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Introducción

Los derechos humanos surgen a raíz de una historia cargada de sufrimiento para la
humanidad, el fascismo y nazismo de la segunda guerra mundial forman parte de este
origen.
Tras la concepción de estos derechos se encuentra el esfuerzo y sufrimiento de muchas
personas solitarias o pueblos completos, en donde muchos de ellos dieron la vida en
busca de su reconocimiento.
La declaración universal ubica su origen en el mero nacimiento de los seres humanos
"libres e iguales en dignidad y derechos".
Los derechos humanos no admiten discriminación alguna y son completamente
universales, formando parte de un todo, en donde la violación de uno de estos derechos,
implica la trasgresión de otros.
El estado de derecho es aquel que se funda en la universalidad e imparcialidad de la ley,
generada en la voluntad del pueblo libremente expresada, es por ello que la inexistencia
de la democracia (completamente necesaria para la conformación de un estado de
derecho), hace casi impracticable el cumplimiento de los derechos humanos.
En todas las épocas los gobiernos han cometido atropellos contra los DDHH, pero
durante el siglo XX se han producido las violaciones más atroces contra la dignidad del
ser humano; de allí la importancia de seguir luchando por el respeto a los DDHH

Los derechos humanos son normas básicas necesarias para vivir como un ser humano,
sin las cuales las personas no pueden sobrevivir ni desarrollarse con dignidad. Son
inherentes al ser humano, inalienables y universales.

Las Naciones Unidas establecieron una serie de normas comunes sobre los derechos
humanos cuando aprobaron en 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Aunque esta Declaración no forma parte de la ley internacional vinculante, su aceptación
por parte de todos los países del mundo supone un apoyo moral al principio fundamental
de que todos los seres humanos, ricos y pobres, fuertes y débiles, hombres y mujeres,
de todas las razas y religiones, deben ser tratados con igualdad y es preciso respetar
su valor natural como seres humanos.

Desde entonces, las Naciones Unidas han aprobado muchos instrumentos


internacionales vinculantes sobre derechos humanos. Estos tratados se utilizan como
marco para debatir y aplicar los derechos humanos. Por medio de estos instrumentos,
los principios y derechos que definen se han convertido en obligaciones jurídicas para
los Estados que deciden vincularse a ellos. El marco también establece mecanismos
legales y de otro tipo para responsabilizar a los gobiernos en caso de que vulneren los
derechos humanos.

Los instrumentos del marco internacional de derechos humanos son la Declaración


Universal de Derechos Humanos y los seis tratados fundamentales sobre derechos
humanos: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención sobre los Derechos del
Niño; la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes; la Convención internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial; y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer. Todos los países del mundo han ratificado por lo menos
uno de estos tratados, y muchos han ratificado la mayoría de ellos. Estos tratados son
documentos importantes para responsabilizar a los gobiernos del respeto, la protección
y la realización de los derechos de los individuos de sus países.
Como parte del marco jurídico de derechos humanos, todos los derechos humanos son
indivisibles, están mutuamente relacionados y son interdependientes. Comprender este
marco es muy importante para promover, proteger y dar cumplimiento a los derechos
de la infancia, porque la Convención sobre los Derechos del Niño y los derechos y
obligaciones que se describen en este documento forman parte del marco.

El derecho internacional de los derechos humanos


La Declaración Universal de Derechos Humanos(DUDH) es considerada generalmente
el fundamento de las normas internacionales sobre derechos humanos. Aprobada en
1948, la DUDH ha inspirado un valioso conjunto de tratados internacionales derechos
humanos. Sigue siendo una fuente de inspiración para cada uno de nosotros, ya sea en
momentos de conflicto, en sociedades que sufren represión, en la lucha contra las
injusticias, y en nuestros esfuerzos por lograr el disfrute universal de los derechos
humanos.

La Declaración supone el primer reconocimiento universal de que los derechos básicos


y las libertades fundamentales son inherentes a todos los seres humanos, inalienables
y aplicables en igual medida a todas las personas, y que todos y cada uno de nosotros
hemos nacido libres y con igualdad de dignidad y de derechos. Independientemente de
nuestra nacionalidad, lugar de residencia, género, origen nacional o étnico, color de piel,
religión, idioma o cualquier otra condición, el 10 de diciembre de 1948 la comunidad
internacional se comprometió a defender la dignidad y la justicia para todos los seres
humanos
Dentro del derecho de los derechos humanos se encuentra una rama que se
denomina Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que se hace presente
desde que el Derecho Internacional Público ha incluido en su campo la cuestión de los
derechos y libertades esenciales y fundamentales del hombre.
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos es el conjunto de
instrumentos internacionales (Tratados, convenios, resoluciones y
declaraciones), establecidos para proteger los derechos humanos.
El derecho internacional de los derechos humanos y las instituciones creadas en
consecuencia, han sido las resultantes del proceso de incorporación de la temática de
los derechos humanos y su protección, por parte del derecho internacional público.
Tradicionalmente sólo se entendía al derecho internacional como aquellas leyes que
regían la comunidad internacional de los países, regulando exclusivamente la relación
entre los mismos, tal como las transacciones comerciales o los acuerdos de paz.
Fueron los aberrantes hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial los que
sirvieron de catalizador para que se produjera el desarrollo del llamado derecho
internacional de los derechos humanos que caracterizó la mitad de este siglo. Así en
1945, en el juicio de Nuremberg, los aliados incluyeron los crímenes contra la
humanidad entre los cargos formulados contra los lideres nazis.
Este proceso tuvo como objetivo fundamental inducir a los Estados a modificar aquellas
partes inadecuadas de las leyes internas, de manera de asegurar el respeto a los
derechos humanos. Como resultado lo que antes era un problema del dominio exclusivo
de cada Estado, pasó también a serlo del derecho internacional.
En el año 1948 la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. La Carta de Naciones Unidas declara el respeto
por los derechos humanos como el principal objetivo de la Organización de las Naciones
Unidas, institución que se ha constituido en el foro principal de desarrollo de
las normas que regulan los derechos humanos.
En el año 1966 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, así como el Protocolo adicional, los que entraron en
vigencia en el año 1976.
En nuestro continente, unos meses antes de la adopción de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, se aprobó en el seno de la Conferenciade los Estados
Americanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. En 1969
se aprobó la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conocida como Pacto
de San José de Costa Rica, que entró en vigencia en el año 1978.
Desde la creación de Naciones Unidas, se han proclamado una importante cantidad de
declaraciones internacionales sobre derechos humanos y se han adoptado numerosos
tratados específicos en la materia, como es el caso, entre otros de la Convención sobre
la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención contra la Tortura; la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño.
No todos los documentos que componen el llamado derecho internacional de los
derechos humanos tienen la misma jerarquía ni obligatoriedad para los países.
Tres pactos acentúan esta tendencia, evidente desde la Carta de las Naciones Unidas,
cuando el derecho Internacional Público puso para el bien común internacional, la
protección internacional de los derechos del hombre, y comienza a darles cobertura
mediante tratados, convenciones, pactos y organizaciones.
Uno de esos tres pactos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (pacto de
San José de Costa Rica), tiene carácter regional y abarca, conociendo los otros dos,
gran cantidad de derechos y una jurisdicción supraestatal para su tutela y preservación.
Desde el momento en que la Carta de Naciones Unidas impuso a los Estados miembros
de la organización el deber de promover el respeto de los derechos y libertades del
hombre; por lo tanto notamos que el respeto y la tutela de los derechos humanos integra
el sector del derecho internacional público.

