con algunas semanas de retraso menstrual resolvió hacer una
prueba de embarazo, que salió positiva. Hoy es 09 de marzo y el primer día
de su última menstruación (DUM) fue el 23 de enero. Para efecto de cálculo
de la edad gestacional, consideramos el 23 de enero como el primer día del
embarazo, inclusive ella no estando efectivamente embarazada en esta
fecha. Por lo tanto, la primera semana de gestación será del día 23/01 al día
29/01. La segunda semana del día 30/01 al día 05/02, y así sucesivamente.
Siguiendo este cálculo, llegamos a la conclusión que el día 09 de marzo
nuestra gestante imaginaria estaría con 6 semanas y 4 días de gestación.

Una mujer con unas semanas de retraso menstrual decidió hacer una
prueba. Como muestra la imagen a continuación, dividimos las semanas en
diferentes colores para facilitar la comprensión.

Pon atención con el hecho de que la ovulación y, consecuentemente, la


concepción solamente ocurrieron entre las 2ª y 3ª semanas después de la
menstruación. Esto significa que, de la forma que contamos el tiempo de
embarazo, en las dos primeras semanas la gestante no estaba realmente
embarazada. Por lo tanto, cuando decimos que la paciente está en la
10ª semana de embarazo, en la vida real ella está alrededor de la 8a semana.
Pero esta discrepancia no causa ningún problema. Como cada mujer ovula
en un día diferente del ciclo menstrual, usar el primer día de la menstruación
facilita la estandarización del tiempo de embarazo, inclusive que esto
signifique unos días de diferencia en relación al tiempo real de gestación.

¿Y si la gestante no acordarse con exactitud cuándo fue la última


menstruación?
Varias situaciones pueden llevar la mujer a no acordarse del día exacto de su
menstruación. Por ejemplo, mujeres con ciclo menstrual muy irregular,
mujeres que solamente descubren el embarazo ya con varias semanas de
embarazo, mujeres que tuvieron sangrado de escape en el inicio del
embarazo y confundieron con menstruación, etc.

En estos casos se usa la ecografía transvaginal para estimar el tiempo de


embarazo. A partir de la 5ª semana de embarazo, se puede identificar el
embrión por el ultrasonido. Esta prueba tiene una precisión muy alta si se
realiza en el primer trimestre.

Hasta las primeras 20 semanas del embarazo, todos los fetos tienen más o
menos el mismo tamaño. Así, simples medidas biométricas, tales como el
tamaño del hueso fémur, el perímetro cefálico, la longitud céfalo-caudal y la
circunferencia de la cintura ayudan al médico a establecer la edad
gestacional. Después de la 20ª semana del embarazo, la genética entra en
acción y cada bebé pasa a crecer en un ritmo diferente. Así, a partir de este
momento, se hace más difícil afirmar con exactitud la edad gestacional
basada en el tamaño del feto.

Incluso en las mujeres que saben apuntar su DUM, el cálculo de la edad


gestacional se realiza por ecografía fetal para confirmar la estimación. El
cálculo hecho por el ultrasonido es más confiable que la fecha de la última
menstruación.

Tamaño del útero

El tamaño del útero es otra manera de estimar el tiempo de embarazo. Antes


del advenimiento de la ecografía, esta era la forma utilizada para estimar la
edad gestacional en las mujeres que desconocían el DUM. Hasta 12 semanas
de embarazo, no pudimos palpar el útero. A partir de la 12ª semana podemos
palpar el útero justo por encima de la sínfisis púbica (frente el hueso de la
pelvis). Con 16 semanas, el útero puede ser palpado en la mitad del camino
entre la sínfisis púbica y el ombligo. Con 20 semanas de embarazo, el útero
está en la altura del ombligo.

