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El punto de partida
sería pensar en una
situación concreta en la
que se diera este tipo
de conflicto. Por
ejemplo imaginemos
que estamos en un
concurso en el que se
nos ofrece mucho
dinero por hacer algo
que nos aterra
profundamente.
¿Cómo decide el cerebro a que respuesta hacer caso?, ¿Cómo ignora uno de los
procesos por el otro?, ¿Qué determina que gane el miedo o el deseo?
¿Dónde se toman las decisiones? Las diferentes zonas del cerebro y su función.
Experimentos e hipótesis:
En la práctica, el sistema límbico y la amígdala como eje central, nos avisa de que
una situación o solución podría causarnos daño y nos alerta para que nos alejemos
de ella tomando otro camino. Por supuesto, este mecanismo no solo nos indica los
peligros, sino que también resalta las soluciones más apetecibles teniendo en
cuenta sus resultados
desde el punto de vista
de sus repercusiones
emocionales.
Se trata de un
mecanismo que en
muchas ocasiones
ocurre a nivel
inconsciente, ya que
son muchas las
hipótesis a barajar.
Gracias a él, nuestra
mente consciente no
se sobrecarga con demasiadas alternativas sino que descarta rápidamente las
opciones extremas que no resultan viables.
¿Cómo sabe la amígdala cuáles son las decisiones “buenas” y “malas”?
Por una parte, la amígdala busca en una especie de base de datos que contiene
patrones pre programado e innato, como la reacción de defensa ante los
depredadores. Por otra parte, también se basa en las experiencias que hemos ido
acumulando a lo largo de la vida. Por ejemplo, si en el pasado tomamos una decisión
y esta nos causó daño, esta información se queda grabada y después la amígdala
se encarga de activarla cuando nos encontremos nuevamente ante una disyuntiva
similar.
Una vez que hemos tomado esta “decisión emocional”, entra en juego el lóbulo
frontal, que es donde planificamos nuestras acciones y valoramos los pros y los
contras de cada decisión desde una perspectiva más racional. Además, esta
estructura es fundamental porque nos permite vislumbrar a largo plazo las
consecuencias de nuestros actos. En este punto comienzan a incidir nuestros
valores, creencias y estereotipos, ya que siempre intentamos llegar a la solución
que mejor se adapte a nuestra forma de ser y pensar.
Tema:
El cerebro emocional y sus Desiciones
Nombre:
Brisna Michelly García Hernández
3016-17-17319