Características del derecho Internacional de los


Derechos Humanos
 Se aplica a toda persona humana
 Se aplica en todas las circunstancias
 La normatividad sólo vincula a los Estados

Los derechos humanos


Son un conjunto de facultades, prerrogativas y libertades fundamentales que tiene una
persona por el hecho de serlo, teniendo como fundamento la dignidad humana; deben
ser reconocidos y garantizados por el Estado, por medio de ordenamientos jurídicos de
las instituciones nacionales e internacionales posibilitando la exigencia de su respeto
Características:
Los Derechos Humanos son innatos o inherentes
Todas las personas nacemos con derechos que nos pertenecen por nuestra condición
de seres humanos. Su origen no es el Estado o las leyes, decretos o títulos, sino la
propia naturaleza o dignidad de la persona humana. Por eso cuando una ley viola los
derechos humanos se la considera nula (sin valor) porque va contra la misma naturaleza
humana.
Los derechos humanos son universales
Todas las personas: mujeres, hombres, niños y niñas tenemos derechos. Por eso no
importa la raza, el sexo, la cultura o la
religión que tengamos; tampoco importa la nacionalidad o el lugar en que se viva. Cada
persona tiene la misma dignidad y nadie puede estar excluído o discriminado del disfrute
de sus derechos. Es así que tienen los mismos derechos tanto un niño como una niña,
un indígena como un campesino, unamujer como un hombre, un árabe como un chino,
un colombiano como un venezolano, un musulmán como un cristiano, un negro como
un blanco, un pobre como un rico, un delincuente o corrupto como una persona honesta.
Los derechos humanos son inalienables e intransferibles
La persona humana no puede, sin afectar su dignidad, renunciar a sus derechos o
negociarlos. Tampoco el Estado puede disponer de los derechos de los ciudadanos. Se
entiende que en situaciones extremas algunos derechos pueden ser limitados o
suspendidos, pero nunca alienados (eliminados, extinguidos).
Ejemplificaremos esto con dos situaciones típicas que se dan en Venezuela. Por un
lado, el que por determinadas circunstancias se suspendan las garantías
constitucionales no implica que desaparezcan o estén extinguidos los derechos, sino
que por un lapso de tiempo limitado y dentro de las razones que originaron la
suspensión, las formas de protección están sujetas a restricciones; sin embargo, el
derecho a la vida, a no ser torturado, ni incomunicado, siguen vigentes.
Por otro lado, el derecho a la participación política que contempla la elección de
nuestros gobernantes, el control de sus acciones, la participación en la toma de
decisiones, entre otras cosas, no implica que negociemos nuestro derecho con el
político o partido político de nuestra elección. Cuando votamos no transferimos a los
elegidos nuestro legítimo derecho a participar políticamente en la vida del país. En
realidad lo que hacemos es delegar en representantes la responsabilidad de llevar
adelante nuestro mandato, ideas o propuestas, lo que es muy diferente a otorgarles o
transferirles nuestro derecho a participar libre y abiertamente.
Los derechos humanos son acumulativos, imprescriptibles o irreversibles
Como la humanidad es cambiante, las necesidades también, por ello a través del tiempo
vamos conquistando nuevos derechos, que una vez alcanzados forman parte
del patrimonio de la dignidad humana. Una vez reconocidos formalmente los derechos
humanos su vigencia no caduca (es decir, no vence nunca), aún superadas las
situaciones coyunturales que llevaron a reivindicarlos. En 1863 fue abolida la pena de
muerte en nuestro país, desde entonces el derecho a la vida está garantizado en
la Constitución, por lo que bajo ninguna circunstancia puede permitirse que la pena
de muerte sea restablecida.
Los derechos humanos son inviolables
Nadie puede atentar, lesionar o destruir los derechos humanos. Esto quiere decir que
las personas y los gobiernos deben regirse por el respeto a los derechos humanos; las
leyes dictadas no pueden ser contrarias a éstos y las políticas económicas y sociales
que se implementan tampoco. Por ejemplo, el derecho a la vida no puede ser violentado
bajo ninguna circunstancia, como ocurre frecuentemente en la realidad, ni por
la acción de fuerzas policiales o militares ni por políticas económicas que condenan a la
muerte por desnutrición o hambre a la población.
Los derechos humanos son obligatorios
Los derechos humanos imponen una obligación concreta a las personas y al Estado de
respetarlos aunque no haya una ley que así lo diga. Queda claro entonces que es
obligatorio respetar todos los derechos humanos que existan en nuestras leyes y
también aquellos que no lo están aún, como por ejemplo el derecho a la objeción
de conciencia (o sea, el derecho a no prestar el servicio militar por razones de creencias
morales o religiosas) o el derecho a la propiedad colectiva de la tierra en el caso de las
comunidades indígenas, y tantos otros.
Los derechos humanos trascienden las fronteras nacionales
Esta característica se refiere a que la comunidad internacional puede y debe intervenir
cuando considere que un Estado está violando los derechos humanos de su población.
En este sentido, ningún Estado puede argumentar violación de su soberanía cuando la
comunidad internacional interviene para requerir que una violación a los derechos
humanos sea corregida. Un ejemplo de ello es el caso de la masacre en El Amparo, en
la cual Venezuela se ha visto requerida a cumplir con sus obligaciones internacionales
de hacer justicia y castigar a los policías y militares responsables, tal como se lo ha
solicitado la comunidad internacional y en especial la Corte Interamericana de Derechos
Humanos de la OEA, sin alegar que esta exigencia sea una intromisión en sus asuntos
internos.
Los derechos humanos son indivisibles, interdependientes, complementarios y no
jerarquizables
Los derechos humanos están relacionados entre sí. Es decir, no podemos hacer
ninguna separación ni pensar que unos son más importantes que otros. La negación de
algún derecho en particular significa poner en peligro el conjunto de la dignidad de la
persona, por lo que el disfrute de algún derecho no puede hacerse a costa de los demás.
Es así, como no podemos disfrutar plenamente de nuestro derecho a la educación si no
estamos bien alimentados o si carecemos de una vivienda adecuada, ni podemos
ejercer nuestro derecho a la participación política si se nos niega el derecho a manifestar
o estar bien informados.