CÓMO CALCULAR EL DÍA DEL PARTO


Cuando calculado por el DUM, un embarazo normal (o término) es uno que
dura entre 37 a 41 semanas. Si el bebé nace antes de las 37 semanas, se le
considera prematuro. Si nace después de la 42ª semana, se denomina bebé
postérmino.
En la mayoría de los casos, los bebés nacen alrededor de la 40ª semana del
embarazo. Por lo tanto, cuando el obstetra le dice la fecha probable de parto
(FPP), simplemente contó 40 semanas después del DUM. Una forma rápida
de estimar la FPP sin contar los días en el calendario es a través de la fórmula
de Naegele:

1º – Toma el primer día del último período menstrual (DUM) y añade siete
días.
2º – Disminuye tres meses.
3º – Suma un año

Ejemplo 1:
DUM = 05 de mayo de 2014
Suma 7 días = 12 de mayo de 2014
Resta 3 meses = 12 de febrero de 2014
Suma un año y obtiene la FPP = 12 de febrero de 2015

Ejemplo 2:
DUM = 02 de enero de 2014
Suma 7 días = 09 de enero de 2014
Resta 3 meses = 09 de octubre de 2013
Suma un año y obtiene la FPP = 09 de octubre de 2014

Obviamente esto es solamente una estimación. El objetivo no es intentar


adivinar el día del parto, pero sí informar a la madre la época probable del
nacimiento si el embarazo llega a las 40 semanas. De hecho, solamente
alrededor del 5% de los bebés realmente nacen en la fecha estimada al inicio
del prenatal.

OTRO EJEMPLO COMO CALCULAR

¿Cómo se calculan las semanas de embarazo?


Ejemplo: La 1.ª semana de embarazo significa que han pasado 9 semanas más entre uno y siete
días del embarazo.

9S3 = 9 semanas de embarazo transcurridas + 3 días = 10 SE.

División del embarazo en 3 trimestres


Además de la división del embarazo en semanas, existe otro método de división: el periodo puede
separarse en 3 unidades, también conocidas como trimestres.
Cálculo del embarazo a partir de las reglas de Naegele
El profesional de la salud Dr. Franz Naegele descubrió un método de cálculo a partir del cuál se
puede estimar la fecha de parto. Con este sistema, se suman 281 días al primer día del último
periodo.

Fecha de nacimiento calculada


El día de nacimiento es la fecha en la que, estadísticamente, más bebés nacen (5,54 por ciento).
Si invertimos el cálculo, esto quiere decir que el 94,46 % de los bebés no nacen en la fecha
calculada.

Los nacimientos que tienen lugar hasta dos semanas después y hasta tres semanas antes de la
fecha de nacimiento calculada se consideran normales. Esto abarca en total al 90 % de todos los
niños. Los niños que nacen más de tres semanas antes de la fecha de nacimiento calculada se
consideran prematuros (9 % de todos los niños). Los niños que nacen más de dos semanas
después de la fecha de nacimiento calculada se consideran tardíos (1 % de todos los bebés).

CAMBIOS HEMATOLOGICOS

Se producen alteraciones en la composición del volumen sanguíneo. Se produce una


retención de agua y sodio extravascular, mientras que la concentración de electrolitos
disminuye ligeramente. Existe una disminución de la Poncótica debido al descenso de
proteínas plasmáticas, sobre todo de la albúmina y en menor grado de globulinas, esto
se debe a un efecto de dilución y la disfunción hepática de la gestación. La concentración
de lípidos plasmáticos está aumentada.

Además de la anemia dilucional, ya comentada, se detecta por consumo fetal, anemia


por déficit de hierro y folatos si la madre no los toma de forma complementaria.

Se detecta una leucocitosis progresiva, (neutrófilos polimorfonucleares) desde el primer


trimestre (6.10-9.10-11.10/ml) hasta el momento del parto y el posparto inmediato (15-
20.10/ml); senormalizan una semana después del parto. Linfocitos B y T no varían, pero
sí disminuye la actividad linfocitaria y la inmunidad celular, que explicaría la tendencia a
las infecciones víricas.

Los factores de coagulación también se modifican, de forma que la gestante se encuentra


en un estado de hipercoagulabilidad asociado a una hipofibrinolisi. Esta evolución
favorece la prevención de hemorragias graves en el momento del parto. Los factores II,
VII, X, XII y el fibrinógeno aumentan el 50%, y el factor VIII de 3 a 10 veces.

Los factores V, XIII, antitrombina III y la prot S disminuyen ligeramente. Si existe una
patología subyacente (Preeclampsia, sdme antifosfolipídico, DPPNI, etc ..) puede
alterarse el equilibrio y verter tanto en fenómenos tromboembólicos como hemorrágicos.
Las plaquetas se mantienen dentro de los valores normales o discretamente más bajos
en el 3er trimestre. Se observa trombopenia en el 4-10% de las gestantes a término. Lo
que sí se puede observar es un aumento de la agregación plaquetaria.