Fundamento de Nuestro Futuro Común


A lo largo de los años, ese compromiso se instaló en el campo del derecho, ya sea en
forma de tratados, de derecho internacional consuetudinario, principios generales,
acuerdos regionales o leyes nacionales, y a través de ellos se expresan y garantizan los
derechos humanos. De hecho, la Declaración Universal de Derechos Humanos ha
inspirado más de 80 declaraciones y tratados internacionales, un gran número de
convenciones regionales, proyectos de ley nacionales de derechos humanos y
disposiciones constitucionales que, en conjunto, constituyen un sistema amplio
jurídicamente vinculante para la promoción y la protección de los derechos humanos.

A lo largo de los años, ese compromiso se instaló en el campo del derecho, ya sea en
forma de tratados, de derecho internacional consuetudinario, principios generales,
acuerdos regionales o leyes nacionales, y a través de ellos se expresan y garantizan los
derechos humanos. De hecho, la Declaración Universal de Derechos Humanos ha
inspirado más de 80 declaraciones y tratados internacionales, un gran número de
convenciones regionales, proyectos de ley nacionales de derechos humanos y
disposiciones constitucionales que, en conjunto, constituyen un sistema amplio
jurídicamente vinculante para la promoción y la protección de los derechos humanos.

Con el tiempo, los tratados internacionales de derechos humanos se han ido centrando
y especializando tanto en los temas que abordan como en los grupos sociales que
precisan de su protección. La legislación relativa a los derechos humanos sigue
creciendo y ampliando los derechos y libertades fundamentales que figuran en la Carta
Internacional de Derechos Humanos, abordando asuntos como la discriminación racial,
la tortura, las desapariciones forzosas, las personas con discapacidad, y los derechos
de la mujer, los niños, los migrantes, las minorías y los pueblos indígenas.
Evolución de los derechos humanos
No existe un criterio uniforme en relación al concepto de derechos humanos y al origen
de su desarrollo histórico, hay diferentes corrientes al respecto.
1. El Iusnaturalismo: Constituye una de estas posiciones, y la misma sostiene que los
derechos humanos corresponden al hombre desde su nacimiento y están
integrados por todas aquellas garantías que necesita el ser humano para
"desarrollarse en la vida social como persona, esto es, ser dotado de racionalidad
y de sentido", para disfrutar de una vida digna, que permita la satisfacción de las
necesidades esenciales. Según esta postura los derechos de los seres humanos
son superiores y anteriores a la actuación del Estado, lo que significa que no es
necesaria una normativa jurídica, para la existencia de los mismos, y el Estado
tampoco puede eliminarlos mediante la imposición de normas.
2. Otro Criterio relevante es el denominado positivismo jurídico, el cual se
fundamenta en que las normas jurídicas deben explicarse por sí solas, sin buscar
elementos que estén fuera de ellas, por tanto los derechos humanos son
el producto de la acción normativa del Estado y solo pueden ser reclamados
cuando han sido consagrados en dichas normas.

De acuerdo a una u otra corriente el origen de los derechos humanos variaría, toda vez
que si nos referimos al iusnaturalismo la historia de estos derechos se remontan a la
antigüedad, pero si por el contrario optamos por el positivismo, tendríamos que afirmar
que la historia de los derechos humanos es relativamente reciente.
Resumiendo las posiciones iusnaturalistas y positivistas en cuanto a la determinación
de la esencia de los derechos humanos, podría decirse que para los primeros estos
derechos humanos constituyen valores, mientras que para los segundos son normas
jurídicas. Desde el punto de vista filosófico, el valor sería el fin perseguido por la norma,
de tal forma que los valores como norma, tienen una historia reciente, pero el sistema de
valores en que se basan tienen su origen en la antigüedad.
La Sociedad contemporánea reconoce que todo ser humano, por el hecho de serlo,
tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o bien tiene el deber de respetar y
garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer su plena
realización. Estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad, que
el Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los que hoy
conocemos como Derechos Humanos.

Valores Universales
En numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos
humanos se han reiterado los principios básicos de derechos humanos enunciados por
primera vez en la Declaración Universal de Derechos Humanos, como su universalidad,
interdependencia e indivisibilidad, la igualdad y la no discriminación, y el hecho de que
los derechos humanos vienen acompañados de derechos y obligaciones por parte de
los responsables y los titulares de éstos. En la actualidad, todos los Estados Miembros
de las Naciones Unidas han ratificado al menos uno de los nueve tratados
internacionales básicos de derechos humanos, y el 80% de ellos ha ratificado al menos
cuatro de ellos, lo que constituye una expresión concreta de la universalidad de la DUDH
y del conjunto de los derechos humanos internacionales.
Protección de los derechos humanos en el ámbito
interno
Las Naciones Unidas se crearon en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial
con el objetivo principal de salvaguardar la paz y la seguridad en el mundo. Desde sus
inicios, los fundadores eran conscientes de la estrecha relación existente entre la paz y
los derechos humanos, puesto que únicamente en un contexto de paz sería posible que
los seres humanos disfrutaran plenamente de sus derechos. Las personas no debían
volver a verse perseguidas por las atrocidades, ni volver a ser víctimas de políticas tan
genocidas como las que habían devastado sociedades de toda Europa.

Por consiguiente, en el Preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas se establece que