Disminuye la actividad fibrinolítica como resultado de la liberación de inhibidores de


origen placentario y del aumento de los inhibidores del activador tisular del
plasminógeno. Estos cambios parecen indicar que a partir de la semana 15 se da algún
tipo de coagulación intravascular, normalmente limitado a la placenta. Después del parto
se activa el sistema de coagulación y aumenta la fibrinolisis.

Debido a la hipoproteïnèmia, existe una tendencia a la aparición de edema; cuenta con


las pacientes que reciben tratamiento tocolíticos o en gestantes preeclàmptiques pues
pueden desarrollar edema agudo de pulmón con pequeños cambios de la PCP. El estado
de hipercoagulabilidad favorece la madre disminuyendo la pérdida hemática intraparto.

en el contenido de agua corporal; por lo que el volumen plasmático (40 – 50%) y el


volumen sanguíneo total (25 – 40%) aumentan. El aumento relativamente pequeño
del volumen de glóbulos rojos (20%) da como resultado una disminución de la
hemoglobina (de 11 a 12 g/dL) y del hematocrito (a 35%). Aunque el valor total de
proteínas aumenta en la circulación, la concentración de proteínas plasmáticas
disminuye (6 g/dL a término) debido al aumento en el volumen plasmático. Esto
tiene gran significancia clínica, porque la fracción libre de fármacos ligadas a
proteínas puede aumentar.
CAMBIOS DE MAMAS

embarazo
( El pecho )

El aumento de tamaño y cambios en los pechos es absolutamente normal durante el


embarazo, pues tiene como objetivo la preparación para la lactancia. Estos cambios
están mediados por un aumento de hormonas femeninas a lo largo de la gestación.
Los primeros meses, se acumula grasa en los senos y las glándulas mamarias
aumentan de tamaño. A medida que crecen los pechos y se estira la piel, es posible
que sienta tensión mamaria, picazón o aparezcan estrías.

¿Es normal que los pechos crezcan durante el embarazo?


Sí, es normal que los pechos crezcan durante el embarazo.Durante el embarazo, hay
un aumento en el suministro de sangre a las mamas, y esto puede causar venas
azuladas debajo de la piel. Los pezones se tornan más oscuros y la aréolas también,
además crecen y las pequeñas glándulas de las aréolas aumentan y se vuelven
irregulares, segregando una sustancia oleaginosa (calostro) que evita que se
resequen y se agrieten. Los cambios que notarás pueden ser los siguientes:
• Los pechos ncrementan su tamaño durante el embarazo, rápidamente durante las
primeras 8 semanas y a un ritmo constante posteriormente, llegando a aumentar del
25 al 50%.
• Este crecimiento puede condicionar un cierto malestar o sensación de tensión
mamaria.
• Los pezones también crecen y se vuelven más móviles, igualmente crece la areola y
adquiere una mayor pigmentación.
• También pueden visualizarse venas azuladas debajo de la piel.
• Al progresar el embarazo pueden desarrollarse estrías en las mamas (estrías
gravídicas), ocurriendo principalmente en el último trimestre del embarazo.
• A partir del segundo trimestre, algunas mujeres tienen secreciones de los senos.
Estos cambios en las mamas son más evidentes en un primer embarazo.
¿Cómo puede evitarse las molestias en los pechos y estrías durante el embarazo?
El cuidado de los pechos durante el embarazo puede mejorar los síntomas y ayudar a
la prevención de estrías:
• El sostén de maternidad mejora la sujeción de los pechos y puede aliviar
muchas molestias musculares. Los sostenes de algodón suelen ser más cómodos
que los sintéticos. Durante la noche, también se recomienda usar sostén.
• Una buena higiene de los pechos también ayuda a minimizar las posibles
molestias. Se aconseja lavarlos con agua tibia y evitar el uso de jabón en la areola
para no resecar la piel.
• Para prevenir la aparición de estrías, es importante una buena hidratación de la
piel de las mamas. Se aconseja la aplicación de cremas hidratantes específicas para
las mamas mediante un suave masaje.
• Si existe secreción de calostro, se recomienda el uso de almohadillas
desechables o lavables. También es importante dejar secar los pezones al aire un
par de veces al día y después de bañarse.