uno de los objetivos de la organización mundial será “reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la
igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas”. El
texto de la Carta contiene disposiciones adicionales sobre esta cuestión. El Artículo 1,
párrafo 3, especifica que las Naciones Unidas tendrán como responsabilidad “el
desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o
religión”.
En la conferencia fundacional de San Francisco, resultó imposible, por falta de tiempo,
complementar la Carta con una lista escrita de derechos humanos. No obstante, se tomó
la decisión de que se crearía inmediatamente después de la entrada en vigor de la Carta
a través del órgano especializado competente, la Comisión de Derechos Humanos.
Después de tan solo unos años de trabajo preparatorio en el marco de dicha Comisión,
el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la
Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) como “ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse”. La aprobación no se realizó por
unanimidad. Hubo ocho países que se abstuvieron (los Estados socialistas que existían
en aquel momento, la Arabia Saudita y Sudáfrica), pero no se registró ni un solo voto en
contra.
La DUDH allanó el camino para el desarrollo posterior de la idea de los derechos
humanos. Por primera vez en la historia de la humanidad, se había creado una lista de
derechos humanos fundamentales que beneficiaría a todas las personas, basándose
exclusivamente en su calidad de ser humano, sin ningún tipo de distinción o
discriminación. Las declaraciones anteriores de derechos humanos, como la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de Francia (1789) y la Carta de
Derechos de los Estados Unidos de América (1789-1791), contenían múltiples
limitaciones. Las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres, la esclavitud
era legal y, en muchos países, el criterio de la riqueza personal desempeñaba un papel
decisivo a la hora de decidir quién podía disfrutar de los derechos y privilegios. Además,
los habitantes de países coloniales vivían en un estado estructural de discriminación.
Por tanto, la DUDH se convirtió en el manifiesto fundamental de un nuevo concepto de
derechos humanos en el mundo. Puesto que se trata de una resolución de la Asamblea
General, no constituye un conjunto de normas vinculantes, pero ha servido como fuente
de inspiración al fomentar el proceso de codificación en el marco de las Naciones Unidas
y al servir como modelo para las constituciones nacionales de todo el mundo.
El primer logro en el plano del derecho internacional vinculante fue la aprobación de la
Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial en 1965. Un año después, la Asamblea General aprobó por consenso los dos
Pactos Internacionales exhaustivos: el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP). Hasta la fecha, la gran mayoría de los Estados Miembros de las Naciones
Unidas se han adherido a estos dos Pactos: 164 Estados partes en el caso del PIDESC
y 168 en el caso del PIDCP. En su conjunto, la Declaración Universal y los dos Pactos
se conocen como la “Carta Internacional de Derechos Humanos”. La Asamblea aprobó
en 1979 otro de los instrumentos creados para luchar contra la discriminación, la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer.
En sus inicios, la Carta de las Naciones Unidas se caracterizaba por un cierto nivel de
ambigüedad. Si bien es cierto que el horror de los asesinatos masivos cometidos en
Europa fue el motor de la inclusión de los derechos humanos en su texto, la Carta no
especificaba las vías ni los métodos que se utilizarían para lograr una verdadera
aplicación a nivel comunitario. El Artículo 68 prevé que el Consejo Económico y Social
establecerá una comisión “para la promoción de los derechos humanos”, pero el Artículo
2, párrafo 7, prohíbe a las Naciones Unidas “intervenir en los asuntos que son
esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados”. Durante más de un decenio, la
opinión generalizada, respaldada obligatoriamente por el grupo de Estados socialistas,
era que la práctica utilizada para promover y proteger los derechos humanos intervenía
en asuntos que eran esencialmente de jurisdicción nacional. Tras la aprobación de los
dos Pactos Internacionales en 1966, esta opinión perdió toda credibilidad.
Por consiguiente, la Asamblea General y la Comisión de Derechos Humanos empezaron
progresivamente a analizar la situación de los Estados en materia de derechos humanos
en función de las denuncias presentadas ante las Naciones Unidas. En un primer
momento, los detalles del proceso utilizado para la evaluación eran todo un secreto. Sin
embargo, a mediados de los años setenta empezaron a desaparecer estas reservas.
Ahora, la Asamblea habla abiertamente sobre sus preocupaciones por los Estados que
han adoptado prácticas continuadas de abusos graves de los derechos humanos. Las
Naciones Unidas han aprobado dos resoluciones que han supuesto un refuerzo
considerable para la Organización. En 2005, la Asamblea proclamó el principio de la
“responsabilidad de proteger” (resolución 60/1 de la Asamblea). De conformidad con
este principio, todos los Estados tienen la responsabilidad de “proteger a las poblaciones
del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa
humanidad”. En esencia, no se trata de un elemento nuevo, puesto que esta
responsabilidad se deriva directamente del reconocimiento actual de los derechos
humanos fundamentales como principios esenciales del orden jurídico internacional. La
novedad de este principio, sin embargo, es la idea de que, si un Estado no cumple con
dicha responsabilidad, el Consejo de Seguridad podrá utilizar los poderes que se le
otorgan en el Capítulo VII de la Carta para proteger a las poblaciones afectadas. En el
caso de Libia, el Consejo de Seguridad hizo uso de esta función por primera vez en
2011 al aprobar la resolución 1973(2011). Esta resolución representa una ampliación
significativa del concepto de paz y seguridad internacionales, entendiéndose
“internacionales” como que engloban violaciones atroces del orden jurídico internacional
relacionado con los derechos humanos.
La creación del Consejo de Derechos Humanos (CDH) en 2006 conllevó un aumento
considerable de la capacidad de análisis de la comunidad internacional. El CDH, que
cuenta con 47 Estados miembros, celebra tres períodos ordinarios de sesiones cada
año y puede organizar un período extraordinario de sesiones si procede. Se ha
convertido en el principal instrumento para aplicar la idea de que los derechos humanos
son una cuestión de carácter intrínsecamente internacional. De todos los
procedimientos establecidos por el CDH, el examen periódico universal es el más eficaz.
Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas han aceptado someter sus
prácticas de derechos humanos a un análisis exhaustivo, consistente en un examen
realizado por sus homólogos. Dicho examen se realiza en ciclos de cuatro años. Si un
Estado no se ha adherido a los tratados de derechos humanos fundamentales, se utiliza
como criterio de referencia determinante la DUDH. La última fase del examen periódico
universal es una reunión de tres horas de duración, lo que obviamente no permite un
interrogatorio dilatado, pero sí la presentación en una sesión pública de las principales
deficiencias detectadas. Al finalizar el proceso, el Estado examinado informa sobre
cuáles de las numerosas recomendaciones formuladas aplicará y cuáles rechaza. Por
consiguiente, es el propio Estado quien tiene la última palabra, y el CDH se abstiene de
emitir una opinión colectiva. La principal ventaja del examen periódico universal es que
la evaluación se lleva a cabo en un entorno real, sin reservas ni cautelas diplomáticas.
En cierta medida, el examen periódico universal eclipsa en estos momentos al trabajo
realizado por los órganos especializados que se crearon de manera independiente para
cada uno de los principales tratados de derechos humanos. Es lógico que el Comité de
Derechos Humanos, al encargarse de vigilar la aplicación del PIDCP, haya logrado un
papel de liderazgo, puesto que todos los “derechos negativos” clásicos entran dentro de
su jurisdicción. Por consiguiente, el Comité dispone del campo de especialización más
amplio y, por lo tanto, se le solicita automáticamente que formule normas generales
aplicables a todos estos derechos.
La mayoría de los órganos especializados tienen tres tipos de competencias. Por una
parte, todos los Estados partes en un tratado internacional de derechos humanos
elaborado bajo los auspicios de las Naciones Unidas tienen la obligación de presentar,
de manera periódica, un informe sobre sus actividades para hacer efectivos los
derechos previstos en el tratado específico. Estos informes suelen debatirse en
presencia de una delegación del país que está siendo examinado. Inicialmente, el
elemento central del procedimiento era el intercambio público de opiniones sin emitir
una conclusión oficial. Tras el gran cambio que sufrió el sistema internacional en 1990,
todos los órganos especializados han pasado a expresar su opinión sobre la situación
de los derechos humanos en el país implicado de una manera sincera y abierta, sin ni
siquiera huir de declaraciones drásticas en nombre de las poblaciones afectadas cuando
resulta necesario.
Algunos de los tratados de derechos humanos prevén procedimientos de denuncia. Es
posible que las personas físicas tengan derecho a ponerse en contacto con los órganos
especializados a través de comunicaciones individuales, así como que los Estados
partes estén autorizados a realizar comunicaciones interestatales. Al incorporarse en un
Protocolo Facultativo del PIDCP, el recurso de la comunicación individual adquirió un
papel importante. De hecho, el Comité de Derechos Humanos pasó a ser el equivalente
de un tribunal de derechos humanos a nivel mundial, y su doctrina jurídica, formada por
opiniones no vinculantes, empezó a ser citada también en los tribunales regionales de
derechos humanos. Por el momento, el procedimiento de denuncia entre Estados ha
tenido menos éxito. Por lo general, los Estados se abstienen de iniciar procedimientos
oficiales contra sus asociados soberanos.
Las políticas de derechos humanos de las Naciones Unidas se caracterizan por dos
derechos fundamentales. El diálogo con los Estados se concibe como un medio de
persuasión para lograr cambios. Sin embargo, de conformidad con el principio de
subsidiariedad, el trabajo sobre el terreno debe quedar en manos de las autoridades
estatales. Las instituciones de las Naciones Unidas únicamente han asumido algunas
funciones específicas. De este modo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados se ocupa de la difícil situación de quienes huyen de sus países de origen
debido a conflictos armados, a la persecución o a desastres naturales, una labor que los
Estados no pueden llevar a cabo de manera individual. De forma similar, el Programa
Mundial de Alimentos tiene como objetivo facilitar alimentos y alojamiento a quienes
viven en una situación de desesperación.
La última institución de las Naciones Unidas a la que debe hacerse referencia al hablar
de la protección de los derechos humanos es el Consejo de Seguridad. Si bien
inicialmente no estaba previsto que sirviera como garante de este tipo de derechos, el
concepto de la responsabilidad de proteger ha confirmado su autoridad para intervenir
en situaciones en las que la población de un país haya sufrido ataques graves contra su
dignidad y sus derechos, o se encuentre bajo una amenaza importante de sufrir este
tipo de abusos. De conformidad con lo previsto en el Capítulo VII de la Carta de las
Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad dispone de poderes amplios para tomar las
medidas de reparación necesarias. Por desgracia, el poder de veto de los Estados que
ocupan un puesto permanente en el Consejo suele impedir que dicho órgano adopte
este tipo de medidas.