¿Qué otros cambios puedo esperar en mis pechos


durante el embarazo?
Crecimiento de los pechos

Entre las 6 y 8 semanas de embarazo aproximadamente, podrías notar que tus senos comienzan a crecer y
esto seguirá ocurriendo durante todo el embarazo.

Es normal que aumentes una o dos tallas de brasier en las copas, especialmente si es tu primer bebé. Es
posible que sientas comezón en los pechos a medida que se estira tu piel e incluso puede que te
aparezcan estrías.

Venas y cambios en la pigmentación de tu piel

Quizá se te vean las venas a través de la piel de los senos, y los pezones se agrandarán y oscurecerán.
Después de los primeros meses, las areolas (los círculos más oscuros que bordean los pezones) también
crecerán y se pondrán más oscuras.

Abultamientos en las areolas

Puede ser que antes no te hayas dado cuenta de los pequeños abultamientos que hay en las areolas. Pero
ahora estos bultitos, que son un tipo de glándulas que se encargan de producir una sustancia aceitosa y que
se conocen como glándulas de Montgomery, pueden volverse mucho más pronunciados.

Pechos que gotean

Aproximadamente en el tercer mes de embarazo, los pechos comienzan a producir calostro, la leche especial
que alimentará a tu bebé cuando recién comiences a amamantar.

Durante los últimos meses de embarazo, es posible que comiences a segregar una pequeña cantidad de esta
sustancia espesa y amarillenta, aunque a algunas mujeres esto no les pasa.

Pechos grumosos o con bultos

Algunas mujeres desarrollan bultos en los senos durante el embarazo. Suelen ser benignos y podrían ser
quistes llenos de leche (galactoceles) o tumores benignos (fibroadenomas). Aunque es muy poco común que
una mujer desarrolle algo grave (como cáncer de seno) durante el embarazo, es importante que hables con tu
médico o partera si notas bultos en tus pechos.

¿Puedo hacer algo para aliviar el dolor en los pechos


durante el embarazo?
La mejor opción es que te compres un buen brasier. Ve a un almacén grande donde vendan ropa interior o a
una tienda especializada en mujeres embarazadas, y busca una vendedora con experiencia que te ayude a
encontrar el más adecuado para ti.

Seguramente ahora un brasier con varillas te molestará. Para evitar roces, busca materiales suaves que no
tengan costuras cerca del pezón. Los sostenes de algodón te resultarán más cómodos y absorbentes que los
sintéticos.

Aquí tienes algunas opciones de brasieres cómodos para el embarazo:

Brasier especial para embarazadas o madres que amamantan

Si deseas sujeción adicional durante el día, usa un brasier especial para embarazadas. Estos suelen tener
más corchetes y la mayoría no traen varillas.

Durante el tercer trimestre, quizá valga la pena comprar un brasier para la lactancia, porque de todas formas
necesitarás uno si decides amamantar a tu bebé.

Brasier para dormir

No tienes que comprar un brasier especial de maternidad para estar cómoda. Muchas veces, los sostenes
diseñados para dormir tienen las mismas ventajas que los que están hechos especialmente para el embarazo,
como tiras más anchas y copas suaves de algodón. También encontrarás brasieres cómodos y que no
aprietan en las tiendas de maternidad.
Brasier para hacer ejercicio

Es particularmente importante usar un brasier que sujete bien los pechos y sea cómodo mientras haces
ejercicio, porque los pechos estarán más pesados. Un sostén deportivo te proporcionará la firmeza adicional
que necesitas y te aliviará el dolor.

Al comprar un brasier puedes optar por elegir uno que te vaya un poco grande, de modo que tus pechos
tengan espacio para crecer, ya que es posible que aumentes una talla o dos (tanto en las copas como en el
perímetro torácico) a medida que se pongan más voluminosos y tu panza crezca.

Al elegir un brasier, asegúrate de que puedes abrocharlo cómodamente en la posición más ajustada, para
poder ir usando los otros cierres a medida que te vayas ensanchando y te vayan creciendo los pechos. Esto te
irá muy bien, especialmente si compras un brasier de lactancia antes de que nazca el bebé, ya que al bajarte
la leche, puede volver a aumentar el tamaño de los pechos.

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