En Venezuela, ante una violación de derechos humanos, el afectado puede acudir,


utilizando los mecanismos adecuados, ante instituciones del estado que tienen el deber
de protegerlo. De esta manera la denuncia, la acción de amparo (entre ellas el habeas
corpus y habeas data) y el recurso de inconstitucionalidad son herramientas que tiene
a la mano cualquier persona que sea víctima de una violación de sus derechos
fundamentales. El estado venezolano, por su parte, cuenta con instancias como el
Tribunal Supremo de Justicia, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y los
Juzgados Nacionales donde puede hacerse uso de estos mecanismos.
De igual manera, la población venezolana se encuentra protegida por los pactos,
tratados y convenios internacionales que en materia de Derechos Humanos haya
suscrito el estado, los cuales, según mandato expreso de la Constitución de 1999, tienen
jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan
normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas en la propia Carta
Magna. Asimismo, el derecho a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el
derecho al debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos
intangibles conservan su vigencia aún en los casos de restricción de garantías
constitucionales, según lo establece la Constitución Venezolana.
El tema de los derechos humanos es muy importante. La atención continua y
permanente sobre la necesidad de que los mismos se respeten, ha sido uno de los
mayores avances que se ha logrado en las ultimas décadas dentro del conjunto de las
naciones. Los Derechos Humanos no es solo un tema de los estados, sino que esta en
el corazón mismo del sistema internacional. No es casual que el preámbulo
del texto que da origen a las Naciones Unidas se refiera a los derechos humanos como
una de las vocaciones principales de la organización al «reafirmar la Fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en
la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas».
Venezuela ha hecho siempre un esfuerzo para destacarse como nación del mundo
consciente de la importancia que tiene para una sociedad abierta como la nuestra
respetar los derechos humanos, los de sus ciudadanos y que el mundo se perfile cada
vez más hacia conductas dignas en esa materia. Para Venezuela, la promoción y
defensa de los Derechos Humanos forma parte fundamental de su política exterior.

¿Cómo protege el derecho internacional los derechos


humanos?
El derecho internacional de derechos humanos establece las obligaciones que deben
cumplir los Estados. Al pasar a formar parte de tratados internacionales, los Estados
asumen deberes y obligaciones en virtud del derecho internacional, y se comprometen
a respetar, proteger y promover los derechos humanos. La obligación de respetar
supone que los Estados deben abstenerse de restringir los derechos humanos o de
interferir en su realización. La obligación de proteger exige que los Estados protejan a
las personas o grupos de personas de las violaciones de los derechos humanos. La
obligación de promover significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para
facilitar la realización de los derechos humanos básicos.

A través de la ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos, los


gobiernos se comprometen a poner en práctica medidas y leyes nacionales compatibles
con los deberes y obligaciones inherentes a esos tratados. En consecuencia, el sistema
jurídico interno proporciona la principal protección jurídica de los derechos humanos
garantizados por el derecho internacional. Cuando los procedimientos jurídicos
nacionales no solucionan las violaciones de derechos humanos, existen mecanismos y
procedimientos a escala regional e internacional para atender las denuncias individuales
y de grupo, con miras a velar por que se respeten, apliquen y hagan cumplir a escala
local las normas internacionales en materia de derechos humanos.

La declaración universal de los derechos humanos


La declaración universal de los derechos humanos es un conjunto de normas jurídicas,
la cual prima sobre cualquier legislación nacional y debe ser adaptada a la declaración
universal y pactos internacionales.
Esta declaración es el resultado de un acuerdo de consenso entre todos los pueblos de
la tierra, y por esto se obliga a su estricto cumplimiento en todos los estados nacionales.
El origen de esta declaración se centra principalmente en la traumática experiencia del
fascismo y nazismo de la segunda guerra mundial, es por esto que se creó la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), como medida de lucha contra estos
flagelos, además de acordar la declaración que es el alma de las relaciones
internacionales. Aprobando el 25 de junio de 1945 la carta de las naciones unidas, en
donde se citan las intenciones de la humanidad de la siguiente manera:
"Nosotros los pueblos de las naciones unidas estamos dispuestos s librar a las
generaciones venideras del flagelo de la guerra, a reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la
igualdad de derechos de hombres y mujeres, y de generaciones grandes y pequeñas, a
crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto de las
obligaciones emanadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional, a
promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio
de libertad".
Para alcanzar el logro de estos objetivos, definidos por los propios pueblos, las naciones
unidas proponen:
 Mantener la paz y la seguridad internacional.
 Fomentar la libre determinación de los pueblos.
 Desarrollar y estimular el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos.

Como forma de hacer posible el logro de estos objetivos y propósitos, el 10 de diciembre


de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas crea la DECLARACION
UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, en donde todos los estados están
obligados a cumplirlas y hacerlas cumplir.
Dentro de esta declaración se señalan 3 atentados, como los mas grandes en contra de
la humanidad:
 El hambre y la miseria.
 Actos de barbarie (ultrajantes para la conciencia de la humanidad).
 Tiranía y la opresión.

Estableciéndolos como los principales agresores contra la dignidad de las personas y


soberanía de los pueblos, dado que, con estos atentados se impide, a quienes los
sufren, el acceso a la calidad de sujeto de derecho, y por ende se violan
simultáneamente la totalidad de los derechos de la víctima.
Por ello, se puede decir, que su superación, es indispensable, es una condición previa
e indiscutida, para que pueda afirmarse que en una sociedad se cumple con los
derechos humanos en alguna medida.
Existen además de la declaración universal de los derechos humanos, otros pactos
firmados por los países miembros de las naciones unidas, con el fin de promover y velar
por el respeto de los derechos de las personas en todo el mundo, como lo son:
 Pacto internacional de derechos civiles y políticos.
 Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales.
 La declaración universal de los derechos del niño.

Además de organizaciones internacionales como lo son:


 Organización internacional de trabajadores (OIT).
 Organización internacional de las mujeres.
 UNICEF, etc.

Atentados contra la humanidad.


El hambre y la miseria:
El mayor sueño del ser humano es el advenimiento de un mundo en que los seres
humanos estén completamente libres del temor y la miseria.
Para el cumplimiento de este sueño, los pueblos se han visto obligados a promover el
progreso y a elevar el nivel de vida, dentro de un concepto mas amplio de libertad. Lo
que implica que toda persona tiene derecho a obtener, mediante el esfuerzo nacional y
la cooperación internacional, de acuerdo a la organización y los recursos de cada
estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables para su dignidad y libre desarrollo de su personalidad.
" Todos los hombres, mujeres y niños tienen el derecho inalienable a no padecer hambre
y mal nutrición a fin de poder desarrollarse plenamente y conservar sus facultades
físicas y mentales. La sociedad posee en la actualidad recursos, capacidad
organizadora y tecnología suficiente; por lo tanto, la capacidad para alcanzar esta
finalidad. En consecuencia, la erradicación del hambre es un objetivo común de todos
los países que integran la comunidad internacional, en especial de los países
desarrollados y otros que se encuentran en condiciones de prestar ayuda."
(Declaración universal sobre la erradicación del hambre y la malnutrición, ONU, 17 de
Diciembre de 1974).
Los actos barbarie
El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajante para la conciencia de la humanidad, por ello, todos los pueblos y
naciones deben esforzarse, con el fin de que los individuos como las instituciones
promuevan mediante la enseñanza y la educación y por medidas progresivas de
carácter nacional e internacional, el reconocimiento y la aplicación universal y efectivos
de los derechos humanos.
Proclama
Los derechos humanos son los derechos de las personas frente al estado. por ello
establecen, limites al uso del poder y originalmente nacieron solo con ese carácter
defensivo, pero más allá de eso, hoy se proyectan como modo de relación humana,
plenos de libertad y vida proponiendo principios y valores éticos siempre mas plenos.
(Art. 30) Nada de declaración universal de los derechos humanos podrá interpretarse
en el sentido de que confiere derecho alguno al estado, a un grupoo a una persona para
emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de
cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta declaración.
De acuerdo con esas afirmaciones, la declaración reconoce a todos los seres humanos
los siguientes derechos fundamentales, que significan la obligación inderogable para
todos los estados:
(Art.3) Todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona.
(Art.4) Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre.
(Art.5) Nadie será sometido a torturas, ni a penas o tratados crueles, inhumanos o
degradantes.
(Art.9) Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso, ni desterrado.
(Art.12) Nadie será objeto de ingerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y su reputación.
El nivel de la deshumanización de una sociedad puede medirse por el tipo y la cantidad
de actos de barbarie que se producen en ella y por la existencia o no de recursos
jurídicos para que las víctimas de ellos puedan defenderse.
Conforme a la declaración universal, los derechos humanos que permiten esa defensa
son los siguientes:
(Art.8) Derecho a un recurso efectivo ante los tribunales competentes, que les amparen
contra estos que violan sus derechos.
(Art.10) Derecho, en condiciones de plena igualdad a ser oída públicamente y con
justicia, por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos
y obligaciones o para el examen de cualquier acusación en contra de ella en materia
penal.
(Art.11) Derecho a que se presuma su inocencia, mientras no se pruebe
su culpabilidad conforme a la ley, en juicio público, donde se hayan asegurado todas las
garantías para su defensa.
En caso de que los derechos antes mencionados no estuvieren garantizados, en caso
de persecución, toda persona puede o tiene.
(Art.14) Derecho a buscar asilo, y a disponer de él, el cualquier país, siempre y cuando
con ello no se busque evitar los efectos de una acción judicial realmente originada
por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.
La tiranía y la opresión
En la Declaración Universal de Derechos Humanos se encuentra establecida en sus
artículos 21 y 28 señalando dentro de sus líneas generales que La voluntad del pueblo
es la base de la autoridad del poder público. Y que las personas están sujetas a las
limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar. El reconocimiento y el
respeto de los derechos y libertades de los demás, de satisfacer las justas exigencias
de la moral, del orden público, y del bienestar general, en la sociedad democrática.
Ahora bien, si en una sociedad que se dice ser democrática no se cumplen dichas
condiciones y no se reconocen los derechos ni las garantías a los habitantes de la
misma, se estaría automáticamente en presencia de un orden tiránico y de opresión, por
lo que en la mencionada Declaración se reconocen una serie de derechos que vienen a
resguardar y a proteger lo antes señalado:
Por ejemplo:
 Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión (Art.18).
 Derecho a la libertad de opinión y expresión (Art.19).
 Derecho a participar en el gobierno de su país, el que implica el derecho de reunión
y asociación pacífica. (Art.20 y 21).

La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la


dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana.
Los Estados miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo de los derechos y
libertades fundamentales del hombre.
Con lo antes mencionado, puede establecerse que responde a tres principios
fundamentales, los cuales son:
 Los derechos humanos son fundacionales:

Mas allá de la polémica filosófica que discute si los derechos humanos tienen su origen
en la "ley natural", o son una "creación histórica" o mas bien resulta de una "creación
legal del estado", el articulo primero de la Declaración Universal centra su origen en el
mero nacimiento de los seres humanos "libres e iguales en dignidad y derechos" "
dotados como están de razón y conciencia", obligados a "comportarse fraternalmente
los unos con los otros".
Por ello, ninguna sociedad puede construir un orden institucional, sus leyes, sus normas
y sus valores fundamentales que organizan las relaciones sociales, económicas,
políticas y culturales, ignorando lo establecido en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
No importa el tipo de sociedad, pero para que cualquiera de ellas sea considerada
legítima, respetable y respetada por todos los pueblos, debe dar respuestas adecuadas
a los requerimientos que emanan de esta declaración.
Es por ello que en el artículo 2º, del pacto internacional de derechos civiles y políticos
establece que "Cada uno de los estados partes en el presente pacto, se comprometen
a respetar y garantizar a todos los individuos que se encuentran en su territorio y estén
sujetos a su jurisdicción", "Cada estado parte se compromete a adoptar, con arreglo a
sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente pacto, las
medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter, que
fuesen necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente pacto
y que no estuvieren ya garantizados…"
 Los derechos humanos son universales:

Con el propósito de velar por el cumplimiento de la universalidad de los derechos


humanos se ha establecido el Comité de derechos humanos de las Naciones Unidas,
además de un sistema completo, para que la comunidad internacional juzgue las
violaciones de estos derechos, por cualquier país.
Conforme con el artículo 6 de la carta de las Naciones Unidas:
"Todo miembro de las Naciones que hayan violado repetidamente los principios
contenidos en esta carta, podrá ser expulsado de la organización por la asamblea
general a recomendación del consejo de seguridad".
 Los derechos humanos no admiten discriminación alguna:

Todos los estados se encuentran obligados a respetar los derechos humanos sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. "Art. 2, de la declaración universal de los derechos humanos".
 Los derechos humanos son una totalidad sistemática:

La violación de cualquier derecho en particular, afecta como un todo los derechos


humanos. Siempre que se viola uno de estos derechos, se afecta la dignidad humana,
la que es indivisible, y por ello toda persona humana es agraviada.
Por ejemplo, el hambre hace impracticable la libertad de expresión.
De la misma manera debe advertirse que los derechos humanos no pueden existir sin
el reconocimiento del derecho a la libre determinación del pueblo, y viceversa, y ambos
no existen sin el auténtico estado de derecho y una sociedad efectivamente
democrática, las que a su vez suponen la vigencia de los derechos fundamentales y de
la soberanía del pueblo.

Las organizaciones no gubernamentales


En los estados dotados de una constitución, es relativamente sencillo lograr que se
respeten los derechos fundamentales de las personas. Para ello, basta, en principio,
acudir a los tribunales y demandar justicia para que se respete el derecho que ha sido
pisoteado.
Pero existen Estados en los que no solamente no hay Constitución, o que la hay muy
parcial, hecha sólo para beneficio de unos cuantos, y que, por no haber, ni siquiera
existe un reconocimiento de los derechos humanos.
Las ONGs constituyen un factor motorizante e impulsor de las respuestas de los
organismos nacionales e internacionales. El desarrollo de las normas, instituciones y
procedimientos internacionales para la protección de los derechos humanos ha estado
acompañado de la proliferación de organizaciones no-gubernamentales que actúan en
el campo de los derechos humanos.
Es necesario destacar, que a pesar de que el movimiento de derechos humanos
en América Latina ha estado inmerso en una situación generalizada de gravísimas
represiones, éste en un número significativo ha logrado consolidar la claridad de sus
objetivos al no inmiscuirse en las actividades proselitistas propias de los partidos
políticos, sin dejar de lado el papel de interlocutores válidos de la sociedad, trasmitiendo
las propuestas e inquietudes de la misma y sin la necesidad de acceder a cuotas de
poder que limiten indefectiblemente la labor, preservándose así su independencia y
pluralismo.
Otro de los aspectos positivos del trabajo de las ONGs, ha sido el colocar el tema de los
derechos humanos en un lugar importante de la agenda tanto del ámbito nacional como
internacional, lo cual se puede corroborar a través del relevante papel que han jugado
los representantes no-gubernamentales en los procesos de restauración democrática y
de pacificación que se han dado en nuestra región.
Asimismo, las ONG en su conjunto, han ejercido un rol de influencia como medios de
vigilancia y presión para el respeto a los derechos humanos. El movimiento no-
gubernamental de derechos humanos ha sido un vehículo para las denuncias de las
situaciones de violaciones de los derechos humanos y al ser usuarias de primer orden
de los dispositivos internacionales de protección han configurado la oposición necesaria
y oportuna ante las acciones conciliatorias de derechos humanos que han cometido
algunos Estados en el continente.
Categorías de las ONG de derechos humanos:
En un intento de agrupar a las ONG según sus objetivos generales presentamos la
siguiente clasificación, la cual en ninguna medida pretende ser exhaustiva.
a. Según sus objetivos generales:

 Protección de derechos humanos: Estas organizaciones trabajan en el área de la


defensa de los derechos humanos. Reciben casos y les hacen seguimiento jurídico
ante las instancias nacionales o internacionales (tribunales, Ministerio Público,
Comisión Interamericana). Su labor está orientada específicamente hacia la atención
de violaciones de derechos humanos, ya sea a nivel individual o colectivo.
 Educación y promoción de derechos humanos: son generalmente ONGs que tienen
entre su mandato la modificación de las causas que ocasionan las violaciones de
derechos humanos, así como formar opinión y llevar los principios de derechos
humanos hasta el contexto cotidiano y profesional de diversos sectores de la
sociedad.
Es relevante destacar que existen organizaciones no gubernamentales que
desarrollan su labor tanto en el ámbito de la protección como en la educación y
promoción de los derechos.

a. Según el contexto geográfico en el que desarrollan su labor:

 Nacionales: las que realizan la labor de protección o promoción de los derechos


humanos en un Estado en particular.
 Grupos comunitarios o Comités de Derechos Humanos a nivel de barrios: son
aquellas organizaciones que se circunscriben a la atención de un sector determinado
de la ciudad o pueblo en el que desarrollan sus objetivos de protección y promoción
de derechos humanos
 Regionales: supervisan la situación de derechos humanos en un continente
determinado.
 Internacionales: son aquellas ONGs que se ocupan de la situación de derechos
humanos a nivel mundial.

a. Según su mandato particular:

Algunas ONGs pueden dedicarse exclusivamente a la atención de derechos civiles o


políticos o a los derechos económicos, sociales y culturales como materia prioritaria del
ejercicio de su labor, sin que esta particularidad divida el concepto de derechos
humanos, sino que la misma responde a momentos coyunturales determinados o a la
especialización en determinado tema.
 Derechos civiles y políticos: Derecho a la vida, a la integridad personal, al debido
proceso, a la participación política, entre otros.
 Derechos económicos sociales y culturales: Derecho a la salud, al trabajo, entre
otros.
 Derecho al desarrollo: derecho a la paz, al medio ambiente, al desarrollo integral.
 Derecho a la libre determinación de los pueblos.
 Derechos de la mujer.
 Derechos de los niños.

d) Según el carácter de los miembros que las integran:


 Agrupaciones de familiares de víctimas: Generalmente están formadas por personas
que por una violación de derechos humanos se han visto ante la tragedia de perder
un ser querido, de que se encuentre desaparecido éste o de que haya sido torturado
o detenido arbitrariamente y se han unido para reivindicar sus justas peticiones
judiciales. Estas organizaciones en una gran medida han trascendido del dolor
individual para luchar por una mejor protección de derechos humanos en sus países
y con sus denuncias se han convertido en la memoria histórica de muchos países
de América Latina.
 De carácter religioso: son aquellas organizaciones que han nacido y desarrollan su
labor desde una iglesia determinada. Estas ONGs han trabajado en su gran mayoría
con el respaldo de una institución de orden religioso, pero en la generalidad de los
casos no se circunscriben a los miembros de su religión para la selección y atención
de denuncias.
 Grupos de mujeres: Recientemente han surgido una cantidad importante de
organizaciones que se dedican a la reivindicación de los derechos de género.
 Grupos indígenas: En su gran mayoría son grupos que procuran la
autodeterminación de los pueblos. Luchan por el derecho de propiedad de las tierras,
contra la discriminación étnica, el reconocimiento de la cultura, el idioma y las
costumbres de las etnias indígenas que pueblan América Latina.
 Asociaciones de profesionales: Se trata de ONGs creadas por determinados gremios
profesionales o grupos interdisciplinarios, que se reúnen para defender sus derechos
o para poner sus conocimientos técnicos al servicio de la protección de los derechos
humanos.

Líneas generales de financiamiento para las ONGs:


En la generalidad de los casos las ONGs se constituyen con la personalidad jurídica de
asociaciones civiles sin fines de lucro. La gran mayoría de los fondos para ejecutar las
acciones de estas organizaciones provienen de agencias de cooperación internacional,
básicamente de los países europeos, América del Norte y de donaciones personales.
Además están los recursos que se obtienen de las diversas actividades que programan
las distintas ONGs (publicaciones, actos, talleres, etc.), las cuales en algunos casos
configuran una fuente de ingreso que permite un mínimo de autofinanciamiento.
Las organizaciones no-gubernamentales de Venezuela.
Aunque existen organizaciones que comenzaron sus actividades con anterioridad,
podría decirse que estos últimos seis años han servido para crear y fortalecer un
movimiento no-gubernamental en el ámbito interno que posee diversidad en los temas
de enfoque y que se ha ido ganado un importante espacio de credibilidad tanto a nivel
nacional como internacional.
Las organizaciones no-gubernamentales venezolanas, al igual que el resto de América
Latina, en su gran mayoría han nacido como respuesta a violaciones inminentes de
derechos humanos.
En Venezuela existen ONGs de derechos humanos de inspiración religiosa como
la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz u otras creadas dentro del marco institucional
de la Iglesia, como la Vicaría de Derechos Humanos del Arzobispado de Caracas o la
Comisión de Justicia y Paz de SECORVE y las asociaciones de familiares de víctimas
como FEDEFAM o COFAVIC.

Conclusión
Con la realización del presente trabajo podemos inferir que los derechos humanos son
los derechos que tienen todas las personas, en virtud de su humanidad común, a vivir
una vida de libertad y dignidad. Otorgan a todas las personas la posibilidad de presentar
reivindicaciones morales que limiten la conducta de los agentes individuales y colectivos
y el diseño de los acuerdos sociales, y son universales, inalienables e indivisibles. Los
derechos humanos expresan nuestro profundo compromiso de que se garantice que
todas las personas puedan disfrutar de los bienes y libertades necesarios para una vida
digna
Los derechos humanos corresponden a todas las personas, y todas las personas tienen
igual condición con respecto a esos derechos. La falta de respeto del derecho humano
de un individuo tiene el mismo peso que la falta de respeto de cualquier otro, y no es ni
mejor ni peor según el género, la raza, el origen étnico, la nacionalidad o cualquier otra
distinción
Los derechos humanos son inalienables: no se puede ser despojado de ellos por otros,
ni se puede renunciar a ellos voluntariamente.
Los derechos humanos son indivisibles en dos sentidos. En primer lugar, no hay una
jerarquía entre diferentes tipos de derechos. Los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales son todos igualmente necesarios para una vida digna. En segundo
lugar, no se pueden reprimir algunos derechos para promover otros. No se pueden
conculcar los derechos civiles y políticos para promover los derechos económicos y
sociales, ni se pueden conculcar los derechos económicos y sociales para promover los
derechos civiles y políticos.
Por último, se puede decir que los derechos son fundamentales por lo que no debemos
establecer ningún tipo de jerarquía entre ellos y mucho menos creer que unos son más
importantes que otros. Es difícil pensar en tener una vida digna si no disfrutamos de
todos los derechos.
1. Debido a la violación de las libertades y derechos fundamentales de las personas, se
han incorporado a la normatividad internacional instrumentos legales ; en consecuencia,
cada país o estado asume su rol protagónico y acuerda estructurar sus leyes a fin de
poner en primer orden, los derechos humanos .

2. La falta de conocimiento y pericia en aplicar lo señalado en el Código de Conducta y


en el Manual de derechos humanos aplicados a la función policial, por parte de varios
de los integrantes de la Policía Nacional del Perú, ocasiona que se cometan excesos en
las intervenciones policiales.

3. La desinformación por parte de la comunidad y medios de comunicación respecto al


“Uso de la Fuerza”, generan comentarios negativos en contra de la Policía Nacional del
Perú, lo que desprestigia y disminuye la buena imagen institucional.

RECOMENDACIONES
1.El Estado, a través de sus diversas las instituciones, debe priorizar el alcance y
conocimiento masivo de los Derechos Humanos, a fin de que toda persona tenga
conocimiento del sistema legal que le asiste y protege en salvaguarda de sus libertades
y derechos que son innatos a cada ser humano.

2. La Dirección General de la PNP, a través de la Dirección de Educación y Doctrina,


debe programar Seminarios a nivel nacional, a fin de que todo el personal PNP conozca
los lineamientos y alcances de la normatividad vigente sobre Derechos Humanos, así
como leyes internacionales que son aplicables en todos los países miembros de la ONU.

3. Es importante que todo el personal PNP tenga conocimiento de aplicabilidad de los


derechos humanos y evitar caer en excesos; en consecuencia, se debe constantemente
capacitar de manera teórica y práctica sobre las técnicas apropiadas para la intervención
de personas en cumplimento de la función policial y evitar trasgredir los derechos
fundamentales de las personas.

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